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ORACIÓN MARTES 19 OCTUBRE

AITOR: Buenos días,

Comenzamos esta oración encendiendo la vela, y haciendo presente la figura de


Jesús. Y también con el gesto que nos reconoce como cristianos. La señal de la
cruz.

Ya ha pasado un día completo desde que hemos iniciado este curso. Los que ayer
éramos completos desconocidos hoy ya vamos, poco a poco entablando lazos entre
nosotros. Os invitamos a seguir en esta línea también durante el día de hoy.

La campaña pastoral de este año es “Apasionados x la vida”. La pregunta que nos


sugiere es ¿qué me apasiona a mí en la vida? De todas las cosas que hago en un
día, en mi semana, ¿qué me hace estar feliz, contento, alegre, orgulloso, valioso?

(momento para reflexionar y para compartir)

JOSE: Hoy Jesús nos quiere hablar a cada uno de nosotros. Y dice así:

Del evangelio de Mateo:

Aquel mismo día salió Jesús de casa y fue a sentarse a la orilla del lago. Como
se reunió mucha gente, subió Jesús en una barca y se sentó, mientras la gente
se quedaba en la orilla. Y se puso a hablarles de muchas cosas por medio de
parábolas. Les dijo: El reino de los cielos se puede comparar a un tesoro
escondido en un campo. Un hombre encuentra el tesoro, y vuelve a esconderlo
allí mismo; lleno de alegría, va, vende todo lo que posee y compra aquel
campo.
“También se puede comparar el reino de los cielos a un comerciante que anda
buscando perlas finas; cuando encuentra una de gran valor, va, vende todo lo
que posee y compra la perla”.

Jesús habla de la costumbre de esconder tesoros ya que no había bancos.


La felicidad de ese hombre al encontrar el tesoro.
El tesoro llega de manera inesperada.
Perder todo para ganar todo.
Lo importante, lo que realmente nos debe apasionar.

NACHO: Por último vamos a rezar esta oración todos juntos. Explicación de por qué
la hemos elegido
¡Oh Dios!, envíanos locos, de los que se comprometen a fondo,
de los que se olvidan de sí mismos,
de los que aman con algo más que con palabras,
de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.


Danos locos, chiflados, apasionados,
hombres capaces de dar el salto hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre sorprendente de la pobreza.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.


Danos locos, que acepten diluirse en la masa
sin pretensiones de erigirse en escabel,
que no utilicen su superioridad en su provecho.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.


Danos locos del presente, enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores eficientes del proletariado,
amantes de la paz, puros de conciencia,
resueltos a nunca traicionar, libres y obedientes,
espontáneos y tenaces, dulces y fuertes.

DANOS LOCOS, SEÑOR, DANOS LOCOS.

Maria Auxiliadora de los cristianos, Ruega por Nosotros.

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