Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. INTRODUCCIÓN.
El mundo atraviesa una situación que ha dejado diversos ámbitos en crisis, al no tener las
herramientas necesarias para hacerse cargo de las problemáticas que trae la pandemia. La
educación es uno de los ámbitos en los que más se ha generado conflicto, puesto que ha obligado
a todos los involucrados a un confinamiento que exige a llevar la educación a la virtualidad. Pero,
¿cómo se lleva a cabo una virtualidad en un país como Colombia?, un país en el que veinte
millones de personas no tienen conexión a internet, y muchos de los que sí la tienen, acceden
únicamente a través de celulares. Esto ocurre, sobre todo, en las zonas rurales (Botero, 2020).
Además de los problemas del acceso al internet, el confinamiento obligatorio por covid-19, trae
conflictos un poco más trascendentales como lo es manejar el estrés emocional tanto en docentes
como en estudiantes, lo que complica el proceso de enseñanza y aprendizaje. Para muchos las
emociones no son un factor relevante a la hora de aprender, pero como lo dice Retana (2012), “si
se pretende un desarrollo integral del educando es conveniente trabajar de la mano los aspectos
cognitivos y los aspectos emocionales” (p.2).
Cabe mencionar que para el aprendizaje, las emociones son de gran influencia en especial los
afectos que contribuyen al desarrollo humano, ya que no existiría un verdadero proceso de
aprendizaje sin emociones positivas como: el amor, el afecto, el sentido del humor entre otras,
conociéndose como aprendizaje emocional, en el que, a través de la asociación de un
determinado estímulo con una emoción (condicionamiento), surge ese aprendizaje y, por tanto,
dichos estímulos dejan de ser emocionalmente neutros para adquirir un valor o significado
emocional (Elizondo, 2018).
La Institución Educativa Armando Solano tiene diferentes sedes, entre ellas la Sede de la vereda
El Tejar, esta es una escuela ubicada en sector rural, sus instalaciones son amplias y cuenta con
mucha zona verde, en la que los estudiantes vivenciaban muchas de las temáticas, en especial de
las ciencias naturales.
La formación en la educación básica secundaria está a cargo de dos docentes los cuales tienen
divididas las áreas académicas, el docente A (docente titular de la Práctica) además de manejar el
área de ciencias naturales, guía también la Educación Física, ética, religión y matemáticas; las
demás áreas son guiadas por la docente B. Desde el inicio de la virtualidad causada por la
pandemia el docente A opta por usar las guías de Colombia Aprende para llevar a cabo sus clases
en el área de ciencias naturales.
La población estudiantil en su gran mayoría son habitantes de la vereda el Tejar y unos pocos de
otros sectores del municipio de Paipa, estos estudiantes son de la Institución Armando Solado
pero de la sede central, el cual cabe mencionar que han perdido el año en dos ocasiones; para no
perder el cupo en la institución se les propone ser trasladados a las diferentes sedes. En general,
los estudiantes en su gran mayoría son de estrato bajo que poseen a su vez grandes habilidades y
alternativas de emprender, pero, estas oportunidades son opacadas por conflictos intrafamiliares,
problemas económicos, que generan desequilibrio en el estado emocional de los estudiantes; cuya
situaciones son percibidas en las clases por la disposición y actitud que ellos demuestran en el
transcurso.
Desde el inicio del confinamiento, la Institución Educativa Armando Solano ha optado como
todas por la virtualidad pero esta no ha sido bien aceptada por las sedes ubicadas en las veredas,
como la del tejar, ya que los estudiantes no tienen un acceso disponible al internet y no cuentan
con las herramientas adecuadas para el desarrollo de las clases, así que el único contacto para
entrega de guías y desarrollo de actividades académicas según consenso con los padres es el
WhatsApp y llamadas telefónicas, ya que el celular es la única herramienta con lo que contaban
la mayoría de los estudiantes, cabe aclarar que los celulares en gran mayoría pertenecen a los
padres de familia, por ende, se debe contar con el tiempo de ellos para las explicaciones o demás
actividades.
Teniendo en cuenta lo anterior, se ha observado el desinterés que existe por parte de los
estudiantes frente al desarrollo de las alternativas que propone la Institución Educativa para
sobrellevar la situación que emerge al país. Por ende se formula la siguiente pregunta:
¿Cuáles son las emociones que evidencian los estudiantes del colegio Armando Solano Sede
Tejar bajo, para afrontar procesos de aprendizajes, ante la pandemia del covid-19?
3. ESTADO DEL ARTE:
Desde el punto de vista educativo, la investigación de las ciencias emocionales está influenciada
por la ciencia en el siglo XX y considera la emoción como objeto de investigación. La razón es el
único concepto que permite a las personas pensar en la realidad, haciendo que las emociones sean
social y científicamente invisibles. En los últimos años, movimientos sociales como el feminismo
y el posmodernismo han permitido estudiar las emociones e incorporarlas al proceso educativo.
Gracias a publicaciones como Frames of Mind en 1983 e Inteligencias Múltiples en 1995 por
Howard Gardner se logró la reconceptualización de la educación, y pese a que no era su intención
se llevó a tener que considerar el papel que las emociones juegan en la educación. También, bajo
el libro la Inteligencia Emocional (IE) por Daniel Goleman (1995) en donde se plantea que la IE
consistía en la capacidad que posee y desarrolla la persona para supervisar tanto sus emociones
como sus sentimientos, los que le permitían orientar sus acciones de pensamiento (Retana, 2012).
En la actualidad, el mundo pasa por una situación que llevó a flaquear diferentes ámbitos, y la
educación en un esfuerzo por responder a la crisis se está enfocando en el uso de las nuevas
tecnologías (TIC), pero es de suma importancia llevar a la par el trabajo para el control de las
emociones, porque no es suficiente que el alumno conozca y utilice la tecnología si puede
acceder a ella, también, hace falta la confianza en sí mismo, el compromiso y el interés.
A partir de la revisión e indagación que se realizó con los diferentes artículos de la matriz, se
encuentran las siguientes categorías:
En un análisis reciente del estado de la investigación educativa sobre las emociones, Pekrun
(2005) señala la escasa atención que han recibido las emociones en los procesos educativos
durante el siglo XX con dos notables excepciones: el estudio de la ansiedad relacionada con la
evaluación y el rendimiento (exámenes, tests, etc.) y el estudio de la relación entre emoción y
motivación relacionada con el éxito y fracaso académico (culpa, orgullo, etc.). En su análisis,
Pekrun reconoce el escaso conocimiento del que disponemos aún sobre la ocurrencia, frecuencia
y fenomenología de las emociones en diferentes entornos de aprendizaje y, muy especialmente,
en el aprendizaje online. El estudio científico de las emociones desde una perspectiva educativa
ha estado marcado por la miopía de la ciencia del siglo XX a tratar las emociones como objeto de
estudio, las concepciones racionalistas y empiristas dominantes en la ciencia moderna han
derivado en una invisibilidad social y científica de las emociones y, como consecuencia en una
invisibilidad de metodologías científicas y de modelos pedagógicos aplicados (Rebollo, García,
Barragán, Buzón y Vega, 2008).
En una revisión de estudios, Cabrera et al. (2006) sintetizan algunos factores asociados al
abandono prematuro de estudios: baja autoestima, incapacidad para demorar recompensas o
superar obstáculos, escasa integración académica y social. Otras investigaciones y estudios
recientes sobre fracaso escolar desde una perspectiva internacional sondean en las lógicas de
inclusión y exclusión que caracteriza la cultura escolar y entre otros factores asociados señalan
cuestiones relacionadas con la cultura de género y la regulación de las emociones. (Marchesi y
Hernández, 2003; Rebollo, Hornillo y García, 2006).
Estas habilidades, siguen una secuencia desde los procesos psicológicos más básicos hasta los
más complejos: 1. Percepción, evaluación y expresión de las emociones: Se refiere al grado en el
que las personas son capaces de identificar sus estados emocionales y el de los demás, atendiendo
a aspectos físicos y cognitivos. La capacidad de expresar las emociones y sentimientos percibidos
en uno mismo y en los demás, de forma correcta y en el momento adecuado. Y la facultad para
reconocer la sinceridad de las emociones expresadas por los demás. 2. La habilidad para acceder
y/o generar sentimientos que faciliten el pensamiento: Las emociones actúan sobre el modo de
procesar la información, modelan el pensamiento dirigiendo la atención hacia aquella
información más significativa e importante para el sujeto, que posteriormente podrá desembocar
en un tipo u otro de acción más o menos creativa y/o eficaz. 3. La habilidad para comprender
emociones: Esta habilidad corresponde al conocimiento emocional, por medio del cual
comprendemos, sustantivas y etiquetamos las emociones. 4. La habilidad para regular las
emociones: Tras identificar y comprender las emociones, se trata de desarrollar la capacidad de
regularlas, encontrando la información que éstas nos proporcionan para poder reflexionar sobre
las propias y las de los otros, con el fin de adquirir la capacidad de controlarlas, permitiendo que
las agradables se mantengan o aumenten y minimizando o moderando las desagradables (Caruso,
Salovey, 2005).
En años anteriores la educación sólo estaba orientada a la asimilación de los contenidos que
marcaba cada programa educativo dejando de lado el desarrollo de competencias para la vida,
enfocando toda la atención del profesorado en el desarrollo cognitivo y dejando de lado el
desarrollo emocional. Afortunadamente en la actualidad esta definición ha cambiado y se ha
brindado a la Inteligencia Emocional (IE) la importancia que requiere para formar alumnos
exitosos, con conocimiento de sí mismos y con el desarrollo asertivo de habilidades sociales
(Garnica, Brun, Martínez, García, y Vázquez, 2017)
La educación en la afectividad hoy en día está cobrando gran importancia dentro del contexto
educativo. Desde épocas anteriores la preocupación por el estudio de la Inteligencia Emocional
ha permitido el surgimiento de nuevas investigaciones, que tienen como principal objetivo el
desarrollo integral del alumno para el logro de los aprendizajes esperados (Garnica et al., 2017),
por ende nosotros decidimos desarrollar el proyecto “Las Emociones De Los Estudiantes Para
Afrontar Los Procesos De Aprendizaje Ante La Pandemia Covid 19 En La Institución Educativa
Armando Solano Sede El Tejar” teniendo en cuenta como tema principal: la salud emocional,
cuyo principal objetivo es demostrar el papel fundamental de la educación en emociones para el
desarrollo académico exitoso de los alumnos, ya que asume una gran importancia en nuestras
instituciones educativas, pues a diario nos encontramos frente a situaciones que desatan la
presencia de ciertas emociones que ponen a prueba nuestras capacidades emocionales, por ende
es fundamental para el proceso enseñanza-aprendizaje que el profesor dentro de su práctica
docente lleve a cabo la planeación de actividades que permitan el desarrollo de habilidades
sociales y el control de emociones de sus alumnos. Vemos que en la actualidad el éxito
académico está relacionado con la forma en que controlamos nuestras emociones ya que el
desarrollo cognitivo está estrechamente relacionado con la inteligencia emocional, pues la
educación en emociones debe ser de manera espontánea y libre, en primera instancia en el
contexto familiar, el escolar y a través de la socialización con los otros.
Así lo demuestra Barchard (2003) en su estudio, aunque aparece una relación significativa entre
inteligencia emocional y rendimiento académico, esta relación desaparece una vez que se
controla el efecto de la inteligencia académica. Del mismo modo, Bastian, Burns y Nettelbeck
(2005) no encuentran relación entre inteligencia emocional y logro académico en estudiantes
universitarios, aunque sí aparece relacionada con varias “habilidades para la vida”, como
satisfacción vital, manejo de emociones y situaciones estresantes, etc).
Sigue siendo necesario por tanto, establecer la contribución de los factores relacionados con la
inteligencia emocional, al logro académico y profesional en estudios bien diseñados en los que se
controlan otras variables consideradas tradicionalmente muy importantes, tales como las
variables de personalidad y las variables intelectuales (Davies, Stankov y Roberts, 1998). Se ha
de establecer, por tanto, la validez incremental de cada constructo para predecir un criterio más
allá de la contribución de las medidas de la inteligencia general (Van-der-Zee, Thijs y Schakel,
2002).
Cabe mencionar que, para el desarrollo integral de los estudiantes, es necesario que establezcan
un proyecto de vida que les muestre que deben estar en la dirección que deben seguir su mayor
desarrollo potencial y demás habilidades. Para tener éxito, cada uno de ellos debe reconocer sus
emociones y cómo responder cuando estas surjan. El contexto familiar es el principal pionero de
la educación emocional, porque depende de que los jóvenes y/o adolescentes sean personas
exitosas que puedan participar de manera efectiva y eficiente en la cooperación y colaboración
del trabajo. Dado que la escuela es un espacio donde los estudiantes pasan la mayor parte de su
tiempo, es vital que los maestros brinden a los estudiantes las herramientas necesarias para
reconocer y comprender sus emociones. De esta manera, las personas emocionalmente estables
son innovadoras, proactivas, altamente responsables y con visión de futuro, ven los desafíos
como grandes retos y oportunidades de aprendizaje, y pueden autorregular su comportamiento sin
caer en el conformismo.
Dentro del contexto educativo uno de los objetivos principales de los docentes debe ser el formar
alumnos con un alto coeficiente emocional, a través del desarrollo máximo de sus capacidades y
potencialidades que les permitan un desarrollo socio-afectivo eficaz y eficiente para poder llevar
a cabo cualquier actividad encomendada. Para ello es necesario que el docente también sea un
ejemplo de un equilibrio emocional, que demuestre a sus alumnos cómo afrontar las diversas
situaciones de manera reflexiva, congruente y responsable; resolviendo de manera pacífica los
conflictos que se dan al interior de las aulas, generando una comunicación basada en el diálogo y
la confianza (Garnica et al., 2017).
4. DISEÑO METODOLÓGICO.
La investigación acción constituye una opción metodológica de mucha riqueza ya que por una
parte permite la expansión del conocimiento y por la otra va dando respuestas concretas a
problemáticas que se van planteando los participantes de la investigación, que a su vez se
convierten en con investigadores que participan activamente en todo el proceso investigativo y en
cada etapa o eslabón del ciclo que se origina producto de las reflexiones constantes que se
propician en dicho proceso. Tal como lo señala Martínez (2000), “el método de la investigación
acción tan modesto en sus apariencias, esconde e implica una nueva visión del hombre y de la
ciencia, más que un proceso con diferentes técnicas” (p.28).
Entre los puntos clave de la investigación – acción, Kemmis y Mctaggart (1988) destacan la
mejora de la educación mediante su cambio, y aprender a partir de la consecuencias de los
cambios y la planificación, acción, reflexión nos permite dar una justificación razonada de
nuestra labor educativa ante otras persona porque podemos mostrar de qué modo las pruebas que
hemos obtenido y la reflexión crítica que hemos llevado a cabo nos han ayudado a crear una
argumentación desarrollada, comprobada y examinada críticamente a favor de lo que hacemos.
Encuesta: Según Echavarría (2014) la define como: “una técnica de recolección de datos
mediante la aplicación de un cuestionario a una muestra de individuos. Está constituida por una
serie de preguntas que están dirigidas a una porción representativa de una población, y tiene
como finalidad averiguar estados de opinión, actitudes o comportamientos de las personas ante
asuntos específicos (p.1)
Entrevista: Es un cambio de ideas opiniones mediante una conversación que se da entre una, dos
o más personas donde un entrevistador es el asignado; según kerlinger (1985) “es una
confrontación en la cual una persona formula otra pregunta cuyo fin es conseguir contestaciones
relacionadas con el problema de investigación” (p.11)
Test de inteligencia y salud emocional: se realizará diferentes test a los estudiantes, para
determinar el estado emocional en el que se encuentra cada uno de ellos.
5. CONCLUSIÓN
• La docencia es una profesión de vocación, ya que en crisis como la que se está atravesando
necesita del apoyo total y constante del docente, y no cualquiera está dispuesto a enfrentar y dar
la pelea a las adversidades educativas, además, ya no solo se ve involucrado los factores
cognitivos si no factores no académicos.
• Con el transcurso de la revisión de artículos que nos permitió avanzar con el proyecto nos
queda claro que a la hora de enseñar no solo es necesaria la convivencia , es importante que el
docente para poder educar en emociones, cuente con un equilibrio socio-afectivo, genere empatía
y sea congruente en su forma de dirigirse dentro del aula escolar y cuyo objetivo principal sea
crear un clima de respeto y confianza en donde el alumno pueda expresar libremente sus
emociones.
6. REFERENTES.
Acuñas, M. G., Millán, C. L., García, M. L. B., & Méndez, M. J. R. (2018). Las emociones y su
relación con las inteligencias múltiples en las asignaturas de ciencias y matemáticas en
secundaria. Revista INFAD de Psicología. International Journal of Developmental and
Educational Psychology., 1(1), 213-226.
Aires, Luisa; Teixeira, António; Azevedo, José; Gaspar, María Ivone y Silva, Silvia (2006).
Alteridad y emociones en las comunidades virtuales de aprendizaje. Revista electrónica Teoría de
la Educación, 7 (2), 74-91. Tomado de http://www.usal.es/~teoriaeducacion/rev_nu
mero_07_02/n7_02_luisa_aires.pdf
Barchard, K. (2003). Does emotional intelligence assist in the prediction of academic success?.
Educational and Psychological Measurement, 63(5), 840-858.
Bastian, V.A., Burns, N.R., & Nettelbeck, T. (2005). Emotional intelligence predicts life skills,
but not as well as personality and cognitive abilities. Personality and Individual Differences,
39(6), 1135-1145.
Cabrera, Lidia; Bethencourt, José Tomas; González, Miriam y Álvarez, Pedro (2006). Un estudio
transversal retrospectivo sobre prolongación y abandono de estudios universitarios. Revista
Electrónica de Investigación y Evaluación Educativa, 12(1), 129-149
Davies, M., Stankov, L., y Roberts, R.D. (1998). Emotional intelligence. In search of an elusive
construct. Journal of Personality and Social Psychology, 75, 989-1015.
Davini, Gellon de Salluzi, Rossi. (1978). Psicología General. Argentina: Kapelusz.
Efklides, Anastasia (2006). Metacognition and affect: What can metacognitive experiences tell us
about the learning process?? Educational Research Review, 1, 3-14
Etchevers, Nicole (2005). ¿Dónde están las emociones en el ciberspacio? Análisis de la situación
actual. Revista TEXTOS de la Cibersociedad, 5. Tomado de
http://www.cibersociedad.net/textos/articulo. php?=71
Gardner, H. (1983). Frames of mind: The theory of Multiple Intelligences. New York: Basic
Books.
Garnica, E. L., Brun, A. R., Martínez, G. C., García, V. M. Z., & Vázquez, I. I. L. (2017).
Educación basada en emociones. XIKUA Boletín Científico de la Escuela Superior de
Tlahuelilpan, 5(10).
Mayer, J.D. y Salovey, P. (1997). What is emotional intelligence? In P. Salovey & D. Sluyter
(Eds). Emotional Development and Emotional Intelligence: Implications for Educators (p. 3-31)
Nueva York: Basic Books.
Pekrun, Reinhard (2005). Progress and open problems in educational emotion research. Learning
and Instruction, 15, 497-506.
Rebollo Catalán, Mª. A., García Pérez, R., Barragán Sánchez, R., Buzón García, O. y Vega Caro,
L. (2008). Las emociones en el aprendizaje online. RELIEVE, v. 14, n. 1, p. 1-23. Tomado de
https://www.redalyc.org/pdf/916/91614102.pdf
Rebollo, Mª Ángeles; Hornillo, Inmaculada y García, Rafael (2006). Estudio educativo de las
emociones: una perspectiva sociocultural. Revista Electrónica de Teoría de la Educación, 7(2),
28-44. Consultado el 10 de enero de 2007 en http://www.usal.es/~teoriaeducacion/rev_nu
mero_07_02/n7_02_mangeles_rebollo.pdf
Van der Zee, K., Thijs, M., & Schakel, L. (2002). The relationship of emotional intelligence with
academic intelligence and the Big Five. European Journal of Personality, 16(2), 103-125.
Vasco, C. E. (1989). Tres estilos de trabajo en las ciencias sociales: comentarios a propósito del
artículo conocimiento e interés de jurgen habermas. Tomado de
https://academia.utp.edu.co/seminario-investigacion-i/files/2017/03/D.Tres-Estilos-de-Trabajo-
1.pdf