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(coordinador)
Técnicas de
Investigación Criminal
2.ª Edición
2012
Técnicas de
Investigación Criminal
José Ibáñez Peinado
(coordinador)
Técnicas de
Investigación Criminal
2.ª edición
Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la
cubierta, puede reproducirse o transmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico. Cual-
quier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo
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© Copyright by
Los autores
Madrid
NIPO: 126-10-058-4
ISBN: 978-84-9031-118-9
Depósito legal: M-29064-2012
Preimpresión e Impresión:
SAFEKAT, S. L.
Laguna del Marquesado, 32 - Naves J, K y L
Complejo Neural - 28021 Madrid
www.safekat.com
Índice general
INTRODUCCIÓN ............................................................................................. 27
dado que, sea cual sea el tipo de investigación que llevemos a cabo, cuando
se judicializan caen por completo en las normas jurídicas que las regulan.
Por otra parte hemos ampliado y actualizado los capítulos que más
modificaciones han podido sufrir desde que, hace ya más de una año,
la obra vio la luz por primera vez. Esta vez ha tocado modificar los Capí-
tulos I y XVI (antes XIV) sobre los análisis criminalísticos de suelos, el
Capítulo III sobre el ADN y el Capítulo IV sobre la explotación de la huella
lofoscópica.
Espero que esta edición no sea la última, pues si seguís con nosotros os
seremos fieles en mantener actualizados estos conocimientos e incluso nos
comprometemos a hacer esta obra cada día mejor, si esto fuera posible.
Con todo nuestro afecto
José Ibáñez Peinado
Coordinador
ibanez@cop.es
Introducción
2. INTRODUCCIÓN
Para completar los estudios que estábamos realizando había que hacer
algo más y es entonces cuando nos dimos cuenta de que la Microbiología
y, concretamente la Ecología microbiana, podía aplicarse en el estudio de
suelos. Incluso elaboramos una definición como hipótesis de partida:
«Definimos la Microbiología Criminalística como la aplicación de la meto-
dología científica referida al análisis microbiológico en la resolución de un
hecho delictivo». Esta definición se ampara en tres hipótesis:
1. Los trabajos de Carl Woese [6] reflejan que se trata de una molécu-
la muy antigua, presente en todas las bacterias actuales. Constitu-
ye, por tanto, una diana universal para su identificación. Su estruc-
tura y función han permanecido constantes durante un tiempo
muy prolongado, de modo que las alteraciones en la secuencia
reflejan cambios aleatorios.
2. «Las mutaciones en esta secuencia de bases altamente conservada
suelen ser letales y los microorganismos con estas mutaciones no
sobreviven ni se propagan. Además, como estas moléculas son una
parte integral de un complejo, es decir, de la estructura que contiene
la proteína (el ribosoma bacteriano), la transferencia horizontal de
los rRNA a otros organismos es rara». [7]
Descripción
Muestras
4. RESULTADOS OBTENIDOS
(1) Se reseñan las colonias bacterianas, aisladas de las zapatillas, de las que se obtiene DNA
con todos los parámetros de calidad correctos (22 de 26 procesadas).
46 Análisis criminalístico de suelos (I)
91 Sample 040
002 B. anthracis
94 Sample 040
006 B. anthracis
92
79
Sample 042
006 B. anthracis
89 Sample 042
015 B. anthracis
91 Sample 042
010 B. anthracis
Sample 042
017 B. anthracis
Sample 042
013 B. anthracis
90 Sample 042
001 B. anthracis
Sample 042
005 B. anthracis
Sample 042
007 B. anthracis
Sample 042
016 B. anthracis
Sample 042
018 B. anthracis
93 Sample 042
008 B. anthracis
Sample 042
012 B. anthracis
Sample 042
019 B. anthracis
Sample 042
023 B. anthracis
93 Sample 042
024 B. anthracis
Sample 042
025 B. anthracis
Sample 042
026 B. anthracis
93
Sample 042 022 B.thuringiensis
93 58 Sample 001 03 B.thuringiens...
67 Sample 040 01 B.thuringiens
Sample 042 004 B. anthracis
Sample 042 020 B. anthracis
Sample 041 05 B. anthracis
Sample 042 003 B. anthracis
93 Sample 042 009 B. anthracis
0.0001
Ejemplo práctico de aplicación en un caso real de terrorismo 47
Vamos a describir un caso real (ya juzgado), pero en el que por razones
obvias hemos inventado lugares, relaciones y denominación de muestras.
48 Análisis criminalístico de suelos (I)
(1) Se resaltan en negrita las identificaciones coincidentes (esto no indica que la coincidencia
se produzca a nivel de poblaciones y comunidades bacterianas)
6. CONCLUSIÓN
7. REFERENCIAS
2.2.1. El proyectil
2.2.2. El casquillo
2.2.3. La pólvora
Dibujo 1: Dibujo que recoge la dispersión, asimilada a un cono, de los residuos de disparo
expulsados por la boca de fuego de un arma corta, con indicación de los rangos estimados de
alcance de elementos como la mancha, el anillo y los residuos dispersos.
64 Los residuos de disparo
das sometidas a disparos). Por otro lado, acciones tan habituales en manos
como el lavado, no lo son tanto en los tejidos, lo que supone una perma-
nencia mayor de los residuos y con ello de la posibilidad de tomarlos en un
periodo de tiempo mayor con buenos resultados.
El tiempo que transcurre desde que se producen los disparos hasta que
se aplican los portamuestras de recogida, supone el mayor condicionante
para la obtención de un resultado favorable en el estudio, ante la pérdida
real que supone de las partículas de residuos.
Tan pronto como sea posible se ha de proceder a la toma de muestras
de residuos, estimándose entre las tres y seis horas posteriores el tiempo
máximo deseable, pasado el cual los resultados serán discutibles.
Como ya se ha dicho, la actividad cotidiana, con lavados, roces y sacu-
didas de las superficies de interés, contribuyen eficazmente a su elimina-
ción. La persistencia en según que superficies puede ser muy superior, per-
durando más entre los cabellos, en prendas y en personas fallecidas, donde
las manipulaciones no son tan evidentes, frente a las manos, potencialmen-
te sometidas a más roces y lavados cuanto más tiempo transcurre.
No hay que olvidar que el tiempo computa hasta el instante mismo de
la aplicación de los portamuestras, no por ejemplo desde que se produce la
detención del sospechoso, puesto que durante la misma también se reali-
zan en las propias dependencias policiales actividades que las eliminen,
como por ejemplo ir al baño y lavarse con posterioridad.
4. TÉCNICAS DE ANÁLISIS
4.1.3. Automatización
4.1.4. Resultados
mo (en armas cortas, ligeramente superior para las largas). A mayores dis-
tancias las partículas son más escasas y se encuentran muy esparcidas sin
formar distribuciones definidas.
Para el caso de plomo sólido la distancia máxima que puede determi-
narse está entorno a 1,5-2 m. Para definir dentro de cada intervalo es nece-
sario el estudio detallado de la mayor o menor concentración de partículas
por medio de patrones.
En disparos en contacto las dispersiones forman un halo grisáceo
intenso adscrito al perímetro del orificio de entrada. Se produce la entrada
junto con el proyectil de la mayor parte de los residuos.
La ausencia de residuos en torno al orificio nos haría pensar que la
distancia era superior a la máxima de alcance de los residuos para ese tipo
de arma en particular. Sin embargo, la presencia de abundante sangre o la
interposición de un objeto entre la boca de fuego y la víctima afectan a
la cantidad y distribución de los residuos encontrados sobre la prenda.
Por otro lado, a la hora de analizar los resultados habrá que tener en cuen-
ta otros factores que han podido interferir como son: ángulos de inciden-
cia, tipo de arma y munición empleada, condiciones ambientales, caracte-
rísticas del tejido, etc.
el efecto rompedor de los gases que acompañan al proyectil (de especial sig-
nificación en disparos en contacto al generar morfologías características en
estrella por el efecto de rotura que todos los gases concentrados producen),
el ángulo de incidencia (dando origen a anillos de suciedad ovalados), etc.
Otros indicios a identificar que proporcionan elementos de juicio para
determinar la distancia de disparo y que están asociados exclusivamente
con los orificios de entrada, de disparos efectuados con la boca de fuego
cercana a la prenda (en cualquier caso inferiores a los 30-50 cm, aunque
más evidentes cuanto menor sea la distancia), son la ya mencionada man-
cha gris, generada por la alta concentración de residuos produciendo un
ennegrecimiento del tejido, y por otro lado el tatuaje, constituido por la
distribución entorno al orificio de granos de pólvora parcialmente quema-
dos y sin quemar adheridos e incluso incrustados en la superficie.
La razón del poco desarrollo o alcance de los depósitos anteriores,
especialmente de la mancha gris frente a los granos de pólvora, se debe a
que los residuos que los forman tienen poca masa, y por ello poca energía
cinética para su desplazamiento a gran distancia. Suelen ser claros expo-
nentes de los disparos denominados popularmente como «a quemarropa».
Otro signo a considerar en disparos efectuados a muy corta distancia
(hasta unos pocos centímetros) son los efectos térmicos que sobre el tejido
se crean en forma de fibras quemadas, provocados por las elevadas tempe-
raturas a las que son expulsados los gases por la boca de fuego, común-
mente conocido como «fogonazo».
El orificio de salida, cuando se encuentra, responde a morfologías irre-
gulares, de diámetro superior al de entrada debido a la deformación que
sufre el proyectil por el impacto a lo largo de su trayectoria interna con los
tejidos, ofreciendo de esta manera mayor resistencia y con ello capacidad
de desgarro y rotura. Puede ocurrir que el impacto con masas óseas genere
fragmentos del propio hueso o del proyectil, emergiendo del cuerpo y
creando más de un orificio de salida.
do, apreciable a simple vista en algunos casos, como para la mancha revelada
en la colorimetría de plomo), depositada sobre el blanco que recibe el disparo
será directamente proporcional a la distancia, mientras que su intensidad en
residuos será inversamente proporcional. Toda esta teoría sería de aplicación
para distancias dentro del alcance de la mancha gris, inferiores a los 30 cm o
50 cm, según si se trata de un arma corta o larga.
La premisa anterior hace posible estimar con precisión la distancia de
un disparo mediante la comparación de la mancha gris asociada al orificio
de entrada problema con una serie de patrones. Esta estimación se hace
conjuntamente con los datos extraídos del estudio de las características
antes indicadas de los orificios de entrada.
Los rangos de trabajo de partida para realizar una estimación de la
distancia son los siguientes:
Una de las cuestiones que más se plantean en relación con los residuos
de disparo es si un explorado realizó el disparo en cuestión. Con todo lo
expuesto en el presente capítulo relativo a los residuos de disparo, es fácil
comprender que el perito no puede dar una respuesta literal a esa pregun-
ta, y no por ello queda sin contestar o inconcluso el informe.
Las conclusiones relativas a los residuos de disparo, junto con el resto
de pruebas incorporadas en las diligencias como elementos de prueba, ayu-
darán a la Autoridad Judicial a comprender una realidad de los hechos
acaecidos, y con ello llegar a la convicción judicial necesaria para emitir un
fallo en un sentido o en otro.
Capítulo III
El análisis criminalístico
del ADN: de la detección
a la detención
1. INTRODUCCIÓN
Sin duda, todos hemos leído titulares de prensa que contienen este
acrónimo y que intuitivamente nos hacen estar muy seguros de que si el
ADN ha sido utilizado para determinar la intervención de una persona en
un hecho delictivo o lo ha situado en un lugar concreto, el resultado es el
correcto y no cabe plantearse que sea de otra forma.
Y esto es así de sencillo, pero no es fácil y a lo largo de este capítulo
iremos profundizando en las bondades y dificultades del análisis del ADN
para la identificación con fines criminalísticos.
Al hilo de la palabra Criminalística, debemos decir que hasta la fecha
no ha sido recogida por la Real Academia de la Lengua, pese a que, al
menos, desde el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, se ha insta-
do varias veces a ello a la mencionada Institución. Así que para determinar
su significado, podríamos utilizar la definición que de ella hizo el tratadis-
ta López Rey, para quien sería «la disciplina auxiliar del Derecho Penal que
se ocupa del descubrimiento y verificación científica del delito y del delin-
cuente». Por otra parte, podemos añadir, para completar dicha definición,
que la Criminalística tiene como objetivo, dentro de la investigación crimi-
88 El análisis criminalístico del ADN: de la detección a la detención
Figura 1
Figura 2: http://antesdelfin.com/ilustrations/chromosoma.JPG
Figura 3
Figura 6:
http://www.icampus.ucl.ac.be/courses/
SBIM2520/document/genemol/
biomolespa/la-molecula-de-adn/
molecula-03.jpg
para desnaturalizar la doble hebra de ADN (es decir, para separarla en dos
individuales).
Concretamente, primero se elige la zona concreta del ADN (el locus o
los loci, del latín emplazamiento lugar) que se desea amplificar, la cual no
irá más allá de las 300 pares de bases (de los miles de millones que compo-
nen la hebra completa). Se añaden dos secuencias cortas de ADN (cebado-
res o «primers»), cada una de las cuales presenta homología con una región
de una de las hebras del ADN molde o nativo (es decir, la hebra que se va a
copiar). Las hebras se separan por calor (94 °C), permitiendo a los cebado-
res anillar con sus secuencias complementarias cuando la temperatura dis-
minuye hasta los 60 °C, gracias a la complementariedad de las bases antes
aludida. De esta forma, la secuencia es flanqueada por los cebadores por
ambos lados, y cada uno expone su extremo 3’ (en el que se van a ir aña-
diendo los nuevos nucleótidos para crear la hebra copiada), hacia el inte-
rior de la región a amplificar. En este momento la polimerasa sintetiza la
primera pareja de hebras complementarias de la reacción, añadiendo
nucleótidos en dirección 3’-5’. Estas hebras son de diferente longitud, ya
que no tienen una señal de «fin» común y se extienden desde el cebador
hasta el final de la hebra nativa.
En un segundo ciclo, los nuevos dúplex (moléculas de dos hebras) son
calentados otra vez, quedando expuestos cuatro sitios de unión para los
cebadores. De nuevo, éstos se unen a su secuencia homóloga en cada extre-
mo 3’ del fragmento diana. La polimerasa sintetiza dos nuevas hebras a
partir de ellos, aunque en este caso su longitud va a ser la misma, ya que
en el paso anterior la molécula ya había sido limitada en uno de sus extre-
mos por la secuencia homóloga al primer contrario.
Esta reacción se repite cíclicamente, constando cada ciclo consta de
tres fases: 1) fusión (o desnaturalización) de la doble hélice de ADN conte-
niendo la secuencia a amplificar, 2) hibridación (unión) de la pareja de
cebadores específicos y 3) elongación (adición de nuevos nucleótidos) de
las cadenas nacientes por medio de la ADN-polimerasa. En los pasos suce-
sivos, cada molécula de nueva síntesis comienza a partir de uno de los
cebadores y finaliza con la secuencia complementaria al otro cebador, cor-
tando así la región seleccionada, de tal forma que tras 28 ciclos tendremos,
a partir de cada par de cromosomas, 228 (268435456) copias del fragmen-
to de ADN seleccionado.
100 El análisis criminalístico del ADN: de la detección a la detención
Figura 8: http://farm4.static.flickr.com/3571/3642508132_3f7c649f62_o.jpg
dato íntimo de la persona, la Unión Europea opina que las bases de datos
mencionadas deben estar dadas de alta como de ficheros que contienen
datos relativos a la salud y así se definen las del Ministerio del Interior en
su última revisión en el BOE número 114 de fecha 13/05/2011.
Por otra parte cabe señalar que los perfiles genéticos se comparten y
cotejan los perfiles que existentes en la base a través de la utilización de la
aplicación CODIS (Combined DNA Index System), cuya utilización cedió
gratuitamente el FBI. En octubre de 2011 se modifica incluyendo algunas
mejoras como que se pueden realizar búsquedas incluyendo ADN mitocon-
drial y cromosoma Y, lo que añadido a que se van a poder realizar búsquedas
de árboles familiares, facilita mucho el análisis de los resultados en casos de
catástrofes, así como en la investigación policial de hechos delictivos. Por
otra parte, también se podrán gestionar lo relativo al intercambio de perfiles
genéticos concerniente al tratado de Prüm, que describiremos más adelante.
Asimismo, coincidiendo con esta ampliación está en proyecto que un
laboratorio privado (NASERSA), contratado por el Gobierno Navarro para
auxiliar a la Policía Foral, se incluya en el sistema nacional de bases de
datos de ADN.
ético en relación con el uso identificativo del ADN, pero que como hemos
explicado anteriormente, éste se circunscribe únicamente a regiones no codi-
ficantes del ADN, sin que se pueda obtener ningún tipo de información adi-
cional del individuo, por lo que, definitivamente, el debate parece cerrado.
Continuando con la toma de muestras indubitadas, la primera referen-
cia que se realizó a la misma en la legislación española, se produjo con
motivo de la modificación del artículo 363 de la Ley de Enjuiciamiento
Criminal, donde se reguló la obligatoriedad de someterse al examen de
ADN, reconociendo, además, su indudable valor probatorio. Sin embargo,
dicha regulación no fue tan completa ni tan precisa como hubiera sido
deseable, ya que dicho artículo establece que los Juzgados y Tribunales
ordenarán la práctica de análisis químicos únicamente en los casos en que
se consideren absolutamente indispensables para la necesaria investiga-
ción judicial y la recta administración de la justicia, dejando así el legisla-
dor al investigador sin la potestad necesaria para realizar la toma de mues-
tras sin mayor cortapisa legal.
Continúa dicho texto exponiendo que siempre que concurran acredita-
das razones que lo justifiquen, el Juez Instructor podrá acordar, en resolu-
ción motivada, la obtención de muestras biológicas del sospechoso que
resulten indispensables para la determinación de su perfil de ADN. A tal
fin, podrá decidir la práctica de aquellos actos de inspección, reconoci-
miento o intervención corporal que resulten adecuados a los principios de
proporcionalidad y razonabilidad.
Posteriormente, en la Ley Orgánica 10/2007, esta obligatoriedad se
amplía y, concretamente realiza, en el apartado 1.a) de su artículo 3, la
siguiente afirmación imperativa: SE INSCRIBIRÁN en la base de datos
policial de identificadores obtenidos a partir del ADN los siguientes datos:
Figura 9: http://www.genomelab.com.mx/images/prueba_de_adn/muestraMucosa-foto.jpg
para incluir el supuesto del control de la reincidencia, ya que esta ley sólo
permite integrar en las bases de datos perfiles genéticos con el fin de inves-
tigar determinados hechos delictivos. La modificación podría realizarse en
el sentido de que sólo en supuestos como que el sujeto hubiera cometido
delitos contra la vida, la salud individual, la libertad y la libertad sexual,
siempre que sean graves, o bien de sujetos con pronóstico de riesgo de rei-
teración delictiva que se encuentren en situación de tercer grado peniten-
ciario o libertad condicional, contando en cada caso con un período de
cancelación concreto, ampliable en función de la peligrosidad del sujeto,
tal y como se refleja en el mencionado estudio.
D3S1358
VWA
D7S1179
D21S11
D18S51
HUMTH01
FGA
D1S1656
D2S441
D10S1248
D12S391
D22S1045
Con el fin de facilitar este intercambio, dado que en los diferentes paí-
ses se ha venido utilizando diferentes kits de análisis, que en ocasiones sólo
coincidían en algunos de estos marcadores, las casas comerciales Applied
Biosystems y Promega, han lanzado nuevos kits que cumplen con el ESS:
bidas. Los nuevos diseños de los marcadores son de tipo miniSTR, estando
todos los tamaños de los fragmentos por debajo de los 380 pb).
Promega ESX16 y ESI16. Ambos kits incluyen los mismos marcado-
res, pero con dos configuraciones: los marcadores que en una versión son
de tamaño pequeño en la otra son los de tamaño grande y viceversa, con lo
cual se supone que combinando ambas versiones se podrían obtener perfi-
les con 15 marcadores incluso de muestras muy degradadas. Además ha
desarrollado kits en los que incluye el marcador SE33 (que sólo usaban
hasta ahora alemanes y austriacos): ESX17 y ESI17.
6.5. Jurisprudencia
7. RECOGIDA DE INDICIOS/MUESTRAS
Los huesos que mejores resultados ofrecen son los huesos largos y, en
caso de carecer de estos, el esternón. En el caso de los dientes, se preferirán
los molares a los incisivos y entre aquellos, los que no cuenten con trabajos
o sean los que los presenten en menor medida, obteniendo los dientes con
la raíz incluida, de tal forma que, en caso de tejido fresco (de un cadáver
reciente) se podrá obtener resultado directamente de la pulpa dentaria, sin
necesidad de pulverizarlo.
7.4. Pelos
7.5. Uñas
7.6.3. Tuberculosis
7.9. Conservación
envuelta nuclear. Para ello se procede a lisar las células, es decir, a romperlas
literalmente, dejando en disolución una amalgama de membranas (citoplás-
mica y nuclear), proteínas, enzimas, sales, iones, orgánulos celulares, etc.
Por otra parte, entre esas enzimas existe un tipo particular, las nuclea-
sas, que pueden proceder a su degradación, así que, además, debemos puri-
ficar el extracto que obtengamos de la lisis celular, inactivando y retirando
del medio estas nucleasas.
Además, el extracto de ADN no se obtiene de un cultivo puro de células,
sino que procede, como hemos visto de un recorte o un frotis de una zona
concreta de un objeto en la mayoría de las ocasiones, por lo que el extracto
contendrá, además de suciedad o tintes (que también pueden afectar al
resultado), bacterias, que también contienen enzimas que son ávidas
«devoradoras» del ADN.
Por ello, podemos decir que el éxito de la extracción está en conseguir
un claro balance positivo entre rendimiento, calidad y pureza, del extracto
de ADN, que vendrá en función del número de células de partida, del méto-
do utilizado para su extracción y del utilizado para su purificación.
Como método previo, por tanto, a la extracción y purificación del ADN,
debemos proceder a esa lisis celular. Para conseguirla, nos aprovecharemos
de las propiedades físicas, químicas y fisiológicas de las células, algunas de
las cuales siguen vigentes tras la muerte celular. De esta forma poniendo en
disolución la muestra tomada, incluyendo el recorte o el soporte con el que
realizamos el frotis, en un medio apropiado, dejaremos libre el contenido
celular, incluidos los ácidos nucleicos.
Un tampón o buffer de lisis típico para esta actividad contiene, además
de agua (que para todos los procesos utilizaremos bidestilada y autoclava-
da, es decir, estéril), los siguientes componentes:
9.3. Amplificación
remos alelos. Cuantos más alelos tenga un marcador, es decir, cuanto más
polimórfico sea, mayor será la dispersión estadística y más fácil será
encontrar alelos «raros», es decir, con una probabilidad de aparición en la
población muy baja, que son altamente informativos, en cuanto a que
aportan un gran valor identificativo.
Para establecer los valores de probabilidad de cada uno de los alelos se
realizan estudios poblacionales que, al principio, eran «generalistas», de tal
manera que ser hacían estudios poblacionales que sirvieran para países o
grandes regiones. Actualmente son cada vez más precisos y se realizan en
ámbitos territoriales más pequeños. Esto es importante porque la tasa de
aparición de un determinado alelo es diferente en cada región, por eso,
para realizar los estudios es imprescindible conocer el linaje de las perso-
nas a las que se toman las muestras y su relación ancestral con una deter-
minada zona geográfica. Además, la variación también es importante entre
grupos étnicos, de modo que hay tablas específicas de afroamericanos en
Estados Unidos, que serán diferentes de los de afroamericanos de la Repú-
blica Dominicana.
De estas muestras se obtienen los perfiles genéticos y se establece la
probabilidad de aparición de un determinado alelo en la población, hacién-
dose extensivo ese dato a la población general. En general, las variaciones
que aparecen entre individuos de las diferentes regiones de España, no son
significativas, por lo que, unido al desconocimiento del linaje de cada per-
sona en particular, hace lógico que se utilice un único dato estadístico,
debiendo elegir los suscritos por los mayores expertos en la materia para ser
utilizado como referente y, a ser posible, avalados por alguna de las organi-
zaciones profesionales, como el GEP-ISFG. Al hablar de la interpretación
de los resultados describiremos cómo se utiliza el dato estadístico obtenido.
En el siguiente cuadro podemos ver qué marcadores se analizan en el
kit identifiler, cuáles son las repeticiones cortas que lo conforman y cuán-
tas posibilidades diferentes ofrece cada uno de esos marcadores.
CSF1PO TAGA 12
FGA CTTT 21
TH01 TCAT 9
TPOX GAAT 11
Técnicas de Análisis Genético 157
vWA [TCTG][TCTA] 18
D3S1358 [TCTG][TCTA] 18
D5S818 AGAT 11
D7S820 GATA 12
D8S1179 [TCTA][TCTG] 12
D13S317 TATC 17
D16S539 GATA 11
9.3.2. Cromosoma Y
Este tipo de análisis se realiza con varios objetivos. Puede ser un aná-
lisis complementario del de STRs en el caso de presentar alguna duda el
mismo para realizar la identificación de una persona, pero su principal
aplicación está en el caso de agresión sexual, donde podremos conocer un
dato absolutamente individualizador del varón. También puede ser utiliza-
do para casos de paternidad, ya que la transmisión del cromosoma Y, se
produce, evidentemente, por línea exclusivamente paterna.
Los resultados de este tipo de estudio, como ocurre en el caso del ADN
mitocondrial que veremos a continuación, no son plenamente identificati-
vos, al no disponer de datos estadísticos que permitan establecer un valor
de identidad. Sin embargo, en ambos casos pueden ser muy útiles para
identificar por negativa, es decir, para poder afirmar con rotundidad que
comparados los resultados de ADN mitocondrial o de cromosoma Y de dos
individuos, ambas muestras no pertenecen a la misma persona.
DYS385 GAAA 13
DYS388 ATT 6
DYS391 TCTA 6
DYS392 TAT 10
DYS393 AGAT 7
YCAIII CA 7
DYS434 ATCT 4
DYS435 TGGA 5
DYS436 GTT 6
DYS437 TCTA 4
DYS438 TTTTC 7
DYS439 AGAT 6
Y-GATA-A4 AGAT 4
Y-GATA-A7.1 ATAG 6
Y-GATA-A7.2 TAGA 5
Y-GATA-A8 TCTA 7
Y-GATA-A10 TATC 5
Y-GATA-C4 TATC 6
Y-GATA-H4 TAGA 4
DYS19 TAGA 9
9.3.4. SNPs
Aún está abierto el debate de si los SNPs sustituirán a los STRs como
el principal método de análisis con fines forenses, ya que cuenta con algu-
nas desventajas frente a ellos, como la necesidad de realizar gran cantidad
de estudios poblacionales para encontrar los SNPs más informativos, la
necesidad de analizar un gran número de SNPs para llegar a los valores
estadísticos que se alcanzan con el análisis de STRs o el que sea altamente
complicado poder llegar a interpretar una mezcla de perfiles genéticos uti-
lizando SNPs.
Por otra parte, los SNPs tienen una serie de características que los
hacen muy apropiados para estos estudios. En primer lugar, tienen meno-
res tasas de mutación que los STRs y esto es muy a tener en cuenta para el
análisis de paternidad. En segundo lugar, pueden ser analizados en peque-
ñas regiones y esto es muy importante debido a la crítica importancia que
tiene el tamaño del producto amplificado para el éxito de la amplificación
de muestras degradadas e incluso poder ser utilizados para determinar la
etnia.
Finalmente, son particularmente adecuados para ser analizados utili-
zando tecnologías de muy alto rendimiento en las que se perfilan como
especialmente importantes para la exitosa implementación de grandes
bases de datos de ADN criminal. Las tecnologías de alto rendimiento tam-
bién hacen más fácil realizar los grandes estudios poblacionales requeridos
para la precisa estimación de las frecuencias alélicas.
9.3.5. MiniSTRS
9.4. Detección
AATG
7 repeticiones
8 repeticiones
Figura 12
9.4.2. Secuenciación
tivo desmontamos lo que se conoce como la falacia del fiscal y la del defen-
sor, en la que la interpretación de los datos se hace desde puntos de vista
opuestos, favoreciendo cada uno sus intereses. El dato estadístico ofrecido
tras el análisis es lo que se conoce como probabilidad a posteriori y es fun-
ción del Juez asignar la probabilidad definitiva de participación de una
persona en unos hechos, al unirla a la probabilidad a priori, que obtiene de
todo el resto de pruebas y testimonios que se practican durante la celebra-
ción del Juicio Oral.
10. CONCLUSIONES
11. REFERENCIAS
Budowle, B.; van Daal, A.: Brettell, T.; Butler, J.; Almirall, J.: Forensic Science.
Analytical Chemestry, 2009, 81 (12), pp. 4.695-4.711.
Budowle, B.; van Daal, A.: Extracting evidence from forensic DNA analyses: future
molecular biology directions. BioTechniques Special Issue, vol. 46, n.º 5, April
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Corcoy Bidasolo, M.; Gómez Martín, V.; Rodríguez Olmos, F.: ADN y Proceso
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las bases de datos policiales sobre identificadores obtenidos a partir del
170 El análisis criminalístico del ADN: de la detección a la detención
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http://www.interpol.int/Public/Forensic/IFSS/meeting15/Papers05.pdf
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http://www.cej.justicia.es/pdf/publicaciones/fiscales/FISCAL33.pdf
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http://www.cej.justicia.es/pdf/publicaciones/medicos_forenses/MEDI23.pdf
http://www.galileog.com/ciencia/biologia/adn/adn1.htm
http://www.ical.es/locus/54/articulos/informe_retos_biologicos_investigacion_cri-
minal.pdf
http://www.cej.justicia.es/pdf/publicaciones/medicos_forenses/MEDI27.pdf
http://www.lukor.com/not-soc/cuestiones/0811/09115754.htm
Capítulo IV
La explotación de la huella
lofoscópica en el desarrollo de
criminal
la investigación...
J. Herrero
1. INTRODUCCIÓN
Que la Lofoscopia sea una ciencia centenaria, no implica que haya per-
dido vigencia, sino todo lo contrario, quizás sea el momento en el que más
protagonismo ha alcanzado, y esto viene determinado porque los datos
lofoscópicos junto con el ADN son los datos biométricos más intercambia-
dos entre países, para así mejorar la coordinación y colaboración policial.
Cuando el ADN apareció en el mundo de la Criminalística, algunos
pensaron que éste serviría para esclarecer todos los hechos delictivos que
se cometían y que permitiría dar respuesta a todas los interrogantes de los
que se ocupa la Criminalística; y por supuesto, suponía el punto y final
para alguna de las ciencias que hasta ese momento se encargaba de la iden-
tificación del delincuente, como es la Lofoscopia. Los que así pensaban se
equivocaron, ya que todas y cada una de las ciencias que tienen cabida
dentro de la Criminalística, tienen sus ventajas y sus limitaciones, tienen
sus virtudes y sus defectos.
Las ventajas que presenta la Lofoscopia frente a otras ramas de la Cri-
minalística son:
BÚSQUEDA EN EL SAID
Imagen 1
MINISTERIO
DEL
INTERIOR
GUARDIA
CIVIL
DIRECCIÓN GENERAL
Unidad Orgánica de Policía Judicial de _____________________
Equipo de Policía Judicial de ______________________________
Imagen 2
pudieran ser de él. Para comprobar este extremo, se obtuvieron las impre-
siones dactilares de los empleados que en ese momento trabajaban en
dicha sucursal. Cotejadas las dos huellas reveladas en la ITO, con las
impresiones dactilares de los empleados de la sucursal se pudo determinar
que pertenecían a uno de ellos, descartándose por tanto que fueran de «el
Solitario».
178 La explotación de la huella lofoscópica en el desarrollo de la investigación...
Una vez que se tiene la certeza que las huellas lofoscópicas reveladas
en la ITO no corresponden a ninguna de las personas relacionadas con el
hecho delictivo, se procederá a cotejarlas con las impresiones dactilares y
palmares del sospechoso/s de ser el autor/es del delito.
No hay que olvidar que el delincuente, al igual que sucede en cualquier
ámbito laboral, tiende a la especialización, es decir que se dedica a un tipo
de delito específico. El delincuente que realiza robos con violencia e inti-
midación en las personas en entidades bancarias (atracos), normalmente
sólo se dedica a cometer este tipo de delitos. Un claro ejemplo es el del
Solitario, detallado anteriormente.
La especialización delictual no sólo se centra en el tipo de delito, sino
que también se refiere a la forma particular de ejecutarlo, es decir, la per-
sonalización del delito; lo que policialmente se conoce como «modus ope-
randi». Incluso la comisión de los hechos delictivos se circunscribe a un
ámbito geográfico concreto (localidad, provincia, comunidad autónoma e
incluso el discurrir de una carretera).
Los responsables de la investigación son los que determinarán los
delincuentes con los que se cotejarán las huellas lofoscópicas. Razón por la
cual es sumamente importante que exista una relación fluida entre los res-
ponsables de la investigación y los especialistas de Criminalística.
La excesiva movilidad de la delincuencia ha supuesto un handicap para
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, ya que el control que se puede realizar
sobre la misma es menor; razón por la cual en muchos delitos, aunque se
obtienen huellas lofoscópicas en el desarrollo de la ITO, no hay ningún
sospechoso con el que cotejar.
Un ejemplo de la efectividad del cotejo de las huellas obtenidas en el
escenario de un delito con un sospechoso, es el que se detalla a continuación.
El 8 de abril de 1999, fue detenido E.V. en Oleiros (A Coruña) como
responsable de un delito de hurto en una vivienda. Además de cometer este
delito, existía la sospecha que podía haber sido el autor de otros robos con
fuerza en las cosas en viviendas cometidos en la zona, razón por la cual
especialistas del Departamento de Identificación del Servicio de Crimina-
lística de la Guardia Civil y del Laboratorio de Criminalística de la Unidad
Orgánica de Policía Judicial de A Coruña, procedieron a cotejar todas las
huellas dactilares reveladas con ocasión de robos con fuerzas en las cosas
en viviendas sitas en los términos municipales de Oleiros, Sada y Bergon-
do, con las impresiones dactilares del detenido; resultado la identificación
de huellas dactilares correspondientes a veintidós robos en chalets.
Búsqueda en el sistema automático de identificación dactilar 179
Imagen 3 Imagen 4
Huella dactilar Trazado de la huella dactilar
Imagen 5
Imagen 6
182 La explotación de la huella lofoscópica en el desarrollo de la investigación...
Imagen 7
Cotejo con candidatos aportados por el SAID 183
Imagen 8
184 La explotación de la huella lofoscópica en el desarrollo de la investigación...
Cada vez que se realiza uno de los cotejos descritos, se sigue el Proceso
de Identificación Lofoscópico, definido por el Grupo de Trabajo Europeo
de Interpol de Identificación de Huellas Dactilares, que consta de las
siguientes fases:
• Fase de Análisis.
• Fase de Comparación.
• Fase de Evaluación.
• Fase de Conclusión.
• Fase de Verificación.
• Primer nivel.
• Segundo nivel.
• Tercer nivel.
Tipo de Dactilograma.
* Imágenes tomadas del libro «La clasificación de reseñas dactilares en los grandes archivos»
Martín de Andrés y Andrés
— Recto.
— Birrecto,
— Trirrecto
— Tetrarrecto.
— Recto fundido.
— Horquillla.
— Presilla.
— Gancho.
— Interrogación.
— Horquillas enlazadas
— Horquillas gemelas.
— Círculo.
— Elipse.
— Espiral (dextrógira o levógira).
— Doble espiral.
Tipo de Delta
— Abierto total.
— Abierto superior.
— Abierto externo.
— Abierto interno.
— Cerrado total.
— Cerrado superior.
— Cerrado externo.
— Cerrado interno.
— Corto total.
— Corto superior.
— Corto externo.
— Corto interno.
— Largo total.
— Largo superior.
— Largo externo.
— Largo interno.
Distancia Delta-Núcleo
Puntos característicos.
— Abrupta.
— Bifurcación.
— Convergencia.
— Desviación.
— Empalme.
— Fragmento.
— Interrupción.
— Ojal.
— Punto.
— Secante.
— Transversal.
— Círculo.
— Delta.
— Ensamble o cuña.
— M o Y.
— Vuelta, vuelta insólita o retorno.
PUNTO FRECUENCIA DE
VALOR
CARACTERÍSTICO APARICIÓN
Abrupta 53,4 % 1
Bifurcación 15,1 % 1
Convergencia 13,1 % 1
Fragmento 5,4 % 2
Ojal 4,2 % 2
Desviación 2,2 % 2
190 La explotación de la huella lofoscópica en el desarrollo de la investigación...
PUNTO FRECUENCIA DE
VALOR
CARACTERÍSTICO APARICIÓN
Punto 2,2 % 2
Interrupción 1,6 % 2
Empalme 1,3 % 2
Transversal 1,3 % 2
Secante 0,2 % 3
— Excreciones
Son crestas papilares que no están desarrolladas completa-
mente, pueden parecer más cortas y delgadas que una cresta
Proceso de identificación lofoscópico 191
— Líneas albopapilares
Son líneas en blanco que interrumpen la trayectoria natural
de las crestas papilares. Corresponden a los pliegues de la piel.
Carecen de la característica fundamental de inmutabilidad
dado que evolucionan lentamente.
— Pliegues
Los pliegues tienen su origen en la articulación de los hue-
sos. Los dedos de las manos cuentan con dos o tres falanges, el
dedo pulgar tiene dos falanges y los dedos índice, medio, anular
y auricular tres. Las falanges se denominan proximal, media y
distal, en función de su proximidad o lejanía con la palma de la
mano.
El dedo pulgar tiene dos pliegues, el que delimita la falange
distal y la falange proximal y el que delimita la falange proximal
y la palma de la mano.
Los dedos índice, medio, anular y auricular cuentan con tres
pliegues, el que delimita la falange distal y la falange media, el
que delimita la falange media y la falange proximal, y el que
delimita la falange proximal y la palma de la mano.
El pliegue que delimita las falanges proximales y la palma de
la mano se denomina digitopalmar.
Cuando en las huellas dactilares aparece visible un pliegue,
lo más probable es que se trate del pliegue que delimita la falan-
ge distal y la falange media.
Si las cicatrices, las excreciones y/o las líneas albopapilares están pre-
sentes tanto en la muestra dubitada como en la muestra indubitada, com-
putarán también como puntos característicos coincidentes.
• Identificación (identification/individualization).
• Exclusión o no identificación (exclusion).
• No concluyente (inconclusive).
6.4.1. Identificación
6.4.3. No concluyente
VALLADOLID
D
SEGOVIA
GUADALAJARA
A
ÁVILA
MADRID
CIUDAD REAL
El estudio de las huellas lofoscópicas en una investigación criminal 197
Autor 1 12
Autor 2 9
Autor 3 7
Autor 4 1
Autor 5 2
Autor 6 1
Autor 7 1
BIBLIOGRAFÍA
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Fingerprint Examination.
Guardia Civil (1986). Gabinete Central de Investigación y Criminalística. Los
Medios de Identificación Judicial. Imprenta-Escuela de Huérfanos de la
Guardia Civil.
INTERPOL (2000), Grupo de Trabajo Europeo de Interpol sobre Identificación de
Huellas Dactilares (GTEIIHD). Métodos de Identificación de Huellas Dacti-
lares.
INTERPOL (2004), Grupo de Trabajo Europeo de Interpol sobre Identificación de
Huellas Dactilares II (GTEIIHD-II). Método de Identificación de Huellas Dac-
tilares.
NIST Human Factors Expert Working Group on Friction Ridge Analysis (2010).
The Latent Process.
Rafael Lubián y Arias (1975). Dactiloscopia. Editorial Reus S.A.
Scientific Working Group on Friction Ridge Analysis, Study and Technology
(2010). Friction Ridge Examination Methodology for Latent Print Examiners.
Scientific Working Group on Friction Ridge Analysis, Study and Technology
(2003). Standards for Conclusions.
Scientific Working Group on Friction Ridge Analysis, Study and Technology
(2011). Standard Terminology of Friction Ridge Examination.
Capítulo V
La autopsia psicológica
(psychological autopsy)
1. ANTECEDENTES
a) natural,
b) accidental,
c) autoprovocada (suicidio), y
d) provocada por otros (homicidio o asesinato).
2. DEFINICIÓN Y APLICACIONES
2.1. Definición
2.2. Aplicaciones
3. PROCEDIMIENTO
c) Es obvio que una vez cumplido el primer objetivo son las fuerzas
policiales las que deben de hacerse cargo de la inspección del lugar en el
que se han producido los hechos y asumir el control de las personas que se
encuentren en sus inmediaciones. En esta labor son muchos y muy diferen-
tes los especialistas que pueden y/o deben actuar.
Por una parte, y lo consideramos en primer lugar, se requiere la inter-
vención de un fotógrafo que registre con sus cámaras y de forma sistemá-
tica, no solo la víctima y la escena, sino también sus alrededores, y preserve
con ellas las evidencias que pueden ser susceptibles de pérdida o degra-
dación. Ello puede requerir el uso de determinados tipos de iluminación y
Procedimiento 209
— la autopsia forense,
— los informes toxicológicos,
— los informes sobre las ayudas médicas prestadas,
— los informes sobre su historia marital y familiar,
— los informes psicosociales obtenidos en sus lugares de residencia,
lugares de trabajo, ocio, etc.,
— las grabaciones y reportajes fotográficos de la escena de la muerte,
— los informes sobre estresores vitales, tales como problemas
financieros, pérdidas de empleo, problemas amorosos, abusos de
sustancias, estados psicológicos y cualquier otro acontecimiento
vivido que pueda constituirlo.
4. INSTRUMENTOS
Toda esta actividad fue llevada a cabo por un total de 245 profesionales
de la salud, casi la mitad de ellos psicólogos, y el resto eran auxiliares de
enfermería psiquiátrica, trabajadores sociales o médicos, todos ellos con
adiestramiento en este tipo de actividad.
Hasta ahora hemos nombrado diferentes instrumentos y hemos dado
contenidos generales de los mismos. También es verdad que podríamos
traer a estas páginas algún instrumento completo, pero la mayoría de
ellos tienen tantos ítems que no considero conveniente transcribirlos com-
pletamente.
Pero si vamos a hacer referencia a los estudios empíricos de La Fon
(2003), quien ha proporcionado una lista de elementos, estadísticamente
centrales (p<.05), obtenidos por consenso de una gran parte de la comuni-
dad científica, sacados de un estudio realizado de ámbito nacional.
Instrumentos 215
5. CONCLUSIONES
Puede ser que la situación antes referida atienda a los diferentes siste-
mas jurídicos existentes en los diversos países, pues, ni que decir tiene, que
la asignación de la dirección en la investigación de los delitos a una u otra
de las instituciones jurídicas (judicatura o fiscalía), influye enormemente
en los elementos e instrumentos a utilizar.
Conclusiones 217
menos de 30 horas, un mes o incluso alguno refiere casos en los que se han
requerido años (Annon, 1995; Ramsland, 2002).
No debemos caer en la tentación de utilizar la autopsia psicológi-
ca de la misma forma que utilizamos cualquier otro instrumento de
evaluación psicológica de validez y fiabilidad probadas (por ejemplo
el MMPI). La autopsia psicológica debe considerarse una herramienta
más dentro de una investigación sistemática y multidisciplinar, nunca
debe pretender servir como prueba definitiva de la causa de una
muerte, especialmente cuando otros métodos (criminalística, medici-
na forense), no han podido determinarla. (Poythress et al. 1993), y
que la autopsia psicológica es algo mas que la plena acumulación de
datos postmorten y que, en su conjunto, debe dársele forma con todas
las respuestas obtenidas y por todos los miembros del equipo, única
forma a través de la cual la autopsia psicológica puede tener una vali-
dez significativa (Weisman, 1974).
6. REFERENCIAS
— era varón,
— poseía conocimientos de electricidad, fontanería y metalurgia,
— había sufrido una grave injusticia que le habría provocado algún
tipo de enfermedad crónica,
— era un paranoico, crónico y de desarrollo insidioso que sufria ade-
más alucinaciones persistentes, inalterables y sistematizadas,
— era un introvertido patológico,
— de mediana edad, con una buena educación, aunque no universita-
ria,
— soltero,
— posiblemente virgen,
— vivía solo o con un familiar femenino,
— de raza eslava,
— católico romano,
— que vivía en Connetica y
— suele vestir trajes con chaqueta cruzada.
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que todos estos avances die-
ron lugar a los que se denomina Psicología Forense, basada en la Psicología
de Investigación.
228 El perfil criminal (criminal profiling)
2. DEFINICIÓN
pasajera, que aumenta y evoluciona con cada una de sus actuaciones, consti-
tuyendo esta fantasía el motivo del delito en sí mismo y le lleva a «crear» un
modus operandi y una firma (a los que posteriormente nos referiremos) que
le proporcionan el control no solo en su fantasía sino en la acción real.
Otro factor al que hemos de referirnos es la «motivación», como el
anterior, proceso no observable que guía, orienta e impulsa el comporta-
miento. Una motivación tienen la capacidad suficiente, con independencia
del nivel necesario para cada tipo de persona, como para vencer las inhibi-
ciones sociales y superar cualquier tipo de barrera interna o externa, bio-
lógica o legal, como para satisfacer los impulsos motivadores a través de la
acción ilegal. Es necesario determinar las posibles motivaciones de un
agresor, para que el perfilador pueda llegar a comprender el hecho en sus
términos agresivos y violentos.
Como todos los temas estudiados por numerosos autores, cada uno
quiere dejar su impronta y, cada uno con distintas palabras, hace una defi-
nición de un hecho único.
Yo, desde mi pasional convencimiento ecléctico, prefiero «tomar» lo
mas interesante o acertado de estos y, aún sin dar una definición propia y
evitar que mi impronta quede de manifiesto, prefiero darle al lector la que
considero mas apropiada, aunque sea una mezcla de las de otros autores.
Como técnica, tiene por finalidad inferir determinados aspectos del
agresor (psico-sociales, de personalidad, comportamiento, motivación)
obtenidos de los hechos acaecidos, los lugares afectados, las horas en que
se produjeron, las personas implicadas, desde tres puntos de vista diferen-
tes, el psicológico, el criminológico y el criminalístico, con la finalidad de
orientar la investigación, identificar al agresor y lograr su detención.
Como herramienta de investigación, su utilidad viene garantizada por
la aplicación de los conocimientos contenidos en las ciencias humanas,
médicas, sociológicas, criminológicas y de las técnicas criminalísticas, y su
aplicación se haría a delitos graves, violentos y seriales en general, pero
también puede ser aplicable a acciones psicológicas encaminadas a provo-
car reacciones determinadas en los agresores, a justificar la solicitud de
determinadas pruebas por parte de los jueces competentes, e incluso a una
mejor preparación de las actuaciones con sospechosos implicados.
3. EL PERFILADO Y EL PERFILADOR
a) el biológico
b) el cultural
c) el social
d) las experiencias normales y comunes que forman parte de nuestra
identidad socio-cultural, y
e) las experiencias únicas o específicas de cada uno, que son verdade-
ramente aquellas que nos diferencian de los demás y que «indivi-
dualizan» nuestra personalidad.
1. Asesinatos
2. Delitos sexuales
3. Pedofilia
4. Crímenes rituales
5. Necrofilia
6. Incendios sin motivos aparentes
7. Atracos a bancos
8. Acechadores
9. Cartas obscenas y/o amenazantes
10. Secuestro con rehenes (en la negociación)
11. Asesinatos o Agresiones sexuales en las que aparezcan, antemor-
ten o postmorten:
• Mutilaciones
• Sadismo
• Tortura (cortes, cuchilladas, traumatismos)
• Evisceraciones
5. EL PROCESO DE ELABORACIÓN
6. HERRAMIENTAS DE AYUDA
la base de datos del NCAVC. También existe otro documento para ayudar a la
identificación de cadáveres de personas desconocidas.
En el Anexo Fotográfico, la Foto 4 presenta un ejemplar del boletín
informativo del VICAP, y en la Foto 5, una VICAP ALERT en el que se soli-
cita información sobre una persona hallada muerta.
En 1999 se fundó la Academy of Behavioral Profiling (ABP, Academia
del Perfil del Comportamiento), sita en la ciudad de Sitka, en Alaska (Esta-
dos Unidos), organización profesional, internacional, independiente y mul-
tidisciplinar que pretende sacar del ámbito oficial-profesional el tema del
perfilado (http//www.profiling.org).
a) Ataque espontáneo,
b) Víctima conocida,
El «modus operandi» y la «firma» 245
c) Signos de despersonalización,
d) Ausencia de signos de conversación,
e) Escena descuidada,
f) Signo de ataque súbito,
g) Ausencia de signos de medios u objetos de inmovilización,
h) Realización de acciones post-morten (actos sexuales, mutilaciones),
i) Cuerpo a la vista, no oculto, en el propio escenario,
j) Uso de armas u objetos, y
k) Signos de extrema violencia.
Por otra parte, sabemos bien que aunque puede presentarse una evolu-
ción en el comportamiento del delincuente, cada uno de ellos comete el
delito de una forma determinada, denominada «modus operandi», y con
unas características muy especiales a las que denominaremos «firma».
8.2. Firma
a) por una parte puede referirse al aspecto general del delito en el que
se pueden apreciar signos de lucro, ira, consuelo, venganza,
autoafirmación, sadismo, etc., y
b) al comportamiento firmado, es decir a aquellos actos cometidos
por el agresor que, sin estar relacionados con la finalidad del deli-
to ni ser necesarios para su ejecución, constituyen señales únicas
y exclusivas de la actuación de un determinado individuo, actua-
ciones que revelan su motivación, el porqué de ese crimen y cons-
tituyen la forma característica con la que un determinado indivi-
duo comete el delito, como por ejemplo maquillar o colocar a la
víctima de determinada manera, cubrir su cara, mutilaciones de
partes concretas del cuerpo, inserciones vaginales o anales
de objetos, etc. Estas acciones consumen un tiempo mas allá del
necesario para el MO, no es necesario para la conclusión del deli-
to, implica la expresión de emociones y puede, además, exponer
la ejecución de algún tipo de fantasía e implica la expresión de
una emoción.
La causa, o una de las causas, por las que esta técnica no ha tenido
éxito en nuestro país, pueden ser debidas a la propia estructura policial
existente y su división territorial, no solo entre los diversos cuerpos policia-
les (Guardia Civil, Policía Nacional y Policías Autonómicas), sino dentro de
estos mismos, tanto en grupos específicos o en demarcaciones de diferente
entidad y cuasi-independientes unas de otras.
Otra causa puede ser que la propia sensibilidad de los hechos, el respe-
to a las víctimas, la reserva de los estudios policiales y sus avances, aplica-
bles asimismo en los casos del perfilado geográfico, mantenga el ejercicio
y resultados de la aplicación de esta técnica de forma confidencial y reser-
vada dentro de las propias unidades policiales actuantes.
Por otra parte, la competencia de todos, en todos los delitos en los que
se puede aplicar la técnica del perfilado, hace que sea muy difícil su inves-
Referencias 249
10. REFERENCIAS
2. ANTECEDENTES
perfilar más de 600 casos de violación y homicidio, casi todos los conoci-
dos por los cuerpos policiales. Han sido muchos los policías o expolicías
que han alcanzado renombre con el uso de la técnica del perfilado, pero
tenemos la obligación de señalar que ningún perfil es enteramente seguro y
nunca puede desligarse del resto de las herramientas policiales (inspeccio-
nes oculares, análisis forenses, análisis criminalísticos, etc.).
Por desgracia, en España, su falta de uso le hace un instrumento casi
desconocido. En parte puede ser debido a que, por suerte, no hemos tenido
ni tenemos grandes agresores seriales; por otra, la distribución territorial
establecida legalmente, no solo entre los diferentes cuerpos y fuerzas de
seguridad, sino también dentro de los propios cuerpos, y la inexistencia
de unidades centrales de investigación, hace muy difícil la detección de
agresores seriales si estos actúan en territorios competencialmente diferen-
tes y, por otra, su desconocimiento crea quizás su desconfianza como
herramienta de utilidad.
En un artículo anterior, publicado en nuestra Revista Profesional
n.º 779 del mes de marzo hablamos sobre el perfil personal del delincuente
que, junto con el perfil geográfico al que dedicamos este apartado, consti-
tuyen las dos herramientas principales del también denominado «Perfil
Psicológico», herramientas cada vez mas utilizadas por los profesionales
encargados de la persecución de los delitos.
Cuestión diferente del perfil del criminal es el papel del Perfil Geográ-
fico, dado que su investigación y estudio no ha recibido la atención que se
le ha brindado al perfil de la personalidad del delincuente, no obstante
existen numerosos indicios que confirman que el estudio de la «movilidad»
geográfica del delincuente puede jugar un papel de ayuda en las investiga-
ciones, avanzar su desarrollo y, al menos, su uso puede enfocar las investi-
gaciones en determinados sentidos cuando del delito no hemos podido
obtener otras pruebas o indicios (Rossmo, 1998).
3. DEFINICIÓN
D-1
D-4
PUNTO
ANCLAJE
D-2
D-5
D-3
Figura 2
Lo que debemos resaltar en este caso es que todos y cada uno de los
escenarios en los que se cometieron los delitos están relacionados con
«puntos de anclaje» propios, excepto posiblemente el último en el que,
según su propia declaración «se confundió».
El primero de los escenarios, la calle de Alonso Cano está próxima a la
calle de Alberto Alcocer, lugar en el que vivió durante algún tiempo. El
segundo, la parada de autobús en la Alameda de Osuna, está cerca del
Aeropuerto de Barajas, lugar en el que Galán trabajo una temporada.
Durante un tiempo vivió con su hermana en Alcalá de Henares, lugar de
ubicación del bar Rojas, donde cometió su tercer ataque. Tres Cantos tam-
poco era una zona desconocida para el dado que, por una parte estuvo
destinado en el acuartelamiento de El Goloso y también, el la propia loca-
lidad de Tres Cantos estuvo viviendo con su familia. Al parecer el menos
conectado con sus actividades era la localidad de Arganda del Rey, a la que
según el propio Galán llegó cuando en realidad quería ir a la localidad de
San Fernando de Henares, próxima a la de Alcalá de Henares.
También considero interesante traer a nuestras páginas otro ejemplo de
depredadores, en este caso de tipo sexual. Hablamos de Isaac Plaza Cristó-
260 El perfil geográfico (geographical profiling)
bal, más conocido como el «violador del búho», cuyas andanzas comenza-
ron en enero del año 2001 prolongándose has el año 2007, tiempo durante
el que cometió 18 agresiones sexuales, una en grado de tentativa y cinco
robos con intimidación, delitos de los que es acusado a finales de 2009
durante el juicio a que fue sometido. Si realizáramos su gráfica nos encon-
traríamos con los resultados antes indicados, muy similares al anterior.
4. LA INVESTIGACIÓN
mos considerar escenario a cualquier lugar que, de alguna forma, esté rela-
cionado con la acción delictiva.
De forma general, la existencia de varios escenarios puede significar
complejidad y elaboración del delito premeditadamente lo que, junto al
estudio del escenario, nos daría una característica del individuo como
podría ser la «organización». Si se confundieran todos los posibles escena-
rios en uno solo estaríamos hablando de «desorganización».
De cada uno de estos lugares tenemos que analizar y evaluar no pocos
elementos. Si seguimos las indicaciones de Rossmo (1995), entre otros,
los elementos a los que debemos prestar atención para realizar un perfil
geográfico serían los siguientes:
para una persona sedentaria puede parecer un largo viaje, para otra mas
activa puede ser tan solo un paseo.
Todos sabemos que el comportamiento humano no es un elemento
invariable de la persona, sus cambios se pueden producir sin necesidad de
motivos y se pueden llevar a cabo con una gran rapidez. Esto aplicado a
personas como los delincuentes, adquiere aún más valor y nos debe llevar
a su consideración en estos casos para no tomar decisiones precipitadas y
mantener o cambiar líneas de investigación. Los elementos y las fases en la
confección del perfil geográfico a las que antes hemos hecho referencia
deben de contestar a una serie de preguntas, contestaciones muy necesa-
rias, si no imprescindibles para la efectividad y eficacia de nuestro perfil.
Estas contestaciones deben dar respuesta a determinadas preguntas, tales
como:
5. LOS MÉTODOS
por bandas armadas y que tenían lugar siempre en zonas lejanas a las de
residencia de los componentes de dichas bandas. El análisis del patrón
geográfico hizo que la policía desmantelara las «dacoities gangs».
a. Localizaciones
b. Condiciones
c. Tendencias, y
d. Rutas
El SIG trabaja con datos geográficos junto con el resto de las bases de
datos creando una base de datos geográfica en la que figura la situación
de los escenarios o cualquier otro lugar relacionado con el caso, las relacio-
nes o interacciones posibles entre ellos, la casuística habida en sus alrede-
dores (frecuencias, perímetros, área o volúmenes) y posible interacción con
el caso estudiado, las vías de comunicación entre ellos (carretera, ferroca-
rril u otros medios), distancias, tiempos en recorrerlos y costos. El sistema
simula las acciones y puede responder a diferentes preguntas de los inves-
tigadores, tales como las características geográficas y orográficas de los
lugares, comparaciones de las características entre ellos, las rutas más
seguras, más rápidas o menos costosas, designación de pautas espaciales y
generación de simulaciones de los modelos.
268 El perfil geográfico (geographical profiling)
Figura 3
7. CONCLUSIONES
8. REFERENCIAS
1. LA ESCRITURA Y LA GRAFOLOGÍA
(«en forma de cuña»), denominada así por el aspecto de cuña de los peque-
ños trazos en los signos de la escritura. Gracias al alemán Georg Friedrich
Grotenfeld y al inglés Henry Rawlinson, fue posible leer las formas cunei-
formes del sumerio y del acadio, escritura esta última que sustituye a la
primera extinguida a finales del tercer milenio a.C.
Darío hizo grabar en un acantilado de mármol, al norte de Karmanshah,
en la ruta de Bagdad, a mas de 100 metros de altura, una inscripción que
aún permanece, en la que se representa a Darío atropellando a Smerdis y a
su cortejo de nueve reyes y jefes rebeldes vencidos. Nabucodonosor hizo
grabar, en nueve columnatas, una de las cuales se conserva en el East
India-House de Londres, los nombres de todos los templos y edificios
importantes que había mandado construir en Babilonia.
La escritura sumeria tiene su origen en las exigencias propias de la
economía y la administración públicas, y fue la ciudad de Uruk donde se
recogieron los registros sumerios más antiguos que eran signos verbales
limitados a la expresión de numerales, objetos y nombres de personas (eta-
pa denominada logografía o escritura léxica).
3. Proto-índico (Valle del Indo, hacia 2.200 a.C.). Los primeros sellos
de este tipo de escritura fueron encontrados recientemente (hacia 1.924) en
las excavaciones de los yacimientos de Harappa, Mohenjodaro y Chanhu-
daro. Escritura poco descifrada con unos 250 signos.
lizada con fines religiosos y sobre piedra (hieros = sagrado, glifein = tallar)
y fue descifrada allá por 1.822 por el francés François Champollion con el
cotejo de la famosa piedra basáltica Roseta, que contenía un decreto a
favor del rey Ptolomeo Epifanes y que fue encontrada por el Oficial de Arti-
llería Boussard en la expedición napoleónica a Egipto en 1799.
Sus orígenes, no muy claros, comienzan con el hallazgo de unas pale-
tas de pizarra procedentes de Hieraconpolis (cerca de Tebas) siendo la más
representativa la «Paleta de Narmer». Fue después de Menes cuando se
desarrolló el más completo sistema fonológico de escritura, escritura logo-
silábica, que permanece hasta el final de este tipo de escritura.
Se utilizaba normalmente con fines de manisfestación pública y no era
una escritura de la vida cotidiana, a cuyo fin, los egipcios, desarrollaron la
escritura «hierática» y la «demótica». Una de sus principales característi-
cas morfológicas es la conservación de las consonantes y la variabilidad de
las vocales.
La Grafología, de acuerdo con Matilde Ras «es el estudio que tiene por
objeto el conocimiento del carácter por medio del examen de la escritu-
ra manuscrita. Está clasificada como una rama tardía de la Psicología
experimental», y, como dijo Crépieux-Jamin «No se puede rehusar sin
injusticia el título de ciencia a la grafología, puesto que tiene sus leyes,
su método experimental, su clasificación y su técnica».
En el año 120 de nuestra era Suetonio, el historiador romano de los
doce primeros césares, dijo del emperador Augusto: «No separa las pala-
bras. No confío en él». Parece, pues, que desde el nacimiento de la escritu-
ra ha existido una relación entre personalidad y tipo de letra. El primer
288 Temperamento, enfermedad y escritura: La grafopsicología
libro escrito sobre el tema del que se tiene noticia es el de Alderius Prosper,
que data de principios del siglo XVII y se titula Ideographia.
Unos pocos años más tarde, en 1622, un catedrático de medicina lla-
mado Camilo Baldo publicó en Bolonia un tratado sobre el análisis de la
escritura. Su obra, escrita en griego, tenía un largo título: Medio de conocer
las costumbres y las cualidades de un escritor por sus cartas misivas. Estos
ensayos grafológicos no alcanzaron mucha resonancia en su época, atribui-
do por Crepieux-Jamin a que en esta época se escribía poco y se leía menos
(ni tan siquiera todos los reyes o emperadores sabían leer y/o escribir).
En la primera mitad del siglo XIX, hacia 1830 aproximadamente, un
grupo de clérigos franceses se reunieron para emprender un estudio serio
de la relación entre escritura y carácter utilizando como principal fuente
de información las formas de las letras sueltas. Eran el cardenal Regnier, el
arzobispo de Cambray, el obispo Soudinet de Amiens y el abate Flandrin
(1806-81), maestro de un estudiante aventajado, Jean Hippolyte Michon,
personaje con quien comienza realmente la historia de la grafología.
Este abate francés (Michon) nacido en 1806, funda en París en 1871,
una Sociedad de Grafología y una revista dedicada a su difusión. Fue él
quien, combinado las palabras grapho (escritura) y logo (razonamiento),
dio nombre a la ciencia. Aunque la grafología, en esa época, era objeto de
controversia, Michon publicó una obra sistematizadora, fruto del trabajo
de toda su vida, que causó un gran revuelo en Europa y fue recibida con
entusiasmo. Aunque etiquetada como ciencia, Michon aún consideraba
la grafología como un arte. Utilizando su observación intuitiva, comparó la
escritura de miles de personas y registró los signos gráficos comunes en los
individuos con cualidades y defectos similares. Era realmente un catálogo
de signos y reglas cada uno con un significado fijo que se basaba en su
propia experiencia. No realizó ningún intento de explicar porqué la gente
tenía diferentes estilos, ni de relacionarlos psicológicamente. Más tarde se
dijo de él que fue «solo un intérprete de signos». Según el propio Michon,
la ausencia de un signo denotaba la cualidad opuesta a la indicada con su
presencia.
Los grafólogos saben ahora que esto no es válido, pero para Michon, en
su época, el sistema funcionó muy bien y significó una contribución capital
a la obra posterior de su discípulo Jules Crépieux-Jamin, quien reconoció
que la ausencia de un signo no indicaba necesariamente la cualidad con-
traria, algo que, en realidad, pocas veces ocurre; y, también, que la deduc-
ción válida sólo podía hacerse a partir del material existente, de la eviden-
cia gráfica global coordinada como un todo.
La escritura y la grafología 289
2.11. La Firma
2.12. La Rúbrica
2.14. Blancos
3. INTERPRETACIONES DE LA ESCRITURA
4. BIOTIPOLOGÍAS Y PERSONALIDAD
5.1. En la salud
De acuerdo con Vels los síndromes están relacionados con las zonas de
las letras en las que se producen las anomalías, de forma que, las que se
producen en la zona superior (crestas o hampas) estarían relacionadas con
los trastornos de la cabeza, de los bronquios, de la laringe y de las espal-
da; los relacionadas con la zona media lo estarían con los trastornos del
corazón y los pulmones; si lo son en la zona inferior (pies o jambas) esta-
rían afectados el hígado, los intestinos, los riñones, la vejiga y las piernas.
Si las anomalías se producen al principio de las palabras existirían proble-
mas en los brazos o en los hombros o depresión moral; en la zona final
representarían trastornos relacionados por temores, inquietudes, dudas o
preocupaciones del sujeto sobre su porvenir.
302 Temperamento, enfermedad y escritura: La grafopsicología
— La presión es firme.
— Las letras son inclinadas.
— La escritura es rápida y/o precipitada.
— Las líneas tienen tendencia ascendente, y
— Los márgenes izquierdos se ensanchan.
— Temblores y oscilaciones.
— Letra pequeña (cada vez más en progresión con la enfermedad),
hasta convertirse en filiforme, y
— Ausencia de puntos, a veces sustituidos por rayas.
— Ideas delirantes.
— Alucinaciones.
— Lenguaje desorganizado.
308 Temperamento, enfermedad y escritura: La grafopsicología
Si es paranoide:
— El lenguaje desorganizado.
— El comportamiento desorganizado.
— La afectividad aplanada o inapropiada.
— Autoestima exagerada.
— Disminución de la necesidad de dormir.
— Más hablador de lo habitual o verborreico.
— Fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está
acelerado.
— Distraibilidad.
— Aumento de la actividad intencionada o agitación psicomotora.
— Implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto
potencial para producir consecuencias graves.
— Presión excesiva.
— Letras finales caídas.
— Grandes mayúsculas.
— Escritura rápida y acelerada.
— Desorden y densidad en los escritos.
— Líneas en todos los sentidos y que se entrecruzan, y
— Escritura en todos los lugares posibles de la hoja, aprovechando
todos los espacios en blanco posibles.
7. REFERENCIAS
http://cqcounter.com/whois/
Protocolo estándar de las investigaciones 317
3. EL CORREO ELECTRÓNICO
Gmail:
Hotmail:
Encontraremos igualmente al lado de la opción de responder en la par-
te superior derecha una flecha que desplegará un menú donde localizare-
mos la opción «ver código fuente del mensaje», y como en el caso anterior
abrirá una nueva pantalla con toda la información.
El correo electrónico 319
Yahoo:
Delivered-To: receptor@gmail.com
Received: by 14.412.141.226 with SMTP id pm14cs6306lab;
Thu, 9 Feb 2012 01:59:28 -0800 (PST)
Received: by 14.412.9.11 with SMTP id q11mr365522e
ef.98.1328781567954;
Thu, 09 Feb 2012 01:59:27 -0800 (PST)
Return-Path: <emisor@hotmail.com>
Received: from blu0-omc2-s20.blu0.hotmail.com (blu0-
omc2-s20.blu0.hotmail.com. [65.55.111.95])
by mx.google.com with ESMTP id r56si1199599e
ef.138.2012.02.09.01.59.27;
Thu, 09 Feb 2012 01:59:27 -0800 (PST)
Received-SPF: pass (google.com: domain of emisor@hot-
mail.com designates 65.55.111.95 as permitted sender)
client-ip=65.55.111.95;
Authentication-Results: mx.google.com; spf=pass (goo-
gle.com: domain of emisor@hotmail.com designates
65.55.111.95 as permitted sender) smtp.mail=emisor@hot-
mail.com
Received: from BLU150-W53 ([65.55.111.72]) by blu0-
omc2-s20.blu0.hotmail.com with Microsoft SMTPS-
VC(6.0.3790.4675);
Thu, 9 Feb 2012 01:58:09 -0800
Message-ID: <BLU150-W533D7066DC445826387BA9AC7B0@phx.gbl>
Return-Path: emisor@hotmail.com
Content-Type: multipart/alternative;
boundary=»_c1db2911-44d0-4f67-ac0e-391a843b52d2_»
X-Originating-IP: [114.18.130.113]
From: Nombre configurado del emisor <emisor@hotmail.com>
To: Nombre para el emisor <receptor@gmail.com>
Subject: Asunto del mensaje
Date: Thu, 9 Feb 2012 10:58:09 +0100
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Las páginas WEB 321
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Las páginas WEB 323
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Registrant Street2:Domicilio alternative.
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Registrant State/Province:MADRID
Registrant Postal Code:28000
Registrant Country:ES
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Registrant Phone Ext.:
Registrant FAX:+34.910000000
Registrant FAX Ext.:
Registrant Email:email facilitado durante el registro
del dominio
Admin ID:a53127dabb52
Admin Name:Apellido1 Apellido2 Nombre
Admin Organization:Empresa del administrador del dominio
Admin Street1:domicilio del administrador del dominio
Admin Street2:
Admin Street3:
Admin City:Madrid
Admin State/Province:Madrid
Admin Postal Code:28000
Admin Country:ES
Admin Phone:+34.910000000 (del administrador del dominio)
Admin Phone Ext.:
Admin FAX: +34.910000000 (del administrador del dominio)
Admin FAX Ext.:
Admin Email:administrador@ejemplo.es
Name Server:NOMBRE.SERVIDOR1.EJEMPLO.ES
Name Server:NOMBRE.SERVIDOR2.EJEMPLO.ES
De todos estos datos, los más significativos son los relacionados con la
persona de contacto que dio el alta o administra el dominio. Nos aparece-
rán direcciones de correo electrónico, direcciones físicas y teléfonos, tanto
personales como profesionales. Con esta información ya podemos solicitar
la orden judicial de una manera más concisa, pudiendo incluir ambas ubi-
caciones, la personal y la profesional.
En el caso de este tipo de investigaciones necesitamos la plena colabo-
ración del administrador de sistemas o responsable del servidor, salvo que
324 Investigación básica en los delitos informáticos
este, sea parte del proceso y esté imputado en el mismo, los datos almace-
nados en estos sistemas nos van a esclarecer las direcciones IP de terceros
desde donde se han cometido los hechos.
A través de páginas web se pueden perpetrar delitos tan variopintos
como, transferencias bancarias fraudulentas o no realizadas por su legíti-
mo dueño, amenazas en un foro, pasando por una página web que realiza
apologías ilegales, etc.
5. RECOGIDA DE PRUEBAS
6. LA ESTEGANOGRAFÍA
Aquí podemos ver el análisis de dos fotografías que son idénticas, ana-
lizadas con un editor de descomposición de imágenes, las letras R, G y B,
corresponden en ingles a los colores rojo, verde y azul, se puede observar
un cambio en colores sobre el verde (G) y rojo (R), los valores de los colores
oscilan entre el 0 y el 255, evidentemente un cambio tan pequeño no es
apreciable por el ojo humano, y a pesar de tener la misma apariencia las
dos fotografías, una de ellas contiene información oculta.
Una vez realizada la clonación de los discos, estos han de ser analiza-
dos en función del delito perseguido.
La manera más eficaz es utilizando el propio disco duro como maestro,
ya que desde ahí tendremos acceso a datos que son más difíciles o ilegibles
de otra manera, sobre todo en los archivos o correos asociados a determi-
nados programas.
El inconveniente con el que podemos encontrarnos son las contraseñas
que hayan podido ser utilizadas tanto en accesos como en ficheros, mas
adelante veremos cómo sortearlas.
En el caso de poder acceder al sistema operativo, disponemos de dos
maneras de efectuar nuestro trabajo, una de manera automática y otra
328 Investigación básica en los delitos informáticos
• Extensiones de audio: mp3, mid, midi, wav, wma, cda, m3u, ogg,
ogm, acc, ac3, ra y snd.
• Extensiones de video: asf, lsf, asx, avi, mpa, m1v, mpg, mpe, mpeg,
mov, qt, rm, ram, rv y divx.
• Extensiones de archivos comprimidos: arj, rar, zip, ace, iso y tbz.
• Extensiones de archivos de imágenes: bmp, gif, ico, pcx, pic, psd, tga
y wmf.
• Extensiones de imágenes de cd’s o dvd’s: ccd, cue, iso, btw, cdi, img,
nra, nrb, nre, nrg, nrh, nri, nrm, nry, nrv y cdc .
• Extensiones de archivos de texto: txt, nfo, htm, html, dic, doc, wri y rtf.
• Extensiones archivos office: docx, docm, dotx, dotm, xlsx, xlsm, xltx,
xltm, xlsb, xlam, pptx, pptm, potx, potm, ppam, ppsx, ppsm, sldx,
sldm, thmx.
8. DESCIFRADO DE CONTRASEÑAS
a) El señalamiento antropométrico;
con medidas de la cabeza (longitud, anchu-
ra, longitud de la oreja derecha y diámetro
bizigomático); medidas de las extremida-
des (longitud de pie izquierdo, del dedo
medio y auricular del pie izquierdo y la lon-
gitud del codo, antebrazo y mano; medidas
generales (talla, brazo, busto). Este señala-
miento sirve para la clasificación.
b) Señalamiento descriptivo o retrato
hablado: cromáticas (color iris izquierdo,
cabello y piel); morfológicas (frente: altura,
anchura, inclinación, prominencia, parti-
cularidades, nariz: concavidad, base, dorso,
ventanas, dimensiones, particularidades;
oreja derecha: bordes, lóbulo, antitrago,
Alfonso Bertillón. pliegues, forma general, separación, parti-
cularidades); complementarias: acrocefa-
lia, trigonocefalia, altura naso-labial, forma de la cara, la barba, las cejas,
modo de andar, gesticulación, la mirada, la voz, etc.
c) Marcas particulares: lunares, cicatrices, manchas en la piel, quema-
duras, tatuajes, amputaciones, etc.
nes dentarias de los criminales para compararlas con los de los sospecho-
sos o recién detenidos.
Pero ninguno resultó tan eficaz como el Sistema de Identificación Dac-
tiloscópico. Así, en 1823, Purkinje en una de sus obras intentó ordenar
todas las huellas en nueve grupos. En 1844, Huscheke se fija en los deltas,
que denominó triángulos. En 1859, Herschel empleó por primera vez, de
forma oficial, los dibujos de las crestas papilares, sirviéndose de ellos
durante treinta años para identificar a los indígenas analfabetos en asun-
tos civiles y a los reincidentes en materia criminal. En 1880, Thompson
utilizó el dibujo digital para evitar la falsificación de sus órdenes de pago,
imprimiendo para ello en tales documentos el dactilograma de su dedo
pulgar derecho y, sobre el mismo, la cantidad a pagar.
En 1888, Galton se sirvió del material dac-
tiloscópico obtenido por Herschel, sintetizan-
do además todos los estudios científicos sobre
dactiloscopia de todos sus precursores. En
1896, Vucetich propuso la creación de una
«Oficina de Identificación Antropométrica y
de Fotografía», adoptando el método de iden-
tificación galtoniano. Por otro lado, Henry,
partiendo de Galton, inventó su propio siste-
ma (Galton-Henry), que fue adoptado en 1897
oficialmente por la India inglesa.
El sistema español es el de Vucetich, modi-
Francis Galton. ficado por el Catedrático, Académico de la
Medicina, Inspector Técnico del Servicio de
Identificación Judicial y profesor de Identificación en las Escuelas de Cri-
minología y Policía de Madrid, doctor Federico Olóriz Aguilera, siendo
adoptado definitivamente en España en 1909 por el entonces Cuerpo de
Prisiones, en 1911 por el Cuerpo de Vigilancia y en 1914 por el Cuerpo de la
Guardia Civil.
En 1896, desde el descubrimiento de las radiaciones ionizantes de
Roentgen, fue la primera vez que se emplearon los rayos X en el ámbito de la
medicina forense y desde entonces la comparación de imágenes radiológi-
cas constituye una técnica individualizadora.
Por otro lado, la identificación dental se conoce desde tiempos muy
lejanos alcanzando su esplendor a finales del siglo XX. La primera referen-
cia importante a los procedimientos odontológicos en la investigación de
cadáveres carbonizados la tenemos en el incendio del Bazar de la Caridad
de París, ocurrido el 4 de mayo de 1897 con un saldo de 126 víctimas.
Identificación. Etimología, concepto y definición 341
4. NORMATIVA LEGISLATIVA
4.1. Genérica
Dentro del marco de competencia policial se debe hacer una breve refe-
rencia al Real Decreto 769/1987, sobre la regulación de la Policía Judicial,
que establece, entre otros aspectos, a quien corresponden las funciones
generales de la Policía Judicial, así como las Unidades Adscritas a determi-
nados Juzgados, Fiscalías o Tribunales que en su artículo 28, dice que de-
sempeñarán cometidos de investigación criminal especializada propias de
una policía científica, estableciendo entre otras funciones, la intervención
técnica en levantamiento de cadáveres.
Recientemente se ha publicado el Real Decreto 32/2009, de 16 de ene-
ro, por el que se aprueba el Protocolo Nacional de Actuación Médico-
Forense y de Policía Científica en sucesos con víctimas múltiples, regulan-
344 La identificación de cadáveres
4.2. Específica
5. FINALIDAD DE LA NECROIDENTIFICACIÓN
6.1. Tanatología
6.6. Cronotanatodiagnóstico
7. FENÓMENOS CADAVÉRICOS
puesto que del análisis de los mismos se pueden deducir datos muy valio-
sos sobre la estimación del intervalo post-mortem así como aportar indi-
cios sobre la causa de la muerte. Por este motivo, se considera de interés
tratar este tema en el presente capítulo porque el método a emplear para la
identificación puede estar condicionado por la etapa en la que se encuentre
el cadáver.
Las distintas etapas de descomposición del cadáver son:
7.1. Enfriamiento
7.2. Deshidratación
7.3. Livideces
llos lugares en los que la sangre se desplaza y acumula por el simple efecto
de la gravedad.
7.4. Rigidez
7.5. Putrefacción
8.1. Naturales
8.2. Artificiales
11.2.1. Dactiloscópico
Representación gráfica.
Abrupta 53,4%
Bifurcación 15,1%
Convergencia 13,1%
Fragmento 5,4%
Ojal 4,2%
Desviación 2,2%
Punto 2,2%
Interrrupción 1,4%
Empalme 1,3%
Transversal 1,3%
Secante 0,2%
IDENTIFICACIÓN DACTILOSCÓPICA
364 La identificación de cadáveres
11.2.3. Odontológico
8 7 6 5 4 3 2 1 1 2 3 4 5 6 7 8
INFERIOR DERECHA INFERIOR IZQUIERDA
18 17 16 15 14 13 12 11 21 22 23 24 25 26 27 28
48 47 46 45 44 43 42 41 31 32 33 34 35 36 37 38
IDENTIFICACIÓN ODONTOLÓGICA
Métodos de identificación de cadáveres 371
11.2.4. Radiológico
IDENTIFICACIÓN RADIOLÓGICA
El ADN que está en las mitocondrias de las células, aporta otro tipo de
información para la criminalística. Es una escalera (ADN) de 16569 pelda-
ños (pares de base: A-T, G-C). Se transmite sólo por vía materna, y es igual
en todo el tronco familiar. No identifica una sola persona (el grupo de per-
sonas emparentados vía materna tiene el mismo ADN mitocondrial) pero,
en ausencia de la persona a la que pertenecen los restos, permite establecer
relaciones familiares, muy útiles para la identificación genética de restos
biológicos.
El estudio de ADN-mt puede emplearse en los casos en que se presu-
ponga que la cantidad de ADN nuclear sea muy pequeña o nula. Por ejem-
plo, en pelos, huesos y dientes la cantidad de ADN nuclear suele ser escasa,
especialmente en muestras antiguas o degradadas. Por tanto, la obtención
de la secuencia de ADN mitocondrial permite establece una relación de
parentesco. No obstante es necesario realizar un estudio de ADN nuclear para
obtener una identificación plena.
Una característica que hay que tener en cuenta para el uso forense de
los análisis del ADN.mt, es que, además de los hermanos, todos los parien-
tes por vía materna muestran la misma secuencia de ADN.mt, lo que signi-
Métodos de identificación de cadáveres 375
fica que las personas de este grupo no pueden ser identificadas por separa-
do. Por esta razón los vínculos familiares pueden comprobarse fácilmente.
Un posible inconveniente de ésta técnica es su complejidad, en par-
ticular a causa de una eventual heteroplasmia, y su extrema sensibilidad a
la contaminación. Por otra parte resulta cara y lenta, y sus resultados tie-
nen menos poder discriminatorio que los análisis de ADN nuclear.
En definitiva, con el estudio de ADN nuclear pueden identificarse per-
sonas de las que se obtiene su propio «código de barras», o perfil genético;
además permite establecer paternidades o filiaciones, muy útiles en ausen-
cia de la persona a identificar, incluso pude establecerse un tronco común
vía paterna, lo cual constituye una gran ayuda cuando existe mezcla de
perfiles genéticos.
IDENTIFICACIÓN ADN
Debemos hacer una mención especial como epígrafe aparte para los
casos de descomposición avanzada en cadáveres sin identificar por dife-
rentes causas (putrefacción, carbonización, saponificación, etc.), en los
que no ha sido posible obtener una necrorreseña por los medios habitua-
les de entintado lo que obliga a que los diferentes cuerpos policiales encar-
gados del proceso identificativo tengan que aplicar un procedimiento
técnico-científico para poder recuperar el dibujo dactiloscópico de los
apéndices dactilares, nos referimos concretamente a los procesos de rege-
neración dactilar, pero que no en todos los países se utiliza, bien por care-
cer de un registro de administrativo para poder realizar comparaciones
una vez realizado el proceso, o bien porque no existen expertos en esta
materia.
En España, la Policía Científica cuenta con especialistas que poseen
una dilatada trayectoria y experiencia en este campo, concretamente en la
Guardia Civil se lleva realizando este tipo de procesos desde el año 1990
con excelentes resultados. Cabe decir a este respecto, que al tratarse de un
procedimiento que no se encuentra normalizado a nivel internacional,
cada especialista puede utilizar técnicas diferentes que aplica según su pro-
pia experiencia, aunque la base del procedimiento y el tratamiento de las
muestras es la misma para todos.
La regeneración dactilar 385
1. Cadáveres recientes.
5. Guante epidérmico.
Para lograr las identificaciones, los datos obtenidos del ADN de unos
restos determinados se comparan automáticamente con los datos existen-
tes en ese momento de todos los familiares y se verifica si existen similitu-
des en el ADN que puedan, bien permitir la identificación con seguridad
absoluta, bien aportar datos definitivos para el mencionado proceso.
Todas las personas que sean familiares directos o que genéticamente
puedan compartir ADN de interés en la identificación humana y que volun-
tariamente quieran donar una muestra biológica para su análisis.
Los criterios exactos de selección y aceptación dependen de cada caso
particular, básicamente según la relación familiar que se tenga con la per-
sona desaparecida y el número total de familiares (ascendientes, descen-
dientes,...) que deseen colaborar.
Será requisito indispensable que la desaparición de la persona que se
intenta identificar fuese denunciada legalmente ante las autoridades judi-
ciales y / o policiales.
DESCRIPCIÓN:
A. HISOPO
Proyecto Fénix. Programa de identificación genética en la Guardia Civil 395
B. CAJA SOPORTE
16.2. Introducción
16.5. Simulacros
Una vez que el EIC, ha llegado al lugar del siniestro, el Jefe del mismo
se dirigirá a la Autoridad judicial que entiende del caso para planificar
y coordinar todos los aspectos relativos a la identificación en colaboración
con el personal de la Unidad Territorial, forenses y otro personal especia-
lista.
ni objeto, antes de haber sido fotografiados allí mismo, así como tomado
nota de todos los indicios que puedan contribuir a su identificación.
El cadáver, sus efectos y el lugar donde fueron recogidos deben estar rela-
cionados mediante la pertinente numeración (NÚMERO ÚNICO). El conoci-
miento de la posición relativa de personas y efectos próximos en el momento
del accidente, la toma de fotografías y vídeo «in situ» de conjunto y detalle,
nos pueden aportar información muy valiosa para su identificación.
ETIQUETAS DE SEÑALIZACIÓN
Una vez el proceso identificativo ha tenido lugar «in situ», con poste-
rioridad en dependencias del EIC, se realizará un informe general, además
de un estudio sistemático por cadáver, con dictamen de identidad, detallan-
do el método de identificación utilizado, y se completa con anexos: fotográ-
fico, dactiloscópico, ADN, odontológico, etc., según los casos.
1.ª Ley: «El gesto gráfico está bajo la influencia inmediata del cerebro. Su
forma no se modifica si éste funciona normalmente. El órgano escritor no
influye si la persona se habitúa a utilizarlo para confeccionar los grafismos».
Esto significa, y se ha podido comprobar, que si una persona pierde la
mano con la que habitualmente escribe, después de un período de apren-
dizaje podrá hacerlo de forma similar con la mano contraria o con otras
partes del cuerpo.
2.ª Ley: «Al momento de escribir, el yo está en acción, pero pasa por con-
tinuas alternativas de intensidad y de debilitamiento. Alcanza su máximo al
principio de escribir y su mínimo hacia el extremo final».
Las personas al principio de un escrito son más conscientes de la mor-
fología de las grafías que al final del mismo. Si alguien quiere modificar su
escritura le será más fácil al principio que al final del texto, ya que confor-
me escribe estará más pendiente del contenido que de la forma. Esto per-
mitirá que su escritura sea más espontánea hacia el final del escrito que al
principio.
3.ª Ley: «No es posible modificar adrede, en un momento dado, la propia
escritura, sino introduciendo en ella el signo del esfuerzo que se hace para
obtener este cambio. Lo natural proscrito tiende siempre a reaparecer».
Nos indica Pellat con esta ley la dificultad que tiene cada persona que
escribe de modificar las características de su propia escritura y confeccio-
nar una distinta.
4.ª Ley: «El escritor que escribe en situación dificultosa o en posición
anormal (en cama, en vehículo en marcha, de pie, sin buen apoyo en el papel,
etc.), traza instintivamente las formas de letras más sencillas y fáciles de
construir».
En esta ley resalta la importancia de la posición del escribano y la del
soporte, que pueden hacer que modifique la habitual manera de confeccio-
nar los grafismos si no son las adecuadas.
Análisis Grafonómico:
Análisis Grafométrico:
Análisis Grafológico:
Endógenas, son aquellas que tienen que ver con el propio estado del
individuo, como puede ser una alteración emocional como, por ejemplo,
el hecho de tener que realizar una muestra caligráfica en sede judicial
o policial, un estado febril, el cansancio, etc.
4.1. Afasia: pérdida del lenguaje oral y escrito, dentro de ella pode-
mos incluir la dislexia que se caracteriza por la pérdida de la
capacidad para leer con proyección en la escritura.
4.2. Agrafía: afecta a la psicomotricidad y se manifiesta por una
escritura ejecutada lentamente y apenas legible.
4.3. Disgrafía: Agrafía que se da en los niños, presenta dos subtipos:
la disgrafía disléxica, como una proyección de la dislexia en la
escritura, ya indicada anteriormente, cuyos síntomas son una
mala percepción de las formas gráficas, que afecta al contenido
de la escritura debido la colocación errónea de las letras dentro de
las palabras, y la disgrafía motriz, que afecta a la calidad de la
escritura y se refleja en movimientos gráficos disociados, incorrec-
to manejo del útil escritural, etc.
4.4. Alexia gráfica: incapacidad para escribir por no reconocer los
objetos.
4.5. Parkinson, sus síntomas son los temblores y la rigidez muscular
que afecta a la escritura de forma muy significativa.
4.6. Demencia senil, quien padece esta enfermedad realiza gestos
gráficos diferentes al modelo escritural aprendido, los rasgos son
ilegibles, la escritura es torpe con temblores muy acusados en
cualquier parte del texto, así como espaciamientos interlineales
e inclinaciones de las grafías irregulares, entre otras anomalías.
4.7. Criptografía, se da en las personas que padecen esquizofrenia.
Se manifiesta por las notables anomalías gráficas que hacen
prácticamente indescifrables los textos escritos.
4.8. Alcoholismo y toxicomanías, afectan de forma similar a la
escritura cuando cualquiera de las adicciones se haya hecho cró-
nica y la persona se encuentre bajo los efectos de ellas. En ambos
casos se manifiesta por un tamaño irregular de las letras y la
deformación de las mismas, la profundidad e intensidad de
la presión decrecen y la escritura es desorganizada y también
pueden aparecer temblores.
Caja de escritura
Hampa
Jamba
Cursiva, trazada a mano con soltura con tendencia a enlazar las letras,
también se denomina itálica o bastardilla, y puede encontrarse con forma-
to de mayúscula o minúscula.
Estudio de manuscritos con fines identificativos 425
Se denomina enlace al trazo que une las letras entre sí para formar las
palabras y también a los trazos que unen los distintos grammas que com-
ponen una letra.
Los enlaces pueden ser en guirnalda, cuando la parte inferior forma una
concavidad; en arcada, cuando la parte superior forma una convexidad;
anguloso cuando está formado por trazos rectilíneos que conforman ángu-
los; o redondeado, cuando los enlaces están formados por grammas curvos.
Por la forma en que aparecen realizados los enlaces entre letras o entre
los trazos que las componen, la escritura puede ser:
5.12. Distribución
5.13. Disposición
5.14. Márgenes
• Sentido de la presión.
• Velocidad.
5.17. Idiotismos
6. FALSIFICACIÓN DE ESCRITURAS
navaja, etc., mientras que el borrado se lleva a cabo generalmente con una
goma de borrar.
Al efectuar estas manipulaciones sobre un documento el papel que lo
compone se va a deteriorar, dejando una serie de señales que nos permitirá
detectarlas, entre las que destacamos las siguientes:
6.4. Interlineación
6.5. Enmiendas
7. LA FIRMA
ciente, a la vez que irá introduciendo nuevos trazos que permitirán que la
personalice de tal manera que no exista otra firma igual.
Pero también es cierto y comprobable que la firma de una persona no
permanece siempre igual, sino que con el paso del tiempo, y cuanto más se
practique, se irá abreviando hasta tal punto que es posible que los caracte-
res puedan llegar a ser totalmente ilegibles.
Asimismo, debemos señalar que las firmas habituales de una persona
siempre presentan variaciones gráficas entre ellas, debido a que el útil de
escritura es desplazado por el mecanismo fisiológico escritor con movi-
mientos semejantes pero no coincidentes. Unas veces las variaciones serán
debidas a circunstancias endógenas (alteraciones emocionales, patologías,
etc.) y otras a circunstancias de naturaleza exógena (mala postura, soporte
inadecuado, etc.).
cionadas tanto las auténticas como las dudosas. Y, por último, la presión,
atendiendo a la variabilidad e intensidad de los trazos homólogos.
La coetaneidad es otro elemento importantísimo a tener presente en el
estudio de las firmas, pues si ha transcurrido mucho tiempo en la realiza-
ción de las firmas comparadas pueden existir diferencias notables entre las
mismas, sobre todo si corresponden a diferentes etapas de la fase evolutiva
de las firmas.
Y, por último, señalar que la muestra de firmas indubitadas con la que
contemos debe ser lo suficientemente extensa como para permitirnos apre-
ciar de forma fiable cuales son las características individualizadoras que
presentan.
Puede darse el caso que una parte de la firma sea legible y otra ilegible,
en este caso habría que describir por una parte la composición de la parte
de la firma que es legible y, por otra, el resto del conjunto que no lo es.
La rúbrica está constituida por un trazo o conjunto de ellos, elegidos
de forma arbitraria, con total libertad de ejecución y de modelo. La figura
gráfica que se constituye puede ser simple o muy compleja y embrollada,
aunque también puede ser artística, geométrica, lineal, etc.
En el mundo anglosajón la rúbrica no suele acompañar a la parte lite-
ral o legible, sino que la firma suele estar compuesta únicamente por el
nombre y el apellido o apellidos sin ningún tipo de trazo accesorio.
Otro elemento clarificador, y a tener en cuenta en el estudio general de
las firmas, es la ubicación de la misma dentro de un texto, documento
bancario, etc., ya que esta circunstancia es de alto valor identificativo, pues
cada persona acostumbra a situarla en un lugar determinado, según el
documento de que se trate, y esta ubicación será repetida de forma similar
cada vez que la realice. Si bien, este hecho, dentro de las generalidades del
estudio de las firmas, puede variar por causas involuntarias a su autor.
La dirección también hay que analizarla, comprobando de la misma si
es horizontal, ascendente, descendente, etc., para ello habrá que tener pre-
sente la orientación que muestren el resto de grafismos existentes en el
documento en el que se halle ubicada. Esta característica genérica puede
variar involuntariamente y es de fácil imitación.
El tamaño de la firma puede variar atendiendo al espacio que se haya
facilitado para plasmarla, pero no debemos olvidar que no siempre se man-
tienen las proporciones cuando se reduce el tamaño condicionado por el
espacio.
Es importante también verificar el sentido del trazado (ductus) en cada
gramma, tanto de la parte escrita como de la rúbrica.
También debemos definir el sentido de la presión de los trazos que
componen la firma, así como la intensidad de los mismos.
El formato de los caracteres que componen la signatura, si los hubiere,
y la inclinación de los mismos, también son elementos a tener en cuenta en
el estudio general de las firmas.
Por último, efectuaremos el cotejo grafonómico de los grafismos que
componen las firmas, tanto si se trata de caracteres legibles como si son
grafías ilegibles, con el fin de comparar las peculiaridades grafonómicas
que presentan los ejemplares dubitados y los indubitados. De tal forma que
si las mencionadas peculiaridades están presentes tanto en las firmas indu-
bitadas como en las dubitadas, podremos deducir que éstas con auténticas.
Si por el contrario, las características individualizadoras de las firmas
450 Análisis de manuscritos y firmas
— Estampillas
— Fotocopias
— Terminal de ordenador
— Manipulación de textos previamente firmados
— Puestas en papeles en blanco.
Cada vez son más frecuentes las películas creadas con esta técnica, a
pesar de que hace unos 100 años se produjo la primera película 3D.
La tecnología actual permite ver imágenes 3D sin necesidad de colocar-
se esas peculiares gafas.
En fotografía se está volviendo a retomar la captura de imágenes con
cámaras estereoscópicas (emulan el sistema de visión humano), y así Fuji
ha presentado la primera cámara digital estereoscópica (cuenta con dos
dispositivos de captura) que permite realizar dos capturas simultaneas de
un mismo plano, consiguiendo un efecto visual 3D cuando se visionan.
Igualmente es posible obtener copias en papel de las fotografías 3D consi-
guiéndose ese efecto tridimensional. También se están fabricando marcos
digitales. Por último cabe destacar la comercialización de televisores3D,
estos televisores irán sustituyendo a los de tecnología Plasma y LCD. La
televisión 3D permitirá un avance sustancial en la gestión del ocio de los
espectadores y será una evolución en la forma de ver la televisión. Con la
tecnología 3D un partido de futbol o el visionado de una película cobrarán
un realismo hasta ahora impensable.
Como antecedentes en la introducción de esta nueva pericia en la reso-
lución de casos penales en los laboratorios de los cuerpos policiales, cabe
destacar un apoyo en la defensa de un suboficial de la Guardia Civil. Este
suboficial se encontraba prestando servicio en un control de seguridad y
ante las maniobras de un vehículo que trataba de eludir el control policial,
el suboficial efectuó un disparo que produjo la muerte del conductor del
mismo.
Inicialmente el suboficial se encontraba en prisión provisional sin fian-
za, acusado de un delito de homicidio; no obstante él sostenía su inocencia
y manifestó que ante las maniobras realizadas por este automóvil para
eludir el control, realizó un disparo de intimidación que impactó contra el
suelo y posteriormente, tras un rebote, atravesó la carrocería del coche e
impacto y provocó el fallecimiento del conductor.
Una infografía realizada por la defensa de dicho suboficial, fue incor-
porada a la instrucción del caso e inicialmente tuvo consecuencias, ya que
dicho suboficial pudo obtener la libertad provisional. Posteriormente en la
vista del Juicio Oral dicha infografía fue proyectada. El resultado final fue
que el Suboficial no fue condenado por un delito de homicidio, sino por un
delito de imprudencia, lo cual motivó una condena inferior a tres años por
la cual dicho suboficial no fue expulsado de la Guardia Civil, ni llegó a
ingresar en prisión. La infografía demostró que el testimonio del suboficial
era factible y en consecuencia la muerte del conductor no fue más que el
resultado a una concatenación de circunstancias.
Formación del especialista en infografía forense 457
3.1. Hardware
Óptica de 25 mm:
• X: 0.22 mm.
• Y: 0.16 mm.
• Z: 0.10 mm.
Óptica de 14 mm:
• X: 0.38 mm.
• Y: 0.31 mm.
• Z: 0.20 mm.
Óptica de 8 mm:
• X: 1.40 mm.
• Y: 1.04 mm.
• Z: 0.40 mm.
Ejemplo de triangulación.
sión de los hechos que se enjuician y esa prueba realizada para ser tomada
en cuenta a la hora de dictar sentencia, ha de ser sometida a las pregun-
tas que le formulen las partes del proceso, para lo cual han de comparecer
los peritos que la suscriben, y responder públicamente y de forma oral a las
cuestiones preguntadas.
La Ley de Enjuiciamiento Criminal vigente al legislar sobre la Inspec-
ción Ocular, artículos 326 a 333, establece la necesidad de realizar planos
del lugar del hecho (artículo 327), y de describir todo lo que tenga relación
con la existencia y naturaleza del hecho (326); para ello se podrán incorpo-
rar a las diligencias policiales realizadas, fotografías, planos y croquis del
lugar de los hechos.
Hay que tener en cuenta que desde que se comete un hecho criminal
hasta que se juzga al autor/es del mismo, pasa un tiempo considerable y la
escena criminal estudiada es una de las principales piezas en la que basan
el veredicto los miembros de tribunal que enjuicia.
Si acudimos a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la sentencia de
fecha 05 de febrero de 1.988 establece que «las innovaciones tecnológicas
(…) pueden y deber incorporarse al acervo jurídico procesal, en la medida
en que son expresiones de una realidad social que el derecho no puede
desconocer», es decir, los instructores de causas penales tienen que valer-
se del desarrollo de la ciencia para una mejor instrucción. Se fomenta y
Aplicaciones periciales en la criminalística 465
8. SISTEMA DE IMPRESIÓN 3D
9. FUTURO DE LA INFOGRAFÍA
Si bien Waite podía comprobar si una bala había sido disparada real-
mente por un determinado arma de la marca «H» y del modelo «V», no
podía demostrar que una bala había sido disparada realmente por un
determinado ejemplar del modelo en cuestión.
Después de observar atentamente el proceso de fabricación de un arma
de fuego y en especial del estudio de las virutas de acero procedentes de la
realización de las estrías en el interior del ánima, descubrió, al ser éstas
observadas al microscopio, que su superficie no era lisa sino dentada. Fue
entonces cuando tomaron sentido las palabras pronunciadas por un inge-
niero de una fábrica de armas austriaca: «utilizamos los mejores aparatos
de precisión aunque nunca será posible fabricar dos armas exactamente
iguales.»
Esto significaba que cada arma dejaba en el proyectil disparado con
ella unas marcas inconfundibles, algo así como las «huellas dactilares»
humanas. Estas características distintas que no se repetían jamás eran pro-
ducidas por la diversidad de instrumentos de fabricación, su desgaste o
bien por las virutas de acero cortadas en el ánima. Sería, sin embargo Cal-
vin H. Godart, médico especialista en enfermedades cardíacas y muy afi-
cionado a las armas, quién despejaría toda duda:
«Toda arma de fuego deja marcadas en los proyectiles unas señales
características, además del calibre la orientación de las estrías, etc., que
tienen un valor semejante a las «huellas dactilares» para la identificación
de las personas. Incluso en la parte posterior de las vainas de los cartuchos
existen características que nada tienen que ver con la estructura del percu-
tor, la cabeza del cierre o el tope del expulsor, sino que pueden atribuirse a
huellas de las máquinas utilizadas en la fabricación del arma.»
Hay que mencionar también en este punto a Gravelle, uno de los cola-
boradores de Waite, quien ante la dificultad que suponía tener que memo-
rizar las características del primer proyectil para luego compararlo con el
segundo inventó lo que hoy supone el instrumento fundamental en la téc-
nica del cotejo balístico, el microscopio de comparación (instrumento éste
que permitía ver en una sola imagen y a un aumento considerable dos pro-
yectiles simultáneamente).
También en Europa se fue avanzando considerablemente en el campo
de la Balística Forense, así el profesor Balthazard sentó las bases de los
métodos modernos de investigación. Fue el primero en formular la nomen-
clatura de los diversos elementos del arma que imprimen su huella en la
bala o en el casquillo, y observó que, incluso en una fabricación en serie y
con el mismo utillaje, su aspecto varía hasta el punto de permitir la identi-
ficación.
484 Balística forense
tidad existentes entre las lesiones o marcas que presentan los casquillos y
proyectiles, una vez disparados, y las partes del arma que, al interaccionar
con aquellos, producen dichas señales identificativas».
No obstante lo anterior, para los expertos esta Ciencia no se restringe
únicamente a una mera identificación, sino que sobre una base científica,
aplicando unos procedimientos técnicos adecuados, pretende resolver,
mediante una metodología preestablecida doctrinalmente, toda la proble-
mática que plantea la investigación técnico-policial de hechos delictivos en
los que se estime hayan intervenido, ya sea activa o pasivamente, armas de
fuego y la cartuchería por éstas disparada. Es, por tanto, una acepción
especial de la ciencia Balística, que realiza estudios en todos los campos
tradicionales de ésta, a saber: Balística Externa, Balística Interna, Funcio-
nal o Mecánica, Balística de Efectos y la Balística Identificativa (a la que
correspondería esencialmente la primer definición dada).
Veamos en qué consiste cada una de ellas.
Vamos a tratar en este apartado cuales son los aspectos técnicos del
arma que tienen una importancia crucial en la pericia ya sea porque de
ellos se pueden obtener datos para la investigación o bien porque su estu-
dio es irrenunciable para poder llegar a afirmar que «el arma funciona
eficazmente». Con esta expresión el perito quiere poner de relieve que,
independientemente de los defectos encontrados en el estudio, los meca-
nismos del arma de fuego funcionan de forma tal que, al introducir un
cartucho en la recámara (manualmente o no) y oprimir el disparador, se
produce la detonación del cartucho y el proyectil o proyectiles salen por la
boca del cañón.
1
Era la conocida como «REGLA BORE» y fue adoptada por la Convención de Bru-
selas del citado año.
2
En la actualidad este método ha quedado obsoleto y, los fabricantes han adoptado
un diámetro interior mínimo, expresado en milímetros, conservando la denominación an-
terior. Así el calibre 12 corresponde a diámetros internos entre 18,2 y 18,6 mm.
492 Balística forense
un «punto de mira», situado en la parte anterior del arma o más lejana del
tirador. Estos elementos son, junto al cañón y su estriado, los que el tirador
utiliza para que el proyectil llegue con una trayectoria más o menos tensa
a su destino.
En cuanto al «alza» cada fabricante, dependiendo del tipo de arma,
monta una que resulte eficaz para el tipo de disparo que se va a realizar.
Así por ejemplo, en los casos de armas cortas, podemos encontrar «alzas»
regulables o fijas montadas sobre el armazón o sobre la corredera, con
forma de «U» o «V», normalmente. En armas largas o subfusiles, se con-
figuran como de tipo «de librillo» (con varias posiciones dependiendo la
distancia a la que se encuentre el blanco), o de «cremallera» (que se pue-
de elevar progresivamente a dependiendo de la distancia a la que se
encuentre el blanco).
Como en el caso del elemento anterior, el «punto de mira», también
varía dependiendo del fabricante y del arma que va a fabricar, presentando
formas semicirculares, rectangulares, triangulares, en rampa,…etc. Al igual
que ocurre con el alza este elemento puede ser fijo o regulable y en algunas
armas largas, como rifles o fusiles, el fabricante suele protegerlos con una
pieza circular que se denomina «cubrepunto».
Añadir a todo lo anterior que, en el caso de las armas largas, como
rifles o fusiles, que son utilizadas en la caza mayor, los usuarios suelen
adaptar a sus armas «miras telescópicas», las cuales permiten una mejor
visión de la pieza, y por tanto, una mayor puntería.
cha el perito para conocer su origen así como las características princi-
pales de la misma.
Prueba superior, con pólvora sin humo, de armas con cañones lisos
de retrocarga (escopetas).
Control de municiones.
Ejemplo de troqueles
en un arma de fuego
498 Balística forense
3
Todo arma de fuego fabricada en España deberá llevar punzonada la marca de
fábrica, la numeración correlativa por tipo de armas y el punzonado reglamentario de un
banco oficial de pruebas español o reconocido por España. También llevarán numeración
correlativa las armas de las categorías 3.3, 4 y 7.1, 2 y 3 (art. 28.1 del vigente RA).
Dichas marcas deberán aparecer, en las pistolas y revólveres en el armazón; en las
armas largas rayadas en el cajón de mecanismos y en las escopetas en el propio cajón de
mecanismos o en la carcasa y en los cañones. En los casos de armas que pudieran ofrecer
dudas o dificultades de espacio para su inserción, deberán aparecer en el lugar que decida
el banco oficial de pruebas, participándolo a la Dirección General de la Guardia Civil (art.
29.2 del vigente RA).
4
La numeración de fábrica será compuesta, y deberá constar en todo caso de las
siguientes partes: Número asignado a cada fábrica por la Intervención Central de Armas y
Explosivos, número correspondiente al tipo del arma de que se trate, número secuencial de
cada arma fabricada, comenzando cada año en el número 1 y las dos últimas cifras del año
de fabricación (art. 28.2 RA).
Estudio pericial de las armas de fuego 499
El estudio del arma debe ser completado con sendas imágenes del
arma en las que deberán mostrarse cada uno de sus lados. En ellas es con-
veniente que pueda observarse los diferentes troqueles con que la misma
500 Balística forense
fue punzonada (si no aparecen será necesario hacer fotos de detalle de los
mismos). Asimismo, es conveniente presentar una imagen con cada una de
las anomalías observadas en sus mecanismos.
Llegada la hora de la prueba del arma, es cuando las medidas de segu-
ridad deben ser más estrictas procurando, en caso de que el arma tenga
alguna anomalía que pudiera suponer un riesgo para el tirador, utilizar
mordazas o cualquier herramienta que evite el contacto directo de la mano
del perito con el arma.
Escopeta
recortada.
Estudio pericial de las armas de fuego 501
5
Armas que sean el resultado de modificar sustancialmente las características de fa-
bricación u origen de otras armas, sin la reglamentaria autorización de modelo o prototipo
(art. 4.1.a del RA).
Estudio pericial de las armas de fuego 503
de bisel, a la vez que se elimina la aguja percutora con el fin de que en nin-
gún caso el arma pueda ser rehabilitada.
Hay armas que después de haber sido inutilizadas han sido de nuevo
rehabilitadas lo cual equivale, según la Comisión Interministerial Perma-
nente de la Intervención de Armas del Ministerio del Interior, a fabricar un
arma nueva.
— Casquillo o vaina.
— Fulminante o cápsula iniciadora.
— Pólvora.
— Proyectil o bala.
6
Inicialmente estaba compuesta por un fulminato de metal, especialmente el fulmi-
nato de mercurio. Este compuesto así como otros utilizados eran altamente oxidantes por
lo que deterioraban rápidamente las armas. Por ello y con el fin de evitar el deterioro se
comenzaron a utilizar mezclas no oxidantes, como el sinoxid o el tetrinox.
506 Balística forense
5.1.3. La pólvora
7
En 1884, Paul Vielle descubre que la nitrocelulosa podía disolverse en éter o alco-
hol, amasándola y laminándola para darle la forma adecuada. Es así como nacen las pól-
voras de nitrocelulosa, de base simple (pólvoras sin humo). Estas pólvoras presentaban un
potencia tres veces mayor a la de la pólvora negra y además los productos de su combustión
eran completamente gaseosos y no producían humos. Este descubrimiento junto con el de
Alfred Nóbel, que consigue la gelatinización de la nitrocelulosa mediante nitroglicerina
(aparición de las pólvoras de doble base), supondrán la desaparición generalizada de la
pólvora negra como elemento propulsor en la mayor parte de las municiones.
508 Balística forense
— El calibre.
— Su forma. Por su forma, los proyectiles suelen ser cilindro-cónicos
o aproximarse a esa figura. En algunos la base es troncocónica.
Únicamente varía la punta, que puede ser redonda, afilada, ojival o
chata. En general puede decirse que cuanto mayor sea el alcance de
un arma, mayor será la longitud del proyectil, en relación con su
diámetro, y su punta será más afilada. Estas son las características
de los proyectiles utilizados en los fusiles militares.
— La composición de su núcleo. Los núcleos
de los proyectiles suelen ser de un metal,
generalmente plomo o una aleación endu-
recida de él. En algunos casos excepciona-
les, el núcleo de plomo se prolonga en una
punta de aluminio u otro metal ligero para
dar mayor longitud al proyectil, sin aumen-
tar su peso, y ganar así precisión.
— Las aleaciones de sus camisas. Las camisas
están fabricadas en metales blandos y/o
diferentes aleaciones metálicas. Los más
frecuentes son el latón, el cobre recubierto
de zinc, el cupro-níquel, el acero, el latón
con un revestimiento de cupro-níquel y la
Diferentes tipos de proyectil aleación de cobre (85 a 95 %) y zinc (15 al
por forma y calibre. 5 %), de aspecto dorado y brillante.
Estudio pericial de las municiones de las armas de fuego 509
Bala semiblindada.
510 Balística forense
Uno de los primeros problemas que se encuentra aquel que da sus pri-
meros pasos en el mundo de la balística es que al no existir una norma
concreta para nombrar el calibre de los cartuchos, éste es denominado de
diferentes formas. Así nos encontramos con: 7,62 × 51 NATO que equivale
a .308WIN, ó el 9 ×17 mm que es lo mismo que 9 mm Corto ó 9 Kurtz ó
.380 ACP.
Vamos a intentar desentrañar que significan cada una de estas siglas.
Existen dos sistemas distintos de nombrar la cartuchería metálica: el
sistema anglosajón y el sistema centro-europeo.
Sistema Europeo
8
Esta medida es en realidad el diámetro nominal. Siempre inferior al diámetro real
de la bala, debido a que esta debe deformarse para adaptarse a las estrías del cañón.
Estudio pericial de las municiones de las armas de fuego 511
Sistema Anglosajón
9
Los británicos utilizan la denominación en milésimas de pulgadas mientras que los
norteamericanos utilizan expresiones en centésimas de pulgada.
10
1 grain equivale a 0.0648 gramos.
512 Balística forense
— Vaina.
— Pistón.
— Taco.
— Carga de pólvora.
— Carga de proyección.
5.2.2. La vaina
11
La más utilizada, por su flexibilidad, es el latón 72/28 (72% cobre y 28% cinc).
Estudio pericial de las municiones de las armas de fuego 513
5.2.3. El pistón
Despiece de un pistón.
5.2.4. El taco
Esquema de un taco
Sobre estas líneas, de izquierda a derecha y de arriba abajo, (1) bala tipo flecha
con sabot descartable (Gévelot Frecet) 1; (2) Winchester 12 Slug; (3) bala slug «Elica»,
hueca con superficies aerodinámicas internas para provocar el giro; (4) bala Segatori
«Brevetto Segatori Italy» en que se aprecia su construcción: una bala con tres postas
de gran diámetro; (5) bala Federal «Hi-Shock» de cobre macizo y con sabot en dos piezas;
(6) bala Federal «Foster», con forma de dedal.
516 Balística forense
12
Un ejemplo de redacción podría ser el siguiente:
«Teniendo en cuenta sus características diseño y dimensiones, podemos determinar que
se trata de un cartucho que pertenece a munición semimetálica de percusión central del calibre
12/70, que estuvo cargado originalmente con perdigones de 8.ª (esferas de plomo de 2,25 mm
de diámetro y 0,0652 gramos de peso cada una) y que fue fabricado por «Unión Española de
Explosivos», de Vitoria (España).»
Introducidos en la escopeta peritada del calibre 12 (o en un arma de su calibre existen-
te en el laboratorio) se comprobó que el/los cartucho/s eran percutidos y disparados por la
misma.
Análisis identificativo de casquillos y proyectiles 521
Escariador de recámara.
Por lo tanto, dos cosas distintas han de producir señales diferentes. Por
reducción al absurdo, debemos concluir igualmente que cuando las señales
son iguales tienen que haber sido producidas por el mismo objeto. De ahí
que se pueda afirmar que dos casquillos o proyectiles con las mismas
señales han sido disparadas por una misma arma y no quepa la duda
de la existencia de dos armas idénticas.
Análisis identificativo de casquillos y proyectiles 523
Cuatro son, fundamentalmente, las partes del arma que actúan sobre
la superficie del casquillo y que dejan en el mismo las marcas que luego
serán estudiadas por el perito con fines identificativos: cabeza del cierre,
percutor, extractor y expulsor.
En la Foto 33 del Anexo Fotográfico se presentan los elementos que
imprimen las principales señales sobre los casquillos.
Imágenes de las cabezas de cierre de diferentes pistolas, en las que podemos observar la
diferente configuración de cada una de ellas , lo que ocasionará una diferente disposición de
las marcas resultantes sobre el culote del casquillo.
13
La presión que se alcanza en la recámara, dentro de un mismo calibre, puede va-
riar y depende de factores tan dispares como el peso de la bala, la carga de pólvora del
cartucho, el tipo de pólvora usada, que haya suciedad en el cañón, el uso de una bala sobre-
dimensionada, la profundidad de los campos, el empleo de un cañón poligonal, etc.
Análisis identificativo de casquillos y proyectiles 525
B) SEÑALES DE PERCUSIÓN
14
Cuando la punta del percutor es acabada a máquina presenta, en lugar de una
superficie esférica, una serie de mesetas circulares cuyo radio disminuye a medida que se
acercan a la punta. Esta señal sólo sirve para afirmar que ambos percutores tienen esas
mesetas circulares, pero no para afirmar que son idénticos. A la conclusión de identidad
sólo se llegará cuando las mesetas de ambos presenten exactamente la misma topografía.
15
El grano es consecuencia de la mecanización sufrida por la pieza y aparece en la
punta del percutor. Su presencia en la cápsula se manifiesta en forma de una pequeña de-
presión en el fondo del pozo.
526 Balística forense
Profundidad de la percusión. En
dos armas idénticas que emplean los
mismos cartuchos, la profundidad del
Forma peculiar del pozo percutor pozo producido por el percutor,
determinado por la terminación depende fundamentalmente de: la lon-
de la punta aguja percutora que gitud del percutor y del grado de pre-
lo hirió (grano). sión producida por la deflagración de
la pólvora.
La fuerza con que el culote de la cápsula es empujado hacia atrás es
constantemente distinta, es decir, los pozos de percusión producidos por
un arma sobre cartuchos de una misma serie son también distintos cons-
tantemente. De esta forma se enuncia el principio de profundidad del
pozo: «La profundidad del pozo producido por un percutor sobre una cápsu-
la iniciadora no sirve para establecer la identidad de dos cápsulas dispara-
das».
Excentricidad
de la percusión.
C) SEÑALES DE EXTRACCIÓN
Las señales producidas por la uña extractora van a ser distintas según
el tipo de arma empleada.
En las armas de cerrojo las señales más comunes son:
— Primera: sobre el fondo del canal, que separa el culote del resto del
casquillo. Deben concurrir dos circunstancias para que aparezca:
que la uña extractora se aproxime mucho al fondo del canal y que
exista presión suficiente para expansionar la cápsula y se ciña a la
uña. (en la imagen aparece como E3).
— La segunda de las señales es la que se produce en la cara del rebor-
de que da al canal cuando la uña extractora tira de la cápsula, que
ha quedado encajada en la recámara debido a la gran presión (en la
imagen como E4).
— Otra señal muy común aparece en la pared del culote del casquillo.
Esta señal se produce cuando el culote se encaja en la cabeza del
cierre y la uña por rozamiento pasa sobre él y se encaja en el canal
(en la imagen como E2).
D) SEÑALES DE EXPULSIÓN
E) SEÑALES DIVERSAS
señales indica que han sido introducidas en el mismo arma, pero puede que
no hayan sido disparadas, ya que estas señales son anteriores al disparo y
se pueden haber producido sin disparar el proyectil.
Las señales accidentales adoptan formas muy diversas al ser su origen
golpes y arañazos. Se pueden producir antes de introducir el cartucho en
el cargador, o bien al introducirlo en el mismo.
Por ello estas señales revisten gran peligrosidad pues pueden repetirse
en varios cartuchos y sin embargo son independientes del arma que produ-
ce el disparo.
Podemos así concluir que: «las señales que no sean producidas por
sistemas del arma que actúan durante o después de la detonación del car-
tucho han de ser examinadas con mucho recelo».
Señales en las paredes del casquillo producidas por los labios del cargador.
Señales en las paredes del casquillo producidas por las paredes de la recámara.
Análisis identificativo de casquillos y proyectiles 531
Señales primarias de los casquillos percutidos por dos pistolas Astra 1921.
Pues bien, el perito, una vez determinado el tipo de arma que disparó
el casquillo/s dubitado/s, debe determinar si todos ellos lo fueron por un
mismo arma. Esa conclusión será deducida, por tanto, tras estudiar lo que
se han definido como señales secundarias o particulares.
Las señales primarias, siendo semejantes para cada tipo de arma,
son diferentes en su configuración para un arma en particular. Es decir la
señal de expulsión de la pistola marca «STAR, MODELO «BM» n.º 12.345
será semejante en forma y tamaño a la de su misma marca y modelo y
n.º 12.346, si bien los microsurcos, lesiones y morfología interna de esa
señal de expulsión sólo se mantendrá constante para todos los casquillos
percutidos por un mismo arma.
Son por tanto las señales secundarias las que definitivamente seña-
larán a un arma individual (de marca, modelo y n.º de fabricación
concreto) como la que percutió los casquillos encontrados en la escena
del crimen.
En la Foto 34 del Anexo Fotográfico se muestran sendos ejemplos de
señales particulares en virtud de las cuales el perito determina la identidad
definitiva del arma de fuego que percutió los casquillos objeto del análisis
identificativo.
A continuación se puede apreciar dos señales de expulsión de un arma
de la misma marca y modelo. En ellas se puede apreciar su similitud en
forma si bien, a diferencia de lo que se mostraba en figuras anteriores, no
es posible encontrar coincidencias en su morfología de detalle que nos lle-
ven a afirmar que fueron producidas por el mismo arma de fuego.
Análisis identificativo de casquillos y proyectiles 533
Una vez que el proyectil abandona el ánima del arma tendrá un aspec-
to similar al que se observa en la figura siguiente. Sobre él pueden obser-
varse una serie de señales estriadas que de forma paralela, y con una cierta
angulación, parten de su base hacia su punta.
La morfología, distribución y número de esas señales permitirán más
tarde realizar un estudio pericial sobre el calibre y tipo de arma que pudo
disparar ese proyectil. En la Foto 36 se presentan las señales del proyectil.
Los campos y estrías del proyectil se corresponden con la huella dejada
sobre él por las estrías y campos del ánima del arma respectivamente.
16
En la actualidad los peritos utilizan la base de datos denominada «General Rifling
Characteristics» (GRC) publicada por el Federal Bureau of Investigation (FBI). En dicha
base de datos aparecen las características morfológicas de los proyectiles de municiones de
armas de fuego conocidas en las que se incluyen, por tipo de arma y modelo, datos como:
ancho de estría y campo, paso del arma o angulación de estriado, dirección del estriado y
número de estrías así como el peso, diámetro y longitud del proyectil.
Análisis identificativo de casquillos y proyectiles 535
17
Hay que tener en cuenta que según el nivel de deformación del proyectil a veces no
será posible, ni siquiera, asegurar el calibre genérico del mismo.
536 Balística forense
18
Siempre y cuando el número de disparos efectuados entre dos proyectiles no sea
muy elevado.
Análisis identificativo de casquillos y proyectiles 537
19
Esta distinta intensidad de grabación por zonas tiene en sí un gran valor identifi-
cativo.
538 Balística forense
(a) Forma en que un proyectil encamisado, muy ajustado y sometido a una gran presión se
ciñe al anima (forma ideal); (b) Forma de ceñirse de un proyectil de plomo; y (c) Ceñido
común de un proyectil encamisado.
20
El paso es la longitud del cañón en la que el proyectil da una vuelta completa sobre
si mismo. La distancia recorrida o paso es inversamente proporcional al ángulo del estria-
do. Es decir, a mayor ángulo de estriado menor será el paso y viceversa.
540 Balística forense
Con estas cápsulas se inicia el cotejo, pero el resto deben ser guardadas
por si fueran necesarias para ulteriores revisiones.
Este examen preliminar acabará con unas conclusiones sobre el tipo de
arma que pudo haber disparado las vainas criminales. Este estudio, caso
de existir arma sospechosa, nos confirmará si la misma coincide con las
características del arma que disparó las evidencias peritadas; si ello no
fuera así, el citado arma debería ser, desde este momento, descartada como
sospechosa. Caso de no existir arma sospechosa, el estudio se constituirá
en dato crucial para el investigador ya sea centrando la línea investigativa
de la unidad operativa encargada de la investigación del crimen o bien
confirmando alguna de las que ya seguía.
21
Harry SODERMAN y John J. O’CONNEL, «Métodos modernos de Investigación
Policíaca». Editorial Limusa, Mexico. Pág, 286 y ss.
544 Balística forense
22
La Vi. debe alcanzar el mayor valor posible, pues en función de ella se obtendrá
una mayor energía y una trayectoria más estable que, por ende, proporcionará una mayor
precisión.
23
Cuando se hace referencia a la (Vr), se debe indicar concretamente la distancia a la
boca del cañón a la que se realizó la medida, pues ello influenciará a la hora de calcular
la energía remanente del proyectil.
24
La energía cinética de un proyectil es igual al producto de su masa por el cuadrado
de la velocidad, todo dividido por dos (EC=1/2.m.v²) y se expresa en Kilogrametros (Kgm) o
en Julios (J). La energía del proyectil varía a lo largo de su trayectoria y está en función de
la (Vr) en cada punto de la misma.
546 Balística forense
25
El diseño de los proyectiles tiene como objetivo fundamental atenuar estos efectos
así, para reducir estas turbulencias en la zona trasera del proyectil, se estrecha la base del
culote con una inclinación de entre 5° y 10°. No obstante, nunca se llega a conseguir una
total desaparición de aquellas.
26
La fórmula para calcular el Coeficiente Balístico es: CB = M / d2 * K
Unidades: kg / m2. Donde:
«M» es la masa (peso) del proyectil, «d2» es el cuadrado del diámetro (diámetro del
proyectil al cuadrado) y «K» es un factor de forma que está relacionado con la forma de la
punta que penaliza a los proyectiles de punta chata y favorece a los puntiagudos.
Estudios de balística externa 547
deadas. Así en general los proyectiles con puntas ojivales ofrecen menor
resistencia al avance, mantienen una mayor velocidad y su energía cinética
es igualmente más alta. Esto dará lugar a mayores alcances de disparo y
mayores velocidades y energías residuales en el momento del impacto.
27
Esto es lo que se denomina como «alcance máximo» del proyectil, es decir el punto
de su trayectoria en que su velocidad es cero, o máxima distancia alcanzada por el proyec-
til antes de pararse. Este concepto hay que diferenciarlo del de «alcance eficaz», que es la
distancia máxima a la que el proyectil mantiene una cantidad de energía suficiente para
causar daños letales en el blanco impactado (esta definición se aporta desde un punto de
vista puramente policial).
548 Balística forense
Son estas las que van a determinar la forma definitiva de la trayectoria del
proyectil: la parabólica.
Otro de los conceptos que deben aclararse sobre la trayectoria del pro-
yectil es el de que el proyectil nunca se eleva respecto de la línea imaginaria
que determina el eje del cañón.
Interpretación de la forma
del orificio de impacto.
552 Balística forense
28
Todo lo dicho en este apartado debe entenderse referido al uso de munición de
proyectil múltiple (perdigón o posta).
Estudios de balística externa 553
Posiciones más
probables del tirador
y víctima partiendo del
informe de autopsia.
29
Tan es así, que si en una hipotética nueva inspección ocular las mismas muestras
fueran reseñadas en lugares diferentes a los que lo fueron en la anterior inspección, el re-
sultado sería de seguro muy distinto al obtenido en el primer estudio.
556 Balística forense
30
GSR es el acrónimo generalizado con el que se designa a los residuos de disparo.
La expresión a la que alude es la inglesa «Gunshot Residues».
31
La expresión de «tatuaje del disparo» ha de entenderse únicamente a efectos di-
dácticos para nombrar el esquema de la marca dejada por los residuos del disparo sobre el
blanco en que inciden.
Análisis de los residuos de disparo (GRS) 557
B) Pruebas de colorimetría
32
Este test es conocido como «Test de Lesczinski».
Análisis de los residuos de disparo (GRS) 561
Pd = Er × d2
33
Kpm es el acrónimo de la unidad de medida de energía, Kilopondímetros.
La balística de efectos. Las heridas por arma de fuego 565
PP= Er / C
34
Una consecuencia directa de esta conclusión es que las municiones de calibres
pequeños tienen un poder de detención poco importante y que para conseguir poderes de
detención altos es necesario obtener altas velocidades iniciales que proporcionen elevados
valores de energía cinética en boca de cañón.
566 Balística forense
35
El estudio de cavidades permanentes se realiza sobre gelatina ya que los efectos
ocasionados en ella por proyectiles de municiones de armas de fuego se consideran compa-
rables a los que se obtendrían sobre tejido muscular animal.
568 Balística forense
36
Los mayores efectos se consiguen en disparos perpendiculares a la superficie de
impacto, cuanto mayor sea el ángulo de inclinación respecto a la vertical del plano de im-
pacto menores serán los efectos de los gases de combustión pues éstos tendrán una mayor
capacidad de expansión antes de producirse el impacto.
570 Balística forense
37
El collarete erosivo recibe nombres diversos según la bibliografía que se consulte
así es denominado también como: cintilla erosiva, cintilla de contusión, collarete contuso-
erosivo …, etc. De igual manera se pueden encontrar acepciones como collarete de limpieza
para hacer referencia al anillo de suciedad.
La balística de efectos. Las heridas por arma de fuego 571
A) El orificio de entrada.
Su forma dependerá del ángulo de incidencia del proyectil. Será circu-
lar para disparos perpendiculares, oblicuo para disparos con ángulo de
impacto diferente a 90° o en canal, en los casos de disparos tangenciales a
la superficie de impacto.
38
El diámetro será menor cuanto más puntiagudo sea el proyectil.
572 Balística forense
B) El collarete erosivo.
Es el resultado de la excoriación epidérmica producida alrededor del
orificio de entrada. Tiene un aspecto apergaminado, no suele exceder de
1mm de anchura y su color es rojo carmín.
El paso de la bala a través de la piel deprime a ésta en dedo de guante
debido a la elasticidad de la dermis, mientras que la epidermis, no elástica,
se desgarra en la base del cono de depresión dando lugar a una erosión
epidérmica concéntricamente al orificio de entrada.
La forma circular o en media luna más o menos alargada de la erosión
depende naturalmente del ángulo de tiro, perpendicular (circular) u oblicuo
(media luna). En la Foto 44 del Anexo Fotográfico se representa un esque-
ma gráfico de la formación del collarete erosivo y del anillo de suciedad.
C) El anillo de suciedad.
Es un ribete negro, circular, que se sitúa en el borde del orificio de
entrada, sobre el collarete erosivo. Este anillo está formado por la herrum-
bre, partículas metálicas, granos de pólvora y suciedad que hubiera en el
ánima del arma antes del disparo. La parte anterior del proyectil arrastra
todo ello y lo deposita, por roce, en el borde del orificio de entrada. Si hay
interposición de ropa, el limpiado se producirá sobre el vestido externo.
Los caracteres de proximidad son los que aparecen en las heridas por
arma de fuego en disparos efectuados a corta distancia. Dichos caracteres
son los siguientes: la estrella, la quemadura, la mancha y el tatuaje.
I. La estrella
II. La quemadura
III. La mancha
IV. El tatuaje
Por todo ello, es muy común que estas marcas de fábrica aparezcan
«borradas» total o parcialmente para así negar al investigador toda la infor-
mación que su conocimiento aporta a la investigación.
Las formas de eliminar estas marcas son diversas: desde el mero
«sobre-estampamiento» de otros números sobre la numeración original,
hasta el lijado o fresado de la superficie en la que se encontraba dicha
numeración.
Fase de aplicación
del reactivo químico.
39
El reactivo Fry está compuesto por: cloruro cúprico, ácido clorhídrico y agua destilada.
40
El reactivo de Villela está compuesto por: glicerina, ácido fluorhídrico y ácido ní-
trico. Existen otras variaciones de éste añadiendo ácido clorhídrico.
Restauración de números y troqueles borrados 581
41
El voltaje crítico es diferente para cada metal. Así, por ejemplo, para el hierro es
6 V y para el aluminio es 7,5 V.
42
La experiencia ha demostrado que los mejores resultados en este método se tienen
aplicando las partículas sobre una fina película de aceite.
582 Balística forense
• Crear una base de datos con las imágenes de todos los elementos que
figuran aún sin identificar. El sistema permite anexar a cada imagen
toda la información relacionada con el hecho delictivo en que fue
hallado el vestigio balístico así como aquellos datos técnicos de uti-
lidad pericial (calibre, estriado, … etc.).
43
Por citar algunos: Ballistika (empresa turca Tübitak Odtü Bilten), CIBLE (sistema
desarrollado por empresas francesas para la Policía y Gendarmería Francesas), DRUGFI-
RE (sistema americano, hoy en desuso, similar al IBIS), LUCIA, SCICLOPS, GE/2, … etc.
44
Acrónimo que se corresponde con la expresión «INTEGRATED BALLISTICS
IDENTIFICATION SYSTEM».
El sistema automático de identificación balística (SAIB) 583
45
Las firmas informáticas son la interpretación matemática de cada imagen digital,
las cuales son creadas partiendo de la aplicación de un algoritmo matemático que el siste-
ma implementa automáticamente en las correlaciones.
586 Balística forense
Imagen ofrecida por el SAS y que es utilizada por el perito para realizar la primera
correlación que le llevará a determinar los candidatos para ser comparados
en el macroscopio de comparación.
Entre las ventajas que el SAIB ofrece a los laboratorios podemos destacar:
46
EL SAIB se configura como una herramienta forense necesaria y complementaria
a la acción de organizaciones como Interpol o Europol.
47
Hasta ahora uno de los grandes inconvenientes de sistemas como el IBIS reside en
que la introducción de imágenes, a pesar de seguir un único protocolo, no se hace de forma
automática por el sistema, es decir, existen diversos parámetros de la imagen que dependen
completamente del criterio personal del técnico o perito que toma la imagen. La diferencia
de criterio entre los técnicos encargados de la introducción de los elementos en la base,
producen ligeras variaciones en la toma de las imágenes que posteriormente influenciarán
en la «firma» que de las mismas realiza el sistema.
Capítulo XIV
La inspección ocular en la
investigación criminal
1. INTRODUCCIÓN
2.1. Aislamiento
2.3. Observación
El abandono del lugar de los hechos es un aspecto que tiene por objeto
verificar la inexistencia de evidencias sin recoger, así como asegurar la
retirada de los restos y material propios. Esta actividad que es una actua-
ción que debe ser dirigida y supervisada, en cada caso, por el responsable
del equipo técnico interviniente, comprende las siguientes acciones:
2.7.1. Identificación
2.7.2. Motivo
2.7.3. Preliminares
— Fecha de inicio.
— Hora de inicio.
— Personas presentes.
— Descripción del Lugar (cerrado, abierto, vehículo).
— Estructura del trabajo a realizar (ejemplo para una vivienda):
• Descripción de accesos.
• Presentación del lugar al inicio de la Inspección Técnico Ocular.
• División de la vivienda para su estudio.
• Estudio de la vivienda con luz blanca.
• Estudio de la vivienda con luz forense.
• Revelado de huellas.
— Hora y fecha de finalización de la Inspección Técnico Ocular.
— Evidencias/muestras recogidas.
— Destino de las evidencias/muestras.
598 La inspección ocular en la investigación criminal
3. FORMA DE ACTUACIÓN
• Fotografía de DETALLE.
6. CADENA DE CUSTODIA
• Nitroalifáticos: Nitrometano
• Nitroaromáticos: Ácido pícrico, Trinitrotolueno, Dinitrotolueno
• Nitraminas: Hexógeno, Octógeno
• Ésteres nítricos: Pentrita, nitroglicerina.
• Peróxidos orgánicos: Triperóxido de triacetona
• Fulminatos: Fulminato de mercurio
• Azidas metálicas: Azida de plomo
• Sales inorgánicas: Nitrato Amónico, Nitrato potásico, derivados de
los ácidos clórico y perclórico
• Cloratita.
• Amonitol.
• Perclorato y azúcar.
• Mezclas de cloro de piscina con alcohol, glicerina o aceite.
5.1. TNT
Nombre Composición
Nombre Composición
5.2. RDX
5.3. DNT
5.4. EGDN
5.5. HMX
Las siglas HMX vienen del inglés High Melting Explosive, se trata del
compuesto ciclotetrametilentetranitramina, también conocido como octó-
geno. Es un sólido incoloro, muy estable y poco soluble en agua. Es soluble
en acetona y se trata de un explosivo secundario. El HMX se sintetiza a
partir de sustancias como la examina, el nitrato de amonio, el ácido nítrico
y el ácido acético. A elevadas temperaturas explota de forma violenta.
5.6. NG
5.7. TETRIL
5.8. PETN
5.10. Propulsores
Entre las características de esta técnica podemos decir que nos propor-
ciona un análisis muy rápido, algo más de un minuto de sustancias tanto
de origen orgánico como inorgánico. El manejo de este tipo de equipos es
sencillo y requieren muy poco mantenimiento, además la preparación de
la muestra es escasa y el coste por análisis casi nulo.
Una técnica similar a la Espectroscopia Infrarroja y que se está apli-
cando ya en Química Forense es la Espectroscopía Raman. Se trata de otra
técnica espectroscópica basada en el efecto Raman que tiene lugar la inci-
dir la luz sobre una molécula e interactúa con la nube de electrones de los
átomos de ésta, de manera que nos proporciona una huella dactilar de la
molécula o compuesto de interés de manera que puede ser identificado.
Adsorbido en sólido
Partición Líquido Líquido poroso en columna
tubular
Solido en placa de
Capa fina Liquido Liquido o Solido vidrio o líquido sobre
partículas
En intersticios
Gel Liquido Liquido
polímero sólido
para evitar el ensanchamiento de las bandas. Las columnas por las que
discurre la muestra se encuentran en el interior de un horno termostatiza-
do y suele tratarse de columnas capilares de diámetros inferiores a 1 mm
(300-200 um) y de una longitud de hasta 50 metros, en cromatografía líqui-
da hablamos de columnas de 25 cm y diámetros de 4,6 mm.
Una vez los componentes pasan por la columna llegan de forma esca-
lonada al detector que va ser capaz de medir los cambios producidos en las
propiedades del gas portador en presencia de pequeñas cantidades de ana-
lito, así tendremos una amplia gama de detectores: Detectores de conduc-
tividad térmica, de ionización a la llama, de captura electrónica, de masas,
de masas-masas.
La figura siguiente muestra un cromatograma obtenido con un croma-
tógrafo de gases y detector de captura electrónica.
8. BIBLIOGRAFÍA
2. INTRODUCCIÓN
5.1. Generalidades
Dubitadas:
• Directamente relacionadas con el accidente o crimen.
• Desconocemos su origen.
• Puede no ser representativa (escasa muestra)
• Procedencia: zapatos, vehículos, ropa, distintos utensilios, etc.
Indubitadas:
• Recogidas por el investigador.
• Conocemos su origen.
• Incluye la escena del crimen u otra sugerida por el sospechoso.
El tipo y tamaño de muestras que hay que tomar depende de las carac-
terísticas del suelo, de la actividad que tenga lugar en el lugar de los hechos,
del tipo de contacto entre la muestra indubitada (ej. zapato) y el lugar, y
644 Análisis criminalístico de suelos
• Generalmente:
— Sedimentos de grano fino: 150 gr. seco.
— Grano grueso o materiales heterogéneos: 500 gr. (> arena gruesa).
— Muestras de 2 gr. o menos pueden ser suficiente para distintos
análisis, pero aumenta potencialmente la variación debido a
una distribución irregular del tamaño de partículas.
• Cotejo de muestras de calzado:
— 0-1 cm. cuando el contacto con el suelo de la escena del crimen
ha sido superficial.
— 0-5 cm. cuando el calzado presenta abundante barro como con-
secuencias de que el suelo se encuentra húmedo.
• Zanjas o fosas: intervalos regulares en profundidad (ej. 0 a 5 cm.).
También se pueden tomar muestras de la mezcla de sedimentos.
• Suelos cohesionados. Mediante cuchillo o espátula se harán los cor-
tes necesarios para obtener bloques, los cuales pueden ser estudia-
dos detenidamente en el laboratorio.
• Recogida de vegetación:
5.6. Conservación
6. TÉCNICAS ANALÍTICAS
Trazas Biológicas:
6.1.1. Color
Caso 1: Homicidio
A 17500 12700 331 110 87.2 22.4 16.7 46.0 214 49.9
B 18800 19400 321 103 93.7 19.8 19.3 43.4 216 53.7
C 17000 17600 300 99.4 86.5 18.5 17.7 30.1 205 46.4
001
006
008
002
003
004
005
007
(botas de color verde), así como del 92% entre el obtenido de la evidencia
002 (60 cm profundidad) y las mencionadas.
De los resultados obtenidos se llega a la conclusión de similaridad
entre la tierra extraída en los objetos intervenidos en el vehículo y las mues-
tras recogidas en las sepultura romano-visigodas.
8. CONCLUSIONES
9. REFERENCIAS
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of soil organic by FTIR. Forensic Science International, 108, 107-116 (2000).
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nic matter. Forensic Geoscience: Principles, Technique and Applications.
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Ruffell A., Wiltshire P., Cojuntive use of quantitative and qualitative X-ray diffrac-
tion analysis of soils and rocks for forensic analysis. Forensic Science Inter-
national, 145, 13-23 (2004).
Análisis macroscópico Búsqueda de materiales extraños 660
Separación de componentes mineralógicos
(microscopio estéro
y biológicos
binocular) Valoración de la muestra (screening)
SECADO
DE SUELOS Restos vegetales y traza
Claves dicotómicas
Microscopio electrónico de barrido
Características (SEM/EDX)
Biológicas Microscopio óptico
Análisis bacteriano (ADN Ribosomal 16S)
Microfósiles, esporas, pólenes y diatomeas
(microscopio óptico)
< 2 mm
< 0,5 mm
Características < 2 μm
Morfológicas y Físicas Textura y estructura (Microscópio
esterobinocular)
Tamaño de partícula (Difracción Láser)
< 0,5 mm
2. DEFINICIÓN DE IDENTIFICACIÓN
3. FINALIDAD DE LA IDENTIFICACIÓN
tarde propició un álbum que pronto ganó fama internacional con el nom-
bre de Rougues Gallery, o Galería de los Pícaros. En Washington se estable-
ció un centro internacional de intercambio.
Pero si en la historia del «SISTEMA ANTROPOMÉTRICO DE IDENTI-
DAD», hubo un hecho que lo encumbró, en 1903 tuvo lugar otro que dejó
a la vista sus deficiencias. Un detenido llamado Will West fue examinado
por los guardias, y sus medidas de altura, brazos, cabeza, orejas y nariz
fueron registradas bajo el sistema de Bertillon. Aunque Will West se enfren-
taba a su primera detención, el guardia recordaba haber tomado sus medi-
das con anterioridad. En los archivos de la prisión se encontró una medi-
ción igual perteneciente a un hombre llamado William West, quien había
sido encarcelado dos años antes en Leavenworth y que seguía cumpliendo
su condena en esa prisión: Will West y William West eran, como una ironía
de la coincidencia, dos hombres distintos; sus medidas, bajo el sistema
de Bertillon eran idénticas.
La falta de garantía absoluta en la identificación de personas por medio
del sistema antropométrico, obligó a Bertillon a incorporar nuevos datos
en las fichas.
Las aportaciones recibidas sucesivamente por el Sistema antropomé-
trico, fueron las siguientes:
• El sistema:
— Es lento y complicado, por las numeras operaciones a realizar.
— Los funcionarios deben estar muy instruidos y meticulosos.
— Invade la intimidad de la persona reseñada cuando se le ins-
pecciona en búsqueda de señas particulares (cicatrices, etc.)
1.º Morfológicos
2.º Cromáticos
3.º Complementarios
7. REFERENCIAS
Hoy en día, todo el mundo acepta como muy posible que existan hue-
llas dactilares en la escena del delito. Desafortunadamente, resulta frecuen-
te que no se reconozca que exista la misma o incluso una mayor posibili-
dad de que estén presentes huellas de calzado. Estudios realizados en algu-
nas jurisdicciones de Suiza1, reflejan que se localizan huellas de calzado en
aproximadamente el 35% de las escenas de los hechos delictivos. Los deli-
tos investigados en estas áreas consisten principalmente en robos con fuer-
za en las cosas en domicilios particulares.
En España se va considerando como normal las sentencias en las que
una huella de calzado ha constituido una prueba determinante y conclu-
yente a la hora de imputar la comisión de un hecho delictivo.
Sirva como ejemplo la Sentencia n.º 170/05, de 17 de noviembre, del
Juzgado de lo Penal de Langreo (Asturias), en la que únicamente se encon-
tró como evidencia judicialmente concluyente una huella de calzado en la
escena del delito y tras el resultado de la pericial se acreditó la identifica-
ción positiva de la huella hallada con la zapatilla del sospechoso.
Otro ejemplo pudiera ser la Sentencia 350/06, de 28 de noviembre, del
Juzgado de lo Penal n.º 3 de Huelva, en la que la huella de calzado era la
única prueba concluyente para poder declarar como culpable al acusado y
en la cual se realizó una identificación positiva entre el calzado del incul-
pado y la huella dubitada encontrada en la inspección ocular.
En cuanto a la evolución que ha sufrido el estudio de este tipo de evi-
dencias es de reseñar que con el paso de los años se ha ido incrementado
exponencialmente el estudio de las huellas de calzado y neumáticos, y
como en muchos Cuerpos Policiales del Mundo (entre ellos el FBI de Esta-
1
Girod, A. Presentación en la Convención Europea para examinadores de marcas de
herramientas y huellas de calzado de la organización ENFSI, en Holanda, en Abril de 2000.
678 Huellas y señales (trazas)
Cada persona tiene una forma de andar diferente como, por ejemplo,
apoyando más la zona exterior del pie que la interior. Esta forma de andar
se transmite a la suela en forma de desgastes, que influirán de manera
decisiva en el estudio pericial del mismo.
Otro punto a tener en cuenta es la llamada «Abrasión Schallamach»2
o plumaje. Este desgaste es resultado de las fuerzas de fricción abrasivas
que cruzan la suela perpendicularmente a la dirección de desplazamiento.
En otras palabras, la persona que lleva el calzado roza o arrastra el mismo
de manera que una pequeña zona del calzado recibe una fuerza abrasiva
continua.
A modo de conclusión, el modo en que caminan las personas no las
identifica de manera individual; pero orienta el estudio desde el punto de
vista pericial. Las características del modo de caminar de un sospechoso
que se puedan extraer a partir de las huellas halladas en la inspección ocu-
lar, pueden tener cierta importancia e incluso pudieran ser determinantes
para establecer la identidad de un sujeto.
2
J. Bodziak, W. (2000). Footwear Impression Evidence; pp. 317 y 318.
Características generales de la huella de calzado 679
3
AJ. Fisher, B. (2004). Técnicas de inspección Ocular.
680 Huellas y señales (trazas)
4
J. Bodziak, W. (2000). Footwear Impresión Evidence, p. 8.
5
Las impresiones sobre la nieve son difíciles de obtener debido a la carencia de con-
traste. La impresión puesta de relieve absorberá el calor proveniente del sol y debe ser protegido
hasta que sea fotografiada y hecho el molde antes de que se funda. Primero, se debe intentar
fotografiar la huella como si fuera realizada sobre tierra. Para incrementar el contraste, las
impresiones sobre nieve pueden ser suavemente esparcidas con una cera especial para impre-
siones sobre nieve o con un spray de pintura de color (dicho spray debe ser usado a un acierta
distancia de la huella, aproximadamente a un 50-100 cms de la huella, para evitar dañar las
características que posea la misma). Dicho spray debe ser utilizado con una angulación de uso
30-45 grados, para que sólo afecte a las marcas que ha dejado el calzado sobre la superficie de
la nieve (Manual FBI).
6
J. Bodziak, W. (2000). Footwear Impresión Evidence, pp. 8 y 9.
Nociones generales en la inspección ocular 681
Para admitir que una huella ha sido cedida por un calzado determina-
do y no por otro de su misma marca, modelo y talla, es necesario localizar,
además de las señales primarias propias de la fabricación, señales secun-
darias o marcas originadas por el uso y mantenimiento, en un número tal
que de su comparación se obtenga el convencimiento de que dicha huella
únicamente puede proceder de dicho calzado.
7
J. Bodziak, W. (2000). Footwear Impression Evidence; pp. 317 y 318.
686 Huellas y señales (trazas)
8
El neumático está esencialmente compuesto por una serie de elementos además del
caucho, como son el negro de humo (fabricado a partir de aceite y de gas quemado por un
proceso de escasez de aire. Por medio del negro de humo se le da el color característico al
neumático) y azufre (ayuda a la obtención de una goma con propiedades elásticas).
688 Huellas y señales (trazas)
Imagen 13.
1) Primarias o familiares.
Están basadas en la morfología general de las lesiones que originan
sus mecanizados o diseños. En ocasiones, permite deducir el tipo
de herramientas u objeto utilizado.
2) Secundarias o identificativas.
Se localizan en el seno de las anteriores e individualizan la herra-
mienta u objeto que, concretamente, ha sido empleado.
Imagen 15. La morfología de las señales las hace compatibles, de forma general, con las
producidas por una herramienta dotada de mandíbulas planas (tipo llave inglesa, grip o
similar) que ha presionado de forma uniforme y simultánea sobre las zonas opuestas de
ambas caras.
8.4. Casuística
cerramiento— con el fin de liberar el freno y por tanto hacer girar la leva
de tal forma que permitiría abrirla.
A continuación se muestra un esquema de las partes que posee una
cerradura.
Imagen 24. A la derecha de la imagen se puede ver las señales típicas dejadas por un
ganzuado en el interior del bombín.
Imagen 26. Esquema del mecanismo de presión entre los moldes y la placa.
1
Nuestro Código Civil en su artículo 6.1 establece «La ignorancia de las Leyes no
excusa de su cumplimiento».
2
Presunción que admite prueba en contra.
La prueba de los hechos en el proceso penal 707
3
TOMÉ GARCÍA afirma que el principio in dubio pro reo pertenece al momento de la
valoración o apreciación probatoria y se aplica cuando, habiendo prueba, existe una duda
racional sobre la concurrencia de los elementos objetivos y subjetivos que integran el tipo
penal de que se trate. Mientras que el derecho a la presunción de inocencia, desenvuelve
su eficacia cuando existe falta absoluta de pruebas, o cuando las practicadas no reúnen las
garantías procesales.
4
STC 44/1989
5
Durante largo tiempo la doctrina ha debatido sobre si la era un verdadero medio de
prueba o un mero mecanismo de auxilio al Juzgador. El resultado de este debate no estaba
exento de importancia pues de su resultado dependía que pudiera ser solicitada por las
partes, como cualquier otro medio, o que por el contrario fuese un medio disponible úni-
camente para el juez. De nuestro ordenamiento, se deduce su carácter de auténtico medio
de prueba por cuanto pueden ser solicitadas por las partes, sin perjuicio de la valoración
de pertinencia que deba hacer el Juez o Tribunal o de la pericia que, de oficio, pueda enco-
mendarse.
708 La prueba pericial
2. LA PRUEBA PERICIAL
La prueba pericial es aquella que surge del dictamen de los peritos, que
son los expertos o especialistas llamados a informar al Juzgador respecto
de determinados aspectos sobre los hechos litigiosos que le son cuestiona-
dos. Consiste en la explicación al juez o tribunal de la solución a un proble-
ma sobre el que ha realizado un previo análisis en base a una metodología
técnico-científica (en ocasiones conocimientos prácticos). El perito entre-
gará informe o dictamen pericial que, como norma general, habrá de rati-
ficar en la fase de juicio oral, si bien por ser cuestión compleja desarrolla-
remos este asunto, la necesidad de ratificación, en un epígrafe indepen-
diente.
Podemos sistematizar los aspectos más relevantes de este medio de
prueba en los siguientes puntos: propesta, pertinencia, nombramiento del
perito y su obligación de comparecer, la participación de las partes, infor-
me o dictamen pericial.
2.2. Pertinencia
Los peritos pueden ser o no titulares. Son peritos titulares los que tie-
nen título oficial de una ciencia o arte cuyo ejercicio esté reglamentado por
la Administración. Son peritos no titulares los que, careciendo de título
oficial, tienen, sin embargo, conocimientos o práctica especiales en alguna
ciencia o arte. El Juez se valdrá de peritos titulares con preferencia a los
que no tuviesen título.
Es, por tanto, el Juez o Tribunal el que nombra a los peritos, eso sí, con
conocimiento de las partes que tendrán la posibilidad de recusar o tachar-
los por las causas prevista en la ley. El artículo 468 LECrim establece como
causa de recusación de los peritos: el parentesco de consanguinidad o de
afinidad dentro del cuarto grado con el querellante o con el reo; el interés
directo o indirecto en la causa o en otra semejante; la amistad íntima o
enemistad manifiesta.
Todo reconocimiento pericial se hará por dos peritos si bien, en los
casos en que no hubiese más de uno en el lugar o no fuere posible esperar
la llegada de otro, sin graves inconvenientes para el curso del sumario,
podrá hacerse por uno solo. En caso de ser dos y no concordar en el dicta-
men deberá nombrarse un tercero para dirimir las diferencias. Con inter-
vención del tercer perito, se repetirán, si fuere posible, las operaciones que
hubiesen practicado aquéllos, y se ejecutarán las demás que parecieren
oportunas. De no ser posible la repetición de las operaciones ni la práctica
de otras nuevas, la intervención del perito últimamente nombrado se limi-
tará a deliberar con los demás, con vista a las diligencias de reconocimien-
to practicadas, y a formular luego con quien estuviere conforme, o separa-
damente si no lo estuviere con ninguno, sus conclusiones motivadas.
Ningún perito puede negarse a acudir al llamamiento del Juez para
desempeñar un servicio pericial de no estar legítimamente impedido. De
estarlo habrá de ponerlo en conocimiento del Juez en el acto de recibir el
nombramiento, para que se provea a lo que haya lugar.
El ordenamiento jurídico se ha visto en la necesidad de arbitrar meca-
nismos6, a nuestro juicio insuficientes, para garantizar la seguridad de los
peritos y testigos, con la pretensión de evitar que éstos traten de eludir su
obligación de comparecer o, aún compareciendo, minimizar el rigor de su
dictamen evitando decir la verdad, especialmente cuando tienen que des-
envolver su actividad en el marco de la peligrosa delincuencia organizada.
6
Ley Orgánica 19/1994 de 23 de diciembre, de Protección a Testigos y Peritos en
Causas Criminales.
La prueba pericial 711
7
STS de 28 de enero de 1995 (RJ 1995, 69).
712 La prueba pericial
8
Artículo 730 LECrim. «Podrán también leerse a instancia de cualquiera de las par-
tes las diligencias practicadas en el sumario, que, por causas independientes de la voluntad
de aquéllas, no puedan ser reproducidas en el juicio oral».
9
Art. 353, segundo párrafo: «Si el Juez no pudiere asistir a la operación anatómica
[autopsia], delegará en un funcionario de la Policía Judicial, dando fe de sus asistencia así
como de lo que en aquella ocurriere, el Secretario de la causa».
Peritos frente a testigos 713
Los peritos, como hemos visto, son terceras personas, ajenas al objeto
del litigio; siendo su característica común su acreditada competencia en
una ciencia o rama de la misma, o especialidad artística, expresiones que
debemos interpretar en su máxima extensión, como expertos o especialis-
tas en cualquier actividad científica, técnica, artística, industrial, etc.
Es el juez el que debe analizar la coordinación lógica y científica entre
los hechos objeto de análisis y la explicación aportada por el perito. Por
ello la importancia de la motivación de las conclusiones a que llega el peri-
to y que plasma en su informe.
Debemos decir que la pericia «no es ley», pues aunque el resultado se
presente fundamentado el Juez puede no haber sido convencido tras valo-
rarla conforme a las reglas de la sana crítica, por cuanto podrá rechazar las
conclusiones valiéndose del resto de la actividad probatoria, explicando,
eso sí, por qué no acepta la argumentación de la pericia y por qué conside-
ra sus conclusiones incorrectas. Este rechazo no puede ser arbitrario sino
que el Juez habrá de argumentar y exponer las razones por las cuales no
considera adecuado el resultado, pues no hay que olvidar que, del mismo
modo que los argumentos del perito son valorados por el Juez, los de éste,
serán del mismo modo analizados —en caso de apelación— por el órgano
a cuya revisión se someta la resolución del Juez que valoró la pericia.
Clasificación de las periciales en función de su eficacia 715
10
Tribunal Supremo. Acuerdo no jurisdiccional de 25.5.2005.
11
Art. 788.2 LECrim. «(…) En el ámbito de este procedimiento [abreviado], tendrán
carácter de prueba documental los informes emitidos por los laboratorios oficiales sobre
la naturaleza, cantidad y pureza de sustancias estupefacientes cuando en ellos conste que
se han realizado siguiendo los protocolos científicos aprobados por las correspondientes
normas».
716 La prueba pericial
6. REFERENCIAS
Borrego García, J. y Fdez. Villazala: Derecho Penal para la Policía Judicial, Dykin-
son, 2010.
Borrego García, J.: Actuaciones de la Policía Judicial para el proceso penal. Secreta-
ría General Técnica. Ministerio del Interior, 2007
García Vitoria, A.: Actividad pericial y proceso penal. Ed. Tirant lo Blanch. 2009.
Gimeno Sendra, V. y Otros: Lecciones de Derecho Procesal Penal. Ed. Colex, Madrid,
2003.
Jaen Vallejo, M.: Derecho penal aplicado. Parte general y parte especial. Ed. Colex,
Madrid, 2003.
Tomé García, J. A., y Otros: Derecho Procesal Penal. Ed. Centro de Estudios Ramón
Areces, Madrid, 1999.
12
Tribunal Supremo. Pleno no jurisdiccional de la Sala Segunda de 21.5.99, punto 2.
Anexo fotográfico
718 Anexo fotográfico
Foto 1
Corte esquemático de un cartucho de muni-
ción de proyectil único.
Foto 2
Fotografía que recoge el momento de la
aplicación de un portamuestras sobre la mano
de un sospechoso. En la parte inferior se mues-
tran dos sistemas distintos de recogida, con la
única diferencia que uno emplea un lápiz apli-
cador (izquierda), mientras que en el otro (dere-
cha) la misma tapa del envase se emplea como
aplicador. Ambos tipos disponen de una cápsula
protectora que cierra el conjunto hermética-
mente, preservando la lámina adhesiva de con-
taminantes.
Foto 3
Secuencia de patrones de disparo efectua-
dos con una pistola a distintas distancias (con-
tacto, 5 y 30 centímetros) sobre trozos de tela.
En el lado derecho están los fragmentos de tela
tras el disparo (las flechas ubican los orificios)
y en el izquierdo el correspondiente resultado
de la colorimetría del plomo sobre hojas de
papel fotográfico, apreciándose la variación en
amplitud e intensidad de la mancha gris revela-
das con la distancia.
Anexo fotográfico 719
Foto 4
Foto 5
720 Anexo fotográfico
Foto 6
REGENERACIÓN DACTILAR: ESTUDIOS REALIZADOS
CADÁVERES RECIENTES
Foto 7
PUTREFACCIÓN
Foto 8
MACERACIÓN
Foto 9
MOMIFICACIÓN
Foto 10
CARBONIZACIÓN
Foto 11
SAPONIFICACIÓN
Foto 12
GUANTE EPIDERMICO: Regeneración
Foto 13
GUANTE EPIDERMICO: Obtención de necrorreseñas
Foto 14
BAILÉN (JAÉN) – 28 de febrero de 1996
Víctimas: 29 cadáveres
carbonizados.
Resultado: Identificados en su
totalidad.
Foto 15
BIESCAS (HUESCA) – 07 de agosto de 1996
Víctimas: 87 cadáveres.
Resultado: Identificados en su
totalidad.
Foto 16
MELILLA – 25 de septiembre de 1998
Accidente de aviación de
«PAUKN AIR» en Colina Poblado
Kap Dinya, próxima al cabo Tres
Forcas, Nador (Marruecos).
Víctimas: 38 cadáveres.
Resultado: Identificados en su
totalidad. Trabajo conjunto con CNP.
726 Anexo fotográfico
Foto 17
KOSOVO (ANTIGUA YUGOSLAVIA) – Del 10/08 al 14/09 de 1999
Exhumación/identificación
cadáveres de la guerra yugoslava.
Foto 18
GOLMAYO (SORIA) – 06 de julio de 2000
Accidente de circulación de un
autobús escolar.
Foto 19
CHINCHILLA (ALBACETE) – 03 de junio de 2003
Foto 20
HERAT (AFGANISTÁN) – 17 de agosto de 2005
Accidente de un helicóptero
militar.
Foto 21
LÍBANO – 24 de junio de 2007
Víctimas: 6 cadáveres,
2 carbonizados.
Resultado: Identificados en su
totalidad.
Foto 22
AEROPUERTO DE BARAJAS (MADRID) – 20 de agosto de 2008
Fotos 23 y 24
LABORATORIO MÓVIL CON PETACAS HIDRÁULICAS
DESPLEGADAS Y TIENDA DE APOYO
Anexo fotográfico 729
Foto 25
Foto 26
730 Anexo fotográfico
Foto 27
Distintas ventanas para trabajo de una escena capturada con el láser escáner Z+F.
Foto 28
Iluminación nocturna.
Anexo fotográfico 731
Foto 29
Foto 30
Tipos de pólvora
Foto 31
Esquema cartucho semimetálico
732 Anexo fotográfico
Foto 32
Modelos de tacos de doble cubeta
Foto 33
Elementos que imprimen las principales señales sobre los casquillos
Foto 34
Foto 35
Foto 36
Señales del proyectil
Foto 37
Constantes familiares
734 Anexo fotográfico
Fotos 38 y 39
Foto 40
Residuos de disparo
Anexo fotográfico 735
Foto 41
Tatuajes
Foto 42
Prueba colorimétrica de nitritos para determinar distancia de disparo
Foto 43
Mancha de residuos de disparo en un trozo de tela
736 Anexo fotográfico
Foto 44
Collarete erosivo
Foto 45
Formación del tatuaje
Foto 46
Herida producida por proyectil de caza
Anexo fotográfico 737
Foto 47
Imagen de una inspección ocular
Foto 48
Búsqueda de indicios
738 Anexo fotográfico
Foto 49
Toma de fotografías
Foto 50
Fotografía de detalle
Anexo fotográfico 739
Foto 51
Bolsa para muestras
740 Anexo fotográfico
Foto 52
Distribución frecuencias tamaño partículas
Foto 53
Composición mineralógica
Foto 54
Formas tubulares (paligorskita)
Foto 55 y 56
Fotos correspondientes a gramíneas
Foto 57
Típica disposición estomática en hileras, de acículas de Pinaceae sp.
Foto 58
Al haber trabajado la herramienta posteriormente sobre distintos
soportes, se le han añadido nuevas lesiones a la misma, lo que se
traduce en una ligera variación de las señales que transmite al
bombín de la cerradura
Foto 59
Señales producidas por la llave inglesa antes y después,
respectivamente, de haberla manipulado sobre distintos soportes
Anexo fotográfico 743
Foto 60
Detalle de las señales anteriores
Foto 61
Señales que realiza una herramienta de boca plana
744 Anexo fotográfico
Foto 62
Otras señales que puede provocar una herramienta de boca plana,
tipo llave inglesa o similar
Foto 63
En esta imagen se muestran las señales típicas que dejaría en el
exterior del bombín la presión que se ejerce con el tensor