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UNIVERSIDAD TÉCNICA DEL NORTE

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD


NUTRICIÓN Y DIETÉTICA
NUTRICIÓN GERIÁTRICA

TRABAJO GRUPAL

GRUPO N° 4
TEMA: REVISIÓN BIBLIOGÁFICA –
EXPOSICIÓN TEMÁTICA OSTEOPOROSIS

INTEGRANTES:

CABRERA ALEJANDRA

CHACHALO TANIA

CHAVEZ ODALIS

FUERTES JOHANA

PASTAZ JOSELYN

SARANGO TATIANA

YAR HEIDY

DOCENTE: DRA. ROSITA LASCANO

SEMESTRE: SÉPTIMO SEMESTRE

FECHA: 16/11/2021

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ÍNDICE

OBJETIVOS ................................................................................................................................3
1. OSTEOPOROSIS.................................................................................................................3
1.1 DEFINICIÓN .....................................................................................................................3
1.2 PREVALENCIA ................................................................................................................4
1.3 ETIOLOGÍA ......................................................................................................................5
1.3.1 MASA ÓSEA INADECUADA. ..................................................................................5
1.3.2 AUMENTO DE PÉRDIDA ÓSEA .............................................................................6
1.4 EFECTOS DE LA OSTEOPOROSIS ................................................................................7
1.4.1 CAÍDAS Y FRACTURAS ..........................................................................................7
1.4.1.1 CAMBIOS QUE PREDISPONEN A LAS CAÍDAS ...............................................8
1.4.2 DISMINUCIÓN DE LA ESTATURA, CIFOSIS........................................................8
1.5 FACTORES DE RIESGO ..................................................................................................9
1.5.1 FACTORES NO MODIFICABLES ............................................................................9
1.5.2 FACTORES MODIFICABLES ................................................................................10
1.5.3 OTROS FACTORES DE RIESGO ...........................................................................11
1.6 INTERVENCIONES NUTRICIONALES .......................................................................12
1.6.1 EL CALCIO Y OTROS MICRONUTRIENTES EN LA OSTEOPOROSIS ............12
1.6.2 EQUILIBRIO DE NUTRIENTES PARA LA SALUD ÓSEA......................................14
1.6.3 LA IMPORTANCIA DE LA DIETA EN LA OSTEOPOROSIS .................................15
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS .......................................................................................18

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TEMA: PROCESO DE CUIDADO NUTRICIONAL EN OSTEOPOROSIS

OBJETIVOS
✓ Distinguir la definición y etiología de las patologías
✓ Identificar características generales de las patologías
✓ Determinar la prevalencia y efectos de la enfermedad.
✓ Describir el proceso de atención nutricional.

1. OSTEOPOROSIS

1.1 DEFINICIÓN

La osteoporosis se da debido a la alteración de la arquitectura de los huesos y la reducción


en masa ósea pueden ocurrir por un desequilibrio de los nutrientes disponibles o por
cambios hormonales. El progreso de la osteoporosis depende de los mecanismos
homeostáticos implicados. Debido a la pérdida de estrógeno o testosterona se presenta
una fase acelerada de pérdida ósea. (4)

Esta enfermedad se caracteriza por una disminución de la densidad de los huesos a causa
de la pérdida del tejido óseo normal. Esto conlleva una disminución de la resistencia del
hueso frente a los traumatismos o la carga, con la consiguiente aparición de fracturas.

El hueso es un tejido vivo, en constante renovación. Por un lado, se forma hueso nuevo,
y, simultáneamente, se destruye hueso envejecido. Aparece osteoporosis cuando se rompe
el equilibrio entre ambas, bien porque disminuya la formación de hueso nuevo, o bien
porque aumente la reabsorción, o por ambas causas simultáneamente. (1)

En la osteoporosis los huesos se vuelven más porosos, aumentado el número y la amplitud


de las celdillas que existen en su interior. Están más delgados y frágiles y resisten peor a
los traumatismos, fracturándose con facilidad. Las localizaciones más frecuentes
de fracturas osteoporóticas son: muñeca, cadera y vertebras. (2)

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Figura 1.- Hueso sano vs hueso con osteoporosis

1.2 PREVALENCIA

Por cada hombre con diagnóstico de osteoporosis, cuatro mujeres presentan la


enfermedad. Los afroamericanos e hispanos tienen mayor BMD y, por ende, tasas
generales menores de osteoporosis que los caucásicos. En EUA, en poblaciones hispanas
se estima que 10% de las mujeres y 3% de los varones mayores de 50 años tienen
osteoporosis; en afroamericanos las cifras caen a 5 y 4%, respectivamente. Las tasas
comparativas para caucásicos son de 20% (mujeres) y 7% (varones). Las tasas de
prevalencia de osteoporosis son difíciles de establecer porque este padecimiento no
presenta síntomas; por ejemplo, la sensación de que los huesos se están debilitando. El
diagnóstico depende de la medición del BMD o de las fracturas. La probabilidad de que
un adulto tenga una fractura relacionada con la osteoporosis durante el resto de su vida es
de 1 de cada 2 mujeres y 1 de cada 4-5 hombres. (4)

Los datos de prevalencia para osteopenia y osteoporosis en América Latina son escasos
en la actualidad. Sólo México y Argentina tienen estudios poblacionales.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en 1994 los criterios hoy vigentes
para la clasificación de esta enfermedad utilizando la puntuación T. Una puntuación T de
-2,5 desviaciones estándar corresponde a osteoporosis, entre -2,4 y -1,0 desviaciones
estándar a osteopenia o masa ósea baja, y por arriba de -1,0 desviaciones estándar es
considerado como normal. Estos criterios se utilizan con los equipos centrales de
densitometría. La disminución en las desviaciones estándar en esta clasificación, se
compara con la masa ósea de población joven sana, es decir entre 20 y 30 años. (3)

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1.3 ETIOLOGÍA

La masa ósea se adquiere principalmente durante periodos de crecimiento, alcanzando


una densidad ósea máxima entre los 18 y 30 años. Después la masa ósea permanece
estable hasta cerca de los 40 a 50 años en el caso de las mujeres (menopausia) y alrededor
de los 60 años en los hombres. La formación inadecuada de masa ósea máxima, junto con
una pérdida ósea importante, conduce a baja densidad ósea (4).

1.3.1 MASA ÓSEA INADECUADA.

Es más frecuente que la osteoporosis se detecte en ancianos, el riesgo de padecerla en


años posteriores comienza durante la infancia y adolescencia. La osteoporosis se demora
cuando la persona desarrolla huesos más grandes y densos durante la juventud, la masa
ósea más elevada se asocia con menor disminución de ésta en edades posteriores Los
estudios hechos en EUA han mostrado que recibir suficiente calcio durante los periodos
de crecimiento repentino (entre los 11 y 17 años) reduce el riesgo de osteoporosis. En un
estudio de intervención, las niñas de 11 a 12 años que recibieron complementos de calcio
(500 mg de citrato-malato de calcio) obtuvieron 1.3% adicional de densidad mineral ósea
por año en comparación con las niñas control.

La inactividad, incluyendo el reposo en cama y la vida sedentaria, ocasiona pérdida de


hueso y tejido muscular. La masa ósea se desarrolla en respuesta a los ejercicios de
soporte de peso o de resistencia, porque el hueso crece en respuesta a la presión sobre el
tejido óseo. Mientras mayor sea la frecuencia del ejercicio o esfuerzo que se ejerza sobre
el hueso (por supuesto, sin que implique romperlo), más responderá el cuerpo depositando
minerales (calcio, magnesio, fósforo, flúor y boro) en la matriz ósea. Los individuos
tienen mayor densidad ósea en su brazo dominante que en aquel que menos utilizan. El
ejercicio también estimula la hormona del crecimiento que, a su vez, estimula el
desarrollo de hueso. En este caso es válido el lema de “lo que no se usa se pierde”. Los
adultos frágiles quizá tengan miedo a las caídas y fracturas a un nivel que les impida
realizar el ejercicio que más necesitan, lo cual contribuye a que se forme un círculo
vicioso (4).

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Figura 2.- Masa ósea inadecuada

1.3.2 AUMENTO DE PÉRDIDA ÓSEA

El esqueleto actúa como apoyo estructural y como reserva de calcio para el organismo.
El tejido óseo incluye los huesos de la mandíbula y los dientes. Los huesos y dientes
contienen cerca de 99% del calcio en un adulto; el 1% restante se encuentra unido a
proteínas en la sangre, tejido blando y líquidos extracelulares. Esta reserva se utiliza para
la transmisión nerviosa, contracción muscular y sistemas enzimáticos, como aquellos que
controlan la coagulación de la sangre. Mantener la transmisión nerviosa asume la
prioridad fisiológica sobre mantener la estructura de los huesos. A fi n de que el calcio
esté disponible de manera consistente, está bajo una estrecha regulación de los sistemas
hormonales. Las concentraciones de hormona paratiroidea (PTH) aumentan en respuesta
a concentraciones bajas de 15-hidroxi-vitamina D, concentraciones altas de fosfato y
concentraciones bajas de calcio en la sangre. Cuando descienden los valores sanguíneos
de calcio, el cuerpo responde secretando más PTH; esta hormona funciona elevando el
calcio al aumentar la absorción de esta sustancia de los alimentos, disminuyendo la
excreción urinaria y liberando calcio de los huesos. Las personas con hipoparatiroidismo
toman complementos de calcio porque no tienen suficiente PTH para estimular que se
libere esta sustancia de las reservas óseas, para normalizar las concentraciones de calcio.
La hormona calcitonina vuelve más lenta la liberación del calcio almacenado. Los altos
niveles de calcio estimulan la secreción de calcitonina (4).

Las reservas minerales óseas se disuelven (resorción) y recargan en forma continua. Un


suministro dietético consistente de minerales (calcio, magnesio, fósforo, flúor, boro, cinc,
cobre y manganeso) y vitaminas (principalmente D) para la formación de hueso, junto
con ejercicios de soporte de peso, ayudan a mantener las reservas minerales del esqueleto.
Cuando existe un mal funcionamiento del ciclo de formación-disolución-reconstrucción,

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la principal prioridad del organismo es mantener las concentraciones de calcio en la
sangre para mantener el funcionamiento nervioso, muscular y enzimático (4)..

La osteoporosis puede desarrollarse por deficiencias de fósforo durante la mineralización


ósea. Una dieta variada proporciona un equilibrio de calcio y fosfato, y permite que los
osteoblastos (células que reconstruyen el hueso) utilicen ambos nutrientes. La falta de
suficiente fósforo promueve la liberación de calcio del esqueleto. Aunque el fósforo es
abundante en la alimentación, algunos antiácidos fijan el fósforo, volviéndolo inutilizable
para el organismo y demorando la formación ósea hasta que se dispone de más fósforo.
La deficiencia de vitamina D también demora la mineralización ósea. Por último, el
proceso normal del envejecimiento produce un aumento más lento de PTH, al igual que
una disminución en la capacidad de la piel para absorber vitamina D, y ambos fenómenos
conducen a la pérdida de hueso (4)

Figura 3.- Pérdida ósea

1.4 EFECTOS DE LA OSTEOPOROSIS

1.4.1 CAÍDAS Y FRACTURAS

Las caídas se las considera como la ocurrencia de un evento que provoca


inadvertidamente la llegada del paciente al suelo o a un nivel inferior al que se encontraba
lo cual trae como consecuencia fracturas, accidentes cerebro vasculares, etc. (4)

No todas las personas que sufren una caída tienen fracturas, sin embargo, en 2009, las
caídas accidentales fueron la principal causa de muerte por lesiones en adultos mayores
de 65 años. Posiblemente las lesiones resultantes sean responsables de imposibilitar que
un adulto mayor conserve la independencia. De 10 a 20% de los adultos mayores que se
rompen una cadera mueren en el curso de un año. La muerte no se debe a la fractura, sino
a las complicaciones que conlleva. Como el deterioro de la movilidad, que dificulta todas

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las actividades de la vida diaria (alimentación, ejercicio, etc). El 50% de los individuos
mayores que sufren fracturas de cadera tienen incapacidades funcionales permanentes.
Las caídas generan temor en los adultos mayores y es muy posible su prevención (5).

1.4.1.1 CAMBIOS QUE PREDISPONEN A LAS CAÍDAS

El proceso de envejecimiento se asocia con varios cambios que predisponen a las caídas
y se pueden clasificar en: Los responsables de la estabilidad postural y los que afectan la
homeostasis de la presión arterial, o que pueden producir mareos o síncope (4).

Reducción del control muscular y aparición de rigidez


músculoesquelética

Alteración de reflejos posturales

Aumento de inestabilidad y balanceo al andar.

Alteraciones auditivas y visuales.

Fuente: (6). Escuela de medicina. Pontificia Universidad Católica de Chile

1.4.2 DISMINUCIÓN DE LA ESTATURA, CIFOSIS

En relación con las fracturas de cadera, la mayoría de las fracturas vertebrales (67%) son
asintomáticas. Las mujeres posmenopáusicas con fractura en la columna vertebral o
compresión tienen un padecimiento que se conoce como “disminución de la estatura” que
conduce a lo que se conoce como joroba de viuda (cifosis: columna vertebral superior
encorvada) (5).

La disminución de la estatura es lenta y generalmente no es dolorosa. Es posible que no


se percate de la pérdida gradual de estatura hasta que alguien se lo comente o hasta que
ella note que su ropa ya no le ajusta. La compresión de las vértebras puede ser una razón
por el aumento en la pérdida ósea en las vértebras lumbares que se observa en una
densitometría, lo cual hace que las puntuaciones de las muñecas y cadera sean mejores
medios de predicción de la osteoporosis (6).

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Figura 4.- Disminución de la estatura

1.5 FACTORES DE RIESGO

La National Osteoporosis Foundation (NOF) considera importantes los siguientes


factores de riesgo para fractura: edad, antecedente de fractura, antecedente de fractura en
un familiar, hábito tabáquico activo y peso corporal. (7)

1.5.1 FACTORES NO MODIFICABLES

• La edad. Es uno de los factores de riesgo más importantes. El incremento de edad se


asocia a una progresiva disminución de la DMO (densidad mineral ósea) y a un aumento
del riesgo de caídas. La probabilidad de sufrir una fractura aumenta de manera
exponencial a partir de los 50 años, la incidencia más elevada de fractura vertebral se
produce entre los 73 y los 75 años; la de cadera, entre los 80 y los 85 años, y la distal de
radio, entre los 65 y los 67 años
• El sexo. Las mujeres presentan mayor riesgo de OP. Los huesos son de menor tamaño y
el pico de masa ósea es inferior al alcanzado por los varones, sufren una mayor pérdida
de masa ósea a partir de la menopausia y tienen una mayor expectativa de vida, hechos
que facilitan el desarrollo de mayor fragilidad ósea
• Genética Historia familiar. La DMO personal disminuye en proporción al número de
ascendientes con osteoporosis. Por otro lado, un antecedente de fractura por fragilidad en
la madre o el padre constituye un factor de riesgo independiente de fractura, hasta tal
punto que para cualquier DMO el riesgo se multiplica por dos. (7)

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Figura 5.- Genero Figura 6.- Edades

Figura 7.- Herencia familiar

1.5.2 FACTORES POTENCIALMENTE MODIFICABLES

• Peso. Bajo peso o IMC < 19. Un IMC bajo confiere un riesgo sustancial para
cualquier fractura por fragilidad, independientemente de la edad y el sexo, y
dependiente de la DMO
• Tabaquismo. Los pacientes fumadores tienen una menor DMO. Este efecto es
dosis-dependiente, pero es reversible. El tabaco ejerce un efecto directo sobre el
hueso y también influye sobre los niveles hormonales que modulan el remodelado.
• Consumo elevado de alcohol. El consumo excesivo de alcohol puede asociarse
a una nutrición deficiente, con disminución del IMC, a unos bajos niveles de
vitamina D y a un mayor riesgo de caídas. La abstención del hábito enólico mejora
los marcadores de recambio óseo a los 2 meses.
• Alimentación/dieta. La dieta debe ser equilibrada, con aporte suficiente de todos
los nutrientes, sin exceso de proteínas animales y correctas en calcio y vitaminas
D y K. El calcio es fundamental para el correcto desarrollo y mantenimiento del
esqueleto. Además, un nivel bajo de vitamina D se ha asociado a menor fuerza
muscular y aumento de las caídas
• Ejercicio físico. La inmovilización completa prolongada produce una pérdida
rápida de masa ósea. La práctica de ejercicio físico habitual y programas de
entrenamiento en gente mayor, enlentecen la pérdida de masa ósea y así la

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preservan. Además, la buena forma física permite una mejor agilidad y mayor
reacción de respuesta ante imprevistos (caídas). (4)

Figura 8.- Ejercicio físico Figura 9.- Alimentación/dieta

1.5.3 OTROS FACTORES DE RIESGO

• Antecedente de fractura previa. La fractura por fragilidad a partir de los 40-45


años constituye uno de los principales factores de riesgo para sufrir una nueva
fractura. Supone una inusual susceptibilidad a una nueva fractura y predice de
manera importante fracturas futuras. Este factor de riesgo afecta a los dos sexos,
aunque es más acentuado en varones. El riesgo permanece aumentado al menos
durante los siguientes cinco años tras la fractura inicial.
• Tamaño del cuerpo. Los hombres y las mujeres que tienen estructuras corporales
pequeñas tienden a correr un riesgo más alto debido a que podrían tener menos
masa ósea para utilizar a medida que envejecen. (4)
• Caucásicas, asiáticas. Las mujeres de raza blanca tienen un riesgo de sufrir
fractura por fragilidad incrementado en 2,5 con respecto a otras razas. También
las mujeres asiáticas padecen un riesgo de fractura incrementado. Esto se debe
principalmente a las diferencias en la masa ósea y la densidad en comparación con
otros grupos étnicos. Las mujeres afroamericanas e hispanas también están en
riesgo.

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Figura 10.- Fracturas Figura 11.- Tamaño del cuerpo

1.6 INTERVENCIONES NUTRICIONALES

1.6.1 EL CALCIO Y OTROS MICRONUTRIENTES EN LA OSTEOPOROSIS

El calcio y el fósforo son los nutrientes más estudiados en la prevención y el tratamiento


de la osteoporosis. El esqueleto de un adulto contiene entre 1.100-1.500 g de calcio. Un
solo centímetro cúbico de hueso tiene más calcio que todo el que circula en sangre. En
peso, el calcio representa el 40% del contenido mineral óseo y el fósforo el 60%. (8)

El calcio se absorbe en duodeno y yeyuno por transporte activo que depende de la


vitamina D. Cuando la ingesta de calcio está aumentada se difunde a través del intestino.
La habilidad para la absorción de calcio disminuye con la edad y en las mujeres con la
disminución de los niveles de estrógenos tras la menopausia. Consumimos calcio a través
del agua que bebemos y a través de ciertos alimentos, en especial de los productos lácteos,
como la leche y sus derivados. (8)

Diversos estudios han evaluado la importancia de la dieta durante la etapa de crecimiento


y sugieren que una dieta rica en calcio (también en vitaminas y proteínas) es importante
para lograr el máximo desarrollo de la densidad mineral ósea. El aporte adecuado de
calcio en la dieta es un factor decisivo a la hora de alcanzar un buen pico de masa ósea
(el pico máximo se alcanza alrededor de los 35 años, para ir en descenso progresivamente
durante el resto de la vida del individuo). La adecuada ingesta de este elemento es una
medida de salud pública que permite alcanzar un máximo óptimo de masa ósea y previene
la pérdida de mineral óseo. También se ha constatado que el incremento de la ingesta de
calcio durante la edad adulta y antes de la menopausia resulta beneficioso. (8)

Las diversas Guías de Práctica Clínica, así como los informes y protocolos de las socie-
dades científicas implicadas recomiendan una ingesta adecuada de calcio (1000-
1500mg/día) para la prevención primaria y secundaria de la osteoporosis y de las
fracturas. La leche y otros productos lácteos como el yogur, la mayor parte de los quesos

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y la mantequilla son las principales fuentes de calcio. Además, existe una variedad de
otros alimentos que también representan aportaciones importantes. Entre ellos, las
hortalizas de hojas verdes como el brócoli, la col rizada, etc. Otras fuentes de calcio
recomendables son el salmón, las sardinas enlatadas o no, los mariscos, las almendras, las
nueces de Brasil y las legumbres secas. (8)

La intolerancia a la lactosa puede llevar a un consumo inadecuado de calcio. Las personas


que no toleran la lactosa tienen cantidades insuficientes de la enzima lactasa, que es
necesaria para descomponer la lactosa que se encuentra en los productos lácteos. Para
incluir productos lácteos en la dieta, se pueden consumir dichos alimentos en pequeñas
cantidades, se les pueden añadir gotas de lactasa o incorporar la lactasa en forma de
píldora. También hay algunos productos lácteos en el mercado que ya contienen el
tratamiento con lactasa. (8)

El magnesio interviene en diversos sistemas enzimáticos, en la síntesis de proteínas,


ácidos nucleicos y en la fosforilación oxidativa. El magnesio del hueso representa el 50%
del corporal total. La homeostasis del magnesio plasmático se consigue mediante
variaciones en su absorción intestinal y en su eliminación renal. En casos de intenso
déficit como el que tiene lugar en las situaciones de desnutrición, el magnesio se moviliza
de sus depósitos óseos a través de la paratohormona. (8)

El fósforo es fundamental para la integridad de las células y para todos los procesos
metabólicos. Representa un papel importante en el aporte de oxígeno a los tejidos a través
del 2,3 difosfoglicerol. Los niveles séricos de calcio están vinculados a la presencia de
fósforo. La falta o exceso de cualquiera de estos dos macrominerales puede afectar la
absorción del otro. Los alimentos ricos en fósforo son, además de la leche, aquellos ricos
en proteínas como la carne, el pescado y los huevos. La leche es una buena fuente de
fósforo y magnesio y ayuda a absorber y utilizar el calcio de una manera más efectiva.
(8)

Otros micronutrientes importantes en la estructura ósea son el cinc, el cobre, el


manganeso y el flúor. Algunos como el boro, el estroncio y el flúor intervienen como
cofactores enzimáticos en la síntesis de la matriz orgánica. La vitamina K es necesaria
para la gamma-carboxilación de 3 proteínas de la matriz ósea, un paso necesario para la
unión a la hidroxiapatita. Un defecto crónico de vitamina K, y en algunos casos, el

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tratamiento con anticoagulantes que actúan sobre su metabolismo se ha correlacionado
igualmente con el desarrollo de osteoporosis. (8)

Figura 12.- Micronutrientes Figura 13.- cuerpo tolerante a la lactosa vs


Cuerpo intolerante a la lactosa

1.6.2 EQUILIBRIO DE NUTRIENTES PARA LA SALUD ÓSEA.

El calcio es el nutriente más conocido en lo que se refiere a la salud ósea. Otros


componentes de la dieta contribuyen a relaciones entre las hormonas, músculos y huesos.
Los altos niveles de proteína conducen a mayor excreción de calcio, aunque las pérdidas
son pequeñas.

Heaney y Layman revisaron la función de la proteína en la sarcopenia y la salud ósea, y


concluyeron que “las dietas más altas en proteína se asocian en realidad con mayor masa
ósea y con menos fracturas cuando la ingesta de calcio es adecuada. Las dietas altas en
proteína (30% de la energía) no condujeron a un exceso en la excreción de calcio en la
orina. En lugar de ello, los consumos bajos de proteína se asociaron con disminución en
la absorción intestinal de calcio y aumento en las concentraciones de PTH (hormona
paratiroidea).

Hábitos nutricionales pueden mejorar el consumo y la absorción del calcio.

• Consumir bebidas ricas en calcio, como leche, yogurt para beber junto con las
comidas: los alimentos vuelven más lento el tránsito intestinal y permiten que se
absorba más calcio del intestino; la proteína de los lácteos es un mejor sustrato
para la matriz ósea.

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• Aumentar el consumo de frutas y verduras por su efecto alcalinizador: el ambiente
alcalino mejora el equilibrio del calcio al inhibir la resorción ósea.
• Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales formadores de hueso a los
niveles recomendados.
• La vitamina D estimula el transporte activo del calcio en el intestino delgado y el
colon, los complementos de vitamina D pueden mantener las concentraciones en
la sangre para suprimir la PTH (hormona paratiroidea) y aumentar la absorción de
calcio. La meta es de 800-1 000 UI diarias.
• La cafeína proveniente de 2-3 tazas de café al día (en mujeres posmenopáusicas)
que se consume junto con una baja ingesta de calcio, se ha asociado a pérdida
ósea.
• Al tomar complementos, el carbonato de calcio se absorbe mejor con los
alimentos, en tanto que el citrato de calcio se absorbe igual con o sin alimentos.
El calcio debe tomarse en momentos diferentes que los antiácidos, porque la
acidez estomacal mejora la absorción.

(8)

Figura 14.- Consumo de bebidas Figura 15.- Suplemento

1.6.3 LA IMPORTANCIA DE LA DIETA EN LA OSTEOPOROSIS

El aporte a través de la nutrición de una cantidad adecuada de calcio y de vitamina D


constituye el punto clave en este terreno. Ambos micronutrientes representan un papel
fundamental y sinérgico en el mantenimiento de una salud osteomuscular óptima, y
asegurar su aporte en la cuantía necesaria se considera el primer paso en la prevención y
tratamiento de la osteoporosis. (10)

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• La vitamina D juega un rol crítico en el mantenimiento de las concentraciones de
calcio y fosfato lo cual es esencial para el desarrollo y mantenimiento de la salud
del hueso.
• La deficiencia de Vitamina D es muy común en pacientes con osteoporosis esta
deficiencia precipita y exacerba la osteopenia y osteoporosis, también causa
defectos en la mineralización del hueso y debilidad muscular, incrementando el
riesgo de fractura.
• La vitamina D en cantidad adecuada incrementa la absorción de calcio al 30-40%.
• Las proteínas son muy importantes en el remodelado del hueso por proporcionar
los aminoácidos necesarios en la construcción de la matriz ósea y en el
mantenimiento de la masa muscular. También contribuyen a disminuir la
producción de hormona paratiroidea (PTH) y aumentan la producción y acción de
la insulin factor 1, implicada en la proliferación y actividad de los osteoblastos y
en la hidroxilación renal lo que contribuye a aumentar la absorción de calcio y
fósforo en el intestino y su fijación ósea.
• Una ingesta proteica excesiva aumenta la producción de ácidos y puede favorecer
la movilización de calcio del hueso y su eliminación urinaria. Sin embargo,
teniendo en cuenta los beneficios del aporte proteico, parece que una ingesta de
1,2-1,6 g/kg/día de proteínas de alta calidad es aconsejable para conseguir los
máximos beneficios sanitarios
• Teniendo en cuenta la salud ósea, se considera conveniente una relación
calcio/proteínas de 20 mg/g. Pero la baja relación calcio/proteínas (próxima a 10
mg/g) encontrada en poblaciones desarrolladas no debe animar a disminuir la
ingesta de proteínas, sino a aumentar la de calcio.
• El consumo excesivo de hidratos de carbono sencillos es negativo para el hueso,
porque inducen hiperinsulinemia, que inhibe la reabsorción del calcio a nivel
renal, lo cual aumenta su eliminación urinaria. Asimismo, una ingesta excesiva de
grasa, especialmente de grasa saturada, resulta perjudicial, por formar complejos
con el calcio y otros minerales en el intestino, lo que favorece su pérdida con las
heces.
• Sin embargo, los ácidos grasos poliinsaturados omega-3 (AGP ω-3) parecen ser
beneficiosos para la salud ósea por modular la actividad de los osteoclastos y

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osteoblastos, controlando también los procesos inflamatorios y el metabolismo
del calcio.
• Un aporte excesivo de fibra (≥ 50 g/día) podría interferir la absorción de calcio,
Además, la fibra ejerce un efecto prebiótico favorable para el microbiota
intestinal, lo que parece mejorar la absorción de calcio, así como la salud
esquelética y la prevención de fracturas.
• Un aporte excesivo de sodio (frecuente en poblaciones desarrolladas) condiciona
un aumento de la excreción de calcio por orina y resulta desfavorable para el
hueso, especialmente si el aporte de calcio y vitamina D no es el adecuado.
• Otros minerales como hierro, zinc, cobre, flúor, manganeso, silicio, boro, etc.
ayudan a mantener la estructura y función ósea.
• La vitamina C realiza una acción antioxidante, induce la formación de
osteoblastos y osteoclastos y está implicada en la producción de colágeno en la
matriz ósea.
• En relación con este tema es importante considerar que los nutrientes
interaccionan entre sí modulando su influencia en la masa ósea y es el total de la
dieta lo que debe ser mejorado. Una alimentación correcta resulta fundamental
para la salud ósea, y es vital en la prevención y el control de la osteoporosis.

(10)

Figura 16.- Consumo de pescado Figura 17.- Alimentos ricos en vitamina C

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