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Modulo 3 p1
Modulo 3 p1
MISIONERAS CLARETIANAS
Bogotá D.C.
AREA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA
MÓDULO DE TRABAJO Nº 1
FACILITADORA:
El picador de piedra
Cuenta la leyenda que un humilde picador de piedra vivía resignado en su pobreza, aunque
siempre anhelaba con deseo convertirse en un hombre rico y poderoso. Un buen día expresó en
voz alta su deseo y cuál fue su sorpresa cuando vio que éste se había hecho realidad: se había
convertido en un rico mercader.
Esto le hizo muy feliz hasta el día que conoció a un hombre aún más rico y poderoso que él.
Entonces pidió de nuevo ser así y su deseo le fue también concedido. Al poco tiempo se cercioró
de que debido a su condición se había creado muchos enemigos y sintió miedo.
Cuando vio cómo un feroz samurai resolvía las divergencias con sus enemigos, pensó que el
manejo magistral de un arte de combate le garantizaría la paz y la indestructibilidad. Así que
quiso convertirse en un respetado samurai y así fue.
Sin embargo, aún siendo un temido guerrero, sus enemigos habían aumentado en número y
peligrosidad. Un día se sorprendió mirando al sol desde la seguridad de la ventana de su casa y
pensó: "él si que es superior, ya que nadie puede hacerle daño y siempre está por encima de
todas las cosas. ¡ Quiero ser el sol !".
Cuando logró su propósito, tuvo la mala suerte de que una nube se interpuso en su camino
entorpeciendo su visión y pensó que la nube era realmente poderosa y así era como realmente le
gustaría ser.
Así, se convirtió en nube, pero al ver cómo el viento le arrastraba con su fuerza, la desilusión fue
insoportable. Entonces decidió que quería ser viento. Cuando fue viento, observó que aunque
soplaba con gran fuerza a una roca, ésta no se movía y pensó: ¡ ella sí que es realmente fuerte:
quiero ser una roca ! Al convertirse en roca se sintió invencible porque creía que no existía nada
más fuerte que él en todo el universo.
Pero cuál fue su sorpresa al ver que apareció un picador de piedra que tallaba la roca y
empezaba a darle la forma que quería pese a su contraria voluntad. Esto le hizo reflexionar y le
llevó a pensar que, en definitiva, su condición inicial no era tan mala y que deseaba de nuevo
volver a ser el picador de piedra que era en un principio.
CUALIDADES:
DEFECTOS:
MOMENTO DE REFLEXION:
COLEGIO INMACULADO CORAZÓN DE MARIA MISIONERAS CLARETIANAS
MÓDULO I GRADO TERCERO- AREA DE EDUCACIÓN RELIGIOSA-2011
Prohibida su reproducción total o parcial
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Profundizar sobre la vida de cada uno por medio de los siguientes interrogantes:
4.Cómo crees que esa vida ha iluminado tu hogar, tu colegio y como debe iluminar la sociedad donde el día
de mañana te vas a desarrollar.
El Padre Dios ha colmado de bienes al ser humano: por amor, creó la naturaleza, las fuentes, los ríos y el
mar; adornó los paisajes con aves de mil colores que alegran permanentemente con sus cantos y trinos;
colocó en el firmamento el sol, la luna y las estrellas. Pero, además, nos dio a todos el inmenso bien de la
vida; nos brindó la oportunidad de tener unos padres que
se preocupan por nosotros y nos cuidan; nos hizo
inteligentes para adorarlo y acecarnos a El, y cuando lo
abandonamos por el pecado, nos otorga su gracias para
que volvamos a su amistad.
Compromiso: Escribo una oración personal de alabanza al Señor por todos los
regalos que nos da:
Escribo una oración dandole gracias a Dios por darnos tantos motivos para celebrar:
HISTORIA de ABRAHAM
El hombre que a pesar de todo creyó. Era un pastor nómada de unos dos mil años antes
de Jesucristo. Para la Biblia la historia de Abraham es una historia “religiosa”. Abraham
aparece como un peregrino en busca de la “Tierra Prometida”. Dios le llama y Abraham le
responde con fe. Abraham nombre que Dios le impuso, cambiándole el suyo de Abran
significa precisamente “PAdre de una multitud”.
El tenía 75 años. Casado con Sara, no tiene hijos, carece de pastos propios. Da un nuevo
rumbo a su vida guiado por Dios y confiando en su Palabra. Dios le promete aquello que
más le falta y más necesita descendencia y tierra. Abraham comprende que tiene que dejar
muchas creencias y supersticiones para obedecer en todo a aquel Dios justo y bueno.
El era un hombre que cree y espera pero no era fácil, todo le sale al revés. Es expulsado
de Egipto donde esperaba encontrar pastos.
Quiere adoptar a Ismael hijo que tuvo con su esclava (Agar) Y cuando en Isaac (se casó
con Rebeca) cree tener la promesa, Dios le pide que se lo ofrezca en sacrificio.
Abraham en todo momento obedece a Dios. Sólo Dios basta. Descubre que Dios nunca
falla.
Equidad:____________________________________________________________
Paz.:-______________________________________________________________
La rana Renata era la mejor cocinera de los pantanos y a su selecto restuaurante acudían todas las ranas y
sapos de los alrededores. Sus "moscas en salsa de bicho picante" o sus "alitas de libélula caramelizadas con
miel de abeja" eran delicias que ninguna rana debía dejar de probar, y aquello hacía sentirse a Renata
verdaderamente orgullosa.
Un día, apareció en su restaurante Sopón dispuesto a cenar. Sopón era un sapo grandón y un poco bruto, y en
cuanto le presentaron los exquisitos platos de Renata, comenzó a protestar diciendo que aquello no era
comida, y que lo que él quería era una buena hamburguesa de moscardón. Renata acudió a ver cuál era la
queja de Sopón con sus platos, y cuando este dijo que todas aquellas cosas eran "pichijiminadas", se sintió tan
furiosa y ofendida, que sin mediar palabra le arreó un buen sartenazo.
Menuda trifulca se armó. A pesar de que Renata enseguida se dio cuenta de que tenía que haber controlado
sus nervios, y no dejaba de pedir disculpas a Sopón, éste estaba tan enfadado, que decía que sólo sería capaz
de perdonarla si él mismo le devolvía el sartenazo. Todos trataban de calmarle, a sabiendas de que con la
fuerza del sapo y la pequeñez de la rana, el sartenazo le partiría la cabeza. Y como Sopón no aceptaba las
disculpas, y Renata se sentía fatal por haberle dado el sartenazo, Renata comenzó a hacer de todo para que le
perdonara: le dio una pomada especial para golpes, le sirvió un exquisito licor de agua de charca e incluso le
preparó.. ¡una estupenda hamburguesa de moscardón!
Pero Sopón quería devolver el porrazo como fuera para quedar en paz. Y ya estaban a punto de no poder
controlarle, cuando aparecio un anciano sapo caminando con ayuda de unas muletas.
- Espera Sopón-dijo el anciano- podrás darle el sartenazo cuando yo te rompa la pata. Recuerda que yo llevo
muletas por tu culpa.
Sopón se quedó paralizado. Recordaba al viejo que acababa de entrar. Era Sapiencio, su viejo profesor que un
día le había salvado de unos niños gamberros cuando era pequeño, y que al hacerlo se dejó una de sus patas.
Recordaba que todo aquello ocurrió porque Sopón había sido muy desobediente, pero Sapiencio nunca se lo
había recordado hasta ahora...
Entonces Sopón se dio cuenta de que estaba siendo muy injusto con Renata. Todos, incluso él mismo,
cometemos errores alguna vez, y devolver golpe por golpe y daño por daño, no hacía sino más daño . Así que,
aunque aún le dolía la cabeza y pensaba que a Renata se le había ido la mano con el sartenazo, al verla tan
arrepentida y haciendo de todo para que le perdonase, decidió perdonarle. Y entonces pudieron dedicar el
resto del tiempo a reirse de la historia y saborear la rica hamburguesa de moscardón, y todos estuvieron de
acuerdo en que aquello fue mucho mejor que liarse a sartenazos.
Actividad pedagogica:
P E R D O N S Z H
A L A M I S T A D
Z E R R O R E S L
J U S T I C I A K
D I S C U L P A S
T R V I D A G P Ñ
B A L E G R I A O
2.Escribe una frase con cada una de las palabras que encontraste.
No era, ciertamente, Antonio María el que más guerra daba en el hogar. Más que jugar o
pegarse con los demás muchachos, le gustaba escuchar sermones, aprender a deletrear
libros piadosos y meditar en las verdades que se iban grabando en su cabecita infantil. No
tenía más que cinco años y ya se inquietaba su espíritu resolviendo los graves problemas
de la gracia y de la predestinación, del pecado y de la eternidad. Más de una vez le oía su
madre repetir entre el rebujo de la cuna: «¡Eternidad, eternidad!... ¡Siempre, siempre!...
¡Jamás, jamás!...» Y si se despertaba durante la noche, exclamaba, perseguido por la
misma idea: «Y aquello, ¿no acabará nunca? ¿Siempre habrá que padecer?» La eternidad
fue como el coco de su infancia.
Actividad pedagógica:
ACTIVIDAD DE PROFUNDIZACIÓN
De acuerdo a tu desempeño, responsabilidad y compromiso la nota que me merezco en este periodo es: