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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD GRAN MARISCAL DE AYACUCHO

CIUDAD BOLÍVAR- EDO.BOLIVAR

POS-GRADO: DERECHO PENAL

CRIMINOLOGÍA RADICAL

PROFESORA: Integrante:

ODANIA TORREALBA MAIKA LÓPEZ C.I. V – 14.913.412


CIUDAD BOLIVAR, ABRIL DE 2019

Tema VII: Criminología radical. Origen. La Criminalidad Radical y América Latina.

CRIMINOLOGÍA RADICAL ORIGEN.

La llamada Criminología radical proviene del encuentro de la crítica al poder


punitivo con los marcos ideológicos que reclaman cambios sociales y civilizatorios
profundos o generales. Por eso responde a tantas versiones como marcos
ideológicos que la inspiran, entre el marxismo.

Desde este campo, Georg Rusche y Otto Kirchheimer publicaron en 1939 un


trabajo anterior a toda la criminología sociológica de los años 70: pena y estructura
social. Ésta fue la primera vez que se profundizo el análisis del poder punitivo
desde el marismo. (Los ensayos previos, como el del Holandés Willen Bonger, Se
limitaban a estudiar las causas del delito).

Básicamente el libro de Rusche y Kirchheimer señala cierta relación entre el


mercado de trabajo y la pena: la aplicación de penas retira a una cantidad de
personar del mercado laboral, al tiempo que demanda trabajo para el propio
sistema. De esta manera regula los sueldos: impide que trabajen mucho cuando
reduce la oferta y evita una gran suba salarial cuando aumenta la oferta.

Un repaso histórico en este sentido demostrará que en la Edad Media la oferta


era enorme y el poder punitivo podía matar sin problemas. En cambio, empezó a
cuidar la fuerza de trabajo cuando el advenimiento del capitalismo aumento la
demanda de mano de obra.

Rusche y Kirchheimer también sostienen que el mercado determina las penas


según la ley de menor exigibilidad: para disuadir, las condiciones de vida
carcelaria deben ser inferiores a las peores de la sociedad.

Dario Melossi y Massimo Pavarini autores de la escuela de Bologna no negaron


la importancia del mercado de trabajo, pero creyeron que el poder punitivo opera a
través del disciplinamiento y no de forma tan mecánica.

En vigilar y castigar (1975), Michel Foucault desarrollo al máximo la idea del


disciplinamiento pero por fuera del marxismo. Concebía la prisionización como
mero pretexto del poder punitivo, que en realidad nos controla a todos los que
estamos sueltos a partir de un modelo panóptico de vigilancia.

En los 70 el marxismo criminológico se manifestó en los Estados Unidos y en


Gran Bretaña. En líneas generales, la escuela norteamericana sostuvo una
“racionalidad del delito” como respuesta a las contradicciones del capitalismo. Sin
saberlo, quien nos asalta en la calle o nos arrebata la cartera estaría obrando
racionalmente frente a las incongruencias del sistema.

Más exitosa, la criminología marxista británica se expandió desde la publicación


en 1973 de La nueva criminología de Ian Taylor, Paul Walton y Jock Young La
primera parte de esta obra es una cuidada síntesis de la criminología teórica
desde el iluminismo, rescatando aportes de Durkheim los elementos críticos de
cada corriente, con conocimiento y aguda penetración sociológica. Luego analiza
a Marx y Helder y señala la necesidad de construir una teoría criminológica
marxista a partir de los principios y no de las incidentales observaciones del propio
Marx.las instituciones totales.

ANTIPSIQUIATRIA

La obra de Goffman causo cierta impresión en la psiquiatría, puesto que se


basaba en la experiencia manicomial de las instituciones totales. De la crítica al
manicomio se paso rápidamente a la de la psiquiatría y de allí a la crítica radical
de todo el sistema psiquiátrico, lo que se dio en llamar “antipsiquiatria”.

El movimiento antipsiquiatrico emprendió una crítica radical al control social


represivo ejercido al margen del sistema penal formal. La gran diferencia entre el
criminalizado y el siquiatrizado es que el primero tiene derecho a defenderse y a
denunciar los abusos cometidos en su contra. Al segundo, en cambio, se le niegan
hasta esos derechos, con el argumento de que el pobre no sabe lo que hace: hay
que tutelarlo y protegerlo de sí mismo.

Estas entre otras propuestas exigen cambios sociales y civilizatorio profundos


tienen el inconveniente de que resulta muy difícil reconducirlas a respuestas
concretas a problemas urgentes. Distan de ser funcionales en una región donde la
violencia del poder punitivo es muy alta, o al menos constituye una amenaza
constante. Sin embargo no debemos subestimarlas porque sin dudas sus aportes
nos ayudan a reflexionar sobre nuestra realidad.

Hay que resaltar dos aspectos importantes de cara al surgimiento y desarrollo de


la criminología radical.

1. Control socio-penal: cambios importantes y cuestionamientos en la política


de control socio-penal actual.
2. Radicalización de determinados sectores sociales: profesionales de clase
media relacionados con el mundo de la desviación.

LA CRIMINALIDAD RADICAL Y AMÉRICA LATINA.


Surgieron movimientos que intentan hacer Criminología Radical en América
Latina, entre estos intentos podemos mencionar dos trabajos que merecen
una atención detallada.

 “Criminalidad de la Burguesía” de Juan Manuel Mayorca.


 “Criminalidad y Constituyente” realizado por Fernando Rojas.

Estos dos libros representan una alternativa a la ideología predominante tanto


en la investigación como en la teoría criminológica, debido a que se apartan y
critican la cualidad doctrinaria y complaciente de la investigación convencional que
sobre el delito se ha venido realizando en América Latina.

A pesar de la formación académica de estos autores, el interés en sus obras se


origina en la comprensión de que la evaluación contemporánea del sistema de
justicia y el estudio del crimen en América Latina han estado poderosamente
influidos por la orientación política de sus “expertos y técnicos”.

En “Criminalidad de la Burguesía” Mayorca divide su trabajo en dos secciones.

 En la primera, el autor critica el sistema de justicia venezolano debido a su


innegable carácter clasista.

 En la otra sección, se intenta analizar los crímenes de la pequeña


burguesía tales como: Corrupción, contrabando, evasión de impuestos,
fraudes al consumidor entre otros, los cuales son generalmente cometidos
en razón de la posición y privilegio de clase, lo que conlleva a que los
mismos sean raramente castigados por el orden legal existente.

En su libro “Criminalidad y Constituyente”, Fernando Rojas discute la ideología y


el rol político del régimen jurídico, desde los inicios del capitalismo, con especial
referencia a la justicia penal colombiana. El autor piensa que un correcto y radical
análisis del delito debe estar integrado por dos partes:

 1) Definición del delito


 2) El problema de las causas del crimen.

Otro fenómeno histórico-político, característico de América Latina, tratado en


“Criminalidad y Constituyente” es la violencia.

Rojas alega que el fenómeno de la violencia no puede ser abolido dentro de los
confines del capitalismo corporativo ya que es una condición sine qua non para el
desarrollo del Estado.
Sin embargo, Rosa del Olmo comparte la opinión expresada por Helder Cámara
de que “la primera de todas las violencias en América Latina y de la cual derivan
todas las demás es la injusticia”.

En “Criminalidad y Constituyente” Rojas al igual que Mayorca no son partidarios


de programas comunitarios, institutos correccionales y servicios juveniles aun
cuando estos programas pudieran reducir la población penitenciaria, mejorar las
posibilidades de rehabilitación, y liberar en parte, al Estado de los gastos
destinados a las instituciones de reclusión y castigo.

La obra de Mayorca coloca el rol central de la burguesía venezolana en la


evolución del sistema penal e indica la necesidad de una alternativa para el
análisis del Estado y la Ley en Venezuela.

Por su parte el libro de Rojas es un serio intento para desarrollar una teoría
criminológica crítica ya que eleva el nivel de discusión e investigación sobre el
crimen y el control del delito en la sociedad clasista.

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