Está en la página 1de 2

Filosofía de la 4T, segunda parte

En la primera entrega me detuve en las pocas referencias del análisis filosófico de la 4T,
ahora aparecen cada vez más elementos a analizar y lo más probable es que esta tendencia
siga en aumento. Dejando a un lado la Cartilla Moral o los antecedentes desde la historia
de la filosofía mexicana de ciertos tópicos de la 4T, quisiera abordar algunos aspectos que
me atrevería a llamar “ideológicos”.
En la reciente visita de AMLO a la ONU el mandatario expuso una serie de temas que, de
alguna manera, son los mismos que ha impulsado en los últimos años. Pero hay un par de
detalles que posiblemente adquirirán peso específico a lo largo de los años. Si bien en el
discurso se habló de la pobreza, el asunto de fondo tenía que ver con la migración; cuyo
abordaje no sería desde la perspectiva militar, según lo expresado por el presidente
mexicano. Parece una lógica obvia: menos pobres, menos personas que migran.
Es verdad que las propuestas que AMLO ha impulsado a lo largo de los años se pueden
catalogar de nacionalistas, pero su discurso ante la ONU adquirió tintes internacionalistas.
Sus referencias a Franklin D. Roosevelt, Adam Smith y al ‘Orden Mundial’ se pueden
justificar por el escenario, pero, sin duda, plantean la posible dimensión geopolítica de la
4T.
En 2018 México dio paso a una “revolución” democrática, algo que la izquierda quizá nunca
llego a imaginar. Creo que el presente y con más razón el futuro comienzan a escaparse de
los brazos de cualquier conceptualización teórica. No se trata solamente de lo nuevo que
no termina de nacer, o de lo viejo que no termina de morir. Tiene que ver con los conceptos
a través de los cuales lo nuevo dibuja sus contornos y lo viejo deja escuchar sus últimas
palabras; en mi opinión, no hay conceptos adecuados para pensarlos. Hay en México una
izquierda preocupada más por la Técnica que por el fondo de la realidad, e instituciones
políticas más preocupadas por ganar las próximas elecciones que por ofrecer un verdadero
programa de izquierda. Terminajos como ‘partido-movimiento’ diseñados no para la
claridad teórica sino para no restar “poder de convocatoria”. Por su puesto, el pragmatismo
político debe estar siempre presente al momento de distinguir un ‘programa’ de las
medidas irremediablemente oportunas; sin embargo, debo insistir en la falta de conceptos
adecuados1.
AMLO le señaló a la ONU su futuro. Alguien pude objetar, quizá con razón, que lo hizo un
poco “fuera de lugar”, pero el eje central me parece el correcto. Más allá de la pobreza, la
migración como el anzuelo de solución; más allá de los nacionalismos, un orden mundial
que no intente diluir las soberanías. ¿Es la fraternidad la que nos llevará a buen puerto? Tal
vez pasará con la fraternidad lo mismo que actualmente sucede con la dicotomía favorita

1
Lo mismo pasa con el término ‘Populismo’, el cual ya está lo suficientemente enrarecido como para que la
izquierda o la derecha lo utilicen según las necesidades del momento.
EDER VALEDO PAZ 1
de las ‘mañaneras’ (conservadores/liberales): simples anacronismos. No es este el lugar
para resolver la pregunta.
El año pasado acusaba a la propuesta de Enrique Dussel en su nueva cartilla ético política
de no incluir la dimensión geopolítica. Desde la inmediatez ético-pedagógica de la vida
comunitaria, una mirada del contorno extracomunitario se antoja difícil. Ahora bien,
muchas de las comunidades mexicanas han aprendido a migrar. La humanidad digna de ser
aprendida-enseñada en el fenómeno de la migración, puede ser el futuro filosófico de la
condición geopolítica de la 4T. No la dignidad que intente llevar a los marginados de la
sociedad a buscar investiduras institucionales o burocráticas. ¿Dónde podremos encontrar
un aparato teórico para semejante meta?
Quizá la interculturalidad asome una respuesta. No la interculturalidad encubridora del
Derecho, adversativa no desde la dialéctica de los Estados pero sí desde la Cultura. Si es
posible “superar” los conceptos inadecuados… una interculturalidad de la escucha antes del
‘diálogo de saberes’.
Por otra parte, estos problemas están lejos de ser los únicos. La cuarta trasformación tiene
que consolidarse para verdaderamente comenzar. Y las vías de su consolidación son aún
poco claras. El reto está en lo que pase con la 4T después de la presidencia de AMLO. Me
gusta pensar que una vez puestos en marcha el tren maya y el transístmico la 4T caminará
casi sin ayuda, corresponderá a todos los mexicanos vigilar que así sea, cuidar que la marcha
no se salga de sus carriles.

EDER VALEDO PAZ 2

También podría gustarte