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La teoría general de la relatividad, que fue publicada por Albert Einstein en 1916,
implicaba que el cosmos se hallaba en expansión o en contracción. Pero este
concepto era totalmente opuesto a la noción de un universo estático, aceptada
entonces hasta por el propio Einstein. De ahí que este incluyera en sus cálculos lo
que denominó “constante cosmológica”, ajuste mediante el cual intentaba conciliar
su teoría con la idea aceptada de un universo estático e inmutable. Sin embargo,
ciertos descubrimientos que se sucedieron en los años veinte llevaron a Einstein a
decir que el ajuste que había efectuado a su teoría de la relatividad era el ‘mayor
error de su vida’. Dichos descubrimientos se realizaron gracias a la instalación de
un enorme telescopio de 254 centímetros en el monte Wilson (California). Las
observaciones formuladas en los años veinte con la ayuda de este instrumento
demostraron que el universo se halla en expansión.
Hasta entonces, los mayores telescopios solo permitían identificar las estrellas de
nuestra galaxia, la Vía Láctea, y aunque se veían borrones luminosos, llamados
nebulosas, por lo general se tomaban por remolinos de gas existentes en nuestra
galaxia. Gracias a la mayor potencia del telescopio del monte Wilson, Edwin Hubble
logró distinguir estrellas en aquellas nebulosas. Finalmente se descubrió que los
borrones eran lo mismo que la Vía Láctea: galaxias. Hoy se cree que hay entre 50
000 y 125 000 millones de galaxias, cada una con cientos de miles de millones de
estrellas.
A finales de los años veinte, Hubble también descubrió que las galaxias se alejan
de nosotros, y que lo hacen más velozmente cuanto más lejos se hallan. Los
astrónomos calculan la tasa de recesión de las galaxias mediante el espectrógrafo,
instrumento que mide el espectro de la luz procedente de los astros. Para ello,
dirigen la luz que proviene de estrellas lejanas hacia un prisma, que la descompone
en los colores que la integran.
El diario The New York Times (8 de marzo de 1998) indicó que hacia 1965 «los
astrónomos Arno Penzias y Robert Wilson descubrieron la omnipresente radiación de
fondo: el destello residual de la explosión primigenia». El artículo añadió: «Todo
indicaba que la teoría [de la gran explosión] había triunfado».
Por esta razón, la NASA lanzó en noviembre de 1989 el satélite COBE (siglas de
Explorador del Fondo Cósmico, en inglés), cuyos descubrimientos se calificaron de
cruciales. “Las ondas que detectó su radiómetro diferencial de microondas
correspondían a las fluctuaciones que dejaron su impronta en el cosmos y que hace
miles de millones de años llevaron a la formación de las galaxias.”
Otros términos
Diferentes palabras se han utilizado a través de la historia para denotar "todo el
espacio", incluyendo los equivalentes y las variantes en varios lenguajes de
"cielos", "cosmos" y "mundo". El macrocosmos también se ha utilizado para este
efecto, aunque está más específicamente definido como un sistema que refleja a gran
escala uno, algunos, o todos estos componentes del sistema o partes. Similarmente,
un microcosmos es un sistema que refleja a pequeña escala un sistema mucho mayor
del que es parte.
Aunque palabras como mundo y sus equivalentes en otros lenguajes casi siempre se
refieren al planeta Tierra, antiguamente se referían a cada cosa que existía (se
podía ver). En ese sentido la utilizaba, por ejemplo, Copérnico. Algunos lenguajes
utilizan la palabra "mundo" como parte de la palabra "espacio exterior". Un ejemplo
en alemán lo constituye la palabra "Weltraum"
Una galaxia (del griego γαλαξίας ‘lácteo’) es un conjunto de estrellas, nubes de
gas, planetas, polvo cósmico, materia oscura y energía unidas gravitatoriamente en
una estructura más o menos definida. La palabra «galaxia» procede de los griegos,
los cuales atribuían el origen de la Vía Láctea a las gotas de leche derramadas en
el universo por la diosa Hera mientras alimentaba al infante Hércules.1 La cantidad
de estrellas que forman una galaxia es enorme y varía desde las galaxias enanas,
con 107, hasta las galaxias gigantes, con 1014 estrellas.[cita requerida] Formando
parte de una galaxia existen subestructuras como las nebulosas, los cúmulos
estelares y los sistemas estelares múltiples.
A veces las galaxias se acercan demasiado y chocan entre sí. La Vía Láctea algún
día colisionará con Andrómeda, su vecina galáctica más cercana. La Colisión Vía
Láctea-Andrómeda tendrá lugar dentro de cinco mil millones de años, dando lugar a
una galaxia que probablemente será de tipo espiral llamada Lactómeda. Las galaxias
son tan grandes y están tan expandidas en los extremos que, aunque se choquen entre
sí, los planetas y los sistemas solares a menudo no llegan a colisionar.
El batalla del Fuerte de Arauco sucedió el 30 de diciembre de 1558 en el Fuerte de
Arauco, Chile, como parte de la Guerra de Arauco, que enfrentaba a españoles y
mapuches.
Antecedentes
La victoria conseguida en Lincoya por el toqui Petegolen lo estimuló a seguir
levantando fuertes contra los europeos. Estos no hacían movimiento bélico alguno,
recordando la derrota anterior, y aguantaron las provocaciones mapuches.
Los mapuches, a pesar de ser una batalla muy desigual, decidieron aceptar. Cada vez
que derrotaban a un jinete, tomaban su caballo y lo llevaban a su tribu, donde los
jóvenes aprendían a montarlos y, poco a poco, mejoraron y se volvieron formidables
jinetes. Así habían formado los primeros batallones de caballería mapuche, que iba
a ser probada ese día.
La batalla
El lugar de la batalla era una planicie ubicada entre los dos fuertes. La batalla
comenzó cuando los españoles avanzaron. Las acciones eran sangrientas, ya que
morían muchos de cada bando. Las lanzas españolas atravesaban las corazas de cuero
de lobo de los indígenas, y estos respondían con fuertes golpes de mazos en la
cabeza.
En 1920 ocurrió el gran debate entre Harlow Shapley y Heber Curtis en torno a la
naturaleza de nuestra galaxia, las «nebulosas espirales» y la dimensión del
universo. Para defender la afirmación de que M31 era una galaxia externa, Curtis
argumentaba que las líneas obscuras observadas en dicha «nebulosa» eran similares a
las nubes de polvo que se observan en la nuestra, Vol. 5 (1925). Usar un nuevo
telescopio le permitió a Edwin Hubble resolver las partes exteriores de algunas
«nebulosas espirales» como colecciones de estrellas individuales. Más aún, Hubble
pudo identificar en esas estrellas algunas variables cefeidas y éstas le
permitieron estimar la distancia a dichas «nebulosas». Resultó que estaban
demasiado alejadas para ser parte de la Vía Láctea. En 1936, Hubble organizó un
sistema de clasificación de galaxias que todavía se usa en nuestros días: la
secuencia de Hubble.
El primer intento de describir la forma que tiene la Vía Láctea fue llevado a cabo
por William Herschel en 1785, contando cuidadosamente el número de estrellas en
distintas regiones del cielo. En 1920 Kapteyn, usando un refinamiento de la técnica
empleada por Herschel, sugirió la imagen de una pequeña galaxia elipsoidal (15
kiloparsecs de diámetro), con el Sol cerca del centro. Con un método diferente,
basado en la distribución de los cúmulos globulares, realizado por Harlow Shapley,
emergió una imagen radicalmente distinta: un disco plano con un diámetro aproximado
de 70 kiloparsecs y con el Sol alejado de su centro. Ninguno de los dos análisis
tomó en cuenta la absorción de la luz y el polvo interestelar presentes en el plano
galáctico. Robert Julius Trumpler tomó en cuenta estos efectos en 1930, estudiando
cúmulos abiertos y produciendo la imagen que actualmente se acepta de nuestra
galaxia: la Vía Láctea es una galaxia espiral con un diámetro aproximado de 30
kiloparsecs.
Velocidad de rotación: A observada, B predicha.
En 1944 Hendrick van de Hulst predijo que, debido a la presencia de hidrógeno
interestelar, podría detectarse la emisión de microondas de 21 cm de longitud por
parte de este gas. Esta radiación, detectada en 1951, ha permitido realizar mejoras
en el estudio de la dinámica de galaxias, en tanto que no es bloqueada por la
presencia de polvo. El efecto Doppler puede usarse para estudiar el movimiento de
este gas en la galaxia. Con la mejora de los radiotelescopios se han podido trazar
nubes de gas de hidrógeno en otras galaxias.
En 1970, Vera Rubin hizo un estudio sobre la velocidad de rotación de las galaxias.
El resultado de este y otros estudios es que la masa conjunta de las estrellas,
polvo y gases detectados en una galaxia es insuficiente para sostener la velocidad
de rotación de la misma. Para explicar esta discrepancia se ha postulado la
existencia de materia oscura, inobservable, pero cuya masa contribuya con la
gravedad necesaria para mantener las velocidades de rotación observadas.
Nuestra galaxia, la Vía Láctea, pertenece a un Grupo Local de unas cuarenta y seis
galaxias dominadas por la Vía Láctea y la Galaxia de Andrómeda. Este cúmulo se
encuentra en el límite de un «superconglomerado» que comprende casi cinco mil
galaxias. El supercúmulo, a su vez, pertenece a otra enorme concentración de
galaxias reunidas en masas compactas y suaves.
Tipos de galaxias
Las galaxias más grandes son gigantes elípticas. Se cree que la mayoría de las
galaxias elípticas son el resultado de la colisión y fusión de galaxias. Estas
pueden alcanzar tamaños enormes y con frecuencia se las encuentra en conglomerados
mayores de galaxias, cerca del núcleo.
Galaxias espirales
La Galaxia Espiral M88.
Artículo principal: Galaxia espiral
Las galaxias espirales son discos rotantes de estrellas y materia interestelar, con
una protuberancia central compuesta principalmente por estrellas más viejas. A
partir de esta protuberancia se extienden unos brazos en forma espiral, de brillo
variable. Hay dos tipos normales y barradas.
Galaxia de forma espiral con brazos de formación estelar. Las letras minúsculas
indican cuán sueltos se encuentran los brazos, siendo "a" los brazos más apretados
y "c" los más dispersos.
Galaxias espirales barradas (SBa-c): Galaxia espiral con una banda central de
estrellas. Las letras minúsculas tienen la misma interpretación que las galaxias
espirales.
Galaxias Espirales Intermedias (SABa-c): Una galaxia que, de acuerdo a su forma, se
clasifica entre una galaxia espiral barrada y una galaxia espiral sin barra.
Galaxias lenticulares
Incluyen las lenticulares barradas (SBO), que comprenden tres grupos: en el primero
(SBO-1), la barra es ancha y difusa; en el segundo (SBO-2) es más luminosa en las
extremidades que en el centro; y en el tercero (SBO-3) es ya muy brillante y bien
definidas.
Galaxias irregulares
Hay dos tipos de galaxias irregulares. Una galaxia Irr-I (Irr I) es una galaxia
irregular que muestra alguna estructura pero no lo suficiente para encuadrarla
claramente en la clasificación de la secuencia de Hubble. Una galaxia Irr-II (Irr
II) es una galaxia irregular que no muestra ninguna estructura que pueda
encuadrarla en la secuencia de Hubble.
Las galaxias enanas irregulares suelen etiquetarse como dI. Algunas galaxias
irregulares son pequeñas galaxias espirales distorsionadas por la gravedad de un
vecino mucho mayor.
Del total de galaxias observadas hasta la fecha solo un 4.7 % de las galaxias
brillantes reciben el nombre de galaxia irregular.
Galaxias activas
Artículo principal: Galaxia activa
Las galaxias activas son galaxias que liberan grandes cantidades de energía y/o
materia al medio interestelar mediante procesos que no están relacionados con los
procesos estelares ordinarios. Aproximadamente un 10 % de las galaxias pueden
clasificarse como galaxias activas.
La mayor parte de la energía emitida por las galaxias activas proviene de una
pequeña y brillante región del núcleo de la galaxia, y en muchos casos se observan
líneas espectrales de emisión anchas y/o estrechas, que evidencian la existencia de
grandes masas de gas girando alrededor del centro de la galaxia.
Galaxia Seyfert
Artículo principal: Galaxia Seyfert
Son galaxias espirales que se caracterizan por tener un núcleo puntual muy
brillante. Según su espectro se distinguen:
Galaxias «Starburst»
Artículo principal: Galaxia Starburst
Son galaxias en las que se están formando enormes cantidades de estrellas, muchas
de las cuales, al morir, explotan produciendo supernova, pese a que este fenómeno
forma parte de la evolución estelar y formalmente este grupo no estaría en nuestra
clasificación. Esta formación anormalmente alta de estrellas podría estar ligado a
mecanismos internos del núcleo de la galaxia.
Radiogalaxias
Artículo principal: Radiogalaxia
Las radiogalaxias suelen estar asociadas a galaxias tipo E con núcleo activo.
Emiten a longitudes de onda de radio y algunas pueden ser relativamente débiles.
Suelen ser galaxias que se extienden por amplias zonas del espacio. Presentan un
núcleo brillante y normalmente suelen estar rodeadas por dos chorros de partículas
de grandes dimensiones. Además, en muchas de ellas se ha detectado radiación
sincrotrón.
Cuásares
Artículo principal: Cuásar
Los cuásares tienen aparentemente el mismo aspecto de una estrella; de ahí su
nombre, que proviene de la contracción inglesa quasi-stellar.
Se sabe que la masa de estos objetos es muy elevada y que generalmente presentan
una forma estructurada.
Formación y evolución
Artículo principal: Formación y evolución de las galaxias
La formación y evolución de las galaxias son una de las áreas de investigación más
activas de los estudios astrofísicos. Algunas ideas ya están ampliamente aceptadas.
Las simulaciones informáticas han predicho las estructuras y distribución actuales
que se ven en las galaxias.
Formación
Galaxias tempranas
Las pruebas de una aparición temprana de las galaxias se encontró en 2006 cuando se
descubrió que la galaxia IOK-1 tenía un corrimiento al rojo anormalmente alto
(6,96) correspondiente a solo 750 millones de años después del Big Bang. Esto la
convertía en la galaxia más lejana y antigua nunca vista.10 Mientras que algunos
científicos sostienen que otros objetos como Abell 1835 IR1916 tienen corrimientos
al rojo más altos y, por lo tanto, están en una etapa más temprana de la evolución
del universo, la edad y composición de IOK-1 se ha establecido con mayor
fiabilidad. En diciembre de 2012 varios astrónomos informaron de que UDFj-39546284
era el objeto astronómico conocido más distante, con un valor de corrimiento al
rojo de 11,9. Se estima que el objeto empezó a existir unos 380 millones de años 11
después del Big Bang;12 es decir, la luz que nos llega ha recorrido unos 13 420
millones de años luz. La existencia de estas tempranas protogalaxias sugiere que
deben haberse formado en la llamada Edad Oscura.8