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Mi tía Cuca tiene una mala racha,

¿quién será esta muchacha?

Canto en la orilla, vivo en el agua,


no soy pescado, ni soy cigarra.

Soy pequeño y blandito y mi


casa llevo sobre el lomito.

Porque tengo sangre fría aparezco


en primavera en piedras encaramada
siempre al sol que más calienta.

Dos pinzas tengo, hacia atrás camino,


en el agua vivo, en el mar o en el río.

¿Qué animal tiene las cinco vocales?

En lo alto vive, en lo alto mora,


en lo alto teje la tejedora.

¿Quién será que de noche sale y de día se va?

¿Cuál es el animal que más tarda en quitarse


los zapatos?

Tengo hipo al decir mi nombre,


¿quien soy?
Choco me dice la gente, late mi
corazón. El que no sepa mi nombre,
es un gran tontorrón.

Blanca por dentro, verde por fuera.


Si quieres que te lo diga, espera.

¿Quieres té? ¡Pues toma té!


¿Sabes ya qué fruto es?
La A, anda. La B, besa. La C, reza
¿Qué fruta es esa?

Redondo como la luna


y blanco como la cal. Me hacen de leche…
¡y ya no te digo más!

Aunque no es un hombre, lleva sombrero


y al cesar la lluvia sale el primero.

Soy una loca amarrada que


sólo sirvo para ensalada.

Figura redonda, cuerpo colorado,


tripas de hueso y zancos de palo.

Somos bolitas redondas que


al morir nos despedazan, nos
reducen al pellejo y todo el jugo
nos sacan.

Arca monarca de gran poder,


que ningún carpintero la pudo hacer.

Sombrero sobre sombrero


de un arrugado paño. Si no lo adivinas ya,
no lo harás en todo el año.

Verde fue mi nacimiento y de luto me vestí;


los palos me atormentaron
y oro fino me volví.

Zorra le dicen, aunque siempre del revés.

Se lo come el japonés y plato muy rico es.


Con tomate y con lechuga,
en el plato suelo estar;
puedo ser algo picante
y a muchos hago llorar.

Vengo de padres cantores,


pero yo no soy cantor.
Llevo la ropa blanca y amarillo el corazón.
¿Quién soy?

Sobre la baca la o. ¿A qué no lo aciertas?

Oro parece y plata no es,


¡y no lo adivinas de aquí a un mes!

En blanco pañal nací,


En verde me transformé,
Y durante el crecimiento,
Amarillo me quedé.

Una señorita va por el mercado


con su cola verde y
su traje morado.

Primero blanca nací,


después verde me quedé,
y cuando dorada torné,
hiciste un jugo de mí.

Tengo capa sobre capa;


si me las quieren quitar
nadie de llorar se escapa.

Tiene ojos y no ve,


tiene agua y no la bebe,
tiene carne y no la come
tiene barba y no es un hombre.

Soy un viejo arrugadito


que si me echan al agua
salgo mucho más gordito.

Duerme bien en su cunita


a veces es un llorón,
pero también se sonríe
tomando el biberón.

De tus tíos es hermana,


es hija de tus abuelos
y quién más a ti te ama.

Nieto de su bisabuelo,
padre de tus hermanos,
de tus primos es el tío
y de tus tíos hermano.

Se parece a mi madre
pero es más mayor,
tiene otros hijos
que mis tíos son.

Esto era un gallo que puso un huevo


en los Picos de Europa. A dónde fue,
¿al norte o al sur?

¿Cuál es la palabra más grande del mundo?

¿De qué color es el caballo blanco de Napoleón?

Mi padre tiene cuatro hijos,


MARÍA, RAQUEL, MANUEL,
¿quién es el cuarto?
Si tienes entendimiento,
siendo amigo del saber,
una piedra sobre el agua,
¿qué cosa pudiera ser?

Un tren eléctrico viaja hacia el norte.


¿Hacia dónde va el humo?

Tengo forma de patito,


soy arqueado y redondito.

Se trata de un caso extraño,


pues siendo siempre el mismo
vale mucho o vale nada,
según el sitio en que va.

Dos redondelitos muy arrimaditos.

¿Qué cosa será aquella


que mirada del derecho y
mirada del revés,
siempre un número es?

Redondo como una cazuela,


tiene un ala y no vuela.

Dos guaridas cálidas


con sus escondrijos,
para dos hermanos
y sus quintillizos.

Como una culebra soy larga,


muy larga; me enrosco en el cuello,
doy vueltas y cuelgo. Si no me adivinas
pasarás frío en invierno.

Voy rodeando tu cintura


en más de una ocasión
y si no es por mi ayuda,
se te cae el pantalón.

Dos hermanitos muy igualitos,


si llegan a viejos abren los ojitos.

Yo te protejo del frío


y de los rayos del sol;
no soy gorra ni sombrero,
pero te cubro mejor.

Aunque tenemos dos piernas


no podemos caminar,
pero vamos con el hombre
a donde nos quiera llevar.

Por más puntos que yo tenga


no llevo palabra escrita;
me sacaron de la oveja
dejándola desnudita.

Aunque me llevas oculta


también soy muy importante.
Si me pones en invierno
te quito el frío al instante.

Soy de lana calentita


y si me pones del revés,
todas las costuras ves.

Si eres muy inteligente


lo podrás adivinar:
van puestas en mi nariz
y sirven para mirar.
Mi padre al cuello la ata
y poco a poco la aprieta
hasta llegar a su meta.
En una casa de cuero
hay cinco hermanos distintos;
que lo adivines espero.

A veces vamos brillantes,


a veces llenos de barro,
y solemos ir cansados
porque por el suelo andamos.

Es copa redonda y negra:


boca arriba está vacía
y boca abajo está llena.

Alrededor de tu cuello
dos alitas bien plantadas;
no tienen plumas ni vuelan,
ni se mueven para nada.

Mi ser por un punto empieza


y por otro ha de acabar.
El que mi nombre acertase
sólo dirá la mitad.

La llevan todas las niñas


y también los escoceses,
romanos y babilonios
y hasta los mismos cretenses.

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