Está en la página 1de 3568

Heaven Official´s Blessing

- Mò Xiāng Tóngxiù -
(Libro I)
Heaven Official´s Blessing

Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe Heredero del


reino Xian Le; uno que fue amado por sus ciudadanos y recibió el
amor del mundo. Como era de esperar, ascendió a los cielos a
una edad muy temprana. Ahora, ochocientos años después, Xie
Lian asciende a los Cielos por tercera vez como el hazmerreír de
los tres reinos. En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso demonio que gobierna a los fantasmas y aterroriza
a los Cielos...... pero sin que Xie Lian lo sepa, este rey demonio le
ha estado prestando atención durante mucho, mucho tiempo.

Otros nombres: Tiān Guān Cì Fú, La Bendición del Oficial


Celestial.

Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)

Año: 2016
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama, Misterio,
Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.
Capítulo 1: Heaven Official´s Blessing

Entre los dioses de los cielos, había un famoso hazmerreír


conocido en los tres reinos.
La leyenda decía que hace ochocientos años, había un país
antiguo dentro de las llanuras centrales llamado Nación XianLe.
La antigua nación de XianLe tenía un vasto territorio, abundantes
recursos y ciudadanos contentos. El país tenía cuatro tesoros:
bellezas delicadas en abundancia, prósperas artes y literatura,
tesoros de oro y joyas y por último, pero no menos importante, su
reconocida Alteza Real el Príncipe Heredero.
Esta persona, Su Alteza Real el Príncipe Heredero... se podría
decir que era un hombre extraño.
El emperador y la emperatriz lo consideraban el niño de sus ojos.
Lo adoraban inmensamente y con frecuencia proclamaban con
orgullo: —En el futuro, mi hijo seguramente se convertirá en un
sabio monarca, dejando una impresión de buena reputación para
las generaciones futuras.
Sin embargo, con respecto a lo que venía con la realeza, la
riqueza, el poder y el honor, el Príncipe Heredero no tenía interés
en ninguno de ellos.
Lo que le interesaba, citando las mismas palabras que a menudo
se decía a sí mismo, era...
— ¡Quiero salvar a la gente común!
El joven príncipe se cultivó en serio. Durante este tiempo, dos
historias cortas se hicieron circular ampliamente.
La primera historia ocurrió cuando tenía diecisiete años.
Ese año, la nación de XianLe realizó una magnífica Ofrenda a los
Dioses.
Aunque esta tradición ya se había abandonado durante
numerosos siglos, uno podría imaginar la grandeza del evento a
través de los textos antiguos sobrevivientes y las historias
verbales.
Ofrenda al Día de los dioses, calle mayor del Dios Marcial.
Ambos lados de la calle principal rebosaban de un mar de
personas. Los aristócratas estaban sentados en la cima de los
edificios altos mientras intercambiaban conversaciones
amistosas, mientras que los guardias imperiales despejaron el
camino con su impresionante tintineo de armadura. Las chicas
jóvenes bailaban con gracia mientras sus manos blancas como la
nieve esparcían pétalos de flores como lluvia, llenando el cielo
hasta donde alcanzaba la vista. Hacía que la gente se preguntara
si las doncellas bailarinas eran más hermosas o las flores en sí.
Notas melodiosas sonaron desde dentro de carruajes dorados y
flotaban por toda la Ciudad Imperial. Detrás de honorables
guardias, dieciséis caballos blancos con bridas doradas
caminaban uno al lado del otro mientras avanzaban por una
magnífica plataforma.
Ubicado en la cima de la plataforma alta y magnífica, era el centro
de atención de todos. Allí estaba el artista marcial que realizaría
un espectáculo para complacer a los dioses.
Durante el festivo desfile celestial, el artista marcial adornaba una
máscara dorada, se vestía con espléndidas prendas y empuñaba
una espada en una mano. Él desempeñaría el papel de la primera
deidad militar en un milenio en someter a las bestias demoníacas:
el emperador celestial del dios marcial Jun Wu.
Ser seleccionado como el artista marcial que realizaría tal
espectáculo podría considerarse como recibir el mayor honor y
por lo tanto, el criterio de selección era extremadamente estricto.
Este año, el elegido no fue otro que Su Alteza Real el Príncipe
Heredero. Toda la nación estaba convencida de que se convertiría
en el artista marcial más maravilloso que realizó tal actuación
desde el principio de los tiempos.
Sin embargo, ese día, ocurrió algo inesperado.
El guardia de honor hizo su tercera vuelta alrededor de las
murallas de la ciudad, pasando por un lado con una docena o más
de murallas altas.
Durante ese tiempo, el dios marcial en el magnífico escenario
estaba a punto de asestar un golpe mortal a un demonio.
Esta era la escena más emocionante y, por lo tanto, la gente de
ambos lados de la calle principal estaba entusiasmada. Las
personas en las murallas de la ciudad también se estaban
volviendo más ruidosas cuando comenzaron a superarse
mutuamente al asomar la cabeza para ver, luchando y
empujando.
En este preciso momento, un niño pequeño cayó desde lo alto de
la torre de la puerta de la ciudad.
Unos gritos agudos perforaron los cielos. Justo cuando todos
pensaban que el niño estaba a punto de derramar sangre en la
calle principal del Dios Marcial, el Príncipe Heredero levantó la
cabeza ligeramente antes de saltar y atraparlo.
La gente solo tuvo tiempo suficiente para vislumbrar una figura
blanca como un pájaro que revoloteó por el cielo vacío antes de
que el Príncipe Heredero aterrizara a salvo con el niño. Su
máscara dorada se había caído, revelando la cara joven y
hermosa que antes estaba oculta detrás de ella.
En el momento siguiente, una multitud de diez mil comenzó a
animar.
La gente común estaba encantada, pero los ministros taoístas de
la Casa Imperial tenían algunos dolores de cabeza.
Nunca hubieran pensado en un millón de años que se habría
producido un error tan gigantesco.
¡Era siniestro, demasiado siniestro!
Cada vuelta que hacía la magnífica plataforma alrededor de la
Ciudad Imperial representa una oración por un año de paz y
prosperidad en el país. Ahora que se había interrumpido, ¿no era
lo mismo que incurrir en un desastre?
Los ministros estaban preocupados hasta el punto de perder el
cabello como la lluvia. Después de reflexionar sobre el pasado y
los eventos ahora probables que podrían ocurrir en el futuro,
invitaron al Príncipe Heredero y con tacto sugirieron: Su Alteza,
¿puede enfrentarse al muro durante un mes para mostrar su
arrepentimiento? No tienes que hacerlo, solo el gesto para
mostrar tu intención sería suficiente.
El Príncipe Heredero sonrió antes de responder: —No es
necesario.
Explicó sus pensamientos: —Salvar a la gente no es algo malo.
¿Cómo podrían los Cielos culparme porque hice lo correcto?
— ¿Y si por casualidad los Cielos deciden culparte?
—Entonces los Cielos serían los que están equivocados. ¿Por
qué las personas que tienen razón se disculpan con las que están
equivocadas?
Los consejeros se quedaron sin palabras.
Su Alteza Real el Príncipe Heredero era exactamente este tipo de
persona.
Nunca se había encontrado con algo que no fuera capaz de lograr
y tampoco había conocido a nadie que no lo amara. Siempre tenía
razón y era el corazón del mundo. Por lo tanto, los ministros
sintieron un gran dolor en sus corazones mientras pensaban: —
¿Qué demonios sabes?
Sin embargo, no era conveniente para ellos decir más y tampoco
se atrevieron a hacerlo. Su Alteza no los escucharía de todos
modos.
La segunda historia también tuvo lugar en el año en que el
Príncipe Heredero tenía diecisiete años.
Según las leyendas, en el lado sur del río Amarillo existía un
puente llamado Puente Yi Nian, donde un famoso fantasma vagó
por muchos años.
Este fantasma era completamente aterrador: vestido con una
armadura en ruinas con llamas del infierno siguiendo sus pasos.
Todo su cuerpo también estaba cubierto de sangre y perforado
por numerosas cuchillas y flechas. Cada paso que daba dejaba
rastros de sangre y fuego. Cada pocos años, aparecería
repentinamente durante la noche. Vagaría al pie del puente y
detendría a los viajeros para hacerles tres preguntas:
¿Dónde es esto?
¿Quién soy?
¿Qué harás ahora?
Si uno no respondía correctamente, el fantasma los tragaría por
completo de un solo bocado. Sin embargo, nadie sabía cuáles
debían ser las respuestas correctas. Así que, después de varios
años, este fantasma se tragó innumerables peatones.
El Príncipe Heredero se enteró de este asunto un día mientras
deambulaba. Después de encontrar el puente Yi Nian, comenzó a
proteger el pie del puente continuamente hasta que finalmente se
encontró con el fantasma que lo rondaba una noche.
El fantasma apareció en un instante y efectivamente, era tan
misterioso y aterrador como lo habían afirmado los rumores. Abrió
la boca para hacerle al Príncipe Heredero la primera pregunta,
que el Príncipe Heredero le respondió con una sonrisa: —Este es
el reino humano.
Sin embargo, el fantasma respondió: —Este es el abismo.
Suerte de principiante; era solo la primera pregunta, pero ya se
había equivocado.
El Príncipe Heredero pensó para sí mismo que iba a responder
mal las preguntas de todos modos, así que ¿por qué esperar a
que el fantasma terminara de preguntar? Por lo tanto, sacó su
arma y comenzó a luchar.
Esta batalla duró hasta que el cielo se convirtió en el crepúsculo
y la tierra quedó cubierta de oscuridad. El Príncipe Heredero era
muy hábil en artes marciales, mientras que el fantasma se volvió
aún más desalentador y terrible. Un hombre y un fantasma
lucharon en ese puente hasta que las posiciones del sol y la luna
prácticamente cambiaron, antes de que finalmente el fantasma
fuera derrotado.
Después de que el fantasma desapareció, el Príncipe Heredero
plantó un árbol floreciente al pie del puente. En ese momento, un
taoísta que pasaba lo vio esparcir un puñado de tierra dorada para
ayudar a escoltar al fantasma a su próxima vida. Él preguntó:
— ¿Qué estás haciendo?
El Príncipe Heredero pronunció sus famosas ocho palabras: —
Cuerpo en el abismo, corazón en el paraíso.
Cuando el taoísta escuchó eso, sonrió levemente antes de
transformarse en una deidad general vestida con una armadura
blanca. Se subió a una nube mágica, convocó a un fuerte viento
y luego salió volando a la luz del sol. El Príncipe Heredero solo se
dio cuenta de que, por una afortunada coincidencia, se había
encontrado inesperadamente con el mismo Emperador Celestial
del Dios Marcial que había descendido al reino humano para
someter a las bestias demoníacas.
Todos los dioses ya estaban prestando atención a este dios
marcial extremadamente sobresaliente después de haber saltado
al cielo el día de la Ofrenda al Desfile de los Dioses. Después de
encontrarse con él al pie del Puente Yi Nian, los inmortales
comenzaron a preguntarle al Emperador: — ¿Qué piensas de esta
Alteza Real, el Príncipe Heredero?
El emperador Jun también respondió con ocho palabras: —El
futuro de este niño es ilimitado, imposible de medir.
Esa misma tarde, el cielo sobre el Palacio Real se volvió
antinatural cuando el viento y la lluvia causaron estragos.
Y en medio de los relámpagos y los truenos, Su Alteza Real el
Príncipe Heredero ascendió a la divinidad.
Mientras alguien asciende, los Cielos siempre temblarían una vez.
Cuando Su Alteza Real el Príncipe Heredero ascendió,
inmediatamente hizo temblar todos los Cielos tres veces.
Lograr la inmortalidad a través de los esfuerzos e ideas de uno
era realmente difícil.
Se requiere talento innato, alto cultivo y la oportunidad adecuada.
Renacer como un dios respetado, la mayoría de las veces, era un
viaje interminable de por vida.
Un joven que ascendía a la divinidad y se convertía en un mocoso
arrogante en los Cielos no era algo que no hubiera sucedido
antes, pero también había muchas personas que agotaron
amargamente toda su vida cultivándose, pero aun así no lograron
la inmortalidad. Incluso si se encontraran con una oportunidad del
Cielo, si no superaban la tribulación celestial, morirían o se
convertirían en un desperdicio. Innumerables humanos, como los
granos de arena en un desierto, vivieron una vida de mediocridad
de principio a fin, incapaces de encontrar el camino correcto
debido a su ignorancia.
Y así, esta Alteza Real, el Príncipe Heredero, fue sin duda el
amado querido del Cielo. Las cosas que quería, no había que no
pudiera obtener. Las cosas que quería hacer, no había nada que
le fuera imposible lograr. Y cuando quiso ascender a la divinidad,
realmente ascendió a la divinidad a los diecisiete años.
Originalmente, el Príncipe Heredero ya era popular entre su gente.
Junto con el hecho de que era el hijo amado y muy querido del
Emperador y la Emperatriz, ordenaron que los templos en nombre
del Príncipe Heredero se construyeran vigorosamente en muchas
partes de la nación. Se erigieron estatuas y todos se reunieron
para presentar sus respetos. Cuantos más creyentes tenía, más
santuarios se construyeron y así vivió más tiempo y se hizo más
poderoso. Como resultado, en solo un par de años, el Príncipe
Heredero de la nación XianLe floreció y alcanzó la cima de su
poder.
….Hasta tres años después, cuando XianLe cayó en el caos.
La razón del caos se debió al cruel gobierno del Emperador, que
llevó a un ejército rebelde a alzarse por la justicia. Sin embargo,
aunque el fuego de la guerra ya había comenzado a arder en el
reino humano, los Oficiales Divinos del Cielo no podían
entrometerse según sus deseos. A menos que fuera el resultado
de demonios y ghou´ls sobrepasando o violando sus límites, se
debía permitir que aconteciera lo sucedido. Las disputas
ocurrieron en todas partes del mundo y cada persona creía que
sus propias acciones estaban justificadas. Si cada deidad
interfiriera, hoy ayudarás y apoyarás a tu país, mientras que
mañana ayudará a sus descendientes a vengarse. ¿Eso no
resultaría en que los inmortales fueran golpeados con frecuencia,
algo que eventualmente podría causar la destrucción de toda la
vida? En el caso de su Alteza Real el Príncipe Heredero, era algo
de lo que debía mantenerse alejado aún más.
Pero a él no le importaba eso. Le dijo al emperador Jun: —Quiero
salvar a la gente común.
Aunque el emperador Jun había acumulado poder espiritual divino
durante miles de años, incluso él no se atrevió a decir esas
palabras en voz alta. Cuando escuchó al Príncipe Heredero, su
estado de ánimo se podía imaginar fácilmente. Sin embargo, el
emperador Jun no podía hacer nada al respecto y solo podía decir
inútilmente: —No se puede salvar a todos.
El Príncipe Heredero respondió: —Yo puedo.
Por lo tanto, descendió al reino humano sin pensarlo dos veces.
La gente de toda la nación XianLe celebró naturalmente. Sin
embargo, desde la antigüedad, los cuentos populares siempre
habían tratado de advertir a la gente de una verdad: el evento de
un inmortal no autorizado que descendiera al reino humano no
tendría un buen resultado.
Por lo tanto, los fuegos de la guerra no se extinguieron y en
cambio comenzaron a arder aún más salvajemente.
No era que Su Alteza el Príncipe Heredero no hiciera su mejor
esfuerzo, pero hubiera sido mejor si no hubiera hecho lo mejor.
Cuanto más luchaba, más complicada se hacía la guerra. La
gente de XianLe fue golpeada hasta que sus cabezas cayeron y
su sangre fluyó, sufriendo desastrosas bajas. Finalmente, una
plaga se extendió por toda la Ciudad Imperial y los rebeldes
irrumpieron en el palacio, terminando la guerra.
Se podría decir que cuando la nación XianLe había estado
luchando mientras estaba a las puertas de la muerte, Su Alteza
Real el Príncipe Heredero había sido quien los asfixió
directamente.
Después de que la nación fue aniquilada, la gente de repente se
dio cuenta de algo:
Entonces, resultaba que su deidad del Príncipe Heredero no era
tan formidable o perfecto como habían imaginado.
Para decirlo de manera más vulgar, ¿no era solo una figura inútil
que no podía lograr nada, sino que era capaz de estropear todo
lo demás?
Incapaces de desahogar el sufrimiento que habían sentido
después de perder tanto sus hogares como a sus seres queridos,
personas enojadas cubiertas de heridas se apresuraron en los
pasillos del palacio del Príncipe Heredero. Empujaron su estatua
divina y quemaron sus santuarios.
Ocho mil templos ardieron durante siete días y siete noches,
ardiendo hasta que desaparecieron por completo.
A partir de entonces, un dios marcial conocido por su protección y
paz se desvaneció y nació un dios demoníaco que atrajo
desastres.
Cuando la gente decía que eras un dios, entonces eras un dios.
Si decían que eras una mierda, entonces eras una mierda. Lo que
la gente decía que eras, eso era en lo que te convertías. Siempre
había sido así.
No importaba qué, Su Alteza el Príncipe Heredero no podía
aceptar este hecho. Lo que no pudo aceptar aún más fue el
castigo que se le dio: el destierro.
Su cultivo fue destruido y debía ser arrojado al reino humano.
Desde la infancia, había sido mimado de mil maneras a medida
que crecía, por lo que nunca sufrió los dolores y las dificultades
de las personas normales. Por lo tanto, este castigo lo hizo caer
desde lo alto de las nubes hasta el lodo. Y en este barro, fue la
primera vez que experimentó hambre, pobreza y la sensación de
inmundicia. También fue la primera vez que hizo cosas que nunca
se había imaginado: robar, maldecir violentamente y abandonarse
a la desesperación. Prestigio completamente perdido, autoestima
completamente desaparecida, se volvió tan feo como uno quería
que fuera. Incluso los asistentes más devotos no pudieron aceptar
que cambiara de esta manera, por lo que decidieron irse.
Cuerpo en el abismo, corazón en el paraíso. Estas ocho palabras
fueron talladas en casi todas partes en las tablas de piedra de
Xian Le nation. Si no se hubieran quemado casi por completo en
la guerra, si Su Alteza Real el Príncipe Heredero los volviera a ver,
él sería el primero en apresurarse a destruirlos.
Porque quien dijo la frase personalmente ya había demostrado
que cuando su cuerpo estaba en el abismo, su corazón no estaba
en el paraíso.
Ascendió rápidamente y descendió aún más rápido. Las palabras
del Dios Marcial y su elegante mirada, habiéndose encontrado por
casualidad con demonio y dios en el Puente Yi Nian. Parecían
como si fueran cosas que habían sucedido ayer. Los Cielos
suspiraron un poco, porque las cosas que sucedieron en el
pasado permanecieron en el pasado.
Pasaron muchos años cuando un día, un fuerte sonido sacudió
los Cielos. Esa Alteza Real el Príncipe Heredero ascendió a la
divinidad por segunda vez.
Desde la antigüedad, los dioses que habían sido desterrados lo
trataban como un revés que conducía a un colapso total, antes de
degenerar en un fantasma o un demonio. Hubo muy poca gente
que pudo revertir sus fortunas y regresar después de ser
desterrados. Este evento de ascender por segunda vez era algo
completamente digno de solo los vigorosos y los fuertes.
Lo que fue aún más vigoroso fue que justo después de ascender,
cargó contra los Cielos para golpear y asesinar a todos en las
cuatro direcciones. Por lo tanto, el Príncipe Heredero solo había
ascendido durante el tiempo que se tardó en quemar una varita
de incienso antes de ser derribado nuevamente.
Una varita de incienso. Se podría decir que fue la ascensión más
rápida y violenta, pero breve de la historia.
Si uno dijera que su primera ascensión fue algo para alabar,
entonces su segunda ascensión solo podría llamarse una farsa.
Después de estas dos veces, todos en el Cielo le dieron la espalda
a este Príncipe Heredero. Pero aunque lo abandonaron, todavía
se sentían un poco en guardia. Después de todo, después de ser
degradado una vez, fue llevado a tal estado de desesperación.
Ahora que fue desterrado dos veces, ¿se convertiría en un
demonio y tomaría represalias abusando de la gente común?
Quién hubiera sabido que después de ser degradado de nuevo,
no se convirtió en un demonio, sino que se adaptó sinceramente
a su estilo de vida desterrado. No hubo problemas en absoluto y
el único problema era que él era realmente demasiado serio.
A veces actuaba en las calles, cantando o tocando
magistralmente instrumentos de viento y arco de todo tipo. Incluso
romper una piedra gigante en su pecho no era nada difícil para él.
Aunque habían escuchado durante mucho tiempo que Su Alteza
Real el Príncipe Heredero podía cantar y bailar y tenía múltiples
talentos, verlo en una situación como esta realmente hizo que el
estado de ánimo se complicara. A veces, incluso aceptaba
laboriosa y concienzudamente la basura.
Todos los dioses estaban asombrados.
Que las cosas se volvieran así, era realmente inimaginable. Fue
en la medida en que hoy en día, si alguien le dijera a la otra, usted
dio a luz a un hijo que es el Príncipe Heredero de Xian Le, eso
sería mucho más malicioso que maldecir a los descendientes de
la otra parte.
En cualquier caso, una vez fue la belleza sin igual Su Alteza Real
el Príncipe Heredero, que había sido calificado como Oficial del
Cielo. Para llegar a este estado, realmente no había nadie más
como él. El llamado apodo, hazmerreir de los tres reinos, se debió
exactamente a esta razón.
Después de reír, los que eran más sentimentales tal vez
suspirarían. El orgulloso y distante hijo de los Cielos del pasado
realmente desapareció.
Sus estatuas divinas se derrumbaron y su antigua nación fue
destruida sin dejar un solo creyente. Poco a poco, se convirtió en
alguien gradualmente olvidado por el mundo. Por lo tanto, nadie
sabía a dónde se había alejado.
Ser desterrado una vez ya era una vergüenza y humillación
extraordinarias. Ser desterrado dos veces, nadie podría volver a
subir.
Después de muchos años más, repentinamente hubo un día en
que los Cielos se vieron nuevamente perturbados por un fuerte
ruido.
Fue extremadamente violento cuando el suelo tembló y las
montañas temblaron.
Las lámparas del altar que ardían día y noche temblaron mientras
sus llamas bailaban violentamente. Funcionarios piadosos que
fueron despertados partieron de los salones de sus propios
palacios, apresurándose mientras preguntaban: — ¿Quién es el
advenedizo que ascendió? ¡Este lugar está temblando mucho!
Quién hubiera sabido, que justo después de suspirar, qué
asombroso, qué asombroso, a la siguiente mirada, todos los
dioses del Cielo se sintieron como si fueran golpeados por un rayo
una y otra vez.
¿Todavía no había terminado?
Ese famoso bicho raro, el hazmerreír de los tres reinos, Su Alteza
Real el Príncipe Heredero de las leyendas, él, él, él, ¡él ascendió
a la divinidad de nuevo!
Libro uno:
Lluvia Sangrienta llegando a una
Flor
Capítulo 2: Recolectando la Tercera Ascensión del Inmortal a la Divinidad (parte
uno)

—Felicitaciones, Su Alteza Real el Príncipe Heredero.


Al escuchar esas palabras, Xie Lian levantó la cabeza y sonrió
antes de hablar: —Gracias. Pero, ¿puedo preguntar por qué me
felicitas exactamente?
Ling Wen ZhenJun se paró con los brazos cruzados mientras
decía: —Felicitaciones por colocarse en primer lugar en la lista de
Oficiales del Cielo más esperados para ser degradados y
desterrados al reino de los mortales.
Xie Lian respondió: —No importa cómo lo digas, sigue siendo el
primer lugar. Pero creo que si me felicitas, ¿debería ser un puesto
por el que valga la pena estar feliz?
Ling Wen declaró: —Sí, si eres el primero, puedes obtener cien
méritos.
Xie Lian respondió de inmediato: —La próxima vez, si hay otra
lista como esta, por supuesto, ponme en ella.
Ling Wen preguntó: — ¿Sabes quién está en segundo lugar?
Xie Lian pensó por un momento antes de responder: —Eso es
demasiado difícil de adivinar. Después de todo, solo con base en
la fuerza, solo yo debería ser capaz de tomar los tres primeros
lugares.
Ling Wen respondió: —Eso es más o menos correcto. No hay un
segundo lugar. En el momento en que comenzaste, otros solo
podían ver tu polvo sin esperanzas de ponerse al día.
Xie Lian dijo: —No me atrevo a aceptar el honor. ¿Quién fue el
ganador del primer lugar de los años anteriores?
Ling Wen declaró: —No había uno porque esta lista se creó este
año. Más exactamente, se creó hoy.
—Eh —Xie Lian se quedó en blanco por un momento antes de
preguntar—: Según lo que dijiste, esta lista no fue creada
específicamente para mí, ¿verdad?
Ling Wen respondió: —Se puede pensar que afortunadamente
ganó simplemente porque casualmente llegó a tiempo para ello.
Xie Lian dijo con una cara llena de sonrisas: —Muy bien, si lo
pienso así, seré un poco más feliz.
Ling Wen continuó diciendo: — ¿Sabes por qué tomarías el primer
lugar?
Xie Lian respondió: —Todos lo esperan.
Ling Wen explicó: —Déjame decirte la razón. Por favor, mira ese
reloj.
Levantó el dedo para señalar y Xie Lian se dio la vuelta para mirar
en esa dirección. Lo que se podía ver allí era extremadamente
hermoso. Mirando a lo lejos, se podía ver un palacio hecho de
jade blanco, pabellones y quioscos, nubes inmortales que se
enroscaban con corrientes y pájaros voladores.
Xie Lian miró durante mucho tiempo antes de preguntar: —
¿Quizás apuntaste en la dirección equivocada? ¿Dónde está el
reloj?
Ling Wen respondió: —No señalé en la dirección equivocada.
Está allí, ¿lo has visto ya?
Xie Lian miró cuidadosamente de nuevo antes de decir
sinceramente: —No lo veo.
Ling Wen respondió: —Es correcto que no lo veas. Originalmente,
había un reloj allí, pero se sacudió cuando ascendiste.
. ..
—Ese reloj era incluso más antiguo que tú. Sin embargo, tenía un
carácter vivo y vivaz. Cada vez que alguien ascendía, sonaba un
par de veces para animarlos. Pero el día que ascendiste, sonó
como si se hubiera vuelto loco, incapaz de detenerse. Solo
cuando cayó de la torre del reloj se calmó. Sin embargo, cuando
se cayó, se estrelló contra un Oficial Celestial que pasaba.
Xie Lian preguntó: —Esto... Entonces, ¿está bien ahora?
Ling Wen: No, todavía está siendo reparado....
Xie Lian: Me refiero al Funcionario celestial que fue golpeado.
Ling Wen respondió: —El que fue golpeado fue un dios marcial.
Dio la vuelta a su mano en el acto y dividió el reloj en dos mitades.
Pero ahora, por favor mire hacia allí en el salón dorado del palacio.
¿Lo ves?
Señaló de nuevo y la mirada de Xie Lian siguió su dedo una vez
más. Vio una vasta área cubierta de niebla y nubes, antes de ver
la parte superior de un resplandeciente techo de palacio hecho de
vidrio dorado. Xie Lian dijo: —Ah, lo veo esta vez.
Ling Wen respondió: —Si ves algo, eso significa que hay algo mal.
Originalmente no había habido nada allí.
. ..
—Cuando ascendiste, los palacios dorados de muchos Oficiales
Celestiales se sacudieron hasta el punto de que sus pilares
dorados se cayeron y sus techos vidriados se hicieron añicos.
Algunos palacios no pudieron repararse en un corto período de
tiempo. Sin mejores opciones, muchas personas improvisaron y
construyeron lugares nuevos y temporales.
— ¿Yo soy el culpable?
—Eres responsable de ello.
—Uh... —Xie Lian pidió confirmar — ¿acaso ofendí a muchos
Oficiales Celestiales en el momento en que subí?
Ling Wen respondió: —Si puedes redimirte, entonces quizás no lo
harás.
— ¿Qué puedo hacer para redimirme?
—Eso es fácil de responder. Ocho millones, ochocientos ochenta
mil méritos.
Xie Lian sonrió de nuevo.
Ling Wen dijo: —Por supuesto, sé que incluso una décima parte
de eso es algo que no puedes sacar.
Xie Lian respondió de manera franca y genuina: — ¿Cómo digo
esto? Aunque realmente lamento los inconvenientes, incluso si
solicitó una décima parte de eso, todavía no podré eliminarlo.
La convicción de los creyentes en el mundo secular podría
convertirse en el poder espiritual de un Funcionario Celestial.
Cada varilla de incienso que quemaban como ofrendas se llamaba
méritos.
Con su sonrisa desapareciendo, Xie Lian preguntó seriamente: —
¿Estarías dispuesto a derribarme de aquí con una patada y luego
darme ocho millones, ochocientos ochenta mil méritos?
Ling Wen declaró: —Soy un dios de la literatura. Si quieres que
alguien te eche, deberías encontrar un dios marcial. Cuanto más
te pateen, más méritos recibirás.
Xie Lian lanzó un profundo suspiro.
—Permíteme pensar qué hacer.
Ling Wen le dio unas palmaditas en el hombro y dijo: —No pierdas
la cabeza. Cuando te encuentras con una montaña, siempre
habrá un camino para atravesarla.
Xie Lian respondió: —En mi caso, cuando el bote llegue a la
cabeza del muelle, se hundirá naturalmente.
Si era hace ochocientos años, durante el tiempo más próspero de
XianLe, ocho millones, ochocientos ochenta mil méritos no
hubieran sido un gran problema. Su Alteza Real el Príncipe
Heredero agitaría su mano y se los daba, sin siquiera parpadear
ante tal pérdida. Pero el presente ahora era diferente de los viejos
tiempos. En el mundo secular, todos sus templos ya se habían
quemado hace mucho tiempo y no quedaba ninguno. No tenía
creyentes, ni incienso, ni adoración.
No hacía falta decir más. ¡Simplemente no tenía nada, nada, ni
una sola cosa!
Una persona se puso en cuclillas al borde de la calle principal de
la Ciudad Inmortal mientras tenía dolor de cabeza durante
bastante tiempo, antes de que repentinamente recordara algo. Ya
habían pasado casi tres días desde que había ascendido, pero
Xie Lian no había entrado en la matriz de comunicación espiritual.
En ese momento, también se había olvidado de pedirle a Ling
Wen la contraseña.
Los Oficiales Celestiales que habían ascendido se unían para
crear un conjunto de comunicación espiritual. Les era posible usar
su sentido divino e inmediatamente comunicarse entre ellos
dentro de la matriz; y después de ascender, era imperativo que
los nuevos dioses entraran. Sin embargo, uno debía conocer la
contraseña para poder localizar la matriz particular. Ya habían
pasado ochocientos años desde que Xie Lian había entrado por
última vez en la matriz de comunicación espiritual, por lo que
ciertamente no recordaba la contraseña. Entonces, liberó su
sentido divino para mirar a su alrededor antes de encontrar una
matriz que parecía parecerse a ella. Pero cuando entró
casualmente, fue golpeado de inmediato en todas las direcciones
por voces violentas y excitadas tan poderosas que se volvió un
poco inestable.
— ¡Haz tus apuestas, sin devoluciones! ¡Ven a apostar cuánto
tiempo nuestra Alteza Real el Príncipe Heredero puede
perseverar antes de que tenga que descender una vez más!
— ¡Apuesto un año!
—Un año es demasiado, la última vez solo duró el lapso de tiempo
de una varita de incienso. ¿Quizás esta vez persistirá durante tres
días? ¡Apostaré durante tres días, tres días!
— ¡No, ah, tonto! Ya casi han pasado tres días. ¿Vas a estar bien?
Xie Lian dejó en silencio la matriz.
Lugar equivocado. Definitivamente no podría ser este.
Las deidades en el cielo eran todas las grandes autoridades
celestiales que supervisaban su propia región y cada una de ellas
era un nombre familiar entre un gran número de personas. Como
todos eran Oficiales celestiales que se habían cultivado
seriamente para ascender, eran dignos y, por lo general, bastante
reservados. La mayoría de las veces, su discurso y
comportamiento tenían un aire de arrogancia. Solo sería él quien,
porque había estado demasiado emocionado la primera vez que
ascendió, fue y agarró a todos los Oficiales celestiales en la matriz
de comunicación espiritual para saludarlos. Xie Lian había sido
incomparablemente serio mientras se presentaba y su
introducción completamente detallada no tenía paralelo.
Después de retirarse de la matriz anterior, comenzó a buscar al
azar una vez más. Finalmente, casualmente ingresó a otra matriz
nuevamente. Después de entrar en este momento, Xie Lian se
relajó un poco mientras pensaba mentalmente: —Aquí está tan
tranquilo. Este es probablemente el indicado.
En ese momento, escuchó una voz que decía: — ¿Su Alteza Real
el Príncipe Heredero ha regresado otra vez?
Al principio, este sonido era extremadamente cómodo de
escuchar. La voz era suave y el tono suave. Sin embargo, si uno
lo escuchaba atentamente, se daría cuenta de que la voz sonaba
extremadamente fría y el tono del hablante también parecía muy
indiferente. Por lo tanto, hacía que esa gentileza pareciera
albergar algunas malas intenciones.
Originalmente, Xie Lian había querido ingresar a la matriz de una
manera moderada y de buen comportamiento. Al acecho en
silencio sería suficiente. Sin embargo, dado que alguien ya lo
estaba buscando para conversar, no podía pretender estar mudo
y sordo. También estaba extremadamente feliz de que un
Funcionario celestial en el cielo aún estuviera dispuesto a tomar
la iniciativa de hablar con él, una peste que personifica a Dios. Por
lo tanto, rápidamente respondió: —Así es, ¡ah! ¡Hola a todos!
Regresé de nuevo.
¿Cómo iba a saber eso después de esta única pregunta y
respuesta? Todos los Oficiales celestiales en la matriz de
comunicación espiritual en ese momento todos levantaron sus
oídos.
Ese Oficial Celestial continuó hablando de manera pausada: —
Esta vez, la ascensión de Su Alteza Real el Príncipe Heredero
causó una gran conmoción, ah.
Dentro del cielo, incluso se podría decir que los monarcas
caminaban por todas partes, mientras que los héroes eran tan
comunes como el agua que fluye en los ríos.
Si uno desea convertirse en un dios inmortal, primero debe
convertirse en un individuo sobresaliente. En el reino de los
mortales, las personas lograron muchos objetivos o las personas
que tenían mucho talento, por supuesto, tuvieron una mayor
oportunidad de ascender. Como resultado, no era exagerado
decir que las princesas, los príncipes y los generales no eran algo
raro de ver aquí. ¿Quién no era un niño orgulloso de los cielos?
Sin embargo, todos seguían siendo extremadamente educados y
corteses entre sí, llamándose unos a otros 'Su Majestad' o 'Su
Alteza' o 'Señor General'. Dirían lo que pareciera más grato. Pero
por las palabras anteriores pronunciadas por el Funcionario
celestial, ese título que usó ya no sonaba como un gesto cortés.
Aunque Xie Lian había sido un Príncipe Heredero y el otro lo había
saludado así, su tono no tenía ni un poco de respeto. Parecía más
bien como si estuviera tratando de usar una aguja para apuñalar
a alguien. Hubo muchos otros funcionarios celestiales que habían
sido auténticos príncipes de la corona dentro del grupo de
comunicación espiritual y esos pocos saludos simplemente
hicieron que se les pusiera la piel de gallina en la espalda, ya que
se sentían incómodos de pies a cabeza. Xie Lian también escuchó
las malas intenciones en la voz del otro, pero no quería hacer una
escena. Pensando para sí mismo que iba a escapar, respondió
con una sonrisa: —Estuvo bien.
Sin embargo, el Oficial Celestial no le dio la oportunidad de
escapar. Habló con una voz que no era cálida ni fría: —Huh, ¿Su
Alteza Real el Príncipe Heredero está bien? Mi suerte no fue tan
buena.
De repente, Xie Lian escuchó un susurro de Ling Wen.
Dijo una sola palabra: —Reloj.
Xie Lian entendió al instante. ¡Entonces, este había sido el dios
marcial que fue aplastado por ese reloj!
Si esa era la situación, entonces para el Funcionario celestial estar
enojado no era algo sin razón. Xie Lian siempre había sido
extremadamente bueno disculpándose y, por lo tanto, dijo de
inmediato: —He oído sobre el incidente con el reloj. Lo siento
mucho, perdóname.
El otro resopló una vez, haciendo imposible que alguien supiera a
qué se refería.
Había muchos dioses marciales dentro del Cielo y, entre ellos,
bastantes nuevos advenedizos que habían ascendido después de
que Xie Lian se fue. Esta fue la razón por la que no pudo
determinar qué dios era solo escuchando su voz. Sin embargo,
uno no podía disculparse sin siquiera saber el nombre del otro.
Por lo tanto, Xie Lian fue al centro del asunto y preguntó: —
Disculpe, ¿puedo preguntar cómo debo dirigirme a usted,
distinguido?
En el momento en que dijo esas palabras, la otra parte guardó
silencio.
No fue solo el otro dios quien guardó silencio. Todo el conjunto de
comunicación espiritual pareció congelarse, como si una
bocanada de aire estancado abofeteara a todos en la cara.
Por otro lado, Ling Wen le susurró una vez más: —Su Alteza,
aunque no creo que no haya reconocido a la otra persona
después de hablar con él durante tanto tiempo, pero todavía
quiero recordarle. Ese es Xuan Zhen.
Xie Lian preguntó: — ¿Xuan Zhen?
Se ahogó en un instante antes de reaccionar finalmente cuando
envió un mensaje de vuelta en shock
— ¿Este es Mu Qing?
Xuan Zhen Jun era un dios marcial que vigilaba el suroeste. Tenía
siete mil templos y en el reino de los mortales, su reputación era
ilustre.
Este Xuan Zhen Jun, que tenía el nombre personal Mu Qing, solía
ser diputado general en los Salones del Palacio del Príncipe
Heredero del país de XianLe hace ochocientos años.
Ling Wen también estaba muy sorprendido.
— ¿No podría ser que realmente no lo reconociste?
Xie Lian respondió: —Realmente no lo reconocí. En aquel
entonces, no me habló de esta manera. Además, ni siquiera
recuerdo cuándo fue la última vez que lo conocí. Si no fueron
quinientos años, entonces fue hace seiscientos años. He olvidado
casi por completo cómo era, así que, ¿cómo podría reconocer su
voz?
La matriz de comunicación espiritual permaneció en silencio y Mu
Qing no hizo un solo pío. En cuanto a los otros Oficiales
celestiales, por un lado, fingieron que no estaban escuchando,
mientras que por otro lado, esperaban que alguien continuara
hablando con ferviente anticipación.
Cuando se trataba de estos dos, era relativamente incómodo.
Después de tantos años, se habían transmitido muchos rumores,
por lo que todos ya entendían casi todo. En aquellos días en que
Xie Lian había sido el precioso Príncipe Heredero XianLe, se
cultivó en el Templo Huang Ji. Ese Templo Huang Ji era el Templo
Taoísta Imperial del país XianLe. Sus estándares de selección
para discípulos eran extremadamente estrictos. Mu Qing provenía
de un entorno pobre y su padre era un pecador que había sido
decapitado. Una persona así simplemente no tenía los requisitos
para ingresar al Templo Huang Ji como discípulo. Como
resultado, no tuvo más remedio que convertirse en alguien que
hizo trabajos extraños. En el templo, se encargaba principalmente
de barrer el piso para Su Alteza el Príncipe Heredero, o de
entregarle té y agua. Pero Xie Lian vio que era asiduo y así les
pidió a los ministros taoístas que hicieran una excepción y lo
recibieran como discípulo. Las palabras de Su Alteza Real el
Príncipe Heredero tenían gran peso. Debido a la voluntad del
Príncipe Heredero, solo entonces Mu Qing pudo ingresar al
templo para cultivarse. Y después de que Xie Lian ascendió, lo
designó como su general y llevó a Mu Qing con él a la Ciudad
Inmortal.
Sin embargo, cuando la nación Xian Le fue aniquilada y Xie Lian
fue degradado para descender al reino mortal, Mu Qing no lo
siguió. No solo no siguió a Xie Lian, sino que Mu Qing ni siquiera
dijo una sola palabra en defensa de él. El Príncipe Heredero se
había ido de todos modos, así que era libre. Encontró un lugar
bendito y comenzó a cultivarse minuciosamente como un loco. No
muchos años después, resistió las tribulaciones celestiales y
ascendió a sí mismo.
En aquel entonces, uno estaba en el cielo mientras otro estaba en
el suelo. Ahora, todavía había uno en los cielos y uno en el suelo,
era solo que las circunstancias de las dos personas estaban
completamente invertidas.
En el otro extremo, Ling Wen dijo: —Está realmente enojado.
Xie Lian respondió: —También lo adiviné.
Ling Wen respondió: —Iré a decir algunas otras cosas. Aproveche
rápidamente la oportunidad de irse.
Xie Lian dijo: —No hay necesidad. Si pretendemos que no pasó
nada, entonces todo estaría bien.
Ling Wen preguntó: — ¿Es necesario? Solo mirarlos me hace
sentir incómoda.
Xie Lian respondió: —Todavía estoy bien, ¡ah!
Para Xie Lian, cualquier situación estaba bien mientras no
muriera. No tenía mucho, pero definitivamente aún podía perder
mucha cara. Ya había hecho muchas cosas que eran muchas
veces más incómodas que esto, así que realmente se sintió bien
en su corazón. Pero quién hubiera pensado que no debería haber
dicho eso tan temprano; Xie Lian acababa de decir las palabras
todavía está bien cuando escuchó un rugido de voz.
— ¡¿Quién demonios desmanteló mi palacio de oro?! ¡Salga!
Este rugido hizo que los dioses que escuchaban dentro de la
matriz de comunicación espiritual sintieran como si sus cueros
cabelludos explotaran.
Aunque sus estómagos ya se revolvían, todos contuvieron la
respiración mientras escuchaban con gran atención. No hicieron
un solo pío mientras esperaban para ver cómo Xie Lian
respondería a las fuertes maldiciones. Pero nadie esperaba eso
en lugar de algo emocionante: escucharían algo aún más
emocionante. Xie Lian ni siquiera había comenzado a hablar antes
de que Mu Qing hablara primero.
Mu Qing se rió dos veces.
—Jaja.
La persona que vino fríamente dijo: — ¿Tú fuiste quien lo derribó?
Muy bien, espéralo.
Mu Qing respondió débilmente: —No dije que fuera yo. No rocíe
sangre al azar a las personas.
La otra persona preguntó: —Entonces, ¿por qué te estás riendo?
¿Estás mentalmente enfermo?
Mu Qing respondió: —No es así. Lo que acabas de decir fue
divertido, eso es todo. La persona que destruyó tu palacio dorado
está actualmente en la matriz de comunicación espiritual, puedes
ir y preguntarle tú mismo.
Con las cosas evolucionando a este grado, no importa qué, Xie
Lian se sentía demasiado avergonzado para escapar ahora.
Él tosió secamente antes de decir: —Fui yo. Lo siento.
En el momento en que habló, la persona que vino más tarde
también se quedó en silencio.
Al oído, Ling Wen volvió a transmitir un mensaje.
—Su Alteza Real, ese es Nan Yang.
Xie Lian respondió: —Esta vez, lo reconocí. Sin embargo, creo
que no me ha reconocido.
Ling Wen respondió: —No. Es solo que pasa la mayor parte de su
tiempo en el reino mortal y menos tiempo en la Ciudad Inmortal.
Por lo tanto, simplemente no sabía que había ascendido de
nuevo.
Nan Yang ZhenJun fue el dios marcial que supervisó el sudeste.
Era popular y tenía casi ocho mil templos, recibiendo el amor y el
respeto de la gente común.
Además, su nombre personal era Feng Xin. Hace ochocientos
años, fue el primer general del Salón del Palacio del Príncipe
Heredero XianLe.
Feng Xin era una persona devota y leal. Era el guardaespaldas
imperial de Xie Lian desde que el otro tenía catorce años. Feng
Xin creció con el Príncipe Heredero, ingresó a los Cielos con él,
fue degradado con él y fue desterrado con él.
Desafortunadamente, no pudo soportar esos ochocientos años
con Xie Lian. Al final, se separaron en malos términos y se
alejaron, para nunca volver a verse.
Capítulo 3: Recolectando la Tercera Ascensión del Inmortal a la Divinidad (parte
dos)

Un antiguo Señor superior fue reducido a un hazmerreír de tres


reinos; alguien que no tenía ofrendas de incienso, templos o
creyentes. Los dos asistentes que una vez se sentaron debajo de
él pasaron las tribulaciones del Cielo, ascendiendo y
convirtiéndose en fuertes dioses marciales que cada uno
supervisaba una región entera. En circunstancias como esta, era
imposible que la gente no se preguntara más. Si le pidieras a Xie
Lian que elijiera si Feng Xin o Mu Qing lo hicieron sentir más
incómodo, él diría: — ¡Cualquiera está bien, ah!
Sin embargo, si le preguntaras a los espectadores si querían ver
a Xie Lian pelear contra Feng Xin o si querían ver a Xie Lian pelear
contra Mu Qing, entonces todos tomarían diferentes decisiones
según sus gustos. Después de todo, había muchas razones para
que ambos pares pelearan, por lo que era difícil elegir cuál era la
opción más interesante.
Por lo tanto, cuando no hubo respuesta del lado de Feng Xin
durante mucho tiempo porque había dejado de hablar
inesperadamente y en su lugar se escondió de inmediato, todos
se sintieron completamente decepcionados. Mientras tanto, Xie
Lian recogió su cola y se golpeó un poco mientras decía: —
Tampoco anticipé hacer una conmoción como esta. No fue
deliberado, he incomodado a todos.
Mu Qing respondió de una manera genial: —Oh, eso fue
realmente una coincidencia.
¿Coincidencia? Xie Lian también pensó que era realmente una
coincidencia. ¿Cómo podría caer el reloj sobre Mu Qing, mientras
que su ascensión también destruyó el palacio de Feng Xin? Para
los espectadores, era como si deliberadamente se estuviera
vengando. Sin embargo, Xie Lian era el tipo de persona que, si
hubiera mil copas de vino con una sola envenenada, Xie Lian
siempre se las arreglaba para elegir la envenenada. Pero no había
forma de controlar lo que otras personas creían, por lo que Xie
Lian solo pudo decir: —Haré todo lo posible para compensar los
palacios dorados de todos y otras pérdidas. También espero que
me des algo de tiempo.
Uno no necesitaba un cerebro para comprender que Mu Qing
definitivamente quería continuar con sus comentarios sarcásticos.
Sin embargo, dado que el palacio dorado de Mu Qing no sufrió
ninguna pérdida e incluso el reloj que cayó sobre él fue cortado
en dos mitades, continuar siendo dominante parecería
desagradable y algo debajo de su identidad. Por lo tanto, Mu Qing
también se ocultó antes de quedarse en silencio. Cuando Xie Lian
vio que los terribles problemas se habían ido solos, también huyó
rápidamente.
Todavía estaba reflexionando genuinamente sobre dónde se
suponía que debía obtener esos ocho millones, ochocientos
ochenta mil méritos al día siguiente, cuando Ling Wen lo invitó a
ir al Salón del Palacio Ling Wen.
Ling Wen era el Funcionario celestial a cargo de administrar el
personal del Cielo. Cuando los mortales deseaban dar un paso
adelante en sus carreras, la adoraban. Desde el suelo hasta la
cima, todo el Salón del Palacio se llenó hasta el borde con
documentos oficiales y pergaminos. Este tipo de escena era
completamente impactante, una que haría temblar de miedo a
cualquiera. Mientras Xie Lian caminaba hacia adelante, vio que
todos los Oficiales celestiales que salían Palacio de Ling Wen
arrastraban una pila de papeles excepcionalmente alta. Sus caras
estaban pálidas; y si no tenían una expresión que parecía que
estaban a punto de colapsar, entonces tenían una expresión de
entumecimiento. Cuando los dos finalmente entraron al Salón del
Palacio, Ling Wen se dio la vuelta y fue directo al grano.
—Alteza, hay un asunto en el que al Emperador le gustaría
solicitar su ayuda.
En el cielo, había muchas personas que tenían los títulos ZhenJun
o YuanJun. Sin embargo, solo una persona podría llamarse
Emperador. Pero si esa persona quisiera hacer algo, entonces
nunca sería necesario que suplicara a otras personas. Esta era la
razón por la cual Xie Lian miró un momento sin comprender antes
de responder: — ¿Qué importa?
Ling Wen le entregó un pergamino antes de explicar: —
Recientemente, el Norte tiene una gran cantidad de fieles
entusiastas que rezan repetidamente por bendiciones. Se puede
suponer que no pasan sus días pacíficamente.
Estos llamados adoradores celosos generalmente se referían a
tres tipos de personas. Primero, los ricos: pagaban dinero para
quemar incienso y construir templos para los dioses. La segunda
categoría consistía en aquellos misioneros que predicarían a los
transeúntes. Y, por último pero no menos importante, el tercer tipo
de adoradores celosos eran personas cuyo cuerpo y mente
estaban completamente empapados en fe y creencia. Entre ellos,
la mayoría de estos adoradores pertenecían a la primera
categoría, ya que en este mundo, los ricos eran como carpas que
pasaban por los ríos. La tercera categoría tenía menos personas,
porque si uno era realmente capaz de llegar a ese nivel de fe,
entonces su grado de competencia seguramente era bastante alto
y no estarían lejos de ascender. La gente que Ling Wen mencionó
era claramente de la primera categoría.

Ling Wen continuó hablando: —En la actualidad, el Emperador no


puede atender al Norte. Si está dispuesto a tomar su lugar y hacer
el viaje, cuando llegue el momento, independientemente de la
cantidad de ofrendas que hagan estos celosos adoradores, todo
se asignará a su altar. ¿Qué piensas?
Xie Lian recibió el pergamino con ambas manos mientras decía:
—Muchas gracias.
Evidentemente, esto era Jun Wu ayudándolo, pero en cambio lo
giró y lo hizo sonar como si le estuviera pidiendo ayuda a Xie Lian.
¿Cómo podría Xie Lian no ver a través de eso? Sin embargo, no
pudo encontrar palabras más adecuadas para expresar lo que
pensaba en lugar de las dos palabras que acababa de decir. Ling
Wen respondió: —Solo soy responsable de manejar estos
asuntos. Si quieres agradecer a alguien, debes esperar a que
vuelva el Emperador antes de agradecerle personalmente. —Oh,
¿necesitas mi ayuda para tomar prestados artefactos mágicos?
Xie Lian respondió: —No hay necesidad. Incluso si me das un
artefacto mágico, una vez que baje no tendré ningún poder
espiritual, por lo que no podré usarlo.
Xie Lian había sido golpeado dos veces, por lo que perdió su
poder espiritual. Era más fácil hacer frente a los Cielos, el lugar
donde todos los inmortales se reunieron. Después de todo, el
poder espiritual era abundante y la fuente no se secaría, por lo
que podría tomar algo para usar. Sin embargo, una vez que
regresara al reino de los mortales, no tendría poder. Si Xie Lian
quería pelear con magia, entonces solo podía arreglárselas
encontrando a alguien a quien le pudiera prestar energía
espiritual, algo extremadamente inconveniente.
Ling Wen reflexionó por un momento antes de decir: —Entonces
sería mejor pedir prestados algunos dioses marciales para que te
ayuden.
Los dioses marciales actuales no lo reconocieron o no les cayeron
bien. Xie Lian entendió eso a fondo, por lo que respondió: —
Tampoco hay necesidad de eso. No podrás pedir prestado a
nadie.
Sin embargo, Ling Wen parecía haberlo tomado en serio y solo
dijo: —Lo intentaré.
No habría diferencia si lo intentara o no, por lo tanto, Xie Lian no
aprobó ni se opuso a sus palabras y permitió que Ling Wen lo
intentara. Como resultado, Ling Wen entró en la matriz de
comunicación espiritual antes de anunciar en un tono brillante: —
Todos, el Emperador tiene una tarea importante que manejar en
el Norte y necesita urgentemente personas. ¿Qué dios marcial
Alteza puede prestar a dos oficiales marciales de sus Salones del
Palacio para ayudar?
En el momento en que su voz se desvaneció, la voz flotante de
Mu Qing surgió.
—He oído que el Emperador no está en el Norte en este momento,
así que me temo que estás prestando gente para Su Alteza el
Príncipe Heredero, ¿verdad?
Xie Lian pensó mentalmente: — ¿Estás guardando guardia en la
matriz de comunicación espiritual durante todo el día...?
Ling Wen estaba en la misma onda que él. Aunque solo quería
abofetear a Mu Qing que estaba obstaculizando su trabajo
directamente, comenzó a hablar con una sonrisa.
—Xuan Zhen, ¿por qué siempre te veo en la lista estos dos días?
Parece que has estado robando tiempo para relajarte y ahora
estás bastante inactivo. Felicidades.
Mu Qing respondió en un tono ligero: —Mi mano está herida, así
que me estoy recuperando.
Todos los funcionarios celestiales allí pensaban mentalmente: —
En el pasado, no sería nada difícil para esa mano tuya dividir una
montaña por la mitad. Entonces, ¿qué podría ser para usted
romper un tonto reloj en pedazos?
Originalmente, Ling Wen había querido engañar a dos personas
para que vinieran a trabajar antes de explicar los detalles. Pero no
solo Mu Qing adivinó esos detalles en un intento, sino que incluso
los dijo en voz alta. Con las circunstancias ahora, era seguro que
no podría encontrar a nadie. Efectivamente, nadie más respondió
a su consulta durante bastante tiempo. Xie Lian tampoco creía
que alguien se presentaría y, por lo tanto, le dijo: —Verá, le dije
que no podría pedir prestado a nadie.
Ling Wen respondió: —Si Xuan Zhen no hubiera dicho nada, de
hecho habría podido.
Xie Lian sonrió. —Esas palabras tuyas habían sido como si
llevaras una pipa, pero ocultando la mitad de su cara, borrando
bellamente la escena hasta cierto punto. La gente hubiera
pensado que iban a ayudar al Emperador con algo de trabajo, por
lo que vendrían. Pero cuando vinieran y se dieran cuenta de que
iban a tener que trabajar conmigo, me temo que habría
problemas. ¿Cómo podríamos trabajar juntos así? En cualquier
caso, estoy acostumbrado a estar solo y no me falta un brazo o
una pierna, así que vamos con esto ah. Gracias por tus problema,
me iré ahora.

Ling Wen también era incapaz. Por lo tanto, ella ahuecó sus
manos en un saludo antes de decir: —Está bien. Deseo que el
viaje de Su Alteza transcurra sin problemas y que las bendiciones
de los Oficiales del Cielo sean con ustedes.
Xie Lian respondió: — ¡Todos los tabúes están apagados!
Agitando su mano, se fue de una manera segura y
despreocupada.
…Tres días después, reino mortal, el norte.
Al lado de una carretera principal, había una pequeña casa de té.
La tienda no era grande y los comerciantes eran gente sencilla,
pero los productos eran caros porque el paisaje era bueno. Había
montañas y cuerpos de agua, había gente y una ciudad. Tenían
todo, no mucho de todo, no mucho, pero justo. Ubicado en medio
de tal paisaje, si uno se topara con la casa de té por casualidad,
sin duda crearía un recuerdo maravilloso. El sumiller de La Casa
de Té estaba extremadamente inactivo, ya que actualmente no
tenía ningún cliente. Por lo tanto, movió un pequeño taburete a la
puerta de la tienda y comenzó a mirar la montaña, el agua, la
gente y la ciudad. Estaba contento mirando cuando, desde lejos,
vio a un taoísta vestido de blanco caminando. El taoísta estaba
cubierto de polvo, como si hubiera estado caminando durante
mucho tiempo. Cuando se acercó, pasó junto a la pequeña casa
de té, antes de detenerse repentinamente y volver lentamente
sobre sus pasos. El taoísta se alzó el sombrero de bambú con la
mano antes de levantar la cabeza. Solo echó un vistazo a la tienda
antes de comenzar a hablar con una sonrisa.
—Pequeña tienda Encuentro Casual, el nombre es interesante.
Aunque esta persona tenía una apariencia cansada, también
tenía una cara llena de sonrisas. Esto hacía que las personas que
lo miraban no pudieran evitar que las comisuras de sus propias
bocas se curvaran. El taoísta luego preguntó: —Disculpe, ¿puedo
preguntar si el monte Yu Jun está cerca?
El sumiller del té le indicó una dirección antes de responder: —
Está en esta región.
Esa persona exhaló y por una vez no escupió su alma con ese
aliento. En su mente, pensó: —Finalmente he llegado.
Esta persona era precisamente Xie Lian.
Abandonó la Ciudad Inmortal ese día. Originalmente, ya había
decidido el lugar al que descendería; Xie Lian había querido caer
cerca del monte Yu Jun. Quién hubiera pensado que cuando se
fuera sin cuidado y saltara sin cuidado, su manga quedaría
atrapada en una nube despreocupada. Sí, quedó atrapado en una
nube. Incluso Xie Lian no sabía cómo su manga quedó atrapada
en una nube. En cualquier caso, se dio la vuelta a una altura
elevada y alta y cuando rodó, no tenía idea de dónde estaba.
Después de tres días a pie, finalmente llegó a su lugar de llegada
originalmente planeado. Por lo tanto, por un corto tiempo, se sintió
extremadamente confundido.
Al entrar en la casa de té, Xie Lian tomó una mesa junto a la
ventana antes de pedir un poco de té y bocadillos. Finalmente se
sentó después de sus dificultades anteriores, cuando de repente
escuchó gemidos interminables y el sonido de tambores desde
fuera de la habitación.
Xie Lian volvió la mirada hacia la calle antes de ver a un grupo de
personas de todas las edades escoltar un sedán de matrimonio
rojo carmesí al pasar por la casa de té.
Esta procesión estaba rodeada por un aire extremadamente
extraño. A primera vista, parecían ser los parientes que
entregaban a la novia. Pero si uno mirara de cerca, notarían cómo
los rostros de estas personas tenían expresiones solemnes:
expresiones de dolor, ira, temor, pero la única emoción que no
estaba presente era la alegría. En cualquier caso, no tenía la
apariencia de una boda. Sin embargo, al contrario de lo que
pensaban, todos llevaban flores rojas mientras tocaban
instrumentos de viento y tocaban la batería. Esta situación era
realmente demasiado extraña. Ese sumiller del té llevaba una
tetera de cobre en la mano y la levantó en alto para servir un poco
de té. También había visto esta escena, pero solo sacudió la
cabeza antes de irse.
Xie Lian siguió esa extraña procesión con sus ojos, antes de
reflexionar por un breve momento. Estaba a punto de sacar el
pergamino que Ling Wen le había dado para mirar una vez más,
cuando de repente sintió que algo deslumbrante pasaba
rápidamente.
En el momento en que Xie Lian levantó la cabeza, una mariposa
plateada pasó volando por encima de sus ojos.
Esa mariposa plateada era brillante y translúcida, parecía pura y
límpida. Mientras volaba en el aire, dejó rastros brillantes. Xie Lian
no pudo evitar extender una mano hacia ella. Esta mariposa era
extremadamente inteligente. No solo no estaba asustada, sino
que incluso se detuvo temporalmente en la punta de sus dedos,
ambas alas relucientes y hermosas al máximo. Bajo la luz del sol,
parecía como si fuera un fragmento de una ilusión. Después de
un momento, sin embargo, se fue volando.
Xie Lian saludó con la mano, algo que podría considerarse como
su adiós. Pero cuando se volvió, su mesa tenía dos personas más
sentadas allí.
Esta mesa tenía cuatro lados. Una persona se sentó a la izquierda
y otra a la derecha, cada una de las cuales se puso a un lado.
Ambas personas eran jovens que tenían alrededor de dieciocho o
diecinueve años. El de la izquierda era más alto, con expresiones
faciales que parecían bastante definidas y brillantemente
hermosas. Dentro de su mirada había una luz arrogante y
obstinada. El lado derecho tenía la piel muy clara. Parecía
delicado y bonito, pero también refinado. Sin embargo, su
expresión parecía algo frío y apático, una apariencia que hacía
que pareciera que no estaba muy feliz. De hecho, el color de las
caras de ambas personas no se veía tan bien.
Xie Lian parpadeó antes de preguntar: — ¿Ustedes dos son...?
La persona de la izquierda respondió: —Nan Feng.
La persona de la derecha respondió: —Fu Yao.
Xie Lian pensó mentalmente: —No es que haya preguntado sus
nombres.
En ese momento, Ling Wen de repente transmitió su voz. Dijo: —
Su Alteza, hay dos pequeños dioses marciales del Cielo Medio
que están dispuestos a ayudar. Ya han bajado a buscarte, así que
ya deberían haber llegado.
El llamado Cielo Medio era naturalmente relativo al Cielo Superior.
Los Oficiales Celestiales del Cielo podrían dividirse simple y
aproximadamente en dos categorías: los que ascendieron y los
que no. Los Oficiales celestiales del Cielo superior habían
ascendido confiando en sí mismos. Había solo alrededor de cien
en todo el Cielo y cada uno era extremadamente precioso. Pero
dentro del Cielo Medio, las deidades eran las que fueron criadas
al nombrarlas como diputadas. Estrictamente hablando, sus
nombres completos deberían llamarse Compañeros Oficiales
Celestiales. Sin embargo, cuando la gente los llamaba, la mayoría
de las veces dejaban de lado esa palabra de compañero.
Ya que había un cielo superior y un cielo medio, ¿había un cielo
inferior?
No lo había.
En realidad, cuando Xie Lian ascendió por primera vez, realmente
había un Cielo Inferior. En ese momento, el Cielo todavía estaba
dividido como el Cielo Superior y el Cielo Inferior. Pero luego,
todos encontraron un problema. Cuando se presentaron y
abrieron la boca para decir: —Soy de tal y tal—sonaba realmente
desagradable. Con la palabra 'inferior' existente, los hizo sentir
especialmente inferiores. Entre las deidades del Cielo Medio,
definitivamente no faltaron personas con talento. Su poder
espiritual era rico y fuerte y cada uno de ellos eran figuras
excelentes y bien conocidas. La única diferencia entre ellos y los
Oficiales Celestiales reales era simplemente cómo les faltaba
experimentar una Tribulación Celestial. Pero quién hubiera sabido
cuándo llegaría el día de la Tribulación Celestial que estaban
esperando.
Por lo tanto, algunas personas propusieron cambiar una sola
palabra, convirtiendo las introducciones en 'Soy de tal y tal del
Cielo Medio'. Esto era mucho más placentero de escuchar,
aunque ambos tenían el mismo significado. En resumen, después
del cambio, Xie Lian no se había acostumbrado ni siquiera
después de un tiempo.
Xie Lian miró a estos dos pequeños dioses marciales. Con una
cara un poco más desagradable que la otra, era poco probable
que estuviesen dispuestos a presentarse y ayudar. Por lo tanto,
no pudo evitar preguntar: —Ling Wen, ah, creo que no parecen
haber venido a ayudarme y en cambio parece que quieren
recuperar mi cabeza de perro. ¿Los engañaste para que vinieran?
Desafortunadamente, parecía que esta pregunta suya no se
transmitió. Ahora tampoco podía escuchar la voz de Ling Wen
cerca de su oído. Probablemente fue porque estaba muy lejos de
la Ciudad Inmortal y había pasado tanto tiempo desde que
descendió, por lo que su poder espiritual se había agotado. Xie
Lian era incapaz de hacer otra cosa, así que primero sonrió a los
pequeños dioses marciales antes de decir: — ¿Nan Feng y Fu
Yao? Para estar dispuestos a venir y ayudarme, permítanme
agradecerles de antemano.
Los dos solo asintieron con la cabeza, ambos parecían tener una
actitud algo elevada. Parecía que los dioses marciales bajo los
que estaban tenían una reputación bastante ilustrada. Xie Lian
hizo que el sumiller del té trajera dos tazas más de té. Tomando
su taza, raspó las hojas de té antes de preguntar casualmente: —
¿En qué Palacio de la Alteza están?
Nan Feng respondió: —Salón del Palacio Nan Yang.
Fu Yao dijo: —Salón del Palacio Xuan Zhen.
Esto realmente hacía que uno se sintiera asustado.
Xie Lian tragó un bocado de té antes de preguntar: — ¿Los
generales de sus palacios les permitieron venir?
Ambos respondieron: —El general de mi palacio no sabía que
había venido.
Xie Lian pensó por un momento antes de preguntar nuevamente:
—Entonces, ¿saben quién soy?
Si estos dos pequeños dioses marciales vinieran aquí porque
estaban confundidos y, por lo tanto, engañados por Ling Wen,
entonces, después de ayudarlo, regresarían para ser regañados
por el General de su Palacio. Algo así ciertamente no valdría la
pena.
Nan Feng respondió: —Eres Su Alteza Real el Príncipe Heredero.

Fu Yao dijo: —Eres el camino correcto para el mundo humano,


eres el corazón del universo.
Xie Lian se atragantó una vez, antes de preguntarle a Nan Feng
de manera incierta: —Justo ahora, ¿puso los ojos en blanco?
Nan Feng respondió: —Lo hizo, déjalo ser.
La relación de Nan Yang con Xuan Zhen no era buena. Esto no
era un secreto. Entonces, cuando Xie Lian se enteró de ese
asunto, realmente no se sintió sorprendido. Esto fue porque,
incluso en aquel entonces, la relación de Feng Xin y Mu Qing no
había sido tan buena. Solo que, en aquellos días, él había sido el
Señor y ellos eran los asistentes. El Príncipe Heredero dijo que no
discutan ah, ustedes tienen que convertirse en buenos amigos,
por lo que los dos aguantaron y se abstuvieron de ser hostiles
entre sí. Cuando se volvían extremadamente infelices, a lo sumo,
simplemente usaban palabras para apuñalar al lado opuesto. Al
estar confuso hasta hoy, ya no era necesario ser tan cortésmente
sincero. Por lo tanto, incluso los fieles del sudeste y sudoeste no
se miraban de manera positiva, mientras que el Palacio del
Palacio Nan Yang y el Palacio del Palacio Xuan Zhen tenían aún
más odio mutuo. Los dos ante él fueron un excelente ejemplo. Fu
Yao sonrió sarcásticamente cuando dijo: —Ling Wen ZhenJun dijo
que si estuvieras dispuesto, podrías venir. Entonces, ¿por qué
motivo me escabulliría y me iría?
La palabra voluntario, al decirlo con su expresión, no parecía
convincente. Así, Xie Lian dijo: —Déjame confirmar una vez.
¿Ustedes dos realmente están haciendo esto voluntariamente? Si
no es así, por supuesto, no te fuerces.
Los dos dijeron: —Me ofrecí voluntariamente.
Al mirar esas dos caras profundamente lúgubres, pensó
mentalmente Xie Lian, las palabras que ustedes dos realmente
quisieron decir fueron: —Quiero suicidarme, ¿verdad?
—En breve-
Xie Lian comenzó: —Primero discutamos el trabajo real. Ustedes
ya saben por qué vinimos al norte esta vez, así que no comenzaré
a explicar desde el principio...
Los dos dijeron: —No sé por qué.
Xie Lian era incapaz de hacer nada y solo podía sacar el
pergamino antes de decir: —Entonces sería mejor si explicara
todo desde el principio.
Se dijo que hace muchos años en el monte Yu Jun, había una
novia y un novio que estaban a punto de casarse.
La pareja se amaba mucho. El novio esperó la procesión que
entregó a la novia, pero incluso después de esperar mucho
tiempo, no vio llegar a la novia. El novio comenzó a sentirse
ansioso y así comenzó a buscar a la familia de la novia. El
resultado fue que su suegro y su suegra le informaron que su
novia había partido mucho tiempo. Los dos hogares informaron
esto a los funcionarios antes de que comenzaran a mirar en todas
las direcciones. Sin embargo, de principio a fin, nunca la
encontraron. Pero incluso si una bestia feroz la hubiera comido en
las montañas, debería haber quedado restos de un brazo o una
pierna o lo que no. ¿Cuál fue la justificación detrás de su
desaparición en el aire? Por lo tanto, era inevitable que la gente
albergara sospechas de que la propia novia no deseaba casarse,
resultando en su confabulación con la procesión antes de
escapar. Pero quién habría sabido que después de unos años,
otra pareja se casó y la pesadilla se repitió.
La novia desapareció de nuevo. Sin embargo, esta vez no se fue
sin dejar rastro. En un camino pequeño, la gente encontró un pie
que algo no había terminado de comer.

Capítulo 4: Discusión entre tres tontos en el templo de Ju Yang en la noche


(parte uno)

Las cosas comenzaron a salir de control desde entonces. En los


cien años posteriores, un total de diecisiete novias desaparecieron
en la región del Monte Yu Jun. A veces habría una docena de
años de paz. Otras veces, dos novias desaparecerían en el lapso
de un corto mes. En poco tiempo, una leyenda aterradora se
extendió rápidamente: dentro del Monte Yu Jun vivía un novio
fantasma. Si le gustaba una mujer, la secuestraría durante la
procesión de su boda antes de devorar la fiesta de familiares que
la estaban enviando.
Originalmente, esta situación no se comunicaría a los Cielos.
Aunque había diecisiete novias desaparecidas, cientos de miles
de otras novias en el mundo habían pasado sanas y salvas. En
cualquier caso, era imposible encontrar a esas novias o
protegerlas ahora, por lo que las personas no tenían otra opción
más que pagar en este tipo de eventos. Las familias que se
atrevieron a casar a sus hijas en esta región simplemente
disminuyeron un poco y los recién casados locales no se
atrevieron a hacer de sus bodas un gran evento. Sin embargo, fue
precisamente la decimoséptima novia la que tuvo un gran oficial
para un padre. Este padre adoraba a su hija; y cuando se enteró
de esta leyenda, seleccionó meticulosamente a cuarenta oficiales
militares valientes y sobresalientes para escoltar a su hija hasta
su novio. Sin embargo, a pesar de todos sus preparativos,
Esta vez, el novio fantasma realmente apuñaló un nido de
avispas. Este funcionario no pudo encontrar a nadie en el reino
humano que pudiera hacer algo para ayudar. Como resultado,
hizo una alianza furiosa con sus amigos oficiales del gobierno y
luego realizó un ritual loco. Este funcionario incluso siguió el
consejo de un experto y abrió el granero para ayudar a los pobres.
Después de hacer un alboroto, finalmente logró sobresaltar a un
Oficial celestial. De lo contrario, habría sido casi imposible para
esas pequeñas voces mortales llegar al oído de un Funcionario
Celestial.
Xie Lian dijo: —Ese es más o menos el panorama general.
Como las expresiones de los dos dioses marciales parecían muy
poco cooperativas, no estaba seguro de si estaban escuchando o
no. Si no hubieran estado escuchando, Xie Lian no tenía más
remedio que explicar la situación una vez más. Sin embargo, al
contrario de lo que esperaba, Nan Feng levantó la cabeza antes
de arrugar la frente. Él preguntó: — ¿Las novias desaparecidas
tienen algo en común entre sí?
Xie Lian respondió: —Hubo algunas novias ricas y algunas
pobres. Había hermosas y feas. Algunas eran esposas y otras
concubinas. En resumen, las desapariciones carecen por
completo de un patrón. Uno simplemente no puede determinar las
preferencias de este novio fantasma.
—Mm, —gruñó Nan Feng una vez, antes de levantar su taza de
té y tomar un sorbo. Parecía haber comenzado a reflexionar sobre
su problema.
Por otro lado, Fu Yao ni siquiera se molestó en tocar la taza de té
que Xie Lian empujó hacia él. Simplemente se limpió los dedos
pausada y continuamente con un pañuelo blanco antes de
preguntar indiferentemente. Su Alteza el Príncipe Heredero,
¿cómo decidió que el fantasma es un novio? Eso no puede ser
seguro. Nadie lo ha visto antes. ¿Cómo puedes saber si es un
hombre o una mujer, si es viejo o joven? ¿Estás pensando en
cosas demasiado simples?
Xie Lian sonrió antes de responder: —La conclusión escrita en
este pergamino fue un resumen de los Oficiales Celestiales del
Salón del Palacio de Ling Wen. 'El novio fantasma' es solo el
nombre popular utilizado entre la gente. Sin embargo, lo que has
dicho realmente tiene sentido.
Después de estos intercambios, Xie Lian se dio cuenta de que los
procesos de pensamiento de estos dos dioses marciales eran
bastante agudos. Aunque sus expresiones no se veían bien, no
les importaban sus asuntos laborales. Esto hizo que Xie Lian se
sintiera considerablemente satisfecho. Como el cielo fuera de la
ventana se estaba oscureciendo, los tres abandonaron
temporalmente la pequeña casa de té. Xie Lian se puso su
sombrero de bambú antes de comenzar a caminar. Después de
caminar un poco, de repente se dio cuenta de que las dos
personas detrás de él no lo habían seguido. Desconcertado, Xie
Lian se dio la vuelta para echar un vistazo, antes de darse cuenta
de que esos dos también lo miraban desconcertados. Nan Feng
preguntó: — ¿A dónde vas?
Xie Lian respondió: —Voy a buscar un lugar para quedarme. Fu
Yao, ¿por qué vuelves a poner los ojos en blanco?
Nan Feng volvió a preguntar con desconcierto: —Entonces, ¿por
qué caminas hacia las montañas y la naturaleza?
Xie Lian estaba acostumbrado a comer y dormir con frecuencia
en las calles. Mientras pudiera encontrar un trozo de tela para
esparcirse por el suelo, podría permanecer allí acostado una
noche. Naturalmente, se estaba preparando para encontrar una
cueva y encender un fuego, algo que solía hacer. Fue solo
después de este recordatorio que recordó; Nan Feng y Fu Yao
eran dioses marciales bajo sus respectivos salones del palacio. Si
hubiera un templo Nan Yang o Xuan Zhen en las cercanías,
podrían ingresar directamente. ¿Por qué sería necesario para
ellos dormir al aire libre en el desierto?
En poco tiempo, los tres encontraron un santuario local
desgastado y dañado en un rincón insignificante y pequeño. El
plato que contenía el incienso estaba roto y todo el lugar daba la
sensación de que rara vez se frecuentaba. El nombre de Dios de
la Tierra estaba grabado en una pequeña placa de piedra
redonda. Xie Lian lo llamó varias veces. Habían pasado muchos
años desde que alguien había llamado o hecho una ofrenda a este
Dios de la Tierra local. Cuando de repente escuchó que alguien lo
llamaba, sus ojos se abrieron. Los vio a los tres parados frente a
él. Incluso el área alrededor de sus cuerpos estaba cubierta con
una rica capa de luz divina. Era simplemente imposible ver sus
caras con claridad. Saltando con gran alarma, el Dios de la Tierra
tembló y se estremeció antes de preguntar: — ¿Tienen los tres
Oficiales celestiales alguna orden para el humilde yo?
Xie Lian asintió con la cabeza en saludo antes de hablar. —No
hay órdenes. ¿Simplemente queríamos preguntar si hay algún
templo del general Nan Yang o del general Xuan Zhen en las
cercanías?
El Dios de la Tierra no se atrevió a menospreciarlos y por lo tanto
respondió: —Esto, esto, esto... —Calculó con los dedos antes de
decir: —Alrededor de cinco li de aquí, hay un templo para ofrecer
ofrendas para… al general Nan Yang.
Xie Lian apretó ambas manos antes de responder: —Muchas
gracias. Sin embargo, ese Dios de la Tierra sintió como si
estuviera siendo cegado por esos dos deslumbrantes trozos de
luz divina que estaban junto a Xie Lian. Por lo tanto, rápidamente
se ocultó de nuevo. Mientras tanto, Xie Lian buscó antes de
encontrar algunas monedas para usar como una ofrenda al
santuario del Dios de la Tierra. Luego, al ver las varitas de incienso
esparcidas a un lado, las enderezó antes de encenderlas. Durante
este proceso, Fu Yao había puesto los ojos en blanco tantas
veces que Xie Lian prácticamente quería preguntarle si tenía los
ojos cansados.
Como se esperaba, cinco li más tarde, realmente vieron un
templo. Fue erigido junto a la carretera y parecía ser popular y
próspero. Aunque el templo era bastante pequeño, todo lo que
uno necesitaría estaba allí. Aun así, el lugar bullía de excitación y
ruido inusuales cuando la gente entraba y salía. Los tres se
escondieron antes de entrar al templo. Y efectivamente, una
estatua divina de un Dios Marcial blindado Nan Yang con un arco
era precisamente lo que se encontraba en el altar para las
ofrendas.
En el momento en que Xie Lian vio esta estatua divina, dijo, Uh
huh... una vez en su corazón.
Para un pequeño templo en el campo, la estatua piadosa y la
pintura fueron creadas de manera bastante cruda. En general, el
aspecto de esta estatua contrasta enormemente con la impresión
de Xie Lian del propio Feng Xin.
Sin embargo, la mayoría de los funcionarios celestiales estaban
acostumbrados a cómo sus estatuas divinas se representaban de
manera incorrecta. No menciones cómo sus propias madres no
los reconocerían, había algunos funcionarios celestiales que ni
siquiera podían reconocer sus propias estatuas divinas. Después
de todo, no había muchos artistas Señors que hubieran conocido
personalmente a los Oficiales celestiales. Por lo tanto, estas
estatuas eran hermosas hasta el extremo, o inmensamente feas.
Uno solo podía confiar en la postura específica de la estatua, su
arma y sus vestimentas, para reconocer a qué funcionario
celestial representaba la estatua.
En términos generales, cuanto más rica sea el área en la que se
construyó, más cercanas se verían las Estatuas Divinas en
comparación con los Oficiales Celestiales mismos. Cuanto más
pobre es el lugar, más inferior es el gusto del artista, lo que
resultaría en que la estatua de Dios se convierta en una vista
verdaderamente trágica. Hasta ahora, solo las estatuas divinas
del general Xuan Zhen eran bastante bonitas en su conjunto. ¿Por
qué? Fue porque a la mayoría de los Oficiales celestiales
realmente no les importaba si se hicieran estatuas feas de Dios.
Sin embargo, cada vez que Xuan Zhen veía a alguien hacer una
fea estatua de Dios, él la rompía sigilosamente para que el artista
la remodelara. A veces, incluso creaba un vago sueño para
expresar su insatisfacción al artista. ¡Así que después de un
tiempo, todos los creyentes ahora sabían que tenían que crear
una estatua bonita de su Señor!
Los miembros del Salón del Palacio Xuan Zhen tenían una
personalidad similar a la de sus Generales. A todos les gustaba
prestar atención a los detalles. Después de un tiempo de entrar al
templo de Nan Yang, Fu Yao continuamente encontró fallas en los
detalles de la estatua del dios. Era la forma estaba distorsionada,
o los colores de la pintura eran vulgares, o la técnica que utilizaba
el artista era de calidad inferior. Incluso comentó sobre cómo los
gustos del artista eran demasiado extraños. Cuando Xie Lian vio
cómo las venas de la frente de Nan Feng se abultaban
lentamente, comenzó a pensar en cómo debería encontrar
rápidamente otro tema para desviar su atención. Casualmente,
Xie Lian vio a otra joven entrar para rendir homenaje a Nan Yang.
Cuando ella se arrodilló piadosamente, él comenzó a hablar
cálidamente.
—A fin de cuentas, la tierra natal de Nan Yang ZhenJun se
encuentra en el sureste. No esperaba que el incienso encendido
para Nan Yang fuera tan fuerte en el Norte también.
Cuando los mortales construyeron templos, en realidad estaban
tratando de imitar los Salones del Palacio en los Cielos. Se
suponía que las estatuas divinas, por otro lado, eran un reflejo de
los Oficiales celestiales mismos. Los creyentes reunidos en un
templo y el incienso que quemaron se convirtieron en una
importante fuente de poder espiritual del Funcionario Celestial.
Además, como resultado de la ubicación geográfica, la historia,
las costumbres sociales, la clase y muchas otras razones de cada
individuo, las personas que viven en diferentes áreas
normalmente adoraban a diferentes funcionarios celestiales. El
poder espiritual de cada funcionario celestial era el más fuerte en
su propio territorio, lo que también se conocía como la ventaja del
campo local. Solo una deidad como el Emperador Celestial del
Dios Marcial podría tener creyentes en cada rincón y grieta bajo
el cielo. Era un funcionario celestial con templos erigidos en todas
las direcciones, así que si Jun Wu estaba o no en su —hogar—
no tenía ningún significado. Nan Feng debería haberse sentido
orgulloso de que el incienso ardiera tan vigorosamente en un
templo que no estaba en el dominio de su general. Sin embargo,
mirando la tez de su rostro, no parecía que fuera algo bueno para
él. Fu Yao se hizo a un lado y sonrió levemente antes de decir: —
No está mal, no está mal. El general Nan Yang no recibe una
pequeña medida de amor y respeto.
Xie Lian respondió: —Aunque tengo una pregunta. No lo sé…
Nan Feng lo interrumpió. —Si desea decir 'No sé si es algo
adecuado para preguntar', entonces no lo diga.

Xie Lian pensó mentalmente: No, quería decir: 'No sé si alguien


podría responderlo'.
Sin embargo, Xie Lian tuvo la premonición de que la respuesta a
su pregunta estaría lejos de ser buena. Por lo tanto, decidió que
aún era mejor para él cambiar su tema de conversación una vez
más. Desafortunadamente, ¿quién hubiera pensado que Fu Yao
elegiría hablar tranquilamente ahora?
—Sé lo que querías preguntar. Debes haber estado
preguntándote, de tantos creyentes que habían venido aquí hoy,
¿por qué había tanta cantidad de mujeres, verdad?
Esa fue precisamente la pregunta que Xie Lian había querido
hacer.
Las mujeres creyentes de un dios marcial siempre fueron menos
que los hombres creyentes. Solo él había sido una excepción
hace ochocientos años y la explicación detrás de esta excepción
era muy simple. Consistía solo en unas pocas palabras: era
guapo.
Xie Lian entendió este hecho con claridad y claridad. No había
sido porque era una persona de virtud y prestigio, ni porque era
extraordinariamente talentoso. Solo había sido porque sus
estatuas divinas se veían bien y sus templos también se veían
bien. Casi todos sus templos fueron construidos por la casa
imperial y sus estatuas divinas fueron hechas por los mejores
artistas de todo el país. Sus estatuas también habían sido
esculpidas cuidadosamente de acuerdo con su rostro real.
Además, debido a su frase, cuerpo en el abismo, pero corazón en
el paraíso a los artistas generalmente les gustaba agregar flores
a sus estatuas divinas. Además, también les gustaba convertir sus
templos en un mar de árboles en flor. Como resultado, en aquel
entonces, él tenía otro nombre. Xie Lian también era conocido
como el Dios Marcial Corona de Flores. Por lo tanto, a las mujeres
les encantaba que sus estatuas divinas fueran bonitas y también
les gustó cómo sus templos estaban llenos de flores. Eso fue
suficiente para que se precipitaran. Afortunadamente, también
estaban convenientemente dispuestos a entrar y presentarle sus
respetos.
Sin embargo, los dioses marciales normales generalmente
estaban rodeados de fuertes intenciones de matar. Por lo tanto,
la mayoría de las veces, las apariencias de sus estatuas divinas
eran solemnes, feroces o insensibles. Para las mujeres
creyentes, preferirían adorar a la Diosa de la Misericordia,
Guanyin, en lugar de mirar estatuas como esa. Y aunque esta
estatua divina de Nan Yang estaba lejos de liberar la intención de
matar debido a su apariencia, todavía estaba lejos de ser algo que
se consideraba atractivo. Aun así, había casi más mujeres
creyentes que vinieron a rendir homenaje a Nan Yang que
hombres creyentes. Además, estaba claro que Nan Feng
inesperadamente no quería responder a esta pregunta. Por lo
tanto, Xie Lian encontró las cosas bastante raras. En ese
momento, esa joven terminó de rendir homenaje y se levantó para
encender un poco de incienso. Ella también se dio la vuelta.
Cuando Xie Lian la vio darse la vuelta, empujó ligeramente a las
otras dos personas. Originalmente, ninguno de ellos era resistente
a la apariencia. Al ser empujados así, casualmente siguieron su
mirada. Sin embargo, este aspecto hizo que ambas expresiones
cambiaran repentinamente.
Fu Yao gritó: — ¡Demasiado feo!
Xie Lian se atragantó por un momento antes de que pudiera
hablar.
—Fu Yao, no puedes decir algo así sobre una chica.
Para ser justos, lo que dijo Fu Yao era la verdad. El rostro de esa
joven era incomparablemente plano, como si alguien lo hubiera
aplanado dándole una fuerte bofetada. Además, si uno dijera que
sus rasgos faciales eran mediocres, causaría que la palabra
mediocre se sintiera perjudicada. Si alguien tenía que darle una
descripción a su apariencia, Xie Lian temía que solo pudieran usar
la frase nariz torcida y ojos rasgados.
Sin embargo, Xie Lian no distinguió absolutamente si era hermosa
o fea. La razón principal fue que, cuando se dio la vuelta, se podía
ver un agujero gigantesco en la parte posterior de su falda. Era
realmente imposible fingir que no lo habían visto.
Fu Yao se sorprendió al principio, pero rápidamente se calmó. Por
otro lado, las venas pulsantes en la frente de Nan Feng
desaparecieron sin dejar rastro.
Cuando vio cómo cambiaba su tez, Xie Lian dijo
apresuradamente: —No te preocupes, no te preocupes.
Después de eso, la joven recuperó su incienso y se arrodilló una
vez más. Luego comenzó a presentar sus respetos y comenzó a
hablar: —Protégenos, general Nan Yang. La pequeña creyente
Xiao Ying reza para que el novio fantasma sea capturado lo antes
posible. No dejes que personas inocentes sufran su maldad...
Ella adoraba de una manera verdaderamente devota, totalmente
ajena al agujero de su falda. Tampoco estaba completamente
consciente de las tres personas agazapadas al pie de la estatua
divina a la que le estaba presentando sus respetos. Xie Lian sintió
dolor de cabeza cuando preguntó: — ¿Qué debemos hacer? No
podemos dejar que se vaya así, ¿verdad? Todos la verán de
camino a casa.
Además, la rasgadura de su falda parecía haber sido creada
deliberadamente por alguien con un objeto afilado. Xie Lian temía
que no solo habría gente que vendría a mirar, sino que también
habría gente que la ridiculizaría sin motivo, creando un
espectáculo público. Algo así sería realmente humillante.
Fu Yao respondió con indiferencia: —No me preguntes. A quien
adora no es a mi general Xuan Zhen. No hubo acoso, no vi nada.
Por otro lado, la hermosa cara de Nan Yang simplemente
alternaba entre verde y blanco. Solo podía mover su mano, pero
no podía decir nada. Un señor apropiado y orgulloso se vio
obligado a mudarse. Estaba claro que ya no podías contar con él.
Por lo tanto, Xie Lian no tenía otra alternativa que hacer algo él
mismo. Después de pensar un poco, se quitó la bata exterior y la
dejó caer. Después de una brisa, esa bata flotó hacia el cuerpo de
la joven antes de bloquear ese agujero indecente en su falda. Una
vez hecho esto, los tres lanzaron un suspiro de alivio.
Sin embargo, esa ráfaga de viento era realmente demasiado
perceptible. Asustó a la joven y la hizo mirar a su alrededor en
todas las direcciones. Luego se quitó la bata, dudó por un
momento, antes de colocarla en el escenario de la estatua. Seguía
sin darse cuenta de su propia situación. Cuando su incienso había
terminado de arder, comenzó a prepararse para irse. Si realmente
le permitían salir, Xie Lian temía que esta joven ya no se atreviera
a enfrentar a la gente por su vergüenza. Cuando Xie Lian vio que
las dos personas a su lado eran rígidas y rígidas, ambas parecían
completamente inútiles, suspiró un poco. Nan Feng y Fu Yao solo
sintieron que el espacio a su lado estaba vacío antes de darse
cuenta de que Xie Lian ya había tomado una forma que los
mortales podían ver y saltaron.
Las luces en el templo no estaban oscuras, pero hicieron que las
cosas parecieran poco claras. El salto de Xie Lian provocó otra
ráfaga de viento, haciendo que las llamas de las velas
parpadearan. La joven, Xiao Ying, solo sintió como si su vista
brillara antes de ver a un hombre emerger abruptamente de esa
oscuridad. La parte superior de su cuerpo estaba desnuda. Por lo
tanto, cuando extendió una mano hacia ella, el alma de Xiao Ying
básicamente se fue volando y esparcida por el miedo.
Como era de esperar, la niña chilló. Xie Lian estaba a punto de
hablar, cuando la niña arrojó una bofetada por reflejo y gritó: —
¡Ah, acosador!
¡Pa! Xie Lian se ganó una bofetada en la cara.
El sonido de la bofetada fue agudo y claro. Cuando lo escucharon,
los rostros de las dos personas que todavía estaban agachadas
junto a la estatua de Dios comenzaron a temblar rápidamente de
la misma manera.
Aunque sufrió una bofetada, Xie Lian no estaba molesto ni
enojado. Solo pasó resueltamente su túnica exterior, antes de
decir rápidamente algunas palabras en un tono tranquilo. Al
escucharlo, esa chica se sorprendió. En el momento en que tocó
la parte de atrás de su falda, su rostro se puso rojo
inmediatamente y sus ojos se llenaron de lágrimas en menos de
una fracción de segundo. Uno no podía decir si estaba enojada
hasta las lágrimas o avergonzada hasta las lágrimas, pero ella
agarró firmemente la bata que Xie Lian le dio, antes de salir
corriendo del templo y salir. Solo la figura de aspecto frágil de Xie
Lian quedó en ese templo vacío. Cuando pasó una brisa fresca,
de repente sintió un poco de frío.
Xie Lian se frotó la cara antes de darse la vuelta. Con una huella
roja en una mejilla, comenzó a hablar con los otros dos pequeños
dioses.
—Bien. Todo está bien ahora.
En el momento en que su voz se desvaneció, Nan Feng lo señaló
antes de preguntar: —Tú... ¿Tu herida se abrió?
Xie Lian miró hacia abajo antes de pronunciar un Oh.
Lo que se reveló después de quitarse la túnica exterior era una
piel bonita tan blanca como el jade. Sin embargo, su pecho estaba
cubierto completamente con una capa tras otra de tela blanca,
muy apretada. Incluso su cuello y ambas muñecas estaban
envueltas con vendas, con innumerables pequeñas heridas que
se arrastraban por debajo de los bordes de la tela blanca. Fue
realmente una vista impactante.
Después de pensarlo, Xie Lian determinó que su esguince de
cuello ya debería estar bien. Por lo tanto, comenzó a desatar sus
vendajes. Fu Yao le dio dos miradas antes de preguntar: —
¿Quién fue?
Xie Lian respondió: — ¿Qué?
Fu Yao explicó: — ¿Quién fue el que luchó contra ti?
Xie Lian: — ¿Luchó? Ah, nadie...
Nan Feng: —Entonces estas heridas en tu cuerpo...
Xie Lian explicó apresuradamente: —Me caí solo.
Eran las heridas que había acumulado mientras bajaba de los
Cielos. Si realmente hubiera luchado contra alguien, sería difícil
decir si podría ser herido hasta este punto.
Fu Yao murmuró algo por lo bajo. Xie Lian no pudo entender lo
que había dicho, pero como ciertamente no era un elogio para él
tratando de ser fuerte, Xie Lian lo ignoró. Se concentró en
desenvolver la tela alrededor de su cuello. Sin embargo, en el
momento en que terminó, las miradas de Nan Feng y Fu Yao se
concentraron tanto que prácticamente se solidificaron en su
cuello.
Un collar negro rodeaba su cuello blanco como la nieve.

Capítulo 5: Discusión entre tres tontos en el templo de Ju Yang en la noche (parte


dos)

Sintiendo su mirada, Xie Lian sonrió levemente antes de darse la


vuelta. Él preguntó: — ¿Es la primera que ven un collar maldito
genuino?
El collar maldito, como su nombre lo indicaba, era una maldición
que tomó la forma de un grillete.

Los Oficiales celestiales que fueron degradados y desterrados del


Cielo recibirían una impresión de sus pecados en su cuerpo, algo
que podría considerarse como la acumulación de la ira del Cielo.
Esta impresión tomó la forma de un grillete, uno que bloqueó el
poder espiritual del Funcionario Celestial. Era algo de lo que uno
nunca podría separarse o perder. Era lo mismo que estampar un
tatuaje en la cara o atar las manos y los pies con cadenas. Era un
tipo de castigo y también un tipo de advertencia, uno que hacía
que la persona en cuestión sintiera tanto miedo como vergüenza.

Como el hazmerreír de los tres reinos y uno que había sido


desterrado de los Cielos dos veces, Xie Lian naturalmente tenía
este tipo de collar maldito impreso en su cuerpo. Era imposible
para estos dos pequeños dioses marciales no haber oído hablar
de este hecho. Sin embargo, todavía había una diferencia entre
escuchar a alguien decirlo de pasada y verlo personalmente con
sus propios ojos. Por lo tanto, Xie Lian podía entender por qué los
dos dioses marciales tendrían ese tipo de expresión en sus caras.

Supuso que este collar maldito suyo probablemente los hizo sentir
un poco asustados e inquietos. Después de todo, esto no era
señal de algo bueno.

Usando la excusa de que necesitaba una nueva camisola, Xie


Lian originalmente quería escabullirse y caminar. Sin embargo,
eso no sucedió porque Fu Yao puso los ojos en blanco y dijo: —
Sería completamente obsceno de tu parte, si salieras a pasear por
la calle principal con tu aspecto actual. Al final, fue Nan Feng quien
casualmente agarró algo de ropa del templo para Xie Lian,
evitando que continuara con su plan 'obsceno'. Pero después de
que Xie Lian se arregló y volvió a sentarse, sintió que después de
los eventos anteriores, la atmósfera se había vuelto algo
incómoda.
Por lo tanto, Xie Lian sacó el pergamino que el Palacio Ling Wen
había preparado para él antes de preguntar: — ¿Quieren echar
otro vistazo a esto?

Nan Feng levantó la cabeza para mirarlo antes de responder: —


Ya lo he visto. Creo que él es el que necesita una mejor vista.

Fu Yao replicó: — ¿Qué quieres decir con que debería ser yo


quien mire? Ese pergamino ni siquiera tenía ningún detalle, es
completamente inútil. ¿Merece alguien seguir leyéndolo?

Cuando escuchó cómo Fu Yao dijo que el pergamino no tenía


ningún valor, Xie Lian no pudo evitar sentir un poco de pena por
los dioses literarios del Salón del Palacio Ling Wen. Esos dioses
escribieron tantos pergaminos, sus rostros incluso se volvieron de
color ceniciento. Entonces, Xie Lian escuchó a Fu Yao continuar
diciendo: —Ah, ¿dónde lo dejamos? Oh sí, la razón detrás de por
qué Nan Yang tiene tantas mujeres adoradoras, ¿verdad?

Bien entonces. Xie Lian guardó el pergamino antes de frotar ese


punto pulsante entre sus ojos. En su mente, sabía que no podrían
leer nada esta noche.

Si no se pudiera hacer un trabajo adecuado, entonces al menos


esta situación podría aclararse. Resultó que, aparte de Su Alteza
Real el Príncipe Heredero que pasó cientos de años recolectando
basura en el reino humano, hoy en día todos los demás dioses
sabían la razón. Nan Yang ZhenJun Feng Xin, una vez había sido
llamado el Ju Yang (Masculinidad tremenda) ZhenJun durante
algunos años. La persona misma había aborrecido este nombre.
Hacia lo que Feng Xin había experimentado, otras personas solo
podían resumir sus sentimientos con las palabras: — ¡Qué
injusticia!

Esto se debía a que la forma original y correcta de deletrear su


nombre era Ju Yang (conjunto brillante), pero con un carácter
chino diferente para 'Ju'. La razón por la que su nombre había sido
malinterpretado había sido por un pequeño accidente.

Hace muchos años, un monarca quería renovar sus templos. Para


mostrar su sinceridad, personalmente escribió las palabras en una
placa para cada sala del templo. Sin embargo, cuando escribió la
inscripción en la placa para el Palacio del Palacio Ju Yang, de
alguna manera escribió mal la primera palabra.

Esta vez, el funcionario responsable de los asuntos de renovación


del templo casi se preocupó hasta la muerte. No podía entenderlo.
Al final, ¿Su Majestad estaba cambiando deliberadamente el
nombre? ¿O no había tenido cuidado y se había equivocado? Si
fue deliberado, ¿por qué no había hecho un decreto y afirmaba
que quería cambiarlo por esto? Pero si no fue a propósito, ¿cómo
podría cometer este tipo de error de bajo nivel? No era como si
pudiera ir y decir: —Su Majestad, está equivocado. ¿Quién sabría
si Su Majestad pensaría que se estaba burlando de su descuido?
¡Quizás Su Majestad incluso pensaría que estaba sugiriendo que
su conocimiento era superficial y que su corazón no era sincero!
Además, esto se hizo con el tesoro de tinta de su Majestad. ¿Se
iba a quedar vacío?

Lo más difícil de adivinar en este mundo eran las intenciones de


un Emperador. Ese funcionario estaba extremadamente en
conflicto. Sin embargo, después de pensarlo detenidamente,
decidió que era mejor causarle algo de pena a Ju Yang ZhenJun
en lugar de hacer que Su Majestad se sintiera perjudicado.

Había que admitir que el funcionario tomó la decisión correcta.


Cuando Su Majestad descubrió que Ju Yang (En conjunto
brillante) se había convertido en Ju Yang (Masculinidad
tremenda), no dijo nada. En cambio, invitó a toda una bandada de
eruditos, antes de hojear vigorosamente los libros antiguos.
Después de encontrar innumerables detalles menores para
justificar el motivo del cambio, escribieron muchos artículos,
haciendo todo lo posible para demostrar que la ortografía original
era Ju Yang (Masculinidad tremenda) y que Ju Yang (Totalmente
brillante) había sido la forma incorrecta de escribir eso. En
resumen, una noche después de este evento, los templos de Ju
Yang (conjunto brillante) se convirtieron en templos de Ju Yang
(Masculinidad tremenda).

El Feng Xin que de repente obtuvo un cambio de título de Dios no


se enteró de este asunto hasta que pasaron diez años. Nunca
antes había mirado cuidadosamente los signos de sus propias
sienes. Un día, de repente se sintió muy sombrío. ¿Por qué había
tantas mujeres que vinieron a adorarlo en sus templos? Además,
¿por qué cada uno de ellos era tan tímido cuando rezaban con
caras completamente rojas? ¿Por qué tipo de cosas estaban
suplicando cuando encendían el incienso?

Después de enterarse de lo que sucedió, Feng Xin se precipitó


hacia la cumbre del firmamento, se enfrentó al sol abrasador y al
vasto cielo, antes de proferir una ronda de maldiciones.

Como era de esperar, sorprendió a todos los Oficiales celestiales


allí.

Después de que terminó de maldecir, no había nada que pudiera


hacer. Si querían adorarlo, entonces solo podía dejarlos adorar.
No era como si pudiera hacerle la vida difícil a estas mujeres
piadosas y orantes. Por lo tanto, se preparó antes de escuchar
sus oraciones durante numerosos años. Esto continuó hasta que
un monarca honorable sintió que este título Ju Yang (Masculinidad
tremenda) era simplemente escandaloso y por lo tanto, lo cambió
a Nan Yang. Sin embargo, la gente no había olvidado que, aparte
de ser un dios marcial, Nan Yang también era un dios que podía
ofrecer bendiciones y protección. Simplemente, todos entendieron
tácitamente que nunca usarían esas dos palabras para dirigirse a
Nan Yang. Al mismo tiempo, los otros dioses sabían mutuamente
cómo evaluar a Nan Yang ZhenJun. Solo necesitabas unas pocas
palabras: ¡era bueno!
Mientras no lo hicieras maldecir a la gente, ¡todo estaba bien!

En ese lado, la cara de Nan Feng se había ennegrecido tanto que


podría compararse con una olla vieja. Pero por aquí, Fu Yao
estaba muy emocionado mientras hablaba de manera culta: —La
amiga de una dama, la más efectiva cuando reza por un hijo. El
refuerzo secreto para la viralidad de los hombres, Nan Yang,
repartidor de niños. Ah, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja, ja….

Xie Lian resistió benevolentemente el impulso de sonreír, un


intento de dejar un poco de honor a la estatua piadosa de Nan
Yang frente a ellos. De repente, Nan Feng habló en un tono
enojado: —Deja de ser tan raro aquí. Si te sientes demasiado
ocioso, no entres en pánico, puedes ir a barrer el piso.

En el momento en que dijo esas palabras, la cara de Fu Yao


también se volvió tan negra como una olla. Si uno decía que lo
que el Palacio del Palacio Nan Yang no podía tolerar escuchar era
su título anterior, entonces lo que el Palacio del Palacio Xuan
Zhen no podía soportar oír era barrer el piso, ese tipo de cosas.
Esto se debió a que, cuando Mu Qing había estado haciendo
trabajos extraños en el Templo Huang Ji, lo que hizo todo el día
fue entregarle té a Su Alteza el Príncipe Heredero Xie Lian, darle
agua, barrer el piso o hacer su cama. Un día, Xie Lian vio cómo
recitaría cánticos de cultivo mientras barre el suelo y se conmovió
vigorosamente sobre cómo Mu Qing se esforzaría tanto y lucharía
contra la adversidad para estudiar. Esto fue lo que le hizo pedir un
favor a los ministros taoístas, para recibir a Mu Qing como su
discípulo.

Este asunto... ¿cómo decirlo? Era algo que podría considerarse


importante, o podría considerarse como algo insignificante. Podría
ser vergonzoso para la persona en cuestión, o podría no
importarle. Sin embargo, por lo que pensaba esa persona,
evidentemente creían que este asunto era lo más humillante que
habían experimentado en toda su vida. Esto se debió a que tanto
Mu Qing como todos los dioses marciales en su Palacio tendrían
una pelea con alguien si mencionaran ese momento.
Efectivamente, Fu Yao se detuvo un poco antes de mirar a la muy
inocente Xie Lian, que agitaba las manos y se hacía a un lado. Fu
Yao sonrió sarcásticamente antes de decir: —Al decir algo así, las
personas que no sabían habrían pensado que ustedes dioses en
el Salón del Palacio Nan Yang habrían ayudado a Su Alteza el
Príncipe Heredero.

Nan Feng también sonrió sarcásticamente.


—Tu general es alguien que patearía a su benefactor entre
dientes, ¿qué más puedes decir?

—Uh...— Xie Lian solo quería interferir en su discusión, cuando


Fu Yao comenzó a hablar con una sonrisa, —Ah, ja, ja, tu general
es solo una olla que llama a la tetera negra. ¿Qué calificaciones
tienes para decir estas palabras?

Xie Lian no pudo soportarlo más mientras los veía a los dos usarlo
como un gran palo que golpeaba las dos espaldas de su
General. Él interrumpió: — ¡Esperen, esperen! Basta, paren.

Naturalmente, nadie le prestó atención. Además, en realidad


comenzaron a pelear. Xie Lian no sabía quién atacó al otro
primero; pero en cualquier caso, la mesa para las ofrendas de
sacrificio se partió en dos mitades. El tazón con las frutas cayó y
esas frutas rodaron por todas partes en el piso. Al ver esto, Xie
Lian pensó que probablemente era imposible evitar que pelearan.
Por lo tanto, se sentó en una esquina antes de suspirar: —Ah, qué
mala suerte. Levantó el pequeño bollo al vapor que había rodado
a su lado. Luego, lo frotó y le quitó la piel antes de prepararse para
comer.

Sin embargo, cuando Nan Feng vislumbró esto por el rabillo del
ojo, inmediatamente extendió la palma de su mano para golpear
ese bollo.

— ¡No te lo comas!
Fu Yao también se detuvo, antes de hablar de manera
conmocionada y desdeñosa: —Incluso cayó en las cenizas.
¿Todavía puedes soportar eso?

Xie Lian aprovechó la oportunidad para agitar sus manos


nuevamente. Él dijo: —Alto, alto, alto. Tengo algo que decir. —
Después de separar a los dos dioses marciales, Xie Lian comenzó
de manera amistosa. Primero, ese Príncipe Heredero al que te
refieres soy precisamente yo. Este príncipe ni siquiera había dicho
nada, así que no me usen como arma para atacarse unos a otros.
—Se detuvo por un momento antes de agregar otra oración. Creo
que ambos generales nunca harían algo como esto. Para que
carezcan de propiedad como esta, ¿cómo sobreviviría su
prestigio?

En el momento en que dijo esas palabras, las expresiones de los


dos dioses marciales se volvieron un poco extrañas. Xie Lian
continuó y dijo: —Segundo, están aquí para ayudarme, ¿verdad?
Entonces, ¿se supone que me escuchen, o se supone que yo los
escuche?

Después de bastante tiempo, los dos finalmente dijeron: —Se


supone que debemos escucharte.

A pesar de que dijeron eso, sus caras parecían estar diciendo,


sueña, para que te escuchemos. Sin embargo, Xie Lian ya estaba
muy satisfecho con esa respuesta. Por lo tanto, aplaudió y dijo:
—Está bien. Por último, el tercer y más importante punto: si es
necesario abandonar algo, entonces, por favor, simplemente
desécheme. No tiren nunca la comida.

Mientras tanto, Nan Feng finalmente sacó el bollo al vapor que Xie
Lian había recogido otra vez y que tenía en sus manos, el que Xie
Lian planeaba comer más tarde cuando encontrara una
oportunidad. Al final de su paciencia, Nan Feng gritó: — ¡Si cayó
al suelo, no lo comas más!
Al día siguiente, en la pequeña tienda Encuentro Casual.
El sumiller del té estaba nuevamente sentado en la puerta,
cruzando las piernas mientras se relajaba. Desde muy lejos, vio
tres figuras que se acercaban lentamente. El taoísta que vestía
prendas blancas y sencillas y llevaba un sombrero de bambú
caminó delante, mientras que dos jovens altos que vestían ropa
negra lo siguieron.

Ese taoísta llegó ocioso con los brazos cruzados antes de hablar
ociosamente, luciendo aún más como una persona ociosa que el
sumiller del té. El taoísta dijo: —Señor, disculpe las molestias,
pero ¿puedo tomar tres tazas de té?

El sumiller del té respondió con una sonrisa: — ¡Ya voy!

Sin embargo, en su corazón, el sumiller del té pensó: ¡estos tres


hermanos tontos están aquí otra vez! Qué pena. Cada uno de
ellos parecía más respetable que el otro, sin embargo, ¡cada uno
de sus cerebros también está más enfermo! Siempre hablando de
este dios o ese inmortal, este fantasma o ese cielo. Estas
personas son todas enfermos mentales. No importa cuán dignos
se veían, ¿de qué servían cuando eran así?

Una vez más, Xie Lian escogió una mesa junto a la ventana.
Después de que todos se sentaron, Nan Feng habló: — ¿Por qué
quieres venir aquí para hablar sobre esto? ¿Pueden asegurarse
de que otros no nos escuchen?

Xie Lian respondió en un tono cálido: —No importa. Incluso si


otros nos escuchan, no harían nada. Solo pensarían que estamos
enfermos mentales.

Xie Lian continuó hablando: —Para evitar que los tres


malgastemos nuestro tiempo como antes, vayamos directamente
al grano. Después de calmarse, ¿pensaron en algún plan?
Los ojos de Fu Yao se iluminaron cuando respondió en tono frío:
— ¡Vamos a matarlo!

Nan Feng resopló.

— ¡No, mierda!

Xie Lian dijo: —Nan Feng, no tienes que ser tan feroz. Fu Yao no
dijo nada malo. La forma fundamental de resolver este problema
es precisamente matarlo. El problema es, ¿dónde lo matamos?
¿A quién debemos matar? ¿Cómo lo matamos? Yo sugiero…

En este momento, el sonido de tambores y fanfarrias una vez más


se desvió de la calle. Por lo tanto, los tres miraron por la ventana.

Una vez más, fue ese grupo de familiares los que entregaron a la
novia. La procesión de personas y caballos tamborileaba con sus
instrumentos mientras gritaban. Incluso sus gritos tenían indicios
de rugido, como si temieran que otros no pudieran escucharlos.
Al ver esta escena, Nan Feng frunció el ceño antes de preguntar:
— ¿No se dijo que los nativos que viven en los alrededores de la
región del Monte Yu Jun nunca se atrevieron a hacer un alboroto
o celebrar una gran celebración cuando se casaban?

En las filas de esta procesión, todas las personas eran hombres


bronceados fuertes y robustos. Sus expresiones y sus músculos
estaban todos tensos mientras sus frentes estaban cubiertas de
sudor frío. Era como si lo que llevaban no fuera un gran sedán
matrimonial lleno de alegría, sino una guillotina que se apoderaría
de sus almas y les cortaría la cabeza, obligándolos a morir. Xie
Lian se preguntó qué tipo de persona estaba sentada en ese
sedán matrimonial.
Reflexionando por un momento, Xie Lian estaba a punto de salir
a echar un vistazo cuando una ráfaga de viento frío soplaba. La
cortina a un lado del sedán siguió el flujo de aire y revoloteó hacia
arriba.
La persona detrás de la cortina estaba usando una postura muy
extraña para acostarse torcidamente en el sedán. Su cabeza
también estaba torcida y lo que se reveló bajo su velo fue una
boca pintada de rojo escarlata. Sin embargo, las esquinas de su
sonrisa eran demasiado exageradas. El sedán se sacudió y el velo
se deslizó hacia abajo, dejando al descubierto un par de ojos
redondos. Ojos que miraban firmemente en su dirección.

Esto claramente parecía una mujer que se había roto el cuello y


actualmente se reía silenciosamente de ellos.

Xie Lian no sabía si era porque las manos de las personas que
llevaban el sedán temblaban demasiado, porque ese sedán no era
muy estable. La cabeza de esa mujer también siguió los
movimientos del sedán y se balanceó. Se balanceó y se
balanceó... ¡hasta…! Una cabeza cayó y rodó hacia la calle.

Y ese cuerpo sin cabeza también cayó hacia adelante. Con una
fuerte explosión, toda la persona se cayó por la puerta del sedán.

Capítulo 6: El fantasma celebra una boda, el príncipe heredero se sube al sedán


matrimonial (parte uno)

Una de las personas que transportaba el sedán no había sido lo


suficientemente cuidadosa y se subió a un brazo. Por lo tanto,
tomaron la delantera y comenzaron a gritar primero. En respuesta,
la multitud responsable de entregar a la esposa explotó de
inmediato. Un transeúnte de quién sabe dónde sacó una espada
blanca brillante antes de gritar: — ¡¿Qué pasa?! ¡¿Vino?!
Lo que sucedió después fue básicamente que las calles se
volvieron un completo desastre. Cuando Xie Lian volvió a enfocar
su mirada en lo que había caído del sedán, de repente se dio
cuenta de que la cabeza separada no era de una persona viva
real. De hecho, era la cabeza de una muñeca de madera.

Fu Yao una vez más comentó: — ¡Demasiado feo!

Casualmente en este momento, el sumiller del té se les acercó


con una tetera de cobre. Xie Lian recordó la expresión del sumiller
del té de ayer y preguntó: —Señor, ayer vi a estas personas
haciendo escándalo en las calles y hoy están aquí nuevamente.
¿Qué están haciendo?

El sumiller del té respondió: —Están tratando de morir.

—Jajaja…

Xie Lian no se sorprendió de su respuesta y, por lo tanto, hizo otra


pregunta.

— ¿Están tratando de engañar al novio fantasma para que salga?

El sumiller del té respondió: — ¿Qué más crees que están


tratando de hacer? El padre de una novia desaparecida ofreció
una recompensa monetaria extremadamente grande para
cualquiera que logre atrapar al novio fantasma y ayudar a
encontrar a su hija. Esta es la razón por la cual esta multitud de
personas crearía esta perturbación y atmósfera asquerosa
durante todo el día —

El padre que había ofrecido esa recompensa era probablemente


ese funcionario que habían discutido previamente. Xie Lian echó
otro vistazo a la cabeza de mujer que yacía en el suelo e
inmediatamente comprendió que estas personas habían querido
disfrazar a la muñeca como una nueva novia.
Luego, escuchó a Fu Yao hablar de manera repugnante: —Si yo
fuera el novio fantasma y alguien me regalara una cosa fea como
esta, simplemente acabaría con esta ciudad.

Al escuchar eso, Xie Lian lo reprendió: —Fu Yao, esas palabras


no son algo tan simple que deberías decir. Además, ¿puedes
corregir ese hábito tuyo de ojos rodantes? Sería mejor si pudieras
establecer algunas metas pequeñas para ti primero, como poner
los ojos en blanco cinco veces al día y así sucesivamente.

Nan Feng también habló: — ¡Incluso si le das el objetivo de poner


los ojos en blanco solo cincuenta veces al día, todavía no podrá
lograrlo!

En ese momento, un joven salió repentinamente de la multitud


afuera. Temblando de entusiasmo, parecía que era uno de sus
líderes. Ese joven agitó los brazos antes de gritar en voz alta: —
¡Escúchenme, escúchenme! ¡Continuar así es completamente
inútil! ¿Cuántas rondas hicimos estos últimos días? ¿Y logramos
engañar al novio fantasma?

Uno tras otro, los hombres aficionados comenzaron a quejarse y


estar de acuerdo con él. Al ver eso, el joven continuó hablando:
—En mi opinión, desde que comenzamos esto, debemos seguir
adelante sin importar lo que pase. Sería mejor precipitarse
directamente al Monte Yu Jun. ¡Todos pueden buscar en la
montaña antes de atrapar y matar a esa fea criatura! Yo tomaré la
delantera; Cualquier hombre valiente y apropiado puede
seguirme. ¡Después de matar a esa fea criatura, podemos
compartir la recompensa!

Al principio, solo unos pocos hombres escasos gritaban de


acuerdo. Poco a poco, sin embargo, las voces de acuerdo
crecieron hasta que todos respondieron en un tono afirmativo.
Sonaron inesperadamente bastante poderosos. Por otro lado, Xie
Lian preguntó: — ¿Criatura fea? Señor, ¿cuál es el problema
detrás de esta 'criatura fea' de la que están hablando?
El sumiller del té respondió: —Los rumores dicen que el novio
fantasma es una criatura fea que vive en el monte Yu Jun. Debido
a que nació demasiado feo, a ninguna mujer le gustaría. Es por
eso que su corazón dio a luz al resentimiento y por qué arrebataría
a las novias de otros hombres para evitar que las parejas
experimentaran una ocasión feliz.

No había registros de esto en el pergamino que le dio el Palacio


del Palacio de Ling Wen. Xie Lian preguntó de nuevo: — ¿La
gente realmente dice esto? ¿No es esto solo especulación?

El sumiller del té respondió: — ¿Quién sabe? Pero se dice que


muchas personas han visto al novio fantasma antes. Algo acerca
de cómo toda su cara está envuelta en vendajes dejando solo sus
ojos feroces descubiertos y que no puede hablar, sino que ruge
como una bestia. Actualmente, estos rumores circulan por todas
partes.

Fu Yao replicó: —Cubrirse la cara con vendas no necesariamente


significa que sea feo. También puede ser porque es demasiado
hermoso, por lo que no quiere que otras personas lo vean.

El sumiller del té se quedó sin palabras por un momento antes de


decir: —Entonces, ¿quién sabe? En cualquier caso, no lo he visto.

En ese momento, la voz de una joven surgió en las calles. Ella


dijo: —Ustedes... ustedes, no lo escuchen. No vayan, el monte Yu
Jun es muy peligroso...

La que había hablado era la niña que se escondía en la esquina


de la calle. También era la niña que había estado rezando en el
templo de Feng Xin ayer por la noche, Xiao Ying.

En el momento en que Xie Lian la vio, su rostro comenzó a doler.


Inconscientemente, levantó la mano y se frotó la mejilla.
Cuando el joven la vio, su rostro se puso un poco feo. Él la empujó
fuera del camino antes de decir: —Nosotros, los hombres,
estamos hablando, así que, ¿por qué se está metiendo una niña
como tú?

Xiao Ying se encogió y retrocedió un poco después de ser


empujado. Sin embargo, ella pareció reunir todo su coraje antes
de hablar suavemente de nuevo: —No lo escuches. Ya sea que
se trate de celebrar una boda falsa o buscar en la montaña, estas
tareas son muy peligrosas. ¿No se están enviando a la muerte?

El joven respondió: —Solo puedes decir estas palabras


agradables. Todos estamos trabajando juntos y arriesgando
nuestras vidas para ayudar a las personas a eliminar un mal. ¿Y
tú? Eres solo una chica egoísta, una que se negó a disfrazarse de
novia y sentarse en la silla de manos. Ni siquiera puedes reunir
ese coraje incluso si podría ayudar a todos. Y ahora, estás
corriendo por aquí para obstaculizarnos nuevamente. ¿Qué es lo
que quieres?

Ese joven empujó a la niña una vez por cada oración que dijo. Al
ver esto, la gente en la casa de té no pudo evitar fruncir el ceño.
Xie Lian bajó la cabeza y se concentró en quitarse las vendas de
la muñeca. Mientras hacía esto, escuchó al sumiller del té
explicar:
—Ese joven líder previamente quería convencer a esa chica para
que se disfrazara de novia. En ese momento, dijo tantas palabras
dulces que fue como si le hubieran frotado la boca con miel. Pero
después de que la niña se negó, él volteó la cara y se volvió así.

En la calle, el grupo de hombres aficionados también gritó: —Deja


de pararte aquí y bloquea el camino. ¡Vete a un lado, ve a un lado!
—Cuando Xiao Ying vio esto, su cara plana se volvió
completamente roja cuando las lágrimas comenzaron a
arremolinarse en sus ojos. Ella preguntó: —Tú... ¿por qué tienes
que decirlo así?
Ese joven volvió a hablar: —Todo lo que dije era verdad, ¿no? Le
pregunté si podía disfrazarse de una novia falsa y no lo haría sin
importar qué.

Xiao Ying respondió: —Sí, no me atrevo. Sin embargo, no tenías


que... tener que romper mi vestido...

En el momento en que mencionó esto, fue como si hubiera


pinchado el punto dolorido del joven. Inmediatamente se levantó
de un salto y refutó: — ¡Una persona fea como tú no debería rociar
sangre al azar a las personas y acusarlas! ¿Te rasgué el vestido?
¿Crees que soy ciego? Quién sabe, tal vez solo querías mostrarte
a otras personas, ¡así que lo rompiste tú misma! Quién sabe, tu
cara es tan fea, incluso si tu vestido está roto, ¡tal vez nadie quiera
mirarte! ¡No trates de echarme la culpa a la cabeza!

Nan Feng realmente no pudo seguir escuchando esto. Con un


crack, la taza de té en sus manos se agrietó y se rompió en
pedazos. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de
levantarse, una sombra blanca flotaba junto a él. Y ese joven que
se había estado sosteniendo por encima de la niña gritó de
repente. Se plantó en la cara antes de caer sobre su trasero
cuando la sangre comenzó a gotear de sus dedos.

Nadie tuvo tiempo suficiente para darse cuenta de lo que había


sucedido, porque ya estaba sentado en el suelo. Por lo tanto, la
gente pensó que Xiao Ying había sido quien lo había herido. Sin
embargo, quién hubiera sabido que cuando volvieron la mirada
hacia Xiao Ying, ya no podían verla. En cambio, un taoísta vestido
de blanco se paró frente a ella.

Las dos manos de Xie Lian estaban metidas en sus mangas. Ni


siquiera se dio la vuelta para mirar al chico y solo miró a Xiao Ying
con una sonrisa. Agachándose ligeramente para que él estuviera
al mismo nivel que ella, Xie Lian preguntó: —Jovencita, me
pregunto si podría invitarla a tomar una taza de té conmigo.
El joven sentado en el suelo sintió que le dolían mucho la nariz y
la boca. En realidad, todo su rostro le dolía tanto, que se sintió
como si hubiera sido golpeado con un látigo de acero. Sin
embargo, el taoísta frente a él claramente no tenía armas.
Además, no vio cuándo el taoísta había hecho su movimiento, o
cómo lo había hecho. Por lo tanto, el joven tropezó y logró ponerse
de pie antes de apuntar con su espada al hombre,

— ¡Esta persona usó un arte demoníaco!

En el momento en que el grupo de hombres detrás del joven


escuchó las palabras 'arte demoníaco', todos levantaron sus
espadas contra Xie Lian. Sin embargo, nunca hubieran esperado
que Nan Feng, que estaba detrás de Xie Lian, empujara su palma
de repente. Tras otro sonido de crack, el pilar junto a ellos se
derrumbó por completo.

Cuando vieron esa muestra de poder divino, la tez de todos los


hombres aficionados cambió simultáneamente. Ese joven
también comenzó a encogerse mentalmente en su corazón, pero
aún era reacio a admitir su culpa. En cambio, cargó hacia ellos
mientras gritaba en voz alta: —Hoy admitiré la derrota aquí. ¿De
qué camino taoísta eres? Deje su nombre y en el futuro podemos
reunirnos nuevamente para liquidar esta cuenta...

Nan Feng no se molestó en responder por completo, pero Fu Yao


a su lado dijo: —No hay problema, no hay problema. Esta persona
es del Ju...

Nan Feng empujó otra palma hacia Fu Yao y una vez más los dos
comenzaron a pelear. Por otro lado, Xie Lian originalmente quería
invitar a la niña dentro de la casa de té a sentarse un rato y luego
ayudarla a pedir un té de frutas y otros bocadillos. Sin embargo,
Xiao Ying se secó las lágrimas antes de irse. Por lo tanto, Xie Lian
solo podía suspirar y verla irse antes de entrar en la casa de té.
Cuando entró, el sumiller del té le recordó: —Recuerde pagar por
el pilar.
Por lo tanto, cuando Xie Lian volvió a sentarse, se enfrentó a Nan
Feng y dijo: —Recuerde pagar por el pilar.

Xie Lian continuó: —Antes de eso, sin embargo, debemos


administrar nuestro trabajo adecuado. ¿Podría alguien prestarme
algo de poder espiritual? Necesito ingresar a la matriz de
comunicación espiritual para verificar cierta información.

Nan Feng levantó la mano. Los dos aplaudieron, estableciendo lo


que se consideraba un contrato extremadamente simple. Con
esto, Xie Lian finalmente pudo ingresar nuevamente a la matriz de
comunicación espiritual.

En el momento en que entró en la matriz, escuchó a Ling Wen


hablar: — ¿Su Alteza finalmente logró tomar prestado algún poder
espiritual? ¿Está todo en el Norte avanzando sin problemas?
¿Cómo están los dos pequeños dioses marciales que
voluntariamente ofrecieron una mano amiga?

Xie Lian levantó la cabeza. Echó un vistazo al pilar que se había


derrumbado debido a Nan Feng, antes de volver a mirar al
indiferente Fu Yao que estaba cerrando los ojos y meditando.
Entonces, Xie Lian respondió: —Cada uno de los dos pequeños
dioses marciales tiene sus propios méritos y ambos son individuos
capaces.

Se escuchó un indicio de sonrisa cuando Ling Wen volvió a hablar:


—Entonces realmente tenemos que felicitar al general Nan Yang
y al general Xuan Zhen. Según las palabras de Su Alteza, estos
dos pequeños dioses marciales tienen perspectivas ilimitadas.
Ascender puede ser incluso un evento inminente.

Sin embargo, un momento rápido después de que Ling Wen


terminó de hablar, la voz fría de Mu Qing flotó.
—No me informó sobre esta aventura suya y se fue así como así.
Yo no sabía realmente nada sobre esto.

Al escuchar eso, Xie Lian pensó para sí mismo: —Realmente


estás protegiendo la matriz de comunicación espiritual todo el
día...

Ignorando a Mu Qing, Ling Wen continuó hablando: —Su Alteza,


¿dónde está ahora? El General Pei es la deidad que vigila el norte
y su incienso allí arde de forma bastante próspera. Si Su Alteza lo
necesita, podría quedarse temporalmente en uno de sus templos
de Ming Guang.

Xie Lian respondió: —No hay necesidad de molestarlo. No


encontramos un templo de Ming Guang en las cercanías y, por lo
tanto, nos instalamos en un templo de Nan Yang. Pero tengo una
pregunta rápida, Ling Wen, sobre el novio fantasma. ¿Tiene más
información sobre este caso?

Ling Wen respondió: —Lo tenemos. Hace un momento, mi Palacio


midió la calificación del novio fantasma. Debería ser del rango Ira.

¡Ira!

Para los demonios y fantasmas que causaron estragos en el reino


de los mortales, el Palacio Ling Wen los clasificó en cuatro rangos
según sus habilidades. Estos cuatro rangos fueron 'Feroz',
'Severo', 'Ira' y 'Devastación'.

Los fantasmas del rango 'Feroz' tenían la capacidad de matar


objetivos individuales. Los monstruos clasificados como 'severos'
podrían acabar con una casa, mientras que los fantasmas
clasificados como 'Ira' podrían masacrar a toda una ciudad. Y el
más aterrador de todos fue el rango de 'Devastación'. Cada vez
que uno nacía, podía destruir un país y causar sufrimiento a la
gente, convirtiendo todo el reino mortal en un desastre.
El novio fantasma que se escondía en el monte Yu Jun era en
realidad del rango 'Ira', solo superado por el aterrador rango
'Devastación'. Como ese era el caso, cualquiera que lograra
echarle un vistazo no debería haber escapado ileso.

Por lo tanto, cuando Xie Lian se retiró de la matriz de


comunicación espiritual e informó a los otros dos dioses marciales
de lo que había aprendido, Nan Feng comentó: —Si eso es cierto,
entonces la información sobre la criatura fea o el hombre cubierto
de vendajes eran solo rumores completos. Es eso, o las personas
que afirmaron haber visto esas cosas vieron algo más, no el novio
fantasma.

Xie Lian mencionó su propia teoría: —Hay otra posibilidad. Tal vez
el novio fantasma no podría, lastimar a las personas bajo ciertas
circunstancias.

Por otro lado, Fu Yao no agregó sus ideas y, en cambio, criticó:


— ¡El Palacio Ling Wen tiene una eficiencia realmente baja! Les
tomó tanto tiempo darnos una clasificación del novio fantasma,
¿de qué sirve decirnos ahora?

Xie Lian respondió: —Por lo menos, ahora sabemos la fuerza de


nuestro enemigo. Sin embargo, dado que estamos tratando con
un rango de 'Ira', la fuerza espiritual de este novio fantasma debe
ser bastante alta. Sería imposible engañarlo con una persona
falsa. Si queremos engañarlo, entonces no podemos usar la
táctica de diversión donde las personas que entregan a la novia a
la boda falsa son títeres disfrazados. Además, no pueden estar
sosteniendo ninguna arma. Sin embargo, el aspecto más
importante es que la novia debe ser una persona viva.

Fu Yao habló: —Podemos salir a la calle a buscar a una mujer y


lograr que sea nuestro cebo.

Sin embargo, Nan Feng rechazó inmediatamente su idea.


—No podemos hacer eso.

Fu Yao preguntó: — ¿Por qué? Si no está dispuesta, podemos


darle algo de dinero y ella estará dispuesta.

Al escuchar eso, Xie Lian interrumpió su discusión.

—Fu Yao, incluso si hay una mujer que está dispuesta a hacer
eso, es mejor si no usamos ese plan. Este novio fantasma es del
rango 'Ira'. Si nos equivocamos, estaríamos bien. Sin embargo, si
se lleva a la novia, una niña mortal frágil no podría escapar o
resistir. Si eso realmente sucede, solo tendrá muerte esperándola.

Fu Yao declaró: —Si no podemos encontrar una mujer, entonces


solo podemos encontrar un hombre.

Nan Feng preguntó: — ¿Dónde vamos a encontrar a un hombre


que esté dispuesto a disfrazarse de...?

Ni siquiera había terminado de hablar cuando su línea de visión y


la de Fu Yao comenzaron a cambiar.

Xie Lian seguía sonriendo suavemente.

Por la noche, en el templo de Nan Yang.

Xie Lian salió del templo con el cabello completamente


despeinado.

En el momento en que los dos pequeños dioses marciales que


custodiaban la puerta del templo lo vieron, Nan Feng
inmediatamente comenzó a gritar maldiciones. Con un ¡Mierda!
Salió corriendo.

Xie Lian se quedó sin palabras por un momento antes de


preguntar: — ¿Qué fue esa reacción?
Si le pidieras a alguien que viniera a ver, podrían decir con una
mirada que se trataba de un joven con una cara amable y
hermosa.

Sin embargo, esa fue exactamente la razón de la reacción de Nan


Feng. Para que un chico apropiado y guapo usara el vestido de
novia de una mujer, esa imagen era una en la que muchas
personas no podían mirar directamente. Un ejemplo sería Nan
Feng. Probablemente no podía aceptarlo y por lo tanto su
respuesta fue tan intensa.

Xie Lian vio que Fu Yao lo miraba con una mirada complicada.
Mientras Fu Yao le daba una vuelta, Xie Lian preguntó: — ¿Tienes
algo que decir?

Fu Yao asintió antes de decir: —Si yo fuera el novio fantasma y


alguien quisiera regalarme este tipo de mujer...

Xie Lian terminó su oración: — ¿Vas a acabar con esta ciudad?

Fu Yao lo corrigió fríamente: —No, mataría a esta mujer.

Xie Lian sonrió.

—Entonces solo puedo decir que es una suerte que no sea una
chica real.

Fu Yao sugirió: —Creo que deberías intentar entrar en el conjunto


de comunicación espiritual y ver si hay algún Funcionario celestial
que esté dispuesto a enseñarte un hechizo que pueda ayudarte a
transformar tu cuerpo. Sería más práctico de esa manera.

De hecho, había funcionarios celestiales en el cielo que, debido


a sus necesidades particulares, eran expertos en hechizos que
transformaban sus cuerpos. Sin embargo, Xie Lian temía que con
el tiempo restante, ya era demasiado tarde para que él aprendiera
un nuevo hechizo. En el otro extremo, Nan Feng regresó al templo
con una cara verde. Después de que terminó de maldecir, se
había enfriado una cantidad considerable, un hábito que era casi
exactamente el mismo del General al que servía.

Xie Lian echó un vistazo al ya nocturno cielo nocturno antes de


decir: —No importa. Después de cubrir mi cabeza con un velo,
todo se verá igual.

Cuando terminó de hablar, comenzó a cubrirse realmente con su


velo.

Sin embargo, Fu Yao levantó la mano para detenerlo y dijo: —


Espera un momento. No sabes cómo ese novio fantasma dañaría
a las personas. Si él quita el velo y se da cuenta de que fue
engañado, algo inesperado podría ocurrir cuando si enfurece.
¿No sería eso solo crear más problemas?

Cuando Xie Lian escuchó sus palabras, pensó que eran bastante
razonables. Sin embargo, en el momento en que dio un paso
adelante, escuchó un ruido desgarrador.

El vestido de novia rojo que Fu Yao había encontrado para él


realmente no le quedaba a Xie Lian.

La mujer a la que se destinaba este vestido había sido bastante


pequeña. Cuando Xie Lian lo usó, aunque inesperadamente el
área de la cintura le quedaba bastante ajustada, levantar las
mangas o levantar los pies fueron acciones que se sintieron
extremadamente restrictivas. Además, en el momento en que
hizo un movimiento más grande, el vestido se desgarraría. Justo
cuando Xie Lian comenzó a mirar por todas partes para tratar de
encontrar lo que se había desgarrado, una voz flotó desde las
puertas del templo. —Disculpe, ¿puedo preguntar...?

Los tres se giraron hacia el sonido. Sin embargo, lo que vieron


fue a Xiao Ying sosteniendo algunas ropas blancas dobladas
mientras las miraba cobardemente.
Ella explicó: —Recordé que te encontré aquí ayer, así que decidí
venir a ver si podía volver a verte. Ya lavé esta ropa. Las colocaré
aquí. Tanto ayer como hoy, muchas gracias .Xie Lian estaba a
punto de darle una sonrisa cuando de repente se dio cuenta de
cómo era actualmente. Por lo tanto, decidió hablar menos para no
asustar a la gente.

¿Quién hubiera pensado que no solo Xiao Ying no le tenía miedo,


sino que incluso dio un paso adelante y preguntó: —Esto es... si
te gusta, puedo ayudarte?

Xie Lian respondió: —No, señorita, por favor no me malentienda.


No tengo este tipo de pasatiempo.

Xiao Ying apresuradamente explicó una vez más: —Lo sé, lo sé.
Lo que quise decir es que, si no te molesta, puedo ayudarte.
Ustedes... ustedes quieren atrapar al novio fantasma, ¿verdad?

Tanto su tono como su cabeza se elevaron un poco mientras Xiao


Ying continuaba: —Sé cómo alterar la ropa. Siempre llevo algo de
aguja e hilo sobre mí también. Lo que no encaja, puedo arreglarlo.
También sé cómo maquillar. ¡Deja que te ayude!

Después del tiempo que tardó en quemar dos varitas de incienso,


Xie Lian salió una vez más del templo mientras inclinaba la
cabeza.

Esta vez, el velo de la novia ya cubría su cabeza. Nan Feng y Fu


Yao parecían querer echar un vistazo, pero al final, decidieron que
era mejor apartar sus ojos. La silla de manos que encontraron
estaba en la parte delantera del templo y las personas
cuidadosamente seleccionadas que se suponía que llevaban la
silla llevaban mucho tiempo esperando allí. La luna ya estaba en
lo alto del cielo nocturno. Por lo tanto, Su Alteza Real el Príncipe
Heredero se sentó en la gran silla de sedán roja, vestido con un
vestido de novia.
Capítulo 7: El fantasma celebra una boda, el príncipe heredero se sube al sedán
matrimonial (parte dos)

Todo el sedán matrimonial estaba cubierto de satén carmesí. Se


cosieron hermosas flores, la luna, los dragones y los fénix con
hilos de colores brillantes. Nan Feng y Fu Yao se pararon a un
lado del sedán, evitando que se inclinara hacia un lado. Xie Lian
se sentó en el medio del sedán, balanceándose con el ritmo de
caminar de los que lo llevaban.

En realidad, las ocho personas que llevaban el sedán eran todos


oficiales militares sobresalientes que eran expertos en artes
marciales. Con el fin de encontrar personas altamente calificadas
en artes marciales que pudieran disfrazarse de transportistas de
sedán, Nan Feng y Fu Yao fueron directamente a la residencia de
ese oficial y revelaron sus planes. Explicaron claramente cómo
querían ir y explorar el Monte Yu Jun. Por lo tanto, sin preguntar
más, ese funcionario inmediatamente retiró una hilera de artistas
marciales altos y fuertes. Sin embargo, la razón por la que Nan
Feng y Fu Yao querían luchadores fuertes no era porque
esperaban poder ayudarlos. En cambio, simplemente querían que
pudieran defenderse y huir cuando el feroz fantasma comenzara
a defenderse.

Por el contrario, esos ocho oficiales militares realmente no los


apreciaban demasiado. Dentro del gobierno, todos eran expertos
de primera clase. ¿Cuándo no fueron los líderes o las estrellas del
espectáculo? A pesar de eso, en el momento en que llegaron
estos dos niños lindos, comenzaron a pisarles la cabeza y los
obligaron a convertirse en vehículos del sedán. Se podría decir
que ya estaban extremadamente infelices. Sin embargo, las
órdenes de su amo tenían que seguirse y por lo tanto solo podían
contener el desdén en sus corazones. Pero como eran infelices,
era difícil evitar que su ira se encendiera. Por eso, de vez en
cuando, deliberadamente se resbalaban y sacudían el sedán, lo
que lo sacudía terriblemente. Los forasteros no podrían decir eso,
mientras la persona sentada en la silla de manos fuera algo
delicada…

La silla de manos se inclinó y se sacudió. Efectivamente,


escucharon al Xie Lian adentro suspirar suavemente. Algunos de
esos oficiales militares no pudieron evitar secretamente sentirse
complacidos.

Afuera, Fu Yao preguntó en un tono frío: —Jovencita, ¿qué pasa?


Casarse a una edad tan avanzada, ¿estás feliz hasta las
lágrimas?

De hecho, cuando las novias se casaron, muchas de ellas no


pudieron evitar secarse las lágrimas y llorar en su sedán
matrimonial. En cuanto a sí mismo, cuando Xie Lian escuchó eso,
no supo si reír o llorar. Sin embargo, cuando comenzó a hablar,
su tono era gentil y suave. Inesperadamente, ni siquiera había un
rastro de incomodidad cuando dijo: —No es eso. Simplemente me
di cuenta de que esta procesión de bodas carece de algo muy
importante.

Nan Feng preguntó: — ¿Qué nos estamos perdiendo? Ya


deberíamos haber preparado todas las cosas que deberíamos
tener.

Xie Lian respondió con una sonrisa.

—Criadas que acompañan el matrimonio.

Los dos pequeños dioses marciales de pie afuera se miraron


espontáneamente. Uno no podía decir qué tipo de escena habían
imaginado, pero ambos temblaron violentamente. Fu Yao habló y
dijo: —Solo finja que su familia está empobrecida para que no
haya suficiente dinero para comprar sirvientas. Por lo tanto,
decidiste hacer las paces.

Xie Lian respondió: —Está bien.

Los oficiales militares escucharon su improvisada comedia en vivo


y no pudieron evitar sonreír. La insatisfacción en sus corazones
se había disipado mucho y se sentían un poco más cerca de los
otros tres. Esto dio como resultado que la silla de manos se
volviera mucho más estable.

Xie Lian se echó hacia atrás una vez más. Aunque todavía estaba
sentado derecho, cerró los ojos para descansar.

Después de un rato, la risa de un niño sonó cerca de sus oídos.

Carcajadas y crueles, risueñas y alegres.


El sonido de la risa fue como una onda que se extendió por las
montañas y los campos. Sonaba bastante etéreo, pero también
muy extraño. Sin embargo, la silla de manos no se había detenido
y seguía avanzando de manera constante como antes. Incluso
Nan Feng y Fu Yao no dijeron nada, como si no hubieran notado
ninguna anormalidad.
Xie Lian abrió los ojos antes de hablar en voz baja: —Nan Feng,
Fu Yao.

Nan Feng caminaba por el lado izquierdo del sedán. Él preguntó:


— ¿Qué pasa?

Xie Lian respondió: —Algo vino.

En este momento, su 'procesión de matrimonio' ya había entrado


en las profundidades del Monte Yu Jun.

Estaba completamente en silencio. Incluso los crujidos que hacía


la silla de madera del sedán, los crujidos de las hojas y ramas
secas debajo de sus pies y el sonido de la respiración de los
vehículos sedán parecía demasiado ruidoso en este silencio.

Y la risa del niño aún no había desaparecido. A veces sonaba muy


lejos, como si estuvieran en las profundidades de la montaña.
Otras veces, sonaba muy cerca, como si estuvieran gateando al
lado del sedán.

La expresión de Nan Feng se volvió más solemne cuando dijo: —


No escucho nada.

Fu Yao también habló fríamente: —Yo tampoco.

En cuanto a los otros vehículos del sedán, era aún más


improbable que hubieran escuchado algo.

En respuesta, Xie Lian dijo: —Si ese es el caso, entonces


deliberadamente solo me dejan escuchar a mí.
Originalmente, los ocho oficiales militares estaban demasiado
confiados debido a sus altas habilidades en artes marciales.
Además, creían que debido a que el novio fantasma elegía novias
al azar, tenían que regresar a casa esa noche sin ningún logro.
Por lo tanto, no habían tenido miedo en absoluto. Ahora, por
alguna razón, no podían evitar pensar en esos cuarenta oficiales
militares en esa procesión de bodas, los que habían desaparecido
misteriosamente. De repente, el sudor frío comenzó a aparecer en
algunas de las frentes de los portadores de un sedán.

Xie Lian notó los pasos de alguien estancados y dijo: —No paren.
Finjan que no pasó nada.

Nan Feng agitó su mano, señalando a esos oficiales militares que


siguieran caminando. Xie Lian habló de nuevo y dijo: —Está
cantando.

Fu Yao preguntó: — ¿Qué está cantando?

Después de escuchar atentamente la voz de ese niño, Xie Lian


comenzó a repetir las palabras frase por frase. —Nueva novia,
nueva novia, nueva novia en el sedán rojo del matrimonio...

En medio de esta noche silenciosa, la voz ligeramente lenta de


Xie Lian salió muy nítida. Claramente, él solo había estado
diciendo esas palabras. Sin embargo, esos ocho oficiales militares
sintieron como si pudieran escuchar la voz de un niño cantando
esa extraña canción con él. Realmente hizo que la sangre de uno
se enfriara.

Xie Lian continuó hablando: —Los ojos llenos de lágrimas,


pasando el montículo de la montaña, bajo el velo no... sostienen
la sonrisa creciente... novia fantasma... ¿se refieren al novio
fantasma? ¿O algo más?

Se detuvo un momento antes de decir: —Esto no funcionará.


Ahora sigue riéndose, por lo que las palabras no son claras.
Nan Feng frunció el ceño.

— ¿Que significa todo eso?

Xie Lian respondió: —El significado literal. Le está diciendo a la


nueva novia en la silla de manos que solo debe llorar y que no
debe sonreír.

Nan Feng corrigió su pregunta anterior.

—Quiero decir, ¿cuál es el significado detrás de esta cosa


corriendo por aquí para recordarte eso?

Por otro lado, Fu Yao tendría eternamente una idea opuesta.

—Puede que no necesariamente solo nos lo esté recordando.


Podría ser posible que deliberadamente intente hacerte hacer lo
incorrecto. Quizás, sonreír es la forma real de salir ileso. Sin
embargo, su objetivo es engañar a otros para que lloren. Es difícil
decir si, en el pasado, las otras novias cayeron en sus planes.

En respuesta a eso, Xie Lian dijo: —Fu Yao. Si una novia común
oye este tipo de voz en el medio del camino, me temo que solo
tendrá miedo a la muerte. ¿Cómo podría sonreír? Además, si lloro
o sonrío, ¿cuál sería el peor resultado?

Fu Yao respondió: —Serás secuestrado.

Por lo tanto, Xie Lian le recordó: — ¿No es exactamente el


propósito de nuestro viaje de esta noche?

Fu Yao resopló, aunque no continuó discutiendo. Por el contrario,


Xie Lian habló de nuevo y dijo: —Además, hay algo que creo que
debería decirles.

Nan Feng preguntó: — ¿Qué es?


Xie Lian respondió: —Desde que me senté en el sedán, nunca
dejé de sonreír.

¡Acababa de decir esto cuando, de repente, el sedán matrimonial


se hundió fuertemente!

Los ocho oficiales militares comenzaron a alborotarse


inmediatamente, haciendo que el sedán matrimonial se detuviera
por completo. Nan Feng gritó: — ¡Todos, no se asusten!

Xie Lian levantó la mano un poco antes de preguntar: — ¿Qué


pasó?

Fu Yao respondió en un tono ligero. —Nada. Nada más que


conocer algunas bestias.

Acababa de responder, cuando Xie Lian escuchó un aullido de


lobo triste que interrumpió el silencio de la noche.

¡Una manada de lobos les estaba bloqueando el camino!

No importaba qué, Xie Lian pensó que esto no era muy normal.
Por lo tanto, preguntó: — ¿Puedo preguntar, las manadas de
lobos vagan frecuentemente por el monte Yu Jun?

Uno de los oficiales militares que sostenían el carruaje respondió:


— ¡Nunca antes había escuchado que esto sucediera! ¿Cómo
podrían estar en el monte Yu Jun?

Xie Lian levantó una ceja antes de decir: —Sí, entonces hemos
venido al lugar correcto.

No era más que una manada de lobos en una montaña. No eran


algo difícil de tratar para Nan Feng y Fu Yao y no eran algo
aterrador para aquellos oficiales militares que regularmente daban
vueltas y luchaban contra otros. Pero justo entonces, habían
estado reflexionando sobre la espeluznante canción del novio
fantasma. Esa había sido la única razón por la que estaban tan
desprevenidos y asustados.

Desde la oscuridad del bosque, muchos pares de ojos de lobo


débilmente verdes se iluminaron cuando los lobos comenzaron a
salir lentamente. Rápidamente, comenzaron a rodearlos.

Sin embargo, cuando uno comparaba una manada de bestias que


felizmente encontraron una comida con esa cosa que no podían
escuchar ni tocar, lo extraño era, por supuesto, más aterrador. Por
lo tanto, uno por uno, todos comenzaron a arremangarse para la
batalla, preparándose para mostrar sus talentos y emprender una
matanza.

Desafortunadamente, la mejor parte del espectáculo aún estaba


por llegar. Siguiendo firmemente sus pasos, apareció un susurro,
seguido de una voz extraña que no sonó humana ni como una
bestia.

Un oficial militar exclamó alarmado.

—Esto... ¿Qué es esto? ¡¿Que es esta cosa?!

Nan Feng también comenzó a maldecir. Xie Lian sabía que algo
había cambiado rápidamente y por eso quería ponerse de pie. Él
preguntó: — ¿Qué pasó ahora?

Sin embargo, Nan Feng inmediatamente gritó: — ¡No salgas!

Xie Lian levantó la mano, cuando de repente, la silla de manos


comenzó a temblar. Parecía que había algo apoyado contra la
puerta del sedán. Xie Lian no había estado bajando tanto la
cabeza. Dirigió su mirada hacia abajo, antes de ver la parte
posterior de una cabeza de algún tipo de cosa desde la grieta
entre su velo.
¡En realidad se subió al sedán matrimonial!

Esa cosa había metido la cabeza en el sedán matrimonial, pero


fue arrastrada por alguien afuera. Nan Feng se paró frente al
sedán y maldijo: — ¡Mierda, es un esclavo base!

Tan pronto como escuchó que era un esclavo base, Xie Lian supo
que las cosas ahora se volverían problemáticas.

Según el juicio del Palacio Ling Wen, un esclavo base era algo
que ni siquiera podía obtener el rango 'Feroz'.

Se decía que originalmente, los esclavos de base eran humanos.


Sin embargo, si uno los mirara ahora, incluso si fueran personas,
solo se podría decir que fueron humanos deformados. Tenía una
cabeza y una cara, pero parecían vagos y poco claros. Tenían
piernas y brazos, pero estaban demasiado débiles para caminar.
Tenían boca y dientes, pero les llevaría una eternidad morder a
alguien. Sin embargo, si dejaban que las personas elijan, la
mayoría de las personas preferirían encontrarse con los
monstruos más temibles 'Feroces' o 'Severo' que conocer a un
esclavo de base.

Esto se debía a que, en la mayoría de los casos, aparecieron


esclavos de base y se coordinaron con otros fantasmas y
monstruos. Cuando su presa luchaba contra sus enemigos,
aparecían de repente. Luego, usarían sus brazos y piernas
infinitamente enredados para adherirse a su presa. También
tenían innumerables compañeros que avanzaban
incansablemente, todos rodeando a sus presas como dulces
pegajosos.

A pesar de que su fuerza de combate era extremadamente baja,


eran muy tenaces y difíciles de matar. Además, generalmente
surgían en un gran grupo. Era bastante difícil sacudirlos y era aún
más difícil matarlos rápidamente a todos. Gradualmente, uno
desperdiciaría demasiada fuerza luchando contra ellos, o
terminarían tropezando. Como resultado, inevitablemente habría
un breve momento de descuido, uno que permitiría al enemigo
que había estado esperando una oportunidad para tener éxito.

Después de que los demás fantasmas y monstruos mataran a la


presa, los esclavos de la base recogerían los restos de la presa,
esos brazos y piernas rotos, antes de comerlos con gusto.
Roerían y mordisquearían hasta que estuvieran llenos de
agujeros.

Los esclavos de base eran realmente una existencia muy


desagradable. Para un Funcionario celestial del Cielo Superior,
dejar salir la luz divina y sacar sus armas era lo suficientemente
natural como para asustar a los esclavos de base para que se
retiraran. Sin embargo, para los pequeños dioses marciales del
Cielo Medio, estas cosas eran realmente difíciles de tratar.

Desde lo que parecía ser un lugar distante, Fu Yao dijo en un tono


lleno de repulsión: — ¡Yo! ¡Odio estas cosas, son las más…! ¿El
Palacio Ling Wen mencionó estas cosas?

Xie Lian respondió: —No lo hicieron.

Fu Yao inmediatamente respondió: — ¿Qué uso tienen esos


tipos?

Ignorándolo, Xie Lian preguntó: — ¿Cuántos de ellos vinieron?

Esta vez fue Nan Feng quien respondió. ¡Alrededor de cien,


probablemente un poco más! ¡No salgas!

Para cosas como esclavos de base, cuanto más había, más


fuertes se volvían. Cuando había más de diez de ellos, ya sería
extremadamente difícil de tratar. ¿Más de cien de ellos? Habría
esclavos de base más que suficientes para arrastrarlos hasta la
muerte. A los esclavos de base generalmente les gustaba vivir en
lugares donde había mucha gente. Por lo tanto, Xie Lian nunca
hubiera esperado que hubiera tantos viviendo en el desierto
Monte Yu Jun. Xie Lian pensó por un momento antes de levantar
ligeramente el brazo, revelando una muñeca que estaba medio
vendada.

Él dijo: —Adelante.

En el momento en que dijo esas palabras, esas vendas blancas


comenzaron a deslizarse automáticamente de su brazo. Como si
estuviera vivo, voló afuera pasando las cortinas del sedán.

Xie Lian se sentó en el sedán antes de ordenar suavemente: —


Estrangúlalos hasta la muerte.

En medio de la noche, una víbora blanca repentinamente nadó.

Cuando esa seda blanca y delgada fue vendada alrededor de la


muñeca de Xie Lian, parecía tener solo unos pocos chi de
longitud. Sin embargo, cuando voló tan rápido como un rayo en
la pelea, parecía que era infinitamente largo. Con un crack crack
crack crack una sucesión de chasquidos resonó en el aire. En un
abrir y cerrar de ojos, ¡a docenas de lobos salvajes y esclavos de
base les rompió el cuello la seda blanca!

Los seis esclavos de base que molestaban a Nan Feng


encontraron instantáneamente una muerte violenta y cayeron al
suelo. Extendió la palma de su mano y envió al último lobo a volar.
Sin embargo, aunque Nan Feng había escapado del peligro, no
se relajó ni un poco. En cambio, corrió hacia el sedán y gritó con
incredulidad: — ¡¿Qué es esa cosa?! ¡¿No era que no tenías
ningún poder espiritual y no puedes activar artefactos mágicos?!

Xie Lian respondió: —Inevitablemente habrá excepciones para


todo...
Nan Feng estaba furioso. Golpeó un lado del carruaje de sedán
y rugió: — ¡Xie Lian! Dilo claramente, ¿qué es esa cosa? Es……

Esa bofetada suya casi hizo que todo el sedán se derrumbara.


Por lo tanto, Xie Lian no tuvo más remedio que levantar la mano
y apoyar la puerta. Pero por una vez, estaba un poco sorprendido.
Cuando Nan Feng dijo esas palabras, su tono inesperadamente
lo hizo recordar la apariencia de Feng Xin cuando se enojaba en
el pasado.

Nan Feng todavía estaba esperando una respuesta cuando, de


repente, los gritos distantes de los oficiales militares resonaron en
el aire. Fu Yao dijo fríamente: — ¡Si quieres hablar, vence a esta
ola de enemigos antes de hacerlo!

Nan Feng no tuvo más remedio que volver y salvar el


espectáculo. Sin embargo, Xie Lian salió rápidamente de su
aturdimiento y dijo: —Nan Feng, Fu Yao, ustedes se van primero.

Nan Feng miró hacia atrás.

— ¿Qué?

Xie Lian explicó: —Si ustedes se quedan cerca de la silla de


manos, vendrán más cosas. No podrán terminar de pelear. En
ese caso, tomen a las otras personas y vayan. Me quedaré y
conoceré al novio fantasma.

Nan Feng quería comenzar a maldecir de nuevo.


—Solo tú…

Sin embargo, por otro lado, Fu Yao habló fríamente.

—Como puede usar esa tela de seda, por un corto tiempo no


pasará nada. Si tienes tiempo para discutir con él, ¿no sería
mejor dedicarlo a establecer ese grupo antes de volver a
ayudarlo? Me voy.
Fu Yao estaba bastante confiado y a gusto. También era sencillo;
cuando dijo que se iba, se fue de inmediato, sin siquiera disminuir
la velocidad por un momento. Nan Feng apretó los dientes,
sabiendo en su corazón que el otro pequeño dios marcial no
estaba equivocado. Por lo tanto, se volvió para enfrentar a los
oficiales militares restantes y dijo: — ¡Síganme!

Efectivamente, cuando estaban más lejos del sedán, aunque los


esclavos y lobos base anteriores todavía estaban allí, no se
unieron más nuevos a la lucha. Los dos pequeños dioses
marciales protegieron a cuatro oficiales militares. Mientras
peleaban, Fu Yao comenzó a hablar con un tono de odio:
—Ridículo. Si no fuera por mí...

Él dejó de hablar. Los dos se miraron, sus miradas eran


completamente extrañas. Fu Yao se tragó el resto de sus
palabras antes de girar la cabeza. Por el momento, los dos
dejaron de lado este tema y no lo volvieron a mencionar. En
cambio, solo continuaron apresurándose.

Alrededor del sedán matrimonial, los cadáveres cubrían el suelo.

El Ruoye de seda ya había estrangulado a todos los esclavos y


lobos sobrantes que habían intentado saltar sobre el sedán. Voló
hacia atrás y comenzó a envolverse automática y suavemente en
la muñeca de Xie Lian una vez más. Xie Lian se sentó tranquilo y
silenciosamente en el sedán matrimonial, rodeado por la completa
oscuridad y el susurro de los árboles.

De repente, todo se volvió completamente silencioso.

El sonido del viento, el sonido de los árboles susurrantes, los


gritos de los monstruos. En una fracción de segundo, todo eso se
volvió mortalmente silencioso, como si temieran algo.

Después de eso, escuchó dos risas ligeras.


Sonaba como la voz de un hombre joven, pero también sonaba
como la voz de un joven.

Xie Lian se sentó allí y no habló.

El Ruoye de seda se envolvió alrededor de su muñeca, listo para


actuar. Mientras la persona que vino tuviera el más mínimo rastro
de intención de matar, inmediatamente y frenéticamente
devolvería el golpe con diez veces más poder.

Imprevisiblemente, Xie Lian no se encontró con un ataque abrupto


o una explosión de intención asesina, sino algo completamente
diferente.

El telón del sedán matrimonial se levantó ligeramente. Mirando a


través de la grieta del velo rojo, Xie Lian vio a la persona extender
una mano hacia él.

Los dedos y las articulaciones de esa mano estaban bien


definidos. Un hilo rojo estaba atado alrededor del tercer dedo. En
esa mano delgada y de color blanco pálido, parecía un nudo del
destino colorido y brillante.1

1
[若 邪] pronunciado como Ruoxie , pero el autor ha tomado nota de que deberíamos referirnos a
él como Ruoye . Este es el nombre de la seda. Significa, ruo = como si, como, xie = demoníaco,
malvado.
Capítulo 8: El fantasma celebra una boda, el príncipe heredero se sube al sedán
matrimonial (parte tres)

¿Debería acercarse o no?

Xie Lian permaneció tranquilo y sereno. Después de todo, aún no


había terminado de pensar las cosas. ¿Debería continuar
actuando con fuerza e inamovible a pesar de encontrarse con
dificultades? ¿O debería fingir ser una nueva novia que
actualmente estaba asustada de su ingenio, una que se movería
cobardemente hacia atrás en un intento de esconderse?

El dueño de esa mano fue bastante paciente y elegante. Xie Lian


no se movió, por lo que esa mano tampoco se movió, como si el
dueño de la mano estuviera esperando su respuesta.
Después de bastante tiempo, como si hubiera sido poseído por un
demonio, Xie Lian realmente extendió su mano.

Se puso de pie y estaba a punto de apartar la cortina que


bloqueaba la puerta para poder bajar del sedán. Sin embargo, la
persona afuera ya estaba un paso por delante de él y ya había
levantado la cortina roja. La persona que vino tomó la mano de
Xie Lian, aunque no la apretó con demasiada fuerza, como si
tuviera miedo de lastimarlo accidentalmente. Esto resultó en la
creación de la ilusión de que la persona era bastante cautelosa y
cuidadosa.

Xie Lian bajó la cabeza. Permitió que la otra persona lo guiara


antes de abandonar lentamente el sedán. Cuando miró hacia
abajo, vislumbró un montón de cadáveres de lobos y esclavos a
sus pies. Parecían haber sido estrangulados por la tela de seda
Ruoye.
Los pensamientos de Xie Lian dieron un pequeño giro antes de
tropezar un poco. Con un jadeo sobresaltado, comenzó a caer
hacia adelante.

La persona que vino inmediatamente colocó su mano sobre la


espalda de Xie Lian para apoyarlo. Por lo tanto, logró atraparlo
antes de que cayera.

Cuando que lo apoyó, Xie Lian aprovechó la oportunidad para


agarrar fácilmente su muñeca. Sin embargo, solo sintió algo frío y
duro. Resultó que la persona que había venido llevaba un par de
brazaletes plateados.

Estos brazaletes eran preciosos y exquisitos. Había patrones


antiguos que los decoraban. Hojas de arce, mariposas y bestias
feroces y siniestras también estaban grabadas en ellas. Parecían
bastante misteriosos, a diferencia de algo de las llanuras
centrales. Más bien, parecía como si fueran una antigüedad de
una tribu exótica menor. Cerraron perfectamente las muñecas de
esta persona, haciéndole parecer refinado y ágil.

Plata helada, manos mortalmente pálidas. Parecían sin vida, sin


embargo, también parecían contener un espíritu asesino y malas
intenciones.

Xie Lian había fingido esa caída suya, con la intención de sentir a
la otra persona fuera. Incluso ahora, Ruoye todavía estaba
escondido en sus amplias mangas mientras se retorcía
lentamente alrededor de sus muñecas, esperando el momento de
saltar. Sin embargo, la persona que vino solo sostuvo su mano
una vez más antes de llevarlo hacia adelante.

Por un lado, la cabeza de Xie Lian todavía estaba cubierta con


ese velo, por lo que no podía ver con claridad. Por otro lado,
quería perder el tiempo. Por eso Xie Lian caminó deliberadamente
muy lentamente. Sin embargo, inesperadamente, la otra persona
realmente cooperó con su ritmo y también caminó
extremadamente lento. De vez en cuando, la otra mano de esta
persona lo apoyaría y lo empujaría, como si temiera que Xie Lian
volviera a caer.

Aunque Xie Lian estaba extremadamente vigilante y en guardia,


cuando vio cómo la otra persona lo trataba, no pudo evitar pensar:
—Si esta persona realmente era el novio fantasma, realmente
estaba siendo gentil y considerado al extremo.

En este momento, Xie Lian de repente escuchó un ruido


extremadamente claro y tintineante. Cada vez que los dos daban
un paso, ese ruido claro sonaba una vez. Justo cuando estaba
reflexionando sobre qué era este ruido, los rugidos reprimidos de
las bestias salvajes aparecieron abruptamente desde todas las
direcciones.

¡Lobos salvajes!

La figura de Xie Lian se movió ligeramente cuando el Ruoye en


su muñeca se tensó de repente.

Quién hubiera sabido que, antes de que pudiera hacer algo, la


persona que sostenía su mano le dio unas palmaditas en la mano
dos veces como si lo estuviera consolando y diciéndole que no se
preocupara. Estas dos palmaditas eran lo suficientemente ligeras
como para ser consideradas como un movimiento
extremadamente suave. Xie Lian se sorprendió un poco antes de
darse cuenta de que esos rugidos bajos ya estaban
desapareciendo. Cuando intentó escuchar atentamente de nuevo,
Xie Lian descubrió de repente que estos lobos no estaban
rugiendo o gruñendo. En cambio, estaban gimiendo.

Estos ruidos eran claramente los sonidos que una bestia salvaje
hacía cuando se asustaban al extremo. Eran los gemidos de las
bestias cuando no podían dar un solo paso, los sollozos durante
su lucha final antes de la muerte.
La curiosidad de Xie Lian con respecto a la persona se hizo aún
más fuerte. En este momento, solo quería quitarse el velo y
mirarlo antes de hacer otra cosa. Sin embargo, sabía que esta
acción no era algo apropiado. Por lo tanto, Xie Lian solo podía
mirar a través de la pequeña grieta en el velo antes de tratar de
armar una imagen, a pesar de perderse el panorama general.

Con esta visión, Xie Lian vio el borde de una túnica roja. Y debajo
de esa túnica roja había un par de botas de cuero negro.
Actualmente caminaban a un ritmo pausado.

El ritmo de esta persona era un poco descuidado, mezclado con


un ligero y rápido salto en sus pasos. Lo hizo parecer como un
joven animado. Sin embargo, caminó como si tuviera una meta o
un destino firmemente en mente, haciendo que pareciera que
nadie podría detenerlo. Quien se atreviera a bloquear su camino
solo sería aplastado por el polvo. Esto hizo que Xie Lian no
pudiera determinar con precisión qué tipo de persona era este
tipo.

Mientras todavía estaba dando vueltas a las suposiciones en su


mente, una cosa blanca y horrible apareció repentinamente en su
vista.

Eso era una calavera.

El ritmo de Xie Lian se estancó por un momento.

Con solo una mirada, Xie Lian pudo decir que había algo mal con
la posición de este cráneo. Este era claramente el rincón de algún
tipo de disposición espiritual. Si uno lo tocaba, Xie Lian temía que
toda la matriz lanzaría un ataque en ese punto. Sin embargo, con
el ritmo actual del joven, parecía que no se había dado cuenta de
que había algo allí. Xie Lian solo estaba reflexionando sobre si
debía avisarle al joven cuando escuchó un ruido de crack. Con
este trágico crujido, Xie Lian vio inexpresivamente el pie de esa
persona pisar el cráneo y romperlo en polvo.

Luego, como si no hubiera sentido o notado nada, esta persona


pisó con indiferencia el polvo del cráneo y siguió caminando.

Este tipo en realidad... con un solo paso... aplastó todo este


conjunto... en polvo inútil...

En ese momento, el ritmo del joven se detuvo de repente. El


corazón de Xie Lian se movió, pensando que era porque el otro
chico estaba a punto de hacer algo. Sin embargo, ese joven solo
se detuvo por un segundo antes de continuar conduciéndolo hacia
adelante. Después de dos pasos, algunos ruidos sordos
resonaban por encima de sus cabezas, como el sonido de la lluvia
golpeando un paraguas. Resultaba que hace un momento, el
joven había abierto un paraguas antes de sostenerlo sobre sus
dos cabezas.

Aunque no era el momento de pensar esto, Xie Lian no pudo evitar


elogiar al joven por ser tan considerado. Sin embargo, sintió que
esto era bastante extraño. ¿Estaba lloviendo?

Dentro de las montañas tranquilas y oscuras, dentro del bosque


lleno de espesas hierbas, en las profundidades distantes de la
cordillera, un grupo de lobos salvajes se enfrentaron a la luna y
aullaron. Xie Lian no sabía si era porque acababa de ocurrir un
festival de matanzas, pero en el aire frío, el ligero olor a sangre
emergió lentamente.

Esta situación y este escenario eran demoníacamente atractivos.


Sin embargo, este joven sostuvo su mano con una mano y levantó
un paraguas con la otra mientras lo conducía lentamente hacia
adelante. Sin ninguna razón, esto hizo que su paseo pareciera
romántico y coqueto, como si estuvieran sinceramente
enamorados e inseparables.
Ese extraño episodio de lluvia llegó de una manera extraña y
también se fue de una manera extraña. No pasó mucho tiempo
antes de que el sonido de las gotas de lluvia golpeando el
paraguas desapareciera. Y ese joven también se detuvo. Parecía
que había guardado su paraguas. Simultáneamente, finalmente
soltó la mano de Xie Lian antes de caminar un paso más cerca de
él.

La mano que había sostenido la suya y lo condujo hasta aquí tocó


ligeramente su velo antes de levantarlo lentamente.

Xie Lian había estado esperando este momento durante toda su


caminata aquí. No se movió en absoluto mientras veía
desaparecer lentamente la persistente cortina roja frente a sus
ojos...

¡La tela de seda de Ruoye se movió!

No fue porque este joven había revelado ninguna intención de


matar. Más bien, Xie Lian tenía la intención de tomar la iniciativa
y atacar primero. Podrían tener una buena conversación después
de que la otra persona no pudiera moverse.

¿Quién hubiera pensado que después de que la tela de seda


Ruoye voló, trajo consigo una ráfaga de viento áspero? El velo
escarlata salió de la mano del joven, volando hacia arriba antes
de caer una vez más. Xie Lian solo tuvo tiempo de ver la imagen
posterior de un joven vestido de rojo antes de que Ruoye se
apresurara.

Inesperadamente, ese joven de repente se hizo añicos en mil


mariposas plateadas. Se dispersaron en una explosión de luz
plateada, que parecía un viento estelar brillante y deslumbrante.

Aunque este realmente no era el momento ni el lugar, Xie Lian no


pudo evitar maravillarse con esta escena después de que
retrocediera dos pasos.
Esta vista era realmente demasiado hermosa, como si fuera una
escena de fantasía que solo se ve en los sueños.

En ese momento, una mariposa plateada comenzó a volar


tranquilamente frente a él. Xie Lian no logró examinarlo
cuidadosamente antes de que la mariposa volara alrededor de él
dos veces. Después de eso, se integró nuevamente en el viento
brillante, transformándose en parte de la luz plateada que llenaba
el cielo. Con un aleteo de sus alas, las mariposas volaron hacia
arriba.

Después de bastante tiempo, Xie Lian finalmente salió de su


aturdimiento. En su corazón, se preguntó mentalmente: —Al final,
¿era este joven el novio fantasma o no?

En su opinión, seguía sintiendo como si este joven no lo fuera. Si


él era el novio fantasma, entonces los lobos salvajes en el monte
Yu Jun deberían haber sido sus subordinados. Pero si ese fuera
el caso, ¿por qué esos lobos estarían tan asustados cuando lo
vieron? Además, ese conjunto espiritual que vieron en el camino
aquí debería haber sido creado por el novio fantasma. Sin
embargo, ese joven había casualmente... triturado la matriz en la
basura.

Por otro lado, si ese joven no era el novio fantasma, ¿por qué
vendría a robar a la novia de su sedán?

Cuanto más pensaba Xie Lian, más extraño pensaba que era esta
situación. Xie Lian arrojó la tela de seda Ruoye sobre sus hombros
mientras pensaba mentalmente: —Olvidémoslo. También existe
la probabilidad de que él haya sido alguien que casualmente había
estado pasando. Por ahora, pongámoslo a un lado. La razón por
la que estoy aquí es lo que es más importante.
Xie Lian miró a su alrededor antes de dejar escapar un sonido de
sorpresa. Resultó que en la distancia, en realidad había un
edificio. Parecía bastante pesado y castigado mientras estaba allí.

Desde que el joven lo trajo aquí y dado que este edificio se había
ocultado minuciosamente en este conjunto desconcertante, se
hizo imprescindible que Xie Lian entrara y echara un vistazo.

Xie Lian dio unos pasos hacia adelante antes de detenerse de


repente. Pensó por un momento antes de regresar y recoger el
velo de novia que estaba en el piso. Mientras le quitaba el polvo,
lo sostuvo en la mano antes de caminar hacia el edificio
nuevamente.

Las paredes rojas de este edificio parecían bastante altas, con


ladrillos que parecían notablemente moteados. En realidad, se
parecía a un antiguo templo para el dios de la ciudad. Además,
según la experiencia de Xie Lian, la estructura de este edificio hizo
probable que fuera un templo de un dios marcial. Efectivamente,
Xie Lian levantó la cabeza y vio tres grandes palabras grabadas
en el metal en la parte superior de la puerta principal. Las palabras
decían:

¡Templo Ming Guang!

El dios marcial del norte, general Ming Guang. Era precisamente


el dios que Ling Wen había mencionado la última vez en el
conjunto de comunicación espiritual; el General Pei, cuyas varitas
de incienso ardieron prósperamente en el norte. No era de
extrañar que no hubieran encontrado un Templo Ming Guang en
las cercanías y en su lugar hayan encontrado un Santuario Nan
Yang. Resultó que el Templo Ming Guang en esta área estaba
dentro del Monte Yu Jun. Sin embargo, este templo había sido
sellado durante mucho tiempo por una serie desconcertante.
¿Podría ser... tal vez hubo alguna conexión entre el novio
fantasma y el general Ming Guang?
Sin embargo, hacia este general Ming Guang, se podría decir que
era alguien orgulloso de su éxito y arrogante en su poder.
Además, su posición en el norte también era muy estable. Xie Lian
personalmente no creía que este tipo de dios marcial estaría
dispuesto a involucrarse con algo tan cruel como el novio
fantasma. Por otro lado, algo como desafortunadamente permitir
que una cosa viciosa ocupe su lugar cuando no estaban
conscientes de nada no era algo extraño. En cuanto a cuál era la
verdad detrás de todo, era mejor sacar conclusiones después de
analizar las cosas más.

Xie Lian se acercó. La puerta del templo estaba cerrada pero no


había sido cerrada. Por lo tanto, se abrió después de un solo
empujón. Después de abrir la puerta, un olor extraño asaltó sus
sentidos.

No era el olor a polvo encontrado en un lugar que había estado


deshabitado durante mucho tiempo. No, era un hedor débil y
podrido.

Xie Lian entró y cerró la puerta principal, haciendo que pareciera


que nadie había entrado al templo en primer lugar. En el centro
de la sala principal, una estatua piadosa se encontraba en el altar
para las ofrendas. Naturalmente, esta estatua divina representaba
a ese dios marcial del norte, el general Ming Guang.

Muchos objetos humanoides, por ejemplo, esculturas, títeres y


retratos, eran todas cosas que se infectaban fácilmente por las
malas influencias. Por lo tanto, lo primero que hizo Xie Lian fue
caminar hacia adelante y examinar cuidadosamente esta estatua
del dios.

Después de mirar detenidamente, la conclusión de Xie Lian fue:


esta estatua piadosa fue modelada de manera excelente.
Sostenía una espada de doble filo ya que llevaba un cinturón
hecho de jade en la cintura. Además, tenía una cara hermosa y
se veía imponente e impresionante. No había problema con esta
estatua del Dios. Además, ese olor a podrido tampoco provenía
de esta estatua. Por lo tanto, Xie Lian dejó de preocuparse por
eso y se dio la vuelta. Decidió dirigirse hacia la parte trasera del
salón principal para echar un vistazo.

Sin embargo, en el momento en que Xie Lian se dio la vuelta, se


congeló en su lugar mientras sus pupilas se encogían.

Un grupo de mujeres vestidas con vestidos de novia carmesí y


cubiertas con velos estaban rígidas frente a él.

Además, ese leve olor a podredumbre se desprendía de los


cuerpos de estas mujeres.

Xie Lian se calmó rápidamente antes de contar a esas mujeres.


Uno, dos, tres, cuatro... contó hasta diecisiete.

¡Eran realmente las diecisiete novias que habían desaparecido en


la región del Monte Yu Jun!

El color rojo en algunos de los vestidos de novia de esas novias


parecía un poco desvaído y las ropas parecían raídas y viejas.
Estas novias deberían haber sido las que desaparecieron primero.
Por otro lado, algunos de los vestidos de novia de las novias
parecían nuevos. El estilo de los vestidos también era popular
actualmente. Además, el olor de un cadáver podrido que provenía
de estas novias también era bastante ligero. Estas novias
deberían haber sido las que desaparecieron recientemente. Xie
Lian pensó por un momento antes de descubrir los velos de una
de las novias.

La cara revelada bajo el velo escarlata estaba extremadamente


pálida. El tono de la piel era tan blanco que en realidad parecía un
poco verde. Iluminada por la tenue luz de la luna, parecía
terriblemente aterradora. Sin embargo, lo más aterrador de ella
era que, aunque los músculos de esta mujer se habían torcido
después de la muerte, en esa cara retorcida, todavía tenía una
sonrisa rígida.

Xie Lian quitó el velo de la chica a su lado. Una vez más, la boca
de esta chica se curvaba en la misma sonrisa.

De hecho, todas las personas muertas en esta habitación usaban


prendas de boda mientras sonreían incluso en la muerte.

Al lado de su oído, Xie Lian aparentemente comenzó a escuchar


la voz de ese niño mientras cantaban esa extraña canción.

—Nueva novia, nueva novia, nueva novia en el sedán rojo del


matrimonio... Los ojos llenos de lágrimas, pasando el montículo
de la montaña, bajo el velo no tienen una sonrisa creciente...

De repente, escuchó un ruido extraño que parecía originarse fuera


del templo.

Fue realmente un sonido extraño. Era tan extraño, era difícil


describir cómo sonaba. De hecho, sonaba como dos palos que
golpeaban el piso mientras estaban enrollados en una tela gruesa.
También parecía que había algo pesado unido a la cosa en
movimiento, por lo que lo arrastraban por el piso con dificultad.
Este ruido comenzó desde muy lejos pero se movió
extremadamente rápido. En un instante, sonó como si estuviera
fuera de la puerta principal del templo. Con un largo arroyo, la
puerta del templo se abrió.

Independientemente de si fue una persona que vino o algún otro


tipo de cosas, lo más probable era que fuera el novio fantasma.
¡Y ahora mismo, ya había regresado a casa!

No había salida al final de la sala principal y tampoco había dónde


esconderse. Xie Lian solo pensó por un momento antes de ver a
las novias de pie junto a él. Inmediatamente, se cubrió la cabeza
con su velo de novia nuevamente antes de pararse dentro del
grupo de novias, quedando en silencio e inmóvil.

Si solo hubiera entre tres y seis cuerpos aquí, entonces, por


supuesto, sería fácil para otros notar algo malo con una sola
mirada. Sin embargo, en este momento había diecisiete
cadáveres aquí. A menos que alguien los contó uno por uno como
lo hizo Xie Lian, sería muy difícil para ellos darse cuenta de
inmediato de que alguien se estaba escondiendo allí.

Acababa de colocarse en la multitud de novias cuando escuchó


que algo entraba en la habitación.

Mientras Xie Lian permanecía inmóvil, comenzó a reflexionar


sobre qué era este sonido. Al final, ¿qué era esto? Con las
pausas entre cada ruido, sonaba como los pasos de una persona.
Sin embargo, ¿qué tipo de cosa tendría este tipo de paso? Este
definitivamente no era el joven que me trajo aquí. Ese tipo
caminaba de una manera muy tranquila y agradable y el sonido
de las campanas acompañaba sus pasos.

De repente, Xie Lian pensó en algo. Su corazón se apretó de


inmediato. ¡Esto era malo! ¡La altura estaba mal!

Después de todo, todos estos cadáveres eran cuerpos de


mujeres. ¡Pero él era un hombre genuino! Era, naturalmente,
mucho más alto que estos cadáveres. Aunque nadie podía decir
que había una persona adicional en esta multitud a primera vista,
sería fácil para ellos darse cuenta de que había alguien que
parecía particularmente alto.

Pero después de pensar un poco más, Xie Lian se calmó de


inmediato. Era de hecho bastante alto. Sin embargo, esa
jovencita Xiao Ying solo le peinó en un peinado simple. Ella no
hizo mucho con eso.
Por otro lado, estas novias estaban todas vestidas. Su cabello
estaba peinado tan alto que esos mechones prácticamente se
elevaban hacia el cielo. Además, gracias a las coronas de fénix
que llevaban, la parte superior de sus cabezas se volvió un trozo
enorme más alto. Si sumaran todo, algunas de estas novias
probablemente no serían más bajas que él. Incluso si fuera alto,
no sería demasiado llamativo.

Justo cuando pensaba eso, Xie Lian una vez más escuchó el ruido
de los golpes de antes. Esta vez, sonó como si fueran solo dos
zhang de distancia.

Después de un momento, volvió a escuchar el ruido de los golpes.


Parecía que ahora estaba aún más cerca de él.

Xie Lian finalmente se dio cuenta de lo que este novio fantasma


estaba haciendo.

¡Estaba levantando el velo de cada novia mientras revisaba las


caras de los cadáveres uno por uno!

¡Explosión!

Si no se moviera ahora, ¿cuándo habría sido un mejor momento?


La tela de seda Ruoye voló antes de estrellarse contra el novio
fantasma.

Luego escuchó un fuerte ruido antes de que una niebla negra


comenzara a llenar la habitación. Xie Lian no sabía si esta niebla
era venenosa o no. Como no tenía ninguna energía espiritual que
protegiera su cuerpo, dejó de respirar inmediatamente mientras
se tapaba la nariz y la boca con la mano. Al mismo tiempo, instó
a la tela de seda Ruoye a bailar y crear viento, en un intento de
dispersar rápidamente la niebla.

De repente, escuchó los ruidos de golpe nuevamente. Xie Lian


entrecerró los ojos antes de ver una pequeña y pequeña sombra
pasar por la puerta principal del templo. Con la puerta del templo
abierta de par en par, un trozo de niebla negra comenzó a
extenderse mientras se dirigía hacia el bosque.
Xie Lian tomó una decisión rápida antes de perseguirlo
inmediatamente. Inesperadamente, no había dado muchos pasos
afuera cuando, dentro del bosque, un resplandor de fuego se
elevó en el cielo. A la distancia, un grupo de gritos llenos de
intenciones asesinas se acercó.

—Vamos, ¡ah!

La voz de un joven sonaba especialmente resonante. ¡Atrapa a


la fea criatura y ayuda a nuestra gente a deshacerse de un mal!
¡Atrapa a la fea criatura y ayuda a nuestra gente a deshacerse de
un mal! ¡En cuanto a la recompensa, podemos dividirla
equitativamente entre nosotros!

Este era precisamente ese joven líder. Xie Lian comenzó a


quejarse en su corazón. Este grupo de personas había dicho
antes que iban a buscar en la montaña. Inesperadamente, en
realidad vinieron! Originalmente, habría estado bien ya que había
una matriz desconcertante que lo cubría todo. ¡Sin embargo, ese
conjunto ya había sido destruido por ese joven! Estos gatos ciegos
realmente encontraron un ratón muerto; por lo tanto, ¡realmente
encontraron al novio de la novia fantasma!

Xie Lian echó otro vistazo. La dirección en la que habían estado


esas personas... ¡parecía ser la dirección a la que el novio de la
novia fantasma había estado escapando!

Xie Lian agarró la tela de seda Ruoye y corrió hacia allí. Él


comenzó a gritar: — ¡Quédense ahí y no se muevan!

Todos se detuvieron un poco por sorpresa. Xie Lian quería seguir


hablando cuando el joven comenzó a preguntar fervientemente:
—Jovencita, la novia fantasma la capturó y la obligó a ir al monte
Yu Jun, ¿verdad? ¿Cuál es tu nombre? ¡Vinimos aquí para
salvarte, puedes estar tranquilo ahora!

Xie Lian se sorprendió por un momento por esas palabras


ridículas. Entonces, finalmente recordó que llevaba un vestido de
novia de niña. No había habido un espejo en el templo de Nan
Yang, por lo que no sabía cuál era su apariencia actual. Sin
embargo, en base a esta reacción, esa jovencita Xiao Ying fue
bastante buena en lo que hizo. Esto era porque, después de que
estas personas se sorprendieron, comenzaron a tratarlo como una
verdadera novia. Además, este joven probablemente esperaba
que él fuera la decimoséptima novia, por lo que sería más fácil
para él recibir la recompensa.

Sin importar qué, sin embargo, no podía permitir que estos


aldeanos corrieran por todas partes en estas circunstancias. Pero
tampoco podía garantizar que el novio fantasma aún no se
estuviera escapando. Afortunadamente, en este momento, dos
jovenes vestidos de negro finalmente lograron correr. Al ver esto,
Xie Lian inmediatamente gritó. —Nan Feng, Fu Yao, ¡vengan
rápidamente y ayúdenme!

Inesperadamente, después de que estos dos pequeños dioses


marciales lo miraran siguiendo el sonido, ambos comenzaron a
mirarlo inexpresivamente. Luego, simultáneamente retrocedieron
dos pasos. Xie Lian tuvo que llamarlos varias veces más antes de
que finalmente reaccionaran.

Al ver esto, Xie Lian preguntó: —Ustedes vinieron desde allí,


¿verdad? ¿Encontraron algo en el camino aquí?

Nan Feng respondió: — ¡No lo hicimos!

Al escuchar eso, Xie Lian dijo: —Eso es bueno. Fu Yao,


rápidamente ve por este camino y haz una búsqueda. Mira a tu
alrededor en todas las direcciones y asegúrate de que el novio de
la novia fantasma no haya escapado.
Después de que Fu Yao escuchó esto, inmediatamente se dio la
vuelta y se fue. Xie Lian continuó hablando: —Nan Feng, guarda
este lugar y asegúrate de que ni una sola persona pueda irse. ¡Si
Fu Yao no puede encontrar al novio de la novia fantasma en las
montañas, entonces el novio de la novia fantasma debe estar
oculto entre este grupo de personas!

Cuando oyeron esto, todos los hombres corpulentos quedaron


atónitos. Ese joven ya se dio cuenta de que no era una mujer y
por eso fue el primero en saltar. — ¿Nadie puede irse? ¿Por qué
deberíamos escucharte? ¿No hay leyes en esta tierra? Todos,
no los escuchen...

El joven ni siquiera se había levantado correctamente cuando


Nan Feng extendió su palma. De repente, un árbol alto con un
tronco grueso se partió por la mitad y cayó al suelo. Todos allí
inmediatamente recordaron que este joven golpearía las cosas
antes de completar una oración completa. Si se cortaran por la
mitad como el pilar que había roto antes, incluso pagarles dinero
perdería cualquier significado. Por lo tanto, todos callaron.

Ese joven habló de nuevo.

— ¿Dices que el novio fantasma está dentro de este grupo,


entonces tiene que estar en este grupo? ¡Todos aquí tienen un
nombre y un apellido! ¡Si no me crees, ven aquí y usa el fuego
para iluminar nuestras caras! ¡Revísanos uno por uno!

Xie Lian dijo: —Nan Feng.

Nan Feng tomó la antorcha del joven y comenzó a revisar a las


personas una por una. Las cejas de todos estaban cubiertas de
sudor. Algunas personas parecían tensas, algunas personas
parecían perdidas. Algunos parecían emocionados, otros
parecían extremadamente animados. Xie Lian no pudo ver la
causa. Por lo tanto, caminó hacia el frente del grupo y dijo: —
Todos. Por favor, disculpen mi ofensa anterior. Sin embargo, herí
a la novia fantasma del novio y escapó. Pero definitivamente no
podría haber ido muy lejos. Estos dos jóvenes amigos míos no lo
encontraron en el camino cuando llegaron aquí, así que me temo
que podría haberse escondido en este grupo de personas.
Tendré que molestar a todos para que se miren de cerca.
Verifiquen claramente la cara de todos y asegúrense de que no
haya nadie que no conozca aquí.

Cuando escucharon que el novio fantasma probablemente


estaba dentro de su grupo, todos inmediatamente sintieron que se
les heló la sangre. No se atrevieron a ser descuidados cuando
comenzaron a mirarse con consternación. Luego, comenzaron a
jugar el juego: Me miras, yo te miraré. Después de que se miraron
durante un buen rato, de repente, alguien gritó en un tono extraño.

— ¿Cómo es que estás aquí?

El corazón de Xie Lian dio un vuelco cuando se apresuró y


preguntó: — ¿Quién es?

El joven agarró la antorcha de otra persona antes de encender


una esquina. Él gritó: — ¡Esta niña fea!

La persona a la que estaba apuntando era en realidad... Xiao


Ying. Bajo la luz, la cara de Xiao Ying con su nariz torcida y ojos
sesgados parecía un poco retorcida. Como si no pudiera soportar
ser expuesta tan prominentemente, levantó una mano para
bloquear su rostro de la vista de todos. Luego, ella comenzó a
hablar: —Yo... No podía sentirme a gusto, así que decidí venir y
echar un vistazo...

Al ver cómo estaba convulsionando de miedo, Xie Lian le quitó la


antorcha en la mano a ese joven antes de preguntarle a la
multitud.

— ¿Cómo estuvo?
Todos comenzaron a sacudir la cabeza.

—No hay nadie que no reconozcamos.

—Hemos visto a todos aquí antes.

Nan Feng preguntó: — ¿Podría haberse adherido al cuerpo de


alguien?

Xie Lian pensó por un momento antes de responder.

—Eso sería poco probable. Esa cosa había sido sólida.

Nan Feng le recordó.

—Sin embargo, esa cosa ya está en el rango de 'Ira'. Es difícil


decir si podría o no cambiar su forma.

Mientras los dos dudaban por aquí, ese joven fue el primero en
comenzar a gritar. ¡El novio fantasma no es uno de nosotros! Lo
viste claramente también, ¿verdad? Si viste claramente, ¡déjanos
ir!

Voces dispersas comenzaron a hacer eco de sus palabras. Xie


Lian los miró antes de decir: —Todos, por favor, quédense frente
al templo Ming Guang, no se vayan.

Sin embargo, todos querían quejarse, pero cuando vieron la


expresión grave y severa de Nan Feng, nadie se atrevió a hacerlo.
En este momento, Fu Yao regresó e informó: —No está cerca.

Al escuchar eso, Xie Lian miró a la densa multitud frente al templo


de Ming Guang. Luego, comenzó a declarar lentamente: —En ese
caso, el novio de la novia fantasma debe estar dentro de esta
multitud.
Capítulo 9: El antiguo templo cerrado de la montaña, El bosque de los cadáveres
colgantes (parte uno)

Fu Yao notó que Xiao Ying se escondía entre la multitud de


personas. Frunciendo el ceño, preguntó: — ¿Por qué hay una
mujer aquí?

Aunque su tono no era agresivo, tampoco contenía buena


voluntad. Por lo tanto, cuando Xiao Ying lo escuchó, ella inclinó la
cabeza. Xie Lian fue quien respondió por ella y dijo: —Tenía
miedo de que nos encontremos con un contratiempo, así que vino
aquí para echar un vistazo.

Fu Yao se volvió para preguntarles a los transeúntes otra


pregunta: — ¿Han venido aquí con ella?

Al principio, la gente de la multitud dudó un poco antes de


responder.

—Ya no me acuerdo.

—Es difícil de decir.

—Eso está mal. Cuando llegamos, ella no estaba con nosotros,


¿verdad?

—En cualquier caso, no la vi.

—Yo tampoco la vi.

Xiao Ying habló apresuradamente: —Es porque los seguí en


secreto, muchachos.
El joven inmediatamente preguntó: — ¿Por qué nos seguiste en
secreto? ¿Tienes una conciencia culpable? ¿Quizás eres el novio
fantasma disfrazado?

En el momento en que dijo esto, la gente de pie alrededor de Xiao


Ying huyó abruptamente, creando un espacio vasto y vacío. Xiao
Ying comenzó a agitar las manos nerviosamente antes de decir:
—No... ¡No, soy Xiao Ying! ¡Soy realmente ella!

Luego, se volvió hacia Xie Lian y dijo: —Joven señor, ¡nos


acabamos de conocer! Te ayudé a maquillarte y te ayudé a
vestirte y arreglarte...

Cuando escucharon esto, todos comenzaron a mirar para mirarlo.


Incluso hubo algunas personas que comenzaron a susurrar cosas.
En partes, Xie Lian escuchó frases como retorcido, diferente de la
gente común, no puedo creerlo.

Tosiendo dos veces, Xie Lian explicó: —Esto..... es solo un


requisito de la misión. Un requisito de la misión. Nan Feng, Fu
Yao, ustedes...

Fue solo después de que giró la cabeza que Xie Lian se dio cuenta
de que Nan Feng y Fu Yao lo miraban de manera extraña.
Además, comenzaron a alejarse lentamente de él de manera
moderada.

Ser visto con miradas como esa hizo que Xie Lian sintiera la piel
de gallina por todo el cuerpo. Él les preguntó:... ¿Ustedes tienen
algo que quieren decir?

¿Cómo podría Xie Lian haber sabido que la habilidad de una niña
en el maquillaje creó resultados legendarios y desconcertantes?
Xiao Ying solo le había enseñado cómo arreglarse las cejas
dibujándolas con elegancia, cómo empolvarse la cara con un poco
de polvo blanco y cómo salpicar sus labios con un rojo intenso.
Sin embargo, si no hablaba, Xie Lian se veía exactamente como
una joven gentil, suave y hermosa.

Por lo tanto, cuando esos dos lo miraron, sus corazones


temblaron tremendamente. Encontraron esta escena difícil de
creer; los hizo sentir incómodos de pies a cabeza cuando
comenzaron a dudar de la vida misma. La cara de Xie Lian todavía
se parecía a la suya, pero tanto Fu Yao como Nan Feng sintieron
que no sabían con quién estaban hablando cuando se enfrentaron
a su apariencia actual.

Fu Yao le preguntó a Nan Feng: — ¿Tienes algo que quieras


decir?

Nan Feng inmediatamente sacudió la cabeza.

—No tengo nada que quiera decir.

Xie Lian respondió: —Quizás sea mejor si ustedes dijeran algo.

En este momento, la gente de la multitud comenzó a hablar.

— ¿Eh? ¿Este es un templo Ming Guang?

— ¿El bosque de esta montaña en realidad tenía un templo Ming


Guang? Extraño, nunca lo había visto antes.

Uno tras otro, todos comenzaron a mirar la extraña vista. Sin


embargo, Xie Lian dijo de repente: —Sí, es un Templo Ming
Guang.

Nan Feng notó que su tono era un poco extraño. Él preguntó:


— ¿Qué pasa?

Xie Lian respondió: —El norte es claramente el territorio del


general Ming Guang. No es como si el incienso que le ardía no
floreciera y no es que su poder espiritual sea débil. Sin embargo,
¿por qué solo hay un Templo Nan Yang debajo del Monte Yu Jun?

Era bastante fácil entender por qué ese Oficial enviaba sus
oraciones al Emperador Celestial del Dios Marcial. Después de
todo, él había sido el Dios Marcial número uno durante el último
milenio y su estatus excedía por mucho al del General Ming
Guang. Naturalmente, cuanto más alto e influyente seas, más
asegurado y seguro estarás.
Sin embargo, la posición del general Ming Guang era igual a la
posición del general Nan Yang y casi no había diferencia entre los
dos. Si realmente tuvieras que diferenciarlos, entonces el general
Ming Guang tenía nueve mil templos, mil más que el general Nan
Yang. Xie Lian realmente no podía entender por qué el general
Ming Guang renunciaría a algo cercano y, en cambio, buscaría
algo lejano.

Continuó hablando y dijo: —Normalmente, incluso si el Templo


Ming Guang en el Monte Yu Jun es tomado por el novio fantasma,
lo que resulta en que otras personas no puedan encontrarlo, uno
siempre podría construir otro Templo Ming Guang en otro lugar.
Sin embargo, ¿por qué razón se construiría otro templo de un dios
marcial aquí?

Fu Yao inmediatamente entendió y dijo: —Tiene que haber otra


razón.

Xie Lian respondió: —Sí, tiene que haber otra razón para que la
gente de la región del Monte Yu Jun deje de construir los Templos
de Ming Guang. Chicos, por favor, denme algo de energía
espiritual nuevamente. Me temo que tengo que ir y preguntar.....

En este momento, alguien gritó de repente: —Tantas novias, ¡ah!

Cuando se dio cuenta de que la voz provenía del interior del


templo, Xie Lian se dio la vuelta de inmediato. Él les había dicho
a estas personas que se quedaran en el espacio abierto fuera del
templo, ¡pero en realidad hicieron caso omiso a sus instrucciones
y entraron corriendo!

Nan Feng gritó: — ¡La situación es peligrosa, no corran!

Sin embargo, ese joven dijo: — ¡Todos, no los escuchen! ¡No se


atreverán a tocarnos! Todos somos buenas personas, ¿realmente
se atreverían a matarnos? ¡Todos, levántense! ¡Levantarse,
levantarse!

Este joven realmente se dio cuenta de que los tres no se


sujetarían la cintura y les darían una paliza. Por lo tanto, comenzó
a ser absolutamente desenfrenado.

Al ver esto, los nudillos de Nan Feng comenzaron a crujir y parecía


que estaba tratando de contenerse. Sin embargo, como dios
marcial bajo el Palacio Nan Yang, realmente no podía golpear a
una persona común solo porque quisiera. Si un funcionario
celestial supervisor se enterara de ello y lo denunciara, entonces
las consecuencias realmente no serían divertidas.

El joven se rió con picardía antes de burlarse.

—No piensen que no puedo decir lo que ustedes están tratando


de hacer. ¡Solo quieren engañarnos y hacer que nos quedemos,
para que puedan resolver este caso por sí mismos y luego recoger
la recompensa!

Con esas palabras instigadoras, al menos la mitad de la gente de


la multitud se puso inquieta. Por lo tanto, siguieron al joven y
comenzaron a correr hacia el templo. Fu Yao se cepilló las
mangas con apatía y dijo: —Que hagan lo que quieran. Este grupo
de malvados plebeyos.

Su tono sonaba extremadamente odioso, como si ya no quisiera


preocuparse por lo que les sucediera.
Luego, dentro del templo Ming Guang llegó otro fuerte grito.

— ¡Estas son todas personas muertas, ¡ah!

El joven también se sorprendió mucho cuando preguntó: —


¿Todos muertos?

— ¡Todos muertos!

— ¡Qué rituales malvados! Algunas de estas novias murieron


hace décadas, entonces, ¿cómo podría su piel no haberse
podrido todavía?

Sin embargo, el joven no tardó mucho en superar su sorpresa.

—Está bien si están muertos. Llevemos los cadáveres de las


novias muertas por la montaña. Después de todo, ¿cómo podrían
las personas de sus familias no volver a comprarlas?

Cuando escuchó eso, la mirada de Xie Lian se hundió


gradualmente. Y después de que el grupo de personas lo pensó,
comenzaron a pensar que esto era razonable. Algunas personas
suspiraron, otras murmuraron por lo bajo y otras se pusieron más
alegres.

Xie Lian se paró cerca de la puerta del templo y dijo: —Es mejor
si todos salen primero. Durante muchos años, una brisa no había
pasado por este templo y, por lo tanto, la energía qi se había
asentado. Si la gente común lo respira, no será bueno para ellos.

Sus palabras tenían mucho sentido y todos no sabían si debían


escucharlo o no. Luego, Xiao Ying habló en voz baja: —Todos,
dejen de ser así. Aquí es peligroso, ¿no sería mejor si
escuchamos a este joven señor? Salgan y siéntense, ah.

Sin embargo, esta multitud de personas ni siquiera escuchó a Xie


Lian y su equipo, entonces, ¿cómo podrían escucharla? Nadie le
prestó atención alguna. Pero Xiao Ying no se desanimó y repitió
sus palabras un par de veces más.

Ignorándola, el joven comenzó a instruir a la multitud: —Todos,


debemos elegir los cadáveres más frescos. Si el cadáver es
demasiado viejo, quién sabe si los miembros de su familia todavía
viven en este mundo. De esta manera, no tendremos que
desperdiciar nuestra fuerza llevando los cadáveres cuesta abajo.
Inesperadamente, en realidad hubo personas que elogiaron al
joven por ser inteligente y eficiente. Cuando escuchó eso, Xie Lian
no sabía si debía llorar o reír.

Entonces, Xie Lian vio a alguien comenzar a moverse e


inmediatamente advirtió: — ¡No quiten los velos! Esos velos
pueden bloquear la energía qi y el yang qi. El yang qi en sus
cuerpos es demasiado fuerte. Si los cadáveres lo absorben, no
puedo garantizar que no suceda nada.

Sin embargo, debido a que este grupo de personas quería elegir


los cadáveres más frescos, ya se habían quitado casi todos los
velos. Xie Lian intercambió una mirada con Nan Feng, que
acababa de caminar hacia la puerta, antes de sacudir la cabeza.
Sabía que no sería capaz de detener a esta multitud de personas.
Después de todo, no era como si pudiera darles una paliza hasta
que vomitaran sangre y no pudieran moverse más.

Si hicieran eso y sucediera algo más tarde, ¿sus heridas no


evitarían que la multitud de personas tratara de escapar? Xie Lian
realmente se sintió bastante indefenso.

En este momento, un tipo aficionado quitó uno de los velos de la


novia y exclamó: — ¡Joder! ¡Esta joven es realmente lo
suficientemente hermosa como para poder ascender al cielo!

Todos comenzaron a reunirse a su alrededor cuando la gente


comenzó a discutir sobre ella.
—Probablemente ni siquiera había cruzado la puerta de su
esposo todavía, ¿verdad? Morir así es realmente muy
desafortunado.

—Su ropa está un poco gastada, ¡pero esta chica es realmente la


más hermosa!

Esta novia probablemente acababa de morir recientemente,


porque la piel de su rostro todavía era bastante flexible. Alguien
preguntó provocativamente: — ¿Alguien se atreve a tocar su
rostro?

El joven respondió de inmediato: — ¿Por qué no nos atrevemos a


hacerlo?

En el momento en que terminó de decir eso, pellizcó la cara de


ese cadáver dos veces. El joven solo sintió que la piel debajo de
sus manos se sentía suave como el tofu, haciendo que los
corazones de las personas sintieran picazón. Incluso quería tocar
a esta chica unas cuantas veces más.

Xie Lian realmente ya no podía seguir viendo esta escena y


estaba a punto de ir allí para detener al joven. Sin embargo, Xiao
Ying ya se había apresurado y dijo: — ¡No seas así!

El joven fácilmente le dio un empujón y le dijo: — ¡No nos impidas


que grandes hombres hagan cosas!

Sin embargo, Xiao Ying volvió a gatear y dijo: — ¡Al hacer algo
como esto, ustedes realmente están cortejando la ira de los
Cielos!

Esta vez, el joven se enojó.

— ¡Mierda! ¡Eres una persona fea! ¡No solo eres fea, sino que
también eres molesta!
Mientras la maldecía, el joven comenzó a patearla también. Xie
Lian extendió la mano para agarrar la parte posterior del collar de
Xiao Ying y la levantó ligeramente de él. Quién hubiera pensado
que después de haber hecho eso, de repente escuchó un ruido
'bam', antes de que el joven gritara: — ¿Quién me golpeó?

Xie Lian se dio la vuelta para echar un vistazo. La cabeza de ese


joven estaba inesperadamente gravemente magullada, e incluso
tenía un gran agujero. Una piedra cubierta de sangre cayó al
suelo. Xiao Ying lo miró sin comprender por un momento antes de
decir apresuradamente: —Lo siento, lo siento. Yo... Estaba
asustado y accidentalmente lo tiré...

Sin embargo, incluso si Xiao Ying se apresurara a admitir sus


errores, nadie la creería. Esto se debió a que la dirección de
donde había venido la roca era completamente incorrecta. Esa
piedra había sido arrojada a la ventana que estaba detrás del
joven.

Por lo tanto, en el momento en que el joven había gritado de dolor,


todos habían mirado en esa dirección. Habían llegado justo a
tiempo para ver la sombra de la figura de una persona pasar por
la ventana.

El joven gritó de manera extraña.

— ¡Era él! ¡Es esa criatura fea con los vendajes envueltos
alrededor de su cara!

Xie Lian metió a Xiao Ying en las manos de Nan Feng antes de
dar dos pasos hacia allí. Luego, apoyándose suavemente
colocando su mano derecha en el marco de la ventana, salió de
la habitación y comenzó a perseguir a la criatura hacia el bosque.
Algunas personas más valientes que querían obtener la
recompensa también lo siguieron y saltaron por la ventana.
Sin embargo, cuando llegó al borde del bosque, Xie Lian olió de
repente el olor a sangre que apestaba. Siendo extremadamente
vigilante, sintió que algo andaba mal e inmediatamente detuvo sus
pasos.

— ¡No entren!

Xie Lian ya había hablado para advertirles, pero esas personas


pensaron para sí mismas que era genial que no estuviera
persiguiéndolo, porque ahora podían hacerlo. Sus pasos no se
detuvieron y en su lugar cargaron directamente en el bosque. El
resto de la multitud que había estado originalmente en el templo
también comenzó a salir corriendo. Cuando vieron a Xie Lian de
pie al borde del bosque, aquellos que no eran demasiado
valientes comenzaron a reunirse a su alrededor para mirar.

No pasó mucho tiempo antes de que comenzaran a escuchar


algunos gritos espeluznantes. Algunas sombras negras
comenzaron a salir del bosque. Eran exactamente las personas
que habían tomado la iniciativa al atacar el bosque. Al
tambalearse, estas sombras negras se balancearon hasta que
llegaron a un lugar donde la luz de la luna brillaba y los iluminaba.
Y en el momento en que todos vieron claramente sus apariencias,
se vieron inmediatamente aterrorizados por la vista.

Cuando estas personas entraron al bosque, todavía eran


humanos. Entonces, ¿por qué cuando salieron, se convirtieron en
personas empapadas de sangre?

Desde sus rostros hasta su ropa, todas estas personas estaban


cubiertas de manchas de sangre. Parecía que la sangre brotaba
de sus cuerpos. Si una persona normal había sangrado tanta
sangre, entonces era imposible para ellos seguir viviendo.

Sin embargo, paso a paso, estas personas seguían caminando


hacia ellos. Todos se asustaron tanto que comenzaron a
revolverse uniformemente hacia atrás hasta que se escondieron
detrás de Xie Lian.

Xie Lian levantó la mano y dijo: —Cálmense. La sangre no es de


ellos.

Efectivamente, esas personas dijeron: —Así es, ¡ah! La sangre no


es nuestra, es... es...

A pesar de que sus rostros estaban cubiertos de sangre, aún no


era capaz de ocultar sus aspectos completamente asustados.
Siguiendo sus miradas, el resto de la multitud desvió la vista hacia
el bosque. Estaba bastante oscuro, así que era difícil saber qué
estaba pasando exactamente dentro del bosque. Xie Lian agarró
una antorcha y avanzó unos pasos mientras sostenía la antorcha
para iluminar el bosque.

Dentro del bosque, algo goteó sobre su antorcha, haciendo un


sonido chisporroteante. Xie Lian miró su antorcha antes de mover
su mirada hacia arriba. Después de contemplarlo por un
momento, levantó la mano y arrojó la antorcha.

A pesar de que la antorcha solo iluminó el cielo por un breve


momento, todos vieron claramente lo que estaba encima de los
árboles.

Pelo negro muy largo, una cara mortalmente pálida, una túnica
oficial militar hecha jirones y un brazo que se balanceaba de un
lado a otro en el aire...

Más de cuarenta cadáveres de hombres se mecían en el aire,


colgados boca abajo a varias alturas en los árboles. Xie Lian no
sabía cuánto tiempo había estado fluyendo la sangre fresca, pero
aún no se había secado.

Gota goteo. Gota goteo. Esto creó la escena aterradora de un


bosque lleno de cadáveres mientras la sangre llovía desde arriba.
La multitud de personas afuera eran todos hombres fuertes y
aficionados. Sin embargo, ¿cuándo habrían visto una vista
horrible como esta? Todos estaban tan asustados que se
quedaron completamente en blanco porque no se oía una sola
voz. Y cuando Nan Feng y Fu Yao se acercaron y vieron esta
vista, ambas miradas se enfocaron.

Después de un momento, Nan Feng dijo: —Goblin verde.

Fu Yao respondió: —De hecho, este es su truco favorito.

Nan Feng le dijo a Xie Lian: —No vayas. Si realmente es él,


entonces esto se volverá un poco problemático.

Xie Lian se volvió para preguntar: — ¿De quién están hablando?

Nan Feng respondió: —Una 'casi devastación'.

Confundido, Xie Lian preguntó: — ¿Qué es una 'casi


devastación'? ¿Algo cercano al rango de devastación?

Fu Yao respondió: —No está mal. El Goblin Verde está cerca de


la devastación. Precisamente es una 'Ira' que había sido evaluada
por el Salón del Palacio Ling Wen y afirmaron que su reino estaba
realmente muy cerca del rango de 'Devastación'. Es
extremadamente aficionado a ensartar cadáveres en los árboles
y hacer un bosque de cadáveres, este tipo de juego. Incluso se
podría decir que es parte de su famosa reputación.

Cuando escuchó la explicación de Fu Yao, Xie Lian pensó en su


corazón: 'Este nombre era realmente innecesario. Si era una
'devastación', entonces fue una 'devastación'. Si no era así,
entonces no fue así. Al igual que solo había frases, 'ascendió' y
'aún no ha ascendido'. No existían cosas como 'casi ascendente'
o 'próximo a ascendente'. Por el contrario, agregar una palabra
cercana hacía que la gente se sintiera incómoda.
De repente, Xie Lian recordó cómo ese joven que había robado
su sedán le había tomado la mano y lo había llevado hasta allí. En
aquel entonces, realmente había habido un momento en que el
sonido de la lluvia golpeó el paraguas que el joven había abierto.
¿Podría ser que la razón por la que el joven abrió un paraguas fue
porque había querido impedir que esta lluvia de sangre lo
empapara?

—Ah —Xie Lian dejó escapar un ruido en silencio. Los dos


pequeños dioses marciales a su lado inmediatamente
preguntaron: — ¿Qué pasa?

Xie Lian dio una breve explicación de cómo había conocido a un


joven en el sedán y cómo ese joven lo trajo aquí.

Cuando terminó, Fu Yao dijo con escepticismo: —Cuando


llegamos aquí, había sentido ese conjunto desconcertante. Había
sido extremadamente traicionero. Sin embargo, ¿dices que ese
tipo lo acababa de destruir sin ningún problema adicional?

En su corazón, Xie Lian pensó: No fue sin ningún problema


adicional ¡ese tipo lo había pisado casualmente! No le importaba
en absoluto.

Sin embargo, Xie Lian dijo: —Eso es correcto. Por lo tanto,


¿piensan ustedes que este Goblin Verde 'Casi Devastación' es él?

Nan Feng pensó por un momento antes de responder: —No he


visto al Goblin Verde antes, así que es difícil para mí decirlo. ¿Ese
joven tenía alguna característica especial?

Xie Lian dijo: —Mariposas plateadas.

Justo ahora, cuando Nan Feng y Fu Yao vieron el bosque de


cadáveres, sus expresiones podrían haberse considerado
completamente tranquilas. Sin embargo, en el momento en que
dijo eso, Xie Lian vio claramente que las expresiones en sus caras
cambiaban de inmediato.

Fu Yao preguntó en un tono incrédulo: — ¿Qué dijiste?


¿Mariposas de plata? ¿Qué tipo de mariposas plateadas?

Xie Lian sintió que probablemente había dicho algo bastante


importante. Él respondió: —Eran plateadas, pero también
parecían hechos de cristal. No estaban vivas, aunque se veían
extremadamente hermosas.

Entonces, vio a Nan Feng y Fu Yao intercambiar miradas. Sus dos


cutis se volvieron extremadamente feos, palideciendo hasta que
se volvieron blancos como la muerte.

Después de un rato, Fu Yao habló con voz profunda: —Vámonos.


Vámonos de inmediato.

Xie Lian preguntó: —El caso del novio fantasma aún no se ha


resuelto, ¿cómo nos podemos ir?

Fu Yao respondió: — ¿Resuelto?

Fu Yao se dio la vuelta y sonrió sombríamente.

—Parece que realmente te has quedado en el reino de los


mortales durante demasiado tiempo. Este novio fantasma no es
más que una 'Ira'. E incluso si el Goblin Verde fuera responsable
de este bosque de cadáveres, él es solo una ' Casi Devastación'
y solo nos causaría dolor de cabeza.

Después de detenerse nuevamente, el tono de Fu Yao se volvió


inesperadamente severo. —Sin embargo, ¿sabes quién es el
Señor de esas mariposas plateadas?

Xie Lian respondió honestamente: —No lo sé.


Fu Yao dijo rígidamente, —Incluso si no lo sabes, actualmente no
tenemos tiempo suficiente para explicártelo. En resumen, no es
alguien contra quien puedas ir. Deberías apresurarte a regresar a
los Cielos y enviar a algunos soldados del escuadrón de rescate.

Xie Lian respondió: —Entonces, regresa primero.

—Usted……

Xie Lian explicó: —El dueño de esas mariposas plateadas no


reveló ninguna malicia. Y si él había estado ocultando sus
intenciones malvadas y es realmente tan aterrador como lo haces
ver, entonces me temo que será difícil para nosotros escapar de
él cuando estemos dentro del rango del Monte Yu Jun. En este
momento, es mejor si alguien se queda atrás y vigila este lugar.
Por eso, es mejor que regreses primero y veas si puedes
ayudarme enviando un escuadrón de rescate.

Se dio cuenta de que Fu Yao no quería quedarse aquí y lidiar con


todas estas cosas problemáticas. Como no quería quedarse, Xie
Lian definitivamente no lo obligaría a quedarse a regañadientes
aquí.

Fu Yao era precisamente un tipo de persona directa. Sin otra


palabra, se cepilló las mangas y se fue.

Xie Lian se volvió hacia Nan Feng. Estaba a punto de hablar y


cuestionar a fondo al pequeño dios marcial sobre ese joven, sin
embargo, la multitud de personas repentinamente se alborotó.
Alguien exclamó: — ¡Lo atrapamos, lo atrapamos!

Con esto, Xie Lian no tuvo tiempo de hacerle más preguntas a


Nan Feng. Inmediatamente preguntó: — ¿Qué atrapaste?

Dos figuras sangrientas comenzaron a salir del bosque. Uno era


un hombre fuerte y aficionado. Había sido una de las personas
que había tomado la delantera al precipitarse en el bosque.
Sorprendentemente, no había tenido miedo de retirarse debido a
la lluvia de sangre del bosque de cadáveres. Realmente podría
ser considerado como alguien atrevido y valiente.

La otra figura era el niño que había estado arrastrando con la


mano en un apretón mortal. Este joven joven tenía vendajes
envueltos alrededor de su cabeza y cara de una manera
desordenada.

Xie Lian todavía recordaba lo que había dicho el sumiller de té de


la tienda pequeña Encuentro Casual.

—Los rumores dicen que el novio fantasma es una criatura fea


que vive en el Monte Yu Jun. Debido a que nació demasiado feo,
a ninguna mujer le gustaría. Es por eso que su corazón dio a luz
al resentimiento y por qué arrebataría a las novias de otros
hombres para evitar que la pareja experimentara una ocasión
feliz.

En ese momento, Xie Lian y su equipo habían pensado que era


solo un rumor. Inesperadamente, realmente había una persona
como esta.

Pero él existente era solo él existente. Si era o no el novio


fantasma era algo completamente distinto. Xie Lian estaba a
punto de mirar cuidadosamente a este joven joven vendado
cuando, de repente, Xiao Ying se apresuró y exclamó: — ¡Están
equivocados! ¡Este no es el novio fantasma, él no lo es!

El joven replicó: — ¿Lo atraparon con las manos en la masa en la


escena y todavía dices que no? YO…

De repente dejó de hablar antes de parecer que se había dado


cuenta de algo. —Oh, seguí preguntándome por qué eras tan rara,
siempre continuamente diciendo 'no es', 'no es'. ¡Resulta que
estabas coludiendo con el novio fantasma!
Xiao Ying se sorprendió por su acusación y comenzó a agitar
repetidamente sus manos.

—No, no. No estoy involucrada y él tampoco. Realmente no ha


hecho nada antes. Es solo un ordinario... ordinario...

El joven preguntó agresivamente: — ¿Qué ordinario qué? ¿Una


criatura fea ordinaria?

Descuidadamente agarró la parte superior de la cabeza de ese


joven vendado dos veces.

—Entonces echemos un vistazo a cómo se ve este novio


fantasma ordinario, para ser tan aficionado a robar a otros
hombres sus esposas.

Sus dos movimientos causaron que algunas vendas del niño se


aflojaran. Eso indujo al joven joven a abrazarse la cabeza antes
de gritar. Su voz estaba llena de miedo, sonaba extremadamente
triste, pero también extremadamente lamentable. Xie Lian
agarró el codo del joven y dijo: —Suficiente.

Al escuchar los gritos miserables del niño, las lágrimas de Xiao


Ying comenzaron a rodar por su rostro. Sin embargo, cuando vio
a Xie Lian entrar, parecía como si viera su luz de esperanza.
Inmediatamente, ella agarró su manga y le rogó: —Joven...
Joven señor, ayúdame. Ayúdalo…

Xie Lian la miró. Xiao Ying se soltó la manga de inmediato,


avergonzado. Parecía que temía que a él no le gustara porque lo
había tocado y, por lo tanto, ya no la ayudaría.

Xie Lian la consoló: —Está bien.

Luego, echó otro vistazo a ese joven vendado cubierto de sangre.


De repente, notó que el niño lo estaba mirando con un par de ojos
inyectados en sangre. De hecho, lo había estado mirando a través
del espacio entre las vendas que colgaban de sus brazos. El joven
solo había robado una sola mirada antes de que inmediatamente
volviera a inclinar la cabeza para rehacerse los vendajes.

Aunque no había expuesto su rostro, la pequeña piel que había


sido revelada ya era extremadamente aterradora. Parecía que su
piel hubiera sido quemada por un fuego feroz. No era difícil
imaginar qué tipo de cara horrible tendría bajo sus vendajes. Hizo
que otras personas aspiraran una bocanada de aire frío y esa
reacción hizo que el joven joven se encogiera aún más.
Xie Lian notó que inesperadamente, Xiao Ying y este joven se
encogieron de la misma manera, como si no vieran la luz durante
todo el año y como si tampoco se atrevieran a conocer gente.
Cuando Xie Lian suspiró en su corazón, el joven a su lado se puso
en guardia.

— ¿Qué quieres hacer? ¡El novio fantasma fue atrapado por


nosotros!

Xie Lian lo dejó ir y le explicó: —Me temo que no sería tan simple
para ustedes capturar al novio fantasma. Justo ahora, mi amigo lo
había buscado en las cercanías y no lo encontró. Este chico
probablemente solo vino después. El verdadero novio fantasma
aún debería estar escondido en algún lugar aquí.

Xiao Ying reunió su coraje y dijo: — ¡Quieres la recompensa...


pero no puedes agarrar al azar a las personas y decir que son
culpables!

Cuando el joven escuchó eso, una vez más quiso hacer un


movimiento. Desde que comenzó este caso, este tipo siguió
causando problemas a Xie Lian. Al final de su paciencia, Xie Lian
agitó la mano. La seda Ruoye se disparó abruptamente y abofeteó
al joven, causándole una caída. Y parecía que Nan Feng también
había alcanzado su límite, ya que rápidamente le dio otra patada
al joven. Finalmente, el joven cayó al suelo y no volvió a
levantarse.
Ese joven era un especialista en provocar problemas. Una vez
que dejó de moverse, la multitud no sabía a quién debían seguir.
Por lo tanto, se comportaron bastante bien. De hecho, incluso
después de algunos gritos dispersos, no pudieron crear una
perturbación.
En su corazón, Xie Lian pensó: —Finalmente puedo comenzar a
manejar los asuntos.

Después de evaluar al joven joven en el suelo por un momento,


Xie Lian preguntó: — ¿Eras la persona que arrojó esa piedra por
la ventana?

Aunque su voz sonaba amable, ese joven todavía temblaba como


un tamiz de bambú. Una vez más, echó un vistazo secreto a Xie
Lian antes de asentir con la cabeza. Xiao Ying respondió en su
lugar y dijo: —No quiere lastimar a nadie. Solo vio cómo el joven
parecía que iba a pegarme, así que quería ayudarme...

Xie Lian le preguntó a ese joven otra vez: —Esos cadáveres


colgando de los árboles, ¿sabes lo que está pasando allí?

Xiao Ying respondió: —No sé lo que está pasando, pero


definitivamente sé que los cadáveres no fueron colgados por él...

Ese joven seguía temblando, pero aún así comenzó a asentir


continuamente con la cabeza. Nan Feng, que lo había estado
mirando fijamente, preguntó de repente: — ¿Sabes quién es el
Goblin Verde Qi Rong?

Cuando escuchó ese nombre, Xie Lian se sorprendió un poco. Por


otro lado, ese joven obviamente parecía perdido. No había
reaccionado en absoluto ante ese nombre y tampoco se atrevió a
responderle a Nan Feng. Xiao Ying dijo: —Él... está asustado y no
se atreve a hablar...
Ella seguía tratando de proteger a este extraño joven a toda costa.
Por lo tanto, Xie Lian preguntó en un tono cálido: —Jovencita Xiao
Ying, ¿qué le pasa a este niño? Lo que sea que sepas, déjame
escucharlo primero.

Cuando vio a Xie Lian, parecía que Xiao Ying logró reunir un poco
de coraje. Incluso cuando la llama del fuego iluminó su rostro, no
se escondió.

En cambio, se retorció las manos y dijo: —Realmente no ha


cometido ningún delito. Este niño solo vive en el monte Yu Jun.
Cuando tiene mucha hambre, bajaba la montaña y robaba algo de
comer. Una vez, terminó en mi casa... Vi que realmente no sabía
hablar y que, además, tenía heridas en la cara. Entonces,
encontré algunas vendas de tela para envolver su rostro y, a
veces, le enviaba algo de comida para comer...

Originalmente, Xie Lian pensó que estos dos eran quizás una
pareja. Sin embargo, ahora parecía que la protección de Xiao Ying
para este joven era más como la protección de una hermana
mayor para su hermano menor, tanto que se parecía a una
persona mayor que cuidaba a sus hijos menores.

Xiao Ying continuó hablando: —Después, hubo muchas personas


que comenzaron a creer que él era el novio fantasma. No podía
hacer nada al respecto y solo podía esperar que alguien atrapara
rápidamente a ese malvado genuino... Pensé que ya que el joven
señor y sus compañeros son tan poderosos, incluso si se
disfrazaba de novia para atrapar al novio fantasma, por lo menos
definitivamente no atraparías a la persona equivocada. Esto es
porque él absolutamente, absolutamente no iría a robar tu sedán
matrimonial. Sin embargo, ¿quién habría sabido que después de
que me fuera, escuché que el joven y su equipo también tenían la
intención de subir y buscar la montaña? Estaba realmente
demasiado preocupada, así que los seguí en secreto para echar
un vistazo.
Se paró frente al joven para protegerlo, como si temiera que
alguien lo golpeara nuevamente. Luego, ella comenzó a defender
al joven una vez más.

—Él realmente no es el novio fantasma. Míralo, solo unas pocas


personas pudieron golpearlo en este estado. ¿Cómo habría
podido vencer a todos esos oficiales militares que habían
acompañado al sedán de la novia…?

Xie Lian intercambió miradas con Nan Feng, ambos sintieron un


dolor de cabeza extremo.

Si lo que Xiao Ying había dicho era verdad, ¿no era este joven
completamente ajeno a su situación actual?

El joven vendado, el novio fantasma, el Goblin Verde casi


devastación. Ah y no podían olvidar a ese poderoso Señor de
esas mariposas plateadas, alguien que incluso podía hacer que la
tez de un rostro celestial cambiara cuando era mencionado en una
conversación.

Un pequeño Monte Yu Jun en realidad tenía tantos invitados que


seguían visitándolo. Realmente hacía imposible que la gente
lidiara con esto. Quién era quién ¿Quién tenía una relación con
quién? Xie Lian sintió que le daba vueltas la cabeza.

Xie Lian se frotó el lugar entre las cejas. Por el momento, no


reflexionó sobre cuánto de las palabras de Xiao Ying eran
genuinas o falsas. En cambio, de repente recordó la pregunta que
siempre había querido hacer.

—Jovencita A-Ying, ¿siempre has estado viviendo en el área de


Mount Yu Jun?

El pequeño Ying respondió: —Eso es correcto. Siempre he estado


viviendo aquí, así que puedo garantizar que nunca ha hecho nada
malo.
En respuesta a eso, Xie Lian dijo: —No, quería hacerte otra
pregunta. En la región del Monte Yu Jun, aparte del templo aquí,
¿se han construido otros templos de Ming Guang?

Xiao Ying lo miró sin comprender por un momento.

—Esta……

Después de pensarlo detenidamente, continuó hablando: —Sí,


deberían haber sido construidos.

Cuando escuchó su respuesta de esta manera, Xie Lian de


repente tuvo la leve sensación de que había tropezado con algo
bastante importante.

Preguntó: —Entonces, ¿por qué debajo de la montaña solo se


construyeron los templos de Nan Yang y no los de Ming Guang?

Xiao Ying se rascó la cabeza antes de responder: —De hecho, se


ha construido antes. Sin embargo, he oído que cada vez que
toman la decisión de construir un Templo Ming Guang, el templo
siempre se incendiará sin ningún motivo antes de que se
complete. Luego, alguien dijo que temían que el general Ming
Guang tuviera una razón para no poder proteger este lugar. Por
lo tanto, optaron por construir un Templo Nan Yang en su lugar...

Nan Feng notó que la mirada de Xie Lian se había enfocado. Él


preguntó: — ¿Qué pasa?

Xie Lian de repente se dio cuenta de que todo era demasiado


simple.

Las novias que no podían sonreír, el templo que se incendió sin


ninguna razón, el Templo Ming Guang encerrado por la confusa
matriz, la estatua divina de aspecto impresionante del General Pei
y el novio fantasma que había desaparecido después de ser
golpeado por la seda Ruoye

¡Era muy simple!

Sin embargo, algo había estado bloqueando continuamente su


línea de visión, ¡haciendo que Xie Lian no se enterara de este
simple hecho desde el principio!

De repente se agarró a Nan Feng y exclamó: — ¡Préstame algo


de energía espiritual!

Al ser agarrado así, Nan Feng lo miró sin comprender por un


momento antes de golpear rápidamente su palma de nuevo con
la mano de Xie Lian. Una vez más preguntó: — ¿Qué está
pasando?

Xie Lian lo arrastró mientras comenzaba a correr. ¡Te lo explicaré


más tarde! ¡Por ahora, piensa en una forma de someter a los
cadáveres de esas dieciocho novias!

Nan Feng preguntó: — ¿Estás confundido? ¡Solo hay diecisiete


novias, a menos que te agreguemos para hacer dieciocho!

Xie Lian respondió: — ¡No, no, no! Antes, solo había diecisiete
cadáveres, ¡pero ahora hay dieciocho! Dentro de los cadáveres
de esas dieciocho novias, hay una que es falsa: ¡el novio fantasma
se ha mezclado!
Capítulo 10: El antiguo templo cerrado de la montaña, El bosque de los cadáveres
colgantes (parte dos)

Los dos corrieron de regreso al Templo Ming Guang. Sin


embargo, la sala principal ahora estaba completamente vacía. Lo
único que quedaba en el lugar de las novias de antes era un
horrible desastre de velos rojos.

Al ver esto, Xie Lian pensó en su corazón: —Esto es malo, muy


malo. ¡Morirán, morirán totalmente!

Comenzó a recoger rápidamente los velos en el suelo. En el


momento en que terminó, escuchó una ola de gritos de alarma
desde fuera del templo. Nan Feng y Xie Lian miraron por la
ventana, solo para ver una docena de mujeres vestidas con ropas
de boda escarlata que rodeaban a los aldeanos. En este
momento, se estaban acercando lentamente a ellos.

Cada una de las caras de estas mujeres estaba mortalmente


pálida y estaban decoradas con una sonrisa. Sus manos estaban
estiradas frente a ellos, perpendicularmente a sus cuerpos.
¡Éstos eran exactamente los cadáveres de esas novias en el
templo!

Ninguno de los aldeanos pudo mantener la calma mientras


miraban impotentes a las novias acercarse a ellos. Ya nadie tuvo
tiempo de lidiar con ese joven vendado e inmediatamente echó a
correr. Xiao Ying se acercó rápidamente para apoyar al joven
cuando Xie Lian dijo impotente: — ¡No corras!

¿Quién lo hubiera sabido? Ya había dicho esa frase esta noche.


Cada vez que pasaba algo, Xie Lian tenía que decirlo al menos
treinta o cuarenta veces. Sin embargo, siempre había personas
que hicieron oídos sordos a sus advertencias. Se consideró
realmente inútil.
Xie Lian agitó su mano y la Ruoye de seda comenzó a volar hacia
el cielo. Después de casualmente hacer una señal con la mano,
la Ruoye de seda comenzó a girar en el aire sola. Parecía como
si fuera una mujer celestial bailando al azar, una vista que era
extremadamente llamativa.

Y cuando ese grupo de novias vio que había algo animado dando
vueltas alegremente, algo cuya cola las azotaba de vez en
cuando, muchas de esas novias fueron atraídas hacia la seda
Ruoye.

Sin embargo, había siete novias más que se sintieron atraídas


por el fuerte olor a sangre en las profundidades del bosque.
Actualmente estaban saltando lentamente por allí. Xie Lian dijo
de inmediato: —Nan Feng, ponte al día con ellos. ¡No los dejes
bajar la montaña!

No había necesidad de decir nada más, porque Nan Feng ya


había comenzado a perseguirlos. Por otro lado, dos novias
comenzaron a atacar a Xie Lian. Sus diez dedos eran de color
rojo escarlata y sus uñas eran extremadamente afiladas cuando
se acercaron.

En respuesta, Xie Lian sacó dos velos que acababa de levantar


del suelo antes de arrepentirse de arrojarlos. Los velos volaron
mientras giraban en el aire antes de cubrir las cabezas de las dos
novias. Inmediatamente, sus acciones se volvieron lentas.

Efectivamente, en el momento en que estaban cubiertas con los


velos, sus movimientos y ojos estaban bloqueados por una gruesa
capa de tela. Las novias tenían problemas para ver las sombras
de las personas y el aroma de los vivos. Y debido a que sus
cuerpos eran cadáveres rígidos, les era imposible doblar los
brazos y quitarse esos velos por sí mismos. Solo podrían ser las
manos y arañar al azar frenéticamente en todas las direcciones,
como si estuvieran jugando un juego de escondite.
Esta escena fue realmente aterradora pero cómica al mismo
tiempo. Xie Lian se paró frente a las dos novias y agitó sus manos
frente a sus rostros cubiertos de una manera inquisitiva. Cuando
vio que desconocían su presencia y comenzaron a pensar en las
manos en la dirección opuesta, Xie Lian comenzó a pensar.
Después de un momento, finalmente no pudo contenerse y dijo:
—Disculpe por esto.

Xie Lian perderá una mano de cada novia antes de colocarlas en


el cuello del otro. Las dos novias de repente tocaron algo y se
sorprendieron mucho. Como no pudieron ver nada, posiblemente
a destruirse ferozmente. Xie Lian se escapó rápidamente antes
de levantar otra mano. La Ruoye de seda lo siguió en un destello
de tenue luz del arco iris antes de caer silenciosamente al suelo,
creando un enorme lazo blanco. Xie Lian gritó a los aldeanos que
todavía corrían en todas las direcciones.

— ¡Todos, entrenar al anillo!

El grupo de personas dudó mientras corrían por todas las partes,


pero Xiao Ying rápidamente apoyó a ese joven vendado y se paró
dentro del círculo. Después de pensar por un momento, Xiao Ying
volvió a salir corriendo y arrastró al pequeño niño que se había
desmayado y que actualmente estaba tirado en el suelo.

En este momento, otra novia había saltado al borde del lazo


blanco. Estiró las manos para arañarlos, pero era como si
estuviera separado del interior del bucle por una pared invisible.
El pequeño Ying se dio cuenta de que las novias no tenían metros
en el circuito sin importar lo que hicieran y gritarían
apresuradamente: — ¡Todos, entren rápidamente! ¡No pueden
entrar en el bucle blanco!

Al ver esto, todos los aldeanos rápidamente pueden correr como


un enjambre de abejas. Fue una suerte que Xie Lian hiciera que
el Ruoye de seda se volviera varias veces más largo que su
longitud original para el lazo fuera de lo suficientemente grande.
De lo contrario, podría preocuparse por si las personas afectadas
expulsadas o no.

Las novias no podían saltar al círculo y sabían que no podrían


tocar nada adentro. Simultáneamente dándose la vuelta, le
sonrieron bruscamente a Xie Lian y comenzaron a correr hacia él.

Sin embargo, Xie Lian los había estado esperando durante


mucho tiempo. Sacando muchos velos del interior de sus
mangas, cuatro o cinco piezas de tela roja comenzaron a girar en
sus palmas. Sus pies se movían sin cesar y sus manos no
descansaban. En el momento en que una novia cargara contra
él, él la cubriría con precisión con un velo. Después de cubrir la
cabeza de una novia, ella comenzaría a andar a tientas de una
manera ciega y lenta. Esos velos que giraban en el cielo
realmente deslumbraron los ojos de las personas. Xie Lian arrojó
y arrojó las telas rojas de una manera hábil y fácil, con esos velos
volando en el aire como sombras rojas.

La gente en el círculo blanco en realidad no pudo evitar gritar y


aplaudir en esta escena.

— ¡Excelente!

— ¡Increíble, increíble, realmente demasiado increíble!

—Esta habilidad se había practicado antes, ¿verdad?

Cuando Xie Lian escuchó esto, habitualmente soltó: —No está


mal, no está mal. Aquellos que tienen dinero, por favor, denme
propina, aquellos que no lo tienen, por favor miren y apóyenme
con su entusiasmo... ¿ah?

Solo después de decir esas palabras se dio cuenta de que algo


andaba mal. Las palabras que solía decir a su audiencia después
de una actuación realmente se le escaparon de la boca. Por lo
tanto, las palabras de Xie Lian se detuvieron rápidamente.

Mientras hablaba, algunas novias más comenzaron a saltar.


Cada salto de ellos tenía al menos siete chi2 de altura y los llevó
a tres zhang3 lejos. En un instante, llegaron frente a Xie Lian con
una bocanada de hedor podrido.

Xie Lian se levantó y también se impulsó hacia el cielo. En el


aire, pronunció rápidamente la contraseña de la matriz de
comunicación espiritual tres veces antes de decir: — ¡Ling Wen,
Ling Wen, que todo lo sabe! Tengo una pregunta. ¿Sabes si el
dios marcial del norte, el general Ming Guang, tiene una amiga
íntima?

La voz de Ling Wen resonó junto a su oído.

—Su Alteza, ¿por qué está pidiendo esto?

Xie Lian respondió: —En este momento mi situación es un poco


crítica. A decir verdad, actualmente hay alrededor de diez
personas muertas persiguiéndome.

Ling Wen: — ¿Ah? ¿Terrible?

Xie Lian: —No es tan malo. En cualquier caso, ¿tiene alguna?


Sé que esta pregunta es bastante personal y difícil de responder,
así que no pregunté dentro de la matriz de comunicación
espiritual. Sin embargo, es necesario para mi misión y
definitivamente no divulgar la información.

Ling Wen respondió: —Su Alteza, ha entendido mal. No es que


esta pregunta sea difícil de responder. No, es porque el viejo
Peitiene demasiadas confidentes femeninas. Cuando me hiciste
esa pregunta tan repentinamente, por un tiempo no supe qué me
preguntabas.
Cuando escuchó eso, Xie Lian casi se torció el tobillo.

—Bien. Entonces, dentro de las amigas íntimas del General Pei,


¿hay alguien que sea muy posesivo, extremadamente propenso
a los celos y que tenga una discapacidad en algún lugar de su
cuerpo?

Ling Wen dijo: —Cuando lo dices así, en realidad pensé en


alguien.

Xie Lian una vez más envió dos velos rojos, atrayendo otra ola
de vítores. Dándose la vuelta, ahuecó sus manos en un saludo
antes de decir: — ¡Por favor explícame!

Ling Wen respondió: —Antes de que el viejo Peiascendiera,


había sido general. En el campo de batalla, se encontraron con
una mujer general de un país enemigo. Era extremadamente
hermosa y atractiva y su temperamento era heroico y feroz. Se
llamaba Xuan Ji.

Xie Lian hizo eco.

—Ah, ¿Xuan Ji?

Ling Wen podría hablar: —General Pei, esta persona... cada vez
que conoce a una mujer hermosa, incluso si ella tiene un cuchillo
en la garganta, aún buscaría su compañía. Esta mujer lideró
tropas y cruzó espadas con él, pero al final, fue derrotada.

Xuan Ji se volvió precavida y fue enviada a un campamento


enemigo. Aprovechando que sus escoltas no estaban
preparadas, planeó suicidarse en el acto. Sin embargo, su intento
suicida no había tenido éxito. Un general había cortado su larga
espada por la mitad con un solo golpe de su propia espada,
salvándola. El distinguido y elegante enemigo General Pei, luego
ascendió y se convirtió en General Ming Guang.
Este General Pei, por un lado, era alguien que siempre tenía
sentimientos tiernos y protectores por el sexo más justo. Y en
segundo lugar, el resultado de la guerra ya había sido
determinado. Incluso si los dos países continúan discutiendo de
un lado a otro, era imposible que el país enemigo regresara. Por
lo tanto, soportó a Xuan Ji. Bueno, durante un período de tiempo,
quirúrgico una situación determinada. Y lo que sucedió después
fue extremadamente fácil de imaginar.

En este momento, una novia agarró la pierna derecha de Xie


Lian. Sus cinco dedos se apretaron hasta que casi se clavaron
en su piel. Xie Lian estaba a punto de patearla cuando de repente
se dio cuenta de que en este ángulo, sin obstáculos más remedio
que patearle la cara. En su corazón, Xie Lian pensó que no era
bueno golpear la cara de una niña. Por lo tanto, cambia su
posición y pateó su hombro antes de lanzar otro velo. Luego
respondió: —Eso suena como una historia hermosa y admirable.

Ling Wen dijo: —Originalmente fue una historia hermosa. —Sin


embargo, lo que salió mal fue que Xuan Ji se puso firme en
convertirse en el único amante del General Pei por el resto de sus
vidas.

En dos pasos, Xie Lian saltó y se subió al techo. Mientras miraba


a las cinco o seis novias que seguían acercándose a él, se secó
un poco de sudor y dijo: —En primer lugar, no está mal que una
mujer quiera que su amante solo la ame por el resto de su vida.

Ling Wen respondió: —De hecho, no está mal. Sin embargo, los
dos países estaban en estado de guerra. En el campo de batalla,
todos fueron despiadados. Originalmente, Xuan Ji y el General
Pei llegaron a un acuerdo de tener una relación de corta duración.
Estaban completamente dispuestos a tener el presente sin la
mañana siguiente, donde hablarían de romance y no hablarían
sobre la guerra. Además, para el viejo Pei, si hablo con
franqueza... si no te conduce con otra mujer, ya no está tan mal.
. ..

—Sin embargo, esa Xuan Ji era una mujer noble de una familia
general. Su personalidad era extremadamente feroz. Las cosas
que quería, no las dejaría ir incluso si tuviera que matarlas.

— ¡Espera un momento, espera un momento! Xie Lian


rápidamente cortó a Ling Wen. —Dime primero, ¿Xuan Ji está
discapacitada o no? ¿Dónde está su discapacidad?

—Ella... —Cuando Ling Wen dijo esas palabras, su voz se detuvo


abruptamente.

Era realmente demasiado molesto. Cada vez que Xie Lian


estaba a punto de escuchar los puntos cruciales, la poca energía
espiritual que le había prestado se agotaba por completo. La
próxima vez, parecía que tenía que pedirle a su informante que
dijera primero los puntos principales.

En medio de un salto, Xie Lian rápidamente arregló sus


pensamientos una vez más. Si el niño vendado no era el novio
fantasma y si todos los aldeanos ya habían confirmado entre sí
que el novio fantasma no se había mezclado en su grupo,
¡entonces el único lugar restante en el que podría esconderse era
dentro del montón de novias!

Cuando se había escondido en el grupo de novias, el novio


fantasma no había logrado darse cuenta de que algo andaba mal.
A cambio, cuando el novio fantasma se había mezclado con los
cadáveres, no logró decir a primera vista que había un cuerpo
extra.

Si pensaba cuidadosamente las cosas, después de que la seda


Ruoye hiriera al novio fantasma, solo vio una nube de niebla negra
rodar por el bosque. No había garantía de que alguien se hubiera
escondido dentro de esa nube de niebla negra. De hecho, Xie
Lian temía que, cuando se hubiera apresurado hacia el bosque,
el novio fantasma permaneciera dentro de la niebla oscura y lo
pasara por alto antes de regresar al templo. Al esconderse dentro
de las hojas del bosque, se coló en el grupo de cadáveres.

En ese caso, el novio fantasma no era un novio y, en cambio, era


solo una novia de hecho, ¡era una mujer que llevaba un vestido
de novia!

Como era mujer, se podían explicar muchos misterios. Por


ejemplo, por qué la región del Monte Yu Jun no tenía ningún otro
Templo Ming Guang. No fue porque la gente no quería construir
uno. No, fue porque no pudieron construir uno. Xiao Ying había
dicho: —Cada vez que tomaban la decisión de construir un
Templo Ming Guang, el templo siempre se incendiaba sin ningún
motivo antes de que se completara.

Eso no sonó muy casual, por lo que la única explicación fue que
alguien había incendiado deliberadamente esos templos. ¿Y por
qué alguien prendería fuego a los templos inacabados? En
circunstancias normales, sería por odio.

Sin embargo, dentro del Monte Yu Jun, había un Templo Ming


Guang bloqueado del mundo exterior por una serie
desconcertante. Nadie podía entrar, sin embargo, la mano de
obra de la estatua de Dios en el interior era muy soberbia.
Además, la preservación de la estatua también fue muy buena.
¿Por qué fue así?

El novio fantasma llevaba un vestido de novia, pero no podía


soportar ver novias sonrientes dentro de la región del Monte Yu
Jun. De nuevo, ¿por qué fue ese el caso?

Después de conectar todas estas pistas, aparte del deseo de


monopolizar a alguien y los celos extremos, Xie Lian no pudo
pensar en ninguna otra respuesta.
Y por ese ruido extraño que sonaba como si algo pesado estuviera
siendo arrastrado por el piso con un palo de madera envuelto en
tela gruesa, si realmente fueran el sonido de pasos... ¡Xie Lian
solo podía pensar en una posibilidad!

Ya había cubierto todas las novias que lo perseguían con un velo.


Por lo tanto, Xie Lian finalmente pudo caer al suelo mientras
soltaba un suspiro. Luego, concentrando su atención, Xie Lian se
convirtió para contar esas novias.

Uno, dos, tres, cuatro... diez.

Siete novias habían saltado al bosque, con Nan Feng


persiguiéndolas. Diez novias tuvieron sus cabezas cubiertas por
velos nuevamente por su culpa y todas estaban aquí. En ese
caso, todavía había una novia más que aún no había aparecido.

Justo en ese momento, detrás de él, Xie Lian escuchó los ruidos
familiares y extraños de nuevo.

Lentamente girando, Xie Lian vio una figura muy pequeña y


pequeña apareciendo ante su vista.

Respiró ligeramente y tuvo problemas en su corazón: —


Efectivamente, es así.

La mujer baja y pequeña frente a él estaba vestida toda de rojo.


No había un ambiente feliz rodeándola y en cambio solo se tenía
triste.

Sin embargo, la razón por la que era pequeña y baja no era


porque tenía una figura pequeña. No, fue porque estaba
arrodillada en el suelo.

Sus dos piernas estaban rotas, pero sus piernas no habían


estado rotas. En cambio, ella había estado caminando todo este
tiempo usando sus rodillas.
De hecho, los ruidos extraños que Xie Lian había escuchado
fueron causados recientemente por las piernas de esta novia
mientras saltaba y se movía.

Capítulo 11: El antiguo templo cerrado de la montaña, El bosque de los cadáveres


colgantes (parte tres)
La mujer fantasma tenía una cara ovalada con un par de cejas
arqueadas. Ella realmente era extremadamente hermosa.
Aunque su belleza puede haber aludido a toques de heroísmo
antes, ahora solo desangraba el resentimiento oculto, como si
todo su odio se hubiera concentrado en un espacio confinado
donde no podría arrojar luz. Cuando se arrodilló en el suelo, la
parte de su vestido de novia debajo de la rodilla aparentemente
gastada y desigual. Ahora era obvio cómo habían perdido los
rumores.

Los dos miraron en silencio por un momento antes de que Xie


Lian finalmente hablara.

— ¿Xuan Ji?

Parece que habían pasado muchos años desde que alguien la


había llamado por este nombre. Tomó un tiempo para que el
resentimiento reflejado en la cara del fantasma femenino se
dispersara levemente; reemplazado por una luz que brilla en sus
ojos

Ella dijo: —Él te envió a buscarme, ¿no?

Este él.... Xie Lian supuso, al parecer debe estar refiriéndose a


ese General Pei.

Xuan Ji luego procedió a preguntar: — ¿Qué hay de él? ¿Por


qué no vino a verme él mismo?

Cuando tuvo, su rostro tuvo una expresión tan ferviente,


esperanzada y anticipatoria que hizo que Xie Lian sintiera que era
mejor no responder con un no, ese no es el caso. Al ver el silencio
de Xie Lian, Xuan Ji de repente se derrumbó y se envió en el
suelo.
Se apoyó contra la estatua del hermoso y alto dios marcial,
mientras que su atuendo nupcial carmesí se extendía por la tierra
no muy diferente al de una enorme flor manchada de sangre. Con
el pelo desordenado, la cara retorcida por el dolor, era como si
alguna vez hubiera un gran tormento. Xuan Ji respondió: — ¿Por
qué no viene a verme?

Esta era otra pregunta que Xie Lian no podría responder, por lo
que solo podría permanecer solemne. Xuan Ji consideró la
cabeza y miró a la Estatua de Dios, antes de llorar tristemente.

—PeiLang..... oh, PeiLang. Traicioné mi reino por ti, abandoné mi


todo y me convertí en esto. ¿Por qué no vienes a verme?

Con ambas manos, Xuan Ji tiró de su propio cabello y respondió


preguntando: —PeiLang, ¿tu corazón está hecho de hierro?

Xie Lian la trata en silencio. Al escuchar estas líneas, reflexionó


internamente: Xuan Ji dijo que traicionó su reino por el General
Pei... ¿podría ser que este General Pei aprovechara su intimidad
para participar con inteligencia militar secreta, lo que llevó a la
derrota del reino de Xuan Ji en la guerra?

También dijo que fue solo por el General Pei que se cambió de
esta manera. Por, de esta manera solo podría referirse a su
horrible estado miserable de piernas rotas. Xuan Ji era una mujer
general, para estar en el campo de batalla, no había sido posible
para ella ser discapacitada, lo que solo puede significar que sus
piernas se rompieron después del hecho. ¿Podría esto tener algo
que ver con el General Pei también?

¿Podría ser que cuando el General Pei ya no encontrara útil y la


arrojó a un lado, esta fue la razón por la que su resentimiento fue
tan profundo?

Aunque Xie Lian tuvo problemas para tener estos pensamientos


era bastante insípido, sin embargo, con el resentimiento de Xuan
Ji tan profundo hasta el punto de daño dañado vidas inocentes...
sus pensamientos pueden ser vulgares, pero solo pueden obligar
a seguir pensando en esta manera por el momento. .

De repente, el grito de una mujer vino desde afuera del templo.

— ¡Ayuda! ¡Ayuda!

Xie Lian y Xuan Ji miraron por la ventana al mismo tiempo. Lo


que vieron fue que dentro del círculo blanco en el que Ruoye
había caído, una persona arrastraba a ese joven vendado hacia
afuera. Xiao Ying se aferró firmemente a la pierna de esa persona
sin soltarlo, lo que provocó que esa persona comenzó a llover
maldiciones.

De hecho, era ese joven de antes.

— ¡Lárgate! Basura idiota, ¿y si tus gritos atraen a esa fantasma?

La pequeña Ying continuó en voz alta: — ¡Si grito, que así sea!
¡Eres mucho peor que ese fantasma! ¡Yo... prefiero enfrentarme
a esa mujer fantasma que a ti!

Al final resultó que, el joven que Xie Lian había dejado


inconsciente con su seda se había despertado. Al ver cómo sus
alrededores estaban llenos de torpes novias fallecidas, lo había
asustado al principio, sin embargo, rápidamente se dio cuenta de
que todos eran incapaces de ver. Envalentonado y siendo todo
musculoso y sin cerebro, había pensado que si bien los demás
estaban demasiado asustados para moverse, arrastrar al joven
vendado por la montaña y recuperar la recompensa.

No le importaba si el chico vendado era en realidad el novio de la


novia fantasma. Como todos debajo de la montaña pensaban que
él era, entonces lo es. ¿Quién hubiera sabido que Xiao Ying se
arrojaría sobre él, gritando y gritando, asustando a todas las
novias que deambulan, así como a Xuan Ji desde el interior del
templo de Ming Guang?

Cuando Xie Lian vio y dio cuenta de que era el joven nuevamente,
lamentó no ser más despiadado. Debería haber sido más
despiadado y noquearlo para que no se despertara por otros tres
días y tres noches.

Xie Lian gritó: — ¡Date prisa y vuelve al círculo!

Cuando el joven de repente vio una niebla negra que se dirigió


hacia él, se retiró frenéticamente.

Pero, estaba arrastrando a un joven vendado y Xiao Ying se


aferraba a su pierna. Por lo tanto, siendo un paso demasiado
lento, la niebla negra lo tragó instantáneamente y lo llevó de vuelta
a las manos de Xuan Ji.

Cuando se dio la vuelta para mirar, tuvieron: Esta mujer


desordenada, de cabello largo y sombrío, ¿no era una de las
novias de cadáveres que yacían entre el grupo de antes? ¿El
hermoso cadáver que había tocado y manoseado?

Tal como están las cosas, el joven finalmente supo que tenía
miedo y comenzó a gritar. Xuan Ji dobló sus cinco dedos,
atravesándolo e instantáneamente arreglando su cráneo de su
grueso cuero cabelludo.

El cráneo desnudo estaba muy caliente, su boca aún abierta en


un grito.

—AHHHHHHH - !!!

Dentro del círculo blanco protector, los espectadores


aterrorizados que casi tenían sus almas asustadas de sus pieles
también tenían que gritar: — ¡AHHHHH -!
La pequeña Ying también estaba aterrorizada, gritando mientras
arrastraba al joven vendaje al círculo. Xuan Ji extendió la mano
hacia ellos con cinco dedos extendidos nuevamente, pero esta
vez, Xie Lian se enfrentó a ella para bloquear antes de decir: —
General, deje de matar.

'General', originalmente tenía la intención de recordar que ella fue


una vez una heroína que atacó en el frente de batalla en el campo
de batalla para proteger y defender en nombre de su reino. Sea
como fuere, Xuan Ji instantáneamente aplastó el cráneo que aún
gritaba en su mano en pedazos; con su hermoso rostro en ese
momento parecía bastante deformado. Ella se burló

— ¿Tiene miedo de venir a verme? —Xie Lian estaba perdido.


Pensó para sí mismo, bien podría ser enviado por el General Pei
primero... pero Xuan Ji no había necesitado una respuesta. Ella
se rió en voz alta varias veces antes de darse la vuelta de
arrepentirse y apuntar a la estatua del dios. ¡Me quemé las sienes
y agite problemas en tu dominio! ¡Todo con la esperanza de que
vengas a echarme un vistazo! ¡Te esperaba durante tantos años!

Ella miró fijamente esa estatua divina aturdida por un largo


tiempo, antes de que arrepentirse se levantara de un salto,
estrangulando su cuello y temblando violentamente mientras
gritaba: —AÚN TODAVÍA TE NIEGAS A VENIR A VERME, ¿ES
PORQUE TE SIENTES CULPANLE HACIA MÍ? ¡MIRA MIS
PIERNAS! ¡MIRA MI APARIENCIA AHORA! ¡Fue todo por ti,
todo por ti! ¡¿ESTÁ TU CORAZÓN HECHO DE HIERRO?!

Como extraño, Xie Lian no creía que tuviera derecho a comentar.


Sin embargo, según sus propios sentimientos, no pudo evitar
pensar para sí mismo: —Si quisieras verlo, ¿no podrías haberlo
hecho de una manera más normal? Si hubiera alguien que
quisiera verme usando tus métodos, no quisiera venir en absoluto
.
En el otro extremo, Xiao Ying y el joven vendado finalmente
regresaron al círculo y miraron hacia su dirección. Xiao Ying
susurró ansiosamente: —Joven señor...

Al escucharla, Xie Lian sonrió, indicando que no necesitaba


preocuparse. Pero quién habría sabido que esta sonrisa suya
haría que la cara de Xuan Ji se contorsionara instantáneamente.
Saltando repentinamente de la estatua de Dios, se dio la vuelta y
dijo: —Ya que no me miras sino que te gusta mirar a otras mujeres
a las que les gusta sonreír, ¡lentamente te dejaré hartarte!

Aunque la persona que comenzó a estrangular fue Xie Lian, sus


palabras fueron dirigidas al General Pei. Xie Lian originalmente
pensó que era porque Xuan Ji no podía casarse con la persona
que amaba y, por lo tanto, al ver a esas novias en los sedanes
matrimoniales, sonriendo alegremente, su corazón se llenó de
celos.

Pero nunca pensó que sería porque a este General Pei le


gustaban las mujeres a las que les gusta sonreír. En el estado
trastornado de Xuan Ji, logró distorsionar a las novias sonrientes
para que se casaran con su amada.

No es de extrañar que hubiera quemado todos los templos de


Ming Guang debajo de la montaña. Debe ser porque ya no podía
soportar ver a todas estas mujeres yendo y viniendo, entrando y
saliendo del templo del General Pei todo el día, mientras
compartían la misma estatua divina que ella. Esta mujer fantasma
era digna de ser clasificada como Ira.

A pesar de sus piernas rotas, su velocidad seguía siendo


demoníacamente rápida. Incluso después de haber sido
golpeada por Ruoye, seguía siendo increíblemente fuerte. Xie
Lian y ella se quedaron atrapadas en un callejón sin salida
mientras lo estrangulaba. Estaba a punto de llamar a Ruoye
cuando de repente escuchó un fuerte grito.
—Ahhhhhhhhhhh

Cuando esa jovencita, Xiao Ying, vio su situación actual con la


mujer fantasma, rápidamente recogió una rama del suelo y cargó.
Mientras corría, comenzó a gritar en voz alta, como si esto le diera
más coraje en el proceso.

Xuan Ji no tenía necesidad de siquiera hacer un movimiento


contra Xiao Ying. Solo se giró para mirarla y al momento
siguiente, Xiao Ying fue arrojada hacia atrás antes de que pudiera
acercarse. Ella voló varios metros de distancia con la cabeza
hacia abajo y el cuerpo hacia arriba, antes de estrellarse contra el
suelo.

Ese niño vendado gritó roncamente Ahhh mientras se


apresuraba. Xie Lian también se sorprendió antes de sentarse.
Sin embargo, de repente sintió un escalofrío detrás de la cabeza.

Los cinco dedos de Xuan Ji ya estaban sobre su cabeza, como si


estuviera a punto de arrancarle el cráneo del cuero cabelludo
como lo había hecho con el joven de antes. En un momento de
desesperación, la mano derecha de Xie Lian la agarró de la
muñeca antes de gritar: — ¡Ve!

Solo el sonido 'shua shua' estalló en el aire cuando una franja


blanca de seda apareció de inmediato. Ruoye se enroscó
alrededor de Xuan Ji, atando la parte superior de su cuerpo, con
los brazos atados a la espalda. Como las piernas de Xuan Ji ya
estaban rotas, no pudo esquivar a tiempo.

Cayó pesadamente sobre sus rodillas con un golpe, luego


procedió a rodar por el suelo en un intento de romper la seda
blanca. Sin embargo, sus acciones solo hicieron que Ruoye la
rodeara aún más fuerte. Apenas escapó de esta crisis, Xie Lian
ni siquiera contuvo el aliento antes de levantarse de inmediato y
correr hacia donde había caído Xiao Ying.
Con Ruoye llamada por Xie Lian, todavía había gente demasiado
cautelosa para moverse al azar. Pero también hubo algunos
aldeanos lo suficientemente valientes como para acostumbrarse
a esas torpes novias y fueron a rodear a Xie Lian y Xiao Ying.

Ese niño vendado se arrodilló al lado de Xiao Ying, sin saber qué
hacer. Estaba tan ansioso como si fuera como un pequeño
insecto en una olla caliente. Nadie se atrevió a moverla, porque
todos estaban preocupados de que ella haya roto algo importante.
Si la trasladaran ahora, tal vez podría empeorar su situación.

Xie Lian revisó rápidamente su condición a pesar de saber en su


corazón que no importa cuán cuidadosos fueran con ella, sería
inútil. Con una caída como esa, era obvio que ella no sobrevivirá.

A pesar de que el tiempo que pasó con esta chica, Xiao Ying, no
fue largo, por no mencionar, tampoco conversaron tanto, pero
sabía que a pesar de que su apariencia era fea, su corazón era
amable. Para ella tener un final así, pesaba mucho en el corazón
de uno.

Del otro lado, Xuan Ji no debería poder separarse de Ruoye por


un tiempo más. Dentro de su corazón, Xie Lian pensó: —Incluso
si es inútil, no podemos dejar que muera en esta posición.
Entonces, con mucho cuidado la volteó.

La cara de Xiao Ying estaba empapada en sangre, haciendo que


todos suspiraran y chasquearan la lengua al verlo. Sin embargo,
todavía tenía un respiro a la izquierda, por lo que murmuró en voz
baja: —Joven Señor, resulté ser más un obstáculo que una ayuda,
¿no...?

Aunque no lo había obstaculizado, tampoco era de ninguna


ayuda real. En ese momento, Xie Lian ya estaba a punto de llamar
a Ruoye, por lo que no habría necesitado ninguna ayuda. Y en
cuanto a esa rama suya, incluso si de alguna manera lograra
golpear a Xuan Ji, no habría resultado en nada. Además, habría
sido imposible para ella haberse acercado a ese fantasma
femenino en primer lugar. Entonces, a decir verdad, ella había
tirado su vida en vano.

Xie Lian dijo: —No lo hiciste. Tú ayudaste mucho. Mira, solo


después de que viniste y alejaste la atención del fantasma
femenino, tuve tiempo de someterla. Fue todo gracias a ti. Sin
embargo, la próxima vez, no puedes ser así. Si quieres ayudar,
tienes que decirme primero. De lo contrario, si no reacciono a
tiempo, puede resultar desastroso.

Xiao Ying sonrió y dijo con un suspiro: —Joven señor, no es


necesario que me hagas el humor. Sé que no ayudé en absoluto,
ni habrá una próxima vez.

Sus palabras se amortiguaron mientras tosía más sangre. Dentro


de las gotas rojas había un par de dientes que se habían roto. El
joven vendado estaba ansioso hasta el punto de temblar y solo
podía llorar, incapaz de pensar en nada que decir.

Xiao Ying le dijo: —En el futuro, no bajes la montaña para volver


a robar comida. Si te encuentran y te matan a golpes, habrás
terminado.

Xie Lian habló: —Si tiene hambre, puede venir a buscarme para
comer.

Al escuchar sus palabras, los ojos de Xiao Ying se iluminaron de


inmediato.
— ¿En serio? Entonces, muchas gracias... —Mientras sonreía,
las lágrimas cayeron lentamente de sus pequeños ojos.

Suavemente, dijo: —Siento que toda mi vida, no hubo muchos


días en los que viví feliz.
Xie Lian tampoco sabía qué decir y le acarició suavemente la
mano. El pequeño Ying sospechó: —Bueno, olvídalo. Podría ser
alguien... nacido desafortunado.

Sus palabras sonaron un poco risibles. Además, debido a su


nariz torcida y ojos sesgados, era tan fea que era realmente un
poco cómica. Con sangre y lágrimas corriendo por sus mejillas,
también parecía bastante gracioso.

Mientras las lágrimas caían, Xiao Ying difícilmente hablaba.

—Pero aún así, aún así... Todavía...

Dicho esto, la joven podría su último aliento y falleció. Ese niño


vendado vio lo que había muerto, por lo que abrazó su cadáver y
comenzó a sollozar en silencio. Su cabeza se enterró en su
estómago, como si hubiera perdido su único apoyo, se negara a
levantar la cabeza nunca más.

Xie Lian extendió la mano y cerró los ojos, antes de decirle en


silencio desde su corazón: —Eres mucho más fuerte que yo.

Justo en este momento, se podía escuchar el extraño sonido de


un reloj.

¡Dong! ¡Dong! ¡Dong!

Tres campanadas resonaron ruidosamente. Xie Lian fue


superado instantáneamente con un mareo. Él preguntó: — ¿Qué
está pasando?

Cuando examinó su entorno nuevamente, todas las novias se


balancearon antes de caer al suelo. Solo sus brazos aún estaban
levantados, apuntando al cielo. Los aldeanos también cayeron y
no volvieron a levantarse. Era como si todos hubieran perdido el
conocimiento por el temblor de las campanillas de los relojes.
Xie Lian también se sintió un poco mareado. Con una mano en
la frente, se esforzó por ponerse de pie, solo para que sus piernas
se debilitaran antes de arrodillarse en el suelo. Por suerte, alguien
lo apoyó. Cuando levantó la cabeza para ver quién, descubrió
que era Nan Feng.

Al final resultó que, después de que las siete novias entraron al


bosque, se habían dispersado en direcciones separadas. Nan
Feng básicamente tuvo que recorrer toda la montaña para
atraparlos a todos y acababa de regresar. Al ver su
comportamiento tranquilo, Xie Lian inmediatamente preguntó:
— ¿Qué pasa con la campana?

Nan Feng le dijo: —No te preocupes, son refuerzos.

Siguiendo su línea de visión, Xie Lian descubrió de repente que


una fila de soldados había aparecido frente al Templo Ming
Guang.

Esta fila de soldados vestía armadura, brillando en poder divino


mientras la poderosa aura irradiaba débilmente de ellos. En el
frente se encontraba un joven general alto y guapo. Estaba claro
que no era una persona común. Ese general se acercó con las
manos entrelazadas a la espalda. Una vez que estuvo frente a
Xie Lian, se inclinó ligeramente y dijo: —Su Alteza el Príncipe
Heredero.

Antes de que Xie Lian pudiera abrir la boca para preguntar, Nan
Feng dijo en voz baja: —Este es el General Pei.

Xie Lian inmediatamente miró a Xuan Ji que estaba en el suelo y


repitió: — ¿General Pei?

Este General Pei no era exactamente lo que imaginaba, ni era


similar a la estatua de Dios en absoluto. Esa estatua divina estaba
floreciendo con heroísmo, mientras su semblante rebosaba de
arrogancia. Era un tipo de belleza invasivo y poderoso. Mientras
tanto, aunque este joven general también era bastante guapo, su
apariencia era justa, mientras que su semblante parecía tranquilo
como un jade frío. Vacío de cualquier intento de matar y lleno de
calma ininterrumpida. Se podría decir que era un general, pero
no sería extraño si de alguna manera afirmara que era un ministro
de estrategias.

El General Pei vio a Xuan Ji en el suelo y habló: —El Salón del


Palacio Ling Wen nos notificó que la situación del Monte Yu Jun
tiene mucho que ver con el Palacio Ming Guang, por lo que este
subordinado se apresuró. No esperaba que realmente tenga una
relación bastante profunda con nosotros. Por tu molestia, tienes
mi gratitud, Su Alteza el Príncipe Heredero.

Xie Lian agradeció a Ling Wen en su corazón. ¿De qué manera


había disminuido la eficiencia del Palacio Ling Wen?

—También le agradezco sus problemas, General Pei.

Pero cuando Xuan Ji, en su lucha, escuchó vagamente las


palabras General Peide repente levantó la cabeza y gritó
fervientemente: — ¡PeiLang, PeiLang! ¿Eres tú, has venido?
¿Finalmente has venido?

Habiendo sido atada por Ruoye, no importa cuán salvaje


estuviera con alegría, solo podía arrodillarse. Sin embargo,
¿quién hubiera esperado que ella viera al General, solo para
palidecer?

— ¡¿Quién eres tú?!

Por parte de Xie Lian, le estaba dando a Nan Feng un resumen


de cuál era la situación con el novio fantasma. Cuando escuchó
su pregunta, preguntó: — ¿No es este General Pei? ¿Ha
esperado tanto que ya no puede reconocerlo?
Nan Feng respondió: —Él es el General Pei. Pero no el que ella
había estado esperando.

Xie Lian lo encontró extraño.

— ¿No me digas que hay dos generales Pei?

Pero Nan Feng respondió: —Así es, ¡de hecho hay dos!

Al final resultó que, el General Pei que esta mujer fantasma Xuan
Ji estaba esperando era el dios principal del Templo Ming Guang,
mientras que el que estaba delante de ellos era el dios adjunto.
También era alguien del sucesor de la familia del General Pei.
Para diferenciarlos cuando fueron llamados, todos llamaron a este
Pequeño General Pei. En un Templo de Ming Guang adecuado,
era necesario honrarlos con bloques lunares positivos e
invertidos.

El General Pei era el dios principal del templo, por lo que sus
estatuas de dios miraban hacia las puertas del templo. Las
estatuas de dios del Pequeño General Pei se colocaron detrás de
las suyas. Sin embargo, aunque uno era de una generación
anterior y el otro de una generación posterior, parecían hermanos.
Pero para dos personas de la misma familia ascendente, podría
considerarse como una historia muy extraña que capturó la
imaginación de uno.

Xuan Ji miró a su alrededor, pero aún no encontró a la persona


que quería ver entre los soldados. Ella preguntó sombríamente:
— ¿Dónde está Pei Ming? ¿Por qué no vino? ¿Por qué no vino
a verme?

El Pequeño General Pei asintió levemente con la cabeza y


respondió: —El General Peiestá ocupado con un asunto
importante.

Xuan Ji murmuró: — ¿Un asunto importante?


Debajo de su largo cabello, sus lágrimas comenzaron a caer
cuando dijo: —Lo he esperado por siglos, ¿qué asunto importante
tiene? En aquel entonces, para verme, cruzaría la mitad de la
frontera en una sola noche, entonces, ¿qué asunto importante
podría tener ahora? ¿Tan importante que ni siquiera estaría
dispuesto a verme una vez? ¿Un asunto importante? En realidad
no tiene uno, ¿verdad?

El Pequeño General Pei dijo: —General Xuan Ji, por favor, siga
su camino.

Dos soldados del Templo Ming Guang rompieron la formación y


se acercaron. Ruoye saltó rápidamente de Xuan Ji y se enroscó
cariñosamente en la muñeca de Xie Lian. Xie Lian lo palmeó
suavemente dos veces para consolarlo.

Xuan Ji permitió que esos dos soldados la agarraran mientras ella


se arrodillaba aturdida. Luego, abruptamente, comenzó a luchar,
señalando hacia el cielo mientras maldecía: — ¡Pei Ming! ¡Te
maldigo!

Su grito fue muy agudo. Xie Lian miró inexpresivamente antes


de pensar para sí mismo: — ¿No es esto maldecir al predecesor
frente a su sucesor?

Pero el Pequeño General Pei mantuvo la cara seria y dijo: —Por


favor, disculpe esta escena.

Xuan Ji continuó gritándose a sí misma ronca: —Te maldigo, es


mejor que nunca te enamores de nadie. De lo contrario, si llega
ese día, te maldigo para que seas como yo, para siempre y para
toda la eternidad, ¡que te quemes sin cesar! ¡Deja que el fuego
atraviese todo tu cuerpo y tu mismo ser!

En este momento, el Pequeño General Pei les dijo a Xie Lian y a


los demás: —Disculpen mi grosería y esperen un momento.
Levantó dos dedos y los presionó ligeramente contra su sien.
Este gesto fue lo que activó la matriz de comunicación espiritual,
por lo que debió estar comunicándose con alguien.

Después de un momento, dejó escapar un hmmm bajó la mano y


las devolvió abrochadas a la espalda. Se volvió hacia Xuan Ji y
dijo: —Al General Pei le gustaría que le pasara un mensaje: —
Eso es imposible.

Xuan Ji gritó.

— ¡Te maldigo -!

El Pequeño General Pei levantó levemente la mano y ordenó: —


Llévatela.

Dos soldados recogieron a la locamente luchadora Xuan Ji y la


arrastraron lejos. Xie Lian preguntó: —General PeiJunior,
¿puedo preguntar cómo se tratará a Xuan Ji?

El Pequeño General Pei respondió: —Ella será contenida debajo


de una montaña.

Encontrar una montaña para contenerla, este fue de hecho el


método utilizado a menudo por los cielos para tratar con demonios
y fantasmas. Después de murmurar para sí mismo por un
momento, Xie Lian aún dijo: —Este resentimiento del general
Xuan Ji es bastante pesado. Dado que ella está constantemente
pensando en el odio de cometer traición contra su reino y en cómo
sus piernas se rompieron debido al General Pei, me temo que
reprimirla no durará mucho.

El Pequeño General Pei tituló su cabeza y dijo: — ¿Dijo que


cometió traición y se rompió las piernas debido al General Pei?
Xie Lian respondió: —De hecho, ella dijo antes, que fue por el
General Pei que terminó en su estado actual. En cuanto a cuál es
la verdad, no lo sé.

El General PeiJunior habló: —Si se debe decir de esa manera,


entonces seguro. Es cierto que ella cometió traición al General
Pei. Pero los detalles pueden diferir de lo que otras personas
puedan pensar. Después de que ella y el General Peise
separaron, para instarlo a quedarse, el general Xuan Ji no dudó
en ofrecer inteligencia militar. Sin embargo, el General Pei no
estaba dispuesto a aceptar esta ventaja injusta y no aceptó su
oferta.

... Xie Lian nunca hubiera pensado que ella, traicioné a mi país
por ti en realidad era así. Él preguntó: —Entonces, cuando ella
dijo que sus piernas estaban rotas a causa del General Pei... ¿...?

El General PeiJunior respondió: —Ella misma se rompió las


piernas.

— ¿Ella… los rompió ella misma?

El Pequeño General Pei respondió, plano e inquebrantable: —Al


General Pei no le gustan las mujeres de mente fuerte y la
disposición natural de Xuan Ji es decidida. Es por eso que no
pudieron permanecer juntos por mucho tiempo. El general Xuan
Ji no estaba dispuesto a dejarlo ir, por lo que le dijo al General Pei
que estaba dispuesta a hacer sacrificios y cambiarse a sí misma.
Por lo tanto, voluntariamente abolió sus artes marciales y se
rompió sus dos piernas. De esta manera, ella hizo el equivalente
de romper ambas alas y atarse al General Pei. A pesar de todo
esto, el General Pei no la abandonó. La acogió y la cuidó, sin
embargo, todavía no la tomaría como su esposa. Debido a que el
anhelado deseo del general Xuan Ji no se pudo cumplir, se suicidó
con odio. No por ninguna otra razón, sino solo para hacer que el
General Pei se sienta triste y afligido. Pero, perdóname por hablar
tan sin rodeos...
El discurso del Pequeño General Pei había sido refinado y cortés
de principio a fin. Con una expresión demasiado tranquila, dijo:
—Pero eso no sucederá.

Xie Lian se frotó la frente. No habló en voz alta, pero pensó para
sí mismo: — ¿Qué clase de personas son?

El Pequeño General Pei volvió a hablar: —Pero quién estaba en


lo correcto o incorrecto, no lo sé. Solo sé que si el general Xuan
Ji hubiera estado dispuesto a dejarlo ir, no habría terminado así.
Su Alteza el Príncipe Heredero, este subordinado se despedirá.

Xie Lian le devolvió el puño y el saludo con la palma y los


despidió. Nan Feng dio su evaluación personal.

—Bichos raros.

Xie Lian pensó para sí mismo, él mismo también era un


hazmerreír en los tres reinos, un famoso bicho raro; no era su
lugar criticar a otras personas. En cuanto al asunto entre el
General Pei y Xuan Ji, a menos que uno estuviera directamente
involucrado, era mejor no comentar quién tenía razón o no. Solo
podía compadecer a esas diecisiete novias inocentes, los oficiales
militares y los conductores que las habían escoltado. Realmente
fue un desastre inesperado.

Hablando de las novias, inmediatamente se dio la vuelta para


echar un vistazo, solo para ver que los cadáveres de las diecisiete
novias mostraban diferentes etapas de cambio. Mientras que
algunos se convirtieron en huesos blancos, otros comenzaron a
pudrirse y emitir un fuerte hedor. El olor despertó a todos en el
suelo. Cuando los aldeanos volvieron lentamente a sus sentidos
y asimilaron la situación, fue otra ronda de gran alarma y
conmoción.
Xie Lian aprovechó esta oportunidad para divagar sobre ellos y
dispersar alguna doctrina sobre la retribución del karma bueno y
malo. Les dijo a todos que una vez que bajaran la montaña, deben
rezar mucho por las novias. Además, deberían tratar de pensar
en formas de notificar a la familia de las novias para poder
reclamar sus cadáveres. Definitivamente no deberían hacer nada
sospechoso como vender los cadáveres o cualquier otro acto
vergonzoso.

Después de experimentar una noche tan estremecedora y sin un


líder que genere problemas, ¿cómo podría alguien escuchar
escuchando decir lo contrario? Uno tras otro, todos estuvieron de
acuerdo mientras temblaban de miedo. Todos sintieron que todos
habían sufrido una pesadilla. Solo entonces se dieron cuenta de
cómo habían actuado todos como si estuvieran poseídos anoche.
Con tantos muertos, ¿cómo podrían seguir teniendo
pensamientos llenos de ganar dinero?

Pensando en el pasado, todos se sintieron aterrorizados de sí


mismos. Anoche, ya que todos lo hicieron, confiaron en el hecho
de que eran grandes en números y que había alguien tomando la
delantera. Por lo tanto, sus seres con cabeza confusa se
apresuraron junto con la corriente. Ahora, aún con un miedo
persistente en sus corazones, era mejor arrepentirse
obedientemente y orar por bendiciones.

El amanecer aún no se ha levantado. Dentro de la montaña,


todavía había manadas de lobos esperando para causar
problemas. Nan Feng acababa de dar una vuelta alrededor de la
montaña, pero ya tenía la tarea de sacar a un gran grupo de
personas de la montaña. A pesar de eso, no se quejó y estuvo de
acuerdo con Xie Lian para discutir ese bosque de cadáveres
colgantes y sus arreglos de seguimiento juntos más tarde.

Después de que ese niño vendado se despertara, se sentó una


vez más junto al cadáver de Xiao Ying, abrazándola. Sin decir
nada, Xie Lian también fue a sentarse a su lado. Después de
hurgar su cerebro por un momento y justo cuando estaba a punto
de decir algo reconfortante, de repente notó que la cabeza del
joven vendado estaba sangrando.

Si era la sangre del bosque de cadáveres, ya debería haberse


secado. Pero esta sangre seguía fluyendo sin pausa, por lo que
solo podía ser que estaba herido. Inmediatamente, Xie Lian le
dijo: —Tu cabeza está herida, quítate los vendajes y déjame
ayudarte a echar un vistazo.

Ese niño levantó lentamente la cabeza, sus dos ojos inyectados


en sangre lo miraron mientras vacilaba tímidamente. Xie Lian
esbozó una pequeña sonrisa y le dijo: —No tengas miedo. Si está
lesionado, debe ser tratado. Prometo que no me asustaré
.
Ese joven dudó por un momento, luego se dio la vuelta y
lentamente desenvolvió las vendas en su cabeza. Sus
movimientos eran muy lentos y Xie Lian lo esperaba
pacientemente. Ya estaba pensando en lo que debería preguntar
a continuación.

Este niño definitivamente no podía quedarse en el Monte Yu Jun,


pero ¿a dónde podría ir? No era como si pudiera regresar al cielo
conmigo. Ni siquiera sé cuándo aparecerá mi próxima comida,
así que necesito pensar en un arreglo confiable para asentarlo en
algún lugar. Además, está el Goblin Verde Qi Rong…

En este punto, ese niño había terminado de quitarse las vendas


y se dio la vuelta.

Y cuando Xie Lian claramente vio esa cara, sintió como si en esa
fracción de segundo, toda la sangre en su cuerpo fuera drenada.
Capítulo 12: Un fantasma en rojo incendia los templos militares y civiles

Como había sospechado, en la cara del niño había una cicatriz


de quemaduras grave. Sin embargo, debajo de la extensión de la
cicatriz roja sangre, uno podía distinguir vagamente tres o cuatro
rostros humanos muy pequeños.

Esos rostros humanos eran del tamaño de la palma de un bebé,


esparcidos torcidamente por sus mejillas y frente. Debido a que
se habían quemado antes, cada cara estaba severamente
arrugada y parecía que estaba gritando de dolor. Con estos
extraños y chirriantes rostros humanos en miniatura apretados
sobre un rostro humano originalmente normal, ¡realmente era más
aterrador que cualquier fantasma!

En ese instante, al ver esa cara, Xie Lian sintió como si estuviera
sumido en una pesadilla. Un miedo inmenso adormeció todo su
ser, en la medida en que no se dio cuenta cuando se puso de pie.
Tampoco sabía qué tipo de expresión aparecía en su rostro, pero
debe haber sido extremadamente aterrador.

El joven se quitaba el vendaje lenta y vacilante, sintiéndose ya


incómodo. Al ver su reacción, también retrocedió dos pasos,
aparentemente consciente de que Xie Lian no podía aceptar una
cara como esta. Como para protegerse, de repente cubrió esa
cara aterradora, saltó del suelo, antes de gritar y huir hacia las
profundidades del bosque.

Lo persiguió y le gritó: — ¡Espera! ¡Vuelve!

Pero debido a que se había quedado quieto durante bastante


tiempo antes de reaccionar finalmente y con la forma en que ese
joven estaba más familiarizado con las rutas de la montaña
(habiéndose acostumbrado a esconderse y escapar en la
oscuridad), es evidente que el niño desaparecería sin rastro. No
importaba cuánto gritara Xie Lian, él no saldría. Sin nadie cerca
para ayudar a buscar y sin poder espiritual, lo que lo hace incapaz
de usar la matriz de comunicación espiritual; corrió por la
montaña y buscó durante una hora sin resultados.

A medida que soplaba el viento frío, Xie Lian se volvió más lúcido
y supo que revolotear al azar como una mosca doméstica sin
cabeza no resultaría en nada. Se reunió y pensó: —Quizás
vendrá por el cadáver de Xiao Ying.

Volvió al templo de Ming Guang, pero se sobresaltó.

Fue recibido con una masa de personas vestidas de negro, todas


reunidas en el bosque detrás del templo. Con caras solemnes,
derribaron cuidadosamente los cuarenta cadáveres de sus
posiciones colgadas arriba. Al frente del bosque se encontraba
una figura alta con los brazos cruzados, actualmente
supervisando al grupo de personas. La cabeza se volvió,
revelando una cara elegante pero fría que pertenecía a la de un
joven, que resultó ser Fu Yao. Parecía que había hecho un viaje
de regreso al Cielo, antes de traer de vuelta a un grupo de
funcionarios del Palacio del Palacio Xuan Zhen para que lo
ayudaran.

Xie Lian estaba a punto de hablar cuando el sonido de pasos vino


desde atrás. Fue Nan Feng quien también había terminado de
enviar a los aldeanos y acababa de regresar. Cuando vio esta
escena, echó un vistazo a Fu Yao y preguntó: — ¿No huiste solo?

La forma en que dijo que era muy desagradable, hizo que Fu Yao
levantara una ceja para mostrar su disgusto. Xie Lian no quería
que comenzaran a discutir en un momento tan crítico y, por lo
tanto, intervino: —Yo fui quien lo hizo regresar para traer
refuerzos.

Nan Feng se burló.


—Entonces, ¿dónde están nuestros refuerzos? Al menos pensé
que conseguirías que el General de tu familia viniera
personalmente.

Fu Yao respondió con indiferencia: —Cuando regresé, escuché


que el General PeiJunior ya había llegado hasta aquí. Por lo
tanto, no pasé mi tiempo buscando a nuestro General. Además,
incluso si tratara de encontrarlo, con lo ocupado que está, no
necesariamente tendría el tiempo para venir.

Francamente, de acuerdo con la comprensión de Xie Lian hacia


Mu Qing, incluso si el General tuviera el tiempo, todavía no habría
venido personalmente. Pero Xie Lian actualmente no tenía tiempo
para pensar más sobre el tema y dijo con cansancio: —Ustedes
no deberían discutir ahora, ayúdenme a encontrar al niño vendado
primero.

Nan Feng frunció el ceño y preguntó: — ¿No estaba él contigo


justo ahora, vigilando el cadáver de esa chica?

Xie Lian respondió: —Hice que se quitara las vendas y se


asustara.

Los labios de Fu Yao se arquearon.

—Eso es poco probable. Tu travestismo no ha alcanzado el punto


de miedo.

Xie Lian suspiró.

—Cúlpame por estar tan perturbado que no reaccioné a tiempo.


Xiao Ying acababa de morir, por lo que ya estaba provocado.
Entonces, pensó que estaba asustado por su rostro. Tal vez no
pudo soportar este tipo de golpe, así que salió corriendo…

Fu Yao arrugó la nariz y preguntó: — ¿Era realmente tan feo


hasta ese punto?
Xie Lian respondió: —No se trata de si era feo o no. Él... tiene la
plaga del rostro humano.

Al escuchar esas tres palabras, los movimientos y la expresión


de Nan Feng y Fu Yao se tensaron de inmediato.

Finalmente entendieron por qué Xie Lian estaría tan nervioso.

Hace ochocientos años, la capital imperial del reino de XianLe


había sido barrida por una epidemia. Al final, todo el reino fue
aniquilado.

Esa plaga, cuando la gente enfermaba, aparecían pequeñas


hinchazones en su cuerpo. La hinchazón crecería cada vez más
y más y comenzaría a doler. Poco después, comenzarían a notar
que la hinchazón comenzaría a volverse desigual, tres lugares
hundidos y convexos, con aspecto de... ojos, boca y nariz.

Después de eso, las características se volverían más claras hasta


que, finalmente, se parecería a algo similar a un rostro humano.
Y si se deja ignorar, más rostros humanos crecerían en su cuerpo.
Según los informes, se dijo que algunas caras crecieron durante
tanto tiempo que habían desarrollado sus propias características
e incluso podían abrir la boca para hablar o gritar.

¡Y el nombre de esta epidemia, se llamaba la plaga del rostro


humano!

La cara de Fu Yao experimentó varios cambios antes de que se


cruzara de brazos y dijera: — ¡Cómo es eso posible! Eso ya fue
erradicado hace siglos. No es posible que vuelva a aparecer.

En respuesta, Xie Lian solo habló una línea.

—No confundí lo que vi.


Nan Feng y Fu Yao se encontraron completamente incapaces de
refutarlo. Lo que dijo Xie Lian, nadie podría haberlo refutado.

Xie Lian agregó.

—Su rostro tenía rastros de quemaduras antes, podría haber sido


por tratar de quemar esas caras.

Para aquellos que sufrieron la peste del rostro humano, para


muchos de ellos, su primera reacción habría sido tomar un cuchillo
y cortar la cosa horrible, o usar fuego para quemarlo hasta la
muerte. No habrían dudado en cortar una extremidad o romperse
los huesos si se tratara de eso.

Nan Feng habló murmurando: —Entonces, es probable que no


sea una persona común. Incluso podría haber vivido en esta tierra
durante varios siglos. Pero lo más importante, ¿es contagiosa la
plaga en él?

A pesar de ser un dolor de cabeza importante, este problema


seguía siendo algo que Xie Lian había contemplado con calma.
Él respondió con certeza: —No. La plaga del rostro humano es
muy contagiosa. Si la enfermedad en ese niño fuera contagiosa,
entonces todos en el Monte Yu Jun habrían sido infectados por él
ahora considerando cuánto tiempo ha estado escondido allí.
Debería haber estado... curado ya. Es solo eso, no puede
deshacerse de las cicatrices que quedaron atrás.

Los tres no podían arriesgarse a ser descuidados. Fu Yao


parecía tener una posición bastante alta en su Salón del Palacio
Xuan Zhen y por eso llamó a los Oficiales del Cielo para que
recorrieran cada centímetro del Monte Yu Jun. A pesar de eso,
todavía no podían localizar a ese niño. Desafortunadamente,
debió haber escapado de la montaña y desaparecido entre las
multitudes ocupadas.
Por el momento, solo podrían regresar al reino del Cielo y buscar
el Palacio Ling Wen para recibir ayuda sobre este asunto antes
de esperar nuevas noticias. La cosa en el cuerpo del niño no era
contagiosa. Al menos este hecho fue algo para alegrarse. Pero
Xie Lian pensó en su aterradora apariencia. Si se descubría su
apariencia después de abandonar la montaña, temía que el niño
fuera visto y llamado monstruo, maldecido, golpeado e incluso
asesinado. Sería mejor encontrarlo lo antes posible.

Sin querer retrasarse más en el Monte Yu Jun, recogió el cadáver


de Xiao Ying y comenzó a descender la montaña. Como estaba
tan distraído, solo cuando el sumiller del té le gritó, se dio cuenta
de que casi había entrado en la pequeña tienda Encuentro Casual
mientras sostenía el cadáver. Se disculpó repetidamente y fue a
buscar a alguien para ayudar a enterrar el cuerpo antes de
regresar. Después de que finalmente se ocupó de todo y se
sentó, Xie Lian suspiró en silencio.

Un asunto finalmente llegó a su fin; sin embargo, sintió como si


estos últimos días después de su ascensión hubieran sido más
agotadores que recolectar restos durante un año entero en el
reino humano. Subiendo y bajando, saltando sobre techos y
saltando sobre paredes, rodando, gritando e incluso haciendo
cambios de vestuario y entretenimiento de travestismo. Todos los
huesos de su cuerpo eran como si fueran a colapsar y
desmoronarse, pero aún había muchos acertijos sin resolver y
cabos sueltos con los que lidiar. Realmente quería colgar un
letrero en la espalda que decía: La ascensión no es tan buena
como recolectar restos y promoverla en el mundo mortal.

Fu Yao volteó el dobladillo delantero de su túnica y se sentó junto


a la mano de Xie Lian. Incapaz de sostenerlo por más tiempo,
rodó los ojos y le preguntó: — ¿Por qué sigues con esa ropa?

Al ver su mirada en blanco, Xie Lian se sintió abrumado por una


inexplicable sensación de familiaridad. Solo entonces finalmente
se quitó el vestido de novia que había estado usando todo este
tiempo. Cuando se limpió el colorete y el polvo para la cara, se
sintió un poco triste.

—Entonces, ¿no significa esto que estaba vestido así todo el


tiempo que estaba hablando con el General PeiJunior? Nan Feng,
ah, si tan solo me hubieras recordado esto en ese entonces.

Fu Yao dijo: —Puede ser porque claramente te veías demasiado


feliz mientras lo usabas.

Nan Feng corrió todo el día, pero ahora también finalmente tuvo
la oportunidad de sentarse y descansar. Él dijo: —No había
necesidad de un recordatorio. Al Pequeño General Pei no le
importaría lo que vistes. Incluso si te vistes diez veces más raro
que tu atuendo actual, él no diría una sola palabra cuando regrese
.
Xie Lian sintió que esta noche, realmente había nacido este
pequeño funcionario del cielo con mucho trabajo, por lo que le
sirvió una taza de té. Después de pensar en la fría expresión del
General PeiJunior y compararla con la loca de Xuan Ji, dijo: —
Este General PeiJunior es realmente tranquilo y sereno. Qué gran
ecuanimidad.

Nan Feng bebió esa taza de té y objetó: —No deberías juzgarlo


por su apariencia cortés y refinada exteriormente. Al igual que su
predecesor, ambos son difíciles de tratar.

Esto lo sabía Xie Lian y respecto a este asunto, Fu Yao también


estuvo de acuerdo y dijo: —Pei Su es un advenedizo que ascendió
hace unos doscientos años, pero su poder es terriblemente feroz
y subió de rango muy rápido. Cuando fue nombrado por el
General Pei, apenas había alcanzado la mayoría de edad.
¿Sabes lo que hizo entonces?

Xie Lian preguntó: — ¿Qué?


Fu Yao escupió fríamente una línea: —Masacró a todos en una
ciudad capturada.

Cuando Xie Lian escuchó esto, estaba pensativo pero no


sorprendido. En la Corte Celestial, emperadores, reyes y
generales estaban en todas partes. El dicho: Un logro militar
resultó en diez mil huesos marchitos, se usaba para describir el
asunto de conquistar y defender un reino. Si se tenía el deseo
de convertirse en un inmortal, primero se debía convertir en un
individuo ilustre. Y debajo de nuestros pies, caminamos por un
camino sangriento. Fu Yao lo resumió: —En la Corte Celestial,
hay pocos que sean fáciles de llevar y no se puede confiar en
nadie.

Xie Lian escuchó su tono, que sonaba como si viniera de una


persona experimentada advirtiéndole a un niño y tuvo ganas de
reír. Sospechaba que quizás Fu Yao había pasado por muchas
cosas en la Corte del Cielo, ya que debió haberse sentido
profundamente en este tema para que él pudiera hablar de esa
manera. Pero también sabía que a pesar de ascender tres veces,
el tiempo que pasó en el cielo en cada ascensión fue efímero y
fugaz, al igual que la vida útil de un cactus que florece de noche,
desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Si uno discutiera el tema
de la comprensión de estos inmortales que lo rodean, realmente
no sería rival contra estos dos pequeños Oficiales del Cielo.

Pareciendo estar en desacuerdo con las palabras de Fu Yao, Nan


Feng dijo: —No seas alarmista. Hay cosas buenas y malas en
todas partes y todavía hay bastantes funcionarios celestiales
confiables en la corte celestial.

Sin embargo, Fu Yao respondió: —Jaja, confiable Oficial del


Cielo, ¿te refieres al General de tu familia?

Nan Feng respondió: —No sé si es el general de mi familia o no.


Pero definitivamente no es el general de su familia.
Frente a este tipo de situación, Xie Lian estaba acostumbrado a
eso, ya no estaba fuera de lo común. Además, todavía había algo
en su mente, por lo que ni siquiera tenía la energía para tratar de
desviar el tema.

Con las cosas envueltas en el norte, regresó al cielo. Primero fue


al Palacio Ling Wen para contarle sobre la situación con el niño
vendado, encomendándole que lo buscara en el reino humano. Al
escuchar sus noticias, el rostro de Ling Wen se puso serio y
aceptó su solicitud. Ella agregó: —El Palacio Ling Wen hará todo
lo que esté a nuestro alcance para buscar. Pero, ¿quién hubiera
pensado esperar que una visita al Norte podría haber empatado
tantas cosas? Realmente te agitamos, alteza.

Xie Lian respondió: —Debo agradecer a esos dos pequeños


funcionarios del Cielo por ofrecerse como voluntarios para ayudar
y al General PeiJunior del Palacio de Ming Guang. Realmente no
sé cómo agradecerles.

Ling Wen habló: —Dado que el problema fue causado por una
relación desafortunada con el viejo Pei, entonces, naturalmente,
el pequeño Peilo resolvería. Ya está acostumbrado a limpiar los
desórdenes, así que no hay necesidad de agradecerle. Si Su
Alteza no está haciendo nada más cuando regrese, ¿podría
molestarlo para que se registre en la matriz de comunicación
espiritual? Todos todavía necesitan reunirse y discutir este
asunto.

Xie Lian también tenía muchas preguntas que quedaron sin


respuesta. Después de abandonar el Palacio Ling Wen, dio
vueltas y vueltas sin rumbo, antes de encontrarse en un pequeño
puente de piedra.

El puente de piedra cruzó sobre un río que corre. El agua del río
era extremadamente clara, ya que podías distinguir el movimiento
de las nubes debajo. Más allá del agua corriente y las nubes,
incluso puedes ver las montañas ondulantes y los grandes tramos
de ciudades de forma cuadrada del mundo de abajo. Pensó para
sí mismo: —Este es un buen lugar.

Y por lo tanto, se sentó en la cabeza del puente, antes de recitar


en silencio la contraseña y unirse a la matriz de comunicación.

En el momento en que ingresó, se encontró con un caso tan raro


de emoción bulliciosa dentro del conjunto de comunicación
espiritual. Numerosas voces hablaban entre sí, todo estaba en
completo caos.
Lo primero que escuchó fueron las maldiciones de Feng Xin.

— ¡Mierda! ¿Ya han elegido bajo qué montaña reprimirla? ¡Esa


fantasma femenina Xuan Ji es una lunática, no importa cuánto la
interroguemos, ella solo clamaría por ver al General Pei mientras
se niega a decirnos el paradero del Goblin Verde Qi Rong!

El General PeiJunior dijo: —El general Xuan Ji siempre fue una


persona terca y vehemente.

La voz de Feng Xin se puso aún más furiosa.

— Pequeño General Pei, ¿ha regresado su General Pei? ¡Date


prisa y deja que lo vea y saca el paradero del Goblin Verde Qi
Rong para que podamos deshacernos de ella antes!

Feng Xin no estaba acostumbrado a tratar con mujeres. Para


tratar de interrogarla, Xie Lian no pudo evitar simpatizar.

El Pequeño General Pei respondió: —Es inútil incluso si ella lo ve.


Ella estará aún más loca después de verlo.

Otra voz dijo: —El bosque de los cadáveres colgantes otra vez...
El gusto de Qi Rong siempre es de clase baja, es desagradable.
—Incluso el Reino Fantasma lo desprecia por tener un sabor
horrible, por lo que está claro para todos que su gusto es
realmente de clase muy baja.

Todos los Oficiales del Cielo interactuaron amigablemente.


Estaba claro que todos estaban muy familiarizados entre sí.
Como recién llegado que había ascendido ochocientos años
antes, Xie Lian debería haberse quedado en silencio donde
estaba sin hablar. Pero después de que escuchó por un
momento, no pudo evitar interrumpir: —Disculpe, ¿qué fue eso del
Bosque de cadáveres colgantes en el monte Yu Jun? ¿El Goblin
Verde Qi Rong también está en esa área?

Debido a que no hablaba a menudo en la matriz de comunicación


espiritual, su voz no era familiar para todos. Mientras los Oficiales
del Cielo contemplaban si debían responder o no, el primero en
responderle fue inesperadamente Feng Xin. Él respondió: —El
Goblin Verde Qi Rong no está en el Monte Yu Jun. Pero lo que
sucedió en el Bosque de los Cuerpos Colgantes fue lo que hizo la
mujer fantasma Xuan Ji, fue lo que pidió y lo que ella le ofreció.

Xie Lian continuó preguntando: — ¿Es Xuan Ji subordinada del


Goblin Verde?

El General PeiJunior respondió esta vez.

—Sí. El general Xuan Ji murió hace varios cientos de años,


aunque tenía algo de resentimiento, siempre fue impotente
cuando se trataba de causar problemas. Pero eso solo duró hasta
hace unos cientos de años. El Goblin Verde Qi Rong la encontró
a su gusto y la apreció mucho. Él la acogió y la convirtió en una
de sus subordinadas, haciendo que su poder espiritual aumentara
significativamente.

El significado detrás de sus palabras era, básicamente, que el


fantasma femenino Xuan Ji que causaba problemas no podía ser
atribuido al General Pei, porque originalmente no tenía la
capacidad de causarlo. Si querían echarle la culpa a alguien,
entonces deberían echarle la culpa al Goblin Verde Qi Rong, ya
que fue él quien acogió a Xuan Ji y le dio la capacidad de dañar a
las personas. Originalmente, los Oficiales del Cielo presentes
habían pensado que todo esto era un desastre causado por el
karma del General Pei. Simplemente no expresaron sus
opiniones en voz alta, pero el General PeiJunior aún lo había
percibido. Con este recordatorio ni amable ni pesado dirigido a
todos ellos, inmediatamente ocultaron sus pensamientos más
profundamente en sus corazones. Xie Lian preguntó un poco
más: —Entonces, ¿se ha investigado a fondo el monte Yu Jun?
Debería haber otro espíritu infantil.

Esta vez, fue la voz de Mu Qing la que salió a la superficie, no


sonando fría ni cálida cuando preguntó: — ¿Espíritu infantil?
¿Qué espíritu infantil?

Xie Lian pensó para sí mismo: Fu Yao probablemente no le contó


los detalles. Quizás incluso él que salió a ayudarlo se mantuvo
en secreto, por lo que no mencionó a Fu Yao en caso de que
pudiera causarle más problemas. Él respondió: —En la silla del
sedán, escuché la risa de un niño que hablaba en rimas infantiles
como advertencia. En ese momento, había otros dos pequeños
funcionarios celestiales presentes, pero ninguno de ellos lo sintió,
por lo que el poder espiritual de este espíritu infantil también debe
ser bastante excepcional.

Mu Qing dijo: —No se encontró ningún niño espíritu en la


búsqueda en el Monte Yu Jun.

Xie Lian encontró esto muy extraño, ¿no podría haber sido que
el espíritu infantil había venido específicamente a advertirle?
Cuando pensó en eso, de repente recordó algo más y preguntó:
—Hablando de eso, también conocí a un joven que podía
comandar mariposas plateadas en el monte Yu Jun. ¿Alguien
sabe quién era?
La animada y bulliciosa matriz de comunicación espiritual caótica
de repente se quedó en silencio en el momento en que esas
palabras salieron.

Este tipo de reacción, Xie Lian lo había visto venir, por lo que solo
esperó pacientemente. Después de un tiempo, Ling Wen
finalmente preguntó: —Su Alteza el Príncipe Heredero, ¿qué
acaba de decir?

Mu Qing respondió fríamente por él: —Él acaba de decir que


conoció a Hua Cheng.

Finalmente obteniendo el nombre de ese joven vestido de rojo,


Xie Lian estaba inefablemente de buen humor. Él sonrió y dijo: —
¿Entonces se llama Hua Cheng? Hm, este nombre le queda
bastante bien.

Al escuchar su tono y palabras, todos los Oficiales del Cielo en


escena quedaron sin palabras. Un momento después, Ling Wen
tosió suavemente y preguntó: —Este... Su Alteza el Príncipe
Heredero, ¿ha oído hablar de las llamadas Cuatro Grandes
Calamidades?

Xie Lian pensó para sí mismo: —Es una pena, pero solo conozco
los Cuatro Cuentos Famosos.

Los cuatro cuentos famosos antes mencionados fueron


anécdotas muy elogiadas de la época antes de que ascendieran
los cuatro funcionarios celestiales de la corte celestial:

El joven Señor que vertió el vino.

El Príncipe Heredero que agradó a dios.

El General que rompió su espada.

La Princesa que cortó su garganta.


De los cuatro cuentos, El Príncipe Heredero que agradó a Dios se
refería de hecho a la repentina aparición del Príncipe Heredero de
XianLe durante su actuación marcial. La forma en que surgieron
las cuatro historias no se debió particularmente a qué funcionarios
de los cielos tenían más poder, sino que, cuál de sus historias era
más profunda, se extendió más entre los mortales que
compartieron sus historias con entusiasmo.

Las noticias de fuera del reino siempre fueron algo en lo que Xie
Lian era malo para mantenerse al día. Decir que estaba mal
informado e ignorante no podría estar más cerca de la verdad. La
única razón por la que se enteró de los Cuatro Cuentos Famosos
era porque él mismo era uno de los cuatro cuentos. La frase
Cuatro grandes calamidades era probablemente el nuevo término
popular que surgió después de los cuatro cuentos, pero Xie Lian
nunca había oído hablar de él. Sin embargo, dado que contenía
la palabra calamidad no podía ser nada bueno.

Él dijo: —Lo siento por decir esto, pero no he oído hablar de eso
antes. ¿Puedo preguntar cuáles son las cuatro grandes
calamidades?

Mu Qing respondió con frialdad: —Su Alteza el Príncipe Heredero


entrenado en el reino de los mortales durante siglos, y aún ignora
tales noticias. Realmente te da curiosidad por saber lo que ha
estado haciendo todo este tiempo allí abajo.

Naturalmente, era comer, dormir, vender habilidades y recolectar


sobras.

Xie Lian se echó a reír cuando dijo: —Como persona normal, hay
muchas cosas con las que podrías estar ocupado y podría ser
bastante agitado. No es más fácil que ser un Oficial del Cielo.

Ling Wen respondió: —Las cuatro grandes calamidades y por


favor tome nota, su alteza. Son las embarcaciones sumergidas
en aguas negras, las noches errantes de luz verde, la calamidad
vestida de blanco y la lluvia de sangre que llega hacia una flor.
Esos se refieren a los cuatro Señores Demonios del reino
fantasma que han causado a los Tribunales Celestiales una gran
cantidad de dolores de cabeza.

Los mortales, cuando uno caminaba hacia arriba, se convierten


en un dios; Cuando uno caminaba hacia abajo, se convertían en
un fantasma.

Los dioses inmortales establecieron el Cielo como su residencia,


separándose del reino mortal y viviendo en lo alto mientras
pasaban por alto el mundo mortal y todos los seres vivos. En
cuanto al reino fantasma, aún no se ha separado del reino mortal.
Los demonios y los fantasmas comparten el mismo reino que los
humanos. Mientras que algunos se esconden en las sombras,
otros toman formas humanas y se mezclan entre las multitudes
humanas, deambulando entre ellos.

Ling Wen continuó: —Agua Negra que hunde Barcos es un


poderoso demonio de agua. A pesar de alcanzar el nivel de
devastación, rara vez sale a causar problemas y mantiene un
perfil bajo. Muy pocas personas lo han visto antes, por lo tanto,
le preocupa poco.

»Noches errantes de Luz Verde es precisamente el fantasma con


su bajo sabor de clase y a quien le gusta colgar cadáveres
sangrientos boca abajo en los bosques, el Goblin Verde Qi Rong.
Sin embargo, es el único de las cuatro calamidades que no ha
alcanzado el nivel de devastación. ¿Por qué sería él parte de
eso? Puede deberse a su amor por causar problemas durante
todo el año, siendo una gran molestia. También podría ser porque
con la adición de él, hace las cuatro calamidades, un número más
fácil de recordar. Entonces, nadie se molestó en cuestionarlo.

—En cuanto a la Calamidad vestida de Blanco, Su Alteza podría


estar más familiarizado con este. Se llama Bai WuXiang.
Sentado sobre la cabeza de piedra del puente, Xie Lian sintió de
repente un agudo dolor punzante en su corazón que se extendió
lentamente por sus extremidades al escuchar este nombre. Sus
manos temblaron un poco antes de que las tomara
inconscientemente.

Naturalmente, le era familiar.

Se dice que cuando una devastación nacía en el mundo, ellos


serían los que destruirían los reinos y arrojarían al mundo al caos.
Cuando Bai WuXiang nació, el primer reino que eliminó fue
XianLe.

Xie Lian permaneció en silencio. Ling Wen continuó: —No


obstante, Bai Wuxiang ya se ha extinguido. No lo volveremos a
mencionar, e incluso si todavía existe en este mundo, no sería el
centro de atención ahora.

—Su Alteza el Príncipe Heredero, las mariposas plateadas que


vio en el Monte Yu Jun también se llaman Mariposas del Espíritu
Mortal. Su Señor es el último miembro de las cuatro calamidades
y el que la Corte Celestial de hoy quiere provocar menos, Lluvia
Sangrienta que busca la Flor, Hua Cheng.

Dentro del Reino Celestial, para convertirse en los únicos


capaces de asumir el título de renombre eran el Emperador
Celestial Dios Marcial y el Príncipe Heredero de Xian Le. Aunque
se podría decir que la importancia de los dos es lo opuesto el uno
del otro, su fama estaba relativamente en el mismo nivel. En el
Reino Fantasma, el que podría decirse que era el equivalente en
reputación contra los dos dioses, no era otro que Hua Cheng.
Aparte de él, no había nadie más.
Si uno quisiera conocer a un Oficial de los Cielos, solo necesitaría
caminar, encontrar un templo para visitar, examinar la estatua del
dios, estudiar cómo se vestían y qué tipo de armamento
encantado llevaban. Con eso, uno podría entenderlos hasta cierto
punto. Si uno quisiera entenderlos aún más, solo necesitaría
escuchar algunas de sus leyendas transmitidas de persona a
persona y ver obras teatrales sobre sus epopeyas. Qué tipo de
persona eran antes de su ascensión, qué habían hecho en el
pasado, toda esta información habría sido desenterrada y puesta
al descubierto para aquellos interesados. Pero cuando se trataba
de demonios y fantasmas, eran diferentes. Qué tipo de persona
eran antes y cómo se veían ahora, toda esta información estaba
envuelta en misterio.

El nombre de Hua Cheng definitivamente tenía que ser falso y su


apariencia también debía ser falsa. Esto se debía a que él en los
rumores era a veces un joven temperamental y desagradable, a
veces un hombre hermoso, amable y elegante, o a veces una
hermosa fantasma con un corazón venenoso. No había fin a lo
que se decía sobre él. Sobre su apariencia real, lo único definitivo
era que estaba vestido completamente de rojo y que a menudo
aparecía con una lluvia de sangre y vientos desagradables
mientras las mariposas plateadas perseguían su solapa y
mangas.

En cuanto a su nacimiento, había incluso más versiones de él.


Algunos decían que era un niño deformado nacido sin un ojo
derecho que había sido intimidado y humillado desde la infancia y
por lo tanto odiaba al mundo. Algunos decían que era un joven
soldado que había muerto luchando por su antiguo reino y que su
alma no había renunciado a tal destino. También hubo uno que
dijo que se convirtió en un tonto sentimental debido al dolor de su
amado fallecido; otro más que decía que era un monstruo.

La versión más extraña, decía esto y realmente era solo un


rumor. Pero se dijo que Hua Cheng era en realidad un funcionario
celestial que había ascendido. Sin embargo, después de haber
ascendido, saltó y se degradó hasta convertirse en un fantasma.
Pero esa era solo una leyenda que no circulaba mucho, así que si
era cierto o no era desconocido y pocos realmente lo creían.

Sin embargo, incluso si era cierto, todavía tenía que ser falso.
Porque era una humillación para los Cielos que hubiera alguien
en este mundo que realmente estuviera dispuesto a renunciar a
ser un dios y prefería saltar hacia abajo y ser un fantasma. En
resumen, mientras más personas discutían sobre él, más ambiguo
y confuso se volvía y más misterioso se volvía todo.

En cuanto a por qué todos los Oficiales Celestiales le tenían


especialmente miedo a Hua Cheng, había muchas razones. Por
ejemplo, su naturaleza oscura o clara era indeterminada. A veces
era cruel y le gustaba matar, a veces extrañamente cometía actos
benévolos. Otra razón era cuán enorme era su poder en el reino
de los mortales y cuántos adoradores tenía.

Así, la gente rezaba a los dioses, rezando por sus bendiciones y


protección para estar lejos del ataque de demonios y fantasmas,
por lo que los Oficiales Celestiales tenían muchos adoradores.
Sin embargo, Hua Cheng, un fantasma, en realidad también tenía
una gran cantidad de fieles. Fue casi hasta el punto donde tenía
suficiente poder para cubrir los cielos con una sola mano.

Pero ahora, se requería una explicación. Cuando Hua Cheng


apareció por primera vez, hizo algo extremadamente notorio.

Invitó abiertamente a treinta y cinco Oficiales celestiales a una


pelea. El contenido de la invitación era que lucharía contra los
Dioses Marciales en las artes marciales y los Dioses de la
Literatura en el debate.

Dentro de esos treinta y cinco Oficiales del Cielo, había treinta y


tres de ellos que sentían que era ridículo, pero todos habían
estado enfurecidos por su provocación y aceptaron el desafío. Se
prepararon para unir sus manos y enseñarle al fantasma una
lección.

El primero en competir con él había sido los Dioses Marciales.

Los dioses marciales eran los dioses más fuertes del cielo, cada
uno de ellos tenía un gran número de adoradores y su poder
espiritual era sobresaliente. Luchar contra un fantasma novato
insignificante era algo que estaba a un alcance de la victoria.
Pero, ¿quién hubiera esperado que la batalla terminara en un
completo aniquilamiento? Incluso sus armas piadosas fueron
totalmente aplastadas por la espada curva extremadamente
extraña de Hua Cheng.

Solo después de la pelea descubrieron que Hua Cheng había


salido de la montaña TongLu.

La montaña TongLu2 era un volcán, pero ese no era el punto


importante. El punto importante era que había una ciudad dentro
de ella, llamada Gu3. ¿Qué tipo de lugar era la ciudad Gu? No
era una ciudad donde se engendraran todos los fantasmas,
aunque esa ciudad en sí era un generador de demonios a gran
escala.

Cada cien años, diez mil fantasmas se reunían y se mataban


unos a otros, matando hasta que solo quedaba uno de ellos.
Aunque, muchas veces, el resultado sería que no quedaba
ninguno. Sin embargo, mientras uno solo sobreviviera hasta el
final, entonces sería la encarnación del diablo. En los últimos
cientos de años, la ciudad Gu solo tuvo dos fantasmas que
permanecieron al final de la pelea. Y esos dos como se esperaba,
ambos se convierten en Reyes Fantasmas conocidos por todos
en el reino de los mortales.

2
Tong Lu significa "Horno de cobre", por lo que el monte Tong Lu es
básicamente un horno gigante
3
Gu significa veneno
Hua Cheng fue uno de los dos.

Los dioses marciales habían sido completamente derrotados.


Ahora era el turno de los dioses de la literatura.

Si no podían vencerlo en una pelea, al menos deberían poder


vencerlo en el debate, ¿verdad?

Desafortunadamente para ellos, tampoco pudieron ganar eso.

Que Hua Cheng hubiera atravesado el cielo y la tierra y pudiera


hablar del pasado y debatir la corriente. De vez en cuando los
educaba, ocasionalmente era malicioso, ocasionalmente
inflexible, ocasionalmente astuto, ocasionalmente perspicaz,
ocasionalmente sofisticado y ocasionalmente colocaba trampas.
Realmente fue un debate estanco, agudo y elocuente. Citó
evidencia como respaldo, engañó a las personas con mentiras y
atacó donde quisiera. Varios dioses de la literatura fueron
regañados por él desde los cielos a la tierra, desde la antigüedad
hasta el presente. Estaban tan enojados que podían toser sangre
y hacer que alcanzara el firmamento nublado.

Hua Cheng se hizo famoso en una sola batalla.

Sin embargo, si hubiera sido solo eso, eso no habría sido


suficiente para llamarlo aterrador. Lo que fue aterrador fue que
después de esa victoria abrumadora, había pedido a los treinta y
tres Oficiales del Cielo que cumplieran su promesa.

Antes del desafío, ambas partes habían llegado a un acuerdo: si


Hua Cheng perdía, ofrecería sus cenizas. Si los Oficiales
Celestiales perdieran, todos saldrían voluntariamente de los
Cielos y se convertirían en personas comunes a partir de ahora.
Si Hua Cheng no hubiera actuado con tanta arrogancia, con
apuestas tan severas y con la forma en que los treinta y tres
Oficiales del Cielo creían que no había forma de ser derrotados,
no hubieran aceptado pelear y debatir con él.
Sin embargo, no hubo un solo Funcionario del Cielo que cumplió
su promesa. Aunque regresar a su promesa fue humillante,
piénselo, había treinta y tres de ellos que habían perdido. Si solo
uno de ellos hubiera perdido, entonces, naturalmente, sería muy
humillante. Pero cuando muchos de ellos perdieron juntos, no fue
humillante en absoluto. Incluso podrían burlarse unos de otros al
respecto. Como tal, llegaron a un entendimiento tácito; todos
fingirían que esto nunca había sucedido en absoluto. En cualquier
caso, las personas eran muy olvidadizas, en otros cincuenta años,
tal vez nadie lo recordaría.

Calcularon ese punto bastante bien, pero lo que no tomaron en


cuenta fue que Hua Cheng no era tan fácil de tratar.

¿No estás cumpliendo tu promesa? De acuerdo, él podría ayudar.

Como tal, quemó todos los templos de estos treinta y tres


Oficiales del Cielo en el reino humano.

Esta era la pesadilla de la que ahora hablaban los dioses


inmortales con caras pálidas: un fantasma en rojo incendiando
treinta y tres templos militares y civiles.

El templo y los fieles eran la mayor fuente de poder espiritual de


un Funcionario Celestial. Con las salas de su palacio
desaparecidas, ¿a dónde irían sus fieles a rezarle a su dios? ¿Y
de dónde vendría su incienso? Con su fuerza gravemente herida,
para reconstruir sus templos, necesitarían un mínimo de cien años
para recuperarse, e incluso entonces, podrían no recuperar su
fuerza anterior. Para los funcionarios celestiales, este fue
realmente un desastre devastador que fue aún más aterrador que
una tribulación.4

4
Los dioses tienen desgracias u obstáculos predeterminados que deben
soportar y superar cada tanto si quieren subir de nivel. Por lo general, implica
descender al reino mortal para vivir una vida como mortal, pero puede variar.
El más fuerte de los treinta y tres oficiales celestiales tenía un par
de miles de templos, los más débiles también tenían un par de
cientos. Si uno los sumara a todos, habría más de diez mil
templos. Pero Hua Cheng en realidad quemó todo en una sola
noche. Nadie sabía cómo lo había hecho, pero lo había logrado.

Era simplemente una locura.

Los Oficiales del Cielo se quejaron entre lágrimas a Jun Wu, pero
él también estaba indefenso y no había nada que pudiera hacer.
El desafío había sido algo que los Oficiales Celestiales habían
acordado para sí mismos y las promesas también habían sido
hechas por ellos mismos. Hua Cheng también había sido muy
astuto, solo destruyó los templos y no lastimó a nadie. Así que
todo esto era igual a él cavando un hoyo, preguntando si los
dioses saltarían a él. Entonces, los dioses decidieron cavar el
agujero aún más profundo antes de sumergirse en él. Entonces,
tal como están las cosas, ¿qué se puede hacer?

Originalmente, esos treinta y tres Oficiales del Cielo habían


querido derrotar a ese pequeño fantasma arrogante frente al
mundo entero, por lo que habían elegido celebrar la competencia
marcial y literaria en los sueños de muchos señores y nobles del
reino de los mortales. El propósito había sido mostrar sus poderes
divinos frente a sus adoradores. ¿Quién hubiera esperado que lo
que mostrarían a los nobles y señores fueran sus apariencias
totalmente derrotadas? Como tal, después de ese sueño, muchos
señores decidieron dejar de rezar a los Oficiales Celestiales y
cambiaron a rezar a los fantasmas. Estos treinta y tres Oficiales
del Cielo perdieron a sus adoradores y templos y desaparecieron
gradualmente sin dejar rastro. Las numerosas vacantes se
llenaron finalmente cuando una nueva generación de Oficiales del
Cielo ascendió.

A partir de entonces, cada vez que se mencionaba el nombre Hua


Cheng en el reino de los mortales, muchos Oficiales Celestiales
temblaban de miedo. Incluso escuchar solo ropas rojas y
mariposas plateadas les pondría el pelo de punta. Algunos tenían
miedo de irritarlo o hacerlo infeliz, porque entonces él vendría a
desafiarlos y luego quemaría sus sienes. Algunos tenían miedo
porque los había chantajeado, por lo que no pudieron moverse
contra él. Algunos tenían miedo porque Hua Cheng tenía el poder
de cubrir el cielo con su mano en el mundo mortal, por lo que a
veces, cuando los Oficiales Celestiales tenían algo que hacer allí,
no tenían más remedio que encontrarlo y pedirle que los guiara.
Después de que esto continuó por un tiempo, una parte de los
Oficiales Celestiales también se convirtió en sus adoradores
debido a una mentalidad extraña.

Como tal, la actitud del Cielo hacia esta persona era odio, miedo
y respeto al mismo tiempo.

Y dentro de esos treinta y cinco Oficiales celestiales, los dos que


no habían aceptado el desafío eran el general de dios marcial Mu
Qing de Xuan Zhen y el general Feng Xin de Nan Yang.

No habían aceptado el desafío, pero no había sido por miedo a


Hua Cheng. Simplemente no le habían prestado atención y habían
sentido que era innecesario prestarle atención y por lo tanto no
habían aceptado la pelea. ¿Quién hubiera esperado que esta
fuera una decisión afortunada e incomparablemente sabia?

Sin embargo, solo porque no lucharon contra él, no significaba


que Hua Cheng se había olvidado de ellos. Mientras estaban en
el Festival Zhongyuan5 haciendo una gira de inspección, se
encontraron y pelearon muchas veces. Por lo tanto, Feng Xin y
Mu Qing tuvieron una sombra fisiológica en sus corazones debido
a la devastación frenética de esas mariposas plateadas.

5
El festival de Zhongyuan es a mediados de julio en el calendario lunar y
celebra al inframundo. Se hacen ofrendas a los muertos para apaciguar a sus
espíritus y ayudarlos a seguir adelante. Julio es el mes fantasma cuando las
puertas del inframundo están abiertas, por lo que los dioses patrullan con
mayor diligencia.
A pesar de escuchar todo eso, el cerebro de Xie Lian todavía
estaba repleto de esas mariposas plateadas, brillantes y
translúcidas mientras volaban linda y alegremente a su alrededor.
No importaba cuánto lo hubiera pensado, no podía conectarlos
con los de los rumores. No pudo evitar pensar: — ¿Son esas
pequeñas mariposas plateadas tan aterradoras? No son tan
malas... son muy… hermosas.
Capítulo 13: Ropa más roja que el arce, piel blanca como la nieve (parte uno)

Por supuesto, esto era algo que nunca diría en voz alta. Sin
embargo, no era de extrañar que la tez de Nan Feng y Fu Yao
cambiara en el momento en que lo escucharon mencionar esas
mariposas plateadas. Se podría suponer que también habían
sufrido a manos del Señor de las mariposas de plata junto con los
dos generales a los que servían.

Un funcionario celestial preguntó: —Su Alteza el Príncipe


Heredero, se encontró con Hua Cheng. Él, él, él... ¿qué te hizo?

Este tipo de tono, sonaba más como si estuviera preguntando: —


¿Perdiste un brazo o perdiste una pierna?

Xie Lian dijo: —No hizo nada, solo...

Cuando habló hasta ese punto, en realidad estaba sin palabras.


Xie Lian comenzó a reflexionar en su cabeza. Solo qué… No era
como si pudiera decir, solo, me robó del sedán y luego me tomó
de la mano y me guió durante todo el camino.

Después de quedarse en silencio por un momento, solo pudo


decir: —Solo destruyó el conjunto desconcertante que la fantasma
femenina Xuan Ji dejó en el monte Yu Jun y luego me llevó
adentro.

La mayoría de los Oficiales celestiales comenzaron a reflexionar


sobre sus palabras, murmurando para sí mismos o en silencio.
Solo después de un tiempo, un Oficial celestial preguntó: —Todos,
¿qué piensan?

Solo escuchando sus voces, Xie Lian ya podía imaginar las


apariencias de todos los Oficiales Celestiales mientras sacudían
repetidamente la cabeza con las manos extendidas.
— ¡Sin opinión, no tengo una opinión completa!

—No sé qué quiere hacer, es bastante horrible.

—Como siempre, nadie puede entender lo que Hua Cheng quiere


hacer...

Aunque a Xie Lian se le acababa de dar un resumen de la


reputación de Hua Cheng como el demonio encarnado, sin
embargo, hacia esta persona, Xie Lian realmente no creía que
fuera tan aterrador. Si realmente tuviera que decir algo, pensó
que esta vez, incluso podría considerarse que Hua Cheng lo había
ayudado. En resumen, la primera oración por las bendiciones que
recibió después de ascender y regresar a los Cielos debería
considerarse finalmente terminada de esta manera.

Ya se acordó durante mucho tiempo que todos los méritos del


caso del Monte Yu Jun serían considerados como los de Xie Lian.
A pesar de que había pasado un tiempo antes de que el
Funcionario recordara redimir su voto debido a la muerte de su
hija, aún cumplió su promesa con el corazón roto, aunque
inevitablemente, terminó pagando menos. Sin embargo, después
de reunirse de aquí y de allá y dejarlos ir un poco, los ocho
millones, ochocientos ochenta mil méritos se consideraron más o
menos recompensados.

Sin deudas, el cuerpo de Xie Lian se sintió ligero y libre, su


corazón prácticamente un cielo despejado e ilimitado. De buen
humor, estaba completamente libre de preocupaciones y muy
feliz. Xie Lian decidió ser un dios y sería aún mejor si pudiera
convertirse en al menos medio amigo de los otros Oficiales
celestiales.

Aunque generalmente era pacífico dentro de la matriz de


comunicación espiritual del Cielo, cuando se llenaba, los gritos en
el interior podían durar días y días. Además, cuando el estado de
ánimo de los Oficiales Celestiales era bueno y tal vez cuando
veían algo interesante, hablaban de ello dentro de la matriz.
Cuando llegara ese momento, se reirían entre dientes por un
momento.

Aunque Xie Lian no podía decir quién era quién, todavía


escuchaba en silencio a todos hablar. Sin embargo, no podía
seguir callado para siempre. Por lo tanto, después de haber
escuchado durante un tiempo, a veces parecía decir algo cálido,
como:

—Realmente es bastante interesante. Leí un pequeño poema


muy hermoso, déjenme compartirlo con todos.

—Existe este pequeño conocimiento secreto que es muy efectivo


para tratar el dolor de cintura y piernas, permítanme compartirlo
con todos.

Sin embargo, lamentablemente, cada vez que enviaba estas


cosas cuidadosamente seleccionadas que eran bastante
beneficiosas para el cuerpo y la mente, la matriz de comunicación
espiritual se callaba. Después de un tiempo, Ling Wen realmente
no pudo soportarlo más y en privado le dijo: —Su Alteza, ah, las
cosas que envía en la matriz de comunicación espiritual son muy
buenas, sin embargo, me temo que incluso un funcionario celestial
cien años mayor que usted que no lo enviaría.

Xie Lian comenzó a sentirse un poco deprimido. En realidad,


claramente no era el mayor. Sin embargo, cuando estaba con los
otros funcionarios celestiales, ¿por qué era prácticamente como
una persona mayor que no podía mantenerse al día con el tema
de los jóvenes?

Probablemente se mantuvo alejado de los Cielos por mucho


tiempo. Además, siempre fue ignorante y mal informado y nunca
le importaron mucho las cosas del mundo exterior.
Como no podía arreglar esto, era mejor olvidarlo. Xie Lian
renunció a este problema y, como resultado, también dejó de ser
sombrío.

Sin embargo, todavía le quedaba un problema: incluso hasta


ahora, no había habido nadie en el reino de los mortales que le
hubiera construido un nuevo templo. No, tal vez sí, pero en
cualquier caso, los Cielos no encontraron ninguno cuando
buscaron y, por lo tanto, no hubo ningún registro de ello.

Hay que tener en cuenta que incluso un dios de la tierra local


tenía algún tipo de santuario. Pero incluso hasta hoy, Xie Lian,
alguien que ascendió solemnemente para convertirse en un
Funcionario celestial e incluso lo hizo tres veces, no tenía un solo
templo o un solo creyente que le consagrara incienso. Esto fue
realmente extremadamente incómodo.

Aunque, solo otros Oficiales Celestiales se sentían incómodos


por él. El propio Xie Lian todavía pensaba que las cosas estaban
bien. Además, un día, de repente se dejó llevar por un capricho y
de repente se sintió inspirado.

—Si nadie quiere ofrecerme ofrendas, entonces estaría bien si me


ofrezco a mí mismo, ¿verdad?

Todos los funcionarios celestiales no sabían cómo responder a


eso.

¿Quién demonios había oído hablar de un funcionario celestial


que se ofrecía ofrendas a sí mismo?

Siendo miserable en este grado como un dios, ¿qué tipo de


sentimiento quedaría?

En cuanto a Xie Lian, estaba acostumbrado al silencio incómodo


cada vez que hablaba. Pensó que divertirse y reírse también
podría considerarse algo interesante. Por lo tanto, después de
tomar su decisión, una vez más saltó al reino de los mortales.

Esta vez, cuando llegó al suelo, su ubicación era la de un


pequeño pueblo de montaña llamado Villa PuJi.6

Aunque uno dijo que era un pueblo de montaña, en realidad, era


solo una pequeña pendiente de tierra. Xie Lian vio que este lugar
tenía un paisaje elegante, con colinas verdes, aguas cristalinas y
arrozales que se extendían hacia el horizonte.

En su corazón, pensó: —Esta vez, realmente aterricé en un lugar


agradable.

Xie Lian miró a su alrededor otra vez y notó una cabaña rota y
torcida sobre la pequeña pendiente de tierra. Cuando le preguntó
a la gente al respecto, todos los aldeanos dijeron: —Esa choza
rota ha sido abandonada y no tiene dueño. De vez en cuando hay
vagabundos que van a dormir allí por una noche. Vive allí si lo
deseas.

¿No era esto exactamente lo que Xie Lian había estado


deseando? Inmediatamente caminó hacia él.

Solo después de caminar más cerca se dio cuenta de que,


aunque esta pequeña cabaña parecía bastante deteriorada desde
lejos, en realidad se veía aún más deteriorada de cerca. Dos de
los cuatro pilares en las esquinas de la cabaña ya estaban
podridos y en descomposición. Tan pronto como soplara el
viento, toda la cabaña comenzaría a emitir crujidos, lo que hacía
dudar de si caería o no en todo momento.

Sin embargo, este grado de paliza todavía estaba dentro de un


rango que Xie Lian podía aceptar. Después de entrar a la cabaña
y mirar a su alrededor, comenzó a comenzar a limpiar las cosas.

6
Significa “Castaña de agua”
Cuando los aldeanos vieron esto, se sorprendieron mucho.
¿Alguien realmente iba a vivir allí? Por lo tanto, todos se reunieron
allí para disfrutar de verlo agitarse.

Al contrario de lo que cabría esperar, los aldeanos aquí estaban


muy entusiasmados. No solo le regalaron una escoba, después
de ver su aspecto sucio después de su limpieza, también le
regalaron unas castañas de agua recién cortadas. La piel de las
castañas de agua ya estaba despegada y, por lo tanto, eran
blancas y tiernas, dulces y jugosas.

Xie Lian se puso en cuclillas frente a su choza rota y terminó de


comer las castañas de agua. Felizmente presionando sus manos
juntas, decidió en ese momento en su corazón llamar a este lugar
el Santuario PuJi.

Originalmente había una pequeña mesa dentro del Santuario


PuJi. Después de frotarlo dos veces, podría usarse como una
mesa de ofrendas. Mientras Xie Lian seguía ocupado, los
aldeanos que lo rodeaban para observar se dieron cuenta de que
este joven realmente quería hacer espacio para crear un pequeño
santuario taoísta.

Todos encontraron esto aún más raro y extraño y por eso vinieron
a preguntarse uno tras otro.

—Este templo, ¿a quién se lo ofreces?

Xie Lian tosió ligeramente una vez antes de decir: —Ah, este
santuario es para el Príncipe Heredero XianLe.

Todos estaban molestos.

— ¿Quién es ese?

Xie Lian dijo: —Yo... Yo tampoco lo sé. Creo que es un príncipe


heredero.
—Oh, ¿qué hace él?

—Probablemente sea alguien que garantice la paz. Y recoge


basura en el costado.

Todos comenzaron a preguntar fervientemente: —Entonces,


Alteza el Príncipe Heredero, ¿se ocupa de marcar el comienzo de
la riqueza y la prosperidad?

Xie Lian pensó en su corazón, que no le debía dinero ya era


bastante bueno. Luego, dijo con voz cálida: —Es lamentable,
pero parece que eso no es posible.

Uno tras otro, la gente comenzó a darle sugerencias.


— ¡O en cambio ofrécelo al Señor del Agua, que invitará a la
riqueza! El incienso que arde aquí definitivamente sería próspero.

— ¡O tal vez puedas ofrecérselo a Ling Wen ZhenJun! ¡Quién


sabe, tal vez alguien de nuestra aldea se convertirá en un
Zhuangyuan!

Una mujer temerosa tímidamente dijo: —Eso... has... has


considerado eso...

Xie Lian mantuvo su sonrisa y dijo: — ¿Eso?

—General Ju Yang.

-------------------------------------------------------------------------------------

¡Si realmente abría un Santuario Ju Yang, temía que Feng Xin


disparara inmediatamente una flecha desde los Cielos para
herirlo!

Después de limpiar más o menos el Santuario PuJi, todavía le


faltaban algunos quemadores de incienso, qiantong y otras cosas
diferentes. Sin embargo, Xie Lian se había olvidado por completo
de lo más importante: la estatua de Dios. Él llevó su sombrero de
bambú y salió por la puerta, oh cierto, tampoco había puerta.

Después de pensar un poco, Xie Lian decidió que esta cabaña


definitivamente necesitaba ser reconstruida. Por lo tanto, escribió
un letrero y lo colocó en el frente de la puerta. Decía: —Este
santuario está en ruinas. Sinceramente buscando personas
benevolentes, para donar con el fin de renovarlo. Acumula
méritos y virtud.

Después de salir de la cabaña y caminar durante siete u ocho


horas, llegó a un pueblo. ¿Por qué razón iría al pueblo? Bueno,
naturalmente fue para confundirse y encontrar algo de comida
para comer. Por lo tanto, una vez más retomó su antigua
profesión.

En leyendas y folklore decían que los inmortales ya no


necesitaban comer. En realidad, esto era realmente difícil de
decir. Aunque aquellos con poder todopoderoso realmente
podrían absorber la energía espiritual necesaria del sol y la lluvia
y el rocío. Pero el problema era..., aunque podían hacerlo, si no
lo necesitaban, ¿a quién le gustaría hacerlo? ¿Por qué querrían
hacer algo así?

Pero algunos de los funcionarios celestiales exigieron que las


cinco vísceras fueran limpias y puras porque practicaban el
camino del budismo. De hecho, esas personas no podían
soportar la carne y el pescado grasiento del mortal. Si se
ensuciaran con esas cosas, sería lo mismo que si un mortal
comiera insectos venenosos crudos, crudos o lodo, ya que
comenzaría a vomitar y tener diarrea. Siendo ese el caso, no fue
que no comieron comida, simplemente comieron cosas que
nacieron en un lugar limpio y puro, cosas que prometían
longevidad. Estas eran frutas inmortales y animales espirituales
que aumentarían la eficacia de la energía espiritual.
Sin embargo, este tipo de problema no existía para Xie Lian. Con
la maldición sobre él, no era diferente en comparación con los
mortales y por lo tanto podía comer de todo. Y como era un
veterano experimentado de cien batallas, no importaba lo que
comiera, no moriría. Ya sea que se tratara de un bollo al vapor
que había estado por un mes o pasteles que ya habían germinado
un poco de moho verde, definitivamente estaría bien después de
comer esas cosas. Como tenía una constitución como esta que
desafiaba los cielos, en realidad se las arregló bien durante el
período en que recolectó los restos. Por el contrario: abrir un
santuario significaba perder dinero, recoger basura significaba
ganar dinero, por lo que recoger basura era realmente mejor que
ascender.

Parecía tan elegante como el jade chino con el aire de un


inmortal, por lo que tenía una ventaja al recoger los restos. No
pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian recogiera el valor de
una gran bolsa.

En su camino de regreso, vio a un viejo buey tirando de una


carretilla de mano con pajitas de arroz amontonadas a gran altura.
Xie Lian recordó que parecía haber visto esta carretilla de mano
en la aldea PuJi antes, por lo que debían estar yendo por el mismo
camino. Preguntó si podía regresar o no y el dueño de la carretilla
levantó la barbilla, indicando que podía subir.

Por lo tanto, Xie Lian se sentó en el carro con su gran bolsa de


desechos. Solo después de subirse se dio cuenta de que detrás
de un montón de paja, hacía tiempo que había alguien acostado
allí.

La parte superior del cuerpo de esta persona estaba oculta por la


pila de paja. Su pierna izquierda estaba doblada por la rodilla y
apoyaba su pierna derecha y parecía que estaba usando sus
brazos como almohada para descansar. Parecía extremadamente
tranquilo y contento. La actitud satisfecha de esta persona era en
realidad una que Xie Lian envidiaba bastante. Ese par de botas
negras eran ajustadas, se ajustaban cómodamente a sus esbeltas
y rectas piernas y parecían bastante fáciles de ver.

Xie Lian recordó lo que había visto bajo su velo esa noche en el
monte Yu Jun y no pudo evitar echar un vistazo más a esas botas.
Después de confirmar que no había cadenas de plata colgando
de estas botas hechas de quién sabe qué tipo de piel de animal,
pensó para sí mismo: —Este tiene que ser el joven Señor de una
familia que salió corriendo a jugar, ¿verdad?

La carretilla de mano se balanceaba lentamente en el camino.


Todavía con su sombrero de bambú en la espalda, Xie Lian sacó
un pergamino y se preparó para leer. En el pasado, nunca había
estado tan atento a todas las noticias que circulaban en el mundo
exterior. Sin embargo, debido a los muchos incómodos silencios
que causó, decidió que probablemente sería mejor si se acoplaba
un poco.

Después de que el carro de bueyes se balanceó por quién sabe


cuánto tiempo, pasó a través de un bosque. Xie Lian levantó la
cabeza para mirar a su alrededor en las cuatro direcciones, solo
para ver campos verdes ondulantes y arces espléndidos que se
asemejaban al fuego, produciendo una vista llamativa entre los
espacios de las montañas en el desierto. Tal escena era
extremadamente intoxicante, penetrando el corazón de uno con
su ambiente fresco y fresco. Xie Lian no pudo evitar mirar un poco
en blanco.
Cuando era joven y todavía cultivaba dentro del Templo Huang
Ji, el Templo Huang Ji fue construido en una montaña. Cubriendo
las montañas y las llanuras había bosques de arce, tan brillantes
como el oro e intensos como el fuego. Esta situación y este
escenario hicieron difícil que Xie Lian no recordara el pasado.
Miró a lo lejos por un momento antes de bajar la cabeza para
seguir mirando su pergamino.

Después de abrir el pergamino, vio una fila de palabras en su


primera mirada que decía:

El Príncipe Heredero de XianLe, quien ascendió tres veces. Un


dios marcial, un demonio que personifica la peste, un dios de la
chatarra.

—... —Xie Lian dijo: —Muy bien, si lo piensas cuidadosamente,


en lo que respecta a un dios marcial y un dios de la chatarra, en
realidad no hay mucha diferencia entre los dos. Todos los dioses
son iguales, todos los seres vivos son iguales.

En este momento, una leve risa sonó detrás de él cuando una


voz dijo: — ¿Es eso cierto? —Ese joven habló en un tono vago:
—A la gente siempre le gusta decir que todos los dioses son
iguales, todos los seres vivos son iguales. Pero si ese fuera
realmente el caso, todos esos inmortales y dioses simplemente no
existirían.

Esta voz vino de detrás del montón de paja en el carro. Xie Lian
se dio la vuelta para mirar y vio que el joven todavía estaba
acostado allí de manera lánguida. No parecía que quisiera
levantarse, por lo que probablemente acababa de pronunciar esa
oración sin pensar demasiado en ella. Por lo tanto, Xie Lian
respondió con una sonrisa: —Lo que dijiste también tiene sentido.

Se dio la vuelta y continuó mirando su pergamino, que decía:


Muchas personas creían que, como demonio que representaba la
peste, cualquier cosa con la escritura y los retratos personales del
Príncipe Heredero de XianLe tenían la capacidad de maldecir a
las personas. Si los pegaban en la espalda de alguien o tal vez
en la entrada principal de la familia de alguien, causará desgracia
a la familia o persona en cuestión.

—...

Este tipo de comentario dificultaba que alguien supiera si estaban


hablando de un dios o un demonio.

Xie Lian sacudió la cabeza y no tuvo el corazón para seguir


mirando los comentarios relacionados con él. Decidió que sería
mejor si descubriera por primera vez a todos los funcionarios
celestiales actualmente presentes en el Cielo. De esta manera,
podría evitar siempre no tener claro quién era quién, lo que era
bastante carente de modales. Recordó cómo el aldeano acababa
de mencionar al Señor del Agua y, por lo tanto, comenzó a hurgar
en el pergamino para obtener comentarios sobre el Señor del
Agua. Pasó a una oración que decía:

Señor del agua Shi Wu Du. Maneja agua y riqueza. Por lo tanto,
dentro de las tiendas y casas de muchos comerciantes, todos
tendrían una estatua del Señor del Agua para asegurar su riqueza
y fortuna.

Xie Lian se sintió un poco desconcertado.

—Dado que es un dios del agua, ¿por qué también ejercería poder
sobre la riqueza y la fortuna?

En este momento, el joven que yacía detrás de la pila de pajitas


volvió a hablar: —Cuando el vendedor ambulante de caravanas
transporta mercancías, primero debe enviarlas por la vía fluvial.
Por lo tanto, cada vez antes de emprender su viaje, iban al templo
del Señor del Agua y quemaban una alta vela de incienso.
Rezarían para tener un buen viaje y prometen hacer esto y aquello
una vez que regresen. Debido a que ha sido así durante mucho
tiempo, el Señor del Agua también comenzó a ejercer
gradualmente poder sobre la riqueza y la fortuna.

En realidad estaba aclarando específicamente su confusión. Xie


Lian se dio la vuelta y dijo: — ¿Es ese el caso? Interesante.
Presumiblemente, este Señor del Agua es un gran Oficial Celestial
terriblemente poderoso.

Ese joven se burló y dijo: —Sí, el agua tiranizando los cielos.

Este tono suyo hizo que pareciera que no le importaba mucho este
Oficial Celestial. Tampoco parecía que estuviera diciendo algo
bueno. Xie Lian preguntó: — ¿Qué es agua tiranizando los
cielos?

Ese joven dijo tranquilamente: —Cuando un bote pasa a través


de un gran río, si se mueve o se queda todo depende de su
palabra. Si uno no le hace ofrendas, su bote se volcaría, bastante
tiránico. Es por eso que recibió un apodo, que es precisamente:
Agua tiranizando los cielos. Tiene más o menos la misma idea
que Ju Yang: General tremendamente masculino y General que
barre el piso.

Para los famosos Oficiales celestiales con títulos rotundos,


generalmente todos tenían algunos apodos en el reino mortal y el
cielo. Cosas similares; hazmerreir de los tres reinos de Xie Lian,
Bicho raro famoso, Portador de mala suerte, Perro callejero, cof,
etc. Por lo general, usar un apodo para dirigirse a un funcionario
celestial era algo extremadamente carente de modales. Por
ejemplo, si alguien se atreviera a llamar a Mu Qing General de
barrido del piso frente a su cara, Mu Qing ciertamente se enojaría
mucho. Xie Lian anotó que no podía usar ese apodo antes de
decir: —Este amigo, eres muy joven, pero resulta que hay muchas
cosas que sabes.
Ese joven dijo: —No sé mucho. Solo soy ocioso. Cuando tengo
tiempo libre, echo un vistazo, eso es todo.

En el reino de los mortales, uno podría encontrar una gran


cantidad de folletos sobre mitología donde quiera que mirara,
todos hablando de las historias de estos dioses y fantasmas.
Esas historias iban desde las más importantes sobre la bondad y
la enemistad, hasta pequeños asuntos insignificantes. Algunas
historias eran falsas y algunas eran ciertas. Por lo tanto, aunque
este joven sabía bastante, no podría considerarse demasiado
extraño. Xie Lian dejó su pergamino y dijo: —Entonces, este
amigo, sabes mucho sobre dioses. Sin embargo, ¿también sabes
acerca de los fantasmas?

Ese joven preguntó: — ¿Qué fantasma?

Xie Lian dijo: —Lluvia Sangrienta que busca la Flor, Hua Cheng.

Cuando escuchó eso, el joven se rió en voz baja dos veces antes
de finalmente sentarse. Cuando se dio la vuelta, la mirada de Xie
Lian se desvaneció de repente.

Vio que este joven tenía alrededor de dieciséis o diecisiete años.


El rojo de su ropa superó a los arces y su piel era blanca como la
nieve. Ese par de ojos brillaban como estrellas, conteniendo una
sonrisa mientras lo mira con recelo. El joven era
excepcionalmente guapo; sin embargo, su expresión contenía
inefablemente un toque de locura. Su cabello negro estaba suelto
y hasta estaba ligeramente torcido. Parecía extremadamente
casual, como si hiciera lo que quisiera.

Los dos estaban pasando por el ardiente y espléndido bosque de


arce. Las hojas de arce bailaron mientras caían, una por una, e
incluso hubo una hoja que cayó sobre los hombros del joven.
Quien lo sopló ligeramente, haciendo caer la hoja y solo entonces
levantó la cabeza para mirarlo. Con una sonrisa que no parecía
una sonrisa, dijo: — ¿Qué quieres saber? No dudes en preguntar.
Capítulo 14: Ropa más roja que el arce, piel blanca como la nieve (parte dos)

Su rostro tenía una expresión de ridículo, pero tenía una


compostura inexplicable y omnisciente. Aunque tenía la voz de
un joven, era un poco más profundo en comparación con otros
niños de su edad y era extremadamente agradable de escuchar.
Xie Lian se sentó en el carro de bueyes, quieta, con seria
concentración. Reflexionó por un momento antes de decir: —
Lluvia Sangrienta llegando a una Flor, esta escena suena
bastante impresionante. Amigo, ¿podrías decirme cómo sucedió?

Como muestra de respeto, Xie Lian decidió no agregar la palabra


joven delante de amigo. El joven se sentó casualmente, con el
brazo apoyado sobre una rodilla elevada. Se arregló los puños
de las mangas antes de decir con indiferencia: —La historia de
fondo no es tan impresionante. Es solo porque Hua Cheng había
erradicado una vez el nido de otro fantasma y justo cuando lo hizo,
comenzó a llover sangre por toda la montaña. Cuando se fue, vio
una flor al costado del camino golpeada lastimosamente por la
lluvia de sangre, así que inclinó su paraguas y la cubrió un poco.

Xie Lian imaginó la escena y solo sintió que, en medio de la lluvia


de sangre y el viento, había algo de elegancia y sentimiento
profundamente entrelazados. Recordó de nuevo, la leyenda de
cómo el fantasma vestido de rojo había prendido fuego a treinta y
tres templos, antes de decir con una sonrisa: — ¿Hua Cheng con
frecuencia elige peleas donde quiera que vaya?

Ese joven respondió: —No diría con frecuencia, supongo que


depende de su estado de ánimo.

Xie Lian preguntó: — ¿Qué clase de persona era antes de morir?

El joven respondió: —Definitivamente no podría haber sido una


buena persona.
Xie Lian preguntó: — ¿Cómo es él?

En el momento en que se hizo esta pregunta, el joven levantó los


ojos para mirarlo. Ladeó la cabeza de lado a lado antes de
levantarse para caminar hacia Xie Lian, luego se sentó a su lado.
El joven respondió con una pregunta: — ¿Qué te parece? ¿Cómo
debería verse?

Al mirarlo mucho más de cerca, Xie Lian sintió que este joven era
aún más cercano. Además, era el tipo de guapo que provocaba
una leve sensación de ser atacado, como una espada afilada
desenvainada. Era una imagen tan deslumbrante que no se podía
mirar directamente; haciendo que la gente no se atreva a mirarlo
a los ojos.

Su mirada solo se había encontrado brevemente y Xie Lian ya no


podía soportarlo más. Después de inclinar ligeramente la cabeza
hacia un lado, dijo: —Siendo un Señor Demonio tan famoso, se
puede suponer que cambia mucho de forma, por lo que debe tener
muchas apariencias.

Cuando vio cómo giró la cabeza, el joven levantó una ceja y dijo:
—Así es. Pero a veces todavía usa su apariencia real. La
apariencia de la que estamos hablando es, naturalmente, su yo
original.

Xie Lian no estaba seguro de si estaba sintiendo mal, pero sentía


que la distancia entre los dos se había distanciado aún más. Por
lo tanto, una vez más volvió la cabeza hacia atrás antes de decir:
—Entonces, siento que su yo original definitivamente podría ser
un joven como tú.

Al escuchar esto, la boca del joven se curvó hacia arriba antes de


decir: — ¿Por qué?
Xie Lian dijo: —No por qué. Ya que puedes decir lo que sea,
entonces puedo pensar lo que sea. Todo puede ser lo que
queramos.

Ese joven se rió dos veces antes de decir: —Tal vez... Aunque,
él es ciego de un ojo. —Golpeó el lugar debajo de su ojo derecho
y dijo: —Este.

Esa declaración no era desconocida. Anteriormente, Xie Lian


también había escuchado algo sobre esto. En ciertas versiones
de las leyendas, Hua Cheng llevaba un parche negro en el ojo
derecho, cubriendo el ojo que había perdido. Xie Lian dijo: —
Entonces, ¿sabes qué pasa con ese ojo suyo?

El joven respondió: —Mm, esta pregunta, mucha gente quiere


resolverlo también.

Cuando otras personas querían saber qué había hecho que Hua
Cheng perdiera su ojo derecho, en realidad solo querían saber
cuál era su debilidad. Pero con Xie Lian preguntando esto, solo
quería saberlo. Xie Lian no había pronunciado sus siguientes
palabras antes de que el joven dijera: —Lo sacó él mismo.

Sorprendido, Xie Lian preguntó: — ¿Por qué?

El joven respondió: —Se volvió loco.

Después de volverse loco, incluso abriría su propio ojo. La


curiosidad de Xie Lian hacia esta Lluvia Sangrienta que busca la
Flor, el Rey Demonio vestido de rojo, continuó aumentando.
Calculó que no podría ser tan simple como haberse vuelto loco,
pero como el joven ya lo dijo así, presumiblemente no habría una
explicación más detallada. Xie Lian continuó preguntando: —
Entonces, ¿Hua Cheng tiene una debilidad?

Xie Lian no esperaba una respuesta del joven para esta pregunta,
pero pensó que de todos modos le pediría lo que valía. Si la
debilidad de Hua Cheng pudiera ser descubierta tan fácilmente
por otro, entonces el tema en cuestión no sería Hua Cheng. Sin
embargo, quién sabría, el joven respondería sin dudar: —Sus
cenizas.

Si se pudieran obtener las cenizas de un fantasma, tendrían el


poder de comandar al fantasma. Si el fantasma no cumplía con
sus órdenes, uno podría destruir sus cenizas, lo que extinguiría su
forma y haría que su alma se destrozara y se dispersara. Esto
era de conocimiento común. Sin embargo, cuando se trataba de
Hua Cheng, incluso este conocimiento común no tendría mucha
importancia. Xie Lian se rió y dijo: —Me temo que nadie podrá
obtener sus cenizas. Por lo tanto, esta debilidad es equivalente a
no tener uno.

Y sin embargo, el joven respondió: —No necesariamente. Hay un


tipo de situación en la que el fantasma tomaría la iniciativa de
regalar sus cenizas.

Xie Lian dijo: — ¿Cómo había desafiado a esos treinta y tres


Oficiales celestiales a un partido, apostando sus propias cenizas
como estaca?

Burlándose, el joven dijo: —No es posible.

Aunque no lo dijo completamente, Xie Lian aún pudo escuchar el


significado detrás de sus palabras. Probablemente había querido
decir ¿Cómo podría perder Hua Cheng? El joven continuó: —Hay
una tradición en el Reino Fantasma. En el caso de que un
fantasma haya elegido a su persona, confiarían sus cenizas en las
manos de esa persona.

En realidad, eso sería lo mismo que entregar la propia vida a las


manos de otra persona. Para tal dedicación, ¿qué tipo de historia
conmovedora que capturó la imaginación de uno sería? Absorto
en el tema, Xie Lian dijo: —Entonces resulta que el reino
Fantasma tendría una costumbre tan sentimental.
El joven dijo: —Lo tienen. Pero no muchos fantasmas se
atreverían a hacerlo.

Xie Lian pensó que ese era el caso. Si hubiera demonios en este
mundo que estafarían o atraerían los corazones de las personas,
entonces también habría humanos que engañarían a los
demonios. Existiría mucha explotación y traición en curso. Él dijo:
—Si fue entregado en enamoramiento, pero solo da como
resultado huesos rotos y cenizas dispersas, de hecho haría que
el corazón de uno se sintiera agraviado.

Sin embargo, ese joven se echó a reír antes de decir: — ¿De qué
hay que tener miedo? Si fuera yo, después de regalar mis
cenizas, no me importaría si esa persona quisiera romper huesos,
esparcir cenizas o simplemente tirarlo por diversión.

Xie Lian sonrió antes de recordar de repente que, a pesar de que


los dos habían conversado durante tanto tiempo, todavía no había
aprendido el nombre del otro chico. Él dijo: —Este, amigo, ¿cómo
debo dirigirme a ti?

El joven levantó una mano para colocarla sobre su ceja,


cubriendo sus ojos del resplandor del sol poniente de color rojo
vino. Entornó los ojos, haciendo que pareciera que no le gustaba
demasiado la luz del sol. Él dijo: —En mi familia, estoy en tercer
lugar. Todos me llaman San Lang.7

No tomó la iniciativa de decirle su nombre real, por lo que Xie Lian


no continuó preguntando. Él respondió: —Mi apellido es Xie y mi
nombre de pila es el personaje único Lian. Al ver que te diriges
en esta dirección, ¿también vas a la aldea de PuJi?

7
San Lang significa tercer niño, en realidad no le está diciendo su verdadero
nombre.
San Lang se recostó contra la pila de heno. Metió ambas manos
debajo de la cabeza como una almohada y cruzó las piernas antes
de decir: —No lo sé. Elegí el camino al azar.

Parecía haber una historia interna de lo que había dicho. Xie Lian
dijo: — ¿Qué pasó?

San Lang lanzó un suspiro antes de decir casualmente: —Hubo


una pelea en casa y me expulsaron. Caminé por un tiempo pero
no había a dónde ir. Hoy, tuve tanta hambre que casi me desmayo
al final de la calle principal y solo entonces encontré al azar un
lugar para acostarme.

Si bien la ropa de este chico parecía ser bastante informal, la


calidad era de excelente material. Además, con su refinada forma
de hablar y cómo parecía estar muy ocioso, teniendo tiempo para
leer esto y aquello, que siempre lo sabía, Xie Lian siempre había
sospechado que era el joven señor de una familia rica que había
salido a jugar. Un niño mimado que había andado solo por mucho
tiempo, debe haber encontrado muchas dificultades a lo largo del
camino. Esto era algo con lo que Xie Lian podía relacionarse
profundamente. Al escuchar que tenía hambre, Xie Lian comenzó
a hurgar en su bolso, pero solo pudo producir un solo bollo al
vapor. Cuando se dio cuenta de que este bollo aún no se había
endurecido, se regocijó internamente antes de decirle al joven: —
¿Quieres comerlo?

El joven asintió, por lo que Xie Lian le dio el pan al vapor. San
Lang lo miró y le preguntó: — ¿No tienes más?

Xie Lian dijo: —Estoy bien, no tengo tanta hambre.

San Lang empujó el bollo al vapor y le dijo: —Yo también estoy


bien.
Al ver esto, Xie Lian retiró el bollo al vapor y lo rompió,
dividiéndolo en dos mitades. Luego, una vez más le dio la mitad
al joven y le dijo: —Entonces toma la mitad y yo tomaré la mitad.

Solo entonces el joven tomó el pan al vapor y lo mordisqueó


mientras se sentaban uno al lado del otro. Al ver cómo se sentó
a su lado y le dio un mordisco a ese bollo mientras lucía
inefablemente un poco bien educado, Xie Lian no pudo evitar
sentir que lo había perjudicado en alguna parte.

El carro de bueyes se movía hacia arriba y hacia abajo a lo largo


del camino de montaña lleno de baches, siendo arrastrado
lentamente a medida que el sol comenzaba a ponerse
gradualmente en el oeste. Los dos se sentaron en el carro y
conversaron continuamente. Cuanto más hablaban, más se
sentía Xie Lian lo peculiar que era este chico. A pesar de su corta
edad, cada palabra y acción tenía un aire sobre él. Siempre
estaba tranquilo, como si entre los vastos gastos del cielo y la
tierra, no hubiera nada en este mundo que no pudiera conocer o
que pudiera confundirlo. Le hizo creer a Xie Lian que entendía
mucho y que era bastante maduro a pesar de ser tan joven. Y,
sin embargo, a veces, también revelaba el entusiasmo de un
joven. Cuando Xie Lian dijo que era el Señor del Santuario PuJi,
el joven dijo: — ¿Santuario PuJi? Parece que habría muchas
castañas de agua para comer, me gusta. ¿A quién está dedicado
el santuario?

Después de que una vez más se le hizo esta pregunta inductora


de dolor de cabeza, Xie Lian tosió ligeramente y dijo. —El
Príncipe Heredero de XianLe. Probablemente no sepas sobre él.

Una sonrisa perezosa apareció en el rostro del joven, pero antes


de que él pudiera responder, el carro de bueyes se sacudió
repentinamente en un sismo repentino.

Los dos se balancearon de dos en dos. Xie Lian estaba


preocupado de que el chico pudiera caerse y extendió la mano
para agarrarlo. Pero quién sabría que en el momento en que tocó
a San Lang, ese joven actuó como si algo ardiera y le sacudió la
mano con fuerza.

Aunque su expresión cambió ligeramente, Xie Lian aún lo


percibió. Pensó para sí mismo, ¿tal vez este chico realmente lo
odiaba? Sin embargo, durante este viaje, estaba claro que se
divirtieron conversando. Sin embargo, en este momento, no había
tiempo para pensar más sobre el tema. Poniéndose de pie,
preguntó: — ¿Qué está pasando?

El anciano que conducía el carro de bueyes dijo: — ¡Yo tampoco


sé lo que está pasando! Viejo Huang8, ¿por qué has dejado de
moverte? ¡Vamos, muévete!

En este momento, el sol ya se había puesto con el crepúsculo


acercándose. Sin embargo, el carro de bueyes todavía estaba
dentro del bosque de la montaña; donde se veía sombrío y oscuro
a su alrededor. El viejo buey se puso tercamente en su lugar,
negándose a moverse y siendo temperamental. Todas las
urgencias que hizo el viejo se volvieron inútiles con el buey,
porque actuaba como si quisiera enterrar su propia cabeza en el
suelo. Su cola se agitó vigorosamente como un látigo mientras
continuaba muuuuuuuuuuuuuuu Xie Lian se dio cuenta de que
algo estaba mal y estaba a punto de saltar del carro, cuando de
repente, ese viejo señaló algo más adelante y comenzó a gritar.

Xie Lian se volvió, solo para ver al frente del camino de la


montaña, muchos grupos de llamas verdes en el este y el oeste
que ardían débilmente. Un grupo de personas vestidas de blanco
sostenían sus cabezas mientras caminaban lentamente hacia
ellos.

Al ver esto, Xie Lian pronunció de inmediato: — ¡Protege!

8
Nombre del buey.
Ruoye se separó de su muñeca antes de rodear el carro de
bueyes una vez, creando un anillo flotando en el aire que los
protegió a los tres y al animal. Xie Lian volvió la cabeza y dijo:
— ¿Qué día es hoy?

El viejo aún no había respondido cuando el joven detrás de él


dijo: —El Festival Fantasma.

A mediados del séptimo mes, se abre la Puerta Fantasma. No


había mirado la fecha cuando se fue, ¡pero hoy resultó ser el
Festival Fantasma!

Xie Lian bajó la voz y dijo: —No camines al azar. Nos hemos
topado con el mal hoy. Si caminamos por el camino equivocado
en la bifurcación,9 no podremos regresar.

9
Significa un lugar donde se produce la división de dos caminos.
Capítulo 15: Ropa más roja que el arce, piel blanca como la nieve (parte tres)

La multitud de personas vestidas de blanco no tenía cabeza


sobre sus cuellos, vistiendo solo prendas de prisión, ya que cada
uno llevaba una sola calavera. Parecían ser un grupo de
convictos decapitados, que avanzaban lentamente hacia el carro
de bueyes mientras las cabezas dentro de los recovecos de sus
brazos charlaban sin cesar.

Xie Lian bajó la voz y dijo a los otros dos: —En un momento,
cuando se acerquen, no hagas ningún ruido.

San Lang inclinó la cabeza hacia un lado y preguntó: —Parece


que Gege,10 es una persona de extraordinario talento y un Señor
de las cosas extrañas.

Con él sonando tan intrigado, Xie Lian respondió: —No diría una
persona de extraordinario talento y señor de cosas extrañas. Solo
se un poco. No pueden vernos en este momento, pero en un
momento en que se acerquen, será más difícil decirlo.

Al ver que la seda blanca se disparaba por el aire por sí sola, el


viejo conductor del carro quedó estupefacto. Además de cómo
estaba viendo personas sin cabeza además de eso, estaba a
punto de caer de miedo. Sacudió la cabeza con gran alarma: —
¡No, no, no, no puedo! ¡No podré guardar silencio! Dao Zhang,
¿qué hago?

. .. — Xie Lian respondió: —Bueno, hay otra manera. Perdóname.

Habiendo dicho eso, golpeó rápidamente al hombre en la espalda.


El viejo se desplomó de inmediato sobre el carro, noqueado. Xie

10
哥哥 (gēge): significa hermano mayor, en chino, este término no es solo para
personas realmente relacionadas entre sí, y un niño o niña más joven puede
usarlo como cariño o apodo para dirigirse a un niño mayor.
Lian lo atrapó suavemente y lo acomodó en una posición para
dormir, luego se sentó en el asiento del conductor.

De repente, sintió movimiento detrás de él. Girando la cabeza


para mirar, Xie Lian vio que el joven había seguido su ejemplo y
también se había sentado detrás de él, por lo que preguntó: —
¿Estás bien?

San Lang levantó la barbilla con una mano.

—Por supuesto no. Estoy asustado.

A pesar de que ni siquiera había una pizca de miedo en su voz,


Xie Lian todavía lo consoló: —No hay necesidad de tener miedo.
Si te quedas detrás de mí, no habrá nada que pueda lastimarte.

El joven sonrió y guardó silencio. Xie Lian de repente notó que


lo estaba mirando fijamente. Más específicamente, estaba
mirando el collar maldito en su cuello.

Este collar maldito apareció como un collar negro alrededor de su


cuello. Era casi imposible esconderse e induciría fácilmente a
otros a hacer malas suposiciones al respecto. Xie Lian tiró
suavemente de su cuello a pesar de que no ocultaría nada.

Con el cielo oscuro, ya no podía ver la expresión del joven. Xie


Lian tomó las riendas y trató de empujar silenciosamente al buey
hacia adelante. La multitud de fantasmas vestidos con ropa de
prisionero se acercó, queriendo pasar, antes de darse cuenta de
que había algo en el medio del camino que les bloqueaba el paso.

— ¡Eso es extraño! ¿Por qué no podemos pasar?

— ¡¿De verdad?! ¿Está bloqueado? ¡Qué demonios! ¡¿Es este


el trabajo de un fantasma?!
—Mierda, ¿no somos nosotros los fantasmas? Entonces, ¿cómo
funciona eso?

Xie Lian finalmente consiguió que el buey se moviera y acababa


de empujar a estos convictos fantasmas sin cabeza. Lo encontró
todo bastante divertido mientras los escuchaba discutir mientras
sostenían sus cabezas. La multitud de fantasmas todavía tenía
mucho de qué quejarse.

—Oye, ¿no te equivocas? ¿Por qué parece que el que sostiene


tu cabeza es mi cuerpo?

— ¡Debe ser tu cuerpo el que agarró la cabeza equivocada!

—Chicos, apúrense y regresen...

— ¿Por qué el corte de la herida en tu cabeza es tan irregular?

Suspirando, el fantasma dijo: —Hah ~ Mi verdugo era un novato.


Les tomó cinco o seis intentos cortarme la cabeza. Incluso
comenzaba a sospechar que lo hacían a propósito.

—Tu familia no les ofreció dinero, ¿verdad? ¡La próxima vez,


recuerda sobornarlos de antemano para un corte rápido y limpio!

— ¡La próxima vez mi trasero!

El decimoquinto día del séptimo mes, el Festival Fantasma, era la


fiesta más grande y celebrada del reino fantasma. En este día,
las puertas del reino de los fantasmas se abrirían, permitiendo que
los fantasmas que generalmente acechaban en las sombras
salieran libremente y celebraran sin restricciones. Los vivos
deberían retirarse, especialmente en esta noche y el mejor curso
de acción sería cerrar firmemente la puerta y quedarse en casa.
Si uno saliera, las posibilidades de encontrar algo desagradable
serían mucho mayores de lo habitual.
Xie Lian, una persona perseguida por la desgracia, era alguien
que incluso se toparía con fantasmas mientras usaba su túnica
taoísta; De hecho, esto acababa de suceder. Sus alrededores
estaban llenos de fuego fantasma verde flotante, junto con una
gran cantidad de espíritus fallecidos que perseguían las
flameantes llamas. Algunos vestidos con sus ropas funerarias
murmuraban sin expresión para sí mismos, todos arrodillados
frente a un círculo mientras extendían la mano para recibir el papel
moneda,11 lingotes de plata y oro que sus descendientes habían
quemado para ellos.

Esta escena podría describirse como una juerga desenfrenada


de los muertos. Xie Lian se entrelazó por el medio, pensando que
a partir de hoy, debe recordar revisar el calendario antes de viajar,
cuando un chillido similar al de un pollo moribundo gritó.

— ¡Esto es malo! ¡Esto es malo! ¡Los fantasmas están siendo


asesinados!

La advertencia envió a la multitud de fantasmas a un frenesí.

— ¿Dónde? ¿Dónde? ¿Dónde está el asesinato?

El fantasma que había gritado por primera vez dijo: — ¡Me asustó
de muerte! Estaba allí cuando descubrí muchos fuegos de
fantasmas dispersos; ¡todos fueron brutalmente destrozados! ¡Es
tan cruel!

— ¿Todo destrozado? ¡Esto es desmembramiento!


¡Absolutamente atroz!

— ¿Quién lo hizo? ¡No puede ser que... haya Señores de


encantamiento o monjes escondidos entre nosotros!

Los convictos sin cabeza de antes también gritaron: — ¡Ah!


Ahora que lo mencionas, anteriormente en el camino, también
11
Es una tradición quemar papel de moneda para los muertos en China.
había algo bloqueándonos para que no pudiéramos pasar. No
podría haber sido....

— ¿Dónde, dónde?

— ¡Justo allí!

Xie Lian gritó internamente, esto no es bueno. En un instante, un


enjambre de fantasmas y demonios rodeó el carro de bueyes,
cada uno de los cuales reveló sus rostros feroces, llenos de
intenciones maliciosas.

—Huelo los aromas calientes de la energía yang...

¡Ya no podían esconderse!

Durante el festival de los fantasmas, se consideraría irrazonable


en el frente de los mortales que un mortal vivo se topara con los
muertos.12 Xie Lian no tenía intención de comenzar una pelea con
todos estos fantasmas, por lo que solo podía apresurar el carro.

— ¡Vamos!

El buey ya estaba increíblemente asustado. Se movió


incómodamente en su lugar mientras pateaba el suelo con su
casco, por lo que al escuchar su orden, salió disparado con
impaciencia. Xie Lian no olvidó agarrar al joven detrás de él.

— ¡Espere!

Recuperando a Ruoye mientras abría convenientemente un


camino de escape, salieron del cerco, iluminados por el anillo de
fuego fantasma. El fantasma que perdió un brazo y una pierna se

12
El punto aquí es que es muy poco probable que un Dao Zhang con túnicas
taoístas se encuentre con fantasmas, pero con la suerte de Xie Lian, todavía
sucedió.
enfureció y gritó: — ¡¡Realmente había un Dao Shi!!! ¡¡¡Este
maldito Dao Shi debe estar demasiado impaciente por morir!!!

—Dado que los vivos se atreven a molestar nuestro Festival


Fantasma, ¡entonces no pueden culparnos si sucede algo!

— ¡Después de ellos!

Xie Lian agarró las riendas con una mano y usó la otra para sacar
un puñado de talismanes. Arrojándolos hacia el suelo, gritó:
— ¡Hinder!

Lo que les ayudó a escapar fue el Talismán Hinder. Sonó una


serie de ruidos consecutivos en auge, donde cada uno enviaría
un obstáculo hacia los fantasmas, obstaculizando sus
movimientos, pero solo por un corto tiempo. Sin embargo, aunque
fue solo por un corto período de tiempo, con el uso de tantos
talismanes, tomaría aproximadamente la mitad de una varita de
incienso equivalente a tiempo antes de que los fantasmas
pudieran alcanzarlos. Como si le ardiera el fuego en el trasero,
Xie Lian condujo el carro y escapó por un tramo de la carretera de
montaña, antes de decir de repente: — ¡Detente... -!

Como resultado, el viejo buey había tirado del carro a una


bifurcación en el camino y al ver que había dos rutas de montaña
oscuras por delante, Xie Lian inmediatamente tiró de las riendas.

¡Aquí era donde tenían que ser extremadamente cautelosos!

El día del festival de los fantasmas, a veces los mortales se


encontraban caminando por un camino solo para encontrarse
repentinamente con otro camino que no había existido antes.
Este tipo de camino no debía ser recorrido por mortales. Una vez
que uno toma el camino equivocado y entra en el reino del
fantasma, ¡resultará bastante difícil e improbable si desean
regresar!
Xie Lian era una recién llegado y no estaba seguro de qué camino
de montaña tomar. Luego recordó lo que había comprado en la
ciudad. Además de la gran bolsa de desechos recogidos, entre
los diversos artículos que había comprado, había un contenedor
cilíndrico de palos de adivinación. Decidió dibujar palos para
elegir un camino, así que sacó el contenedor, lo sostuvo en su
mano y lo sacudió mientras rezaba: — ¡Los funcionarios
celestiales me otorgan sus bendiciones! ¡Guíame por el camino
correcto! ¡El primer palo para la izquierda, el segundo para la
derecha! ¡El camino que tenga mejor fortuna es el que tomaré!
Después de decir esto, dos palos golpearon su mano, pero,
mirando los resultados, Xie Lian no tuvo palabras.

Fichas desafortunadas; ¡gran desgracia!

Ambos palos fueron desafortunados, ambos caminos tuvieron


mala suerte. ¿No significaba eso que el camino que tomaron
conduciría a la muerte?

Sintiéndose impotente, Xie Lian agarró el recipiente con las dos


manos y lo sacudió vigorosamente.

—Contenedor oh contenedor, nos acabamos de conocer hoy, ¡así


que no seas tan despiadado! Voy a intentarlo de nuevo, así que
¿no me salvarás un poco la cara? Cuando terminó de decir esto,
el sonido de dos palos más se cayó. De nuevo, ¡ambos fueron
mala suerte!

En este momento, el San Lang que estaba a su lado, de repente


dijo: — ¿Me deja intentarlo?

No era como si pudiera tener algo peor que él, así que Xie Lian
se lo pasó. San Lang lo tomó con una mano y casualmente lo
sacudió. Dejó caer dos palos. Los recogió y se los entregó sin
siquiera mirar los resultados. Xie Lian los tomó y vio que ambos
eran palos de buena fortuna, no pudo evitar sorprenderse. Debido
a su inmensa mala suerte, también tendía a afectar
negativamente la suerte de las personas que lo rodeaban. No
estaba seguro de si esto era realmente cierto, pero a menudo, las
quejas que recibía siempre lo dirían. Sin embargo, este joven no
se vio afectado en absoluto, ¡e incluso recibió dos rondas de
buena fortuna!

Como ambas fichas fueron afortunadas, seleccionó


descuidadamente una. Mientras el carro golpeaba y se
balanceaba, Xie Lian exclamó con admiración: —Mi amigo, tu
suerte no es tan lamentable.

San Lang arrojó el contenedor de adivinación y dijo con una


sonrisa: — ¿En serio? También creo que mi suerte no está mal.
Siempre ha sido así.

Al escucharlo decir, siempre ha sido así, Xie Lian pensó que la


diferencia entre dos personas no podría ser más diferente que el
cielo y la tierra.

De la nada, volvieron a escuchar los lamentos de los fantasmas:


— ¡Los hemos encontrado! ¡Ellos están aquí!

— ¡Todos por aquí! ¡Ese maldito Dao Shi está aquí!

Cuando las cabezas de los fantasmas aparecieron una por una,


Xie Lian comentó: —Ah, parece que todavía elegimos el camino
equivocado.

Los efectos del Talismán Hinder expiraron hace mucho tiempo,


¡así que una vez más fueron rodeados!

La multitud de fantasmas y demonios tenía que tener al menos


un centenar de miembros. Los encerraron y esta barrera tenía
varias capas de espesor y su número aumentaba continuamente.
No estaba seguro de por qué habría tantas criaturas inhumanas
reunidas aquí, pero no había tiempo para pensar en eso ahora.
Xie Lian dijo suavemente: —A los que he ofendido por mis
acciones, les pido humildemente su generosidad y perdón.

Un fantasma sin cabeza escupió: — ¡Ja! Dao Shi, ¡deberías


haber sido generoso primero! Allá por allá, ¿no fueron ustedes
los que dispersaron los fuegos fantasmas?

Xie Lian inocentemente dijo: —A decir verdad, no fuimos nosotros.


No soy más que un simple recolector de chatarra.

— ¡Deja de mentir ya! ¿Cómo puedes ser un recolector de


chatarra? ¡Claramente eres un Dao Shi! Y además de ti, ¿hay
otro Dao Shi alrededor que haría algo así?

—Los Dao Shi no son los únicos que pueden dispersar incendios
de fantasmas —dijo Xie Lian en respuesta.

—Entonces, ¿qué más podría haber sido? ¿Un fantasma?

Xie Lian silenciosamente deslizó su mano en su manga.

—No es imposible.

— ¡Jajajajajajaja, maldito Dao Shi! Tú tú tú…

El fantasma que había emitido risas lo suficientemente fuerte


como para sacudir los cielos tartamudeó de repente, incapaz de
continuar. Xie Lian le preguntó: — ¿Qué hay conmigo...?

Justo cuando preguntó, los fantasmas parecían haber perdido


toda capacidad de hablar, e incluso se detuvo el tartamudeo.
Miraron boquiabiertos a Xie Lian, ya sea con la boca abierta o los
labios herméticamente cerrados, como si hubieran visto algo
profundamente aterrador. Muchos de los fantasmas prisioneros
sin cabeza habían tenido miedo hasta el punto de dejar caer la
cabeza.
Xie Lian preguntó de manera inquisitiva: — ¿Ustedes...?

Inesperadamente, antes de que terminara de preguntar, la


multitud de fantasmas se dispersó como pájaros nerviosos que
huían en todas direcciones, como si un torbellino se hubiera
precipitado a través de nubes dispersas.

—De ninguna manera —Dijo Xie Lian, atónito.

Ni siquiera había sacado el puñado de talismanes que sostenía,


escondido en su manga. ¿Podrían haber descubierto los
talismanes? ¿Eran tan astutos? Además, los talismanes ni
siquiera eran tan poderosos. Xie Lian estaba completamente
perplejo. ¿Por qué estaban asustados? ¿Era realmente él?

¿O era algo detrás de él?

Con eso en mente, se dio la vuelta para ver qué había detrás de
él.

Solo estaba el dueño del carro desmayado detrás de él, así como
ese joven de rojo, todavía sentado tranquilamente con la barbilla
apoyada en la mano.

Al verlo mirar hacia atrás, San Lang volvió a sonreír levemente.


Bajó la mano y dijo: —Dao Zhang es tan valiente y formidable que
todos los fantasmas se asustaron.

. .. —Xie Lian también le devolvió la sonrisa. — ¿Es eso así?


Nunca me di cuenta de que podía ser tan formidable.

Después de eso, tiró de las riendas un par de veces y las ruedas


del carro comenzaron a rodar una vez más. El resto del viaje
transcurrió sin problemas. En menos de una hora, el carro de
bueyes salió lentamente del bosque, hacia un camino ancho y
parejo en las colinas. La villa Pu Ji descansaba en la base de la
ladera, cálida y radiante.
De hecho, era un camino de buena fortuna equipado con
sorpresas, pero sin peligro.

El viento de la noche sopló cuando Xie Lian volvió a mirar. San


Lang parecía estar particularmente de buen humor. Se acostó y
ajustó sus brazos para amortiguar su cabeza entre sus manos
mientras observaba el giro de la luna. Bajo la suave luz de la luna,
la apariencia de ese joven parecía casi surrealista.

Después de un momento de vacilación, Xie Lian estalló en una


sonrisa y gritó: —Mi amigo.

— ¿Qué? Preguntó San Lang.

— ¿Te han dicho tu fortuna antes?

San Lang volvió la cabeza.

—No, no lo han hecho.

—Entonces —preguntó Xie Lian—, ¿quieres que te cuente la


tuya?

Mientras lo miraba, San Lang sonrió y dijo: — ¿Quieres ver mi


fortuna?

—Sí... un poco —admitió.

San Lan asintió levemente.

—Está bien.

Se sentó, inclinando ligeramente su cuerpo hacia Xie Lian.

— ¿Cómo vas a hacerlo?


Xie Lian respondió: —Lectura de palma. ¿Está eso bien?

Al escuchar su respuesta, los labios de San Lang se curvaron


hacia arriba en una sonrisa, el significado detrás de esto era
imperceptible.

—Claro —estuvo de acuerdo, extendiendo su mano izquierda.

Los dedos en su mano izquierda eran largos y delgados con


nudillos definidos, bastante hermosos a la vista. No era hermoso
en un sentido frágil, sino atractivo en cuanto a fuerza oculta.
Nadie desearía tener este par de manos ahogándolos hasta la
muerte. Xie Lian recordó la forma en que San Lang había
reaccionado a su toque de antes, e hizo una nota mental para no
hacer ningún contacto directo con su persona. Por lo tanto, no
tocó directamente su mano sino que solo miró hacia abajo en
observación.

La luz blanca de la luna no era tenue ni brillante. Xie Lian


examinó la mano durante un rato, mientras el carro de bueyes
avanzaba lentamente por el camino de la montaña con las ruedas
y los ejes de madera crujiendo. San Lang preguntó: — ¿Cómo
es?

Después de una breve pausa, Xie Lian respondió lentamente: —


Tienes una muy buena vida.

San Lang dijo: — ¿Oh? ¿De qué manera es bueno?

Xie Lian levantó la cabeza y dijo suavemente: —Eres tenaz,


extremadamente dedicado y, a pesar de muchos encuentros
amargos con frustraciones y esperanzas frustradas, te has
mantenido fiel a tu corazón. La mayoría de las veces, sus
desgracias se convertirán en bendiciones, calamidades en
prosperidad. Seguirás teniendo buena fortuna, amigo mío, tu
futuro es radiante y florecerá espectacularmente.
Todas las cosas que dijo fueron inventadas en el acto, por lo que
no tenían sentido. Xie Lian no sabía leer palmas. Anteriormente,
cuando había caído, hubo un período de tiempo en el que con
frecuencia se arrepintió de no haber aprendido quiromancia y
fisonomía de los ministros en el palacio. Si lo hubiera hecho,
entonces no habría tenido que competir con los otros artistas
callejeros como aquellos que rompieron rocas contra sus cofres
desnudos durante los momentos en que luchaba por sobrevivir en
el reino de los mortales.

La única razón por la que había pedido ver la palma de San Lang
no era para decirle a su destino, sino para confirmar si tenía líneas
de palma y huellas digitales.

Los fantasmas comunes podrían crear un cuerpo de carne para


hacerse pasar por un ser humano, pero los detalles más finos del
cuerpo humano, como las líneas de la palma, las huellas digitales
y las puntas del cabello, no se pudieron replicar con ese grado de
detalle. Y, sin embargo, el cuerpo del joven no solo no tenía
signos de encanto, sino que no había más pistas que pudieran
detectarse. Además, sus líneas de palma también eran muy
distintas.

Si él fuera un fantasma o un ghoul disfrazado, entonces tendría


que tener al menos el rago Ira para haber sido capaz de crear un
disfraz tan perfecto. Pero si fueran un Rey Demonio de ese
calibre, ¿por qué elegirían montar un carro de bueyes con él en
un pequeño pueblo de montaña para matar el tiempo? Al igual
que los funcionarios celestiales en el cielo estaban ocupados con
tantos asuntos importantes y se veían obligados a trabajar día tras
día sin descansar hasta el punto de que podría decirse que sus
pies nunca tocaron el suelo con la cantidad que corrían; ¡Los
Reyes Demonios estarían igual de ocupados!

Xie Lian fingió estar muy seguro y seguro con sus mentiras,
forzándose a sí mismo a continuar con más, hasta que finalmente
ya no pudo mentir más. Durante todo el tiempo, San Lang lo
observó constantemente, escuchando toda su basura mientras se
reía en silencio. Su risa era suficiente para hacer que uno se
maravillara.

— ¿Algo más? ¿Hm? —Preguntó San Lang.

Xie Lian temía la idea de tener que continuar su tontería.

— ¿Hay algo más que quieras que lea?

San Lang respondió: —Ya que es adivinación, ¿no deberías


contarme sobre mi alma gemela predestinada?

Xie Lian tosió ligeramente y dijo solemnemente: —Mi


conocimiento es limitado, no sé leer sobre almas gemelas
predestinadas. Pero en mi opinión, no tienes que preocuparte.

San Lang levantó una ceja.

— ¿Por qué crees que no tengo que preocuparme por esto?

Xie Lian sonrió.

—Seguramente debe haber muchas chicas a las que les gustas.

San Lan respondió: —Entonces, ¿por qué crees que debe haber
muchas chicas a las que les gustaría?

Xie Lian estaba a punto de seguir el ritmo de la conversación y


responder, cuando de repente se dio cuenta. Este chico planeaba
que Xie Lian lo felicitara voluntariamente. Xie Lian se sintió
bastante indefenso, pero lo encontró bastante divertido. Inseguro
de qué decir, se pellizcó la frente, antes de pronunciar en un tono
derrotado.

—San Lang-ah.
Era la primera vez que Xie Lian lo llamaba San Lang. Cuando el
joven lo escuchó, se rió en voz alta y finalmente dejó de
molestarlo. En este momento, el buey, jadeando, entró en el
pueblo. Dándose la vuelta, Xie Lian se sostuvo y rápidamente se
bajó del carrito. San Lang también saltó también. Cuando Xie
Lian levantó la cabeza, se dio cuenta de que antes, San Lang
había estado recostado perezosamente en el carro durante todo
el viaje. Pero ahora, de pie junto a él, notó que el joven era en
realidad mucho más alto que él y su línea de visión ni siquiera
estaba cerca de ser pareja. San Lang se paró frente al carro y se
estiró.

Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿hacia dónde te dirigirás?

San Lang suspiró.

—No lo sé. Probablemente dormiré en las calles, o encontraré


alguna cueva de montaña y me las arreglaré
.

Xie Lian respondió.

—Eso no servirá.

San Lang estiró los brazos.

—No hay nada más que pueda hacer y no tengo a dónde ir. —
Miró y se rió de nuevo. —Gracias por contar mi fortuna. Recibo
humildemente las bendiciones que me has dicho y espero que se
haga realidad. Que nos veamos de nuevo.

Al escucharlo mencionar su adivinación, la cara de Xie Lian se


enrojeció de vergüenza. Cuando San Lang se dio vuelta para irse,
Xie Lian dijo apresuradamente: —Espera, si no te importa, ¿te
gustaría quedarte en mi santuario?
Los pasos de San Lang se detuvieron cuando dio media vuelta
sobre su cuerpo.

— ¿Puedo?

Xie Lian dijo: —Para empezar, esa casa no era originalmente


mía. También he oído que anteriormente, los transeúntes lo
usarían como refugio para la noche. Es solo que, el estado podría
ser peor de lo que podrías imaginar, por lo que es posible que no
puedas soportarlo.

Si este joven era realmente un joven señor rico que se había


escapado de su casa, no podía dejarlo sin supervisión. Xie Lian
se sintió bastante escéptico sobre cómo solo comió medio bollo
durante todo el día. Si los jóvenes aprovecharan su buena salud
de esta manera, tarde o temprano terminarían desmayándose en
las calles. Al escucharlo hablar, San Lang se dio la vuelta sin
responder y se acercó a él antes de inclinarse hacia adelante. Xie
Lian aún no había descubierto lo que quería y solo sintió que la
distancia entre los dos se había reducido. Estaba un poco
abrumado, incapaz de hacer nada para evitarlo.

Entonces, ese joven dio unos pasos hacia atrás, revelando que
solo había tomado la gran bolsa de desechos que Xie Lian había
estado cargando en su espalda.

—Bueno, entonces, vámonos —dijo.


Capítulo 16: Ropa más roja que el arce, piel blanca como la nieve (parte cuatro)

Xie Lian se sorprendió al descubrir que el joven, aunque delgado


y delgado, lo ayudó a llevar su enorme bolsa de desechos con
calma y tranquilidad. No pudo evitar sentir una punzada de culpa.
San Lang se adelantó, ya unos pasos por delante de él. Xie Lian
hizo lo siguiente, pero de repente recordó que el viejo conductor
del carro todavía estaba inconsciente en el carro. Se dobló hacia
atrás y lo devolvió a la conciencia y repetidamente le advirtió que
no hablara de nada de lo que le había sucedido esta noche a
nadie. Habiendo presenciado sus habilidades, ¿cómo podría el
viejo atreverse a estar en desacuerdo con él? Asintiendo
vigorosamente con la cabeza, dijo que no lo soñaría. El viejo tiró
de las riendas del viejo Huang y corrió a su casa.

Lo que quedaba en el carro ahora era una estera de bambú


enrollada, que Xie Lian llevaba en su espalda. Cuando volvió a
mirar hacia atrás, San Lang ya estaba subiendo lentamente la
colina, con una sola mano sosteniendo la bolsa de restos que
colgaba de su hombro.

A su llegada, se pararon frente al Santuario PuJi, que se alzaba


torcidamente. San Lang bajó la cabeza en un ataque de risa,
como si hubiera visto algo divertido. Cuando Xie Lian se acercó,
descubrió que estaba mirando el letrero de casa decrépita, por
favor done. Tosió ligeramente y dijo: — ¿Ves? Esto es todo y por
qué dije que tal vez no estés acostumbrado a esto.

San Lang respondió: —Esto está bastante bien.

Anteriormente, siempre había sido Xie Lian diciéndole a otras


personas está bien, está bien. Hoy fue la primera vez que
escuchó esas palabras respondiéndole, dejándolo con un
sentimiento indescriptible. La puerta original del Santuario PuJi
se había podrido por mucho tiempo, así que Xie Lian la bajó y la
reemplazó con una cortina. Levantando una esquina, dio un paso
adelante y dijo: —Adelante.

San Lang lo siguió de cerca y entró.

Los muebles de esta pequeña casa de madera se podían ver con


una sola mirada. Solo había una mesa de ofrendas larga y
rectangular, dos pequeños taburetes de madera, una pequeña
alfombra de oración y una caja de donación. Tomando las cosas
que San Lang había estado sosteniendo, Xie Lian comenzó a
descargar las cosas que compró: el contenedor de adivinación, un
quemador de incienso, un pincel de caligrafía, papel y otros
artículos diversos, antes de colocarlos en sus lugares apropiados
en la mesa de ofrendas. Encendiendo una vela roja que alguien
le había arrojado sin querer mientras recogía restos, la habitación
se iluminó de inmediato. San Lang recogió casualmente el
contenedor de la adivinación y lo sacudió antes de dejarlo.

Él preguntó: —Entonces, ¿hay una cama?

Xie Lian se dio la vuelta. Dejó sin palabras la estera de bambú


que llevaba en la espalda y se la enseñó.

San Lang levantó una ceja.

— ¿Hay solo uno?

Xie Lian solo se había encontrado con el joven cuando regresaba


de la ciudad, así que, naturalmente, no había pensado en comprar
otra estera.

—Si no te importa acostarte conmigo esta noche, ¿podemos


compartir? —Sugirió.

San Lang dijo: —Eso funciona.


Xie Lian tomó la escoba y barrió el piso nuevamente mientras San
Lang deambulaba por el santuario.

—Dao Zhang Gege, ¿no te estás olvidando de algo en este templo


tuyo?

Xie Lian había terminado de barrer y estaba agachado en el suelo


para poder colocar la estera de bambú. Al escuchar esto,
preguntó mientras extendía la alfombra: —Creo que además de
los seguidores, no debería haber nada más que falte.

San Lang también se agachó, con una mano apoyando su


barbilla mientras preguntaba: — ¿Qué pasa con las imágenes del
dios?

Fue solo por su recordatorio que Xie Lian recordó abruptamente


que realmente había olvidado el elemento más importante: ¡la
imagen del dios!

Un santuario sin la imagen del dios no sería un santuario en


absoluto. Aunque él mismo era el dios aquí, no se podía esperar
que se sentara en la mesa de ofrendas todos los días.

Después de pensarlo, Xie Lian encontró la solución: —Antes,


había comprado un pincel de caligrafía y papel. Dibujaré un
retrato para colgar mañana.

Dibujar un retrato de sí mismo, solo, para colgarlo en su propio


templo, si se corriera la voz de esto al Cielo, calculó que
probablemente se burlarían de él durante otra década más o
menos. Pero tener una estatua precisa tallada, desperdiciaría
preciosos recursos y tiempo. Entonces, entre eso y ser
ridiculizado, Xie Lian preferiría burlarse de él durante diez años.

Inesperadamente, San Lang habló.

— ¿Dibujo? Sé cómo, ¿quieres ayuda?


Sorprendido, Xie Lian se rió y dijo: —Entonces primero debo
agradecerte. Pero, me temo que es posible que no sepas cómo
dibujar al Príncipe Heredero de XianLe. Después de todo, casi
todas sus estatuas y retratos habían sido quemados hace
ochocientos años. Independientemente de los pocos que aún
quedan, no muchas personas los habrían visto.

Sin embargo, San Lang respondió: —Por supuesto que lo sé.


Cuando estábamos sentados en el carro antes, ¿no mencionamos
a Su Alteza el Príncipe Heredero?

Xie Lian recordó tal evento. De hecho, mientras estaba en el


camino aquí, había dicho probablemente no hayas oído hablar de
él pero San Lang no respondió. Ahora, al escucharlo decir esto,
fue un poco sorprendente. Xie Lian terminó de extender el tapete.
Enderezándose, dijo: — ¿Podría ser que San Lang, realmente lo
conoce?

San Lang se sentó encima de la colchoneta.

—Lo hago.

La apariencia y el tono de este joven al hablar fueron muy


interesantes. A menudo sonreía, pero era difícil saber si esas
sonrisas eran genuinas y sinceras o en burla de la discapacidad
intelectual de la otra parte. A lo largo de su viaje en el camino,
Xie Lian lo había escuchado hablar sobre todo bajo el sol, por lo
que estaba bastante interesado en conocer la valoración del otro.
Se sentó junto al joven y preguntó: —Hacia este Príncipe
Heredero de XianLe, San Lang, ¿qué piensas de él?

Los dos se sentaron cara a cara bajo la llama parpadeante de las


velas rojas. Con la espalda de San Lang hacia la luz, sus ojos
negros se proyectaban en las sombras, lo que hacía que su
expresión facial fuera imperceptible. Después de un rato,
respondió: —Creo que a Jun Wu realmente no le gustó.
Xie Lian no pensó que sería este tipo de respuesta. Un poco
desconcertado, preguntó: — ¿Por qué piensas eso?

San Lang respondió: — ¿Por qué otra razón sería arrojado dos
veces desde los cielos?

Al escuchar esto, Xie Lian sonrió levemente, pensando: —De


hecho, el razonamiento de la juventud.

Bajó la cabeza, desabrochó lentamente el fajín mientras decía:


—Esto, gustar u odiar no tiene nada que ver el uno con el otro.
En este mundo, hay muchos asuntos a los que no se puede
explicar simplemente con un me gusta o no me gusta.

San Lang dijo: —Oh.

Xie Lian se dio la vuelta y se quitó las botas blancas antes de


hablar de nuevo: —Además, si alguien hizo algo mal, entonces
uno debe ser castigado por ello; el Emperador celestial solo
estaba cumpliendo con su deber las dos veces.

Con un respeto no comprometido, San Lang dijo: —Quizás.

Por su parte, Xie Lian se quitó la ropa exterior y apiló


cuidadosamente la ropa doblada, preparándose para colocarla en
la mesa de ofrendas. Xie Lian había querido hablar más sobre el
tema, cuando giró la cabeza y descubrió cómo la mirada de San
Lang estaba clavada en su pie.

Esa mirada parecía extraña. Podría describirse como helado,


pero también podría describirse como penetrante y penetrante.
Se podría decir que arde, pero también emitió una intención fría.
Xie Lian inclinó la cabeza hacia abajo para mirar e
inmediatamente entendió. El joven miraba las esposas negras y
malditas que le rodeaban el tobillo derecho.
El primer grillete maldito estaba firmemente envuelto alrededor
de su cuello, mientras que el segundo grillete ataba fuertemente
su tobillo. Las dos esposas se colocaron en áreas inconvenientes,
sin forma de ocultarlas. En el pasado, si otros preguntaban por
ellos, Xie Lian inventaba una respuesta al azar y decía que eran
necesarios para practicar su arte. Pero si fue San Lang quien
preguntó, es posible que el niño no se deje engañar tan
fácilmente.

Sin embargo, San Lang solo se miró el tobillo por un momento e


hizo más comentarios. Xie Lian tampoco quiso enredarse en el
tema y procedió a acostarse. El joven también se acostó
obedientemente a su lado con la ropa puesta. Adivinando que
probablemente no estaba acostumbrado a dormir desnudo en el
suelo, Xie Lian pensó para sí mismo que realmente debería
conseguir una cama.

—Descansemos —dijo.

Con un ligero golpe, la llama de la vela roja se apagó.

A la mañana siguiente, cuando Xie Lian abrió los ojos, notó que
San Lang no estaba acostado a su lado. Levantando la cabeza
para mirar alrededor, su corazón se sacudió de repente.

Inesperadamente, encima de la mesa de ofrendas había un


retrato.

El retrato era de un hombre vestido con ropa espléndida y una


máscara dorada, empuñando una espada en una mano y
sosteniendo una flor en la otra. El vigor en cada pincelada fue
excelente y los colores utilizados fueron exquisitos. De hecho,
este era un retrato de El Príncipe Heredero Xian Le que complació
a los Dioses.
Habían pasado muchos años desde que Xie Lian había visto esta
pintura por última vez, así que la miró sin comprender por un
momento antes de finalmente levantarse. Después de vestirse,
abrió la cortina. San Lang estaba afuera del santuario,
descansando en una mancha de sombra. El joven giró un palo de
escoba entre sus manos para divertirse mientras miraba al cielo y
parecía infinitamente aburrido.

El joven no parecía muy aficionado a la luz del sol. Por la forma


en que miraba hacia el cielo, parecía que estaba contemplando
cómo tirar del sol y pisotearlo para hacerla papilla. Afuera de la
puerta yacía un montón de hojas caídas, cuidadosamente
barridas en un montón. Xie Lian salió por la puerta y preguntó: —
¿Descansaste bien anoche?

Todavía apoyado contra la pared, San Lang volvió la cabeza y


respondió: —No estuvo mal.

Xie Lian se acercó y le quitó la escoba de la mano.

—San Lang, ¿fue el retrato en el santuario dibujado por ti?

—Mmn.

—Lo dibujaste muy bien —dijo Xie Lian.

Aunque no habló, las comisuras de la boca de San Lang se


arquearon hacia arriba. Inseguro de si se debió a la forma en que
había dormido la noche anterior, su cabello parecía más
desordenado y despeinado que ayer, completo con hebras
sueltas aquí y allá; descuidadamente desordenado. Pero en
realidad, también era muy guapo. Descuidadamente desaliñado
pero no desordenado, tenía un toque de encanto. Xie Lian señaló
su propio cabello.

— ¿Quieres que te ayude?


San Lang asintió y volvió al interior del santuario con Xie Lian.
Cuando se sentó, Xie Lian desató el cabello y lo sostuvo en su
mano, examinándolo con calma y cuidado.

Incluso si las líneas de las palmas y las huellas dactilares se


recrearan perfectamente, los fantasmas y los demonios siempre
se deslizarían por una parte. El cabello de una persona viva era
numeroso y bastante incontable, ya que cada mechón era muy
fino y distintivo. En consecuencia, la piel falsa de muchos
fantasmas y demonios terminó teniendo un cabello que parecía
una nube negra, o con hebras pegadas como tiras de tela. O,
simplemente, simplemente... lo abandonarían por completo y
simplemente parecerían calvos.

Anoche, Xie Lian pudo confirmar que las huellas dactilares y las
líneas de palma de San Lang existían y, por lo tanto, inicialmente
había bajado la guardia. Sin embargo, cuando vio el retrato esta
mañana, no pudo evitar sentirse un poco sospechoso de nuevo.

¿Cómo podría una persona normal saber cómo dibujar esta


pintura?

Pero cuando sus dedos acariciaron suavemente el cabello de


San Lang, examinándolo sutilmente, descubrió que el cabello
negro del joven era liso y largo sin ninguna anormalidad. Después
de un tiempo, tal vez porque sus acciones fueron delicadas, San
Lang se rió una vez. Él inclinó levemente la cabeza y lo miró por
el rabillo del ojo antes de decir: —Gege, ¿estás tratando de
ayudarme a atarme el pelo o tienes algo más en mente que
preferirías hacer?

Con su largo cabello suelto, no le quitaba belleza a San Lang y


en su lugar agregaba un aura diabólica. La pregunta parecía ser
burlona. Sonriendo, Xie Lian dijo: —Está bien, está bien —antes
de que él rápidamente le atara el cabello.
Quién sabe, después de que terminó de arreglarse el cabello,
San Lang miró su reflejo en el depósito de agua cercano antes de
volverse y alzar una ceja a Xie Lian. Al ver su reacción, Xie Lian
tosió suavemente de nuevo.

Antes, su cabello estaba torcido. Después de volver a escribirlo


y ajustarlo, todavía estaba torcido.

Aunque San Lang no había dicho una palabra y solo lo miraba de


esta manera, Xie Lian todavía sentía que habían pasado al menos
unos cientos de años desde que se sintió avergonzado. Bajando
las manos, estaba a punto de decirle a San Lang: Ven aquí,
intentemos de nuevo, cuando de repente, escuchó un fuerte
estallido de ruido proveniente del exterior. Se escucharon pasos
de todas las direcciones, junto con algunos gritos de ¡Gran
Inmortal!

Xie Lian se sorprendió al escuchar esto y salió corriendo, solo


para ver a muchas personas bloqueando la entrada principal de
su santuario. Cada uno de ellos estaba rojo de emoción. El jefe
de la aldea se adelantó y tomó su mano antes de decir: —Gran
Inmortal, ¡que un dios vivo venga a nuestra aldea es realmente
maravilloso!

Xie Lian: — ¿…?

El resto de los aldeanos ya lo habían rodeado.

—Gran Inmortal, ¡bienvenido a nuestra aldea PuJi y por


establecerse aquí!

— ¡Gran inmortal! ¡¿Podrías bendecirme y dejarme encontrar


una esposa?!

— ¡Gran inmortal! ¡Puedes bendecir a ese miembro de mi familia


para que se apure y dé a luz a un niño!
— ¡Gran inmortal! ¡Tengo castañas de agua dulce aquí!
¿Quieres comerlos? Mientras los comes, ¿podrías bendecirme
también con una buena cosecha este año?

Los aldeanos estaban demasiado entusiasmados, arrinconándolo


por todos lados mientras obligaban a Xie Lian a retirarse
continuamente. Su corazón estaba llorando amargamente. El
viejo de la noche anterior estaba seguro de tener la boca grande.
A pesar de subrayar claramente la importancia de no pronunciar
una palabra, ¡al amanecer ya todo el pueblo lo sabía!

Los aldeanos no sabían a qué dios se dedicó el santuario al


principio, pero todos solicitaron firmemente quemar una varita de
incienso. En cualquier caso, no importa qué dios sea, un dios
sigue siendo un dios de todos modos y rezarles no haría ningún
daño. Lo que Xie Lian había esperado originalmente era que el
santuario estaría completamente desierto sin una sola alma a la
vista y que durante todo el año, ni siquiera habría un puñado de
personas que se acercaran a su puerta. Por lo tanto, solo había
preparado un pequeño paquete de incienso en carrete como un
gesto de buena voluntad. ¿Quién esperaría que este evento
pudiera barrer instantáneamente todo su stock? El pequeño
incensario estaba lleno y lleno, densamente lleno de incienso
pegado al azar en todas las direcciones. El olor a incienso
impregnaba el aire y debido a cuánto tiempo había pasado desde
que había inhalado ese olor, Xie Lian se atragantó varias veces.

Mientras se ahogaba con algunos bocados, dijo: —Cof,


compatriota, realmente no puedo bendecirte con riqueza y
tesoros, de verdad. Cof, por favor, ¡no reces por la riqueza aquí!
Puede haber consecuencias imprevistas... lo siento, por favor no
pregunte sobre el matrimonio tampoco... No, no, tampoco puedo
bendecirte con respecto a tener y criar hijos.

San Lang también había dejado de preocuparse por su cabello


recogido torcidamente y se sentó justo al lado de la caja de
donaciones, con una mano apoyando su barbilla y con la otra
perezosamente arrojando castañas a la boca mientras comía.
Varias mujeres de la aldea lo vieron, sus rostros sonrojándose
como nubes carmesí antes de preguntarle a Xie Lian: —Um... eso,
¿tú...?

Aunque no sabía lo que estaban a punto de preguntar, la intuición


de Xie Lian le dijo que tenía que detenerlos de inmediato, por lo
que dijo: — ¡No!

Con gran dificultad, la multitud finalmente se dispersó, dejando la


mesa de ofrendas ahora llena de frutas, verduras e incluso arroz
blanco, fideos y otros artículos. Para bien o para mal, por fin había
recibido una ola de ofrendas. Xie Lian barrió la basura que los
aldeanos habían dejado afuera. San Lang lo siguió, diciendo: —
El incienso es bastante agradable.

Xie Lian barrió mientras sacudía la cabeza.

—En circunstancias normales, pasarían de diez días a medio mes


sin que una sola persona viniera a recibir una bendición.

— ¿Cómo puede ser esto? —Preguntó San Lang.

Xie Lian lo miró, sonriendo: —Ahora que lo pienso, tal vez la


suerte de San Lang se me ha contagiado un poco.

Mientras decía esto, recordó que había querido cambiar la cortina


de la puerta. Por lo tanto, sacando una nueva cortina de su
manga, la colgó encima de la puerta. Dio dos pasos hacia atrás
para mirarlo, cuando de repente, notó que San Lang se había
detenido en seco. Xie Lian giró la cabeza y preguntó: — ¿Qué
pasa?

Solo para ver a San Lang mirando la cortina, con una expresión
pensativa en su rostro. Siguiendo su línea de visión, Xie Lian vio
que estaba mirando los hechizos escritos en la cortina.
Este talismán era algo que había dibujado casualmente hace
algún tiempo y en él había hechizos sobre hechizos, superpuestos
uno sobre otro. Su defensa fue muy fuerte. Originalmente, su
propósito era alejar el mal y podría repeler los avances de
cualquier mal exterior, evitando que ingresen.

Sin embargo, dado que esto fue escrito por el propio Xie Lian,
¿esto también funcionaría para atraer la desgracia al mismo
tiempo? No había forma de saberlo. Sin embargo, dado que el
santuario ni siquiera tenía una puerta de entrada, sería más
seguro tener una fila de hechizos dibujados en la cortina.

Al ver cómo el joven estaba parado frente a la cortina, inmóvil,


algo se agitó dentro de Xie Lian,

— ¿San Lang?

¿Qué pasaría si, al dibujar este talismán, el joven fuera


restringido en la puerta y no pudiera entrar?
Capítulo 17: Dentro del Santuario Puji, Extraños Cuentos del Paso BanYue (parte
uno)

San Lang lo miró y se rió entre dientes mientras decía: —Me voy
por un momento.

Después de dejar caer esta línea casualmente, giró sobre sus


talones y se fue. Hablando lógicamente, Xie Lian debería haberlo
perseguido para preguntarle al respecto, pero tenía la extraña
sensación de que, dado que el joven ya había dicho que solo se
iría por un tiempo, no se iría por mucho tiempo. Definitivamente
regresaría. Entonces, Xie Lian tomó la iniciativa y volvió al interior
del santuario.

Xie Lian rebuscó en las cosas que había recogido anoche


mientras deambulaba por los callejones de la ciudad; su mano
izquierda agarró una olla de metal, mientras que la derecha
encontró un cuchillo de cocina. Miró la pila de frutas y verduras
en la mesa de ofrendas y se levantó de su asiento.

Después de aproximadamente una varita de incienso más tarde1,


el sonido de pasos sonó desde fuera del Santuario PuJi. Estos
pasos no sonaban suaves ni apresurados y al escucharlos, uno
podía imaginar fácilmente a un joven entrando con un
comportamiento casual.

En este punto, los artículos que Xie Lian había estado


sosteniendo en sus manos ya se habían transformado en dos
platos. Miró de izquierda a derecha las cosas en los platos, antes
de dejar escapar un largo suspiro. Sin querer mirarlo más, miró
hacia afuera y, como había esperado, volvió a ver a San Lang.

El joven estaba parado afuera del santuario. Tal vez se debió al


resplandor del fuerte sol, se había quitado la camisa exterior roja
y se la había atado casualmente a la cintura. Solo llevaba una
camisa delgada y blanca para la parte superior, con las mangas
enrolladas, haciéndolo parecer bastante limpio y hábil. Su pie
derecho pisó una pieza rectangular de madera y su mano
izquierda giró un machete de gancho.

El machete probablemente fue prestado de uno de los aldeanos.


Parecía opaco y pesado, pero en sus manos, parecía ligero y
extremadamente afilado. De vez en cuando, San Lang afeitaba
unas pocas astillas de madera de la tabla de madera, al igual que
la cáscara.

Cuando levantó los ojos y vio salir a Xie Lian, dijo: —Estoy
haciendo algo.

Caminando para echar un vistazo, Xie Lian se dio cuenta de que


estaba haciendo una puerta. El tamaño fue justo. Con excelente
artesanía, la puerta era bellamente elegante y tenía un acabado
liso. Debido a que el joven parecía provenir de un entorno rico,
Xie Lian había pensado que él sería el tipo de persona que no
podría hacer trabajo físico ni distinguir el arroz del trigo. ¿Quién
hubiera sabido que era tan rápido con sus manos?

—Te he molestado, San Lang —dijo Xie Lian.

San Lang sonrió, sin agregar más comentarios. Tirando


rápidamente el machete a un lado, fue inmediatamente a instalar
la puerta. Luego, lo llamó varias veces antes de decirle: —Ya que
vas a dibujar un talismán, ¿por qué no lo dibujas en la puerta?
¿No sería eso mejor?

Dicho esto, levantó la cortina con indiferencia y entró.

Parecía que el talismán de barrera en la cortina realmente no


actuaba como disuasivo para él y a San Lang parecía no
importarle en absoluto.
Xie Lian cerró la puerta recién hecha, pero luego no pudo
resistirse a abrirla nuevamente, solo para cerrarla, abrirla y luego
cerrarla nuevamente. Admirando cuán bien hecha estaba la
puerta después de abrirla y cerrarla varias veces, de repente se
sorprendió por lo insensato que estaba actuando. En el otro
extremo, San Lang ya se había sentado en la casa. Xie Lian dejó
la puerta sola y sacó un plato de bollos al vapor que eran las
ofrendas de los aldeanos de esta mañana antes de colocarlos en
la mesa de ofrendas.

San Lang echó un vistazo a los bollos. No dijo una palabra, pero
en silencio comenzó a reír de nuevo, como si hubiera visto algo.
Xie Lian actuó como si nada hubiera pasado y vertió otros dos
cuencos de agua. Justo cuando estaba a punto de sentarse, vio
lo que había debajo de la manga enrollada de San Lang. Su
antebrazo tenía una hilera de pequeños tatuajes y los personajes
tatuados eran bastante extraños. Al darse cuenta de su mirada,
San Lang se bajó las mangas y se rió entre dientes mientras
decía: —Los recibí cuando era joven.

Como se había bajado las mangas, eso significaba que no quería


discutir más el tema. Xie Lian entendió. Se sentó antes de
levantar la cabeza para mirar de nuevo el retrato y dijo: —San
Lang, dibujas tan bien, ¿alguien te enseñó en casa?

San Lang pinchó algunos bollos con sus palillos.

—Nadie me enseñó. Simplemente dibujé para mi propia


diversión.

Xie Lian preguntó: — ¿Cómo supiste cómo dibujar el retrato del


Príncipe Heredero Xian Le que complació a los Dioses?

San Lang se rió y dijo: — ¿No dijiste antes que lo sabía todo?
Por supuesto que sabría cómo dibujarlo.
A pesar de que esta fue una respuesta bastante descarada, su
actitud fue magnánima, como si no estuviera preocupado por
hacer sospechar a Xie Lian, ni temía que lo interrogaran más. Xie
Lian sonrió y dejó caer el tema. Y en ese preciso momento, un
clamor surgió del exterior. Los dos levantaron la cabeza en
sincronía y se miraron el uno al otro.

Solo para escuchar a alguien de afuera golpear ferozmente la


puerta y gritar: — ¡Gran inmortal! ¡Dios mío, es terrible! ¡Gran
inmortal, sálvanos!

Xie Lian abrió la puerta y vio una multitud de personas de pie al


frente, rodeando la entrada. Al verlo abrir la puerta, el jefe de la
aldea gritó exultante: — ¡Gran Inmortal! ¡Parece que esta persona
está a punto de morir! ¡Por favor, sálvalo rápidamente!

Tan pronto como escuchó que alguien estaba a punto de morir,


Xie Lian se apresuró a mirar, solo para ver que la persona que los
aldeanos habían rodeado era un taoísta. Tenía el pelo
despeinado y la cara sucia. Su ropa y zapatos estaban rasgados
y hechos jirones, como si hubiera estado huyendo durante
muchos días. Parecía como si acabara de colapsar y desmayarse
aquí antes de que lo trajeran. Xie Lian dijo: —No se asuste. No
está muerto.

Se inclinó para revisar el cuerpo de la persona. Durante este


proceso, se dio cuenta de que la persona había llevado algunos
objetos, como los ocho trigramas 13 y una espada de hierro, que
eran herramientas de encantamiento efectivas. Parecía que esta
persona era un cultivador ordinario. El corazón de Xie Lian no
pudo evitar hundirse ante el hecho.

No mucho después, el taoísta se despertó antes de preguntar con


voz ronca:... ¿dónde es esto?

13
Un símbolo de origen chino compuesto por ocho trigramas (agrupaciones de
tres líneas, unas sobre otras, algunas enteras y otras cortadas) ordenados de
una manera determinada alrededor de un centro, el yin-yang.
El jefe de la aldea respondió: — ¡Esta es la aldea de PuJi!

Esa persona murmuró:... Fuera. Estoy fuera, finalmente he


escapado...

Él miró a su alrededor. De repente, sus ojos se abrieron antes


de decir con miedo: — ¡A-ayuda, ayuda! ¡Por favor ayuda!

Xie Lian había anticipado este tipo de reacción. Él dijo: —


Compañero amigo taoísta, ¿cuál es el problema? ¿A quién debo
ayudar? Que pasa No se apresure, tómese su tiempo y dígame
claramente.

Los aldeanos también dijeron: —Así es, no tengas miedo.


Tenemos un gran inmortal aquí, ¡definitivamente resolverá todos
tus asuntos!

Xie Lian: — ¿…?

En realidad, estos aldeanos nunca lo habían visto realizar


hazañas piadosas, pero todos creían seriamente que era un dios
vivo. Xie Lian tampoco sabía qué decir, ya que pensaba, resolver
todos sus asuntos es algo imposible de garantizar.

A esa persona, le preguntó: — ¿De dónde vienes?

El devoto taoísta dijo: —Yo... Vine del Paso Ban Yue.14

Al escuchar esto, todos los presentes se volvieron para mirarse.

— ¿Dónde está el Paso Ban Yue?

— ¡Nunca lo oí!

14
半月”, Banyue significa media luna.
Xie Lian dijo: —El Paso Ban Yue está en la región noroeste. Está
extremadamente lejos de aquí. ¿Cómo has llegado hasta aquí?

Esa persona dijo: —Yo... Fue a través de una gran dificultad que
pude escapar aquí.

Hablaba incoherentemente y sus emociones eran


extremadamente inestables. En esta situación, cuanta más gente
alrededor, más difícil era hablar. Con todos hablando a la vez, no
podrá hablar con claridad ni podrá escuchar con claridad. Xie Lian
dijo: —Hablemos después de entrar.

Gentilmente ayudó al hombre adentro, luego se dio la vuelta para


hablar con los aldeanos.

— ¿Podrían todos ir a casa y dejar de mirar?

Los aldeanos, sin embargo, estaban muy entusiasmados cuando


preguntaron: —Gran Inmortal, ¿qué le ha pasado?

—Sí, ¿qué pasó?

—Si hay dificultades, ¡todos ayudaremos!

Lamentablemente, cuanto más entusiastas fueran, más serían


incapaces de ayudar. Sintiéndose impotente, Xie Lian bajó la voz
y dijo solemnemente: —Esto... podría ser posesión.

Los aldeanos quedaron horrorizados al escuchar esas palabras.


La posesión no era para bromear. No les serviría seguir mirando,
por lo que todos se dispersaron rápidamente. Xie Lian, inseguro
de si reír o llorar, cerró la puerta. San Lang todavía estaba
sentado al lado de la mesa de ofrendas, sus manos giraban un
par de palillos para divertirse. Estaba entrecerrando los ojos a ese
hombre, su mirada más bien escrutando. Xie Lian le dijo: —No es
nada. Puedes seguir comiendo.
Dejó que ese hombre se sentara, pero se quedó de pie.

—Este amigo taoísta, soy el Señor de este santuario y también


puedo ser considerado como un cultivador. No se preocupe, si
algo ha sucedido, puede decirlo. Y, si hubiera algo en lo que
pueda ayudarlo, quizás pueda prestar la poca fuerza que tengo.
Con respecto a lo que mencionaste antes, ¿qué le pasó a
BanYue?

El hombre jadeó. Parecía que, después de entrar en un espacio


menos concurrido y escuchar las reconfortantes palabras de Xie
Lian, finalmente pudo calmarse. Él dijo: — ¿Nunca has oído
hablar de este lugar?

Sin embargo, Xie Lian respondió: —He oído hablar de eso. El


paso Ban Yue es un oasis dentro del desierto de Gobi. El paisaje
nocturno de BanYue es extremadamente hermoso y puede
describirse como una vista panorámica deslumbrante. Así fue
como obtuvo su nombre.

Ese hombre dijo: — ¿Oasis? ¿Escénico? Eran tiempos de hace


dos siglos. ¡Ahora, llamarlo paso Ban Ming sería más preciso!

Ligeramente perpleja, Xie Lian preguntó: — ¿Qué quieres decir?

La tez del hombre se puso pálida hasta el punto de que era


aterradora. Él dijo: —Debido a que no importa de dónde vino uno,
al menos la mitad de los que viajaron allí desaparecerán sin dejar
rastro. ¿No sería más apropiado que se llamara Paso Ban Ming?

Esto era realmente inaudito. Xie Lian dijo: — ¿De quién


escuchaste esto?

—No escuché esto de nadie. ¡Esto es lo que presencié con mis


propios ojos! —Sentándose, el hombre continuó: — Había una
caravana que quería viajar por ese lugar. Sabían de los males
que estaban sucediendo allí y habían pedido a toda nuestra
división que los escoltara en su viaje. En el final……

Su voz se llenó de dolor cuando dijo: —Al final, soy el único que
queda.

Xie Lian levantó la mano y le indicó que se sentara bien y que no


se agitara demasiado.

— ¿Cuántas personas había en tu fiesta?

— ¡Toda mi secta, mas la caravana, tenía alrededor de sesenta


personas!

Alrededor de sesenta personas. Cuando esa mujer fantasma,


Xuan Ji, causó estragos en el transcurso de un siglo, lo que el
Palacio Ling Wen finalmente calculó fue que el número total de
personas asesinadas no había superado los doscientos. Pero
escuchando lo que había dicho el taoísta, este tipo de evento
parecía haber estado sucediendo durante más de un siglo. Si
tantas personas desaparecieran cada vez, entonces sumar los
números por completo haría que esto ya no sea un problema
menor. Xie Lian preguntó: — ¿Cuándo se convirtió el Paso Ban
Yue en Paso Ban Ming?

El hombre dijo: —Hace unos ciento cincuenta años


probablemente fue cuando comenzó; cuando ese lugar se
convirtió en el dominio del mal.

Xie Lian había querido preguntar en detalle sobre los asesinatos


de su grupo y sobre este dominio del mal. Pero, desde el principio
hasta este momento, no pudo evitar sentir que algo estaba mal.
Hasta este punto, Xie Lian no tenía forma de suprimir este
sentimiento de sospecha en su pecho. Por lo tanto, terminó el
tema y comenzó a fruncir ligeramente el ceño.

En ese momento, San Lang de repente habló.


Él dijo: — ¿Escapaste todo el camino del Paso Ban Yue?

El hombre dijo: — ¡Sí! ¡Agh, fue un escape estrecho!

San Lang emitió un sonido de oh de comprensión y luego no dijo


nada más. Sin embargo, solo tomó esta sola pregunta para que
Xie Lian percibiera exactamente qué era lo que se sentía tan mal.

Dándose la vuelta, dijo calurosamente: —Entonces, después de


escapar de un camino tan largo, debes tener sed. —El hombre se
sobresaltó, pero Xie Lian ya había colocado un cuenco de agua
frente a él, diciendo: —Aquí hay un poco de agua, mi amigo
taoísta. ¿Por qué no bebes un poco?

Frente a esta taza de agua, una expresión incómoda apareció en


la cara del hombre. Xie Lian estaba a un lado, ambas manos
escondidas dentro de sus mangas, esperando en silencio. Si este
hombre taoísta realmente vino del Noroeste, mientras huía a toda
prisa, seguramente estaría reseco y hambriento. Y mirando su
apariencia, no parecía que tuviera el tiempo libre en el camino
para comer o beber.

Sin embargo, después de despertarse, había hablado mucho y,


sin embargo, no había presentado ninguna solicitud de comida o
bebida durante todo ese tiempo. A pesar de enfrentar todos los
alimentos y bebidas en la mesa de ofrendas después de entrar al
edificio, no había mostrado un solo deseo o deseo hacia ellos. Ni
siquiera les lanzó una sola mirada.

Esto realmente no parecía ser una persona viva.


Capítulo 18: Dentro del Santuario PuJi, Extraños Cuentos del Paso BanYue (parte
dos)

Bajo la mirada de los otros dos en la habitación, el hombre taoísta


recogió el cuenco de agua. Con la espalda encorvada, comenzó
a beberlo lentamente. A través de su lenguaje corporal, no
parecía que fuera un hombre que se topó con la lluvia en medio
de una larga sequía, sino un hombre que dudaba y estaba en
guardia.

Al mismo tiempo, mientras bebía el agua, Xie Lian escuchó


claramente los sonidos de plop, plop, plop, como si se vertiera
agua en un frasco vacío.

Al instante, se dio cuenta de algo. Agarrando la mano del otro,


dijo: —Deja de beber.

Las manos de ese taoísta temblaron mientras lo miraba


desconcertado. Xie Lian sonrió y dijo: —Es inútil incluso si bebes.
¿No es así?

Después de escuchar lo que había dicho, la tez del taoísta


cambió de repente. Con su otra mano, desenvainó la espada de
hierro por la cintura y apuñaló a Xie Lian. Xie Lian permaneció en
su lugar, inmóvil, antes de levantar una mano para bloquearlo.
Con un sonido metálico bloqueó rápidamente el filo de la espada.

Cuando ese hombre taoísta vio que todavía sostenía firmemente


su mano, apretó los dientes y se apartó. Xie Lian solo sintió que
el brazo se desinflaba repentinamente, como si fuera una bola que
goteaba aire, marchitándose por completo antes de que se
soltara.
Tan pronto como el hombre taoísta se liberó, huyó hacia la
puerta. Xie Lian no estaba preocupado porque en este tipo de
lugar donde no había fuerzas externas que pudieran obstruirlo,
incluso si el hombre taoísta intentara correr diez pies, Ruoye aún
podría arrastrarlo hacia atrás.

Sin embargo, justo cuando levantaba la muñeca, un agudo


zumbido pasó junto a él.

Ese ruido sonó como si alguien hubiera disparado una flecha


afilada desde atrás. Inmediatamente atravesó el estómago del
hombre taoísta y lo clavó en la puerta. Xie Lian fijó su mirada en
él antes de darse cuenta de que en realidad era un solo palillo de
bambú.

Se giró para mirar y vio que San Lan se había levantado de la


mesa, su actitud tranquila y tranquila. Pasando junto a él, San
Lang sacó el palillo de bambú. Lo balanceó dos veces frente a él
antes de decir:

—Se ensució. Lo tiraré más tarde.

En cuanto a ese hombre taoísta, a pesar de sufrir graves heridas,


ni una sola vez lanzó un solo grito de dolor. En cambio, se apoyó
en silencio contra la puerta y lentamente se deslizó hacia abajo.
Lo que gorgoteaba y fluía de su estómago no era sangre, sino
agua limpia.

De hecho, era la misma agua del cuenco del que acababa de


beber.

Los dos se pusieron en cuclillas al lado del hombre taoísta. Xie


Lian presionó su herida un par de veces y sintió como si esta
herida fuera similar a la de un agujero perforado en un globo con
aire saliendo del todo. Además, el cadáver de este taoísta
también comenzó a cambiar. Su apariencia anterior era
evidentemente la de un hombre robusto. Ahora, parecía que esta
persona se encogió y se deshizo de toda una capa de grasa. Su
rostro y sus extremidades se marchitaron un poco mientras se
encogía de tamaño, por lo que su apariencia ahora era similar a
la de un anciano.

Xie Lian dijo: —Es una cáscara vacía.

Algunos demonios y fantasmas no fueron capaces de


transformarse en formas humanas perfectas. Por lo tanto,
pensarían en otras formas: creando conchas vacías.

Utilizarían algunos materiales extremadamente realistas para


crear meticulosamente la piel de una persona falsa. Más a
menudo que ahora, las máscaras como estas serían
referenciadas por personas reales. A veces, incluso usarían
directamente la piel de una persona. En ese caso, las líneas de
la palma, las huellas dactilares y el cabello se verían naturalmente
impecables.

Además, para un caparazón vacío como este, siempre que no


llevaran la piel, el caparazón no estaría contaminado con aura
fantasma, por lo que no tendrían miedo de esos talismanes que
alejan el mal. Esto también explicaría por qué el talismán en la
puerta no impidió que el hombre taoísta entrara.

Sin embargo, una cáscara vacía como esta también podría verse
fácilmente, porque después de todo, solo eran muñecos huecos.
Si nadie usara la piel, entonces solo podría moverse de acuerdo
con los comandos que recibió.

Además, estas órdenes no podían ser demasiado complicadas y


tenían que ser simples, como movimientos repetidos o
previamente configurados. Por lo tanto, la apariencia de estos
proyectiles generalmente parecería relativamente aburrida y sin
vida, a diferencia de una persona real y viva.
Por ejemplo, repetirían una o dos frases, harían lo mismo una y
otra vez, responderían sus propias preguntas o responderían
evasivamente. Si tuvieran que mantener una conversación con la
gente, se expondrían rápidamente.

Sin embargo, en lo que respecta a discernir conchas vacías de


personas reales, Xie Lian tenía un método aún más práctico.
Hacerles beber un tazón de agua o comer algunas cosas sería
suficiente. Después de todo, las conchas eran huecas, por lo que
no tendrían las cinco vísceras y los seis intestinos. Cuando
comían algo o bebían agua, los resultados serían similares a los
de arrojar algo o verter agua en un frasco vacío. Sería capaz de
escuchar un eco claro, algo completamente diferente a una
persona viva cuando come o bebe agua.

El cuerpo de ese taoísta se había desinflado por completo. Por


ahora, era más o menos un charco de piel suave. San Lang usó
sus palillos para tocar la piel un par de veces, antes de arrojarlos
a un lado y decir: —Este caparazón es un poco interesante.

Xie Lian sabía a qué se refería este joven. Todos habían


observado las expresiones y el comportamiento de este hombre
taoísta y los habían tenido en cuenta. No solo se comportó de
manera realista, sino que era prácticamente una persona viva.
Cuando estaba hablando con él, pudo responder con rapidez y
fluidez. Se podría decir que la persona que lo controlaba poseía
una asombrosa cantidad de energía espiritual. Xie Lian le echó
una mirada a San Lang y dijo: —Parece que San Lang también
tiene algún conocimiento de esto.

San Lang sonrió.

—No mucho.

Este cascarón vacío se había enviado especialmente a su puerta


para informarle sobre el asunto con el Paso Ban Yue.
Independientemente de si la información era real o falsa, su
objetivo era atraerlo al Paso Ban Yue.

Solo para estar seguro, él debería entrar en la matriz de


comunicación espiritual y preguntar. Xie Lian se pellizcó los
dedos y calculó que la energía espiritual que le quedaba era
suficiente para sostenerlo con algunos usos más. Con eso, lanzó
un arte secreto y entró en la matriz de comunicación espiritual.

Una vez que ingresó a la matriz, se encontró con la rara


ocurrencia de que se llenara de emoción bulliciosa. Además, no
era el tipo de vivacidad acompañado de ocupados asuntos
oficiales, sino uno como si todos estuvieran jugando algún juego,
donde felizmente se sonreían y reían juntos. Xie Lian se sintió
realmente asombrado antes de escuchar a Ling Wen decir: — ¿Su
alteza ha regresado? ¿Cómo fueron tus días en el reino de los
mortales?

Xie Lian dijo: —No está mal, no está mal. ¿Qué están haciendo
todos? Están muy alegres.

Ling Wen dijo: —El Señor del Viento ha regresado y está


dispersando sus méritos. ¿Su Alteza irá a arrebatar algunos
también?

Efectivamente, Xie Lian escuchó a numerosos Oficiales


celestiales dentro del grupo de comunicación espiritual gritarse
roncos.

— ¡Cien méritos! ¡Lo he arrebatado!

— ¿Por qué solo obtuve un mérito...?

— ¡Mil! ¡Mil! Ah! ¡Gracias, Señor del Viento! Jajajaja...

Xie Lian pensó para sí mismo, ¿podrían ser monedas que caen
del cielo mientras todos se apresuran a recogerlas?
Por un lado, a pesar de que su cofre de méritos estaba
completamente desprovisto, pero Xie Lian no sabía cómo haría
para arrebatarle algunos. Por otro lado, todos los Oficiales
Celestiales aquí estaban extremadamente familiarizados entre sí.
Arrebatar méritos el uno del otro por diversión mientras
bromeaban no importaría mucho. Sería extraño si de repente
participara en esto.

Acto seguido, dejó de preocuparse y se encargó de preguntar:

— ¿Alguien sabe sobre el lugar llamado Paso Ban Yue?

En el momento en que salieron las palabras, el conjunto de


comunicación espiritual feliz y emocionado antes mencionado que
aún luchaba por los méritos se quedó instantáneamente en
silencio.

Una vez más, Xie Lian se sintió un poco deprimido.

Anteriormente, cuando les enviaba pequeños poemas o recetas


secretas, no importaría si los otros Oficiales celestiales no
respondían porque tampoco enviaban cosas así. Por lo tanto, ya
que Xie Lian los había enviado, era como una clavija cuadrada en
un agujero redondo.

Pero, dentro de la matriz de comunicación espiritual, a menudo


habría funcionarios celestiales haciendo preguntas con respecto
a los asuntos oficiales. Por ejemplo, ¿Alguien conoce este
fantasma en particular? ¿Son fáciles de manejar? O ¿Hay alguien
cerca de aquí y podría echar una mano?

En momentos como estos, todos darían sus propias opiniones.


Los que tienen sugerencias ofrecerían sus sugerencias, el que no
dijo que preguntaría si tendrían la oportunidad a su regreso.
Entonces, cuando Xie Lian preguntó sobre el Paso Ban Yue,
podría considerarse como un asunto oficial. No debería haber
ninguna razón para que todos se callen mortalmente en el
momento en que abrió la boca, como lo que solía suceder en el
pasado.

Después de un tiempo, alguien gritó de repente: — ¡¡¡El Señor


del Viento arrojó otros cien mil méritos!!!

La matriz de comunicación espiritual instantáneamente se volvió


viva nuevamente. Uno por uno, los Oficiales Celestiales
comenzaron a luchar por los méritos, lo que también significaba
que a nadie le importaba la pregunta que acababa de formular.
Xie Lian sabía que el asunto en cuestión probablemente no era
fácil, por lo que probablemente no podría investigar más dentro
de la matriz.

En su corazón, pensó que el Señor del Viento era realmente


generoso, porque cien mil méritos en un solo lanzamiento era
bastante sorprendente. Xie Lian estaba a punto de retirarse de la
matriz cuando, de repente, Ling Wen le envió un mensaje en
privado.

Ling Wen preguntó: —Su Alteza, ¿por qué está preguntando de


repente sobre el Paso Ban Yue?

Por lo tanto, Xie Lian le contó cómo una cáscara vacía se había
enviado a su puerta. Continuó: —Ese proyectil fingió ser un
sobreviviente que había escapado del Paso Ban Yue, por lo que
es inevitable que haya venido con un propósito. No sabía si las
cosas que me dijo eran verdaderas o falsas, así que vine a
preguntar. ¿Qué pasó con ese lugar?

Por su parte, Ling Wen reflexionó por un momento antes de decir:


—Su Alteza, con respecto a este asunto, le aconsejo que no
participe.
Xie Lian había esperado más o menos que le dijeran algo como
esto. De lo contrario, era poco probable que esto hubiera
persistido durante ciento cincuenta años sin que nadie lo hubiera
preguntado. Además, en el momento en que preguntó sobre esto,
toda la corte quedó en silencio. Xie Lian dijo: —Cada vez que una
fiesta viaja a través del Paso, más de la mitad de las personas
desaparecen. ¿Es esto cierto?

Después de una pausa, Ling Wen respondió: —Es difícil hablar


más sobre este asunto.

Xie Lian pudo escuchar la deliberación ganar el tono de Ling


Wen. Una cosa de la que podía estar seguro era que ella debía
estar en una situación difícil. Él dijo: —Está bien, lo entiendo.
Dado que esto es inconveniente para usted, no es necesario que
diga más. Además, nosotros dos nunca tuvimos esta
conversación en privado.

Después de recuperarse, Xie Lian dejó el grupo de comunicación


espiritual. Se puso de pie y con su escoba, apartó el charco de
piel falsa mientras murmuraba para sí mismo. Luego, levantando
la cabeza, dijo: —San Lang, me temo que viajaré a un lugar
lejano.

A través de la actitud de Ling Wen, uno podría decir que esto no


fue un asunto menor. Dado que este caparazón vacío se había
enviado a su puerta, entonces debió haber querido atraerlo para
que se fuera, por lo que este lugar no podría ser un lugar
agradable. Sin embargo, San Lang dijo: —Muy bien, Gege. Si no
te importa, llévame contigo.

Al encontrar esto extraño, Xie Lian preguntó: —El viaje será largo
con arduos vientos de arena, ¿por qué quieres venir?

San Lang se rió y dijo: — ¿Quieres saber qué está pasando con
el Paso Ban Yue?
Xie Lian hizo una pausa antes de decir: — ¿Incluso sabes sobre
esto?

San Lang se cruzó de brazos y dijo en tono pausado: —El paso


de montaña BanYue no se llamaba originalmente paso de
montaña BanYue. Hace doscientos años, esa era la ubicación del
antiguo país BanYue.

Se sentó un poco más erguido y, con los ojos tan brillantes como
las estrellas, continuó: —El cultivador demoníaco de BanYue es,
de hecho...

Xie Lian colocó la escoba contra la pared y estaba a punto de


sentarse y escuchar. Sin embargo, al mismo tiempo, un ruido de
golpes sonó desde afuera de la puerta.

A partir de ahora, ya era de noche. Todos los aldeanos volvieron


a sus hogares asustados, temerosos de volver por las palabras
de Xie Lian sobre el hombre taoísta poseído. Entonces, ¿quién
podría haber llamado a su puerta?

Xie Lian se paró junto a la puerta y contuvo el aliento por un


momento, pero no sintió nada inusual proveniente del talismán de
su puerta. Después de eso, una vez más escuchó otros dos
golpes. Por el sonido de estos golpes, parecía que había dos
personas tocando simultáneamente la puerta.

Reflexionó un momento antes de abrir su puerta. Efectivamente,


dos jovenes vestidos de negro estaban parados afuera de su
puerta. Uno se veía brillante y guapo, el otro elegante y refinado.
Eran precisamente Nan Feng y Fu Yao. Xie Lian habló: —
Ustedes dos...

Fu Yao tomó la iniciativa y puso los ojos en blanco. De buenas a


primeras, Nan Feng preguntó: — ¿Vas a ir al Paso Ban Yue?

Xie Lian dijo: — ¿De dónde escucharon eso?


Nan Feng respondió: —Algunos funcionarios celestiales estaban
hablando de eso en el camino. Escuché que hoy preguntabas
sobre el Paso Ban Yue en la matriz de comunicación espiritual.

Xie Lian entendió de inmediato. Con ambas manos cubiertas por


sus mangas, dijo: —Entiendo. Me ofrecí voluntario ¿verdad?

Ambos mostraron expresiones distorsionadas, como si fuera


causado por un dolor de muelas.

—……Sí.

Xie Lian no pudo evitar reírse.

—Lo entiendo, lo entiendo. Pero pongámonos de acuerdo en esto


primero, si encontramos algo más allá de lo que somos capaces
de manejar, siéntase libre de huir en cualquier momento.

De inmediato, movió su cuerpo hacia un lado y luego los invitó a


entrar para que los llenaran con los detalles. Pero quién hubiera
sabido que en el momento en que los dos vieron al joven sentado
torcido detrás de él, sus complexiones originalmente oscuras se
volvieron instantáneamente cenicientas.

Nan Feng apareció dentro, luchando por colocarse frente a Xie


Lian antes de gritar: — ¡Aléjate!
Capítulo 19: Dentro del Santuario PuJi, Extraños Cuentos del Paso BanYue (parte
tres)

— ¿Qué pasa? —Preguntó Xie Lian.

Sentado, San Lang extendió las manos y también preguntó: —


¿Qué pasa?

Fu Yao frunció el ceño.

— ¿Quién eres tú?

Xie Lian respondió: —Este es un amigo mío. ¿Ustedes lo


conocen?

Con una cara llena de inocencia, San Lang dijo: —Gege,


¿quiénes son estas dos personas?

Al escucharlo llamar a Xie Lian Gege, hizo que la esquina de la


boca de Nan Feng se contrajera cuando las cejas de Fu Yao se
torcieron. Xie Lian hizo un gesto con la mano a San Lang.

—No es nada. No te preocupes.

Solo para que Nan Feng lo interrumpiera con un grito.

— ¡No hables con él!

— ¿Qué, ustedes lo conocen? —Dijo Xie Lian.

—...

Fu Yao respondió fríamente: —No, no lo hacemos.

—Si no lo conocen, entonces, ¿por qué ustedes dos son tan...?


Xie Lian no había terminado su oración cuando de repente sintió
que algo brillaba en ambos lados. Cuando miró hacia atrás,
descubrió que los dos estaban acumulando simultáneamente
esferas de luz blanca en sus manos derechas. Xie Lian sintió una
premonición premonitoria y rápidamente intervino.

— ¡Para para! ¡No seas tan imprudente!

Las dos esferas de luz blanca que habían surgido del aire
chispearon y parecían increíblemente peligrosas. Definitivamente
no era algo que la gente normal pudiera hacer. San Lang
aplaudió, como por cortesía.

—Increíble, increíble. Estas palabras de elogio carecían por


completo de sinceridad.

Con gran dificultad, Xie Lian finalmente contuvo ambos brazos.


Nan Feng se dio vuelta y enojado le preguntó: — ¿Dónde
conociste a esta persona? ¿Cuál es su apellido?15 ¿Dónde vive
su familia? ¿De dónde vino él? ¿Por qué está él contigo?

Xie Lian respondió: —Nos conocimos en el camino, su nombre


es San Lang y no sé el resto. Como no tenía a dónde ir, le pedí
que viniera conmigo. No seamos tan temerarios ahora, ¿de
acuerdo?

—Tú......—Nan Feng contuvo el aliento y parecía querer


regañarlo, pero luego se reprimió a la fuerza. Él preguntó: — ¿No
sabes nada de él y, sin embargo, lo dejaste entrar? ¿Qué pasaría
si tuviera alguna mala intención?

Xie Lian se preguntó por qué el tono de Nan Feng sonaba como
si fuera su padre. Si hubiera sido intercambiado con un
Funcionario Celestial diferente, o incluso con una persona
diferente, escuchar a alguien más joven que tú haciéndote hablar
15
Por lo general, saber el apellido de alguien es cómo la gente sabe quién es de qué familia.
de esta manera ya les habría causado infelicidad. Pero Xie Lian
ya había llegado a un punto en el que se había sentido
completamente descontento por cualquier reprimenda y ridículo
lanzado en su dirección. También sabía que los dos tenían
buenas intenciones, así que no le importó. Justo en este
momento, San Lang preguntó: —Gege, ¿son estos tus sirvientes?

Xie Lian dijo calurosamente: —El término sirviente está mal. Para
ser más precisos, serían ayudantes.

San Lang se rió y dijo: — ¿En serio?

Él se paró. Convenientemente agarrando algo, se lo arrojó a Fu


Yao. —Entonces, ¿por qué no ayudas un poco?

Fu Yao lo atrapó sin siquiera mirar. Sosteniéndolo en sus manos,


inclinó su cabeza hacia abajo para mirar cuando de repente, un
aura oscura surgió de él.

¡Ese joven le había arrojado una escoba!

Su expresión parecía como si estuviera listo para aplastar tanto


al joven como a la escoba en polvo en ese mismo momento. Xie
Lian se precipitó hacia adelante y rápidamente se llevó la escoba.

—Cálmate, cálmate. Solo tengo esta escoba.

Quién hubiera sabido que justo cuando dijo esto, Fu Yao lanzó la
esfera blanca de luz en su palma. Él gritó: — ¡Inmediatamente
revela tu verdadera forma!

San Lang no hizo ningún esfuerzo por esquivar. Permaneció


sentado con los brazos cruzados y solo se inclinó ligeramente
hacia un lado. Esa deslumbrante luz blanca golpeó una de las
patas de la mesa de ofrendas. Cuando la mesa se inclinó, la vajilla
se deslizó y cayó al suelo. Xie Lian puso una mano sobre su
frente, sintiendo que esto no podía continuar. Con un gesto de su
mano, Ruoye voló abruptamente y ató los brazos de Nan Feng y
Fu Yao. Los dos lucharon por liberarse pero no tuvieron éxito.
Nan Feng se enfureció.

— ¿Qué estás haciendo?

Xie Lian hizo el gesto de tiempo muerto y dijo: —Hablemos


afuera. Habla afuera.

Con otro movimiento de su mano, Ruoye comenzó a arrastrar a


los dos afuera. Xie Lian giró la cabeza para decirle a San Lang:
—Ya vuelvo.

Cerró la puerta detrás de él y se paró frente al santuario. Luego


soltó a Ruoye, agarró el letrero frente a la puerta, antes de
colocarlo frente a los dos.

—Por favor, lee esto y dime lo que dice.

Fu Yao, frente al letrero, leyó: —Este santuario está en ruinas.


Sinceramente buscando personas benévolas para donar para
renovarlo. Acumula méritos y virtudes. —Levantó la cabeza.
¿Una casa en ruinas buscando donaciones? ¿Escribiste esto?
No importa qué, sigues siendo un Oficial Celestial ascendido.
¿Cómo puedes escribir este tipo de cosas? ¿Dónde está tu
dignidad?

Xie Lian asintió con la cabeza.

—Está bien. Yo lo escribi. Si ustedes continuaran peleando allí,


estaría abogando por la reconstrucción en lugar de la renovación.
Entonces, realmente no me quedaría dignidad.

Nan Feng señaló el Santuario PuJi y dijo: — ¿No crees que el


joven es extraño?

Xie Lian respondió: —Por supuesto que sí.


—Si sabes claramente que es peligroso, ¿por qué te atreves a
mantenerlo a tu lado?

Xie Lian vio que no tenían intención de donar fondos, así que fue
a colocar el letrero nuevamente y dijo: —Nan Feng, tus palabras
en este momento no son correctas. En el mundo, las
disposiciones y los encuentros extraños de una persona son
innumerables. Extraño no necesariamente equivale a peligroso.
Uno sabría que a los ojos de otro, debo parecer extraño también.
Pero, ¿alguno de ustedes siente que soy peligroso?

—...

Esto en realidad no podía ser refutado. Esta persona claramente


tenía una estructura ósea fina y la apariencia refrescante de un
inmortal, pero, por el contrario, recolectaba basura todo el día.
¡Definitivamente era raro!

Fu Yao dijo: — ¿No tienes miedo de que esté tramando contra ti?

Xie Lian preguntó: — ¿Crees que tengo algo por lo que valga la
pena tramar?

Tan pronto como dijo eso, Nan Feng y Fu Yao quedaron sin
palabras.

Esta pregunta fue realmente muy razonable. Si una persona


estaba siendo atacada en un esquema, generalmente era por su
riqueza. Pero lo triste era que, si uno realmente pensaba en ello,
no había nada valioso que valiera la pena planear para que el Xie
Lian actual fuera el propietario. Si uno quería dinero, no tenía
dinero. Si uno quería tesoros, no tenía tesoros. ¿A menos que
alguien recurriera a codiciar las sobras que recolectaba todos los
días?
Xie Lian agregó: —Además, no es que no lo haya inspeccionado
ya.

Los dos centraron su atención en él.

— ¿Cómo lo inspeccionaste?

— ¿Cuál fue el resultado?

Xie Lian transmitió las pocas veces que lo había inspeccionado a


los dos y dijo: —No hubo resultados. Ya lo he examinado hasta
este punto. Si él no es un humano ordinario, entonces solo puede
haber una posibilidad.

¡Un supremo!

Fu Yao se burló.

— ¿Y si realmente es un supremo?

Xie Lian dijo: — ¿De verdad crees que un fantasma de gran


calado como una calamidad estaría tan ocioso como nosotros?
Viniendo a un pueblo a recoger basura conmigo.

— ¡No estamos ociosos en absoluto!

—Si, si, si…

Arriba en la pequeña colina fuera del Santuario PuJi, los tres


podían escuchar el sonido de los pasos pausados de ese joven
mientras caminaba por el edificio. Sonaban como si él estuviera
contento y sin ninguna preocupación en el mundo. Nan Feng bajó
el tono y dijo: —Esto no servirá. Todavía tenemos que pensar en
una forma de probar si realmente es un supremo no.

Xie Lian amasó el espacio entre sus cejas y dijo: —Entonces ve


a probarlo. Simplemente no te pases de la raya. ¿Qué pasa si él
realmente es solo un niño mimado que se ha escapado de casa?
Me llevo bastante bien con este chico. Sé amable, no lo intimides
.
Al escuchar la frase no lo intimides la expresión de Nan Feng se
volvió difícil de explicar con solo unas pocas palabras, mientras
que los ojos de Fu Yao casi giraron hacia la parte posterior de su
cabeza. Xie Lian les advirtió nuevamente, antes de que abriera la
puerta. San Lang bajó la cabeza, como si estuviera
inspeccionando la pata de la mesa de ofrendas. Xie Lian llamó
suavemente: —No estás herido, ¿verdad?

San Lang se echó a reír y dijo: —Estoy bien. Simplemente


comprobando si esta tabla es reparable o no.

Xie Lian dijo calurosamente: —Lo que sucedió antes fue solo un
malentendido, por favor no se ofendan.

San Lang se echó a reír y dijo. —Como ya lo ha dicho, ¿cómo


puedo ofenderme? Tal vez pensaron que me parecía familiar.

Fu Yao dijo en un tono helado: —Precisamente. Un poco familiar.


Así que anteriormente, probablemente me equivoqué.

San Lang sonrió brillantemente antes de responder: —Oh. Qué


casualidad. También pensé que ustedes dos parecían un poco
familiares.

—... —Aunque los dos seguían vigilantes, no hicieron más


acciones drásticas. Nan Feng murmuró: —Despeja un espacio
para que dibuje la matriz de acortamiento de distancia.

Acortamiento de distancia, era una serie de teletransportación.


Como su nombre lo indica, podría convertir la distancia de mil
millas, de montañas y ríos, en la de un solo paso. Aparte del
hecho de que cada uso gastaría una gran cantidad de energía
espiritual, nada podría ser más útil. Xie Lian recuperó la estera
de bambú del suelo y dijo: —Dibújala aquí.
Antes, cuando Fu Yao había entrado, no había llegado a
examinar el mobiliario interior. Ahora, después de estar parado
en esta casa torcida y destartalada durante bastante tiempo, pudo
verlo todo. Como si todo su cuerpo, de pies a cabeza, fuera
incómodo, preguntó: — ¿Vives en un lugar como este?

Xie Lian le entregó una silla y dijo: —Siempre he vivido en este


tipo de lugares.

Al escuchar esto, los movimientos de Nan Feng vacilaron por una


fracción de segundo antes de que reanudara su dibujo de la
matriz. Fu Yao no se sentó, su expresión también se puso rígida
por un segundo. Era difícil saber cuál era la expresión de su
rostro. Parecía nueve partes de shock en blanco y una parte de
schadenfreude.

Pero rápidamente ocultó esta expresión insondable y dijo: — ¿La


cama?

Xie Lian abrazó el tapete y dijo: —Esto es todo.

Nan Feng levantó la cabeza, miró esa alfombra, antes de bajar la


cabeza nuevamente. Fu Yao miró a San Lang a un lado y dijo: —
¿Dormiste junto con él?

Xie Lian preguntó: — ¿Hay algún problema?

Durante mucho tiempo, ninguno de los dos pronunció otra


palabra, por lo que Xie Lian asumió que no había más problemas.
Xie Lian volvió la cabeza hacia San Lang y preguntó: —San Lang.
Ah… Estabas a medio camino de explicarlo antes de que lo
cortaran antes. ¿Qué le pasó a ese cultivador demoníaco de
BanYue? ¿Por favor continua?

San Lang los había estado mirando con una mirada de


contemplación pensativa, su mirada oscura. Después de
escuchar a Xie Lian llamarlo, salió de su aturdimiento y sonrió
levemente.

—Bien —Después de organizar sus pensamientos, dijo: —El


cultivador demoníaco BanYue es en realidad uno de los Grandes
Sacerdotes del antiguo Reino Ban Yue. A saber, uno de los Dos
Cultivadores Demoníacos.16

—Si hay dos cultivadores demoníacos, entonces obviamente


involucra a dos personas. ¿Quién es el otro?

San Lang tenía una respuesta para cada pregunta.

—No relacionado con el Reino de Ban Yue. Un Señor demoníaco


de las llanuras centrales, llamado Gran Sacerdote Fang Xin.

Los ojos de Xie Lian se abrieron lentamente una fracción antes


de continuar escuchando.

»Al final resultó que, la gente de BanYue era extraordinariamente


fuerte y parcial a la violencia y la guerra y ejercían una gran
influencia. Capturaron un importante punto de control en las
regiones occidentales de las llanuras centrales, lo que provocó
que las dos naciones se entrometieran con frecuencia en las
fronteras del otro, sin cesar en conflictos. Las batallas grandes y
pequeñas estallaron con frecuencia. Su gran sacerdote era
experto en hechicería y las tropas tenían la mayor fe hacia ellos,
dispuestos a seguirlos hasta la muerte.

»Sin embargo, hace doscientos años, el rey de las llanuras


centrales finalmente organizó un ejército para atacar, aplastando
por completo el Reino de Ban Yue.

»Aunque el Reino de Ban Yue se extinguió, el gran sacerdote y


el odio y el resentimiento de las tropas no se dispersaron. Se

16
Como sacerdotes, recomiendan a líder del país en temas espirituales y de
asuntos celestiales a nivel nacional.
quedaron para atormentar el lugar. El reino Ban Yue solía ser un
estado lleno de vegetación, pero después de convertirse en el
paso Ban Yue, parecía que la energía maligna había corroído el
paisaje una vez exuberante y lentamente fue consumido por el
desierto de Gobi circundante. Se decía que por la noche, la gente
todavía podía ver las elevadas siluetas de los soldados de Ban
Yue, agarrando un garrote de dientes de lobo, mientras
deambulaban por el Gobi en busca de presas desde lejos.

»Originalmente, este lugar tenía decenas de miles de habitantes.


Sin embargo, todos gradualmente se volvieron incapaces de
sobrevivir, por lo que emigraron y se fueron. Al mismo tiempo, la
leyenda, cada vez que alguien cruza este Pas más del cincuenta
por ciento desaparecería, comenzó a extenderse. Mientras fueran
personas de las llanuras centrales que pasaban por este lugar,
todos tenían que dejar atrás la mitad como su peaje ilegal: ¡vidas
humanas!

Fu Yao puso una sonrisa falsa.

—Este joven Señor sabe mucho.

San Lang dijo sonriendo: —En absoluto, en absoluto. Es solo


que lo que sabes es muy poco.

Xie Lian no pudo contener una sonrisa, pensando que este chico
seguramente tenía una lengua afilada. Luego escuchó a San
Lang agregar perezosamente: —Sin embargo, esto es
simplemente una historia no oficial y algunos cuentos y rumores
antiguos.

¿Quién sabe si realmente hay un gran sacerdote? ¿O si el reino


de BanYue realmente existe?
Capítulo 20: Mil millas en un paso, perdido dentro de una tormenta de arena (parte
uno)

Sin embargo, Xie Lian dijo: —Aunque lo que has visto es historia
y rumores no oficiales, el Reino de Ban Yue sí existe.

— ¿Oh? —Dijo San Lang.

En este momento, Nan Feng finalmente había terminado de


dibujar capa sobre capa de la matriz en el suelo. Se puso de pie
y dijo: —Está hecho. ¿Cuándo deberíamos partir?

Xie Lian rápidamente empacó un bulto antes de dirigirse hacia el


frente de la puerta.

—Vamos ahora.

Colocando su mano sobre la puerta, dijo: — ¡Que los funcionarios


del cielo nos bendigan, todos los tabúes están listos! y luego
empujaron ligeramente.

En el momento en que la puerta se abrió, la pequeña ladera y el


pueblo desaparecieron. Lo que estaba en su lugar era una calle
principal vacía.

A pesar de que la carretera principal es ancha, de hecho había


muy poca gente alrededor. Podría pasar medio día y uno solo
vería un peatón o dos. Esto no fue porque el cielo se había
oscurecido, sino porque estaba menos poblado en el noroeste
para empezar. Además, dado que estaba cerca del desierto de
Gobi, incluso si fuera durante el día, todavía no habría muchos
peatones en el camino.

Xie Lian salió del edificio y buscó detrás de él para cerrar la


puerta. Volvió a mirar hacia atrás y se preguntó, ¿cómo podría
haber salido del Santuario PuJi? Lo que estaba sentado detrás
de él en este momento era claramente una pequeña posada.

Con un solo paso, había recorrido mil millas. Este fue


precisamente el aspecto místico de una técnica de reducción de
distancia.

Unos pocos transeúntes pasaron, murmurando entre ellos


mientras los miraban con mirada cautelosa. En este momento,
escuchó a San Lang hablar detrás de él: —Según los textos
antiguos, cuando la luna se hunda desde el cielo, sigue a la
Estrella del Norte y terminarías viendo el Reino de Ban Yue. Gege,
mira —señaló hacia el cielo y dijo: — Ahí está Polaris.17

Xie Lian levantó la cabeza para echar un vistazo y luego dijo con
una sonrisa: —Polaris, es tan brillante.

San Lang se puso a su lado y se colocó hombro con hombro junto


a él. Le dio una mirada a Xie Lian antes de que él también
levantara la cabeza y sonriera.

—Está bien. Por alguna razón desconocida, el cielo nocturno en


el noroeste parece ser un poco más brillante y claro que el cielo
de las llanuras centrales.

Xie Lian expresó su acuerdo con esas palabras. Por su parte,


San Lang y él estaban conversando profundamente sobre el cielo
nocturno y las estrellas, mientras que los dos jóvenes dioses
marciales detrás de ellos encontraron que ambos eran
absolutamente indignantes. Nan Feng preguntó: — ¿Por qué él
también está aquí?

17
Polaris es la estrella más brillante de la constelación Osa Menor. Es muy
usada para la navegación porque esta fija en el cielo, y señala la dirección del
norte. En china antigua se la conocía como “El Gran Gobernante Imperial del
Cielo".
San Lang dijo inocentemente: —Oh, la puerta que creaste se veía
tan mágica, así que la seguí para echarle un vistazo.

Nan Feng enojado dijo: — ¿Visitazo? ¡¿Creíste que estamos


aquí para hacer turismo?!

Xie Lian masajeó el espacio entre sus cejas y dijo: —Olvídalo. Si


nos siguió, entonces nos siguió. No es como si estuviera
comiendo tu comida empacada; Debería haber traído suficiente.
San Lang, sígueme de cerca. No te vayas.

De una manera bastante obediente, San Lang respondió: —Está


bien.

— ¡¿El problema es incluso sobre quién está comiendo qué


comida empacada?!

Xie Lian suspiró.

—Nan Feng, es la mitad de la noche y todos están dormidos.


Centrémonos solo en nuestro propio negocio, nuestro propio
negocio. No te preocupes tanto por las otras cosas. Vamos
vamos.

Guiados por el Gran Dipper, los cuatro siguieron el camino


establecido hacia el norte. Habiendo viajado durante la noche, las
ciudades y el verdor se hicieron cada vez más escasos, mientras
que la arena y las rocas en el camino aumentaron gradualmente.
Una vez que la tierra bajo sus pies dejó de ser tierra, fue cuando
ingresaron oficialmente al desierto de Gobi.

Aunque el uso de la técnica de reducción de distancia podría


ahorrarles muchas millas, cuanto más lejos la distancia, más
energía espiritual drenó. Con Nan Feng habiendo usado la
técnica una vez, tomaría muchas horas antes de que pudiera
usarla nuevamente.
Y dado que Nan Feng ya había usado tanta energía espiritual, en
consideración de la necesidad de almacenar algunas para
posibles batallas, Xie Lian no le pediría a Fu Yao que volviera a
usar esta técnica para protegerse de lo inesperado. Al menos
debería haber alguien con su energía espiritual a plena capacidad.

En el desierto, la diferencia de temperatura entre la noche y el día


fue drástica. Durante la noche, la temperatura de congelación era
lo suficientemente fría como para filtrarse en los huesos, pero aún
era tolerable. Pero cuando llegó el día, fue una experiencia
completamente diferente. El cielo aquí era increíblemente claro y
expansivo con rayas blancas, pero del mismo modo, el sol
ardiente era igual de feroz.

El grupo continuó caminando, pero cuanto más caminaban, más


se sentía como si estuvieran entrando en una enorme cesta de
vapor. El aire caliente emitido desde las profundidades de la tierra
se sentía como si caminar un día pudiera vaporizar a una persona
con vida.

Xie Lian se basó en la dirección del viento y la vegetación se


agrupó en la base de las rocas para determinar la dirección hacia
la que debían dirigirse. Preocupado de que algunas personas no
pudieran seguirle el ritmo, él miraba hacia atrás de vez en cuando.
Nan Feng y Fu Yao no eran personas comunes, por lo que no
había necesidad de mencionar cómo estaban. La vista de San
Lang, sin embargo, lo hizo reír.

Con el sol abrasador sobre sus cabezas, el joven se quitó la bata


exterior y se la cubrió perezosamente para bloquear la luz del sol.
Su expresión lánguida provocó un toque de cansancio. Con su
piel clara, su cabello negro y la forma en que la túnica roja le
cubría la cara, su semblante parecía aún más impresionante.

Xie Lian se quitó el sombrero de paja y levantó la mano para


sujetarlo a la cabeza de San Lang. Él dijo: —Te prestaré esto.
San Lang quedó atónito por un momento, antes de sonreír y
decir: —No hay necesidad.

Le devolvió el sombrero de paja. Xie Lian no quería avanzar y


retroceder en este asunto, por lo que si San Lang no lo necesitara,
no insistiría.

—Si lo necesitas, solo pregúntame.

Luego sostuvo su sombrero y continuó caminando.

Después de haber caminado un poco, el grupo vio un pequeño


edificio gris en medio de la arena amarilla más adelante. Se
acercaron para verlo más de cerca y vieron que la posada parecía
haber sido abandonada durante muchos años. Xie Lian levantó
la cabeza para examinar el cielo antes de calcular que ya había
pasado el mediodía. Temía que se acercaran a las horas más
calurosas y difíciles del día una vez que fuera la tarde. Además,
habían caminado toda la noche. Ya era hora de un descanso y,
por lo tanto, los condujo a los tres a la posada.

En el interior, vieron una mesa cuadrada, así que se sentaron a


su alrededor. Xie Lian sacó una botella de agua de la simple bolsa
de viaje en su espalda. Se lo entregó a San Lang y preguntó.

— ¿Quieres un poco?

San Lang asintió con la cabeza. Al recibir la botella, bebió un trago


de agua. Solo entonces Xie Lian lo tomó para beber.

Xie Lian echó la cabeza hacia atrás y tragó varias veces con la
manzana de Adán rodando hacia arriba y hacia abajo. El líquido
frío se deslizó por su garganta y se sintió extremadamente
refrescante. A un lado, San Lang había apoyado la barbilla en la
mano y parecía estar mirando la escena, pero no al mismo tiempo.
Después de un tiempo, de repente preguntó: — ¿Queda algo?
Xie Lian se limpió el borde de la boca, donde aún quedaba un
poco de agua. Sus labios estaban ligeramente húmedos.
Asintiendo, volvió a pasarle la botella a San Lang. San Lang
estaba a punto de tomarlo cuando una mano bloqueó la mano de
Xie Lian, la que sostenía la botella.

Fu Yao intervino.

—Espera un segundo.

Mientras los demás observaban, Fu Yao sacó lentamente una


botella de agua de su manga, antes de colocarla sobre la mesa.
Luego lo empujó hacia San Lang.

—También tengo algunos aquí. Por favor, toma —dijo.

A primera vista, Xie Lian supo de inmediato lo que estaba


haciendo.

Con la personalidad de Fu Yao, ¿cómo podría estar dispuesto a


compartir una botella con otra persona? Xie Lian también recordó
cómo anoche, estos dos habían querido investigar más a San
Lang. Por lo tanto, lo que había en esa botella definitivamente no
era agua común, sino agua reveladora.

Con este líquido medicinal secreto, si una persona normal lo


bebiera, no habría ningún efecto. Pero, si no fueran humanos y
lo hubieran consumido, entonces, bajo los efectos de la medicina,
se verían obligados a revelar su verdadera forma. Dado que los
otros dos habían querido saber si este joven era realmente una
devastación o no, esta botella de agua reveladora tenía un poder
formidable.

Sin embargo, San Lang solo se rió antes de decir: —Gege y yo


podemos compartir esta botella de agua.
Nan Feng y Fu Yao miraron a Xie Lian que estaba sentada a un
lado. Xie Lian pensó, ¿por qué me están mirando? Con tono
fresco, Fu Yao dijo: —Su agua casi se ha acabado, por favor no
se detenga en la ceremonia.

San Lang dijo: — ¿En serio? Entonces, ustedes dos primero.

—...

Los dos dejaron de hablar. Después de un rato, Fu Yao volvió a


hablar: —Tú eres el invitado, tú primero.

Aunque todavía hablaba con esa manera refinada y culta, Xie


Lian sintió como si esas palabras fueran forzadas a salir de sus
dientes. San Lang también hizo un gesto con la mano usted
primero, diciendo: —Ustedes son los asistentes. Tú primero, o
me sentiré mal.

Xie Lian los vio ponerse aires. Pero cuando se descartaron tales
aires, finalmente se volvieron físicos. Separados por el espacio
de la mesa, los tres lucharon con la pobre botella de agua,
empujándola de un lado a otro.

Xie Lian sintió que la mesa temblaba débilmente por debajo de


sus manos. Pensando que la pobre mesa iba a llegar a su fin,
sacudió la cabeza con pesar. Sus compañeros pelearon algunas
batallas más silenciosas.

Finalmente, incapaz de contenerse más, Fu Yao se burló.

—Ya que no estás dispuesto a beber esta agua, entonces debe


significar que tienes una conciencia culpable.

San Lang se echó a reír.

—Ustedes dos están siendo tan hostiles y ninguno de ustedes


estuvo de acuerdo en beberlo primero. ¿No es más como si
fueran ustedes los que tienen la conciencia culpable? ¿Podría ser
que has envenenado el agua?

Fu Yao dijo: —Puedes preguntarle al que está sentado a tu lado


si el agua contiene o no veneno.

Por lo tanto, San Lang le preguntó a Xie Lian: —Gege, ¿está


envenenada el agua?

La pregunta de Fu Yao fue realmente astuta. Naturalmente, El


Agua Reveladora de Forma no era venenosa. Cuando una
persona común lo bebía, no era diferente a beber agua normal.
Xie Lian solo podía decir: —No hay veneno, pero...

Aún no había terminado su oración cuando Nan Feng y Fu Yao


lo miraron. San Lang, sin embargo, inmediatamente soltó su
mano y dijo: —Está bien.

Levantó la botella de agua y la sacudió varias veces.

—Como dijiste que no hay veneno, entonces lo beberé.

Habiendo dicho eso, el joven sonrió antes de beber toda la


botella.

Xie Lian no esperaba que fuera tan claro y se sorprendió un poco


por sus acciones. Nan Feng y Fu Yao también estaban aturdidos,
ambos en guardia. Pero quién hubiera sabido que después de
que San Lang terminara de beber esa Agua Reveladora de
Forma, solo agitó la botella un par de veces antes de decir: —No
hay nada demasiado bueno en el sabor.

Luego, rápidamente arrojó la botella a un lado, donde emitió un


sonido metálico al golpear el suelo y estallar.

Al ver cómo había bebido el Agua Reveladora de Forma, pero


aún parecía completamente bien sin anormalidades, una mirada
de desconcierto apareció en la cara de Fu Yao. Pero
inmediatamente, respondió fríamente: —Es solo agua. ¿No
saben todos igual? ¿Qué tipo de diferencia podría tener?

San Lang tomó la botella de agua por el codo de Xie Lian antes
de decir: —Por supuesto que es diferente. El agua aquí sabe
mucho mejor.

Al ver esto, Xie Lian no pudo evitar soltar una sonrisa. Realmente
no le habían importado los resultados de esta prueba.

Independientemente de los resultados, no le habría importado la


identidad de San Lang ni sus motivos. Por lo tanto, para el caos
que había sucedido frente a él, además de ser divertido, no había
mucho más.

Xie Lian pensó que las cosas habrían terminado aquí, pero quién
sabe, con un fuerte ruido metálico Nan Feng había puesto una
espada sobre la mesa.

Con ese tipo de manera imponente, a primera vista, habría


parecido como si estuviera a punto de matar a todos en la escena.
Xie Lian se quedó sin palabras por un momento antes de
preguntar: — ¿Qué es lo que estás haciendo?

Nan Feng murmuró oscuramente.

—Nuestro destino es peligroso. Por lo tanto, le regalo una espada


a este hermano menor para que pueda defenderse.

Xie Lian bajó la cabeza para echar un vistazo. La vaina de la


espada era simple y llana, aunque la espada en sí parecía haber
sido afilada cuidadosamente a lo largo de los años.

Esto no era un bien común. Su corazón tembló. Alzando las


cejas, Xie Lian se volvió hacia un lado.
—En realidad es Hong Jing18 —pensó
.
El nombre de esta espada era de hecho Hong Jing se sabía que
era una espada atesorada. Aunque no podría exorcizar
fantasmas o matar demonios, ningún demonio y fantasma podría
escapar de su espejo encantado. Mientras no fueran humanos,
una vez que se desenvainara la espada, la hoja gradualmente se
volvería roja, como infundida por la sangre. Además, la cuchilla
roja como la sangre reflejaría la verdadera apariencia de quien
había desenvainado la espada. Si eran feroces o devastadores,
¡nadie podía escapar!

Los jóvenes siempre tenían ojos para espadas y caballos


preciosos y lo miraban con especial interés. San Lang dejó
escapar un ¿Oh? Aparentemente muy fascinado, dijo: —Déjame
ver.

Sostuvo la espada con una mano y agarró la empuñadura con la


otra, luego lentamente hizo que la sacara. Tanto los ojos de Nan
Feng como de Fu Yao estaban pegados intensamente a sus
movimientos. La espada que había sido desenvainada tres
pulgadas era deslumbrante y tan brillante como la nieve. Un
momento después, San Lang soltó una risita y dijo: —Gege, estos
dos sirvientes tuyos, ¿están bromeando conmigo?

Xie Lian tosió ligeramente y se volvió hacia él.

—San Lang ah, ya lo dije antes. No son mis sirvientes.

Habiendo dicho eso, se volvió de nuevo. Nan Feng luego habló


en su tono frío habitual.

— ¿Quién crees que está bromeando contigo?

San Lang se rió y dijo: —Con una espada rota, ¿cómo se supone
que debo defenderme?
18
Significa espejo de escarlata.
Con eso, volvió a enfundar la espada y la arrojó sobre la mesa.
Al escuchar esto, la ceja de Nan Feng se levantó sorprendido.
Abruptamente agarró la espada y la arrancó de su vaina, solo para
escuchar un sonido metálico. Dentro de sus manos, con un filo
extra afilado había... una espada rota.

¡La cuchilla de Hong Jing se rompió tres pulgadas por debajo de


la empuñadura!

La expresión de Nan Feng cambió ligeramente, antes de tomar


la vaina y verter los restos, provocando una serie de ruidos
metálicos. Lo que quedó dentro de la vaina fueron los restos de
la espada, todos destrozados en innumerables fragmentos
pequeños.

Hong Jing podía distinguir todo tipo de demonios y fantasmas,


esto era cierto. Nunca se supo de algo pudiera escapar de su ojo,
¡pero tampoco se sabía que algo podría hacer que se rompiera en
numerosas piezas dentro de la vaina!

Nan Feng y Fuyao señalaron a San Lang.

—Usted…

San Lang se rió a carcajadas antes de inclinarse hacia atrás con


sus botas negras apoyadas en la mesa. Tomando un fragmento
de Hong Jing, lo arrojó en sus manos por diversión antes de decir:
—Asumo que ustedes no me dieron intencionalmente una espada
rota para protegerme. Debe haberse roto en el camino aquí. Pero
no te preocupes, puedo defenderme sin una espada. En cuanto
a la espada o cualquier otra cosa, deben guardarla para ustedes
mismos.

Xie Lian fue completamente incapaz de mirar directamente la


espada. Para hablar de ello, esta espada atesorada, Hong Jing
fue originalmente parte de la colección de Jun Wu. Después de
su primera ascensión, Xie Lian había ido una vez al Salón del Dios
Marcial para jugar y había visto la espada allí. Sintió que aunque
la espada no era muy práctica de usar, todavía tenía sus
encantos. Jun Wu le había regalado la espada.

Después, había caído y hubo un momento en que fue realmente


demasiado difícil. No podía seguir confundiéndose en ese
momento, por lo que Feng Xin lo empeñó.

¡Así es, empeñado!

El dinero recibido por empeñarlo había sido suficiente para que


los dos tuvieran un par de buenas comidas y luego... bueno, no
había nada más que agregar. Durante ese tiempo, Xie Lian había
empeñado demasiadas cosas, por lo que decidió que era
simplemente mejor olvidarlo todo, para no comenzar a recordar
de vez en cuando y hacer que su corazón sangrara.

Pensando en el pasado, Feng Xin, después de su ascensión,


probablemente había recordado esta espada y no podía soportar
la idea de que esta rareza de su era quedara vagando por el reino
de los mortales. Lo que lo llevó a volver a buscarlo antes de
traerlo de vuelta. Lo afiló, lo pulió y lo colocó en el Palacio Nan
Yang, donde Nan Feng lo volvió a bajar.

Con todo, al ver la espada, Xie Lian solo podía sentir un dolor
sordo y tuvo que evitar su línea de visión. Sintió cómo los otros
tres comenzaban a pelear de nuevo y, por lo tanto, sacudió la
cabeza antes de concentrarse en observar el clima afuera. Pensó
para sí mismo: —Mirando el viento, me temo que habrá una
tormenta de arena más tarde. Si hoy volviéramos a la carretera,
se desconoce si podremos encontrar refugio del viento.

En este mismo momento, fuera del edificio y sobre la brillante


arena dorada, las sombras de dos personas pasaron
repentinamente.
Xie Lian se sentó de inmediato.

Las dos siluetas, una vestida de blanco y otra de negro, parecían


no tener prisa, e incluso se podía decir que parecían bastante
relajadas. Sin embargo, las nubes se hincharon bajo sus pies, lo
que indica su velocidad. La de negro era alta y delgada, mientras
que la de blanco era una mujer oficial con una espada larga en la
espalda y un hossu descansando en el hueco de su brazo. El
hombre de negro no se dio la vuelta, pero la mujer de blanco se
volvió para darles una sonrisa cuando pasaron por el pequeño
edificio. La sonrisa era tan fugaz como sus siluetas. Sin ninguna
razón, se desbordó con un sentimiento traicionero y extraño.

Xie Lian mantuvo su mirada fija afuera, así fue como fue testigo
de dicha escena en particular. Dentro del pequeño edificio, los
otros tres solo pudieron vislumbrar las siluetas. En cuanto a todo
lo demás, no podían darse el lujo de tomar nota de los detalles
por el momento. Nan Feng se levantó de repente y dijo: —
¿Quiénes son esas personas?

Xie Lian también se levantó y dijo: —No lo sé, pero no pueden ser
personas comunes. Murmuró para sí mismo por unos momentos
antes de decir: —Ustedes deberían dejar de jugar, parece que el
viento se está poniendo fuerte. Apurémonos y volvamos a la
carretera Dejen de perder tiempo y vamos tan lejos como
podamos.

Afortunadamente, aunque estas personas eran a veces como


gallinas voladoras desconcertadas o perros saltarines asustados,
cuando se trataba de asuntos reales, todos podían recuperarse y
hacer las cosas. Luego, dejaron de chocar entre sí, limpiaron los
fragmentos de Hong Jing y luego abandonaron el pequeño
edificio.

Durante algún tiempo, los cuatro caminaron de frente contra el


viento. Y durante este tiempo, caminaron durante
aproximadamente cuatro horas. Pero la distancia que cubrieron
esta vez no se pudo comparar con las cuatro horas que habían
cubierto antes. La tormenta de arena fue mucho más fuerte que
antes. Los vendavales, agrupados con arena, se arrojaron sobre
ellos, causando que la piel expuesta en sus caras y brazos les
doliera. Cuanto más caminaban, más arduo se sentía. Con el
sonido del viento corriendo por sus oídos y la siempre
omnipresente arena amarilla haciendo que su vista fuera poco
clara, Xie Lian sostuvo su sombrero de bambú y dijo: —Esta
tormenta de arena se produjo de manera muy extraña.

Cuando no hubo respuesta de nadie después de un tiempo, Xie


Lian se preguntó si se habían quedado atrás. Volvió la cabeza
para mirar pero vio que los tres lo seguían de cerca. Parecía que
simplemente no lo habían escuchado hablar. Al final resultó que,
la tormenta de arena era demasiado fuerte. En el momento en
que uno abriera la boca para hablar, el sonido sería eliminado.
Naturalmente, Nan Feng y Fu Yao no necesitarían su
preocupación. Caminaron constantemente contra la turbulencia,
luciendo asesinos. Pero San Lang siempre estaba a unos cinco
pasos detrás de él, caminando ni demasiado cerca ni demasiado
lento.

En medio del cielo amarillo lleno de arena, la expresión del joven


permaneció intacta, sin una sola oleada de emoción mientras
caminaba con las manos cruzadas detrás de la espalda. Vestido
de rojo de la cabeza a los pies, con el pelo en una danza oblicua
y desordenada, parecía que no sentía ningún efecto por el ataque
de la tormenta de arena. Él permaneció completamente
impasible, además, ni siquiera sus ojos parpadearon una vez. Xie
Lian ya había sido golpeado por la arena tanto que le dolía la cara.
Viendo a San Lang de esta manera, con tanto desprecio por sí
mismo, realmente lo preocupaba. Él dijo: —Cuidado con la arena
que se te mete en los ojos y la ropa.

Volvió a pensarlo y se dio cuenta de que ni él mismo podía


distinguir lo que acababa de decir. Xie Lian fue directamente a
San Lang y lo ayudó a asegurarse su ropa y su collar. Lo envolvió
con fuerza, evitando que el viento y la arena entraran. San Lang
estaba sorprendido. Durante este tiempo, los otros dos los
alcanzaron. Con los cuatro más cerca, finalmente pudieron
escucharse. Xie Lian dijo: —Todos, tengan cuidado. Esta
tormenta de arena llegó demasiado repentinamente, algo no
parece correcto. Me temo que podría ser algo malvado.

Fu Yao dijo: —El viento y la arena son más fuertes de lo habitual.


Aparte de eso, ¿qué más podría ser?

Xie Lian sacudió la cabeza y dijo: —El viento y la arena están bien.
Lo que me temo es si se agregó algo más en la arena.

Justo en este momento, una tormenta repentina sopló el


sombrero de bambú de Xie Lian. Una vez que estuvo en el aire,
el sombrero de bambú estaba a punto de desaparecer por
completo dentro de la infinita arena amarilla. Sin embargo, San
Lang fue hábil y rápido en reaccionar. Extendiendo su mano,
extendió la mano y atrapó el sombrero de bambú que estaba a
punto de volar hacia el cielo. Luego, una vez más, le devolvió el
sombrero a Xie Lian. Xie Lian le agradeció y volvió a abrocharse
el sombrero de bambú mientras decía: —Sería mejor si
pudiéramos encontrar un lugar para evitar la tormenta.

Sin embargo, Fu Yao no estuvo de acuerdo.

—Si realmente hubo algo malo con esta tormenta de arena,


entonces su motivo solo podría ser impedirnos avanzar. Si ese
es el caso, entonces tenemos aún más razones para continuar.

Al escuchar esto, Xie Lian ni siquiera pronunció una palabra


cuando San Lang comenzó a reír a carcajadas. Fu Yao levantó
la cabeza y dijo fríamente: — ¿De qué te ríes?

San Lang se cruzó de brazos y soltó una risita: —Ir


deliberadamente contra la gente, ¿te satisface ser tan poco
convencional?
Incluso antes, Xie Lian siempre había pensado que, aunque este
joven siempre sonreía, su sonrisa a menudo dificultaba que la
gente distinguiera si era realmente genuina o si era una burla en
forma de cumplidos. Sin embargo, esta vez, cualquiera podría
decir que no había ni media onza de buena voluntad en su
sonrisa.
La expresión de Fu Yao se volvió abruptamente fría cuando Xie
Lian levantó una mano y dijo: —Ustedes deberían detenerse por
ahora. Si tiene algo que decir, guárdelo para más tarde. Cuando
el viento se pone fuerte, también puede volverse bastante
aterrador.

Fu Yao dijo: — ¿Como si realmente pudiera volar a la gente al


cielo?

Xie Lian respondió: —Mmn, lo que dijiste es muy posible...

Antes de que terminara de hablar, las pocas personas frente a él


desaparecieron repentinamente.

En realidad, los que había desaparecido no eran ellos. Era él...


Esta tormenta de arena realmente lo había abrigado y lo había
llevado al cielo.

¡Era un tornado!

Xie Lian giró violentamente en el aire. Con un gesto de su mano,


dijo: — ¡Ruoye! ¡Agarra algo firme y confiable!

Con un silbido, Ruoye salió volando. Un momento después, Xie


Lian sintió el otro extremo de la seda blanca caer, como si hubiera
envuelto algo. Agarrándolo, Xie Lian finalmente se estabilizó en
el aire con gran dificultad. Cuando bajó la cabeza para mirar, se
dio cuenta de que lo habían llevado a un lugar que estaba al
menos a diez zhang del suelo.
Actualmente, él era como una cometa, uno solo arrastrado por
una cuerda con su centro atado al suelo. Dentro del ataque de
arena amarilla, Xie Lian agarró a Ruoye mientras
simultáneamente se esforzaba por distinguir lo que Ruoye había
agarrado. Miró deteninadmente antes de que finalmente
distinguiera un tono rojo. El otro extremo de Ruoye parecía estar
envuelto alrededor de la muñeca de un joven vestido de rojo.

Hizo que Ruoye agarrara algo confiable y estable, ¡pero Ruoye


terminó agarrando a San Lang!
Capítulo 21: Mil millas en un paso, perdido dentro de una tormenta de arena (parte
dos)

Xie Lian no sabía si reír o llorar. Estaba a punto de hacer que


Ruoye lo intentara de nuevo y agarrara algo más, cuando de
repente sintió que la seda blanca se aflojaba alrededor de su
muñeca. Inmediatamente, Xie Lian fue superado por una
sensación de temor.

Este sentimiento brusco no fue porque Ruoye había aflojado su


agarre en el otro extremo, sino porque algo peor había sucedido.

Efectivamente, ese tono rojo del suelo de repente se acercó


mucho más. No pasó mucho tiempo antes de que estuviera al
alcance de la mano.

¡San Lang también se vio envuelto en la tormenta de arena!

Xie Lian le gritó: — ¡No te asustes!

En el momento en que abrió la boca, se comió otro bocado de


arena. Tal como estaban las cosas en este momento, hacía
tiempo que se había acostumbrado a comer un bocado de arena
aquí y allá.

Aunque le había gritado a San Lang que no entrara en pánico, en


realidad, incluso él había sentido que San Lang no habría entrado
en pánico en absoluto. Efectivamente, después de que el joven
había sido atrapado en el aire, Ruoye se retiró rápidamente y los
juntó más cerca.

Xie Lian miró bien la cara de San Lang. La expresión en la cara


del joven no tenía ni media onza de pánico. Casi como si fuera
capaz de leer un libro serenamente incluso en medio de la
tormenta de arena, siempre y cuando le dieran uno. De hecho,
Xie Lian comenzó a sospechar si San Lang había tenido la
intención deliberada de que él mismo fuera lanzado al aire.

Ruoye fue hiriendo alrededor de sus cinturas un par de veces,


atándolos juntos. Xie Lian abrazó a San Lang antes de decir: —
¡Ve de nuevo! ¡Esta vez, no agarres a otro ser humano!

Por lo tanto, Ruoye voló de nuevo. Esta vez, lo que Ruoye había
agarrado era... ¡Nan Feng y Fu Yao!

Xie Lian se sintió agotada tanto mental como físicamente cuando


le dijo a Ruoye: —Cuando dije que no agarrara a un humano, no
quise decir que fuera tan literal... bueno, está bien entonces...

Gritó hacia abajo, en su dirección: — ¡Nan Feng, Fu Yao!


¡Agárrate fuerte! ¡Pase lo que pase, debemos apoyarnos!

Nan Feng y Fu Yao, que todavía estaban en el piso de abajo,


naturalmente querían apoyarlos. Los dos se mantuvieron firmes,
pero fue en vano. La tormenta de arena era demasiado salvaje y
feroz. No mucho después y para sorpresa de nadie, otras dos
sombras se enrollaron en el tornado.

Ahora, los cuatro giraban violentamente en el aire. Entre el cielo


amarillo oscuro y la tierra amarilla oscura, el tornado era muy
parecido a una columna de arena torcida que sostenía los cielos.
Además, una tira de seda blanca ahora conectaba cuatro figuras
dentro de este pilar de arena, todas las cuales giraban sin
descanso sin descansar. Cuanto más giraban, más rápido iban y
más alto volaban. A un lado, Xie Lian comió arena como un loco,
pero por el otro gritó: — ¿Cómo es que ustedes también están
aquí?

Lo que vieron aparte de la arena todavía era arena y lo que


escucharon además del viento fue viento. Sin otra opción,
tuvieron que gritarse el uno al otro en la parte superior de sus
pulmones. Mientras comía arena, Fu Yao escupió con desprecio:
— ¡Tendrás que preguntarle a esta tira de estúpida seda blanca!
¡¿Qué tiene de malo?!

Xie Lian agarró la estúpida seda blanca con ambas manos y dijo
impotente: —Ruoye, ah Ruoye, los cuatro contamos contigo
ahora. Esta vez, no debes agarrarte de nuevo a lo incorrecto.
¡Ve!

Llevando sentimientos de desesperada esperanza con él, Xie


Lian una vez más dejó ir a un extremo de Ruoye. Nan Feng gritó:
— ¡No cuentes con eso más! ¡Piensa en otro plan!

Pero en este mismo momento, Xie Lian sintió que el final que
estaba sosteniendo se apretaba de repente. Su espíritu se
levantó de inmediato cuando dijo: — ¡Espera, dale otra
oportunidad! ¡Se aferró a algo!

Fu Yao también gritó: — ¡Es mejor que no haya vuelto alrededor


de un transeúnte! ¡Mejor déjalos ir si fuera así!

Fue sin decir que Xie Lian también estaba preocupada por esto.
Tiró de Ruoye un par de veces, pero descubrió que el otro extremo
no se movía ni un poco. Solo entonces el corazón de Xie Lian se
relajó cuando dijo: — ¡No! ¡No esta vez! ¡El otro extremo se
siente muy pesado y estable! —Luego dijo: — ¡Retractate!

Yendo contra el tornado frenético, Ruoye se retrajo con gran


velocidad. Las cuatro figuras se alejaron rápidamente de la
columna de viento. Poco a poco, en medio de la arena amarilla
en el cielo, Xie Lian pudo percibir el contorno negro de un
semicírculo debajo de ellos.

Este bosquejo era enorme y era aproximadamente del tamaño de


un pequeño templo. De hecho, el otro extremo de Ruoye estaba
enrollado precisamente alrededor de tal cosa. Y solo después de
acercarse al suelo, finalmente lo vio más claramente; esa cosa
era una piedra gigante.
Dentro de una tormenta de arena de este grado, este pedazo de
piedra era como una fortaleza firme y silenciosa. Sin duda fue un
excelente refugio contra los fuertes vientos.

Durante todo su viaje allí, definitivamente no habían visto una


roca gigante como esta. Por lo tanto, realmente no podían decir
exactamente qué tan lejos los había llevado ese extraño tornado.
En el momento en que los cuatro llegaron al suelo,
inmediatamente se dirigieron al otro lado de la roca que estaba
bloqueando el viento. Sintiéndose encantado cuando se
refugiaron, Xie Lian dijo: —Esto es realmente una bendición de
los cielos.

Resultó que el lado de la roca que estaba protegido del viento


tenía un agujero. El agujero tenía aproximadamente dos puertas
de ancho, mientras que la altura era ligeramente más corta que
una. Pero era lo suficientemente grande como para que entrara
un adulto, siempre que se inclinaran e inclinaran la cabeza. La
entrada no estaba bien hecha y estaba más bien torcida. Sin
embargo, no parecía que se formara naturalmente, por lo que era
más probable que alguien hubiera tallado casualmente esta
entrada artificial.

Una vez que Xie Lian entró, descubrió que la roca estaba tallada
para ser casi completamente hueca. El espacio dentro de la
cueva no parecía ser pequeño, pero estaba relativamente oscuro.
Xie Lian no exploró de inmediato todo el lugar, sino que se sentó
en un área que estaba iluminada por la luz que entraba desde el
exterior. Sacudió la arena amarilla en Ruoye antes de envolverla
alrededor de su muñeca.

Nan Feng y Fu Yao escupían arena. Se les había metido arena


en la boca, los ojos y las orejas, por lo que no era necesario
mencionar los pliegues dentro de la ropa. Despojarse de su ropa
y darle una buena sacudida había resultado en una fuerte
corriente de arena y piedra.
Entre los cuatro, el que parecía menos afectado seguía siendo
San Lang. Después de inclinarse y entrar en la cueva,
desempolvó algunas especificaciones de polvo en su atuendo
rojo, pero nada más. Esto se hizo más para mostrar y por
cortesía. Con la excepción de que su cabello estaba ligeramente
despeinado y su cola de caballo estaba peinada, su actitud feliz
no parecía haberse visto afectada en absoluto. Además, ese
peinado lacio de él fue originalmente peinado torcido por Xie Lian.
Por lo tanto, incluso si se torció más, no importaba en lo más
mínimo.

Nan Feng se limpió la cara dos veces antes de estallar en


maldiciones. Xie Lian arrojó la arena dentro de su sombrero de
bambú antes de suspirar.

—Ah ~ Realmente no había esperado que ustedes también fueran


lanzados al aire. ¿Por qué no usaron el hechizo de las mil libras?

Mientras escupía arena, Nan Feng respondió: — ¡Lo hicimos!


Pero fue ineficaz.

Por un lado, Fu Yao sacudió brutalmente su túnica exterior,


mientras que por el otro escupió: — ¿Dónde crees que es esto?
Este es un desierto árido en el extremo noroeste. No es como si
fuera el dominio de mi General. Al norte se encuentra el territorio
perteneciente al segundo general de la casa Pei. Hacia el oeste
está el territorio de Quan YiZhen. Dentro de estos cientos de
millas, no había forma de que encuentres un solo Templo Xuan
Zhen.

Cabia señalar que había un dicho común dentro del reino de los
mortales: un poderoso dragón no puede aplastar a una serpiente
en sus antiguas guaridas. Por lo tanto, dado que uno de ellos era
un oficial bajo el mando del diputado general del dios marcial del
sudeste, mientras que el otro era un oficial bajo el mando del
diputado general del dios marcial del sudoeste, usar las artes
espirituales en un territorio que no les pertenecía inevitablemente
significa que el encantamiento en juego estaría sujeto a
restricciones. Con sus apariencias actuales, Xie Lian creía que
los dos estaban bastante molestos y molestos. Se podría suponer
que era la primera vez que una ráfaga de viento fuerte lo
impulsaba hacia el cielo, solo para dar vueltas en círculos y ser
incapaz de volver al suelo. Xie Lian dijo: —Ambos realmente
trabajaron duro.

San Lang se sentó en el suelo junto a él. Con una mano apoyada
contra su mejilla, dijo: —Quedémonos aquí y esperemos a que la
tormenta de arena disminuya.

Xie Lian se volvió hacia él y dijo: —Parece que esa es nuestra


única opción por ahora. Por poderoso que pueda ser este
tornado, es poco probable que también arrastre una roca tan
grande hacia el cielo.

San Lang dijo: —Pero es como dijiste antes, esta tormenta de


arena es realmente muy extraña.

Xie Lian de repente pensó en algo y dijo: —San Lang, tengo una
pregunta.

San Lang respondió: —Adelante.

Xie Lian dijo: —Ese gran sacerdote de BanYue, ¿es hombre o


mujer?

San Lang respondió: — ¿No he mencionado esto todavía?


Mujer.

Xie Lian pensó, como esperaba y dijo: —Cuando estábamos


descansando en esa pequeña posada abandonada, ¿no vimos
dos figuras caminando por el frente? Sus pasos fueron elegantes
pero extraños. Definitivamente no podrían haber sido mortales.
Además, la de blanco había sido una guerrera.
Fu Yao se mostró escéptico y dijo: —Es difícil distinguir si eran
hombres o mujeres con solo mirar su túnica. Su figura también
era más alta que la de una mujer promedio. ¿Realmente lo viste
claramente?

Xie Lian dijo: —Lo vi claramente, no hay error. Así que he estado
pensando, ¿podría haber sido la sacerdotiza principal de
BanYue?

Entonces Nan Feng dijo: —Es posible, pero había una persona
vestida de negro a su lado. ¿Quién pudo haber sido?

Xie Lian dijo: —Eso es difícil de decir. Sin embargo, esa persona
caminaba más rápido que ella, por lo que sus habilidades
definitivamente no estarían por debajo de las de ella.

Fu Yao dijo: — ¿Existe la posibilidad de que fueran el otro


miembro de los Dos Cultivadores Demoníacos, el gran sacerdoe
Fang Xin?

Xie Lian dijo: —En cuanto a esto, creo que la razón por la que se
llaman los Dos Cultivadores Demoníacos es probablemente
porque los números pares son más fáciles de recordar. Al igual
que en el Reino Fantasma, están las Cuatro Calamidades.
Aunque en realidad no hay cuatro, la gente hizo todo lo posible
por reunir cuatro de todos modos.

Al escuchar esto, San Lang volvió a reír a carcajadas. Cuando


Xie Lian lo miró, San Lang dijo: —No es nada, solo pensé que lo
que dijiste es muy razonable. Después de todo, una de las Cuatro
Calamidades está allí para convertirlas en un número par.

Por lo tanto, Xie Lian continuó hablando: —De hecho,


probablemente no tengan nada que ver el uno con el otro. He
escuchado un poco sobre este gran sacerdote Fang Xin. Eran el
sacerdote Real del Reino de Yong. Hay un intervalo de al menos
cien años entre su aparición y la llegada del gran sacerdote de
BanYue.

Fu Yao descubrió que esto no era razonable y dijo: —No


conocías las Cuatro Calamidades del Reino Fantasma, pero
¿conoces al Gran sacerdote Fang Xin del Reino Yong An en el
Reino Mortal?

Xie Lian dijo: —A veces, cuando paso por lugares mientras recojo
chatarra, aprendo algunas cosas. Y no es como si recogiera
restos en el reino fantasma, así que, por supuesto, no habría
sabido nada de ellos.

En este momento, el sonido del viento desde el exterior de la


cueva se había debilitado un poco. De pie un poco afuera, Nan
Feng golpeó la roca un par de veces para examinar el material.
Después de concentrarse por un momento, inclinó la cabeza y
dijo: — ¿Por qué esta roca tendria un agujero de este tamaño?

Probablemente pensó que era sospechoso ver una roca como


esta aquí. Sin embargo, esto no le pareció demasiado extraño a
Xie Lian, por lo que dijo: —Un agujero excavado en una roca como
esta no es infrecuente. La gente pasada del reino de Ban Yue,
como aquellos que necesitaban un refugio de la tormenta de
arena, como aquellos que habían estado pastoreando ganado y,
por lo tanto, no podían llegar a casa a tiempo, o aquellos que
necesitaban un lugar temporal para quedarse en la noche,
ocasionalmente cavaría un agujero en una roca como esta.
Algunos de estos agujeros no fueron tallados, sino que fueron
explotados con explosivos.
Poco convencido, Nan Feng dijo: — ¿Cómo podrías siquiera
pastorear ganado en el desierto?

Xie Lian dijo: —Hace doscientos años, esto no era un desierto.


En cambio, este lugar también tenía un oasis.

En este momento, San Lang dijo: —Gege.


Xie Lian volvió la cabeza para preguntar: — ¿Qué pasa?

San Lang señaló con el dedo y dijo: —La roca en la que estás
sentado parece tener algo escrito.

— ¿Qué? —Xie Lian bajó la cabeza antes de levantarse. Solo


entonces descubrió que el lugar en el que estaba sentado era una
pizarra de piedra.

Efectivamente, después de limpiar el polvo, había palabras


escritas en la pizarra. Sin embargo, estaban grabados
relativamente débilmente, por lo que las palabras no eran muy
visibles. La mitad de la pizarra aún estaba enterrada en la arena.
La escritura se extendía hacia arriba desde el suelo, mientras se
desvanecía en la oscuridad.

Como había personajes escritos allí, definitivamente tuvieron que


echar un vistazo. Xie Lian dijo: —Tengo poco poder espiritual.
¿Podría alguno de ustedes lanzar una Palma de Luz y ayudarme
a iluminar esta área? ¡Muchas gracias!

Nan Feng chasqueó los dedos. Al instante, una llama apareció


sobre su palma. Xie Lian miró involuntariamente a San Lang, que
no pareció sorprenderse al verlo. Después de todo, el niño ya
había sido testigo de la serie —Reducir las Mil Millas. Xie Lian
sintió que, sin importar lo que se revelara en el futuro, ninguno se
sorprendería.

Nan Feng movió su mano al lugar que Xie Lian señaló y el fuego
iluminó las palabras grabadas en la pizarra. Las palabras eran
muy extrañas, como si fueran dibujos al azar y garabatos
casualmente garabateados por niños. Incluso estaban
ligeramente inclinados. Nan Feng preguntó: — ¿Qué está escrito
aquí?

San Lang dijo: —Naturalmente, escritura del Reino Ban Yue.


Xie Lian respondió: —Me temo que Nan Feng estaba
preguntando sobre el significado detrás de las palabras. Déjame
ver.

Limpiando la arena de la pizarra, Xie Lian llegó a la fila superior.


Varios de los personajes aquí eran especialmente grandes y
parecían ser el título o el tema. Además, los símbolos allí parecían
repetirse muchas veces en el resto del texto. Junto a ellos, Fu
Yao también invocó algo de luz en su palma antes de preguntar:
— ¿Puedes leer el texto de BanYue?

Xie Lian dijo: —Con toda honestidad, antes de que apareciera el


cultivador demoníaco BanYue, recogí restos en el Reino Ban Yue.

—…

— ¿Pasa algo?

—Nada, tenía curiosidad por saber de cuántos otros lugares has


recogido restos.

Xie Lian sonrió, antes de inclinar la cabeza para seguir leyendo.


De repente, dijo una sola palabra:

—General.

Nan Feng y Fu Yao hablaron al mismo tiempo.


— ¿Qué?

Xie Lian levantó la cabeza y dijo: —Dije, lo que está escrito en la


parte superior de esta pizarra es la palabra general. —Hizo una
pausa antes de continuar: —Hay otro personaje escrito después
de General. Sin embargo, no estoy muy seguro de lo que significa
este último personaje.
Nan Feng parecía haber dejado escapar un suspiro antes de
decir: —Continúa examinándolos entonces.

En el momento en que Xie Lian asintió con la cabeza, Nan Feng


levantó esa bola de Palma de Luz. Una vez más, su mano se
movió ligeramente hacia adelante. Pero con este ajuste, Xie Lian
de repente sintió que había algo fuera de lugar. En su visión
periférica, parecía haber algo que no había estado allí antes.

Xie Lian presionó ambas manos sobre la pizarra llena de


caracteres grabados, antes de levantar lentamente la cabeza.

Solo para ver, en medio de la oscuridad y por encima de la


pizarra, un rostro humano rígido iluminado por la tenue luz de la
llama. Esta cara, con ambos globos oculares mirando hacia
abajo, lo estaba mirando directamente.

—Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!!!!!!!!!!!!

El que gritó no fue Xie Lian, sino el rostro humano rígido.

Otra Palma de Luz se encendió en la otra mano de Nan Feng.


Luego, las llamas sobre sus dos palmas saltaron abruptamente
hacia arriba, alcanzando grandes alturas. Esto finalmente iluminó
el interior de la cueva en su totalidad.

Justo ahora, lo que la luz de la llama había revelado era alguien


que siempre había estado escondido en la oscuridad. En este
momento, se arrastraron frenéticamente a un lado en retirada,
retirándose a los bordes de las profundidades de la cueva.
Inesperadamente, ya había un grupo de siete u ocho personas,
todos acurrucados en un grupo, temblando.

Nan Feng gritó en voz alta: — ¿Quiénes son ustedes?

El grito reverberó por toda la cueva, haciendo vibrar todo el lugar.


Las dos orejas de Xie Lian ya estaban levemente doloridas por el
zumbido causado por el grito anterior. En este punto, no tuvo más
remedio que taparse los oídos.

La tormenta de arena de antes había sido demasiado fuerte y la


contaminación acústica había sofocado sus oídos. Ahora,
luchaban por escucharse incluso cuando hablaban a un volumen
un poco más bajo de lo habitual. Además, después de entrar en
la cueva, habían comenzado su acalorada discusión sobre el tema
de la gran sacerdotiza de Ban Yue. Más tarde, se centraron
mucho en descifrar el texto en la pizarra de piedra. Como
resultado, no sintieron que había otras personas escondidas en la
cueva todo el tiempo, personas que no habían hecho un solo
ruido.

Las siete u ocho personas estaban temblando. Después de


bastante tiempo, un anciano de unos cincuenta años más o
menos dijo: —Somos un grupo de comerciantes comunes que
pasan por esta área. La tormenta de arena era demasiado fuerte
y no podíamos continuar, así que terminamos refugiándonos aquí.

Dentro del grupo de personas, él parecía ser el más compuesto


y parecía ser su líder. Entonces, Nan Feng dijo: —Como
mercaderes comunes y corrientes que pasaban, ¿por qué estaban
actuando tan furtivos y se escondieron aquí?

Ese viejo estaba a punto de decir algo cuando el joven, que


parecía tener unos diecisiete o dieciocho años, parado a su lado
exclamó en voz alta: —Originalmente no estábamos actuando de
manera furtiva, hasta que ustedes repentinamente entraron.
¿Quién sabe si ustedes son buenos o malos? Después, le oímos
débilmente mencionar algo sobre una gran sacerdotisa de
BanYue y algo sobre un Reino Fantasma. ¡Tu palma también fue
capaz de encender fuego desde el aire! Todos pensamos que
ustedes eran esos soldados de Ban Yue que habían salido a
patrullar y atrapar gente para comer. ¿Cómo podríamos habernos
atrevido a hacer un sonido?
El viejo parecía tener miedo de que las palabras de este joven
resultaran demasiado provocativas y enojarían a la otra parte. Él
dijo: —TianSheng, deja de decir tonterías.

Ese joven tenía cejas gruesas y ojos grandes y nació con una
apariencia fuerte y digna. Cuando su anciano le regañó,
inmediatamente dejó de hablar. Las orejas de Xie Lian finalmente
dejaron de doler, así que bajó las manos. De manera amistosa,
dijo: —Un malentendido, este es un malentendido. Todos, no hay
necesidad de estar nervioso. Todos pueden relajarse un poco.

Después de detenerse por un momento, continuó: —


Naturalmente, no somos algunos soldados de Ban Yue. Mi
humilde yo es el dueño de un santuario y mis compañeros son...
personas de mi santuario. Estudian las artes de la adivinación.
Todos ustedes son comerciantes comunes, pero nosotros solo
somos taoístas comunes. No queremos hacer daño. Del mismo
modo, queríamos refugiarnos del viento y acabamos de entrar en
la misma cueva. Eso es todo.

Su tono era cálido y gentil, mientras que su forma de hablar era


lenta. Por lo tanto, pudo tranquilizar las emociones de todos.
Después de explicar repetidamente y hacer garantías, las
expresiones del grupo de comerciantes finalmente se relajaron.

Pero, quién hubiera pensado que San Lang se reiría de repente


antes de decir: — ¿Cómo? Por lo que veo, estos comerciantes
no pueden ser personas comunes. Solo están siendo modestos.

Perplejos, todos miraron en su dirección. San Lang continuó: —


¿No desaparece al menos la mitad de los viajeros cuando pasan
por el paso Ban Yue? A pesar de ser plenamente consciente de
este rumor, aún te atreviste a pasar por aquí. Esto puede
considerarse como algo valiente. ¿Cómo puedes representarlos
como ordinarios?
Habiendo escuchado esto, ese viejo respondió: —Joven, ese no
es siempre el caso. En realidad, los rumores tienden a ser
exagerados y ha habido muchos comerciantes que pasaron por
aquí en paz.

San Lang dijo: — ¿Oh, en serio?

El anciano dijo: —Está bien siempre y cuando encuentres a la


persona adecuada para liderar el camino y no termines
desviándote accidentalmente en el territorio del antiguo Reino de
Ban Yue. Por lo tanto, esta vez, para pasar por aquí, encontramos
específicamente un local para liderar el camino.

El joven llamado TianSheng dijo: — ¡Eso es correcto! Todo


depende del líder. Llegar a este punto es todo gracias a A-Zhao
ge. Nos ayudó a evitar tantas arenas movedizas. Además, había
visto levantarse el viento antes e inmediatamente nos llevó a
buscar un refugio. De lo contrario, podríamos haber sido
enterrados vivos por toda la arena por ahora.

Xie Lian echó un vistazo. El llamado A-Zhao, que había dirigido


su grupo, parecía extremadamente joven. Parecía tener
veintitantos años y nació con un rostro sincero, honesto y guapo.

Parecía alguien callado y lento para hablar, no reaccionó mucho


cuando todos lo elogiaron y solo habló en tono taciturno: —Esto
no es nada, es parte de mis responsabilidades. Espero que
cuando el viento se calme, los camellos y los bienes de todos
también permanecerán ilesos.

— ¡Definitivamente estarán bien!

Las actitudes de estos comerciantes parecían muy optimistas.


Sin embargo, Xie Lian no pudo evitar sentir que las cosas no eran
tan simples como habían pensado.
—Si uno no se extravía en el territorio del Reino de Ban Yue,
entonces no habría problemas. Si ese fuera el caso, ¿las
caravanas de la mitad de la fiesta se pierde en el pasado se
referían a las personas que no lo hicieron? ¿No crees en esta
artimaña demoníaca y estás decidido a enviarse a morir?

Pensó por un momento, antes de susurrar a Nan Feng y Fu Yao:


—Esta situación ocurrió de repente. Sin embargo, cuando pase
la tormenta de arena, primero asegurémonos de que estas
personas se vayan de manera segura antes de que nos dirijamos
a los antiguos territorios de BanYue para investigar.

Luego, Xie Lian volvió a bajar la cabeza y continuó examinando


las palabras grabadas en la pizarra de piedra. Anteriormente
había reconocido los caracteres para General pero eso fue solo
porque esta palabra podría considerarse como una de uso común.
Sin embargo, su estancia en BanYue Kingdom fue un evento que
sucedió hace doscientos años. Incluso si hubiera tenido fluidez
en el idioma en ese entonces, después de doscientos años, todo
se habría olvidado por completo. Ahora, al tener que volver a
levantarlo de repente, realmente necesitaba algo de tiempo y
paciencia. En este momento, San Lang, que estaba de pie junto
a él, dijo: —Montículo del general.

Tan pronto como dijo esto, Xie Lian lo recordó. Este último
personaje, ¿no tenía el significado de montículo, tumba o
sepultura?

Girando la cabeza, Xie Lian preguntó con sorpresa: —San Lang,


¿podría ser que también entiendes el antiguo texto de BanYue?

San Lang se rió entre dientes y dijo: —No mucho. Era solo un
pasatiempo, así que solo sé unas pocas palabras.

Xie Lian ya estaba acostumbrado a que él respondiera de esta


manera. Los textos de BanYue eran bastante limitados y aquellos
que lo entendieron eran difíciles de encontrar. La palabra
montículo tampoco era una palabra de uso común. Si fue
realmente como San Lang afirmó y él solo sabía algunas palabras
entonces, ¿cómo podría ser coincidencia precisamente esta
palabra? Él dijo, no mucho pero Xie Lian temía que el significado
de sus palabras fuera más equivalente a preguntar todo lo que
quiera, no me intimidará.

Inmediatamente, Xie Lian respondió con una sonrisa. —Esto es


muy bueno. Tal vez las pocas palabras que sabes son las que no
sé. Ven aquí, veamos esto juntos.

Le hizo señas gentilmente, así que San Lang se acercó. Nan


Feng y Fu Yao se pararon a un lado mientras sostenían sus
Palmas de Luz para iluminar el área para ellos. El dedo de Xie
Lian rozó lentamente cada personaje en la lápida. Junto con San
Lang, discutieron en voz baja mientras continuaban leyendo en
silencio. Mientras leían, sus miradas se volvieron cada vez más
peculiares, hasta que finalmente se volvieron solemnes.

El joven llamado TianSheng del grupo de comerciantes era


relativamente joven y los jóvenes siempre estaban llenos de
curiosidad. Además, después de haber intercambiado algunas
líneas con la otra parte, a partir de entonces consideró que
estaban familiarizados entre sí. Por lo tanto, TianSheng preguntó:
—Compañeros hermanos mayores, ¿qué está escrito
exactamente en esta lápida?

Xie Lian volvió a sus sentidos y respondió: —Esta piedra es un


memorial y lo que está escrito en este monumento es la historia
de vida de un general.

TianSheng dijo: — ¿Es un general del reino de Ban Yue?

San Lang respondió: —No, él es un general de las llanuras


centrales.
Sospechoso, Nan Feng respondió: — ¿Un general de las llanuras
centrales? Entonces, ¿por qué la gente del Reino Ban Yue le
daría un montículo adecuado? ¿No están los dos reinos
constantemente en guerra unos con otros?

San Lang dijo: —Este general en particular fue muy peculiar.


Aunque el memorial lo llamaba general, en realidad, era
simplemente un pequeño oficial militar famoso.

—Entonces, ¿fue ascendido a general después?

—De ningún modo. De hecho, comenzó a mandar a cien


personas. Después, dirigió a setenta personas y luego, solo lideró
a cincuenta personas.

—...

—En resumen, siguió siendo degradado.

Ser degradado una y otra vez, hasta el punto de que no se podría


degradar más... este tipo de experiencia honestamente se sentía
demasiado familiar. Xie Lian sintió que dos miradas caían
colectivamente sobre su cuerpo, pero fingió no darse cuenta y
continuó leyendo el texto en la pizarra de piedra. En este
momento, escuchó a TianSheng preguntar con incomprensión: —
¿Cómo puede haber un funcionario que se vuelva cada vez más
bajo? Mientras no cometas grandes errores, incluso si no te
promocionan, tampoco te degradarán. ¿Cuánto tienes que fallar
para llegar a este punto?

—...

Apretando su mano derecha en un puño, Xie Lian la levantó hacia


el frente de su boca y tosió suavemente. Luego, dijo seriamente:
—Joven amigo, un oficial que continúa siendo degradado no es
algo inusual.
— ¿Ah?

San Lang se rió y dijo: —Así es, es bastante común.

Después de una pausa, continuó: —La razón por la cual este


oficial militar en particular siguió siendo degradado no fue porque
era incompetente e inadecuado para sus deberes, sino porque la
relación entre los dos reinos era muy mala. Sin embargo, cuando
estaba en el campo de batalla, no solo no devolvió ningún logro,
sino que también se convirtió en un obstáculo en repetidas
ocasiones.

Nan Feng dijo: — ¿Qué quieres decir con un obstáculo?

San Lang respondió: —No solo trató de evitar que los soldados
de Ban Yue mataran a personas inocentes de su propio país, sino
que también evitó que sus propios soldados mataran a los
inocentes del reino de Ban Yue. Cada vez que actuaba para evitar
que los inocentes feran asesinados, lo degradaban una vez.

Su actitud relajada hizo que los siete u ocho comerciantes se


acurrucaran lentamente, como si lo estuvieran escuchando contar
una historia. Parecían bastante interesados y también expresaron
sus opiniones mientras escuchaban. TianSheng dijo: —Siento
que este oficial militar no está equivocado. Es lo que es cuando
los soldados luchan entre sí en la batalla. Pero por no dejar que
maten inocentes al azar, ¿no está bien?

—Aunque esto es algo tontamente amable para un soldado de su


reino y no es exactamente adecuado, en general, no hay nada
malo.

—Sí. Después de todo, está salvando personas, no


perjudicándolas.

Xie Lian escuchó esto y sonrió levemente.


El grupo de comerciantes frente a él no eran las personas que
vivían en la frontera, ni eran las personas de hace doscientos
años. Hoy en día, dado que el reino de Ban Yue ya había sido
aniquilado, la gente naturalmente minimizaría el asunto cuando lo
mencionaran. Serían compasivos e incluso darían algunas
palabras de elogio. E incluso si uno no estuviera de acuerdo con
algo que había sucedido, probablemente entenderían por qué se
hizo.

Pero cuando había pasado cien años, con ambos bandos en las
llamas de la guerra y cuando el odio no se interrumpía, las
consecuencias del comportamiento antes mencionado
definitivamente no serían evaluadas a la ligera como tontamente
amables.

Dentro del grupo, solo A-Zhao era un local. Probablemente fue


por esto que pudo entenderlo mejor. Él dijo: —Hoy en día es hoy
en día, hace doscientos años era hace doscientos años. El hecho
de que este oficial militar simplemente haya sido degradado ya
significaba que tuvo mucha suerte.

Fu Yao solo se burló antes de decir: —Qué ridículo.

Xie Lian podía adivinar lo que estaba a punto de decir. Por lo


tanto, masajeó suavemente el espacio entre sus cejas.

Efectivamente, bajo la llama que iluminó la sombría apariencia de


Fu Yao, dijo: —Alguien en su posición debería tratar de cumplir
con su deber. Como esta persona se convirtió en soldado,
siempre debe recordar defender su propio reino. Cuando luchas
sin miedo contra enemigos en la línea del frente y con dos reinos
en guerra, es inevitable matar. Ser tan suave de corazón solo
haría que sus camaradas lo detestaran. Además, los soldados
enemigos lo encontrarían cómico y ridículo. No habría nadie que
se sintiera agradecido.
Sus palabras también fueron muy razonables, por lo que la cueva
quedó en silencio. Entonces, Fu Yao dijo en un tono débil: —Al
final, solo hay un final para personas así: la muerte. Y muy
probablemente, estaría en manos de su propia gente.

Después de permanecer en silencio durante un tiempo, Xie Lian


rompió el silencio y dijo: —Sí, tienes toda la razón. Él murió. —
Sorprendido, TianSheng exclamó: — ¡Ah! ¿Como murió?
¿Realmente fue asesinado por su propia gente?

Xie Lian reflexionó sobre esto por un momento, pero aun así
decidió decirlo.

—Eso no es del todo. En el memorial, dice que durante una


batalla, mientras ambas partes estaban ocupadas luchando entre
sí, este hombre no se había atado bien los cordones de las botas
y había pisado sus propios cordones. Se tropezó y cayó, luego...

Todos en la cueva habían pensado originalmente que este


general debía haber muerto de una manera incomparablemente
trágica pero conmovedora. Por lo tanto, habiendo escuchado lo
que se dijo, todos se sorprendieron. Todos pensaron para sí
mismos: ¿Qué tipo de muerte fue esta? Antes de que la risa
estallara entre ellos.

—Jajajajaja...

—… y así fue pisoteado y asesinado a tiros por el enemigo y un


amigo, cuyos ojos estaban vidriosos por el asesinato.

—Jajajajajajaja...

San Lang levantó una ceja y dijo: — ¿Es tan gracioso?

Xie Lian tosió y también agregó: —Así es, es bastante trágico.


Todos, demostremos algo de simpatía y no riamos.
Especialmente porque estamos frente a su lápida, debemos darle
respeto.

TianSheng apresuradamente dijo: —No pretendo ser malicioso al


reir, pero esto sigue siendo... un poco... jajajajaja...

Xie Lian se sintió impotente porque cuando leyó esta parte,


también quiso reírse un poco. Sin embargo, decidió no mencionar
eso. En cambio, continuó traduciendo y leyendo en voz alta.

Xie Lian dijo: —En resumen, aunque este oficial militar tenía una
mala reputación dentro del ejército, los ciudadanos cerca de la
frontera del reino de Ban Yue y la gente de las llanuras centrales
que habían estado bajo su cuidado comenzaron a llamarlo
General. Luego, le construyeron un montículo simple aquí y
levantaron una lápida para conmemorarlo.

San Lang agregó: —Luego, la gente del reino de Ban Yue


descubrió una parte milagrosa de esta lápida: mientras te
arrodillas frente a esta pizarra de piedra tres veces, podrás
convertir un comienzo desfavorable en una buena bendición en el
El desierto de Gobi.

Su tono era realmente demasiado enigmático e insondable, lo


que fácilmente llevó a la gente a creerle. La expresión de su rostro
también era mortal. Cuando la gente escuchó esto, bastantes
comenzaron inmediatamente a arrodillarse. Era mejor creer que
existía que no existir. Sin embargo, Xie Lian encontró esto
bastante desconcertante y dijo: — ¿Ah? ¿Existe realmente una
oración que diga eso? Qué maravilloso.

San Lang sonrió levemente antes de susurrar: —No, lo inventé.


Dado que se habían reído de él antes, hacer que se rindieran ante
él ahora no sería pedir demasiado, ¿verdad?

Xie Lian miró y vio que era realmente cierto. Ya no quedaba más
texto para traducir en la pizarra de piedra. Originalmente había
querido suspirar, pero ahora lo encontró divertido. Por lo tanto,
también susurró: — ¿Por qué eres tan descarado?

San Lang le sacó la lengua.

Los dos se reían cuando de repente, alguien gritó: — ¿Qué es


esto?

Este grito resonó extremadamente fuerte dentro de la cueva.


Ruido vibrante, hizo que la gente sintiera que su cabello se eriza.
Xie Lian miró hacia la dirección de donde había venido el grito y
preguntó: — ¡¿Qué pasa?!

Los que se habían arrodillado frente a la antigua lápida se


levantaron frenéticamente y huyeron. Convulsivos de miedo,
exclamaron: — ¡Serpiente!

Nan Feng y Fu Yao movieron sus manos en esa dirección. Las


dos Palmas de Luz iluminaron ese punto del suelo desde lejos.
¡Sorprendentemente, una serpiente larga y de colores magníficos
se deslizó sobre el suelo arenoso!

Todos entraron en pánico.

— ¿Cómo podría haber serpientes?

— ¿Por qué esta serpiente no hace el más mínimo sonido? ¡Es


completamente imposible saber cuándo se arrastró!

Cuando la serpiente fue iluminada por las llamas, su cuerpo se


levantó. Parecía estar extremadamente vigilante y parecía estar
listo para atacar en cualquier momento. Nan Feng estaba a punto
de golpearlo con una Palma de Luz cuando notó que alguien se
dirigía lentamente hacia él.

La persona lo atrapó casualmente y pronto tuvo las siete pulgadas


enteras del cuerpo de la serpiente pellizcadas a su alcance.
Levantando su mano izquierda, la llevó al frente de sus ojos y la
observó cuidadosamente mientra decía: — ¿No son las
serpientes en el desierto algo común?

Alguien tan inescrupuloso y valiente era, por supuesto, San Lang.


Dicen que, para luchar contra una serpiente, debes agarrar el
corazón, y si lo presionas lo suficiente, no importa lo venenosos
que sean sus colmillos, serían inútiles.

La cola de la serpiente se envolvió débilmente alrededor del


brazo izquierdo de San Lang varias veces. En este momento, la
distancia entre San Lang y Xie Lian se acortó y así Xie Lian pudo
ver bien a la serpiente. Su piel parecía ser medio translúcida y
uno podía ver mechones de negro mezclado en un color rojo
violáceo brillante. Este color hizo que las personas lo asociaran
con el de los órganos internos, lo que generó sentimientos de
inquietud. Además, la cola de la serpiente era en realidad del
color de la carne y se cortaba como si tuviera capas de caparazón
duro. De hecho, la cola no se parecía a la de una serpiente, sino
más bien a la de un escorpión.

Habiendo visto esa parte más claramente, la expresión de Xie


Lian cambió abruptamente antes de exclamar: — ¡Cuidado con su
cola!

Apenas había terminado de hablar cuando la cola que rodeaba el


brazo de San Lang se aflojó de repente. La punta de la cola
parecía haberse convertido en otra cabeza de serpiente. Después
de saltar hacia atrás, ¡de repente salió!

La punzada de la cola llegó abruptamente, pero San Lang


casualmente extendió su brazo derecho y atrapó esa cola con
facilidad. Pellizcó la cola como si estuviera sosteniendo algo
entretenido, antes de mostrárselo a Xie Lian. Riendo, San Lang
dijo: —Esta cola es bastante divertida.
Xie Lian vio que el extremo puntiagudo de la cola de la serpiente
en realidad brotaba de una espina roja afilada y carnosa.
Soltando un suspiro, dijo: —Qué bueno que no te apuñaló. Como
era de esperar, esta es una serpiente de cola de escorpión.

Nan Feng y Fu Yao también vinieron a echar un vistazo a la


serpiente. Preguntaron: — ¿Serpiente de cola de escorpión?

Xie Lian respondió: —Eso es correcto. Este es un animal único


y venenoso exclusivo del reino Ban Yue y son bastante raros en
número. Nunca había visto uno antes, pero he oído hablar de él.
Con un cuerpo de serpiente y una cola como un escorpión, el
veneno es más tóxico que los dos combinados.
Independientemente de si uno fue mordido por sus colmillos
venenosos o apuñalado por la cola venenosa, todos...

Después de hablar hasta ese punto, Xie Lian vio a San Lang
comenzar a atormentar a la serpiente envuelta alrededor de su
mano girándola repetidamente. A veces lo estiraba, a veces lo
aplastaba y a veces incluso lo retorcía como una toalla. Por ahora,
San Lang estaba a solo un paso de atarlo a un arco. Después de
un momento de falta de palabras, Xie Lian suavemente persuadió:
—San Lang, deja de jugar con eso. Es muy peligroso.

Sin embargo, San Lang se rió y dijo: —Está bien. No hay


necesidad de que Gege se preocupe. Estas serpientes de cola
de escorpión son el símbolo de la sacerdotiza de Ban Yue. Las
oportunidades como estas son raras, por lo que, por supuesto,
tengo que examinarlas detenidamente.

Xie Lian dio un ligero sobresalto y dijo: — ¿El símbolo de la gran


sacerdotisa de BanYue?

San Lang respondió: —Eso es correcto. Se dijo que era


precisamente porque la gran sacerdotiza de Ban Yue podía
controlar estas Serpientes de Cola de Escorpión, para que la
gente de BanYue pensara que sus poderes no tenían límites. Por
eso la adoraron como la gran sacerdotiza.

En el momento en que escuchó la palabra control Xie Lian sintió


que algo estaba mal. Pensó para sí mismo, hablando de control,
las Serpientes de Cola de Escorpión siempre se habían movido
en una manada, una que cubriría una gran extensión de tierra.
Inmediatamente, Xie Lian dijo: —Todos deben apresurarse y salir
de aquí primero. Me temo que no hay una sola serpiente de cola
de escorpión aquí...

Ni siquiera había terminado su oración cuando escuchó un grito.

—AAAAAAAH

Una tras otra, varias personas comenzaron a gritar de miedo.

— ¡Serpientes!

— ¡Tantas serpientes!

— ¡Por aquí también!

En medio de la oscuridad, siete u ocho serpientes de cola de


escorpión rojo púrpura salieron silenciosamente. Surgieron de
manera extremadamente abrupta, por lo que era absolutamente
imposible saber de qué agujero habían salido. Además, no
atacaron y, en cambio, solo miraron en silencio al grupo de
personas, como si estuvieran examinando lo que eran. El
deslizamiento y los ataques de estas serpientes no tenían sonido
y ni siquiera tenían los sonidos sibilantes que una serpiente
normal hacía cuando movía su lengua. Eran realmente
extremadamente peligrosas.

Las Palmas de Luz de Nan Feng y Fu Yao se dispararon al mismo


tiempo, causando que una enorme bola de fuego explotara dentro
de la cueva. Xie Lian gritó: — ¡Fuera!
Nadie se atrevió a quedarse en la cueva por más tiempo y todos
huyeron frenéticamente afuera. Afortunadamente, el cielo
reflejaba el comienzo de una puesta de sol y ese tornado había
desaparecido hace mucho tiempo. La tormenta de arena también
se había calmado significativamente.

El grupo de personas evacuó hacia un área abierta. Mientras


corrían y corrían, alguien dijo: — ¡Esa lápida es realmente
aterradora! ¡Cómo es que nos arrodillamos tres veces delante de
él y aún así encontramos algo como esto a pesar de todo eso!

Xie Lian pensó que era bueno que no supieran que la última parte
había sido inventada por San Lang. Pero luego también escuchó
a alguien más decir: — ¡Sí! ¡Los resultados son relativamente los
mismos que adorar esa basura inmortal! ¡Cuanto más adoras,
más desafortunado te vuelves!

—...

Para que una flecha golpeara la diana a pesar de estar en un


lugar tan distante y sin relación, Xie Lian se quedó sin palabras.
De repente, TianSheng gritó de miedo: — ¡Tío Zheng!

El anciano que había estado apoyando se derrumbó. Xie Lian se


apresuró y preguntó: — ¿Qué pasó?

La expresión en la cara del tío Zheng estaba llena de dolor y


sufrimiento. Levantó una mano temblorosa, que Xie Lian atrapó
para echar un vistazo. Inmediatamente, su corazón se hundió
cuando vio un color rojo violáceo aparecer entre el pulgar y el
índice del anciano, e incluso la protuberancia de la hinchazón ya
era muy grande.

Alrededor del área inflamada, uno podría, con cierta dificultad,


distinguir un pequeño agujero. Para una herida tan pequeña, uno
podría suponer que no se notaría en un corto período de tiempo.
Xie Lian dijo de inmediato: —Todos, verifiquen si hay heridas en
su cuerpo. ¡Si los hay, ate rápidamente la parte con un poco de
cuerda para evitar que el veneno se propague!

Volteó la muñeca del hombre para revisar su meridiano, pero vio


una franja rojo violácea visible a simple vista que se arrastraba por
el brazo del tío Zheng. Xie Lian pensó mentalmente que el veneno
de esta serpiente era increíblemente potente y estaba a punto de
desatar a Ruoye, solo para ver a A-Zhao arrancar un trozo de tela
y atarlo a la mitad del antebrazo del anciano. Estaba atado
extremadamente fuerte, evitando que la sangre envenenada fluya
de regreso al corazón. Sus movimientos también fueron
incomparablemente rápidos, algo que Xie Lian elogió
internamente.

Xie Lian levantó la cabeza. Sin tener que decir nada, Nan Feng
ya había sacado una botella medicinal y vertió una sola píldora.
Después de que Xie Lian hizo que el viejo se tragara la píldora,
TianSheng gritó frenéticamente: —Tío, ¿estás bien? A-Zhao ge,
tío no morirá, ¿verdad?

A-Zhao sacudió la cabeza y dijo: —Si te mordió la serpiente de


cola de escorpión, en cuatro horas, la muerte es inevitable.

Aturdido, TianSheng dijo: —Entonces... ¿qué podemos hacer?

El tío Zheng era el líder de la caravana mercante. Por lo tanto,


muchos de los comerciantes también estaban ansiosos y
preguntaron: — ¿No le dio este joven amigo un poco de medicina?

Nan Feng dijo: —Lo que le di no fue el antídoto y solo prolongará


temporalmente su vida. Ayudaría a mantenerlo con vida y
prolongaría las cuatro horas hasta las veinticuatro.

Todos los comerciantes se sintieron agitados y perdidos.

— ¿Solo veinticuatro horas?


—Si lo dices así, ¿no significa eso que no tiene otra opción que
esperar a la muerte?

— ¿Es este veneno incurable?

En este momento, San Lang se acercó lentamente y dijo: —Hay


esperanza.

Uno tras otro, todos lo miraron. Superado de felicidad,


TianSheng volvió la cabeza para decir: —Zhao-ge, si puede
salvarse, ¿por qué no dijiste nada antes? ¡Me has asustado hasta
la muerte!

Sin embargo, A-Zhao no respondió y solo sacudió la cabeza en


silencio. San Lang dijo: —Por supuesto que sería difícil para él
decirlo. Si los que fueron envenenados podrían salvarse, pero
otros podrían perder la vida como resultado, ¿cómo podría uno
explicar esto?

Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿qué quieres decir?

San Lang respondió: —Gege, ¿conoces la leyenda de la


serpiente de cola de escorpión?

Resultó, la leyenda dice que hace cientos de años en el Reino de


Ban Yue, había habido un emperador. Se adentró en las
montañas para cazar y sin darse cuenta atrapó a dos espíritus
siniestros cuyas verdaderas formas eran las de criaturas
venenosas. Uno era un espíritu de víbora venenosa, mientras que
el otro era un espíritu de escorpión.

Estos dos seres venenosos cultivados en lo profundo de las


montañas. No prestaron atención a los asuntos del mundo y
nunca habían dañado a nadie. Sin embargo, el reino del
Emperador de BanYue los quería muertos porque eran criaturas
venenosas y, por lo tanto, tendrían que dañar a otros tarde o
temprano. Entonces, el Emperador quería matarlos primero.

Los dos espíritus suplicaron al Emperador que les perdonara una


sola forma de sobrevivir, pero el Emperador era un hombre
despiadado. Durante un banquete, obligó a los dos espíritus a
aparearse frente a una audiencia de ministros como un medio de
entretenimiento, mientras que el propio Emperador y sus ministros
bebieron a sus anchas.

Y después de que terminó el banquete, el Emperador todavía


tenía los dos espíritus venenosos asesinados. Solo la Emperatriz
no podía soportar que esto sucediera, pero tampoco se atrevió a
desobedecer al Emperador. Al final, ella solo tomó una hoja
perfumada y la arrojó, cubriendo los cadáveres de los dos
espíritus.

La víbora y el escorpión venenosos se convirtieron en espíritus


malignos, llenos de resentimiento. Maldijeron a sus
descendientes nacidos después de su relación sexual forzada
para permanecer allí para siempre y matar a la gente del reino de
Ban Yue. Por lo tanto, las serpientes de cola de escorpión
aparecieron exclusivamente dentro del reino de Ban Yue. Una
vez mordido o picado, el veneno se movía rápida y violentamente
y la muerte de uno sería miserable. Sin embargo, debido a la
acción benevolente de la Emperatriz esa noche, la hoja
perfumada que había arrojado para cubrir sus cadáveres se
convirtió en el antídoto para su veneno.

Después de que terminó de explicar, San Lang dijo: —Esa hoja


perfumada en particular es de una planta llamada Hierba de Luna.
Solo crece dentro de las fronteras del pasado Reino Ban Yue.

Después de escuchar esto, los comerciantes comenzaron a


hablar uno tras otro.

—Esto... Este tipo de leyenda, ¿realmente se puede confiar?


—Este joven amigo, la vida de alguien está en juego, ¡no
deberías estar bromeando con nosotros ahora!

Sin embargo, San Lang solo sonrió y no dijo nada. Después de


decirle esto a Xie Lian, no dijo mucho después. Buscando
pruebas, TianSheng se volvió para mirar a A-Zhao y preguntó:
—Zhao-ge, ¿son ciertas las cosas que dijo el Gege vestido de
rojo?

Después de murmurar para sí mismo por un momento, A-Zhao


dijo: —No está claro si las leyendas y los mitos son genuinos o
falsos. Sin embargo, dentro del Reino de Ban Yue, la Hierba de
la Luna realmente existe y esta planta de hecho puede curar el
veneno de las Serpientes de Cola de Escorpión.

Xie Lian dijo: —En otras palabras, solo hay una única forma de
sobrevivir para aquellos que son mordidos por las serpientes de
cola de escorpión. Sin embargo, este atisbo de esperanza solo
se puede obtener dentro del antiguo reino de Ban Yue.

No es de extrañar que haya tantas caravanas y viajeros


mercantes que pasaban que eran plenamente conscientes del
dicho: —Con cada paso, la mitad de la fiesta se pierde—pero aún
entrarían en el antiguo Reino de Ban Yue. No fue porque estaban
decididos a enviarse a la muerte. Más bien, tal vez si no
ingresaran al Reino, simplemente se encontrarían con una muerte
segura.

Las Serpientes de Cola de Escorpión eran el tótem del Cultivador


Demoníaco BanYue y, por lo tanto, podían ser controladas por
ella. En ese caso, la aparición de estas serpientes de cola de
escorpión definitivamente no podría ser una coincidencia. Solo
confiar en los pocos funcionarios celestiales aquí no garantizaría
la seguridad de todas las personas actualmente presentes.
Tampoco sabían si aparecerían más serpientes de cola de
escorpión.
Por lo tanto, Xie Lian levantó dos dedos hacia su sien e intentó
ingresar a la matriz de comunicación espiritual. Quería ver si era
posible engrosar su piel y pedir prestados algunos pequeños
funcionarios más.

Pero quién hubiera sabido que su intento de ingresar a la matriz


fue completamente infructuoso. Bajó la mano y sintió que era
extraño. Xie Lian pensó para sí mismo: — ¿No debería haber
usado toda mi energía espiritual tan rápido? Lo calculé esta
mañana y todavía me quedaría algo.

Inmediatamente se volvió hacia Nan Feng y Fu Yao antes de


decir: — ¿Podría alguno de ustedes intentar entrar en la matriz de
comunicación espiritual? No puedo ingresar desde mi final.

Después de un momento, las expresiones de los dos dioses


marciales se volvieron solemnes. Nan Feng dijo: —Yo tampoco
puedo entrar.

En lugares con auras malignas extremadamente fuertes, parte de


la energía espiritual de un Oficial Celestial podría verse afectada;
temporalmente debilitado o tal vez incluso bloqueado. Xie Lian
temía que en este momento, se habían encontrado con una
situación que era precisamente eso.

Xie Lian caminó de un lado a otro por un momento, antes de


levantar la cabeza y decir: —Puede ser porque este lugar está
demasiado cerca del antiguo reino de Ban Yue, por lo que la
matriz de comunicación espiritual se bloqueó...

En este momento, de repente vislumbró una mancha de rojo


excepcionalmente deslumbrante por el rabillo del ojo.

Por un lado, Nan Feng y Fu Yao todavía estaban tratando de


ingresar al grupo de comunicación espiritual, mientras que los
otros comerciantes estaban ocupados revisando sus cuerpos en
busca de pequeñas heridas. Solo ese joven TianSheng estaba
preocupado únicamente por aferrarse al viejo Zheng y
preocuparse. No se dio cuenta por completo de la Serpiente de
Cola Escorpión de color rojo violáceo que silenciosamente se
había arrastrado por su espalda.

Y, sin embargo, cuando la Serpiente con Cola de Escorpión se


enroscó en el hombro de TianSheng, a lo que apuntaban sus
colmillos no era al cuello del joven, sino al brazo del
despreocupado San Lang parado a un lado.

¡La serpiente se echó hacia atrás y luego se disparó hacia


adelante!

Justo antes de que los colmillos perforaran el brazo de San Lang,


Xie Lian extendió su mano, antes de agarrar con precisión
incomparable las siete pulgadas de la Serpiente Cola de
Escorpión.

Con la fuerza de su mano sola, podría haber asfixiado a la


serpiente de cola de escorpión hasta el punto de que todos sus
órganos explotarían, estallando en una salpicadura de tripas y
cerebro. Sin embargo, Xie Lian no estaba seguro de si la sangre
y la carne de la serpiente de cola de escorpión también eran
tóxicas, por lo que no quería arriesgarse a hacer el movimiento
equivocado.

Estaba a punto de agarrarlo por la cola, pero quién hubiera sabido


que el cuerpo de la serpiente sería tan resbaladizo, por lo que era
muy difícil agarrarlo. Aunque Xie Lian fue a pellizcarlo, solo sintió
algo helado, redondo y suave deslizarse entre sus dedos.

Y al momento siguiente, Xie Lian sintió un dolor agudo, como el


pinchazo de una aguja, en el dorso de su mano.
Capítulo 22: Mil millas en un paso, perdido dentro de una tormenta de arena (parte
tres)

¡La cola del escorpión!

Sin embargo, justo después de ser picado, Xie Lian también se


había agarrado a su cola. De hecho, había agarrado con
seguridad a toda la serpiente de cola de escorpión en su totalidad.
Después de eso, Xie Lian apretó su agarre hasta que la serpiente
se desmayó por completo.

A pesar de haber sido picado, su expresión no cambió en lo más


mínimo. Solo arrojó la serpiente inconsciente al suelo y dijo: —
Todos deberían seguir teniendo cuidado, puede haber más
serpientes cerca...

Xie Lian no había terminado de hablar cuando sintió algo


apretarse alrededor de su muñeca. Cuando levantó la cabeza
para mirar, descubrió que era San Lang quien lo había agarrado.
Ligeramente sorprendido, Xie Lian preguntó: — ¿San Lang?

La razón por la que había preguntado esto era porque la


expresión actualmente presente en el rostro del joven no era del
todo correcta. Era difícil usar palabras para describirlo, pero
básicamente hizo que otros temblaran de miedo.

San Lang miró atentamente la herida minúscula en la mano de


Xie Lian. Esta herida originalmente tenía aproximadamente el
mismo tamaño que un pinchazo. Sin embargo, el veneno se había
extendido rápidamente y, por lo tanto, el dorso de su mano se
había hinchado en un bulto duro masivo, rojo púrpura. Esa
pequeña herida del tamaño de un alfiler también se había estirado
hasta que se parecía a un corte de un cuchillo.
San Lang se mantuvo sereno. Completamente silencioso, agarró
a Ruoye y lo usó para atar un nudo apretado alrededor de la
muñeca de Xie Lian, lo que evitó que la sangre envenenada se
extendiera aún más. Aunque a Ruoye le gustaba actuar como un
niño consentido y mimado alrededor de Xie Lian y no siempre se
portaba tan bien, era increíblemente dócil en las manos de San
Lang, hasta el punto de que parecía que estaba muerto.

Desde que los dos se conocieron, Xie Lian nunca había visto esta
expresión en él antes. Justo cuando estaba a punto de hablar,
San Lang sacó la daga que colgaba de la cintura de uno de los
comerciantes. Al ver esto, Nan Feng entendió al instante lo que
estaba a punto de hacer y lanzó una Palma de Luz en su mano
derecha.

San Lang ni siquiera miró en su dirección. En cambio,


simplemente colocó la punta del cuchillo en el fuego. Después de
esterilizarlo, giró la cabeza, antes de cortar suavemente pero
rápidamente una cruz en la herida ubicada en el dorso de la mano
de Xie Lian.

San Lang estaba a punto de agacharse cuando Xie Lian dijo


rápidamente: —No hay necesidad. El veneno de la serpiente de
cola de escorpión es demasiado tóxico, por lo que es inútil incluso
si lo absorbes. Deberías estar más preocupado por
envenenarte...

Sin embargo, el joven no le permitió explicar. Solo sostuvo su


mano con fuerza antes de presionar sus labios contra ella.
Inseguro de la razón, Xie Lian sintió que su brazo, el que sostenía
San Lang, temblaba ligeramente.

Por otro lado, Fu Yao dijo: — ¿Cómo puedes ser picado de esta
manera? Tu suerte es realmente otra cosa. Es posible que no
haya sido mordido en absoluto, entonces, ¿por qué irías a
agarrarlo? Simplemente nos estás causando más problemas.
Estas palabras eran en realidad la verdad. De hecho, ahora que
Xie Lian recordó la actitud despreocupada de San Lang mientras
intentaba atar la serpiente en un nudo, incluso sintió que San Lang
no habría sido mordido. Y tal vez, incluso si hubiera sido mordido,
a San Lang podría no haberle importado en absoluto.

Sin embargo, era mejor prevenir que curar. Si el joven realmente


no hubiera notado la serpiente y hubiera sido mordido, ¿no sería
inútil arrepentirse entonces?

Agitó su otra mano no herida y dijo: — No te preocupes. No es


como que duela, y no moriré por ello.

Fu Yao preguntó: — ¿Realmente no duele?

Xie Lian respondió honestamente: —Sí. Ya no lo siento.

Esto era cierto. Xie Lian, siendo él mismo, fue extremadamente


desafortunado. Cuando atravesaba montañas, ocho de cada diez
veces pisaría serpientes venenosas, sobresaltaba insectos
venenosos, etc. Ya ha sido mordido por una variedad de criaturas
venenosas miles de veces, pero su tenacidad hizo que no muriera.
A lo sumo, tendría fiebre durante tres días y noches y, al
despertar, estaría completamente bien. Además, Xie Lian era
realmente insensible al dolor. No importa qué tipo de dolor fuera,
simplemente lo dejaría doler y doler hasta que se acostumbrara.

Cuando terminó de hablar, San Lang finalmente levantó la


cabeza. La hinchazón en el dorso de la mano de Xie Lian había
disminuido. Desde la esquina de los labios de San Lang, un hilo
de sangre goteó. Con la mirada extremadamente fría, movió sus
ojos hacia la Serpiente Cola de Escorpión que yacía en el suelo.

De repente, un sonido de explosión sonó tristemente. Esa


serpiente de color rojo violáceo había estallado en un charco de
carne picada de color rojo violáceo.
Cuando todos vieron cómo había explotado la serpiente, todos se
sorprendieron. Sin embargo, nadie sabía quién lo hizo. Aunque
nada de la sangre se había derramado sobre ellos, todavía
estaban aterrorizados.

TianSheng todavía recordaba que Xie Lian también había sido


picada. Él ansiosamente dijo: —Este Gege, ¿también fuiste
picado? ¿Qué vas a hacer?

Xie Lian apretó el vendaje alrededor de su muñeca. Con una


sonrisa, dijo: —Eres un buen niño. Estoy bien. Seguiremos el
plan original. A continuación, ingresaremos a la ciudad para
buscar la hierba de la luna.

Un comerciante apresuradamente dijo: —Si ustedes van a ir,


¿qué pasa con nosotros? ¿Deberíamos también enviar a alguien
también?

Xie Lian respondió: —No hay necesidad de que ustedes vayan.


La antigua tierra del Reino de Ban Yue es muy peligrosa. Una
persona adicional es simplemente otro accidente a la espera de
suceder. Después de encontrar la Hierba de la Luna de los
Vástagos, la traeremos y se la daremos antes de que terminen las
veinticuatro horas.

Varios comerciantes exclamaron sucesivamente: —Re... ¿En


serio? Estaríamos muy agradecidos...

— ¿Cómo podríamos tener el coraje...?

Sin embargo, en el momento en que Xie Lian habló su siguiente


línea, las expresiones de los comerciantes cambiaron de
inmediato. Él dijo: —Para encontrar el antiguo reino de Ban Yue
lo más rápido posible, tendría que molestarlos a todos para que
nos presten temporalmente a este hermano para que nos muestre
el camino.
El que quería pedir prestado era, naturalmente, A-Zhao. Si uno
decía que las expresiones presentes en la cara de los
comerciantes antes eran gratitud y alegría, ahora la mayoría tenía
una mirada de vacilación.

Xie Lian también entendió por qué. Los comerciantes estaban


preocupados de que una vez que tomaran su guía y encontraran
la hierba de la luna, huirían solos. Incluso si AZhao tuviera una
conciencia y decidiera no huir con ellos mientras estaba dispuesto
a regresar, se retrasaría mucho tiempo.

Sin embargo, los comerciantes no estaban dispuestos a ir al lugar


condenable —Con cada paso, la mitad de la fiesta se pierde. Esto
los hizo dividir entre las dos opciones.

Esta era la naturaleza humana y por lo tanto era comprensible.


Xie Lian agregó de inmediato: —Pero me temo que puede haber
otras cosas que podrían atacarlos a todos. Entonces, Fu Yao,
quédate y cuídalos.

Como dejaban a alguien aquí, la mayoría de los comerciantes


finalmente asintieron y dijeron: —Muy bien, siempre y cuando
AZhao esté dispuesto a ir contigo.

Por lo tanto, Xie Lian se volvió hacia A-Zhao y dijo: —Joven


amigo, ¿estás dispuesto a ayudarnos? Está bien incluso si no lo
estás.

A-Zhao asintió y respondió: —Puedo. Aunque, el antiguo reino


de Ban Yue es bastante fácil de encontrar. Si sigues y caminas
por esta dirección, podrás encontrarlo.

Después de despedirse de los comerciantes, A-Zhao caminó al


frente para liderar al grupo. Xie Lian, San Lang y con Nan Feng
lo siguieron de cerca.
Después de caminar por un tiempo, Xie Lian abrió la boca para
preguntar: —A-Zhao, ¿las serpientes de cola de escorpión
aparecen con frecuencia en esta área?

A-Zhao respondió: —Las serpientes de cola de escorpión no


aparecen con frecuencia. Esta es también la primera vez que los
veo.

Xie Lian asintió y no preguntó más. En realidad, había vivido


cerca del Reino de Ban Yue durante un período de tiempo en el
pasado, pero esta fue también la primera vez que se encontró con
una serpiente de cola de escorpión. Por lo tanto, no había nada
malo con la respuesta de A-Zhao.

Nan Feng había sentido algo hasta cierto punto. En voz baja le
preguntó: — ¿Sospechas de A-Zhao?

Xie Lian también bajó la voz y dijo: —En cualquier caso, ya lo


sacamos, así que solo vigílalo.

Si fue en el pasado, el primero en hablar con él sería


inevitablemente San Lang. Pero en este momento, aunque Xie
Lian no estaba seguro de si era por lo que había sucedido antes,
la expresión del joven seguía siendo desagradable. San Lang no
pronunciaba una sola palabra. Xie Lian tampoco sabía qué
estaba mal. Como no podía hablar con él, solo podía seguir
caminando.

Los cuatro caminaron en el vasto Gobi por menos de una hora.


La tormenta había desaparecido hace mucho tiempo, por lo que
sin viento ni arena bloqueando su camino, su velocidad de viaje
se volvió terriblemente rápida.

Poco a poco, pudieron distinguir algunas malezas resistentes que


crecían dentro de las grietas entre la arena y las rocas. Fue hasta
que el sol casi se había puesto cuando Xie Lian finalmente vio la
antigua ciudad emergiendo del horizonte.
Esta antigua ciudad era difícil de detectar porque era de color
caqui, que se mezclaba con la vasta arena amarilla que la
rodeaba. La muralla de la ciudad se había derrumbado y había
algunas secciones enterradas en medio de la arena amarilla.

Fue solo después de que se acercaron que descubrieron que la


muralla de la ciudad era extremadamente alta. De hecho, las
partes más altas tenían más de treinta metros de altura, así que
no era difícil imaginar la pared en su antigua grandeza.

Después de que entraron por las puertas de la ciudad, los cuatro


entraron oficialmente en la tierra del antiguo reino de Ban Yue.

Como siempre, la calle principal más allá de las puertas era


ancha y vacía. Ambos lados de la calle estaban llenos de paredes
rotas, casas en ruinas y rocas y madera desgastadas.

Quizás advertir repetidamente a otros ya se había convertido en


un hábito, porque A-Zhao dijo: —Todos, tengan cuidado. No
deambulen.

Sin embargo, los otros tres, naturalmente, no necesitaban que él


les recordara esto.

Probablemente debido al inmenso contraste entre la antigua


ciudad de BanYue Kingdom y la que él había imaginado, Nan
Feng preguntó con incredulidad: — ¿Esto es el reino Ban Yue?
¿Cómo podría ser tan pequeño? Ni siquiera se puede comparar
con una ciudad.

Xie Lian respondió: —Como un pequeño reino del desierto,


cuanto más grande es el oasis, más grande es el reino. Incluso
durante su floreciente período, el reino Ban Yue consistía solo de
unas diez mil personas. Realmente es solo así de grande. Había
estado bien cuando había mucha gente alrededor, e incluso era
muy animado.
Nan Feng examinó el área y dijo: —La derrota de este reino
probablemente fue un asunto que solo tomó un par de días.

Xie Lian sacudió la cabeza. —Eso es difícil de decir. Nan Feng,


no subestimes a la gente de BanYue. Aunque su población solo
había sido de alrededor de diez mil personas, siempre había al
menos cuatro mil personas en su ejército durante todo el año.
Había más hombres que mujeres. Aparte de los viejos y los
enfermos y sin contar a los granjeros, prácticamente todos los
hombres restantes se unieron al ejército. Además, todos los
soldados de Ban Yue tenían al menos nueve pies de altura. Sus
personalidades también eran valientes, feroces y agresivas.
Mientras sostenían un garrote con dientes de lobo, aún se
atrevían a atacar incluso con una espada clavada en el pecho.
Los soldados de Ban Yue eran extremadamente difíciles de
combatir.

A-Zhao parecía estar un poco sorprendido. Miró a Xie Lian y dijo:


—Este joven señor parece saber bastante.

Xie Lian seguía sonriendo. Justo cuando estaba a punto de


arrojar casualmente algunas tonterías, Nan Feng volvió a hablar:
— ¿Qué es ese muro?

A lo que se refería era a un enorme edificio de tierra amarilla a lo


lejos.

No parecía correcto describirlo como un edificio, porque


estrictamente hablando, solo podía describirse como cuatro
paredes gigantes de tierra que rodeaban algo. No había puerta ni
techo, solo cuatro paredes y cada una tenía más de treinta metros
de altura. Pegado en la parte superior de las paredes había un
poste con algo pegado y estaba tan maltratado que no estaba
claro si era una bandera o alguna otra cosa que ondeara en el
viento. Por una razón desconocida, la vista envió escalofríos al
corazón de uno.
Xie Lian se dio la vuelta, echó un vistazo y dijo: —Ese es el pozo
del pecador.

Solo el nombre dejaba en claro que no iba a ser nada bueno. Nan
Feng frunció el ceño.

— ¿El pozo del pecador?

Después de murmurar para sí mismo por un momento, Xie Lian


respondió: —Puedes pensarlo como una prisión. Es un lugar
específicamente para encarcelar criminales.

Nan Feng dijo: —Ni siquiera tiene una puerta, ¿cómo están
encarcelados? ¿No me digas que los arrojaron desde la cima?

Xie Lian había estado considerando si responder o no cuando


San Lang dijo de repente: —Son arrojados. Además, lo que les
espera en el fondo son serpientes venenosas y escorpiones, así
como bestias hambrientas.

Xie Lian sintió que se relajaba cuando finalmente escuchó hablar


a San Lang. Lo miró, pero la mirada de San Lang solo se encontró
con la suya por un momento antes de que el chico desviara
rápidamente la mirada.

Nan Feng maldijo: — ¡Cómo demonios es esta prisión, esto es


prácticamente una tortura! ¡Es demasiado cruel! Si la gente de
BanYue no está enferma en la cabeza, ¡entonces deben ser
salvajes!

Xie Lian masajeó el espacio entre sus cejas.

—No completamente. Algunas de las personas de BanYue habían


sido bastante amable.s —En este momento, Xie Lian de repente
dejó de hablar. Mientras fruncía las cejas, dijo: —Espera.
Los otros tres dejaron de caminar. Xie Lian levantó una mano y
señaló.

— ¿Todos ustedes ven el poste en la parte superior del pozo?


¿Es esa una persona que cuelga de él?

El sol se había puesto y la noche había caído. Como también


estaban muy lejos, había sido difícil saber qué colgaba
exactamente del poste. Sin embargo, después de haber
caminado un poco más cerca y haber visto la silueta del objeto
colgante, era obvio que era una persona escuálida vestida de
negro, con la ropa raída y hecha jirones. Fueron colgados sobre
el pozo del pecador, apareciendo más bien como una muñeca
desgastada cuando fueron arrastrados por el viento.

San Lang dijo: —Lo es.

Tan pronto como A-Zhao vio que era una persona colgada allí, su
rostro se puso ligeramente pálido. Esta escena parecía
extremadamente triste y extraña. Incluso alguien tan tranquilo
como A-Zhao no podría soportarlo.

En ese momento, San Lang inclinó un poco la cabeza y dijo en


voz baja: —Alguien está aquí.

No fue el único que se dio cuenta. Xie Lian también había


escuchado el sonido de pasos muy débiles. Ambos lados de la
calle tenían casas en ruinas, por lo que los cuatro se dispersaron
inmediatamente para esconderse dentro de ellos.

Xie Lian y San Lang se metieron en la misma casa, mientras que


Nan Feng y A-Zhao se escondieron en la casa frente a ellos.
Después de un rato, una mujer oficial vestida de blanco apareció
al final del camino trillado.

La mujer vestía ropas ligeras y fluidas que eran tan blancas como
la nieve, mientras que un hossu descansaba en la curva de su
brazo. Mientras caminaba por la calle, miró de izquierda a
derecha con sus ojos muy brillantes.

Su expresión hacía parecer que este lugar no era una ciudad


antigua abandonada por mucho tiempo, sino un pequeño jardín
que podía visitar cuando quisiera. No muy lejos de ella había una
joven vestida de negro. Con las manos entrelazadas a la espalda,
siguió lentamente a la mujer vestida de blanco.

La joven vestida de negro tenía rasgos faciales que parecían


bastante fríos. Su mirada no era diferente a la de una daga
desenvainada, mientras que su largo cabello le cubría la espalda.
De hecho, la mujer misma parecía emitir un aura fría. Y aunque
había estado caminando detrás de la mujer vestida de blanco,
nadie la confundiría con una subordinada.

Estos dos eran precisamente las personas que Xie Lian y su grupo
habían visto fuera del pequeño edificio al mediodía.

En ese momento, estos dos habían pasado de largo. La figura del


que vestía de negro había sido muy alta, por lo tanto, Xie Lian no
había podido discernir si eran hombres o mujeres. Solo ahora se
dio cuenta de que las dos eran mujeres. El que viste de blanco
solo puede ser la gran sacerdoiza de BanYue, pero la que viste
de negro... ¿quién podría ser?

Esa gran sacerdotisa de BanYue balanceó el hossu de manera


pausada.

— ¿A dónde huyeron esas personas ahora? Tan pronto como


nuestra atención se desvaneció, desaparecieron. ¿Realmente
tengo que arrastrarlos uno por uno para matarlos?

Xie Lian pensó para sí mismo: Efectivamente, tan pronto como


entraron en la ciudad, alguien inmediatamente comenzó a
mirarlos.
La mujer de negro caminó hacia adelante. Con una cara
inexpresiva, pasó junto a la mujer vestida de blanco y dijo: —
Puedes llamar a tus amigos para que te ayuden a matarlos.

Por amigos solo podía referirse a los extremadamente letales


soldados de Ban Yue. La gran sacerdotisa de BanYue se rió y
dijo: — ¡Ja, ja, ja! No me gusta llamar a otras personas, solo me
gusta llamarte. ¿Eso no te hace feliz?

Sin embargo, la mujer de negro no la dejó con ninguna cara. Ella


dijo fríamente: —Que te pidan que vengas aquí y hagas este tipo
de cosas no es nada de lo que estar feliz. Date prisa, vámonos.

La gran sacerdotiza de Ban Yue levantó una ceja, aunque de


hecho comenzó a caminar más rápido. La conversación entre las
dos mujeres hizo que pareciera que su relación era la de buenos
y viejos amigos.

Estos dos definitivamente no podrían ser personas comunes y el


vestido de negro definitivamente no podría ser alguien con una
reputación oscura. Como alguien que estaba familiarizado con la
gran sacerdotiza de Ban Yue, ¿quién podría ser? ¿Una persona
misteriosa de la misma secta? ¿O tal vez, había habido una reina
destacada o una general en el reino de Ban Yue?

Mientras analizaba esto rápidamente, Xie Lian también contuvo


el aliento. Definitivamente no quería ser descubierto en este
momento. En la actualidad, parecía que el temperamento de la
gran sacerdotiza de Ban Yue era muy impredecible.

¿Qué pasaría si los viera y, en un momento de emoción,


convocara a una horda de los legendarios soldados de Ban Yue
que se rumoreaba que tenían nueve pies de altura y empuñaban
palos de dientes de lobo? Si eso sucediera, tendrían que luchar
durante bastante tiempo. Y con solo un plazo de veinticuatro
horas, perder incluso dos horas solo significaba un aumento del
peligro.

Pero quién hubiera pensado, con la suerte de Xie Lian, cuanto


más no quisiera que sucediera algo, más probable sería que
sucediera. Cuando la mujer de negro pasó frente al frente de su
casa, se detuvo de repente. Después de eso, su mirada
perceptiva se dirigió hacia ellos.

La gran sacerdotiza de Ban Yue ya había avanzado unos pasos.


Sin embargo, al ver a su compañero detenerse, su cuerpo
comenzó a inclinarse hacia atrás.

—Hey, ¿vamos o no?

La mujer de negro dijo: —Tú, retrocede.

La gran sacerdotiza de Ban Yue dijo: —Oh —antes de retirarse.


¡La mujer de negro estaba a punto de levantar la mano, cuando
de repente, un ruido explosivo estalló desde el otro lado de la
calle!

Por otro lado, la casa en la que se habían escondido Nan Feng y


A-Zhao se derrumbó de repente. Cuando la casa se derrumbó,
los edificios a su lado la siguieron. En una fracción de segundo,
la arena y el polvo salieron a la calle.

Una sombra negra saltó repentinamente de la arena y luego


expulsó una corriente de poderosas llamas hacia la gran
sacerdotiza de Ban Yue. Y, sin embargo, la mujer vestida de
negro ya se había dado la vuelta y se encontraba protectora frente
a la gran sacerdotiza. Su mano izquierda todavía permanecía
detrás de su espalda, mientras que la derecha contenía fácilmente
la corriente de llamas en su palma con un agarre. Entonces, ella
inmediatamente disparó las llamas hacia atrás.
Esa sombra también era incomparablemente rápida y ágil como
un conejo. Después de esquivar el ataque por un pelo, dejó una
nube de polvo mientras escapaba a la distancia. La gran
sacerdotiza de Ban Yue lo persiguió, pero la de negro miró hacia
Xie Lian y San Lang una vez antes de que ella la siguiera.

Todo este evento sucedió en un solo instante. Xie Lian dijo


interiormente: — ¡Buen trabajo, Nan Feng!

Sabía que el Nan Feng que había estado escondido al otro lado
de la calle debe haber visto que estaban a punto de ser
descubiertos. Por lo tanto, creó una diversión y ayudó a alejar a
los enemigos. Y como Nan Feng había sido el único que saltó, A-
Zhao todavía debe estar en la casa.

Después de confirmar que los tres estaban lo suficientemente


lejos, Xie Lian sacó a San Lang y llamó: —A-Zhao, todavía estás
vivo, ¿verdad? ¿Estás herido?

Al instante, un sonido amortiguado provino de debajo de la casa


derrumbada. —……Estoy bien.

Tranquilizado, Xie Lian respondió: —Mientras estés bien.

Aunque confiaba en que Nan Feng había usado la máxima


precisión y control cuando colapsó la casa y, por lo tanto, había
dejado suficiente espacio para una persona viva, al final, Xie Lian
aún necesitaba confirmar esto para calmar sus preocupaciones.

Con una sola mano, Xie Lian levantó una viga podrida del techo.
Después de un tiempo, A-Zhao salió de debajo de la casa con
cierta dificultad. Toda su cabeza y rostro estaban cubiertos de
polvo, pero después de darse una palmadita, recuperó su habitual
expresión tranquila.
Xie Lian dijo: —Ahora solo nos quedan tres. Nan Feng está
siendo perseguido, por lo que debemos actuar aún más rápido.
A-Zhao, ¿sabes dónde se encuentra la hierba de la luna?

A-Zhao solo sacudió la cabeza y dijo: —Mis disculpas. Solo sé la


ubicación de la ciudad antigua. En realidad no he venido aquí
antes, así que no estoy seguro de dónde crece la hierba de la luna
de los Vástagos.

A un lado, San Lang dijo: —Se dice que a la hierba de la Luna le


gusta la sombra. Es una planta pequeña con raíces
increíblemente delicadas, pero sus hojas son relativamente
grandes. Su forma es similar a un melocotón puntiagudo.
También podrías buscarlo alrededor de un edificio alto.

Xie Lian lo pensó.

— ¿Un edificio alto?

Sobre el tema de los edificios altos, dentro de un reino, ¿qué tipo


de edificio podría ser más grande y más magnífico que el palacio
imperial? Además, la leyenda dice que después del banquete, la
reina había arrancado una hoja de hierba de luna. Esto también
podría servir como evidencia de que la hierba de la Luna de los
Vástagos realmente creció dentro del palacio.

Los tres inspeccionaron el área. Efectivamente, en el centro de


la ciudad, vieron un palacio construido de piedra, tierra y madera.

Desde lejos, el palacio parecía bastante imponente. Sin


embargo, de cerca, el declive del edificio fue solo un poco mejor
que las casas en las calles. Después de pasar por las puertas
principales del palacio, había un gran jardín. Quizás no había sido
un jardín sino una plaza o algo similar en el pasado. Pero ahora,
después de años de abandono, solo quedaba un pedazo de tierra,
uno lleno de todo tipo de vegetación.
Eso estuvo bien. Lo que pisaron actualmente no era arena, sino
barro. Probablemente fueron los últimos vestigios del oasis.

De hecho, la hierba de luna probablemente se escondía entre la


rica vegetación. Xie Lian dijo: —Seamos eficientes. Solo
tenemos veinticuatro horas. Sin embargo, deben tener mucho
cuidado con las serpientes de cola de escorpión.

A-Zhao estuvo de acuerdo, mientras que San Lang también dio


su consentimiento con un zumbido. Por lo tanto, los tres bajaron
la cabeza para buscar.

Sin embargo, Xie Lian recordó de repente que la gran sacerdotiza


de Ban Yue podía controlar las Serpientes Cola de Escorpión. Por
lo tanto, después de atravesar su territorio natal, las serpientes de
cola de escorpión deberían haber hecho más apariciones. Sin
embargo, después de entrar en el antiguo reino de Ban Yue, no
habían visto otra serpiente de cola de escorpión.

Enderezó la espalda y estaba a punto de hablar. Sin embargo,


en este momento, su mano de repente tocó algo cilíndrico.

Xie Lian inclinó la cabeza para echar un vistazo. Era una pierna
humana.
Capítulo 23: Mil millas en un paso, perdido dentro de una tormenta de arena (parte
cuatro)

—AHHHHHHHHH!!!

Xie Lian retiró la mano, momentáneamente sin palabras. Había


descubierto que cada vez que veía o tropezaba con algo en la
oscuridad, la mayoría de las veces era él quien no reaccionaba
por completo a la escena aterradora, mientras que la otra parte ya
había comenzado a gritar. Sin embargo, ¿no era él el que debería
tener más miedo?

Los arbustos y la hierba en el jardín se habían vuelto muy altos y


densos. Justo ahora, había alguien que se escondía
sigilosamente entre las plantas, antes de que Xie Lian terminara
tocándose la pantorrilla.

Esa pierna se retrajo a la velocidad del rayo. Se escucharon


ruidos susurrantes antes de que alguien gritara: — ¡No ataquen,
no ataquen! ¡Soy yo, hermano mayor!

Xie Lian lo miró fijamente. De hecho, realmente no había


esperado que el que gritaba no ataque, no ataque en realidad
sería el joven de cejas gruesas y ojos grandes: TianSheng.
Cuando TianSheng vio que Xie Lian lo había reconocido, dejó
escapar un suspiro de alivio.

Sin embargo, Xie Lian no soltó un suspiro de alivio y, en cambio,


se volvió aún más vigilante después de darse cuenta de quién era
el joven. Después de levantar un brazo, lo sostuvo
protectoramente frente a sí mismo antes de decir: — ¿No te
quedaste con los demás en el lugar anterior para vigilar a las
personas heridas? ¿Por qué estás aquí? ¿Eres realmente
TianSheng?
Para él aparecer en estas circunstancias, era más probable que
esto fuera otra cosa; una falsificación haciéndose pasar por
TianSheng. Sin embargo, TianSheng apresuradamente dijo: —
¡Soy yo! Realmente soy yo y no soy el único aquí. ¡Tres tíos
también vinieron aquí conmigo! Están justo adentro, si no me
crees, ¡solo échale un vistazo!

Señaló hacia el interior del palacio. De hecho, no había pasado


mucho tiempo antes de que tres personas salieran corriendo del
destartalado palacio. Estos tipos eran precisamente algunas de
las personas del grupo de comerciantes. Cuando vieron a Xie
Lian, los tres parecieron sorprenderse colectivamente antes de
parecer avergonzados.

Xie Lian suspiró y solo entonces se levantó. Mientras se sacudía


el dobladillo de su ropa blanca, preguntó: — ¿Qué está pasando,
chicos?

Cuando preguntó esto, todos los comerciantes avergonzados


permanecieron en silencio. Después de bastante tiempo,
TianSheng murmuró: —No mucho después de que sus hermanos
mayores se fueron, el veneno del tío Zheng volvió a estallar. Fue
realmente serio y nosotros... no sabíamos cuándo regresarías.
Nos preocupaba que no pudieras encontrarlo o que volvieras
demasiado tarde. A-Zhao ge había dicho antes que podríamos
encontrar el reino de Ban Yue si seguimos ese camino.
Pensamos que sería posible encontrarlo más rápido si hubiera
más personas ayudando, así que también vinimos....

No importaba cómo explicaron, la idea principal era que se


habían arrepentido. Tal vez temían que después de que Xie Lian
y sus compañeros encontraran la Hierba de la Luna de los
Vástagos, se llevarían a A-Zhao y se irían. O tal vez, simplemente
no se sintieron tranquilos y terminaron persiguiéndolos.

Xie Lian también era completamente capaz de imaginar cómo Fu


Yao se volvería demasiado vago para detenerlos si no hubiera
podido convencerlos de que se quedaran. Simplemente no fue
posible detener a las personas obstinadas que se negaron a
escuchar los consejos y se apresuraron hacia su propia muerte.

Xie Lian dijo impotente: —Ustedes son realmente demasiado


valientes. No es como si no supieran lo que podría haber en esta
ciudad, o lo que podría pasar aquí, ¿pero ustedes todavía se
atrevieron a venir?

Se podría suponer que incluso TianSheng sabía que sus


acciones claramente significaban que no confiaban en Xie Lian,
por lo que se sintió un poco culpable. Anteriormente, la razón por
la que no se había atrevido a hacer ruido cuando estaba acostado
en el arbusto probablemente era porque se sentía avergonzado.
TianSheng dijo: —Lo siento. El valor de la vida de alguien está
más allá del valor. Una vez que entramos en pánico,
simplemente...

Uno no podría hacer nada al respecto. Cuando se trataba de


asuntos de vida o muerte, hacer crecer otro corazón también era
la naturaleza humana. Además, estar dispuesto a arriesgar sus
vidas para recuperar la hierba para otra persona también se
consideraba una buena camaradería.

No fue bueno para Xie Lian decir algo más sobre esto. Por lo
tanto, se frotó la frente y dijo: —Ustedes son realmente
afortunados de no encontrar nada en su camino hacia esta
antigua ciudad. Dicho esto, ¿cómo sabías que necesitabas
buscar la hierba de la luna de los Vástagos cerca del palacio?

TianSheng se rascó la cabeza y dijo: —No sabíamos dónde


mirar. Sin embargo, en la historia del vestido rojo, ¿la Emperatriz
no eligió la hierba de la luna de los Vástagos? Las emperatrices
no son capaces de abandonar casualmente el palacio imperial,
así que pensé que deberíamos probar suerte en el palacio.
Xie Lian pensó que el cerebro de este niño funcionaba bastante
bien, ya que realmente lo hizo bien. En ese mismo momento, San
Lang, que había estado a su lado, de repente habló: —Lo
encontré.

Cuando Xie Lian se dio vuelta para mirar, San Lan levantó la
mano. Lo que sostenía en la mano era una hoja verde azulada
que todavía tenía algunas raíces unidas a su parte inferior.

La hoja tenía aproximadamente el tamaño de la palma de un


bebé y las raíces eran increíblemente delgadas. Tenía forma de
durazno y el extremo de la hoja era puntiagudo. Simplemente no
había necesidad de pedirle confirmación a A-Zhao: Xie Lian
intuitivamente pensó que tenía que ser la hierba de la luna de las
leyendas.

Pero antes de que Xie Lian lograra hablar, San Lang ya había
agarrado su mano herida.

Cuando la picaron, esa mano se hinchó hasta asustar a la gente.


Pero después de que San Lang lo ayudó a aspirar el veneno,
aunque el veneno no había sido neutralizado, la hinchazón se
redujo mucho.

En este momento, San Lang apoyó la mano herida de Xie Lian


con una mano y sostuvo la Hierba de la Luna de los Vástagos con
la otra. Cerró sus cinco dedos alrededor de la hierba. Si bien
parecía no haber ejercido ninguna fuerza, cuando abrió el puño,
la hoja se había roto en una pila de polvo verde.

San Lang tomó la pila de polvo verde y la extendió sobre el dorso


de la mano de Xie Lian. Inmediatamente, una sensación suave y
ligeramente fría se expandió lentamente desde el sitio de la
herida. Xie Lian dijo: —San Lang, muchas gracias.

Sin embargo, San Lang no respondió. Después de que terminó


de aplicar la hierba medicinal, soltó la mano de Xie Lian.
Xie Lian seguía sintiendo como si hubiera algo extraño sobre el
estado de ánimo existente entre los dos, pero tampoco sabía
cómo preguntar al respecto. No importa cómo Xie Lian haya
intentado redactar sus palabras, nunca parecieron adecuadas.

Sin embargo, las otras personas no podían sentir el humor sutil.


TianSheng ansiosamente dijo: —Hermano mayor, ¿te sientes un
poco mejor? ¿Funciona esta medicina herbal?

Xie Lian salió de su aturdimiento y dijo: —Me siento mucho mejor,


así que esta debería ser la planta correcta.

Cuando escucharon sus palabras, todos los comerciantes se


emocionaron mucho. Todos dijeron: —Date prisa, sigamos
buscando.

En poco tiempo, A-Zhao también levantó la mano mientras


sostenía un montón de hojas verdes. Él dijo: —También lo
encontré.

Las hojas de Kindred Moon Herb que sostenía eran mucho más
grandes en comparación con la pequeña y lamentable hoja que
San Lang acababa de encontrar. Cuando los comerciantes
miraron y vieron que la forma y las características eran correctas,
se apresuraron. Uno tras otro, exclamaron con agradable
sorpresa:

—Hay un gran parche de hierbas de la luna de Kindred aquí, ¡ah!

— ¡Hay tanto!

— ¡Rápido, elige algo extra!

—Si elegimos mucho, ¿podemos venderlos después de que


regresemos?
Mientras los comerciantes se ocupaban de recoger las hierbas,
Xie Lian se dio la vuelta y miró el dorso de su propia mano. A
pesar de no tener nada que decir, encontró un tema a la fuerza y
le preguntó a San Lang: —El campo que encontraron, ¿no
estabas buscando allí antes? ¿No lo descubriste en ese
momento?

Después de hablar, incluso el propio Xie Lian sintió que la


pregunta que hizo no tenía sentido. Sin embargo, San Lang
sacudió la cabeza y dijo: —No debes usar las hierbas desde allí.

Al encontrarlo extraño, Xie Lian preguntó: — ¿Por qué?

Quién hubiera pensado que antes de que San Lang lograra


responder, de repente escucharían un grito miserable.

— ¡Vete!

Todos quedaron atónitos. Al pausar las acciones, preguntaron


una tras otra:

— ¿Quién es el que grita?

—Yo no era el único, ¡ah!

—No fui yo tampoco...

Una vez más, escucharon esa voz tristemente decir: —Vete, me


pisas...

Esta vez, todos finalmente se dieron cuenta: ¡la voz venía de


debajo de sus pies!

En el lapso de una fracción de segundo, las personas reunidas


en el parche de hierba de luna se dispersaron. Xie Lian ya se
había acostumbrado a tomar la delantera en momentos como
este: cuando otras personas se retiraban, él avanzaba. Por lo
tanto, caminó hacia donde se había originado el grito. Después
de extender la mano, empujó lentamente las densas ramas de los
arbustos.

En el momento en que apartó esas ramas, todos dejaron de


respirar.

Lo que había sido enterrado debajo de los arbustos y dentro del


lodo, era sorprendentemente la cara de un hombre.

¡En realidad había una persona viva enterrada en el terreno aquí


y fue enterrado hasta el punto de que lo único que quedaba fuera
era su rostro!

Esta escena realmente parecía incomparablemente extraña.


Inmediatamente, los pocos comerciantes se asustaron hasta el
punto de que comenzaron a acurrucarse juntos y gritar.

Una vez más, Xie Lian comenzó a consolarlos de una manera


extremadamente hábil: —No se asuste. Todos, calma hecha. Es
solo una cara, no es nada alarmante. Después de todo, ¿no todos
tienen cara?

Esa cara se rio.

— ¿Los asusté chicos? Suspiro... También a menudo me asusto.

Xie Lian se puso en cuclillas antes de comenzar a escudriñar


cuidadosamente la cara enterrada en el barro.

Esta era la cara de un hombre. Cuando no estaba sonriendo,


parecía muy plano y cuando sonreía, había muchas arrugas. Uno
no podría decir si era viejo o joven y uno no podría decir si era feo
o hermoso.
Xie Lian se quedó mirando la cara por un buen rato, pero aún no
podía distinguir qué era esa cara. Sin una mejor opción, no tuvo
más remedio que preguntar directamente: — ¿Quién eres?

La cara enterrada en el barro preguntó: — ¿Quiénes son


ustedes?

Xie Lian dijo: —Una caravana que acaba de pasar.

La cara enterrada en el barro suspiró antes de decir. ¿Una


caravana de paso? Una vez, yo también era de una caravana que
acababa de pasar. Aunque, eso es un asunto de hace cincuenta
o sesenta años.

Después de decir esto, todo el asunto parecía aún más anormal.

Esta persona había sido enterrada en las tierras de una antigua


ciudad abandonada durante cincuenta o sesenta años. ¿Podría
seguir siendo considerado un humano?

Temblando de miedo y temor, un comerciante preguntó: —


Entonces... ¿Entonces por qué un señor... ¿Por qué un señor
estaría aquí... ah?

La cara enterrada en el barro tosió un par de veces, antes de que


arrugó la cara y dijo: —Yo... Fui capturado y traído aquí por un
soldado de BanYue. No tuve cuidado y accidentalmente entré en
la ciudad y fui capturado. Terminaron enterrándome aquí, así que
me convertiría en fertilizante para estas Hierbas de la Luna de los
Vástagos...
Resultó que estas Hierbas de la Luna habían crecido utilizando
personas vivas como fertilizante. ¡No era de extrañar que se
vieran tan gordos y saludables!

Algunos comerciantes inmediatamente tiraron las Hierbas de la


Luna de los Vástagos que habían estado sosteniendo. Sintieron
que sostener esas hierbas era lo mismo que tocar cadáveres.
Incluso Xie Lian no pudo evitar bajar la cabeza para mirar el dorso
de su mano herida. Sin embargo, San Lang dijo: —No hubo
problemas con esa hierba.

No era de extrañar que San Lang no haya elegido ninguna de


esas hierbas de la Luna llenas y sanas, incluso cuando había
buscado claramente en este pedazo de tierra. Xie Lian temía que
San Lang hubiera visto por mucho tiempo la cara enterrada en el
barro y supuso que todas estas hierbas se cultivaron con este tipo
de fertilizante.

Por lo tanto, San Lang había ignorado por completo estas cosas
antes de darse la vuelta y marcharse. Después de eso, ayudó a
Xie Lian a aplicar la medicina solo después de haber encontrado
una hierba limpia que había crecido normalmente en un rincón
remoto.

Xie Lian dijo: —San Lang es muy considerado. Realmente te lo


agradezco.

San Lang sacudió la cabeza. Todavía parecía tranquilo y sereno.

Desde que Xie Lian había sido envenenado por la Serpiente con
Cola de Escorpión antes de entrar en el antiguo Reino de Ban
Yue, la actitud de San Lang había seguido siendo así. Hace un
par de días todo era “Gege esto, Gege aquello”, pero ahora ya
casi no lo llamaba ge Gege.

Aparte de las veces que San Lang había ayudado a Xie Lian a
extraer el veneno y aplicar el polvo medicinal, parecía que San
Lang estaba evitando el contacto con el cuerpo de Xie Lian tanto
como era posible. Realmente hizo que Xie Lian se sintiera
extremadamente desconcertado. Como no podía entender la
actitud de San Lang, incluso él se sintió un poco incómodo.
En este momento, la cara enterrada en el barro comenzó a hablar
de nuevo.

—Ya han pasado muchos años desde que vi personas vivas.


Chicos... chicos, acérquense y déjenme ver mejor, ¿de acuerdo?

Todos se miraron con consternación. Por unanimidad pensaron


que sería mejor si no hacían lo que les había pedido. Después de
un rato, cuando la cara enterrada en el barro vio cómo nadie había
respondido, murmuró: — ¿Qué, nadie está dispuesto a hacerlo?
Suspiro... qué pena...

Xie Lian volvió la cabeza y preguntó: — ¿Por qué es una pena?

La cara enterrada en el barro dijo: —Desde que entraron, hay un


asunto que me importa mucho. Quiero usar mis propios ojos para
confirmar este asunto antes de decirles chicos. Es por eso que
les dije que se acercaran y me dejaran mirar mejor, porque quiero
verlos cuidadosamente a cada uno de ustedes.

Xie Lian preguntó: — ¿Por qué?

La cara enterrada en el barro sonrió extrañamente.

—Chicos, no tengan miedo si lo digo... vi a alguien entre ustedes


hace cincuenta años.

En el momento en que dijo esto, el pelo en la espalda de todos


comenzó a ponerse de punta.

Si era alguien a quien la cara enterrada en el barro había visto


hace cincuenta años, hoy en día tenían que tener al menos
sesenta o setenta años. Sin embargo, entre las pocas personas
aquí, incluso los mayores no tenían más de cuarenta años.
¿Cómo puede ser esto posible?

¡A menos que... esa persona no fuera humana!


La mirada de Xie Lian comenzó a barrer la cara de todos.
Comenzando desde A-Zhao y terminando con TianSheng, vio
caras ligeramente asustadas, caras asustadas, desconcertadas y
estupefactas. Las reacciones de todos se conformaron a la razón.
Si tuviera que señalar a alguien que no había reaccionado de
acuerdo con el sentido común, entonces solo podría ser San
Lang, que no había respondido en absoluto. Sin embargo, cuando
se trataba de este joven, probablemente ninguna reacción era la
normal para él.

Xie Lian volvió la cabeza y preguntó: — ¿De quién estás


hablando?

Los músculos de la cara enterrados en el barro se retorcieron


varias veces, antes de que revelara una sonrisa
incomparablemente misteriosa. Parecía como si estuviera
haciendo todo lo posible para hacerse ver incluso un poco más
confiable, pero aún así no podía ocultar la sonrisa siniestra que se
filtraba desde el fondo de su corazón. Dijo de una manera
misteriosa: —Tú... Tú, acércate un poco y te lo diré.

Cuando la cara hizo su primer reclamo, Xie Lian lo consideró


confiable en un ochenta por ciento. Sin embargo, después de esta
línea, lo consideraba solo un cincuenta por ciento confiable.
¿Cómo se podría saber si este monstruo no solo estaba tratando
de convencer a alguien cercano, antes de rebelarse
repentinamente?

Xie Lian, naturalmente, no escucharía la cara. Después de


levantarse, se retiró. La cara enterrada en el barro dijo
apresuradamente: — ¿Ustedes realmente no quieren saber quién
es esa persona? ¡Terminará matándolos a todos, tal como había
terminado matándonos a todos!
Capítulo 24: HuaLian tonteando19; La oscuridad cae en el pozo de los pecadores
(parte uno)

Cuanto más actuaba así, más pensaba Xie Lian que era
peligroso. Él dijo: —Todos, retírense. No se acerquen y no
presten atención a lo que dice.

Todos se apresuraron a seguir sus palabras y se dispersaron


apresuradamente. La cara enterrada en el barro dio una risa
forzada cuando dijo: —No se vayan. ¿Por qué actúan así? Yo
también soy humano; ¡No les haré daño a ninguno de ustedes!

Xie Lian pensó para sí mismo: —Lo estás pensando demasiado.


¡En esta condición, no te pareces a un humano en absoluto!

¿Quién hubiera pensado que en este momento ocurriría un


cambio repentino? Un comerciante probablemente pensó que sin
importar qué, todavía tenían que traer algunas hierbas
medicinales para salvar a las personas. Por lo tanto, ese
comerciante dio unos pasos furtivos hacia adelante antes de
agacharse para recoger las Hierbas de la Luna de los Vástagos
que acababa de tirar por el susto.

Los globos oculares de la cara enterrada en el barro rodaron


antes de fijarse en el comerciante. Después de eso, una luz
brillante brilló a través de los ojos de la cara medio enterrada.

Xie Lian pensó mentalmente qué mala suerte cuando se apresuró


y gritó: — ¡No los recojan! ¡Vuelvn!

19
En chino significa “relación dudosa”, como cuando no sabes si una pareja
está saliendo en serio. La traducción en inglés es “dallying”, que significa perder
el tiempo. En mi país le decimos “tontear”. Igual se refieren a lo que se hace en
una relación que aún no es oficial o que no está confirmada. HuaLian es la
unión de Hua Cheng y Xie Lian.
Sin embargo, ya era demasiado tarde. La cara enterrada en el
barro de repente abrió la boca, antes de que una tira de escarlata
se escapara.

¡Era una lengua extremadamente larga!

Xie Lian agarró la parte posterior del collar de ese comerciante


antes de retirarse repetidamente. Desafortunadamente, lo que
salió de la boca de la cara medio enterrada fue
incomparablemente largo. ¡Acompañado por un silenciador, se
deslizó en el oído del comerciante!

Xie Lian sintió que el cuerpo que sostenía sufría un violento


temblor. Ese comerciante lanzó un grito corto y espeluznante
cuando sus cuatro extremidades se inmovilizaron sin cesar antes
de que sus rodillas golpearan el suelo. Rápidamente, la larga
lengua sacó un enorme y sangriento bulto del interior de la oreja
del comerciante, antes de que se retirara de nuevo a la boca de
la cara medio enterrada.

El rostro medio enterrado se rió mientras masticaba. Masticó


hasta que toda su boca prácticamente goteó sangre, mientras se
reía hasta que su voz ensordecedora casi volcó el techo del
palacio imperial en ruinas. En un chillido, la cara dijo: — ¡Ja, ja,
ja, ja, ja, ja, ja! ¡Delicioso, delicioso, delicioso! ¡¡Delicioso,
delicioso!! ¡Me muero de hambre, me muero de hambre!

Esta voz ya sonaba aguda y aguda, mientras que los ojos de la


cara estaban completamente inyectados de sangre. ¡Realmente
se veía extremadamente asqueroso!

Esta persona había sido enterrada aquí por más de cincuenta


años. Durante mucho tiempo habían sido asimilados por este
reino demoníaco y se habían convertido completamente en algo
completamente inhumano.
Xie Lian soltó el collar del comerciante que había estado
sosteniendo con su mano derecha. Estaba a punto de cortar esta
cosa repugnante por la mitad, cuando de repente escuchó que la
cara medio enterrada gritaba de nuevo: — ¡General! ¡General!
¡Ellos estan aqui! ¡Ellos estan aqui!

Después de eso, todos escucharon un aullido que fue aún más


feroz que el de una bestia salvaje. Una sombra negra cayó del
cielo, antes de aterrizar pesadamente frente a Xie Lian.

En el momento en que esta sombra negra cayó al suelo, casi


parecía como si el suelo hubiera temblado desde su aterrizaje. Y
cuando se levantó lentamente, todos quedaron envueltos en la
inmensa sombra proyectada por su figura.

Esta persona era realmente demasiado alta.

Su tez era tan oscura como el hierro, mientras que sus rasgos
faciales parecían viciosos y agresivos. De hecho, su cara parecía
similar a la de una bestia. La armadura le cubría el estómago y
también le cubría los hombros. Como tenía más de nueve chi de
altura, en lugar de decir que era humano, era mejor describirlo
como un lobo gigantesco que podía caminar erguido. Y detrás de
él, fue seguido por uno, dos, tres... más de diez personas saltaron
del techo del palacio imperial.

Todas y cada una de estas personas eran altas y fuertes. La


construcción de sus cuerpos era similar y sobre sus hombros,
todos llevaban garrotes cubiertos densamente con afilados
dientes de lobo. Creó la ilusión de que una manada de lobos se
había transformado en personas. Después de aterrizar en el
suelo, rodearon completamente a todos en el jardín y los hicieron
sentir como si estuvieran rodeados por inmensas torres de hierro.

¡Eran los soldados de Ban Yue!


Ondas de energía espiritual negra emanaron de estos soldados.
Sin duda, habían muerto hace mucho tiempo.

Todo el cuerpo de Xie Lian estaba tenso. Si las cosas


empeoraran, Ruoye estaría inmediatamente lista para moverse.

Sin embargo, cuando esos soldados de Ban Yue los vieron, no


se lanzaron sobre ellos y atacaron de inmediato. En cambio,
soltaron una carcajada que sacudió los cielos. Luego,
comenzaron a usar un idioma tribal para conversar en voz alta
entre ellos.

Ese lenguaje sonaba bastante extraño. El sonido de sus palabras


era espantoso, gutural y pesado en su lengua. Era precisamente
el idioma del reino de Ban Yue.

Aunque habían pasado doscientos años y Xie Lian ya había


olvidado casi todo su vocabulario de BanYue, podría considerarse
que acababa de revisarlo con San Lang en el túmulo del General.
Además, con cómo las voces de estos soldados eran tan fuertes
como una gran campana y cómo su enunciación era cruda
mientras su vocabulario era simple, a Xie Lian no le resultó difícil
entenderlas.

Escuchó a todos los soldados de Ban Yue llamar al primer


soldado General. Mientras conversaban entre ellos, Xie Lian
también escuchó palabras como arrastrarlos lejos y no los mates
por ahora.

Respiró profundamente, antes de decir suavemente: —Todos, no


se asusten. Por ahora, estos soldados de Ban Yue no matarán a
nadie. Parece que quieren llevarnos a otro lugar. Por supuesto,
no actúes a ciegas sin pensar. No puedo garantizar que pueda
vencerlos, así que actuemos de acuerdo con las circunstancias.

Xie Lian solo necesitaba una simple mirada a estos soldados para
saber que serían difíciles de tratar. Cada uno de ellos era de piel
gruesa y carne gruesa. Incluso si tuviera a Ruoye a mano, Xie
Lian temía que estrangular a uno de ellos tomaría una cantidad
de tiempo decente. Como una docena había llegado
simultáneamente, no serían fáciles de manejar. Además, varias
personas comunes y corrientes también estuvieron presentes en
la escena. Sin una mejor opción, lo mejor que podrían hacer sería
observar silenciosamente los cambios.

San Lang no dijo nada y todos los demás realmente no tenían


una opinión. Incluso si quisieran actuar ciegamente sin pensar,
no sabían cómo actuar ciegamente sin pensar, por lo que solo
podían asentir con lágrimas en la cabeza. Solo la cara medio
enterrada seguía gritando: — ¡General! ¡General! ¡Déjame ir! Te
ayudé a detener a los enemigos aquí, ¡así que déjame volver a
casa! ¡Quiero volver a casa!

Desde que vio a este grupo de soldados de Ban Yue, la cara se


puso extremadamente excitada. Siguió gritando mientras
sollozaba y había un vocabulario de BanYue torpemente
pronunciado mezclado con sus gritos. La cara debería haberlos
aprendido casualmente durante los cincuenta o sesenta años que
permaneció allí como fertilizante.

Cuando el hombre de nueve chi de altura que se llamaba General


vio cómo había algo en el suelo que se retorcía y gritaba, parecía
que también pensaba que la cara era muy desagradable. El
general golpeó su garrote incrustado con dientes de lobo y los
numerosos dientes afilados y puntiagudos perforaron la cabeza
de la cara medio enterrada.

La cara medio enterrada gritó una vez. Como los afilados dientes
ya estaban alojados en la parte frontal de la cabeza, cuando el
general levantó su garrote, terminó desarraigando por completo la
cara medio enterrada. Irónicamente, el general sacó la cara de la
tierra, dándose cuenta del deseo de déjame ir de la cara.
Sin embargo, lo que estaba conectado al cuello de la cara
después de que se abrió paso por el suelo no era el cuerpo de
una persona en absoluto. En cambio, ¡era un esqueleto de
huesos gruesos!

Algunos de los comerciantes que vieron esta escena aterradora


tuvieron miedo de gritar. La cara que estaba medio enterrada en
el barro se desprendió del garrote y estaba completamente
cubierta de sangre. Cuando la cara vio su propio cuerpo, parecía
que él también estaba asustado. Jadeó y preguntó: — ¿Qué es
esto? ¡¿Que es esto?!

Xie Lian le recordó: —Este es tu cuerpo.

Fue fácil de comprender después de pensarlo. Esta persona


había estado enterrada en la arena del desierto durante cincuenta
a sesenta años. La carne de su cuerpo se había transformado
durante mucho tiempo en nutrientes para esas hierbas de la Luna
de los Vástagos. Había estado completamente consumido hasta
que lo único que quedaba era un simple esqueleto.

La cara que había sido enterrada todavía no estaba dispuesta a


aceptar la verdad. Él preguntó: — ¿Cómo podría ser esto
posible? Mi cuerpo no es así. ¡Este no es mi cuerpo!

Su voz sonaba incomparablemente triste. La escena parecía


espantosa pero lamentable, lo que provocó que Xie Lian
sacudiera la cabeza. Sin embargo, San Lang se burló antes de
decir: — ¿No puedes soportar ver tu propio cuerpo ahora? Si ese
es el caso, ¿qué fue lo que salió de tu boca? ¿Crees que no tenía
nada de malo?

La cara que había sido enterrada en el barro inmediatamente


replicó.

— ¡¿Qué tiene de malo?! Es solo... ¡Es solo un poco más largo


que la lengua de una persona común, eso es todo!
Tanto las esquinas de los ojos de San Lang como las puntas de
sus cejas expresaron su burla. Él dijo: —Mmm, no está mal. Solo
un poquito más. Jaja.

La cara que había sido enterrada en el barro dijo: — ¡Eso es


correcto! ¡Solo es un poco más! Y solo es así porque durante
estos últimos años, por el bien de sobrevivir comiendo insectos
voladores y rastreros, lentamente se hizo más y más largo. ¡Por
eso se volvió así!

Cuando la cara fue enterrada por primera vez en el suelo, tal vez
todavía estaba vivo. Y para seguir viviendo, sacaba la lengua
desesperadamente para comer todo tipo de insectos. Poco a
poco, la cara dejó de ser humana, por lo que la lengua se hizo
más y más larga. Y la comida que comió también cambió de
insectos voladores y rastreros a cosas que eran aún más
espantosas.

Sin embargo, debido a que siempre había estado enterrado en el


suelo, la cara no había podido ver el estado de su cuerpo durante
todos estos años. Simplemente era incapaz de aceptar, ni estaba
dispuesto a creer, que ya no era humano. La cara que había sido
enterrada en el barro se esforzó por explicar: — ¡También hay
personas cuyas lenguas son relativamente largas!

San Lang sonrió. Cuando Xie Lian vio esto, sintió un escalofrío
indescriptible. La cara sonriente de este joven le dio a la gente un
sentimiento sombrío, como si estuviera a punto de despegar la
cara de alguien.

San Lang preguntó: — ¿Crees que todavía eres humano?

Después de que se le hizo esta pregunta, parecía que la cara que


había sido enterrada en el barro sentía una sensación de peligro.
De repente se puso nervioso y dijo: —Por supuesto que soy
humano. ¡Soy humano!
Cuando la cara gritó esto, hizo un gran esfuerzo en un intento de
mover las manos y los pies que ya se habían convertido en hueso
blanco. Parecía que quería arrastrarse por el suelo.

Tal vez fue porque finalmente había emergido de la tierra, pero la


cara sintió una verdadera felicidad. Aullando de risa, dijo: —
¡Puedo regresar, puedo regresar ahora! Ja, ja, ja, ja, ja, ja...

¡Crack!

Su risa había sido demasiado penetrante, por lo que finalmente


irritó al general BanYue. De un solo golpe, el cráneo de la cara
que había sido enterrado en el barro se hizo añicos
instantáneamente. Sus agudos gritos de soy humano tampoco
volverían a ocurrir.

Después de que el General aplastó la cara molesta que había


sido enterrada en el barro, gritó algo a los soldados en voz alta.
En respuesta, la multitud de soldados blandió sus garrotes
incrustados con dientes de lobo y rugió algunas veces al grupo de
personas. Luego, los soldados comenzaron a conducir a la gente
hacia la salida del palacio imperial.

Xie Lian estaba al frente y, como siempre, San Lang lo siguió


justo detrás de él. A pesar de que estaban siendo escoltados a la
fuerza por un grupo de soldados diabólicos de BanYue, los pasos
del joven fueron tan medidos como siempre, como si simplemente
estuviera dando un paseo.

Desde antes, Xie Lian había estado tratando de encontrar una


oportunidad para hablar con él. Después de caminar un rato, notó
cómo los soldados de Ban Yue comenzaron a conversar una vez
más. Como no parecían prestarles demasiada atención, Xie Lian
dijo en voz baja: —Llaman al principal soldado de BanYue
General, me pregunto de qué tipo.
Efectivamente, San Lang todavía le respondió en el momento en
que Xie Lian hizo una pregunta. Él dijo: —Cuando el reino Ban
Yue fue destruido, solo había un general. Su nombre es Ke Mo.

Xie Lian repitió: — ¿Ke Mo?

Este nombre era realmente bastante extraño. San Lang dijo: —


Eso es correcto. Según se informa, su cuerpo había sido delicado
y frágil cuando era joven, por lo que fue acosado con frecuencia.
Como resultado, prometió volverse fuerte. Desarrolló su fuerza al
moler una roca, por lo que se ganó un nombre como este.

Xie Lian no pudo resistirse a pensar: —Así que era una persona
grande…

San Lang volvió a hablar.

—Las leyendas proclaman a Ke Mo como el general más valiente


y feroz del reino Ban Yue en toda la historia. Con una altura de
nueve chi y una fuerza extraordinaria, había sido el fiel seguidor
de la gran sacerdotiza de Ban Yue.

Xie Lian preguntó: — ¿Y él sigue siendo un seguidor después de


su muerte? ¿No es seguidor de la gran sacerdotisa de BanYue
ahora mismo?

San Lang respondió: —Quizás.

Si hubiera aún más soldados de Ban Yue allí, ¿cómo


escaparían? Además, ¿cómo estaba Nan Feng después de haber
retirado a esos dos? También habían conseguido la Hierba de la
Luna de los Vástagos, pero ¿cómo se suponía que debían
entregarla en manos de los envenenados dentro de las
veinticuatro horas?

Xie Lian contempló estas preguntas mientras caminaba.


También notó que el general Ke Mo los estaba llevando a un lugar
cada vez más remoto. Al final, los llevó a un lugar que estaba al
borde del Reino de Ban Yue y solo entonces el general Ke Mo se
detuvo.

Xie Lian dejó de caminar y levantó la cabeza para mirar hacia


arriba. Una pared incomparablemente alta y amarilla se
encontraba frente a él, con un parecido al de una persona gigante.

Su destino era inesperadamente el Pozo de los pecadores.

Aunque alguna vez había vivido cerca del reino de Ban Yue por
un período de tiempo, Xie Lian no había entrado tanto en la ciudad
de BanYue. Por supuesto, nunca se había acercado al Pozo de
los Pecadores. Ahora que veía de cerca el Pozo de los
Pecadores, su corazón se había acelerado inexplicablemente.

Había una escalera en el exterior de la pared amarilla. Mientras


subían lentamente la escalera simple y tosca, Xie Lian miró hacia
abajo. Mientras inspeccionaba constantemente su entorno con
los ojos, finalmente entendió por qué su corazón se había
acelerado.

No estaba temblando de miedo porque asociaba este lugar con


uno que usaba tortura. Tampoco fue porque estaba preocupado
de que los soldados los empujaran al pozo. En cambio, las
palpitaciones de su corazón fueron puramente una respuesta a él
al sentir la presencia de una matriz espiritual.

Alguien había establecido deliberadamente una matriz espiritual


extremadamente poderosa usando el terreno y el diseño del Pozo
de los Pecadores.

¡Y este conjunto espiritual solo tenía un propósito: hacer que las


personas que caen en el pozo, sean eternamente incapaces de
volver a subir!
Lo que el llamado, incapaz de volver a subir de nuevo, significaba
que, incluso si alguien tiraba una soga o subía una escalera y la
persona en la parte inferior aprovechaba esta oportunidad de vivir
para subir, cuando consiguieron a mitad de camino hacia arriba,
la matriz se activaría y golpearía a esa persona nuevamente.

Sin pestañear, Xie Lian colocó una mano en la pared. Pasó la


mano por una pequeña sección de la pared y vio a grandes rasgos
de qué estaba compuesta la pared. Xie Lian descubrió que,
aunque esta pared parecía estar hecha de tierra o arcilla desde
lejos, en realidad estaba hecha de piedra incomparablemente
dura. Además, probablemente se usó algún tipo de
encantamiento espiritual para fortificar el muro, lo que
inevitablemente hacía difícil romperlo.

Cuando llegaron a la parte superior de la escalera, llegaron al


techo del pozo de los pecadores. Lo que estaba ubicado sobre el
borde de la pared amarilla era un espectáculo para la vista a
primera vista. Uno solo podría usar la palabra impactante para
describir la escena.

Toda la fosa de los pecadores fue creada precisamente por el


recinto de cuatro paredes altas. Cada una de esas paredes altas
tenía más de treinta zhang de largo y veinte zhang de alto y cada
pared tenía cuatro chi de espesor. Elevándose sobre todo, se
veían extremadamente impresionantes.

Lo que rodeaban las cuatro paredes era una enorme habitación


de cuatro lados. Sin embargo, no había ninguna plataforma para
pararse en la parte superior del Pozo de los Pecadores, ni siquiera
una viga horizontal.

Ya era de noche y uno no podía ver completamente el fondo del


inmenso pozo oscuro. De vez en cuando, solo olas de aire frío y
el olor a sangre flotaban desde la oscuridad sin fondo.
Todos caminaban sobre la repisa de una pared alta y no tenía
ningún cerco protector. Como caminaban a gran altitud donde el
suelo estaba al menos a diez zhang de distancia, no mucha gente
se atrevió a mirar hacia abajo.

Después de caminar un rato, la gente en el frente se topó con un


poste alto erigido. Un cadáver estaba colgado en el poste y era
precisamente el cadáver que habían visto previamente desde el
suelo. Ese cadáver parecía bastante pequeño y era el cuerpo de
una joven vestida de negro. Su ropa estaba gastada y hecha
jirones, mientras que su cabeza colgaba baja.

Xie Lian sabía que el poste se usaba específicamente para colgar


a los pecadores que los soldados querían humillar. Por lo general,
los carceleros arrancaban la ropa del pecador, antes de colgarlos
completamente desnudos. Luego, dejarían que el convicto
muriera de hambre o se deshidratara hasta la muerte.

Después de la muerte del pecador, su cadáver se balancearía


con el viento, quedaría expuesto tanto al sol como a la lluvia y
finalmente se secaría al aire. Mientras sus extremidades y cuerpo
se pudrían, su carne también se caería. La apariencia de su
cadáver sería extremadamente desagradable.

Dado que el cadáver de esta joven todavía no se había podrido,


no debería haber pasado mucho tiempo desde su muerte. Quizás
ella había sido una residente que vivía en los alrededores. Pero
estos soldados en realidad colgaron el cuerpo de una niña en un
lugar como este. Eran realmente extremadamente salvajes y
crueles.

Cuando A-Zhao, TianSheng y los demás vieron esta escena, sus


teces palidecieron. Se detuvieron de inmediato y no se atrevieron
a seguir adelante. Afortunadamente, Ke Mo también había dejado
de caminar. Se dio la vuelta y se enfrentó al Pozo de los
Pecadores, antes de lanzar un largo y fuerte grito.
Xie Lian pensó que era extraño.

— ¿Por qué necesitaba gritar así?

Al momento siguiente, recibió la respuesta a su pregunta.

Pareciendo ser la respuesta al fuerte grito de Ke Mo, un gruñido


vino desde el fondo del pozo oscuro. Sonaba como el rugido de
un tigre, un lobo, un monstruo o incluso un tsunami, pero el sonido
se multiplicó por cien y fue ensordecedor. Todos en el borde de
la pared prácticamente se sacudieron por este rugido hasta que
apenas pudieron permanecer de pie. Muy claramente, Xie Lian
escuchó el leve susurro de los escombros y piedras que habían
sido desprendidos por las vibraciones del gruñido.

Solo los delincuentes fueron arrojados al pozo de los pecadores.


¿Podría ser? ¿Estaba respondiendo la cosa a Ke Mo las almas
de los pecadores fallecidos?

En este momento, Ke Mo una vez más gritó en el pozo. Xie Lian


escuchó atentamente. Esta vez, Ke Mo no había rugido algo
incomprensible y tampoco había sido una maldición. Por el
contrario, debería haber sido un estímulo.

De hecho, Xie Lian estaba muy seguro de haber escuchado las


palabras, hermanos.

Después de que Ke Mo terminó de rugir, les gritó algo a los


soldados que detenían a Xie Lian y a los demás. Esta vez, Xie
Lian entendió completamente lo que Ke Mo había ordenado.

El general dijo: —Solo deja caer a dos personas allí.


Aunque todos los demás no entendieron lo que Ke Mo había
dicho, probablemente podrían adivinar lo que los soldados tenían
la intención de hacer. Como resultado, su tez simultáneamente
se volvió blanca.
Cuando Xie Lian vio que todos estaban asustados hasta el punto
de que apenas podían permanecer de pie, dio un paso adelante y
dijo suavemente: —No se pongan nerviosos. Si algo sucede, lo
enfrentaré primero.

Si por casualidad, alguien tuviera que ser arrojado más tarde,


entonces Xie Lian simplemente se prepararía y bajaría para echar
un vistazo primero. En cualquier caso, solo las víboras
estereotípicas, las bestias feroces, los espíritus maliciosos o los
demonios estarían en el fondo del pozo. Dado que Xie Lian no
moriría por la caída, o moriría por ser golpeado, o moriría por ser
mordido o envenenado, mientras no hubiera lava ni llamas
furiosas, ni Agua Envenenada Transformada por Cadáveres,
entonces no se convertiría demasiado feo incluso si saltaba.

Además, Xie Lian todavía tenía a Ruoye. Incluso si el conjunto


espiritual le impedía usar a Ruoye para volver a subir, si estos
soldados de Ban Yue arrojaban a alguien más, aún podría
atraparlos.

Ke Mo había dicho, lleva a los demás lejos y vigílalos. Eso


significaba que las otras personas estarían relativamente seguras
por el momento. Después de todo, atrapar personas vivas en el
desierto de Gobi no eran algo fácil de conseguir. No podían dejar
que se los comieran todos a la vez, por lo que los soldados
probablemente querían atesorarlos y dejar que se los comieran
uno a la vez.20

Xie Lian había pensado las cosas detenidamente. Sin embargo,


quién hubiera pensado que habría alguien en su grupo que no
podría mantener la calma.

Aparte de Xie Lian y San Lang cuyas expresiones no habían


cambiado, todos los demás temblaban de miedo desde que

20
Lo que quiere decir es que los guerreros Banyue atrapan personas a darles
como alimento a los seres que están en el pozo, y el resto para comérselas
ellos mismos.
habían subido a la cima del Pozo de los Pecadores,
especialmente A-Zhao.

Tal vez porque pensó que la muerte era segura y que sería mejor
intentar luchar desesperadamente, A-Zhao empuñó sus manos y
de repente se rebeló. Con la cabeza baja, ¡cargó contra Ke Mo!

Parecía que A-Zhao tenía la determinación de matar a Ke Mo con


él. En otras palabras, estaba cargando contra él con la esperanza
de derribar a Ke Mo en el pozo consigo mismo. Y a pesar de la
alta estatura de Ke Mo que podría compararse con una torre de
hierro, incluso él retrocedió tres pasos ante una colisión que
abarcó la última resolución antes de la muerte.

Como Ke Mo casi perdió el equilibrio, se enojó de inmediato.


Después de rugir una vez, giró una mano y empujó a A-Zhao hacia
abajo.

Cuando vieron al joven caer en el pozo oscuro y profundo, todos


gritaron. Xie Lian también gritó: — ¡A-Zhao!

En este momento, un estallido de vítores resonó distantemente


desde el fondo del pozo oscuro, junto con algunos ruidos
desgarradores extremadamente crueles. Esos sonidos podrían
compararse con el resultado de espíritus malignos que caen unos
sobre otros en su afán de alimentarse salvajemente. Al escuchar
esto, uno sabía que el joven llamado A-Zhao no tenía la
oportunidad de regresar con vida.

Incluso Xie Lian no esperaba que las cosas se desarrollaran así.


Estaba extremadamente aturdido.

Originalmente, había sospechado que A-Zhao era precisamente


el subordinado dla gran sacerdotiza de Ban Yue y que estaba
incitando específicamente a los transeúntes a ingresar al antiguo
reino de Ban Yue. También había albergado sospechas de que
el que la cara medio enterrada había mencionado cuando afirmó
haber visto a alguien entre ellos hace cincuenta años también era
A-Zhao. Sin embargo, Xie Lian no había anticipado que este
joven sería el primero en ser asesinado. Después de saltar así,
¿cómo podría existir la posibilidad de que A-Zhao sobreviva?

¿Era posible que solo fingiera su muerte? Sin embargo, Xie Lian
y los demás ya estaban cautivos de los soldados de Ban Yue. Si
A-Zhao realmente hubiera sido el subordinado del Gran Tutor
BanYue, sería completamente capaz de derribar su disfraz ahora
que tenían la ventaja. A-Zhao podría haber actuado alto y
poderoso, entonces, ¿por qué tendría que hacer algo tan
superfluo como fingir su muerte frente a ellos? No tendría
absolutamente ningún sentido hacer algo así.

Pero, ¿por qué A-Zhao cargó contra Ke Mo? ¿No era esto lo
mismo que él desperdiciando su vida sin sentido?

Mientras Xie Lian reflexionaba sobre estas teorías, una tras otra
en confusión, los soldados de Ban Yue comenzaron una vez más
a buscar a la siguiente persona viva que empujar. Ke Mo levantó
una mano y señaló a TianSheng.

Un soldado de BanYue extendió su gran palma cuando salió a


agarrarlo. TianSheng inmediatamente tuvo miedo de gritar: —
¡AH! ¡SÁLVAME! ¡No me agarres! Soy…

Xie Lian no tuvo tiempo de seguir pensando. Dio un paso


adelante y dijo: —General, espere un momento.

Cuando escuchó a Xie Lian abrir la boca y hablar el idioma de


BanYue Kingdom, una expresión de sorpresa apareció en el rostro
oscuro de Ke Mo. Agitó la mano y detuvo a ese soldado antes de
preguntar: — ¿Sabes cómo hablar nuestro idioma? ¿De donde
eres?

Xie Lian respondió suavemente: —Vengo de las llanuras


centrales.
En realidad no le importaba mentir y decir que era de BanYue
Kingdom, pero esta mentira no sería tan factible. Xie Lian no
estaba seguro de cuán fluido era su idioma BanYue o cuánto
había recuperado, por lo que inevitablemente expondría su
secreto mientras conversaba con Ke Mo. Además, su apariencia
hizo evidente dónde había venido. A la gente de BanYue no le
gustaban demasiado aquellos que mentían y engañaban a otros.
Si vieran a través de su mentira, las consecuencias serían aún
más severas.

Ke Mo dijo: — ¿Las llanuras centrales? ¿Eres descendiente de


Yong?

Xie Lian respondió: —No. El reino de Yong ha sido aniquilado


por mucho tiempo. Ya no hay más gente de Yong.

Sin embargo, a los ojos de la gente del Reino de Ban Yue,


mientras alguien fuera de las Llanuras Centrales, eran más o
menos los familiares o descendientes del pueblo de Yong.

BanYue había sido destruido por el ejército del Reino de Yong


An. En el momento en que le dijeron de dónde venía Xie Lian, la
cara oscura de Ke Mo se puso furiosa al instante. La multitud de
soldados también comenzó a clamar. Sus gritos estaban
completamente compuestos de maldiciones y palabras
despreciativas.

Xie Lian los escuchó. Solo decían cosas como; despreciable,


mentiroso, tirarlo, cosas superficiales que no dañaban ni hacían
cosquillas.

Ke Mo dijo: —Nuestro reino ya se ha desvanecido hace


doscientos años en el desierto de Gobi. No eres de nuestro reino,
pero conoces nuestro idioma. ¿Quien diablos eres tú?
Xie Lian no pudo evitar mirar al joven tranquilo y sereno que
estaba de pie junto a él. Pensó que si lo peor llegaba a ser peor
y no podía seguir explicando, simplemente tendría que prepararse
y gritar San Lang, sálvame.

Xie Lian se preparó para comenzar a hablar tonterías. Sin


embargo, en ese mismo momento, otro rugido devastador vino
desde el fondo del pozo oscuro.

Parecía que todo lo que había allí abajo ya había terminado de


alimentarse del cadáver de A-Zhao. Sin embargo, todavía tenían
hambre y, por lo tanto, usaron este sonido para transmitir su ansia
de carne fresca. Ke Mo agitó la mano, como si estuviera a punto
de agarrar a TianSheng nuevamente. Xie Lian dijo: —General,
déjame ir primero.

Ke Mo definitivamente nunca había escuchado a alguien pedir ir


primero en este lugar. Sus ojos se abrieron y parecían campanas
cuando preguntó con asombro: — ¿Quieres ir primero? ¿¿Por
qué razón??

Xie Lian, naturalmente, no pudo responder y decir que fue porque


no estaba asustado. Por lo tanto, eligió una respuesta que se
ajustara a las normas de la sociedad.

—General, estos son simplemente comerciantes inocentes que


están de paso. Incluso tienen un hijo entre ellos.

Cuando Ke Mo escuchó esto, se burló y dijo: —Cuando tu ejército


de Yong An masacró mi reino, ¿nunca pensaste en cómo había
muchos comerciantes y niños inocentes aquí?

Ya habían pasado doscientos años desde que BanYue fue


destruido. Hoy en día, ambas partes habían pasado por mucho
tiempo a una nueva dinastía. Sin embargo, estos soldados eran
los muertos cuyo tiempo se había detenido por mucho tiempo. Su
odio no se debilitaría tras el inicio de un nuevo régimen.
Ke Mo volvió a hablar: —Eres muy sosechoso. Quiero hacerte
algunas preguntas, no puedas bajar. ¡Tira a alguien más!

En ese caso, no había nada que hacer. Xie Lian estaba


preparado para ver las cosas hasta el final y hacer de su prioridad
saltar primero, cuando vio a San Lang caminar un paso adelante.
Con el corazón saltando, giró la cabeza.

Ese joven se había cruzado de brazos. Con una mirada


indiferente, consideró cuidadosamente el profundo Pozo de los
pecadores.

Una mala premonición surgió sin querer en el corazón de Xie


Lian.

— ¿San Lang?

Cuando escuchó a Xie Lian llamarlo, San Lang volvió la cabeza.

Él sonrió levemente y dijo: —Todo está bien.

Una vez más, el joven dio otro paso adelante. Él ya estaba parado
en un lugar extremadamente peligroso. Tanto el corazón de Xie
Lian como sus párpados saltaban salvajemente.

—Espera. San Lang, deja de moverte.

En el borde mismo del Pozo de los pecadores, el dobladillo de la


ropa roja del joven volaba vigorosamente por el viento. San Lang
miró a Xie Lian antes de sonreír una vez. Él dijo: —No tengas
miedo.

Xie Lian dijo: —Tú... retírate primero y vuelve. Si vuelves, dejaré


de tener miedo.
San Lang respondió: —No hay necesidad de preocuparse. Me iré
un momento. Podremos volver a vernos muy pronto.

Xie Lian dijo: —No...

Todavía tenía que terminar de hablar cuando ese joven una vez
más dio un paso adelante. Mientras mantenía su postura con los
brazos cruzados, dio un salto suave e instantáneamente
desapareció en las profundidades insondables de la oscuridad.

La fracción de segundo que San Lang había saltado, Ruoye


había volado de la muñeca de Xie Lian. Se convirtió en una raya
de blanco con la esperanza de enrollar la figura de ese joven. Sin
embargo, la velocidad de la caída de San Lang fue demasiado
rápida, tanto que la seda blanca ni siquiera había podido agarrar
un rincón de la ropa de San Lang antes de atenuarse y regresar a
Xie Lian.

Xie Lian inmediatamente se arrodilló junto a las altas paredes y


gritó en el Pozo de los Pecadores.

Después de que ese joven saltó, ¡no se escuchó nada!


En la pared alta a su lado, muchos soldados de Ban Yue
comenzaron a gritar uno tras otro. Todos ellos parecían
extremadamente conmocionados.

— ¡SAN LANG!

¿Qué estaba pasando hoy? En el pasado, uno tenía que capturar


a alguien y tirarlo para que se cayera. Pero hoy, todos se turnaban
y peleaban por la oportunidad de saltar. ¿Y si no los dejaras
saltar, en realidad saltarían ellos mismos?
No se escuchó ninguna respuesta.
El general Ke Mo gritó en voz alta a sus soldados y les dijo que
se calmaran En cuanto a Xie Lian, cuando vio que RuoYe no
atrapó a San Lang, no se tomó el tiempo para pensar antes de dar
un salto desde la pared.

Pero, ¿quién hubiera pensado que aunque su cuerpo ya volaba


por el aire, la parte posterior de su collar se apretaría
repentinamente? Xie Lian terminó suspendido en el aire.

Giró la cabeza para echar un vistazo. Resultó que cuando el


general Ke Mo vio que también había querido saltar, ¡el general
se acercó inesperadamente y agarró a Xie Lian para evitar que se
cayera!

Xie Lian pensó para sí mismo: —Está bien si quieres venir. De


hecho, es mejor si bajamos juntos.

Esta idea lo llevó a la acción. Como una serpiente blanca, Ruoye


de repente se enroscó alrededor del brazo de Ke Mo y subió. Con
un swish se envolvió alrededor del cuerpo del general.

Ke Mo vio cómo esta delgada seda blanca era extraña e


insondable, e incluso parecía haber cultivado su propia
conciencia. En respuesta, las venas negras en su frente se
hincharon, mientras que la carne de sus músculos también se hizo
un poco más grande. Parecía como si hubiera querido romper a
la fuerza a Ruoye, que estaba enrollada a su alrededor.

Xie Lian estaba atrapado en este callejón sin salida con Ke Mo


cuando, de repente, vio algo extremadamente extraño por el
rabillo del ojo.

El cadáver que había estado colgando de ese largo poste de


repente se movió y levantó ligeramente la cabeza.
La multitud de soldados de Ban Yue también notó cómo se había
movido el cadáver. Uno tras otro, comenzaron a gritar antes de
agitar los dientes cargados de dientes para golpear el cadáver.

Pero después de que esa chica vestida de negro se movió, de


alguna manera logró desatar la cuerda que la había colgado del
poste. De repente, saltó del poste y rápidamente se apresuró.

Ella podría compararse con una brisa negra que soplaba desde
lo alto de la pared alta. Ambos rápidos pero demoníacos, todos
viento nefasto hasta que se balancearon de lado a lado.
Acompañados de gritos miserables, muchos soldados cayeron del
alto muro.

Cuando vio cómo arrastraban a sus soldados desde la pared


hasta el Foso de los Pecadores, Ke Mo comenzó a maldecir
furiosamente. Sus maldiciones eran extremadamente vulgares y
probablemente usaban una buena cantidad de jerga callejera. Xie
Lian no había entendido todo lo que dijo, pero sí entendió una
oración.

Lo que Ke Mo había estado maldiciendo era: — ¡Es esa perra


otra vez!

Al momento siguiente, Ke Mo no pudo continuar maldiciendo,


porque Xie Lian había ejercido de repente algo de fuerza para
arrastrar al General al Pozo de los Pecadores con él.

El pozo de los pecadores: ¡del que nunca podrás salir después


de caer en él!

Cuando cayeron, Ke Mo lanzó un bramido que casi destrozó los


tímpanos de Xie Lian. Xie Lian no tuvo más remedio que llamar a
Ruoye, antes de darle una patada a Ke Mo casualmente para que
la distancia entre ellos fuera un poco mayor y sus oídos pudieran
protegerse.
los soldados fueron atormentados instantáneamente por este
Después de eso, obligó a Ruoye a deslizarse, con la esperanza
de que pudiera agarrar algo que Xie Lian podría usar como cojín.
Al menos entonces, no aterrizaría de una manera
extremadamente miserable.

Sin embargo, este pozo de los pecadores se construyó de una


manera que era difícil de manejar y esa disposición espiritual
también fue muy poderosa. Ruoye no solo no pudo trepar a un
lugar alto, sino que tampoco había nada a lo que pudiera
agarrarse dentro de las cuatro paredes altas. Justo cuando Xie
Lian pensó que una vez más se convertiría en un panqueque
humano, del tipo que no se despegará del suelo durante al menos
un par de días, como lo hizo innumerables veces en el pasado, de
repente, en medio de la oscuridad, hubo un estello de luz
plateada.

Al momento siguiente, un par de manos lo atraparon suavemente.

Con una precisión incomparable, esa persona lo había pillado de


frente. Era prácticamente como si esta persona hubiera estado
vigilando este lugar y estuviera esperando específicamente allí
para atraparlo. Una mano había enrollado la espalda de Xie Lian,
abrazando sus hombros, mientras que la otra mano de la persona
apoyaba sus rodillas. De una manera relajada y fácil, la persona
había logrado dispersar por completo el ímpetu feroz que se había
creado durante la caída de Xie Lian.

Xie Lian acababa de caer desde una gran altura antes de


detenerse repentinamente, por lo que todavía se sentía un poco
mareado y un poco mareado. Subconscientemente levantó la
mano y luego abrazó con fuerza los hombros de la otra persona.

— ¿San Lang?
La oscuridad los rodeaba y era imposible ver nada. Entonces,
por supuesto, tampoco había forma de que él viera quién era esta
persona. Sin embargo, Xie Lian todavía soltó esas dos palabras.

La otra persona no respondió. Xie Lian tocó los hombros y el


pecho de esa persona varias veces. Queriendo verificar la
identidad de esta persona, volvió a preguntar: —San Lang, ¿eres
tú?

No sabía si era porque habían llegado al fondo del pozo, pero el


olor a sangre en el aire era lo suficientemente fuerte como para
hacer que la gente se desmayara. Xie Lian tampoco sabía lo que
lo poseía, continuó sintiendo a la persona que lo sostenía. Fue
solo hasta que tocó la dura manzana de Adam de la persona que
repentinamente salió de su aturdimiento.

Xie Lian pensó: —He pecado, he pecado, ¿qué estoy haciendo?

Inmediatamente retiró la mano antes de preguntar: —Es San


Lang, ¿verdad? ¿Estás bien? ¿Fuiste herido?

Después de bastante tiempo, finalmente escuchó la respuesta de


ese joven. Desde un lugar extremadamente cercano a él, la voz
profunda del joven resonó.

—Estoy bien. —Xie Lian no sabía por qué, pero sintió que, en
comparación con el tono habitual de San Lang, había una sutil
diferencia en su voz actual.
Capítulo 25: HuaLian tonteando; La oscuridad cae en el pozo de los pecadores (parte
dos)

—San Lang, ¿estás realmente bien? Bájame. —Dijo Xie Lian.

—No bajes —respondió San Lang.

Xie Lian se sorprendió por la respuesta. ¿Qué estaba pasando?


¿Había algo en el suelo?

Ese par de brazos todavía lo sostenían con fuerza sin ninguna


intención de dejarlo ir. Xie Lian iba a levantar la mano y alejarse
suavemente, pero justo cuando puso su mano sobre el pecho de
San Lang, recordó abruptamente cómo lo estaba tocando al azar
por todos lados, incluso sintiendo la manzana de Adán y se retiró
en silencio. Su mano otra vez. Han pasado cientos de años
desde la última vez que Xie Lian se preocupó por saber qué
significaba incómodo pero ahora había una voz en su cabeza que
le decía que era mejor quedarse quieto y decente.

Justo en ese momento, un gemido enfurecido y triste rugió desde


el otro lado del pozo y una voz gritó: — ¿QUÉ LES PASÓ?

Esas palabras fueron gritadas en BanYuenese y al escuchar la


voz, fue el general Ke Mo el que Xie Lian había arrastrado con él.
Como ya estaba muerto, la caída no lo habría matado, solo estalló
un cráter humano en el suelo cuando se estrelló. Pero cuando
salió de su agujero, comenzó a gritar: — ¿Qué está pasando? Mis
hermanos, ¡¿QUÉ LES PASÓ?!

Cuando aulló en el pozo antes desde la parte superior de la pared,


hubo cientos y miles de voces que respondieron a su llamada,
como si el pozo estuviera lleno hasta el borde con fantasmas
enojados y amenazantes. Pero en ese mismo momento, aparte
de los gritos de Ke Mo, Xie Lian solo podía escuchar un silencio
mortal. Ni siquiera hubo ningún sonido de respiración o latido de
San Lang que estaba a su lado.

A pesar de que Xie Lian está presionado contra San Lang, ¡no
pudo detectar ningún sonido de su corazón latiendo o su
respiración!

Ke Mo rugió.

— ¿QUIÉN LOS MATÓ? ¡QUIEN LOS MATÓ A TODOS!

Cuando A-Zhao cayó por primera vez, todavía había sonidos


horribles de carne desgarrada, pero después de que San Lang
saltó, no hubo más sonidos. ¿Quién más podría ser?

Ke Mo mismo debe haberse dado cuenta de esto y gritó hacia


ellos: —Viajeros, ¡estás muerto! ¡Los voy a matar!

Aunque no podía ver, Xie Lian aún podía sentir el peligro que se
acercaba rápidamente y sacudió su cuerpo.

— ¡San Lang, ten cuidado!

—No te preocupes por él —dijo San Lang, aun abrazándolo. Dio


un pequeño paso a un lado y se dio la vuelta.

En la oscuridad, Xie Lian escuchó una serie de sonidos de


tintineo rotos, claros e intensos, que oscilaban aquí y allá. Ke Mo
se apresuró a capturarlos, pero falló la primera vez y se dio la
vuelta para atacar nuevamente, pero San Lang también dio un
paso a un lado y lo evitó. Los brazos de Xie Lian subieron
involuntariamente el pecho de San Lang nuevamente y se
aferraron a sus hombros, agarrando inconscientemente su ropa.

Pero los brazos que lo llevaban eran estables, incluso con todos
los giros y pasos laterales, el agarre seguía siendo fuerte y
seguro.
Simplemente, Xie Lian podía sentir algo frío y duro en esos brazos
que lo golpeaban de vez en cuando y estaba un poco confundido.

En la infinita negrura, rayas de destellos plateados destellaron por


todas partes y el sonido de un metal afilado que inflige heridas fue
acompañado por los furiosos rugidos de Ke Mo. Era obvio que el
General de BanYue está gravemente herido por ahora, pero tan
duro como era, se negó a admitir la derrota y una vez más corrió
hacia ellos. Xie Lian sintió que ya no podía seguir sentado allí y
gritó: — ¡RuoYe!

La banda de seda respondió a su llamada y salió disparada, un


gran chasquido sonó en el aire y Ke Mo parecía haberse caído al
ser golpeado por RuoYe. Ke Mo gritó desde el suelo.

— ¡Tú! ¡Ustedes dos! ¡Dos contra uno! ¡Injusto!

—Nos ibas a matar, ¿a quién le importa si son dos contra dos


contra uno, o si es justo o injusto? Primero te mataré muerto —
pensó Xie Lian.

San Lang, por otro lado, solo se burló: —Incluso en uno contra
uno no ganarás. No tienes que pelear. La última línea era para
Xie Lian y las palabras no tenían ninguno de los matices.

—Está bien. —Xie Lian respondió, pero también le preguntó: —


San Lang, ¿por qué no me bajas? Estorbaré camino de esta
manera.

—No estorbas. No bajes —dijo San Lang.

— ¿Por qué no puedo bajar? —Preguntó Xie Lian con


curiosidad. ¿Esta persona no podía disfrutar pelear mientras
llevaba a alguien, verdad?

La respuesta de San Lang solo tenía dos palabras: —Está sucio.


—... —Xie Lian nunca había imaginado que esa fuera la
respuesta, con toda seriedad también y pensó que era algo
gracioso, pero también lo hacía sentir extraño, un sentimiento
difícil de describir, solo que su corazón era cálido.

—No es posible que me sigas sosteniendo así.

—Podría —respondió San Lang.

Xie Lian solo bromeaba, pero las palabras de San Lang no tenían
rastro de falta de entusiasmo y de repente Xie Lian no sabía qué
decir. Mientras hablaban, Ke Mo nunca había dejado de atacar.
Las dos manos de San Lang lo sostenían firmemente, pero algo
más mantenía a Ke Mo a raya, azotándolo para derrotarlo. Gritó
mientras retrocedía lentamente.

—Esa perra hizo que ustedes...

No había terminado sus palabras antes de que sonara un gran


estallido y el hombre masivo cayó al suelo, ya no podía pararse.
Xie Lian dijo apresuradamente: — ¡San Lang, no lo mates!
Todavía tendremos que interrogarlo si queremos salir de aquí.

San Lang hizo caso a sus palabras y se detuvo.

—No estaba planeando matarlo de todos modos, de lo contrario


no habría durado hasta ahora.

Un silencio mortal se produjo nuevamente en el Pozo del


Pecador.

Después de un momento, Xie Lian preguntó: —San Lang,


¿hiciste todo esto?

Incluso si nada era visible en la oscuridad, con un hedor


abrumador de sangre y sed de sangre cubriendo el pozo, más la
furia de Ke Mo, era obvio lo que había sucedido aquí abajo. Hubo
otro silencio momentáneo antes de que Xie Lian escuchara la
respuesta de San Lang.

—Sí —dijo.

Era una respuesta esperada. Xie Lian suspiró.

— ¿Cómo digo esto...? —Xie Lian masticó sus palabras y


organizó sus pensamientos antes de hablar en un tono serio: —
San Lang, la próxima vez que veas un pozo como este, no saltes
al azar. Ni siquiera pude detenerte. Realmente, no sabía qué
hacer.

San Lang no parecía esperar este tipo de respuesta y dejó


escapar un confuso ¿eh? Cuando volvió a hablar, sonó un poco
extraño: — ¿No quieres preguntar nada más?

— ¿Qué más quieres que pregunte? —Dijo Xie Lian.

—Por ejemplo, si soy humano —respondió San Lang.

Xie Lian se frotó la frente.

—Hmm. No creo que sea necesario.

— ¿No lo es?

— ¿Lo es? No es importante si eres humano o no —dijo Xie Lian.

—Oh…

Xie Lian se cruzó de brazos y dijo: —Las relaciones deberían


depender del azar y de si estamos en la misma onda, no del
estatus social. Si me gustas, puedes ser un mendigo y todavía
me gustarás. Si no me gustas, puedes ser el emperador y todavía
no me gustarás. ¿No debería ser así? Es una lógica simple.
Entonces, si eres humano o no es irrelevante.

San Lang se rió a carcajadas.

—Sí. Tienes mucha razón.

— ¿Verdad? —Dijo Xie Lian, riéndose también. Pero cuanto


más se reía, más sentía que algo estaba mal y de repente se le
ocurrió.

¡Todavía estaba dejando que San Lang lo llevara y lo aterrador


era que se había acostumbrado a estar en esta posición sin darse
cuenta!

¿Qué tipo de situación era esta? Xie Lian se aclaró la garganta


en voz baja y dijo: —Um, San Lang. Podemos hablar de eso más
tarde. ¿Qué tal si me bajas primero?

San Lang parecía haberse reído y dijo: —Espera.

Cargó a Xie Lian y siguió caminando un poco antes de bajarlo


suavemente. Al tocar el suelo, Xie Lian pudo sentir el suelo duro
y plano.

— ¡Gracias!

San Lang no hizo ningún gesto en respuesta y después de


agradecerle, Xie Lian miró al cielo.

Sobre ellos, el cielo azul marino colgaba de una luna creciente,


brillante y hermosa. Solo que mirar la vista desde un marco
cuadrado lo hacía sentir como una rana en un pozo.

Xie Lian le ordenó a RuoYe que intentara alcanzar la cima, pero


se esperaba que se detuviera a medio camino como si chocara
contra una pared invisible y RuoYe se recuperó sin poder subir
más.

—Hay una matriz dibujada alrededor del Pozo del Pecador —dijo
San Lang.

—Lo sé, pero quería intentarlo de todos modos. —Xie Lian dijo:
—No podía rendirme hasta que lo intenté, ¿sabes? Me pregunto
cómo están los demás allí arriba. ¿La chica de negro también los
barrería?

Volvió a contar cómo la chica que colgaba del poste cobró vida
de repente y arrastró a todos los soldados de Ban Yue hacia el
foso de San Lang y mientras hablaba pisó algo en el suelo,
parecía ser un brazo y Xie Lian casi tropezó. Se estabilizó de
inmediato, pero San Lang todavía extendió la mano y ayudó a
apoyarlo, reprendiendo: —Ten cuidado.

—Te dije que el suelo estaba sucio —agregó San Lang con
indiferencia.

Xie Lian ahora entendió lo que significa sucio y dijo: —No te


preocupes. Quiero encender una Palma de Luz; mirar lo que
pasó aquí abajo y comenzar desde allí.

San Lang no dijo nada. Justo en ese momento, desde lejos, la


fría voz de Ke Mo volvió a llorar: —Ustedes dos haciendo los actos
de esa perra, todas las miles de almas muertas de este reino los
maldecirán. ¡TE MALDIGO!

Xie Lian se volvió hacia Ke Mo y preguntó usando BanYuenese:


—General Ke Mo, ¿quién es esa... esa persona de la que habla?

Ke Mo respondió con odio: — ¿Por qué preguntar? ¡Esa malvada


bruja!

— ¿Es la mujer cultivadora vagando por las calles de la ciudad?


Ke Mo escupió enojado en el suelo y Xie Lian lo tomó como un
sí. Continuó preguntando: — ¿No fue usted un fiel apoyo de la
Sacerdotisa de BanYue?

Ke Mo se enojó más al escuchar esto y gritó: — ¡YO, KE MO,


NUNCA MÁS SERÉ LEAL A ELLA! ¡NUNCA PERDONARÉ ESA
PERRA!

Luego comenzó a pronunciar una serie de maldiciones,


inflamadas e histéricas, sus palabras rápidas e incomprensibles y
Xie Lian se quedó en blanco, incapaz de seguirlo. Miró a San
Lang y en voz baja llamó: —San Lang, San Lang.

San Lang tradujo: —Está maldiciendo. Dijo que la mujer traicionó


a su país, abrió las puertas de la fortaleza y dejó que el ejército de
las Llanuras Centrales matara la ciudad. Ella tiene la sangre de
su gente en sus manos y sus hermanos a quienes empujó en este
pozo. La ahorcará mil veces. Diez mil veces.

Al escuchar esto, Xie Lian de repente pensó que debía haber


algún error en alguna parte.

Anteriormente preguntó sobre la mujer cultivadora que deambula


por las calles de la ciudad y se refería a la dama de blanco. Pero
ahora, Ke Mo continuamente llamaba a la Sacerdotisa de BanYue
perra y decía que empujaba a sus hermanos al Pozo del Pecador.
Antes, cuando la chica vestida de negro barrió a los soldados en
el pozo, Ke Mo también juró y dijo: —No esa perra otra vez. La
última parte, para colgarla muerta mil veces: Xie Lian se dio
cuenta de que no estaban hablando de la misma persona.

Xie Lian interrumpió las maldiciones de Ke Mo y preguntó: —


General, la Sacerdotisa BanYue de la que habla, ¿era la chica de
negro colgada del poste del Pozo del Pecador?

— ¿QUIÉN MÁS SERÍA? —Gritó Ke Mo.


—…

¡El cadáver escuálido como una niña vestida de negro era la


verdadera sacerdotisa principal de BanYue! Pero si ese es el
caso, ¿quién era la mujer cultivadora y su compañera vestida de
negro, paseando por las calles buscando matarlos?

La chica de negro obviamente tenía poderes inconmensurables y


fácilmente podía barrer a docenas de soldados hostiles de
BanYue fuera de la pared, entonces ¿por qué estaba colgada
sobre el Pozo del Pecador?
Capítulo 26: HuaLian tonteando; La oscuridad cae en el pozo de los pecadores
(parte tres)

La historia se estaba volviendo más compleja y enrevesada,


pensó Xie Lian y preguntó: —General, ¿por qué la Sacerdotisa de
BanYue abrió las puertas de la fortaleza al enemigo?

En lugar de responder, Ke Mo dijo: — ¡Mataste a mis hermanos,


no responderé tus preguntas! ¡Pelearé contigo en su lugar!

—Los maté. No hizo nada —dijo San Lang—. Puedes responder


a sus preguntas y pelear conmigo.

Bueno, esa era una lógica irrefutable, pensó Xie Lian. Ke Mo gritó
enojado.

— ¡Ambos están tomando órdenes de esa perra, no hay


diferencia!

Xie Lian dijo de inmediato: —General Ke Mo, creo que ha


confundido algo. Hemos viajado por el desierto de Gobi para
deshacernos de la Sacerdotisa de BanYue, ¿cómo podemos ser
sus subordinados?

Al escuchar que Xie Lian estaba allí para destruir a la


Sacerdotisa, Ke Mo se quedó en silencio. Luego preguntó: —Si
no la estabas ayudando, ¿por qué mataste a mis hermanos?
¡Solo ella haría tal cosa!

Xie Lian explicó lógicamente: — ¿No es porque nos arrojaste al


pozo y tuvimos que defendernos?

Ke Mo gritó enojado.
— ¡Tonterías! ¡No les tiré a ninguno de ustedes! ¡Incluso te
detuve! ¡¡Todos saltaron ustedes mismos!!

—…

Ahora Xie Lian realmente no sabía cómo continuar la


conversación, realmente había pensado en lo que sucedió.
Entonces dijo: —Um, ejem, incluso si no nos arrojaran, habría
otros que serían arrojados, así que no había forma de que
pudiéramos sentarnos y ver cómo sucedía todo. ¡Estás comiendo
gente, por el amor de Dios!

Solo mencionarlo pareció hacer que Ke Mo hirviera de odio: —


¡Comer humanos fue culpa de toda esa perra!

Parecía que este odio es profundo. Xie Lian dijo: —General,


ahora estamos atrapados en el fondo de este pozo. Deja de
maldecir y pensemos en una salida. ¿Cuál es la verdadera
historia detrás de la sacerdotisa principal de BanYue?

Ke Mo dijo con frialdad: —Ustedes dos son astutos e injustos,


peleando conmigo dos contra uno. No puedo ganar, pero no
responderé más de sus preguntas.

Xie Lian se sintió un poco exasperado y se frotó la frente.

—Solo te golpeé una vez. Sólo una vez.

No le importaba que lo llamaran astuto o injusto. Si la situación


lo requería, no importa dos contra uno, podría traer cien para
vencer a uno, a quien le importaba uno contra uno. Pero antes,
San Lang obviamente tenía la ventaja incluso mientras lo cargaba
y le dijo a Xie Lian que no peleara también. Ke Mo parecía pensar
que podría haber ganado si hubieran sido solo él y San Lang y Xie
Lian se sintió mal por él.
Sin embargo, San Lang no se sentía mal en absoluto y felizmente
dijo: —Sí, soy yo quien te golpeó. ¿Algún problema?

Aún tratando de actuar con dureza, Ke Mo dijo: —Peleándome


juntos, ahora hablando conmigo. ¡Demasiado astuto! ¡No
responderé nada!

Ke Mo fue increíblemente poco cooperativo, pero Xie Lian no


estaba preocupado. Ke Mo parecía ser del tipo que se podía
hacer fácilmente para derramar sus palabras y tienen tiempo, no
es un problema. San Lang, por otro lado, no tenía la misma
paciencia y perezosamente dijo: —Será mejor que respondas sus
preguntas, por el bien de tus hermanos.

—Ya los mataste —dijo Ke Mo—. ¡No creas que puedes usarlos
para amenazarme!

—Están muertos, pero sus cadáveres todavía están alrededor —


respondió San Lang.

Ke Mo se alarmó.

— ¿Qué vas a hacer?

San Lang sonrió.

—Eso depende de lo que quieras hacer.

Solo por su voz, Xie Lian podía imaginar a San Lang levantando
la mirada: — ¿Quieres que sus próximas vidas sean fortuitas o
renazcan como un charco de sangre?

Ke Mo se detuvo, pero pronto entendió lo que San Lang quería


decir y explotó: — ¡¿TÚ?!

La gente de BanYue se tomó la muerte y los funerales muy en


serio. Creían que, sin embargo, el difunto miraba su muerte será
cómo renacerán. Por ejemplo, si al fallecido le faltaba un brazo,
volverán a ser discapacitados. Si los cadáveres en este pozo
fueran destruidos, ¿cómo serían sus renacimientos?

Por su actitud y sus acciones, quedó claro que el general Ke Mo


es un BanYuenese de pura raza y apreciaría esas creencias en
su corazón. Usar sus atesorados hermanos para amenazarlo no
fue una mala idea. Como era de esperar, al otro lado del pozo
oscuro, Ke Mo contuvo la respiración con rabia, pero finalmente
cedió impotente: —No toques los cuerpos de mis hermanos. Eran
buenos soldados valientes. Ya fue una tragedia estar atrapado
en el pozo durante tantos años. No sé si ser asesinado por ti es
una bendición o no, pero no haré que destruyan sus cadáveres.

Hizo una pausa y preguntó: — ¿De verdad estás aquí para matar
a esa perra?

Xie Lian respondió calurosamente: —No mentirás. Cuanto más


sepamos, más posibilidades tendremos de ganar. No se sabe
mucho sobre la sacerdotisa principal de BanYue en el exterior, no
tenemos idea de cómo luchar contra ella. Pero has trabajado con
ella antes en el pasado, ¿tal vez puedas aclarar algunas cosas
para nosotros?

Tal vez fue debido a que compartían el mismo enemigo, la


Sacerdotisa principal de BanYue, que se desarrolló una especie
de vínculo, o tal vez en un abismo ineludible, sobre los cadáveres
de sus soldados, Ke Mo se desanimó, pero sea lo que sea, el
general cesó la voluntad de atacarlos.

— ¿No sabes por qué abrió las puertas? ¡Porque ella está en
contra de nosotros! ¡Ella nos odia! ¡Odia el reino de Ban Yue!

Xie Lian preguntó: — ¿Cómo hizo la sacerdotisa principal de


BanYue...?

— ¡Esa bruja malvada! —Corrigió Ke Mo.


Parecía que ya no deseaba reconocer a la chica vestida de negro
como la sacerdotisa principal.

—Muy bien, la bruja malvada. —Xie Lian dijo: — ¿Qué quieres


decir con que te odia? ¿Cómo se convirtió en la sacerdotisa
principal?

Leyendo entre líneas de maldiciones interminables, Xie Lian


finalmente entendió la historia general contada por Ke Mo.

La Sacerdotisa Jefe de BanYue nació de una mujer BanYue y un


hombre de las Llanuras Centrales. Viviendo en la frontera con un
odio y escaramuzas interminables, las cosas eran difíciles y el
hombre de Las Llanuras Centrales finalmente tuvo suficiente y se
mudó de la frontera a las llanuras centrales. Aunque fue un
divorcio amistoso, la mujer BanYue pronto falleció de angustia.

Dejaron a un niña de seis a siete años; sin guardianes, la niña


deambulaba por las calles, hambriento y desesperado. La pareja
había recibido hombros fríos en todas partes cuando estaban
cerca y ahora su hija también recibió desprecio donde quiera que
fuera. La gente de BanYue era alta y musculosa y veía belleza
en fuerza y vivacidad, pero esta niña nació de sangre mezclada y
parecía pequeña y escuálida entre los niños de BanYue. Ella
creció siendo intimidada y se volvió cada vez más huraña. Los
niños de BanYue no jugarían con ella, pero algunos niños de Las
Llanuras Centrales le prestaron atención.

Cuando esta niña tenía doce años, estalló una batalla entre los
dos ejércitos y después de esta pelea, la niña desapareció. Ella
no tenía amigos ni familiares en BanYue, por lo que nadie se dio
cuenta o le importó cuando desapareció. La próxima vez que
apareció fue una historia diferente. Resultaba que, en los pocos
años que se fue, caminó miles de millas y cruzó el desierto de
Gobi hacia las llanuras centrales.
Nadie sabía qué tipo de encuentros había tenido, pero regresó
después de haber aprendido magia negra y podía controlar a la
criatura venenosa más temida por los BanYue: las serpientes
escorpión.

A su regreso, además de estar impresionados, muchos también


tenían miedo. Eso fue porque la personalidad de la niña nunca
cambió, todavía sombría e insociable. También hubo muchos que
la acosaron en el pasado; si ella entrara al palacio y se convirtiera
en una oficial de alto rango, ¿no algún día buscaría venganza
contra ellos? Por lo tanto, la denunciaron ante la monarquía como
una malvada manipuladora de las serpientes escorpión que
traerán la caída al reino y deben ser colgadas.

En ese momento, Ke Mo ya era un guerrero distinguido y feroz.


Después de haber trabajado con ella varias veces, Ke Mo
encontró a su ciudadano agradable, capaz, estable y respetuoso
de la ley sin ninguna intención maliciosa de dañar el reino. Él se
convirtió en su garante y la ayudó a rechazar los rumores.
Además, el propio Ke Mo creció intimidado y pudo entender su
lucha, por lo que, naturalmente, le prestó más atención. Cuanta
más atención prestó, más se dio cuenta de lo poderosa que era
esta chica y así la apoyó todo el camino, ayudándola a alcanzar
el puesto de Sacerdotisa, convirtiéndose en lo que más tarde se
registró como el seguidor más leal de la Sacerdotisa de BanYue.

Pero quién hubiera sabido que la Sacerdotisa principal tenía


rencor profundo en su corazón y era experta en disfrazar sus
verdaderas intenciones. Odiaba el reino de Ban Yue hasta la
médula y solo aprendió magia negra para vengarse del país y la
forma en que lo hizo fue abrir las puertas de la fortaleza en medio
de la batalla más grande.

Ke Mo, que estaba luchando duro contra los enemigos, se volvió


loco de ira cuando escuchó que la Sacerdotisa principal había
abierto las puertas.
No importa lo duro que fuera, uno no podía ganar solo contra
tantos. Pero si estaba destinado a morir en el campo de batalla,
¡la derribará con él!

Entonces, dirigió una pequeña tropa de soldados y corrió hacia la


torre de la fortaleza, detuvo a la Sacerdotisa principal, la arrastró
al Pozo del Pecador y colgó de la cabeza.

Después de que las tropas enemigas pasaron, el reino de Ban


Yue se convirtió en un reino de la muerte. La Sacerdotisa
Principal y el General que murieron en esta batalla también
quedaron atrapados dentro, transformándose en amenazas.

Ninguno de los dos podía abandonar las ruinas, pero ambos se


odiaban mutuamente. Ke Mo y sus soldados siempre fueron
maldecidos para perseguir a la Sacerdotisa principal y cada vez
que la capturaban la colgaban muerta sobre el Pozo del Pecador
una vez más. Ella a su vez dibujó una matriz espiritual alrededor
de los perímetros del pozo, haciéndola ineludible y arrojaría a los
soldados. Los soldados, cargados de rencor, solo podían comer
carne fresca para aliviar su odio, de lo contrario aullarían las
noches sin descanso ni apaciguamiento.

Al ver a sus soldados una vez valientes transformados así, el


corazón de Ke Mo estaba lleno de agonía. Lo bueno es que las
serpientes escorpión de la Sacerdotisa principal eran agresivas y
solían abandonar las ruinas para cazar. Las caravanas heridas
por las serpientes de escorpión entrarían en la fortaleza caída en
busca de la hierba de luna y serían capturadas por Ke Mo y
arrojadas al Foso de los Pecadores para aliviar a sus soldados
atrapados.

Xie Lian quedó embelesada por la historia mientras continuaba y


solo cuando Ke Mo se detuvo por un largo rato, se acercó y
preguntó: —El campo de helechos de hierba de luna en los
terrenos del palacio, ¿fue cultivado por ti? ¿Esa cara de barro fue
enterrada por ti?
—Así es —respondió Ke Mo—. Ese hombre enterrado en el barro
era un ladrón que quería robar los tesoros reales. Pero nuestro
reino fue limpiado hace más de doscientos años, por lo que se
convirtió en fertilizante.

Al escuchar esto, Xie Lian se quedó en silencio.

Pensó que Ke Mo estaba mintiendo.

O, al menos, Ke Mo estaba ocultando algo.


Esta banda de soldados de Ban Yue tuvo la conciencia de
cultivar las hieras de luna, incluso hasta el punto de usar humanos
vivos como fertilizantes, lo que significaba que incluso si ya no
eran humanos, su miedo por las serpientes de escorpión no
disminuía. Por lo tanto, este miedo debe ser más fuerte cuando
todavía estaban vivos.

Sin embargo, si la Sacerdotisa principal podía controlar a sus


serpientes escorpión más temidas, ¿cómo podría ser arrastrada
tan fácilmente desde la torre para colgar sobre el Pozo del
pecador? Según Ke Mo, en los últimos doscientos años, había
capturado a la Sacerdotisa principal una y otra vez y la había
colgado muerta repetidamente.

Y las serpientes que dejarían la fortaleza para cazar también


fueron de interés. ¿Un accidente? ¿Hubo realmente accidentes
tan convenientes? ¿O fueron despedidos intencionalmente por la
sacerdotisa principal? Si ese es el caso, ¿no sería ayudar a Ke
Mo a atrapar humanos vivos para alimentar a sus soldados? Eso
no podría describirse como odio mutuo.

La matriz alrededor del Pozo del Pecador fue dibujada por la


Sacerdotisa; si ella pudiera activarlo, también podría desactivarlo.
Es decir, incluso si fuera a endulzar a los soldados en el pozo,
también podría dejarlos salir. Pero entonces, ¿por qué lucharían
implacablemente entre ellos, fingiendo ser enemigos?
Y en todo este desastre, también estaba la misteriosa dama de
blanco y su compañera.

Después de pensarlo mucho, Xie Lian decidió hacer más


preguntas y averiguar cuánto de las palabras de Ke Mo eran
creíbles.

—General Ke Mo, cuando entramos por primera vez en la


fortaleza, vimos a dos damas, una de blanco y la otra de negro...

—Shhh. —San Lang susurró y lo detuvo.

Xie Lian no sabía lo que estaba pasando, pero cerró la boca de


inmediato. Una extraña corazonada lo hizo mirar hacia arriba.

Era el mismo cielo azul marino enmarcado con una luna


creciente. Pero, al lado de la luna, vio a una persona; Una
pequeña silueta vestida de negro se asomaba por el borde y
miraba hacia abajo.

Después de mirarlos por un momento, la pequeña forma


repentinamente se hizo más grande, había saltado.

Cuando cayó la figura, Xie Lian pudo ver claramente que estaba
demacrada con el pelo largo y suelto. Era la Sacerdotisa principal
que colgaba del poste.
Capítulo 27: HuaLian tonteando; La oscuridad cae en el pozo de los pecadores
(parte cuatro)

—Ke Mo, ¿qué está pasando? —Preguntó la sacerdotisa principal


mientras aterrizaba.

En el momento en que habló, Xie Lian pensó que su voz era muy
diferente de lo que él había imaginado. Aunque todavía fría, su
voz era pequeña, como los gruñidos de un niño malhumorado, no
uno que sea genial y poderoso. Si no fuera por su buena audición,
tal vez ni siquiera la escucharía correctamente.

— ¿Qué está pasando? ¡Todos están muertos! —Gritó Ke Mo.

— ¿Cómo murieron todos? —Preguntó la Sacerdotisa.

— ¡No es porque los empujaste a todos y los atrapaste en este


infierno abandonado!

— ¿Quién está aquí? Hay otra persona —dijo la Sacerdotisa.

En el fondo del pozo debería haber otras dos personas pero San
Lang no tenía aliento ni latidos, por lo que la Sacerdotisa no
detectó su presencia. También fue un completo caos en la cima
de las paredes antes y nadie hizo un seguimiento de quién cayó
y quién se escapó, por lo que pensó que solo había Xie Lian allí.

—Fueron ellos quienes mataron a todos mis soldados, ¿estás feliz


ahora? ¡Todos los que querías matar están finalmente muertos!

La Sacerdotisa principal estaba en silencio y de repente un


pequeño estallido de luz estalló, iluminando a una pequeña niña
vestida de negro con una antorcha de palma.
La niña parecía tener quince o dieciséis años, ambos ojos
ennegrecidos, no hermosos, pero simplemente infelices, con la
frente y las mejillas llenas de moretones, claros y distintos bajo la
luz. La mano que controlaba la antorcha de la palma temblaba y
las llamas parpadeaban. Si no se confirmó antes, nadie pensaría
que esta niña pálida era la Sacerdotisa de BanYue.

Las llamas en su mano se iluminaron a sí misma y a su entorno.


Junto a sus pies estaba apilada con cadáveres blindados de
soldados BanYue.

Xie Lian no pudo evitar echar un vistazo a su lado.

Esa Palma de Luz en la mano de la sacerdotisa principal era muy


pequeña y no iluminaba todo el hoyo, por lo que todavía estaban
inmersos en la oscuridad. Pero usando la pequeña luz, Xie Lian
aún podía ver débilmente que el que estaba a su lado estaba
vestido de rojo. No estaba claro y no estaba seguro, pero aún
podía distinguir algo de lo que estaba cerca de él. San Lang ya
era más alto que él, pero ahora, tal vez, parecía más alto que
antes.

Xie Lian movió los ojos hacia arriba, se detuvo en el cuello, luego
continuó hacia arriba, deteniéndose en una barbilla de forma
elegante.

La cara superior de San Lang todavía estaba oculta en las


sombras, pero Xie Lian pensó que la mitad inferior era claramente
diferente a la anterior. Todavía guapo, pero las líneas estaban
mucho más definidas.

Sintiendo que estaba siendo observado, San Lang inclinó la


cabeza y sus labios se movieron ligeramente hacia arriba.

El ligero cambio fue extrañamente fascinante. Los dos ya


estaban parados uno al lado del otro, pero si Xie Lian quería mirar
bien la cara de San Lang, tendría que estar más cerca y sin darse
cuenta, Xie Lian dio otro paso más cuando de repente Ke Mo
gimió en la distancia, pareciendo estar en estado de shock
después de ver la sangrienta tragedia ante él. Xie Lian volvió la
cabeza hacia ellos y, a pesar de los gritos del general, la expresión
de la Sacerdotisa principal permaneció de madera y dijo
simplemente: —Bien. Finalmente son liberados.

En medio del luto, escuchar esas palabras hizo que Ke Mo se


enfureciera una vez más.

— ¿Bien? ¿¿Lo que es bueno?? ¡¿A qué te refieres?!

La ira no parecía falsa, por lo que realmente debe odiar a la


Sacerdotisa Jefe.

—Todos han sido liberados. —Dijo y se volvió hacia Xie Lian,


quien todavía estaba envuelta en la oscuridad— ¿Fuiste tú quien
los mató? Sus palabras estaban en perfecto dialecto Han y en
absoluto en un tono irrespetuoso. .

—Esto... fue un accidente —dijo Xie Lian.

— ¿Quién eres? —Preguntó la Sacerdotisa.

—Soy un funcionario celestial. Este de aquí es mi amigo. —


Respondió Xie Lian.

Ke Mo no podía entender sus palabras, pero aún podía decir que


no estaban peleando y preguntó: — ¿Qué están diciendo ustedes
dos?

La sacerdotisa principal miró a Xie Lian, miró a San Lang por un


momento antes de apartar la mirada rápidamente y dijo: —Nunca
antes habíamos visitado funcionarios celestiales. Pensé que
todos ustedes ya habían abandonado este lugar.
Xie Lian había pensado que tendrían que luchar contra la
Sacerdotisa de BanYue, pero se sorprendió al descubrir que
estaba tan abatida, sin ninguna voluntad de luchar. Ella habló de
nuevo.

— ¿Ustedes dos quieren irse?

Esta fue una conversación extraña, pero Xie Lian continuó


hablando amigablemente.

—Lo hacemos, pero hay un conjunto en este pozo, por lo que no


podemos.

Al escuchar esto, la Sacerdotisa se dirigió hacia una de las


paredes, levantó la mano y dibujó algo, luego se dio la vuelta y
dijo: —Ya está. Lo liberé.

—...

Esto era demasiado fácil.

Xie Lian realmente no sabía qué decir ahora. En ese momento


llegó una voz que gritaba desde arriba: — ¿HAY ALGUIEN
ABAJO?

Era la voz de Fu Yao.

Xie Lian escuchó a San Lang 'tsk' a su lado e inmediatamente


levantó la vista. Había una sombra de un hombre mirando hacia
el pozo y Xie Lian gritó: — ¡FU YAO! ¡Estoy aquí abajo!

Xie Lian saludó con la mano y Fu Yao le gritó desde arriba: —


¿En realidad estás ahí abajo? ¿Qué hay debajo?

—Um... muchas cosas. ¿Por qué no vienes y lo ves por ti mismo?


—Dijo Xie Lian.
Fu Yao probablemente pensó lo mismo y lanzó una gran bola de
fuego al hoyo. En un instante, todo el pozo del pecador se iluminó,
brillante como el día y Xie Lian finalmente vio claramente el tipo
de lugar en el que había estado parado.

A su alrededor había montañas de cadáveres ensangrentados


amontonados; innumerables cuerpos de los soldados BanYue
apilados uno encima del otro, rostros y extremidades
ennegrecidas, sangre oscura manchando las brillantes
armaduras. La esquina en la que estaba parado Xie Lian era el
único lugar en todo el pozo del pecador que no tenía un cadáver.

Todo esto fue hecho en un instante, en la oscuridad, por San


Lang, después de que él saltara.

Xie Lian se volvió para mirar al chico a su lado otra vez.

Antes en la oscuridad, pensaba que San Lang parecía más alto


y era claramente diferente en varios lugares, pero ahora, bajo la
brillante luz del fuego, el que estaba a su lado era el mismo guapo
joven que había conocido. Cuando vio a Xie Lian miró, sonrió.
Xie Lian miró hacia abajo para revisar sus muñecas y botas y
ambas también eran las mismas que antes, nada fuera de lugar,
pero entendió. Con la llegada de Fu Yao, era mejor esconderse
de todos modos para que no hubiera más problemas. Justo
cuando estaba pensando esto, Fu Yao aterrizó en el pozo
habiendo saltado también.

— ¿No estabas cuidando a los comerciantes? —Preguntó Xie


Lian.

Recién entrado en el pozo, Fu Yao aún no estaba acostumbrado


al hedor de sangre y agitó su mano y dijo con indiferencia: —
Esperamos durante más de seis horas y todavía no lo veíamos,
así que pensamos que algo había sucedido. Dibujé un círculo
para que esperaran y vine a revisar las cosas yo mismo.
—Un círculo —significaba naturalmente una matriz de protección,
pero Xie Lian frunció el ceño—. El círculo no durará mucho. Una
vez que te hayas ido, ¿qué pasaría si dejan el círculo pensando
que los has dejado atrás?

Fu Yao se encogió de hombros: —Ocho caballos no pueden


detener a un hombre que realmente quiere buscar la muerte; No
puedo detener a las personas tercas, así que nada. ¿Qué pasa
con esos dos allá? ¿Quién es quién?

Fu Yao estaba tenso, listo para defenderse de las dos incógnitas,


pero pronto descubrió asombrosamente que Ke Mo ya estaba
gravemente herido en el suelo, apenas podía pararse y la
Sacerdotisa de BanYue tenía la cabeza baja y en silencio.

—Ese es el General de BanYue y el otro es la Sacerdotisa de


BanYue, ellos...

Ke Mo se levantó de repente antes de que Xie Lian pudiera


terminar.

Había estado tendido en el suelo reuniendo fuerzas y finalmente


pudo saltar en un grito, apuntando con los puños a la Sacerdotisa
de BanYue.

Un guerrero grande y musculoso atacando a una niña, en el


pasado Xie Lian nunca permitiría que este tipo de cosas
sucedieran antes que él. Pero Ke Mo tenía todas las razones para
odiar a la Sacerdotisa principal y podía defenderse muy bien, pero
no era así, por lo que no era el lugar de Xie Lian involucrarse en
los rencores personales de los demás.

Ke Mo le gritó a la Sacerdotisa principal: — ¿Dónde están tus


serpientes escorpión? ¡Venga! ¡Deja que me muerdan hasta la
muerte también! ¡Dame esa liberación!
La Sacerdotisa principal fue arrojada como una muñeca de trapo
y con tristeza respondió: —Ke Mo, mis serpientes ya no me
escuchan.

—Entonces, ¿por qué no te matan?

—Lo siento, Ke Mo. —La sacerdotisa principal susurró.

— ¿Realmente nos odias tanto?

La Sacerdotisa principal sacudió la cabeza y Ke Mo se enojó más,


—Entonces, ¿por qué no buscas venganza contra los que odias?
Eras la Sacerdotisa Principal, si quisieras matar, ¡lo hubiéramos
hecho por ti! ¿Por qué nos traicionaste?

Mientras más hablaba Ke Mo, más profundo en el odio se hundía


y agarraba un puñado de su cabello. Fu Yao lo vio golpear más y
más fuerte y los golpes fueron todos de un solo lado y frunció el
ceño.

— ¿Qué están diciendo? ¿No deberíamos ir a detenerlos?

Xie Lian tampoco pudo mirar más y se apresuró a detener a Ke


Mo.

—General, creo que todavía hay cosas que no se entienden entre


ustedes, ¡por favor, cálmense!

— ¿Qué hay más que decir? ¡Todo está claro como el día! —
Dijo Ke Mo.

Xie Lian tampoco podía decir dónde no se sentía bien, solo que
faltaba una pieza importante en todo esto. De repente, la
sacerdotisa principal lo agarró de la muñeca.

El agarre fue duro y se produjo inesperadamente y el corazón de


Xie Lian dio un vuelco, pensando que iba a emboscarlo, pero
cuando la miró, la Sacerdotisa principal estaba en el suelo, con la
cabeza levantada, mirándolo atentamente. Sus ojos oscuros eran
intensos, un pequeño moretón en la esquina de su boca, sus
labios temblaban. Ella no dijo una sola palabra, pero parecía que
tenía un millón de cosas que decir. Este comportamiento se
superpuso con una imagen de un recuerdo lejano.

Después de una pausa, Xie Lian espetó: — ¿Eres tú?

La voz de la Sacerdotisa también tembló.

— ¿General Hua?

Esto de ida y vuelta sorprendió a todos en el pozo.

Fu Yao se adelantó, golpeó a Ke Mo con un puñetazo y preguntó:


— ¿Ustedes dos se conocen?

Xie Lian no le respondió. Se arrodilló, agarró los hombros de la


sacerdotisa principal y examinó su rostro.

Anteriormente estaban demasiado separados y él no podía ver


con claridad. Además, habían pasado más de doscientos años,
esta chica había madurado en ese momento y, por muchas
razones, no la reconoció la primera vez. Pero ahora que volvió a
mirar correctamente, es la misma cara en sus recuerdos.

Xie Lian no podía creerlo y no podía hablar por mucho tiempo.


Luego suspiró.

— ¿BanYue?

La Sacerdotisa principal se agarró las mangas y la cara sombría


de repente cobró vida y emoción: —Soy yo. General Hua,
¿todavía se acuerda de mí?
—Por supuesto que te recuerdo. Pero... —Xie Lian la miró por
un momento y suspiró—. ¿Pero qué te has hecho?

Al escuchar sus palabras, sus ojos de repente se llenaron de


lágrimas.

—Lo siento, Capitán. —Murmuró, e inmediatamente se arrodilló


ante él y se inclinó hacia adelante, su frente tocando el suelo,
negándose a levantarse de nuevo.

Xie Lian intentó levantarla, pero no pudo y con tantas emociones


mezcladas arremolinándose en su pecho, finalmente se frotó la
frente en señal de derrota, sintiendo su cabeza palpitar, no
queriendo decir una palabra más. Pero en ese intercambio, hubo
General esto, Capitán aquello, lo que lo hizo evidente para los
transeúntes.

Fu Yao estaba en shock.

— ¿Capitán? ¿General? ¿TÚ? ¿Cómo pasó esto?

... También quiero saber cómo sucedió todo esto —dijo Xie Lian.

Xie Lian no respondió directamente, pero San Lang solo se quedó


allí solemnemente y no presionó.

— ¿Entonces la tumba del general es? —Empujó Fu Yao.

—Mi tumba. —Respondió Xie Lian.

— ¿No dijiste que solo viniste a recoger basura hace doscientos


años? —Cuestionó Fu Yao.

Xie Lian suspiró nuevamente, mirando a la chica vestida de negro


postrarse en el suelo.

—Esta... es una larga historia.


Hace unos doscientos años, un día, Xie Lian planeó cruzar la
cresta Qing para vivir en el sur durante algún tiempo, así que tomó
su brújula y caminó hacia el sur. Pero cuanto más caminaba, más
pensaba que algo estaba mal, ¡ya que los paisajes estaban mal!
Debería haber una abundancia de árboles y zonas verdes,
ciudades y multitudes, entonces, ¿cómo es que su camino se
estaba volviendo más desolado? Pero dejando a un lado las
sospechas, Xie Lian continuó obstinadamente y pronto llegó al
desierto de Gobi. Le tomó una ráfaga de viento que soplaba un
puñado de arena en su rostro antes de que Xie Lian finalmente se
diera cuenta de que su brújula estaba rota, ¡y había estado
viajando en la dirección opuesta!

Como no había nada que él pudiera hacer al respecto, podría


aprovechar esta oportunidad para visitar los paisajes del desierto
y seguir caminando. Solo que cambió ligeramente de rumbo y
viajó hacia el noroeste y finalmente llegó a la frontera donde se
estableció cerca del reino de Ban Yue.

Xie Lian dijo lentamente: —Al principio, solo estaba recogiendo


basura. Pero la frontera estaba en problemas y con tantas
escaramuzas, a menudo había soldados fugitivos, por lo que el
ejército arrastraría a cualquiera a reclutar para inventar los
números.

— ¿Entonces te arrastraron al ejército? —Preguntó San Lang.

—Sí —respondió Xie Lian—, pero hacer cualquier cosa era más
o menos lo mismo, así que no me importó. Y luego, después de
ahuyentar a algunos bandidos un par de veces, de alguna manera
me ascendieron a Capitán. La gente pensaba muy bien de mí y
también me llamaba general.

— ¿Por qué te llamó General Hua? —Preguntó Fu Yao.

Xie Lian agitó la mano y dijo despectivamente: —Eso no importa.


Estaba usando un nombre falso en ese momento. Creo que fue
Hua Xie.

Al escuchar el nombre, la expresión de San Lang cambió


ligeramente, sus labios temblaron, pero aún no se podían leer.
Xie Lian no prestó atención y continuó: —Con una frontera
rasgada por la batalla llegaron muchos huérfanos. Cuando era
libre jugaba con ellos a veces. Uno de ellos... se llamaba BanYue.

Xie Lian negó con la cabeza: —Pensé que el título de BanYue en


la Sacerdotisa Principal era el país, no me di cuenta de que en
realidad era el nombre de la Sacerdotisa Principal.

En sus recuerdos, la pequeña BanYue siempre estaba triste, con


el cuerpo y la cara llenos de moretones y cuando lo miraba lo
miraba desde abajo. Hablaba con fluidez el dialecto Han 21 y
jugaba con niños de la región central de edad similar. Xie Lian no
sabía de dónde venía, pero era una niña errante al azar, por lo
que la acogió al azar. Cuando estaba libre a veces les enseñaba
canciones, a veces luchaba, a veces presumía su movimiento de
músico callejero 'Rompiendo piedras en el pecho ', o algo así.
Como esta niña era más pequeña que otras, la cuidó mucho y le
dio raciones adicionales si estaban disponibles y los dos tenían
una buena relación.

— ¿Y entonces? —Preguntó Fu Yao.

—Y luego... es más o menos lo mismo que escribió el memorial


—dijo Xie Lian.

—El monumento decía que moriste —dijo San Lang después de


un silencio.

Sobre el tema de ese monumento, Xie Lian se sintió bastante


desanimado.

21
Es el dialecto de los pobladores de las llanuras centrales.
¿Por lo general, los monumentos no elogian a los fallecidos y
exageran las buenas acciones? Dejando a un lado todas esas
menciones de las degradaciones, ¿por qué tuvo que registrar
sinceramente la vergonzosa forma en que murió?

Mientras se escondía de la tormenta de arena y traducía el


epitafio, cuando leyó la parte de su muerte, estaba tan incómodo
que, si no fuera porque San Lang leyó lo mismo, fingiría que ese
segmento nunca existió. Al tener algo así escrito, incluso él
quería reír, ¿no le importaba a otras personas? El hecho de que
tuviera el descaro de pedirles a los que buscaban refugio en su
memorial que no se rieran mientras comentaban y se reían de su
epitafio, lo hizo sentir realmente desanimado.

La frente de Xie Lian se estaba poniendo roja por todo el roce.


—Oh eso. Um. Por supuesto que no morí. Lo fingí —San Lang
no dijo nada y Fu Yao tenía la cara llena de incredulidad—.
Después de pretender morir, mi cadáver fue arrojado. Regresé a
la región central y me curé después de cinco a seis años —dijo
Xie Lian.

A decir verdad, Xie Lian no podía recordar exactamente cómo


murió, ni por qué esa batalla estalló en primer lugar, solo que fue
por algo insignificante. Realmente no quería pelear; victoria o
derrota no tenía sentido. Pero para entonces su rango no podía
ser más bajo y nadie lo escucharía. En medio de la batalla, todos
vieron rojo, así que cuando salió corriendo, fueron cuchillas y
espadas que venían hacia él desde ambos lados y lo derribaron.
Incluso si no pudiera morir, no podría soportar ese tipo de
carnicería. Gritando — ¡oh, no! En su cabeza, Xie Lian cayó al
suelo para fingir su muerte, pero incluso en su muerte fue
pisoteado hasta el punto de desmayarse. Fue el agua que lo
asfixió lo que lo despertó, porque los cadáveres solían arrojarse a
los ríos después de las batallas. Xie Lian siguió la corriente del
río y flotó de regreso a la región central como un montón de
basura. Después de sanar, finalmente llegó a su destino original
en el sur y dejó de preocuparse por lo que sucedió en el reino de
Ban Yue.

—Lo siento. —BanYue murmuró de nuevo.


Capítulo 28: HuaLian tonteando; La oscuridad cae en el pozo de los pecadores
(parte cinco)

Fu Yao frunció el ceño.

— ¿Por qué ella sigue disculpándose contigo? ¿Paso algo?

San Lang también planteó una pregunta, una que era mucho más
específica.

—Ke Mo dijo que la Sacerdotisa se fue a Las Llanuras Centrales


después de un enfrentamiento entre los dos ejércitos. ¿Estuviste
involucrada en eso?

Después de ese recordatorio y recordando lo que estaba escrito


en el memorial, algunas cosas volvían a Xie Lian, pero solo un
poco.

—Um...

—Fue para salvarme —dijo BanYue, quien todavía estaba


postrado en el suelo.

Todos se giraron para mirarla y ella murmuró: —El general Hua


entró en la refriega para salvarme y lo aplastaron.

El escucharla decir aplastar trajo a Xie Lian de regreso y recordó


la agonía de ser pisoteado por miles, pero con otros dos
observando su reacción, se echó hacia atrás a toda prisa y dijo:
No demasiado aplastado.

Fu Yao ya no parecía tan presumido y dijo incómodamente: —


Bueno, ¿no eres un santo?
Xie Lian saludó de inmediato: —Oh no, oh no. ¡No es así en
absoluto! —Se frotó la sien y dijo: —No recuerdo exactamente,
pero creo que podría haber niños jugando, e iba a llevármelos y
escapar. Pero no fuimos lo suficientemente rápidos y quedamos
atrapados entre los dos ejércitos.

—Si ese es el caso —dijo Fu Yao—. ¿Cómo puedes no recordar


algo así?

Xie Lian lo miró solemnemente: — ¿No sabes cuántos cientos de


años tengo? Tanto puede pasar en solo una década, no hay
forma de recordar todo en detalle. Además, algunas cosas son
mejor olvidadas. En lugar de recordar cómo fui masacrado y
pisoteado hace cientos de años, preferiría recordar que ayer comí
un delicioso pan de carne, ¿no?

—Lo siento, todo es mi culpa —dijo BanYue.

Xie Lian se volvió hacia ella y dejó escapar un largo suspiro.

—Mi querida BanYue.

Él no sabía qué tipo de tono debería tomar con ella y mordió sus
palabras por un momento antes de hablar gentilmente: —Si
quieres disculparte por lo que sucedió, no hay necesidad.
Salvarte fue mi elección, así que no es tu culpa. Si debe
disculparse, entonces debe ser para ciertos otros.

BanYue se calló.

—No sé por qué abriste las puertas de la fortaleza para dejar que
el enemigo matara y no sé por qué liberaste a las serpientes
escorpión para atacar a la gente, pero... —Xie Lian hizo una
pausa, luego continuó: —Pero tal vez sea porque mi impresión
de ti fue de hace doscientos años, no creo que seas el tipo de
persona que podría hacer tales cosas. Entonces, ¿me dirás qué
está pasando exactamente?
Al escuchar esas palabras, BanYue se inclinó un par de veces
antes que él y finalmente se enderezó.

Perlas de lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas.

—Abrir las puertas fue mi culpa, pero, General Hua, no liberé a


las serpientes a propósito.

Xie Lian se sorprendió.

— ¿Qué?

—Mis poderes se han debilitado —dijo BanYue—, las serpientes


ya no me escuchan.

Al escuchar esto, Fu Yao se impacientó y puso los ojos en blanco:


—He escuchado demasiadas mentiras como esta antes. ¿Quién
no diría esas cosas una vez que sean capturadas? No te hará
ningún favor decir que no fue intencional.

BanYue se secó la cara rápidamente, secándose las lágrimas.

—Es verdad, general Hua. No estoy mintiendo. Pero los que


resultaron heridos al cruzar el Paso fueron atacados por
serpientes escorpión, así que eso depende de mí. Puedes
aprehenderme.

Sin dudarlo, extendió ambos brazos para estar atado, haciendo


un gesto de rendición. Fu Yao inmediatamente sacó una soga
para atar a Dios y detuvo a BanYue y Ke Mo y luego dijo: —Está
bien. Hemos logrado nuestro objetivo para este viaje. Todo está
terminado ahora.

Pero Xie Lian todavía no creía que esto hubiera terminado y bajó
la cabeza sumido en sus pensamientos. Junto a él, San Lang
habló: —Ella no tiene motivos para mentir.
Xie Lian asintió, de acuerdo con su opinión y miró a BanYue.

— ¿No puedes controlar a ninguna de tus serpientes?

BanYue negó con la cabeza: —Puedo controlarlos y obedecerán


la mayor parte del tiempo. Pero hay momentos en que no lo
harán. No sé por qué.

Después de pensarlo un poco, Xie Lian dijo: — ¿Por qué no los


llamas y nos lo muestras?

BanYue se levantó y asintió. Pronto, una serpiente de escorpión


rojo vino salió de debajo de un cadáver, levantó la cabeza y se
acurrucó sobre una pila de cadáveres y silenciosamente movió su
lengua hacia el grupo.

Xie Lian estaba a punto de mirar más de cerca a la serpiente,


pero vio que BanYue abría mucho los ojos, con el rostro extraño.
El corazón de Xie Lian cayó y pensó: —Oh, no.

Mientras pensaba, después de chasquear la lengua, la serpiente


abrió la boca y se lanzó hacia él en ataque.

Fue una carga repentina, pero Xie Lian estaba listo, ¡y estaba a
punto de agarrarla cuando boom! Algo explotó. Cuando volvió a
abrir los ojos para ver, la serpiente ya era una salpicadura de
tripas en el suelo, que se había volado completamente. También
fue una explosión calculada; ninguno de los venenos se derramó.
Xie Lian recordó de inmediato otra instancia en la que una
serpiente murió así antes de entrar en las ruinas de BanYue, pero
no había necesidad de decir quién lo hizo en este momento. Ni
siquiera había tenido la oportunidad de mirar a San Lang antes de
que una manga roja apareciera ante él, excluyéndolo y
separándolo de BanYue.
Por otro lado, Fu Yao también dijo fríamente: —Sabía que ella
mintió.

Al ver a la serpiente, el rostro de BanYue se puso pálido y gritó


desesperadamente: — ¡No lo hice! ¡Dije que había algunos que
no obedecían y que ese era uno de ellos!

Fu Yao no creyó una sola palabra.

— ¿No obedecen tu orden?

—Ese ni siquiera fue invocado por mí —dijo BanYue.

Xie Lian estaba a punto de hablar cuando otras dos serpientes


escorpión rojo vino se asomaron por debajo de un cadáver
diferente, moviendo la lengua y mirándolas atentamente. Luego,
un tercero, un cuarto, un quinto... de las montañas de cadáveres
y de todos los rincones del pozo, ¡llegaron innumerables
serpientes escorpión!

Todos miraron a BanYue, que estaba arrodillado sobre una pila


de cadáveres y Fu Yao comenzó a girar una bola de energía
espiritual en su palma, gritando hacia ella.

— ¡Haz que se vayan! ¡No todos pueden desobedecer!

BanYue cerró los ojos y comenzó a cantar, como si tratara de


expulsarlos. Pero aparecieron más y más serpientes de
escorpión, rizándose y arrastrándose, deslizándose cada vez más
cerca. Las mordeduras de una o dos serpientes podrían no
matarlos, pero cientos y miles fueron más difíciles de decir.
Incluso si no murieran, no sería bonito.

Xie Lian levantó la muñeca para llamar a RuoYe, pero vio que
cuando las serpientes se deslizaban a cierta distancia, se
detendrían y dudarían, formando un círculo extraño alrededor de
él y San Lang. Se dio cuenta de Xie Lian y miró al joven a su lado.
Estaba mirando a las serpientes condescendientemente con
inmenso desprecio. Las serpientes escorpión parecían poder leer
sus ojos y no se atrevieron a acercarse. Retrocedieron poco a
poco, con la cabeza baja mientras lo hacían y presionaron contra
el suelo como sirvientes. Pero parecía haber otro poder que los
controlaba, haciéndolos incapaces de abandonar los ataques y
marcharse por completo. Por lo tanto, muchas de las serpientes
se dieron la vuelta y se deslizaron hacia Fu Yao.

Fu Yao balanceó su mano y una explosión de llamas estalló en


su manga, matando a un círculo de serpientes. Sin embargo, eso
no duraría mucho y Xie Lian dijo: — ¡Subamos y salgamos de aquí
primero!

RuoYe salió disparado del brazo de Xie Lian y voló hacia arriba.
Pero pronto, otro silbido y volvió a estar en el brazo de Xie Lian.
Xie Lian se sorprendió y levantó la muñeca, amonestando a la
banda de seda.

— ¿Qué estás haciendo aquí? El conjunto fue liberado, ¡date


prisa y ve!

Pero RuoYe permaneció envuelto en su brazo, temblando, como


si chocara con algo aterrador en la parte superior. Xie Lian
todavía lo reprendía cuando de repente, una larga cuerda de algo
cayó sobre el hombro de Fu Yao. Fu Yao fue a buscarlo y su
rostro cambió en el momento en que lo trajo ante sus ojos: ¡fue
otra serpiente cola de escorpión que cayó del cielo!

Esto tomó a Fu Yao por sorpresa y después de ser mordido,


arrojó la serpiente hacia BanYue. Incluso con las manos atadas,
todavía inconscientemente trató de atrapar a la serpiente y al
atraparla, la serpiente de color rojo oscuro se enroscó alrededor
de su brazo y no atacó. En ese momento, otro 'plop' y una
segunda serpiente escorpión aterrizaron en el suelo.

Xie Lian podría adivinar por qué RuoYe se negó a subir ahora.
Tomando prestada la tenue luz de la luna, Xie Lian levantó la
cabeza y apenas vio esta vista: cientos de pequeños puntos rojos
vino caían rápidamente en el Pozo del Pecador.

¡Un diluvio de serpientes!

Los puntos rojos se acercaban y Xie Lian gritó: — ¡Fu Yao!


¡Fuego! ¡Dispara una línea de fuego hacia arriba y deshazte de
ellos hasta la mitad!

Fu Yao se mordió la palma de la mano para romper la piel,


balanceó la mano y una serie de gotas de sangre salieron
disparadas, transformándose en una cortina de fuego, que se
elevó por el pozo. Esas llamativas llamas se elevaron a más de
diez pies y colgaron en el aire, desintegrando todas las serpientes
de escorpión que lo tocaban, convirtiéndolas en cenizas,
disolviendo el diluvio de serpientes.

Temporalmente segura, Xie Lian dejó escapar un suspiro de


alivio.

— ¡Eso estuvo bien, Fu Yao! Gracias a Dios por ti.

Sin embargo, ese hechizo consumió poderes inmensos y


después de una ronda, la cara de Fu Yao estaba pálida. Se dio
la vuelta y encendió un anillo de fuego, disipando las serpientes
en el suelo y le gritó a BanYue: — ¿Y dices que esas serpientes
no te obedecen? Si no los estuvieras controlando, ¿por qué no te
atacarían?

San Lang se echó a reír.

— ¿Quizás es por tu mala suerte? Tampoco nos atacaron.

Fu Yao se volvió para mirarlo, sus ojos se estrecharon mientras


miraba a los dos.
Xie Lian podía sentir problemas. Con las amplias pistas que
había recibido de que no había tenido tiempo de digerir en su
cabeza, no quería ver a los dos comenzar a pelear y dijo: —
Primero averigüemos qué está pasando con esas serpientes.

Fu Yao se burló.

— ¿Qué está pasando? O la Sacerdotisa principal de BanYue


está mintiendo, o el que está a tu lado está revolviendo esta
mierda.

Xie Lian miró a BanYue, luego miró a San Lang y dijo: —No creo
que sea ninguno de ellos.

Su tono era gentil pero firme. Era la conclusión a la que había


llegado después de mucho pensar. Sin embargo, Fu Yao debe
haber pensado que los estaba protegiendo intencionalmente; la
cara iluminada por las llamas era cruel, Xie Lian no podía decir si
estaba enojado o riéndose.

—Su alteza real —dijo Fu Yao—, no juegue a fingir cuando sabe


la verdad. Estoy seguro de que ya eres muy consciente de quién
es exactamente esa mierda a tu lado. ¡No creeré que no te hayas
dado cuenta en absoluto!
Capítulo 29: Señor del Viento en blanco; Bramando tormentas de arena de la nada

Las palabras de Fu Yao fueron extremadamente groseras y Xie


Lian inconscientemente dio un paso adelante para pararse frente
a San Lang. Al ver esto, el rostro de Fu Yao se volvió aún más
severo.

— ¡¿Su alteza real, no recuerdas tu lugar?!

—Sé exactamente dónde está mi lugar. —Xie Lian respondió


lentamente.

—Entonces, ¿cómo te atreves a pararte junto a él? —Gritó Fu


Yao.

—Porque... si me paro junto a él, las serpientes no vendrán. —


Xie Lian respondió con seriedad.

Al escuchar la respuesta, San Lang soltó un y se echó a reír a


carcajadas.

—… —Fu Yao se volvió más sombrío—. TÚ

Más oscuro y sombrío, su rostro de repente se volvió


completamente negro y no era solo su rostro, sino que toda la
línea de visión de Xie Lian se oscureció en la oscuridad.

¡La cortina de llamas y el anillo de fuego creado por Fu Yao se


extinguieron por completo!

Xie Lian escuchó a San Lang reírse y decir ¡Inútil! Antes de


agarrarlo por los hombros para acercarlo. Poco después, Xie Lian
escuchó una lluvia repentina de golpes interminables sobre ellos,
como una tormenta eléctrica golpeando un paraguas.
No hacía falta decir que fue el diluvio de la serpiente que se
derramó locamente ahora que la barrera de defensa había
desaparecido. El paraguas abierto estaba bloqueando el
aguacero y Xie Lian podía oler el espeso olor a sangre. Estaba a
punto de pelear pero San Lang lo detuvo.

—No te muevas. Ninguna pobre vida se atreverá a acercarse.

Su tono era confiado; la primera oración fue suave y gentil, la


última tenía una capa de arrogancia. Xie Lian no estaba
preocupado, pero al escuchar los rugidos enojados de Fu Yao en
el otro extremo, sonando como si estuviera cubierto de serpientes,
gritó: — ¡San Lang!

San Lang respondió al instante: —No.

Xie Lian no sabía si reír o llorar.

— ¿Cómo sabías lo que iba a decir?

—No te preocupes tanto, no puede morir —dijo San Lang.

Justo entonces, otro rugido vino de una parte diferente del pozo.

— ¡Qué vileza! ¡Si quieres que muera, haz que muerdan y me


maten de una vez! ¿¿Qué demonios es esto??

— ¡No soy yo! —Gritó BanYue. Parecía que Ke Mo se había


despertado de todos los golpes, se descubrió cubierto por
innumerables serpientes y creía que era cosa de BanYue.

—Fu Yao, ¿puedes encender otro fuego? ¡Hazlo de nuevo! —


Xie Lian gritó.

Fu Yao dijo apretando los dientes: — ¡Esa mierda a tu lado está


restringiendo mis poderes, no puedo encender nada!
Xie Lian sintió temor y San Lang dijo: —No soy yo.

—Sé que no eres tú —dijo Xie Lian—, pero eso es precisamente


lo que está mal. Tanto BanYue como Ke Mo están atados por la
cuerda que ata a Dios; no pueden usar sus poderes. ¡Mis
poderes están agotados y no estás restringiendo a nadie, lo que
significa que hay una sexta persona en este pozo!

— ¿Qué sexta persona? —Preguntó Fu Yao—, ¡Nadie ha venido


detrás de mí! Creo que te están engañando...

— ¿Quién está allí? —Dijo BanYue de repente.

—BanYue, ¿qué está pasando? ¿Hay alguien allí? —Preguntó


Xie Lian.

—Alguien… —la voz de BanYue desapareció a medias; no se


sabía si tenía la boca cerrada o si perdió el conocimiento.

Xie Lian volvió a llamar: —BanYue, ¿estás bien?

Fu Yao todavía estaba luchando contra las serpientes y estaba


arrojando energía espiritual en todas partes, parpadeando aquí y
allá en la oscuridad.

— ¡Ten cuidado! ¡Puede que te esté engañando!

Bajo cualquier otra circunstancia, Xie Lian también sospecharía


de un juego sucio, pero dado que toda la terrible experiencia con
el Paso Ban Yue fue un secreto entre los funcionarios celestiales
y con las repetidas advertencias de Ling Wen, las cosas
definitivamente no fueron tan simples. Esos problemas deberían
surgir ahora, significa que si realmente había una persona extra
en el pozo, Xie Lian temía que estuvieran allí para silenciar la
boca.
—No necesariamente. —Xie Lian gritó: — ¡Voy a salvarla
primero!

Xie Lian estaba a punto de toparse con el diluvio de serpientes


cuando escuchó la voz de San Lang junto a su oído.

—Muy bien.

Xie Lian sintió que la mano que agarraba sus hombros se tensaba
y en un instante estaban avanzando. Xie Lian se dio cuenta con
asombro de que el joven estaba avanzando y atacando pero con
un paraguas en una mano y él en la otra. En la oscuridad,
destellos plateados brillaron una vez más, sonando y tintineando,
cuando de repente, un sonido agudo de dos espadas chocando
resonó en los oídos de todos.

— ¿Oh? —Dijo San Lang—. Realmente hay una sexta persona.


Interesante.

Xie Lian no tenía idea de cómo San Lang estaba controlando el


arma, o qué tipo de arma era, pero sea lo que sea, ¡ciertamente
se encontró cara a cara con otra!

La otra parte permaneció en silencio y Xie Lian solo podía


escuchar sonidos de metal raspando metal mientras la lucha se
intensificaba. De vez en cuando habría chispas en la oscuridad,
pero cada vez que duraba tanto era difícil ver la cara del otro. Al
escuchar la pelea, Xie Lian pudo sentir que RuoYe se apretaba
cada vez más fuerte y tuvo que murmurar tranquilizador: —No te
asustes, relájate. Relájate un poco. —RuoYe se relajó y Xie Lian
volvió a llamar: — BanYue, ¿estás consciente? ¿Puedes
responder?

Nadie respondió y Fu Yao dijo: —Tal vez la que lucha ahora es


ella.

—No. ¡El que lucha no es BanYue! —Dijo Xie Lian.


Cuando San Lang peleó contra Ke Mo en la oscuridad, tenía los
pies ligeros y jugando, jugando con él. Esta pelea también estaba
en la oscuridad, pero Xie Lian podía decir que San Lang se lo
estaba tomando más en serio. La otra parte era extremadamente
hábil en artes marciales y armamento; BanYue era pequeña y
débil, solo mirando sus brazos era un poder obvio y los brazos no
eran su fuerte, por lo que era imposible para ella luchar contra San
Lang.

Fu Yao chasqueó la lengua.

—Alguien que traicionaría a su propio país no es diferente a Xuan


Ji, ¿por qué demonios todavía creerías en ella?

—Fu Yao, ¿no puedes estar tan irritado? —Xie Lian dijo: —Tú...
espera. ¿Que acabas de decir?

Fu Yao golpeó otro puño y sopló un montón de serpientes.

—Dije, ¡¿por qué demonios creerías en ella de la misma manera


que crees en esa mierda a tu lado?!

—No, eso no. Mencionaste a Xuan Ji. ¡Dijiste el nombre de Xuan


Ji! —Dijo Xie Lian.

¡Estúpido, estúpido, estúpido!

¡Xie Lian no podía creer que le tomó tanto tiempo conectar todos
los puntos!

—Deja de pelear —gritó Xie Lian—, ya no hay necesidad de


esconderse. ¡Sé quién eres!
Ante sus palabras, las espadas se detuvieron por un momento
pero continuaron de nuevo. Xie Lian dijo pacientemente: — ¿Cree
que estoy mintiendo, pequeño General Pei?22

— ¿Con quién estás hablando? —Fu Yao dijo con incredulidad,


— ¿pequeño General Pei? No te vuelvas loco. ¿Quién crees que
es él? ¡Si él descendiera, todos lo sabrían!

—Tienes mucha razón —dijo Xie Lian—. ¿Pero si no fue su


verdadero yo el que descendió?

En la oscuridad, las espadas de combate se detuvieron.

Xie Lian respiró y dijo con sobriedad: —Me tomó demasiado


tiempo entender esto. Debería haberlo sabido desde el principio.

Sabía que durante casi doscientos años hubo algo que causó
estragos, pero a ninguno de los funcionarios celestiales le importó
y nadie se atrevió a hablar de ello, por lo que debe haber uno o
varios funcionarios que mantengan el secreto de este escándalo.
Pero no estaba familiarizado con muchos de los funcionarios, por
lo que no se atrevió a acusarlo con valentía a nadie.

Justo ahora, cuando Fu Yao mencionó a Xuan Ji, le recordó.


Cuando se trataba de Xuan Ji, no era difícil relacionarla con los
dos generales Peiy el norte era su territorio. Fu Yao dijo una vez
de pasada que antes de su ascensión, el Pequeño General Pei
asesinó una ciudad.

¿Qué ciudad?

¡Bien podría ser el reino de Ban Yue!

La corte celestial no pestañearía en algo como esto; todos


necesitaban derramar algo de sangre si querían hacer grandes

22
El pequeño General Pei está apoyado por el General Pei, un dios muy
conocido y poderoso en el Norte.
cosas. Pero matar una ciudad no era nada glorioso después de
todo y si la historia se extendía demasiado, afectaría el número
de nuevos creyentes, por lo que, por supuesto, habría algunos
encubrimientos después de la ascensión. Por lo tanto, incluso si
todos supieran que algo así sucedió, probablemente no sabían los
detalles o no les importaba saber los detalles. Además, si no fuera
por rencores profundos, ¿quién habría tenido tiempo de
preocuparse por cavar su pasado y ofender el apoyo a sus
espaldas?

Xie Lian habló lentamente: —Esa cara de barro había dicho que
había alguien entre nosotros que ya visitó la fortaleza hace
cincuenta o sesenta años. Al principio pensé que mentía para
engañarnos y que nos acercáramos, pero sus palabras pueden
muy bien contener la verdad.

—En ese grupo de personas, de quien sospechaba era de ti. La


caravana te siguió y podrías llevarlos a cualquier parte. Nunca he
visto una sola serpiente escorpión en los años que viví cerca de
Ban Yue y de solo buscar un refugio al azar de la tormenta de
arena, ¿aparecen? Te pedí que vinieras a buscar la hierba de
luna con nosotros, pero justo antes de que nos fuéramos, les diste
las instrucciones de las ruinas a los demás para que pudieran
seguir nuestros pasos si ya no podían quedarse quietos.
Anteriormente en la cima de las paredes, ya había dicho que si
algo sucedía, avanzaría primero; usted, que siempre está
tranquilo, saltó repentinamente, muriendo una muerte sin sentido.

Xie Lian continuó después de una pausa: —Tus acciones fueron


extrañas e ilógicas y me llevó hasta ahora darme cuenta de quién
eres. ¿No es así, pequeño General Pei? ¡O debería decir, A-
Zhao!

Fue después de un largo silencio mortal cuando una voz dijo


fríamente: — ¿No habías sospechado que la cara de barro podría
estar hablando del chico vestido de rojo a tu lado?
Una corriente de llamas repentinamente se encendió a través del
Pozo del Pecador.

Bajo la luz, se revelaron dos siluetas sangrientas. Uno era San


Lang, vestido de rojo, apropiado y de pie con su arma ya
escondida. El otro era un joven claramente vestido con una
espada en la mano, todavía lista.

El joven vestido de civil estaba cubierto de sangre, como si


también estuviera vestido de rojo. Su expresión era fría y
reservada, llevando a alguien sobre sus hombros: era A-Zhao.

Para ser justos, ya sea el Pequeño General Pei, su verdadero yo


o A-Zhao, esa compostura, calma y tranquilidad nunca cambiaron;
solo que Xie Lian nunca había bajado ese tren de pensamiento,
por lo que no conectó los dos.

El que llevaba sobre sus hombros era BanYue. Parecía que


había llamado a las serpientes para robarla durante el caos.
Ahora que se reveló su identidad, ya no tenía necesidad de crear
estragos y el diluvio de la serpiente dejó de bombardear. Envainó
su espada y suavemente dejó a BanYue en el suelo. A un lado,
Ke Mo se sorprendió.

— ¿Quién eres? ¿No moriste en la caída?

A-Zhao no miró de reojo a Ke Mo, sino que miró a San Lang con
vigilancia.

—Ke Mo, realmente no has cambiado en estos cientos de años —


dijo en BanYuenese.

Tal vez el tono de esta calma enloquecedora era demasiado


familiar, la cara de Ke Mo se arrugó de rabia de inmediato.

— ¡ES USTED! ¡PEI SU! ¡ESE VIAJERO DE LAS LLANURAS


CENTRALES!
Si no fuera por la cuerda de unión a Dios que lo ataba firmemente,
Ke Mo lo habría apresurado a pelear.

No es de extrañar que cuando los soldados de Ban Yue


maldecían antes, 'perra' se mezcló. No porque apuntaran a Xie
Lian, sino porque era un viajero de las llanuras centrales y les
recordó a Pei Su, que a su vez estaba conectado a BanYue, así
que también la estaban maldiciendo.

— ¿BanYue te enseñó cómo controlar las serpientes escorpión?


—Preguntó Xie Lian.

Sospechaba que si BanYue realmente no controlaba las


serpientes escorpión que atacaban a los transeúntes y no había
una razón real por la que ya no obedecían, entonces la única otra
explicación era que había alguien más que podía controlarlas.

Cuando hay dos personas que controlan el mismo grupo de


serpientes, entonces, por supuesto, la mitad de ellas no
escuchará las órdenes de BanYue. Es una lógica simple.

—No lo hizo —dijo Pei Su—, pero cómo lo hace, podría muy bien
aprender por mí mismo.

Xie Lian asintió y dijo: —El Pequeño General Pei es


extremadamente inteligente. Si acerté, ustedes dos se conocen
desde hace muchos años, ¿verdad?

BanYue fue intimidada e ignorada por otros niños de BanYue


cuando era más joven y solo los niños de las Llanuras Centrales
jugaban con ella. Aunque Xie Lian no recordaba a cada uno de
ellos, sí recordó que muchos eran de familias militares y muchos
también se alistaron en el ejército cuando crecieron. Quizás Pei
Su era uno de esos niños. De lo contrario, sería difícil explicar
cómo un joven introvertido y sombrío como BanYue pudo hacer
amigos y cooperar con un general enemigo. Era solo una
suposición, pero por la reacción de Pei Su, no adivinó mal.

— ¿BanYue realmente te pasó información, se coludió contigo y


abrió las puertas de la fortaleza? —Preguntó Xie Lian.

—Es verdad —respondió Pei Su.

Por otro lado, Ke Mo chasqueó la lengua y gritó: —Tramposo Pei


Su. ¡Desata las cuerdas, déjame luchar contra él hasta la muerte!

Pei Su dijo fríamente: —Antes que nada, ya tuvimos una batalla


a muerte hace doscientos años y tú perdiste; segundo, ¿cómo
soy tramposo?

Ke Mo gritó: —SI USTEDES NO SE HUBIERAN PUESTO DE


ACUERDO, ¿CÓMO PODRÍAMOS PERDER?

—Ke Mo, no lo niegues. —Pei Su dijo: —Solo tenía una tropa de


dos mil conmigo en ese momento, pero esos dos mil eran muy
superiores a los cuatro mil. Si las puertas se abrieron, estabas
condenado a ser derrotado.

Xie Lian no pudo evitar simpatizar y pensar: ¿Invadir un país con


una tropa de dos mil? ¿Estaba el Pequeño General Pei acosado
más que yo cuando estaba en el ejército?

No creía que Pei Su estuviera mintiendo, pero pensó que era


extraño de todos modos y preguntó: —Si fue una victoria segura,
¿por qué coludir con BanYue?

Pei Su dejó de preocuparse por Ke Mo y volvió a usar el dialecto


Han.

—Para permitirme aniquilar el reino.

Todos, excepto Ke Mo, quedaron atónitos.


Xie Lian pensó que todo el calvario era extraño, pero aun así
continuó con calma sus preguntas: — ¿Qué quieres decir? ¿Por
qué debes aniquilar el reino si la victoria está cerca?

—Fue porque la victoria estaba cerca, que tuvimos que destruir


la ciudad. Pei Su dijo: —Porque la noche antes de la invasión,
hubo una reunión secreta entre muchas de las principales familias
de BanYue que decidieron un complot.

Cualquiera sea la razón por la que iba a ser impactante e


inquietante y Xie Lian frunció el ceño.

— ¿Qué coplót?

Pei Su continuó lentamente: —La gente de BanYue es de


naturaleza violenta y odiaba a los habitantes de las llanuras
centrales hasta los huesos. Incluso sabiendo que estaban a punto
de ser derrotados, no lo admitirían. Así que toda la población del
reino, los jóvenes, los viejos, las mujeres y los hombres, todos se
unieron para armar esta cosa.

— ¿Qué cosa? —Xie Lian podía adivinar, pero no estaba seguro


y la palabra que salió de la boca de Pei Su confirmó sus
sospechas.

—Explosivos.

Pei Su pronunció lentamente cada palabra: —Decidieron que si


el reino iba a caer, los ciudadanos llevarían explosivos en sus
cuerpos, escaparían a las llanuras centrales, se mezclarían en
grandes áreas abarrotadas y bombas suicidas. Es decir, si debían
morir, arrastrarán tantos como puedan con ellos. ¡Si el reino
cayera, entonces aterrorizarían al país que provocó su caída!

Xie Lian se volvió instantáneamente hacia Ke Mo, resumido para


él en BanYuenese y le preguntó: — ¿Es esto cierto?
Ke Mo parecía intrépido y probablemente pensó que eso no tenía
nada de malo y dijo con la cabeza en alto: — ¡Es verdad!

San Lang levantó las cejas y comentó: —Qué vil.

Dijo esas palabras en BanYuenese, probablemente


intencionalmente. Ke Mo respondió enojado: — ¿Vil? ¿Qué
derecho tienes para llamarnos viles? Si no fuera por sus asaltos,
no estaríamos obligados a hacer ese movimiento. Nos arruinó,
así que buscamos venganza. ¡¿Cómo está mal eso?!

Pei Su respondió fríamente: —Realmente ahora. ¿Qué tal si


ponemos todo a la intemperie entonces?

Ladeó la cabeza y dijo: — ¿Cuántas veces BanYue ha


comenzado disturbios cerca de la frontera? ¿Cuántas caravanas
y viajeros que viajan desde Las Llanuras Centrales fueron
emboscados por BanYue? Intencionaste al abrigo de los
bandidos que aterrorizaron a los Las Llanuras Centrales y mataste
a nuestros soldados que fueron a aniquilarlos bajo el pretexto de
cruzar la frontera ilegalmente. ¿Cómo es que eso no es vil?

Pei Su habló sin prisa y su tono era tranquilo, pero cada palabra
era aguda como cuchillos. Ke Mo argumentó: — ¿Y tú? ¿Por qué
no decir que primero ocupó por la fuerza nuestra tierra?

—La frontera siempre había sido ambigua, entonces, ¿cómo


puedes decir que ocupamos tu tierra por la fuerza? —Respondió
Pei Su.

— ¡Las líneas estaban claramente dibujadas! ¡Fueron ustedes


quienes no se guardaron para ustedes mismos!

—Las líneas fueron trazadas por Ban Yue, los Las Llanuras
Centrales nunca lo aceptaron. Y su frontera tenía el oasis para
ustedes, dejándonos solo tierra del desierto, qué tontería.
Ke Mo tenía la cara roja.

— ¡El oasis era nuestro! ¡Siempre ha sido nuestro!

Ambas partes tenían sus historias; solo escucharlos discutir hizo


que Xie Lian se confundiera. Esta hostilidad le hacía recordar lo
mal que lo golpearon en medio de ambos lados y podía sentir el
dolor en su rostro resurgir. Pei Su parecía haber tenido suficiente
de pelear con Ke Mo y lo golpeó una vez más con un golpe. Luego
se volvió hacia Xie Lian.

—Así que ya ves. —Pei Su respiró hondo: —Hay muchas cosas


en el mundo que simplemente no se pueden definir o resolver con
claridad. Solo puedes pelear.

Xie Lian suspiró.

—Estaré de acuerdo con la primera parte.

San Lang por otro lado dijo: —Hm. Estaré de acuerdo con la
última parte.

Xie Lian observó a BanYue, que estaba tendida en el suelo con


la cabeza gacha por un momento y dijo: —No puedo decir quién
tiene razón o no, así que no diré nada. No importa la razón por la
que BanYue abrió las puertas, ella las abrió, por lo que debe
asumir la responsabilidad. ¿Entonces por eso fue colgada por
encima del Pozo del Pecador por esos soldados? Una vez que
están muertos, todo ha terminado.

Pei Su volvió a su expresión tranquila.

—Sí.

—Cualquier deuda adeudada mientras viva debe pagarse


mientras viva. Si todavía hay caos después de la muerte,
entonces esa es una historia completamente diferente —afirmó
Xie Lian.

—BanYue no causó estragos —dijo Pei Su en voz baja.

—Pequeño General Pei, ¿eso significa que admite atraer a los


transeúntes del Paso Ban Yue a las ruinas?

Pei Su guardó silencio por un momento antes de decir en voz


baja: —Sí.

— ¿Por qué? —Preguntó Xie Lian.

Esta vez, Pei Su no respondió. Xie Lian insistió: —Han pasado


casi doscientos años. Debes dar una razón adecuada, una
respuesta para las personas que fueron atraídas.

Pei Su aún permaneció en silencio y sin expresión. Él respondió


a todas las preguntas antes, pero ahora parecía que había tomado
una decisión y dejó de responder por completo. Xie Lian quería
seguir interrogando cuando justo entonces, hubo un sonido
extraño.

Venía de encima de sus cabezas, aullando y gimiendo como


vientos enloquecidos. Cuando el sonido se acercó, Xie Lian pudo
confirmar: ¡en realidad eran vientos locos que gritaban!

Las ráfagas llegaron demasiado repentinamente, demasiado


agresivamente y antes de que Xie Lian lo supiera, ¡todo su cuerpo
estaba inclinado y comenzó a flotar!

¡Este vendaval abrupto entró en el Pozo del Pecador desde


arriba, se extendió hasta el fondo y lanzó a todos al aire!

Xie Lian inmediatamente agarró a San Lang, que era el más


cercano a él y gritó: — ¡Ten cuidado!
San Lang también lo atrapó con la cara inmutable. Giraron en el
aire, sus cuerpos se elevaron rápidamente y una vez que salieron
del pozo, se detuvieron y pronto comenzaron a caer. Xie Lian tiró
a RuoYe y lo persuadió en medio de este caos: —Está bien, está
bien, todo terminó. ¡Date prisa, mi buen RuoYe, ven y danos una
mano!

Después de dos mascotas, RuoYe finalmente reaccionó. Sin


embargo, sin nada en el aire para agarrar que no sea un foso
gigante de los pecadores debajo, RuoYe voló una vez y
retrocedió. Sintiéndose impotente, Xie Lian solo pudo ajustar su
forma para aterrizar en el aire. Si fuera como las veces anteriores,
habría golpeado con la cabeza los primeros tres pies en el suelo,
pero esta vez, justo antes de tocar el suelo, San Lang extendió la
mano y le dio un tirón y en realidad aterrizó con los pies planos
¡el terreno! Cuando sus botas tocaron firmemente el suelo,
incluso estaba un poco incrédulo. Pero ese sentimiento
desapareció muy rápido cuando una silueta vestida de negro
apareció tropezando ante él.

Xie Lian vio quién era y llamó deliciosamente: — ¡Nan Feng!

Era Nan Feng de hecho, pero un Nan Feng desaliñado. Parecía


como si hubiera sido rodado en mugre diez veces antes de ser
arrojado a una frenética guarida de bestias para pasar la noche.
Su ropa estaba hecha jirones y desgarrada al máximo; Al
escuchar la llamada de Xie Lian, solo agitó la mano y se limpió la
cara en silencio, incapaz de hablar.

Xie Lian lo levantó.

— ¿Qué pasó? ¿Te golpearon esas dos damas?

En ese momento, dos figuras aparecieron detrás de Nan Feng y


se acercaron. Una de ellas era la mujer cultivadora vestida de
blanco con un batidor en los brazos y saludó alegremente a Xie
Lian: — ¿Cómo estás, alteza real?
Aunque Xie Lian no sabía quién era, todavía se debe mantener
la etiqueta adecuada; pero él no sabía cómo dirigirse a ella, por
lo que solo pudo devolverle la sonrisa y saludarla.

—Saludos, compañera cultivadora.

La mujer de negro a un lado miró a Xie Lian con frialdad, pero no


parecía preocuparse por él. Sin embargo, cuando sus ojos se
movieron hacia San Lang, se detuvo, pareciendo pensar que era
una figura dudosa y lo miró.

Las ráfagas anteriores habían arrojado a todos fuera del pozo y


las dos damas pasaron junto a Xie Lian, dirigiéndose directamente
a Pei Su. Los vio acercarse y no pareció sorprendido; después
de todo, ya los había visto en la ciudad cuando todavía estaba
interpretando el papel de A-Zhao. Se arrodilló donde estaba,
inclinó la cabeza hacia la mujer cultivadora de blanco y llamó en
voz baja: —Gran Señora del Viento
.
Xie Lian se sorprendió al escuchar esas palabras.

Y aquí pensó que era un demonio o monstruo amenazante,


¿quién hubiera sabido que en realidad era un funcionario
celestial? ¡Y era la Señora del Viento, el que estaba arrojando
diez mil méritos de una vez en la matriz de comunicación!

Pero ahora que lo está pensando en detalle, no había nada fuera


de lugar. En ese momento ella estaba diciendo algo como; ¿A
dónde fueron todos? ¿Tengo que desenterrarlos y matarlos uno
por uno? Y le hizo pensar que ella los perseguía. En realidad,
este ellos, podría no haberlos significado; podría significar los
soldados de Ban Yue. Solo que Xie Lian pensó que estaba solo
en esta investigación y, naturalmente, pensó que las cultivadoras
eran extrañas y malvadas.
Para un funcionario celestial que podría entregar fácilmente diez
mil méritos, Xie Lian no pudo evitar sentir una reverencia sin
nombre. Le dio un codazo a Nan Feng.

— ¿Por qué no me dijiste que esta era la Señora del Viento antes?
Y aquí pensé que podría ser una especie de espíritu de serpiente
o espíritu de escorpión. ¡Qué desgracia!

La expresión de Nan Feng se oscureció.

—No sabía que era la Señor-a del Viento. Nunca antes había
visto a la Señor-a del Viento así. La Señora del Viento siempre
había sido... no importa.

Sonaba como si la Señora del Viento no tuviera la misma


apariencia mientras estaba en la corte celestial, no es de extrañar.
Xie Lian entendió. Él preguntó: — ¿Cómo llegó la Señora del
Viento al Paso Ban Yue?

—Para ayudar —dijo Nan Feng. —Cuando los vimos pasear por
las calles antes, en realidad estaban buscando a esos soldados
de Ban Yue.

Xie Lian recordó ahora que la primera vez que preguntó sobre el
Paso Ban Yue en la matriz de comunicación, en medio de una
torpeza silenciosa, fue la liberación repentina de diez mil méritos
del Señor del Viento lo que distrajo a todos. La Señora del Viento
probablemente ya se dio cuenta de su consulta entonces.

Mientras Xie Lian reflexionaba, la Señora del Viento se inclinó


frente a Pei Su.

—Pequeño General Pei, lo que has hecho esta vez puede haber
cruzado la línea.

Como funcionario celestial, que liberaría a un clon para causar


estragos en el Paso de Ban Yue durante casi doscientos años,
atraería a innumerables transeúntes por el camino equivocado y
hacia las ruinas y moriría en la boca de los soldados de Ban Yue,
sin importar cómo pudiera girarlo, no fue un pequeño negocio.
Pei Su no discutió, solo bajó la cabeza y dijo: —Este joven lo sabe.

El Señor del Viento barrió el batidor.

—Mientras lo entiendas. Reflexiona sobre ti mismo y piensa en


ello. Hablaremos en los cielos.

—Entiendo —dijo Pei Su en voz baja.

Terminada la conversación con Pei Su, la Señora del Viento


metió el batidor en el cuello de la bata, se levantó y sonrió a Xie
Lian.

—Su alteza real el príncipe heredero. He oído mucho sobre ti.

Para Xie Lian, escuché mucho sobre ti, realmente no era un


cumplido, pero sin embargo eran cortesías sin sentido, por lo que
le devolvió la sonrisa: —Estoy seguro de que no es nada.
También he oído mucho sobre usted, Gran Señora del Viento.

—Perdón por lo de antes, por cierto. — Dijo la Señora del Viento.

Xie Lian hizo una pausa.

— ¿Antes? ¿Qué pasó antes?

— ¿No se toparon con una tormenta de viento en el desierto?

Xie Lian pudo recordar los bocados de arena y respondió: — ¿Sí?

—Empecé eso —dijo la Señora del Viento.

—…
La Señora del Viento continuó casualmente: —Esa tormenta de
viento estaba destinada a evitar que se acercaran al reino de Ban
Yue, pero no se quedaron impresionados y terminaron en Ban
Yue de todos modos.

Algo no sonaba bien.

La Señora del Viento comenzó una tormenta de viento para


impedirles ir al Paso de Ban Yue, pero de repente apareció de
nuevo en medio de todo. ¿Qué significaba esto? Pero Xie Lian
no respondió, esperando ver qué diría el otro. Después de una
pausa, la Señora del Viento continuó: —Pero, en lo que respecta
a toda esta terrible experiencia, recomendaría a su alteza que se
ocupe de sus propios asuntos y deje de poner sus manos donde
no pertenecen.

Xie Lian miró a BanYue, que estaba acurrucado en el suelo y


temió.

Ya estaba preocupado de que si este escándalo llegara a la corte


celestial, los funcionarios podrían desentrañar fácilmente la
verdad, agregar trazos a donde no había y hacer que BanYue se
responsabilice mientras Little Peise escapa. Con la repentina
aparición de Señor del Viento, diciéndole que no se preocupe por
este negocio, ¿no fue este cemento el que protegerán a Little Pei?

Sin cambiar su expresión, Xie Lian se adelantó para pararse


frente a BanYue, escondiéndola detrás de él y dijo calurosamente:
—Pero ya he puesto mis manos en este negocio, no puedo dejarlo
ahora. Además, todavía hay mucho que el Pequeño General Pei
aún tiene que explicar.

La Señora del Viento notó su gesto y sonrió.

—No te preocupes. Puedes llevarte a la Sacerdotisa de BanYue


contigo.
Eso fue inesperado. Xie Lian quedó atónito y la Señora del Viento
continuó: —Mientras estaban todos en el pozo, hemos escuchado
todo desde aquí. Aunque la Sacerdotisa se ha convertido en una
amenaza cuando deambulaba por la ciudad vi que había dibujado
la matriz para atrapar a los soldados Ban Yue y había liberado a
todos los mortales capturados. Ella no lastimó a nadie, e incluso
estaba salvando personas. Los únicos que estoy tomando son el
Pequeño General Pei y Ke Mo, no tienes que preocuparte de que
culpe a nadie.

Como la otra parte era tan directa, Xie Lian dejó de preocuparse
y se disculpó, pero la Señora del Viento dijo: —No, es normal
preocuparse.

La mujer vestida de negro parecía no poder quedarse ni un


momento más y dijo: — ¿Terminaste? Si has terminado, entonces
vamos.

El Señor del Viento refutó: — ¡Tsk! ¿Cúal es la prisa? ¡Cuánto


más me apresures, más quiero hablar! —Sin embargo, ella volvió
la cabeza y sonrió, sacando un abanico plegable de su cintura y
dijo: — Su alteza real, si no hay nada más, ¿nos vemos en la corte
celestial?

Xie Lian asintió y la Señora del Viento abrió su abanico. En el


abanico estaba la palabra viento Feng inclinado y tres líneas
inclinadas como el viento en la parte posterior. Este debe ser el
dispositivo espiritual de la Señora del Viento. Se movió tres veces
hacia adelante y hacia atrás tres veces. De repente, una ráfaga
de viento sopló desde un terreno plano.

El viento arrastraba polvo y arena y Xie Lian usó su manga para


bloquear los escombros. Cuando el viento se calmó, las dos
damas, Pei Su y Ke Mo habían desaparecido, dejando solo a Xie
Lian, San Lang, Nan Feng y a la profundamente dormida BanYue.

Xie Lian dejó caer su manga, todavía un poco aturdido.


— ¿Qué acaba de pasar?

San Lang se acercó casualmente.

—Una cosa bastante buena.

Xie Lian lo miró.

— ¿Lo es?

—Sí. La Señora del Viento estaba tratando de ayudarte


diciéndote que no te involucres.

Nan Feng también se acercó.

—Eso es correcto. Ya has profundizado demasiado en este


asunto. Lo único que queda por hacer es presentar una queja al
Emperador Marcial Celestial. No te involucres más.

Xie Lian lo entendió: — ¿Es por el General Pei?

—Correcto —dijo Nan Feng—. Esta vez lo has ofendido por


completo.

Xie Lian se rió: —Sabía que iba a ofender a alguien uno de estos
días, supongo que no importa quién.

Nan Feng frunció el ceño.

—No creas que estoy bromeando. Además del Gran Salón


Marcial, el siguiente palacio marcial más poderoso es Ming
Guang. El General Pei piensa muy bien del pequeño Pei y
siempre ha tratado de arrancar a Quan Yi Zhen. Él vendrá
buscando problemas.
—Quan Yi Zhen es el dios marcial que gobierna el oeste,
¿verdad? —Preguntó Xie Lian.

—Ese es el uno. —Nan Feng respondió: —Quan Yi Zhen también


es un nuevo funcionario. Ascendió al mismo tiempo que Pei Su.
Es joven y un poco... Pero muy poderoso. El General Pei quería
que Pei Su se llevara a todos los devotos del oeste y lo ha hecho
bien por sí mismo, especialmente en los últimos años. Ahora, al
arrastrar este escándalo a la intemperie, no se ve bien para Pei
Su, tal vez incluso sea desterrado. Si es desterrado, tampoco te
va a ir bien.

Xie Lian se frotó la frente, notando mentalmente que a partir de


ahora tendría que estar más atento al comer, beber y caminar.
Sin embargo, San Lang no pensó que fuera un gran problema.

—No te preocupes. Pei Ming es muy orgulloso. Él no hará nada


turbio.
.
Nan Feng miró a San Lang y dijo: —Sí. El General Pei no hará
nada sospechoso, pero aún así. Cuídate.

— ¿Qué pasa con la Señora del Viento? —Preguntó Xie Lian—.


Ella me dijo que no me involucrara, ¿entonces ella es quien
presentará la queja? ¿No significa eso que ella será la que ofende
al General Pei? No puedo permitir eso. Volvamos a llamarla. Nan
Feng, ¿sabes la contraseña de su conjunto de comunicación
personal?

—No debes preocuparte por la Señora del Viento —dijo Nan


Feng—, el General Pei puede lastimarte, pero no la tocará. Puede
que sea más joven que tú, pero tiene mucho más éxito en los
cielos.

—...
Xie Lian no se sorprendió en el silencio, sino que pensó: —
¿Quién en el cielo es más un fracaso que yo? No creo que haya
nadie.

San Lang se echó a reír: —Con ese respaldo, por supuesto que
tendrá éxito.

— ¿Estás hablando de la dama de negro? —Preguntó Xie Lian.

—No —respondió San Lang—, pero ella también debería ser una
de las cinco maestras elementales que componen: Viento, Agua,
Lluvia, Tierra, Trueno. Probablemente tampoco debería ofenderla.

La Señora del Viento podría comenzar un tornado de la nada,


obviamente poderoso. Pero la dama de negro era más fuerte. Xie
Lian recordó la forma en que miraba a San Lang como si hubiera
descubierto algo y se sintió bastante preocupado.

—Estoy de acuerdo.

Pero aún así, había palabras que Xie Lian se tragó. Pensó:
Incluso con un fuerte respaldo puede que no tenga éxito. En el
pasado, el Príncipe de XianLe contó con el apoyo del Emperador
Marcial Celestial que gobernó los tres reinos durante miles de
años. Igual fracasó.

Xie Lian recogió su sombrero de bambú caído, lo sacudió el


polvo, al ver que no estaba aplanado y respiró aliviado. Se lo ató
al cuello y realmente miró a Nan Feng.

— ¿Estuviste peleando con las dos damas todo este camino?

—Sí. Luchamos todo el camino. —Respondió Nan Feng, con la


cara oscura.

Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros.


—Gracias por tu arduo trabajo. —De repente, recordó que había
otro que trabajó duro y se dio la vuelta.

— ¿Dónde está Fu Yao?

— ¿No estaba mirando a los heridos? —Respondió Nan Feng.

Xie Lian no recordaba haber visto a Fu Yao después de ser


expulsado del Pozo del Pecador. En realidad, desde que A-Zhao
se reveló a sí mismo, no había habido más sonidos de él. Si no se
fue en ese entonces, debió haberse ido cuando soplaba el viento.

Fu Yao podía cuidarse solo, Xie Lian no estaba preocupado, pero


al escuchar a Nan Feng decir herido se sorprendió y ambos
lloraron al mismo tiempo: — ¡La hierba de luna!

—El cielo recién se aclara, no hay prisa —dijo San Lang.

No hay tal cosa como no hay prisa cuando se trata de salvar


vidas. Incluso si estuvo lejos de ser veiticuatro horas, ¿quién
sabría si algo debería pasar en todo ese tiempo? Xie Lian no tuvo
tiempo de pensar en Fu Yao. Apresuradamente llevó a BanYue a
la espalda y corrió hacia los terrenos del palacio.

Una vez en el palacio, Xie Lian dejó a BanYue en el suelo e


inmediatamente recogió algunas grandes fanegas de la hierba de
luna. Esa cara de barro aún estaba en el suelo, su cara era un
desastre sangriento entre sus huesos blancos. En el pasado, Xie
Lian lo habría enterrado, pero primero, tenía prisa por salvar a la
gente y segundo, ese hombre fue enterrado en el suelo durante
cincuenta a sesenta años, no debe querer regresar. Pero faltaba
el cadáver del comerciante muerto y Xie Lian se detuvo, curioso.
Justo entonces San Lang salió del palacio con una pequeña olla
de barro.

Xie Lian lo vio y sonrió: —Bendito seas, San Lang.


Las criaturas inhumanas podrían mantenerse en ollas de barro.
BanYue estaba débil y no se despertaba, así que Xie Lian la
encogió y la metió en la olla. El grupo de ellos continuó
recogiendo los helechos y se apresuró a regresar. Habían pasado
aproximadamente ocho horas desde que se fueron.

Al regresar a donde Fu Yao había dibujado el círculo, Xie Lian vio


que muchos todavía estaban dentro de él, temerosos de
aventurarse a salir. El anciano que había tomado la píldora de
Nan Feng estaba bien y después de aplicar la hierba en su herida,
pudo ponerse de pie y caminar después de descansar un rato.
Solo que Xie Lian no creía que fuera necesario decirles en qué
solía crecer la hierba.

Después de un tiempo, todos los comerciantes se tranquilizaron


y comenzaron a preguntarse a dónde se había ido el grupo de
TianShen y por qué no habían regresado. Xie Lian estaba
demasiado ocupado recogiendo hierbas antes y no se molestó
con TianShen y los demás. Estaba pensando en regresar a las
ruinas para buscarlos cuando escuchó la voz de un niño gritando
Gege y tíos acercándose. Xie Lian volvió la cabeza y,
efectivamente, era TianShen. El niño tenía en sus brazos un gran
bushel del helecho ShanYue y detrás de él había otros dos
comerciantes, todos resoplando.

Resulta que, mientras que en lo alto de las paredes del Pozo del
Pecador, BanYue derribó a los soldados y capturó a TianShen y
a los comerciantes. Estaban aterrorizados, pero BanYue solo los
condujo hacia abajo del pozo y les indicó a dónde ir antes de
enviarlos en su camino. Se escaparon, recogieron las hierbas,
enterraron el cuerpo del comerciante muerto y volvieron corriendo,
aunque de alguna manera aún era más lento que Xie Lian.

En cualquier caso, Xie Lian escoltó a la caravana fuera del


desierto de Gobi y terminó este viaje.
Antes de despedirse, TianShen se escapó para encontrarlo y
susurró misteriosamente: —Ge, tengo una pregunta para ti.

—Pregunta — dijo Xie Lian.

—Eres un dios, ¿verdad?

Xie Lian estaba asombrado.

En el pasado, hubo un momento en que gritaba y anunciaba al


mundo: — ¡Soy un dios! ¡Soy el príncipe heredero, su alteza real!
Y nadie le creería. Esta vez, ni siquiera había dicho nada y la otra
parte le preguntó si era un dios, lo que lo sorprendió
profundamente.

TianShen agregó inmediatamente: — ¡Te vi usar hechizos! No te


preocupes, no lo diré.

— ¿Cómo lo dirías? Nadie te creería... —pensó Xie Lian.

TianShen continuó: —Si no fuera por ti, me habrían arrojado a


ese pozo por esos feos soldados demonios. Cuando llegue a
casa, te construiré un templo y te adoraré.

Xie Lian lo observó acariciar su pecho y hacer gestos con las


manos muy grandes, muy grandes y no pudo evitar soltar una
carcajada y sonrió: —Entonces, gracias.

Aunque los niños no tenían idea de cuánto trabajo se llevaba a


cabo para construir un templo, sin embargo, recibir tal promesa,
cumplida o no, fue una ocasión feliz. Xie Lian saludó y caminó en
la dirección opuesta.

Nan Feng dibujó otra matriz de acortamiento de distancia y los


envió a todos de regreso al Santuario Puji. Al abrir la puerta, Xie
Lian sacó la estera de paja, la dejó abierta en el suelo y se
desplomó sobre ella como un cadáver. Esto se hizo todo de una
vez. San Lang se sentó a su lado, con la mano apoyada en la
barbilla y lo miró. Xie Lian suspiró.

— ¿Cuánto tiempo nos hemos ido?

—Alrededor de tres, cuatro días —respondió San Lang.

Xie Lian volvió a suspirar: —Solo tres, cuatro días, ¿por qué estoy
tan cansado?

Desde que ascendió, siempre fue trabajado hasta los huesos


como un perro, no era mentira.

Después de que terminó de suspirar, Xie Lian levantó la vista.

— ¿Eh? Nan Feng? ¿Por qué no has informado todavía?

— ¿Informar dónde? —Preguntó Nan Feng.

— ¿No eres el funcionario menor del palacio de Nan Yang? ¿No


te extrañará tu general después de tres o cuatro días?

—Mi general no está en el palacio en este momento, por lo que


no me extrañará —respondió Nan Feng.

Xie Lian se dio la vuelta y se levantó.

—Será bueno si te quedas.

— ¿Qué vas a hacer? —Preguntó Nan Feng.

Xie Lian lo miró alegremente: —Voy a prepararte una comida.


Como recompensa por tu arduo trabajo.

La cara de Nan Feng cambió de inmediato. Levantó la mano,


presionó dos dedos y tocó su sien, como si recibiera la
comunicación privada de alguien. Se levantó y se volvió: —Hay
una emergencia en el palacio, nos vemos más tarde.

Xie Lian agitó su mano.

— ¿Qué? Nan Feng, ¡no te vayas! ¿Cómo puede haber una


emergencia de repente? Realmente quiero agradecerte por
todo...

— ¡HAY UNA EMERGENCIA! —Rugió Nan Feng y salió


corriendo por la puerta.

Xie Lian volvió a sentarse en la colchoneta y miró a San Lang: —


Creo que no tiene hambre.

Hubo un fuerte golpe antes de que San Lang pudiera responder


y fue Nan Feng quien regresó, abriendo la puerta de golpe.

— ¡USTEDES DOS…!

Xie Lian y San Lang estaban sentados juntos en el tapete y


ambos levantaron la cabeza para mirarlo.

— ¿Nosotros dos?

Nan Feng señaló con el dedo a San Lang, luego a Xie Lian, con
las palabras atrapadas en la garganta, incapaz de hablar.
Entonces, finalmente: — ¡Volveré!

—De nada —dijo Xie Lian.

Nan Feng miró a San Lang por última vez antes de irse. Xie Lian
se cruzó de brazos, inclinó la cabeza como San Lang y dijo: —
Parecía que realmente hubo una emergencia.

Se giró para mirar al chico a su lado y sonrió alegremente: —No


tiene hambre, ¿y tú?
San Lang le devolvió la sonrisa alegremente: —Me muero de
hambre.
Xie Lian se levantó de nuevo, se dio la vuelta para limpiar la mesa
del altar y dijo: —Está bien, entonces. ¿Qué quieres comer, Hua
Cheng?

Detrás de él, se hizo el silencio. Luego riéndose entre dientes.

—Todavía prefiero el nombre San Lang.


Capítulo 30: Presionando al Rey Demonio; el Príncipe Heredero busca la verdad

De vuelta, aún frente a San Lang, Xie Lian dijo: — ¿Lluvia


Sangrienta llegando a una Flor?

—Su Alteza Real el Príncipe Heredero —respondió San Lang.

Xie Lian finalmente se dio la vuelta con una sonrisa.

—Es es la primera vez que te escucho dirigirte a mí de esa


manera.

El joven vestido de rojo se sentó en la colchoneta y ajustó sus


piernas.

— ¿Cómo se siente?

Xie Lian lo pensó, pero decidió no preguntar ¿Cómo es que


dejaste de llamarme Gege? Y en cambio dijo: —Está bien. No
está mal.

Él continuó: —Esa noche en el monte Yu Jun, el novio que me


llevó fue usted, ¿verdad?

Al ver a Hua Cheng sonreír, Xie Lian se dio cuenta de que sus
palabras podrían haber significado otra cosa y se corrigió en un
tono serio: —Quiero decir, el novio disfrazado que me llevó lejos
fuiste tú, ¿verdad?

—No estaba disfrazado —respondió Hua Cheng.

Si debían entrar en detalles, Hua Cheng no se equivocaba. El


joven de la época nunca dijo que él era el novio; solo se detuvo
frente al palanquín y extendió la mano. Fue Xie Lian quien lo
acompañó voluntariamente.

—Bien. Entonces, ¿por qué apareciste entonces?


—Esta pregunta solo tiene dos respuestas —dijo Hua Cheng.
Primero, vine especialmente por su alteza real; segundo, pasaba
por ahí y estaba libre. ¿Cuál crees que es más creíble?

Xie Lian contó la cantidad de días que Hua Cheng había pasado
con él y respondió con seriedad: —Lo que es más creíble, no
puedo decirlo, pero realmente parece que tienes mucho tiempo
libre.

Con el brazo izquierdo sosteniendo el codo derecho y la mano


derecha apoyando la barbilla, Xie Lian le dio una vuelta a Hua
Cheng y asintió.

—Eres bastante diferente de lo que dicen los rumores.

Hua Cheng cambió su posición de sentado pero aún con una


mano apoyando su mejilla, observó a Xie Lian y dijo: — ¿Oh? ¿Y
cómo descubriste que era yo?

Las imágenes de ese paraguas que goteaba sangre, esa suave


cadena de plata tintineante y ese frágil brazalete plateado llenaron
la mente de Xie Lian y pensó: —No es como si te estuvieras
esforzando mucho por esconderte.

Pero cuando las palabras cayeron de sus labios, se convirtieron


en otra cosa. Dijo con voz seria: —Estás vestido todo de rojo,
conocedor de todo, capaz de todo y no conocías el miedo. Incluso
después de toda la búsqueda, no temiste nada, por lo que debes
ser un supremo o algo más grande. Aparte de esta Lluvia
Sangrienta que busca la Flor, que incluso todos temen en el cielo,
no parece haber ningún otro candidato.

Hua Cheng se rió.

— ¿Debo tomar esas palabras como un cumplido?

—No puedes decir que son cumplidos —Pensó Xie Lian.


—Ahorrando tantas palabras, ¿cómo es que su alteza real no
cuestiona mis motivos para acercarme a usted? —Preguntó Hua
Cheng.

—Si no quieres decir nada, si te lo preguntara, ¿me lo dirías?

—Siempre puedes echarme.

Xie Lian se echó a reír: —Eres tan poderoso; si te expulsara


ahora, si realmente quisieras hacer algo, ¿no cambiarías de piel y
volverías?

Los dos se miraron sonriendo cuando justo entonces, un pequeño


ruido rompió el silencio temporal en el santuario. Miraron hacia
dónde venía el sonido y no había nadie, solo esa pequeña olla de
arcilla negra rodando por el suelo.

Era la misma olla en la que estaba metido BanYue. Xie Lian la


había colocado al lado de la estera, pero de alguna manera se
había volcado y rodó hacia la puerta. Bloqueado por la puerta de
madera construida por Hua Cheng, comenzó a golpear la puerta
rodando hacia ella repetidamente. A Xie Lian le preocupaba que
pudiera romperse, así que abrió la puerta y la pequeña olla de
barro rodó hacia el campo de hierba afuera.

Xie Lian lo siguió y vio que una vez que la olla de barro llegaba al
campo de hierba, se levantaba. Incluso si era solo una olla, daba
la ilusión de que estaba mirando el cielo nocturno. Hua Cheng
también salió del santuario y Xie Lian llamó a la olla.

—BanYue, ¿estás despierta?

Lo bueno es que cuando regresaron del Gobi ya era muy de


noche, de lo contrario, si alguien veía a Xie Lian preguntando qué
le decía a una olla, probablemente lanzarían un ataque.

Un momento después, la voz malhumorada de una joven vino de


la olla.
—General Hua.

Xie Lian se sentó a su lado y la tranquilizó: —BanYue, ¿saldrás


a mirar las estrellas? ¿Por qué no sales?

Hua Cheng estaba apoyado contra un árbol junto a ellos y dijo:


—Ella acaba de dejar las ruinas de BanYue. Probablemente sea
mejor si se queda allí un rato más.

Xie Lian pensó que ese consejo era sólido. Después de todo,
BanYue había estado atrapado en BanYue durante doscientos
años; cambiar repentinamente el ritmo podía ser difícil de ajustar.

—Entonces será mejor que te quedes allí y sanes. Aquí es donde


me cultivo, no tienes que preocuparte por nada. No pienses más
en esos soldados y ese general.

La olla se sacudió dos veces como si tratara de decir algo.


Después de una pausa, Xie Lian sintió que aún necesitaba
informarle sobre lo que había sucedido y masticó sus palabras.

—BanYue, en realidad no era que tus serpientes ya no te


escucharan. El Pequeño General Pei aprendió en secreto tu
técnica de control de serpientes. Todas esas personas no fueron
lastimadas por tus serpientes.

—General Hua, no pude moverme en ese momento, pero


escuché todo —dijo BanYue sombríamente.

Xie Lian se detuvo. Entonces, Pei Su solo selló el movimiento de


BanYue, pero no su mente.

—Igual de bien —Después de pensarlo un poco, Xie Lian


continuó: —Tal vez el Pequeño General Pei lo hizo porque no
podía soportar ver sufrir a los soldados de Ban Yue y quería
darles alivio, pero desafortunadamente empleó el método
equivocado.
La olla de barro se sacudió y dijo: —General Hua, ¿qué pasará
con Pei Su Gege?

Xie Lian cruzó los brazos en sus mangas.

—No lo sé. Pero los errores siempre serán castigados.

Otro momento de silencio y la olla se sacudió dos veces y Xie


Lian finalmente entendió que asentía de acuerdo.

—Aunque Ke Mo siempre lo maldijo, Pei Su Gege no es una mala


persona —dijo BanYue.

— ¿Está bien?

—Sí.

BanYue siempre había sido una niña introvertida y sufría acoso


por parte de niños de su misma edad. Ella solo estaba en buenos
términos con algunos niños de las llanuras centrales. Que Pei Su
invadiera un país con solo una tropa de dos mil, probablemente
tampoco fue bien recibido en el ejército. Los dos eran distantes,
fríos y sombríos, por lo que debían haber compartido muchos
pasados similares. Xie Lian no sabía qué más decir.

—Oh, es cierto. BanYue, el nombre de Hua Xie es falso y no he


sido general en mucho tiempo. No tienes que seguir llamándome
General Hua —dijo Xie Lian después de una pausa.

—Entonces, ¿cómo debo dirigirme a ti? —Preguntó BanYue.

Esa era en realidad una buena pregunta. Si BanYue también lo


llamara su alteza en serio, se sentiría extraño. A Xie Lian tampoco
le importaba su dirección, solo quería cambiar de tema.

—Eso depende de usted. Supongo que está bien si sigues


llamándome General Hua. Solo que aquí hay otro llamado Hua,
así que eso podría causar cierta confusión.
Pero luego pensó: Hua Xie era un nombre falso que tomó de la
primera palabra del título Dios marcial coronado de flores por lo
que Hua Cheng también podría ser un nombre falso. Que ambos
eligieran casualmente el mismo apellido era bastante divertido.

—Lo siento, general Hua —dijo BanYue nuevamente.

Xie Lian se volvió para mirarla y dijo con tristeza: —BanYue, ¿por
qué siempre te disculpas conmigo? ¿Realmente parecía tan
lamentable para la gente?

Desde dentro de la olla, BanYue declaró: —Yo quiero salvar el


mundo. El General Hua, dijo eso una vez—dijo BanYue.

Llamó con urgencia: — ¡Espera, espera!

Al escucharlo gritar, BanYue se congeló.

— ¿Qué?

Xie Lian echó un vistazo a Hua Cheng, que todavía estaba


apoyado contra el árbol con los brazos cruzados y dijo en voz baja:
— ¿Realmente dije eso?

Esas palabras fueron su dicho favorito cuando solo tenía diez


años. En los muchos cientos de años posteriores, no debería
haberlas pronunciado en absoluto; No podía creerlo. Pero
BanYue fue firme: —General, esas fueron sus palabras.

Xie Lian todavía estaba luchando.

—No lo creo...

BanYue le dijo con seriedad: —Sí lo dijiste. Hubo una vez, nos
preguntaste a todos qué queríamos hacer cuando fuéramos
mayores. Todos respondieron y después de tú también dijiste: ‘Mi
sueño era salvar el mundo; la gente común'.
Así que eso era todo. Xie Lian usó su mano para cubrir toda su
frente.

—Um. BanYue. ¿Por qué recordarías tan claramente algo que


dije tan al azar?

BanYue estaba confundida.

— ¿Al azar? Pero general Hua, pensé que esas palabras se


decían con mucha seriedad.

Xie Lian levantó la cabeza para mirar el cielo nocturno,


sintiéndose impotente.

— ¿Jajaja de verdad? Tal vez. No recuerdo nada más que pueda


haber dicho

—También dijiste: — ¡Haz lo que creas que es correcto! —Le dijo


BanYue.

. ... ¡Qué absurdo!... ¿Por qué seguí diciendo ese tipo de


cosas?... No soy nada así... ¿verdad? —Pensó Xie Lian.

—Pero ya no sé qué es lo correcto —dijo BanYue.

Xie Lian se congeló.

La voz malhumorada de BanYue sonó desde la olla: —Pensé que


estaba haciendo lo correcto, pero al final fui yo quien abrió las
puertas que permitieron la entrada del enemigo que mató a mi
gente. Mi país se fue. Pero si no abriera las puertas, la gente de
BanYue aterrorizaría a los Las Llanuras Centrales y lastimaría a
más personas. El general Hua fue bueno conmigo y cuando
deambulaba por las calles de las llanuras centrales, había mucha
gente amable que me daba de comer. Pero Ke Mo también fue
bueno conmigo y todos los soldados obedecieron mi orden.
Cuando regresé a Ban Yue, realmente quería hacerlo bien como
la sacerdotisa principal. Pero, no solo abrí las puertas, las maté y
les rechacé la carne humana. Si no se alimentaran de carne
humana, sufrirían y no podría aliviarlos de ese sufrimiento.

Ella divagó y dijo muchas cosas, sonando cada vez más nervioso:
—Es como si no importara lo que hiciera, el resultado sería malo.

General Hua, sé que no hice las cosas bien, pero ¿puede decirme
dónde me equivoqué?

Al escuchar su pregunta, Xie Lian se frotó la nuca y dijo


lentamente: —Lo siento, BanYue. La respuesta a esa pregunta,
no la conocía en ese entonces y ahora... tampoco creo que sepa
la respuesta ahora.

BanYue dijo abatida: —General Hua, parece que en los últimos


doscientos años, no tengo idea de lo que he estado haciendo.

Xie Lian se deprimió más: — ¿No significa eso que he vivido


ochocientos años por nada?

Xie Lian dejó a BanYue, el pequeño demonio en la olla para mirar


las estrellas solo para calmarse y volvió al santuario de Puji con
Hua Cheng. Después de cerrar la puerta, Hua Cheng dijo: —Pei
Su odia a los BanYue, ¿haría lo que hizo porque sintió pena por
el sufrimiento de los soldados?

Xie Lian suspiró: —Todo es solo una conjetura. Es mejor si


BanYue escucha más palabras positivas.

Después de pensarlo un poco, Xie Lian sacudió la cabeza: —Si


Pei Su realmente quisiera liberar a BanYue de las ruinas, podría
haber elegido limpiar el Paso Ban Yue en lugar de elegir alimentar
a los soldados con carne humana. Tiene mucho ímpetu.

—No pudo —dijo Hua Cheng—, para limpiarse, debe pasar por
la corte celestial.

— ¿Y? —Preguntó Xie Lian.


Hua Cheng explicó tranquilamente: —No es lo ideal. La corte
celestial registra con precisión dónde va y hace cada funcionario.
Si los cielos iban a enviar funcionarios, entonces debían limpiar a
fondo el Paso Ban Yue, incluida la pequeña BanYue. Por
supuesto, Pei Su preferiría lidiar con esto él mismo y para él, solo
era alimentar a algunos fantasmas hambrientos con humanos
cuando tiene tiempo.

—Él resopló. Para un dios ascendido, una vida mortal es


naturalmente insignificante como las hormigas.

Xie Lian no hizo ningún comentario sobre la última parte y solo


dijo: —Él podría enviar a su clon para tratar con esos soldados
de Ban Yue.

—Los clones no tienen la misma cantidad de poder —dijo Hua


Cheng. ¿Viste cómo era el clon A-Zhao de Pei Su? No podía
cuidar a tantos soldados de Ban Yue y solo podía morir en sus
manos para aliviar temporalmente una ola de odio.

Xie Lian lo miró y recordó que cuando San Lang saltó al Pozo del
Pecador, aniquiló a todos los soldados de Ban Yue en un instante.
Se volvió hacia él y le dijo: —Tu clon es bastante poderoso.

Hua Cheng levantó las cejas.

—Por supuesto. Pero yo soy el verdadero.

Xie Lian dejó de pensar en todo lo demás y lo miró sorprendido,

— ¿Eh? ¿Esta es tu verdadera forma?

—Cien por ciento auténtico —dijo Hua Cheng.

Si se debía culpar a algo, tendría que ser a cómo Hua Cheng


parecía estar dando la bienvenida a Xie Lian para probarlo él
mismo y sin pensarlo, Xie Lian levantó un dedo y tocó la cara de
Hua Cheng.
Después de palpar, Xie Lian se sorprendió y gritó ¡oh no! En su
cabeza. Solo tenía curiosidad por ver cómo se sentiría la piel falsa
de un Rey Demonio Supremo, ¡pero aparentemente su cuerpo se
movió más rápido que su mente y lo tocó! ¡Qué desgracia!

Que alguien lo tocara de repente, Hua Cheng también parecía


algo sorprendido, pero siempre estaba tranquilo y sereno, por lo
que su expresión se aclaró al instante. No dijo nada, pero sus
cejas arqueadas se elevaron aún más, como si esperara a que
Xie Lian se lo explicara y la risa en sus ojos permaneció. Xie Lian
no pudo explicarse; miró su propio dedo, lo escondió y
casualmente dijo: —No está mal. No está mal.

Hua Cheng finalmente se echó a reír y cruzó los brazos con la


cabeza inclinada.

— ¿Qué opinas de esta piel falsa?

—Está muy bien hecho —dijo sinceramente Xie Lian. Pero...

— ¿Pero qué? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian lo miró a la cara y lo estudió por un momento. Entonces,


finalmente.

—Pero, ¿puedo ver tu verdadera cara?

Si Hua Cheng había dicho piel falsa eso significaba que incluso
si este cuerpo delante de él era el verdadero, la cara no lo era. La
apariencia de este joven no era la verdadera apariencia de Hua
Cheng.

Esta vez, Hua Cheng no respondió de inmediato y dejó caer los


brazos. Tal vez todo estaba en la cabeza de Xie Lian, pero los
ojos de Hua Cheng se oscurecieron ligeramente y su corazón se
tensó.
Capítulo 31: Cuestionando al Rey Demonio, el príncipe heredero busca la verdad
(parte dos)

Una vez que el aire se congeló, Xie Lian supo que su pregunta
podría haber cruzado la raya.

Aunque los últimos días los dos se habían llevado bien, si Hua
Cheng nunca reveló su verdadera cara, y no volvió a cambiar
incluso después de que su identidad fuera revelada, entonces él
tuvo sus razones, y Xie Lian no estaba en ningún lugar para
presionar. Sin esperar su respuesta, Xie Lian amplió su sonrisa:
—Solo estaba preguntando, no te lo tomes en serio.

Hua Cheng cerró los ojos y, después de un momento, sonrió


suavemente: —Te dejaré verlo algún día, si hay una oportunidad.

Si alguien más dijera eso, entonces sería naturalmente superficial;


Algún día generalmente significa por favor, olvídalo. Pero fue Hua
Cheng quien dijo esas palabras, por lo que Xie Lian sintió que
algún día significaba algún día, y eso seguro que sucedería. Esto
lo hizo aún más curioso, y sonrió: —Entonces, esperaré hasta el
día en que puedas mostrarme. Descansemos por ahora.

Después de perder el tiempo durante la mitad de la noche, Xie


Lian se había rendido en cocinar algo y había regresado a la
estera de paja. Hua Cheng también se acostó a su lado. Nadie se
molestó en preguntarse por qué después de revelarse las
identidades de cada uno de ellos, ese dios y ese demonio todavía
podían estar juntos en una estera arrugada, riendo y charlando, y
simplemente pasando el rato.

La estera de paja no tenía almohadas, por lo que Hua Cheng usó


su propio brazo, y Xie Lian lo imitó usando su propio brazo
también. Charló casualmente: —El reino de los fantasmas parece
tan ocioso. ¿Nunca necesitan reportar de algo?
Hua Cheng no solo tenía su brazo como almohada, sino que
también cruzó las piernas y respondió: — ¿Reportar a quién? Nos
importa nuestro propio negocio, nadie se molesta con nadie.

El reino de los fantasmas estaba formado por muchas bandas


desorganizadas de almas perdidas y demonios salvajes, por lo
que Xie Lian no se sorprendió.

— ¿Es eso así? Pensé que sería como la corte celestial donde
hay un gobierno central. Entonces, si ese es el caso, ¿has
conocido a algún otro rey demonio antes?

—Lo he hecho —dijo Hua Cheng.

— ¿Incluso el goblin verde Qi Rong?

— ¿Te refieres a esa inferior basura vulgar?

—Bueno, ¿qué le digo a eso? —Pensó Xie Lian, pero no tuvo que
decir nada mientras Hua Cheng continuaba: —Lo saludé y él se
escapó.

Xie Lian sintió que este —saludo— no podía ser tu tipo de saludo
habitual, y por supuesto, Hua Cheng dijo casualmente: —Y luego
recibí el título de Lluvia sangrienta.

—...

Así que cuando mencionó la eliminación del nido de otro demonio,


estaba hablando del Goblin Verde Qi Rong, y este —saludo— fue
una aniquilación. Qué saludo tan extraordinario, pensó Xie Lian.
Se frotó la barbilla y dijo: — ¿Tienes algo contra el goblin verde Qi
Rong?

—Sí. No me gusta su cara —respondió Hua Cheng.


Xie Lian no sabía si reír o llorar, pensando que Hua Cheng desafió
a esos treinta y tres oficiales celestiales porque no le gustaban
sus caras. Aunque, por desgracia, no hizo esa pregunta y solo
dijo: —Todos los cielos lo llaman vulgar, e incluso el reino de los
fantasmas lo rechaza. ¿Es eso cierto?

—Es verdad. Incluso Agua negra está disgustado con él. —


Respondió Hua Cheng.

— ¿Quién es Agua Negra? —Preguntó Xie Lian, y luego recordó:


—Oh, ¿ese es el que se llama Agua negra hundidor de barcos?

—Correcto. También es conocido como Demonio Agua negra


Xuan.

Xie Lian recordó que este Demonio Agua negra Xuan también era
un supremo, pero el Goblin Verde Qi Rong era casi casi un
supremo.

Preguntó, interesado.

— ¿Eres cercano con este Demonio Xuan?

—No — Hua Cheng respondió perezosamente—, no hay muchos


en el reino de los fantasmas con los que sea cercano.

Ahora Xie Lian tenía curiosidad.

— ¿Es eso así? Pensé que tendrías muchos subordinados. ¿Tal


vez nuestra definición de —cercano— es diferente?

Hua Cheng levantó las cejas.

—Sí. En el reino de los fantasmas, los inferiores a supremo no


tienen derecho a hablar conmigo.
Fue una declaración sumamente arrogante, pero Hua Cheng hizo
que suene tan indiscutible y evidente. Xie Lian sonrió suavemente,

—Aunque no sean cercanos, todavía sabes de ellos. Lo tienes


bastante bien en el reino de los fantasmas, solo hay unos tantos
grandes nombres, no como los cielos. Ya hay muchos oficiales
para recordar en la corte superior, y más esperan ascender en la
corte intermedia; son como un océano de nombres Y corres el
riesgo de ofenderlos si no recuerdas sus nombres.

Después de conversar un rato, Xie Lian no quería profundizar


demasiado en el tema para no tocar algo sensible, por lo que
cambió el tema de la diferencia entre los dos reinos. Miró hacia la
puerta de madera cerrada y se preguntó: —BanYue, esa niña, me
pregunto cuándo volverá a entrar.

Las audaces palabras: Quiero salvar el mundo regresaron y


retumbaron en su cabeza, vertiendo un millón de imágenes
caóticas en su mente, y Xie Lian tuvo que empujarlas por la fuerza.
En ese momento, Hua Cheng dijo: —Esas fueron buenas
palabras.

— ¿Cuáles? —Xie Lian preguntó.

—Quiero salvar al mundo, la gente común. —Hua Cheng


respondió tranquilamente.

—...

Xie Lian estaba atónito.

Se dio la vuelta y se acurrucó en un camarón, deseando otro par


de brazos para poder cubrir su rostro y sus orejas, y gimió: —San
Lang...
Hua Cheng parecía haberse acercado un poco más y dijo en tono
serio justo detrás de él: — ¿Hm? ¿Qué hay de malo con esas
palabras?

Hua Cheng no se echaría atrás y Xie Lian no podría ganar contra


él, por lo que se volvió y dijo con impotencia: —Es una tontería.

— ¿A qué hay que temer? —Dijo Hua Cheng. —Para atreverse a


hablar del mundo, salvar o destruir es admirable. El primero es
más difícil que el segundo, por lo que es aún más respetable.

Xie Lian soltó una carcajada y negó con la cabeza: —Para


atreverse a hablar tienes que ser capaz de seguir adelante, y
tienes que lograrlo realmente.

Se cubrió los dos ojos y se recostó.

—Oh, está bien. Supongo que eso no es nada. Lo que dijo


BanYue ya era bastante bueno. Dije cosas más tontas cuando era
aún más joven.

Hua Cheng se rió.

— ¿Oh? ¿Como qué? Vamos a oírlo.

Xie Lian estuvo pensativo por un momento y sonrió suavemente


mientras perseguía sus recuerdos: —Hace muchos, muchos
años, alguien me dijo que ya no podía seguir viviendo. Me
preguntó para qué vivía y qué significaba su vida. —Miró a Hua
Cheng—. ¿Sabes cómo respondí?

Puede que solo fuera la imaginación de Xie Lian, pero parecía que
había luz en los ojos de Hua Cheng. Le preguntó con suavidad:
— ¿Cómo respondiste?

Xie Lian dijo: —Le dije: Si ya no sabes cómo seguir viviendo,


¡entonces vive por mí!
—Si no sabes el significado de tu vida, entonces hazme ese
significado y úsame como la razón para vivir.

—Jaja... —Xie Lian no pudo evitar soltar una pequeña risa y negó
con la cabeza—. Incluso ahora no entiendo lo que estaba
pensando en ese entonces. ¿Cómo tuve el coraje de decirle a
alguien que me haga el significado de su vida?

Hua Cheng se quedó en silencio y Xie Lian continuó.

—Realmente era algo que solo se podía decir en ese entonces.


Hace mucho tiempo, realmente pensé que era invencible y
valiente. Si me pides que diga las mismas palabras ahora, no hay
forma de que alguna vez vuelvan a salir de mis labios.

Xie Lian continuó lentamente: —No sé qué pasó con esa persona
después. Pero convertirme en la razón para vivir de alguien ya es
una gran responsabilidad, ¿cómo me atrevo a hablar del mundo?

El silencio cubrió el santuario de Puji, y después de un rato, San


Lang dijo en voz baja: —Algo así como salvar al mundo, realmente
no importa cómo lo hagas, aunque valiente, es tonto.

—Ajá. —Xie Lian estuvo de acuerdo.

Hua Cheng continuó: —Aunque es tonto, es valiente.

Xie Lian sonrió ante esas palabras, —Gracias.

—De nada —dijo Hua Cheng.

Los dos miraron el amistoso techo del santuario de Puji en un


amistoso silencio, y Hua Cheng habló de nuevo.
—Sabes, solo nos conocemos desde hace tantos días. ¿Está bien
que me digas tanto?
Xie Lian resopló de nuevo y agitó su mano.

— ¿Cuál es el problema? Lo que sea. Los que se conocen desde


hace décadas pueden convertirse en extraños en un día. Nos
hemos encontrado por casualidad, y podemos separarnos por
casualidad. Si nos gustamos, continuaremos encontrándonos; Si
no lo hacemos, nos separaremos. Vayamos más con lo que fluya,
y voy a decir lo que quiera decir.

Hua Cheng se rió por un momento, y de repente dijo: —Si.

Xie Lian volvió la cabeza para mirarlo.

— ¿Si?

Hua Cheng no se dio la vuelta, sino que siguió mirando el techo


en ruinas del santuario, y Xie Lian observó la cara lateral izquierda
del apuesto joven.

Hua Cheng dijo suavemente: —Si yo fuera feo…

— ¿Eh? —Xie Lian se quedó boquiabierto.

Hua Cheng finalmente volvió la cabeza ligeramente.

—Si mi verdadera cara es fea, ¿todavía querrías verla?

Xie Lian se sorprendió: — ¿Lo es? Aunque no hay una razón real,
pero creo que tu verdadera cara no debe ser tan mala.

—Quién sabe —dijo Hua Cheng medio en broma—. ¿Qué pasa si


estoy descolorido, desfigurado, feo, monstruoso y horrible? ¿Qué
harás?
Al principio, Xie Lian pensó que esta línea de preguntas era
bastante fascinante. Entonces, ¿el rey demonio número uno de
estos tiempos, temido por los cielos, se preocupaba por su
apariencia? Pero cuando lo pensó profundamente, ya no le
pareció muy divertido.

Si recordaba correctamente, en las muchas historias de fondo


sobre Hua Cheng, uno había dicho que era un niño desfigurado
desde su nacimiento, o algo así. Si ese fue el caso, entonces él
debía haber crecido discriminado por otros. Tal vez fue por esta
razón que era sensible con su apariencia.

Por lo tanto, Xie Lian masticó sus palabras y dijo: —Sobre eso...

Usó su tono más cálido y sincero: —Para ser honesto, la razón


por la que quiero ver tu verdadera cara es solo porque ahora
somos una especie de amigos, ¿no? Mira, incluso ahora estamos
aquí así... Entonces, si somos amigos, deberíamos ser honestos
el uno con el otro. Así que querer ver tu cara real no tiene nada
que ver con cómo te ves. Por supuesto que no me importaría si...
¿por qué te ríes? Estoy siendo serio.

Cuando Xie Lian llegó al último fragmento de sus palabras, pudo


sentir que el chico a su lado temblaba. Al principio, por un
momento, había pensado ¿son mis palabras tan conmovedoras
para que se haya sentido así? Y estaba demasiado avergonzado
como para darse la vuelta para ver. Pero después de un tiempo,
la risa suave de su lado muy obviamente se filtró. Xie Lian estaba
desanimado.

—San Lang... ¿por qué te ríes tanto?

Hua Cheng inmediatamente dejó de temblar y se dio la vuelta.

—Nada, tiene razón.

Xie Lian se sintió aún más molesto por esas palabras.


—Eres tan insincero...

—Lo prometo, no encontrarás otra persona más sincera que yo


en este mundo —respondió Hua Cheng.

Xie Lian no quería hablar más y tiró a RuoYe. La banda de seda


blanca revoloteaba y aterrizó sobre ellos, y él se dio la vuelta de
espaldas a Hua Cheng.

—No importa. Hora de dormir. Duerme y no hables.

Hua Cheng se rió de nuevo y dijo: —La próxima vez.

A pesar de que estaba decidido a dormir, al escuchar hablar a Hua


Cheng, Xie Lian no pudo evitar responder.

— ¿La próxima vez qué?

Hua Cheng susurró: —La próxima vez que nos veamos, usaré mi
apariencia real para saludarte.

Había mucho que reflexionar sobre esas palabras, y Xie Lian


debería haberlo seguido interrogándolo, pero después de una
larga noche, una incontenible somnolencia lo alcanzó, no podía
aguantar y quedarse profundamente dormido.

A la mañana siguiente, cuando Xie Lian se despertó, el lugar a su


lado estaba vacío.

Tal vez las tormentas de viento lo habían sacado de su ingenio;


Xie Lian sintió un ligero dolor de cabeza. Tropezó para levantarse
y caminó aturdido alrededor del santuario. Cuando abrió la puerta,
no se veían siluetas afuera. El chico en verdad se había ido.
Las hojas caídas habían sido barridas en una pila, y junto a ella
había una pequeña olla de barro. Xie Lian tomó la olla dentro y la
colocó sobre el altar. Había algo de arena que caía sobre la mesa;
debe haber sido arena que trajo del desierto de Gobi. Xie Lian
cerró la puerta, se desnudó y estaba listo para cambiarse. A
medida que se aflojaba el cinturón, de repente descubrió que
parecía haber algo extra en su pecho. Xie Lian levantó la mano
para tocarlo y, justo debajo de su cuello maldito, había una cadena
muy delgada.

La cadena se colgó sin apretar, y Xie Lian la sacó de su cuello.


Era una cadena de plata, delgada y liviana, por lo que no sentía
que había algo en su cuerpo antes. Y colgando de la cadena había
un anillo cristalino.
Capítulo 32: En el Gran Salón Marcial, el príncipe heredero se encuentra con el
príncipe heredero (parte uno)

Xie Lian sabía, este anillo debe ser algo que Hua Cheng dejó
atrás. Lo sostuvo en su mano y lo miró, preguntándose qué podría
ser.

Cuando Xie Lian aún era un príncipe heredero, creció en el palacio


de Xian Le. El reino de XianLe siempre se había deleitado con
hermosos y preciosos objetos; los coleccionistas eran
abundantes, y el palacio mismo era, por supuesto, glorioso y
deslumbrante. Columnas doradas, escalones hastiados, tesoros
innumerables y joyas preciosas, incluso los niños nobles jugaban
con gemas de varios colores como juguetes. Xie Lian estaba
acostumbrado a ver un tesoro, y revisando el anillo, parecía estar
hecho de diamante. Sin embargo, su forma era exquisita; tal vez
incluso el joyero más hábil no podría elaborar la belleza natural
etérea que emanaba. Además, de todos los diamantes que había
visto, esta piedra era extraordinariamente clara, reluciente como
un cristal, fascinante y sublime, lo que se le dificulta determinar
exactamente de qué podría estar hecho.

Sin embargo, incluso si no podía decir de qué estaba hecho el


anillo, era sin duda un elemento de extrema importancia. Además,
si fue encontrado alrededor de su cuello, entonces esto no fue
algo que se cayó accidentalmente, y más que probablemente es
un regalo de Hua Cheng como recuerdo. Xie Lian se sorprendió
un poco al recibir un recuerdo como este. Sonrió suavemente,
decidió cuidarlo bien y la próxima vez que se encontraran le
preguntaría al joven qué significaba el regalo. El único lugar que
poseía era el santuario roto; no había ningún lugar apropiado para
que escondiera un tesoro, así que, después de pensarlo, el mejor
lugar era su persona, y Xie Lian se puso la cadena de plata
alrededor del cuello una vez más.
Después de regresar de recorrer todo el Monte Yu Jun y del Paso
Ban Yue ida y vuelta, Xie Lian quedó en el Santuario Puji
paralizado durante unos días. Si no fuera por algunos de los muy
apasionados aldeanos que habían venido a ofrecer bollos o
gachas de avena, probablemente se quedaría incapacitado por
muchos días más. Fue solo hasta que se sintió bien de nuevo que
Xie Lian volvió a trabajar y hacer recados. Pasó sus días así hasta
que un día, Ling Wen de repente le envió un aviso: Regrese a los
cielos ahora.

A juzgar por su tono, algo malo estaba por caer. Xie Lian podría
adivinar lo que podría ser y prepararse mentalmente.

— ¿Qué está pasando? —Preguntó: — ¿Se trata del paso de Ban


Yue?

—Eso es correcto. —Ling Wen respondió: —Cuando regreses a


los cielos, ven directamente al Gran Salón Marcial.

Al escuchar 'El gran salón marcial', Xie Lian se congeló. Jun Wu


estaba de vuelta.

Después de su tercera ascensión, todavía no había saludado a


Jun Wu. Como el número uno de los Dioses marciales, Jun Wu
dedicaba sus días a cultivar a gran profundidad a puertas cerradas
o a patrullar los reinos, haciendo el mundo seguro y, por lo tanto,
difícil de encontrar. Ahora que Jun Wu había regresado, Xie Lian
debía hacer este viaje a los cielos, y así ascendió una vez más
después de tantos días de descanso.

La corte celestial tenía un camino principal: la Avenida de la


Deidad Marcial. Aunque hubo muchos de estos caminos
construidos en memoria de Jun Wu en el reino mortal, no eran
más que meras sombras y copias del real en los cielos. Xie Lian
caminó por el extenso camino y se dirigió hacia la corte celestial.
En el camino, los numerosos templos de varios dioses llenaron los
jardines del palacio celestial, formando la gran ciudad, cada uno
diferente en estilo y diseño, arquitectura exquisita, jardines,
esculturas y murales. Las auras espirituales se movían alrededor
y, en el suelo, las nubes suaves se difundían con cada paso. En
el camino, había muchos oficiales celestiales apresurados, y
ninguno se atrevió a saludarlo.

A decir verdad, generalmente no había muchos que lo saludaran


cuando visitaba la corte celestial. Sin embargo, no saludar
significa que ningún funcionario le abordará o iniciará alguna
conversación; pero todavía asentirían en reconocimiento como
era apropiado. En este momento, todo el mundo estaba fingiendo
que no estaba allí, como si con solo mirarlo se metieran en
problemas. Si estuvieran frente a él, se apresurarían; si estuvieran
detrás de él, disminuirían su ritmo, dejándose una gran distancia,
temerosos de acercarse. Xie Lian ya estaba acostumbrado a este
tratamiento y no pensó en nada; después de todo, él solamente
arrastró hacia abajo al popular y recién ascendido Pequeño
General Pei. Por supuesto todos se mantendrían alejados de él.

Mientras caminaba, una voz de repente gritó detrás de él: — ¡Su


alteza real!

Xie Lian se sorprendió al escuchar su nombre, curioso que todavía


sería lo suficientemente valiente como para dirigirse a él en un
momento como este. Pero cuando volvió la cabeza hacia atrás, el
oficial subalterno que reclamaba la alteza real se precipitó hacia
él y corrió hacia alguien que caminaba más delante de él. Llamó
mientras corría: — ¡Dios mío, su alteza real! ¿Cómo puedes
olvidar tu pase de travesía yendo al Gran Salón Marcial? ¿Cómo
podrías siquiera entrar?

Así que eso fue todo. Por supuesto, el título su alteza real no
estaba dirigido a él. Hay varios príncipes de la corona en el cielo,
por lo que una confusión no fue nada extraordinario.

Sin embargo, cuando echó un vistazo y vio al otro príncipe


heredero, se detuvo.
Ese joven tenía cejas gruesas y ojos brillantes con una amplia
sonrisa. Esta sonrisa era muy diferente a la de muchos otros
oficiales celestiales; Era una que era pura y genuina sin nada
detrás de ella. Añadió un aire de juventud a su hermoso rostro.
Sin embargo, si un oficial más severo, como Mu Qin, comentara,
probablemente lo llamaría un aire de insensatez. El joven estaba
ataviado con una armadura, orgulloso y heroico; pero esta no le
daba un aire de sangre y batalla, sino que le daba un aire de
nobleza real, franco y brillante.

Xie Lian se detuvo en su paso y miró al joven. Los dos en el frente


sintieron su mirada y se giraron para enfrentarlo. Cuando el oficial
subalterno vio quién era, su expresión cambió de inmediato. Xie
Lian asintió levemente con la cabeza y le sonrió: —Saludos, su
alteza real.

El otro príncipe heredero obviamente era alguien a quien no le


importaban los detalles cotidianos y no reconocía su rostro, así
que cuando vio que alguien lo saludaba, inmediatamente lo
devolvió con una sonrisa brillante y gritó: — ¡Saludos!

El oficial subalterno que estaba a su lado le dio un pequeño


empujón y se apresuró a decir: —Vamos, su alteza. Todavía
tenemos que ir al Gran Salón Marcial.

El joven, todavía sin darse cuenta e inconsciente, se sorprendió


por el repentino impulso: — ¿Por qué me empujas?

Xie Lian soltó una carcajada e inmediatamente cambió su


expresión. El oficial subalterno parecía tener más prisa y urgió: —
¡El Gran Señor probablemente ya nos está esperando, por favor
vámonos, su alteza! El otro príncipe heredero solo pudo darle a
Xie Lian una mirada confusa antes de girarse para irse.
Mientras se alejaban, Xie Lian se quedó donde estaba. Y pronto,
los susurros de funcionarios de un rango inferior flotaron en sus
oídos desde lejos.

—Bueno, eso fue incómodo. El mundo es un lugar tan pequeño.


Pero ambos son oficiales en el cielo, era solo una cuestión de
tiempo. Si me preguntas, el General Nan Yang topándose con el
General Xuan Zhen es un asunto más emocionante

—Jajaja, ¿cuál es la prisa? ¡Estarán chocando entre sí muy


pronto! Todos lo están esperando en el Gran Salón Marcial,
¿verdad?

Entonces, alguien comentó: —No importa si el mundo pequeño,


en realidad son las personas que se comparan entre sí lo más
emocionante. Las personas realmente son tan diferentes unas de
otras; ambos son príncipes de la corona, pero Su Alteza Tai Hua
es verdaderamente noble, y si fuera él, no haría nada vergonzoso,
incluso cuando se cayera en desgracia.

—El reino de Yong An es más próspero que el reino de Xian Le,


después de todo, así que, por supuesto, el príncipe heredero de
Yong An sería más fuerte que el de Xian Le. Cómo crece la hierba
depende de la tierra en la que creció. Lógica simple.

El territorio del norte le pertenece al Palacio de Ming Guan, el dios


marcial Pei Ming; el Palacio Qi Ying del oeste a Quan Yi Zheng;
El palacio del sudeste de Nan Yang a Feng Xin; el palacio del
sudoeste de Xuan Zhen a Mu Qin; y al que pertenece el territorio
oriente es al Palacio de Tai Hua, el dios marcial Lang Qian Qiu.

Lang Qian Qiu, cuando era un mortal, era un príncipe heredero


como Xie Lian. Sin embargo, fue el príncipe heredero de Yong An.
El reino de Yong An fue el país que se construyó durante la caída
de Xian Le, y el fundador de Yong An fue el general rebelde que
asedió con éxito la capital real de Xian Le.
Cuando Xie Lian vagaba en el reino de los mortales, también
había visitado el este y, naturalmente, sabía que el príncipe
heredero de Yong An había ascendido. Como funcionarios
celestiales, sería inevitable que se encontraran, por lo que no
pensó mucho en ello. Tal vez para alguien más, los susurros
murmurados, aunque no realmente susurros, probablemente
nunca se escucharían por temor a represalias. Pero esas palabras
fueron pronunciadas sin temor a que Xie Lian escuchara, tal vez
incluso esperando que sucediera algo emocionante si lo
escuchara, por lo que Xie Lian fingió no haber oído nada, y se
marchó casualmente. En ese momento, otra voz vino desde atrás
y dijo: — ¡Alteza!

— ¿Otra vez no? —Pensó Xie Lian, pero esta vez cuando se dio
la vuelta, fue alguien que se estaba dirigiendo a él de verdad. Ling
Wen, con sus dos ojos oscuros ojerosos y brazos llenos de
pergaminos, se acercó a él: —Todos han ido al Gran Salón
Marcial para la conferencia. Sea más cuidadoso una vez que haya
llegado al pasillo.

Xie Lian entendió.

— ¿Cuál fue la sentencia del Pequeño General Pei?

—Exilio —respondió Ling Wen.

—En realidad no está tan mal. No demasiado severo —pensó Xie


Lian.

El exilio era considerado un —Destierro temporal— para los


funcionarios que cometieron delitos, lo que significa que el término
del castigo era negociable, y aún puede haber oportunidades para
reanudar los deberes. Si un día se descubre que están en su
mejor comportamiento, es posible que sean perdonados; Tal vez
en treinta o cincuenta años, tal vez en cien o doscientos años.
Pero para Xie Lian, —no está tan mal— fue, por supuesto, para
sus estándares. Para el General Pei sería una historia
completamente diferente.

Xie Lian recordó otra cosa y dijo: —Oh sí. Ling Wen, ¿cómo va la
búsqueda del niño con la enfermedad de rostro humano del Monte
Yu Jun? ¿Tienes alguna noticia?

—Lo siento mucho, su alteza. No tengo nada por el momento.


Estamos trabajando en ello —respondió Ling Wen.

Incluso para un funcionario celestial, encontrar una persona en un


mundo tan vasto no era una tarea fácil. Aunque los cielos pueden
ser más rápidos, todavía era solo una diferencia entre diez años
en el reino de los mortales por dos años en los cielos. Xie Lian
solo pudo expresar gratitud.

—Gracias por su arduo trabajo.

En ese momento, llegaron al final de la avenida, y un majestuoso


palacio apareció ante él.

El palacio había permanecido a través de los siglos, sin embargo,


solo mostraba una excelencia duradera, y nada de su antigüedad;
capas de tejas de oro vidriadas piramidadas cegaban con su
centelleo. Xie Lian levantó la cabeza y miró el —Gran Salón
Marcial— debajo del techo dorado, las palabras escritas con
poder y vigor eran exactamente las mismas que hace unos cientos
de años, sin cambios. Bajó la cabeza y entró en el vestíbulo.
Dentro, numerosos oficiales celestiales ya se habían reunido, en
sus propios grupos de dos o tres, de pie en silencio.

Los únicos que pudieron entrar en la sala eran los oficiales


celestiales que habían ascendido definitivamente, todos los hijos
de los cielos imperiales o señores indómitos, cada uno de ellos
lleno de poder espiritual. Se miraban el uno al otro en silencioso
orgullo y juicio, su esplendor abrumador. Pero en ese momento y
lugar, todos contuvieron la respiración, sin atreverse a hacer un
sonido. En el trono, al final del salón, había un dios marcial con
una armadura blanca pura.

Este dios marcial fue refinado y digno, sus ojos se cerraron y sus
labios no hablaron, estaban listos y solemnes. Detrás de él estaba
el magnífico Gran Salón Marcial, pero debajo de sus pies había
un pico nevado blanco puro. Como si sintiera que Xie Lian entraba
en el pasillo, abrió los ojos.

Ese par de ojos eran negros obsidiana pero brillantes y claros,


como si estuvieran formados por la nieve derretida de un lago
congelado durante millones de años. Cuando abrió los ojos, este
dios marcial sonrió suavemente.

—Xian Le, has venido.

Xie Lian bajó la cabeza en una reverencia y no dijo nada.

Cuando Jun Wu abrió la boca, no hizo mucho ruido, pero su


profunda voz hizo eco a través de todo el Gran Salón Marcial.
Entonces, todos los ojos de los funcionarios se centraron en Xie
Lian y él lo supo.
Parece que esta conferencia no era para discutir sobre el
Pequeño General Pei y el escándalo del Paso Ban Yue.
Capítulo 33: En el Gran Salón Marcial, el príncipe heredero se encuentra con el
príncipe heredero (parte dos)

Ling Wen se acercó al trono, vestida de negro y sin una palabra


ni una sonrisa, dibujó una línea a través de una oración en su
memorándum.

—Mi Señor, hay algunos oficiales celestiales patrullado en el reino


mortal, incapaces de regresar.

Jun Wu asintió con la cabeza.

—Ya lo han informado.

Ling Wen reconoció la respuesta, y Jun Wu se dirigió a Xie Lian,


—XianLe, estoy seguro de que sientes curiosidad por saber por
qué has sido convocado aquí hoy.

Xie Lian todavía tenía la cabeza inclinada.

—Puedo adivinar. Sin embargo, había asumido que el asunto con


el Pequeño General Pei ya estaba resuelto.

En ese momento, sonó la voz de un hombre: —Si es un asunto


resuelto, es difícil de decir.

La voz que vino detrás era lírica, y cuando Xie Lian giró la cabeza
para mirar, un dios marcial entró en el gran salón, con la mano en
la empuñadura de su espada, y caminó hacia el frente. Cuando
pasó junto a Xie Lian, se detuvo en sus pasos y abrió los labios.

—Su Alteza Real. He oído mucho sobre usted.

Este dios marcial parecía tener entre veintiséis y veintisiete años,


con gracia y confianza en sus acciones. Mirando su rostro, Xie
Lian pensó que se veía aún más guapo que la estatua que vio
en el Monte Yu Jun, y que es el tipo de guapo que
definitivamente podría robar corazones. Muy del tipo encantador.
Xie Lian no respondió y continuó: —Nuestro pequeño Pei ha
estado a tu cargo.
—Definitivamente lo he ofendido —pensó Xie Lian, y le devolvió
el saludo: —Por favor, no se preocupe por eso. También he oído
mucho sobre usted.

Las palabras: He escuchado mucho sobre usted, ciertamente no


eran una mentira. En los últimos días, Xie Lian hojeó su
pergamino y leyó brevemente las leyendas de algunos de los
oficiales celestiales más famosos, y uno de ellos era el general de
Ming Guan, Pei Ming. Este dios marcial del norte era hábil en la
batalla, pero lo más comentado entre los mortales eran historias
de sus muchos amoríos, buenos y malos, dentro de su vida
desenfrenada. Los buenos, tenían historias en donde Pei Ming
usaba grandes cantidades de oro para ayudar a salvar a una
pobre prostituta de los burdeles, se enamoró de él y se mantuvo
pura y fiel para esperar su regreso. Los malos tenían historias
como Pei Ming cruzando miles de millas para pasar una noche
con una mujer casada. Etc., etc. En algún nivel, Pei Ming era un
hombre poderoso. Después de leer sus historias, Xie Lian pensó
que era increíble que después de tantos años, solo hubiera solo
una Xuan Ji que saliera de esa forma de vida.

Debido a que Pei Ming era hábil tanto en la batalla como en el


amor, a muchos de sus rivales y compañeros les encantaba
maldecirlo a morir, e incluso mejor si moría de sífilis. Pero, su
fuerza vital era dura, y nunca se infectó con nada, incluso después
de las muchas flores que había recogido; él no moriría, ¡e incluso
viviría más tiempo que la mayoría de sus compañeros! Hasta que
finalmente, un día perdió una batalla, ¡y todos se rieron pensando
que al fin había llegado a su fin! Pero luego la iluminación se
estrelló y el trueno rugió: en ese momento de peligro, ascendió a
los cielos.
Los que no murieron en sus manos probablemente murieron de
indignación.

Después de la ascensión, Pei Ming no cambió su estilo de vida y


la escala de sus relatos de promiscuidad se expandió
enormemente. Desde hadas y mujeres oficiales hasta fantasmas
y demonios, siempre que sean hermosas, las tendría. Sin
embargo, su tipo favorito seguía siendo las encantadoras damas
del reino mortal. Muchas historias de amor indecentes lo tenían
como el protagonista masculino principal, y si no fuera por el
método de cultivo de Xie Lian que exigía pureza de cuerpo y
mente, probablemente hubiera leído un par de esos libros solo por
curiosidad.

Por lo tanto, aparte de ser el dios marcial que gobernaba el norte,


el reino mortal también lo adoraba como el Dios del amor. Incluso
algunos funcionarios le rezarían secretamente si se topaban con
él en los cielos, esperando alguna fortuna en el amor. Debía
decirse que, aunque similar, ese título era definitivamente mejor
que el título injustificado de Feng Xin, Ju Yang.

Todos los funcionarios celestiales presentes en el salón sabían en


sus corazones lo que significaba cada uno de los: He escuchado
mucho sobre usted, y muchos rugieron de risa en sus cabezas.
Después de las bromas, Xie Lian dijo: — ¿Qué quiere decir el
General Pei con: No necesariamente resuelto?

Pei Ming chasqueó los dedos y un cadáver flotando en el aire


apareció de repente en medio del gran salón.

Estrictamente hablando, este cuerpo flotante era una cáscara


vacía. No tenía alma, estaba completamente vacío por dentro y
cubierto de sangre de pies a cabeza, por lo que no era diferente a
un cadáver. Que algo así apareciera ante una multitud elegante
como los oficiales celestiales fue un shock. Jun Wu no comentó y
solo miró. Su trono puede ser alto, pero cuando miró a los
oficiales, no emitió un aire de condescendencia. Majestuoso y
digno, pero no por encima de todo.

—General Pei, ¿cuál es el significado de esto? —Preguntó Xie


Lian.

—Hace unos días fui a visitar al pequeño Pei, y él mencionó algo


interesante. —Pei Ming respondió.

En el momento en que abrió la boca, Xie Lian pudo adivinar lo que


iba a decir.

Pei Ming caminó alrededor de Xie Lian y sonrió.

—Estoy bastante familiarizado con las habilidades del pequeño


Pei… Incluso si los poderes de su clon se reducen y no se parecen
en nada a su verdadero yo, todavía es bastante competente.
Todavía es capaz de luchar de manera uniforme con una
amenaza. Sin embargo, me dijo que había un mortal que fue
capaz de golpearlo hasta el punto en que tuvo que ceder. Ahora,
¿no es eso interesante?

Pei Ming continuó: —Le pregunté, y él me dijo más.


Aparentemente, en ese momento, había un joven vestido de rojo
junto a su alteza real mientras estaba en el Paso de BanYue.

Al escuchar las palabras, vestido de rojo, todos los oficiales


presentes cambiaron de cara. Y las siguientes palabras de Pei
Ming los inquietaron a todos. Él dijo: —Y este joven, en la
oscuridad, fue capaz de erradicar a todos los amenazantes
soldados Ban Yue en un instante.

—Ahora, su alteza real. ¿Podría aclararnos quién podría ser este


joven vestido de rojo?
Si no era una amenaza, entonces debe ser un supremo. Y uno
que podría matar a cientos de 'amenaza' en un instante; Un joven
vestido de rojo.

Al descartar tantos indicios, cualquiera podría adivinar a dónde iba


esto y quién era ese joven. Sin embargo, nadie quería ser el
primero en decir el nombre.

Xie Lian se frotó la frente, pensó en sus palabras y dijo


antinaturalmente: — ¿En serio? Sobre eso. Realmente no lo
recuerdo bien. También había una caravana que estaba atrapada
en el paso de BanYue, y pasamos unos días juntos, así que tal
vez fue alguien de la caravana.

Pei Ming sonrió: —Su alteza real, sus palabras son muy diferentes
a las de Pei Su. Según el pequeño Pei, tú y ese joven eran
anormalmente cercanos, no como alguien a quien solo has
conocido durante unos pocos días. ¿Cómo no se acuerda?

No, tú estás equivocado. Eso era verdad. Realmente solo fueron


unos pocos días —pensó Xie Lian. Sin embargo, su expresión no
decía nada.

Justo en ese momento, un cultivador vestido de blanco agitó


casualmente su escobillón de cola de caballo y dijo: —General
Pei, solo ha escuchado el lado de la historia del pequeño Pei. Él
ha cometido un crimen; actualmente se encuentra detenido y
pronto será exiliado. Si sus palabras van a ser creídas, primero
necesitan ser contrastadas, ¿no?

—Entonces veremos si el general Nan Yang y el general Xuan


Zhen pueden ayudarnos —respondió Pei Ming.

Siguiendo su línea de visión, Xie Lian encontró a Feng Xin y Mu


Qin, parados por separado en las esquinas suroeste y sureste de
la sala.
Feng Xin todavía se veía igual que en sus recuerdos; parado alto
y recto, sus ojos decididos, y las cejas siempre ligeramente
fruncidas, como si siempre hubiera algo que lo molestara, pero en
realidad no estaba molesto en absoluto. Mu Qin por otro lado, era
algo diferente de lo que recordaba. Su rostro todavía estaba pálido
como la tiza sin mucha sangre, con sus finos labios fruncidos, y
sus ojos entornados, sin embargo, había un aire fresco de no me
hables rodeándolo. Se quedó de pie con los brazos cruzados, un
dedo en la mano derecha golpeó suavemente su codo izquierdo,
viéndose como si estuviera a gusto, o más bien como si estuviera
tramando algo. Los dos eran definitivamente hombres guapos,
pero cada uno tenía sus propios defectos. Al escuchar que Pei
Ming los llamaba, ambos miraron hacia Jun Wu al mismo tiempo.
Solo después que Jun Wu asintió levemente con la cabeza,
avanzaron lentamente.

Esta fue la primera vez desde la tercera ascensión de Xie Lian


que se había encontrado cara a cara con ellos dos. Podía sentir
las miradas sobre ellos volviéndose más salvajes.

Lo salvaje era inevitable. El Gran Salón Marcial era el palacio


marcial número uno del cielo; Los oficiales no celestiales no tenían
derechos de entrada para discutir asuntos. La primera vez que el
príncipe heredero de XianLe ascendió, Feng Xin y Mu Qin fueron
sus generales. En ese momento, solo eran funcionarios de bajo
rango de la corte intermedia sin el derecho de hacer recados
dentro del Gran Salón Marcial. Y ahora, los oficiales subalternos
no solo podían estar en el pasillo, sino que su clasificación era
incluso más alta que la de su antiguo Señor, ¡un verdadero cambio
de suerte! No había manera de que esto no fuera un espectáculo
emocionante. Los tres se miraron entre sí, los ojos recorrían
ciegamente todo el lugar, mirándose el uno al otro pero fingiendo
que no les importaba, sin saber qué pensaba el otro. Sin embargo,
Xie Lian casi podía adivinar por qué Pei Ming los había pedido
ayuda.
Como se sospechaba, Pei Ming dijo: —El general Nan Yang y el
general Xuan Zhen han peleado con Hua Cheng antes. Estoy
seguro de que tienen la autoridad para hablar sobre el arma de
esa persona.

Así que el punto de traer la cáscara vacía de A-Zhao era que todos
inspeccionaran sus heridas. Feng Xin y Mu Qin se acercaron
lentamente al cuerpo flotante. El mismo Xie Lian dio unos pasos
hacia adelante para echar un vistazo, pero había tanta sangre
oscureciendo los puntos negros que era difícil decir algo. Los otros
dos, con cara austera, se tomaron su tiempo en su inspección.
Finalmente, levantaron la cabeza y se miraron, ninguno de los dos
quería hablar primero.

Ling Wen los vio pelear entre sí mismos con sus ojos, pero
negándose a hablar, y no pudo más. Se aclaró la garganta desde
al lado del trono.

—Generales. ¿Conclusión?

Finalmente, fue Feng Xin quien habló primero. Con voz baja, dijo:
—Es él.

—La cimitarra E-Ming —agregó Mu Qin.

La cimitarra E-Ming era la misma arma monstruosa que Hua


Cheng había usado cuando desafió y destruyó singularmente a
los treinta y tres funcionarios, destruyendo su alma y su dignidad.

Dentro del Gran Salón Marcial, los oficiales celestiales


comenzaron a hablar entre ellos en voz baja, los ojos mirando a
Xie Lian eran ilegibles. Pei Ming había logrado su objetivo: —Si el
joven vestido de rojo que viajaba junto a su alteza real era el
mismo que esa persona, entonces todo este asunto debe ser
reexaminado.
El cultivador vestido de blanco de antes habló otra vez: —General
Pei, ¿está diciendo que su alteza real, el príncipe heredero de
XianLe, colaboró con un Rey Demonio Supremo específicamente
para destruir al Pequeño General Pei?

En las dos ocasiones en que el cultivador habló, él estaba del lado


de Xie Lian, así que tuvo que echar un vistazo quién era
exactamente este curioso compañero cultivador. Lo que vio fue un
cultivador con ojos claros y brillantes; Tenía un escobillón de cola
de caballo entre los brazos, una espada larga que llevaba en la
espalda y un abanico plegable en su cinturón blanco desgastado.
Su forma era graciosa y elegante, su expresión alegre. Parecía
familiar, pero Xie Lian no podía recordar cuándo había conocido
a alguien así.

Pei Ming lo miró también y sonrió.

—Qing Xuan, no pelee conmigo por esto, esta vez.

El cultivador vestido de blanco hizo una reverencia y dijo: —Oh,


¿entendí mal? Lo siento, General Pei, no se lo tome en serio. Mi
error, mi error.

El gesto fue muy falso, obviamente. La sonrisa de Pei Ming era


una que un anciano usaría cuando no querían tratar con niños;
sacudió la cabeza y saludó, retirando la cáscara vacía flotante que
era A-Zhao. Se dio la vuelta y continuó su argumento: —Puede
que no sea colusión. Solo que esa persona es poderosa y
malvada, quién sabe si podría haber usado trucos engañosos
para cegar a su alteza real. Por lo tanto, me temo que este asunto
necesita ser resuelto. Sería genial si su alteza real pudiera traer a
la Sacerdotisa Principal de Ban Yue que ha escondido para hacer
más preguntas.

La intención detrás de la solicitud era hacer que Hua Cheng fuera


el verdadero autor del caos de Ban Yue. Si trajeran a BanYue ante
el tribunal celestial para interrogarla, entonces los resultados
finales serían muy diferentes.

Xie Lian esbozó una pequeña sonrisa: —General Pei, aunque no


me crea, aún debe creer en la Señora del Viento. 23 De vuelta en
el Pozo de los pecadores, el Pequeño General Pei admitió el delito
de atraer a los transeúntes al paso de Ban Yue con su clon, y la
Señora del Viento lo escuchó todo.

Pei Ming miró al cultivador vestido de blanco.

Xie Lian continuó: —Además, ya que los dos estamos aquí en el


Gran Salón Marcial, puede muy bien preguntarle a Su Majestad si
tengo rastros de algún hechizo engañoso.

Todos los oficiales miraron a Jun Wu. La expresión del Gran Dios
permaneció calmada y sin cambiar, lo que significa que Xie Lian
podía continuar. Así, los funcionarios volvieron a mirar a los dos.
Xie Lian continuó: —General Pei, mantengamos las cosas claras
y separadas. No hablemos de si el joven con el que viajé era Hua
Cheng o no, e incluso si se confirmó que era Hua Cheng, no tiene
nada que ver con lo que el Pequeño General Pei ha hecho.

Su expresión era compuesta y neutral cuando se pronunció el


nombre, pero muchos en el pasillo tenían escalofríos que les
corrían por la espalda. Pei Ming lo miró fijamente y de repente
sonrió. Estaba a punto de discutir y Xie Lian estaba listo para
responder cuando Jun Wu habló: —Esto es suficiente.

En el momento en que habló, Pei Ming detuvo su disputa y se


inclinó.

Jun Wu habló lánguidamente: —Como Pei Su había admitido sus


crímenes y no difieren de la confesión de Ke Mo, entonces el
asunto del Paso Ban Yue está resuelto.

23
En chino este título no tiene género, en español, como sabemos todo es o
femenino o masculino.
Después de un poco de silencio, Pei Ming reconoció: —Sí, Mi
Señor.

Xie Lian respiró aliviado, pero Pei Ming continuó: —Pero Nan
Yang y Xuan Zhen han demostrado que las heridas en esa
cáscara vacía fueron infligidas por la cimitarra E-Ming.

—Ese es otro asunto —respondió Jun Wu.

—Oremos, Su Majestad investigará este asunto —dijo Pei Ming.

—Obviamente voy a investigar. Ming Guan y sus otras deidades


no tienen por qué preocuparse. Después de una pausa, Jun Wu
continuó: — Todos pueden retirarse por hoy. XianLe, quédese.

Parecía que Xie Lian sería interrogado personalmente. Si ese era


el caso, Pei Ming no tenía nada más que decir. Xie Lian tampoco
tuvo nada más que decir, e inclinó la cabeza.

—Sí, Mi Señor.

Despedidos, los otros oficiales celestiales salieron en sus grupos


de dos o tres. Cuando Feng Xin pasó, miró a Xie Lian como si
tuviera algo que decir, pero se detuvo. Xie Lian le sonrió y se
sobresaltó antes de apresurarse. Mu Qin, sin embargo, pasó
caminando sin escatimar una mirada, como si Xie Lian nunca
hubiera existido. El cultivador vestido de blanco se acercó con su
escobillón en la mano y con una gran sonrisa listo para hablar
cuando Pei Ming, con una mano en su empuñadura y otra
frotándose la nariz, también se acercó y dijo impotente: —Qing
Xuan, por el bien de su hermano, ¿puede no generar problemas?

La sonrisa desapareció de la cara del cultivador vestido de blanco.

—General Pei, no hay necesidad de usar a mi hermano contra mí,


no le tengo miedo.
—Tú... —Pei Ming estaba furioso pero no podía hacer nada.
Finalmente, lo señaló: —Tú... Realmente has destruido al
pequeño Pei ahora.

El cultivador vestido de blanco agitó su escobillón salvajemente.

—Eso algo que hizo el pequeño Pei, ¡no tiene nada que ver
conmigo!

Mirando como si no quisiera seguir discutiendo con Pei Ming, el


cultivador vestido de blanco salió corriendo. Xie Lian pensó que
Pei Ming iba a quedarse para burlarse más de él, pero no lo hizo
y salió del salón voluntariamente. En realidad fue el príncipe
heredero de Yong An el que se quedó. Xie Lian tenía curiosidad,
¿por qué se quedó? Cuando Xie Lian se acercó, este tipo tenía
los ojos cerrados, ¡se quedó dormido rápidamente mientras
estaba de pie!

Xie Lian no sabía si reír o llorar, y tocó suavemente los hombros


del joven.

—Su alteza. ¿Su Alteza?

Lang Qian Qiu se despertó con una sacudida.

— ¡¿Qué ha pasado?!

—No ha pasado nada. La conferencia ha terminado —explicó Xie


Lian.

Acabando de despertarse, Lang Qian Qiu todavía estaba un poco


aturdido y preguntó confundido: — ¿Se acabó? ¿Así? ¿Qué
discutimos todos? No escuché nada.

—Si no escuchó nada, entonces no se preocupe —dijo Xie Lian—


. No fue nada importante de todos modos. Ven, hora de volver.
—Oh.

Lang Qian Qiu se fue, pero cuando llegó a las puertas miró hacia
atrás, todavía confundido. Xie Lian lo saludó con una sonrisa.

Cuando finalmente todos se fueron, Xie Lian se dio vuelta


lentamente. Jun Wu tenía las manos detrás de la espalda y
descendía del trono.

—La cimitarra E-Ming.

Xie Lian se enderezó.

—Asi que. ¿Qué está pasando? —Preguntó Jun Wu.

Xie Lian lo miró y se arrodilló.


Notas de la autora MXTX:

En este texto, para convertirse en un dios, primero hay que


convertirse en un héroe, que es uno que es especial entre los
mortales. Sólo un mortal correctamente ascendido puede
convertirse en un funcionario celestial. ¿Cómo se convierten sus
sirvientes en funcionarios propios? Tienen dos opciones: primero
tienen que ser adeptos a una habilidad particular, y entrar en el
rango de Marcial o Literatura. En segundo lugar tienen que tener
la suerte. Si tienen buena suerte, entonces hay una buena
posibilidad. Si encuentran al azar alguna poción espiritual al lado
del camino, eso también funciona.
Los oficiales en el tribunal intermedio son los que el tribunal
superior impuso como generales o sirvientes. Básicamente, si
estás en buenos términos con las grandes armas, te pueden
ayudar. Aunque no es un oficial de pleno derecho, todavía eres
parte de los cielos. Así que hay todo tipo de personas. Entonces,
digamos que un oficial celestial tuvo una relación cercana contigo
o si pensaron que tienes un futuro brillante, te promoverán
primero. Mientras tengas la habilidad y la oportunidad, ¡tú también
puedes convertirte en una gran deidad!
Capítulo 34: En el Gran Salón Marcial, el príncipe heredero se encuentra con el
príncipe heredero (parte tres)

Antes de que las rodillas de Xie Lian tocaran el suelo, Jun Wu


extendió una mano y sostuvo su codo, evitando que se arrodillara.
Suspiró.

—XianLe.

Xie Lian se enderezó una vez más y bajó la cabeza.

—Lo siento.

Jun Wu lo miró.

—Entonces, ¿admites que tienes la culpa?

—Lo hago —respondió Xie Lian.

—Entonces, ¿por qué no me dices dónde está la falla? —Dijo Jun


Wu. Xie Lian se quedó en silencio y Jun Wu sacudió la cabeza—
. No pensé que lo sabrías.

El Gran Dios inclinó la cabeza, haciendo un gesto a Xie Lian para


que lo siguiera, y los dos caminaron lentamente hacia las cámaras
detrás del pasillo. Mientras caminaban, Jun Wu, con las manos
acunadas en el frente, comentó: —XianLe ya ha crecido.

Xie Lian no se atrevió a hablar sobre ese comentario. Jun Wu


continuó: —Has ascendido desde hace algún tiempo, pero ni una
sola vez te has reportado en el Gran Salón Marcial. Si alguien más
fuera tan impertinente, el palacio de Ling Wen los habría
perseguido directamente.
Después de su tercera ascensión, Xie Lian no se había atrevido a
ver a Jun Wu en el Gran Salón Marcial ya que no sabía cómo
enfrentarse al Gran Señor, así que postergó y se tomó su tiempo.
Por supuesto, el Lo siento, anteriormente no estaba dirigido a este
asunto, y Jun Wu estaba al tanto.

—Si tu disculpa fue por lo que sucedió en el pasado, entonces


déjalo ir, lo rechazo. Tú mismo lo habías dicho: el pasado es el
pasado, y deberíamos olvidar lo que deberíamos dejar atrás.

Xie Lian hizo una mueca.

— ¿Cómo podría olvidar?

—Entonces mira hacia el futuro. Todavía hay mucho para lo que


te necesitamos.

Xie Lian se frotó la frente.

—XianLe no es más que un humilde dios de la basura sin poder.


Nadie me necesita. Sólo pido no ser una carga.

— ¿Por qué te desprecias? ¿No te desempeñaste


espléndidamente en los últimos dos casos? —Dijo Jun Wu.

—Pero he ofendido al General Pei.

—Ming Guan está bien, no tienes que preocuparte por él —


respondió Jun Wu. Pero hablando del General Pei, ahora
debemos conversar sobre el tema de Hua Cheng. La cimitarra E-
ming. La Lluvia Sangrienta que busca la Flor. Dime, ¿con quién te
involucraste cuando descendiste esta vez?

Xie Lian se aclaró suavemente la garganta.


—Mi señor, le juro que no hice nada. Solo, un día por casualidad
me encontré con un niño interesante en el camino y pasamos un
tiempo juntos. No pensé mucho en eso.

Jun Wu asintió.

—Encuentro casual, niño, Rey Demonio Supremo. XianLe, si Ming


Guan te cuestionara más y confesaras esto frente a los otros
oficiales, ¿sabes cuáles serían las consecuencias?

—XianLe lo sabe. —Xie Lian respondió tristemente: —Pero la


verdad es así. Si otros no creen en mis palabras honestas, no hay
nada que pueda hacer. No me atreví a ser sincero delante de
ellos, así que estoy agradecido por la intervención de Mi Señor.

—Naturalmente, sé que no te coludirías intencionalmente con el


reino de los fantasmas —dijo Jun Wu.

—Estoy agradecido por la confianza de Mi Señor —respondió Xie


Lian.

—Sin embargo, con las cosas así, puede que ya no sea apropiado
enviarte a investigar un asunto importante que ha surgido.

— ¿Qué es? —Xie Lian preguntó.

En este momento, los dos habían llegado a la cámara detrás del


gran salón. El gran salón y la cámara trasera estaban separados
por un gran mural, el frente representaba el palacio dorado que se
alzaba a través de un mar de nubes, radiante y brillante. La parte
posterior del mural era otra que mostraba montañas y valles de
más de diez mil millas.

Xie Lian miró el mural. En el mapa había muchas perlas pequeñas


como estrellas, y cada una marcaba un Gran Templo Marcial en
el reino mortal. Una perla incrustada en el mapa significa que allí
se construyó un Gran Templo Marcial. Hace ochocientos años,
cuando Jun Wu llevó al Xie Lian que había ascendido por primera
vez a la cámara trasera, las estrellas perlas en el mural no eran
tan densas, pero ahora, las brillantes joyas parecían
abundantemente engendradas, abrumadoras en su resplandor.

Jun Wu se paró frente al mural y dijo: —Hace siete días, muchos


vieron con sus propios ojos, un dragón de fuego que se elevó
abruptamente hacia el cielo desde un bosque en el este.

La cara de Xie Lian cambió al escuchar esas palabras.

Jun Wu, con una mano detrás de su espalda, usó la otra y golpeó
suavemente el mural una vez: —El dragón de fuego duró dos
inciensos antes de quemarse. ¿Sabes lo que eso significa?

—El hechizo para el Dragón de Fuego Ascendente emite llamas


intensas que no dañan. Es una llamada de ayuda —respondió Xie
Lian.

—Eso es correcto. Fue un llamado de ayuda, y vino de un oficial


celestial —dijo Jun Wu.

—No es una llamada ordinaria de ayuda, es de desesperación —


agregó Xie Lian.

Este hechizo del Dragón de Fuego Ascendente, con sus llamas


intensas que no harían daño, tomó una inmensa cantidad de
poder, y si el oficial que lo lanzaba no tenía cuidado, muy bien
podría explotar y destruir su núcleo espiritual. Por lo tanto, si no
fuera por desesperación, muy pocos irían por este camino. Ahora
que había sucedido, significaba que un oficial celestial había caído
en grave peligro.

— ¿Hay algún oficial que haya desaparecido recientemente? —


Preguntó Xie Lian.
—El asunto con el paso de Ban Yue no fue la única razón por la
que todos los oficiales fueron convocados nuevamente al tribunal
esta vez. El propósito principal era aprovechar esta oportunidad
para investigar el paradero de todos. Aparte de aquellos que
usualmente no se muestran como el Señor de la lluvia y el Señor
de la Tierra, incluso aquellos que no pudieron regresar se
reportaron.

Después de pensarlo un poco, Xie Lian especuló: — ¿Tal vez no


fue ninguno de los oficiales de esta era? ¿Podría ser alguno de
los retirados?

—Si ese es el caso, entonces me temo que nuestros perímetros


se expandirán en gran medida. Muchos de los oficiales retirados
han perdido el contacto con los cielos. Sería difícil determinar
quién está en peligro —dijo Jun Wu.

Entonces, probablemente esta fue la razón por la que Ling Wen y


muchos de los oficiales de literatura tenían ojeras bajo sus ojos;
estaban ocupados trabajando en este caso, y ciertamente no
tendrían tiempo para investigar a ese chico con la enfermedad de
rostro humano de Monte Yu Jun.

—Para arrinconar a un oficial celestial hasta el punto de usar un


hechizo tan autodestructivo, debe ser el producto de un gran mal.
¿Hay reuniones demoníacas o guaridas en esa área?

—Lo hay —respondió Jun Wu. Se volvió hacia Xie Lian—. ¿Sabes
de la Ciudad Fantasma?

Xie Lian lo pensó y respondió: —Sí.

La Ciudad Fantasma era el lugar más próspero dentro del reino


de los fantasmas, situado justo en la encrucijada de los reinos de
los mortales y los fantasmas. Fue donde todos los tipos de
espíritus, fantasmas, demonios y monstruos se reúnen como
enjambres para realizar comercio e intercambios. Los cultivadores
de ciertos niveles también irían a hacer negocios o buscarían
información. A veces, también habría oficiales celestiales
disfrazados, mezclados por razones de curiosidad u otras razones
desconocidas. Por supuesto, también estaban aquellos que
entrarían por error y serían devorados vivos o asustados.

Siempre ha habido muchos cuentos de la Ciudad Fantasma en el


reino mortal desde tiempos históricos. Xie Lian recordó que una
de las historias tenía a un hombre que viajaba por la noche y veía
un mercado lleno de gente con grandes linternas rojas y letreros
coloridos. Entró en el mercado con gran ánimo, pero descubrió
que todos los que lo rodeaban tenían una máscara, y si no
estaban con capucha, eran extremadamente feos, muy curiosos.
No lo pensó mucho, compró un tazón de fideos y se sentó a
comer, pero mientras comía, la comida no se sentía bien, y
cuando miró de cerca, ¡los fideos en realidad estaban
retorciéndose en mechones de cabello!

Xie Lian regresó al presente y Jun Wu continuó: —Después de


ver esa columna de fuego, envié a los oficiales a investigar ese
bosque de inmediato. Sin embargo, lo que haya allí debe haberse
movido rápido, y cuando llegaron no había rastro de nada
sospechoso. Me preocupa que la otra parte esté aún más
protegida, así que esta vez, necesito a alguien que descienda en
secreto y explore la Ciudad Fantasma.

—No podemos alertar al enemigo y hacer que se mueva de


nuevo. ¿Es por eso que esto no se puede discutir abiertamente
en el gran salón con todo el mundo y dejar que muchos se
enteren? —Dijo Xie Lian.

—Eso es correcto —respondió Jun Wu.

—Entonces, Mi Señor, por favor, dale a XianLe el mando.


—El primer candidato que tenía en mente era originalmente tú —
dijo Jun Wu—, pero por esto, puede ser un inconveniente para ti
ir.

— ¿Cómo sería inconveniente? —Preguntó Xie Lian.

—Primero, el este está gobernado por Lang Qian Qiu. Si debes ir,
debes cooperar con él —dijo Jun Wu.

— ¿Era solo eso? —Xie Lian respondió: —Eso no será un


problema, por favor, no te preocupes.

—Segundo —continuó Jun Wu—. ¿Sabes de quién es el territorio


sobre el cual la Ciudad Fantasma se ubica?

Sorprendido, Xie Lian dijo, inseguro: — ¿Es Hua Cheng?

Jun Wu asintió levemente con la cabeza. Xie Lian de repente se


sintió cómodo y se frotó la frente, pero algo más le vino a la mente.

Esa columna de fuego en el bosque oriental ardió hace siete días.


Casualmente, fue hace siete días cuando Hua Cheng abandonó
el santuario de Puji. El momento fue exacto. ¿Hubo una conexión
entre los dos eventos?

—Parece que tu relación con él no es mala. Jun Wu dijo: —Si te


topas con él accidentalmente, todo puede estar bien. Sin
embargo, si él tiene alguna conexión con este caso, si te sientes
incómodo no te fuerces. Si tienes alguna otra sugerencia, házmelo
saber.

Después de un momento de silencio, Xie Lian dijo: —Iré.

Jun Wu lo miró.

—XianLe, sé que eres muy capaz y sabes lo que estás haciendo.


Sin embargo, también sé que siempre piensas lo mejor de todos.
Al escuchar sus palabras, Xie Lian le dio una pequeña sonrisa: —
Por favor, no lo diga como si fuera una princesa que nunca se ha
ido de casa. Esas palabras realmente ya no me calzan.

Jun Wu todavía negó con la cabeza: —No debería comentar sobre


los amigos que haces, pero aun así te diré esto: ten cuidado con
Hua Cheng.

Xie Lian bajó la cabeza en una reverencia y no dijo nada. Él


debería haber respondido con: Sí, Mi Señor; después de todo,
todo es un hábito por ahora. Sin embargo, de alguna manera, él
realmente no quería decir ese: Sí.

—Especialmente de esa cimitarra malvada E-Ming. No dejes que


te inflija ninguna herida. —Jun Wu continuó.

— ¿Qué pasa con la cimitarra? —Preguntó Xie Lian, curioso.

—Las heridas infligidas por la cimitarra malvada E-Ming están


todas malditas. Incluso cuando esté curado, si Hua Cheng lo
deseara, sangrarán una vez más —respondió Jun Wu.

Xie Lian no podía decir de dónde venía su repentina oleada de


confianza, pero no creía que Hua Cheng lo iría a lastimar en
absoluto. Aun así, respondió: —XianLe entiende.

Jun Wu asintió de nuevo: —Una vez que tomes este caso,


naturalmente estaré tranquilo. Si no te sientes incómodo, incluso
mejor. Pero aun así, ir a esta misión solo puede ser demasiado.
¿Hay otros oficiales que quisieras que yo designara para este
caso?

—Realmente no importa. —Xie Lian dijo después de pensar un


poco—. Pero preferiblemente alguien con quién sea fácil llevarse
bien. Sería bueno si es poderoso para que puedan prestarme algo
de poder espiritual de vez en cuando.
Jun Wu sonrió: —Tachaste a Nan Yang y Xuan Zhen con la
primera condición.

En verdad, nadie podía decir que el Feng Xin y Mu Qin ahora eran
personalidades con las que era fácil llevarse bien, y Xie Lian
también sonrió.

— ¿Cómo va entre ustedes tres? ¿Ya has hablado con ellos? —


Preguntó Jun Wu. El Gran Dios mismo nunca entró en la red de
comunicación, y por lo tanto, naturalmente, no se percató de las
animadas charlas entre los oficiales.

—Hablamos unas pocas palabras —respondió Xie Lian.

—Han pasado tantos años y, sin embargo, ¿solo han hablado


unas pocas palabras? —Jun Wu preguntó: —Oh, eso es correcto.
Escuché que cuando ascendiste esta vez, destruiste muchos de
los palacios y propiedades de tus colegas oficiales, y uno de ellos
fue Nan Feng.

Xie Lian se aclaró la garganta y aprovechó esta oportunidad para


explicarse: — ¡Yo pagué esa deuda! ¡Los ocho millones
ochocientos ochenta mil méritos! Y por esto, necesito agradecer
a Mi Señor por darme la oportunidad de ir al Monte Yu Jun.

—Gracias a Nan Feng —respondió Jun Wu, —escuché a Ling


Wen decir que fue él quien se acercó a ella en privado para limpiar
su deuda del costo de su reconstrucción.

Xie Lian estaba aturdido.

—Esto... no sabía nada de esto en absoluto.

No es de extrañar que esos ochocientos ochenta mil méritos


fueran tan fácilmente devueltos; Mucho de eso ya había sido
perdonado. Sin embargo, en ese momento, era el palacio de Nan
Yang el que estaba más dañado; dicen que la mitad del techo
dorado se había derrumbado.

—Nan Yang se aseguró de que Ling Wen no te lo dijera, así que


naturalmente no lo sabías. Como él no quería que lo supieras,
entonces sería mejor seguir fingiendo ser ignorante —dijo Jun Wu.

Xie Lian no sabía cómo sentirse al respecto. Complicado y


agridulce, su mente estaba nublada por todas partes. Por fin,
suspiró silenciosamente y pensó: —Verdaderamente, en este
mundo, las palabras; no se lo digas a nadie, están vacías.

Jun Wu contempló y luego dijo: —Si Nan Yang y Xuan Zhen no lo


hacen, ¿qué tal el Señor del Viento?

Xie Lian reflexionó sobre la opción: —La Señora del Viento es


buena, pero no sé si ella querría ir a esta misión conmigo.

—El Señor del Viento es poderoso —dijo Jun Wu—. Una persona
alegre que disfruta hacer amigos y, por lo tanto, cumple con su
primera condición de fácil de tratar. Después del asunto con
BanYue, el Señor del Viento también tuvo una buena impresión
de ti. Creo que ustedes dos estarán bien. Si no tienes más
preguntas, desciende con el Señor del Viento e investiga la
Ciudad Fantasma. También…

— ¿Sí?

Jun Wu dijo lánguidamente: —Trabaja duro, pero no te fuerces.

Xie Lian se sobresaltó con esas palabras y sonrió: — ¿Qué está


diciendo Mi Señor? No me estoy forzando.

Jun Wu palmeó los hombros de Xie Lian y no dijo otra palabra.

Los dos pasaron otros momentos discutiendo otros asuntos


administrativos antes de que Jun Wu convocara al Señor del
Viento y despidiera a Xie Lian. Dejando el Gran Salón Marcial, Xie
Lian estuvo un buen momento junto a las puertas, mirando
alrededor, antes de que finalmente siguiera la Avenida de la
Deidad Marcial para salir de la corte celestial.

Después de llegar a la escalera celestial que conducía al reino


mortal, vagó por esperar a la Señora del Viento. Pero después de
un tiempo, la que apareció no era la cultivadora de dama vestida
de blanco, sino otro cultivador vestido de blanco.

El cultivador brillaba, con un aura espiritual en abundancia que lo


rodeaba, era el de la conferencia en el Gran Salón Marcial, Qing
Xuan. Agitó su escobillón y sonrió,

— ¡Saludos, su alteza!

Xie Lian le devolvió la sonrisa: —Saludos, compañero cultivador.

A decir verdad, realmente quería preguntarle cuál era su título,


pero pensó que sería grosero hacerlo. Estaba a punto de echar
un vistazo a su pergamino para ver a qué oficial celestial se
llamaba Qing Xuan cuando la persona en cuestión se acercó a él
y exclamó: — ¡Vamos! Vamos a echar un vistazo al inframundo.

Xie Lian se sorprendió: —Mi amigo, estoy esperando a alguien.

Al escuchar esto, el cultivador colocó su batidor en el cuello


trasero de su túnica exterior y se dio la vuelta con asombro: — ¿A
quién estás esperando?

—Estoy esperando a la Señora del Viento —respondió Xie Lian.

El cultivador vestido blanco parecía aún más confundido.

— ¿Estoy aquí?
—... —Las cejas de Xie Lian saltaron—. ¿Eres la Señora del
Viento?

El otro abrió de golpe su abanico y comenzó a ventilar: —Soy el


Señor del viento, ¿qué hay que sospechar? ¿No sabías quién era
yo? ¿Nunca has oído hablar de mi nombre: El Señor del viento
Qing Xuan?

Su tono era irrefutable y absoluto, como si que Xie Lian no supiera


que su nombre era algo imposible de suceder. El abanico plegable
tenía la palabra para el viento —Feng— escrita de manera
sesgada en el frente, la parte trasera tenía tres líneas inclinadas
dibujadas: ¡exactamente el mismo abanico que tenía la dama
cultivadora de blanco en la mano!

Xie Lian recordó de repente; Fu Yao había mencionado que


algunos oficiales celestiales de la corte superior, en circunstancias
especiales, tienen la capacidad de transformar su apariencia.
Mientras estaba en Ban Yue, Nan Feng también había
pronunciado una oración incompleta: —La Señora del Viento
siempre había sido...

¿Siempre había sido? ¿Había sido qué?

¡¿Un hombre?!

Después de ser arrastrado por unos pocos pasos, Xie Lian aún no
pudo procesar completamente esta información.

—Um... Señor del Viento, usted, usted, ¿por qué se disfrazó de


mujer la última vez?

— ¿Qué? ¿No era hermosa? —Preguntó el Señor del viento.

— ¿Sí? Pero... —Xie Lian todavía estaba confundido.


—Si yo era bella entonces no hay peros ¡Mientras me viera bien!
—El Señor del Viento sonrió alegremente—. ¡Por supuesto que
es porque me vería bien que me disfracé!

Habiendo dicho eso, parecía que repentinamente había tenido a


una idea, y cerró su abanico. Le dio a Xie Lian una vez más con
una mirada calculadora, y habló después de un momento: —
Hablando de eso, ¿no tenemos que estar encubiertos para esta
misión a la Ciudad Fantasma?

— ¿…?

Capítulo 35: ¡Entra a la Ciudad Fantasma! Encuentro con el Rey Demonio


Muy avergonzado, no fue hasta cuatro horas más tarde que Xie
Lian tuvo tiempo de echar un vistazo a su pergamino y finalmente
aprendió la historia detrás de este Señor del Viento.

Los Señores de los Cinco Elementos de los cielos usaron sus


títulos para reemplazar sus apellidos. Por ejemplo, antes de que
el Señor de la Tierra ascendiera, su nombre mortal era Ming Yi.
Después de la ascensión, iba a ser llamado: El Señor de la Tierra
Yi. En cuanto al Señor del Viento, su antiguo nombre era Shi Qing
Xuan, y después de la ascensión fue llamado: El Señor del Viento
Qing Xuan. Muy apropiado para su título, su personalidad era
como el viento; era sociable y generoso, sin pensar en detalle
mezquino y muy popular en el cielo, ya que aparentemente para
él era fácil regalar diez mil méritos en la matriz de comunicación.
Pero al final del día, como su hermano mayor era el dios que
controlaba la riqueza mortal, por supuesto, el Señor del Viento era
generoso y carecía de detalles mezquinos.

De hecho, el hermano mayor del Señor del Viento Qing Xuan fue
el llamado: El Agua Tiránica, el Señor del Agua Wu Du.

Bajando juntos al inframundo, los dos dioses caminaban lado a


lado, charlando mientras viajaban. Xie Lian cruzó los brazos y dijo
asombrado: —La familia Pei que produjo dos generales
ascendidos bajo un mismo nombre ya era una leyenda, pero usted
y su hermano, uno viento y uno agua, ascendiendo al mismo
tiempo, son verdaderamente una historia de maravillas.

Se debe saber que incluso en un millón de personas puede que


no haya alguien que tenga la capacidad de ascender. Pei Ming y
Pei Su estuvieron separados por unos pocos cientos de años, y
Pei Su ni siquiera era el descendiente directo; era de la rama de
la familia de los hermanos de Pei Ming que era quién sabe cuántas
veces removida a través de las generaciones. El Señor del Agua
Wu Du y el Señor del Viento Qing Xuan eran hermanos
relacionados con la sangre real, un par real de oficiales
ascendidos de la misma casa, por lo tanto verdaderamente
increíble.

Shi Qing Xuan se echó a reír.

—No es nada. Mi hermano y yo nacimos de la misma madre,


crecimos juntos, fuimos a la escuela juntos, nos cultivamos juntos,
así que naturalmente ascenderíamos juntos.

Xie Lian también se enteró de esto cuando estaba leyendo su


pergamino más temprano. Shi Wu Du ascendió primero, pero
después de solo unos pocos años, su hermano Shi Qing Xuan
también pasó con éxito una calamidad celestial. Los mortales a
menudo adoran a los dos oficiales celestiales juntos en el mismo
templo y los elogian como iguales. Era obvio que los dos
hermanos disfrutaban de una buena relación. Como lo
mencionaron San Lang y Nan Feng, el Señor del agua debe ser
la razón por la que Pei Ming no tocaba al Señor del viento.
Después de todo, el hermano del Agua Tiránica no era fácil de
tratar.

Llegando a este punto, Xie Lian pensó en otro detalle y lo


consideró antes de preguntar: —Lord Señor del Viento, en el Gran
Salón Marcial antes, la forma en que le habló el General Pei
sonaba como si compartiera una amistad con su hermano. La
acusación que presentó contra el Pequeño General Pei ¿no
afectaría la relación...?

—Nah. —Shi Qing Xuan respondió: —Mi hermano ya sabe que


no soporto a Pei Ming.

—Saber es una cosa, la acción es otra —dijo Xie Lian. — ¿No


causaría todo esto una ruptura entre el Señor del Agua y el
General Pei?
— ¡Si eso causara una ruptura, aún mejor! Desearía que mi
hermano dejara de salir con él y dejara el apodo de Los Tres
Tumores detrás un día —dijo Shi Qing Xuan.

Xie Lian se detuvo.

— ¿Qué 'Tres Tumores'?

Shi Qing Xuan dijo asombrado: — ¡Qué! ¿Usted tampoco sabe


acerca de esto? Está bien, lo que sea. Ahora sé que no está al día
con nada. Puede escuchar para que se ría. Los Tres Tumores es
el apodo que reciben los tres oficiales celestiales que no tienen
una buena reputación pero que tienen una buena relación entre
ellos, y son Ming Guan, Ling Wen y mi hermano.

—No puedo creer que no sean Xie Lian, Xie Lian y Xie Lian —
pensó Xie Lian.

Shi Qing Xuan agitó su abanico y continuó: —Incluso si no puedo


soportarlo, todo el asunto esta vez fue iniciado por el pequeño Pei.
No hay manera de que yo deje que Pei Ming culpe de esto esto a
la Sacerdotisa Principal de Ban Yue y proteja al Pequeño Pei. No
importa si eres mortal, un dios o un demonio, tienes que ser
responsable de tus propias acciones. Intimidar a una niña es bajo.

La última línea fue pronunciada con desprecio, y Xie Lian sonrió.

—El Señor del viento es un defensor de la justicia.

Shi Qing Xuan se rió.

— ¡Usted tampoco es malo! He escuchado rumores sobre el paso


de Ban Yue aquí y allá, pero nunca tuve tiempo para investigar;
Además, mi hermano me gritaría sobre eso. Con tanto en mi plato,
lo había olvidado. Cuando lo oí preguntar sobre esto en la matriz
de comunicación el otro día, me recordó que había un caso así, y
fui a comprobarlo. Resulta que no solo lo preguntó, ¡sino que
también había ido! Así que pensé, ¡vaya, qué chico!

Este Señor del viento ciertamente tenía una personalidad


extremadamente directa e interesante, y Xie Lian podía entender
por qué era tan popular en el cielo. No había pensado que
después de la ascensión podría ser capaz de entablar una
amistad con un oficial celestial como este, y no pudo evitar sonreír
alegremente. Pero justo cuando giraba la cabeza para enfrentarlo,
el cultivador vestido de blanco a su lado se transformó en una
dama de blanco. Fue tan repentino que Xie Lian casi tropezó en
su paso.

—Lord Señor del Viento, ¿por qué la repentina transformación?

—Oh. A decir verdad, en realidad soy más poderoso en esta forma


—respondió Shi Qing Xuan.

Como se mencionó anteriormente, el Señor del Viento y el Señor


del Agua a menudo fueron adorados juntos. Sin embargo, esto
también produjo un extraño accidente. Quizás la gente pensó que
adorar a dos dioses masculinos juntos en un templo era extraño.
Hombres y mujeres van de la mano, guapo y hermosa hacen una
pareja, así debería ser. Así, después de un tiempo, alguien en
algún lugar esculpió al Señor del Viento como una diosa.

No importaba la estatua de la diosa, tenían que inventar historias


para acompañarla, algo así como los dioses del viento y el agua
solían ser hermanos y hermanas; Incluso hay una versión en la
que eran marido y mujer. Después de unos pocos cientos de años,
las historias se difundieron y de ellas surgieron leyendas aún más
extravagantes. De vez en cuando, los dos oficiales leían los
cuentos por curiosidad, pero cada vez se quejarían y les daría la
piel de gallina.
No obstante, hubo más que muchos que creyeron en esas
historias escandalosas, y el género del Señor del Viento comenzó
a confundirse; —Mi Señora, cuida de mí, se podía escuchar por
todo el lugar. Así, Shi Qing Xuan ganó el apodo de Señora del
Viento.

Aunque era una tontería, en realidad no era tan raro que ocurriera.
Ling Wen, por ejemplo, también tuvo una experiencia similar. Ling
Wen era una dama oficial, pero no se vestía de forma colorida y
elegante como las otras deidades mujeres. Estaba a menudo de
negro, seria y competente, y pasaba sus días trabajando
locamente a través de pilas y montones de pergaminos
administrativos en su palacio. Aunque su personalidad era en
parte culpable, pero en gran parte se debía a otra razón. Si uno
debe preguntar a algún mortal: ¿Es Ling Wen un hombre o una
mujer? Cualquiera respondería con confianza: Un hombre.

Un Dios de la literatura es, por supuesto, un hombre. Sólo por


esto, cuando Ling Wen ascendió, sufrió desventajas. Era una
diosa de la literatura, pero muchos en el mundo mortal pensaban:
¿cómo pueden las mujeres estar en esa posición? ¿Cómo podrían
las damas asegurar la buena fortuna en la competencia literaria?
¡No debe ser efectivo! Por lo tanto, aunque trabajó mucho, todavía
tenía muy pocos devotos. Más tarde, algunos de los devotos no
pudieron superarlo, y reconstruyeron sus estatuas en dioses
masculinos, transformándola de la Diosa Ling Wen a Dios Ling
Wen, e incluso inventaron un conjunto completo de historias
extravagantes. Después de este cambio, sus templos se volvieron
prósperos y todos elogiaron la eficacia del Dios Ling Wen. Pero la
verdad era que un oficial era un oficial, los poderes espirituales
eran todos iguales y las leyendas eran todas falsas. Pero la gente
se los creyó. Desde entonces, cuando Ling Wen necesitaba
aparecer en sueños, solo podía hacerlo en forma masculina.

Por la misma lógica, la gente creía que era más apropiado adorar
a un hombre y una mujer como pareja en los templos del viento y
el agua. ¿A quién le importaba si fueras un dios o un demonio?
Debes aparecer como la gente creía. Las apariencias podrían ser
diferentes por un millón de millas y la gente todavía vería lo que
querían ver. Los oficiales celestiales de la corte superior ya no se
preocupaban por este tipo de cosas.

En cuanto al propio Shi Qing Xuan, por las propias observaciones


de Xie Lian, no parecía importarle en absoluto. De hecho, estaba
completamente inmerso y divirtiéndose, e incluso engañaba
apasionadamente a otros, haciendo que Xie Lian se preguntara
acerca de la verdadera identidad de la dama de negro que estuvo
con el Señor del viento la última vez. En las cuatro horas que
pasaron viajando juntos al inframundo, Shi Qing Xuan había
intentado incansablemente persuadir a Xie Lian para que se
disfrazara de mujer, con razones muy convincentes como Las
mujeres tienen auras más fuertes de yin24, por lo tanto, mucho
más fáciles de ocultar en las multitudes de Ciudad Fantasma.

Xie Lian lo pensó y rechazó la idea: —No tengo suficientes


poderes para transformarme.

— ¡Le prestaré mis poderes! —Shi Qing Xuan respondió


emocionado: —Esa es la razón por la que el Gran Señor me
designó para esta misión, ¿no?

—Mi Señor, por favor, guarde sus poderes para cuando estemos
realmente luchando contra el enemigo...

Shi Qing Xuan no pudo persuadir a Xie Lian, y dejó de presionar.


En este momento, los dos habían llegado a un campo salvaje en
medio de la nada. La noche había finalizado y los cuervos lloraban
enloquecidos en la oscuridad, creando una atmósfera
espeluznante. Xie Lian miró a su alrededor y dijo: —Debe estar
aquí. Hay muchas auras malvadas en el aire y un gran cementerio

24 Yin de Yin Yang - Yin representa las sombras y la feminidad.


cerca, seguro que atraparemos una o dos que van al mercado.
Vamos a seguir cuando llegue el momento.

Así, los dos se pusieron en cuclillas sobre una tumba y esperaron.

Un momento después, Shi Qing Xuan puso una mano en una


manga para hurgar y sacó una pequeña jarra de alcohol.

— ¿Quieres un poco?

Xie Lian alcanzó la jarra y tomó un pequeño sorbo, sintiendo que


le ardía la garganta, y le devolvió la jarra.

—Gracias.

Shi Qing Xuan tomó la jarra y tragó dos veces: — ¿No puedes
beber?

—Puedo —respondió Xie Lian, —pero beber causa locura, así


que solo un gusto es suficiente. ¿Qué hora es?

Shi Qing Xuan zumbó y respondió: —Es medianoche.

—Debe ser pronto entonces —dijo Xie Lian.

Justo cuando terminó su oración, una débil fila de luz apareció en


lo profundo del bosque a lo lejos.

Esa débil fila de luz se acercó lentamente, hasta que finalmente


los dos pudieron ver que era un grupo de mujeres sin expresión
vestidas de blanco, caminando en una línea. Algunos son viejos,
otros son jóvenes, otros hermosos, algunos feos, cada uno con el
traje de funeral, una linterna blanca en la mano, caminando a un
ritmo fácil.

Deben ser los fantasmas femeninos que se dirigen a los mercados


en la noche profunda.
—Vamos a seguirlas —dijo Xie Lian en voz baja.

Shi Qing Xuan asintió, tomó un último trago de la jarra y lo tiró a


un lado. Los dos se levantaron y se arrastraron casualmente
detrás del grupo de fantasmas.

Los dos ya se habían preparado de antemano y borraron toda su


aura espiritual; cuando caminaban eran como personas con forma
de troncos sin olor a vida. La banda de fantasmas femeninas que
tenían ante ellos sostenían sus linternas blancas y seguían un
camino desconocido en el bosque oscuro, paseando mientras
charlaban en voz alta y delicada.

— ¡Estoy tan contenta de que el mercado de fantasmas haya


abierto de nuevo! ¡Necesito un facial! —Dijo una.

— ¿Qué le pasó a tu cara? ¿No acabas de recibirte un tratamiento


facial? —Respondió otra.

El primero respondió: — ¡Se pudrió de nuevo! ¡Ah, el que me


atendió la última vez dijo que estaba garantizada la frescura por
un año! Ni siquiera ha pasado medio año.

Xie Lian y Shi Qing Xuan las siguieron, escucharon sus


conversaciones y no dijeron una sola palabra. Cuando
escuchaban algo gracioso, solo levantaban sus labios y se
miraban. Después de aproximadamente una hora, el grupo llegó
a un valle.

Vieron una luz roja emitida desde lo profundo del valle, y flotando
en la noche etérea parecía haber música. Xie Lian se volvió cada
vez más curioso por finalmente ver por sí mismo cómo era la
Ciudad Fantasma. Sin embargo, cuando entraban en el valle, la
última en la línea de fantasmas de repente volvió la cabeza y los
descubrió. Confundida, ella preguntó: — ¿Quiénes son ustedes
dos?
La pregunta hizo que todas las cabezas de rostro pálido giraran,
y las mujeres los rodeaban, curiosas.

— ¿Cuándo empezaron a seguirnos? Esos dos no formaban parte


del grupo cuando dejamos el cementerio.

— ¿De qué cementerio vienen? ¿Cómo es que nunca hemos visto


us caras antes?

Xie Lian se aclaró la garganta: —Nosotros... venimos de un


cementerio mucho más lejos, así que, por supuesto, nunca nos
has visto.

Shi Qing Xuan también sonrió.

— ¡Eso es correcto! Venimos de miles de kilómetros,


especialmente para el mercado fantasma.

El grupo de mujeres fantasmas vestidas de blanco estaban en


silencio, y los miraron inexpresivamente. Si fueran alguien más,
probablemente caerían al suelo temblando de miedo. Xie Lian no
temía que sus identidades fueran expuestas; estos débiles
fantasmas salvajes no tenían poder sobre ellos. Sin embargo, la
Ciudad Fantasma está justo ante sus ojos, no sería prudente
comenzar algo tan cerca del objetivo para que no alerten a su
enemigo.

En ese momento, una de las mujeres que miraba a Shi Qing Xuan
movió lentamente sus labios.

—Mei mei25, su cara está muy bien mantenida —dijo.

Xie Lian y Shi Qing Xuan se detuvieron.

25
Mei mei es una dirección familiar para la hermana pequeña
Inmediatamente, los dos asintieron unas cuantas veces. Xie Lian
respondió: —Está bien, no está mal. —Y Shi Qing Xuan copió su
tono y dijo: —Bastante bien, ¿verdad?

Todos los fantasmas femeninos se acercaron y comenzaron una


discusión: —Sí, nada de podridos.

—Mei mei, ¿dónde te hiciste tus faciales?

— ¿Tienes algún truco?

— ¿Puedes recomendar un lugar?

Shi Qing Xuan no sabía cómo responder, y solo se rió torpemente


para retrasar la respuesta. En ese momento, el grupo se dio la
vuelta y un repentino brillo carmesí brilló en sus ojos.

Un mundo misterioso y embrujado se abrió ante ellos.

Apareció una calle larga. Era tan larga que no había un final a la
vista. A lo largo de la calle había todo tipo de tiendas bulliciosas y
puestos; se colgaron coloridos carteles en lo alto y linternas rojas
gigantes. Los peatones llenaron la calle, usaban máscaras con el
rostro llorando, riendo, enojados; Algunos humanos, otros no
humanos. Aquellos sin máscaras solo podrían ser descritos como
extraños. Algunos tienen cabezas grandes y cuerpos pequeños,
algunos delgados como una vara de bambú, otros planos como
un panqueque presionado en el suelo, permitiendo que los
peatones caminen sobre ellos mientras se quejaban.

Xie Lian tuvo cuidado de no pisar nada extraño. Cuando pasó por
un puesto de comida, vio que el dueño del puesto usaba un hueso
gigante para revolver una olla gigante de sopa, y mientras lo
agitaba, salpicaba saliva entre los dientes, esta goteaba en la
sopa, y en esa sopa llena de extraños colores flotaban muchos en
un globo ocular. Xie Lian miró y de repente ganó confianza.
En el otro lado, había músicos callejeros extraños actuando: un
hombre corpulento tenía un pequeño fantasma, débil como un
polluelo en su agarre, y el hombre abrió la boca para soplar llamas
masivas para asar al pequeño fantasma mientras chillaba como
un cerdo moribundo, retorciéndose. La multitud aplaudió y chilló,
gritando; otra vez. Incluso había locos individuos que lanzaban
dinero al aire al azar, y cuando un puñado voló delante de Xie
Lian, él tomó uno y lo volteó, era dinero de los muertos, como
pensó.

Mientras caminaba, había un puesto de carnicero con una fila de


cabezas humanas decapitadas y colgadas, fueron colgadas por
orden de edad, como se indica en sus etiquetas de precio; la
cabeza de un niño era tanto, la carne de un joven era otro tanto,
la carne de un hombre adulto costaba tanta cantidad, los tendones
de una mujer madura costaban mucho, etc. El que vestía un
delantal con un cuchillo de carnicero en la mano era un jabalí con
negro cabello grueso; y debajo de su cuchillo, siendo masacrada,
era una pierna humana musculosa, todavía temblando.

Esto era verdaderamente un enjambre de maldad, el caos del


infierno.

Los seres humanos matando a los cerdos eran algo común, pero
cerdos mutilando humanos no, por lo que Xie Lian no podía evitar
echar un vistazo adicional. El jabalí notó que miraba y reaccionó
de inmediato: — ¿Qué estás mirando? ¿Vas a comprar?

Xie Lian negó con la cabeza.

—No.

El jabalí carnicero continuó picando violentamente sobre la tabla


de cortar, salpicando sangre por todas partes. Gritó, con voz
áspera: — ¡Si no vas a comprar, entonces no mires! ¿Estás
jodidamente tratando de crear problemas? ¡Sal de aquí!
Xie Lian salió de allí. Pero justo cuando sus pasos se aceleraron,
de repente se dio cuenta de que algo estaba muy mal.

Ese grupo de mujeres fantasmas y Shi Qing Xuan había


desaparecido.

En shock, Xie Lian quería conectarse con el Señor del Viento


inmediatamente en la matriz de comunicación, temiendo que los
fantasmas lo arrastraron para hacer tratamientos faciales. Sin
embargo, esta era la Ciudad Fantasma, y los hechizos utilizados
por el cielo estaban fuertemente restringidos. La conexión a la
matriz no funcionó, por lo que tuvo que vagar por las calles en
busca del perdido Señor del Viento. Mientras caminaba, alguien
lo agarró de repente. Ya alerta y tenso, Xie Lian reaccionó
instantáneamente.

— ¿Quién es?

La que lo detuvo fue una mujer, y se sorprendió por la reacción de


Xie Lian. Pero después de ver su rostro con claridad, ella comenzó
a reírse, tímidamente.

—Oye, pequeño Gege. Usted se ve bastante apuesto.

Esta mujer estaba en un vestido sumamente revelador, su


maquillaje terriblemente exagerado, la base blanca desigual, y
cuando abría la boca, se le caían grumos de la cara. Sus senos
estaban llenos como si algo estuviera rellenándolos.
Verdaderamente, una vista impactante. Xie Lian apartó
suavemente sus delgados dedos como garras y dijo: —Mi señora
dama, no hay necesidad de hablar así.

La mujer se sorprendió y se echó a reír: — ¡Querido señor! ¿Mi


señora dama? ¿Quién diablos todavía me llama dama en esta
época? ¡Jajajajajaja!
Todos los transeúntes parecían pensar que también era gracioso
y se echaron a reír. Xie Lian negó con la cabeza, pero antes de
que pudiera hablar, la mujer se abalanzó sobre él: — ¡No te vayas!
Pequeño Gege, me gustas. Ven y diviértete conmigo toda la
noche, ¡no pediré un pago! —Hizo un puchero y le guiñó un ojo—
. Pero voy a cobrar Jejejejeje...

Xie Lian suspiró y oró interiormente, y gentil pero firmemente la


empujó. Dijo amablemente: —Mi señora dama, por favor.

La mujer parecía molesta ahora y gritó: —Deja de llamarme


'dama', ¡a nadie le importa! Deja de perder mi tiempo, ¿vienes o
no?

Para tentar a Xie Lian aún más, la mujer de repente desató su


camisa ya reveladora. Xie Lian no estaba preparado para
enfrentar un movimiento tan atrevido y suspiró de nuevo antes de
darse la vuelta y continuar su camino. La fantasma femenina lo
persiguió y continuó su seducción: — ¿Te gusta lo que ves?

Lo que ella no sabía era que Xie Lian había crecido en el Pabellón
Sagrado Real, practicando la abstinencia durante la mayor parte
de su vida mortal, y su cuerpo y mente siempre habían estado tan
firmes como las montañas. No importaba lo que viera, su corazón
era como agua sin gas; cualquier cosa impropia lo haría cantar
sutras26 automáticamente en su mente, calmando su espíritu. Sin
éxito en su tentación, la expresión de la fantasma femenina
cambió, y ella comenzó a gritar: — ¿No quieres nada de esto?
¿Eres siquiera un hombre?

Xie Lian continuó apartando la vista de ella y respondió: —Lo soy.

— ¡Entonces demuéstralo! —Gritó la mujer fantasma.

26A todos los sutras —incluso aquellos que no salieron de boca de Buda—, se les considera
buddha vachana (‘palabra de Buda’)
Desde el costado, un transeúnte se burló.

— ¡Puta! Él piensa que eres vieja y fea, y que no quiere nada


contigo. ¿Por qué eres tan pegajosa?

Al escuchar esas palabras, Xie Lian respondió con una cara seria:
—No es eso. Es porque tengo un problema. No puedo ponerme
erecto.

Todos se callaron.

Entonces, en un instante, todos se rieron a carcajadas: —


JAJAJAJAJAAJAJAJAJA

Esta vez, Xie Lian se convirtió en víctima del ridículo. Nadie había
conocido a un hombre que fuera lo suficientemente valiente como
para anunciar al mundo que tiene ese problema. Sin embargo,
para alguien como Xie Lian, no importaba si su miembro privado
era funcional o no, por lo que ya desarrolló el hábito de usar eso
como una excusa para salir de este tipo de situaciones. Y era un
método que funcionaba cada vez. Efectivamente, la mujer
fantasma volvió a ponerse la camisa y dejó de aferrarse a él.

—No es de extrañar que seas así. Qué cerdo. Si tienes un


problema, ¿por qué no lo dijiste antes? ¡Pfft!

No muy lejos detrás de ellos, el carnicero de jabalí tiró su cuchillo


de nuevo y gritó: — ¡Maldita puta! ¿Qué es lo que dices? ¿Qué
pasa con los cerdos?

La fantasma femenina no estaba asustada y gritó de vuelta: —


¿Qué pasa con los cerdos? ¡Malditos animales!

Pronto la calle larga se llenó de gritos y graznidos, la gente gritaba:


— ¡Esa fantasma femenina Lan Chang está empezando a joder
de nuevo!
— ¡El carnicero Zhu es un fantasma degollador!

Los dos lados zumbaban de un lado a otro, ruidosos y caóticos, y


en medio de ese pandemónium, Xie Lian escapó. Después de
caminar un poco, miró hacia donde estaba la multitud y suspiró.

Xie Lian siguió caminando y pronto se encontró con otra multitud


ruidosa por delante, y se detuvo frente a un gigantesco edificio
rojo.

Este edificio era extraordinariamente grandioso e imponente; Sus


columnas, techos, paredes, todo estaba en un magnífico rojo
brillante, y los pisos estaban cubiertos por una alfombra gruesa y
exquisita. Si debe compararse, este edificio estaba a la par con
los palacios celestiales. La única diferencia era que era más
deslumbrante que digno. Las grandes multitudes entraban y
salían por la puerta, y adentro, estaba bastante animado, lleno de
voces altas y excitadas. En una mirada más meticulosa, Xie Lian
descubrió que este lugar era la Guarida del Apostador.

Xie Lian caminó hacia la puerta, y en dos columnas en la entrada


tenía un juego de versos. La izquierda decía: Dinero sobre la vida,
y la derecha: Ganancia sobre dignidad. En la columna superior
horizontal decía: JAJAJAJAJA.

—…

Eran feos y rudos, no era dignos de ser versos de entrada 27. La


caligrafía también era salvaje, torpe y frenética; Una desgracia
para llamarlo caligrafía en absoluto. Era como si alguien tomara
un cepillo mientras estaba ebrio, y garabateara con mala
intención, y las palabras fueran atacadas por un aura maligna
antes de que se formaran así. Xie Lian fue una vez heredero del
trono, y su caligrafía fue enseñada por los mejores Señors de la

27Los versos de entrada son tres líneas de poesía que expresan el significado / tema del establecimiento, o
simplemente para la buena suerte. Una línea a cada lado de la puerta y una sobre la parte superior .
tierra. Los caracteres que vio ante él ahora eran una verdadera
tragedia. De hecho, los personajes eran tan infernales que Xie
Lian empezaba a pensar que eran algo graciosos y negó con la
cabeza.

El Señor del Vieto no estaría jugando por aquí; él tendría una


mejor oportunidad buscando en los salones de belleza para los
fantasmas femeninos.

Iba a pasar de la Guarida del Apostador, pero algo lo hizo


reconsiderar, y después de unos pocos pasos, se dio la vuelta y
entró en el edificio rojo.

En la sala principal de la Sala de los Jugadores, las multitudes se


llenaron hasta el borde; innumerables cabezas moviéndose, risas
y gritos desesperados abarrotaban el aire. Xie Lian descendió
unos pocos pasos cuando de repente oyó gritos, y cuando miró
hacia dónde venían, cuatro guardias enmascarados se acercaban
cargando a otro.

Ese hombre sufría, se retorcía y aullaba mientras lo cargaban, y


le seguía un rastro de sangre. Resultaba que, sus dos piernas
estaban cortadas limpiamente de las rodillas, y la sangre brotaba
de los restos. Un pequeño fantasma lo siguió de cerca, y lamió
con avidez toda la sangre en el suelo a medida que avanzaban.

Era una visión aterradora, pero nadie en la Guarida del Apostador


echó un vistazo, y siguieron gritando y animando, dando vueltas.
Aunque, por supuesto, muchos de los que juegan aquí no eran
personas, y si lo fueran, entonces no son humanos ordinarios.

Xie Lian deslizó su cuerpo para dejar pasar a los cuatro guardias
que llevaban al hombre, y luego continuó avanzando. Una
pequeña asistente con una máscara burlona se le acercó y le dio
la bienvenida: —Señor, ¿está aquí para jugar?
Xie Lian esbozó una pequeña sonrisa: —No tengo dinero
conmigo. ¿Te importa si solo miro?

Según su experiencia, por lo general, si pronuncia esas palabras


en cualquier establecimiento, lo botan. ¿Por qué entrarías sin
dinero? Sin embargo, la pequeña asistente seguía riendo.

—No tener dinero no es un problema. Aquellos que juegan aquí


realmente no usan el dinero para apostar.

— ¿En serio? —Xie Lian preguntó.

La pequeña asistente se tapó la boca.

—De verdad. Señor, ¿por qué no vienes conmigo?

Ella le hizo señas a Xie Lian, y se marchó. Xie Lian la siguió sin
decir una palabra, pero observó cuidadosamente alrededor.

La Guarida del Apostador desde adentro hacia afuera era


extremadamente extravagante y elegante, pero no huachafo; Era
un edificio lleno de buen gusto. La pequeña asistenta llevó a Xie
Lian a la parte trasera de la sala principal, allí había una mesa
larga que estaba llena como sardinas. Xie Lian solo se acercó y
escuchó a un hombre gritar: — ¡Apuesto mi brazo!

Había demasiados espectadores, Xie Lian no podía atravesar, y


solo podía escuchar desde fuera de la multitud. De repente, otra
voz sonó, respondiendo perezosamente.

—No es necesario. No importa tu brazo Incluso tu vida de mierda


no vale nada aquí.

Al escuchar la voz, el corazón de Xie Lian saltó.

En silencio dijo el nombre: —San Lang.


Lo que escuchó fue en verdad la voz de ese joven. Sin embargo,
era un poco más profundo de lo que recordaba.

Sin embargo, fue por esto que sonó aún más agradable para los
oídos. Aunque estaba rodeado de bulliciosos ruidos, la voz aún
sonaba fuerte y clara a través del ruido de la Guarida del
Apostador y en sus oídos.

Xie Lian levantó la cabeza y descubrió que detrás de la mesa larga


había una cortina. Y detrás de la cortina, podía ver una débil
silueta roja, recostada tranquilamente en una silla larga.
Capítulo 36: Admirando a la Flor a través de nubes rojas, un corazón lleno de
simpatía (parte uno)

Las palabras que salieron de la boca de Hua Cheng fueron


extremadamente condescendientes y descorteses. Pero en el
momento en que habló, el hombre en cuestión permitió la burla de
todos y no se atrevió a responder. La asistente que llevó a Xie
Lian a la larga mesa sonrió.

—Joven Señor, tienes mucha suerte hoy.

Xie Lian nunca apartó su mirada de la larga mesa.

— ¿Por qué lo dice?

—Nuestro señor está aquí para jugar —la asistente respondió: —


Es solo en los últimos días que tuvo ganas de venir, así que ¿no
es esta buena suerte?

Por su tono, Xie Lian pudo decir que la asistente tenía un gran
respeto por el señor y lo idolizaba, como si solo verlo fuera el
mayor honor. Xie Lian no pudo evitar sonreír.

La cortina era ligera y ondulante, la silueta roja cautivadora. Frente


a la cortina roja había un par de mujeres encantadoras que
miraban la mesa de juego, componiendo una imagen de glamour
y sensualidad. Al principio, Xie Lian se contentó con solo mirar
desde el fondo , pero en el momento en que escuchó la voz de
Hua Cheng, comenzó a empujarse entre la multitud sigilosamente.
Finalmente, llegó a la mesa y vio al hombre que estaba
apostando.

Era un humano real. Xie Lian no se sorprendió, ya que se sabía


que dentro de la Ciudad Fantasma no solo había fantasmas, sino
que también había muchos cultivadores con una habilidad
considerable y, a veces, simples mortales que buscaban su propia
muerte. El hombre de apostaba llevaba puesta una máscara, pero
sus dos ojos eran visibles, estaban abultados y cubiertos de rojo
como si estuvieran sangrando, sus labios estaban pálidos como
si no hubiera visto el sol en días. Era la imagen de un fantasma
más que cualquier otro fantasma presente.

Sus dos manos estaban apretadas con fuerza sobre una taza de
dados de madera negra sobre la mesa, y después de contenerse
por un momento, gritó desesperado: —Pero... ¿por qué el otro
hombre pudo apostar ambas piernas?

Uno de los croupiers28 detrás de la cortina roja sonrió: —Él solía


ser un bandido aclamado, conocido por su ligero trabajo de pies y
su capacidad para volar a donde quiera que iba. Era el punto
crucial de su vida, por lo que sus piernas eran tan dignas como
una apuesta. No eres ni un artesano ni un médico; ¿qué valor
tiene tu brazo?

El hombre apretó los dientes: —Entonces... ¡apuesto los diez años


de vida de mi única hija!

Xie Lian se sorprendió al escuchar esas palabras y pensó: —


¿Dónde diablos hay un padre que esté dispuesto a apostar por la
vida de sus hijos? ¿Es eso posible?

Detrás de la cortina, Hua Cheng solo resopló.

—Muy bien.

Por esa respuesta, Xie Lian no podía decir si era su imaginación,


pero podía sentir frialdad de esas palabras. Pero luego agregó
mentalmente: —San Lang siempre había dicho que su fortuna era
buena y que todos sus palos de fortuna le daban la mejor suerte.

28 Es la persona que controla las actividades que suceden en la apuesta


Si él apuesta con este hombre, ¿no ganaría y le quitaría diez años
de vida a la hija de ese hombre?

Estaba pensando en esos pensamientos cuando el croupier


anunció dulcemente: —Par será una pérdida; las impar, serán una
victoria. Una vez que la copa esté abierta, no habrá vuelta atrás.
Ahora, por favor.

Así que el propio Hua Cheng no apostaría. Ese hombre sacudió


la taza de juego al azar, con ambas manos agarrándola con
fuerza, y la sala se cayó. Los sonidos del ruido de los dados se
podían escuchar fuerte y claro. Luego, su movimiento bajó de
velocidad hasta detenerse. Se hizo silencio.

Pasó un largo rato antes de que el hombre lentamente, muy


lentamente, levantara una esquina de la taza de juego y se
asomara por el hueco. Sus ojos rojos se ensancharon de repente.

Abrió la taza y gritó con loca alegría: — ¡IMPAR! ¡IMPAR! ¡IMPAR!


¡GANÉ! ¡HE GANADO! JAJAJAJAJAJA ¡HE GANADO! ¡¡¡HE
GANADO!!!!!

Este no fue el resultado que la multitud de humanos y fantasmas


que rodeaban la larga mesa querían ver y comenzaron a abuchear
al hombre, abofeteando la mesa y gritando su descontento. Uno
de los croupiers sonrió y dijo: —Felicidades. El destino de su
negocio pronto cambiará.

El hombre se rió a carcajadas y gritó: — ¡Espera! ¡Quiero apostar


otra vez!

El croupier sonrió.

—Es bienvenido a. ¿Qué quiere esta vez?

La cara del hombre cayó y dijo: —Quiero, quiero que todos los
que compiten conmigo en mi negocio se mueran.
La multitud comenzó a murmurar y hacer clic en sus lenguas. El
croupier levantó una mano para cubrir su sonrisa: —Si ese es tu
deseo, es mucho más difícil de cumplir que tu deseo anterior. ¿No
consideras un deseo diferente como pedir que tu negocio sea un
éxito?

Sin embargo, el hombre respondió con los ojos rojos: — ¡No! ¡Solo
quiero eso! ¡Para eso estoy apostando!

—Entonces, si ese es su deseo, diez años de la vida de su hija


pueden no ser suficientes —dijo el crupier.

— ¡Si eso no es suficiente, apostaré veinte años de su vida! Y...


¡Y el destino de su matrimonio además de eso!

La multitud se quedó atónita y se echó a reír: — ¡Ese padre perdió


la razón! ¡¡Está vendiendo a su hija!!

— ¡Increíble, increíble!

El croupier anunció una vez más: —Par será una derrota, impar
será una victoria. Una vez que la copa esté abierta, no habrá
vuelta atrás. Ahora, por favor.

Ese hombre tomó la taza de juego una vez más, con las manos
temblorosas. Si perdía, su hija perdería veinte años de su vida y
un buen matrimonio, obviamente no es lo ideal; pero si ganaba,
todos sus competidores morirían. Xie Lian pensó que Hua Cheng
nunca permitiría que algo así sucediera, después de muchas
dudas, todavía dio un paso adelante. Estaba pensando si debería
unirse con un pequeño truco cuando de repente, alguien lo agarró.
Volteó la cabeza para ver y era Shi Qing Xuan.

Shi Qing Xuan había regresado a su forma masculina y susurró:


—No se apresure.
Xie Lian le susurró de vuelta: —Lord Señor del Viento, ¿por qué
se transformó de nuevo?

—Es una larga historia —suspiró Shi Qing Xuan—. Ese grupo de
mujeres me arrastró y me dijo que me iban a llevar a buenos
salones de belleza. Finalmente escapé pero me volvieron a
atrapar, así que tuve que volver a cambiar. Me llevaron a un lugar
donde me echaron tantas cosas en mi cara; me jalaron, me
estiraron, me abofetearon, me golpearon… ¡rápido, revise mi
cara! ¿Qué tal? ¿Algo malo? ¿Ves algo raro en mi cara?

Puso su rostro hacia Xie Lian para ser inspeccionado, y Xie Lian
le dio una mirada detallada antes de responder con sinceridad: —
Creo que se ve aún más suave y blanco que antes.

Shi Qing Xuan se iluminó de inmediato: — ¿En serio? ¡Oh, bien!


¡Eso es maravilloso! ¡Jajajaja! ¿Hay un espejo? ¿Dónde hay un
espejo? ¡Quiero ver!

—Mire más tarde —dijo Xie Lian—. La Ciudad Fantasma está


bloqueando nuestra comunicación espiritual, así que no nos
perdamos el uno al otro nuevamente. Por cierto, ¿cómo supiste
que estaba aquí, Lord Señor del Viento?

— ¡No lo sabía! —Respondió Shi Qing Xuan. —Vine porque Qian


Qiu y yo ya habíamos acordado encontrarnos aquí. Cuando nos
perdimos el uno al otro antes, vine aquí, pero cuando entré,
resultó que usted estaba aquí también.

— ¿Qian Qiu? —Xie Lian preguntó—. ¿Nos reuniremos aquí?

—Sí. Shi Qing Xuan respondió: —Qian Qiu es ese Lang Qian Qiu,
su alteza Tai Hua. Usted sabe al menos eso, ¿verdad? Él es el
dios marcial del este. Ya que estamos aquí, es mejor si viene
también. La Guarida del Apostador es uno de los lugares más
bulliciosos y caóticos de la Ciudad Fantasma. Es un hito famoso.
Muchas personas y fantasmas entran y salen por igual, es mucho
menos llamativo para nosotros, así que le dije que se reuniera con
nosotros aquí.

Xie Lian asintió. Cuando se volvió hacia la larga mesa, ese


hombre todavía no había abierto la copa; sus ojos se pusieron en
blanco y murmuró, no distinto a muchos de los fantasmas que
estaban allí. Xie Lian suspiró: —Este hombre...

Shi Qing Xuan dijo al ver su rostro: —Sé lo que quiere decir, y
estoy de acuerdo. Pero, la Ciudad Fantasma es el territorio de Hua
Cheng, y las reglas aquí son puestas a voluntad de uno. Si uno se
atreve a apostar, entonces puede jugar. Los cielos no pueden
hacer nada. Solo observemos, y luego se nos ocurrirá algo, si esto
se sale de control.

—Uhm —dijo Xie Lian, pensando que no había forma de que San
Lang permitiera que algo se le saliera de control, por lo que sería
mejor observar. El hombre que estaba apostando parecía
finalmente reunir el coraje suficiente y abrió solo una parte de la
copa para revelar el resultado. Justo en ese momento, otra
persona interrumpió, cerró la taza de juego con un golpe y la
rompió en pedazos.

Este golpe no solo aplastó la taza de juego, sino también la mano


que estaba encima de ella, y toda la mesa se astilló con una
profunda fisura.

El hombre enmascarado acunó su aplastada mano y rodó por todo


el suelo gritando. La multitud de fantasmas también comenzó a
gritar, algunos alegres y otros llorando en shock. La persona que
sobresaltó gritó: — ¡Tú! ¡Qué malvado corazón! Si quisieras
riqueza y fortuna, entonces no importa, ¿pero deseabas que otros
murieran? Si querías apostar, entonces ten las agallas para
apostar tu propia vida, y no la vida y el matrimonio de tu hija. No
eres digno de ser un hombre. ¡No eres para ser padre!
El joven tenía las cejas como espadas, ojos como estrellas y una
rebosante aura heroica. Aunque su ropa era simple y ni un poco
glamorosa, su aire de nobleza no podía ocultarse. No era otro que
el príncipe heredero de Yong An - Lang Qian Qiu.

Al verlo, Xie Lian y Shi Qing Xuan se cubrieron la cara al mismo


tiempo en la multitud.

Xie Lian gimió: —Lord Señor del Viento, ¿no... le dijo... que tenga
un poco más de cuidado cuando venga aquí y que sea discreto...?

Shi Qing Xuan se quejó.

—Yo...yo le dije, pero... él siempre es así... ¿qué puedo hacer...?


si lo hubiera sabido antes... hubiera planeado que los dos bajemos
juntos....

Xie Lian simpatizó.

—Lo entiendo... entiendo...

En ese momento, Hua Cheng soltó una risa detrás de las cortinas.

El corazón de Xie Lian dio un vuelco.

El chico siempre había reído cuando estaba con Xie Lian, por lo
que ahora podía decir más o menos si la risa era una felicidad
genuina, una burla o con un intento de asesinato.

Una voz dijo perezosamente: —Debes tener agallas de acero para


comenzar los problemas aquí en mi territorio.

Lang Qian Qiu se volvió hacia la dirección de la voz, había fuego


en sus ojos.

— ¿Eres el dueño de esta Guarida de Apostadores?


La multitud se burló.

—Bastardo tonto, ¿sabes siquiera con quién estás hablando?


Este es nuestro señor.

Algunos se burlaron con frialdad: — ¡No solo es el dueño de esta


Guarida de Apostadores, sino de toda esta Ciudad fantasma!

Lang Qian Qiu apenas mostró reacción, pero Shi Qing Xuan, por
otro lado, se sorprendió por completo: —Mi querido dios, ¿es ese
que está detrás de la cortina quien creo que es?

Xie Lian respondió: —Sí... es él.

Shi Qing Xuan preguntó de nuevo: — ¡¿Estás seguro?!

Xie Lian respondió: —Estoy seguro.

Shi Qing Xuan entró en pánico: —Estamos muertos, estamos


muertos. ¡¿Qué hacemos con Qian Qiu ahora?!

Xie Lian dijo después de un rato: Esperemos que no se exponga...

Sin embargo, cuanto más Lang Qian Qiu miraba a su alrededor,


más enojado se ponía y exigió: —Este lugar infernal apesta a
humo y corrupción, y se llena hasta el borde con un caos
demoníaco. ¿Qué clase de escoria eres? ¿Qué crees que estás
haciendo aquí? Dirigiendo un lugar como este, realmente no
tienen un solo rastro de humanidad en ustedes.

La multitud abucheaba al unísono: —De todos modos, no somos


humanos, ¿para qué necesitamos a la humanidad? Ese tipo de
noción inútil, ¡quien la quiera puede tomarla!

— ¿Quién te crees que eres, viniendo hasta aquí para juzgarnos


a nosotros?
Hua Cheng dijo divertido: —Esta guarida mía siempre ha sido un
lugar infernal y loco para empezar. Hay un camino para usted en
el Cielo, pero se niega a tomarlo y, en cambio, elige ir al infierno.
¿Qué haremos con usted?

Después de escuchar la palabra cielo Xie Lian y Shi Qing Xuan lo


supieron de inmediato.

Hua Cheng ya había visto a través de Lang Qian Qiu y sabía


exactamente de dónde había venido.

Sin embargo, Lang Qian Qiu ignoró por completo el significado


detrás de sus palabras y golpeó su mano sobre la mesa una vez
más. Estaba de pie al final de la mesa, y con este único golpe,
envió a toda la mesa volando hacia la sombra roja detrás de la
cortina. Los que originalmente estaban alrededor de la mesa
esquivaron hacia los lados. Sin embargo, la silueta sentada detrás
de la cortina no se movió. Con un gesto de la mano, la mesa larga
fue arrojada hacia atrás en dirección opuesta, hacia Lang Qian.
Qiu.

Al ver el objeto volador entrante, Lang Qian Qiu usó una mano
para empujarlo hacia atrás, pero luego se dio cuenta de que no
era suficiente y cambió a ambas manos. Los segundos pasaron y
las venas azules emergieron gradualmente en su frente. La sala
una vez bulliciosa ahora tenía gente huyendo y escondiéndose.
Xie Lian y Shi Qing Xuan debatieron si deberían intervenir para
ayudar. Ya que aún no habían sido expuestos, podrían ayudar
mientras se ocultaban, pero si iban a entrar abiertamente, se
arriesgarían a ser atrapados juntos.

En el otro lado, Lang Qian Qiu exhaló con fuerza y finalmente


empujó la pesada y larga mesa de nuevo. Detrás de las cortinas
rojas, la figura de Hua Cheng todavía estaba apoyada en la silla.
Curvó sus cinco dedos en un puño y luego los soltó ligeramente.
Al instante, la mesa explotó en aserrín y voló hacia Lang Qian Qiu.
La fuerza de esta ráfaga llena de astillas era tan aguda como los
cuchillos, más temerosa que cualquier tipo de arma. Si Lang Qian
Qiu mantuviera sus poderes ocultos y permaneciera en su forma
mortal, no sería capaz de evadir el ataque no importa qué. Así,
momentos después, cuando su cuerpo comenzó a emitir una
tenue luz, Xie Lian y Shi Qing Xuan entendieron de inmediato y se
asustaron: — ¡Oh no, va a revelar su verdadera forma!

Pero esta capa de luz desapareció repentinamente tan pronto


como apareció. Lang Qian Qiu probablemente recordó que no
debía revelar su identidad durante este viaje y se contuvo en el
último segundo antes de que retirara su poder rápidamente.
Dando un paso atrás, Hua Cheng, por otro lado, no. La figura
carmesí sentada tranquilamente detrás de la cortina roja hizo otro
gesto con la mano. Esta vez, apretó los dedos y los levantó
levemente.

Con este único movimiento, el cuerpo de Lang Qian Qiu se levantó


del suelo. Como una estrella de mar, su cuerpo estaba
suspendido en el techo de la sala de juego.

Sin darse cuenta de lo que acababa de suceder, Lang Qian Qiu


todavía estaba increíblemente confundido en cuanto a cómo
repentinamente comenzó a flotar y luchó por liberarse. Xie Lian
suspiró derrotado.

—Ahora que su poder ha sido sellado, incluso si quisiera usarlo,


sería imposible.

Shi Qing Xuan estuvo de acuerdo: —Dado que la Ciudad


Fantasma es el territorio de Hua Cheng, si quisiera sellarlo,
podría.

A pesar de que Lang Qian Qiu había estado antes ante la multitud,
al menos había un mérito que podía obtener de ella, que era el
hecho de que su identidad estaría protegida. Si él hubiera
continuado la pelea en ese entonces y liberado sus poderes, sería
difícil explicar por qué Tai Hua-ZhenJun, el dios marcial de oriente,
vendría a la Ciudad Fantasma para causar estragos. Después de
todo, a lo largo de los años, a menos que fuera algo extraordinario,
el Cielo y el Infierno se preocuparon por sus propios asuntos.

Al ver que el ruidoso invitado que irrumpió en la Guarida del


Apostador había sido detenido, la multitud que huía regresó y se
reunió en el salón una vez más. Señalaron al suspendido Lang
Qian Qiu y se rieron. Lang QianQiu nunca había experimentado
este tipo de humillación antes, y su rostro enrojeció mientras
luchaba sin palabras contra las ataduras invisibles. De vez en
cuando, un demonio desde abajo saltaba en un intento de
acariciar su cabeza. Afortunadamente, Hua Cheng lo había
colgado bastante alto, lejos del alcance, o de lo contrario,
terminaría convirtiéndose en la vergüenza del siglo. Hua Cheng
se rió entre dientes detrás de las cortinas.

—Qué captura tan interesante hoy, los dejaré jugar entre ustedes.
Quien tenga suerte y gane en grande, puede llevarlo a casa para
asarlo.

Los vítores que estallaron en la sala fueron interminables.

— ¡Apueste en los dados! ¡Apueste en los dados! ¡La mayor


puntuación puede llevarlo a casa para asar!

—Aiyaya, este pequeño Gege se ve muy delicioso, jejejeje...

— ¡Jajajajajaja, quien es el tonto ahora! ¡Eso le enseñará a causar


problemas por aquí!

Los cuatro guardaespaldas enmascarados llevaron una nueva


mesa larga y la multitud acudió al área una vez más para
comenzar la siguiente ronda de apuestas. El hombre
enmascarado que estaba agarrando su mano y aullando en el
suelo fue olvidado hace tiempo. La apuesta en esta ocasión era
no otra que Lang Qiang Qiu, quien estaba suspendido en el aire.
Al ver que la gente en el otro extremo estaba irritada, Shi Qing
Xuan caminaba ansiosamente de un lado a otro, agitando las
manos sin rumbo fijo.

— ¿Qué hacemos? ¿Deberíamos subir? ¿Y recuperarlo? ¿O es


mejor simplemente pelear?

Xie Lian preguntó: —Lord Señor del Viento, ¿cómo está su


suerte?

Shi Qing Xuan respondió: —A veces es buena, a veces mala. No


hay certeza en algo como suerte.

Xie Lian dijo: —Sí la hay. Por ejemplo, míreme, nunca he tenido
buena suerte.

Shi Qing Xuan se quedó boquiabierto.

— ¿Es tan mala?

Xie Lian asintió con tristeza.

—Cada vez que ruedo un dado, lo más que obtendré es ojos de


serpiente29.

Shi Qing Xuan frunció el ceño, pero se le ocurrió una idea en el


instante y le dio una palmada en el muslo: — ¿Qué le parece esto?
Ya que lo máximo que puede obtener son los ojos de serpiente,
entonces debe apostar por el número más bajo. No puede haber
alguien que ruede más bajo que usted.

Después de un momento de consideración, Xie Lian estuvo de


acuerdo.

—Tiene un buen punto. Déjeme intentarlo.

29
Significa que tendrá dos unos
Entonces, encontró un lugar cerca de la mesa y lanzó una
sugerencia: — ¿Por qué no cambiar un poco las reglas y ver quién
puede rodar la cantidad más pequeña? El número más bajo gana,
¿qué les parece eso?

La multitud alrededor de la mesa era caótica, algunos estaban de


acuerdo, algunos no estaban de acuerdo. Xie Lian decidió tomar
dos dados y probarlo primero.

Antes de rodar, cantó mentalmente.

—Pequeño, pequeño, pequeño.

Se lanzaron los dados y los dos se inclinaron para echar un


vistazo.

¡Dos seises!

Xie Lian: —…

Shi Qing Xuan: —…

Xie Lian se frotó la frente en señal de derrota: —Parece que ni


siquiera un cambio de reglas podría cambiar mi suerte.

Shi Qing Xuan reflejó sus gestos: —Tal vez sea mejor si solo
peleamos.

En ese momento, un croupier caminó hacia las cortinas rojas y se


inclinó como si tratara de escuchar lo que la figura detrás estaba
diciendo. Ella asintió, levantó la cabeza y anunció: —Todos,
¿pueden darme su atención, por favor? El señor tiene un anuncio
para hacer.
Al oír que el señor tenía algo que decir, la multitud inmediatamente
dejó caer todo y se quedó en silencio. La croupier continuó: —El
señor dice que cambiará las reglas.

La bulla estalló entre la multitud.

— ¡El señor es la ley!

— ¡La ley es lo que dicte el señor!

— ¿Qué va a cambiar?

La croupier respondió: —El señor dice que está de buen humor


hoy y quiere jugar un par de rondas con todos. Cualquiera es libre
de apostar contra él. El que gane puede llevarse a casa la cosa
que está arriba, hervirlo, freírlo o encurtirlo, todo depende de
ustedes.

Al enterarse de que apostarían contra el señor, todos los


fantasmas y demonios empezaron a dudar. Parece que Hua
Cheng nunca intervino para apostar. De todos los valientes, nadie
se atrevería a ofrecerse primero. Por encima de ellos, Lang Qian
Qiu luchó con una determinación infinita. Él ladró: — ¿Qué quieres
decir con cosa? ¡No soy una cosa! ¿Te atreves a usarme como
una apuesta?

Su proclamación de no ser una cosa fue escuchada por los


muchos demonios femeninos en la multitud. Riéndose, le lanzaron
miradas lujuriosas mientras pasaban sus sangrientas lenguas
afiladas a través de sus labios como si quisieran tragarlo por
completo. Xie Lian pensó 'Ugh... este niño. Es mejor si hablas
menos.

Suspiró, dio un paso adelante y dijo suavemente: —Si ese es el


caso, entonces, por favor, déjeme intentarlo.
Al escuchar su voz, la sombra detrás de las cortinas rojas se
detuvo antes de levantarse lentamente.

La croupier frente a las cortinas sonrió.

—Entonces, venga, joven Señor.

Dentro de la sala, los demonios y los fantasmas se separaron


automáticamente para este valiente guerrero. Cuando Xie Lian
llegó al final del camino, la croupier le presentó la pulida taza de
juego negra en sus manos: —Por favor, adelante.

A todos los jugadores anteriores, ella siempre había usado una


manera informal de hablar. A pesar de las palabras comunes que
se pronunciaban, su tono no era educado en lo más mínimo. Sin
embargo, ahora, para Xie Lian, no solo había cambiado a usar
honoríficos, sino que el tono fue extremadamente educada y
respetuosa. Xie Lian recibió la taza de juego negra de ella con una
palabra de agradecimiento y se aclaró ligeramente la garganta.

Como nunca tuvo experiencia con algo como apostar, sacudió la


taza al azar por un buen rato y fingió que sabía una o dos cosas.
Mientras movía las manos, levantó la cabeza y miró a Lang Qian
Qiu, que estaba colgado arriba. Los ojos de Lang Qian Qiu
estaban bien abiertos, mirándolo y afortunadamente no hizo
ningún ruido. Su expresión de alguna manera hizo que Xie Lian
quisiera reírse, pero lo contuvo. Después de una larga sacudida,
finalmente se detuvo.

Innumerables pares de ojos enfocaron la taza en sus manos y Xie


Lian sintió que de alguna manera, esta pequeña y pequeña taza
de juego se había vuelto más pesada. No sabía si había una
manera correcta de voltearla. Sin embargo, justo cuando estaba
a punto de revelar el resultado, la croupier lo detuvo.

—Espere.
— ¿Sucede algo? —Preguntó Xie Lian.

La croupier respondió: —El señor dice que su postura de sacudida


de la taza no está del todo bien.

Xie Lian pensó para sí mismo: — ¿Había realmente una forma


correcta de hacer esto? ¿Fue toda mi mala suerte antes debido a
mi mala postura?

Preguntó modestamente: — ¿Puedo preguntar cuál es la postura


correcta?

La croupier respondió: —El señor lo ha invitado a subir porque


está dispuesto a enseñarle.

Al escuchar eso, la multitud de fantasmas y demonios dentro de


la guarida expresaron su descontento

Xie Lian escuchó un murmullo de un demonio: —Pensar que el


señor le enseñaría, ¿significa eso que va a morir?

— ¿El señor quiere hacer qué? ¿Quién es este? ¿Por qué


enseñarle?

— ¿No es así como todos sacudimos las tazas? ¿Cómo hay


siquiera una forma correcta de hacer esto?

Xie Lian también quiso hacer la misma pregunta, pero la croupier


le indicó hacia las cortinas rojas: —Por favor, adelante.

Así, Xie Lian llegó frente a las cortinas rojas con la taza de juego
de madera negra agarrada en sus manos.

La cortina de seda se balanceó suavemente, casi dando vida a la


silueta de color rojo. La persona detrás de las cortinas estaba de
pie directamente delante de él con sólo la mitad de la distancia de
un brazo entre los dos. Xie Lian contuvo el aliento, mientras una
mano apartó las pesadas cortinas rojas y aterrizó perfectamente
bajo la suya, apoyando la copa de juego.

Esta era una mano derecha, blanca y elegante, los dedos


delgados tenían un hilo rojo atado alrededor del tercer dedo.

Contra la taza de madera negra, el blanco parecía aún más pálido


y el rojo más intenso. Poco a poco, Xie Lian, alzó los ojos. Un
joven más o menos alrededor de la edad de dieciocho o
diecinueve estaba en silencio de pie detrás de las cortinas de seda
que parecían nubes rojas.

Era San Lang.

Sus ropas seguían siendo de rojo arce, su piel blanca como la


nieve. Ese mismo bello rostro con una incomparable expresión
jovial estaba ahora un poco más definido. Esa timidez de la
juventud había cambiado a una de calma. Llevaba un aire de
alegría salvaje que no podía ser domada. El mismo ojo que
brillaba como las estrellas nunca se alejó de Xie Lian.

Aunque tan brillante como las estrellas, solo había un ojo


izquierdo.

El otro estaba escondido detrás de un parche negro.


Capítulo 37: Admirando a la Flor a través de nubes rojas, un corazón lleno de
simpatía (parte dos)

Solo había una pequeña brecha entre las cortinas, pero desde su
posición, Xie Lian era el único que podía distinguir a la persona
detrás de ella. Ya que él había bloqueado la visión de todos los
demás en el pasillo, no podían ver nada. No es que se atreverían
a echar un vistazo de todos modos. Ese ojo izquierdo observó a
Xie Lian, y Xie Lian le devolvió la mirada, inconscientemente
atraído hacia él.

La apariencia de Hua Cheng esta vez no solo parecía tener un par


de años más, sino que también había crecido. Antes, cuando Xie
Lian lo miraba, todavía podía mantener el mismo nivel de contacto
visual, pero ahora tenía que estirar el cuello para mirar hacia
arriba.

Después de mirarse el uno al otro por un buen rato, Hua Cheng


finalmente rompió el silencio.

Su voz era más profunda.

— ¿Le gustaría apostar a lo más alto o lo más bajo?

Fue este tipo de voz profunda, agradable para el oído, lo que hizo
que Xie Lian volviera a la realidad. Si estaba apostando por el
número más alto o el más bajo, no había diferencia. Así que
respondió de inmediato: —El más alto.

Hua Cheng respondió: —Bien. Entonces iré primero.

La mano izquierda de Xie Lian apoyaba la base de la taza de juego


negra. Su mano derecha cubría la tapa circular. Hua Cheng se
paró frente a él, con su mano derecha cubriendo la izquierda de
Xie Lian. Lo guió para que sacudiera ligeramente antes de
levantar la tapa. Había dos dados en el fondo de la taza, un seis
y un cinco.

Desde arriba, Lang Qian Qiu, con su visión de un halcón, vio con
qué facilidad se produjo la buena racha y sus ojos se agrandaron.

— ¿Cómo sucedió eso?

Hua Cheng movió suavemente su mano e hizo un gesto a Xie Lian


para que le diera otra oportunidad: —Agítelo así. Ahora inténtelo.

Xie Lian reflejó sus acciones y sacudió la taza dos veces, pero
Hua Cheng dijo: —No así.

A pesar de que estaba reprendiendo a Xie Lian, su tono era


excepcionalmente amable y paciente. Como explicó, Hua Cheng
apoyó la mano de Xie Lian con la suya otra vez, pero esta vez, su
mano izquierda encontró su camino hacia la mano derecha de Xie
Lian, la que cubría la tapa. Él instruyó suavemente.

—Así.

Y así, la parte posterior de las manos de Xie Lian estaban


envueltas en las palmas de Hua Cheng.

Cuando sus manos rozaban, las de Hua Cheng se sentían


templadas como el jade. Los exquisitos espacios de plata que
llevaba Hua Cheng eran fríos como el hielo, sin embargo, los
fueron cuidadosos y nunca permitieron que entraran en contacto
con la piel de Xie Lian. Sus manos guiaron a Xie Lian y sacudieron
la taza de juego de madera negra con un ritmo que no era ni
apresurado ni lento.

Una vez. Dos veces. Tres veces.


Clack, clack, clack.

El sonido de los dos dados chocando entre sí cuando rebotaban


dentro de la taza era nítido. A pesar de que los temblores eran
suaves, Xie Lian podía sentir oleadas de adormecimiento en el
dorso de sus manos, viajando a lo largo de su brazo,
extendiéndose al resto de su cuerpo.

Mientras temblaba, Xie Lian levantó los ojos para echar un vistazo
a la otra persona y se dio cuenta de que Hua Cheng no estaba
mirando la taza de juego en absoluto.

En cambio, lo observaba atentamente con las comisuras de su


boca curvadas hacia arriba. Xie Lian no pudo evitar devolverle una
cariñosa sonrisa, pero se controló de inmediato cuando recordó a
la multitud de fantasmas y demonios que lo observaban desde
arriba y desde abajo. Bajó la cabeza y estudió diligentemente el
gesto que Hua Cheng le mostró.

— ¿Qué te parece así? —preguntó.

Hua Cheng amplió su sonrisa.

—Hm. Así está bien, justo así.

Al ver que Xie Lian sacudió la taza unas cuantas veces más lleno
de esperanza, sugirió: — ¿Por qué no mira?

Xie Lian levantó la tapa y vio dos dados blancos en la base. Eran
dos treses.

Rodar dos tríos ya era considerado una hazaña imposible. Era


como si un viento suave de primavera hubiera soplado sobre el
corazón de Xie Lian y pensó: — ¿Podría ser que finalmente he
aprendido el truco?
Sin embargo, a pesar de que fue impactante, seis puntos sigue
siendo un poco menos de once puntos. Se aclaró la garganta y
admitió: —Lo siento, he perdido.

Pero Hua Cheng respondió: —No se preocupe, esta ronda no


cuenta. Ahora, inténtelo de nuevo.

Al escucharlo decir esto, incluso Lang Qian Qiu y Shi Qing Xuan
se quedaron callados. La multitud de fantasmas y demonios en el
pasillo miraban con la boca abierta y luego llegaron las quejas.

— ¿Qué le pasó al señor? —Pensé que iba a mostrarle quién es


el jefe, pero en realidad terminó enseñándole de verdad.

— ¿Cómo no puedes contar esta ronda? ¿Todavía llamas a esto


el juego?

—Si esto no cuenta, entonces ¿cuándo contará?

—Parece que el señor está realmente de buen humor hoy...

Hua Cheng levantó la ceja izquierda e inmediatamente, la croupier


que estaba al lado hizo se que callaran: —Todos, por favor,
cálmense.

En un abrir y cerrar de ojos, el pasillo se había calmado de nuevo.


Aunque nadie se atrevió a hablar, sus miradas se intensificaron.
Hua Cheng se rió entre dientes y susurró suavemente palabras
de aliento a Xie Lian.

— ¿Por qué no lo intenta de nuevo?

Puede deberse a que había demasiados fantasmas, demonios,


humanos agrupados en esta Sala de juego que Xie Lian sintió que
su rostro comenzó a calentarse.

—Está bien.
Sacudió y sacudió, agitó dos veces más. Esta vez, cuando reveló
la copa: eran dos cuatros.

Hua Cheng reflexionó: —Ve, ¿no es un poco más alto esta vez?

Aunque sintió que algo estaba mal, Xie Lian aún asintió con la
cabeza.

—Sí... es un poco más alto.

Hua Cheng alentó.

—Lo hizo bien. Continúe.

Con un cumplido tras otro, se escucharon risitas en todas


direcciones del pasillo. A juzgar por el sonido, parecía que todos
provenían de demonios femeninos. Xie Lian no podía entender
por sí mismo cuál es la postura correcta. Al principio, prestó
mucha atención al estudiar cómo Hua Cheng colocaba sus
manos, cómo lograba el ritmo y cómo sujetaba la taza, pero ahora
estaba dejando que la mano de Hua Cheng lo guiara y lo
sacudiera a ciegas. Mientras temblaba, se le ocurrió una idea: —
¿Qué pasaría si San Lang estuviera jugando conmigo...?

Lang Qian Qiu, que había estado observando desde arriba,


probablemente sintió lo mismo y no pudo contenerse más.

— ¡Tú! Deja de agitar la copa. Él está obviamente jugando


contigo. No hay tal cosa como una postura correcta. ¡Debe haber
hecho trampa!

Al escuchar esa voz ruidosa y ruidosa, Shi Qing Xuan cubrió su


rostro de nuevo, avergonzado.

Los murmullos y los murmullos se hicieron más fuertes entre la


multitud, y se lanzó una lluvia de dados a Lang Qian Qiu.
— ¡Estúpido bastardo, cállate!

—Tan ruidoso, ¡estamos llegando a la parte emocionante!

—A través de la enseñanza de nuestro señor, ese cultivador había


obtenido resultados cada vez más altos uno tras otro. Esa es la
verdad innegable.

— ¡Está bien! ¡¿Qué sabes?!

Lang QianQiu se enfureció: —Saben que estoy diciendo la


verdad... ¡¡Ahhh!!

De repente se detuvo en medio del discurso, y su rostro se puso


rojo brillante. Resultó que un par de demonios femeninos debajo
de él habían tirado bruscamente de su pretina colgando y
regañaron: — ¡Si sigues causando un alboroto y haciendo
tonterías, Jie Jie30 te quitará los pantalones!

Lang QianQiu nunca había sido amenazado así antes, y su ira lo


había dejado sin palabras.

— ¡Tú... tú!

Podía ser golpeado por una banda de demonios, pero si le


quitaban los pantalones, entonces con su estado de dios marcial,
eso sería sumamente embarazoso. Así, Lang Qian Qiu no se
atrevió a decir mucho más. Xie Lian levantó la vista y vio que el
otro dios le enviaba señales visuales. Era divertido y lamentable
al mismo tiempo. Solo pudo bajar la cabeza, miró a Hua Cheng y
dijo en voz baja: —San Lang.
Al escuchar su tono de voz, Hua Cheng se rió entre dientes.

—Déjalo. Continuemos.

30
Jie jie es una dirección familiar para la hermana mayor.
—…

Xie Lian se rindió y, una vez más, sostuvo la taza y la sacudió dos
veces. Como era de esperar, esta vez, consiguió dos cincos.

Al ver el resultado, la multitud se animó aún más y continuó


molestando a Lang Qian Qiu: — ¿Ves eso? ¡Más alto que el
anterior!

Pero Xie Lian ya se dio cuenta de que Hua Cheng solo estaba
jugando con él y no sabía si reír o llorar. No había tal cosa como
una postura correcta. Cuando se trataba de él, cualquier postura
era incorrecta. A partir de aquí, podría renunciar a cualquier
esperanza de cambiar su suerte, pero justo cuando estaba a
punto de exponerse en la última sacudida, Hua Cheng lo detuvo.

—Espere.

Xie Lian pudo sentir las manos que lo cubrían presionando más
fuerte, y detuvo su movimiento por completo.

— ¿Qué pasa?

Con una expresión indescifrable, Hua Cheng preguntó: —Gege,


no sé qué pasaría si perdiera.

Al escucharlo llamar a Xie Lian Gege Shi Qing Xuan y Lang Qian
Qiu tenían una expresión complicada en sus caras. La multitud de
fantasmas y demonios también sintió escalofríos en sus espinas
e incluso algunos se desmayaron en el lugar.

Era un poco embarazoso decirlo, pero como antes tenía prisa, Xie
Lian no había pensado en qué apostar.

—Um...
También había pensado apostar diez años de su vida, pero la vida
útil de un oficial celestial era bastante larga, por lo que diez años
realmente no valían mucho. ¿Dinero y tesoro? Él no tenía
ninguno. ¿Poder espiritual? Él tampoco tenía mucho de eso. Pasó
una buena cantidad de tiempo, pero Xie Lian aún no podía pensar
en nada para apostar, así que solo pudo volverse y preguntarle al
dueño de la Guarida del Apostador: — ¿Crees que hay algo en mí
que vale la pena apostar?

Hua Cheng se echó a reír ante su pregunta: —Cualquier cosa está


bien. ¿Qué tiene en usted?

Xie Lian reflexionó un poco y tosió un poco, podría ser honesto al


respecto: —Yo... solo tengo un bollo a medio comer conmigo.

Hua Cheng se echó a reír. A pesar de que se rió, nadie más se


atrevió a hacer lo mismo, incluso si quisieran.

Cuando finalmente se calmó, Hua Cheng asintió con la cabeza:


—Eso está bien. Un bollo servirá.

Al escuchar el acuerdo, no solo la multitud de fantasmas y


demonios se sorprendió, sino también los croupiers en la mesa de
juego.

Desde la apertura de esta Sala de juego, se han realizado


innumerables apuestas absurdas; Órganos, vida, emociones,
poderes espirituales... pero ninguno coincidía con el de hoy: un
panecillo a medio comer. Incluso Lang Qian Qiu no pudo contener
su sorpresa: — ¿Qué... cuál es el significado de esto? ¿Estás
diciendo que solo valgo un panecillo a medio comer?

La multitud se rió, alguien gritó: — ¿Qué pasa con un bollo? ¡Ya


lo tienes fácil, así que date prisa y cierra la boca! Xie Lian pudo
decir que esta voz derrotada pertenecía a Shi Qing Xuan, que se
escondía entre la multitud de fantasmas y demonios. Con una
cara llena de sonrisas, Hua Cheng rió: —Venga. Es la última
ronda. No esté nervioso.

Xie Lian argumentó: —No estoy nervioso.

Los dos mantuvieron esa postura mano a mano y se sacudieron


unas cuantas veces. A pesar de que Xie Lian realmente no estaba
nervioso, había un ligero brillo de sudor en la mano que estaba
entre la taza y las manos de Hua Cheng. Finalmente, el
movimiento se detuvo. Aguantó la respiración para la revelación
final.

¡Los dos dados eran dos seises!

Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio y miró a Hua Cheng.


Hua Cheng levantó las cejas.

—Oh, perdí.

A pesar de que admitió su pérdida de manera seria, no sonó en


absoluto sincero. La multitud de abajo se vio envuelta en silencio.

Antes todavía había gente quejándose: Si esta ronda no cuenta,


entonces cuándo contará, pero ahora, la respuesta fue clara:
cuenta cuando esa persona gana.

¡Tanta generosidad era casi una locura!

Aun así, nadie se atrevería a comentar. La croupier de antes


levantó la taza de juego de madera negra.

—Felicitaciones a este joven Señor. Ha ganado esta ronda.

Todos alabaron educadamente.

— ¡El señor nos mostró una pérdida perfecta! ¡Hermoso!


— ¿No fue el ganador guiado por el señor? ¡Ganó porque el señor
le enseñó bien!

— ¡Está bien! ¡Aprender la correcta postura de rodar los dados


hoy realmente amplió mi horizonte! Con una cantidad tan inmensa
de conocimientos, ¡incluso diez años no serán suficientes para
dominarlo!

Hua Cheng seguía mirando a Xie Lian con una sonrisa en su


rostro. Sin desviar la mirada, levantó el brazo y, con un gesto de
la mano, Lang Qian Qiu cayó como una piedra. Xie Lian se
estremeció ante el fuerte ruido. Shi Qing Xuan no podía
arriesgarse a exponerse precipitándose hacia adelante, así que
en lugar de eso, Xie Lian fue a revisar al príncipe: — ¿Está bien?

Lang Qian Qiu se levantó y se sacudió el polvo.

—Estoy bien, gracias. Probablemente quería que subieras para


poder engañarte y hacerte perder, ¡pero gracias a Dios que
ganaste!

Xie Lian pensó: —Está completamente equivocado. Si no me lo


hubiera hecho fácil, incluso si el mundo se hubiera convertido en
cenizas, todavía no podría haberlorecuperarlo...

Mientras tenía esos pensamientos, se escuchó un tintineo de


campanas, y el sonido fue seguido por jadeos de sorpresa que
venían de todas direcciones. Xie Lian se dio la vuelta y vio que
Hua Cheng finalmente había salido de las cortinas de pantalla de
seda roja.

En su forma anterior, Hua Cheng siempre lucía una cola de


caballo ligeramente torcida, pero ahora, su pelo suelto cubría la
ropa roja vibrante, y un aura de energía demoníaca se irradiaba
desde la hermosa figura. Solo la delgada trenza atada con una
cuenta de coral rojo trajo un toque de maldad a la mezcla.
Los brazaletes eran plateados, las correas de sus botas eran
plateadas, la cintura también era plateada, incluso la cimitarra
larga y suave que colgaba de su cintura era plateada. Al igual que
la hoja era delgada y larga, la persona también era delgada y alta.
Estaba apoyado contra las cortinas que se habían separado con
los brazos cruzados y una expresión ilegible.

—Gege, has ganado contra mí.

Xie Lian, obviamente, sabía lo que había ocurrido y dijo


tristemente: —Por favor, no te burles.

Hua Cheng levantó una ceja.

—No lo hago. ¿Por qué debería?

Abajo, la multitud de fantasmas y demonios estaban llenos de


emoción, tan salvaje como las olas que ondeaban en el mar,
susurraron entre ellos: — ¿El señor volvió a cambiar su piel hoy?

— ¡Me estoy muriendo, su nueva piel me está matando! ¡Es tan


tierna y firme!

— ¿Muriendo? Vieja bruja, ¿no estás ya muerta?!

Parecía que, debido a que Hua Cheng nunca mostraba su


verdadera forma delante de nadie y cambiaba las pieles con
bastante frecuencia, incluso la banda de fantasmas y demonios
en la Ciudad Fantasma no sabía qué aspecto tenía y asumió que
este debía ser otro de sus personajes con piel falsa. Solo Xie Lian
sabía que el que estaba frente a él era la verdadera Lluvia
Sangrienta que busca la Flor de las leyendas.
Capítulo 38: Admirando a la Flor a través de nubes rojas, un corazón lleno de
simpatía (parte tres)

Xie Lian seguía mirando al hombre de rojo.

—Tú...

Quería decir algo, pero bajo la mirada de numerosos pares de


ojos, y la expresión ilegible en el rostro de Hua Cheng que no
parecía mostrar signos de reconocerlo, Xie Lian debatió si debía
actuar tan familiarizado con él. En su lugar, dijo: —Gracias.

Lang Qian Qiu dijo: — ¿Por qué agradecerle? Este lugar es de su


propiedad, probablemente tuvo malas intenciones desde el
principio.

—... — Xie Lian respondió en voz baja—. Su alteza, dejemos de


hablar y pongamonos al día.

Si continuaban, realmente no sabía qué saldría de la boca de


Lang Qian Qiu. Especialmente con la misión en cuestión, Xie Lian
no podía darse el lujo de quedarse mucho tiempo. Miró a Hua
Cheng un par de veces más y empujó a Lang QianQiu hacia la
salida. Justo cuando lo hizo, la voz de Hua Cheng llamó desde
detrás de él: —Espere un momento.

Xie Lian detuvo su paso y se dio la vuelta. La conversación entre


la multitud comenzó de nuevo: —Así es mi señor, ¡no podemos
dejar que se vayan así!

—Ese tipo es sospechoso. Parece ser bastante poderoso y


probablemente esté escondiendo algo. Si me preguntas,
deberíamos mantenerlo aquí e interrogarlo.
—Exactamente, quién sabe quién lo envió a causar problemas en
nuestro mundo.

Esa última frase casi detuvo su corazón. Realmente vinieron de


los cielos, pero la intención no era causar problemas, solo pasar
silenciosamente. Xie Lian no estaba seguro de si Hua Cheng
había visto la luz espiritual que Lang Qian Qiu había liberado
antes, y si no estaba cien por ciento seguro Hua Cheng los dejaría
ir una vez que la veo. Xie Lian se estaba volviendo cada vez más
ansioso, pero el tono de Hua Cheng en la conversación fue
entrecortado: — ¿No debería dejar el premio?

Xie Lian se perdió.

— ¿Premio?

Lang Qian Qiu se puso delante de Xie Lian y dijo con cautela: —
¿Vas a volver en tus palabras ahora?

Pero Xie Lian pensó: —San Lang nunca rompería sus promesas.
¿Podría haber querido decir algo más?

Y con eso, salió de detrás de Lang Qian Qiu y preguntó: — ¿Pero


no gané la apuesta?

Hua Chengdijo: —Es cierto que Gege ha ganado contra mí justo


ahora, pero no lo olvide, ya había perdido una ronda.

Xie Lian se sorprendió: —Pero dijiste, que no me preocupe,


porque no contaba.

A pesar de que tuvo que ser caradura para decir algo tan
embarazoso como: no cuenta cuando pierdo, y solo cuenta
cuando gano, Xie Lian aún lo dijo.
Hua Cheng respondió: —Por supuesto, los que apostó en mi
contra no contaron. A lo que me refiero es a la primera ronda que
jugó en la mesa larga.

Fue entonces cuando Xie Lian finalmente recordó. Hua Cheng


estaba hablando de ese momento en el que quería probar lo más
bajo que podía tirar y terminó tirando un doble seis en su lugar.

Lang Qian Qiu susurró: —Le dije que no tenía buenas intenciones
y que no nos dejaría salir tan fácilmente. No volveré a sellarme
esta vez.

Al ver que se estaba preparando para otra pelea y ansioso por


aprovechar la oportunidad, Xie Lian lo detuvo y lo convenció: —
No se preocupe, no necesitamos usar nuestros puños.

En el otro extremo, Hua Cheng inclinó la cabeza.

— ¿Qué le parece? Gege, ¿admite su pérdida?

Si uno estaba dispuesto a apostar, entonces también debería


admitir su pérdida honestamente, no había otras opciones, por lo
que Xie Lian asintió.

—La admito.

Hua Cheng extendió su mano izquierda con la palma abierta: —


Entonces, deme el premio que prometió.

¿...el premio que prometió?

Después de algunas dudas, Xie Lian metió la mano en la manga


izquierda con la mano derecha, palpó y sacó un bollo a medio
comer. Incapaz de mirar a Hua Cheng a los ojos, endureció su piel
y lo presentó.

—Quieres decir... esto... ¿verdad?


A decir verdad, cuando sacó este bollo, Xie Lian sintió que la
gruesa piel que había crecido a lo largo de sus ochocientos años
se desmoronó un poco, incapaz de sostenerse.

Los fantasmas y los demonios en la sala se quedaron sin palabras


y solo observaron en silencio. No importaba que fuera la primera
vez que el señor apostaba contra alguien, cuando la apuesta se
convirtió en un bollo a medio comer, pensaron que era una broma.
Pero el pensar, con toda seriedad, que el señor realmente había
perseguido a la persona para pedirle este bollo. Sin palabras.
Realmente no había nada que decir. Hay algunos demonios que
incluso tenían un pensamiento más absurdo: ¡o hay algún tipo de
secreto enorme escondido dentro de este bollo o esta persona era
en realidad el hermano mayor del señor!

Sin embargo, Hua Cheng sonrió cuando recibió el bollo, lo miró y


lo saludó con la mano: —He reclamado este premio.

Al ver que realmente lo tomó, Xie Lian no supo qué decir. Fue solo
después de un buen minuto que respondió: —Está... frío. Y, tal
vez, un poco duro.

Hua Cheng respondió: —Está bien. No importa.

Como respondió así, Xie Lian no tuvo nada más que decir para
continuar la conversación. Ya dijo todo lo que pudo, así que se dio
la vuelta y se dirigió hacia la salida. La multitud de abajo de la
Guarida del apostador se separó de él cuando se iba. Cuando
avanzó al principio, se separaron pensando que era un guerrero
valiente. Ahora, se separaron para él con temor y sospecha.
Después de caminar unos pocos pasos, pudo escuchar a los
demonios detrás de él preguntar: — ¡Mi señor! Mi señor, ¿a dónde
vas ahora?

Hua Cheng respondió perezosamente: —Me siento bien hoy. Me


dirijo a la Tierra del Paraíso.
Al oír su respuesta, el salón estalló en vítores como si fuera Año
Nuevo. Xie Lian no pudo evitar mirar otra vez hacia atrás y vio que
Hua Cheng también se había girado. Con ese panecillo a medio
comer aún en su mano, lo acercó a su boca y casualmente le dio
un mordisco, mirando en dirección a Xie Lian.

Xie Lian se detuvo en seco cuando vio que la escena se


desarrollaba. De repente, por alguna razón, sintió que no debía
quedarse allí por más tiempo, aceleró el ritmo, agarró a Lang Qian
Qiu y salió corriendo.

Los dos dejaron la Guarida del Apostador y corrieron como locos


durante mucho tiempo, casi golpeando varios puestos de comida
en el camino. Justo cuando finalmente habían llegado a un
pequeño y tranquilo callejón, Shi Qing Xuan también apareció y
se reunió con ellos. Shi Qing Xuan se abanicó con tal vigor que su
cabello voló salvajemente al viento.

—Eso estuvo tan cerca, tan cerca. Dios mío, eso me asustó hasta
el punto de que mi cara era casi tan blanca como la de un
fantasma.

Tal vez fue que corrieron demasiado fuerte para que el corazón
de Xie Lian también latiera locamente. Lang Qian Qiu dijo: —Sí,
Lord Señor del Viento, creo que su cara todavía está muy pálida.

Shi Qing Xuan sintió su rostro y sonrió.

— ¿Es así? Jajajaja, esto no es por miedo; esto es con lo que


nací- ejem Ejem. Qian Qiu, usted también eres un dios marcial,
¿cómo pudo ser tan impulsivo? ¡Estamos en medio del territorio
del reino de los fantasmas aquí! Si fueramos atrapados y
expuestos, y hubieran salido noticias de oficiales celestiales
encubiertos en la Ciudad Fantasma, ¿cómo le explicaríamos esto
a El Gran Dios? Destruiría la paz en los tres reinos.
Lang Qian Qiu inclinó la cabeza y admitió su error:

—Lo siento, me apresuré descuidadamente. Luego levantó la


cabeza. —Pero esos jugadores estaban locos. Si ese hombre
hubiera abierto la copa, si había perdido o ganado, el resultado
aún sería malo. O su hija sufriría o él sufriría las consecuencias.
Fue en mi momento de enojo que aplasté la copa.

Shi Qing Xuan respondió: —Aun así, no debió haber actuado solo.

Lang Qian Qiu se sorprendió: —Entonces Lord Señor del Viento,


¿qué debería haber hecho? Si no entrara, no habría nadie que lo
hiciera.

Su súplica fue tan genuina que Shi Qing Xuan no supo cómo
responder, y golpeó ligeramente su abanico contra su sien.

—Bueno...

Xie Lian sonrió suavemente.

—Dejémoslo ahí.

Lang Qian Qiu lo miró. Xie Lian continuó: —Creo que incluso si su
alteza Tai Hua fuera atrapada e interrogada, no revelaría su
identidad. Pero, para evitar que otros recojan pistas de sus
palabras, sería mejor para su alteza mantenerse cauteloso y evitar
la captura en el futuro.

Lang Qian Qiu asintió.

—Está bien, entiendo.

Shi Qing Xuan dijo: —Bien, no hablemos más de esto. Oh cierto,


su alteza...
Al escuchar: Su alteza tanto Xie Lian como Lang Qian Qiu giraron
al mismo tiempo, y Shi Qing Xuan aclaró: —Oh, me refiero al más
viejo.

—…

Xie Lian pensó con tristeza: —Más viejo... es cierto que soy un
poco mayor, pero no tanto. ¿Por qué cuando se trata de mí,
siempre parece que se están refiriendo a un abuelo?

Shi Qing Xuan continuó: —Sus altezas reales, ¿se han


encontrado en el Gran Salón Marcial? Si no, déjenme
presentarlos. Este es el príncipe heredero de Yong An, Lang
QianQiu, dios marcial del Este. Este es el príncipe heredero de
XianLe, Xie Lian, un oficial celestial que… es muy apreciado por
El Gran Dios.

A pesar de que Shi Qing Xuan se detuvo y no dijo las palabras,


Xie Lian sabía exactamente lo que vino después, ¡qué otra cosa
podría ser otra que recoger basura! Dado que las palabras se
intercambiaron bruscamente en la mitad de la oración, no hubo
tiempo para ajustar la gramática ni la pronunciación. Lang
QianQiu miró a Xie Lian y preguntó asombrado: — ¿Así que es
usted el príncipe que ascendió tres veces?

Parecía que Lang Qian Qiu realmente había dormido durante toda
la reunión en el Gran Salón Marcial la última vez y ni siquiera
recordaba quién era. Si él era otra persona y le decía lo mismo a
Xie Lian, entonces, sin duda, sería sarcástico. Pero, como la
pregunta vino de Lang Qian Qiu, Xie Lian creía sinceramente que
este joven realmente creía que el ascenso tres veces era algo
raro. Sus ojos brillaron.

—Sí, ese sería yo.

Lang Qian Qiu respondió: — ¡Ese incidente ahora mismo, gracias


por ayudarme! O sino... —De repente recordó algo y se apresuró
a ponerse el cinturón, el miedo aún persistía en su expresión.
Claramente, no pensó demasiado en la historia pasada entre el
reino de XianLe y el reino de Yong An, y se dirigió a Xie Lian: —
Su alteza, pensé que la Lluvia Sangrienta que busca la Flor lo
conocía. ¿Cómo es que actuó como si no estuviera allí?

Lang Qian Qiu terminó de atarse la cintura.

—Esa fue la verdadera Lluvia Sangrienta que busca la Flor,


¿verdad? ¿Era esa su verdadera forma?

Xie Lian ni siquiera tuvo tiempo de abrir la boca y Shi Qing Xuan
ya habló: — ¿Cómo puede ser su verdadera forma? Hua Cheng
tiene miles de disfraces, ¿quién sabe cómo se ve su verdadera
forma? La última vez que fui al paso de Ban Yue, se veía similar
a la apariencia de hoy, pero probablemente sea un disfraz. Es
falso, todo falso.

Sin embargo, Xie Lian recordó claramente que Hua Cheng le


había dicho: La próxima vez que nos encontremos, le saludaré en
mi verdadera forma, esa noche en el Santuario Puji. Pensó para
sí mismo: —Es real.

Pero, por supuesto, no lo dijo en voz alta. Todos estaban tan


seguros de que Hua Cheng debía llevar una piel falsa y que si él
era el único que sabía que era la verdadera forma de la Lluvia
Sangrienta que busca la Flor era como enterarse de un
extraordinario secreto. Luego continuó esa línea de pensamiento:
—Al ver la apariencia de San Lang, realmente no se ve muy
diferente de antes, solo un poco más viejo y más alto. Eso significa
que técnicamente, él estaba prácticamente en su verdadera forma
la primera vez que lo conocí. Curiosamente, Xie Lian se sintió un
poco feliz.

Shi Qing Xuan agregó desde el lado: —La gente dice que Hua
Cheng es un personaje extraño, y ese parece ser el caso. Es obvio
que él lo estaba haciéndolo fácil para ti y, sin embargo, fingió no
conocerte. Quién sabe lo que está haciendo. ¿Podría ser que él
quería atraparnos con la guardia baja?

Xie Lian se atragantó. Parecía que cualquiera notó que Hua


Cheng se lo había vuelto fácil en la Guarida del Apostador. Lo
estaba haciéndolo fácil, era lo que la gente había dicho, pero en
realidad, Hua Cheng le había dejado ganar unilateral. Lang Qian
Qiu fue el único que no pudo notarlo y frunció el ceño: — ¿Fue
fácil con él? ¿Por qué?

Los otros dos le dieron una palmada en el hombro y decidieron


que era mejor no explicárselo. Dejaron a Lang Qian Qiu de pie
solo, preguntándose por qué Hua Cheng lo estaba haciéndolo fácil
para Xie Lian y si los dos se conocían o no. Xie Lian y Shi Qing
Xuan se dieron la vuelta y comenzaron a caminar.

—Parece que hemos estado expuestos, ¿qué debemos hacer


ahora? Xie Lian dijo: — ¿Cambiar nuestros disfraces e intentarlo
de nuevo? Personalmente, no creo que eso cambie nada. Con la
peleo de su alteza, Tai Hua, La Ciudad Fantasma probablemente
reforzará su seguridad.

Shi Qing Xuan respondió: —Para ser honesto, he considerado la


posibilidad de que nos expongamos, pero nunca pensé que
sucedería tan pronto.

Xie Lian suspiró.

—Lo sé, lo sé.

—Lo que se ha hecho está hecho —dijo Shi Qing Xuan. —Ya que
nuestros disfraces están expuestos, también podríamos caminar
confiadamente y hacer esto abiertamente.
Xie Lian probablemente podría adivinar qué había querido decir
con abiertamente.
Como era de esperar, Shi Qing Xuan explicó: —Si aún queremos
seguir mintiendo, entonces usted es el único que puede hacerlo:
busque a Hua Cheng y dígale que ha venido aquí especialmente
para verlo. Él sabe que es usted un oficial del cielo, ¿verdad? Si
es así, entonces es bastante creíble decir que has traído contigo
a un par de amigos del cielo.

Capítulo 39: En la Mansión Paraíso, preguntas de XianLe (parte uno)


Antes de que Xie Lian pudiera responder, Lang Qian Qiu, que
había escuchado la sugerencia, gritó de inmediato: — ¡No!

Shi Qing Xuan lo miró.

— ¿Por qué no?

Lang Qian Qiu contestó en tono serio: —Príncipe XianLe,


¿realmente conoce la Lluvia Sangrienta que busca la Flor?
Escuché su conversación antes, parece que ustedes dos son
amigos.

Xie Lian asintió.

— ¡Entonces, por supuesto, ese plan no es factible! —Dijo Lang


Qian Qiu. —Aunque un rey demonio no es un santo, el hecho de
que lo haya tratado bien debe significar que lo ve como un amigo.
Si es así, entonces uno no debe mentirle a un amigo.

Shi Qing Xuan podía sentir un dolor de cabeza que se


aproximaba: — ¡Dios mío, Qian Qiu, tonto!

Sin embargo, Xie Lian se echó a reír y asintió: —Lo que su alteza,
Tai Hua, dice es correcto.

Lang Qian Qiu sonrió: —Usted también está de acuerdo,


¿verdad?

Shi Qing Xuan dijo: — ¿Cómo es eso correcto? Somos tres


oficiales celestiales. Si volviéramos a informar con las manos
vacías, la gente diría que nuestra tasa de éxito es incluso inferior
a la del Palacio de Ling Wen, y eso sería una vergüenza absoluta.

Xie Lian sonrió y justo cuando estaba a punto de hablar, el sonido


de gritos y aullidos que venían de atrás los hizo volverse. Justo
afuera del callejón, un grupo de demonios y fantasmas pasaron
corriendo, gritando: — ¿Dónde está ese mocoso con la cara
vendada? ¿Dónde diablos está?

Al ver la alarma de los otros dos dioses, Xie Lian aseguró: —No
se preocupen, no nos están persiguendo.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, sus orejas


fueron perforadas por un grito agudo y ensordecedor.

El grito de desesperación hizo que el corazón de Xie Lian cayera.


Sin pensarlo dos veces, corrió en esa dirección, y allí, un montón
de siluetas de formas extrañas se reunieron en un círculo fuera
del callejón, gritando uno tras otro.

— ¡Lo atrapamos!

— ¡Golpéenlo de nuevo!

— ¡Mierda! No importa cuánto me robó este pedazo de escoria,


¡lo voy a cortar parte por parte!

Shi Qing Xuan lo alcanzó: —Su alteza, ¿qué está pasando?

Xie Lian no respondió, pero caminó hacia el grupo paso a paso.


Su ritmo creció en velocidad, y pronto comenzó a correr. Empujó
a la fuerza a un par de demonios en el exterior y vio que la persona
que estaba siendo golpeada era un niño harapiento. Parecía tener
quince o dieciséis años, acurrucado en el suelo, temblando
incontrolablemente. A pesar de que se aferraba firmemente a su
cabeza, todavía se podían ver las capas de vendajes que estaban
envueltos en su cabeza. Las vendas eran iguales a las de su
cabello, manchadas de tierra.

¿No era este el mismo niño vendado que Xie Lian había conocido
en el Monte Yu Jun y que había desaparecido y no pudo
encontrar?
No era de extrañar que el Palacio de Ling Wen dijo que no
pudieron encontrar ningún rastro de él hace un par de días.
¿Cómo podría el Palacio de Ling Wen del Cielo encontrarlo en el
reino de los mortales si el chico hubiera escapado al territorio de
los fantasmas?

En un momento de furia, la pareja de demonios que Xie Lian hizo


a un lado lo sacó una vez más. Un demonio tiró de las vendas, —
Mira lo desesperado que quiere mantener sus vendas, te apuesto
a que este pequeño mendigo podría ser más feo que yo...—

Lang Qian Qiu estaba furioso y gritó: — ¡Qué estás haciendo! —


Mientras tiraba unos cuantos demonios a un lado. Shi Qing Xuan
no tuvo tiempo para detenerlo y solo gritar—. Qian Qiu, ¡pensé
que habíamos acordado no hacer las cosas por impulso!

Esta vez, Qian Qiu había irritado a más demonios. Ellos gritaron.

— ¡¿Y quién crees que eres?! Y se abalanzaron sobre él.

—Lo siento, Lord Señor del Viento —dijo Lang Qian Qiu—. ¡Esta
será la última vez! —Y se lanzó a la lucha, golpeando a los
demonios.

Shi Qing Xuan dejó escapar un suspiro de exasperación.

— ¡Ugh, nunca más volveré a salir con usted! Antes de unirme a


la pelea.

Debido a que no podían exponer su energía espiritual, solo podían


recurrir a pelear con sus puños y pies. El otro grupo más pequeño
que estaba golpeando al niño fue separado por la fuerza por Xie
Lian. Se arrodilló, queriendo ayudar al niño a levantarse.

— ¿Estás bien?
Al escuchar esa voz, el niño se estremeció y lo miró desde su
posición fetal. Ahora que había visto mejor, Xie Lian descubrió que
los vendajes que rodeaban la cara del niño estaban empapados
de sangre. Con manchas de negro y rojo, era una visión
aterradora, la apariencia aún más aterradora que cuando se
habían separado por última vez. Los dos grandes ojos que
emergieron de la brecha entre las vendas eran claros como el día,
el iris negro contra el blanco, pero esos ojos oscuros que
reflejaban la silueta de Xie Lian estaban llenos de miedo.

Xie Lian tomó al niño del brazo.

—Ven, levántate. Va a estar bien.

Para su sorpresa, el chico gritó, empujó a Xie Lian, y salió


disparado.

Como este niño había sido infectado una vez con la enfermedad
de rostro humano, debe estar conectado con el reino de XianLe.
En el momento en que Xie Lian lo vio, pudo sentir un tirón en su
corazón y su mente se dispersó. Cogido por sorpresa por la fuerza
del empuje, incluso su sombrero de paja se había caído. Después
del shock inicial, gritó: — ¡Espera!

Justo cuando Xie Lian estaba a punto de perseguirlo, los pocos


demonios que había retirado antes lo habían agarrado. El chico
se dirigió a la calle que estaba más viva que nunca. A la velocidad
que él estaba atravesando sin esfuerzo los grupos de fantasmas
y demonios con su pequeño cuerpo, el chico desaparecería
pronto. Sería difícil para RuoYe rastrear a una persona en este
tipo de entorno, por lo que en ese momento de urgencia, Xie Lian
gritó: —Mis señores, dejaré este asunto con ustedes. Vamos a
separarnos por ahora. ¡Vayan a esconderse y nos reuniremos
aquí nuevamente en tres días!
RuoYe se deslizó y envió a esos demonios volando en dirección
a los otros dos oficiales. Se inclinó ligeramente, recogió su
sombrero de paja y echó a correr en dirección al niño.

Se escurrió entre la multitud con una dificultad inmensa mientras


gritaba: — ¡Disculpe! ¡Disculpe! —Sin embargo, debido a que el
muchacho había pasado la mayor parte de su vida escondido en
el reino mortal, escapar fue prácticamente una segunda
naturaleza para él. Primero había una cabeza, luego había una
sombra, después de eso, no había nada; se estaba alejando más
y más. Xie Lian no sabía si era su imaginación, pero sentía que
las multitudes en la calle se estaban volviendo cada vez más
gruesas. Con humanos y fantasmas por igual presionados unos
contra otros, realmente le hizo difícil atravesar. En medio de todo
ese caos, la mente de Xie Lian era tumultuosa y derribó una serie
de puestos, y gritó: — ¡Lo siento! ¡Lo siento! —Mientras seguía
corriendo.

Sin embargo, los fantasmas y los demonios no eran fáciles de


cruzar, y le gritaban: — ¡Lo siento, mierda! ¡Agárrenlo!

Xie Lian sintió una frialdad en su espalda repentinamente, como


si una mano lo hubiera agarrado, e inmediatamente la rechazó.

— ¡¿Quién es?!

Era difícil decir de dónde venía la mano, pero todos los fantasmas
y demonios lo rodeaban, sus voces chillando y terrible.

— ¡Oi! ¡Vamos a enseñarle a esta pequeña cara pálida una o dos


cosas! ¡Cómo se atreve a crear mierda en nuestra Ciudad
Fantasma!

Una gran multitud de monstruos y espíritus se vertió en la horda,


y al ver que estaba a punto de perder a ese chico en la multitud,
Xie Lian hizo todo lo posible para deshacerse de la mano que lo
atrapó.
— ¡Todos! Lo siento mucho, no intenté dañarlos. ¡Déjenme ir a
buscar a alguien y volveré a pagarles a todos!

La horda de fantasmas y demonios era implacable.

— ¡Sí claro!

En medio de todos los empujones, ese chico había desaparecido


por completo. Xie Lian se detuvo y se quedó donde estaba,
aturdido. A decir verdad, realmente no podía estar seguro de lo
que estaba sintiendo. ¿Fue una decepción por no poder atrapar
al otro, o fue un alivio que una pesadilla hubiera pasado?

De repente, hubo una conmoción entre la multitud de demonios,


e inmediatamente se separaron a los lados, formando un camino,
como si alguien de importancia estuviera por llegar. Xie Lian se
acercó y vio una silueta alta de una figura vestida de negro que
caminaba directamente hacia él a través del camino creado por la
multitud. Él gritó.

—Cálmense. ¡Déjenlo ir!

La figura vestida de negro, como la mayoría de los fantasmas y


demonios, llevaba una máscara. Era una máscara graciosa con
una cara como si estuviera sonriendo tristemente. La multitud
murmuró por lo bajo: — ¡Es el oficial de XiaXianYue31! Y liberaron
su agarre sobre Xie Lian. Parecía que esta figura vestida de negro
era alguien importante en la Ciudad Fantasma.

En el momento en que se acercó a Xie Lian, hizo una reverencia:


—Saludos, cultivador. El Señor desea verlo.

—Um. ¿A mí? —Xie Lian se señaló a sí mismo.

31
XiaXianYue se traduce en luna creciente menguante.
El oficial de XiaXianYue respondió: —Eso es correcto. El Señor lo
ha estado esperando en la Mansión del Paraíso.

A su alrededor, la muchedumbre contuvo el aliento: — ¿El Señor


quiere verlo? ¿Escuché esto mal?

— ¿Mansión del Paraíso? Ese es el santuario del Señor, ¡nunca


ha tenido invitados!

Algunos señalaron: —Espera un segundo, ¿no fue él quien ganó


hoy contra el Señor en la Guarida del Apostador? ¡¿No, el que al
que el Señor enseñó?!

Todos los ojos ahora estaban enfocados en Xie Lian, cada par
más grande que el siguiente. Xie Lian no pudo evitar levantar su
sombrero de paja para ocultar su rostro. El oficial de XiaXianYue
hizo un gesto: —Por aquí, por favor.

Xie Lian asintió y lo siguió.

La multitud se separó una vez más, y el oficial demoníaco guió a


Xie Lian por el camino. Nadie se atrevió a seguirlo, y después de
un tiempo de incienso, los dos dejaron atrás la bulliciosa calle,
yendo más y más hacia los bosques.

Durante su caminata, los dos no conversaron. Xie Lian sintió que


el oficial de XiaXianYue caminaba como si fuera a desaparecer
en las sombras y lo siguió de cerca. Inconscientemente, sus ojos
pasaron por la muñeca del oficial y notaron que había un círculo
negro y maldito.

Era algo con lo que estaba más que familiarizado.

¿Un grillete maldito?

Abrió los ojos pero se quedó en silencio ante su sorpresa. En ese


momento, el oficial demonio habló: —Estamos aquí.
Xie Lian levantó la vista y se dio cuenta de que lo habían llevado
a un lago. Había una serie de fuegos fatuos flotando sobre las
aguas, jugando y persiguiéndose unas a otras. Junto al lago había
un pabellón imponente.

Tanto los cielos como el reino de los fantasmas tienen una


arquitectura glamorosa. Sin embargo, los edificios distinguidos de
los cielos pusieron énfasis en la prominencia y el prestigio,
mientras que los edificios en la Ciudad Fantasma eran glamurosos
en su hechizo y frivolidad. Incluso las grandes letras de este
pabellón Mansión Paraíso emanaban un aura malvada.

Después de pensarlo un poco, Xie Lian igual entró.

Levantando una cortina de cuentas, un aire cálido y perfumado


vino corriendo a su cara. Xie Lian movió su cabeza ligeramente
para evitar que se envolviera en ese olor. Pronto, llegó a un gran
salón.

El interior de la sala estaba cubierto por una gruesa alfombra


blanco nieve hecha de la piel de una bestia desconocida. Muchas
mujeres hermosas y cautivadoras, descalzas y vestidas de seda
ligera, bailaban y jugaban, sensuales y seductoras. La música que
escuchó vino de ellas.

Las damas giraban seductoramente como ramos de rosas


cubiertas de espinas, floreciendo en medio de la noche.

Cuando se giraron hacia Xie Lian, bromearon juguetonamente


con sus ojos. Si cualquier transeúnte de la noche se entrometiera
accidentalmente en esta escena, seguramente se sentiría aún
más asustado o encantado. Sin embargo, cuando Xie Lian estaba
observando el salón principal, sus ojos se clavaron en esas
mujeres. Lo primero que vio fue a Hua Cheng, que estaba sentado
en el fondo del salón principal.
Al final del pasillo había un gran futón hecho de jade negro, de
tamaño expansivo y que puede acomodar a más de diez
personas. Pero solo había uno sentado sobre él, y era Hua Cheng.

Había una serie de hermosas mujeres fantasmas bailando delante


de él, pero él no les escatimó ninguna mirada, solo vigiló
perezosamente lo que tenía ante él.

Frente a Hua Cheng había un pequeño palacio dorado. Desde


lejos, parecía un palacio celestial, pero en una inspección más
cercana, ese pequeño palacio fue construido con láminas
delgadas de oro apiladas unas sobre otras.

Un palacio de láminas de oro. Xie Lian había jugado este juego a


menudo cuando era un niño; era un juego que no es diferente a
los niños del pueblo apilando piedras para construir casas. Sin
embargo, debido a que no le gustaba la separación por naturaleza
cuando era más joven, no importaba lo que fuera, siempre que los
objetos se colocaran juntos, Xie Lian se negaría a separarlos.
Después de hacer un palacio, le prohibiría a cualquiera que lo
tocara, deseando si tan solo pudiera pegar las frágiles hojas para
que nunca se derrumbara. Cuando era aún más joven, si veía que
su palacio dorado se desmoronaba, estaría deprimido hasta el
punto de negarse a comer y dormir hasta que el rey y la reina lo
sacaran de su caparazón. El palacio dorado que tenía ante él
ahora era grande, con cientos de hojas de papel de aluminio, frágil
como un huevo, como si una suave brisa pudiera soplarlo. Xie
Lian oró mentalmente: —No caigas. No caigas.

Después de un momento, sin embargo, Hua Cheng miró su


trabajo y le mostró una sonrisa, levantó un dedo y golpeó la parte
superior del palacio dorado.

Las láminas se agitaron y se derrumbaron en un montón.

Hojas de oro cayeron al suelo, el palacio de oro fue destruido.


Habiéndolo derribado, Hua Cheng parecía divertirse por su
trabajo, como un niño que ha empujado sobre una torre de
bloques de construcción.

Sin pensar, tiró una lámina de oro que aún estaba en su mano y
saltó del futón. Las bailarinas se detuvieron de inmediato en sus
pasos y retrocedieron hacia los lados, silenciando sus canciones.
Pisando las hojas de láminas de oro, Hua Cheng caminó hacia la
entrada.

—Ya que Gege está aquí, ¿por qué no entra? No sea un extraño
después de separarnos por tantos días.

Al escuchar sus palabras, Xie Lian bajó la cortina de cuentas.

—Anteriormente en la Guarida del Apostador, fue San Lang quien


fingió no reconocerme.

Hua Cheng se acercó y se detuvo al lado de Xie Lian.

—Lang Qian Qiu estaba allí, así que si no actuara, estaría


causando problemas a Gege.

—Esa fue una actuación muy mala... — pensó Xie Lian.

En cuanto a ver a través de la identidad de Lang Qian Qiu, Xie


Lian no se sorprendió lo más mínimo. De hecho, Hua Cheng
probablemente sabía que Shi Qing Xuan también estaba
mezclado entre la multitud, por lo que Xie Lian habló sin dudar: —
San Lang está bien informado como siempre.

Hua Cheng se rió.

—por supuesto. Entonces, ¿está Gege aquí especialmente para


visitarme esta vez?

—…
Si Xie Lian tuviera que ser honesto consigo mismo, si hubiera
sabido que Hua Cheng estaba aquí, habría pedido permiso para
poder visitarlo. Por desgracia, ese no era el caso. Sin embargo,
Hua Cheng no se molestó en esperar la respuesta de Xie Lian. Él
sonrió.

—Ya sea que esté aquí para verme o no, igual estoy feliz.

Xie Lian se sobresaltó con esas palabras. No había tenido la


oportunidad de responder cuando las mujeres que estaban de pie
a los lados comenzaron a reírse. Hua Cheng inclinó la cabeza y
todos se detuvieron al mismo tiempo, con la cabeza gacha, y
pronto salieron del pasillo, dejando solo a los dos en esta cámara
expansiva.

—Ven y siéntese aquí, Gege —dijo Hua Cheng.

Xie Lian lo siguió y lo observó mientras caminaba, sonriendo: —


Así que esta es tu verdadera apariencia.

Hua Cheng se detuvo en su paso.


Capítulo 40: En la Mansión Paraíso, preguntas de XianLe (parte dos)

Tal vez fue un invento de imaginación, pero los hombros de Hua


Cheng parecían haberse congelado por un instante. El momento
no duró, y Hua Cheng respondió casualmente: —Dije que la
próxima vez que nos encontremos le saludaría con mi apariencia
real.

Xie Lian sonrió. Le dio una palmadita en el hombro y dijo con


seriedad: —No está mal.

El tono de Xie Lian también fue casual, nada más, nada menos, y
muy simple. Hua Cheng le devolvió la sonrisa, y esta vez, relajado.
Dieron unos pasos más y Xie Lian de repente recordó algo
importante que debía confirmar con Hua Cheng, y se quitó la
cadena de plata del cuello.

—Por cierto —dijo Xie Lian—. ¿Dejaste esto?

Hua Cheng miró el anillo y sonrió: —Es para ti.

— ¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.

—No es nada importante. —Hua Cheng respondió: —Solo


mantenlo por diversión.

Aunque eso es lo que dijo, Xie Lian sabía que este objeto no era
algo tan insignificante. —Entonces, gracias, San Lang.

Al ver que Xie Lian colocó el collar anillado alrededor de su cuello,


los ojos de Hua Cheng brillaron intensamente. Xie Lian miró a su
alrededor y dijo: —Antes en la Guarida del Apostador, dijiste que
venías a la Mansión Paraíso y pensé que era algo así como un
burdel o una zona roja32, pero ¿esto se parece más a un teatro?

Hua Cheng levantó las cejas.

—Gege, ¿qué estás diciendo? Nunca voy a la zona roja.

Xie Lian se sorprendió.

— ¿En serio?

—Por supuesto —respondió Hua Cheng.

Los dos se acercaron al futón negro y se sentaron uno al lado del


otro. Hua Cheng continuó: —Este no es más que un lugar que a
veces renuevo, una especie de residencia. Vengo y me relajo aquí
cuando estoy libre. Si estoy ocupado, entonces lo dejo.

—Así que es tu hogar —comentó Xie Lian.

—Residencia —corrigió Hua Cheng—. No es un hogar.

— ¿Hay alguna diferencia? Preguntó Xie Lian.

—Por supuesto —respondió Hua Cheng, —un hogar tiene una


familia. Un lugar donde alguien vive solo no es un hogar.

Al escuchar esto, el corazón de Xie Lian se apretó. Según esa


definición, habían pasado más de ochocientos años desde que
tuvo un hogar. Aunque Hua Cheng no tenía ningún rastro de
soledad en su rostro, Xie Lian pensó que tal vez eran iguales. Hua
Cheng continuó: —Si hablamos de hogares, incluso un lugar
pequeño como el Santuario Puji sería un millón de veces mejor
que mi Mansión Paraíso.

32
Usualmente un lugar como una avenida donde hay prostitución.
Xie Lian estuvo de acuerdo y sonrió: —No me di cuenta de que
San Lang fuera tan sentimental. Pero para hacer comparaciones
con mi Santuario Puji, realmente estás exagerando aquí.

Hua Cheng se rió.

— ¿Qué hay de avergonzarse? A decir verdad, el Santuario Puji


de Gege es pequeño, pero es mucho más cómodo que mi
Mansión Paraíso. Es más como un hogar.

— ¿Es eso así? Xie Lian dijo calurosamente: —Entonces, si te


gusta, en el futuro, ven cuando quieras. Las puertas del Santuario
Puji siempre estarán abiertas para ti.

La cara de Hua Cheng se iluminó: —Ya que Gege lo dice, con


gusto aceptaré su oferta. No me consideres molesto en el futuro.

—De ninguna manera —dijo Xie Lian. —Por cierto, San Lang,
quiero pedirte un favor, pero no sé si tendrías tiempo.

— ¿Qué es? —Preguntó Hua Cheng—. Este es mi territorio. Solo


pídalo y se lo entregaré.

Después de pensar un poco, Xie Lian dijo: —Antes, cuando


estaba tratando con el caso en el Monte Yu Jun, me encontré con
este chico que podría haberse originado en mi reino.

Hua Cheng parpadeó lentamente ante la palabra originar y no dijo


una palabra. Xie Lian continuó: —No manejé muy bien el asunto
y lo asusté. Después de eso solicité una búsqueda sin ningún
éxito. Al principio, cuando corría por los callejones de la Ciudad
Fantasma, pensé que me había topado con él. San Lang, eres el
señor de esta tierra. ¿Hay alguna manera en que puedas
ayudarme a encontrarlo? Su cara está envuelta en vendas, y solo
recién se escapó cerca escalones de la Mansión Paraíso.
Hua Cheng se quedó en silencio y se puso de pie para decir algo
en voz baja, con la cara vuelta, como si se estuviera comunicando
con alguien. Un momento después se volvió a sentar y sonrió: —
Listo. Sólo espere.

Como Hua Cheng era el señor que vigilaba la Ciudad Fantasma,


sería mucho más conveniente para él actuar. Xie Lian suspiró de
alivio.

—En verdad, gracias de nuevo.

—Esto no es nada —dijo Hua Cheng. — ¿Pero dejó a Lang Qian


Qiu tan fácilmente?

Si Lang Qian Qiu estuviera allí, directo y obtuso, sería difícil


predecir qué otras tonterías saldrían de su boca y empezar quién
sabe qué tipo de problemas. Probablemente sea mejor reunirse
más tarde, pensó Xie Lian.

—Su alteza, Tai Hua, le causó problemas antes en la Guarida del


Apostador. Lo siento por eso.

Hua Cheng mostró una sonrisa arrogante.

— ¿Qué estás diciendo? Eso no contó como un problema en lo


más mínimo.

—Las cosas que rompió...— Xie Lian comenzó y Hua Cheng se


echó a reír: —Por Gege, perdonaré su deuda. Él puede hacer lo
que quiera mientras no muestre su cara frente a mí.

Xie Lian ahora tenía curiosidad y preguntó: — ¿No te importa si


hay funcionarios celestiales que se paseen en tu territorio?
¿Podría Hua Cheng realmente ser tan intrépido?

Hua Cheng sonrió: —Por supuesto que no sabrías esto, pero


Gege, los tres reinos proclaman a la Ciudad Fantasma un infierno
de corrupción, un caos demoníaco, pero en realidad, todos
quieren venir a ver. Muchos de los funcionarios celestiales fingen
no preocuparse y hablan mal de este lugar, pero a espaldas de
todos, a menudo se disfrazan y dirigen negocios indescriptibles.
He visto demasiado. Si no provocan problemas, entonces no me
importa, y si lo hacen, incluso mejor, porque son los que se
entrometieron primero.

—Su alteza, Tai Hua, es así por naturaleza, por lo que al ver una
serie de apuestas de ese tipo sucediendo, tuvo que detenerla y
no pudo contenerse —explicó Xie Lian.

—Esa es su falta de experiencia —dijo Hua Cheng claramente—.


.Elegir entre permitirte vivir más tiempo durante diez años y cortar
la vida de tu enemigo durante diez años y elegir este último, es la
base del odio humano. —Resopló y cruzó los brazos—. Que un
idiota como Lang Qian Qiu pueda ascender, el cielo está
verdaderamente ciego.

—...

Xie Lian se frotó la frente sintiéndose un poco culpable, pensando:


—No puedes decirlo así, después de todo, alguien que recolecta
basura como yo también ascendió...

Después de algunas dudas, Xie Lian habló de nuevo: —San Lang,


puede que esté fuera de lugar si digo esto, pero todavía tengo que
decirlo. Esa Guarida del Apostador es peligrosa, ¿no te estallará
en la cara algún día?

Un lugar que permitía apostar a los hijos e hijas y las vidas de las
personas, incluso matar de la nada, era terriblemente
pecaminoso. No importa una pequeña pelea. Si un día las
apuestas se salen de las manos, los cielos no podrían sentarse y
mantener los ojos cerrados. Hua Cheng le dio una mirada.
—Su alteza. ¿Alguna vez le preguntó a Lang Qian Qiu por qué
tuvo que apresurarte?

Xie Lian se sorprendió un poco, sin entender del todo la intención


de la pregunta. Hua Cheng continuó: —Apuesto a que debe
haberle dicho que si no lo hacía, nadie más lo haría.

—Tienes razón —dijo Xie Lian, —eso es exactamente lo que dijo.

—Yo pienso lo contrario —dijo Hua Cheng. —Si no controlo un


lugar como este, entonces alguien más tomaría el control de él.
Prefiero que esa persona sea yo.

Xie Lian supo cuándo ceder y asintió.

—Entiendo.

Parecía que, aunque Hua Cheng era alguien sentimental, también


se preocupaba por el control y el poder de lo que Xie Lian se daba
cuenta. Hua Cheng continuó: —No obstante, gracias Gege por
preocuparse.

En ese momento, Xie Lian escuchó una voz que venía de la


puerta. Un joven dijo: —Mi señor, he localizado al niño vendado.

Xie Lian miró hacia la entrada principal y vio al oficial de


XiaXianYue antes de inclinarse más allá de la cortina de cuentas.
Y el que estaba en sus brazos no era otro que el niño harapiento
con vendas.

Hua Cheng nunca volvió la cabeza.

—Tráigalo.

El joven vestido de negro trajo al niño al interior y lo puso


suavemente en el suelo. Xie Lian no pudo evitar mirar de nuevo
su muñeca para ver si realmente había un grillete maldito, pero el
otro hizo una reverencia y se retiró rápidamente después de
entregar al niño. Como había asuntos más importantes a la mano,
Xie Lian se agachó cerca del niño vendado y al instante se
tranquilizó: —No te asustes. Fue mi culpa la última vez, no lo
volveré a hacer.

Los ojos del niño se abrieron con miedo y confusión, pero después
de huir tantas veces, ya no tenía la energía para escapar de
nuevo. Miró a Xie Lian y luego a la mesa del regazo en el futón de
jade negro. Xie Lian siguió su línea de visión y vio que estaba
mirando un plato de deliciosas frutas encima de la mesa del
regazo.

El niño debío haber estado escondido por mucho tiempo y no


había comido. Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng y antes de que
dijera algo, Hua Cheng le hizo un gesto: —Haga lo que quiera, no
es necesario que me lo pregunte.

No era hora de ser educado, por lo que Xie Lian dio las gracias y
alcanzó el plato de fruta antes de dárselo al niño. Ese niño agarró
el plato de Xie Lian y comenzó a meterse las frutas en la boca.

Parecía que había estado muerto de hambre durante demasiados


días, y estaba desesperadamente hambriento. Incluso cuando Xie
Lian estaba en su peor momento y se moría de hambre como un
perro salvaje, nunca había metido comida de esa en su vida. No
sabía qué decir, y solo reprendió con suavidad: —Más lento.

Después de una pausa, intentó.

— ¿Cómo te llamas?

El niño musitó y murmuró mientras comía, como si tratara de decir


algo pero no podía hacerlo con claridad.

—Puede que no haya hablado en muchos años y se haya olvidado


de cómo hablar —sugirió Hua Cheng.
De hecho, parecía que este chico no hablaba mucho, ni siquiera
con Xiao Ying, y había sido así durante mucho tiempo. Xie Lian
suspiró: —Podemos hacer esto lentamente.

Para entonces, todas las frutas en el plato habían sido devoradas.


Al ver que sus vendajes estaban empapados en sangre seca,
cubiertos de manchas negras y rojas por igual, Xie Lian dijo con
suavidad: —Tu cara está herida y parece grave. Déjame ver.

Al escuchar esas palabras, el miedo envolvió inmediatamente los


ojos del niño. Sin embargo, después de la incansable calma y
aliento de Xie Lian, se sentó una vez más obedientemente.

Xie Lian se acercó a él y sacó una botella de polvo medicinal de


la manga, listo para quitarle los vendajes manchados cuando Hua
Cheng interceptó.

—Déjeme hacerlo.

Xie Lian negó con la cabeza y movió las manos lentamente,


desenredando los vendajes al azar.

Como había sospechado, aunque la cara del niño era un desastre


sangriento, todos los pequeños rostros de humanos aterradores
habían desaparecido, solo grandes manchas de brillantes
cicatrices rojas.

La última vez que se encontraron en el Monte Yu Jun, hubo


quemaduras que cubrían su rostro pero no tanta sangre. Este
chico debe haber usado un cuchillo para cortar esos rostros
humanos de su propia cara y dejar todas esas cicatrices.

Las manos de Xie Lian temblaron suavemente cuando frotó el


medicamento. Hua Cheng lo agarró de la muñeca y dijo de nuevo:
—Déjeme.
Xie Lian volvió a negar con la cabeza, le soltó la mano con
suavidad y dijo en voz baja: —No. Déjame hacer esto yo mismo.

Hace ochocientos años en el reino de XianLe, muchos que


contrajeron esta enfermedad, sin ninguna otra forma, eligieron
esta vía de automutilación. Fue el infierno en la tierra. Algunos
fallarían, cortarían donde no deberían y morirían por la pérdida de
sangre. Algunos, aunque lograron eliminar los pequeños rostros
humanos, nunca se curaron de esas heridas.

Cuando Xie Lian envolvía vendas nuevas alrededor de la cabeza


del niño, se dio cuenta de que sus rasgos eran bastante correctos,
su nariz recta y refinada, sus ojos negros y claros; debería haber
sido un joven apuesto si no fuera por esta enfermedad espantosa.
Él era como muchos otros antes que él; incluso si cortara los
rostros humanos distorsionados, su rostro seguiría siendo una
pesadilla para siempre, incapaz de recuperarse.

Xie Lian finalmente terminó de envolver los nuevos vendajes y


preguntó con voz temblorosa: — ¿Eres de XianLe?

El chico se volvió para mirarlo con sus grandes ojos, y Xie Lian
repitió su pregunta varias veces, pero solo negó con la cabeza.
Xie Lian luego preguntó: —Entonces, ¿de dónde eres,
exactamente?

El niño respondió con mucho esfuerzo.

—Yong... An...

¡Este niño era de Yong An!

Xie Lian sintió que su vista se oscurecía y soltó un susurro: —


¿Alguna vez has conocido... a White no-Face?

White no-Face. El origen de las plagas. El símbolo de la


desgracia.
Este ‘Supremo’ a menudo se ponía un traje de funeral blanco
como la nieve, una pancarta llamadora de espíritus en la mano y
una máscara de Sonrisa Llorosa en su rostro. Esta máscara se
llamaba así porque la mitad de ella sonreía y la otra mitad lloraba;
juntos, era difícil saber si el portador estaba sonriendo o llorando.
Si lo vieran en algún lugar, significaría que ese pronto estaría
condenado a la ruina y el mundo caería en el caos.

Xie Lian pudo recordar claramente la primera vez que conoció


White no-Face. Estaba de pie en la cima de la torre más alta del
palacio de XianLe, con el rostro cubierto de mugre y lágrimas,
perdido y desconcertado mientras miraba hacia abajo a su reino.
Dentro de su visión borrosa, había una silueta blanca entre los
campos de cadáveres justo fuera de los muros de la fortaleza, con
sus gigantescas mangas blancas ondeando, claras y distintivas.
Xie Lian bajó la cabeza para mirarlo, esa aparición blanca también
levantó la cabeza para mirar a Xie Lian y lo saludó directamente.

Esa máscara de Sonrisa Llorosa fue la pesadilla que Xie Lian no


pudo evitar, incluso después de cientos de años.
Capítulo 41: En la Mansión Paraíso, preguntas de XianLe (parte tres)

Ese niño no parecía saber quién era White no-Face y solo miraba
a Xie Lian con una expresión en blanco. Xie Lian no podía decir si
el chico no entendía o no podía entender, pero de repente gritó:
— ¡AH!

Resultaba que fue Xie Lian quien se agarró de sus hombros y los
apretó inconscientemente. No fue hasta que gritó que Xie Lian se
acercó y soltó sus manos apresuradamente.

—Lo siento.

Hua Cheng habló en voz baja: —Está cansado. Vaya a descansar.

Tan pronto como dijo esas palabras, una pequeña puerta en las
paredes laterales del pasillo se abrió, y dos chicas ágiles entraron
para llevarse al niño. Miró de nuevo a Xie Lian mientras se lo
llevaban. Xie Lian le dijo: —No te preocupes. Iré a buscarte de
nuevo en un momento.

Después de que se llevaron al niño, Hua Cheng se volvió hacia


Xie Lian.

—Siéntese y relájese, y no lo vea por ahora. Si tiene alguna


pregunta para él, tengo mis maneras de abrir sus labios.

Abrir sus labios, sonaba bastante horroroso, y Xie Lian respondió:


—No, está bien. Si él no podía decir nada, entonces déjalo ir.
Vamos a tomar esto con calma.

Hua Cheng se sentó junto a Xie Lian.

— ¿Cuáles son sus planes para el niño?


Xie Lian, con aspecto agotado, pensó en la pregunta: —Creo que
lo mantendré a mi lado y lo llevaré conmigo primero.

—Es un fantasma, no un humano. —Hua Cheng dijo: — ¿Por qué


no lo dejas aquí en la Ciudad Fantasma? No tengo problemas
para alimentar otra boca.

Xie Lian lo observó y dijo con seriedad: —San Lang, en serio,


gracias. Pero.... —Suspiró—. Quiero llevarlo conmigo no solo
para criarlo.

La Ciudad Fantasma ciertamente pertenecía a Hua Cheng; Si


estaba dispuesto a proteger al niño, nadie podría hacerle daño y
no pasaría hambre. Pero, aparte de eso, lo más importante para
el niño era su orientación, para ayudarlo a organizar su mente y
su habla, y volverlo a la normalidad. La Ciudad Fantasma es un
lugar bullicioso, caótico y salvaje, no ideal para consejería. Aparte
de él, Xie Lian no podía pensar en nadie más que tuviera la
paciencia para emprender esa tarea.

Xie Lian respondió lentamente: —Ya estoy inmensamente


agradecido de que lo hayas encontrado para mí. No puedo
molestarte más con lo siguiente.

Hua Cheng pareció no estar de acuerdo, pero no presionó más.


Dijo claramente: —Realmente no es un problema. Cuando esté
aquí, si necesita algo, hágamelo saber; y es libre de ir a donde
quiera.

De repente, Xie Lian notó que la cimitarra en la cintura de Hua


Cheng había cambiado de repente.

Xie Lian miró hacia abajo y su curiosidad se despertó


instantáneamente. Resulta que, en la empuñadura de esa
cimitarra, tenía un ojo plateado hecho a mano. Los patrones del
ojo estaban formados por unos pocos trazos de plata, pero
aunque eran simples, parecían míticos como si estuvieran vivos.
Al principio no lo vio porque el ojo estaba cerrado en una línea
delgada, pero justo en ese momento, el ojo se abrió y reveló un
globo ocular con forma de gema carmesí, y dentro del zócalo giró
una vez.

Hua Cheng también lo notó, y habló en voz baja: —Gege, necesito


irme un rato. Enseguida vuelvo.

— ¿Una alarma? —Xie Lian preguntó. ¿Podría ser que Lord


Señor del Viento y Qian Qiu demostraron su verdadera identidad
aquí en la Ciudad Fantasma? —Xie Lian también se levantó—. Iré
contigo.

Hua Cheng lo empujó suavemente hacia abajo.

—No se preocupe, no es su alteza Tai Hua. Es solo una basura


inútil que aparece cada mes. No tiene que ir.

Ya que Hua Cheng lo dejó en claro, Xie Lian no podía seguir


presionando para que lo aceptara. Hua Cheng se volvió y salió de
la sala principal, saludando mientras se alejaba. La cortina de
cuentas se abrió automáticamente cuando se acercó, y después
de salir, la cortina de cuentas se dejó caer, chasqueando, su
sonido era nítido y claro.

Xie Lian se relajó un poco en el futón negro y pensó en el chico


vendado. Al recordar que le tenía miedo a los extraños y era
emocionalmente inestable, Xie Lian no podía quedarse quieto y
se levantó de nuevo, decidido a ir a ver al niño. Pasó por la puerta
pequeña de la que habían salido las chicas y llegó a un pequeño
jardín. El jardín era del color de un bermellón 33, y atravesándolo
había un pequeño sendero sin vida, y Xie Lian todavía se
preguntaba por dónde debía ir cuando de repente una sombra
negra pasó.

33
Rojo
Era la silueta de ese oficial de XiaXianYue.

Xie Lian recordó la marca maldita en su muñeca y lo tenía en


mente. Estaba a punto de llamar al otro cuando esa silueta
desapareció. La forma en que se comportaba era como si tuviera
miedo de ser descubierto, así que Xie Lian cerró la boca y lo siguió
sin hacer ruido.

Volviéndose a la esquina de un edificio donde el oficial


desapareció, Xie Lian se pegó a la pared y miró a su alrededor.
Ese joven se movió rápidamente y estaba constantemente
vigilando a su alrededor, extremadamente cauteloso y, por
supuesto, temeroso de ser encontrado. Ese oficial de XiaXianYue
es uno de los subordinados de San Lang, y está trabajando para
él en su territorio, ¿entonces por qué andaba así?

Cuanto más pensaba Xie Lian, más sospechaba que el oficial


poseía malicia, por lo que se escondió y lo siguió. El oficial
enmascarado dio varias vueltas por los pasillos, y Xie Lian lo
siguió de cerca, cincuenta pasos atrás, aguantando la respiración
y observando de cerca. Finalmente, doblaron en una esquina y
llegaron a un largo pasillo, y al final del pasillo había un juego de
puertas grandes y bellamente decoradas.

Sin dejar de seguirlo, Xie Lian pensó: —Si ahora se da la vuelta,


no habrá ningún lugar donde esconderme. Pero justo cuando el
pensamiento cruzó su mente, el oficial de XiaXianYue se detuvo
y volvió la cabeza.

En el momento en que se detuvo, Xie Lian estaba alerta y extendió


su brazo a toda prisa. RuoYe salió volando y se envolvió alrededor
de la viga de madera, tirando de Xie Lian hasta el techo, y se
aferró a la viga.

El oficial no vio a nadie detrás de él y no pensó en mirar hacia


arriba, así que se giró de nuevo y continuó en su camino. Xie Lian,
por otro lado, no se atrevió a soltarse tan pronto y se quedó en el
techo, avanzando silenciosamente hacia adelante. Pensó que se
parecía más a un gecko34. Menos mal que el otro no fue muy lejos,
y se detuvo ante ese conjunto de puertas. Xie Lian se detuvo
también para observar.

En frente de esta puerta había una estatua de una mujer,


seductora y hermosa, pero por supuesto, desde el ángulo de Xie
Lian, solo vio una cabeza circular y un plato hilado, redondo y
poco profundo en sus manos. El joven enmascarado no se movió
de donde estaba y no se movió para abrir la puerta. En cambio,
se volvió hacia la estatua de la mujer y levantó una mano,
lanzando algo en el plato hastiado. El sonido de los chasquidos
era nítido y Xie Lian vio.

— ¿Dados? —pensó para sí mismo.

Era un sonido que había escuchado muchas veces antes, y no


uno que olvidaría en mucho tiempo. Era el sonido de los dados
golpeando el fondo de una taza de juego. Justo como
sospechaba, cuando el joven enmascarado retiró su mano y Xie
Lian miró, en realidad eran dos dados en el plato hastiado, ambos
revelando seis puntos rojos.

Después de lanzar los dados, el joven enmascarado los sacó del


plato y los guardó antes de abrir la puerta. La puerta ni siquiera
estaba cerrada. Cuando entró por las puertas y las cerró detrás
de él, Xie Lian tampoco escuchó ningún sonido de cerraduras
activándose. Después de esperar un momento, Xie Lian se dejó
caer suavemente al suelo como un pedazo de papel y se cruzó de
brazos para examinar el juego de puertas.

Técnicamente, este edificio no parecía tan grande, y lo que sea


que el Oficial de XiaXianYue estaba haciendo adentro debería
hacer ruido. Sin embargo, después de que cerró las puertas

34
Una pequeña lagartija.
detrás de él, no hubo más sonidos provenientes del interior. Xie
Lian contempló y levantó una mano para empujar.

Como sospechaba, después de abrir la puerta, no había nada ni


nadie adentro, solo una mesa pequeña y dos sillas. Parecía ser
sólo una habitación normal y lujosa. Por el aspecto de esta
configuración, no había posibilidad de que hubiera un camino
oculto.

Xie Lian cerró la puerta y miró la estatua de la mujer, y movió su


mirada hacia el plato hastiado en sus manos. Sin duda el
mecanismo yacía en esa placa hastiada y los dados.

—Así que el edificio todavía está cerrado —pensó Xie Lian—.


Simplemente no con cerraduras físicas sino con cerraduras
mágicas. Para abrir este bloqueo es necesario que haya una
clave o una contraseña. Los dados deben rodar dos seises para
ver el interior real detrás de las puertas.

Pero, para Xie Lian lanzar dos seises en ese momento, era algo
que nunca sucedería en este mundo. Solo podía mirar la puerta y
suspirar. Se paseó frente a las puertas, con los ojos pegados a
ellas, pero aun así al final se dio la vuelta para irse. Después de
caminar un poco, se detuvo abruptamente. Desde el otro extremo
del camino venía una figura alta, vestida de rojo, una delgada y
larga cimitarra plateada que colgaba de la cintura. Era Hua Cheng.

Se acercó con los brazos cruzados.

—Gege, lo he estado buscando.

Se veía exactamente igual que cuando se fue, solo que la


cimitarra en su cintura estaba fuera de su vaina, golpeando contra
él junto con la vaina, haciendo ruido mientras caminaba, pintando
un cuadro de arrogancia. Ese ojo plateado en la empuñadura de
E-Ming estaba cerrado. Xie Lian se calmó y dijo: —Iba a ver a ese
niño, pero tu casa es demasiado grande y me perdí.
Xie Lian originalmente iba a contarle a Hua Cheng lo que acababa
de suceder, pero cuando las palabras llegaron a sus labios, se
dieron la vuelta y él se las tragó.

Xie Lian no había olvidado que el objetivo de esta visita a la


Ciudad Fantasma era investigar al oficial celestial desaparecido.
Cualquier señal de pesadez no podía ser ignorada, por lo tanto,
decidió no sonar la alarma y ver si podía atravesar esas puertas
primero. Si Hua Cheng no tenía nada que ver con eso, entonces
Xie Lian informaría de inmediato a su sospechoso subordinado,
pero si Hua Cheng estaba involucrado...

Xie Lian estaba muy concentrado en sus pensamientos, pero Hua


Cheng no lo notó y habló mientras conducía a Xie Lian a la sala
principal.

—Si quisiera ver a ese chico, puedo enviar a alguien para que se
lo traiga, y usted solo necesita esperar en la Mansión Paraíso.

Probablemente fue porque estaba escondiendo algo, cuando Xie


Lian escuchó el tono de voz de Hua Cheng, no pudo evitar ser
más dócil: — ¿Terminaste tu asunto tan rápido?

Hua Cheng resopló, sus labios se curvaron con desdén.

—Está terminado. Era solo otra banda de basura inútil que se


avergüenzan a sí mismos, eso es todo.

Al escucharlo decir basura inútil, un tono familiar, Xie Lian adivinó:


— ¿Era el goblin verde Qi Rong?

Hua Cheng sonrió.

—Eso es correcto. ¿No le dije que muchos tienen sus ojos en este
lugar mío? Qi Rong había querido la Ciudad Fantasma para sí
mismo durante años, pero lo máximo que podía hacer era querer
y arder de envidia, por lo que de vez en cuando envía a otros
subordinados igualmente inútiles para crear problemas. Nada que
valga la pena mencionar. En realidad, tengo un lugar que quiero
mostrar a Gege, pero no sé si Gege me otorgaría el placer.

—Por supuesto. —Xie Lian respondió alegremente.

Atravesando los largos pasillos, Hua Cheng llevó a Xie Lian a otro
gran salón.

Las puertas de la sala parecían estar hechas de acero con bestias


violentas talladas en ellas, horribles y aterradoras. En el momento
en que Hua Cheng se acercó a las bestias se separaron y abrieron
las puertas. Una explosión de intenciones asesinas golpeó a Xie
Lian antes de que incluso pisara el pasillo y se tensó, con las
venas reventándose en sus manos, preparado para enfrentar
cualquier cosa.

Sin embargo, después de ver claramente lo que había dentro del


pasillo, parpadeó, y sus defensas se derritieron en un instante, y
sus piernas se movieron por su cuenta, llevándolo al pasillo.

Dentro de la sala, todas las formas de armas estaban colgadas en


las cuatro paredes. Había cimitarras, espadas, lanzas, escudos,
látigos, hachas... ¡era una armería!

Cualquier persona, siempre y cuando sea un hombre, cuando se


encuentre en una armería como esta, rodeado de todo tipo de
armamento, se sentiría como si estuviera en el cielo y su sangre
herviría de emoción. Xie Lian no fue la excepción; Sus ojos se
ensancharon y su rostro se iluminó. La última vez que mostró
tanta emoción fue en la armería de Jun Wu.

A pesar de que su rostro permanecía escolarizado, su corazón ya


estaba golpeando su pecho y su discurso tartamudeaba: —
¿Puedo... puedo tocar?
Hua Cheng sonrió.

—Si gusta.

Las manos de Xie Lian volaron al instante para sentir los muchos
tesoros colgados en las paredes, acariciándolos como si estuviera
borracho.

—Estas... ¡Todas estas son obras maestras! ¡Esta espada es


espléndida, debe ser un espectáculo para contemplar en el campo
de batalla! ¡Este también! Espera, y ese sable...

Hua Cheng estaba apoyado en la pared cerca de la puerta,


observando la cara de Xie Lian enrojecerse de emoción y
obsesión, —Gege, ¿qué opinas?

Xie Lian estaba examinando cada pieza tan atentamente que se


mostró reacio a girar la cabeza.

— ¿Qué opino, qué?

— ¿Le gusta? —Preguntó Hua Cheng.

— ¡Me gusta! —Respondió Xie Lian.

— ¿Realmente le gusta? —Preguntó Hua Cheng de nuevo.

—Realmente me gusta —exclamó Xie Lian.

Hua Cheng parecía haber reído, pero Xie Lian no se dio cuenta.
Su corazón estaba ocupado corriendo mientras desenfundaba
una brillante hoja verde de cuatro pies, maravillándose mientras
lo hacía.

— ¿Alguno de ellos es lo suficientemente bueno para ti? Hua


Cheng habló de nuevo.
La cara completa de Xie Lian era brillante y brillante, incapaz de
detener su maravilla.

— ¡Buenos! ¡Buenos! ¡Todos están bien!

—Originalmente, estaba pensando que Gege no tenía armas


útiles a mano, así que si hay algo aquí lo suficientemente bueno,
puede elegir algo para usted —dijo Hua Cheng—, pero como a
Gege le gustan todas, yo se las daré todas.

—No, no, no, no es necesario. Xie Lian dijo apresuradamente: —


De todos modos, no tengo uso para ninguna arma manual.

— ¿De verdad? —Dijo Hua Cheng—. ¿Pero no es obvio que a


Gege realmente le gustan las espadas?

—Gustar no significa que tenga que tener una —dijo Xie Lian—,
no he usado una en años. Sólo mirar me hace feliz. Además, no
tendría dónde ponerlas si me las entregas todas a mí.

—Eso es fácil de resolver. Hua Cheng respondió: —Le daré todo


este arsenal.

Xie Lian lo tomó como una broma y sonrió: —No hay manera de
que pueda llevarme una habitación tan grande.

—No hay necesidad de llevársela —dijo Hua Cheng—, también le


daré la propiedad. Solo venga a visitar cuando esté libre.

—No, está bien. —Xie Lian dijo: —Una armería requiere un


mantenimiento constante. Odiaría ver sufrir a las armas.

Xie Lian colocó la espada con cuidado de nuevo en su agarre y


dijo con nostalgia: —Érase una vez que poseía una armería como
esta también, pero se quemó. Todas estas armas son dispositivos
preciosos para ser deseados, tienes que cuidarlos, San Lang.
—Eso también es fácil —dijo Hua Cheng—, si estoy libre, puedo
ayudar a Gege a mantener la armería.

Xie Lian se rió.

—Bueno, ciertamente no tengo la cara para pedirle a Su Majestad


el Rey Demonio que haga las tareas por mí.

De repente, Xie Lian recordó la advertencia de Jun Wu justo antes


de irse a la misión: —La cimitarra malvada E-Ming es una espada
maldita de desgracia. Un arma de tal maldad solo puede ser
forjada por un sacrificio extremadamente cruel y una voluntad
sangrienta. No lo toques, y no dejes que te toque, o si no las
consecuencias sean inimaginables.

Xie Lian lo contempló, pero aún así decidió preguntarle al final: —


Pero San Lang, todas estas armas ni siquiera se acercan a tu
cimitarra E-Ming, ¿verdad?

Hua Cheng enarcó su ceja izquierda.

— ¿Oh? ¿Gege también ha oído hablar de mi cimitarra?

—Sólo algunos rumores —respondió Xie Lian.

Hua Cheng se rió.

—Apuesto a que no son buenos rumores. ¿Alguien te dijo que mi


cimitarra fue forjada por un malvado ritual sangriento? ¿Que
sacrifiqué humanos vivos?

Afilado como siempre.

Xie Lian respondió: —No es demasiado horrible. Todos tienen sus


propios malos rumores, pero no todos los creerían. ¿No sabes si
podría tener el honor de ver la legendaria cimitarra E-Ming?
—En realidad ya la has visto, Gege —dijo Hua Cheng.

Dio unos pasos más cerca de Xie Lian y dijo en voz baja: —Mira,
Gege, esta es E-Ming.

El ojo sobre la cimitarra que colgaba de su cintura giraba en


dirección a Xie Lian. Podría ser la imaginación de Xie Lian, pero
pensó que el ojo plateado comenzó a entrecerrarse en forma de
media luna.
Capítulo 42: Tomando prestado el Camino subterráneo; búsqueda nocturna en la
Mansión Paraíso (parte uno)

Xie Lian se inclinó un poco y saludó: —Hola allí.

Al escuchar el saludo, ese ojo se entrecerró más y se convirtió en


una forma de media luna llena, como si estuviera sonriendo. El ojo
grande giraba a la izquierda y a la derecha, extremadamente
animado, como si no fuera solo un patrón tallado en una
empuñadura de cimitarra, sino un ojo vivo real nacido de un
humano. Los labios de Hua Cheng se levantaron hacia arriba.

—Gege, le gustas.

Xie Lian levantó la cabeza.

— ¿En serio?

Hua Cheng levantó las cejas.

—Realmente. Si no fuera así, sería demasiado perezoso como


para siquiera abrir el parpado. De hecho, hay muy pocas que a E-
Ming realmente le guste.

Al escuchar esto, Xie Lian se sintió en paz y le dijo calurosamente


a E-Ming: —Bueno, gracias. —Luego se volvió hacia Hua
Cheng—. También me gusta.

Ante sus palabras, ese ojo parpadeó con locura y comenzó a


temblar mientras todavía estaba colgado alrededor de la cintura
de Hua Cheng. Él lo reprendió.

—No.

— ¿Qué, no? —Xie Lian preguntó.


—No. —Hua Cheng reiteró.

E-Ming se estremeció más fuerte, pareciendo desesperada por


ser liberada de la vaina. Xie Lian preguntó con curiosidad: —
¿Estás diciéndole que no?

—Sí. —Hua Cheng explicó en tono serio: —Quiere que Gege lo


acaricie, pero le digo que no.

Xie Lian sonrió.

—Bueno, ¿qué hay de malo en eso?

Y extendió una mano. E-Ming amplió sus ojos mirándolo


expectante. Xie Lian iba a acariciar el globo ocular, pero pensó
que estaría tocando el ojo y lastimándolo, así que bajó la mano y
acarició ligeramente la curva de la empuñadura. El ojo se había
entrecerrado en una línea de media luna y temblaba.

Xie Lian pensó que era increíblemente intrigante cuanto más


acariciaba la cimitarra. El mismo Xie Lian era el tipo que a los
animales les gustaba; cuando acariciaba a esos peludos perros y
gatos, se sentían cómodos y a menudo se lanzaban a su abrazo.
¿Quién sabría que estaría acariciando una cimitarra fría y
plateada? ¡La cimitarra legendaria ni más ni menos! - ¡Como si
fuera un cachorro! ¿Cómo es que era una 'maldita hoja de la
desgracia'?

Xie Lian no lo creyó antes, pero después de ver con sus propios
ojos, arrojó los horribles rumores al quemador de atrás, a la pila
de basura no creíble. Un malvado ritual sangriento no forjaría un
espíritu tan inteligente y lindo.
Los dos pasaron una gran cantidad de tiempo discutiendo y
criticando varias espadas y cuchillas en detalle, y después Xie
Lian salió de la armería con gran ánimo, agarrando las manos de
Hua Cheng para regresar a la Mansión Paraíso.

Ese niño también había sido traído después de lavarse y ponerse


vendas limpias. Aunque su rostro aún estaba completamente
cubierto, parecía nuevo y renovado. Al mirarlo de nuevo, el chico
era delgado y delicado, y debería haber sido una semilla con
infinitas posibilidades, pero lamentablemente ahora él tenía los
hombros caídos y la cintura doblada, una forma arrugada que no
podía mirar a nadie a los ojos. Xie Lian no pudo evitar sentirse
desconsolado por él.

Hizo que el niño se sentara.

—Las últimas palabras que Xiao Yin dijo tenían la intención de


que yo te cuidara, y técnicamente lo acepté. Pero sin embargo,
todavía tengo que pedirle su opinión al respecto. ¿Estarías
interesado en seguirme en cultivación de ahora en adelante?

El chico lo miró sin comprender, como si tuviera miedo de creer


las palabras que escuchaba, de que alguien realmente estaba
dispuesto a recibirlo y cultivarlo. Xie Lian continuó: —No puedo
decir que las condiciones en mi lugar sean buenas, pero aun así
puedo prometer que no necesitarás esconderte más, y no
necesitarás robar comida ni ser golpeado.

Cuando habló, Xie Lian no se dio cuenta de que junto a él, los ojos
de Hua Cheng se estrecharon, observando al niño con una mirada
fría y juzgadora.

Xie Lian continuó con entusiasmo: —Si no puedes recordar tu


propio nombre, ¿por qué no se nos ocurre uno nuevo?

El chico lo pensó y dijo: —Ying.


Xie Lian supuso que el nombre era para conmemorar a Xiao Ying
y asintió.

—Bien. Ese es un buen nombre Eres del reino de Yong An, y el


apellido nacional de Yong An es Lang, así que ¿por qué no lo usas
como tu nuevo nombre y te llamas Lang Ying?

El niño finalmente asintió. Xie Lian tomó eso como la aceptación


del chico a seguirlo.

Comenzó el banquete. Es un pequeño festín que Hua Cheng


preparó para Xie Lian, pero por su configuración, es de un tamaño
que podría albergar a más de diez personas. Innumerosas
mujeres tenían en sus manos un plato de jade, y sobre los platos
había varios tipos de deliciosos refrescos, platos delicados, frutas
frescas y golosinas. Sus ofrendas eran infinitas, y sus pasos eran
delicados y ligeros mientras caminaban a lo largo de los lados del
pasillo principal en una línea, cada una presentando su plato de
jade mientras se acercaban al futón negro. Lang Ying solo
observó, pero no se atrevió a acercarse, y no fue hasta que Xie
Lian empujó algunos de los platos hacia él antes de que
lentamente tomara algunos artículos para comer.

Al observarlo, otra escena apareció en la mente de Xie Lian.


También era otro niño cuyo rostro estaba envuelto en vendas,
sucio y descuidado, arrodillado en el suelo con un plato de
ofrendas, con la cabeza gacha mientras escondía la cara en
secreto.

En ese momento, una dama de seda púrpura se acercó y ofreció


una jarra de vino. Hua Cheng extendió la mano y le sirvió un vaso
a Xie Lian.

— ¿No tendrá uno?

Xie Lian tenía muchas cosas en mente y no estaba prestando


atención, por lo que aceptó descuidadamente el vaso y bebió. No
fue hasta que el líquido entró en su boca que se dio cuenta de que
era alcohol y apartó la mirada. Pero este giro le hizo ver lo que
estaba detrás de la espalda de Hua Cheng. La señora que le
ofreció el vino le guiñó un ojo.

Xie Lian escupió en el acto: —PFFFFffttttt

Menos mal que ya se había tragado ese sorbo de vino y nada salió
de su boca. Solo se atragantó, tosiendo sin parar. Lang Ying se
asustó y casi dejó caer el pastel en su mano. Xie Lian se
tranquilizó mientras tosía.

—No es nada. No es nada.

Hua Cheng le dio una suave palmadita en la espalda.

— ¿Qué pasa? ¿No es el vino de su agrado?

Xie Lian se explicó apresuradamente: — ¡Oh no! Es muy bueno.


De repente recordé que mi método de cultivación prohíbe el
alcohol.

— ¿Oh? —Dijo Hua Cheng—, entonces esto es mi culpa por no


ser considerado, e hice que Gege rompiera su mandato.

—No es tu culpa —dijo Xie Lian—. Me acabo de acordar.

Xie Lian se frotó la frente, se dio la vuelta y vislumbró


sigilosamente el centro de la sala principal.

Esa señora que le ofreció vino le dio la espalda mientras se


alejaba hacia las puertas, su figura sensual y seductora. Hua
Cheng solo se ocupaba de sus propios asuntos o se concentraba
completamente en Xie Lian, y no tenía ojo para esas hermosas
mujeres, y por lo tanto, naturalmente, no le importaba ver sus
caras. Pero la cara que vio Xie Lian estaba clara.
¡Esa dama que ofreció vino no era otra que el Señor del Viento
Qing Xuan!

El Lord Señor del Viento se había colado en la Mansión Paraíso


disfrazado de mujer... ese guiño le dio a Xie Lian la gran sorpresa,
y pensó: Es mejor que me des más alcohol para aceptar esto. Sin
saberlo, Hua Cheng dijo en tono de conversación: —Siempre
pensé que cultivar era simplemente vivir una vida hedonista y
despreocupada. Si debe prohibir esto y aquello, entonces ¿cuál
es el punto? ¿Qué piensa?

Xie Lian se calmó rápidamente y conversó casualmente: —Eso


depende del camino que elijas. A algunas sectas no les importan
los placeres terrenales. Pero mi camino elegido de cultivación
siempre me había prohibido beber y ser promiscuo. El alcohol
puede pasarse por alto de vez en cuando, pero la abstinencia es
absoluta.

Cuando dijo la palabra abstinencia Hua Cheng enarcó su ceja


derecha y mostró una expresión ilegible de disgusto o molestia.

Xie Lian continuó: —En realidad, también prohíbe el odio. Una


sala de juego implica una alegría y una angustia extremas, y
puede producir odio fácilmente, por lo que debe ser un lugar a
evitar. Pero si uno está seguro de mantener la paz en el corazón,
impasible por las victorias y las pérdidas, entonces evitarlas no es
técnicamente necesaria.

Al escuchar esto, Hua Cheng se echó a reír a carcajadas.

—No es de extrañar que Gege haya tenido el placer de entrar en


la Guarida del Apostador.

Dando vueltas en círculos, Xie Lian finalmente trajo el tema de la


conversación de forma natural a los juegos de azar y dijo: —
Hablando de eso, San Lang, sus técnicas de juego son increíbles
de admirar.
Hua Cheng se rió entre dientes.

—Es solo buena suerte, nada más.

—... —Al escuchar esto, Xie Lian se comparó a sí mismo, y se


sintió bastante triste. Se aclaró la garganta suavemente—. Bueno,
mírame... —Agitó la mano y no terminó—. Tengo curiosidad;
¿Existe realmente una técnica para tirar dados?

Si no lo hubo, entonces Hua Cheng no podría simplemente llamar


a los números como él quería en la Guarida del Apostador, y ese
oficial XiaXuanYue no podría haber tirado dos seises tan
fácilmente. Hua Cheng sonrió: —Naturalmente, hay una técnica
secreta, pero no es algo que se aprende en un día.

Xie Lian había esperado esa respuesta. De todos modos, no tenía


esperanzas en esa pregunta y estaba tratando de encontrar otras
ideas cuando Hua Cheng continuó: —Sin embargo, puedo decirle
una manera rápida. Prometo que Gege podrá tener éxito como
desee, y ganar cada ronda.

— ¿De qué manera? —Xie Lian preguntó.

Hua Cheng levantó su mano derecha. Era la misma mano derecha


con un cordón rojo atado en el tercer dedo. La cuerda roja estaba
atada en un pequeño lazo en el dorso de la mano, brillante y
vívido. Extendió la mano y le dijo a Xie Lian: —Dame tu mano.

Xie Lian no sabía para qué era, pero como Hua Cheng le pidió la
mano, se la dio. Hua Cheng apretó su mano y la sostuvo por un
momento, sonriendo antes de voltearla y poner dos dados en su
mano.

—Pruébelo ahora.
Cantó mentalmente por seis, y tiró los dados. Deteniéndose, los
dados revelaron dos seises rojos.

— ¿Qué truco es este? —Xie Lian preguntó con curiosidad.

—No hay truco. Hua Cheng respondió: —Acabo de prestarte un


poco de suerte.

—Así que la suerte es como el poder espiritual y se puede tomar


prestada —dijo maravillado Xie Lian.

Hua Cheng se rió.

—Por supuesto. La próxima vez si Gege va a hacer apuestas con


cualquiera, venga a verme. Le prestaré tanta suerte como quiera.
Prometo que tu oponente sufrirá una pérdida tan grande que no
podrá regresar en cien años.

Los dos jugaron durante muchas rondas y Xie Lian se confirmó a


sí mismo que era cierto antes de detenerse para decir que estaba
cansado. Hua Cheng se levantó de inmediato, hizo que alguien
llevara a Lang Ying para establecerse, antes de escoltar
personalmente a Xie Lian a la cámara de invitados.

Viendo que su silueta desaparecía por el pasillo, Xie Lian cerró la


puerta, se sentó junto a la mesa y usó una mano para cubrirse la
frente, apoyando su cabeza baja. Cuanto más atento era Hua
Cheng, más culpable se sentía Xie Lian.

—Realmente no hay nada que criticar sobre la forma en que San


Lang me trata. Espero que este negocio no tenga nada que ver
con él, y una vez que se sepa la verdad, lo explicaré todo y me
disculparé —pensó Xie Lian.

Solo se sentó por un momento cuando escuchó que alguien lo


llamaba desde afuera de la puerta con una pequeña voz: —Su
alteza... su alteza...
Al reconocer la voz, Xie Lian se levantó de inmediato para abrir la
puerta, y la persona que estaba afuera entró rápidamente. Era Shi
Qing Xuan en su forma femenina.

Todavía estaba vestido de dama fantasma, un vestido de seda


liviano, con la cintura envuelta y delicada. En el momento en que
saltó, rodó al suelo en un salto y se transformó de nuevo en
hombre, con la mano sobre su pecho: — ¡No puedo respirar! ¡NO
PUEDO RESPIRAR! ¡Dios mío, esta cosa me va a ahogar!

Xie Lian cerró la puerta detrás de él y cuando se dio la vuelta, lo


que vio fue un hombre adulto con un raro vestido de seda púrpura,
tendido en el suelo rasgando con locura las telas de su pecho y
cintura. Xie Lian no pudo mirar y se cubrió los ojos: —Lord Señor
del viento... ¡Lord Señor del viento! ¿No puede simplemente
volver a cambiarse a sus ropas de cultivación?

— ¿Soy tonto? —Shi Qing Xuan respondió: —Caminando en la


oscuridad con una conspicua túnica blanca, ¡sería una presa fácil!

—Pero... en su vestimenta actual, en algún nivel, es más una


presa fácil... —pensó Xie Lian.

Xie Lian se agachó junto a él: —Lord Señor del viento, ¿cómo se
has colado? ¿No acordamos reunirnos tres días después?

—Bueno, ¿qué iba a hacer? —Shi Qing Xuan respondió: —


Pregunté por las calles y todos dijeron que su alteza fue enviado
a la Mansión Paraíso, y ¿no es la Mansión Paraíso la guarida del
rey demonio? Incluso el nombre del lugar sonaba mal. Lo observé
desde lejos y decidí que era definitivamente un lugar obsceno e
imprudente, así que estaba preocupado por usted y me escondí
usando todo mi poder. ¡Qué mala suerte ha sido este viaje! O me
arrastran por un facial las mujeres y niñas, o tengo que tragarme
el honor de vestirme así. Nunca, nunca, he hecho sacrificios tan
grandes.
— ¿No está más bien divirtiéndose...? —Pensó Xie Lian—.
¿Dónde está su alteza Tai Hua? Si lo dejó esperando afuera, ¿qué
pasará si empieza algo?

Shi Qing Xuan finalmente arrancó todas las ataduras, respiró


hondo y se aplastó en el suelo como un charco.

—No se preocupe. Usé mi rango y le ordené que no moviera un


músculo, por lo que no debería haber ningún problema. ¡Pero en
serio, su alteza, tiene tanta suerte!

— ¿Eh? —Xie Lian se quedó boquiabierto.

— ¿Yo? ¿Suerte?

— ¡Sí! —Shi Qing Xuan exclamó: —Mira qué miserables Lang


Qian Qiu y yo somos. O nos encontramos con la amenaza de que
nos saquen los pantalones, o vagamos por las calles como perros
salvajes sin un lugar para alojarnos. Y aquí estás, comiendo bien,
durmiendo bien, ¡e incluso un rey demonio te acompaña como un
escolta!

....Por esa comparación, de hecho eran bastante miserables. Shi


Qing Xuan finalmente se levantó del suelo.

—Entonces, su alteza, ¿todavía recuerda nuestro objetivo de


venir a la Ciudad Fantasma?

Xie Lian volvió a ser serio y respondió: —Por supuesto que lo


recuerdo. Hallá en el Salón del Paraíso, me estaba preparando
para nuestra misión.

Shi Qing Xuan lo miró confundido.

— ¿En serio? ¿Qué preparó en el Salón del Paraíso? Solo


recuerdo que jugaba un rato a lanzar dados con la Lluvia
Sangrienta que busca la Flor. Ustedes ni siquiera estaban jugando
correctamente; usted tocando sus manos y él sintiendo las tuyas.
¿Qué tipo de juego fue ese?

—... —Xie Lian se explicó a sí mismo: —Lord Señor del viento,


por favor, no lo haga sonar tan raro. Solo estábamos intentando
algo. He encontrado algunas pistas aquí en la Mansión Paraíso y
estaba investigando. Para seguir adelante, necesitaba un poco de
suerte.

Xie Lian levantó su mano derecha, con los dedos apretados como
si hubiera agarrado algo, y frunció el ceño.

—Lo he conseguido.

Los dos se escabulleron silenciosamente por la puerta, y después


de dos inciensos, encontraron con éxito ese pequeño edificio una
vez más.

Xie Lian se acercó a la estatua de la mujer y sacó los dos dados


que le habían dado antes. Hizo una pausa y respiró hondo antes
de lanzar los dados. Los dos pequeños objetos se sacudieron
antes de asentarse y, efectivamente, había dos seises rojos.

Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio, pero se sintió peor al


recordar que esta suerte le fue prestada antes en el Salón del
Paraíso por Hua Cheng. Al ver su expresión de remordimiento,
Shi Qing Xuan le dio unas palmaditas en los hombros.

—Ya que hemos llegado hasta aquí, solo déjelo ir. Pero esta
Lluvia Sangrienta que busca la Flor realmente es bastante sincero
y te trata bien. Si yo fuera tú, habría rechazado esta misión de Jun
Wu, no importaría cómo me suplicara, para yo no ser un mal
amigo.

Xie Lian negó con la cabeza. Al final, Shi Qing Xuan solo pudo
decir esas palabras porque no conocía muy bien a Jun Wu. Todo
este asunto fue ciertamente incómodo para Xie Lian, y Jun Wu lo
sabía. Por su comprensión del carácter de Jun Wu, bajo las
circunstancias, él nunca lo habría mencionado y habría designado
a otro oficial celestial para la misión. Pero aun sabiendo que esto
sería incómodo para Xie Lian, Jun Wu todavía solicitó su ayuda,
lo que solo podía significar una cosa: Jun Wu no tenía a nadie
más que estuviera mejor preparado para asumir esta misión, y
solo le pidió que lo hiciera por necesidad. Si ese era el caso, Xie
Lian no tenía otra opción.

Además, el oficial celestial desaparecido estableció la señal de


socorro hace siete días, y Hua Cheng también se fue hace siete
días. Esta fue una coincidencia que no podía ignorar.

Xie Lian suspiró antes de retirar los dados y empujó la puerta.


Detrás de las puertas glamorosas ya no estaba la pequeña
cámara simple que había visto antes, sino un túnel oscuro con una
larga escalera que se extendía hacia el abismo y una brisa fría
que soplaba desde la oscuridad.

Xie Lian intercambió miradas con Shi Qing Xuan y asintió. Uno
detrás del otro, los dos entraron en el túnel y entraron en la
oscuridad. Shi Qing Xuan tomó la delantera; chasqueó los dedos,
encendió una antorcha de palma y encendió los escalones bajo
sus pies. Xie Lian cerró la puerta con suavidad y lo siguió.

A medida que descendían, Xie Lian preguntó a Shi Qing Xuan: —


Lord Señor del vieto, ¿hubo algunos oficiales celestiales
expulsados de la corte celestial en los últimos años? Quiero decir,
además de mí.

—Los hubo. —Shi Qing Xuan respondió: — ¿Por qué pregunta?

—Porque vi en la muñeca de ese oficial XiaXuanYue de la Ciudad


Fantasma un grillete maldito. Solo podía venir de los cielos, ¿no?

Shi Qing Xuan se sorprendió.


— ¿Qué? ¿Grillete maldito? ¿Esa Lluvia Sangrienta que busca la
Flor está usando a un antiguo oficial celestial como su
subordinado?
¡Qué arrogancia!

—No puede ser arrogancia —Xie Lian respondió: —Si uno ya no


pertenece a los cielos, entonces, donde quiera que uno vaya, es
su elección. Originalmente, realmente no había necesidad de
cuestionar sus motivos, pero ese oficial ha estado actuando de
manera sospechosa. Es preocupante, así que quería ver qué
opinan los pensamientos del Lord Señor del viento sobre su
identidad.

Shi Qing Xuan lo pensó un poco y dijo: —De hecho, hubo un dios
marcial del oeste que fue desterrado hace unos años, y causó un
gran revuelo en ese momento.

¿Dios marcial del oeste? ¿No era ese Quan Yi Zheng?

Shi Qing Xuan continuó: — ¡Pero, no creo que la alteza real


descienda al reino de los fantasmas para ser un oficial de un
demonio! Provenía de una familia tradicional y establecida y su
carácter no era frívolo.

Si ese era el caso, ¿por qué fue desterrado? Xie Lian estaba a
punto de continuar su interrogatorio cuando los dos llegaron a
terreno llano después de unos sesenta escalones de piedra.

Ante ellos había un camino de cinco a seis personas de ancho,


yendo en una sola dirección que estaba envuelta en la oscuridad,
y la escalera estaba justo detrás. En ambos lados había paredes
gruesas y sólidas, por lo que no había necesidad de debatir dónde
ir; solo seguir adelante.
Solo que, después de caminar por el sendero durante más de
doscientos pasos, un muro de piedra fría apareció ante los dos,
bloqueando su camino.

Capítulo 43: Tomando prestado el Camino subterráneo; búsqueda nocturna en la


Mansión Paraíso (parte dos)
Shi Qing Xuan frunció el ceño, — ¿El camino está cortado? No
hay manera.

Sostuvo la antorcha de palma en una mano, y usó la otra para


palpar la pared de piedra, buscando cualquier rastro de
mecánicos. Luego lanzó algunos hechizos para eliminar la
desilusión, pero en vano; la pared permaneció inamovible. No
había más que pudiera hacer.

— ¿Tal vez solo perforaré un agujero?

—Eso causaría demasiada conmoción —dijo Xie Lian—. Toda la


Mansión Paraíso se vería afectada.

Shi Qing Xuan colocó su mano sobre el muro de piedra y lanzó un


breve estallido de energía espiritual, pero dejó caer su mano
después de un momento: —Incluso si golpeo, sería inútil. Esta
pared es probablemente más de diez pies de espesor.

Xie Lian vio con sus propios ojos que el joven enmascarado había
entrado aquí, sería tonto pensar que se escabulliría solo para
meditar y reflexionar en un túnel sin salida. Debe haber algún tipo
de mecanismo involucrado, por lo que los dos continuaron
examinando sus alrededores con mayor detalle. Pronto, Xie Lian
señaló: —Lord Señor del viento, mire el suelo, parece que hay
algo.

Shi Qing Xuan dejó caer su palma inmediatamente y los dos se


agacharon alrededor de donde Xie Lian había señalado.

El suelo de este túnel estaba pavimentado con innumerables


ladrillos cuadrados, y cada ladrillo era del tamaño de una pequeña
puerta. El ladrillo en el que estaban parados justo enfrente del
muro de piedra tenía un dibujo encima. No era una imagen
grande, pero era de una persona pequeña que tiraba dados.
Shi Qing Xuan levantó la cabeza.

—Entonces, ¿esto significa que es el mismo método que antes,


que tendríamos que lanzar el número correcto para abrir este
muro de piedra?

Xie Lian asintió levemente.

—Ese parece ser el caso, pero no vine aquí con ese joven
enmascarado, así que no sé cuál es el número correcto.

—Hemos llegado hasta aquí —dijo Shi Qing Xuan, —no es


realista dar marcha atrás solo para descubrirlo. Solo tiremos un
número al azar y veamos.

Xie Lian estuvo de acuerdo.

—Lord Señor del viento, ¿por qué no lo intenta? No sé cuánto


tiempo duraría mi suerte prestada.

Shi Qing Xuan no declinó. Cogió los dados y los arrojó al suelo.

— ¿Qué tal eso?

Rodó un dos y un cinco. Los dos esperaron en silencio, pero el


muro de piedra no se movió. Xie Lian recogió los dados

—Supongo que eso no funcionó.

Shi Qing Xuan de repente gritó: — ¡Alteza, mire debajo de


nuestros pies! ¡La imagen ha cambiado!

Al escuchar esto, Xie Lian inmediatamente miró hacia abajo.


Efectivamente, la imagen en el ladrillo cuadrado debajo de sus
pies era una persona pequeña que tiraba dados, pero mientras
observaban, los colores se desvanecieron y se rellenaron una vez
más, transformándose en una escena diferente, pareciendo un
negro largo, grueso y gordo rastreador espeluznante.

— ¿Qué diablos es esto? Shi Qing Xuan se preguntó.

— ¿Una lombriz de tierra? ¿Una sanguijuela? —Xie Lian adivinó.


—Eso es lo que parece. Hay mucho de esto en los campos de
arroz, así que he visto muchas.

Shi Qing Xuan se preguntó un poco más: — ¿Qué tipo de vida


llevó a ver muchas de estas cosas...?

Antes de que terminaran sus palabras, toda su persona


desapareció.

No era solo él, Xie Lian desapareció también. Resultaba que, al


mismo tiempo que se pronunciaban las palabras: Qué pasó,
ambos se sentían huecos bajo sus pies al mismo tiempo, y al
momento siguiente comenzaron a caer libremente en otro túnel.

Resulta que, después de todo, ese muro de piedra no era una


puerta, y era con toda seriedad, un muro. El ladrillo cuadrado bajo
sus pies era la puerta real. Después de lanzar los dados, las
puertas se abrieron de repente y se cerraron instantáneamente.
Xie Lian y Shi Qing Xuan cayeron libres por solo un momento
antes de aterrizar pesadamente en el suelo.

Era bueno que el suelo fuera suave, de lo contrario los dos


habrían hecho un cráter profundo. No pensaron que la caída fue
dolorosa y se estaban levantando cuando sus cabezas se
golpearon entre sí. Ellos se quejaron y cayeron de nuevo al suelo.
Xie Lian, con una mano cubriendo su frente, la otra sentía lo que
le rodeaba, pero solo hizo contacto con el suelo blando, húmedo
y fangoso.

No había baldosas de piedra. Ese muro de piedra se había ido


hace mucho.
Cuando cayeron antes, la antorcha de palma que Shi Qing Xuan
encendió se había extinguido. Ahora que lo había encendido una
vez más e iluminado sus alrededores, los dos descubrieron que
estaban en un túnel de barro.

El túnel tenía forma redonda con paredes embarradas y no


parecía hecho por el hombre. Shi Qing Xuan se frotó la frente.

— ¿Qué es este lugar? ¿Nos arrojaron aquí porque lanzamos el


número equivocado?

Xie Lian murmuró y dijo: —Es muy posible. Esa puerta de piedra
se ha ido, lo que significa que no tenemos posibilidad de
retroceder. Pensemos en una manera de escapar primero.

Los dos hablaron y decidieron seguir el camino del túnel. El túnel


tenía innumerables giros y vueltas, y si un adulto quisiera pararse
derecho en él, tendría problemas. Solo podían doblarse por la
cintura para caminar, o gatear, moviéndose tanto lentamente
como con pesadez. El aire en este túnel también era cálido y
húmedo, el barro pegajoso y molesto, cada uno de sus pasos se
hundía y arrastraba, acuoso y asqueroso. A veces, incluso se
metían en restos podridos de plantas o animales. La cara de Xie
Lian nunca cambió, pero Shi Qing Xuan tuvo una piel de gallina
por todas partes. Mas cuanto más atravesaban, más sentía Xie
Lian que algo estaba mal.

—Lord Señor del Viento, mejor nos movemos más rápido, de lo


contrario...

Justo en ese momento, un fuerte y extraño rugido se escuchó.

El ruido se estrelló, todo el túnel se sacudió, y pequeñas manchas


de lodo saltaron del estremecimiento. Los dos se miraron, y sin
una palabra, se alejaron en la dirección opuesta al ruido.
Sin embargo, ese sonido fuerte y el enorme temblor sacudieron
violentamente el túnel, y su velocidad fue mucho más rápida que
la de ellos, acortándose más cerca por segundo. Los dos se
movieron con mucha dificultad, un paso poco profundo y otro más
profundo, atravesando el túnel sinuoso a la vista, ni siquiera un
rayo de luz. Y no solo eso, sino en la dirección hacia la que corren,
¡también reverbera el mismo ruido y temblor!

Tanto el frente como la espalda estaban bloqueados, los dos


tuvieron que detenerse. Junto con los ruidos fuertes, el sonido de
un cuerpo pesado y gigantesco empujando a través del barro se
escuchó, y dos lombrices gigantes se movieron hacia adentro,
apareciendo ante Xie Lian y Shi Qing Xuan.

Los dos gusanos estaban hinchados y grandes, sus cuerpos eran


morados, su piel ligeramente translúcida. El cuerpo de los
insectos estaba segmentado, sin cabeza, sin cola, los frentes eran
solo un muñón de carne. Si esos no eran gusanos entonces, ¿qué
eran?

¡La puerta de piedra se abrió y los arrojó a ese nido de monstruos!

Xie Lian levantó un brazo para protegerse, RuoYe está listo. Shi
Qing Xuan desenganchó a su abanico de Señor del viento de
quién sabe dónde. Desafortunadamente, en este túnel estrecho
era imposible iniciar ráfagas, y los golpes solo retrocederían, lo
que dificultaría el uso de ese dispositivo espiritual. Justo en ese
momento, Xie Lian recordó que los gusanos temían la luz y el
calor, y gritó: —Lord Señor del viento, ¡por favor, deme un poco
de poder y haga en su palma una antorcha!

Shi Qing Xuan siguió su la instrucción y golpeó a Xie Lian con su


mano izquierda mientras las llamas en su palma derecha
estallaron unos pies más arriba. Efectivamente, los dos gusanos
gigantes sintieron el calor y se encogieron hacia atrás, alejándose
unos metros de distancia. Los dos, usando las llamas, continuaron
su camino lentamente, obligando a las lombrices gigantes a
mantener una distancia, y oraron por una salida.

Sin embargo, el túnel era estrecho, y pronto, no solo los gusanos


sintieron el calor de las llamas, sino que Xie Lian y Shi Qing Xuan
sudaban profusamente, como si estuvieran en un horno,
miserable y desdichado. Y lo más horroroso fue que Shi Qing
Xuan no pudo seguir usando sus poderes para mantener las
llamas vivas, y el fuego se hizo cada vez más pequeño. También
notaron que aunque las lombrices gigantes los estaban
evadiendo, no estaban tan nerviosas.

Después de unos pasos más, Xie Lian sintió que su respiración


se dificultaba y dijo: —Lord Señor del viento, la antorcha de palma
no durará. El lodo aquí puede estar húmedo y suelto, pero aún
estamos bajo tierra. Pronto el aire ya no pasará, el fuego morirá y
nos desmayaremos.

Shi Qing Xuan apretó los dientes.

—Entonces solo podemos usar el hechizo de acortamiento de


distancia.

Aunque ninguno de los dos tenía una mano libre para dibujar un
hechizo y el entorno actual no era exactamente el ideal, no había
otra manera.

—Déjame encontrar un lugar plano —dijo Xie Lian.

En ese momento, sintió bajo su pisada un pequeño plato que no


parecía estar húmedo y esponjoso, sino más bien como una
baldosa de piedra. La mente de Xie Lian se movió e
inmediatamente se agachó para comprobar. Tal como
sospechaba, ¡era otra puerta de piedra!

También había otro dibujo de una persona pequeña lanzando


dados en esta puerta. Shi Qing Xuan también se subió a la
baldosa y se llenó de alegría: — ¡Rápido, rápido, rápido! ¡Lanza
los dados y ábrela!

Xie Lian estaba a punto de tirar los dados, pero de repente pensó:
— ¿Pero qué pasa si arrojo peores resultados y abro un lugar más
horrible? Xie Lian le pasó los dados a Shi Qing Xuan.

— ¡Aquí, hazlo!

Sin una palabra, Shi Qing Xuan agarró los dados y los lanzó. Sonó
y sonó. Esta vez era un tres y un cuatro. Xie Lian recogió los
dados fácilmente y los dos se colocaron juntos sobre la baldosa.
La antorcha de la palma de la mano de Shi Qing Xuan se hizo más
pequeña una pulgada más, y los dos gusanos gigantes se
retorcían y giraban, luchando por acercarse. Xie Lian observó de
cerca el dibujo en la baldosa mientras se disolvía lentamente en
otra imagen. Era de un bosque y varias personas vestidas de
forma extraña bailaban en círculos alrededor de otro.

En ese momento, los gusanos ya no se contendrían, y corrieron


hacia ellos con una pequeña boca en la cabeza abriéndose,
arrastrando sus cuerpos pesados.

Afortunadamente, justo cuando los gusanos estaban a pocos pies


de ellos, ¡la puerta de piedra se abrió!

Esta vez, los dos cayeron en otro agujero estrecho, pero el suelo
era duro, estrecho y seco. La caída fue dolorosa y los dos cayeron
y se golpearon entre sí. Xie Lian estaba acostumbrado al dolor,
así que no hizo ningún sonido, pero Shi Qing Xuan gritó de dolor.
Las orejas de Xie Lian fueron lastimadas por los fuertes gritos.
Preocupado de que algo hubiera pasado, gritó: —Lord Señor del
viento, ¿está bien?

La cabeza de Shi Qing Xuan estaba en la parte inferior y con las


piernas en alto.
—No sé si estoy bien. Nunca he caído así antes. Su alteza, hay
demasiada emoción trabajando con usted.

Al escuchar esto, Xie Lian no pudo evitar soltar una pequeña risa
y se dio cuenta de que los dos cayeron en un agujero en un árbol.

Salió del hoyo con gran dificultad y extendió una mano de ayuda
a Shi Qing Xuan.

—Gracias por todo su arduo trabajo.

—De nada —respondió Shi Qing Xuan.

Tiró de la mano de Xie Lian y salió del agujero, embarrado y


desaliñado, con su túnica de seda rasgada y arrugada. Cuando
salió, se puso una mano sobre las cejas para bloquear el brillo
nítido del sol.

— ¿Dónde es esto?

—Como ve, un bosque en las montañas profundas —respondió


Xie Lian. Miró a su alrededor y dijo: —Creo que estas puertas de
piedra son un dispositivo espiritual que tienen la misma función
que el hechizo de Acortamiento de Distancia. Diferentes números
lanzados nos llevarán a diferentes lugares. Me pregunto si
lanzamos algunos números correctos.

Shi Qing Xuan cruzó sus dos brazos ahora descubiertos y


reflexionó seriamente: —Usar el hechizo de Acortamiento de
Distancia solo una vez requiere una inmensa cantidad de poder
espiritual. Crear estas puertas de piedra para evitar que otros
puedan husmear, esa Lluvia Sangrienta que busca la Flor es
realmente poderoso y no es ajeno a los juegos mentales.

Aunque su expresión era solemne, con los brazos desnudos y una


disposición tan descuidada, no parecía en absoluto serio, más que
todo hilarante. Xie Lian contuvo su risa con gran dificultad y pensó
en la forma en que Hua Cheng levantaría la esquina de los labios
y negaría con la cabeza.

—Más que juegos mentales, es más... es travieso —pensó Xie


Lian.

Los dos acaban de salir del agujero en el árbol, y ni siquiera unos


pocos pasos después de que varias personas desnudas de piel
roja brotaran repentinamente de los arbustos cercanos y los
rodearan. Comenzaron a saltar, aullando mientras lo hacían.

— ¡OOOooooHHHOooHHooohhhh !!

—...

Los dos se sorprendieron, y Shi Qing Xuan gritó: — ¡¿Qué es esto


ahora?!

Xie Lian levantó la mano: — ¡No entre en pánico, no entre en


pánico!

Se mantuvo firme para mirar a esos salvajes, y no estaban


realmente desnudos, sino que vestían pieles y hojas de animales,
pareciendo que estaban listos para beber sangre. Tenían largas
ramas y puntiagudas hachas en la mano, y cuando sonrieron a los
dos, sus dientes estaban afilados como sierras.

Los dos corrieron sin decir una palabra.

Shi Qing Xuan gritó mientras corría: — ¡Mi hermano solía decirme
siempre! ¡Que en lo profundo de las montañas del sur hay muchos
caníbales salvajes que viven de la carne humana! ¡Me dijo que no
viniera a un lugar así por mi cuenta! ¡¿Eso es lo que son?!

Xie Lian era experto en el arte de escapar, por lo que todo su


comportamiento y actitud fueron mucho más serenos que Shi
Qing Xuan. Él respondió con calma: —Hm. ¡Eso es muy posible!
¡De cualquier manera primero encontremos la puerta! ¡A ver si hay
más puertas de piedra cerca!

Esos salvajes corrieron tras ellos gritando y aullando


incansablemente. Originalmente, Xie Lian y Shi Qing Xuan solo
podían escapar y no defenderse porque había leyes celestiales
que dictaban que si los dioses alguna vez descendían al reino
mortal, no usarían sus poderes para oprimir. Esta ley era para
evitar que los oficiales celestiales acosaran a los mortales y
crearan desastres relacionados con el poder. Pero los caníbales
lanzaron incesantemente rocas y ramas afiladas hacia ellos, y una
de esas ramas raspó la mejilla de Shi Qing Xuan.

Esto era absolutamente inaceptable. Shi Qing Xuan sintió su


rostro y hubo un ligero rasguño sangriento, y se enfureció en el
acto.

Rugió y se detuvo de repente. Dándose la vuelta, gritó: —


¡IGNORANTES SALVAJES DE LA MONTAÑA! ¡NO SOLO NO
SE ACOBARDAN DE MIEDO ANTE MI, EL SEÑOR DEL
VIENTO, SE ATREVEN A ARRUINAR MI CARA ¡¡¡INCREÍBLE!!!

Después de sus gritos, sacó su ventilador se Señor del viento,


abriéndolo con un poderoso zumbido y giró con fuerza. Los
salvajes fueron arrancados del suelo y aplastados contra los
árboles cercanos, aullando mientras colgaban de las ramas. Los
dos finalmente pudieron dejar de correr, y respiraron
profundamente tratando de calmar sus latidos. Ese pensamiento
volvió a Xie Lian, es difícil ser un dios... en los tres reinos, nadie
lo tiene más fácil...

Shi Qing Xuan resopló y se volvió hacia Xie Lian: —Su alteza, lo
vio, ¿verdad? ¡Ellos obtuvieron lo que merecían! No estaba
usando mis poderes para oprimir.

—Lo vi, sí —dijo Xie Lian.


Shi Qing Xuan sintió su rostro de nuevo y murmuró por lo bajo.

—Incluso mi hermano no se atrevería...—Se volvió de nuevo—.


Vamos a encontrar esa puerta de piedra.

Xie Lian asintió en silencio y observó a Shi Qing Xuan arreglarse


la ropa y el cabello, luciendo despreocupado una vez más.
Desafortunadamente, él estaba vestido con un desaliñado vestido
de seda púrpura, por lo que su aire de despreocupado tenía un
sabor extraño; Fue una vista inolvidable. Xie Lian no pudo evitar
lamentarse. Recordando cuando se encontraron por primera vez
en el Paso de Ban Yue, el Lord Señor del Viento era una figura
tan deslumbrante, tanto que Xie Lian lo había considerado un ser
poderoso con una profundidad inconmensurable, y si no lo era, de
un cultivador demoníaco supremo, y luego un santo supremo.
Ahora que están cerca, él entendió que todo era una ilusión...

Los dos caminaron en círculos en el bosque y finalmente


encontraron un conjunto de puertas de piedra junto a un agujero
de árbol diferente. Esta vez, Shi Qing Xuan se negó a lanzar los
dados y negó con la cabeza.

—No sé qué está pasando, pero aunque mi suerte no siempre es


la mejor, tampoco es la peor cada vez. La señora fortuna no
parece estar conmigo hoy; La tiré dos veces y la primera vez fue
ese túnel de lombrices de tierra, y esta vez un patio de caníbales.
Quien sabe qué sigue.

Xie Lian se aclaró la garganta de forma suave y culpable y


respondió: —Tal vez sea porque estoy con usted, así que arruiné
su suerte conmigo.

— ¡Qué estás diciendo! —Shi Qing Xuan exclamó: — ¡Es


imposible que alguien derribe la suerte mía, el Lord Señor del
Viento! Pero ¿por qué no le da una oportunidad? Tal vez todavía
queda algo de la suerte que se prestó de su San Lang.
Xie Lian no sabía por qué, pero se sintió un poco avergonzado
cuando escuchó, su San Lang. Quería explicar, pero al mismo
tiempo, ¿qué hay que explicar? Si tiene que explicarlo, sería un
poco extraño, así que al final no dijo nada. Sintió los dados en sus
manos y los arrojó ligeramente.

Dos 'seises'.

Xie Lian contuvo el aliento mientras observaba cómo se


transformaban los dibujos en la puerta de piedra, y se preparó
mentalmente para enfrentar lo que viniera después. Pero esta vez,
la imagen no cambió y la puerta de piedra se abrió.

Detrás de la puerta había otra larga escalera que descendía en la


oscuridad, soplando aire frío.

Los dos se miraron, ambos pensando: — ¿Regresamos al


principio después de pasar por todo eso?

Incluso si estaban al principio, era aún mejor que los peligros


extraños; habían tenido suficiente. Así, los dos decidieron
descender. En el momento en que entraron, la puerta se cerró
detrás de ellos, y cuando se estiraron para empujar, la puerta se
convirtió en un muro de piedra.

—Parece que nuestro único camino es hacia abajo —dijo Xie Lian.

—Ugh, está bien. —Shi Qing Xuan suspiró—. ¡Deme un respiro


y continuaremos jugando el juego de esa odiosa Lluvia Sangrienta
que busca la Flor!

Los dos descendieron una vez más por el largo y rectangular


camino pedregoso. Después de doscientos pasos más o menos,
Xie Lian se dio cuenta de algo.
—Buenas noticias, Lord Señor del Viento. Este no es el mismo
camino que tomamos la primera vez, a pesar de que son
similares.

Shi Qing Xuan también lo notó.

—Tiene razón. La primera vez llegamos al muro de piedra


después de doscientos pasos, pero no esta vez.

Xie Lian dijo suavemente: —Parece que esta vez estamos en el


camino correcto.

Justo cuando terminó sus palabras, los dos se detuvieron.

No lejos de ellos, en la oscuridad, flotaba el hedor de la sangre.


Acompañando el olor estaba la respiración pesada de un hombre.

Los dos no movieron un músculo y no dijeron palabras. Sin luz,


sin llamas, sin embargo, el otro ya había percibido su presencia,
porque justo después de que se detuvieron, una voz fría sonó.

—No tengo nada que decir —dijo la voz profunda de un hombre.

Al escuchar esa voz, Shi Qing Xuan inmediatamente encendió


una antorcha

Capítulo 44: Del Paraíso al Polvo; el segundo regreso de Fang Xin


Xie Lian no creía que Shi Qing Xuan prendiera fuego de repente
y ni siquiera tuvo tiempo para detenerlo antes de que fuera
demasiado tarde. Las llamas eran extremadamente brillantes y
revelaban la silueta de un hombre vestido de negro.

El hombre de negro tenía la cabeza baja contra la pared de piedra


al final del camino, su cara tan blanca como una sábana, su
cabello hecho un desastre; pero debajo de ese desorden había un
par de ojos que brillaban con determinación, como el hielo
quemado. Aunque estaba sentado con las piernas cruzadas sin
un rastro de incomodidad, el hedor de la sangre espesa en el aire
indicaba que estaba gravemente herido, y obviamente estaba
preso aquí. Su: No tengo nada que decir, fue probablemente él
confundiéndolos con sus interrogadores.

Shi Qing Xuan vio su rostro y gritó: — ¡Eres tú!

Ese hombre tampoco parecía esperar a otras personas y se


sorprendió, parecía que quería decir: — ¡Eres tú! También, pero,
por desgracia, se contuvo. Xie Lian calmó a RuoYe que estaba
listo para atacar.

— ¿Así que ustedes dos se conocen?

Después de atravesar tantos obstáculos y encontrar a alguien, Shi


Qing Xuan parecía aliviado y estaba a punto de responder cuando
ese hombre intervino y dijo en un tono indiscutible: —No lo
conozco.

Shi Qing Xuan se enfureció con esas palabras y lo señaló con su


abanico.
— ¿Es tan vergonzoso conocerme? ¡Qué palabras hirientes, Ming
Xiong35! ¡Soy tu mejor amigo!

El hombre lo negó resueltamente: —No tengo amigos que corran


con ese tipo de atuendo.

—...

Shi Qing Xuan todavía llevaba su vestido de seda púrpura


desgarrado, en verdad... una imagen vergonzosa. Xie Lian quería
reírse y pensó que realmente había personas en este mundo que
usarían: el mejor amigo de alguien para validarse; Definitivamente
es el estilo de Shi Qing Xuan. ¿Pero Ming Xiong? Si recuerda
correctamente, de los cinco Señors elementales, el nombre del
Señor de la Tierra era Ming Yi. Xie Lian dijo: — ¿Eres quizás el
Señor de la Tierra?

—Es él. Lo ha conocido antes. —Shi Qing Xuan respondió.

Xie Lian miró a Ming Yi y le dijo: — ¿En serio? No recordaba haber


conocido a un personaje así.

—Lo has hecho —dijo Shi Qing Xuan.

—No es cieto —dijo Ming Yi.

— ¡Sí, lo has hecho! —Shi Qing Xuan dijo con exasperación: —


¡La última vez en el Paso de BanYue! Ustedes no olvidan tan
rápido, ¿o sí?

—...

35
—Xiong— es una forma más formal de decir —hermano mayor— que —Gege—,
pero también se usa de manera informal entre amigos varones que significa —
hermano—.
¡Al ver la cara de Ming Yi pasar de blanco pálido a sombrío, Xie
Lian finalmente recordó! La última vez que se encontraron en el
Paso de BanYue, ¿no había una dama vestida de negro al lado
de Shi Qing Xuan?

Hua Cheng ya le dijo en ese momento que ese no era el Señor


del agua, pero que debía ser uno de los cinco Señors elementales.
Como se esperaba, a Shi Qing Xuan no solo le apasionaba
transformarse en su forma femenina, también le apasiona
arrastrar a otros para que hagan lo mismo. No es de extrañar que
la dama vestida de negro en ese momento se veía
extremadamente enojada y disgustada. Recordando cómo Shi
Qing Xuan le rogó que se uniera a la diversión Xie Lian suspiró
pensando que casi lo hizo, y se alegró de no ceder.

—Lord Señor de la Tierra, ¿fue el Dragón de Fuego Ascendente


establecido por usted? —Preguntó Xie Lian.

—Lo fue. —Respondió Ming Yi.

Encontraron a la persona adecuada. Xie Lian asintió y dijo: —Lord


Señor de la Tierra probablemente esté gravemente herido. Mejor
escapemos ahora y hablemos más tarde.

Sin ningún aviso, Shi Qing Xuan se arrodilló y cargó a Ming Yi en


su espalda.

—Entonces salgamos de aquí.

Los tres volvieron sobre sus pasos y Shi Qing Xuan habló
mientras caminaba.

—Yo digo, Ming Xiong, ¿no eres bueno luchando? Estuviste


perfectamente bien en el pase de BanYue, así que, ¿cómo pudiste
ser tan maltratado en tan solo unos días? ¿Cómo hiciste enojar a
la Lluvia Sangrienta que busca la Flor?
Su tono era burlón y Xie Lian observó mentalmente: —Sin miedo
de que le peguen en la cara, esa es definitivamente la manera de
hablar con un buen amigo.

Ming Yi parecía que ya estaba harto de escuchar a Shi Qing Xuan


y solo dijo: — ¡Cállate!

Xie Lian también quería saber la respuesta a la misma pregunta,


pero cambió su redacción: —Lord Señor de la Tierra, ¿por qué
querría provocar a Hua Cheng?

Ming Yi no le dijo que se callara, pero tampoco respondió. Xie Lian


giró ligeramente la cabeza para mirarlo y vio que tenía los ojos
cerrados. Después de haber sido encarcelado e interrogado
durante días y ser gravemente herido, Ming Yi finalmente debe
haber bajado la guardia después de haber sido rescatado y al fin
podía relajarse. De todos modos, no era algo urgente, por lo que
Xie Lian no intentó despertarlo. Los tres corrieron escaleras arriba
y Xie Lian tiró sus dados hacia arriba. No sabía qué número arrojó
en la oscuridad, solo que ante ellos llegó un suave crujido, y
apareció un rayo de luz. Xie Lian empujó la puerta y estaba
pensando si tendría la oportunidad de llevarse a Lang Ying
cuando se dio cuenta de que el primer paso que tomó fue hueco.

En el momento en que se sintió caer hacia adelante, gritó: — ¡No


salgas!

Xie Lian saltó en el aire y cayó sobre algo duro. Se sentió aliviado
de que no se tratara de una montaña afilada o de un mar de fuego.
Hasta que levantó la cabeza, se dio cuenta de que una montaña
afilada o un mar de fuego podrían haber sido una mejor
alternativa. El rostro excepcionalmente guapo de Hua Cheng
estaba a centímetros de él, con las cejas levantadas, mirándolo.
¡Esta vez cuando la puerta de piedra se abrió, su paso hueco lo
hizo caer sobre Hua Cheng!
¡El lugar de su caída fue la armería! Hua Cheng estaba sentado
en el trono de la armería, limpiando por la cimitarra E-Ming.
Incluso cuando alguien de repente cayó sobre él desde arriba,
solo apartó las manos y detuvo la limpieza sin ningún tipo de
sorpresa. Miró con calma a Xie Lian, como esperando una
explicación. Por supuesto, Xie Lian no tenía ninguna, y solo podía
recostarse en su regazo y devolverle la mirada con audacia. De
repente, vio a otra persona en la periferia de su visión, y cuando
se dio la vuelta, vio que era Lang Ying.

Ese niño vendado estaba sentado en el suelo con aspecto


asustado, sus manos agarrando su cabeza, mirándolos a los dos.
¿Por qué estaba Lang Ying aquí también? ¿Parecía que Hua
Cheng lo estaba interrogando? Y cuando los ojos de Xie Lian se
movieron hacia arriba, vio que la mitad de la bota blanca de Shi
Qing Xuan salía. No había tiempo para pensar, y
apresuradamente, Xie Lian agarró los hombros de Hua Cheng.

— ¡Lo siento! —Gritó Xie Lian, y luego apartó a Hua Cheng.

Este empuje lanzó a Hua Cheng a un metro de distancia e incluso


cayó un par de veces. Después de caer, Hua Cheng
inmediatamente se puso de pie y se estabilizó, y para entonces
Shi Qing Xuan, que llevaba a Ming Yi, ya había saltado y
aterrizado con facilidad en el mismo lugar en el que Hua Cheng
estaba sentado. Xie Lian miró audazmente hacia atrás, y Hua
Cheng todavía lo miraba sin decir una palabra, pero sus cejas se
alzaron más.

Xie Lian se puso de pie de un salto y retrocedió unos metros,


disculpándose mientras lo hacía: — ¡Lo siento! ¡Lo siento!

Lang Ying corrió hacia Xie Lian mientras observaba a Hua Cheng,
todavía con mucho miedo, y se escondió detrás de él. Xie Lian lo
protegió y dijo: —San Lang, déjame explicarte.
—Estoy esperando —respondió Hua Cheng.

—Espera, ¿no es lo contrario? —Shi Qing Xuan dijo: — ¡Él


debería ser el que te debe una explicación! Él es el responsable
del desaparecido oficial celestial; ¡Moléstese, su alteza!

Esta era exactamente la situación que Xie Lian no quería


enfrentar. Miró a Hua Cheng con atención.

—San Lang, no sé qué malentendido se produjo entre ti y el Lord


Señor de la Tierra, pero calmémonos y hablemos de esto.

El mejor escenario sería que Hua Cheng los dejara ir sin daño.
Aunque el Señor de la Tierra estaba herido, su vida no estaba en
juego y no le faltaba ningún miembro. Si pudiera dejarlo, entonces
todo esto no tendría que pasar al peor de los casos extremos. Si
Hua Cheng los dejara irse y ellos regresaran a los cielos, entonces
estarían en deuda con él y Xie Lian podría usarlo como una
oportunidad para pedirle a Jun Wu que descarte todo el asunto.

Sin embargo, Hua Cheng dijo en cambio.

— ¿Señor de la Tierra? ¿Qué señor de la tierra?

Después de una pausa, continuó: —Oh, ¿te refieres al que está


cargando el Señor del Viento? Él no es más que un subordinado
inepto mío.

Al escuchar esto, tanto Xie Lian como Shi Qing Xuan se


sorprendieron.

—Obviamente, es uno de los oficiales celestiales, ¡cómo te


atreves a decir lo contrario! —Dijo Shi Qing Xuan.
Hua Cheng se echó a reír: —Entonces, me pregunto por qué su
honorable oficial celestial ocultaría su identidad, dejaría caer su
respetable título y trabajaría como un oficial bajo mi mando.

Hua Cheng sacó E-Ming en un destello de luna creciente: —Si ese


es realmente el Señor de la Tierra, entonces qué paciencia
aparentar durante diez años. En los últimos diez años lo había
pensado sospechoso de vez en cuando, pero no había pruebas.
Si no fuera por encontrarme con él y el Señor del Viento en Ban
Yue, todavía estaría en las nubes.

En ese momento Xie Lian entendió todo.

¡Así que eso es lo que pasó!

El Señor de la Tierra desapareció y fue encarcelado, en última


instancia, porque había ocultado su verdadera identidad hace diez
años para pasar como un oficial demonio bajo Hua Cheng. En
otras palabras, él era un espía. Hua Cheng había pensado que
sus acciones eran sospechosas, pero sin pruebas concretas, solo
lo había mantenido bajo su vigilancia. Y fue solo recientemente
que Hua Cheng finalmente descubrió su identidad como el Señor
de la Tierra.

Durante ese viaje al Paso de Ban Yue, Hua Cheng había visto al
Señor de la Tierra junto al Señor del Viento.

Incluso bajo el disfraz de una mujer (gracias al Señor del Viento),


Hua Cheng todavía vio debajo de esa piel falsa y descubrió que
la dama vestida de negro era el oficial demoníaco del que
sospechaba, y confirmó su identidad como uno de los cinco
Señors elementales.

Después de que toda la misión en Ban Yue hubo concluido, Hua


Cheng probablemente abandonó el Santuario Puji para ir a
concluir las cosas con el Señor de la Tierra. Puede que durante la
persecución de Hua Cheng por matar, mientras se encontraba en
circunstancias extremas, Ming Yi activara la señal de socorro.
Luego, Jun Wu convocó a Xie Lian y le dio la misión de ejecutar
este rescate.

Que a un funcionario celestial no solo no le importaran sus


deberes, sino que estuviera encubierto en el reino de los
fantasmas durante más de una década era todo un escándalo. No
importa la política detrás de esto; si Ming Yi permaneciera preso
y torturado, si él realmente muriera bajo las manos de Hua Cheng,
entonces todo el cielo se rompería; Sería un caos absoluto en el
mundo. Si ese día llegara, nadie se salvaría. Después de pensar
todo esto, Xie Lian solo pudo decir: —Entiendo que la culpa es
nuestra. Pero, San Lang, espero que nos dejes ir esta vez.

Hua Cheng lo observó con atención y, después de un momento,


dijo en tono calmado: —Su alteza, en algunas cosas es mejor no
involucrarse demasiado.

De repente, Shi Qing Xuan gritó desde el costado: — ¡Viento, ven


a mí!

En el momento en que salió el abanico, ráfagas salvajes


comenzaron a soplar a través de la armería. Las muchas armas
colgadas en las paredes y en los estantes empezaron a sonar. —
¡Señor del viento! No hemos hecho nada todavía —Dijo Xie Lian,
alarmado.

—No creo que ninguno de ustedes vaya a hacer nada —dijo Shi
Qing Xuan—, así que esta vez seré el chico malo. ¡VIENTO!
¡¡¡VIEEEENTO VEN A MÍ!!!

Se escuchó un enorme crujido, y Xie Lian pudo sentir capas de


polvo cayendo sobre su cabeza desde arriba. Levantó la cabeza
y vio que era el techo que estaba siendo levantado por las ráfagas,
rompiendo las costuras en una gran grieta.
La armería no tenía ventanas ni otras salidas visibles, ¡y Shi Qing
Xuan no tenía ninguna intención de luchar sino de escapar a
través de la grieta del techo!

Dentro de los furiosos vientos, el cabello negro azabache de Hua


Cheng y la ropa roja de arce volaban salvajemente con los
vientos, pero su persona nunca se movió. Él sonrió.

—Tienes un abanico, y casualmente, yo también.

De uno de los muchos estantes, Hua Cheng recuperó un abanico.


Era pequeño e intrincado, su espina y su hoja estaban hechas de
oro puro, sereno y hermoso. Hua Cheng lo hizo girar en su mano,
abriéndolo de golpe. Sonrió sin palabras, elegante en medio de su
aura asesina. Dio la vuelta a su mano y la abrió, y una fuerte
ráfaga se disparó hacia ellos con un destello plateado cegador.
Los tres esquivaron y escucharon detrás de ellos el sonido de
granizo como dardos que golpeaban las paredes y el suelo.
Cuando giraron sus cabezas para ver, eran largas filas sobre filas
de láminas doradas clavadas en el suelo. Cada lámina delgada
pero profundamente incrustada, su nitidez clara y cruel.

Cada arma dentro de esta armería era un tesoro para contemplar;


¡Un simple movimiento de mano podría tener tal efecto asesino!

Hua Cheng volvió a voltear su mano y otra ráfaga de oro sopló.


Los vientos provocados por Shi Qing Xuan eran fuertes, pero
cuanto más fuerte era, más peligrosa era la situación. La armería
era una mera cámara, su habitación limitada. Una porción de los
vientos levantados por el abanico del Señor el Viento rebotarían
por el interior, arrastrando las hojas doradas, bailando en esta
locura. Xie Lian temía que las láminas doradas dañaran a las
personas, protegió a Lan Ying y gritó: — ¡Señor del Viento, por
favor, deténgase por ahora!
.
Las láminas doradas estaban rozado estrechamente a Shi Qing
Xuan y Ming Yi. Shi Qing Xuan también quería detenerse, sin
embargo, el techo había sido levantado por sus vientos, revelando
una grieta, y si debía detenerse ahora, todos sus esfuerzos se
perderían. En ese momento, las láminas doradas que los
rodeaban de repente volaron uniformemente hacia arriba. Hubo
una cacofonía de crepitantes antes de que una persona
atravesara el techo y saltara a través de la grieta, los escombros
y el polvo cayendo con él.

En el momento en que aterrizó, esa persona gritó: —Señor del


Viento, me disculpo, ¡pero ya no pude quedarme quieto!

Shi Qing Xuan se llenó de alegría.

—Qian Qiu, ha llegado justo a tiempo—

Ese joven llevaba una espada larga, su hoja del tamaño de la


palma de un hombre adulto, era de hecho era Lang Qian Qiu. Su
espada larga era un dorado reluciente, pero mirándola de cerca,
no era porque su espada fuera dorada, sino porque aspiraba
todas las láminas doradas, cubriendo la hoja completamente,
haciendo que pareciera que era una espada dorada.

La espada larga de Lang Qian Qiu fue forjada por un curioso metal
nacido de una montaña piedra imán y tenía la capacidad de
magnetizar metales. Mientras el objeto de la succión no excediera
un cierto nivel de poder espiritual, una vez que tuviera la espada
en la mano, podría liberar mentalmente su habilidad y magnetizar
todos los metales circundantes, fundiéndolos en su espada.
Efectivamente, pronto las innumerables hojas doradas fueron
absorbidas por la espada y disueltas en la hoja. Al ver esto, Hua
Cheng rió a carcajadas, cerró su abanico y lo tiró detrás de él.

— ¿Son los oficiales celestiales tan patéticamente pobres que no


podrían dejar ir un poco de oro?
Si esas palabras estuvieran dirigidas a Xie Lian, solo fingiría no
haberlas escuchado. Pero estaban dirigidos a Lang Qian Qiu, un
noble nacido de la realeza. No se había preocupado por las
riquezas durante toda su vida, y aunque sabía que el enemigo lo
estaba provocando intencionalmente, todavía estaba hirviendo de
rabia. Levantó la espada con ambas manos y golpeó hacia Hua
Cheng. Hua Cheng sacó su cimitarra con una mano, generando
destellos plateados en el aire, calmadamente, listos para recibir el
ataque.

El golpe de Lang Qian Qiu usó todo su poder. Nació como un toro
sin miedo a los tigres, pero Xie Lian había visto claramente la
diferencia entre sus fortalezas, y si este ataque iba a aterrizar,
¡seguro que él morirá!

Al margen, incluso Shi Qing Xuan, que no era un espadachín,


observó con alarma y gritó: — ¡Qian Qiu! ¡¡¡No!!!

Pero en esa fracción de segundo, ¿cómo podría un grito detener


la flecha que dejó el arco?

Justo cuando las cuchillas de una espada y una cimitarra estaban


a punto de hacer contacto, una luz blanca cegadora estalló dentro
de la armería.

Era una luz tan inmensa que cubría cada centímetro de la armería,
y todos perdieron la vista temporalmente. Todo lo que podían ver
era blanco. Xie Lian, sin embargo, estaba preparado, y podía ver
algo. Su mano derecha reunió todos los poderes que tomó
prestados de Shi Qing Xuan y creó una llama gigante y la
encendió en una dirección aleatoria.

Una esquina de la armería se incendió de inmediato. Poco


después, Xie Lian soltó a RuoYe, se envolvió a sí mismo, Shi Qing
Xuan, Ming Yi, Lang Qian Qiu y Lang Ying, y gritó: — ¡Señor del
Viento, haznos volar hacia arriba!
A pesar de que Shi Qing Xuan no podía abrir los ojos, siguió la
orden de Xie Lian. Levantó su abanic, chasqueó hacia abajo, y un
violento torbellino se formó desde el suelo plano, soplando hacia
el techo y ¡por fin rompió el techo inestable!

RuoYe tenía a los cinco en un paquete y voló hacia el cielo. En el


aire, la vista finalmente volvió a muchos de ellos, y Shi Qing Xuan
pudo ver debajo de ellos llamas gigantes ardiendo, humo negro
cargado en el aire; la armería estaba ardiendo. Tenía miedo de
que Hua Cheng los persiguiera, y agitó su abanico. Ahora
realmente se convirtió en: avivar la llama; el incendio explotó
instantáneamente en tamaño, y las llamas aterrizaron en todos los
edificios cercanos. Ahora más de la mitad de la Mansión Paraíso
estaba en llamas.

Con gran dificultad, Xie Lian finalmente agarró a Shi Qing Xuan
que estaba abanicándo con todas sus fuerzas.

—Señor del viento, por favor, deje de abanicar. ¡Todo el lugar se


va a quemar!

Sorprendido, Shi Qing Xuan gritó: — ¡De acuerdo, de acuerdo, me


detengo! ¡Déjeme ir, su alteza, su agarre es demasiado fuerte!

No fue hasta que el Señor del Viento detuvo sus vientos que Xie
Lian lo soltó. Miró hacia abajo y, entre las llamas rojas, Xie Lian
todavía podía ver una silueta carmesí. Estaban demasiado lejos
en el cielo y él no podía ver con claridad, pero su instinto le dijo
que en ese momento, Hua Cheng estaba de pie mirándolo.

Él no lo persiguió ni apagó las llamas. Solo se quedó allí, dejando


que los salvajes incendios devoraran caprichosamente.

Fuera de Mansión Paraíso, gritos y aullidos rugían desde todas


las calles de la Ciudad Fantasma, y multitudes de fantasmas y
demonios corrían enloquecidos. Xie Lian no podía respirar, y su
voz se quebró, murmurando para sí mismo: —Yo... solo quería
encender un pequeño fuego para crear una distracción, ¿cómo
resultó ser así...?

Justo antes, Hua Cheng se había apoyado contra las puertas de


esa armería, medio en broma diciéndole que quería regalarle toda
la armería con cada arma dentro, pero ahora todo estaba envuelto
en un mar de fuego. Si bien puede haber muchos dispositivos
dorados que no temían el calor intenso, seguramente también
había muchos que no podían tocar las llamas. Después de todo
este ardor, muchos tesoros se convertirían en cenizas. Xie Lian
no había esperado que las llamas crecieran tan violentamente,
devorando a toda la Mansión Paraíso.

Incluso si Hua Cheng no lo consideraba un hogar ¡seguía siendo


su residencia!

Al ver lo mal que estaba Xie Lian, Shi Qing Xuan también se sintió
mal.

—Um... ¡Lo siento mucho, Alteza! No pensé las cosas y solo


quería escapar más rápido. ¡Todo esto es mi culpa!
Definitivamente, al principio solo era una pequeña llama... si la
Lluvia Sangrienta que busca la Flor lo contacta para obtener
recompensas, ¡simplemente dígale que venga a mí! No se
preocupe, puedo pagar cualquier cantidad. ¡El dinero nunca es un
problema!

Pero el dinero definitivamente no era el problema. Xie Lian cerró


los ojos y no pudo hablar. Shi Qing Xuan le dio una palmadita en
el hombro para consolarlo, pero de repente sintió humedad en su
palma y un extraño olor a sangre. Volvió la cabeza para ver y su
rostro perdió color.

— ¡Alteza, qué le pasó a su mano!


La mano derecha de Xie Lian estaba cubierta de sangre. Todo su
brazo derecho estaba completamente teñido de sangre, y su
temblor no fue leve. Sin embargo, sus dos manos aún sostenían
severamente esa banda de seda blanca para evitar que todos
fueran destrozados por los vientos salvajes.

— ¡¿Qué está pasando con usted?! —Shi Qing Xuan lloró.

Xie Lian parpadeó y se esforzó por calmarse antes de sacudir la


cabeza.

—No es nada... solo una pequeña lesión. Mejorará una vez que
regresemos.

— ¿Esa luz blanca era usted? —Shi Qing Xuan recordó. —Su
alteza, ¿usted apartó a esos dos?

—Soy un espadachín después de todo —respondió Xie Lian.

Shi Qing Xuan había acertado. Justo en ese momento, cuando las
cuchillas de Hua Cheng y Lang Qian Qiu estaban a punto de hacer
contacto, Xie Lian apareció.

Cogió una espada de la pila de armas en los estantes e hizo dos


movimientos entre la espada y la cimitarra.

El primer movimiento, derribó la espada larga de Lang Qian Qiu.


El segundo movimiento, bloqueó la cimitarra E-Ming.

La fuerza de esos dos movimientos no solo era poderosa, sino


extremadamente bien controlada. Incluso cuando Xie Lian
bloqueó ambas cuchillas, la fuerza de los golpes no rebotó en los
atacantes.

Porque, estando Xie Lian en el medio, usó su espada y su propio


brazo para absorber ambos ataques completamente.
Con la espada larga de Lang Qian Qiu no había problemas, pero
la cimitarra de Hua Cheng era una fuerza a tener en cuenta. La
espada que Xie Lian usó era una de la colección de Hua Cheng,
por lo que, naturalmente, también era una hoja formidable.
Cuando las dos cuchillas se encontraron, sopló esa luz blanca
cegadora. Con los dos movimientos, el primer golpe contra la
espada larga de Lang Qian Qiu creó una grieta, y el segundo
golpe contra la cimitarra E-Ming rompió la espada en pedazos.

Todo esto se realizó en una fracción de segundo, más rápido de


lo que el ojo podía ver. Shi Qing Xuan miró el miserable estado de
la mano derecha de Xie Lian, todo el brazo derecho fue un
desastre y comentó: —Su alteza... usted es demasiado intenso.
¡No puedo creer que los haya bloqueado sin ayuda!

El dios marcial Flor Coronada; Espada en una mano, flor en la


otra. Shi Qing Xuan solo recordaba la flor, pero la había olvidado.
Xie Lian ascendió a causa de su espada.

Pensando en lo cerca que estaban a que sucediera una


desgracia, el corazón de Shi Qing Xuan todavía estaba acelerado.

—Gracias a Dios, su alteza tenía los movimientos, de lo contrario,


quién sabe en cuántas piezas sería cortado Lang Qian Qiu por
Hua Cheng.

Lo extraño era que, junto a ellos, Lang Qian Qiu parecía estar
ileso, pero su expresión estaba congelada, como si su alma
hubiera dejado su cuerpo.
— ¿Qian Qiu? —Shi Qing Xuan dijo: —Qian Qiu, ¿está bien?
¡Despierte! ¿Qué pasa con usted? ¿Su vista no ha regresado
todavía?

Montando en el viento, el grupo finalmente llegó a la capital


celestial. Arrastrando y cargando, corrieron más allá de las
Puertas de Ascensión y corrieron directamente hacia el Gran
Salón Marcial. Lang Ying no pudo entrar al salón, por lo que Xie
Lian lo colocó en una pequeña cámara lateral. Nadie parecía estar
de servicio, por lo que llamó a la matriz de comunicación: — ¿Hay
algún funcionario honorable aquí? ¡Por favores todos, vengan
rápidamente al Gran Salón Marcial! ¡Es una emergencia, tenemos
un oficial herido!

Mientras gritaba, junto a él, Shi Qing Xuan chasqueó los dedos,
volvió a ponerse la bata blanca de cultivador y liberó cien mil
méritos.

— ¡Son dos oficiales heridos!

Xie Lian dijo apresuradamente: —Señor del Viento no esté tan


emocionado. Solo podríamos hablar, no hay necesidad de liberar
ningún mérito. Todo el mundo vendrá naturalmente.

—No, su alteza —dijo Shi Qing Xuan, —tiene que saber, ¡difundir
los méritos funciona más rápido que hablar cien veces!

Muy pronto, una voz vino de lejos.

— ¿Quién está herido?

Cuando se pronunció la palabra quién, la voz aún estaba muy


lejos, pero con la última palabra, la persona apareció, y fue Feng
Xin. Entró en la sala y miró a Xie Lian, luego a Lang Qian Qiu, con
el rostro vacilante.

—Estoy bien, pero el Señor de la Tierra parecía estar gravemente


herido —dijo Xie Lian.

— ¿Y qué? —Otra voz vino—. Hay tantos oficiales celestiales.


¿Quién alguna vez regresó ileso después de cada ronda de
patrullas?

La voz era decorosa y suave, pero las palabras agudas. Fue Mu


Qing. Cruzó el Gran Salón y también miró a Xie Lian y luego a
Lang Qian Qiu. Sin embargo, su expresión era lo opuesto a Feng
Xin, ya que solo había levantado una ceja, como si estuviera listo
para ver un buen espectáculo. Vio que Feng Xing se movió para
revisar el brazo de Xie Lian, así que se inclinó para revisar a Ming
Yi y dijo: — ¿Así que este es el Señor de la Tierra?

Durante ese intercambio, varios oficiales celestiales entraron al


salón. El Señor de la Tierra Yi siempre había sido discreto y fuera
de la vista, por lo que para muchos fue la primera vez que vieron
a su persona, y se amontonaron alrededor mirándolo con
curiosidad. La mayoría de las masas estaban confundidas, sin
saber la razón por la que fueron convocadas al Gran Salón
Marcial, pero después de haber recogido los méritos del Señor del
Viento, tuvieron que venir y verificar las cosas.

—Gracias, pero estoy bien. Se mejorará solo después de un


tiempo —dijo Xie Lian a Feng Xin.

Feng Xin no escatimó palabras, —Cuídese.

Xie Lian lanzó otro agradecimiento en voz baja, pero cuando se


dio la vuelta, Lang Qian Qiu lo estaba mirando con una expresión
congelada. —Su alteza Tai Hua, ¿qué pasa? —Preguntó.

Feng Xin también notó algo extraño sobre Lang Qian Qiu y
preguntó: — ¿Su alteza, Tai Hua, también resultó herido en
alguna parte?

—No lo creo. Déjeme ver. —Xie Lian dijo y extendió su mano,


alcanzando la frente de Lang Qian Qiu. Sin embargo, en un
instante, Lang Qian Qiu agarró la muñeca de Xie Lian.

Hubo vacilación en el rostro de Lang Qian Qiu, como si


descubriera algo pero no estuviera seguro, mas un fuego
comenzó a arder en sus ojos. Xie Lian sintió una oleada de rabia
temblando desde el brazo de Lang Qian Qiu hasta el suyo.
Ahora todos los oficiales espectadores habían notado esta
extraña situación y comenzaron a susurrar entre ellos. Shi Qing
Xuan y Mu Qing comenzaron a levantarse y Feng Xin habló: —Su
alteza, Tai Hua, ¿qué está haciendo?

Lang Qian Qiu finalmente movió sus labios. Solo dijo dos
palabras, pero el corazón de Xie Lian se hundió hasta el fondo.

—... ¿Sacerdote principal? —Lang Qian Qiu apretó los dientes.

La pupila de Xie Lian se encogió ligeramente.

Los oficiales al rededor medio adivinaron, medio se confundieron,


murmurando: — ¿Qué Sacerdote Principal? ¿Quién es el
sacerdote principal? —Algunos eran más astutos y lo
descubrieron.

Lang Qian Qiu fue el príncipe heredero de Yong An, y el Sacerdote


Principal de Yong An durante su tiempo fue el segundo de los Dos
Señors Malvados: el Sacerdote Principal Fang Xin. Nadie sabía
de su origen o de su verdadera identidad. Sin embargo, aquí, Lang
Qian Qiu tenía a Xie Lian en sus manos y lo llamó: Sacerdote
principal, lo que significa... ¿Xie Lian fue el mal que causó la ruina
de Yong An, el Sacerdote principal Fang Xin?

Sin embargo, Xie Lian fue el príncipe heredero de XianLe.

El reino de XianLe había caído en manos del reino de Yong An,


entonces, ¿por qué iría y se convertiría en el Sacerdote Principal
de Yong An? El Príncipe Tai Hua era conocido por su optimismo
y alegría, nunca había jugado juegos mentales ni había dificultado
las cosas a nadie, y nunca había exhibido tal expresión; mitad
desesperación, mitad rabia, mitad enemistad, mitad odio.

Lang Qian Qiu tuvo a Xie Lian en un agarre mortal, su respiración


se volvió más áspera y finalmente dijo con voz tensa: —Tú... te
maté con mis propias manos. Te sellé en ese ataúd. Tú...
¡Sacerdote principal, ciertamente eres astuto!

Cielos. Parecía que algo grande estaba por suceder hoy.


Capítulo 45: El Sacerdote principal de corazón oscuro; banquete dorado lleno de
sangre

Feng Xin era el más cercano a los dos, y miró a Xie Lian con un
sobresalto. Mu Qing, por otro lado, tenía los ojos brillantes, el
controlado shock tenía una capa oculta de emoción. Shi Qing
Xuan soltó a Ming Yi y dijo: —Qian Qiu, ¿entendió mal algo? Si su
Alteza fuera el Sacerdote Fang Xin, ¿cómo no lo reconocería
hasta ahora?

Otra voz sonó al margen: —Qing Xuan, ¿no lo sabes? Las


leyendas dicen que el Sacerdote Principal, Fang Xin, era
orgulloso, misterioso y frío. Siempre había usado una máscara de
oro blanco, nunca había mostrado su rostro real a nadie. Su
alteza, Tai Hua, nunca debe haber conocido su verdadera
identidad.

El que habló tenía los brazos cruzados y se mantenía a un lado.


Era Pei Ming. El solo hecho de ver su cara hizo que Shi Qing Xuan
se enojara, y balanceó su escobillón.

—Si ese es el caso, entonces nadie había visto cómo se ve el


Sacerdote Fang Xin. ¿Por qué el General Pei debe hacer que
parezca que es una certeza que su alteza XianLe es el Sacerdote
Principal Fang Xin?

Cuando estaban en acción, Shi Qing Xuan y Xie Lian eran


ridículos e hilarantes, pero una vez en la corte celestial, cambiaron
de compostura, tranquilos y equilibrados, conscientes de su
comportamiento. En ese momento, una silueta blanca como la
nieve apareció de las cámaras traseras.

En el momento en que llegó todos se calmaron. Los oficiales


parloteando se pararon derechos en su lugar, silenciando sus
chismes y se inclinaron.
—Su Majestad.

Jun Wu levantó su mano ligeramente y todos se enderezaron una


vez más. Caminó voluntariamente, y al pasar junto a Xie Lian, le
tocó el hombro derecho. La manga que todavía goteaba con
sangre fresca cesó inmediatamente después del toque.

Después de tomarse un momento para mirar a Ming Yi, Jun Wu


dijo: —No es nada serio. Coloquen al Señor de la Tierra dentro.

Por lo tanto, cuatro oficiales medicinales celestiales famosos se


acercaron para levantar a Ming Yi y se lo llevaron. Shi Qing Xuan
parecía querer seguirlo, pero al ver la tensión actual en el Gran
Salón Marcial, no podía dejar de preocuparse y decidió no ir
después de todo.

Con las manos detrás de la espalda, Jun Wu regresó al trono


antes de volver a hablar:

—Entonces, dime. ¿Qué ha pasado ahora? ¿Por qué Tai Hua no


deja que XianLe se vaya, y por qué XianLe está inclinando la
cabeza?

Lang Qian Qiu miró a Xie Lian y vio que todavía estaba en silencio.
Como estaban rodeados por oficiales celestiales, no había
necesidad de temer su fuga, de modo que Lang Qian Qiu soltó su
mano y se volvió a Jun Wu en una reverencia: —Mi Señor, hace
varios cientos de años, este hombre cambió su nombre a Fang
Xin, mató a mi clan y trajo la ruina a mi reino. ¡Solicito un duelo y
rezo para que el señor sea nuestro juez!

Dentro del Gran Salón Marcial, incluso aquellos que nunca habían
oído hablar del nombre Fang Xin corrieron a investigar el nombre
dentro de la matriz de comunicación. Lo que se descubrió fue una
historia asombrosa. Menos mal que Ling Wen estuvo presente
para responder a la pregunta de todos: —El sacerdote principal,
Fang Xin, fue el salvador y Señor del príncipe heredero de Yong
An, Lang Qian Qiu. Fue nombrado uno de los Dos Señors
Malvados por el infame baño de sangre que inundó el Banquete
Dorado de la monarquía Yong An.

— ¿Qué fue el Banquete Dorado? —Preguntó Shi Qing Xuan.

—Señor del Viento —respondió Ling Wen—. Este banquete


dorado fue primero una tradición transmitida desde las noblezas
de XianLe y se llamó así porque todos los cubiertos, utensilios,
vasos e instrumentos, eran del más alto grado de oro, exquisitos
y lujosos.

—Después de que se estableció el reino de Yong An, al principio


anunciaron al mundo que no seguirían la cultura del exceso del
antiguo reino y se concentrarían en sus pueblos. Sin embargo,
después de algunas décadas, las viejas formas fueron
reaprendidas, incluida la cultura del exceso.

Ling Wen continuó: —En la noche del decimoséptimo cumpleaños


del príncipe heredero de Yong An, el palacio organizó un
banquete dorado. Ese sacerdote principal Fang Xin... en esa
fiesta, con una espada en la mano, mató a todos los miembros de
la realeza que asistieron.

—Las copas de oro se derrumbaron, y la sangre se derramó como


el vino.

—Solo el príncipe heredero de Yong An escapó debido a su


llegada tardía a la fiesta. De lo contrario, él también hubiera sido
aniquilado.

Este golpe de estado estaba dirigido a la construcción de Yong


An, y si no fuera por Lang Qian Qiu, quien tenía el corazón de la
gente y su arduo trabajo, no habría duda de que hubiera habido
disturbios. Fue con gran dificultad que se resolvió el caos, y poco
después, la monarquía Yong An lanzó una recompensa para
perseguir al asesino fugitivo. Finalmente, cuando fue capturado,
Lang Qian Qiu mató al malvado sacerdote principal Fang Xin con
sus propias manos, selló el cadáver dentro de un ataúd de tres
capas, antes de sellarlo nuevamente bajo tierra.

Sin embargo, las raíces de la monarquía habían sido gravemente


dañadas, y desde entonces, inevitablemente declinó antes de ser
superada por otro clan al final.

Lang Qian Qiu miró a Xie Lian.

—Nunca entendí por qué hiciste lo que hiciste. Dijiste que no


podías soportar vernos en el trono, pero no lo creía, y nunca
pensé que querías derrocar a la monarquía para tomar nuestro
lugar. Pero ahora por fin sé por qué.

Los oficiales celestiales estaban muy abiertos por el shock,


murmurando unos a otros.

— ¡Esto es venganza!

— ¡No podría haber sido otra cosa! El reino de XianLe había


caído, por lo que también tuvo que arruinar a Yong An. Yong An
mató a sus padres reales, por lo que tuvo que asesinar a los
padres reales del príncipe heredero de Yong An. Ojo por ojo. ¡Es
pura venganza!

—Pero los que eliminaron a XianLe no fue la generación de Lang


Qian Qiu, esta ira no fue razonable...

—Y aquí pensé que el Hazmerreir de los Tres Reinos era un tonto,


pero en realidad es un personaje bastante agresivo. Pasando a la
clandestinidad como Sacerdote Principal en estado enemigo,
matando a toda la monarquía de una sola vez. Increíble…

Xie Lian podía sentir los ojos de Jun Wu en él, y cerró los suyos.
Escuchó a Jun Wu decir:
—Tai Hua, crees firmemente que XianLe es Fang Xin, pero
¿tienes pruebas?

—El Sacerdote Principal, Fang Xin, fue el que me enseñó a pelear


con la espada; ¿Cómo puedo no reconocerlo en el momento en
que ataca? —respondió Lang Qian Qiu.

El cotilleo se vertió como las mareas.

—Olvida hacer un desastre de la situación, ¿no es enseñarle a


usar la espada al príncipe heredero un poco extra?

—No es de extrañar que después de la tercera ascensión no lo


hemos visto tocar una sola espada. Tiene miedo de delatarse.

Lang Qian Qiu declaró: —Esta vez fui a la Ciudad Fantasma y


peleé con la Lluvia Sangrienta que busca la Flor...

En el momento en que mencionó la Ciudad Fantasma y Hua


Cheng, muchos de los funcionarios se estremecieron de nuevo,
pero Lang Qian Qiu continuó: —Cuando tenía doce años, una vez
me secuestraron durante una salida. Los secuestradores me
arrastraron a las calles y cuando los guardias los alcanzaron,
comenzaron a pelearse. Un artista callejero fue involucrado, y tan
magullado como estaba, interceptó la pelea con solo una rama de
árbol, y me rescató fácilmente con solo unos cuantos giros.

»Los secuestradores y los guardias sufrieron graves daños, y fue


este artista callejero el que me acompañó hasta el palacio. Por
inmensa gratitud, su majestad, mi padre y la reina, mi madre
trataron fervientemente de retenerlo y descubrieron sus
habilidades en el manejo de la espada, por lo que finalmente fue
invitado a convertirse en el Sacerdote Principal. Me enseñó el
camino de las espadas durante cinco años. Estoy más que
familiarizado con su estilo, ¿cómo puedo estar equivocado?
—Su alteza, Tai Hua —dijo Mu Qing débilmente—. Usted está
diciendo que lo que vio fue solo una sombra, y aparte de usted,
nadie más lo ha visto. Así que todo esto es solo por tus palabras.

El argumento de Mu Qing sonaba a favor de Xie Lian, pero en


realidad era más complejo. Ya había visto que Lang Qian Qiu no
lo dejaría pasar, y cuanto más le cuestionaban, más se probaba a
sí mismo y no era en absoluto útil para la situación de Xie Lian.
Efectivamente, Lang Qian Qiu exigió: —Bien. ¡Por favor tráiganme
una espada!

Había muchos dioses marciales dentro del salón que portaban


una espada, y al escuchar su llamada, inmediatamente se lanzó
una espada hacia él. Lang Qian Qiu la atrapó y lo puso frente a
Xie Lian.

—Tómala. Ahora tendremos un duelo sin frenarnos, usaremos


todo lo que tenemos y veremos si tenemos el mismo estilo, ¡y si
fui enseñado por ti!

Todo el mundo pensó que un duelo en el Gran Salón Marcial era


imprudente, pero con el Banquete Dorado, en el que toda la
familia de un príncipe heredero fue asesinada a sangre fría,
podían entender por qué estaba tan agitado. La lesión de Xie Lian
aún estaba en la mente de Shi Qing Xuan, y dijo: —Qian Qiu, su
alteza bloqueó el ataque de Hua Cheng para ti, y se lastimó su
brazo derecho de esta manera, así que ¿cómo puede tener un
duelo contigo?

Al escuchar esto, Lang Qian Qiu repentinamente extendió su


palma izquierda y golpeó fuertemente su propio brazo derecho.
Hubo un fuerte chasquido y una niebla de sangre brotó de todo su
brazo derecho desde el hombro, sangrando profusamente y cayó
débilmente. No hubo necesidad de verificar para comprender que
se trataba de una lesión grave y todos se sorprendieron. Xie Lian
también se sorprendió y levantó los ojos.
— ¿Qué está haciendo?

—El Señor del Viento tiene razón. —Lang Qian Qiu dijo: —Te
lastimaste el brazo salvándome, por lo que dañé mi brazo por ti.
Pero salvarme es una cosa, matar a mi clan es la verdad
innegable. Sé que eres dextro y puedes usar una espada con
ambos brazos sin disminuir tus habilidades. Duelo con nuestra
izquierda. ¡Levanta la espada si eres un hombre!

Xie Lian miró la espada, luego lo miró y, finalmente, sacudió la


cabeza lentamente.

—Hace muchos años juré no volver a matar con la espada.

Con esas palabras, Lang Qian Qiu recordó aquella noche cuando
finalmente llegó al banquete, la escena de ese hombre de túnica
negra sacando una espada larga de los cuerpos muertos de sus
padres, y sus ojos enrojecidos de locura, la espada en su mano
izquierda. Emitiendo un estremecedor y crepitante sonido de su
mano izquierda. Shi Qing Xuan volvió a sacar su escobillón y se
envolvió alrededor de la espada para sostenerla.

—Creo que podría haber algún tipo de malentendido aquí. Si ese


sacerdote principal, Fang Xin, siempre hubiera usado una
máscara, entonces cualquiera podría haber fingido ser él para
cometer un asesinato. ¿Cómo piensa mi señor?

Todos giraron su mirada hacia el trono hastiado.

—XianLe. —Jun Wu habló.

—Sí, mi señor. —Xie Lian hizo una reverencia.

— ¿Acepta las acusaciones de Tai Hua? —Preguntó Jun Wu.

—Las acepto —respondió Xie Lian.


El: las acepto, se pronunció en un tono congelado, muy diferente
a la forma habitual de hablar de Xie Lian, y las caras de Feng Xin,
Mu Qing y Shi Qing Xuan se cayeron.

Jun Wu asintió y preguntó: —El sacerdote principal Fang Xin que


derramó sangre sobre el banquete dorado... ¿era usted?

Después de un momento de silencio, Xie Lian levantó el cabeza,


determinado.

—Eso es correcto. ¡Fui yo!

Palabras de acero sin vuelta atrás.

—Así que lo admites. Muy bien —dijo Lang Qian Qiu.

Como se mencionó anteriormente, había innumerables oficiales


celestiales con sangre mortal en sus manos en la corte superior.
Pero a decir verdad, no había habido muchos que aumentaran su
deuda de sangre hasta este punto. Podría ser porque esos
mortales no tenían a alguien como Lang Qian Qiu en la familia que
pudiera ascender y exigir justicia de los cielos.

Antes, Pei Su tenía al General Pei como escudo, pero al final no


pudo escapar del exilio. Xie Lian no tenía a nadie detrás de él, por
lo que ahora todo dependería de si Jun Wu todavía valora los
afectos pasados y mantiene el corazón para protegerlo.

Sin embargo, muchos todavía no podían comprender qué actitud


mantenía Jun Wu hacia Xie Lian. En la primera ascensión, el
príncipe heredero de XianLe, por supuesto, fue tratado con el
mayor de los favores; en la segunda ascensión, los dos tuvieron
una gran pelea, y Xie Lian incluso apuñaló a Jun Wu unas cuantas
veces antes de ser derrotado; y en esta tercera ascensión, los dos
habían estado en paz entre sí, como si se hubieran olvidado los
conflictos pasados, y Jun Wu incluso construyó un palacio para
Xie Lian en la zona más agradable de la capital celestial.
Fue realmente difícil de entender. Ahora, todos tenían sus oídos
atentos, esperando ansiosamente escuchar cómo el señor
condenaría a Xie Lian.

Sin embargo, antes de que Jun Wu tuviera la oportunidad de emitir


el veredicto, Xie Lian habló primero.

—XianLe tiene una petición presuntuosa.

— ¿Qué es? —Respondió Jun Wu.

—Humildemente le pido al Señor que quite mi divinidad, y me


desaloje al reino mortal —dijo Xie Lian.

Algunos de los oficiales celestiales estaban sin palabras, y al


mismo tiempo asombrados. Por supuesto, nadie quería ser
desterrado, no es fácil ascender.

Trabajar tan duro para escalar tan alto solo para caer, el solo
pensarlo lo hacía sentir lamentable. Atreverse a pedir el destierro
de Jun Wu de manera tan directa muchos de ellos no podían
hacerlo. Algunos de los otros oficiales celestiales no pensaron
mucho en ello.

Después de todo, en este punto sería mejor retroceder que luchar


hasta morir. Xie Lian ya había sido desterrado dos veces; una
tercera vez probablemente no significaría nada para él, y tal vez
incluso estuviera acostumbrado.

Lang Qian Qiu, por otro lado, objetó: —No necesito que te
desvanezcas. La ascensión es porque tienes la habilidad. Sólo
quiero un duelo.

—No quiero pelear contigo —dijo Xie Lian.


— ¿Por qué? Lang Qian Qiu gritó: —No es como si nunca
hubiéramos luchado antes. Vida o muerte, el resultado no importa,
¡acabemos con esto!

Xie Lian dijo claramente: —No hay razón. Lucha contra mí, y no
hay duda que morirás.
Capítulo 46: Enfurecido Nan Yang; lucha de puños con Xuan Zheng

Aunque las palabras eran un eufemismo dicho a la ligera, causó


que todos los que estaban alrededor respiraran con fuerza.
Muchos tenían en sus mentes: no eres más que un debil dios de
la basura, ¿cómo podrías ser tan descarado como para decirle al
único Lang Qian Qiu, el dios marcial del Este, que si peleas, sin
duda alguna él morirá? ¡Qué arrogancia! Era como si la solicitud
de destierro fuera porque la lucha contra Lang Qian Qiu estaba
por debajo de él. Pura mentira. Sin embargo, Lang Qian Qiu no
creía que sus palabras fueran en absoluto exageradas.

—Dije, la vida y la muerte no importan. ¡No necesito que me dejes


ir fácil tampoco!

Xie Lian lo ignoró y le reiteró su solicitud a Jun Wu: —Ruego que


mi señor me lleve al reino mortal.

Shi Qing Xuan de repente levantó su brazo.

— ¡Espere! ¡Tengo más que decir!

—Hable, Señor del viento —dijo Jun Wu.

—Todos aquí parecían pensar que su alteza XianLe derramó la


sangre de Yong An por venganza. Sin embargo, si fue una
venganza, ¿por qué dejó ir al príncipe heredero de Yong An, su
alteza Tai Hua? Lógicamente, la persona a la que un vengador
quisiera matar primordialmente sería el príncipe heredero, ¿me
equivoco?

No era que nadie hubiera pensado en este detalle, sino que nadie
había pensado que era necesario expresarlo. Ahora que el Señor
del Viento tomó la iniciativa, algunos asintieron con la cabeza en
acuerdo. Shi Qing Xuan continuó: —Su alteza y yo no nos
conocemos por mucho tiempo, pero lo vi con mis propios ojos
luchando de frente contra la cimitarra E-Ming para proteger a su
alteza Tai Hua. Qian Qiu, si pensaba en la monarquía Yong An
con odio, ¿por qué lo defendería innecesariamente contra la
cimitarra?

Al escuchar que Xie Lian se enfrentó a E-Ming de frente, tanto


Feng Xin como Mu Qin miraron a Xie Lian. Alrededor, hubo
susurros que decían: —Tal vez se estaba sintiendo culpable, —
pero Shi Qing Xuan inmediatamente alzó la voz para exclamar: —
Esa fue la arma de la desgracia; La espada maldita! ¡POR LO
TANTO! ¡Creo que todo este asunto es altamente sospechoso!

—Envidio que su alteza real haya ganado la amistad del Señor del
Viento para defenderlo. —Pei Ming dijo: —Lástima que nuestro
pequeño Pei no sea tan afortunado.

—General Pei, no enturbie las aguas. —Shi Qing Xuan dijo: —


¿Se puede comparar el caso de Pei Su de la misma manera?
También lo vi cometer crímenes con mis propios ojos y escuché
con mis propios oídos su admisión de dichos crímenes.

—Entonces, ¿no es eso exactamente lo mismo que hoy? —Pei


Ming argumentó: —Su alteza Tai Hua lo vio cometer delitos, y lo
escuchó admitir dichos delitos con sus propios oídos. ¿Cómo es
eso diferente?

Shi Qing Xuan se puso furioso y estaba a punto de responder


cuando Xie Lian lo contuvo: —Señor del viento, gracias, estoy en
deuda con usted. Pero por favor déjalo ir.

El mismo Shi Qing Xuan no había pensado en una buena


remontada contra Pei Ming todavía, así que solo lo señaló pero
no salió más palabras.

Finalmente, Jun Wu habló, su tono tranquilo.

—Todos por favor cálmense.


Su voz no era particularmente fuerte, muy serena en realidad, sin
embargo, todos dentro del Gran Salón Marcial escucharon sus
palabras claramente, y todos retrocedieron a la posición. Una vez
que la sala se calmó, Jun Wu volvió a hablar:

—Tai Hua, tus acciones siempre han sido impulsivas. Cuando


surgen situaciones, uno no debe ser imprudente; escuche con
calma, entienda y luego evalúe una vez que conozca la historia
completa.

Lang Qian Qiu bajó la cabeza en símbolo de tener en cuenta la


lección. Jun Wu continuó: —XianLe se niega a darnos esa historia
completa, por lo que se niega su solicitud de destierro. Lo
detendrán en el palacio de XianLe, y luego lo interrogaré
personalmente. Antes de eso, ustedes dos no se encontrarán.

Era una conclusión que nadie había esperado.

¡En realidad, Jun Wu protegió a Xie Lian, el hazmerreír de los tres


reinos que no tenía templos, ni devotos, ni méritos!

Lang Qian Qiu era el dios marcial que gobernaba el este; si no


estaba contento con el veredicto, ¡qué pena! Incluso entonces,
Jun Wu eligió proteger a Xie Lian... ¡¿eso no significa que él
todavía está siendo muy favorecido?!

Muchos de los funcionarios ahora vieron hacia dónde soplaba el


viento, y decidieron mentalmente que a partir de entonces no
mencionarán públicamente las palabras: hazmerreír de los tres
reinos. Shi Qing Xuan dejó escapar un suspiro de alivio y elogió
en voz alta a Jun Wu por su sabiduría. Lang Qian Qiu, por su
parte, solo miró fijamente a Xie Lian.

— ¡Lo que sea que el señor quiera cuestionar, adelante y


pregunte, pero sea cual sea la conclusión, igual tendré un duelo
con él!
Con eso, Lang Qian Qiu se inclinó ante Jun Wu antes de girarse
y salir del pasillo. Jun Wu agitó la mano y un par de oficiales
marciales se adelantaron para llevarse a Xie Lian. Mientras
pasaban por Shi Qing Xuan, Xie Lian habló en voz baja: —Señor
del Viento, gracias por todo. Pero si debe ayudarme, no diga más
en mi nombre, aun así ¿puedo pedirle que haga dos cosas por
mí?

Shi Qing Xuan todavía se sentía mal por avivar el fuego que
quemó Mansión Paraíso, y deseó que Xie Lian le pidiera algo.

—Lo que sea que necesite.

—El niño que puse en las cámaras laterales, por favor cuídelo —
dijo Xie Lian.

— ¡Nada que no pueda hacer! ¿Qué es lo segundo? —Dijo Shi


Qing Xuan.

—Si el General Pei todavía quiere dificultar las cosas para


BanYue en el futuro, por favor, ayúdela.

—Por supuesto. —Shi Qing Xuan respondió: —No dejaré que Pei
Ming se salga con la suya. ¿Dónde esta ella?

—La he escondido en una pequeña olla en mi Santuario Puji. Si


tiene tiempo, por favor déjela salir a veces —dijo Xie Lian.

—...

Después de agradecer al Señor del Viento, dos oficiales


celestiales llevaron a Xie Lian ante el palacio de XianLe antes de
excusarse cortésmente.

—Gracias por tu trabajo duro. —Xie Lian inclinó su cabeza


ligeramente.
Al pasar por las puertas delanteras, Xie Lian cerró las puertas
detrás de él. Mirando a su alrededor, como esperaba, no solo en
cuanto a apariencia, sino que todas las instalaciones eran
exactamente iguales a las de su palacio anterior. La última vez
que pasó por aquí no entró, nunca había adivinado que la primera
vez que debía poner un pie aquí sería debido a una detención. No
es la mejor señal.

Pero después de tanta emoción en los últimos días, su corazón


estaba cansado y Xie Lian se desmayó inmediatamente en el
suelo.

Soñaba con muchas cosas.

Parecía estar meditando con los ojos cerrados, cuando parpadeó,


se encontró sentado en la posición de loto ante un escritorio, con
sus túnicas negras que fluían en el suelo en capas a su alrededor,
y en su rostro parecía ser una fría máscara pesada.

Cuando bajó la cabeza, la visión que tenía ante él era la de un


niño tendido sobre el escritorio. El niño parecía tener catorce o
quince años de edad, su atuendo era distinguido, su forma emitía
vida, pero estaba profundamente dormido.

Sacudió la cabeza y se acercó. Inclinándose ligeramente, golpeó


el escritorio.

—Su alteza real.

Tal vez fue por la máscara fría, incluso su voz era fresca. El chico
finalmente se despertó con un sobresalto. Cuando levantó los ojos
y lo vio, se incorporó inmediatamente de pie, horrorizado: — ¡¡¡S-
S-S-S-Sacerdote principal!!

Él dijo: —Te quedaste dormido otra vez. Copia la Escritura de


Ética diez veces como castigo.
El príncipe heredero gritó consternado: — ¡Señor, por favor no!
¿Por qué no me hace correr diez vueltas por el palacio como
castigo?

—Copia veinte veces. Hazlo ahora, y escribe bien.

El príncipe heredero pareció temerle y se incorporó correctamente


para comenzar a escribir. Luego se reclinó en su posición original
y continuó meditando.

A decir verdad, todos en el palacio le tenían un poco de miedo.


Pero este sentido de la distancia y el poder opresivo fue creado
intencionalmente por él.

Sin embargo, este príncipe heredero puede ser demasiado joven,


por lo que nunca podría tener esa sensación de miedo por mucho
tiempo. No mucho después de que comenzó a copiar la escritura,
gritó: — ¡Señor!

Dejó el libro en la mano.

— ¿Qué es?

—Me he vuelto experto en todas las técnicas de espada que me


enseñó la última vez. ¿No es hora de una nueva técnica? —Dijo
el príncipe heredero.

—Bien. ¿Qué quieres aprender? —Dijo.

— ¡Quiero aprender la técnica que usó para salvarme! —Exclamó


el príncipe heredero.

Contempló un momento y dijo: — ¿Esa? No.

— ¿Por qué? —Preguntó el príncipe heredero.


—Esa técnica no es práctica. Al menos no es adecuada para uno
en tu posición —explicó.

El príncipe heredero no entendió: — ¿Pero no es conveniente?


¡Usando una espada para disolver el poder de dos! ¡Me ha
salvado con esa técnica!

Era normal que el príncipe heredero no entendiera. Él dijo: —Su


alteza real, permítame hacerle una pregunta.

— ¡Pregunte!

Él dijo: —Una vez que había dos personas, con ojos rojos de
hambre, y comenzaron a luchar para robarse la comida. Llegó una
tercera persona, y él quería detener la pelea. ¿Cree que las
palabras serían efectivas en esta situación?

—…No, sería inútil. Sólo quieren comida, ¿no?

—Está bien. Debido a que la raíz del problema no se resolvió,


nadie escucharía su razón. Por lo tanto, la única forma en que
esta tercera persona puede detener la pelea es proporcionar lo
que querían. Dar comida de su propio bolso.

El príncipe heredero parecía entender pero no.

Continuó: —El razonamiento es el mismo. Debes entender que en


el momento en que se desvaina una espada, alguien saldrá
herido. Cuando se libera poder, alguien debe recibirlo.

»Por lo tanto, fue incorrecto para ti decir que disolví la fuerza de


dos espadas. Nada fue disuelto; Absorbí sus ataques. Detener un
ataque haciéndose daño a uno mismo es una técnica tonta, y solo
se usa cuando no hay otras alternativas.

»Eres un muy querido príncipe heredero. No te serviría de nada


esa técnica.
El príncipe heredero continuó copiando sus escrituras, pero
después de un rato, se quedó hundido en el pensamiento.

Preguntó: — ¿Tenía alguna otra pregunta?

Después de un momento de vacilación, el príncipe heredero dijo:


—Una cosa. Señor, si la tercera persona no tenía suficiente
comida, ¿qué se debe hacer?

—...

El príncipe heredero continuó: —Si los dos hambrientos habían


recibido comida pero querían más y luchaban más por la codicia
y buscaban más alimentos de la tercera persona, ¿qué se debe
hacer?

— ¿Qué piensa? —Preguntó.

El príncipe heredero reflexionó y dijo: —No lo sé... Tal vez, no


debería haber intervenido desde el principio.

--------------------------------------------------------------------------------------

El Gran Salón era de oro. Todo era dorado. Sin embargo, ahora,
todo se volvió carmesí.

En cada mesa de banquete de oro tiraba estaba una persona. Sus


gargantas fueron perforadas, sus muertes trágicas. Su mano que
sostenía la espada no dejaba de temblar. El majestuoso rey
estaba cubierto de sangre, con los ojos rojos llenos de dolor y
odio. Junto a sus pies estaba el cadáver de la reina. Con la espada
en la mano, dio un paso tras otro y se acercó. Cuando el rey
levantó la cabeza y lo vio, se quedó estupefacto.

— ¿Sacerdote principal? ¡¿Tú…?!


Una espada severamente fría y cruel golpeó.

Justo al mismo tiempo, sintió algo y volvió la cabeza de inmediato.


El joven príncipe heredero estaba justo afuera de la puerta,
parado en medio de los cadáveres de los guardias. Los ojos del
niño estaban en blanco, como si se preguntara si lo que veía era
realidad o un sueño. Dio un paso y casi tropezó en el umbral,
perdió la mente.

Sacó su espada; La sangre salpicó en su túnica negra.

El príncipe heredero no tropezó en el umbral, sino que tropezó con


los cadáveres en el suelo. Se apresuró hacia el cuerpo del rey, su
voz finalmente volvió: — ¡Padre!? ¡¿Madre?!

Sin embargo, el rey nunca volvería a hablar. El príncipe heredero


no podía sacudirlo para despertarlo y giró la cabeza hacia él con
los ojos muy abiertos: — ¡Señor! ¿Qué está haciendo? ¡¿QUÉ
HIZO?! ¡¿SACERDOTE PRINCIPAL?!

Pasó mucho tiempo antes de que escuchara su propia voz sin


emoción: —Todos lo merecían.
————————————————————————————

Xie Lian no durmió bien y se despertó sobresaltado.

Se frotó los ojos de forma somnolienta y se dio cuenta de que en


realidad no durmió tanto, y tampoco soñó nada agradable. Menos
mal que había algo en su pecho que lo despertó. Se sentó por un
rato, luego encontró algo en su ropa después de buscarlo. Abrió
su palma y reveló dos dados, los mismos de la Mansión Paraíso.
Un mar rojo flotaba inconscientemente en su mente. La escena
era borrosa pero la silueta carmesí era clara como el día, viéndolo
inmóvil dentro de ese mar de rojo. Xie Lian suspiró: —Me pregunto
cuánto queda de la Mansión Paraíso de San Lang. Si me
destierran de nuevo esta vez, quién sabe cuánta basura tendré
que vender o cuánto tiempo me tomará pagarle... décadas, siglos,
en todo caso, le pagaré con toda mi vida .

Xie Lian miró un poco los dados antes de juntar sus manos, los
sacudió en las palmas y los tiró al suelo. Los dados resonaron y
rodaron por el suelo antes de detenerse.

Como se esperaba, toda la suerte que tomó prestada de Hua


Cheng se agotó. Esperaba otro par de seises, pero solo eran ojos
de serpiente.

Xie Lian no pudo evitar reírse, sacudió la cabeza y de repente oyó


pasos que venían de atrás. Se calmó de inmediato y guardó los
dados y su sonrisa.

Los pasos no sonaban como Jun Wu. Jun Wu caminaba con


profunda certeza, sin prisas. Aunque Hua Cheng caminaba con
indiferencia, a menudo perezoso, el aura de confianza y seguridad
era exactamente la misma. Este conjunto de pasos sin embargo,
eran un poco flotantes. Xie Lian volvió la cabeza y se sorprendió:
—Eres tú.

La persona que tenía delante estaba vestida de negro, su cara era


clara y sus labios delgados. Su expresión era indiferente, tal vez
incluso fría. Como dios marcial, se parecía más a un dios de la
literatura. ¿Quién más podría ser sino Mu Qing?

Vio la expresión de sorpresa de Xie Lian y levantó las cejas.

— ¿En quién pensaste? ¿Feng Xin?


Sin esperar respuesta, levantó su túnica negra y cruzó el umbral
de la puerta.

—Feng Xin probablemente no vendrá después de todo.

— ¿Qué estás haciendo aquí? —Xie Lian preguntó.

—El Gran Señor te detuvo y no dejará que su alteza Tai Hua


venga. Pero él no dijo que no podía venir —dijo Mu Qing.

No se molestó en responder la pregunta de Xie Lian. Como sea.


Xie Lian no era realmente curioso de todos modos, y no le hizo
más preguntas. Mu Qing miró alrededor del palacio recién
construido de XianLe, sus ojos terminaron en Xie Lian. Después
de pensarlo un poco, de repente le arrojó algo. Una sombra azul
brilló en el aire; Xie Lian lo atrapó con su mano izquierda, y cuando
abrió la palma de su mano era una pequeña botella de porcelana
azul.

Era una botella de medicina. Mu Qing dijo apáticamente: —


Arrastrar el brazo derecho con sangre no se ve bien.

Xie Lian sostuvo la botella pero no se movió, y lo miró con


discernimiento.

Después de su tercera ascensión, solo podía haber una palabra


para describir la forma en que Mu Qing lo trataba: rara. Siempre
se sintió como si estuviera esperando que Xie Lian fuera
expulsado por tercera vez para que pudiera hacer comentarios
burlones. Sin embargo, ahora que Xie Lian realmente podría ser
expulsado por tercera vez, de repente se volvió amistoso e incluso
vino a regalarle medicamentos. Este cambio de actitud de ciento
ochenta grados en realidad hizo que Xie Lian se sintiera un poco
raro.

Al ver que Xie Lian no se estaba moviendo, Mu Qing sonrió


levemente.
—Úsalo si quieres. De cualquier manera, nadie más vendrá.

No era una sonrisa sin alegría; era obvio que en realidad se sentía
bastante bien. Aunque Xie Lian no sentía que le doliera el brazo
derecho, tampoco había razón para dejar las lesiones. Esa
palmada de Jun Wu fue una solución rápida, pero es mejor tener
medicamentos. De este modo, abrió la pequeña botella azul y,
descuidadamente, comenzó a verter el contenido en su brazo. Lo
que salió de la botella no era polvo ni píldora, sino un humo azul
claro. El humo flotaba con fuerza, envolviéndose alrededor de su
brazo, su aroma fresco y refrescante. Era sin duda un elemento
de alto valor.

Mu Qing preguntó de repente: — ¿Fue verdad todo lo que dijo


Lang Qian Qiu? ¿Realmente mataste a toda la realeza de Yong
An?

Xie Lian levantó los ojos para mirarlo. Incluso si Mu Qing lo había
estado escondiendo por la fuerza, Xie Lian todavía podía ver un
hilo de emoción incontrolable en sus ojos. Parecía estar muy
interesado en los detalles de Xie Lian derramando sangre en el
Banquete Dorado y continuó sus preguntas: — ¿Cómo los
mataste?

Justo entonces, otro conjunto de pasos vinieron de detrás de ellos.


Los dos volvieron la cabeza al mismo tiempo, ¡y el que visitó esta
vez fue Feng Xin! En el momento en que entró, vio a Mu Qing en
la sala principal, incluso sonriendo al lado de un Xie Lian
agachado, e inmediatamente frunció el ceño con alarma.

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Xie Lian agitó la pequeña botella en su mano. Mu Qing educó su


expresión. Antes estaba diciendo que Feng Xin no vendría, y Feng
Xin llegó al siguiente segundo; no era divertido en absoluto.
—Este no es tu palacio. ¿Qué? Puedes venir,¿ pero yo no puedo?
—dijo Mu Qing.

Feng Xin lo ignoró y se volvió hacia Xie Lian. Ni siquiera había


abierto la boca y Xie Lian dijo: —Si ustedes dos vinieron a hacer
la misma pregunta, les daré una respuesta. No hay necesidad de
no creer; cada palabra que dije hoy en el Gran Salón Marcial era
cierta.

Feng Xin palideció. Mu Qing odiaba esa expresión y dijo con


molestia: —Está bien, no pongas esa cara. Después de todo, ¿por
quién estás sufriendo?

Feng Xin lo miró.

— ¡No por ti! ¡Sal!

— ¿Y quién eres tú para decirme que salga? —Dijo Mu Qing—.


Hablando como si fueras tan leal. ¿Cuántos años duraste, ah?
¿No escapaste también?

Las venas saltaron por toda la cara de Feng Xin. Xie Lian pudo
sentir que este intercambio iba en la dirección equivocada y
levantó la mano.

—Esperen. Esperen.

Como si Mu Qing fuera del tipo que espera. Se burló: —Todo el


mundo dice que fue porque no podías soportar ver a tu antiguo
Señor caer en desgracia. Qué bonita excusa. Al final del día,
simplemente no querías desperdiciar el resto de tus días
siguiendo a un hombre destrozado.

Feng Xin levantó el puño.

— ¡¿QUÉ MIERDA SABES?!


Bam! El puño de Feng Xin aterrizó de lleno en la cara de Mu Qing.
Mu Qing era un niño bonito estándar; un golpe fuerte de Feng Xin
era como si una fruta que golpeara su cara, sangriento y
miserable. Sin embargo, se mantuvo firme, y sin siquiera un
gemido, dio un puñetazo de vuelta. Cuando los dos ascendieron,
ambos obtuvieron sus propios dispositivos espirituales, pero a
este nivel de ira, la mejor herramienta para liberar su furia fueron
sus puños.

Cuando Feng Xin y Mu Qing lucharon hace ochocientos años, sus


artes marciales estaban en el mismo nivel. Después de
ochocientos años todavía no había diferencia. Cada golpe
aterrizó; la pelea era un desorden y una locura, cada uno dando
todo lo que tenía.

Feng Xin gritó enojado: — ¡No creas que no conozco tus


desagradables pensamientos! ¡Mientras más crímenes cometa,
más feliz te vuelves!

Mu Qing escupió: —Sé que siempre me despreciaste, ¡qué


broma! ¡Mírate a ti mismo! ¿Qué derecho tienes para
despreciarme? ¡Viendo la paja en el ojo ajeno y no la viga en el
propio! 36

Lang Qian Qiu y Xie Lian ni siquiera habían comenzado a hacer


un duelo y Feng Xin y Mu Qing ya habían comenzado a pelearse.
Sus rencores se habían ido acumulando durante mucho tiempo;
La pelea fue incontrolada y desenfrenada, cada una gritándose
una al otro sin escuchar lo que se le gritaba, y ciertamente no les
importaba escuchar nada de lo que Xie Lian tenía que decir.

36
Significa que uno critica a los demás sin reconocer que él mismo tiene los mismos
errores.
Xie Lian recordó cuando los tres eran más jóvenes, Mu Qing había
sido suave y educado, y si Feng Xin había golpeado a alguien,
todo estaba bajo el mando de Xie Lian, y se detendría cuando Xie
Lian dijera que se detuviera. Ahora ninguno de los dos era igual.

Arrastrando su brazo, Xie Lian corrió hacia la puerta, con la


esperanza de pedir ayuda a los oficiales cercanos, pero, incluso
antes de que saliera del pasillo principal, se escuchó una gran
explosión que sonó desde el frente. Feng Xin y Mu Qing también
se sorprendieron por el gran ruido y se detuvieron, con los ojos
alerta, mirando hacia donde provenía el sonido.

Alguien abrió las puertas del palacio de XianLe. Más allá de la


puerta no estaba el expansivo Gran Boulevard Marcial de la corte
celestial, sino una oscuridad profunda y muerta.

Y desde dentro de la oscuridad, innumerables y frías mariposas


plateadas se lanzaron hacia ellos.

Capítulo 47: Asaltando un Palacio Celestial; Tres líneas para asustar a los dioses
Lo plateado brilló de manera turbulenta, y sin pensarlo, la primera
reacción de Xie Lian fue bloquear con su mano, y RuoYe en su
brazo, si la situación lo requería, atacaría automáticamente. Sin
embargo, esas mariposas plateadas nunca se fueron contra él, y
en cambio, volaron alrededor de él para atacar a los dos que
estaban detrás luchando a puños hace un momento.

Feng Xin y Mu Qing sufrieron antes en manos de esas mariposas


fantasmales, sabían lo poderosas que eran y no se atrevían a ser
descuidados. Ambos levantaron sus manos al mismo tiempo y
gritaron.

— ¡APÁRTATE!

Millones de mariposas plateadas se lanzaron hacia ellos, batiendo


sus alas como vientos fuertes, pero había un muro invisible que
los bloqueaba, y las mariposas chocaban contra este como una
tormenta eléctrica, granizando y golpeando. Luces blancas
brillaban de la fricción como chispas. Parecía que los dos habían
lanzado un hechizo al escudo, pero incluso contra un escudo
mágico, las mariposas eran poderosas e interminables, locas
como polillas a las llamas. Incluso con una defensa espiritual, los
dos parecían ser empujados por el implacable diluvio de
mariposas.

Un momento de descuido y el enemigo tomó la delantera. Si no


soltaban el escudo, las mariposas se acercarían más, si lo hacían,
todavía no tendrían oportunidad de agarrar sus armas, y tanto
Feng Xin como Mu Qing maldijeron mentalmente, apretando los
dientes para resistir. Feng Xin echó un vistazo y vio que Xie Lian
seguía parado donde estaba, bajó la cabeza y gritó de inmediato:
—Su alteza, no se pare allí, venga detrás del escudo.

Sin embargo, cuando Xie Lian volvió la cabeza, ni un solo cabello


resultó dañado. Frunció el ceño.

— ¿Eh?
Los dos miraron de cerca y casi escupieron sangre en el lugar de
enojo. Xie Lian tenía en su cabeza una mariposa fantasmal que
parecía bastante confundida. Anteriormente cuando las
mariposas soplaban como vientos salvajes, había una que era un
poco lenta y no podía seguirlas. Temblaba con dificultad frente a
Xie Lian, y él pensó que había trabajado duro, pero la pobre
pequeña mariposa plateada ya no podía volar, por lo que
inconscientemente extendió su palma justo debajo de ella. Esa
mariposa plateada aterrizó en su palma, con las alas todavía
batiendo, pero se negó a irse.

Tanto Feng Xin como Mu Qing hicieron estallar las venas.

— ¡NO TOQUES TAL COSA CON SU MANO!

En ese momento, Xie Lian sintió que se le tensaba la muñeca:


alguien lo había agarrado y había tirado con fuerza. Su persona
entera fue arrastrada a la oscuridad más allá de la puerta.

Sin embargo, aunque estaba envuelto en la oscuridad, no sentía


ninguna alarma o inseguridad. Esta oscuridad era como una capa
de armadura suave; no solo no sintió el peligro, sino que en
realidad lo calmó.

Incluso si la persona detrás de la oscuridad no se hubiera


mostrado, pero con las mariposas plateadas, ¿sería difícil adivinar
quién era?

Mu Qing gritó con incredulidad: — ¡Qué imprudencia venir hasta


la corte celestial! ¡Qué arrogancia!
Una voz se rió.

—Somos todos iguales. ¿No fue la corte celestial superior


impudente en mi territorio?

Incluso si Xie Lian ya sabía quién era el que lo había agarrado, al


escuchar la voz familiar tan cerca, todavía estaba un poco
sorprendido. Feng Xin gritó: —Hua Cheng, el Gran Señor está
aquí en la corte celestial. ¡Déjalo ir!

Hua Cheng hizo clic en su lengua.

—Entonces veamos si tienes la habilidad.

Cuando terminó sus palabras, las puertas gigantes se cerraron


pesadamente con un golpe.

Xie Lian podía sentir a Hua Cheng abrazándolo con fuerza con
una mano, yendo a un destino desconocido. Era negro alrededor
de ellos, y las campanas plateadas de las botas negras se
aferraban y resonaban en sus oídos. El suelo bajo sus pies era
desigual; Realmente no eran los caminos brillantes y gloriosos del
cielo, sino más bien un valle salvaje.

Hua Cheng debe haber usado el hechizo de Acortamiento de


Distancia para conectar las puertas delanteras del palacio a
XianLe con algún valle. Pero conectar la corte celestial o en algún
otro lugar utilizando el hechizo de Acortamiento de Distancia no
era una tarea fácil, al menos, solo un puñado de oficiales
celestiales podrían hacerlo, entonces, ¿cómo lo había hecho? Xie
Lian estaba a punto de hablar cuando una voz explotó en su oído:
— ¡SU ALTEZA! ¡¿DÓNDE ESTÁ?!

El rugido enojado vino de Feng Xin. Su voz estaba en su oído pero


su persona no. Todo fue gritado dentro de la matriz de
comunicación. Los tímpanos de Xie Lian se lastimaron con el
ruido, y muchos de los oficiales celestiales también fueron
afectados con ese grito, preguntando asustados: — ¿Qué está
pasando, General Nan Yang? ¿Paso algo?

Mu Qing también entró en la matriz de comunicación.

— ¡Malas noticias! ¿Dónde está Ling Wen? Informe al Gran


Señor, ¡Xie Lian ha escapado!

Por lo general, hablaba con amabilidad y cortesía, pero ahora hay


un lazo de preocupación y ansiedad. Ling Wen reaccionó de
inmediato.

— ¿Qué? ¡Iré al palacio de XianLe para echar un vistazo!

Un funcionario gritó en shock: —El hazme... ¿Su alteza real se


escapó? ¡¿No fue él detenido en el palacio de XianLe?!

Shi Qing Xuan también entró a la matriz de comunicaciones. —


Acabo de ver a un grupo de oficiales de guerra de la corte central
que custodiaban el palacio, solo puedes entrar pero no puedes
irte, ¿cómo pudo escapar?

Feng Xin gritó: — ¡ÉL NO HA ESCAPADO, EL HA SIDO


SECUESTRADO! Su alteza, ¿todavía puede oírnos hablar?
¿¿Dónde está ahora mismo??

En ese momento, todos hablaron, y en voz alta, cada uno pidiendo


respuestas. El lío del Sacerdote Principal Fang Xin y Lang Qian
Qiu aún no se ha solucionado. Jun Wu detuvo a Xie Lian, ¡pero la
persona en cuestión se había ido! ¿No estaba esto empezando
más problemas y chismes? De cualquier manera, primero deben
encontrar a la persona, así que Ling Wen se apresuró a verificar
la situación, para ver si podía localizar a Xie Lian. Feng Xin y Mu
Qing estaban gritando dentro de la matriz de comunicación,
buscando dioses marciales expertos para perseguirlos, y Shi Qing
Xuan lanzó muchas más olas de méritos. La matriz de
comunicación estaba en completo caos, ruidosa y tumultuosa,
hasta el punto en que Xie Lian ni siquiera podía decir una palabra.
Respiró hondo y estaba a punto de decirles a todos que se
calmaran cuando Hua Cheng se dio la vuelta repentinamente, y
dos dedos se acercaron.

Esos fríos dedos tocaron suavemente su sien, y Hua Cheng se


rió.

—Jaja. Mucho tiempo sin verlos. ¿Cómo están todos?

Con el suave toque de sus dos dedos, Hua Cheng entró en la


matriz de comunicación celestial a través de Xie Lian. Su saludo
casual fue escuchado no solo por Xie Lian, sino por todos los
oficiales celestiales que se apresuraban dentro de la matriz de
comunicación, y todos cayeron en un silencio mortal.

—...

—...

—...

Mentalmente, hubo un alboroto silencioso.

¡¡No era de extrañar!! ¡Tal arrogancia solo podría venir de esa


persona!

Hua Cheng continuó: —No sé si todos ustedes me extrañaron,


pero no pensé en ninguno de ustedes en absoluto.

—...

De hecho, hubo muchos funcionarios celestiales en el cielo que


secretamente pensaban en él todos los días, pero al escuchar que
Hua Cheng no pensaba en ellos en absoluto, todos cantaron
bendiciones celestiales gracias, gracias, gracias, por favor,
continúe sin pensar en nosotros. Luego, Hua Cheng soltó una
risita.

—Sin embargo, recientemente he sido bastante tiempo libre. Si


alguien se siente aburrido y quiere pelearse conmigo, por todos
los medios es bienvenido.

—...

Bajo las circunstancias, su intención fue más que obvia: —Si


alguien es lo suficientemente valiente como para perseguirnos, lo
desafiaré la próxima vez.

Sería un desafío que seguramente perderían y tendrían sus caras


barriendo el piso. ¿No era esta una amenaza flagrante?

Antes, cuando oyeron que Xie Lian se había escapado o fue


secuestrado, la matriz de comunicación cobró vida. Después de
todo, era un disturbio raro, y a todos les importaba profundamente;
algunos dioses marciales estaban incluso dispuestos a atender la
llamada, preparados para perseguirlos. Sin embargo, con solo
tres líneas de Hua Cheng, toda esa pasión desapareció. Si Jun
Wu diera la orden de enviar a quienquiera a que los persiguiera,
entonces no había manera de negarse; sería asunto oficial. Pero
esto fue algo que acaba de suceder, todo seguía siendo un
desastre, así que, naturalmente, nadie quería causarse
problemas así mismos. Nadie quería que Hua Cheng los
recordara. Por lo tanto, todos fingieron que no estaban presentes,
pero sus oídos estaban atentos al desarrollo de esta situación, y
sus corazones ansiosos y temblorosos. ¡Esta Lluvia Sangrienta
que busca la Flor era demasiado intrépida! Llegar a los cielos solo
para secuestrar, y el secuestrado fue el hazmerreír de los tres
reinos: ¿hubo algún rencor profundamente arraigado o qué?

El silencio invadió la matriz de comunicación; solo Feng Xin siguió


maldiciendo, y Hua Cheng se quitó los dedos después de
pronunciar su discurso.
—No te preocupes por ellos —le dijo a Xie Lian.

—San Lang... — dijo Xie Lian, pero Hua Cheng soltó su mano.

—Estamos demasiado cerca de la corte celestial. Démonos prisa


—dijo Hua Cheng.

Su voz era baja, y su tono era difícil de discernir. Sin embargo, su


liberación de la muñeca de Xie Lian fue rápida, casi como si se
estuviera sacudiendo. Xie Lian recordó de inmediato la primera
vez que se encontraron y cómo evadió su toque. Xie Lian se
congeló en el acto.

Originalmente quería preguntarle a Hua Cheng por qué apareció


tan repentinamente. A pesar de que no lo pensó profundamente,
en cierto modo sintió que tal vez vino a rescatarlo, así que cuando
llamó a San Lang antes, estaba un poco feliz. Pero con la forma
en que Hua Cheng le quitó la mano, Xie Lian se dio cuenta de
repente: ¿por qué pensaba que Hua Cheng vendría a rescatarlo?
No importa si a Hua Cheng le importaba seguir sus acciones tan
de cerca, acababa de escapar de la Ciudad Fantasma después
de incendiar la Mansión Paraíso. ¿No era más probable que Hua
Cheng viniera para obtener devoluciones, para vengarse?

Hua Cheng atrapó, encarceló e interrogó al Señor de la Tierra,


que se ocultó como un espía, esa fue la verdad innegable, pero la
culpa se dio naturalmente en el que se ocultó. Sin embargo, se
coló en la Ciudad Fantasma, se buscó por toda la Mansión
Paraíso para encontrar a dicha persona y la incendió. Incluso si,
al final, la Mansión Paraíso se quemó de la forma en que lo hizo
porque Shi Qing Xuan avivó las llamas, él inició el primer fuego en
la armería. Es posible que otros ni siquiera hayan pensado en
incendiar nada, así que no importaba lo que Xie Lian necesitara
para asumir la responsabilidad.
Los dos caminaron, uno detrás del otro. Cuanto más pensaba Xie
Lian, peor se sentía y más culpable se volvía. .

—San Lang, lo siento —se disculpó.

Hua Cheng de repente se detuvo en su paso.

— ¿Por qué se disculpa?

Xie Lian también se detuvo.

—Fui a la Ciudad Fantasma para investigar sobre la desaparición


del Señor de la Tierra. No te dije la verdad, pero me trataste con
la mayor hospitalidad e incluso quemé tu Mansión Paraíso. Me
siento realmente mal.

Hua Cheng no dijo nada. Xie Lian también sabía que: Me siento
muy mal, realmente no significaba mucho, y se sentía aún más
avergonzado. Se aclaró ligeramente la garganta: —Pero creo que
pronto seré desterrado. Después de descender, seguramente
pensaré en una manera de reembolsarte, veré si puedo...

— ¿Por qué tienes que pagarme? —Interrumpió Hua Cheng. Su


tono era un poco duro, como si ya no pudiera escuchar más, y se
dio vuelta en un toque—. ¿Olvidó que mi espada hirió su brazo?
Le lastimé, no al revés. ¿Por qué tiene que pagarme?

Xie Lian nunca pensó que le dolía el brazo derecho, e incluso


ahora olvidó por completo que su mano derecha estaba lesionada.
Hizo una pausa y luego dijo: — ¿Mi brazo derecho? Mi brazo
derecho está bien. Estará mejor pronto. Además, solo se volvió
así porque fui yo quien corrió hacia adelante, así que no tienes la
culpa.

Hua Cheng lo observó con atención, su ojo izquierdo


inusualmente brillante. Xie Lian de repente notó que parecía estar
temblando.
Después de un momento, Xie Lian se dio cuenta de que no era
Hua Cheng quien temblaba, sino la cimitarra E-Ming en su cintura.

Esa cimitarra plateada, colgada de una túnica roja, temblaba sin


parar. El ojo contorneado por una línea de plata también
temblaba. Si fuera el ojo de un niño, entonces este niño, en ese
momento, debía estar llorando con lágrimas vivas.
Capítulo 48: Hábil con los dados para la seguridad de uno solo (parte uno)

Al ver su estado, Xie Lian se acercó inconscientemente, queriendo


acariciarlo.

— ¿Qué pasa...?

Pero Hua Cheng dio un paso hacia atrás y giró su cuerpo


ligeramente, evitando el toque de Xie Lian, y golpeó con fuerza la
empuñadura.

—Nada está mal. No se preocupe.

Después de ser golpeado profundamente, la espada maldita


cimitarra E-Ming, temido por todos en los cielos, se sacudió aún
más fuerte. En ese momento, Xie Lian escuchó a Feng Xin de
nuevo en la matriz de comunicación: — ¿Cómo Hua Cheng
conectó el hechizo de Acortamiento de Distancia a la Corte
Celestial? ¡¿Cómo abrimos esta puerta?!

Shi Qing Xuan gritó.

—General Nan Yang! ¡Yo, yo, yo! ¡Creo que sé cómo! Su


Majestad y yo sufrimos este truco de Hua Cheng cuando
estábamos en nuestra misión. Tome dos dados y tírelos delante
de la puerta, luego empuje para ver si se abrirá.

Xie Lian recordó. ¿No estaba casualmente lanzando los dados


anteriormente por diversión en la sala principal? Él todavía
recordaba claramente haber corrido patéticamente por su vida en
esa cueva de lombriz de tierra y de esos salvajes caníbales, si
ellos realmente abrieran las puertas, quién sabria qué otras
calamidades les esperan.

Gritó apresuradamente: — ¡Deténganse! ¡No! ¡Tengan cuidado!


Sin embargo, su voz nunca llegó a la matriz de comunicación.
Parecía que no tuvo tiempo para volver a llenar su poder
espiritual, casi se había agotado, y sólo podía escuchar sin
hablar. Incluso si pudiera hablar, podría haber sido demasiado
tarde. Feng Xin parecía haber hecho exactamente lo que dijo Shi
Qing Xuan sin pensarlo dos veces. ¿Cómo lo sabía? Debido a que
el segundo siguiente, Feng Xin gritó de repente maldiciones en la
matriz de la comunicación. Él maldice siempre que está agitado,
y, cuando lo hace, a menudo sus palabras son demasiado
vulgares para el oído, y por razones de censura no deben ser
repetidas. La mayoría de los oficiales estaban siguiendo
atentamente la situación y preguntaron de inmediato: —General,
¡qué ha pasado!

La voz de Mu Qing llegó y también sonó bastante consternada: —


¿Qué es este lugar? Parecía que entró por las puertas con Feng
Xin.

— ¡Tengan cuidado, chicos! —Shi Qing Xuan gritó: —Diferentes


números los llevarán a diferentes lugares. ¿Qué número tiraron
ustedes?

— ¡Él rodó un cuatro! —Dijo Mu Qing.

Xie Lian pudo escuchar la voz de Feng Xin también llevaba un


rastro de pánico y terror, y estaba preocupado de que se podría
haber topado con un lugar extremadamente peligroso. Su voz no
se oía en la matriz de la comunicación, pero recordó que el que
lanzó el hechizo estaba justo al lado suyo, así que sin pensarlo
demasiado, preguntó apresuradamente: —San Lang, ¿Qué abre
un cuatro?

—Depende —respondió Hua Cheng. —La puerta se abrirá a lo


que más teme el que lo tiró.
Justo cuando Hua Cheng respondió, Mu Qing dijo: — ¡Luchaste
para lanzar primero y fuimos lanzados en un baño de mujeres!
¡Dame los dados, lanzaré yo!

Al escuchar el: baño de mujeres, Xie Lian se cubrió la cara con


las manos.

Feng Xin siempre había mantenido su distancia de las mujeres, y


siempre se mantuvo lejos de siquiera hablar de ellas, como si el
sexo femenino eran fieras salvajes. Para él, el baño de mujeres,
en realidad era el lugar más temible en la tierra, peor que las
profundidades inconmensurables de cuevas de tigre o lagos de
dragón. Parecía que Mu Qing había tomado con éxito los dados,
y Xie Lian suspiro de alivio. Sin embargo, ni un momento más
tarde, los dos volvieron a gritar. Shi Qing Xuan lamentando dijo:...
—Generales, ¿frente a qué se encontraron esta vez?

No hubo respuesta, sólo los sonidos burbujeantes extraños, como


si los dos de ellos se hubieran hundido en el agua. Todos
contuvieron el aliento, y después de un momento, Feng Xin surgió,
tomando grandes bocanadas de aire, sonando como si acabara
de salir de la superficie del agua y escupiendo algo, gritó: —
¡Cocodrilos de pantano negro!

Resulta que los dos estaban apenas a dos pasos del baño de
mujeres, cuando Mu Qing tomó los dados por la fuerza y lanzó, y
su siguiente paso los llevó a caer en un pantano lodoso.
Inmediatamente se sumergieron hasta más arriba de su cintura en
el pantano fangoso, casi por sus bocas, y después de luchar para
salir, más de una docena de monstruosos cocodrilos
curiosamente largos nadaron para rodearlos. Cada uno de esos
monstruos tenía más de cuatro metros de longitud, se
alimentaban de carne humana y les crecían brazos y piernas
humanas como fruto de esas malvadas prácticas. Cuando se
movieron, la vista era aterradora y asquerosa, haciendo que los
dos se sintieran extremadamente indignados. Medio hundidos en
el pantano negro, los dos lucharon contra los cocodrilos con fervor
y locura, hasta que Feng Xin finalmente tuvo suficiente. — ¡Dame
los dados, déjame lanzar! ¡Tú tampoco tiraste nada bueno!

Mu Qing nunca admitió la derrota, y disparó una ráfaga espiritual


blanca: — ¡Los Monstruos Cocodrilos son aún más decentes que
un baño de mujeres! ¡Quién sabe qué tirarás después! ¡Dámelos!

—Jodido... —gritó Feng Xin enojado—. ¿No tomaste ya los


dados? ¿Dónde están?

Los dos habían olvidado por completo que su conciencia todavía


estaba conectada a la matriz de comunicación, y seguían
luchando entre sí, denunciando la suerte del otro en tirar los dados
y el paradero de los dados perdidos y olvidados. Los oficiales
celestiales escucharon sus maldiciones y gritos; un disturbio es
mejor si es más grande, más emocionante. ¡Es tan emocionante!
¡Los dos generales finalmente se rasgaron las máscaras y dejaron
de preocuparse por sus rostros! Los oficiales reprimieron la risa,
algunos incluso cerraron los puños en sus propios asientos,
deseando desesperadamente mirar esto en vivo y animar la lucha.

Aunque la suerte de Feng Xin y Mu Qing no parecían ser las


mejores, después de todo seguían siendo dioses marciales, y un
pequeño monstruo, como mucho, era una molestia, por lo que no
había nada demasiado peligroso. Xie Lian rezó para que se
rindieran pronto y sean liberados de esa situación. Al mismo
tiempo, agradeció que él mismo no haya desplegado un número
que haya provocado algún horror, y, en cambio, consiguió un Hua
Cheng. Habló mientras caminaba: —Lancé ojos de serpiente
antes. ¿Eso significa que cada vez que salen los ojos de serpiente
podré verte?

En el momento en que terminó su oración, se dio cuenta de que


sus palabras sonaban un poco extrañas, como si realmente
quisiera encontrarse con Hua Cheng, y le pareció inapropiado.
Pero Hua Cheng respondió: —No.
Xie Lian se sintió un poco incómodo y se rascó la mejilla.

—Oh. Así que ese no es el caso. Lo entendí mal.

Hua Cheng, caminando frente a él, dijo: —Si quieres verme, no


importa lo que hagas. Apareceré.

Al oír esto, Xie Lian tragó saliva y olvidó todo lo que quería decir.

No había tenido la oportunidad de analizar el significado de esas


palabras antes de que otra voz dijera en tono hundido dentro de
la red de comunicación: — ¡Déjame!

No pasó mucho tiempo antes de que esa persona hablara para


que hubiera un destello de luz blanca que se dibujó a través del
cielo con un sonido chocante. De repente, el camino de Hua
Cheng y Xie Lian se bloqueó.

Cuando la luz blanca se enfrió y desapareció lentamente, Xie Lian


vio que lo que volaba desde el cielo y los bloqueaba ahora era una
espada.

La espada era larga y esbelta, inclinada medio enterrada en el


suelo, y el propio cuerpo de la espada todavía temblaba. La
espada era oscura como el jade negro, oscura y maligna, más lisa
que un espejo, y si alguien se acercaba, podía ver su propio reflejo
en la hoja. Solo la delgada línea blanca plateada del corazón de
la espada corta a la mitad la hoja.

El nombre de esta espada era 'Fang Xin'.

Una sombra aterrizó frente a la espada y dijo: —Esta es tu espada.

Después de la muerte del Sacerdote Principal, Fang Xin, la


espada que usaba, fue guardada por el príncipe heredero de Yong
An. El que había lanzado la espada Fang Xin y había bloqueado
su camino no era otro que Lang Qian Qiu.
Parecía que Feng Xin y Mu Qing habían fallado, pero Lang Qian
Qiu fue capaz de sacar los números correctos. Realmente no se
podía decir si fue por su suerte o por la desgracia de Xie Lian. Lo
único que se podía decir con certeza fue que de los dos príncipes
de la corona, Lang Qian Qiu siempre había sido más afortunado
que Xie Lian.

Hua Cheng se quedó con las manos detrás de la espalda, su


expresión no cambió, solo su cuerpo hizo un pequeño
movimiento. En el momento en que se movió, Xie Lian de
inmediato extendió una mano para detenerlo y dijo en voz baja: —
Déjame.

Justo en el medio del valle, Lang Qian Qiu bloqueó la única


carretera, con su mano que sostenía esa espada de gran tamaño,
y dijo: —Solo quiero hacer un duelo contigo con todas mis fuerzas.
No importa cómo termine esto. Incluso si muero en tus manos, no
te pediré ninguna compensación. No necesito que le pidas al Gran
Dios el destierro. Tú me enseñaste el arte de la esgrima; no es
como si no pudieras ganar, así que, ¿por qué no peleas conmigo?

Xie Lian sabía, incluso sin que Lang Qian Qiu lo dijera, que
lucharía con todo lo que tiene. Pero, si él no se contenía, entonces
Xie Lian también debía luchar seriamente. Si ese era el caso,
ninguno de los contextos sería lo que Xie Lian quisiera ver. Pero
si no peleaba con él, no cedería.

Después de un largo rato, Xie Lian finalmente asintió con la


cabeza lentamente.

—Bien.

Dio unos pasos hacia adelante y se acercó a la espada, la sacó


del suelo y dijo suavemente: —Tú pediste esto.
Después de cientos de años, Fang Xin finalmente volvió a las
manos de su señor.

Gimió suavemente en las manos de Xie Lian. Cerca de allí, los


ojos de Hua Cheng también brillaron al escuchar los gritos
eufóricos de esa espada.

Con la espada en la mano, Xie Lian giró y la apuntó al suelo antes


de decir fríamente: —Como sea que este duelo termine, no te
arrepientas.

— ¡NUNCA! —Gritó Lang Qian Qiu.

Lang Qian Qiu sintió que su cabeza se iba a dividir, ambas manos
sujetaban la espada larga con fuerza, sus ojos enfocados, su
respiración contenida, su vista fija en Fang Xin, la espada que era
negra como el jade, sin atreverse a descuidar ni siquiera un
momento

Xie Lian sacudió la espada y de repente se lanzó como una flecha.


Los ojos de Lang Qian Qiu se cementaron, listos para atacar,
cuando de repente su cuerpo se congeló, como si algo lo hubiera
envuelto fuertemente, y cayó pesadamente al suelo.

Bajó la cabeza para ver y descubrió que realmente estaba atado.


¡Una banda de seda blanca como la nieve se envolvió varias
veces alrededor de su cuerpo como una serpiente venenosa!

A Lang Qian Qiu le enseñó el uso de la espada el Sacerdote


Principal Fang Xin desde que era joven, y sentía temor y
reverencia por él, incluso después de que la sangre se derramara
como ríos en el Banquete Dorado, ese temor nunca había cesado.
En el momento en que Xie Lian tocó la espada, se concentró por
completo en el movimiento del otro, y nunca se dio cuenta de que
había una banda de seda blanca que se escabullía detrás para
emboscarlo en el momento en que estaba listo para atacar.
¿Cómo podría haber algo tan descarado?
Al ver que RuoYe tuvo éxito, Xie Lian liberó al instante su
expresión tensa y su corazón.

Dejó a un lado a Fang Xin y respiró profundamente, pensando: —


Menos mal, eso estuvo cerca.

Lang Qian Qiu estaba tirado en el suelo sufriendo para liberarse.


No sabía cuán cruel podía ser la banda de seda blanca, y cuanto
más forzaba, más fuerte se atascaba. Lloró con enojo: —
¡Sacerdote principal! ¿Qué es esto? ¡Vamos y luchemos hasta la
muerte!

Xie Lian se secó el sudor de la frente y respondió: —Ya luchamos


hasta la muerte. Lo que te está atando es uno de mis dispositivos
espirituales. Ya perdiste.

—... ¿Cómo puede esto contar? —Gritó Lang Qian Qiu—.


¡Cuando dije pelear hasta morir, obviamente me refería a usar una
espada para pelear! ¡Usa una espada si eres un hombre! ¿Te
emboscas con una cinta blanca? ¡Qué descaro!

Realmente pensaba que la espada era la mejor de todas las


armas y no pensaba mucho en sus palabras, pero sonaba como
si fuera un oficial masculino que tenía prejuicios contra el uso de
bandas de seda blanca. Pero a Xie Lian no le importaba si él no
actuaba como un hombre. Incluso antes se había vestido como
mujer, y dijo las palabras: No puedo ponerme erecto, en sus
labios. Nada podía hacerlo sentir mal.

Xie Lian se arrodilló junto a Lang Qian Qiu.

—No pensaste las cosas y nunca dijiste que tenía que usar una
espada. Usé tu un vacío, ¿con quién me acusarás?

Después de una pausa, continuó con tono serio: —Así es, te tendí
una emboscada. ¿Y qué? Tuve éxito. Sí, fui descarado, pero
¿qué? Gané. Si tu oponente fuera alguien diferente a mí, ya
estarías muerto.

Hua Cheng no estaba lejos de los dos y se rió sin hacer ruido. Se
cruzó de brazos y miró hacia otro lado. Lang Qian Qiu estaba
conmocionado.

Cuando esa persona aún era el Sacerdote principal de Yong An,


todas sus enseñanzas eran honestas y concienzudas, directas y
genuinas. Nunca había pensado que habría un día en el que
escucharía de los labios de su Señor una vez algo así como: Sí,
te tendí una emboscada, pero ¿y qué? Lo logré; sí, fui descarado,
pero ¿y qué? Gané. Estaba aturdido.

Después de decir lo que tenía que decir, Xie Lian se puso de pie.

—Piénsalo por tu cuenta. La próxima vez, no te metas en el


camino de los demás.
Capítulo 49: Hábil con los dados para la seguridad de uno solo (parte dos)

Al ver que estaba a punto de alejarse, Lang Qian Qiu


inmediatamente gritó: — ¡Para!

Xie Lian se detuvo. Lang Qian Qiu apretó los dientes y finalmente
dijo: —Tú... me debes una explicación.

— ¿Qué tipo de explicación quieres? —Preguntó Xie Lian.

—De los rencores pasados, por nuestro reino y familia. No es que


no pueda entender tu odio por Yong An, pero...

Se atragantó. No fue por un momento más antes de que


continuara con voz tensa y temblorosa.

—Pero el sacerdote principal... ¿Mis padres y yo no tratamos bien


a los ciudadanos restantes de XianLe? Fui amigo de muchos de
ellos, e... hice todo lo posible por protegerlos.

Cada palabra que decía era la verdad.

Después de que el reino de XianLe había caído, muchos de los


ciudadanos restantes nunca olvidaron sus raíces, e incluso
después de que el reino de Yong An se construyó y comenzó a
gobernar, esas personas y sus descendientes continuaron
viviendo como la gente de XianLe, a menudo enfrentándose con
gente del nuevo reino.

Las primeras generaciones de la monarquía Yong An gobernaron


con fuerza y masacraron cruelmente a muchos de los habitantes
de XianLe que hacían disturbios. A la inversa, también hubo
alianzas clandestinas formadas por la gente de XianLe para
planear el asesinato de muchos de los nobles de Yong An, e
incluso tuvieron éxito algunas veces. Esto continuó, y el resultado
final fue un odio profundamente sembrado el uno por el otro en
ambos lados.

Sin embargo, con el inicio del gobierno de los padres de Lang


Qian Qiu, el rey adoptó una actitud diferente y trató a la gente de
XianLe con amabilidad y compasión. Quería unir el país de lo viejo
y lo nuevo contra todas las voces de disidencia. Incluso si la idea
de otorgar títulos principescos a la realeza pasada de XianLe era
absurda, la usó como una forma de mostrar su sinceridad, y las
consideró con respeto. El mismo Lang Qian Qiu nunca había sido
perjudicado por el odio pasado; Todo era solo historia.

El Sacerdote Principal, Fang Xin entonces era una figura


misteriosa que nunca había revelado su verdadera identidad, por
lo que nadie sabía de qué lado estaba el cerebro detrás del baño
de sangre del Banquete Dorado. Sin embargo, el odio entre Yong
An y XianLe era demasiado profundo; ambas partes se acusarían
mutuamente siempre que sucediera algo, y muchos de los nobles
supervivientes apuntaron sus dedos a XianLe, y aprovecharon la
oportunidad para solicitar la aniquilación completa de las personas
restantes de XianLe. Sin embargo, Lang Qian Qiu había
rechazado todos sus esfuerzos.

Su determinación protegió las vidas de muchos y les impidió sufrir


un genocidio sin nombre. Sin embargo, ahora que recordaba,
cuanto más bien lo hacía en ese entonces, más mal se sentía
ahora.

No es que sintiera que lo que había hecho no valía nada, pero se


sentía profundamente agraviado. Nunca no vale la pena hacer lo
que crees que es correcto, pero haber demostrado tanta
benevolencia sin reciprocidad, no pudo evitar sentirse mal.

Los ojos de Lang Qian Qiu se enrojecieron, y continuaron


preguntando: —Sacerdote principal, ¿no hice lo suficiente? ¿Mis
padres hicieron algo mal? ¿Por qué me tratas así? —Cuanto más
pensaba, más disgustado se ponía, y luchaba contra la atadura
de RuoYe una vez más, esforzándose para levantar su parte
superior del cuerpo.

— ¿No crees que nos debes una explicación?

—No te puedo dar una —dijo Xie Lian.

La respuesta fue tan directa que Lang Qian Qiu reprimió su ira: —
sacerdote, has cambiado mucho. Nunca fuiste así antes.

—... —Xie Lian se frotó la frente y dijo: —Recuerdo que ya te he


dicho hace mucho tiempo, que no me veneres como una figura
santa incorruptible; No soy nada como la persona en tu mente. Al
final solo te decepcionarás a ti mismo.

Lang Qian Qiu se tendió en el suelo y murmuró: —El pasado usted


o el presente, ya no sé cuál es el verdadero.

—Ellos son todos yo. Pero tenías solo diecisiete años atrás. Ahora
que eres mayor, por supuesto que te estaría enseñando una
lección diferente —dijo Xie Lian.

Lang Qian Qiu cerró la boca por un momento, pero luego soltó un
gritito: — ¿Fue porque tu decimoséptimo era un juicio, que tuviste
que convertir mi diecisiete en un juicio también?

Xie Lian no respondió.

Al ver que no hablaría, la ira de Lang Qian Qiu se encendió y


respiró hondo. Él gritó: — ¡¡SI ESA ESA TU INTENCIÓN,
ENTONCES NO DEJARÉ QUE SEA A TU MANERA!!

Los ojos de Xie Lian se abrieron ante esas palabras.

Lang Qian Qiu no podía estar de pie, pero sus ojos eran brillantes
y su tono tenaz, como si una llama rugiente ardiera dentro de sus
ojos. Continuó, con tono áspero, como si estuviera enfadado, pero
también como si estuviera declarando la guerra: —Si quieres que
llene mi corazón con odio como tú, ¡seguramente no lo haré! Si
vas a obligarme a abandonar quién soy, ¡me niego! ¡Yo nunca lo
haré! ¡NO IMPORTA LO QUE ME HAGAS, NUNCA SERÉ COMO
TÚ!

Era una declaración tan heroica que Xie Lian se estaba aturdiendo
con solo escucharla. Le tomó un momento antes que se
estabilizara, y se rió 'pfft', estallando en carcajadas.

El rostro de Lang Qian Qiu estaba cubierto de lágrimas de fuego,


su sangre hirviendo de pasión y estaba en los más alto de sus
gritos, pero todo eso se había desinflado por la risa de Xie Lian, y
se enojó con desconcierto. Xie Lian, por otro lado, aplaudía
mientras reía, su risa crecía a cada minuto y gritaba: — ¡BIEN!

Xie Lian no podía recordar la última vez que se había reído con
ganas o por qué, y le tomó un tiempo antes de cesar. Se frotó los
ojos y asintió.

—Bien. Recuerda lo que dijiste hoy. Que nunca llegarás a ser


como yo.

Hua Cheng todavía tenía los brazos cruzados y observaba


fríamente. Justo cuando Xie Lian terminó de hablar, ¡de repente
hubo una explosión de humo rojo ante él!

La explosión llegó demasiado repentinamente y Xie Lian se


sobresaltó, pensando que Lang Qian Qiu podría haber usado
algún truco extraño, e inmediatamente evadió, con su mirada
vigilante. Sin embargo, la explosión solo tenía un sonido fuerte y
no representaba ningún daño. Cuando el humo se disipó, Lang
Qian Qiu había desaparecido de donde estaba. Lo que quedó fue
una muñeca daruma, balanceándose a izquierda y derecha.

La muñeca daruma tenía una cara y un cuerpo muy redondos


como una calabaza gigante. Sus cejas negras y su expresión
como un tigre, mona y juvenil. En ese momento estaba
observando, llena de ira, y llevaba una espada gorda en su
espalda, galante en su forma, exactamente como Lang Qian Qiu,
excepto que es un juguete grande y adorable. Xie Lian dejó de
sonreír y gritó: — ¡Qian Qiu?!

RuoYe lo soltó y volvió a envolverse alrededor de la muñeca de


Xie Lian. Hua Cheng caminó tranquilamente y pasó el dedo sobre
el cuerpo de esa muñeca daruma, riendo.

— ¿Por qué se ve tan tonto sin importar qué forma tome?

Xie Lian recogió la muñeca daruma y no sabía si reír o llorar.

—Esto... esto... San Lang, ¿es este Qian Qiu? ¿Por qué se
convirtió en esta forma? Deja de jugar con él y vuelve a cambiarlo.

—No. Llévalo con nosotros y vámonos —respondió Hua Cheng.

— ¿Ir a dónde? —Xie Lian preguntó.

En ese momento, los dos habían llegado a una pequeña cueva


pequeña. Hua Cheng no le respondió. Arrojó un dado y aterrizó
en su palma. Bajó los ojos para mirarlos antes de entrar en la
cueva.

Convertir a alguien en una muñeca daruma fue un hechizo tan


travieso y muy parecido al estilo de Hua Cheng, pero también es
difícil deshacerlo. De cualquier manera, Xie Lian no podía
desentrañarlo, y tampoco podía garantizar que otros oficiales
celestiales pudieran hacerlo, así que sostuvo la muñeca en sus
manos y estaba a punto de seguir a Hua Cheng cuando de
repente recordó al arrojado Fang Xin, y dobló hacia atrás para
recoger la espada. Lo ató a su espalda y persiguió a Hua Cheng.

Xie Lian quería que Hua Cheng deshiciera el hechizo, pero el


hombre no se comprometió. Los dos caminaron alrededor de la
cueva por un rato, y poco después se hizo más ancho y más
espacioso que la entrada. Las pisadas resonaron en la cueva, y
una cierta distancia frente a ellas llegó una débil luz y sonidos de
canto.

Cuando Xie Lian fue llevado a Mansión Paraíso en la Ciudad


Fantasma, también escuchó el canto, pero las gráciles canciones
de las encantadoras fantasmas femeninas eran atractivas y
hermosas como afrodisíacas, embriagadoras. Este canto era
como el caótico baile de los demonios, espantoso y horrible. Los
dos no se parecían en nada. Xie Lian no pudo evitar preguntar: —
San Lang, ¿qué es este lugar?

—Shh. Hua Cheng lo silenció ligeramente.

La pregunta de Xie Lian ya se había expresado casi en un susurro.


Al oír el silencio, contuvo la respiración. Pronto descubrió por qué
la necesidad de guardar silencio. Justo enfrente de ellos vinieron
racimos de fuegos de fantasmas verdes flotantes. Y cuando los
pequeños manojos de llamas se acercaron, vio que eran
pequeños demonios vestidos de verde.

En las cabezas de cada pequeño demonio había una pequeña luz


de fuego, como si ellos mismos fueran una vela verde. No había
dónde esconderse en esta cueva y el camino era estrecho. Xie
Lian estaba a punto de alcanzar a Fang Xin, pero pensó que
RuoYe sería más adecuado en esta situación y volvió a soltar su
mano.

Pero entonces, justo cuando los pequeños demonios pasaban


junto a ellos, no batearon ni una pestaña antes de seguir adelante,
continuando susurrando entre ellos. No era porque no los vieran,
sino por el hecho de que no les parecía extraño verlos. Xie Lian
miró a Hua Cheng, y el que estaba a su lado no era el
excepcionalmente guapo rey demonio vestido de rojo que
conocía, sino otro demonio pálido con una llama verde en la
cabeza.
Así que parecía que Hua Cheng le había puesto en pieles falsas
sin que él supiera cuándo sucedió. Pensando que él mismo debe
estar sosteniendo una llama verde sobre su cabeza, Xie Lian no
pudo evitar levantar una mano para sentir.

— ¿Por qué debemos...? ¿Por qué deben transformarse en una


apariencia tan extraña?

Aunque se detuvo, obviamente, Hua Cheng sabía lo que quería


decir.

—Ya mencioné que el Goblin Verde Qi Rong es vulgar y burdo.


Todos sus lacayos tienen que verse así.

¡Xie Lian no se dio cuenta de que Hua Cheng lo había llevado al


territorio del Goblin Verde Qi Rong!

Antes, cuando los cielos y el reino de los fantasmas mencionaban


al Goblin Verde Qi Ron, todos tenían que comentar sobre lo
grosero que era, y Xie Lian no podía entender por qué. Ahora que
había aprendido que todos sus pequeños subordinados demonios
tenían que vestirse así, podía entender algo. Solo por el título 'La
linterna verde que pasea por la noche', todavía había un rastro de
elegancia sarcástica, pero si era literalmente 'linterna verde'
caminando por la noche, entonces definitivamente hay una brecha
entre lo que él tenía en mente.

— ¿Ya no destruiste su guarida? —Preguntó Xie Lian.

—Lo hice, pero él escapó —respondió Hua Cheng. —Escapó


durante cincuenta años, luego construyó una nueva guarida.

Xie Lian sostuvo la muñeca daruma de Lang Qian Qiu cerca de


su pecho, y susurró después de asegurarse de que no había nadie
alrededor.
—San Lang, ¿estás aquí para encontrar al Goblin Verde? ¿Por
qué no deshaces el hechizo de Qian Qiu y lo dejas ir primero, y
luego te acompañaré?

Hua Cheng se negó obstinadamente: —No, llévalo contigo.


Necesito que se encuentre con alguien.

Xie Lian tenía curiosidad. Hua Cheng no actuó como si le


importara mucho Lang Qian Qiu, entonces ¿por qué
especialmente lo llevaría a conocer a alguien? Pero todas sus
opciones eran un tanto extrañas, por lo que no habló más sobre
el tema. Cuando los dos finalmente emergieron de la cueva y el
túnel se abrió a un espacio más amplio, más cuevas aparecieron
ante ellos.

Parecía haber cuevas y túneles excavados en toda esta montaña;


cuevas que conectan cuevas, túneles que conducen a más
túneles. Cada entrada tenía un número de demonios y fantasmas
con una linterna verde en sus cabezas entrando y saliendo, como
una colmena gigante o un hormiguero. Si Xie Lian hubiera entrado
solo, no habría manera de que recordara el camino. Sin embargo,
Hua Cheng actuó como si estuviera en su casa, y atravesó varios
túneles y cuevas sin dudarlo, muy a gusto, como si conociera los
caminos de memoria.

Los dos tenían en su pequeño demonio verde flameado, y nadie


los detuvo en sus caminos. Xie Lian respiró aliviado, pero Hua
Cheng pensó que estaba suspirando y preguntó: — ¿Qué pasa?

—Nada —dijo Xie Lian, —pensé que atacarías la cabeza de la


guarida en lugar de colarte. No soy muy bueno luchando, así que
me siento aliviado.

Lo dijo en serio cuando dijo que no era —bueno luchando. Puede


ser hábil, pero no era bueno para lidiar con las consecuencias.
Hua Cheng parecía haber echado una carcajada. —Atacé de
frente la primera vez, pero en el momento en que lo descubrió, se
escapó. Hua Cheng dijo: —Esta vez estoy aquí por su persona,
así que, por supuesto, no puedo dejar que note que estoy aquí...

— ¿Era la persona que Hua Cheng quería que Qian Qiu conociera
el Goblin Verde? —Se preguntó mentalmente Xie Lian—. ¿Hubo
una relación entre ambos? Bueno, sea lo que sea lo que quiera
hacer, igual lo acompañaré, luego le pediré que deshaga el
hechizo.

Xie Lian todavía tenía en mente la quema de Mansión Paraíso, y


aún se sentía culpable. Mientras pensaba, Hua Cheng habló: —
Esa basura inútil no puede hacer nada, pero está muy vigilante.
Esos pequeños demonios no pueden acercarse a su persona, y
no es fácil disfrazarse de sus secuaces más cercanos. Para
acercarse, solo hay una manera.

En ese momento, cuatro pequeños demonios vinieron riendo y


charlando. Hua Cheng desaceleró sus pasos, y Xie Lian siguió su
ejemplo. Resulta que los pequeños demonios tenían detrás de
ellos, un tren de humanos atados, arrastrados por una larga
cuerda.

Entre los humanos, algunos eran desaliñados y descuidados,


algunos con ropas extravagantes, pero todos parecían ser
hombres y mujeres jóvenes menores de treinta años. Incluso
había un niño que estaba agarrando la esquina de una manga de
uno de los jóvenes; probablemente eran padre e hijo. Sus manos
estaban atadas, y parecían aterrorizados, algunos listos para
desmayarse, mientras caminaban a través de la guarida
demoníaca. Pasaron rozando a Hua Cheng, y sin perder el ritmo,
él se dio la vuelta y se unió a la perfección al final de la marcha.
Le dio un codazo a Xie Lian y este repitió las acciones de Hua
Cheng. Cuando miró, Hua Cheng ya había cambiado de piel otra
vez, y esta vez, era un joven de corte limpio. El mismo
probablemente se veía similar.
La pequeña banda hizo giros y vueltas a través de los túneles y
cuevas. Los pequeños demonios que lideraban el grupo parecían
estar bastante contentos en sus deberes, y de vez en cuando,
debíann mostrar un poco de autoridad, gritando y gruñendo a los
prisioneros detrás de ellos.

— ¡No hagan nada gracioso! -- ¡No llorar! Con tus caras cubiertas
de lágrimas y mocos, si arruinas el apetito de nuestro gran amigo,
¡te enseñaremos cómo es querer morir!

De los cuatro grandes males, nunca hubo historias de que los


otros tres supremos acerca de devorar carne humana, solo el
Goblin verde Qi Rong permanecía como tal; no es de extrañar que
sus iguales y enemigos se burlaran de cualquier mención de él,
descartándolo por desagradable e ignorante. Anteriormente, Hua
Cheng dijo que solo había una manera de acercarse al Goblin
Verde Qi Rong, y parecía que mezclarse con la comida era la
manera. Mientras caminaba, Xie Lian alcanzó la mano de Hua
Cheng. Una vez que logró agarrarlo, sintió que Hua Cheng se
congelaba, como si quisiera alejarse. No fue que Xie Lian no se
dio cuenta, pero en esas circunstancias no había mucho espacio
para pensar. Apretó la mano de Hua Cheng, y la iluminación
dibujó una palabra en su palma: —Salvar.

Como Xie Lian lo vio, entonces él debía salvar a esas personas.


Este gesto fue él informándole a Hua Cheng de sus intenciones.

Después de que se escribió la palabra, Hua Cheng dobló


suavemente los dedos y cerró la palma de la mano. Un momento
después, la banda salió de un túnel y procedió a entrar en una
cueva extremadamente grande.

En el momento en que entraron en la cueva, un campo de objetos


de sombra entró en su visión. Xie Lian entrecerró los ojos y no
había entendido bien cuáles eran esos objetos, pero en cambio
sintió que Hua Cheng se agarraba de la muñeca y dibujó algunas
palabras en la palma de la mano: —Cuida tu cabeza. No lo toques.
Al principio, Xie Lian pensó que colgaban muchos trapos desde
arriba, pero cuando miró más de cerca, sus pupilas se encogieron.
¿Qué trapos? Era un campo de personas ennegrecidas y
apretadas, pies arriba, cabezas colgando bajo, suspendidas en el
aire.

¡El bosque de cadáveres al revés!

Sin embargo, aunque colgaron esos cadáveres volteados, no


hubo lluvia sangrienta porque todos esos cadáveres se secaron
sin dejar una gota de sangre fresca en sus venas. Las expresiones
en esos cuerpos secos parecían estar doloridas, sus bocas
abiertas de par en par, y había una fina capa de nieve como
cristales en sus cuerpos y caras. Era sal.

En los rincones más profundos de la cueva, las luces brillaban y


había una silla gigante, una mesa larga, copas de oro y utensilios
desgastados. Tal extravagancia hizo que se pareciera más a un
salón de banquetes real que a una profunda cueva de montaña.
Un poco más lejos de la larga mesa había un enorme caldero de
acero, lo suficientemente grande como para permitir que más de
diez personas nadaran dentro. El caldero estaba rojo e hirviendo,
su contenido burbujeaba de rabia, y si alguien se caía
accidentalmente, ¡solo tendrían que pasar unos segundos antes
de que se cocinara!

Los cuatro pequeños demonios llevaron al grupo de prisioneros


hacia el caldero, pero algunos cayeron al suelo temblando de
miedo cuando vieron lo que les esperaba, y en medio de gritos,
golpes y tirones, Xie Lian sintió que repentinamente a su lado, el
brazo de Hua Cheng se puso rígido y se detuvo en su paso.

Volvió la cabeza para ver y vio que, aunque Hua Cheng todavía
tenía aspecto de un joven de corte limpio, sus ojos brillaban de
rabia.
A pesar de que Hua Cheng siempre estaba sonriendo, Xie Lian
sabía que sus verdaderas emociones siempre estaban
escondidas en lo profundo. Xie Lian nunca había visto en sus ojos
una furia tan violenta como esta. Siguió la vista de Hua Cheng y
al momento siguiente, sintió que su propia respiración se detenía.
Ante la extravagante silla gigante se arrodilló una persona.

A primera vista, era una persona, pero en una mirada más


cercana, en realidad era una estatua de piedra del tamaño de una
persona real. Era una estatua bastante interesante esculpida en
una posición de rodillas, con la espalda hacia él, la cabeza hacia
abajo. Era la misma forma que podría describirse como un perro
con la cola entre las patas. Era fácil suponer que el único propósito
de hacer tal estatua era humillar a esta persona.

Xie Lian no tuvo que voltear la estatua para saber que su cara
debía ser exactamente la misma que la de él.

Capítulo 50: Hábil con los dados para la seguridad de uno solo (parte tres)
En general, las personas no sabrían cómo se veían sus espaldas,
pero Xie Lian era diferente. Estaba más que familiarizado con
cómo se veía su espalda.

Cuando el reino de XianLe cayó por primera vez, para librarse de


la ira, la gente quemó su Templo BaQian Taizi 37, profanó todas
sus estatuas, robó las gemas de su espada y le quitó su atuendo
de oro. Sin embargo, después de todo eso, la rabia continuó
ardiendo, y se les ocurrió una nueva idea, y fue construir tales
estatuas de rodillas.

El príncipe heredero que era muy venerado y adorado fue


esculpido en la forma de alguien que se arrodillaba y pedía
perdón, y se colocó en zonas concurridas de la ciudad para que
todos pudieran escupirla o patearla cuando pasaban, y
deshacerse de la desgracia. O lo que es peor, algunos incluso lo
hicieron esculpieron haciendo la pose de reverencia, y usaron la
estatua directamente como un escalón, permitiendo que decenas
de miles de personas caminaran encima de ella. En los primeros
diez, veinte años después de la caída del reino de XianLe, esas
estatuas eran una imagen común en muchas de las ciudades y
pueblos, entonces, ¿cómo podría el propio Xie Lian no reconocer
su propia espalda?

En ese momento, la voz de un hombre joven dijo: —Esa pequeña


hiena, Pei Su, tuvo que abrazar las putas piernas de ese
mujeriego Peiantes de que pudiera ascender, ¿quién se cree que
es? No es nada más que un perro salvaje exiliado. Para arruinar
mis planes... Una vez que haya terminado con él, ¡incluso
después de que los vientos hayan secado su cadáver, nadie se
atrevería a ir a recogerlo!

Antes de que apareciera la propia persona, ya se oían blasfemias.


Xie Lian miró y vio a una figura vestida de verde entrar a la cueva

37
El Templo de BaoQian Taizi se traduce en el Templo de los Ocho Mil Príncipes
Coronados
flotando. Debido a una razón que no vale la pena mencionar, Xie
Lian no pudo evitar mirar primero a la parte superior de su cabeza,
y en realidad estaba un poco decepcionado al ver que la persona
solo tenía puesta una máscara, pero ninguna luz sobre su cabeza.
Un grupo de pequeños demonios vestidos de verde rodeaban a
este hombre también vestido de verde, y se quedaron como si
estuviera rodeado por un círculo de luz verde. Este debía ser uno
de los Cuatro Malvados en el reino de los fantasmas, el Goblin
Verde Qi Rong.

Desde que Nan Feng mencionó por primera vez el nombre de Qi


Rong, Xie Lian lo tuvo en mente y se preguntó si este Qi Rong era
el mismo Qi Rong que él conocía. Sin embargo, había una regla
no escrita de que monstruos o demonios ocultarían su nombre
real y enterrarían sus vidas pasadas. Debido a esto, no creía que
fueran la misma persona, solo que el nombre falso había
coincidido con el verdadero. Sin embargo, por el aspecto de las
cosas, estaba más que seguro. Si no fuera ese Qi Rong que él
conocía, ¿cómo podría haber otro Qi Rong que estuviera
obsesionado con la estatua del príncipe heredero de rodillas? ¿Y
por qué sería tan familiar el sonido de su voz?

Los pequeños demonios verdes que rodeaban a Qi Rong lo


aclamaban ruidosamente como rey, y charlaban salvajemente,
por lo que Xie Lian se dio cuenta de lo que había sucedido.
Resulta que cuando Qi Rong envió a algunos de sus secuaces a
la Ciudad Fantasma, fracasaron en causar el caos y fue diezmado
por Hua Cheng. Luego se reagrupó y estuvo listo para pelear de
nuevo. Pero antes de que la segunda ronda hubiera comenzado,
los secuaces se encontraron con el exiliado Pei Su en la carretera.
Aunque exiliado en el reino de los mortales, Pei Su fue una vez
un oficial celestial y no tenía nada mejor que hacer, por lo que
cuando los secuaces se toparon con él, también podría
eliminarlos, por lo que una vez más fueron diezmados.

Perder a tantos secuaces en un corto período de tiempo, en el


momento en que Qi Rong recibió la noticia, estaba furioso, y
maldijo sin parar: —Como antepasados como descendientes, ese
maldito mujeriego de Pei Ming probablemente tiene llagas en toda
la entrepierna. ¡Debería cortar ambas malditas pollas de él y de
Pei Su y colgarlas en sus sienes, y el que los adore sangrará pus
con cada paso!

Xie Lian tuvo que reprimir la necesidad de taparse los oídos. Las
blasfemias eran las mismas; cuando Feng Xin se enojaba, sus
maldiciones también eran demasiado vulgares para los oídos,
pero por mucho que maldiciera, era obvio que solo eran palabras
de ira temporal, y no había una verdadera maldad. Las
maldiciones de Qi Rong eran diferentes. Los destinatarios no
tienen dudas de que realmente quería maldecirlos para que
murieran tan crudamente como lo condenó, y sin miedo de decir
cualquier vulgaridad, completamente groseras y obscenas.

Ese grupo de pequeños demonios verdes estuvo de acuerdo con


Qi Rong en voz alta. Probablemente se acordó de los
subordinados en los que trabajó muy duro para criar, y continuó:
—Lástima que la mujer de espíritu fuerte Xuan Ji fue capturada
por esos dos perros Pei desvergonzados y que fue maltratada tan
miserablemente. Ella no podía ser salvada ni siquiera ahora.

Xie Lian no pudo estar de acuerdo con esas palabras. De hecho,


Xuan Ji tuvo una historia trágica, pero no todo fue culpa del
General Pei, como lo describió Qi Rong. Después de todo, esas
diez novias fueron secuestradas por su propia persona, y fue ella
quien las mató a sangre fría. De espíritu fuerte, por supuesto, y de
hecho una buena mujer. Pero decir que el pequeño Pei solo
ascendió porque le rogó que el General Pei era algo con lo que
Xie Lian no podía estar de acuerdo. Después de ver a tantos
ascender y descender, había algo que Xie Lian podía decir con
absoluta certeza: los cualificados no siempre pueden ascender;
pero el ascendido siempre es cualificado. Si uno no tiene poder,
no importa quién los haya apoyado, no podrían superar las
calamidades celestiales y, como máximo, podrían ser un oficial en
la corte intermedia. Xie Lian no había interactuado mucho con Pei
Su, pero incluso él podía ver que el poder marcial del pequeño Pei
estaba por encima del de Lang Qian Qiu. Sólo, el poder no era
igual al rango; La política también está en juego, de lo contrario,
Pei Su habría conseguido su propio palacio.

Obviamente, esas cosas no eran de consideración para Qi Rong.


Maldijo como si no hubiera uno en todos los reinos que no quería
maldecir a muerte. Llamó a Pei Ming un mujeriego, al pequeño Pei
un perro abrazador de piernas, a Jun Wu un farsante, a Ling Wen
una perra, a Lang Qian Qiu un imbécil, a Quan Yi Zhen una
mierda, al Señor del agua un corazón negro, al Señor del viento
una mujer puta. Probablemente no sabía que Shi Qing Xuan era
en realidad un hombre. Si no lo hubiera visto por sí mismo, no
sería capaz de creer que alguien pudiera estar tan resentido.
Finalmente, Qi Rong llegó al punto principal, que era cómo Hua
Cheng y esa Agua Negra Hundidora de barcos de bajo perfil lo
miraban desde arriba. Eran meros 'Supremos', un día seguro que
los tendría arrodillados ante él. Xie Lian debería estar enojado al
escuchar esto, pero como no podía siquiera imaginar cómo se
llevaría a cabo eso, no pudo evitar encontrarlo divertido y le echó
un vistazo a Hua Cheng. El propio Hua Cheng no tuvo ninguna
reacción, pero en cambio seguía mirando fijamente la estatua de
piedra arrodillada. Finalmente, afortunadamente, Qi Rong pareció
ser mitigado por todas las maldiciones y cambió de tema.

— ¿Cómo fue lo que les envié a ustedes a hacer? ¿Quan Yi Zhen


y ese mujeriego Pei ya comenzaron a pelear?

Se sentó mientras hablaba, descansando en su lujoso trono.


Levantó las piernas y apoyó las botas en los hombros de esa
estatua, usándola como un taburete.

Xie Lian había estado sujetando el brazo de Hua Cheng, y lo


detuvo de inmediato cuando lo sintió moverse ligeramente un
paso hacia adelante. Sintió que el jalón podía no ser suficiente,
así que dibujó otra palabra en la palma de la mano de Hua Cheng:
—Gracias.
Hua Cheng reconoció la palabra. Bajó la cabeza y miró a Xie Lian,
que lo observaba con gratitud en los ojos, agradeciéndole sus
buenas intenciones. Luego, Xie Lian sacudió la cabeza
ligeramente, y dibujó las palabras: Escucha y Cielo.

Qi Rong estaba hablando como si enviara a unos secuaces a


hacer algo, y tenía algo que ver con esos dos oficiales celestiales.
No podía ser nada bueno, así que Xie Lian quería seguir
escuchando. En cuanto a la estatua que se usa como un taburete,
recordando, esta incluso se ha utilizado como un escalón antes,
así que realmente no significó nada para Xie Lian. Era solo un
pedazo de roca, no su persona. Aunque solo había escrito esas
tres simples palabras, cuando sus ojos se encontraron, Xie Lian
supo que Hua Cheng había entendido lo que quería decir. Hua
Cheng sostuvo su mano lentamente y giró su cabeza, para que
Xie Lian ya no pudiera ver su cara.

Un pequeño demonio verde habló: —Seguimos las instrucciones


de nuestro rey, y hace tiempo que difundimos los rumores de que
Pei Ming quiere hacer de Pei Su el dios marcial del oeste. Ahora
se está convirtiendo cada vez más en un alboroto, por lo que
usamos eso como una excusa y profanamos cientos de templos
de Ming Guan disfrazados de devotos del palacio de Qi Ying, ¡y
nadie era más sabio que el otro! Jajaja, mi señor puede no
saberlo, ¡pero esos devotos son realmente estúpidos! ¡Nos vieron
destrozando templos y nos destrozaron con más entusiasmo aún!

Qi Rong estaba contento.

— ¡Sigan azuzándolos! Quan Yi Zhen puede soportarlo, ¡pero no


creo que el mujeriego Pei Ming pueda hacerlo!

Incluso si lo que estaban difundiendo no era exactamente un


rumor, este tipo de fabricación todavía estaba llena de malas
intenciones, especialmente algo tan inescrupuloso como
disfrazarse de mortales para sabotear templos, absolutamente
atroces, depravados y perversos. No es de extrañar que cada vez
que se mencionara a Qi Rong, todos en el cielo dirían que no era
hábil sino extremadamente problemático. Xie Lian observó
mentalmente: —Si hay una oportunidad, decirlo a Jun Wu que
vigile cualquier disputa entre los dos oficiales celestiales causada
por otros.

Cuando Qi Rong terminó con su trabajo, se recostó, su par de


piernas largas apoyadas en la estatua cambiaron de posición. Los
pequeños demonios inmediatamente sabían qué hacer y se
dirigieron a la pequeña multitud de personas para elegir el mejor
corte. El único niño en el grupo probablemente no tenía ni diez
años de edad, y no era muy consciente de la situación. Parpadeó
sus grandes ojos y se aferró a la esquina de la camisa de su
padre, tirando de ésta mientras más asustado estaba. El rostro de
su joven padre estaba pálido, tratando de consolarlo con una voz
temblorosa: —No te asustes, no te asustes. —Sin embargo, era
obvio que él mismo estaba aterrorizado.

Uno de los pequeños demonios verdes vio que había un niño y


estaba encantado, extendiendo su brazo para agarrarlo. El joven
padre gritó y se sacudió. Xie Lian se movió antes de que supiera
lo que iba a hacer, pero luego sintió el movimiento de la figura a
su lado. Xie Lian volvió la cabeza para ver, y Hua Cheng había
salido de entre la multitud.

Ya que Hua Cheng vino especialmente a buscar al Goblin Verde,


ahora que había visto a Qi Rong, debería haberse quitado el
disfraz. Xie Lian no tenía dudas de que Hua Cheng era lo
suficientemente poderoso como para destruir todo lo que estaba
a la vista y nadie podría detenerlo. Sin embargo, Hua Cheng no
reveló su verdadera forma, mantuvo la piel de ese joven de
aspecto normal y avanzó perezosamente.

Varios pequeños demonios verdes alzaron sus armas y gritaron


alarmados: — ¡Para! ¡¿Qué estás haciendo?!
Qi Rong preguntó con curiosidad, con estos pies aún levantados.

— ¿Qué pasa con ese pequeño hombre? Derríbenlo.

Hua Cheng se rió.

— ¿No mostrará usted un poco de respeto en presencia de la


realeza de XianLe?

Al escuchar sus palabras, no solo Qi Rong, sino que incluso Xie


Lian se sorprendió.

Después de un momento de congelación, Qi Rong se puso de pie,


resopló debajo de la máscara, como si su furia se convirtiera en
una risa loca: — ¡Qué puta valentía! ¿Para hacer una broma como
esta delante de mí? Dime, ¿y de qué rama de la sangre real de
XianLe eres? ¿¿Cúal??

Hua Cheng respondió tranquilamente: —El príncipe An Le.

Xie Lian pudo sentir la muñeca Daruma Lang Qian Qiu en sus
brazos moverse una vez.

El Príncipe An Le era el descendiente de la realeza de XianLe de


la misma generación que Lang Qian Qiu, y podría decirse que era
amigo de Lang Qian Qiu.

La risa burlona de Qi Rong se podía escuchar desde debajo de la


máscara.

— ¿Príncipe An Le? ¡Creo que estás buscando tu propia muerte!


¿Quién te dijo que empieces a cagar delante de mí? ¿La persona
que te nombró no te enseñó un poco de historia? El príncipe An
Le era la última sangre real que quedaba de XianLe, ¡y ya ha
muerto! ¿Quién diablos eres para fingir que eres de la realeza de
XianLe delante de mí?
Hua Cheng levantó una ceja.

— ¿Oh? ¿Murió? ¿Cómo murió?

Qi Rong gritó: — ¡DERRÍBENLO! ¡DERRIBEN A ESE PEDAZO


RARO DE MIERDA!

Bajo su mando, una gran cantidad de pequeños demonios verdes


salieron de todas partes de la cueva, gritando. En medio de ese
caos, Hua Cheng solo sonrió levemente. Su expresión era
despreocupada antes, pero al momento siguiente fue como si una
capa de escarcha hubiera sido puesta sobre su cara. Su forma
repentinamente se desestabilizó y desapareció, apareciendo el
siguiente parpadeo detrás de Qi Rong.

Él solo agarró la parte posterior de la cabeza de Qi Rong, y la


golpeó con fuerza como un niño jugando con una pelota.

— ¿Y quién diablos eres, para ser tan insolente ante mí?

Un fuerte estruendo y ese lujoso trono de repente eran


escombros, el polvo llenaba el aire. Xie Lian puso al niño detrás
de sí mismo para protegerlo, y bloqueó algunas pequeñas
piedras. Cuando el polvo se asentó, Qi Rong había desaparecido.
En una mirada más cercana, no desapareció, pero toda su cabeza
estaba profundamente incrustada en el suelo después del golpe
de Hua Cheng.

Los humanos y los demonios por igual gritaron y huyeron.

— ¡No huyan! —Gritó Xie Lian. Si la gente alertara a todos los


demonios dentro de la cueva, ¡serían asesinados con seguridad!
Pero claro, como siempre, nadie lo escuchó. Xie Lian dejó caer
sus manos sin poder hacer nada.

En estas circunstancias, tampoco tenía tiempo para preocuparse


por los demás. Al otro lado de la habitación, Hua Cheng se
arrodilló lentamente; usó una mano para agarrar un puñado del
cabello de Qi Rong, sacó una cabeza ensangrentada del agujero
en el suelo y sacó el cuerpo junto con la cabeza. Después de un
breve momento de observación, parecía estar extremadamente
divertido y se echó a reír.

Aunque se reía, sus ojos eran muy oscuros, misteriosos y


aterradores. RuoYe salió volando y golpeó a algunos de los
pequeños demonios verdes que intentaban eliminar a las
personas que escapaban. Xie Lian se dio la vuelta
apresuradamente, sus entrañas le dijeron que algo estaba mal.

— ¿San Lang? ¡San Lang!

La máscara de Qi Rong se agrietó, algunas piezas estaban


cayendo. Levantó una bocanada de sangre y gritó: — ¡ALGUIEN!
¡Deténgalo! ¡¡VENGAN TODOS Y DETÉNGANLO!!

Hua Cheng solo lo estaba golpeando violentamente, pero ahora


parecía estar tranquilo, como si fueran los mejores amigos y
charlaban. Él se rió.

—Oh, ¿no lo sabías? Hay algunas cosas en este mundo que son
imparables. Como, la puesta de sol en el oeste. Además, un
elefante aplastando una hormiga. O por ejemplo, ¡YO TOMANDO
TU DESPRECIABLE VIDA!

Por su última línea, su rostro era salvaje y feroz. ¡Tenía en su


agarre el cuerpo entero de Qi Rong, y lo golpeó contra el suelo de
nuevo!
Otro BANG fuerte. El cuerpo de Qi Rong yació en el suelo y se
estrelló contra un suelo peor que una papilla, y esa máscara en
su rostro crujió, rompiéndose en pequeños pedazos revelando la
mitad de una cara.

Si alguien viera esa media cara, descubriría un hecho impactante:

¡El Goblin Verde Qi Rong y el príncipe heredero de XianLe, un


demonio, un dios, una diferencia del infierno y el cielo, se parecían
mucho!
Capítulo 51: Verdad o engaño; difícil de discernir (parte uno)

Sin embargo, cuando la otra mitad de la máscara cayó y se reveló


la cara completa de Qi Rong, se hizo evidente que no se parecía
mucho a Xie Lian después de todo. Sus narices y labios tenían
una forma similar, pero sus cejas y ojos eran bastante diferentes.
Los ojos de Xie Lian estaban tranquilos y en paz. Las cejas de Qi
Rong eran altas y agudas, sus ojos también eran mucho más
delgados e inclinados. Ciertamente, todavía era un joven de
buena apariencia, pero cualquiera podía ver por su cara que no
era alguien con quien meterse. Después de haber sido golpeado
hasta llegar a una pulpa sangrienta, finalmente pudo escudriñar
un poco sus ojos, y de repente notó que el que lo había agarrado
había cambiado de forma y se había vestido de rojo.

Qi Rong nunca había visto el rostro real de Hua Cheng, pero en


el momento en que vio las túnicas rojas, se sintió sorprendido y
furioso: —Eres tú. ¡ERES TÚ!

Hua Cheng había cambiado de nuevo a su verdadera forma.

—No has respondido a mi pregunta. ¿Cómo murió el príncipe An


Le?

Debido a lo asustados que se veían sus ojos, Xie Lian corrió hacia
adelante y gritó: — ¡San Lang!

Los humanos y los demonios por igual ya habían despejado la


cueva, y Xie Lian corrió a su lado.

— ¿Estás bien? No te enojes, por favor no te enojes, todo está


bien. Solo cálmate, todo está bien...

Frotó suavemente los hombros de Hua Cheng un par de veces, y


su voz se volvió gradualmente suave. Cuando Xie Lian era más
joven, cada vez que se enojaba o se ponía triste, sus padres
siempre le acariciaban la espalda de esta manera y lo consolaban
con sus suaves voces, y por eso usaba el mismo método en Hua
Cheng. Resultó que fue bastante eficaz; sus ojos eran turbulentos
antes, pero después de ser calmado, sus labios temblaron por un
segundo, y lenta pero finalmente calmándose, sus ojos se
aclararon una vez más.

Al ver esto, Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio. Pero de


repente, incluso antes de que él terminara su respiración, Hua
Cheng extendió rápidamente su mano y también le dio una
palmadita en el hombro una vez.

Esta palmadita instantáneamente congeló el cuerpo de Xie Lian y


lo congeló donde estaba.

No se había preparado para que Hua Cheng le hiciera nada, por


eso fue tan fácil. No sabía qué estaba haciendo Hua Cheng, pero
no estaba preocupado por sí mismo, sino que estaba preocupado
por Hua Cheng, temiendo que pudiera volver a perder el control
como antes. Estaba a punto de abrir la boca para preguntar,
cuando se dio cuenta de que no solo no podía moverse, sino que
tampoco podía hablar, y sentía que podría haberse metido en una
situación bastante difícil.

Ese Qi Rong puede ser débil en las peleas de puño, pero su boca
era ciertamente dura, y comenzó a maldecir mientras aún estaba
cubierto de sangre.

— ¡Maldita serpiente tuerta! ¡¿Te hice enojar mientras comía en


mi propia casa?!

Hua Cheng sonrió, luego golpeó de nuevo su cabeza contra el


suelo antes de levantarlo.

— ¿Cómo murió el príncipe An Le?


— ¿Qué diablos tiene eso que ver contigo..?. —Gritó Qi Rong, y
Hua Cheng lo golpeó de nuevo—. ¿Cómo murió el príncipe An
Le?

Esto se repitió por un tiempo, y Hua Cheng mantuvo su sonrisa


fría, goteando su cabeza como una pelota, golpeándola
violentamente por más de diez veces. Aunque era violento, Qi
Rong no podía morir, y como él no podía morir, era insoportable.
Incluso una calavera hecha de acero no podría soportar este tipo
de tortura, y Qi Rong finalmente cambió su tono: —Si estás tan
libre, ¿por qué no vas a leer un maldito libro de historia?

Hua Cheng se echó a reír fríamente: —Si los libros de historia


registraran la verdad, ¿por qué le iba a preguntar algo inútil como
tú? —Levantó la mano de nuevo y Qi Rong gritó: — ¡ES LANG
QIAN QIU! ¡¡¡Fue asesinado por LANG QIAN QUU!!!

La muñeca daruma en los brazos de Xie Lian se sacudió, y


comenzó a temblar vigorosamente.

Temblaba demasiado fuerte y Xie Lian no podía moverse para


mantenerlo presionado, así que, por desgracia, vio cómo la
muñeca Daruma Lang Qian Qiu caía al suelo, girando locamente
de un lado a otro. Hua Cheng no volvió la cabeza, pero deshizo el
hechizo. Una explosión de humo rojo y la forma de Lang Qian Qiu
saltaron desde dentro.

Era un miembro de la realeza, alto y poderoso, y nunca había sido


acusado de algo malo así toda su vida. Señaló a Qi Rong con
rabia: — ¡Cómo pudo insultarme así y manchar mi nombre! ¡An
Le y yo éramos amigos! ¡¿Quién dijo usted que lo mató?!

Qi Rong también se sorprendió al verlo saltar.

— ¿Eres Lang Qian Qiu? ¡¿Por qué carajos estás aquí también?!
El mismo Lang Qian Qiu tampoco entendió por qué lo trajeron a
esta guarida, sino que simplemente se enfureció por las
acusaciones de Qi Rong antes, y debe aclarar las cosas: —El
príncipe An Le murió de enfermedad, ¿por qué me acusaría de
matarlo de repente!

Hua Cheng observó fríamente pero dejó de driblar la cabeza de


Qi Rong, por lo que Qi Rong se involucró en la pelea: —Murió de
una puta enfermedad, solo tú lo creerías. Murió poco después del
Banquete Dorado, ¡por lo que debe haber sido asesinado por
ustedes! Si no eres tú, entonces esos viejos putos podridos.

Estaba enturbiando las aguas y arrojando basura; La cara de Lang


Qian Qiu se estaba volviendo cada vez más sombría: —No es de
extrañar que todos digan que el Goblin Verde Qi Rong es inferior
y burdo. Ahora que te he conocido, eres realmente vulgar.

Su comentario brusco apuñaló a Qi Rong exactamente donde


dolía. Después de hacerse famoso, durante tantos cientos de
años, todo el cielo y el infierno se burlaron de él por ser grosero y
crudo, y lo odió. Su rostro cambió de inmediato: —Soy vulgar pero
mucho mejor que tu ignorancia. Amigos esto, amigos eso, qué
relación pacífica. ¿XianLe y Yong An pueden ser amigos?
¿Convivir en paz? ¡Eres tan falso como tus padres de mierda,
asqueroso!

Al escucharlo insultar a sus padres, Lang Qian Qiu estaba furioso,


— ¡Cállate! ¡Mis estimados padres eran sinceros y genuinos, no
falsos! ¡No te permitiré escupir en sus nombres!

Qi Rong escupió: — ¡Todos ustedes no son más que los


descendientes de algunos rebeldes, quién les dio el jodido
derecho! ¡¿Qué sinceridad?! ¿Donar títulos y tierras a nosotros,
gente de XianLe? ¡Desvergonzado! Robaste lo que era nuestro y
luego se lo devolviste como si fuera un regalo. ¡Todo lo que tenías
pertenecía a XianLe!
Lang Qian Qiu no era hábil para discutir, y en realidad se quedó
inmóvil y tartamudeo: — ¡Tú! Tú-

Qi Rong vio cómo tartamudeaba y sintió una oleada de


satisfacción, y decidió agravarlo aún más. Él se rió.

—Incluso si ustedes mataron a An Le, fue una muerte provechosa.


XianLe perdió solo uno, pero Yong An pagó todo un Banquete
Dorado. Lástima que no pudiéramos matarte también, ¡y hacer
que todos prueben cómo es acabar con toda una línea de sangre!

Al escuchar esto, Lang Qian Qiu estaba desconcertado

—... ¿Qué dijiste?

Xie Lian maldijo mentalmente.

Quería desesperadamente golpear a Qi Rong en el suelo de la


misma manera que lo hizo Hua Cheng, y callarlo. Pero con este
hechizo de petrificación, no podía mover un solo músculo.

— ¿Qué quieres decir con que no pudiste matarme a mí también?

Qi Rong solo quiso vengarse por el comentario vulgar que Lang


Qian Qiu le hizo y se jactó: —En verdad, la fruta no cae lejos del
árbol; la estupidez de mi señor se extiende por cientos de años,
mis ojos están abiertos. Piensa, nosotros, XianLe, estamos
completamente disgustados con ustedes, Yong An; ¡El que no te
odie no es digno de ser llamado ciudadano de XianLe!
¿Honestamente pensaste que los descendientes reales de
XianLe serían amigables con las regalías de Yong An? ¡Todo fue
para infiltrarse en tu guardia, facilitar el plan y lavar tu banquete
de cumpleaños dorado con sangre!

Xie Lian luchaba por liberarse, y Lang Qian Qiu estaba congelado
en su lugar. Después de un momento, tartamudeó: — ¿El Príncipe
An Le y el Sacerdote principal estaban en el mismo lado?
Lang Qian Qiu se llenó de angustia, pensando que su querido
Señor y amigo habían conspirado contra él juntos, sin embargo,
al contrario, Qi Rong dijo: — ¿Sacerdote principal? Ese perverso
sacerdote principal, Fang Xin? ¿Quién demonios está del mismo
lado que él?

Lang Qian Qiu escuchó su pregunta y quedó desconcertado: —


Tú... lavaste el Banquete Dorado con sangre, pero el que lo hizo
fue ¿no fue el Sacerdote Principal? ¿No estaban ambos del
mismo lado? Yo... —Él estaba completamente confundido.

— ¿Quién carajos sabe de dónde vino ese cultivador malvado? —


Qi Rong respondió: — ¡No tuvo nada que ver con él! Escucha,
Lang Qian Qiu: la sangre derramada en tu Banquete Dorado de
Yong An fue realizada por la gente de XianLe. An Le ya había
planeado matar a cada jodida sangre rebelde en el banquete, pero
ese jodidamente extraño Sacerdote principal tuyo de repente se
apareció. An Le había pensado que los planes fallarían y corrió
hacia mí en busca de ayuda, preguntándome qué hacer si él fuera
descubierto, pero quién supo que esa misma noche cuando se
anunció que el que lo jodió todo fue ese Sacerdote Principal, y él
fue buscado en todo el reino.

Lang Qian Qiu tardó un tiempo en procesar esa información.

—Si ese fue el caso, entonces ¿por qué no dijiste nada?

Qi Rong chasqueó la lengua.

— ¿Eres jodidamente tonto? ¿Por qué iba a decir algo? ¿Fue algo
malo que alguien más se llevara la culpa? ¿Me puedes subir a un
supremo con esta mentira? —Estaba disfrutando esto cada vez
más mientras más hablaba—. AHHHH, lo entiendo. No podías
creerlo, ¿verdad? Escuché que clavaste a tu propio Señor en el
ataúd, JAJAJAJAJAjajajajajajaja, ¡qué maldito idiota! ¡Mataste a
la persona equivocada!
Al escuchar esa vil y fuerte risa, Xie Lian cerró los ojos y volvió a
maldecir.

Lang Qian Qiu temblaba de rabia: — ¡ESTÁS EQUIVOCADO!


Luego se dio la vuelta en un ataque y gritó a Xie Lian: —Si eso
era cierto, aunque no él dijera nada, ¡¿por qué no lo hiciste tú?!

Qi Rong escupió un diente roto.

— ¿Y quién diablos es ese? ¿Qué, están todos aquí para tener


una puta fiesta en mi cueva?

Todos lo ignoraron. Lang Qian Qiu exigió: —Si no lo hiciste, si no


mataste, ¿por qué admitiste haberlo cometido?

En ese momento, el cuerpo de Xie Lian se aflojó.

Hua Cheng había deshecho el hechizo de petrificación. Sin


embargo, podría haber sido demasiado tarde. Lang Qian Qiu
estaba esperando su respuesta, y Xie Lian se puso de pie
lentamente, resolviendo las torceduras de sus muñecas y
articulaciones. Después de una pausa, Xie Lian soltó las palabras:
—Completas tonterías.

Lang Qian Qiu había esperado que él dijera: Es verdad, tal como
lo dijo. Sin embargo, las palabras que Xie Lian pronunció
completamente revocaron su propio alivio de culpa del recuento
de Qi Rong.

Qi Rong estaba enojado.

— ¡¿Completas tonterías?! ¿Lo dice quién?

—Lo digo yo —dijo Xie Lian.


Miró a Qi Rong y dijo: —Con todo esto y palabras vacías, ¿qué
pruebas tienes de que los que derramaron sangre en el Banquete
Dorado fueron los descendientes de XianLe?

A Qi Rong le hizo gracia: —Todos los muertos están muertos, ¿y


qué prueba? Además, han pasado cientos de años. ¿Qué prueba
queda?

—Es por eso que dije que estas son completas tonterías. —Xie
Lian respondió: —XianLe y Yong An son dinastías del pasado,
perdidas hace mucho tiempo. ¿Hay alguna razón para que
generes problemas con nada más que fragmentos de la historia?

El tono de su voz sobresaltó a Qi Rong, y parecía que estaba


recordando algo, y entrecerró los ojos. Xie Lian se volvió hacia
Lang Qian Qiu y dijo calmadamente: —Maté a tu padre; Lo viste
con tus propios ojos. Fue durante un tiempo poco después de mi
segundo destierro. Me llené de frustración y causé un gran error.
Todo esto es mi culpa. No hay necesidad de arrastrar a nadie más
conmigo. Este hombre está lleno de engaño; arrastrar el nombre
del Príncipe An Le a través del barro fue solo para vengarse de tu
comentario sobre su vulgaridad.

Si algún espectador escuchara esta conversación, la encontrarían


divertida. Una pelea por el título del verdadero culpable de un caso
de asesinato; uno pensaría que derramar sangre en el Banquete
Dorado era una especie de acto glorioso. Lang Qian Qiu estaba
confundido y confundido. Sostuvo su cabeza y pensó por un largo
tiempo antes de hablar: —Eso es correcto... fuiste tú, y nadie más.

Lo había visto con sus propios ojos. Esa noche, corrió hacia el
Palacio Dorado con entusiasmo, solo para ver que el Sacerdote
principal vestido de negro sacaba una espada delgada y larga del
pecho de su padre, salpicando sangre por todas partes. Y en ese
momento, su padre, el rey de Yong An, había extendido su mano
hacia él, todavía respirando. Fue después de que él se acercó que
esa mano cayó sin fuerzas.
En ese momento, Qi Rong, quien yacía en el suelo, de repente
dijo: —Primo príncipe heredero, ¿eres tú?
Capítulo 52: Verdad o engaño; difícil de discernir (parte dos)

La mirada de Xie Lian regresó a Qi Rong. Después de mirarlo por


un momento, Xie Lian dijo: —Qi Rong, parece que has estado
viviendo de manera colorida estos últimos años
.
Justo después de que terminó sus palabras, Hua Cheng se quitó
la piel falsa. Los ojos de Qi Rong se agrandaron mientras cada
uno de los tres intrusos reveló su verdadera forma. Lang Qian Qiu
estaba desconcertado.

— ¿Primo?

Incluso si antes, cuando escuchó a Qi Rong decir: Nosotros


XianLe, podía adivinar que la vida pasada del Goblin Verde era
del reino de XianLe, no había imaginado que él y Xie Lian
estuvieran realmente relacionados en una relación a nivel
personal. Qi Rong miró el rostro de Xie Lian y lo miró de arriba
abajo. Era una mirada hambrienta de curiosidad y fascinación.
Cuando sus ojos se detuvieron en la espada Fang Xin en la
espalda de Xie Lian, de repente se echó a reír.

— ¡ASÍ QUE ASÍ ES! ¡FANG XIN ERAS TÚ! TÚ ERAS FANG XIN!
¡¡¡JAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJA!!!

Aunque no podía entender por qué se estaba riendo, las agallas


de Lang Qian Qiu le dijeron que no era nada apropiado, y dijo con
enojo: — ¿Qué es tan divertido?

—Me estoy riendo de mi buen primo, ¿qué te importa? —Qi Rong


le gritó en un ataque. —Justo ahora dije que la estupidez de mi
señor se extendió por cientos de años. Lo siento. Me disculpo. La
mejor manera de aprender es aprender de los mejores; mira a tu
Señor, ¡no me extraña que seas tan estúpido! Se volvió hacia Xie
Lian. —Fuiste a Yong An y te convertiste en su Sacerdote
principal, y acabaste apuñalado por tu propio discípulo, ¿no es
emocionante? ¿No es hilarante? Lo merecías; ¡haciendo de ti un
ridículo!

En el momento en que pronunció la palabra ridículo, Hua Cheng


volvió a golpear su cabeza violentamente. Qi Rong siempre había
tenido una piel dura, y por alguna razón, ver a Xie Lian lo puso
diez veces más emocionado que de costumbre. Incluso con su
rostro golpeado en el suelo, gritó sin cesar: — ¡UN RIDÍCULO!
¡UN RIDÍCULO! ¡UN RIDÍCULO!

Cada vez que lo decía, Hua Cheng lo golpeaba la cabeza una vez.
Fue una escena sangrienta y Xie Lian detuvo la mano que estaba
punto de golpear.

— ¡San Lang, déjalo ir!

— ¡¿Por qué debería?! —Dijo severamente Hua Cheng.

—No es nada, no dejes que nada te afecte. —Xie Lian dijo: —


Tiene problemas y es extremadamente problemático. Yo puedo
cuidar de él. Solo siéntate e ignóralo.

Frotó suavemente el hombro de Hua Cheng, y pasó mucho tiempo


antes de que Hua Cheng finalmente respondiera en voz baja: —
Bien.

Qi Rong sacó su propia cabeza del suelo y rodó con dificultades.


Él escupió: — ¿Por qué jugar a fingir falsa bondad? Si realmente
no querías que él me golpeara, ¡entonces deberías haberlo
detenido desde el principio! Fingiendo indiferencia y solo
diciéndole que lo deje pasar, ¡nadie te va a alabar por tu
generosidad!

—Lo detuve porque no quiero que se ensucie las manos,


¿entendiste mal algo? —Dijo Xie Lian.
Un rastro de ira apareció en el rostro ensangrentado de Qi Rong,
pero luego comenzó a reírse.

—Ahhh, primo príncipe heredero, te llevas bastante bien con Hua


Cheng. Y aquí solo me preguntaba por qué ninguno de los
subordinados que este hermano pequeño tuyo envió para
saludarte en Zhong Yuan nunca regresó, ¡así que fue porque se
encontraron con Hua Cheng!

Xie Lian no tenía idea de que Qi Rong había enviado realmente


ningún subordinado para ir a buscarlo. Esa noche del festival
ZhongYuan, fue una coincidencia haber encontrado a Hua Cheng,
y llevarlo de regreso al Santuario Puji no estaba en los planes.
Parecía que todos los subordinados de Qi Rong habían sido
lidiados por Hua Cheng. Xie Lian no pudo evitar echar un vistazo
a la persona que estaba a su lado.

Qi Rong continuó: Llamándolo San Lang, tsk tsk tsk, ¡muy familiar!
Primo, eres un gran oficial celestial, ¿cómo puedes salir con
monstruos y demonios? ¿No estás preocupado por tu reputación?
Eres tan perfecto después de todo, tan puro e impecable, tu halo
brilla sobre todo en esta tierra, jajajajajajaja...

Muchos en la corte celestial pensaron más o menos que la forma


en que hablaba Mu Qin era extraña, pero si escuchaban y
comparaban, aprenderían lo que esto era lo realmente extraño.
En verdad, habían juzgado mal a Mu Qin. Qi Rong no solo habló,
también actuó. Cruzó sus manos sobre su corazón y exclamó: —
Primo príncipe heredero, este hermanito había pensado
constantemente en ti a lo largo de los años. Mira, incluso esculpí
meticulosamente esta estatua para mantenerte a mi lado, así
puedo ver tu forma heroica en cada momento todos los días.
¿Qué piensas? Está bastante bien hecho, ¿verdad? ¿Te gusta?
No te preocupes, si no te gusta, incluso mejor, tallaré más,
jajajajaja...
En el momento en que mencionó la estatua, la cara de Hua Cheng
se oscureció de inmediato, y si no fuera porque Xie Lian lo estaba
reteniendo, ya habría pisado la cara de Qi Rong. Sin embargo, Xie
Lian sabía perfectamente bien el tipo de persona que era Qi Rong;
está un poco loco de cabeza, y cuanto más extrema es la
reacción, más emocionado se pone y más escandaloso se vuelve.
La psicología inversa sería la más efectiva, por lo que Xie Lian
solo sonrió levemente.

—Sólo está bien hecha. Lo siento, pero la técnica es un poco


mala.

Como se esperaba, la cara de Qi Rong cayó inmediatamente. Dijo


fríamente: —Suficiente. Si no fuera por mis afectos pasados y te
tallara un par de estatuas, ¿quién incluso te adoraría?
Probablemente te sentaste y lloriqueaste a los pies de Jun Wu y
te abrazaste hasta las rodillas para poder ascender esta vez.
Recorre los cielos y ve por ti mismo, ¿qué oficial no es más digno
que tú? Incluso un ascendido de doscientos años puede caminar
sobre ti. Tienes casi ochocientos años, pero solo lhas llegado
hasta aquí. Qué fracaso.

Xie Lian sonrió: —Soy un gran fracaso, no como mi primo, ya una


'amenaza' después de ochocientos años.

Xie Lian sabía demasiado bien cómo derribar a Qi Rong. Junto a


él, Hua Cheng resopló, y la cara de Qi Rong se oscureció. Miró
entre todos los presentes y de repente dijo: —Esta postura... ¿le
rogaste a Hua Cheng que me jodiera hoy para resolver nuestras
diferencias?

Xie Lian se sorprendió y pensó en la imagen actual, y en realidad


no pudo responderle.

Qi Rong continuó: —Míralo. En el momento en que digo algo malo


de ti, ¡guau! Mira lo loco que se puso. ¿Está cegado por esa luz
divina de tu halo? ¡Mi maldito dios, lo olvidé! ¿No estaba ya ciego?
Jajaja jajaja...

Antes de que pudiera terminar, sus ojos se oscurecieron otra vez,


y su mejilla explotó en agonía, escupiendo sangre de su boca,
¡recibió un puñetazo de nuevo! Sin embargo, este golpe no fue de
Hua Cheng sino de Xie Lian.

El puño de Xie Lian fue más rápido de lo que podía ver el ojo, y
dijo fríamente: —Solo porque nunca te haya golpeado antes en el
pasado, no significa que nunca te golpearía.

Ese golpe fue sólido, y pasó mucho tiempo antes de que Qi Rong
pudiera hacer algún sonido. Se tumbó en el suelo como si fuera
un perro viejo, golpeando el suelo con los puños mientras gritaba:
—Primo príncipe heredero, ¡me pegaste! ¡Realmente me pegaste!
¡Cielos, nuestro noble, amable, compasivo, caritativo, príncipe
heredero que tiene miedo de pisar incluso a una pequeña
hormiga, en realidad se enojó y abrió un puño! ¡Está golpeando a
la gente! ¡INCREÍBLE! ¡¡¡INCREÍBLE!!!

Estaba increíblemente emocionado, volviéndose loco de euforia.


Lang Qian Qiu nunca había visto a nadie cuyas palabras y
acciones fueran tan excéntricas, y se sorprendió en la confusión
después de presenciar este acto singular. Murmuró: — ¿Está...
está loco?

Xie Lian estaba acostumbrado a ver la locura de Qi Rong, y no


pensó mucho en eso.

—Lo has escuchado. Él está loco. Su corazón y su mente están


desequilibrados, por lo que nada de lo que dijo es creíble.

La risa de Qi Rong se detuvo de repente. Se enseñó la cara y se


burló: —No se apresure a decirle a la gente que soy un psicópata.
Déjame preguntarte, ¿cómo murió el príncipe An Le?
Esta era la pregunta que Hua Cheng le había planteado, y ahora
se la había pedido a Xie Lian. La atención de Lang Qian Qiu se
centró repentinamente en ello nuevamente.

El corazón de Xie Lian se sacrificó y no pudo responder de


inmediato. Qi Rong, por otro lado, se levantó lentamente y se
sentó mientras se apoyaba en la estatua arrodillada: —Después
de que murió An Le, abrí su cadáver para inspeccionarlo, y todos
sus órganos fueron pulverizados por las vibraciones de una
extremadamente poderosa espada, que era la razón por la que no
tenía ninguna lesión externa, pero no podía dejar de toser sangre.
Esto era algo que ningún espadachín regular podía hacer. Al
principio pensé que los matones de Yong An habían traído a un
asesino a sueldo extraño para fingir la muerte de An Le como
enfermedad. Pero ahora que lo pienso, hay otra persona que
puede hacer esto, y no es otra que mi primo, defensor de la
justicia. Después de todo, nuestro Dios marcial Flor Coronada, su
alteza real, el príncipe heredero, es una flor de loto blanca como
la nieve, santo, puro y único de las montañas celestiales...

Hua Cheng lo pisoteó y Qi Rong soltó un grito de tristeza. Lang


Qian Qiu sintió que su cabeza iba a explotar; él sostuvo su cabeza,
sus ojos se enroscaron con rojo.

— ¡Cállate! ¡Sólo dime lo que sabes! ¿Quién es el verdadero


asesino? ¿Qué pasó en el banquete dorado? ¿Y qué le pasó al
príncipe An Le? ¿QUÉ DIABLOS PASÓ?

—Lang Qian Qiu, ¿por qué sigues confundido? —Qi Rong dijo: —
Incluso yo me di cuenta de lo que pasó. ¡Parece que realmente
no entiendes el tipo de persona que es tu Señor! Ven, ven, ven,
déjame diseccionar a mi buen primo para ti: este antiguo príncipe
heredero de XianLe fue y se convirtió en el Sacerdote principal de
Yong An, y te enseñó la esgrima durante cinco años...
Solo había pronunciado unas pocas palabras, y Xie Lian trató de
callarlo, pero antes de que pudiera apresurarse, la espada larga
de Lang Qian Qiu lo bloqueó.

— ¡Déjalo terminar!

— ¡Sabes que él está loco y aun así sigues escuchando sus locas
conjeturas!

Fang Xin estaba colgada, y aunque era una hoja delgada, su onda
de choque casi hizo que Lang Qian Qiu aflojara su agarre sobre
su espada larga. Pero justo en ese momento, una hoja curva
plateada golpeó ligeramente a Fang Xin, la anganchó y la apartó.
Xie Lian se sobresaltó y gritó: — ¡San Lang!

Qi Rong vio lo mucho que Xie Lian no quería que hablara y lo


desesperado que estaba porque no quería que Lang Qian Qiu
escuchara, por lo que Qi Rong tuvo que hacer lo contrario, y
aprovechó esta oportunidad: —El Príncipe An Le era nuestro buen
chico de XianLe, ¡muy obediente! Él escuchó mis instrucciones de
hacer una amistad falsa contigo, pero tu Señor se topó con
nosotros limpiando el nido de ratas de Yong An en el Banquete
Dorado, por lo que An Le escapó. Llegaste al Banquete Dorado,
viste lo que sucedió y el Sacerdote Principal, Fang Xin se convirtió
en el hombre más buscado del reino. Esta fue la historia anterior,
ni una palabra de mentira...

Xie Lian intentó avanzar hacia adelante y cerrar su boca varias


veces, pero cada vez Hua Cheng lo detenía. Xie Lian gritó
nuevamente.

— ¡San Lang! —Sin embargo, Hua Cheng no dijo una sola


palabra y solo siguió bloqueando a Xie Lian.

Cuanto más quería Xie Lian avanzar, más rápido se movían los
labios de Qi Rong.
—Este primo santo mío, cuando vio con sus propios ojos que la
gente de XianLe había cometiendo un asesinato, debe haber
pensado: ¿Cómo puede ser esto? ¡Eso no está bien! Entonces
fue a buscar al Príncipe An Le para educarlo un poco, pero cuando
lo buscó, Dios mío, ¿qué descubrió? El gran plan de An Le. ¡No
fue solo asesinar a algunos matones! ¡No hay forma de que el
primo pueda educarlo, así que endureció su corazón y mató la
última sangre de nuestra casa real con sus propias manos! -
Después atrapaste a tu Señor y lo clavaste muerto en ese ataúd,
y así termina la magnífica vida de mi primo como Sacerdote
Principal. Primo, ¿me equivoco?

Escupió una bocanada de sangre junto a los pies de la estatua: —


Te conozco demasiado bien. Te encanta hacer una mierda como
esta. Ancestros arriba, ¡miren qué buen descendiente tienen! No
solo la familia XianLe lo perdió todo, ¡incluso la línea de sangre
está cortada! XIE LIAN! ¡LA OMINOSA ESTRELLA, DIOS DE LA
MISERIA! ¡TU EXISTENCIA ES LA GRAN TRAGEDIA DE
XIANLE! ¿POR QUÉ NO TE MUERES? ¿CÓMO TIENES LA
CARA DE MANTENERTE CON VIDA?

— ¡Pero vi con mis propios ojos que mató a mi padre con su


espada! Lang Qian Qiu dijo: — ¿Cómo explicas eso?

—Si no había agua corriendo por tus jodidos ojos y arruinándote


la vista, entonces solo puedo pensar en una razón. Qi Rong
respondió: —An Le sí apuñaló a tu padre, pero no murió.

— ¿Acaso... él le dio el golpe final?

Qi Rong aulló.

— ¡Qué estás diciendo! Mi primo bueno es un alma tan amable,


¿cómo podría dar el golpe final? Cuando llegó, no habría atacado
de inmediato, tendría que hacer una pequeña demostración de
intentar salvar al pobre hombre primero. Pero, ja, tu viejo
probablemente se suicidó.
— ¿Qué quieres decir con que se suicidó? —Lang Qian Qiu
exigió.

— ¿Qué es lo primero que hará alguien que se salvó de estar al


borde del asesinato? —Qi Rong preguntó: —Después de ver a
tantos muertos en el Banquete Dorado, ¿cuál es tu primera
reacción?

Lang Qian Qiu todavía no lo había deducido por completo.

—Encuentro al asesino.

— ¡INCORRECTO! —Qi Rong gritó: —Después de que mi buen


primo salvara a tu padre y este recuperara el aliento, seguramente
habría dicho: — ¡Rápido! ¡Sacerdote principal! ¡Era el Príncipe An
Le quien lo había hecho! ¡Ve y mata al Príncipe An Le! No, no, no,
no solo eso, debío haber dicho algo peor, como: ¡Sacerdote
principal! ¡Traiga Qian Qiu! ¡Llama a todos! ¡Quiero que toda la
población de XianLe sea eliminada! ¡Quiero enterrarlos a todos
con los muertos!

Su tono imitador de desesperación y furia era inquietante de


escuchar, y Lang Qian Qiu se estaba volviendo cada vez más
pálido. Qi Rong continuó: —Incluso si no fue asesinado en el
lugar, tu vieja bruja tenía un nido completo de parientes matones
que fueron asesinados antes que él. Tendría que abrir fuego
contra la gente de XianLe, tarde o temprano. Tu buen Señor se
dio cuenta de esto, pensó en sus opciones y decidió que no, el
viejo no podía ser salvado, por lo que PLORK y el corazón del
anciano se enfría. Ese es el tipo de persona que es mi buen primo,
un santo que no puede tener arena en sus ojos, siempre haciendo
una mierda que daña a los demás y se lastima a sí mismo; quería
complacer a ambas partes, pero no tuvo éxito con ninguno, jejeje,
jajaja Jajaja...
Capítulo 53: Verdad o engaño; difícil de discernir (parte tres)

Xie Lian gritó: —Qi Rong, ¡cierra la boca!

Lang Qian Qiu volvió la cabeza con enojo: — ¿Por qué tiene que
callarse? ¿Porque lo que dijo es la verdad? En ese Banquete
Dorado, tú y An Le se rebelaron; uno mató a toda mi familia y el
otro terminó el golpe a mi padre. ¡¿Todos me están mintiendo?!

Xie Lian respondió apresuradamente: —No escuches...

Qi Rong interrumpió, — ¡POR SUPUESTO QUE TODO ES UNA


MENTIRA! Eres tan estúpido, si no eres tú, entonces, ¿a quién
más engañamos? ¡Si no fuera por alguien arruinó nuestros
planes, XianLe ya habría tomado tu puta vida a la edad de doce
años, en lugar de darte el lujo de crecer y ascender!

— ¿Doce? —Repitió Lang Qian Qiu. Lo más grande que sucedió


cuando él tenía doce años fue ese secuestro, salvado por Xie
Lian. Él exigió: —Ese año, ¿los ladrones que entraron al palacio
para secuestrarme fueron enviados por la gente de XianLe?

— ¡Duh! —Qi Rong chasqueó la lengua—. ¿Pensaste que algún


asesino ordinario puede simplemente secuestrar al príncipe
heredero de cientos de guardias reales? Por favor. Fui yo quien
ayudó a An Le en eso.

Lang Qian Qiu asintió.

— ¿Ayudó? Bueno. Entiendo. Así que mis amigos son todos


falsos. La gente de XianLe nunca se preocupó por nuestra
amistad. El Príncipe An Le nunca tuvo buenas intenciones, y en
cambio vino por nuestras vidas.

Se volvió hacia Xie Lian.


—Entonces, todo lo que me dijiste también era falso.

Qi Rong fingió parecer sorprendido: — ¡Ven, ven, ven, apúrate y


déjame escuchar lo que te dijo mi santo primo!

Lang Qian Qiu lo ignoró y continuó dirigiéndose a Xie Lian: —


Dijiste que Yong An y XianLe eran solo una nación en sus raíces;
los conflictos que la realeza tenía entre sí no tenían nada que ver
con sus ciudadanos. Ambas partes solían ser una familia, y bajo
el gobierno de nuestra generación, podría haber cambios para
mejorar. Mientras la gente fuera feliz, no importaba cómo se
llamara la casa real, y ambas partes podrían dejar de lado su
rencor y unirse a tiempo. Todo lo que era falso. ¡Todo un
disparate, tonterías, mentiras!

Esto era lo que Xie Lian no quería escuchar más. Él gritó de


inmediato.

— ¡No! ¡No es falso! Piensa: bajo tu régimen, ¿no hubo cambios


reales?

Lang Qian Qiu cerró la boca, conteniendo el aliento. Xie Lian


continuó: — ¿No te fue muy bien? ¿No se integraron
pacíficamente los ciudadanos de XianLe con la gente de Yong
An? Había menos y menos conflictos y disturbios, así que, ¿cómo
podría ser falso?

Hubo un momento de silencio y las lágrimas rodaron por las


mejillas de Lang Qian Qiu.

—Pero... pero ¿qué pasa con mis padres? Yong An y XianLe


uniéndose fue su mayor deseo, por eso le otorgaron el título
principesco An Le a tu última línea de sangre real. Su deseo se
hizo realidad, pero ¿qué hay de su fin?

Qi Rong chasqueó la lengua: — ¡Qué llorón llorón, como mi primo


santo una vez! Viniste llorando por tu viejo, y vieja bruja; ¡Ni
siquiera he acosado a tus ancestros por MI viejo y mi vieja bruja!
¿Joder, unir a Yong An y XianLe es su deseo? Que lindas
palabras An Le, An Le, se paz primero, alegría después38; ¿Crees
que no puedo ver que ustedes los perros Yong An quieren
caminar sobre las cabezas de XianLe por el resto de nuestras
vidas?

Xie Lian gritó enojado.

— ¡QI RONG, PARA CON TU LOCURA!

Lang Qian Qiu, por otro lado, fulminó con la mirada a Qi Rong, las
lágrimas aún caían de sus ojos.

— ¿Eres el cerebro detrás de la masacre de mi clan? ¿Y tú


también eres de los que estaban detrás del Banquete Dorado?

Qi Rong se rió.

—Sí, soy parte de eso. An Le era parte de eso también. ¡Y tu


Señor! Nosotros tres personas de XianLe fuimos parte.
Jajajajaja...

De repente, a mitad de sus risas, la espada larga de Lang Qian


Qiu se balanceó bruscamente hacia abajo y golpeó. Qi Rong gritó,
¡y su persona fue cortada en dos!

Era una escena extremadamente sangrienta, ambas mitades de


sus cuerpos rodaban por el suelo y su parte superior del cuerpo
gritaba: — ¡NO DUELE! ¡NO DUELE! ¡NO DUELE NI UN POCO!
EN COMPARACIÓN CON EL PUÑO DE MI PRIMO EL PRÍNCIPE
DE LA CORONA, ¡ERES NADA! ¡JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA! —

38
. An Le (): [安] significa 'seguro', 'paz', 'resolver'; [樂] significa —felicidad—,
—alegría—: Qi Rong estaba diseccionando las palabras por su cuenta y
extrayendo sus propios significados
Lang Qian Qiu no dijo una palabra, lo agarró por la cabeza y lo
recogió. Qi Rong todavía soltaba insultos, pero Xie Lian notó algo
extraño con la expresión de Lang Qian Qiu y dijo
apresuradamente: — ¡Qi Rong, deja de hablar si valoras tu vida!

Xie Lian siempre trató a los demás con amable respeto, sin
embargo, Qi Rong era alguien a quien no se podía enfrentar
normalmente; él lo sabía, por lo que cada vez que se enfrenta a
él, Xie Lian no quería ser educado en absoluto, e
inconscientemente se volvió grosero.

Lang Qian Qiu arrastró la parte superior del cuerpo de Qi Rong y


llegó al caldero gigante y en ebullición.

— ¿Usas habitualmente este caldero para cocinar humanos?

Habiendo sido arrastrado alrededor, el cadáver ensangrentado de


Qi Rong dibujó un grueso rastro de sangre en el suelo.

—Sí, ¿y?

Sin otra palabra, Lang Qian Qiu lo soltó.

—AAAAAAHHHH JAJAJAJAJAJAJAJAJA-

Era difícil discernir si Qi Rong estaba gritando o riendo, y en el


momento en que lo dejaron caer en ese caldero, su carne se
quemó instantáneamente y se hizo hervir. Xie Lian no había
esperado este desarrollo; sus pupilas se encogieron y gritó.

— ¡QIAN QIU!

Lang Qian Qiu respondió bruscamente: — ¿Qué? ¿Cuántas


personas ha comido el goblin verde Qi Rong? ¿No podemos
enseñarle lo que se siente estar cocinado? Él es el enemigo que
asesinó a mi clan, ¿no tengo permiso para hacerle sufrir?
Por supuesto que podía. Entonces, Xie Lian no podía decir nada,
y tampoco tenía derecho a decir nada. Sin embargo, no importa
como el príncipe heredero de un reino mortal, o como el dios
marcial del este del cielo, Lang Qian Qiu nunca había hecho algo
como esto. Siempre había sido sencillo en las peleas y nunca
había usado ninguna crueldad. Estas acciones estaban lejos del
Lang Qian Qiu que Xie Lian conocía.

Después de ser arrojado al agua hirviendo, después de un rato,


cuando Qi Rong fue levantado, su cuerpo ya no retuvo la forma
del ser humano, y en cambio se parecía a un trozo de piel y carne,
huesos que sobresalían en algunas áreas, lo que los aterrorizaba.
Sin embargo, parecía bastante complacido y todavía se estaba
riendo.

— ¡Felicidades, primo! ¡Mira a tu buen discípulo! ¡Sus alas se han


endurecido! ¡Es cruel y sabe cómo torturar ahora!

Lang Qian Qiu soltó nuevamente su agarre, y Qi Rong fue


sumergido nuevamente en el caldero burbujeante. Esta vez,
cuando lo dejaron caer, parecía que incluso sus huesos estaban
disueltos por el líquido hirviendo. Qi Rong no volvió a flotar, y solo
surgieron restos de algunas telas verdes en la superficie. Después
de un tiempo, después de no haber visto su sombra, Xie Lian no
pudo evitar gritar: — ¡Qi Rong!

Su primo más joven, que alguna vez no podía callarse sobre su


primo el príncipe heredero, lo había idolatrado y alabado por todo
lo que hizo. Sin embargo, después de la caída de XianLe, se había
convertido en un loco por completo. Dirigió la quema de sus
templos, la profanación de sus palacios, y encargó las estatuas
del Príncipe heredero arrodillado en todas partes, fijándolas como
umbrales. Para hacer sufrir a Xie Lian, él podía hacer cualquier
cosa. Xie Lian hizo todo lo posible por aguantar ese
comportamiento y, si se tratara de otros, haría todo lo posible por
obstruir; hasta que finalmente, cuando ya no podía tolerarlo, solo
podía mantenerse alejado y practicar: fuera de la vista, fuera de
la mente.

Después, habían perdido el contacto durante muchos años, y Xie


Lian pensó que Qi Rong había fallecido. Quién hubiera sabido
que, después de tanto tiempo, de repente se encontraría con una
figura del pasado y vería esa cara que se parecía a la suya.
Realmente no podía decir si había algún sentimiento de nostalgia
o remordimiento. Después de todo, los únicos que quedaban de
la casa real de XianLe eran ellos dos. Pero ni siquiera se habían
visto por mucho tiempo antes de que muriera frente a él, e incluso
fue asesinado por un Lang Qian Qiu que ni siquiera podía usar
varas de madera para castigar. Tanto sucedió en tan poco tiempo,
Xie Lian ni siquiera había ordenado los pensamientos en su
cabeza, su corazón era un desastre.

Lang Qian Qiu estaba de pie junto al caldero con la cabeza baja,
sin hablar. En ese momento, Hua Cheng dijo: —No murió.

Lang Qian Qiu levantó la cabeza para mirarlo. Hua Cheng


continuó: — ¿No crees que esto es realmente una venganza, no?
Solo mataste a uno de sus muchos clones. Si quieres exterminarlo
por completo, necesitas encontrar sus cenizas.

—Gracias por recordarme —dijo fríamente Lan Qian Qiu. —


Definitivamente lo capturaré con mis propias manos y usaré sus
cenizas para presentar mis respetos a mi estimado padre y madre.
Cuando eso suceda, vendré y resolveré las cosas contigo.
Sacerdote principal, ¡no te atrevas a pensar en huir!

Cuando terminó sus palabras, agarró su espada larga y golpeó,


cortando el caldero, y giró bruscamente para alejarse. El agua
hirviendo se derramó del caldero, y el líquido se llenó con hileras
de huesos vertidos en el suelo. Xie Lian quería perseguirlo, pero
sabía que no sería útil.
Frenó en su paso y se detuvo, parado, incapaz de hablar. Hua
Cheng se le acercó.

—Acaba de descubrir la verdad, por lo que es mejor dejarlo solo


y calmarse.

Xie Lian se quedó estupefacto: — ¿Por qué debe saber la verdad?


¿Era la verdad tan importante?

—Muy importante. —Hua Cheng respondió: —Necesitaba saber


qué hizo usted y qué no, y por qué tuvo que hacer lo que hizo.

Xie Lian se dio vuelta en un ataque y dijo fríamente: — ¿De qué


sirve saber todo tan claramente? ¿Sería menos culpable si matara
a menos personas? ¿Serían las cosas menos difíciles?

Hua Cheng no respondió. Una ráfaga de ira surgió del pecho de


Xie Lian, y ni siquiera sabía con quién estaba enojado. Dejó
escapar: — ¿Y qué maldita dificultad he experimentado? Su
majestad el rey padre siempre había querido integrar los dos
clanes, ¿no lo maté? El príncipe An Le fue el último en la línea de
sangre de mi familia, ¿no lo maté? No importa que sea todo culpa
mía, entonces, si toda la culpa es mía, ¿qué hay de malo en eso?
¿A qué hay que temer? ¡Lo que sea que venga hacia mí, no puedo
morir de todos modos! Hice esto. Traigo la desgracia. Y ahora lo
he traído al Príncipe An Le, a Qi Rong y a todos en XianLe. ¿No
es mejor odiar a uno en lugar de a todo? ¿Debe pensar que todo
lo que le enseñé era falso, y nada más que una mierda vacía?

Hua Cheng lo observó en silencio y no discutió. Los dos se


miraron el uno al otro, y de repente Xie Lian se cubrió la cara con
las manos.

—Lo siento. Lo siento, San Lang. Me he vuelto loco. Lo siento.

—No es nada. Es mi culpa —dijo Hua Cheng.


—No, no tienes la culpa. Este es mi problema. —Xie Lian se dejó
caer al suelo y se sentó, sosteniendo su cabeza—. Qué desastre.
Qué desastre tan desastroso.

Después de un momento, Hua Cheng se sentó a su lado.

—No te equivocaste.

Xie Lian sostuvo su cabeza y no dijo nada. Hua Cheng continuó:


—El rey de Yong An fue asesinado para proteger a las personas
restantes de XianLe. El príncipe An Le fue asesinado para evitar
que los dos clanes lucharan. Al final, para morir en manos de Lang
Qian Qiu, el asesino se enfrentó a la justicia. Tres vidas
intercambiadas siglos de paz, vale la pena. Si fuera yo, habría
hecho lo mismo. Escúchame.

Su voz era firme, sin lugar a dudas.

—No te equivocaste. Nadie podría haberlo hecho mejor que tú.

Xie Lian estaba callado. Después de un tiempo, finalmente dijo:


—Simplemente no creo que sea correcto.

Lentamente levantó la cara.

—Simplemente no creo que sea correcto que alguien haya sido


amable pero que haya tenido un mal final.

»Incluso si es falso, quería que Qian Qiu recordara que su


benevolencia hacia XianLe sería recíproca. Hacer lo correcto
abrirá caminos interminables. No como ahora, donde piensa que
todo lo que le dije, todo lo que creía, eran falsas, mentiras,
engaños. ¡Que todo era una mierda! Yo solo…

Levantó su mano derecha y dijo mientras la miraba dijo: —No


quiero ver a nadie pasar por lo que he pasado.
Hua Cheng escuchó en silencio. Xie Lian se sintió cohibido por las
palabras vulgares que usó y se disculpó de nuevo: —Lo siento.
Pero mira lo increíblemente tontas que son las cosas en este
mundo. Las primeras generaciones del gobierno de Yong An se
llenaron de violencia y crueldad, pero ninguna murió en la
tragedia. Cuando se trató de los padres de Lang Qian Qiu, todo lo
que querían era hacer algo bueno, hacer algo grandioso, pero
terminaron de esa forma.

El rey de Yong An lo honró como el sacerdote principal, y lo trató


con el mayor respeto. Incluso al final de su vida, falleció sin
ninguna señal de que la confianza se dispersara. Los ojos de Xie
Lian miraron al frente, pero estaban desenfocados y susurraron:
—Realmente no puedo olvidar... la mirada en su rostro cuando mi
espada lo penetró.

Hua Cheng dijo suavemente: —Olvídese de eso. Eso fue culpa de


Qi Rong y del Príncipe An Le.

Xie Lian negó con la cabeza y la enterró entre sus rodillas, con la
voz exhausta.

—Y todo iba bien también.

Cuando el padre de Lang Qian Qiu ascendió por primera vez al


trono, su primera regla fue romper la cultura de oprimir a la gente
de XianLe. La gente de XianLe y la gente de Yong An finalmente
experimentaron paz entre sí por primera vez; finalmente hubo
vientos de cambio, finalmente un signo de integración, finalmente
la esperanza de dejar atrás el conflicto, y el Príncipe An Le tuvo
que elegir ese momento para inundar el Banquete Dorado con
sangre.

Esa noche, cuando escapó y encontró al Príncipe An Le,


originalmente iba a advertirle que nunca volvería a provocar
problemas. Sin embargo, después de que el último descendiente
de su casa real descubriera su verdadera identidad, lo agarró con
entusiasmo y le pidió que se uniera a su gran plan de venganza y
recuperación de su reino. Sus ojos estaban rojos de pasión, su
voz alta de emoción; primero juró derramar sangre en el Banquete
Dorado, luego aniquilar a Lang Qian Qiu y causar estragos en
Yong An. Lo harían incluso a costa de destruir la creciente amistad
entre los dos pueblos; a costa de todas las vidas que quedaban
de XianLe; a costa de arrastrar todo Yong An, la realeza y la
población común, a las profundidades del infierno.

Pero al final, lo que fue asesinado fue asesinado, lo que fue


muerto fue muerto. No importa por la razón, no importa lo más
convincente que sea la razón, la verdad es que mató con sus
propias manos a un rey honorable que realmente quería erradicar
la discriminación, y al último descendiente de sangre de su familia
en este mundo.

Por lo tanto, se merecía toda la culpa.


Capítulo 54: En la guarida del caníbal; el Rey Demonio se enfrenta a los oficiales
celestiales (parte uno)

Xie Lian giró la cabeza para mirar esa estatua de rodillas que
parecía abatida y dijo: —Qi Rong tenía razón en una cosa. Soy un
gran fracaso.

—No creas en las palabras de una basura inútil como él —dijo


Hua Cheng con suavidad—. Aparte de ser bueno en no morir y
huir, no tiene nada más a su favor. Ni siquiera puede subir de nivel
a un supremo después de ochocientos años. Incluso golpearlo
solo ensuciaría las manos.

Los labios de Xie Lian se alzaron hacia arriba, pensando ¿no era
él también lo mismo? Solo era bueno para no morir y escapar,
incluso después de ochocientos años, él solo había llegado tan
lejos, no está en ninguna parte.

Al principio, cuando vio a Lang Qian Qiu como el dios marcial del
este, clasificándose como un alto funcionario celestial, pero
manteniendo su antiguo carácter, todavía sencillo, aún dormido
en reuniones aburridas, se sintió bastante reconfortado. Sin
embargo, de ahora en adelante, ¿quién sabe cómo cambiaría?
Fue en busca de Qi Rong; Una vez hecho esto, ¿cómo terminaría
las cosas con Xie Lian?

Xie Lian se levantó y caminó lentamente hacia la estatua. Se paró


frente de esta; esa cara era exactamente igual a la suya, solo que
estaba tallada en una expresión triste, con la cara cubierta de
lágrimas, arrugada y fea. Después de mirarla por un momento, Xie
Lian suspiró y puso su mano en su cabeza, y dio un poderoso
golpe.

Cuando quitó la mano, dos grietas largas se subieron a las mejillas


de la estatua, y poco después, la cara llorosa se rompió. La
estatua se derrumbó y se deshizo en pequeñas rocas, cayendo al
suelo, para nunca ser restaurada.

Cuando Xie Lian se dio la vuelta otra vez, su habitual expresión


suave y pacífica volvió a su rostro. Se frotó la frente y dijo: —La
guarida de Qi Rong probablemente todavía tiene muchos
humanos ocultos, déjame encontrarlos y dejarlos ir.

Hua Cheng se levantó también.

—Vamos.

Durante el alboroto anterior, todos los pequeños demonios


linternas verdes en la guarida de Qi Rong se habían escapado, y
los que no lo hacían estaban escondidos en las sombras,
temerosos de salir. Los dos buscaron por todas partes, atraparon
a un par de pequeños demonios desafortunados en el camino y
los obligaron a liderar, y encontraron muchas cuevas utilizadas
para almacenar alimentos frescos. En términos aproximados, el
número de personas que Qi Rong capturó para el consumo era
en realidad no menos de trescientas; Eran aldeanos o viajeros
cercanos.

Los dos desbloquearon las celdas de la cárcel mientras vagaban,


dejando ir a todos los detenidos. Con las tareas a la mano, Xie
Lian pudo cambiar el enfoque y calmarse. Ahora que estaban
libres, también tuvo tiempo de conversar con Hua Cheng, por lo
que reflexionó sobre sus palabras, pero de todos modos preguntó:
—Por cierto, San Lang, quería preguntarte algo.

— ¿Qué es? —Preguntó Hua Cheng.

— ¿Cómo supiste que Qi Rong era el cerebro detrás del complot


del Banquete Dorado? —Preguntó Xie Lian.

Incluso si al principio no sabía por qué Hua Cheng lo llevó a él y a


Lang Qian Qiu a la guarida del Goblin Verde, ahora sí lo hacía. El
objetivo de Hua Cheng era que Lang Qian Qiu escuchara por sí
mismo la confesión de Qi Rong a todo el plan del Banquete
Dorado.

—Qi Rong no sabía que yo era Fang Xin —dijo Xie Lian—. Si lo
hubiera sabido, me habría acosado desde el principio. En ese
momento, aunque sabía que los antiguos reyes de XianLe
estaban tramando algo malintencionado, tampoco sabía que Qi
Rong estaba detrás de todo eso. Entonces, ¿cómo te enteraste?
¿Cuánto hace que sabes esto?

—No demasiado —Hua Cheng agitó la mano y caminó a su lado.


—Me he encontrado con Qi Rong varias veces y he aprendido el
tipo de persona que es. Qi Rong era de XianLe cuando estaba
vivo, y miró a Yong An con profundo odio. Era bueno en el arte de
la provocación, avivar incendios y fabricar situaciones. Muchos de
los principales complots de asesinato de los nobles de Yong An
estaban encabezados por él, pero se escondió muy bien.

Xie Lian negó con la cabeza.

—Así que él ya tenía una historia. Lo bueno es que es bueno para


esconderse, de lo contrario, si los cielos descubrieran que tenía él
que ver en todos esos conflictos mortales, no le mostrarían
ninguna misericordia.

—Derramar la sangre en el Banquete Dorado era su estilo —dijo


Hua Cheng. —Así que siempre creí que el autor intelectual era él,
y el Sacerdote Principal, Fang Xin, era su lacayo. Pero, en la corte
superior, Lang Qian Qiu lo identificó como el Sacerdote Principal
Fang Xin, entonces no había forma de que Fang Xin y Qi Rong
estuvieran en el mismo barco.

Los pasos de Xie Lian se desaceleraron. Parecía que a pesar de


que Hua Cheng no estaba presente en los cielos, todavía estaba
muy informado de lo que sucedía en el Gran Salón Marcial. Y no
solo eso, también estaba muy bien informado de su relación
personal con Qi Rong.

Hua Cheng continuó: —Sin embargo, todavía me incliné hacia Qi


Rong como el cerebro, o al menos el que comenzó todo. Los
habitantes remanentes comunes de XianLe, después de que el
padre de Lang Qian Qiu hubiera ascendido al trono, habían
recibido muchas mejoras en sus vidas y ya no pensaban en
vengarse de su reino caído. Los únicos que no lo dejarían ir serían
la casa real de XianLe. En ese momento, el único descendiente
restante era el Príncipe An Le. Si Qi Rong quería pedirle a alguien
que empezara algo, debe ser él. Muy convenientemente, esta
persona murió al azar de una enfermedad desconocida justo
después del Banquete Dorado, ¿no era eso obviamente obvio?

Xie Lian asintió, y Hua Cheng concluyó: —Así que lo más


probable es que lo mataran, y la razón de su muerte tuvo algo que
ver con el Banquete Dorado. Mi primera deducción fue que fue
obra de la nobleza de Yong An, pero a la gente restante de XianLe
no le pasó nada, por lo que no pudieron haber sido ellos. Lo pensé
y llegué a mi conclusión actual.

Xie Lian sonrió y se sorprendió: —Con tan pocas pistas y aun así
puedes deducir con tanta precisión.

—No es difícil —dijo Hua Cheng, —solo hay que conocer muy
bien a las principales personas involucradas.

—Eso es cierto, pero en tu deducción, hubo un preámbulo


significativo que no entiendo.

— ¿Y eso es? —Preguntó Hua Cheng.

— ¿Por qué crees tan firmemente que el que hizo el primer


movimiento debió ser Qi Rong?
—No era que yo creyera que él lo hizo. Solo creí que usted no lo
hizo.

Al oír esto, Xie Lian dejó de sonreír. Se quedó callado por un


momento antes de preguntar: — ¿Por qué es eso?

—Si hubiera admitido que derramó la sangre en el Banquete


Dorado usando cualquier otra razón, entonces hubiera creído que
era usted —respondió Hua Cheng. —Pero el rey Yong An fue
sincero en su gobierno, amado por la gente y, sin embargo, Lang
Qian Qiu dijo que la razón que usted le dijo fue: no podía soportar
verlos en esa posición.

—Esa era la declaración modelo de alguien que derribó la corona.


Pero si esas palabras vinieran de usted, entonces sería un mal
intento de empañar su propio nombre.

Al escuchar esto, Xie Lian soltó una carcajada.

— ¿Manchar mi propio nombre? ¿No pensaste que podría no


haber albergado esos pensamientos en el fondo? Tal vez tengo
algunos resentimientos escondidos.

—Los pensamientos son pensamientos, usted no habría actuado


sobre ellos —dijo Hua Cheng.

—Tú... — Xie Lian cerró los ojos y sacudió la cabeza, como si no


estuviera decidido a comentar. Hua Cheng instó—. ¿Qué?
Dígame. No importa.

Xie Lian masticó sus palabras, pero finalmente dijo: —Creo que
es mejor que las personas no tengan demasiadas esperanzas en
el otro.

— ¿Oh? —Hua Cheng tarareaba—. ¿Y qué quiere decir con eso?


—No creas que alguien es demasiado perfecto. —Xie Lian
respondió: —Si solo se trata de observar una sombra desde lejos
y nunca tener que interactuar, entonces n importa. Pero una vez
que la conoces y te acercas, un día acabarás encontrando que
esta persona no era lo que habías imaginado, tal vez incluso todo
lo contrario. Cuando eso suceda, estarás muy decepcionado.

Hua Cheng no estuvo de acuerdo.

—Nunca se sabe. No me importa si alguien más está


decepcionado. Pero para algunos, la existencia de cierta persona
en este mundo es en sí misma, la esperanza.

A pesar de que no especificó quiénes eran, algunos y quiénes


eran, cierta persona, su tono sencillo y casual como si fuera un
comentario improvisado, el corazón de Xie Lian se elevó y hasta
se sintió ligero.

Hizo una pausa en su paso y no pudo hablar. Algunos momentos


después de que de repente habló,

—San Lang, ¿quién eres realmente?

Hua Cheng también se detuvo y volvió la cabeza para mirarlo.

Xie Lian lo miró directamente a los ojos y le preguntó, pensativo:


—Sabías quién era Qi Rong y sabías qué tipo de persona era.
Sabías quién soy y sabías cómo pintar al Príncipe Heredero que
complacía a Dios. Parece que sabes todo sobre mí. Tú sabes
mucho. Tal vez incluso más.

Hua Cheng levantó los ojos.

— ¿No siempre sé mucho?

Xie Lian negó con la cabeza: —No es lo mismo.


Su mano izquierda sostuvo su codo derecho, mientras que su
mano derecha apoyó su barbilla, miró a Hua Cheng con asombro:
—Siempre he tenido la sensación de que eres alguien de mi
pasado, y debes haberme conocido desde muy temprano. Tal vez
fue durante mi primera ascensión, no, tal vez incluso antes. Sin
embargo... Realmente no lo recuerdo. ¿Cuándo he conocido a un
personaje como tú?

Alguien como Hua Cheng sería inolvidable después de la primera


reunión. Xie Lian nunca se había golpeado su cabeza y perdido
sus recuerdos, así que si se habían encontrado, no había razón
para no recordar.

Xie Lian lo miró fijamente, algo desconcertado.

— ¿Quién eres exactamente? ¿Te he conocido antes?

Hua Cheng no respondió, pero sus labios se levantaron


suavemente. Xie Lian entendió de inmediato y se dio cuenta de
que sus preguntas eran extremadamente inapropiadas.

El nombre real de un demonio era generalmente un secreto, a


menos que fuera alguien anormalmente imposible como Qi Rong,
no había razón para decírselo a nadie.

Xie Lian dijo apresuradamente: —Lo siento, no me hagas caso.


Solo preguntaba. No tienes que responderme Quienquiera que
seas no importa.

En ese momento, los ojos de Hua Cheng se entrecerraron. Xie


Lian se dio cuenta de que debía haber notado algo y volvió la
cabeza hacia atrás. Detrás de ellos, no muy lejos dentro de una
cueva, llegaban ruidosas charlas, y una voz clara y fuerte de una
mujer dijo: —Te lo dije, mis poderes son más fuertes en la forma
femenina, ¡incluso mi suerte es mejor! Sin embargo, todavía no
me dejaste. ¿Lo ves ahora? ¡Lo rodamos bien esta vez!
Era la voz de Shi Qing Xuan. Xie Lian soltó: — ¡Señor del Viento!

Como había adivinado, una cultivadora de dama vestida de blanco


salió corriendo de una cueva, y sus ojos se iluminaron cuando vio
a Xie Lian.

— ¡Lo encontré! ¡Su alteza está aquí!

Sin embargo, luego vio al Hua Cheng de pie detrás de Xie Lian, y
su rostro cayó inmediatamente. Ella saltó hacia atrás y le mostró
su abanico de Señor del Viento. Antes de que Xie Lian tuviera la
oportunidad de decir algo, otra voz de un hombre hizo eco desde
el interior de la cueva: — ¿Lo encontraste? ¿Cómo están las
cosas?

La voz se acercaba y pronto apareció la sombra de otra persona,


y era Feng Xin. Tenía en la mano izquierda un arco largo y negro,
y en el momento en que vio a Hua Cheng, retiró la cuerda de plata,
en alerta máxima. Hua Cheng se rió entre dientes y no hizo ningún
comentario. Xie Lian dijo apresuradamente: —Guarda tus armas,
podemos hablar.

Los cuatro se encontraron en el camino estrecho de la guarida del


goblin verde, dos contra dos. Feng Xin hizo que la cuerda del arco
se tensara por completo, una cadena de luz espiritual se formó en
forma de una flecha dentro de su mano derecha, y la apuntó a
Hua Cheng. Él habló primero, con su voz llena de advertencia: —
Su alteza, ven aquí.

El arco de Feng Xin fue dado por Jun Wu, llamado Arco
FengShen39, y era un dispositivo espiritual bastante problemático.
Xie Lian tenía miedo de que disparara de verdad y se apresuró a
pararse frente a Hua Cheng, protegiéndolo. Pero,
inesperadamente, Hua Cheng lo agarró por detrás y lo tiró hacia
atrás.

39
Significa —Dios del Viento—
Ese tirón sobresaltó a los otros dos. Shi Qing Xuan
inmediatamente levantó su mano.

— ¡Hua Cheng! ¡Lluvia Sangrienta que busca la Flor! ¡N-n-n-n-no


no hagas nada precipitado! ¡La quema de tu Mansión Paraíso fue
un accidente! ¡Si estás disgustado, podemos hablar! Los cielos
pueden pagarte. Su majestad no es pobre. Deja ir su alteza, y
hablemos.
Capítulo 55: En la guarida del caníbal; el Rey Demonio se enfrenta a los oficiales
celestiales (parte dos)

Xie Lian no sabía si reír o llorar, pero todavía estaba


inmensamente agradecido.

—Señor del Viento, está equivocado. En realidad…

Quería explicarle que Hua Cheng no vino a buscar recompensas


debido a Mansión Paraíso, pero Shi Qing Xuan le estaba lanzando
miradas maliciosas, como si le dijera que no diga ni una palabra.
Hua Cheng tampoco discutió y levantó la voz: —Ni siquiera he
pensado en todo el incidente con Jun Wu poniendo un espía bajo
mis ojos, así que no hay nada de qué hablar.

Xie Lian finalmente entendió. Shi Qing Xuan ya podía ver que Hua
Cheng no tenía malas intenciones, y todo esto no era más que un
acto por el que Hua Cheng lo secuestraba como su compensación
en busca de venganza, por lo que los cielos no hablarían y dirían
que era Xie Lian quien se había escapado. Hua Cheng también
entendió la intención de Shi Qing Xuan y cooperó. Sin embargo,
Xie Lian no quería seguir esta ruta.

—Está bien, dejen de actuar. Él solo vino a los cielos para


salvarme. San Lang tenía buenas intenciones, ¿por qué ocultarlo?

— ¿Ya no actuemos? —Shi Qing Xuan respondió: —Ya envié


esos dos intercambios a la matriz de comunicación. No entiendes.
No importa qué tan buena sea la intención, después de que hayan
sido transmitidas, las palabras siempre terminarán siendo
negativas. Así que podrían ser negativas desde el principio.

—Usted entiende a la gente —comentó Hua Cheng.


— ¡Por supuesto! De lo contrario, ¿cómo podría yo, el Señor del
Viento, ser tan popular en los cielos? —Shi Qing Xuan se atrevió
a decir: — General Nan Yang, baje su arco.

Sin embargo, Feng Xin todavía tenía el arco casi al máximo,


conteniendo la respiración y sin decir una palabra. Shi Qing Xuan
lo abofeteó: —Sáquelo, ¿no puede ver que están cerca? Nada
malo va a pasar.

Feng Xin dijo en voz baja: —Su alteza, el que está a su lado es
un supremo…

Al ver que su tensión no caería, su arco se relajó, Shi Qing Xuan


de repente se estrelló contra su brazo.

Al instante, el rostro de Feng Xin palideció, peor que si hubiera


visto un fantasma por un millón de veces, y gritó, la cadena del
arco spiritual se disipó impotentemente como las nubes. Abrió la
boca y una larga cadena de fuertes maldiciones salió, angustiado
hasta la médula.

— ¡¡QUÉ MIERDA!! ¡¡¡QUÉ MIERDA ESTÁS HACIENDO!!!

Resultaba que Shi Qing Xuan había usado sus senos para
embestir su brazo, el que sostenía la flecha. Ese golpe había
aterrorizado a Feng Xin. Shi Qing Xuan hizo girar su escobillón
hacia atrás, elegantemente despreocupado, como si no hubiera
hecho nada inapropiado.

—Ni siquiera he preguntado qué está haciendo USTED. Acabo de


decir que la Lluvia Sangrienta que busca la Flor fue a salvar a su
alteza, y todavía lo apunta con su flecha. Si quieres pelear tanto
con él, no le ayudaré.

Feng Xin ya había retrocedido un millón de millas, pareciendo que


nunca se acercaría a ella nunca más, y gritó consternado: — ¡NO
TE ATREVAS A HACERLO DE NUEVO! ¡¡¡NUNCA!!! ¡¿ME
ESCUCHAS?!

Al verlo evadirla como serpientes, Shi Qing Xuan, que estaba tan
segura de su belleza etérea, en realidad se sentía bastante
deprimida.

—Bien, bien, bien. No lo volveré a hacer. No es como que sufrió


una pérdida, ¿qué hay de esa reacción? —Como si sintiera que
había perdido la cara, Shi Qing Xuan volvió a ser un hombre y se
dio la vuelta—. ¿Eh? ¿Dónde está Qian Qiu?

Al escuchar sus palabras, Feng Xin finalmente se calmó un poco


y miró a su alrededor también. Xie Lian dijo Ah y dijo: — ¿No está
en la matriz de comunicación?

—No —Shi Qing Xuan respondió: —Después de que tiró los


dados y se fue, no hemos escuchado ni una sola vez. Le pregunté
muchas veces cuál era la tirada correcta, pero él nunca respondió.
Antes, cuando hablaba con Qian Qiu, siempre respondía muy
rápido, y no solo a mí, sino a todos los demás funcionarios,
independientemente de la clasificación. Tan raro.

Xie Lian dejó escapar un suspiro.

—Su alteza Tai Hua salió para perseguir a Qi Rong.

Los otros dos fueron tomados por sorpresa.

—Qi Rong?

—Sí. —Xie Lian respondió: —Este lugar aquí es la guarida de Qi


Rong. Suspiro, en cualquier caso...

Feng Xin interrumpió: —Espera. ¿Por qué su alteza Tai Hua fue a
perseguir a Qi Rong? ¿No vino él a perseguirte?
—No hay razón —respondió Hua Cheng por detrás—. Estaba
persiguiendo al verdadero cerebro detrás del derramamiento de
sangre del Banquete Dorado, y lo único que hizo su alteza real fue
limpiar el trasero de ese asesino. Lang Qian Qiu descubrió la
verdad y fue a perseguir al verdadero culpable. Eso es todo.

Feng Xin se sorprendió.

— ¿El verdadero culpable? ¡¿Es esta la verdad?!

Xie Lian sintió que realmente no era el momento ni el lugar para


explicar todos los detalles complejos y negó con la cabeza: —No
es tan simple. Te explicaré más cuando volvamos.

Shi Qing Xuan, aunque ignorante de la historia interna, estaba


feliz: — ¡Sabía que había un malentendido en todo esto! ¡Tengo
tales premoniciones divinas! Ahora, incluso si regresas, ya no
estarías detenido.

— ¡Bien! —Dijo también Feng Xin, luciendo como si estuviera


muy aliviado. Guardó su arco y la tensión que tenía también
disminuyó significativamente. Hua Cheng por otro lado, solo
resopló fríamente.

— ¿Lo sabías? —Xie Lian le dijo a Feng Xin: — ¿Ese Qi Rong era
ese Qi Rong?

Feng Xin preguntó: — ¿Cuál Qi Rong? ¿Quién? Entonces se


sobresaltó: — ¿El que conocimos?

— ¿Entonces, tampoco te diste cuenta de que era él? —Dijo Xie


Lian.

La cara de Feng Xin se oscureció.

—No. Nunca me he encontrado con el Goblin Verde, y siempre


había asumido que el nombre era solo una coincidencia. ¿Qué
clase de idiota andaría con su nombre real? ¡Eso es una locura!
—Pero en el momento en que las palabras salieron de su boca,
instantáneamente recordó que Qi Rong estaba realmente loco, y
sus ojos se encontraron con los de Xie Lian, ambos guardando
silencio en el entendimiento mutuo.

Mucho antes de que los dos ascendieran, Feng Xin había


despreciado a Qi Rong. Qi Rong era el hijo de la hermana
pequeña de la madre de Xie Lian, la última reina de XianLe. Creció
en el palacio real, pasó sus días aferrándose a Xie Lian, y como
guardia personal de Xie Lian, Feng Xin, por supuesto, veía a Qi
Rong con frecuencia. Era joven, inmaduro, torpe, enérgico,
extremo, y lo peor era que, como reyes, nadie se atrevía a
educarlo o disciplinarlo. Era fácil imaginar cuán inútil era él.

Solía colgar siempre en sus labios las palabras: ¡Mi primo, el


príncipe heredero, es perfecto! Mi primo, algo, mi primo esto. Si
alguien fuera remotamente irrespetuoso a Xie Lian, o le hubiera
causado problemas, no importaría quién fuera, Qi Rong
seguramente embolsaría a esa persona con un saco de heno y la
golpearía a muerte. Nunca tuvo en cuenta algún cuidado por los
ancianos, los discapacitados o los jóvenes. Incluso una vez, Xie
Lian salvó a un niño menor de diez años bajo las manos de Qi
Rong. El pobre niño fue golpeado hasta ser una sangrienta pulpa;
miserable hasta el hueso. Sin embargo, Xie Lian era consciente
del linaje de Qi Rong, además de que estaba genuinamente de su
lado, por lo que nunca lo había disciplinado físicamente. Pero si
solo se tratara de llamadas de atención por palabras, Qi Rong no
cambiaría, no importa cuántas veces se le regañó y causaría
muchos dolores de cabeza.

Feng Xin era una persona mucho más directa, no tan paciente
como Xie Lian, y constantemente disputaba con Qi Rong,
desobedeciendo sus órdenes. Y así, Qi Rong también lo
despreciaba, y siempre encontraba nuevas formas de meterlo en
problemas, lo obligaba a hacer recados irrazonables. Además,
después de que Xie Lian hubiera ascendido, Qi Rong se volvió
aún más absurdo, por ejemplo, si alguien escupiera ante el
Palacio del Príncipe Heredero, intentaría forzar quemar carbón en
la garganta de esta persona. Para evitar que vaya demasiado
lejos, Feng Xin tuvo que descender con frecuencia para limpiar lo
que hacía. Realmente molestoso! Siempre le decía a Xie Lian: —
Qi Rong está loco, ¡e incitará al caos algún día!

—Si realmente fue él, entonces no es de extrañar que lo haya


hecho —dijo Feng Xin.

Shi Qing Xuan tenía curiosidad.

— ¿Qué, todos conocen al Goblin Verde?

Xie Lian asintió.

—Él es mi primo menor.

Shi Qing Xuan se sorprendió y se cruzó de brazos: —Bueno, ¿no


es él alguien singular?

—Él es algo más que singular —dijo Xie Lian.

—No estoy hablando de él —dijo Shi Qing Xuan—. ¡Estoy


hablando de usted! Su alteza, mírese; los dioses marciales del
sudeste y el sudoeste son sus viejos amigos, el dios marcial del
este es su discípulo, esa Linterna Verde es su primo menor, la
Lluvia Sangrienta que busca la Flor es su hermano jurado, y yo,
el Señor del Viento, soy su amigo. ¿No es eso algo singular?

Xie Lian sonrió, pensando que el Señor del Viento ciertamente


tenía un carácter alegre acorde con su título; en el momento en
que sopló el viento, todas las nubes sombrías se dispersaron. Sin
embargo, cuando Hua Cheng y Feng Xin escucharon que: La
Lluvia Sangrienta que busca la Flor es su hermano jurado, ambos
mostraron una expresión de desacuerdo. Hua Cheng arqueó las
cejas y Feng Xin juntó las suyas.
Después de un momento, Feng Xin se dirigió a Xie Lian: —Si no
hay nada más, es mejor que regreses a la corte celestial. Muchos
de los funcionarios celestiales todavía no tienen idea de lo que
sucedió en ese alboroto, y todavía están esperando arriba. Jun
Wu ya debería estar informado. Tienes que informar y darles una
explicación adecuada.

Al escuchar sus palabras, Hua Cheng rió a carcajadas.

— ¿De qué te ríes? —Feng Xin exigió.

—Y aquí me preguntaba qué tan sencillo era, pero resulta que


también le gusta hablar de manera indirecta. —Hua Cheng dijo:
—Simplemente no quieres que su alteza se asocie con los
demonios y fantasmas, ¿por qué no decirlo abiertamente? ¿Crees
que no es tu lugar para decirlo?

Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.

—San Lang...

—Siempre y cuando sepas que no debería asociarse con


demonios y fantasmas —dijo Feng Xin con frialdad.

Hua Cheng no hizo ninguna indicación de estar de acuerdo o en


desacuerdo con ese sentimiento, y Xie Lian lo interceptó,
respondiendo a Feng Xin en voz baja: —Informaré y daré una
explicación adecuada, pero en este momento hay cosas más
importantes a la mano. Qi Rong había escondido en su guarida a
más de trescientos humanos para alimentarse. Gracias a la ayuda
de San Lang, todos fueron salvados. Actualmente hay una serie
de pequeños demonios que deben ser atendidos. Regresaré a los
cielos tan pronto como se haga eso.

—No será bueno que tome demasiado tiempo. Déjame lidiar con
esto —dijo Feng Xin.
Hua Cheng asintió: —Por la eficiencia del cielo, probablemente
pueda usted terminar esto el próximo mes.

—Dices eso como si pudieras manejar esto en un segundo —dijo


Feng Xin.

Los dos se miraron el uno al otro. Shi Qing Xuan le preguntó a Xie
Lian con sus ojos: — ¿Ocurrió algo entre los dos? —Pero Xie Lian
solo negó con la cabeza. Estaba a punto de cambiar de tema
cuando Hua Cheng sacó un paraguas de quién sabe dónde. El
paraguas era rojo carmesí como las hojas de arce, vivo como el
fuego. Hua Cheng lo levantó con una mano y se cubrió a sí mismo
y a Xie Lian, reflejando un rubor en sus rostros. Este debío ser el
mismo paraguas que usó Hua Cheng para protegerlos a través
del bosque de cadáveres colgados en el Monte YuJun. Sin
embargo, en este momento no llovía, por lo que Xie Lian tenía
curiosidad: —San Lang, ¿por qué abriste un paraguas?

Hua Cheng lo miró y movió el paraguas más hacia el lado de Xie


Lian, sonriendo: —Sólo espera. El cielo está a punto de cambiar.

Justo cuando terminó su oración, ¡de repente algo brotó del cielo!

La lluvia caía, salpicando y mojando. Llegó tan repentinamente,


Xie Lian se sorprendió. Sin embargo, estaba adecuadamente
cubierto por el paraguas de Hua Cheng, y ni una sola gota lo
golpeó. Feng Xin, quien estaba parado al otro lado, sin embargo,
no se había preparado en absoluto. Estaba empapado de pies a
cabeza por esta lluvia.

Y lo peor fue que esta lluvia era del color de la sangre. Por lo que
parecía, Feng Xin ahora estaba cubierto de sangre y goteando;
solo sus grandes ojos saltones eran blancos, el resto rojo. Shi
Qing Xuan estaba convenientemente de pie en el interior de otra
cueva para que no se viera afectado, pero también estaba
sorprendido, incluso olvidando agitar su escobillón.
Esa lluvia torrencial vino repentinamente, se fue repentinamente,
y pronto todo quedó en silencio una vez más. Le tomó un tiempo
a Feng Xin para recuperarse. Se limpió la cara, pero aún estaba
manchada de rojo, su intento fue inútil.

—Qu...— Xie Lian estaba boquiabierto.

Hua Cheng cerró el paraguas y se echó a reír: — ¿Qué tal eso


para un espectáculo?

En seis breves palabras, ya había tomado una serie de pasos


pausados, bastante lejos. Xie Lian rebuscaba en sus mangas en
busca de trapos, pero en su lugar, Shi Qing Xuan arrancó algunas
hebras blancas de su escobillón y las entregó al profundamente
silenciado Feng Xin. En el momento en que Hua Cheng se fue,
Xie Lian inmediatamente sintió el vacío detrás de él y se dio la
vuelta, corriendo unos pasos detrás de Hua Cheng.

—San Lang, ¿volverás a la Ciudad Fantasma?

Hua Cheng volvió la cabeza.

— ¿No va a volver a la corte celestial? —Luego dijo en tono de


broma: —Pero si quieres seguirme a la Ciudad Fantasma, eres
bienvenido.

Xie Lian se rió entre dientes.


—La próxima vez. —Dijo sinceramente: —La próxima vez, si hay
una oportunidad, definitivamente visitaré la Ciudad Fantasma de
nuevo. Te ayudaré a colocar ladrillos cuando reconstruyas
Mansión Paraíso.

—No hay necesidad de poner ladrillos. Usted puede simplemente


sentarte y mirar. —Respondió Hua Cheng.
La sonrisa de Xie Lian se apagó un poco: —Lo que pasó con Qian
Qiu, no importa cómo haya sido, todavía debería agradecerte. —
Hizo una pausa y continuó—. No sé qué es lo que debía haber
hecho, así que quizá esto no fue tan malo.

—Piensa demasiado —dijo Hua Cheng a la ligera.

Xie Lian se sorprendió un poco e inclinó la cabeza.

—Solo sigue siendo como eres —dijo Hua Cheng. Después de


eso, se dio la vuelta y agitó la mano.

Poco después, esa silueta carmesí gradualmente, desde el


interior de las montañas, bajo la luz de la luna, desapareció
completamente de la vista de Xie Lian.
Capítulo 56: En busca del pasado; poniendo el pie en el Monte TaiCang otra vez
(parte uno)

Sin saber por qué, Xie Lian se llenó de coraje de repente.

Después de que Lang Qian Qiu se había ido, los pasos de Xie
Lian habían sido vacilantes, sus hombros caídos. Pero este valor
vino de la nada, y quién sabía a dónde se dirigiría, solo que lo hizo
levantarse una vez más. Se quedó inmóvil, y Shi Qing Xuan se
acercó, dándole una pequeña palmadita en la espalda.

—Qué tipo. Su alteza, no sé cómo logró hacerse amigo de él, pero


tiene mucha suerte.

Esta fue la primera vez que Xie Lian escuchó a alguien decirle que
tuvo suerte. Miró a Shi Qing Quan y sonrió.

— ¿En serio? Tal vez. Yo también lo creo.

Detrás de ellos, Feng Xin continúa limpiándose la cara. Cuando


los dos giraron sus cabezas, vieron su rostro cubierto de hilos
blancos, miserables y descuidados, y se echaron a reír.

—Lo siento por eso —dijo Xie Lian.

Eso contó como una disculpa en nombre de Hua Cheng. Feng Xin
finalmente quitó todas las hebras blancas de su cara.

—No soy tan hábil, así que no puedo decir nada.

Luego, los tres realizaron una búsqueda final de todas las cuevas,
verificando dos veces para asegurarse de que ya no quedaban
más humanos ni nada más, antes de viajar en una ráfaga de
viento a la Corte Celestial.
Una vez que pasaron por las puertas, vieron que las calles
estaban llenas de multitudes de oficiales subalternos de la Corte
Media, que se movían y revisaban cada rincón de cada palacio
como si estuvieran a punto de enfrentarse a un enemigo grave.
Cuando finalmente llegaron al Gran Salón Marcial, la sala de
audiencias ya estaba llena de funcionarios celestiales del Tribunal
Superior, e incluso desde lejos podían escucharlos discutir. Lo
primero que escucharon fue: —Hua Cheng se atrevió a acusar a
los Cielos de la Corte Superior de enviar un espía, ¡qué ridículo!
¿Por qué los cielos necesitarían enviar un espía?

Xie Lian y Shi Qing Xuan aclararon ligeramente sus gargantas


cuando escucharon. El envío de un espía era probablemente la
verdad. Aún no se había resuelto nada y los oficiales ya no podían
esperar para hablar mal. Si el hecho fuera cierto, ¿no sería una
bofetada en sus propios rostros?

Los tres entraron en la sala con Shi Qing Xuan a la cabeza.


Cuando la multitud lo vio saludaron: — ¡El Señor del Viento ha
regresado! ¡Gracias por su arduo trabajo! —Pero todos los ojos
estaban puestos en Xie Lian. Estaban a punto de presionar por
más, pero vieron salir de detrás a un Feng Xin que parecía salido
de un estanque con sangre, con el rostro oscuro. Todos estaban
congelados en su lugar e inmediatamente apartaron la vista.
Después de todo, nadie quería ser insultado en voz alta en el gran
salón. Solo Mu Qing, a quien no solo no le importaba evitarlo, sino
que lo miró a propósito, su intención más que obvia.

Xie Lian levantó la vista y vio que Jun Wu estaba sentado arriba
en su trono, con una mano apoyando su cabeza, los dedos
apretados contra su sien, los ojos cerrados, con aspecto agotado.
Xie Lian podía entender exactamente cómo se sentía.

En el pasado, puede que ni siquiera haya conferencias y


reuniones de este tipo durante meses, pero con todos los
incidentes ocurridos recientemente, el Gran Salón Marcial se llenó
hasta el borde una y otra vez, como si hubiera una situación diaria
y esperanzadora. Se encontrarían incluso dos veces al día.
Además, había muchos que querían que sus voces se
escucharan, pero no eran más que ruido. Uno de los oficiales
exclamó: —Vino y se fue como quería. Asusta pensar que pudo
conectar el Palacio de XianLe a otro lugar. Ahora que puede
secuestrar fácilmente a su alteza, quien lo ofendió, quién sabe si
va a secuestrar a otros oficiales celestiales. ¡No podemos dejar
pasar esto! ¡Tenemos que detenerlo ahora mismo!

Si este fuera el reino mortal, esto sería similar a un rebelde que


cava un túnel debajo del palacio real y se escabulle libremente.
Por supuesto la gente estaba inquieta. No es de extrañar que los
oficiales de la Corte Media estuvieran ocupados buscando y
salvaguardando el territorio. Mu Qing, por otro lado, tenía otra
cosa en mente: —Hua Cheng tiene muchos devotos y señores
sobre la Ciudad Fantasma. Algo minúsculo como quemar la
Mansión Paraíso no es nada para él. Puede que no haya
irrumpido en los cielos solo porque su alteza lo ofendió.

Shi Qing Xuan respondió de inmediato: —General Xuan Zhen,


está equivocado. Todos oyeron a Hua Cheng admitirlo él mismo.
Hablando de eso, ¿qué general es responsable de la seguridad
este mes? Que al Palacio de XianLe le fuera lanzado un hechizo
para conectarse en otro lugar sin siquiera darse cuenta, ¿no es
eso un descuido de deber?

Pei Ming había estado parado tranquilamente a un lado, con los


brazos cruzados. Cuando escuchó a Shi Qing Xuan, habló: —Yo.

Shi Qing Xuan había recordado mal por accidente y pensó que
era Mu Qing quien estaba de guardia, pero terminó refiriéndose a
Pei Ming, y ahora las cosas se pusieron un poco incómodas. Sin
embargo, Pei Ming no quitó la culpa: —Estoy de servicio este mes.
Esta es mi negligencia en el cumplimiento de deber.

En ese momento, Ling Wen, quien estaba ubicado al lado del


trono, de repente dijo: —Tenemos noticias de su alteza, Tai Hua.
Jun Wu finalmente abrió los ojos.

— ¿Qué dijo él?

Ling Wen se quedó en silencio por un momento, luego ella


respondió: —Dijo que el baño de sangre de banquete dorado tenía
una historia interna. Él mismo resolverá el conflicto con su alteza,
que no hay necesidad de que nadie más interfiera. También que
la solicitud de destierro de su alteza no debe pasar. Esas son las
dos cosas.

— ¿Qué historia interior? —Mu Qing frunció el ceño.

—Él no dijo nada más. Eso es todo —respondió Ling Wen.

Ver estallar una batalla, un martillo golpeando pesadamente, pero


que aterrizó ligeramente como una pluma, los oficiales celestiales
no pudieron evitar sentirse decepcionados. Lang Qian Qiu fue la
víctima, y la víctima ya no acusaba al culpable, entonces, ¿qué
diversión había para mirar? Además, Lang Qian Qiu no lo decía,
y Xie Lian tampoco parecía que iba a decir nada, por lo que no
había nada más que ver en este asunto.

Tras el informe de Ling Wen, Jun Wun nombró a Feng Xin y Mu


Qing para ayudar a Pei Ming a fortalecer la seguridad y resolvió
algunos otros asuntos antes de agitar su mano y despedir a todos.
Xie Lian se quedó atrás, y pudo escuchar las débiles
conversaciones que pasaban.

—Lo sabía. Cada vez que suscita algo, Jun Wu diría que lo
interrogaría, pero al final no pasaría nada...

—Hemos sido ciegos; En realidad es alguien importante.


Tenemos que vigilar lo que decimos de ahora en adelante.
Después de que todos se fueron, Xie Lian se acercó al trono e
hizo una reverencia: —He causado problemas de Su Majestad.

—Esto no cuenta como ningún problema. El problema real fue que


te estabas proclamando el único responsable del Baño de Sangre
de Banquete Dorado.

Xie Lian dudó, pero al final igual dio cuenta de toda la historia.

Después de escuchar la historia, Jun Wu comentó: —Xian Le, en


este asunto, realmente trabajaste duro por nada y no satisficiste a
nadie.

Xie Lian bajó la cabeza.

—Lo sé.

—No importa. Siempre eres así —dijo Jun Wu. —Tai Hua ahora
ha cambiado de enfoque para perseguir al Goblin Verde. Una vez
que haya terminado, sin duda volverá por ti. ¿Has pensado cómo
enfrentarte a él?

—Aún no. Pero pensemos en otra cosa que sea más inmediata
—respondió Xie Lian.

Jun Wu se rió entre dientes.

— ¿Como qué? ¿Hay algo interesante que pueda divertirme?

— ¿Fue usted quien envió al Señor de la Tierra a la Ciudad


Fantasma como espía? —Preguntó Xie Lian.

—Sí —respondió Jun Wu tranquilamente.

— ¿Por qué?
Jun Wu respondió lentamente: —Porque, fue Hua Cheng quien
plantó un espía en el cielo primero.

Xie Lian se sorprendió. Jun Wu dijo: —Estos últimos años, las


noticias llegaron a los oídos de Hua Cheng demasiado rápido.
Algunas cosas que no debería haber sabido, él sabía demasiado
bien. En cuanto a lo que se puede hacer y lo que no se puede
hacer, dónde está la línea de fondo y cómo cruzar dicha línea, es
demasiado perceptivo y preciso. El hecho de que pudiera
conectarse directamente a tu Palacio de XianLe solo demuestra
que realmente tiene un espía aquí en los cielos, de lo contrario no
podría haberlo hecho.

Para ser honesto, Xie Lian también había notado esto. Hua Cheng
realmente sabía demasiado, y para que Jun Wu lo dijera en voz
alta, no era difícil de creer.

— ¿Tiene Su Majestad alguna evidencia? —Xie Lian preguntó.

Jun Wu sacudió la cabeza lentamente: —Es porque no hay


pruebas pero las cosas eran sospechosas que envié a Ming Yi al
reino de los fantasmas. Quién diría que Ming Yi caería en sus
manos incluso antes de que se encontrara al espía fantasma.
Aunque lo salvaste de las garras de Hua Cheng, pero ahora será
aún más difícil encontrar ese espía.

— ¿Es el Tribunal Superior o el Tribunal Medio el problema? —


Preguntó Xie Lian.

—Es difícil de decir —dijo Jun Wu. —Además de ti, podría ser
cualquiera. Tal vez, sólo hay uno. Quizás, más.

No es de extrañar que Jun Wu no designara a nadie más para


investigar la desaparición de Ming Yi. Si pudiera ser alguien más
aparte de él, Xie Lian no podría evitar pensar: así que ¿incluso el
Señor del Viento, Feng Xin y todos podrían ser un posible agente
espía?

En ese momento, Jun Wu habló: —Xian Le, sé que piensas muy


bien de Hua Cheng en este momento. Entiendes tu propia
posición y los demás no deben comentar sobre los amigos que
haces. Sin embargo, cuando sea necesario, apártate de Hua
Cheng. No cedas nada.

Al escuchar esto, Xie Lian grabó sus recomendaciones. Jun Wu


continuó: —Para convertirse en un supremo, uno debe haber
experimentado un sufrimiento y dolor inimaginables. Uno o
asciende de tales calamidades o está condenado a las
profundidades del infierno, para nunca volver. Los dos Reyes
Demonios Supremos que surgieron del Monte TongLu, Agua
Negra y Hua Cheng, son mucho más aterradores de lo que crees.

Xie Lian bajó la cabeza, sin estar de acuerdo ni en desacuerdo.


Jun Wu dijo: —No sé cuáles son sus objetivos u orientaciones,
pero él conoce los cielos. Eso en sí mismo es desventajoso.

Cuando escuchó la palabra: desventajoso, Xie Lian levantó la


cabeza y soltó un gritito: —San Lang, él... —Al ver que Jun Wu
giraba la cabeza hacia él, Xie Lian se detuvo y luego se corrigió:
—Hua Cheng no debería hacer nada demasiado malicioso. Si Su
Majestad lo piensa, con su fuerza, si quisiera causar estragos y
generar el infierno, ya lo habría hecho. Si no lo hizo antes,
entonces sin una razón real, no lo haría en el futuro.

—Espero que sí. —Jun Wu dijo: —Pero sabes que no puedo ser
demasiado cuidadoso.

Después de abandonar el Gran Salón Marcial, Xie Lian caminaba


lentamente por las calles de la Corte Celestial.

Cuando pasó por el palacio de XianLe, se detuvo en su paso y lo


miró.
Este fue el palacio que le regaló Jun Wu; Glamour, nuevo, pero a
la vez, extranjero. Las grandes puertas rojas carmesí eran
brillantes y brillantes, pero ya estaban llenas de talismanes y
amuletos, formando una X gigante, que alarmaba a cualquiera
que lo viera.

Cuando Shi Qing Xuan salió del Gran Salón Marcial, le había
dicho a Xie Lian que su palacio estaba cerrado en este momento
ya que está conectado a otro lugar, por lo que era bienvenido a
descansar en su palacio. Sin embargo, después de observar este
Palacio de XianLe por un tiempo, Xie Lian se dio la vuelta de
repente. No fue al Palacio del Señor del Viento, dejó de
preocuparse por lo que originalmente iba a hacer, se dirigió
directamente a las Puertas de la Ascensión y saltó.

Al pasar por el mar de nubes, el punto de su aterrizaje fue el Monte


TaiCang.

En la cima de este Monte TaiCang solía sentarse el centro de


cultivo del antiguo Reino de XianLe, el Real Pabellón Sagrado.

El Real Pabellón Sagrado era un centro de cultivo


impresionantemente expansivo; sus terrenos de entrenamiento y
sus templos cubrían la totalidad del Monte TaiCang, adorando a
innumerables dioses e inmortales por igual, centelleantes y
gloriosos. El dios principal adorado era el gran dios marcial, y su
templo dorado en la cima más alta de la montaña. El Templo del
Príncipe Heredero que una vez estuvo en el segundo pico más
alto también solía ser magnífico y grandioso.

Hace ochocientos años, los arces rojos llameantes que cubrían el


monte TaiCang eran infames; y dentro de los arces carmesí había
interminables multitudes de devotos. Sin embargo, cuando cayó
el Reino de XianLe, las multitudes de devotos se convirtieron en
multitudes de turbas enojadas, escalando la montaña para
incendiar el Templo del Príncipe Heredero, pero terminaron
incendiando todo el Monte TaiCang, quemándolo hasta la tierra
ennegrecida y despojos mortales.

La tierra quemada, similar a la tierra enterrada con los muertos,


parecía volverse aún más fértil. Después, se plantaron nuevas
semillas sobre esta tierra quemada y emergieron nuevos árboles.
Después de unos pocos cientos de años, la montaña estaba
fresca y cubierta una vez más, pero las hojas rojas ya no estaban,
y los paisajes eran muy diferentes a los de ochocientos años.

Al escalar la montaña en el pasado, había un camino verde ancho


y pavimentado. En el camino a menudo se puede ver a un
peregrino o un joven aprendiz transportando leña o agua. Ahora,
este camino ya se había ido. Rocas y escombros, ramas y palos
marchitos habían cubierto sus huellas, enterrados en las
profundidades subterráneas. Cuando Xie Lian trepó, solo usó la
fuerza de sus piernas, y cuando se topó con espinas o arbustos,
tomó a Fang Xin y los cortó.

Cuando llegó a la mitad de la montaña, Xie Lian se sintió fatigado


y se apoyó contra un árbol muerto, listo para descansar. De
repente, la sombra negra de un objeto se derrumbó desde arriba
de las ramas, produciendo extraños sonidos crepitantes cuando
se acercaba a él.
Capítulo 57: En busca del pasado; poniendo el pie en el Monte TaiCang otra vez
(parte dos)

Xie Lian cambió su cuerpo y evadió el objeto. Al principio pensó


que era una rama rota o un nido, pero cuando miró más de cerca,
era una tabla tan podrida y oxidada que su forma original era
indiscernible, y tenía dos cadenas de acero conectadas a cada
lado. Si se tratara de alguien más, es posible que no puedan decir
qué era, pero Xie Lian supo de inmediato que era un golpe.

En el pasado, el Monte TaiCang tenía columpios instalados en


todas partes, tanto por diversión como para entrenamiento.
Cuando Xie Lian recién comenzó a tener la memoria, hubo una
vez en que acompañó a sus padres a visitar el Real Pabellón
Santo para orar por bendiciones y vio a un grupo de jóvenes
aprendices entrenando, girando y saltando en los columpios. Fue
una escena emocionante; el rey y la reina lo disfrutaron, y Xie Lian
aplaudió y gritó su agradecimiento. El rey y la reina estaban tan
contentos que recompensaron en gran medida a los jóvenes
aprendices, y desde entonces la impresión de que el cultivo era
algo asombroso y divertido quedó en lo profundo del corazón de
Xie Lian. Sin embargo, cuanto él ingresara formalmente a la secta
para cultivar en sus últimos años, la razón ya no era porque
parecía divertido.

Después de un descanso, Xie Lian continuó caminando. Cuanto


más alto subía, más gruesos se volvían los arbustos, y de vez en
cuando una criatura cruzaba rápidamente, dejando atrás la
sombra espesa de una cola. También había una serie de ardillas
acurrucadas en los árboles, comiendo piñas, asomándose a este
forastero no invitado.

Espinas le bloquearon el camino, rasgándose la ropa y las


extremidades, pero Xie Lian no se dio cuenta en absoluto.
Finalmente, llegó a la cima de la Cumbre del Príncipe Heredero.
Por supuesto, la Cumbre del Príncipe Heredero no se llamó
originalmente la Cumbre del Príncipe heredero, sino que cambió
su nombre después de que se construyó el Templo del Príncipe
Heredero. En medio de los arbustos y las malas hierbas, todavía
quedaban restos de terrenos pavimentados con guijarros, rastros
de una gran base quemada oculta. Esa fue una vez la base del
templo. Al atravesarlo, a través de los escombros y las ruinas, a
través de escombros de vidrio, había un viejo pozo fracturado.

Mirando desde arriba a su fondo, era fácil decir que el viejo pozo
se había secado hace mucho tiempo; La distancia al fondo, era
solo de unos pocos pies, solo lodo era visible en el suelo. Sin
dudarlo, Xie Lian cruzó las piernas y saltó.

No cayó sobre el suelo fangoso, sino que atravesó esa ilusión, y


descendió durante varios metros antes de que sus pies tocaran
tierra firme.

Los alrededores eran tan oscuros que si alzara los brazos no


pudiera ver sus manos. Levantó la cabeza para mirar hacia arriba,
y tampoco había luz solar, como si un trozo de tela pesada lo
hubiera bloqueado. Xie Lian palpó el fondo del pozo, palpó varios
ladrillos y los presionó en un cierto orden. Con un ruido sordo, una
angosta y pequeña puerta se abrió hacia un lado. Xie Lian se dejó
caer a cuatro patas y se arrastró lentamente por el camino abierto
por la pequeña puerta. En el momento en que entró, pudo
escuchar otro ruido sordo detrás, cerrando la abertura. Después
de medio tiempo de incienso, finalmente se arrastró hasta el final
del túnel. Xie Lian se puso de pie y enderezó la espalda, chasqueó
los dedos y levantó un pequeño parpadeo de llamas.

Después de que esa pequeña bola de llamas se encendió, como


respuesta, no muy lejos, otra luz tenue apareció como una perla,
despertándose de su profundo sueño, parpadeando para abrir sus
brillantes ojos.
Poco después, más y más perlas se encendieron, extendiéndose
e iluminando los alrededores que parecían más y más claros para
ser el Gran Salón de un palacio subterráneo. Por encima del gran
salón. Miles de estrellas brillantes estaban incrustadas.

Debe ser difícil imaginar que la Tumba Imperial del antiguo Reino
de XianLe estaba escondida debajo de la tierra quemada del
Monte TaiCang. Esas estrellas brillantes eran perlas de noche40 y
diamantes implantados en el techo; Las perlas de la noche se
iluminan con la luz y los diamantes reflejan el resplandor. Cuando
se cruzan, el resultado es un resplandor deslumbrante como un
sueño. Era como una minúscula vía láctea oculta bajo tierra.

Cada una de las perlas y diamantes de la noche no tenían precio;


Cada uno valía una vida entera de infinitas riquezas. Sin embargo,
Xie Lian no les escatimó ninguna mirada y caminó directamente a
través del Gran Comedor, entrando a la cripta en la parte
posterior.

En comparación con el Gran Salón, esta cripta era


extremadamente simple, solo porque la cámara no estaba
completamente terminada, por lo que no había una decoración
glamorosa, solo dos ataúdes. Entre los ataúdes había una
persona, vestida con ropa exquisita, una máscara dorada en la
cara y una espada extendida, afilada y deslumbrante, apuntada
hacia él.

Sin embargo, esta persona solo mantuvo esa posición y no hizo


ningún movimiento. Xie Lian se acercó, ocupándose de sus
propios asuntos, sin un solo cuidado por esa persona. Sin
embargo, eso fue porque Xie Lian sabía, detrás de esa máscara
dorada no había cara, y debajo de esas ropas exquisitas no había
persona. Lo único en pie era una pila vacía unida por paquetes de
heno seco.

40
Las perlas nocturnas están hechas de cristales de fluorita.
Durante tanto tiempo, solo este conjunto de elegante vestido y
esta máscara se colocaron a los lados de esos dos ataúdes
solitarios en su lugar. Encima de cada ataúd había un pequeño
plato dorado, pero las cosas en esos platos eran tremendamente
dispares: frutas secas de algún tipo y arrugadas, y bloques
ennegrecidos, podridos y duros de quién sabe qué. Después de
que Xie Lian entró en la cámara, limpió esas cosas y las tiró por
la esquina de la cripta. Buscó alrededor de sus mangas y pliegues.
Originalmente tenía un panecillo a medio comer, pero ese pan fue
dado a Hua Cheng, así que ahora no tenía nada. Así, él dijo: —
Padre, madre, me disculpo profundamente. Me he olvidado de
traer algo para esta visita.

Naturalmente, nadie le respondió. Así, Xie Lian se sentó


lentamente y se apoyó contra uno de los ataúdes.

Después de separarse por un tiempo, finalmente habló otra vez:


—Madre, vi a Qi Rong.

»Qi Rong no murió, se convirtió en un demonio. Realmente no sé


cómo vivió durante los últimos cientos de años.

Xie Lian negó con la cabeza: —Él... mató a muchas personas, y


ahora hay personas que intentan matarlo. Los cielos
probablemente tampoco lo perdonarán. Ah, realmente no sé qué
hacer con él.

Iba a decir más cuando de repente, desde algún lugar muy cerca,
llegó una cadena de suaves lamentos.

Xie Lian se congeló, su rostro cambió drásticamente.

Él escuchó atentamente; No fue un engaño. Realmente era el


sonido de llanto. El grito fue bajo, suave y se habría perdido
fácilmente si no le prestaba mucha atención. El sonido también
era agudo; Si no era un niño, entonces debe ser una mujer.
Los gritos estaban cerca, como si solo estuvieran separados por
una pared delgada, el sonido se aferraba a él. Xie Lian giró la
cabeza y, finalmente, confirmó: ¡el sonido vino del ataúd en el que
estaba apoyado!

En medio de su conmoción, las primeras palabras que salieron a


la luz fueron inconscientemente felices: —Madre, ¿eres tú?

Sin embargo, Xie Lian recobró el sentido inmediatamente,


sabiendo que lo que él había esperado desesperadamente nunca
se haría realidad. Su madre había fallecido ochocientos años
atrás, aliviada de sufrir, y nunca se había convertido en un
fantasma resentido. Y la emoción detrás de esos gritos no era la
desesperación, sino el terror.

En ese mismo momento, ¿quién en el mundo se escondería en el


ataúd de su madre y lloraría?

Xie Lian no pudo contenerse ni un segundo más, y abrió la tapa


del ataúd con su mano izquierda, su derecha sobre Fang Xin, listo
para atacar. Pero, en el momento en que vio lo que había dentro,
la espada golpeando se detuvo en su camino.

Yaciendo en el ataúd, singularmente, estaba la forma de una


persona cubierta con un atuendo elegante y negro, con la cara
envuelta en una cubierta facial.

La única persona posible que podría ser debería haber sido su


madre, pero la que estaba en el ataúd, definitivamente no era ella.
La forma era pequeña y corta, su tipo de cuerpo completamente
diferente, y lo más significativo era que esta persona estaba
temblando, ¡es una persona real y viva!

Xie Lian arrancó la cubierta facial. Efectivamente, debajo de la tela


estaba la cara de un niño pequeño.
Su corazón se congeló ese mismo momento. Agarró al niño y lo
levantó, su voz sorprendida y asustada.

— ¿Dónde está mi madre? ¡¿Dónde está mi madre?! ¿Qué le


hiciste a mi cuerpo de madre?

Aunque ese elegante vestido negro no se veía fuera de lo común,


en realidad estaba tejido con la seda de un gusano
extremadamente raro. La seda era un homenaje de una pequeña
nación extranjera, y tejerla con ropa requería una artesanía
intrincada. Entretejido con bolsas de hierbas aromáticas y sellado
en el ataúd, el cadáver permanecería preservado durante miles
de años, permitiendo que los muertos se vean como si todavía
estuvieran entre los vivos. Sin embargo, en ese momento, el que
llevaba ese vestido negro de seda era este niño, ¿entonces a
dónde fue el cuerpo de su madre? ¿En qué condición estaría
ahora?

Xie Lian no se atrevió a pensar profundamente en ello, y solo


podía exigir respuestas de este niño desconocido en su agarre.

— ¿Dónde está mi madre? ¿Quién eres tú? ¿Por qué estás aquí?
¿Qué hiciste con el cuerpo de mi madre?

Pero, ¿cómo podría un niño asustado hasta las lágrimas


responder a cualquiera de sus preguntas? Estaba demasiado
asustado como para hablar. Xie Lian lo sacó del ataúd y, de
repente, se dio cuenta de que algo de polvo blanco ceniciento
había sido sacado del vestido negro por el movimiento.

Con el rostro blanco como una sábana, miró el ataúd y descubrió


que el fondo del ataúd también estaba cubierto con una fina capa
de polvo. El mundo giró y Xie Lian sintió que su corazón se
detenía. Su agarre se aflojó, soltando al niño, y cayó de rodillas
ante el ataúd, paralizado.
No se atrevió a tocar ese polvo con las manos, pero tampoco
podía dejarlo reposar y tamizar, como las cenizas de incienso
volando en el viento. Aunque en negación, él sabía muy dentro de
lo que era eso.

Después de haber retirado por la fuerza la ropa de seda del


funeral, ¿en qué más podría convertirse un cadáver cerrado de
ochocientos años?

Al instante, la mente de Xie Lian cayó en el caos, incapaz de


pensar; Él sostuvo su cabeza con sus manos y había zumbidos
en sus oídos. Justo en ese momento, su espalda se tensó, sus
instintos percibieron un peligro detrás, y él giró la cabeza
rápidamente, con la mano como un rayo, y agarró, con la mano
desnuda, la hoja de una espada. Alguien detrás de su espalda
había tratado de apuñalarlo, ¡y esta persona era esa pila de heno
atado!

Resultaba que, desde hace mucho tiempo, alguien se había


colado, se había puesto ese atuendo exquisito, se había puesto
la máscara y se había disfrazado de pila de madera sin vida,
esperándolo en silencio. Un fuerte sonido de repiqueteo resonó
en el aire, y Xie Lian rompió esa espada en dos mitades con sus
manos desnudas, su cara inmutable con la sangre que ahora se
acumulaba en sus palmas. En un instante, levantó la pierna y
pateó a esa persona en el abdomen, pisándola firmemente en el
suelo. Con su pecho firmemente pisado, esa persona agarró su
bota y luchó pero no pudo moverse ni un centímetro, como si
estuvieran clavados en el suelo. Xie Lian se agachó en la cintura
y golpeó la máscara de oro con una mano, revelando el rostro de
un hombre joven. Xie Lian gritó: — ¿Quién eres tú? ¿Ladrón de
tumbas? ¿Cómo entraste?

En ese momento, el niño a su lado gritó: — ¡Papá!


Este grito finalmente hizo recordar a Xie Lian. ¡Este hombre y este
niño se veían familiares! ¿No eran ellos la pareja que él salvó y Qi
Rong casi cocinó y comió en la guarida del duende verde?

Xie Lian entendió la situación instantáneamente, y lanzó un golpe


como un trueno al cuello del hombre, rugiendo: — ¡QI RONG, SAL
MALDITA SEA! ¡¡¡VOY A MATARTE!!!

Ese hombre se rió mientras escupía sangre.

— ¡Primo Príncipe heredero! ¡Qué feliz ocasión! ¡Nos


encontremos de nuevo! ¡JAJAJAJAJAJA!

Aunque la cara era diferente, pero ¿a quién más podría


pertenecer esta risa psicótica si no Qi Rong? Cuando se quedó
sin forma, ¡poseyó a ese joven padre!

No se necesitan más explicaciones, pero después de que Lang


Qian Qiu arrojara su cuerpo material a ese caldero y lo fundiera,
para evitar su persecución, debió haber utilizado el caos de todos
los que corrían por su vida para poseer al joven, y acudió a la
Tumba imperial de XianLe. De lo contrario, ¿cómo podría un
plebeyo conocer la catacumba secreta de la realeza XianLe? ¿Y
cómo podrían haber llegado en tan poco tiempo?

El niño que trajo pudo haber sido por comida, o tal vez fue por
esconderlo en el ataúd para desviar la atención de Xie Lian y
emboscarlo por detrás. Qi Rong sostuvo su rostro, pareciendo
herido por el puñetazo de Xie Lian, y gritó: —Primo, ¿por qué
estás tan enojado? ¡No es como si murieras por una puñalada,
jejejejeje!

Xie Lian lo golpeó de nuevo dos veces, con los ojos rojos al límite.

— ¿Cómo te trató mi madre? ¿Y la tratas así? ¡¿Cómo pudiste, a


su cuerpo -?!!
Qi Rong dijo: —La tía murió hace mucho tiempo. La persona ya
no existe, entonces, ¿qué diferencia hacen los cadáveres o las
cenizas? El cadáver solo cambió de forma, ¿no es así? Aquí
estás, lágrimas y mocos, ¿no fuiste mucho más duro cuando
mataste a An Le? No puedo creer que mi buen primo tenga dos
caras, ¡jeje! —Luego cambió de cara y escupió: — ¿Cómo podría
tratarla así? ¡Tú eres el único culpable! ¿Ni siquiera sabes cómo
reflexionar sobre ti mismo? ¡Esto es tu culpa! ¡¿Dios de la
desgracia tienes las agallas para venir a llorar en la tumba imperial
de XianLe?!

Xie Lian volvió a pisotear con fuerza y Qi Ron gritó, escupiendo


sangre de su boca, pero se veía aún más emocionado, usando
ambas manos para aferrarse con fuerza a la bota blanca
empapada de sangre mientras gritaba: — ¡ESO ESTÁ BIEN!
¡ESTÁ BIEN! ¡JUSTO ESTO! ¡ESTO ES MÁS COMO TÚ!
¡LUCHA, LUCHA, MATA, LUCHA SIN PIEDAD! ¡MATA
CRUELMENTE! ¡No me des esa mirada santa como fueras
afectado con un pecado inconfesable! ¡Asqueroso! ¡UGH!

Ese niño vino arrastrándose, gritando: — ¡Wah! ¡Papá! ¡Papá,


estás bien! Él no podía entender lo que estaba pasando, solo que
su padre estaba siendo pisoteado. Desde su punto de vista, Xie
Lian era como un demonio violento, pero temía perder a su único
padre, no se echaba atrás e intentaba desesperadamente
quitarse la bota del pecho de su padre. Ese joven no dejaría de
arrojar sangre, asustando al niño hasta la muerte, y usó sus
manos para cubrir la boca de su padre, como si eso pudiera
detener la hemorragia. Al ver esto, Xie Lian se calmó lentamente,
dándose cuenta de que el dueño de este cuerpo era inocente, y
le relajó un poco el pie. Apuntó la punta de Fang Xin hacia abajo,
acercándola a la mejilla de Qi Rong y dijo con un presentimiento:
—Qi Rong, tú, sal tú mismo. ¡No creas que no sacaré tu espíritu
con tu lengua!

Técnicamente, al sacar la lengua de otro desde la raíz, uno podría


extraer el fantasma que lo posee. Qi Rong gritó burlonamente.
— ¡No lo haré! ¡No voy a salir! ¿Qué vas a hacer? ¡Vamos, tira!
Ven, ven, ¿me vas a matar? Podría morir, así que no pierdas esta
oportunidad, de lo contrario, ¡nunca encontrarás mis cenizas en
esta vida!

Incluso sacó la lengua intencionalmente, como si no pudiera


esperar a que Xie Lian cumpliera con su amenaza, y usara ese
método sangriento para sacar a su espíritu de este cuerpo
carnoso. Hizo una mueca.

—No es que la persona que poseo sea alguien importante, así


que, ¿por qué no? Nadie lo sabría, a nadie le importaría, el brillo
sagrado de su alteza no se dañará. ¡Mira! He derrumbado a tu
madre en cenizas, ¿no me vas a matar? jajajajajajaja...

Ese niño no podía mover la bota de Xie Lian, así que abrazó su
pierna y gritó más fuerte: — ¡No mates a mi papá! ¡No mates a mi
papi!

La respiración de Xie Lian se estaba volviendo más fuerte, su


cabeza estaba mareada, su cuerpo temblaba, sus manos
ansiaban aplastar el cráneo de Qi Rong, pero no podía hacerlo.
Qi Rong extendió sus manos.

—Jajajaja primo príncipe heredero, ¡qué fracaso, qué fracaso


absoluto!

Xie Lian lo levantó del suelo, levantó los puños y llovió golpe tras
golpe en la cara de Qi Rong, gritando con cada golpe.

— ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE! ¡CÁLLATE!

Sin embargo, cuanto más enfurecido se puso, más feliz se volvió


Qi Rong. Para poder arrastrar a los dos al mismo infierno, Qi Rong
estaba lleno de éxtasis, sus ojos brillaban intensamente.
— ¡Mira! ¡Ahí está tu verdadera cara! Primo príncipe heredero,
¿quién te conoce mejor que yo en este mundo? Puedes parecer
un perro patético y ahogado que cualquiera puede pisotear ahora,
pero lo sé. Todavía estás orgulloso por dentro; ¡No puedes
soportar que alguien te llame un fracaso! ¡Debes odiarme por
llamarte un fracaso! ¿He apuñalado tu corazón lo suficiente como
para sangrar? ¡Rápido! ¡Ven! ¿O me vas a decir en voz alta que
este cuerpo es inocente, por lo que no me matarás para salvarlo?
¡Ven! ¡Muéstrame lo que harás!

Con tanta provocación mezclada en esa risa arrogante y loca, Xie


Lian no pudo soportarlo más.

Fang Xin estaba desenvainada.

¡Con un destello de un movimiento, la ominosa hoja negra golpeó!

————————————————————————————

- Fin del Libro 1-


Heaven Official´s Blessing
- Mò Xiāng Tóngxiù -
(Libro II)
Heaven Official´s Blessing

Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe Heredero del


reino Xian Le; uno que fue amado por sus ciudadanos y recibió el
amor del mundo. Como era de esperar, ascendió a los cielos a
una edad muy temprana. Ahora, ochocientos años después, Xie
Lian asciende a los Cielos por tercera vez como el hazmerreír de
los tres reinos. En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso demonio que gobierna a los fantasmas y aterroriza
a los Cielos...... pero sin que Xie Lian lo sepa, este rey demonio le
ha estado prestando atención durante mucho, mucho tiempo.

Otros nombres: Tiān Guān Cì Fú, La Bendición del Oficial


Celestial.

Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)

Año: 2016
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama, Misterio,
Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.
Capítulo 58: En la Avenida de la Deidad Marcial; una impresionante primera
impresión (parte uno)

La espada dio una estocada, penetrando en el corazón del


demonio, y lo dejó muerto en el suelo.

— ¡Por las bendiciones del cielo, los demonios son asesinados y


el mal es dominado!

A ambos lados de la Avenida de la Deidad Marcial, los vítores


brotaban como corrientes oceánicas, olas tras olas, una más alta
tras otra. Ante las puertas rojas carmesí del palacio, en el patio,
los dos cultivadores que desempeñaban los papeles de dios y
demonio se inclinaron ante las multitudes circundantes y se
colocaron a un lado. El enfrentamiento marcial que abrió el acto
aumentó la emoción en la ciudad; no solo las calles estaban llenas
de codo a codo, incluso los techos estaban llenos de valientes
escaladores, aplaudiendo, gritando, la multitud enloqueciendo.

Una celebración de esta magnitud fue verdaderamente rebosante


y bulliciosa. En la historia del reino de XianLe, si algún festival de
ShangYuan1 fuera descrito así, ¡debe ser el de hoy!

Sobre la plataforma elevada, una fila de miembros de la realeza y


nobles finamente vestidos, todos con sonrisas corteses en sus
rostros, pasaban por alto a la multitud. Dentro del palacio, una
larga fila de cientos esperaban en silencio. Cuando la campana
sonó, el Sacerdote Principal alisó su bigote inexistente y llamó: —
¡Guerreros de Apertura de caminos!

1
El Festival ShangYuan también se conoce como el Festival de los Faroles, que marca
el 15 y último día del Año Nuevo Lunar. Es un día para adorar y celebrar los cielos
celestiales.
— ¡Presentes!

— ¡Hadas celestiales!

— ¡Presentes!

— ¡Músicos!

— ¡Presentes!

— ¡Calvario!

— ¡Presentes!

— ¡Demonio!

— ¡Presente!

— ¡El guerrero marcial que agrada a Dios!

Nadie respondió. El sacerdote principal frunció el ceño al notar un


problema, y volvió la cabeza: — ¿El guerrero marcial que agrada
a Dios? ¿Dónde está el príncipe heredero?

Sin embargo, nadie respondió. El que respondió al demonio vaciló


antes, luego se quitó la máscara horrorosa, revelando una cara
limpia y pálida.

Este joven parecía tener unos dieciséis o diecisiete años, su piel


y sus labios eran de color claro, frescos y pulcros, con un par de
ojos negros como obsidiana, brillantes. Su cabello era suave y
sedoso, algunos mechones sueltos ligeramente desparramados
en su frente y mejillas. Parecía tranquilo y obediente, contrastando
con la monstruosa máscara en su mano.

Respondió en voz baja: —Su alteza, el príncipe heredero, se ha


ido.
El sacerdote principal casi se desmaya.

Pero por el bien de esta gran ocasión, no pudo desmayarse, así


que se aferró y gritó con enojo exasperado: — ¡¿Qué?! ¡¿Se ha
ido?! ¿Cuándo se fue su alteza? ¡El desfile ceremonial está a
punto de salir de las puertas del palacio! Cuando el escenario sea
revelado y solo haya un demonio pero no un dios, ¡mis viejos
huesos no podrán nadar por todo el escupitajo que vendrá sobre
mí! Mu Qíng, ¿por qué no lo detuviste?

Mu Qing bajó la cabeza y dijo: —Cuando su alteza se fue, me dijo


que transmitiera el mensaje, diciendo que no se preocupara, y que
todo puede salir según lo planeado. Él regresará pronto.

El sacerdote principal estaba histérico.

— ¿Cómo puedo no preocuparme? ¿Qué quieres decir con


pronto? ¿Cuándo es pronto? ¿Y si no lo hace?

Fuera de las puertas del palacio, algunas de las personas que


habían estado esperando desde la madrugada estaban perdiendo
la paciencia y exigiendo ruidosamente que comenzara el evento.
Un cultivador se acercó a toda prisa: —Mi señor, el sacerdote
principal, la reina envió un mensajero preguntando por qué no ha
comenzado el desfile. La hora fortuita2 se acerca rápidamente, si
no nos vamos ahora, ¡la perderemos!

Al escuchar esto, el Sacerdote Principal oró para que un ejército


rebelde invadiera repentinamente y perturbara completamente el
Desfile ShangYuan.

2
Hora fortuita: el mejor momento para hacer algo basado en el calendario de
fortuna diario que estipula la suerte que cada hora se basa en la fecha, el mes, el año
y las estrellas.
¡Que este dolor de cabeza pasara justo en el momento más
crucial!

Si este dolor de cabeza fuera alguien más, él ya habría rugido de


rabia, incluso levantar su espada para matar no sería extraño.
Pero este dolor de cabeza resultó ser su orgullo y alegría, y el
muy, muy, muy distinguido y precioso hijo de otro. No podía
vencerlo, no podía gritarle y definitivamente no podía matarlo. ¡En
lugar de matarlo, es más probable que se suicide!

En ese momento, alguien corrió por el sendero del palacio negro,


precipitándose hacia el palacio, gritando: —Sacerdote Principal,
¿por qué no ha comenzado el desfile? ¡El tiempo está a punto de
pasar, todos los que están afuera están al límite!

El que vino también era un joven de dieciséis o diecisiete años, su


forma erguida y alta, su piel del color del trigo, su espalda llevaba
un largo arco negro y un carcaj blanco como la nieve. Sus labios
estaban apretados, sus cejas fruncidas. Incluso a una edad tan
joven, sus ojos eran fuertes y determinados. En el momento en
que el Sacerdote Principal lo vio, lo agarró.

— ¡Feng Xin! ¿Dónde está su alteza?

Feng Xin se sorprendió, pero al instante pareció haber


comprendido algo, y la ira llenó sus ojos, volviendo su mirada
hacia Mu Qin. En cuanto a Mu Qin, ya se había vuelto a poner su
máscara de demonio sin una palabra, su expresión invisible. Feng
Xin dijo con gravedad: — ¡No hay tiempo para explicar! ¡Por favor
comience el desfile inmediatamente, su alteza el príncipe
heredero no lo decepcionará!

No había escapatoria. Sacar un gran escenario sin el Guerrero


marcial que agradaba a Dios era la muerte; Retrasar la procesión
y perder la hora fortuita también era la muerte.
Desesperadamente, el Sacerdote Principal agitó su mano.
—Que comience la música; ¡salgan!

Al recibir la orden, empezaron a sonar las flautas y las cuerdas, y


los cientos de guerreros reales en el frente de la procesión
gritaron, comenzando su marcha, liderando el masivo e
impresionante desfile. ¡Salieron!

Los guerreros en el frente simbolizaban los caminos espinosos del


mundo mortal. Inmediatamente después, las niñas vírgenes
fueron especialmente elegidas, hermosas y elegantes, con una
cesta en sus manos, lanzando flores en el aire como hadas,
pavimentando el camino con flores y llenándolo de fragancia. Los
músicos montaban en carruajes de oro. En el momento en que la
procesión salió de las puertas del palacio, las multitudes se
asombraron y se asombraron, luchando por atrapar las flores. Sin
embargo, no importa cuán glamoroso, qué grandioso, este fue
solo el acto de calentamiento. La gran carroza, una etapa gloriosa
estaba a punto de emerger.

Dieciséis sementales blancos cubiertos de oro sacaron el gran


escenario de las profundidades de las puertas del palacio,
apareciendo lentamente ante los ojos de millones de personas.
En el escenario, un demonio vestido de negro, una máscara
monstruosa en su rostro, un zanbato de nueve pies en la mano
frente a él, y seriamente cambiado a una posición de lucha.

El corazón del sacerdote principal estaba tenso, esperando un


milagro. Sin embargo, no sucedieron milagros. La multitud se
puso a charlar. Arriba, en la plataforma alta, la familia real y los
nobles fruncieron el ceño, mirándose el uno al otro, todos
preguntándose: — ¿Qué está pasando? ¿Por qué el Guerrero
marcial que agrada a Dios no está en el escenario?

— ¿Su alteza el príncipe heredero no ha llegado todavía?

— ¿Dónde está el hermano Lian?


En el centro de la plataforma alta se encontraba un hombre digno,
guapo y una mujer noble, amable, con gracia y de piel pálida. Eran
el rey y la reina del reino de XianLe. Al no ver a quien debería
estar allí, la reina pareció preocupada y miró al rey. El rey la tomó
de la mano, utilizando su mirada para consolarla, diciéndole que
no se preocupara y que observara y viera lo que sucedería. Sin
embargo, las multitudes de abajo no tenían a nadie que los
consolara y gritaban locamente, los gritos tan fuertes que casi
podían levantar los techos. El sacerdote principal deseaba tener
el coraje de suicidarse. Sin embargo, Mu Qin que estaba en el
escenario estaba bastante tranquilo. Incluso sin su oponente, se
veía tranquilo, ocupándose de su propia misión, y CLANG, arrojó
su sable pesado, apoyándolo en posición vertical ante él.

Al realizar una ronda de matanzas escalofriantes, el joven vestido


de negro terminó de manera impresionante el acto de apertura de
convertirse en un demonio.

Por su cara y su forma, Mu Qin era delicado y elegante como un


erudito apacible, pero un zanbato de nueve pies increíblemente
pesado todavía se balanceaba como si fuera una pluma ligera en
sus manos, como si no tuviera peso. Otro grupo de cultivadores
que jugaban a los demonios saltaron al escenario: fueron
derrotados al instante y salieron del escenario. La espada bailaba
hábilmente, calmada y tranquila, e hizo que la actuación fuera muy
emocionante de ver, por lo que algunos de la multitud lo
vitorearon. Sin embargo, la gente no vino a ver demonios
causantes de caos, por lo que después de ese acto hubo más
ruido.

— ¿Dónde está el guerrero marcial que agrada a Dios?

— ¿Dónde está su alteza el príncipe heredero?

— ¡Queremos ver a su alteza interpretando al Gran Emperador


Marcial! ¡Que derrote al mal!
En la plataforma elevada, una voz furiosa gritó: — ¿Dónde está
mi primo? ¡¡Qué demonios!! ¿Quién quiere ver esta mierda?
¿Dónde diablos está mi primo, el príncipe heredero?

No hay necesidad de ver quién era, obviamente, esa voz más alta
no pertenecía más que a Qi Rong, el Príncipe Xiao Jing.
Efectivamente, muchos miraron hacia arriba y vieron a un joven
vestido con un brocado de color turquesa claro y un collar que se
precipitaba hacia el borde de la plataforma, levantando los puños
con enojo. Este joven no tenía más de quince o dieciséis años, su
cara pálida y sus cejas negras, bastante bien parecidos, pero su
cara estaba torcida, como si fuera a saltar de la torre en cualquier
momento para golpear a alguien. Sin embargo, la torre era
demasiado alta, por lo que si saltaba, se rompería las piernas si
no moría. Así que en lugar de eso, tomó una tetera blanca y la
arrojó.

Esa tetera arrojada apuntaba directamente a la parte posterior de


la cabeza del demonio, volando hacia él pareciendo como si fuera
a golpearlo en el acto, pero sorprendentemente, el demonio volteó
su cuerpo, levantó el zanbato levemente y atrapó la tetera en su
espada.

La tetera temblorosa se detuvo en la punta de la hoja, lo que


provocó otra ola de vítores. Mu Qin luego movió el sable largo y
la tetera fue lanzada al aire, luego atrapada por alguien debajo del
escenario. Continuó desempeñando el papel del demonio
lánguidamente, balanceando el zanbato, matando humanos. Qi
Rong estaba enfurecido e iba a lanzar algo más, pero la reina le
había ordenado a alguien que lo arrastrara hacia abajo, por lo que
fue arrastrado de mala gana. Sin embargo, los rostros de los
nobles se veían cada vez más sombríos, y algunos se
inquietaban.

¡Que el Guerrero Marcial que agrada a dios desapareciera justo


antes de la Procesión Celestial del Festival ShangYuan no era un
asunto gracioso!
En ese momento, una aclamación rugiente como la tormenta
explotó entre la gente, más fuerte que los vítores de antes. ¡Una
silueta blanca como la nieve descendió del cielo y aterrizó justo
delante del demonio vestido de negro!

Al aterrizar, su pesado vestido blanco revoloteaba y cubría el gran


escenario con la forma de una flor gigante, una máscara dorada
que ocultaba su rostro. Sostenía una espada en una mano, y la
otra movía suavemente la Espada del presentimiento, el
resonante sonaba agradable al oído. Este gesto era sereno y
seguro, como si el demonio no significara nada para él. El
demonio levantó lentamente su zanbato y lo apuntó hacia él, y el
guerrero marcial vestido de blanco se levantó sin prisas.

Los ojos de Qi Rong brillaban intensamente, su cara roja. Saltó


arriba y abajo, gritando: — ¡Primo príncipe heredero! ¡¡¡EL
PRÍNCIPE HEREDERO VINO!!!

Arriba y abajo, todos estaban aturdidos al silencio.

¡Esta entrada era como un verdadero descenso de un ser


celestial, sumamente audaz!

Esa torre de la fortaleza tenía al menos más de diez metros de


altura, y como el eminente príncipe heredero cuya persona valía
mil en oro, igual saltó de ella! En ese momento, miles pensaron
que un dios verdaderamente había descendido.
Cuando se recuperaron de su conmoción, el fervor llenó sus
venas; La multitud se puso histérica, aplaudiendo con intensidad.
Qi Rong también gritaba, guiando a la multitud aplaudiendo
locamente, gritando hasta que su voz fue ronca, aplaudiendo
hasta que ambas manos estaban rojas. El rey y la reina se
miraron, sonrientes y aplaudieron también. El resto de los nobles
aflojaron las cejas y suspiraron aliviados antes de unirse a la
alegría. A ambos lados de Avenida de la Deidad Marcial, las
multitudes se volvían locas como olas, cientos y miles de hombres
estaban tan entusiasmados que empujaron a los guardias reales,
queriendo acercarse y gritar.

Sobre el gran escenario, dos formas, una negra y otra blanca, se


enfrentaron. Cada uno con su propia arma en la mano, Dios y
Demonio finalmente se enfrentarían.

Al ver que todo funcionaba, el Sacerdote Principal finalmente


relajó sus hombros y subió a la plataforma elevada. Después de
saludar a sus compañeros con la cabeza, se encontró con un
asiento y se sentó. El rey se echó a reír:

—Sacerdote principal, ¿cómo se te ocurrió una entrada tan


emocionante? Que interesante.

El sacerdote principal se limpió el sudor de la cara y sonrió: —Es


realmente emocionante. Pero, desafortunadamente, este humilde
servidor no lo consiguió. Me temo que es la idea de su alteza el
príncipe heredero.

La reina le dio unas palmaditas en el corazón.

—Ese niño travieso. ¡Saltar desde tal altura sin una advertencia!
Casi me levanté de miedo.

El Sacerdote principal no pudo evitar atar sus palabras con


orgullo: —Mi reina puede estar a gusto. El poder marcial de su
alteza el príncipe heredero es extraordinario. Decenas de metros
no es nada para él, e incluso con torres que son muchas veces
más altas, puede montar y saltar fácilmente con los ojos cerrados.

La reina pareció complacida y dijo con suavidad: —Gracias a las


enseñanzas del Sacerdote Principal.

El sacerdote principal se rió: —No es nada, no es nada. Su alteza,


el príncipe heredero, querido de los cielos, tiene un don divino, es
maravillosamente talentoso y brillante con gracia. Es la fortuna
recolectada durante tres vidas lo que le dio a este humilde servidor
la oportunidad de convertirse en su maestro. Tengo la
premonición de que con la presencia de su alteza del príncipe
heredero, hoy pasará a la historia como el Enfrentamiento Marcial
más impresionante de la Ceremonia de complacencia a Dios.

Sus palabras de alabanza fueron suaves y aludían a los cielos. El


rey sonrió levemente y volvió la cabeza para mirar la actuación.

—Espero que ese sea el caso.

En la Procesión Celestial del Festival ShangYuan, el Guerrero


Marcial que agrada a Dios y el Demonio fueron los dos papeles
más importantes. Ambos deben ser hombres jóvenes sumamente
expertos en artes marciales. Especialmente el Guerrero Marcial
que complace a Dios; La presentación y la confección de su
vestuario eran estrictas, trascendentemente glamurosas; y
después de vestirse, todo lo usado pesaba alrededor de cuarenta
a cincuenta libras. El guerrero marcial debe, bajo esta pesada
carga, ante los ojos de millones de personas, marchar alrededor
del capitolio muchas veces y actuar en el combate marcial durante
al menos cuatro horas. No debe haber errores cometidos en todo
momento, por lo que el ejecutante debe ser extraordinariamente
hábil.

Afortunadamente, ambos jóvenes eran extremadamente


talentosos. El sable paró con la espada, uno cortado, otro
golpeado; El emocionante partido fue un espectáculo para la vista.
Los movimientos también se calcularon hasta el más mínimo
detalle, obviamente después de haber practicado y ensayado
varias veces.

— ¿Quién es el que está interpretando al demonio y luchando con


el príncipe heredero? —Preguntó el rey.

El sacerdote principal se aclaró la garganta: —Su majestad, es un


joven aprendiz del Sagrado Pabellón Real. Su nombre es Mu Qin.

La reina dijo con suavidad: —Veo que el niño también es bastante


hábil en la lucha, un poco más débil que mi hijo. Tal vez sobre el
mismo nivel que el Feng Xin?

El sacerdote principal no parecía estar de acuerdo con su opinión.


Qi Rong había estado acostado en el regazo de la reina comiendo
uvas, y escupió las pieles apresuradamente.

—Psh, psh, psh! ¡De ninguna manera de ninguna manera! ¡No


solo un poco más débil, es más débil que él! ¡No cualquiera puede
compararse con el primo príncipe heredero!

Al oír esto, la reina le dio unas palmaditas en la cabeza, sonriendo,


y el resto de los nobles se echaron a reír, sus cuerpos
balanceándose de un lado a otro con alegría. Bromearon.

— ¡El pequeño Rong ciertamente se aferra a su primo! Si no lo


alaba por un día, es miserable.

Abajo en la multitud, los vítores y los gritos se elevaban a los


cielos:

— ¡PELEA! ¡PELEA! ¡MÁTALO!

— ¡DESTRUYE EL MAL!
Los rugidos de excitación se estaban haciendo más fuertes. Qi
Rong también se estaba sumando al ruido, con ambas manos
alrededor de su boca como una trompeta, gritando y riendo: —
¡PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO VAMOS! TÚ PUEDES
FÁCILMENTE DERROTARLO CON UNA MANO, MUESTRALE!

De repente, el demonio en el escenario avanzó. El guerrero


marcial repelió el ataque con su espada, pero dijo: — ¿Hmm?

Técnicamente, durante el Desfile Celestial, el combate marcial era


una actuación para complacer a los dioses, y a lo sumo uno solo
debería usar una séptima parte de su poder, retrocediendo
después de tocas las espadas. Sin embargo, el golpe que recibió
justo ahora, la espada en su mano casi salió volando. Obviamente
su oponente había usado toda su fuerza en ese golpe.

Xie Lian levantó un poco la cabeza y gritó: — ¿Mu Qin?

El joven que jugaba al demonio no dijo una palabra y volvió a


atacarlo. Xie Lian no tuvo tiempo de pensar, y recibió un ataque
tras otro, sus armas resonaron.

—Bueno, esto es más emocionante que el juego falso. —Xie Lian


pensó, y su espíritu se intensificó, entrando más en la lucha.

Así, bajo los rugidos de vítores, las armas chocaron y las chispas
volaron. Cuanto más fascinante fue la pelea en el escenario, más
fuertes fueron los aplausos. De repente, se escuchó un ruido
ensordecedor, la luz blanca destelló, y la multitud soltó un Ah, con
la respiración contenida. Ese zanbato de nueve pies del demonio
fue arrancado de su mano por la larga y delgada espada del
Guerrero Marcial que agrada a Dios, y voló hacia un pilar de piedra
de la plataforma elevada, clavándose en ella. Algunos transeúntes
intentaron sacarlo, pero incluso cuando tiraron con toda su fuerza,
el zanbato no se movió ni un centímetro.

— ¿Qué tipo de sable es este? ¡Qué fuerza necesitas!


En el gran escenario, el Guerrero marcial que agrada a Dios
sacudió su espada y volvió a golpear la hoja. Otro sonido de
tintineo, y detrás de la máscara dorada vino una suave carcajada.

—Luchaste bien, pero aun así perdiste —dijo Xie Lian con calma
pero alegremente.

El demonio perdió su arma, medio arrodillado en el suelo, todavía


en silencio, pero su puño se apretó con más fuerza. Xie Lian hizo
girar su espada astutamente, y bajo los vítores de todos lados,
estaba a punto de lanzar su último golpe. Matando al demonio,
¡cuando en ese momento, gritaban desde arriba!

Sorprendido, Xie Lian bajó la espada y levantó la vista, y vio una


sombra borrosa que caía rápidamente de la muralla de la ciudad.

En ese momento, no tuvo tiempo de pensar, y en un instante,


inclinó los pies y se levantó del suelo, saltando en el aire,
lanzándose hacia arriba sin peso.

Se levantó y voló, sus mangas se abrieron como las alas de una


mariposa, luego aterrizó con gracia, ligero como una pluma. En su
agarre con fuerza aferrada estaba una persona, y solo cuando
tocó tierra firme, Xie Lian suspiró aliviado y miró hacia abajo.

En sus brazos había un niño, con la cabeza envuelta en vendas,


sucia y descuidada, acurrucado en su agarre, mirándolo aturdido.
Capítulo 59: En la Avenida de la Deidad Marcial; una impresionante primera
impresión (parte dos)

Este niño no tenía más de siete u ocho años, y era una criatura
flaca y pequeña. Cayendo desde tal altura, su pequeño cuerpo
temblaba incontrolablemente en sus brazos como el recién nacido
de un animal. Sin embargo, de ese lío de vendas que rodeaban
su cabeza, apareció un gran ojo de color negro, que reflejaba la
sombra de una figura blanca como la nieve dentro, observándolo
sin parpadear, como si ya no pudiera ver nada más.

Se oyeron fuertes jadeos, y cuando Xie Lian levantó la cabeza, su


corazón se hundió. En su visión periférica vio tendido en el suelo,
no muy lejos, un objeto dorado.

La máscara de oro que ocultaba su rostro había caído.

Xie Lian había aterrizado en medio de la Avenida de la Deidad


Marcial, y el desfile ceremonial estaba muy por detrás de él, la
procesión aún no había llegado tan lejos. La repentina conmoción
rompió la marcha constante de los guerreros, las hadas
celestiales que arrojaban flores se veían aterrorizadas, los
carruajes dorados se detuvieron, una serie de sementales blancos
pisotearon sus cascos y relincharon alarmados, y las cuerdas
fallaron y sus ritmos se rompieron. Algunos siguieron y otros se
detuvieron. Sin poder coordinar nuevamente su marcha, toda la
situación estaba fuera de control. La multitud a ambos lados de la
calle aún no ha tenido la oportunidad de reaccionar, pero el Rey
de XianLe sobre la plataforma elevada se levantó de inmediato,
observando la silueta de su hijo, su expresión preocupada y grave.

En el momento en que se puso de pie, ¿cómo podrían los demás


nobles permanecer sentados? Así que todos se pusieron de pie
en un frenesí. El fondo del sacerdote principal acababa de
calentar su asiento, pero ahora estaba frío nuevamente. Estaba
pensando rápidamente si necesitaba postrarse en cuatro de
inmediato para pedir perdón, mientras que Qi Rong ya se había
subido a la barandilla, se arremangó las mangas y gritó de rabia:
— ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¿QUÉ ESTA SUCEDIENDO? ¿POR
QUÉ LA PROCESIÓN ESTÁ EN CAOS? ¿QUÉ DIABLOS
USTEDES BASURA INÚTIL ESTÁN HACIENDO? ¿NO
COMIERON NADA SINO ARROZ, ASÍ QUE NO PUEDEN
SIQUIERA MANEJAR SUS CABALLOS?

La cara de la reina estaba pálida, sus cejas ligeramente fruncidas,


y apresuradamente envió a otra persona para que lo arrastrara de
regreso. Las multitudes se estaban agitando y un disturbio estaba
a punto de estallar cuando, justo en ese momento, Xie Lian se
puso de pie.

Por lo general, el honorable príncipe heredero estaba escondido


en lo profundo del palacio o entrenándose en el Sagrado Pabellón
Real, y rara vez tenía la oportunidad de mostrar su rostro a la
gente. Esta fue una ocasión tan rara que muchos no pudieron
evitar estar intrigados, sus miradas cayeron sobre él. Al ver su
rostro, todos contuvieron el aliento. Ese joven tenía cejas largas y
ojos encantadores, dignos y hermosos, irradiaban nobleza, su
aura era deslumbrantemente brillante, forzando a los ojos de
aquellos que miraban. Con el niño en un brazo, levantó con el otro
la espada en la mano y la apuntó al gran escenario.

Ese demonio había estado observando la situación desde arriba


del escenario, y al ver ese gesto, se detuvo por un momento antes
de saltar del suelo.

La multitud se asombró cuando el demonio, en su forma de nube


negra, voló por el aire hacia el pilar de piedra donde el sable
estaba profundamente incrustado, lo sacó de la grieta y saltó otra
vez aterrizando en medio de la Calle delante del guerrero marcial.

Al ver que comprendió instantáneamente sus intenciones y salió


a cooperar, Xie Lian alabó por lo bajo.
— ¡Buen Mu Qing!

Ahora, tanto el Guerrero Marcial que agradaba a Dios como el


demonio habían descendido del escenario. Uno negro, uno
blanco, sable y espada se enfrentaron una vez más, aumentando
la emoción, electrizando a la multitud. Sobre la plataforma
elevada, las caras de los nobles finalmente se relajaron,
pareciendo apaciguadas.

El demonio hizo el acto para apuntar al niño en los brazos del


guerrero, con ambas manos sosteniendo el sable, sujetándolo a
un lado y corriendo hacia Xie Lian. Los dos simularon enfrentarse,
movimiento tras movimiento, golpe tras golpe, y saltaron de nuevo
al escenario. Mientras la multitud estaba distraída, Mu Qing
aprovechó la oportunidad para dar un salto mortal en la calle,
agarró la máscara y luego se atravesó la procesión, diciendo en
voz baja: — ¡No se apresuren! ¡Compónganse! ¡Finjan que no ha
pasado nada y continúen la marcha! ¡Terminen de marchar esta
ronda y regresen al palacio!

Todos dentro de la procesión inmediatamente se estabilizaron y


regresaron a sus propios puestos, sus espíritus renovados. En el
momento en que Mu Qing regresó al escenario, sus ataques se
volvieron aún más vigorosos, tintineando y haciendo ruido, Xie
Lian recibió más ataques. En ese momento, el niño en sus brazos
gritó, probablemente aterrorizado por estar atrapado entre las
armas en conflicto. La mano izquierda de Xie Lian lo sostuvo con
más fuerza y susurró: — ¡No te asustes!

Al escuchar sus palabras, el niño pequeño se aferró a los pliegues


de su ropa en el área del pecho. Incluso con un niño en un brazo
y la otra mano manejando la espada, Xie Lian seguía luchando
con facilidad. Luchando por otro rato, sintió que el niño en sus
brazos levantó sus temblorosos brazos y lo agarró de los hombros
con un agarre mortal, como si estuviera aferrándose por su
preciada vida. Xie Lian volvió a tranquilizarlo: —No te preocupes,
nada te hará daño.

Después de decir esas palabras, Xie Lian gritó en voz baja: — ¡Mu
Qing!

El demonio que estaba frente a él inclinó la cabeza discretamente,


y Xie Lian golpeó.

Así, ante los ojos de millones de personas, ¡el Guerrero Marcial


que agrada a Dios perforó el corazón del demonio y lo mató en el
acto!

Mu Qing, con su máscara de demonio puesta, se aferró a su


herida, retrocedió unos pasos, luchó por un momento antes de
finalmente caer de golpe al suelo y dejó de moverse.

Arriba, en la plataforma, Qi Rong rió a carcajadas y aplaudió: —


¡MUERTO! ¡ÉL ESTÁ MUERTO! ¡PRIMO PRÍNCIPE
HEREDERO HA ASESINADO A ESE DEMONIO!

Mientras todo esto sucedía, la magnífica Procesión Celestial


había continuado marchando, y pronto avanzó por el camino de
regreso al palacio. Debido a lo bien que se salvó el acto y el acto
improvisado inesperado fue emocionante de ver, no solo las
personas no se quejaron, sino que su entusiasmo se hizo aún más
fuerte. Innumerables dentro de la multitud gritaban: Su alteza,
gritaban: Dios, y seguían, detrás del gran escenario, miles y
millones de personas que corrían hacia el palacio. Algunos de los
generales tuvieron que enviar muchas más tropas de guerreros y
soldados para bloquear a las personas demasiado excitadas. Sin
embargo, al final igual no pudieron contenerlos, y la multitud se
abrió paso, empujándose hacia las puertas del palacio.

El rey de XianLe gritó desde lo alto de la plataforma elevada:


¡Guardias! ¡Guerreros!
Al mismo tiempo, los cientos dentro de la procesión habían vuelto
a entrar al palacio, y las gigantescas puertas de color carmesí se
cerraron profundamente después del gran escenario, las coloridas
pancartas de la actuación estaban ahora fuera de la vista. La
gente corrió hacia las puertas, tocando y abofeteando, sus vítores
sonaban en los cielos.

Dentro de las bien cerradas puertas del palacio, en el gran


escenario, el Guerrero Marcial que agradaba a Dios y el demonio
vestido de negro lanzaron sus armas al suelo con dos sonidos de
golpeteo, y se desplomaron pesadamente en el suelo.

Xie Lian estaba cubierto de sudor, y arrancó capas y capas de su


elegante traje, y exhaló profundamente: —Eso estuvo cerca.
Demasiado cerca. Estoy agotado.

Mu Qing también se quitó la pesada máscara de demonio y dejó


escapar un largo suspiro en silencio, pero no se quejó de estar
cansado.

Cuando miró por encima, vio que Xie Lian todavía estaba
aferrándose a ese niño pequeño, y frunció el ceño sin decir nada.
Feng Xin, por otro lado, gritó mientras corría detrás del gran
escenario.

—Su alteza, ¿qué está haciendo al traer al niño también?

Ese niño pequeño yacía sobre el pecho de Xie Lian, su pequeño


cuerpo congelado e inmóvil, temiendo incluso respirar en voz alta.
Xie Lian se incorporó y dijo: — ¿Qué iba a hacer yo, tirarlo de
vuelta a las calles? Es un desastre por ahí, es una criatura tan
pequeña que podría ser pisoteada a muerte.

Levantó al niño pequeño y le dio unas palmaditas en la cabeza,


preguntando casualmente: — ¿Cuántos años tienes, pequeño?
Ese niño no parpadeó, y sus labios no emitieron ningún sonido.
Xie Lian continuó con su pregunta, su tono tranquilizador: —
¿Cómo es que caíste antes?

—Su alteza, el niño probablemente no se atreva a hablar,


obviamente está asustado —dijo Mu Qing.

Xie Lian le dio una nueva palmadita a la cabeza de ese niño


pequeño, pero el niño que no reaccionaba le hizo perder el interés,
por lo que dejó de acariciar.

—Tan tonto —comentó Xie Lian. —Feng Xin, busca a alguien que
lo saque por las puertas laterales cuando tengas la oportunidad,
mira si está herido, su cabeza está envuelta en vendas.

—Está bien. —Feng Xin extendió su mano. —Démelo aquí.

Xie Lian levantó al niño y lo dio, pero antes de que pudiera hacerlo,
Feng Xin dijo: —Su alteza, ¿por qué no lo ha dejado ir?

— ¿No lo dejé ir?

Xie Lian estaba desconcertado, pero cuando miró hacia abajo, se


rió exasperadamente. Resultaba que era el niño el que todavía se
aferraba con fuerza a su ropa, negándose a dejarlo ir.

Algunos se sorprendieron y se echaron a reír a carcajadas.


Mientras entrenaban en el Sagrado Pabellón Real, muchos
devotos, hombres y mujeres por igual, hicieron todo lo posible por
vislumbrar a Xie Lian, ya sea por curiosidad o por devoción. Pero
una vez que lo habían visto una vez, querrían volver a verlo, si
pudieran entrenar junto a él, incluso mejor. No podían creer que
un niño a una edad tan joven reaccionaría de la misma manera.
Vigilando alrededor del gran escenario había muchos jóvenes
aprendices del Sagrado Pabellón Real, y todos rieron.

— ¡Alteza, este niño no quiere irse!


Xie Lian también se rió.

— ¿Es eso correcto? Eso no puede ser. Tengo mis propias cosas
que hacer. Vete a casa, niño pequeño.

Al escuchar esto, ese niño finalmente aflojó su agarre lentamente,


soltando su ropa, y Feng Xin lo levantó. Incluso cuando la persona
que lo sostenía ahora era Feng Xin, el niño seguía mirando a Xie
Lian con su ojo grande y oscuro, como si estuviera poseído.
Muchos de los que estaban presenciando esto comenzaron a
murmurar en silencio, notando esa intensa mirada. El mismo Xie
Lian, sin embargo, ni siquiera estaba mirando al niño, y solo habló
directamente con Feng Xin.

—No lo levantes como si estuvieras recogiendo basura, lo estás


asustando.

Feng Xin volvió a poner al niño en el suelo.

—Basta de bromas. El sacerdote principal se está volviendo loco.


Su Alteza mejor piensa en cómo vas a enfrentarlo más tarde.

Al oír esto, todos dejaron de reír.

Una hora más tarde, en el Sagrado Pabellón Real, en la Cumbre


de la Deidad Marcial, dentro del Gran Salón Marcial.

Nubes de incienso flotaban en el aire, y el sonido del canto vino


en oleadas. El Sacerdote Principal y otros tres Sacerdotes
Principales Adjuntos estaban sentados en una fila junto a la pared
lateral del gran salón, con el rostro nublado, y Mu Qing estaba
arrodillado ante ellos. Xie Lian también estaba arrodillado, pero
ante él no había nadie más que la estatua dorada del Gran Dios
Marcial. Feng Xin siguió a su maestro, y se arrodilló detrás de él.
El Sacerdote principal recogió esa máscara dorada
exquisitamente elaborada y, después de un momento, lanzó un
profundo suspiro: —Su alteza, su alteza.

Incluso cuando se arrodillaba la espalda de Xie Lian era recta, su


postura perfecta y su cabeza levantada.

—Presente.

El Sacerdote Principal parecía molesto: — ¿Sabes que en la


historia de XianLe, después de haber celebrado tantas
Procesiones Ceremoniales Celestiales Shangyuan, ni una vez el
gran escenario solo rodeó la capital tres veces? ¡Tres veces!

Cada ritual de la Procesión Ceremonial Celestial ShangYuan,


cada decoración de cada lugar, tenía un significado detrás de
ellos. Tener el gran escenario rodeando la capital una vez,
simbolizaba la oración del reino por la paz y la felicidad de la gente
durante un año; por lo tanto, la cantidad de rondas realizadas por
el gran escenario, eran la cantidad de años que otra gran
ceremonia so era necesaria llevar a cabo. No solo significó buena
fortuna, sino que también ahorraba dinero. Habiendo hecho solo
tres rondas, ¿eso no significaba que el reino solo estaría protegido
por tres años?

Lo peor de todo eso era la máscara dorada en el rostro del


guerrero marcial que agradaba a Dios que había caído a mitad del
ritual.

Desde la antigüedad, la gente de XianLe había creído que el aura


espiritual de una persona residía en los cinco rasgos faciales; el
espíritu de una persona estaba en su rostro, y lo mejor debía ser
ofrecido a los cielos. Así, en medio de una ceremonia, el Guerrero
Marcial debe usar una máscara dorada para ocultar sus rasgos,
porque su rostro solo podía ser apreciado por los dioses, y los
mortales no tienen derecho a verlo.
El Sacerdote principal estaba a la vez furioso y decepcionado: —
Los Guerreros marciales que agradan a Dios en el pasado
rodearon la capital como mínimo cinco veces, como máximo
quince o dieciséis veces. ¿Tú? ¡Puedes hacer cincuenta con los
ojos cerrados! ¡Cien incluso! Pero terminaste en tres, ¿por qué no
me terminaste a mí, tu maestro, primero? Ahora mírate. Nuestra
querida alteza, el príncipe heredero, será desprestigiado en la
historia, ¡y me arrastrará con él!

Nadie se atrevió a hablar en el gran salón. Sin embargo, Xie Lian


parecía estar tranquilo y respondió con calma: —Sacerdote
principal, ¿por qué no lo ve de esta manera? Si ese niño hubiera
caído a la muerte sin nadie que lo atrapara, derramando sangre
en el camino de la procesión, ¿no sería eso siniestro? ¿No tendría
que detenerse aún el desfile? Como mínimo, la ceremonia terminó
decentemente, y ese es el mejor de los casos. Llamemos a lo que
ha pasado un accidente.

Por un momento, las palabras del sacerdote principal quedaron


atrapadas en su garganta, pero luego explotaron.

— ¡Hijo! Con tantos guardias reales en el lugar, ¡cualquiera podría


haberlo atrapado! Incluso si la captura fuera mala y se rompiera
un brazo, no moriría. Podrías haber avanzado unos pasos,
realizar un acto un poco más llamativo, y todos olvidarían lo que
había caído y seguirían adelante.

Xie Lian levantó las cejas.

—Sacerdote principal, lo entiendes tan bien como yo. En esas


circunstancias, nadie más que yo podría haber reaccionado tan
rápido, y no había una segunda persona que pudiera haberlo
atrapado sin lesiones. Déjalo caer, habrá un muerto. Atraparlo, y
habrá dos muertos.3

3
Se refiere a que si fuera otra persona que lo hubiera atrapado, esta también
hubiera muerto.
Sus palabras fueron confiadas y seguras de sí mismo. Los jefes
de los sacerdotes también sabían que lo que había dicho era
cierto, y no podían refutarlo. Pero al verlo arrodillarse ante la
estatua de Dios, luciendo como si todo estuviera bien y no
ocurriera nada, el Sacerdote principal estaba enojado, asombrado
y orgulloso. Ante su preciado y querido discípulo, simplemente no
podía enojarse, solo podía tirar de su propio cabello y usar el dolor
de su cuero cabelludo para aliviar la preocupación en su corazón.
Después de una pausa, el Sacerdote Principal habló nuevamente.
— ¡Otra cosa!

Xie Lian inclinó su cabeza.

—Este discípulo está escuchando.

—Lo hiciste bien hoy en el escenario —dijo el sacerdote


principal—. Pero no importa qué tan bien te desempeñes, no
puedes cambiar las cosas justo antes del comienzo sin una
advertencia. Ambas majestades estaban aterrorizadas por tu acto
de hoy. ¿Sabes qué pasaría si nos perdiéramos la hora fortuita?

Xie Lian frunció sus largas cejas, desconcertado.

—Sacerdote Principal, con respecto a esto, ¿no le he pedido


permiso antes de hoy?

El Sacerdote Principal también se sorprendió: — ¿Ya has


preguntado? ¿Antes de hoy? ¿Cuando?

Desconcertado, Xie Lian volvió la cabeza y miró, gritando: — ¿Mu


Qing?
Capítulo 60: Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos con deseo (parte uno)

Justo en ese momento, Feng Xin, quien estaba arrodillado detrás


de Xie Lian, dijo con seriedad: —Su alteza sí lo mencionó hace un
par de días.

Todos los ojos se dirigieron a él. Feng Xin continuó: —


Recientemente, su alteza ha estado pensando mucho en la
Procesión Celestial, y ayer de repente se le ocurrió la idea
extraordinaria de saltar de la torre para simular el descenso
celestial sin cambiar nada más en la programación. En ese
momento, su alteza estaba en medio de los ensayos y no podía
escapar, por lo que envió a Mu Qing para que se lo comunicara al
Jefe de los Sacerdotes para solicitar el visto bueno.

Levantó la cabeza, la ira era evidente en sus ojos: —Mu Qing


regresó y le dijo a su alteza que el Sacerdote principal había sido
informado, por lo que su alteza se realizó hoy bajo la impresión de
que obtuvo permiso. ¡Quién sabía que el sumo sacerdote no lo
sabía y casi arruinó el evento!

Los cultivadores se miraron. El sacerdote principal preguntó: —


¿Quién sabía de esto?

Los otros tres sacerdotes principales adjuntos sacudieron sus


cabezas, todos negando saber nada. El Sacerdote Principal se
volvió hacia Mu Qing, su expresión turbia se convirtió en una de
ira.

—Mu Qing, ¿retuvo intencionalmente la comunicación?

Sus palabras y expresión mostraron que ya creía firmemente que


Mu Qing estaba saboteando el asunto a propósito. Xie Lian miró
al joven silencioso e inexpresivo que se arrodillaba a un lado y
reflexionó antes de hablar: —Sacerdote principal, creo que debe
haber algún tipo de malentendido aquí.
Al escuchar esto, Mu Qing cambió sus ojos para mirarlo, sus ojos
se oscurecieron. Xie Lian dijo: —Si él hubiera retenido la palabra
a propósito, una vez que el evento terminó y comparamos las
notas, se revelaría su engaño, y no habría manera de que pudiera
escapar de la responsabilidad. Mu Qing no es un imbécil miope, y
no habría tenido una táctica tan baja. Además, con la ausencia del
Guerrero Marcial que Complace a Dios, ¿qué ventajas tiene el
oponente demonio? Por favor, escúchalo, sacerdote principal, y
luego saque una conclusión.

Al terminar su discurso, Xie Lian inclinó la cabeza: —Cuéntanos,


Mu Qing. ¿Qué pasó?

Mu Qing bajó los ojos y dijo suavemente: —Sí avisé lo que su


alteza me ordenó decir ayer.

El Sacerdote Principal frunció el ceño.

— ¿No nos dirás lo que dijiste o no dijiste? ¿Cuándo nos dijiste?

—Ayer, una hora después de la lección de la tarde, cuando los


cuatro Maestros estaban descansando en el Pabellón SiXiang,
este discípulo habló desde afuera de la ventana —dijo Mu Qing.

El Sacerdote Principal volvió el cabeza hacia sus tres


compañeros, desconcertado.

— ¿Ayer después de las lecciones de la tarde? ¿Qué estábamos


haciendo entonces?

En el momento en que la pregunta salió de sus labios, recordó, y


su rostro se volvió un poco verde por la torpeza. Los otros tres
sacerdotes principales adjuntos también tosieron nerviosamente,
con una respuesta ambigua: —En realidad no es nada. ¡Solo...
descansar es descansar!
Al ver cómo tartamudeaban los sacerdotes principales, todos
comprendieron de inmediato.

El Sagrado Pabellón Real era un lugar de meditación y


entrenamiento tranquilo, y había muy poco entretenimiento, solo
algunos juegos pequeños que podían considerarse diversión. Uno
de ellos, el más popular, era jugar a las cartas.

Las cartas solo se podían jugar en secreto, para que nadie las
viera. Los Sacerdotes Principales llevaban mucho tiempo
aburridos y residían en el Sagrado Pabellón Real, por lo que eran
muy adictos. Cuando comienzan a jugar, se olvidan de todo y de
todos, cayendo en un estado similar a la obsesión o la
embriaguez, incontrolablemente emocional, y definitivamente no
podrían escuchar nada desde afuera. Si Mu Qing hubiera dicho
algo al mismo tiempo, ¿qué podrían escuchar?

Uno de los sacerdotes principales adjuntos dijo: —Oh, um... tal


vez había demasiada gente, su voz era demasiado baja y no
escuchamos. O, um, no escuchamos con claridad.

El Sacerdote principal exigió sospechosamente: — ¿Fuiste al


pabellón SiXiang ayer?

—Lo hice absolutamente —dijo Mu Qing, y como prueba, dijo lo


que vestía, la mirada y el acento del guardia de pie en la puerta,
y sin ningún error. El Sacerdote principal tenía que creerle, pero
aun así frunció el ceño—. Si hubieras ido al Pabellón SiXiang,
podrías haberle pasado el mensaje al aprendiz que estaba afuera
de la puerta, o entrar a la cámara y comunicarte en detalle, ¿por
qué hablar afuera por la ventana? ¿Ni siquiera confirmaste si lo
escuchamos?

Mu Qing respondió suavemente: —No es como si no lo hubiera


intentado. Este discípulo le suplicó al shixiong 4 que custodiaba la

4
Compañero de cultivación con mayor edad.
puerta, pero por alguna razón ese shixiong tuvo que dificultar las
cosas, y no me dejó entrar a la cámara ni me dijo nada. Sus
palabras fueron burlonas y me echó.

Después de una pausa, continuó: —Este discípulo no tenía otra


opción, así que fui al otro lado del Pabellón SiXiang e intenté pasar
el mensaje a través de la ventana. Después de hablar, escuché a
uno de los Sacerdotes principales decir —Entiendo, ahora vete.
Así que este discípulo lo tomó como consentimiento a los planes
de Su Alteza y regresó.

Los Sacerdotes Principales fruncieron sus labios y no hablaron.

A la altura de una ronda de juegos de cartas, ¿quién prestaría


atención a lo que fuera dicho afuera? Si deberían escuchar algo,
por supuesto, responderían de forma espontánea con: Entiendo,
pero en realidad, ¡probablemente ni siquiera sabían de dónde
provenía la voz!

Xie Lian frunció el ceño.

— ¡Que tal cosa pasaría! ¿Qué aprendiz es este impudente? Por


ser tan irrespetuoso con uno de mis mensajeros, tiene agallas.

Aunque Xie Lian solía ser amable y gentil cuando interactuaba con
otros en el Sagrado Pabellón Real, y en realidad nunca actuaba
como superior a los demás, todavía era el estimado hijo del rey,
el prominente príncipe heredero, e incluso cuando se arrodilló
ante la estatua de Dios, no había mostrado ninguna
mansedumbre ni timidez. En ese momento de severidad, era
fuerte y autoritario sin furia. Todos permanecieron en silencio, y
los Sacerdotes Principales usaron expresiones ilegibles en sus
rostros.

— ¿Por qué no me informaste esto cuando regresaste ayer? —


Preguntó Xie Lian.
Mu Qing se dio la vuelta cuando aún estaba arrodillado y se
postró, con voz tranquila: —Su alteza, no hay necesidad de seguir
investigando este asunto con ese shixiong. No dije nada después
de regresar ayer simplemente porque no quiero convertir esto en
un gran problema. Y en serio, no es nada importante. Si su alteza
me defendiera abiertamente, perjudicará la amistad entre todos.

Xie Lian no estuvo de acuerdo, sonando molesto.

— ¿Qué es esta amistad con todos? ¿El tipo de amistad que usas
para abusar de otros?

Al escuchar esto, los Sacerdotes principales sentados a un lado


parecían aún más agitados.

Al final del día, algo como esto sucedió porque a los sacerdotes
principales no les gustaba Mu Qing.

Ya que estaban disgustados, los asistentes en prácticas seguían


su liderazgo de manera natural, y en verdad, el propio Mu Qing no
era tan agradable, por lo que a menudo no solo los compañeros
en prácticas lo molestaban, sino que también le hacían las cosas
difíciles en cada momento. Por supuesto, este alto y poderoso
discípulo no estaba tratando de ser sarcástico, pero ciertamente
dio en el punto.

A través de sus palabras, era obvio que Mu Qing estaba


retrocediendo, pero Feng Xin no podía escuchar otra palabra, y
de repente intervino: —Realmente no era nada importante, pero
tenías que ir y hacerlo complicado. Si le hubieras dicho al aprendiz
en la puerta que fue a entregar un mensaje por orden de su alteza
real, ¿todavía sería lo suficientemente valiente como para
bloquear su camino? Además, justo antes de que partiéramos
hoy, el Sacerdote principal te preguntó a dónde iba su alteza, ¿por
qué respondiste tan vagamente? ¿No pudiste haber dicho
claramente que su alteza estaba en la cima de la torre esperando
que comenzara la procesión?
Mu Qing inmediatamente replicó, con calma y firmeza: —Pensé
que el Sacerdote Principal ya sabía y no esperaba que me
hicieran esa pregunta, así que estaba confundido. Pero justo
después, le dije al Sumo Sacerdote que su alteza ya había dicho
que no debía preocuparse, y que la procesión podría comenzar
sin demora como estaba previsto, que su alteza volvería pronto.
Es posible que su Alteza no haya estado allí en ese momento,
pero hubo muchos en el sitio que me escucharon, así que, ¿cómo
puede decir que hice esto intencionalmente? ¿Que estaba siendo
vago?

Feng Xin lo miró con enojo. Pero si lo pensó en detalle, Mu Qing


sí dijo lo que hizo, solo que el Sacerdote Principal estaba
demasiado ansioso y no quería tomar decisiones apresuradas,
por lo que, si debía comentar las faltas, realmente no había mucho
que probar. En ese momento, Xie Lian habló de nuevo: —Está
bien, está bien. Es solo un malentendido inoportuno. Todo es mala
suerte, así que dejen de pelear.

Feng Xin parecía extremadamente disgustado, pero consciente


de su posición, no se atrevió a ser ruidoso en el Gran Salón
Marcial, por lo que dejó de hablar. El Sacerdote Principal tampoco
quería seguir con este tema, porque después de todo, si tenían
que llegar al fondo de las cosas, ¿no era él también el culpable de
estar demasiado absorto en los juegos de cartas? Por lo tanto,
simplemente saludó y suspiró.

—Hablemos más tarde. Discutiremos más sobre lo que ocurrió y


pensaremos en una manera de salvar la situación. Los tres
pueden retirarse; quítense los disfraces y hagan lo que deben.

Xie Lian hizo una reverencia y se puso de pie. Feng Xin y Mu Qing,
ambos se arrodillaron una vez antes de levantarse, siguieron a Xie
Lian que estaba a punto de irse. Xie Lian tenía un pie sobre el
umbral cuando escuchó al sacerdote principal decir: —Su alteza.
Xie Lian volvió la cabeza.

—Tanto su majestad el rey como su señoría que la reina le había


pedido verlo hoy. Si tiene tiempo los próximos días, vaya a verlos
—dijo el sacerdote principal.

Xie Lian sonrió.

—Entiendo.

Después de abandonar el Gran Salón Marcial, los tres


atravesaron gran parte de la cumbre y regresaron al Salón de
Entrenamiento del Palacio de XianLe, construido especialmente
para el príncipe heredero. Xie Lian finalmente pudo quitarse su
atuendo ceremonial.

Como se mencionó anteriormente, para la Procesión Ceremonial


Celestial Shangyuan, el atuendo ceremonial del Guerrero Marcial
que complace a Dios fue extremadamente estricto en todos los
detalles, ya que todos los accesorios y pliegues tenían un
significado, y nunca se pueden desorganizar o mezclar. Por
ejemplo, la túnica exterior debía ser blanca, simbolizando la
pureza divina; el atuendo interior debía ser rojo, simbolizando la
tradición canónica; la corona de oro que sujetaba el cabello
simbolizaba poder real y riqueza; penachos blancos ocultos por el
corazón significa vuelo a la ascensión; cintas de cordón sueltas a
lo largo de las mangas destinadas a llevar todas las vidas;
etcétera etcétera.

Sería fácil imaginar que, de pies a cabeza, sea ponérselo o


quitárselo, no fue una tarea sencilla. Sin embargo, como el
estimado príncipe heredero que es, naturalmente no necesita
hacer nada por sí mismo; solo necesitaba ponerse de pie y abrir
los brazos en esa cámara refrescante y fragante, y conversar con
Feng Xin mientras esperaba al asistente personal Mu Qing para
ayudar a eliminar capas tras capas de este disfraz del que
complace a Dios.
Esa túnica blanca externa del traje que agradaba a Dios era de
alta calidad, los hilos delicados y exquisitos, los flecos cosidos con
intrincados patrones dorados claros, elegantes, pero no frívolos.
En comparación, el gi marcial negro del disfraz de demonio era
una diferencia entre el cielo y la tierra. El propio Mu Qing aún no
se había quitado su ropa negra, sus manos llenas con el traje que
agradaba a Dios le quitaron la bata a Xie Lian, y sus dedos se
movieron, sintiendo discretamente el material de esa túnica
blanca.

Junto a él, Xie Lian se quitó la corona dorada, dejando que su


largo cabello se soltara, y se sentó en el borde de su cama de
sándalo, quitándose las botas blancas como la nieve, esperando
que alguien le trajera ropa limpia. Esperó un poco, pero notó que
Mu Qing no se movía, por lo que inclinó la cabeza y preguntó: —
¿Qué pasa?

Mu Qing se acercó al instante y respondió: —El disfraz parecía


estar sucio en algunos lugares.

Xie Lian suspiró y dijo: — ¿Traerlo y dejarme ver?

Efectivamente, en el atuendo blanco como la nieve había dos


pequeñas huellas negras de la mano. Xie Lian echó un vistazo y
comentó: —Probablemente lo haya hecho ese niño pequeño que
cayó del cielo. Recuerdo que me estaba agarrando y no me
soltaba. La cara de ese niño estaba envuelta en todo con vendas,
tal vez se había caído en otro lugar o algo así Feng Xin, ¿lo
revisaste?

Feng Xin solo estaba envolviendo la espada y zanbato, y


respondió con gravedad: —No. Lo saqué del palacio y estaba a
punto de mirarlo a la cara como lo pediste, ¡pero me dio una
patada en la espinilla! En realidad, eso jodidamente me dolió.
Xie Lian se cayó de la cama riéndose y le señaló: —Debe ser
porque eres muy malo. De lo contrario, ¿por qué no me dio una
patada, pero a tí te pateó?

— ¡No lo era! —Gritó Feng Xin—, era como si ese maldito niño
estuviera poseído o algo así, y se escapó rápidamente. O si no, lo
habría recogido boca abajo y sacudido hasta que llorara de miedo.

Mu Qing le dio la vuelta a la túnica blanca: —Ese niño debe ser


un mendigo; él es muy sucio. Solo un simple agarre y él podría
dejar huellas negras como estas. Su alteza, el disfraz de Dios
agradable no puede estar sucio, ¿no es eso también un mal
presagio?

Xie Lian permaneció acostado en la cama y, casualmente, tomó


un libro de la cabecera, cubriéndose la mitad de la cara.

—Tres recorridos alrededor de la capital, ya tengo una buena


reputación en la historia con el mejor record. Si está sucio, está
sucio, solo lávelo.

Después de una pausa, Mu Qing respondió en voz baja: —Haré


mi mejor esfuerzo para tener cuidado cuando lo lavo.

Xie Lian hojeó el libro y llegó a la página que ilustra el arte del
sable, y recordó la estimulante lucha de ese día en el escenario.
Él sonrió.

—Mu Qing, luchaste bien hoy en el escenario.

Los hombros de Mu Qing se tensaron.

Xie Lian continuó: —Sólo hoy descubrí que eres mucho más hábil
con el sable que con la espada.

La expresión de Mu Qing se relajó y dio la vuelta. Incluso había


una pequeña sonrisa jugando en sus labios.
— ¿En serio?

— ¡Sí! Xie —Lian respondió: —Pero quizá fuiste demasiado


apresurado. Balancear un sable no es como balancear una
espada, mira aquí…

En el momento en que comenzó el tema de las artes marciales,


Xie Lian se volvió muy entusiasta, incluso más poseído que
cuando los sacerdotes principales jugaban a las cartas, y saltó de
la cama sin siquiera ponerse los zapatos, demostrando su punto
en el acto usando su mano como un simulador sable. Mu Qing
tenía una expresión complicada, pero después de que Xie Lian
demostró algunos movimientos, comenzó a mirar seriamente. Por
otro lado, Feng Xin, hizo girar el zanbato, que ahora estaba bien
envuelto, y persiguió a Xie Lian de vuelta a la cama, gritando: —
¡SI VAS A PRESUMIR POR LO MENOS, PONTE LOS ZAPATOS
ANTES DE HACERLO! ¡Eres el príncipe heredero! Con el pelo
suelto y los pies descalzos, ¡qué desgracia!

Xie Lian estaba muy emocionado, pero fue perseguido en la cama


como pato persiguiendo a una pata, y estaba algo amargado.

— ¡Está bien! —dijo, y se pasó el largo cabello con ambas manos,


listo para atarlo antes de continuar su conferencia a Mu Qing
cuando de repente frunció el ceño: —Eso es raro .

— ¿Qué sucede? —Preguntó Feng Xin.


Capítulo 61: Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos con deseo (parte dos)

Xie Lian tiró de sus lóbulos.

—Uno de los pendientes se ha perdido.

La gente de XianLe creía que el pináculo de la cultivación era la


armonía de yin y yang, la unidad de hombres y mujeres. La forma
de los dioses cambiaba constantemente, y naturalmente no
estaba vinculada por las restricciones de género, cambiando a
hombres o mujeres como querían. Por lo tanto, esta creencia fue
entretejida en el diseño del traje que agradaba a Dios. A lo largo
de la historia, todos los Guerreros Marciales que agradan a Dios
se han puesto adornos y accesorios que poseían la forma y los
detalles de ambos sexos, como aretes, pulseras, etc. Cuando Xie
Lian se estaba preparando para el papel, se perforó las orejas y
se puso un par de pendientes.

Era un par de brillantes perlas de coral de color rojo oscuro,


brillante y suave, radiante y opulento, raro y sublime. Sin embargo,
cuando Xie Lian se ocupaba de su cabello en ese momento, solo
quedaba una de las dos perlas de coral rojo.

En el momento en que dijo que estaba perdido, la expresión


relajada de Mu Qing se congeló de nuevo, pero los otros dos no
se dieron cuenta en absoluto. Feng Xin miró por toda la cámara
primero, adentro y afuera, pero regresó con las manos vacías.

—Estás tan despistado, incluso algo que en tus oídos se puede


perder. No lo encontré en el Pabellón de XianLe, así que saldré y
buscaré en las carreteras. Reza a los cielos, que no lo hayas
perdido durante el desfile.

Xie Lian también estaba desconcertado, pero no le importó


mucho.
—Tal vez. Si ese es el caso, entonces no habría manera de
encontrarlo. Si se perdió, se perdió.

Mu Qing, por otro lado, sacó la escoba que solía barrer y dijo en
voz baja: —Esa perla es demasiado preciosa; Deberíamos al
menos intentar y mirar. Tal vez rodó debajo de la cama o de un
estante. Luego comenzó a barrer, y Xie Lian respondió: —
Entonces, ¿por qué no pedimos unas cuantas manos más para
ayudar?

—Las multitudes tienen la mano grande. No queremos que la


gente se lo meta en el bolsillo antes de que encontremos algo —
dijo Feng Xin con brusquedad.

Mu Qing estaba revisando tranquilamente debajo de la cama, pero


cuando escuchó las palabras de Feng Xin, se detuvo, se puso de
pie en una y la escoba en sus manos se partió en dos. Xie Lian se
sobresaltó.

Desde que salieron del Gran Salón Marcial, Feng Xin se llenó de
quejas sobre Mu Qing, pero las palabras nunca salieron de sus
labios. Ahora que vio a Mu Qing explotar primero, también se
enojó.

— ¿Qué estás haciendo, rompiendo las cosas tan


repentinamente? ¿Quién te hizo enojar ahora?

Mu Qing respondió fríamente: — ¿Por qué no me dices


directamente qué es lo que quieres decir, en lugar de proyectar
sombras donde no hay ninguna? No tengo nada que ver con la
perla perdida.

Feng Xin siempre había sido un individuo sencillo, y esta era la


primera vez que escuchaba a alguien acusarlo de proyectar
sombras donde no hay ninguna, y soltó una carcajada.
— ¿Por qué no te dices eso a ti mismo? ¿Qué dije? No dije que
lo robaste, pero te pusiste nervioso. ¿Qué, te sientes culpable?

Xie Lian salió de su sorpresa y se sentó en la cama, sintiendo


temor.

— ¡Feng Xin, eso es suficiente!

Unas pocas venas aparecieron instantáneamente en la frente de


Mu Qing. Feng Xin realmente no pensó mucho en eso y preguntó
en confusión.

— ¿Qué?

Realmente no era el momento adecuado para que Xie Lian lo


explicara, así que solo pudo intentar pacificar a Mu Qing: —No lo
entiendas mal, los comentarios de Feng Xin fueron repentinos, no
los estaba dirigiendo hacia ti.

Mu Qing apretó los puños y luego se aflojó, pero al final no siguió


explotando. Sin embargo, sus ojos se estaban enrojeciendo y se
volvió hacia Xie Lian, pronunciando cada palabra mientras lo
miraba: —Tú... no cumples tus promesas.

— ¡No! ¡Estás equivocado! —Gritó Xie Lian.

Mu Qing cerró la boca e inhaló un par de veces, miró furioso a


Feng Xin y luego, sin otra palabra, salió corriendo por la puerta.
Xie Lian saltó de la cama y estaba a punto de perseguirlo, pero se
detuvo en la mitad.

—Su alteza, ni siquiera se ha puesto los zapatos! ¡Sería una


desgracia salir con el cabello suelto y en un desastre!

— ¡Ayúdame a detenerlo! —Ordenó Xie Lian.


—Al menos ponte los zapatos primero y ata tu cabello. —Feng Xin
dijo: —Y déjalo en paz. Él siempre es así de raro, quién sabe qué
nervio tocamos ahora, se está volviendo loco de la nada.

Para entonces, Mu Qing ya se había ido y Xie Lian vio que no


podría alcanzarlo, así que en lugar de eso, agarró un condón para
sujetar su cabello a toda prisa.

—No se estaba volviendo loco, solo dijiste accidentalmente algo


incorrecto.

Feng Xin sacó el habitual atuendo de entrenamiento blanco de Xie


Lian del armario y se lo lanzó: — ¿Qué dije mal?

Xie Lian respondió mientras se ponía las botas: —No puedo


decírtelo. De todos modos, ven conmigo a buscarlo y dile que todo
fue un malentendido, y que no lo acusabas de nada.

Feng Xin frunció el ceño.

— ¿Qué es lo que no puedes decirme?

Los labios de Xie Lian estaban cerrados herméticamente. Feng


Xin estaba sospechando cada vez más y recordó la expresión
furiosa de Mu Qing, y habló de repente: —Él no te robó antes,
¿verdad?

Xie Lian inmediatamente agitó vigorosamente.

— ¡No! ¡No!

Al verlo así, Feng Xin estaba aún más seguro.

— ¡Eso es todo! No es de extrañar que su temperamento se


encendiera, ¡es porque era culpable! Entonces, ¿cuándo robó?

— ¡No tan alto! —Xie Lian dijo ansiosamente.


Feng Xin bajó la voz.

— ¡¿Algo como esto sucedió y no me lo dijiste?! ¡Dímelo ahora!

Xie Lian vio que Feng Xin ya estaba sospechando, si continuaba


mintiendo, entonces se descubriría la verdad de cualquier
manera, así que tuvo que arrepentirse tristemente.

—Realmente no cuenta como robar, pero... suspiro, comenzaré


desde el principio. Te acuerdas, ¿verdad? Hace dos años, cuando
entré por primera vez en el Sagrado Pabellón Real, hubo una vez
que perdí una hoja de oro.

Al escuchar esto, los ojos de Feng Xin se agrandaron y se dio una


palmada en el muslo.

— ¿EN ESE ENTONCES?

Hace tres años, Xie Lian rogó y suplicó de todas las maneras
posibles hasta que finalmente sus padres cedieron y le
permitieron ingresar al Sagrado Pabellón Real para entrenarse
antes de cumplir los veinte años. Un año después, el pabellón de
XianLe terminó de construirse. Xie Lian pudo por fin mudarse y lo
hizo con gran emoción.

Cuando Xie Lian se mudó por primera vez, realmente no trajo


mucho con él. Sólo dos carruajes llenos de libros, y doscientas
espadas de tesoro. Pero la reina quería mucho a su hijo y temía
que la vida de entrenamiento fuera demasiado tranquila y
aburrida, por lo que más tarde ordenó por veinte sirvientes y
cuatro carros grandes llenos de baratijas que al príncipe heredero
le encantaba a que lo enviaran al Monte TaiCang, las caravanas
era impresionantes y dramáticas, Incluido en esto estaba un
conjunto de las ciento ocho hojas que conforman el Palacio de
Láminas de Oro.
Construir un palacio con láminas de oro era un juego popular que
disfrutó la nobleza de XianLe. En ese momento, tener tanto lujo
entrar en la montaña provocó una pequeña ola de quejas. El
Sagrado Pabellón Real estaba formado por cultivadores serios
que todavía no estaban muy familiarizados con el carácter del
príncipe, y aunque no podían decir mucho en público, a sus
espaldas se escuchaba mucho: su alteza, el príncipe heredero,
vino a entrenar, o ¿vino a jugar? ¿Qué puede cultivar este hijo de
la familia real si solo vino por diversión?

Cuando Feng Xin escuchó esas quejas, tuvo la mente de


discutirlas, pero Xie Lian le dijo que no se preocupara por eso y
sonrió: —Es natural que piensen de esa manera. Ellos sabrán
después de un tiempo que no estoy aquí para jugar juegos, y
también, quién es el número uno en esta generación de
aprendices.

Sin embargo, no mucho después, algo sucedió.

Xie Lian estaba tratando de enviar de vuelta la mayor cantidad


posible de los cuatro carruajes y sirvientes que la reina le había
regalado, pero cuando contó el inventario, descubrió que en las
ciento ocho hojas de láminas de oro faltaba una.

Ese conjunto de láminas de oro se empacó en los carros, y una


vez en el Monte TaiCang, nunca había salido del Pabellón de
XianLe. Si no se perdió en el camino, entonces fue robado. No se
encontró nada en el camino, por lo que Xie Lian lo comentó
despreocupadamente al Sacerdote principal. Sin embargo,
cuando el Sacerdote principal pensó que podría haber sido
robado, se enfureció ante la idea de que alguien dentro del
Sagrado Pabellón Real cometería este crimen bajo la fascinación
de las láminas doradas, por lo que estaba decidido a recuperar la
hoja de oro sin importar nada. Si se encontrara en alguien, el
castigo sería sumamente severo. Así, los tres mil y más discípulos
de todo el Monte TaiCang detuvieron lo que estaban haciendo,
fueron arrastrados a formar equipos para buscar habitación tras
habitación, cámara tras cámara de cada sala de entrenamiento.

Era una gran fanfarria, agotando a todos, pero inesperadamente,


a mitad de la búsqueda, Xie Lian se corrigió repentinamente, se
disculpó por causar problemas a todos y dijo que de repente
recordó que parecía haber perdido una hoja de ese juego de
láminas de oro mientras todavía estaba en el palacio real. Es
decir, solo debe haber ciento siete hojas en total después de todo.

Para investigar el paradero de la lámina de oro que faltaba, esa


noche en el Sagrado Pabellón Real fue un completo caos, un gran
pandemónium, y para que justo cuando todos sudaban de
agotamiento, su Alteza el príncipe heredero hiciera un anuncio
repentino para dejarlo todo, era inevitable para muchos sentirse
agraviados. Por lo tanto, durante mucho tiempo hubo mucho ruido
a sus espaldas, diciendo cosas como, bueno, él era el príncipe
heredero, así que puede mandarnos, y espero que la próxima vez
su memoria sea mejor y recuerde las cosas importantes antes de
pedir una investigación, etc. Feng Xin estaba furioso
escuchándolos, pero Xie Lian todavía le dijo que lo dejara pasar y
dejara que el tiempo pasara tranquilamente.

Efectivamente, después de eso, Xie Lian pudo cambiar las cosas


por completo, llegando a convertirse sin vergüenza alguna en el
aprendiz número uno del Sagrado Pabellón Real, sobre los tres
mil y algunos discípulos. Debido a que era realmente amigable y
despreocupado y no dependía en absoluto de su familia,
gradualmente su reputación mejoró entre las demás.

Feng Xin no era alguien que recordara los pequeños detalles, por
lo que había olvidado que esto había sucedido. Ahora que lo
volvió a mencionar, se dio cuenta de esto, se sorprendió y se
enojó.

— ¿FUE MU QING QUIEN SE LLEVÓ LA LÁMINA DE ORO?


— ¡Shh! —Xie Lian lo hizo callar y miró a su alrededor para
asegurarse de que no había nadie—. Esa hoja de lámina de oro
cayó del carruaje mientras subía la montaña. Mu Qing estaba
pasando mientras llevaba agua, y la encontró en los arbustos. Lo
mantuvo debajo de su cama y no había descubierto qué hacer con
él, pero esa misma noche el Sacerdote Principal de repente
reaccionó, ordenando a todos que buscaran en las habitaciones.
No lo conocía en ese momento, y solo vi a un chico de recados
que parecía desconcertado. Más tarde, mientras estaba sentado
afuera, él vino a servirme té y admitió todo. Así es como me
enteré.

— ¡Tomar sin decir es robar! ¿Así que lo ayudaste a enterrar este


asunto y le dijiste a todos que la lámina de oro se perdió en el
palacio real?

Mientras hablaban, Xie Lian había terminado de vestirse y salía


por la puerta: —Así es como es.

Feng Xin iba a morir de rabia. Siguió a Xie Lian.

—Su alteza, ¿sabía que cuando llegó por primera vez al Sagrado
Pabellón Real, cuánta gente hablaba mierda de usted?

—Mantenlo bajo. Xie Lian dijo: —Realmente se veía bastante


perturbado en ese momento. Pálido como un fantasma. A la gente
aquí en el Sagrado Pabellón Real ya le disgusta, si hubiera dicho
algo, su vida aquí habría terminado. Nuestros lugares en la vida
son diferentes, y estamos en diferentes puntos de vista en este
asunto, por lo que las consecuencias no se pueden comparar.

En ese momento, algunos jóvenes aprendices se acercaron a


ellos y se inclinaron cortésmente, con el rostro lleno de sonrisas y
saludándolos: — ¡Alteza!
Xie Lian le devolvió la sonrisa, y las dos partes se rozaron. Le dijo
a Feng Xin: —Mira, te dije que le dieras tiempo. Ahora me llevo
bien con todos, ¿quién se atrevería a decir algo malo de mí?

Los dos entraron a la habitación de Mu Qing pero no vieron un


alma, así que salieron de nuevo para seguir buscando. —Ya me
parecía extraño en ese momento, ya que nunca supe que habías
perdido alguna lámina en el palacio. Feng Xin dijo: —Pero no
puedo creer que no me contaras esto durante dos años, ¡Y hasta
me dijiste que lo conociste cuando estaba barriendo!

—Luego me pidió que no se lo contara a nadie —dijo Xie Lian—,


ya que estaba de acuerdo, por supuesto que no te lo diría, ni
siquiera a ti. Pero ahora que lo sabes, soy el que no cumplió con
su palabra. Pero no debes decírselo a nadie más.

— ¿Cómo es que eso cuenta como no cumplir con tu palabra? —


Dijo Feng Xin. —No es como si me dijeras algo, es su propia
conciencia culpable asustándolo que lo delató.

—No no. Me prometes ahora mismo que esto se queda aquí. De


lo contrario, romperé mi relación contigo, ¡y serás maldecido para
nunca encontrar una esposa! —Xie Lian amenazó.

Feng Xin dijo: —pfft. ¡¿Tú, romper conmigo?! El día después de


nuestra ruptura, todos en el Reino de XianLe sabrán una cosa: ¡su
alteza, el príncipe heredero, se desmayó con los tirantes
demasiado apretados mientras se vestía...! - ¡ESTÁ BIEN! ¡No
diré una palabra! A quién le importa una mierda el chismorreo de
todos modos.

Después de una pausa, todavía decidió comentar: —Apuesto a


que él piensa que siempre lo estoy molestando porque pensó que
sabía sobre el incidente de la lámina de oro, pero en realidad, no
me gusta la gente como él. Un hombre adulto que piensa
demasiado en esto y aquello, debe haber sospechado que me lo
habías dicho hace mucho tiempo. Incluso las concubinas en un
harem no tienen pensamientos y estados de ánimo tan retorcidos
como los suyos, ¡tan molesto!

—No es tan malo como dices. —Xie Lian dijo: —El Sagrado
Pabellón Real nunca había perdido nada antes, lo que significa
que era su primera vez, y al final del día era para su madre ... uh,
de todos modos ya seguramente prometió que nunca lo volvería
a hacer, darle otra oportunidad no está mal. Y cumplió su palabra.
Además, hoy cuando ese pequeño niño cayó, si Mu Qing no
cooperaba conmigo, el desfile tampoco habría terminado tan bien.

Feng Xin hizo clic en su lengua: —Ya estás pasando a la historia


por solo dar tres vueltas alrededor de la capital, por supuesto que
no te hará nada más. Su alteza, voy a decir esto en este momento,
no creo ni una palabra de lo que dijo en el Sagrado Pabellón Real.
¿Quién de los presentes en el Sagrado Pabellón Real no sabía
que cuando el sacerdote principal jugaba a las cartas no oía y no
veía a nadie? Tuvo que elegir ese momento para transmitir el
mensaje, y se negó obstinadamente a aclarar bajo qué órdenes le
enviaron, como si estuviera tratando de arruinar las cosas a
propósito.

Xie Lian negó con la cabeza y dijo con gravedad: —En realidad,
en lo que respecta a esto, también podría haber sido
desconsiderado. Sabía que a Mu Qing lo despreciaban, así que
originalmente quería que hiciera más recados para mí, dejar que
la gente sepa que él es mi asistente personal para que sean más
amables con él. No me di cuenta de que ya eran desagradables
incluso así. No solo las cosas se arruinaron, él también fue
intimidado. Si lo piensas desde su perspectiva, verás que está de
mal humor con razón de ser.

Feng Xin no estuvo totalmente de acuerdo.

— ¿Por qué es tu culpa que esté de mal humor? Tú eres el


príncipe heredero; ¿Cómo terminaste debiéndole a alguien algo
por subirle de puesto? Su alteza, realmente no entiendo por qué
piensa tan bien de él.

Xie Lian sonrió.

—Feng Xin, ¿sabías que hay muchas personas en este mundo


que no son más que rocas en mis ojos?

Feng Xin no entendió. Xie Lian caminaba con las manos detrás
de su espalda: —Las rocas están en todas partes, pero los jades
preciosos son difíciles de conseguir. Cuando se trata de artes
marciales, solo he visto a dos personas que podrían llamarse
jades. Uno eres tú, el otro, es él.

De repente se detuvo en su paso, giró la cabeza, sus ojos brillaron


intensamente.

—Realmente creo que Mu Qing está extremadamente dotado. Un


jade tan precioso, ¿cómo se puede sentar para que el polvo se
acumule encima de él y oculte su belleza solo por su familia y
temperamento?

Xie Lian parecía decidido.

— ¡No! Creo que eso está mal. ¿Preguntas por qué pienso tan
bien de él? Es la misma razón por la que pienso tan bien de ti. Los
que están destinados a brillar, debo dejarlos brillar. Además, no
creo que la buena voluntad traiga malos resultados.

Feng Xin se detuvo también. Después de escuchar el discurso de


Xie Lian, se rascó la cabeza.

—Mientras sepas lo que quieres. Cómo lo haces es asunto tuyo.

—Sí. Así que. ¿A dónde se fue corriendo Mu Qing? —dijo Xie


Lian.
En ese momento, otra pareja de jóvenes aprendices se les acercó,
con una cesta en sus manos, jugando. Cuando vieron a Xie Lian,
lo llamaron al unísono, sus voces felices.

— ¡Alteza!

Xie Lian respondió con una sonrisa también. Los aprendices se


acercaron a ellos y lanzaron la canasta antes de los dos, diciendo
alegremente: — ¿Tendrá su alteza algunas cerezas? ¡Ya han sido
lavados en los manantiales, muy limpios y muy dulces!

La canasta estaba llena de cerezas redondas rojas vívidas, que


lucían bastante preciosas. Xie Lian y Feng Xin eligieron algunos
para comer, y de hecho eran jugosas y dulces. Uno de los jóvenes
aprendices preguntó: —Cuando nos acercamos, escuchamos su
alteza preguntando por Mu Qing. ¿Lo estaba buscando? Creo que
lo vimos cuando pasamos por el bosque de cerezos.

— ¿Es correcto? Gracias por hacerme saber —dijo Xie Lian.

Así, los dos caminaron apresuradamente hacia los bosques de


cerezos. En la cima del monte TaiCang, aparte de los abundantes
arces silvestres, también había muchos árboles frutales;
melocotones, peras, naranjas, y entre los muchos árboles frutales
también fueron cerezos.

Los árboles frutales eran alimentados por manantiales, bañados


por la niebla montañosa y los rocíos soleados, dando frutos llenos
de aura espiritual. Aparte de ofrecerlos como tributo al palacio, el
resto solo estaba reservado para los discípulos en el pabellón que
pueden masticarlos después del arduo trabajo de un día. Fuera
del Sagrado Pabellón Real, incluso cien piezas de oro serían
difíciles de comprar solo una.

Los cerezos se alineaban fila tras fila, y dentro de las nuevas hojas
frescas colgaban cuentas tras cuentas de cerezas rojas perladas,
que lucían deliciosamente atractivas. Xie Lian y Feng Xin
caminaron un rato buscando a Mu Qing en el bosque, pero poco
después, escucharon voces de peleas justo delante de donde
estaban, e inconscientemente se detuvieron.
Capítulo 62: Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos con deseo (parte tres)

Delante de ellos había cuatro o cinco alumnos vestidos de túnica


blanca, cada uno con una cesta en la mano, parecía que habían
venido a recoger frutas. Sin embargo, no estaban rodeando
árboles frutales, sino a alguna persona. Incluso desde lejos, con
su poder de audición, aún podían escuchar claramente los
detalles de la disputa. Uno de los jóvenes dijo: —No es de extrañar
que pareciera haber menos frutas en el bosque últimamente, por
lo que fue alguien que estuvo en cuclillas robando.

Una voz suave respondió: —Las frutas que crecen en el monte


TaiCang pueden ser recolectadas por cualquiera que sea un
discípulo en el pabellón, así que, ¿cómo es esto robar? Además,
hay cientos y miles de árboles frutales aquí. No hay manera de
que haya menos frutos solo por mí.

La voz pertenecía a Mu Qing, y desde la esquina de la manga que


podía verse a través de esa multitud, parecía que ya se había
quitado el disfraz de demonio negro y se había cambiado al
atuendo de entrenamiento habitual. Ese aprendiz dijo: —Por
supuesto, si solo fueras tú recogiendo para ti mismo los frutos no
serían notablemente menos, pero no solo escoges para ti mismo,
¿verdad? Los escapas por la montaña para otras personas.
Aprovechando los beneficios, qué descarado.

Xie Lian entendió la situación de inmediato. Los aprendices que


no podían soportar a Mu Qing lo estaban molestando de nuevo.

Mu Qing venía de una familia pobre; Su madre, que vivía al pie de


la montaña en la ciudad, llevaba una vida pobre. En el pasado,
solo podía ganar algo de dinero costurándose aquí y allá, pero
después de que sus ojos se pusieran malos, ya no podía hacer
ese trabajo, y solo podía esperar a que Mu Qing trajera a casa el
dinero que ganaría haciendo recados en el montaña. A veces, él
recogía algunas frutas frescas del Monte TaiCang y le pedía que
las probara, y en realidad no era nada importante porque no había
ninguna regla en contra. No obstante, cuando se hablaba en voz
alta igual sonaba mal. Hacerlo así fue aún más insultante y
vergonzoso.

La voz de Mu Qing estaba llena de hielo.

—Zhu-ShiXiong, casi nunca hablamos, pero me has atacado una


y otra vez. Ayer tampoco me dejaste pasar por el Pabellón de
SiXiang para transmitirte un mensaje. ¿Cómo te he ofendido?

Ese joven llamado Zhu era de hecho el aprendiz que custodiaba


la puerta del Pabellón SiXiang, y cuando escuchó el asunto del
día anterior, su ira estalló: —Tú eres el único que no fue lo
suficientemente consciente como para hacer su trabajo y casi
arruinaste el evento, ¿entonces por qué me culpas? Debes
culparte por actuar de manera secreta, haciendo que otras
personas piensen que no estás haciendo nada bueno. Si solo
hubieras dicho directamente lo que estaban haciendo, no habría
pasado nada. ¡Gracias a ti, su alteza casi lo arruinó, y el Sacerdote
Principal me gritó!

Tiró la canasta en el suelo mientras se quejaba, haciendo un gesto


a todos para que atacaran. Xie Lian no pudo mirar más y gritó: —
¡Paren!

Cuando los alumnos escucharon su voz, todos se sorprendieron,


volvieron la cabeza y gritaron: — ¡Alteza!

Xie Lian y Feng Xin se acercaron, y para entonces Zhu-ShiXiong


ya había agarrado a Mu Qing por el hombro y lo había empujado
contra el tronco de un árbol, la pelea aún no había comenzado. Si
realmente empezaran, incluso si fuera uno contra veinte, Mu Qing
habría ganado la delantera, pero, si quería quedarse en el
Sagrado Pabellón Real, nunca debía levantar el puño.

Xie Lian sonrió. — ¿Qué está haciendo todo el mundo?


Ese Zhu-ShiXiong era un joven decente y de aspecto sencillo que
había admirado al príncipe heredero. Se quedó helado al
escuchar la pregunta de Xie Lian y se apresuró a dejar ir a Mu
Qing.

—Um, esto, estábamos...

Xie Lian continuó sonriendo: —Aunque no sé por qué se pelean


todos, Mu Qing es mi asistente personal, así que si hace algo,
generalmente está bajo mi mando. No me di cuenta de que había
algo de ofensivo en que me recogiera algunas frutas.

Todos los alumnos se inclinaron.

— ¡No, no! ¡Así que fue su alteza el que le pidió que viniera!
¡Nosotros entendimos mal!

Al lado, Mu Qing se apoyó contra el árbol y se sorprendió por


primera vez cuando escuchó a Xie Lian decir que venía bajo su
mando, luego se enderezó rápidamente el cuello, bajó la cabeza
y no habló. El sudor frío se deslizaba por la espalda de esos
aprendices cuando se disculparon profundamente con Xie Lian y
luego con Mu Qing, y finalmente se apresuraron después de
recoger sus canastas, escapando de los bosques de cerezos.

Xie Lian vio la canasta que Mu Qing había traído al suelo, se


agachó para recogerla y se la pasó a él.

— ¿Quieres ayuda?

Mu Qing no tomó la canasta, pero levantó la cabeza y observó a


Xie Lian con una expresión ilegible por un momento antes de
hablar: —Su alteza

— ¿Qué es? —Dijo Xie Lian.


— ¿Por qué siempre debes aparecer en momentos como estos?

Xie Lian se srprendió.

Feng Xin, por otro lado, se molestó.

— ¿Qué quieres decir? ¿Está mal venir y salvarte? —Mu Qing lo


miró y tomó la canasta. Feng Xin se puso rígido y dijo
ásperamente: — ¡Escucha! ¡Lo que sucedió antes fue mi culpa!
No quise acusarte, y todo fue dicho sin intención. No es necesario
que pienses profundamente sobre nada, sospechando esto o
aquello. No me importa nada más que su alteza, y no estoy
interesado en los chismes. Eso es todo lo que tengo que decir,
¡así que deja de estar tan malhumorado!

— ¡PFFFT! —Al principio, Xie Lian pensó que sus palabras eran
demasiado agresivas, pero hacia el final, fue extrañamente
divertido. Mu Qing miró a Feng Xin y Xie Lian hizo un gesto con la
mano: —Está bien, está bien. Todo lo que dijo Feng Xin es verdad.
Solo olvidemos que sucedió algo. No ha pasado nada.

Un momento después, Mu Qing dijo a regañadientes: —Buscaré


esa perla de coral rojo más tarde. Tal vez fue tirada en la calle.

No sería bueno para Xie Lian parecer demasiado como si no le


importara, así que respondió: —Está bien. Solo si tienes tiempo.
Pero si se dejó caer en las calles, entonces alguien ya lo habrá
recogido.

Parecía que Mu Qing no tenía nada más que decir, así que
recogió las cerezas que se tiraron al suelo y las volvió a colocar
en su cesta. Él no escogió a tantas en primer lugar, y se movió
para dejar el bosque. Xie Lian, sin embargo, vio muchas cerezas
frescas y atractivas, recogió casualmente un montón y las dejó
caer en su canasta.
Mu Qing se sorprendió un poco. Xie Lian dijo: —La próxima vez
que quieras recoger frutas para tu madre, solo di que las estás
recogiendo bajo mi mando, y nadie dirá nada. El Sacerdote
Principal me dijo que regresara al palacio por unos días, así que
planeo irme mañana. ¿Por qué no haces tu visita a la montaña
también? Vamos a regresar por hoy.

Tomó un tiempo, pero al final Mu Qing dijo en voz baja: —Gracias,


Alteza.

Al día siguiente, Xie Lian descendió de la montaña con Feng Xin


y Mu Qing a cuestas.

En el momento en que llegaron al pie de la montaña, justo afuera


de las gigantescas puertas de la montaña, vieron un brillante
carruaje dorado. Un joven vestido con un brocado de cuello tenía
un látigo en la mano, justo en el asiento delantero del carruaje,
con las piernas cruzadas, con un aspecto vivo e importante. En el
segundo momento en que vio a Xie Lian saliendo de las puertas,
se puso de pie y corrió hacia él en una loca carrera, gritando con
evidente alegría: — ¡Primo príncipe heredero!

Naturalmente, fue Qi Rong. Y solo él tendría el tiempo libre para


esperar a Xie Lian al pie del Monte TaiCang. Se saltó y gritó: —
¡Mi paciencia finalmente ha dado sus frutos!

Xie Lian sonrió y revolvió su cabello, riendo.

— ¿Qi Rong creció de nuevo? ¿Cómo supiste que regresaba al


palacio hoy?

Qi Rong se rió.

—No lo hice. Solo esperé y supe que tendrías que salir tarde o
temprano. Me niego a creer que no lo harías.
—Estás bastante libre, ¿no? —Xie Lian dijo desesperadamente:
— ¿Estás estudiando correctamente? ¿Qué pasa con la práctica
de la espada? Si mi madre me pide que vuelva a evaluar tus
estudios, no te ayudaré.

Qi Rong parpadeó, sus ojos se movieron, y de repente saltó arriba


y abajo.

— ¡No importa todo eso! ¡Mira mi nuevo carruaje! ¡Primo príncipe


heredero, ven y sube a bordo, monta en mi carruaje de vuelta al
palacio!

Agarró la mano de Xie Lian y lo llevó al carruaje, pero Xie Lian


solo sintió peligro.

— ¿Estás conduciendo?

Feng Xin y Mu Qing se acercaron también. Técnicamente, los


sirvientes deben sentarse en el frente, pero la cara de Qi Rong
cayó inmediatamente, rompiendo el látigo en su mano.

—Le pedí al primo príncipe heredero que siguiera adelante, pero


no dije que ustedes dos también. ¿Creen que dejaría que las vidas
inferiores toquen mi carruaje dorado? ¡Fuera de aquí!

Xie Lian ladró en voz baja.

— ¡Qi Rong!

Feng Xin había conocido a Qi Rong muchas veces antes, y ya


sabía de su boca sucia, de carácter vulgar y condescendiente,
pero Mu Qing nunca había entrado en el palacio antes, y
naturalmente nunca tuvo la oportunidad de acercarse al Príncipe
Xiao Jing. Qi Rong se sentía extremadamente agraviado, pero al
ver a Xie Lian a punto de alejarse, consintió dolorosamente y a
regañadientes a las dos vidas inferiores de mierda para abordar
su precioso carruaje dorado.
Sin embargo, acaban de ingresar al carruaje y los tres lamentaron
la decisión de inmediato. Qi Rong conducía como un loco, el látigo
en su mano azotaba sin parar, gritaba quién sabe qué, y el caballo
blanco relinchó conmocionado, las ruedas giraban
frenéticamente, golpeaban las calles, se negaban a detenerse por
mucho que Xie Lian gritara para que parara. Casi chocaron contra
un número de peatones y puestos, y gracias a Dios por Feng Xin
y Mu Qing, quienes se sentaron en el frente y tomaron las riendas
para desviar al caballo, de lo contrario, este viaje de locos costaría
al menos veinte vidas. Cuando finalmente llegaron al palacio y el
carruaje disminuyó la velocidad, Xie Lian, Feng Xin y Mu Qing
soltaron un suspiro de alivio al mismo tiempo. Xie Lian se secó el
sudor frío, y los otros dos fueron azotados por el látigo de Qi Rong
varias veces, con las manos cubiertas de ronchas. Sin embargo,
Qi Rong se puso de pie, con una pierna pisando el caballo blanco
detrás, y proclamó con orgullo: — ¿Qué piensas, primo príncipe
heredero? Conduzco bastante bien, ¿verdad?

Xie Lian se bajó del carruaje y respondió: —Voy a decirle a mi


padre y a mi madre que confisquen a tu carruaje.

Qi Rong se sorprendió.

— ¡QUÉ!

Por la cultura de XianLe, en primer lugar, ellos aman el oro; en


segundo lugar, aman las piedras preciosas; en tercer lugar, les
encantan las bellezas; cuarto, aman la música; y quinto, aman el
arte. El Palacio de XianLe era el lugar más distinguido donde todo
lo que amaban se fundió en uno solo. Atravesando el gran patio,
caminando por el pasillo carmesí, no todo estaba dorado o hecho
de jade, ya que también había pinturas de obras maestras
colgadas alrededor y música suave flotando en el aire, creando la
ilusión del paraíso.
El palacio era la casa de Xie Lian, el lugar donde creció. Feng Xin
fue elegido para ser el guardia personal a la edad de catorce años,
y se había acostumbrado mucho a la vista. Sin embargo, era la
primera vez que Mu Qing vio esos edificios, y no pudo evitar
sorprenderse. Sin embargo, cuanto más asombrado estaba, más
cuidado tenía y menos se atrevía a que otros sintieran lo que él
estaba sintiendo, no se atrevía a dar un paso en falso.

Xie Lian fue a reunirse con la reina lo primero. La reina


descansaba en la mansión QiFeng, apoyada en una pequeña
mesa de té probando nuevas hojas. Ella había recibido durante
mucho tiempo el mensaje de que el príncipe heredero había
regresado, sus ojos crecían en forma de alegría, y extendió ambos
brazos antes que su hijo se acercara y dijo: — ¿Finalmente estás
dispuesto a volver a casa para ver a mamá?

Feng Xin y Mu Qing estaban vigilando afuera. Xie LIan entró en la


cámara con Qi Rong a cuestas, y se acercó para tomar las manos
de su madre cuando se acercó: — ¿No acabo de visitar hace dos
meses?

La reina se quejó.

—Qué niño tan cruel. Incluso Rong-Er5 sabía que debía hacer
compañía a una anciana como yo, pero aquí estás sonando como
una persona muy justa cuando no has vuelto a casa en dos
meses.

Xie Lian se echó a reír.

— ¿Y cómo que mi madre es vieja? ¡No pareces más que diez y


algo! Como si fuéramos de la misma generación.

5
-Er es la palabra para "hijo" o "niño", pero agregado a un nombre se
convierte en una etiqueta cariñosa similar a Pequeño.
La reina estaba jubilosa al escuchar esas palabras de alabanza.
Incluso si ella tenía un hijo tan grande como Xie LIan, debido a su
estatus y riqueza, estaba muy bien mantenida y aún se veía como
una belleza en la nobleza. Aún así, la palabra que salió de sus
labios fue una ligera advertencia: —Adulador.

Xie Lian echó un vistazo a la pequeña mesa de té y allí había una


taza hastiada, su contenido emitía una extraña fragancia.
Preguntó con curiosidad: — ¿Qué es esto? —Y lo recogió, pero
la reina le advirtió: — ¡No lo bebas! ¡No puedes beber eso!
Capítulo 63: Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos con deseo (parte cuatro)

Xie Lian tenía curiosidad: — ¿Por qué no puedo beber esto?

La reina alcanzó la pequeña taza hastiada y la tomó de él, vertió


un poco de su contenido en su pañuelo y la presionó suavemente
varias veces en la cara.

—El Monte TaiCang envió recientemente un lote de frutas frescas.


No me gustan las cerezas, pero había un método para convertirlas
en pasta para tratamientos faciales, así que las exprimí por
diversión. No hay mucho uso para estas y estaba a punto de pedir
que las tiraran, ¡así que no puedo dejar que las bebas!

Xie Lian sonrió mientras escuchaba, pero de repente recordó los


eventos del día anterior. Hubo muy pocas veces en un año en que
la madre de Mu Qing pudo probar cerezas, y el propio Mu Qing
fue acosado solo por intentar recoger algunas. Es un tema un
tanto sensible y Xie LIan temía que Mu Qing se sintiera incómodo
al escuchar esto, así que sonrió y cambió de tema: — ¿Tienes
algo que pueda comer?

La reina se echó a reír: —Por la forma en que lo haces sonar, los


demás pensarán que te he matado de hambre, pero has sido muy
quisquilloso desde que eras joven, no puedo engordarte. Te has
vuelto tan delgado desde que entraste a la montaña, hoy comerás
lo que te diga, sin problemas.

La madre y el hijo conversaron un rato, y la reina le preguntó sobre


el incidente durante la Procesión Celestial, sonando bastante
preocupada: —Por el informe del sacerdote principal, suena serio.
¿Qué va a pasar? ¿Serás castigado?

Xie Lian no tuvo la oportunidad de responder y Qi Rong


interrumpió: — ¡Hmph! Eso no fue culpa del primo heredero de la
corona. El que se cayó del muro no fue él, si alguien debe ser
castigado, ¡entonces debería ser ese pequeño demonio!

— ¿Qué, pequeño demonio? —Pensó Xie Lian molesto. Él no


había corregido a Qi Rong, pero la reina se echó a reír. En ese
momento, ella se dio cuenta de los dos que estaban fuera de la
mansión: — ¿Quién es el niño al lado de Feng Xin? Es la primera
vez que veo a otra persona a tu lado.

Xie Lian respondió alegremente: —Ese es Mu Qing. Él fue quien


hizo de demonio en el escenario ayer.

Al escuchar esto, Qi Rong levantó levemente las cejas mientras


la reina decía: — ¿En serio? Haz que entre para que pueda ver
su cara. Feng Xin puede entrar también.

Así, Feng Xin y Mu Qing entraron en la cámara y se arrodillaron


ante la reina. Se tomó su tiempo para mirar a Mu Qing y le dijo a
Xie Lian: —Pensé que él luchó bastante bien ayer, un niño bueno
y cortés. Mirando esta cara, pensarías que sería un ministro
amable, pero quién sabía que podría ser tan tenaz usando un
sable.

Xie Lian sonrió.

— ¿Verdad? Yo también creo que él es muy bueno.

Qi Rong por otro lado, comentó fríamente.

— ¿Oh? ¿El demonio de ayer era él?

Xie Lian escuchó su tono y sintió temor, y por supuesto, el


siguiente segundo Qi Rong explotó repentinamente, arrebató esa
pequeña taza hastiada de la pequeña mesa de té y la lanzó hacia
la cabeza de Mu Qing.

— ¡Aquí está! ¡Tu recompensa!


Afortunadamente, Xie Lian fue más rápido y golpeó la mano de Qi
Rong obligándolo a dejar caer la taza para que la salpicadura no
llegara a la cara de Mu Qing. Xie Lian lo jaló por el cuello.

—Qi Rong, ¿qué estás haciendo?

Incluso mientras lo retenían, Qi Rong seguía rampante: — ¡Primo,


te estoy ayudando a disciplinar a un sirviente insolente! Antes de
que lo hicieras ayer, seguro que se estaba divirtiendo,
aprovechando toda la atención. ¿Quién diablos te crees que eres?
¿La estrella de la Procesión celestial? ¡¿Vas a derribar los cielos
también?!!

La reina se sorprendió: —Rong, qué... ¿qué estás haciendo?

La cara de Mu Qing se salvó del impacto, pero su ropa no lo hizo,


pero como la reina no había dicho nada, permaneció arrodillado
en el suelo, con el rostro sombrío y pálido. Xie Lian pasó Qi ROng
a Feng Xin. —No le dejes golpear a nadie. Feng Xin solo usó una
mano para contener a Qi Rong, pero Qi Rong estaba pateando y
golpeando, escupiendo mientras gritaba: — ¿Y quién demonios
crees que eres como para tener el jodido nervio de tocarme tan
casualmente?

Xie Lian sintió que le dolía la cabeza.

— ¡Qi Rong, te estás volviendo cada vez más y más fuera de


control! —Luego se volvió hacia la reina. —Madre, olvidé
mencionar algo. Por favor, quítale su carruaje dorado.

Qi Rong se sorprendió y gritó: — ¡NO! ¡NO! ¿POR QUÉ? ¡ES UN


REGALO DE CUMPLEAÑOS DE MI TÍA PARA MÍ!

—Incluso si es así, debe ser confiscado. —Xie Lian dijo: — ¡Casi


tenemos problemas en las calles! Mejor no volver a tocarlo antes
que aprendas a conducir correctamente.
La reina dijo ah y preguntó.

— ¿Problemas? ¿Qué problemas?

Xie Lian le contó la forma loca de la conducción de Qi Rong, y


este estaba furioso, con los ojos rojos alrededor de la pupila.

— ¡EL PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO ESTÁ EQUIVOCADO!


¡NO CHOQUÉ CON UNA SOLA PERSONA!

Xie Lian resopló.

— ¡Eso es porque alguien te detuvo!

Qi Rong luchó por liberarse de las manos de Xie Lian y salió


corriendo de la mansión QiFeng en un ataque de locura, sin
volverse hacia atrás incluso cuando la reina lo llamó. Ella dijo con
tristeza: —Mañana le hablaré sobre confiscar su carruaje. Ahh,
ese niño había querido tener un carruaje por mucho tiempo, así
que cuando llegó su cumpleaños, vi que todavía lo deseaba
desesperadamente, así que se lo regalé. ¿Quién sabía que iba a
termina así? Si lo hubiera sabido, no se lo habría dado.

— ¿Por qué debe tener un carruaje? —Se preguntó Xie Lian.

—Dijo que es para poder ir al monte TaiCang cuando quiera


llevarte a casa—, respondió la reina.

Xie Lian se quedó en silencio al enterarse de que al final del día


era un gesto de buena voluntad. Después de un momento, dijo:
—Es mejor encontrarle un buen maestro, y refrenar ese
temperamento. No puede seguir así.

La reina suspiró: — ¿Y qué maestro puede contenerlo? Él solo te


escucha. Difícilmente podríamos hacer que entrara a la montaña
para ir a cultivar contigo. Además, el Sacerdote Principal moriría
antes de recibirlo como discípulo.

Xie Lian encontró la idea tanto hilarante como horrorosa, y negó


con la cabeza: —Con un temperamento así, si ingresara en el
Sagrado Pabellón Real, con seguridad despertaría el infierno.

Tanto la madre como el hijo estaban profundamente preocupados


por esto, y no podían pensar en ninguna idea, por lo que lo dejaron
de lado por el momento. Esa noche, después de haber visto a sus
padres y ponerse al día, Xie Lian se levantó para abandonar el
palacio.

Todos sabían que el príncipe heredero estaba profundamente


obsesionado con la cultivación, y desde que ingresó al Sagrado
Pabellón Real, visitaba a sus padres cada vez menos. El rey no
dijo mucho al respecto, pero la reina siempre estuvo renuente a
verlo ir. Después de salir del palacio, Xie Lian dio un paseo por la
capital real y acompañó a Mu Qing para visitar su casa, como
sugirió el día anterior.

Las puertas rojas altas y millonarias, y los barrios pobres


empobrecidos eran generalmente una calle alejados el uno del
otro. La casa de Mu Qing estaba situada en un callejón oscuro de
la zona más bulliciosa de la capital real.

Los tres entraron en el callejón cuando cinco o seis niños con


harapos los rodearon, gritando: —Gege. ¡Gege está de vuelta!

Xie Lian estaba confundido al principio, preguntándose por qué


llamarían a los extraños gege, pero luego descubrió que el gege
que estaban llamando no era él, sino Mu Qing. Los niños lo
llamaron dulcemente, pero Mu Qing los ignoró: —No hay nada
esta vez. No me digan nada.

Su rostro era de madera, pero su voz no era fría. Se volvió hacia


Xie Lian.
—Que no te importen, su alteza, solo son niños de la cuadra.

Sin embargo, ese grupo de niños estaba obviamente muy cómodo


con él, habían crecido jugando juntos y no tenían miedo de él en
absoluto. Se rieron y los rodearon, extendiendo sus sucias
manitas, pidiendo bocadillos de Mu Qing. Finalmente, Mu Qing
buscó las cerezas como gemas en su bolsa y las entregó.

Feng Xin se sorprendió al ver esto, como si Mu Qing haciendo


algo por el estilo fuera un milagro. Después de todo, Mu Qing tenía
una cara pálida que parecía extremadamente usurera, del tipo
que, a pesar de ver morir a alguien por inanición en las calles, aún
mantenía un control estricto de su propia comida. Xie Lian por otro
lado, no se sorprendió en absoluto.

Al principio, también había querido encontrar algo para darles a


los niños, pero generalmente no llevaba dulces en su persona, y
hacer que Feng Xin diera monedas era como alejar a los
mendigos de que Xie Lian no creía que fuera apropiado. De
repente, hubo un auge de gran ruido galopante proveniente de las
calles principales, un largo relincho de un caballo, y la gente
gritaba.

Los tres se detuvieron, luego Xie Lian salió corriendo del callejón.
Todo alrededor de la calle principal era caos, los puestos se
derrumbaron y la gente en el suelo. Los peatones corrían para
escapar; Las manzanas y las peras rodaron por todas partes. No
se había dado cuenta de lo que estaba sucediendo cuando
escuchó la risa enloquecida de un joven: — ¡FUERA DE MI
CAMINO, SALGAN DE MI CAMINO! ¡NO ME IMPORTA UNA
MIERDA SI ALGUNO DE USTEDES ES PISOTEADO!

Feng Xin juró: — ¡Es Qi Rong otra vez!


Efectivamente, Qi Rong estaba parado sobre ese glamuroso
carruaje dorado, con expresión maliciosa, azotando su látigo
salvajemente, el caballo blanco aullando por el golpe.

— ¡Detenlo! —Gritó Xie Lian.

Ese carro dorado que zumbaba entre ellos, y Feng Xin respondió:
— ¡Entendido!

Y siguió adelante. Xie Lian estaba a punto de ir a buscar a


cualquier herido de todos los puestos derribados y a los peatones
que quedaron derribados detrás del rastro enojado de Qi Rong,
cuando de repente se dio cuenta de que algo andaba mal. Giró la
cabeza y vio justo detrás de ese gran carruaje dorado, algo era
arrastrado por una gruesa y larga cuerda de cáñamo. Al final de
la cuerda había un saco de yute, y en ese saco parecía haber algo
luchando. Parecía que había una persona en ese saco.

En ese momento, Xie Lian solo pudo sentir su sangre correr fría.
Al segundo siguiente, se precipitó hacia adelante.

Por todos los azotes, el caballo blanco corría como si estuviera


corriendo por su vida, girando furiosamente las ruedas de ese
carro. Feng Xin fue a detener al caballo, pero probablemente no
podría detenerlo de inmediato. Xie Lian corrió hacia el carruaje en
solo unos pocos pasos, desenfundó su espada y golpeó. Esa
cuerda se partió en dos, y el saco de artillería cayó al suelo, rodó
y se detuvo.

Xie Lian se inclinó para inspeccionarlo. Ese saco de yute había


sido arrastrado por quién sabía cuánto tiempo y estaba rasgado
de todo el raspado. Estaba extremadamente sucio, cubierto de
sangre, pareciendo una bolsa de cadáveres. Otro golpe de su
espada, y la cuerda atada alrededor de la abertura fue cortada.
Abrió la espalda y miró, y de hecho había alguien, y, ¡era un niño
pequeño!
Xie Lian arrancó todo ese saco. El niño pequeño que estaba
dentro estaba acurrucado en una bola, abrazando su cabeza con
fuerza, y su ropa sucia estaba cubierta con huellas gigantes o
sangre fresca. Incluso su cabello estaba enredado con sangre.
Era un desastre, y era obvio que alguien lo había golpeado
fuertemente, tanto que ni siquiera parecía humano. A juzgar por
su forma, solo tenía siete u ocho años, una criatura muy pequeña,
que temblaba como si una capa de su piel le fuera arrancada por
la fuerza. ¡Verdaderamente increíble que todavía estuviera vivo
después de una golpiza tan violenta!

Xie Lian extendió una mano para sentir su cuello y descubrió que
su pulso no estaba demasiado débil y suspiró aliviado.
Inmediatamente levantó el pequeño cuerpo, se dio la vuelta y
gritó, enfurecido.

— ¡FENG XIN! ¡ARRESTA A QI RONG!!!

No podía creer que algo así pudiera suceder en el Reino de


XianLe. ¡Bajo la luz del día, en la calle principal, un noble, metió a
un humano vivo en un saco de yute para ser arrastrado detrás de
un carruaje de caballos! ¡Si él no lo hubiera visto y detenido, este
pequeño niño habría sido arrastrado hasta la muerte ese día!

A cierta distancia vinieron los sonidos de relincho y los furiosos


rugidos de Qi Rong, y poco después, Feng Xin le gritó: — ¡Ha sido
detenido!

Xie Lian corrió hacia ellos justo a tiempo para escuchar el aullido
de rabia de Qi Rong.

— ¡JODIDO MISERABLE SIRVIENTE! ¿¡QUIÉN TE LE DIO LAS


BOLAS?!!

Resulta que Feng Xin no pudo detenerlo, por lo que trató de


arrebatarle las riendas. Por supuesto, Qi Rong no lo dejaría, así
que los dos retrocedieron, y en un momento de descuido Feng Xin
lo golpeó y lo empujó fuera del carruaje. Cayó al suelo y rodó unas
cuantas veces, sus rodillas raspadas. Al ver que estaba rodeado
de transeúntes, no sintió más que rabia y vergüenza. Sin
embargo, Xie Lian interrumpió: — ¡Yo lo hice!

Qi Rong abrió y cerró la boca un par de veces antes de finalmente


gritar: — ¡Primo Príncipe heredero!

Xie Lian dijo enojado: — ¡Mira lo que has hecho! Qi Rong


realmente...

Justo en ese momento, de repente sintió que el niño en sus brazos


se movía, aparentemente aflojando las manos que le abrazaban
la cabeza, y lo estaba mirando desde la brecha entre los codos.

Xie Lian de inmediato reprimió su ira y bajó la cabeza para


calmarlo con una voz suave: — ¿Cómo te sientes? ¿Sientes dolor
en algún lugar especialmente?

Ese niño estaba todavía consciente sorprendentemente, sin


desmayarse de dolor, sin congelarse por la conmoción, y negó
con la cabeza. Xie Lian vio que la mitad de su pequeña y
sangrienta cara se asomaba y estaba a punto de buscar otras
lesiones en la cabeza, pero ese niño cubrió firmemente la otra
mitad de su cara con las manos, negándose obstinadamente a
mostrarle.
Capítulo 64: Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos con deseo (parte cinco)

Xie Lian dijo: —No tengas miedo, no voy a hacer nada. Solo
quiero revisar tus heridas.

Sin embargo, ese niño presionó sus manos con más fuerza,
revelando solo un ojo grande de obsidiana, con pánico. Pero este
pánico no parecía tener miedo de que lo golpearan, sino que se
descubriera algo.

Mirando este pequeño rostro medio cubierto con solo un ojo, Xie
Lian de repente pensó que podría haber visto a este niño en
alguna parte y entrecerró los ojos. Qi Rong vio su rostro molesto
y explicó: —Primo príncipe heredero, ese pequeño demonio
arruinó tu gran ceremonia de ayer, así que te vengué. No te
preocupes, tuve cuidado, él no morirá.

Efectivamente, ¡el niño que estaba en sus brazos fue el que cayó
de la muralla de la ciudad durante la Procesión Ceremonial
Celestial de Shangai el día anterior!

No era extraño que Xie Lian pensara que le resultaba familiar.


Este pequeño niño ni siquiera había cambiado; todavía llevaba el
mismo atuendo que el día anterior, pero debido a todas las palizas
y los arrastres, estaba más sucio y no se parecía en nada a lo de
antes, ni siquiera a la misma persona. Xie Lian no pudo contener
más su ira.

— ¿QUIÉN TE DIIJO QUE ME VENGARAS? NO TIENE NADA


QUE VER CON ESTE NIÑO, ¡NO FUE SU CULPA!

Qi Rong se justificó a sí mismo: —Por supuesto que es su culpa.


¡Si no fuera por él, no habrías sido regañado por el Sacerdote
Principal!
Este alboroto se estaba yendo de las manos, y la multitud que
observaba se hacía más grande, todos susurrando entre sí. Justo
en ese momento, Mu Qing se acercó también y Qi Rong le apuntó
con su látigo, su expresión disidente estaba llena de hostilidad.

— ¡Y tú! Tú inferior sirviente. Solo por su aspecto, puedo decir que


no conoce su lugar. Si no lo disciplinas, tarde o temprano él va a
derrocarte y pisotearte al maestro. Te ayudo a disciplinarlo, pero
te volteaste y lo defendiste y también me acusaste. Ahora, el tío y
la tía no solo ignoraron mi buena voluntad, ¡incluso confiscaron mi
carruaje dorado! Primo, ese fue mi regalo de cumpleaños. ¡Lo he
querido por más de dos años!

Mu Qing le dio a Qi Rong una mirada indescifrable. Xie Lian soltó


una carcajada de rabia: —No necesito tu buena voluntad, no así.
¿De verdad me estás vengando? ¿O tú te estás vengando?

—... Qi Rong dijo: —Primo, ¿por qué me dirías eso a mí? ¿Y qué
he hecho mal al seguirte?

Xie Lian no pudo discutir con él.

—Qi Rong, escúchame. De ahora en adelante, no puedes tocar a


este niño. Ni siquiera un dedo. ¡ME ESCUCHAS!

En ese momento, Xie Lian de repente sintió un tirón en su cuello.


Estaba justo en lo más alto de su furia y se sobresaltó. Miró hacia
abajo y vio que el pequeño niño enterró su cara en su pecho, sus
dos manos fuertemente envueltas alrededor del cuello de Xie
Lian. Xie Lian lo sintió temblar incontrolablemente y pensó que
estaba sufriendo. Preguntó a toda prisa: — ¿Qué pasa? —Ese
niño pequeño estaba cubierto de lodo, polvo y sangre, sucio y
descuidado, y todo estaba manchado en la túnica blanca de Xie
Lian, pero a este no le importaba en absoluto. Le dio una suave
palmadita en la espalda al niño para consolarlo y le dijo en voz
baja: —Iré a llevarte a los médicos ahora mismo.
Ese niño no respondió pero abrazó a Xie Lian aún más fuerte.
Estaba tenso y no lo soltaba, como si estuviera aferrado a un
salvavidas. Qi Rong vio que Xie Lian no reconocería su buena
voluntad, su corazón solo era para las personas desconocidas, y
luego vio que el niño manchaba las ropas de Xie Lian con esa
mierda sangrienta y embarrada, su ira se encendió. Levantó el
látigo y estaba a punto de azotar la parte posterior de la cabeza
de ese niño. Feng Xin estaba de pie a un lado, y en una fracción
de segundo, su pierna salió volando y pateó a Qi Rong
directamente en el brazo.

Hubo un gran CRACK y Qi Rong gritó, el látigo cayó al suelo y su


brazo derecho cayó débilmente en un ángulo anormal. Todavía
estaba suspendido por la incredulidad y no fue por un tiempo
antes de que levantara la cabeza lentamente, mirando a Feng Xin,
pronunciando cada palabra: —TE ATREVES A… ¡ROMPER MI
BRAZO!

Las palabras eran extremadamente frías. Fue solo hasta que dio
una patada que Feng Xin se dio cuenta de lo que había hecho, y
su rostro cambió, pero el rostro de Mu Qing cambió más que los
otros dos.

No importaba cuánto detestaban a Qi Rong a sus espaldas, eso


es una cosa. Pero como guardia personal, haber transgredido y
romper accidentalmente el brazo de la realeza, ¡era algo
completamente diferente!

Justo ahora, Xie Lian tenía sus manos llenas con ese niño, y
detrás de él estaba lleno de espectadores, por lo que no podía
esquivar, pero si lo esquivaba, también habría sido fácil para él.
Solo que Qi Rong lo atacó con tanta agresión y, a menudo,
inesperadamente, Feng Xin se movió demasiado rápido sin
pensar, Xie Lian no tuvo la oportunidad de detenerlo. Ahora todo
estaba en un alboroto aún mayor y Xie Lian tampoco tuvo tiempo
para pensar. Su ropa se empapaba de sangre, si se demoraban
más, el niño podría morir allí mismo. Xie Lian tomó una segunda
decisión, inhaló profundamente y gritó con voz clara: —TODOS,
SI ALGUIEN FUE INVOLUCRADO EN ESTE INCIDENTE HOY,
POR FAVOR, REGISTRE CUALQUIER DAÑO Y PÉRDIDA.
¡TOMARÉ TODA LA RESPONSABILIDAD SIN LA FALTA!

Luego, se dirigió a Feng Xin y Mu Qing.

—Salvar al niño es lo primero. Llévense a Qi Rong y no permitas


que continúe haciendo estragos en el exterior.

Al terminar sus instrucciones, Xie Lian corrió hacia el palacio con


el niño en sus brazos. Feng Xin recibió la orden, su expresión
volvió a la normalidad y recogió al furioso Qi Rong antes de seguir
a Xie Lian. Los soldados que vigilaban las puertas del palacio
pensaron que era extraño ver que el príncipe heredero regresaba
en poco tiempo, pero naturalmente no lo detendrían. Por lo tanto,
Xie Lian corrió directamente al pabellón médico y entró en la
enfermería. Dejando a Feng Xin y Mu Qing afuera de la puerta con
Qi Rong bajo arresto.

El príncipe heredero rara vez regresaba al palacio y rara vez hacía


demandas, por lo que los médicos imperiales naturalmente se
apresuraron rápidamente. Xie Lian colocó a ese niño en una silla
y dijo: —Gracias de antemano, a todos. Un gran número de
adultos golpearon a este niño, lo metieron en un saco de yute y lo
arrastraron por las carreteras. Por favor verifique si hay alguna
lesión en la cabeza primero, eso es lo más importante.

El equipo médico imperial nunca había visto a un real o un noble


traer a un bebé sucio y salvaje para que se curaran antes, pero
también saben que solo tienen que hacer lo que se les diga, y
todos siguieron la orden de Xie Lian. Uno de ellos dijo: —Primero,
baje las manos, niño.

Sin embargo, aunque ese niño pequeño era dócil en los brazos
de Xie Lian todo el tiempo, comenzó a luchar entonces y cubrió
con firmeza el lado derecho de su cara, negándose a soltarla sin
importar nada. No importaba cuán hábiles fueran los médicos
imperiales, si el paciente no cooperaba, no había nada que
pudieran hacer. Los doctores miraron a Xie Lian.

—Su alteza, ¿cómo...?

Xie Lian levantó una mano: —Probablemente le tiene miedo a los


extraños. No te preocupes, déjame.

Ese niño estaba sentado en una silla y Xie Lian no podía mirarlo
a los ojos, así que se inclinó hacia delante e inclinó la cabeza.

— ¿Cómo te llamas?

El gran ojo de ese niño lo miró fijamente, su pupila de obsidiana


negra reflejaba un reflejo blanco como la nieve. Esta mirada, si
debe describirse, era exactamente como Feng Xin había dicho: —
Poseída por el diablo, y no debería ser la mirada de un niño.

Pasó un momento antes de que el niño bajara la cabeza.

—Hong…

Su voz era pequeña y suave, murmuró, como si no quisiera


decirlo, pero también un poco avergonzado. Xie Lian solo escuchó
la palabra Hong6 y volvió a preguntar: — ¿Cuántos años tienes?

—Diez. — Respondió ese niño.

Xie Lian solo estaba preguntando al azar, con la esperanza de


que baje la guardia, pero al escuchar que respondía con diez, se
sobresaltó y pensó: —Pensé que solo tenía siete u ocho años,
¿pero él tiene diez? Este niño está verdaderamente débil y
demacrado.

6
Hong es la palabra para "rojo".
Después de una pausa, Xie Lian sonrió suavemente: —Los
médicos se ocuparán de sus heridas ahora, no tengas miedo y
baja las manos, ¿está bien?

Ese niño lo oyó, pero vacilante negó con la cabeza.

— ¿Por qué no? —Preguntó Xie Lian.

Se quedó en silencio por un rato antes de responder.

—Feo.

Su respuesta fue solo una palabra, y sin importar cómo Xie Lian
lo calmó, se negó a soltar sus manos. Xie Lian prometió que no lo
considerará feo, que no miraría, pero darse la vuelta tampoco lo
convencía. Una edad tan joven, pero tal obstinación. Sin elección,
los doctores imperiales solo podían hacerle algunas preguntas,
hacer que reconociera el número de dedos, asegurándose de que
no se sintiera desmayado o que tuviera ningún dolor de cabeza,
de que entendiera lo que veía y de lo que pensaba, y luego
prestara atención a sus heridas físicas.

A medida que los médicos imperiales trabajaban, se sintieron


cada vez más atemorizados. Xie Lian se hizo a un lado, escuchó
sus sonidos de asombro y preguntó: — ¿Cómo está él?

Uno de los médicos imperiales no pudo evitar preguntar: —Su


alteza, ¿este pequeño niño realmente fue golpeado y arrastrado
por las carreteras en un saco de yute?

Xie Lian se quedó sin habla.

— ¿Por qué sería falso?

El médico imperial respondió: —Si ese fuera el caso, entonces...


increíble. Nunca he visto a nadie tan tenaz. Tiene cinco costillas y
una pierna rotas una serie de lesiones grandes y pequeñas, y con
todo eso sumado, permanece consciente y conversa mientras se
sienta. Incluso a los adultos les resultaría difícil hacer esto, ¿y un
niño de diez años?

Al escuchar lo graves que eran las lesiones, Xie Lian se puso aún
más furioso con Qi Rong. Miró a ese niño y vio que estaba sentado
allí en esa silla como si no sintiera dolor, y lo estaba mirando con
ese gran ojo negro izquierdo. Cuando notó que Xie Lian lo había
visto, inmediatamente volvió la cabeza.
Capítulo 65: Perla roja perdida; inadvertidos ojos rojos con deseo (parte seis)

Al ver esto, por alguna razón, Xie Lian pensó que era tonto y triste,
y luego se volvió para preguntar: — ¿Se curarán todas sus
heridas?

Uno de los médicos imperiales envolvió nuevas capas de


vendajes alrededor de la cabeza de ese niño y respondió: —Sin
problema.

Xie Lian finalmente se sintió aliviado y asintió con la cabeza.

—Gracias por todo su arduo trabajo.

En ese momento, un asistente entró para notificarles la inminente


llegada de su majestad el rey y la reina. Cada uno de los médicos
imperiales se puso de pie inmediatamente y salió de la enfermería
para saludar. Xie Lian movió al niño a la cama y dijo: —Acuéstate
un poco y descansa.

Luego pensó que el niño le tenía miedo a los extraños, y muchas


personas que se amontonaban podían asustarlo, por lo que Xie
Lian bajó las cortinas de la cama antes de ponerse de pie también.

Varios guardias y asistentes rodearon al rey ya la reina mientras


caminaban hacia el pabellón. La cara de la reina estaba pálida: —
Mi querido hijo, ¿por qué regresaste de repente después de haber
abandonado el palacio? ¿Te lastimaste afuera?

—Madre, por favor, quédate tranquila —dijo Xie Lian. —No fue
lastimado, fue otra persona la que resultó herida.

En ese momento, Qi Rong gritó desde la esquina: — ¡Tía,


sálvame!
Sólo entonces, la reina se dio cuenta de Qi Rong, que firmemente
sujeto por Feng Xin, fue arrestado por un lado y quedó en shock.
Solo estaba preocupada por el bienestar de su hijo, e ignoró por
completo todo lo demás, pero ahora que lo vio, preguntó: —Rong-
Er, ¿qué ha pasado?

El rey, por otro lado, frunció el ceño ligeramente.

—Feng Xin, ¿por qué estás sosteniendo al Príncipe Xiao Jing


como un criminal?

Cuando llegó Su Majestad, Feng Xin debería haber saludado


como Mu Qing y todos los demás, pero debido a que tenía a Qi
Rong en la mano, no podía dejarlo, y así entró en una situación
incómoda. Xie Lian dijo: —Estaba bajo mi mando.

Qi Rong levantó su brazo derecho.

—Tía, mi brazo está roto.

La reina no había tenido la oportunidad de simpatizar antes de


que Xie Lian lo interrumpiera bruscamente: —Te rompiste un
brazo, pero ¿qué hay de ese niño dentro?

— ¿Qué niño? —Preguntó el rey.

—Un niño de diez años —respondió Xie Lian. —Impotente,


vulnerable y ya débil. Qi Rong envió a sus lacayos a golpearlo. ¡Si
no fuera por su tenacidad, habría sido golpeado hasta la muerte
en el acto!

Qi Rong se veía como si acabara de escuchar una broma, sus


ojos se ensanchaban.

— ¿Un niño de diez años vulnerable e indefenso? ¿Débil? Primo,


no sabes qué cruel, qué salvaje, qué tonto era ese pequeño
demonio, solo pretende ser patético delante de ti. Llamé de cinco
a seis hombres y no pudieron atrapar al mocoso. Los golpeó, les
mordió y los ensangrentó. Si no me hubiera hecho enojar, ¿por
qué lo habría arrastrado detrás del carruaje de caballos?

Al escuchar esto, tanto el rey como la cara de la reina cayeron.


Xie Lian inspiró profundamente y gritó: — ¡Basta! ¿Crees que lo
que has hecho es impresionante?

Qi Rong no era alguien que evitara mostrar su rostro, por lo que,


para ser tan arrogante y ostentoso, no había razón para creer que
los ciudadanos de la capital no lo vieron. Y después de que lo
hayan visto, no había ninguna razón para que él no se convirtiera
en la comidilla de la ciudad como después de las comidas.

El rey le dirigió a la reina una mirada, con una expresión


ligeramente triste: —Llévate al príncipe Xiao Jing. Doctor, vea a
su brazo. El carruaje dorado será confiscado permanentemente.
Debes ser detenido y reflexionar sobre tus acciones durante un
mes sin liberación.

El guardia que estaba detrás de él inmediatamente obedeció la


orden y avanzó para tomar a Qi Rong. Sólo entonces Feng Xin lo
soltó. A Qi Rong ya no le importó y dijo: —Tómalo, tómalo. Ya
sabía que hoy habría sido la última vez que lo condujera.

Al oír que no poseía un corazón arrepentido, la reina suspiró


tristemente. Xie Lian dijo: —Parece que con solo un mes de
detención para reflexionar seguirá haciendo esto la próxima vez.
Tiene que haber una disciplina más estricta.

Qi Rong se sorprendió y tartamudeaba airadamente: —Primo


Príncipe heredero, tú... —Pero al momento siguiente cambió de
marcha. —Bien. Entonces lo admito, esta vez fue mi culpa. No
importa cómo su majestad me castigue, Qi Rong no tiene quejas.
Sus siguientes palabras cambiaron la dirección del sujeto: —Sin
embargo, ¿no debería ser castigado el sirviente del primo
heredero también? ¡Tío, tía, mi brazo se rompió por ese Feng Xin!

Al oír esto, el rey al instante movió su mirada hacia Feng Xin,


indignado. Feng Xin inclinó la cabeza y Mu Qing se movió
discretamente a dos pasos.

El rey dijo fríamente: —Feng Xin, eres el guardaespaldas del


príncipe heredero. El príncipe heredero te trata bien y te saluda
muy bien, pero ¿has olvidado tu propio lugar? ¿Qué es esta
arrogancia? Tu deber es servir a su alteza. ¿Así es como le
sirves? ¿Para atreverse a levantar una mano contra el primo del
príncipe heredero, el príncipe Xiao Jing?

Al escuchar sus palabras, Feng Xin estaba listo para arrodillarse,


pero Xie Lian lo detuvo.

—No te arrodilles.

Feng Xin obedeció las órdenes de Xie Lian en primer lugar, e


incluso bajo las órdenes del rey, su prioridad era su alteza, por lo
que se enderezó instantáneamente de nuevo. Al ver esto, el rey
se enojó aún más.

—Es cierto que Feng Xin rompió el brazo de Qi Rong, pero la


razón era proteger a su amo. —Xie Lian dijo: —Además, Qi Rong
tuvo la culpa primero, no Feng Xin, ¿por qué debe arrodillarse?

—No importa por qué —dijo el rey. —De cualquier manera ha


ofendido al príncipe Xiao Jing. Hay una diferencia entre amos y
sirvientes, una distinción de superior e inferior. No importa si yo,
el rey, le hiciera arrodillar, si lo castigara con cien latigazos, no
habría nada inapropiado en ello.

Aunque el rey no era tan cariñoso con Qi Rong como la reina, Qi


Rong seguía siendo uno de los reyes de la realeza, nunca
desobedecido ni ofendido. Qi Rong lo sabía muy bien, y dijo con
un ojo astuto: —No hay necesidad de un castigo de amarre. Él
pertenece al primo príncipe heredero, no quiero hacer las cosas
incómodas. Mientras se rompa el brazo y se arrodille para
acurrucarse ante mí tres veces, puedo dejarlo pasar.

El rey asintió lentamente, buscando consentir en la decisión. Sin


embargo, Xie Lian dijo: —Si debes castigar a Feng Xin, primero
debes castigarme a mí. Él es mi siervo en primer lugar, no ha
hecho nada malo, y en segundo lugar, si tuvo la culpa, todavía
estaba bajo mis órdenes, por lo que recibiré un castigo en su
nombre.

Al oírlo decir esto, el rey se indignó una vez más.

Todos los padres e hijos en el mundo deben pasar por este


cambio. Cuando el hijo era joven, todos idolizarían a sus padres
como el héroe más grande de la tierra, su propio modelo personal,
su adoración aparente. Sin embargo, cuando el hijo madura hasta
cierta edad, comienzan a cuestionar todo lo que hacían los
padres, incluso les provoca repulsión, hasta que al final ninguna
de las partes se reconocía mutuamente.

Para ingresar a la Montaña TaiCang para entrenar, el objetivo


fundamental de Xie Lian era mejorar sus artes marciales y buscar
la dirección de su corazón. Sin embargo, nunca le importó dónde
entrenaba, ni con qué identidad.

La palabra dao para el cultivo significaba exactamente como


aparecía, que era: Caminar por el sendero7. Mientras el corazón
de uno esté en el camino con una sola mente, entonces el
entrenamiento se puede realizar en cualquier lugar. No
necesitaba seguir ninguna norma dictada, ni entrar en el Sagrado

7
"Dao" [道]: en este contexto se traduce a "cultivo", pero la palabra
originalmente significa "el camino", que se utiliza para indicar tanto lo literal
como lo filosófico. Por lo tanto, quien practica "el camino" es un cultivador.
Pabellón Real. Había otra razón por la que Xie Lian había rogado
entrenar en la Montaña TaiCang, y eso era porque sentía que
realmente no se llevaba bien con su padre.

Como el honorable príncipe heredero de XianLe, en el momento


en que Xie Lian nació, el Rey de XianLe ya había trazado todos
los detalles del camino de su vida. Estaba bien cuando aún era
joven. Un niño tenía pocas preocupaciones, y Xie Lian solo
necesitaba a sus padres para construir palacios de lámina de oro
con él, jugar y reír. Con el paso de los años, Xie Lian sintió cada
vez más que su padre no era solo un padre, sino que también era
el gobernante de un reino, y muchos de sus pensamientos y
acciones ya no podían coincidir. Por ejemplo. El llamado Prestigio
de la Realeza era una de las cosas que Xie Lian odiaba.

Si no podían coincidir, entonces era mejor quedarse lejos. Cada


vez que regresaba al palacio, pasaba más tiempo conversando
con su madre, y nunca un encuentro sincero con su padre. Los
dos nunca tomaron la iniciativa de hablar entre ellos tampoco, y
fue también la reina quien siempre mediaba entre ellos.

El padre y el hijo habían mantenido esta relación congelada


durante muchos meses, y ahora, con Xie Lian obstinadamente
negándose a retroceder, el rey dijo: —Muy bien. Toma su lugar si
es necesario. ¡A ver si realmente puedes soportarlo!

— ¡Por supuesto que puedo! —Xie Lian respondió.

La reina vio que los dos volvían a enfrentarse de nuevo y dijo


ansiosamente: — ¿Por qué debe ser así?

En ese momento, Feng Xin, que no había hablado ni una palabra


en el costado, de repente levantó su brazo izquierdo y golpeó a
su derecha. Hubo un gran CRACK, la multitud se sobresaltó y miró
el sonido, y vio que su brazo derecho caía sin fuerzas,
exactamente como el de Qi Rong. Xie Lian estaba conmocionado
y furiosó.
— ¡FENG XIN!

El sudor frío rodó por la frente de Feng Xin, y sin decir una palabra,
se arrodilló ante Qi Rong tres veces. Qi Rong se sentía bastante
orgulloso y se echó a reír a carcajadas: —Está bien, supongo que
te perdonaré. ¿Por qué no pudiste haber hecho esto antes?

A pesar de que su brazo también se rompió, cuando se fue se vio


energizado y renovado, como si luchara en una batalla ganadora.
En cuanto a Feng Xin, todavía estaba arrodillado en el suelo, y Mu
Qing se quedó a un lado observando, con una expresión sombría
pero sus pensamientos ilegibles. Xie Lian se giró para enfrentar a
su padre, gritando enojado: — ¡TÚ! -

Feng Xin lo agarró con su brazo izquierdo.

— ¡Alteza!

La reina también puso sus manos sobre él para retirarlo. Xie Lian
sabía que Feng Xin lo seguía desde los catorce años y que la
reina lo cuidaba profundamente. Solo hizo esto porque no podía
soportar ver a la reina triste por la disputa entre el padre y el hijo.
Si Xie Lian se quejara ahora, entonces los esfuerzos de Feng Xin
se perderían, por lo que se tragó su indignación, pero el fuego
continúa ardiendo dentro de su corazón. El rey finalmente pareció
apaciguado, y se fue con una expresión sombría.

A la reina siempre le gustó Feng Xin y suspiró: —Hijo mío, te


hemos hecho daño.

—Por favor, no diga eso, majestad. Este era mi deber —respondió


Feng Xin.

Al escuchar esto, los ojos de Mu Qing se entrecerraron, como si


él resoplara fríamente. Xie Lian, sin embargo, cerró los ojos: —
Madre, si realmente no puedes manejar a Qi Rong, enciérralo.
La reina suspiró, asintió, luego negó con la cabeza y se fue
también.

Xie Lian pidió que uno de los médicos imperiales atendiera el


brazo derecho de Feng Xin y se disculpó: —Feng Xin, lo siento.

Una vez que las multitudes se despejaron, Feng Xin


inmediatamente cambió de cara y chasqueó la lengua: —Esto no
es nada. Me atreví a golpearlo, entonces, ¿cómo podría
asustarme de su venganza? —Después de una pausa, aconsejó:
—Su alteza, por supuesto, es correcto que usted discipline a Qi
Rong, pero no esté resentido por su majestad. Su majestad es el
rey, y una figura líder de la generación anterior, por lo que piensa
de manera diferente que nosotros. Al ver a los dos pelear, la reina
se entristece. Ella también tiene sus dificultades.

¿Y cómo podría Xie Lian no conocer las dificultades de su madre?

La madre de Qi Rong era la hermana menor de sangre de la reina


y se llevaban muy bien. Cuando era joven e inmadura, en el primer
brote del romance, ansiaba la libertad, escuchaba palabras de
miel y rompía un buen compromiso para fugarse con un
guardaespaldas en el palacio. Quien sabía que el que ella había
elegido era villano. Uno que nació de la nobleza metido en una
choza parecida a una caseta de perro, y después de solo medio
año, el villano reveló su verdadera naturaleza, borracho y violento.
Después de que nació Qi Rong, se volvió aún más abusivo.
Finalmente, la madre no pudo más, y cuando Qi Rong cumplió
cinco años, lo tomó y se escapó de su casa. Debido a que se
había convertido en un escándalo real, cerró la puerta y ya no pisó
los pies afuera, y pasó el resto de su vida en una depresión
sombría, solo mostrando un amor particular y devoción a su único
hijo.

Durante un levantamiento, la madre de Qi Rong perdió su vida


salvando a la reina, y antes de que ella falleciera, le pidió a la
madre de Xie Lian que cuidara de Qi Rong.
Por supuesto que la reina hizo todo lo posible. Sin embargo,
todavía era incómodo criar al hijo de otra persona. La disciplina es
difícil, demasiado estricta y parece ser un abuso; pensando en el
amor y las amistades del pasado, no podía ser tan dura;
demasiado relajada, y se convertiría en el comportamiento de hoy,
y sin restricciones más estrictas, solo podría empeorar en el
futuro. La reina también se preguntaba a menudo, ella crió a Xie
Lian y Qi Rong casi lo igual, entonces, ¿por qué sus personajes
eran tan diferentes?

En ese momento, Xie Lian recordó de repente que había otro niño
pequeño todavía acostado en la cama aquí en la enfermería.
Levantó la cortina de la mesita de noche para comprobar, y ese
niño estaba sentado, como si estuviera tratando de mirar por
alguna grieta para ver. En el momento en que Xie Lian levantó el
telón, se tendió obedientemente. Xie Lian dijo: — ¿Te asustamos
con la lucha en este momento? No dejes que te moleste, no tiene
nada que ver contigo.

—Su alteza, las heridas de este niño pequeño han sido atendidas.
Ahora solo necesita descansar tranquilamente —dijo uno de los
doctores imperiales.

Xie Lian bajó un poco la cabeza.

—Gracias por su arduo trabajo.

Luego se inclinó de nuevo para preguntar:

— ¿Dónde vives? Te llevaré a casa.

Ese niño negó con la cabeza.

—No hogar.
Feng Xin se acercó, sosteniendo el brazo que ahora está en un
cabestrillo.

— ¿No hogar? ¿Así que realmente es un pequeño mendigo?

Al ver que este niño estaba demacrado y pequeño, su ropa sucia


y descuidada, no era imposible. Si no tenía un hogar al que volver,
no podrían dejarlo en el palacio o echarlo a la calle. Xie Lian
reflexionó un momento y luego dijo: —Si ese es el caso, entonces
devolvámoslo al Monte TaiCang.

Inesperadamente, Mu Qing de repente dijo: —Está mintiendo.


Capítulo 66: Ascender es humano; caer también lo es (parte uno)

Xie Lian volvió la cabeza y preguntó: — ¿Qué quieres decir?

—Los niños pobres callejeros de la capital real corren juntos en


una pandilla, y venían a mi vecindario a menudo para mendigar
comida. Los conozco a todos, pero nunca antes había visto a este
niño.

Ese niño pequeño miró a Mu Qing y no dijo una palabra. Feng Xin
se mostró incrédulo: — ¿A quién mendigan comida? ¿A ti? ¿Y se
lo darías a ellos?

Mu Qing lo miró: —Si acosan implacablemente, no hay otra


manera.

Feng Xin todavía pensaba que la idea era bastante increíble, pero
no hizo ningún comentario adicional.

—Oh.

Xie Lian quiso reírse al verlos hablar. Mu Qing continuó: —


Además, hay parches cosidos en su ropa; a juzgar por la costura,
debe haber sido realizado por un adulto recientemente, por lo que
hay al menos una persona mayor de edad en su hogar. Su
situación familiar podría no ser la mejor, pero definitivamente no
es un mendigo.

Naturalmente, Xie Lian no se daría cuenta de cómo era la costura


de los parches cosidos, ni si lo hicieran los adultos, pero Mu Qing
solía ser un chico que hacía recados en el Sagrado Pabellón Real,
y también hacía todo tipo de tareas en casa, así que cuando Xie
Lian miró de cerca, era precisamente como había dicho, por lo
que preguntó.

— ¿Tienes adultos en casa?


Ese pequeño niño sacudió la cabeza, pero Mu Qing dijo: —Debe
haber. Si no regresa, su familia debe estar muy preocupada
buscándolo ahora.

— ¡No, no hay manera! ¡No hay nadie!

Ese niño pequeño lloró, sonando como si tuviera miedo de ser


devuelto, y abrió los brazos para alcanzar a Xie Lian. Todavía
estaba cubierto de barro y sangre, y Feng Xin no podía soportarlo
más.

—Niño, ¿qué demonios estás haciendo? Las cosas eran urgentes


antes así que no importaba, pero ¿no deberías entender mejor
ahora? Este es el príncipe heredero. El príncipe heredero,
¿entiendes?

Los brazos de ese niño pequeño se encogieron de inmediato, pero


él seguía mirando a Xie Lian.

—Hay peleas en casa y me echaron. Caminé por mucho tiempo


pero no tengo a dónde ir.

Los otros tres se miraron. Después de un momento, Feng Xin dijo:


— ¿Y ahora qué?

Uno de los doctores imperiales sugirió: —Si su alteza está


preocupado, puede ser colocado aquí en el palacio, y hacer que
unos pocos asistentes lo cuiden.

Xie Lian zumbó, pero después de pensarlo un poco, sacudió la


cabeza lentamente.

Al final del día, temía que Qi Rong no dejara de lado todo el asunto
y se escabullera para causar problemas.
—Desde mi punto de vista, todavía es mejor si lo cuido hasta que
sus heridas se curen. Parece que su familia no podrá cuidar de él
desafortunadamente. Feng Xin, cuando vayas a encargarte de los
puestos afectados por Qi Rong, ve si puedes averiguar dónde
están sus padres y avisarles para que no se preocupen.

—Está bien. —Feng Xin asintió.

Uno de sus brazos todavía estaba en un cabestrillo, pero extendió


el brazo bueno para alcanzar a ese niño pequeño, con la intención
de levantarlo por el cuello. Xie Lian se rió.

—Estás herido. No te preocupes por eso.

Sin embargo, Feng Xin se encogió de hombros: —Sólo se rompió


un brazo, el otro todavía está bien. Si mis dos brazos estuvieran
rotos, todavía puedo usar mis dientes para cargarlo por el cuello
y subirlo a la montaña por ti.

Mu Qing puso los ojos en blanco por detrás y luego dijo: —No
importa. Déjame llevarlo. —Pero justo cuando dio un paso
adelante, el pequeño niño saltó de la cama y dijo: —Puedo
caminar solo.

Una expresión llena de rechazo hablaba más fuerte que las


palabras, lo que hizo que el segundo paso de Mu Qing fuera
extremadamente incómodo, sin saber si continuar o no. Ese niño
tenía cinco costillas rotas y una pierna, pero todavía estaba tan
animado como un dragón, Xie Lian realmente no sabía si reír o
sentirse preocupado y dijo: — ¡Deja de correr! —Luego se agachó
y lo levantó. .

Los tres con un niño a la zaga abandonaron el palacio. Como Qi


Rong causó estragos en las calles antes y molestó a la gente del
pueblo, derribando una serie de puestos, Xie Lian se sintió
profundamente culpable, no tenía cara para encontrarse con
ninguno de los ciudadanos, por lo que el grupo se escabulló,
temiendo mostrar sus caras, usando solo los callejones traseros.
A lo largo de todo el camino, ese niño pequeño fue
extremadamente dócil en los brazos de Xie Lian; Le dijeron que
se callara y él no pronunció ni un solo sonido. Feng Xin observó:
—Este mocoso me dio una patada ayer, pero míralo ahora. Él
realmente sabe cómo escogerlos.

—Es su alteza el príncipe heredero. Por supuesto, él es más


querido que la mayoría de la gente —dijo Mu Qing.

Por alguna razón, incluso si dijo algo bien intencionado, las


palabras que usa todavía hacen que las personas se sientan
incómodas. Feng Xin se negó a reconocer lo que dijo. Después
de caminar un rato, Feng Xin habló: —No. Sigo sintiendo que su
alteza no debería permitir que nadie vea que está sosteniendo a
un niño extraño.

— ¿Cuál es el problema? —Xie Lian preguntó.

— ¡Tú eres el príncipe heredero! —Exclamó Feng Xin.

Mientras hablaba, vio una carretilla de mano desgastada más


arriba en el callejón y dijo: —Ponga al niño en ese carrito y tire de
él para ir.

Mu Qing expresó de inmediato: —Solo para que quede claro, no


levantaré esa cosa de la montaña.

—Nadie te está pidiendo que lo hagas —dijo Feng Xin. Extendió


la mano y sacó al niño de los brazos de Xie Lian, y el niño
comenzó a luchar nuevamente.

—No importa no importa. ¡Tal vez alguien más necesite ese


carrito! —dijo Xie Lian.

En ese momento, desde algún lugar cercano, alguien gritó


repentinamente: — ¿Eres... el príncipe heredero?
Otro gritó inmediatamente: — ¡SÍ, SÍ, SÍ! ¡ES EL PRÍNCIPE DE
LA CORONA! ¡SU MÁSCARA SE CAYÓ AYER Y VÍ SU CARA
CON MIS OJOS OJOS! ¡¡¡ESE ES EL!!!

— ¡¡¡ATRÁPENLO!!!

Los tres se congelaron, sus corazones cayeron. Aunque Xie Lian


no creía que hubiera hecho nada malo en la Procesión
Ceremonial Celestial el día anterior, también sabía que otros no
estarían de acuerdo. Acortar la ceremonia marcial que agradaba
a Dios era una señal siniestra de desgracia; es indecible entre la
nobleza, y cuando toda la emoción se desvaneció después de que
él se diera cuenta, cuando la gente empiece a preguntarse qué
significaba todo eso, probablemente tampoco serían tan
indulgentes. Además de los estragos en las calles causados por
Qi Rong, las quejas deben ser interminables. Si estuvieran
rodeados ahora, podría terminar mal. Sin pensar más
profundamente, Mu Qing lo agarró y gritó: — ¡Alteza, corre!

Feng Xin estaba desesperado e instó también: —Su alteza, tengo


un brazo roto, no podré detener a nadie. ¡Vete!

Sin embargo, fuera del callejón ya había un gran número de


personas que estaban llegando, sus caras llenas de emoción,
bloqueando todas las salidas viables. Los cuatro no tenían a
dónde correr, y los observaron con los ojos abiertos cuando se
rodearon. Xie Lian pensó audazmente: —En todo caso, solo
dejaré que nos golpeen sin contraatacar.

Sin embargo, inesperadamente, aunque la multitud entró, no los


pulverizaron, sino que varias manos se estiraron y lo lanzaron al
aire, gritando: — ¡SU ALTEZA!

Xie Lian fue arrojado al aire innumerables veces, pero aún


mantenía una expresión tranquila y constante. La gente gritó: —
¡SU ALTEZA, ESE SALTO EN LA AVENIDA DE LA DEIDAD
MARCIAL DE AYER FUE ESPECTACULAR!

Alguien exclamó: — ¡Ese fue un salto tan increíble! Realmente,


realmente, ¡pensé totalmente que el Emperador Marcial Celestial
mismo había descendido! ¡Tuve la piel de gallina!

Otro confirmó.

— ¡Su alteza estaba bien para salvar a ese niño! Una vida es una
vida, ¿piensan que los niños de nosotros los pobres no valen por
igual? Si fuera yo, ¡haría lo mismo!

Otro se enfureció: — ¡Eso es correcto! Hoy se habló de cómo su


alteza había arruinado el evento y ¡simplemente no podía
soportarlo! ¡Si hubiera sido un rey o un noble que hubiera caído,
no dirían lo mismo! ¡Alteza, no se preocupe por esas personas!

—Su alteza es el que verdaderamente se preocupó por nosotros...

Xie Lian pasó de sentirse culpable al principio, luego se desorientó


a la mitad, hasta que finalmente se vio afectado por las caras
apasionadas y alegres de todo el mundo. La multitud se agrupó
alrededor de Xie Lian y cuando salieron a la calle principal, más y
más se unieron a ellos. Feng Xin, Mu Qing y ese niño pequeño
fueron empujados y separados mucho más atrás sin ningún medio
de empujar, y solo pudieron seguirlos detrás del desfile. Este gran
grupo de personas, sorprendentemente, no era más pequeño que
la multitud del día anterior. Cada vez que Xie Lian hacía un
movimiento para irse, lo arrastraban por la fuerza y lo lanzaban al
aire sin ninguna posibilidad de ser bajado.

Xie Lian no pudo evitar encontrarlo divertido y tranquilizador


mientras pensaba para sí mismo: —La gente y el Sacerdote
Principal tienen sentimientos completamente opuestos. Parece
que estaba en lo correcto.
Cuando por fin llegaron al Monte TaiCang, el sol poniente estaba
en llamas brillante y vívidamente.

Al pasar por las grandes puertas de la montaña, en el largo camino


de piedra, había una serie de aprendices y cultivadores que
transportaban cubos de agua y leña que subían y bajaban por la
carretera, saludando a Xie Lian y compañía, pero muchos
observaron a los cuatro más una carretilla con asombro. Feng Xin
estaba tirando esa carretilla con una mano como un joven toro
negro serio y trabajador. Xie Lian y Mu Qing le devolvieron la
sonrisa al principio, pero después de un rato dejaron de
preocuparse.

Los arces eran infinitos, y las ruedas giraban con calma. Mientras
caminaban, Xie Lian ayudó a empujar la carretilla desde atrás. Se
sentía bien y le hizo otra pregunta a ese niño pequeño
casualmente: —Niño, ¿cómo te llamas realmente? Hong… qué?

Ese niño pequeño lo miró y dijo en voz baja: —Yo... no tengo


nombre.

Xie Lian se sorprendió: — ¿Tu madre no te dio un nombre?

Ese pequeño niño negó con la cabeza.

—Mi madre murió.

Xie Lian se sintió triste por él.

—Entonces, ¿cómo solía llamarte tu madre?

Ese niño pequeño dudó por un minuto, luego respondió: —Hong


Hong-Er.8

Xie Lian sonrió.

8
"Hong Hong-Er" significa "Mi hijo, Rojizo" o simplemente "Rojito".
—Ese es un apodo lindo. Te llamaré así de ahora en adelante.

Hong Hong-Er parecía ser tímido cuando hablaban, y bajó la


cabeza. En ese momento, el sol estaba a punto de ponerse y se
encendieron las luces de cada uno de los pabellones de la
montaña. Entre ellos, el más brillante fue, por supuesto, el pico
más alto, la Gran Cumbre Marcial.

En la cima de la Gran Cumbre Marcial, dentro del Gran Salón


Marcial, estaba tan brillante como el día, las luces se reunieron
como estrellas. Xie Lian suspiró mientras observaba.

El suspiro no se debió a la tristeza, pero por el escenario que


emanaba tanta belleza y gloria. Cada pedacito de luz era una
ofrenda de Lámpara Eterna en el vestíbulo. Cada lámpara
contenía las oraciones y los deseos de cada devoto adorador.
Cuantas más lámparas eternas haya en el templo de un dios, más
poderoso se vuelve ese dios. La oportunidad de ofrecer una
lámpara en el Gran Salón Marcial del Sagrado Pabellón Real era
difícil de conseguir, incluso con mil piezas de oro. Riqueza, poder,
habilidad, pasión, afinidad, debe haber una de las cinco
condiciones cumplidas para poder entrar a la sala y ofrecer luz.
Sin embargo, había más en el mundo que no tenían ninguno de
los cinco.

Los cuatro se detuvieron, contemplando el Gran Salón Marcial


que brillaba como el sol, con expresiones diferentes. En ese
momento, hubo una voz familiar que les gritó: — ¡Alteza!

Xie Lian volvió la cabeza y vio a un joven de aspecto sencillo que


corría hacia él. Parecía el aprendiz que vigilaba la entrada del
Pabellón SiXiang, y Xie Lian expresó su expresión: —Zhu-
ShiXiong, ¿qué prisa hay?

Zhu-ShiXiong notó que Mu Qing estaba detrás, pero se sintió


incómodo y habló pretendiendo no haberlo visto.
—El Sacerdote Principal ha estado preguntando por usted desde
hace un tiempo. Él está en el Gran Salón Marcial esperándolo.

Xie Lian se sorprendió al escuchar esto, pero pensó que debía ser
en relación con el incidente durante la Procesión Ceremonial
Celestial del día anterior.

—Muy bien. Gracias, ShiXiong.

Xie Lian hizo que Feng Xin y Mu Qing llevaran a Hong Hong-Er
de vuelta al Pabellón XianLe antes de dirigirse a la Gran Cumbre
Marcial.

Fuera de la gran sala, las nubes nacidas de la vasija de incienso


flotaban y se envolvían alrededor de la Gran Sala Marcial,
formando un estado de ensueño. A ambos lados de la Sala había
largas filas de brillantes Lámparas Eternas colgadas en el aire,
cuidadosamente alineadas en una pared de linternas. Cada
lámpara eterna tenía en ellos el nombre y la oración del adorador
en una escritura elegante y decorosa. Una vez en el pasillo, a
ambos lados de la pared también había filas y filas de lámparas
eternas colgadas. Las lámparas ofrecidas en el Gran Salón
Marcial eran, por supuesto, incluso más valiosas que las de fuera.

En el gigantesco y espacioso templo, el Sacerdote principal


ofrecía incienso ante la estatua del Emperador Celestial Marcial,
y los tres Sacerdotes principales adjuntos estaban detrás de él,
postrándose uniformemente ante el gran dios.

Xie Lian inclinó la cabeza cuando entró.

—Sacerdote principal.

Los jefes de los sacerdotes completaron su ritual antes de que


volvieran la cabeza e hicieron un gesto para que se acercara. Así,
Xie Lian se acercó, tomó un incienso y también presentó sus
respetos con sinceridad.

Pasó un momento hasta que finalmente los sacerdotes principales


hablaron: —Su alteza, los cuatro hemos deliberado. En lo que
respecta a la Procesión Ceremonial Celestial, solo hay dos formas
de resolverlo.

—Por favor, ilumíneme, sacerdote principal —dijo Xie Lian.

—El primer método —dijo el sacerdote principal. —Es encontrar


al niño que interrumpió la procesión y luego realizaremos una
ceremonia. Como mínimo, uno de sus cinco sentidos debe estar
sellado como penitencia.
Capítulo 67: Ascender es humano; caer también lo es (parte dos)

Xie Lian levantó la cabeza.

—No. —Luego repitió con severidad—. Definitivamente no.

El sacerdote principal asintió con la cabeza: —Esperaba esta


respuesta tuya. Por lo tanto, hemos puesto el peso de nuestra
consideración en el segundo método.

—Por favor, ilumíneme —dijo solemnemente Xie Lian.

—El segundo método —dijo el sumo sacerdote. —Es hacer que


su alteza se arrepienta públicamente ante la gente de XianLe,
pedir perdón a los cielos y luego enfrentar la pared en reflexión
durante un mes.

—No es posible —dijo Xie Lian con calma.

El Sacerdote principal se sorprendió: —No estamos realmente


pidiéndote que te pongas de cara a la pared para reflexionar, solo
tienes que verte como si lo hicieras... ah. De repente recordó que
estaban frente a la estatua del Emperador Marcial Celestial e
inmediatamente corrigió él mismo: —Mientras seas sincero, será
suficiente.

Aun así, Xie Lian respondió con un no.

— ¿Y la razón? —Preguntó el Sacerdote Principal.

—Sacerdote Principal, cuando hoy bajé de la montaña, ¿sabe lo


que vi? Xie Lian dijo: —No solo la gente de la capital real no
condenó el accidente que ocurrió durante la Procesión
Ceremonial Celestial, sino que también aprobaron eso. Esto
demuestra que la gente de este reino cree que la decisión de
salvar a ese niño fue correcta.
—Si tuviera que hacer lo que usted dice y ser castigado por algo
que se hizo bien, ¿cómo van a pensar? ¿Esto no solo les dice a
todos que con salvar una vida, no solo no obtenemos méritos
fortuitos sino que, en cambio, seríamos castigados por pecar?
¿Cómo deberían pensar o actuar después de eso?

—Si es correcto o incorrecto no es importante —dijo el sacerdote


principal. —Solo que debes elegir entre los dos caminos. Nada es
perfecto en este mundo. O ese niño se lleva esta culpa, o lo haces
tú.

—Si el bien o el mal es muy importante. Si debo elegir, entonces


elijo el tercer camino. —Respondió Xie Lian.

El sacerdote principal se frotó la frente: —Esto... Su alteza,


disculpe mi audacia, pero ¿por qué le importa cómo piensan? Hoy
piensan así, mañana pensarán otra. No es necesario que se
preocupe por los pequeños detalles, confíe en mí, la gente seguirá
haciendo lo que tiene que hacer y no se verá afectada por sus
acciones ni le tomará como ejemplo. Es mejor si nos centramos
en servir lo que está por encima de nuestras cabezas.

Xie Lian se quedó en silencio por un momento y luego dijo: —


Sacerdote principal, desde que entré en el Sagrado Pabellón Real
para convertirme en un discípulo aquí, cuanto más entreno, más
reflexiono y realmente hay algo que siempre pensé pero no me
atrevía a hablar de ello.

— ¿En qué pensaba? —Preguntó el sacerdote principal.

— ¿Es realmente correcto para nosotros adorar y postrarnos ante


los dioses de esta manera?

El Sacerdote Principal se quedó sin habla por un momento.


—Si no adoran a los dioses, entonces, ¿qué vamos a hacer?
¿Quedarnos sin hogar? ¿Qué, su alteza cree que los miles y
millones de devotos que vienen aquí para adorar tienen las
creencias equivocadas?

Xie Lian negó con la cabeza y masticó sus palabras.

—Las creencias no están equivocadas. Solo que este discípulo


no cree que sea correcto postrarse.

Levantó la cabeza y señaló la estatua dorada, centelleante,


gloriosa y grande del Emperador Marcial Celestial: —Cuando los
humanos ascienden, se convierten en dioses. Para los humanos,
los dioses son ancianos, son maestros, son la luz eterna, pero no
son nuestros amos. En tal sentido, deberíamos estar llenos de
agradecimiento y también de admiración, pero nunca de
adoración de ídolos. Así como en la Procesión Ceremonial
Celestial de Shangyuan, la actitud correcta debe ser de
agradecimiento, de alegría y no de miedo, no rogar por agradar,
no de intimidación, y ciertamente no ponerme en una posición de
servidumbre.

El Sacerdote principal permaneció equilibrado y en silencio, pero


los otros tres Sacerdotes principales adjuntos parecían estar
inquietos, volviendo sus cabezas hacia atrás.

Xie Lian continuó: —Ocurrió un accidente, no se pudo evitar.


Estoy dispuesto a ofrecer mil lámparas para iluminar largas
noches; Como polillas a las llamas, no tengo miedo. Pero me
niego a inclinar la cabeza por algo que hice bien. ¿Estar frente a
la pared para reflexionar? ¿Qué he hecho mal? ¿Qué había hecho
alguien mal? Precisamente como Qi Rong cometió el mal, pero
Feng Xin, quien reprimió al malhechor, fue el castigado: ¿dónde
está la lógica en todo esto? Si los cielos tuvieran ojos, no me
condenarían por esto.
El Sacerdote Principal miró hacia otro lado. —Entonces, su alteza,
déjeme preguntarle. Si los cielos realmente te condenaran. ¿Te
disculparías entonces?

—Si eso sucede, entonces, los cielos están equivocados. Yo


tengo la razón. Me enfrentaré a los cielos y los desafiaré hasta el
final.

Al escuchar esto, la cara del sacerdote principal cambió


ligeramente y sonrió: —Su alteza, es muy valiente para decir esas
palabras.

Los otros tres sacerdotes principales adjuntos lo observaron,


queriendo hablar pero se detuvieron. En ese momento, una gran
alarma repentina se disparó fuera del pasillo, como el repique de
varias campanas a la vez. Los cuatro Sacerdotes principales ya
no podían permanecer en sus asientos, y todos se apresuraron al
mismo tiempo, corriendo hacia la parte posterior del pasillo.

Xie Lian lo siguió de cerca. Atravesaron los muchos edificios


detrás del Gran Salón Marcial y se pararon ante una pagoda
negra. Las puertas de esa pagoda negra estaban abiertas, e
innumerables briznas de humo oscuro estaban saliendo.

El Sacerdote Principal dejó escapar un grito desesperado: —


¿DÓNDE ESTÁ ZHU AN? ¡A DONDE CARAJOS SE FUE!
¡¿¿CÓMO PASÓ ESTO??!

Un número de guardias en prácticas se apresuraron, el líder era


Zhu-ShiXiong.

—¡¡SACERDOTE PRINCIPAL!! ¡ESTOY AQUÍ! ¡No sé qué pasó,


la puerta estaba cerrada con llave, pero de repente se abrió por sí
sola!

El sacerdote principal tiró de su cabello.


— ¡RÁPIDO! ¡TRAÉ UN NUEVO JARRO PARA SELLAR ALMAS!

Xie Lian corrió directamente hacia el interior. Dentro de esa


pagoda negra, las paredes estaban cubiertas con paneles de
sándalo de celosía de diferentes tamaños y formas, apiladas una
sobre otra, y dentro de cada panel había varios frascos de barro,
jarrones de porcelana, cajas hastiadas, etc. Cada uno de esos
contenedores se colocó de forma segura. , los tapones rojos
taponados firmemente en su lugar, las aberturas selladas con
talismán amarillo con hechizos carmesí, pero ahora muchos
fueron destrozados, y muchos más continuaron cayendo de los
estantes, y los que aún no se habían caído se tambaleaban y
vibraban.

Esos contenedores selladores de almas tenían en su interior cada


demonio o monstruo que alguna vez causó estragos, y tal pagoda
negra existía en cada templo del Monte TaiCang, utilizando a
propósito la esencia limpia y santa para mantenerlos reprimidos.
Sin embargo, sucedió algo que causó esta repentina insurgencia,
¡y todos han escapado!

— ¡Es demasiado tarde! —Gritó Xie Lian.

Inmediatamente pateó las puertas para cerrarlas. La cerradura de


acero que originalmente encadenaba la puerta había sido rota por
los espíritus resentidos, por lo que Xie Lian desenfundó su
espada, usó la punta y escribió algunos caracteres, luego la clavó
al suelo. Trajo consigo más de doscientas espadas cuando
ingresó a la montaña, y cambiaba la que llevaba sobre sí casi
todos los días, y cada una era una espada incomparable y
singular. Esa espada, habiendo sido maliciosamente insertada al
suelo, cerró la puerta, y solo se escucharon los sonidos de los
espíritus resentidos dentro de los disturbios y los rugidos.

Una vez que salieron de la pagoda negra, miraron hacia arriba y


sobre cada una de las cumbres, todas las pagodas negras detrás
de cada templo estaban llenas de nubes negras, y todos los
espíritus resentidos corrían hacia el cielo, volando hacia una cierta
dirección que ahora estaba rodeada con humo

— ¿Qué es lo que hay por ahí? ¿Por qué todos vuelan allí? —
Preguntó Zhu An.

El Sacerdote Principal gritó: — ¡¿ERES TONTO?! ¡ESO ES EL


PABELLÓN XIANLE!

El grupo corrió como el viento, y en un abrir y cerrar de ojos, llegó


a la cumbre XianLe. En la cima del Monte TaiCang, humo denso
y pesado surgió de innumerables templos a través de
innumerables picos que se convirtieron en una barrera y formaron
un enorme remolino sobre el Pabellón XianLe.

— ¡¿Qué está pasando en tu Pabellón XianLe?! Todos los


demonios y monstruos están siendo atraídos, ¿qué es
exactamente lo que pusiste dentro? —Preguntó el sacerdote
principal.

Xie Lian también estaba desconcertado.

— ¡Nada! Sólo…

¿Solo qué? Xie Lian recordó de repente: ¡ese niño pequeño!

En ese momento, Zhu-ShiXiong gritó: — ¡Sacerdote principal,


esto es malo! ¡El hogar de su alteza está en llamas!

Efectivamente, una esquina del Pabellón XianLe estaba


iluminada, las llamas estallando hacia el cielo, reflejando un
carmesí oscuro en las nubes negras de arriba.

Sin embargo, al pie del Monte TaiCang, todos aquellos en la


capital real que no se habían ido a dormir no tenían idea de lo que
estaba sucediendo cuando presenciaron la escena desde lejos, y
estaban arrastrando a otros con entusiasmo para mirar con
asombro: —Wow ¡Los grandes inmortales en la montaña divina
están llevando a cabo una ceremonia! ¡Qué escenario!

Pronto, el grupo de ellos llegó al Pabellón XianLe. Xie Lian no


tenía demasiados sirvientes, por lo que varios cultivadores de las
otras cumbres se habían apresurado, extrayendo agua del pozo
desesperadamente tratando de apagar los incendios. Xie Lian no
vio a sus dos ayudantes, e inmediatamente entró corriendo. Todos
los espíritus resentidos de todo el Monte TaiCang se habían
reunido allí, el Pabellón XianLe estaba completamente negro, no
se podía ver nada. Xie Lian sintió dos siluetas dentro del salón
principal y gritó: — ¡FENG XIN! MU QING!

Los dos habían dibujado una matriz de protección para no permitir


que los espíritus malignos invadieran, resistiendo, pero apenas.
Efectivamente, la voz de Feng Xin sonó.

— ¡SU ALTEZA, NO VENGA! ¡ESTE NIÑO ES EXTRAÑO,


TODOS ESOS ESPÍRITUS VINIERON A ÉL!

Solo entonces, Xie Lian se dio cuenta de que detrás de las dos
siluetas había otra pequeña sombra, que parecía estar arrodillada
en el suelo, con la cabeza entre las manos. Gritó.

— ¡¡¡NO SOY YO!!!

Después de observarlos por un momento, Xie Lian gritó: —Dejen


de resistir. ¡Déjalo ir!

Mu Qing replicó: — ¡No podemos dejarlo ir! ¡Si lo hacemos, esas


cosas se volverán locas! Déjame encontrar el más...

Xie Lian lo interrumpió.

—SIN MIEDO. DÉJALO IR. ¡AHORA!


Mu Qing apretó los dientes y dejó caer sus manos con Feng Xin
al mismo tiempo. Efectivamente, sin las restricciones, esos
espíritus resentidos chillaron y comenzaron a volverse erráticos.

Sin embargo, en el siguiente segundo, Xie Lian extendió la mano,


a la velocidad del rayo, y ahogó un poco de humo negro.

Él ni siquiera miró, y agarró ese humo negro con sus propias


manos, sosteniendo firmemente en su palma. En el momento en
que captó ese espíritu resentido, todo el enjambre de espíritus
resentidos enloquecidos dentro del Pabellón XianLe disminuyó la
velocidad.

Afuera, todos asintieron en silencio.

En una situación en la que un gran enjambre de espíritus


resentidos se reunía en el mismo lugar, por lo general seguirían
el ejemplo del más fuerte. Una vez que uno es atrapado, sin un
líder, los espíritus perderían la dirección. En ese momento, Xie
Lian reconoció de inmediato al más fuerte y lo ahogó, sin darle
ninguna posibilidad, y solo con un apretón, ese espíritu resentido
se desintegró en la palma de su mano.

Inmediatamente después, los cuatro sacerdotes principales


levantaron sus mangas y gritaron: — ¡Regresen!

Ese enjambre de espíritus resentidos que había perdido a su líder


voló al azar alrededor del Pabellón XianLe como moscas sin
cabeza hasta que finalmente no tuvieron más remedio que
rendirse, y de mala gana regresaron al sello dentro de las mangas
de los sacerdotes principales. Los otros cultivadores continuaron
apagando los incendios restantes, y solo hasta que el denso humo
se dispersó gradualmente, Xie Lian vio claramente las figuras de
los otros tres.

Feng Xin y Mu Qing estaban medio arrodillados en el suelo, aún


en shock. Detrás de ellos, ese niño todavía sostenía su cabeza,
sin pronunciar una palabra. Los sacerdotes principales entraron y
hablaron solo con una mirada: — ¿De dónde vino ese niño?
¿Feng Xin dijo que todos los espíritus resentidos iban tras él?
¿Qué está pasando?

—Ese es el niño que se había caído de la muralla de la ciudad


durante la Procesión Ceremonial Celestial de ShangYuan.

Los sacerdotes principales fueron tomados por sorpresa. El


sacerdote principal exigió: — ¿Por qué lo trajiste aquí?

Xie Lian negó con la cabeza, no queriendo explicar, y en cambio


le preguntó a Feng Xin.

— ¿Qué hizo para atraer a todos los espíritus resentidos de las


pagodas negras?

Uno de los brazos de Feng Xin todavía estaba en un cabestrillo, y


se puso de pie.

— ¡No sé lo que hizo! Pero una vez que entró en la montaña, poco
después de entrar en el Pabellón XianLe, todas esas cosas
negras volaron repentinamente desde todos los picos y entraron,
pululando a su alrededor, reuniéndose más por minuto, y no
pudimos salir.

Xie Lian miró a su alrededor las paredes y los pilares quemados


hasta el interior del pabellón.

—Entonces, ¿qué pasa con el fuego?

Mu Qing, cuya cara estaba cubierta de hollín, dijo: —No podíamos


irnos, así que tuvimos que dibujar un hechizo para defender. Esos
espíritus resentidos encendieron la luz de las velas y quemaron
las cortinas, con la esperanza de obligarnos a salir.
— ¡Gracias a Dios que su alteza llegó rápidamente e
inmediatamente tomó sus signos vitales! De lo contrario, si seguía
ardiendo, ¡todos estaríamos muertos junto con el hechizo!

Al escuchar sus palabras, Mu Qing cerró los ojos y bajó la cabeza.


En el lateral, los sacerdotes principales ya habían rodeado a ese
niño, observándolo de cerca.

—Sacerdote principal, ¿hay algo que le pase a ese niño?

Si hubiera algo, como ser poseído por demonios, Xie Lian debería
haberlo reconocido de inmediato. Después de haber entrenado en
el Sagrado Pabellón Real durante varios años, había trabajado
especialmente en su vista, y muy pocas cosas podían engañar
sus ojos. Sin embargo, no pudo ver nada con este niño. El
Sacerdote Principal sacudió la cabeza, parecía no haber visto
nada tampoco, y le preguntó: — ¿Cuál es su fecha de nacimiento,
mes, año y hora?

Hong Hong-Er parecía estar protegiéndose de todos, tenso por la


hostilidad, y solo lo miraba fijamente, sin hablar. Xie Lian alentó
amablemente.

—Sólo dile. El Sacerdote principal solo quiere contar tu fortuna por


tu propio bien.

En el momento en que habló, Hong Hong-Er contó el momento de


su nacimiento en voz baja. El Sacerdote Principal frunció el ceño
y comenzó a calcular con los dedos. Las personas que lo
rodeaban lo observaron por un momento, hablaron en voz baja
por un momento y vieron que su expresión se volvía cada vez más
tenue. Xie Lian miró y se volvió más y más solemne también.

El Sacerdote principal no parecía ser más que un tierno joven de


treinta y tantos años, pero Xie Lian sabía mejor que la mayoría de
lo poderoso que era su maestro para poder gobernar el Sagrado
Pabellón Real. El sacerdote principal número uno de XianLe Mei
Nian Qin fue famoso en todo el país por su adivinación. Xie Lian
aprendió el arte de la espada y de los hechizos de los jefes
sacerdotes adjuntos, pero nunca aprendió el arte de la adivinación
del propio sacerdote principal, solo porque el sacerdote principal
le dijo que es un arte de las calles, la talla dorada del príncipe
heredero no tenía necesidad de tales trucos. Además, el propio
Xie Lian no estaba interesado, por lo que nunca lo intentó. Sin
embargo, si el sacerdote principal trabaja su arte, no habría
errores.

Un rato después, más y más sudor frío corría por la frente del
Sacerdote Principal, y él murmuró: —No es de extrañar... no es
de extrañar... no es de extrañar que arruinó la Procesión
Ceremonial Celestial; que los espíritus de las pagodas negras se
excitaron al sentirlo; que el Pabellón XianLe también se
quemara... Esto... Esto... Esto es realmente...

—Realmente, ¿qué? —Xie Lian preguntó.

El Sacerdote Principal se secó el sudor y de repente retrocedió


una milla.

— ¡Alteza, realmente recogió algo que no debería tener en la


montaña! ¡Ese niño pequeño es tóxico! Su destino nació de la
estrella más ominosa, destinado a traer la desgracia y la
destrucción, el tipo del que el mal ama más. ¡Quienquiera que lo
toque tendrá una desgracia sobre ellos, quienes se acerquen
perderán sus vidas!

Antes de que siquiera terminara, hubo un fuerte grito, y Hong


Hong-Er se levantó de un salto, corriendo hacia el Sacerdote
Principal para derrotarlo.

Su voz era tierna, pero sus gritos estaban llenos de rabia, como si
su corazón estuviera lleno hasta el borde con un dolor y una
angustia indescriptibles, haciendo que muchos temblaran. Ese
niño pequeño estaba cubierto de lesiones, pero él tiró y golpeó
como un perro rabioso de ojos rojos, violento y agresivo. Los
Diputados Sacerdotes Principales bloquearon a Hong Hong-Er y
el Sacerdote Principal retrocedió, gritando: — ¡HAZLO SALIR DE
LA MONTAÑA, RÁPIDO! ¡No lo toques, lo digo en serio! Esa
fortuna es demasiado tóxica, ¡no lo toques!

Los sacerdotes principales adjuntos se movieron


apresuradamente a un lado, y Mu Qing y Feng Xin no sabían si
actuar. Al ver que todos lo evitaban como si fuera una serpiente
venenosa, ese niño se sorprendió y comenzó a golpearlo aún más
fuerte, mordiendo y gritando: — ¡No lo soy! ¡¡NO LO SOY!! ¡¡¡¡NO
LO SOY!!!!

De repente, un par de brazos lo envolvieron alrededor de la


cintura, rodeando su pequeña forma. Una voz vino desde arriba
de su cabeza.

—No lo eres. Sé que no lo eres. No llores, ahora. Sé que no lo


eres.

Ese pequeño niño apretó los labios con fuerza, agarrándose a ese
par de mangas blancas como la nieve que rodeaban su cintura
con un apretón de muerte, se obligó a contenerse por un largo
tiempo, pero al final no pudo. Una ráfaga de lágrimas
repentinamente bajó de ese ojo negro y redondo, y él estalló en
llanto.

Xie Lian lo abrazó por detrás y reiteró con firmeza: —No eres tú.
No es tu culpa.
Capítulo 68: Ascender es humano; caer también lo es (parte tres)

Hong Hong-Er se dio la vuelta, metió la cara en el pecho de Xie


Lian y gimió.

Este lamento no contenía palabras, absolutamente sin sentido, y


nada como el sonido de un sollozo, pero sin embargo
espeluznante terrible. Sin mirar quién era, sonaría como los gritos
desesperados de un hombre adulto que se está desmoronando, o
el forcejeo de una pequeña bestia con su garganta abierta por un
cuchillo, como si solo con la muerte inmediata pudiera aliviarlo.
Cualquiera podía hacer ese sonido, simplemente no debería venir
de un niño de diez años. Todos estaban sorprendidos.

Un momento después, el Sacerdote Principal dijo: —Lo digo en


serio. Es mejor dejar ir.

Feng Xin finalmente vino y gritó: — ¡Alteza! ¡Déjalo ir! Ten cuidado
de... —Pero al final no tuvo el corazón para continuar.

—Está bien —dijo Xie Lian.

Ese Zhu-ShiXiong, sin embargo, estaba bastante preocupado por


el bienestar de su alteza, y vio que Hong Hong-Er estaba
manchando sangre y mocos por toda la túnica blanca de Xie Lian,
así que corrió a tirar de ese niño pequeño, reprendiendo: —
Pequeño niño, no puedes…

Sin embargo, mientras más tiraba, más difícil era el pequeño niño
que se aferraba a Xie Lian, se negaba a dejarlo pasar sin importar
nada, usaba ambas manos y pies para agarrarse, gritando
AAHHH. Tres o cuatro personas más se acercaron para intentar
alejarlo, pero en lugar de eso lo hicieron agarrarse de Xie Lian
como un pequeño mono. Xie Lian lo encontró gracioso y
lamentable, y sostuvo Hong Hong-Er con una mano, frotando
suavemente hacia arriba y hacia abajo esa pequeña espalda
demacrada con comodidad, mientras levantaba la otra.

—No importa. No te preocupes, déjalo.

Algunos momentos después, después de sentir que el niño en sus


brazos dejó de luchar y se calmó, Xie Lian preguntó a la gente en
un susurro: — ¿Alguien más resultó herido en el incendio del
Pabellón XianLe?

—No. —Mu Qing respondió: —Sólo estábamos nosotros adentro


en ese momento.

Como el Pabellón XianLe se quemó, Xie Lian ya no pudo


quedarse. Después de asegurarse de que solo se quemó el
edificio y no ninguna de las personas, los que vinieron a ayudar a
apagar los incendios comenzaron a limpiar los alrededores,
sintiéndose bastante perturbados por todas las gemas y tesoros
preciosos carbonizados. Sin embargo, a Xie Lian no le
preocupaba.

Las cosas que usaba a diario eran un poco más problemáticas,


pero aparte de eso, Xie Lian realmente no tenía nada importante
almacenado en el Pabellón XianLe. Los artículos más preciados
fueron su colección de más de doscientas espadas atesoradas,
pero estaban hechas de metales duraderos que no temían a los
incendios, ya que todas estaban forjadas en llamas de todos
modos, así que todas estaban ilesas. Después de haberlas
sacado él mismo, Xie Lian las almacenó temporalmente en el
Pabellón SiXiang que pertenecía a los sacerdotes principales.

En cuanto a Hong Hong-Er, todavía estaba firmemente aferrado a


Xie Lian, y después de haber llorado hasta el agotamiento, se
quedó dormido. Xie Lian había querido llevarlo al Monte TaiCang
para encontrar un lugar seguro para instalarlo, pero el Sacerdote
Principal le pidió que primero visitara el Pabellón SiXiang, por lo
que Xie Lian también llevó al niño.
Metiendo a ese niño pequeño en el futón, enderezando las
mantas, Xie Lian dejó caer la cortina de la cama y salió de la
habitación con Feng Xin y Mu Qing a cuestas.

—Sacerdote principal, ¿es realmente horrible el destino de ese


niño?

El Sacerdote Principal frunció los labios: — ¿Por qué no piensas


por ti mismo, después de que apareció, qué sucedió después?

Los tres estaban tranquilos. En el momento en que apareció el


niño pequeño, se había caído de la muralla de la ciudad ante los
ojos de millones de personas, lo que obligó a la Procesión
Ceremonial Celestial Shangyuan a interrumpirse después de
haber hecho solo tres rondas. Cuando apareció de nuevo, Qi
Rong lo arrastraba por las calles en el carruaje de caballos con
furia, causando un motín, hizo que Feng Xin rompiera un brazo, y
Xie Lian discutió con el rey, haciendo que la reina llorara. Esta
vez, todos los espíritus resentidos del Monte TaiCang escaparon
de sus sellos dentro de las pagodas negras e incluso incendiaron
el Pabellón XianLe. La desgracia, efectivamente, lo seguía como
una sombra.

— ¿Hay alguna manera de romper esto? —Preguntó Xie Lian.

— ¿Romper esto? —El Sacerdote Principal dijo: — ¿Qué quieres


decir? ¿Cambiar su destino?

Xie Lian asintió. El Sacerdote Principal dijo: —Su alteza, no ha


aprendido de mí el arte de la adivinación, por lo que cuando se
trata de asuntos como estos, realmente no entiende nada. Si lo
hicieras, no habría preguntado.

Xie Lian se sorprendió y se enderezó.

—Por favor ilumíneme.


El Sacerdote Principal tomó la tetera sobre la mesa y se sirvió una
taza.

—Su alteza, ¿todavía recuerda el día en que cumplió seis años,


cuando su majestad y la reina me pidieron que entrara en el
palacio para contarle su fortuna? ¿La pregunta que le hice?

Al ver esa taza de té humeante, Xie Lian reflexionó: — ¿Quiere


decir, las dos personas y la taza de agua?

Ese año, el Sacerdote Principal le había hecho muchas preguntas


a Xie Lian para ayudar a contar su fortuna. Hubo preguntas con
respuestas, y otras sin respuesta alguna, y con cada respuesta
que Xie Lian le dio al Sacerdote Principal cambiaría la forma de
alabar al niño, haciendo que el rey y la reina sonrieran con placer,
y muchos intercambios de esa conversación se pasaron después
como historias encantadoras. Pero hubo una pregunta a la que,
cuando Xie Lian contestó, el Sacerdote Principal no hizo ningún
comentario. Muy pocos conocían los detalles, ni siquiera Feng
Xin, menos Mu Qing. Esa pregunta fue: Dos personas y una taza
de agua.

El Sacerdote Principal habló: —Dos caminaron por el desierto, a


punto de morir de sed, y solo había una taza de agua. El que bebe
vive, el que no lo hace, muere. Si fueras un dios, ¿a quién le darías
esa taza de agua? - No hablen aún, preguntaré a los otros dos y
veré cómo responden.

La última parte de sus palabras fueron dirigidas a los dos que


estaban de pie no muy atrás. Mu Qing contempló y respondió con
cautela: — ¿Puedo preguntar quiénes son esas dos personas,
cómo son sus naturalezas y cuáles son sus méritos? Solo se
puede tomar una decisión una vez que se conocen todos los
detalles.
Feng Xin, por otro lado, respondió: — ¡No lo sé! ¡No me preguntes,
diles que decidan entre ellos mismos!

Xie Lian dijo —pff— y se rió. El sacerdote principal le advirtió: —


¿De qué te ríes? ¿Recuerdas cómo respondiste?

Xie Lian enseñó su expresión y dijo solemnemente: —Dale otra


taza.

Al escuchar esto, entre Feng Xin y Mu Qing, uno torció su


expresión, el otro bajó la cabeza, como si no pudieran soportar
escuchar. Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás y dijo con toda
seriedad: — ¿Por qué se están riendo? Lo digo en serio. Si yo
fuera dios, definitivamente daría otra taza.

El sacerdote principal sacudió suavemente la taza de té que tenía


en la mano y el té se arremolinó en la taza, como si estuviera vivo.
Continuó: —Todas las fortunas en el mundo, buenas o malas, son
limitadas. Al igual que esta taza de agua, sólo hay esta cantidad.
Una vez que te hayas emborrachado, ya no quedará más para los
demás. Si uno recibe más, el otro debe recibir menos. A lo largo
de los siglos, todos los conflictos se deben al hecho de que hay
muchos en este mundo, pero solo una taza de agua, y no importa
a quién se dé, habrá una buena razón. ¿Quieres cambiar el
destino? Es difícil pero no imposible. Pero si cambias la vida de
ese niño, la vida de otra persona también cambiará, y se crearán
más rencores. Una vez dijiste que solo darías otra taza de agua,
como hoy que quieres elegir un tercer camino. Tu intención es
expandir la fuente; un bello pensamiento. Pero, te lo diré, es
imposible.

Xie Lian escuchó en silencio pero no estuvo de acuerdo de todo


corazón, aun así no refutó.

—Gracias, sacerdote principal por su sabiduría.


El sacerdote principal bebió ese té, se golpeó los labios y dijo: —
No te preocupes. Sabiduría o no, no escuchas de todos modos.

...Habiendo sido descubierto, Xie Lian se aclaró la garganta


suavemente.

—Sacerdote principal, hoy temprano antes del Gran Salón


Marcial, en un momento de pasión, este discípulo te ha ofendido.
Por favor, perdóname por mi afrenta.

El Sacerdote Principal se sacudió las mangas y sonrió: —Eres mi


orgulloso discípulo y el Príncipe heredero, ¿cómo puedo no
perdonarte? Alteza, puedo decirte que eres el más amado por los
cielos que he visto.

Xie Lian no entendió, así que escuchó atentamente. El Sacerdote


Principal continuó: —Tiene el talento, la ambición, el corazón y no
tienes miedo del trabajo duro. Usted tiene una familia prestigiosa,
pero una naturaleza compasiva. Nadie es más adecuado para el
título: Querido por los Cielos. Aun así, estoy preocupado por ti. Me
temo que habrá una prueba que no podrá pasar.

— ¿Y eso es? —Preguntó Xie Lian.

—Aunque ya ha alcanzado un nivel tan alto, pero hay algunas


cosas que aún está lejos de comprender, y otras no pueden
enseñarle. Al igual que en el Gran Salón Marcial, el discurso que
pronunció, un poco acerca de no adorar a Dios o algo así, aunque
muy pocos pudieron pensar tan lejos, que fuera capaz de llegar a
tales pensamientos a tan temprana edad ya es impresionante .
Sin embargo, no se crea como el único que ha tenido tales
pensamientos en el mundo.

Los ojos de Xie Lian se ensancharon ligeramente. El Sacerdote


Principal continuó: —Las cosas de las que habló hoy ya fueron
habladas por otras décadas, tal vez hace siglos, pero sus palabras
nunca tomaron forma, sus voces eran demasiado pequeñas, por
lo que muchos no las escucharon. ¿Alguna vez ha pensado por
qué es eso?

Xie Lian murmuró y respondió: —Porque incluso si lo pensaban,


nunca actuaron y no fueron lo suficientemente decididos.

— ¿Y usted? ¿Qué le hace pensar que está suficientemente


determinado? —Preguntó el sacerdote principal.

—Sacerdote principal, ¿cree que puedo ascender? —Preguntó


Xie Lian.

El Sacerdote Principal lo miró y le dijo: —Si no puedes ascender,


entonces nadie puede hacerlo. Es solo cuestión de tiempo.

Xie Lian sonrió: —Entonces, solo observe. Señaló al cielo: —Si


un día ascendiera, seguramente haré todo lo que dije hoy, ¡y me
convertiré en un gran poder para contemplar!

Feng Xin y Mu Qing, quienes estaban detrás de él, habiendo


escuchado su declaración, ambos levantaron inconscientemente
la cabeza. Los labios de Feng Xin se curvaron hacia arriba, y la
luz que brillaba en los ojos de Mu Qing era exactamente igual a la
de Xie Lian. El Sacerdote Principal asintió.

—Muy bien, esperaré y veré; sin embargo, no creo que sea bueno
para ti ascender demasiado pronto. Déjame preguntarte, ¿qué es
El Sendero?

Xie Lian inclinó la cabeza.

—Como has dicho, lo que se camina es El Sendero.

—Eso es correcto. El Sacerdote Principal dijo: —Pero, no has


caminado lo suficiente. Entonces, creo que es hora de que tomes
un paseo por la montaña.
La cara de Xie Lian se iluminó. El Sacerdote Principal continuó: —
Tienes diecisiete años este año. Te permitiré descender del Monte
TaiCang y ganar algo de experiencia a través de viajes en el
exterior.

— ¡Eso es excelente! —Exclamó Xie Lian.

Cada día que pasado en la capital real, solo pensando en el rey,


Qi Rong y muchos otros, Xie Lian no pudo evitar sentirse
malhumorado. Además, al tener al tan glamoroso Pabellón XianLe
incendiado, no podría evitar otra pelea con sus padres. Si pudiera
ir más lejos, podría concentrarse en caminar su propio camino.

En ese momento, el Sacerdote Principal agregó: —Su alteza, a lo


largo de los siglos ha habido un dicho que se transmite como si
fuera la verdad definitiva, pero en realidad está mal, solo nadie lo
había notado.

— ¿Qué dicho?

—Cuando los humanos ascienden, se convierten en dioses;


cuando los humanos caen, se convierten en demonios.

Xie Lian pensó: — ¿Hay algo de malo en eso?

El sacerdote principal respondió: —Por supuesto que está mal.


Recuerde: cuando los humanos ascienden, todavía son humanos;
cuando caen, son todavía humanos.

Xie Lian masticó esas palabras y el Sacerdote Principal le dio una


palmadita en el hombro y miró hacia atrás. —En cualquier caso,
en cuanto a ese niño... No deje que le preocupe demasiado.
Todos tienen su destino. Muchas veces no habrá una manera de
ayudar solo porque usted quiere ayudar. Si algo sucede,
lidiaremos con eso entonces. Salga y experimente el mundo.
Rezo para que cuando regrese, haya madurado.
Sin embargo, esa misma noche, fuera de las expectativas de
todos, ese niño escapó del Sagrado Pabellón Real y desapareció.

Y lo que estaba aún más fuera de las expectativas de todos,


después de sus viajes, a la edad de diecisiete años, el Príncipe
Heredero del Reino de XianLe, Xie Lian derrotó a un fantasma sin
nombre en el Puente Yi Nian, y así, ascendió a los cielos en medio
de los rugidos de truenos y relámpagos.

Fue la conmoción de los tres reinos.


Capítulo 69: Pescando por ofrendas; el grosero General se encuentra con el
Príncipe heredero

—TIREN-

Junto con la llamada fuerte y enérgica, un enorme brocado 9 rojo


cayó al suelo. Una ovación rugiente explotó entre la multitud de
miles.

Esta fue una estatua dorada divina del príncipe heredero. Una
espada en una mano, una flor en la otra, simbolizando.

El poder de acabar con el mundo pero con un corazón tan suave


como la flor. La cara de esa estatua era suave y hermosa, las
cejas largas y elegantes, los labios finos y limpios, ligeramente
curvados, como sonriendo. Afectuoso pero no coqueto, feroz pero
no cruel. Era un rostro compasivo y guapo.

Este fue el templo número ocho mil del Príncipe Heredero dentro
del Reino de XianLe.

Tres años después de la ascensión, se levantaron ocho mil


templos en su nombre. Una adoración tan apasionada no había
sido vista en la historia y probablemente no tendría más
similitudes en el futuro, era la única.

Sin embargo, este templo número ocho mil no tenía la estatua


divina más glamorosa del príncipe heredero. En la cima del monte
TaiCang, la cumbre donde el príncipe heredero residía en su
juventud durante el entrenamiento recibió el nombre de: La
Cumbre del Príncipe Heredero. Fue donde se construyó el primer
Pabellón XianLe. Una vez que se esculpió la primera estatua
divina del príncipe heredero, fue también allí donde el rey la reveló

9
Un tejido de lujo, muy cargado, de seda hecho con varias tramas
personalmente. Esa divina estatua del príncipe heredero tenía
cinco metros de altura, su artesanía legendaria. Fue construido en
oro puro y sólido, un cuerpo dorado verdaderamente invaluable.

Dentro del Pabellón de XianLe, los devotos eran infinitos,


sobrepasando el umbral. El recipiente de incienso delante del
Pabellón estaba lleno de incienso, y la caja de donaciones
también era mucho más grande que las cajas de donaciones
promedio en otros templos porque si no se construía lo
suficientemente grande, estaría llena de ofrendas antes de que
terminara el día y aquellos que vinieran después no podrían
donar. En el patio del templo había un estanque claro, también
lleno de monedas, brillando resplandecientemente en el agua.
Muchas de las tortugas que residían en los estanques ya no se
atrevían a asomar la cabeza por todas las monedas que lanzaban
los devotos, muchas de las cuales rebotaban en sus conchas. No
importaba cómo los cultivadores pedían a la gente que no lo
hicieran, no daba resultados. Dentro de las enormes paredes rojas
del templo se plantaron árboles de ciruelos, las ramas se ataron
con innumerables cintas rojas brillantes de deseos, pintando un
impresionante paisaje de rojo fluyendo entre un mar de flores.

En cuanto al interior del templo, Xie Lian estaba sentado justo


debajo de su estatua divina, vigilando a la multitud. Nadie podía
verlo, pero él podía ver y escuchar su charla:

— ¿Cómo es que el Templo del Príncipe heredero no tiene cojines


de postración?

—Sí, incluso el maestro del templo dijo que no podemos


postrarnos. El templo ya se ha inaugurado, ¿por qué no podemos
postrarnos?

Otro dijo: —Esta debe ser tu primera vez en el Pabellón XianLe.


Los pabellones XianLe son todos así. Escuché que después de
que ascendiera su alteza real, envió sueños a muchos donantes
del templo y al Maestro del Templo, diciéndoles que no hicieran
postrar a los devotos. Por lo tanto, ninguno de los Templos del
Príncipe Heredero tiene algún lugar donde puedas postrarte.

Aunque nadie podía verlo, Xie Lian igual asintió con la cabeza.
Sin embargo, algunos otros se rieron.

— ¿Cuál es la lógica en eso? ¿No se supone que debemos


postrarnos ante los dioses? Eso debe haber sido un rumor.

Xie Lian dijo —eh— y otro agregó. — ¡Eso es correcto! ¡Debemos


arrodillarnos! ¡Sólo arrodillándonos podemos mostrar nuestra
sinceridad!

Así, uno tomó la iniciativa y se arrodilló, y poco después, muchos


otros siguieron su ejemplo y se arrodillaron en el suelo. Cientos y
miles de personas se juntaron dentro y fuera de la gran sala y
comenzaron a inclinarse ante la estatua divina, sus formas subían
y bajaban, murmuraban y rezaban en silencio por las bendiciones.
Xie Lian se escondió en silencio, 'No importa, lo haremos
lentamente'.

Al momento siguiente, una gran ola de ruido vino de él por todas


partes.

— ¡Alcanzar un alto rango! ¡Un alto rango! ¡Este año debo


alcanzar un alto rango! ¡Si lo consigo devolveré mi gratitud!

— ¡Orad por los pasajes seguros!

—A la chica que me gusta le gusta mi shixiong, por favor, hazlo


más feo, por favor, te lo ruego.

— ¡No puedo creer que todavía no pueda dar a luz a un gordito


puto mocoso!

... Hubo todo tipo de oraciones, Xie Lian estaba teniendo un dolor
de cabeza solo por escuchar, y lanzó un hechizo a toda prisa,
bloqueando esas voces infinitas. Su oreja solo se calmó cuando
hubo gritos, y un hombre vestido de negro salió corriendo desde
la parte posterior del pabellón, con las manos cubriendo sus
orejas. Rugió.

— ¡¡¡¡QUÉ MIERDA SON ESAS ORACIONES!!!

Los devotos tampoco sintieron la aparición de este hombre y


continuaron arrodillánndose. Xie Lian suspiró, le dio unas
palmaditas en el hombro y se echó a reír: —Feng Xin, gracias por
tu arduo trabajo.

Tan exuberante era el Pabellón XianLe, la cantidad de oraciones


que Xie Lian podía escuchar todos los días superaba los miles. Al
principio, estaba lleno de la energía generada por la nueva
posición, le importaba poco si los asuntos eran grandes o
pequeños y los resolvía personalmente. Después de un tiempo,
hubo demasiadas oraciones, así que se separó de un bloque y se
las dio a Feng Xin y Mu Qing. Lo que estaba dentro de sus
deberes y lo que podía ignorarse, después de filtrar las oraciones,
los dos le darían los asuntos importantes a él.

Después de filtrar las oraciones, Mu Qing informaría sin ninguna


queja, pero Feng Xin, por otro lado, simplemente no podía
entender por qué había tantos que oraban ciegamente por
asuntos mezquinos, incluso se traían bendiciones para los
asuntos armoniosos de la habitación al pabellón XianLe. Xie Lian
es un dios marcial y ciertamente no podría cuidar de esas cosas.
Esto seguía sucediendo y ofendía a otros oficiales celestiales
también, culpándolos por tomar asuntos sobre los que no tenían
control, llevándose devotos que ellos no tenían ningún interés
para llevar, a lo que Xie Lian no pudo refutar.

Feng Xin todavía tenía sus manos cubriendo sus oídos, incluso si
ese gesto no hacía nada.

—Su alteza, ¿por qué tiene tantas devotas?


Xie Lian se sacudió las mangas y permaneció sentado entre las
nubes de incienso, sonriendo: — ¿Qué hay de malo en tener
tantas devotas? Bellezas como nubes, agradables a los ojos.

Feng Xin dejó caer su cara.

—No es bueno en absoluto. Es como si esas devotas mujeres no


tuvieran más oraciones que desear verse más agradables,
casarse bien, dar a luz a un buen hijo. ¡Nada importante, solo con
mirarlas me da un dolor de cabeza!

Xie Lian sonrió y estaba a punto de continuar cuando de repente


hubo una conmoción entre la multitud. Los dos miraron hacia
afuera del pasillo y escucharon a alguien hablar en voz baja: —
¡El Príncipe Xiao Jing ha venido, salgamos de aquí! ¡El príncipe
Xiao Jing está aquí!

Al escuchar: Prince Xiao Jing, fue como si todos escucharan: El


diablo. Sus expresiones cambiaron drácticamente y se
dispersaron como pájaros. Un momento después, fue como si un
tornado pasara volando, y todos los devotos que estaban en el
pasillo escaparon. Poco después, un joven vestido con un lujoso
brocado y una capa cruzó el umbral de manera arrogante, con una
lámpara de cristal en sus manos. Sin mirarlo a los ojos, su cara se
parecía a la de Xie Lian, pero al ver los ojos, uno pensaría que era
demasiado arrogante. No era otro que Qi Rong.

Qi Rong había alcanzado la edad de diecisiete dieciocho en este


momento, su rostro se ensanchó, su temperamento era mucho
más maduro y finalmente tuvo un aire de nobleza. Entró por las
puertas, pero no permitió que entrara ninguno de sus ayudantes.
Sostuvo la lámpara con ambas manos y se arrodilló en los limpios
pisos del pasillo, con la capa ondeando hacia abajo. Levantó la
lámpara hasta su frente y se postró solemnemente. Los dos en lo
alto del altar compartieron una mirada. Feng Xin golpeó sus labios
y Xie Lian entendió la molestia en sus ojos.
Hace tres años, cuando Xie Lian salió por primera vez de la capital
real para viajar por el mundo, Qi Rong todavía estaba bajo castigo.
Después de su regreso, aún no había tenido la oportunidad de ver
a su primito antes de ascender fuertemente esa misma noche en
su sueño. Dentro de esos tres años, Xie Lian envió una serie de
sueños a sus padres, al Sacerdote Principal y a algunos otros.
Envió uno a Qi Rong una vez, advirtiéndole que fuera amable con
los demás a partir de ese momento, para controlar su
comportamiento y no causar problemas. Por lo tanto, Qi Rong
había estado haciendo todo lo posible para construir templos en
todas partes, ofreciendo donaciones y lámparas por buenos
méritos.

Aunque trabajaba duro, sincero hasta los huesos, de vez en


cuando seguía suscitando problemas, y era Feng Xin quien
tendría que ir a limpiar después de él. Debido a esto, Xie Lian
pudo entender la molestia de Feng Xin.

En el suelo, Qi Rong terminó de presentar sus respetos y


comenzó a lloriquear: —Primo príncipe heredero, esta es la quinta
centésima lámpara que he ofrecido. Soy un hermano pequeño tan
leal, ¿cuándo vendrás a verme? Incluso un sueño está bien. El tío
y la tía te extrañan mucho pero tú solo nos ignoras.
Verdaderamente alto, poderoso y frío.

No se dio cuenta en absoluto de que Feng Xin estaba allí,


recordándole a Xie Lian.

—No le prestes atención. El Emperador celestial te había dicho


que, a menos que sea una cuestión de importancia, a los oficiales
celestiales no se les permite presentarse en privado ante los
mortales. Las familias deben ser evitadas.

—No te preocupes, lo sé —dijo Xie Lian.


Qi Rong se puso de pie sosteniendo la lámpara, alcanzó un pincel
y comenzó a escribir en esa lámpara con la cabeza baja. Xie Lian
y Feng Xin se sintieron mal por lo que se acercaron para ver lo
que estaba escribiendo. Al ver que era algo normal como: Ora por
la prosperidad del país y el bendecido clima, etc., y no rezando
para que una familia sea decapitada delante del mercado o algo
así, los dos respiraron un suspiro. Al ver a Qi Rong escribir tan
cuidadosa y correctamente, a Xie Lian le recordó algo.

Cuando Qi Rong regresó por primera vez al palacio con su madre,


una vez un grupo de miembros de la realeza y nobles fue al Monte
TaiCang para orar por bendiciones. La madre de Qi Rong había
regresado después de haberse fugado con un campesino humilde
y no se atrevía a ver a nadie, pero siempre quería bendiciones
para su hijo, que experimentara el mundo y que no se escondiera
como ella misma convirtiéndose en una nadie ignorante, por lo
que le rogó a la reina que llevara a Qi Rong.

Aunque se mantuvo bastante discreto, un escándalo real


circulaba más rápido que una flecha, y no había nadie en la capital
real que no supiera qué pasó con ese par de madre e hijo. Así, en
el camino, muchos hijos de nobles dejaron solo a Qi Rong a
propósito, sin jugar ni hablar con él. Xie Lian vio un columpio y
corrió a jugar, y todos los niños de la misma edad corrieron tras
él, turnándose para empujar al príncipe heredero en los
columpios, considerándolo una tarea honorable. Cuando Xie Lian
fue empujado al punto más alto, inconscientemente miró hacia
abajo y vio a Qi Rong escondido detrás de la sombra de su madre,
una cabeza asomándose, observándolo con envidia.

Una vez que llegaron al Gran Salón Marcial, los adultos, después
de haber ofrecido luces, se movieron para rogar al Sacerdote
Principal por fortunas, para que descifraran su fortuna, y
conversaron entre ellos, dejando a los niños dentro del salón para
ofrecer pequeñas lámparas para jugar.
Era la primera vez que Qi Rong se encontraba con la reina y no
sabía que ya había ofrecido una luz en su nombre y el de su
madre. Vio lo hermosas que eran las lámparas y también quería
ofrecer una para bendiciones. Era joven y no entendía mucho, por
lo que preguntó a todos los que estaban alrededor cómo escribir
palabras de oración para su madre. Los niños de la rama de la
familia de Qi Rong ya lo detestaban, bajo la influencia de sus
mayores, todos pensaron que madre e hijo habían avergonzado a
la familia por lo que lo habían engañado intencionalmente.

Cuando Xie Lian terminó de escribir en su lámpara y dejó el pincel,


escuchó risitas maliciosas desde atrás, y cuando giró la cabeza,
vio a Qi Rong con las manos cubiertas de tinta, sostenía una
lámpara como un precioso tesoro, con la cara llena de sonrisas, a
punto de ofrecer la lámpara. Sin embargo, en esa lámpara, las
palabras: Ruego que mi madre y yo nos vayamos a los cielos, Qi
Rong— se escribieron en feos garabatos.

Xie Lian rompió esa lámpara en el lugar, furioso e indignado.

No era muy viejo en ese momento, pero todos los jóvenes y niños
nobles estaban aterrorizados, postrados en el suelo, temerosos
de hablar. Después de contenerse, Xie Lian reescribió
personalmente las oraciones en una nueva lámpara para Qi Rong,
y nadie se atrevió a jugar ningún truco después de eso. Más tarde,
cuando descendieron a la montaña, Xie Lian fue a columpiarse en
los columpios. Esta vez, Qi Rong emergió de detrás de la reina y
lo empujó. Era más bajo que Xie Lian, pero empujó especialmente
con entusiasmo, todavía mirándolo desde abajo, solo que esta
mirada se había convertido en una de adoración. Después de eso,
se convirtió en la cola de Xie Lian, moviéndose detrás de su —
primo príncipe heredero.

Hay que decir que Qi Rong había sido una vez algo normal, pero
de alguna manera se había vuelto más y más desviado en el
camino. Sin embargo, en esos tres años, había demasiadas
personas y demasiados asuntos que Xie Lian debía atender, y no
tenía tiempo para las relaciones antiguas, y ciertamente no sabía
si Qi Rong había madurado.

Mientras aún recordaba, Qi Rong ya había ofrecido su luz y se


estaba preparando para salir del pasillo. Inesperadamante,
mientras retrocedía, se topó con otro. Qi Rong se tambaleó, se dio
la vuelta y comenzó a maldecir sin siquiera ver quién era.

— ¿QUÉ MIERDA? ¿ESTÁS CIEGO O TE MORISTE EN EL


SITIO OLVIDANDO MOVERTE?

En el momento en que abrió la boca, Xie Lian y Feng Xin cubrieron


sus rostros, pensando: — ¡No ha cambiado en absoluto, sigue
siendo el mismo!

Tal vez fue porque vivió con su padre hasta que tenía cinco años,
y no pudo evitar sentirse influenciado por el ambiente de mercado
ruidoso y el temperamento violento de su padre, pero incluso
después de eso, cuando la reina trató pacientemente de educar a
Qi Rong, en el momento en que se agitara, en palabras del
sacerdote principal: —Revelaría su verdadera forma.

El que se topó con Qi Rong era un joven desaliñado, de


veinticuatro o cinco años, que llevaba una sencilla mochila, con
sus zapatillas de paja tan gastadas que casi no tenían aros y
estaban infundadas, cubiertas de polvo. Sin embargo, a pesar de
que este joven estaba pálido y flaco, sus labios estaban secos y
agrietados, su forma era desplomada, su rostro era brillante,
delgado pero no débil, y sus ojos brillaban.

— ¿Qué es este lugar? —Preguntó.

— ¡Este es el Pabellón XianLe, el Templo del Príncipe Heredero!


—Respondió Qi Rong.

Ese hombre comenzó a murmurar.


— ¿Templo del Príncipe heredero? ¿Príncipe heredero?
Entonces, ¿este es el palacio? —Vio la estatua divina en el
interior, el oro reflejándose en su rostro, y volvió a preguntar: —
¿Eso es oro?

Al ver lo glamoroso que era el pabellón, había considerado el


templo como el palacio real. Un guardia se acercó para
ahuyentarlo y Qi Rong dijo: —Por supuesto que es oro. El Templo
del Príncipe heredero es un templo, ¡no el pabellón en el palacio
imperial! Ni siquiera sabes dónde estás, ¿de dónde vienes
bárbaro?

—Entonces, ¿dónde está el palacio? Ese hombre preguntó.

Qi Rong entrecerró los ojos.

— ¿Por qué preguntas?

Ese hombre respondió en tono serio: —Tengo que ir al palacio y


ver al rey. Tengo algo que decirle.

Qi Rong y los guardias se echaron a reír, con sus expresiones


condescendientes: — ¿De dónde vino esta patán de campo?
¿Qué quieres hacer en el palacio? ¿Quieres ver al rey? ¿Es
alguien a quien puedes ver solo porque quieres? Probablemente
ni siquiera te dejarán atravesar las puertas cuando llegues.

Ese hombre no parecía estar afectado por la burla.

—Voy a intentarlo. Tal vez funcione.

Qi Rong se rió.

— ¡Entonces inténtalo! Luego levantó la mano y apuntó


deliberadamente en la dirección equivocada.
—Gracias —dijo el hombre, se ajustó la mochila y se volvió para
salir del pasillo. Cuando llegó al puente de piedra, de repente se
detuvo en su paso. A través del agua clara del estanque, se
podían ver capas y capas de monedas hundidas debajo.

Ese joven pareció haber reflexionado un momento y al siguiente


segundo, saltó por encima de la barandilla del puente y saltó al
estanque.

Era ágil y hábil; una vez en el estanque, se agachó y comenzó a


pescar paquetes y paquetes de monedas, metiéndolos en la
mochila en sus brazos. Como nunca habían visto a nadie que se
atreviera a robar las ofrendas de un dios, Xie Lian y Feng Xin
estaban aturdidos. Qi Rong también se sorprendió e
inmediatamente estalló de ira, corrió al puente y golpeó la
barandilla, gritando: — ¡QUÉ MIERDA! ¡¿QUÉ ESTÁS
HACIENDO?! ¡ALGUIEN SÁQUELO! ¡¡¡QUÉ MIERDA!!!

Varios guardias se lanzaron de inmediato al agua para sacar a


ese joven, pero, inesperadamente, también era bastante hábil,
lanzaba golpes y patadas, sin dejar que nadie se acercara. Qi
Rong estaba saltando de rabia, y ninguno de los cultivadores en
el patio podía hacer nada. Ese joven sacó una bolsa llena y
pesada de monedas, llevó su mochila de nuevo y estaba listo para
subir a tierra, pero accidentalmente pisó musgo, sus pies se
deslizaron y cayó de nuevo en las aguas en un gran chapoteo.
Los guardias aprovecharon esta oportunidad para apoderarse de
él, arrastrándolo a tierra. Qi Rong levantó la pierna para pisotear
y gritó: — ¡TE ATREVES A ROBAR ESTE DINERO!

Cuando Qi Rong levantó la pierna, Feng Xin ya estaba de pie,


captando el momento adecuado y bloquearlo, por lo que parecía
que el pisotón de Qi Rong era cruel, pero en realidad aterrizó
ligeramente. Aunque Qi Rong no podía ver a la persona detrás de
los trucos, todavía sentía que algo estaba mal, como un fantasma
aferrado a su pierna. Pateó varias veces y fue la misma
sensación, haciéndolo sentir bastante mal.
Ese joven parecía haberse atragantado con el agua y tosido varias
veces: —Ese dinero estaba allí tirado en el estanque, ¿por qué no
puedo usarlo para salvar a la gente?

Qi Rong, insatisfecho por sus patadas, finalmente se detuvo de


irritación.

— ¿Salvar a quién? ¿Quién eres tú? ¿De dónde vienes?

Solo preguntó para poder condenar a ese joven a un crimen y


enviarlo a la cárcel, pero ese joven todavía respondió
honestamente: —Mi nombre es Lang Ying, soy de Yong An.
Estamos atravesando una sequía, no hay agua, los cultivos no
crecen y todos se mueren de hambre porque no hay ingresos.
Aquí hay agua, comida y dinero. Usan oro para construir estatuas,
arrojan monedas al agua, ¿por qué no pueden compartir algunas
con nosotros?

Yong An era una ciudad grande dentro del Reino de XianLe. Xie
Lian se puso de pie con expresión seria: —Feng Xin, ¿hay una
sequía en Yong An? ¿Cómo es que no oí esto?

Feng Xin volvió la cabeza hacia atrás.

—No lo sé. Yo tampoco escuché nada. ¿Preguntemos a Mu Qing


más tarde?
Capítulo 70: Estatua de oro caída; un patán entierra hijo sufriente

—Llámalo en este instante —dijo Xie Lian.

Feng Xin cerró los dedos índice y medio de su mano derecha y


los presionó contra su sien, conectándose con Mu Qing en la
matriz de comunicación espiritual. En el otro lado, Qi Rong hizo
clic en su lengua: — ¿Así que saliste de ese lugar remoto Yong
An? En verdad, las tierras áridas producen radicales
ingobernables. ¿Crees que puedes robar a los dioses solo porque
eres pobre?

—Entonces no robaré —dijo Lang Ying. —presentaré mis


respetos y adoraré a este dios tuyo ahora mismo. Me arrodillaré,
haré una reverencia y le rogaré que me dé dinero para salvar las
vidas de la gente de mi ciudad natal, pero ¿lo hará?

Qi Rong dijo —eh— y murmuró mentalmente pensando que este


tipo en realidad no huiría con todo el dinero como si fuera su
derecho. Así, él respondió: — ¡Su alteza el príncipe heredero se
ha convertido en un dios ahora, y los dioses están ocupados hasta
la muerte! ¿Quién tiene tiempo para ocuparte de los radicales?

Al escuchar esto, Lang Ying asintió lentamente.

—Yo tampoco pensé que a él le importaría. No es como si nunca


hubiéramos orado ni rogado, pero no funcionó en absoluto. Los
que están destinados a morir seguirán muriendo.

Xie Lian se sacudió y otro cultivador gritó: — ¡TÚ! PARA SER TAN
IRRESPETUOSO EN LOS SALONES DE DIOS, ¡NO TIENES
MIEDO DE LOS CASTIGOS DE LOS CIELOS!

Sin embargo, Lang Ying respondió: —Ya no importa. Me


condénenme si tienen que hacerlo. Ya no tengo miedo de no ser
salvado, entonces ¿por qué debería tener miedo de ser
condenado?

Qi Rong hizo una señal y varios guardias que esperaban en el


lado corrieron hacia adelante, rodearon a ese joven y comenzaron
a golpearlo. Feng Xin todavía estaba trabajando para suavizar sus
ataques y solo parecía que Lang Ying estaba siendo pulverizado.
Sin embargo, estaba en un estado de aturdimiento, no evitando o
evadiendo, y solo ocasionalmente levantó las manos para
proteger la mochila en su espalda. En el lateral, Qi Rong agarró
un puñado de semillas de melón y masticó, sacudiendo su pierna.

— ¡GOLPÉENLO DURO EN EL NOMBRE DE ESTE PRÍNCIPE!


—Verdaderamente la imagen de un mafioso. Al escucharlo llamar
su propio título, Lang Ying levantó la cabeza— ¿Eres un príncipe?
¿Príncipe de qué? ¿Vives en el palacio? ¿Puedes encontrarte con
el rey?

Qi Rong escupió: — ¡YO SOY TU GRAN SUPERIOR! Todavía


crees que puedes ver al rey, ¿verdad? Su majestad tiene un millón
de cosas en su plato, él no tiene tiempo para ti.

Lang Ying se retorció el cuello y exigió obstinadamente: — ¿Por


qué no tiene tiempo para mí? Los dioses no tienen tiempo para mí
y tampoco su majestad, ¿quién tiene tiempo para escucharme?
¿A quién debo ir? ¿Sabe el rey cuántos han muerto en Yong An?
¿La gente de la capital real sabe? Si lo supieran, ¿por qué
preferirían tirar dinero al agua en lugar de dárnoslo?

Qi Rong se rió entre dientes fríamente: —Es nuestro dinero, lo


gastaremos como lo haremos. Incluso si lo usamos como piedra
para saltearlo en el agua no es asunto de nadie, entonces ¿por
qué tenemos que dártelo? ¿Qué, tienes más razón solo porque
eres pobre?

Aunque eso tiene lógica a su manera, fue increíblemente


inapropiado para ese momento y lugar. Xie Lian estaba a punto
de encontrar una forma para sellar la boca de Qi Rong cuando,
justo en ese momento, un joven vestido de negro apareció a toda
prisa justo detrás del pabellón: — ¿Su alteza, ¿ha enviado por mí?

Xie Lian le hizo un gesto con la mano: —Mu Qing, ven aquí rápido.
En todas las oraciones que has recibido recientemente, ¿has oído
algo sobre la sequía en Yong An?

Mu Qing también se sorprendió: —No, no he oído nada.

Feng Xin soltó en medio de su tarea.

— ¿Cómo no? ¡Los refugiados ya han escapado aquí!

Su tono era demasiado acusatorio y Mu Qing se puso rígido.


Respondió con voz dura: —Dije la verdad, realmente no lo había.
¿Estás tratando de decir que estoy ocultando información a
propósito? Bueno, ¿recibiste algo tú mismo? Estoy de servicio en
el Templo del Príncipe Heredero en los meses impares, y tú estás
de servicio incluso en meses pares. Si realmente hubo personas
de Yong An orando por el fin de una sequía, no hay razón para
que todas las oraciones relacionadas con la sequía se enviaran
en los meses impares, y tú no sepas nada.

Feng Xin hizo una pausa y se dio cuenta de que ese era el caso.

—No dije que lo hicieras a propósito. Piensas demasiado.

Pareciendo que estaban listos para comenzar a pelearse de


nuevo, Xie Lian hizo un gesto de pausa con la mano en señal de
molestia.

—Bien, Feng Xin no quiso decir nada. Ambos paren en este


instante.

Los dos inmediatamente cerraron la boca y dejaron de pelear. Al


mismo tiempo, Qi Rong finalmente se cansó de ver a sus
subordinados golpear a Lang Ying, y agarró una pequeña bolsa
para arrojar todas las conchas de semillas de melón mientras
decía: —Arrastra a ese ladrón de ladrones a la prisión y enciérralo.
Los guardias hicieron caso a la orden: — ¡Sí, señor! Y algunos de
ellos recogieron a Lang Ying.

—Primero tratemos el problema en cuestión. Xie Lian dijo: —


Salva a este hombre y yo le preguntaré acerca de Yong An
correctamente más tarde.

Mu Qing relajó su expresión y preguntó con cautela: —Su alteza,


¿qué piensa hacer? No puedes simplemente mostrarte a ti mismo.

Después de la ascensión, esa era una de las reglas que Xie Lian
simplemente no podía entender. Los oficiales celestiales dijeron
que necesitan ayudar a la gente común, sin embargo, todos se
ponen aires y se colocan por encima de los mortales,
impidiéndose presentarse ante los mortales a voluntad, lo que a
menudo lo restringía por todos lados, causando mucha
frustración. Menos mal que Xie Lian también tenía varias formas
de solucionar esto, y sin parpadear, levantó la mano y empujó.
Las personas que se encontraban justo al frente notaron que las
sombras en el suelo temblaban y se giraban confundidas. Al
momento siguiente, Qi Rong gritó horrorizado: —PRIMO
PRÍNCIPE HEREDERO--—

¡Xie Lian había empujado su propia estatua divina!

La espada y la flor que sostenían, la amable y hermosa estatua


dorada se balanceaban de un lado a otro, luego se volcaban
lentamente a su lado. Qi Rong se veía como si viera a su propia
madre levantarse del taburete después de colgarse, con el
corazón reventado, y había perdido la cabeza para vigilar a Lang
Ying mientras se apresuraba a agarrar la pierna de esa estatua,
tratando obstinadamente de mantenerla en posición vertical,
gritando de miedo: — ¿USTEDES BASURA INSERVIBLE, QUÉ
ESTÁN ESPERANDO? ¡AYÚDENME A SOSTENERLO! ¡¡¡NO
DEJEN QUE EL PRÍNCIPE HEREDERO CAIGA!! ¡¡¡NO PUEDE
CAER!!!

Mientras estaba aterrorizado, Xie Lian pasó a su lado con calma


y de manera casual, y salió del pasillo. Las caras de Feng Xin y
Mu Qing cambiaron bruscamente. Pasó un momento antes de que
Feng Xin finalmente gritara.

— ¡SU ALTEZA! ¡ESA ES TU PROPIA ESTATUA DIVINA!

Algo como una estatua caída realmente era un mal presagio, por
lo que es un tabú. Un oficial celestial que empujaba su propia
estatua de esa manera era algo inaudito, una rareza de los tres
reinos.

—Es sólo una gran porción de oro. —Xie Lian dijo: —Si no hiciera
esto, su atención no cambiaría de otra manera. Ustedes dos
vayan y sigan presionando esa estatua dorada, no les den la
oportunidad de irse. Me voy a reunir con ese hombre.

Feng Xin y Mu Qing aún estaban sin palabras y solo podían


obedecer. Ellos obedientemente se pararon junto a esa estatua
divina, cada uno usando un dedo para presionarlo. Solo
necesitaban usar ese poco de poder y era suficiente. Los del otro
lado que se aferraban tenían que usar cada gramo de su fuerza y
aun así solo podían mantener el status quo, apretando los dientes.
... ¡este es en verdad oro puro por todas partes, tal peso!

Lang Ying, que había caído sobre su trasero, vio que esos
guardias ya no lo estaban atendiendo, se quedó mirando el brillo
dorado de esa divina estatua durante un largo rato antes de que
se pusiera de pie, se sacudiera el polvo y huyera cargando su
cartera. Xie Lian lo siguió por detrás. Corrió una distancia
considerable y entró en un frondoso y pesado bosque, miró a su
alrededor, antes de sentarse debajo de un árbol para descansar.
Xie Lian se escondió detrás de ese árbol, fácilmente lanzó un
hechizo y se transformó en la forma de un pequeño cultivador
vestido blanco.

Después de cambiar, se miró a sí mismo, asegurándose de que


no había nada mal, y giró la cola de caballo. Estaba pensando
cómo debería aparecer sin alarma cuando vio a Lang Ying en
cuclillas junto a un charco junto al árbol, con la cabeza hacia abajo
y usando las manos para cavar en él.

—...

Las manos de ese joven eran grandes, y una gubia era suficiente
para crear una muesca ancha y profunda. El barro y el polvo
volaron mientras cavaba, se parecía mucho a un delgado perro
salvaje negro. Xie Lian solo se preguntaba por qué estaba
cavando hoyos repentinamente cuando lo vio limpiar el lodo de
sus pantalones, sacar un puñado de agua con ambas manos y se
lo llevara a los labios.

Al ver esto, Xie Lian no pudo esconderse más y salió corriendo,


detuvo su mano, sacó una botella de agua de sus encantadas
mangas y se la pasó.

Lang Ying ya tenía un bocado de ese charco de agua, sus mejillas


se redondearon y luego tragó. Observó al pequeño cultivador que
había aparecido demasiado repentinamente, no le pareció
extraño y no rechazó su oferta, y tomó la botella de agua para
beber, tragando todo el contenido de una sola vez. Sólo pronunció
después de que terminó.

—Gracias.

Como ya apareció bruscamente, Xie Lian dejó de preocuparse por


cualquier presentación natural. Hizo lo mejor que pudo para hacer
girar esa cola de caballo como un inmortal experimentado, alguien
digno de confianza, y le preguntó: —Mi amigo, ¿de dónde vienes
y adónde vas?
—Venimos de la Bahía de Lang-Er en la ciudad de Yong An. Iba
a ir al palacio real, pero he cambiado de opinión. Ya no voy más.

Xie Lian se sorprendió.

— ¿Nosotros?

Lang Ying asintió.

—Nosotros. Yo y mi hijo.

Xie Lian estaba cada vez más confundido, pero su corazón estaba
cayendo. Vio como Lang Ying se quitó la bolsa de la espalda y la
abrió: —Mi hijo.

Dentro de la bolsa que llevaba sobre su espalda estaba el cadáver


de un niño pequeño.

Ese bebé era una criatura diminuta, que no tenía más de dos o
tres años. Su cara era amarilla, sus mejillas cetrinas, y su cabeza
tenía algunas hebras de pelos finos y amarillentos pegados a ella.
Incluso había erupciones. Esa carita se torció en una extraña
expresión, como si llorara, muy miserable. Sus ojos ya estaban
cerrados, pero la boca estaba abierta, pero ya no podía hacer
ningún sonido.

Las pupilas de Xie Lian se encogieron, su espíritu en shock hasta


el fondo, incapaz de hablar. No era de extrañar que hubiera
sentido que este joven tenía un aire extraño a su alrededor. No
podía describir lo que era esa extrañeza, solo que él era anormal.
La forma en que habló, la forma en que se comportó, fue como si
no considerara las consecuencias en absoluto, contundentes y sin
sentido. Pero, por el aspecto de las cosas, ¿para qué necesitaba
considerar las consecuencias?
Después de presumir a su hijo, Lang Ying envolvió a su hijo de
nuevo, y cuidadosamente enganchó los cordones. Viendo lo
concentrado que estaba en su acción, Xie Lian se sentía
miserable. Era la primera vez que veía el cadáver de un bebé tan
pequeño, y le preguntó, tartamudeando: — ¿Cómo... cómo murió
tu hijo?

Lang Ying se ajustó la mochila en la espalda y respondió,


desconcertado: — ¿Cómo murió? No sé cómo murió. Sediento,
hambriento, enfermo, tal vez un poco de todo.

Se rascó la cabeza.

—Cuando lo saqué de Yong An por primera vez, todavía tosía un


poco, y me llamó: ¡Papá! ¡Papá! En mi espalda. Poco a poco no
hubo más gritos, solo tosía. Y luego ya no hubo más toses. Pensé
que se había quedado dormido. Más tarde, cuando encontré algo
para comer y quise despertarlo, no se despertó.

Ese niño había muerto en el camino de fuga.

Lang Ying negó con la cabeza: —No sé cómo cuidar a los niños.
Si mi esposa supiera que nuestro hijo murió, me gritaría hasta la
muerte.

Después de un momento de silencio, agregó: —Realmente deseo


que mi esposa aún pueda gritarme.

Su expresión había estado tranquila todo el tiempo, como una


rama de un árbol marchito; Un charco de agua muerta sin rastro
de vida ni ondulaciones. La garganta de Xie Lian se apretó sin
poder tragar, y dijo en voz baja: — ¿Por qué... por qué no lo
entierras?

Lang Ying asintió.


—Sí. Quería elegir un lugar agradable. Aquí no está mal. Hay
árboles para bloquear el sol y el agua también. Regresaré
después de enterrarlo. Gracias por su agua.

Tosió varias veces y se agachó de nuevo, sin dejar de cavar con


las manos. Xie Lian murmuró suavemente: —No, no me
agradezcas... no me lo agradezcas, no lo hagas.

Justo en ese momento, Feng Xin y Mu Qing aparecieron y se


confundieron al ver que uno de ellos estaba cavando un hoyo y el
otro observaba aturdido. Xie Lian no estaba de humor para hablar
y murmuró repetidamente algunas palabras confusas. Pasó un
tiempo antes de que Xie Lian recordara que solo dar agua no era
suficiente; Este hombre regresaba a Yong An. De este modo, su
mano volvió a meterse en la manga y rebuscó, finalmente
encontró lo que estaba buscando y se lo pasó a él: —Toma, toma
esto.

Lang Ying se detuvo y miró de cerca lo que estaba en la mano de


Xie Lian. Era una perla roja y profunda, no más grande que una
uña; su brillo suave y elegante, pulido y brillante, y
conmovedoramente hermosa. Incluso si él no sabía qué era, solo
una mirada y era obvio que esta pequeña joya era invaluable.

Esto era precisamente uno de los aretes de perla de coral rojo


restante que Xie Lian había usado durante la Procesión
Ceremonial Celestial de Shangyuan hace tres años. Esa perla
dejó una impresión bastante profunda en Mu Qing, por lo que en
el momento en que la vio, su rostro cambió. Lang Ying no lo
rechazó, como si lo hubieran abandonado los modales y las
preocupaciones de una persona normal, y extendió la mano para
recibirlo.

—Gracias.
Cuidadosamente metió la perla en su cinturón, luego se sacó la
mochila de la espalda y la depositó suavemente en el hoyo
excavado.

—Papá volverá pronto a visitarte.

Terminado, usó sus manos y solemnemente empujó la tierra hacia


atrás para cubrir la bolsa. Xie Lian usó una mano para apoyar su
frente y cerró los ojos. Un momento después, ese joven se marchó
con paso firme.

Feng Xin preguntó con curiosidad: —Su alteza, ¿qué enterró


aquí? ¿Él dijo, papá—? ¿Enterró a alguien?

Mu Qing estaba preocupado por algo más: —Su alteza, fui e


investigé antes y descubrí lo que sucedió. Yong An nunca había
sido un lugar rico; Sus templos y santuarios son pocos en número.
Parece que también tienen una regla local donde aquellos que no
ofrecen donaciones no pueden orar, por lo que aquellos que
visitaron el Templo del Príncipe Heredero fueron todos los ricos, y
los pobres que sufren desastres no pudieron siquiera entrar...

Xie Lian no respondió al informe pero dijo en voz baja: —Ustedes


dos, vayan a Yong An y vean cuál es la situación. Me reuniré con
el Sacerdote Principal y preguntaré exactamente qué está
pasando.

Su rostro nunca había estado tan oscuro. Los dos subordinados


no se atrevieron a ser negligentes y ambos reconocieron su orden
y partieron un instante después. El mismo Xie Lian se volvió y
corrió hacia el monte TaiCang.

Parecía que el desastre en Yong An solo podía ser grande y no


pequeño. Pero, incluso si no podía escuchar las voces de la
oración, no significaba que aquellos en el palacio real no tuvieran
ninguna pista en absoluto.
Capítulo 71: Dios del Cielo interfiere con asuntos mortales

Monte TaiCang, la Cumbre del Príncipe Heredero.

Fue en el momento del día cuando los visitantes ya no pudieron


detenerse, y se les pidió que abandonaran el Sagrado Pabellón
Real en manada. Los sonidos de los sutras de canto vinieron en
oleadas desde el Pabellón XianLe, y algunos miles de cultivadores
llevaban a cabo sus rituales nocturnos con los cuatro sacerdotes
principales dirigiendo el servicio bajo los pies de esa estatua
divina dorada de cinco metros de altura.

Dentro del Templo del Príncipe Heredero, a ambos lados de las


paredes había innumerables lámparas eternas en filas que
colgaban del suelo al techo. Xie Lian descendió del cielo, aterrizó
levemente en el altar y se sentó justo delante de su propia estatua.

Él agitó una mano. Una brisa ligera soplaba de la nada, y las


innumerables lámparas giraron suavemente. Con la luz
ondulante, muchos de los cultivadores miraron hacia arriba,
expresando su asombro, susurrando entre ellos. El Sacerdote
principal que estaba sentado con los ojos cerrados de repente los
abrió y dijo: —Eso será todo por hoy. Todos pueden retirarse.

Los cultivadores se pusieron de pie y se fueron. Los otros tres


sacerdotes adjuntos no podían ver la forma de Xie Lian, pero
podían adivinar que algo había descendido, por lo que también
salieron del pasillo y cerraron las puertas detrás de ellos. Una vez
que se cerraron esas altas puertas, Xie Lian habló de inmediato,
incapaz de esperar un segundo más.

—Sacerdote principal, ¿sabía de la sequía en Yong An? No ha


habido noticias de padre, ¿sucedió algo en la corte? ¿O es que
no está consciente de lo que está pasando?
A los oficiales celestiales no se les permitía mostrarse en secreto
ante los mortales, pero hubo casos excepcionales, como los
Sacerdotes principales, los ministros religiosos o los cultivadores
de tan alto nivel. Los que se habían cultivado a ciertos niveles eran
representantes de oficiales celestiales en el reino mortal, por lo
tanto, Xie Lian podía hablar directamente con el Sacerdote
Principal. La regla de no postrarse dentro del Templo del Príncipe
Heredero fue dictada así por la boca del Sacerdote Principal de
Xie Lian.

Originalmente había pensado que había algunas circunstancias


excepcionales que hacían que el rey no pudiera liberarse para
manejar el desastre en Yong An, o el rey no tenía idea de que la
situación había empeorado hasta el punto de las muertes
masivas. Inesperadamente, sin embargo, el Sacerdote Principal
respondió: —Su majestad, el rey, está bien, no ha ocurrido nada
importante, y sabe muy bien lo que está sucediendo en Yong An.

Xie Lian se sorprendió: —Entonces, ¿cómo es que cada vez que


mi padre visitaba el Sagrado Pabellón Real, nunca lo había
escuchado orar por Yong An una vez? ¿Ni siquiera una palabra?

Incluso si no se llevaba bien con su padre, también sabía que el


rey no era un líder fatuo. Puede haberse visto a sí mismo muy por
encima de los demás como el hijo de Dios y una jerarquía
altamente considerada, pero eso no significa que no se
preocuparía por los refugiados. El sacerdote principal respondió:
—Esto no tiene nada que ver con su majestad. Fui yo quien le
aconsejó que él o la reina no mencionaran a Yong An en sus
oraciones.

—...

— ¿Por qué? —Xie Lian exigió.

—Porque no tiene sentido —respondió el sacerdote principal.


Xie Lian se sorprendió: — ¿Qué quiere decir con; no tiene
sentido?

Un momento después, su mente lo resolvió: — ¿Está diciendo eso


porque soy un dios marcial que no tiene control sobre las sequías,
diciéndome que no tendría sentido? ¿Olvidó que puedo ser un
dios marcial, pero también soy el Príncipe Heredero de XianLe?
Mi gente está en problemas, ¿cómo puedo sentarme y no hacer
nada? —Después de una pausa, continuó: —Lo más importante
en este momento es salvar a las víctimas del desastre y cuidarlas.
Por favor, hable con mi padre en mi nombre para que deje de
construir más templos; ya hay demasiados Templos del Príncipe
heredero en este reino, no los necesito. Y esas estatuas doradas,
podrían fundirse para ayudar a recaudar fondos para el desastre.
Yong An se sienta en el oeste, y necesitan agua. Podemos cavar
un canal, regar las aguas del este, regar las cosechas y nutrir la
tierra...

Mientras hablaba, el Sacerdote Principal solo negó con la cabeza,


murmurando: —Demasiado pronto. Demasiado temprano.

Xie Lian no entendió: — ¿Qué es demasiado pronto?

— ¿Comprendes ahora por qué dije que no deberías ascender


demasiado pronto? El Sacerdote Principal dijo: —Es porque tu
gente todavía no se ha extinguido por completo.

—... Los ojos de Xie Lian se agrandaron, y gritaron indignados. —


¡SACERDOTE PRINCIPAL! ¿QUÉ...QUÉ ESTÁ DICIENDO?
¿QUÉ, QUÉ SIGNIFICA QUE MI GENTE NO HA MUERTO
COMPLETAMENTE AÚN?

—Ya te has convertido en un dios, pero no pudiste olvidar quién


eras como un mortal, incapaz de dejar ir y diferenciar entre los dos
reinos. —El Sacerdote Principal respondió: —Te estás
involucrando a ti mismo, pero también eres impotente. Y al final
solo resultará en un desastre total.
Xie Lian estaba sentado sobre el altar y el sacerdote principal
estaba debajo; aunque era obvio que Xie Lian era quien miraba
hacia abajo, pero cuando el Sacerdote Principal habló, fue como
si él fuera el que estaba arriba.

— ¿Cómo puedo ser impotente? Mientras actúe, habrá


resultados. Cada pequeño aporte cuenta, incluso si pudiera
guardar solo uno, es mejor que nada. Si no hablas por mí con mi
padre, entonces lo buscaré yo mismo —dijo Xie Lian.

Xie Lian se puso de pie de un salto, pero el sacerdote principal se


agarró de la esquina de la manga y gritó: — ¡PIENSA! ¿Sabes por
qué los oficiales celestiales no pueden presentarse ante los
mortales a voluntad? Hay una razón detrás de la regla de los mil
años, ¡no hagas ninguna tontería!

Xie Lian giró la cabeza.

— ¿ENTONCES QUE PUEDO HACER? NO PUEDO HACER


ESTO, NO PUEDO HACER AQUELLO; SACERDOTE
PRINCIPAL, HAY PERSONAS QUE SE MUEREN AHORA EN MI
TIERRA ¿LOS DIOSES NO SON LLAMADOS DIOSES PORQUE
PUEDEN SALVAR EL MUNDO? SI NO APAREZCO AHORA,
ENTONCES, ¿CUANDO PUEDO APARECER? ¿¡CUÁL SERÍA
EL SIGNIFICADO DE MI ASCENSIÓN ENTONCES?!!

El Sacerdote Principal lo retuvo, suspirando: —Su alteza, ahh, su


alteza. ¿Sabe lo que he visto?

Xie Lian resopló y se obligó a calmarse antes de volver a sentarse.


—Por favor, ilumíneme.

El sacerdote principal lo miró fijamente: —Vi tu futuro y está


completamente negro.
Xie Lian lo miró directamente a los ojos y dijo: —Debes haber visto
mal. Solo me gusta usar color blanco.

—Tengo miedo de que no solo no pueda salvar a su gente, sino


que le den la vuelta y le arrastren desde el altar divino —dijo el
sacerdote principal.

—Mi gente no es así, pueden reconocer claramente lo que está


bien y lo que está mal. Si no puedo salvarlos, entonces no tendría
sentido que yo estuviera en este altar de todos modos, respondió
Xie Lian.

Un momento después, el Sacerdote Principal suspiró: —Lo que tu


padre ha hecho no se puede decir que esté bien, pero tampoco
se puede decir que esté mal. Dijiste que recaudemos fondos, pero
no es como si tu padre no lo hubiera intentado, y puedes ir a ver
cómo terminó eso. Dijiste que se cavara un canal para irrigar las
aguas, entonces ve a ver ese río por ti mismo y si se puede hacer.

Xie Lian inclinó la cabeza.

—Entiendo. Gracias, Sacerdote Principal.

Al salir del monte TaiCang, se dirigió hacia el oeste y llegó a la


ciudad de Yong An, del Reino de XianLe.

En los veinte años de su vida, Xie Lian nunca había pensado que
el sol fuera tan abrasador. El primer paso que dio sobre esa tierra,
ya podía sentir cuán terriblemente caluroso y seco era, como si
todo el aire hubiera sido contorsionado. Con el sol ardiente en lo
alto, la tierra ya se había roto en pedazos de tierra, horriblemente
envejecidos. Había un canal profundo que parecía haber sido un
río una vez, pero ya estaba seco hasta el fondo, y el lecho del río
ennegrecido emitía un olor extraño. Caminó durante mucho
tiempo y no vio un solo campo. Tal vez hubo campos una vez,
pero deben ser irreconocibles en este punto.
Xie Lian miró a su alrededor mientras caminaba, esa brisa seca y
cálida hacía que su largo cabello se convirtiera en un desastre,
pero estaba demasiado ocupado para cuidarlo. En ese momento,
alguien lo llamó de repente por detrás.

— ¡Alteza!

Xie Lian volvió la cabeza y vio dos siluetas en negro que se


acercaban apresuradamente. Fueron Feng Xin y Mu Qing. Xie
Lian se dirigió directamente al corazón del tema.

— ¿Alguna noticia?

Feng Xin agitó su camisa para abanicarse.

—Sí. En los últimos dos años, todo el territorio occidental


experimentó una escasez de agua, y finalmente entró en erupción
este año. Yong An es el más afectado: el río está seco, la lluvia
no llega, por lo que los cultivos no crecen. Las familias más ricas
todavía están bien; Mientras haya dinero, entonces se puede
comprar comida y agua de otra parte. Sin embargo, la mayoría de
los ricos ya se han mudado a los territorios del este. Los que
quedan son pobres o discapacitados.

Xie Lian frunció el ceño.

—El Sacerdote Principal dijo que mi padre no solo se recostó y


también recaudó fondos, así que, ¿por qué sigue siendo tan
serio?

Mu Qing dijo fríamente: —Cuando los fondos pasan por los puntos
de control del gobierno, cada punto de control eliminará una
cantidad hasta que finalmente no quede nada. Por supuesto que
sigue siendo tan grave. Si dependiera de mí, sería mejor no enviar
nada en lugar de alimentar a esos parásitos.

Xie Lian contuvo el aliento, forzando su ira hacia abajo.


—Les diré a esos parásitos que tiren cada centavo que hayan
devorado.

Sin embargo, Mu Qing le recordó: —Su alteza, ¿olvidó? Esto no


está dentro de su control. Los oficiales celestiales no pueden
interferir en asuntos mortales. Tres metros de hielo no se formaron
por un día de frío; Su majestad, el rey, es el responsable del reino
mortal, este es su deber, y todavía no puede lidiar con eso. Tienes
las manos llenas de innumerables oraciones de tus devotos, así
que, ¿cómo puedes manejar eso también? Ten en cuenta esto,
recuerda que, al final, solo te traerás problemas. Además, eso
solo cura los síntomas, no la causa raíz.

Feng Xin bloqueó el sol con su mano.

—Para curar la causa raíz, aún debe haber agua. ¿Qué tal, su
alteza, pídale al sacerdote principal que le diga a su majestad que
irrigue las aguas de este a oeste por ahora?

Xie Lian negó con la cabeza: —Ya le sugerí eso al Sacerdote


Principal.

— ¿Qué dijo el sacerdote principal? —Preguntó Feng Xin.

Xie Lian tragó.

—Más o menos que no es factible. Pero ahora me he dado cuenta


de que realmente no se puede hacer. Para regar tendremos que
perforar el río. Sin embargo, algo así como perforar para un canal
requiere conscripción masiva; quién sabe cuántos años llevaría, y
solo agotaría a la gente y al tesoro. No va a funcionar.

Feng Xin asintió.

—Es cierto. Las aguas distantes no pueden apagar los incendios


cercanos.
Xie Lian murmuró: —Pero, si esto no puede resolverse por medios
mortales, tal vez podamos probar métodos divinos. He oído que
el Señor de la Lluvia ha cambiado en los últimos años. La nueva
Señora de la Lluvia ascendente parecía ser una persona solitaria,
pero veré si puedo hacer una visita y solicitar aguas en
movimiento del este hacia el oeste en forma de lluvia.

Desde que Xie Lian ascendió, aparte de saludar a Jun Wu, nunca
había visitado personalmente a ningún otro oficial celestial, ni
había tratado de entablar amistad intencional con nadie, tratando
a todos como iguales dentro de la red de comunicación espiritual.
Él tomando la iniciativa para pagar visitas era, por lo tanto, una
ocasión rara. Mu Qing, sin embargo, objetó.

—No.

Xie Lian volvió la cabeza.

— ¿Por qué no?

—Su alteza, he investigado a fondo. En verdad, estos últimos dos


años, no solo Yong An o los territorios occidentales
experimentaron una escasez de agua, sino todo el Reino de
XianLe. Solo que los territorios orientales están cerca del mar,
tienen lagos y barrancos circundantes, por lo que no es tan obvio
y aún no se ha convertido en un problema. Pero en general, la
cantidad de agua y lluvia ha disminuido significativamente en
comparación con antes.

Los ojos de Xie Lian se agrandaron cuando Mu Qing continuó: —


Si realmente cavamos un canal o usamos la lluvia para mover las
aguas de este a oeste, entonces puede que alivie temporalmente
a Yong An, pero no lo salvará por completo. Solo les ayudaría a
aferrarse a un hilo. Al mismo tiempo, los territorios del este pueden
muy bien caer en un desastre.
El corazón de Xie Lian se apretó.

—Y la mayoría de la población de XianLe, junto con los lugares


más concurridos, se encuentran en el este, más de tres veces el
tamaño del oeste, especialmente en la capital real. Si hubiera una
sequía allí...

Feng Xin también comprendió de inmediato: —Las consecuencias


serían mucho más serias que las de Yong An. ¡Un número mayor
moriría!

Mu Qing asintió con su expresión solemne: —De ahí nacerá un


motín mucho más grande.

Xie Lian respiró profundamente: —Entonces, ¿eso es lo que


quería decir el sacerdote principal cuando dijo que lo que hizo el
padre no estaba bien, pero tampoco estaba mal? Solo que hizo
una elección.

—Entonces, su alteza, que nadie fuera a su templo a orar fue algo


bueno —dijo Mu Qing—. Deje a su majestad decidir qué hacer.

Xie Lian no respondió y se dio la vuelta.

Durante todo el tiempo que caminaron, todo lo que vio eran piel y
huesos, hombres y niños tenían la parte superior de sus cuerpos
descubiertos, filas de costillas visibles y claras en sus torsos, y las
mujeres tenían ojos muertos, sus rostros carecían de vida. Nadie
quería moverse; no tenían la energía para moverse, y todo emitía
el olor repugnante de la muerte, haciendo que uno quisiera gritar
y escapar de esta tierra en descomposición y regresar a la gloria
de la bulliciosa capital real.

Pasó mucho tiempo antes de que finalmente dijera: —Ustedes


dos, permanezcan aquí y ayúdenme, a entregar tanta agua como
puedan. Déjenme pensar en esto.
—Está bien. Ve y piensa con cuidado. —Feng Xin dijo: —Solo
déjame saber qué vas a hacer una vez que hayas decidido.

Xie Lian le dio una palmadita en el hombro, luego se volvió para


irse. Detrás de él, Mu Qing dijo en voz baja: —Su alteza, piense
en esto con cuidado. Podemos ayudar diez días, quizás veinte,
pero no uno o dos años. Podemos salvar cien vidas pero no cien
mil. Eres un dios marcial después de todo, no el dios del agua.
Incluso si fueras el dios del agua, no puedes crear agua de la
nada. Si no podemos arreglar la raíz de este problema, no
podemos seguir así. No somos lo suficientemente fuertes.
Capítulo 72: Encontrarte en el reino mortal; encontrar flores bajo la lluvia (parte
uno)

Después de escuchar lo que dijo Mu Qing, Xie Lian hizo una breve
pausa en su paso, pero no se dio la vuelta. Agitó la mano y siguió
adelante solo.

Cuando regresó a la capital de XianLe, Xie Lian se dirigió


directamente hacia el palacio real.

No sabía por qué tenía que ir allí, ya que no es exactamente para


ver a sus padres. No era solo por el hecho de que como oficial
celestial se le prohibió revelarse a los miembros de su familia más
cercanos, sino más bien porque, en el momento en que se fue de
su casa y en los años que pasaron, él ya no sabía cómo iniciar
una conversación con sus padres. Esto fue probablemente lo
mismo para todos los niños del mundo. Por lo tanto, se ocultó y
corrió al azar por el palacio con el que estaba tan familiarizado,
pero su majestad el rey no se vio por ningún lado hasta que
finalmente, cuando llegó a la mansión QiFeng, encontró a su
padre ya su madre.

Los dos acababan de despedir a los sirvientes del palacio y


estaban charlando entre ellos. La reina se sentó a un lado de la
cama. La máscara con la que estaba jugando en sus manos era
la misma que Xie Lian llevaba hace tres años en la Procesión
Ceremonial Celestial. La forma de la máscara dorada fue
cuidadosamente moldeada en los rasgos de Xie Lian, por lo que
le quedaba perfecta y cómoda cuando la usaba. Cuando había
sido vista por otros, el grado de replicación fue casi aterrador. El
rey reprendió por un lado: —Deja de jugar con eso y ven a darme
un masaje de cabeza.

A pesar de que el rey y la reina había creado una fachada frente


a la gente, desde que Xie Lian era pequeño, había visto
claramente que detrás de la escena, sus padres se peleaban
como cualquier otra pareja normal casada. La reina dejó la
máscara como se esperaba y se sentó al lado del rey para ayudar
a masajear sus sienes. Mientras ella peinaba a través de su
cabello, de repente dijo: —Tienes más blanco en tu cabello otra
vez.

Xie Lian miró más de cerca. Fiel a las palabras de su madre, los
lados del cabello de su padre estaban canosos y le envejecidos
unos años. Se preguntó a sí mismo: — ¿No visitó el padre el Santo
Pabellón Real para orar hace un rato? En ese momento, su
cabello aún era negro, ¿cómo se volvió gris tan repentinamente?

La reina le entregó un espejo de cobre al rey, pero él lo apartó.

—No hay necesidad de ver. Solo teñiré de negro otra vez la


próxima vez que visitemos el Monte TaiCang.

Fue entonces cuando Xie Lian se dio cuenta: — ¡Su cabello no se


volvió gris solo recientemente! Se puso gris hace mucho tiempo,
es solo que se teñía de negro cada vez que venía a verme. Sin
embargo, debido a que he estado demasiado ocupado
escuchando las oraciones de mis devotos y corriendo por todos
lados, rara vez tuve tiempo para volver y visitar, por eso no
sospeché nada.

Llegando a esta conclusión, Xie Lian estaba lleno de culpa. Por


una vez se alegró de que sus padres no pudieran verlo. Mientras
la reina masajeaba la cabeza del rey, ella murmuró: —Te dije que
descansaras temprano todos los días, pero nunca me escuchaste
e incluso me dijiste que te regañaba día y noche. Ahora mira lo
impropio en que te has convertido. Si nuestro hijo te ve,
definitivamente no querrá tener nada que ver contigo.

El rey resopló: —Desde que tu hijo creció y sus alas se


fortalecieron, dejó de preocuparse por mí de todos modos.
Aunque lo dijo de esa manera, todavía no pudo evitar echar un
vistazo al espejo de cobre junto al junto a la cama y murmuró: —
No es tan malo, ¿no es todavía la misma cara?

Xie Lian se quedó sin habla. Nunca se dio cuenta de que su padre
tenía este lado de él, hablando mal de él a sus espaldas con una
amargura tan petulante que no pudo evitar sonreír. La reina se rió.
—Está bien, está bien, no está mal. Tu salud es más importante
que los cielos, deberías descansar temprano hoy.

El rey negó con la cabeza: —No puedo descansar ahora mismo.


Recientemente, hay una cantidad de personas de Yong An que
llegaron a la capital. Si quieren venir, está bien, pero también han
generado problemas, haciendo que la gente se sienta incómoda.
Es una situación difícil.

Resulta que la razón detrás del cabello canoso de su padre fue


debido a la sequía en Yong An. Había una clase de miseria
indecible en el corazón de Xie Lian. La reina asintió.

—Escuché de Rong-Er que se encontró con alguien de Yong An


hoy. Dijo que el hombre trató de robar dinero del templo, ¡qué
aterrador!

El rey tenía una mirada cautelosa en sus ojos: —De hecho, es


impactante. Si solo hubiera decenas o centenares de ellos, eso
está bien, pero si un par de cientos de miles de ellos vinieron y
generaron alboroto por toda la capital, entonces quién sabe qué
va a pasar.

La reina debatió por un momento y finalmente dijo: —Eso podría


no suceder. Si siguen las leyes y se mantienen a sí mismos,
entonces que vengan.

El rey se agitó.

—Como el rey de una nación, ¿cómo puedo arriesgarme en algo


que podría no suceder? Además, definitivamente no pueden
venir. Cuidar de unas cuantas personas más no es tan simple
como colocar un par de palillos más en la mesa. Hay muchas
complicaciones involucradas que no entiendes, así que deja de
hablar.

La reina tranquilizó: —Está bien, no hablemos más de esto. No


entiendo las cosas de las que hablas para empezar, de todos
modos. Ojalá nuestro hijo todavía estuviera aquí. Entonces al
menos podría ayudar a quitarte algo de carga.

El rey se burló.

— ¿Él? ¿Qué puede hacer él? Mientras él no me cause más


preocupaciones, eso ya es suficiente.

Ante la mención de Xie Lian, el rey pareció animarse de nuevo: —


Ese hijo tuyo, ya tiene diez y tantos años, pero fue criado como
una princesa. Incluso si lo supiera, no servirá de nada, solo le
agregará más problemas. Es mejor si se mantiene despreocupado
en el cielo sin saber nada. Déjalo hacer lo que quiere hacer. Ya
no es el príncipe heredero, no hay necesidad de que se preocupe
por los asuntos en el reino mortal. Déjalo volar al placer su
corazón.

Xie Lian escuchó en silencio mientras su padre se enfurecía con


creciente excitación. Con una sonrisa de complicidad en su rostro,
la reina le dio un codazo al rey: —Ahora le llamas princesa. ¿No
fuiste tú quien arruinó a nuestra princesa desde que era joven?
¿Y ahora quieres echarme la culpa a mí? Luego suspiró: —Ese
niño es bueno en todo, excepto en la casa. Antes, cuando
estudiaba en el Sagrado Pabellón Real, solo regresaba a visitar
una vez cada pocos meses. Ahora que ascendió, es aún más
difícil. No lo hemos visto una vez en tres años. Quién sabe cuándo
lo volveremos a ver.

Al oírla quejarse, el rey se hizo a un lado de Xie Lian.


— ¿Cómo podría una mujer saber algo? El sacerdote principal dijo
que esas eran las leyes del cielo, ¿cómo podemos tratarlo como
un mortal común? Si pides que tu hijo regrese, lo estarás
sobrecargando.

La reina se explicó apresuradamente a sí misma: —Sólo estoy


diciendo. No haré tales demandas cuando estemos frente a él.

—Luego ella murmuró para sí misma: —Tampoco es tan malo


mirar las estatuas; se parecen mucho a él, y las estatuas están en
todas partes.

Mientras los observaba durante tanto tiempo, Xie Lian sintió un


dolor en el corazón y un nudo en la garganta, haciendo que le
doliera tragar. No podía permanecer oculto por más tiempo, pero
tampoco podía revelarse a sí mismo. No fue porque temía romper
las leyes del cielo, sino que, incluso ahora, todavía no sabía qué
decir. En cuanto a la situación en Yong An, en este momento no
tenía ninguna solución. Si apareciera de repente, solo causaría
más agitación y estrés a sus padres.

Salió corriendo del palacio real. En el momento en que estuvo


afuera, Xie Lian tomó un par de respiraciones profundas, y fue
entonces cuando finalmente pudo calmarse. Reafirmó su corazón
y se recompuso, pensando que la acción era mejor que estar de
pie suspirando, lanzó un hechizo y se transformó en un joven
cultivador vestido de colores claros. Corrió por la capital,
buscando información y registró sus hallazgos. Atravesando todo,
después de un día completo de trabajo, finalmente obtuvo las
respuestas que quería.

De hecho, el nivel del agua en todos los lagos y ríos dentro de la


capital real de XianLe fue más bajo que en los años anteriores.
Cuando todavía estaba en el Sagrado Pabellón Real, había
algunas veces en las que se había escabullido de la montaña para
jugar. Mientras remaba alegremente su bote a lo largo del río más
grande que cruzaba el Reino de XianLe, el nivel del agua en ese
momento era solo un poco menos que el dique, pero ahora, había
caído varios metros. Además de eso, los residentes de la ciudad
dijeron que ha sido así por un tiempo; No fue algo que sucedió de
la noche a la mañana. Antes de esto, Xie Lian realmente no había
prestado mucha atención, pero ahora que lo había hecho, se
sorprendió al ver todas las señales de advertencia. Originalmente
había esperado que hubiera algún error en el informe de Mu Qing
y, por lo tanto, decidió venir y verlo por sí mismo. Pero ahora no
puede negar el hecho de que Mu Qing nunca lo había
decepcionado.

Una vez que se confirmó la situación, Xie Lian permaneció


solemnemente junto a la orilla del río, profundamente
contemplando. Los peatones pasaron detrás de vez en cuando,
algunos saludaron y sonrieron, otros miraron con curiosidad, pero
la mayoría se dedicó a ocuparse de sus propios asuntos. Pasó un
incalculable monto de tiempo y en silencio, las nubes se reunieron
desde el borde de los cielos; sonidos de repiqueteo llenaban los
alrededores. Había empezado a llover.

Numerosos peatones en la calle miraron hacia el cielo.

— ¡Qué mala suerte! Está lloviendo, ¡volvamos de prisa!

— ¡Sí! ¡Qué problemático!

Plip plop plip plop. Las gotas de lluvia golpeaban la cara y la ropa
de Xie Lian antes de que finalmente se diera cuenta de su entorno.

— ¿Está lloviendo?

Cuando la gente en la capital veía llover, dejaban todo para buscar


refugio. Poco saben cuántos morían en el otro lado de XianLe por
una tormenta como esta. Un grupo de personas con paraguas
pasó corriendo, y cuando vieron a Xie Lian, solo, empapado por
la lluvia, lo arrastraron y le hicieron señas: —Joven cultivador,
¿por qué no sale de esta lluvia? ¡Está cayéndo más fuerte!
Aturdido, Xie Lian los siguió y corrió a buscar refugio bajo un techo
largo. Poco después de que el grupo de personas se guardara las
sombrillas, se echaron a reír.

—Por suerte, vi que las nubes se reunían cuando salí hoy y agarré
un paraguas, ¡o de lo contrario me habría convertido en una rata
ahogada!

—Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que llovió. La


tormenta está muy atrasada, así que va a ser grande.

—Dios mío, ¡mira! ¡Realmente está bajando más fuerte! A este


ritmo, ¡se convertirá en un diluvio!

Las gotas de lluvia golpeaban el suelo, salpicando hacia afuera.


Esas personas hablaron con un acento tan familiar que Xie Lian
sintió profundamente que esta era su casa; Este era el lugar
donde nació y creció, y esos eran los ciudadanos que conocía.

A medida que la charla continuó, la lluvia se volvió un poco más


ligera. Algunas personas insistieron: — ¡Mientras aún esté ligero,
deberíamos apresurarnos y marcharnos! Inmediatamente
después, los hombres abrieron sus paraguas y salieron de debajo
del techo, uno tras otro, pero Xie Lian todavía estaba donde
estaba. Un par de ellos miraron hacia atrás y después de una
breve discusión entre ellos, uno se acercó y le entregó un
paraguas desgastado. Él ofreció cortésmente: —Joven cultivador,
¿no puede regresar a casa? Esta lluvia es bastante pesada, ¿por
qué no se lleva este paraguas?

Xie Lian salió de su ensueño: —Muchas gracias, pero ¿y usted?

Algunas personas en el grupo bajo la lluvia gritaron: —Todavía


tenemos un par de paraguas aquí bajo el cual podemos
apretarnos juntos. ¡Vamos vamos!
Urgido por sus compañeros, el hombre dejó el paraguas en la
mano de Xie Lian y regresó corriendo. Los sonidos de sus pasos
se desvanecieron lentamente en la distancia cuando Xie Lian se
quedó un rato más, sosteniendo el paraguas. De repente, sus ojos
vislumbraron un santuario discreto no muy lejos. Abrió su
paraguas y caminó hacia él bajo la lluvia. En una mirada más
cercana, los dos lados de las pequeñas puertas del altar se
escribieron con los versos, 'Cuerpo en abismo; Corazón en el
paraíso’. Resultaba que este era un santuario del príncipe
heredero.

Como se construyeron ocho mil templos en solo tres años, era


natural que no todos fueran tan extravagantes e impresionantes
como el del Monte TaiCang. Entre los santuarios, hubo bastantes
que fueron construidos por aficionados para llenar el número y
generar la emoción. No solo carecían de una Caja de Donaciones,
sino que tampoco tenían sacerdotes del santuario. Lo único que
tenían era una estatua de arcilla, un par de platos de ofrendas
colocados con frutas variadas y refrescos. Aquellos con
corazones bondadosos vendrían de vez en cuando a refrescar un
poco el lugar para que al menos pudiera pasar por un santuario
decente.

Bien escondido en un área como esta estaba un santuario del


Príncipe Heredero tan discreto. Sin intervenir, Xie Lian ya podía
distinguir lo que podría describirse como una estatua del Príncipe
Heredero encantadoramente cursi. Ropa exquisita, una cara
pálida y redonda con un tono ligeramente rosado y una sonrisa
tonta. La estatua parecía una gran muñeca. Si no fuera por tanto
en su mente, probablemente se habría reído en voz alta.

En los últimos tres años, Xie Lian había visto tres mil, si no cinco
mil estatuas del príncipe heredero. No había ninguno que se
pareciera exactamente a sí mismo, incluso el más similar aún
tenía siete puntos de diferencia. En cuanto al resto, eran
demasiado feos o demasiado hermosos. La mayoría de las
estatuas divinas de la mayoría de los otros oficiales celestiales
eran demasiado feas, y sin embargo, Xie Lian era exactamente lo
contrario. Había algunos que eran hermosos más allá del
reconocimiento y hasta el punto en que él mismo se sentía
avergonzado. Para empezar, no le dio una buena mirada a esta
estatua de arcilla, sus ojos la habían pasado por alto rápidamente,
pero inesperadamente, un borrón blanco como la nieve atrajo su
atención.

Agarrada en la mano izquierda de la estatua de arcilla del Príncipe


Heredero, hecha crudamente, había una flor, blanca como la
nieve.

Los pétalos de perla blanca, con rocío de cristal que se aferraba


a ella, parecían más allá de lo delicado. Uno podría percibir
débilmente una pizca de su fragancia flotando en el aire,
encantadora y entrañable. La pose característica de la estatua del
Príncipe Heredero era: Espada en una mano; Flor en la Otra.
Dicha flor que se sostuvo en la mano izquierda sería, por
supuesto, una flor de oro finamente elaborada, una flor de gemas,
una flor de jade. Sin embargo, esta fue la primera vez que Xie Lian
había visto una flor real en la mano de su estatua, y no pudo evitar
inclinarse hacia delante para ver mejor.

Después de un examen detallado, descubrió que la estatua del


Príncipe Heredero probablemente había sostenido una flor de
arcilla de vez en cuando. Ya sea si se debió a las malas
habilidades del escultor o si alguien lo había escogido
intencionalmente como una forma de broma, solo quedaba un
pequeño agujero en el puño izquierdo. Esa pequeña flor blanca
se colocó en este agujero. Si había una persona que había
escogido especialmente una flor para llenar el espacio vacío
dentro de esta estatua, entonces esa persona era
verdaderamente bondadosa.

Los pensamientos de Xie Lian se detuvieron cuando escuchó una


serie de pasos apresurados. No miró hacia atrás de inmediato,
sino que escondió su forma. Con el paraguas en la mano, saltó
ligeramente sobre el altar y luego se dio la vuelta para mirar hacia
abajo. Dentro de la niebla gris de la lluvia, un chico joven irrumpió.

Este chico no tenía más de doce o trece años. Su ropa manchada


de tierra y remendada estaba empapada de pies a cabeza, y su
cara estaba cubierta por vendajes sucios. Su puño derecho
estaba aferrado fuertemente a su izquierda, como si protegiera
algo importante. Solo después de haber entrado en el santuario,
finalmente soltó sus manos.

Una pequeña flor, tan blanca como la nieve, estaba sentada en


sus palmas.
Capítulo 73: Encontrarte en el reino mortal; encontrar flores bajo la lluvia (parte
dos)

Xie Lian hizo un pequeño sonido como si acabara de recordar algo


en el fondo de su mente.

El rostro que estaba envuelto bajo las capas de vendajes le


recordaba inevitablemente al niño que había conocido hacía tres
años. Sin embargo, no estaba completamente seguro. Hablando
de forma pesimista, ¿podría ese niño seguir vivo tres años
después de escapar del Monte TaiCang?

En ese momento, el joven se adelantó. Se levantó con los dedos


saltones y cambió la flor de la estatua de arcilla con la que tenía
en las manos. Desde lo alto del altar, Xie Lian podía verlo tan claro
como el día. Los pétalos de esta nueva flor estaban más llenos y
aún más delicados. Contenía el doble de gotas de rocío y, debido
a la fuerte fragancia, uno podía estar seguro de que estaba recién
recogida. ¿Podría ser que la única razón por la que este niño visitó
un santuario discreto como este todos los días fue simplemente
para reemplazar la flor por una más fresca?

Además, después de ofrecer la flor, el joven se paró frente a la


estatua del Príncipe de arcilla. A diferencia de los otros que
obstinadamente querían arrodillarse, él entrelazó sus dedos y
silenciosamente hizo una oración mientras estaba de pie. En
realidad había seguido los deseos de Xie Lian.

Habían pasado tres años. Entre todos los seguidores de Xie Lian
que habían orado, había funcionarios, nobles, nombres que
viajaban por esta tierra y talentos que incluso impresionarían el
cielo. Sin embargo, el que Xie Lian sintió que era el más sincero
era en realidad este niño que parecía tener apenas más de trece
años. Además, es un niño que probablemente fue expulsado de
esos templos dorados más elegantes simplemente por su ropa
remendada, y que solo podía venir a este tipo de santuario
destartalado y descuidado para ofrecer sus oraciones.

Verdaderamente un sentimiento indescriptible.

En ese momento, más sonidos de pasos húmedos vinieron desde


fuera del santuario. Un grupo de niños con paraguas pasaron
precipitadamente. Al principio, Xie Lian pensó que solo estaban
pasando, pero inesperadamente, volvieron a dar vueltas.
Actuando como si descubrieran algo extraordinario, un niño
aplaudió: —Wow, wow. ¡El monstruo feo fue expulsado de nuevo!

A pesar de que el grupo de niños y el niño en el templo tenían


aproximadamente la misma edad, cada uno de ellos era más alto
que él y parecía que sus padres los habían alimentado bien.
Probablemente se acercaban las vacaciones ya que todos ellos
estaban vestidos con ropa nueva y zapatos nuevos. Mientras
chapoteaban juguetonamente en los charcos junto a la entrada
del santuario, sus sonrisas inocentes estaban llenas de vida y
carecían de cualquier mala intención. Era como si realmente no
entendieran que, monstruo feo, eran palabras horribles y no
pensaban que sus propias palabras serían hirientes.
Probablemente habían pensado que era gracioso. El niño apretó
su puño, pero su puño era tan pequeño que no era para nada
amenazador. Los niños que estaban junto a la puerta bromearon:
—Oye, monstruo feo, ¿estás durmiendo en el santuario de nuevo
esta noche? ¡Mejor cuídate, esa madre tuya te sacará la mierda
cuando llegues a casa!

Xie Lian frunció el ceño. Debajo de las vendas envueltas, el único


ojo del niño brilló de ira, levantó los puños y gritó: — ¡No tengo un
hogar! ¡No tengo una mamá! ¡Ella no es mi mamá! ¡Vete! ¡Vete!
¡Sigue hablando y te sacaré la mierda!

Sin embargo, al grupo de niños no les podía importar menos.


Sacaron la lengua y desafiaron: — ¿Te atreves? Cuidado,
podríamos contárselo nuevamente a tu papá y dejar que te
enseñe una lección.

Algunos levantaron las cejas y se burlaron.

—Oh, claro, no tienes una madre, porque tu madre no te quería.


No tienes un hogar porque tu familia no quiere tener nada que ver
contigo. Por eso solo puedes dormir en este lamentable
santuario...

El joven no pudo soportarlo más. Con un fuerte grito, se lanzó


hacia ellos.

Para ser un niño tan escuálido, sí que podría lanzar un golpe. El


fuerte grito casi había enviado a un par de niños a correr con
miedo, pero el niño que originalmente había comenzado la pelea
se mantuvo firme.

— ¡¿A qué hay que temer?! ¡Tenemos más personas! —Al


escuchar eso, los que querían huir regresaron y se unieron a la
pelea, tirando de las manos y los pies del niño. Xie Lian finalmente
no pudo soportarlo más. Con un gesto de su mano, una fuerza
invisible salió disparada de la nada y separó a los niños.
Inmediatamente después, una poderosa ola de charco de agua
voló desde el suelo y derribó al grupo de niños.

Al final, todavía eran niños. Después de caer al suelo sin saber


por qué y obtener toda una bocanada de agua fangosa, sus
nuevas ropas estaban completamente empapadas. Ahora que se
volvieron aún más sucios y feos que el niño del que se burlaban,
las risas felices de antes fueron reemplazadas por fuertes
lamentos. Se levantaron del suelo y salieron corriendo,
resoplando con paraguas en sus manos.

Xie Lian negó con la cabeza en decepción. Como un buen dios


marcial cuyo trabajo era alejar a los demonios malignos y traer
protección y paz, esta fue la primera vez que se enredó en este
tipo de disputa juvenil. A pesar de que había ahuyentado a los
malhechores, no se sentía realizado en absoluto. Su mirada volvió
al joven chico.

Durante ese caos, las vendas en la cabeza del niño fueron


arrancadas a medio camino. La mitad de la cara revelada estaba
hinchada con moretones azules y púrpuras. Era obvio que estos
no fueron causados por la pelea en este momento. Antes de que
Xie Lian pudiera verlo mejor, el chico ya había vuelto a envolver
sus vendas sin decir una palabra. Se sentó a los pies de la estatua
de barro y se abrazó las rodillas.

Xie Lian originalmente había querido venir a este santuario del


Príncipe heredero a pensar. Había planeado convocar a Feng
Xing y Mu Qing para discutir un asunto importante, pero el niño
con el que inesperadamente se había topado había llamado su
atención. Envió una convocatoria, se agachó junto al niño y lo
miró. No mucho después, un ruido sordo vino del estómago del
niño. El plato de ofrendas todavía tenía un par de frutas y dulces.
Aunque se veían secos y probablemente no sabrían tan bien, eran
mejor que nada. Xie Lian escogió una y la arrojó ligeramente hacia
el cuerpo del niño.

Habiendo sido golpeado por la fruta, el joven inmediatamente


envolvió sus brazos alrededor de su cabeza y se acurrucó a la
defensiva como si lo que lo golpeó era una roca y fuera seguido
por más. Después de un rato, finalmente miró a su alrededor y se
dio cuenta de que era solo una fruta y que no había nadie cerca.
Vacilante, recogió la fruta, la limpió dos veces con su ropa y la
devolvió al plato de ofrenda. Resulta que preferiría soportar el
hambre que comerse las ofrendas en el plato.

Después de eso, caminó hacia la puerta, miró el fuerte aguacero


fuera del santuario como si debatir si aventurarse a buscar
comida. Sin embargo, la lluvia caía demasiado fuerte. Como no
quería empaparse de nuevo, caminó de regreso y se acurrucó en
el suelo junto a los pies de la estatua de arcilla.
En ese momento, Feng Xing y Mu Qing llegaron después de
recibir la llamada. Los dos salieron de detrás del altar. Feng Xing
con tristeza dijo: —Su alteza, ¿cómo encontraste un pequeño
santuario del Príncipe heredero? ¿Por qué enviaste una llamada
desde aquí? —Cuando miró hacia abajo, de repente notó una
figura acurrucada en el suelo que casi podía pisotear sin saberlo,
y soltó: — ¡¿Qué demonios está haciendo este niño aquí?!

Mu Qing también miró hacia abajo, miró detenidamente e


inmediatamente preguntó: —Su alteza, ¿es este el niño que huyó
del monte TaiCang hace tres años?

Xie Lian negó con la cabeza: —No estoy seguro. No sabía cómo
se llamaba ni cómo se veía.

Cuando los tres rodearon al desprevenido niño y conversaron, el


chico en el suelo se movió. Mientras se limpiaba la cara, se dio
cuenta de que había sangre corriendo por su nariz y la comisura
de su boca. Al ver esto, Xie Lian sintió que no podía simplemente
no hacer nada y dijo: —Deja que este niño se vaya primero. Se
está haciendo de noche. Este santuario no es un buen lugar para
pasar la noche.

— ¿Podría ser que él no tiene a dónde ir? Si ese es el caso,


entonces me temo que este es el único lugar donde él podría
pasar la noche —dijo Feng Xin.

—Él tiene un hogar, aunque la situación en el hogar podría no ser


excelente. —Xie Lian dijo: —Aun así, este santuario no es mejor.
Si se va, podemos encontrar algo para que coma. Este niño
también está herido.

Mu Qing dijo: —Su alteza, disculpe mi franqueza, pero no


tenemos tiempo para molestarnos con estas cosas menores.
¿Nos llamaste aquí porque tomaste una decisión?
De todos los oficiales celestiales que residían en el Tribunal
Superior, nunca hubo uno que aceptara cada oración de todos sus
devotos. Con innumerables seguidores, si uno cuidara de cada
uno de ellos, sería agotador. Es por eso que a veces, ignoraban
esos deseos menores y menos impactantes y fingían que no
escuchaban para disminuir la carga de trabajo. Tal vez era debido
a la corta edad de Xie Lian, con un cuerpo lleno de energía y
pasión, que aún no había aprendido cómo priorizar
adecuadamente y resolver esas cosas. Después de pensarlo un
poco, caminó hacia la entrada del pequeño santuario mientras
llevaba el paraguas que le habían regalado antes los peatones de
la calle.

Xie Lian abrió lentamente el paraguas. Las gotas de lluvia


cayendo sobre él, creando un sonido de golpeteo. En el suelo, el
joven oyó el ruido y pensó que alguien había entrado y cambió de
posición ligeramente. Pero después de pensar que nadie se
molestaría realmente con él, volvió a recostarse. Xie Lian colocó
el paraguas abierto en la entrada. El joven chico había esperado
a que el sonido desapareciera, pero cuando no lo hizo, se levantó
con sospecha para echar un vistazo. Cuando vio una sombrilla
roja apoyada en el suelo bajo la lluvia como una solitaria flor
carmesí que había florecido por sí misma, se congeló de sorpresa.

Al ver al niño correr hacia adelante para agarrar el paraguas, Mu


Qing dijo: —Su alteza, has hecho más que suficiente aquí. Si eres
demasiado obvio y se entera, sería problemático.

Antes de que Xie Lian pudiera responder, el joven corrió y gritó


detrás de ellos.

— ¡Alteza!

Los tres dioses casi saltaron de sorpresa y se dieron la vuelta. Ese


niño, sosteniendo el paraguas en sus brazos, tenía un ojo rojo y
lleno de emociones. Levantó la cabeza y gritó a la estatua de
arcilla: — ¡Alteza! ¡¿Es usted?!
Feng Xin no sabía que Xie Lian ayudó al niño a ahuyentar al otro
grupo de niños e incluso le había arrojado una fruta antes de esto.
Reflexionó: —Este chico es bastante listo, en realidad lo
descubrió.

Mu Qing, por otro lado, sospechaba que algo había sucedido


antes y miró a Xie Lian.

El niño le rogó: —Si estás aquí, por favor, responde a mi pregunta.

Desde su lugar en lo alto del altar, Xie Lian escucharía


innumerables súplicas de por favor, comparece ante mí, todos los
días. Cuando un sonido se vuelve repetitivo, adormece el oído y
eventualmente se desvanece en el fondo. Aun así, cada vez que
escucha una voz como esta, no podía evitar dejar caer el asunto
a la mano y levantar las orejas. Desde su lado, Mu Qing advirtió:
—Su alteza, simplemente déjelo así.

Xie Lian no habló. El joven agarró el paraguas con ambas manos,


apretando los dientes.

— ¡Estoy sufriendo! Todos los días, me gustaría morir. Todos los


días, quiero matar a todos en este mundo y luego suicidarme.
¡Estoy viviendo en agonía!

De un niño que no podía tener más de trece años, gritar palabras


como; sufrimiento y acabar con todos, sonaba casi ridículo y
risible. Sin embargo, escondido dentro de este diminuto cuerpo
había algo explosivo; Algo que alimentaba su rabia y su rugido.

Feng Xing se burló.

— ¿Qué pasa con él? Matar a todos en este mundo, ¿es algo que
un niño puede decir?
Mu Qing dijo rotundamente: —Todavía es joven. Cuando crezca,
sabrá que lo que experimenta ahora no es mucho. —Después de
una pausa, miró a Xie Lian—. Hay demasiados sufrimientos en
este mundo. Tome la sequía de Yong An por ejemplo, nombre a
un ciudadano Yong An que lo tenga mejor que él. No hay
necesidad de molestarse con esto, su alteza. Centrémonos en
nuestras prioridades.

Xie Lian dijo suavemente: —Quizá.

Para otro, el sufrimiento de uno probablemente solo parecía un


problema trivial.

El chico todavía miraba hacia la estatua. Su ojo se estaba


volviendo aún más rojo, pero no había lágrimas. Con el paraguas
en una mano, extendió la otra mano y tiró de la túnica de la estatua
de arcilla, insistió: — ¿Para qué debo vivir en este mundo? ¿Qué
significa vivir?

Sin embargo, sus preguntas fueron respondidas por el silencio, ni


un alma le daba respuestas. Parecía que el joven lo había
esperado y, lentamente, dejó caer su cabeza.

Para su sorpresa, de repente, una voz desde arriba rompió el


silencio mortal: —Si ya no sabes cómo seguir viviendo, vive para
mí.

Junto a Xie Lian, tanto Feng Xin como Mu Qing no esperaban que
respondiera, ¡y esa respuesta también! Sus ojos se abrieron.

— ¡¿Alteza?!

La cabeza del joven se levantó pero no había nadie allí. Solo una
voz suave y gentil vino de esa estatua de arcilla: —No tengo
respuesta a la pregunta que hiciste. Sin embargo, si no sabes el
significado de tu vida, entonces hazme ese significado y úsame
como la razón para vivir.
Las caras de Feng Xing y Mu Qing se veían como si estuvieran a
punto de estallar, y ambos extendieron sus manos para sofocar la
boca de Xie Lian, balbuceando: — ¡No más, alteza! ¡Estás
violando las reglas! ¡¡Las normas!!

Pero antes de que pudieran cubrir completamente su boca, Xie


Lian logró gritar: — ¡Gracias por tu flor! Es hermosa, ¡me gusta
mucho!
Capítulo 74: Orando para que llueva; la Señora de la Lluvia entrega un sombrero de
lluvia

Ese joven estaba completamente aturdido.

Mientras tanto, Feng Xin y Mu Qing deseaban poder crecer varios


brazos y piernas más para sofocar a Xie LIan, y con gran
dificultad, finalmente lo derribaron. Sin embargo, Xie Lian los
apartó sin esfuerzo y dijo: — ¡De acuerdo! ¡He terminado! Sé que
violé las reglas, pero solo finjan que no han escuchado nada y
todo estará bien. Mientras ustedes no digan nada, nadie lo sabrá.
Solo esta vez. No digan nada, ¿me oyen?

Mu Qing parecía como si se vio obligado a comer un calcetín y


negó con la cabeza, murmurando: —No puedo creer que... digas
algo así como, vive para mí con tanta confianza, realmente eres...

Xie Lian no creyó que lo que dijo fuera mucho, pero al escuchar a
Mu Qing, ahora sonaba como si fuera algo extraño y se sonrojó
con un color rojo brillante. Feng Xin inmediatamente frunció el
ceño.

—Suficiente. Su alteza ya dijo que no hablaras de eso, entonces


¿por qué sigues hablando de eso? —Sin embargo, las comisuras
de sus labios estaban torcidas. Xie Lian no pudo soportarlo más y
se defendió a sí mismo: —Qué, qué. ¡Lo que dije claramente
funcionó! ¡Mira!

Ese joven se quedó aturdido durante un largo rato, pero cuando


no llegó más la voz de Xie Lian, se frotó la cara con fuerza,
alcanzó los platos de ofrenda del altar, lo sostuvo en sus brazos y
comenzó a masticar las frutas secas y refrescos. Masticó y
masticó vigorosamente, pareciendo un animal pequeño, vicioso y
lamentable. Xie Lian se agachó para verlo, una sonrisa apareció
en su rostro y dijo a los otros dos: — ¿Ven? Funcionó. Se negó a
comer antes, pero ahora está comiendo.

—Está bien, está bien. Funciona. Porque eres un dios —dijo Mu


Qing.

—Bien, bien. Funciona. Porque eres un dios —dijo Feng Xin


también.

—...

Xie Lian se enderezó y se puso serio una vez más: —Así es, soy
un dios. Los llamé a los dos porque de hecho he tomado una
decisión.

En un instante, el ambiente relajado se volvió pesado otra vez.

— ¿Qué quieres que hagamos? —Preguntó Feng Xin, mientras


que Mu Qing preguntó: — ¿Todavía nos importa este asunto?

—Nos importa. Es simple. Xie Lian dijo: —No hay suficiente agua
en el Reino de XianLe, por lo que vamos a ir a los reinos fuera de
XianLe. .

— ¿Ir a los otros reinos? —Mu Qing preguntó, vacilante. — ¿No


sería eso demasiado lejos? Necesitaríamos tomar prestados
dispositivos espirituales de creación de agua de algún dios del
agua e imponernos en los territorios de otros oficiales celestiales.
Puede que no estén dispuestos.

Por supuesto, Xie Lian había considerado esto: —Voy a darle una
oportunidad. Todavía es mejor que no hacer nada. Ustedes dos
permanezcan y continúen vigilando a Yong An. Asistan a las
zonas más afectadas y regresaré a la Corte Celestial. ¿Algún
problema?

—No hay problemas. Te apoyaré —dijo Feng Xin.


Mu Qing lo pensó y preguntó: —Entonces, ¿qué hay de todas las
oraciones de los devotos en el Templo del Príncipe Heredero, su
alteza?

—Iba a llegar a eso. Xie Lian respondió: —Escoge los más


importantes y asístelas por mí. Las que no son tan terribles
pueden esperar.

Mu Qing no parecía demasiado optimista, pero aun así dijo: —Tú


eres el príncipe heredero, te escucharemos. Pero, aconsejaría no
dejar que esperen demasiado.

Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros. Feng Xin y Mu


Qing hicieron una reverencia y luego se fueron, dejando solo a Xie
Lian y ese niño en ese pequeño santuario. Xie Lian salió del
santuario, echó un vistazo hacia atrás, pero no se quedó ni un
momento más, corriendo hacia la Corte Celestial.

Inicialmente, iba a visitar a los pocos oficiales celestiales que


controlaban el agua, pero, extrañamente, algunos de ellos
estaban lejos de la Corte Celestial, y solo era contactable la
Señora de la Lluvia, que no residía en los cielos. Xie Lian corría
por las calles de la corte y se topó con una oficial vestida de negro
con una serie de pergaminos en sus brazos. Ella sonrió.

—Su alteza, finalmente ha regresado.

Xie Lian preguntó de inmediato: —Nangong, has llegado justo a


tiempo. ¿Sabes dónde se encuentra la residencia de la Señora de
la Lluvia?

Esta mujer vestida de negro fue nombrada Nangong Jie, una


oficial de literatura de bajo rango de la Corte Media. Después de
que Xie Lian hubiera ascendido, gran parte del trabajo duro y los
recados fueron atendidos por ella. Este individuo estaba bien
informado de las noticias y manejaba bien los asuntos, por lo que
Xie Lian pensaba bien en ella.

—El nuevo palacio de la Señora de la Lluvia aún no ha terminado


de construirse, por lo que la residencia actual se encuentra
temporalmente en el Reino de Yushi en el Sur —dijo Nangong Jie.
Ella le dio la dirección de la residencia la Señora de la Lluvia y
luego agregó: — ¿Por qué estás buscando a la Señora de la
Lluvia?

—Para un asunto urgente. Gracias por su ayuda. —Xie Lian dijo


que estaba a punto de irse, pero se volvió y se aclaró la garganta,
sonando avergonzado. —Nangong, estás más familiarizado con
los oficiales celestiales de la Corte Superior. ¿Puedes decirme si
a la Señora de la Lluvia... le gusta algo?

Por lo general, cuando un oficial celestial recién nombrado


ascendía, los inteligentes hacían una visita a todos los palacios
de cada oficial y los saludaban con regalos como una forma de
saludo social. Esto era prácticamente una regla tácita, pero Xie
Lian ascendió demasiado repentinamente, y cuando llegó por
primera vez nadie le enseñó. Fue solo después que el Sacerdote
Principal le recordó, pero para entonces ya era demasiado tarde,
y las cosas se volverían torpes. Además, algo como esto se
parecía mucho al soborno, y como príncipe heredero, Xie Lian no
apreciaba la práctica, por lo que al final decidió hacer las cosas
de manera natural, con la esperanza de tener la oportunidad de
establecer relaciones con los demás oficiales a través de medios
más genuinos.

Era un acto admirable, pero ahora intentaba hacer lo contrario y


preguntado de manera proactiva por lo que le gustaría a un oficial
celestial, sonaba bastante obvio que estaba a punto de sobornar
a alguien. Sin embargo, no tenía otra opción. Los otros dioses que
residían en la Corte Celestial se comunicaban al menos a través
de la red de comunicación espiritual, y eso haría que la
negociación fuera mucho más fácil. La Señora de la Lluvia no
participó en ninguna de estas interacciones, por lo que, para una
primera visita, Xie Lian no quería que la gente malinterpretara que
tomaría prestados dispositivos espirituales para nada.

Nangong Jie entendió de inmediato.

—Lamentablemente me temo que no puedo ayudar a su alteza en


esto. La Señora de la Lluvia es bastante discreta, y no solo yo,
pero probablemente no hay nadie en todo el reino celestial que
conozca los intereses personales de esta Señora. Lo siento.

Xie Lian se enrojeció: —No te preocupes, no te lo tomes en serio.


Gracias.

Nangong Jie agregó: —Pero, si mi señor tiene algo que ver con el
asunto, no es malo hacer una visita directa. Por el temperamento
de la Señora de la Lluvia, es muy probable que todavía sea
recibido.

Xie Lian le dio las gracias de nuevo, y siguió su dirección hacia el


sur, llegando a la residencia temporal de la Señora de la Lluvia.

Era un pueblo pequeño, las montañas verdes y las aguas claras,


una tierra de paisajes pintorescos, pero a Xie Lian no le importaba
apreciarlo. Cruzó las crestas de los campos y finalmente vio una
pizarra de piedra con la palabra: Lluvia, grabada en ella. Esto
significa que, después de pasar la pizarra de piedra, sería el
dominio temporal de la Señora de la Lluvia, y aquellos que
trabajen en el interior deberían ser todos subordinados de la
Señora de la Lluvia. Pero mientras Xie Lian caminaba, solo había
exuberantes campos verdes alrededor. En los campos había
bueyes mugiendo, molinos que giraban, agricultores asiduos que
sembraban arroz, y junto a los campos había una casita de paja
pequeña y torcida. No había ni rastro ni signos de divinidad, y Xie
Lian se preguntó si había ido en la dirección equivocada. ¿No era
esto solo una aldea empobrecida y pequeña?
Mientras dudaba de sí mismo, un buey negro de un campo más
lejano mugir repentinamente dos veces, retrocedió sobre sus
patas traseras, estiró las patas delanteras y se ayudó a quitar el
arado de su espalda. Ese cuerpo fuerte y sólido se estrechó, ese
largo hocico de bueyes se encogió, y en un abrir y cerrar de ojos,
se había transformado en un granjero de un peludo buey negro.

Ese granjero era alto y fuerte, sus músculos bien definidos, su


expresión terca y su nariz tenía un anillo de nariz de acero
enganchado como el de un buey, una hierba larga que colgaba de
sus labios. Los otros agricultores fueron testigos de esta
extraordinaria transformación, pero continuaron trabajando como
si no fuera nada. Por lo tanto, Xie Lian llegó a la conclusión de que
allí no había ningún mortal y se acercó, alzando las manos y
juntándolas en un puño educado: —Compañero cultivator,
¿puedo preguntar si esta es la residencia temporal de la Señora
de la Lluvia?

Ese granjero de buey negro señaló el campo y respondió: —Sí.


La Señora de la Lluvia vive allí.

—...

Xie Lian miró a su alrededor varias veces antes de confirmar que,


en la dirección puntiaguda, solo existía esa casita de paja que
parecía que se derrumbaría con una simple brisa y seguramente
se filtraría en un día lluvioso.

Incluso sus santuarios más lamentables y decrépitos parecían


más sólidos que esa casita. Xie Lian estaba maravillado. Dijeron
que la Señora de la Lluvia era de un descendiente real como él
del Reino de Yushi, y fue por esta razón que no trajo gemas
preciosas ni tesoros raros como regalo de bienvenida, pensando
que tal vez la Señora de la Lluvia sintía lo mismo que él con
respecto a esas cosas, que era desdén. ¿Por qué tal destitución
después de la ascensión? ¿Tal vez era otra forma de cultivo?
Sin olvidar sus modales, Xie Lian agradeció al granjero y se
acercó a la casita, gritando con voz clara: —Señora de la Lluvia,
perdone al Príncipe de XianLe por hacer esta visita abrupta sin
previo aviso.

No hubo respuesta desde el interior de la cabaña, y el granjero se


adelantó, arrastrando el arado.

— ¿Oh? ¿Es el príncipe heredero que ascendió a la edad de


diecisiete años?

—Lamentablemente —dijo Xie Lian.

—No es nada lamentable. Es la verdad. Ese granjero dijo: —Pero


la Señora de la Lluvia no le gusta hablar con gente e incluso fue
herida recientemente, así que me temo que no será recibido hoy.

Al escuchar esto, Xie Lian se sintió decepcionado, pero todavía


quería seguir intentando.

— ¿Entonces puedo pedirle que le pase un mensaje? Tengo una


petición urgente. Sin embargo, si la Señora de la Lluvia se siente
incómoda por eso, no voy a presionar.

Ese granjero se rio entre dientes: —No hay necesidad de


transmitir palabra, todos sabemos por qué está aquí. Se siente
mal, ¿verdad? Al no tener agua en XianLe.

Xie Lian se sorprendió: — ¿Conoce los asuntos de XianLe?

—Por supuesto que lo sé. Ese granjero dijo: —No solo somos
nosotros aquí en este barranco de montaña de mala calidad, en
este momento, ¿quién no sabe que la catástrofe está a punto de
ocurrir en su Reino de XianLe? No sabe nada sobre sus propios
asuntos, pero todos los demás que están observando entienden
lo que está pasando mejor que usted y probablemente todos estén
disfrutando del espectáculo, jaja. Está aquí para pedir prestado el
dispositivo espiritual de la Señora de la Lluvia para ayudar en
desastres, ¿verdad?

Esas fueron palabras esclarecedoras. Fue entonces cuando se


dio cuenta Xie Lian, no era que esos oficiales celestiales en el
Tribunal Superior se habían ido al mismo tiempo, todos habían
sabido cuáles eran sus intenciones, y cerraron sus puertas a
propósito o se fueron hace mucho tiempo para evitarlo, no
queriendo ser arrastrados en su lío. Suspiró, pensando: —
¿Debería haberle hecho una visita a los palacios de todos al
principio para que fuera más fácil encontrar cooperación entre mis
compañeros en el futuro?

Era un pensamiento deprimente. Él respondió en voz baja: —Eso


es correcto. Si es un inconveniente para la Señora de la Lluvia, no
seré molesto.

Sin embargo, ese granjero dijo: — ¿Por qué no molestarse?


¿Porque es vergonzoso? Esto se relaciona con la supervivencia
de tu reino, ¿no deberías causar problemas y molestarnos hasta
la muerte? ¿Es tan difícil rogar un poco? Los jóvenes no deberían
sentirse tan fácilmente fastidiados. Permítanme decir algo
desagradable: si la Señora de la Lluvia lo ayuda, es un relato de
bondad; si no, es un deber. Prestarle el dispositivo se basaría en
el estado de ánimo, si no se lo presta, no puede quejarse después
de eso tampoco.

Xie Lian sabía que lo que decía tenía sentido, pero con una
situación tan grave a la mano más su tono hostil, una ola de ira se
alzó y sostuvo su cabeza más alta, sonando grave: —Entiendo
todo lo que dice, y nunca me quejaría a las espaldas de nadie,
entonces, ¿por qué debe predeterminar cómo soy? Dije que no
seré molesto simplemente porque no quiero hacer nada inútil y al
mismo tiempo causar problemas para la Señora de la Lluvia. Pero
si la Señora de la Lluvia no se siente incómoda y puedo tomar
prestado el dispositivo espiritual a costa que yo sea una molestia,
entonces no sería nada para mí ofrecer los ocho mil templos y
hacer la reverencia cien veces.

Ese granjero se rió a carcajadas.

— ¿Molesto? Temperamento de un niño. ¡Tome!

Hizo un tiro; Xie Lian levantó la mano y cogió un verde sombrero


de bambú, el mismo que el granjero tenía en la espalda.

— ¿Qué es esto? —Preguntó Xie Lian.

—Esa cosa que quería pedir prestado. Ese granjero dijo: —La
Señora de la Lluvia ya me había pedido que le pasara esto antes
de que viniera. Úselo con cuidado. Si lo rompe, no le
perdonaremos.

Los ojos de Xie Lian se ensancharon.

— ¿Por qué?

— ¿No te dije ya por qué? El granjero dijo: —Prestarlo se basó en


el estado de ánimo. Otros funcionarios celestiales no te ayudarán,
así que la Señora de la Lluvia solo tuvo que ayudarte. Lo que sea
que la Señora de la Lluvia quiera hacer, se hará.

— ¡MUCHAS GRACIAS! ¡GRACIAS! —Xie Lian lloró.

Ese granjero agregó: —No seas tan feliz tan pronto, su alteza. La
Señora de la Lluvia puede haber ascendido antes de ti, pero no
hay tantos devotos, por lo tanto, no tan poderosa como tú, y
además hay lesiones recientes. Aparte de prestarte esa cosa, el
resto depende de ti. Las aguas distantes no pueden apagar la sed
cercana; Ese Sombrero de la Señora de la Lluvia solo puede
mover la lluvia pero no crear agua. No hay suficiente agua en su
XianLe, por lo que debe pedir prestado a otros reinos, y es posible
que no estén dispuestos. Solo el Reino de Yushi tiene una
colección abundante a lo largo de los años, y bastante rico en ese
aspecto.

Para Xie Lian estaba más que claro lo difícil que era prestar tu
propio dispositivo espiritual a un extraño. Se inclinó
profundamente ante esa casa de campo con techo de paja.

—Que la Señora de la Lluvia me ayude, estoy profundamente


agradecido. No olvidaré esta amabilidad; Si hay algo que pueda
hacer para ayudar en el futuro, pídale a la Señora de la Lluvia que
no dude en preguntar por mí. ¡Adiós!

Con el dispositivo espiritual en la mano, Xie Lian inmediatamente


encontró un lago en el sur, roció una gran cantidad de agua del
lago con el Sobrero de la Señora de la Lluvia, cruzó miles de millas
y regresó a Yong An en XianLe. Encontró el pueblo más afectado,
la Bahía de Lang Er, y se voltió el sombrero de bambú desde las
nubes.

Poco después, una pequeña lluvia cayó del cielo. Xie Lian saltó
de las nubes, aterrizando ambos pies en el suelo. Esos aldeanos
medio muertos no podían creer lo que veían; algunos salieron
corriendo de sus puertas para aplaudir bajo la lluvia, y otros
sacaron apresuradamente cubos de diferentes tamaños para
recoger el agua.

Al ver esto, Xie Lian suspiró aliviado y finalmente reveló una


sonrisa. En ese momento, escuchó una voz que gritaba desde
lejos.

— ¡Alteza!

Volvió la cabeza y vio a Mu Qing aparecer detrás de un árbol, con


el rostro oscuro. Al ver su expresión sombría, Xie Lian sabía que
algo estaba mal.
— ¿Qué es? ¿Paso algo?
Capítulo 75: Cerrando las puertas de la capital; impedida la supervivencia de Yong
An (parte uno)

—Su alteza, ¿qué le tomó tantos días? —Preguntó Mu Qing.

Xie Lian se sorprendió: — ¿Me fui por mucho tiempo?

Viajando por todo el mundo, a través de los cielos y la tierra,


recogiendo el agua del lago, montando nubes y haciendo lluvia,
todo sin cuidado durante el día o la noche, Xie Lian no se había
dado cuenta de cuánto tiempo había pasado.

— ¡Han pasado varios días! —Dijo Mu Qing. —Las oraciones de


todos los devotos en el Templo del Príncipe Heredero se han
acumulado en una montaña.

En ese momento, Xie Lian sintió que la lluvia se desvanecía y


extendió una mano.

— ¿No les dije a los dos que primero se encargaran de los


importantes?

—Todos los que podemos cuidar han sido ordenados. —Mu Qing
respondió: —Pero... Pero hay demasiadas oraciones para las que
no tenemos el derecho de asumir el control. Es por eso que le pedí
a su alteza que no permitiera que esperaran demasiado tiempo y
se apresurara a regresar.

Cuando terminó, la lluvia paró al mismo tiempo. Este golpe de


lluvia duró mucho menos de lo que Xie Lian había esperado, y
sintió que su corazón se hundía. Mientras las nubes se
dispersaban, un verde sombrero de bambú revoloteaba hacia
abajo, y Xie Lian lo atrapó con ambas manos.

—Pero ves esta situación? Yo tampoco puedo escapar.


Mu Qing frunció el ceño: —Su alteza, ¿pudo tomar prestado el
dispositivo espiritual de la Señora de la Lluvia? ¿De dónde vino el
agua?

—El Reino de Yushi desde el sur —respondió Xie Lian.

— ¿Tan lejos? Mu Qing dijo: — ¿Cuánta energía consumiste para


mover el agua por una sola vez? Y si cada período de lluvia es tan
pequeño en tamaño y cantidad, si sigues así, ¿cómo lograrás
responder a las oraciones de tus seguidores?

Incluso sin que él lo dijera en voz alta, Xie Lian lo sabía. Él es un


dios marcial, y los devotos del Templo del Príncipe Heredero
fueron su fundamento, la fuente de sus poderes espirituales. Lo
que estaba haciendo no era diferente a abandonar su base, y si
no tenía cuidado, ambas partes sufrirían. Pero, ¿qué otra cosa se
podría hacer además de lo que él estaba haciendo ahora?

—Lo sé. Xie Lian dijo: —Pero las cosas siguen así y se produce
un motín en Yong An, el Templo del Príncipe Heredero también
se verá afectado tarde o temprano.

— ¡Ya está estallando! —Dijo Mu Qing.

Xie Lian se sorprendió.

— ¡¿Qué?!

Después de escuchar el informe de Mu Qing, Xie Lian se apresuró


a regresar a la capital real de XianLe. Justo cuando había llegado
a la Avenida Martial Celestial, allí había una banda de guardias
reales, ataviados con armadura completa, armas afiladas en la
mano, caminando con un grupo de hombres retenidos y
descuidados con cadenas en las dos manos y alrededor de sus
cuellos. Los ciudadanos se amontonaban a ambos lados de la
carretera, cada uno lleno de rabia. Feng Xin agarró su arco negro,
tenso y listo, como si estuviera preparado para cualquier disturbio
repentino. Xie Lian gritó. —Feng Xin! ¿Quiénes son los
detenidos? ¿Qué delito cometieron? ¿A dónde los llevan?

Al oír su voz, Feng Xin gritó: — ¡Alteza! Todos son personas de


Yong An.

Había más de diez de esos hombres, todos altos y demacrados,


sus pieles ligeramente oscuras. Detrás de los soldados se
arrastraban unos cuantos ancianos y varias mujeres y niños
ansiosos.

— ¿Los que están detrás están también? —Preguntó Xie Lian.

—Todos lo son —contestó Mu Qing.

Resulta que, en los últimos meses, en el apogeo de la sequía en


Yong An, muchos de los residentes desarraigados y escaparon al
este en oleadas. Cuando eran solo unas diez personas no era
obvio, pero el flujo era interminable, y ya había más de quinientas
personas. Cuando quinientas personas se juntan, se convirtió en
toda la vista.

Esas personas de Yong An eran extrañas en la tierra, no tenían


nada a su nombre, y en el momento en que abrían la boca sus
dialectos los delatarían, así que cuando llegaron a una ciudad
extraña y bulliciosa, naturalmente, todos se mantuvieron unidos
por el calor. Así, buscaron en toda la capital real y finalmente
encontraron un campo verde deshabitado. Llenos de alegría,
construyeron cobertizos y chozas como refugios temporales.

Desafortunadamente, aunque ese campo verde estaba


deshabitado, para los de la capital real, era un campo de ocio. La
gente de XianLe tenía una cultura indulgente, y los de la capital
real llevan ese estilo de vida. Cuando estaban libres, muchos
tomaban caminatas, bailaban, practicaban el arte de la espada,
cantaban poesía, pintaban, se reunían en ese campo verde. En
cuanto a Yong An, que se encuentra al oeste de XianLe, sufrió
una tierra empobrecida y siempre fue pobre, por lo que el carácter
y la cultura de esos ciudadanos eran completamente opuestos en
comparación con el de la capital real. Así, los de la capital real a
menudo se creían puros de la sangre de XianLe. Y ahora, con su
tierra de elegancia superada por un gran número de refugiados,
cocinando hierbas, llorando, lavando la ropa, iniciando incendios,
y el hedor de las sobras y el sudor llenando el aire, hizo que
muchos residentes cercanos retrocedieran con disgusto, sus
quejas abundaban.

Algunos de los líderes ancianos de Yong An también entendieron


la situación en sus corazones y querían mudarse a otro lugar. Sin
embargo, la capital real ya estaba muy poblada; no importa a
donde vayan, estaba lleno de gente, y no había ningún otro lugar
que pudiera recibir a tantos, sin contar a todos los heridos,
enfermos, ancianos y niños. No fue fácil moverse, así que se
aferraron audaz y cuidadosamente a ese campo. A pesar de que
la gente de la capital real estaba disgustada, todavía eran todos
ciudadanos del mismo país, por el hecho de que era un desastre,
toleraban la presencia de los extraños.

Xie Lian escuchó el informe hasta este punto cuando esa banda
de soldados llevó a esos hombres Yong An a la boca del mercado,
gritando: — ¡ARRODÍLLENSE!

Cada uno de esos hombres parecía enojado con incredulidad,


pero con sables en sus gargantas, no tenían más remedio que
arrodillarse. Después de observar la multitud de la capital real, los
hombres se arrodillaron al unísono, algunos suspiraron, otros se
sintieron aliviados.

—Según tu informe, ambas partes se han tolerado mutuamente,


entonces, ¿qué está pasando hoy? —Preguntó Xie Lian.

Antes de que Feng Xin y Mu Qing pudieran responder, una mujer


comenzó a gritar entre la multitud: — ¡USTEDES, LADRONES
BARBÁRICOS! ¡SIN CONTAR SUS DEDOS PEGAJOSOS!
GOLPEAR A MI MARIDO ASÍ, ¡NO PUEDE SIQUIERA
LEVANTARSE MÁS! ¡SI ALGO LE SUCEDE, ME LAS
PAGARÁN!

Junto a ella, varias personas trataban de consolarla, y algunas


señalaron con reproche sus dedos: — ¿No saben ocuparse de
ustedes cuando están en el territorio de otras personas?

—Sí, son un invitado en nuestras casas, ¡y sin embargo, roban


crudamente!

Uno de los jóvenes con cadenas finalmente no pudo soportarlo


más y replicó: — ¡Ya dijimos que no fuimos nosotros los que
robamos! ¡Nosotros tampoco lanzamos el primer golpe! Además,
también tenemos heridos de nuestro lado... —Un anciano gritó: —
¡Deja de hablar!

Ese joven se calló airadamente. Feng Xin explicó: —Un perro


desapareció en la capital real, y porque hubo un caso en el que
un niño de Yong An robó y se comió el pato de alguien por
hambre, hubo muchos rumores de que el perro fue robado y
comido por aquellos de Yong An también. Un grupo fue a
interrogar y pronto comenzó una pelea.

Xie Lian se mostró incrédulo: — ¿Un motín por solo un perro? ¿Y


detuvieron a tanta gente?

—Sí, sobre un perro. Feng Xin dijo: —Se ha vuelto tan grande
porque ambas partes se habían estado aguantando durante
demasiado tiempo, y todo lo pequeño se vuelve grande. Ambos
bandos juraron que el otro lo inició primero, que es culpa del otro,
y este lío de pelea de alguna manera se hizo más y más grande.

Uno de los principales soldados proclamó: — ¡Los violentos serán


severamente castigados! Todos están encadenados para una
demostración pública, ¡cualquier otro delito está prohibido! Se
detuvo y, al siguiente segundo, muchos comenzaron a arrojar y
arrojar hojas de lechuga y huevos podridos a los hombres de Yong
An. Los ancianos que estaban detrás comenzaron a inclinarse
ante la multitud por todas partes, gritando: —Nos disculpamos,
todos, nos disculpamos. ¡Por favor, tengan piedad, tengan piedad!

Xie Lian pensó que todo esto era hacer una montaña a partir de
un grano de arena, absolutamente ridículo, pero también podía
entender algo.

—Así que al final, ¿robaron? ¿Encontraron a ese perro?

Feng Xin negó con la cabeza.

—Quién sabe. ¿Quién puede encontrar algo si los huesos fueron


limpiados y desechados? Pero a juzgar por sus caras, no creo que
lo hayan robado.

Sin embargo, los veredictos de los soldados de la capital real


serían naturalmente parciales a los ciudadanos de la capital real.
Robado o no, hubo una pelea, por lo que la culpa debe estar en
los de Yong An. Sobre todo porque a los hombres de la capital
real les encantaba causar molestias pero no eran tan fuertes como
los hombres de Yong An, por lo que esta pelea debe haber
terminado en vergüenza, creando más incomodidad entre los dos
pueblos. Xie Lian negó con la cabeza, le dirigió a la multitud una
barrida de mirada y, de repente, notó que en esa fila de hombres
de Yong An, había un hombre joven en el centro con la cabeza
inclinada, cuya cara parecía familiar. Era ese joven del bosque,
Lang Ying.

Xie Lian estaba aturdido. En ese momento, alguien cercano se


quejó: — ¿Cómo es que siento que ha habido más y más de Yong
An en la capital real en los últimos meses? Y ahora se atreven a
pelear.

—De ninguna manera, ¿van a venir todos?


Otro comerciante hizo un gesto con las manos.

— ¡Su majestad el rey no lo permitirá! El otro día robaron mi casa


los ladrones de Yong An. ¡Si todos vinieran, habría un infierno!

Al oír esto, Lang Ying, que había mantenido la cabeza baja y dejó
que todos los vegetales se lanzaran libremente hacia él, de
repente levantó la vista: — ¿Lo viste?

Ese comerciante no había esperado que realmente se le hablara


y respondiera sin pensar.

— ¿Qué?

—Ladrones de Yong An robando tu casa. ¿Los viste con tus


propios ojos?

—... No lo vi con mis propios ojos, pero siempre ha sido pacífico


antes, y solo después de que todos ustedes hayan llegado, me
robaron, así que, ¿cómo no tiene nada que ver con ustedes?,
Argumentó el comerciante.

Lang Ying asintió.

—Ya veo. Entiendo. Antes de que llegáramos, ustedes eran los


que robaron, y después de que llegamos, todos nos convertimos
en ladrones...

Antes de que terminara, un caqui podrido vino volando hacia él y


se estrelló contra el costado de sus labios, haciéndolo parecer
como si vomitara una gran masa sangrienta. Ese mercader se
echó a reír, y los ojos de Lang Ying se apagaron. Cerró la boca y
dejó de hablar.

Xie Lian suavizó las afiladas piedras que lanzaban a los jóvenes,
asegurándose de que no resultaran gravemente heridos. Esta
humillación pública continuó hasta la noche, y solo cuando los
ciudadanos que miraban se dispersaron gradualmente, los
soldados sintieron que era suficiente, y abrieron los grilletes,
advirtiéndoles que no causaran más problemas, de lo contrario
serían castigados severamente, etc., etc. Los ancianos se
inclinaron profundamente en repetidas ocasiones con sonrisas de
disculpa, prometiendo nunca violar más reglas, sin embargo, Lang
Ying, sin vida, se fue solo. Xie Lian observó su figura solitaria,
captó el momento adecuado y apareció rápidamente detrás de un
árbol, bloqueando su camino.

En el momento en que apareció, los ojos de ese joven se


agudizaron, y en ese instante, fue como si fuera a estrangular a
Xie Lian. Un destello de un segundo más tarde, después de haber
visto claramente quién era ante él, escondió la mano que estaba
lista para atacar.

—Eres tú.

Xie Lian se había transformado de nuevo en la forma de ese joven


cultivador. Fue sorprendido por Lang Ying, cuya mano casi lo
atacó. Pensó para sí mismo: —Este hombre es fuerte. —Dijo: —
Te di esa cuenta de coral, ¿por qué no la llevaste de vuelta a Yong
An?

Lang Ying lo miró.

—Mi hijo está aquí. También estoy aquí. —Después de una


pausa, sacó la cuenta de coral de su cinturón—. Quería devolverte
esto. Tome.

La mano extendida que sostenía la perla todavía tenía marcas de


esas cadenas. Después de un poco de silencio, Xie Lian no lo
tomó.

—Regresa. En la Bahía de Lang Er llovió hoy. —Señaló el cielo—


¡Mañana! Habrá lluvia otra vez, lo prometo. Es cierto.
Pero Lang Ying negó con la cabeza: —No importa si llueve o no.
No hay vuelta atrás.

Observando su espalda mientras se alejaba, Xie Lian se quedó


estupefacto, y solo sintió infinitas frustraciones.

Antes de ascender, era como si no tuviera una nube de


preocupación. Lo que él quisiera hacer, se haría. Quien sabía que
después de la ascensión, de repente estaba rodeado de
preocupaciones incesantes. Ambas preocupaciones de los demás
y de los suyos. ¿Siempre había sido tan difícil hacer algo? Nunca
se había sentido tan carente, tan impotente. Xie Lian suspiró y se
giró para irse también. Había una montaña de oraciones
esperando ser contestadas por él en el Templo del Príncipe
Heredero.

Sin embargo, él no era el que tenía más frustración. Era el rey

La preocupación del rey de XianLe se había hecho realidad. Esos


quinientos refugiados de Yong An fueron solo el comienzo.

Con el sombrero de la Señora de la Lluvia prestado en la mano,


Xie Lian corrió de un lado a otro entre el norte y el sur sin cesar, y
creó la lluvia por su propio poder. Sin embargo, cada golpe de
lluvia consumiría una inmensa cantidad de poder espiritual y de
cinco a seis días de tiempo. Si no fuera él, puede que no haya otro
que pueda seguir con esto. Por supuesto, con la excepción de Jun
Wu. Sin embargo, el Emperador Marcial Celestial gobernó sobre
una tierra mucho más grande que él, y el número de devotos y
dominios a los que cuidar era mucho mayor que el de XianLe,
entonces, ¿cómo podría Xie Lian distraer a Jun Wu? Además de
eso, cada lluvia solo podía mojar un área pequeña de Yong An,
que duró poco tiempo, por lo que incluso si había algún alivio, no
podía arreglar la raíz del problema.
Así, después de un mes, la gente de Yong An comenzó
oficialmente a migrar hacia el este en tropel. Al principio solo eran
bandas de diez personas algo. Ahora, fueron cientos, miles,
enormes hordas que se reunieron, fluyendo como el río.

Después de otro mes, el rey de XianLe promulgó un nuevo


decreto: debido a las interminables disputas y los incesantes
conflictos de los últimos meses, por el bien de la paz dentro de la
capital real, a partir de ese día, todos los refugiados de Yong An
deben abandonar la ciudad. Todos recibirán una cantidad fija de
gastos de viaje para ayudar a asentarse en otro lugar.

Ante la enorme y repleta horda de migrantes refugiados de Yong


An, se cerraron las grandes puertas de la capital real de XianLe.
Capítulo 76: Cerrando las puertas de la capital; impedida la supervivencia de Yong
An (parte dos)

— ¡ABRAN LAS PUERTAS!

— ¡DÉJENNOS ENTRAR!

Los soldados retrocedieron a la fortaleza de la ciudad y cerraron


la puerta de mil toneladas. Las personas que fueron expulsadas
por los soldados de afuera regresaron corriendo como marea de
agua negra, golpeando las puertas. En lo alto de las torres, los
soldados rugieron: — ¡RETROCEDAN! ¡VÁYANSE! ¡TOMEN
SUS GASTOS DE VIAJE Y VÁYANSE, AL ESTE, NO SE
QUEDEN AQUÍ!

Sin embargo, los refugiados de Yong An habían dado la espalda


a sus lugares de origen, habían huido de sus tierras y habían
llegado ya a la capital más cercana. Las puertas de la capital real
se cerraron frente a ellos, si querían sobrevivir, debían rodear la
ciudad y caminar una distancia aún mayor, hacia las ciudades
más al este.

Sin embargo, el viaje a la capital real ya era arduo y duro,


atravesando miles de obstáculos, muchos ya estaban heridos o
muertos, así que ¿cómo podrían tener más energía para
continuar? Incluso si a todos se les dieran gastos de viaje,
raciones y agua, ¿cuántos días más podrían esperar en el
camino?

Cada uno de sus rostros era ceniciento, algunos arrastraban sus


artículos para el hogar, algunos llevaban bebés en sus espaldas,
otros con camillas. Se levantaron, algunos tendidos en el suelo,
incapaces de moverse más, y otros simplemente se sentaron.
Campos y campos de ellos permanecieron ante las murallas de la
fortaleza. Algunos hombres más jóvenes aún tenían la energía
para enfurecerse, golpeando las puertas gritando: — ¡NO
PUEDEN HACER ESTO! ¡NOS VAN A MATAR!

—SOMOS TODOS LOS CIUDADANOS DE XIANLE, ¡NO


PUEDEN MATARNOS ASÍ!

Uno de los hombres gritó hasta que su voz fue ronca: —Puedes
echarnos, no importa que no me quede, pero ¿puedes al menos
llevarte a mi esposa y a mis hijos? ¡¡¿Por favor?!!

Eran como hormigas arrastrándose sobre un árbol; Las puertas


de la ciudad permanecieron inmóviles.

Xie Lian estaba en lo alto de la torre. Sus túnicas blancas


revoloteaban en el viento, y cruzó el muro para mirar abajo. Fuera
de la capital real, había cabezas interminables, negras y
retorcidas, densas y muy unidas, como los enjambres de
hormigas que solía ver cuando jugaba en los jardines reales en
sus años más jóvenes.

En aquel entonces, por curiosidad, miró más de cerca y extendió


un dedo queriendo tocarlos en secreto, pero de inmediato hubo
una asistente que gritó: — ¡Alteza! ¡Esas cosas están sucias, no
puede tocarlas! ¡No lo toque! Y con el vestido levantado, corrió
apresuradamente y aplastó a todas las hormigas bajo su pie.

Cuando esas hormigas estaban vivas, aparte de un denso


enjambre, no había mucho que ver, y después de haber sido
aplastadas en algo menos que lodo, no había nada que mirar.

Sin embargo, dentro de las paredes de la capital real, las luces


llenaban millones de hogares, sonidos de música flotando en el
aire. Esta muralla de una fortaleza separaba dos mundos
completamente diferentes.

Sin contar que los refugiados de Yong An que llegaron después


fueron mantenidos fuera, incluso los que ya estaban asentados
fueron expulsados. Aunque duro, Xie Lian pudo entender que esto
se debía a que había más y más fricciones entre los refugiados
Yong An y los residentes de la capital real en los últimos meses.
Mantener a tales hombres dentro de las murallas de la ciudad,
podría haber enfrentamientos en todas partes, causando
estragos.

Sin embargo, solo una cosa sentía que aún tenía espacio para la
negociación, y habló en voz alta distraídamente: — ¿Por qué las
mujeres y los vulnerables también deben ser expulsados? Hay
algunos que no podrían caminar mucho más lejos.

Feng Xin y Mu Qing lo estaban esperando justo detrás. Mu Qing


respondió: —Si deben ser expulsados, entonces todos deben ser
expulsados. Todos deben ser tratados por igual; no debe haber
ningún favoritismo, para que no se provoque a la gente: ¿cómo es
posible que se queden y no yo?

—Piensas tanto —comentó Feng Xin.

Mu Qing dijo rotundamente: —Hay muchas personas que


pensarían así. Además, si las esposas y los hijos se quedan,
entonces los hombres tampoco querrían ir demasiado lejos.
Volverían tarde o temprano. Mantener a la gente en la ciudad es
mantener los problemas futuros.

Esos refugiados Yong An se negaron a irse, por lo que los


soldados en las torres tampoco pudieron irse.

—Humph! ¡Hagan lo que quieran!

Desde que el rey hizo la orden, ¿pensaron que simplemente


sentarse allí merodeando haría algo? Podrían merodear por uno
o dos días, pero apenas un mes o dos, o un año o dos.

Los soldados y residentes de la capital real creían en esto.


Algunos de los refugiados Yong An aceptaron desesperadamente
su destino y decidieron apostar a viajar hacia el este. Pero tales
números eran pocos. La mayoría todavía se sentaba tercamente
junto a las puertas de la fortaleza, esperando que la capital real
les abriera sus puertas, por lo menos les diera un lugar para
descansar antes de seguir adelante. Cuando llegaron nuevos
refugiados, aunque decepcionados al ver las puertas cerradas de
la ciudad, cuando vieron que muchos seguían vigilando, se
unieron a las masas.

Así, después de varios días, había más y más reunidos fuera de


las puertas de la ciudad, casi un millón de personas se habían
asentado y habían construido refugios temporales, formando un
espectáculo impresionante y curioso. Usaron las raciones y el
agua que le dio el rey para aguantar, pero también estaban casi
en sus límites.

Este límite se cruzó el quinto día.

En los últimos cinco días, Xie Lian había dividido cada día en tres:
una tercera parte dedicada a los seguidores en el Templo del
Príncipe Heredero, una tercera parte para mover agua y crear
lluvia, y una tercera parte para cuidar a los ciudadanos de Yong
An fuera de los muros. Incluso con la ayuda de Feng Xin y Mu
Qing, a veces Xie Lian sentía el peso de esas responsabilidades.
El espíritu estaba dispuesto, pero la carne era débil. Ese día,
resultó ser un momento en el que no estaba vigilando fuera de las
murallas de la ciudad, bajo el sol abrasador, de repente hubo un
gemido fuera de las puertas.

Los lamentos provinieron de una pareja sosteniendo a su hijo en


sus brazos. Muchos se adelantaron para ver: — ¿Qué le pasa al
niño? ¿Hambriento o sediento? Y pronto, un grito: — ¡Todos
vengan a compartir un poco de agua aquí! ¡Este niño no se ve
muy bien!

Esa mujer sollozó mientras le daba agua a su niño de cara roja,


pero toda el agua fue echada hacia atrás. El padre dijo: —No sé
lo que está pasando, está enfermo. ¡Un médico! ¡Necesitamos un
médico!

Llevando a su hijo, corrió hacia las puertas y comenzó a golpear


las puertas.

— ¡ABRENOS! ¡AYUDA! ¡Alguien se está muriendo! Mi hijo se


está muriendo!

Naturalmente, los soldados que estaban dentro no se atrevieron


a abrir las puertas. Si alguien realmente se estaba muriendo,
había cientos de miles afuera. Si se abrieran, no habría posibilidad
de cerrar las puertas, así que en lugar de eso, informaron a los
oficiales que estaban más arriba. El clima era caluroso, y el calor
hacía que los soldados que estaban de pie los últimos días
estuvieran de mal humor. Dijeron apáticamente: —Dale un poco
de agua y comida. Así, usaron una cuerda, colgaron un poco de
agua y comida y la bajaron.

—Gracias, gracias señores y hermanos, pero no queremos agua


ni comida. ¿Puedes ayudarnos a encontrar un médico? —dijo ese
hombre.

Esto hizo las cosas difíciles. No podían dejarlo entrar para


encontrar un médico y, desde luego, no podían bajar a un médico
por las murallas de la ciudad. Quién sabe qué harían esos
refugiados hambrientos una vez que el médico saliera. Por lo
tanto, los oficiales de alto rango respondieron: —No importa.
Ignóralos, no pueden morir. Si vuelven a preguntar, dígales que el
mensaje ha sido enviado para solicitar una respuesta del rey.

El rey había estado profundamente preocupado por los asuntos


de Yong An y se enojaba fácilmente durante los últimos días,
naturalmente nadie se atrevió a molestarlo con algo tan pequeño.
Los soldados respondieron en consecuencia y ese hombre,
sintiéndose aliviado, les agradeció profundamente, agradeció a su
majestad y se arrodilló para acurrucarse varias veces. Sin
embargo, pasaron horas y horas, las sombras bajo el sol
abrasador se movían de un extremo a otro, pero el médico
solicitado no había aparecido, y la temperatura de ese niño en sus
brazos se estaba calentando.

Los brazos de la pareja que sostenía a su hijo temblaban, y ese


hombre estaba cubierto de sudor frío, murmurando: — ¿Vendrá
alguien? ¿Alguien abrirá las puertas?

Finalmente, no pudieron esperar más y gritaron a las torres: —


¡Oficiales! Mis disculpas, pero quiero preguntar... ¿Dónde está el
doctor?

Un soldado respondió: —Estamos esperando una respuesta


formal del rey. Espera un poco más.

Algunos ciudadanos ya no podían quedarse quietos: —Ellos


dijeron eso hace cuatro horas, ¿por qué no ha venido nadie
todavía?

Los soldados prestaron atención al mandato de sus superiores y


los ignoraron después de responder. La multitud bajo las paredes
de la fortaleza estaba furiosa, triste y angustiada. Rodearon al
niño y comenzaron a dudar: — ¿Le pasaron el mensaje a su
majestad? No nos están mintiendo, ¿verdad?

El padre de ese niño no pudo esperar más, endureció su corazón,


lo ató de espaldas y se dirigió a su esposa para decir algunas
últimas palabras. Esa mujer se quitó un hechizo de protección de
alrededor de su cuello y se lo puso alrededor del cuello de su
esposo. Ese hombre corrió hacia la muralla de la ciudad, y
comenzó a tratar de escalarla.

La muralla de la ciudad era firme, construida para dificultar la


escalada, y después de agarrarla varias veces, todavía no podía
subir. El resto de los hombres gritaron: — ¡Déjame ayudarte! Y lo
empujaron hacia arriba. Una multitud de diez hombres de algo, se
apiló en una pirámide humana, y ayudó a entregarlo más alto en
la pared. Allí, ese hombre logró agarrarse a la cuerda que se
usaba para bajar el agua y la comida, y siguió escalando. En el
fondo, cientos de miles observaban ansiosos, sin atreverse a
animarlo, asustados de que pudieran ser descubiertos.

Los soldados en la cima de las torres habían estado vigilando


durante muchos días y los refugiados de Yong An no habían
empezado nada, por lo que eran bastante flojos en su guardia. No
fue hasta que el hombre había llegado a la mitad cuando se dieron
cuenta de que alguien se había acercado a la pared. Ellos
gritaron.

— ¡¿Qué estás haciendo?! ¡NO SE PUEDE ESCALAR! ¡LOS


ESCALADORES SERÁN ASESINADOS SIN MISERICORDIA!
¿ME ESCUCHAS? ¡LOS ESCALADORES SERÁN
ASESINADOS SIN MISERICORDIA!

Bajo su amenaza, ese hombre también gritó: — ¡NO TENGO


MALAS INTENCIONES! ¡SOLO QUIERO LLEVAR A MI HIJO A
LOS MÉDICOS, NO HARÉ NADA MÁS! —Continuó escalando la
pared mientras gritaba. Uno de los oficiales superiores acababa
de comer, y al oír esto se indignó. Si ese hombre fuera a escalar
el muro de manera segura y dar un ejemplo, ¿no haría que
muchos más refugiados de Yong An intentaran lo mismo? ¡Debe
ser detenido! Por lo tanto, salió y gritó al parapeto: — ¿NO
VALORAS TU VIDA? ¡RETROCEDE EN ESTE INSTANTE! ¡SI
NO LO HACES, TE ARREPENTIRÁS!

Sin embargo, ese hombre ya había llegado a lo alto de la pared,


pasando la mitad, y con solo un empujón más podría alcanzar la
cima, así que naturalmente no se detuvo. Ese oficial superior
nunca tuvo a nadie que lo desobedeciera así, sus palabras eran
ley. Sin embargo, quien sea que desobedeciera en ese momento,
era fácil de solucionarlo. Se acercó al muro, sacó su espada y
golpeó, y esa cuerda se partió en dos.
Con la cuerda rota en la mano, ese hombre cayó desde el aire. En
medio de miles de gritos, aterrizó pesadamente en el duro suelo
ante las puertas de la ciudad.

Ese fue el momento en que Xie Lian llegó.

Ese hombre se había caído de espaldas, y sobre su espalda


estaba su hijo. El niño fue aplastado en una masa de carne
molida, rociando flores de sangre. El cuello de ese hombre se
rompió, sus ojos se abultaron, y alrededor de su cuello torcido hizo
rodar un amuleto de protección con las palabras XianLe, escritas
en él, bordadas con hilos de oro: era el amuleto de protección del
Templo del Príncipe Heredero.

El momento antes de que comenzara a escalar, ese hombre y su


esposa sostuvieron el hechizo de protección en sus manos y
rezaron en silencio por las bendiciones de Su Alteza el Príncipe
Heredero, que fue como Xie Lian escuchó sus voces y corrió.

Sin embargo, él no era un héroe de ninguna de esas leyendas


escritas en libros, y de ninguna manera podía aparecer justo antes
de que el verdugo dejara caer sus hachas y salvara vidas de
debajo de los cuchillos. Esa mujer ni siquiera tuvo el coraje de
voltear el cadáver de su esposo para verificar el estado de su hijo;
se cubrió la cara y gritó, y sin mirar, se lanzó hacia adelante con
locura, y golpeó su cabeza contra la pared, ella se dejó caer, con
el cuerpo flojo.

¡Justo ante los ojos de Xie Lian, en el destello de un segundo, tres


cadáveres apilados ante las puertas de la ciudad de la capital real!

No había tenido tiempo de reaccionar antes de que la multitud que


se encontraba fuera de las puertas de la ciudad estuviera irritada,
incapaz de contenerse por más tiempo.

Alguien gritó: — ¡MUERTOS! UNA FAMILIA DE TRES, ¡TODOS


MUERTOS! ¡MIRA, ESTE ES EL BUEN OFICIAL QUE TRABAJA
PARA SU MAJESTAD! ¡NO NOS SALVARÁ, PERO EN VEZ
ESTÁ FORZANDO NUESTRAS MUERTES!

—NO NOS DEJARÁ ENTRAR PERO TAMPOCO DEJARÁ


SALIR A NADIE, ¿QUÉ DEBEMOS HACER? ¡TRES VIDAS DE
SANGRE ESTÁN AHORA EN TUS MANOS!

—DICES QUE EXPULSAR A TODOS LOS REFUGIADOS DE LA


CAPITAL REAL PERO, ¿POR QUÉ NO VEO A NINGUNO DE
LOS RICOS EXPULSADOS? ¿ASÍ QUE LOS POBRES Y
DÉBILES MERECEN MORIR? ¡YA ME DI CUENTA mucho en su
vida y no se tomó nada en serio. Sin embargo, la situación estaba
perdiendo el control lentamente. Miles y cientos de miles
empujaron furiosamente contra las puertas, algunos!

—NO PUEDO SOPORTARLO MÁS... REALMENTE NO PUEDO.


AÑO TRAS AÑO PAGAMOS NUESTROS IMPUESTOS, PERO
AHORA HAY UN DESASTRE ¿A DÓNDE SE FUE TODO EL
DINERO?

— ¿EN VEZ DE AYUDAR A LAS VÍCTIMAS DE DESASTRES,


TODO EL DINERO SE VA A PARASITAR Y CONSTRUIR LOS
TEMPLOS DE SU HIJO? ¿SOLO ESTE POCO DE ALIMENTOS
Y RACIONES PARA CALLARNOS? ¿POR QUÉ NOS TOMA?
¡REY INSERVIBLE! ¡REY INCOMPETENTE!

Los soldados en lo alto de las torres les gritaban a la multitud que


se detuvieran, pero ese oficial había visto incluso usaron sus
propias cabezas o cuerpos para golpear, y esta vez, no se trataba
de meras hormigas en los árboles.

Las puertas se movieron; de hecho, ¡incluso la muralla de la


fortaleza y las torres estaban temblando!

Desde que Xie Lian nació, nunca había presenciado una situación
como esta. La gente que conoció había sido amable, pacífica,
feliz, satisfecha y entrañable. Esos rostros retorcidos, llorando y
gritando lo forzaron a ingresar a un mundo completamente
extraño, y no pudo evitar sentir frío en sus huesos. Incluso contra
los monstruos y demonios más horribles nunca se había sentido
de esta manera. Justo entonces, hubo un rugido furioso desde
arriba.

Giró la cabeza y vio una silueta alta y demacrada, asfixiando al


oficial que había cortado la cuerda y causado las tres muertes
debajo de las murallas de la ciudad. Hubo un CRACK fuerte y
claro, y el cuello estaba roto.

Esa banda de soldados no tenía idea de cómo ese hombre


apareció de repente; todos se sorprendieron y desconcertaron, y
se lanzaron hacia adelante con sus espadas en la mano para
rodearlo.

— ¡¡¿QUIÉN ERES?!! ¡¿CÓMO LLEGASTE AQUÍ?!

Xie Lian se dio cuenta de inmediato de las manos de ese hombre:


estaban manchadas de sangre y rasgaban la carne. ¡Ese hombre
había escalado esa pared sin grietas con sus propias manos!
Cuando esa figura se dio la vuelta, ¡era Lang Ying!

Lang Ying estaba tranquilo y calmado incluso cuando estaba


rodeado de soldados. Cruzó el muro, arrojó el cadáver de ese
oficial, y él mismo saltó, pisó el cadáver y lo usó como escalón
para romper la caída.

En ese momento cuando saltó, miró directamente a Xie Lian, pero


lo que estaba viendo no era a Xie Lian. En su lugar, miró a través
de él para contemplar el palacio real que se encuentra justo en el
centro de la capital real.

Desde ese día en adelante, todo el Reino de XianLe fue arrojado


al caos.
Capítulo 77: XianLe en caos; El príncipe heredero regresa al reino mortal

Para las víctimas desplazadas del desastre, como las de Yong An,
luchar contra el ejército imperial era una batalla perdida, una
sobrestimación de su propia fuerza.

Sin embargo, aquellos que estaban acorralados a menudo tenían


el coraje de cortejar la ruina y morder más de lo que podían
masticar. Después de ese motín, los cientos de miles de
refugiados de Yong An finalmente abandonaron las puertas de la
ciudad, retrocedieron a cierta distancia y cambiaron el lugar donde
construyeron campamentos temporales.

Sin embargo, simplemente no se iban. Podrían morir en el camino


si continuanaban, y andar por ahí también es la muerte, entonces
¿cuál es la diferencia? Usando las raciones y el agua que el rey
distribuyó antes, además de masticar pieles de corteza, hierbas
silvestres, raíces de plantas, bichos e insectos, y una acumulación
de resentimiento y aversión por encima de todo eso, esas
personas poseían una voluntad inimaginablemente persistente de
vivir, y perseveraron obstinadamente. Después de unos días,
lograron reunir a algunos miles de hombres, todos con azadas,
rastrillos, rocas, ramas y regresaron para un combate.

Aunque este choque fue un desastre, una derrota total con más
de la mitad de esos unos miles de muertos, no fue infructuoso.
Lang Ying invadió la torre del castillo y regresó con algunas bolsas
grandes de grano y armas. Pudo haber habido graves víctimas,
pero provocó la voluntad de luchar a muerte entre la gente.

Su naturaleza era similar a la de los bandidos. Atacaron una vez,


dos veces, tres veces. Los soldados de XianLe pronto
descubrieron que esos bandidos estaban mejorando
rápidamente.
Los alborotadores sin experiencia inicial se habían hecho con un
par de cosas, y cada vez que atacaban eran más difíciles de tratar
que los últimos, y los que podían regresar al campamento con vida
aumentaban con cada intento. También hubo innumerables
oleadas de nuevos refugiados que se unieron, aumentando
significativamente el tamaño del grupo. La mejor forma de tratar
con esos bandidos se convirtió en el tema más candente para el
debate dentro del Reino de XianLe, y después de cinco a seis
ataques de guerrilla tan ridículos, Xie Lian ya no podía quedarse
sentado en el muro y simplemente observar.

No se había reportado a los Cielos en mucho tiempo, pero esta


vez cuando llegó a la Corte Celestial, corrió directamente hacia el
Gran Salón Marcial sin una palabra. Cuando irrumpió, Jun Wu
estaba sentado en su trono, y varios oficiales celestiales se
inclinaban para recibir una orden, parecían estar discutiendo un
asunto importante. En el pasado, Xie Lian hubiera elegido un día
diferente para hacer su visita, pero ahora no podía esperar y entró
sin rodeos, abriendo la boca para hablar sin pausa: —Mi señor,
regresaré al reino mortal.

Los oficiales celestiales se sobresaltaron e inmediatamente se


taparon la boca, guardando silencio, sin querer mostrar ningún
tipo de reacción. Jun Wu lo miró intencionalmente por un
momento, luego se levantó de su trono, hablando en un tono
suave.

—XianLe. Sé algo de lo que está sucediendo, pero debes


mantener la calma.

—Mi señor, no vine aquí para pedir permiso. Vine aquí para
informar. —Xie Lian dijo:— Mi gente está actualmente hundida en
las profundidades del infierno, así que perdóneme si no puedo
mantener la calma.

—El universo tiene su propio ritmo. —Jun Wu dijo: — ¿No te das


cuenta de que si desciendes, será una violación de la ley?
— ¡SI ES UNA VIOLACIÓN ENTONCES QUE ASÍ SEA! —Gritó
Xie Lian.

Al oír esto, todos los rostros de los oficiales presentes cambiaron


drásticamente. Nunca había habido oficiales celestiales que se
atrevieran a pronunciar tales palabras con tanto entusiasmo y
confianza. No importaba lo bien que considerara Jun Wu a este
joven y temprano ascendido Príncipe de XianLe, aún era un acto
de atrevida arrogancia.

Poco después, Xie Lian se inclinó: —Rezo para que mi señor me


deje ir esta vez; deme un poco de tiempo. Ya que la guerra ha
comenzado, las bajas son inevitables, pero si pudiera detener esto
y reducir el número de muertos, minimizar el conflicto, luego de
que termine la guerra, seguramente volveré voluntariamente a
arrepentirme, y pediré a mi señor que me juzgue como
corresponda. ¡Si voy a ser sellado bajo una montaña por cien
años, mil años, cien mil años! - ¡No me arrepentiré!

Después de haber dicho lo que tenía que decir, permaneció en


postura de reverencia y se retiró, dejando el gran salón.

— ¡XianLe! —Jun Wu llamó.

Los pies de Xie Lian se detuvieron en su paso. Jun Wu lo observó


y luego suspiró: —No puedes salvar a todos.

Xie Lian se enderezó lentamente.

—Si puedo hacerlo, no lo sabré hasta que lo haya intentado.


¡Incluso si los cielos dicen que debo morir, si esa espada no me
perfora el corazón y no me clava en el suelo, entonces sigo vivo y
hasta el último aliento, lucharé hasta el final!

Regresar al reino mortal por primera vez en forma sólida fue


diferente a todas las veces anteriores en que descendió. Xie Lian
sintió que algo había sido desechado. Era algo ligero y al mismo
tiempo, algo pesado. Su primer paso fue regresar al palacio de
inmediato.

El rey y la reina estaban en la cámara detrás de la oficina real,


susurrando entre ellos, sus expresiones solemnes y exhaustas.
Xie Lian se acercó a la puerta y al principio estaba ansioso, pero
luego calmó sus nervios, levantó la cortina de cuentas y entró.

—Padre.

El rey y la reina miraron hacia atrás al mismo tiempo y se


quedaron atónitos. Un momento después, fue la reina la que se
levantó primero, gritando alegremente: — ¡Mi hijo!

Ella extendió ambas manos y se adelantó para darle la


bienvenida. Xie Lian la cogió de los brazos, aceptando el gesto.
Pero antes de que las sonrisas se fueran, de repente vio la
expresión oscura y creciente del rey, preguntando: — ¿Por qué
has descendido?

La sonrisa de Xie Lian se congeló.

Antes, cuando escuchó a sus padres hablar detrás de él, Xie Lian
había sentido que tal vez su padre todavía lo extrañaba, y no era
tan crítico como él lo hacía parecer. Había pensado que el rey al
menos mostraría cierto grado de placer al ver su regreso, y si ese
era el caso, entonces seguramente le devolvería el afecto. Pero
quién sabía que el rey reaccionaría de esta manera, tan lleno de
desprecio, y así el propio genio de Xie Lian se encendió. Él
respondió bruscamente: — ¿Por qué he descendido? ¿No es todo
por su culpa que la situación con Yong An había llegado a esto?,
¿no deberían preguntarse si son responsables?

La expresión del rey completada cambió, y él respondió


ásperamente: — ¿Mi responsabilidad? ¡¿Eso es algo que puedes
decirme?!
Su furia le había hecho olvidarse de referirse a su propio título, y
la reina lloró: —La situación ya ha llegado a esto, así que, ¿por
qué siguen discutiendo ustedes dos?

—No estamos discutiendo —dijo Xie Lian. —estamos hablando


razonablemente. Incluso si es el rey, mi padre, si es el
responsable, ¿por qué no puedo decir nada? ¿Por qué no trabajó
más duro para recaudar fondos? Si todos los fondos fueron
acaparados por los controles del gobierno, ¿por qué no castigó a
los funcionarios corruptos? Si es duro como un trueno y rápido
como un rayo, atrapa a uno y enciérralo, ¿entonces todavía habría
tantos parásitos corruptos que se atreverían a robar? ¿No sería la
situación mejor de lo que es ahora?

Las venas aparecieron en la frente del rey, y él golpeó su escritorio


de la mesa.

— ¡SILENCIO! ¿Tomas el tesoro real por un pozo sin fondo que


puede arreglar cualquier agujero que gotee? Atrapa a uno y
enciérralo, si fuera así de fácil, si solo por una orden de este rey
funcionara rápido como un rayo, fuerte como un trueno, entonces
¿por qué la historia nunca ha tenido una dinastía sin corrupción?
¿QUÉ ENTIENDES? ¡TÚ NIÑO IGNORANTE TE ATREVES
HABLAR DE POLÍTICA CONMIGO!

—Bien. —Xie Lian consintió. —No entiendo. Entonces, incluso si


la capital real no tenía espacio para que las víctimas se asentaran
y la expulsión era inevitable, ¿por qué no proporcionarles más
gastos? ¿Por qué no proporcionar más comodidad y seguridad y
hacer que un ejército escolte su viaje hacia el este?

Los ojos del rey se hincharon de rabia y señalaron el cielo.

—FUERA. ¡SAL DE AQUÍ! ¡VUELVE A LOS CIELOS! ¡SOLO


MIRARTE ME MOLESTA! ¡NO APAREZCAS DE NUEVO!
Xie Lian había descendido con un corazón lleno de fervor, pero el
primer encuentro con sus padres fue uno en que su padre le
gritaba que regresara a los cielos. Sin una palabra, Xie Lian le hizo
una reverencia y se retiró para irse. La reina lo persiguió fuera del
buró y lo detuvo.

— ¡Mi hijo!

Xie Lian dijo suavemente: —Madre, no te preocupes. Voy a ir a


dar una vuelta por la capital real y revisar la situación.

La reina negó con la cabeza: —Hijo mío, no entiendo esos


asuntos políticos, pero entiendo a tu padre. A lo largo de los años,
he visto cómo es él como rey. Puedes pensar desde el fondo de
tu corazón que él no es competente y, a veces, yo también lo creo,
simplemente no lo digo en voz alta. Pero no puedes decir eso a
su cara. Él es tu padre después de todo. Si le dices directamente
que no es bueno, realmente mata el corazón.

Xie Lian abrió y cerró la boca. La reina agregó: —Podrías haber


sido el príncipe heredero, pero nunca habías sido rey. La política
no es como el cultivo. La primera vez que entraste en el Sagrado
Pabellón Real, el Sacerdote Principal había dicho que la
cultivación solo concierne al corazón, ¿no es así?

Xie Lian asintió lentamente, y la reina apretó sus manos.

—Pero, hay muchas otras cosas en este mundo que con solo
tener el corazón no es suficiente. Tú también debes ser capaz; y
no solo tú, sino que tus subordinados también deben ser capaces;
y no solo la capacidad, deben compartir el mismo corazón que tú.

Xie Lian permaneció en silencio. Un rato después preguntó: —


¿Está sufriendo el tesoro real? No necesito templos dile que deje
de construir tantos templos para mí. Esas estatuas de oro pueden
ser descartadas.
La reina respondió tristemente: —Hijo mío... Por supuesto que hay
algo de la parcialidad de tu padre en la construcción de templos.
Quería darte lo mejor y hacer que te veas impresionante en el
cielo. Pero, ¿sabes exactamente cuántos de esos ocho mil
templos fueron construidos por tu padre? No lo sabes, ¿verdad?

Xie Lian realmente no lo sabía, y le dio un pensamiento... ¿la


mitad?

—Si tu padre realmente usara los fondos del tesoro real para
construir cuatro mil templos, no necesitarímos esperar a que los
refugiados Yong An comiencen nada, la capital real se rebelaría
primero —dijo la reina. —Entonces, si el tesoro real está vacío,
¿de dónde vino todo ese dinero? Tu padre construyó unos veinte
templos, y otros siguieron su ejemplo, muchos de ellos querían
construir también para obtener su lado bueno, para obtener tu
lado bueno, ¿así que eso también se cuenta como obra de tu
padre?

—Yo—...Xie Lian estaba atrapado.

La reina dijo suavemente: —Tu padre no es el rey más grande,


pero... ha hecho todo lo posible. Solo que, en este mundo, hacer
lo mejor que puedes no es lo suficientemente bueno.

Después de una pausa, ella agregó: —En este momento sientes


simpatía por los refugiados de Yong An, así que culpas a tu padre.
Pero todos ellos son su gente, ¿crees que somos nosotros los que
los estamos acosando? En verdad…

A la mitad de sus palabras, la voz enfurecida del rey sonó desde


el interior de la oficina: — ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO DICIENDO
COSAS INSERVIBLES PARA EL? ¡HAZLE SALIR Y VOLVER A
LOS CIELOS!

La reina volvió la cabeza hacia atrás y suspiró: —Hijo mío, no...


no desciendas por esto. Regresa.
Después de salir del palacio, Xie Lian siguió un callejón por la
Gran Avenida Marcial, y mientras caminaba, Feng Xin y Mu Qing
aparecieron apurados. En el momento en que Mu Qing se acercó,
le preguntó con incredulidad: — ¡Alteza! ¿Pediste descender al
reino mortal? ¿Fuiste y le hablaste al Emperador Celestial?

—Sí —respondió Xie Lian.

— ¿Por qué no me lo dijiste primero? —Preguntó Mu Qing.

Feng Xin estaba desconcertado.

— ¿Qué quieres decir? ¿Su alteza tiene que informar a alguien lo


que quiere hacer?

Sin embargo, Mu Qing parecía estar descontrolándose.

— ¿Por qué no? Somos sus subordinados, y en este momento


estamos todos unidos. Cada acción nos afecta, ¿hay algún error
en mí que quiera saber qué planea hacer?

—Tendríamos que seguir a su alteza no importa lo que haga de


todos modos. El cielo o la tierra, él tiene sus planes, ¿de qué
tienes miedo? —dijo Feng Xin.

— ¡Tú! —Gritó Mu Qing. — ¡No tengo miedo! Solo soy…

Xie Lian levantó la mano.

—Suficiente. ¡Paren de discutir!

Feng Xin y Mu Qing se calmaron de inmediato. En ese momento,


una larga fila de manifestantes desfilaron por la calle principal, y
miles de ciudadanos gritaban: — ¡NO HABRÁ PAZ EN EL REINO
HASTA QUE YONG SEA EXTERMINADO!
— ¡ELLOS HAN IDO DEMASIADO LEJOS CREANDO ESTE
DESORDEN! ¡SON CANCEROSOS!

La gente de XianLe nunca había sido tan agresiva con nada, y


tampoco nunca había habido una manifestación de protesta tan
rugiente. Xie Lian no pudo evitar pensar algo malo. Feng Xin, por
otro lado, frunció el ceño.

— ¿Cómo es que hay una mujer allí?

Efectivamente, en esa multitud desfilando, una joven lideraba la


vanguardia. Esa joven era delgada, su piel blanca como la nieve,
sus ojos brillantes y negros, sus mejillas enrojecidas no por
timidez sino por rabia; una vista que atrapa. Para entonces, Mu
Qing se había calmado y dijo fríamente: — ¿Su alteza no la
reconoce?

—No —respondió Xie Lian.

Feng Xin frunció el ceño.

— ¿Te parece familiar?

—Ella es uno de los catalizadores —dijo Mu Qing.

— ¿Qué catalizador? —Preguntó Xie Lian.

—El catalizador para el enfrentamiento. —Mu Qing respondió: —


Antes, porque había más y más refugiados de Yong An en la
capital real y algunos incluso iban por ahí causando problemas,
sin ser precavidos, por lo que el Parlamento estaba discutiendo el
cuestión de expulsión, y se difundieron palabras de la misma.
Había un refugiado de Yong An que quería quedarse y no ser
expulsado, por lo que decidió arriesgarse. Una noche, se coló en
la casa de una familia adinerada y secuestró a su hija.

Al escuchar esto, Xie Lian no entenderlo.


— ¿Por qué secuestraría a la hija de una familia rica si no quería
irse?

Mu Qing le dirigió una mirada.

—Para casarse con ella. Es solo que si no fuera por medios


forzosos, ninguna hija de una buena familia en la capital real se
casaría con una persona de Yong An.

No lo dijo claramente, pero Xie Lian lo entendió.

Nunca había pensado que era algo que se podía hacer, que en
realidad había personas así en este mundo. Que algo así sucedió
en realidad, un repentino deseo de enfermarse subió de su pecho.
Feng Xin maldijo enojado en el acto.

— ¡Despreciable!

En ese momento, un grupo de tías se apresuró, agarrando y


tirando de esa joven. A primera vista, había salido cuando su
familia no estaba prestando atención. Esa joven no cedería,
gritando: — ¡No tengo miedo! No tengo nada de qué
avergonzarme, ¡no estaba en el mal!

Feng Xin se sorprendió: —Esa chica es bastante agresiva.

—Sí. —Mu Qing dijo: —Porque ella no vino de un trasfondo


común. Su padre es un funcionario de alto rango y su madre
provenía de una familia de comerciantes ricos en la capital real.
Se negaron a sufrir esta vergüenza silenciosamente, y
definitivamente no casarían así a su hija por la vergüenza, por lo
que golpearon a muerte al hombre de Yong An. Poco después,
todos los ricos comerciantes y caballeros de renombre en la
capital firmaron una petición, enumerando todos los crímenes que
los refugiados de Yong An habían cometido desde que entraron
en la capital, e invitaron al rey a encarcelar a todos a ser
castigados severamente. No hay necesidad de hablar sobre de
qué lado se encuentran todos los funcionarios del gobierno en
esto.

Después de una pausa, dijo con aire casual: —Escuché que el


padre de esa niña una vez quiso que ella entrara en el harén y
luchara por la posición del Consorte del Príncipe. Su alteza debe
haber visto su rostro varias veces hace mucho tiempo, pero no la
reconoce.

Xie Lian finalmente se dio cuenta de que todo era mucho más
complicado de lo que había imaginado.

Dos lados de un tumultuoso enfrentamiento se habían formado


durante mucho tiempo dentro y fuera de la ciudad. Todos los
pueblos se enfurecieron, deseando matar al otro. Si el decreto del
rey era parcial a Yong An, ¿no sería eso abofetear a los rostros
de su propia gente? Cuando finalmente se tomó la decisión de
distribuir algunos gastos de viaje a los refugiados de Yong An del
tesoro real, probablemente también había un gran número de
residentes que estaban disgustados.

Lo que es aún más aterrador que un enemigo disgustado es la


insatisfacción del propio pueblo del reino. Aunque técnicamente
todos eran de XianLe, pero ahora, probablemente muy pocos
pensaban eso.

Xie Lian había estado de pie desde lo alto y hacía mucho que no
sabía de los asuntos del reino mortal, pero su padre todavía
estaba en el reino mortal. Como rey, necesitaba dinero,
necesitaba personas, y en su posición, el estrés, la presión, el
compromiso que necesitaba hacer entre las personas y los
problemas no eran del mismo calibre que él. Justo como cuando
los refugiados de Yong An llegaron a la tierra, crearon ruido,
robaron y robaron, etc., para un dios marcial sentado en un
templo, todos eran asuntos pequeños. Sin embargo, para los
residentes de la capital real, todos eran muy reales, inacabables
e intolerables torturas; Una crisis a la espera de estallar. Pensar
que esto era un asunto simple y trivial era solo porque él no era el
que estaba dentro.

Xie Lian no pudo evitar recordar que los dos bigotes del rey eran
incluso más blancos que la última vez que lo había visto. La última
vez, el rey dijo que lo iba a teñir, pero probablemente ya no tenía
la energía para preocuparse.

Cuando Xie Lian era más joven, creía firmemente que su padre
era el rey más grande del mundo. Pero a medida que crecía, más
se daba cuenta de que no era así. Su padre, aunque rey, no podía
decirse que era sabio y competente, e incluso estaba un poco
corrupto, cometiendo errores a menudo. Quitándole su prestigio,
no era más que un hombre común.

Cuanto más se daba cuenta, más decepcionado se sentía, y el


rey también había notado su decepción. Así, era más que el rey
no podía aceptar cada mirada en desacuerdo, cada palabra en
desacuerdo de Xie Lian. Sin embargo, lo que más no pudo aceptar
fue que Xie Lian viera su fracaso.

Ningún padre en el mundo deseaba que su hijo viera sus fracasos.


Todo padre deseaba que ante de sus hijos, ellos siempre fueran
los más grandes. Sin embargo, Xie Lian apareció ante él en un
momento como para reprender a su propio padre: ¡Está haciendo
un desastre! Tanto que tuve que descender para ayudarlo, como
rey y como padre, ¿cómo pudo haberlo soportado al escuchar
eso?

Esa joven fue finalmente llevada por sus sirvientas, y los cientos
restantes de residentes manifestantes continuaron su protesta,
agitando señales y gritando. Solo estaban llorando por una cosa:
— ¡MATEN! ¡COMIENCEN LA BATALLA! ¡DEMUÉSTRENLE A
LOS REFUGIADOS DE YONG AN FUERA DE LOS MUROS DE
LA CIUDAD!
Un momento después, Mu Qing dijo: —Su alteza, es mejor si
regresa y se disculpa con el Emperador Celestial. En este punto,
la fortuna, el tiempo y el lugar están todos perdidos. No forma de
ayudar.

Tal como Jun Wu le había dicho en el Gran Salón Marcial: El


universo tiene su propio ritmo. Fue como decirle: El momento del
Reino de XianLe ha llegado, déjalo ir.

Incluso la reina, su madre, que deseaba día y noche aunque solo


tener un vistazo de él, cuando finalmente lo vio, le pidió que se
fuera con lágrimas en los ojos. ¿Cómo podría Xie Lian no saber
que simplemente no querían que pasara por esta difícil prueba, y
preferirían que él vigilara desde lejos, cuidándose a sí mismo?

Pero, ¿cómo podría él?

—...

Xie Lian dijo con gravedad: — ¡No!

Y se marchó.
Capítulo 78: Calmar a Yong An; El príncipe heredero entra al campo de batalla

Detrás de él, tanto Feng Xin como Mu Qing estaban en shock, y


gritaron: — ¡Alteza! Y de inmediato se apresuraron también a
protegerse junto a él.

Sin embargo, todos los ciudadanos en toda la Gran Avenida


Marcial ya habían visto al joven de blanco que apareció justo en
el centro de la calle principal. Los manifestantes se separaron
pero pronto se reorganizaron, y una multitud de miles pronto
rodearon a Xie Lian. La primera persona habló, insegura: —Mi
señor... mi señor, ¿es su alteza?

El segundo fue dudoso: — ¿No ascendió su alteza el príncipe


heredero? Él ya no es mortal, entonces ¿por qué aparecería aquí?

El tercero gritó: — ¡ES ÉL! ¡HACE TRES AÑOS EN LA


CELESTIAL PROCESIÓN CEREMONIAL LO VI CON MIS OJOS
PROPIOS, ES SU ALTEZA EL PRÍNCIPE HEREDERO!

Cada vez más empezaron a reconocer el rostro de ese dios


marcial que adoraban día y noche, y Xie Lian habló lentamente:
—Soy yo. He regresado.

La gente se volvió loca.

— ¡UN DIOS HA DESCENDIDO! ¡UN DIOS HA DESCENDIDO


REALMENTE!

— ¡UN SER DIVINO HA REGRESADO AL REINO MORTAL!

— ¡Su alteza debe haber regresado porque ya no podía tolerar


vernos sufrir el abuso de esos ladrones!
Inmediatamente, hubo quienes lo siguieron, llenos de esperanza:
—Su alteza, ¿nos guiará mi señor a derrotar a esos refugiados de
Yong An? Es cierto, ¿verdad? ¡Tiene que ser así!

Después de una pausa, Xie Lian respondió pacíficamente: —


Regresé por el bien de proteger el Reino de XianLe, para proteger
a mi gente.

Feng Xin y Mu Qing, que estaban junto a él, escuchaban


atentamente, pero no podían estar seguros de lo que significaban
exactamente esas palabras, sin embargo, los ciudadanos cuyas
cabezas se enrojecían por la sangre caliente estaban asimilando
y entendiendo lo que querían. En cuanto a Xie Lian, él tenía sus
propias consideraciones; su corazón latía cada vez más rápido, y
apretaba los dientes. ... ¡Crean en mí!

Apretó los puños y gritó: —TUS CREENCIAS ME DARÁN


MAYOR PODER CON ESTE PODER, PROMETO QUE
PROTEGERÉ A XIANLE, PROTEGERÉ A LAS PERSONAS
COMUNES. ¡POR FAVOR CREAN EN MÍ!

La gente había estado esperando ese momento; todo lo que


querían era su promesa, e inmediatamente estallaron en
fervientes vítores, luego, círculo por círculo, se arrodillaron para
postrarse: — ¡SEGUIREMOS A MI SEÑOR HASTA EL FIN DE LA
TIERRA! ¡SEGUIREMOS SU ALTEZA!

— ¡PROTEGER XIANLE!

Cuando todos los residentes de la capital real oyeron que un dios


había descendido sobre ellos, todos salieron a las calles, aunque
solo fuera para presenciar este milagro que podría no llegar en mil
años. Incluso los guardias reales informados que vinieron
apresuradamente no se atrevieron a ser imprudentes y se unieron
a la multitud postrada. Los tres estaban atrapados en el medio de
la calle principal, incapaces de moverse, y Feng Xin y Mu Qing
tuvieron que mantener el orden, gritando: — ¡NO EMPUJE!
¡DEJEN DE EMPUJAR!

Sin embargo, no fueron muy efectivos. Todos querían empujar y


acercarse a su alteza el príncipe heredero, y tocar incluso un
rincón de la manga de este dios divino del cielo, por lo que parte
de su divinidad los rozaría. Varios generales y soldados
completamente blindados fueron enviados antes de que la
multitud salvaje se separara.

Cuando toda la gente se fue, todo lo que quedó atrás fue un aire
lleno de polvo y huellas sucias que ensucian el suelo. Xie Lian
notó algo y se acercó y se agachó para recogerlo.

Era una sola flor. Después de haber sido pisoteado por muchos,
era casi el color de la suciedad. Solo quedan unos pocos pétalos
rasgados que aún conservan su tinte original de pureza.

Esa fragancia débil no duró, y pronto se dispersó.

Después de comprender algunas cosas, esta vez cuando Xie Lian


regresó al palacio, su temperamento era mucho más suave con el
rey. Así, el rey también se volvió más agradable hacia él.
Habiendo dado ambos un paso atrás, el padre y el hijo
establecieron una paz tentativa entre ellos. En cuanto al
Sacerdote principal, parecía que ya había esperado que Xie Lian
descendiera, por lo que no dijo mucho sobre el tema.

En el pasado, Xie Lian siempre creía que una nación poseía un


solo corazón y, ante un asunto grave, todos sin duda seguirían la
dirección del rey. Solo cuando finalmente se sentó a participar,
comprendió completamente cuán irritante era realmente la
posición de un rey. Dentro del parlamento, los funcionarios se
dividieron en pequeños partidos, y cada partido tenía sus propios
planes. En lo que respecta a la formación de un acuerdo sobre
cualquier asunto, podría llevar hasta una semana de interminable
debate. Todos, cada partido proclamaba que estaban trabajando
para la gente, pero en realidad, ese podría no ser el caso.

En cuanto a lidiar con los asquerosos refugiados de Yong An que


acampaban fuera de la fortaleza de la ciudad, los funcionarios
tardaron en llegar a un acuerdo con lentitud. Algunos abogaron
por un exterminio directo, y si no hubiera suficientes razones para
hacerlo, entonces inventaban un poco. Algunos no estuvieron de
acuerdo con eso.

La revuelta de Yong An fue iniciada por un desastre natural pero


surgió por la acción humana. Esa familia de tres que cayó a la
muerte en las puertas de la ciudad fue el peor catalizador
imaginable; Si a ese oficial del ejército que cortó la cuerda Lang
Ying no le hubiera roto el cuello, habría sido severamente
castigado a su regreso. En otras palabras, no importa cuán
complicadas sean las circunstancias, sin importar las razones, en
la superficie todo se parecía a la gente común que se rebelaba
contra una autoridad opresiva.

Con las cosas desarrolladas hasta este punto, un pandemónium


completo, invirtiendo más crímenes para sentenciar, solo
provocaría más repulsión, y cualquiera sea la razón a la que
pudieran llegar no sería capaz de engañar a la gente. Si tuvieran
que desplegar un ejército para exterminar, sería sin causa y difícil
de apaciguar. Impedir que la gente hablara era tan importante
como prevenir las inundaciones; Una vez que se establecía una
reputación de crueldad insensible, no solo ya no podrían gobernar
a la gente, los reinos cercanos podrían aprovechar la oportunidad
e invadirla bajo la bandera de erradicar el mal.

Si lo pensaran desde un ángulo diferente, ¿a qué hay que temer?


Esos refugiados de Yong An estaban atrapados en bosques
silvestres sin comida ni armas, ¿cuánto tiempo podría durar la
revuelta? Por lo tanto, la propuesta más favorecida al final fue
esta: si los refugiados de Yong An se atreven a atacar, serán
asesinados con cada ataque; si no lo hacen, entonces se les
dejará a sus propios dispositivos para sobrevivir o morir, y XianLe
no tendría que desperdiciar un solo recurso. No había manera de
que Yong An pudiera seguir luchando.

Como dios marcial, el descenso de Xie Lian naturalmente


significaba que tenía que ser efectivo en el campo de batalla. Por
lo tanto, el ejército había hecho una campaña bulliciosa: el lado
con Su Alteza el Príncipe Heredero era el lado de la Justicia; ¡El
ejército con Su Alteza el Príncipe Heredero era el ejército de Dios!

No pasó mucho tiempo antes de que un gran número de jóvenes


en el reino se alistaran con entusiasmo. Causó tal revuelo que
incluso las noticias parecían llegar al campamento de Yong An.
Inicialmente, todavía estaban bastante activos en sus asedios,
pero de repente todo se detuvo, como si tuvieran miedo y
estuvieran almacenando el poder en silencio. Esto hizo que los
soldados en XianLe se pusieran nerviosos, y sin cesar le
describieron a Xie Lian lo aterrador que era Lang Ying, que
siempre corría a la vanguardia. Escuchar ese nombre y recordar
el cadáver de ese bebé de ese día siempre hacía que Xie Lian se
sintiera complicado.

Dos meses después, después de contener la respiración durante


tanto tiempo, los refugiados de Yong An finalmente volvieron a
atacar.

En esta batalla, Xie Lian solo trajo una espada de luz y ni siquiera
usó ninguna armadura. No pasaron dos horas antes de que
terminara la batalla.

La sangre cubrió el suelo hasta el cielo, y en ese aire lleno de


hedor, los restantes guerreros de Yong An abandonaron sus
engranajes y corrieron frenéticamente. Antes de que los soldados
de XianLe pudieran reaccionar, ya estaban rodeados por
innumerables cuerpos muertos, y no quedaba ni un solo enemigo
en pie. En cuanto a su alteza, el príncipe heredero, estaba
envainando lentamente su espada, ni una mancha en su manga.
Pasó un momento hasta que se dieron cuenta de su abrumadora
victoria y saltaron, alzando sus espadas al cielo, gritando de
alegría.

Esa noche, los soldados de XianLe celebraron una fiesta de


victoria sobre las torres.

Había pasado mucho tiempo desde que los soldados se sintieron


aliviados; los vítores fueron infinitos mientras levantaban sus
copas para alabar a su alteza el príncipe heredero. Sin embargo,
Xie Lian rechazó todo el vino y abandonó la fiesta para ir al borde
de una esquina de la torre para sentir la brisa y la sobriedad.

A pesar de que no bebió ni una sola copa de vino, todavía podía


sentir su corazón ardiendo, su cara ardiente y sonrojada, y las
yemas de sus dedos temblaban ligeramente.

Esta fue la primera vez en la vida de Xie Lian que él había matado.
La primera vez, y él había matado a miles.

Meras hormigas.

Esas dos palabras aparecieron en su mente. Ante su poder, los


mortales no eran nada, y no había nadie que pudiera soportar sus
ligeros golpes. Era tan fácil robar la vida de otra persona, así como
la forma en que ese asistente del palacio había pisoteado a esas
hormigas, que mientras balanceaba su espada, casi perdió el
corazón de la reverencia.

Xie Lian se apoyó contra el muro e inhaló profundamente,


sacudiendo la cabeza para sacudirse el ruido, observando
distraídamente el destello de chispas en las montañas a lo lejos.
Poco después, se acercaron sonidos de dos pisadas.

Incluso sin volver la cabeza, sabía quiénes eran. Xie Lian


preguntó: — ¿No van a beber y celebrar un poco?
Mu Qing dijo: — ¿Qué hay para celebrar? No es una situación
optimista.

Al escuchar esto, Xie Lian se dio vuelta.

— ¿Ustedes también se dieron cuenta?

Realmente no era una situación optimista. Aunque ganaron esta


ronda, en realidad, este ataque fue más fuerte que cualquier
ataque anterior de Yong An.

No solo aumentaron sus números, sino que también mejoraron


significativamente su formación, armas, administración habían
mejorado significativamente. De hecho, había muchos que
estaban equipados con armaduras. Aunque aún simples y
patéticas, ya tenían la forma de un ejército formal. Sería difícil
creer que en realidad fueron echados don nadie.

Mu Qing se cruzó de brazos y frunció el ceño.

—Los entornos extremos sin duda harán que uno mejore


rápidamente, pero no importa lo difícil que sea la situación, no se
puede crear algo de la nada. Algo no está bien.

Feng Xin fue aún más contundente y dijo claramente: —Deben


haber ganado refuerzos.

Xie Lian asintió. Mu Qing agregó: —Yo tampoco creo que ninguno
de esos soldados se haya dado cuenta. Pero todavía están
celebrando solo porque te tienen de su lado y creen que ganarán
con seguridad.

Xie Lian no pensó mucho en eso y dijo: —Es la primera batalla


conmigo y ganamos. Está bien dejar que se regocijen un poco.
Solo piensa en ello como un estímulo.
Feng Xin dudó, pero igual preguntó: —Su alteza, no se ve tan
bien. ¿Sigues creando lluvia en Yong An?

—Sí —respondió Xie Lian.

La desaprobación aparentemente apareció en la cara de Mu Qing.

—Disculpe mi franqueza, pero es inútil crear lluvia ahora. Ese es


el verdadero agujero sin fondo. Su alteza, incluso si la sequía en
Yong An puede aliviarse por completo, es probable que la multitud
que se encuentra fuera de las murallas de la ciudad todavía no
desaparezca.

—Lo sé. —Xie Lian dijo: —Pero mi lluvia generadora no tenía la


intención de hacer que esas personas retrocedieran. Es para
aquellos que permanecieron en Yong An no mueran de sed. Este
fue mi objetivo original, y no cambiará para nada.

Feng Xin todavía estaba preocupado.

— ¿Estás bien aguantando?

Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros.

—No te preocupes. ¡Tengo ocho mil templos! Hay suficientes


devotos, por supuesto que estoy bien. Pero…

Su otra mano rodeó los hombros de Mu Qing y Xie Lian suspiró.

—Gracias a Dios que ustedes dos ayudaron hoy. Gracias por


estar a mi lado.

Hoy en el campo de batalla, sus dos asistentes sufrieron mucho


más que él, sus cuerpos cubiertos de sangre y mugre por todos
los asesinatos.
—No hay necesidad de decir esas cosas —dijo Feng Xin. Mu Qing
exprimió vagamente un sonido —Oh.

Xie Lian apretó, acercando a los otros dos, y dijo con seriedad: —
No solo por hoy, sino por siempre, muchas gracias. Espero que la
vista de los tres juntos luchando se convierta en un cuento de
siglos.

—...

—...

Un momento después, Feng Xin se echó a reír y Mu Qing dijo con


incredulidad: —Encontré que siempre logras decir eso... con tan
descarada confianza. Realmente eres... —Él negó con la
cabeza—. No importa.

Los labios de Xie Lian finalmente se curvaron hacia arriba. Pero


la sonrisa no duró mucho cuando de repente se congeló.

— ¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!

SCHWING, y la espada de Xie Lian estaba desenfundada. Agitó


su espada y sacó una sombra de la esquina del muro.

Esa persona había estado escondida en la esquina durante


mucho tiempo, aguantando la respiración, y no había sido notada.
Inicialmente, Xie Lian solo había querido apuntarle al cuello con
la punta de su espada para asustarlo, pero ese día había estado
matando de forma demasiado agresiva en el campo de batalla,
sus brazos aún temblaban y sus manos perdían el control. El
simple movimiento fue demasiado poderoso, y tiró a esa persona
directamente sobre el muro.

A la luz de la luna, en el aire, los tres pudieron ver claramente que


el uniforme y el equipo de esa persona pertenecían a su ejército,
y que parecía ser un niño de quince o dieciséis años. Un suspiro
más tarde cayó hacia abajo, su forma desapareció debajo. Al ver
que esa persona estaba a punto de caer por la pared, Xie Lian
gritó: ¡oh no! mentalmente, y saltó fuera.

Su pie se enganchó al borde del muro, su cuerpo se inclinó hacia


abajo, y rápidamente extendió un brazo para tirar, y logró
agarrarse del brazo del otro. El cuerpo de ese joven soldado colgó
en el aire y se balanceó varias veces antes de que él mirara hacia
arriba. Al tomar prestada la tenue luz de la luna, Xie Lian vio su
rostro y sus ojos se ensancharon un poco.
Capítulo 79: Sobre la colina BeiZi; El príncipe heredero cae en el nido del demonio

El repentino salto en el aire de Xie Lian fue ciertamente alarmante,


pero sus dos ayudantes estaban más que conscientes de lo capaz
que era, y por lo tanto Mu Qing no se movió, pero Feng Xin igual
se acercó y lo ayudó a levantarse. Xie Lian solo usó un poco de
fuerza para jalar y ese joven soldado fue arrastrado, los dos
cayeron con los pies apoyados en la pared de la torre.

— ¿De qué tropa vienes? ¿Por qué te escondes aquí? —Preguntó


Xie Lian.

Los brazos y la cabeza de ese joven soldado estaban envueltos


en vendas, e incluso había manchas de sangre en ellos, que
parecían estar cubiertas de heridas. No era nada extraño;
después de la batalla de hoy había muchos soldados heridos que
estaban envueltos así. Sin embargo, que se escondiera en las
sombras sin hacer un sonido era altamente sospechoso.

—Podría ser un espía de Yong An, átalo e interrógarlo —dijo Mu


Qing.

Xie Lian también lo sospechaba, pero la capital real estaba


rigurosamente protegida y las posibilidades de que los enemigos
se escabulleran eran pocas, a menos que fuera el mismo Lang
Ying. Sin embargo, este joven soldado era claramente un niño
apenas mayor de edad.

Feng Xin, sin embargo, estaba desconcertado: —Su alteza, ¿no


recuerda a este mocoso? Durante el día de hoy, siguió atacando
para pelear frente a ti, en esa formación que estaba adelante.

Xie Lian se sorprendió un poco.

—Oh, ¿en serio?


En medio de los asesinatos durante el día, no tuvo tiempo de
darse cuenta de nada más, solo que si alguien levantaba una
espada para luchar contra él, se balanceaba para contraatacar. Ni
siquiera se molestó con Feng Xin y Mu Qing, así que, ¿cómo
notaría a otros soldados?

Feng Xin estaba seguro.

—Lo es. Recuerdo a este mocoso. Su ataque era bastante


agresivo, como si no le importara en absoluto su vida.

Al escucharlo, Xie Lian miró al joven soldado con cuidado. Por


alguna razón, ese chico se mantuvo más alto, con los hombros
cuadrados y la cabeza levantada, como si estuviera un poco
rígido, pero también como si estuviera parado en posición de
atención. Mu Qing comentó: —Entonces no debería estar
escabulléndose aquí escondido, ¿quién sabe si está aquí para
espiar o escuchar?

Incluso si eso fue lo que dijo, igual relajó su guardia. Esto se debió
a que la campaña del ejército de XianLe promocionando el
'Ejército de Dios, Santa Cruzada', hubo un gran número de
jóvenes que se alistaron para seguir a Xie Lian, muchos de ellos
igualmente jóvenes, y la mayoría eran fieles adoradores.
Crecieron adorando sus estatuas divinas, escuchando sus
historias de valor, y querían acercarse en secreto, aunque solo
fuera para echar un vistazo al dios marcial. No era la primera ni la
segunda vez que sucedía, así que no era nada especial.

—Está bien, fue una falsa alarma —dijo Xie Lian. Luego se volvió
hacia ese joven soldado y le dijo calurosamente: —Debo haberte
asustado ahora mismo. Lo siento.

Sin embargo, ese chico no se veía asustado y solo se


enderezaba.

—Su Alteza…
Sin embargo, se detuvo y de repente se movió hacia a Xie Lian.

Xie Lian pensó que quería emboscarlo y se apartó de inmediato


para esquivarlo, su mano alcanzó la espada para golpear. Con su
fuerza, solo un golpe y ese chico sin duda moriría en el acto. Pero
justo en ese momento, de repente sintió una ráfaga de aire frío
detrás de él. Su mano cambió de rumbo bruscamente y giró para
atraparla, y atrapó una flecha que apuntaba hacia su espalda.

Resulta que el chico corrió para cubrirlo porque vio un parpadeo


de esa flecha volando por el aire. La espalda de Xie Lian estaba
apoyada contra el borde del muro y, después de haber sido
atacado desde atrás, no se asustó en lo más mínimo, sino que
saltó a la pared para mirar hacia abajo.

En los vastos campos que se encontraban ante las puertas de la


ciudad, podía ver débilmente la figura solitaria de un hombre que
se encontraba en la lejanía, y debido a que vestía ropa de color
oscuro y se mezclaba con la noche, era difícil verlo. Feng Xin
estuvo instantáneamente al lado de Xie Lian, sacó su arco y
disparó. Sin embargo, parecía que el hombre ya había calculado
la distancia y estaba fuera de su alcance. Esa flecha que disparó
atrajo la atención de Xie Lian, por lo que lo saludó y luego se volvió
rápidamente para irse sin decir una palabra. Cuando la flecha de
Feng Xin llegó a él, ya era demasiado tarde, y solo se clavó detrás
de los pies de ese hombre por centímetros.

Furioso, Feng Xin golpeó la pared y los escombros se


derrumbaron.

— ¡¿QUIEN ERA ESE?!

— ¿Quién más podría ser? ¡Lang Ying! —Gritó Xie Lian.

Los soldados de XianLe también notaron algo extraño, y


comenzaron a gritar, corriendo, pero por precaución, no abrieron
las puertas de inmediato para dar caza, y en cambio informaron a
los superiores para que dieran instrucciones. Lang Ying saludó
con la mano y se fue después de disparar esa flecha, como si
viniera especialmente a saludar a Xie Lian. Mu Qing frunció el
ceño.

— ¿Por qué vino? ¿Eso fue una declaración?

Feng Xin dijo enojado: —En el frente de batalla de hoy, Yong An


fue completamente derrotado, y él mismo apenas escapó de las
manos de su alteza, así que, ¿qué puede declarar?

Xie Lian, sin embargo, sintió que la flecha en su mano tenía algo
más atado alrededor de ella, y cuando la llevó a la luz del fuego
para ver, era un pedazo de tela rasgada que parecía provenir de
una túnica de brocado verde. Incluso había rastros de sangre
húmeda en la tela, y cuando la desdobló, había un garabato de la
palabra —Qi.

Xie Lian inmediatamente agarró esa tela y dijo: — ¿Dónde está Qi


Rong? ¿¡Qi Rong no está en el palacio?!

Feng Xin se dirigió a los soldados cercanos: — ¡Vayan


rápidamente al palacio y confirma!

Los soldados se fueron inmediatamente. Esa tela era, de hecho,


un rincón de la manga de la túnica favorita de Qi Rong, y Lang
Ying era conocido por su sigilo, por lo que había una alta
probabilidad de que Qi Rong hubiera sido secuestrado. Las cosas
no se pudieron retrasar, Xie Lian dijo: —Voy a buscarlo. Al ver que
Feng Xin regresó, agregó: —Ustedes dos vigilen las puertas de la
ciudad pero no hagan ningún movimiento. Esto podría ser una
trampa.

Feng Xin se encogió de hombros con su arco en la espalda.

— ¿No vas a llevar a nadie?


Si no hubo ningún ataque importante por parte de Yong An, Xie
Lian no quería que XianLe desplegara soldados primero. Si Qi
Rong hubiera caído en manos enemigas, Xie Lian podría traerlo
de vuelta, pero si traía una tropa consigo, causaría un gran
revuelo, y no sería solo uno o dos muertos. En este momento, Xie
Lian quería minimizar cualquier problema.

—No. No pueden hacerme nada.

Luego, empujó la pared ligeramente y saltó, aterrizando


suavemente en el suelo, y se lanzó rápidamente en la dirección
en que Lang Ying se retiró. Después de correr un rato, escuchó
pasos detrás de él, y cuando giró la cabeza para mirar, fue a ese
joven soldado. Xie Lian le gritó: —No necesito ayuda, ¡vuelve!

Ese chico negó con la cabeza. Xie Lian volvió a intentar: —


¡Vuelve! Y aceleró, dejando a ese chico muy atrás en un instante,
que ya no se lo puede ver.

Después de correr por cinco, seis millas, llegó a la cima de una


montaña. Esta montaña no era empinada, y era más como una
colina, por lo que se llamaba la colina BeiZi 10. Según los
exploradores, la colina de Beizi estaba cubierta de follaje, y en la
noche profunda, había ruidos extraños alrededor del bosque
oscuro, como si hubieran innumerables criaturas observando. Xie
Lian se adentró más en la montaña y buscó con la respiración
contenida durante mucho tiempo hasta que, de repente, vio a lo
lejos la forma de una larga forma humana colgada de un árbol.
Miró de cerca y gritó: — ¡Qi Rong!

De hecho era Qi Rong. Lo colgaron boca abajo de un árbol, como


si lo hubieran golpeado hasta obtener una pulpa y se desmayara,
su nariz sangrando hacia abajo, y uno de sus ojos estaba
ennegrecido. Xie Lian desenfundó su espada y cortó esa cuerda,

10
BeiZi significa espalda pequeña.
atrapó al caído Qi Rong y le abofeteó la cara. Qi Rong recuperó
la conciencia y gritó en el momento en que lo reconoció: — ¡Primo
Príncipe heredero!

Xie Lian solo estaba aflojando su atadura cuando sintió frío detrás
de su espalda e inmediatamente giró su espada hacia atrás.
Volvió la cabeza y era Lang Ying, con una espada larga en la
mano, lanzándose hacia él.

Los dos se enfrentaron un par de veces, y no pasó mucho tiempo


antes de que Xie Lian tirara la espada de Lang Ying. Entonces Xie
Lian le dio una patada en las piernas, haciendo que se tropezara
y llevó la espada a la garganta para terminar la pelea.

—Sabes que no eres mi igual, deja de pelear.

Se enfrentaron más temprano ese mismo día en el campo de


batalla, y todos los que cargaron contra Xie Lian fueron
asesinados, excepto Lang Ying, quien aún sobrevivió después de
enfrentarse a la espada de Xie Lian, y arrastró a los heridos.
Cualquiera podía ver que Lang Ying era el líder de esos
refugiados Yong An, y Xie Lian, que le decía que dejara de luchar,
naturalmente tenía un significado más profundo.

—Mientras ustedes no transgredan, les prometo que los soldados


de la capital real no los atacarán. Cogjan el agua y las raciones.
Váyanse.

Lang Ying se recostó en el suelo y lo miró fijamente a los ojos, esa


mirada lo hacía sentir incómodo. Él dijo: —Su alteza, ¿cree que lo
que está haciendo es correcto?

Xie Lian se congeló. Junto a él, Qi Rong dijo: — ¡Basura! ¿Sabes


quién es el primo príncipe heredero? ¡Es un dios del cielo! Si no
está en lo correcto, ¿crees que ustedes los perros traidores están
en lo correcto?
— ¡Qi Rong, tranquilo! —Gritó Xie Lian.

La pregunta que Lang Ying planteó, no la pudo responder. En el


fondo, sintió que algo no está bien con lo que ha hecho. Pero, este
era el mejor curso de acción que podía pensar. Si no protegía a
XianLe, la defendía contra la transgresión, ¿podía realmente
permitir que los rebeldes de Yong An asaltaran libremente una y
otra vez, incluso invadir la capital real?

Si solo uno o dos le atacaran con sus espadas, él podría con solo
tocarlas ligeramente golpearlos hasta dejarlos inconscientes para
acabar con las cosas. Pero en el campo de batalla, las espadas
eran despiadadas, y no había manera de que él pudiera tener la
energía para simplemente eliminar a todos. Él solo podía dejar de
sentir y atacar con la espada. La pregunta de Lang Ying había
despertado esa voz dentro de sí, preguntándole: ¿Crees que lo
que estás haciendo es correcto?

Qi Rong no tuvo este dilema y siguió hablando: — ¿Qué dije mal?


¡Primo, ya que estás aquí, apúrate y mata a todos ellos tercos
ladrones! Un grupo de ellos me dio una paliza, ¡y yo solo era una
persona!

Qi Rong había sido una figura de arrogancia dominante dentro de


la capital real, y naturalmente, muchos de los que lo odiaban eran
de Yong An, por lo que ciertamente aprovecharon esta
oportunidad para vengarse. Por supuesto, más que muchos de
XianLe también lo odiaban. Xie Lian no tuvo tiempo para él y le
dijo a Lang Ying: — ¿Qué quieres? Si quieres lluvia, lloverá en
Yong An. Si quieres oro, empujaré las estatuas doradas y te las
daré. Si quieres comida, yo... pensaré en una manera. Solo, no
empieces una guerra. ¿No podemos resolver esto juntos y
encontrar un tercer camino?

Xie Lian soltó esas palabras a pesar de ser él, y Lang Ying podría
no entender lo que significaba el tercer camino, pero respondió sin
dudarlo: —No quiero nada y no necesito nada. Lo único que
quiero es que el Reino de XianLe deje de existir en este mundo.
Necesito que desaparezca.

Su tono era plano, pero sus palabras eran frías. Un momento


después, Xie Lian dijo con gravedad: ... si traes personas para
atacar, no podré sentarme y mirar. No tienes ninguna posibilidad
de ganar. ¿Debes hacer esto incluso si los de Yong An que te
siguen morirán?

—Sí —dijo Lang Ying.

—...

Su respuesta fue tan tranquila, tan firme, que mientras los nudillos
de Xie Lian se agrietaban, no podía decir nada a cambio. Lang
Ying enunció cada palabra: —Sé que eres un dios. Está bien.
Incluso si eres un dios, no puedes hacerme parar.

Xie Lian sabía que lo que Lang Ying dijo era verdad. Simplemente
porque lo que estaba en su tono de voz era más que familiar para
él, era la determinación de alguien impregnado de justicia y
rectitud. Cuando le dijo a Jun Wu; incluso si los cielos dicen que
debo morir, ¡su determinación interna era exactamente la misma
que la de Lang Ying en este preciso momento!

Las palabras de Lang Ying no fueron diferentes a una


proclamación de que continuaría llamando a la interminable gente
de Yong An a continuar atacando sin cesar. Entonces, Xie Lian
supo lo que debía hacer.

La espada en la mano de Xie Lian se sostuvo con una mano, pero


ahora la agarró con ambas manos. Justo cuando estaba a punto
de perforar la garganta de Lang Ying con sus manos temblorosas,
de repente se escuchó un sonido extraño detrás de él, y luego una
carcajada.
Que alguien pudiera aparecer sin sonido y sin previo aviso, Xie
Lian se sobresaltó, y cuando miró hacia atrás, sus ojos se
agrandaron.

Por lo general, aquellos que aparecían en un momento como este


tenían más probabilidades de ser soldados enemigos, y tal vez
innumerables espadas ya estaban apuntando hacia él, pero no
esperaba que detrás de él hubiera una figura tan extraña.

Esa persona llevaba un traje funerario blanco mortal, su rostro


tenía una máscara blanca mortal, y esa máscara era
extremadamente extraña, con la mitad de la cara llorando, la otra
mitad sonriendo. Estaba sentado en una enredadera colgada
entre dos árboles, y ese sonido crujiente vino de él al balancear
esa enredadera de un lado a otro como un columpio. Cuando vio
a Xie Lian mirar hacia atrás, levantó las manos y lentamente
aplaudió, con una carcajada que salía de sus labios, levantando
el pelo en la espalda de Xie Lian.

— ¡¿Qué eres?! —Dijo Xie Lian bruscamente.

Usó: qué, porque sus instintos le decían que esa cosa no era
humana.

Justo en ese momento, Xie Lian notó repentinamente que la


sensación de la espada en sus manos estaba mal, y Qi Rong gritó
al mismo tiempo, y cuando se dio la vuelta para mirar, el suelo
delante de él estaba completamente abierto en una zanja
profunda, y Lang Ying, quien yacía en el suelo, estaba siendo
tragado por esa brecha. El suelo estaba cerrando rápidamente la
boca y, sin pensarlo, Xie Lian se clavó en el corazón de la tierra.
Solo cuando sintió que la punta de su espada solo tocaba el suelo
y no perforaba ninguna carne, Xie Lian se dio cuenta de que había
fallado en matar a Lang Ying, pero no podía decir si se sentía
arrepentido o aliviado. Justo en ese momento, ese ser vestido de
blanco comenzó a cacarear de nuevo, y Xie Lian levantó su
espada y la lanzó hacia él.

Ese golpe fue tan rápido como un relámpago, penetrando a través


de ese ser, clavándolo en el árbol, y que se derrumbó en el suelo
sin emitir un solo sonido. Xie Lian se apresuró a comprobar, pero
solo vio un montón de túnicas blancas en el suelo. ¡El que llevaba
la túnica había desaparecido en el aire!

La aparición y desaparición de ese ser fueron increíblemente


peculiares. Xie Lian estaba en shock y no se atrevió a bajar la
guardia.

Cogiendo a Qi Rong del suelo con una mano, dijo: —Vamos.

Sin embargo, Qi Rong se quejó: — ¡No nos vayamos! ¡Primo,


prendamos fuego a esta montaña, primo! Hay un grupo de esos
Yong An en esta montaña, esos radicales burdos que no dejan las
puertas de la ciudad se esconden aquí, ¡prendamos fuego e
incineremos este lugar!

Xie Lian lo arrastró con una mano por cierta distancia, sintiendo el
aura demoníaca alrededor de ellos cada vez más pesada, como
si innumerables ojos los estuvieran mirando. Él dijo: — ¿No viste
lo extraño que era ese ser justo ahora? No debemos quedarnos.

— ¿Y qué? —Qi Rong dijo: — ¡Eres un dios! ¿No tienes miedo de


esos pequeños demonios? ¡Si se atreven a obstruirte, entonces
mátalos!

—Volvamos primero —dijo Xie Lian.


Al escuchar que Xie Lian no le estaba prestando atención y que
no iba a incendiar la montaña, los ojos de Qi Rong se hincharon.

— ¿POR QUÉ? ESAS PERSONAS ME PEGARON HASTA LA


MÉDULA Y QUIEREN ANTAGONIZARNOS. LO ESCUCHASTE.
¡ÉL DICE QUE QUIERE ANIQUILAR A XIANLE! ¡QUIERE
ANIQUILAR NUESTRO REINO! ¿POR QUÉ NO LOS MATAS A
TODOS COMO LO HICISTE HOY EN EL CAMPO DE BATALLA?

Xie Lian inhaló y gritó enojado.

— ¡Por qué solo piensas en matar! Matar, matar en tu cabeza?


¡Los soldados y los civiles son diferentes!

Qi Rong respondió: — ¿Cuál es la diferencia? ¿No son todas


personas? ¿Matar a cualquiera de ellos no es lo mismo?

Era como si apuñalara a Xie Lian donde dolía, y una explosión de


ira se acumuló.

— ¡TÚ...!

Justo en ese momento, sintió que algo se apretaba alrededor de


su tobillo, y cuando miró hacia abajo, una mano hinchada se
asomó entre los arbustos y agarró su bota.

Al mismo tiempo, se escucharon innumerables ruidos que caían


delante de ellos, y varias formas humanas cayeron de los árboles
como la lluvia, paralizados en el suelo, incapaces de levantarse.
A pesar de que tenían la forma de seres humanos, eran débiles
como innumerables gusanos de carne gigantes, que se retorcían
lentamente hacia ellos. Qi Rong gritó de miedo.

— ¿QUIÉNES SON?
Xie Lian cortó esa mano con su espada y dijo con gravedad: —
¡No son personas, son binus!11

En el pasado, Xie Lian nunca había oído hablar de su aparición


en ninguna de las montañas cercanas a la capital real, e incluso
si hubiera algún tipo de monstruos o demonios, generalmente los
exterminaban rápidamente los cultivadores del Sagrado Pabellón
Real. Lo que significaba que estos binus fueron soltados
intencionalmente por alguien.

Xie Lian nunca había esperado que esta guerra involucrara algo
inhumano. Recordando lo ocurrido, creía cada vez más que esas
cosas estaban aliadas con Lang Ying, y que el secuestro de Qi
Rong no era más que para atraerlo. Sin embargo, no tenía tiempo
para pensar en el momento. Cada vez que agitaba su espada,
podía cortar de siete a ocho binus por la mitad, pero cuando
aparecen, generalmente vienen en manada. Efectivamente, a su
alrededor, los arbustos y los árboles empezaron a susurrar,
agitándose cada vez más, y más y más formas borrosas y
carnosas salieron, dirigiéndose hacia Xie Lian sin cesar. Podía
matar a diez con un solo golpe, pero veinte loa reemplazarían.
Justo cuando Xie Lian golpeaba interminablemente, un binu en un
árbol se estrechó hacia la espalda de Xie Lian, ¡y saltó para luchar!

Inesperadamente, antes de que se acercara, fue cortado por un


destello de una llamarada. Qi Rong no tenía armas sobre él, por
lo que no pudo haber sido él. ¡Xie Lian se volvió para mirar y vio
que el que tenía una espada era ese joven soldado!

Xie Lian lo dejó atrás junto a las puertas de la ciudad, pero en


realidad lo siguió y lo encontró. Ese chico llevaba una espada
desgastada y derribó una serie de binus, muy eficazmente. Esas
cosas se arrastraron y emitieron un fluido corporal espeso y

11
No es una palabra en español o inglés, es la pronunciación del chino 鄙奴.
鄙 significa inferior y 奴 significa esclavo.
pegajoso, y Qi Rong estaba llorando por lo repugnantes que eran.
Pisó la cabeza de uno que parecía débil y notó que la criatura no
era exactamente aterradora, y dijo abatido: — ¿Entonces no son
tan impresionantes?

Sin embargo, poco sabía, los binus suelen aparecer junto a males
más violentos y crueles. Xie Lian se mordió los labios y se hirió la
piel, usando dos dedos de su mano derecha para sumergir la
sangre, luego la manchó en su hoja. Luego metió la espada en las
manos de Qi Rong: — ¡Ustedes dos, tomen esta espada y
váyanse! Nada se atreverá a acercarse. No vuelvan aunque
escuchen algo. Recuerden, ¡no miren atrás!

Qi Rong protestó.

— ¡Primo! Yo…

Xie Lian lo interrumpió: —Los poderosos están justo detrás de


ellos. No podré cuidarte una vez que aparezcan. ¡Es mejor si
regresas e informas!

Qi Rong dejó de hablar y corrió frenéticamente con la espada. La


espada sagrada en sus manos tenía la esencia de la divinidad de
Xie Lian y, a lo largo del camino, ningún binu u otros males se
atrevían a acercarse, su camino estaba libre, y desapareció
rápidamente. Sin embargo, ese joven soldado aún no, y el propio
Qi Rong ya se había ido. Xie Lian no tenía otra espada de
protección sagrada para darle, y solo podía usar sus palmas para
disparar golpes espirituales, creando explosiones. Ese chico
también cooperó vigorosamente, y después de una hora, todos
los binus fueron exterminados.

Un suelo lleno de fluidos pegajosos y cadáveres, el hedor era


sofocante. Después de asegurarse de que ni un solo binu
escapara, Xie Lian calmó el aliento y se dio la vuelta, hablando
con ese chico: —Eres bastante bueno con la espada.
Ese chico agarró su espada con más fuerza, y aunque estaba
resoplando al principio, instantáneamente se puso de nuevo en
atención.

—Sí, sí señor.

—No te estoy dando órdenes, ¿por qué dices sí señor? Xie Lian
dijo: —Cuando te ordené que regresaras antes, ¿por qué no
dijiste, sí señor?

— ¡Sí, señor! —Respondió ese muchacho, pero luego se dio


cuenta de que su respuesta era extraña, y se mantuvo aún más
rígido. Xie Lian negó con la cabeza, reflexionó, y de repente sus
labios se curvaron hacia arriba. —Pero, estás mejor preparado
para un sable.

-------------------------------------------------------------------------------------
Notas de la autora MXTX: Hua Hua todavía no tiene catorce años,
pero debido a la pubertad, creció rápidamente en altura y ya no
parece un cachorro triste, ¡por eso Xie Lian no lo reconoció!
Capítulo 80: Tierra del afecto; Cuerpo de oro presionado contra el deseo (parte
uno)

Ese chico fue sorprendido.

— ¿Por qué?

Xie Lian recordó los golpes y movimientos de ese chico cuando


mató a esos binus, y casualmente presumió algunas maniobras:
—Nunca has usado un sable, ¿verdad? Usas una espada, pero la
espada es engañosa. Aunque es extremadamente rápida y
agresiva, todavía es bastante restrictiva, difícil de extender. Si
nunca ha usado un sable, inténtelo la próxima vez. Creo que
podrías ser aún más fuerte con eso.

Si alguna vez Xie Lian vio a alguien con una habilidad notable en
las artes marciales, no podría dejar de querer acercarse y hablar.
No era una crítica de ningún tipo, estaba realmente muy
interesado y quería intercambiar ideas. Debido a que poseía una
rica experiencia en artes marciales, muchas veces no tenía que
pensar; sólo una mirada y él podría darse cuenta de los detalles.
Incluso si él no pudiera explicar por qué lo que era, aún sentiría
que debe ser así. Por lo general, por respeto a su estado, la gente
escuchaba pero había muy pocos que realmente prestaban
atención. Sin embargo, ese chico escuchó atentamente, engulló
sus sugerencias y miraba la espada en su mano de vez en
cuando.

Xie Lian divagó unas pocas palabras antes de que


repentinamente se escucharan más ruidos desde el bosque como
si algo se estuviera arrastrando rápidamente, y Xie Lian
inmediatamente recordó que todavía estaban en peligro, y
realmente no era el momento ni el lugar para emocionarse. De
inmediato volvió a ponerse serio: —Quién sabe si podría haber
más maldad en esta montaña. Este lugar necesita una limpieza
profunda.

Ese chico asintió vigorosamente y le entregó esa espada de acero


a Xie Lian con ambas manos. Xie Lian negó con la cabeza. —Sólo
defiéndete. No te fuiste antes, y ahora no hay manera de que te
vayas. Haré todo lo posible para protegerte, pero mantente alerta.

Justo en ese momento, los arbustos crujieron y algo saltó


bruscamente. Xie Lian agitó su muñeca para disparar una ráfaga
de su palma, y ésta golpeó rápidamente. Un grito terrible y esa
cosa dejó de moverse. Había un fuerte hedor a sangre y Xie Lian
estaba desconcertado: si se tratara de un binu, entonces, después
de haber explotado, filtrarían fluidos corporales pegajosos, y la
viscosidad era tal que el olor a sangre generalmente no se
emitiría, por lo que se acercó a comprobar.

Haciendo a un lado los arbustos, de hecho había un gran binu en


el suelo, esparcido en varios pedazos de la explosión, pero ese
hedor de sangre no provenía de él, sino de algo en su boca: era
un trozo de piel ¡Una cabeza humana con largos pelos todavía
pegados!

Los Binus eran carroñeros que buscaban restos, y por su aspecto,


un humano había sido asesinado. Dejó pequeñas gotas de sangre
en su camino entre los arbustos, y Xie Lian lo siguió de inmediato,
y ese joven soldado lo siguió de cerca. Cuanto más caminaban,
más gruesas se volvían las manchas de sangre y más fuerte el
hedor. Pronto, escucharon gritos que sonaban débiles e
impotentes.

Ese pequeño soldado levantó su espada y corrió frente a Xie Lian


para protegerlo, pero Xie Lian lo empujó hacia atrás. Pasando por
un campo de arbustos de flores, una cueva semi-grande apareció
ante ellos.
Esa cueva probablemente era el lugar de descanso de algunos
transeúntes, pero ahora, los cadáveres tapizaban el suelo, y de
veinte a treinta binus estaban trepando sobre esos cadáveres,
masticando hasta el contenido de su corazón. También había
varios de ellos rodeando a una joven. Esa joven mujer parecía
sentir dolor, sus tripas se abrían, sus entrañas se derramaban por
todas partes, pero ella todavía estaba viva. Parecía que podría
haberse estado vistiendo, una flor roja brillante estaba en el pelo;
la sangre fresca complementó esa flor carmesí y la imagen
parecía particularmente cruel.

Esos binus estaban lamiendo sus órganos frescos, listos para


masticar, pero al escuchar los sonidos de alguien que se
acercaba, todos se giraron para mirar y atacaron en su dirección.
Xie Lian lanzó un golpe de su palma sin parpadear y los mató a
todos antes de revisar los cadáveres inmediatamente después.
Entre los cadáveres estaban hombres y mujeres, viejos y jóvenes,
con el rostro pálido y su atuendo simple. Sin duda, eran civiles de
Yong An, y Xie Lian no pudo evitar sorprenderse.

Había pensado que la aparición repentina de monstruos y


demonios era provocada por ese extraño ser vestido de blanco.
Ese ser vestido de blanco salvó a Lang Ying, así que deben ser
aliados, pero entonces, ¿cómo es que esos binus se daban un
festín con esos civiles Yong An? Las criaturas no humanas nunca
formarían un pacto con los humanos sin ninguna razón, entonces
¿esto significaba que esta era la condición que Lang Ying aceptó
para la alianza? ¿Fueron las vidas de sus seguidores sus fichas
de negociación?

Esa joven estaba llena de dolor y terror, la sangre brotaba de sus


labios y sollozaba: —No me mates, no hice nada malo, ¡no me
mates!

A pesar de sí mismo, Xie Lian recordó a esa familia de tres que


murió debajo de las murallas de la ciudad; ¿Y qué pecados habían
cometido? Se arrodilló y se inclinó, se acercó y habló con voz
suave y calmada: —No te asustes. No hay nada que temer,
estamos aquí para salvarte.

Sin embargo, ese pequeño soldado apuntó con su espada a la


joven: —Su alteza, tenga cuidado. Ella podría ser un espíritu
maligno de las montañas profundas.

Por supuesto, Xie Lian sabía que era una gran posibilidad, pero
después de mucha consideración, todavía sentía que no podía
dejarla sola, por lo que siempre que fuera prudente debería estar
bien. Sintió el pulso de esa joven, revisó la palma y los dedos en
busca de huellas, e instantáneamente confirmó que ella era
realmente una humana, y que nunca había practicado artes
marciales, con los brazos flojos y sin poder. Inmediatamente
comenzó a tratarla. Sacó una botella de medicina de su manga,
abrió el corcho y un humo blanco y débil se impregnó lentamente,
su olor era fragante.

Esa medicina podría frenar temporalmente cualquier veneno, y es


increíblemente eficaz contra las heridas. Xie Lian no fue tacaño
con la santa cura, y agotó toda la botella con ella.

— ¿Te sientes mejor?

Las heridas de esa joven eran pesadas y terribles de ver, pero


después de oler ese humo, algo de sangre regresó a su rostro y
ella asintió débilmente con la cabeza.

— ¿Eres de Yong An? ¿Cómo sucedió esto? —Preguntó Xie Lian.

Las lágrimas rodaron por el rostro de esa joven.

—Yo, yo soy. Tampoco sé cómo llegó a ser esto. Todosss, todo


solía estar bien, pero de repente, mi padre murió, mi hermano
también murió...

Xie Lian le dio una palmadita en los hombros.


— ¿Quién es el asesino que los mató? O, ¿qué los mató?

Esa joven mujer sollozó: —El asesino que los mató fue... era...
¡eras TÚ!

En la última palabra, su rostro de repente se volvió feroz, sus dos


ojos brillaron y se hincharon. ¡Abrió los brazos y se abalanzó,
agarrando a Xie Lian en su abrazo!

Ese joven soldado siempre había estado de pie en alto alerta, y


reaccionó extremadamente rápido, inmediatamente perforando su
corazón con su espada. Esa joven ya estaba gravemente herida,
y después de ser apuñalada, su muerte debería haber sido una
cosa segura, sin embargo, comenzó a reír a carcajadas de
alegría, aferrándose a Xie Lian firmemente negándose a dejarlo
ir, y se mantuvo en esa posición hasta que ella dejó de respirar.
Se aferró con tanta fuerza que el joven soldado se esforzó por
sacar su cadáver. Preguntó ansiosamente: — ¡Alteza! ¿Está
bien?

Xie Lian había pensado que la joven iba a emboscarlo como un


último esfuerzo. Sin embargo, ella no tenía armas sobre ella; ella
ni siquiera le mordió ni rasguñó, y solo se aferró a él con fuerza,
como si eso fuera suficiente, imparable incluso después de la
muerte. Confundido, respondió: —Estoy bien, yo...

Se desvaneció cuando un repentino mareo lo asaltó


burlonamente.

Ese pequeño soldado ensanchó su único ojo brillante.

— ¡Alteza?!

Era como si las entrañas de Xie Lian estuvieran en llamas; él no


podía hablar, no quería hablar y tampoco quería escuchar a nadie
hablar. Sacudió la cabeza y levantó la mano, sin hablar. A su
alrededor se oyó el sonido de una mujer riendo.

—Jejejejejejejejejejeje...

—Jejejejejejejejejejeje...

Los dos se dieron cuenta de que no había una tercera persona


alrededor. ¡Esa risa venía de esa flor roja brillante!

Xie Lian comprendió al instante que había caído en una trampa.

¡Tierra del Afecto!

Esta Tierra de Afecto, no era esa tierra del afecto12. La Tierra del
Afecto era una flor demonio que amaba juntarse y chupar para
deleitarse con la esencia de los hombres, viviendo de su sangre.
Su fragancia no era nada buena, y Xie Lian advirtió de inmediato:
— ¡Cúbrete la boca y la nariz fuertemente, no respires la fragancia
de esa flor!

Ese joven soldado ya tenía vendas envueltas de manera segura


alrededor de su cara y tenía una capa de filtro, por lo que no
respiró ningún olor. Al escuchar a Xie Lian, apretó sus vendajes
pero luego se dio cuenta de que Xie Lian no tenía nada con qué
cubrirse, así que arrancó un pedazo de la parte más limpia de su
manga, lo frotó con fuerza, lo palmeó hasta que estuvo más limpio
y se lo pasó con ambas manos. Sin embargo, Xie Lian dijo: —No
es necesario. Es demasiado tarde.

Cuando fue a ayudar a esa joven, él pudo haber estado alerta,


pero no se protegió contra el olor y fue aprisionado muy cerca, sin
saber que la flor que tenía en el cabello era una flor de Tierra de
Afecto. Antes de morir, se aferró firmemente a Xie Lian,

12
“La tierra del afecto” se ha referido históricamente a un burdel o
afrodisíaco. MXTX está creando su propia versión de La tierra del afecto.
asegurándose de que no fallaría. Esto significaba que Xie Lian ya
había inhalado sin saberlo muchos bocados de esa afectiva
fragancia, verdaderamente refrescando el espíritu.

Una vez que la fragancia entrara en el cuerpo, los hombres se


volverían impetuosos. Entumecimiento para empezar, luego
manía. En ese momento, el cuerpo entero de XIe Lian ya estaba
sin energías, como si todos sus nervios hubieran sido removidos.
Una vez que el entumecimiento pasara, se convertiría en un barril
de explosivos. Si ese extraño ser de ropas blancas apareciera una
vez más, Xie Lian realmente no sabía si sería capaz de
enfrentarlo, y tampoco podría estar seguro de su poder tampoco.
Su primera reacción fue alcanzar su botella de medicina, pero
luego se dio cuenta de que la botella se vació para ayudar a tratar
a esa joven. Sin embargo, al final, la persona todavía no
sobrevivió.

Miró al cadáver a su lado. Esa joven tenía una sonrisa feliz como
si estuviera sinceramente contenta de hundir al enemigo en una
trampa antes de la muerte y finalmente pudiera pasar en paz para
ver a su familia. Xie Lian solo podía culpar a la escena sangrienta
que suavizaba la peligrosa sombra de esa flor, y al hedor a sangre
que aligeraba la extraña fragancia de las flores. Nunca se había
imaginado que en el rostro de una joven que apenas estaba en
los inicios de la adolescencia pudiera haber tanto resentimiento,
que pudiera cometer un acto tan extremo.

A su alrededor, los demonios de flores explotaban de emoción,


murmurando:

— ¡Él tomó el cebo!

— ¡Atrápenlo!

— ¡Es realmente su alteza el príncipe heredero!

— ¡Es él!
—Es tan guapo... mi raíz, mi raíz no puede contenerse por más
tiempo, ¡va a salir del suelo!

Ese joven soldado agitó su espada para cortar, abriendo un


campo de arbustos de flores, pero esos tallos eran ágiles, y esa
espada estaba desgastada; después de un golpe se volvió inútil.
Esos demonios de flores se balanceaban de un lado a otro,
chillando: —Ah! El arbusto de ese pequeño gege ni siquiera ha
crecido todavía, ¡pero eres tan feroz! Estoy a punto de florecer,
¿cómo me pagarás?

El ojo de ese joven soldado brillaba de rabia: — ¡Estás muerto!


¡Los quemaré a todos hasta la muerte!

Las hojas verdes de los demonios de flores posadas en los tallos,


gritaban: — ¡Qué miedo! No te provocamos, ¿por qué estás tan
enojado?

Xie Lian también habló: — ¡No los quemes! Son demonios, si les
prendes fuego... emitirán gas venenoso. ¡Tampoco puedes
sacarlos de sus raíces! —Ese chico de inmediato dejó caer las
manos que estaban listas para arrancar, y Xie Lian explicó
débilmente—. Hay espinas venenosas en todos los tallos...

La flor de los demonios coqueteaba.

—Dios mío, su alteza es tan dulce, gracias por protegernos. ¡Solo


espere, vamos a dar frutos pronto! Definitivamente cuidaremos de
usted, ji, ji, ji, ji...

—Los hombres que cultivan la abstinencia desde el nacimiento


son tan difíciles de conseguir, incluso si tu poder bajara un nivel si
te quitamos tu virginidad, no hay otra manera, ¡lo siento! jee jee
jee jee...
Los pétalos de flores de la Tierra del Afecto se frotaban unos
contra otros, riendo frenéticamente, sus intenciones perversas y
ambrosiacas eran más que obvias. Ese joven soldado estaba
desconcertado, no entendía del todo el significado de abstinencia.
quitar la virginidad o nivel, pero aún podía decir que no
significaban nada bueno, por lo que continuó blandiendo su
espada con locura, cortando Las flores, rugiendo de rabia,
tratando desesperadamente de tapar el sonido de esa risa
burlona, no queriendo que Xie Lian escuche. Xie Lian por otro
lado, estaba haciendo crujir sus nudillos.

¡Así que eso fue todo!

Así que todo lo que ocurrió esta noche fue realmente diseñado
especialmente para tratar con él.

El secuestro de Qi Rong significaba que contaban con el orgullo y


la consideración que poseía como el dios marcial de XianLe de
que seguramente elegiría perseguirlos solo, minimizando la
situación. Y esa joven gravemente herida estaba destinada a
agotar su medicina, dejándolo sin poder para aliviarse. La
cooperación entre humanos y demonios estaba destinada a
llevarlo a este punto.

El método de cultivo de Xie Lian realmente requería un cuerpo de


pureza. Los seguidores que adoran a los cultivadores ascendidos
que practicaron esta corriente estaban firmemente convencidos
de la trascendencia de sus dioses que estaban intactos por los
deseos terrenales. Por lo tanto, si no pudieran proteger su pureza,
sus seguidores sin duda colapsarían, devastando sus poderes.
Aunque no sería serio hasta el punto de volver a ser un hombre
mortal después de alcanzar la divinidad, y aún existía la
posibilidad de redención después de muchos años de cultivación,
en ese momento, no hay manera, no hay tiempo para que él se
siente para cultivar a puertas cerradas durante años!
La ley de pureza era estricto en el Sagrado Pabellón Real, y Xie
Lian se destacó como el número uno en la defensa de esas reglas,
nunca rompió ni quebrantó ninguna de ellas, y se creyó tan firme
como una roca de acero, ni siquiera los vendavales podrían hacer
ondear el agua en su corazón. Pasó por muchas pruebas,
completándolas perfectamente cada vez. Sin embargo, incluso si
su corazón estaba tan quieto como el agua, todavía era joven y
se enojaba fácilmente. Con un pequeño y joven soldado justo a
su lado, escuchando a esos demonios de flores parloteando
descaradamente depravadas palabras sobre él, junto con esa
fragancia persistente que hacía hervir su sangre, que su mente
sea tempestuosa, Xie Lian no pudo evitar avergonzarse, su rostro
se enrojeció, pero no importa qué hiciera, él simplemente no podía
pararse.

Todavía podría de alguna manera aguantar por el momento, pero


si esa Tierra del Afecto realmente diera sus frutos, entonces sería
muy problemático. Por supuesto, el mejor curso de acción era
regresar a la capital real de inmediato y hacer que Feng Xin y Mu
Qing lo protejan, pero las piernas de Xie Lian estaban flojas,
apenas podía mantenerse en pie. Sin ninguna otra forma, llamó al
pequeño soldado con voz tensa: —Tú... ven aquí.

--------------------------------------------------------------------------------------
Notas de la autora MXTX: Perder la virginidad solo dañará el
poder espiritual, no el poder marcial. Aunque el poder marcial y el
poder espiritual se pueden combinar y amplificar, en el núcleo son
diferentes. Además, solo la forma de cultivación elegida por Xie
Lian es así de molesta. El sexo puede dañar su cultivo. Algunos
oficiales celestiales son mucho más inteligentes y elegirían un
camino donde mientras más sexo tengan más fuertes serían; pero
en la mayoría de las formas de cultivación, el sexo y el cultivo no
tienen relación alguna.
Capítulo 81: Tierra del Afecto; Cuerpo de oro presionado contra el deseo (parte
dos)

Al escucharlo, la espalda de ese joven soldado se sacudió y se


congeló. Se dio la vuelta dudando, pero no se atrevió a ir. La
situación en cuestión no permitía perder el tiempo, y al ver su
vacilación, el mal genio creció en el pecho de Xie Lian, pero lo
obligó a bajar: —No te asustes, no te haré nada. ¡Ven aquí, rápido!

Por fin, ese chico se movió. Corrió cerca del costado de Xie Lian,
pero se detuvo abruptamente a dos pies de distancia. Xie Lian
contuvo el aliento en silencio y extendió una mano hacia él.

—Ayúdame a levantarme, llévame.

Ese joven soldado tomó muy cuidadosamente esa mano y la


agarró. Era como si un hombre al borde de la muerte finalmente
hubiera encontrado a alguien en quien confiar, y en un instante,
todo el cuerpo de Xie Lian se aflojó y se desplomó sobre ese
chico.

Sumergido profundamente en la fragancia, su temperatura


corporal era alta, su cuerpo ardía. Sin embargo, de alguna manera
las manos de ese chico estaban igual de calientes, y hubo incluso
un ligero temblor.

Xie Lian se apoyó un poco en él, ahorró algo de energía, luego


inhaló y se obligó a ponerse de pie. No quería que alguien más
pequeño que él lo apoyara por completo, pero con su ayuda,
caminaron agonizantemente por unos pocos pasos. Esos
demonios florales lo llamaron cuando los vieron moverse: —No,
su alteza, ¡no nos deje! Él lo está esperando en el camino, así que
si sale de aquí, se encontrará con él.

¿Él?
— ¿Quién es él? —Xie Lian exigió.

Hablando de esa persona, incluso la Tierra del Afecto estaba un


poco aterrorizado y después de algunas vacilaciones,
murmuraron: —Él es él.

Todas las flores se saludaron con la cabeza: —Él es él. Él que


nos trajo aquí.

Incluso si no se atrevían a hablar del nombre o la identidad de esa


persona, esa máscara de mitad sonrisa mitad llanto apareció de
inmediato en la mente de Xie Lian.

—Entonces, lo que estás diciendo es que si vuelvo ahora, el que


los plantó a todos me cazará a mitad de camino, pero si me quedo
aquí, no vendrá, ¿correcto?

Los demonios de las flores estaban contentos y asintieron


ruidosamente con la cabeza. La furia estalló en llamas en el
corazón de Xie LIan.

Atraparlo sin matarlo en esta odiosa situación, ¿estaban jugando


con él? ¿Por qué no simplemente luchar hasta la muerte?

Se calmó y controló su irritación. Parecía que la otra parte no tenía


la intención de enfrentarlo de frente, y solo quería dañar su poder
espiritual, hacerlo caer en el nivel y perder seguidores.

Es posible que los demonios de las flores no digan la verdad, pero


incluso si decían mentiras, si lo pensaba, aunque este chico
podría apoyarlo o cargarlo sobre su espalda, es posible que no
puedan regresar con seguridad. Si la otra parte les arrojara a
propósito algunas mujeres a la mitad del camino, la situación
podría empeorar o ser más incómoda.
Después de algunas consideraciones, Xie Lian exhaló un suspiro
febril y cerró los ojos.

—Llévame a la cueva de allí.

Ese joven soldado siguió sus instrucciones y lo ayudó a cruzar ese


terreno lleno de cadáveres. Cuando llegaron antes de la cueva,
Xie Lian dijo en voz baja: —Detente.

Ese pequeño soldado se detuvo. Incluso levantando una mano,


Xie Lian sacudió sin control.

— ¿Dónde está tu espada?

Ese chico lo apoyó con su brazo izquierdo y liberó el derecho de


sacar su espada. Xie Lian extendió su mano, subió las mangas y
reveló una pequeña parte de su brazo. Bajo la luz de la luna
blanca, era suave y pálido como el jade blanco más suave. La
respiración de ese chico se detuvo de repente, pero Xie Lian no
se dio cuenta y ordenó, aún en voz baja.

—Apuñálame.

La mano que sostenía la espada desgastada cayó


inmediatamente. Xie Lian le preguntó: —No te preocupes, solo
apuñala y apuñala profundamente. Necesito dibujar un hechizo.
No hay otros dispositivos espirituales a la mano, por lo que
necesita haber sangre.

Sin embargo, ese joven soldado protestó: — ¡Su alteza, por favor
use mi sangre! Y él levantó su propio brazo y lo tajó sin esperar.
Xie Lian dijo apresuradamente: — ¡No es necesario! Tu sangre...
—Pero sus palabras no llegaron a tiempo. Ya había aparecido una
herida profunda en el brazo de ese chico, sangre fresca brotaba
de él. Xie Lian suspiró: —Ah... tú... no te preocupes.
La sangre de Xie Lian era un tesoro sagrado invaluable, entonces,
¿cómo podría compararse la sangre de un mortal? Pero viendo lo
sincero que era este pequeño soldado, no podía soportar decirle
que lo que había hecho no tenía sentido. En su lugar, dijo: —
Gracias. Pero, todavía necesitamos algo de mi sangre como
catalizador. Por lo tanto, Xie Lian tomó esa espada y, con manos
temblorosas, le tomó varios intentos antes de apuñalar con éxito
en el centro de su brazo. La sangre sagrada carmesí corría por su
brazo blanco y goteaba en dos líneas curvas delante de la cueva,
dibujando dos barreras. Xie Lian también se preocupó de mezclar
algo de la sangre de ese niño, y después de completar la matriz,
el mareo se hizo más fuerte. ...Entremos.

Estaba oscuro dentro de la cueva y ese chico sacó una pequeña


antorcha de dentro de su túnica, la encendió y la luz del fuego
iluminó sus alrededores con una luz intensa.

La cara de ese joven soldado estaba escondida detrás de las


vendas, cubriéndolo completamente, pero la incomodidad de Xie
Lian estaba abierta para que todos la vieran. Su sudor frío
pegajoso, su cabello despeinado, sus labios estaban rojos e
hinchados. Era por el corte creado cuando se mordió los labios
para santificar antes su propia espada. La luz del fuego apuñaló
los ojos de Xie Lian, hiriéndolos, y las olas de calor también lo
estaban torturando, por lo que Xie Lian exigió de inmediato: —No
enciendas el fuego, apágalo.

Ese chico inmediatamente tiró la pequeña antorcha al suelo y dio


un paso para apagarla, y se hundieron en la oscuridad una vez
más. Después de ser ayudado a entrar en la cueva, Xie Lian se
sentó y se puso en una posición meditativa. Un momento
después, él habló con tristeza: —Tengo una misión para ti,
¿puedes hacerlo?

Ese chico cayó al suelo de rodillas.

— ¡Estoy dispuesto a arriesgar mi vida para cumplir mi deber!


Xie Lian reprimió dolorosamente su respiración pesada y dijo con
una calma forzada: —Dibujé dos grupos de barreras frente a la
cueva. La barrera exterior para asegurar que nada afuera entre;
La barrera interior es evitar que alguien adentro salga.

Jadeó duramente por el aire en silencio y continuó: —Hay


suficiente espacio entre las dos barreras para una persona.
Quédate allí y vigila la entrada de la cueva. No importa lo que
escuches afuera, no salgas. Misma lógica; No vengas, no importa
qué sonidos escuches de mí.

Ese chico estaba un poco perplejo: —Su alteza, ¿se quedará aquí
solo?

—Sí. Xie Lian dijo: —No sé lo que haré... En cualquier caso, no


puedes venir sin importar nada.

Bajo las circunstancias, Xie Lian no podía irse, sino esperar por
refuerzos, Qi Rong probablemente todavía estaba tropezando por
el camino, y solo el viaje de regreso a la capital real tomaría un
largo tiempo. Quién sabe cuándo vendrían los refuerzos. Solo
pudo sellar esta pequeña área temporalmente, poner barreras y
encontrar una manera de tratar esa fragancia. Él raspó: —Las
frutas nacidas de demonios de flores son poderosamente
tentadoras. Es muy probable que maduren pronto...

En ese momento, la fragancia en el aire surgió repentinamente,


cortando sus palabras. Esa suave y afectuosa esencia llenó el aire
del suelo al cielo, y los demonios de las flores dejaron escapar
una carcajada extática, delicada, exagerada y fuerte: — ¡MI RAÍZ!
¡MI RAÍZ ESTÁ DURA!

— ¡Los frutos han madurado!

Al oler esa fragancia extremadamente dulce, Xie Lian podía sentir


su corazón latir más rápido, y la sangre se precipitó a su cerebro.
Él apretó los dientes. — ¡Apúrate y vete! No inhales ese olor, y si
se acercan, no tengas miedo. Nada puede cruzar esa línea de
sangre, pero mientras tus pies permanezcan dentro de la barrera,
puedes golpearlos con tu espada.

Ese chico miró hacia afuera, asintió con convicción y salió


corriendo con la espada en la mano, colocándose entre las dos
líneas de sangre a la entrada de la cueva. Fuera de la cueva, en
ese campo de cadáveres, arbustos de flores crecían vívidamente
de colores. Aquel campo de brezo temblaba como si algo debajo
estuviera a punto de romper el suelo. Pronto, hubo algo que
estalló: ¡era la cabeza de una mujer!

La cabeza de esa mujer brotó de debajo del suelo, respiró el aire


fresco sobre el suelo y pareció embriagarse de alegría, sus ojos
se cerraron en líneas de media luna. Siguiendo inmediatamente
después había un hombro redondo y liso, y luego un brazo entero
se arrastró hacia afuera.

Los frutos de la tierra del afecto se formaron bajo los pelillos de


sus raíces. Cuando sus frutos maduran, se transforman en
diversas formas de mujeres.

Había llegado el momento de la maduración, e innumerables


mujeres desnudas salieron de la tierra. Levantaron sus brazos
para arrancar esas brillantes flores rojas de sus cabezas y se
bañaron bajo la luz de la luna, estirando sus extremidades hasta
donde les plazca. Fueron esas pequeñas flores las que emitían
ese olor fragante, pero ahora las que secretan ese olor dulce eran
esas mujeres encantadoras. Dieron palmaditas al lodo restante en
sus cuerpos, se arreglaron el cabello y caminaron hacia la cueva,
riendo seductoramente.

— ¡Su alteza, estamos yendo!

Esa dulce fragancia también llenó sofocadamente el interior de la


cueva, y Xie Lian se sentó en posición de loto con los ojos
cerrados, cantando mentalmente el sutra de la ética. Sin embargo,
tenía poco uso; esos demonios de flores lo llamaron sin
vergüenza, canturreando un lenguaje familiar como bebé, cariño,
Gege, Didi13, todo tipo de nombres, perturbando su mente, por lo
que Xie Lian cambió a recitar en voz alta: —Cinco sentidos causan
ceguera, cinco sonidos causan la sordera, las cazas al galope
causan locura, los bienes raros causan obstrucciones... calma
sobre la impaciencia, frialdad sobre el calor, el silencio es la última
virtud ... los que son amables recibirán amabilidad, los que son
desagradables recibirán la crueldad...14 —Xie Lian no se había
percatado en absoluto de que el sutra que había memorizado sin
falta fue recitado incorrectamente.

Fuera de la cueva, los demonios de las flores aplaudieron y se


rieron burlonamente: —Mi querido príncipe heredero, mi amor, mi
alteza, no eres un monje, ¿por qué estás recitando sutras --?

De repente se escucharon gritos por todas partes, y sonaba como


si el joven soldado sin una sola palabra se volvió violentamente
agresivo, cortando y golpeando con locura, ahuyentando a esos
demonios de flores mientras gritaban: — ¡Asesinato!

Algunos gritaron desde lejos: —TÚ MINÚSCULA RATA


MALDITA, ¡MINÚSCULO DESTRUCTOR DE BELLEZA! ¡NO
HAY NADA DE AFECTO EN TU CORAZÓN!

— ¡Qué miedo, miedo! ¡Tan cruel a tal edad! ¡Imagínate de adulto!

Esos demonios florales intentaban ingresar a la cueva como


bestias hambrientas, pero simplemente no podían entrar. No se
dieron cuenta de la distribución de sangre en el suelo y pensaron
que todo el bloqueo fue causado por ese chico. Después de un

13
Di di es la dirección familiar para el hermano pequeño.
14
Esas son frases del Sutra de Ética de Laozi, pero Xie Lian las estaba
mezclando
poco de discusión, se reunieron no muy lejos y lo llamaron: —
Pequeño Gege, ¿por qué debes bloquearnos para que no
entremos? No es que hagamos algo malo, ¡solo queremos pasar
un buen rato con su alteza!

—Sé bueno, pequeño soldado, y no nos impidas pasar un buen


rato con su alteza.

—Ese pequeño Didi es tan malo. Una pena que sea tan joven,
demasiado tierno. ¡Probablemente ni siquiera sabe lo que
significa; pasar un buen rato!

Los demonios de la flor cayeron sobre otra ronda de risitas


burlonas, y Xie Lian parpadeó un poco para ver la entrada de la
cueva donde estaba esa sombra negra, de ese chico que, con una
espada en la mano, estaba decidido a nunca moverse incluso en
la muerte. De repente, uno de los demonios de las flores dijo: —
Yo digo, pequeño Gege, no te pegues allí como un asta dura,
¿qué estás planeando? ¿Por qué no vienes conmigo para
divertirte un poco? ¿Qué tipo te apetece? ¿Te gusta mi tipo?

Ese joven soldado igual no respondía, y esos demonios floridos


pensaron que para entrar en la cueva debían derrotarlo, así que
todos sacaron sus trucos, haciendo mimos.

— ¿Qué hay de mí?

— ¿Qué tal esto? ¿Te apetece mi tipo?

—Mírame, ¿te gusta esto?

Sin embargo, desde el coqueteo al principio, pasando a las quejas


y luego a las maldiciones al final, ese chico todavía solo los
ignoraba si estaban lejos, y los golpeaba si estaban cerca. Xie
Lian sabía que antes de que la Tierra del Afecto emergiera del
suelo, podían cambiar sus propias formas a voluntad. Quería
advertir al niño, pero debido a su difícil situación actual, no se
atrevería a abrir la boca. Finalmente, por fin, cuando esas oleadas
de calor pasaron, él jadeó.

—No les mires...

El solo luchar contra la sangre caliente que se precipitaba hacia


su cabeza ya lo había agotado, por lo que la voz de Xie Lian era
terriblemente suave y baja, pero ese joven soldado lo escuchó
instantáneamente y gritó en respuesta: — ¡Sí Señor! Su alteza,
¿cómo... cómo está usted?

—Estoy bien. —Xie Lian dijo: —Si las cosas se ponen muy
difíciles, cierra los ojos, sella tu nariz y tu boca...

Ese joven soldado no tuvo la oportunidad de responder cuando


otro demonio de la flor se echó a reír.

— ¡Lo sé! ¡Pequeño, apuesto a que tu favorito debe verse así!

Sonaba como si hubiera surgido otra nueva Tierra del Afecto.


Hubo un repentino silencio muerto que cubría la cueva. Ese joven
soldado también parecía haber dejado de respirar.

Al segundo siguiente, las olas de risa de esos demonios de flores


surgieron contra Xie Lian y lo ahogaron.

Ellos aplaudieron y gritaron.

— ¡¡JAJAJAJA!! ¡QUÉ JUGADA! ¡¡QUÉ JUGAADAAAA!!

— ¡Dios mío! ¿Cómo se te ocurrió esto? ES EL MEJOR


JAJAJAJAJAJAJAJA... ¡MIRA! ¡ESE MOCOSO ESTÁ
COMPLETAMENTE PASMADO! ¡APUESTO A QUE ES ASÍ!

— ¡DEBE SER ASÍ! Y AQUÍ PENSÉ QUE ESE MOCOSO DE


MIERDA ERA UNA ROCA. ¿QUIÉN HUBIERA SABIDO QUE
ESTABAMOS EQUIVOCADOS? ¡TALES HUEVOS A TAL EDAD!
—Tu ganas, ¡nosotros no somos nada! ¿Qué te parece, pequeño?
¡Ven rápido y disfruta de esta dulce y deliciosa vista!

—No habrá otra tienda que sirva este plato si abandonas esta
tierra. Si no aprovechas tu oportunidad ahora, incluso si sueñas
durante ochocientos años, ¡aún no podrás probar! O, ¿quieres
que te echemos una mano? Ese estado... jeehjeejeejee...

Ese joven soldado estaba completamente indignado, y su tono de


voz estaba lleno de escarcha.

—… ¡USTEDES, ESTÁN, BUSCANDO, MUERTE!

Al mismo tiempo, dentro de la cueva, Xie Lian estaba a punto de


llegar a su límite.

Su vista borrosa y sus orejas zumbaban, ya no podía sentarse


derecho. Se derrumbó hacia adelante y apenas se levantó del
suelo con las manos. Pero, esta caída aflojó sus dientes
apretados, y en ese momento de estupor, un gemido doloroso
escapó de sus labios.
Capítulo 82: Tierra del Afecto; Cuerpo de oro presionado contra el deseo (parte
tres)

Ese joven soldado se dio la vuelta.

—... ¿SU ALTEZA?

Con una mano apoyándose en el suelo, Xie Lian usó la otra para
cubrir su boca obstinadamente, su respiración errática, sus
hombros temblando. Solo escuchándolo y viendo su silueta, uno
probablemente pensaría que estaba llorando.

Nunca en su vida, antes y después de la ascensión, Xie Lian había


experimentado una experiencia tan agotadora. Esto fue mucho
más arduo que la prueba más dura en el Sagrado Pabellón Real.
La fuerza del brazo que soportaba su peso se redujo, y su cuerpo
se desplomó hacia un lado. Mientras descansaba en el suelo
delirante y casi inconsciente, vio que el chico parecía como si
quisiera entrar, y Xie Lian gritó: — ¡NO VENGAS! ¡DIJE QUE NO
VENGAS NO IMPORTA QUÉ!

Ese chico se detuvo en su paso, y Xie Lian laboriosamente se


puso de espaldas, boca arriba, y de alguna manera reguló su
respiración a pesar de oleadas y oleadas de calor que
atravesaban cada parte de su cuerpo. Los demonios de flores
afuera de la cueva lo escucharon dar vueltas, ese fuego ardiendo
intensamente, y aplaudieron mientras se reían.

— ¡Dios mío, por qué ser tan duro con usted mismo! Hoy te estás
negando a pasar un buen momento porque tienes miedo de
perder seguidores; mañana tendrás miedo de hacer otras cosas
porque estarás asustado de perder seguidores. ¿Cómo es eso de
alguna manera un oficial celestial? ¡Más como un prisionero con
las manos atadas por esos devotos! No vale la pena ser un dios
así. Vas a perder tu lugar tarde o temprano, así que, ¿por qué no
disfrutarlo por ahora? ¡Las cosas van y vienen, no hay que
preocuparse por los pequeños detalles!

Las venas aparecieron en la frente de Xie Lian y su genio perdió


el control.

— ¡CÁLLATE! —Gritó, indignado.

Los demonios de las flores, naturalmente, no le tenían miedo a él


en este momento, y comenzaron a molestar a ese pequeño
soldado de nuevo.

—Pequeño di di, ¿no crees que tenemos razón? Jajajaja...

—Ji, ji, ji... ¿no te sientes miserable allí?

El sudor frío ya había empapado todo su cuerpo. Sintiéndose


extremadamente caliente y molesto, Xie Lian rasgó violentamente
sus ropas, deseando incluso un poco de frescura. Mientras
rasgaba, de repente se dio cuenta: ¿por qué la fuerza estaba
regresando a sus brazos? Aunque ese poco de poder no duró
mucho y se fue con la misma rapidez, cuando se revisó a sí
mismo, seguramente el entumecimiento había pasado y la
energía estaba aumentando gradualmente. Sin embargo, el
corazón de Xie Lian estaba cayendo.

El efecto de la Fragancia del Afecto era un adormecimiento al


principio, seguido de manía. El adormecimiento había pasado, así
que en un momento, la locura y la pasión llenaron sus venas.
Aunque dibujó dos líneas de barreras en la entrada de la cueva,
la interior dibujó una especialmente para evitar que su yo
enloquecido saliera, pero una vez que la manía se hizo cargo, no
estaba seguro de si la barrera sería suficiente para detenerlo. Este
momento de claridad era una rara bendición, y Xie Lian se aferró
a este, pensando rápidamente en formas de manejar la situación.
De repente, se le ocurrió una pequeña idea: la fragancia del afecto
funcionaba rápidamente; por lo general, en el momento en que la
sangre llegaba al cerebro, todo el control se perdería, así que,
¿cómo había logrado mantenerse a flote hasta ahora? ¿No había
otra razón que su excepcional firmeza mental?

Pensando en esto, Xie Lian inhaló un largo suspiro e inclinó la


cabeza, luego llamó a la silueta de ese chico en la entrada de la
cueva, todavía indeciso por entrar.

—Tú... entra.

Al escuchar su llamada, el joven soldado pareció querer correr a


su lado inmediatamente, pero después de unos pocos pasos,
pareció recordar la enojada instrucción de Xie Lian de; no vengas
sin importar lo que escuches y vaciló. Xie Lian también se sentía
apenado por cambiar de opinión tan rápidamente, y volvió a llamar
tristemente: —Solo ven aquí primero.

Ese chico dejó de dudar y se apresuró a entrar.

El túnel de esa cueva era largo y estrecho, el interior cálido y


húmedo. La oscuridad llenó el espacio, ni siquiera se podían ver
los dedos levantados, y ese chico utilizó las respiraciones ásperas
de Xie Lian para encontrar dónde estaba. Xie Lian luego le dijo:
—Baja tu espada... ponla en el suelo. Justo al lado mío. No muy
lejos.

— ¡Sí, señor! —Ese joven soldado obedeció y entregó su única


defensa y la colocó donde Xie Lian podría alcanzarla fácilmente.
Xie Lian luego agregó: —Por favor, ayúdame a levantarme.

Ese chico medio se arrodilló junto a él y extendió ambos brazos


para ayudar a sostener a Xie Lian. Sin embargo, en el momento
en que sus manos se extendieron, lo que tocó no era tela, sino
piel caliente.
Esas manos se encogieron de inmediato. El mismo Xie Lian se
sintió quemado por las manos calientes de ese chico, y solo
entonces recordó que se había arrancado la parte superior de su
túnica en medio de la locura. Los hombres desnudos de cintura
para arriba generalmente no significaban nada, excepto que en
las circunstancias actuales, era un poco más incómodo. Pero no
había necesidad de resaltar esa torpeza; sólo necesitan hacer lo
que debían hacer. Ese chico también pareció darse cuenta, y no
esperó a que Xie Lian dijera nada antes de estirarse de nuevo,
rodeando su brazo alrededor de los hombros desnudos de Xie
Lian para ayudarlo a levantarse, y luego dejo ir inmediatamente.

Xie Lian se apoyó contra la pared del túnel, su espalda presionada


contra la fría pared rocosa y sintió algo de alivio. Al darse cuenta
de que el otro retrocedió unos pasos, dijo apresuradamente: —
¡Espera, no salgas todavía!

Ese joven soldado escuchó cada palabra e inmediatamente se


detuvo.

—Corta un mechón de mi cabello. Lo necesito —dijo Xie Lian.

Ese chico escuchó la orden y se acercó de nuevo. Sin embargo,


nada podía verse claramente en la oscuridad, y los largos
mechones de Xie Lian estaban atados limpiamente detrás de su
espalda, por lo que su primer contacto no fue el cabello de Xie
Lian, sino que accidentalmente sintió la piel del pecho de Xie Lian,
suave y flexible, con brillo de sudor reluciente. Xie Lian ya estaba
atormentado y ese chico había tocado un lugar sensible. Era como
si una descarga de electricidad se sacudiera a través de su torso,
extendiendo el placer por todo su cuerpo, y él gimió suavemente.

Los dos en la cueva se congelaron al instante.

Los demonios de flores afuera de la cueva estaban tratando


desesperadamente de escuchar, así que, ¿cómo podrían no
escucharlo? Se rieron.
—Dios mío, ¿qué están haciendo allí?

— ¡Tan embarazoso!

— ¡No me atrevo a escuchar!

Al escuchar sus burlas de su sufrimiento, Xie Lian apretó los


dientes.

— ¡USTEDES -!

Ese chico inmediatamente dejó caer sus manos ante el sonido de


la furia de Xie Lian, temiendo hacer más contacto. Obviamente
Xie Lian no estaba furioso con él; en sus ojos ese pequeño
soldado no era más que un niño. Ablandó su tono, pensando que
el chico probablemente temía ofenderlo, y dijo: —No te asustes,
continúa. No te preocupes por ellos.

Ese chico gritó: —Sí, señor.

Pero de hecho parecía estar entrando en pánico, sintiendo que no


debía hacerlo, y cada vez que encontraba que había tocado el
lugar equivocado, sus manos retrocedían. Al final, no pudo sino
solo trazar sus manos sobre el pecho de Xie Lian para encontrar
su cabello, provocando un placer y una agonía inimaginables en
Xie Lian. Qué desgracia, Xie Lian anhelaba estrellar su cabeza
contra la pared del túnel y simplemente desmayarse para siempre.
Finalmente, ese chico sintió la palpitante manzana de Adán de Xie
Lian y buscó detrás del cuello, agarrando un mechón de cabello.
Con solo unas pocas hebras en su mano, cortó con mucho
cuidado con la espada y dijo al instante: — ¡Alteza, ya está hecho!

Otro pequeño ataque de fuerza regresó a Xie Lian justo en ese


momento, y él levantó la mano: —Dame tu mano.
Ese chico hizo caso, y de sus manos, Xie Lian recuperó esos
pelos largos y delgados y los ató en un nudo en un dedo al azar
de la mano de ese niño.15 Ese chico estaba desconcertado y
preguntó con voz temblorosa: —Su alteza, ¿qué es esto?

Xie Lian suspiró: —El veneno del demonio flor está a punto de
entrar en la segunda etapa. Necesito que me prestes tu espada.
Si algo quiere dañarte más tarde, simplemente levanta esta mano
y puede protegerte. Ahora vete.

Un momento después, ese joven soldado regresó a la entrada de


la cueva. Esos demonios de las flores se volvieron ruidosos de
nuevo.

— ¿Fuera de nuevo?

—Finalmente.

—Bloqueándonos fuera de esta manera pero tú entraste solo.


Amiguito, ¡no eres muy agradable!

Al mismo tiempo, Xie Lian pudo sentir más fuerza surgiendo de


sus extremidades. Respiró hondo, agarró la espada desgastada
que el joven soldado dejó atrás con la mano derecha, endureció
su espíritu, levantó la espada e hizo un corte en el brazo izquierdo.

15
[斷 髮 / 結 髮 夫妻] El tradicional ritual de boda de los cónyuges que se
cortan un mechón de su propio cabello, se entrelazan y los atan juntos
simboliza "Hasta que la muerte nos separe". Xie Lian cortándose un mechón
de su cabello para atarlo alrededor del dedo de Hua Cheng podría, pero es un
punto de interés de todos modos conociendo a MXTX. (Obviamente, Hua
Cheng pensó más en eso que Xie Lian, ya que luego ató el hilo rojo del
destino en su dedo).
En un instante, fue como si la niebla se hubiera dispersado, y sus
sentidos se hubieran refrescado.

¡Lo sabía!

La sangre corría por el brazo izquierdo de Xie Lian, pero era como
si finalmente hubiera alcanzado una cuerda de salvación en medio
de ese caos.

La fragancia de la Tierra del Afecto podría agravar el genio y


despertar deseos profundos y adormecidos. Normalmente, cuanto
más fuerte es el deseo reprimido, después de absorber la
fragancia, más fuerte es el rebote. En cuanto a lo que Xie Lian
reprimió en el fondo, quitando la lujuria, solo quedaba el deseo de
matar.

Este deseo de matar no puede ser referido a monstruos o


demonios. Había matado a muchos males en el pasado, por lo
que no contaba como ningún tipo de represión. El objetivo a matar
debe ser humano o un dios para infligir el sentido de la
transgresión. Antes de entrar en la cueva, Xie Lian se cortó para
dibujar los hechizos y la sangre se derramó. Fue algo efectivo
contra la Fragancia del afecto porque dañarse a sí mismo también
era una forma de infligir daño.

Al final del día; lujuria y asesinato eran deseos extremadamente


agresivos, y Xie Lian incluso había oído que algunos pensaban
que la naturaleza de ambos era la misma. Luego, usándose a sí
mismo como prueba, hubo un método alternativo para pasar la
prueba actual.

Seguro de su propio razonamiento, Xie Lian cortó otra línea en su


brazo izquierdo sin dudarlo, y cada corte trajo más claridad a su
mente. Se estaba regocijando y no se dio cuenta de que la
Fragancia del Afecto estaba provocando más maldad dentro de
su cuerpo, y cuando ese deseo de matar se satisfizo,
instantáneamente, otra ola de placer se derramó a través de su
persona.

Esa repentina oleada de placer lo recorrió de pies a cabeza,


rompiendo fácilmente el muro de defensa que construyó
minuciosamente, y cuando Xie Lian se dio cuenta, ya estaba
gimiendo en voz baja.

Si no fuera por estar solo él dentro de la cueva, Xie Lian no podría


creer que ese sonido provino de él. Se estremeció violentamente
y abrió los ojos, pensando: —Este método debería haber
funcionado, ¿por qué sucedió esto?

Echó un vistazo a la espada y de repente recordó que el joven


soldado la había usado para cortar los tallos de esas flores y había
golpeado a los demonios de las flores humanoides. La hoja estaba
cubierta en la savia de esas Tierra del Afecto. Utilizó el veinte por
ciento de su poder para realizar el primer corte en su brazo, y el
mismo efecto de alivio solo se podría lograr si usara el treinta por
ciento de su poder para cortar. ¿No era esto diferente al consumo
de veneno para calmar la sed?

La locura debe haberse ido a la cabeza, de lo contrario, ya debería


haber notado esto. Xie Lian se maldijo mentalmente, pero como
ya se había hecho, solo podía arrancarse un trozo de su manga
izquierda para limpiar la espada con locura, y luego arrancarse la
manga derecha para metérsela en la boca, mordiéndola
abatidamente, y hacer todo lo posible para contenerse.

Los malditos gemidos silenciosos continuaron escapando a través


de sus pequeños labios y apretó los dientes de rato en rato. Sin
embargo, las voces hacían eco dentro de las cuevas, y cada
pequeño sonido fue amplificado y reverberado hacia afuera. Ese
chico siguió sus instrucciones y se cubrió los ojos, usando solo su
sentido del oído para trabajar, y sus oídos se volvieron más
sensibles, por lo que no había razón para que no notara nada.
Incapaz de contenerse por más tiempo, preguntó con voz
temblorosa: — ¿Su alteza?

Estar en un estado tan indescriptible fue la mayor vergüenza de


su vida. Xie Lian apenas podía imaginar lo que sucedería si
alguien lo viera ahora, e incluso sumergido en la oscuridad, no
podía tolerar ese pensamiento. Gritó: — ¡¡¡NO VENGAS!!!

Sin embargo, ese trozo de tela todavía estaba metido en su boca,


por lo que su orden solo sonaba como un gemido sordo,
extremadamente lamentable y miserable. Al oírlo, ese joven
soldado se angustió aún más.
Capítulo 83: Tierra del Afecto; Cuerpo de oro presionado contra el deseo (parte
cuatro)

El brazo izquierdo de Xie Lian sangraba abundantemente por la


herida que él mismo había creado, pero al final de cuentas, solo
era un daño a sí mismo, no asesinato, por lo que el impulso no se
satisfizo por completo. Su boca se aflojó y ese pedazo de tela cayó
de sus labios. Xie Lian se volvió más agresivo, y apuñaló su pierna
izquierda. Fue un corte profundo; el sonido de la hoja que
penetraba en su carne era claro. Ese joven soldado no podía
retroceder más y corrió hacia él. Al escuchar sus pasos
apresurados, Xie Lian retrocedió aterrorizado. Incluso cuando su
espalda estaba presionada contra la pared, continuó empujando
hacia atrás.

— ¡NONONO! NO VENGAS CERCA DE MÍ, NO...

La segunda barrera de sangre en la entrada de la cueva estaba


diseñada especialmente para que Xie Lian se obstruyera a sí
mismo, pero no a ese niño, por lo que aún tenía la oportunidad de
regresar a la seguridad. Pero el veneno de la Fragancia del Afecto
estaba a punto de entrar en la segunda etapa, y si ese chico se
acercaba, Xie Lian podría muy bien terminar con su vida en ese
mismo momento, y negarle cualquier la posibilidad de escapar.
Estaba aterrorizado de que matara a ese niño por accidente y solo
podía evitarle. Ese joven soldado escuchó el terror en su voz y
gritó ansiosamente: —Su alteza...

El impulso de matar estaba hirviendo en su sangre. Levantó esa


espada desgastada con su mano temblorosa, y una voz dentro de
su cabeza gritó: — ¡NO MORIRÉ, NO MORIRÉ, NO MORIRÉ!

Al momento siguiente, en una fracción de segunda decisión, la


hoja giró.
En la oscuridad, ese joven soldado pudo ver un destello de luz fría
y gritó: — ¡¡¡SU ALTEZA!!!

¡La espada había golpeado, y penetró el propio estómago de Xie


Lian, clavándose en el suelo!

Un dolor agudo explotó de su abdomen, extendiéndose por todo


su cuerpo, dispersando el calor. Las manos de Xie Lian se
aferraban con fuerza a la empuñadura, con los ojos desorbitados.
Se atragantó con una tos, un fino hilo de sangre bajó de un lado
de sus labios, su respiración se estancó y dejó de moverse. Ese
joven soldado se quedó estupefacto, y cayó de rodillas al lado de
su cuerpo.

En ese momento, hubo gritos y chillidos fuera de la cueva: —


¡QUIÉN ERES!

Las voces de los demonios de las flores eran delicadas pero


agudas, y sus gritos perforaban las orejas. Sin embargo, hubo otro
que tronó más fuerte, dominando todos sus gritos: — ¡¡QUÉ
MIERDA!!

Al oír ese rugido furioso, Xie Lian repentinamente tomó una


respiración de nuevo.

¡Feng Xin!

Otra voz apagada dijo: —Es la tierra del Afecto. Si no quieres que
te envenenen, tápate la cara.

Ese fue, por supuesto, el Mu Qing que ya tenía su cara cubierta.


Feng Xin cubrió su rostro pero luego pareció haber visto algo y
ahogó un grito de enojo: — ¿ES ESO... SU ALTEZA? ¿¿SU
ALTEZA?? ¡MIERDA! ¡QUÉ MIERDA! ¡QUÉ ES ESTO!
Mu Qing también soltó un ¿eh? Y señaló: — ¡Qué visión tan
vergonzosa! —Pero su tono no era tan enojado como el de Feng
Xin, más bien como la reacción de haber escuchado a alguien
decir una mala broma. Xie Lian yacía dentro de la cueva y no
podía escuchar lo que decían, pero podía suponer que esos
demonios florales probablemente se mostraron desnudos ante
ellos, viéndose altamente inapropiados.

Feng Xin estaba maldiciendo a carcajadas: — ¡APÚRATE Y


QUÉMALOS! ¡NO DEJES QUE NADIE MÁS VEA!

Pronto, hubo un campo de llamas y el sonido de fuego. En ese


fuego rugiente, los chillidos y las maldiciones de los demonios de
las flores desaparecieron gradualmente.

—Asegúrese de quemar profundamente. La fragancia de esos


demonios florales es venenosa, si hay alguna plántula sobrante,
volverán —dijo Mu Qing.

Xie Lian contuvo el aliento, esperó, luego tosió débilmente una


vez, pero los otros dos inmediatamente escucharon su voz y se
dirigieron a la cueva gritando: —SU ALTEZA, ¿ESTÁ USTED
AQUÍ?

—... Estoy aquí—... llamó Xie Lian.

A pesar de que trató de estabilizar su voz, aún era más débil que
su yo normal. Los dos se apresuraron, pero fueron detenidos por
las barreras fuera de la entrada de la cueva. Sin embargo, estaban
muy familiarizados con los hechizos dibujados por Xie Lian y
sabían cómo romperlos. Feng Xin encendió una antorcha de
palma, caminó unos pocos pasos y, antes de que se iluminara lo
más profundo de la cueva, de repente gritó: — ¿Quién está ahí?

Mu Qing también se alarmó: — ¿Hay alguien más en la cueva?

—No te preocupes. Solo un pequeño soldado. —Dijo Xie Lian.


Los dos dejaron caer a sus guardias y entraron. La brillante luz del
fuego iluminó toda la cueva con un cálido resplandor anaranjado,
e iluminó al Xie Lian que yacía allí en el suelo, con su largo cabello
esparcido, su túnica rallada y una larga espada atravesada por su
abdomen, clavándolo en el suelo.

Los dos estaban horrorizados por la vista. Feng Xing se inclinó. —


¿QUIÉN HIZO ESTO?

—Yo —respondió Xie Lian.

Mu Qing se horrorizó.

— ¿Qué pasó?

Xie Lian negó con la cabeza: —No quiero hablar de eso. Esto solo
sucedió porque no había otra manera. Date prisa y libérame de
esto.

Mu Qing se acercó y sacó la espada con el ceño fruncido, tirándola


a un lado con un sonido metálico, y ese joven soldado la recuperó.
Feng Xin ayudó a Xie Lian a incorporarse, lo cubrió con una túnica
externa, y solo entonces Xie Lian finalmente relató someramente
la horrible noche en la Tierra del Afecto.

—Ustedes vinieron más rápido de lo que esperaba. ¿Dónde está


Qi Rong?

—Qi Rong fue encerrado por el rey en el palacio —dijo Feng


Xin—. Él es demasiado arrogante en los mercados, así que, por
supuesto, era un blanco fácil. Pero supo encontrarnos después de
que regresara, así que no está tan mal. Así que parecía que, si
bien Qi Rong despreciaba a esos dos sirvientes, aún reconocía lo
competentes que eran. Los dos habían planeado que uno se
quedara para proteger la fortaleza, pero Qi Rong estaba gritando
y aullando con una espada manchada con la sangre de Xie Lian,
por lo que pensaron que el peligro podría ser más de lo que
esperaban, y decidieron que ambos vendrían juntos al final. La
colina de BeiZi estaba llena de la esencia del mal, por lo que no
fue difícil de encontrar, lo cual fue la razón que fueran tan rápidos
en llegar.

Aunque Xie Lian poseía un cuerpo ascendido, y las espadas


normales no podían dañar su esencia y un golpe para sí mismo
como esto no lo mataría, aun así, nunca había realmente perdido
en una batalla de vida o muerte en sus veinte años, y esta era la
primera vez que había sido tan gravemente herido, necesitaba
tiempo para recuperarse. Y así, Feng Xin lo cargó sobre su
espalda a su regreso a la capital real. Un dolor extraño lo apuñaló
desde su estómago, haciendo que Xie Lian frunciera el ceño, pero
trató de controlarse.

— ¿Se han topado con algo en su camino aquí?

—No. —Mu Qing respondió.

Xie Lian contuvo el aliento y dijo: —Ten cuidado, hay criaturas


inhumanas cerca...

Quería contarles sobre ese ser vestido de blanco, pero como


estaba realmente agotado, y al ver desde la periferia de su visión
al joven soldado que seguía detrás con esa espada de acero
ensangrentada en la mano, finalmente se relajó y cerró los ojos
para restaurar su energía, y se quedó profundamente dormido.

Desde que había descendido caprichosamente al reino mortal, Xie


Lian no había cerrado los ojos para descansar durante más de un
mes y, a medida que aumentaba la presión, toda esta experiencia
dolorosa finalmente lo aplastaba, y estuvo en estado de coma
durante tres días completos. Después de tres días, se despertó
sobresaltado y se encontró dentro de su dormitorio. El techo de
arriba era glamoroso y hermoso, era el palacio, e inmediatamente
se incorporó.
— ¡Feng Xin!

Feng Xin estaba afuera probando su arco, y entró cuando escuchó


la llamada.

— ¡Su Alteza!

La lesión estomacal de Xie Lian se curó hace mucho tiempo, y de


inmediato saltó de la cama: — ¿Me quedé inconsciente por mucho
tiempo? ¿Pasó algo?

—Relájate. —Feng Xin dijo: —Solo fueron unos días. No hubo


ataques enemigos. Si lo hubiera, ¿no te habría despertado ya?
Vuelve a la cama, olvidaste tus zapatos otra vez.

Calmado, Xie Lian volvió a la cama. Después de una pausa,


preguntó: — ¿Dónde está Mu Qing?

En ese momento, Mu Qing también entró, sosteniendo ropas listas


en sus manos.

—Aquí.

Asistió a vestir al príncipe heredero, y Feng Xin habló al lado de


ellos: —Sin embargo, a pesar de que no tuvimos batallas en los
últimos días, sí encontramos algo.

— ¿Averiguar qué? —Preguntó Xie Lian.

— ¿No dijimos antes que había algo raro con Yong An? ¿Que
podría haber refuerzos? Fuimos a explorar la colina de BeiZi y
vimos a varias personas que estaban vestidas como nuestra
gente pero tenían un acento extraño. No parecían ser de XianLe.
Los capturé y, efectivamente, había otros reinos que los apoyaban
desde las sombras, enviando en secreto suministros y armas.
De lo contrario, con tanta gente de Yong An aplastada en una
colina estéril, ¡no había forma de que pudieran sostenerse hasta
ahora, sobreviviendo a base de raíces silvestres y malezas!

Feng Xin dijo: — ¡Jodidos doble cara, pretendiendo ser amigables


todo este tiempo, tienen que generar mierda ahora, deseando que
XianLe caiga completamente en el caos!

El Reino de XianLe poseía un vasto territorio con abundantes


recursos, su riqueza abundante, su abundante producción de
preciosas joyas, y los reinos cercanos habían hace tiempo mirado
con ojos de codicia. Xie Lian había anticipado esto y negó con la
cabeza gravemente. Recordó algo más y preguntó: — ¿Dónde
está ese niño?

— ¿Cuál? —Feng Xin preguntó: —Oh, ¿ese pequeño soldado?


Ese día te llevábamos al sacerdote principal, nadie lo cuidaba, por
lo que probablemente regresó a sus tropas.

Vestido, Xie Lian bajó los brazos y se sentó en la cama.

—Ese niño era muy hábil, creo que tiene un gran potencial con el
sable. Si se le enseña bien, definitivamente será espectacular
cuando sea mayor. Mu Qing, recuerda encontrarlo para mí cuando
tengas una oportunidad. Trátalo bien. Él podría ser nombrado.

Xie Lian era alguien que amaba a los que tenían habilidades en
artes marciales, y solo tenía que nombrarlos a su lado para poder
verlos todos los días y disfrutar. Esta no fue la primera vez que
hizo tal comentario, pero fue la primera vez que se dirigió a un
niño. Mu Qing lo escuchó hacer esos comentarios de muy buenos
potenciales con el sable. Espectacular cuando sea mayor y su
expresión se volvió ilegible, mientras arrugaba la banda de pelo
que acababa de desatar de Xie Lian en su mano, y se dio la vuelta
para lanzarla a un lado.
Feng Xin, por otro lado, comentó: —Ese mocoso solo parece tener
unos catorce o quince años, ¿no es eso demasiado joven? ¿Qué
va a hacer después de ser nombrado?

Mu Qing también habló en voz baja: —No es correcto. Estaría en


contra de la ley militar.

—Un dios puede descender al reino de los mortales, entonces,


¿qué puede hacerme la ley militar? —Dijo Xie Lian, y luego elogió:
— ¡Ustedes deberían haber visto la forma en que mató a esos
binus! ¡Fue tan bueno!

Hablando de binus, ese extraño ser vestido de blanco apareció


ante su mente.

—Su alteza, ¿por qué aparecieron en la colina de BeiZi demonios


como los de la Tierra del Afecto? ¿Eso nunca ha sucedido antes?
—dijo Feng Xin.

Xie Lian se puso de pie.

—Eso es lo que quería decirles a ustedes ese día.

Finalmente libre, relató su reunión con el que llevaba la máscara


llorando y sonriendo. Los tres hablaron de ello pero no se
atrevieron a ser negligentes, y al final decidieron que era mejor
avisar a los cielos. Así, una vez que Xie Lian salió de su
habitación, se reunió brevemente con el rey y la reina antes de
apresurarse a la Gran Sala Marcial en el Monte TaiCang.

Si esto fuera el pasado, Xie Lian habría ido directamente a la Corte


Celestial para hablar con Jun Wu cara a cara. Sin embargo, las
circunstancias habían cambiado; él fue quien abandonó la Corte
Celestial y era como devolver las llaves. Incluso si él quisiera
volver, las puertas estarían cerradas. Además, se fue tan molesto
y habló con tanta fricción en el Gran Salón Marcial, que se sintió
un poco avergonzado de enfrentar a Jun Wu. Así, con gran
reverencia, encendió unos cuantos palos gigantes de incienso en
el Gran Salón Marcial, y pasó el mensaje a la estatua divina del
Emperador Marcial Celestial, esperando que él lo escuchara. Sin
embargo, el número de respetos de incienso que recibía Jun Wu
era de al menos ocho mil a diez mil, una cantidad abrumadora,
con un número de grandes creyentes mezclados. Si el hecho de
que realmente escuchara su mensaje dependiera completamente
de la casualidad, Xie Lian tampoco se atrevía a dejar que las
cosas fueran demasiado largas, e inmediatamente regresó al
frente de la batalla para continuar su vigilancia sobre la ciudad
fortaleza.

Tal vez fue porque el daño infligido en la primera batalla fue


demasiado grande y sus refuerzos fueron cortados secretamente
por Feng Xin y Mu Qing, Yong An parecía haber cambiado de
táctica y no atacó de manera imprudente de nuevo. Después de
unos meses, pelearon algunas batallas pequeñas pero no
perdieron gravemente. En comparación con la primera batalla,
esos combates no eran nada. Ese extraño ser vestido de blanco
tampoco apareció de nuevo. Por lo tanto, la capital real de XianLe
estaba cada vez más relajada, y el mismo Xie Lian encontró una
rara oportunidad de salir de las líneas del frente, paseando por la
capital real para relajarse un poco.

Se subió a un pequeño puente de piedra, removiendo los largos


cordeles del sauce llorón que estaba junto al puente, y observó
cómo los peces koi rojos y animados agitaban sus colas nadando
alegremente a través de las aguas que corren debajo, sintiéndose
envidioso. Estuvo perdido en sus pensamientos durante un rato,
cuando de repente sintió que ojos lo miraban por detrás, y cuando
giró la cabeza, no había nadie allí. Desconcertado pero sin percibir
alguna intención malintencionada o de matar, a Xie Lian no le
importó.

Después de cruzar el puente, caminó por la Avenida de la Deidad


Martial y los transeúntes en la carretera se inclinaron ante él con
entusiasmo, reverencia o alegría, saludando a Su Alteza. Xie Lian
asintió y sonrió, y después de caminar un rato, sintió esa mirada
fija en su espalda otra vez.

Esta vez, lo tomó en serio, y se dio la vuelta sin previo aviso,


atrapando al culpable. Detrás de un árbol de sauce había un
destello de una sombra. Xie Lian se acercó y estaba a punto de
agarrar a la persona cuando se dio cuenta de que era ese chico
con la cabeza envuelta en vendas.

— ¿Tú eres...?

Incluso con vendas envueltas por toda su cabeza, ese chico


todavía se levantó para cubrir su rostro con los brazos cruzados,
dejando solo un ojo brillante asomándose a través de sus mangas
remendadas. Tartamudeó: —S-su alteza, no quise hacerlo.

Xie Lian le señaló: —Eres de esa noche...

Se detuvo, recordando de inmediato lo que ocurrió exactamente


esa noche hace muchos meses y cuán descompuesto que estaba.
Las imágenes llenaron su mente y se enrojeció, sintiéndose un
poco incómodo, y rápidamente se aclaró la garganta: —Así que
eras tú. Iba a buscarte hace un tiempo, pero con tantas cosas a
mi cargo lo había olvidado. Ejem, ¿no eres un soldado en el
ejército? ¿Por qué estás en la ciudad?

Al escucharlo, a ese muchacho le sorprendió y le contestó con un


poco de alboroto: —Ya no estoy en el ejército.

Xie Lian estaba desconcertada.

— ¿Eh? ¿Por qué no?

Ese chico estaba aún más desconcertado: —Me... me echaron.


Su alteza, ¿no... no lo sabía?

Xie Lian estaba perplejo.


— ¿Saber qué?

Le había dicho claramente a Mu Qing que ese niño era un buen


aprendiz para ser establecido y nombrado, así que, ¿cómo fue
expulsado del ejército después de las instrucciones específicas de
Xie Lian?

Ese chico parecía estar emocionado y feliz, y de inmediato dejó


caer los brazos.

— ¡Así que su alteza no lo sabía! Pensé... pensé...

Xie Lian se estaba volviendo cada vez más curioso: —Ven, dime,
¿por qué te echaron? ¿Quién te echó? ¿Por qué pensaste que lo
sabría? Además, ¿qué habías pensado?

Ese chico dio un paso gigante hacia él, pero antes de que pudiera
hablar, justo en ese momento, desde la Avenida de la Deidad
Marcial, se escuchó un grito estridente y horrorizado.

—AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH

Xie Lian giró la cabeza y vio a un hombre sosteniendo su rostro,


corriendo y tropezando en su dirección.
Capítulo 84: Desde la Tierra del Bosque de Buyou, se desata la enfermedad del
rostro humano (parte uno)

Era un hombre alto y corpulento, corriendo precipitadamente, y


muchos en las calles cayeron mientras pasaba. Se quejaron en
voz alta.

— ¡Qué pasa!

— ¿Qué pasa con la apresurada carrera en un día tan caluroso...?

—Wow, la primera vez que veo a alguien salir sin cara.16

Muchos empezaron a reírse mientras comentaron ya que de todas


formas no estaban realmente enojados. ¡Pero ese hombre se
enfureció durante todo el camino, se estrelló de frente con un
carruaje de caballos grande y lujoso, y la sangre salpicó en el
lugar!

Él cayó de espaldas al suelo primero, y los peatones que estaban


bromeando gritaron. El dueño del carruaje también se sorprendió,
asomando la cabeza para preguntar:

— ¿Quién era ese? ¿Quién se estrelló contra mí?

Todo fue tan repentino, Xie Lian tuvo que poner el asunto con el
niño en segundo plano por ahora, y se apresuró a acercarse.

— ¿Qué ha pasado?

Ese hombre que embistió su cabeza contra el duro y sólido


carruaje parecía haberse desmayado, su cabello despeinado le

16
“Cara” se refiere a la vergüenza, pero el hombre estaba refiriéndose a un tipo que
no mostraba vergüenza y que ocultaba su cara al mismo tiempo.
bloqueaba la cara, y había varias personas que lo rodeaban con
cuidado y observaban. Sin embargo, antes de que Xie Lian se
acercara, repentinamente se levantó de un salto y soltó un
gemido: — ¡NO PUEDO SOPORTARLO MÁS! ¡ALGUIEN!
ALGUIEN MÁTEME! RÁPIDO, ALGUIEN VENGA Y MÁTEME!
¡POR FAVOR!

Algunos de los otros hombres corpulentos que pasaban no podían


mirar más y comentaron: — ¿Qué casa dejó que su psicópata se
perdiera? Llévatelo, ayy... —Originalmente iban a arrestar a ese
hombre, pero justo cuando se acercaron, cuando vieron al lunático
de cerca, todos gritaron, y retrocedieron apresuradamente: —
¡¡QUÉ ES ESTE MONSTRUO!!

Ese loco hombre sin embargo, los persiguió, llorando


maniáticamente.

—RÁPIDO, ¡GOLPÉENME A MUERTE!

Esos hombres se horrorizaron, y justo en ese momento cuando


Xie Lian se acercó, vieron que era su alteza el príncipe heredero
y se apresuraron a esconderse detrás de él como si fuera un
respiro divino. Sin pestañear, Xie Lian levantó la pierna y le dio
una patada, derribó a ese loco y se golpeó varias veces,
terminando como un perro cubierto de barro. Algunos le
señalaron: — ¡Alteza! Este hombre... este hombre... él tiene...
¡¡¡ÉL TIENE!!!

No era necesario que lo digan, Xie Lian también lo vio, ¡este


hombre tenía dos caras!

Técnicamente, era una cara con otra crecida a partir de ella. La


segunda cara estaba aplastada en la mitad de la mejilla de ese
loco, del tamaño de una palma, y aunque este hombre era joven,
esa pequeña cara era un anciano arrugado, ¡feo hasta la médula!
Xie Lian también se sorprendió profundamente, su mente se llenó
de una sola cosa: ¡¿Qué es este monstruo?!

Inmediatamente agarró la espada que colgaba de su cintura y la


desenvainó. Esa espada era un arma encantada que le regaló el
Emperador Marcial Celestial, su nombre es HongJing. Desde que
conoció a ese personaje vestido de blanco, mantuvo la espada
sobre su persona en todo momento en caso de que fuera
necesario, y tal vez pudiera ver la verdadera forma de esa criatura
uno de estos días. Bajo las circunstancias actuales, esa espada
era ciertamente útil, y una vez desenvainada, el brillo de esa hoja
era más brillante que la nieve. Sin embargo, cuando miró, la
reflexión sobre esa espada no cambió en absoluto. Todavía era
solo este hombre, y aún eran solo esas dos caras aterradoras.
Eso significaba que este hombre loco no era en ninguna forma o
tamaño un monstruo o un demonio, ¡que en realidad era humano!

Sin embargo, ¿había realmente alguien en el mundo que pudiera


tener tal cosa? Si nació de esta manera, ¿cómo podría no ser
conocido dentro de la capital real en unos años? Xie Lian estaba
asombrado y desconfiado, y de repente, alguien a su lado habló
con voz temblorosa.

— ¿Cómo... cómo se volvió así?

Al escucharlo, Xie Lian inmediatamente enfundó la espada


HongJing y volvió la cabeza: — ¿Lo conoces? ¿No era así antes?

Algunas personas respondieron: — ¡Lo conocemos! Solíamos


trabajar con él. Por supuesto que no era así. Antes, su cara...
¡¿cómo podría tener algo así?!

Al ver que la multitud crecía, casi hasta el punto de bloquear toda


la calle principal, con una expresión grave, Xie Lian inhaló y gritó
fuerte y claramente: —TODOS, NO SE ACERQUEN. ¡NO ES
NADA, ALÉJENSE! —Ese chico vendado lo ayudó a mantener a
la multitud alejada, pero Xie Lian no se dio cuenta. Estaba
ocupado llamando a Feng Xin y Mu Qing en la matriz de
comunicación: — ¡Vengan rápido a la Avenida de la Deidad
Marcial en la capital real!

Después de bajar la mano, vio a otra persona cercana que parecía


vacilante y preocupada, muy indecisa, por lo que Xie Lian dio un
paso hacia él: — ¿Tiene algo que quieras decir?

Con la pregunta del príncipe heredero, ese hombre parecía haber


encontrado valor y dijo: —Su alteza, hay algo que no sé si debería
decir...

Xie Lian no tuvo tiempo de escucharlo divagar palabras torcidas,


y cortó sin rodeos.

— ¡Llegue al punto!

—Hace unos días, unas protuberancias aparecieron en mi pecho;


tres grandes y dos pequeñas, no sentí nada, no me pican ni me
hacen daño, y en realidad se sienten muy bien cuando las golpeo.
No pienso mucho en ellas, pero al ver a este hombre aquí, me
siento muy... como si pudiera ser castigada por algo, sabe? Jaja
—Rió abiertamente y se aflojó la bata, mostrando su pecho—. No
hay nada de malo en mí... ¿o sí?

En el momento en que se quitó la bata, todos se callaron. En el


pecho de ese hombre no estaban solo algunas protuberancias.
¡Era claramente el rostro borroso de una mujer con sus cinco
sentidos intactos!

Ese hombre miró hacia abajo y también se sorprendió.

— ¡¿CÓMO SE CONVIRTIÓ EN ESTO?! CLARAMENTE NO ERA


ASÍ… ASÍ... — ¿Realistas? ¿Naturales? No importa qué adjetivo
se use, ¡eran completamente horripilantes!
Todos en el lugar estaban aterrorizados y, a pesar de sí mismo,
ese hombre se agarró del dobladillo de la túnica de Xie Lian y
gritó: — ¡SU ALTEZA, SÁLVEME!

En ese mismo momento, Feng Xin y Mu Qing recibieron su


llamada y llegaron corriendo por las torres. Al ver la imagen ante
ellos, ambos fruncieron el ceño y Feng Xin gritó: —
¡RETROCEDA! ¿A QUÉ ESTA JUGANDO?

Xie Lian no tuvo tiempo de explicar. Le dio unas palmaditas a los


hombros de ese hombre y lo consoló. —No te preocupes. Mantén
la calma. Su tono de voz era cálido y firme, serio pero amable.
Ese hombre pensó que Xie Lian tenía todo bajo control y creía sin
lugar a dudas que una pequeña cuestión como esta no era nada
para su alteza el príncipe heredero, y por eso se relajó. Sin
embargo, la mente de Xie Lian estaba en tumulto.

¡Ese rostro humano en realidad era algo que crecía gradualmente!


Y aquellos con el síntoma, por ahora lo llamará síntoma, no era
solo la persona. Entonces, ¿se atrevería a asumir que había
muchos más?

Inmediatamente le dio a Feng Xin y Mu Qing un resumen


aproximado y les ordenó: —Anuncien esto en el palacio, pasen
esta orden: busquen en toda la ciudad y vean si hay alguien más
con síntomas similares. ¡No ignoren a ni uno solo!

Debido a que esa cosa era tan impactante, una vez que el rey
recibió la noticia, la convirtió en una prioridad, enviando a un gran
número de tropas para que buscaran e investigaran, el trabajo fue
altamente eficiente y efectivo. Para esa noche se confirmó: dentro
de toda la capital real, ya había cinco personas con rostros algo
visibles creciendo en sus cuerpos. Esos cinco, o lo vieron y no lo
tomaron en serio, o las caras estaban creciendo en áreas que no
se detectaban fácilmente. Además, las caras no picaban ni dolían,
por lo que no se habrían dado cuenta. Aparte de eso, había más
de diez personas que tenían protuberancias poco profundas
apareciendo en sus cuerpos, sin duda las caras todavía
inmaduras.

En este grupo de veinte personas, había más mujeres y jóvenes,


y cuando fueron enviados ante que Xie Lian, uno tras otro, se
llenaron de inquietud y se saludaron, reconfortándose
mutuamente al mismo tiempo. Inicialmente, Xie Lian estaba
hablando con alguien al lado ocupándose de algunos asuntos,
pero cuando los notó, sintió que algo estaba mal. Él preguntó: —
¿Todos ustedes se conocen?

Los funcionarios que trabajaron toda la noche observaron


brevemente su informe y respondieron: —Su alteza, muchos de
ellos viven en las afueras de la capital real, bastante cerca, así
que tal vez se hayan cruzado como vecinos.

¿Muchos que vivían en la misma zona? Mu Qing se horrorizó: —


¿Las personas que vivían juntas tienen esos rostros humanos?
¿Esa cosa es contagiosa?

Xie Lian lo pensó más rápido que él, simplemente no lo dijo tan
rápido. Inmediatamente él ordenó: — ¡Aíslenlos! Dispersen a los
no afectados, no permitan que nadie se acerque a este lugar.
¡Encuentren un lugar para poner a todos aquí en cuarentena!

—Una extraña enfermedad contagiosa. Cuando esas palabras se


filtraron, fueron más eficaces que la orden de dispersarse y
cualquier tropa armadas. No solo se dispersó la multitud que
miraba, sino que más de la mitad de las casas en la calle se
vaciaron. Xie Lian ordenó a los oficiales y soldados que designó
que se prepararan para la protección, y llevó a esas veinte
personas a las afueras de la capital real, donde vivían algunas de
ellas.

Cerca de la zona residencial en las afueras había un gran bosque


llamado el Bosque Buyou. Los funcionarios del gobierno tenían la
intención de construir una cuarentena allí para ubicar
temporalmente a los enfermos. Sin embargo, cuando entraron al
bosque, mientras otros estaban ocupados construyendo el
campamento, Xie Lian se sentía cada vez más incómodo a
medida que más caminaba. Feng Xin y Mu Qing también se dieron
cuenta. Fue Feng Xin quien habló primero: —Su alteza, ¿no es
aquí donde Lang Ying...?

Xie Lian dejó caer sus manos a su lado, frunciendo el ceño


profundamente.

—Sí. Fue aquí.

¡Este bosque de Buyou era el mismo lugar donde Lang Ying había
excavado y enterrado el cadáver de su hijo!

Al darse cuenta de esto, los tres se miraron. Aunque no podían


ser exactos, una conjetura se formó en sus mentes,
presionándolos para que comiencen a buscar el lugar donde Lang
Ying había enterrado el cadáver ese día. Sin embargo, habían
pasado meses, y con tantos árboles en el Bosque de Buyou,
¿cómo podrían recordar exactamente en qué árbol estaba
enterrado el niño?

En ese momento, un hedor indescriptiblemente asqueroso flotó en


el aire.

Ese hedor asqueroso era algo así como el de un cadáver podrido,


pero era aún más sofocante. Sólo una respiración y podría
derribar a un hombre. Otros también lo olieron y comenzaron a
retroceder, cubriendo sus narices y abanicándose.

— ¿Qué hay allá?

— ¡Que está pasando! ¡Es peor que un frasco de pepinillos de


diez años!
Xie Lian se apresuró hacia adelante y siguió ese olor aterrador, y
llegó a un árbol torcido de aspecto familiar. La tierra debajo del
árbol estaba ligeramente levantada, formando un montículo. Los
soldados alzaron sus espadas y se reunieron para proteger a Xie
Lian, pero él levantó la mano para detenerlos. Dijo con gravedad:
—Tengan cuidado. La gente normal no debería acercarse.

Las personas no normal de Feng Xin, tomó una pala con


brusquedad y se acercó. Después de unos pocos golpazos, el
montón de lodo se convirtió en una zanja, el hedor asqueroso se
hizo más pesado y Feng Xin cavó con mayor atención. Después
de unas pocos más, una pequeña cosa negra fue desenterrada, y
parecía estar retorciéndose.

Feng Xin desaceleró su movimiento, y los soldados reaccionaron


como si estuvieran enfrentando a un gran enemigo. De repente,
la tierra se arqueó hacia arriba, y un cuerpo gigante hinchado e
hinchado se desprendió del suelo, exponiéndose ante la multitud
que sostenía antorchas.

Ese hedor podrido brotó instantáneamente, y la mayoría de las


personas en el lugar vomitaron en el lugar. Las pupilas de Xie Lian
se encogieron.

Esa cosa ya no podría ser descrita como —humana. Cualquier


cosa sería más humana que eso. ¡Nadie podría decir que este
gigantesco cadáver alguna vez fue un niño pequeño y demacrado!

La necesidad de vomitar subió hasta su garganta, y Xie Lian miró


hacia otro lado. Feng Xin y Mu Qing también estaban
estupefactos, diciendo: — ¡¿QUÉ ES ESTO?! ¿Es eso una
maldición o un simple cadáver podrido?

No importaba qué era esa cosa, Xie Lian sabía lo que tenían que
hacer. — ¡Retrocedan! Cuanto más lejos, mejor! ¡Voy a quemar
esa cosa!
Levantó la mano y una gran corriente de llamas se prendió. Justo
cuando el fuego ardía y el humo era denso, llegó el sonido agudo
de un cuerno de batalla desde la lejana capital real, sonaba fuerte
y agudo, llamando a todos a formación.

Los tres miraron al mismo tiempo; esa era la señal de un ataque


enemigo. Feng Xin dijo: — ¡Joder, de todos los tiempos tenían que
venir ahora!

El rostro de Feng Xin estaba oscuro, luciendo sombrío incluso


bajo la luz del fuego.

— ¿Tal vez, esto fue intencional?

Xie Lian hizo la llamada: —Mu Qing, quédate aquí y cuida esto.
Feng Xin, vienes conmigo. Los repeleremos primero. Recuerden,
¡no les dejen notar ningún punto débil!

Esa noche, los dos salieron apresuradamente de la fortaleza de


la ciudad, y lucharon apresuradamente en una batalla.

Aunque esa batalla salió de la nada, igual ganaron. Sin embargo,


aunque ganaran, ninguno de los soldados de XianLe, incluido Xie
Lian, sintió la alegría de la victoria.

La enfermedad extraña que apareció de manera tan aleatoria


llegó a ser llamada: Enfermedad del rostro humano., por la gente.
Las palabras pasaron a través de la capital real como un rayo,
causando gran revuelo y gran inquietud.

El rey había considerado ignorar las noticias, pero la primera


víctima arrasó las calles; había innumerables testigos, así que
esto era algo que no podía ocultarse desde el principio. Además,
la enfermedad del rostro humano se estaba propagando
rápidamente, en solo seis días, más de cincuenta personas
encontraron aflicciones similares en sus cuerpos.
Al mismo tiempo, los asedios de Yong An estaban aumentando.
Atacado desde ambos lados, Xie Lian apenas podía encontrar el
tiempo para ir a Yong An y crear lluvia. Todo el poder y la energía
espirituales se gastaron en la cuarentena en las afueras.

Dentro del frío bosque de Buyou, se construyeron grandes


campos de carpas y chozas. Xie Lian atravesó un terreno lleno de
pacientes. Esta cuarentena comenzó con una veintena de
personas, pero pronto se convirtió en un tamaño de cientos, y
cada vez se hacía más grande. Todos los días, Xie Lian vendría
si hubiera tiempo y usaría su poder para aliviar los horribles
síntomas de los afectados. Sin embargo, todavía no podía curar
la causa raíz, y lo que la gente esperaba era que él los sanara por
completo.

Mientras Xie Lian caminaba, un joven tendido en el suelo de


repente levantó la mano y tiró del dobladillo de su túnica: —Su
alteza, no moriré, ¿verdad?

Xie Lian estaba a punto de responder y notó que este hombre


parecía familiar. En una mirada más cercana, ¿no era él el
transeúnte que le dio un paraguas en ese día lluvioso que supo
que a XianLe le faltaba agua?

Recordando ese día, esa lluvia, ese paraguas, el calor llenó el


corazón de Xie Lian, y él se arrodilló, acariciando suavemente el
brazo de ese joven, diciéndole en tono serio: —Haré lo mejor que
pueda.

Ese hombre parecía haber recibido la esperanza de sobrevivir;


Sus ojos brillaron de alegría, repitiendo; bien, bien y se acostó de
nuevo. Por esos ojos fervientes, Xie Lian pudo decir que
realmente creín que él podría hacerlo. Por lo tanto, cada vez que
se encontrara con esos ojos, un sentimiento de auto culpa
crecería profundamente en su corazón, y la necesidad de
encontrar una cura crecía cada vez más desesperadamente.
Después de hacer una ronda a través de la cuarentena, Xie Lian
encontró un lugar para sentarse. Mu Qing inició una fogata y Xie
Lian se sentó, sumido en sus pensamientos. A cierta distancia,
algunos muchachos de recados se alejaron con una camilla,
murmurando entre sí, pero de alguna manera sus palabras
llegaron a los oídos de Xie Lian:

— ¿Cuántos hay ahora?

—El cuarto o quinto, creo.

En la camilla había un paciente que murió en el bosque de Buyou.


En verdad, era difícil morir por la enfermedad del rostro humano.
Sin embargo, eso es lo que era aún más aterrador. No morir
significaba para el resto de las vidas de las víctimas que esas
cosas permanecerían en sus cuerpos. Solo pensarlo haría que
uno pierda la voluntad de vivir. Especialmente las mujeres
jóvenes, que cuidan sus caras, por lo que si algo así creciera en
un lugar importante como su cara, la mayoría elegiría terminar con
sus vidas.

Otro suspiró: — ¡Ahh…! ¿Cuándo terminará esto?

Otro dijo: —Tenemos su alteza el príncipe heredero, no


perderemos. Relájate.

El que se quejó dijo: —No tengo miedo de perder batallas. Pero


con la situación como esta, ¿importa si no perdemos batallas? No
es fácil para nosotros, los civiles, vivir así, ahh... no importa, no
importa. No me estoy quejando. Solo finge que no dije nada. No
dije nada.

Si Feng Xin estuviera allí, inmediatamente se habría apresurado


a callarlos. Sin embargo, Mu Qing solo le dio una mirada a Xie
Lian, y continuó construyendo el fuego, sin decir nada. Solo
cuando esos dos desaparecieron por completo, dijo llanamente:
—Los plebeyos ignorantes solo saben cómo culpar a los demás y
a los cielos. ¿Creían que un dios marcial tenía control sobre todo?

Xie Lian negó con la cabeza. Lo que esos hombres dijeron tenía
su lógica. Él era un dios marcial; cuando formara parte del ejército
no habría batallas no ganadas. Sin embargo, en momentos como
estos, ¿de qué servía ganar batallas? Formar un ejército era
proteger a los civiles, pero si todos los civiles sufrían los ataques
de una plaga, ¿no se convertirían sus ventajas en una broma?

En ese momento, las fogatas vacilaron y otra persona se sentó


junto a Xie Lian. Era Feng Xin quien había regresado. Xie Lian
preguntó de inmediato: — ¿Cómo va?

Feng Xin negó con la cabeza.

—Era exactamente lo mismo que cuando buscabas. No hay


rastros de Lang Ying en la montaña BeiZi, y nada de ese
personaje vestido de blanco. Quién sabe dónde se están
escondiendo y no hay forma de confirmar si son los que están
detrás de esto. Además, la gente de Yong An estaba bien, como
sospechábamos, ni un solo caso de la Enfermedad de Rostro
Humano.

Mu Qing asomó al fuego: —La capital real y la colina BeiZi están


tan cerca, no hay forma de que nadie esté infectado. Es fácil ver
que ellos deben ser los que están detrás de todo esto.

Muchos creían esto secretamente, y pensar de esta manera tenía


sentido. Sin embargo, incluso si acusaban a Lang Ying en secreto
o abiertamente, el hombre estaba bien escondido y no podían
encontrar ninguna prueba, por lo que no podían hacer nada.

Sospechan que la enfermedad del rostro humano se inició con


una maldición, y la fuente de esa maldición era el cadáver del hijo
de Lang Ying. Sin embargo, si era una maldición, entonces era
una buena. No dejó ningún rastro para que ellos investiguen, por
lo que no había evidencia para confirmar sus sospechas. ¿Y quién
sabe, tal vez esta Enfermedad del Rostro Humano no era más que
una plaga nueva y natural? No había manera de que Xie Lian
pudiera sacar conclusiones sobre lo que realmente era la
enfermedad a menos que detuvieran al sospechoso.

También le había dado a la Corte Celestial un informe aproximado


de sus suposiciones. Sin embargo, como se mencionó
anteriormente, Xie Lian había descendido bajo violación, a
diferencia del pasado, donde si quería informar que podía muy
bien irrumpir en el Gran Salón Marcial y gritar en el oído de Jun
Wu, ahora tenía que hacerlo siguiendo las reglas. Debe saberse
que, siguiendo las reglas, significa: si tiene suerte, simplemente
arrojar algunos méritos y palabras fuertes llegará a los oficiales
celestiales; si tiene mala suerte, podría verse obligado a pasar por
complicados trámites burocráticos en interminables retrasos.
Después de eso, de todas formas aún serían algunos oficiales
celestiales los que serían enviados. El propio Xie Lian era un
oficial celestial, y aparte de Jun Wu, eran muy pocos los que
podían igualarlo en el poder, por lo que los oficiales celestiales
enviados tal vez ni siquiera fueran efectivos. Jun Wu llevaba una
pesada carga, como dicen los mortales, él es una máquina, por lo
que no había manera de que pudiera acudir en ayuda de Xie Lian
en persona. Por lo tanto, su informe fue solo para mostrar, y Xie
Lian no esperaba que nada saliera de eso.

Además, nada de eso era lo que pensaba Xie Lian, era otro
problema. Él habló: —Si asumimos que Yong An usó una
maldición para derrotar a la capital real, entonces el ataque más
efectivo sería al ejército. Una vez que caiga el ejército, ¿no sería
eso lo mismo que abrir las puertas?

No era que no hubiera víctimas de la Enfermedad del Rostro


Humano en el ejército, pero en comparación, eran pocas, solo tres
o cuatro afectados. Y una vez que fueron enviados a la
cuarentena, la situación quedó inmediatamente bajo control y
nada se extendió. Feng Xin parecía haber pensado en algo y dijo:
—Tal vez piensen que incluso si derrotan al ejército, contigo a su
alrededor igual perderían, ¿así que renunciaron al ejército y
atacaron a los civiles directamente?

Al oír esto, Mu Qing se rió secamente. Feng Xin reaccionó de


inmediato.

— ¿De qué te ríes?

—Nada. Siempre logras sacar buenos puntos. No tengo nada que


decir. —Mu Qing respondió.

Las personas que tenían la intención de atacar a los demás, pero


aún pretendían sonar como corteses, le molestaban más a Feng
Xin, por lo que lo ignoró por completo.

—Si fueron ellos, entonces son despreciables. Que luchen


honestamente en el campo de batalla si tienen las agallas, ¡pero
no usen trucos sombríos para dañar a civiles inocentes!

Xie Lian estuvo de todo corazón de acuerdo y suspiró: —He


estado pensando en estos últimos días qué es lo que causa la
infección. Tenemos que conocer las causas antes de poder
controlar la enfermedad.

— ¿No es obvio? —Feng Xin dijo: —La infección se debe a estar


muy cerca, tocar, beber la misma agua, comer juntos, dormir
juntos o lo que sea.

Xie Lian se frotó la frente.

—En la superficie no está mal. Pero, tomemos al ejército, por


ejemplo, los soldados en el ejército beben, comen y duermen
juntos, y están en lugares más cercanos que cualquier otro hogar,
así que ¿por qué no hay más soldados infectados?

Mu Qing frunció el ceño.


—Entonces, lo que quieres decir es que, incluso en las mismas
circunstancias, con diferentes tipos de cuerpo, algunos se
infectarán y otros no. Quieres saber qué tipo de personas son
inmunes contra la enfermedad del rostro humano, ¿verdad?

Xie Lian levantó la cabeza.

—Mu Qing, tú me entiendes. Eso, es exactamente eso. Si


podemos descubrirlo, entonces podría haber una manera de
detener la propagación de la Enfermedad del rostro humano.

Mu Qing asintió.

—Bien. Entonces veamos esto de esta manera: ¿qué tipo de


personas tienen más probabilidades de infectarse? ¿Qué tipo de
pacientes dominan la cuarentena del bosque de Buyou?

Xie Lian caminó por los campamentos sin cesar los últimos días y
pudo responder incluso con los ojos cerrados. Dijo de inmediato:
—Mujeres, niños, adolescentes, adultos mayores y hombres
jóvenes que son más pequeños en su constitución.

Feng Xin se preguntó: — ¿Entonces solo los débiles se infectan?


¿Deberíamos tener la orden del rey para que todos en la capital
real trabajen y fortalezcan sus cuerpos?

—...

—...

Xie Lian y Mu Qing lo miraron, no queriendo responder. Después


de una pausa, el propio Feng Xin agregó: —Espera, eso no está
bien.
Capítulo 85: Desde la Tierra del Bosque de Buyou, se desata la enfermedad de
rostro humano (parte dos)

Obviamente no era correcto, porque la primera víctima que arrasó


la Avenida de la Deidad Marcial era un hombre fuerte y sano, por
lo que la teoría no se mantuvo.

Justo como los soldados infectados con la Enfermedad del rostro


humano eran diferentes a otros soldados, Xie Lian pensó en
muchas posibilidades y trató de probar sus conjeturas. Pero no
importa desde qué ángulo, no había nada demasiado obvio que
los diferenciara de los demás. Cada víctima infectada, sin importar
su apariencia, su tipo de cuerpo, su estado, su temperamento,
todo estaba disperso, era imposible llegar a una conclusión
clasificándolos. ¿Podría ser que la persona que se infectó
realmente fue de casualidad?

Xie Lian murmuró para sí mismo: — ¿Qué hicieron esos soldados


para detener la propagación de la enfermedad de rostro humano?
En otras palabras, qué hicieron que era más frecuente que los
civiles...

Cuando llegó a este pensamiento, sus ojos se abrieron de


repente, y su rostro palideció. Al oír que su voz se detuvo
bruscamente, Feng Xin preguntó: — ¿Qué pasa, su alteza?
¿Pensaste en algo?

Xie Lian había pensado en algo. Pensó en una teoría lógica, pero
al mismo tiempo, era aterradora.

Se levantó en un instante y soltó: — ¡De ninguna manera! No, no,


no debería ser así. No puede ser.

Feng Xing y Mu Qing inmediatamente se levantaron también. —


¿Qué es?
Xie Lian sostuvo su frente y caminó de un lado a otro, levantando
su mano.

—Esperen. Yo... tengo una suposición absurda. No debería ser


cierto, pero necesito probar esto.

— ¿Qué conjetura? —Mu Qing preguntó: — ¿Cómo lo probarás?


¿Necesitas que te encuentre alguien?

Xie Lian inmediatamente rechazó la idea.

—No. No podemos usar una persona viva para las pruebas. ¿Qué
pasa si me equivoco?

Era más como que esperaba que estuviera equivocado, incluso


mejor si estaba fuera de lugar.

Mu Qing frunció el ceño.

—Su alteza, si necesita saber si está en lo correcto o no,


necesitará una persona viva para la prueba. Esa es la mejor
manera. Solo estar de pie aquí meditando no va a hacer ningún
bien.

Feng Xin frunció el ceño también.

— ¿No puedes ver que está preocupado? Deja de decir cosas que
molestan a la gente.

Mu Qing se volvió hacia él.

—Extraño. ¿Y qué dije exactamente? ¿No dije la verdad? En este


punto, ¿de qué sirve ser indeciso y vacilante?

Feng Xin estaba disgustado.


— ¿Tienes que juzgar todo en función de lo útil que es algo?
Estamos hablando de una persona viva aquí. Ni siquiera un poco
de vacilación, ¿no estás un poco demasiado sereno?

— ¿Sereno? Mu Qing respondió: —En realidad quieres decir


sangre fría, ¿verdad?

Xie Lian no tuvo la paciencia para calmar la pelea entre los dos
como solía hacer, y dijo: —Los dos pueden comenzar a discutir
sobre una sola palabra, ¡qué desgracia! Quédense aquí por un
tiempo de incienso. Nadie tiene permitido moverse dentro de ese
tiempo. Las mismas viejas reglas.

—...

—...

Al escuchar las palabras; las mismas viejas reglas, tanto el rostro


de Feng Xin como el de Mu Qing cambiaron de color. Xie Lian
saludó con la mano.

—Bendiciones del Oficial del Cielo. Comiencen.17

Un momento después, apretando los dientes, dijo Feng Xin.

—... Cielo en que brillan las bendiciones desde lo alto.

Mu Qing también apretó los dientes.

—… Alto en imitación, no en pensamiento.

Feng Xin estaba en problemas.

17
Xie Lian quiere comenzar el juego en que el otro debe comenzar con la
última palabra que dijo el anterior. Si desean saber más, es una figura
retórica y la encuentran como “concatenación”
—Pensamiento... Pensamiento...

Estaba profundamente concentrado en sus pensamientos


agotadores tratando de pensar en una manera de continuar, y Xie
Lian giró para entrar en el Bosque de Buyou para encontrar a esos
tres soldados infectados para interrogarlos.

Mismas viejas reglas, era una idea que Xie Lian había ideado para
distraer a los otros dos. Feng Xin y Mu Qing se atacarían
mutuamente en cada oportunidad, comenzando disputas de la
nada. Al principio, Xie Lian los hacía permanecer en silencio por
un tiempo de incienso sin hablar entre ellos hasta que se
calmaran, pero no fue muy efectivo.

Después, Xie Lian decidió cambiarlo a: Concatenación, y una vez


que hubiera un ganador y un perdedor establecidos, no tendrían
tiempo para preocuparse por su conflicto original y, en su lugar,
harían todo lo posible por aplastar al otro en la concatenación.
Después de descubrir este método efectivo, Xie Lian sintió que el
mundo se volvía más pacífico y estaba bastante satisfecho.
Forzarlos a entrenar frases ahora también era una forma de que
todos se relajaran un poco.

Sin embargo, esta situación no duró mucho. Después de un


tiempo de incienso, Xie Lian regresó. Su rostro era sombrío e
instruyó: —Tráiganme a todos los soldados que vivían en los
mismos barrios que los soldados infectados, necesito
interrogarlos.

Esos dos ya estaban atascados varias veces, y lograron sus


propias pequeñas victorias, por lo que cuando ya no necesitaban
entrenar sus frases, ambos suspiraron de alivio.

—Eso está bien, también. Pero usar una manera tan indirecta
para encontrar pruebas podría no garantizar la exactitud de su
hallazgo —dijo Mu Qing.
Feng Xin ya se había vuelto a prestar atención a sus órdenes. Xie
Lian le devolvió la llamada: — ¡Espera! Ya es lo profundo de la
noche. Cuestionarlos ahora sería un gran revuelo, y tampoco
podemos llamar a demasiados a la vez, sería demasiado
llamativo. Las cosas que quiero preguntar no deben ser conocidas
o filtradas. Si vas ahora, no podremos ocultar nada.

Feng Xin volvió la cabeza.

—Entonces, ¿qué debo hacer? ¿Traerlos uno a uno para que los
interrogues en privado?

—No hay otra manera. Xie Lian dijo: —Mañana, traigan a los
soldados que son cercanos a las víctimas a mí, uno por uno, a mi
recámara, y no les hagan saber que otros han sido interrogados.
Recuerden ordenarles que no le digan a nadie, de lo contrario...

Respiró profundamente y suspiró: —No importa, solo


amenázalos. Solo di que si se corriera la voz, serían ejecutados
sin piedad. Cuanto más salvaje, mejor.

—Interrogándolos uno por uno, ¿cuánto tiempo tomaría eso?,


Comentó Mu Qing.

—No importa cuánto tiempo tome —dijo Xie Lian. —Cuanto más
pregunte, más puedo estar seguro. Yo... necesito absolutamente
llegar al fondo de esto y no debe haber ningún error.

Así, al día siguiente, Xie Lian se sentó en la cámara que le fue


asignada temporalmente encima de las torres, e interrogó
personalmente a más de trescientos soldados.

En cuanto a las preguntas que formuló, las trescientas de ellas


dieron las mismas respuestas. Después de interrogar, la cara de
Xie Lian se volvía un poco más oscura. Una vez hecho esto,
cuando Feng Xin y Mu Qing entraron en la habitación, vieron a Xie
Lian sentado junto a la mesa, con una mano en la frente, sin
hablar. Pasó un rato antes de que él dijera lentamente: —Ustedes
dos, permanezcan y protejan las puertas de la ciudad. Voy a hacer
un viaje al Monte TaiCang.

Feng Xin preguntó vacilante: —Su alteza, ¿descubrió algo de todo


el cuestionamiento? ¿Es una maldición o...?

Xie Lian asintió.

—Ha salido a la luz. Es una maldición.

Mu Qing fue solemne.

— ¿En serio?

—Sin lugar a dudas. —Xie Lian dijo: —Y también descubrí qué


tipo de personas se infectarían y qué tipo no.

Incluso si esas palabras fueron dichas, en su rostro no había


rastro de alegría al resolver un misterio, por lo que Feng Xin y Mu
Qing sintieron que las cosas podrían no ser tan simples. Sin
embargo, si Xie Lian no tomó la iniciativa para decirles, entonces,
como sus subordinados no era su lugar para preguntar, y así sus
corazones se hundieron en silencio.

Monte TaiCang, el Sagrado Pabellón Real, el pico más alto, el


Gran Salón Marcial. El sacerdote principal estaba presentando
sus respetos en medio de nubes de humo de incienso. Xie Lian
cruzó el umbral de la sala e inmediatamente fue directo al punto:
—Jefe sacerdote, necesito ver al Emperador celestial.

El Sacerdote principal terminó de presentar sus respetos y volvió


la cabeza: —Su alteza, las puertas del reino celestial ya no están
abiertas para usted.

—Lo sé. —Xie Lian dijo: —Pero ahora mismo acabo de averiguar
que el Reino de XianLe está actualmente bajo el ataque de una
ola de maldiciones maliciosas nunca antes vista. Esto no es un
desastre natural, es el trabajo de criaturas inhumanas. Por favor,
dame una mano y solicita que el Emperador Celestial descienda
y posea tu espíritu para que pueda informarle esta información
directamente. Tal vez él sabría cuál era la fuente de todo esto, y
tal vez encontraría un punto de inflexión.

Desde que había regresado al reino de los mortales, había


informado tres veces al Gran Salón Marcial. Sin embargo, las dos
primeras veces no fueron sinceras y solo se hicieron por cortesía
habitual. Sólo que esta vez, él realmente quería buscar ayuda.

El Sacerdote principal se sentó en una silla y dijo: —No es que no


quiera ayudarlo, su alteza, pero ya no es necesario. Incluso si le
ayudo ahora, y el Emperador Celestial desciende y posee mi
cuerpo, la respuesta que recibirá de él solo le decepcionará.

La cara de Xie Lian cambió ligeramente.

— ¿Sabe algo? ¿Sabes exactamente lo que es ese ser con una


máscara de sonrisa y llanto que lleva un vestido de blanco?

—Su alteza, ¿aún recuerda lo que le dije? —El Sacerdote


Principal dijo: —Que en este mundo, la fortuna, buena o mala,
está predeterminada.

Xie Lian se sobresaltó y no habló. El Sacerdote Principal agregó:


—Originalmente, muchos de aquellos de Yong An estaban
destinados a morir, pero usted transfirió agua y creó lluvia, y les
dio un suspiro de alivio. Sin embargo, no puede salvarlos
completamente de la sequía, establecer su futuro, así que ahora
están en el ejército de Yong An en BeiZi Hill luchando por su
futuro.

—Originalmente, la capital real estaba destinada a estar en un


estado de declive, pero usted descendió personalmente y utilizó
sus propios poderes para cambiar las cosas, y le dio a la capital
real un respiro de alivio. Sin embargo, no endureció su corazón ni
aniquiló al ejército rebelde de Yong An, y, en cambio, les permitió
sobrevivir hasta ahora. Como las cucarachas, solo se hacen más
fuertes con cada batalla.

El Sacerdote Principal le preguntó con asombro: —Su alteza,


¿puedo preguntar qué está haciendo? ¿Quizás está esperando
que ambas partes se den cuenta de sus errores, se arrepientan y
reconcilien? ¿Unirse una vez más como un país?

Una extraña sensación de vergüenza brotó dentro del corazón de


Xie Lian, sin embargo, pronto se convirtió en confusión cuando
pensó para sí mismo: —Eso es extraño. Si salvaba o protegía a
las personas, todo era porque eran inocentes y no merecían la
muerte. Todo lo que he hecho se hizo después de una seria
consideración y cada elección se realizó después de mucha lucha.
Sin embargo, ¿por qué suena tan risible cuando viene de la boca
de otro? ¿Por qué suena como que no he logrado nada, que todo
es un fracaso...?

Esa palabra apareció en su mente e inmediatamente la bloqueó.


El Sacerdote Principal agregó: —Usó su divinidad para interferir
en los asuntos mortales. El destino predeterminado del Reino de
XianLe ha sido completamente invertido por usted, un completo y
absoluto desastre. Por el bien del equilibrio, la naturaleza creará
otras cosas para hacer que todo lo que ha alterado vuelva a la
normalidad. No sé qué era esa criatura, pero, estoy seguro, nació
gracias a usted.

—...

La posición de Xie Lian vaciló. El Sacerdote Principal continuó: —


También estoy seguro de que si el Emperador Marcial Celestial lo
ve, también le dirá lo mismo, porque esta fue la razón por la que
no quería que usted descienda en primer lugar. Pero siento que
incluso si él te lo dijera entonces, lo más probable es que hayas
bajado de todas formas. Los jóvenes son así, sin prestar atención
a los consejos. No creerán que no pueden caminar hasta que se
hayan caído.

Xie Lian estaba en incredulidad.

— ¿Así que quiere decir que la causa de esta Enfermedad del


Rostro Humano era yo? Entonces, ¿por esa supuesta lógica de
destino predeterminado, todo lo que hace esa criatura que no llora
ni ríe es mi culpa? Entonces, ¿la Corte Celestial ni siquiera se
molestaría con todo esto?

—Se puede pensar de esa manera —dijo el sacerdote principal.


—pero eso tampoco está del todo bien. Después de todo, si debe
leer la fortuna hasta el final, también puede culpar a su padre y a
su madre, porque si no le hubieran dado a luz, entonces no habría
ascendido y, por lo tanto, no habría descendido. Leyendo así,
puedes culpar a toda tu ascendencia XianLe. Entonces, discutir
quién tiene la culpa de la causa no tiene sentido.

—En cuanto a tu última pregunta, eso es correcto, no lo harán.


Porque el reino de XianLe estaba destinado a caer. Ya que
levantaste la mano y arruinaste este juego de ajedrez, entonces
seguramente habrá otra mano que devuelva todas las piezas
desordenadas en su lugar.

Xie Lian respiró hondo, sin querer discutir si el Reino de XianLe


estaba destinado a caer. Cerró los ojos por un minuto y luego dijo:
—Entonces, contésteme, sacerdote principal. Si desaparezco
ahora, ¿esa criatura también desaparecerá?

—Me temo que no—, respondió el sacerdote principal. —La


venida es fácil, la salida es difícil. Eso es lo mismo para los dioses,
y los monstruos y los demonios no son diferentes.

Xie Lian sabía que cualquier charla sería inútil. El único que podría
seguir luchando era solo él mismo. Se inclinó ante el Sacerdote
Principal, despidiéndose, y se preparó para partir. Detrás de él, el
sacerdote principal gritó: — ¡Alteza! ¿Cómo planea seguir su
camino a partir de ahora?

Xie Lian tenía la cabeza gacha: —Si nada cambia, incluso si


desaparezco, lucharé hasta el final. Este es mi único camino.

Después de una pausa, levantó la cabeza y enunció cada palabra:


—No me importa si es una mano o algo distinto, pero las personas
que protejo nunca se convertirán en su peón.

Medio mes después, Lang Ying lideró el ejército de Yong An y


atacó una vez más.

Después de meses de innumerables batallas, grandes y


pequeñas, las tropas de Yong An ahora podrían llamarse
finalmente un ejército. ¡Ya no eran esos desamparados
refugiados, sino un ejército adecuado con una fuerza
considerable!

Era como si Lang Ying se hubiera evaporado del reino mortal


durante mucho tiempo, y esta vez, cuando Xie Lian vio a este
hombre de nuevo en el campo de batalla, después de haber
esperado tanto tiempo que no desperdició el aliento y se lanzó
directamente hacia las tropas, enfrentándose a él, y golpeó con
su espada, gritando: — ¿DÓNDE ESTÁ ESTE HOMBRE DE
ROPA BLANCA?

Lang Ying bloqueó su espada y no respondió, luchando con vigor.


Xie Lian lo presionó con cada paso.

—Sabes de quién estoy hablando. ¡Mi paciencia es limitada!

Inesperadamente, Lang Ying lo miró fijamente y le preguntó: —Su


alteza, ¿dijo que en Yong An continuaría lloviendo?

Xie Lian no esperaba que él hiciera esa pregunta. Sorprendido,


las palabras se atoraron en su garganta.
—Yo...

De hecho, le prometió a Lang Ying que en Yong An iba a llover.


Sin embargo, en los últimos días, el número de personas
infectadas por la Enfermedad del Rostro Humano dentro de la
capital real había aumentado exponencialmente, y estaban
llegando a casi quinientos en este momento. Esas quinientas
víctimas no pudieron ser asentadas en el bosque de Buyou, y ese
campamento de cuarentena se estaba quedando sin espacio. Los
funcionarios del gobierno estaban debatiendo sobre mudarse a un
lugar más lejano y más grande. La mayoría de los poderes de Xie
Lian se habían usado para aliviar los síntomas de esas quinientas
personas, y no quedaba nada para crear lluvia en Yong An. Como
no podía usar el Sobrero de la Señora de la Lluvia, se sentía mal
por tener el dispositivo espiritual de otra persona en la mano, y
por lo tanto, envió a Feng Xin al Reino de Yushi para devolver el
Sobrero de la Señora de la Lluvia a la Señora de la Lluvia, y dio
las gracias.

Xie Lian golpeó de nuevo, gritando enojado: — ¡Yo creé esa lluvia!
¡¿No tienes idea de por qué se detuvo?!

Cuanto más enojado se ponía, más tranquilo estaba Lang Ying.


—Eso no tiene nada que ver conmigo, solo sé que incluso sin la
Enfermedad de Rostro Humano, sus poderes no durarán mucho;
Al igual que con la lluvia, muchos no sobrevivirán en Yong An.
Todo es inútil. Su alteza, ¿por qué cree que puede lograr cualquier
cosa que quiera hacer? En lugar de poner mi destino en tus
manos, elijo ponerlo en las mías.

Algo de ese discurso había provocado a Xie Lian, y la intención


de matar estalló.

Su espada se volvió ligeramente, y su mano izquierda se levantó.


Una voz gritó dentro de su cabeza: mata a este hombre, ¡y el resto
del ejército Yong An será nada a qué temer!
Desde la primera vez que se conocieron, esta fue la primera vez
que Xie Lian endureció su corazón para matar a Lang Ying. Sin
embargo, inesperadamente, cuando lanzó un golpe desde la
palma de su mano y golpeó el corazón de Lang Ying, escupió
sangre del golpe, pero la explosión no penetró en su corazón, y
en su lugar fue expulsada.

Asombrado, Xie Lan no podía creerlo, y retrocedió unos pasos.

— ¡¿TÚ?!

Xie Lian sabía muy bien qué era lo que rechazaba su ataque.

Aquellos que estaban destinados a la grandeza en el reino mortal,


como los reyes, los genios y los vigilantes, cada vez que se
encuentran en una situación extrema, sus cuerpos naturalmente
irradian un aura protectora, protegiéndolos contra el daño. La
mayoría de ellos tienen el potencial para la ascensión. Lang Ying
no era más que un fanfarrón; sin embargo, irradiaba esa aura
espiritual de protección, e incluso una que era extremadamente
rara: ¡el aura de un rey!

Xie Lian no se atrevió a pensar lo que significaba, y de repente


sintió que su corazón se enfriaba. Fue la espada de Lang Ying la
que empujó y se clavó en su pecho.

En esa batalla, no hubo victoria ni derrota en ninguno de los


bandos.

Todavía había muchos que perecieron por el lado de Yong An,


pero esta vez XianLe no fue mejor. Si fuera alguien más, podría
decir que fue una batalla difícil de ganar, pero para Xie Lian, esto
definitivamente era una derrota.

Además, esta era la primera vez que estaba en desventaja,


aunque Lang Ying todavía no era rival para Xie Lian y al final se
retiró con lesiones, muchos vieron la escena en la que Lang Ying
lo había apuñalado. Xie Lian probablemente podría adivinar que
había muchos soldados hablando detrás de su espalda: Su alteza
es un dios marcial, ¿cómo podría ser apuñalado? ¿No somos
nosotros el ejército de dios? ¿Cómo es que no logramos una
victoria abrumadora como antes? Sin embargo, Xie Lian no tenía
tiempo para ese ruido, porque Mu Qing le había informado que,
hoy, otros cien pacientes con Enfermedades del Rostro Humano
habían sido enviados al Bosque de Buyou.

¡Un corto día y más de cien!

Ahora, el primer grupo de víctimas de la enfermedad del Rostro


Humano había empeorado gravemente, no se podía ver ni un solo
lugar en sus cuerpos y tenían que estar cubiertos con cubiertas
gruesas, para no asustar a la gente. Sin embargo, incluso a través
de las cubiertas, esas protuberancias todavía se pueden ver en
los contornos del cuerpo.

Xie Lian caminó para aliviar los síntomas, y cuando finalmente


terminó una ronda, Feng Xin lo hizo a un lado y le preguntó en voz
baja: —Su alteza, ¿qué pasó hoy en el campo de batalla? ¿Cómo
pudiste ser apuñalado por ese fanfarrón? También lo golpeaste
tantas veces, ¿por qué no lo matas?

Xie Lian no quería decirle que ahora había una capa de aura de
rey en Lang Ying que ni siquiera los oficiales celestiales podían
tocar, y solo podían quejarse. No era que él no quisiera matarlo,
era que ya no podía matarlo. Todos los poderes espirituales en
sus ataques fueron disueltos por el aura de ese rey, y nada
funcionó contra Lang Ying. Cuando se dio cuenta de esto,
instantáneamente cambió a pelear con los puños, ¡pero que Lang
Ying era de piel gruesa y podía soportar la paliza!

Justo en ese momento, a una distancia de repente, se escuchó


un fuerte gemido: — ¡SU ALTEZA, SÁLVEME!
Xie Lian estaba aceptando un recipiente con agua que Feng Xin
le pasó y ese gemido llegó justo cuando estaba tomando su primer
sorbo. Xie Lian se atragantó y no tuvo tiempo de detenerse antes
de que se apresurara. El que lloró fue el joven que le dio ese
paraguas, y como Xie Lian era muy afectuoso con él, sus gritos
de ayuda también fueron muy frecuentes. Al principio, la parte de
este hombre donde que creció una cara era su rodilla, Xie Lian
usó su poder para controlar la propagación de la enfermedad, por
lo que solo su pierna izquierda tenía la cara y en ninguna otra
parte. En ese momento, él estaba pateando esa pierna con locura,
poniéndose histérico. Xie Lian lo sujetó y lo consoló.

—No te muevas. ¡Estoy aquí!

Ese joven estaba profundamente asustado y lo agarró.

— ¡SU ALTEZA! Su alteza, sálveme! Sentí una picazón en mi


pierna justo ahora como si alguna hierba me arañara, pero cuando
miré hacia abajo, vi esas cosas... ¡sus bocas se estaban abriendo
y cerrando, moviéndose, se están moviendo! ¡¡¡ESTÁN
COMIENDO HIERBA!!! ¡ESTÁN VIVOS!

El cabello en la espalda de Xie Lian levantado al instante. Miró


hacia abajo y, por supuesto, en la pierna izquierda de ese joven,
había más de diez caras muy juntas, muchas de sus bocas tenían
hierba, ¡algunas incluso masticaban como si estuvieran
muriéndose de hambre!

Muchos de los pacientes comenzaron a gritar, la multitud estalló


en un alboroto, y Feng Xin y los soldados tuvieron que usar la
fuerza para subyugarlos para evitar disturbios. Xie Lian usó una
mano para sujetar a ese joven y se dirigió a otra a su lado para
preguntar: — ¿Puede esta pierna todavía funcionar?

Todo el personal de enfermería en el bosque Buyou tenía que


estar con su equipo completo, y estaban vestidos con vendas y
capas, envolviéndose bien, sus caras irreconocibles. Uno de los
trabajadores en el lado respondió, su voz sonaba como un niño.

— ¡No, su alteza! Su pierna ya está perdida. No sabemos qué más


se está pudriendo, la pierna es pesada como un bloque de plomo
y apenas podemos moverla. La infección también está
aumentando, pronto crecerá más allá de la pierna y llegará a la
cintura.

Xie Lian había hecho todo lo posible para usar sus poderes para
sanar, sin embargo, se podía decir que la pierna de ese joven
estaba más allá de lo que se podía salvar, ya que había perdido
casi todas las funciones normales. En ese momento, uno de los
médicos susurró: —Su alteza, en mi opinión, lo único que no
hemos intentado es cortar la parte con las caras, y ver si eso
frenaría el freno...

La única solución en que Xie Lian podía pensar era también en


esa.

— ¡Entonces córtalo!

Ese joven inmediatamente gritó: — ¡NO! —Estaba aterrorizado de


que le cortaran las extremidades, pero al mismo tiempo no se
atrevía a abrazar su pierna deformada y lloró de dolor: — ¡MI
PIERNA NO ESTÁ PERDIDA! Tal vez mejorará... ¡SU ALTEZA!
No... ¿No tiene otra manera de salvarme?

Xie Lian no quería responder con: Haré lo mejor que pueda o:


Intentaré, nunca más. Su vista se estaba oscureciendo y él
respondió: —Lo siento, no lo sé.

Que su alteza el príncipe heredero dijera tal cosa, era la primera


vez, sorprendiendo a todos los presentes. Hubo algunos que lo
perdieron en ese momento y gritaron: — ¿NO? ES SU ALTEZA,
ES DIOS, ¿CÓMO NO TIENE NINGUNA MANERA? ¡LE HEMOS
ESPERADO PARA QUE SE LE OCURRA ALGO POR DÍAS,
¿CÓMO PUEDE NO HACER NADA?

El que habló fue detenido inmediatamente por alguien, sin


embargo, no fue Feng Xin o Mu Qing. Mu Qing estaba en silencio
y frunció el ceño, parecía haber pensado que la respuesta de Xie
Lian era demasiado brusca y no podía consolar a las masas. Feng
Xin, por otro lado, estaba más lejos gritando a los pacientes
particularmente ruidosos. Xie Lian fue golpeado recientemente y
estaba agotado, su espada nunca se enfundó ni colgaba de su
cintura. Cuando la hoja se acercó a esa pierna, una de las caras
sintió el frío del aura de la hoja y de repente dejó de masticar.
Abrió la boca y dejó escapar un grito agudo.

¡Esa cosa en realidad gritó!

Aunque el sonido era suave, pero definitivamente vino de esa


pierna. Ese joven gritó, casi desmayándose de miedo, y se aferró
a Xie Lian gritando: — ¡SU ALTEZA, SÁLVEME! ¡SALVEME! —
Al mismo tiempo, donde en su cintura, cerca de su muslo,
aparecieron tres úlceras superficiales. Ese doctor gritó alarmado:
— ¡Alteza, se está extendiendo! ¡Se está extendiendo! ¡La
infección se está extendiendo fuera de la pierna!

No importa cuánto poder espiritual se haya gastado, Xie Lian


todavía no podía controlar la condición de ese joven al final. Al ver
que esas cosas horribles estaban a punto de extenderse por todo
su cuerpo, y una vez que eso sucediera, no habría vuelta atrás.
¿Realmente podrían hacer nada más que sentarse y mirar?

Xie Lian apretó los dientes.

—Déjame preguntarte una cosa. ¿Quieres o no quieres esta


pierna? No puedo garantizar lo que sucedería una vez que haya
sido cortada. Si no la quiere, solo asienta con la cabeza y
operaremos de inmediato, si la quiere, entonces no asienta, ¡y lo
resolveremos! —
Ese joven respiraba pesadamente, sus ojos estaban en blanco por
el terror, su mente perdida, y era como si estuviera asintiendo pero
también sacudiendo la cabeza. Esos rostros en su pierna
izquierda comenzaron a gritar uno por uno como si dieran la
bienvenida a sus nuevos compañeros. Entre todos los YEEEE y
AAAAHHH, el deleite en sus rostros era evidente, y sus pequeñas
lenguas rojas temblaban. Era difícil imaginar qué aspecto tenía el
interior de la pierna izquierda de ese joven, imaginar exactamente
lo que albergaba.

Esto no podría ser retrasado más. Xie Lian le dio instrucciones a


ese doctor: —Córtalo.

Ese doctor, sin embargo, agitó su mano rápidamente.

— ¡Alteza, perdóname! Tampoco estoy muy seguro, y no me


atrevo a operar en un lugar como este. ¡Si el corte no hace nada,
entonces no deberíamos correr este riesgo! —Se maldijo por
haber hablado, el pensar distinto haría que sufriera malas
consecuencias, ¿qué estaba haciendo luchando por un trabajo
tan aterrador? Se escapó de nuevo a la multitud y dejó de hablar.

Ese joven estaba murmurando repetidamente: — ¡Su alteza,


sálveme, su alteza, sálveme! Sin embargo, la mente de Xie Lian
estaba completamente en blanco, una voz llena de desesperanza
que también retumbaba dentro de él: — ¡¡Quién puede venir y
salvarme...!

Era ruidoso y escandaloso, gritando y llorando por todas partes.


Esos retorcidos rostros humanos aplastados debajo también se
lamentaban, y en ese momento, Xie Lian creyó ver el infierno.

Era como si estuviera observando este infierno pero al mismo


tiempo sin ver, y con el sudor frío rodando, abrió los ojos y levantó
el brazo.
La espada cortó, y la sangre salpicó.
Capítulo 86: Desde la Tierra del Bosque de Buyou, se desata la enfermedad de
rostro humano (parte tres)

—AAAAAHHHHHH -

Ese joven solo estaba medio consciente al principio, pero después


de que Xie Lian le cortó la pierna izquierda, se despertó
bruscamente y gritó con locura: — ¡MI PIERNA! ¡MI PIERNA!

Xie Lian se arrodilló en ese charco de sangre, con sus túnicas


blancas manchadas y salpicadas, haciendo todo lo posible por
sujetarlo.

— ¡Se acabó! ¡Doctores, paren el sangrado!

Los médicos presentes se pusieron nerviosos, se olvidaron de sí


mismos y Mu Qing no pudo seguir observando. Dio un paso
adelante.

—No se molesten. Y sacó una pequeña botella de medicina, un


débil humo saliendo, deteniendo lentamente la hemorragia. Xie
Lian también envolvió la herida con un aura espiritual. En cuanto
a esa pierna cortada, se tendió en el suelo sola. De repente,
temblaba, como una criatura viva que continuaba retorciéndose
incluso habiéndose separado del cuerpo. Xie Lian levantó la mano
y el fuego rugió, quemando esa pierna en nada más que cenizas
negras.

Ese joven gimió.

— ¡MI PIERNA!

Xie Lian comprobó su lado de la cintura y vio que la Enfermedad


de la Cara Humana no continuaba expandiéndose, sus ojos se
iluminaron y dijo encantado: —Está bien, se detuvo. ¡No se está
pudriendo!

Ese joven finalmente detuvo sus lágrimas y abrió los ojos.

— ¿En serio? ¿Está realmente mejor?

La multitud contuvo el aliento, sin moverse y vacilante, pero


después de un momento, alguien gritó: — ¡Alteza, ayúdenme a
tratarme también!

La voz de otro chico sonó no muy lejos.

— ¡No seas ridículo! No podemos estar seguros, ¿qué pasa si


recae después de un tiempo?

Gracias al recordatorio de esa voz, Xie Lian también se calmó.

—Eso es correcto, no podemos estar seguros en este momento.


Necesitamos algo de tiempo para observar.

Otro dijo, con voz temblorosa de miedo.

— ¿Cuánto tiempo necesitamos observar...? No puedo esperar


más. ¡Si esperamos... si seguimos esperando, esto se extenderá
a mi cara! Otro simplemente se rindió por completo ¡ESTOY
DISPUESTO A ACEPTAR LA OPORTUNIDAD! —Pronto, cientos
de personas dentro del Bosque de Buyou se volvieron
ingobernables y ruidosas, todos rogando—: ¡Su alteza, por favor
le rogamos que nos libere de este sufrimiento!

Las masas comenzaron a postrarse hacia él con Xie Lian siendo


adorado en el centro, y aunque era una situación incómoda, Xie
Lian no se atrevió a ser descuidado.

—Todos por favor levántense primero. Después de un tiempo, si


este hombre no recae, haré todo lo posible para tratar a todos...
Pasó un tiempo antes de que la gente se sintiera reconfortada,
después de haber hecho muchas más promesas y haber colocado
a ese joven con la pierna amputada en otra parte, Xie Lian se
sentó debajo de un árbol. Mu Qing miró a su alrededor antes de
hablar en voz baja: — ¿Cómo pudiste cortarle la pierna
directamente? Si el hombre en cuestión no te rogó él mismo que
lo hicieras, no solo tomes las riendas. ¿Qué pasaba si no
funcionaba incluso después de que le amputaras esa pierna? Al
que odiaría sería a ti.

El corazón de Xie Lian todavía estaba acelerado, con una mano


cubriendo su rostro, gruñó. ... la situación en ese momento no
podía esperar. Él no me contestó, y el médico no se atrevió a
operar, no podía simplemente quedarme a la espera y observar la
infección. Alguien tenía que tomar una decisión sobre qué hacer.
Yo realmente…

Por una vez, Feng Xin parecía preocupado: —Su alteza, creo que
será mejor que descanses. Realmente no te ves tan bien. Nos
haremos cargo por ti por el momento.

Xie Lian también sintió que ya no podía aguantar más y asintió


lentamente.

—Está bien. Descansaré aquí un poco. Volveremos pronto, así


que no vayan demasiado lejos. Justo en ese momento, hubo otro
gemido dentro del bosque, y Feng Xin y Mu Qing se fueron para
verificarlo. Xie Lian se sentó y se alejó un poco antes de acostarse
en el suelo allí mismo.

Si esto fuera el pasado, si nadie le construyera una tienda


perfumada y una gran cama, nunca se habría tumbado en un
terreno fangoso en la naturaleza. Sin embargo, en las
circunstancias actuales, realmente no tenía la energía para
molestar a ningún corredor de recados18, incluso la mugre y la
sangre de sus ropas no se habían limpiado antes de que dejara
caer la cabeza y se desmayara, todavía sucio y descuidado.

Transcurrió una cantidad de tiempo desconocida, y al oír que


Feng Xin lo llamaba, Xie Lian se despertó bruscamente, se
incorporó de inmediato y sintió que algo se le escapaba. Cuando
miró hacia abajo, era una colcha desgastada y remendada que
alguien debe haber usado para cubrirlo cuando estaba
descansando. Xie Lian se frotó la frente y habló al Feng Xin que
se acercó: —No necesito esto, puedes dárselo a los pacientes.

Feng Xin se sorprendió un poco.

— ¿Eh? ¿Qué quieres decir? ¿Esta colcha? Eso no fue de mi


parte. Acabo de regresar.

Xie Lian volvió la cabeza: — ¿Fuiste tú, Mu Qing?

—Tampoco fui yo —dijo Mu Qing. —Tal vez fue uno de los


devotos que viven en el campamento quien lo trajo para ti.

Xie Lian miró a su alrededor pero no vio a nadie digno de mención


y negó con la cabeza, pensando: —En realidad no sentí que nadie
se acercara, qué estado tan vergonzoso.

Dobló la colcha y la dejó en el suelo antes de levantarse para


estos pies.

—Vamos.

Xie Lian se fue con un corazón pesado, y muy pronto, lo que temía
sucedió.

18
Se refiere a esas personas a las que los envías para hacer recados.
Solo dos días después, Xie Lian visitó nuevamente el bosque de
Buyou, y algunos de los médicos le informaron: En la noche, unos
diez pacientes con Enfermedad de Rostro Humano ignoraron las
advertencias y se colaron, algunos usaron fuego para quemar sus
llagas, algunos usaron cuchillos para cortar su carne, y hubo
muchos, que debido al mal manejo, perdieron demasiada sangre
y no se atrevieron a decírselo a nadie, escondiéndose bajo sus
mantas en silencio, muriendo igualmente en silencio.

Xie Lian acababa de abandonar el campo de batalla y recibió


semejante noticia. De pie ante cientos de personas y observando
a esos sangrientos y llorosos pacientes, finalmente perdió la
paciencia: — ¿POR QUÉ NO ESCUCHAN TODO EL MOTIVO?
¿NO DIGO QUE NO HEMOS CONFIRMADO QUE ESTE
MÉTODO PUDIERA CURAR LA CAUSA RAÍZ DE LA
INFECCIÓN? ¡CÓMO PODRÍAN SER TAN TONTOS!

Era la primera vez que se enojaba tanto con tantos devotos, y las
masas inclinaban sus cabezas en silencio, temerosas de hablar.
Xie Lian estaba realmente furioso y no pudo evitar dar una
conferencia más, y mientras se regañaba, alguien habló
inesperadamente: —Su alteza es invencible, así que por supuesto
nos llamaría tontos, ¡pero no estamos demasiado preocupados
por nuestras condiciones que no tuvimos más remedio que probar
métodos tontos!

Aunque este individuo no se oponía abiertamente a él, aún estaba


goteando con sarcasmo. Al escucharlo, la sangre se precipitó a la
cabeza de Xie Lian y él dijo bruscamente: — ¿Qué dijiste?

Esa persona inmediatamente se encogió de nuevo entre la


multitud y desapareció. Feng Xin estaba más lejos y no escuchó,
de lo contrario ya los habría insultado. Mu Qing notó que el
ambiente de la multitud iba en la dirección equivocada, y eligió con
cautela no provocar más atentados. Al ver que Xie Lian no
respondió, otro dijo: —Su alteza, si no puede salvarnos, entonces
debemos salvarnos a nosotros mismos. No se preocupe, no
desperdiciaremos su medicina sagrada ni su poder espiritual.

La sangre caliente fue la que se precipitó primero, pero ahora Xie


Lian sintió un inmenso frío mientras pensaba: —... ¿Qué diablos?
¿Y alguna vez me preocupé por la medicina sagrada y el poder
espiritual? Claramente, solo los detuve porque la amputación
podría no funcionar, entonces, ¿por qué tuvieron que decirlo como
si yo fuera altanero y solo hablara palabras vacías? No puedo
sentir su dolor, pero si mi deseo de ayudarlos no fuera sincero,
¿por qué en el mundo dejaría de ser un oficial celestial y
encontraría problemas para mí mismo aquí abajo?

Nunca en su vida había sido apuñalado por las palabras de otro y


nunca había sido maltratado de esta manera. Miles de
pensamientos llenaron su mente, pero ninguno de ellos se pudo
convertir en palabras, porque sabía que esto era todo porque no
podía encontrar la cura para la enfermedad de rostro humano, y
sus devotos seguidores finalmente estaban perdiendo la
paciencia. El sufrimiento de esos ciudadanos era cien veces más
difícil de vivir que sus dificultades, por lo que solo pudo apretar los
puños, haciendo crujir los nudillos. Un momento después, un
golpe repentino aterrizó en un árbol a su lado.

Ese árbol se agrietó y rompió, haciendo saltar a la gente,


terminando sus susurros. Sólo entonces, Feng Xin, que estaba
más lejos, notó algo malo y se apresuró a decir: — ¡Alteza!

Después de aterrizar ese golpe, Xie Lian pudo aliviar ese aliento
de ira, y de alguna manera se calmó. Sin embargo, en ese silencio
mortal, otro habló: —Su alteza, no hay necesidad de que esté tan
enojado. Todos aquí somos pacientes, y todos somos tus
seguidores. Nadie le debe nada.

Una vez que se pronunciaron las palabras, muchos asintieron en


secreto. Aunque las voces eran tranquilas, aún los sentidos de Xie
Lian eran agudos y podían escuchar cada sonido claramente; la
multitud se quejaba: —Finalmente alguien que se atrevió a decir
la verdad. Lo he estado reteniendo, temiendo decir algo...

— ¿No solían decir que su alteza el príncipe heredero era un alma


amable? ... Así que en realidad es así en persona...

En esa interminable marea de conversaciones, Xie Lian


inconscientemente dio un paso atrás. En estos veinte años, nunca
había estado aterrorizado ante ningún enemigo, nunca había
tenido miedo. Sin embargo, en ese mismo momento, una emoción
similar al terror estaba rodando por su corazón. En ese momento,
escuchó a otra persona susurrar: —Con una fuerza tan
impresionante, ¿por qué no incendiar los campamentos
enemigos, en lugar de que suframos batallas como esta?

Al escuchar esas palabras, no podía permanecer allí por más


tiempo.

¡Por supuesto que sabía que él de ahora no se parecía en nada a


ese dios marcial en el altar que sostenía sonriente y amablemente
una la espada y flor!

Xie Lian se dio la vuelta y corrió, saliendo del Bosque de Buyou


como si estuviera escapando, y detrás de él, Feng Xin y Mu Qing
gritaron: — ¡SU ALTEZA! ¡A DÓNDE VAS!

De repente hubo una agitación en la multitud; parecía que un


joven personal de enfermería de repente comenzó a golpear a
algunos de los pacientes de la nada, causando que otros se
unieran a la pelea. Sin embargo, Feng Xin y Mu Qing ya no tenían
tiempo para preocuparse por ellos. Convocaron tropas para
hacerse cargo de la situación e inmediatamente corrieron tras Xie
Lian.

La dirección de su vuelo fue la colina BeiZi, con unos pocos pasos


ya faltaban pocos metros, y pronto llegó a la cima de esa montaña
densamente arbolada. Los ojos de Xie Lian se estaban
enrojeciendo, y él gritó al bosque. — ¡¡¡SAL!!!

Feng Xin gritó tras él: — ¡Alteza! ¿Qué estás haciendo viniendo
aquí? —

Xie Lian gritó al cielo: —SÉ QUE ESTÁS AQUÍ, ¡SAL!

Mu Qing gritó: —Si saliera solo por su llamada, entonces no


tendríamos que...

Se calló y se quedó en silencio. Detrás de los tres vino una serie


de crujidos. Girando sus cabezas alrededor, y el que estaba
sentado sobre una enredadera mirándolos no era otro que esa
criatura vestida de blanco con su cara izquierda llorando y la
derecha sonriendo.

¡En realidad atendió la llamada!

Xie Lian inmediatamente se descontroló al verlo, enfrentándolo y


llorando bruscamente: — ¡¡¡VOY A MATARTE!!

Ese ser vestido de blanco lo evadió ligeramente, sus grandes


mangas blancas parecían las alas de una mariposa que bailaba,
elegante y hermosa. Feng Xin y Mu Qing soltaron un ¿eh? Y
estaban a punto de ayudarlo, pero de repente se dieron cuenta de
algo extremadamente alarmante, y detuvieron sus movimientos,
con la cara horrorizada. Xie Lian por otro lado, se llenó de rabia y
no notó nada. Desenvainó su espada cuando Feng Xin gritó: —
¡SU ALTEZA! NO LO VES, ÉL... —La mano de Xie Lian ya estaba
asfixiando el cuello de ese ser vestido de blanco, el otro
sosteniendo su espada, apuntando a su corazón. Ese ser vestido
de blanco estaba claramente bajo limitaciones, pero de repente
se echó a reír.

Esa risa era sonora y gentil como la de un hombre joven, y Xie


Lian pensó que era familiar como alguien que conocía, pero en su
furia no podía pensar a quién pertenecía esa voz, y ese momento
de confusión no duró mucho. Muy pronto, ese ser vestido de
blanco suspiró.

—Xie Lian, Xie Lian. No importa cuánto luches. Vas a perder ¡El
reino de XianLe está condenado!

Xie Lian estaba furioso, y lo abofeteó sin pausa.

— ¿QUÉ PIENSAS QUE ERES? ¡NADIE TE DIO EL DERECHO


A HABLAR, ASÍ QUE CÁLLATE!

Para él, era un gesto sumamente grosero. La cabeza de ese ser


vestido de blanco se volteó por la bofetada, pero él la enderezó
de nuevo: — ¿Realmente quieres que me calle? Bien bien. Pero,
en realidad, hay una manera de convertir tu derrota en victoria.
Sólo dependería de tu disposición para hacerlo.

Si no hubiera agregado la última línea, Xie Lian lo habría ignorado.


Pero en esa última línea, Xie Lian pensó que tal vez podría haber
algo de verdad en sus palabras. Había una manera, pero había
un alto precio que necesitaba pagar. Soltó un suspiro y dijo con
gravedad: — ¿De qué manera? ¡Si quieres que haga algo, solo
dilo y deja de perder el tiempo!

—Acércate y te lo diré. Ese ser de ropa blanca le hizo señas para


que se acercara.

—Bien. — Xie Lian consintió.

Feng Xin se alarmó.

— ¡Alteza! No estás en realidad... —pero luego vio a Xie Lian


penetrar en el corazón de ese ser vestido de blanco con su
espada y se inclinó hacia abajo—. Habla.
Con una voz extremadamente suave, ese ser de ropas blancas
susurró en sus oídos, y nadie más escuchó exactamente lo que
dijo. Sin embargo, cuanto más escuchaba Xie Lian, más amplios
se volvían sus ojos. Después de un rato, volvió a abofetear a la
criatura, incapaz de contenerse. Él gritó: — ¡NO TE PEDÍ QUE
ME DIJERAS ESTO! ¡QUIERO ES UNA SOLUCIÓN! ¡UNA
CURA!

—Te lo dije; este era el camino. Dijo ese ser con ropas blancas.
—Todo depende de si estás dispuesto a hacerlo.

La cara de Xie Lian se torció.

—... ¿qué es lo que quieres? ¿Quién eres tú?

Ese ser vestido de blanco se rió entre dientes.

— ¿Quién soy yo? ¿No puedes quitarme la máscara y ver por ti


mismo?

Xie Lian ya tenía esa misma intención, y quitó esa máscara que
medio sonreía y medio lloraba de un golpe. Al segundo siguiente,
toda su persona se congeló.

Detrás de esa máscara, el que le estaba sonriendo, era el rostro


pálido y guapo de un hombre joven, sus ojos brillaban con vida,
sus labios se curvaban en una sonrisa, su expresión infinitamente
gentil y modesta.

Era su propia cara.


Capítulo 87: Figura dorada; Esfuerzo para evitar la ruina celestial

Xie Lian estaba más que irritado. Sacó la espada clavada en ese
pecho y estaba a punto de volver a atacar cuando se dio cuenta
de que no había un rastro de sangre en la hoja. Al instante,
comprendió y cambió el curso de la hoja, cortando la cabeza de
ese joven vestido de blanco. La decapitación fue rápida, y cuando
esa cabeza y su cuerpo se separaron, ambos se encogieron y se
convirtieron en un montón de bolsas de piel.

¡Ese cuerpo era una cáscara vacía!

Las dos veces que se encontró con esa criatura había usado un
cuerpo falso, y ni una sola vez se mostró en su verdadera forma.
Aunque no estaba sorprendido, Xie Lian todavía estaba lleno de
furioso resentimiento, su espada desahogaba su ira sobre ese
cuerpo suave y flojo, el aura afilada de la hoja cortaba la bolsa de
piel en pedazos, y todavía no se sentía aliviado. Feng Xin no pudo
ver más y trató de detenerlo.

— ¡Alteza! Es solo una cáscara.

Aun así, esa cáscara se veía exactamente como el yo más joven


de Xie Lian, así que parecía que Xie Lian se estaba mutilando
cruelmente, pintando un cuadro angustioso. Xie Lian dejó escapar
un par de respiraciones largas, tiró la espada a un lado y se sentó
en el suelo.

— ¡LO SÉ! ¡PERO NO PUEDO CREER QUE SE ATREVERÍA A


UTILIZAR MI CARA!

Estaba furioso hasta el fondo, y los otros dos se arrodillaron a su


lado, en silencio. Un momento después, Feng Xin habló: —Su
alteza, ¿se siente mejor? No te tomes en serio su mierda, solo
está jugando contigo.
Sin embargo, Xie Lian dijo: —No, dijo cosas que no eran falsas,
solo...

Feng Xin se sorprendió: — ¿Realmente te dijo cómo levantar la


maldición?

La mano derecha de Xie Lian se agarró de su propio cabello.

—No me dijo cómo curar la enfermedad de rostro humano, lo que


me dijo fue... ¡la forma de infligir la enfermedad de rostro humano!

Los otros dos se horrorizaron.

— ¿Infligir?

Xie Lian asintió, miró a su alrededor, sintió que era mejor no


quedarse en el Monte BeiZi, y decidió irse primero. No quería ver
las miradas de los soldados ni los gritos y quejidos de los
pacientes, por lo que regresó a la alcoba de príncipe heredero en
el palacio que quedó vacía durante muchos años.

Fue después de cerrar la puerta cuando Xie Lian se calmó un


poco y se sentó, hablando con voz grave: —Esas caras crecidas
en esas personas eran todas las almas muertas de Yong An. Una
parte fueron los que murieron en el campo de batalla, pero la
mayoría fueron los que murieron en la sequía.

Mu Qing no se sorprendió: —No es de extrañar que ninguno de


Yong An se haya infectado con la enfermedad de rostro humano;
por supuesto que no atacarían a su propia gente.

Feng Xin frunció el ceño: —Los que murieron en la sequía no


fueron asesinados por los de la capital real, así que incluso si hay
un rencor, ¿hay no hay razón para atacar aquí?
Xie Lian dejó escapar un suspiro: —Incluso si ese es el caso,
ambos saben que cuando una persona muere, hay un período de
confusión.

Cuando una persona hubiera fallecido, había un momento en que


sus almas eran como un recién nacido, apenas consciente, medio
consciente, sin saber quiénes eran, dónde estaban, qué estaban
haciendo, y ese período podría ser largo o corto dependiendo de
su propia afinidad. Ese período fue llamado: el Período de
Confusión.

En esas circunstancias, la familia o los amantes de esos espíritus


podrían guiarlos o influir en ellos. La costumbre común de: Llamar
a los espíritus en el séptimo día19 se basó en esta lógica.

Xie Lian continuó: —Él... me dijo, que los soldados de Yong An


albergaban una intensa animosidad y hostilidad hacia la capital
real, y sus padres, esposas, hijos, muchos de ellos murieron en la
sequía.

—Esas almas de los muertos se verían inconscientemente


afectadas por las emociones de su familia, por lo que utilizaron las
fuertes voluntades de esos soldados para inculcar la enemistad
entre los espíritus y los instó a asumir la carne viva como un
anfitrión y luchar por los nutrientes dentro del cuerpo de su
anfitrión.

—Y esto funcionó porque esos espíritus en su período de


confusión fueron repetidamente adoctrinados por un
pensamiento: que si no fuera por ellos, podrías haber sobrevivido.

19
頭 七 叫 魂 / 頭 七 Llamando al Espíritu en el Séptimo Día: es una creencia
común de que las almas de los muertos regresan a casa la noche del sexto
día a la mañana del séptimo día. Hay muchos rituales diferentes
dependiendo de la región de lo que se hace cuando el espíritu regresa.
— ¿Qué tipo de creencia es esa mierda, quién merece vivir y
quién merece morir? —Comentó Feng Xin.

Xie Lian se cubrió la frente. —Antes, Lang Ying había enterrado


involuntariamente el cuerpo de su hijo aquí en la capital real, y eso
se convirtió en un fusible para su maldición. Le dije que me diera
una cura, pero con tanta charla, todo lo que me dijo fue todo el
proceso de cómo lanzar esta maldición. ¿Qué diablos?

Una maldición no podía ser levantada solo sabiendo cómo fue


lanzada. Feng Xin dijo: —Él está jugando contigo. Qué demonios.
¡Qué mierda!

Sin embargo, Mu Qing dijo: —No estaba jugando contigo. Él te


dijo el camino.

Entre Xie Lian y Feng Xin, uno levantó la vista y el otro volvió la
cabeza: — ¿De qué manera?

— ¡La forma de levantar la maldición! —Contestó Mu Qing.

Sus ojos se iluminaron como si descubriera un secreto: —La


maldición de Yong An funciona porque albergan odio hacia
XianLe. En cuanto a XianLe, ¡no hay menos odio para Yong An!

Los ojos de Xie Lian se ensancharon ligeramente, su respiración


se enganchó. Mu Qing agregó: —Ya que te dijo cómo lanzar la
maldición, entonces, ojo por ojo, ¡puedes lanzar la misma
maldición e infligir la Enfermedad del rostro humano a los de Yong
An! Solo piensa, la maldición solo puede funcionar si hay
personas vivas trabajando en ello. Una vez que estén infectados
por la enfermedad, estarían demasiado ocupados lidiando con
ella, y tal vez a la larga no quedaría ninguno de ellos, ¡así que la
maldición se rompería!
Xie Lian nunca lo había pensado de esa manera. Al escucharlo
explicar, Xie Lian se quedó estupefacto temporalmente. Un
momento después, soltó.

— ¡Definitivamente no!

— ¿Por qué no? —Mu Qing presionó: —No se olviden, los que
lanzaron la maldición primero fueron ellos.

Xie Lian al instante se puso de pie.

—No es no. Además, estás equivocado. Y también debe ser difícil


para los soldados de Yong An infectarse al igual que los soldados
de XianLe. No me preguntes por qué, yo...

Mu Qing interrumpió de inmediato: — ¡Entonces, infectar a civiles


también está bien! No tienen un conjunto completo de recursos de
primeros auxilios y manos como la capital real, y en el momento
en que surgiría la enfermedad del rostro humano, se propagaría
mucho más rápido y no tendrían forma de defenderse. Amenazar
la seguridad de los civiles detrás de sus espaldas para detener
sus maldiciones y obligarlos a rendirse es lo mismo, ¡no pueden
competir con la capital real en recursos!

Xie Lian rechazó instantáneamente la idea.

— ¡Absolutamente no! No olvide cómo los llamamos cuando


atacaron a los civiles inocentes de la capital real: despreciables.
Si hacemos lo mismo, ¿no nos convertiremos en las mismas
personas despreciables? ¿En qué se diferencia eso de ellos?

Mu Qing enseñó su emoción: —Su alteza, no se olvide del tipo de


personas que murieron para atraerlo a la Tierra del Afecto. Son lo
que llamaste civiles inocentes.

Una vez que se dijo eso, Xie Lian cayó en vacilación.


Para ser sincero, no había manera de que no se tomara eso en
serio. Sin embargo, él todavía respondió: —Es cierto, ciertamente
había ese tipo de personas. Pero eso se debió a que los que
toman la vanguardia son los más apasionados, por lo que solo
viste ese tipo de personas en tus ojos. Pero en realidad, la
mayoría de los civiles no saben nada. Ve a la colina BeiZi y verás.
Muchos de ellos ni siquiera saben por qué están peleando. Ellos
irán a donde haya comida; ellos solo quieren sobrevivir, Mu Qing,
lo que me estás aconsejando hacer ahora es salvar a un grupo de
personas inocentes matando a otro grupo de personas inocentes.
YO…

Suspiró.

—Déjame intentar y pensar de otra manera.

El tono de Mu Qing se estaba volviendo impertinente y un tanto


burlón: — ¿Por qué querría ir al Monte BeiZi para preocuparme
por cómo avanzan los civiles enemigos? Por favor. Su alteza, es
tan considerado con los demás, pero ellos nunca han sido
considerados con usted, ¿no es así?

Xie Lian estaba abatido y bajó la cabeza, pero la imagen de esa


pierna llena con esas caras que continuaban retorciéndose
incluso después de haber sido cortada flotó en su mente. Después
de dudar por un largo tiempo, al final todavía negó con la cabeza.
—Al final del día, esto no es en consideración de los demás.
Incluso en consideración a nosotros mismos, una maldición es
una espada de doble filo en sí misma; Daña a los demás y a
nosotros mismos. Para maldecir a otros, el lanzador vivo debe
tener un corazón lleno de veneno, y los que murieron tampoco
pueden descansar en paz. Ya sufrieron lo suficiente mientras
estaban vivos, e incluso en la muerte deben vivir en la carne de
otro, convirtiéndose en monstruos. Viste esas cosas en la pierna
de ese hombre ese día. ¿Cómo eran esas —caras— que
intentaban desesperadamente vivir mejor que las personas
infectadas por la enfermedad? Una maldición siempre rebotará un
día, y nadie recibirá un buen final.

Habiendo sido rechazado en repetidas ocasiones, Mu Qing


estaba perdiendo la paciencia.

— ¡ANTES DE QUE LLEGUEN A SU MAL FINAL, NOSOTROS


YA HABREMOS MUERTO! ¡NO TIENES UN TERCER CAMINO
Y NO HAY UN SEGUNDO VASO DE AGUA, DESPIERTA, SU
ALTEZA! ¡TE ESTÁS QUEDANDO SIN TIEMPO!

Xie Lian pudo sentir su cabeza quemándose y cerró los ojos.

—... no digas más. Déjame pensar un poco más.

—...

Finalmente, Mu Qing no pudo contenerse más y comenzó a


maldecir en voz baja: —Realmente eres... el único que tiene
indecisiones eres tú, ahora con una cura en la mano, el que se
niega a hacerlo también eres tú. Eres realmente... realmente
molesto. Mira el estado en que estas, solo mirarte es un dolor.
¡Tus adoradores deben haber acumulado sangrientas desgracias
durante ocho vidas!

Al principio, Feng Xin escuchaba su discusión con tristeza, pero


como no podía contribuir con mejores ideas, no se unió. En ese
momento, de repente, levantó la mano y empujó, gritando: —
¡¿TERMINASTE?

Mu Qing fue empujado hacia atrás unos pasos, y Xie Lian levantó
la vista.

— ¿Feng Xin?

— ¡SU ALTEZA, NO SE PREOCUPE! —Gritó Feng Xin, luego se


dirigió a Mu Qing—. ¿POR QUÉ ESTÁS TAN IRRITADO? DINOS,
¿QUÉ TE IRRITA EXACTAMENTE? TE HE TOLERADO POR
LARGO TIEMPO, PERO NO ME DETENDRÉ HOY. NO TE
TOLERO NI MIERDAN NO ERES NADA MÁS QUE UN
GENERAL ADJUNTO; SIN EL NOMBRAMIENTO DE SU
ALTEZA, QUIÉN SABE DÓNDE ESTARÍAS, ¿POR QUÉ
SIEMPRE ACTÚAS COMO SI FUERAS MÁS INTELIGENTE,
AGUDO Y MÁS FUERTE QUE EL? SI ERES REALMENTE TAN
INCREÍBLE, ¿POR QUÉ SU ALTEZA ASCENDIÓ Y NO TÚ?

— ¡Yo--! —Gritó Mu Qing

Xie Lian le dijo: —Déjalo, Feng Xin, Mu Qing está ansioso por la
situación actual...

Feng Xin interrumpió: — ¡ANSIAS MI CULO! SU ALTEZA, SE LO


DIGO, ÉL SOLO QUIERE ENCONTRAR UNA RAZÓN PARA
REGAÑARTE; ¡NO DEJARÁ PASAR NINGUNA OPORTUNIDAD
PARA MOSTRAR QUE ÉL ES MEJOR PORQUE CREE QUE ÉL
ES MEJOR! EN UNA PERSONA FRÍA COMO ESTA, UNO NO
VE USUALMENTE CUÁNTO REALMENTE LE IMPORTA EL
REINO DE XIANLE, ¿ASÍ QUE AHORA SABE CÓMO SER
ANSIOSO?

Se volvió hacia Mu Qing otra vez.

—NO PIENSES QUE NO SÉ QUE PIENSAS QUE SU ALTEZA


ES UN TONTO. PUEDO TOLERAR TU SARCASMO Y OJOS
RODADOS, TAMBIÉN TE PUEDO TOLERAR QUE ESTÁS
PARADO DONDE NO DEBES. A TI TE GUSTA PRESUMIR, NO
ES LA PRIMERA VEZ, ASÍ QUE NO HAY PROBLEMA, VE Y
PRESUME, NO ERES LO SUFICIENTEMENTE BUENO PARA
ASOMBRAR A LOS CIELOS DE TODAS FORMAS. A SU
ALTEZA NO LE IMPORTA ASÍ QUE TAMBIÉN ME IMPORTA
UNA MIERDA. PERO YA QUE VAS A CRUZAR LA LÍNEA, NO
VOY A RETROCEDER. ESCUCHA: NO ME SORPRENDO QUE
TE GUSTE USAR TRUCOS DESPRECIABLES, PERO SU
ALTEZA ES SU ALTEZA, NO IMPORTA LO QUE DECIDA,
DEBES RESPETARLO. ¡NO JUZGUES A LAS PERSONAS Y
OLVIDES QUIÉN MIERDA ERES!

Mientras Feng Xin gritaba, Xie Lian intentó detenerlo varias veces,
pero quizá por ser que se había estado conteniendo durante
demasiado tiempo, no podía detenerlo, diciendo todo de una sola
vez. Con cada palabra, la cara de Mu Qing palideció un poco. Al
principio se sacudió como si quisiera defenderse, pero al final, se
detuvo, sin hablar, y miró a Feng Xin con gravedad. Xie Lian
estaba furioso.

— ¿YA TERMINASTE? ¡¿QUIEREN QUE LOS BOTE A LOS


DOS?!

El rostro de Feng Xin estaba completamente enrojecido, la sangre


obviamente se precipitó a su cabeza, y él endureció su cuello para
responder: —Bótame, no me importa. ¡No me importa una mierda
ser un oficial celestial! Si no fuera por el nombramiento de su
alteza, realmente no me importa. Pero incluso si me devuelves al
reino mortal y vuelvo a ser humano, aún seré leal a ti, su alteza. A
tus órdenes, seré el primero en ir hacia adelante, ¡pero no apoyaré
a un traidor! Este chico, si no puede usarte para convertirse en un
oficial celestial, tal vez ni siquiera te siga. Apuesto a que ni siquiera
tiene nada bueno que decir sobre ti. ¡LISTO! ¡He terminado!

Al principio, Mu Qing estaba en silencio, con la mano cubriéndose


la boca, pero también se había retenido durante tanto tiempo, ya
no podía soportarlo más y gritó: — ¿USARLO? QUÉ HERMOSO
DISCURSO, ¡TÚ QUÉ SABES!

Xie Lian se estaba volviendo loco.

— ¡¡¡AMBOS CÁLLENSE, CÁLLENSE!!!

Los dos retrocedieron de replicar con inmensas dificultades. La


disputa esta vez fue demasiado grande, e incluso las
concatenaciones no pudieron salvarlos. Pasó un tiempo antes de
que Xie Lian pudiera reprimir su furia y frunciera el ceño.

—... En cualquier caso, maldecir no es una opción.

Mu Qing se burló, pero aun así reconoció.

—Hm. Tú eres el jefe.

Feng Xin fue más breve.

—Sí, señor.

Mu Qing aclaró su expresión y dijo: —Si hay alguna consecuencia,


su alteza asumirá la carga de todos modos.

Feng Xin hizo clic en su lengua pero no dijo una palabra más. Xie
Lian asintió de inmediato.

—Por supuesto. Ya he decidido.

En ese momento, los tres sintieron un temblor violento, sus


cuerpos se balanceaban y Xie Lian estaba desconcertado.

— ¿Qué está pasando?

Feng Xin fue el primero en reaccionar.

— ¡Terremoto!

Con los terremotos llegan bajas. Xie Lian gritó.

— ¡SALVEN A LA GENTE!

Justo cuando estaban a punto de salir corriendo, una persona


salió de debajo de la cama y extendió su brazo.
— ¡Primo! ¡Primo, no te olvides de mí! ¡¡Llévame contigo también!!

Al verlo, Xie Lian estaba aún más perplejo.

—Qi Rong, ¡¿por qué estás en mi habitación?!

Posiblemente no podía comprender la extraña vida que Qi Rong


llevaba, sin tener nada mejor que hacer que reunir y recolectar
todo lo relacionado con Xie Lian todo el día. Tampoco sabía hace
cuánto tiempo Qi Rong estaba escuchándolos en secreto, pero
ante una situación tan grave, no tenía tiempo para interrogarlo.
Agarró el brazo de Qi Rong y corrió, y lo dejó en un área abierta.
Era un caos dentro del palacio, e innumerables asistentes gritaban
mientras salían corriendo de ese edificio extravagante. Él gritó en
voz alta.

— ¿ALGUIEN ESTÁ HERIDO? ¿HAY ALGUIEN ATRAPADO?

Afortunadamente, no pasó mucho tiempo antes de que el


terremoto se detuviera, y después de preguntar, parecía que no
había heridos ni muertos. Aun así, su corazón estaba tenso. De
repente, hubo otro grito, y muchos estaban apuntando al cielo
detrás de él. Xie Lian se dio la vuelta y sus pupilas se encogieron.
En el centro del palacio había una pagoda gigantesca y
glamorosa, y se estaba inclinando lentamente.

¡La Pagoda20 Celestial iba a colapsar!

Esta Pagoda Celestial, cuyo nombre completo es: La Pagoda del


Ser Celestial, poseía siglos de historia y era uno de los símbolos
del Palacio de XianLe. También era el edificio más alto de toda la
capital real, sentado en el corazón entre el palacio y la ciudad. Fue
un hito de renombre. Si esta pagoda cayera, habría innumerables
bajas; Los asistentes del palacio y los peatones en las calles fuera
del palacio comenzaron a huir con aún más locura. Al ver esto, la

20
Adoratorio.
mano derecha de Xie Lian se movió de inmediato para lanzar
hechizos y gritó en dirección al Monte TaiCang: — ¡VENGAN!

Esa pagoda continuó inclinándose lentamente, y justo cuando se


había inclinado a un tercio del camino hacia abajo, las masas de
repente sintieron otra ola de temblor.

Este temblor también vino del suelo, sin embargo, fue diferente al
de un terremoto. Los temblores vinieron uno a la vez, teniendo su
propio ritmo regular, y se hicieron cada vez más rápidos, más y
más cercanos. Cuando esa pagoda parecía haberse inclinado un
poco más, la gente finalmente se dio cuenta de que el temblor
eran los pasos de algo.

¡Una gigantesca estatua dorada de más de cinco metros de altura,


una espada en una mano, una flor en la otra, su cuerpo
resplandeciendo y caminaba hacia el palacio en grandes
zancadas!

Alguien gritó de inmediato con asombro: — ¿NO ES ESA


ESTATUA DEL PRÍNCIPE HEREDERO DEL PABELLÓN DE
XIANLE EN EL SAGRADO PABELLÓN REAL?

Pronto, muchos más lo reconocieron.

— ¡ES VERDAD! ¡ES ESA ESTATUA DE ORO! ¡MIRA, VIENE


DEL MONTE TAICANG!

Cada paso que tomó la estatua de oro era de varias millas, pero
no pisó a nadie. Thump-thump, thump-thump, entró en el palacio
como si estuviera volando, y atrapó la Pagoda Celestial que
estaba cayendo, deteniendo la ruinosa situación.

Bajo el sol poniente, esa luz dorada brillaba, esa figura dorada y
resplandeciente alzaba ambas manos, y con su fuerza, ejercía
toda su fuerza para sostener la gigantesca pagoda que estaba
casi colapsada. Era la imagen misma de un milagro,
sorprendiendo a innumerables testigos en un asombrado silencio.
Xie Lian dejó caer lentamente su mano y miró esa estatua divina.
Al ver esa expresión hermosa, tranquila y dorada, un destello de
desconcierto brilló en su mente.
Capítulo 88: ¡Juro nunca olvidar, nunca!

Fue la primera estatua divina que la gente construyó para él, y


también fue la estatua divina más magnífica y majestuosa.

En el pasado, al ver esa versión de él mismo, Xie Lian siempre lo


había aceptado sin pensar que había algún problema. Sin
embargo, en este mismo momento, sintió esa figura dorada y
centelleante infinitamente extraña, y no pudo evitar pensar: —
¿Soy realmente yo?

En el lateral, Feng Xin y Mu Qing se dirigieron por separado para


ver si había alguna víctima atrapada que aún no hubiera sido
encontrada. Ese parpadeo de desconcierto pasó rápidamente, y
al ver que la multitud se asentaba, Xie Lian dejó escapar un
suspiro de alivio.

Pero antes de que la respiración fuera completamente exhalada,


de repente sintió un peso pesado en su cuerpo, y su corazón se
apretó.

Esa pagoda celestial era demasiado alta y demasiado pesada


después de todo.

Esa divina estatua también pareció pensar que su carga era


extenuante, sus manos temblaban ligeramente, sus pies se
hundían en el suelo y ese gigantesco cuerpo dorado también
estaba ligeramente doblado por la presión; solo esa sonrisa
permaneció inmutable. Al ver esto, Xie Lian inmediatamente lanzó
otro hechizo. Sin embargo, cuando el hechizo fue lanzado, su
corazón cayó. La estatua dorada no solo no se enderezó, sino que
se presionó aún más, ya que parecía que ya no podía sostenerse.

Las manos de Xie Lian también empezaron a temblar. Nunca


antes se había sentido así. Por lo que él sabía, cualquier montaña
que él golpeara, esa montaña debe caer; si pisotea, la tierra
temblaría. Nunca había sentido tan profundamente este concepto
llamado fuerza que no es suficiente para el deseo.

Sin otra opción, Xie Lian apretó los dientes y saltó en el aire,
aterrizando y sentándose al pie de esa gigantesca estatua dorada
antes de levantar las manos para lanzar hechizos una vez más
con fuerza. Esta vez, él mismo entró en las líneas del frente, y esa
estatua dorada se levantó de nuevo, alzó la cabeza, levantando
esa Pagoda Celestial inclinada una vez más.

Aunque logró soportar su peso, tanto la espalda de Xie Lian como


su mente ya estaban rodando con sudor frío. Sin embargo, las
innumerables personas que se encontraban fuera del palacio
ignoraban su indescriptible dificultad y ya se estaban acercando
para postrarse ante la milagrosa estatua de oro ola a ola, gritando:
—Su Alteza, el Príncipe Heredero, ha mostrado su espíritu divino
ante nosotros en tiempos de necesidad del reino!

— ¡SU ALTEZA, DEBE SALVARNOS!

— ¡SALVA A LA GENTE! ¡PROTEGE EL MUNDO!

Xie Lian estaba apretando los dientes, y pasó un tiempo antes de


que hablara con dificultad: —Todos, por favor, levántense y
retrocedan. Vayan más lejos, no se queden aquí, yo... —Se calló,
de repente se dio cuenta de que en realidad se estaba quedando
sin aliento. Su voz se ahogó en vítores de marea, y cuanto más
quería amplificarla, más pequeño se encontraba. Xie Lian respiró
hondo y estaba a punto de gritar cuando una mano de repente le
agarró el tobillo. Miró hacia abajo y era Qi Rong. Inmediatamente
dijo: —Qi Rong, apúrate y ve a decirles a todos que no se queden
por aquí, ¡la pagoda podría colapsar!

Esas palabras fueron esparcidas involuntariamente, y cuando Xie


Lian se dio cuenta de lo que había dicho, su sangre se enfrió.
Él en el pasado, no importa decir ese tipo de palabras, ni siquiera
el pensamiento de ellas nunca habría entrado en su mente.
Incluso si el cielo se cayera, él creería que podría soportarlo. Pero
ahora él, se dio cuenta de algo alarmante: ya no creía.

No solo las personas dejaron de creer en él, sino que él ya no


podía creer en sí mismo.

Qi Rong respondió instantáneamente: — ¿Cómo puede colapsar?


¡¿No lo estás sosteniendo?!

Al escucharlo, Xie Lian sintió que su corazón volvía a caer. Qi


Rong no se dio cuenta de su expresión oscura y sus ojos se
volvieron locos en absoluto.

—Primo, déjame ayudarte.

Xie Lian se sorprendió.

— ¿Ayudarme? ¿Cómo?

Qi Rong inmediatamente dijo sin pensar: — ¿No dijiste que sabías


cómo infligir la enfermedad del rostro humano? Dime cómo
hacerlo y te ayudaré a maldecir a Yong An. ¡Te ayudaré a
matarlos!

... ¡Así que escuchó todo lo que discutieron cuando se escondía


debajo de la cama!

Xie Lian se estaba debilitando por la rabia.

— ¡Tú, tú, tonto! ¿Sabes lo que es una maldición?

Qi Rong respondió con indiferencia: —Lo hago. ¿No es sólo una


maldición? Primo déjame decirte que tengo bastante talento en
esta área. Maldigo a mi papá a menudo, tal vez incluso murió de
mis maldiciones, tú...
—... —Xie Lian no pudo escuchar más y dijo: —Sólo ve.

— ¡No! ¡NO! —Exclamó Qi Rong—. Bien, no me digas cómo


lanzar la maldición. Entonces dime... ¿cómo puedo evitar que me
contagie la Enfermedad del Rostro Humana?

El corazón de Xie Lian siguió cayendo y Qi Rong agregó: —


¿Sabes cómo, verdad? Sabías por qué los soldados no se
estaban infectando, ¿no? Primo, dime por qué. ¿Por favor?

Todavía había muchos asistentes de palacio reunidos cerca, y


quién sabía cuántos oídos escuchaban. Xie Lian tenía miedo de
filtrar información que pudiera comenzar algo, por lo que
permaneció en silencio. Sin embargo, algunas personas no
pudieron contenerlo más y levantaron la cabeza para preguntar:
— ¡Alteza! ¿Es eso cierto?

— ¿Realmente sabe cómo curar la enfermedad del rostro


humano?

— ¿Por qué no dijo nada?

Los ojos de esas personas junto con Qi Rong se estaban


volviendo locos, y Xie Lian mantuvo su boca cerrada con fuerza,
apretando solo unas pocas palabras.

— ¡NO! ¡NO SÉ NADA!

Hubo un pequeño disturbio en la multitud, pero no se intensificó.


Justo entonces, Feng Xin regresó. Vio desde lejos a Qi Rong, que
estaba inclinado cerca de Xie Lian y gritó: — ¡QUE MIERDA
ESTÁS HACIENDO!

Xie Lian ordenó de inmediato: — ¡Feng Xin, ven y llévatelo!


Feng Xin reconoció y se adelantó, pero Qi Rong se aferró a Xie
Lian y gritó apasionadamente: — ¡Primo, vas a derrotar a Yong
An y los ahuyentarás a todos, claro! TÚ SEGURO NOS
PROTEGERÁS, CIERTO ¡¿CIERTO?!

Si esto fue hace unos meses, tal vez Xie Lian todavía contestaría
enfáticamente con fervor: — ¡Los protegeré a todos! Pero ahora,
no se atrevió. La expresión de Qi Rong estaba sumamente
agitada, y Xie Lian estaba un poco desconcertado al mirarlo,
porque sabía muy bien que Qi Rong no era el tipo que se
preocupaba por el reino ni por su gente. Incluso si el reino estaba
condenado, debería estar más asustado que otra cosa, entonces,
¿por qué estaba tan agitado? Un momento después, de repente
recordó algo. Ese padre de Qi Rong también parecía ser de Yong
An.

Al no escuchar respuesta de él, la voz de Qi Rong se enfrió de


repente.

— ¡PRIMO! ¿NO LO DEJARÁS ASÍ, VERDAD?! ¿VAS A


DEJARNOS SER PISOTEADOS Y RIDICULIZADOS POR
OTROS ASÍ? ¡¿REALMENTE NO TENEMOS OTRA MANERA?!

A su demanda, Xie Lian podía sentir su corazón rompiéndose.


Porque, se dio cuenta, Qi Rong no estaba equivocado. Frente a
todo, él realmente... ¡realmente no sabía qué hacer!

—Déjame ir y pedirle al rey que lo detenga de nuevo —dijo Feng


Xin.

Incluso mientras se lo llevaban, Qi Rong seguía luchando y él


gritaba: — ¡TIENES QUE RESISTIR! ¡NO PUEDES CAER!

¡No podía caer!

El propio Xie Lian sabía que no podía permitirse caer. Incluso si


los civiles cercanos escaparon, esta Pagoda Celestial no debe
caer. Si se derrumbara, no solo se destruiría el monumento real
de cien años, sino que también se demolería la parte principal de
la Avenida de la Deidad Marcial junto con muchas residencias.
Además, dentro de la pagoda había innumerables tesoros raros,
pergaminos de siglos pasados de innumerables antepasados de
generaciones pasadas. No podían ser movidos a tiempo, y si la
pagoda colapsaba, todos se destruirían. Si colapsara, también
derribaría la eminencia de la realeza en el Reino de XianLe.

Sin embargo, su poder espiritual, como la fuente de agua de Yong


An, parecía estar agotándose cada día. Para apoyar esa
gigantesca estatua dorada, no podía irse por el momento, y solo
podía pasar el deber de custodiar la ciudad fortaleza a Feng Xin y
Mu Qing, mientras él mismo permanecía firmemente donde
estaba, y meditaba en forzada calma. Debido a que esa estatua
dorada de cinco metros de altura era la estatua divina adorada en
el Monte TaiCang dentro del Sagrado Pabellón Real, después de
que Xie Lian la convocó, los devotos no tenían un ídolo para
adorar y el enjambre de ellos se acercó también para orarle bajo
cielo abierto. Aunque este era el palacio y los forasteros no
deberían haber podido entrar, primero, el terremoto había
colapsado una parte de las paredes del palacio; segundo, era un
caos dentro de la capital real y no había suficiente autoridad para
mandar; y tercero, cualquier autoridad opresiva más podría causar
otro disturbio, por lo que la gente tuvo que ser dejada entrar.

Xie Lian decidió asentarse donde estaba, y el rey y la reina lo


visitarían todos los días. Los días pasaron rápidamente mientras
gastaba todo su poder sosteniendo esa Pagoda Celestial en una
mano, y en la otra tratando de restaurar la energía, esperando el
día en que sería liberado. El rey no lo tuvo más fácil que él; su
cabello ahora era más blanco, y aunque obviamente estaba en su
mejor momento, parecía tener más de cincuenta años. Cuando el
padre y el hijo se vieron, aunque no hablaban, estaban más en
paz que nunca.
La reina vio crecer a Xie Lian, y solo había visto a su amado hijo
en un estado de elegancia y divinidad, pero ahora, observándolo
miserable resguardando el lugar, expuesto a circunstancias
severas y todavía negándose a permitir que alguien se acerque
para ayudarlo a cubrirlo. , ella estaba llena de dolor y pena,
parándose bajo el sol abrasador para protegerlo de los rayos con
un paraguas. Después de un tiempo, Xie Lian tuvo miedo de estar
cansado y habló: —Madre, vuelve, no necesito esto. No te
acerques aquí, y no dejes que nadie más se acerque, me da
miedo que...

Pero a lo que le tenía miedo al final nunca salió de sus labios. La


espalda de la reina estaba frente a los devotos reunidos allí, y
después de haberse detenido durante un tiempo, al fin las
lágrimas corrieron hacia abajo.

—Hijo mío, has sufrido. ¿Por qué... por qué tal castigo te
sobreviene?

Para ocultar su cara pálida y pálida, el maquillaje de la reina era


pesado, pero con lágrimas, la base aún se fundía, revelando a una
mujer que ya no era joven. Sufrió por su hijo, lloró por su hijo, pero
no se atrevió a gritar en voz alta, asustada de que la gente se
diera cuenta. El rey sostuvo sus hombros, y Xie Lian la miró
estupefacto.

Lo primero en lo que pensaron las personas cuando estaban en


un estado de sufrimiento eran sus seres queridos, y para Xie Lian,
esa persona era sin duda su madre. Tal vez decirlo en voz alta no
tendría sentido, pero después de días de agotador esfuerzo,
después de haber sido cortado por cuchillos una y otra vez, en
ese momento, realmente quería convertirse en un niño de diez
años y encontrarse con el abrazo de su madre para gritar.

Sin embargo, todos los caminos que condujeron a este día fueron
elegidos por él mismo. Sus padres ya se encontraban en una
situación difícil, y con tantos ciudadanos observando, no pudo
mostrar un rastro de debilidad. Si incluso él no pudiera aguantar,
¿quién podría?

Por lo tanto, Xie Lian habló contra su corazón: —Madre, no te


preocupes. Estoy bien. No estoy sufriendo.

Sufriendo o no, solo él lo sabía en su corazón.

Unos pocos asistentes del palacio vinieron a ayudar al rey y a la


reina, y después de que se marcharon a regañadientes, Xie Lian
se desmayó un poco, expuesto bajo el sol abrasador. Pasó un
tiempo, y cuando volvió a abrir los ojos, el atardecer se estaba
asentando en los cielos, el sol poniente brillaba en sus últimos
rayos, y debajo de él no quedaban muchos devotos.

Sin embargo, cuando miró hacia abajo, vio que no muy lejos de
su persona había una flor pequeña y solitaria.

Xie Lian no estaba muy seguro de cuándo se colocó esa flor, y


extendió una mano para recogerla.

Era una flor pequeña. Una flor que era blanca como la nieve, su
base de la flor era verde exuberante, su tallo delgado y débil
llevando un rocío como lágrimas, se veía lamentable. La fragancia
débil era familiar, y aunque ordinaria, era conmovedora.

Sostuvo la flor con fuerza a pesar de sí mismo y la apretó cerca


de su corazón.

En ese momento, un repentino hedor a sangre superó esa débil


fragancia. Xie Lian levantó la vista y su vista quedó confusa
cuando una sombra se le acercó gritando: — ¡POR QUÉ! ¡¡POR
QUÉ!!

Sorprendido, Xian Lian apartó a esa persona y trató de generar


fuerza.
— ¡¿QUIÉN?!

Ese empuje hizo que esa persona cayera y rodara por el suelo.
Xie Lian todavía tenía que sostener esa estatua dorada de cinco
metros de altura y no se atrevió a levantarse, ni se atrevió a
acercarse, pero le tomó un segundo reconocer quién era. Ese
individuo solo tenía una pierna: ¡fue el joven el que una vez le dio
un paraguas y el que él personalmente amputó!

Ese joven estaba cubierto de sangre, sus palmas


ensangrentadas. En realidad, había venido arrastrándose con
ambas manos y pies, y detrás de él había un horrible rastro de
sangre. Se incorporó con dificultad y Xie Lian preguntó
estupefacto: — ¿Por qué, por qué estás aquí? ¿No te estabas
recuperando en el bosque de Buyou?

Ese joven no le respondió y se arrastró más cerca usando sus


extremidades. Porque solo tenía una pierna, era una visión
horrible. Xie LIan exclamó: — ¡Tú--!

Ese joven levantó la parte del pantalón de su pierna derecha


restante en un ataque, exigiendo: — ¡POR QUÉ!

En una mirada más cercana, en su pierna derecha había un rostro


humano torcido.

Esta fue una de las cosas por las que Xie Lian se preocupaba
más, y por supuesto que sucedió. Si no estuviera ya sentado,
podría haberse caído. Ese joven golpeó el suelo y rugió: — ¡¿POR
QUÉ CORTÓ MI PIERNA?! IGUAL SIGO TENIENDO LOS
SÍNTOMAS! ¡MI PIERNA TAMBIÉN SE HA IDO! ¡¿POR QUÉ?!
¡DEVUÉLVEME MI PIERNA! ¡DEVUÉLVEME MI PIERNA!

Ese día lluvioso, ese joven estaba lleno de sonrisas cuando metía
ese paraguas en las manos de Xie Lian, pero ante él ahora estaba
en un estado de locura, y la diferencia era demasiado
sorprendente, la mente de Xie Lian estaba en un caos, un
completo desastre , y su voz tembló.

—Yo—...

Le tomó unos momentos antes de que saliera bruscamente y


dijera: — ¡Déjame... déjame ayudarte!

Inmediatamente lanzó un hechizo para suprimir el veneno maligno


en la pierna de ese joven. Sin embargo, inesperadamente el
sonido de lamentos vino de todas partes, y varias personas
también se le acercaron, gritando: — ¡Alteza, sálveme!

—Su alteza, ¡sálveme!

—SU ALTEZA, MIRE MI CARA, ME HE CORTADO LA MITAD DE


MI CARA ASÍ QUE POR QUÉ SIGUE SIN CURARSE, ¿POR
QUÉ? ¿QUÉ TENEMOS QUE HACER PARA CURARLA?

— ¡SU ALTEZA, MÍREME, MIRE EN LO QUE ME HE


CONVERTIDO!

Escenas de escenas sangrientas seguían siendo empujadas ante


él, y los ojos de Xie Lian estaban muy abiertos por la sorpresa,
agitando las manos en quién sabe en qué dirección, murmurando:
—No, no quiero mirar, ¡NO QUIERO MIRAR!

Resulta que, una vez que todos los pacientes de la Enfermedad


del Rostro Humano del Bosque Boyou recayeron, estalló un motín
y, de hecho, lucharon contra los soldados y los médicos que los
cuidaban y los atendían, ¡escapando de los campamentos para
buscarlo!

Dado que todos se habían escapado, si él no reprimía de


inmediato su infección, la enfermedad podría extenderse más
rápido. Xie Lian cerró los ojos e intentó transferir el poder,
queriendo ayudar a aliviar sus síntomas y aliviar su dolor por el
momento. Sin embargo, justo cuando se atendió a ese grupo,
inmediatamente se vertió más para rodearlo: — ¡SU ALTEZA, YO!
¡Ayúdeme también!

Rodeado por más de diez personas, Xie Lian sintió que la estatua
dorada de arriba parecía tambalearse, y el miedo lo llenó: —
¡Espera, espera! YO-

Alguien no pudo contenerse y gritó: —NO, NO QUIERO


ESPERAR, ¡YA HA ESPERADO MUCHO TIEMPO!

—SU ALTEZA, ¿POR QUÉ LO TRATARÍA A ÉL PERO A MI NO?

Pronto, las voces a su alrededor cambiaron:

— ¿POR QUÉ CUANDO LO TRATA ÉL ESTABA COMO NUEVO,


PERO YO NO? ¿NO ES USTED UN DIOS? ¿POR QUÉ ERES
TAN INJUSTO? ¡DEMANDO JUSTICIA!

Xie Lian respondió: — ¡No, no estoy siendo injusto! Esto es mi


culpa, sus síntomas son diferentes-

—SI VAS A AYUDAR, AYUDA COMPLETAMENTE. AHORA


QUIERES DEJAR TODO, ¿A QUÉ EXACTAMENTE ESTÁS
JUGANDO? ¿ESTO ES CULPA TUYA?

Xie Lian estaba teniendo problemas para recuperar el aliento.

—No estoy dejando nada, solo estoy... solo esperen-

— ¿NO SABE CÓMO CURAR ESTA ENFERMEDAD?

Xie Lian abrió la boca.

—Yo-

—SI SABE ¿POR QUÉ NO NOS DICES?


Xie Lian se agarró la cabeza. — ¡NO SÉ NADA!

— ¡ESTÁS MINTIENDO! ¡YA ESCUCHE A ALGUIEN DICIENDO


QUE SÍ SABES! ¡YA SÉ CÓMO ERES! NO NOS DIRÁS
PORQUE QUIERES MANTENERNOS ROGANDOTE ASÍ PARA
QUE PUEDAS OBTENER NUESTRO DINERO DONADO
¡MENTIROSO! ¡ERES UN MENTIROSO!

— ¿CÚAL ES LA CURA, SOLO DÍGANOS? ¡DÍGANOS AHORA!

El rostro de Xie Lian era blanco como una sábana, sus ojos
estaban en blanco, con innumerables manos empujándolo
alrededor, e incluso un par lo estranguló maliciosamente, hasta
que finalmente sucedió algo hilarante. Él era claramente un dios
del cielo, pero en ese momento, había una pequeña voz que
gritaba en el fondo de su corazón: —... Sálvenme...

Parecía haber alguien retirando esas manos, pero al mismo


tiempo no, él no estaba muy seguro, solo que esas caras llenas
de sangrientas cicatrices, aquellas personas con extremidades
faltantes parecían como si fueran a destrozarlo y devorarlo. Quién
sabía cuánto tiempo había pasado cuando en la lejanía llegaron
los lamentos de un cuerno, como un demonio. Las masas solo se
preocuparon por sus propios gritos y desgarros, ignorando ese
cuerno por completo, pero Xie Lian se dio cuenta
instantáneamente. ¡Ese erra el sonido del cuerno de la victoria de
Yong An!

No podía sentarse allí ni aguantar más. Su cuerpo se dobló y se


arrodilló. Al mismo tiempo, esa figura dorada de cinco metros de
altura con la que trabajó tan duro para sostener imitó su
movimiento, y como si de repente perdiera vida, colapsó
estrepitosamente.
Pronto, junto con él, hubo otro sonido fuerte y retumbante, y esa
gigantesca y pesada Pagoda Celestial se derrumbó,
desmoronándose como esa estatua dorada.

La figura dorada no debería haberse roto, sin embargo, debido a


que Xie Lian le había inyectado demasiado poder espiritual, con
la esperanza de que mantuviera esa Pagoda Celestial, hace
mucho tiempo se había vuelto frágil. Los pacientes que escaparon
del bosque de Buyou estaban huyendo, muriendo, lastimándose.
Dentro del palacio y en las calles, la gente corría locamente,
algunos esquivando los fragmentos de esa Pagoda Celestial,
otros esquivando a esas horribles víctimas de enfermedades. Con
ambas manos agarrando su propia cabeza, Xie Lian corrió y salió
por las puertas de la fortaleza de la ciudad.

Las torres de la fortaleza estaban en llamas, el humo negro y


pesado, y Xie Lian corrió a la terraza, pasando por numerosos
soldados angustiados que huían. Una vez en la terraza, él
tampoco sabía qué hacer y solo podía mirar hacia abajo,
desconcertado. Sin saber cuándo ni cómo, las lágrimas corrían
por su rostro enrojecido. En ese borroso campo de visión, los
cadáveres llenaban los campos, y solo la silueta de una persona
vestida de blanco era distinta, sus grandes mangas revoloteaban.
Esa figura no era un joven, sino un hombre, y cuando volvió la
cabeza, vio a Xie Lian desde lejos, lo saludó de manera
despreocupada y parecía que estaba a punto de desaparecer.

Al ver esto, Xie Lian gritó fuertemente.

— ¡¡¡NO TE VAYAS!!!

Las dos primeras veces que lo vio, usó su piel falsa. Esta vez, las
agallas de Xie Lian le dijeron, ¡esta debe ser su verdadera forma!
Así, cruzó el muro de la fortaleza sin dudarlo y saltó, saltando de
los muros.
En su vida, Xie Lian había saltado desde una altura extrema
innumerables veces. Dependiendo de su fuerte poder espiritual y
su poder marcial, podría aterrizar con seguridad en todo
momento. Cada vez estaba contento y lleno de orgullo. Cada vez,
era la imagen de un descenso celestial del que hablaban en las
leyendas. Esta vez, sin embargo, ya no era una leyenda.

Cuando aterrizó, no estaba firme y se tambaleó hacia un lado, un


agudo dolor de aguja se extendió instantáneamente desde su
pierna hasta todo su cuerpo.

Se había roto la pierna.

Romperse una pierna no era realmente nada, y pronto se curó.


Solo que, desde ese día, fue como si Xie Lian se hubiera
convertido en una persona completamente diferente.

Era como si hubiera perdido su espíritu y ya no fuera divinamente


invencible. Después de la primera derrota, habría una segunda, y
luego una tercera... ya no quería desenfundar su espada ni entrar
en el campo de batalla, pero como no había nadie que pudiera
protegerlo y reemplazarlo, solo podía seguir adelante con el
corazón frío. Una vez en el campo de batalla, tampoco se aflojó;
realmente hizo todo lo posible, pero por alguna razón, a pesar de
que era claramente un joven de apenas veinte años, la mano que
sostenía la espada ya temblaba como la de un viejo anciano.

Estremeciéndose con un corazón lleno de miedo, sin embargo, no


podía explicar a quién o a qué exactamente le tenía miedo. Al
final, los soldados que lo veneraban poco a poco perdieron la
paciencia.

Xie Lian sabía que había un rumor entre ellos: ¿Cómo es un dios
marcial? ¡Más como un dios de la desgracia!
Sin embargo, no pudo rebatir, solo porque él mismo comenzó a
preguntarse: ¿se había convertido realmente, tal vez, en un dios
de la desgracia?

Hubiera sido bueno si ese fuera el único problema, pero para el


Reino de XianLe, la verdadera catástrofe era la Enfermedad del
Rostro Humano y, finalmente, se había salido de control.

Quinientos, mil, dos mil, tres mil... al final, Xie Lian ya no se atrevió
a preguntar cuántas personas se vieron afectadas hoy.

Como si fuera su última oración, ese día, el reino celestial


finalmente le abrió las puertas y le envió un mensaje: Su alteza,
es hora de regresar a la Corte Celestial.

Lo que le estaría esperando cuando regresara no lo pudo decir.


Por primera vez, Feng Xin y Mu Qing parecían agitados. Xie Lian
sin embargo, tenía su mente en otra cosa. Les dijo a los dos: —
Antes de irnos, quiero ir a algún lugar para echar un vistazo.

— ¿Dónde? —Preguntó Feng Xin.

—El Sagrado Pabellón Real —dijo Xie Lian.

Después de un momento de silencio, Feng Xin dijo: —No.

Pero Xie Lian ya se había alejado solo. — ¡Alteza!, Gritó Feng Xin,
pero al ver que no podía ser detenido, él y Mu Qing solo podían
correr para seguirlo.

Los tres subieron la montaña a pie.

El Sagrado Pabellón Real fue donde se erigió el primer templo


sagrado de Xie Lian, y también fue allí donde se construyó su
primera estatua divina. Sin embargo, bajo las instrucciones del
Sacerdote Principal, esos tres mil discípulos ya habían sido
expulsados, y el Sagrado Pabellón Real ahora era solo un
establecimiento vacío.

Cuando llegaron a la mitad de la montaña, Xie Lian miró hacia


abajo. Podía ver fuego ardiendo por todas partes en la capital real,
las llamas reflejaban un cielo lleno de estrellas, un hermoso
paisaje para la vista. Feng Xin sin embargo, gritó con enojo: —
¡Esos locos!

Xie Lian solo observó las llamas, con los ojos inmóviles, y Feng
Xin gritó de nuevo: — ¡Deja de mirar! ¡No hay nada bueno que
ver!

En los últimos días, Feng Xin le había gritado a Xie Lian


innumerables veces: ¿Te gusta esforzarte o qué? Pero la verdad
es que Xie Lian no sabía lo que quería hacer. Solo sabía que una
vez que uno de sus templos se quemaba o profanaba, no pudo
evitar echar un vistazo. Sin embargo, una vez que había visto, no
podía hablar ni detener a nadie, y solo podía quedarse allí y mirar.
¿Qué hay para ver? Él tampoco lo sabía.

En ese momento, la luz del fuego ardió en la Cumbre del Príncipe


Heredero. Feng Xin estaba horrorizado.

— ¡¿Ni siquiera pudieron dejar ir el Sagrado Pabellón Real?!


¿Alguien cavó las tumbas de sus ancestros o alo...?

Paró y se calló. Esto fue porque se dio cuenta, ante ellos, los
sufrimientos de muchos de los de XianLe eran peores que la
broma de cavar tumbas de los antepasados.

Sin embargo, ese fuego no fue grande, y pronto se apagó, parece


haber sido extinguido por alguien. Ahora Feng Xin estaba
sorprendido. En estos días, solo había personas que se atrevían
a prender fuego, no a extinguirlo. Si hubiera alguien que
interviniera y hablara o detuviera a esas turbas enojadas para que
no prendieran fuego y destruyeran templos, entonces serían
tratados como el mismísimo Dios de la desgracia del propio Xie
Lian y serían golpeados hasta morir. Debido a esto, los tres ya no
se atrevieron a revelar su espíritu ante los mortales, y durante
mucho tiempo habían ocultado sus formas.

A lo largo de la montaña, los tres pudieron escuchar los rumores


de una pelea, y una vez que llegaran a la Cumbre del Príncipe
Heredero, seguramente, el Pabellón de XianLe ya habría sido
derribado, dejando solo el marco y las paredes del gran salón. Ese
gigantesco altar divino ya no tenía una estatua divina, y había una
pandilla de matones peleando en frente de la entrada de la sala
decrépita, gritando mientras peleaban: — ¡TÚ JODIDO IDIOTA!
¡MOCOSO DE MIERDA! TU ESPOSA PERDIÓ SU VIRGINIDAD
AQUÍ O QUÉ, ¡¿ESTE SANTUARIO DESTRUIDO ES TU
PRECIOSO PENE O ALGO?!

Solo una mirada y Xie Lian supo que esas personas no vinieron a
destruir su templo por enojo. Eran un grupo de pandilleros que
solo soñaban con el caos y lo aprovechaban, o simplemente
jugaban y venían a quemar el templo por diversión. Sin embargo,
en este punto no le importaba realmente qué tipo de personas
estaban destrozando sus templos. Justo en ese momento, en esa
pelea enloquecida, la voz sumamente cruel de un niño irrumpió y
sonó en el cielo nocturno: — ¡¡¡VÁYANSE!!!

Escuchando atentamente, en realidad era una persona luchando


contra muchos. Además, esa persona solo tenía diez años o algo,
todavía era un niño, pero incluso así era implacable y no parecía
estar perdiendo terreno. Sin embargo, seguía siendo uno contra
muchos, después de todo, y el rostro de ese chico ya estaba
cubierto de sangre y mugre, lleno de azul y púrpura, y cortes por
todas partes, por lo que su apariencia real ya no era reconocible.

— ¡Ese mocoso definitivamente crecerá para ser un buen hombre!


—Comentó Feng Xin.
En ese momento, hubo un destello malicioso en uno de los ojos
de los hombres cuando levantó una roca gigante del suelo y
estaba a punto de golpearla en la parte posterior de la cabeza de
ese niño. Xie Lian vio y agitó su mano una vez. La roca en las
manos de ese hombre rebotó instantáneamente, golpeando su
propia cara, y él gritó mientras la sangre salía de su nariz. Ese
chico quedó aturdido, pero inmediatamente se giró y levantó el
puño para otro ataque de golpes. Su postura de lucha era
demasiado aterradora, asustando a esa pandilla de hombres
jóvenes, y lo señalaron mientras huían, gritando amenazas
vacías: — ¡MIERDA! ¡SOLO ESPERA! ¡TENEMOS MÁS CHICOS
Y TE ATRAPAREMOS!

Ese chico se burló.

— ¡Te atreves a volver y te mataré!

Esos tipos estaban aterrorizados y corrían más rápido. Una vez


terminada la pelea, ese chico se apresuró a un pequeño montículo
con un fuego que ya se había extinguido, y pisoteó con fuerza,
matando las últimas chispas, antes de entrar en el gran salón.
Tomó un pedazo de papel del suelo, lo aplanó con cuidado y lo
colgó en el aire antes de finalmente sentarse y apoyarse contra el
altar, pensando.

Xie Lian se acercó, pasó a su lado, saltó sobre el altar, y descubrió


que lo que colgó ese niño era un cuadro. La pincelada era áspera,
obviamente hecha por alguien que nunca había aprendido a
pintar. Sin embargo, cada golpe fue serio y sincero, representando
la figura solemne del Príncipe Heredero que agrada a Dios.
Parecía que esto se usaba para reemplazar esa estatua divina
que había convocado anteriormente.

— ¡Está bastante bien pintado! —Comentó Feng Xin.


Después de los últimos días, Feng Xin finalmente vio a alguien
que todavía defendería a Xie Lian, y ya estaba tan emocionado
que casi se unió a la pelea antes para ayudar al niño, así que
obviamente tenía buenos sentimientos por el niño. Sin embargo,
Mu Qing solo miró hacia abajo, sus ojos brillaban como si
recordara algo, pero no dijo una palabra. Xie Lian levantó su mano
y gentilmente sacudió esa pintura.

No fue particularmente obvio; sólo parecía una brisa que soplaba.


Sin embargo, ese chico levantó la cabeza que estaba sobre sus
rodillas abrazadas, esa cara cansada y herida se iluminó al
instante, y gritó: — ¿Es usted?

— ¡¿Ese mocoso es muy inteligente?! —Feng Xin estaba


asombrado.

—Vamos —dijo Mu Qing.

Xie Lian asintió levemente y estaba a punto de darse la vuelta


para irse cuando el chico se lanzó al borde del altar, su respiración
se aceleró ligeramente.

— ¡Sé que es usted! ¡Alteza, no se vaya! ¡Tengo algo que decirle!

Al escucharlo, los tres se sorprendieron. Ese chico parecía estar


bastante nervioso, con los puños apretados.

—Aunque sus pabellones y templos estén quemados,... no esté


triste. Le construiré muchos más templos en el futuro; Más grande,
más elegante, mejor que nadie. Nadie podrá competir con usted.
¡Lo haré!

—…

Los tres se quedaron sin palabras.


El atuendo de ese niño estaba sucio y descuidado, su rostro
embarrado y mugriento, cubierto de moretones y cortes, con un
aspecto triste y patético, sin embargo, hablaba palabras tan
ambiciosas y audaces, que sonaba realmente risible, haciendo
que uno se sintiera bastante complicado. Pareciendo tener miedo
de que su voz no llegara a la oreja del otro, rodeó la boca con sus
manos, ahuecándolas, y gritó hacia el cuadro colgado sobre el
altar: — ¡SU ALTEZA! ¿ME HA OÍDO? ¡EN MI CORAZÓN,
USTED ES DIOS! ¡USTED ES EL ÚNICO DIOS, EL ÚNICO DIOS
VERDADERO! ¡¿ME HA OÍDO?!

Se gritó ronco hasta el punto en que todo el Monte TaiCang


parecía estar haciendo eco en su voz: — ¡¿ME HA OÍDO?!

Xie Lian de repente se echó a reír. Esta risa llegó demasiado


bruscamente, haciendo que Feng Xin y Mu Qing saltaran. Xie Lian
negó con la cabeza mientras se reía. Ese chico obviamente no
podía escucharlo, sin embargo, parecía haber sentido algo, sus
ojos brillantes, mirando alrededor. De repente, una gota de agua
helada cayó sobre su mejilla. El ojo de ese chico se hinchó, y en
ese instante, en su ojo estaba el reflejo de una figura blanca como
la nieve. Parpadeó, y cuando volvió a abrir el ojo, ese reflejo
desapareció.

Al ver que Xie Lian en realidad se mostró por un segundo, Feng


Xin habló: —Su alteza, justo ahora, usted...

Xie Lian parecía aturdido.

— ¿Justo ahora? Oh, mi poder se ha agotado, y se ha deslizado


justo ahora.

Ese chico se enderezó, se frotó el ojo con fuerza, como si intentara


desesperadamente retener esa sombra efímera. Xie Lian, sin
embargo, cerró el suyo. Un momento después, habló: —Olvídalo.
Finalmente hubo una respuesta pero fueron esas palabras. El ojo
de ese chico se iluminó por primera vez, sus labios se curvaron,
pero poco después se convirtió en sorpresa, y la curva de sus
labios cayó.

—... ¿Qué? ¿Olvidar, que?

Xie Lian dejó escapar un suspiro y le dijo en voz baja: —Olvídame.

Ese chico estaba aturdido y silencioso. Xie Lian continuó hablando


consigo mismo: —Déjalo ir. Pronto, nadie lo recordará de todos
modos.

Al escuchar esto, el ojo de ese niño se ensanchó, y en silencio,


un torrente de lágrimas rodó y dejó un rastro de blanco pálido en
su cara sucia. Tragó saliva y se quedó boquiabierto.

—Yo...

Feng Xin parecía no poder soportar más la vista y dijo: —Su


alteza, no diga más. Estás rompiendo las reglas otra vez.

—Hum, he terminado. Pero, ya he roto muchas reglas, solo unas


pocas palabras no duelen —dijo Xie Lian.

No dejó que ese chico escuchara la última línea. Los tres


descendieron del altar y caminaron hacia la entrada de ese gran
salón roto. Los vientos de la noche soplaron, y Xie Lian negó con
la cabeza.

Todavía era un oficial celestial por el momento, y técnicamente no


podía sentirse frío. Sin embargo, en ese preciso momento,
realmente sintió un escalofrío.

En ese momento, inesperadamente, ese chico que dejaron en el


gran salón de repente murmuró: —No lo haré.
Claramente no podía ver a Xie Lian ni a su compañía, pero de
alguna manera captó con precisión la dirección correcta y corrió,
gritando a sus espaldas en retirada.

— ¡NO LO HARÉ!

Los tres volvieron la cabeza y vieron el único ojo de ese chico, tan
brillante que atravesó el alma; esa cara maltratada estaba a la vez
furiosa y triste, a la vez alegre y salvaje.

En medio de las lágrimas derramándose, gritó: —NO OLVIDARÉ.

— ¡¡¡NUNCA LO OLVIDARÉ!!!

————————————————————————————
-Fin del libro 2-
Heaven Official´s Blessing
- Mò Xiāng Tóngxiù -
(Libro III)
Heaven Official´s Blessing
Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe Heredero del
reino Xian Le; uno que fue amado por sus ciudadanos y recibió el
amor del mundo. Como era de esperar, ascendió a los cielos a
una edad muy temprana. Ahora, ochocientos años después, Xie
Lian asciende a los Cielos por tercera vez como el hazmerreír de
los tres reinos. En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso demonio que gobierna a los fantasmas y aterroriza
a los Cielos...... pero sin que Xie Lian lo sepa, este rey demonio le
ha estado prestando atención durante mucho, mucho tiempo.

Otros nombres: Tiān Guān Cì Fú, Bendición del Oficial Celestial.


Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)
Año: 2016
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama, Misterio,
Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.
Capítulo 89: El festival de medio otoño; Batalla de las Linternas en la Víspera de
la observación de la Luna (parte uno)

CLANG

Las chispas volaron.

La hoja penetró profundamente en el suelo de piedra, y Xie Lian,


con ambas manos agarrando la espada, agachó la cabeza y
apoyó la frente en la empuñadura, con los dientes apretados con
tanta fuerza que podrían pulverizarse hasta convertirse en polvo
en su boca.

— ¡BASURA INÚTIL!

Qi Rong se echó a reír a carcajadas: — ¡QUÉ BASURA INÚTIL!


¡Sabía que no te atreverías a matarme! No importa cuánto te
ridiculice, no importa cómo te arrastre por el barro, siempre que
tenga un cuchillo en la garganta de otra persona, no me puedes
hacer nada. Eres un cobarde inútil, ¿para qué necesitas vivir, un
dios como tú?

Sin embargo, Xie Lian ya se había calmado por completo. Miró


hacia arriba, con los ojos fríos.

—No estés demasiado feliz tan pronto. No puedo hacerte nada,


pero naturalmente habrá alguien que pueda.

Qi Rong dijo: — ¿Estás pensando en abrazar las piernas de Jun


Wu para rogarle que te ayude de nuevo? Sueña. ¿Le importó
entonces? ¿Hm? Y todavía sigues su liderazgo sin tener
vergüenza, ¿eres realmente tan estúpido?

Xie Lian quitó ese disfraz majestuoso y glamuroso de: El que


agrada a Dios, de Qi Rong, llamó a RuoYe, lo ató y lo tiró a un
lado.

—Será mejor que mantengas la boca cerrada.

—No te tengo miedo, ¡no tienes nada para amenazarme! —


Replicó Qi Rong.

—Entonces, ¿le tienes miedo de Hua Cheng? —Dijo Xie Lian.

La sonrisa de Qi Rong se congeló por un instante. En ese instante,


Xie Lian dijo a la ligera: —Solo para avisarte, si uno de estos días
me pongo de mal humor, tal vez podría entregarte a Hua Cheng,
y hacerle pensar en una manera de tratar contigo. ¿Así que te
cuidas, me oyes?

Al escuchar esto, Qi Rong ya no podía reírse. Dijo, aterrorizado:


— ¡Qué demonios, eres cruel! ¡No puedo creer que se te haya
ocurrido algo así! ¡¿Por qué no me entregas a Lang Qian Qiu?!

Xie Lian se arrodilló en el suelo y usó sus manos para recoger


pequeños gránulos gruesos del suelo y de debajo del ataúd uno
por uno. A decir verdad, no estaría entregando Qi Rong a la Corte
Celestial por el momento. La razón es Lang Qian Qiu. Si le
entregaba a Qi Rong y Lang Qian Qiu se enteraba del paradero
de Qi Rong, lo acusaría de inmediato con su espada para matarlo.
¿Debería ser asesinado? Un dolor de cabeza; si muere, entonces
¿qué sigue? Otro dolor de cabeza. Por lo tanto, no era prudente
entregar a Qi Rong a la Corte Celestial en este momento.
A fin de cuentas, solicitar la ayuda de Hua Cheng le pareció una
buena idea. Pero en realidad, solo estaba usando el nombre de
Hua Cheng para asustar un poco a Qi Rong. Después de todo, ya
había molestado a Hua Cheng demasiadas veces, y cada vez que
pasaba algo, pensaba en Hua Cheng primero. Casi se sentiría
como si estuviera siendo demasiado confianzudo. El solo hecho
de usar su nombre para asustar a Qi Rong hizo que Xie Lian se
sintiera algo avergonzado.

Qi Rong volvió la cabeza y escupió un poco de saliva mezclada


con sangre en una dirección diferente, y ese niño se estiró
patéticamente para acariciarle la frente.

—Papá, ¿estás bien? ¿Duele?

Qi Rong parecía disfrutar mucho de este juego de padre e hijo, y


respondió burlonamente: —Mi buen hijo. Papá está bien… Jajaja.

Los bordes alrededor de los ojos de Xie Lian estaban rojos cuando
recogió esos gránulos y los colocó con el mayor cuidado en el traje
de El que Complacía a Dios. Ese niño se arrastró silenciosamente
y ayudó a Xie Lian a elegir también. Xie Lian vio esas pequeñas
manos y lo miró, y ese niño dijo en voz baja: —Gege, ¿no dejarás
de golpear a mi papá? Déjanos ir. No te robaré de nuevo.

El corazón de Xie Lian se apretó y él forzó la sensación.

— ¿Cómo te llamas, pequeño?

—Mi nombre es Gu Zi. —Respondió ese niño.


Xie Lian había terminado de recoger todas las cenizas y las
envolvió en capas de ese disfraz, atándola cuidadosamente antes
de colocar el paquete dentro del ataúd nuevamente, cerrando la
tapa. Luego respondió lentamente: —Gu Zi, el que está allí no es
tu papá, sino alguien más. Ha sido poseído Actualmente es un tipo
malo.

El niño no pudo comprender lo que dijo y parecía confundido: —


¿Alguien más? ¿No? Lo reconozco, él es mi papá.

Qi Rong elogió: —No está mal, no está mal, he elegido un hijo


barato, ¡cuánto valor! Jajaja... ooh! —Xie Lian le dio una patada.

Gu Zi aún era joven y siempre había vivido dependiente de su


padre, por lo que estaba muy apegado al cuerpo que Qi Rong
había poseído, negándose a dejarlo solo. Xie Lian no pudo pensar
en una manera de cuidarlo por el momento, así que llevó la
espada Fang Xin en su espalda, se inclinó solemnemente hacia
los dos ataúdes tres veces, luego con Qi Rong colgado de su
mano izquierda y Gu Zi debajo de su brazo derecho, dejó el monte
TaiCang y regresó rápidamente a la aldea de Puji.

Habiendo salido por muchos días, cuando regresaron, era muy de


noche, y las puertas de ese Santuario Puji estaban abiertas de par
en par, salían nubes de incienso, sobre el altar el quemador de
incienso estaba rebosando de palitos de incienso, y la mesa
misma estaba cubierta con ofrendas. Xie Lian entró, echó un
vistazo y tomó dos bollos de carne del altar, le pasó uno a Gu Zi
y se llevó el otro a la boca de Qi Rong. Ese cuerpo estaba vivo,
después de todo, y hasta que Xie Lian descubriera cómo sacar a
Qi Rong de ese hombre, él todavía necesitaba comida. Qi Rong
escupió ese bollo de carne y maldijo por lo mal que sabía, y gritó
como si estuviera un poco preocupado: — ¡Pregunto! En realidad
no me entregarás a Hua Cheng, ¿verdad?

Xie Lian se burló: — ¿Tienes miedo? No tuvo tiempo para sus


tonterías, y se dio la vuelta para hurgar en sus frascos de
encurtidos en el suelo. Qi Rong era petulante: — ¿Yo?
¿Asustado? Tú deberías estar asustado. Como un oficial celestial,
te atreverías a ser tan amable con un Supremo. Tú...

Mientras hablaba, sus ojos se enfocaron repentinamente y se


fijaron en algo. Resultó que, cuando Xie Lian se inclinó, algo se
deslizó por la parte delantera de su túnica.

Era un anillo cristalino. Eso era lo que Qi Rong estaba mirando.

Xie Lian no notó su mirada, pero la cara de Qi Rong se volvió


sospechosa detrás de él. Después de un rato, habló: —Primo
príncipe heredero, ¿qué es esa cosa en tu pecho?

Xie Lian iba a seguir ignorándolo, pero lo que Qi Rong mencionó


era algo que él mismo tenía en mente, por lo que se dio la vuelta
y su dedo se enganchó en la delgada cadena de plata. ¿Sabes lo
que es?

—Tráelo aquí, déjame ver y te lo diré. —Qi Rong hizo una seña.

Pero Xie Lian dijo: —Si lo sabes, entonces dilo. Si no, cállate.

Qi Rong refunfuñó amargamente: —Siempre eres tan


desagradable con las personas que están cerca de ti, si eres tan
increíble, ¿por qué no haces alarde de lo genial que eres para los
forasteros?
Xie Lian metió la cadena de plata en las capas internas de su
túnica, presionándola contra su piel y la enderezó.

—Si eres tan increíble, sigue hablando. Contaré cada palabra que
digas, y con cada cuenta estarás un paso más cerca de la hoja de
Hua Cheng.

De alguna manera, sin que él se diera cuenta, se había


acostumbrado a usar el nombre de Hua Cheng. Qi Rong se burló:
— ¡No lo uses para asustarme, tal vez uno de estos días seas el
único muerto bajo la espada de alguien! ¿No querías saber qué
era eso? Yo, que formo parte de los Cuatro Supremos, te diré que
es un accesorio maldito, ¡un objeto de desgracia! Date prisa y
tíralo. No puedo creer que lo mantuvieras contigo, y pensar que
has estado viviendo por mucho tiempo.

Al escuchar esto, Xie Lian se enderezó instantáneamente.

— ¿Es eso cierto?

— ¡Duh! —Qi Rong dijo: —Te estoy diciendo que quien te haya
dado eso, hombre o demonio, no debe tener buenas intenciones.

—Oh. —Xie Lian se agachó de nuevo.

— ¡¿QUÉ SIGNIFICA, OH?! —gritó Qi Rong.

Xie Lian no se molestó en volverse hacia él y dijo llanamente: —


Oh, solo significa que debe ser un milagro para que cualquier
persona te crea. Elijo creer en la persona que me dio esto. He
decidido seguir usándolo en mí.
Xie Lian siempre había sido amable y cortés con los demás, pero
para Qi Rong era excepcionalmente frío. Qi Rong estaba
coléricamente furioso, maldiciendo sin parar, y Xie Lian solo fingió
no haber oído nada. Se dio cuenta de que no podía encontrar la
olla que contenía a Ban Yue, por mucho que mirara y pensara: —
¿Acaso el Señor del Viento ya vino y se la llevó?

Mientras escuchaba a Qi Rong, de repente sintió que algo estaba


mal.

Extraño. Qi Rong estaba tan obviamente aterrorizado de Hua


Cheng, entonces ¿por qué estaba tratando de provocarlo sin
parar, como si... como si intentara distraerlo intencionalmente?

Al darse cuenta de esto, Xie Lian repentinamente atacó, girándose


para mirar a Qi Rong, y de hecho atrapó a sus ojos mirando hacia
otro lado por un instante, luciendo muy sospechoso. El instinto de
Xie Lian lo hizo mirar hacia arriba. Levantó la cabeza y vio en las
vigas que no eran muy altas, un hombre vestido de negro que
estaba presionándose contra el techo, se adhirió arriba, como un
murciélago gigante.

Xie Lian inmediatamente sacó a Fang Xin y levantó la espada.


Ese hombre estaba presionado en la viga, y para esquivar el
ataque, se dio la vuelta y cayó.

Gu Zi estaba tan aterrorizado que su bollo de carne cayó al suelo,


y él gimió. Justo antes de que Qi Rong pudiera gritar también,
RuoYe selló su boca, lo arrastró a una esquina y lo ató. Xie Lian
había pensado que era uno de los lacayos de Qi Rong al principio,
pero después de algunos ataques rápidos, notó que este hombre
era rápido y agresivo, extrañamente familiar. Podría decir con
absoluta certeza que, por la competencia de Qi Rong, no tendría
el poder de someter a tal sujeto. Luego vio que había algo en el
otro brazo de ese hombre, y al mirar de cerca, era una olla negra,
¡y esa olla era la que contenía a Ban Yue!

¿El Señor del Viento no se había llevado a Ban Yue? Xie Lian
recordó al instante quién era, y soltó: — ¡Pequeño Pei!

Resulta que el pequeño Pei había venido a robar a Ban Yue, pero
inesperadamente tropezó con Xie Lian que acababa de regresar
y solo podía esconderse en la viga de madera. Debido a que Qi
Rong estaba atado por RuoYe, acostado en el suelo,
inmediatamente vio al Pei Su que estaba escondido arriba. No
sabía quién era, y solo había pensado que si era algo perjudicial
para Xie Lian, debía ser beneficioso para él. Tenía miedo de que
Xie Lian se diera cuenta de que alguien acechaba por encima y
deliberadamente seguía intentando distraerlo con el ruido, pero
quién sabía que Xie Lian todavía se daría cuenta.

Xie Lian llevaba dos grilletes malditos y Pei Su estaba en el exilio,


ninguno de los dos tenía poder espiritual, por lo que solo podían
luchar con los brazos descubiertos. Xie Lian había luchado
durante sus ochocientos años con nada más que sus puños,
entonces, ¿cómo podría competir Pei Su? No le tomó muchas
rondas antes de que Xie Lian lo dominara.

— ¡Devuélveme la olla!

Xie Lian solo gritó espontáneamente, pero inesperadamente, Pei


Su en realidad le arrojó la olla. Sorprendido, pensó Xie Lian, ¿era
el pequeño General Pei realmente tan fácil de convencer?
¿Regresaría la olla solo por haber preguntado? Por lo general,
¿no tendrían que empujarse entre sí por un poco más de tiempo?
Sin embargo, al mismo tiempo que cuando Pei Su le lanzó la olla,
también advirtió en voz baja: — ¡Date prisa y vete!

Por ese tono, sonaba como si estuviera bastante ansioso. Esa olla
aún estaba en el aire y Xie Lian estaba a punto de atraparla
cuando, de repente, cambió de rumbo y salió volando por la
ventana. Al segundo siguiente, escucharon la voz de otro hombre
que venía de lejos.

—Realmente me has decepcionado.

La cara de Pei Su cayó.

— ¡General!

Él y Xie Lian salieron corriendo del santuario Puji. Efectivamente,


de pie muy lejos en el techo de una casa estaba Pei Ming.

No llevaba su armadura, su túnica casual, alta y esbelta, brillante


como el sol, era la misma imagen de despreocupado. Esa olla voló
tranquilamente junto a Pei Ming y luego se detuvo, flotando. Con
una mano relajada en la empuñadura de su espada, le habló a Pei
Su, que estaba parado debajo: —Un hombre mira el panorama
general y pone la carrera en primer lugar. Estás hecho para
grandes cosas, pero ¿qué está pasando? ¿Te arruinarías por una
niña? ¿Te tomas como un mocoso inmaduro?

Pei Su agachó la cabeza y no habló. Pei Ming agregó: — ¿Creías


que era fácil obtener esa posición en solo doscientos años?
Incluso te pavimenté el camino. Es fácil bajar, ¡pero no es fácil
volver a subir!
Dicen que es solitario allá arriba. Sin embargo, cada vez que un
dios del cielo desciende, por lo general, les gusta elegir lugares
altos para estar de pie, ya que cuanto más alto era, más fácil sería
observar todo lo que está debajo. Xie Lian solía tener ese mal
hábito, pero claro, después de que se cayó una vez, ahora, cada
vez que se paraba en lo alto podía sentir que le dolía la pierna, y
ese mal hábito desapareció. Sin embargo, el edificio más alto
dentro de toda la aldea de Puji era la casa del jefe de la aldea, y
esa era una simple casa con techo de tejas, por lo que el hecho
de que el general Pei se parara sobre ella realmente le estaba
haciendo una injusticia.

Sin embargo, ese no era el punto. El punto era que, con solo un
vistazo, Xie Lian sabía lo que estaba pasando. La última vez, Pei
Ming tuvo la intención de culpar a Ban Yue para que limpiara a
Pei Su, y Xie Lian lo detuvo. Aunque frente a Jun Wu, Pei Ming
parecía haberse rendido en la superficie, pero obviamente no
había abandonado su plan.

Esta vez, después de que el mal asunto de Xie Lian con el


Banquete Dorado salió a la luz, apenas pudo cuidarse y su
reputación se derrumbó, por lo que el General Pei probablemente
pensó que era un gran momento para sacar los viejos asuntos,
encontrar a Pei Su y traer tanto él como a Ban Yue de vuelta a la
Corte Celestial para apelar por un nuevo juicio. Realmente
implacable. Sin embargo, Pei Su no parecía demasiado dispuesto
a la perspectiva y suspiró.

—General, vamos a... simplemente olvidar todo este asunto.

— ¡TÚ--!
Pei Ming se quedó sin habla y exasperado. También debe haber
estado demasiado frustrado como para dar un discurso a Pei Su
frente a Xie Lian, y un momento después, de repente dijo: —
Bueno, ahora tengo que ver qué clase de chica increíble podría
hacer que todo mi duro trabajo se vaya por el desagüe.

Se estiró, pareciendo planear romper la olla. Tal manera de


abrirlo no debería haber sido un problema, pero el problema era
que Xie Lian no sabía si las heridas de Ban Yue se habían curado
y, de no ser así, y la olla se rompiera, sería malo. La cara de Xie
Lian cayó y saltó para atacar.

— ¡NO LO ROMPA!

Inesperadamente, antes de que la mano de Pei Ming tocara la


cosa, la olla explotó y explotó por sí sola.

En ese instante, el aire se llenó con el olor a pepinillos que podían


destruir a un hombre.

Pei Ming, quien estaba más cerca de la olla, estaba


desafortunadamente cubierto de pepinillos, completamente
asombrado por la lluvia de pepinillos. Inmediatamente después, la
voz clara y sonora de una mujer sonó en el aire: — ¡El general Pei
es un hombre tan honorable!

Una persona vestida de blanco salió de esa olla pequeña, y al


principio solo tenía el tamaño de un puño, pero cuanto más
vueltas daba, más grande se volvía. Xie Lian miró más de cerca y
gritó: — ¡Señor del viento!

La que estaba escondida en la olla no era Ban Yue, ¡sino Shi Qing
Xuan! Se escondió en esa olla y lanzó la olla de pepinillos a Pei
Ming, pero ella misma todavía estaba agitando su túnica blanca,
sin ni una sola mancha. Aterrizó firmemente, balanceó su batidor
y proclamó: —Gracias a Dios, gracias a Dios. Menos mal que ya
envié a la pequeña dama a otra persona de antemano, de lo
contrario, no habría escapado del largo alcance del general Pei.

Pei Ming se enorgullecía de su encanto, y sin importar qué, debía


mantener la compostura, sin embargo, ahora apestaba a
pepinillos e incluso en la cara de Shi Qing Xuan en forma
femenina, no pudo evitar sentirse un poco triste.

—Qing Xuan, ¿por qué tienes que luchar contra mí de esta


manera?

Si se tratara de alguien más, probablemente ya los habría


vencido, pero pensando en quién era el hermano mayor de Shi
Qing Xuan, solo podía sacarse los pepinillos, cepillarle el pelo y
apretar los dientes. Él negó con la cabeza,... Tú, tú. Será mejor
que no me dejes averiguar a dónde enviaste a la niña, de lo
contrario, haré una visita personal.

El tono de su voz era claro. Quien se atreviera a refugiar a Ban


Yue se oponía a él, y él iba a buscar problemas. Sin embargo, Shi
Qing Xuan aplaudió: — ¡Eso es fácil! No importa si te digo dónde
la envié, me encantaría verte ir a visitarla. Escucha bien: esa niña
se encuentra actualmente en la residencia en la cueva de la
Señora de la Lluvia en el Monte YuLong, justo al lado de la Señora
de la Lluvia ¿Te atreves a ir?

En sus palabras, la cara de Pei Ming se cayó, y en realidad no se


veía tan confiado como antes. Él controló su expresión y de
repente se puso serio. Le dijo al Señor del Viento: —Qing Xuan,
todavía eres joven, por eso te gusta luchar por la justicia por cada
pequeña cosa. Con suerte, cuando crezcas, ¡no te arrepentirás de
las cosas que estás haciendo ahora!

Rendido, saltó del techo y su figura desapareció. De hecho, se fue


con bastante prisa. Xie Lian se sentía un poco desconcertado, y
pensó que sus palabras contenían un significado oculto, por lo que
preguntó: —Seños del Viento, ¿qué quería decir...?

Shi Qing Xuan, sin embargo, respondió con indiferencia: —Nada


más que amenazas vacías.

Pei Su vio desaparecer la silueta de Pei Ming antes de venir a


saludar a los otros dos. —Señor del Viento, Su Alteza.

Shi Qing Xuan le dio unas palmaditas en los hombros: —Pequeño


Pei, esta vez supo venir y detener a su general, muy generoso de
su parte. Cuídese bien aquí abajo y reflexione adecuadamente. Si
hay una oportunidad, hablaré bien de usted en la Corte Celestial,
¡no se preocupe!

Pei Su se quedó sin habla por un momento, pero aun así


respondió: —Entonces, gracias, mi señor. Sin embargo, sigo
pensando que quizás haya entendido mal algo. El General Pei no
suele ser así, y fue solo por lo que sucedió anteriormente que se
preocupó demasiado por mí. Además, usted también sabe que la
Señora de la Lluvia...

Al final, Pei Su todavía sentía que habló demasiado, negó con la


cabeza y cortejó las manos.

—Adiós.
Los dos lo vieron salir y Xie Lian habló de nuevo: —Señor del
Viento, la Señora de la Lluvia de la que habló antes, ¿era de la
Señora de la Lluvia Huang?

Shi Qing Xuan se dio la vuelta y respondió: —Eso es correcto. La


Señora de la Lluvia no ha cambiado en siglos. ¿Qué, alguien que
conoce? ¿Una conocida?

Xie Lian negó con la cabeza y dijo en voz baja: —Aunque no he


tenido el honor de conocer a la Señora de la Lluvia, tengo una
deuda y estoy profundamente agradecido.

Shi Qing Xuan sonrió.

—Eso es cierto. Aunque no hay muchos que estén familiarizados


con la Señora de la Lluvia, aquellos que lo han hecho nunca han
dicho una mala palabra. Ah, excepto Pei Ming.

— ¿Hay una disputa entre ellos? —Preguntó Xie Lian.

—Naturalmente. Los que han estado alrededor del Tribunal


Superior durante tanto tiempo tienen algún tipo de disputa o
mentiras. Déjame decirte que la Señora de la Lluvia es una
sombra en el corazón de Pei Ming.

¿...Sombra? Xie Lian se preguntó. En su mente, siempre pensó


que la Señora de la Lluvia era solo alguien que araba los campos.

—Conoces a Pei Ming. —Shi Qing Xuan dijo: —Tiene muchos


descendientes, sus hijos están en todas partes. Antes de Pequeño
Pei, solía haber otro diputado general en el Palacio de Ming Guan,
y también era un descendiente que fue primero nombrado y luego
ascendió.
Xie Lian se sorprendió: —Ese general Pei tiene muchos
descendientes talentosos.

No cualquier persona puede convertir la ascensión en una lección


de escuela en casa. Sin embargo, Shi Qing Xuan abrió su abanico
y dijo: —De hecho, era un talento, pero era más o menos lo mismo
que Pei Ming. Potente pero también lleno de malos hábitos. Ese
oficial adjunto a menudo provocaba problemas en los dominios de
otras personas, pero tenía a Pei Ming detrás de él, nadie se
atrevía a decir mucho, hasta que un día, se metió en la antigua
residencia en el Reino de Yushi.

—La Señora de la Lluvia rara vez sale, y solo planta campos en


las montañas, así que hay un apodo: Granjera vieja de las
Montañas Profundas, la Señora de la Lluvia Huang. Pero quién
sabría que en el momento en que salió la Señora de la Lluvia, el
descendiente de Pei Ming fue golpeado, fue arrastrado a los
cielos, arrojado frente al Emperador celestial y condenado al
exilio.

— ¿Por qué me suena tan familiar? —Pensó Xie Lian.

Shi Qing Xuan continuó: —Al principio, Pei Ming pensó, exilio? Lo
que sea. Él podría muy bien recuperarlo en cien años. Pero,
¿cuánto puede pasar en el reino mortal en un siglo? Cada año,
todos los días, nuevos e impresionantes talentos aparecen como
destellos de luz, olas tras olas, que apenas se puede contar. Solo
pasaron diez años antes de que todos los devotos cambiaran su
ídolo; después de cincuenta años, ese oficial celestial fue
completamente olvidado; y después de cien años, ya no podía ser
traído de vuelta. El antiguo oficial celestial con un futuro ilimitado
fue así desperdiciado, sin más. No fue hasta que apareció el
Pequeño Pei cuando Pei Ming encontró una mano derecha que le
gustó.

No es de extrañar que el general Pei hiciera todo lo posible por


recuperar al Pequeño Pei; así que había un precedente, y temía
que el Pequeño Pei también se desperdiciara. Aunque el método
no estaba del todo bien. Xie Lian reflexionó y luego suspiró: —El
mundo humano.

Shi Qing Xuan estuvo de acuerdo: —Sí, permanecer demasiado


tiempo en el reino mortal siempre desgastará el espíritu y la
voluntad de uno.

Los dos asintieron para sí mismos. Sin embargo, la diferencia fue


que Xie Lian solo asintió inconscientemente, mientras que Shi
Qing Xuan asintió intencionalmente de una manera exagerada.
Después de asentir por un tiempo, Xie Lian de repente recordó a
una persona increíblemente importante y gritó: — ¡Lang Ying!
¡Ese niño!

Demasiadas cosas sucedieron todas al mismo tiempo, la emoción


era demasiado grande y se había olvidado de ese niño. Shi Qing
Xuan dijo: — ¿Está hablando de ese niño que trajo de Mansión
Paraíso? El Emperador celestial lo ha visto, y él está actualmente
en mi hogar. Lo traeré para usted cuando tenga la oportunidad.

Xie Lian notó mentalmente: Todavía está Qi Rong y otro niño


encerrado dentro del Santuario Puji, no puedo tener a nadie que
los vea.

Así que él respondió: —Eso sería demasiado problema, ¿qué tal


si subo en su lugar?
Shi Qing Xuan asintió encantado.

—Da igual. Casualmente, pronto será el banquete del Festival de


Medio Otoño. Es un evento que se realiza una vez al año, ¡no se
lo pierda! Este año mi hermano también volverá, se lo presentaré
entonces.

Su tono estaba lleno de orgullo por su propio hermano mayor, y


Xie Lian no pudo evitar sonreír, pensando: —Banquete del
Festival de Medio Otoño, eh...

Todos los años para el Festival del Medio Otoño, todos los cielos
celebran un Banquete del Festival del Medio Otoño para celebrar
y observar a la gente del reino mortal como entretenimiento.
Aparte de eso, también hubo un juego muy importante durante el
banquete, una especie de gran final de la fiesta: La batalla de los
faroles.

Una Linterna de Bendiciones no podía ser ofrecida por cualquiera.


En lo que luchaban los dioses durante el Banquete del Festival de
Medio Otoño era el número de esas Linternas de Bendiciones
ofrecidas por sus devotos que cada funcionario celestial recibiría
de su templo principal.

Aunque en la boca de todos, todos dirían es solo un juego no hay


necesidad de tomarlo en serio solo estamos jugando, no hay que
preocuparse en realidad, ¿a cuántos realmente no les importaba?
La mayoría, en secreto, contenían el aliento, esperando que este
año sus devotos lucharan por ellos. Si realmente hubiera uno que
no peleara, solo sería Jun Wu, porque, obviamente, todos los
años el Gran Palacio Marcial salía victorioso y las linternas incluso
aumentaban año tras año.
Por lo tanto, él era el único oficial celestial que realmente tomaba
este juego como un juego. En cuanto a los otros funcionarios
celestiales, no luchaban por el primer lugar, solo por el segundo,
pero incluso entonces la competencia era feroz.

En la cima de la prominencia del Palacio de XianLe, también era


incomparablemente impresionante, muy por delante del grupo
junto al Gran Palacio Marcial, dejando a todos los demás oficiales
celestiales en el polvo. Ahora, probablemente se vería bastante
triste. Xie Lian ni siquiera tuvo que adivinar para saber cuántas de
esas Linternas de Bendiciones obtendría, ¡definitivamente ni una!
Capítulo 90: El festival de medio otoño;Batalla de las Linternas en la Víspera de la
observación de la Luna (parte dos)

Sin embargo, incluso si se vería mal, sería mejor si fuera.

No era como la Señora de la Lluvia que había estado viviendo una


vida solitaria durante siglos, no era como el Señor de la Tierra que
tenía a cargo una misión secreta, y definitivamente no era como
el Señor del Agua que podía hacer lo que quisiera. Si no fuera
nadie, pero seguía insistiendo en sobresalir, negándose a asistir
solo porque no tenía ganas de hacerlo, al cabo de un tiempo eso
generaría resentimiento y habría habladurías, incluso si no
pensara mucho de eso, haría las cosas difíciles para Jun Wu. Por
lo tanto, aceptó la invitación de Shi Qing Xuan en el acto.

—Muy bien. Definitivamente estaré allí cuando llegue el momento.

Entre los días, Xie Lian intentó todo tipo de formas, pero aún así
no pudo separar a Qi Rong del cuerpo de ese hombre, y Qi Rong
estaba bastante satisfecho de sí mismo. Gracias a Dios por Gu Zi,
a quien no le importó alimentar a su padre de lo contrario Xie Lian
realmente no tenía ganas de meterle nada en la boca. En el día
del Festival de Medio Otoño, Xie Lian dibujó un hechizo fuera del
Santuario Puji, cerró la puerta con llave desde afuera, dejó a
RuoYe para mantener a Qi Rong atado e informó a la Corte
Celestial.

En verso dicen: Capital de blanco jade de los cielos, doce torres


cinco ciudades. El inmortal me acaricia la cabeza, cabello atado 1

1
[天上 白玉京 , 十二樓 五 城 , 結 髮 受] son versos del poema autobiográfico
más largo del famoso poeta Tang Li Bai, que lamenta su vida y sus aspiraciones
para recibir la inmortalidad. La capital de blanco jade aquí por
supuesto se refería a la Corte Celestial. Durante el Festival de
Medio Otoño, todo se renovaba y avivaba en la Corte Celestial, y
además de eso, Xie Lian pudo ver que las calles, los corredores y
las terrazas estaban llenas de más guardias de seguridad;
probablemente fueron asignados después de la intrusión de Hua
Cheng la última vez. El banquete se desarrollaba bajo la luna al
aire libre, rodeado de elegantes fragancias, aire de propiciación 2,
nubes de prosperidad y flores que se agitaban en el aire como la
nieve, dando paso al espacio para el entretenimiento y la
observación de la luna. La observación de la luna desde el reino
mortal, si uno creara un círculo tocando el dedo índice con el
pulgar, la luna podría encajar en ese marco. Sin embargo, en la
observación de la luna desde el cielo, esa luna sería brillante e
inmaculada como una pantalla gigante que se encontraba a una
corta distancia, como si con solo unos pocos pasos pudiera
capturarse; Verdaderamente una visión etérea que no se podía
ver en el reino mortal.

Sentado a la cabeza del banquete, por supuesto, estaba Jun Wu.


Sin embargo, hubo una oculta e intrincada maquinación de cómo
debería sentarse el resto, un método para ordenar y posicionar;
sentarse al frente a él era naturalmente un no-no, pero sentarse
muy lejos, los propios oficiales celestiales no querrían hacerlo. A
Xie Lian realmente no le importaba estas etiquetas, sin embargo,

políticas mientras estuvo en el exilio. Se sabía que Li Bai estaba obsesionado con
convertirse en un inmortal.
Punto de interés: [結 髮 受 長生] "El cabello destinado a recibir la inmortalidad": en la
antigua China, para los Han, anudar el cabello y atarlo simboliza la mayoría de edad.
Los niños atan sus cabellos en un moño a los quince y se coronan a los veinte. Las niñas
reciben un broche para el moño a los quince años y, una vez casadas, el cabello debe
estar atado en un moño.
2
Esta palabra significa “acción para agradar a Dios”
uno debe vestirse formalmente para el Banquete de Medio Otoño,
lo que significa que es mejor vestir lo que vestía la estatua divina
de uno en el reino de los mortales. Xie Lian no tenía una sola
estatua divina, por lo que todavía llevaba esa túnica blanca de
cultivo con un sombrero de bambú atado en la espalda; aunque
un poco en mal estado, pero realmente no tenía nada mejor.
Vestirse de esta manera era bastante llamativo, por lo que sintió
que sería mejor si se sentara en algún lugar más escondido. Justo
cuando ya había encontrado un rincón al azar para sentarse,
cuando levantó la vista, vio a Feng Xin caminar en su camino.
Ambos se detuvieron por un momento, asintieron levemente, y lo
consideraron un saludo.

Feng Xin caminó unos pasos, pero se dio la vuelta y preguntó: —


¿Qué estás haciendo aquí sentado?

Xie Lian pensó que se sentó en el lugar equivocado y se levantó.

— ¿Pensé que podía sentarme en cualquier parte?

Feng Xin estaba a punto de hablar cuando Xie Lian vio a lo lejos,
Shi Qing Xuan, saludándolo desde el frente. Shi Qing Xuan estaba
en su forma femenina en este momento, y cuando Feng Xin se dio
vuelta y vio, fue como si hubiera tenido un mal presentimiento.
Mirando horrorizado, dejó a Xie Lian solo y se alejó rápidamente.
Shi Qing Xuan gritó: — ¡SU ALTEZA, POR AQUÍ!

El Señor del Viento era una persona prominente en la Corte


Celestial, y su asiento era naturalmente uno de los mejores, cerca
de Jun Wu. Ese saludo y llamada hicieron que muchos de los
oficiales celestiales miraran, y el Jun Wu, que al principio estaba
sentado en silencio con su mano apoyando su mejilla, también
notó a Xie Lian, inclinó su cabeza hacia él, por lo que Xie Lian no
tuvo más remedio que acercarse. En el camino, como esperaba,
no había señal de Lang Qian Qiu; parecía que hacía mucho que
había declinado en asistir al Banquete de Medio Otoño para
buscar el paradero de Qi Rong. Shi Qing Xuan encontró a Xie Lian
un asiento justo al lado de ella, un lugar con el mejor feng shui, y
Xie Lian no creía que fuera apropiado, pero como el Señor del
Viento era tan fervorosamente amable, ya lo estaba empujando
para que se sentara y dijo: —Te llevaré con el niño después de
que termine el banquete. Es un poco feo, pero bastante obediente.

En este punto solo podía decir su agradecimiento. Volviendo la


cabeza, el que estaba sentado cerca de los dos era Ming Yi,
jugando con una taza de jade de mala gana, y la mano que jugaba
con ese pequeño recipiente era en realidad más blanca que la
taza de jade. El color de su cara era bastante normal, por lo que
parecía que las heridas que recibió mientras estaba en la Ciudad
Fantasma se curaron.

Xie Lian saludó: —Señor de la Tierra, se ve bien.

Ming Yi asintió con la cabeza una vez, pareciendo que no quería


hablar. Shi Qing Xuan, sin embargo, fue todo lo contrario. Ella los
conocía a todos, y podía decir algunas palabras a cualquiera que
estuviera sentado delante, atrás, a la izquierda, a la derecha,
incluso a aquellos que estaban mucho más lejos. Xie Lian estaba
bastante asombrado por cómo podía recordar todos los nombres
de esos oficiales celestiales, sin importar su rango. Sentado junto
a él estaba un joven de dieciocho, diecinueve años, su nariz alta,
sus cejas profundas y su cabello ligeramente rizado. Xie Lian no
lo conocía y él tampoco lo conocía. Los dos se miraron el uno al
otro por un momento, sintiéndose un poco perdidos, y terminaron
la mirada incómoda después de que Xie Lian hizo un saludo al
azar. Mirando a su alrededor un poco más, Feng Xin y Mu Qing
se sentaron tan lejos el uno del otro como pudieron, y el que
estaba sentado frente a él, charlando entre ellos con familiaridad,
eran tres oficiales celestiales.

A la izquierda había un oficial de literatura vestido de negro, sus


cejas respetables, su apariencia generosa, y entre palabras, cinco
dedos tocaban suavemente un ritmo regular en la mesa, su
expresión firme y tranquila, de alguna manera familiar; el medio
era, por supuesto, el muy conocido Pei Ming; y a la derecha
estaba un caballero vestido de blanco, gentilmente abanicando
en su mano, y en la parte frontal de ese abanico estaba la palabra
'shui' de agua, en el lado de atrás un un dibujo de tres líneas
onduladas, sus cejas y sus ojos se veían bastante similares a Shi
Qing Xuan, aparentemente agradable pero sus ojos claramente
decían que no le importaba nadie. ¿Quién más podría ser ese
Tirano del Agua?

Xie Lian lo entendió: eran los Tres Tumores.

Ese oficial de literatura vestido de negro debe ser la forma más


poderosa de Ling Wen, y seguro que fue impresionantemente
apropiado. Los tres se saludaron y utilizaron todas las maneras
de todos los confines de la tierra y los cielos para elogiarse y
felicitarse, hasta el punto en que Shi Qing Xuan gruñó por lo bajo.

—Falso. TAN falso.

Sin embargo, a Xie Lian le pareció bastante divertido. En ese


momento, se dio cuenta de que en la parte delantera de las mesas
de banquetes había un pequeño pabellón hermoso con cortinas
rojas que cubrían los cuatro lados, y preguntó: — ¿Qué es eso?
Shi Qing Xuan sonrió: —Oh, no lo sabías, este también es un
juego muy popular en el Tribunal Superior. Ven, ven, solo mira,
¡ya comenzó!

Ella se detuvo cuando unos ruidos retumbantes de truenos


vinieron más allá de los cielos. Jun Wu miró al cielo, se sirvió un
vaso de vino y se lo pasó. Luego, en medio de truenos
retumbantes, los oficiales celestiales sentados se echaron a reír y
gritaron mientras pasaban la copa de vino y gritaban: — ¡No me
la den! ¡No me la den! ¡Pásalo a él!

Solo viendo a los demás jugar a Xie Lian, de alguna manera


descubrió las reglas y pensó: —Así que es Pasando la Flor Palillo
de Tambor.

La multitud se pasó la copa de vino que vino de Jun Wu a otro, sin


derramarla, el vino podría pasarse a cualquiera, pero no debe
pasarse a la misma persona. Cuando se detuviera el trueno,
quienquiera que termine con la copa de vino sería escogido para
divertirse, solo que, no sabía qué tipo de diversión sería. Para Xie
Lian, este juego no era amistoso. La persona a la que le pasaste
la copa de vino sería la que se ridiculizaba, por lo que la mayoría
la pasaría a las que eran más cercanos. Sin embargo, no era
cercano de la mayoría de los oficiales celestiales presentes, así
que, ¿cómo podía atreverse a ridiculizar a los demás con tanta
indiferencia? En el mejor de los casos, solo podía pasárselo al
Maestro del Viento, pero ¿y si el Maestro del Viento resultaba ser
el que le pasaba el vino?

—Lo mejor es que nadie me lo pase. —Xie Lian pensó.

Pero podría estar pensando demasiado en mí mismo. Antes de


que él siquiera hablara, la primera ronda había terminado. Bajo la
intensa vigilancia de todos, esa copa de vino se detuvo en la mano
de Pei Ming. Parecía que Pei Ming estaba acostumbrado a esto,
y se tragó el vaso de un trago en medio de los gritos de alegría, y
los funcionarios aplaudieron y gritaron: — ¡LEVÁNTALO!
¡LEVÁNTALO!

En medio de vítores, ese pabellón glamouroso levantó lentamente


las cortinas de sus cuatro lados. Sobre esa plataforma había un
alto general, con la cabeza levantada, pasos grandes,
extraordinariamente impresionante. No parecía que notara a
ninguno de los oficiales celestiales desde abajo, ni a los paisajes
extrañamente bellos de los cielos. Caminó unos pasos y comenzó
a cantar versos, sonoros y entusiastas.

Resulta que, con quienquiera que termine la copa de vino, ese


pabellón presentará las obras escritas sobre ese oficial celestial
en particular del reino mortal y las ejecutará para que todos las
vean. Debido al profundo amor de los humanos por inventar
cosas, quién sabe qué tipo de obra impactante verían, y uno no
sabría cuándo los elegirían, por lo que este juego era muy
emocionante y vergonzoso.

Sin embargo, así fue como provino el entretenimiento. Hay que


decir que cada una de las obras del General Pei era emocionante,
simplemente porque la contraparte femenina era diferente cada
vez. A veces era un ser celestial, a veces un demonio, a veces
una dama soltera; cada contraparte femenina era más hermosa
que la siguiente, y las historias eran cada vez más
desvergonzadas que la siguiente. Los oficiales celestiales
observaron con profundo interés, esperando que la mujer entrara
en escena. Efectivamente, no pasó mucho tiempo antes de que
una dama vestida de negro entrara en el escenario, su voz como
un oropéndola dorada, y los dos actores cantaban entre ellos, las
letras descaradamente coquetas. Cuanto más miraba la multitud,
más se sentía mal y empezaban a preguntar: — ¿Cuál es el
nombre de esta obra? ¿Quién es la mujer a la que el general está
seduciendo esta vez?

En ese momento, el —General Pei— en el escenario gritó: —


Noble Jie.3

Debajo del escenario, tanto Pei Ming como Ling Wen escupieron
su bocanada de vino.

¿Quién más podría ser ese Noble Jie? El nombre completo de


Ling Wen era Nang Gong Jie. Los oficiales celestiales se
sorprendieron: ¿¡Los dos realmente tuvieron un pasado juntos?!

Ling Wen usó una servilleta y se limpió las comisuras de los labios
y luego dijo rotundamente: —No hay necesidad de pensar en ello.
Es inventado.

Aunque los dos en cuestión se veían un poco lamentables,


todavía tenían la piel lo suficientemente gruesa. La obra continuó
en el escenario, y los dos abajo fingieron no ver. Sin embargo, Shi
Wu Du no los soltaría tan fácilmente y sonrió, alentando a su
abanico.

—Qué juego tan emocionante. ¿Algo que quieran decir ustedes


dos?

—En realidad no. Ling Wen respondió: —Esta obra es vieja. Mis
estatuas divinas en ese entonces no eran como las de ahora. Es

3
"Noble Jie": el "noble" aquí no se refería al título de Ling Wen, sino a una expresión
de cariño.
sólo un cuento popular. Piénsalo, en los cuentos populares,
siempre y cuando sean mujeres, ¿a quién no había tratado de
seducir el viejo Pei?

Todos estuvieron de acuerdo de todo corazón. Pei Ming dijo: —


Oye, no puedes decirlo así. Es cierto que he seducido a casi todos
en los cuentos populares, pero este, realmente no lo había hecho.
No equivoques a los inocentes.

—Según su lógica, ya que todos los mortales dicen que he


seducido a más funcionarios varones mientras no he hecho nada,
¿no sería yo la ansiosa? —Dijo Ling Wen.

Desde que Ling Wen fue llevada a los cielos por medio de un
llamado, todos los cuentos contaron que lo hizo seduciendo a otro
oficial celestial, y por eso al principio, el Palacio de Ling Wen
estaba frío y silencioso con muy pocos fieles. Aparentemente,
durante un período de intensa objeción, fue maltratada y
maldecida hasta los confines de la tierra, e incluso había quienes
tiraban ropa de cama menstrual y bralettes en sus cajas de
donaciones. Sin embargo, si los funcionarios masculinos tuvieran
rumores similares, obtendrían el título encantador en su lugar y
podrían disfrutarlo. Claramente, aunque las situaciones eran
similares, existía una diferencia entre hombre y mujer y las
consecuencias eran diferentes.

Justo cuando Xie Lian pensaba esto, la siguiente ronda había


comenzado. Shi Wu Du se estaba riendo antes, pero esta ronda
le tocó a él. Los dos Tumores que estaban a su lado levantaron y
pusieron las manos en un gesto de felicitación al unísono: —
Karma instantáneo. Tómalo con gracia.
Shi Wu Du frunció el ceño por un instante, bebió el vino, y esas
cortinas se levantaron una vez más. Antes de que las cortinas
alcanzaran lo más alto, dos largos trinos venían desde adentro:

—Mi vida.

—Espositooo-

Afectuosamente cariñoso, las tiernas voces iban y venían, llenas


de anhelo persistente.

Así, desde abajo, Xie Lian vio con sus propios ojos, la piel de
gallina apareciendo en más de la mitad de los cuerpos de Shi Wu
Du y Shi Qing Xuan.

Shi Qing Xuan se puso de pie de un salto.

— ¡¡GE ---!! ¡APÚRATE Y TERMÍNALO!

Shi Wu Du gritó de inmediato: — ¡BÁJALAS! ¡BÁJALAS AHORA


MISMO!

Incluso sin ver, uno puede adivinar fácilmente que la obra elegida
debe ser el folklore de marido y mujer entre el Señor del Agua y
la Señora del Viento. Las historias de amor y odio siempre serían
las favoritas de los fanáticos cuando la gente cuenta historias. Si
alguno de los dos ya estaba allí, bien. Si no, aún mejor, porque
entonces cualquier cosa podría ser inventada. Técnicamente, lo
que sea que los dioses se habían hecho por sí mismos eran las
leyendas convencionales, pero a veces, cuando veían lo que los
mortales tenían para ellos, no podían evitar sorprenderse ante lo
que era verdaderamente legendario.
En el momento en que Shi Wu Du habló, las cortinas realmente
cayeron. Todos los funcionarios celestiales en la audiencia
querían reírse pero no se atrevieron a hacerlo, sufriendo por
contener su risa. Xie Lian, sin embargo, sonrió y preguntó: —
Señor del Viento, no sabía que podía pedir que se cayeran las
cortinas.

Shi Qing Xun todavía estaba temblando y respondió: —Sí, no es


gran cosa. ¡Sólo dona cien mil méritos!

—...

Xie Lian se sentó, sin palabras, y comenzó la tercera ronda. Esta


vez, el trueno no retumbó por mucho tiempo, y esa copa de vino
se pasó al joven que estaba sentado junto a Xie Lian.

Al ver esto, la reacción de la multitud de oficiales celestiales fue


extraña. No fue ferviente, pero no hacía frío, más bien parecía que
estaban muy interesados en ver la obra pero no querían mostrarla
tan obviamente. Ese joven no parecía estar demasiado interesado
en el juego pero todavía bebía ese vino. Dejó la copa y las cortinas
se levantaron una vez más.

Dos se pararon en el escenario; uno era un joven general con el


cabello rizado como el de una melena de león de piedra, y aunque
muy exagerado, todavía se veía heroicamente astuto, por lo que
debe retratar a ese joven oficial celestial; el otro tenía labios
puntiagudos y mejillas de mono, el mismo retrato de un payaso
miserable, saltando por todo el escenario. Cuando el joven se
enfrentaba a él, actuaba con seriedad pero era grasiento y
repugnante, cuando ese joven se daba la vuelta, hacía caras y
tomaba una espada para apuñalar, sin duda el papel de un villano
astuto y doblecara.
Ese payaso actuó con vigor y con adornos como si fuera una obra
cómica y tonta, pero las reacciones de los oficiales celestiales en
la audiencia fueron muy diferentes. Xie Lian notó que los
funcionarios en los rangos más bajos se reían a carcajadas
mientras que los funcionarios de más alto rango como Shi Qing
Xun y Shi Wu Du fruncieron el ceño sin decir nada, sin pensar que
fuera divertido en absoluto. Al mismo tiempo, también notó que
repentinamente aparecían venas en los puños de ese joven que
estaba a su lado, y Xie Lian se alarmó. Aunque no podía entender
lo que estaba pasando en el escenario, todavía podía adivinar que
estaba ridiculizando al otro. Además, incluso si no sabía quién era
quién, la forma en que se representaba la obra hacía que uno se
sintiera extremadamente incómodo. Ese joven parecía listo para
lanzar un ataque, así que Xie Lian tomó un palillo de la mesa y lo
lanzó hacia la cuerda que controlaba las cortinas.

El palillo no tan afilado rozó con la cuerda y lo rompió. Las cortinas


se cayeron ruidosamente, y todos los funcionarios gritaron
sorprendidos: — ¡¿Cómo puede ser esto?! ¡Qué está pasando!

Todos miraron a Xie Lian, algunos incluso se pusieron de pie. Xie


Lian estaba a punto de abrir la boca cuando, al siguiente segundo,
algo explotó junto a su oreja. Parecía que el joven había
destrozado esa copa de vino blanco en su puño.

Parecía que el juego había provocado su indignación, y tiró los


trozos de esa copa en un ataque, se levantó de un salto, saltó
sobre la mesa, empujó con los pies y saltó a ese pabellón,
abriéndose paso a través de las cortinas. Varios oficiales
celestiales se apresuraron a levantar las cortinas, pero ya no
había nadie dentro. La multitud estaba en un alboroto.
—OH NO OH NO, SU ALTEZA QI YING SE HA BAJADO PARA
GOLPEAR A LAS PERSONAS DE NUEVO!

Xie Lian se preguntó, ¿Qi Ying? ¿El palacio de Qi Ying? ¿El Dios
marcial del oeste, Quan Yi Zhen? Y él se apresuró a preguntar a
Shi Qing Xuan: — Señor del Viento, ¿qué está pasando? ¿Por
qué dicen que alteza Qi Ying ha bajado para golpear a la gente de
nuevo?

Shi Qing Xuan volvió a sí mismo y respondió: —Golpear a la gente


es simplemente... golpear a la gente. Ejem. Puede que no lo crea,
pero Qi Ying golpea con frecuencia a sus propios seguidores.

—...

Esa fue realmente la primera vez que escuchó de un oficial


celestial que se atreviía a atacar a sus propios seguidores, ya que
eso era algo que podía destruir su imagen en la mente de un
creyente. Quería preguntar un poco más, pero escuchó a un oficial
celestial más bajo que hablaba con desagrado: —Sir Quan
realmente es demasiado inmaduro. Todos se estaban divirtiendo,
¿no sabía él cómo cooperar un poco? ¿Quién no había sido
elegido? ¿El general Pei, Ling Wen Zhen Jun no se rieron?
Además, ni siquiera se estaba burlando de él, ¿por qué tan
enojado?

—Sí, él realmente piensa demasiado en sí mismo. Incluso si está


enojado, no hay necesidad de lanzar un ataque en este momento.
El banquete es una ocasión divertida, ¡nadie está aquí para ver su
temperamento! De verdad…

—Está bien, está bien, un niño es un niño. Ya ni siquiera está aquí,


y de todos modos sería más divertido sin él.
Xie Lian reflexionó mientras los escuchaba hablar. La fiesta solo
se interrumpió temporalmente, y parece que Ling Wen ya había
enviado a alguien para que se encargara del asunto de Quan Yi
Zhen. Después de que algunos funcionarios salieron y calmaron
a los demás, el banquete y los juegos continuaron. Así, el trueno
retumbó y comenzó la cuarta ronda de Pasando la Flor Palillo de
Tambor’.

Al principio, Xie Lian solo estaba viendo jugar a otras personas;


no podía mezclarse y estaba feliz de que otros no lo molestaran.
Estaba a punto de conversar con Shi Qing Xuan cuando,
inesperadamente, en ese momento, una mano se extendió de
repente hacia él y le pasó esa copa de vino blanco.
Capítulo 91: Un templo de mil luces iluminando sin fin la larga noche (parte uno)

Xie Lian realmente no creía que alguien le pasara la copa de vino.

Desafortunadamente para él, reaccionó demasiado rápido y tomó


la taza sin pensar, pero en el momento en que lo hizo se quedó
inmóvil. Sin embargo, cuando miró quién era el que le pasó la
copa, la otra parte también se quedó estupefacta: era Ming Yi.

Resulta que, antes, cuando la copa de vino llegó a la mano de Shi


Qing Xuan, Shi Qing Xuan pensó que sería divertido y se lo pasó
a Ming Yi a propósito. Sin embargo, Ming Yi estaba ocupado
comiendo y bebiendo su vino, y ni siquiera se molestó en mirar
hacia arriba antes de que pasara la copa de vino al azar. Solo
después de que se pasó la copa se dio cuenta de lo que sucedió
y también se quedó sin habla. Al mismo tiempo, el trueno dejó de
retumbar, dejando solo a los dos mirándose fijamente el uno al
otro.

Aunque el que recibió la copa de vino fue Xie Lian, los ojos de
todos se movieron hacia Feng Xin y Mu Qing. No fue difícil
entender por qué; Xie Lian no había sido oído de ochocientos
años. Si esto fuera hace ochocientos años, naturalmente habría
muchas obras de teatro que representan su heroísmo, pero se
perdieron en el tiempo. Además, nadie escogería ese día para
preparar un escenario, especialmente para organizar una obra
para él. Por lo tanto, si tuvieran que encontrar algo con el
personaje Príncipe de XianLe en él, entonces tendrían que ser
presentadas con Feng Xin o Mu Qing como protagonista.
Esto se debió a que en las obras escritas para los dos oficiales
celestiales en el reino mortal, hubo ocasiones en que sacaron a
relucir a Xie Lian, generalmente como carne de cañón, un
personaje secundario, o por hacer la obra aún más emocionante,
algunos escribirían a Xie Lian como un villano, organizando
tramas como la forma en que el solitario y abandonado Mu Qing
sería acosado, o cómo Xie Lian le robaría a Feng Xin de su
amada, etc. Si tales obras se realizaran realmente en el Banquete
de Medio Otoño, no importaría si los personajes en cuestión
estuvieran satisfechos, el resto de la audiencia definitivamente lo
disfrutaría. Xie Lian sostuvo esa pequeña copa en su mano, y
algunos oficiales celestiales ya le estaban pidiendo: — ¡Su alteza,
venga, venga, baje la copa!

Unos pocos se unieron a la urgencia, y Feng Xin habló desde


lejos.

—Su alteza no puede beber.

La multitud estaba cada vez más inquieta.

— ¡Sólo una copa! No hará nada.

Jun Wu había estado sentado con su mano apoyando su sien sin


una palabra, pero ahora se enderezó muy lentamente, como para
hablar. Junto a Xie Lian, Shi Qing Xuan también estaba
preguntando: — ¿Puede hacerlo o no? Si no es así, le ayudaré a
lanzar los cien mil méritos para que se bajen las cortinas.

—...

Xie Lian tenía miedo de que realmente tirara cien mil méritos
impulsivamente. No importa lo generoso que fuera, esa no era la
manera de hacerlo. Además, había visto prácticamente todas las
obras que había, y no había nada a lo que valiera la pena prestar
atención, por lo que respondió apresuradamente: —No, no, una
copa no debería ser un problema. Luego, vació el vaso.

La cerveza fina entró en su garganta, el área por donde pasó el


líquido se enfrió primero, luego se calentó, Xie Lian se sintió un
poco mareado, pero el sabor de esa bebida refinada hizo que ese
mareo bajara en un instante. Las cortinas alrededor del pequeño
pabellón se levantaron lentamente, y la multitud movió su mirada,
lista para enfocarse en la obra.

Ellos se sorprendieron por lo que vieron. Dos figuras estaban de


pie en el escenario: una vestida de blanco, con el rostro cubierto
de maquillaje, con aspecto de rodeado de viento y polvo, un
sombrero de bambú en la espalda, sin duda debe ser Xie Lian; el
otro era una figura con túnica roja, cabello negro como el cuervo,
guapo y brillante, ojos brillantes y animados, y la serpiente
envuelta en su brazo fue arrancada por Xie Lian.
Instantáneamente, ese hombre de túnica roja arrebató esa
serpiente, la dejó a un lado y luego sostuvo la mano de Xie Lian
sin ninguna intención de soltarla. Viendo cómo se desarrollaba
esa escena, era como un cuchillo que apuñalaba violentamente
su corazón.

Esa escena asombró a todos los oficiales celestiales que


esperaban ver un buen espectáculo, y por supuesto, el mismo Xie
Lian estaba asombrado. En ese momento, Jun Wu, que estaba
sentado a la cabeza del banquete, se echó a reír:

— ¿Qué obra es esta? Parece que nunca se ha visto antes.


Ling Wen envió de inmediato a alguien para investigar y luego
respondió: —Parece que esta obra se llama Las aventuras del
Reino de Banyue. Está recién escrita por lo que nunca se ha
mostrado antes. Esta noche es la primera vez que se realiza en el
reino mortal.

Shi Qing Xuan se dirigió a Xie Lian y dijo: —Probablemente está


escrito por esos comerciantes después de que regresaron del
Reino de Banyue por última vez. Los méritos se guardan, no habrá
necesidad de tirar las cortinas.

Xie Lian no comentó. Para que los mortales sepan sobre los
asuntos del Reino de Banyue, solo puede provenir de esos
mercaderes. Recordó que había un niño llamado Tian Shen en
esa caravana que, efectivamente, dijo algo en la línea de adorarlo
como agradecimiento, ¿así que tal vez esta obra fue encargada
por él? Sin embargo, no le dijo a Tian Shen su nombre, y un niño
no debería tener la capacidad de hacer algo como esto.

En el otro lado del escenario, aunque los oficiales celestiales no


vieron la obra que esperaban, la actuación que tenían ante ellos
era aún más emocionante. Después de todo, si los rumores fueran
ciertos, entonces el papel que tenía el hombre de túnica roja no
era otro que el de Hua Cheng.

Hubo un montón de obras sobre La lluvia Sangrienta que busca


la Flor en el reino mortal. Sin embargo, por lo general era algo así
como —El demonio Sangrienta quemó los templos de treinta y
tres dioses y ni siquiera los cielos podrían hacer una mierda Lluvia
Sangrienta que busca la Flor colgó a los dioses marciales y
literarios y los abofeteó con solo una mano el tipo de obras que
harían que aquellos en el cielo lloren lágrimas silenciosas, no
queriendo descubrir cómo resultaron esas obras. En cualquier
caso, el protagonista esta vez fue Xie Lian, y para todos, nunca
se sintió como si se hubiera mezclado para ser considerado como
—uno de nosotros —por lo que solo ver la obra no hizo daño.
Además, el escenario de la obra era compleja, la producción
exquisita, los actores extremadamente bien constituidos,
realmente una gran obra de benevolencia. Por lo tanto, hubo
muchos que disfrutaron mentalmente del espectáculo,
comentando mientras observaban:

— ¿Es eso cierto? Debe ser inventado. ¡Hua Cheng nunca


hablaría así con nadie!

— ¡Disparates! ¡Tonterías puras!

— ¿Por quién toman a Hua Cheng en esta obra? ¡Despierten!


¡Esto no es una obra romántica, por dios, qué atrevido!

Esta fue una obra escrita especialmente para él, después de todo,
así que Xie Lian la observó con atención. Si él debe decirlo con
seriedad, no fue una mala obra. Los actores se veían bien, la
historia era buena, solo que, como uno de los retratados, tenía
una crítica muy pequeña: los dos protagonistas parecían estar
demasiado cerca.

El que lo interpretó era un muy buen actor, pero cada vez que
abría la boca para decir —San Lang —aunque el tono no era alto
y lleno de anhelo, Xie Lian pensó que era aún más inquietante que
cuando la Señora del Viento llamó al Señor del Agua —
espositoooo— anteriormente. Además, parecía haber
demasiados pequeños gestos; enganchando los brazos,
abrazando los hombros, cargándolo; de alguna manera, hay algo
que no estaba bien.
Sin embargo, si realmente lo pensaba, cuando llamaba a San
Lang, esa era la manera en que lo llamaría; esos gestos íntimos
realmente parecían haberse hecho también. No creía que hubiera
nada malo en eso en ese momento, pero al verlo ahora,
técnicamente no había nada malo todavía. Mirando a los otros
oficiales celestiales, aunque lo condenaron como una tontería en
sus labios, parecían estar disfrutando plenamente del
espectáculo, observando con sus ojos inmóviles, su interés
entusiasta, por lo que Xie Lian mantuvo la boca cerrada.

Mientras miraban, Shi Wu Du dijo de repente: — ¿Quiénes son


esos dos pequeños escuderos en la espalda?

Al escuchar la palabra escudero, tanto Feng Xin como Mu Qing


se quedaron inmóviles.

—No son escuderos. —Ling Wen respondió: —Deberían ser dos


oficiales militares de menor rango del Tribunal Medio. Fueron
nombrados por los palacios de Nan Yang y Xuan Zhen para
ayudar a su alteza en ese momento.

Que los Palacios de Nan Yang y Xuan Zhen realmente enviaran


personas para ayudar a Xie Lian fue una noticia realmente
extraordinaria, tan imposible como si Pei Ming rechazara
cortésmente los avances de una belleza, y todos los oficiales
celestiales se volvieron a mirar. Ling Wen agregó: —Fueron
voluntariamente.

Xie Lian sonrió: —Olvidé preguntar, ¿cómo están Nan Feng y Fu


Yao? ¿Cómo es que no los vi salir hoy?

—Nan Feng... es... —dijo Feng Xin.


Mu Qing dijo rotundamente: —Fu Yao está detenido.

Feng Xin inmediatamente dijo: —Nan Feng también está


detenido.

Xie Lian dijo Oh y comentó. — ¿Ambos están encerrados? Qué


lástima.

Mientras conversaban, las cortinas cayeron en esa emocionante


obra. Aunque todos determinaron que fue escrito por un creyente
ignorante con intenciones obscenas, ver a un obsceno Hua Cheng
igual era completamente entretenido y la multitud aplaudió con
alegría. Sin embargo, Pei Su se exilió por lo que sucedió en el
paso de Banyue, por lo que después de que terminó el
entretenimiento, todos tenían que preocuparse por Pei Ming.

— ¿Cómo está tu pequeño Pei, general Pei? —Preguntó Shi Wu


Du.

Pei Ming se sirvió un vaso y bebió, sacudiendo la cabeza: — ¿Qué


tan bien puede hacer? Su corazón no está en el lugar correcto, ya
no me importa.

Shi Qing Xuan no pudo escuchar más y se burló: —Entonces, a


los ojos del General Pei, ¿dónde está el lugar correcto para su
corazón? El futuro de tu pequeña Pei es un futuro, pero ¿el futuro
de la pequeña dama no es nada?

Su tono fue grosero y los ojos de Shi Wu Du se movieron por


encima.

— ¡Qing Xuan, cuida tus modales!


En el momento en que reprendió, Shi Qing Xuan bajó la cabeza
con recato. Al ver esto, Pei Ming se rió.

—Shui-ShiXiong4, tu hermanito es bastante impresionante, y solo


tú puedes mantenerlo en línea. Él molestándome no es nada, pero
si en el futuro se metiera con las personas equivocadas, no lo
dejarán pasar tan fácilmente por tu bien.

Shi Wu Du abrió su abanico y continuó sermoneando a su


hermanito: — ¿Escuchaste lo que dijo el General Pei? Además,
¿cuántas veces tengo que decirte que no camines fuera de esa
forma todo el tiempo?, qué desgracia. No me importa qué
apariencia te guste, ¡debes usar tu forma verdadera cuando estás
fuera!

Aunque Shi Qing Xuan amaba a su dama apasionadamente y no


toleraría su reprimenda, aun así no se atrevió a oponerse a su
hermano. Xie Lian pensó: —El Señor del Viento dice que no le
tiene miedo a su hermano mayor, pero eso no parece ser del todo
cierto. Sin embargo, inesperadamente, Shi Wu Du terminó la frase
con: — ¿Qué pasa si te topas con alguien fuerte en poder
espiritual y mala intención como el general Pei?

Ling Wen se echó a reír, y Pei Ming casi volvió a escupir su vino.
—Shui-ShiXiong! Si sigues así, ya no podemos ser amigos.

Después de que la ronda de la fiesta hubiera pasado, en medio


de toda la socialización llegó el acto final de la noche, la Batalla
de las Linternas.

4
"Shui-ShiXiong" es Pei Ming que llama a Shi Wu Du "Hermano Agua".
Dentro de la Corte Celestial, todas las luces de velas y lámparas
se extinguieron, excepto la luz de la luna, y todo estaba oscuro. El
Banquete se sentó cerca del lago, y cuando las nubes y las
nieblas en la superficie se fueron, a través de las claras aguas en
movimiento se podía ver el lóbrego y oscuro reino mortal.

La Batalla de las Linternas era una competencia para ver qué


oficial celestial tenía la mayor cantidad de Linternas Bendecidas
que se ofrecen en su templo más grande y famoso. Una linterna
de bendiciones de la luz eterna era difícil de comprar con un millar
de oro, y no se extinguiría fácilmente. El orden de la Batalla de los
Faroles se formó desde el número más bajo al más alto, y cuando
fue el turno de un oficial, los faroles ofrecidos por sus adoradores
flotaban hacia el cielo, iluminando la noche larga y oscura,
hermosa y gloriosa.

El Gran Palacio Marcial tuvo novecientos sesenta y uno este año,


un conteo cercano a mil, y también un número nunca antes
alcanzado en la historia. Todos los funcionarios celestiales
sintieron que al año siguiente el conteo seguramente romperá mil,
pero ese no era el punto. Si el primer lugar siempre será el
primero, entonces el primer lugar perdería su significado, por lo
que cuando se llegó a la Batalla de las Linternas, el Gran Palacio
Marcial se eliminó automáticamente de la competencia.

Lo que fue asombroso fue el momento en que comenzó la Batalla


de las Linternas, el primero fue la Señora de la Lluvia. Cuando Xie
Lian vio que una pequeña Linterna de Bendiciones flotaba
tranquilamente en el cielo y escuchó ¡El palacio de la Señora de
la lluvia, una linterna! casi sospechaba que se había
emborrachado y no estaba sobrio. De ninguna manera había una
sola linterna. Para asegurarse de que no estaba borracho, le
preguntó a Shi Qing Xuan: — ¿Es cierto?
—Lo es. —Shi Qing Xuan respondió: —Es realmente la única. Y
esa fue encendida por el toro de la casa de la Señora de la Lluvia
para hacerse presente en el banquete.

Auto-ofrenda. Qué sentimiento tan familiar. Xie Lian reflexionó, la


Señora de la Lluvia controlaba la lluvia y, por lo tanto, era la diosa
de la agricultura. Él adivinó: — ¿Es porque los adoradores de la
Señora de la Lluvia son en su mayoría agricultores, por lo que no
tienen los fondos para las ofrendas?

—Su alteza, ¿tiene algún tipo de malentendido de los


agricultores? Shi Qing Xuan dijo: —Muchos agricultores son ricos,
¿de acuerdo? Esto fue solo porque la Señora de la Lluvia había
dicho que era mejor cultivar que usar el dinero para las ofrendas,
por lo que los seguidores siempre ofrecían frutas y verduras
frescas en su lugar.

Al escuchar esto, Xie Lian estaba extremadamente envidioso.

—Qué cosa tan maravillosa —pensó.

Sin embargo, Shi Qing Xuan agregó: —Y luego, más tarde, la


Señora de la Lluvia también dijo que no desperdiciara nada, así
que, por lo general, después de un par de días, los fieles se
llevarían las ofrendas a casa y se las comerían.

—...

Al comienzo de la batalla, los números estaban alejados y


dispersos, las luces pertenecían a los oficiales de menor rango, el
conteo nunca llegó a más de diez y nadie le prestó atención. Sin
embargo, a medida que la batalla continuaba, a medida que la luz
de las linternas se hacía más brillante, más se prestaba más
atención a todos. Si no fuera por el oficial celestial designado que
anunció el conteo, sería imposible contar las linternas que flotaban
tan fuertemente tejidas. Xie Lian no sabía nada de lo que estaba
pasando, por lo que no comentó nada, solo se concentró en
apreciar la hermosa escena de linternas iluminando la negra y
larga noche mientras escuchaba el análisis de todos los demás
sobre cómo iba la batalla. Aunque no pensaba que realmente
había algo que analizar. Después de aproximadamente dos
inciensos, finalmente llegó el momento de la gran final. La lucha
por los diez primeros de la Batalla de las Linternas en el Festival
del Medio Otoño había comenzado.

En la parte inferior de los diez primeros, Xie Lian escuchó el grito


oficial del anunciador: — ¡EL PALACIO DE QI YING, CUATRO
CIENTOS Y VEINTIUNOS LINTERNAS!

Quan Yi Zhen había dejado el banquete por mucho tiempo, de


modo que cuando los otros oficiales escucharon el conteo, el
chasquido de sus lenguas no se ocultó. Ese dios marcial del oeste
era joven pero su viento de frente era fuerte. Para otros
funcionarios de los mismos años de experiencia, solo doscientas
linternas de bendiciones ya eran suficientes, pero él más que
suplicó ese número, incluso Lang Qian Qiu, que ascendió antes,
no tenía tantas linternas, por lo que definitivamente era alguien
impresionante. Sin embargo, Xie Lian sintió que el joven
realmente no era tan bien recibido en el cielo, porque aparte de él
y Shi Qing Xuan, prácticamente no había nadie más que se
sintiera sinceramente impresionado por ese número.

El siguiente, el Maestro del Palacio de la Tierra, cuatrocientos


cuarenta y cuatro faroles. Además de tomar dos bocados más de
sopa, Ming Yi no expresó nada más, sin embargo, Shi Qing Xuan
estaba aún más emocionado que él, afirmando repetidamente
demasiado bajo, demasiado bajo. Debido a que no todos eran
muy cercanos con el Señor de la Tierra, aplaudieron
educadamente para felicitarlo. Poco después, fue el mismo Shi
Qing Xuan; El palacio del Señor del viento, quinientas veintitrés
linternas.

Cuan popular era alguien que era visto fácilmente. Una vez que
se anunció el conteo de linternas para el Palacio del Señor Viento,
Shi Qing Xuan ni siquiera había dicho nada y los aplausos del
banquete rugieron, gritaban y gritaban ¡FELICITACIONES! Y
¡COMO SE ESPERABA! En todas partes. Shi Qing Xuan estaba
muy orgulloso, se levantó para saludar a la multitud y gritó
alegremente a Shi Wu Du.

— ¡Ge! ¡Soy octavo este año!

Ella estaba actuando como el niño rogando a sus padres por


recompensas después de haber sido elogiado por su maestro, y
Xie Lian no pudo evitar sonreír. Shi Wu Du, sin embargo,
reprendió: —Sólo el octavo, ¡qué hay de qué alegrarnos!

Sus palabras fueron verdaderamente arrogantes. En toda la Corte


Celestial, ¿quién era un don nadie? Quinientas Bendiciones de
Linternas, situándose tan alto como el octavo se convirtió en nada
más que solo el octavo en sus labios, luego los que obtuvieron un
puntaje menor a ocho, ¿no valdrían menos que eso? Tampoco
era como si él no supiera que lo que dijo era arrogante, pero tenía
que decirlo de todos modos, porque no tenía miedo.

La cara de Shi Qing Xuan cayó. Shi Wu Du avivó su abanico y


agregó con dificultad: —Pero, hay más linternas que el año
pasado. El año que viene debe ser mejor.
Al escuchar esto, Shi Qing Xuan sonrió y volvió a reír. En el
banquete, solo fue Ming Yi quien se atiborró sin preocuparse y no
la alentó, así que Shi Qing Xuan lo abofeteó dos veces, pidiéndole
algunas felicitaciones. Ming Yi la ignoró por completo y continuó
devorando la comida. Shi Qing Xuan estaba indignada,
exigiéndole que la aplaudiera, y junto a ellos, Xie Lian se iba a
sofocar de la risa.

El siguiente, el Palacio de Ling Wen, quinientos treinta y seis


faroles.

En medio de todos los dioses de la literatura, Ling Wen era


considerado el número uno. Sin embargo, no muchos dioses de
la literatura lo felicitaron y, en cambio, fueron los dioses marciales
quienes enviaron sus saludos. Xie Lian lo felicitó desde lejos, y en
este extremo, Shi Wu Du y Pei Ming exigieron que tuviera una
fiesta de celebración, mientras que en el otro extremo, se podían
escuchar las quejas de otros oficiales celestiales, quejándose de
que Ling Wen solo tenía tantos adoradores porque usó una forma
masculina, que Ling Wen besó los traseros de los dioses
marciales al ver cómo eran más populares en este momento y no
tenía tiempo para otros dioses de la literatura, que Ling Wen era
el que tenía más fiestas, que habría escoltas en esas fiestas , etc.,
etc. Xie Lian sacudió la cabeza y solo tenía un pensamiento en
mente: no era fácil ser una mujer oficial.

Siguiendo a Ling Wen estaban los palacios de Nan Yang y Xuan


Zheng, cada uno contaba con quinientos setenta y dos y
quinientos setenta y tres. Mu Qing parecía complacido, mientras
que Feng Xin no parecía feliz ni enojado, aparentemente
indiferente. Xie Lian estaba desconcertado, ¿por qué eran tan
próximos? Eso es demasiada coincidencia. Le preguntó a Shi
Qing Xuan en voz baja. Resulta que, debido a que ambos tenían
un trasfondo similar, una fuerza similar y territorios uno al lado del
otro, además de su relación poco amistosa entre sí, los
adoradores de ambos bandos luchaban entre sí para ganar,
prometiendo que a pesar del número de las linternas que los otros
ofrecieran, ellos deben ofrecer solo uno más. No pidieron ser el
número uno, solo mejor que el otro. Ellos usarían todo lo que
tenían y todos los años habría victoria y derrota. Este año, en el
último segundo, el Palacio de Xuan Zhen finalmente exprimió una
linterna más, ganándole al Palacio de Nan Yang. Los adoradores
parecían haber ganado una batalla y celebraban locamente. Al
escuchar esto, Xie Lian no pudo evitar pensar: —En lugar de
luchar uno contra el otro hasta morir, ¿no deberían esas personas
ir a casa para celebrar el día festivo? ¡Es el Festival del Medio
Otoño!5

El siguiente, el Palacio de Ming Guan, quinientas ochenta


linternas.

Este número era bastante impresionante. Sin embargo, Pei Ming


no se mostró complacido porque, en comparación con el año
anterior, la cantidad de Linternas de Bendiciones que recibió el
Palacio de Ming Guan fue en realidad menor. Fue un shock que
le sucediera algo al Diputado General Pei Su, y este año perdieron
cerca de cien faroles. Si no fuera por la base sólida de Pei Ming,
podría haber perdido más. Ni Shi Wu Du ni Ling Wen lo felicitaron,
y solo le dieron unas palmaditas en los hombros.

5
El Festival de Medio Otoño, como el Año Nuevo Lunar, era un momento para
reuniones familiares. Xie Lian se sorprendió de que los seguidores de MQ y FX
preferirían pelear por ofrecer linternas que ir a casa y estar con la familia.
Hasta ahora, descubrió Xie Lian, el recuento de los Faroles de
Bendiciones de esos oficiales celestiales estaban muy próximos,
solo con decenas de veintenas de diferencia, nadie realmente
destacándose, lo que significa que todos son prácticamente
iguales, nadie estaba realmente ganando. Estaba pensando en
esto cuando el oficial anunciador gritó: — ¡EL PALACIO DEL
MAESTRO DEL AGUA, SIETE CIENTOS Y OCHO LINTERNAS!

El banquete estaba alborotado y el sonido de asombro estaba en


todas partes.

Una vez que llegaron todos los oficiales celestiales, lucharon entre
sí para enviar sus felicitaciones. Shi Wu Du solo se sentó allí y no
se levantó, no parecía que estuviera particularmente orgulloso,
solo que todo esto era natural. Este era probablemente el segundo
oficial celestial que se acercaba en número al Gran Palacio
Marcial en los últimos siglos. La primera vez que Xie Lian
ascendió fue demasiado lejos en el pasado, y las Linternas de
Bendiciones en ese entonces eran aún más difíciles de conseguir,
por lo que no podían compararse. Sin embargo, dicen El hombre
muere por la riqueza, las aves mueren por la comida el
apasionado amor por el dinero de la gente nunca disminuirá,
¡como se espera del Dios de la Riqueza!

Shi Qing Xuan estaba aún más emocionado que si recibiera


setecientas linternas, y aplaudió con fuerza, gritándole a Xie Lian:
— ¡ES MI HERMANO! ¡ES MI HERMANO!

Xie Lian se rió.

—Lo sé, ¡es su hermano!


En el banquete, solo era Ming Yi quien estaba trabajando
arduamente para comer solo. Sinceramente, Xie Lian pensó que
de todos los presentes solo él tomaba el banquete literal y
seriamente, atendiendo específicamente a la parte de la comida,
como si haber desempeñado el papel de un espía en la Ciudad
Fantasma lo había dejado sin alimento y estaba trabajando para
llenar su estómago hasta el final esta noche. Cuando Xie Lian
volvió a pensar en la comida de la calle que se vendía en los
puestos de la Ciudad Fantasma, él podía entender de todo
corazón y no podía evitar preguntarse: ¿Hua Cheng paseaba por
las calles de la Ciudad Fantasma de vez en cuando?

El misterio más emocionante ahora había sido revelado, y esta


noche, cada uno de los oficiales celestiales había visto las obras
para complacencia de sus corazones, socializaron y estuvieron
satisfechos, se pusieron de pie listos para despedirse.
Inesperadamente, Shi Wu Du de repente frunció el ceño, cerró su
abanico y dijo: —Esperen.

Si alguien más dijera esperen probablemente no sería tan


efectivo. Sin embargo, alguien como Shi Wu Du, era conocido
como el Tirano del Agua por una razón. Como si hubiera nacido
para dar el mando, en el momento en que abre la boca, los demás
no pudieron evitar obedecer, por lo que todos se sentaron en sus
asientos, preguntándose: —Los diez primeros ya salieron, ¿el
Señor Agua Maestro tiene algo más para agregar?

— ¿También iba a entregar méritos? —Se preguntó Xie Lian.

— ¿Los diez primeros ya salieron? —Shi Wu Du avivó su abanico.

Nadie sabía a qué se refería, solo Shi Qing Xun, que de repente
gritó:... No. NO NO NO. ¡NO HAN SALIDO TODOS LOS DIEZ
PRIMEROS! - ¡Incluso si contamos con el Gran Palacio Marcial,
solo se han anunciado nueve!

Todos se sorprendieron y pronto comenzaron a murmurar: —


¿Sólo nueve?

—Realmente, conté, ¡realmente solo había nueve!

— ¿Alguien más está clasificado más alto que Señor del Agua?

— ¡¿Qué?! ¿Quién puede ser? ¡¿No conozco a nadie así?!

En ese momento, una luz blanca brillante como el día explotó en


la noche ennegrecida.

Esa luz eran las linternas.

Como miles y millones de peces que nadan a través de las


gargantas hasta el mar, innumerables linternas flotaron
lentamente hacia arriba.

Brillaban y relucían en la noche oscura, radiantes y brillantes,


como las almas flotantes de un sueño magnífico, extremadamente
bellas, iluminando el reino mortal ennegrecido. Ante una vista tan
sorprendente, nadie podía hablar y todos contuvieron la
respiración, rompieron las palabras.

Xie Lian miró ese cielo lleno de linternas con asombro atónito. Era
como si su respiración se detuviera y no se oyera nada, y se
quedó aturdido por un buen rato. Fue solo después de un rato que
se dio cuenta de que algo andaba mal.
Los ojos de cada oficial celestial en el banquete estaban sobre él.
Resulta que el anunciador oficial levantó su mano temblorosa y lo
señaló.

Sorprendido, Xie Lian preguntó: —... ¿Qué sucede?

Nadie respondió, y Xie Lian se señaló a sí mismo.

—... ¿Yo?

Junto a él, Shi Qing Xuan le dio una palmada en el hombro una
vez.

—... sí. Tú.

Xie Lian todavía estaba en shock.

— ¿Yo qué? ¿Qué hay de mí?

Ese oficial anunciador tragó un par de veces con dificultad y


finalmente habló de nuevo.

Así, los cientos de funcionarios celestiales presentes escucharon


una voz temblando de incredulidad.

—Templo QianDeng6, el Palacio del Príncipe Heredero, tres...


tres...

6
'QianDeng' se traduce en mil luces
— ¡Tres mil linternas!
Capítulo 92: Un templo de mil luces iluminando sin fin la larga noche (parte dos)

¡Tres mil linternas!

Todo estaba en silencio cuando, de repente, hubo un alboroto


como una marea creciente.

Nunca, ni siquiera el Gran Palacio Marcial, que siempre estaba


primero, tan sólido como las montañas, alguien había ganado tres
mil linternas en una noche en el Banquete del Festival del Medio
Otoño. De hecho, nadie se había imaginado semejante número.
Incluso solo mil ya era difícil de pasar. Tres mil. Eso era realmente
inaudito, no era un precedente en la historia, ¡y fue incluso más
que el conteo de todos los otros diez oficiales celestiales
sumados!

Uno puede imaginar, en ese momento, cuán incrédulos eran


todos los oficiales, y algunos incluso dijeron: — ¡Eso debe ser un
error!

—Se debe haber contado mal...

Sin embargo, incluso pensando que ese oficial anunciador había


estado contando para la Batalla de los Faroles del Festival del
Medio Otoño durante años, y solo esta vez se estaba
equivocando, solo con mirar a la enorme banda de luces, incluso
si iban a retroceder millones de pasos, esa cantidad de números
no podría estar equivocada, e incluso si estaba equivocada, el
conteo incorrecto podría ser menos, no más.
Por lo tanto, otro oficial celestial dijo: — ¿Podría ser que esas
linternas no sean verdaderas Linternas de Bendiciones? ¿Tal vez
solo son linternas ordinarias?

Eso básicamente significaba — ¡Es un fraude! —Y hubo algunos


que estuvieron de acuerdo. Sin embargo, Shi Qing Xuan dijo: —
¿Cómo pueden ser linternas normales? Las linternas comunes y
las linternas de Bendiciones tienen marcas completamente
diferentes, y no pueden volar hasta los cielos, así que, ¿cómo
podrían ser falsas?

Si fue XIe Lian quien discutía, entonces el resto probablemente


continuará dudando. Sin embargo, debido a que fue Shi Qing
Xuan quien habló, y también que Shi Wu Du estaba resentido,
nadie se atrevió a decir mucho más. Al llegar a un callejón sin
salida, cambiaron de tema: —Todos, ¿dónde está este Templo
QianDeng? ¿Cuándo fue construido? ¿Quién lo construyó?
¿Algún colega celestial lo sabe?

El oficial anunciador respondió: —No... pero El Templo de


QianDeng estaba claramente escrito en las linternas que flotaban
hacia arriba.

— ¡¿Pero nunca he oído hablar de ningún Templo QianDeng?!

— ¡Sí, yo tampoco!

Xie Lian finalmente salió de su conmocionado ensueño, y cuando


escuchó las quejas, dijo con seriedad: —Todo el mundo, a decir
verdad, no solo ustedes nunca han oído hablar de eso, yo
tampoco he oído hablar de eso.
¡¿No había manera de que esto ocurriera naturalmente?!

Todos los oficiales perdieron la cabeza, destruidos por este trueno


inesperado, recelosos e incrédulos, y sus lenguas escupiendo
palabras. Xie Lian realmente quería decirles: —Es solo un juego,
¿por qué todos se lo toman tan en serio? Sin embargo, primero,
muy pocos tomaron este juego como un juego, y segundo, se
ubicó en el primer lugar en este juego así que si él dijera algo,
estaría generando problemas. Los otros oficiales celestiales
tampoco pudieron decir nada porque no ocuparon el primer lugar,
por lo que si dicen algo, se recalcaría el hecho que no llegaran
primero, por lo que sonaba extremadamente incómodo.

En ese momento, Pei Ming se rió entre dientes.

—Dije que la Lluvia Sangrienta que busca la Flor no secuestró a


su alteza por mala intención, pero nadie me creyó. ¿Ahora me
creen?

Con su recordatorio, todos se iluminaron en un instante.

Si realmente era Hua Cheng, entonces, ¡no era imposible para él


simplemente encender tres mil Linternas de Bendiciones como si
no fuera nada!

¿Hubo algo entre Xie Lian y Hua Cheng?, y qué tipo de relación
tenían era realmente un misterio. En este momento, la mayoría
todavía pensaba que era más creíble decir que Hua Cheng lo hizo
por mala intención. No había ninguna razón por la que Hua
Cheng, que siempre había sido hostil hacia los cielos, cambiara
repentinamente su actitud ante Xie Lian. Sin embargo, basado en
la inconcebible falta de ley de Hua Cheng, él podría ser amable
con alguien de la nada sin razón. Después de este Banquete del
Festival de Medio Otoño, sería difícil decir que Hua Cheng tenía
malas intenciones. ¡Después de todo, eran tres mil linternas de
bendiciones! Incluso para el Maestro del Agua que controlaba la
riqueza, esto no era algo que pudiera hacer solo porque quisiera.
En medio de todo el caos, de repente, el sonido de un aplauso
constante vino de la cabeza de la fiesta.

Los oficiales miraron el sonido y vieron a Jun Wu aplaudiendo


lentamente mientras sonreía a Xie Lian.

—Felicidades, Xian Le.

Xie Lian sabía que Jun Wu tenía la intención de ayudar a quitarle


el calor y estaba agradecido, inclinando la cabeza. Jun Wu suspiró
asombrado.

—Siempre logras crear milagros.

Al ver ese intercambio, la fiesta se calmó. Después de algunas


dudas, todos finalmente tomaron el liderazgo de Jun Wu y los
aplaudieron, enviando sus felicitaciones.

Con esto, sin importar cuán sorprendidos, todos los dioses


celestiales tenían que admitir que esta alteza del príncipe
heredero siempre había producido fenómenos. Era así en aquel
entonces, ¡y ciertamente era el caso ahora!

El Banquete del Festival del Medio Otoño había terminado y el


despiadado ruido del Señor del Trueno también se fue. El que
vitoreó más sin parar era por su puesto Shi Qing Xuan, no importa
de quién se tratara, ella sería la primera en aplaudir. Excepto a
Pei Ming. Al principio, Xie Lian se preguntó si su aparición tan
grosera, al bajar al Señor del Agua del segundo al tercer lugar
causaría su ira, pero al ver a Shi Wu Du, no parecía que le
disgustara. Pei Ming y Ling Wen lo felicitaron, y luego los tres
comenzaron a planear a qué pequeños manantiales de montaña
irían a dar un masaje tuina. Al escucharlos, Shi Qing Xuan
preguntó: —Ge, ¿vas a salir a jugar de nuevo?

Shi Wu Du dobló su abanico y respondió: —Mm.

Ling Wen se cruzó de brazos y se rió entre dientes.

—Señor del Viento, ¿también quiere venir a jugar?

—No, ya tengo planes con la gente —dijo Shi Qing Xuan.

Shi Wu Du frunció el ceño: —Espero que no sea con nadie


desagradable.

— ¿Hay alguien más desagradable que el general Pei? —Bromeó


Ling Wen.

—Noble Jie, cállate ahora —advirtió Pei Ming.

Xie Lian esperó hasta que los dos hermanos se hablaran unos a
otros y luego se prepararan para abandonar el banquete con Shi
Qing Xuan. Al salir se encontraron con Mu Qing, y quién sabe si
estaba viendo a Xie Lian, pero ya no parecía estar contento. Feng
Xin sin embargo, era exactamente lo contrario. Cuando se puso
de pie para abandonar el banquete, llamó a Xie Lian.

—Felicitaciones.

Xie Lian también asintió con la cabeza.


—Gracias.

Lang Ying se instaló en el Palacio del Maestro del Viento en la


Corte Celestial. Ese niño parecía estar limpio y ordenado, pero
todavía algo tímido. Cuando Xie Lian lo levantó y descendió, no
habló mucho en la carretera. Xie Lian fue por primera vez a la
ciudad para comprarle algunas frutas frescas para que comiera y
no regresó de inmediato a la aldea Puji. Primero entró en un
pedazo de bosque cercano.

Efectivamente, ese pedazo de bosque era bastante animado; un


joven de torso desnudo estaba gritando y maldiciendo, colgado
boca abajo por una banda de seda blanca. Profanidades y
vulgaridades se derramaron de su boca y un niño pequeño se
agachó debajo de él, abofeteando a los mosquitos. Xie Lian hizo
que Lang Ying se quedara afuera, y él mismo caminó
tranquilamente. Cuando ese joven lo vio, se enfureció: — ¡XIE
LIAN PEDAZO DE MIERDA, BÁJAME EN ESTE MOMENTO! ME
VOY A MORIR. ME VOY A MORIR ¡ME VOY A MORIR!

Sin embargo, Xie Lian dijo calurosamente: —Han pasado muchos


años desde que te picaron los mosquitos. ¿Es tan malo darte el
gusto de estar vivo de nuevo?

Ese joven era de hecho Qi Rong. Xie Lian había esperado que
fuera un problema, que seguramente instigaría a Gu Zi para que
lo ayudara a cortar a RuoYe, por lo que Xie Lian ya le había dicho
a RuoYe que si Qi Rong intentaba escapar, lo arrastrara al bosque
y lo cuidara. Qi Rong estaba usando la carne de otro contra Xie
Lian, y Xie Lian no podía darle una paliza, pero aún podía hacerle
sufrir un poco de dolor de carne. Xie Lian había picado madera y
recogido basura antes en esta área y sufrió que los mosquitos lo
picaran por todas partes. En la actualidad, al parecer, Qi Rong
también fue mordido por todas partes, se veía más miserable que
muriendo, y maldijo en voz alta: — ¡DÓNDE ESTÁ TU CORAZÓN
BLANCO COMO EL LOTO! ¿POR QUÉ NO PUEDES
PRETENDER A SER UNA SIGNIFICATIVAMENTE DULCE
BUENA PERSONA AHORA MISMO?

Gu Zi abrazó la pierna de Xie Lian y gimió: — ¡HERMANO


MAYOR, POR FAVOR DEJE MI PAPÁ ABAJO! ¡Ha estado
colgando por tanto tiempo!

Xie Lian agitó su cabello e inmediatamente, Qi Rong soltó un


¡Aiyoh! Mientras caía al suelo como un montón.

Para regresar a la aldea de Puji, deben atravesar ese bosque de


arce. Xie Lian agarró en su mano a un joven con el torso desnudo
y maltratado, y detrás de él siguieron a dos niños pequeños, uno
llorando y sollozando, el otro sombrío y callado.

—Qué grupo tan extraño —pensó Xie Lian. Mientras caminaban


por las colinas, advirtió a los dos pequeños que estaban detrás de
él: —Miren sus pies. Es fácil caerse aquí.

Esa era la verdad. A veces, cuando Xie Lian regresaba tarde de


la ciudad después de recoger restos y recorría este camino por la
noche, tal vez era por su suerte, pero siempre tropezaba o caía.
Al oír el suyo, Qi Rong inmediatamente gritó: — ¡QUERIDO DIOS!
¡POR FAVOR HAGA QUE ESTA PERSONA SE CAIGA A SU
MUERTE JUSTO AQUÍ AHORA MISMO!

Xie Lian lo encontró muy gracioso: —Eres un demonio, ¿qué


estás haciendo rogando a los cielos?
Justo en ese momento, repentinamente sintió que había un cálido
resplandor que emergía levemente de la distancia, y el oscuro y
lóbrego camino en el suelo parecía iluminarse, la carretera se
iluminaba. Cuando levantó la vista, lo cierto es que no era solo su
imaginación. Realmente había luz en el horizonte.

Era luz de esos tres mil Faros de Bendición de Luz Eterna.

Las linternas flotantes fluían en el cielo nocturno, imponentes e


intrigantes, incluso el brillo de las estrellas y la luna fueron
vencidos. Xie Lian miró, aturdido, y después de un momento,
suspiró un susurro,... gracias.

Qi Rong no sabía de qué se trataba y soltó una risita: — ¿Por qué


carajos gracias? Otras personas solo están jugando, no están
encendidas para ti, deja de pensar tan bien de ti mismo.

Xie Lian sonrió, pero no dijo nada y tampoco reprendió. Solo dijo:
—Tener la belleza que existe en este mundo ya es en sí mismo
algo por lo que estar agradecido.

Hay belleza en su corazón y no le tenía miedo a ningún


aguafiestas. Tomando prestada la luz de esas linternas en la
distancia, continuó adelante.
Capítulo 93: Embarazada con maldad; una nueva ola perturba la paz (parte uno)

No pasaron más de dos días antes de que Xie Lian enfrentara una
gran crisis.

No había nada para comer en el santuario.

Si estaba solo, en un día solo necesitaría un par de bollos al vapor


con un pequeño plato de verduras en escabeche, tal vez recoger
algunos pepinos de los campos para masticar, y se haría cargo
de él perfectamente, las ofrendas de necesidades diarias de los
aldeanos de Puji son más que suficientes. Sin embargo, ahora,
había tres bocas más para alimentar en el santuario. Dos
humanos vivos y un demonio fantasma medio muerto; no pasó
mucho tiempo antes de que se terminaran sus raciones.

Los dos niños estaban bien al menos. Qi Rong, el demonio


fantasma medio muerto, que poseía a un hombre adulto y se
negaba a salir, maldijo a Xie Lian con una mano por darle comida
de mierda, pero se la comió más que nadie con la otra. Xie Lian
realmente quería meterle una ennegrecida sartén en la boca.

Después de asegurarse de que la bandeja no se pudiera sacar


fácilmente, Xie Lian decidió sacar a los dos pequeños para pasear
por los mercados, ver si podían recolectar algo de chatarra y luego
encontrar una buena comida.

Si se dice que la suerte de Xie LIan era generalmente mala,


entonces el Xie Lian de hoy tuvo especialmente mala suerte.
Después de caminar por la ciudad, en realidad no había ni una
sola chatarra para recoger. Finalmente, se paró en una
intersección concurrida y tomó una decisión: deberá retomar su
antigua línea de trabajo.

Por lo tanto, colocó a los dos niños a un lado antes de pararse en


medio de la intersección y gritó en voz alta y en voz alta: —
¡QUERIDOS AMIGOS Y VECINOS! HOY ES LA PRIMERA VEZ
QUE ESTE SER INFERIOR HA LLEGADO A ESTE LUGAR
ATESORADO. REALIZARÉ UNOS CUANTOS TRUCOS
VERGONZOSOS. SON VERGONZOSOS PERO ESPERO QUE
TODOS ME AHORREN INCONVENIENTES Y LE DEN A ESTE
POBRE HOMBRE UNA MANO, DONEN UN POCO DE COMIDA
PARA COMER, CONCEDAN ALGUNAS MONEDAS PARA EL
CAMINO...

Xie Lian tenía el aire de un santo, la apariencia de un cultivador,


sus mangas limpias y agitadas, su voz clara y sonora, enérgica y
fascinante. Muchos en las calles que estaban ociosos pronto
vinieron y lo rodearon.

— ¿Qué puedes hacer? Muéstranos algo bueno.

— ¿Qué hay de girar un plato? —Xie Lian dijo alegremente.

La multitud agitó las manos.

— ¡Eso no es difícil, es un juego de niños! ¿Qué más puedes


hacer?

Xie Lian luego dijo: — ¿Qué tal romper rocas en mi pecho?

La multitud se quejó: — ¡Eso es demasiado viejo, demasiado


viejo! ¿Algo más?
Sólo entonces se dio cuenta Xie Lian, incluso las actuaciones
callejeras necesitaban ponerse al día con los nuevos tiempos.
Todos sus mejores trucos no eran más que noticias del ayer, y no
quedaba nadie que apreciara su oficio. La multitud iba a
separarse, y sin ninguna otra opción, sacó su técnica de matanza
y alcanzó de sus mangas un conjunto de amuletos de protección
que hizo con sus propias manos y gritó de nuevo: —Encantos de
protección gratuitos para ver el ¡actuación! Están hechos a mano,
no se vayan y se pierdas esta oportunidad.

Al oír que había regalos gratis, la multitud dispersada pronto


regresó: — ¿Qué tipo de encantos de protección? ¿Qué templo
los bendijo? ¿Es el Emperador Marcial Celestial?

— ¿Tienes alguna para la riqueza? ¡Dame un amuleto de riqueza,


por favor, gracias!

— ¡Quiero uno de Ju Yang, por favor, retén uno para mí!

—No. No. —Xie Lian explicó: —El que estoy regalando es del
Príncipe de XianLe, bendecido por el Santuario Puji, seguro que
será efectivo. Por supuesto que sería efectivo. Otros oficiales
celestiales tenían al menos miles de personas orándoles a diario,
sus oídos resonaban con un ruido blanco, e incluso muchos
pasaban el trabajo a los oficiales subalternos. En cuanto a Xie
Lian, a lo sumo solo tendrá algunos rezos a la vez, así que, ¿quién
es más probable que escuche las oraciones?

La multitud hizo clic en sus lenguas: — ¡Qué diablos, nunca


hemos oído hablar de él antes!

Xie Lian agregó: —Está bien si nunca ha oído hablar de él. El


Santuario Puji está ubicado a solo siete millas de distancia en la
aldea Puji. Todos son bienvenidos a hacer una visita, y no hay
necesidad de traer ofrendas...

Antes de que terminara, la multitud ya había partido. Todos y cada


uno de los espectadores desecharon sus encantos poco después,
y Xie Lian trotó para recogerlos, dándoles una palmadita limpia,
antes de volver a meterlos en sus mangas, sin parecer molesto
en absoluto. Mientras recogía, un par de zapatos de tela se
detuvieron ante él.

Xie Lian levantó la vista y vio que los ojos negros y morados de
Lang Ying asomaban por debajo de las vendas, observándolo
atentamente.

— ¿Qué pasa? —Xie Lian preguntó con suavidad: —Ve allí y


siéntate con Gu Zi. Solo espérame un poco.

Lang Ying estaba tranquilo. En ese momento, las dos puertas de


una mansión al final de la calle grande se abrieron
repentinamente, y un hombre fue expulsado, gritos furiosos detrás
de él: — ¡DOCTOR ESTAFADOR!

Los peatones en las calles inmediatamente se apresuraron a ver


el espectáculo. Los pasos atronadores pasaron, y esos encantos
de protección que aún no se habían recogido se aplastaron,
ensuciaron y rasgaron al instante. Xie Lian miró sin palabras, y
renunció a salvarlos. Hizo que Lang Ying regresara para vigilar a
Gu Zi, luego él mismo fue a revisar las cosas. Cuando se acercaba
a la entrada de esa mansión, un hombre que parecía ser un rico
comerciante estaba discutiendo con un anciano que parecía un
médico. Aquel rico comerciante se enfureció: — ¿QUÉ ME
DIJISTE CUANDO VINISTE AYER? ¿NO DIJISTE QUE NO
HABÍA NADA DE QUÉ PREOCUPARSE? ¿CÓMO SE
EXPLICAS LO DE HOY? MI ESPOSA NO SE CAYÓ O COMIÓ
ALGO MALO, ASÍ QUE CÓMO ASÍ LAS COSAS RESULTARON
DE ESTA FORMA?

Ese médico, sin embargo, acusó la injusticia: — ¡Cuando vine a


diagnosticar a su esposa ayer, estaba perfectamente bien! Creo
que en relación con esto, necesita encontrar un cultivador, no un
médico.

Ese comerciante adinerado estaba indignado, se puso de pie con


una mano en la cadera y el otro señaló acusadoramente: —MI
HIJO NO ESTÁ PERDIDO TODAVÍA, ¿POR QUÉ LO ESTÁ
INSULTANDO, MÉDICO ESTAFADOR? CUÍDATE, ¡PUEDO
DEMANDAR POR TODO LO QUE TIENES!

El médico recogió y argumentó su caso médico: —Incluso si usted


me demanda, no hay nada que hacer. Realmente no puedo leer
ese pulso ¡Nunca había visto algo así en mi vida!

La multitud se burló: — ¡Encuentra un nuevo médico! — ¡Tal vez


vaya a buscar un cultivador!

Xie Lian sintió instintivamente que había algo extraño en este


asunto, y levantó su mano en el mar de personas.

— ¡Por favor, mire aquí! ¡Aquí hay un cultivador! ¡Soy un


cultivador!

Todo el mundo se volvió para mirarlo, desconcertado.

— ¿NO ERAS UN ARTISTA CALLEJERO?


Xie Lian explicó cortésmente: —Eso fue sólo es un oficio paralelo.
Gracias. —Se acercó al comerciante— ¿Me llevarás a ver a la
estimada señora?

Dentro de la mansión vinieron una serie de gritos agudos, sin duda


todas las damas que estaban esperando estaban en pánico. El
nuevo médico llamado por el rico comerciante no iba a llegar
todavía, y los hombres en situación desesperada harán cualquier
cosa, así que realmente arrastró a Xie Lian a la puerta para ver a
su esposa, y Xie Lian también se sujetó de ese doctor en el
camino.

Cuando los hombres entraron en el dormitorio, había sangre por


todo el suelo, y sobre la gran cama de flores con cortinas había
una mujer joven, con el rostro blanco como una hoja de papel de
un dolor intenso. Su agonía era tan aguda que casi abrazaba su
estómago y giraba para que las damas alrededor no la sujetaran.
En el momento en que Xie Lian entró por la puerta, pudo sentir
todos los pelos en su espalda.

Esa cámara estaba cargada con la esencia del mal, y esa esencia
provenía de un lugar.

¡El estómago de esa mujer!

Xie Lian inmediatamente bloqueó a todos los que estaban detrás


de él y gritó: — ¡NO SE MUEVAN! ¡HAY ALGO EN SU
ESTÓMAGO QUE NO ESTÁ BIEN!

Ese comerciante rico estaba aterrorizado: — ¿Mi esposa está a


punto de dar a luz?
Ese médico y las señoras mayores en espera no pudieron
soportar esa ignorancia y dijeron: —Sólo han pasado cinco
meses, ¡cómo puede dar a luz ahora!

Ese comerciante adinerado se enfureció con el médico: — ¡Si ella


no iba a dar a luz y no tenías ni idea de lo que está mal, entonces
eres un estafador! ¡NO PUEDES SI QUIERA LEER EL PULSO!

Esa mujer se iba a desmayar, y Xie Lian gritó otra vez: —


¡TODOS, ESTEN TRANQUILOS!

Luego sacó a Fang Xin. Al ver que de repente desenfundaba un


arma larga y negra, todos saltaron sorprendidos.

— ¡¿QUÉ ESTÁ PLANEANDO?!

Entonces vieron a Xie Lian dejar caer su mano, y esa espada


realmente flotó en el aire.

Ahora todos estaban asombrados.

Fang Xin colgó desde arriba, la punta de la hoja hacia abajo,


apuntando al estómago hinchado de esa mujer. El aura asesina
de la espada era intensa, y la multitud vio que el estómago de la
mujer se movía repentinamente, un trozo de carne se levantó,
moviéndose a la izquierda, luego a la derecha. Se revolvió hasta
que, finalmente, esa mujer interrumpió y tosió violentamente, ¡un
chorro de humo negro emergió de su boca!

Fang Xin había estado esperando, y esa espada inmediatamente


golpeó ese humo negro. Esa mujer dejó escapar un largo lamento.
— ¡MI HIJO! Y al instante se desmayó en el lugar.
Xie Lian llamó a la espada y la enfundó de nuevo en su espalda y
se dirigió al médico: —Ahora está bien.

El doctor tenía los ojos muy abiertos con la boca abierta, y Xie
Lian hizo un gesto con la mano delante de él un par de veces
antes de acercarse vacilante. Ese comerciante rico parecía
alegre: — ¿Mi hijo está a salvo?

Sin embargo, después de que el médico sintió el pulso de la mujer,


dijo, su voz temblaba de inquietud.

—Ha desaparecido...

Ese comerciante rico se quedó estupefacto, y después de un


momento de shock, él gritó: — ¡¿CÓMO LO PERDIÓ?!

Xie Lian, sin embargo, se volvió para mirarlo: —La señora no tuvo
problemas, el bebé se ha ido. Desapareció, ¿entiende?

— ¿Cuál es la diferencia? —Exigió ese comerciante rico.

—Muy diferente. —Xie Lian dijo: —El aborto espontáneo es un


aborto espontáneo. 'Desaparecido' significa esto: al principio sí
había un niño en el vientre de la señora, pero ahora ese niño ha
desaparecido.

Efectivamente, el abdomen de esa mujer estaba hinchado al


principio, pero ahora, no había signos de lesión externa, pero se
ha encogido, con un aspecto extremadamente antinatural. Ese
comerciante rico se sorprendió.

—... ¡¿No estaba mi hijo justo ahí en su vientre?!


—El que estaba adentro antes no era su hijo —explicó Xie Lian.
— ¡El que hizo estallar el vientre de la señora fue esa nube de
humo negro!

————————————————————————————

Después de que el médico se aseguró de que la mujer solo estaba


desmayada y que no había signos de peligro de muerte,
abandonaron la recámara. Ese comerciante rico preguntó: —
Señor Cultivador, ¿cómo debería dirigirme a usted? ¿De qué
templo viene? ¿Qué deidad adora?

—No hay necesidad del 'Señor' y el nombre es Xie.

Xie Lian respondió, y al principio quiso decir que era del Santuario
Puji pero cuando las palabras llegaron a sus labios, por alguna
razón se convirtió en Templo de QianDeng.

Cuando esas tres palabras salieron de sus labios, su cara estaba


extrañamente caliente. Ese comerciante rico dijo ah y luego: —
Nunca antes había oído hablar de ese. ¿Debe estar lejos?

Xie Lian tampoco sabía qué tan lejos estaba, y respondió


suavemente: —Um...

Después de unos cuantos saludos de cortesía, ese comerciante


adinerado finalmente llegó al punto, con su voz llena de horror.
— ¡DaoZhang7! ¿Qué era ese monstruo antes? Lo que mi esposa
había alimentado en su estómago, ¿siempre había sido... esa
cosa? ¿Esa nube de humo negro?!

Con el cambio de tema, Xie Lian también se puso serio.

—Puede que no siempre haya sido así. ¿Dijo que cuando vino el
médico ayer, la señora todavía estaba perfectamente bien? Su
pulso estaba bien entonces, pero se arruinó hoy, así que me temo
que fue solo anoche cuando algo le pasó al bebé. Por favor,
piense, anoche, ¿la señora hizo algo? ¿O sucedió algo extraño?

—No pasó nada en toda la noche —dijo el comerciante rico—. ¡Mi


esposa nunca salió de la casa! Desde que presentó sus respetos
en el Palacio de Ju Yang y recibió a este niño, construimos un
pequeño santuario de Ju Yang en su casa, y ella cantaba y
quemaba incienso sin salir de la puerta principal o trasera. ¡Ella
es extremadamente devota!

—... —Xie Lian pensó que si Feng Xin sabía que alguien lo
adoraba de esta manera, realmente sería un problema. Después
de pensarlo un poco, él preguntó: —Entonces, ¿tuvo algún sueño
extraño?

Ese comerciante rico parpadeó y dijo: — ¡Sí!

7
‘Daozhang’ es una forma educada de referirse a los cultivadores. Ya que los
cultivadores cultivaban el poder espiritual, también se les consideraba exorcistas, por
lo que el médico le dijo al comerciante que buscara un cultivador en lugar de un
médico.
Xie Lian fue re-energizado, y ese comerciante rico continuó: —
¡Daozhang, tiene premoniciones como las de un dios! Mi esposa
realmente tuvo un sueño extraño anoche. Soñó que un niño
pequeño jugaba con ella y la llamaba mamá. A mitad del sueño
sintió que algo le pateaba el estómago y luego se despertó. Luego
vino a mí felizmente para decirme que el niño en su estómago no
podía esperar a ver las caras de mamá y papá, por lo que vino a
saludarla primero. ¡Yo también la estaba siguiéndole la corriente
en ese momento!

En un instante, Xie Lian lo descubrió y dijo firmemente: — ¡Es ese


niño lo que es problemático!

Después de una pausa, preguntó: — ¿Qué edad tenía ese niño?


¿Cómo se veía? ¿La señora dijo algo?

Ese comerciante adinerado estaba cubierto de sudor frío por la


conmoción. —Me temo que no lo recordará. En el momento en
que ya me dijo que no estaba segura de qué edad tenía el niño,
solo que debía ser bastante joven, suplicándole que la sostuviera,
y que cuando la sostuvo era ligera.

Xie Lian murmuró y luego dijo: —Voy a hacer algunas preguntas


más, por favor, responda con sinceridad, de lo contrario no podré
encontrar la verdad en todo esto. Primero, ¿hay conflictos entre
esposas que luchan por favorecerse? Segundo, ¿alguna vez esta
señora abortó a un niño?

Preguntar acerca de los conflictos entre esposas que luchan por


los favores era ver si esto era una maldición que provenía de celos
locos. Cuando las mujeres que habían estado encerradas en un
profundo harén se pusieran celosas, podían hacer cualquier cosa;
Preguntar sobre el aborto fue porque si el niño fue abortado por
razones cuestionables, entonces puede haber rencor en el cuerpo
de la madre, haciendo que el nuevo bebé sufra.

Bajo el repetido interrogatorio de Xie Lian, ese rico comerciante


admitió todo con sinceridad. Increíblemente, todo fue perfecto. No
solo tenía un número de esposas en su casa, que se peleaban sin
parar todos los días, también tenía una amante que lo esperaba.
Luego, la sirvienta de la señora también informó que su señora
era originalmente solo una amante y que una vez había estado
embarazada. Escuchó el diagnóstico defectuoso de los
homeópatas de la calle que declararon a su bebé una niña, y
como quería que un niño afianzara su posición, abortó a la niña.
Después de escuchar todo esto, Xie Lian pudo sentir un dolor de
cabeza. Ese comerciante rico estaba ansioso.

—Daozhang, ¿podría ser esta la venganza de esa bebé no


nacida?

—Esa es una posibilidad —dijo Xie Lian—. Pero estoy seguro.


Después de todo, la señora no podía decir qué edad tenía esa
niña en su sueño, y si era un niño o una niña.

—Entonces... entonces Daozhang. —Ese rico comerciante


preguntó espantosamente. —Dado que esa nube de humo negro
solo llenó el estómago de mi esposa anoche, entonces... ¿a
dónde fue mi propio hijo?
Capítulo 94: Embarazada con maldad; una nueva ola perturba la paz (parte dos)

—Probablemente fue devorado —dijo Xie Lian.

Ese comerciante rico se estremeció.

— ¿¡D-Devorado?!

Xie Lian asintió. Ese comerciante adinerado estaba entrando en


pánico: —Entonces, DaoZhang, ¿qué debo hacer ahora? Tengo
otra amante que está embarazada, ¡¿y si ese monstruo viene otra
vez?!

¿Había otra mujer embarazada en esta casa?

Xie Lian levantó la mano.

—Cálmese. Permítame hacerle otra pregunta: ¿la señora


recuerda dónde se encontró con la niña en su sueño?

Ese comerciante adinerado dijo: —Ella dijo que estaba borroso


pero que parecía ser una gran mansión, pero que no recuerda
mucho más. Era solo un sueño, ¿quién podía recordar algo tan
claramente? —Luego apretó los dientes—. Yo... Después de más
de cuarenta años finalmente estoy esperando un hijo, ¡qué pena!
DAOZHANG! ¿USTED ATRAPARÁ Y MATARÁ A ESE
MOUNSTRUO, VERDAD? ¡NO PUEDO DEJARLE DAÑAR MÁS
A MI FAMILIA!

—No entre en pánico, no entre en pánico —Xie Lian tranquilizó.


—Haré lo mejor que pueda.
Ese rico comerciante se alegró y se frotó las manos.

—Bien, bien, ¿Daozhang necesita algo? ¡Cualquier tipo de


compensación no será un problema!

Xie Lian se negó sin embargo.

—No necesito ninguna compensación, pero sí tengo algunas


cosas por las que me gustaría solicitar su ayuda. Primero,
búsqueme un conjunto de ropa casual de mujer; tiene que ser lo
suficientemente suelto para que los hombres puedan usarlo, y
también, me temo que necesitaré un mechón de cabello de la
amante embarazada para dibujar hechizos.

Ese comerciante adinerado hizo un gesto a los sirvientes: —


Ocúpense de eso.

Xie Lian continuó: —En segundo lugar, por favor, avise a su


amante que debe dormir en una habitación diferente, pero no
importa dónde o cuándo, si ella oye la voz de una niña extraña
que la llama mamá no responda. Absolutamente no responda,
mejor si ella ni siquiera abre la boca. A pesar de que cuando las
personas sueñan a menudo no se dan cuenta de que están
soñando, y sus sentidos y conciencia se perturban, si le recuerda
repetidamente al lado de su oído, de tal manera para tenerlo
profundamente arraigado en su mente, tal vez funcione.

Ese comerciante rico se mostró de acuerdo con la instrucción. Xie


Lian luego dijo: —En tercer lugar, tenía dos pequeños conmigo
hoy, por favor cuídelos y deles algo de comer.
—Pequeñas cosas como esa, no importan dos peticiones, ¡incluso
diga cien de ellas y las haré por usted! —Exclamó el rico
comerciante.

Finalmente, ha llegado al punto más importante. Xie Lian dijo: —


Cuatro.

Sacó de sus mangas un amuleto de protección bendecido por el


Santuario Puji, y lo pasó con ambas manos, hablando en un tono
solemne: —Por favor, tome este amuleto de protección y grite Su
Alteza el Príncipe Heredero, por favor, protéjame! De esta
manera, todo este asunto se marcará bajo el título de mi santuario.

—...

Esa noche, Xie Lian una vez más se puso la ropa de una mujer.

Aunque ya no era ajeno al travestismo, todavía era la primera vez


que fingía ser una mujer embarazada. No le tomó la mitad del
tiempo de incienso antes de que estuviera listo. Se metió una
almohada en el estómago, luego se quitó el mechón de pelo de la
mujer embarazada, lo escondió en la almohada, y se acostó en la
cama. Estaba tranquilo y sereno, disminuyendo su respiración, y
no pasó mucho tiempo antes de que se durmiera profundamente.

Pasó un tiempo desconocido antes de que Xie Lian abriera


lentamente los ojos. Ante su visión ya no era el dormitorio de la
amante de ese rico comerciante, sino un pabellón exquisito.

La primera reacción de Xie Lian fue sentir si Fang Xin todavía


estaba a su lado y cuando lo sintió, se relajó. Fang Xin era una
espada sagrada después de todo, así que estaba atada
fuertemente a su persona. Después, se sentó lentamente, pero
sintió que la parte inferior de sus palmas estaba pegajosa, y
cuando levantó las manos para mirar, se encontró acostado en
una cama cubierta por terroríficos charcos grandes de sangre que
aún no se habían secado, tiñendo a la mitad de su cuerpo de rojo,
pasmosamente alarmante.

Xie Lian estaba acostumbrado a ver cosas extrañas, así que se


levantó de la cama, caminó un par de pasos y de repente sintió
que algo caía de su persona. Miró hacia abajo y era esa
almohada, y la recogió apresuradamente y la metió nuevamente
en su estómago. Cuando dio otro par de pasos, su estómago cayó
de nuevo, por lo que Xie Lian tuvo que seguir sujetándolo con
ambas manos mientras miraba a su alrededor.

Habiendo crecido en un palacio, fue influenciado por las cosas


que vio y escuchó, absorbiendo inconscientemente su entorno.
Cuando se trataba de la belleza, Xie Lian tenía su propio conjunto
de juicios. Este pequeño establecimiento, para él, podría ser
exquisito, pero estaba lleno de un aire de tentación fragante, por
lo que si tenía que adivinar, esto podría ser un restaurante o un
lugar de entretenimiento. Además, en comparación con el estilo
de arquitectura de la época, este estilo era bastante antiguo, muy
parecido a un edificio de hace cientos de años, pero no podía decir
dónde.

Por lo tanto, no era probable que esto fuera el hechizo del espíritu
del feto abortado de ese comerciante rico. Esto se debía a que
cuando los espíritus malignos crean ilusiones, solo podían usar lo
que saben. Era obvio que un antiguo asentamiento de siglos de
antigüedad solo podía provenir de espíritus malignos igualmente
viejos. Después de haber recorrido una vez, no había nadie, y Xie
Lian regresó a la recámara donde se encontró por primera vez.
Era el dormitorio de una mujer. Había una cómoda alta con varios
cajones, estos se podían sacar, y dentro había ropa de bebé y
juguetes como muñecas y tambores. Xie Lian revisó cada artículo
cuidadosamente y descubrió que eran completamente nuevos, lo
que indica que la señora de esta habitación amaba y cuidaba esos
objetos. Lo que significa, para este niño esta mujer estaba llena
de amor y afecto.

Revolvió un poco más, y de repente, Xie Lian se sorprendió. En


esa ropa de bebé había un amuleto de protección. ¡Y esa
protección era suya!

Sorprendido, Xie Lian tuvo que verificar tres veces. No era un


error. Era mucho su amuleto de protección. Y, no era el mismo
hechizo de protección simple para el que subía las montañas para
recoger hierbas, coserlas, luego atarlas con un hilo rojo por sus
propias manos. Este era el amuleto de protección que hace
ochocientos años, en la cima de la prominencia del Príncipe de
XianLe, que casi todos en el país poseían. El material y los
diseños eran intrincadamente elegantes, y de dónde provenía, si
había sido bendecido, todo estaba allí.

¿Podría ser que la dueña de este establecimiento alguna vez fue


su adoradora?

Justo en ese momento, en el silencio absoluto, Xie Lian de


repente escuchó una serie de risitas.

Fueron los gruñidos de ese bebé, extremadamente abruptos, y


resonaron en todas partes, su paradero desconocido. Xie Lian no
se movió ni reaccionó, pero su mente estaba acelerada: esa voz
sonaba familiar, ¿dónde la había escuchado antes? ¿Dónde?
Entonces lo golpeó, y en su mente sonaron las voces de un niño
pequeño: —Nueva novia. Nueva novia, nueva novia en el nuevo
palanquín rojo.

—Llorando lágrimas, a través del paso de montaña, no sonrías


bajo el velo de novia...

¡Era la voz de ese espíritu infantil que escuchó en el Monte Yu


Jun cuando estaba en el palanquín!

Cuando Xie Lian salió de ahí, la risa de ese espíritu infantil


también se detuvo abruptamente. Se dio la vuelta rápidamente
pero no vio sombras.

Después de que el asunto del Monte Yu Jun hubiera pasado,


también había preguntado por el espíritu infantil en la matriz de
comunicación espiritual, pero en aquel entonces todos le dijeron
que no había espíritu infantil ni nada por el estilo en la montaña, y
solo él oyó la voz de ese espíritu infantil. Sin embargo, ahora, esta
era la segunda vez que este espíritu había aparecido ante él, ¿era
esta una coincidencia? ¿O fue intencional?

Ese espíritu infantil dejó de reírse y gritó: —Mamá.

Esta mamá vino de algún lugar cercano, pero Xie Lian no pudo
averiguar de dónde vino. Se quedó allí sin hablar, aguantando la
respiración, con los oídos atentos.

Después de un silencio, la voz de ese niño volvió a gritar: —Mamá.


Abrázame.

Esta vez, Xie Lian finalmente lo descubrió - ¡esa voz vino de su


estómago!
Xie Lian tenía ambas manos sosteniendo el estómago falso y solo
ahora se sorprendió al darse cuenta de que, sin saber cuándo, la
almohada en sus manos se había vuelto más pesada. Lo golpeó
una vez ruidosamente, y un bulto de algo salió de su ropa,
pareciendo ser un pequeño niño blanco pálido, arrojando algo de
su boca antes de meterse en la oscuridad y desaparecer. Xie Lian
se apresuró a ver y las cosas que arrojó fueron unos trozos de
hilos y un mechón de pelo negro. Parecía que su hechizo de
ilusión funcionaba. Ese pequeño fantasma había querido devorar
el hijo de Xie Lian de la forma en que lo hizo con la mujer
embarazada, pero en cambio devoró el algodón relleno de la
túnica de Xie Lian. Poco después, Xie Lian escuchó a esa cosa
llorar fuertemente otra vez.

— ¡MAMÁ!

No importaba cómo llamara, qué tan agudamente lloraba, Xie Lian


todavía se contenía, nunca abría la boca. Determinó que el
espíritu infantil era un espíritu feto, y esta cámara era la habitación
de su madre donde vivían. Los espíritus malignos tomaban la
forma y la edad de cuando murieron, sin embargo, se había
mostrado principalmente como una nube de humo negro o una
sombra blanca borrosa, lo que significaba que el espíritu mismo
no sabía cómo debía verse, por lo que no tenía una forma.
Además, la ropa del bebé en esos cajones claramente todavía no
se había usado, además de los terriblemente grandes charcos de
sangre en la cama, Xie Lian dedujo que la señora de esta cámara
debía haber abortado, su hijo no nacido ya se había formado en
ese entonces, y retuvo un poco de su propia conciencia. Después
de convertirse en un espíritu feto, quiso volver al estómago de su
madre, pero terminó llamando a las puertas de la señora de ese
comerciante rico.
Cuando gritó mamá en el sueño de esa mujer, fue un movimiento
equivocado que ella abriera la boca para hacerle caso. Hay que
decir que el vínculo entre madre y niño era especial, y que el ese
tipo de reconocimiento era una forma de permiso. Cuando abrió
la boca, le dio a esa cosa malvada la oportunidad de entrar, y el
pequeño fantasma se coló, se deslizó dentro de su estómago y
devoró al feto que originalmente estaba allí, un intruso en el nido.
Xie Lian podría ser un hombre, pero no estaba seguro de que si
abría la boca, el espíritu infantil también tendría la oportunidad de
colarse en su estómago. Por si acaso, es mejor que mantenga la
boca cerrada.

Por lo tanto, manteniendo sus labios fuertemente sellados y


agarrando a Fang Xin en la mano, Xie Lian buscó rastros de ese
niño. Xie Lian poseía un instinto extremadamente fuerte cuando
se trataba de un peligro, algo que se refinó a través de miles de
batallas. Sin necesidad de mirar con claridad, siempre y cuando
tuviera una corazonada de dónde estaba, el lanzaba su espada y
le daba al blanco nueve de cada diez veces. Aunque en la ilusión
creada por ese espíritu infantil, los golpes de Xie Lian se
debilitaron, después de ser golpeado varias veces,
probablemente el espíritu maligno se sintió algo sofocado
también. Después de un rato, Xie Lian de repente sintió un dolor
agudo en la parte inferior de su pie. Parecía que pisó algo
extremadamente punteagudo, y se detuvo ligeramente.

Ese espíritu infantil lo vio caer por su trampa y soltó pequeños


chorros de risas maliciosas. La voz era tierna, pero no debería
haber venido de un niño pequeño, más bien como un hombre
adulto malintencionado, las contracciones eran claramente
distintas, haciendo que la sangre de uno se enfríe. Sin embargo,
la cara de Xie Lian ni siquiera cambió, y no se detuvo en sus
pasos; ¡Dio la vuelta a la mano y volvió a golpear con la espada,
apuntando directamente al blanco!

Ese espíritu infantil aulló de dolor, habiéndose quemado y


escondido lejos, muy lejos. Solo entonces Xie Lian echó un
vistazo hacia abajo para mirar debajo de su bota, y resulta que
pisó una aguja pequeña y delgada que estaba parada hacia
arriba. Obviamente, ese espíritu infantil lo colocó a propósito, y
parecía que esperaba que Xie Lian gritara de dolor. Sin embargo,
calculó mal. Xie Lian era muy bueno tolerando el dolor, y no le
importaba pisar una aguja, si su pierna estaba sujeta por una gran
trampa, no emitiría ningún sonido si la situación lo requería.

Esa diminuta aguja estaba profundamente arraigada, y Xie Lian


había querido sacarla al principio, pero como ese espíritu infantil
se escapó después de no haber devorado nada, temía que tuviera
esta oportunidad de escapar y dañar a otros, por lo que lo
persiguió fuera de la recámara con esa aguja todavía clavada en
su pie. Al cabo de un rato dejó de sentir el dolor y corrió como el
viento. No se veía a ese espíritu infantil en ninguna parte de ese
edificio, y Xie Lian solo se sentía desconcertado: — ¿En realidad
se asustó de mis ataques? Cuando en ese momento, una ventana
no muy lejos se abrió sin una brisa.

Xie Lian inmediatamente se apresuró y se acercó, pero luego se


sorprendió por lo que vio. Fuera de la ventana no había vista de
calles, ni montañas, ni peatones, solo un lago profundo y sin
fondo.

Al otro lado de este lago había una casa, y en esa casa había dos
niños pequeños. Eran Lang Ying y Gu Zi quienes estaban
sentados en una mesa comiendo. Sin embargo, no se dieron
cuenta en absoluto de que, justo por encima de sus cabezas, se
veía un espeso y negro remolino de humo, temblando y riendo a
carcajadas, llorando ásperamente: — ¡MAMÁ! ¡MAMÁ!

El corazón de Xie Lian se detuvo al instante, con las manos en el


alféizar de la ventana, a punto de llamarlos y advertirles, pero
luego recordó que no debía abrir la boca y se obligó a bajar la voz.

Aunque esto no era más que la ilusión de ese espíritu infantil, no


sabía si Lang Ying y Gu Zi habían sido realmente traídos, y si era
así, cualquier daño que les ocurriera aquí afectaría a sus cuerpos
reales. Quería encontrar un jarrón o algo para tirar como
advertencia, pero ni siquiera podía encontrar nada. Las mesas y
las sillas no cabían a través de la ventana, y luego estaba ese lago
entre los dos edificios, ¿eso significaba que tenía que nadar?

En ese momento, Gu Zi, luciendo cansado, bostezó. Esa nube de


humo negro se juntó y parecía que estaba a punto de meterse en
su boca.

Las defensas de los cuerpos de los niños eran muy débiles,


incluso sin el permiso de ellos permiso, tal vez eso pueda entrar,
y Xie Lian no tuvo tiempo para pensar en nadar. En una fracción
de segunda decisión, gritó: — ¡CIERRA LA BOCA! ¡CORRAN!

En el momento en que salieron las palabras, Lang Ying y Gu Zi se


sobresaltaron y cerraron la boca con sorpresa, poniéndose de pie.
Sin embargo, ese espíritu infantil había desaparecido
repentinamente, y al segundo siguiente, una nube de humo negro
explotó en la cara de Xie Lian.

A pesar de que Xie Lian cerró la boca en el momento en que gritó,


ya podía sentir una corriente de aire frío bajando por su garganta,
ese humo negro entrando en su estómago, sus entrañas
congelándose como si todo se fuera a congelar en un segundo.
Xie Lian apretó los dientes, arrancó apresuradamente unos
cuantos amuletos de protección, sacó las hierbas y los papeles
encantados y los masticó con fuerza, tragándolos. ¡No pasó
mucho tiempo antes de que le picara la garganta, y esa nube de
humo negro fue expulsada!

Xie Lian se tapó la boca con la manga, tosiendo sin parar,


ahogándose en lágrimas, y su mente estaba tratando de pensar
rápidamente en una forma de contrarrestarla. Después de que la
nube de humo negro fue expulsada, todavía giraba y se aferraba
a él sin descanso, por lo que Xie Lian presionó el alféizar de la
ventana, se levantó y saltó, saltando hacia el lago.

Splash y Xie Lian se sumergió profundamente en el corazón del


lago. Contuvo el aliento, cruzó las piernas y los brazos y se sentó
reflexionando, dejando que su cuerpo se hundiera lentamente en
ese lago helado. Una vez que los latidos de su corazón volvieron
a la normalidad, levantó la vista y pudo distinguir que la niebla
negra se arremolinaba en la parte superior, sellando toda la
superficie del agua. Una vez que emergió, debía tomar una
respiración profunda, y si inhalaba, entonces seguramente
aspirará ese espíritu infantil a su estómago. Si un hombre adulto
tuviera un estómago gigante e inflamado, definitivamente no sería
gracioso.

Sin embargo, saltar al agua era solo para darse un tiempo para
pensar. No pasó mucho tiempo antes de que a Xie Lian se le
ocurriera una idea y pensara: — ¿Y si me lo trago? Me tragaré
Fang Xin también También había aprendido ese truco cuando
actuaba en las calles, y aunque podría doler, no importaba,
siempre y cuando el espíritu infantil pueda ser capturado.
Decidido, Xie Lian soltó los brazos y comenzó a nadar hacia los
lados. Sin embargo, un sonido sordo y profundo de agua vino
desde arriba, y de repente, un enorme rojo Sangrienta intenso y
vivo apareció ante sus ojos.

Gruesos y desiguales cabellos negros tapaban su visión,


salpicaduras y burbujas de aire burbujeaban frenéticamente, y no
se veía nada. Xie Lian parpadeó, tratando desesperadamente de
quitar miles y millones de burbujas de cristal. Pero entonces, sintió
un par de brazos fuertes. Una mano sostuvo su cintura y la otra
sostuvo su barbilla.

En el segundo siguiente, algo frío y suave cubrió sus labios.


Capítulo 95: Mente en confusión pero no diga que el sensible corazón también (parte
uno)

En ese instante, los ojos de Xie Lian se abrieron.

Nunca en su vida alguien lo había tratado de esta manera.

Primero, nadie se atrevía; segundo, nadie podría. Sin embargo,


esta persona era tan rápida como el demonio y apareció tan
repentinamente que antes de que incluso tuviera la oportunidad
de defenderse, había caído en tal estado. Desesperándose, se
puso nervioso y sus extremidades se agitaron, tratando
desesperadamente de empujar al otro, pero en su lugar se
atragantó con grandes bocados de agua, gorgoteando cuando
cadenas de cuentas de agua cristalina brotaban de su boca. No
podía hacer eso bajo el agua. Por lo tanto, la mano que rodeaba
su cintura lo sujetó con más fuerza, sus cuerpos se apretaron más
entre sí, y las manos de Xie Lian estaban firmemente plegadas y
aplastadas contra su propio pecho, incapaz de moverse. Sus
labios aún estaban bien cerrados, el beso se profundizaba y una
corriente de aire suave y frío pasaba lentamente. Asombrado e
indefenso, cuando comenzó a aceptar su destino, Xie Lian
finalmente vio claramente el rostro de esta persona. Era Hua
Cheng.

En el momento en que se dio cuenta de que era Hua Cheng, dejó


de luchar e innumerables pensamientos aleatorios aparecieron en
su mente, todos inapropiados para el momento y el lugar, como:
¡Así que era Hua Cheng! No es de extrañar que tenga frío. ¡¿Los
demonios no necesitan respirar, pero todavía puede enviarme
aire?! ¿No se hunden los demonios en las aguas?
Justo en ese momento, Hua Cheng de repente abrió los ojos.

Al mirar fijamente a esos ojos oscuros a una distancia tan cercana,


Xie Lian se congeló instantáneamente, y poco después comenzó
a luchar nuevamente, sus brazos se agitaron, como un pato tan
tonto y torpe que se estaba ahogando. Los frenéticos brazos
fueron fácilmente detenidos por Hua Cheng, y con su brazo
todavía firmemente alrededor de la cintura de Xie Lian, lo tomó y
nadó hacia la superficie rápidamente. No pasó mucho tiempo
antes de que los dos la atravesaran.

Las aguas se estaban congelando y el aire también estaba frío,


sin embargo, todo el cuerpo de Xie Lian se estaba quemando. En
el momento en que flotaron hasta la cima, Xie Lian quiso darse la
vuelta, pero esa nube de humo negro todavía estaba sobre las
aguas, observando como si buscara su presa, y cuando vio
emerger a alguien, inmediatamente se lanzó a atacar. Xie Lian
solo giró un poco la cabeza antes de que Hua Cheng la regresara
con una mano detrás de esta. Sus labios no se habían separado
ni por un segundo antes de que se apretaran uno contra el otro
una vez más. Los labios de Xie Lian estaban adoloridos y
adormecidos por el beso, sintiendo que iba a perder la cabeza. Si
se tratara de alguien más, lo habría apuñalado con su espada
hace mucho tiempo, pero este era Hua Cheng, por lo que no sabía
qué hacer, sus lágrimas estaban listas para caer de la angustia.
Justo en ese momento, más allá del rostro de Hua Cheng, vio
miles y millones de mariposas plateadas atravesar el agua junto a
ellos.

Acompañado por un trino agudo, esa espesa lluvia de mariposas


salió disparada desde la superficie como una bala, sus alas
reflejaban un frío fulgor, afilado como la hoja, y poco tiempo, el
espíritu infantil gritó por el ataque, el humo negro se dispersó, e
intentó huir en todas direcciones. Sin embargo, la red de esas
mariposas cubría desde la tierra a los cielos, sellando su interior,
y no importa cuánto se estrelló y golpeó, no pudo abrirse paso.
Los ojos de Hua Cheng nunca se habían levantado a ver ni una
sola vez, y con Xie Lian en su abrazo una vez más se sumergieron
en las aguas. Después de un rato, los dos labios finalmente se
separaron.

Una vez separados, otro chorro de burbujas de aire brotó de la


boca de Xie Lian, y Hua Cheng soltó una mano, lanzando un dado.
Los dados realmente giraron en el agua, rápidamente, y arrojaron
una corriente fuerte y giratoria antes de finalmente detenerse.
Después, los dos una vez más salieron hacia la superficie del
agua.

Esta vez, la costa no estaba muy lejos, y solo entonces Hua


Cheng llevó a Xie Lian a nadar. Quién sabe qué orilla era, había
luces y voces de multitudes, aparentemente cerca pero muy lejos.
Detrás de ellos sobre las aguas, esa tropa de mariposas salió
disparada hacia el cielo con esa nube de humo negro en su
cautiverio, volando hacia las tenues luces en la distancia, dejando
tras de sí un rastro de largos lamentos del espíritu infantil.

— ¡Mamáááááá-!

Los dos subieron a tierra, se sentaron pesadamente en el suelo y,


mirándose el uno al otro, Xie Lian finalmente pudo echar un buen
vistazo a Hua Cheng.

En realidad, los dos solo se habían separado durante unos pocos


días, pero Xie Lian sintió que había pasado mucho tiempo desde
la última vez que se encontraron. Cada vez que se encuentran,
Hua Cheng se ve bien de diferentes maneras. El Hua Cheng esta
vez parecía ser mayor por un par de años en comparación con la
última vez. Su rostro siempre había sido guapo, más brillante que
las aguas. Sus mechones eran extremadamente negros, su piel
extremadamente blanca, y en el lado derecho de su mejilla había
una trenza muy delgada y pequeña, una cuerda roja que se
enroscaba intrincadamente. Esta era la primera vez que Xie Lian
se dio cuenta de que por encima de la frente de Hua Cheng había
pico de una viuda, e hizo que su rostro se viera aún más delgado
y atractivo. El parche negro que cubría un ojo que emitía rastros
de aura asesina, suavizando ese encanto refinado, haciendo que
su buena apariencia alcanzara un equilibrio casi perfecto.

Las cejas de Hua Cheng estaban fruncidas, como si tratara de


contenerse, y después de jadear suavemente unas cuantas
veces, abrió la boca para hablar, su voz claramente más baja que
antes.

—Su alteza, yo...

Desde el cabello en su cabeza hasta todo su cuerpo, el cuerpo de


Xie Lian estaba goteando agua. Sus labios estaban hinchados,
sus ojos en blanco, y fue solo después de un buen momento de
desorientación y aturdimiento murmuró.

—Yo... yo... yo...

Su tartamudeo, yo, continuó antes que de repente, él dijo al azar.

—Tengo un poco de hambre.

Al escuchar esto, Hua Cheng se sorprendió.


Xie Lian aún no se había recuperado de la conmoción, y dijo en
un estado de confusión.

—No. Yo... yo... tengo un poco de sueño...

Se dio la vuelta, con la espalda hacia Hua Cheng, y se arrodilló,


tocando el suelo con las manos, haciendo revueltos, como
buscando algo. Detrás de él, Hua Cheng preguntó: — ¿Qué está
buscando?

Xie Lian, inconscientemente, no se atrevió a mirarlo y dijo


incoherentemente: —Estoy buscando algo. Estoy buscando mi
sombrero de bambú, ¿Dónde está mi sombrero de bambú?

Si alguien más estuviera viendo cómo se desarrollaba esta


escena, ciertamente gritarían: — ¡Se acabó! ¡Se ha vuelto
estúpido!

Pero en realidad, fue solo porque Xie Lian nunca había


experimentado algo como esto antes, y el impacto fue demasiado
grande, lo que lo hizo descontrolarse un poco. Xie Lian se arrastró
sobre sus manos y rodillas, arrastrando los pies con la espalda
todavía mirando a Hua Cheng, murmurando: —... No puedo
encontrarlo. Me voy ahora. Me voy a casa a comer... necesito ir a
recoger algunas sobras ahora...

—... —Lo siento —dijo Hua Cheng.

Sintiendo que la voz detrás de él se acercaba, Xie Lian se puso


de pie de un salto y gritó: — ¡ME IRÉ AHORA!

Este grito fue como un grito de auxilio. Hua Cheng dijo


apresuradamente: — ¡No!
Xie Lian intentó apresurarse a huir, pero a pocos pasos de su pie
se torció y cayó al suelo. Mirando hacia atrás, había un rastro de
sangre detrás de él, esa aguja profundamente incrustada en la
parte inferior de su pie estaba completamente atascada. Hua
Cheng inmediatamente se agarró de su tobillo, su voz sonaba
alarmada.

— ¿Qué sucede?

Xie Lian inmediatamente intentó tirar de su pierna hacia atrás.

—Nadanada, no duele en absoluto, ¡está bien!

Hua Cheng se enojó un poco.

— ¡Cómo puede no doler!

Luego movió las manos, ¡en realidad iba a quitarse la bota!


Aterrorizado, Xie Lian se arrastró hacia adelante otra vez, llorando
mientras se arrastraba.

—NO, NONONO, ¡NO HAY NECESIDAD!

Siguió arrastrándose, tratando de escapar y Hua Cheng se aferró


a él, evitando que lo hiciera. Fue un completo pandemónium y
finalmente alertó a todos los demás en tierra. Una multitud
rugiente, parloteando y balbuceando, un gran grupo de quién sabe
qué tipo de bichos raros, vinieron a rodearlos, gritando: — ¡QUIÉN
ESTÁ ALLÍ! ¡COMO TE ATREVES! ¿NO SABES QUÉ ES ESTE
LUGAR? ¿YA NO QUIERES VIVIR O QUIERES MORIR DE
NUEVO? YO... CARAY, ¿NO ES ESTE MI SEÑOR?!
La multitud de fantasmas gritó inmediatamente al unísono: —
¡BUEN DÍA A USTED, MI SEÑOR!

Xie Lian dejó escapar un gemido en su cabeza, deseando


desesperadamente poder cubrirse la cara con las manos. ¡Esta
era la Ciudad Fantasma!

Había un buen número de fantasmas en la multitud que él


recuerda haber visto vagamente desde la última vez que vino, Xie
Lian incluso vio una cabeza de cerdo familiar. Los dos estaban
empapados de pies a cabeza, rodeados por innumerables
humanos y fantasmas por igual, observándolos, y Hua Cheng
todavía tenía su mano que no soltaba en su tobillo. Esta fue una
escena tan impactante que finalmente Xie Lian reaccionó. Pero
quién supiera, que una vez que la multitud de fantasmas
reconoció a Hua Cheng, se emocionaron aún más y gritaron: —
¡MI SEÑOR! ¿ESTÁ TRATANDO DE VIOLAR A ALGUIEN?
¡NECESITA AYUDA! ¡LE AYUDAREMOS A MANTENERLO
ABAJO!

— ¡LÁRGUENSE! —Ordenó Hua Cheng.

Esa multitud de fantasmas se apresuró a correr. Pero incluso si


fueran a mirar desde lejos, sin atreverse a acercarse, Xie Lian
igual quería desmayarse y acabar con todo, porque Hua Cheng
se había puesto de pie, se agachó y lo levantó con cuidado,
alzándolo para cargarlo, y caminó con dificultad para salir de la
orilla.

Xie Lian todavía estaba vestido con ropa de mujer, y solo podía
estar agradecido de que la almohada ya no estuviera metida en
su vientre, de lo contrario pintaría una imagen aún más aterradora.
Sin embargo, el pensamiento espantoso finalmente lo devolvió por
completo al presente. Luchó un poco en los brazos de Hua Cheng
pero no tuvo éxito, así que se aclaró la garganta suavemente: —
... San Lang, lo siento. Estaba un poco descompuesto ahora, qué
vergonzoso.

Lo que sucedió en ese momento fue realmente un golpe


demasiado grande para él. La palabra golpe era provisional, pero
esta era su primera vez después de todo. Sin embargo, no fue
solo porque fue su primera vez. En los muchos siglos pasados, no
era como si no hubiera mujeres seductoras que trataran de
tentarlo con sus cuerpos desnudos, pero Xie Lian nunca había
reaccionado de manera tan vergonzosa. Entonces, ¿por qué se
convirtió en tal estado ahora? Solo podía adivinar que debía ser
porque el Sacerdote principal solo le había enseñado a
defenderse contra las mujeres pero no contra los hombres, y no
tenía experiencia, por lo que no había sabido cómo reaccionar.

Pensando en el modo en que se había conducido, Xie Lian estaba


un poco avergonzado y sentía que había reaccionado de forma
exagerada, pensando que San Lang tenía buenas intenciones,
pero terminó asustándolo hasta este punto, realmente estaba
siendo demasiado descortés. Sin embargo, Hua Cheng
respondió: —Nada de eso. Fui yo quien cruzó la línea y ofendió a
Gege. San Lang está equivocado y se disculpa.

Al ver que no se lo tomó en serio, Xie Lian secretamente dejó


escapar un suspiro de alivio.

—Estaba en una situación desesperada y solo intentabas ayudar,


de todos modos no era un gran problema. —Oh, cierto de repente
recordó lo que estaba haciendo. —San Lang, ¿por qué apareciste
repentinamente de nuevo? ¿Dónde está ese espíritu infantil?
Sin embargo, Hua Cheng respondió con un tono autoritario: —Lo
primero es tratar sus heridas.

En medio de su intercambio, los dos ya habían llegado ante un


magnífico edificio, y cuando Xie Lian levantó la vista, en la entrada
colgaba el título, Mansión Paraíso.

Estaba asombrado. ¿Esa quemada Mansión Paraíso realmente


fue reconstruida tan rápido? Y se veía exactamente igual a la
anterior. Sin embargo, con una conciencia culpable, Xie Lian
estaba demasiado avergonzado para preguntar al respecto. Hua
Cheng entró, cargándolo en sus brazos, y puso un futón negro.
Xie Lian se sentó en el futón, y él mismo se arrodilló por debajo,
sujetando el pie lesionado de Xie Lian y comprobando el pequeño
pinchazo teñido con sangre debajo.

La posición hizo que Xie Lian se sintiera incómodo, y gritó: — ¡No!


E hizo un movimiento para bajar del futón, pero Hua Cheng lo
empujó hacia atrás, quitándole rápidamente la bota y el calcetín
con una mano firme.

Este pie también resultó ser el que tenía el grillete maldito, una
cadena negra y profunda alrededor de ese tobillo limpio y blanco,
un poderoso contraste. Los ojos de Hua Cheng solo se detuvieron
por un momento en ese suave tobillo antes de que su palma
presionara la herida de Xie Lian.

—Esto podría doler un poco —dijo Hua Cheng. —No se contenga,


Gege. Llore si le duele.
Capítulo 96: Mente en confusión pero no diga que el sensible corazón también (parte
dos)

—Yo... —dijo Xie Lian.

Antes de que terminara su oración, sintió que Hua Cheng


apretaba con un poco de fuerza, una serie de dolores le subieron
por la pierna y no pudo evitar retroceder.

Aunque la fuerza de Hua Cheng ya estaba extremadamente


controlada y este pequeño dolor no era nada para Xie Lian, por
alguna razón, frente a él, Xie Lian parecía incapaz de ocultar su
dolor. Tal vez lo que Hua Cheng le dijo antes era lo que hizo que
se esforzara demasiado para contener el dolor, pero le resultó
contraproducente. Al sentir que Xie Lian retrocedía, Hua Cheng al
instante sostuvo su tobillo con más fuerza y lo tranquilizó con una
voz suave: —No se preocupe. Se acabará pronto. No tenga
miedo.

Xie Lian negó con la cabeza, pero las manos de Hua Cheng se
habían vuelto aún más suaves, su mano operaba rápidamente, y
cuando la levantó de nuevo, esa pequeña aguja ya había sido
extraída.

—Muy bien, está hecho.

Xie Lian enfocó sus ojos y vio que la punta de esa aguja brillaba
con un veneno vicioso. Hua Cheng cerró sus cinco dedos y lo
aplastó fácilmente en un pequeño chorro de gas negro,
disipándose en el aire. Al ver esto, Xie Lian dejó de lado toda su
incomodidad y comentó con seriedad: —Qué pesado aire de
rencor. Un espíritu feto típico no debería tener un poder espiritual
tan fuerte.

Hua Cheng se puso de pie.

—Tiene razón. Entonces, este espíritu no debe ser de un aborto


espontáneo normal.

En ese momento, un hombre enmascarado entró con la cabeza


agachada, una vasija de barro era presentada con ambas manos,
y se la entregó a Hua Cheng. Xie Lian, inconscientemente,
comprobó si la muñeca de ese hombre todavía llevaba ese grillete
maldito, pero esta vez las mangas del hombre estaban atadas
completamente. Hua Cheng tomó la olla con una mano y la miró,
luego se dio la vuelta para pasársela a la Xie Lian que estaba
sentado en el futón negro. Xie Lian aún no se había acercado y el
sonido sordo de un llanto de niño se podía escuchar desde dentro,
y parecía que algo estaba hurgando locamente, haciendo que la
olla de barro se agitara ligeramente, incapaz de permanecer
quieta, por lo que se volvió más cauteloso.

Cuando tomó esa olla de barro, sacó un poco una esquina de la


tapa y se asomó, pudo sentir una sensación de aterrador frío en
su columna vertebral.

Dentro de la olla había una masa de algo parecido a un feto.


Aunque tanto los brazos como las piernas habían crecido, eran
débiles e impotentes, y la cabeza permanecía oculta en las
sombras. Con todo, no era más que un trozo de órgano retorcido.

¡Esta era su verdadera forma!

Xie Lian inmediatamente cerró la olla y dijo: —Ya veo.


Una vez escuchó que había quienes buscaban mujeres
embarazadas que aún no habían llegado a formar al bebé, y
cruelmente cortaban al niño de las barrigas de las mujeres,
transformándolos en pequeños demonios para realizar hechizos,
instándoles a hacer daño, ya sea para proteger al que lanzó la
maldición o para la protección de una vivienda y la suerte. Al ver
esto, el espíritu del feto era sin duda el producto de un hechizo
malvado, y su madre bien podría haber sido alguna vez adoradora
de Xie Lian, de lo contrario no habría su amuleto de protección
escondido en la ropa de ese niño todavía no nacido.

Xie Lian murmuró y luego dijo: —Este espíritu de feto fue


capturado por ti, pero ¿le importaría a San Lang si me lo llevo para
investigar? Porque ya me había topado con eso una vez en el
Monte Yu Jun, y como era la segunda vez que aparecía ante mí,
no sé si es una mera coincidencia o si hay algún tipo de conexión.

—Si quiere tomarlo, simplemente tómelo. —Hua Cheng dijo: —


Incluso si yo no apareciera, igual usted lo habría capturado.

Xie Lian se rió entre dientes.

—Sea como sea, San Lang todavía lo atrapó sin esfuerzo, mucho
mejor que si yo fuera a intentarlo.

Fue un comentario imprevisto, pero Hua Cheng comentó: — ¿Es


cierto? Y si no aparecía, ¿cómo planeaba capturarlo? ¿Comerlo
en su estómago y luego tragarse la espada?

—...

Él realmente le dio al blanco.


No había ningún rastro de disgusto en el rostro de Hua Cheng,
pero Xie Lian de alguna manera sintió que tal vez Hua Cheng
estaba un poco molesto.

Los instintos le dijeron que si no respondía con la verdad, Hua


Cheng se volvería más enojado. Justo cuando estaba pensando
en una respuesta, de repente sintió que su estómago se encogía
ligeramente, y sin pensar, Xie Lian dijo: —... Tengo un poco de
hambre.

—...

Solo después de que las palabras salieron de su boca, Xie Lian


se dio cuenta de lo que había dicho. Demasiado avergonzado de
ver la reacción en el rostro de Hua Cheng, Xie Lian se explicó
honestamente: —Esta vez es verdad...

Un momento después, Hua Cheng finalmente dijo pfff y se echó a


reír.

Una vez que se echó a reir, fue como si todas las nubes sombrías
de Xie Lian se dispersaran, y suspiró de alivio. Hua Cheng, por
otro lado, estaba medio riendo, medio suspirando, y asintió con la
cabeza.

—Está bien.

Hua Cheng había querido retenerlo y organizar un banquete en


Mansión Praíso, pero cuando Xie Lian escuchó organizar un
banquete supo que sería una situación demasiado grande, y
sugirió que los dos salieran a dar un paseo y encontraran algo
para comer al mismo tiempo. Hua Cheng accedió a ello.
Hacía bastante calor en Mansión Paraíso, y a pesar de que
entraron empapados de agua, se secaron poco después. Sin
embargo, el vestido de Xie Lian en el atuendo de las mujeres era
terriblemente llamativo, por lo que igual le había pedido prestado
un conjunto de ropa a Hua Cheng, volviendo a ponerse una túnica
limpia y blanca. Luego, los dos se pusieron en marcha, e incluso
después de haber caminado una distancia considerable, aún se
podían escuchar los lamentos del espíritu del feto, los gritos de
mamá sonaban en el aire, demostrando su tenacidad obstinada.
Sin embargo, ya existían aullidos y lamentos de demonios y
fantasmas en toda la Ciudad Fantasma, por lo que sus gritos se
ahogaron en su interior, siendo ni si quiera algo perceptible.

La calle principal de la ciudad fantasma estaba llena de gente


como siempre, y en ambos lados de la calle había puestos que
vendían comida exótica. Aunque los demonios y los fantasmas
siguen siendo los mismos, sus actitudes hacia Xie Lian fueron
completamente diferentes a las de la última vez que pasó por este
lugar. Hua Cheng caminaba a su lado, hombro con hombro, y los
dueños de los puestos de aspecto extraño salieron a saludarlos
con sonrisas, luchando entre sí para darles la bienvenida en su
morada, inclinándose casi a la mitad, recordándole a Xie Lian un
dicho aleatorio: el zorro asumiendo el poder del tigre.8

Aparte de rendir homenaje a Hua Cheng, había cientos y miles de


ojos mirando a Xie Lian con ojos acalorados, como si juzgaran y
conjeturaran. ¿Quién era él para poder caminar hombro con
hombro con el Señor de la Ciudad Fantasma? Esto hizo que Xie
Lian se preguntara si tal vez había tomado otra decisión

8
[狐假虎威] 'El zorro asumiendo el poder del tigre' - significa que uno que era débil
parece ser fuerte solo porque está al lado de alguien poderoso.
equivocada: posicionarse en la corriente fluida de monstruos y
demonios, ante los ojos de millones de personas, Hua Cheng
parecía sentirse como en casa, y le preguntó: — ¿Qué quiere
comer?

Finalmente, al ver un puesto que vendía algo que no era tan


extraño, Xie Lian quizo terminar las cosas rápidamente y dijo: —
Este está bien.

Sin embargo Hua Cheng dijo: —No este.

— ¿Por qué? —Xie Lian tenía curiosidad.

Hua Cheng no dijo una palabra, pero le hizo un gesto para que
mirara dentro. Xie Lian miró, y cuando el dueño del puesto los vio
detenerse frente a él, se frotó las manos con emoción, como si
esperara para darles la bienvenida, limpiando nerviosamente las
mesas, las sillas y los bancos. Sin embargo, lo que estaba usando
para limpiar los muebles era su lengua.

—...

Aunque los tazones y los cubiertos estaban goteando con


brillantes cuentas de agua después de haber sido lamidos por esa
lengua ancha y larga, reflejando un brillo que los hacía parecer
nuevos, de todas formas, Xie Lian decidió abandonar el puesto
resueltamente, y se apresuró a alejarse. Después de unos pocos
pasos, vio otro puesto; Una tienda de sopa de pollo que apareció
limpiamente puesta, el letrero en frente de la puerta decía: —Pollo
criado en casa, caldo cocido a fuego lento. Hecho de carne fresca,
limpieza garantizada. Xie Lian se detuvo.

—Oh, sopa de pollo. ¿Qué tal un tazón?


Sin embargo, Hua Cheng volvió a decir: —Este tampoco.

Xie Lian parpadeó: — ¿Es un problema con los platos o con el


pollo?

Hua Cheng lo llevó a la tienda, apartó un juego de cortinas e hizo


un gesto a Xie Lian para que mirara. Curioso, Xie Lian asomó la
cabeza e inmediatamente se quedó sin habla. Dentro de la cocina
había una olla enorme, un fuego rugiente debajo, y el vapor salía
de ella. Dentro de la olla había un hombre grande con una brillante
cresta de gallo roja en la cabeza y estaba se cociendo a fuego
lento en las aguas hirvientes. Junto a la olla había muchos cubos
que contenían sal, pimienta, hierbas y condimentos. En el frente
de la tienda, un cliente gritó: — ¡JEFE, PÓNGALE MÁS DE SAL
A LA SOPA! ¡ESTÁ DEMASIADO FLOJA!

Mientras se bañaba, ese hombre agarró un gran puñado de


condimentos y se lo untó, frotándolos con fuerza sobre su cuerpo
con una toalla, aumentando el sabor. Luego, dejó salir un largo
cacareo: — ¡KIKIRIKI!

Xie Lian dejó caer las cortinas y salió silenciosamente.

Después de hacer una gran ronda, los dos finalmente encontraron


una tienda, su especialidad era Delicias auténticas del Reino
Mortal. Aunque Xie Lian sospechaba de lo auténtico que era, por
ejemplo, hasta donde él sabía, los cocineros mortales no
utilizarían la carne de grandes monstruos difíciles de cazar para
hacer shish kebabs, pero en comparación, esta tienda era lo más
normal.
En el momento en que los dos se sentaron, la multitud de
fantasmas que los habían estado siguiendo se acercó de
inmediato y los rodearon, solicitando atentamente agregar más
platos a su comida. Ese cerdo carnicero llevaba consigo una
gruesa pierna blanca, humana, golpeándola con fuerza, y gritó
con voz áspera: — ¡MI SEÑOR! ¿QUIERE PERNAS FRESCAS?
¡ESTO ACABA DE LLEGAR!

La multitud le gritó: — ¡SAL DE AQUÍ! ¿PIENSAS QUE EL AMIGO


DEL SEÑOR SE COMERÍA ESA MIERDA? ¿LO TOMAS POR EL
GOBLIN VERDE? ¡TAL VEZ TUS PROPIAS PIERNAS
ESTARÍAN MEJOR!

— ¡QUÉ FUERTE OLOR A SANGRE! ¡USTEDES SON GENTE


ASQUEROSA!

Ese cerdo en realidad levantó una de sus patas de cerdo y gritó:


—SI MI SEÑOR Y MI AMIGO DE MI SEÑOR LO QUIEREN, MI
VIEJA PATA NO ES NADA, ¡LA CORTARÉ! ¡DÉJENME
DECIRLES, MI VIEJA CARNE ESTÁ DEFINITIVAMENTE LLENA
DE SABOR!

Xie Lian no pudo evitar sonreír y se comió su papilla con la cabeza


baja. Hua Cheng los ignoró intencionalmente, de modo que la
multitud de fantasmas y demonios intentaron fervientemente
empujar sus productos a Xie Lian, balbuceando:

—Especialidad de comida callejera: ¡jugo de cerebro! ¡Cerebros


de monstruos especialmente seleccionados, cada uno con un
cultivo de más de cincuenta años! ¡Huela esta deliciosa fragancia,
mi buen señor!
— ¡Este pudín de sangre de pato es realmente bueno, cuak! ¡Mira,
cuack! ¡Está recién cortado de mi propia carne, cuak! ¿No lo
probará, cuak?

—Nuestras frutas son auténticas frutas frescas de los


cementerios, no recogemos las que crecen de cuerpos muertos,
en serio, ni una sola palabra es mentira...

Montañas y montañas de comida ofrecidas, tanto que Xie Lian


estaba teniendo problemas para verlo todo, y les agradeció sin
cesar. No quería reprimir esta ola de fervoroso afecto, pero al
mismo tiempo, muchas de esas exóticas comidas callejeras eran
realmente difíciles de aceptar, y en el lío de las cosas, vio a Hua
Cheng sentado allí, apoyando su mano. Su mejilla, mirándolo con
una gran sonrisa. Xie Lian miró a su alrededor, se aclaró la
garganta y luego susurró: —... San Lang...

Solo en ese momento, Hua Cheng habló: —No hay necesidad de


preocuparse por ellos, Gege. Solo están demasiado emocionados
porque hay un invitado.

Un fantasma dijo de inmediato: —MI SEÑOR, ¡NO DIGA ESO!


¡NO ES QUE NOS EMOCIONEMOS POR CUALQUIERA! SI EL
SEÑOR ES NUESTRO GRANDIOSO PAPÁ, ENTONCES EL
SEÑOR GEGE ES NUESTRO GRANDIOSO TÍO...

— ¡SÍ! ¡POR SUPUESTO QUE TENEMOS QUE


EMOCIONARNOS CUANDO EL GRAN TÍO ESTÁ POR AQUÍ!

Xie Lian no sabía si reír o llorar, preguntándose qué demonios


estaban diciendo, y también Hua Cheng, gritó: — ¡Basta de
tonterías! ¡Cállense! —La multitud de fantasmas accedió
apresuradamente— ¡SÍ SEÑOR! MI SEÑOR ESTÁ EN LO
ABSOLUTAMENTE CORRECTO. NOS CALLAREMOS. ¡NO ES
GRANDIOSO TÍO!

Justo en ese momento, inesperadamente, algunas de las


fantasmas que habían estado riendo por un lado finalmente no
pudieron contenerse más y gritaron: — ¡Hey! Tú... ¿no eras ese
daozhang Gege que le dijo a Lan Chang que no podías
levantarlo?

—...

Xie Lian casi escupió su bocado de papilla en el acto.

Era como si la multitud de fantasmas hubiera descubierto un gran


secreto y explotaran: — ¡CARAY, MI JODIDO DIOS! ¡TIENES
RAZÓN!

— ¡ES ÉL, ES ÉL, ES ÉL! ¡LAN CHANG FUE Y LES DIJO A


TODOS!

Los demonios más inteligentes estaban aplastando


apresuradamente la boca de esos charlantes fantasmas, sin
embargo, Hua Cheng sin duda había escuchado. Xie Lian se
asomó y vio a Hua Cheng enarcando una ceja, mirándolo con un
ojo indescifrable, como si tratara de entender qué tenía que ver el
levantarse con Xie Lian. Originalmente, esa era la excusa que Xie
Lian había usado cuando esa mujer fantasma se había aferrado a
él, y aunque la multitud se burlaba de él, en ese momento podía
enfrentarla como si no fuera nada. Sin embargo, ahora que se
había dicho frente a Hua Cheng, Xie Lian no podía soportarlo,
deseando desesperadamente poder simplemente ahogarse con
una bocanada de papilla.
—Yo... —Xie Lian comenzó.

Hua Cheng parecía estar esperando pacientemente a que


continuara, pero ¿cómo podría explicarse algo como esto?
¿Realmente iba a discutir con una cara seria que no era, de
hecho, impotente?

Xie Lian terminó débilmente: —... estoy lleno.

Eso no era una mentira, realmente estaba lleno, así que se


levantó de inmediato y salió corriendo del puesto. Detrás de él,
esa multitud de fantasmas llevó sus montañas de delicias y platos
exóticos aullando sin parar.

— ¡MI, MI SEÑOR! ¿¡NO VA A COMER MÁS?!

Hua Cheng corrió tras él también, pero se tomó un momento libre


para mirar hacia atrás y ordenó nuevamente: — ¡LÁRGUENSE!

Esa multitud de fantasmas se apresuró a correr de nuevo.


Adelante, Xie Lian caminó al azar, pero al ver que esos fantasmas
y demonios no lo seguían, redujo el paso para esperar a Hua
Cheng. No pasó mucho tiempo antes de que Hua Cheng se
adelantara con las manos a su lado, hablando con una voz seria:
—No sabía que Gege tenía una condición tan indescriptible.

Xie Lian inmediatamente gritó.

— ¡NO LA TENGO!

Luego se lamentó con tristeza: —... San Lang.

Hua Cheng asintió.


—Muy bien. San Lang entiende. No diré otra palabra sobre el
tema.

Él puso la cara de alguien extremadamente bueno y obediente,


pero obviamente fingiéndolo. Xie Lian comentó: —Eres tan
insincero.

Hua Cheng se echó a reír: —Se lo juro, no encontrará a nadie más


sincero que yo en este mundo.9

Al escuchar esa respuesta familiar, Xie Lian también se rió.

Un momento después, preguntó con voz seria: —San Lang,


¿sabes dónde está el Templo QianDeng?

9
La primera vez que hubo este intercambio de palabras fue en ella capítulo 31.
Luego de que Xie Lian dijera que quería ver el verdadero rostro de Hua Cheng.
Capítulo 97: Crear en la Noche de Blanco; fragancia añadida por las mangas rojas10

Para esta pregunta, en realidad Xie Lian ya sabía la respuesta.


Sin embargo, la reacción de Hua Cheng fue muy diferente de lo
que esperaba.

Después de un momento de silencio, Hua Cheng de repente dijo:


—Lo siento.

— ¿Qué? —Xie Lian estaba confundido.

Al principio, había pensado que si el Templo de QianDeng no era


una broma, el que tendría la mayor conexión solo podría ser Hua
Cheng. Pero no importaba lo mal que estuviera con su suposición,
no había razón para que Hua Cheng se disculpara. Hua Cheng no
respondió, y solo le hizo un gesto para que siguiera caminando
junto a él, y Xie Lian siguió su ejemplo. Los dos caminaron un rato
y, después de girar, la vista que tenía ante sí se abría a un amplio
horizonte; un templo deslumbrante y trascendental apareció
silenciosamente ante los ojos de Xie Lian.

En un instante, su respiración se detuvo.

10
[紅袖添香] 'Fragancia añadida por mangas rojas' es un verso que describe
el lujo de un matrimonio feliz, ya que 'mangas rojas' simboliza a una novia, y
'agregar fragancia' representa a un erudito que estudia con el
acompañamiento de una mujer hermosa. MXTX estaba usando el verso como
un juego de palabras.
A su alrededor estaba el oscuro y vívido paisaje Sangrienta del
reino de los fantasmas, pero rodeado por un telón de fondo tan
siniestro se alzaba ese templo, hermoso más allá de las palabras,
con miles de luces encantadoras como la del paraíso.

Que un templo con brillantez e iluminación como el núcleo de este


estuviera dentro de un ruidoso y caótico pandemónium de la talla
de la Ciudad Fantasma, era opuestamente llamativo pero
impresionante. Al segundo que se haya visto dejaría una
imborrable profunda impresión. Pasó un tiempo antes de que Xie
Lian pudiera hablar: —... Esto...

Los dos se pararon frente al templo, y Xie Lian levantó la cabeza


para mirar. Hua Cheng también levantó la cabeza ligeramente y
dijo: —Fue el Festival de Medio Otoño hace unos días, y pensé
que Gege probablemente se uniría a ellos en sus juegos anuales
aburridos, así que configuré este lugar para darle un poco de
diversión a Gege mientras asistía al banquete, para hacer las
cosas interesantes.

—...

Su forma de hacer las cosas interesantes era demasiado


impactante. Por el bien de la diversión de Xie Lian, ¡construyó un
templo y levantó tres mil Linternas de Bendiciones de Luz Eterna!

Hua Cheng bajó la cabeza, se arregló las mangas y luego agregó:


—No quería que lo supiera porque lo hice por un capricho.
Construí el templo de Gege en un lugar tan desordenado, por
favor, Gege no esté ofendido.

Xie Lian inmediatamente negó con la cabeza. Hua Cheng en


realidad pensó que le estaba causando problemas, por lo que no
quería que lo supiera. Xie Lian realmente no sabía qué decir. En
este punto, para decir que estaba agradecido era poco, por lo
tanto, Xie Lian se calmó, tomó una gran bocanada de aire y
procedió a apreciar este Templo QianDeng con atención.

Un momento después, inclinó la cabeza y le preguntó: —Este


templo es gloriosamente magnífico, el arte y la artesanía en su
construcción son divinos; no podría haber sido construido en
pocos días. San Lang, no acabas de construir esto recientemente,
¿verdad?

Hua Cheng sonrió.

—Por supuesto que no. Gege tiene buen ojo, esto fue construido
hace mucho tiempo. Nunca encontré un uso para eso, así que lo
tenía oculto, y no se le ha permitido entrar a nadie antes. Tendré
que agradecer a Gege por finalmente darle un propósito, y hacer
que vea la luz del día.

Al escuchar esto, Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio.

Si se construyó hace mucho tiempo pero nunca fue usado y tuvo


otras intenciones al principio, entonces solo fue implementado por
conveniencia. Si Hua Cheng realmente hubiera construido un
templo solo para él, se sentiría aún más incómodo. Por supuesto,
con la personalidad de Hua Cheng, bien podría haber sido
construido por puro entretenimiento. Aunque Xie Lian tenía mucha
curiosidad por saber por qué Hua Cheng construiría un edificio
que era tan completamente diferente al resto de la Ciudad
Fantasma, aun así, Xie Lian contuvo el impulso de preguntar. No
era un buen hábito forzar demasiado; ¿Quién sabe si uno
terminaba por preguntar algo que no debía?
— ¿Quiere entrar y echar un vistazo? —Preguntó Hua Cheng.

—Por supuesto. —Xie Lian respondió alegremente.

Lado a lado, los dos entraron en el templo sin prisa, paseando por
el camino pavimentado por piedras de jade. Mirando a su
alrededor, el interior del templo era amplio y abierto, pero no tenía
una estatua divina ni los cojines para que los fieles se arrodillaran.
Hua Cheng dijo: —Esto se construyó a toda prisa, por lo que si
hay algo que no está bien, ruego que a Gege no le moleste.

Xie Lian sonrió.

—No, en absoluto. Creo que esto es muy bonito. Muy, muy


agradable. Es bueno que no haya un ídolo o cojines, mejor si no
hay ninguno. Pero, ¿por qué tampoco hay placa de título?

Esta no fue una pregunta crítica; solo que, dentro del templo,
incluso en las piedras desgastadas que pavimentaban los
caminos estaban grabadas delicadamente las palabras 'Templo
de QianDeng', y solo faltaba la placa del título sobre la entrada,
por lo que, naturalmente, no podía ser un simple error, por eso Xie
Lian tenía curiosidad.

Hua Cheng se rió entre dientes. —No se pudo evitar. Realmente


no hay nadie aquí que pueda escribir. Mire a la multitud antes, ya
sería impresionante si pudieran reconocer las letras. ¿A Gege le
gusta algún profesor de caligrafía en particular? Lo invitaré a
ayudar a componer para la placa. O, en mi opinión, la mejor
solución es si el mismo Gege dibujara el letrero, y colgarlo aquí
en el Templo QianDeng. Eso sería más que asombroso.
Mientras hablaba, señaló el altar en el gran salón. Esa mesa de
jade era extremadamente larga y ancha; sobre ella estaba
ordenadamente decorada con varias ofrendas, un quemador de
incienso, e incluso había pinceles, tinteros y papel; Un refrescante
sabor de erudición. Los dos se acercaron y Xie Lian dijo: —
Entonces, ¿qué tal si San Lang hace uno para mí?

Al escuchar esto, los ojos de Hua Cheng se ensancharon un poco,


como si no esperara que dijera eso. —

¿Yo?

—Sí —respondió Xie Lian.

Hua Cheng se señaló a sí mismo: — ¿De verdad quiere que


escriba?

Xie Lian notó su incomodidad y preguntó: —San Lang, ¿hay algo


malo?

Hua Cheng enarcó una ceja y respondió: —Nada está mal, es solo
que...

Al ver que Xie Lian estaba esperando que respondiera, apretó los
puños y respondió, algo impotente.

—Bueno. Es solo que no escribo bien.

Esto era algo nuevo. Xie Lian realmente no podía imaginar que
hubiera algo que Hua Cheng no pudiera hacer bien. Él sonrió.

—Oh? ¿De Verdad? ¿Escribe algo y enseñarme?


Hua Cheng volvió a preguntar: — ¿De verdad quiere que escriba?

Xie Lian sacó unas cuantas hojas de papel en blanco, las colocó
cuidadosamente sobre la mesa de jade y las aplastó con atención,
luego sacó un pincel morado de aspecto fino y lo puso en su
mano.

—Ven.

Al ver que tenía todo preparado, Hua Cheng dijo: —Muy bien,
bien. Pero no se ría.

Xie Lian asintió.

—Pero por supuesto.

Así, Hua Cheng tomó el pincel y comenzó a escribir, asumiendo


un aire de seriedad. Xie Lian observó, de pie junto a él, pero
cuanto más observaba, más cambiaba de color su cara.

Realmente quería retener la risa, pero no podía hacerlo. Hua


Cheng, mientras dibujaba locuras, escribiendo imprudentemente
en ese papel, habló en tono medio de advertencia y medio en
broma: —Gege.

Xie Lian enseguida enseñó su expresión: —Mi error.

Él no quería, pero ¿qué podía hacer? ¡La escritura de Hua Cheng


era demasiado graciosa!

Incluso en la historia de la maniática escritura que Xie Lian alguna


vez haya visto, estas ni siquiera eran rival para la pincelada de
Hua Cheng, y dentro de lo salvaje de esta llevaba un torbellino
malévolo y el aire del mal. Si algún profesor de caligrafía viera
esto, probablemente voltearía los ojos hacia atrás y moriría en el
acto. Tomó mucho tiempo y fue con una dificultad inmensa antes
de que Xie Lian pudiera distinguir; vasto mar, aguas, Monte Wu,
nubes y otras figuras diabólicas semejantes, y supuso que Hua
Cheng debía estar escribiendo: Después del vasto Mar, las aguas
ya no son aguas; Después de que el Monte Wu se haya retirado,
las nubes ya no son nubes.11

Pensando en cómo Hua Cheng dominaba el reino de los


fantasmas, temido por todos los cielos y el infierno, finalmente
mostraba una expresión como esa en algo, y cuando escribía eran
tales versos, Xie Lian iba a reventar sus entrañas en su risa. Cogió
con ambas manos el producto final que Hua Cheng completó con
solo un giro de su mano, y fingió estar calmado.

—Bien. Tiene cierta personalidad, un gran sentido de unidad.


Tiene estilo.

Hua Cheng colocó el pincel hacia atrás, luciendo equilibrado y


correcto, y entrecerró los ojos con una sonrisa: —Demencia,
quieres decir.

11
[曾經滄海 難為 水, 除卻 巫山 不是 雲
取 次 花叢 懶 懶 , 緣 修道 半 緣 君]
Después del vasto mar, las aguas ya no son aguas;
Después de que el Monte Wu se haya retirado, las nubes ya no son nubes;
Al cruzar a través de las flores el ojo es perezoso;
La mitad del destino en el cultivo, la mitad del destino en ti.
Este fue un poema escrito por el poeta Tang Yuan Zhen, que expresa su amor eterno
y su devoción a su esposa. Los primeros dos versos se usan actualmente para expresar
la nostalgia de haber tenido algo bueno y hermoso, y la soledad de no tener nada más
que se pueda comparar después.
Xie Lian fingió no escuchar y comenzó a comentar con seriedad:
—En realidad, no es difícil escribir bien, escribir con estilo es lo
que es difícil. Si solo se viera bien, pero se sea exactamente igual
a otros miles, entonces no sería más que común. San Lang tiene
una buena base, el talento de la profesión, la fuerza para tragar
montañas... —Hubo otras dos frases que seguían: paisajes rotos,
ejércitos en ruinas. No podía evitarse; inventar alabanzas también
era bastante difícil. Hua Cheng se quedó allí, y cuanto más
escuchaba, más elevaba sus cejas. Preguntó dudoso: — ¿En
serio?

— ¿Cuándo le he mentido a San Lang? —Dijo Xie Lian.

Hua Cheng, tranquila y perezosamente, agregó unos cuantos


palos de incienso en el pequeño recipiente dorado del costado, y
en medio de una fragancia fresca y tenue, dijo con un aire de
indiferencia: —Yo sí quiero escribir bien, pero no hay nadie para
enseñarme, y no sé si hay algún truco.

Ciertamente le preguntó a la persona adecuada. Xie Lian


murmuró y dijo: —Realmente no hay truco, solo... —Xie Lian lo
contempló, pero sintió que al final no podía simplemente decir y
no mostrar, por lo que se acercó más, recogiendo la brocha y
escribió debajo de los dos últimos versos que Hua Cheng había
escrito. Lo hizo rápidamente, y después de mirarlo por un
momento, se echó a reír con un suspiro: —Estoy muy
avergonzado, no he tenido muchas oportunidades de escribir en
varios años, así que ya no es tan bueno.

Hua Cheng miró los cuatro versos que parecían tan diferentes
como el cielo y el infierno, los caracteres con estilos distintos el
uno del otro, especialmente los dos últimos versos que Xie Lian
agregó: —Al cruzar a través de las flores el ojo es perezoso; La
mitad del destino en el cultivo, la mitad del destino en ti.

Juntó los versos y los leyó unas cuantas veces, con los ojos
brillantes e inmóviles. Pasó un momento antes de que mirara
hacia arriba.

— ¿Enséñeme?

—Bueno, no me atrevo a dar una clase —dijo Xie Lian. Por lo


tanto, comenzó a contarle a Hua Cheng todo acerca de las
introducciones a la caligrafía sin detenerse, brindándole ideas y
reflexiones personales de cuando practicaba la caligrafía en sus
años más jóvenes.

El aire perfumado flotaba suavemente, las luces resplandecientes


brillaban. Xie Lian dio una conferencia seria y Hua Cheng escuchó
atentamente. Dentro del gran salón, charlaban a la ligera y
pausadamente, sus tonos bajos, pintando un cuadro de suavidad.
Después de un rato, Xie Lian dijo: — ¿Por qué no lo intentas de
nuevo?

Hua Cheng dijo oh, y tomó el pincel de su mano, y se calmó antes


de escribir otras pocas palabras. Xie Lian se paró a su lado y
observó, cruzando los brazos e inclinando la cabeza.

—Interesante. Pero…

Pero, todavía sentía que hay algo mal con la forma en que Hua
Cheng escribe. Observó con el ceño fruncido por un momento y
de repente se dio cuenta de dónde estaba mal, ¡Hua Cheng no
estaba sujetando el pincel correctamente en primer lugar!
Incluso la forma en que sostenía el cepillo era incorrecta, ¡por
supuesto que saldría mal!

Xie Lian no sabía si reír o llorar y se acercó, extendiendo su mano


para corregirlo sin pensar: —Lo estás sosteniendo mal, es así...

Solo cuando se acercó, de repente se dio cuenta de que podría


ser inapropiado. Los dos no eran maestro y joven discípulo, por lo
que instruir mano con mano podría ser demasiado confianzudo.
Sin embargo, como la mano ya estaba fuera, no había razón para
retirarse; de lo contrario, solo parecería demasiado consiente de
sí mismo. Por lo tanto, después de algunas dudas, Xie Lian no
retiró su mano. Entonces pensó, la última vez en la Guarida del
Apostador, ¿no le enseñó Hua Cheng a tirar los dados con las
manos sobre las suyas así también? Aunque Xie Lian sintió que
no aprendió absolutamente nada la última vez, e incluso hubo una
ligera sensación de que había sido engañado de alguna manera,
esta vez fue sincero al querer enseñarle algo a Hua Cheng. Por lo
tanto, la cálida palma de Xie Lian estaba tranquila, presionando
cerca de la fría mano de Hua Cheng, sosteniéndola suavemente,
y la llevó para guiar el pincel a través del papel, susurrando.

—Así...

Podía sentir bajo su mano el pincel de Hua Cheng cada vez más
salvaje, por lo que ejerció cierta fuerza para controlarlo,
corrigiendo su camino. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta
que se desviara aún más, resistiendo el control, por lo que solo
pudo agarrarlo con más fuerza.
Los caracteres dibujados a través del poder de los dos
combinados estaban encorvados y retorcidos, impropios y feos, y
cuanto más guiaba Xie Lian, más sentía que algo estaba mal, y
finalmente no pudo evitar mirar boquiabierto.

—Que...

Como si su juguetona broma fuera un éxito, Hua Cheng soltó una


risita. La tinta en el papel era caóticamente violenta, y Xie Lian
estaba exasperado.

—San Lang... no seas así. Aprende correctamente. Escribe


correctamente.

—Oh. —Hua Cheng consintió.

Solo una mirada y era obvio que solo estaba fingiendo ser serio.
Xie Lian negó con la cabeza, sintiéndose ridículo.

La mano de Hua Cheng puede ser fría, pero a su alcance, por


alguna razón, se sentía como un trozo de carbón caliente, y Xie
Lian no se atrevía a aguantar más. En ese momento, los ojos de
Xie Lian se deslizaron repentinamente hacia el borde del altar, y
se detuvo.

Cuando miró hacia la esquina de la mesa, había una flor pequeña


y solitaria.
Capítulo 98: Extraño plan de juego; Puertas abiertas para el ladrón del feto
demonio (parte uno)

Xie Lian se sorprendió un poco, un recuerdo lejano era como una


imagen cubierta de polvo, y cuando trató de limpiarlo, todavía
estaba borroso. Aflojó su mano y recogió esa flor, solemne y sin
palabras. Hua Cheng también dejó el pincel, y pulverizó
silenciosamente la tinta.

— ¿Qué es?

—... —Xie Lian sonrió. —Nada. Simplemente, esta flor es


refrescante, siempre me ha gustado.

No era raro ver ofrendas de flores en templos y palacios. Solo que,


la mayoría usaría rojo brillante o púrpura, grandes ramos de flores
frescas o falsos hechos a mano que nunca se marchitarían.
Después de una pausa, Xie Lian dijo: — ¿Podría ser que esa
Lluvia Sangrienta que busca la Flor haya buscado este tipo de
flor?

Hua Cheng sonrió.

—Gege tiene la premonición de los dioses.

Entre risas, los dos finalmente completaron una composición


juntos, y el tema seguía siendo esos cuatro versos. Hua Cheng lo
recogió para admirarlo, luciendo muy complacido.

—Em. Muy bueno. Enmárquelo.


Al escucharlo decir muy bueno, Xie Lian dijo eeh. Cuando
escuchó enmárquelo, Xie Lian dijo eeh de nuevo.

—No estás pensando en colgarlo en la pared, ¿verdad?

Si sus maestros fallecidos fuesen a ver la participación de Xie Lian


en tal composición, probablemente se levantarían de entre los
muertos para perseguirlo como un zombi. Sin embargo, Hua
Cheng solo se rió.

—No. Lo guardo para mí. No le mostraré esto a nadie.

En ese momento, los dos de repente escucharon una débil serie


de gritos desde el exterior:

— ¡FUEGO!

— ¡FUEGO!

— ¡LA MANSIÓN PARAÍSO ESTÁ EN LLAMAS!

Estaba sumamente tranquilo dentro de la sala principal del templo


de QianDeng, y dado que ambos poseían sentidos más fuertes
que los normales, en el momento en que oyeron que se miraban
el uno al otro, y Xie Lian soltó: — ¿Mansión Paraíso otra vez?

Las palabras ya habían salido de su boca antes de darse cuenta


de que era una tontería decir otra vez. Hua Cheng no parecía
preocupado, y sin prisa guardó las composiciones.

—No hay necesidad de preocuparse. Gege simplemente siéntese


aquí y relájese. Volveré pronto.
Como si Xie Lian pudiera sentarse y relajarse. Dijo: — ¡Iré contigo!

Y lo siguió apresuradamente, sintiéndose un poco triste.

— ¿Cómo es que cada vez que vengo, Mansión Paraíso se


incendia? Su título de Dios de la desgracia estaba a punto de ser
ratificado de nuevo.

Aunque esta vez no tenía nada que ver con él, lamentarse ya era
prácticamente un hábito. Los dos se apresuraron a regresar a
Mansión Paraíso, y en el camino toda la calle principal estaba
llena de humo, pequeños demonios y monstruos gritando y
aullando mientras corrían de un lado a otro con cubos de agua.
Cuando vieron llegar a Hua Cheng y Xie Lian, todos gritaron: —
¡MI SEÑOR! ¡NO SE PREOCUPE SU SEÑORÍA, EL INCENDIO
NO ERA GRANDE, YA FUE APAGADO!

Hua Cheng no mostró ninguna respuesta, pero Xie Lian, sin


embargo, dejó escapar un suspiro de alivio y dijo con suavidad: —
¡Gracias a Dios! Gracias por el arduo trabajo de todos.

Los pequeños demonios no esperaban ningún tipo de gratitud, y


el gracias por el arduo trabajo, vino de parte del amigo del señor,
por lo que todos se entusiasmaron de alegría.

— ¡NO ES ARDUO! ¡NO FUE NADA DIFÍCIL! ¡ES NUESTRO


DEBER!

Solo entonces se dio cuenta Xie Lian, que mostrar gratitud era
bastante inapropiado porque no era el dueño de este
establecimiento. Sin embargo, dado que el propio Hua Cheng no
había dicho nada, si Xie Lian dijo algo, no debería ser tan malo.
Se reprendió mentalmente y dejó de preocuparse. Los dos
entraron a Mansión Paraíso y miraron dónde comenzó el incendio,
y confirmaron que era solo un área pequeña, nada más que la
esquina de una casa pequeña e insignificante, no es de extrañar
que el fuego se extinguiera tan rápido.

Sin embargo, después de que esto fue confirmado, Xie Lian se


alarmó. Se volvió hacia Hua Cheng.

—El incendiario no estaba tratando de jugar una broma ignorante


y valerosa, y esto tampoco fue para incendiar nada, más bien
como una distracción, atrayendo la atención de todos.

Pero, si ese era el caso, ¿para qué era la distracción?

En un instante, Xie Lian lo descubrió.

— ¡ESE ESPÍRITU FETO!

Antes, cuando dejaron Mansión Paraíso, incluso habiendo


caminado un largo camino, el espíritu del feto siguió sollozando y
lloriqueando, el sonido de su sollozo agudo en los oídos, incluso
llamando a mamá a veces. ¡Pero ahora, esa voz se había ido!

Los dos se apresuraron a ir a una cámara lateral fuera de la sala


principal de Mansión Paraíso para verificar. Cuando los dos se
fueron, Hua Cheng colocó casualmente la vasija de barro que
contenía el espíritu del feto en un escritorio, y ante ellos, esa vasija
de barro todavía estaba allí, pero cuando Xie Lian la alcanzó y la
agarró, inmediatamente sintió que el peso era diferente, era
demasiado ligera. Cuando la abrió, por supuesto, no había nada
dentro.
No había forma de que lo que estaba encerrado dentro de la vasija
de arcilla pudiera romper ese sello. Xie Lian dijo de inmediato: —
Alguien soltó el espíritu del feto.

Hua Cheng, sin embargo, no parecía preocupado en absoluto.

—Fue robado. Esa cosa fue herida dentro de la tropa de


mariposas, está profundamente herida, no pudo llegar muy lejos
por sí sola.

—Entonces eso es fácil de lidiar. Xie Lian dijo: —San Lang, ¿tu
Mansión Paraíso tiene guardias que patrullan las instalaciones?
Ve si vieron a alguien sospechoso.

—No hay ninguno —dijo Hua Cheng.

—... —Xie Lian parpadeó. — ¿Ninguno?

—Sí. Nunca ha habido ninguno —respondió Hua Cheng.

No es de extrañar que cuando se escabulló por Mansión Paraíso


la última vez, no había guardias a la vista. Xie Lian una vez pensó
que era porque estaban tan bien escondidos que no los vió, pero
no se dio cuenta de que en realidad no había ninguno. Un poco
aturdido, dijo: — ¿Eres tan relajado con respecto a Mansión
Paraíso?

—Gege, ¿alguna vez ha prestado atención a las puertas de


Mansión Paraíso? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian lo pensó y respondió: —No, no lo he hecho. ¿Podría ser


que hay algo extraordinario en ellos?
—Correcto —dijo Hua Cheng.

Señaló el conjunto de las puertas de la cámara lateral y dijo: —Si


uno no es el dueño de este establecimiento, entonces aquellos
que tomaron lo que originalmente estaba dentro que no les
pertenecía y sin permiso, incluso un solo artículo, no podrán abrir
las puertas, y quedarían atrapados dentro de la habitación.

Xie Lian recordó la última vez que vino a Mansión Paraíso, y en


ese momento él siempre había abierto puertas con dados, y
cuando finalmente se fue, fue a través del torbellino creado por el
Señor del Viento, levantando el techo y evitando salir por el
'puertas'. Esas eran todas imágenes de violencia, y cuanto más
recordaba Xie Lian, más pensaba que debía dejar de pensar,
sintiéndose ligeramente avergonzado. Después de una pausa,
luego preguntó: —Entonces digamos, si San Lang me robara un
dispositivo espiritual y lo guardara en Mansión Paraíso, ya que era
el propietario original del dispositivo, ¿no puedo sacarlo?

Hua Cheng levantó las cejas.

—Por supuesto que no. Una vez que está en mis manos es mío.
Pero, no me malinterprete, Gege, nunca robaría ninguno de sus
dispositivos espirituales.

Xie Lian se aclaró la garganta.

—Por supuesto. Lo sabía. Por eso dije si. Además... de todos


modos no tengo ningún dispositivo espiritual que valga la pena
robar...
Los chistes de Hua Cheng terminaron ahí. Él sonrió y luego
continuó: —Entonces, robar algo de mí sin previo aviso es
imposible. Naturalmente, no hay necesidad de guardias.

La primera reacción de Xie Lian fue que el que robó el espíritu del
feto no salió por las puertas y usó otra cosa. Pero al mirar
alrededor, el techo de esta cámara lateral no mostraba daños, los
pisos parecían prístinos, las paredes también estaban bien, ni
rastro de ningún robo. No pudo evitar pensar en un pensamiento
aún más espeluznante:

¿Podría ser que el que robó el espíritu del feto no se había ido y
todavía estaba en esta cámara lateral?

Aunque no había ningún lugar en la cámara lateral para


esconderse, todavía había muchas formas en el mundo de
volverse invisibles. Tal vez ese ladrón estaba cerca de ellos en
este mismo momento, observando cada acción en silencio. Xie
Lian miró a su alrededor con atención, vigilante de cualquier
movimiento extraño en el aire. Sin embargo, si fueron sus ojos o
sus instintos, ambos le dijeron que no había ninguna tercera
persona o demonios. Él podría tener que seguir una línea de
pensamiento diferente. En ese momento, Hua Cheng se rió entre
dientes: —No hay necesidad que Gege se preocupe. Tengo mi
propia manera de encontrar al ladrón del espíritu del feto.

Realmente se veía muy confiado. Xie Lian se volvió hacia él y,


después de meditar un momento, Xie Lian también se volvió
gratamente optimista.

Los dos esperaron en silencio. Después de un rato, el sonido de


la conmoción se acercó, y un gran grupo de fantasmas, demonios
y monstruos llegaron a raudales, reuniéndose fuera de la cámara
lateral como una bandada de pájaros.

— ¡Mi señor! ¿Qué es lo que su señorío desea para llamarnos?

Como mínimo, esta multitud estaba cerca de mil, y si no fuera por


el gran patio y las cámaras de Mansión Paraíso, es posible que
no todos quepan. El que los trajo fue ese hombre enmascarado,
y le dijo a Hua Cheng: —Mi señor, todos los que aparecieron hoy
en la calle deberían estar aquí. La Ciudad Fantasma también está
cerrada, nadie puede irse.

Era la misma voz de ese joven desde la última vez, y Xie Lian no
pudo evitar echarle un vistazo. Los fantasmas gritaron: — ¡Mi
señor! ¿Atrapó al que prendió fuego?

— ¡Ellos dicen que incluso algo fue robado! ¡Están cansados de


vivir o quieren morir otra vez o qué!

— ¡TAN INSOLENTE! PROVOCAR FUEGO Y ROBAR, ¡SE


ATREVEN A METERSE CON EL GRAN SEÑOR! ¡¿HAY FORMA
QUE MI SEÑOR LOS DEJE IR?!

—...

A pesar de que la multitud de demonios no hablaban de él, como


el que incendió el edificio la última vez, secuestró a alguien y fue
dejado ir por Hua Cheng, Xie Lian sintió que era atravesado por
innumerables flechas, y suavemente se aclaró la garganta,
sintiéndose cada vez más culpable. Echó un vistazo a Hua Cheng
pero, por casualidad, se topó con Hua Cheng, que también lanzó
una mirada indescifrable, y Xie Lian inmediatamente bajó los ojos.
Entonces, pudo escuchar a Hua Cheng decir rotundamente: —El
que robó el espíritu del feto puede acercarse, no pierda mi tiempo.

La multitud se sacudió.

— ¿Entre nosotros?

—Pensé que era del exterior...

— ¿Quién demonios es? ¡Simplemente avance ya!

Un momento después, la ola se había calmado, pero nadie


avanzó. Hua Cheng dijo: —Muy bien. Valiente como se esperaba.
Los hombres a la izquierda, las mujeres a la derecha, divídanse y
alinéense.

Aunque los demonios y los fantasmas estaban desconcertados,


no se atrevieron a desobedecer la palabra de Hua Cheng, e
inmediatamente hicieron lo que se les dijo, formando dos grandes
grupos. Los demonios masculinos se aplastarion a la izquierda,
sus voces ásperas; Las fantasmas femeninas estaban, pues, a la
derecha, cada una seductora y coqueta. Hua Cheng y Xie Lian
compartieron una mirada, luego se dirigieron directamente al lado
derecho, caminando entre los fantasmas femeninos, lanzando
miradas, pasando por diez con cada barrido de sus ojos. Después
de muchos pasos, cuando Xie Lian pasó junto a un fantasma
femenino, se detuvo ligeramente. Esta fantasma femenina llevaba
un vestido largo, su cara cargada de capas de polvo blanco,
terriblemente pálida, su verdadera cara era indiscernible. Sin
embargo, esa exagerada cara bonita era algo familiar, y Xie Lian
gritó: — ¿Mi señora Lan Chang?
Esa fantasma femenina se sorprendió, como si ella fuera la que
acababa de ver a un fantasma. Efectivamente, fue la mujer
fantasma Lan Chang quien se aferró a él en las calles de Ciudad
Fantasma, luchó con el carnicero jabalí, se rió de su, no poder
ponerse erguido, y se lo contó a todos.

Después de sacudirse el shock, se puso las manos en las caderas


y levantó la cabeza: — ¿Qué? ¡Tú eres el que dijo que no podías
levantarlo! ¡No te hice mal! ¿Buscarás venganza y me acusarás
con mi señor?

Aunque las fantasmas y los demonios femeninos estaban todos


un poco nerviosos, al escucharla, todavía se reían suavemente.
Hua Cheng también se acercó, y aunque su expresión no era
legible, la fantasma femenina Lan Chang todavía estaba un poco
asustada, se mostraba recatada y ya no agitaba nada. Xie Lian
dijo gentilmente: —Una broma como esa, mi señora puede hablar
como desee. Sin embargo, el espíritu del feto ha dañado a
muchos, su sangre es pesada, y no se debe ser liberado, así que
por favor devuélvalo.

Incluso con la base gruesa en la cara de Lan Chang, era obvio


que su cara se volvía más pálida. Retrocedió apresuradamente,
pero como estaba en una multitud de fantasmas femeninos, no
llegó muy lejos antes de que la atraparan, sellando su posibilidad
de escapar, y así solo pudo llorar: — ¡NO SÉ DE LO QUE
HABLAS! ¿QUÉ ESPÍRITU DE FETO?

—Por favor devuélvalo. —Xie Lian hizo una seña.

— ¿REGRESAR QUÉ? ¡NO LO TENGO! Tú me acusas de robar


de la casa de mi señor, pero todo el mundo sabe que no hay forma
de que algo pueda ser sacado de la casa de mi señor. ¡Lo que
sea que tomemos, no lo podemos sacar! —

Todos los demonios estuvieron de acuerdo, sí, es cierto, todos lo


sabían, e incluso el carnicero jabalí se quejaba. Lan Chang
agregó: —EL incendio de Mansión Paraíso acaba de suceder. He
estado en la calle y nunca me fui. Si robara algo, ¿no tendría
tiempo para ocultarlo? —Mientras hablaba, abrió los brazos,
mostrando sus manos vacías e incluso levantó su vestido para
demostrar que no estaba ocultando nada. Sin embargo, Xie Lian
señaló: —Mi señora, la última vez que la conocí, en el frío aún se
vestía tan a la ligera. ¿Hoy es hermoso el día y aún lleva un
vestido largo? ¿Por qué el cambio repentino? ¿O está
escondiendo algo?

Fue solo después de que lo mencionó cuando los demonios se


dieron cuenta, Lan Chang usualmente se vestía de manera
reveladora, y que Xie Lian dijera a la ligera ya era muy educado.
En las calles casi estaría exponiendo su escote. Sin embargo, hoy
llevaba un vestido largo, cubriéndose completamente las piernas
y la cintura, considerablemente extraño. Además, antes, cuando
Hua Cheng llevaba a Xie Lian para pasear por las calles Ciudad
Fantasma y la multitud de demonios gritaba, llenándolos de
platos, no vieron a Lan Chang, a quien le encantaba presumir y
molestar en las calles, proclamando apasionadamente.

— ¡NO SOY YO, ES ÉL QUIEN NO PUEDE ERGUIRLO! Y por


eso comenzaron a agitar.

Xie Lian explicó lentamente: —No tomó lo que no le pertenecía;


Solo se llevó lo que era parte suya. ¡Ese espíritu feto está en tu
vientre justo en este momento!
Si el ladrón del espíritu feto no tenía otras formas de irse y no se
quedaba en la cámara lateral, entonces solo podría haber una
explicación: ese ladrón salió por las puertas delanteras
abiertamente.

Si ese espíritu feto ya hubiera nacido, entonces sería un niño, una


persona independiente. Sin embargo, ese espíritu feto fue retirado
por la fuerza del útero de su madre antes de que llegara a término,
por lo tanto, si su madre se lo volvía a meter en el vientre,
entonces naturalmente contaría como algo que le pertenecía. No,
hay que decir que el espíritu del feto no era diferente de un trozo
de su carne, una parte de su cuerpo. Después de todo, el vínculo
de sangre entre una madre y su hijo era denso y, dadas las
circunstancias, no eran más que un cuerpo, de modo que las
fantasmas femeninas podían, naturalmente, salir sin daño y salir
abiertamente de Mansión Paraíso.

Por lo tanto, el que robó el espíritu del feto debe ser un fantasma
femenino, así como la madre de ese niño. Cerrar la Ciudad
Fantasma y luego traer a todas las mujeres fantasmas y demonios
que aparecieron en la calle antes y después del incendio para
investigar, seguramente los llevarían al culpable. Pensando en
ello, Hua Cheng debe haber pensado en todo esto desde el
momento en que entraron en la cámara lateral.

De repente, Lan Chang dejó escapar un grito fuerte, y se agarró a


su propia barriga en un ataque de locura.
Capítulo 99: Extraño plan de juego; Puertas abiertas para el ladrón del feto
demonio (parte dos)

— ¿Mi señora? —Xie Lian exclamó.

La cara de Lan Chang estaba tan blanca como una hoja y no podía
pronunciar ni una sola palabra. De repente, fue como si algo en
su vientre explotara, y el abdomen que estaba plano antes se
hinchó formando una gran bola, casi rompiendo esa parte del
vestido largo, y nubes de humo negro se escaparon de las
costuras.

Las fantasmas femeninas estaban aflojando su agarre, pero Lan


Chang se aferró a su vientre con un apretón de muerte, gritando
alarmada.

— ¡DEJA DE MOVERTE!

Fue el espíritu del feto en su vientre el que causó una revuelta.


Hua Cheng dijo con calma: —Gege, retrocede.

— ¡Está bien! —Exclamó Xie Lian.

Lan Chang se arrodilló en el suelo, con el rostro torcido de agonía.


— ¡ESCUCHAME! ¡SÉ BUENO! ¡¡SOLO SÉ BUENO!! ¡DEJA DE
MOVERTE!

—Señora Lan Chang, solo déjelo salir primero.

Lan Chang sacudió la cabeza locamente.


— ¡NO! ¡NO NO NO! Lo mantendré en mi estómago y lo criaré
bien, ¡ya no saldrá a hacerle daño a nadie! Mi señor, por favor, se
lo ruego, no se lleve a mi hijo. ¡Lo he buscado durante siglos! ¡No
se lleve a mi hijo! ¡No se lo entregue a esos sinvergüenzas en los
cielos!

Parecía que los fantasmas y los demonios en la Ciudad Fantasma


eran conscientes de que Xie Lian era del reino celestial, después
de todo. Lan Chang sollozó y comenzó a rodar por el suelo,
sosteniendo su abdomen, como si su vientre ya no formara parte
de su cuerpo y fuera una propia criatura viva, encogiéndose a
veces, hinchándose otras, y moviéndose por todas partes otras
más. El humo negro se estaba espesando; debe haber
recuperado algo de fuerza después de haber recuperado algo en
el vientre de su madre, y estaba listo para volver a crear
problemas. La multitud de fantasmas femeninas se había
separado, pero volvieron a sujetarla, pero estaban impotentes,
todos los demás demonios de la izquierda gritaron: — ¡NOS
HAREMOS CARGO! —Y se apresuraron a empujarla hacia abajo.
Era pandemónium y Xie Lian apretó los puños, gritando: — ¡MI
SEÑORA LAN CHANG! EL PODER DEL FETO EN TU VIENTRE
ES MUCHO MÁS FUERTE QUE EL SUYO, PUEDE HERIRLA,
PERO USTED NO PODRÍA SOPORTAR HERIRLO A ÉL, ¡NO
PUEDE HACER NADA! ¡LE QUITARÁ TODA SU ENERGÍA
TARDE O TEMPRANO, DÉJELO IR AHORA!

Si Lan Chang se negaba a soltar la cosa oculta en su vientre, iba


a ser succionada y desgarrada por ese cruel y violento espíritu
feto, tarde o temprano, lo que no le dejaría a Xie Lian otra opción
que cortarlo personalmente él mismo. Aunque podría ser mejor
que verla ser destrozada por su propio hijo, a menos que
realmente no haya otra manera, realmente no era algo que él
quisiera hacer. Él no quería hacerlo, y ciertamente no querría que
Hua Cheng lo hiciera por él. Sin embargo, esta fantasma femenina
Lan Chang era obstinada como una mula, e incluso mientras ella
gemía en agonía se negaba a dejar salir ese espíritu feto. Esto no
podría durar mucho más, por lo que Xie Lian preferiría hacerlo él
mismo. Apretó los dientes y gritó: — ¡PERDONE LA MOLESTIA!

Sin embargo, cuando su mano alcanzó la empuñadura de Fang


Xin, Hua Cheng inmediatamente lo sostuvo, diciéndole con una
voz grave: —No es necesario. —Al mismo tiempo, un destello de
luz dorada brotó repentinamente del centro del abdomen de la
mujer, sus rayos apuñalaron a esa multitud de demonios y
monstruos y todos gritaron, huyendo para darle a espacio—.
¡¿QUÉ MIERDA?!

Xie Lian fijó sus ojos en esta, y cuando esa luz dorada se apagó,
el espíritu del feto que estaba desesperado por salir corriendo
parecía estar encadenado por algo, y el abdomen de Lan Chang
se aplanó a su forma normal. Lo que lo encadenaba era un
cinturón en la cintura de ella.

Ese cinturón se veía normal e indistinto, pero cuando Xie Lian lo


miró bien, se quedó asombrado: —... ¿Por qué algo como esto
estaría en usted?

Incluso si su color se había desvanecido por las lavadas, Xie Lian


podía decir que ese cinturón era algo que pertenecía a los cielos.

Había muchos objetos en el cielo que eran artefactos espirituales


artísticos. Por lo tanto, solo en circunstancias extremas se
mostrarían para proteger a sus amos en un momento de urgencia.
Además, incluso si los patrones bordados en ella estaban
fuertemente borrados y dañados, Xie Lian todavía podría
determinar que debe ser el Cinturón de Oro que solo los oficiales
celestiales podrían poseer.

¡Mirando cómo estaba hecho, también era de uno que pertenecía


a los Tribunales Superiores!

En el reino celestial, regalar un Cinturón Dorado era un acto de


elegancia moderno y poseía un significado especial. Si un
funcionario de sexo masculino iba a regalar su cinturón a otra
persona, era un gesto de afecto, y no era necesario explicar con
más detalle cuál sería el —significado especial. Por lo tanto, algo
como un cinturón, por supuesto, no sería algo fácil de regalar, y
tampoco se perdería tan fácilmente. Xie Lian se quedó
boquiabierto.

—Mi señora, podría ser, su hijo...

Se calló al recordar repentinamente que, no importa si estaba en


la guarida del mal, preguntar datos personales de una mujer en
público no era algo cortés, por lo que se calló de inmediato. Lan
Chang gritó al instante.

— ¡NO!

Xie Lian pensó: —Ni siquiera he dicho nada, ¿a qué está diciendo
no?

En su lugar, preguntó: — ¿Dependió de este Cinturón de Oro para


mantenerse durante los últimos setecientos ochenta años?

Al escuchar esto, todos los fantasmas femeninos quedaron


aturdidos: —... ¡SANTA MIERDA, LAN CHANG! ¿ERES TAN
VIEJA?
— ¿NO SOLÍAS DE DECIR QUE TENÍAS TRESCIENTOS Y UN
POCO MÁS?

— ¡NO, INCLUSO DIJO QUE TENÍA DOSCIENTOS ANTES!


¡ESTÁS FALSEANDO TU EDAD!

Ese espíritu del feto tenía aproximadamente entre siete y


ochocientos años de cultivo, entonces, naturalmente, su madre
también tendría alrededor de esa edad. Sin embargo, esa
fantasma femenina Lan Chang no poseía tanto resentimiento, por
lo que para poder permanecer en el mundo corporal durante el
tiempo como una fantasma normal, el Cinturón Dorado con tan
inmensos poderes espirituales, debe haberla ayudado un montón.
Si el padre de ese espíritu feto era un oficial celestial, entonces
tenía sentido que este estuviese tan corrompido.

Un oficial celestial que tuvo un romance con una mujer mortal,


quien sabe si él terminó abandonándola o negándola, pero esa
mujer tuvo un final violento, su bebé fue sacado por la fuerza de
su vientre. Ahora, tanto la madre como el hijo se habían convertido
del reino de los fantasmas, y ese feto bien podría haber asesinado
a muchos otros. No importa qué, este asunto no era menos serio
que el de Xuan Ji, e incluso parecía bastante similar.

En cuanto a cómo lidiar con esto, Xie Lian ya había decidido.


Inmediatamente se volvió hacia Hua Cheng y dijo: —San Lang,
esta señora...

No era necesario que él diga más, Hua Cheng dijo: —Haga lo que
deba. No hay necesidad de preguntarme.

—Mm. —Xie Lian asintió suavemente.


Una vez que recibió el permiso, se volvió hacia Lan Chang. En
ese momento, todos los demonios exigían: —LAN CHANG LAN
CHANG, ¿QUIÉN ES EL PAPÁ DE TU BEBÉ?

— ¡QUÉ BARBARIDAD! ¿SOLO LE IMPORTÓ LA MATANZA Y


NO EL ENTIERRO? ¿SOLO LE IMPORTÓ COJERTE, PERO NO
CRIAR LA NIÑO?

— ¿QUIÉN ES? ¡TIENES QUE VENGARTE!

Lan Chang apretó los dientes y miró a Xie Lian.

— ¿Quién más puede ser?

Ella no había dicho el nombre, pero Xie Lian entendió: —Venga


conmigo a la Corte Celestial.

— ¡¡¡NO!!! —Lan Chang gritó inmediatamente.

Por supuesto, era inútil que ella dijera que no; dispuesta o no, Xie
Lian debe llevársela. Xie Lian controló su expresión y dijo
solemnemente: —Este espíritu del feto es extremadamente
violento; quien sabe cuanta sangre hay en sus manos. El caso se
ha vuelto demasiado complicado, no puede ocultarlo. Esto debe
ser confrontado e informado a la Corte Celestial. Si ese
funcionario celestial es honesto, o si hubo algún tipo de
malentendido entre ustedes, podemos hacer que usted y su hijo
sean reconocidos, y que el asunto con el niño sea tratado. Si ese
oficial celestial la ha ofendido o ha hecho algo aún peor, entonces
hay más razones para que exija justicia. No importa qué, este
espíritu feto es tu hijo, pero también su hijo. ¿Cómo puede alguien
más interferir si el padre ignora este asunto?
Todos los demonios pensaron que su discurso tenía sentido.
Además, si dejan que Lan Chang lleve a su hijo para causar una
revuelta en el cielo, ¿qué tan emocionante sería eso? ¡Cuanto
más grande sea el caos, mejor! Así que todos insistieron: —Sí,
Lan Chang, ¡¿de qué tienes miedo?! ¡Ve a resolver tu asunto con
ese tipo!

— ¡Si él no te reconoce, quemaremos sus templos!

Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng: —Voy a hacer un viaje a la


Corte Celestial en este instante e informaré este asunto de
inmediato.

Lan Chang, sin embargo, todavía se oponía, pero sabía que no


podía detenerlo. Después de recuperarse de su conmoción, de
repente se inclinó ante Hua Cheng y dijo: —Mi señor, ¡gracias por
su amabilidad y gracia al refugiarme!

Xie Lian se sorprendió, y continuó: —Lan Chang prendió fuego a


Mansión Paraíso, se desesperó y rompió las reglas de la Ciudad
Fantasma. ¡Lo siento mucho! Rezo para que mi señor no lo ponga
en mi contra.

Ella siempre había sido una vulgar, pero cuando abrió la boca
ahora, era como si fuera una persona diferente, haciendo que
muchos de los demonios y monstruos que estaban familiarizados
con su comportamiento se sorprendan. Sin embargo, Hua Cheng
todavía se veía tranquilo y le dijo a Xie Lian: —Esta vez, Gege
llegó con demasiada prisa. Esperaré por usted a que baje de
nuevo y lo hospedaré adecuadamente la próxima vez.

Xie Lian asintió, luego tomó a Lan Chang y corrió directo al cielo.
Mientras caminaba por las calles principales del Tribunal Celestial,
anunció en la matriz de comunicación espiritual.

— ¡Todos! Por favor, hagan camino al Gran Salón Marcial. Hay


algo que necesita ser discutido.

Salió de la matriz en el momento en que terminó, y no se quedó


por un momento, llevando a Lan Chang al Gran Salón Marcial.
Debido al hecho de que Lan Chang era una fantasma femenina y
no podía entrar al pabellón dorado, Xie Lian esperó afuera con
ella por un momento hasta que el propio Jun Wu llegó y dio
permiso antes de que Lan Chang pudiera ingresar.

No pasó mucho tiempo antes de que todos los oficiales celestiales


presentes en la Corte Celestial se dirigieran a la sala, y cuando
vieron a esa fantasma femenina burda y exageradamente
maquillada que estaba al lado de Xie Lian, todos quedaron
aturdidos. Un oficial celestial vestido de negro caminó por el
pasillo, y cuando vio lo que había en el centro del pasillo se detuvo
por un momento. Era Mu Qing. Lan Chang también lo miró y de
inmediato bajó la cabeza, sus labios temblaban. Sin embargo, Mu
Qing no mostró ninguna reacción y solo preguntó claramente: —
Su alteza, ¿quién es esa mujer?

Al escuchar la palabra su alteza la cara de Lan Chang cambió y


miró a Xie Lian, como si recordara algo, pero no estaba tan
segura. Justo en ese momento, también llegaron los Señores del
viento y del agua, un par de hermanos que se parecían bastante,
cada uno con sus propios dispositivos abanicándose suavemente,
sus túnicas blancas revoloteaban, pintando una imagen hermosa.
Shi Qing Xuan se abanicó mientras hablaba.
—Sí, Señor del Templo. ¿Por qué mencionó a una mujer fantasma
hoy?

Xie Lian estaba desconcertado.

— ¿Maestro del Templo? ¿Qué señor del templo? Del Santuario


Puji? ¿Por qué el repentino título?

¡Entonces se dio cuenta de que Shi Qing Xuan probablemente se


refería a Señor del Templo QianDeng!

No sabía cómo responder al título y solo podía fingir que no había


escuchado. Shi Qing Xuan, sin embargo, estaba alegremente
orgulloso, saludó a todos y luego se dirigió al fantasma.

— ¿Eh? ¿Esta mujer fantasma, jie jie, tiene algo en su vientre?


¿Por qué siento que es...?

Dijo mientras se acercaba, luciendo como si quisiera tocar. Shi


Wu Du cerró el abanico y gritó: — ¡Qing Xuan!

La mano de Shi Qing Xuan se contrajo al instante, y trató de


justificarse a sí mismo.

—Pensé que había un aura de maldad, y quería ver si había algo


peligroso...

Shi Wu Du amonestó: —Eres un hombre y un oficial celestial Este


es el Gran Salón Marcial, ¿cómo puedes hacer algo tan
deshonroso? ¡No te conviertas en una mujer tampoco! Incluso en
la forma de una mujer es igualmente vergonzoso, ¡vuelve en este
instante!
Ling Wen negó con la cabeza, dobló la pila de documentos e
informes debajo de su brazo y se acercó para colocar su mano
sobre el vientre de Lan Chang. Después de un momento de
pausa, dejó caer su mano y murmuró: —Qué corrompido espíritu
feto. ¿Cuántos cientos de años tiene?

—Unos siete u ochocientos años —respondió Xie Lian.

Dio cuenta de las dos veces en que se encontró con el espíritu del
feto, y cómo este lo llevó a encontrar a la fantasma femenina
después de haber dañado a las mujeres embarazadas. No
mencionó los detalles de Hua Cheng y la Ciudad Fantasma, y Lan
Chang, naturalmente, permanecería callada sobre el tema.
Después de que terminó, Xie Lian dijo: —Y así fue como llegó a
ser. No sé si ese oficial celestial todavía está en este mundo o aún
está trabajando, o si hay algún malentendido en todo esto, si él lo
sabía. Por eso traje a esta dama aquí.

Feng Xin frunció el ceño.

—Si no hubo ningún malentendido y supo sobre la madre y el


niño, dejarlos estar sin ninguna comunicación es demasiado
irresponsable.

Pei Ming se cruzó de brazos y comentó tranquilamente: —Estoy


completamente de acuerdo con el general Nan Yang. Esto es
demasiado irresponsable. No sé a qué colega celestial le
pertenece este equipaje desechado, pero si está de servicio, es
mejor que se presente.

Justo cuando terminó, sintió innumerables ojos sobre él, y hubo


una manta de silencio dentro del Gran Salón Marcial.
Después de un momento, Pei Ming dijo: —... ¿Todos tienen algún
tipo de malentendido sobre mí?

—... —Shi Qing Xuan también dejó de abanicar y comentó: —No


creo que sea un malentendido, más bien como que te conocemos
demasiado bien.

Pei Ming respondió de inmediato: — ¡No soy yo!

Todos se rieron con sequedad, e incluso Shi Wu Du y Ling Wen


no parecían estar convencidos. Pei Ming estaba cada vez más
frustrado y apoyó su sien, explicando en voz seria: —Esto... tuve
algunas aventuras con mujeres del reino de los fantasmas antes,
pero realmente no reconozco a esta mujer.

Si esas palabras eran tomadas en serio, era creíble. ¿Cómo


podría el hombre mismo no saber con quién tuvo un pasado? La
promiscuidad de Pei Ming podría haber sido criticada por muchos,
pero nunca había negado ningún asunto y nunca había criticado
nada de lo que había hecho; no era como si no pudiera hacerlo.
Las mujeres que tuvieron un romance con él, a menos que fueran
como Xuan Ji que ya no quería seguirlo, todas al menos tenían
garantizada una vida de riqueza y cuidado, empapadas de fortuna
y dulzura. Si esta fantasma femenina realmente tuvo una aventura
fugaz con Pei Ming mientras estaba viva, no debería haber sufrido
el desgarramiento de su útero, su hijo no debió haber sido robado
ni convertirse en un fantasma corrompido.

Además, Pei Ming tenía altos estándares cuando se trataba de


mujeres. Aquellas con las que coqueteaba tenían una apariencia
extraordinaria, y también prefería las bellezas con un aspecto
natural. Como todos podían ver en el pasillo, Lan Chang tenía una
capa tan pesada de maquillaje que su verdadera cara era
indiscernible; su apariencia general, clase y comportamiento eran
muy diferentes de las amantes elegidas que Pei Ming solía tener,
así que cuando él afirmó que no era él, todos silenciosamente le
creyeron de alguna forma. Solo que, todavía era solo
silenciosamente y de alguna forma. Con tal ocasión para ver al
general Pei ser puesto en jaque mate, ¿qué tan divertido era eso?
Así que se detuvieron y lo vieron discutir con una sonrisa,
divertidos y entretenidos.

Al principio, Xie Lian también pensó que el padre era más que
probable que fuera Pei Ming; Él tenía un pasado después de todo.
Pero al observar la expresión de Pei Ming, no parecía que
estuviera mintiendo, por lo que Xie Lian ya no estaba tan seguro.

Recordó que Hua Cheng dijo que Pei Ming no era un hombre
sombrío, que no había nada que temer, así que después de
reflexionar un poco, añadió: —Antes, la señora Lan Chang sí
respondió a la pregunta ambiguamente ¿quién más? puede ser
que así lo había asumido también. Pero, como el general Pei
niega tales afirmaciones, tal vez haya algún malentendido.
Después de todo, no puede ser la misma persona, así que, ¿por
qué no preguntamos...?

Inesperadamente, Lan Chang de repente habló: —No es él.

Xie Lian se sorprendió y se volvió hacia ella. Lan Chang repitió: —


No es él.

Ling Wen comentó fríamente: — ¿Qué, no es?

Shi Wu Du también comentó cortésmente: —Así que en realidad


no es.
—... —Pei Ming se volvió hacia Shi Wu Du y Ling Wen. —Ya dije
que no lo era. Ustedes dos están añadiendo sal a la herida. Solo
esperen.

Los oficiales celestiales estaban todos decepcionados, pero luego


se emocionaron aún más. Después de todo, Pei Ming siempre
había producido escándalos sin sentido, así que incluso si era él,
no era nada nuevo. Sin embargo, si no era él, era muy probable
que hubiera otro oficial masculino, presente o no, que pudiera
estar creando una nueva ola entonces, ¿cómo podrían no estar
entusiasmados?

Anteriormente en la Ciudad Fantasma, Lan Chang había


insinuado claramente que era Pei Ming, pero ahora ella lo estaba
negando. Xie Lian podía sentir algo mal pero no lo mostró.
Preguntó.

—Um. Entonces, ¿quién es?

Lan Chang lo miró fijamente, con los ojos inmóviles.

—Tú.

Xie Lian pensó que no había terminado y le preguntó: — ¿Qué


pasa conmigo?

— ¡Dije, ese hombre, eres tú! —proclamó Lan Chang.


Capítulo 100: Demente confrontación: risas de ridículo sin fin

Si Lan Chang hubiera dicho algo como: El que me mató fuiste tú,
no sería tan impactante e inesperado como esta proclamación.

Xie Lian fue prácticamente eliminado por tal exclamación.

— ¡¿YO?!

Sobre el trono, incluso la mano de Jun Wu que sostenía su sien


parecía haberse deslizado. Todos los oficiales celestiales se
quedaron en silencio y luego se giraron hacia él, y la mano de Jun
Wu se enderezó, sin dejar de mostrarse sombrío con la mano en
la cabeza. Los oficiales miraron a Xie Lian al unísono.

¿Esto fue todo? ¿El tercer destierro ante los ojos de todos?

Xie Lian solo podía sentir su mente entumecida y temblorosa, y


se obligó a tragar de nuevo el habitual uso de: No puedo ponerme
erecto, que casi escapó a través de sus dientes.

Esa fue solo una excusa casual, no apropiada para ser usada en
circunstancias como estas. Además, hubo conversaciones
vulgares que se difundieron en privado en el Tribunal Superior con
respecto a varios dioses marciales y sus actitudes hacia las
mujeres: cuando Feng Xin veía a mujeres, se mantendría
respetuosamente lejos; Lang Qian Qiu se sonrojaba en el
momento en que veía a las mujeres; Mu Qing se negaba a ver
mujeres feas; cuando Pei Su viera a las mujeres, se quedaría sin
expresión pero quién sabría lo que realmente estaría pensando;
Quan Yi Zhen ni siquiera tenía mujeres en mente; Y la mente de
Pei Ming estaba llena de mujeres. Si Xie Lian pusiera sus típicas
excusas ahora, sin duda su nombre se añadiría a la lista.

Xie Lian dijo con seriedad: —Mi señora Lan Chang, por favor,
cálmese. Definitivamente no hay tal posibilidad.

Los ojos de Lan Chang estaban más hinchados que campanas.

—Sí, hay. ¡Eres tú, el príncipe heredero de XianLe!

—...

A pesar de que el momento en que murió esta mujer fue después


de su ascensión y tal vez podría coincidir, por el otro lado, sin
embargo, si él la hubiera conocido antes, ¿no estaría él más limpio
que nadie? En medio de todos los murmullos, Xie Lian se volvió
solemne y dijo severamente: —Mi señora, puede que no sea un
santo, pero aún sé lo que es tener un corazón dedicado. Si no
amo a alguien, nunca cruzaré ninguna línea con esa persona. Si
lo hago, incluso si tengo que rogar y recolectar basura, entretener
y actuar en las calles para alimentar a mi familia, nunca permitiré
que esa persona sufra un poco de quejas. Está en el Gran Palacio
Marcial, no hable falsedades.

Shi Qing Xuan también dijo: —Si realmente fue su alteza quien
cometió tal hecho, ¿por qué iba a llevar a esta fantasma femenina
jie jie a los cielos para enfrentar a alguien? ¿Y por qué solo ahora
esta dama Lan Chang lo reconoció? Al solo pensarlo no tiene
sentido.

Era fácil ver que no tenía sentido. Sin embargo, con semejante
espectáculo, a nadie le importaba que no tuviera sentido. La
multitud mantuvo una actitud reservada, e incluso hubo un oficial
que adivinó ciegamente: —Tal vez fue así: tal vez su alteza perdió
la memoria por lo que no recuerda las cosas que hizo.

—Honestamente, creo que es más creíble que sea lo


suficientemente audaz como para pensar que después de
ochocientos años nadie lo reconocería.

Xie Lian se quedó sin habla y advirtió a la multitud: —Probar algo


imposible inventando algo aún más inconcebible es un camino
peligroso, mis señores.

Por un lado, Feng Xin parecía querer decir algo, pero como si no
pudiera decidirse, se detuvo y al final permaneció en silencio. Jun
Wu se aclaró la garganta y dijo: —Xian Le, ¿cuántos Cinturones
de Oro tenías en tu poder en el pasado?

Xie Lian se cubrió la frente con la mano: —... Demasiados. Al


menos diez...

Mu Qing dijo rotundamente: —Más de cuarenta, cada uno con


diferentes bordados y patrones.

Fue solo cuando las palabras salieron de su boca cuando se dio


cuenta de que era inapropiado y se calló, porque ya había gente
que instantáneamente recordaba que Mu Qing solía ser el
asistente personal de Xie Lian, y cuidaba su vida diaria, que era
como él había conocido tales detalles. Muchos de los oficiales no
pudieron evitar pensar, solo los Cinturones de Oro solos y había
más de cuarenta, esta alteza del príncipe heredero realmente vivió
una vida extraordinariamente lujosa. No solo los otros, incluso el
mismo Xie Lian cuando recordaba, se sentía algo avergonzado.
En aquel entonces, se ponía un atuendo extravagante diferente
todos los días, y sus cinturones cambiaban cada vez,
combinándose con el atuendo que tenía, a diferencia de ahora,
donde en un año entero solo tenía los tres conjuntos de ropa para
usar una y otra vez. Esos tres conjuntos también se veían
exactamente iguales, y con solo una mirada la gente debe pensar
que él es tan pobre que solo tendría un conjunto de ropa para
usar. Jun Wu preguntó: — ¿Y dónde están ahora, recuerdas?

Xie Lian y Feng Xin ambos dijeron eeh silenciosamente.

Xie Lian se frotó la frente.

—Ejem, en realidad no. Son cosas de hace ochocientos años,


después de todo. Hace mucho que he olvidado a dónde han ido.

No solo porque los tiraron, sino que la razón principal era porque
él y Feng Xin solían empeñar artículos cada vez que las cosas se
ponían difíciles. Demasiados fueron empeñados y si quedaban
cinturones, realmente no podía recordar. Feng Xin no tuvo el
corazón para discutir este tema pero aún así dijo: —Para poder
obtener el Cinturón de Oro, debe haber sido entregado por alguien
más o tal vez recogido en alguna parte.

Jun Wu tampoco había esperado que Xie Lian lo recordara y dijo:


—Xian Le, recuerdo que tu método de cultivación exigía un cuerpo
de pureza para que tu poder espiritual no sufra un gran daño.

—Sí —dijo Xie Lian.

Shi Qing Xuan dijo de nuevo: —Bueno. Con solo mirar su alteza,
puedo decir que debe haber cultivado un camino así, así que tenía
razón. Si ese es el caso, no importa haberse acostado con
alguien, apuesto a que ni siquiera se ha tomado las manos de
nadie.
Xie Lian estaba a punto de decir; eso es correcto, pero en su
mente, de repente, había una mano blanca pálida y delgada, fría
como el jade, reflejada sobre un velo rojo brillante de bodas, con
su tercer dedo anudado con un fino hilo rojo. El; eso es correcto,
se atoró en su garganta, incapaz de salir. Todos en el pasillo lo
miraron fijamente, y con solo una mirada era obvio que esta traba
significaba; eso no es cierto.

Sin embargo, ni siquiera se ha tomado de las manos, era un


estándar demasiado bajo, e incluso si se tomaban las manos, no
era un gran problema. Shi Qing Xuan de inmediato agregó: —
Aunque se haya tomado de las manos, nunca debe haber besado
a nadie antes.

Xie Lian quería decir; eso es correcto, otra vez, pero esta vez, ante
sus ojos flotaran repentinamente arroyos tras arroyos cristales
como burbujas de aire, con perlas translúcidas dispersándose.
Luego, había una cara excepcionalmente hermosa con los ojos
cerrados, un pequeño pico de viuda en la cima de esa frente bien
formada, hermosa a la vista.

Esta vez, no solo ni una sola palabra fue dicha, sino que toda su
cara se sonrojó de un rojo brillante.

—...

—...

—...
Al instante, todos los oficiales celestiales en la sala entendieron, y
la tos seca sonó por todas partes. Shi Qing Xuan estaba
empezando a arrepentirse de haber dicho algo, golpeando su
abanico sobre su propia cabeza una vez, y en secreto le pasó un
mensaje a Xie Lian a través de su matriz de comunicación privada:
—Lo siento, Alteza. Solo quería convencer a todos de que es una
persona realmente inocente, pero no me había dado cuenta de
que no lo era. Así que ha tenido tales experiencias, ¡realmente no
pude adivinarlo!

Ese, realmente no pude adivinarlo, destruyó la fuerza de voluntad


de Xie Lian. Se atragantó con dificultad.

—No lo diga más. Eso fue, un accidente...

La mano de Jun Wu se dobló en un puño y lo presionó contra sus


labios, aclarando su garganta ruidosamente.

—Muy bien. No has violado tu mandato en estos años, ¿correcto?

Xie Lian finalmente dejó escapar un suspiro de alivio.

—Sí.

—Entonces eso será fácil —dijo Jun Wu. —Tengo una espada
aquí llamada Yan Zhen12 y posee una cualidad particular. Si la
sangre de una virgen fluye sobre ella, no se manchará sino que
se volverá más brillante como si hubiera sido lavada. Toma una
gota de tu sangre y gotéala sobre ella, y así veremos la verdad.

12
[豔 貞] ‘Yan Zhen" se traduce como "Virtud glamorosa".
Aunque todos sabían durante años que Jun Wu tenía la afición de
coleccionar espadas raras y extrañas, todos los oficiales
celestiales pensaron en sus mentes: — ¿Por qué mi señor tiene
todas esas extrañas espadas? ¿Cuál es incluso el uso en la
recolección de esas...?

El mismo Xie Lian se sentía cada vez más confundido con la


situación y solo quería acabar con ella lo antes posible. Ling Wen
sacó esa sensual espada Yan Zhen e inmediatamente deslizó la
hoja sobre la mano de Xie Lian. Innumerables ojos miraron
atentamente, y Shi Qing Xuan aplaudió.

—BUENO. ¡CASO CERRADO!

Gotas de sangre se deslizaron más allá de la hoja, sin dejar rastro


como se esperaba. La prueba era tan sólida como las montañas,
y la multitud solo podía separarse.

—Ah, ya veo. Entonces, ¿quién puede ser? —Sus voces sin brillo,
llenas de decepción.

Ling Wen se dirigió cortésmente a Lan Chang: —Mi señora, por


favor, díganos honestamente quién es este oficial celestial. El
espíritu del feto en su vientre es ingobernable y los poderes de
usted no son fuertes, por lo que solo su padre de sangre puede
calmarlo y disciplinarlo. YO…

Inesperadamente, antes de que terminara, Lan Chang señaló a


Ling Wen y gritó: — ¡USTED! ¡ESE HOMBRE ES USTED!

—...
Ling Wen: — ¿…?

Probablemente, Ling Wen acaba de llegar de su templo para


asistir a esta reunión y tenía la forma de un hombre. Para ser
señalado repentinamente como el padre del niño por Lan Chang,
él estaba en shock desconcertado. Todos los oficiales celestiales
escupieron. Pei Ming se echó a reír: —Noble Jie, ¿terminaste de
administrar tus informes y fuiste a buscar a una chica agradable
para que acostarte? JAJAjajajajaja...

Esto fue probablemente lo que ellos llaman karma instantáneo.


Ling Wen negó con la cabeza y con gratitud rechazó el compasivo
gesto de Shi Wu Du de querer darle a su buen sobrino un paquete
rojo. Su expresión volvió a la normalidad y dijo: —No terminé, y
no hay tiempo.

Después de tanto alboroto de ida y vuelta, sospechando que


varios oficiales, naturalmente, ya nadie le creería a Lan Chang.
Feng Xin no pudo mirar más y dijo gruñón: —Lo entiendo. Esta
mujer está completamente loca desde el principio, y solo estaba
aquí para echar la culpa, solo está aquí para crear problemas.

Lan Chang rió, sonando cada vez más como una loca bruja. Si
eso continúa, quién sabe a quién acusará a continuación, y todos
los oficiales celestiales cambiaron su comportamiento: —Sí, quién
sabe, tal vez el Cinturón de Oro fue robado...

Sin embargo, Lan Chang no dejaría pasar nada, con las manos
en las caderas.

— ¿QUÉ, TRATANDO DE LAVARSE LAS MANOS?


¡DEMASIADO TARDE! ¡DE NINGUNA MANERA! ¡ES USTED,
ES USTED, O ES USTED!
En este punto, era obvio que ella estaba echando culpas al azar,
e incluso el Ming Yi que estaba de pie en un rincón en silencio,
concentrándose en masticar lo que sea que estuviese en sus
mejillas, fue reconocido por la fuerza como padre una vez. Era un
caos en el gran salón, y todos huían.

—LLÉVENSELA, ¡LLÉVENSELA!

— ¡NO LE DEJEN HABLAR MÁS TONTERÍAS!

— ¡ESTA JIE JIE NO ES MI TIPO ASÍ QUE NO ME CALUMNIEN!


¡TAN DESGRACIADO!

Jun Wu agitó la mano y un oficial subalterno entró para derribar a


Lan Chang. A pesar de que fue sacada del Gran Salón Marcial,
continuó gritando y riendo a carcajadas. Los oficiales dentro de la
sala finalmente pudieron calmar sus corazones y volvieron a sus
posiciones, con las cabezas doloridas. Al principio, todos habían
pensado que el asunto no los involucraba y solo estaban allí para
un buen espectáculo, pero ahora no estaban tan seguros de si un
cubo de mierda iba a ser arrojado sobre sus cabezas, tal vez
incluso consiguiéndose una nueva obra sobre mujer fantasma
amante con maquillaje llamativo y un hijo fantasma que había
asesinado a miles en el reino mortal. Sintiendo el peligro, todos
levantaron sus manos en abandono.

— ¡NO HAY MANERA DE INVESTIGAR ESTE ASUNTO!

—Creo que solo está loca en la cabeza. No hay necesidad de


investigar, sería una pérdida de tiempo. Sólo enciérrala.
—Este puede muy bien ser el reino de los fantasmas causando
problemas a propósito.

Xie Lian no estuvo de acuerdo, sin embargo.

—Antes, en el camino hacia aquí, la señora Lan Chang era


bastante consciente, así que, ¿por qué se convirtió de esta
manera en el momento en que ingresó al Gran Salón Marcial? Me
temo que no es algo que pueda explicarse con un simple; loca de
la cabeza.

Por lo tanto, la multitud se dividió en dos lados, debatiendo y


discutiendo, pero al final, la conclusión fue ese nunca cambiante:
—Ya veremos, veremos.

Después de que la reunión fuese terminada, se despidió de Shi


Qing Xuan, quien prometió que bajaría en unos días para visitar y
jugar, y Xie Lian salió del Gran Salón Marcial, suspirando
mentalmente: —Todos dicen que el Palacio de Ling Wen no es
eficiente, pero no puede ser de otra forma. Cada vez que nos
reunimos para discutir algo, hay tanto ruido y vaguedad, y al final
las conclusiones no son en absoluto concretas, así que, ¿cómo
puede el Palacio de Ling Wen conducir algo?

En ese momento, sintió que algo detrás se acercaba y se dio la


vuelta para ver que era Feng Xin. Ligeramente sorprendido, ni
siquiera había saludado antes de que Feng Xin dijera
apresuradamente por lo bajo: —Cuidado con Mu Qing.

Xie Lian bajó la voz también.

— ¿Mu Qing?
—Cuando entró en la sala, esa mujer fantasma reaccionó de
manera extraña, como si ella le tuviera miedo. —Feng Xin dijo: —
No me interesan los asuntos personales de otras personas, pero
en cualquier caso, cuídate.

Luego se apresuró a alejarse habiendo dado su opinión. Xie Lian


se quedó donde estaba y esperó hasta que Feng Xin se hubo ido
antes de volver a empezar.

A pesar de que él no era obvio con sus expresiones, Xie Lian en


realidad había estado prestando mucha atención a las minuciosas
expresiones de los oficiales celestiales, así como a la reacción de
Lan Chang, y naturalmente Mu Qing no era una excepción.

Sin embargo, no creía que el padre de ese espíritu feto fuera


probablemente Mu Qing. Xie Lian ni siquiera podía imaginar a Mu
Qing haciendo tal cosa. Para ser sinceros, Mu Qing era alguien
que enfocaba el corazón y la mente en la cultivación, mejorando
sus artes marciales y expandiendo su territorio, aumentando sus
creyentes. Además, practicaban el mismo método de cultivo y
nunca tocarían a las mujeres para arruinar su cultivo. Sin
embargo, Mu Qing conocía a Lan Chang. Eso definitivamente no
era incorrecto. Pero con tan pocas pistas, Xie Lian negó con la
cabeza y descendió de la Corte Celestial.

A pesar de que el espíritu del feto fue controlado, y Lang Ying y


Gu Zi estaban acomodados en la morada de ese rico comerciante
con comida y bebida, y no había nada de qué preocuparse, de
todas formas no era bueno que estuviera lejos por mucho tiempo.
Si se tomara su tiempo, sin siquiera una sombra de él, ese
comerciante rico probablemente comenzaría a quejarse. Así, en
el momento en que Xie Lian descendió, se dirigió directamente a
la ciudad de Puji. Cuando ese comerciante adinerado lo vio,
inmediatamente se agarró las manos y gritó con entusiasmo: —
¡DAOZHANG! ¡VENERABLE, UN VENERABLE! Anoche durmió
en la habitación de mi señora y las puertas estaban cerradas, pero
esta mañana cuando las abrimos, ¡no podía creer lo que veía! Se
había ido ¡Es fuerte! ¡MUY FUERTE! ¡¿ASI QUE?! ¿Atrapó al
monstruo?

—Está atrapado, no se preocupe. Todo está bien ahora —


respondió Xie Lian—. ¿Cómo están los dos niños que traje
conmigo?

Era como si el rico comerciante recibiera el perdón y él gritó


alegremente: — ¡Bien, son muy buenos! ¡No comieron mucho en
absoluto! Daozhang, ¿dónde está tu Templo QianDeng? ¡Voy a ir
a donar y devolver mi gratitud! A partir de hoy, colgaré mi título
como uno de los discípulos en tu templo, ¡y nadie peleará contra
mí!

Xie Lian no sabía si reír o llorar, pero no importa qué, había


conseguido nuevos adoradores, y uno que es rico también, por lo
que se sentía bastante contento. Dio clases y le dijo a ese
comerciante adinerado los caminos de la bondad, aconsejándole
que no fuera tan promiscuo en el futuro, que fuera más devoto y
amoroso con su esposa y su familia, y finalmente, le dijo que
visitara el Santuario Puji otro día. Luego, Xie Lian se fue con Lang
Ying y Gu Zi a cuestas.

Los tres regresaron a la aldea de Puji y llegaron al santuario de


Puji. Xie Lian tomó el cartel de; por favor donar y ayudar con
renovaciones y lo colocó en un lugar más visible, esperando
secretamente que cuando llegara ese comerciante adinerado
pudiera verlo de inmediato, luego empujó las puertas para entrar
al santuario. Sin embargo, en el momento en que abrió la puerta
sintió algo diferente con el lugar.

Al entrar en el santuario, era bastante diferente. Los pisos de la


casa habían sido barridos, el altar había sido lavado, el polvo
había sido limpiado, e incluso la basura en la esquina había sido
sacada. Era como si la Señora Caracol de Río 13 hubiera hecho
una visita; todo estaba muy limpio

¡Incluso Qi Rong se había ido!

Con su desaparición, era como si todo el lugar fuera espacioso y


brillante, e incluso el aire se hubiera despejado un poco. Sin
embargo, Gu Zi había llevado en sus brazos las empanadas de
carne que trajo de la ciudad especialmente, y cuando se asomó y
no vio a nadie, se volvió ansioso: —Gran hermano, ¿dónde está
papá?

Xie Lian inmediatamente se dio la vuelta. Ni siquiera había dejado


las puertas antes de sentir una luz peligrosa y escalofriante
atacando, e instantáneamente sacó a Fang Xin para contraatacar.
¡CLANG! Ese brillo escalofriante fue lanzado en el aire, cayendo
millas de distancia.

Desenvainó tan rápido como un rayo, y también enfundó tan


rápido como un rayo, devolviendo a Fang Xin a su lugar. Dejó
escapar una bocanada de aliento, pero de inmediato se quedó

13
Es un personaje de un folclore que una vez fue salvado por un pescador y se
mantuvo en su casa. Cuando él se había ido durante el día, ella se transformaría en
una niña y realizaría tareas domésticas. Una vez que se enteró, vivieron felices para
siempre.
perplejo: — ¿Por qué después de ese destello no hubo más
movimientos?

Se volvió para mirar esa luz escalofriante; después de haberla


golpeado, aterrizó en el suelo muy lejos, incrustada en la tierra.
Mirándolo de lejos, ese arco de plata curvado aparecía cada vez
más familiar. Xie Lian hizo pasar a los dos niños, y cuando vio
claramente lo que era, inmediatamente se arrodilló y exclamó: —
No... ¿No es esto E-Ming? ¿Qué sucede?

Preguntar, qué sucede, a una cimitarra era una vista


extremadamente extraña. Unos cuantos granjeros que pasaron
por allí observaron a Xie Lian de forma extraña y se codearon en
secreto: —Mira, ese hombre está hablando con un cuchillo...

—Sí, lo veo. Eso es raro, salgamos de aquí...

Sin embargo, Xie Lian tuvo que preguntar, porque todo el cuerpo
de la cuchilla de E-Ming, incluido el ojo con contorno plateado en
la empuñadura, temblaba violentamente, como si hubiera
contraído una enfermedad, agitándose cada vez más cada minuto
Xie Lian extendió su mano a pesar del riesgo y preguntó con
preocupación: — ¿Te lastimé justo ahora?
Capítulo 101: Lucha por elogios; E-Ming lucha contra RuoYe

Esa cimitarra se agitaba incontrolablemente cada vez más. Xie


Lian no sabía qué hacer y la acarició suavemente a lo largo del
centro de la hoja.

—Lo siento, lo siento, no vi que eras tú, no volveré a hacerlo.

Después de acariciarla varias veces, E-Ming entrecerró los ojos y


el temblor finalmente se detuvo. Xie Lian luego preguntó: —
¿Dónde está tu dueño?

De repente, una voz vino desde atrás.

—No le haga caso.

Xie Lian miró hacia atrás e inmediatamente se puso de pie,


sorprendido y encantado.

— ¿San Lang? ¿Por qué has venido?

Detrás de él había un joven que se acercaba cómodamente con


un aire de arrogancia juguetona. Era Hua Cheng. Se había vuelto
a atar el pelo negro a una cola de caballo torcida, vestido con una
túnica blanca, con la túnica roja exterior atada alrededor de la
cintura, con las mangas enrolladas, revelando los brazos pálidos
pero firmes, así como el tatuaje en uno de ellos.
Mientras caminaba, las campanitas plateadas de sus botas
tintinearon, sonando bastante suaves, pareciéndose mucho a un
fornido joven de la aldea, pero extremadamente despreocupado.
Un pedazo de hierba colgaba de sus labios y le sonrió a Xie Lian.

—Gege.

Xie Lian originalmente había planeado visitar a Hua Cheng para


dar las gracias debidamente después haber acomodado a los dos
niños, pero el mismo Hua Cheng apareció en su lugar. Con
pereza, Hua Cheng se acercó a él y sacó esa cimitarra plateada
del suelo con solo una mano, mirándola y luego la levantó para
apoyarla en su hombro.

—Gege está ocupado aquí, no hay necesidad de molestarlo para


hacer un viaje allá, así que vine por mi cuenta. También se le
olvidó de esto.

De hecho, llevaba un sombrero de bambú en la espalda y se lo


quitó para dárselo a Xie Lian. Este fue olvidado en la mansión de
ese rico comerciante, y Xie Lian se sorprendió un poco, luego dijo
de inmediato: —Me olvidé por completo, gracias por tomarte la
molestia.

Justo cuando las palabras salieron de su boca, de repente recordó


lo que le dijo a Hua Cheng después de ese acontecimiento que
había sucedido la noche anterior: —Estoy buscando mi sombrero
de bambú, mi sombrero de bambú no está.

Eran frases sin sentido dichas por confusión, pero Hua Cheng en
realidad fue a buscarle el sombrero de bambú, y Xie Lian sintió
una oleada de vergüenza, temiendo que Hua Cheng lo molestara
por eso. Afortunadamente, Hua Cheng ni siquiera lo mencionó, y
cambió el tema con una sonrisa.

— ¿Gege recogió a dos niños más? —Dijo mientras acariciaba la


cabeza de Gu Zi, revolviendo su cabello en un lío. Gu Zi parecía
tenerle miedo, corriendo para esconderse detrás de Xie Lian. Xie
Lian reprendió: —No te preocupes, este ge es una buena persona.

Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Nah, soy una muy mala persona.

Aunque eso es lo que dijo, igual giró su mano y una diminuta


mariposa plateada fue sacada de su manga, agitando sus
pequeñas alas, volando erráticamente hacia Gu Zi. Los ojos
pequeños de Gu Zi estaban abiertos, mirando a la diminuta
mariposa plateada con los ojos inmóviles, y finalmente se estiró
para intentar atraparla a sin pensarlo.

Con eso, su guardia contra Hua Cheng se redujo en gran medida.


Luego, Hua Cheng pasó despreocupadamente sus ojos por Lang
Ying, pero su mirada fue significativamente diferente. Cuando
miró a Lang Ying, sus ojos eran fríos y agudos, desagradables y
hostiles. Lang Ying bajó la cabeza y también se encogió detrás de
Xie Lian con ansiedad.

Xie Lian sostuvo el sombrero de bambú en la mano y dijo: —Si


vas a venir, solo ven. ¿Qué estás haciendo limpiando el santuario
de Puji?

—No es más que una limpieza de la casa, ¿no cree que todo se
siente mucho más refrescante ahora que toda la basura se ha
limpiado?
—... —Xie Lian recordó al Qi Rong desaparecido, y se preguntó
si Hua Cheng realmente lo echó como si fuera basura. Justo en
ese momento, se escuchó un súbito lamento detrás del Santuario
Puji: — ¡HUA CHENG, PEDAZO DE MIERDA, VETE AL
INFIERNO Y QUÉMATE EN ACEITE HIRVIENDO! ¡ASESINO!
¡HUA CHENG ESTÁ COMETIENDO ASESINATO!

Gu Zi gritó: — ¡Papá!

Y sus dos piecitos corrieron, acercándose rápido, y Xie Lian lo


siguió apresuradamente. Había un pequeño arroyo detrás del
Santuario Puji, y era donde solía lavar la ropa y lavar el arroz. En
ese momento, Qi Rong también fue sumergido en el agua, su
cuerpo atado fuertemente por RuoYe, manteniendo su cabeza
desesperadamente sobre el agua, rugiendo con todas sus
fuerzas.

— ¡NO SALDRÉ, RECHAZO SALIR! ¡ME QUEDARÉ EN ESTE


CUERPO HASTA QUE SE MUERA! ¡NO ME RENDIRÉ!

Hua Cheng escupió ese trozo de hierba.

— ¿Te tomas como una especie de héroe? Basura inútil.

Xie Lian explicó con tristeza: —... Lo capturé hace unos días en
una montaña. Él está poseyendo a alguien más y no saldrá. El
hombre todavía está vivo, así que si sacamos a la fuerza un alma,
la carne no sobrevivirá. Honestamente... ¿San Lang tiene alguna
idea de lo que podemos hacer?

Hua Cheng respondió: — ¿Hum? ¿Quiere ideas sobre cómo


hacerle sufrir un destino peor que la muerte? Hay un montón.
Eso era obviamente una amenaza. Qi Rong dijo: — ¡USTEDES
DOS! ¡OLLA CON TAPA ROTAS JUNTAS! CORAZONES DE
SERPIENTE Y ESCORPIONES! GUrglegurglegurgle...

No había terminado antes de ser sumergido en el arroyo de


nuevo. Aunque cada vez que Xie Lian lo veía, recordaba cómo el
cadáver de su madre se disolvía en cenizas y se llenaba de
angustia, ese cuerpo pertenecía a otro y, por lo tanto, debía
controlarse. Por lo tanto, tomó a Qi Rong del arroyo y lo arrastró
a la puerta principal del Santuario Puji.

Qi Rong no había comido durante todo el día y la noche, su


estómago se había encogido de hambre, y después de haber sido
acosado por Hua Cheng, estaba lleno de rabia pero no tenía
energía. Devoró las empanadas de carne que Gu Zi se escabulló
de la casa de ese rico comerciante, sin dejar una sola miga,
pareciendo verdaderamente miserable y patético. Xie Lian negó
con la cabeza y notó que las extremidades de Qi Rong estaban
rígidas, probablemente por algún hechizo lanzado por Hua Cheng
y se petrificó, por lo que gritó: —RuoYe, vuelve.

RuoYe había pasado días atando a Qi Rong y ya se sentía


extremadamente indispuesto, por lo que con la llamada de
inmediato y se envolvió en bucles alrededor del cuerpo de Xie Lian
como una serpiente blanca. Xie Lian abrió la puerta y la consoló
mientras lo hacía, desatándola de su persona: —Está bien, está
bien. Te daré un baño en un momento, no te sientas mal. Ve a
jugar al lado.

Por lo tanto, RuoYe arrastró sus vendas y flotó abatido hacia un


lado. Hua Cheng también lanzó casualmente E-Ming, y E-Ming
asumió una actitud digna para aterrizar y se puso de pie. En la
pared, RuoYe de repente descubrió una cimitarra plateada y
reluciente que se inclinaba a su lado y se acercó con mucho
cuidado. Ese ojo en la empuñadura de la cimitarra E-Ming también
giró y miró hacia su lado, su ojo calculando. Fang Xin
sombríamente no se movió, sin mostrar que prestaba atención a
lo que ocurría.

Xie Lian había pasado estos últimos días estudiando el arte de la


cocina y sintió que podría haber ganado bastante entendimiento,
su corazón lleno de confianza. Queriendo mostrar sus habilidades
y ser correctamente el anfitrión de Hua Cheng, Xie Lian le pidió
que se quedara para la comida y, naturalmente, Hua Cheng
aceptó alegremente. Cuando regresaron de la ciudad, Xie Lian
había comprado un montón de víveres y los había apilado en el
altar. Recogiendo el cuchillo de carnicero, él cortó y seccionó,
haciendo sonar las ollas. Esa mesa de altar podría usarse como
escritorio, como isla de cocina y también como mesa de comedor;
podían ponerse cubiertos, todos los niños podían sentarse a su
alrededor, verdaderamente una mesa de cien usos.

Hua Cheng se apoyó contra la pared y miró un poco, pero


finalmente no pudo ver más y dijo: — ¿Necesita ayuda?

Xie Lian estaba en lo más alto de su entusiasmo y respondió: —


No es necesario. Solo la ayuda de RuoYe es suficiente. Luego,
tiró unos cuantos paquetes de leña que aún no se habían cortado.
¡PA! Como una víbora atacante, esa venda de seda blanca azotó
los troncos y los trozos de madera que eran gruesos como muslos
se cortaron instantáneamente en finos palos de fuego.

Habiendo demostrado sus habilidades, RuoYe se arqueó en una


forma exagerada y extraña frente a E-Ming y Fang Xin, como si
demostrara su fuerza y belleza. La demostración de belleza no
duró mucho tiempo antes de que Xie Lian se moviera de nuevo y
colocara un plato en el suelo y luego arrojara una col grande.
RuoYe estaba a punto de atacar cuando de repente, los ojos de
E-Ming brillaron, y voló del suelo, girando destellos de luz
plateada. Las hojas del repollo llenaban el aire, y cuando estaban
a punto de aterrizar en el suelo, ya se habían cortado en un plato
limpio y fino. Xie Lian se agachó para recoger el plato y elogió
cuando vio el repollo: —Increíble. ¡Cortas mejor que RuoYe!

Al instante, RuoYe se presionó contra la pared, como si estuviera


retrocediendo, y después de haber tocado la pared, no tenía a
dónde correr. E-Ming, sin embargo, comenzó a girar su ojo
locamente, aparentando ser completamente arrogante y
satisfecho, como si hubiera alcanzado un estado de santidad.
Entre el sable y el vendaje, Fang Xin aún permaneció inmóvil. Xie
Lian no había notado la pequeña batalla entre los dispositivos
espirituales, y estaba enfocado en arrojar diferentes tipos de
verduras y condimentos a la olla. Se volvió para preguntar: —Por
cierto, ¿cuánto tiempo te vas a quedar esta vez, San Lang?

San Lang había estado observando sus acciones todo el tiempo


y parecía que quería avisarle de algo al principio, pero al final no
dijo nada.

Él sonrió.

—Depende. Si allá no pasa nada, me quedaré y jugaré por unos


días. Si me quedo, ruego que a Gege no le moleste. Xie Lian dijo
apresuradamente: — ¿Por qué lo haría? Mientras no te importe
que mi lugar esté un poco atiborrado.
Charlando y hablando de más, Xie Lian le contó a Hua Cheng todo
sobre cómo la fantasma estaba echando la culpa a cualquiera,
causando problemas en el momento en que llegó al Gran Salón
Marcial. Por supuesto, se abstuvo de mencionar cómo él mismo
fue acusado y todo el asunto con sangre goteando sobre Yan
Zhen. Entonces, recordó que Jun Wu dijo que Hua Cheng había
plantado un espía en el reino celestial, así que, ¿tal vez Hua
Cheng ya lo sabía todo? Afortunadamente, lo supiera o no, no lo
demostró, y solo parecía contemplativo. Xie Lian conversó: —San
Lang, ¿quién crees que es el padre del espíritu del feto?

Hua Cheng levantó la vista y sonrió débilmente: —Es difícil de


decir. Tal vez, ese Cinturón Dorado realmente fue algo que ella
recogió del suelo.

Una respuesta vaga como esta no se parecía en nada al estilo


habitual de Hua Cheng, y Xie Lian estaba desconcertado. Pero
pronto, una olla burbujeante hizo que dejara de pensar en eso.

Después de dos inciensos, abrió la tapa de la olla.

Por lo general, todo lo que Qi Rong comía eran ofrendas a Xie


Lian de la gente de la aldea, y aunque no eran más que bollos y
pepinillos al vapor, fideos y huevos, frutas silvestres u otros, al
menos eran alimentos aptos para los humanos. En el momento
en que la tapa de la olla se abrió y el olor de su contenido flotó
fuera del santuario de Puji, él comenzó a maldecir
ensordecedoramente: —SANTA MIERDA XIE LIAN! ¡LOTO DE
NIEVE CON CORAZÓN NEGRO! ¡MEJOR MÁTAME CON UNA
ESPADA AHORA MISMO! ¡¿ASÍ QUE ACTUANDO COMO EL
BUENITO SACÁNDOME DE ALLÍ PARA HACERME SUFRIR
ESTA TORTURA! ¡SÉ LO QUE INTENTAS HACER!
Antes de abrir la tapa de la olla, Xie Lian estaba lleno de confianza.
Ahora, comenzó a dudar de sí mismo otra vez. Hizo lo mejor que
pudo y ejerció tanto esfuerzo, pero dio como resultado una comida
como esta, Hua Cheng seguía mirando al lado, ¿qué debía hacer?
¿Realmente iba a hacer que Hua Cheng comiera algo como esto?
Al escuchar a Qi Rong gritando furiosamente, Xie Lian se estaba
desmoralizando aún más. Al sentir a Hua Cheng cruzar sus
brazos a punto de salir, Xie Lian levantó la mano para detenerlo.

—No le hagas caso.

Suspiró, llenó un tazón con la cosa de la olla y le dijo a Hua Cheng:


—No comas nada de esta olla. Solo espérame por un segundo.

Luego salió, guiando a Gu Zi y Lang Ying a buscar un balde de


agua, enviándolos lejos del lugar, antes de agacharse con ese
tazón, luciendo agradable y casual.

—Pequeño primo, es hora de comer.

Qi Rong estaba sorprendido y aterrado.

— ¿QUÉ, QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡¿QUÉ ESTÁS


PLANEANDO?! XIE LIAN TE ESTOY ADVIRTIENDO, TENGO
UNA VIDA EN MIS MANOS, ¡SERÁ MEJOR QUE LO PIENSES
MEJOR! CUALQUIERA QUE PUEDA COMER ESA MIERDA
SERÁ LIBRE DE LAS ATADURAS DE LOS TRES REINOS,
LIBRE DE LA RUEDA DEL DHARMA14, NADIE...

14
[六道 輪回] Rueda de Dharma - Creencia budista en los seis reinos de la existencia:
el Cielo, Asura, Humano, Animal, Fantasma, Infierno
Se detuvo cuando vio a Hua Cheng que estaba dentro del
santuario, se sirvió un tazón lleno, se sentó junto a la mesa del
altar y comió un bocado, su rostro inmutable, firme como las
montañas. Qi Rong fue sacudido hasta la médula. Un
pensamiento que nunca había tenido pasó por su mente --

¡Como se esperaba de un Supremo!

Xie Lian presionó el tazón contra la cara de este y dijo con calma:
—Está bien si no quieres comer tampoco. Si sales…

Eso nunca iba a suceder. Qi Rong se mordió los dientes con


fuerza. Sin embargo, Xie Lian apretó sus mejillas y forzó a abrir
su boca, dejando caer el contenido del tazón directamente hacia
su garganta.

Al segundo siguiente, un grito agudo se disparó a través de los


cielos sobre el Santuario Puji.

El tazón en la mano de Xie Lian estaba vacío, y el Qi Rong que


estaba en el suelo tenía una cara torcida y arrugada, incluso su
voz era ronca como un anciano agotado, gimiendo: —... Yo...
odio...

Al ver que incluso al ser obligado a tragar un tazón, Qi Rong


todavía se negaba a salir, Xie Lian no sabía si debería estar
contento o angustiado. Aunque realmente quería forzar a Qi Rong
a salir lo antes posible, como no tuvo éxito, casi parecía que esto
probaba que lo que cocinó con todo su corazón no era tan malo
después de todo, y tal vez incluso valga la pena ser feliz por esto.
Dándose la vuelta, vio que Hua Cheng también tenía un tazón en
la mano, comiendo tranquilamente, mirándolo mientras comía, y
ese tazón estaba casi vacío. Los ojos de Xie Lian se iluminaron y
se puso de pie.

—San Lang, ¿has terminado?

Pensó al principio que había fallado en la comida y estaba


demasiado avergonzado de ofrecérsela a Hua Cheng, pero quién
iba a saber que el mismo Hua Cheng fue y comenzó a comer.

Hua Cheng se rió entre dientes.

—Ajá.

—... —Xie Lian insistió con mucho cuidado. — ¿Qué piesas?

Hua Cheng sorbió la sopa también y sonrió: —No está mal. Un


poco espeso. Intente hacerlo un poco más ligero la próxima vez.

Xie Lian suspiró aliviado y asintió.

—Está bien, lo recordaré. Gracias por tus comentarios.

Qi Rong: —UUUUGGGGGGHHHHHHHHH - !!!


Capítulo 102: El estofado de salvia del Príncipe Heredero para recibir inesperados
invitados

Al principio, Xie Lian había planeado demostrar sus habilidades


culinarias, pero después de esta noche, su confianza se redujo en
un millón de veces.

Hua Cheng había sugerido que podía hacer la cena en su lugar,


pero ¿cómo podría Xie Lian tener la cara para pedirle que
cocinara después de que él arreglara su puerta y también limpiara
su santuario? ¿Quién en su sano juicio trataría a sus huéspedes
de esta manera? Además, ¿por quién tomaba al Rey Supremo
Demonio?

Afortunadamente, trajo muchos suministros de vuelta de la ciudad


y, aunque una gran parte de ellos fue a la olla de Xie Lian, aún
quedaban algunos bollos y pasteles, verduras y frutas, así que
comieron lo que tenían. Pero después de masticar, ¿entonces
qué?

Al día siguiente, el problema se resolvió por sí solo. Brillante y


temprano por la mañana, la puerta del Santuario Puji se abrió ante
el golpe de un grupo de niñas de la aldea que vinieron a ofrecer
grandes ollas de avena y un pollo asado. Las chicas de la aldea
eran tímidas y ansiosas, por lo que por quién acudían era obvio.
Xie Lian no pudo evitar suspirar con admiración, pensando que la
belleza realmente podría llenar un estómago.

Ese pollo asado fue dividido entre los dos niños; Xie Lian solo
tenía algunas papillas y Hua Cheng no tocó nada.
Él sonrió.

—Gege es muy popular en esta área.

Xie Lian se rió: —No te burles de mí, San Lang. Obviamente


estaban borrachas, pero no con vino.

Después de que el tazón cayera, Qi Rong fue atado fuera del


santuario durante toda una noche, aullando y chillando, gritando
cosas como: Prefiero ser capturado por Lang Qian Qiu, ser
masacrado en un millón de piezas, que estar atrapado aquí y ser
alimentado con veneno por ti! Primo príncipe heredero, estoy
equivocado, por favor, te lo ruego, ¡dame el antídoto! E incluso
parecía haber alucinado vuelto delirante. El pequeño Gu Zi estaba
horrorizado. A primera hora de la mañana, Qi Rong se había
encogido y estaba seco, con el rostro completamente verde y
lamiendo la papilla que sostenía Gu Zi en su mano antes de
recuperar algo de fuerza, croando con una voz quebrada: —
¡Mentira! ¿Popular? ¿Quién demonios vendría por él? ¡Mira esa
lamentable apariencia! Además, no te creas la gran cosa, Hua
Cheng, maldito. Solo puedes atraer a algunas chicas de pueblo
de lugares remotos como estos a lo sumo. Solo vinieron porque
estás vestido de forma extravagante. Si te vistieras como un
mendigo, ¡dudo que te miren!

Xie Lian pensó que eso no estaba bien en absoluto. Incluso si Hua
Cheng se vestía como un mendigo, Xie Lian creía, que si fuera a
mendigar, él recogería una montaña de oro. De todas formas, no
dijo nada, y comenzó a hacer las tareas del hogar sin prisa.
Después de un rato, otra oleada de olor flotó afuera y Qi Rong
volvió a rugir:

— ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO AHORA?! ¡QUE DEMONIOS!


Xie Lian respondió cálidamente: —Esa es la olla de estofado;
Amor para Todas las Estaciones. La estoy calentando.

Al escuchar esto, Hua Cheng aplaudió suavemente: —Qué buen


nombre.

— ¿¡LE DISTE A ESA COSA DE MIERDA UN NOMBRE?!?!


¡¡¡PARA!!!

Temiendo que Xie Lian realmente le diera eso de nuevo, solo el


calentar esa cosa le recordó a Qi Rong sus terribles memorias,
así que no se atrevía a hablar más. Después de terminar la
comida, Lang Ying recogió en silencio los cubiertos como si fuera
a lavar los platos y Xie Lian reprendió: —Déjalo. Solo ve a jugar.
Puedo encargarme de esto.

Tal vez no le permitieron cocinar, pero aún podía lavar platos. Hua
Cheng vio a Lang Ying sacar a Gu Zi para jugar y dijo: —Déjame
lavarlos.

Xie Lian rechazó la oferta: —Hay incluso menos razones para que
los laves. Solo siéntate.

Antes de que él terminara de hablar, justo en ese momento,


escucharon a Qi Rong, que estaba aburrido sin nada que hacer
después de haber llenado su estómago, hablando con un tono
grasiento: —Oye, chiquilla, ¿qué estás haciendo mirándome?
¿Hice temblar a tu pequeño corazón tierno?

Ese demonio acababa de quejarse que a él no le importaban las


chicas del campo, pero volteó y comenzó a flirtear, ¡y de mal gusto
también! Xie Lian negó con la cabeza, pensando que sería mejor
arrastrar adentro a Qi Rong después de todo, para que no
asustara a la gente mientras estuviera amarrado afuera.
Inesperadamente, incluso antes de que abriera la puerta, las
voces de asombro de los aldeanos sonaron: — ¡Whoa, bellezas
incomparables!

— ¿Por qué esas bellas damas vendrían a nuestro pueblo...?

— ¡Nunca he visto a mujeres tan bonitas en mi vida! ¡Y hay dos


de ellas!

Poco después, hubo una serie de golpes en la puerta del


Santuario Puji. Xie Lian estaba desconcertado, '¿Bellezas
incomparable? ¿Dos de ellas? ¿Por qué dos bellezas
incomparables vendrían a llamar a mi puerta? Ah, ¿podría ser?
¿Ese comerciante adinerado trajo a sus nuevas esposas para dar
sus agradecimientos? Pensando que este podría ser el caso, Xie
Lian tomó rápidamente el letrero de; Done para ayudar con las
renovaciones de este santuario, listo para colocarlo afuera. Pero
entonces, escuchó la voz helada de una de las mujeres.

— ¿Qué es esta cosa en la puerta? Quema los ojos.

Inmediatamente, la voz de otra mujer llegó, sonando perpleja.

— ¿Tal vez es para vigilar la puerta? De ninguna manera. No hay


razón para hundirse tan bajo como para usar una bestia espiritual
tan vulgar.

Aunque eran voces femeninas, pero Xie Lian ciertamente había


oído hablar de ellas antes. ¡Eran la Señora del Viento Qing Xuan
y la Señora de la Tierra Yi!
Al principio había querido abrir la puerta de inmediato, pero luego,
giró la cabeza y miró a Hua Cheng que estaba detrás de él,
limpiando perezosamente la mesa del altar, y Xie Lian detuvo sus
manos, asomándose cautelosamente a la puerta viendo a través
de las grietas en su lugar.

Fuera de la puerta se encontraban dos mujeres delgadas y


delicadas. Una vestida con una túnica blanca de cultivo, los labios
rosados, su forma encantadora y sensual, un fuchen15 en la mano,
los ojos brillantes; la otra era una mujer vestida de negro, la piel
blanca como la nieve, las cejas hermosas y afiladas, pero su
expresión era oscura, sus manos apretadas en puños, mirando
hacia la distancia. Esa cultivadora de túnica blanca estaba
sonriendo ampliamente, agitando sus manos alrededor.

— ¡Jaja, gracias a todos, gracias! No hay necesidad de dar tantos


cumplidos, no hay necesidad de hacer tal espectáculo. Estoy muy
preocupada con todos ustedes así. Eso es suficiente ahora,
gracias. Jaja.

Xie Lian: —...

Alrededor había una gran multitud de aldeanos que observaban


la belleza, y después de haber visto hermosuras, comenzaron a
señalar y golpear a Qi Rong. Qi Rong estaba disgustado y gritó
con locura: — ¡QUÉ ME VEN TODOS USTEDES! ¡Y QUÉ SI A
ESTE ANCESTRO LE GUSTA ESTAR TIRADO EN EL SUELO!
¡VÁYANSE A LA MIERDA! ¡NO HAY NADA PARA VER! Los
aldeanos vieron cuán extrañamente se comportaba ese hombre,
luciendo maliciosamente violento con una cara verde, y se
dispersaron de miedo. Shi Qing Xuan se volvió hacia Qi Rong: —

15
Un arma hecha de cola de caballo.
Este... verde joven maestro, ruego que me diga si está su alteza
el príncipe heredero dentro del santuario.

Al escuchar a esa mujer dirigirse a Xie Lian como, su alteza el


príncipe heredero, Qi Rong inmediatamente perdió el interés en
las dos hermosas mujeres que tenía ante él, y le dijo: — ¡TSK!
¡Así que ustedes son oficiales de mierda de los Cielos Superiores!
Como si este antepasado fuera un perro vigilando su puerta.
Escucha, yo soy...

No había terminado antes de que Ming Yi se acercara


pesadamente, y luego hubo un gemido seguido de sonidos de
bofetadas. Desde la posición de Xie Lian, no podía ver
exactamente lo que Ming Yi estaba haciendo y solo podía ver a
Shi Qing Xuan agitando su fuchen, reprendiendo: —Ming-Xiong,
¡no es bueno usar la violencia!

Ming Yi dijo con frialdad: — ¿Qué hay que temer? ¿No dijo que
no es una bestia espiritual domesticada?

—...

Para evitar que Qi Rong sea golpeado hasta la muerte, Xie Lian
solo pudo abrir la puerta y levantar las manos para detenerla.

— ¡Mi señora! ¡Tenga compasión! ¡No le pegue, es una persona!

Al ver que Xie Lian había abierto la puerta, Ming Yi se arregló el


dobladillo negro y quitó la bota de la espalda de Qi Rong. Shi Qing
Xuan, por lo tanto, se apresuró y apretó sus manos en un gesto
de cortesía.
— ¡Alteza, he venido unos días antes! ¿Qué pasa con esa
persona? Él está tan lleno de esencia demoníaca, usted no puede
ocultarlo, ¿nos toma por ciegos? Bueno, hablemos adentro. Esta
vez tengo algo realmente importante, necesito su ayuda para...

Mientras hablaba, caminó alrededor del Qi Rong que estaba


tendido en el suelo y cruzó el umbral. Hua Cheng todavía estaba
dentro, entonces, ¿cómo podría Xie Lian atreverse a dejarlos
entrar? Gritó apresuradamente: —Esperen!

Sin embargo, fue demasiado tarde. El santuario de Puji no era tan


grande y no tenía dónde esconderse. Inmediatamente los dos
vieron detrás del cuerpo de Xie Lian a un Rey Demonio Supremo
que estaba en medio de lavar los platos. Cuatro pares de ojos se
encontraron; Las chispas volaron. Hua Cheng sonrió con dientes,
pero la sonrisa era siniestra y sus ojos no tenían ni un rastro de
alegría.

En un instante, las pupilas de Ming Yi se encogieron, y ella


retrocedió tres pies de distancia. Shi Qing Xuan arrojó a su
abanico de Señora del Viento, haciendo una postura de ataque,
sumamente alarmada.

— ¡LLUVIA SANGRIENTA QUE BUSCA LA FLOR!

Afuera de la puerta, el rostro ceniciento de Qi Rong rugió de rabia:


— ¡Y YO SOY LA LINTERNA VERDE QUE PASEA POR LA
NOCHE! ¿¡CÓMO ASÍ NINGUNO ME RECONOCIÓ CUANDO
ME GOLPEABA, PERO SABÍAN QUE ERA ÉL CON SOLO UNA
MIRADA?!

Ming Yi se había infiltrado una vez en la Ciudad Fantasma y pasó


muchos años como espía siendo súbdita de Hua Cheng. Solo
recientemente fue descubierta y capturada por Hua Cheng, luego
encerrada en una mazmorra de laberinto y golpeada. Al tener a
los enemigos encontrándose frente a frente, con los ojos rojos de
ira, el pequeño santuario de Puji se llenó con olor a veneno por
dentro y por fuera.

Hua Cheng arrojó el trapo en su mano y entrecerró los ojos con


una sonrisa burlona: —Señora de la Tierra se la ve animada.

Ming Yi también respondió fríamente: —Rey Demonio, también


luce tranquilo como siempre.

Después de haber hecho falsos saludos superficiales, las


siguientes palabras que salieron de la boca de Hua Cheng fueron
aún más frías, con expresión helada.

Él advirtió.

—Vete. No me importa qué asunto importante tengas. No te


acerques a este lugar otra vez.

Aunque ella temía a Hua Cheng, aun así se negó a retroceder


dócilmente y Ming Yi respondió con una voz solemne: — ¡Venir
aquí no fue mi voluntad!

El olor del veneno se iba a convertir en explosivos. Junto a ellos,


Xie Lian estaba cada vez más nervioso.

—Q-q-qué, Señora del Viento, ¿qué debemos hacer?

Shi Qing Xuan golpeó su abanico en la cabeza varias veces y dijo:


— ¡No esperaba que la Lluvia Sangrienta que busca la Flor
estuviera aquí tampoco! ¿Ustedes no se acaban de conocer?
¿Cómo es que están juntos de nuevo tan rápido? De todos
modos, si esto se puede resolver sin puños eso sería bueno. La
violencia es mala. Si comienzan a pelear, tendremos que
detenerlos.

—Estoy de acuerdo, en su mayoría.

Qi Rong esperaba que los dos comenzaran a pelearse y había


estado escuchando atentamente. Justo en ese momento, de
repente dijo: —Ohhh, ¿entonces eres esa puta Señora del Viento?

Tanto Xie Lian como Shi Qing Xuan se giraron para mirarlo. Así
era exactamente como Qi Rong había llamado a Shi Qing Xuan
cuando estaba en su propia cueva, pero incluso ante la misma
persona se atrevía a maldecirla así, y Xie Lian no podía decir si
era por valentía o por falta de capacidad mental. Shi Qing Xuan
siempre se había criado con dignidad y gracia, por lo que
probablemente era la primera vez que escuchaba a alguien más
maldecirla de esta manera. Parpadeó, pareciendo confundida,
luego se volvió hacia Xie Lian.

—Su alteza. Por favor espere.

Luego, ella salió del santuario y cerró la puerta. Afuera, hubo otro
lamento desesperado de Qi Rong y otro ataque de abofeteos. Un
momento después, Shi Qing Xuan abrió la puerta para regresar, y
lo había regresado a su forma masculina.

—Bien, ¿dónde estábamos? También me siento un poco


hambriento, así que, ¿qué tal si nos sentamos y comemos algo?
No hay nada que no se pueda negociar, y nada que no se pueda
resolver en la mesa.
—...

A pesar de que Xie Lian no quería que empezaran a pelear dentro


del Santuario Puji, Hua Cheng parecía estar extremadamente
enojado por todo el asunto de la infiltración de Ming Yi, y sin
conocer la historia interna, parecía bastante imposible que se
sentaran y comieran agradablemente. Sin embargo, Hua Cheng
en realidad no pareció objetar la idea, y después de un momento
de suspenso, el hielo en su rostro se despejó y se volvió para
seguir lavando los platos. Después de que terminó, caminó hacia
la olla y sirvió un tazón lleno de ese estofado, Amor para Todas
las Estaciones.

Al ver que él retrocedió primero y cesó una batalla, todos los


demás suspiraron de alivio. El siguiente paso fue cambiar de tema
y animar la atmósfera, por lo que Shi Qing Xuan preguntó: —Su
alteza, ¿qué hay en esa olla? Parece que todavía está caliente.

—Oh. Yo hice eso —dijo Xie Lian.

Esa olla se había estado cociendo por mucho tiempo, los sabores
se extinguieron completamente, y la mayoría del olor ya se había
disipado. Aunque el color todavía era cuestionable, las formas
casi se habían derretido de la cocción, luciendo mucho mejor que
la noche anterior. Al escuchar su respuesta, Shi Qing Xuan estaba
vibrando de emoción.

— ¿De verdad? ¡Nunca he comido nada hecho por las manos de


los oficiales celestiales! Venga, venga, vamos a probarlo.

Dijo mientras iba a agarrar dos juegos de cubiertos y llenaba dos


tazones. Para ser honesto, Xie Lian había querido detenerlo al
principio. Sin embargo, debido a que Hua Cheng había sido tan
firmemente alentador, germinando semillas de confianza en él, y
porque más temprano esa mañana había cambiado el condimento
de acuerdo con las sugerencias de Hua Cheng mientras calentaba
el guiso, el pensamiento, tal vez lo arreglé, apareció en su mente.
Después de algunas dudas, todavía no dijo nada, y en secreto
observó con esperanza cuando Shi Qing Xuan le pasó uno de los
tazones a Ming Yi.

—Ven, Ming-Xiong. Este es tuyo.

Ming Yi echó un vistazo al contenido del cuenco y volvió la cara,


viéndose reacio.

Fue un gesto grosero. Shi Qing Xuan se indignó y forzó el cuenco


hacia ella, implacable.

— ¡COME! ¿No dijiste que tenías hambre antes en el camino?

Hua Cheng, perezosamente, levantó una cucharada y la sopló,


llevándola a sus labios, y luego tragó. Le sonrió a Xie Lian.

—Definitivamente es más ligero hoy. El sabor está bien.

Xie Lian sonrió también.

— ¿En serio? Agregué más agua hoy.

Hua Cheng dio otro mordisco y sonrió felizmente.

—Gege hizo lo mejor que pudo.

Ver a Hua Cheng, pareciendo estar saboreando un delicioso


manjar, fue sumamente convincente. Un momento después, a
pesar del gesto anterior, Ming Yi tomó el tazón. Shi Qing Xuan
sonrió.

— ¡Eso está mejor! Y los comieron en una cucharada de un


bocado al mismo tiempo, dando un mordisco.
Capítulo 103: Venerable de palabras vacías; Lamentos en el banquete (parte uno)

— ¿Qué tal está? —Xie Lian preguntó.

¡PAM! Y Ming Yi se derrumbó sobre la mesa del altar boca abajo,


como ella hubiera perdido el conocimiento.

Junto a ella, dos líneas de lágrimas bajaban silenciosamente por


el rostro de Shi Qing Xuan.

—...

Xie Lian preguntó vacilante: —Mis señores, ¿qué tal está


exactamente? ¿Podrían tranquilizarse y darme una crítica
constructiva usando palabras?

Shi Qing Xuan salió del trance, se secó la cara llena de lágrimas,
agarró las manos de XIe Lian, las presionó con fuerza, y dijo de
manera ininteligible: —... su alteza.

Xie Lian invirtió el agarre y apretó sus manos hacia atrás.

— ¿Qué?

Shi Qing Xuan no podía hablar, y un momento después, sollozó


mientras empujaba a Ming Yi. —Ming-Xiong... ¡Ming-Xiong! Ming-
Xiong, ¿qué pasa? ¡Tranquilízate, despierta!

Ming Yi estaba echada sobre la mesa, inmóvil. Shi Qing Xuan


nunca pudo soportar que alguien lo ignorara, y el empujoncito que
le dió se convirtió en un empujón hasta que finalmente la
estranguló, temblando con fuerza. Xie Lian no pudo mirar más y
sugirió con ansiedad: —Señor del Viento, ¿por qué no deja la
escoba? Podemos resolverlo hablando.

Shi Qing Xuan estranguló esa escoba y giró su cabeza, gritando:


— ¿HAH? SU ALTEZA ¿QUÉ DICE? ¡NO LE PUEDO OÍR!

Sintiéndose un poco indefenso, Xie Lian le gritó al oído: —


¡SEÑOR DEL VIENTO! LO QUE ESTÁ EN SUS MANOS NO ES
LA SEÑORA DE LA TIERRA. LA SEÑORA DE LA TIERRA ESTÁ
AQUÍ. ¡AQUÍ!

En ese momento, Ming Yi se despertó. En realidad regresó a su


forma masculina en un instante, su rostro oscuro como el acero, y
proclamó desdeñosamente: —Tengo maldad en el corazón ahora.
Por favor, exorcízalo por mí.

¿Una cucharada de estofado puede producir mal en el corazón?


Xie Lian estaba impactado hasta la médula. Murmuró: —... Eso
no puede ser posible...

Shi Qing Xuan, sin embargo, estaba apuntando a Ming Yi, con los
ojos redondos y abiertos.

— ¡RESISTE! ¡TÚ! ¿Qué maldad eres para atreverte a mostrar


tus pequeños trucos ante este Señor del Viento? ¿Dónde está
Ming-Xiong? Rápido, te protegeré! Hay que derrotarlo juntos. Y
con la escoba en una mano, la otra agitó el abanico de Señor del
viento. ¡Si ese abanico atacara, entonces toda la azotea se volaría
sin duda alguna! Xie Lian se rápidamente se apresuró a detenerlo.

—NO LO HAGA. ¡MIS SEÑORES, POR FAVOR!


—JAJAJJAJAJAJAJAJAJA JEJEjejejejejjejuejuejuejuejuejuejue...

Qi Rong estaba golpeando sus puños en el suelo riendo afuera,


gritando.

— ¡SE LO MERECEN! ¡OFICIALES DE MIERDA! ¡MUÉRANSE Y


ASCIENDAN! ¡Esto es jodidamente genial! ¡ME SIENTO MUCHO
MEJOR!

Los dos oficiales que estaban dentro estaban desesperados,


gimiendo sin parar. Hua Cheng se apoyó contra la pared con los
brazos cruzados, y Xie Lian lo miró, luego miró al Señor del Viento
y al Señor de la Tierra con las cabezas dobladas en el suelo y
susurró: —Tal vez sea porque no le agregué suficiente agua
después de todo... ¿por qué sus reacciones serían más fuertes
que las de Qi Rong?

Hua Cheng levantó las cejas.

—Creo que está bien. Probablemente sea un problema con sus


papilas gustativas. Suele suceder.

Xie Lian, sin embargo, nunca había pensado en lo que


normalmente comía Qi Rong y en lo que comían los oficiales
celestiales. Comparando a los dos, los oficiales celestiales eran
mucho más sensibles y emocionalmente delicados, por lo que
probablemente esa era la razón por la que sus reacciones eran
mucho más fuertes. Por supuesto, tampoco pensó si se había
agregado algo después de que la olla hubiera pasado por las
manos de Hua Cheng.

Sintiéndose deprimido y culpable, Xie Lian le dio de siete a ocho


tazones de agua a Shi Qing Xuan y Ming Yi antes de que los dos
se calmaran lentamente. Aunque sus caras eran verdes como Qi
Rong y sus ojos estaban muertos, al menos estaban conscientes,
y su habla regresaba. El único pequeño problema fueron las
imparables lágrimas que corrían por la cara de Shi Qing Xuan, y
cuando hablaba, accidentalmente se mordía la lengua a veces.
Aparte de eso no hubo problemas reales.

Después de todo ese alboroto, dos horas después, los cuatro


finalmente se sentaron ordenadamente alrededor de la mesa del
altar.

Ming Yi todavía tenía su cara boca abajo en el altar, todavía como


un cadáver. Xie Lian corrigió su expresión y preguntó
solemnemente: —Señor del Viento, ¿dijo que había algo
importante con lo que quería mi ayuda antes? ¿Qué es
exactamente?

Shi Qing Xuan, que parecía pálido y sombrío, lanzó un hechizo a


prueba de sonido en la puerta, asegurándose de que nadie fuera
pudiera oír nada antes de que murmurara con voz ronca:... Es así.
Ejem, ejem. Ejem, ejem. Su alteza, se ha estado escondiendo en
el mundo, cultivándose en el reino mortal durante ochocientos
años. Ha caminado y visto mucho, por lo que debe haberse
topado con muchos demonios y monstruos, ¿verdad?

Xie Lian cruzó sus manos una sobre la otra y respondió: —Me he
encontrado con algunos.

—Entonces quiero preguntar —dijo Shi Qing Xuan—. ¿Alguna


vez... ha conocido a un Venerable de palabras vacías?

Xie Lian se sorprendió: — ¿El Venerable de Palabras Vacías que


lamenta en las fiestas?
Shi Qing Xuan bajó la voz y respondió siniestramente: — ¡Eso es
correcto!

De repente, Xie Lian sintió una ola de brisa fría y espeluznante


que soplaba por su columna vertebral, silbando.

Al mismo tiempo, parecía haber alguien al lado de su oído, riendo


fríamente y canturreando una melodía extremadamente
espeluznante.

De alguna manera, la luz del sol que brillaba a través de las


ventanas y las grietas, calentando el pequeño santuario de Puji,
también se atenuaba, como si todo el lugar estuviera envuelto en
una gran sombra. Las extremidades de Xie Lian se estaban
enfriando, heladas como el acero.

—...

—...

—...

Xie Lian tuvo que apretar sus ropas con fuerza y sintió que esto
debía hablarse directamente y habló: —Tengo que preguntar...
¿quién se está riendo? ¿Quien está cantando? ¿Quién está
soplando aire frío detrás de mi espalda? ¿Quién hizo el santuario
tan oscuro?

Shi Qing Xuan se enjugó las lágrimas y dijo: —Oh, ese fui yo. Es
solo un pequeño hechizo, no se preocupe. Es sólo para crear el
estado de ánimo.
Los otros tres en la mesa del altar se quedaron sin palabras. Un
momento después, Xie Lian apoyó su sien y dijo con
exasperación:... Señor del Viento, ¿qué tal si paramos esta brisa?
Con este clima, ninguno de nosotros está vestido en capas.
Además, el estado de ánimo ya estaba allí, pero todo se disipó
después de que agregara la brisa fría y la música...

—Eh? ¿De verdad? —Dijo Shi Qing Xuan, luego, con un gesto
de su mano, el aire frío que soplaba a las espaldas de todos se
dispersó. —Pero creo que sería bueno si el santuario sigue siendo
tan oscuro. Déjame encender una vela, la sensación será aún
mejor.

Mientras hablaba, realmente sacó una vela y la encendió. A la luz


de las velas parpadeantes que iluminaban las dos caras blancas
como la nieve y otras dos caras pálidas y verdosas, el ambiente
era bastante fuerte, la atmósfera inquietante era excepcional, y tal
vez incluso el Qi Rong que estaba afuera aullaría y gritaría
asustado por los fantasmas.

Los otros tres no querían decir nada más. Hua Cheng se echó
hacia atrás y Ming Yi permaneció como un cadáver. Xie Lian se
frotó la frente y dijo: —Vamos a continuar... ¿Dónde estábamos?
¿El Venerable de Palabras vacías? ¿Por qué no solo dio el
monstruo Jinx? Al llamarlo el Venerable de palabras vacías, me
tomó un minuto darme cuenta a lo se re refería.

El Venerable de palabras vacías, aunque se le dio el título de


Venerable las personas solo lo consideraban como un venerable
para el espectáculo, dándole algo de dignidad, temiendo que si su
nombre era demasiado indecoroso y lo descubriera, vendría tras
de uno. En verdad, todos desearían poder maldecirlo como —el
venerable malhablado el monstruo jinx y cuanto peor sonaba,
mejor. Sin embargo, era realmente abominable al extremo.

Es correcto. Los demonios y monstruos típicos daban miedo a lo


sumo, pero este era abominable. Esto se debió a que si alguien
fuera feliz, en su momento de alegría aparecería y te desanimaría,
un verdadero aguafiestas. Piense por un momento; en la
recepción de un par de recién casados, algo como esto apareció,
se comió el festín y luego de repente afirmó: — ¡No tardarán
mucho en separarse de los dos! —O en otro caso, si un viejo
maestro de una familia fuera promovida, también aparecería
repentinamente y lloraría en medio de felicitaciones: — ¡Te van a
esposar e levar a la cárcel en unos pocos años!

Si debía unirse a alguien, se volvería como su sombra y se


envolvería firmemente sobre esa persona, maldiciendo sin cesar
por algo contrario cada vez que le ocurriera una ocasión feliz.
Verdaderamente abominable. Especialmente a aquellos que
temían signos siniestros; si se encontraran con esa cosa, morirían
de angustia. Nadie quería ser unido a este, pero si se tropezaban
con él, solo podían aceptar su destino, porque hasta ahora nadie
sabía cómo había elegido a su presa.

Parecía que Shi Qing Xuan tenía mucho miedo de esa criatura,
pero a Xie Lian no le pareció un gran problema.

—No se preocupe. No es nada de lo que temer.

Para decirlo correctamente, esa criatura tenía más probabilidades


de tenerle miedo a él. Shi Qing Xuan se volvió enérgico: —
¿Entonces, su alteza ha encontrado uno? ¿Hay alguna forma de
exterminar esa cosa por completo?
Con un zumbido por un momento, Xie Lian respondió: —Me topé
con dos hace muchos años, pero nunca volvieron a aparecer, así
que no sé si fueron completamente exterminados. Pero según mi
experiencia, no es tan difícil tratar con ellos.

Shi Qing Xuan estaba muy contento.

— ¿DOS? ¿Se las arregló para tratar con dos? ¡Realmente he


venido al lugar correcto! ¿Entonces qué pasó?

Así comenzó Xie Lian su relato. El primero fue así: Hace muchos
años, Xie Lian pasó por un pequeño pueblo y un comerciante
adinerado envió a su hija a la capital para estudiar. Debido a lo
sobresaliente que era su hija, hizo un gran espectáculo de
elogiarla públicamente, una ocasión feliz. Quién pudo saber, de la
alegría se produjo la tragedia, y en el banquete de despedida, de
repente una voz sonó: —El carruaje de su hija se volteará en la
esquina.

Ese comerciante adinerado se puso de pie con furia en el lugar e


iba a atrapar al que dijo esas palabras, ¡pero esa persona se
agachó debajo de la mesa justo después y desapareció en el aire!

Después de eso, todos se asustaron. Afortunadamente, Xie Lian


fue a esa casa ese día para recolectar basura. Se las arregló para
obtener algunas sobras y estaba a punto de regresar cuando
escuchó lo que pasó. Sabía qué era esa criatura, así que le dijo a
ese comerciante rico que no se preocupara. Le pidió al
comerciante adinerado que contratara a una veintena de
guardias, con él mismo incluido, escoltaron cuidadosamente a la
pequeña dama a la capital, y la protegieron por un tiempo. Un mes
después, esa pequeña dama ganó el primer lugar en un concurso
de belleza, y la oportunidad había llegado.
Esa noche, se celebró una fiesta en un restaurante de la capital
para celebrar a la pequeña dama, y, efectivamente, hubo una voz
mezclada entre la multitud de nuevo, diciendo: —Tú serás...

En el momento en que lo escuchó, Xie Lian, inmediatamente tomó


a esa criatura de la multitud, ahogando su cuello, evitando que
pronunciara otra palabra. Luego, inmediatamente usó un amuleto
para sellar su cuerpo, lo golpeó hasta una pulpa sangrienta, luego
ordenó un carruaje, llevándolo a los valles para el desmadre. En
un rincón sinuoso del paso de la montaña, las riendas se
rompieron, y ese carruaje se estrelló en los acantilados,
cumpliendo la maldición que este mismo lanzó a los demás.

— ¿Eso es todo? —Preguntaron los otros tres.

—Eso es todo —dijo Xie Lian. —Para lidiar con el Jinx... bien, el
Venerable de palabras vacías. Para lidiar con el Venerable de
palabras vacías, hay tres maneras: primero, no dejes que abra la
boca y córtala antes de que pueda hablar. Esto solo puede ayudar
a uno a protegerse por el momento, pero no lo protegerá de por
vida, por lo que debe estar constantemente alerta.

—Segundo, si debe hablar, no deje que el tema de su maldición


escuche. Cualquiera se sentiría asustado si escuchara una
maldición contra uno mientras se encuentra en el apogeo de su
alegría, y esa criatura se alimenta de ese miedo; se deleita en ello.
Cuanto más asustado esté, más feliz se vuelve. Si uno se pierde
a sí mismo por terror y arruina sus asuntos por las palabras del
monstruo, los poderes de este aumentarán significativamente.
Pero a menos que uno sea sordo, definitivamente lo escuchará
hablar algún día. Para ser sincero, ni siquiera los sordos podrían
escapar, porque hubo algunos que se cosieron los oídos en un
intento por escapar de la cosa, pero al final fue inútil.

—Por otro lado, si uno no se preocupa por lo que sea que maldiga
o como sea que desanime, entonces no puede hacerle nada. Así,
la forma más efectiva es el tercer método: rodearse de
pensamientos felices e ignorarlo por completo. Deje que hable o
no hable, pero olvide todo lo que diga. Hágase más fuerte y
continúe su camino de acuerdo con su propia voluntad y no con
la tragedia que predijo para usted. Por lo tanto, al final, si no este
pudiera provocarle alguna desesperación, lo más probable es que
se escape por su cuenta. Por supuesto, todavía puede muy bien
estar escondiéndose esperando la próxima oportunidad de
emboscar.

Aunque el tercer método era el más efectivo, todavía era muy


difícil de lograr. Después de todo, ¿quién en el mundo podría
realmente construir un corazón de piedra y no sentir una sola ola?
Cuanto más escuchaba Shi Qing Xuan más profundo crecía su
ceño fruncido.

— ¿Y qué hay de la segunda vez? ¿Lo solucionó igual la segunda


vez?

—La segunda vez podría no ser útil como referencia para nadie.
Después de todo, era una situación única —dijo Xie Lian.

— ¿De qué forma era única?

—La persona a la que se unió fui yo —respondió Xie Lian.


Capítulo 104: Venerable de palabras vacías; Lamentos en el banquete (parte dos)
También fue hace muchos años que Xie Lian conoció a un
Venerable de palabras vacías.

Esa vez, él acababa de construir una pequeña choza por sí mismo


y estaba allí de pie admirando su nueva morada cuando de
repente, una diminuta pequeña voz vino de una de las esquinas.

— ¡Esta morada tuya se derrumbará en dos meses!

—Entonces, ¿qué hizo? —Shi Qing Xuan preguntó.

—Nada. —Respondió Xie Lian. —Dije: ¿Dos meses? Si sigue en


pie en siete días, sería un verdadero milagro.

—...

Los labios de Hua Cheng se curvaron ligeramente pero


inmediatamente esa sonrisa se desvaneció.

Ese Venerable de palabras vacías se escondió en las sombras,


esperando chupar el miedo, la frustración, la inseguridad y otras
emociones negativas de Xie Lian. Sin embargo, no aspiró nada
más que aire vacío, e incluso cuando Xie Lian terminó de peinarse
y se quedó dormido en su nueva casa, todavía no había aspirado
nada.

Aunque Xie Lian nunca vio su forma, todavía podía sentir que
probablemente estaba bastante enojado.

No pocos días después, un relámpago golpeó, y toda la cabaña


se quemó.
Aquel Venerable de Palabras Vacías estaba contento,
probablemente pensando que el quemarse no era diferente a
colapsarse, por lo que su maldición se cumplió técnicamente, y
Xie Lian debe tener miedo ahora. Sin embargo, eso no sucedió.
Todavía no logró chupar nada que pudiera llenar su estómago.
Por supuesto que estaba disgustado, por lo tanto, siguió a Xie Lian
y esperó la próxima ocasión feliz.

Quien sabía que esta espera se convirtió en más de medio año.


¡En ese medio año, Xie Lian no tuvo ni una sola ocasión feliz!

Si se tratara de alguien más, se habría rendido. Sin embargo, el


Venerable de palabras vacías tenía un rasgo único, y eso era la
obstinación. Si tuviera que buscar una presa, serían implacables
en su búsqueda, y por lo tanto, pasó hambre durante medio año.
Finalmente, una oportunidad había aumentado.

Un día, Xie Lian logró reunir un gran paquete de basura e hizo una
pequeña fortuna. El Venerable de palabras vacías se llenó de
alegría. Habiendo esperado tanto tiempo, inmediatamente usó
todos los trucos que tenía y varias corrientes de maldiciones
fueron hechas, tales como en la emocionante vida de después de
que Xie Lian se hiciera rico, él desperdiciaría su fortuna en
bebidas y juegos de azar y luego se enfermaría con
descomunales deudas. , etc. Xie Lian contó su dinero y escuchó
con indulgente diversión. Después, él igual solo se peinó y se fue
a la cama, y ese Venerable de Palabras Vacías igual no succionó
nada.

Esa noche, el montón de basura de Xie Lian se incendió.

Después de apagar el fuego, con el rostro ceniciento, Xie Lian


suspiró y dijo al Venerable de palabras vacías: —Qué mal. Todo
está quemado No queda ni un solo trozo. Ni siquiera he
experimentado ninguno de esos sueños de borrachera y toda la
vida de riquezas de las que usted habla. Creo que las cosas que
dice son bastante interesantes, así que, ¿por qué me dice un poco
más?

Esto sucedió varias veces, y hacia el final, Xie Lian en realidad lo


preguntaba antes de que este hablara: — ¿Tiene algo que decir?
¿Quiere decir algo?

Hasta que el Venerable de palabras vacías no pudo más y huyó.

Para los Venerables de palabras vacías, un Dios de la desgracia


como Xie Lian era extremadamente desfavorable. O bien no
tendría felices ocasiones y no esperaría por nada; o ya se había
acostumbrado a toda la mala suerte y no tenía miedo ni ansiedad.
Su suerte era tan mala hasta el punto de que estaba fuera de la
imaginación de ese Venerable de palabras vacías, por lo que Xie
Lian no sintió nada de sus maldiciones, e incluso los trató como si
fueran buenos deseos o sueños.

En cualquier caso, después de eso, Xie Lian nunca volvió a


encontrarse con ningún Venerable de Palabras Vacías. Incluso
sospecharía que, tal vez después de haber huido, el Venerable de
Palabras Vacías regresó a su gente y groseramente dio a conocer
lo malo que era.

Escuchando hasta este punto, Shi Qing Xuan no logró contenerlo


y soltó una carcajada. Hua Cheng dijo en voz baja: — ¿Es muy
gracioso?
Shi Qing Xuan sabía que también era inapropiado e
instantáneamente controló su expresión, disculpándose con un
tono serio: —Lo siento, su alteza.

Xie Lian se rió.

—No te preocupes. Creo que también es bastante divertido.

Concluyó: —El venerable de palabras vacías absorbe el poder del


miedo en los corazones de las personas, y desde este poder,
presionará para que sus predicciones se hagan realidad y luego
harán una nueva predicción. El ciclo continúa hasta que la
persona está completamente rota y su corazón destruido. Así que,
cuanto más inestable es el corazón, peor es; y cuanto más se
tiene, más se teme perder.

Después de una pausa, sugirió: — ¿Recibió el Señor del Viento


una oración de este tipo de un devoto y le está pidiendo a usted
ayuda? Usted es el dios del viento, algo como esto no está bajo
su jurisdicción. Si recibió esta oración, muy bien puede pasarla a
un dios marcial.

Sin embargo, Shi Qing Xuan dijo: —No es un devoto que se topó
con eso, fui yo.

Ahora Xie Lian estaba aún más desconcertado.

— ¿Se encontró con uno? El Venerable de palabras vacías


usualmente no se atreve a meterse con los oficiales celestiales.
Incluso si se metieron con usted, como un oficial celestial
estimado, no hay nada que temer.
Shi Qing Xuan suspiró: —Si me hubiera topado con eso después
de mi ascensión, entonces, por supuesto, no hay nada de qué
preocuparse, pero... es una larga historia.

Esto fue hace muchos cientos de años. Cuando los Señores del
viento y el agua aún eran mortales, nacieron y se criaron en una
casa de comerciantes ricos y prósperos.

Shi Qing Xuan fue el segundo hijo, y cuando nació, toda la familia
se regocijó. Le dieron al segundo hijo el nombre del bebé Xuan16,
y distribuyeron papillas y similares para alimentar a los
hambrientos a fin de conseguir méritos a través de actos de
compasión. En ese momento, había un adivino que comía papillas
y vió al bebé envuelto en pañales. Pidió los detalles del nacimiento
y dijo esto:

—Ya que he comido papillas de su casa, diré esto. Este hijo tuyo
podría tener una buena vida, pero es difícil contarle toda la
historia. Solo sé, si quiere salvarlo, debe mantenerse de bajo
perfil. No lo críe para que sea del tipo bullicioso y ostentoso; no le
dé la oportunidad de brillar. Recuerde construir fortuna en silencio,
y esto asegurará que viva una vida de paz. Asegúrese de nunca
organizar ninguna fiesta para él o le traerá algo malo.

Esas no eran palabras agradables y eran muy parecidas a algo


que diría un Venerable de palabras vacías. La familia Shi era una
familia de comerciantes, y todas las cualidades que él describía
eran especialmente valiosas para ellos, por lo que el adivino fue
inmediatamente apartado y sus palabras no fueron tomadas en
serio. Unos días después, se celebró una fiesta en honor de Shi

16
Los nombres de bebés son apodos dados antes de que se decida un
nombre formal.
Qing Xuan, las linternas brillaron y las pancartas volaron, los
tambores rugieron y los gongs sonaron.

Sin embargo, en la fiesta, justo cuando los invitados estaban a


punto de gritar sus felicitaciones, cantando canciones de alabanza
al segundo joven maestro de la familia Shi envuelto en pañales,
una voz sonora resonó repentinamente desde el suelo, cantando:
¡MISERABLE COMIENZO, MISERABLE FIN!

Esa voz realmente vino del piso, pero superó las voces de todos
los presentes, y todos quedaron estupefactos de asombro.

El festín terminó con una ansiedad espesa en el aire, y esa misma


noche, Shi Qing Xuan, que aún era un bebé, se calentó con fiebre,
lloró sin parar, y el calor se negó a bajar sin importar lo que se
hiciera, incluso algunas veces ya no tenía nada más qué vomitar.
Toda la familia estaba aterrorizada. La familia Shi recordó que no
hace mucho hubo un adivino que pronunció palabras extrañas y
que fue expulsado, por lo que lo buscaron rápidamente y lo
invitaron. Ese adivino dijo: —Les dije que mantuvieran un perfil
bajo, pero no quisieron escuchar. Ahora que el niño ha llamado la
atención del Reverendo, toda su vida estará llena de infortunios.
Este brote de fiebre no es nada, desaparecerá por sí sola. Pero
esto, ¡no es más que un regalo dado como saludo!

Por supuesto, él estaba hablando del Venerable de palabras


vacías. Excepto, este no era un típico venerable de palabras
vacías que podía ser eliminado tan fácilmente, sino uno que era
extremadamente antiguo en años, uno que era más fuerte en
cultivación. ¿Qué tan fuerte? Incluso sin ocasiones alegres aún
generar desgracias. Por lo tanto, fue llamado el Reverendo de
palabras vacías.
Este Reverendo fue el llamado, La tienda que puede cerrar por
tres años, pero come por tres años una vez que se abre. Sus ojos
eran agudos y maliciosos; la presa a la que se aferró nunca fue
menos que personajes de grandeza cuyas vidas estaban llenas
de grandes olas y leyendas. Algunos lograron ganar contra eso,
pero incluso así pagarían toda su vida para luchar,
suministrándole porciones significativas de alimentos; Algunos
fueron derrotados y se convirtieron en una fuente de sus poderes.
Tras acumularse durante casi mil años, su cimentación era
profunda y gruesa. Ahora, había descansado durante más de cien
años; ansioso por despertar, llegó el momento de estirar las
piernas y, cuando abra la boca para alimentarse, seguramente
será otro gran bocado. Casualmente, el Shi Qing Xuan que acaba
de nacer fue exactamente de su gusto y, por lo tanto, fue
reservado por este Reverendo. Aunque el pequeño bebé no
entendería sus predicciones, incluso si las escuchara, habría un
día que él podría entender, y un día podría conocer el miedo.
Además, una vez que este miedo fuera plantado en la infancia del
niño, quedaría profundamente arraigado, no podría ser disipado.

Afortunadamente, los monstruos como estos usualmente solo


tienen un nervio en sus cerebros, y la forma en que pensaban que
era extraña, bastante anormal. Por lo tanto, el adivino pensó en
una forma de engañarlo: hacer que la familia Shi envíe lejos a Shi
Qing Xuan y pretenda que fue entregado a otra familia, luego
cambie la apariencia del hijo a la de una bebé antes de traerlo de
vuelta. Hacer que la familia diga que la niña era una hija bajo su
custodia y que toda la Familia Shi llame al joven amo pequeña
señorita, criarlo como a una niña.
Mientras el Reverendo de palabras vacías no pueda encontrar el
bebé varón que reservó, después de un tiempo, seguramente no
recordará a quién eligió.

Por lo tanto, tal como se dijo, Shi Qing Xuan maduró a diez años
en paz.

Dentro de esos diez años, el hogar del una vez rico comerciante
había disminuido gradualmente. Los padres de los dos amos
fallecieron; hubo conflictos internos en la familia, luchando por la
herencia. Shi Wu Du estaba cansado de todo eso, por lo que el
año en que cumplió dieciséis años, se fue de casa y trajo consigo
al pequeño Shi Qing Xuan, que era más joven por muchos años.

Los hermanos dependían el uno del otro para vivir, y Shi Wu Du


fue el primero en entrar a las montañas para cultivarse bajo el
mando de un maestro, estableciendo al hermano pequeño en una
ciudad al pie de la montaña. Todos los días cultivaba y entrenaba
hasta tarde, sin descender las montañas hasta altas horas de la
noche. No había nada para comer en las montañas y él solo podía
comer en casa por la noche. Una noche, Shi Wu Du perdió el
sentido del tiempo entrenando con otra persona. Shi Qing Xuan
esperó por mucho tiempo y todavía su hermano no estaba en
casa. Preocupado de que Shi Wu Du tuviera hambre, decidió
llevar la comida a las montañas.

Shi Qing Xuan aún era un niño en ese momento y no sabía cómo
caminar por los senderos de la montaña. La noche estaba oscura
y después de haber caminado mucho tiempo con la caja de
comida, de repente necesitaba descansar. Ansiosamente, en un
instante levantó su falda a un lado de la carretera. En ese
momento, una sombra negra se acercó desde el otro extremo de
la carretera de la montaña y preguntó: — ¿Es Xuan-Er el que está
más adelante?

Al escuchar a alguien decir su nombre de bebé, Shi Qing Xuan


pensó que era su hermano quien había enviado a alguien a
buscarlo, por lo que se bajó rápidamente la falda, respondiendo a
la llamada: — ¡SOY YO!

Esa voz extranjera volvió a preguntar: — ¿Es tu nacimiento tal


año, tal mes, tal día, tal hora?

Shi Qing Xuan estaba desconcertado. Primero, ¿por qué de


repente le piden información sobre su nacimiento y, segundo, esa
persona lo tuvo todo correcto? Así que respondió de nuevo: —
¡Eso es correcto! ¿Cómo lo supo? ¿Quién es usted? ¿Conoce a
mi hermano?

Esa voz no respondió, pero al final dijo: —Ven aquí y déjame ver
tu cara con claridad.

Ese era el tono de una orden. En este punto, Shi Qing Xuan
finalmente notó que algo estaba mal.

Abrazó esa caja de comida y se fue corriendo. Mientras corría,


podía escuchar maniáticos remolinos de vientos detrás, riendo
locamente. ¡Esa cosa lo estaba persiguiendo de cerca! Gritó: —
¡TE VAS A CAER AHORA MISMO!

Shi Qing Xuan estaba completamente horrorizado, y cuando dijo


cae,r tropezó y cayó, rompiendo la caja de comida y el arroz se
derramó por toda la tierra. Justo cuando esa criatura estaba a
punto de saltar hacia él, Shi Wu Du llegó.
Al ver que alguien había venido, el Reverendo de palabras vacías
desapareció de la vista. Shi Wu Du abrazó al hermano pequeño
que estaba cubierto de sangre y arroz por la caída, ambos
sorprendidos y aterrorizados.

¡A pesar de todo, ese lo encontró!

Después de haberse escondido durante tantos años, el


Reverendo de palabras vacías finalmente tuvo su primer sabor
dulce, y de ahí en adelante, aparecería regularmente, cada vez
más misterioso que la vez anterior. El cultivo de esa criatura era
demasiado fuerte; La fortuna de la familia Shi ya se había agotado
y los cultivadores que Shi Wu Du logró contratar no podían hacer
nada al respecto. Él no tenía el poder de deshacerse de un millón
de méritos para que su voz fuera escuchada directamente por los
cielos. Aunque esa criatura nunca pidió la vida de Shi Qing Xuan,
aún los dos hermanos sabían que solo estaba esperando su
momento, esperando atacar solo cuando la presa engorde. En
este momento solo estaba golpeando tu cara con suavidad,
recordándote que le temieras, pero habría un día en que la
bofetada dolería. Era como un cazador que no mataría a su presa
con una sola flecha, y tenía que hacer rozar muchas contra ella,
aterrorizando a la presa, alimentándose de su terror.

Esto no fue más que una torturante ejecución.17

17
La tortura descrita en el texto original es Ling Chi [淩遲]. Es una técnica de tortura
que apareció a principios del siglo X, donde el verdugo cortaba la carne del
condenado con un pequeño cuchillo poco a poco hasta que la persona esté muerta.
Afortunadamente, finalmente había llegado un punto de inflexión.
Después de muchos años de entrenamiento agresivo, Shi Wu Du
ascendió.

En el momento en que ascendió, inmediatamente llevó a Shi Qing


Xuan a la Corte Intermedia, usando agresivamente tesoros raros
y riquezas divinas, y unos años más tarde, Shi Qing Xuan también
ascendió con éxito. Ese Reverendo de palabras vacías se calmó
y desapareció.

Shi Qing Xuan, naturalmente, creía que finalmente se dio por


vencido y se retiró conociendo sus propias dificultades. Sin
embargo, parecía que era él quien pensaba demasiado bien en
las cosas.

Hace unos días, invitó a un grupo de amigos a beber, y mientras


estaba ebrio, de repente escuchó una voz maliciosa en su oído:
— ¡Nunca volverás a ver a tu hermano!

Esa voz era sumamente familiar; en los días entre los diez años y
antes de su ascensión, podía escuchar esa voz al menos una o
dos veces al año, su miedo a eso se hundió profundamente en
sus huesos, y era como si un explosivo hubiera estallado al lado
de su oído. Shi Qing Xuan se puso serio al instante y corrió al
dominio de Pei Ming con terror, solo relajándose cuando vio con
sus propios ojos a Shi Wu Du bien y pasando el rato con Ling Wen
y el otro.

Después, se preguntó si esa voz era su propia ilusión. Después


de todo, esa criatura había plantado una profunda sombra en su
corazón desde que era joven, y no era la primera vez que sucedió.
Después de escuchar la historia, Xie Lian comentó: —Entonces,
el que el Señor del Viento conoció y el que yo conocí estaban en
niveles completamente diferentes. —Después de reflexionar, se
dirigió a Hua Cheng. —San Lang, ¿alguna vez has visto que el
Reverendo de palabras vacías antes?

Hua Cheng estaba jugando con un par de palillos en la mano y


respondió: — ¿Hum? Nunca lo he visto con mis propios ojos. Sin
embargo, conozco a alguien que sí.

A pesar de que Xie Lian tenía curiosidad por saber quién era ese,
alguien que él conoce, no lo preguntó y solo dijo: — ¿Qué tan
fuerte es su cultivo? ¿Es realmente tan poderoso?

Hua Cheng tiró los palillos y respondió perezosamente: —Muy


fuerte.

Al escuchar esto, tanto la expresión de Shi Qing Xuan como la de


Ming Yi se volvieron solemnes. Hua Cheng agregó: —No es como
tus pequeños secuaces normales. Definitivamente es difícil de
tratar.

Aunque dijo, difícil de tratar, su expresión seguía siendo normal,


como si solo lo dijera por cortesía. Sin embargo, recibir tal
comentario de Hua Cheng definitivamente era algo relevante. Xie
Lian dijo: —Señor del Viento, este problema no parece pequeño.
¿Por qué no le dice al Señor del Agua?

Shi Qing Xuan agitó su mano.

—No, no. Tiene que saber que mi hermano está a punto de sufrir
otra calamidad celestial. Si debe pelear con el Reverendo de
palabras vacías durante este tiempo, ¿qué pasa si pierde la
concentración? Tengo que mantener esto en secreto, nadie debe
saberlo. No le dije a un solo oficial que tenga una buena relación
con mi hermano.

Un oficial celestial no solo pasaba por una calamidad celestial una


vez. Cuanto más pasaban las calamidades, mayor era su estado
divino, más inquebrantable era su estado y más fuertes eran sus
poderes espirituales. Shi Wu Du era un oficial celestial que ya
había pasado dos calamidades, y Xie Lian también había
escuchado en las charlas de ocio en la matriz de comunicación
espiritual que él estaba esperando el tercero ahora.
Definitivamente no sería favorable si perdiera la concentración.
Tras fallar superar una calamidad, pase lo que pase, el estado
divino alcanzado se eliminaría.

------------------------------------------------------------------------------------
Los dioses en los folklores chinos son muy parecidos a los dioses
griegos en los que cada uno controla un aspecto en el mundo mortal.
Para ascender, un mortal debe pasar por una calamidad celestial una
prueba de fortaleza para ver si la persona tiene lo necesario para
volverse divina. Una vez ascendido, un dios puede pasar por muchas
más pruebas para subir de nivel o alcanzar un estado divino mayor. Los
juicios no son negociables y están escritos en el destino de cada dios,
por lo que vienen en diferentes momentos. Cada prueba es diferente; a
veces el dios desciende a vivir una vida como mortal, o lucha contra
desastres naturales, etc., etc. Sin embargo, fracasar en una prueba
significa perder el estado divino alcanzado y perder poderes, por lo que
es mucho lo que está en juego y no hay vuelta atrás.
Capítulo 105: Tres Dioses, un Demonio; Reverendo no se ve por ninguna parte
(parte uno)

Shi Qing Xuan volvió a ser serio y continuó: —Quiero intentar ver
si puedo encargarme de eso yo mismo. Su alteza también tiene
más experiencia, entonces, ¿está libre? Si no, no se fuerce.

Shi Qing Xuan había ayudado a Xie Lian muchas veces en el


pasado, y ahora que tenía una emergencia y acudía a él en busca
de ayuda, no había forma de que Xie Lian pudiera declinar y decir
que tenía el corazón pero no el poder. Sin embargo, Hua Cheng
vino de lejos como huésped y no se había quedado por más de
unos pocos días. Si él se iba, ¿quién va a ser el anfitrión de Hua
Cheng? Aunque no era como si fuera un muy buen anfitrión.

Justo cuando estaba considerando sus opciones, Hua Cheng


apoyó su barbilla con una mano y sonrió.

— ¿Gege va a intentar ver a ese Reverendo de palabras vacías?


Si no sería una molestia, ¿me llevaría con usted? Es un monstruo
raro, después de todo, yo tampoco lo he visto nunca.

Xie Lian pensó para sí mismo: —Estoy muy avergonzado, pero


San Lang me entiende.

Lleno de gratitud por su consideración, asintió. Shi Qing Xuan no


dijo nada sobre el tema; por supuesto, sabía que la llegada de
Hua Cheng no era para ayudarlo, pero al menos no estaría para
molestar, por lo que si Hua Cheng viniera, no significaba nada
para él. Xie Lian dijo: —Ese Reverendo de palabras vacías es una
criatura misteriosa, ¿quién sabe cuándo o dónde aparecerá de
nuevo?

Shi Qing Xuan respondió: —Yo tampoco lo sé. En todo caso,


planeo ir a la capital imperial y reservar la mejor habitación en el
mejor restaurante para beber ochenta, cien días, poner obras de
teatro y encender petardos todos los días. Saldrá eventualmente.

—Esa es una forma de hacerlo —dijo Xie Lian. —Sin embargo,


incluso si sale, es posible que no podamos capturarlo. La mejor
manera de ganar cada batalla es conocerse a uno mismo y al otro.
¿El Señor del Viento ha investigado cuáles fueron sus presas en
el pasado? ¿Cómo funciona? Vea si hay algún patrón.

—A esto, naturalmente, mi hermano ya había investigado —dijo


Shi Qing Xuan mientras sacaba un pergamino de su manga,
abriéndolo.

Xie Lian se acercó más a echar un vistazo y se asombró sin


pensarlo. —Increíble. Increíble.

¡Qué tal ser! Esa criatura realmente solo pesca a los grandes. La
serie de nombres en ese rollo eran prácticamente todos los
grandes nombres del reino mortal, cada uno de ellos un personaje
de renombre, y casi todos terminaron en tragedia. Cada uno de
esos fines trágicos fueron todos suicidios después de una crisis.

Hubo quienes cortaron sus propias gargantas después de que


ejércitos se arruinaban como las montañas caían; aquellos que
limpiamente se mataban con una venda blanca de tres metros de
largo después de que su fortuna acumulada se disipara de la
noche a la mañana; y aquellos que se hundieron en las
profundidades de la desesperación después de haber pasado
toda su vida buscando influencia y riqueza, pero no lograron nada.
No fueron necesariamente derrotados en manos del Reverendo
de Palabras Vacías, fueron derrotados por el miedo a la pérdida
en sus propios corazones.

Sin embargo, no había emperadores ni reyes en esa lista. Los


verdaderos reyes tenían la protección del aura del hijo del cielo y
el mal no podía invadir fácilmente. En general, aquellos que tenían
el potencial de ascender también tendrían un escudo espiritual
natural que cubriera sus cuerpos y obligaría a los demonios y
monstruos a evadir, por lo que Xie Lian sintió lo que sea que se
uniera a Shi Qing Xuan no era algo tan simple, y tal vez hay
alguien detrás de las escenas a propósito atacándolo. Si ese era
el caso, quien fuera debía ser bastante formidable. Sin embargo,
Shi Qing Xuan estaba marcado cuando era solo un bebé, así que,
¿cómo atrajo a tal personaje?

En ese momento, Hua Cheng habló: —Gege, ¿puedo echar un


vistazo?

Xie Lian le pasó el pergamino.

—Toma.

Hua Cheng solo lo barrió bruscamente y dijo: — ¿Quién hizo este


pergamino?

—Mi hermano. ¿Qué? —Shi Qing Xuan respondió.

Hua Cheng arrojó el pergamino nuevamente sobre la mesa y dijo:


—Nada. Es una mierda llena de errores. Sugiero que tu hermano
lo haga de nuevo.
Al escucharlo, Shi Qing Xuan iba a lanzar un ataque.

— ¡LLUVIA SANGRIENTA QUE BUSCA LA FLOR!

Xie Lian lo detuvo de inmediato y dijo disculpándose: —Señor del


Viento, por favor, siéntese. Siéntese. Déjelo ir, San Lang siempre
habla así. Él no lo dice en serio.

Shi Qing Xuan se sentó, sonando dudoso.

— ¿Siempre es así?

Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng y le preguntó: —San Lang,


dijiste que está lleno de errores. ¿Por qué?

Hua Cheng también se acercó y los dos se sentaron mucho más


cerca que antes. Hua Cheng señaló algunos nombres y dijo: —
Estos están equivocados.

Xie Lian miró de cerca los nombres y todos eran tiranos


vengativos y malévolos.

— ¿Cómo lo sabes?

—Porque los maté —dijo Hua Cheng.

—...

— ¿No dice esto que todos murieron por suicidio? —Dijo Xie Lian.

—Antes de hacer mi movimiento, enviaba mensajeros para


saludarlos primero, y se mataban ellos mismos. —Hua Cheng
respondió: —Entonces ¿no sé si eso cuenta como mi asesinato?
Quién sabe si eso contaba como su asesinato, pero al menos era
honesto. Shi Qing Xuan tosió un par de veces incómodamente,
sus labios temblando.

— ¿Pueden los demonios por favor no describir tan claramente


cómo matan a personas frente a los oficiales celestiales?
¿Pueden los demonios no discutir este tipo de preguntas
abiertamente con otros oficiales celestiales frente a otros oficiales
celestiales?

Hua Cheng señaló algunos otros nombres y dijo: —Estos también


están equivocados.

— ¿Y quién mató a esos? —Preguntó Xie Lian.

—Agua negra los mató —dijo Hua Cheng.

Xie Lian se sorprendió: — ¿Ese Agua Negra Demonio Xuan? ¿No


está siempre en perfil bajo?

—No significa que no mate —dijo Hua Cheng.

Luego, se dirigió a Shi Qing Xuan: —Tu estimado hermano te dio


un pergamino que es inexacto y está lleno de errores, no intención
de hacer bien esta investigación, y solo parece una sospechosa
corina de humo, un montón de piezas. Por lo tanto, sugiero que
destruya esto y reescriba otro.

Shi Qing Xuan tomó ese pergamino y exclamó: — ¡Mi hermano


no es así! Aunque sus palabras eran débiles, su tono era firme.
Shi Wu Du no sería tan descuidado cuando se trataba de su
propio hermano menor, así que, solo podría haber una posibilidad,
y Xie Lian preguntó: —Cada profesión tiene su propio nicho, el
Señor del Agua debería haber tomado prestado el poder de otra
persona en su investigación ¿Puedo preguntar quién fue el que
realmente hizo el pergamino?

Después de algunas dudas, Shi Qing Xuan respondió: —Ling


Wen.

Xie Lian se frotó la frente y dejó de hablar. Aunque todos los


demás oficiales celestiales maldijeron al Palacio de Ling Wen por
su ineficiencia, aun así no debería haber cometido tantos errores,
casi parecería que esto no era más que un borrador. Los
Tumores18 parecen compartir una buena relación, al menos en la
superficie. Qué complejos asuntos había debajo, los extraños
probablemente nunca lo sabrían.

Hua Cheng retrocedió y continuó: —Déjeme decirle otra manera


de decir la diferencia entre lo que es verdadero y lo falso: una vez
que el Reverendo de palabras vacías tenga sus ojos en una presa,
sacará la hierba de las raíces. No solo su presa sufrirá daños y
morirá, sino que las familias y los amigos de dicha presa se verán
afectados. Entonces, aquellos que solo murieron aquí en este
pergamino cuyos amigos y familiares están vivos y bien, esos
nombres también están equivocados.

Al escuchar esto, la cara de Shi Qing Xuan palideció en otro tono.


Poco después, recuperó la alegría y se rió secamente a Ming Yi:
—Ming-Xiong, ¿eso no significa que tú también estás en peligro?
¡Eres mi mejor amigo después de todo!

18
se refiere a los 3 tumores que son Shi Wu Du, Ling Wen y Pei Ming
Ming Yi se movió para sentarse más lejos de él, con toda su cara
escrita con: ¿Puedo no tenerte como mejor amigo, por favor? Este
movimiento lo acercó más a Xie Lian, y los ojos de Hua Cheng lo
recorrieron, afilados como cuchillos. Al ver a Shi Qing Xuan
todavía no había olvidado bromear, incluso en momentos como
estos, Xie Lian no pudo evitar sonreír. Sin embargo, pudo decir
débilmente que Shi Qing Xuan estaba ansioso. O más bien, fue
porque estaba ansioso que tenía que usar un optimismo extra
para empujar esa ansiedad hacia abajo.

Shi Qing Xuan le mostró a su abanico de Señor del Viento y se


abanicó más rápido de lo usual por cinco o seis veces, su cabello
negro volando salvajemente en el viento.

— ¡Entonces vámonos ahora mismo! ¡A la torre más alta y


elegante para beber hasta el olvido! Tengo que ver por mí mismo
si se atrevería a salir con tantos de nosotros. Tenemos ventaja en
número, JAJAJAJAjajajaja...

—...

—Señor del Viento, por favor, cálmese. Xie Lian dijo: —Espéreme
un momento, todavía tengo algunas cosas que cuidar en el
santuario.

Quién sabe cuántos días tomaría este viaje, y con dos niños, dos
bocas y un demonio abandonado poseyendo a un hombre, no
podía simplemente dejarlos. Pensó en encontrar a alguien
confiable en el pueblo para ayudar a cuidarlos, pero parecía que
Hua Cheng conocía todas sus preocupaciones y pensamientos y
dijo: —Si Gege debe irse, entonces váyase sin preocupaciones.
Tengo ayudantes. Cuando se vaya, naturalmente habrá gente que
vigilará el santuario.
Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio: —Gracias a Dios por
San Lang. Sería mejor si hubiera alguien aquí para vigilar las
cosas.

Hua Cheng también sonrió.

—Sí. Tiene que haber alguien vigilando las cosas.

Su vigilancia, obviamente significaba cosas diferentes. Sin


embargo, nadie preguntó al respecto. Ming Yi apartó la mesa del
altar y comenzó a dibujar el conjuro de Acortamiento de distancia
en el suelo. El abanico de Shi Qing Xuan estaba abanicando tan
rápidamente, su forma ya no era vista.

—Por cierto, su alteza, olvidé preguntar antes. ¿Quién es el que


está fuera de la puerta? ¿Cómo lo hice enojar para que salieran
de su boca palabras tan groseras?

Al consultar por él solo al final y de una manera tan extraña, si Qi


Rong escuchara, sin duda volvería a sufrir de acidez estomacal.
Realmente eran groseras, pensó Xie Lian mientras empacaba a
RuoYe y Fang Xin que se apoyaban en la esquina.

— ¿Ya no anunció su propio título?

— ¿Qué, realmente era el Goblin Verde? —Shi QingXuan se


sorprendió: — ¿Con esa actitud? ¡Realmente tienes que ver las
cosas por ti mismo!

Xie Lian se frotó la frente y le contó brevemente las cosas,


recordándole que lo mantuviera en secreto, especialmente a Lang
Qian Qiu. Entre su intercambio, Ming Yi también terminó de
dibujar el conjuro de Acortamiento de distancia. El que Nan Feng
dibujó la última vez fue tosco y duro y le tomó mucho tiempo. Ming
Yi fue todo lo contrario; sus manos eran rápidas y precisas, una
línea hasta el final, y el círculo que dibujaba era más limpio y
preciso que si se usara una regla. Los caracteres también estaban
metódicos y ordenados como si estuvieran presionados a
máquina, y Xie Lian no pudo evitar quedarse boquiabierto en
secreto.

Con el conjuro terminado, Ming Yi dijo: —Vamos. Shi Qing Xuan


contuvo el aliento y sopló suavemente, apagando la luz de las
velas.

Hua Cheng tomó la iniciativa y fue el primero en empujar la puerta.


La pequeña puerta se abrió con un chirrido, y estaba
completamente negro afuera, como si la puerta estuviera
conectada a una vieja casa que había sido abandonada por
muchos años, el aire estaba lleno de moho y polvo.

Siguiendo a Hua Cheng estaba Xie Lian, agradeciendo


suavemente a Hua Cheng que tomó la iniciativa de abrir la puerta
mientras cruzaba, luego Shi Qing Xuan, y el último fue Ming Yi.
Una vez que cruzó, cerró la puerta detrás de él.

En el momento en que se cerró la puerta, en la oscuridad llegó


una voz detrás de la puerta, sombría y escalofriante: — ¡El lugar
al que deseas ir se convertirá en la pesadilla que nunca querrás
recordar!

En el instante en que escuchó la voz, el pie de Xie Lian se disparó.

Esa puerta se derrumbó instantáneamente por su patada, pero


una vez que se usara ese conjuro, perdería su efecto, y detrás de
la puerta ya no se encontraba el altar de Puji, sino un montón de
basura. Esa acción intensa originó densas nubes de polvo, Xie
Lian tosió, un poco contento de no haber roto la puerta que hizo
Hua Cheng, y dijo con la manga cubriéndose la cara: — ¿Fue ese
el Reverendo de palabras vacías?

Shi Qing Xuan se aferró a su fuchen y su abanico de Señor del


Viento con fuerza y respondió: — ¡Esa es su voz! ¿Había... había
estado siguiéndome?

Xie Lian agitó el aire polvoriento y negó: —No. Solo había tres
oficiales celestiales y un rey demonio antes, si algo le estaba
siguiendo, ¿no lo sabríamos? Claramente, sólo acaba de llegar.

Ming Yi también dijo: —Cálmate.

Shi Qing Xuan exclamó: —Estoy tranquilo. Estoy muy tranquilo.


¡Me he estado calmando!

Sin embargo, Hua Cheng se adelantó y dijo pausadamente: —La


calma es buena. Pero definitivamente hay algo que está pasando.
¿Alguien sabe dónde estamos?

Xie Lian miró a su alrededor y dijo también: — ¿No íbamos al


mejor restaurante de la capital imperial?

No importaba cómo se veía, esta vieja casa abandonada no se


parecía en nada a ese restaurante del que hablaba Shi Qing Xuan.
Los cuatro exploraron alrededor, encontraron la entrada, ¡pero
estaba cerrada por cerraduras gigantes! Xie Lian pateó de nuevo
y las cerraduras se rompieron, abriendo las puertas. Una vez que
las puertas se abrieron, lo que apareció antes de los cuatro no
eran ni fuegos infernales ni paisajes misteriosos del mal. Era una
pequeña ciudad perfectamente normal, indistinta.

Hua Cheng levantó las cejas.

—La capital imperial no debería verse así.

Xie Lian estuvo de acuerdo completamente. El aura de una capital


imperial no podía compararse con una ciudad tan pequeña, y se
dio la vuelta: —Señor de la Tierra, ¿cometió un error en su
conjuro?

Ming Yi, sin embargo, dijo: —No cometí ningún error. El destino
original no era este.

Xie Lian entendió de inmediato. Esto significaba que la criatura se


había entrometido. Fueron enviados por este a este lugar.
Capítulo 106: Tres Dioses, un Demonio; Reverendo no se ve por ninguna parte
(parte dos)

— ¿Se metió para manipular el conjuro en el momento en que


abandonamos el Santuario Puji? —Shi Qing Xuan dijo, pero de
inmediato desmintió su propia teoría: — ¡No! No puede ser.

Xie Lian también dijo: —Eso es imposible. Ya habíamos abierto la


puerta antes, así que incluso si se metió para entrometerse con
las cosas, deberíamos haber llegado a nuestro destino original
porque el hechizo ya había iniciado, por lo que cambiar el conjuro
no habría hecho nada. Por lo tanto, solo tuvo una fracción de
segunda vez para hacer algo.

Lo que significó que fue el breve momento después de que Ming


Yi terminó de dibujar la matriz, Shi Qing Xuan apagó las velas y
todo el Santuario Puji cayó en completa oscuridad.

Sin embargo, eso contradecía la propia teoría de Xie Lian antes.


Shi Qing Xuan dijo: —Pero anteriormente en el santuario éramos
solo los cuatro.

En el pequeño santuario de Puji había tres oficiales celestiales y


un rey demonio; si hubiera algo de más, ¿no lo sabrían? Y si era
alguien entre ellos entrometiéndose en la oscuridad, ¿quién es el
que tiene más probabilidades de hacerlo?

Shi Qing Xuan no pudo evitar echar un vistazo a Hua Cheng. A


pesar de que se detuvo de inmediato, Hua Cheng no se ignoró la
mirada y sonrió: — ¿Qué pasa con esa mirada? En mi opinión,
¿no cree que el Señor de la Tierra es el más sospechoso?
Los ojos de Ming Yi también lo miraron. Hua Cheng agregó: —En
lugar de centrarse en adivinar quién se entrometió, ¿qué pasa si
el conjuro que dibujó estuvo mal desde el principio?

Ming Yi no reprendió, no reconociendo nada. Shi Qing Xuan, sin


embargo, no pudo escuchar más.

—Señor Hua, pare ahí mismo, está bien. Sé que ustedes dos se
han peleado antes en el pasado, pero Ming-Xiong realmente no
es alguien así. Lo arrastré aquí en el último minuto, así que no
tiene motivos para entrometerse.

—No necesariamente se necesitauna razón para hacer algo. —


Hua Cheng dijo: —Señor del viento, usted también es
sospechoso.

— ¿Eh? —Shi Qing Xuan nunca había pensado que la situación


se volvería contra él, y se señaló a sí mismo. — ¿Quién? ¡¿YO?!

—Sí. Que el culpable sea la que se queje19 es algo común. —Hua


Cheng dijo: — ¿Por qué ha venido? Si usted y su estimado
hermano realmente tienen miedo del Reverendo de palabras
vacías, ¿por qué se hizo una investigación tan mala? No es
exagerado decir que ustedes lo planearon y nos trajeron con
mentiras aquí intencionalmente.

Con solo mirar su expresión, uno podría decir que él estaba


descaradamente diciendo disparates, pero se veía tan confiado,

19
Del dicho “恶人先告状” que significa lo que dice ahí, pero literalmente se
traduce en “Ladrón llora por ladrón”
tanto que casi cualquiera también empezaría a dudar. Shi Qing
Xuan casi se estremeció: — ¿Yo soy... soy tan absurdo?

Hua Cheng se rió entre dientes.

—Misma lógica. Yo tampoco soy tan absurdo.

Como sea que alguien le atacara, él devolvería el golpe de la


misma manera. Xie Lian todavía estaba reflexionando y agitó su
mano.

—Está bien, todos deténganse. Nada se ha resuelto y ya hemos


empezado a dudar de nuestra propia gente.

Hua Cheng rió a carcajadas y dejó de hablar. Sin embargo, su


actitud era más que clara: él no ayudaría y no causaría problemas;
él estaba puramente allí por diversión. No había necesidad de
esperar nada de él, y tampoco había ninguna necesidad de
protegerse contra él. Después de zumbar por un momento, Xie
Lian dijo: —En realidad, hay otra posibilidad, que es después de
que el Señor de la Tierra dibujara el conjuro dentro del santuario,
ya había alguien más afuera dibujando un conjuro más fuerte en
la puerta.

En ese momento, para que Qi Rong, quien estaba afuera de la


puerta, no escuchara, Shi Qing Xuan lanzó un hechizo a prueba
de sonido, sellando el santuario de Puji. Hablando relativamente,
si algo fuera manipulado en el exterior, no sería fácilmente
detectable desde el interior. Dos hechizos del mismo calibre
chocando, el más poderoso ganaría. Este poder no solo dependía
de si el lanzador era más fuerte, también dependía del material.
En ese momento, Ming Yi usó el cinabrio antiguo que Xie Lian
recogido mientras recolectaba basura el cual incluso otros que
recolectaban basura rechazaron. Si alguien hubiera usado sangre
fresca para suprimir el conjuro por supuesto que sería
profundamente más fuerte.

Shi Qing Xuan aceptó inmediatamente esa posibilidad.

— ¿Fuera del santuario? ¿Podría ser el goblin verde? ¿Puede


incluso hacer algo en ese estado?

—No lo creo... —dijo Xie Lian.

Hua Cheng dijo rotundamente: —Ni siquiera puede soñar con


moverse en los próximos siete días. Pero, no es solo él quien está
fuera del santuario.

Sus palabras parecían tener una implicación. Xie Lian dijo: —En
cualquier caso, no entremos en pánico ni dañemos nuestra
confianza mutua.

Después de caminar unos pocos pasos, agregó: —Pero las


palabras de ese monstruo eran realmente extrañas. ¿Por qué dijo
que este lugar se convertirá en la pesadilla que deseará nunca
recordar del Señor del Viento? ¿Vamos a encontrar algo aquí?

Mirando a su alrededor, Shi Qing Xuan frunció el ceño


ligeramente: —... Espera. Es esto…

Ni siquiera había terminado cuando, de repente, los ojos de Ming


Yi se volvieron penetrantes, su mano se levantó y cortó justo
detrás de la cabeza de Shi Qing Xuan. Xie Lian gritó: — ¡SEÑOR
DEL VIENTO, CUIDE DETRÁS DE USTED!
¡PANG! La mano de Ming Yi rompió un gran objeto rectangular en
dos. Ese objeto cayó desde arriba y se dirigió directamente hacia
la cabeza de Shi Qing Xuan. Este saltó a unos pocos pies de
distancia, acariciando su corazón.

— ¡Eso estuvo cerca! Luego miró hacia abajo y sus pupilas se


encogieron. Xie Lian se acercó para echarle un vistazo y también
se quedó estupefacto. Ese objeto era la placa del establecimiento,
había letras doradas pintadas sobre azul con las gigantescas
palabras; Templo del viento y el agua.

Cortar la placa de establecimiento del palacio de un oficial


celestial en dos era un enorme tabú. Ming Yi bajó su mano, su
expresión fría. Shi Qing Xuan se quedó atónito por un momento,
pero inmediatamente agitó la manga, barriendo las piezas rotas
de esa placa, hablando en voz baja: —Mantengan esto en
secreto. ¡Nadie diga nada! Nadie hable de esto. ¡Si mi hermano
supiera que su placa fue rota, se volvería loco de enojo!

Xie Lian se dio la vuelta, hablando con incredulidad: — ¿Este... es


un Templo del Viento y el Agua?

En efecto, la casa destruida en la que terminaron era un Templo


del Viento y el Agua.

El Señor del agua era el dios de la riqueza; nadie detestaba el


dinero y los templos que lo adoraban siempre tenían abundantes
donaciones. Verlo profanado era prácticamente tan imposible
como ver un montón de dinero en efectivo tirado en las calles,
expuesto sin que nadie lo recogiera. Shi Qing Xuan se apresuró a
regresar al salón, dentro del templo estaba lleno de telarañas y
capas de polvo, desoladas por la negligencia. Revolvió alrededor
y finalmente sacó dos lamentables estatuas divinas de un montón
de basura.

A la estatua divina de la Señora del Viento le faltaba una pierna y


un brazo, y la estatua divina del Señor del Agua fue decapitada
directamente; además, esos daños no parecían estar en
decadencia a través de los años, sino que alguien había usado
algo afilado para aplastarlos, como si estuvieran desahogando
odio infinito sobre las estatuas. Esas dos estatuas divinas también
eran extremadamente realistas, casi como si estuvieran vivas, por
lo que verlas en el suelo con sonrisas curvas en sus rostros en
este estado de abuso insoportable dentro de este escalofriante
templo era sumamente incómodo.

Shi Qing Xuan sostuvo una estatua divina en cada uno de sus
brazos y se preguntó: — ¿Qué es este odio? ¿Qué es este
rencor?

Incluso si Xie Lian sintió que esto era una vista llena de
malevolencia, para poder estabilizar la mente de Shi Qing Xuan,
respondió con suavidad: —Señor del Viento, tranquilícese.
Mientras haya quienes adoren, habrá quienes profanen. Es una
visión común en el mundo, no hay que prestarle atención. Esto
debe haber sido hecho intencionalmente por esa criatura con el
único propósito de avivar el miedo en su corazón y absorber el
poder espiritual de usted.

Ming Yi, sin embargo, fue conciso en sus palabras.

— ¿Estás bien o no? Si no, vete.


Shi Qing Xuan limpió el polvo en los rostros de esas estatuas
divinas, apretó los dientes y agarró a su abanico de Señor del
Viento y luego se puso de pie abruptamente.

— ¡Estoy bien! ¡Ahora tengo que ver de qué está hecha esa
criatura!

Los cuatro salieron de ese ruinoso Templo del Viento y el Agua y


caminaron alrededor de esa pequeña ciudad. Era una ciudad muy
tranquila, pacífica, no bulliciosa, pero tampoco quedada en el
tiempo, nada fuera de lo común. Más bien, los más extraños eran
ellos. Tras ser arrojados a una multitud de mortales, sus
apariencias, aspecto y estilo eran demasiado notables. Así, poco
después, se metieron en un pequeño callejón y se cambiaron de
ropa.

Xie Lian ya estaba completamente vestido, por lo que no tenía que


cambiarse, pero los otros tres cambiaron completamente de pies
a cabeza. En un lado, Shi Qing Xuan estaba opinando la nueva
ropa de Ming Yi. Por aquí, Hua Cheng se había cambiado a un
conjunto de refrescantes túnicas negras, su largo cabello
cuidadosamente atado con un accesorio de jade blanco,
perdiendo algo de dejadez y, en cambio, adquiriendo un aire de
energía juvenil, luciendo como un joven extraordinariamente
guapo, talentoso e inteligente. Discípulo de alguna casa de
renombre. Todavía era extremadamente distinguido; un
emperador realmente no podría parecer un mendigo incluso si lo
obligas a vestirse como tal. Al mirarlo, Xie Lian no pudo evitar
recordar el dicho: Para que los hombres se vean guapos, deben
vestirse de negro, y se dijo a sí mismo que eso era verdad. Al
acercarse, miró a los Señores del Viento y la Tierra, recordó algo,
y susurró: —San Lang, hay algo que he querido preguntarte.
Hua Cheng se arregló las mangas y dijo: — ¿Qué es?

Xie Lian apretó una mano en un puño y presionó sus labios,


tosiendo ligeramente, luego trató de sonar extremadamente
indiferente: —... ¿Cuál es la contraseña verbal de tu red de
comunicación privada?

Para poder comunicarse y transmitir mensajes directamente a


través de una red espiritual privada, uno debe poder recibir la
contraseña verbal de la otra parte. Por ejemplo, para contactarse
con Shi Qing Xuan, uno debía recitar en voz alta cuatro versos de
una aleluya mentalmente:

El Señor del Viento tiene un talento ilimitado.


El Señor del Viento es divertido y despreocupado.
El Señor del Viento es amable y justo.
El Señor del Viento tiene veintiocho años.

Por supuesto, generalmente los oficiales celestiales no configuran


contraseñas verbales que son tan dolorosas de decir y eran
mucho más simples.

Las contraseñas verbales de los oficiales celestiales en el Tribunal


Superior no eran entregadas tan libremente, y solo a los cercanos.
Como Rey Demonio Supremo, Hua Cheng era naturalmente igual.
Los dos podrían no haberse conocido por mucho tiempo, pero se
podría decir que su relación es bastante buena. Que aún no hayan
intercambiado contraseñas era un poco extraño. Pero
recordando, cada vez que sucedía algo, se reunían directamente,
por lo que si las contraseñas se intercambiaban no parecía ser un
gran problema.
Xie Lian nunca había pedido la contraseña verbal de ningún oficial
celestial, porque si algo sucediera, él simplemente llamaría a la
matriz de comunicación espiritual, y si necesitaba hablar con
alguien en privado, todavía podría pedirlo en la matriz. Esta era
también la primera vez que solicitaba la comunicación privada de
alguien primero y no tenía mucha experiencia previa, por lo que
estaba un poco preocupado de que pudiera ser demasiado
confianzudo. Al ver que los ojos de Hua Cheng estaban
parpadeando pero no se movían, Xie Lian se sintió un poco
incómodo y agregó apresuradamente: — ¿Es inconveniente? No
te preocupes si es así, no me hagas caso, solo preguntaba sin
importancia. Ya que quería discutir algo en privado más tarde, así
que estaba siendo presuntuoso. También puedo intentar hablar
contigo en secreto...

Hua Cheng lo interrumpió.

—No es inconveniente. Estoy realmente feliz.

Xie Lian se sorprendió.

— ¿Eh?

Hua Cheng suspiró y dijo: —Estoy muy feliz de que Gege


finalmente me lo pidió. Como nunca lo mencionó, pensé que era
inconveniente para usted, que no quería intercambiar contraseñas
con otras personas, por lo que nunca se lo pedí. Ahora que
finalmente Gege me ha preguntado, ¿cómo puede decir que fue
solo una solicitud sin importancia?

Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio e inmediatamente se


animó, agarrando la mano de Hua Cheng.
— ¡Así que ambos teníamos la misma preocupación! Lo que dije
al principio fue un error, esas eran las palabras sin importancia,
me disculpo con San Lang. Entonces, ¿tu contraseña verbal es?

Los ojos de Hua Cheng brillaron y se inclinó ligeramente.

—Esta es mi contraseña verbal, Gege, escuche con atención, solo


voy a decirla una vez.

Luego susurró una frase.

Después de escuchar, los ojos de Xie Lian se agrandaron.

—... ¿Qué? ¿Es eso realmente? San Lang, ¿no te equivocaste?

Hua Cheng miró a gusto y respondió: —Sí, eso es todo. Si Gege


no me cree, ¿por qué no intentarlo?

Xie Lian no se atrevió.

—Entonces... entonces, ¿eso no significa que cada vez que


alguien trata de comunicarse contigo, tienen que recitar esa frase
tres veces mentalmente? ¿No... no sería eso muy incómodo?

Hua Cheng soltó una risita: —Es porque no quiero que nadie me
llame que he establecido a propósito como contraseña esa frase.
Hacerles saber que se rindan. Pero, si es Gege quien intenta
contactarme, siempre estoy libre.

Xie Lian se sentía un poco incrédulo y pensó: —Eso es realmente


vil...
Dudó, queriendo iniciar la matriz de comunicación privada, pero
simplemente no podía recitar esas palabras sin importar qué.
Incluso mentalmente fue difícil. Al ver a Xie Lian cubrir la mitad de
su rostro con la mano, girando la cabeza, pero todavía sin
decidirse, Hua Cheng finalmente se divirtió lo suficiente y dijo: —
Está bien. No hay problema. Si Gege no se atreve a recitarlo, yo
seré el que le llame. ¿Cuál es su contraseña verbal?

Xie Lian volvió la cabeza y dijo: —Solo recita el Sutra de Ética mil
veces.

—...

Hua Cheng enarcó una ceja. Un momento después, Xie Lian


escuchó su voz junto a su oído: —Es la frase: Solo recita el Sutra
de Ética mil veces ¿verdad?

Los dos estaban claramente parados uno frente al otro, pero sus
labios estaban cerrados sin hablar, comunicándose con sus ojos,
susurrando secretos entre sí con una voz que otros no podían
escuchar, pasando un buen rato. Xie Lian respondió usando la
matriz de comunicación privada también.

—Eso es correcto. No puedo creer que no te haya engañado.

Hua Cheng parpadeó y continuó respondiendo: —Jajajaja, casi fui


engañado. Es muy bueno.

Xie Lian también parpadeó, luciendo alegre.

Se debía saber que esta contraseña verbal fue algo que Xie Lian
ideó muy seriamente hace ochocientos años. Él mismo pensó que
era divertido, así que lo empleó después de ascender. Solo que,
no muchos otros oficiales celestiales pensaron que era divertido,
e incluso después de que fueron engañados, se quedaron más
como sin palabras que entretenidos.

Mu Qing le dijo directamente: —Su alteza, su idea es terrible,


perdóneme si no puedo reírme.

Y aunque Feng Xin se rio hasta el punto de rodar por el suelo


gritando, él era una persona que se reía de casi de todo sin razón,
así que el hecho de reírse no hizo que Xie Lian sintiera algo de
éxito. Ya que ahora Hua Cheng también se rio, tal vez eso
significaba que era algo divertido.

El plan original era ir al mejor restaurante de la capital imperial


para beber, pero como no llegaron a la capital imperial, no
importaba dónde bebían, por lo que el grupo fue y reservó una
habitación en el restaurante más grande en la ciudad, sentados
aburridos y sin espíritu. Cuando el camarero trajo sus bebidas, Xie
Lian preguntó: — ¿Puedo preguntar dónde está este lugar?

Aunque era una pregunta extraña, seguía siendo la forma más


directa y efectiva. El camarero se sorprendió: — ¿No vinieron los
honrados invitados por nuestra reputación? Esta es la ciudad de
Fu Gu.

— ¿Reputación? ¿Qué reputación?

Ese camarero dio un pulgar hacia arriba.

—La Velada de Fuego de nuestra ciudad! Es muy famoso por


aquí. Cada año, alrededor de esta época, hay una gran cantidad
de extraños que vienen a ver el espectáculo.
Shi Qing Xuan tenía curiosidad: — ¿Qué es una Velada de
Fuego?

Xie Lian respondió: —Fiestas de celebración durante las fiestas


populares. Habrá algunas presentaciones en las calles, algunas
obras locales, etc. Vale la pena verlos.

Era similar a la Celestial Procesión Ceremonial de Shangai,


XianLe, en aquellos días. Sin embargo, las Celestiales
Procesiones Ceremoniales fueron patrocinadas por el monarca,
organizado por las autoridades, por el otro lado, las Veladas de
Fuego eran festividades de los plebeyos.

Shi Qing Xuan comentó: —Pero no son días festivos. A lo sumo,


es solo el fin de otoño mañana.

—No tiene que ser un día festivo —explicó Xie Lian. —A veces es
para recordar a alguien, y la gente elige un día especial para
celebrar, divertirse.

Justo en ese momento, hubo una gran conmoción en las calles


principales debajo del restaurante, y alguien gritaba: —
¡MUÉVANSE, MUÉVANSE! ¡NIÑOS Y MUJERES NO SE
QUEDEN POR AQUÍ! RETROCEDAN, LAS TROPAS ESTÁN
VINIÉNDO!

Los cuatro miraron abajo. ¡Y qué vista! Los ojos de Xie Lian se
ensancharon inmediatamente. Había una larga procesión
desfilando por la calle principal, y en esa procesión, todos estaban
cubiertos con gruesas capas de maquillaje brillante y vívido,
vestidos con trajes insólitos y extraños, y también, con un arma
incrustada en cada una de sus cabezas.
Esas hachas afiladas o sin filo, cuchillos de carnicero, tenazas de
hierro, tijeras estaban profundamente enterradas en sus cráneos,
perforando sus cerebros, y algunos incluso tenían globos oculares
colgando de la mejilla que goteaba sangre. Algunos fueron
apuñalados en la frente y perforados en la parte posterior de sus
cabezas, extremadamente crudo. Cada una de las personas que
desfilaban tenía cejas muy cerradas, sus expresiones llenas de
agonía, sus caras cubiertas de sangre. Sin embargo, continuaron
tocando la trompeta y tocando música, avanzando lentamente,
como una procesión de espíritus fantasmales.
Capítulo 107: Dioses y demonios escuchan la historia de la Velada de Fuego
Empapada de Sangre

Xie Lian inmediatamente se puso de pie. Shi Qing Xuan, también,


puso un pie sobre la mesa, subiéndose las mangas como si
estuviera listo para saltar hacia abajo. Xie Lian lo detuvo
apresuradamente y dijo: —No es nada, no se preocupe, Señor del
Viento, cálmese.

— ¿NO ES NADA INCLUSO CON LOS OJOS AFUERA? —Shi


Qing Xuan se alarmó.

—No es nada —reiteró Xie Lian. — ¡Qué rara oportunidad de ser


testigos de una Sangrienta Velada de Fuego!

Shi Qing Xuan de inmediato dejó caer la pierna que estaba sobre
la mesa y preguntó: — ¿Sangrienta Velada de Fuego? ¿Qué es
eso?

Los dos se sentaron de nuevo y Xie Lian explicó: —Las diferentes


regiones tienen diferentes tipos de Veladas de Fuego y las
Sangrientas Veladas de Fuego pertenece a un tipo especial,
extremadamente raro. Solo he oído hablar de esta, nunca la había
visto antes. Dado que sus actuaciones son espantosas y
extravagantes, y su arte de maquillaje es un secreto no contado
que no se transmite, hay cada vez menos.

Shi Qing Xuan se sorprendió: — ¿El arte del maquillaje ¿Eso es


todo falso? Es-Es-Es... Eso es demasiado real, ¡y yo pensé que
era algo transformado por el mal!
Sus palabras no fueron exageradas, y Xie Lian también suspiró
con asombro: —Hay muchas personas extraordinariamente
talentosas en el mundo.

Al observar a los artistas en el desfile, no solo tenían armas


profundamente incrustadas en sus cráneos, sino que también
tenían entrañas expuestas, miembros perdidos, gateando en el
suelo, llorando y aullando; había unos pocos cargando una gran
pila de madera, una mujer colgada de una de las vigas, una
cuerda enrollada alrededor de su cuello como si estuviera colgada
de la muerte; y luego vinieron dos que arrastraban las dos piernas
de una mujer, y esa mujer tenía toda la ropa rasgada en trapos,
con la cara hacia abajo arrastrada por el suelo todo el camino,
dejando largos rastros de sangre. Esta fue realmente una visión
muy real del infierno. A pesar de que fue claramente una
actuación realizada por humanos, fue más horrible que los
fantasmas de la Ciudad Fantasma. En comparación, la Ciudad
Fantasma era casi como un mercado humano bullicioso. ¿Cómo
se hizo todo el maquillaje? Incluso si Xie Lian hubiera oído hablar
de esta tradición, a primera vista también pensó que era la llegada
de los demonios.

Hubo muchos mujeres y niños que trataron de acercarse en la


parte delantera de la multitud para mirar por curiosidad, pero
gritaron de miedo después de haber visto y retroceder. Shi Qing
Xuan comentó: —Su alteza, ¿no dijo que el objetivo de la Velada
de Fuego era celebrar? ¿Quién celebra así? La gente está
corriendo asustada, y esas niñas pequeñas van a tener pesadillas.
¿La gente realmente se siente feliz al ver este tipo de
actuaciones?

Realmente fue difícil saber si las personas se sentirían felices


después de ver tales actuaciones. Sin embargo, en verdad, la
matanza y la visión de la sangre crearon entusiasmo en las
personas. Si hubo miedo o no, después de que terminó el impacto
inicial, se produciría una descarga de adrenalina en el corazón de
muchos. Parecía haber una jerga para las Sangrientas Veladas
de Fuego, como esta llamado: Éxtasis punzante, y Xie Lian pensó
que eso significaba que, una vez que una persona fuera
apuñalada violentamente a muerte, el corazón se llenaría de
éxtasis.

Hay una sed de masacre en lo profundo de los corazones de las


personas.

Por supuesto, Xie Lian no dijo mucho sobre el tema y solo observó
con atención durante un tiempo. En esa impresionante tropa de
desfile, había un hombre de rostro pálido vestido de negro, su
forma era alta pero delgada como una ramita, su mano agarró un
arma, y estaba golpeando hacia la cabeza de uno de los artistas
que vestían lujosamente. Ese cuchillo penetró instantáneamente
a través del cráneo del otro, y sacó una larga lanza justo después,
alzando al otro y atacó con el otro en el aire, cruel y espantoso,
como si fuera un verdadero asesinato, y la multitud gritó en
oleadas de horror aunque algunos también aplaudieron.

—Supongo que están representando un cuento. —Xie Lian dijo:


—Ese hombre vestido de negro debe ser el protagonista y las
personas que mató deben ser los antagonistas, los villanos. Toda
esta historia expresa la derrota del mal y la proclamación del bien.

Habiendo dicho eso, algo hizo clic en la mente de Xie Lian y dijo:
—Señor del Viento, vigile de cerca.

—Estoy mirando —dijo Shi QIng Xuan.


—No, le estoy diciendo que mire la historia. —Xie Lian explicó: —
Tenga cuidado con los personajes que se presentan y el tipo de
historia que es. Debe haber una razón por la cual el Reverendo
de palabras vacías lo trajo aquí y lo eligió hoy de todos los días.
Tal vez fue para que pudiera ver esta Sangrienta Velada de
Fuego.

Ese hombre vestido de negro tenía el ceño fruncido y parecía


estar en grave agonía. Matando a cientos de villanos, en el grupo
solo, y él mismo también fue atravesado por todo tipo de armas
por todo el cuerpo. Al final, arrastró una serie de cadáveres
destrozados con vendas blancas alrededor de sus gargantas y
bajó la cabeza, inmóvil. Fue un final donde todos perecieron
juntos. A medida que un grupo pasaba, otro grupo seguía y
continuaba tocando, y así el desfile daba vueltas.

— ¿Ha descubierto de qué se trataba la historia? —Preguntó Xie


Lian.

Shi Qing Xuan frunció el ceño y dijo: —No. No creo que lo


entienda. No está haciendo nada más que matar gente.

Junto a Xie Lian, Hua Cheng dijo perezosamente: —Parece que


no es una historia ampliamente conocida. Pregunte a un local y
vea si es alguien de renombre por aquí.

Casualmente, ese camarero vino de nuevo a traer sus pedidos y


preguntó: —Invitados, ¿cómo está el espectáculo? ¿Es
emocionante?

—Es bueno. Muy emocionante. —Xie Lian respondió: — ¿Puedo


preguntar quién es el personaje de que la Sangrienta Velada de
Fuego de esta ciudad está representando?
Efectivamente, ese mesero dijo: —Oh, los forasteros
generalmente no saben y siempre tienen que preguntar. La
Velada de Fuego de nuestra ciudad Fu Gu representa la historia
de un personaje legendario. Esto se transmitió de boca en boca,
pero hace muchos siglos, aquí había un erudito llamado He.

—Este He Sheng, aunque su familia era muy, muy pobre, era un


hombre de talentos. Era muy inteligente desde su juventud, y
aprendió las cosas con rapidez y precisión. También fue conocido
en todas partes como un buen hijo; Realmente no hay nada malo
que decir sobre el chico. Desafortunadamente para él, tiene
demasiada mala suerte, y nada bueno nunca dura.

—Estudió mucho y tomó los exámenes nacionales, y aunque


claramente lo hizo bien, debido a que no le hizo un regalo de
saludo al examinador, ofendió a los funcionarios y escondieron su
pergamino de prueba, cambiándolo por uno en blanco, y durante
años no pudo conseguir un rango. Se comprometió, su novia era
una amiga de la infancia, hermosa como las flores, amable y
compasiva, pero tanto su esposa como su hermanita fueron
secuestradas por una familia adinerada que las convirtió en
asistentes de cama; una no obedecía y fue golpeada hasta morir,
la otra no pudo soportar la vergüenza y se suicidó. Se fue a pelear,
pero los otros lo ignoraron y lo acusaron de cometer adulterio. Fue
encerrado y casi muere de hambre. Sus viejos madre y padre de
setenta años rogaron misericordia para él, inclinaron sus cabezas
toda una noche, pero no sirvió de nada. Fue encarcelado por dos
años antes de ser liberado. Su madre no tenía a nadie que la
cuidara y murió hace mucho tiempo de una enfermedad, y su
padre tuvo que trabajar solo para la familia y solo le quedaba un
respiro. Ya no podía estudiar y comenzó a hacer negocios, pero
debido a que era demasiado bueno en eso, los otros comerciantes
se unieron contra él para acabarlo. Todo el dinero que hizo fue
robado y en su lugar tenía una gran deuda.

—...

—Entonces, ¿qué piensan ustedes? —Ese camarero suspiró. —


¿Cómo puede alguien tener tan mala suerte?

Xie Lian se aclaró la garganta en voz baja y dijo con seriedad: —


Sí.

¿Cómo puede alguien ser tan desafortunado que no sea él?

Después de haber lamentado, la cara de ese camarero cambió,


se veía alegre y viva.

—Y entonces ese hombre se volvió loco, volviéndose


completamente loco. Una noche, el día anterior al último día de
otoño, como hoy, ¡tomó un montón de armas y mató a todos los
que le hicieron daño! ¡Era un espectáculo sangriento, carne y
sangre volando por todas partes, extremadamente satisfactorio!
Dado que todos los que mató intimidaron a todas las personas del
pueblo durante años, todos lo aplaudieron. Por eso, todos los
años el día anterior al último día de otoño, la ciudad lo
conmemoraría con una Sangrienta Velada de Fuego, ruego por
que el Señor He Sheng nos cuide y mate a todos los villanos.

Aunque se suponía que era la derrota del mal y la proclamación


del bien, parecía que ninguno de los dos terminó bien. Ese
camarero se fue y Xie Lian vio que Shi Qing Xuan tenía cara de
contemplación, así que le preguntó: —Señor del Viento, ¿está
pensando en algo?
Shi Qing Xuan recobró la conciencia bruscamente y dijo: —Tengo
algunos pensamientos difíciles de entender, pero... es demasiado
confuso, así que no puedo señalarlo. ¿Qué hay de usted, su
alteza?

—Estoy pensando, ¿podría el Reverendo de palabras vacías ser


este He Sheng en su vida pasada?

En medio de sus intercambios, el siguiente grupo comenzó a


interpretar la misma historia de nuevo y Shi Qing Xuan miró: —
¿Su vida pasada?

—Eso es correcto. —Xie Lian dijo: —Los monstruos que son


similares a los humanos generalmente nacen del rencor extremo
u obsesión en alguna persona. Por ejemplo, escuché que hay un
monstruo en Dongying llamado La princesa del puente y fue
formado por el rencor de las mujeres. Dicen que fue por el dolor
de las mujeres que esperaban a los esposos que nunca
regresaron, y otros dicen que fue la locura de los celos. Si el
Reverendo de palabras vacías proviene de la desgracia de
alguien, ¿no es imposible decir que se formó por los celos de esa
persona por la fortuna de otra o por el odio a su destino?

—Comprueba elementos importantes. Verifica la línea del tiempo


—dijo Ming Yi.

—Exacto. Esto necesita ser verificado. —Dijo Xie Lian.

Para saber si esta teoría era válida, debían investigar los cientos
de años atrás en que apareció este personaje He Sheng. Si su
aparición fuera posterior al registro más antiguo del Reverendo de
palabras vacías, esta teoría no se sostendría. Shi Qing Xuan
asintió, reflexionó, pero aun así dijo: —Y otra cosa...
Justo en ese momento, una voz resonante de repente vino desde
abajo, riendo con ganas: — ¡SOLO ESPERA! ¡TU FAMILIA MÁS
CERCANA, TU MEJOR AMIGO, TODOS MORIRÁN
TRÁGICAMENTE DEBIDO A TI!

Al oír esto, la cara de Shi Qing Xuan cambió de inmediato. Dio


una palmada en la mesa con la mano izquierda y saltó del
restaurante, ligero como una pluma.

¡Esa voz había salido de los grupos de desfiles!

Xie Lian gritó desde lo alto del edificio: — ¡SEÑOR DE VIENTO!


¡VUELVA!

Shi Qing Xuan aterrizó en esa multitud de personas sangrientas,


vivas y muertas, y dijo: — ¡SAL DE AHÍ! ¡¡¡SAL!!!

Sin embargo, todos esos artistas no tenían expresión alguna;


nadie se preocupaba por él, y continuaron marchando como si
estuvieran en un estado de sueño. Shi Qing Xuan estaba siendo
empujado por la multitud que fluía, y no podía descubrir quién se
veía más sospechoso; éste parecía sospechoso, y él sacaba a su
abanico de Señor del Viento para que lo golpeara, pero luego otro
por allí parecería más sospechoso. Si él golpeaba mal, entonces
sería una vida en sus manos. Hua Cheng puso las verduras que
no había tocado en su plato en una cara sonriente, sin haber
levantado la vista una vez.

—Es inútil. Es demasiado fácil para un monstruo de mil años


ocultar su rastro.
En medio de un desfile tan monstruoso, era demasiado fácil que
algo inhumano se infiltrase. Además, los Venerables de palabras
vacías ya tomaban la forma de seres humanos, obviamente
también el Reverendo quién era el más fuerte entre todos.

Un momento después, Ming Yi también saltó y sacó a Shi Qing


Xuan. El grupo de ellos salió de la calle principal, caminando hacia
el Templo del Viento y el Agua. La mano de Shi Qing Xuan que se
aferraba a su abanico de Señor del Viento aún temblaba, pero
más que por miedo como antes, era por la ira. Una pequeña vasija
de vino del restaurante colgaba de su mano, y después de
caminar un rato, tomó un largo trago de la olla antes de que el
agitado enrojecimiento de sus ojos se desvaneciera.

—Ming-Xiong, quizás no debas ser mi mejor amigo por el


momento. ¡Espera hasta que haya matado esa cosa primero!

Ming Yi, sin embargo, instantáneamente dijo sin contenerse: —


¿Quién es tal? Yo nunca lo he sido.

—... —Shi Qing Xuan estaba indignado. —MING-XIONG ESO ES


DEMASIADO. ¿PUEDES NO TRAICIONAR A LAS PERSONAS
TAN RÁPIDO CUANDO LAS COSAS SE PONEN
COMPLICADAS?

Los dos estaban discutiendo y hacían ruido, y Xie LIan negó con
la cabeza, sacando dos pequeños objetos de su manga.

—Tome, Señor del Viento, creo que es mejor que use estos
después de todo.

Shi Qing Xuan tomó los objetos.


— ¿Tapones para los oídos?

Xie Lian asintió.

—La idea puede ser un poco tonta y no ayuda con el problema de


la raíz, pero por el momento funciona. Mientras no pueda
escuchar, esa criatura no puede hacerle nada. Hice una matriz, la
contraseña verbal es, por las bendiciones del oficial del cielo, nada
debe ser temido. Solo hablemos en la matriz si necesitamos
hablar con usted.

Shi Qing Xuan se tapó los oídos y, como era de esperar, no pudo
oír nada después, y los cuatro entraron en la matriz uno tras otro.
En ese momento, Xie Lian de repente escuchó la voz de Hua
Cheng flotando junto a sus oídos.

—Gege, Gege.

Xie Lian miró y vio que Hua Cheng le estaba parpadeando. Sus
labios no se movían, pero su voz aún resonaba al lado de sus
oídos.

— ¿No dijo que quería hablar conmigo? No vendrá a mí, así que
le estoy contactando.

Xie Lian sonrió y respondió: —Bueno, tú eres quien estableció tu


contraseña en algo como eso.

—Bien, bien. Mi error —dijo Hua Cheng.

Shi Qing Xuan ajustó los tapones para los oídos y vio que los dos
se miraban sonrientes sin decir una palabra, y preguntó en la
matriz de comunicación, desconcertado.
—Su Alteza, Lluvia Sangrienta que busca la Flor, ¿qué están
haciendo ustedes dos? ¿Intercambiaron contraseñas verbales?
¿Y ahora están intercambiando secretos?

Xie Lian se aclaró la garganta y dijo en la matriz de comunicación


con una voz seria: —Nada de eso.

Hua Cheng arqueó un poco las cejas y pasó otro mensaje: —


Mentiroso.

Xie Lian se tropezó en un paso.

Mirando solo hacia adelante mientras caminaba, fingiendo ser


serio, respondió: —San Lang, deja de molestarme... necesito tu
ayuda con algo.

Los dos caminaron juntos, sin mirarse, y Hua Cheng preguntó: —


¿Qué es?

Xie Lian respondió: —Trabaja conmigo para probar y ver si


alguien es el reverendo de palabras vacías.
Capítulo 108: En el Templo del Viento y el Agua; charla nocturna para identificar
la verdad (parte uno)

Al escuchar esto, Hua Cheng giró su cabeza y sus ojos se posaron


en Shi Qing Xuan y Ming Yi quienes se estaban estrangulando el
uno al otro detrás de ellos, e hizo una señal.

— ¿Él?

Xie Lian asintió.

— ¿Cómo quiere probarlo? —Preguntó Hua Cheng.

—Hace muchos años me enfrenté a dos Venerables de palabras


vacías, e incluso tuve uno aferrado a mí durante más de medio
año. —Xie Lian respondió: —Durante esos tiempos, traté de
atrapar sus palabras y descubrí uno de sus rasgos únicos. Ellos
mismos no se dieron cuenta de que tienen ese rasgo, por lo que
con solo un pequeño empujón, serán fácilmente identificados.

Xie Lian luego transmitió el secreto.

Una vez que Hua Cheng escuchó, dijo: —Eso es fácil. Vamos a
hacerlo de esta manera.

Los dos terminaron su discusión y, por casualidad, regresaron al


resquebrajado Templo del Viento y el Agua. Hacía un poco de frío
en el aire de otoño, los cielos eran oscuros. Shi Qing Xuan buscó
por todas partes la cabeza de la estatua divina de su hermano y
la pegó de nuevo, arreglando las dos estatuas, y las colocó en el
lugar adecuado en el altar de nuevo. Xie Lian comenzó un
pequeño fuego dentro del templo usando troncos podridos que
recogió de alrededor, y los cuatro se sentaron alrededor del fuego.

Shi Qing Xuan se tapó los oídos y bebió petulantemente algunos


tragos, pero finalmente ya no pudo quedarse quieto. —No
podemos simplemente sentarnos a esperar esa cosa ¿Hay algo
que podamos hacer para entretenernos?

Él lo mencionó primero y fue justo lo que Xie Lian había querido.


Ming Yi se asomó al fuego y dijo: — ¿Aún puedes pensar en
entretenimiento en un momento como este?

Shi Qing Xuan escupió: — ¡Es necesario! Esa cosa quiere que
esté asustado ¡Este ancestro no está asustado! Este Señor del
Viento jugará tan felizmente como quiera, más feliz que nunca.
¡Será como en año nuevo! Espero que ese monstruo muera de
ira.

En la matriz de comunicación, Xie Lian sugirió: — ¿Qué tal si


tiramos unos dados?

Shi Qing Xuan hizo una mueca.

— ¿Dados otra vez? ¿Apostando por grandes y pequeñas tiradas


en dados de nuevo? ¿Su alteza, es usted tal vez adicto?

— ¿Qué? No… —dijo Xie Lian.

—No importa. No hay nada más alrededor de todos modos. Que


sean los dados. Pero hay cuatro de nosotros aquí, ¿las cosas no
serán un poco confusas?

—No lo serán. Aquí. —Dijo Xie Lian.


Abrió su palma y reveló dos pequeños tramposos dados. Xie Lian
explicó: —Los cuatro podemos formar dos equipos. San Lang y
yo seremos un equipo, mis señores pueden ser otro equipo, y
competiremos para ver quién tiene la mejor suerte. Dos dados.
Cada equipo obtiene un turno, cada persona rueda una vez y se
suman las tiradas de ese turno. Si la tirada es grande, ese equipo
gana y puede hacer cualquier pregunta que el equipo perdedor
debe responder, o hacer que hagan algo.

—Tengo una pregunta —dijo Shi Qing Xuan.

—Por favor, pregunte. —Xie Lian respondió,

Shi Qing Xuan dio un golpecito en su pie: — ¿Por qué ustedes


son tan naturalmente un equipo? ¿Tuvo en cuenta nuestra opinión
cuando dividió a los equipos?

Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.

—Um, bueno, si quiere cambiar los equipos, eso también está


bien. No hace ninguna diferencia.

Shi Qing Xuan metió su fuchen en el cuello de la parte de atrás de


su túnica exterior y dijo: —Lo que sea. De todos modos, no tengo
ninguna queja al respecto, pero la Lluvia Sangrienta que busca la
Flor tiene tanta suerte, ¿no estaríamos en desventaja?

Xie Lian le sonrió alegremente: —Eso no es del todo cierto. San


Lang de nuestro equipo puede ser extremadamente afortunado,
pero mi suerte es extremadamente mala. Con los dos
combinados, uno bueno, uno malo, ¿no nos cancelamos
mutuamente?
Shi Qing Xuan se lo pensó y tenía sentido, así que se golpeó el
muslo y gritó: — ¡BIEN! ¡Entonces sigamos! —Luego le dio un
codazo a Ming Yi. —Ming-Xiong, ¿escuchaste las reglas? No me
dejes en desventaja, ¿de acuerdo?

Ming Yi lo miró y, dentro de la matriz de comunicación espiritual,


llegó su voz fría: —Perdóname, pero no jugaré.

Shi Qing Xuan lo arrastró rápidamente hacia atrás.

— ¡Está-Está bien, si me dejas en desventaja también! ¡No


importa, no importa, ven, ven, ven! Solo juega. ¡De lo contrario, es
muy triste para mí estar en un equipo yo solo!

Así, los cuatro juraron un simple juramento de seguir las reglas y


comenzaron a jugar. En la primera ronda, Shi Qing Xuan lanzó un
cinco, Ming Yi lanzó un cuatro; Hua Cheng sacó un seis y Xie Lian
sacó un uno.

Shi Qing Xuan se llenó de alegría.

— ¡JAJAJAJAJAJA! ¡SU ALTEZA SU SUERTE REALMENTE ES


MALA, TAN MALA! JAJAJAJA...

Xie Lian se frotó la frente y dijo con suavidad: —Aunque lo que


dijo el Señor del Viento es la verdad ¿puede no decirlo con tanta
alegría?

— ¡Ejem! Está bien. Entonces qué, ganamos. Este Señor del


viento les pedirá a los dos que hagan algo. —Shi Qing Xuan dijo:
—Entonces, su alteza, ¡Lluvia Sangrienta que busca la Flor! ¡Les
ordeno que le quiten la ropa al otro de inmediato!
Xie Lian: — ¿…?

— ¿Señor del Viento? —Xie Lian estaba alarmado.

Ming Yi se dio la vuelta con cara de disgusto, cubriéndose la cara


como si no quisiera ver una imagen tan repulsiva. Shi Qing Xuan
aplaudió: —Vamos, vamos, vamos no sean malos perdedores. Un
estimado oficial celestial y estimado un rey demonio, no se
retractarán, ¿verdad? Estoy sentado en mi lugar, ahora, por favor
comiencen su show.

—...

Xie Lian miró a Hua Cheng, y Hua Cheng abrió los brazos y
pronunció las palabras.

—Gege, no es mi culpa.

Sintiéndose indefenso, Xie Lian solo podía preguntar: — ¿Hasta


dónde nos desnudamos?

Shi Qing Xuan solo estaba jugando y, por supuesto, no haría que
se vieran mal, así que se echó a reír con las piernas temblando:
—Solo una capa está bien. Quédense unas cuantas para
después, jejejeje.

En realidad quería continuar... Xie Lian vaciló y en voz baja dijo.

—San Lang...

La cara de Hua Cheng no mostró ninguna reacción, pero la voz al


lado de los oídos de Xie Lian lo estaba consolando con seriedad.
—No se preocupe. ¿No estuvimos de acuerdo en permitirles
ganar algunas rondas? Perderán con el tiempo.

Eso fue algo que acordaron, solo que Xie Lian no esperaba que
Shi Qing Xuan jugara así, y se sentía como si se estuviera
abofeteando su propia cara. Se movió a regañadientes para
desatar la cintura de Hua Cheng, ayudando a Hua Cheng con
esmero a quitarse la túnica exterior negra, revelando la túnica
interior blanca como la nieve que había debajo. Hua Cheng
también lo ayudó a salir de su túnica exterior con una apariencia
relajada, sus manos lentas y suaves, y no tocó ninguna parte del
cuerpo de Xie Lian. Los dos realmente solo se quitaron sus ropas
exteriores, nada extraordinario y nada impropio, pero Xie Lian
todavía se sentía extremadamente extraño. Asumiendo una
posición adecuada para sentarse, balbuceó.

—O... otra vez.

En la segunda ronda, Shi Qing Xuan lanzó un tres, Ming Yi un


seis; Hua Cheng sacó un seis una vez más, y Xie Lian igual sacó
un uno.

Shi Qing Xuan golpeó su puño en el suelo repetidamente, riendo


a carcajadas, y Xie Lian miró a Hua Cheng de nuevo, los dos
todavía conectados a través de la red de comunicación privada.

—... ¡San Lang!

¡Esto es diferente de lo que acordaron!

Hua Cheng se disculpó profusamente: —Lo siento, lo olvidé justo


ahora. No se enoje, Gege. Es mi culpa esta vez.
Shi Qing Xuan volvió a aplaudir, arremangándose.

—Muy bien, esta ronda, les ordeno a que...

Xie Lian interrumpió apresuradamente: — ¡Pare! En la última


ronda hicimos la petición y nos quitamos la ropa. Esta ronda
deberían ser preguntas.

Shi Qing Xuan se rió con ganas: — ¿Hacer preguntas? Eso está
bien también. Entonces mi primera pregunta: Lluvia Sangrienta
que busca la Flor, ¿cuál es el peor sufrimiento para usted en el
mundo?

La sonrisa de Hua Cheng se desvaneció y un breve silencio se


instaló en el Templo del Viento y el Agua.

Shi Qing Xuan agregó: —No malinterprete, no quiero decir nada


con eso, simplemente siento curiosidad. Para convertirse en un
rey demonio como Lluvia Sangrienta que busca la Flor, ¿hay
realmente algo en este mundo que pueda hacerle sufrir? Tal vez,
¿no existe nada por el estilo?

— ¿Qué piensa? —Preguntó Hua Cheng de vuelta.

Shi Qing Xuan pensó y adivinó: — ¿La ciudad de Gu en el monte


Tonglu?

De hecho, eran muchos los que decían esta respuesta cuando


reflexionaban sobre esa pregunta. Sin embargo, Hua Cheng solo
sonrió levemente.

—Eso no es nada que temer.


Shi Qing Xuan estaba asombrado.

— ¿No es así? ¿Entonces qué es?

Los labios de Hua Cheng se curvaron pero esa curva pronto


desapareció.

—Le diré lo que es.

Dijo suavemente: —Ver con tus propios ojos a a la persona que


amas ser pisoteada y ridiculizada y ser incapaz de hacer algo. Ese
es el peor sufrimiento del mundo.

Al escuchar esto, la respiración de Xie Lian se detuvo y su cuerpo


se congeló. En ese ruinoso Templo del Viento y el Agua, ni una
sola alma habló. Shi Qing Xuan no pudo encontrar nada que decir,
y solo dijo después de un tiempo: —... Oh.

La cara de Ming Yi seguía fría y se asomó al fuego.

—Continúa.

Shi Qing Xuan se rascó la cabeza y agitó la mano.

—Ya terminé. Ming-Xiong, tú pregunta algo.

Por lo tanto, Ming Yi levantó la vista ligeramente, mirando a Xie


Lian.

—Su alteza.

Xie Lian volvió a sí bruscamente y respondió: — ¿Hm?


Ming Yi preguntó: — ¿Cuál es el mayor arrepentimiento de su
vida?

Ming Yi solía estar callado y sin hablar, pero en el momento en


que abrió la boca, se trataba inesperadamente de una pregunta
de tal peso, y Xie Lian estaba aturdido por el momento.

¿Fue no prestar atención a los consejos y advertencias, y


descender egoístamente hacia el reino inferior? ¿Fue su
arrogancia al pensar que era lo suficientemente poderoso como
para crear lluvia para Yong An? ¿Fue su ilusión poder salvar a
XianLe? ¿O fue su renuencia a matar a ciertas personas?

Él sabía que no era nada de eso.

Pasó un momento antes de que Xie Lian respondiera: —Mi


segunda ascensión.

Los otros tres en el templo lo miraron, sin hablar. Xie Lian se


separó un poco, y pasó un tiempo antes de que recobrara la
conciencia y preguntara: — ¿Qué pasa? Todos, he respondido la
pregunta.

Hua Cheng dijo en voz baja: —No es nada. Continuemos.

En la tercera ronda, Shi Qing Xuan sacó un dos, Ming Yi un dos;


Hua Cheng sacó un seis y Xie Lian un uno.

Al ver esto, Xie Lian dejó escapar un gran suspiro de alivio.

¡Por las bendiciones del oficial del cielo, finalmente han ganado!
Finalmente fue el turno del equipo de Shi Qing Xuan para ser
castigado, pero él estaba ansioso y emocionado, como si no le
temiera a nada.

— ¡Vengan a mí! ¡Denme tu mejor golpe!

Xie Lian sonrió.

—Entonces, lo haré. Señor de la Tierra, usted primero.

Se dirigió a Ming Yi: —Mi señor, por favor responda las preguntas
que voy a hacer correctamente y no mienta.

Ming Yi no dijo nada y Shi Qing Xuan agitó su mano.

—No se preocupe. Ming-Xiong es alguien que ni siquiera sabe


mentir.

Xie Lian sonrió.

—Muy bien. Primera pregunta: ¿Quién soy yo?

Shi Qing Xuan se sorprendió: —Su alteza, ¿qué tipo de pregunta


es esa? ¿Usted no es usted? ¿Quién más puedes ser?

Al escuchar esto, Ming Yi levantó lentamente la cabeza y miró a


Xie Lian a los ojos, luego respondió: —El Príncipe Heredero del
Reino de XianLe, Xie Lian.

Xie Lian asintió y luego preguntó: —La segunda pregunta es


¿quién está sentado a mi lado?
Después de una pausa, Ming Yi respondió: —El Señor de la
Ciudad Fantasma, la Lluvia Sangrienta que busca la Flor.

Xie Lian volvió a preguntar: —Entonces, la última pregunta:


¿quién es el que está sentado a su lado?

Shi Qing Xuan estaba cada vez más confundido.

—Su Alteza, ¿a qué están jugando ustedes dos? ¿Quién soy yo?
Soy el Señor del Viento.

—Señor de la Tierra, por favor, responda. —Xie Lian presionó.

Esta vez, Ming Yi no respondió tan rápido.

Después de haberse topado con los Venerables de palabras


vacías muchas veces, Xie Lian descubrió un rasgo fascinante que
poseían y eso fue lo siguiente: cada vez que los Venerables de
palabras vacías hablaban, de cada tres oraciones, al menos una
sería una mentira.

Este rasgo único era similar a cómo un ser humano normal, sin
importar cuán saludable o fuerte sea, necesitaría beber agua en
el lapso de tres días; de lo contrario, moriría por deshidratación, y
esta naturaleza no se podría cambiar sin importar cuán poderoso
uno sea.

El conjuro de Acortamiento de Distancia fue dibujado por Ming Yi,


el último en la puerta también fue Ming Yi, por lo que si alguien
debía entrometerse, él tenía la mayor oportunidad. Por lo tanto,
por supuesto que Xie Lian sospecharía de él. Sin embargo, en ese
momento Shi Qing Xuan estaba obviamente perturbado, por lo
tanto, si Xie Lian expresaba su sospecha, sin duda solo haría que
Shi Qing Xuan estuviera aún más angustiado, lo que permitiría
que el Reverendo de palabras vacías absorbiera más emociones
negativas de él para sus poderes. Así, en ese momento, Xie Lian
inmediatamente encontró otra posibilidad. Pero, en realidad,
nunca había renunciado a la posibilidad más directa.

Aunque en general, el Maestro del Viento y el Maestro de la Tierra


compartían una muy buena relación, y sería imposible que el
Maestro del Viento no se diera cuenta que el Reverendo de
palabras vacías fingiera ser el Maestro de la Tierra. Sin embargo,
¿qué pasaría si el Reverendo de palabras vacías realmente
poseía a escondidas a Ming Yi?

Por lo tanto, al principio quería que Hua Cheng trabajara con él


para ir por las ramas y entrampar a las palabras de Ming Yi. Sin
embargo, Hua Cheng sugirió que, dado que nunca conversaban
realmente, si él era el que entrampaba las palabras de Ming Yi,
no sería natural. ¿Por qué no usar la simulación de un juego y
crear oportunidades? Dejar que el propio Ming Yi hable y luego
ver si pueden observar y encontrar algo sin que el Maestro del
Viento y el Maestro de la Tierra lo noten.

Sin embargo, Ming Yi siempre había sido un hombre de pocas


palabras, e incluso en una atmósfera ferviente, cada una de sus
palabras era preciosa como el oro. A principios del juego, Xie Lian
prestó mucha atención a todo lo que dijo, pero todo fue equívoco,
nada que pudiera determinar si estaba mintiendo. Al final, tuvo
que usar la mano asesina y tomar prestada la habilidad de Hua
Cheng, controlando en secreto la tirada de dados para hacer que
Ming Yi perdiera intencionalmente. Luego, con las tres preguntas
repentinas, Ming Yi no tendría más remedio que responder en el
acto.
Debido a que todo era un juego, Shi Qing Xuan aún no se había
dado cuenta de nada y pensaba que todavía estaban bromeando,
y por lo tanto el Reverendo de palabras vacías no podía
arriesgarse a colarse y absorber el poder. Sin embargo, si Ming Yi
contestara mal, se delataría a sí mismo y Xie Lian lo atraparía de
inmediato.

Una criatura como el Venerable de palabras vacías mentiría en


tres oraciones. Ahora, Xie Lian había hecho dos preguntas, y Ming
Yi respondió a ambas correctamente. Lo que significaba que si
Ming Yi fuera el Reverendo de Palabras Vacías, sin duda
respondería la última pregunta con una mentira.
Capítulo 109: En el Templo del Viento y el Agua; charla nocturna para identificar
la verdad (parte dos)

Si Ming Yi realmente quisiera rehuir la prueba, él podría muy bien


responder ambiguamente o fingir que bromeaba. Sin embargo,
respondió a las dos primeras preguntas de manera simple y
sucinta, sin trucos, por lo que la última respuesta también debería
ser la misma, de lo contrario, estaría fuera del personaje de Ming
Yi, lo que también demostraría que él no era normal.

Xie Lian y Ming Yi se miraron el uno al otro con calma. Un


momento después, Ming Yi finalmente habló.

Usó un tono que no era diferente al de las dos últimas veces que
respondió: —Uno de los señores de los cinco elementos, el
hermano menor del maestro del agua Wu Du, el maestro del
viento Qing Xuan.

Shi Qing Xuan negó con la cabeza: —Ahh, ¿por qué diablos no
dijiste: Mi mejor amigo?

Ming Yi lo miró.

— ¿Quién es ese?

Al oír esto, Xie Lian dejó escapar un suspiro en silencio.

Como se mencionó anteriormente, aunque el Reverendo de


palabras vacías se llamaba Reverendo, no era un verdadero
hombre con alguna espiritualidad sagrada. Mientras permanezca
clasificado como un monstruo y demonio, nunca podrá escapar de
los rasgos únicos de su clase. Tres oraciones se habían cumplido,
y las tres eran sin duda ciertas, por lo que parecía que no había
nada malo con Ming Yi. Excepto a menos que Shi Wu Du y Shi
Qing Xuan no fueran verdaderos hermanos de sangre, pero un
giro tan increíblemente impactante de los acontecimientos no
debería ser posible.

Inesperadamente, antes de exhalar por completo, la mano de


Ming Yi de repente salió disparada, ¡agarrando directamente a su
garganta!

Xie Lian y Hua Cheng se movieron para defenderse de esa mano


al mismo tiempo, tres manos tan rápidas como un rayo, tan
intenso que hizo que Shi Qing Xuan se pusiera de pie de un salto.

— ¡MING-XIONG! ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

Ming Yi miró a Xie Lian con atención, hablando con una voz
oscura: —Hiciste tres preguntas, pero en la última ronda solo hice
una.

Xie Lian sonrió.

—Señor de la Tierra, por favor, recuerde las reglas


cuidadosamente. Nunca dije que solo pudiera hacer una pregunta
por ronda.

—Muy bien. —Ming Yi dijo: —Entonces voy a agregar a mi


pregunta ahora. ¿Quién es usted?

— ¿Ya no respondió esta pregunta antes? —Preguntó Xie Lian.


Ming Yi respondió: —Tal vez respondí mal. De lo contrario,
¿podría su alteza explicar por qué la necesidad de configurar este
juego tan repentinamente y por qué hacer esas tres preguntas
extrañas? El Rey Demonio es experto en el arte de la
manipulación, pero usarlo en pequeños entretenimientos parece
ser excesivo e innecesario.

Hua Cheng se rió.

—Bueno, ahora. Mientras tenga ganas, lo usaré como quiera.

Hay que decir que mientras Xie Lian y Hua Cheng vieron a Ming
Yi como sospechoso, Ming Yi también los consideró igualmente
sospechosos. Desde el momento en que Ming Yi golpeó
repentinamente, habían hablado a través de sus labios y habían
dejado de usar la matriz de comunicación. Shi Qing Xuan no sabía
de qué estaban discutiendo, pero tampoco se atrevió a quitarse
los tapones de los oídos, por lo que solo podía decir: —Paren,
paren, paren. Les ordeno que paren ahora mismo y cuéntenme
qué sucedió. De lo contrario... ¡DE LO CONTRARIO TAMBIÉN
ME METERÉ!

Luego abrió de par en par su abanico de Señor del Viento. Ming


Yi sin embargo, lo empujó a un lado.

— ¡Muévete! ¡Deja de añadir más problemas!

En ese momento, una brisa extraña y repentina soplaba, y las


llamas de la pequeña fogata que rodeaban los cuatro temblaron
con el viento misterioso, bailando salvajemente. Las siluetas y las
sombras iluminadas por las llamas parpadearon como locas, de
modo que incluso las dos estatuas divinas en el altar, de un
hombre y una mujer, parecían sonreír, pero en realidad no,
parecían llorar, pero en realidad no, extremadamente
espeluznante. Ming Yi luego arrastró a Shi Qing Xuan y dijo,
alarmado.

—Algo está aquí.

Shi Qing Xuan primero fue empujado por él, con la cabeza al
suelo, y ahora era arrastrado bruscamente, estaba mareado y
viendo estrellas.

— ¡MING-XIONG! ¡¡¡PUEDES POR FAVOR TRATARME


MEJOR!!!!

—No hay tiempo —dijo Ming Yi.

Xie Lian había estado observando y mirando las dos estatuas y


de repente dijo: — ¡Miren sus ojos!

Los cuatro miraron y vieron en las caras sonrientes de esas dos


estatuas divinas colgadas cuatro líneas de sangre. De los ojos de
esas divinas estatuas de barro brotaban lágrimas de sangre.

Las estatuas divinas que habían sido bendecidas en ceremonias


y adoradas poseían ciertos poderes repelentes contra el mal.
Incluso si el mal no fuera alejado por millas, por lo general todavía
no podría ser profanado y abusado por personas que no sean
humanos Ese Reverendo de palabras vacías era ciertamente
poderoso. Shi Qing Xuan todavía estaba aquí e hizo que la
estatua del Señor del Viento llorara lágrimas de sangre ante el
mismísimo Señor del Viento. Las lágrimas de sangre se hacían
más gruesas y pesadas, goteaban al suelo y se acumulaban en
una forma retorcida y compleja. Shi Qing Xuan estaba
desconcertado.
— ¿Qué es esa cosa? ¿Es un... dibujo?

No podía distinguir exactamente qué formas se estaba formando


y no se acercó, solo mirándolo desde diferentes ángulos tratando
de resolverlo. Poco después, Xie Lian de repente volvió a sí: ¡no
era un dibujo, era una palabra al revés!

Inmediatamente gritó.

— ¡NO MIRE! ¡ESTÁ ESCRITO PARA USTED!

Ming Yi sacó una palma y ¡BOOM! Tanto los rastros de sangre en


el suelo como las dos estatuas divinas fueron destruidas en
pedazos. Shi Qing Xuan tenía los ojos muy abiertos por el shock.
— ¡Ming-Xiong! Tú... tú, tú, tú no puedes dejarle saber a mi
hermano sobre esto, de lo contrario, ¡nunca te lo perdonará!

Destruir la estatua divina de un oficial celestial era ser


extremadamente irrespetuoso con dicho oficial celestial. Sin
embargo, hoy, Ming Yi primero rompió la placa del establecimiento
en dos y luego destruyó las estatuas en pedazos. Esto no fue
diferente a atacar la casa de alguien y luego golpear abiertamente
la cara del antiguo dueño de esa casa. Si esto ocurriera y la
persona en cuestión se enterara, no se sentarían y no harían
nada; quién sabe si una tormenta de sangre se levantaría de ella.

Justo en ese momento, Xie Lian, sin darse cuenta, volvió la


cabeza y, de repente, notó que la placa que rompieron antes y
que habían dejado a un lado correctamente, tenía caracteres que
no estaban bien. La placa del establecimiento tenía una base azul
y letras doradas con las palabras: Templo del Viento y el Agua
pero ahora las palabras se habían convertido en formas rojas
arqueadas y retorcidas, que aparentemente formaban la palabra:
Muerte.

En un abrir y cerrar de ojos, cubrió los ojos de Shi Qing Xuan y


gritó en la red de comunicación.

— ¡CIERRE SUS OJOS!

— ¡¿QUÉ AHORA?! —Shi Qing Xuan gritó de nuevo.

—Nada. Pero las palabras en la placa de establecimiento de tu


templo también han cambiado. Esa criatura sabe que ya no puede
oír, así que se ha cambiado a escritura —explicó Xie Lian.

— ¡Al infierno! —Shi Qing Xuan exclamó: — ¡Ahora no puedo


escuchar nada ni ver nada! ¿No soy sordo y ciego?

Xie Lian soltó sus manos y dijo: —No se preocupe, solo cálmese.
Estamos aquí por usted.

Ming Yi agarró de atrás del cuello de Shi Qing Xuan y lo arrastró


a un lado. Shi Qing Xuan todavía tenía los ojos cerrados y juntó
las palmas como en una oración: — ¡Qué tranquilizador!

Justo cuando las palabras salieron de su boca, repentinamente


hubo una enorme y ruidosa conmoción que venía de afuera del
templo en ruinas. Los borrones negros cruzaron los ojos de Xie
Lian y al siguiente momento, hubo una gran multitud de personas
que aullaban como demonios y se vertían como marea
ennegrecida.

La multitud estaba verdaderamente llena de extrañeza, formas


raras y monstruosas figuras. Algunos tenían cabezas
decapitadas, otros fueron ahorcados, otros tenían grandes hojas
que les perforaban los cráneos, otros tenían el abdomen abierto...
todo tipo de cosas. Shi Qing Xuan no podía escuchar y no podía
ver, pero instintivamente sintió que los pasos eran desordenados
y caóticos, y en el alboroto también fue empujado un par de veces.
Preguntó en la red de comunicación, desconcertado. — ¿Qué
está pasando? ¿Qué ha venido? ¿Por qué de repente hay tanta
gente?

—No es nada importante —dijo Xie Lian. —Es el desfile nocturno


de la Sangrienta Velada de Fuego. Salgamos de aquí.

La Sangrienta Velada de Fuego de algunas regiones, aparte de


los desfiles del día, a veces tendría más entretenimiento por la
noche. Los participantes del desfile no solo querían llenarse de
gente asustada, sino que muchas personas comunes también
tenían la necesidad de hacer lo mismo, por lo tanto, imitaban el
maquillaje misterioso da la Sangrienta Velada de Fuego y usaban
la oscuridad de la noche para salir y asustar a los demás.
Desafortunadamente, los cuatro parecían haberse topado con un
grupo andante nocturno.

Esta multitud ruidosa de gente común y corriente no tenía la


misma composición realista e intrincada que los grupos del
desfile, pero, sin embargo, eran difíciles de lidiar debido a su gran
número, la vista que generaban era única. Especialmente con los
cielos nublados, sus apariencias eran extremadamente
espantosas. Por lo tanto, en las ciudades que tenían ese tipo de
entretenimiento fuera de horario, en la noche de la Sangrienta
Velada de Fuego, los locales se encerrarían enérgicamente,
manteniéndose dentro. Esos caminantes nocturnos habían
estado vagando por algún tiempo, y cuando finalmente vieron que
había gente dentro del santuario roto, estaban muy
entusiasmados como si hubieran descubierto una presa, y en un
instante más de cincuenta de ellos atacaron, hacinándose en ese
pequeño templo.

Los cuatro se ahogaron en el pandemonio; Xie Lian siguió


mirando hacia atrás, pero solo podía ver a Hua Cheng que todavía
estaba a su lado, nunca más lejos que dos pasos, y los otros dos
fueron empujados a más de siete a ocho pies de distancia. Gritó:
— ¡Todos, salgamos!

Sin embargo, entre los caminantes nocturnos, algunos estaban


puramente allí para divertirse, pero otros que eran pequeños
comerciantes astutos, específicamente para estafar por dinero a
los turistas que habían venido de lejos para ver la Sangrienta
Velada de Fuego. Los bloquearon, sin dejarles ir, apegados y
obstinados mientras les decían: — ¡Jóvenes maestros,
concédannos algunas recompensas!

—Trabajamos muy duro para vestirnos, si se divirtieron, ¡entonces


dennos algunas recompensas!

—Sí, tampoco es fácil para nosotros, ¡y esto es solo una vez al


año!

— ¡Si no nos recompensa, tenga cuidado con el Viejo Maestro


Demonio que los perseguirá!

Dado que todo este asunto no tenía nada que ver con él, Hua
Cheng solo miró desde el costado, ni un poco ansioso, así que
cuando escuchó solo se echó a reír a carcajadas: — ¡Bueno, me
gustaría ver qué tipo de demonio se atreve a llamar a mi puerta!
Justo en ese momento, cuando Xie Lian miró a la multitud, de
repente vio en el borde a un fantasma colgado de cara pálida que
estaba sonriendo de forma escalofriante mientras envolvía una
cuerda alrededor del cuello de alguien.

Aunque era un alboroto por todos lados y todos estaban cubiertos


de sangre, sus caras torcidas, actuando interminablemente en
que me matas, te mato, ahora estás muerto, ahora estoy muerto
y muchas veces había alguien que gemía y se caía, difícil
diferenciar lo real de lo falso, los instintos de Xie Lian le dijeron
que la persona no estaba bien, y tiró su brazo. RuoYe salió
volando y golpeó al fantasma colgado directamente en la cabeza.

Efectivamente, ese fantasma ahorcado gimió y se convirtió en una


capa de humo negro, huyendo a través de una pequeña grieta en
el suelo. Nadie se dio cuenta, pero Xie Lian lo vio todo claramente.

Él advirtió en la red de comunicación.

— ¡Todos tengan cuidado! ¡Algo está aquí mezclado dentro!

Comparado con el anterior, parecía haber una nube de mal


añadida dentro del Templo del Viento y el Agua; naturalmente, no
sería el Reverendo de palabras vacías, sino algunos pequeños
secuaces que vinieron de quién sabe dónde. Habiendo
promulgado fantasmas durante tanto tiempo, seguramente
atraería a los verdaderos. Para que aparezcan ahora mismo,
realmente estaba agregando aceite al fuego. Realmente había
demasiada gente, demasiado caos en el templo, cabezas
golpeando cabezas, pies pisando los pies, demasiado difícil para
determinar de quién provenía esa esencia de maldad. Xie Lian
agarró a Hua Cheng y salió corriendo del Templo del Viento y el
Agua. Estaba a punto de preguntar por los demás, pero descubrió
que no tenía suficientes poderes, que su poder estaba casi
agotado y no podía ingresar a la red de comunicación. En ese
momento de urgencia, se dirigió a Hua Cheng: —San Lang,
préstame un poco de poder espiritual, ¡te pagaré más tarde!

Por supuesto, su, te pagaré más tarde, era una tontería. Nunca
había podido pagar por los poderes que había tomado prestado.

—Está bien —dijo Hua Cheng, luego extendió su mano para


sostener la de Xie Lian. Xie Lian pudo sentir débilmente que
pasaba el calor, y justo sucedía que algunos individuos
sangrientos salieron corriendo del templo directamente hacia él.
El último detrás estaba dejando caer entrañas mientras corría, con
el rostro lleno de livor mortis, desatando una débil aura
demoníaca, y sin pensar, Xie Lian levantó la mano para disparar
un tiro de su palma.

Se escuchó un sonido atronador como el de una explosión, y al


mismo tiempo, una luz blanca cegadora destelló. Fue solo
después de un buen momento antes de que Xie Lian volviera a
sus sentidos.

El lugar donde el fantasma con el vientre cortado se mezclaba con


la multitud tenía solo un montón de cenizas negras como residuo.
En cuanto al Templo del Viento y el Agua ante ellos, todo el tejado
fue destruido. Los caminantes nocturnos que hacían disturbios en
el templo estaban todos inmóviles, congelados en shock por el
sonido atronador y la luz blanca.

—...

Xie Lian levantó la cabeza para mirar el Templo del Viento y el


Agua con un techo faltante, luego se miró la mano y, finalmente,
giró lentamente la cabeza para mirar Hua Cheng que estaba
detrás de él. Hua Cheng le sonrió.

— ¿Es eso suficiente?

—... Lo es. —Xie Lian dijo: —En realidad... en realidad, solo un


poco, hubiera estado bien.

—Eso fue un poco —dijo Hua Cheng. — ¿Quiere más? Puede


tener todo lo que quiera.

Xie Lian inmediatamente negó con la cabeza. Antes, también


había tomado prestado el poder espiritual de Shi Qing Xuan, Nan
Feng y otros, y le prestaron muy generosamente. Sin embargo,
Xie Lian nunca había experimentado tal sensación, como si toda
la sangre en sus venas se hubiera convertido en electricidad y se
estuviera cargando a través de su cuerpo. Si se dijera que los
poderes que tomó prestado antes tenían que ser economizados y
ahorrados tomando un bocado a la vez por miedo a
desperdiciarlos, entonces ahora, sentía que podía comer un bol
lleno, desperdiciar otros diez y no sería un problema.

Los poderes que Hua Cheng le pasó eran demasiado grandes,


llenando todo su cuerpo, hasta el punto en que Xie Lian casi temía
moverse, asustado de que con solo un gesto de su mano algo
más a su lado iba a explotar. Usando la calma temporal de su
entorno, entró apresuradamente en la red de comunicación y
preguntó: —Señor del Viento, ¿dónde está? He dejado el templo,
pero no lo vi.

—Ugh, Dios mío... —Shi Qing Xuan gimió dentro de la red de


comunicación. —Su alteza, ¿por qué su voz de repente se volvió
tan fuerte? También dejé el Templo del Viento y el Agua.
Xie Lian redujo un poco el poder y respondió: —Lo siento, tengo
algunos problemas para controlarlo. ¿Cómo se fue? ¿Está bien?
—Shi Qing Xuan tenía sus orejas tapadas y los ojos cerrados en
este momento.

—Puff, ¿de qué otra manera podría haberme ido? Ming-Xiong me


sacó. Gracias a Dios, no fui pisoteado hasta morir por esa multitud
—dijo Shi Qing Xuan.

Poco después, la voz de Ming Yi también sonó en la red de


comunicación espiritual. Sin embargo, sus palabras congelaron la
pequeña sonrisa que acaba de aparecer en la cara de Xie Lian.

— ¡Ese no fui yo! —Dijo.

¡¿No era él?!

¡Oh no! Xie Lian giró su cabeza rápidamente.

— ¡SEÑOR DE VIENTO! ¡¿QUIÉN FUE QUE EL SE LO LLEVÓ?!


Capítulo 110: Lucha contra el Reverendo; Príncipe heredero toma el lugar del
Señor del Viento (parte uno)

Sin embargo, no hubo más sonidos de Shi Qing Xuan.

Xie Lian se sentía inquieto.

—Señor del Viento, ¿qué le sucedió? ¿Sigue aquí? ¿Qué está


pasando? ¿Por qué no está diciendo nada?

Si solo se lo llevaron los escandalosos caminantes nocturnos que


solo buscaban un poco de diversión, no estaría tan callado tan
repentinamente, ¿entonces ya se había sido dañado? Pero estar
ansioso y angustiado era inútil, ya que ni siquiera sabía dónde
estaba el Señor del Viento.

La multitud finalmente se calmó y Ming Yi pudo salir del Templo


del Viento y el Agua. El reino celestial tenía un decreto para nunca
usar poderes espirituales egoístamente sobre los mortales ni
aparecer ante ellos a voluntad. Si las vidas mortales fueran
dañadas o tomadas, sería registrado y penalizado. Ese decreto
ciertamente dificultó las cosas para los oficiales celestiales que
respetaban la ley, de lo contrario, con solo un gesto de sus manos,
esas personas volarían como ese techo. La multitud finalmente se
separó de él y comenzó a gritar como loca.

— ¡HA, HA APARECIDO! ¡REALMENTE APARECIÓ! ¡LOS


MONSTRUOS HAN LLEGADO! —Y la multitud se separó y se
dispersó.
— ¡Señor de la Tierra! —Xie Lian preguntó ansiosamente. —
¿Cómo es que no se aferró al Señor del Viento antes? ¿Lo ha
visto? ¿Cuándo se perdió?

—Hubo fantasmas que se colaron y emboscaron a la gente en la


multitud antes —explicó Ming Yi.

Parecía que vio que había vidas en la línea y dividió su atención


para ir a salvarlos, atacando a los fantasmas, pero perdiendo a un
amigo.

— ¡Dividámonos y busquemos! —Xie Lian dijo: —No debería


haber ido muy lejos.

De repente, dentro de la red de comunicaciones vino nuevamente


la voz de Shi Qing Xuan. Él se estaba riendo ruidosamente.

—JAJAJAJAJAJAJAJA...

Esta risa vino abruptamente y al menos finalmente hubo algo, Xie


Lian preguntó apresuradamente: — ¡Señor del Viento! ¿Qué le
sucedió justo ahora, por qué de repente dejó de hablar? Pensé
que le había pasado algo.

—JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA ¡CÓMO LE PUEDE PASAR


ALGO AL SEÑOR DEL VIENTO! SOLO ESTABA TRATANDO
DE ASUSTARLOS JAJAJAJAJAJAJA MINGXIONG MALDITO
CÓMO TE ATREVES A NO AGARRARME, SI ME MUERO,
DEFINITIVAMENTE ME CONVERTIRÉ EN UN SUPREMO
PARA IR Y PERSEGUIRTE JAJAJAJAJAJA…

—Detén tu risa. ¡Di algo sensato! —Exigió Ming Yi.


Xie Lian ya sabía que cuanto más ansioso y asustado estaba Shi
Qing Xuan, más se reiría. De hecho, incluso se había olvidado de
hacer una pausa entre las palabras. Xie Lian interrumpió: —No
abrió la boca para hablar, ¿verdad? ¿Su expresión no mostró
ningún cambio obvio? ¿Ha luchado?

—No hablé. Mis expresiones no cambiaron. No me defendí —dijo


Shi Qing Xuan.

Xie Lian relajó su tono y dijo suavemente: —Muy bien. Señor del
Viento, escúcheme. Todo está bien, no se asuste. Manténga el
status quo actual y finja que no notó nada. Si tiene algo que decir,
díganoslo aquí en la red de comunicación en secreto.
Absolutamente no deje que esa criatura se dé cuenta de que
usted ya sabe lo que es. Difunda lentamente su aura espiritual y
forme una barrera espiritual para proteger a su persona, de esa
manera, al menos puede asegurarse de no tropezar ni caer en
una zanja. Si alguna de las armas le atacara, también podría
sentirlo.

La voz de Shi Qing Xuan sonaba como si llorar sin lágrimas.

—Oh. ¿Y luego?

Xie Lian continuó: —Y luego respire hondo. Así. Hágalo un par de


veces... ¿se siente un poco mejor?

Su tono era muy suave y gentil, bastante efectivo cuando se


trataba de consolar a otro. Shi Qing Xuan dijo: —Tal vez un poco.
Gracias, su alteza.

Xie Lian luego trató de sondear.


—Ahora... ¿cómo cree que se sentirá si trata de abrir los ojos y
echar un vistazo a esa criatura que le está llevando? ¿Podría él
aguantar?

—Probablemente moriré —dijo Shi Qing Xuan.

—...

Parecía que, si Shi Qing Xuan abriera los ojos, su terror sería
extremo en el momento en que los ojos pudieran ver, y se
convertiría en la comida más deliciosa y delicada para el
Reverendo de palabras vacías. Después de eso, probablemente
perdería toda la habilidad para pelear. Además, si en el momento
en que abriera los ojos, esa cosa también lo miraba fijamente, el
estimado Señor del Viento probablemente formaría espuma en la
boca y se estrellaría como un cometa. Xie Lian dijo: —Entonces,
mantenga los ojos cerrados.

—Después de que te sacaron del Templo del Viento y el Agua,


¿en qué dirección ibas? —Preguntó Ming Yi.

En este momento, lo que más necesitaban era la ubicación de Shi


Qing Xuan. Los ojos de Shi Qing Xuan estaban cerrados y no
podían ver a dónde iba, pero aun así debería tener una idea
general de su posición y usar el conteo de sus pasos para
determinar qué tan lejos estaba.

Sin embargo, Shi Qing Xuan respondió: —No lo sé.

— ¡¿Ni siquiera sabes una cosa así?

Shi Qing Xuan estaba indignado.


— ¿Quién en su sano juicio recordaría esas cosas? ¡¿Y no
pensaba yo que eras tú el que estaba jalándome?!

Al lado, Hua Cheng solo estaba observando, y ya estaba aburrido


hasta el punto en que volvió a ponerse su túnica roja. Luego volvió
a ponerse una túnica negra. Luego a túnicas blancas. Casi cada
vez que Xie Lian miraba hacia atrás, llevaba una apariencia
diferente, y cada look acompañaba a diferentes estilos de
peinados, accesorios y botas, etc., a veces juguetones, a veces
elegantes, a veces mortales, a veces glamorosos. Xie Lian se
estaba mareando por todos los colores y seguía mirando hacia
atrás, sin poder mirar hacia otro lado. Sin embargo, en el momento
en que se dio cuenta de lo que San Lang estaba haciendo,
parpadeó ferozmente, evitando decir: Ese atuendo no está mal;
Eso se ve bien y en cambio dijo: —Paren, paren, ahora no es el
momento de discutir. Con cada palabra, el Señor del Viento da un
paso más y cuanto más va, más difícil será encontrarlo.

Shi Qing Xuan gimió con gravedad: —Digo, ¿es realmente tan
difícil para ustedes encontrarme? ¿No son más de cincuenta o
sesenta pasos? ¡No puede ser más de cien, y ni siquiera vamos a
ir tan rápido!

¿No más de cien pasos? Ming Yi se lanzó inmediatamente,


desapareciendo al final de la calle. No mucho después, reapareció
rápidamente como un rayo ante la entrada del Templo del Viento
y el Agua.

— ¡No por ahí!

—Maldicion ¡El Conjuro de Acortamiento de Distancia! —Gritó Xie


Lian.
Después de eso, el Reverendo de las palabras vacías usó ese
caos para sacar al Señor del Viento del Templo del Viento y el
Agua, probablemente lanzó el conjuro de Acortamiento de
distancia y se envió con él a otros lugares. De lo contrario, una
distancia dentro de cien pasos debería haber sido fácil de
encontrar. Una vez que se usó ese conjuro, ¿quién sabe a dónde
en el mundo fueron enviados? ¡Buscar al Señor del Viento no era
diferente a buscar una aguja en un pajar!

No podían ser descuidados en este asunto, y Xie Lian dijo de


inmediato: —Iré a informar de esto a la Corte Celestial.

Sin embargo, Shi Qing Xuan lo detuvo apresuradamente.

— ¡Espere! ¡Alteza, no vaya! Me prometió mantener esto en


secreto. La tercera calamidad celestial de mi hermano está a
punto de acercarse. La tercera es enorme, ¡no puede ser
perturbado en este momento!

—Sigue con esto, te haré pasar por una calamidad en este


momento —dijo Ming Yi.

Shi Qing Xuan se enfureció: —Dije que no y lo digo en serio.


¿Cuántos ojos están mirando a mi hermano? Esta cosa
definitivamente eligió este tiempo intencionalmente, ¡no dejaré
que se salga con la suya! ¡Nunca! ¡Incluso si muero y mis huesos
se pudren, todavía tendrá que ser después de que mi hermano
haya completado su prueba para que me desentierren!

Un momento después, Ming Yi cedió.

—Bien. Muy bien.


Xie Lian era inteligente y percibió que en su tono había una ola de
furia oprimida, y era una emoción intensa que nunca había
aparecido antes, haciendo que Xie Lian se sintiera bastante
inestable. No queriendo que comenzaran otros problemas,
interrumpió: —Señor del Viento, ¿esa criatura sigue moviéndose
con usted en la mano?

—Sí. —Shi Qing Xuan respondió: —Me está arrastrando el brazo.

— ¿Hay algo notable en su cuerpo? ¿Como una esencia peculiar


del mal, o un cierto olor, sensación o algo así? — Preguntó Xie
Lian.

—No. No hay nada.—

— ¿Qué hay de su entorno? Como, ¿el camino bajo sus pies es


irregular o liso? ¿Ha pisado algo o pateado algo? —Xie Lian
quería ver si podía dibujar un perímetro general basado en los
entornos circundantes.

— ¡El camino es muy extraño! —Shi Qing Xuan dijo: —Muy suave,
muy ligero, como las nubes.

—...

Xie Lian pensó: —Probablemente solo tiene debilidad en las


rodillas por el terror...

Dos de los cinco sentidos de Shi Qing Xuan ya estaban sellados;


era difícil raspar cualquier pista y es muy probable que se separen
de aquí. Aunque Hua Cheng siempre había estado al lado de ellos
viendo el espectáculo sin prisa, su llegada siempre había sido solo
por entretenimiento; no tenía ningún vínculo con Shi Qing Xuan y,
como entidad del reino de los fantasmas, no tenía ninguna razón
para ayudar a un oficial celestial. Segundo, Xie Lian no quería
molestarlo y pedirle ayuda todo el tiempo. Por lo tanto, él se calmó
y dijo: —Señor del Viento, tengo una manera de hacer que se
separe de esa criatura inmediatamente. Pero necesito su permiso.

Shi Qing Xuan respondió al instante: — ¡De acuerdo! ¡Te doy


permiso!

Sin embargo, Hua Cheng de repente se detuvo.

— ¿El hechizo de cambio de alma?

— ¿Qué?

Xie Lian respondió: —Eso es correcto. ¡El hechizo de cambio de


alma!

El hechizo de cambio de alma era exactamente como su nombre


lo indicaba y era un momento para cambiar las almas. Uso mis
ojos para ver lo que ves. Este hechizo no se usaba a menudo;
Primero quema brutalmente el poder espiritual, segundo, muy
pocos estaban dispuestos a renunciar al control de sus propios
cuerpos. La expresión de Hua Cheng se volvió seria.

—Gege, prudencia.

— ¿Qué vas a hacer si le enfrenta? —Shi Qing Xuan preguntó.

—No le tengo miedo a eso, así que no importa —respondió Xie


Lian.

—Hágalo —dijo Ming Yi.


Sin embargo, Hua Cheng presionó de nuevo: —Gege,
reconsidere.

De repente, Shi Qing Xuan dijo: —Se detuvo.

Al escuchar esto, Xie Lian gritó en la red de comunicación: — ¡No


más tiempo para dudar! ¡Ahora!

Shi Qing Xuan apretó los dientes y dijo: — ¡Todo depende de


usted ahora, su alteza!

— ¡Está bien! —Dijo Xie Lian.

Justo cuando las palabras salieron de su boca, cerró ambos ojos


y su cuerpo de repente se sintió ligero como una pluma, hasta el
punto en que se sentía como si estuviera flotando en el cielo;
bruscamente se volvió extremadamente pesado, hasta el punto
de que iba a perforar la tierra. Fue después de una ola de
nauseabundos giros que los sentidos volvieran a él. Él estabilizó
su forma, pero sus ojos todavía estaban cerrados. Sin embargo,
ni un solo sonido se podía escuchar en sus oídos.

Había una mano agarrando su brazo, quieta.

Xie Lian abrió los ojos en un instante, con una mano quitando los
tapones para los oídos y la otra volteándose, agarrando al
Reverendo de palabras vacías al revés.

Él sonrió.

—Hola.
Shi Qing Xuan tuvo sus ojos cerrados durante mucho tiempo, y
estaba completamente oscuro, por lo que, en el instante en que
Xie Lian abrió los ojos del cuerpo de Shi Qing Xuan, aún no podía
adaptarse a la oscuridad y no podía ver nada. Sin embargo, lo que
lo estaba sujetando ahora era algo que él sujetaba. RuoYe no
estaba alrededor, por lo que Xie Lian lanzó un hechizo de bloqueo
de mano y aseguró esa mano como una cadena de acero para
evitar que el otro escapara usando magia.

Dentro de la red de comunicación vino la voz de Shi Qing Xuan.

— ¡Alteza! ¿Está bien? ¡¡¡Tal vez si fuera de vuelta y me ocupo


yo mismo!

Parecía que Shi Qing Xuan también había cambiado con


seguridad a su cuerpo. Xie Lian tenía en su mano un agarre firme
sobre el Reverendo de palabras vacías, y su pierna se disparó,
pateándolo más de treinta veces.

— ¡Estoy bien! Dado que las almas se acaban de cambiar,


necesitaría tiempo para ajustarse. Una vez que se haya
acostumbrado a eso, sus movimientos se volverían aún más
brutales.

—Su alteza, déjeme darle el hechizo clave para manipular mis


dispositivos espirituales, use tanto de mi poder espiritual como
necesite, ¡no se retenga!

Xie Lian no tenía una espada que manejar y abrió de par en par
el abanico de Señor del Viento.

— ¡Bien!
Shi Qing Xuan luego agregó: —También le diré el hechizo para
transformarse en una mujer, ¡soy más fuerte en mi forma
femenina!

Xie Lian se negó resueltamente.

—No. Eso no es necesario.

Hua Cheng habló con gravedad: —Gege, dese prisa y eche un


vistazo a los alrededores. Dígame qué lugar es.

—No —dijo Ming Yi. —Dinos primero qué está peleando con usted
ahora mismo.

Después de algunos intercambios, los ojos de Xie Lian se


ajustaron gradualmente al ambiente oscuro. Entrecerró los ojos y
miró esa sombra negra ante él.
Capítulo 111: Lucha contra el Reverendo; Príncipe heredero toma el lugar del
Señor del Viento (parte dos)

Sin embargo, aunque ahora se podían ver los contornos de los


árboles y ramas alrededor, no podía distinguir la cara de esa
sombra negra sin importar qué, como si hubiera una nube de
neblina negra demoníaca girando alrededor de esa figura.

El abanico del Señor del Viento era un dispositivo espiritual de


primera clase; podría hacer volar las auras demoníacas y poner
orden en el mundo. Habiendo recibido la clave del hechizo que
Shi Qing Xuan le pasó, Xie Lian lo recitó en su mente y movió el
abanico. Un torbellino explotó instantáneamente desde el suelo,
silbando y sacudiendo los bosques circundantes, e incluso
algunas plantas pequeñas y más débiles fueron arrancadas de
sus raíces, una fuerza poderosa para contemplar.
Lamentablemente, este viento se desvió un poco y no apuntó al
objetivo correcto.

Los dispositivos espirituales no eran tan fáciles de manipular.


Después de todo, él no era el amo del abanico del Señor del
Viento y, naturalmente, no podía manejarlo tan bien como Shi
Qing Xuan. El ángulo y la cantidad de potencia eran difíciles de
controlar; era demasiado fuerte o demasiado débil, fuera de curso
o muy hacia atrás. Después de darse cuenta de esto, Xie Lian se
rindió decididamente y cambió de táctica, apagó el abanico y en
su lugar lo usó como un arma de ataque directamente mientras
atacaba furiosamente los puntos débiles del otro. Luego, con un
WHISH, generó un brillo de aura espiritual en el borde del abanico,
y lo convirtió en una cuchilla de acero afilada como una cuchilla
de afeitar, cortando el aire con un brillo escalofriante.
Shi Qing Xuan probablemente descubrió lo que sucedió y lloró
desesperado.

— ¡SU ALTEZA QUÉ LE SUCEDE! ¡ESE ES MI DISPOSITIVO


ESPIRITUAL! ¡NO PUEDO CREER QUE LO ESTÉ USANDO
COMO UN ARMA MARCIAL! ¡¡¡QUÉ DESPERDICIO DE
REGALO DE DIOS!!

Este era un problema que todos los dioses marciales tenían. En


medio de estar ocupado, Xie Lian se ahorró un momento para
decir simplemente: —Todo es lo mismo. ¡No hace diferencia!

El tono de Hua Cheng se estaba volviendo más áspero.

— ¡Gege!

Xie Lian sabía por qué estaba presionando, y mientras luchaba,


rápidamente miró a su alrededor. Había montañas y ríos, torres y
pabellones, realmente nada que se destacara, y en realidad nada
que pudiera determinar dónde estaba. Ese Reverendo de
Palabras Vacías notó su movimiento y probablemente adivinó su
objetivo, ya que de repente dijo: —Tú no eres Shi Qing Xuan.

Xie Lian nunca se detuvo en su ataque, pero su mente cambió


rápidamente.

—Por lo general, no debería ser tan rápido para descubrir el


hechizo de cambio de alma que se usó, así que ¿cómo se dio
cuenta de inmediato de que no soy Shi Qing Xuan? Bueno lo que
sea. ¡Hay que seguir!'
La forma en que luchó fue insensible e cruel; ese Reverendo de
palabras vacías parecía no poder aguantar más la paliza y él dijo:
— ¡Te caerás en este instante!

Efectivamente, comenzó a maldecir predicciones a Xie Lian


directamente. Sin embargo, fue como si Xie Lian no hubiera
escuchado nada y solo golpeó más fuerte. Ese Reverendo de
palabras vacías dijo entonces: — ¡Te van a derrotar en la batalla!

Xie Lian se echó a reír: —Ya fui derrotado hace ochocientos años,
unas cuantas rondas más no significan nada para mí. ¿Cuánto
más puedo ser derrotado? ¡Solo ríndete! Nada de lo que me digas
funcionará.

—Gege —dijo Hua Cheng. —Si no puede determinar tu ubicación,


simplemente aviva un torbellino hacia el cielo con el abanico de
Señor del Viento y ¡sabré dónde está!

Qué coincidencia. Xie Lian justo pensó en la misma idea.

— ¡De acuerdo!

Y en el momento en que estaba a punto de levantar la mano, de


repente el Reverendo de las palabras vacías dejó escapar una
risita espeluznante.

— ¿Alguien viene?

Xie Lian se alarmó por alguna razón, y con razón porque la


criatura dijo en voz baja: — ¡No te preocupes, verás con los ojos
bien abiertos a la persona que viene a buscarte morir justo delante
tuyo!
Al escuchar esto, Xie Lian ya no podía reírse. Su corazón cayó
violentamente, e incluso su respiración se detuvo en ese
momento.

Al siguiente segundo, realmente gritó en voz alta.

— ¡CÁLLATE!

En un instante, más de cincuenta patadas pesadas aterrizaron en


el Reverendo de palabras vacías, cada una golpeando
directamente en su cabeza, y este apenas podía hablar del
ataque, sin embargo, suspiró profundamente. Fue un suspiro de
satisfacción, como si hubiera probado un poco de delicadeza
sagrada, y se rió con frialdad. Accidentalmente al bajar la guardia,
Xie Lian realmente dejó que chupara lo que el Reverendo quería
de él.

Sin embargo, Xie Lian no tenía la intención de darse cuenta,


porque esas palabras antes duchas realmente hicieron que su
corazón se sintiera como si lo hubieran golpeado violentamente.
Incluso si supiera que Hua Cheng no moriría ante él tan fácilmente
como dijo esa criatura, y para ser sincero, Hua Cheng ya estaba
muerto, aún se manifestaba un pánico profundo e incontrolable.
No se dio cuenta de que ni siquiera podía soportar escuchar esa
idea.

Aunque los que estaban en la red de comunicación no notaron


nada extraño, fue como si Hua Cheng fuera telepático y se alarmó:
— ¿Gege? ¿Le está diciendo algo?

Xie Lian respondió: —Está diciendo tonterías... ¡No! No dijo nada.


Hua Cheng entendió de inmediato y maldijo: — ¡Está buscando
su propia muerte! Dígamelo ahora mismo e iré directamente.

Xie Lian dijo apresuradamente: —No es necesario, no vengas.


¡Absolutamente no te acerques!

—Lamento interrumpir —Shi Qing Xuan habló. —Yo digo, ustedes


dos realmente intercambiaron contraseñas verbales en secreto,
¿verdad? Su alteza, ¿no se dio cuenta? ¡Tiene la red equivocada,
la red equivocada!

Fue solo entonces cuando Xie Lian descubrió que desde que usó
el hechizo para Cambiar Almas, todas las palabras que Hua
Cheng le dijo pasaron a través de su red de comunicación privada,
pero porque estaba enfocado en luchar con tanta intensidad
además de eso, no se había dado cuenta y respondió
directamente en la red de comunicación espiritual principal. Ahora,
el hecho de que se conectaron por una red de comunicación
privada estaba completamente expuesto.

Sin embargo, no había tiempo para avergonzarse, y Xie Lian dijo:


—No es nada. ¡Dame medio tiempo de incienso, puedo
encargarme de esto! —Después de eso, volvió a taparse los oídos
y sus ataques se volvieron aún más feroces, centrándose solo en
tratar con el Reverendo de Palabras Vacías. Sin embargo, no
tenía idea de que, de vuelta en la ciudad de Fu Gu, después de
que Hua Cheng escuchara sus palabras, levantó la mano y golpeó
a Ming Yi tres pies en el suelo. Luego, inmediatamente se volvió
hacia el Shi Qing Xuan quién poseía el cuerpo de Xie Lian. —
Cambia de vuelta.

Shi Qing Xuan ya había planeado volver a cambiar de inmediato,


pero al ver la vista, dijo apresuradamente: — ¡Lluvia Sangrienta
que busca la Flor, qué está haciendo! Voy a volver a cambiar
ahora. ¡Su alteza está ayudándome a mí, así que tiene más
sentido si me golpea, por qué golpeó Ming-Xiong!

Pero en el momento en que las palabras salieron de sus labios,


se dio cuenta de que él estaba en el cuerpo de Xie Lian, por
supuesto que Hua Cheng no lo golpearía. Si él debía golpear a
alguien, entonces solo podría ser Ming Yi.

En el otro lado, Xie Lian estaba inmerso en la pelea, pero de


repente escuchó a Shi Qing Xuan gritar en la red de
comunicación: —Su alteza, ¿puede tapar los oídos más
profundamente y correr más lejos? ¡Cambiaré de vuelta!

—Señor del Viento, ¿estará bien? —Preguntó Xie Lian.

—No puedo luchar contra eso, ¡pero aún puedo huir! —Respondió
Shi Qing Xuan.

Por lo tanto, Xie Lian le dio al Reverendo de Palabras Vacías una


patada final, haciendo que saliera volando a unas pocas millas de
distancia, luego se dio la vuelta para huir salvajemente, pero
entonces se detuvo: — ¡Espere, no necesita huir! ¡Déjeme
configurar un conjuro de protección para usted! Señor del Viento,
¿tiene algún dispositivo espiritual de protección sobre usted? ¡Si
no tiene, gemas preciosas y los tesoros también sirven!

Al escucharlo, Shi Qing Xuan respondió apresuradamente: —


¿Tesoros? Los tengo. Toque alrededor de mi cuello, hay un
medallón de longevidad, ¿eso será suficiente?

Xie Lian tocó a su alrededor y, efectivamente, Shi Qing Xuan


estaba usando un largo y dorado relicario de longevidad, su luz
dorada, exquisita y opulenta. Él dijo, encantado: —Sí. ¡Este es un
raro tesoro, excelente!

— ¿De verdad? —Shi Qing Xuan dijo. —Tengo más: hay un


cinturón de jade alrededor de mi cintura, un anillo de ágata en mi
dedo, algunas perlas en mis botas, el mango de sándalo del
fuchen es más viejo que usted, oh, y al parecer, los pelos del
fuchen también son raros, arrancados de alguna bestia
espiritual—... En un suspiro habló de siete u ocho artículos, luego
continuó: —En cualquier caso, su alteza, eche un vistazo y vea si
todo está en mí puede ser usado.

Sí, podían ser utilizados. ¡Y todos son tesoros extremadamente


raros!

Xie Lian se sorprendió; como se esperaba del Dios de la Riqueza,


¡como se esperaba del hermano menor del Maestro del Agua! Él
dijo: —... Todos pueden ser utilizados. Encontraré una casa cerca
para configurar un conjuro. Cuando vuelva a cambiar, mantenga
los tapones para los oídos quietos y no mire hacia afuera.
Quédese en la casa y no salga, ¡espere a que lleguemos!

Shi Qing Xuan iba a romperse en sollozos.

— ¡¡¡SU ALTEZA, ES UNA PERSONA EN LA QUE SE PUEDE


CONFIAR MUCHO!!! ¡GRACIAS! A partir de hoy es mi segundo
mejor amigo. ¡De ahora en adelante este Señor del Viento nunca
lo olvidará en ningún buen evento!

Xie Lian no sabía si reír o llorar, y respondió cortésmente: —


¡Gracias!
Entre sus intercambios, el Reverendo de palabras vacías se
quedó muy atrás. Mirando a su alrededor, Xie Lian encontró un
pequeño pabellón cerca y entró, cerrando y con llave todas las
puertas y ventanas con un gesto de su mano. Luego envolvió el
medallón dorado de longevidad alrededor del pestillo de la puerta,
se mordió la sangre del dedo para dibujar un conjuro, luego colocó
todos los tesoros en formación, dibujando un conjuro de sangre.
Todas estas acciones se realizaron en un corto período de tiempo,
y finalmente se sentó en el centro de la habitación, cerrando los
ojos: —Uno, dos, tres. HECHIZO PARA CAMBIAR DEL ALMA-
¡RETORNA!

Era como si lo lanzaran violentamente al cielo de nuevo y luego


se cayera. Después de una ola de giros, Xie Lian, una vez más,
sintió que sus pies tocaban el suelo. Inestable, se iba a caer, pero
antes que lo hiciera, un par de manos lo atrapó y sostuvo. Abrió
los ojos y escuchó la voz de Hua Cheng desde arriba, oscura y
grave.

—Gege, creo que será mejor que se explique.

Xie Lian lo agarró del brazo y se calmó. Estaba a punto de hablar


cuando, de repente, se dio cuenta de que faltaba alguien y
preguntó: — ¿Dónde está el Señor de la Tierra?

—Quién sabe. —dijo Hua Cheng.

Xie Lian se sorprendió. — ¿Quién sabe? Luego miró hacia un lado


y había un cráter con forma humana en el suelo, y Ming Yi estaba
saliendo lentamente de ese agujero.

Dejó de hablar, sin tener palabras por el momento. En la red de


comunicación, la voz de Shi Qing Xuan llegó: — ¿Eh?
Xie Lian se tensó.

— ¿Vino el Reverendo?

Habiendo utilizado tantos tesoros de Shi Qing Xuan para formar


el conjuro, se aseguró de que la defensa de esa casa fuera
indestructible, y que el Reverendo de palabras vacías no pudiera
entrar. Incluso si fuera poderoso, aún tomaría tiempo. Sin
embargo, Shi Qing Xuan dijo: —No, no, no. Su alteza, este conjuro
es impresionante, constante como las montañas, realmente se
siente seguro. Creo que nada puede entrar en los próximos tres
días y tres noches. Es solo que... no puedo creer que sea este
lugar.

— ¿Qué lugar? ¿Lo reconoce? —Preguntó Xie Lian.

—Por supuesto que lo reconozco. Shi Qing Xuan respondió: —


Esta es la Terraza del Vino en Cascada. Es donde yo ascendí.

Xie Lian se sorprendió, pensando: — ¿La Terraza del Vino en


Cascada?

Shi Qing Xuan parecía haber hecho un recorrido a la habitación y


dijo con firmeza de nuevo: —Eso es correcto. Vuelvo a este lugar
cada pocas décadas para revisarlo. No estoy equivocado.

No es de extrañar que el Reverendo de Palabras Vacías supiera


de inmediato que el que estaba en el cuerpo no era el verdadero
Shi Qing Xuan. Si se tratara del hombre mismo, con solo una
mirada él hubiera sabido que era la Terraza del Vino en Cascada
y no habría ninguna necesidad de mirar alrededor para estar
seguro.
Desde que Ming Yi se había arrastrado fuera del agujero, se puso
en cuclillas en el suelo para comenzar a dibujar un conjuro. Sin
embargo, después de algunos dibujos, de repente levantó la mano
y destruyó el conjuro por completo. Los ojos de Hua Cheng se
enfriaron de inmediato y Xie Lian también se sorprendió: —Señor
de la Tierra, ¿qué está haciendo?

Ming Yi se puso de pie y dijo: —El conjuro de Acortamiento de


distancia ya no funciona. Tenemos que caminar.

— ¿Qué quiere decir con que ya no funciona? —Exclamó Xie


Lian.

—Significa que justo ahora, alguien o algo destruyó todos los


puntos de conexión del conjuro de Acortamiento de Distancia
cerca de la Terraza del Vino en Cascada. No, los puntos de
conexión de toda el área han sido destruidos.

No hace mucho, Shi Qing Xuan fue manifiestamente trasladado a


la Terraza del Vino en Cascada a través del Acortamiento de
distancia, pero parecía que tan pronto como Shi Qing Xuan se
escondió dentro del pabellón, el Reverendo de palabras vacías
reaccionó y manipuló, intencionalmente retrasándolos. Esto no
era diferente a tener los caminos de montaña destruidos al cruzar
una montaña. Ahora, nadie podría ni siquiera soñar con usar el
conjuro de Acortamiento de Distancia para acercarse a la Terraza
de Vino en Cascada.

—Si nos vamos ahora, ¿cuánto tiempo tomará antes de llegar allí?
—Preguntó Xie Lian.
Ming Yi ya se había dado vuelta y comenzó a caminar. — ¡Una
hora!

Xie Lian gritó en la red de comunicación.

—Señor del Viento, nos dirigimos a donde está ahora. Solo espere
hasta que lleguemos allí. Si algo ataca, absolutamente no abra la
puerta.

—Está bien, está bien. Está bien. —Shi Qing Xuan dijo: —Incluso
si no dijera nada, ya lo spe. No me trate como a un niño de tres
años que le abra la puerta a cualquiera. Ahora, mis señores,
apresúrense, ¿de acuerdo?

Afortunadamente, la ciudad de Fu Gu y la Terraza del Vino en


Cascada no estaban en los extremos de la tierra, y aún estaban a
una distancia aceptable entre sí. Si se apresuraban ahora, todavía
deberían llegar a tiempo. Los tres se fueron inmediatamente. En
el camino, Xie Lian revisó casualmente sus poderes y descubrió
que el hechizo de cambio de alma realmente consumió
demasiado, y esa poderosa ola de poder que Hua Cheng vertió
en él ya estaba agotada en más de la mitad.

Hua Cheng notó sus movimientos y preguntó: —Gege, ¿necesita


más?

Xie Lian rápidamente sacudió la cabeza.

—No. En serio, muchas gracias a San Lang por ser tan generoso
antes.

—De nada. Hua Cheng dijo: —Ya dije, puede tomar todo lo que
quiera. Después de una pausa, luego añadió medio en tono de
broma: —Pero, cuando Gege me pague de vuelta, ¿puedo cobrar
algunos intereses?

Xie Lian se aclaró la garganta suavemente, pensando que


probablemente el problema probablemente sea si él podía pagar
algo, pero claro, sus labios aún eran audaces.

—Sí... claro.

Aunque estaba determinado a ser una hora, los tres no eran


mortales y era una situación terrible, por lo que, naturalmente,
iban más rápido. Cuando llegaron a la Terraza del Vino en
Cascada, Xie Lian echó un vistazo y, efectivamente, era el mismo
lugar que antes. Todo alrededor fue el caótico desastre creado por
su mal uso del abanico de Señor del Viento; el abanico rechazó
su control y voló sobre árboles y arbustos, y Xie Lian se sentía un
poco avergonzado.

—Su alteza, ¿en qué lugar construyó el conjuro espiritual? ¿Se


acuerda? —Preguntó Ming Yi.

Por supuesto que Xie Lian lo recordaba y también lo buscaba


atentamente. Pronto, sus ojos se iluminaron y señalaron con el
dedo: —Es ese pequeño pabellón.

Los tres caminaron hacia el pequeño pabellón; cuanto más se


acercaban, más relajados se volvían, como si vieran el rayo de la
esperanza. Sin embargo, cuando se acercaron, las pupilas de Xie
Lian se encogieron instantáneamente.

Las puertas de ese pequeño pabellón estaban abiertas y crujían


de forma extraña cuando se movían de un lado a otro en el aire
frío de la noche.
Capítulo 112: Puertas abiertas para saludar al demonio, dibujar un círculo en el
suelo como prisión20

—... ¿Dónde está él? —Dijo Xie Lian.

Los tres entraron al pequeño pabellón y dentro del edificio no


había nadie. Todo tipo de dispositivos espirituales y tesoros
todavía estaban en el mismo lugar en que fueron puestos antes,
solo que, una vez que se abrieron las puertas, todos se volvieron
inútiles. Xie Lian gritó en la red de comunicación.

— ¿SEÑOR DEL VIENTO? ¿DÓNDE ESTÁ?

En el camino, porque estaban concentrados en correr, además de


que Shi Qing Xuan estaba demasiado agitado, Xie Lian fue quien
propuso que meditara para calmarse, dejar de pensar y decir
tonterías que le asustaran a sí mismo. Shi Qing Xuan pensó que
tenía mucho sentido y gradualmente dejó de hablar, por lo que la
falta de respuesta no fue inesperada. Por lo tanto, Xie Lian no
había notado nada extraño, pero ahora, sin importar cómo gritara,
no hubo respuesta, y una sensación de temor comenzó a
extenderse en su corazón. En una situación como esta, solo
podría haber dos posibilidades: o Shi Qing Xuan no estaba
respondiendo a propósito, o ya perdió la conciencia.

Había más de diez dispositivos y tesoros espirituales en la


persona del Señor del Viento, cada uno de ellos raro y exquisito,
y Xie Lian los había usado para establecer la formación del

20
En chino es “画地为牢”, la traducción literal de esta frase se refiere a estar en
un lugar y no salir de este, era usado como un castigo.
conjuro, no debería haber nada desde el exterior que pudiera
romperlo fácilmente. Incluso si pudiera hacerse, tal como Shi Qing
Xuan había dicho, tomaría por lo menos tres días y tres noches, y
sería imposible no dejar evidencia de una interrupción. Sin
embargo, por lo que parece, las puertas y ventanas de este
pequeño pabellón estaban intactas, y tampoco había túneles o
escaleras excavadas. Xie Lian regresó a la entrada y recogió el
medallón dorado en el suelo, mirando de cerca: —Él mismo abrió
las puertas.

A pesar de que los refuerzos estaban llegando en un momento,


¿por qué motivo buscaría un callejón sin salida en el último
minuto?

—Tal vez pensó que el que estaba en la puerta éramos nosotros


—dijo Ming Yi con gravedad.

Al escuchar esto, una imagen abominable apareció


repentinamente en la mente de Xie Lian: desde fuera del pequeño
pabellón vinieron tres individuos, cada uno en la apariencia de él,
Hua Cheng y Ming Yi, y llamaron a las puertas. Dentro del
pabellón, Shi Qing Xuan se llenó de alegría y de inmediato abrió
las puertas, y las tres personas que estaban afuera lo rodearon,
sonriéndole de forma extraña. El medallón de oro en la mano de
Shi Qing Xuan cayó al suelo junto a sus pies, para no ser recogido.

Xie Lian inmediatamente negó con la cabeza.

—Eso es imposible. Nunca he oído que el Reverendo de palabras


vacías tenga la capacidad de falsificar apariencias.

—Tal vez fue llamado por ayudantes —dijo Ming Yi.


Xie Lian lo pensó, pero también lo descartó: —Todo lo que
encontramos hoy ha sido repentino e imprevisto. Antes de esto,
no habíamos pensado que habría un conjuro configurado para
aislar al Señor del Viento, por lo que tampoco debería haber
podido encontrar tan rápido algún demonio para ayudar. Además,
¿no le dijimos al Señor del Viento que le informaríamos en la red
de comunicación cuando lleguemos? Si los que estaban afuera
de las puertas eran reales o falsos, hubiera sido fácil descifrarlo
simplemente preguntando, entonces, ¿cómo podría ser engañado
tan fácilmente?

Llegado a este punto, Xie Lian se detuvo de repente y luego


comenzó a murmurar: —A menos que fuera alguien que conociera
quien le dijo que abriera las puertas.

— ¿Alguien que conocía? —Ming Yi preguntó. — ¿Cómo así?

En ese momento, Hua Cheng habló: —Sus orejas estaban


tapadas. Él no puede oír.

Xie Lian inmediatamente tomó su brazo y exclamó: — ¡Bien dicho,


San Lang! Fue exactamente por esa razón que dije que debía ser
alguien que conociera. Debido a que el Señor del Viento tenía sus
orejas tapadas, ¡no habría podido escuchar nada desde afuera! A
menos que quitara los tapones para los oídos, ¿pero haría eso?
Estaba tan aterrorizado que moriría antes de que lo hiciera.
Entonces, para engañarlo y hacer que abra la puerta, solo había
una forma de hacerlo.

¡La red de comunicación privada!

Xie Lian comenzó a hablar más rápido: —Lo que significa que,
entre el momento en que nos acercábamos, había alguien que se
conectaba en secreto con el Señor del Viento y le dijo algo que lo
hizo abrir las puertas por su cuenta. Si no fuera alguien cercano,
no habrían conocido la contraseña verbal del Señor del Viento.
Las contraseñas verbales de los oficiales celestiales son todos
secretos bien guardados, que no deben ser conocidos por los
forasteros, y especialmente no para los demonios y monstruos,
como el Reverendo de Palabras Vacías. Además, debería haber
sido alguien en quien confiaba profundamente, de lo contrario no
habría abierto las puertas sin pensar.

—O —dijo Hua Cheng. —no conocía a esta persona, pero esta


persona lo sí a él, y le dio una razón por la que no podía negarse
a abrir las puertas.

Xie Lian consideró seriamente esa posibilidad y dijo: —


Técnicamente, podemos enviar mensajes al Señor del Viento
siempre que tengamos la contraseña verbal, pero si una voz
extraña habla de repente, ¿no le parecería extraño al Señor del
Viento? Debió habernos avisado en la red de comunicación al
momento en que escuchó. A menos que este misterioso individuo
que envió la comunicación privada lo paralizara con el primer
mensaje. Pero, ¿qué mensaje podría ser?

— ¿Una amenaza? Se preguntó Ming Yi.

— ¿Cómo amenazar? —Si no sales, le diré a tu hermano que he


vuelto para acosarte—. Xie Lian inmediatamente descartó la idea:
—No es probable.

Ese Reverendo de Palabras Vacías no debe estar al tanto de las


preocupaciones de Shi Qing Xuan. Además, no era un oficial
celestial, entonces, ¿cómo podría informar al Maestro del Agua de
inmediato de su existencia? Los refuerzos llegarían en una hora,
pero Shi Qing Xuan ni siquiera podía esperar tanto. Al final del día,
si esa criatura podía ganar contra el Maestro del Agua era otro
problema. No olvidar, nunca había acosado a Shi Wu Du; solo
tenía ojos para Shi Qing Xuan, escogiendo especialmente al más
débil. Sin duda, el Reverendo tenía miedo del Maestro del Agua,
por lo que no lo habría provocado directamente.

—Busquemos por otra hora —dijo Ming Yi.

Xie Lian entendió lo que quería decir y asintió.

—Está bien. Si aún no podemos encontrarlo después de una hora,


no importa cuánto proteste el Señor del Viento, el Señor del Agua
debe ser informado ¡Vamos a separarnos! Buscaremos de esta
manera, y Señor de la Tierra, por favor, busque allí.

Ming Yi se dio la vuelta y se fue sin una palabra. Xie Lian corrió
mientras buscaba, y nunca dejó de llamar a Shi Qing Xuan en la
red de comunicación, pero esta permanecía en silencio.

— ¿Cómo va? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian negó con la cabeza. —No hay respuesta alguna.

El temor en su mente se hacía cada vez más pesado. Buscó


cámara tras cámara de cada edificio en todo el pabellón y casi
había terminado con todos los pabellones cercanos, sin embargo,
no había rastros en absoluto.

Poco después, los dos llegaron al pabellón más alto de la zona.


Este pabellón fue obviamente la estrella de su entorno, la pieza
central. Fue renovado varias veces, glamoroso e impresionante,
con varios versos de poesía escritos en las paredes. Xie Lian
levantó la cabeza para mirar la placa del establecimiento; La
terraza del Vino en Cascada y se preguntó en voz alta: — ¿Es el
Joven Señor que vertió el vino?

—Eso es correcto. Hua Cheng respondió: —Esta es el título


original del Joven Señor que Vertió el Vino.

— ¿Así que realmente está relacionado? —Xie Lian lo miró.

—Sí. Respondió Hua Cheng, luego dio brevemente una


explicación. Resulta que, en las leyendas que se decían de
cuando Shi Qing Xuan todavía era mortal, después del
entrenamiento a menudo venía a este lugar a beber, extendido
borracho en la terraza, feliz y despreocupado. Un día, debajo de
la cubierta, llegó un ladrón malintencionado que a menudo
acosaba a los buenos aldeanos, y cuando Shi Qing Xuan lo vio,
despreocupado derramó el vino delicado de su copa y lanzó un
pequeño hechizo. Ese vino se derramó justo sobre la cabeza de
ese ladrón y lo noqueó. Después de que Shi Qing Xuan fue
nombrado diputado general por Shi Wu Du, él todavía amaba el
reino de los mortales y continuó bebiendo sin cesar en este lugar
como antes. El día que ascendió fue también cuando estuvo aquí
bebiendo.

Ascender mientras bebías sonaba absurdo, pero en realidad no


era nada. A veces las oportunidades llegaban sin rima ni razón
alguna. El mismo Xie Lian todavía estaba durmiendo cuando
ascendió. Tal vez en el futuro haya funcionarios celestiales que
asciendan mientras están en el baño, lo que también podría
convertirse en una vista de renombre.

En cualquier caso, las creaciones de los antiguos literatos siempre


habían sido populares a lo largo de la historia, y los lugares de
estas historias siempre los incitarían a levantar su pincel y crear,
expresando su anhelo por un estilo de vida celestial. Xie Lian
ahora entendió que este lugar era uno de esos puntos de
referencia. No había turistas en medio de la noche, pero al día
siguiente, seguramente habría muchos turistas que
sorprendentemente descubrirían las casas y los árboles que
habían sido arrancados, y llorarían que el Señor del Viento había
aparecido.

Sin embargo, la imagen de renombre de 'El joven señor que Vierte


el Vino' fue ligeramente diferente de lo que Xie Lian había
imaginado. En ese momento, escuchó a Hua Cheng decir
sombríamente: —Gege, necesito ir a cuidar de algo pequeño. Por
favor tenga cuidado. No tardaré.

— ¿Cuidar de qué? —Xie Lian se preguntó mentalmente.

Cuando recordó la voz enojada de Hua Cheng en la red de


comunicación privada, y ahora su comportamiento hostil,
preguntó: — ¿Vas a encontrar al Reverendo de las palabras
vacías?

Hua Cheng se detuvo por un momento y luego respondió: —No.

Si no era así, no era su lugar preguntar más. Xie Lian asintió.

—De todos modos solo estabas aquí por diversión. Ya que algo
ha surgido, solo ve. Tú también te cuidas.

—En —dijo Hua Cheng. Después de una pausa, agregó: —


Cuando regrese, le diré algo.
Xie Lian se sorprendió y dijo: — ¿Qué? Pero la figura de Hua
Cheng ya había desaparecido.

Después de una hora, todavía no había nada, y Xie Lian gritó en


la red de comunicación. — ¡Señor de la Tierra! ¿Cómo están las
cosas de su lado? No lo he encontrado aquí, así que voy a volver.

— ¡Nada! —Respondió Ming Yi.

—Esto no va a funcionar. No puedo contenerme más. Xie Lian


dijo: —Vamos a encontrarnos en el centro de la Terraza del Vino
en Cascada. Voy a informar al Señor del Agua ahora mismo.

Después de eso, inmediatamente murmuró la contraseña verbal


de la red de comunicación privada de Ling Wen. —Ling Wen,
¿está ahí? ¿Puede encontrar al Señor del Agua? Por favor, dígale
que venga a reunirse en la Terraza del Vino en Cascada lo antes
posible.

La voz clara de un hombre sonó al lado de sus oídos. Parecía que


en este momento Ling Wen estaba en su forma masculina.

— ¿Su Alteza? El Señor del Agua está aquí conmigo ahora


mismo. No es alguien a quien le guste salir, así que
probablemente no descenderá. ¿Qué asunto tiene con él? Puedo
transmitir el mensaje.

En ese momento, Xie Lian casi había llegado al edificio principal


de esa Terraza del Vino en Cascada, y vio desde lejos que la
terraza parecía estar colgada con algo. Parecía una tela blanca,
meciéndose en la brisa nocturna. Xie Lian se sorprendió,
pensando: — ¿Había algo allí antes?
Cuando se acercó, finalmente vio lo que era, ¿no era esa la túnica
externa de Shi Qing Xuan?

Justo en ese momento, Ming Yi rugió en la red de comunicación:


— ¡Alteza, vaya inmediatamente al pabellón más alto de la
Terraza del Vino en Cascada! ¡¡¡DE PRISA!!!

Xie Lian se sobresaltó, y en el otro extremo, Ling Wen estaba


preguntando: — ¿Su alteza? ¿Sigue ahí?

Xie Lian exclamó: — ¡Por favor, que él descienda lo antes posible!


¡Algo le ha pasado al Señor del Agua!

Después de haber gritado ese último mensaje, corrió al pabellón.


No había más sonidos del otro extremo; Ling Wen probablemente
se sorprendió por su mensaje y fue a informar a Shi Wu Du.
Cuando Xie Lian llegó al piso más alto, en el centro del piso yacía
una persona, y era Shi Qing Xuan.

Shi Qing Xuan tenía ambos ojos fuertemente cerrados; No había


heridas externas en su persona y no había rastros de sangre. Otra
persona lo estaba ayudando a levantarse y era Ming Yi. Shi Qing
Xuan se incorporó sin conciencia y algo cayó de su pecho. Xie
Lian fijó sus ojos y sintió que su corazón se apretaba, esa cosa
era el abanico de Señor del Viento que estaba dividido en dos.
Ese raro dispositivo espiritual solo podría ser poseído por tener la
oportunidad y no por la fuerza, y no podía ser forjado ni después
de cientos de años. ¡Era el dispositivo espiritual número uno del
Señor del Viento, pero fue destruido así!

— ¡Cuando pasamos por aquí ahora no había nadie más! —afirmó


Xie Lian.
Pero justo cuando las palabras salieron de su boca, se dio cuenta
de algo más que estaba mal. Anteriormente, cuando él y Hua
Cheng llegaron, había muchos versos de poesía en la pared que
dejaron los visitantes literatos; algunos encantadores, otros
arrogantes, otros elegantes, pero ahora habían desaparecido
todos, como si alguien los hubiera limpiado, dejando atrás una
frase que no existía antes en letra Sangrienta, una fila de palabras
grandes, goteando con sangre: — ¡MISERABLE COMIENZO,
MISERABLE FIN!

¡Fue la maldición que el Reverendo de Palabras Vacías le dio a


Shi Qing Xuan el día de su nacimiento!

En ese momento, Ming Yi preguntó con frialdad: —Su alteza,


¿dónde está el que estaba con usted?

Xie Lian se sorprendió y pensó: — ¡Oh, no! ¡San Lang se fue en


un momento tan inoportuno!

En el momento en que dejó su lado, algo le sucedió a Shi Qing


Xuan. Esto realmente no se podía explicar claramente. Sin
embargo, Xie Lian no mostró nada en su rostro y explicó
solemnemente: —Le pedí que fuera a buscar a ese Reverendo de
Palabras Vacías.

— ¿Cuándo se fue? —Preguntó Ming Yi.

Sin cambiar su expresión, Xie Lian respondió: —Justo ahora. No


debería haberse ido por más de la mitad del tiempo de incienso.

A decir verdad, era mucho más largo que eso. Sin embargo, el
propio Xie Lian nunca dudó de Hua Cheng, por lo que,
naturalmente, no dejaría que nadie tuviera la oportunidad de
dudar tampoco, por temor a que surjieran más problemas.

Justo en ese momento, desde más allá de los cielos surgieron


olas de truenos y un carruaje dorado de ocho ruedas atravesó las
nubes, conduciendo hacia ellos con un aura imponente.

Incapaz de llegar a la Terraza del Vino en Cascada usando el


conjuro de Acortamiento de la Distancia, parecía que Shi Wu Du
escogió directamente por un Carruaje Dorado. Debe saberse que
cuando un carro dorado de caballos bruñidos era conducido, era
una enorme fanfarronada. Si fuera visto por mortales, que por
alguna razón contemplaban las estrellas en mitad de la noche,
seguramente sería un alboroto en su reino. Este Tirano de Agua
realmente no tenía miedo de nada.

Al ver que se acercaba el dramático carruaje dorado, Xie Lian dijo


de inmediato: —Señor de la Tierra, si algún oficial celestial
preguntara más tarde, no diga una palabra sobre el Señor Hua.
Hay muchos oficiales celestiales en la Corte Celestial a quienes
les gusta exagerar y crear historias. Este asunto no tiene nada
que ver con él, por lo que no hay necesidad de hacerlo
complicado.

Ming Yi lo miró y dijo: —Muy bien. Él estuvo de acuerdo fácilmente


y miró hacia abajo para seguir revisando la condición de Shi Qing
Xuan. Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio, pero luego, al
ver al inmóvil Señor del Viento, su corazón se hundió una vez más.

Ese carruaje dorado llegó rugiendo y, poco después, aterrizó con


senderos de favorables nubes. Fuera del vagón había un pequeño
número de oficiales celestiales menores que estaban listos para
servir, y tres grandes oficiales celestiales salieron del vehículo.
Fueron Shi Wu Du, Pei Ming y Ling Wen. Tres de los diez primeros
en el banquete de mediados de otoño habían llegado todos a la
vez. Por supuesto, Xie Lian había olvidado que él mismo estaba
sentado a la cabeza de los diez primeros. Shi Wu Du tenía las
cejas muy arqueadas, barriendo sus mangas mientras bajaba del
carruaje con el ceño fruncido, entrando al pabellón con su abanico
de Señor del Agua en la mano y Pei Ming y Ling Wen siguiéndolo
justo detrás. En el momento en que vio a su hermano menor
tendido en el suelo como un cadáver, su rostro cambió
instantáneamente y corrió hacia él.

— ¿Qing Xuan? ¡Qing Xuan! ¿Qué ha pasado?

Xie Lian respondió sucintamente: —El Señor del Viento se había


topado con el Reverendo de palabras vacías.

—... ¿Qué dijo? —Shi Wu Du exclamó con incredulidad: — ¿El


Reverendo de palabras vacías?

Al escuchar ese nombre, no solo Shi Wu Du, sino también las


caras de Pei Ming y Ling Wen estaban boquiabiertas. Al parecer,
ya sabían del tormento de Shi Wu Du. Al observar sus
expresiones, Xie Lian no podía decir quién estaba fingiendo y
quién estaba secretamente encantado; todos actuaban de forma
natural. Especialmente Shi Wu Du. Definitivamente no había
manera de que estuviera actuando. Ling Wen sacó un montón de
botellas de su manga y dijo: —Intenta alimentarlo con todos estos.

Pei Ming, por otro lado, comentó al lado: —Es usted otra vez, su
alteza.
—No puede evitarse —respondió Xie Lian. —Somos muchos los
que vamos y venimos de los cielos.

—Parece que cada vez que lo vemos, el otro siempre está cerca
también. ¿Me pregunto si es el mismo caso esta vez?

Xie Lian respondió rotundamente: —No, no. Por supuesto que no.

Sabía que estaba mintiendo, pero Ming Yi en realidad cumplió su


promesa y no pronunció una palabra. Pei Ming dejó de hablar,
hizo un gesto con la mano y dirigió a los oficiales bajo su mando
para que buscaran en las instalaciones. Dada la situación, en
realidad era mejor que Hua Cheng se hubiera ido antes. Al menos
él no estaba en la escena del crimen. Shi Wu Du no pudo
despertar a Shi Qing Xuan, pero sus ojos se desviaron
inadvertidamente hacia las gigantescas palabras sangrientas en
esa pared blanca como la nieve, y su rostro se torció de inmediato.

Este se volvió más blanco que esa pared, y temblando de furia


gritó: — ¿QUIÉN ESCRIBIÓ ESTO? ¡¿QUIEN LO ESCRIBIÓ?!

A pesar de que estaba gritando, su voz temblaba. En ese


momento, Ling Wen exclamó: — ¡El Señor del Viento está
despierto!

Xie Lian inmediatamente se agachó.

— ¿Señor del Viento?

Efectivamente, los ojos de Shi Qing Xuan se abrían lentamente.


Shi Wu Du empujó a todos a un lado y gritó: — ¿Qing Xuan?
¿Estás bien? ¿Te sientes mal en alguna parte? ¡¿Quién te hirió?!
Shi Qing Xuan estuvo aturdido por un buen rato antes de que
despertara lentamente. Cuando volvió a ser consciente, lo primero
que vio fue el rostro de Shi Wu Du. Al momento siguiente, algo
que nadie había esperado sucedió.

Alejó a Shi Wu Du, se agarró la cabeza y gritó: —


¡AAAAAAAAHHHHHHH-!
Capítulo 113: Palabras burlonas para confundirme a mí y también a mi Señor (parte
uno)

Habiendo sido empujado con tanta fuerza, el respetado Señor del


Agua casi cayó al suelo, confuso y atónito. Pasó un momento
antes de que gritara.

—Qing Xuan, es Gege.

Shi Qing Xuan rugió.

— ¡SÉ QUE ERES TÚ!

Ya que sabía que era Shi Wu Du y que no estaba delirando,


incapaz de reconocer a las personas, ¿por qué esa reacción?

Shi Wu Du lo alcanzó de nuevo.

—Todo está bien ahora...

Shi Qing Xuan le dio una palmada en la mano.

— ¡BIEN MI TRASERO! ¿Cómo puede algo estar bien? ¡No digas


nada más! AAH! ¡NO PUEDO LIDIAR CON ESTO!

En el momento en que esas palabras salieron de sus labios, no


solo Shi Wu Du, sino también los rostros del Ling Wen que estaba
de pie a un lado y el Pei Ming que acababa de regresar de
entregar directivas a sus subordinados, ambos cambiaron de
color.
—Qing Xuan, deten esto. Lo que acabas de decir no es diferente
a abofetear a tu hermano y derramar veneno en su corazón.

Por lo general, cuando Shi Qing Xuan oía a Pei Ming hablar, debía
responder el doble, pero ahora solo sostenía su cabeza sin decir
nada, ignorándolo por completo, solo murmurando como si
estuviera poseído.

—No quiero escuchar nada. Tú deja de hablar también. Déjame


calmarme. Solo vete. ¡SOLO SALGAN DE AQUÍ!

Finalmente, Shi Wu Du no pudo soportarlo más.

— ¡¿QUÉ TONTERÍA ESTÁS ESCUPIENDO?! —gritó.

Ling Wen también reprendió: —Señor del Viento si hay algo solo
díganoslo, para que sepamos lo que podemos hacer para
resolverlo...

Shi Qing Xuan rugió, enfurecido.

— ¡¿NO ENTIENDEN LAS PALABRAS QUE SALEN DE MI


BOCA?! ¡SALGAN DE AQUÍ! ¡¿PUEDEN TODOS POR FAVOR
IRSE DE AQUÍ! ¡AAHHH! ¡¡¡AAAAAAHHHHHHHHH!! Él estaba
gritando como si estuviera desquiciado, gritando y gritando y de
repente escupió un bocado de sangre.

— ¡Señor del Viento! —Exclamó Xie Lian.

Shi Wu Du inmediatamente tomó su muñeca para controlar su


pulso, pero después de sentirlo, su rostro se volvió más aterrador
que un demonio, como si fuera a vomitar sangre en el lugar
también.
—Señor del Agua, ¿qué le pasa al Señor del Viento?

Xie Lian preguntó mientras se estiraba para verificar, pero Shi Wu


Du apartó su mano con fuerza, mirándolo con furia como si no
pudiera permitir que Xie Lian supiera exactamente cuál era la
condición de Shi Qing Xuan. Poco después, se dirigió a su
hermano menor: —Estás enfermo. Estás desorientado por el
terror. Te llevaré de vuelta para curarte. Seguro que te curarán.

Shi Qing Xuan lo miró fijamente y pronunció lentamente sus


palabras: —No estoy enfermo. ¡Si estoy enfermo, deberías
saberlo mejor! No me tomes por loco, soy muy consciente. ¡Nunca
he sido tan consciente en mi vida!

Shi Wu Du lo agarró y lo arrastró al carruaje, gritando: — ¡No


entiendes nada! ¡No digas tonterías!

Shi Qing Xuan gimió: — ¡MING-XIONG! MING-XIONG


¡SÁLVAME! ¡SU ALTEZA! ¡SÁLVEME!

Extendió ambos brazos, agarrando a los otros dos uno con cada
mano, y Xie Lian y Ming Yi sostuvieron las manos que les alcanzó.
Sin embargo, Shi Wu Du lo alejó a la fuerza otra vez.

—Vamos. Todo está bien. Gege está aquí.

Shi Qing Xuan seguía gritando, y Pei Ming y Ling Wen fueron a
ayudar a Shi Wu Du a detenerlo. Ming Yi gritó: — ¡Tu hermano no
quiere volver contigo!

Xie Lian también exclamó: —Ese Reverendo de palabras vacías


no ha sido vencido todavía, Señor del Agua, ¿qué planea...?
Shi Wu Du lo interrumpió bruscamente: — ¿Qué Reverendo de
palabras vacías? No tengo idea de qué están hablando. Él está
enfermo. Su mente está confundida. ¡ESO ES TODO!

—Pero Señor del Agua—... Xie Lian lo intentó de nuevo.

Shi Wu Du lo interrumpió: —Este es mi hermano, ¿cree que lo


maltrataría? Este es nuestro propio asunto familiar, ¡no hay
necesidad de molestar a extraños! ¡Podrían los dos señores, por
favor, no difundir la noticia de esto tampoco y solo se ocupen de
sus propios asuntos!. Luego, levantó la mano delante de Shi Qing
Xuan y lo frotó. Una vez que Shi Qing Xuan perdió el conocimiento
por la frotada, se vio obligado a subir al carruaje dorado.

Aunque sus palabras fueron groseras, no aturdieron a Xie Lian. Él


no estaba equivocado Después de todo, Shi Wu Du era el legítimo
hermano de sangre de Shi Qing Xuan, entonces, ¿cómo podría
hacerle daño a Shi Qing Xuan? Además, había otros dos oficiales
celestiales que los acompañaban, por lo que tener a Shi Qing
Xuan de regreso con ellos era la opción más segura. ¿Cómo
podrían los extraños seguir interfiriendo cuando la familia misma
se presentó?

El abanico de Señor del Viento se partió en dos en el suelo sin


que nadie se preocupara, y Ling Wen lo recogió, hablando con Xie
Lian y Ming Yi: —Su alteza, Señor de la Tierra, por favor, no se
ofendan. El Señor del Agua solo está enojado por la
preocupación. Este asunto es personal y los escándalos
personales no deben ser difundidos, así que ruego a mis señores
que no se lo cuenten a otras personas. Él seguro que los
compensará cuando esto esté resuelto.
Después de decir unas más palabras corteses, Ling Wen también
abordó el carruaje apresuradamente. Ese carruaje dorado se
elevó en el aire retumbando y luego voló. Fue solo después de ver
cómo la corriente de nubes desaparecía gradualmente en el cielo
nocturno para que finalmente Xie Lian se diera cuenta que el
Señor del Agua realmente se llevó al Señor del Viento de esa
forma. En cuanto a ellos, después de correr por tanto tiempo,
fueron dejados atrás, así de fácil.

Ming Yi se dio la vuelta y estaba a punto de irse cuando Xie Lian


salió de sus pensamientos y exclamó: — ¡Señor de la Tierra!

Ming Yi se detuvo en su paso, volvió la cabeza y lo miró


significativamente antes de decir: —Relájese. No diré nada sobre
Hua Cheng.

Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio y dijo: —Gracias. ¿Va


a ir a ver cómo está el Señor del Viento?

Ming Yi asintió una vez y se dio la vuelta para continuar su camino.


Aunque Xie Lian también estaba muy preocupado por el Señor del
Agua, todos los oficiales médicos celestiales en el Tribunal
Superior iban a ser más de ayuda que él. Además, Shi Wu Du
seguramente no querría que ningún extraño sea testigo de la
locura de su hermano, por lo que, debido a ese pensamiento, no
era el momento adecuado para hacer una visita ahora mismo. En
realidad, la repentina partida de Hua Cheng fue más preocupante,
por lo que, después de algunas consideraciones, Xie Lian decidió
buscar a Hua Cheng primero. Decidido, Xie Lian abandonó la
Terraza del Vino en Cascada y comenzó rápidamente su viaje
nocturno.
Incapaz de usar el conjuro de Acortamiento de Distancia y sin un
carruaje dorado de caballos pulidos, Xie Lian solo podía depender
de su par de piernas, corriendo a través de los senderos de la
montaña. Mientras corría, pensó: — ¿Qué tipo de situación puede
posiblemente enfrentar San Lang? Su expresión y tono de voz
antes lo hacían parecer algo serio. Espero poder ayudarlo esta
vez.

Ni siquiera había pasado un tiempo de incienso antes que de


repente notara que los caminos por delante de él estaban llenos
de esencia del mal. Disminuida grandemente la visibilidad, Xie
Lian aminoró el paso y pensó: —De ninguna manera. ¿Qué pasa
ahora?

Se paró a un lado de la carretera para observar y observar en


silencio. Un rato después, en lo espeso de esa aura demoníaca,
se produjo una canción de trabajo extraña.

—YI YU XI, YI YU XI21.

—YI YU XI, YI YU XI.

Al final del camino por delante, apareció una gigantesca silueta


negra.

Era negro y grande con alguna sombra flotando alrededor, pero


Xie Lian no podía decir exactamente qué era. Nunca había visto
nada con esa forma, pero seguro que era algo bastante grande.
Subconscientemente, dio un paso atrás en alarma, RuoYe en su
brazo izquierdo estaba listo para atacar, y apoyó su mano derecha
en la empuñadura de Fang Xin.

21
[噫 籲 嚱] "YI YU XI" es solo un sonido sin significado.
Poco después, esa cosa gigante mostró su verdadera forma en la
niebla. Los ojos de Xie Lian se agrandaron un poco. Resultaba
que, fue una glamurosa litera.22

Esa litera era extremadamente extravagante, de su dosel dorado


colgaban exquisitos y muy ligeros velos de satén, y si alguien se
sentara en el trono en su interior, seguramente estarían envueltos
en la extensión de encantadoras cortinas Sangrienta, permitiendo
que su oscura silueta se muestre solo a través de la imaginación.
Los porteadores que llevaban esa litera eran cuatro esqueletos
dorados con estructuras óseas anormalmente grandes, y gritaban
su canción de trabajo YI YU XI YI YU XI mientras se abrían
camino. Al lado de cada esqueleto flotaban pequeños y lánguidos
remolinos de fuegos de fantasmas, girando alrededor, pareciendo
ser utilizados para la iluminación porque cada vez que llegaban a
una zona más oscura, los fuegos de los fantasmas ardían más.

La visión era tan anormal, extraña y demoníaca, que Xie Lian no


pudo evitar mirar, preguntándose si se había encontrado con una
dama fantasma yéndose a encontrar con un amante para una cita.

Se apresuró a retroceder más hacia el lado de la carretera para


que se fueran. Inesperadamente, sin embargo, esos cuatro
esqueletos dorados que transportaban la litera se detuvieron
frente a él y cada uno de ellos giró sus cráneos hacia él.

22
[步 輦] Una litera, es una clase de vehículo, un transporte impulsado por
humanos. Los Palanquines y las sillas Sedan están clasificadas como literas,
pero a menudo son cabinas en cajas.
Asimismo, palanquines y sillas de sedán son básicamente lo mismo. El nombre
Silla de Sedán se usó en el oeste después de que el palanquín se importó a
Europa a principios del siglo XVI.
Uno de los huesos de la mandíbula del esqueleto dorado crujió y
salió un sonido de quién sabe dónde, hablando con una voz
temblorosa: —El Señor Chengzhu23 nos envió a recibir al Príncipe
Heredero de XianLe. ¿Es mi señor su alteza?

—...

Señor Chengzhu no debería ser otro más que Hua Cheng. Xie
Lian retiró la mano de la empuñadura de la espada y respondió:
—Ese soy yo.

Crack. Crack. Los esqueletos parecían estar contentos y bajaron


la litera.

—Por favor aborde, ¡vamos!

¿Los cuatro esqueletos de oro iban a llevarlo a ver a Hua Cheng?


Xie Lian dijo a regañadientes: —Eso es... demasiado problema.

—Disparates. No es ningún problema, este es nuestro trabajo.

— ¡Su alteza, por favor aborde! Lord Chengzhu lo está esperando.

Por lo tanto, Xie Lian cuidadosamente subió a la plataforma,


levantó el velo y se sentó dentro.

—Gracias por tomarse la molestia.

Los esqueletos dorados estaban extáticos, crepitaban y decían


algo incomprensible, luego recogieron la litera y comenzaron a
saltar por los senderos de las montañas.

23
[城主] 'Chengzhu' significa Señor Alcalde o Señor de la Ciudad.
Esa litera tenía encima una silla de mimbre cosida con brocado,
sumamente cómoda, y Xie Lian estaba sentado en el centro,
sintiendo que parecía un poco grande para una sola persona. La
litera llevada por esos esqueletos dorados parecía estar
afrontando baches y ser temblorosa, pero cuando se sentó, el
viaje fue bastante estable. Se movió extremadamente rápido, más
rápido que volar con una espada, y aparte de esa extraña canción
de trabajo que esos esqueletos dorados disfrutaban de cantar, era
prácticamente silencioso, mucho más que ese carruaje dorado
con caballos bruñidos, y aún más misterioso.

En el pasado, cuando Xie Lian seguía siendo el príncipe heredero,


también montaba una litera cuando salía de vez en cuando. Era
mucho más joven en ese entonces, y se sentaba en el regazo de
su padre o de su madre, llevado por los asistentes del palacio
especialmente escogidos, quienes enaltecían y aclamaban a su
alrededor, impresionantes e imponentes. Después de que se hizo
más grande ya no lo disfrutaba tanto. Sin embargo, esta fue la
primera vez que era transportado por esas criaturas, por lo que
todavía no pudo evitar sorprenderse.

Después de viajar por un tiempo, repentinamente sintió que una


banda de fuegos de fantasmas verdes estaba por delante, sus
luces tenues brillaban a través del velo, y charlas silenciosas
flotaban en el aire.

— ¿Quién va allí? ¿No deberías estar dejando algo, tras cruzar a


través de este cementerio?

Parecía que se encontraron con fantasmas salvajes que


bloqueaban caminos. Las sombras comiendo sombras, los
fantasmas devorando fantasmas, ¿incluso se atrevieron a
provocar a Hua Cheng? Esos esqueletos crepitaron y se rieron.
— ¿Qué quieres que dejemos algo?

Xie Lian solo estaba pensando si debería mostrar su rostro y lidiar


con esto cuando escuchó esas pequeñas voces gritar: —
¡AIYOYOYOYOYO PERDÓNENOS! ¡Nuestros ojos de mierda
están ciegos y no nos dimos cuenta de que esta era la litera de
nuestro viejo Señor Hua Cheng! ¡Vuelvan al cementerio, vuelvan!
Mis señores por favor pasen como ustedes lo deseen. ¡Mis
señores son generosos, pasen como deseen!

Esos esqueletos dorados dijeron: —Demasiado tarde, demasiado


tarde, el Señor Chengzhu ha dado instrucciones claras de que la
alteza sentada en esta litera no debe ser ofendida. Ahora que esta
alteza ha sido retrasada, ¿por qué no nos dicen qué se debe
hacer?

Lamentos y gritos diabólicos aullaban a su alrededor. Xie Lian no


pudo soportarlo más y dijo: —Um, olvídelo. Ya que estamos
apurados, simplemente dejemos esto.

Esos esqueletos dijeron: —Ya que su alteza lo dice, entonces los


dejaremos ir. ¡Todos ustedes la tuvieron fácil!

Xie Lian agregó: —Sin embargo, tenga en cuenta que nunca


bloquear las carreteras en el futuro ni perjudicar a los viajeros.

Los fantasmas salvajes se regocijaron: — ¡Nonono, juramos que


eso nunca ha sucedido! ¡Gracias mi Señor!

— ¡Márchense! —Gritaron esos esqueletos.


Mientras pasaban, Xie Lian escuchó débilmente el balbuceo de
los fantasmas femeninos, charlando maravilladas: —Oye, ¿quién
creen que es la alteza en esa litera? Nunca he escuchado a la
litera de oro del Señor Hua cargando a nadie más.

—Si fuera una dama, entonces sería fácil de adivinar. Sin


embargo, es un hombre. Muy extraño.

— ¿Qué tiene de extraño? —Se preguntó Xie Lian.

En el segundo siguiente, escuchó a esas mujeres fantasmas


decir: —Sí. ¡Y yo aquí estaba tan segura de que la litera de oro
era definitivamente para la señora esposa!

--------------------------------------------------------------------------------------

Después de haber corrido por días, Xie Lian se montó en la litera


y se sintió somnoliento. Usó su mano para sostener su mejilla,
quedándose dormido. Pasó otro largo rato y sintió que la litera se
detenía de nuevo. Murmuró de manera semi-consciente.

— ¿Qué sucede?

Pensó que se habían encontrado con otra banda de fantasmas


salvajes que bloqueaban caminos, pero justo cuando las palabras
salían de sus labios, sintió que la litera bajaba, y otra persona se
había subido. El hombre levantó el velo y llamó suavemente: —
¿Gege?

Xie Lian se frotó los ojos y los entrecerró, mirando hacia la voz.

— ¿San Lang?
El que había venido era naturalmente Hua Cheng. Cuando vio el
estado medio despierto de Xie Lian, con los ojos nublados y
aturdido, se sorprendió un poco. Xie Lian se sentó avergonzado y
se aclaró la garganta: —Me quedé dormido accidentalmente.

Poco después, Hua Cheng sonrió y se acercó a sentarse también.


—Gege está agotado. Espero que a Gege no le importe si entro.

Xie Lian asintió e intentó moverse más hacia la derecha,


deseando dejar más espacio para Hua Cheng, pero Hua Cheng
extendió su brazo y lo agarró por el hombro derecho, tirando de él
hacia atrás. —No es necesario. Hay suficiente espacio.

A decir verdad, no había. Esta litera de era astuta; demasiado


grande para una persona, pero demasiado apretada para dos, no
era un ajuste perfecto a menos que fuera como cuando Xie Lian
era más joven y uno se sentaba en el regazo del otro.

—Te fuiste justo a tiempo antes. Tres oficiales celestiales de la


Corte Superior descendieron todos al mismo tiempo.

Hua Cheng dijo: — ¿Fueron los tres tumores? Ya lo esperaba.

Xie Lian se rió burlonamente.

— ¿Esa fue la razón por la que huiste?

Hua Cheng también respondió en tono de broma: —No, fui a pedir


el carruaje. Entonces, ¿Qué le parece, Gege? ¿No es más
divertido mi Infernal Carruaje de Demonios que el carruaje dorado
de esos oficiales celestiales en la Corte Superior?
— ¡Sí, es muy divertido! —Xie Lian se echó a reír, pero cuando
recordó el terrible estado del Señor del Viento, ya no pudo reírse
y se volvió solemne. —Por cierto, San Lang, ¿qué es lo que
querías decirme antes?

Inadvertidamente, sus ojos se encontraron. Hua Cheng todavía


tenía el hombro derecho de Xie Lian en su agarre, sin haberlo
soltado, como si lo estuviera abrazando. Mirando desde afuera,
solo dos siluetas superpuestas podían ser vistas dentro de los
velos de esa litera, acurrucadas juntas, inseparables. Dentro de
las cortinas rojas, Hua Cheng sonrió,

—Gege, ¿quiere casarse?

—... ¿Eh? —Xie Lian se sobresaltó.

Tal mirada, tales palabras, estaban tan cerca sin tener a dónde
correr. Instantáneamente, los colores explotaron en la visión de
Xie Lian y su mente quedó completamente en blanco, toda su
persona estaba congelada, más rígida que un cadáver.

Al ver su reacción, Hua Cheng sacó su brazo y soltó una risita.

—Es una broma. ¿Sorprendí a Gege?

Fue un buen momento antes de que Xie Lian volviera a sí.

—... eres demasiado. ¿Cómo puedes bromear sobre algo como


eso?

No fue solo un shock. Estaba tan confundido que su corazón casi


se detuvo. También había un rastro de dolor que él mismo no
había notado.
Hua Cheng se rió.

—Mi error.

Extendió sus largas piernas y las cruzó, colocándolas en el frente,


moviendo sus botas, y las cadenas de plata tintinearon unas
contra otras, sonando nítidamente, verdaderamente la mismísima
imagen de la travesura. Si esto fuera antes, Xie Lian pensaría que
este joven es divertido y entrañable, pero ahora, por alguna razón,
ese ruido interrumpía su calma y una frustración inexplicable llenó
su mente. Después de sentirse sacudido por un momento, no
pudo evitar decir otra vez mentalmente: — ¿Cómo puedes
bromear sobre algo así...?

Sin embargo, cuando pensaba en ello, no había de nada malo.


Fue precisamente porque no significaba nada como para que
fuera usado como una broma.

Hua Cheng notó su extraña expresión e inmediatamente se


enderezó: —Su alteza, no se lo tome en serio. Estaba equivocado
justo ahora. Nunca volveré a bromear sobre esto.

Al ver que se disculpó con tanta solemnidad, Xie Lian se sintió mal
y pensó: — ¿Soy estúpido? Era solo una broma y nada serio.
Además, San Lang solo dijo; ¿quiere casarse? Pero no especificó
con quién, así que, ¿a dónde se fue mi mente? ¡Contrólate! ¡En
este instante! ¡Ahora mismo!

Se golpeó a sí mismo varias veces mentalmente y mantuvo su


espíritu antes de sonreír: —No, no no, ¿cómo te equivocaste? No
lo entiendas mal, solo estaba pensando en el Señor del Viento,
así que me veía un poco serio.
— ¿Oh? —Dijo Hua Cheng. —Ya que el Tirano de Agua también
descendió, ese asunto debería ser resuelto.

Los dos fueron sumamente cooperativos en cambiar el tema. Xie


Lian comenzó a pensar seriamente y sacudió la cabeza
suavemente: —San Lang, ¿realmente crees que todo esto ha
terminado? De alguna manera creo que esto es solo el comienzo.

Shi Qing Xuan siempre había admirado y respetado a su hermano


mayor, pero cuando escapó del peligro y vio la cara de su
hermano, reaccionó así. Un pensamiento horroroso entró en su
mente: ¿podría ser que el que engañó a Shi Qing Xuan a abrir las
puertas era Shi Wu Du?

Aunque Shi Wu Du debió haber estado en compañía de Ling Wen


y el General Pei en ese momento, aun así no sería difícil para los
oficiales celestiales espiritualmente poderosos crear clones y
enviarlos a hacer recados. Estaba a punto de seguir contándole a
Hua Cheng algunas de sus sospechas y suposiciones cuando, en
cambio, Hua Cheng dijo: —No. Este asunto ha terminado y se
acabó.

Su tono era firme y Xie Lian no pudo evitar sorprenderse.

— ¿San Lang?

Hua Cheng lo miró fijamente.

—Gege, ¿confía en mí?

Xie Lian lo miró a los ojos y se mostró igualmente firme.


—Lo hago.

Hua Cheng dijo lentamente: —Entonces, créame. Manténgase


alejado del Señor del Viento, Señor del Agua, Señor de la Tierra,
Ling Wen y Pei Ming. Cuanto más lejos, mejor.
Capítulo 114: Palabras burlonas para confundirme a mí y también a mi Señor (parte
dos)

Después de esa línea, algunos pensamientos aparecieron


pesadamente en la mente de Xie Lian el resto del camino. Intentó
preguntar por más, pero cada respuesta que Hua Cheng le dio
después de eso, parecía significar —Eso es todo lo que diré sobre
el tema. Por lo tanto, Xie Lian no insistió más.

Cuando regresaron al Satuario Puji, el amanecer aún no había


entrado en el horizonte.

Al abrir la puerta, Xie Lian pudo ver que todos los platos estaban
limpios y guardados. Lang Ying, Gu Zi y Qi Rong estaban
durmiendo dentro, con una manta cubriéndolos, pareciendo muy
cómodos. Parecía que después de que él se fue, realmente había
alguien que cuidaba las cosas con atención, y ya se había ido en
silencio.

Esta vez, cuando Xie Lian regresó, lo que siguió fue una gran pila
de oraciones.

El Santuario Puji nunca había recibido tantas oraciones antes,


pero no creía que esto tuviera algo que ver con que el comerciante
rico difundiera su buen nombre… esto era correcto. Ese
comerciante rico que vivía en la ciudad finalmente sí vino a cumplir
su promesa.

Sin embargo, incluso si llegó, o bien no se dio cuenta de la señal


muy obvia que Xie Lian colocó justo enfrente, o lo ignoró a
propósito. Tampoco donó el dinero que prometió que haría. El
propósito más importante de su venida aquí fue obsequiar un
estandarte de brocado, y se la presentó con entusiasmo a Xie Lian
ante toda la gente del pueblo. Xie Lian lo abrió sin sospechar e
inmediatamente lo dobló. Aun así, las palabras gigantes en el
estandarte de brocado estaban profundamente arraigadas en su
mente: —Devolver a los bebés a través de las manos mágicas 24

—???

Después de despedir a ese rico comerciante, exhaló un largo


suspiro. Había estado preocupado todos los días preguntándose
cuándo finalmente se derrumbaría la choza; él realmente no sabía
cuándo podría ser reparada. Hua Cheng, que se había apoyado
contra la puerta, parecía haber adivinado sobre qué estaba
suspirando y dijo: —Hace mucho tiempo que quería decir algo. Si
Gege no se siente seguro viviendo aquí, ¿por qué no se muda a
otro lugar?

Xie Lian negó con la cabeza: —Es fácil para ti decirlo, San Lang.
¿A dónde me mudaría?

Hua Cheng sonrió. — ¿Por qué no se muda a mi casa?

Xie Lian sabía que esas palabras no podían ser tan


despreocupadas como sonaban, pero desde la 'broma' de la otra
noche, una pequeña sombra se manifestó en su corazón por

24
[妙手 回 胎] ‘Devolver a los bebés a través de las manos mágicas' fue un
parafraseo de la frase [妙手回春] ‘Volver a la primavera a través de las manos
mágicas’, que es un cumplido para los médicos tan hábiles que pueden
devolver la vida a los muertos. En este caso, el comerciante adinerado quería
elogiar la habilidad de Xie Lian para devolver a los fetos.
alguna razón, y no se atrevió a responder a más palabras. Hua
Cheng respondería usando esa actitud de broma solo mostrando
una sonrisa, inclinando su cabeza.

En cuanto a las oraciones recibidas, aunque no eran más que


mundanas, como el viejo buey que se rompió la pierna y no podía
trabajar en los campos o la esposa de la casa quedó embarazada
y no pudo ayudar en los campos, etc, seguían siendo oraciones,
y él debía tratar a todos los adoradores por igual. Después de un
par de días, Xie Lian respondió a las oraciones y fue a la aldea
para ayudar a arar y plantar los campos.

Ya que Hua Cheng se había quedado con él, naturalmente él iba


a jugar. Debido a que este era un trabajo manual difícil, al principio
Xie Lian no había querido que trabajara en los campos también,
pero él se negó a ser persuadido, por lo tanto, se cambiaron a
ropa gruesa, se subieron las mangas y la basta del pantalón y
entraron en las aguas de arrozales.

Mirando a lo lejos, una gran extensión de exuberantes campos de


arroz con arroz verde estaba llena de bulliciosos agricultores, y
entre ellos, había dos siluetas que eran particularmente visibles.

Incluso si estaba vestido con la ropa arenosa de Xie Lian, no se


podía esconder ni un poco de los impresionantes aires de Hua
Cheng. Más bien, ese atuendo irregular acentuó su rostro y su
figura. Los dos tenían la piel pálida, los brazos hermosos, las
piernas largas y rectas, pintando una imagen llamativa y
centelleante entre los granjeros de cara fangosa, haciendo que las
chicas de la aldea que estaban acostumbradas a ver personas
comunes, se ruboricen y se les acelere el corazón.
Ellas continuaron echando miradas furtivas y, como estaban
transplantado plántulas, pronto sus injertos fueron plantados fuera
de su curso y se convirtieron en líneas curvas, haciendo que todos
se burlen de ellas.

La piel blanqueada de Hua Cheng era del color que carecía de


sangre. Xie Lian, por otro lado, era rosado a través del blanco
translúcido y, debido a su físico natural, cuanto más sudaba, más
su piel se volvía hermosa como el jade. Con el sol ardiente en lo
alto, solo trabajó un rato antes de que toda su persona fuera
blanca como el polvo. El calor seco era intolerable, y él seguía
limpiando las gotas de sudor que rodaban por su cuello. Sin
embargo, cuando pensó en cómo los fantasmas eran todas
criaturas de las sombras, disgustados con el sol, entonces se dijo
que Hua Cheng debía estar aún más irritado, y Xie Lian giró la
cabeza para mirar. Efectivamente, Hua Cheng también se
enderezó lánguidamente, usando una mano para bloquear el sol,
con los ojos entrecerrados. Escondido en las sombras de su mano
derecha, también estaba mirando en dirección a Xie Lian.

Xie Lian se acercó y presionó el sombrero de bambú sobre su


cabeza.

—Toma.

Hua Cheng se sorprendió un poco al principio, pero pronto


entrecerró los ojos en una sonrisa.

—Está bien.

Aunque Hua Cheng dijo que iba a trabajar en los campos solo por
diversión, cuando realmente se puso a trabajar fue mucho más
rápido que Xie Lian, ágil y eficiente, extremadamente hábil. Una
hora más tarde, Xie Lian terminó de transplantar su campo de
arrozales, pero ya estaba adolorido y molido, golpeando y
masajeando su cintura, y Hua Cheng se acercó para ayudarlo. Xie
Lian echó un vistazo y no pudo creer que, después de la misma
cantidad de tiempo, Hua Cheng en realidad terminó solo un gran
campo en silencio, con cada tallo de arroz verde parado en los
arrozales, limpio y ordenado, agradable a la vista. Xie Lian dijo
con seriedad: —San Lan, realmente aprendes rápido. No
necesitas ayudarme, ve a sentarte y descansar, y bebe un poco
de agua o algo.

Por lo tanto, Hua Cheng fue a las crestas del campo para
recuperar agua. El jefe de la aldea había estado observando a un
lado durante un tiempo, y en ese momento dio un pulgar hacia
arriba.

—Daozhang, ¿a qué casa pertenece ese pequeño muchacho?


¡Es tan diligente! ¡Tan increíble! ¡Solo uno de él es tan bueno
como diez hombres! ¡Si una chica llamara su atención, entonces
sería su buena fortuna!

Xie Lian hizo pufft y se echó a reír, pero no pasó mucho tiempo
antes de que algunos otros también vinieran en secreto para
preguntar: —Oye, oye, daozhang, ¿de dónde está ese chiquillo
que se queda en tu santuario? ¿Ya está casado? No podría haber
una esposa en su casa todavía, ¿verdad?

— ¿Seguramente no? ¡Es tan joven!

Xie Lian no sabía si reír o llorar y respondió vagamente: —Um...


supongo. Es joven, por lo que aún no es hora de considerar nada.
Esos aldeanos dijeron inmediatamente: —Bueno, eso no está
bien. Es precisamente porque es joven que el asunto debe
resolverse pronto.

—Daozhang, tiene que hablar con él. Los hombres tienen que
asentarse temprano antes de que puedan madurar. Tienen que
construir una casa antes que nada.

— ¡Eso! ¡Gente joven! ¡Ellos son jovenes! ¡No podrán soportar las
noches solitarias!

Esos aldeanos eran todos de hogares con hijas y querían excavar


por más información, y justo cuando Xie Lian los rechazaba
cortésmente, Hua Cheng se acercó con una botella de bambú que
colgaba en su mano: —Estoy casado. Hay una esposa en casa.

Cuando los aldeanos se enteraron, se sintieron muy


decepcionados, pero todavía implacables: — ¿De qué casa es la
señora? ¿No nos dirá el joven amigo?

—No nos estás mintiendo, ¿verdad?

— ¿Ella debe ser virtuosa y hermosa?

Hua Cheng levantó las cejas.

—Em. Eso es correcto. Es una persona virtuosa y hermosa. Una


persona especial noble y amable que me ha gustado desde que
era joven. He estado enamorado por muchos años y he trabajado
muy duro antes de que pudiera ganarme a esa persona.
Habló con una certeza tan seria, sin un indicio de falsedad, que
los aldeanos sintieron que no había más que decir y solo podían
dispersarse, sintiéndose decepcionados.

Xie Lian estaba concentrado escuchándolo cuando Hua Cheng le


pasó un paño y una botella de agua.

— ¿Agua?

Xie Lian tomó la tela y limpió las manos que estaban cubiertas de
barro antes de tomar la botella de agua para beber unos tragos,
luego se la devolvió. Subconscientemente, la tela en sus manos
se hizo en una bola amontonada, y se limpió aquí y allá. Después
de intentar guardárselo por un tiempo, no pudo evitar preguntar:
—... ¿es cierto?

Hua Cheng tomó la botella de bambú y bebió un trago él mismo,


mientras su manzana de Adán subía y bajaba una vez, antes de
bajar la cabeza.

— ¿Hum? ¿Qué cosa?

Xie Lian levantó la manga y se secó un poco de sudor en el


costado de su cara, preguntándose si el sol era un poco
demasiado grande porque tanto su frente como sus mejillas se
estaban quemando. Hizo lo mejor que pudo para sonar lo más
informal posible y sonrió: —Hay una persona en casa, virtuosa y
hermosa, una persona verdaderamente noble, amable, alguien
especial. Has estado tan enamorado por muchos años y has
trabajado muy duro antes de que pudieras ganarte a esa persona.

—Oh. —Hua Cheng dijo: —Eso es una mentira.


Xie Lian no se había dado cuenta, pero dejó escapar un suspiro
de alivio. Esta vez, su sonrisa era genuina, y copió el tono de Hua
Cheng de antes.

—Eres un mentiroso.

Hua Cheng sonrió y añadió: —Pero, no todo fue una mentira.


Simplemente no he ganado a esa persona todavía.

Al oír esto, Xie Lian se quedó atónito, pero Hua Cheng ya se había
dado la vuelta y se había ido para seguir trabajando en los
campos.

Xie Lian se quedó donde estaba por un buen rato, aturdido, antes
de inclinarse y lentamente volver a trabajar. Por alguna razón, se
sentía un poco infeliz. Poco después, descubrió una pequeña
hilera de sus injertos fuera del curso e inmediatamente volvió a sí.

Mientras trabajaba en los campos, intentó conectarse en privado


con el Señor del Viento a través de la red de comunicación
privada. Aunque Hua Cheng le advirtió que no se acercara al
Señor del Viento y su grupo, Xie Lian no pudo hacerlo. Estos
últimos días, trató de enviar mensajes varias veces, pero aún no
hubo respuestas, nada más que silencio. Por lo tanto, cambió sus
tácticas y se acercó a Ling Wen en su lugar.

—Ling Wen, ¿cómo está en Señor del Viento? ¿Está un poco


mejor?

Ling Wen se conectó instantáneamente, y su voz sonó junto a los


oídos de Xie Lian.

— ¿El Señor del Viento? Creo que está un poco mejor.


Xie Lian instintivamente supo que no estaba diciendo la verdad,
pero no insistió. Sin embargo, eso le ayudó a decidirse a subir un
poco para echar un vistazo.

En ese momento, Ling Wen agregó: —Por cierto, el Señor del


Agua le envió un regalo y ya llegó. Por favor, recuerde echar un
vistazo, su alteza.

Xie Lian se sorprendió: — ¿Un regalo? No hay necesidad de eso.


No he hecho nada que merezca una recompensa.

—No hay necesidad de ser humilde —dijo Ling Wen. —El Señor
del Viento agarraría a cualquiera para que lo acompañe cuando
se sienta impulsivo, y ha soportado las dificultades a su lado
durante tanto tiempo, por lo que, en todos los sentidos de la
palabra, no hay vergüenza en aceptar el regalo. El Señor del Agua
dijo que no era más que una pequeña muestra de agradecimiento,
así que simplemente tómenlo.

Xie Lian todavía no lo consideraba apropiado y se quedó


pensando en ello.

Después de terminar su trabajo y prepararse para irse, Hua Cheng


fue a la casa del Líder de la aldea para ayudar a reparar su arado
y Xie Lian regresó al santuario Puji primero. Después de mover a
los tres buenos para nada, como los llamó Hua Cheng, detrás del
santuario, Xie Lian buscó por toda la pequeña morada,
preguntándose: — ¿Dónde está el regalo?

Pensando que podría haber caído en las grietas detrás de la caja


de la donación, se puso las mangas y estaba a punto de mover la
caja cuando, inesperadamente, cuando trató de levantar la caja,
esta se quedó inmóvil. Esa caja de donación era excesivamente
pesada, como si hubiera echado raíces en el suelo. Perplejo, Xie
Lian sacó la llave y abrió la caja. El momento en que hizo la
brillante luz dorada casi lo cegó.

Esa caja de donación estaba repleta de barras de oro, y con solo


una mirada burda, ¡había al menos lo suficiente como para
convertirse en un millón de méritos!

Xie Lian al instante cerró la tapa con fuerza, presionándola con


ambas manos, pensando: — ¿Nada más que una pequeña
muestra de gratitud?

Obsequiar algo tan caro sin ninguna razón, ¿era este el precio
para que selle sus labios? Al principio, había considerado que, si
realmente no era más que un pequeño regalo, como un brazalete
de jade espiritual para ahorrar poder o algo así, entonces tal vez
sería mejor tomarlo. Después de todo, devolver un regalo podría
dañar el rostro del Señor del Agua y el Señor del Agua era
orgulloso, por lo que no sería bueno hacerlo. Pero ahora, está
bien, como se esperaba del Dios de la Riqueza. Un cofre tan
grande hasta el borde con barras de oro, tenía que devolverlo.

Dio la casualidad de que planeaba hacer un viaje a los cielos de


inmediato para inspeccionar al Señor del Viento. Suponiendo que
Hua Cheng no regresaría tan rápido, dejó una nota y luego cargó
esa caja de donación opresivamente pesada en su espalda antes
de despegar.

Inesperadamente, en el momento en que llegó a la Corte


Celestial, era un caos por todas partes y Xie Lian se quedó
estupefacto con los ojos muy abiertos. La perfectamente en buen
estado Gran Avenida Marcial estaba llena de escombros y
baches; grietas y cráteres llenaban la calle. Un grupo de oficiales
celestiales subalternos corrían de un lado a otro, y Ling Wen
estaba en cuclillas junto a un profundo cráter, masajeando su
frente palpitante. Xie Lian se acercó y le preguntó: — ¿Qué ha
pasado?

Ling Wen levantó la vista y se sorprendió al ver la gigantesca caja


de donaciones que llevaba en su espalda: —Alteza, ¿qué está
haciendo con una caja de donaciones tan grande aquí arriba?
¿Qué ha pasado? Ahh, ni siquiera hable de eso. El general Nan
Yang y el general Xuan Zhen están luchando y destruyendo los
palacios de cada uno.

— ¿Feng Xin y Mu Qing? —Xie Lian estaba asombrado. — ¿Por


qué los dos están peleando de nuevo?

— ¿Qué otra cosa puede ser más que ese asunto con el espíritu
del feto de la última vez? Algunos de los dioses marciales estaban
en discusión, debatiendo sobre cómo lidiar con ese par de madre
fantasma e hijo. El general Nan Yang sugirió llevar ese espíritu
feto a la refinería para disolverlo, ya que esa criatura realmente
asesinó a un gran número de personas, pero Xuan Zhen no lo
dejó. Su tono no era el más agradable, por lo que Nan Yang dijo
que, como si alguna vez tú has sido tan benevolente, tal vez
tengas una conciencia culpable, etc., etc. Su alteza, ya sabe cómo
es. Ellos son así. Diga unas pocas palabras y ellos levantarán sus
puños. Solo mire. Mire alrededor. Mire en qué estado nos ha
dejado su pelea. Hace mucho tiempo que dije que los dioses
marciales realmente no tienen una buena cultura, el costo de las
reparaciones en la Corte Celestial de este año es demasiado
aterrador, solo he contado hasta la mitad y ahora he olvidado todo
de nuevo. De verdad…
Su dolor de cabeza realmente parecía bastante doloroso, y Xie
Lian dijo: —Entonces... le dejaré con eso. Iré a revisar al Señor
del Viento.

Ling Wen miró hacia arriba.

— ¿Visitar al Señor del Viento? No se moleste, su alteza. El Señor


del Viento no está permitiendo visitantes en este momento.

— ¿No dijo usted que estaba un poco mejor? —Preguntó Xie Lian.

—Eso es lo que dijo el Señor del Agua. —Ling Wen dijo: —Pero
el que el Señor del Viento no permite visitas también fue lo que
dijo el Señor del Agua. Ahora mismo ni siquiera yo puedo ver al
Señor del Viento, así que probablemente necesite más tiempo
para recuperarse. Mejor no vaya, su alteza. Hablando de eso, no
es su caja de donaciones también demasiado...

¡WHAM!

Xie Lian dejó caer la caja de la donación en el suelo.

—Entonces, por favor, ayúdeme a darle esto al Señor del Agua.


No he hecho nada que merezca una recompensa. Incluso si él no
me diera nada, Xie Lian no divulgaría nada que no deba decirse.
Se sintió ligero después de tirar esa caja y se fue
apresuradamente. Ling Wen lo llamó desde atrás, pero no obtuvo
respuesta, lo dejó pasar y siguió mirando ese profundo cráter con
la cabeza doliéndole.

Sin embargo, aunque Xie Lian se fue, por supuesto que no había
descendido al reino mortal así de fácil. En cambio, se escabulló
en el apreciado Palacio de los Señores del Viento y del Agua en
la Capital Celestial.

Aunque el palacio estaba lleno de guardias de seguridad tanto por


dentro como por fuera, una pequeña cosa como esta no podía
detener a Xie Lian. Shi Qing Xuan lo había traído la última vez, así
que tuvo una idea general de dónde estaban las habitaciones del
Señor del Viento. Se volteó sobre la pared y cambió entre correr
a través de techos sigilosamente y escabullirse en los suelos. No
le tomó mucho antes de que él llegara. Lo único que le
preocupaba era que el Señor del Viento hubiera sido trasladado
por su hermano mayor a otro lugar y que ni siquiera estuviera allí.

Afortunadamente su preocupación no se hizo realidad. Se subió


al techo y encontró un punto ciego donde otros no podían verlo y
usó sus piernas para engancharse a una de las vigas, colgando
boca abajo del alero, mirando hacia el interior de la habitación. Sin
embargo, en el momento en que miró se quedó en shock.

Shi Qing Xuan estaba atado con fuerza, con las manos y las
piernas atadas con cuerdas. Estaba atado a su propia cama, pero
seguía luchando sin cesar. Junto a él, Shi Wu Du caminaba de un
lado a otro por la cama, con un tazón lleno de algo negro y
desconocido. Hizo una pausa por un momento, luego de repente
se acercó y forzó su contenido por la garganta de Shi Qing Xuan.
Capítulo 115: Personas cruzando a través de túneles; espada penetrando desde
arriba

Tras tener su mandíbula abierta a la fuerza por Shi Wu Du y


forzado a tragar unos cuantos sorbos, Shi Qing Xuan se atragantó
violentamente, escupiendo y arrojando más de la mitad del
contenido, ensuciando todo su pecho. Él comenzó a gritar y
golpeó su cabeza hacia adelante, derribando el tazón. La cara de
Shi Wu Du estaba llena de humo y gritó: — ¡Adelante! ¡Sigue
haciéndolos caer! Hay mucho más de donde vino esa medicina.
¡Rompes un tazón, y te traigo veinte más! ¡Seguiré forzando esto
en tu garganta hasta que lo bebas!

Shi Qing Xuan rugió.

—AAAHHHHH! ¡¿NO PUEDES DEJARME SOLO?! ¡SOLO


DÉJAME MORIR!

Shi Wu Du dijo bruscamente: — ¡Soy tu hermano! Si no cuido de


ti, ¿quién lo hará?

Shi Qing Xuan dejó de hablar, girando la cabeza. Un momento


después, Shi Wu Du se sentó a un lado de la cama y suavizó su
tono: —Iré a arreglar tu abanico.

—Ya no quiero ese abanico —dijo Shi Qing Xuan.

Al Señor del Viento le encantaba ese raro dispositivo espiritual


suyo, ese abanico de Señor del Viento, y lo sacaría de vez en
cuando solo para jugar con él, e incluso en medio de las tormentas
de nieve en invierno, el abanico sería utilizado en el viento. Sin
embargo, ahora dijo que ya no quería el abanico de Señor del
Viento, Xie Lian se estaba volviendo cada vez más curioso.

—Si no lo quieres también está bien. Aprovecharemos esta


oportunidad y te forjaremos un nuevo dispositivo espiritual.

Shi Qing Xuan volvió la cabeza hacia atrás de nuevo.

— ¡Yo tampoco quiero uno nuevo! Solo déjame descender.

Shi Wu Du se volvió hacia él.

— ¿Descender? ¿Descender a dónde?

—Descender al reino de los mortales. —Shi Qing Xuan respondió:


—Ya no quiero quedarme en la Corte Superior. ¡YA NO QUIERO
SER DIOS!

Las venas aparecieron en la frente de piel pálida de Shi Wu Du.


— ¡Qué tontería! ¿Desechar tu divinidad para descender al reino
mortal? ¡Deja de hacer el ridículo! ¡¡No creo que entiendas cuánta
gente en el mundo quiere ascender y cuántos oficiales en la Corte
Intermedia morirían por unirse a la Corte Superior!!

Shi Qing Xuan gritó con ira.

— ¡Eso es correcto! ¡NO LO SÉ! ¡SOLO QUIERO SER UN


VAGABUNDO SIN RUMBO! ¡¿ES ESO TAN MALO?!

— ¡NO LO PERMITIRÉ! ¿Un despreocupado vagabundo sin


rumbo? ¡Sueña! Yo…
En ese momento, los colores de su rostro cambiaron, como si un
mensaje privado acabara de llegar a él, transmitiéndole algunas
noticias. Shi Wu Du se puso de pie inmediatamente, sus dos
dedos apretados contra su sien escucharon atentamente, y su
rostro se puso cada vez más serio. Poco después, se dirigió a Shi
Qing Xuan y dijo: —Deja de aumentar mis problemas. Estaré
ocupado durante un rato, ¡no tengo tiempo para cuidarte! ¡Una
vez que regrese de atravesar mi tercera calamidad celestial, ya no
podrás volver a actuar así! Luego, agitó las manos y salió
rápidamente de la habitación.

Una vez que estuvo lejos, Xie Lian se dejó caer en silencio,
empujando hacia la ventana en busca de colarse. Sin embargo,
no importaba cómo empujaba la ventana, no se movía; algún tipo
de sello de confinamiento debió haber sido puesto. No se atrevió
a forzarlo a abrirlo para que no se produjera un hechizo de alarma,
así que solo llamó en voz baja: —Señor del Viento. ¿Señor del
Viento?

Shi Qing Xuan se sacudió en la cama y giró la cabeza, lleno de


alegría. — ¡Alteza?!

—Soy yo. Xie Lian respondió: — ¿Qué le ha pasado? No puedo


abrir esta ventana, ¿puedo entrar de otra forma?

Cuando las ventanas no podían ser abiertas por medios normales,


es fácil adivinar el método que usaría un dios marcial para entrar
en una recámara. Shi Qing Xuan dijo apresuradamente: — ¡No lo
haga! ¡No destruya nada! Hay un hechizo que cubre todas las
ventanas y puertas aquí. Si se fuerza con violencia, todo el Palacio
del Viento y el Agua sabrá que alguien ha venido. A menos que
seamos yo o mi hermano, las puertas y ventanas solo se pueden
abrir desde adentro.
—Pero usted está completamente atado —señaló Xie Lian.

Shi Qing Xuan comenzó a luchar locamente: — ¡Alteza, espere


un momento! Déjame liberarme de esta cuerda...

... Xie Lian observó cómo toda su persona rodaba alrededor de la


cama, a veces acurrucada en un camarón, a veces
enderezándose como una tabla de acero, luchando con grandes
problemas para liberarse, y Xie Lian lo alentó suavemente, ¡Siga
intentándolo, mi Señor!

Con una breve mirada, se podría decir que la cuerda que sujetaba
a Shi Qing Xuan no era un dispositivo espiritual. Usando los
poderes del Señor del Viento, se habría roto con solo mover un
dedo, así que ¿por qué no se había roto todavía? ¿Podría ser que
Shi Qing Xuan realmente resultó gravemente herido por lo que ni
siquiera podía liberarse de una atadura tan fácil?

En ese momento, un movimiento extraño vino de debajo de la


cama de Shi Qing Xuan, y una mano se extendió repentinamente.
Xie Lian se sorprendió en shock, su cabeza explotó en alarma.

— ¡Señor del Viento, tenga cuidado! ¡Hay alguien escondido


debajo de su cama!

La boca de Shi Qing Xuan también se abrió.

— ¡¿QUÉ?!

Pero justo cuando las palabras salieron de sus labios, una silueta
negra salió rápidamente de debajo de la cama y se paró frente a
él, observándolo desde arriba.
Ese hombre estaba vestido con túnicas negras y llevaba la
máscara de un demonio. Fue difícil saber cuándo se escondió
debajo de la cama y qué planeaba hacer en este momento. Shi
Qing Xuan estaba firmemente atado en su cama, moviéndose por
todas partes tratando desesperadamente de liberarse, y Xie Lian
estaba bloqueado afuera de la puerta por el sello de
confinamiento, incapaz de entrar, verdaderamente una situación
terrible. Xie Lian solo estaba pensando en romper la ventana
cuando vio a ese hombre levantarse la máscara de su demonio,
hablando en voz baja: — ¡Cállate!

Los ojos de Shi Qing Xuan se agrandaron.

— ¿Ming-xiong? Ming-xiong! ¡Dios mío, Ming-xiong mi buen


hermano, apúrate! ¡Ayúdame a aflojar el nudo!

Con solo una mano, Ming Yi rompió la cuerda que sujetaba el


cuerpo de Shi Qing Xuan, Shi Qing Xuan estiró sus articulaciones,
se arrastró fuera de la cama y se apresuró a abrir la ventana,
aferrando las manos de Xie Lian y agitándolas.

— ¡SU ALTEZA! ¡GRACIAS POR AÚN RECORDARME!

Xie Lian le dio unas palmaditas en los hombros, y con suavidad y


habilidad saltó a la habitación.

— ¿No había un sello de confinamiento en la habitación? ¿Cómo


entró el Señor de la Tierra?

—Nada fuera de mi profesión —dijo Ming Yi.


Entonces, parece que se dio cuenta de que algo andaba mal y
recogió la cuerda en el suelo, examinándola antes de mirar hacia
arriba para preguntarle a Shi Qing Xuan: — ¿Por qué no puedes
siquiera romper con algo como esto?

Xie Lian fijó sus ojos en la cuerda también. No solo no era un


dispositivo espiritual, sino que no era nada más que una cuerda
ordinaria. El Señor del Viento poseía un poder espiritual tan fuerte,
¿cómo podía estar atado por una cuerda gruesa cualquiera e igual
luchar durante tanto tiempo?

La cara de Shi Qing Xuan se congeló y Ming Yi de repente agarró


su muñeca izquierda, su expresión se volvió fría.

— ¡¿Qué está pasando?!

Xie Lian también alcanzó la muñeca derecha de Shi Qing Xuan y


sintió su pulso por un momento, luego se quedó estupefacto: —
Señor del Viento, ¿cómo se volvió así?

¡No había rastro de poder espiritual en el cuerpo de Shi Qing


Xuan!

Poco después, Xie Lian adivinó: — ¿Fue ese tazón de medicina?

Al recordar el tazón de la medicina que Shi Wu Du estaba tratando


de forzar antes en la garganta de Shi Qing Xuan, Xie Lian se
agachó al instante para controlar su avance en el cuerpo de Shi
Qing Xuan. Sin embargo, este respondió: —No.

Ciertamente, no era esa medicina. Xie Lian sabía un poco de


medicina, y por su olor, ese caldo medicinal debería haber sido un
calmante anestésico, quizás incluso pueda causar somnolencia.
Pensando en lo que sucedió antes, en la Terraza del Vino en
Cascada, cuando Shi Wu Du agarró la muñeca de su hermano
menor y su rostro cambió a menuda expresión al instante, debió
haber notado la condición de Shi Qing Xuan en ese momento.
Para darle ese caldo a Shi Qing, Xuan, debería haber sido por su
propio bien, entonces, ¿por qué Shi Qing Xuan era tan obstinado
en rechazarlo?

No era de extrañar que Shi Qing Xuan no respondiera a su


comunicación privada. Con todo ese fuerte poder espiritual que
alguna vez tuvo, no era diferente de un mortal. Xie Lian soltó sin
pensar: —Señor del Viento, ¿ha sido desterrado?

De lo contrario, ¿cómo podría de repente convertirse de esta


manera? Sin embargo, no había grilletes malditos en su cuerpo, y
si alguien iba a ser desterrado, no habría forma de que se
cubriera. Todo el Tribunal Superior y el Tribunal Medio habrían
sabido al instante. El rostro de Shi Qing Xuan estaba pálido y
parecía que ya no podía soportar más. Xie Lian ayudó a apoyarlo
y le preguntó: — ¿Por qué le ató el Señor del Agua?

Solo entonces Shi Qing Xuan volvió tomar conciencia.

—Correcto. Mi hermano. Apurémonos y salgamos de aquí


mientras mi hermano todavía no está. ¡Hablemos después de
haber escapado!

Luego se dejó caer y se metió debajo de la cama. Xie Lian se


agachó de nuevo.

— ¡Señor del Viento!


En realidad, había un agujero debajo de la cama, yendo a quién
sabe dónde, y Shi Qing Xuan desapareció en él. Ming Yi se
agachó listo para entrar también. Xie Lian lo contempló y al final
decidió seguirlo, pero Ming Yi volvió a salir: —Su alteza, no
interfiera más en esto.

Xie Lian fue sorprendido por su bloqueo.

—El Señor del Viento me ayudó generosamente muchas veces


antes. Ahora que está en problemas, no puedo simplemente
retroceder y mirar.

—Él siempre está lleno de palabras y hechos generosos, pero la


mayoría se mantendría alejada cuando hay un verdadero
problema —dijo Ming Yi.

—La forma en que los demás se comporten no tiene nada que ver
conmigo —dijo Xie Lian. —Una vez que descubramos
exactamente lo que está pasando, por supuesto que me retiraría
si mi ayuda realmente fuera innecesaria.

La voz de Shi Qing Xuan vino desde debajo de la cama.

— ¿No vienen? ¡El agujero se está cerrando!

Efectivamente, ese agujero debajo de la cama se estaba haciendo


cada vez más pequeño. Al ver a esto, Ming Yi saltó rápidamente
y Xie Lian lo siguió. Los tres se arrastraron alrededor del túnel que
Ming Yi cavó, y cuando Xie Lian miró hacia atrás, la entrada al
agujero ya estaba tapada, realmente mágico. Preguntó en voz
baja: —Señor de la Tierra, ¿cómo excavó este túnel? Nunca he
oído que fuera posible excavar debajo de las residencias
celestiales en la Capital Celestial. Debe ser conocido que la base
de la Capital Celestial no era la misma que la tierra fangosa del
reino mortal.

Fue solo después de preguntar que supo que el Señor de la Tierra


Ming Yi solía ser un ingeniero experto en el mundo común. En su
vida pasada, reparó puentes, arregló caminos, abrió pasos de
montaña, construyó casas y otorgó prosperidad a muchos, lo que
le permitió ascender. Ahora, antes de cualquier construcción
importante en el reino de los mortales, antes de perforar la tierra,
las personas primero deben orar al Señor de la Tierra y desear las
bendiciones para un trabajo exitoso.

Después de ascender, forjó un dispositivo espiritual y fue una pala


en forma de luna creciente. Las leyendas dicen que no había
ninguna montaña que esta pala sagrada no pudiera aplanar, que
no había túnel que no pudiera ser cavado y que no había algún
edificio que no pudiera ser construido. Para infiltrarse como espía
en la Ciudad Fantasma, sus habilidades eran extremadamente
ventajosas; si hubiera alguna recámara secreta en la que quisiera
entrar, podría cavar debajo y los agujeros se cerrarían después.
Si no fuera porque Hua Cheng lo golpeó y le dañó su poder
espiritual, tal vez podría haber escapado con su preciada pala.

En el pasado, el Señor de la Tierra nunca había intentado excavar


en la residencia de un oficial celestial, y particularmente tampoco
mostraba su dispositivo espiritual, manteniéndolo guardado.
Probablemente era algo bueno que no lo estuviera mostrando;
Los dispositivos espirituales que pertenecían a los oficiales de la
Corte Superior eran casi todos del tipo elegante y hermoso, como
libros y pinceles, espadas y abanicos, guqin y flautas, así que, si
un oficial celestial iba a caminar con una pala todo el día,
probablemente arruinaría el paisaje y destrozaría su imagen. Una
vez que escuchó la explicación, Xie Lian no pudo evitar
preguntarse que, si quería que su Santuario Puji fuera renovado,
¿quizás debería orar también al Señor de la Tierra?

Después de gatear por un tiempo, Xie Lian escuchó que delante


suyo, Ming Yi le preguntó a Shi Qing Xuan: — ¿Fue el reverendo
de palabras vacías?

Xie Lian también quería saber si ese era el caso. Si realmente fue
el Reverendo de Palabras Vacías quien hirió a Shi Qing Xuan de
esta manera, si esto saliera, seguramente causaría un alboroto en
el reino celestial y produciría un terror extremo. ¡Un monstruo que
podría hacer que un oficial celestial pierda sus poderes en un
corto período de tiempo y lo haga caer para convertirse en un
mortal! Con solo pensar en ello, no sería difícil imaginar el caos
que causaría. Era un asunto muy serio, pero después de un
silencio, Shi Qing Xuan respondió: —No importa quién lo hizo,
está hecho.

Esa reacción fue definitivamente demasiado cuestionable.

Si esto fuera una trampa conspirada, no importa qué, la reacción


no debería haber sido esta, especialmente de alguien como Shi
Qing Xuan, que nunca sería silenciado cuando se enfrentaba a la
injusticia.

Al instante, una súbita y terrible conjetura llegó a Xie Lian. Aunque


horrible, podría explicarlo todo.

En ese momento, Ming Yi de repente exigió.

—Silencio.
Los tres en el túnel subterráneo contuvieron la respiración al
unísono. Ming Yi encendió una antorcha de palma e iluminó de
manera errática los centímetros de tierra ante ellos. Los otros dos
lo miraron.

Ming Yi parecía querer comunicarse a través de la red espiritual,


pero Shi Qing Xuan había perdido todos sus poderes ahora,
incapaz de usar su mente para comunicarse. Por lo tanto, cambió
de opinión y usó su dedo para escribir palabras en el aire. Donde
se cortaban las puntas de sus dedos, quedaba un rastro de tinta,
como si la tinta espesa goteara en el agua y se difundiera. Los
otros dos vieron lo que escribió: —No hablen y no se muevan.
Esperen.'

Después de esperar a que todos leyeran, sopló sin ruido una vez
y esas palabras se dispersaron en el aire. Todavía quedaba algo
de poder espiritual que Xie Lian no había usado, por lo que levantó
la mano y también escribió una serie de palabras: — ¿Esperar
qué? ¿Por cuánto tiempo?'

Ming Yi escribió: —Espera hasta que la persona que está arriba


se vaya.

Xie Lian y Shi Qing Xuan miraron al mismo tiempo. Parecía que
este túnel que Ming Yi cavó con su preciada pala debajo de la
Capital Celestial también atravesó algunos pabellones y
residencias celestiales. Probablemente había un oficial celestial
que estaba justo encima de sus cabezas en ese momento.

Escuchando atentamente, sin duda, se oían pasos pesados que


caminaban lentamente, como si estuvieran caminando de un lado
a otro en la cámara. Al escuchar esos pasos, Xie Lian determinó
que esa persona debe ser un dios marcial. Los dioses marciales
poseían un sentido agudo, y si hacían algún ruido sospechoso,
podrían ser capturados.

Shi Qing Xuan no podía usar la matriz espiritual ni escribir, y solo


podía mover sus labios en silencio para expresarse. Xie Lian lo
miró dos veces antes de que pudiera entender lo que dijo: —Ming-
xiong, ¿por qué no evitas los templos y palacios? ¿No podrías
haber cavado bajo la Gran Avenida Marcial en su lugar?

Ming Yi escribió fríamente: —No había nadie en este palacio


antes. La Gran Avenida Martial está llena de agujeros en este
momento.

Xie Lian también escribió: —Eso es correcto. Lo vi en el camino


más temprano. La avenida está llena de huecos y cráteres,
algunos incluso de metros de profundidad. Si el túnel pasa por uno
de los agujeros, quién sabe si podríamos encontrarnos con
alguien cuando miremos hacia arriba.

Por lo tanto, los tres permanecieron mudos, transformándose en


tres rocas mudas, esperando pacientemente a que ese oficial
celestial se fuera. Después de esperar un rato, Shi Qing Xuan
movió sus labios nuevamente: — ¿Se fue esa persona?

Ming Yi negó con la cabeza. Las venas aparecieron en el templo


de Shi Qing Xuan, su rostro enojado casi igual que cuando estaba
enojado con su hermano antes y dijo en voz baja: — ¿Quién
diablos está paseándose? ¡Ni siquiera es la hora de dormir! ¿Y
qué oficial celestial necesita dormir? ¿Está el baño sobre nuestras
cabezas o qué?

Estrictamente hablando, los oficiales celestiales tampoco tenían


que ir al baño. Cuando sus labios formaban la palabra baño, Xie
Lian de repente sintió que los pelos de su espalda se levantaban,
y empujó violentamente a los dos delante de él mientras usaba un
pie para pisar fuerte y empujar hacia atrás al mismo tiempo,
cayendo hacia atrás.

Una cuchilla afilada penetró desde arriba del túnel, su aura espesa
con la intención de matar, y perforó el suelo entre sus piernas.
Capítulo 116: Víspera del último día de otoño, una substitución inescrupulosa

Aunque Xie Lian ciertamente había vivido sus días como alguien
que era impotente. Fingir que no tenía la cosa y perderla por
siempre todavía eran muy diferentes. Sorprendido, un fino brillo
de sudor frío cubrió su cuerpo mientras gritaba.

— ¡ESQUIVEN!

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, esa espada fue
sacada del suelo, y Xie Lian instantáneamente aprovechó esa
oportunidad para avanzar. Inmediatamente después, tiró de Shi
Qing Xuan y gritó: — ¡Cuidado!

La hoja cayó de nuevo y golpeó justo delante de Shi Qing Xuan.


Prácticamente perforó justo al lado de su cabeza, y si no fuera por
Xie Lian que lo estaba retirando a tiempo, habría sido clavado en
el suelo al instante. Exclamó aterrorizado: — ¡Eso estuvo cerca!
¿Cómo sabía que ahí era donde caería?

— ¡No lo sé! ¡Lo adiviné! —Dijo Xie Lian. Fue puro instinto. En el
caso de auras con intenciones de matar, él fue entrenado hasta el
punto de poder reaccionar sin pensar. Poco después, una
segunda, una tercera y una cuarta apuñaladas cayeron, cada una
de las afiladas y brillantes hojas bloquearon la salida de los tres
por atrás y por adelante. ¡BOOM! Pronto se escuchó un enorme
sonido explosivo y vinieron temblores violentos desde arriba,
causando que el polvo y los escombros cayeran. — ¡Han abierto
fuego desde arriba!
Cada sonido de exploción se hacía cada vez más fuerte, y los
temblores también crecían cada vez, obviamente cada vez más y
más cerca. Había cuchillas afiladas que los bloqueaban por
delante y por detrás, y todas eran afiladas espadas nuevas y
atesoradas; Fang Xin era un senior, así que quién sabe si podría
luchar directamente contra ellas. Ming Yi sacó una pala en forma
de luna creciente de quien sabe dónde y comenzó a cavar en la
pared lateral en ese pequeño espacio con gran dificultad. Junto a
él, Shi Qing Xuan estaba tan exasperado que iba a escupir su
alma: —Ming-xiong, ¿puedes siquiera hacer esto? Ming-xiong,
¿puedes darte prisa? Es tu culpa por no usar este dispositivo
espiritual durante tanto tiempo, tienes que ser más íntimo con tus
dispositivos, ¿de acuerdo? ¡Mira lo rígido y oxidado que se ha
vuelto!

Para ser justos, haberlo vuelto oxidado era perdonable. Después


de todo, realmente no había otros oficiales celestiales aparte de
Xie Lian que pudieran hacer algo como llevar una pala dentro y
fuera todos los días sin sentirse avergonzados. Las venas
aparecieron en la frente de Ming Yi.

— ¡¡¡CÁLLATE!!!

Xie Lian intervino apresuradamente: —No se enfade, no se


enfade. ¡El túnel está excavado!

Efectivamente, en el momento en que Ming Yi presionó su pala,


se abrió un agujero ante ellos. Con la pala levantada, avanzó
locamente hacia adelante mientras Shi Qing Xuan, en el medio, lo
alentaba locamente. Como la única persona que no estaba loca,
Xie Lian iba al último. Esa preciada pala del Señor de la Tierra era
realmente mágica, y con solo unos pocos golpes se cavó un
nuevo túnel de más de diez metros. Al cabo de un rato, cuando
miró hacia atrás, el orificio se fue cerrando poco a poco por sí solo,
pero por encima del lugar donde estaban atrapados, una delgada
luz se filtró.

Xie Lian inmediatamente dijo: — ¡Va a ir más profundo!

Al instante, Ming Yi aceleró el paso y se escavó aún más


dementemente, pero de repente, sus movimientos se detuvieron
y miró hacia arriba. Xie Lian reaccionó de la misma manera
porque ambos lo sintieron: estaba completamente en silencio
sobre ellos, sin ningún movimiento. Debería ser un palacio vacío
arriba de ellos.

Como su túnel ya fue descubierto, deberían salir antes que nada.


Ming Yi cambió de dirección y comenzó a desenterrar.

— ¿Están ustedes dos seguros de que este lugar realmente no


tendrá a nadie cuando salgamos?

—No he escuchado nada. ¡A menos que estén durmiendo! —


Respondió Ming Yi.

Por supuesto, los oficiales celestiales generalmente no


necesitaban dormir, menos aún duermen en su propio palacio a
la mitad del día, por lo que esa posibilidad no debería existir. Sin
embargo, quién sabía, en el momento en que la pala de Ming Yi
se abrió camino y los tres emergieron, asomando sus tres
cabezas para inhalar el aire fresco, antes de que incluso
espiraran, vieron desde el otro lado una cama, y sobre la cama
había un joven con los brazos y las piernas extendidos,
profundamente dormido.

Xie Lian: — ¿…?


En realidad, ¿Existían oficiales celestiales que duermen en sus
propios palacios en medio del día?

Despertado por el movimiento, ese joven se dio la vuelta y se


incorporó, con su cabello rizado como un nido de pájaro de su
sueño. Frunció el ceño y se rascó la cabeza, mirando las tres
cabezas desde su cama con ojos adormecidos, y parecía que no
podía entender por qué esas cosas aparecerían en su palacio. Los
tres fingieron que nada era lo que ocurría y salieron
apresuradamente del agujero. Sin embargo, justo cuando Shi
Qing Xuan casi se arrastraba, de repente gritó y Xie Lian miró
hacia atrás. Había una mano que le atrapó el tobillo por debajo.

El dueño de esa mano era Pei Ming. Quien incluso si estaba en el


túnel, seguía siendo cortés: —Sólo iba a decir, qué ratoncito
estaba fisgoneando debajo de mi palacio. Qing Xuan, ¿por qué
estás fuera? ¿A dónde vas? Ya sabes cómo se pone tu hermano
cuando está enojado, apresúrate antes de que se entere.

RuoYe voló y golpeó esa mano lejos. Pei Ming saltó y dijo: —Su
alteza, Señor de la Tierra, ¿ustedes dos no tienen nada mejor que
hacer? Instigar al Señor del aire a huir de casa sin ninguna razón
es bastante absurdo, ¿verdad?

—El Señor del Viento podrá ser el hermano menor del Señor del
Agua, pero aún es un oficial celestial de cientos de años. General
Pei, por favor, no hable como si no tuviera más de tres años. —
Xie Lian dijo: —Si vamos a hablar de la razón, encarcelar a un
colega celestial sin ninguna razón, no importa cómo lo mire, sigue
siendo el Señor del Agua, quién está actuando de manera
absurda, ¿no diría usted?
Si su suposición no estaba equivocada, entonces el Señor del
Viento realmente ya no podría quedarse en el Tribunal Superior.
Quan Yi Zhen todavía estaba en su cama mirándolos con una
mirada aturdida, aparentemente todavía confundido por toda la
situación. Pei Ming levantó su espada y dijo sombríamente: —Qi
Ying, deja de mirar y ven a ayudarme. Aprehéndelos primero.

Después de alguna reflexión, Quan Yi Zhen realmente decidió


ayudar.

Saltó de la cama, levantó la cama en la que acababa de estar


acostado y la arrojó hacia Pei Ming. Él efectivamente ayudó, solo,
fue para ayudar a Xie Lian y compañía. Esa cama se estrelló
contra el desprevenido Pei Ming y se quedó estupefacto.

— ¡QI YING! ¿Por qué me golpeaste?

Quan Yi Zhen hizo un gesto con la mano a Xie Lian,


probablemente gesticulando para que se dieran prisa y se fueran.
Xie Lian y compañía se quedaron atónitos por un momento antes
de salir apresuradamente.

Tal vez Shi Qing Xuan estaba herido y no tenía la energía, pero
solo corrió unos pasos antes de que su rostro se pusiera pálido,
por lo que Xie Lian se acercó para ayudarlo a levantarse. Sin
embargo, Ming Yi lo detuvo directamente y lo cargó sobre su
espalda. Xie Lian colocó su mano en la puerta, sacó dos troqueles
y se volvió hacia ese joven.

— ¡Muchas gracias!
Quan Yi Zhen seguía golpeando a Pei Ming salvajemente, sus
movimientos brutalmente agresivos sin método, y si no fuera por
las habilidades de Pei Ming, si fuera alguien más quien tomara
esta paliza, su cabeza ya se habría cubierto de sangre hasta. Las
venas de Pei Ming se estaban rompiendo por todas partes y él
gritó: — ¡GUARDIAS! ¡¡¡PÁRENLOS!!!

Sin embargo, antes de que llamara a los guardias, Xie Lian ya


había tirado los dados, abierto la puerta y salido corriendo, luego
cerró la puerta detrás de él, escapando por fin del cielo.25 Sin
embargo, lo que nunca había esperado fue después de que cerró
la puerta y se dio la vuelta, lo que apareció ante él era Hua Cheng
con una pierna levantada en una nueva caja de donación, con la
parte superior del cuerpo descubierta y secándose el sudor.

—...

—...

—...

Un pequeño santuario Puji en ruinas no podría albergar tantas


figuras prominentes, y Xie Lian sintió que iba a asfixiarse.
También había afuera un hombre poseído aullando sin sospechar
de lo que sucedía, creando ruido.

—GU ZI ~~VEN A DAR A PAPI UN MASAJITO~~

25
En inglés esto es “slipping the hell out of heaven”. “The hell out of” es una
expresión para enfatizar que la acción de escapar es hecha con miedo o
desesperación. Y bueno, hell es infierno y heaven es cielo, son antónimos, me
pareció gracioso que sean usados en la misma frase
Pasó un momento antes de que Hua Cheng arrojara a un lado a
E-Ming, que estaba usando para cortar madera, y levantó las
cejas ligeramente.

El color de la piel y las curvas de su medio cuerpo desnudo y


superior eran extremadamente hermosas, extremadamente
llamativas, tanto que los ojos de Xie Lian estaban a punto de
salirse. Pero incluso si realmente no viera nada correctamente,
todavía no podría detener la sangre corriendo a su cabeza,
haciendo que sus ojos se oscurecieran. Xie Lian a tientas abrió
los brazos, bloqueando la vista de Ming Yi y Shi Qing Xuan.

— ¡CIERREN SUS OJOS! ¡RÁPIDO! ¡CIERREN SUS OJOS!

Las caras de los otros dos se pusieron rígidas y lo miraron con


una mirada extraña. Hua Cheng colocó su mano en el hombro de
Xie Lian y dijo riendo: —... Gege. ¿Por qué está nervioso?

Solo entonces Xie Lian volvió a su consciencia. Está bien. ¿Por


qué estaba todo nervioso? Hua Cheng no era una mujer, ¿qué si
trabajaba medio desnudo?

Aun así, no dejó caer sus brazos, haciendo todo lo posible para
cubrir a Hua Cheng por completo.

—Solo... solo ponte algo de ropa.

Hua Cheng se encogió de hombros.

—Hum. Como Gege desee.


Luego, tomó con calma una camisa, se la puso lentamente,
tomándose su tiempo.
Al verlo verse despreocupado y lánguido, Shi Qing Xuan dijo con
torpeza: —Um, lo siento por la intrusión. No pensé que ustedes...
jajaja, que ustedes dos eran bastante, jajaja. De todos modos,
solo, jajaja.

—...

—Mi señor, si tiene algo que decir, solo dígalo, así que si hay
algún malentendido, puedo explicarlo. No use jajaja en su lugar...
—dijo Xie Lian.

El tiempo apremiaba y Pei Ming podría perseguirlos hasta aquí,


por lo que no podían quedarse en el Santuario Puji por mucho
tiempo. Ming Yi dejó a Shi Qing Xuan y comenzó a dibujar el
conjuro de Acortamiento de Distancia en el suelo. Xie Lian estaba
a punto de preguntar a dónde iban cuando de repente escuchó a
Hua Cheng suspirar detrás de él.

Xie Lian recordó su consejo de no acercarse al Señor del Viento


y compañía, y se volvió hacia él a pesar de no esperar hacerlo: —
Lo siento por todo esto, San Lang.

Hua Cheng ya había terminado de vestirse y respondió: —Ya


sabía que usted no simplemente se alejaría y miraría desde lejos.

Después de una pausa, él sonrió.

—Pero, ¿por qué Gege se disculpa conmigo? Solo recordó lo que


dije hace unos días, pero ¿olvidó algo más que le dije?

Xie Lian se sorprendió un poco, preguntándose: — ¿Qué?


De repente, recordó.

Esa noche en la guarida del Goblin Verde, lo que Hua Cheng le


dijo: —Solo siga haciendo lo que quiera hacer.

Después de haber recordado, Xie Lian parpadeó, sin saber qué


más decir, solo que, de repente quería hacer algo por Hua Cheng.
Sin embargo, por el momento, realmente no había nada que
pudiera hacer por él. Sintiéndose un poco desanimado, de repente
notó el cuello de la túnica roja de Hua Cheng y dijo: — ¡Espera!

Luego se apresuró a ayudar a Hua Cheng a arreglar su cuello.


Resultaba que, el cuello de la bata que se puso al azar Hua Cheng
no se abría correctamente. Después de arreglarlo, Xie Lian lo
inspeccionó por un momento antes de sonreír.

—Ya está.

Hua Cheng también sonrió.

—Gracias.

Una pequeña voz en el interior de Xie Lian hizo eco.

—Yo soy el que debería agradecerte.

Por otro lado, los otros dos parecían no ser capaces de seguir
mirando, e incluso el círculo dibujado bajo la mano de Ming Yi ya
no parecía tan redondo. Una vez que terminó de dibujar el conjuro
y la puerta se abrió de nuevo, Xie Lian pensó que vería una cueva
sombría o algún palacio espectacular, pero inesperadamente,
fuera de la puerta había una gran extensión de campos de cultivo.
Lejos en la distancia había exuberantes bosques de bambú verde
y verdes montañas, y los granjeros estaban dispersos por todo el
campo trabajando. También había un arado grande, reluciente y
brillante.

Este escenario casi hizo que Xie Lian pensara que todavía
estaban en la aldea Puji y se quedó atónito por un momento, pero
Ming Yi ya había salido con Shi Qing Xuan en su espalda. Sin
embargo, antes de comenzar, Hua Cheng también salió antes que
él.

Los cuatro caminaron a lo largo de las crestas de los campos, y


tal vez todo estaba en su mente, pero ese buey negro parecía
estar mirándolos todo el camino. Después de caminar un poco,
encontraron una pequeña cabaña, y después de que los cuatro
entraron y se sentaron, Shi Qing Xuan dejó escapar un largo
suspiro.

— ¿Ya no estamos huyendo? —Preguntó Xie Lian. — ¿Qué


pasaría si el General Pei nos persiguiera aquí?

Hua Cheng miró al exterior por un tiempo, concentrándose


especialmente en ese buey negro, antes de cerrar la puerta y dijo
con indiferencia: —No se preocupe. No se atrevería a meterse con
la Señora de esta tierra. No hay beneficio para ello. Incluso el
Tirano del Agua no podrá hacer nada precipitado.

Xie Lian lo contempló, pero aun así habló: —San Lang, todo esto
es un desastre, y probablemente esté vinculado demasiado a la
Corte Celestial. Probablemente sea mejor si no te quedas.

Sin embargo, Hua Cheng solo se rio entre dientes.


—El Tribunal Superior no tiene nada que ver conmigo. Solo me
estoy quedando con usted para hacer turismo.

De repente, Shi Qing Xuan dijo: —Todos ustedes deberían dejar


de andar por ahí.

Los otros tres en la casa de campo lo miraron, y Shi Qing Xuan


continuó: —Su alteza está en lo correcto. Todo esto es un
desastre y hay demasiados involucrados. Me voy a quedar aquí
encerrado. Mis amigos, ya no hay necesidad de ayudar.
Acabemos aquí.

Sin embargo, Xie Lian dijo lentamente: —Señor del Viento, si las
cosas terminan aquí no depende de usted. Depende del Señor del
Agua y del Reverendo de palabras vacías.

Al oír esto, la cara de Shi Qing Xuan se puso rígido.

Xie Lian agregó: —Señor del Viento, tengo una pregunta, espero
que no le importe.

— ¿Qué pregunta?

— ¿El Reverendo de lo Vacío conoce algo sobre usted y el Señor


del Agua?

La cara de Shi Qing Xuan palideció.

Esa noche, en la Terraza del Vino en Cascada, Xie Lian ya había


establecido un conjuro de defensa extremadamente seguro.
Mientras Shi Qing Xuan no abriera la puerta para irse, no se le
haría daño. Sin embargo, ¿por qué tomó la iniciativa de abrir la
puerta?
A menos que alguien conectara su red de comunicación privada y
lo primero que saliera de su boca fuera un chantaje, no le dio a
Shi Qing Xuan espacio para defenderse ni dar la alarma, y solo
podía seguir las instrucciones.

Xie Lian se sentó junto a la mesa.

—Estoy más inclinado a pensar que es un chantaje contra el


Señor del Agua, porque creo que al principio usted no sabía nada
de lo que sea que había revelado primeramente.

Por eso su reacción fue tan fuerte después de que lo supo,


generando un rechazo tan agudo contra el Tribunal Superior, y
preferiría descender al reino mortal para convertirse en un
vagabundo sin rumbo que quedarse en el cielo como un dios.

Ming Yi frunció el ceño.

— ¿Qué chantaje?

Shi Qing Xuan no era un tonto crédulo; si cayó víctima de alguien


y perdió sus poderes, la reacción normal debería haber sido la ira,
investigar la verdad y atacar al culpable. Sin embargo, no hizo
nada de eso. Había rabia, pero no estaba dirigida contra el
Reverendo de Palabras Vacías, sino contra su propio hermano
mayor. Y a los demás, él sólo dijo: —Esto termina aquí.

Todo esto era completamente anormal. A menos que fuera bajo


un caso especial...

¡Que la ascensión de Shi Qing Xuan fue anormal en primer lugar!


Ir contra los cielos y alterar el destino, criar a alguien que no podía
ascender sobre el altar divino, era escandalosamente audaz, una
herejía traicionera. Xie Lian nunca había oído hablar de algo como
esto. Si esto fuera cierto y se conociera, seguramente causaría
una gigantesca marea. Solo piense, todos deseaban ascender,
pero si alguien pudiera usar un método así, las leyes del universo
serían irrelevantes, completamente sin valor.

Esta conjetura puede ser absurda, pero cuanto más pensaba, más
sentido tenía. Desde que Shi Qing Xuan nació, el Reverendo de
palabras vacías se había aferrado a él, y la única forma de
escapar era ascender. Casualmente, él ascendió. En unos pocos
años, un par de hermanos de sangre ascendieron uno tras otro;
que hermoso cuento, pero también, qué casualidad.

Xie Lian nunca quiso cuestionar la realidad de la ascensión de Shi


Qing Xuan, pero, si el Señor del Viento hubiera ascendido
naturalmente, ¿cómo podrían sus poderes ser absorbidos tan
fácilmente? Si para un monstruo era tan fácil convertir a un dios
en un humano, quién sabe cuántos oficiales celestiales ya serían
víctimas.

A menos que, en primer lugar, Shi Qing Xuan fuera mortal. A


menos que, cuando el Señor del Viento ascendiera, el Señor del
Agua hiciera algo deshonesto.

El uso agresivo de tesoros y dispositivos raros para ayudar al


camino del cultivo no estaba fuera de lugar. Ascender a través de
la masacre y la batalla en tiempos de cambio de poder dentro del
reino mortal tampoco estaba fuera de lugar. Después de todo, el
destino del mundo era así; el honor debe ir acompañado de
sangre, y después de la ascensión, todo era borrado. Sin
embargo, algunas cosas sí estaban fuera de lugar. Si un mortal, o
algún oficial celestial hiciera algo encubierto, como realizar
rituales del mal para dañar las vidas de otros para que alguien
ascienda, eso sería un asunto completamente diferente.

Xie Lian preguntó en voz baja: —Señor del Viento, la noche que
ascendió, ¿fue la víspera del último día de otoño?

Un breve momento después, Shi Qing Xuan inhaló


profundamente.

—Sí.

Después de una pausa, Shi Qing Xuan continuó: —Recordé que


ese día, cuando estábamos en la ciudad de Fu Gu. La víspera del
último día de otoño, ¿no fue ese el mismo día que ascendí? Había
querido preguntárselo a ustedes, al principio, para ver si eso
podría ser una pista o si estaba conectado de alguna manera.
¿Tal vez era una coincidencia? Pero se sintió sin fundamento, así
que terminé no preguntando. Pero ahora saben que sí está
relacionado.

Está relacionado. Por supuesto que está muy relacionado.

¿Por qué el Reverendo de palabras vacías eligió ese día para


enviar primero a Shi Qing Xuan a la ciudad de Fu Gu para ver el
desfile de la Sangrienta Velada de Fuego y luego llevarlo a la
Terraza del vino en cascada para herirlo? Por supuesto que no
pasaría por todo ese dolor sin ninguna razón. Xie Lian conectó el
tiempo y los dos lugares juntos: Hace muchos años, desde la
víspera hasta el último día de otoño en la ciudad de Fu Gu, un
mortal llamado He Sheng se derrumbó y asesinó a innumerables
personas. También en la víspera del último día de otoño en la
Terraza del vino en cascada, Shi Qing Xuan ascendió.
Con esto, era más que obvio lo que el Reverendo de palabras
vacías quería decir.

¡Shi Qing Xuan, tu ascensión tuvo todo que ver con la muerte del
héroe de esta Sangrienta Velada de Fuego!

Esa terrible pero lógica conjetura que formuló Xie Lian fue esta:
Después de que Shi Wu Du ascendio, para que Shi Qing Xuan
escapara del Reverendo de Palabras Vacías, encontró en secreto
a un mortal que cumplía todos los requisitos y realizó un ritual
malvado, haciendo que ese hombre tomara la desgracia de Shi
Qing Xuan en su lugar. Ese hombre era sin duda el empobrecido,
excepcionalmente inteligente, pero de alguna manera
infinitamente desafortunado hasta el punto en que toda su familia
se había arruinado, He Sheng.

He Sheng tomó el nombre de Shi Qing Xuan y el Reverendo de


palabras vacías fue engañado. Entonces, eso significaba que su
destino original fue tomado por Shi Qing Xuan. Esa misma noche
antes del último día de otoño, uno experimentó el sabor del
infierno en la tierra; el otro, bajo una protección inmensamente
poderosa, ascendió con éxito.

¡Sin embargo, el destino de esos dos era originalmente todo lo


contrario!
Capítulo 117: Dioses asignan dioses peor que demonios devorando demonios
Xie Lian continuó: —Me atrevo a decir que He Sheng tiene el
nombre de nacimiento Xuan26. Y, los detalles de su nacimiento
son exactamente los mismos que los de mi Señor.

Cometer actos fraudulentos y engañar a los cielos no podría


hacerse tan a la ligera, y no cualquiera lo haría. Había ciertos
requisitos que debían cumplirse.

De las tres preguntas que el Reverendo de palabras vacías


preguntó cuando capturó a Shi Qing Xuan por primera vez,
mantuvo firmemente dos cosas: primero, el nombre de su presa
contenía la palabra Xuan; En segundo lugar, la información de
nacimiento de su presa. Sin embargo, no reconoció su cara y
había necesitado que Shi Qing Xuan se acerque para verlo. Como
la familia Shi fue rápida en remediar la situación, aparte de esos
dos elementos, el Reverendo probablemente no sabía nada más.

Por lo tanto, si debe haber alguien que pueda tomar el lugar de


Shi Qing Xuan para asumir sus desgracias, debe ser un hombre
que nació el mismo año, el mismo mes, el mismo día y el mismo
nombre, y su nombre debía contener Xuan.

Qué difícil debe ser encontrar un chivo expiatorio. El mundo es


inmenso; incluso si Shi Wu Du usara su todo para buscar todavía
podría no haber uno. Usando los poderes y la influencia de su
posición como Señor de Agua, lanzó la red y, de hecho, encontró

26
El nombre del bebé se da al nacer y es un apodo; El nombre de nacimiento se da a
los tres meses y es usado por familiares cercanos y amigos; El nombre común se da
durante la ceremonia de coronación a la edad de veinte años, que es la edad de
madurez. El "Sheng" de He Sheng es el nombre común con el que los demás lo
conocieron. El carácter "Xuan" es el mismo en el nombre de Shi Qing Xuan.
a alguien y, ¡era alguien que poseía el potencial de ascender, a
punto de atravesar su primera Calamidad Celestial!

Tanta suerte, ¿cómo pudo dejarlo ir? En comparación con el


arduo cultivo, este era un atajo conveniente. ¡Si perdía la
oportunidad ahora, podría no venir otra vez!

Habiendo llegado a este punto, Ming Yi también parecía haber


sacado las mismas conclusiones y su rostro se estaba volviendo
más oscuro. Shi Qing Xuan primero asintió, luego de repente
pareció recordar algo, y miró al Hua Cheng que estaba apoyado
contra la puerta. Después de todo, algo como esto no debería ser
discutido ante un demonio. Sin embargo, Hua Cheng solo se rio
con los brazos cruzados.

—No hay necesidad de mirarme, Señor del Viento. La razón por


la que debería preocuparse no soy yo, no tengo nada que ver con
todo este asunto. ¿Por qué en vez no se preocupa por si alguien
más en el Tribunal Superior se ha enterado de esta debilidad de
su hermano?

Ming Yi acusó sombríamente: —Realmente tiene espías en los


cielos.

Hua Cheng respondió con pereza: — ¿No lo sabía ya?

El Señor de la Tierra fue enviado originalmente a la Ciudad


Fantasma para investigar esto, pero al parecer, ese espía fue
plantado profundamente, e incluso después de más de una
década aún no se había descubierto. Hua Cheng dijo que todo
este asunto no tenía nada que ver con él, así que, naturalmente,
Xie Lian le creyó y no pensó más en ello. Sin embargo, Hua Cheng
también dijo: — ¿Por qué no preocuparse por los otros en el
Tribunal Superior? —Lo que le recordó a Xie Lian otra cosa, así
que le preguntó: —Señor del Viento, esa noche en la Terraza del
Vino en Cascada, ¿por qué abrió las puertas al conjuro de
protección usted mismo? ¿Alguien le llamó? ¿Quién era esa
persona?

—Sí —respondió Shi Qing Xuan. —Fue el Reverendo de palabras


vacías. Decía…

Xie Lian cruzó las manos en sus mangas.

— ¿Cómo supo su contraseña verbal?

—... —La cara de Ming Yi estaba oscura. — ¿No es porque este


tipo justo solía ir y hacer amigos, gritando sin parar de insistir si
los demás están libres o no? ¡Él habla demasiado!

Shi Qing Xuan estaba ofendido: —Ming-xiong no puedes decirlo


así. Los que me llaman son todos oficiales celestiales del Tribunal
Superior, ¡nunca le he dado nada personal a esa criatura!

—Ya que el Reverendo de palabras vacías ha estado oculto


durante tantos años, ahora que ha regresado y que incluso puede
descubrir el secreto… del Señor del Agua... tan a fondo, entonces
descifrar la contraseña verbal del Señor del Viento no debería ser
difícil. — Xie Lian dijo: —Alguien debe haber filtrado su contraseña
verbal. Ya sea intencional o no, todavía vale la pena investigar.

Ming Yi agregó: — ¿Y? ¿Viste lo que parecía? ¿Qué hizo después


de llamarte?

—... —La cabeza de Shi Qing Xuan pareció comenzar a doler. —


No sé cómo se ve. Lanzó un hechizo, no pude ver claramente.
Era vago y tampoco dijo lo que vio. Ming Yi se estaba volviendo
frío. Xie Lian se imaginó que probablemente eran las escenas
crudas de la Sangrienta Velada de Fuego, y esas eran
ciertamente difíciles de describir. Un momento después, Shi Qing
Xuan suspiró: —Soy un inútil. Si pudiera ascender por mi cuenta,
nada de esto pasaría.

El destino original de Shi Qing Xuan probablemente ya se


consideraba bastante bueno en términos mortales, de lo contrario,
el Reverendo de palabras vacías no habría puesto sus ojos en él.
Sin embargo, todavía podría estar muy lejos de la ascensión.
Aquellos que podían ascender estaban todos protegidos por un
aura espiritual, y las criaturas inhumanas tendrían dificultades
para hacerles algo. Además, ¿qué monstruo o demonio querría
meterse con un futuro oficial celestial?

Si la persona puede ascender no depende de lo inteligente que


sea; la inteligencia y el esfuerzo pueden no importar en absoluto,
y explotar tesoros y dispositivos raros ciertamente no aumentaría
las posibilidades. A veces es así. Diez años de estudios no podían
compararse con el ingenio y el talento naturales; cien años de
luchas sangrientas no podían compararse con la iluminación de
un momento.

Si no estaba escrito en el destino, entonces no lo estaba. El Señor


del Agua podría gastar todo lo que quisiera en su hermano menor,
pero sin ese destino, Shi Qing Xuan estaría muy atrapado en el
Tribunal Medio y no sería más que el principal cordero de los
oficiales subalternos. El hecho de que pudo llegar a donde estaba
hoy, de brillar con infinita gloria, fue todo porque su hermano
mayor robó algo que pertenecía a otro y se lo aseguró. Si solo
tuviera una pizca de conciencia, no era difícil imaginar cómo debía
sentirse después de haber aprendido la verdad.

Si el intercambio nunca hubiera ocurrido, entonces el que poseía


el potencial real para ascender, ¿cuán glorioso debería ser hoy?

Habiendo pensado esto, una luz se encendió de repente en la


mente de Xie Lian.

—No. —Dijo. —Señor del Viento, el que lo llamó no fue el


Reverendo de Palabras Vacías.

Shi Qing Xuan levantó la cabeza inclinada.

— ¿Eh? Esa voz definitivamente le pertenece, no me habría


equivocado.

—No, no, era su voz, pero eso no significa que el cuerpo todavía
le pertenecía. —Xie Lian dijo: —Todos, ¿se acuerdan? Las presas
que el Reverendo de palabras vacías ponía sus ojos murieron por
suicidio. A excepción de una persona.

Después de una pausa, continuó: — ¿Cómo murió He Sheng?


¿Cómo fue retratado en la Sangrienta Velada de Fuego? ¿Fue un
suicidio?

Los ojos de Shi Qing Xuan se abrieron de par en par.

—No fue un suicidio. Era…

—Agotamiento —dijo Ming Yi.


— ¡Eso es correcto! —Exclamó Xie Lian. —A pesar de que estaba
poseído por desgracias, hasta el final Shen nunca pensó en
suicidarse.

Dijo sombríamente: —Piénsenlo. Este hombre tenía una


determinación anormalmente fuerte. Habiendo sido golpeado por
tantos encuentros injustos e indebidos, si esta fuera una persona
típica, habría renunciado o terminado hace mucho tiempo. Sin
embargo, él siempre había luchado; él nunca se echó atrás por
nada. Creo que tal vez una vez que el Reverendo de palabras
vacías lo encontró, nunca logró apestar lo que quería: el miedo.
La causa de su muerte no fue el suicidio debido al miedo y la
desesperación. De hecho, después de que el Reverendo de
palabras vacías se aferrara a él, probablemente no comió ninguna
buena fruta sino una placa de acero y se rompió los dientes,
perdiendo por completo al final.

Al escucharlo, Shi Qing Xuan negó con la cabeza y suspiró con


seriedad —:... Realmente soy inferior a este hombre.

Xie Lian continuó: —Murió lleno de intenciones asesinas y


resentimiento. No creo que un alma maltratada como esa
descanse en paz. Si no está en paz, entonces tendría sed de
venganza.

—Entonces, Señor del Viento, creo que el actual Reverendo de


palabras vacías probablemente no sea el mismo que lo buscó
cuando nació. En cambio, fue el He Sheng quien,
obstinadamente, se defendió hasta el final y venció al Reverendo.
¡O, mejor dicho, es He Xuan!

Shi Qing Xuan y Ming Yi se sorprendieron por su afirmación. Hua


Cheng agregó en voz baja: —Demonios que devoran demonios.
Cuando los humanos comen humanos, a lo sumo el estómago se
llena. Cuando los demonios devoran a los demonios, con el
método correcto, podrían absorber los poderes y habilidades del
otro y usarlos como propios.

—Esto también puede explicar por qué el Reverendo de las


palabras vacías sabía tanto de los detalles de todo este asunto.
—Xie Lian dijo: —Un monstruo como él es aburrido y excéntrico,
no debería ser tan inteligente. Sin embargo, el que ahora regresó
para perseguirlos a ustedes dos es un...

Quería usar híbrido, pero no se sentía preciso. En ese momento,


Hua Cheng completó: —Entidad mejorada.

—Correcto. —Xie Lian dijo: —Después de que He Sheng se tragó


al Reverendo de Palabras Vacías, su mente es la que está en
completo control. Él ahora no solo posee la habilidad de maldecir,
también es muy inteligente. Y, poseía un resentimiento sin fondo
hacia ustedes dos.

Entonces, aunque ya sabía la contraseña verbal de Shi Qing


Xuan, no lanzó una maldición de muerte a través de la red de
comunicación espiritual privada desde el principio. En cambio,
apretó la caja gradualmente, obligando a Shi Qing Xuan a taparse
los oídos, a cerrar los ojos, a encerrarse en una habitación vacía.
Como un gato que atrapó un ratón, no mataría de inmediato, y
jugaría y jugaría hasta que el ratón se suicidara de terror.

Un momento después, Ming Yi dijo: —Ahora que hemos llegado


a este punto, ¿qué planeas hacer?
Todos miraron a Shi Qing Xuan. Shi Qing Xuan ya había
desordenado su propio cabello por todo el inconsciente rasguño y
respondió desconcertado.

—... ¿BUENO, POR QUÉ ME MIRAN? YO... ¡YO NO SÉ QUÉ


HACER TAMPOCO! Es solo que... simplemente no sé cómo mirar
a mi hermano ahora...

Después de todo, era su hermano de sangre, y este crimen atroz,


que dañó la vida de otro, fue cometido por él, por lo que era
comprensible que no supiera qué hacer por el momento. Shi Qing
Xuan agregó: —Pero, ¡tengo que rogarles a todos que mantengan
esto en secreto! Solo por ahora. Solo denme un poco de tiempo
para pensar... qué hacer. Aunque he estado pensando durante
días, pero nunca había pensado que…, de todos modos, solo
necesito tiempo para calmarme y reflexionar...

Hacia el final él estaba divagando y sus ojos estaban


desenfocados.

Shi Wu Du siguió diciendo que iba a tratar la enfermedad de Shi


Qing Xuan, pero ¿qué enfermedad había que tratar? A menos que
fuera caer de la gracia divina y volver a convertirse en un mortal.
Su enfermedad, solo podría curarse si su destino se cambiara de
nuevo y ascendiera una vez más. Aunque sería difícil encontrar
otro candidato calificado, pero ¿quién sabe qué otro hechizo
malvado Shi Wu Du propondría? No era de extrañar que Shi Qing
Xuan estuviera lloriqueando por convertirse en un mortal y
abandonar su divinidad, desesperado por huir.

En cuanto a ese pergamino sobre el Reverendo de palabras


vacías que estaba lleno de errores, no hay duda de que fue hecho
para engañar a Shi Qing Xuan, asegurándose de que no
descubriera la verdad. Quién sabe si fue creado por Shi Wu Du o
Ling Wen, pero al principio, cuando Shi Wu Du necesitaba
encontrar un candidato calificado, necesitaba la ayuda del Palacio
de Ling Wen. ¿La propia Ling Wen realmente no sabía nada de
esto? Si hubiera un oficial celestial como Shi Qing Xuan que
ascendiera de esta manera, ¿sería posible que hubiera un
segundo o un tercero, o incluso más oficiales celestiales que
ascendieran de la misma manera?

Si ese fuera el caso, sería horrible. El mundo estaría al revés. Esto


debe ser tratado con la mayor gravedad. Aparte de Hua Cheng,
que no estaba involucrado y se sentía cómodo, divirtiéndose,
todos los demás en la casita estaban tristes, como si un gran
enemigo estuviera a punto de caer sobre ellos. En ese momento,
hubo una conmoción fuera de la casa de campo; había bueyes
bramando furiosamente, y aún más agricultores gritaban: —
¡Para! ¡Para!

— ¿Qué estás planeando tan lleno de intención de matar?

Xie Lian se movió hacia la puerta y miró a través de la grieta: —


Es el general Pei.

Pei Ming acababa de ser derrotado por Quan Yi Zhen, peleando


en un altercado, sin embargo, parecía estar perfectamente bien
parado afuera. Ante él había una losa de piedra inclinada que
marcaba el límite, y parecía bastante cansado, temeroso de entrar
precipitadamente, por lo que permaneció allí de pie con una
espada en la mano. Los granjeros agarraron sus picos y sus
hoces, sus caras escritas con expresiones poco acogedoras. Ese
buey negro en el arrozal sopló unas cuantas respiraciones
pesadas de sus grandes fosas nasales y de repente se paró sobre
sus patas traseras. Un instante después, se convirtió en un
hombre grande y brillante, bastante guapo con un pequeño anillo
de nariz de acero. Él se rió: —Bueno, ¿no es este General Pei?
Qué raro invitado. ¿Qué vientos soplaron a mi señor hoy? Déjame
decir esto primero, no tenemos nada que ver con su pequeño Pei.

Xie Lian lo sabía. Anteriormente, cuando vio el buey negro en los


arrozales, recordó una leve impresión. Efectivamente, este lugar
era el Monte YuLong; el país de la Señora de la Lluvia. En ese
entonces, también fue este buey quien le prestó el Sombrero de
la Señora de la Lluvia para que Xie Lian creara la lluvia. Los años
habían pasado, sin embargo, era impresionante como siempre, y
aún araba los campos con una fuerza honesta. Shi Qing Xuan
también se apretó contra la grieta de la puerta y le habló a Xie
Lian: —Ese buey de la casa de la Señora de la Lluvia. Es un buen
tipo.

Pei Ming había sufrido una derrota ante la Señora de la Lluvia, por
lo que, naturalmente, era cortés y educado en este momento.

—Por supuesto que no. Pei no vino a buscar a la Gobernante de


YuShi27. ¿Puedo preguntar si el Señor del Viento ha venido a su
estimado reino?

27
[雨 師] 'YuShi' significa Señora de la Lluvia. La Señora de la Lluvia es la gobernante
del Reino de YuShi, que solo significa el Reino de la Señora de la Lluvia. No puedo
decir si MXTX se volvió perezosa con este nombre, jajaja. (Por favor amen a la Señora
de la lluvia)
Capítulo 118: Pasa la Calamidad Celestial; olas se elevan en el mar del este

—Heh, no lo estaba halagando en absoluto. Todos estamos


ocupados plantando los campos, nadie vio a nadie pasar —dijo el
buey.

—Si ese es el caso —dijo Pei Ming, y dio un paso adelante.


Inmediatamente todos los granjeros levantaron sus picos
gritando: — ¡PISOTEADO! ¡Lo ha pisoteado!

Pei Ming frunció el ceño.

— ¿Pisoteado qué?

—Pisoteado las cosechas que ellos plantaron tan


cuidadosamente. Mejor se disculpa. —Dijo ese buey.

Pei Ming miró hacia abajo y dijo pacientemente: —Si no me


equivoco, eso es solo un poco de hierba, ¿no?

Ese buey lo miró desconcertado.

—Un general beligerante como usted, ¿qué sabría? ¿No


sabríamos nosotros quienes sembramos los campos mejor que
usted si se trata de malezas o cultivos?

Aunque Xie Lian ya podía decir que la gente del país YuShi estaba
fastidiando deliberadamente a Pei Ming, él tampoco podía evitar
preguntarse si eso era en realidad cultivo o pasto. Pei Ming era el
apreciado dios marcial del norte, ¿por qué se disculparía con un
grupo de granjeros por una razón tan insignificante? Los ignoró
directamente y dio unos pasos más, alzando la voz y gritando: —
¡QING XUAN SAL! Tu hermano está atravesando su Calamidad
Celestial en este momento y las cosas no se ven bien. ¡Algo malo
va a pasar!

—... —Shi Qing Xuan había planeado esconderse en la casa al


principio ya que Pei Ming no entraría de ninguna manera. Sin
embargo, cuando escuchó, al instante abrió la puerta y salió: —
¡¿QUÉ?!

Pei Ming le dio una mirada al buey.

— ¡Sabía que vendrías corriendo aquí!

Shi Qing Xuan se sobresaltó, pero de inmediato se dio cuenta,


saltando un paso hacia atrás. — ¡T-t-t-tú puedes engañarme!
¿Cómo puede haber llegado tan rápido? Eso es demasiado
repentino, pensé que serían por lo menos otros pocos meses. Sin
embargo, anteriormente en la Corte Celestial, el Señor del Agua
se fue de prisa como si fuera a cuidar de algo importante. Shi Qing
Xuan inmediatamente trajo dos dedos para tocar su sien. Esa era
la postura de manos para conectarse a la red de comunicación
espiritual, sin embargo, fue solo cuando levantó la mano que
recordó que había perdido sus poderes. Sin tiempo para
deprimirse, inmediatamente se aferró a Xie Lian.

—Su alteza, ayúdeme a preguntar, ¿es cierto?

Xie Lian y Ming Yi entraron en la red de comunicación espiritual y,


efectivamente, ya era tan caótica como una olla de estofado,
extremadamente preocupante. La mayoría de los oficiales
celestiales parecían estar mirando hacia el Mar del Este,
murmurando: —Mis cielos... esta postura de batalla... ¡como se
esperaba del Tirano de Agua!

— ¿Pe-pe-pero pasará esto con éxito...?

Cuanto más fuerte es el poder espiritual, más calamidades


celestiales el oficial celestial pasaba, y más peligrosa la próxima
Calamidad Celestial sería. Shi Wu Du monopolizaba las aguas,
dominaba el camino de la riqueza, y esta era también su tercera
Calamidad Celestial. Cómo sería esta prueba era fácil de
imaginar.

—Es cierto —confirmó Xie Lian.

Ese buey todavía estaba bloqueando el camino y Pei Ming no


podía forzarse a sí mismo, así que gritó desde lejos: —Ya no eres
un niño pequeño, ¡quién te mentiría sobre algo como esto! Pasar
una Calamidad Celestial no es como planear una cena, ¿crees
que hay tiempo de que te pongas una nueva túnica antes de que
suceda? ¡Viene como quiere sin previo aviso! Actualmente está
sobre el Mar del Este, y las olas están aumentando, nadie puede
entrar y nadie puede salir. Estaba luchando contra las olas cuando
alguien informó que escapaste, así que, ¿cómo puede él
concentrarse en pasar su prueba? —

—Entonces, ¿por qué no te das prisa y le dices que estoy en el


país de YuShi? —Respondió Shi Qing Xuan.

Xie Lian escuchó la transmisión directa de la situación en la red


de comunicación y dijo: —No sirve de nada. Toda esa área en
donde el Señor del Agua está pasando por la prueba está envuelta
en una capa de feroz poder espiritual. ¡Él probablemente esté
desconectado ahora mismo, nadie puede contactarlo!
Shi Qing Xuan demandó: — ¡Llévame a él!

Pei Ming extendió su mano.

— ¡Ven!

Sin embargo, Ming Yi repentinamente apareció, bloqueando el


camino de Shi Qing Xuan, su expresión oscura.

—Ming-xiong, ¿qué sucede? —Preguntó Shi Qing Xuan.

Ming Yi permaneció solemnemente en silencio, pero Xie Lian


probablemente podría adivinar lo que estaba pensando y por qué
tenía que detener a Shi Qing Xuan.

¿Era realmente lo correcto ayudar a Shi Wu Du a superar su


Calamidad Celestial?

Si el cambio de destino era cierto, entonces el Señor del Agua


debe recibir un castigo de igual gravedad. Entonces, ¿era
realmente apropiado ayudarlo a subir de nivel antes de investigar
su debida culpabilidad?

El hecho de que él pudiera adivinar esto era porque también el


mismo Xie Lian estaba considerando la misma pregunta. Shi Qing
Xuan dudó por un momento, pero al final exhaló un largo suspiro.

—... Ming-xiong, yo... Gracias. Pero no importa qué, eso es


todavía... todavía estoy preocupado, ¡así que solo
preocupémonos por pasar esta prueba primero!

Luego, corrió al lado de Pei Ming y volvió la cabeza hacia atrás.


— ¡Gracias, Alteza! ¡Gracias, Señora de la Lluvia! ¡Gracias, buey!
¡Gracias a todos! ¡Lo pagaré un día! Luego los dos se
apresuraron. Ming Yi se quedó donde estaba por un momento
antes de seguirlos. Xie Lian observó sus espaldas en retirada,
pero no se movió. Hua Cheng salió de la casa tranquilamente.

— ¿Gege no va a ir?

Después de pensarlo un poco, Xie Lian igual sacudió la cabeza y


dijo lentamente: —Este asunto me supera, no puedo ayudar.
Veamos cómo lo solucionarán ellos mismos primero.

Shi Qing Xuan estaba en medio de todo, pero todavía no podía


darse cuenta de lo que debía hacer, por lo que Xie Lian también
se sentía un poco incómodo. Aunque Xie Lian pudo entender por
qué Shi Wu Du hizo lo que hizo, aún no estaba de acuerdo con el
método que empleó. La conclusión ideal sería que Shi Wu Du
admitiera los crímenes él mismo y siga adelante para recibir el
castigo. Ming Yi probablemente también quería lo mismo, por eso
detuvo a Shi Qing Xuan. Sin embargo, basado en la orgullosa y
dominante arrogancia del Señor del Agua, eso era muy
probablemente imposible. Habiéndose sentado en una posición
tan alta durante tantos años, nadie querría bajar de buena gana.

Si se tratara de alguien más, Xie Lian probablemente informaría


este asunto a la Corte Celestial de inmediato, pero cuando
recordaba la amistad sincera del Señor del Viento, mientras que
su hermano mayor enfrentaba una situación grave, Xie Lian no
podía darle la espalda a Shi Qing Xuan y hacer leña del árbol
caído, sin preocuparse por los afectos pasados. Por lo tanto, lo
único que podía hacer era sentarse y observar cómo ellos mismos
se ocuparían de esto. Sin embargo, si lo que terminaban haciendo
era inapropiado...

Habiendo pensado en este punto, se volvió hacia Hua Cheng con


una sonrisa amarga: —San Lang, tu consejo de antes
probablemente fue correcto. Ah, todo esto.

Hua Cheng sonrió y estaba a punto de hablar cuando la expresión


de Xie Lian cambió de repente. Dentro de la red de comunicación
espiritual se escuchó la voz de Ling Wen: — ¿Qué? ¿Cientos de
barcos de pescadores fueron arrastrados??? ¡¿Tenía que ser
ahora?!

Xie Lian se sorprendió al instante y respondió con ansiedad: —


¿Pescadores? ¿Arrastrados a dónde? ¿El mar del este?

Si se dijo anteriormente que la comunicación era tan caótica como


una olla de estofado, este estofado se acababa de caer al suelo y
alimentar a los perros. No hubo ninguna interrupción en las
respuestas de Ling Wen y su voz aún se consideraba calmada: —
Disculpen, ¿qué dios marcial está de guardia? ¿El viejo Pei?

Pei Ming estaba en la red de comunicación y respondió: —No te


preocupes. Tengo Qing Xuan conmigo y estamos corriendo hacia
allá. El Señor de la Tierra está aquí también. Simplemente
averigua exactamente cuántos cientos de personas fueron
arrastradas a la tormenta para que podamos recuperarlos a todos.
Trataremos de no perder uno solo.

—Entonces, gracias por la molestia —dijo Ling Wen. —El Señor


del Agua explotó y magnificó la arena espiritual, permitiendo a
nadie entrar en los perímetros de su prueba. Cualquier oficial
celestial de la Corte Intermedia definitivamente sería destrozado
en pedazos si intentara ir. Los oficiales celestiales de la Corte
Superior tal vez puedan intentar romper la barrera. El número de
personas atrapadas es probablemente de más de doscientas, así
que ustedes dos podrían no ser suficientes, necesitaremos otro
dios marcial. ¿Qué alteza está presente en este momento?
¿General Nan Yang? ¿General Xuan Zhen?

Alguien respondió: — ¿No estaban esos dos generales en


confinamiento por destruir la Corte Celestial? No podrán atender
la llamada... —

—Entonces, ¿dónde está Tai Hua? ¿Ha regresado su alteza Tai


Hua?28

— ¡No! ¡Él ha sido enviado afuera!

— ¿Qi Ying?

— ¡Quién sabe a dónde se fue! ¡Él siempre bloquea todas las


comunicaciones y no escucha a nadie, mi señora, usted ya lo
sabe!

Aparte de esos pocos, no había ningún otro dios marcial que


valiera la pena. Aunque ansioso, Xie Lian todavía no pudo evitar
sentirse un poco triste. ¿Era el aura de su divinidad de recolección
de chatarra tan fuerte que todos olvidaron que él provenía de
circunstancias de dios marcial? Él respondió apresuradamente: —
¡Yo! ¡Estoy presente! Déjame ir. Es solo rescatar a pescadores en
el Mar del Este, ¿verdad?

28
El príncipe heredero de Yong An, cuya familia fue asesinada por un complot de los
sobrevivientes de la nobleza de XianLe.
—Su alteza, los vientos y las olas del Mar del Este se están
librando en este momento, su poder espiritual solo funciona a
veces, qué sucederá si...

—No es nada. —Xie Lian dijo: —He pescado en los cuatro mares,
y nunca no hubo una tormenta. A menudo he estado a la deriva
en el mar durante más de medio mes, por lo que estoy muy
acostumbrado.

—... —Todos los oficiales no pudieron evitar preguntarse: —


¿¡Usted también ha hecho eso?! ¿Qué más ha hecho?

La situación era grave y no permitía pensar más, por lo que Ling


Wen aceptó: —Muy bien. Entonces, gracias por la molestia.
¡General Pei, coordinen entre ustedes!

— ¡Muy bien! —Respondió Pei Ming.

Xie Lian cerró la red de comunicación y se dirigió a Hua Cheng.

—San Lang, en el Mar del Este...

Inesperadamente, en el momento en que volvió la cabeza, vio que


Hua Cheng ya se había cambiado a un refrescante traje de
pescador. Tiró los dados y los atrapó mientras caían. Su otra
mano estaba en la puerta y dijo directamente: — ¡Vamos!

Xie Lian se sorprendió, pero pronto también sonrió y respondió:


— ¡De acuerdo! —Y lo siguió.

Cuando se abrió la puerta, lo que apareció no fue el interior de


una casa de campo sino la extensión de una lúgubre orilla del mar.
Los dos emergieron de un pequeño cobertizo de pescadores en
la playa, y ese pequeño cobertizo era el punto de conexión más
utilizado para el conjuro de Acortamiento de Distancia en el Mar
del Este. Más allá de la playa estaba el mar infinito que se
extendía hasta los extremos del horizonte. La playa era gris no
porque la arena fuera gris, sino porque los cielos eran grises y el
mar también era gris. La melancolía presionaba, las nubes negras
rodaban, el malestar era opresivo y sofocante.

De vez en cuando, una ola gigante surgía en el mar distante, como


una magnífica muralla de fortaleza que se alza sobre terrenos
planos, y pronto colapsaría. También había pilares de agua como
dragones, rugiendo en los cielos como un tornado, azotadores y
feroces, y también colapsarían una vez que se levantaran. Los
rayos se arrastraban escalofriantes por los cielos, retorcidos y
salvajes.

Había un barco grande y nuevo atracado en la playa. No había


ningún lugar donde posarse sobre el mar y, si flotaban en el aire,
podrían ser golpeados por un rayo, por lo que era necesario que
hubiera un bote. Naturalmente, esta nave no era una nave
ordinaria. Shi Qing Xuan, Pei Ming y Ming Yi ya estaban en la
nave, y en el momento en que vieron a Hua Cheng y Xie Lian salir
del cobertizo de pescadores, Pei Ming gritó: — ¡Alteza!

Shi Qing Xuan solo suspiró.

— ¡Su alteza... Ah! Lo siento por la molestia. Realmente lo estoy…

Xie Lian abordó la nave y dijo: —El deber llama. ¿Cómo va el


barco?
Pei Ming notó detrás de él a Hua Cheng que tenía los brazos
cruzados mirando bastante tranquilo y advirtió: —Los que no
están relacionados deben irse. Esta tempestad no es una broma.

En este momento, Hua Cheng estaba vestido con ropa lisa y


remendada, pero aun así no podía ocultar su hermosa
inteligencia, apareciendo como un guapo pequeño pescador. Él
se rio: —No soy nadie no relacionado, solo estoy siguiendo a mi
alteza.

Xie Lian también dijo: —Él es de mi palacio.

Sin embargo, Pei Ming ya lanzó su espada, implacable y decidida.

—Bájate.

Xie Lian aún no había respondido, pero Hua Cheng ya lo había


hecho con una determinación anormal: —No. Debo ir contra usted
esta vez.

Ambas partes estuvieron en un punto muerto por un momento,


pero Shi Qing Xuan estaba impaciente y se dirigió a Pei Ming.

—General Pei, este hombre está bien. ¡Solo vámonos!

Entre su intercambio, un relámpago aterrador golpeó


violentamente desde los extremos de los cielos sobre la superficie
del mar. La corriente del rayo corría por las aguas y crepitaba en
la luz, convirtiendo el mar en un color aguamarina, como un
corazón gigante que repentinamente comenzó a palpitar y
respirar. La vista era impresionante, pero al mismo tiempo
aterradora.
Pei Ming no quiso esperar más y gritó: — ¡COMIENZA!

El barco dio una sacudida violenta, y con los ruidos de un eje


redondo girando, comenzó a dirigirse sin ningún control manual, y
salió de la playa, conduciendo hacia el mar con velocidad de
vuelo. En medio de relámpagos y truenos rugientes, la nave abrió
un camino entre olas rompiéndose.

La tormenta podría ser grande, pero Xie Lian, Hua Cheng, Pei
Ming y Ming Yi se mantuvieron firmes, y fue solo con el apoyo de
Ming Yi que Shi Qing Xuan no se había derrumbado.

—Es tolerable en este momento, ¡pero será difícil decir cómo


serán las cosas después! —Dijo Pei Ming.

El barco ya estaba yendo a un ritmo extremadamente rápido,


dividiendo las olas en grandes salpicaduras, pero Shi Qing Xuan
todavía preguntó: — ¿No puede ir más rápido?

— ¡La ejecución de esta nave quema poderes espirituales, esto


ya es lo más rápido que puede ir! —Respondió Pei Ming.

Shi Qing Xuan apretó su puño derecho. Esa mano solía sostener
al abanico del Señor del Viento, y con los vientos de solo un
movimiento, podría haber provisto un viento de cola, haciendo que
la nave fuera al menos cuatro veces más rápido. Sin embargo,
ahora la mano estaba vacía, y no pudo evitar exhalar un largo
suspiro. En ese momento, Hua Cheng tocó ligeramente a Xie Lian,
hablando en voz baja.

—Gege.
Xie Lian se dio la vuelta y sus ojos se ensancharon. Sobre el mar,
a unos treinta metros de distancia, había un pequeño bote de
pesca girando en las olas, y parecía haber algunas figuras que
pedían ayuda, pero sus gritos fueron tragados por las olas.

¡Los pescadores en peligro!

Esta fue la razón por la que estuvo aquí. RuoYe voló, envolvió a
esos pescadores alrededor de la cintura y los levantó. Cuando los
pies de esos pescadores llegaron a la plataforma del barco, sus
piernas casi se agotaron. Sin embargo, Pei Ming inmediatamente
abrió la puerta de una de las cabañas y las arrojó. Cuando esos
pescadores volvieron a abrir la puerta, se habrían encontrado
nuevamente en la orilla.

Justo cuando Hua Cheng y Xie Lian pescaban entre treinta y


cuarenta pescadores, el barco también estaba llegando al centro
de la tempestad. En ese preciso momento, había muchos oficiales
celestiales que pasaban por alto esta horrible escena desde lejos,
y seguramente había muchos mortales que temían el poder del
cielo. Los rayos que golpeaban la nave aumentaban; estos rayos
se sentían atraídos por la fuente del poder espiritual y
perseguirían y atacarían a aquellos con poderes fuertes, razón por
la cual se debería permanecer lejos, muy lejos, cuando otro
pasaba por su Calamidad Celestial, para que no hubiera víctimas.

En este momento, Shi Qing Xuan era mortal, el poder espiritual


de Xie Lian solo era suficiente para que él se comunicara a través
de la red, Hua Cheng no tenía necesidad de usar sus poderes,
por lo que estos estaban bien escondidos, por lo tanto, ese rayo
se enfocaba en saludar solo a Pei Ming. Muchas veces él
golpeaba el relámpago sin rodeos con su espada, su espada
serena. Tal demostración de habilidades, Xie Lian quedó bastante
impresionado. Si se tratara de cualquier otro oficial celestial de la
Corte Media, no solo estarían huyendo con rayos en sus colas,
sino que tampoco serían capaces de contraatacar, por lo que no
se les podría permitir venir. Después de cruzar la barrera, poco
después, Shi Qing Xuan de repente gritó: — ¡¡¡GEGE!!!

Xie Lian levantó la cabeza y, efectivamente, entre siete u ocho


pilares de dragón de agua rugiendo, vio a Shi Wu Du con su túnica
blanca ondeando, colgando en los cielos, sus manos en la
formación de batalla.

Aunque su figura todavía era opresora por encima de las olas,


parecía estar desenfocado, sus imponentes poderes estaban
inestables. Esos frenéticos dragones de agua aprovecharían cada
oportunidad para acercarse una y otra vez, esperando el momento
oportuno para devorarlo por completo, y cada vez él solo
esquivaba por un pelo. El barco estaba a millas de distancia de él,
y si el abanico del Señor del Viento aún fuera utilizable, entonces
Shi Qing Xuan podría haber empujado las olas hacia abajo en un
movimiento, sin embargo, en su cuerpo mortal actual, ni siquiera
su voz podía llegar muy lejos. Y solo podía mirar en angustia.

En el momento en que Pei Ming habló, su voz fue transmitida


poderosa y ampliamente.

— ¡SHUI-SHIXIONG! ¡QING XUAN HA SIDO ENCONTRADO!

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, Shi Wu Du abrió


los ojos.

Al mismo tiempo, otra ola gigante se elevó a los cielos y se estrelló


de nuevo. La nave fue lanzada hacia el aire, pero no se mantuvo
a la velocidad de las aguas colapsando y se quedó en el aire por
un breve segundo antes de caer rápidamente. Xie Lian usó el
hechizo de mil libras para anclarla y agarró con fuerza la mano de
Hua Cheng.

— ¡Cuidado!

Fue una sensación graciosa; Hua Cheng era claramente más alto
que él y no le costaba ningún esfuerzo sostener a Xie Lian con
una mano, pero Xie Lian siempre sintió que era ligero como una
pluma, como si, si no le prestara atención, Hua Cheng
desaparecería, por lo que el agarre de Xie Lian era firme y
apretado. Hua Cheng también, tomó su mano al mismo tiempo.
Por otro lado, Pei Ming gritó: — ¡SHUI-SHIXIONG, ENFÓCATE!
¡SI NO DERROTAS ESAS OLAS, TU HERMANO MENOR SE
AHOGARÁ FRENTE A TUS OJOS!

Shi Wu Du vio la nave en la distancia y escuchó sus palabras. La


tristeza brilló en su rostro y su posición de manos cambió de
repente, haciendo estallar una barrera espiritual a su alrededor.
Los dragones de agua que lo habían estado rodeando fueron
repentinamente golpeados, explotando en un diluvio que se
estrellaba ruidosamente en las aguas.

Las gotas de lluvia eran como rocas, golpeando contra la cubierta,


magullando dolorosamente los cuerpos. Sin embargo, después de
que esto terminó, la tormenta también se había desacelerado y
calmado un poco. Shi Wu Du descendió lentamente y aterrizó en
el barco. Todo el mundo ya estaba empapado de pies a cabeza
como perros ahogados. Shi Qing Xuan se limpió la cara y
murmuró con temor.: —... ge.

El rostro de Shi Wu Du todavía estaba oscuro, y se acercó a


grandes pasos.
— ¡TE DIJE QUE TE QUEDARAS QUIETO, PERO TENÍAS IR A
CORRER POR TODOS LADOS! SI ME MUERO DE ENOJO,
¿SERÍAS FELIZ ENTONCES?

Shi Qing Xuan realmente no sabía qué decir a eso. Cuando no


podía ver a su hermano, se preocupaba, ahora que lo había visto,
recordaba todo ese asunto, algo en su corazón que simplemente
no podía aceptar.

—... Ah, yo solo estoy… Yo…

Al final, se rascó la cabeza y suspiró: —Mientras hayas superado


tu prueba, eso es todo lo que importa. Pienso que, sigo pensando
que...

Shi Wu Du lo interrumpió: — ¿Quién dijo que mi prueba terminó?

Shi Qing Xuan se sorprendió: — ¿No fue eso?

Con sus manos, Pei Ming usó toda esa agua para deslizar su
cabello hacia atrás.

—No seas feliz demasiado pronto. Esta es la tercera Calamidad


Celestial de tu hermano, no será tan fácil. Tomará por lo menos
siete días y siete noches. El de ahora mismo no era más que el
acto de apertura.

La verdad es que, incluso si fuera la primera Calamidad Celestial,


tampoco sería tan fácil. Recordando, la Calamidad Celestial, por
la que pasó Shi Qing Xuan fue enormemente menor en
comparación con la de todos los demás. Él debió haber llegado a
esa conclusión y su rostro se volvió triste. Xie Lian todavía estaba
preocupado por el objetivo de este viaje y preguntó en la red de
comunicación espiritual.

— ¿Ling Wen? Hemos entrado en el área donde el Señor del


Agua está pasando su Calamidad Celestial. ¿Nos puede indicar
dónde están los pescadores que han sido arrastrados a la
tormenta?

—Por favor, espere un momento —respondió Ling Wen. Después


de un rato, ella dijo: —Esto es problemático. Hay doscientos
sesenta y un pescadores que han sido arrastrados a los
perímetros de la Calamidad Celestial hoy, y están muy dispersos,
por todo el lugar...

Ella no dijo mucho más antes de que su voz se rompiera, y Xie


Lian ya no podía escucharla más.

— ¿Qué pasa? Ling Wen?

Pensó que tal vez sus poderes se habían terminado de nuevo,


pero cuando levantó la vista y vio la cara de Pei Ming, era obvio
que estaba experimentando lo mismo. El grupo no había tenido
tiempo de hablar cuando Xie Lian vio no muy lejos en la superficie
del mar más pequeños botes rotos.

—Quizás las réplicas de la primera ronda fueron demasiado


grandes y afectaron la comunicación espiritual. Podría mejorar en
un momento. Ling Wen dijo que hay doscientos sesenta y un
pescadores que han sido dispersados por las olas, solo salvemos
a todos los que podamos.

Naturalmente nadie se opuso. Pei Ming dijo: —Shui-shixiong, ¿por


qué no entras y descansas un poco? El juicio acaba de comenzar,
quién sabe cuándo vendrán más rondas. Tienes mala suerte esta
vez, por haber involucrado a tantos mortales.

Shi Wu Du parecía estar algo cansado. Inclinó la cabeza, empujó


la puerta de otra cabaña y entró para meditar. Shi Qing Xuan
parecía querer decirle algo serio, pero como la Calamidad
Celestial no había terminado, no era el momento adecuado para
hablar, por lo que solo podía tragar sus palabras e infelizmente ir
al lado con Ming Yi. Sin embargo, Shi Wu Du volvió a abrir los ojos
y dijo bruscamente: —No vayas corriendo por todos lados. Ven y
siéntate aquí.

Y así, Shi Qing Xuan solo podía arrodillarse junto a Shi Wu Du.

Después de más de medio día y la noche se profundizara, el barco


flotó hacia una parte más profunda del Mar del Este.

Aunque la comunicación espiritual todavía estaba rota,


funcionaba a veces y no en otras, aún podía usarse
provisionalmente. En ese tiempo, Xie Lian y compañía ya habían
rescatado a más de doscientos pescadores. Al principio, esos
pescadores se fueron al mar a pescar como siempre, pero quién
podía saber que los vientos tormentosos y las olas se levantarían
tan repentinamente, los arrastrarían demasiado lejos en las
aguas. Si estuvieran solos, no habría manera de que pudieran
volver. Si flotan por varios días y noches, es muy posible que
todos mueran por inanición o deshidratación, y se sequen bajo el
sol para convertirse en cadáveres desecados. Ser salvados de
repente fue verdaderamente encontrar la esperanza al borde de
la muerte, y todos se llenaron de alegría.

El simplemente vagar en el mar de esta manera, quién sabe


cuántos días y noches serían antes de que todos los pescadores
puedan ser rescatados, y quién sabe cuándo comenzará
oficialmente la tercera Calamidad Celestial de Shi Wu Du; podría
haber peligro en cualquier momento. En tal situación, Pei Ming
seguía actuando igual; en la noche, cuando rescataron a unas
cuantas niñas pescadoras, tan asustadas que sus ojos estaban
borrosos por las lágrimas, las abrazó y las tranquilizó con voces
suaves, un verdadero espectáculo de amor meloso, cariñoso y
encantador. Fue solo después de que él encantó a las chicas que
las envió a la cabaña, y esas chicas se mostraron reacias a irse,
esperando que cuando abrieran la puerta una vez más él todavía
estuviera allí. Shi Wu Du había estado meditando por un tiempo,
su fuerza estaba restaurada y su rostro luciendo mucho mejor.
Abrió los ojos.

— ¿No tienes altos estándares?

A pesar de que las niñas pescadoras estaban en la cima de su


juventud, todavía eran solo promedio, de hecho, nada cercanas
del tipo de objetivos que Pei Ming solía cazar. Sin embargo,
después de haber abrazado a las mujeres, su rostro se iluminó y
se frotó la barbilla, riendo: —Después de rescatar a tantos
desaliñados viejos pescadores con barba, uno tras otro, cualquier
mujer se ve deliciosa en comparación, jajajaja.

Al escuchar esto, tanto Shi Qing Xuan como Ming Yi ya no querían


mirarlo. Xie Lian negó con la cabeza, en realidad lo encontraba
bastante gracioso, luego él y Hua Cheng fueron a un lado y se
sentaron uno al lado del otro. Un momento después, de repente
sintió vacío en su estómago.

Todos los demás en el barco no necesitaban comer, y aunque Shi


Qing Xuan era un mortal en este momento, Xie Lian sospechaba
que Shi Wu Du debía haberle dado algún tipo de píldora sagrada,
del tipo que puede llenar el estómago durante unos días, incluso
ahora Shi Qing Xuan no mostraba ningún signo de hambre. Este
barco no estaba construido en el reino mortal, por lo que
ciertamente no tendría raciones preparadas. Xie Lian estaba a
punto de levantarse e ir a pescar un par de peces en el mar
cuando, junto a él, Hua Chen le pasó una cosa. Xie Lian miró hacia
abajo y era un bollo al vapor blanco como la nieve y suave.

Se sentó de nuevo y susurró: —Gracias, San Lang.

Hua Cheng también le susurró: —Tome esto por ahora, Gege.


Mejorará pronto.

El bollo cocido al vapor igual fue partido por la mitad, y los dos se
sentaron juntos masticando lentamente. En el otro extremo de la
nave, Pei Ming los escuchó susurrarse el uno al otro, y él se
levantó el cabello nuevamente.

— ¿Ustedes dos han hecho algunos descubrimientos? ¿Por qué


no dejan su pequeño mundo y nos cuentan al resto de nosotros?

Xie Lian estaba a punto de decir algo para disuadirlo cuando de


repente frunció el ceño: — ¿No piensan que hay algo raro?

Ming Yi frunció el ceño también y levantó la vista.

—Sí.

Xie Lian se puso de pie.

—Esta nave parece ir mucho más lento. ¿Se está quedando sin
energía?
—Cómo puede ser eso. —Pei Ming dijo: —La cantidad de poder
espiritual alimentando esta nave debería permitirle correr dos días
más en el mar.

Xie Lian se acercó al costado de la nave, con las manos en la


barandilla.

—Pero sigo pensando que esta nave de repente se volvió


pesada... —De repente, dejó de hablar a media frase. Shi Wu Du
y los demás se reunieron al costado de la nave. — ¿Qué sucede?

No había necesidad de preguntar. Era fácil de ver con solo mirar.


A pesar del cielo oscurecido, todavía era apenas visible que la
profundidad en la que estaba la estructura externa de esta nave
era repentinamente anormal, mucho más alta que antes. ¡Y, la
línea de agua todavía estaba subiendo!

Xie Lian dijo de inmediato: — ¡¿Está goteando en el fondo de la


nave?! ¿Hemos golpeado un banco? ¿O hay algo en las aguas
que cincelaron un agujero?

— ¡Eso es imposible! —Exclamó Pei Ming. — ¿Cómo no nos


daríamos cuenta si golpeamos a los bancos de arena? Este barco
tampoco es un barco típico, nada normal debería poder atravesar,
a menos que...

Era como si de repente pensara en algo y se ahogara.

— ¿A menos qué? —Preguntó Ming Yi.

—Oh no —dijo Pei Ming.

— ¿Qué, oh no? —Shi Qing Xuan exigió.


Pei Ming se dio la vuelta y dijo: —Cuando los barcos entren en la
guarida de los demonios, deberán hundirse. Hemos andado sin
rumbo a la Guarida del Demonio Agua Negra.
Capítulo 119: Los barcos en la Guarida de los Demonios se deben hundirse

Xie Lian preguntó: — ¿Uno de los cuatro Supremos, Agua Negra


que hunde barcos?

—Cuatro calamidades, no cuatro Supremos.

—... —Xie Lian recordó que se había olvidado de Qi Rong y se


disculpó. —Ah, lo siento, mi error. No hay forma de que la Linterna
Verde que pasea por las noches pueda estar al mismo nivel que
los otros tres.

Como alguien que había amontonado pergaminos, Xie Lian casi


sabía una cosa o dos acerca de esta Agua Negra que hunde
barcos. Según las leyendas, este era un poderoso demonio
acuático que acechaba en los mares exteriores. Al igual que la
Lluvia Sangrienta que busca la Flor, él se sacrificó para salir del
monte TongLu. Aunque tendía a mantener un perfil bajo, eso solo
podía decirse de los reinos mortal y celestial. Aproximadamente
contando, se había tragado al menos quinientos demonios en toda
la tierra y entre ellos, cuatrocientos de ellos eran demonios de
agua de alto nivel. La Guarida del Demonio de Agua Negra era su
dominio de descanso.

Así como la Ciudad Fantasma estaba bajo la jurisdicción de Hua


Cheng.

—Una vez dentro de los límites, el mundo está sin ley, cuando uno
pisaba sus mundos, sus palabras eran ley. Había un dicho que
estaba aún más extendido en el inframundo: —Sangre manda en
la Tierra; Negro es amo de las Aguas. Sangre obviamente se
refería a Hua Cheng, por lo tanto, Negro no era otro que el
Demonio Agua Negra Xuan.

Pei Ming dijo: —Shui-shixiong, esta vez tienes mucha mala suerte.
El Demonio Xuan no se parece en nada al Goblin Verde, no es el
tipo que causa problemas. Afortunadamente, no nos hemos
alejado demasiado, debemos retroceder antes de ser
descubiertos.

Los otros lo miraron fijamente: —Bueno, ¿por qué no cambias de


rumbo, no eres tú el que está a cargo de esta nave?

Pei Ming se sorprendió igualmente: — ¿No cambió el rumbo? Esta


nave debería hacerlo automáticamente, no debería requerir
trabajo manual.

Sin embargo, el timón no se movió en absoluto. Sin otras opciones


a las que recurrir, Pei Ming recurrió a dirigirlo él mismo. Cuando
su mano aterrizó en el timón, frunció el ceño. Xie Lian subió para
ayudar.

— ¿No se moverá?

Es imposible que a Pei Ming le falte la fuerza. Xie Lian, quien


confiaba bastante en su fuerza, tampoco pudo moverla. Después
de examinar la situación en cuestión, Ming Yi anunció: —Es
posible que haya sido atrapado por algo, bajaré para echar un
vistazo.

Shi Qing Xuan intervino: — ¡Iré contigo, Ming-xiong!

Shi Wu Du dijo severamente: — ¡Vuelve aquí! No vayas corriendo


por todos lados.
Su hermano todavía estaba en medio de pasar su juicio y no
debería estar distraído o emocionalmente agitado. Shi Qing Xuan
no se atrevería a arriesgarse y obedientemente regresó, dejando
que Ming Yi investigara bajo la cubierta solo. Xie Lian también
quería ayudar, pero sabía que cuando se trataba de construir y
reparar, no era tan capaz como el Señor de la Tierra. Incluso si él
lo fuera, no sería capaz de ayudar mucho de todos modos.
Mientras miraba el mar negro que los rodeaba, Xie Lian de
repente recordó algo y preguntó: — ¿Hay algún pescador que
haya terminado en esta parte del mar también?

Hua Cheng, quien había hecho equipo con Xie Lian en la


búsqueda y rescate, fue el primero en descubrir a esos
pescadores varados. Hizo una vista rápida y dijo: —Es poco
probable. La Guarida del Demonio de Agua Negra está en el Mar
del Sur, no se moverían tan lejos. Además, el área aquí tiene una
barrera; No cualquiera puede entrar a este lugar. Incluso si lo
hicieran, no habría ninguna esperanza de un rescate. No hay nada
que no se hunda una vez que se hayan trasladado aquí.

El Mar del Sur. No se habían dado cuenta de que habían llegado


tan lejos... Xie Lian probó su red de comunicación espiritual y, de
hecho, la conexión estaba bloqueada. A pesar de que la conexión
anterior era irregular, todavía era utilizable, pero ahora es solo un
silencio absoluto. Aunque el mar parecía tranquilo, quién sabe qué
tipo de peligro acechaba debajo, esperando la oportunidad de
emboscarlos. El cielo se estaba oscureciendo y Xie Lian se sentía
incómodo. —Como no hay pescadores varados en estas partes,
si el Señor de la Tierra no puede reparar el barco, es mejor que
abandonemos el barco y busquemos tierra primero. Cuando el
Señor del Agua regrese al Mar del Este para su prueba, podemos
continuar la búsqueda de rescate allí también —sugirió.
—También podría. —Pei Ming estuvo de acuerdo cuando abrió la
puerta de la cabina.

Quién sabía, después de abrir la puerta, se encontró con el interior


de una cabaña vacía en lugar del paisaje de la tierra. Su expresión
cambió de inmediato: —El conjuro de acortamiento de distancia
perdió su poder.

Hua Cheng se rió.

— ¿No es eso normal? Si ni siquiera puede usar la red de


comunicación espiritual, ¿cómo sería mejor el conjuro de
Acortamiento de distancia?

Pei Ming miró y preguntó: —Este pequeño amigo aquí parece


bastante tranquilo para un joven y no parece preocupado en
absoluto.

Xie Lian interrumpió: —La nave ya se ha desplazado a territorio


de demonios y se está hundiendo mientras hablamos. No
podemos irnos incluso si queremos. Resolvamos el problema que
nos ocupa primero.

Shi Xing Quan gritó a la persona que estaba debajo de la cubierta:


—Ming-xiong, ¿cómo es la situación desde ahí? ¿Puedes
arreglarlo?

La voz de Ming Yi vino desde abajo.

— ¡No hay nada roto! El barco tampoco está atrapado en nada.


Es otra cosa que causó que la nave perdiera su poder.
—Este es el patio de recreo del Demonio Xuan ahora —dijo Pei
Ming.

Mientras hablaba, el barco volvió a sumergirse. De un vistazo, Xie


Lian vio que el agua ya se había tragado la mitad de la nave. Si
fuera un barco normal, ya se habría regalado. Sin embargo, dado
que esto fue creado por los dioses, todavía se resistía a hundirse
y luchaba por mantenerse a flote.

—Debe haber excepciones. Es imposible que todo se hunda aquí


—insistió—, debe haber algo que no se hunda.

—Lo hay —dijo Hua Cheng.

La atención cayó sobre él al instante. Con los brazos cruzados,


dijo perezosamente.

—Hay un tipo de madera que puede flotar en la Guarida del


Demonio de Agua Negra sin hundirse.

Xie Lian adivinó algunos tipos comunes de madera especial.

— ¿Sándalo? ¿Madera de agar? ¿Olmo?

—Madera de ataúd —respondió Hua Cheng.

— ¡¿Madera de ataúd?!

—Hum. —Hua Cheng continuó. —No hay nadie que haya


regresado con vida después de haber tropezado en la Guarida del
Demonio de Agua Negra, excepto por una persona. Esa persona
viajaba a casa con el cadáver de su difunto ser querido. Cuando
el bote se hundió, volvió a caer sobre el ataúd.
Pei Ming levantó una ceja.

—Este pequeño amigo seguramente sabe mucho.

Hua Cheng reflejó su expresión y respondió: —No es mucho. Solo


usted sabe muy poco, eso es todo.

A pesar de que Shi Wu Du no se movió de su postura de


meditación sentada, dirigió su atención a Hua Cheng y entrecerró
los ojos: —Pei-xiong, había querido preguntar antes, ¿quién es
este?

Pei Ming explicó: —Me temo que tendrías que pedirle al Alteza
por eso. Después de todo, es alguien de su palacio.

Shi Qing Xuan interrumpió: —Está bien, está bien, no importa


cuánto más o menos sepa. Ahora que los hechizos han perdido
su poder, ¿a dónde va uno a conseguir un ataúd por aquí?

—No es necesario, es simple. —Pei Ming respondió: —Gege,


construiré uno para ti en este momento y te mostraré lo que
significa tomar las cosas en tus propias manos y ser rico en
comida y vestimenta.

—...

—No funcionará —señaló Hua Cheng—, tiene que ser un ataúd


que haya llevado un cadáver.

Era imposible para ellos construir un ataúd, luego matar una


persona del grupo y tirarlo allí.
En medio de su conversación, el barco volvió a sumergirse. La
cubierta ligeramente inclinada en la que estaban parados estaba
casi al mismo nivel que la superficie del agua. Shi Wu Du, quien
estaba sentado dignamente en su pose de meditación, casi se
volcó.

—Me doy por vencido. Déjame manejar esto. —Dijo fríamente.

Sacó su abanico y lo golpeó ligeramente contra su frente antes de


abanicarlo, revelando el carácter de agua en el frente y un
pictograma de onda formado por tres líneas curvas en la parte
posterior. Levantó el brazo y gritó: — ¡Agua, emerge!

Al instante, Xie Lian sintió que la nave se elevaba, la cubierta


debajo de él se elevaba varios centímetros por encima del agua y
le daba una sensación de seguridad.

— ¿El abanico del Señor del Agua incluso puede controlar el agua
en la Guarida del Demonio de Agua Negra? —Preguntó con
sorpresa.

—No es el agua aquí —corrigió Hua Cheng—, canalizó el agua


desde el exterior.

Parece que acaban de cruzar el límite hacia la Guarida del


Demonio de Agua Negra y no se han aventurado demasiado. Shi
Wu Du pudo extraer agua de los mares cercanos para levantar el
barco desde abajo.

Pei Ming elogió: — ¡Muy bien hecho, Shui-shixiong! Ahora que el


timón es inútil, el barco no puede dar marcha atrás. Deberías
apresurarte y usar el agua para hacer retroceder a la nave.
Antes de que Shi Wu Du pudiera responder, el barco se hundió
una vez más. El agua de la Guarida del demonio se negó a
retroceder y chocó con la corriente de los mares exteriores. Esta
vez, la caída fue más fuerte, lo que hizo que la plataforma se
inclinara aún más. Perdiendo el equilibrio, la tripulación se deslizó
hacia el lado de babor de la nave. Aunque Shi Wu Du nació con
una cara delicada y hermosa, su personalidad era
extremadamente obstinada y se negaba a retroceder. Cuando
sintió que algo iba contra él, un destello de ira apareció en su
rostro. Cerró el abanico y lo abrió de nuevo, las tres líneas
onduladas se hicieron más grandes. La corriente en el océano se
duplicó en fuerza y el barco fue arrancado una vez más.

Con una fuerza ordenando al barco que se hundiera y otra


obligándola a subir, la marcha atrás y adelante hizo que pareciera
un gigantesco juego de tira y afloja. Los movimientos erráticos de
la nave junto con los constantes levantamientos y caídas
causaron que el agua de mar a su alrededor salpique
salvajemente y entre y salga. Si hubiera alguien más en el barco,
ya estarían asustados. Xie Lian agarró la repisa con una mano y
apretó firmemente a Hua Cheng con la otra.

— ¿Qué está pasando? ¡El barco está girando! —Preguntó


desconcertado.

Fiel a sus palabras, la nave ya comenzaba a girar en cierta


dirección. Cuanto más rápido giraba, más abajo se hundía. ¡Fue
entonces cuando Xie Lian se dio cuenta de que la nave había
caído en un remolino gigante y estaba siendo absorbida
lentamente por el ojo!

— ¡Todos, tengan cuidado! —Advirtió. — ¡Las dos fuerzas de


agua están luchando!
Era obvio que Shi Wu Du no estaba en su propio terreno. El agua
que él convocó desde los mares exteriores era poderosa, pero
una vez que cruzó la frontera, la fuerza era suprimida
significativamente. Para ir en contra de la corriente de la Guarida
del Demonio, estaba en una gran desventaja. Como se esperaba,
tan pronto como las palabras salieron de la boca de Xie Lian, la
nave gigante cayó en el ojo del remolino. En ese último segundo,
Xie Lian arrojó a Fang Xin, jaló a Hua Cheng, los dos subieron a
la espada y volaron.

Al principio, le preocupaba que Fang Xin no tuviera la fuerza para


volar, pero en el momento en que abandonaron la cubierta, dejó
escapar un suspiro de alivio. Aunque tembloroso, todavía era
capaz de volar. Mirando hacia abajo desde arriba, toda el área
estaba pintada en un negro aterrador. Fue fácil ver la colisión
entre las dos corrientes de diferentes colores. Su batalla feroz fue
lo que formó este enorme remolino. Cuando el ojo se tragó el
barco entero, las dos corrientes de agua se separaron.

Sin embargo, la batalla estaba lejos de terminar. Al igual que dos


víboras venenosas, continuaron golpeándose el uno al otro. Cada
colisión fue seguida por una montaña de olas enojadas. Xie Lian
miró a su alrededor y gritó: — ¿Señor del Viento? ¿Señor de la
Tierra? ¿General Pei?

La voz de Shi Qing Xuan vino de diez pies detrás de él.

— ¡Alteza! ¡Estaban aquí!

— ¿También saltó sobre tu espada imperial...? —Xie Lian se dio


la vuelta, y la escena que se desarrolló ante él lo dejó sin palabras.
Ming Yi estaba de pie sobre el mango de una pala mientras Shi
Qing Xuan estaba sentado sobre la cabeza de dicha pala,
saludándolo con la mano.

Esta no era una espada imperial, era una pala imperial... ¡Este tipo
de imágenes, sin duda, era duro para los ojos!

Por otro lado, la voz de Pei Ming sonaba: — ¿Qué pasa con Shui-
shixiong?

Al ver que Pei Ming estaba solo en su espada y no había señales


del Señor del Agua, Shi Qing Xuan también gritó: — ¿Ge? ¡¿Ge?!

Xie Lian aseguró: —No hay necesidad de entrar en pánico, él es


el Señor del Agua, será difícil para él hundirse. —Pero cuando
recordó el poder de ese remolino, se dirigió a Hua Cheng. —San
Lang, agárrate fuerte a mi cintura, no caigas.

Hua Cheng realizó un acto de obediencia y respondió: —Hum,


está bien, pero Gege, hay algo que tengo que decirle.

— ¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.

—No puede volar en la Guarida del Demonio de Agua Negra.


Atraerá cosas.

No más de un segundo después, un grito agudo atravesó el aire


y una gigantesca criatura blanca atravesó la superficie del agua,
dirigiéndose directamente hacia Pei Ming.

Pei Ming era un maestro espadachín. En el momento en que sintió


la intención de matar, su mano alcanzó su espada, solo para
darse cuenta de que dicha espada estaba bajo sus pies. Por
suerte, su reacción fue rápida. Con un salto, agarró su espada en
el aire y cortó a la criatura entrante por la mitad. Antes de que la
gravedad pudiera tomar el control, se volvió hacia la espada sin
un solo cabello fuera de lugar. Como si no fuera nada, de manera
constante voló y preguntó con total calma: — ¿Qué fue eso?

El cuerpo cortado de la criatura era ligeramente visible desde la


superficie del agua. Xie Lian entrecerró los ojos para ver mejor.

— ¿Pescado?

Definitivamente era un pez, pero no un pez promedio. ¡Era una


espina de pez que era tan ancha como una pecera y tiene muchos
pies de largo!

Este pez no tenía carne ni escamas, sino solo huesos blancos que
se conectaban a una boca llena de dientes afilados. Si fuera
venenoso o no, si mordía, seguro que sería doloroso. Pei Ming
voló más alto y advirtió: —Todos tengan cuidado, ¡probablemente
hay más de uno!

Como se esperaba, cuando mencionó uno, un segundo salió


disparado desde abajo. Esta vez, ¡se dirigió directamente hacia
Ming Yi y Shi Qing Xuan!

Desafortunadamente, el Señor de la Tierra no era un dios marcial


y su poder de combate no era tan fuerte. El Señor del Viento ahora
era solo un dios en el cuerpo de un mortal. Además de todo esto,
Ming Yi estaba bastante oxidado con su pala... imperial. A pesar
de que los dos no fueron mordidos, igual perdieron el equilibrio y
se lanzaron al mar. Mientras caían en el aire, Shi Qing Xuan gritó
desesperado: — ¡Ming-xiong! Espero que recuerdes practicar el
uso de tu tesoro con más frecuencia después de hoy ah…
Ming Yi replicó.

—Piérdete.

Pei Ming suspiró y se apresuró a rescatar a los dos. Al ver que Pei
Ming se adelantó para echar una mano, Xie Lian supo que sería
capaz de manejarlo solo.

—Realmente no es culpa del Señor de la Tierra —pensó para sí


mismo—, con una pala así como un arma atesorada, nadie con
vergüenza se atrevería a sacarlo.

En ese momento, una brisa escalofriante le atravesó. Xie Lian


reunió sus pensamientos y dijo suavemente: —San Lang,
agárrate fuerte. Cuidado, hay algo que viene en nuestro camino.

—Está bien.

Las manos envueltas alrededor de su cintura se apretaron.

No mucho después, cuatro paredes de agua se dispararon desde


abajo y los rodearon. Cuatro gigantescos esqueletos de peces se
alzaban del mar.

Los cuatro gigantescos cadáveres blancos de hueso eran más


como dragones que como peces. La combinación de colinas de
huesos de la aleta dorsal, cuernos peligrosamente afilados,
cuerpo largo con forma de serpiente y cuatro garras
sobresalientes rodeaban a Xie Lian y Hua Cheng, sin dejar
espacio para escapar. En cuanto a volar hacia arriba, esto era tan
alto como Fang Xin podía ir. Si bajaran, se encontrarían cara a
cara con el océano muerto y silencioso.
Xie Lian suspiró en derrota.

—Está bien... ¿quién primero?

Después de un momento de consideración, juntó las manos.

—Entonces juntos.

Poco después, el dragón de huesos en el lado este dejó escapar


un aullido y se lanzó hacia adelante. Xie Lian levantó la mano y
señaló en la dirección.

Al instante, el dragón de huesos se congeló. Para un monstruo


tan enorme ser detenido por una espada, una persona y un dedo,
y sin poder volar ni un centímetro hacia adelante, lo hizo golpear
furiosamente con su cola y garras, creando muros de olas. Los
otros tres también se lanzaron hacia adelante. Xie Lian convirtió
su dedo acusador en una garra. Agarró el cuerno del dragón de
hueso y lo giró en un círculo como si fuera un arma.

Un fuerte whoosh atravesó el cielo. Los tres dragones entrantes


fueron ensartados instantáneamente por el que Xie Lian arrojó
antes de caer al océano como pedazos de huesos dispersos. Xie
Lian se quitó el polvo de las manos y dejó escapar un suspiro. Se
dio la vuelta y le preguntó: —San Lang, ¿estás bien?

Con ojos de media luna, Hua cheng sonrió.

—Bajo la protección de Gege, ¿cómo puede pasarme algo?

Escucharlo responder así hizo que Xie Lian se sintiera incómodo


y avergonzado. Ahora que lo pensaba, lidiar con este tipo de
cosas era una tarea fácil para Hua Cheng, ¿cómo podría haber
algún problema? Hizo que la pregunta de Xie Lian pareciera como
si estuviera pidiendo intencionalmente alabanzas. Sin embargo,
con toda honestidad, él preguntó por preguntar. Perdido en sus
pensamientos, la espada se hundió repentinamente y antes de
que Xie Lian pudiera siquiera registrar lo que había sucedido, ya
estaban cayendo rápidamente, hundiéndose en el agua helada.

No fue porque fueron agarrados por algo. Simplemente se debió


al hecho de que Fang Xin era demasiado viejo, ¡después de haber
aguantado tanto tiempo, necesitaba descansar!

La heladísima agua del mar brotó de todas direcciones. Después


de tragar accidentalmente dos tragos de agua, Xie Lian cerró la
boca y nadó hacia arriba. Sin embargo, el agua de la Guarida del
Demonio de Agua Negra era tan malvada como lo describían. Xie
Lian era considerado un nadador bastante bueno, pero en estas
aguas, su cuerpo se sentía como un bloque de hierro. No
importaba lo que hiciera, se negaba a flotar. Abrió los ojos, pero
el agua estaba tan fangosa y no pudo localizar a Hua Cheng en
ningún lugar. Tocó alrededor con sus manos. Aparte de Fang Xin,
no pudo agarrar a nadie más y pudo comenzar a sentir que el
pánico aumentaba dentro de él. Sin embargo, cuanto más ansioso
estaba, más lentos eran sus movimientos y más rápido se hundía.
Por suerte, no mucho después, era como si alguien hubiera
separado la niebla, Xie Lian sintió que un rayo de luz brillaba sobre
él. Sintió que alguien lo agarró de la mano y la cintura y lo levantó
rápidamente hacia la superficie. Una vez fuera del agua, Xie Lian
jadeó por respirar y cuando se limpió el agua de la cara, vio que
su salvador no era otro que Hua Cheng.

Es bastante extraño, según el dicho común. Los muertos se


hunden, Hua Cheng, que técnicamente era un cadáver, debería
haberse hundido más rápido que Xie Lian. Sin embargo, estaba
flotando ligeramente y sin esfuerzo en la superficie del agua.
Inclinó la cabeza y miró a Xie Lian.

— ¿Estás bien?

Xie Lian asintió. La familiaridad de esta escena repentinamente


trajo recuerdos de una situación similar que había sucedido no
hace mucho tiempo. Al instante, sintió que su cara se calentaba.
Con una mano envuelta alrededor de Xie Lian, Hua Cheng usó su
mano de repuesto para moverse y deslizarse tranquilamente por
el agua.

—Gege, aférrese a mí. Se hundirá si se suelta.

Sin palabras, Xie Lian asintió inexpresivamente varias veces. No


muy lejos de ellos, hubo una oleada de movimientos en el agua,
y una hilera de huesos con forma de cuerno subió a la superficie.
Como un grupo de tiburones, nadaban hacia ellos con una
velocidad increíble. Los cuatro dragones de hueso que fueron
derrotados por Xie Lian estaban de regreso para vengarse.

Los rodearon a los dos con la mirada hambrienta de un


depredador, y finalmente, después de que ya no pudieron
contenerse más, se zambulleron brutalmente. Agarrando a Fang
Xin con fuerza en su mano, Xie Lian esperó el momento para
atacar. Por encima de él, Hua Cheng chasqueó la lengua con
fastidio.
Los dragones óseos estaban casi al alcance de un brazo al
destrozarlos, pero al escuchar el sonido, su intento de matar
desapareció instantáneamente. La boca llena de dientes que
estaba a punto de romper el cuello de Xie Lian, en cambio, se
acercó y le dio un empujoncito a Fang Xin como si le diera unos
cuantos picotes.

Xie Lian estaba confundido.

Mientras él todavía flotaba allí estupefacto, las cuatro criaturas


corrieron con las colas entre las piernas. Xie Lian se quedó sin
habla, pero Hua Cheng ya había continuado nadando.

—Gege, ahora sabe. Si va a tener alguna mascota en el futuro,


definitivamente no considere esas. Son basura inútil.

...¿Mascotas?

Xie Lian respondió dócilmente: —No, no estaba considerando


nada...

De repente, un dragón de huesos atravesó la superficie del agua


y se disparó directamente hacia el cielo. Xie Lian levantó la vista
y vio que Shi Wu Du estaba sentado en la parte superior de la
cabeza de la criatura, con las manos unidas para formar una
agresiva posición de manos de ataque. Su rostro estaba tenso,
como si luchara vigorosamente contra alguna fuerza. El océano
una vez pacífico y tranquilo ahora estaba dando vueltas y girando.
Al no ver ninguna señal del Dios del Viento o de los demás, Xie
Lian gritó: — ¡Señor del Viento! ¡Señor de la Tierra! ¡General Pei!
¡Dónde están!
Escudriñó sus alrededores bajo la tenue luz de la luna. En lugar
de encontrar a sus compañeros, se encontró a sí mismo siendo
tragado por una enorme sombra. Se giró y sus ojos se agrandaron
al ver una gran ola que era tan alta como el cielo cayendo en su
camino. En el segundo siguiente, cayó en una completa
oscuridad.

-------------------------------------------------------------------------------------

Después de ser transportado por el flujo y reflujo del océano


durante mucho tiempo, Xie Lian finalmente abrió los ojos.

Aunque no se sentó, podía sentir por debajo de él que llegó a


tierra. Mientras yacía allí, recuperando su fuerza, levantó un brazo
y vio que su mano se había arrugado por el prolongado remojo en
el agua.

Sintió algo debajo de su cintura, y cuando inclinó la cabeza para


mirar, se dio cuenta de que el objeto era el brazo de Hua Cheng.
A juzgar por la posición de la figura que yacía junto a él, parecía
que Hua Cheng nunca lo había soltado.

Aunque ya se había despertado, Hua Cheng no lo había hecho.


Sus ojos seguían cerrados. Xie Lian se sentó y le dio un suave
codazo: — ¿San Lang? San Lang?

Hua Cheng no respondió. Xie Lian le dio un codazo otra vez


mientras escaneaba sus alrededores. Estaban en tierra, pero
aparte de la gran cantidad de árboles que se amontonaban para
formar un bosque interminable, no había signos de muelles,
personas o de alguien en absoluto. En lugar de tierra firme, era
más una isla aislada. Por encima de todo, lo más sorprendente
fue que ya era de día. ¡Deben haber flotado durante toda una
noche! ¿En dónde habrían terminado?

Después de pinchar repetidamente, Hua Cheng todavía estaba


profundamente dormido y no se había movido ni un centímetro.
Los demonios no se ahogarían, al menos eso es lo que pensó Xie
Lian. Sin embargo, solo porque Hua Cheng no podía ahogarse,
no significaba que otras cosas en el océano, como el esqueleto
del pez venenoso, no pudieran haberlo atacado. Por lo tanto, Xie
Lian le dio una palmada a Hua Cheng, comenzando desde su
pecho, hasta sus brazos, y hasta las piernas para asegurarse de
que no hubiera heridas. Sin embargo, aparte de descubrir que
Hua Cheng tenía un buen cuerpo, no hubo otros hallazgos. Xie
Lian no sabía qué hacer y comenzó a preocuparse.

—San Lang, no bromees.

Ninguna respuesta.

En un momento de pánico, Xie Lian en realidad apoyó la cabeza


contra el pecho de Hua Cheng en busca de un latido. Entonces,
inmediatamente se dio cuenta, ¿cómo podrían los demonios tener
latidos del corazón? Sin embargo, para su sorpresa, en realidad
lo escuchó. Xie Lian estaba aturdido. Un pensamiento
rápidamente vino a él.

Lógicamente, en su verdadera forma, Hua Cheng no debería


poder ahogarse, pero ahora se había convertido en un humano
de diecisiete dieciocho años, ¿entonces la misma regla todavía se
aplicaba?

Aunque sentía que Hua Cheng no era del tipo que pasaba por alto
este tipo de fallas, en realidad no había otras explicaciones. No
importa qué, él no fue capaz de despertarlo. Después de un largo
debate interno, Xie Lian extendió la mano lentamente y la colocó
suavemente alrededor de la cara de Hua Cheng.

Las características de esta cara eran más que impresionantes.


Tomar el rostro de Hua Cheng de esta manera y pensar en lo que
iba a hacer a continuación hizo que a Xie Lian le resultara
extremadamente difícil calmar a su pobre corazón. Sentado en
esta posición enredada, asegurándose de que no había nadie
alrededor, miró a Hua Cheng de nuevo. No había signos de
despertarse. Eso era todo. Se preparó y apretó los dientes. Se las
arregló para decir, en apenas algo más que un susurro.

—... Me disculpo de antemano.

Su voz estaba prácticamente temblando cuando lo dijo. Juntó las


manos para hacer una oración en silencio antes de agacharse con
los ojos cerrados y apretó los labios contra los de Hua Cheng.

Al mismo tiempo, Hua Cheng de repente abrió los ojos.


Capítulo 120: Espíritus unidos; canoa de camilla de ataúd entra al Mar del Demonio
(parte uno)

Sin embargo, debido a que Xie Lian estaba extremadamente


nervioso y demasiado consciente de sí mismo, sus ojos todavía
estaban fuertemente cerrados, haciéndolo completamente ajeno
a la situación en cuestión.

La última vez que intercambiaron aire bajo el agua, fue Hua Cheng
quien lo inició. Era dominante y el beso fue profundo, y después
de eso, Xie Lian no se atrevió a recordar el evento, solo recordó
que sus labios estaban hinchados y adormecidos. Como esta vez
estaba tomando la iniciativa, fue muy cauto y solo colocó sus
labios suavemente sobre el otro, como si temiera accidentalmente
despertar a Hua Cheng si ejercía demasiada fuerza. Pero
después de reflexionar, ¿no era su objetivo inicial despertar a Hua
Cheng? Si su beso fuera demasiado ligero y el aire se escapara
de la pequeña brecha entre sus labios, ¿no sería todo esto en
vano?

Por lo tanto, Xie Lian mantuvo los ojos cerrados y, mientras


recitaba los extractos del Sutra de Ética a la velocidad del rayo,
se alejó e inhaló suavemente antes de presionar sus labios contra
los de Hua Cheng una vez más.

Esta vez, el beso fue mucho más profundo que el anterior. Xie
Lian capturó completamente los labios finos y fríos de Hua Cheng,
y sopló suavemente aire adentro.

En ese proceso, sus ojos estuvieron cerrados todo el tiempo, sin


atreverse a mirar, y después de haber dado entre cinco y seis
respiraciones, pensó que tal vez debería presionar un poco el
pecho de Hua Cheng, pero quien hubiera sabido que en el
momento en que abrió los ojos, estaba mirando directamente al
propio par de ojos abiertos de Hua Cheng.

—...

—...

Las manos de Xie Lian todavía estaban sosteniendo las mejillas


de Hua Cheng, y sus labios se acababan de separar, la sensación
de suave y blando entumecimiento aún permanecía. En un
instante, fue como si los dos se convirtieran en estatuas de piedra,
como si con solo una brisa se hicieran añicos. Xie Lian, por
supuesto, estaba petrificado, pero Hua Cheng, que siempre había
permanecido despreocupado ante todo estaba igualmente
aturdido.

Xie Lian realmente no sabía cómo no había muerto por toda la


sangre que corría por su cabeza, y fue un buen momento antes
de que dijera: —San Lang, estás despierto.

Hua Cheng no habló.

Xie Lian al instante dejó caer sus manos y saltó hacia atrás unos
pocos pies.

—... ¡NONONONNONO! NONONONONNO! ¡NO ES LO QUE


PIENSAS! SOLO QUERÍA…

¿Qué? ¿¿Entregar aire??


¿Los demonios fantasmas necesitarían aire? ¡Incluso él mismo no
lo creería si lo dijera en voz alta!

Las palabras se atascaron en la garganta de Xie Lian y Hua


Cheng también se levantó, extendiendo una mano hacia él como
forzándose a calmarse.

—... Alteza, usted, solo cálmese primero.

Xie Lian sostuvo su cabeza entre sus manos, toda su persona era
un desastre, y al final, juntó sus manos como si estuviera orando
y se inclinó locamente ante Hua Cheng.

— ¡¡LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO!!!

Habiendo gritado sus disculpas, se dio la vuelta y corrió, huyendo


de la escena. Hua Cheng finalmente volvió a sí y se puso de pie,
persiguiéndolo, gritando desde atrás.

— ¡SU ALTEZA!

Xie Lian se tapó los oídos y gritó su penitencia mientras corría.

— ¡¡¡Lo siento!!!

¡Morir! ¡Solo morir! ¡Si no podía morir, simplemente cavar un


agujero en algún lugar y finjir estar muerto!

Corrió rápidamente, y al instante atravesó la espesura del bosque.


Mientras corría, de repente, algo que parecía una flecha afilada
vino volando hacia él. Xie Lian pudo haber estado bajo una gran
conmoción, pero todavía no le faltaban sus habilidades, y atrapó
un pedazo de hueso con un barrido de su mano. Se detuvo
bruscamente y miró hacia donde venía el ataque, pero no había
nada allí, solo ramas sacudiéndose. Había peligro en los arbustos,
e inmediatamente se calmó, se dio la vuelta y corrió.

— ¡San Lang!

Hua Cheng ya lo seguía de cerca, y la vuelta de Xie Lian casi lo


hizo correr hacia su abrazo. Xie Lian lo tomó de la mano y salió
corriendo del bosque.

— ¡Corre, hay algo en el bosque!

Hua Cheng, quien lo perseguía, ahora fue arrastrado hacia donde


vinieron. Solo cuando regresaron a la playa, Xie Lian dejó escapar
un suspiro de alivio.

—No somos seguidos, uff. Gracias a dios.

Hua Cheng también comentó: —Hum. Hay algunas cosas


pequeñas en esta isla, pero no se preocupe, no nos seguirán aquí.

Al escuchar esto, Xie Lian recordó al instante, ¿cómo podría Hua


Cheng tener miedo de esas cosas? Luego miró hacia abajo y
todavía estaba agarrando su mano, y Xie Lian se congeló de
nuevo, soltándose apresuradamente y saltó a un lado.

Con algo de distancia entre los dos, ambos estuvieron en silencio


por un momento antes de que Hua Cheng suspirara y tirara del
cuello de su ropa.

—Gracias a Dios que me rescató antes. Un cuerpo humano


realmente es bastante inconveniente, simplemente ir al mar me
ahogaría con bocados de agua salada. Asqueroso.
Xie Lian no era tonto. Sabía que Hua Cheng le estaba dando una
salida fácil pero solo podía seguirle y murmuró vagamente con la
cabeza inclinada.

—No es nada, no te preocupes por eso.

Después de una pausa, Hua Cheng agregó: —Pero, Gege no lo


hizo correctamente.

Xie Lian se sorprendió y le preguntó con inquietud: — ¿No fue


así? Yo... yo pensé que solo necesitaba soplar un poco de aire.

—Sí. Eso es incorrecto. —Hua Cheng respondió: —No le haga


esto a nadie más tan casualmente en el futuro, de lo contrario...

De lo contrario, no solo no salvaría una vida, sino que podría


acabar con ella. Hablaba en un tono tan serio que Xie Lian se
sentía bastante avergonzado. Menos mal que nunca había hecho
algo así antes, de lo contrario realmente estaría cometiendo
pecados. Juró apresuradamente: —No lo haré, no lo haré.

Hua Cheng asintió, luego sonrió. Aunque Xie Lian realmente


quería pedirle a Hua Cheng algunas instrucciones sobre cómo
debía hacerse, pero no se atrevió a hablar más sobre el tema. Lo
anotó esto mentalmente y miró a su alrededor: — ¿Es esta isla
realmente una isla desierta sin un rastro de gente?

—Por supuesto. —Hua Cheng respondió: —Este es el corazón de


la Guarida del Demonio Agua Negra, la isla de Agua Negra.

Estaba muy confiado. La Lluvia Sangrienta que busca la Flor y


Agua Negra que hunde barcos debieron haberse conocido
mutuamente, y Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿has estado aquí
antes?

Hua Cheng negó con la cabeza.

—Nunca. Pero sé de esta isla.

Xie Lian frunció el ceño.

—Me pregunto a dónde se han ido el Señor del Viento y los


demás, si están en la isla también.

Este lugar era la Guarida del Demonio Agua Negra en el Mar del
Sur, su dominio. El dominio principal de Pei Ming era el norte, el
Señor de la Tierra no era un dios marcial, y no había necesidad
de hablar sobre la condición en la que se encontraba el Señor del
Viento. Si ocurriera algo, incurrirían en la ira del Demonio Agua
Negra Xuan, El único que podría contraatacar sería el Señor del
Agua. Sin embargo, quién sabe cuándo llegará la Calamidad
Celestial de Shi Wu Du, por lo que la situación actual no parecía
muy optimista. Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿ese Demonio
Agua Negra Xuan tiene mal genio? Si los oficiales celestiales se
entrometieran accidentalmente en su dominio y entraran a su
casa, ¿qué haría él?

—Es difícil de decir —dijo Hua Cheng—, pero, Gege debería


haber escuchado ese dicho antes también. Sangrienta manda la
tierra; Negro domina los mares. Aquí la Guarida del Demonio
Agua Negra, incluso yo tengo que vigilar mis pasos.

No solo porque este era el dominio principal del Agua Negra, sino
también como un Supremo a otro, Hua Cheng debería dejar al
otro algo de dignidad para que aún pudieran interactuar en el
futuro.

—Entonces es mejor que nos vayamos de aquí pronto —dijo Xie


Lian.

Casi rodearon la isla, pero los dos nunca volvieron a entrar en el


bosque. Xie Lian llamó unas cuantas veces, pero no escuchó al
Señor del Viento ni a nadie más responder.

—Tal vez no se dirigieron a la Isla de Agua Negra —Hua Cheng


supuso.

Los dos volvieron al lado de la playa. La superficie del mar todavía


estaba cargada de tristeza. Xie Lian recogió un tronco del suelo y
lo arrojó lejos en la distancia. Un tronco como el que técnicamente
debería flotar en el agua, sin embargo, sobre la superficie del mar
a unos metros, se hundió instantáneamente. Xie Lian miró hacia
atrás a ese bosque espeso y dijo: —Parece que sería inútil
construir una canoa. El conjuro de Acortamiento de distancia
tampoco funcionará aquí, ¿cómo crees que deberíamos salir de
esta isla?

— ¿Quién dice que es inútil? —Dijo Hua Cheng.

—Pero, solo la madera de ataúd que alberga a un difunto puede


flotar en esta Guarida del Demonio Agua Negra... —Antes de que
terminara, recordó de inmediato. Madera de ataúd. Había árboles
por todas partes; ¿un difunto? Hay uno justo delante de sus ojos.

Precisamente, Hua Cheng sonrió: — ¿No estará bien una vez que
esté dentro?
Aunque estaba sonriendo, el corazón de Xie Lian se apretó por
alguna razón.

Hua Cheng aplanó su palma, y la cimitarra E-Ming apareció dentro


de esa palma. Como dijeron que lo harían, se fueron directamente
al trabajo y los dos empezaron a recolectar materiales. Como no
se adentraron en el bosque, no se encontraron con ninguna
criatura en emboscada, y pronto lograron talar una serie de
árboles. Todo un día de trabajo pasó en un abrir y cerrar de ojos,
y el cielo se estaba oscureciendo. Los dos dividieron el trabajo y
lucharon entre sí para asumir tareas, por lo que su eficiencia fue
sorprendentemente alta. Por la noche, el ataúd estaba
prácticamente construido.

A lo largo de todo el viaje, Xie Lian solo se había comido medio


bollo al vapor y ya estaba hambriento, pero cuanto antes se hacía
el ataúd, más pronto podían salir, así que una vez que el ataúd
estuviera construido, él encontraría una excusa para ir a pescar.
Sin embargo, dentro de las aguas de la Guarida del Demonio
Agua Negra, ¿cómo podría haber peces? Al regresar con las
manos vacías, Xie Lian se volvió hacia el borde del bosque y
recogió algunas frutas silvestres de las áreas no peligrosas. Quién
sabía que cuando regresó, Hua Cheng ya había iniciado una
pequeña fogata; se sentó junto al fuego, con una mano apoyada
en su mejilla, mientras que la otra sostenía una rama, una liebre
salvaje clavada sobre ella estaba siendo asada.

Esa liebre salvaje ya estaba limpia, su piel estaba asada de tal


manera que goteaba jugo, crujiente y dorado, el olor de la carne
era fragante, sumamente atractivo. Una vez que vio que Xie Lian
había regresado, Hua Cheng sonrió y movió su mano, pasando la
rama. Xie Lian lo tomó e intercambió los frutos silvestres por esta.
—Todos estos son comestibles.

Los dos todavía estaban mojados y goteando, y aparte de que


estaban empapados en el agua de mar, sus ropas también
estaban húmedas de sudor. Sin embargo, ambos tenían un
entendimiento tácito y no mencionaron nada sobre quitarse la
ropa para secarlas. La carne de esa liebre salvaje estaba crujiente
por fuera pero tierna por dentro, y después de haberla mordido
ligeramente, Xie Lian podía sentir sus dientes sintiendo la
quemadura, pero aun así no podía dejar de morder la carne, su
delicia permanecía en sus labios. Incluso así, Xie Lian dividió la
porción en dos, y le dio la otra a Hua Cheng antes de suspirar con
asombro: —San Lang tiene habilidades tan sorprendentes.

Hua cheng se rió.

— ¿En serio? Entonces, gracias, Gege, por el cumplido.

—Es cierto. —Xie Lian dijo: —Ya sea en la carpintería o en la


cocina, nunca he conocido a nadie mejor que tú. Ese alguien
especial, noble y amable tuvo mucha suerte.

Cuando dijo esto, actuó como si estuviera muy concentrado en


comerse la liebre, pero Hua Cheng parecía estar en silencio. Fue
un momento después que la suave voz de Hua Cheng llegó.

—Que pude conocer a esa persona, fui yo quien tuvo suerte.

...Xie Lian no sabía qué decir y parecía concentrarse aún más en


comer. Pasó un tiempo hasta que se dio cuenta de que Hua
Cheng lo estaba llamando.

—Gege, Gege.
Aturdido, Xie Lian respondió: — ¿Eh?

Hua Cheng le pasó un pañuelo y fue entonces cuando Xie Lian se


dio cuenta de que estaba masticando demasiado fuerte y la mitad
de su cara estaba cubierta de grasa, extremadamente tonto. Al
instante se sintió avergonzado, y alcanzó el pañuelo para
limpiarse. Hua Cheng le pasó también la otra mitad de la liebre
asada.

—Gege debe estar hambriento, no se apresure.

Xie Lian tomó la liebre asada y se quedó un poco aturdido por un


momento, pero al final no pudo contenerse y preguntó: —San
Lang, ¿qué tipo de persona es ese alguien especial? ¿Cómo es
que todavía no la has conquistado?

Él creía genuinamente que, si Hua Cheng quería a alguien, no


habría nadie en esta tierra que pudiera luchar contra sus avances.
Sin embargo, ese día Hua Cheng había dicho que todavía no
había conquistado a esa persona, por lo que no podía evitar
sentirse más adusto, un extraño sentimiento hacia esta persona,
que el Rey Demonio deseaba, crecía. Tal vez fue porque sintió
que la otra parte no tenía buen gusto o quizás esta lo estaba
dando todo por sentado.

Hua Cheng respondió: —Está bien si Gege lo encuentra divertido.


La verdad es que tengo miedo.

O fue por una sensación de injusticia, o por temor a que Hua


Cheng se estuviera despreciando, Xie Lian respondió con tono
serio: — ¿A qué hay que temer? Eres un Rey Demonio Supremo,
la Lluvia Sangrienta que busca la Flor.
Hua Cheng se echó a reír a carcajadas: — ¿Qué demonio rey de
mierda? Si realmente fuera tan increíble, no habría sido tan
impotente cuando la gente me humilló hace cientos de años,
jajajaja...

—Bueno, no puedes decirlo así —dijo Xie Lian. —Todos tuvieron


que pasar por eso para crecer....

Pero justo cuando lo dijo, recordó que cuando ascendió por


primera vez, él no parecía haber experimentado humillación, y se
aclaró la garganta ligeramente.

—Esa persona me vio en mi peor momento —dijo Hua Cheng.

—Entonces tengo mucha envidia de eso —respondió Xie Lian.

Al oírlo decir eso, Hua Cheng miró por encima. Xie Lian dejó de
comer y dijo suavemente: —Pero, puedo más o menos entender...
tus sentimientos.

Después de una pausa, continuó: —También hubo un período de


tiempo en mi vida en que no fue fácil, y durante ese tiempo,
constantemente pensaría que, si alguien fuera testigo de mí, quien
rodó en el lodo y no podía levantarse, pero todavía pudiera
amarme por lo que era, sería genial. Pero, no sé si hay alguien
así, y tampoco me atrevo a mostrar esa parte de mi pasado a
nadie.

»Pero, si es alguien a quien San Lang anhela, creo que, incluso si


esta te viera en tu peor momento, no diría algo como; ah, después
de todo, no eres tan bueno.
Su rostro se volvió solemne: —Para mí, el que está en la gloria
infinita eres tú; el caído de la gracia también eres tú. Lo que
importa es tú y no tu estado.

—Yo... admiro mucho a San Lang, así que quiero entender tu


todo. Entonces, siento mucha envidia de que alguien ya haya
conocido esa parte de ti. Es un vínculo que solo viene por
casualidad y no se le puede forzar, y si ese vínculo debe continuar,
es tres partes de destino y siete partes de valor.

Esa fogata crepitaba profundamente, y durante un buen rato, los


dos permanecieron en silencio. Xie Lian se aclaró suavemente la
garganta y se frotó la frente.

— ¿Dije demasiado? Qué vergonzoso.

—No, lo que dijo fue bueno. Muy en lo correcto —respondió Hua


Cheng.

Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio y rápidamente volvió a


masticar su liebre salvaje. Hua Cheng agregó: —No solo eso, sino
que también hay muchas otras razones.

Xie Lian sintió que hablaba demasiado y quería terminar el tema


de inmediato. Además, simplemente no podía entender por qué
dijo tanto antes, y ¿por qué animar a Hua Cheng a perseguir con
valentía a su persona amada? No era como si fuera él oficial
celestial a cargo del matrimonio, por lo que solo pudo murmurar
una respuesta: —Hum...

Después de ese discurso, el aire entre los dos parecía bastante


delicado, y rápidamente terminaron de comer para continuar su
labor. Pronto, ese ataúd fue hecho oficialmente.
Hua Cheng empujó el ataúd recién construido en el agua, y luego
saltó dentro ligeramente, sentándose dentro. Un trozo de madera
así de largo y pesado realmente flotaba en el agua y no se hundía.
Ese ataúd no era amplio de ancho, y cuando Xie Lian levantó sus
túnicas para cruzar, no sintió que hubiera suficiente espacio para
sentarse. En ese momento, rugidos de truenos resonaron en el
cielo y aparecieron nubes sombrías. Los destellos violáceos de un
rayo se extendieron débilmente, los sonidos de explosiones
estallaron junto a los oídos inesperadamente aquí y allá. Delgados
hilos de lluvia llegaron cayendo del cielo y pronto llegaron más y
más gruesos. Parecía que se acercaba una tormenta.

Afortunadamente, los dos no se relajaron mientras trabajaban,


incluso construyendo una cubierta para el ataúd, de lo contrario
no tardaría mucho en llenarse de agua de lluvia una vez que se
empujara al mar y se hundiera en las profundidades.

Los dos se miraron, y Xie Lian dijo en voz baja: —Lo siento.

Hua Cheng tampoco dijo nada más y se acostó dentro del ataúd.
Xie Lian entró también y cerró la tapa. Como si la luz se apagara,
se hundieron en la oscuridad.

El ataúd entró en el mar y flotó errante por un rato. Afuera, una


lluvia torrencial golpeaba la cubierta; dentro, los dos no dijeron
una palabra. Al estar aplastados en un espacio estrecho, sus
cuerpos no podían evitar ser presionados con fuerza entre sí,
permitiendo a las olas empujar y tirar. Xie Lian usó una mano para
empujar contra el borde del ataúd para estabilizarse, con la
esperanza de hacer más espacio, su cabeza golpeando
ligeramente contra la madera.
Hua Cheng luego se estiró, apoyó su mano en la espalda de Xie
Lian y lo presionó contra su pecho, su otra mano protegiendo su
cabeza. Xie Lian ni siquiera se atrevió a respirar ásperamente.

—San Lang... ¿qué tal si cambiamos?

— ¿Cambiar qué? —Preguntó Hua Cheng.

—... Tú encima y yo debajo —respondió Xie Lian.

— ¿No es lo mismo estar encima o debajo? —Preguntó Hua


Cheng.

Xie Lian temió que pesara demasiado y dijo: —Este viaje nuestro
tomaría por lo menos un día. Tu cuerpo en este momento solo
tiene diecisiete o dieciocho años, ¿verdad? Después de todo, soy
un dios marcial, muy pesado... —Antes de que terminara sus
palabras, agregó: — ¡San Lang, no te agrandes de repente!

Aunque era difícil de ver en la oscuridad, aun así, podía sentir que
Hua Cheng se presionaba contra él y se transformaba, y aunque
ese cambio fue mínimo, aún lo percibía, y asumió que
probablemente Hua Cheng se había transformado nuevamente
en su verdadera forma. Efectivamente, cuando Hua Cheng habló
de nuevo, su risa fue en una voz más profunda, verdaderamente
la voz de su auténtica forma. Xie Lian se recostó sobre su pecho,
indefenso, pero después del cambio, esa incomodidad
desconocida se aligeró un poco. Levantó la pierna ligeramente,
con la esperanza de mover su cuerpo y cambiar de posición, pero
de repente Hua Cheng dejó de reír y dijo con voz oscura: —No se
mueva.
Xie Lian se congeló. En ese momento, hubo un gran sonido, y el
ataúd en el que se encontraban los dos se hundió violentamente.
Xie Lian estaba desconcertado.

— ¡¿Qué está pasando?!

Poco después, hubo otro sonido rugiente, y los dos a la fuerza se


voltearon dentro del ataúd. Parecía que toda la canoa de ataúd
había girado. Gracias a Dios, no hubo fugas, pero eso no podría
garantizarse si hubiera varios giros. Hua Cheng presionó sobre él.

—Algo tiene un ojo sobre esta canoa de ataúd.


Capítulo 121: Espíritus unidos; canoa de camilla de ataúd entra al Mar del Demonio
(parte dos)

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, los dos


repentinamente se sintieron ligeros una vez más y sus posiciones
cambiaron de estar acostados a posición vertical, ¡ese bote de
ataúd se levantó bruscamente y se hundió rápidamente,
lanzándose con fuerza hacia abajo!

Hua Cheng tenía sus brazos apretados alrededor de la cintura de


Xie Lian, su otra mano cubría su cabeza, y exclamó: — ¡Agárrese
fuerte de mí!

Si esto fuera en el exterior, todos los giros pueden ser tres veces
más violentos y Xie Lian podría lidiar con eso, pero el problema
era que estaban atrapados dentro de un espacio estrecho y
angosto, con sus extremidades incapaces de estirarse, y no
sabían lo que estaba sucediendo afuera. Tenso y ansioso. Xie
Lian se preguntó: — ¿Qué pasa si el barco ataúd se rompe?

—No se preocupe. Incluso si se rompe, estoy aquí, usted no se


hundirá —dijo Hua Cheng.

En este momento, ambos estaban presionados uno contra el otro


firmemente, las palabras de Hua Cheng se pronunciaron a través
del roce de sus labios sobre el cabello de Xie Lian, y Xie Lian casi
pudo sentir el ligero temblor en su manzana de Adán, su mente
se desvió. Entonces, su atención fue robada por otra ola de
violento balanceo. Era como si este bote se hubiera convertido en
un juguete al que un niño pequeño empujaba, sacudiendo y
balanceando sin cesar. Sin ninguna otra opción, Xie Lian abrazó
a Hua Cheng con una mano y la otra se mantuvo en el borde del
ataúd.

En medio de ese caos, los dos se sumergieron y cayeron, se


voltearon y colgaron en quién sabe cuántas posiciones diferentes,
golpeando profundamente en todo tipo de partes entre ellos,
frotándose completamente el uno con el otro. A pesar de que Hua
Cheng tenía la apariencia de un hombre joven, solo después de
haberse revolcado de esa forma, Xie Lian se dio cuenta de que
Hua Cheng era sólido y duro de arriba a abajo. Xie Lian se estaba
quedando atónito ante este tormento y cuando la sensación
finalmente se desvaneció por un momento, descubrió que Hua
Cheng estaba ahora encima de él, presionando pesadamente,
sofocándolo.

Con grandes dificultades, Xie Lian levantó una mano y agarró el


brazo del que Hua Cheng se estaba sosteniendo junto a su cuerpo
y gimió suavemente, su cabeza dando vueltas.

— ¿Ya terminó…?

Por alguna razón, Hua Cheng no respondió. Sin embargo, antes


de que Xie Lian terminara su oración, su respiración de repente
paró. Porque, de repente, se dio cuenta que cierta parte de su
cuerpo estaba experimentando un cambio impensable.

...................En un instante, Xie Lian se sentía más incrédulo que


si viera florecer un árbol de acero. Al menos, si veía florecer un
árbol de acero, su mente no estaría tan en blanco.
Una horrorosa vergüenza y torpeza lo golpeaban más
violentamente que la tempestad golpeando el ataúd afuera. Xie
Lian se apresuró a cerrar las rodillas, pero quién hubiera sabido
que este gesto no estaba del todo bien, haciendo que Hua Cheng
gruñiera bruscamente.

— ¡No se mueva!

En una situación tan grave, Xie Lian soltó: — ¡No! ¡San Lang... no,
no me toques!

Después de un breve momento de silencio, Hua Cheng dijo con


voz profunda: —Muy bien. Salgamos de aquí.

Fue como si lo hubieran liberado y gritó: — ¡VE!

De repente, atacó otra viciosa ingravidez, ¡y el ataúd que contenía


a los dos fue arrojado al aire!

Al mismo tiempo, Hua Cheng y Xie Lian golpearon sus palmas a


ambos lados del ataúd y al instante se partió en pedazos. Los dos
salieron del bote y saltaron bajo la luz de la luna. Xie Lian miró
hacia atrás y vio a un dragón de agua gigante colgando trozos de
ese ataúd en la boca, rugiendo en la lluvia torrencial, mostrando
sus dientes afilados, como si estuviera enfureciendo porque creía
que el cofre estaba lleno de comida. Debió haber sido ese dragón
de agua que en ese entonces tiraba de su boca el bote del ataúd,
rompiendo aquí y doblando allá.

Ese bote de ataúd se había ido al mar al principio y vagó por un


tiempo, pero fue arrastrado por ese dragón de agua. Los dos
aterrizaron y regresaron a la Isla de Agua Negra una vez más. De
vuelta en la playa, había dos figuras más y eran el Señor del Agua
Wu Du y el General Pei. Shi Wu Du todavía tenía su sello espiritual
fuera, haciendo señas a la lluvia y los vientos como si fuera a
convocar a ese dragón de agua. Pei Ming le dio una palmada en
el hombro.

— ¡Shui-shixiong! Sólo tómalo con calma, ¿quieres? Esta ronda


ha terminado, pero quién sabe cuándo llegará la próxima ronda,
así que solo ahorra energía por ahora.

Resulta que esa repentina lluvia torrencial en este momento era


el acompañamiento a la Calamidad Celestial de Shi Wu Du. La
tormenta se estaba calmando y Shi Wu Du lanzó su mano,
volviéndose hacia Hua Cheng y Xie Lian, preguntándose: — ¿Qué
sucede con ustedes dos?

—...

Pei Ming dijo: —Sí, su alteza. ¿Por qué no se explican? ¿Qué está
pasando? ¿Qué están haciendo ustedes dos ahí dentro?

Cuando el bote del ataúd explotó, la posición de su fuerte abrazo


estaba abierta para que todos la vieran. Xie Lian parpadeó y
estaba a punto de hablar cuando, de repente, se dio cuenta de
que tanto él como Hua Cheng, después de haberse volcado
dentro del estrecho bote de ataúd, tenían el pelo desordenado y
la ropa despeinada, lo que parecía tan inadecuado como uno
podría imaginar. Y después de haber limpiado la lluvia de su cara,
sus mejillas todavía ardían.

Hua Cheng dio un paso adelante, protegiéndolo. Un momento


después, Xie Lian se aclaró la garganta suavemente,... No pasa
nada. Solo... el ataúd era demasiado pequeño.
Shi Wu Du estaba desconcertado: —No estaba preguntando por
eso.

Pei Ming señaló todas las piezas de madera que dejaron en la


playa y preguntó: —El ataúd fue hecho en este lugar, ¿verdad?
¿Por qué no construyeron uno más grande?

El diseño del barco ataúd fue decidido tanto por Hua Cheng como
por Xie Lian, y en ese momento parecía que ninguno de los dos
pensaba en hacerlo más grande, por lo que Xie Lian solo podía
reírse torpemente.

—...Tiene razón. Jaja jaja ¿Mis señores acaban de llegar a esta


isla?

—Eso es correcto. Pei Ming respondió: —Shui-shixiong luchó


contra las corrientes de esta Guarida del Demonio Agua Negra y
acabamos de llegar a esta isla. No esperaba ver un ataúd flotando
en la superficie de los mares de la Guarida del Demonio Agua
Negra, qué cosa tan curiosa.

Xie Lian pudo sentir su corazón latiendo y sonrió.

—Realmente muy curioso.

—Tú —dijo Shi Wu Du.

Se volvió hacia Hua Cheng y entrecerró los ojos: —En el barco,


¿no dijiste que solo la madera de ataúd que transportaba a un
difunto no se hundiría en la Guarida del Demonio Agua Negra?
Pei Ming sacó su espada y dijo tranquilamente.

—Exacto. Ahí está el ataúd de madera, pero ¿dónde está el


difunto?

Hua Cheng también sonrió: —Si estás tan preocupado por quién
está muerto, te sugiero que te mates.

Pei Ming le apuntó con la espada: —Qué arrogancia. ¡Como se


esperaba de la Lluvia Sangrienta que busca la Flor!

Como se sospechaba, ya lo había adivinado. Hua Cheng se echó


a reír y, al ver que empezaba una pelea, Xie Lian se bloqueó frente
a Hua Cheng.

—Señores, por favor, cálmense. No hay que preocuparse, San


Lang está en este viaje por generosidad.

— ¿San Lang? —Pei Ming se preguntó: —Nunca he oído hablar


en qué posición29 estaba la Lluvia Sangrienta que busca la Flor en
su casa. ¿Generoso? Su alteza, ¿está seguro de que esa es la
palabra para describirlo?

Shi Wu Du tenía que ser el centro de atención, así que empujó a


Pei Ming a un lado y dijo bruscamente: — ¿Eres tú la que está
arruinando las cosas en este viaje? ¿Cuál es tu intención de
atraernos aquí a la Guarida del Demonio Agua Negra? ¿Dónde
está Qing Xuan?

—Este es el territorio de otra persona, ¿crees que quiero estar


aquí? —Respondió Hua Cheng.

29
San Lang significa tercer hijo.
Xie Lian ya estaba acostumbrado a este tipo de situaciones y
cambió el tema con facilidad: — ¿No se ha encontrado todavía el
Señor del Viento? ¿El general Pei no fue a buscarlos?

Pei Ming abrió los brazos y dijo: —Al principio fueron pescados
pero una ola gigante de Shui-shixiong vino y los llevó lejos.

—No confundas, Pei-xiong. —Shi Wu Du dijo: —No puedo


levantar olas. Esas criaturas en el mar seguían viniendo una tras
otra, ¡no podías encontrarlos en primer lugar!

Xie Lian dijo rápidamente: —Cálmense, Cálmense. Um... el Señor


del Viento está junto con el Señor de la Tierra, por lo que no
debería haber grandes problemas.

Shi Wu Du se quejó.

— ¿Señor de la Tierra? ¡Qué de bueno tiene el Señor de la Tierra!


Mediocre y promedio, tampoco es un dios marcial, sus poderes
espirituales ni siquiera son tan fuertes como los de Qing Xuan.

Entonces, pareció recordar de repente que Shi Qing Xuan ya no


poseía ningún rastro de poderes espirituales, y se sintió afligido,
quedándose callado. Xie Lian, sin embargo, pensaba que todas
las corrientes espirituales tenían su objetivo, así que, aunque Ming
Yi no era un dios marcial y sus poderes espirituales no eran
exactamente fuertes, no era tan horrible como lo describió el
Señor del Agua. Además, las habilidades que el Señor de la Tierra
demostró esa vez en el Paso Banyue no eran tan malas; incluso
si él no era el mejor, tampoco era el peor.
Pei Ming también dijo: —No te preocupes demasiado todavía.
Mientras no se encuentren con el Demonio Xuan, el Señor de la
Tierra debería poder encargarse de las cosas.

Hua Cheng se rió.

—La Calamidad Celestial ya te está persiguiendo por todas


partes, luchando contra ti. Hiciste un gran lío en su guarida, ¿y
realmente te atreves a esperar que el Señor de la guarida no se
haya dado cuenta?

De repente, la cara de Shi Wu Du se contrajo, y sacó un medallón


dorado de longevidad del cuello de su túnica. Pei Ming preguntó:
—Shui-shixiong, ¿sucedió algo?

Ese medallón dorado de longevidad parecía estar vibrando en su


palma, y Shi Wu Du dijo: —Qing Xuan está cerca... ¡y está herido!

Xie Lian echó un vistazo a ese medallón dorado y se veía


exactamente igual al que Shi Qing Xuan llevaba ese día, el que
se quitó para construir la matriz de protección y se dejó atrás al
final.

— ¿El Señor del Viento sigue usando ese medallón de


longevidad? Recuerdo que se lo quitó antes.

—Lo recogí y lo puse alrededor de él otra vez —dijo Shi Wu Du.

Resulta que, esos dos medallones de longevidad fueron forjados


por el núcleo dorado de los dos hermanos. Cuando estaban cerca
uno del otro y uno estaba herido, los medallones se gritaban unos
a otros, y cuanto más cerca estuvieran el uno del otro, más fuerte
era el grito. Esto no era un hechizo, sino un atributo natural, por lo
que no fue afectado por los poderes de la Guarida del Demonio.
Shi Wu Du sacó el medallón de la longevidad de alrededor de su
cuello y colgó la cadena de su mano, sosteniendo su brazo recto
y lentamente giró en un círculo. Cuando miraba a cierta dirección,
la vibración de ese medallón dorado se hizo más fuerte de
repente.

Era la dirección hacia el bosque, hacia el profundo corazón


insondable de esta isla solitaria. Shi Wu Du dijo sombríamente: —
Parece que Qing Xuan está en esta isla en este momento.

Luego, se dirigió en grandes pasos hacia ese bosque.


Naturalmente, Pei Ming lo siguió. Xie Lian los contempló, ya que
los Señores del Viento y la Tierra estaban ambos en la isla y el
Señor del Viento parecía estar herido y sangrando, deben ser
encontrados ellos primero y preocuparse por el resto más tarde.

—Mis señores, hay secuaces escondidos dentro del bosque,


tengan cuidado de una emboscada.

Hua Cheng los siguió también y Xie Lian iba a agarrar su mano al
principio, pero luego recordó su estado vergonzoso dentro del
bote de ataúd, y la mano extendida se contrajo a pesar de su
voluntad. Al final, tiró de la manga de Hua Cheng, sin atreverse a
mirar la cara del otro. Pei Ming, sin embargo, miraba hacia atrás
con frecuencia, y parecía estar muy interesado.

—Lluvia Sangrienta que busca la Flor, su alteza, ustedes dos


realmente están pegados como goma. Un Rey Demonio como tú
nos sigue tan abiertamente, ¿ni siquiera vas a intentar evitar las
sospechas?
Xie Lian respondió lánguidamente: — ¿Qué está diciendo el
General Pei? Bajo estas circunstancias, es menos sospechoso si
él viene. De lo contrario, si mis señores se encontraran con algún
peligro, ¿cómo puede esperar limpiar su nombre si mis señores
sospechan de él?

—Él tiene el título de Supremo, entonces ¿cuál es la diferencia si


está frente a nuestros ojos o no? ¿No sería fácil para él
simplemente crear un clon? —Dijo Pei Ming.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, un sonido agudo


rasgó el aire. Pei Ming levantó la mano y atrapó una flecha
sigilosa: — ¡Así que hay algo que estaba cerca! Shui-shixiong, ten
cuidado...

Antes de que terminara de hablar, se escucharon más silbidos y


varias flechas sigilosas vinieron volando hacia él. Cling clang. Pei
Ming levantó su espada y se preguntó con molestia: — ¿Qué
demonios?

Shi Wu Du se echó a reír a carcajadas.

—Pei-xiong, ¡creo que es mejor que te cuides! Luego aceleró el


paso.

Si solo eran esas flechas como emboscada desde algún lugar


oculto, no era nada que temer, solo era realmente molesto.
Irritado, Pei Ming aplastó un campo de arbustos y pronto agarró
algunos pequeños secuaces.

— ¡Ustedes tienen agallas!


Esos pequeños fantasmas parecían escuálidos y de piel
enfermiza, el tipo más bajo de secuaces y, colgando de su mano,
estaban aterrorizados en pequeñas bolas por el general, pidiendo
clemencia. Después de todo, solo estaban vigilando la puerta, por
lo que los intrusos que luchaban no podían ser alejados. Después
de asustarlos con algunas palabras, Pei Ming los dejó ir. Sin
embargo, cuando se encontraron con otros más astutos y viciosos
más tarde, Pei Ming los aplastó en una bola y los hizo gotear
mientras se abrían camino. Los cuatro apartaron las ramas y se
abrieron paso en los arbustos a través del espeso bosque,
caminando por quién sabe cuánto tiempo, pero el relicario de oro
en la mano de Shi Wu Du lloraba cada vez más fuerte. Finalmente,
llegaron a una gran área vacía en medio del bosque.

El corazón del bosque era un lago, y los cuatro caminaron hacia


él. De repente, Pei Ming dijo: —Lluvia Sangrienta que busca la
Flor, si sigues con esta broma, ya no podré tolerarte más.

Tanto Hua Cheng como Xie Lian lo miraron, luego se miraron el


uno al otro. Pei Ming frunció el ceño: —Si quieres pelear,
desafíame como hombre. Pei no es como esos treinta y tres
oficiales celestiales, no te tengo miedo. Empujarme de vez en
cuando no tiene sentido.

Hua Cheng levantó las cejas.

—Gege, tiene que creerme. Eso no tiene nada que ver conmigo.

Xie Lian intervino: —General Pei, él no juega esas bromas sin


sentido.

Pei Ming dudaba.


— ¿En serio?

Xie Lian se alarmó: —Tenga cuidado, podría ser algo más en esta
isla lo que causa problemas.

Pei Ming dejó de hablar. En ese momento, Shi Wu Du desaceleró


su ritmo.

—Está aquí.

Ese medallón dorado de longevidad parecía estar llorando en su


máxima expresión en este lugar, lo que significa que Shi Qing
Xuan estaba en algún lugar aquí. Sin embargo, todo aquí se
puede ver claramente; Aparte de un lago, no había nada más.

— ¿Podría haber un palacio subterráneo? —Se preguntó Pei


Ming.

Shi Wu Du se quedó mirando la superficie del agua y Xie Lian dijo:


—También es posible que esté en el fondo de las aguas.

Sin embargo, a este lago de la Isla de Agua Negra no se debe


entrar de una manera tan aleatoria, o uno podría no poder volver
a emerger una vez. La superficie de ese lago estaba tranquila sin
ondulaciones, apareciendo como un espejo gigante, reflejando la
luna blanca colgada en lo alto del cielo nocturno sin estrellas ni
nubes. Los cuatro caminaron a lo largo del borde del lago. Xie Lian
todavía estaba pensando en cómo investigar el fondo del lago
cuando, sin previo aviso, un grito aterrorizado atravesó el aire
nocturno.

El que lideraba el grupo era Shi Wu Du, el que estaba en la


retaguardia era Pei Ming. Los tres que estaban delante miraron
hacia atrás, el que gritó era el pequeño fantasma que Pei Ming
había capturado en el camino. Su cráneo había desaparecido y la
sangre negra brotaba a unos metros de su cuello, la cabeza
lanzada al aire gritaba penetrantemente.

—General Pei, ¿qué está haciendo matándolo tan


repentinamente? —Preguntó Xie Lian.

Pei Ming, sin embargo, exclamó: — ¡NO!

Pero antes de que pudiera explicar, su cuerpo se hundió, una


rodilla golpeó el suelo. Hua Cheng se rió: —Tampoco hay
necesidad de tales formalidades.

Sin embargo, la expresión de Pei Ming se sorprendió


enormemente y él gritó: — ¡SHUI-SHIXIONG, CUIDADO!

Sin embargo, ¿de qué había que tener cuidado? Aparte de los
cuatro que estaban junto al lago, ¡no había nada más!

Era como si Pei Ming estuviera atado por algo invisible; Shi Wu
Du se apresuró a ayudar cuando, de repente, un destello de luz
fría pareció. Lo esquivó justo a tiempo, pero un rastro de sangre
aún estaba cortado en una de sus mejillas. Lo limpió con la mano
y la expresión de su rostro cambió.

Xie Lian se colocó frente a Hua Cheng para protegerlo y dijo: —


¿El hechizo de invisibilidad?

Pei Ming finalmente se liberó de la cosa sin forma que lo estaba


restringiendo, y gritó: — ¡JÚNTENSE! ¡NO SE SEPAREN!
A Shi Wu Du no le importaba mucho; en el momento en que sintió
que el medallón de la longevidad comenzó a llorar otra vez,
comenzó a correr alrededor del lago, gritando frenéticamente.

— ¡QING XUAN! QING XUAN!

Era una situación caótica, sin embargo, fue precisamente en


medio de este estruendo que Xie Lian notó repentinamente algo
extremadamente desconcertante.

A lo largo del borde de la orilla del lago, el área era plana y vacía,
no se veía nada. Sin embargo, la orilla reflejada en la superficie
del lago era diferente.

En el reflejo, en la otra orilla del lago se alzaba un edificio negro


carbón. Ese edificio era escalofriante, no se parecía en nada a
una residencia sino a una prisión. No había puerta, solo un
conjunto de ventanas en lo alto, selladas implacablemente por
filas de barras de hierro. De entre esas barras de hierro asomó
una mano blanca pálida, agitando desesperadamente como
pidiendo ayuda.

Xie Lian levantó la cabeza y miró hacia la orilla frente a él, y no


había nada que no fuera Shi Wu Du mientras sostenía el medallón
de la longevidad. Cuando volvió a mirar hacia abajo, el reflejo en
el lago también mostraba de manera verosímil esa escalofriante
prisión de hierro. Shi Wu Du estaba buscando justo delante de esa
prisión de hierro, pero él no podía verla.

Xie Lian soltó: — ¡MIS SEÑORES! ¡LO ENCONTRÉ! MIREN…

Justo entonces, sus pupilas se encogieron de repente. Algo nuevo


se reflejó dentro del lago Agua Negra.
Una figura sombría había aparecido silenciosamente detrás de él
y de Hua Cheng.
Capítulo 122: El palacio del Agua Subterránea; túnicas negras, huesos blancos
(parte uno)

Sin embargo, ¡en la orilla, no había una sola alma detrás de ellos!

Xie Lian había llevado a Fang Xin sobre él durante todo el viaje, y
en el momento en que vio el reflejo, inmediatamente giró la
espada hacia atrás. Esa sombra negra fue claramente apuñalada,
pero en su lugar se sintió como una bola de olas hubiera sido
apuñalada, y se rompió en una serie de ondas antes de que
desapareciera en el lugar. Hua Cheng también levantó las cejas
ligeramente, mirando en dirección a donde desapareció la sombra
negra y frunció el ceño.

Poco después, más y más figuras sombrías aparecieron en el


reflejo del agua, sus caras blanqueadas y sus manos pálidas eran
lo único llamativo en la noche ennegrecida. Xie Lian desenfundó
su espada y barrió con ella, gritando: — ¡GENERAL PEI! ¡VAYA
A LAS AGUAS Y MIRE LOS REFLEJOS! ¡LOS REFLEJOS EN
EL AGUA PUEDEN REVELAR ESAS CRIATURAS!

Si no estuvieran en la Guarida del demonio, esos pequeños


fantasmas no podrían acercarse a un oficial celestial en absoluto.
Pei Ming no pudo ver al enemigo antes, pero ahora que podía
observar a través del agua, observó el reflejo y se ocupó
fácilmente de la multitud de fantasmas que lo rodeaban con solo
dos movimientos de su espada. Shi Wu Du también finalmente
notó los extraños reflejos y se arrodilló junto a las aguas, gritando
en el lago con la cabeza gacha: — ¿QING XUAN? ¡¿ESTÁS AHÍ?!
Esa agua era negra, esa prisión de hierro también era negra, y se
fundió en una sola, era difícil de notar; solo que una mano era
blanca. De repente, apareció una cara entre las barras de hierro,
¡y era Shi Qing Xuan!

No parecía poder ver a Shi Wu Du fuera de la prisión de hierro, y


su expresión era de terror espeluznante. Sus dos manos se
aferraron a los barrotes de hierro, tratando desesperadamente de
sacar su cabeza, pareciendo que estaba pidiendo ayuda, pero ni
un solo sonido pasó. ¡No gritó por mucho tiempo antes de que de
repente, varias manos arrugadas y en descomposición le
agarraran la cabeza, tiraran de esa cara, su cuello, sus hombros
y lo jalaran hacia abajo!

Al ver esto, Shi Wu Du maldijo y estaba a punto de saltar


directamente al agua cuando Pei Ming lo hizo retroceder. — ¡Shui-
shixiong, no puedes! ¿No puedes decir que esto es una trampa?
No puedes manipular las aguas del Mar del Sur y, como Dios del
Agua, si entras en el territorio acuático de otra persona, ¿no estás
simplemente pidiendo que te maten?

Shi Wu Du le dio una palmadita en el hombro y solo dijo esto: —


Entonces ayúdame a vigilar el exterior. Luego lo empujó, saltó y
cayó al Lago de Agua Negra.

En el momento en que entró en las aguas, se hundió. Pei Ming


gritó: — ¡SHUI-SHIXIONG! Pero no pudo seguirlo porque sabía
que este lago era probablemente un límite. Al igual que los
mecanismos establecidos en las tumbas antiguas, los forasteros
podían abrir las puertas de las tumbas e invadirlas, pero una vez
dentro, las puertas se cerraban automáticamente y no se abrían
desde el interior, dejando a los intrusos morir atrapados. Sería
difícil decir que este límite no tenía un mecanismo similar. Xie Lian
gritó: — ¡General Pei! No entre. Hay un cadáver justo al lado de
sus pies, vuelva a la playa y construya un ataúd para prepararse
para la evacuación. ¡Entraré!

— ¿Su Alteza? ¿Estará bien? —Preguntó Pei Ming.

—Sus poderes espirituales están prácticamente reducidos al venir


a este lugar, por lo que somos iguales ahora. ¡Tengo más
experiencia que usted luchando con los puños!

Pei Ming luego miró al Hua Cheng que estaba de pie junto a Xie
Lian y recordó que podía flotar en la superficie del agua, por lo
que los dos eran mucho más útiles de lo que él sería allí, no
menos, así que sin más preámbulos, se levantó el cadáver de ese
pequeño fantasma y salió corriendo del bosque. Xie Lian se volvió
hacia Hua Cheng.

—San Lang, ¿me prestarás un poco de poder espiritual otra


vez...? Solo un poco, un poco es suficiente.

Sin una palabra, Hua Cheng le dio a su pequeña espalda una


suave palmadita. Cuando Xie Lian volvió a sostenet en Fang Xin,
un pilar gigante como luz blanca brilló y cada pequeño fantasma
en la escena fue asesinado por el ataque.

Xie Lian se quedó sin habla por un momento y al instante envainó


la espada.

— ¡Me voy!

Los dos saltaron al agua al mismo tiempo. Sin embargo, en el


fondo del lago Agua Negra, aparte del agua del lago
anormalmente fría, no había nada extraño. Esta agua también era
diferente a las aguas que hunden barcos de la Guarida del
Demonio Agua Negra, y obviamente uno podía flotar dentro, no
diferente a un lago normal. Xie Lian estaba desconcertado y nadó
hacia abajo directamente. No le tomó mucho tiempo llegar al
fondo, pero no se veía ningún mecanismo extraño y tampoco vio
a al Señor del Viento ni al Señor de la Tierra. Él frunció el ceño y
reflexionó un momento antes de volver a nadar. Momentos
después, Xie Lian irrumpió en la superficie y aspiró unas cuantas
respiraciones, limpiándose la humedad de su rostro, y solo
entonces se dio cuenta de que los paisajes de la costa se habían
transformado.

Junto al lago Agua Negra, había una prisión de hierro, y era


exactamente la misma que se reflejaba en las aguas
anteriormente.

Sin embargo, aparte de la prisión, todo lo demás en la costa


seguía siendo exactamente el mismo. También era demasiado
silencioso, lo que aumentaba la inquietud del lugar. Shi Wu Du ya
había escalado y acababa de comenzar a golpear el bloqueo
gigante en esa prisión de hierro con una roca gigante. Era el oficial
celestial que controlaba el agua, ahora que entraba en el dominio
de otro que podía controlar el agua y perdió la capacidad de
manipularla, era como una bestia sin colmillos y garras. Cuando
Xie Lian y Hua Cheng subieron a tierra, en el momento en que Shi
Wu Du vio a Xie Lian, sus ojos se iluminaron y levantó la mano:
— ¡Un dios marcial! ¡Gracias a Dios! ¡Rápido, use sus técnicas de
dios marcial para encárguese de esto!

...¿Todos entenderán ahora los beneficios de un dios marcial? Xie


Lian pensó internamente mientras se acercaba en silencio y le dio
una patada a la cerradura, agrietándola profundamente. Otra
patada y las puertas de la prisión se abrieron. Shi Wu Du se
apresuró a entrar y gritó: —QING-…

Sin embargo, antes de que incluso entrara, una multitud salió


corriendo, gritando y aullando: —OH OH OH OH OH AH AH WU
WU WU WU WAH WAH WAH WAH WAH!

Todas esas personas estaban despeinadas y desaliñadas,


demacradas y flacas, sus ojos estaban en blanco, sus ropas
irregulares no cubrían nada, revelando filas de costillas. Estaban
tan sucias que parecía que no se hubieran bañado en más de diez
años; sus manos se balanceaban y agarraban al azar, golpeaban
sus propios pechos y se detenían en sus pasos, rugían y lloraban
incoherentemente, terriblemente horripilantes, y corrían como una
ola de aguas contaminadas, dejando a Shi Wu Du en petrificado
shock.

Sin embargo, solo estaban tratando de escapar; no se quedaron


para molestar, así que incluso si Shi Wu Du se quedó
momentáneamente aturdido, no se preocupó por ellos y continuó
avanzando en el edificio.

— ¡QING ---!

Sin embargo, antes de que pudiera siquiera dar unos pasos, se


tambaleó y casi se cayó, ¡ese terreno era extremadamente
resbaladizo! También había un hedor podrido que emanaba de la
prisión de hierro que era difícil de describir, incluso Xie Lian que
todavía estaba afuera podía olerlo, conteniendo la respiración. Shi
Wu Du cubrió sus orificios con su manga y continuó avanzando,
finalmente pudo gritar el nombre completo.

— ¡¿QING XUAN?!
Estaba completamente oscuro dentro de la prisión, y alrededor de
ellos se escuchaban sollozos y murmullos extraños. Momentos
después, una voz débil llegó.

—... ge...

Ciertamente, Shi Qing Xuan estaba sentado en la parte más


profunda de la prisión de hierro, apoyado contra una pared. En la
pared estaba esa única ventana alta de la prisión de hierro, y la
luz de la luna que se filtraba por la ventana iluminó a su persona,
haciéndolo lucir blanco como una sábana. Junto a él estaba
rodeado por una serie de criaturas sucias. Algunos tenían llagas
podridas que cubrían todo su cuerpo, otros imitaban los gritos de
un cerdo, algunos picoteaban granos como si fueran pollos y otros
abrazaban a Shi Qing Xuan, llorando y llamándolo bebé, todos
locos.

Shi Qing Xuan había sido una vez un estimado oficial celestial, y
ni una vez había caído en tal estado. Shi Wu Du inmediatamente
subió y gritó.

— ¡PIÉRDANSE! ¡¿QUÉ TIPO DE FANTASMAS SON ESTOS?!

Él y Shi Qing Xuan se parecían, pero sus auras eran


completamente diferentes. Aunque sus poderes espirituales
fueron reducidos en este momento, su autoridad era aún más
dominante, y esos locos se alejaron asustados. Xie Lian no pudo
evitar sentir simpatía y Shi Qing Xuan también reprendió: —Ge,
no luches, no son pequeños fantasmas. ¡Todos son... personas
vivas!
Efectivamente, aunque cada una de esas figuras parecían más
demoníacas que los demonios, cuando se miraban
detenidamente, todas eran de hecho humanos. Xie Lian no pudo
evitar sentirse desconcertado: — ¿Por qué el Demonio Agua
Negra Xuan encerraría a un grupo de esas personas aquí? —se
preguntó.

Shi Wu Du, sin embargo, no se preocupaba por ellos en absoluto.


Sostuvo ese medallón de longevidad en una mano y la otra agarró
el brazo de Shi Qing Xuan.

— ¿Cómo llegaste aquí? ¿Dónde estás herido?

Shi Qing Xuan realmente estaba bastante sucio, pero aparte de


un rasguño en su pierna que sangraba un poco, no parecía haber
mucho más.

—No sé cómo hemos llegado hasta aquí. Una ola surgió y nos
derribó y cuando llegamos, ya estábamos aquí. Esto es solo un
pequeño rasguño, ¡no es nada serio! Las lesiones de Ming-xiong
son más graves.

Sólo entonces los demás se dieron cuenta de que Ming Yi estaba


tendido en el suelo cercano, viéndose pálido, pero no por
disgusto. Manchas de color púrpura y azul cubrían su rostro y Xie
Lian preguntó: — ¿Qué le ha pasado al Señor de la Tierra?

—Parece que fue mordido por esas criaturas en el mar —


respondió Shi Qing Xuan. —Esos Pez Esqueleto tienen musgo
verde en sus dientes y huesos, ¡y todos son venenosos! Le di toda
la medicina que tenía, pero... ahh.
Xie Lian se agachó y lo iba a mirar con cuidado, pero casi se
desmayó por el olor repugnante del lugar. Mirando a su alrededor,
había algunos baldes de madera colocados alrededor, y dentro de
esos baldes había comida para cerdos, emanando un olor
astringente y mohoso. Incluso había el hedor podrido de las llagas
y la sangre, y el hedor horrible de los orinales que no se habían
vaciado durante meses.

Shi Wu Du no pudo tolerarlo por más tiempo.

—Un pasatiempo tan asqueroso, parece que este Agua Negra


que hunde barcos tampoco tiene ningún sentido de clase. Qing
Xuan, ¡vamos!

Levantó a Shi Qing Xuan y comenzó a arrastrarlo, pero Shi Qing


Xuan dijo: —Estoy bien, no hay necesidad de ayudarme. Luego
fue a cargar a Ming Yi antes de salir lentamente de la prisión de
hierro.

Sin embargo, era más fácil llegar que ir. El paso fronterizo en el
lago Agua Negra ya estaba cerrado. Entraron en las aguas unas
cuantas veces y emergieron a través de la superficie, pero los
paisajes nunca cambiaron, lo que demuestra que realmente se
mantuvieron dentro de los límites del Lago de Agua Negra, sin
poder salir.

— ¿Dónde está el General Pei? —Preguntó Shi Qing Xuan.

—Hice que Pei-xiong se quedara afuera. Debería poder pensar en


una manera. —Shi Wu Du respondió.

—Le dije al general Pei que fuera a construir un ataúd para que
en el momento de salir podamos evacuar —dijo Xie Lian.
—Si ha completado el bote del ataúd, entonces también está bien
si vuelve para informar primero antes de volver por nosotros —
dijo Shi Wu Du.

Sin embargo, Ming Yi estaba herido y, aunque no estaban seguros


de cuán poderoso era el veneno, era mejor irse lo antes posible,
por lo que no podrían esperar tanto. Después de cierta reflexión,
Xie Lian dijo: —Este Demonio Agua Negra Xuan podría vivir
recluido aquí en el mar, pero no hay forma de que nunca se vaya.
Seguramente él no tendría que cruzar toda una Guarida del
Demonio Agua Negra cada vez que quiera salir.

—Tiene mucha razón. —Shi Wu Du dijo: —Debe haber un lugar


en esta isla que pueda lanzar el hechizo de Acortamiento de
Distancia.

Al principio, a Shi Wu Du no le importaba mucho Xie Lian, pero


ahora que están soportando las dificultades juntos y Xie Lian salvó
a Shi Qing Xuan una y otra vez, naturalmente ahora lo miraba de
manera diferente, y estuvo de acuerdo sin ningún problema. En
ese momento, Ming Yi levantó levemente una mano y Shi Qing
Xuan preguntó: — ¿Ming-xiong? ¿Qué quieres decir?

Pareciendo que estaba tratando de ahorrar fuerza, Ming Yi no


habló, y solo levantó esa mano más alto. Los otros miraron hacia
la dirección de su mano levantada y vieron que en las
profundidades del bosque había un edificio negro y sombrío.

Ming Yi dejó caer su mano y croó: —Ese lugar... ¿para qué es, lo
sabes?

—No. —Xie Lian dijo: —No lo vimos en el camino aquí.


Shi Wu Du entrecerró los ojos: —Esa debe ser el Palacio de Agua
Subterránea de ese Demonio Negro Xuan.

En los rumores, la residencia del Demonio Negro Xuan se llamaba


—Palacio de Agua Subterránea. Tomando la decisión, Shi Wu Du
dijo: —Vamos.

De verdad comenzó a caminar hacia el Palacio sin temor a


represalias. Aunque parecía grosero, en las circunstancias
actuales, ¿qué otras opciones tenían?

Si se dice que antes estaban dando vueltas en el patio trasero de


otra persona, ahora están a punto de irrumpir por las puertas
delanteras. Xie Lian le susurró a Hua Cheng: —San Lang, si esto
es incómodo para ti, no necesitas venir.

Sin embargo, Hua Cheng también se mostró sombrío y dijo: —


Acelere su ritmo, Gege. Salga de aquí lo antes posible.

Xie Lian asintió y dejó de hablar. Sin embargo, podía decir


débilmente que Hua Cheng parecía tener escrúpulos, y no por el
dueño de esta tierra sino de algo más.

Siempre había pensado que había algo raro, y pensó en todas las
pequeñas preguntas que se habían estado acumulando durante
un tiempo, y lo estaban haciendo sentir ansioso. Pronto, el grupo
cruzó el bosque, sin tener en cuenta a esa banda de locos
maniáticos que correteaban, y llegaron ante el inquietante edificio
negro.

Fue entonces cuando se dieron cuenta de que este Palacio de


Agua Subterránea era en realidad un gran palacio, cuya
construcción y fabricación eran muy similares a los exquisitos
Palacio del Señor del Viento y Palacio del Señor del Agua. Las
puertas del palacio estaban bien cerradas, y después de que el
grupo subió los incontables escalones y se pararan ante las
puertas, Xie Lian llamó a las puertas y gritó: — ¡Perdone la
intrusión! Hemos, por accidente, ofendido directamente. Nos
disculpamos profundamente.

Nadie respondió. Xie Lian calmó su mente y lentamente abrió las


puertas del palacio.

Al principio, basándose en los años de experiencia y los patrones


pasados de Xie Lian, incluso si hubiera algo dentro, no saldría a
saludar el momento en que se abrían las puertas. Sin embargo,
tenía que comerse sus propias palabras. Una primera mirada y allí
había algo petrificante.

En el grande y espacioso centro del gran salón se sentó una


persona. Y esta persona, vestida de negro, con la cara blanca
como la nieve, ¡era un cadáver!

Al instante Xie Lian cerró las puertas profundamente.

Pensó: — ¿Tal vez abrí las puertas incorrectamente? ¿Algo así


no debería mostrarse tan rápido?

Quería intentar saludarlo de nuevo y volver a empezar, pero Shi


Wu Du ya había pasado por delante de él y abrió las puertas,
diciendo: —Ya hemos llegado, así que, ¿qué importa si él no nos
recibe?

El grupo entró lentamente en el palacio y se acercó sigilosamente


al conjunto de huesos vestidos de negro. Xie Lian lo examinó
cuidadosamente y se preguntó: — ¿A quién pertenece este
cadáver? ¿Por qué se está adorando aquí?

Ming Yi frunció el ceño.

—... ¿No se quedó atrás, General Pei? ¿No puede ser él?

Eso realmente podría ser una posibilidad. Shi Wu Du estaba un


poco aturdido y lo miró unas cuantas veces más e inmediatamente
lo refutó: —No debería ser. La forma del cuerpo de este conjunto
de huesos es más plana que el General Pei.

De repente, Shi Qing Xuan dijo: —Espera.

El grupo lo miró y Shi Qing Xuan dijo: — ¿No es obvia la


respuesta? Esta es el Palacio de Agua Subterránea. El único que
podría ser adorado en el Palacio de Agua Subterránea es
naturalmente...

Xie Lian entendió lo que quería decir.

— ¿Demonio Agua Negra Xuan?


Capítulo 123: El palacio del Agua Subterránea; túnicas negras, huesos blancos
(parte dos)

Luego, rechazó la idea: —Eso no es posible.

Xie Lian miró en dirección a Hua Cheng.

—Las cenizas son la fuente de vida de las personas en el reino


de los fantasmas, es su debilidad fatal. ¿Cómo se puede mostrar
algo tan importante a la vista?

Este hecho fue algo que Hua Cheng le dijo él mismo cuando se
conocieron. Por alguna razón, lo dijo tan francamente, sin
embargo, mentalmente, recordó inconscientemente las otras
cosas que también había dicho Hua Cheng. Hua Cheng también
lo estaba observando atentamente y Xie Lian se perdió por un
momento. Entonces inmediatamente volvió la cabeza y se aclaró
la garganta suavemente.

—Entonces... ¿a qué huesos podrían pertenecer? —Shi Qing


Xuan se preguntó.

El grupo de ellos rodeó el esqueleto inquietante y comenzó a


examinarlo. Xie Lian dijo: —Primero, es un hombre.

—Vemos eso —dijo el grupo.

Xie Lian continuó: —En segundo lugar, las manos y los pies de
este hombre deberían ser bastante diestros, especialmente los
dedos. Debería haber practicado algún tipo de artes marciales,
pero sus habilidades podrían no ser fuertes. La mayoría de los
artistas marciales excepcionales entrenaron en un cuerpo puro, la
estructura ósea no debería ser así.

Sin embargo, Shi Wu Du solo recorrió el cuerpo con los ojos un


par de veces antes de alejarse: —Mientras esa cosa no se
interponga en nuestro camino, no importa quién sea él. Señor de
la Tierra, ¿dónde cree que podemos lanzar el Acortamiento de
Distancia...?

Sin embargo, antes de terminar su frase, ¡ese esqueleto de


repente levantó la cabeza y se lanzó contra él sin previo aviso!

Afortunadamente, Xie Lian reaccionó rápidamente y lo cortó con


su mano, y ese esqueleto cayó al suelo en un montón de huesos
rotos. Shi Qing Xuan exclamó: — ¡Ge!

En el grupo de cinco, Hua Cheng nunca daría una mano para


proteger a nadie, y Xie Lian, siendo el único dios marcial, apareció
de repente extremadamente importante. Aunque Shi Wu Du fue
atacado, él seguía siendo bastante calmado y solo había
retrocedido un paso antes también.

— ¿Qué pasa con este esqueleto? ¿Todavía tiene almas


persistentes que lo poseen?

Xie Lian se agachó y le dio la vuelta a los huesos, estudiando la


pila, y luego negó con la cabeza.

—Eso es raro.

— ¿Qué es raro? —Preguntó Shi Wu Du.

Xie Lian se puso de pie.


—Claramente, a este esqueleto no le queda ni un trozo de alma,
de lo contrario, cuando nos acercamos antes, habríamos notado
algún movimiento extraño.

—Si ese es el caso, entonces ¿cómo puede aun así levantarse


tan salvajemente y hacer daño tan repentinamente? —Preguntó
Shi Wu Du.

Haciendo sonidos de zumbidos por un momento, Xie Lian


respondió: —Creo que es una lucidez terminal.

Shi Qing Xuan estaba desconcertado.

— ¿Lucidez terminal? ¿No le pasa eso solo a los vivos? Quiero


decir, los que están al borde de la muerte... todavía cuentan como
vivos.

—La muerte es lo mismo —explicó Xie Lian. —Por ejemplo, el


Séptimo Día30 también es una forma de lucidez terminal, cuando
las almas de los difuntos regresan para saludar a la familia en el
séptimo día. De hecho, es lo mismo para cualquier cosa. Creo
que, el Señor del Agua debe haberlo provocado antes, por lo que
de repente reunió lo último de su fuerza e hizo tal movimiento.

Porque tenía sentido, Shi Wu Du estaba valorando cada vez más


sus palabras: —Entonces, de acuerdo con su alteza, ¿cuál fue la
provocación?

30
[頭 七] Séptimo día: es una creencia común que los espíritus de los muertos
regresan a casa en el séptimo día de la muerte.
—Fue algo que dijo o algo sobre usted —dijo Xie Lian.

— ¿Qué dije? —Shi Wu Du se preguntó.

Ming Yi dejó escapar un suspiro.

—... Mientras esa cosa no se interponga en nuestro camino, no


importa quién sea él.

Shi Qing Xuan se rascó el cabeza, desconcertado.

— ¿Hubo algo malo con eso? ¿Podría este buen hermano tener
mal genio?

Nada concluyente podría surgir de una discusión más profunda,


por lo que Xie Lian dijo: —De cualquier manera, las almas se han
dispersado, así que déjelo ir.

Luego recogió los huesos y los colocó sobre el altar de nuevo,


aplaudiendo con sus manos en oración e hizo algunas
reverencias. Shi Qing Xuan también se acercó y de la nada hizo
reverencia un par de veces.

Los cinco de ellos deambularon por la Mansión de Agua


Subterránea. No había nadie allí, así que parecía que el
legendario Demonio Agua Negra Xuan no estaba en casa. El
marco de la Mansión del Agua era complejo; había muchas
cámaras laterales grandes y pequeñas en el interior, pero había
una que era particularmente oculta y estrecha, sus puertas tenían
hechizos extraños dibujados sobre ella, el rastro sobrante de tener
los hechizos de Acortamiento de Distancia lanzados.
Parecía que, en esta Isla de Agua Negra, de hecho, había un lugar
donde se podía usar el hechizo de Acortamiento de Distancia, y
ese lugar era esta pequeña cámara lateral. Para establecer una
cámara específicamente como un punto de conexión, la cantidad
de poderes espirituales requeridos sería mucho menor que si uno
fuera a dibujar un hechizo completamente nuevo. Ya que no
tenían muchos poderes espirituales a su disposición, esto era
perfecto. Ming Yi era el experto, y con solo una mirada dijo: —Este
hechizo solo permite una dirección.

Xie Lian entendió: —Lo que significa que solo se puede enviar,
pero no se puede enviar hacia aquí desde otro lugar, ¿correcto?

Ming Yi asintió.

—Por lo tanto, los poderes espirituales necesarios pueden


reducirse aún más.

— ¿No es eso exactamente lo que necesitamos? —Shi Qing Xuan


dijo: —Solo necesitamos irnos. ¡Esto es genial! Salgamos de aquí,
no dejemos que ese Señor Agua Negra nos descubra. Luego, con
Ming Yi en un brazo, estaba a punto de abrir las puertas con la
otra mano cuando Ming Yi gritó con fuerza: — ¡Detente! ¡Hay una
trampa!

Al escuchar esto, Shi Qing Xuan tropezó tres pies atrás.

— ¡¿Qué trampa?!

Ming Yi también fue arrastrado hacia atrás por tres pies junto con
él y se quedó sin habla por un momento. Luego hizo un gesto a
Shi Qing Xuan para que lo ayudara de nuevo y regresaron a la
puerta. Ming Yi miró por un momento los hechizos en esa puerta
antes de decir con firmeza: —Es una trampa. Las matrices
dibujadas en esta cámara a lo sumo solo pueden enviar a una
persona a la vez.

— ¿Eso se puede hacer? —Shi Qing Xuan exclamó: —Entonces,


¿qué pasa si dos personas se envían juntas?

Ming Yi respondió fríamente: —Cuando esos dos lleguen a su


destino, descubrirán que serán aplastados en una sola persona.

—...

Entre los presentes, solo Ming Yi era el experto cuando se trataba


de esto. El resto era un dios del agua, un dios del viento y un dios
marcial, ninguno de ellos particularmente familiar en esta área. La
primera reacción de Xie Lian fue mirar a Hua Cheng, y al ver que
solo estaba mirando ese hechizo con una mirada oscura, pero sin
expresar alguna objeción, parecía que Ming Yi no estaba
mintiendo. XIe Lian murmuró: —Si ese es realmente el caso,
entonces, si los intrusos ignorantes intentaran usar este hechizo
para escapar, darían como resultado un... final atroz. No es de
extrañar que sea una trampa.

Justo en ese momento, había un retumbar en el cielo afuera. Un


rayo retorcido se arrastró a través de las nubes sombrías,
destellando blanco y azul sobre las caras dentro del Palacio de
Agua Subterránea, haciéndolos aparecer como cinco fantasmas
amenazadores. El grupo se miró y Shi Qing Xuan dijo: —Ge, es
otro...

La cara de Shi Wu Du estaba cambiando y no respondió. Sin


embargo, todos sabían que esta era su Calamidad Celestial en la
búsqueda de él nuevamente. Las palabras casuales de Pei Ming
hicieron eco débilmente en la mente de Xie Lian de nuevo. —Shui-
shixiong, esta vez tienes muy mala suerte—...

—Ya que podemos usar el hechizo de Acortamiento de distancia


aquí, entonces apresurémonos y salgamos de aquí. —Shi Qing
Xuan instó: —Si un Rayo Celestial debe golpear aquí y destruir el
Palacio del Agua, entonces…

Entonces esto seguramente causaría mayor hostilidad.


Desmantelar el templo de un oficial celestial era destruir su marca,
construiría un odio profundo. Aunque no está claro si el reino de
los fantasmas tenía el mismo tabú, nadie querría que demolieran
su casa por ninguna razón.

—Entonces Señor de la Tierra, debe ir primero. Está herido —dijo


Xie Lian.

Sin embargo, Ming Yi negó con la cabeza: —El hechizo tendrá


que volver a dibujarse después de cada uso. Ninguno de ustedes
sabe cómo dibujarlo, así que tengo que quedarme para reparar el
hechizo.

—Entonces, Ming-xiong, me quedaré contigo e iré en segundo


lugar —dijo Shi Qing Xuan.

— ¿Qué estás diciendo? —Shi Wu Du dijo: —Si tú... incluso si te


quedas no serías de ninguna utilidad. ¡Vete ahora y ve al Mar del
Este!

Sin embargo, Shi Qing Xuan respondió: —Todo el mundo es igual


de inútil en este momento, así que no importa. Todo esto no tuvo
nada que ver con Ming-xiong, pero él tuvo que sufrir así, yo... —
Suspiró. —Me siento muy mal.
—Todos estamos siendo enviados al mismo lugar de todos
modos, no tardaremos mucho, así que, ¿de qué tienes miedo? —
Dijo Shi Wu Du.

Si esto era antes, Shi Wu Du solo necesitaba decir algunas


palabras y Shi Qing Xuan escucharía. Sin embargo, las cosas no
eran lo mismo ahora, y Shi Qing Xuan no escuchaba, preguntando
en cambio: —Si nos vamos primero, ¿qué pasa con el General
Pei? ¿No sería dejado atrás? —

Shi Wu Du también notó que su hermano menor ya no era tan


obediente y su expresión se volvió complicada. Un momento
después, él respondió: —Está bien, Pei-xiong es obstinadamente
resistente. Él puede aguantar hasta que obtengamos refuerzos
del cielo.

...Xie Lian no sabía si reír o llorar. Aunque sus instintos le dijeron


que el Señor del Agua no estaba equivocado y no significaba
ningún daño, de repente sintió lástima por Pei Ming.

Después de una pausa, él dijo: —Espera.

El grupo lo miró. Xie Lian dijo: —Señor de la Tierra, ¿está seguro


de que esta cámara puede realmente comenzar un hechizo de
Acortamiento de distancia? ¿No habrá problemas? No creo que
sea prudente usarlo tan descuidadamente, ¿por qué no lo prueba
primero? —

La mano de Ming Yi realmente se detuvo.

— ¿Cómo? Si debemos probarlo, todavía necesitaremos un


voluntario.
Shi Qing Xuan levantó su mano.

—Entonces me ofrezco voluntariamente.

Hua Cheng no había hablado en todo el asunto, pero ahora se


cruzó de brazos y dijo: —Perdón por interrumpir. ¿Nunca han
pensado en un problema?

— ¿Y qué estimada opinión tiene mi señor? —Preguntó Ming Yi.

— ¿Cómo sabría si el voluntario ha alcanzado el destino


predeterminado? —Señaló Hua Cheng.

Xie Lian parpadeó: —Eso es correcto. El Señor de la Tierra dijo


que este hechizo solo va en una dirección.

Lo que significaba que, una vez enviado, esa persona no podría


regresar y avisar a los demás si habían llegado al destino de
manera segura. Donde estaban ahora también estaba aislado del
mundo exterior, las redes de comunicación espiritual estaban
bloqueados, por lo que parecía que habían llegado a un punto
muerto. Parecía que todos habían olvidado ese hecho justo ahora.

Hua Cheng concluyó: —Entonces, no tiene ningún sentido seguir


discutiendo este tema. Es solo una palabra: ve o vete. Termine
esto rápidamente. ¿Asustado? Entonces quédese atrás.

Aunque estaba sonriendo, Xie Lian podía sentir que Hua Cheng
estaba un poco inquieto, como si quisiera irse de este lugar lo
antes posible. Esta inquietud debía haber existido desde que
fueron devueltos por los dragones de agua de Shi Wu Du, y solo
estaba empeorando.
Shi Wu Du tampoco quería esperar más. Ese Trueno Celestial
estaba explotando junto a sus oídos, y si él no se iba, golpearía
más temprano que tarde, y nadie lo pasaría bien. Por lo tanto, fue
hacia cámara lateral y cerró la puerta. Ming Yi inmediatamente
completó el conjuro. Cuando la puerta se abrió una vez más, un
humo débil flotó desde el interior, pero estaba vacío por dentro.

—Hecho. Siguiente —dijo Ming Yi.

—Entonces, su alteza... —Shi Qing Xuan comenzó, pero antes de


que pudiera terminar, Ming Yi ya lo había agarrado y metido
dentro, cerrando la puerta, completando el hechizo. La segunda
vez que se abrió la puerta, Ming Yi miró a los otros dos. Xie Lian
dijo: —San Lang, ¿por qué no vas primero?

Sin embargo, Hua Cheng lo atrajo y dijo sombríamente: —Gege,


vamos juntos.

Xie Lian se sorprendió.

—Pero, ¿no podía este hechizo solo permitir una por vez...?

—No estoy vivo, no se preocupe —dijo Hua Cheng.

Xie Lian todavía se sentía bastante preocupado por alguna razón,


pero no podía preguntar sobre eso. Hua Cheng lo llevó a través
de la puerta y le dijo Ming Yi que estaba en el exterior:

—Santuario Puji.

Ming Yi asintió en silencio. Ese conjunto de puertas se cerró


lentamente antes de Xie Lian y, a través de la grieta final, miró la
expresión oscura de Ming Yi, preguntándose: — ¿Puede el Señor
de la Tierra realmente aguantar?

Hua Cheng cerró la puerta con su propia mano, esperó un


momento y luego la volvió a abrir. Lo que apareció antes de los
dos ya era el interior del Santuario Puji. Era la mitad de la noche;
Qi Rong estaba durmiendo tumbado como si muriera de muerte
violenta, y acaparó todas las mantas, sus ronquidos rugían hacia
los cielos. Qu Zi solía tener una buena forma para dormir, pero tal
vez con la mala influencia de su mal padre, ahora también estaba
extendido sobre el estómago de Qi Rong como un pez muerto. El
mismo Lang Ying estaba acurrucado cuidadosamente en una
esquina y estaba cubierto por unas pocas camisas. Xie Lian
levantó la manta que cubría a Qi Rong, reprimió la necesidad de
sofocar su rostro y cubrió a los dos niños pequeños.

—Así que... ¿estamos de vuelta? —Susurró.

Hua Cheng cerró la puerta detrás de él.

—Hum. Se acabó.

—Todavía no, no lo creo. —Xie Lian dijo: —No sabemos si el


Señor del Viento y los demás ya han regresado.

Empujó ligeramente la puerta para abrirla y solo levantó la voz una


vez que estuvo fuera del santuario, llamó a la red de comunicación
espiritual que se estableció temporalmente desde antes.

— ¿Señor de la Tierra? ¿Están todos de vuelta?

No hubo respuesta. Pensando que Ming Yi podría no haber


actuado tan rápido, Xie Lian entró en la red de comunicaciones de
la Corte Celestial. No lo habría sabido si no hubiera entrado, pero
una vez lo hizo, saltó de sorpresa. Fue un completo caos por
dentro. Todos los oficiales celestiales gritaban, e incluso Ling Wen
estaba lanzando un ataque.

—NO LANZEN TODA ESA INÚTIL INFORMACIÓN HACIA MI,


¿CON CUÁNTO CREEN QUE LIDIO TODOS LOS DÍAS? ¡¿NO
SABEN USAR SUS CEREBROS UN POCO ANTES DE
PREGUNTARME?!

— ¡Ling Wen! —Xie Lian gritó apresuradamente. — ¡¿El Señor


del Agua y los demás no regresaron?!

Como si ella se hubiera convertido en una persona


completamente diferente, Ling Wen se le respondió al instante: —
¡Alteza! ¿Por qué su voz de repente es tan fuerte... ha regresado
del Mar del Este? ¿A dónde fueron el Señor del Agua y el General
Pei? ¿Cómo es que no ha habido comunicación?

—Regresé del Mar del Sur —dijo Xie Lian.

— ¿El Mar del Sur?

—El Mar del Sur, la Guarida del Demonio Agua Negra.

Ling Wen se quedó estupefacta.

—Pero... ¡¿cómo terminaron todos allí?! Nunca tocamos ese


lugar. ¿Está el viejo Pei y los demás también?

—Es una larga historia —dijo Xie Lian. —El Señor del Agua
estaba luchando su prueba y accidentalmente entró en la Guarida
del Demonio Agua Negra. Finalmente escapamos. Él y Señor del
Viento regresaron antes que yo, así que ya deberían haber
llegado al Mar del Este, ¿no los vieron?

— ¡No! —Dijo Ling Wen. —El Mar del Este se había calmado hace
mucho tiempo, y esos doscientos pescadores algo han sido
rescatados, ¡pero no hay rastro de ellos en las orillas o en el mar!

— ¡¿Cómo puede ser eso?! —Xie Lian exclamó: —A menos que...

¿A menos que..?

Ling Wen preguntó ansiosamente: — ¿A menos que? ¿Su Alteza?


Alteza, ¿todavía tiene algo que decir? ¿Deberíamos enviar
oficiales celestiales al Mar del Sur ahora mismo?

Xie Lian murmuró: —Es demasiado tarde.

Cerró la red de comunicación y se giró.

—San Lang.

Hua Cheng parecía ya esperar lo que iba a preguntar y se quedó


en silencio con las manos a los lados, observándolo
solemnemente.

— ¿Tú y esa persona llegaron a un acuerdo desde hace mucho


tiempo? —Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng no respondió de inmediato, pero justo cuando movía


los labios, Xie Lian dijo rápidamente: —No, no, ¡no me digas! No
tienes que responderme Si desde hace mucho tiempo tuvieras un
acuerdo con otra persona, ciertamente no querría que te
convirtieras en alguien que no cumple su palabra por mi culpa. Es
mi culpa haberte preguntado tan repentinamente, no era mi
intención ponerte en una situación difícil.

—Lo siento, su alteza —dijo Hua Cheng.

Xie Lian negó con la cabeza.

—No te disculpes. Debería haberme dado cuenta hace mucho


tiempo. Debe ser debido a algún tipo de acuerdo por el cual no
puedes interferir y no puedes decirme la verdad directamente.

No era como si Hua Cheng no hubiera intentado detenerlo, pero


tampoco obstruyó el deseo de Xie Lian, y solo lo acompañó en el
viaje, protegiéndolo todo el camino, incluso con un plan para huir
ya preparado. Solo que, siempre había algo que arrastraba a Xie
Lian al corazón del asunto.

—Debería estar agradeciéndote —dijo Xie Lian.

— ¿Ha descubierto todo? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian asintió.

—Algo así. De hecho, debería haberlo descubierto hace mucho


tiempo, pero él realmente es increíble. A menudo también
pensaba demasiado, descartando mis propias sospechas, y
siempre terminaba pasando por alto las posibilidades más
directas.

Después de una pausa, continuó: —Y esa persona realmente te


trató bien. Para enviarme pacíficamente, hizo un esfuerzo
considerable y desperdició mucho tiempo en desviarse.
—Su alteza —dijo Hua Cheng—, todo esto termina aquí. Se
acabó.

Xie Lian suspiró.

—También deseo que ese sea el caso. Pero, él podría haber


cruzado la línea.

Después de un momento de silencio, Hua Cheng dijo con


suavidad: —Pero usted ha vuelto y no hay manera de que regrese
a la Guarida del Demonio. Que ahora se ocupen de sus propios
asuntos.

—No estés tan seguro —dijo Xie Lian.

Al escuchar esto, Hua Cheng se congeló.

—De repente pensé en una idea justo ahora. Tengo una manera
de conectarme con el Señor del Viento —dijo Xie Lian.

Levantó las manos y comenzó a formar una posición de manos:


—Entonces, lo siento, San Lang, pero tengo que regresar por un
rato.

Al ver la posición de manos, Hua Cheng comprendió al instante.


Claramente, no había esperado este movimiento y sus ojos se
abrieron.

—... ¿Gege?

Xie Lian enunció: — ¡HECHIZO DE CAMBIO DE ALMA!


Después de cerrar sus ojos, esa sensación ingrávida familiar
invadió, como si su alma fuera sacada y azotada en el aire antes
de lanzarse, y cuando abrió sus ojos de nuevo, lo que estaba
frente a él no era la cara de Hua Cheng sino una noche negra sin
fin y montañas de bosques retrocediendo rápidamente a ambos
lados. Xie Lian también podía escuchar la respiración áspera que
venía de su propia boca y los latidos violentos del corazón.

¡Éxito!

El Hechizo de Cambio de alma no se usaba a menudo y quemaba


una gran cantidad de poder espiritual. Era más fuerte que la
comunicación espiritual y también más perverso y raro, por lo que
las barreras espirituales generalmente no incluyen ese hechizo en
su bloqueo.

Ese día, él y Shi Qing Xuan habían usado el hechizo de cambio


de alma, y desde entonces, Shi Qing Xuan aún no había tenido
tiempo de sellar su conciencia espiritual antes de que perdiera sus
poderes y se convirtiera en un mortal. Era como si los dos
hubieran intercambiado las llaves de la casa del otro y hubieran
utilizado la casa del otro. Después de volver a cambiar, Shi Qing
Xuan debería haber cambiado de inmediato las cerraduras de su
puerta para que Xie Lian no pudiera volver a entrar, pero no lo
hizo. Entonces, Xie Lian aún podría usar la llave de antes y abrir
la puerta de Shi Qing Xuan. Solo que, Shi Qing XUan ya no podía
abrir la puerta de Xie Lian. Por lo tanto, los dos ahora usaban el
mismo cuerpo, y el cuerpo de Xie Lian debería haberse relajado y
colapsado ¿Tal vez Hua Cheng lo atrapó?

Shi Qing Xuan estaba sin aliento mientras corría, aterrorizado,


como si algo lo estuviera persiguiendo y huyera. Xie Lian escuchó
atentamente y contra el viento, una serie de aullidos y lamentos
vinieron desde atrás, era esa banda de locos maniáticos que
estaban encerrados en la prisión de hierro. Parecía que realmente
les gustaba Shi Qing Xuan, o más bien, debería describirse como
anhelo. Persiguieron implacablemente con los ojos en blanco y las
lenguas abiertas, y las costillas y los pulmones de Shi Qing Xuan
se estaban quemando, con ganas de llorar, pero sin lágrimas, con
ganas de gritar, pero sin voz. Xie Lian pudo sentir que la forma en
que corría era sin método, y si continuaba, no duraría mucho, así
que tomó el control del cuerpo directamente.

— ¡Señor del Viento!

Estaba usando la boca de Shi Qing Xuan para hablar, y Shi Qing
Xuan se sorprendió tanto que casi se mordió la lengua.

— ¡¿QUIÉN?! ¿QUIÉN ESTÁ EN MI CUERPO?!?!?

— ¡Mi señor, cálmese! —Xie Lian dijo: — ¡Regresé para


encontrarle usando el Hechizo de Cambio de Alma! Deme el
cuerpo, le ayudaré a correr.

Xie Lian sintió las esquinas de los ojos de Shi Qing Xuan en dos
líneas de lágrimas calientes.

— ¡¿SU ALTEZA?! ¡QUÉ CONSUELO!!! ¡ES TAN CONFIABLE!!!


¡¡¡GRACIAS!!!

— ¡No hay necesidad de agradecer! —Xie Lian dijo. —


¡Escúcheme, Señor del Viento, huya!

— ¡¿NO ESTOY CORRIENDO AHORA?! —Shi Qing Xuan


exclamó.
—No me refiero a esto —explicó Xie Lian. —Quiero decir, necesita
escapar...

Mientras hablaba, varios locos maníacos y sucios saltaron del


bosque junto a ellos y se abalanzaron sobre Shi Qing Xuan al
mismo tiempo. Xie Lian hizo crujir sus nudillos y saltó, dándoles
treinta rondas de patadas de poder, golpeando a esos lunáticos
en el suelo sin poder levantarse.

Shi Qing Xuan se sorprendió con los ojos muy abiertos.

— ¿Hice eso? Eso es increíble. ¡Los dioses marciales son tan


impresionantes! También quiero ser un dios marcial, ahora.

Xie Lian, sin embargo, mató seriamente su alegría: —Mi señor, no


puede. Su cuerpo no está hecho para convertirse en un dios
marcial...

Los dos conversaron usando el mismo cuerpo, como si fuera una


persona preguntando y respondiendo a sus propias preguntas, y
desde la perspectiva de otro, era realmente extraño.

—Señor del Viento, ¿dónde está el Señor del Agua? —Preguntó


Xie Lian.

Shi Qing Xuan escudriñó y dijo: —No sé a dónde fueron tanto


Ming-xiong como mi hermano. Anteriormente, cuando abrí la
puerta, descubrí que todavía estaba en el Palacio de Agua
Subterránea, y que solo me enviaron a una habitación diferente.
No sé dónde las cosas salieron mal...

De repente, Xie Lian inclinó el pie y saltó, volando hacia un árbol.


Shi Qing Xuan no entendía por qué, pero hacer que su cuerpo se
levantara y se moviera con tanta libertad era una sensación
curiosa, así que le permitió a Xie Lian controlar su cuerpo a su
voluntad, trepando ligera y hábilmente sobre una rama de árbol.

—Su alteza, ¿por qué tan de repente...?

Antes de terminar su oración, Xie Lian se tapó la boca.

En realidad, también era su propia boca. Xie Lian trepó


rápidamente a la punta de la rama y se sentó, escondiéndose
entre hojas densas. Poco después, una sombra esbelta tropezó
con el final de la carretera. Mirando de cerca, era Ming Yi.

Su rostro aún parecía pálido, agregando un aire de tristeza a su


belleza, pero todavía podía caminar un poco. Shi Qing Xuan se
llenó de alegría y dejó caer sus manos listas para llamarlo cuando
Xie Lian levantó las manos de nuevo y se tapó la boca. Esta vez
usó ambas manos, asfixiándose tan firmemente que apenas podía
respirar. Shi Qing Xuan no era una persona precipitada, y sabía
que Xie Lian debe haber actuado por una razón, así que dejó de
luchar. Vio como Ming Yi pasó por ellos por ese sendero antes de
que Xie Lian aflojara sus manos ligeramente y se deslizara
sigilosamente del árbol, escabulléndose entre los bosques
espesos.

Habiendo corrido por un tiempo, Shi Qing Xuan miró de nuevo a


su alrededor y susurró: —Su alteza, ¿por qué no me dejó llamar
a Ming-xiong antes?

Xie Lian no respondió, pero su cuerpo se congeló de repente. Shi


Qing Xuan volvió la cabeza hacia atrás y sus pupilas se
contrajeron violentamente.
Ming Yi, quien claramente se había ido hacía mucho tiempo,
estaba parada justo frente a él. O mejor dicho, ellos.

Ming Yi parecía estar apoyándose con un brazo en un árbol y


frunció el ceño.

—... ¿Por qué estás aquí también?

Shi Qing Xuan soltó.

—Yo...

Xie Lian no dijo una palabra, pero movió una mano detrás de su
espalda y le hizo un gesto para que no revelara que había una
tercera persona presente. Shi Qing Xuan entendió, pero las cejas
de Ming Yi parecían juntarse más.

— ¿Qué está haciendo tu mano detrás de tu espalda? ¿Estás


escondiendo algo?

Shi Qing Xuan inmediatamente abrió las dos manos para


mostrarle.

— ¡NO!

Xie Lian pudo sentir que su propia sangre se enfría y que sus
rodillas se debilitan. Parecía que, aunque Ming Yi era muy
confiable en la mente de Shi Qing Xuan, esta súbita aparición
también le dio bastante miedo.

Ming Yi parecía desconcertado: —No quise decir que me


mostraras.
Aunque su expresión era de disgusto, sin embargo, era algo
familiar, por lo que Shi Qing Xuan suspiró de alivio, la piel de
gallina que apareció en la mitad de su cuerpo iba desapareciendo
lentamente. Mientras Xie Lian estaba enormemente ansioso, no
se atrevió a hablar precipitadamente en este momento.

— ¿Dónde está el Señor del Agua? —Preguntó Ming Yi.

— ¿Tampoco has visto a mi hermano? —Shi Qing Xuan preguntó:


—Casi lo estoy buscando en todas partes. ¿No dijiste que puedes
enviarnos fuera de la Isla de Agua Negra? ¿Cómo es que su
alteza regresó, pero todavía estamos aquí?

Xie Lian escuchó y se puso aún más ansioso. Aunque hizo todo
lo posible por suprimir el jajaja, jajaja que sin duda aparecería
cuando Shi Qing Xuan estuviera demasiado nervioso, hablar con
tanta calma tampoco era como Shi Qing Xuan. Por lo tanto, tiró
de su cabello salvajemente y señaló a Ming Yi, gritando.

— ¡MING-XIONG! ¿No te dije que practiques más cuando tengas


tiempo? No te equivocaste porque estás oxidado, ¿verdad?

Aunque un poco exagerado, fue bastante efectivo. Efectivamente,


Ming Yi no notó nada extraño y su rostro se redujo: — ¡Piérdete!
Dibújalo tú mismo si tienes las habilidades.

Aunque eso es lo que dijo, igual se acercó. Shi Qing Xuan todavía
estaba congelado en el lugar, por lo que Xie Lian se movió
rápidamente por él, agarrando los hombros de Ming Yi.

—Ming-xiong, ¿cómo están tus lesiones? El veneno no se está


manifestando más, ¿verdad?
Ming Yi negó con la cabeza: —Está bien. Encontremos primero al
Señor del Agua.

Shi Qing Xuan asintió y los dos se abrieron paso lentamente. Xie
Lian no pudo encontrar ninguna oportunidad de advertirle,
sintiéndose más angustiado y tenso con cada paso. De repente,
sintió que su boca se abría ligeramente, y fue Shi Qing Xuan quien
movió los labios sin hacer ruido. Xie Lian se animó de inmediato
y discernió cuidadosamente las formas que estaba formando. Él
había dicho: — ¿Qué es exactamente lo que está pasando?

Xie Lian temía que Ming Yi, que estaba tan cerca, se diera cuenta,
así que bajó la cabeza ligeramente y respondió con un simple
movimiento de labios también: —Él es falso.

En el momento en que las palabras salieron de sus labios, Xie


Lian pudo sentir una fina capa de piel de gallina en sus brazos.

Los ojos de Shi Qing Xuan se hincharon y preguntaron con sus


labios: — ¡¿Falso?! Entonces, ¿quién es él?

Xie Lian dio su respuesta sin decir nada.

Dijo: —El reverendo de palabras vacías.

Shi Qing Xuan contuvo el aliento y la voz de Ming Yi llegó desde


lo alto.

— ¿Qué sucede?

Shi Qing Xuan contuvo el aliento y luego exhaló, con voz


temblorosa.
—Tengo miedo.

Después de un momento de silencio, Ming Yi dijo: —Es muy


temprano para tener miedo ahora.

Si esto fuera antes, entonces sus palabras serían sin duda


interpretadas como una forma retorcida de consolar. Sin embargo,
en este momento apestaba a un escalofrío indescriptible, como si
fuera algún tipo de amenaza.

Shi Qing Xuan bajó la cabeza y le dijo a Xie Lian: —De ninguna
manera. ¡El Reverendo de las Palabras Vacías no puede cambiar
de forma!

Sinceramente, cuando las palabras salieron de la boca de Xie


Lian, él también sintió que Reverendo de palabras vacías no era
del todo apropiado. Más bien, era demasiado irrespetuoso;
demasiado impertinente. Hace unos días, el Reverendo de las
palabras vacías con el que Shi Qing Xuan se topó no era más que
un siervo o un clon patético, o, algunas migajas sobrantes. Así,
dio una segunda respuesta:

—Demonio Agua Negra Xuan.

Shi Qing Xuan tropezó.

— ¿Qué pasa contigo ahora? —Ming Yi exigió.

Los dientes de Shi Qing Xuan estaban balbuceando: —Quiero


morir...

Ming Yi respondió fríamente.


—Sigue soñando.

Eso otra vez. Ese mismo tono de voz helado con esas palabras
igualmente heladas y crueles. No era diferente de lo que era
antes, ahora, tenían un significado completamente diferente. Sin
embargo, esto estaba lejos de terminar. Xie Lian dio un tercer
nombre sin sonido:

—He Xuan.

Shi Qing Xuan parecía no poder soportarlo más.

Su corazón latía como la batería y Xie Lian también se dio cuenta.


Casualmente, solo estaban cruzando un pequeño arroyo y,
tomando la decisión rápidamente, dijo: —Ming-xiong, creo que es
mejor que descanses un poco antes de continuar nuestra
búsqueda.

— ¿Por qué tenemos que descansar ahora? —Dijo Ming Yi.

—Estás envenenado. Cuanto más te muevas, más se infectará el


veneno. —Xie Lian dijo: —E incluso si no descansas, un mortal
como yo tiene que descansar. Siéntate, voy a buscarte un poco
de agua.

Por lo tanto, manteniendo sus manos y pies firmes sin revelar


ningún escalofrío, hizo que Ming Yi se sentara en la hierba y él
mismo fue por el arroyo, tomando prestados los sonidos de la
corriente para hablar en voz baja. Shi Qing Xuan ahuecó una
palma llena de agua y la salpicó en su propia cara, calmándose.
Luego susurró: —Su alteza, ¿qué está diciendo? ¿Quién es la
persona detrás de mí? ¿Alguno de los tres cambió de forma en
Ming-xiong? ¿O todos ellos poseían Ming-xiong?
— ¡Señor del Viento, cálmate! —Xie Lian dijo. — ¡No son ellos, es
él! El que está a tu lado en este momento es solo una persona.
Desde el principio siempre había sido la única persona. Nadie
cambió de forma. ¡Nadie fue poseído!

Shi Qing Xuan murmuró: —Pero, pero Ming-xiong, él...

—No lo llame Ming-xiong nunca más. ¡El verdadero Ming-xiong ya


está muerto! —Dijo Xie Lian.

Shi Qing Xuan exclamó: — ¿Cómo lo sabe? ¿Lo vió?

—No fui el único que lo vio —dijo Xie Lian. —Usted también lo vio
¡El verdadero Señor de la Tierra era ese esqueleto adorado dentro
del Palacio de Agua Subterránea! ¿Por qué pensó que no podía
controlar bien la Pala de la Luna Creciente del Señor de la Tierra?
¡Porque eso no le pertenecía en primer lugar! El que estaba detrás
de usted, hace varios cientos de años su nombre original era He
Xuan. Se cultivó en un Supremo y cambió su nombre a Demonio
Agua Negra Xuan. Devoró al Reverendo de palabras vacías y
envió a esa criatura a buscarte. ¡Él encarceló y asesinó al
verdadero Señor de la Tierra, y tomó su nombre, asumiendo su
posición en el cielo!

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, toda su persona


se congeló de repente.

Una mano le había golpeado en el hombro sin previo aviso.


Capítulo 124: Desatar el nudo; el Señor del Agua lucha contra el Demonio Xuan
(parte uno)

Advertencia: Violencia

La voz de Ming Yi vino detrás de ellos.

— ¿De qué te estás quejando solo?

El cuerpo de Shi Qing Xuan se puso rígido.

—Yo... yo... yo...

Xie Lian quería ayudarlo a responder, pero la lengua rechazaba


el control. No podía evitarse; su amigo de mayor confianza y el
más querido, resultó ser el que él más temía, escondiéndose junto
a él a su lado. Ahora que no había nadie alrededor, quién sabe
qué iba a hacer; ¿A quién no le daría miedo?

De repente, los dedos de Ming Yi se hundieron, el dolor estalló en


el hombro de Shi Qing Xuan, y fue empujado hacia abajo.

Una mano blanca pálida salió repentinamente del arroyo y fue a


por el cuello de Shi Qing Xuan.

¡Un demonio de agua!

Con el empuje de Ming Yi, esa mano falló. Luego, él la golpeó con
la palma de su mano, y gritos salieron de las aguas. Esa criatura
probablemente fue borrada por la explosión. Shi Qing Xuan se
sentó en el suelo, después de haberse caído, y Ming Yi lo levantó:
— ¿Tienes algún problema con tu cerebro, lavarte la cara con
agua de la Guarida del Demonio Agua Negra?

—...

Shi Qing Xuan usó el agua del arroyo que había estado
empapando los cadáveres de los demonios de agua justo ahora
para calmarse y debería sentirse disgustado, pero no le importaba
darse cuenta de esos detalles. Su rostro y su cabello todavía
goteaban, empapados como un perro ahogado, perdido y
desamparado, y aturdido dejó a Ming Yi levantarlo, y aturdido le
siguió.

Sinceramente, cuando lo pensaba detenidamente, todo lo


relacionado con este 'Ming-xiong' siempre apestaba a dudas.

Él era el Señor de la Tierra. Por lo tanto, en realidad, todos los


conjuros de Acortamiento de Distancia en el camino fueron
dibujados por él. Esa debería haber sido su especialidad, sin
embargo, tenía problemas frecuentes.

Al salir del Santuario Puji, los cuatro fueron enviados a la ciudad


de Fu Gu por alguna razón desconocida, y también surgieron
problemas cuando los Señores del Viento y del Agua fueron
transportados fuera de la Isla de Agua Negra. ¿Fue la recámara
de transporte que se había malogrado a través de los años y
necesitaba de reparaciones? ¿Era algo más que causaba
problemas? ¿Era el culpable detrás de escena demasiado
omnipotente?

¿Por qué pensar tanto? ¡La respuesta más simple fue que era
Ming Yi quien se había metido en todo!
La primera vez que el Señor del Viento fue raptado por el
Reverendo de palabras vacías fue Ming Yi quien lo perdió de vista;
el Señor del Viento que perdió sus poderes espirituales también
fue descubierto por él primero; el que se quedó al lado de Shi Qing
Xuan y supo dentro y fuera de sus miedos y acciones fue él; el
que conocía la contraseña verbal del Señor del Viento y podía
ordenar al Reverendo de palabras vacías que amenazara a Shi
Qing Xuan para que abriera las puertas de ese conjuro de
protección en la Terraza del Vino en Cascada también era él.

En ese entonces, rompió la placa del establecimiento en el


Templo del Viento y el Agua con sus propias manos sin
sentimiento alguno, y tal vez se hizo por necesidad, o, tal vez, lo
estaba haciendo a propósito en primer lugar.

Bajo el pretexto de una excusa, desmantelar abiertamente la


placa de establecimiento de su enemigo, y su enemigo tenía
también que estar agradecido, qué atrevida arrogancia.

Con pocas acciones extrañas como estas, no era como si Xie Lian
nunca hubiera sospechado, y había intentado sondear, haciendo
esas tres preguntas. Sin embargo, nunca había pensado que algo
tan inconcebible, audaz, pudiera suceder: ¡que un demonio se
hubiera hecho pasar por un oficial celestial y siempre se hubiera
escondido entre ellos!

¿Agua Negra que hunde barcos siempre había sido discreto?

Para existir bajo una identidad diferente durante años, por


supuesto, él es discreto.

La respuesta de 'Ming-Yi' en ese momento realmente no tuvo


ningún defecto. Él había devorado al Reverendo de Palabras
Vacías y poseía sus poderes, capaz de comandarlo como un
siervo. Un Rey Demonio Supremo podría naturalmente anular su
poder, sin tener limitaciones por las restricciones del rasgo único
del Reverendo. Si quería decir la verdad, entonces podría decir la
verdad, si quería engañar, podría decir mentiras.

Ese conjunto de esqueletos tenía manos y pies hábiles,


correspondientes a la identidad del Señor de la Tierra. ¿Por qué
adorarlo en el Palacio de Agua Subterránea? Tenía que hacerse.
Esos eran los restos de un oficial celestial después de todo; si no
era tratado con respeto solemne y era enterrado
descuidadamente, no descansaría en paz y el ataúd no resistiría.
Por lo tanto, solo podía ocuparse de él con grandes formalidades
y adorarlo dentro de sus pasillos.

Sin embargo, lo que hizo que Xie Lian adivinara su identidad no


era solo esto, sino esa embestida.

El Señor del Agua preguntó por qué el esqueleto experimentaría


una lucidez terminal. Ming Yi respondió apresuradamente para
decir que: Mientras esa cosa no se interponga en mi camino, no
importa quién sea él, pero en realidad, lo que realmente provocó
al verdadero Ming Yi no fue eso, sino las palabras después de;
Señor de la Tierra ¡Porque, él era el verdadero Señor de la Tierra!

Y el que se hacía pasar por él estaba parado justo delante suyo,


guiándolos con indiferencia e intencionalmente.

A veces, 'Ming Yi' también haría lo contrario a propósito y los haría


seguir con lo planeado para escapar de la sospecha. Por ejemplo,
le dijo a Hua Cheng: —Realmente tienes espías en el cielo.
Sin embargo, ¿no era el espía él mismo? Por eso Hua Cheng
respondió tan irónicamente. — ¿No lo sabes ya? —Insinuando.
¿Por qué jugar fingir?

Sin embargo, la palabra espía era probablemente inexacta. Un


acuerdo era más probable entre esos dos. Tales como, un
intercambio de información.

Los dos Reyes Demonios Supremos cooperaron en beneficio


mutuo, por lo que fue una situación de ganancia para ambos.
Agua Negra se coló en la Corte Celestial y captó todos los
movimientos del reino celestial, grandes y pequeños, y Hua
Cheng, por otro lado, se arraigó en el reino mortal, expandiendo
el número de adoradores. Además de esto, si cooperaron en otros
asuntos, no se sabía.

Jun Wu enviando al Señor de la Tierra' para infiltrarse en Ciudad


Fantasma no fue diferente a inundar el Templo del Rey Dragón,31
enviando ladrones a la guarida de un bandido.

Hasta ahora, probablemente solo hubo dos accidentes que


surgieron mientras estaba encubierto. El primero fue ese hechizo
de Dragón de Fuego Ascendente.

Un impostor obviamente no haría algo tan inútil. Xie Lian estaba


más inclinado a pensar que el que lanzó el hechizo Dragón de
Fuego Ascendente fue el verdadero Ming Yi que logró escapar.

31
Los dragones controlaban el agua y el clima en la tradición china, por lo que esto
básicamente decía que las acciones de Jun Wu eran inútiles.
Para disfrazarse como alguien completamente diferente e
infiltrarse en la Corte Celestial, uno debe poder tener una
comprensión profunda de esa persona. Por lo tanto, los
personificados deben mantenerse vivos para que pequeños
detalles tales como experiencias, habilidades, manipulación de
dispositivos espirituales, etc., puedan ser desenterrados poco a
poco. El falso Ming Yi probablemente secuestró y encarceló al
verdadero Ming Yi justo después de que pasara su calamidad
celestial pero aún no hubiera ascendido. De lo contrario, si el
verdadero Ming Yi ya hubiera hecho contacto con otros oficiales
celestiales, sería fácil descubrir al impostor.

Eso fue un accidente, así que cuando Hua Cheng recibió la


noticia, tuvo que retroceder para ayudar a su compañero a lidiar
con las consecuencias. Casualmente, Xie Lian también recibió la
misión de Jun Wu: El rescate de la Ciudad Fantasma.

No lo creía en ese momento, pero al pensar en eso ahora, se dio


cuenta de que tal vez la operación fue demasiado fácil. Xie Lian
realmente rescató al Señor de la Tierra de las mazmorras de
Mansión Paraíso, pero ¿cómo encontró la mazmorra en primer
lugar?

¿No fue porque vio por primera vez la atadura maldita del
subordinado de Hua Cheng, el que llevaba una máscara de
demonio, y luego lo infiltrarse en la Mansión Paraíso?

Algo así como un grillete maldito era un signo de humillación, y


normalmente cuando los oficiales celestiales eran desterrados, lo
escondían. Entonces, ¿por qué ese hombre enmascarado lo
llevaba tan abiertamente en su muñeca? ¿Y por qué lo escondió
después? Además de descuido, la otra explicación fue que se hizo
intencionalmente para captar la atención de Xie Lian, para que Xie
Lian pudiera seguir y descubrir al falso Señor de la Tierra
encarcelado. El verdadero Ming Yi que había activado la señal de
socorro probablemente fue asesinado después de esto. Debido a
que su cuerpo no podía ser destruido, pero su carne no podía
mantenerse y permitir que otros encontraran pistas sobre su
identidad, se él fue disuelto en nada más que en huesos blancos.

El segundo accidente fue que después de que Shi Qing Xuan se


asustara por el Reverendo de palabras vacías, él buscó ayuda en
Xie Lian.

Era obvio que Hua Cheng no quería que Xie Lian se involucrara
en este asunto, razón por la cual, en ese momento, Ming Yi
declaró: —Venir aquí no era mi intención.

Luego, cuando estaban en la Terraza del Vino en Cascada,


cuando Hua Cheng se fue, probablemente fue para reunirse con
Ming Yi y preguntarle qué estaba pasando.

Xie Lian no tuvo la oportunidad de explicarle todo esto a Shi Qing


Xuan en detalle, pero el mismo Shi Qing Xuan debe haber
pensado gradualmente en cada detalle, con las manos
escondidas debajo de sus mangas temblando.

Los dos caminaban lado a lado, y la mente de Xie Lian se agitaba;


¿A dónde se había ido Shi Wu Du?

El primero en cruzar ese conjuro para irse fue Shi Wu Du, y el


último fue 'Ming Yi', así, no debió haber sido capaz de encontrarse
con Shi Qing Xuan para poder hacerle algo a Shi Wu Du, lo que
significaba que había tres posibilidades: primero, Shi Wu Du fue
enviado a otro lugar; segundo, hay algo más esperando a donde
fue enviado Shi Wu Du y él ya había sido víctima; tercero, Shi Wu
Du se fue solo.

Si era la primera o la segunda posibilidad, entonces no había


ninguna razón para que Ming Yi siguiera actuando frente a Shi
Qing Xuan en este momento, buscando a Shi Wu Du. Habiendo
pensado hasta aquí, Xie Lian de repente escuchó a Ming Yi
preguntar: — ¿Dónde está tu medallón de oro?

Shi Qing Xuan estuvo momentáneamente desconcertado, pero


Xie Lian se llenó de temor de inmediato. Ming Yi preguntó un par
de veces antes de que Shi Qing Xuan respondiera.

— ¿Eh?

—Ming Yi —dijo bruscamente: — ¿No dijiste que esos dos


medallones de oro de longevidad fueron forjados por los núcleos
de oro de ti y tu hermano, y si el dueño está herido, llorarían?

—...

Shi Qing Xuan le contó todo a Ming Yi, así que naturalmente
también sabía cómo funcionaba ese dispositivo espiritual. ¡Lo que
significaba que iba a usar el medallón dorado para encontrar a Shi
Wu Du!

—Pero... pero, ¡mis rasguños están curados! —Dijo Shi Qing


Xuan.

—Eso es fácil de resolver —dijo Ming Yi con frialdad. Entonces,


levantó un poco el brazo. Xie Lian estaba alarmado, ¿iba a cortar
al Señor del Viento? Se tensó en defensa, sin embargo, Ming Yi
apretó la herida en su propio brazo.
La herida que ya había cesado de sangrar se derramó de nuevo.

—Dame el medallón, lo usaré —dijo.

—...

Al ver esto, Xie Lian no pudo evitar sentirse asombrado.

Si este gesto no estuviera compuesto por una maldad oculta y una


intención asesina, ¡esa persona realmente era digna de ser
amiga!

Sin embargo, Shi Qing Xuan todavía estaba enraizado en el lugar,


dudando en moverse. En el momento en que le diera el medallón
de longevidad, los dos medallones de oro llorarían el uno por el
otro. Si Shi Wu Du se diera cuenta, seguramente lo encontraría
directamente. Ming Yi frunció el ceño.

— ¿Tienes miedo estúpido?

—... ¡No! —Shi Qing Xuan dijo: —En realidad, esto, este
medallón, ¿no te lo dije? Solo funciona si soy yo quien lo usa.

Ming Yi parecía dudoso.

— ¿En serio?

Shi Qing Xuan agarró con fuerza el medallón de la longevidad y


asintió con la cabeza firmemente.

— ¡Eso es correcto!
Ming Yi lo miró por un momento, pero luego pareció abandonar la
idea. Miró la herida en su propio brazo, pero no dijo nada. Justo
en ese momento, ese medallón de longevidad alrededor del cuello
de Shi Qing Xuan de repente comenzó a vibrar.

Los colores de la cara de Shi Qing Xuan cambiaron


instantáneamente y 'Ming Yi' reaccionó de inmediato, yendo en la
dirección en la que el medallón de longevidad estaba apuntando
sin pausa.

El grito de los medallones de oro significaba que Shi Wu Du


estaba herido. Sin embargo, cuando entró en el conjuro anterior,
estaba perfectamente bien, así que, ¿qué lo hirió?

Xie Lian pudo sentir que Shi Qing Xuan estaba ansioso por ir, pero
también no. Estaban atrapados en la ilusión dentro del lago Agua
Negra, y no había nadie más en la isla. Pei Ming estaba
construyendo un bote de ataúd fuera del límite esperando su
regreso. Shi Qing Xuan era mortal en este momento; si Shi Wu
Du fue herido, nadie en el cielo ni en la tierra podría atender su
llamado. Si se entregaran, ¿cómo podrían escapar?

Después de correr por un tiempo, Shi Qing Xuan dijo: —Ming...


xiong, creo que es una trampa. ¡Probablemente es mejor no ir!

— ¿Qué trampa? —Preguntó Ming Yi.

Shi Qing Xuan mintió audazmente.

— ¿Cómo es posible que mi hermano salga lastimado? No debe


ser él por allí.
Sin embargo, 'Ming Yi' tenía más razones y racionalidad que él:
—Estamos en el territorio de un Rey Demonio Supremo. El Señor
del Agua podría no tener lo necesario para protegerse a sí mismo.
No importa lo que sea, vamos a echar un vistazo primero.

Shi Qing Xuan tampoco pudo pensar en una excusa para no ir, y
Xie Lian tampoco pudo encontrar nada, así que miró en silencio,
listo para actuar en cualquier momento.

Siguiendo las crecientes vibraciones del medallón de la


longevidad, los dos se acercaron más y más al objetivo, y pronto
vieron a Shi Wu Du tendido en el suelo, acurrucado de forma
desaliñada, sosteniendo su estómago, buscando un dolor
inmenso.

Shi Qing Xuan se sorprendió y gritó: — ¡GE!

Luego se precipitó con Ming Yi detrás. Sin embargo, cuando se


acercaron a Shi Wu Du, repentinamente se puso de pie y lo
abrazó, estallando en una carcajada enloquecida.
Completamente envuelto en sus brazos, Shi Qing Xuan estaba
sumamente desconcertado, y solo entonces se dio cuenta de que
el hombre tenía una cara torcida, ¡no era Shi Wu Du! ¡Solo era un
maníaco demente vestido con la túnica de Shi Wu Du y usando
ese medallón dorado!

Él todavía no había abierto la boca para hablar cuando Ming Yi,


quien estaba a su lado, de repente se derrumbó, un pequeño
agujero negro del tamaño de una bola apareció en su pecho,
derramando sangre fresca. Una figura de blanco saltó de un árbol,
lo agarró y corrió, gritando: — ¡CORRE!

Xie Lian miró de cerca y vio, ¡este era el verdadero Shi Wu Du!
— ¡¿GE?! —Shi Qing Xuan exclamó.

Shi Wu Du gritó en voz baja: — ¡No hables y ven conmigo! ¡Él no


es bueno!

En un instante Xie Lian entendió. Resulta que Shi Wu Du tampoco


debía ser subestimado. En el momento en que salió del conjuro
de transporte y vio que todavía estaba en el Palacio de Agua
Subterránea, ya sabía que algo estaba mal. No pensaba que las
cosas eran tan complicadas como lo hacía Xie Lian, y era mucho
más agudo. El primero del que sospechaba era Ming Yi, por lo que
se escondió para hacerse invisible, observando desde las
sombras lo que estaba tramando. Probablemente lo enviaron a un
lugar diferente al de Shi Qing Xuan, de lo contrario, habría llevado
a Shi Qing Xuan para esconderse con él. Después de encontrar a
Ming Yi y Shi Qing Xuan juntos, arrastró a un maníaco, lo vistió
con sus ropas exteriores y le puso el relicario de oro alrededor del
cuello, luego lo golpeó con una explosión, atrayendo la atención
de Ming Yi antes de emboscarlo. Fue un movimiento bastante
despiadado, ya que no había ninguna prueba sólida de que Ming
Yi hubiera hecho nada, ¡pero Shi Wu Du iba directo por su vida!

Shi Qing Xuan no pudo evitar mirar hacia atrás, pero cuando lo
hizo, vio al 'Ming Yi' cuyo corazón estaba destrozado, yacer un
poco antes de sentarse, agachar estoicamente la cabeza para
mirar ese agujero sangriento, antes de levantarse lentamente en
sus pies. Xie Lian pudo sentir como la sangre de Shi Qing Xuan
corría fría hasta el fondo de su corazón. Incluso para los oficiales
celestiales, ¿quién puede moverse tan fácilmente después de ser
golpeado así? ¡Tenía que ser algo inhumano!
Los dos hermanos corrieron por un momento cuando, de repente,
los pelos de la espalda de Xie Lian se pusieron de pie y él gritó:
— ¡CUIDADO! Tiró del Señor del Agua, y un silbido agudo se
disparó por el aire, pasando rápido fríamente. Si no fuera por el
tirón de Xie Lian, el Señor del Agua ya habría perdido la cabeza.

¡Eran esas criaturas invisibles del reflejo del agua!

Shi Wu Du maldijo. Abrió el abanico del Señor del agua y lo movió;


varias flechas de agua finas y largas salieron disparadas a través
de las olas en la superficie de su abanico, rodeando sus cuerpos,
formando un círculo protector. Ahora esas criaturas invisibles no
podían hacerles nada. Los dos continuaron huyendo, y Shi Qing
Xuan no pudo evitar volver a mirar. Esta vez, podía sentir el frío
por su espina dorsal.

— ¡Él... nos está alcanzando!

Efectivamente, Ming Yi estaba solo a unos veinte pies detrás de


ellos, avanzando lentamente. A pesar de que parecía que sus
pasos eran lentos, con cada paso, la distancia entre él y los dos
que iban adelante se acercaba instantáneamente, pareciendo
que, con varios pasos más, podría tocar los dobladillos de sus
túnicas.

Shi Wu Du nunca miró hacia atrás, pero con un movimiento más


de su abanico, de veinte a treinta hojas de afeitar afiladas como
un dragón salieron disparadas de la superficie de su abanico.
Aunque estaban hechas de agua, rompían el aire como cuchillas
de acero. Con otro movimiento, sus números se duplicaron.
Abanicando un par de veces, cientos de flechas de agua salieron
disparadas hacia 'Ming Yi' y lo atacaron desde todas partes. Con
solo un paso en falso y su cuerpo sería perforado con agujeros a
través de su cuerpo. ¡Sin embargo, 'Ming Yi' atrapó la primera
flecha de agua con sus propias manos y tiró como si fuera una
cuerda, y ese abanico de Señor del Agua fue arrancado de la
mano de Shi Wu Du!

En el momento en que el abanico dejó su mano, las flechas del


dragón de agua que bailaban salvajemente en el cielo se
disolvieron instantáneamente en lloviznas, cayendo desde arriba.
Shi Wu Du se detuvo abruptamente en su paso y miró su mano
con incredulidad. Durante más de cientos de años, esta fue la
primera vez que alguien pudo quitarle el abanico de Señor del
Agua. Sabía que ya no podía escapar y finalmente miró hacia
atrás. Ese Ming Yi caminaba hacia ellos con pasos firmes.

Su persona entera parecía estar pasando por una transformación


intrincada. Con cada paso ocurrió un cambio. Esa cara ya
blanqueada parecía ser aún más pálida, la misma translucidez sin
sangre como Hua Cheng, y su frente se convertía en cada vez
más aguda, sus cejas más profundas, lo que, naturalmente, lo
hacía parecer aún más sombrío. Sobre los dobladillos de sus
túnicas negras, antes sencillas, crecían silenciosa y
discretamente patrones de ondas tejidas por finos hilos, brillando
un misterioso resplandor plateado. Una vez que se hubiera
presentado ante los Señores del Viento y el Agua, su rostro seguía
siendo el mismo, pero ya era una persona completamente
diferente.

El Señor de la Tierra no era un dios marcial, por lo que no era


bueno en artes marciales, su poder espiritual era promedio. Sin
embargo, el que estaba ante ellos ahora, obviamente no lo era.

— ¿Quién eres? —Shi Wu Du exigió con cautela.


Ming Yi pareció haber encontrado graciosa la pregunta y
entrecerró los ojos: — ¿Estás en mi territorio y tienes que
preguntarme quién soy?

—... Demonio Agua Negra Xuan? —Shi Wu Du se aventuró.

Ming Yi miró a Shi Qing Xuan, pero Shi Qing Xuan no reaccionó.
Shi Wu Du continuó: — ¿Siempre has sido el Señor de la Tierra?
O... —Se detuvo, mientras adivinaba. —Ya veo.

Sin embargo, lo que descubrió solo fue que el Demonio Xuan se


había infiltrado en los cielos. Shi Wu Du dijo: —A ti y a mí siempre
nos importaron nuestros propios asuntos; las aguas de pozo no
interfieren con los ríos, hemos regido nuestros propios dominios.
La intrusión en tu territorio no era mi intención, entonces, ¿por qué
los dos no retrocedemos un paso?

—Tirano del Agua —Ming Yi dijo. — ¿Entonces también hay


momentos en que no te atreves a ser tiránico?

Shi Wu Du era orgulloso por naturaleza, y al escuchar esto, el


disgusto se reflejó en su rostro. Aunque, porque estaban bajo el
techo de otra persona y su hermano menor estaba a su lado, tuvo
que bajar la cabeza. Sin embargo, no estaba dispuesto a dar
marcha atrás.

—Si no fuera el lugar y el momento incorrectos, no tendría miedo


de ti.

Ming Yi dio otro paso adelante y dijo de manera escalofriante: —


Shi Wu Du, mira mi cara. ¿Sabes quién soy?
Shi Wu Du lo miró con el ceño fruncido. Había visto la cara del
Señor de la Tierra varias veces, por lo que no entendía lo que
estaba tratando de decir.

— ¿Quieres que te diga quién eres? —Después de una pausa,


pensó que estaba tratando de dar a entender que su identidad no
podía ser revelada, por lo que dijo: —No importa quién eres. Lo
juro por mi nombre de Señor del Agua, siempre que no me
involucres a mí ni a mi hermano, no me importará lo que hagas...

No había terminado su oración antes de que Ming Yi lo cortara


con frialdad.

—la gente noble es realmente olvidadiza. Tirano del Agua, ¿por


cuántos nombres mortales y nacimientos mortales pasaste en
aquel entonces tan arduamente para encontrarme a mí? ¿Qué, ni
siquiera han pasado unos cientos de años y ya has olvidado cómo
me veo?

Al oír esto, la cara de Shi Wu Du comenzó a temblar poco a poco.

Una expresión de haber visto un fantasma que solo los mortales


experimentaban ahora se mostraba en su rostro por primera vez.
Las pupilas de Shi Wu Du se encogieron lo más que pudieron y él
soltó: — ¡¿Todavía estás vivo?!

— ¡Estoy muerto! —Dijo Xuan fríamente.

Entonces, de repente levantó una mano, apretó los dedos juntos


y levantó la palma de la mano hacia arriba. Xie Lian sintió un
repentino dolor en su cabeza, y parecía que Shi Qing Xuan fue
afectado por el poder espiritual de He Xuan y se desmayó.
Pasó un desconocido lapso de tiempo antes de que Xie Lian
llegara lentamente a la conciencia de Shi Qing Xuan. Antes de
abrir sus ojos, ya podía sentir algo frotándose contra él de atrás
hacia adelante.

Cuando abrió lentamente los ojos, descubrió que eran varias


cabezas peludas y asquerosas. Unas bandas de esos locos
maniáticos rodeaban a su persona, observando su rostro con risas
locas y sintiéndolo todo con sus manos. Xie Lian todavía estaba
bastante tranquilo porque de inmediato determinó que esta no era
una situación que amenazara la vida; Esos maníacos estaban un
poco sucios, pero no eran una amenaza. Sin embargo, Shi Qing
Xuan estaba aturdido y al instante quería alejarlos. Sin embargo,
se escucharon fuertes clings y clangs de grilletes de hierro, una
frialdad en sus muñecas y tobillos, y no podía mover una
extremidad. Miró hacia arriba y resultó que estaba esposado a una
pared por varias cadenas de hierro tan gruesas como un palo de
madera, con los brazos levantados y suspendidos.

Qing Xuan estaba sintiendo y era un dolor muy profundo en su


cabeza. Estaba a punto de decir: —Señor del Viento, mantenga
la calma, le enseñaré cómo liberarse de esposas como estas—...
cuando de repente se dio cuenta de que no podía hacer un solo
sonido.

Perplejo, Xie Lian se diagnosticó rápidamente. Una gran parte de


sus poderes espirituales realmente se perdió, y aunque su espíritu
aún podía permanecer en el cuerpo de Shi Qing Xuan, ya no podía
manipular su cuerpo, ni siquiera expresar ninguna advertencia.
¿Podrían los poderes que tomó prestados de Hua Cheng estar
agotados?
Al ver los pisos y el techo, probablemente regresó al Palacio de
Agua Subterránea. Xie Lian podía sentir exactamente lo que Shi
Imposible. Sabía exactamente cuántos poderes espirituales
tomaba para realizar el Hechizo de Cambio de Alma. Los poderes
que Hua Cheng le prestó solo podían ser más y nunca menos. Sin
embargo, podía sentir que sus poderes espirituales se estaban
escapando rápidamente, volviéndolo loco y ansioso. En ese
momento, una voz ronca gritó desde el otro lado.

— ¡Qing Xuan!

Los ojos de Shi Qing Xuan estaban adormecidos, pero cuando


miró desconcertado a donde provenía esa voz, vio que era Shi Wu
Du quien lo estaba llamando.

No estaba encadenado por ningún grillete de hierro, pero su túnica


blanca estaba sucia y descuidada. Estaba arrodillado en el suelo,
y cuando vio a Shi Qing Xuan recobrar los sentidos, mostró una
expresión alegre, que parecía querer acercarse, pero fue
instantáneamente golpeado por alguien a su lado, lo que lo obligó
a arrodillarse de nuevo. Ese hombre estaba de pie con los puños
apretados a los costados, su expresión fría y siniestra, su piel tan
pálida que le provocó escalofríos, y ese era el Demonio Agua
Negra Xuan. O más bien, He Xuan.

Detrás de él había un altar divino, y cuatro urnas negras y lisas de


obsidiana se alzaban serenamente sobre él. Dos abanicos
triturados fueron arrojados al suelo: el abanico del Señor del
Viento y el abanico del Señor del Agua.

Padre, madre, hermana, prometida.


—Póstrate —dijo Xuan.

Los ojos de Shi Wu Du estaban fijos en Shi Qing Xuan y de sus


labios pronunció una respuesta.

—Está bien.

Con eso, realmente se arrodilló ante el altar y dong, dong, dong,


reverenció profundamente diez veces delante de las urnas.
Luego, cuando se levantó ligeramente, He Xuan pisó sobre su
cabeza y dijo fríamente: — ¿Te permití que te levantaras?

Este pisotón instantáneamente aplastó la cabeza de Shi Wu Du


en el suelo y sangró por sus orificios. Él apretó los dientes.

—... no.

El hermano mayor, que una vez estuvo tan orgulloso de que


nunca hubiera inclinado la cabeza, ahora estaba siendo pisoteado
en el suelo por otro. Aunque Shi Qing Xuan sabía que lo que había
hecho merecía un castigo diez veces peor que esto, la sangre era
más espesa que el agua, y al final todavía no podía soportar verlo
así.

—Ge...

Al oír su voz, los ojos escalofriantes de He Xuan lo miraron.


Incluso si no podía levantar la cabeza, Shi Wu Du sabía que el
sonido dócil no iba a traer nada bueno, y de inmediato gritó: —
¡TÚ QUÉDATE CALLADO!
Después de reflexionar por un momento, He Xuan quitó la bota de
su cabeza. Shi Wu Du estaba lleno de temor, pero no pudo
levantarse, y gimió.

— ¡Qing Xuan!

He Xuan se acercó lánguidamente. Esos locos maniáticoa


estaban aterrorizados de él, y se alejaron corriendo lloriqueando,
aunque seguían mirando furtivamente a Shi Qing Xuan, como si
estuvieran observando algo en su persona. Shi Qing Xuan estaba
encadenado a la pared, y vio cómo esa cara con la que debía
estar más que familiarizado, pero era ahora terriblemente extraña,
se acercaba con cada paso.

He Xuan se agachó frente a él, se detuvo y luego preguntó: —


¿Te da miedo el Reverendo de palabras vacías?

Su tono era frío e impasible, pero Shi Qing Xuan tenía los ojos
desorbitados, sus labios temblaban, incapaces de hablar.

El Reverendo de palabras vacías en aquel entonces ya era


extremadamente horroroso, sin embargo, esta persona ante él
que se había tragado al Reverendo de palabras vacías era diez
veces, cien veces más aterradora que la pesadilla de sus años
más jóvenes. Pero este terror era algo que debería haber
soportado desde el principio.

—He Xuan —dijo Shi Wu Du. —un hombre debe responder a lo


que ha hecho solo. Fue idea mía utilizarte para evitar su
desgracia. Esto no tiene nada que ver con mi hermano menor.

He Xuan se burló.
— ¿Nada que ver con él?

Miró a Shi Qing Xuan sin parpadear, pronunciando cada palabra:


—Tu hermano menor, un mortal común y corriente, obtuvo la
capacidad de ascender; su infinita gloria fue robada de mi destino,
saqueada de mi divinidad. ¿Y me dices que esto no tiene nada
que ver con él?

Cada palabra era como una cuchilla, y cada cuchilla perforaba el


corazón. Esto fue dicho para que Shi Qing Xuan lo escuchara, y
aunque Shi Qing Xuan ya lo sabía todo, todavía inclinaba la
cabeza, sintiendo que nunca podría volver a levantarla en lo alto
en su vida. Shi Wu Du dijo con calma forzada: —Ya que... siempre
has estado a su lado, deberías saber muy bien que no te engañé.
Él no es alguien que oculta algo, ¡realmente no sabía nada de
esto!

He Xuan exclamó bruscamente. — ¡ESO ES PRECISAMENTE


PORQUÉ ES TAN DESPRECIABLE! ¡¿POR QUÉ SE LE
PERMITE NO CONOCER NADA?!

La cabeza de Shi Qing Xuan estaba inclinada incluso más abajo.

¿Qué derecho tenía él para chupar la sangre de otra persona,


pisotear los huesos de otra para llegar a los cielos, y aun así
mantener la tranquilidad mental, disfrutando de todos esos lujos
sin ningún sentido de carga?

He Xuan agregó: —Él no lo sabía entonces, ¡¿pero sigue siendo


ignorante ahora?

Shi Qing Xuan levantó la vista y dijo con voz temblorosa: —Ming-
xiong, yo—...
— ¡CÁLLATE! —Gritó Xuan.

Su rostro era casi salvaje. Cuando Shi Qing Xuan lo vio, un


escalofrío recorrió su espina dorsal y se quedó en silencio. He
Xuan se dio la vuelta y comenzó a caminar de un lado a otro en el
pasillo del Palacio de Agua Subterránea, gruñendo: — ¡Te he
dado oportunidades!

Shi Qing Xuan cerró los ojos, apretando los puños. Xie Lian
recordó ese excesivamente furioso. Bien. ¡Muy bien! de vuelta en
la ciudad de Fu Gu, y esa escena de Ming Yi bloqueando el
camino de Shi Qing Xuan para seguir a Pei Ming en su viaje hacia
el Mar del Este.

Solo que, cada vez, Shi Qing Xuan había elegido ayudar a Shi Wu
Du.

Susurró: —... Lo siento.

He Xuan se detuvo. Él exigió: — ¿Y de qué sirve tu disculpa?

Esa hilera de cuatro urnas se colocó justo enfrente de Shi Qing


Xuan, como si también estuvieran burlándose de sus ligeras
disculpas, perforando la miseria en su corazón, quemando sus
entrañas, como todo lo que dijera sería cuestionado. Shi Qing
Xuan rogó: —... Sé que es inútil, pero yo...

He Xuan dijo fríamente: — ¿Pero tú qué? ¿Sabes que es inútil,


pero todavía quieres expresar tu mayor sinceridad, esperando
poder conmoverme para que dejara de lado este rencor y
disolviera este resentimiento?
Shi Qing Xuan dijo apresuradamente: — ¡NO! ¡No! ¡Eso no es lo
que quise decir! Es solo... Es solo, yo, yo, realmente lamento
mucho haberte hecho daño. De Verdad. Ming... He... Joven
maestro He. Sé que tanto mi hermano como yo estamos
equivocados. En este punto, no hay vuelta atrás, así que...

He Xuan estaba escuchando atentamente.

— ¿Y?

Sin embargo, en este mismo momento, cualquier palabra más


sonaba débil y patética. Shi Qing Xuan intentó desesperadamente
encontrar algo, pero se quedó en blanco, incapaz de continuar.

He Xuan dijo fríamente: —Bueno, habla. ¿Porque te detuviste?


Entonces, ¿estás dispuesto a morir por tus pecados?

Shi Qing Xuan fue sorprendido. Shi Wu Du no pudo escuchar más


y gritó: — ¡¡¡HE XUAN!!! El que te hizo mal soy yo, es el
Reverendo de palabras vacías. El pecado de Qing Xuan no
merece la muerte, tú...

— ¿Y quién en mi familia pecó? —Dijo Xuan. — ¿Quién de mi


familia mereció la muerte?

Shi Wu Du se atragantó. He Xuan continuó.

—Vamos. Dime. ¿Estás dispuesto?

—... Lo estoy. —Shi Qing Xuan susurró.

Al escuchar esto, He Xuan se burló. Ya que Shi Qing Xuan tenía


la cabeza inclinada, Xie Lian no podía ver su expresión, pero
incluso si lo veía, probablemente no sería capaz de decir lo que
estaba sintiendo en este momento.

Entonces, He Xuan se alejó con los puños a los lados. Esa banda
de locos maniáticos lo vio a rodearlo una vez más, abrazando los
brazos y los muslos de Shi Qing Xuan, negándose a dejarlo ir.
Algunos también tiraban de su cabello, otros enganchados
alrededor de su cuello, cada uno de ellos con destellos de locura
en sus ojos, como si quisieran comérselo vivo en sus estómagos.
A pesar de que Xie Lian había vivido antes entre las personas sin
hogar, él también sintió que su sangre se enfriaba y se preguntó:
— ¿Quiénes son estas personas? ¿Por qué el Demonio Xuan
reunió a un grupo así de locos aquí?

Sin embargo, Shi Qing Xuan solo soportó en silencio el empujar y


presionar de esos hombres locos, tolerando su tirar y arrastrar,
asustado por hacer un sonido. He Xuan observó con ojos fríos por
un rato, luego habló: — ¿Sabes quiénes son estas personas?

Unos dedos en forma de bastoncillos en descomposición


arañaron la cara de Shi Qing Xuan y se sintieron en toda su
persona, pero ni siquiera se atrevió a respirar, así que, por
supuesto, no tuvo tiempo de reflexionar sobre quiénes eran esas
personas, y sacudió su cabeza. He Xuan respondió. —Viles
destinos. Fortunas sórdidas. Vidas más bajo que las bestias. Un
destino que puede volver loco a un hombre.

Una profunda sensación de frío se arrastraba en el corazón de Xie


Lian, y él podía adivinar más o menos qué planeaba hacer He
Xuan. Shi Wu Du también entendió en un instante, con los ojos
hinchados.

—... ¡¿TÚ?!
He Xuan se colocó entre Shi Wu Du y Shi Qing Xuan y dijo
fríamente: —Ahora, les doy dos opciones.

Señaló a Shi Wu Du primero.

—Opción uno. Tú, elige uno de esta multitud e intercambia el


destino de tu hermano con él. Entonces, te desapareces en el
reino mortal.

Los ojos de Shi Wu Du estaban cada vez más inyectados en


sangre, sus hombros comenzaban a temblar. He Xuan continuó:
—Ya que disfrutas mucho cambiando los destinos, debes ser
bastante hábil en eso. No hay necesidad de que te enseñe.

Si se ignoraran las razones detrás de este movimiento, entonces


fue verdaderamente malicioso. Aunque el destino original de Shi
Qing Xuan no era lo suficientemente bueno para ascender, aún
era una vida llena de lujo y ocio pacíficos. Al mirar a esos hombres
locos, estaban o atacados con enfermedades y llagas podridas, o
conducidos a la locura por las adversidades. No importaba, lo que
estaba claro era que eran todos aquellos que sufrían fortunas
miserables y desdichadas. Si Shi Qing Xuan fuera a intercambiar
destinos con alguno de ellos, ¿no caería en el mismo estado
trágico? Esas eran vidas que podrían volver loco a un hombre, y
de aquí en adelante sufriría una agonía y un tormento infinitos.

Esta prueba, era obvio que Shi Wu Du había fallado en pasar su


Calamidad Celestial esta vez. Y ahora que el asunto con el
Reverendo de palabras vacías había sido revelado, sin duda él
sería desterrado. Después de ser desterrado al reino de los
mortales, ya no podría darle un buen destino a Shi Qing Xuan. Un
mortal común con sus poderes despojados y un hombre sórdido
sufriendo fortunas viles, ¿cómo podrían continuar viviendo sus
vidas?

Shi Wu Du suspiró y apretó los dientes.

— ¿Y la segunda opción?

Él Xuan continuó.

—La segunda opción. Tú.

Esta vez, el único visto fue Shi Qing Xuan.

Lentamente enunciaba cada palabra.

—No tocaré tu destino. Pero aquí, en este lugar, corta la cabeza


de tu hermano por mí.

¡CLANG! Arrojó una hoja oxidada al suelo. Shi Qing Xuan se


quedó mirando esa espada, con los ojos muy abiertos. He Xuan
continuó: —Luego, nunca te muestres ante mí otra vez, y
pretenderé que nunca has existido en este mundo.

Un odio tan profundo que se había filtrado en sus huesos durante


cientos de años finalmente estalló en la cima; cualquiera podía ver
el color de la ferviente locura en sus ojos. Cualquiera podía ver
que no estaba engañando. Después de un momento de silencio,
Shi Wu Du gruñó: —... me terminaré a mí mismo. Déjame hacerlo
yo mismo.

—No tienes derecho a negociar conmigo —dijo Xuan.


Shi Wu Du miró a Shi Qing Xuan y murmuró tristemente: —Estás
pidiendo nuestras vidas...

Shi Qing Xuan, sin embargo, no estaba tan desesperado como él,
y dijo apresuradamente: — ¡Ge! Ge! Vamos a elegir la primera
opción. La primera.

Un momento después, Shi Wu Du se calmó.

—No. Elijo la segunda.

—... Shi Qing Xuan se quedó estupefacto. — ¿Por qué la


segunda opción? ¿No podemos los dos vivir? Ge, no puedo
hacerlo, realmente no puedo.

Shi Wu Du dijo furiosamente: — ¡SILENCIO! No entiendes


¡hacerme perder todo y ver cómo te conviertes en una criatura
sucia! ¿Crees que puedo hacerlo? ¿Por qué no continúo y muero
de locura?

— ¡Ge! —Shi Qing Xuan exclamó: —No importa... vivir es mejor


que la muerte. Además, realmente, si lo piensas, hemos... ya
hemos vivido durante cientos de años, es hora de... es hora de...

Mientras hablaba, parecía recordar lo bien que vivió los últimos


cientos de años… y estaba tan avergonzado que no se atrevía a
continuar.

He Xuan todavía los estaba mirando fríamente. Shi Wu Du


finalmente se puso de pie, agarró esa hoja de óxido y se tambaleó
hacia la pared. Agarró el hombro de su hermano menor y dijo: —
¡Ven! Luego susurró ásperamente:... Ve a buscar al General Pei.
Pídele que te cuide.
Esa hoja era terriblemente pesada y cubierta de óxido; no importa
matar a un hombre, incluso matar un pollo sería difícil. Si esta hoja
se usara para cortar la cabeza de cualquiera, tanto el verdugo
como el objetivo sufrirían grandes dolores. Shi Qing Xuan estaba
tan horrorizado que no pudo mantenerlo en sus manos, dejándolo
caer varias veces en el suelo.

— ¡No importa, ge, no importa! ¿No me lo dijiste tú? Todos solo


se preocupan por sí mismos en este mundo, ¿por qué alguien nos
cuidaría? ¿No nos hemos cuidado siempre? No me des esta cosa,
¡NO ME LO DES A MÍ!

Shi Wu Du gritó.

— ¡QING XUAN! ¡No seas tan inmaduro!

Entonces, él sonrió amargamente.

—... Tu hermano ha sido llamado el Tirano del Agua, tú lo sabes.


Habiendo hecho surgir tantas olas a lo largo de los años, hay al
menos mil. Tengo enemigos desde los cielos hasta la tierra. Sería
más fácil si muero. Si muero, entonces nada más te sucederá. Si
no muero, pero no tengo nada, entonces ese es verdaderamente
un destino peor que la muerte. Si no soy el Dios del Agua, no
puedo cuidar de ti. Ni siquiera seré capaz de protegerme. Tengo
miedo de que no duremos ni dos días... ¡TOMA ESTO!

Shi Qing Xuan iba a llorar de horror, y lloró incontrolablemente.

— ¡NO! NO PUEDO NO PUEDO, GE, ¡NO PUEDO, REALMENTE


NO PUEDO! ¡NO ME FUERCES! ¡NO LO HAGAS!!! ¡¡¡AYUDA,
AYUDA, AYUDA!!!
Empezó a gritar con cada fibra de su ser hasta que estuvo ronco,
pidiendo ayuda. Shi Wu Du exclamó: — ¡Está bien! No te asustes,
Qing Xuan, esto no te dolerá tanto como intercambiar el destino o
despojarte del poder espiritual...

He Xuan había sido infinitamente paciente hasta este punto, pero


ahora de repente echó esa paciencia. Sin previo aviso, Shi Wu Du
fue derribado y escupió una boca llena de sangre, cayendo al
suelo, incapaz de levantarse. Shi Qing Xuan gritó desde la pared.

— ¡GE!

He Xuan dijo de forma escalofriante: — ¡Silencio! Basta ya de esa


asquerosa muestra de amor fraternal. Abre los ojos y mira dónde
estás. Nadie será conmovido por ti aquí.

Inesperadamente, después de que Shi Wu Du vomitó bocanadas


de sangre, de repente se puso de pie y agarró el cuello de Shi
Qing Xuan. Xie Lian estaba aturdido, sintiendo que su respiración
se detenía, y la sangre corría hacia su cabeza. Shi Qing Xuan
jadeó.

—... ¿Ge?

Shi Wu Du apretó los dientes cubiertos de sangre.

— ¡Qing Xuan! ¡No puedo dejarte solo así! Si muero, no hay


manera de que puedas vivir en este mundo, ¡así que puedes venir
conmigo!

Luego, ejerció más fuerza en sus manos y se aferró más fuerte.


La vista de Shi Qing Xuan se estaba oscureciendo, y gemidos de
muerte escapaban de su garganta. Xie Lian estaba
extremadamente sorprendido, ¿el Señor del Agua realmente iba
a estrangular al Señor del Viento hasta la muerte?

Poco después, la presión en su garganta desapareció


repentinamente; una gran cantidad de aire fresco entró, y Shi Qing
Xuan tosió incesantemente por la asfixia, finalmente recuperando
el aliento. Sin embargo, fue He Xuan, que estaba de pie junto a
ellos, quien había arrancado los dos brazos de Shi Wu Du que
estaban retorciendo el cuello de Shi Qing Xuan de los codos hacia
abajo. Dijo fríamente: — ¿Te di un tercer camino?

Con dos antebrazos rotos, Shi Wu Du brotaba sangre como una


fuente, sin embargo, se echó a reír a carcajadas. He Xuan tiró los
dos antebrazos a un lado como si fueran basura.

— ¿De qué te ríes?

Shi Wu Du agitó esas mangas largas vacías y empapadas de


sangre y dijo: — ¡Me estoy riendo de ti! ¡Me estoy riendo de ti
pensando que tienes la ventaja! ¿Pensaste que finalmente te
habías vengado después de soportar tantos años? ¿Se siente
bien?

—Al verte roto de esta manera, se siente bien —dijo Xuan.

— ¿Es cierto? —Shi Wu Du dijo: —Entonces déjame decirte,


¡también me siento genial!

Usó esos brazos rotos que sangraban profusamente para tirar del
collar de He Xuan.
—Porque te veo en este momento tan lleno de rabia, tan lleno de
sufrimiento, tan lleno de odio, y aun así eres impotente para traer
de vuelta a tu familia... Todavía no eres más que un fantasma en
las sombras. ¡PONTE TAN MOLESTO COMO QUIERAS, ELLOS
SE FUERON HACE TIEMPO! Pero yo y mi hermano hemos vivido
durante tanto tiempo, y hemos sido oficiales celestiales durante
cientos de años, por lo que incluso si ya no puede ser uno, incluso
si él ya no puede vivir, aún se beneficia. ¡AÚN SOY EL GANADOR
ASÍ QUE ME SIENTO AUN MEJOR QUE TÚ!
JAJAJAJAJAJAJAJAJA...

Cuanto más escuchaba, más pálido se reflejaba el rostro pálido


de He Xuan, como si una tierra fría y estéril hubiera prendido fuego
de fantasmas y, de repente, el aire de la cámara descendía de
manera abrupta. Shi Qing Xuan estaba aterrorizado hasta el fondo
y con voz ronca.

—... Ge, deja de hablar. ¿Puedes por favor dejar de hablar? Ge,
Dios mío, ¿qué estás diciendo? ¿Qué tontería estás
escupiendo...?

He Xuan sacó su mano y ahorcó el cuello de Shi Wu Du.

— ¡NO TIENES REMORDIMIENTO!

Shi Wu Du se rió salvajemente.

— ¿Remordimiento? ¡HUMPH! ¡QUÉ BROMA! Y pensar que eres


un Rey Demonio Supremo, Agua Negra que hunde barcos.
¿QUIERES HABLAR CONMIGO SOBRE REMORDIMIENTO?
Déjame decirte, ¡NO HAY TAL COSA!
Shi Qing Xuan gimió y Shi Wu Du continuó con la cabeza bien
alta.

—TODO LO QUE TENGO HOY, LO LUCHÉ POR MÍ MISMO.


LUCHARÉ POR LO QUE NO TENGO. CAMBIARÉ EL DESTINO
QUE NO POSEO. ¡MI DESTINO DEPENDE DE MÍ Y NO DE LOS
CIELOS!32

Esta fue la primera vez que Xie Lian escuchó esta interpretación
de: Mi vida depende de mí y no de los cielos —y se quedó
impresionado. He Xuan también se echó a reír, sonando como si
sus ojos fueran abiertos a un nuevo mundo por la inquebrantable
tenacidad de Shi Wu Du al negarse a admitir errores. Su expresión
se estaba volviendo cada vez más aterradora, y Shi Qing Xuan se
rompió.

—... Ge, te lo ruego, te ruego que dejes de hablar, por favor,


cállate. Ayuda…

Sin embargo, la arrogancia presumida de Shi Wu Du no se


desanimó: —Qing Xuan, Gege se adelantará primero. Te espero
allá abajo. Jajajajaja...

Antes de terminar su oración, He Xuan colocó su mano sobre su


cabeza y agarró su cabello. El alma de Shi Qing Xuan iba a dejar
su cuerpo, las cadenas de hierro se magullaban y golpeaban
contra la pared con locura.

32
[我 命 由 我 不由 天] "Mi destino depende de mí y no de los cielos": esta es
una de las doctrinas importantes del taoísmo, una visión fundamental sobre la
muerte y el destino.
— ¡MING-XIONG! MING-XIONG! LO SIENTO, LO SIENTO, LO
SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO, LO SIENTO.
¡SOMOS LOS QUE PECARON! SOMOS LOS QUE ESTAMOS
EQUIVOCADOS. ¡ES MI CULPA! ¡MI HERMANO SOLO HIZO LO
QUE HIZO POR MÍ! ¡MI HERMANO SE HA VUELTO LOCO,
ESTÁ LOCO NO PUEDES VER! YO... TÚ... TÚ...

Quería rogar, orar por misericordia, pero sus súplicas no


abandonaban sus labios, y solo podía usar sus ojos para hacer
una reverencia. He Xuan lo miró, y en un momento fugaz, parecía
haber recordado algo. Se calmó y se detuvo.

Al ver esto, fue como si hubiera un hilo de esperanza, y Shi Qing


Xuan dejó escapar un suspiro de alivio, las lágrimas finalmente
rodaron. Pero antes de que pudiera hablar, escuchó sonar la voz
cruel de He Xuan.

—Has llamado a la persona equivocada.

¡Luego, levantó la mano y arrancó la cabeza de Shi Wu Du de su


cuello!

— ¡AAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHH!

Con la cabeza separada del cuerpo, la sangre brotó de la brecha


limpia del cuello de Shi Wu Du, rociando el cuerpo y la cara de Shi
Qing Xuan. Finalmente, Shi Qing Xuan no pudo soportarlo más, y
comenzó a gritar como si estuviera loco.
Al ver a un cadáver sin cabeza levantado sin colapsar, a esos
locos les pareció increíblemente interesante, y todos comenzaron
a enloquecerse de alegría, girando alrededor de él en círculos,
con sus pies descalzos manchando huellas sangrientas por todas
partes. Aplaudieron y aplaudieron mientras giraban.

— ¡YO YO YO YO! ¡Está muerto! ¡Está muerto!

— ¡MUERTO, MUERTO! ¡HEHEHE!

Shi Qing Xuan gritó para quién sabe cuánto tiempo, gritó hasta
que sintió que su alma y su espíritu habían huido, y no podía
recordar cuándo se había detenido. Cuando Xie Lian llegó junto
con su conciencia, ya estaba sentado con tristeza en el suelo
empapado de sangre.

He Xuan estaba parado no lejos de él con la cabeza de Shi Wu


Du, todavía con los ojos redondos y grandes, colgando de su
mano. Miraba hacia abajo a Shi Qing Xuan, observando desde
arriba.

Un momento después, He Xuan preguntó claramente: — ¿Tienes


algo más que quieras decir?

—...

Los ojos de Shi Qing Xuan estaban muertos, su mirada


desenfocada mientras miraba esa fila de urnas sobre el altar
frente a él y esos dos abanicos destrozados en el suelo. Pasó
mucho tiempo antes de que murmurara:... quiero morir.

Él Xuan dijo fríamente.


—Sigue soñando.

Luego, He Xuan extendió una mano hacia él y Shi Qing Xuan


cerró los ojos.

¡Al mismo tiempo, el alma de Xie Lian fue repentinamente


arrancada y empujada hacia arriba!

Cuando volvió a caer y abrió los ojos, yacía débilmente abrazado


por un hombre vestido de rojo. Con una mano guiando
suavemente su mandíbula, Hua Cheng lo estaba besando
profundamente. No es de extrañar que Xie Lian sintiera que el
poder espiritual que sustentaba el hechizo de cambio de alma se
estaba escapando tan rápidamente. Resulta que, Hua Cheng usó
la forma más rápida y efectiva de absorber todos los poderes que
le prestó a Xie Lian, y logró devolver el alma de Xie Lian a su
cuerpo.
Capítulo 125: Desatar el nudo; el Señor del Agua lucha contra el Demonio Xuan
(parte dos)

Al ver a Xie Lian regresar a sí, Hua Cheng separó sus labios
lentamente, pareciendo alejarse. Sin embargo, en circunstancias
tan extremas, Xie Lian ya no podía preocuparse por eso. Levantó
ambos brazos, los rodeó alrededor de su cuello y se movió para
absorber los poderes espirituales que Hua Cheng había chupado.

Claramente, Hua Cheng no había esperado que hiciera esto y lo


tomó por sorpresa mientras los poderes espirituales fluían de
vuelta. Temiendo que él se separara, Xie Lian cubrió su rostro con
sus manos, volcó sus cuerpos y empujó a Hua Cheng al suelo,
presionándolo hacia abajo.

Una ola de corrientes frías se vertió en su cuerpo y corrió por su


garganta hasta su estómago, cálida y agradable. Justo en ese
momento, la pequeña puerta de madera del Santuario Puji se
abrió con un crujido, y una gigantesca sombra verde con forma de
oruga se arrastró fuera del santuario.

— ¿Qué demonios, qué hijo de puta es tan atrevido?! ¿Un pobre


ladrón? ¡¿Te atreves a venir a MI casa para robar y perturbar MI
sueño?! Achú! Este ancestro te mostrará una cosa... —Se calló
cuando vio a los dos fuera del santuario que parecían estar
envueltos en los brazos del otro, besándose fervientemente y con
pasión, sus siluetas se superponían, una roja y otra blanca,
¿quién más podrían ser? Al instante, él gritó: —
¡¡YIIIEEEEEAAAAAAHHHHHHHHH!!
¡Hua Cheng levantó la mano y originalmente iba a agarrar el
hombro de Xie Lian, pero al escuchar a Qi Rong hacer ruido, giró
su muñeca y Qi Rong lanzó un grito cuando fue arrojado hacia
adentro con la puerta cerrada de golpe detrás de él con un PANG!
Solo entonces, Hua Cheng cambió de posición y se presionó
sobre el cuerpo de Xie Lian. Levantó la cara, su respiración
áspera, sus ojos oscuros y brillantes.

— ¡Su Alteza!

Xie Lian no tuvo tiempo de explicar; levantó el brazo y los


enganchó alrededor del cuello de Hua Cheng, tirando de él hacia
abajo una vez más. Después de haber chupado suficiente poder
espiritual, sofocó una tos antes de llorar.

— ¡HECHIZO DE CAMBIO DE ALMA!

Esta vez, sin embargo, justo cuando su alma salía, incluso antes
de que fuera lanzado hacia arriba, era como si hubiera un muro
que lo bloqueaba, y fue devuelto a su propio cuerpo. Él dijo, Ah,
en estado de shock. Abriendo los ojos, encima de él todavía
estaba ese cielo estrellado y la cara ansiosa de Hua Cheng. Xie
Lian se sentó y abrazó su cabeza, murmurando:... Ya no puedo
pasar.

¿Murió Shi Qing Xuan? ¿O el Demonio Agua Negra Xuan reforzó


su barrera? No importa qué, de cualquier manera, no podía
regresar al cuerpo de Shi Qing Xuan. Incluso si tuviera que
apresurarse hacia el Mar del Sur, seguramente sería demasiado
tarde.

Al verlo desconcertado, Hua Cheng dijo: —Su alteza, lo siento.


Xie Lian lo miró. Hua Cheng agregó: —Pero, las personas
externas no pueden interferir en este asunto.

Xie Lian agitó su mano.

—... No necesitas disculparte. Sinceramente, incluso si estoy allí,


no podré hacer mucho.

Con el hechizo de cambio de alma, solo podía entrar en el cuerpo


de Shi Qing Xuan. Sin embargo, Shi Qing Xuan no era más que
mortal, e incluso si Xie Lian pudiera ayudarlo a liberarse de esos
grilletes, ¿cómo podría luchar contra el Señor de la Guarida del
Demonio Agua Negra? Incluso escapar era imposible.

Después de haberse calmado, Xie Lian regresó rápidamente a la


red de comunicación espiritual de los cielos: —Ling Wen, ¿haz
partido?

— ¡Su Alteza! —Exclamó Ling Wen. — ¿Cómo es que se quedó


en silencio durante un período tan largo de tiempo? Ya hemos
enviado a varios oficiales celestiales al Mar del Sur. Su alteza Qi
Ying regresó, así que también se pondrá en marcha en un
momento también, pero no es fácil entrar a la Guarida del
Demonios Agua Negra, quién sabe cuándo los encontraremos.

Xie Lian gritó: —Espera, voy a ir con todos ustedes. Tal vez
todavía recuerde el camino. Pero tendré que molestarte para
enviar a alguien a recogerme del Santuario Puj.

—Muy bien. Él acaba de llegar. —Dijo Ling Wen.


Un poco sorprendido, Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás. Hua
Cheng había desaparecido, pero dos oficiales subalternos
llegaron desde la aldea Puji, y detrás de ellos los siguió un joven
alto y de pelo negro ondulado. Era Quan Yi Zhen.

Xie Lian inclinó la cabeza para saludarlo. Quan Yi Zhen no


entendía de formalidades, por lo que no respondió el gesto, pero
a Xie Lian no le importó. Miró a su alrededor pero no vio la sombra
de Hua Cheng en ningún lado, y comprendió que Hua Cheng le
estaba dando espacio para lidiar con este asunto.

Los dos y los oficiales subalternos partieron hacia el Mar del Sur.
Siguiendo la sugerencia de Xie Lian, salieron de su camino para
reunir más de diez ataúdes fuertes que habían llevado muertos
para prepararse para cualquier situación inesperada. Después de
que el barco voló a través de las aguas durante más de seis horas,
se encontraron con una visión extraña sobre la superficie del mar.

Varios cadáveres de gigantescos peces esqueletos flotaban en la


superficie de los mares y chocaron con el barco. Muchos oficiales
celestiales se alarmaron instantáneamente.

— ¡¿ESTAMOS ALLÍ?!

—Eso no puede ser. —Xie Lian dijo: —Si ya hemos ingresado a


la Guarida del Demonio Agua Negra, el barco no se mantendrá a
flote en las aguas y todavía moverse tan rápido.

Sin embargo, estos fueron claramente los restos de la batalla del


General Pei y el Señor del Agua la noche anterior. Quan Yi Zhen
estaba posado en la barandilla lateral de la nave, manteniendo
esa posición de alta dificultad cuando, de repente, dijo: —Hay una
isla negra por delante. ¿Esa es?
Xie Lian enfocó sus ojos y, efectivamente, realmente había una
isla sombría. Además, desde lejos, ¡se parecía a la Isla de Agua
Negra!

Xie Lian frunció el ceño ligeramente.

—Realmente lo parece. Pero, ¿cómo se puede encontrar tan


fácilmente, y la nave no se hundió? Todos permanezcan
vigilantes, esto podría ser una trampa.

Pero justo cuando las palabras salieron de sus labios, se dio


cuenta de que no era una trampa. En la playa había una figura,
bajo el sol brillante, cortando troncos con la espada sagrada
destinada a matar enemigos, haciendo ataúdes. En el lado ya
había tres ataúdes completos, y estaba haciendo un cuarto en ese
momento. Xie Lian inmediatamente comenzó a agitar.

— ¡GENERAL PEI! ¡Es el general Pei! ¡Es esta isla sin lugar a
dudas!

La nave cambió de dirección inmediatamente y se dirigió


rápidamente hacia allí. Cuando Pei Ming vio que habían llegado
refuerzos, no parecía particularmente encantado, sino que tiró la
espada al suelo, se frotó la nariz y preguntó, sonando sombrío: —
Todos tuvieron que venir justo cuando termino de hacer esto. Qué
diablos.

—Ya es sorprendente que alguien haya aparecido —dijo Quan Yi


Zhen. —Cuando todos escucharon que era para salvarte, nadie
tenía tiempo.

—... —Pei Ming mostraba una expresión como si no quisiera


molestarse con los niños y se volvió hacia Xie Lian. —Su alteza,
¿volvió primero? ¿Cómo construyó esta nave? ¿Cómo puede
flotar en las aguas de la Guarida del Demonio?

—No creo que sea el barco —dijo Xie Lian. —La maldición de la
Guarida del Demonios Agua Negra se ha dispersado.

Sorprendido, Pei Ming lo probó con su espada, y por supuesto,


con solo un movimiento, cayó un campo de árboles grandes. Sus
poderes espirituales habían regresado. Sin palabras por un
momento, Pei Ming negó con la cabeza: —Si lo hubiera sabido,
no habría trabajado tan duro para construir estos ataúdes.

Era cierto que trabajó incansablemente toda la noche. Hizo


ataúdes para cuatro, pero tres de ellos eran ahora inútiles.

El grupo de oficiales celestiales entró en la isla y corrió


directamente hacia el corazón del bosque. Los pequeños
fantasmas que emboscaron en el bosque nunca habían visto una
formación de batalla semejante y todos se alejaban corriendo
aterrorizados, huyendo a la izquierda a la derecha y al centro. Una
vez que llegaron al lago Agua Negra dentro de los árboles, no se
encontraron con ninguna criatura invisible. Sin la perturbación de
ninguna barrera espiritual extranjera, después de examinarla,
pudieron romper el límite, dispersar la ilusión, y pronto, la prisión
de hierro y el Palacio de Agua Subterránea aparecieron ante sus
ojos.

Una vez que entraron al Palacio de Agua Subterránea, Xie Lian


recogió los restos de ese esqueleto de túnica negra y lo guardó,
sosteniéndolo en sus manos mientras corría por todo el palacio.
Pronto, encontraron ese gran salón. Sobre esa pared moteada,
los dos sangrientos grilletes de acero ya estaban vacíos. Un
cadáver sin cabeza yacía en el suelo en medio del pasillo, su
sangre ya se había secado, y un grupo de locos le arrojaban
objetos al azar. En el momento en que los oficiales celestiales
entraron, ese grupo de maníacos se emocionaron aún más.

Cuando Pei Ming entró, se quedó aturdido por un buen rato antes
de que finalmente se atreviera a reconocer a quién pertenecía ese
cadáver. Sacudido, exclamó: —... ¡Shui-shixiong!

Xie Lian ya estaba bien informado sobre esto e instruyó: —


¿Todos, por favor, busquen aquí y en toda la isla al Señor del
Viento, o... a su cadáver?

Sin embargo, no importa cuánto vieran, no había rastros de Shi


Qing Xuan en la isla.

¿Se había llevado el Demonio Agua Negra Xuan al Señor del


Viento? ¿O tal vez el Señor del Viento fue asesinado directamente
y su cuerpo muerto se hundió en los mares, su carne fue devorada
por peces?

Aunque Shi Wu Du se volvió loco al final y provocó que He Xuan


lo matara violentamente, ahora estaba muerto, pero no fue
asesinado por las propias manos de Shi Qing Xuan, ¿así que He
Xuan todavía cambiaría el destino del Señor del Viento?

Alejando a esos lunáticos irritantes, Pei Ming se agachó en el


suelo y se perdió en sus pensamientos durante mucho tiempo
antes de suspirar.

—Shui-shixiong. Has estado orgulloso de toda tu vida, pero


terminaste así. Ni siquiera sé si tus ojos están cerrados. En
verdad, cuanto más alto subes, más fuerte caes. La vida está llena
de sorpresas, y uno no puede escapar de lo que venga. Incluso
cuando el mortal se ha convertido en dios, no tenemos la suerte
de evitar el destino al final.

Quan Yi Zhen no tenía sentimientos tan profundos y corría


profundamente dentro del Palacio de Agua Subterránea. Cuando
pasó, miró al cadáver y le pareció extraño: — ¿Dónde está la
cabeza?

—Fue tomada por el Demonio Agua Negra Xuan —respondió Xie


Lian.

— ¿Qué rencor, qué resentimiento guardó el Señor de la Guarida


del Demonio contra él? ¿Y dónde está Qing Xuan? ¿El Señor de
la Tierra? ¿Perecieron los tres oficiales de Agua, Tierra y Viento?

—Fue un gran rencor, un gran resentimiento. Xie Lian dijo: —En


cuanto a Señor de la Tierra, depende de por quién preguntes. El
verdadero está en mis manos, el falso fue el que se llevó la cabeza
del Señor del Agua.

— ¡¿Qué?!

Xie Lian lo miró y dijo suavemente: —El general Pei no lo sabía,


¿verdad? El verdadero apellido del Demonio Agua Negra Xuan
era He, su nombre de cortesía es Xuan.

Al escuchar esto, la cara de Pei Ming cambió ligeramente. Parecía


que Pei Ming y Ling Wen no desconocían completamente las
cosas que Shi Wu Du había hecho. Solo que no sabían cuánto
sabían.

Todo lo que tenía que ser reportado fue reportado, todo lo que
necesitaba ser tratado fue tratado. Cuando Xie Lian volvió a la
aldea de Puji, había pasado un día entero. Los pasos de Xie Lian
estaban cansados de agotamiento.

Cuando regresó al Santuario Puji y abrió la puerta, pudo escuchar


a Qi Rong chillando y gritando: — ¡HUA CHENG CABRÓN! ¡XIE
LIAN HIJO DE PUTA! ¡NO TIENEN VERGUENZA! AHHHH
¡MIERDA! ¡QUÉ DIABLOS ERA ESO EN MEDIO DE LA NOCHE!
¡ESTOY JODIDAMENTE ATERRADO! LOS OJOS DE ESTE
GRAN AMO ESTAN JODIDAMENTE CIEGOS, ¡ME LA DEBEN!

No había nada más que vulgaridades y profanidades que salían


de su boca y Xie Lian recordó de inmediato la imagen aterradora
de cómo él y Hua Cheng se turnaban para abrazarse en el suelo
aspirando poderes la noche anterior. No le pareció vergonzoso en
ese momento, pero ahora no podía escapar y casi cerró la puerta
para huir. Hua Cheng estaba inclinando su silla hacia atrás, sus
botas cruzadas y apiladas sobre la mesa, pero en el momento en
que escuchó a Xie Lian empujar la puerta para entrar, bajó las
piernas y golpeó casualmente la parte posterior de la cabeza de
Qi Rong, dejándolo inconsciente.

Se puso de pie.

—Gege.

Xie Lian asintió y cerró la puerta detrás de él, pasó por encima del
Qi Rong que estaba atado como un pequeño gusano verde en el
suelo y se sentó.

— ¿Salieron a jugar Gu Zi y Lang Ying?

—Sí, los dejé salir. Has trabajado duro —dijo Hua Cheng.
—No, tú eres el que trabajó duro —dijo Xie Lian.

Hua Cheng sonrió. Luego dijo: —Había pensado que Gege me


echaría la culpa.

Xie Lian negó con la cabeza: —San Lang no necesita pensar


tanto. Realmente no lo hago De hecho, tenías razón en todo esto.
Las personas externas realmente... posiblemente no puedan
interferir.

Después de pensarlo un poco, todavía le preguntó: —San Lang,


¿qué crees que el Demonio Agua Negra Xuan le hará al Señor del
Viento?

Hua Cheng se quedó en silencio por un momento antes de


responder: —Yo tampoco lo sé. Agua Negra es alguien bastante
excéntrico. Lo ha soportado solo durante muchos años, nadie
puede saber lo que está pensando.

—Nadie puede saber lo que está pensando—: Xie Lian recordó


repentinamente que este era también el mismo comentario que
muchos de los oficiales celestiales en el Tribunal Superior habían
dado a la Lluvia Sangrienta que busca la Flor.

El Agua Negra que hunde barcos emergió del Monte TongLu,


matando a millones de fantasmas. La Lluvia Sangrienta que busca
la Flor era igual. He Xuan había soportado años solo; el tiempo
que Hua Cheng soportó solo no podría ser menos.

Lo que hizo que al Agua Negra que hunde barcos hoy fue el odio.
Entonces, ¿qué hay de la Lluvia Sangrienta que busca la Flor?

¿Qué hizo a Hua Cheng el Hua Cheng de hoy?


En un instante, mucho se reflejó en la mente de Xie Lian, y él negó
con la cabeza, descartando a esa persona especial, noble y
amable y organizó sus pensamientos.

—Pero, San Lang, hay algo que no entiendo. Todo este asunto
con el Señor del Agua cometiendo fraude debería haberse hecho
de manera encubierta. Su engaño duró tanto tiempo, ¿cómo supo
Agua Negra la verdad? Si no es conveniente para tu responder,
no tienes que responder.

—Él huyó y movió su dominio e incluso dejó su actuación como


oficial celestial falso, así que, ¿por qué hay inconvenientes? —
Dijo Hua Cheng. —En realidad, es simple. En esa noche murió
qué Agua Negra murió, Shi Wu Du había ido a confirmar su
muerte.

— ¿Porque solo cuando la presa está muerta, el Reverendo de


palabras vacías encontrará el próximo objetivo? —Se preguntó
Xie Lian.

—Sí. Agua Negra no sabía quién era esa persona, pero recordaba
esa cara. Fue solo después de que se convirtió en un fantasma y
supo más de los asuntos del cielo y la tierra cuando descubrió que
ese hombre era el Dios del Agua.

—No es de extrañar. Pero esto era desconcertante. ¿Por qué un


estimado dios del agua iría a observar cómo un mortal murió de
la nada? —Xie Lian preguntó: — ¿Pero esto no debió haberle
hecho pensar en lo del cambio de destinos?
Hua Cheng respondió: —Es por eso que se hizo pasar por un
verdadero Señor de la Tierra y se infiltró en los cielos para
investigar. Bastante valiente si tengo que decirlo yo mismo.

—Si no es por matar al verdadero Señor de la Tierra después y


arrastrar a más de doscientos pescadores, entonces realmente se
lo puede llamar valiente e inteligente.

Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Gege, no sé si el verdadero


Señor de la Tierra fue asesinado por él. Pero, el que arrastró a
esos pescadores al tormentoso Mar del Este, me temo que fue
alguien más.
Capítulo 126: Sujeto descarriado; rastros de tinta irregulares de un Corazón
Excitado

Xie Lian se sorprendió un poco.

—Entonces, ¿quién puede ser? Técnicamente, una tempestad


como esta no debería involucrar a más de cincuenta personas.

—Sospecho que podría ser la misma persona que envió a esa


cáscara vacía de cultivador que nos llevó al incidente del Paso de
BanYue

Si eso era cierto, entonces parecía que siempre había una mano
que lo había estado empujando al corazón de cada caso en todo
momento. Sintiéndose un poco desconcertado, Xie Lian se
preguntó: — ¿Qué busca esta persona?

Hua Cheng negó con la cabeza, pero también parecía estar


sumido en sus pensamientos. Justo en ese momento, se
escucharon los sonidos de risa de los niños jugando que venían
del exterior, y sus agudos ojos inmediatamente se extendieron.
Siguiendo su mirada, Xie Lian miró por la ventana, pero solo vio a
dos niños jugando afuera; Gu Zi estaba montando sobre los
hombros de Lang Ying, luciendo despreocupado y alegre.

Naturalmente, el engaño audaz del Señor del Agua al cometer una


sustitución fraudulenta, el Señor del Viento siendo un fraude, el
Señor de la Tierra también un fraude, y la separación de la cabeza
y el cuerpo del Señor del Agua, estos cuatro casos, cada uno más
explosivo que el siguiente, hicieron estallar los cielos como cuatro
bombas, levantando una ola que inundó los Tribunales Superior e
Intermedio.

De repente, todos se sorprendieron y temblaron; nadie sabía qué


decir sobre el asunto, y los grillos llenaban el Gran Salón Marcial.
Incluso la mano de Jun Wu no parecía poder sostener su cabeza
nunca más.

Ya que Ming Yi nunca se había esforzado por ser amigable con


nadie, y solo alguien como Shi Qing Xuan, que disfrutaba de
molestar a los demás y tener relaciones demasiado familiares,
conseguiría mantener buenas relaciones con él, casi nadie más
estaba cerca del Señor de la Tierra. Sin embargo, cuando se
dieron cuenta de que uno de sus colegas era el legendario Rey
Demonio Supremo, el impacto fue realmente demasiado grande.

Para desempeñar correctamente el papel del Señor de la Tierra,


en tantos años, los pasados este Rey Demonio había trabajado
arduamente y con diligencia, reuniendo a una gran cantidad de
adoradores en el reino de los mortales, e incluso logró llegar a los
diez mejores durante la Batalla de las Linternas en el Banquete
del Festival de Medio Otoño, realmente aterrador, como se
esperaba de un Rey Demonio Supremo.

Sin mencionar los rencores entre el Demonio Agua Negra Xuan y


el Señor del Agua Wu Du, el verdadero asesino detrás del
verdadero Señor de la Tierra Yi era sin duda el Demonio Agua
Negra Xuan, no había preguntas sobre eso. Por lo tanto, el
Tribunal Superior publicó oficialmente una orden de arresto. Sin
embargo, todos sabían que, si un Rey Demonio Supremo quisiera
esconderse, no sería tan fácil encontrarlo.
Como dicen, una vez que un hombre cae, todos lo pisotearán. En
el pasado, los Señores del Viento y del Agua se encontraban en
grandeza y gloria con cientos a su entera disposición. Cada vez
que aparecía Shi Wu Du, él era exaltado y celebrado. Sin
embargo, ahora con su repentina muerte, de repente todos sus
partidarios no se atrevieron a soplar una sola respiración. A Shi
Qing Xuan le encantaba hacer amigos y era generoso, pero esos
innumerables buenos amigos desaparecieron y quién sabe
dónde. Pei Ming recogió el cuerpo sin cabeza de Shi Wu Du, y el
día de su entierro fue silencioso y vacío de gente. Aparte de Xie
Lian y Ling Wen, no hubo muchos otros oficiales celestiales que
se manifestaron.

Xie Lian notó, en los últimos días, intencionalmente o no, pero ya


había una banda de personas quemando y profanando los
templos de Viento y Agua. Aunque no pudo soportarlo y trató de
detenerlos varias veces, a medida que pasaba el tiempo, cuando
las personas descubren que sus oraciones ya no eran
contestadas, los actos de agresión solo empeorarían. Él podía
detenerlos una vez, pero no podía detenerlos para siempre. En
otros diez años, quizás incluso en unos pocos años, la gente
olvidaría por completo a los dos oficiales celestiales del Viento y
del Agua que solían gobernar en la cima del cielo. No pudo evitar
sentirse melancólico.

Una vez que terminó el funeral, Xie Lian se dirigió a Ling Wen: —
El paradero del Señor del Viento... de Qing Xuan está ahora en
tus manos. Contamos con usted.

Ling Wen también se veía solemne, no habiendo sonreído en


días.
—Aún sin el pedido de su alteza, igual haría todo lo posible por
cumplir mi deber.

Pei Ming, sin embargo, dijo: —Su alteza, en lugar de dejar que el
Palacio de Ling Wen arrastre sus viejos y rotos pies de buey de
carreta, ¿por qué no le pregunta directamente a la Lluvia
Sangrienta que busca la Flor, vea si él puede preguntar por ese
Loco Agua Negra y a dónde se ha llevado a Qing Xuan? Ya ha
tomado la cabeza de Shui-shixiong, ¿qué más quiere? —

Xie Lian negó con la cabeza y respondió impotente: —General


Pei, por favor, no piense las cosas con tanta naturalidad. Si un
Rey Demonio Supremo quisiera hacer algo, ¿tendría que
reportarlo al otro?

Por lo tanto, Pei Ming no dijo nada más.

Cuando Xie Lian regresó al Santuario Puji, había muchos


aldeanos rodeando el santuario susurrando unos a otros. Xie Lian
no tuvo que preguntar para saber qué estaba sucediendo, porque
justo dentro del Santuario Puji se escuchaban aullidos y chillidos.
El jefe de la aldea estaba asustado y nervioso, tirando de él: —
Daozhang, su pequeño primo loco, él, él, él es...

La excusa que Xie Lian le había dado al mundo era que Qi Rong
era su primo más joven y loco, rechazado por otros sin que nadie
estuviera dispuesto a cuidarlo, así que Xie Lian lo tomó por
obligación. En algún nivel, esto no era mentira.

— ¿Se está volviendo loco de nuevo? No se preocupe, está bien


encerrado. Él no va a escapar. Todos pueden irse a casa —dijo
Xie Lian.
Todos los aldeanos murmuraron: —Oh. Vamos, vamos. —Antes
de que se dispersaran, el jefe de la aldea le dio a Xie Lian una
canasta de huevos.

—Um, Daozhang, tu Xiao Hua...

Xie Lian se desconcertó al principio.

— ¿Xiao Hua? —Entonces se percató. — ¿Oh, San Lang? Luego


recordó que la identidad verdadera de Hua Cheng en el mundo
exterior era su hermano menor que se escapó de su casa y vino
a jugar, y Xie Lian no pudo evitar sentirse un poco nervioso.

—Sí. Tu Xiao Hua nos ayudó a arreglar algunas cosas de nuevo


hoy, tendrá que recompensarlo adecuadamente esta noche —
dijo el jefe de la aldea.

— ¡Sí! Dele algunos suplementos, hágalo fuerte y musculoso. ¡Él


será aún mejor en el trabajo!

Xie Lian no pudo evitar sonreír:

—Lo haré, lo haré. Por supuesto, por supuesto.

Cuando abrió la puerta, Lang Ying ya estaba dormido, acurrucado


en un rincón. Qi Rong estaba tendido en el suelo como un cadáver
y gimiendo, viéndose como si sus entrañas estuvieran en llamas.
Gu Zi se estaba masajeando los hombros, friccionando en su
espalda.

—Papá, ¿estás mejor?


Xie Lian se quitó el sombrero de bambú de la cabeza y dejó los
huevos.

— ¿Qué te pasa? ¿Comiste algo malo?

Qi Rong escupió: —Mientras no me cocines nada, no sufriré


dolores de estómago, incluso si fuera a lamer mierda y mugre en
el suelo.

Al escucharlo exagerar, Xie Lian se metió las manos en las


mangas: — ¿Entonces, en serio intentarás lamer esas cosas y ver
si tienes dolor de estómago?

— ¡PUAJ, PUAJ, PUAJ! —Qi Rong escupió de nuevo. — ¿Qué


diablos dijo este viejo maestro? ¡Estás mostrando tu corazón
malvado otra vez, tratando de encontrar diferentes maneras de
torturarme! AIYAYAYAYAYAYAA, mi buen hijo, eso es bueno, eso
es bueno, ahora hazlo de este lado. Jejejejejeje ~ Aiiiieee mierda,
qué diablos está pasando, últimamente no he estado más que
agitado, como un jodido gato en celo. ¡¿ESTOY ENFERMO?!
¡PRIMO PRÍNCIPE HEREDERO! ¡ESTOY ENFERMANDO!
¡DEBE SER PORQUE ME ESTÁS TORTURANDO QUE ESTOY
ENFERMO! ¡Dios mío, loto de la nieve, sí que quieres matar a
alguien!

Xie Lian se agachó y sintió su frente.

— ¿Estás caliente? —Después de una pausa, dejó caer su mano


y frunció el ceño. —No es eso. No lo estás fingiendo, ¿verdad?

Qi Rong iba a comenzar a maldecir de nuevo y Gu Zi dijo


patéticamente: —Daozhang, mi papá no le mintió. Últimamente no
se ha sentido bien, y ha estado llorando durante mucho tiempo
hoy.

Al ver a Qi Rong moverse en el suelo, Xie Lian negó con la cabeza


y se puso de pie, listo para buscar la caja de medicamentos
cuando de repente notó que la caja de donaciones era pesada.
Esa caja de donación fue construida recientemente por Hua
Cheng, por lo que no debería tener nada dentro. Desconcertado,
Xie Lian sacó la llave y la abrió para ver y se quedó estupefacto.
Una vez más lo cegó una caja llena de brillantes lingotes de oro.

¡PA! Xie Lian volvió a cerrar rápidamente la caja de donaciones.

¿No regresó esa caja de lingotes de oro que le dio el Señor del
Agua? ¿Quién más le regalaría algo como esto?

No podría ser Hua Cheng; no haría algo tan simple y vulgar como
llenarlo de barras de oro. Xie Lian volvió la cabeza y preguntó: —
Qi Rong, ¿ha venido alguien?

Qi Rong señaló su rostro y maldijo: —OYE, ¿QUÉ HAY DE MALO


CONTIGO? ¿REALMENTE ME TOMAS POR UN PERRO
GUARDIÁN? ¿CREES QUE ERES UN SUPREMO? NI UN
SUPREMO TIENE TAN POCA VERGÜENZA. ¡NI SIQUIERA ESE
AGUA NEGRA DE MIERDA NI ESE CABRÓN DE HUA CHENG
SE ATREVEN A TOMARME POR UN PERRO GUARDIÁN!

¡BANG! Alguien abrió la puerta del Santuario Puji, y fue Hua


Cheng quien entró. En el momento en que lo vio, Qi Rong se
quedó mudo al instante y se movió silenciosamente hacia un lado,
sin atreverse a hacer más menciones de lo que vio esa noche.

—San Lang, estás de vuelta —dijo Xie Lian.


Hua Cheng sonrió alegremente.

—Sí.

—Gracias por tu arduo trabajo. —Xie Lian dijo: —El jefe de la


aldea me regaló algunas cosas para recompensarte, así que
comeremos algo bueno esta noche.

—Suena bien. —Hua Cheng dijo: —Pero, Gege, ¿quiere ir a mi


casa esta noche?

— ¿La Ciudad Fantasma? —Preguntó Xie Lian.

—Hum. —Hua Cheng respondió: —Y lleve esto también. —


Señaló a Qi Rong. —Mira si hay alguna forma en que podamos
sacar su alma.

Haciendo zumbidos por un momento, Xie Lian asintió: —Esa es


probablemente una buena idea. En cualquier caso, no es bueno
seguir arrastrando este tema.

Por supuesto, la razón más importante fue porque Qi Rong comía


demasiado y su Santuario Puji ya no podía costearlo.

Cuando Qi Rong escuchó que lo iban a enviar a la Ciudad


Fantasma, se sintió aterrorizado y objetó todo lo que pudo. Sin
embargo, sus objeciones cayeron en oídos sordos. Una explosión
de humo más tarde, fue convertido en un daruma verde por Hua
Cheng, y Gu Zi lo llevó en sus manos cuando salieron para la
Ciudad Fantasma.
La Ciudad Fantasma estaba tan bulliciosa como siempre, y
caminando por la calle principal, todos los fantasmas recordaron
a Xie Lian. Al ver que había regresado, todos gritaron: — ¡GRAN
TÍO!... Ah, no, el amigo de Chengzhu, ¡ha venido otra vez!

— ¡Quack! ¡Es porque extrañas nuestra especialidad, comida


callejera, quack!

Xie Lian llevó esa canasta de huevos y los regaló como recuerdos
del reino mortal. Muchos de los que recibieron los huevos se
llenaron de alegría, algunos decidieron comérselo junto con su
propia sangre, y algunos proclamaron que incubarían un monstruo
de ocho pies de sus huevos. Hua Cheng soltó el hechizo en Qi
Rong y después de una explosión de humo verde, el hombre
poseído por Qi Rong apareció en la calle, abrazando su cabeza y
agachándose en defensa, sin decir una palabra. Algunos de los
fantasmas captaron el olor en su cuerpo y exclamaron: — ¿Eh?
¿No es este el goblin verde?

La multitud de fantasmas se acercaron y lo rodearon, y oliendo


estaban encantados.

— ¡JAJAJAJAJAJAJA, REALMENTE ES EL GOBLIN VERDE!


¡ESTE IDIOTA BASTARDO ESTÁ AQUÍ DE NUEVO
JAJAJAJAJAJAJAJAJA!

— ¡NO TE GOLPEARON LO SUFICIENTE LA ÚLTIMA VEZ


JAJAJAJAJAJAJA Y TE ATREVES A VOLVER!

—Cuida al pequeño —dijo Hua Cheng. —En cuanto al grande,


piensa en una forma de sacarlo sin lastimar al cuerpo.

— ¡SÍ SEÑOR! ¡MI SEÑOR!


Así, varias hermosas mujeres fantasmas abrazaron a Gu Zi,
tararearon una pequeña canción de cuna y lo pusieron a dormir.
Los otros demonios, monstruos y fantasmas comenzaron a jugar
a las chapadas con Qi Rong. Él gritando mientras huía, y el grupo
de fantasmas acalorados detrás de él. Hua Cheng y Xie Lian
observaron un rato, luego se dieron vuelta y entraron en el Templo
QianDeng.

Los dos entraron al vestíbulo sin prisa y se acercaron al altar. Ese


altar todavía estaba cubierto con pinceles, tinta y papel. Xie Lian
se había estado sintiendo bastante estresado recientemente, y al
verlos ahí, tuvo la intención de relajar el estado de ánimo y sonrió
suavemente: —La última vez, cuando te enseñé, dije que
deberías practicar cuando tengas el tiempo. Pero, supongo que
no has estado practicando últimamente…

Hua Cheng se aclaró la garganta: —Gege, ha entregado mi


recompensa a otras personas, ¿qué voy a comer esta noche?

Xie Lian lo imitó y levantó las cejas ligeramente.

—No cambies de tema.

—Puedo practicar la espada, pero no la caligrafía. —Hua Cheng


dijo: —Si Gege no está a mi lado para instruir, probablemente me
extraviaré practicando todo solo, y empeore mientras más escriba.

Las cejas de Xie Lian se elevaron más arriba.

—San Lang es tan inteligente, ¿cómo puede haber algo en lo que


no seas bueno?
Hua Cheng recogió un cepillo y lo sumergió en un poco de tinta,
con un aspecto muy humilde: —Es cierto. Por favor, Gege
enséñeme.

Xie Lian suspiró.

— ¿Por qué no escribes algo primero?

Por lo tanto, Hua Cheng escribió muy seriamente dos versos. Xie
Lian lo observó un poco, pero ya no podía mirar más,... detente,
detente. Tú… mejor detente después de todo.

No desperdicies más papel y tinta.

—Oh —dijo Hua Cheng obedientemente y realmente se detuvo,


guardando el pincel. Xie Lian negó con la cabeza.

—San Lang, no... No le digas a nadie que te enseñé a escribir.

—Gege, hice mi mejor esfuerzo. Hua cheng hizo un puchero. La


forma en que habló realmente sonaba como si estuviera
agraviado. Un orgulloso Rey Demonio Supremo; si su nombre
fuera anunciado, los tres reinos se estremecerían de miedo. Sin
embargo, en este momento se paró como un joven estudiante,
escuchando obedientemente la crítica de Xie Lian. Después de
haberle enseñado algunos puntos cruciales más, Xie Lian volvió
a tomar su mano como la última vez: —Probemos de nuevo. Sé
serio esta vez.

—Está bien —dijo Hua Cheng,


Los dos estaban inmersos en la composición. Después de escribir
por un tiempo, Xie Lian preguntó casualmente: — ¿Por qué sigue
siendo Dolor de separación?

Hua Cheng también respondió casualmente: —Me gusta este


poema.

—También me gusta —dijo Xie Lian. —Pero, ¿San Lang, tienes


otros poemas que te gusten? Una vez que estés familiarizado con
la escritura de este poema, puede intentar escribir otros.
Contando aproximadamente, este poema solo tenía unas cuantas
palabras. Los dos lo habían escrito más de diez veces, por lo que
debería ser hora de cambiar a uno diferente. Sin embargo, Hua
Cheng se mostró inflexible.

—Solo este.

Bajando el pincel, sopló ligeramente la tinta y sonrió: —Si me


gusta algo, entonces mi corazón no tendrá espacio para ningún
otro, y siempre lo atesoraré. Mil veces, un millón de veces, no
importa cuántos años esto no cambiará. Este poema es así.

—... —Xie Lian sonrió suavemente. —Es eso cierto.

—Hum. —Respondió Hua Cheng.

—...

Xie Lian soltó su mano y se aclaró la garganta en voz baja: —


Entonces, muy bien. San Lang es un hombre sentimental. Eso es
bueno... oh, ¿por qué no practicas un poco más solo? Ah, es
cierto. Qi Rong parece no estar bien últimamente.
Hua Cheng dejó el papel y volvió a recoger el pincel: — ¿Cómo
está mal?

Xie Lian se volvió con su espalda hacia Hua Cheng.

—Dijo algo como que se sentía agitado por todas partes. Pero lo
he mirado y no parecía haber sido causado por el cuerpo de ese
hombre. ¿No puede ser porque el clima es malo?

Detrás de él, Hua Cheng preguntó: — ¿Cuándo comenzó esto?

—Debería ser en los últimos días. —Xie Lian respondió: —Hoy


fue especialmente malo...

Antes de terminar su oración, una sensación de presentimiento


repentinamente creció en su mente. En ese momento, hubo un
ligero sonido de PA detrás de él, como si un objeto se cayera
desde el aire.

Xie Lian dio media vuelta.

— ¡¿SAN LANG?!

El pincel que estaba en la mano de Hua Cheng se había caído


antes, cayendo sobre el papel blanco como la nieve, cortando un
largo e irregular rastro de tinta. La expresión de Hua Cheng era
de mal humor, su cuerpo inestable, y se levantó con una mano
que sujetaba el borde del altar, mientras que la otra mano cubría
su ojo derecho.
Capítulo 127: El Monte TongLu vuelve a abrirse; todos los Demonios se excitan

A juzgar por su expresión, parecía que su ojo derecho estaba


palpitando y con una cantidad abrumadora de dolor. Xie Lian
instantáneamente se acercó.

— ¿Estás bien?

La esquina de la boca de Hua Cheng se contrajo, pero se forzó a


no decir nada. Los ojos plateados grabados en la parte superior
de la empuñadura de E-Ming se abrieron de golpe y el globo
ocular comenzó a girar salvajemente. Las venas asomaron a lo
largo de la superficie de la mano que Hua Cheng descansaba
sobre el altar, amenazando con voltear la mesa en cualquier
momento. Xie Lian extendió la mano, queriendo ayudar, pero Hua
Cheng gruñó: — ¡Quédese detrás!

Al ver a Xie Lian congelarse, Hua Cheng gruñó entre dientes: —


... Su alteza, por favor, apúrese y aléjese de mí. Yo podría…

Xie Lian lo interrumpió: — ¡¿Cómo puedes decirme que me vaya


cuando estás así?!

Hua Cheng dijo, con su voz nada más que gentil: —Si fuera a
quedarse aquí por más tiempo, yo…

En ese instante, olas tras olas de aullidos y gritos de demonios


sonaron desde fuera del Templo QianDeng. Los demonios se
estaban doblando en la calle principal de la Ciudad Fantasma,
llorando, aferrando sus cabezas y aullando, como si sus cráneos
se hubieran abierto y estuvieran al borde de la muerte. En medio
del caos, Qi Rong estaba corriendo rápido hacia adelante. Debido
al hecho de que poseía el cuerpo de un humano, aunque el cuerpo
de la carne había disminuido sus poderes, también actuaba como
una barrera protectora contra cualquier ataque que afectara
demonios. Fue solo por esto que Qi Rong todavía saltando por
todas partes y aprovechando esta oportunidad para huir. El grupo
de mujeres fantasmas que estaban acunando a Gu Zi había caído
al suelo y estaban llorando por sus dolores de cabeza. Al ser
incapaces de cantar su hipnótica melodía, Gu Zi se despertó
aturdido solo para ver a Qi Rong huir como un loco. Se levantó de
un salto y lo persiguió mientras gritaba: — ¡Papá! ¡Papá!
¡Espérame!

Mientras corría, Qi Rong se dio la vuelta, se sacó la lengua e hizo


una mueca: —LULULULULALALALA, BUEN MUCHACHO,
¡PAPÁ SE ESTÁ YENDO! JAJAJAJAJAJAJAJAJA

Sin embargo, Gu Zi todavía lo perseguía implacablemente con sus


dos pequeñas piernas. Al ver que la distancia entre ellos se hizo
más grande, se echó a llorar.

— ¡Papá! Por favor, no me eches. ¡Papá, llévame contigo!

Qi Rong escupió continuamente.

— ¡PIÉRDETE! ¡PIÉRDETE! NO ME SIGAS ¡QUÉ MOLESTIA!

Una gota de su saliva voló tan lejos que golpeó a Gu Zi en la frente


y lo hizo caer sobre su trasero. Lloró aún más fuerte, al punto
como si su corazón se rompiera y sus pulmones estallaran. Xie
Lian no pudo soportarlo más y salió furioso del Templo QianDeng
con enojo.
— ¡Qi Rong!

En el momento en que Qi Rong vio a Xie Lian bloqueando el


camino frente a él, se dio la vuelta con miedo y corrió por donde
venía. En el camino, recogió a Gu Zi del suelo y amenazó: — ¡NO
TE VENGAS MÁS CERCA! ¡VEN Y LE ARRANCARÉ LA
CABEZA A ESTE PEQUEÑO MOCOSO ANTE DE TUS OJOS!
Qué buen chico, te convertirás en la comida de tu padre, ¡qué filial!
¡Mañana papá te cocinará! ¡Puedes elegir entre ser cocinado a
fuego lento o al vapor! ¡HAHAHAHAHA!

Xie Lian no estaba desconcertado por la amenaza en absoluto.


Sin embargo, justo cuando estaba a punto de perseguirlo, un
fuerte ruido sonó detrás de él. Como si de repente se hubiera visto
afectado por la furia, Hua Cheng había tirado el pincel de tinta y
el papel de la mesa hacia el suelo. Temiendo por lo peor, Xie Lian
no podía permitirse el lujo de lidiar con Qi Rong y se dio vuelta.

—San Lang...

De repente, fue abrazado fuertemente por Hua Cheng. Hubo un


temblor en su voz cuando el Rey Demonio Supremo susurró: —
Mentí. No me dejes.

—... —Xie Lian se quedó tan quieto como una estatua encerrada
en el par de fuertes brazos. — ¿San Lang? ¿Me reconoces?

Parecía que estaba en un punto en el que había perdido todos los


sentidos y no podía reconocer quién estaba frente a él. Agarró a
Xie Lian aún más fuerte en sus brazos y murmuró
repetidamente,... mentí. No me dejes.
Xie Lian abrió mucho los ojos. Fuera del templo, mientras Gu Zi
gemía incontrolablemente, Qi Rong estalló en una serie de risas
histéricas.

Él se rió.

— ¡JEJE! ¡HUA CHENG, CABRÓN! ¡ESO TE ENSEÑARÁ POR


VERME COMO ALGUIEN INFERIOR TODO EL TIEMPO!
¡MÍRATE, ENGREÍDO TODO EL DÍA! ¡¿NO ES ESTO KARMA?!
¡ESTÁS ACABADO!!

Al escuchar esto, los demonios en las calles que estaban al borde


del agotamiento por el dolor inmediatamente maldijeron.

— ¡Goblin Verde! ¡Pedazo de basura inútil, te atreves a insultar a


nuestro señor!

El molesto alboroto que sucedía a su alrededor llevó a Hua Cheng


al límite y lo hizo aún más enfurecido. Levantó la mano como si
estuviera a punto de hacerlos pedazos. Instintivamente, Xie Lian
le devolvió el abrazo para mantener la mano hacia abajo. Lo
calmó: —Está bien, está bien. No me iré, no te dejaré. Con un
movimiento de su mano, las grandes puertas del Templo
QianDeng se cerraron por sí mismas. Para evitar que Qi Rong se
metiera en el templo en estas circunstancias, Xie Lian dijo: —Si
vas a irte, ¡entonces piérdete! ¡No tengo tiempo para ti! Si no te
pierdes, entonces espera y verás lo que haré.

—... -¡Ah!

Para su sorpresa, Hua Cheng estaba insatisfecho con solo un


abrazo superficial, y empujó a Xie Lian apenas a la parte superior
de la mesa. Tinta, papel, pinceles cayeron y se esparcieron por el
suelo. Atrapado en la lucha, la mano de Xie Lian se deslizó
accidentalmente más allá del tampón de tinta colocado en la
mesa, dejando marcas rojas de color Sangrienta a lo largo del
papel debajo de él. En Dolor de separación los dos caracteres;
Monte Wu en la oración; Después de que se retiró el Monte Wu,
las nubes ya no son nubes. Ahora estaban manchados con
vívidas marcas de sangre, haciéndolo increíblemente hermoso.

—San... —comenzó Xie Lian.

Antes de que pudiera terminar, Hua Cheng lo sostuvo por los


hombros y se inclinó para besarlo.

Qi Rong, quien sin duda había escuchado algo que no sonaba


bien, se echó a reír: —Primo Príncipe heredero, ¡mejor que tengas
cuidado! Hua Cheng es probablemente como un perro rabioso en
este momento, ¡morderá a quien sea que vea! Yo, personalmente,
iré y te ayudaré a difundir las noticias. Hay bastantes monjes y
cultivadores que buscan vengarse de Hua Cheng, ¡podrían bien
venir y ocuparse de él! JAJAJAJAJAJA...

El corazón de Xie Lian se apretó cuando la risa de Qi Rong se


desvaneció en la distancia. Si Qi Rong realmente llamaba al grupo
de cultivadores a quienes Hua Cheng había perjudicado, bajo la
condición debilitada actual de los demonios, ¿cómo podría
defenderse la Ciudad Fantasma?

Sin embargo, en medio de todo esto, Hua Cheng no le estaba


permitiendo pensar en nada. Aunque no estaba vivo y no debía
emitir ningún tipo de calor, en este mismo momento, su cuerpo
estaba ardiendo, como si le hubiera tocado una fiebre alta.
Con sus labios fuertemente apretados uno contra el otro, Xie Lian
se vio prácticamente obligado a aceptar las oleadas de calor
entrantes. Las manos que originalmente intentaban alejar a Hua
Cheng ahora se hundieron en los pliegues de la tela roja cerca de
sus hombros.

Tal vez fue porque la energía espiritual de Hua Cheng era


demasiado fuerte, Xie Lian sintió que su garganta, pecho y
estómago estaban llenos hasta el borde por el calor, hasta el
punto de que se sentía incómodo. Si continuaba soportando esto,
él podría estallar bajo la gran cantidad de poder que se estaba
vertiendo. Apretó su mandíbula y levantó su palma para abofetear.
Aunque sí dio un golpe, como realmente no podía obligarse a
atacar a Hua Cheng, la mano solo tocó su hombro, la fuerza fue
ni ligera ni pesada. Sin inmutarse, Hua Cheng agarró su muñeca,
la mantuvo presionada hacia abajo y continuó el ataque en los
labios de Xie Lian.

Realmente no podía dejar que esto continuara más. Esta vez, Xie
Lian usó ambas manos. Después de empujar a Hua Cheng, huyó
hacia el lado del altar con pánico, jadeando por respirar. Sin
embargo, con los ojos inyectados en sangre, Hua Cheng lo acosó
y lo siguió, presionándolo contra el altar. Xie Lian gritó.

—San Lang!

—...

Tal vez su voz lo alcanzó, porque Hua Cheng lo miró fijamente a


la cara durante mucho tiempo y, de repente, lo envolvió en un
abrazo aplastante.
Al ver que había adquirido algunos sentidos y detenido sus
avances, Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio. Sin embargo,
mientras estaba de pie en el abrazo de Hua Cheng, sintió la
energía perturbadora dentro del Supremo luchando por estallar.
No es de extrañar que Hua Cheng lo besara en el momento en
que lo atrapó. Con tal caos interno, tuvo que encontrar una salida
para expulsarlo. Sin embargo, para devolverlo completamente a
su estado normal, se debe drenar la sangre. Sin embargo, Hua
Cheng no estaba vivo, ¿cómo iba a tener sangre para eso?

Después de un momento de consideración, Xie Lian llegó a una


conclusión: —... Perdóname.

Tomó el rostro de Hua Cheng y voluntariamente cubrió los labios


del otro con los suyos, guiando suavemente el flujo turbulento de
calor hacia su propio cuerpo, ayudando a aliviar el dolor y el
sufrimiento del otro. Instintivamente, Hua Cheng pasó su brazo
alrededor de la cintura de Xie Lian, haciendo que Xie Lian se
estremeciera un poco. En el segundo siguiente, los dos estaban
cayendo sobre el altar.

Realmente no era justo. Xie Lian no se atrevería a tocar en ningún


lugar de Hua Cheng que fuera incluso un poco peligroso. Sin
embargo, debido a su turbio estado mental, los dedos de Hua
Cheng recorrían cada centímetro de su cuerpo sin vergüenza,
haciendo que Xie Lian sufriera un silencioso tormento. En este
altar era originalmente un lugar donde uno haría ofrendas a un
dios, ahora residía un demonio y un dios que estaban enredados
en una acalorada batalla de lenguas. Aunque absurda, la escena
era más que impresionante.
En el pasado, para ambas partes estaba más o menos claro y
siempre había una razón justificable. Cometer este tipo de acto
era al menos controlado, ya que no había nada más que solo
labios cubriendo labios. Sin embargo, esta vez, con la mano
errante y el confuso estado de ánimo, superó con creces el límite
de solo labios y dientes.

En su mente brumosa, Xie Lian finalmente se dio cuenta de una


cosa. Aunque cada vez esto estaba fuera de su control y no tenía
otra opción, en realidad, había un oculto deseo que no podía
contener.

Después de sufrir toda la noche, la energía perturbadora dentro


de Hua Cheng finalmente comenzó a calmarse. El brazo que
estaba agarrando a Xie Lian lentamente soltó su agarre. Xie Lian
se dio vuelta y se incorporó. Viendo la cara dormida de Hua
Cheng, finalmente suspiró.

Lanzado a un lado, el único globo ocular de E-Ming todavía daba


vueltas frenéticamente. Xie Lian recogió la cimitarra, y fue solo
después de una larga serie de caricias que la espada finalmente
se suavizó en una sonrisa de ojo creciente, como si finalmente
estuviera satisfecha. No mucho después, Hua Cheng se levantó
de donde estaba durmiendo.

—... ¡¿Alteza?!

Apresuradamente, Xie Lian ajustó su expresión. Se dio la vuelta y


sonrió: — ¿Estás despierto? Todo está bien ahora.
Hua Cheng hizo un escaneo rápido a su alrededor. No hacía falta
decir que era un desastre gigante dentro del Templo QianDeng.
Su rostro estaba extrañamente angustiado, como si no pudiera
recordar lo que pasó la noche anterior. Xie Lian aprovechó la
oportunidad para hablar, su voz calmada y segura.

— ¿Qué pasó anoche? Todos tus subordinados fueron


repentinamente afectados por una fiebre o dolor de cabeza
palpitante. Todos estaban inquietos. ¡Tú también y estabas muy
molesto!

Hua Cheng exigió.

— ¿Aparte de eso?

— ¿Aparte de qué? No hay nada más.

—Xie Lian parpadeó.

Podía sentir la mirada de Hua Cheng sobre él mientras el


Supremo continuaba preguntándole: — ¿Realmente no hay
nada? Entonces, ¿cómo me calmé?

Xie Lian se aclaró suavemente la garganta, como si estuviera un


poco avergonzado.

—Al decirte la verdad, San Lang, por favor, no te enfades


conmigo. Aparte de hacer esto... —Le hizo un gesto a E-Ming, a
quien estaba acariciando, y admitió: —Yo también, aah, tuve una
pelea contigo.

Hua Cheng lo miró con suspicacia.


— ¿...luchamos?

Xie Lian se hizo cargo y lo miró con seriedad: —Eso es correcto.


Mira, el pasillo es un desastre debido a nuestra lucha.

...Hubo una pausa antes de que Hua Cheng soltara un suspiro de


alivio y apoyó la cabeza en su mano.

Al ver que ya no estaba buscando respuestas, Xie Lian finalmente


sintió que su corazón suspendido se calmaba y soltó la respiración
en silencio.

—Se abrió. —Hua Cheng murmuró de repente.

— ¿Qué? —Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng levantó la cabeza y, con voz sombría, aclaró: —El


Monte TongLu se volvió a abrir.

El significado de este anuncio no podría ser más claro para los


dos. Xie Lian abrió los ojos.

— ¿Un nuevo rey demonio... está por nacer?

-------------------------------------------------------------------------------------

Cuando Xie Lian regresó para informar, la Corte Celestial también


retumbaba con el trueno sin cesar. Al entrar en el Gran Salón
Marcial, Xie Lian, inconscientemente, buscó a alguien para
preguntar: — ¿Qué le pasa al Señor del Trueno? —Pero solo
cuando las palabras salieron de sus labios se dio cuenta de que
el lugar donde el Señor del Viento estuvo una vez estaba vacío.
El sitio del Señor del Agua que estaba justo al frente y del Señor
de la Tierra que estaba sentado en la esquina estaban vacíos. Se
sorprendió, su corazón suspiró, luego miró hacia atrás y vio a
Lang Qing Qiu entrar al salón.

Al no haberlo visto durante tanto tiempo, vio que toda su persona


había adelgazado una talla, luciendo mucho más sombrío. Sus
ojos se encontraron con los de Xie Lian y luego se dieron la vuelta
sin decir una palabra.

Xie Lian miró a su alrededor y se dio cuenta de que no podía


encontrar a nadie con quien conversar casualmente.

Una voz le respondió: —No es nada. Un Rey Demonio está por


nacer; Los demonios lloran y los dioses suenan, el trueno no se
detendrá.

El que respondió fue Feng Xin. Por alguna razón, cuando Xie Lian
lo vio, no pudo evitar sentir una increíble sensación de amistad.
Sin embargo, uno de los ojos de Feng Xin era de color púrpura, y
Xie Lian no pudo evitar ver a Mu Qing, que estaba de pie al otro
lado de la sala. La mejilla de Mu Qing estaba hinchada. Parecía
que después de construir sus rencores durante tantos años, la
pelea de la última vez debe haber sido agresiva.

Jun Wu habló: —La razón por la que he convocado a todos aquí


hoy, estoy seguro de que todos están muy conscientes.

Los oficiales celestiales todos asintieron. Jun Wu continuó


lentamente: —El universo es un horno, todos los seres sensibles
son de cobre; en las aguas profundas y los incendios hirvientes,
dentro todas las pruebas respiran.
—El Monte TongLu es una tierra ominosa y natural que está llena
de noticias maliciosas, un volcán vivo que puede entrar en
erupción en cualquier momento.

—Cada pocos cientos de años, la Ciudad de Gu dentro de la


montaña abrirá sus puertas y concentrará millones de fantasmas.
Afecta especialmente a los anteriores Reyes Demonios. Todos los
monstruos, demonios y fantasmas que tengan sed de alcanzar el
nivel de Supremo se dirigirán al Monte TongLu. Una vez lleno, el
Monte TongLu será sellado una vez más, y la matanza comenzará
oficialmente.

—Cuando el último permanezca en pie, nacerá un nuevo Rey


Demonio.

—La Lluvia Sangrienta que busca la Flor y el Agua Negra que


hunde barcos son Reyes Demonios Supremos que nacieron así.
Los dos se convirtieron en Supremos y emergieron de la Montaña.
Agua Negra pasó doce años. Hua Cheng pasó diez años.

Mu Qing dijo fríamente: —Un Agua Negra, un Hua Cheng ya son


difíciles de tratar. Solo mira lo que han hecho. Si aparece otro, no
dormiremos un poco.

Xie Lian comentó suavemente: —General Xuan Zhen, no


comentaré lo que Agua Negra ha hecho. Pero, Hua Cheng no ha
hecho nada realmente fuera de lugar.

Mu Qing, con sus hinchadas y abultadas mejillas, le dirigió una


mirada. Pei Ming dijo: —Son bastante difíciles de tratar. Entonces,
debemos detener esta reunión de millones de fantasmas,
¿verdad?
—Eso es correcto —dijo Jun Wu. —La reunión de millones de
fantasmas tomará unos pocos meses. Tendremos que detenerlos
antes de que se reúnan.

— ¿Qué pasa si no los paramos a tiempo? ¿Hay alguna manera


de recuperarnos? —Preguntó Xie Lian.

—La hay. —Jun Wu dijo: —Sin embargo, esperamos que no


lleguemos a ese paso. El asunto más urgente en este momento
es que la excitación de los fantasmas había comenzado una ola
de caos, y muchos de los monstruos y demonios que habían sido
sellados han escapado. Muchas de estas son criaturas inhumanas
extremadamente peligrosas, como el fantasma femenino Xuan Ji,
el espíritu del feto, el Brocado Inmortal. En este momento, todos
deben apresurarse hacia el Monte TongLu. Deben ser detenidos
inmediatamente una vez más.

— ¿Han escapado todos? —Xie Lian comentó: —Entonces esto


es ciertamente todo un caos.

—Es por eso que me temo que todos los dioses marciales deben
prestar atención e investigar a fondo sus dominios —dijo Jun Wu.

—Entonces... ¿qué hay de mí? —Xie Lian preguntó.

Aunque Xie Lian era el Dios de la basura en este momento, él de


todas formas ascendió como un dios marcial las dos últimas
veces, y básicamente está siendo usado como un dios marcial en
este momento también, la única diferencia es que no tenía un
dominio. Pensando por un momento, Jun Wu dijo: —Xian Le, ¿por
qué no vas con Qi Ying?
Capítulo 128: Cegado por el Corazón; Brocado Inmortal forjado de Sangre (parte
uno)

Después de una pausa, Jun Wu preguntó: — ¿Dónde está Qi


Ying?

Xie Lian miró a su alrededor y, de hecho, no había una sombra de


ese joven dios marcial. Quizás porque incidentes sobre incidentes
siguieron ocurriendo en el cielo, el Palacio de Ling Wen estaba
tan ocupado que iba a perder los estribos, y Ling Wen también
tenía algunos más círculos oscuros bajo sus ojos.

—Ha sido mucho tiempo desde que Qi Ring viniera a estas


reuniones. Nunca hemos podido conectarnos con él.

Algunos oficiales celestiales en el costado hicieron clic en sus


lenguas.

— ¿A dónde se escapó ese pequeño mocoso de nuevo?

— ¿No está aquí de nuevo? Estoy tan envidioso de que no


necesite asistir a todas estas reuniones.

—Como no conocemos el paradero de Qi Ying, una vez que lo


encontremos, nosotros le informaremos a usted para que los dos
estén coordinados —dijo Jun Wu.

Xie Lian inclinó la cabeza en sentimiento.

—Sí, mi señor.
El reino de los mortales estaba en medio de otoño, el clima era
frío y también dentro del Santuario Puji. Aunque Xie Lian llevaba
solo una capa no sentía frío, sin embargo, en el camino a casa,
igual usó el dinero que ganó con la recolección de restos para
comprar dos nuevas ropas para Lang Ying.

Hua Cheng había regresado a la Ciudad Fantasma y Qi Rong


escapó con Gu Zi a cuestas, por lo que ahora solo quedaba Lang
Yi en el Santuario Puji. Se había sentido antes lleno de gente, pero
ahora de repente se quedó desierto. Mientras caminaba, Xie Lian
pudo ver desde lejos a Lang Yi barriendo frente al santuario en
silencio, rastrillando las hojas doradas caídas en una pila.

Tal vez todo estaba en su mente, pero Lang Ying solía agacharse,
envuelto en miedo y nerviosismo, pero ahora parecía que sus
extremidades estaban estiradas, finalmente asumiendo la
apariencia de un niño alegre, y Xie Lian no pudo evitar sentirse
animado. Se acercó y tomó la escoba, y estaba a punto de traerlo
adentro cuando los aldeanos que se habían estado escondiendo
esperando por un tiempo le tendieron una emboscada, tías y
abuelos, tíos y hermanas gritaron a su alrededor: —Daozhang,
¡ha vuelto!

— ¿Fue a recoger restos de la ciudad de nuevo? Ha trabajado


duro, ha trabajado duro... Um, ¿por qué no hemos visto a Xiao
Hua últimamente?

—Sí, sí, ¡no lo hemos visto en días! Echamos de menos al


pequeño.

—... —Xie Lian sonrió torpemente. —Xiao... Hua volvió a casa.


— ¿Eh? —El jefe de la aldea estaba desconcertado. — ¿Cuál
casa? Pensé que esta era la casa de Xiao Hua? ¿No está él
viviendo contigo?

—No, no —respondió Xie Lian—, solo vino a jugar. Ahora que


estamos todos ocupados, él regresó.

Esa noche, Hua Cheng lo había acosado por respuestas después


de lo sucedido, pero Xie Lian se mostró tercamente convencido
de que los dos solo tuvieron una pelea. Ahora que el Monte
TongLu reabrió, Hua Cheng tenía más responsabilidades. Si
realmente surgiera un nuevo Rey Demonio Supremo, sería un
asalto a los tres reinos. Hua Cheng y Agua Negra, aunque uno
era llamativo y el otro discreto, ambos tenían sus propios estilos y
más o menos conocían su lugar y se mantenían en orden. Pero
quién sabe qué tipo de criatura surgiría esta vez. ¿Qué pasaría si
el Monte TongLu diera a luz a un loco como Qi Rong que lucharía
contra ellos por sus dominios? Entonces, sería bastante difícil
lidiar con ellos. Por lo tanto, Xie Lian utilizó la excusa de que
estaba ocupado y dijo que sería mejor para los dos no verse por
el momento y centrarse en sus propios deberes, luego los dos se
despidieron amablemente.

Aunque parecía repentino y frío, como si le hubiera dado la


espalda a un amigo, Xie Lian realmente no conocía ninguna otra
forma.

Él no tenía la confianza de poder ocultar sus sentimientos ahora.

Justo en ese momento, detrás de él, Lang Ying de repente habló:


—Fuego.

¿Fuego?
Solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que mientras estaba
perdido en sus pensamientos, accidentalmente tomó la olla y la
espátula y arruinó toda la carne y las verduras que acababa de
traer al Santuario Puji. El fuego debajo de la olla estaba a unos
metros de altura, casi quemando el techo, y Xie Lian aplastó las
llamas apresuradamente para apagarlo. Sin embargo, golpeó con
fuerza y toda la estufa se derrumbó. Después de mucho ruido, Xie
Lian se quedó estupefacto con una olla en la mano, sin saber qué
hacer. Fue justo a la hora de la comida y todos los aldeanos
estaban sosteniendo sus tazones comiendo alegremente afuera
de la puerta, y sorprendidos por el alboroto, todos se acercaron
otra vez.

— ¡¿QUÉ HA PASADO?! ¡¿QUÉ HA PASADO?! Daozhang, ¡¿su


casa explotó de nuevo?!

Xie Lian abrió rápidamente la ventana.

— ¡No es nada, no es nada! Cof cof cof cof...

El jefe de la aldea se acercó para mirar: — ¡Cielos, esto es una


tragedia absoluta! Daozhang, creo que es mejor si llama de
devuelta a Xiao Hua.

Sin palabras por un momento, Xie Lian dijo: —Está bien. Después
de todo... él no es de mi familia.

Cuando volvió a sí, Lang Ying ya había empezado a ayudarlo a


limpiar el desorden en el suelo, y había un plato de algo de color
rojo y púrpura sobre la mesa, fue puesto al azar cuando estaba
pensando en otras cosas. Si lo que hizo la última vez se llamó
‘Estofado de Amor por Todas las Estaciones, esta vez debería
llamarse Caos del color frito. Pero aparte de Hua Cheng,
probablemente no haya una segunda persona que pueda tragar
estas cosas. El mismo Xie Lian no podía soportar verlo y se dio la
vuelta para lavar la olla, frotándose la frente.

—No importa, no lo comas. Tíralo a la basura.

Sin embargo, cuando terminó de lavar la olla y se dio la vuelta, vio


que Lang Ying, que había tomado el plato, ya se había comido la
comida en silencio. Sorprendido, Xie Lian inmediatamente se
acercó a detenerlo y lo sostuvo por los hombros.

—... Dios, ¿estás bien? ¿Te sientes mal en alguna parte?

Lang Ying negó con la cabeza. Ya que su cara estaba


completamente envuelta por vendajes, su expresión estaba
oculta. Incluso Qi Rong y Agua Negra perderían la razón cuando
comían lo que él cocinaba, pero Lang Ying fue capaz de
manejarlo, ¿qué tan hambriento estaba? ¿O su fuerza aumentó
repentinamente? Xie Lian se burló y forzó una sonrisa, luego se
limpió y se fue a la cama.

Había dos alfombras en el santuario de Puji, cada uno tenía la


suya. Cuando a Xie Lian se le recordó que sobre esta alfombra,
tanto él como Hua Cheng se habían acostado, no pudo dormir con
los ojos bien abiertos, pero se atrevió moverse de lado a lado para
no despertar a Lang Ying. Después de muchas luchas internas,
estaba pensando que podría salir a respirar aire fresco cuando,
de repente, oyó crujir la ventana. Alguien había empujado
suavemente el marco de madera y había entrado.

La espalda de Xie Lian estaba frente a la ventana, y él yació allí


en el suelo de costado, sorprendido.
¿Qué tipo de persona sería tan dura consigo misma y vendría a
robar en el Santuario Puji? ¿No era esto trabajo por las puras?

Esa persona era ligera en sus pies, extremadamente hábil, y si no


fuera por alguien como Xie Lian, que era extraordinariamente
agudo en sus sentidos, nadie lo habría notado. Una vez que se
dio la vuelta, corrió directamente hacia la caja de donaciones. Xie
Lian recordó de inmediato que la caja de donaciones estaba llena
de lingotes de oro antes, entonces, ¿está aquí esta persona por
el oro? Pero esas barras de oro habían sido entregadas a Ling
Wen para que ella encontrara a su amo. Al escuchar con atención,
Xie Lian se dio cuenta de que esa persona no estaba realmente
rompiendo la cerradura, ¡sino que estaba metiendo algo uno tras
otro en la caja de donaciones!

Después de que la persona había hecho su trabajo, parecía estar


buscando salir por la ventana para irse. Xie Lian mentalmente
planeaba pensar que él seguirá a esa persona una vez que salga
para ver a dónde iba y quién es. Sin embargo, inesperadamente,
cuando esa persona pasó por la mesa del altar y la vio
amontonada con platos, parecía estar hambrienta y no pensó
antes de masticar los restos del ‘Caos del color frito’, metiendo
unos cuantos bocados en la garganta.

El siguiente segundo, ¡POOF! Y se desmayó en el suelo.

Xie Lian se giró de inmediato y se sentó.

— ¡Realmente me ahorré la molestia!

Encendió las luces para mirar, y en el suelo había una figura de


rostro morado tendida en el piso, y Xie Lian se apresuró a rescatar
su vida, vertiendo grandes bocados de agua por su garganta
antes de que esa persona despertara lentamente. Lo primero que
pronunció cuando se despertó fue: — ¡QUÉ CARAJOS ERA ESA
COSA!

Xie Lian fingió no escuchar y preguntó solemnemente: —Su alteza


Qi Ying, realmente es demasiado audaz, rellena lo que encuentre
en su boca sin saber qué es.

Ese joven tenía la nariz recta y las cejas profundas, con la cabeza
llena de pelo negro y rizado, ¿quién más podría ser sino el dios
marcial del oeste, Quan Yi Zhen?

Él miró.

— ¿Cómo debo saber que alguien en realidad envenenaría su


propia comida ofrecida en su propio santuario?

—... —Xie Lian se frotó la frente y abrió la caja de donaciones para


ver que estaba llena hasta el borde con barras de oro. — ¿La
última vez, la caja también fue llenada por usted?

Quan Yi Zhen asintió. Xie Lian preguntó: — ¿Por qué está


dándome esto?

—Porque tengo mucho —respondió Quan Yi Zhen.

—...

A decir verdad, incluso si no lo dijera, posiblemente Xie Lian


podría adivinar que era más probable por el hecho que en el
Banquete de Medio Otoño, Xie Lian disparó un palillo para cortar
las cortinas del teatro.
—Llévese eso con usted, no aceptaré recompensas sin haber
hecho nada —dijo Xie Lian.

Quan Yi Zhen no dijo nada, obviamente no escuchaba.

Xie Lian no sabía si reír o llorar. En ese momento, Lang Ying habló
fríamente: —Te está diciendo que lo quites.

¿Cuándo se había sentado? Xie Lian miró hacia atrás para


mirarlo, sintiéndose extraño. En el pasado, Lang Ying
básicamente se hizo invisible y se hundió desesperadamente en
el suelo, así que, ¿por qué hoy dijo tanto sin pedírselo? Y usando
tonos tan hostiles también. Pero, no pensó demasiado, y calculó
que si pasaba algo, podría simplemente darle la caja a Ling Wen
para que se la devolviera a Quan Yi Zhen.

Enderezó su expresión: —Su alteza, ha llegado justo a tiempo.


Hoy no asistió a la reunión en el Gran Salón Marcial, pero Jun Wu
nos dio una misión, ¿ha visto el pergamino? No importa, está bien,
sé que no lo ha visto. Yo ya lo he visto. Esta vez somos un equipo
y la criatura de la que somos responsables se llama Brocado
Inmortal.

El Venerable de palabras vacías se llamaba un venerable porque


la gente no se atrevía a llamarlo un rufián, un sinvergüenza o un
demonio molesto directamente, por lo que era un halago incierto.
¿Por qué era ese Brocado Inmortal venerado como inmortal? Esto
se debía a que, según las leyendas, esa criatura realmente
poseyó la capacidad de convertirse en dios una vez.

Las leyendas dicen que hace muchos siglos, había un hombre


joven en un antiguo reino, que aunque era mudo y tonto por
naturaleza, su intelecto no era mejor que el de un niño de seis
años, pero una vez en el campo de batalla ya no era el mismo.
Sus habilidades en artes marciales eran extraordinarias y también
eran valientes pero amables. Cuando dos reinos chocaron en la
batalla, su reino fue capaz de reclamar victorias abrumadoras
porque cargó en las líneas del frente. Debido a que era
mentalmente débil y no tenía familia, todos los beneficios que
obtuvo de la batalla fueron tomados por otros, dejándolo sin un
centavo. Ninguna familia estaba dispuesta a que sus hijas se
casaran con un hombre así, y muy pocas chicas estaban
dispuestas a acercarse. Ese joven también era tonto hasta cierto
punto, y desde que era joven nunca había hecho ningún contacto
con mujeres, sin atreverse a decir una palabra.

Sin embargo, esta persona poseía el potencial de ascender, y


debió haber ascendido a los cielos en unos pocos años. Al
principio, no importaba si no le gustaba a las chicas, pero lo triste
era que igual se enamoró de una y se enamoró profundamente.
El día de su cumpleaños, esa chica le cosió una camisa de
brocado como regalo.

Aunque era una túnica de brocado, era extremadamente extraña.


Era más como un bolsillo horrible. Esta fue la primera vez en la
vida de ese joven que recibió un regalo de una chica que amaba,
y que se llenó de alegría exaltada, además con su estupidez
natural, no notó nada extraño con esta, poniendo ansiosamente
la túnica de brocado en su cuerpo. No había mangas para que
pasaran los brazos, por lo que le preguntó a su amada chica: —
¿Por qué mis brazos no pueden estirarse?

Esa chica sonrió alegremente.


—Esta es la primera vez que coso, así que no soy muy hábil. Pero,
si no tienes brazos, ¿entonces esto no será un problema?

Así, este joven levantó un arma y se cortó los brazos. Ahora, la


camisa le queda bien. Sin embargo, no fue suficiente, y volvió a
preguntar: — ¿Por qué no puedo estirar las piernas?

Esa chica respondió: —Si no tienes piernas, ¿esto no será un


problema?

Por lo tanto, este joven le pidió a otro que también se cortara las
piernas. Finalmente, preguntó: — ¿Por qué mi cabeza no puede
asomarse?

La conclusión fue fácilmente imaginable.

Originalmente, Xie Lian también pensaba que el Brocado Inmortal


debería ser un monstruo o un demonio con una túnica de brocado,
pero resulta que en realidad era la túnica en sí. Cuando el Monte
TongLu volvió a abrirse y millones de demonios se despertaron,
alguien había robado esa túnica. Esa túnica de brocado estaba
manchada con la sangre obsesionada de ese joven, y se
transformó en un dispositivo espiritual extremadamente malicioso
y poderoso, y cambió de manos entre los demonios a lo largo de
los siglos, usándolo para dañar. Por lo tanto, nunca acepte ropa
vieja, usada de origen desconocido, y si se encuentra con alguien
que desea regalarle una bata de brocado en la calle en el medio
de la noche, nunca la tome. Si usa esta túnica de brocado, se
convertirá en un cerdo para el sacrificio.

Por supuesto, esto era solo una leyenda y suena bastante


extravagante. Además, las historias podrían muy bien ser
inventadas por personas que simplemente la extrajeron de la
naturaleza única de la túnica de brocado. Sin embargo, este
Brocado Inmortal debe ser detenido. No deben dejarlo ir al monte
TongLu.
Capítulo 129: Cegado por el Corazón; Brocado Inmortal forjado de Sangre (parte
dos)

—Su alteza Qi Ying? ¿Su Alteza? ¿Está escuchando?

Xie Lian extendió y agitó las manos frente a Quan Yi Zhen. Quan
Yi Zhen parecía haberse quedado en trance y solo ahora su
espíritu regresó a este cuerpo.

—Oh.

Parecía que no estaba escuchando. Xie Lian no estaba en


condiciones de decir mucho, por lo que dijo: —Entonces, esta
misión es urgente, y tenemos que encontrar esa túnica de
brocado. Su forma original es...

Quan Yi Zhen interrumpió: —Un saco de algodón sin mangas, sin


cabeza, como una bata empapada de sangre.

Xie Lian sonrió. —Así que lo sabe. Pensé que no había leído el
pergamino. Pero, ya que esta túnica es un objeto malvado, es
extremadamente mágica con miles de formas. Hay millones de
ropas en este mundo, por lo que buscar una túnica como esa no
es diferente a buscar una aguja en el océano.

—Oh. —Quan Yi Zhen dijo: —Entonces, ¿qué debemos hacer?

Xie Lian explicó: —Los monstruos y los demonios que ponían sus
manos en la túnica generalmente se transformarán en un
comerciante, y suplicarían a las personas que compren o
intercambien lo viejo por lo nuevo en calles concurridas. Pero eso
es de hace siglos, así que si alguien hiciera esto ahora sería más
o menos extraño. Pero, sus hábitos y formas de hacer las cosas
no cambiarán tan fácil ni tan rápido. En cualquier caso, vayamos
a la ciudad y veamos si podemos enterarnos de alguna noticia de
este tipo.

Con tal objeto, los demonios estarían más interesados que los
mortales. La información subterránea del reino de los fantasmas
sería mucho más rápida que en el reino de los mortales, lo que
significaba que preguntar directamente a Hua Cheng
seguramente ahorraría muchos problemas. Sin embargo, no fue
hace mucho tiempo cuando Xie Lian le dijo que no deberían
encontrarse por el momento, y no se vería bien contradecirse en
el momento en que necesitaba algo. Además, el Brocado Inmortal
solo fue robado, y el ladrón no se atrevería a ser tan rápido en
hacer daño. Quan Yi Zhen asintió, se puso de pie y lo siguió unos
pasos. Xie Lian notó que Lang Ying también hizo lo mismo y le
dijo: —Quédate aquí.

Lang Ying negó con la cabeza. Antes de que Xie Lian pudiera
decir algo más, ¡hubo un repentino golpe! detrás de él. Quan Yi
Zhen se había derrumbado de nuevo.

Xie Lian dio media vuelta.

— ¿Está bien?

Una sombra púrpura estaba flotando sobre el rostro de Quan Yi


Zhen de nuevo, y un momento después, incapaz de contenerse
por más tiempo, finalmente se volcó, se agachó en el suelo y
vomitó por todo el suelo.
Después de vomitar, Quan Yi Zhen se dio vuelta, con la cara hacia
arriba y el alma saliendo de su boca.

—Qi Ying... ¿todavía puede caminar? —Xie Lian preguntó con


cuidado.

Quan Yi Zhen tenía sus extremidades estiradas.

—Creo. No puedo.

...Lamentable, Xie Lian solo pudo arrastrar a Quan Yi Zhen, quien


había perdido toda su fuerza de voluntad para luchar, y lo había
cubierto con una manta lo que le permitió recuperarse por el
momento.

Tomó hasta el día siguiente antes de que Quan Yi Zhen luciera un


poco mejor. De cualquier manera, Xie Lian no se atrevió a dejar
que comiera algo al azar, y pidió unas gachas de avena de la casa
del jefe de la aldea, llevándolas de vuelta para llenar el estómago
de los otros dos. Quan Yi Zhen se sentó en el lugar que Hua
Cheng usualmente ocupaba, y por alguna razón, Lang Ying siguió
mirándolo, aparentemente hostil. Xie Lian colocó las gachas
delante de los dos y, inconscientemente, dijo: —San Lang...

Antes de que las palabras salieran completamente de sus labios,


los dos se giraron para mirarlo. Xie Lian se congeló al instante y
solo entonces se dio cuenta de lo que soltó en ese momento, y se
aclaró la garganta suavemente: —Por favor, continúe.

Los dos se sentaron a la mesa del altar para comer sus gachas
mientras Xie Lian tomó el hacha y salió. Mientras cortaba madera,
recordó las pistas que proporcionaba el pergamino: —El Brocado
Inmortal se selló por primera vez en un Gran Templo Marcial, y el
sello de ese templo era extremadamente poderoso. Maestros
expertos llenaban las filas de la gran guardia de seguridad del
salón, y una simple excitación de los demonios no debería haber
permitido que escapara solo, lo que significaba que alguien
aprovechó la oportunidad y se lo robó en medio del caos...

Antes, siempre era Hua Cheng quien cortaba la madera, y ahora


que lo estaba haciendo él mismo, por alguna razón, no sentía que
la madera que cortaba fuera tan buena como la de Hua Cheng.
Quan Yi Zhen bebió patéticamente unos cuantos bocados de
gachas húmedas y cayó directamente para seguir durmiendo
dentro del Santuario Puji. Lang Ying, por otro lado, salió buscando
ayudar.

—No hay necesidad. San... Lang Ying, calienta un poco de agua


más tarde y toma un baño.

Ahora que lo pensaba, Lang Ying parecía no haberse bañado en


mucho tiempo. Los fantasmas ciertamente no tendrían la molestia
de los aceites para la piel y la mugre, pero al pasar el rato afuera
todo el día, seguramente hay suciedad. Aun así, no podía
señalarlo tan directamente para no herir la autoestima de otras
personas. Lang Ying pareció sorprenderse y no respondió, pero
Xie Lian ya había llevado un montón de troncos para calentar el
agua. —Ayer vendí algunas sobras en la ciudad y te compré dos
túnicas de otoño. Una vez que hayas terminado de bañarte, ¿por
qué no ves si te quedan bien?

Lang Ying se estaba poniendo las ropas nuevas, pero al


escucharlo, se volvió para irse sin decir una palabra. Xie Lian lo
agarró, reprendiendo solemnemente.
— ¡No te vayas! Debes bañarte. No te preocupes, no
desenvolveré los vendajes de tu cabeza.

Lang Ying siguió protestando y salió por la puerta para cortar leña
con pesimismo, negándose a volver. Exasperado, Xie Lian solo
podía ir a buscar algunos troncos, calentar el agua y quitarse la
ropa. RuoYe rodeó el pecho de Xie Lian, desenvolviéndose. Lang
Ying volvió a entrar, con un gran paquete de troncos en su bolsa,
y cuando vio a Xie Lian con la parte superior del cuerpo
descubierta, sus ojos se ensancharon al instante. Xie Lian, por
otro lado, estaba probando la temperatura del agua con su mano,
pensando que era la correcta, y ya se estaba sumergiendo en el
baño con los pantalones puestos. Al ver que entraba Lang Ying,
gritó: —Oh, momento perfecto. ¿Puedes pasarme el rollo que
cuelga debajo del sombrero de bambú en la pared?

Lang Ying no solo no se acercó, sino que también retrocedió y


¡PANG! cerró la puerta. Xie Lian estaba desconcertado. Un
momento después, parecía que Lang Ying recordaba algo, y con
fuerza pateó la puerta para abrirla. Xie Lian gritó
apresuradamente: — ¡No golpees esa puerta! Esa puerta es...

Lang Ying, sin embargo, no le echó un vistazo. Caminó


directamente hacia adentro, recogió a Quan Yi Zhen, que estaba
tendido en el suelo como un cadáver rígido, y lo sacó
arrastrándolo hacia la puerta. Quan Yi Zhen parecía estar
profundamente dormido, solo acciones tan grandes como las
montañas sacudiéndose podían despertarlo, por lo que no sintió
nada mientras era arrastrado todo el camino. Xie Lian no sabía si
reír o llorar: — ¿Qué estás haciendo? Está bien, no es como si
fuera una niña. Entra.
Cuando Hua Cheng no estaba cerca, no era como si no se hubiera
bañado dentro del Santuario Puji. Después de todo, el Santuario
Puji realmente era demasiado pequeño, y su capacidad para
proporcionar para la vida diaria era mínima. Que hubiera un barril
de agua para bañarse ya era suficiente; no era una bañera del
tamaño de una piscina con puertas que se extendieran a lo largo
de varios metros lo suficiente para dejarlo remar un bote mientras
jugaba y se bañaba. Sin embargo, ya sea intencional o no, Xie
Lian nunca se había bañado frente a Hua Cheng antes. Ya que el
que estaba delante de él en este momento no era Hua Cheng sino
alguien más, no sintió como si fuera incómodo.

Lang Ying dio vuelta a Quan Yi Zhen, agarró algunas ropas al azar
para amontonarlas sobre su cabeza antes de que él mismo
tomara el pergamino que Xie Lian pidió y lo pasara con la cabeza
inclinada, luego continuó sentándose en la esquina. Xie Lian, por
otro lado, abrió el pergamino y lo estaba leyendo con cuidado
mientras soltaba su cabello.

El vapor calentó su rostro, dándole un brillo rosado. Su largo


cabello y sus pestañas estaban relucientes, negros y húmedos.
De repente, sintió esa delgada cadena de plata en su pecho, y al
final de la cadena colgaba un anillo de diamantes.

Xie Lian agarró ese anillo, cerrando sus dedos fuertemente


alrededor de él. De repente, en la periferia de su visión, vio en la
esquina del altar una pequeña florecilla.

Subconscientemente, tomó esa flor y se la llevó ante los ojos,


sintiendo su mente nublada al igual que el aire caliente que lo
rodeaba, y necesitó una mano para alejar la bruma.
En ese momento, una serie de golpes sonaron fuera de la puerta,

Ese sonido lo sacó de sus pensamientos, y Xie Lian devolvió la


flor. Estaba a punto de preguntar quién era cuando se dio cuenta
de que los golpes no estaban en la puerta del Santuario Puji, sino
en la casa del jefe de la aldea de al lado.

Entre los golpes, una delicada voz de mujer sonaba: — ¿Hay


alguien en casa? Intercambio viejo por nuevo, intercambio viejo
por nuevo. Tengo una bata nueva para la cual no tengo uso y
quiero encontrar un conjunto de ropa vieja que me pueda
interesar. ¿Hay algún amo en la casa dispuesto? ¿Hay alguien en
casa?

¡Sin que él necesite ir a buscar, esa criatura en realidad vino


golpear la puerta por sí misma!

Llamó y preguntó por cada casa, pero ni una sola le abrió la


puerta. Naturalmente. Cuando Xie Lian no estaba recolectando
restos, daba clases en el Santuario Puji, y educaba a todas esas
tías y abuelas en cientos de pequeños trucos sobre cómo
identificar el mal. Al encontrarse con un invitado no invitado tan
obviamente extraño en medio de la noche, ningún aldeano le
prestaría atención. La gente de hoy no era tan fácil de engañar
como en los viejos tiempos. Esa criatura golpeó por todas partes
pero todavía nadie respondió. Finalmente, llegó a la puerta del
Santuario Puji. Xie Lian contuvo la respiración, esperando
tensamente. Sin embargo, parecía que antes de que la criatura
tocara, esta podía sentir que este no era un lugar al que debería
haber venido. Con un Aiyoh sus pasos sonaron para irse y Xie
Lian gritó rápidamente.
— ¡ESPERE! ¡Quiero intercambiar! —Entonces, le susurró a Lang
Ying—. Abre la puerta, rápidamente. ¡No te asustes, no pasará
nada!

Lang Ying no estaba asustado en absoluto. Subió y abrió la


puerta. Al otro lado de la puerta había una chica, su figura esbelta
y sensual, y solo por la parte inferior de su cara se podía decir
que era adorable y encantadora. Sin embargo, llevaba un pañuelo
en la cabeza que cubría la mitad superior de su cara, como si no
tuviera ningún ojo, y se veía algo desconcertante.

Miró adentro y se tapó la boca mientras soltaba una risita.

—Daozhang, ¿qué tipo de ropa vieja querías usar para cambiar


con mi ropa nueva?

Xie Lian todavía estaba empapado en el barril de agua


simplemente para hacer que esta bajara la guardia.

Él sonrió.

—Eso dependerá de cómo se vea su ropa nueva.

Esa chica extendió un brazo y gentilmente la sacudió. De su bolso,


una brillante bata de brocado se sacudió y se abrió para revelarse,
glamorosa y hermosa, pero el estilo parecía un poco antiguo y
estaba emitiendo un aire de maldad por todas partes. Xie Lian
elogió.

—Hermosa. Hermosa. Lang Ying, dale a esta dama ese conjunto


de ropa que traje de la ciudad.
Lang Ying le entregó la bata con solo una mano. Esa chica cambió
la bata nueva y se rio, recibiendo la vieja bata. Cuando estaba a
punto de darse la vuelta, su rostro cambió repentinamente, como
si algo le hubiera pellizcado la mano, y ella gritó, tirando las viejas
túnicas al suelo. Dentro del montón de esa túnica de cáñamo
estaba RuoYe, que estaba enrollado en un bulto, habiéndose
colado quién sabe cuándo, y se asomó por la manga como una
víbora blanca silbando a la chica.

Y esa chica tampoco era una chica. Un grito y un salto, su pañuelo


fue picoteado por la emboscada de RuoYe y cayó al suelo.
Aunque la mitad inferior de su cara era encantadora, la mitad
superior de su cara estaba llena de arrugas, extremadamente
viejas, formando un contraste horrible: ¿qué chica? ¡Era
claramente una bruja de ochenta años!
Capítulo 130: Separando colores; Casa textil abierta (parte uno)
¡Es la Mujer de Medio Maquillaje!

La Mujer de Medio Maquillaje era un monstruo vulgar formado por


los celos de las mujeres mayores hacia las jóvenes. No podían
aceptar su propio envejecimiento y estaban convencidas de que
el consumo de la sangre y la carne de las jóvenes podía
devolverles su juventud. Disfrutaban chillar en voces agudas,
fingiendo el sonido de una niña para hablar. Sin embargo, como
dicen. Los ojos son las ventanas del alma; la vejez era algo que
no podían ocultar sin importar cuánto lo intentaran, y mientras más
sangre y carne consumieran, más joven aparecería la mitad
inferior de su cara, la mitad superior de la cara que contenía los
ojos parecería mayor, y el contraste de la cara se volvería aún
más marcado. Aun así, se niegan obstinadamente a ver los
errores de sus decisiones.

Xie Lian salió del baño goteando, pisando un pie en el borde del
barril de agua, listo para saltar para derribarla, pero era como si
Quan Yi Zhen hubiera regresado de la muerte, y él se disparó y
abofeteó. Esa Mujer de Medio Maquillaje realmente era
demasiado débil, y fue golpeada contra el suelo con un grito de
llanto: — ¡TENGA MISERICORDIA!

Sin ninguna prisa, Xie Lian tomó su túnica de cultivo y se la puso


de manera casual.

— ¿Así que es usted quien robó el Brocado Inmortal?


La Mujer de Medio Maquillaje inmediatamente gritó: — ¡No soy
yo, no soy yo! ¡No me atrevería a entrar en el Gran Templo
Marcial!

Eso también es verdad, si lo pensaba. Los demonios vulgares


típicos realmente no tenían las agallas para entrar tan
bruscamente en los Grandes Templos Marciales; sería hechos
añicos con certeza. Además, esta Mujer de Medio Maquillaje
probablemente no tenía conexión con el Brocado Inmortal, y con
una simple mirada, su edad de fantasma probablemente sería de
unos ochenta años, mientras que se decía que el Brocado
Inmortal tenía cientos de años.

—Entonces, ¿de dónde sacó esta bata de brocado? —Preguntó


Xie Lian.

Esa media Mujer de Medio Maquillaje recogió su pañuelo en la


cabeza y se cubrió la mitad superior de la cara de nuevo, con la
voz gritando otra vez: — ¡Para... responder a daozhang! Yo... lo
recogí en la Ciudad Fantasma...

...¿Es eso cierto? ¿Lo recogió de la Ciudad Fantasma?

Xie Lian se quedó sin habla por un momento, luego preguntó: —


¿Entonces quién fue el que le vendió la túnica de brocado?

La Mujer de Medio Maquillaje respondió ansiosamente: —


¡Daozhang! Se lo ruego, por favor, ¡déjeme salir del agarre! Yo
tampoco lo sé. ¡No es como si los negocios en la Ciudad
Fantasma necesiten revisar a sus dieciocho generaciones de
ancestros!
Eso también es verdad. Si iniciar un negocio en la Ciudad
Fantasma requiriera que se revisaran dieciocho generaciones de
ancestros, no sería tan activo como lo era ahora. Las cosas solo
podrían prosperar si hubiera espacio para tales lagunas. Xie Lian
la interrogó por un tiempo, pero fue infructuoso, y después de
determinar que la Mujer de Medio Maquillaje no era más que un
pequeño siervo, llamó: —Qi Ying, haga que uno de sus oficiales
celestiales venga a recoger a este fantasma femenino.

Sin embargo, Quan Yi Zhen dijo: —No. No tengo ningún oficial


celestial en mi palacio.

— ¿Ni siquiera uno? Xie Lian preguntó: — ¿Nunca nombró a


ningún diputado general?

Quan Yi Zhen fue fielmente firme en su respuesta: —Ni uno solo.

—...

Así que, resultaba que este dios marcial del oeste era un lobo
solitario y nunca había designado a nadie, ni siquiera un ayudante
para administrar lo esencial. Al menos, para Xie Lian era porque
no podía pagarlo. La situación de Quan Yi Zhen probablemente
solo podría explicarse por su carácter excéntrico. Sin ninguna otra
opción, solo podía sacar una jarra de arcilla y sellar a la Mujer de
Medio Maquillaje, luego, tomó la túnica de brocado de las manos
de Lang Ying. Sin embargo, cuando la abrió para inspeccionarla,
sus cejas se fruncieron ligeramente.

Ciertamente era malvada, pero, ¿cuál es la mejor manera de


describirla? En opinión de Xie Lian, este tipo de esencia del mal
era demasiado superficial, como si no fuera nada más que capas
de base cosmética que no se emitía desde el interior. La intuición
de Xie Lian le dijo que esta no era tan peligrosa como dicen las
leyendas, pero aún estaba en guardia. En ese momento, Quan Yi
Zhen echó un vistazo a la túnica y dijo: —Es falsa.

Xie Lian se sorprendió: — ¿Cómo lo sabe?

—Esta túnica es falsa —dijo Quan Yi Zhen. —He visto al Brocado


Inmortal real antes. Es mucho más poderoso que esto.

Xie Lian estaba asombrado.

— ¿Cuándo lo ha visto? En realidad, hay un buen número de


personas que han visto el Brocado Inmortal antes, pero como fue
difícil de saber, ¿cómo usted determina si es real o falso?

Pero Quan Yi Zhen dejó de hablar. Coincidentemente, Ling Wen


se acercó a él a través de la red de comunicación espiritual justo
en ese momento, su voz sonó en su oído: —Su alteza, acabamos
de recibir información de que parecía haber un pequeño fantasma
con el Brocado Inmortal en la mano que apareció a veinte millas
de su Santuario Puji. Tendremos que molestarle para que eche
un vistazo.

— ¿Otro? Está bien —respondió Xie Lian. Luego miró a Quan Yi


Zhen y, sin emitir ningún sonido, preguntó dentro de la red: —Ah,
por cierto, otra cosa. Ling Wen, ¿Qi Ying ha visto al Brocado
Inmortal antes?

— ¿Qi Ying? —Dijo Ling Wen. —No solo lo vio. Fue mucho más
que eso.

— ¿Qué quiere decir? —Xie Lian preguntó.


—Es complicado. —Ling Wen respondió: — ¿Pero ha escuchado
su alteza? El dios marcial que gobernaba el oeste no solía ser el
Palacio de Qi Ying. Era el Palacio de Yin Yu.

Xie Lian recordó que esto era algo que el Señor del Viento le había
dicho mientras se retiraban de la Mansión Paraíso, y no pudo
evitar sentir a su corazón apretarse.

—He escuchado esto antes. Escuché que, ¿las dos altezas solían
ser un par de shixiong y shidi?

Resulta que, antes de que Yin Yu hubiera ascendido, él era el


discípulo principal de su secta. Un día, vio a un pequeño travieso
niño de la calle, y en un momento de suavidad en su corazón, le
pidió al maestro que lo llevara. Ese pequeño niño era Quan Yi
Zhen.

Discípulos de la misma generación, Yin Yu siempre había cuidado


muy bien a Quan Yi Zhen. Él fue el primero en ascender, e incluso
nombró a Quan Yi Zhen como diputado general. Ling Wen dijo: —
Se ha encontrado a Qi Ying varias veces, así que debe saberlo.
Él es un poco...

— ¿No sabe cómo comportarse normalmente? Eso es algo bueno


—dijo Xie Lian.

Ling Wen se rio entre dientes: —Bueno o no, depende de la


persona y de la situación. Algunas personas piensan que es un
impredecible egoísta, ignorante de los modales y que no da a las
personas el respeto que merecen. Los primeros años, cuando
entró por primera vez en la Corte Celestial, si no fue su alteza Yin
Yu quien lo protegió, él probablemente ya hubiera sido asesinado
por quién sabe cuántas personas.
—Esas dos altezas deben compartir una muy buena relación
entonces —reflexionó Xie Lian.

—Al principio fue bueno —dijo Ling Wen—, pero lo triste fue que,
después, el mismo Qi Ying también ascendió.

Ambos ascendieron desde el oeste, entonces, ¿qué hacer? Así,


los dos acordaron gobernar el oeste juntos.

Un par de shixiong y shidi que vigilaban un dominio juntos sonaba


como un hermoso cuento, sin embargo, al final, una montaña no
podía soportar dos tigres.

Si uno dijera que la aptitud de Yin Yu era suficiente para que los
cielos enviaran una Calamidad Celestial, era una en un millón;
entonces, la aptitud de Quan Yi Zhen era lo suficientemente buena
como para pasar tres Calamidades Celestiales, y puede que ni
siquiera haya una en un millón que pudiera poseer este potencial.
Estaba bien al principio, no era obvio, pero cuanto más tiempo
pasaba, más grande era la brecha entre los dos. Quan Yi Zhen
era verdaderamente asocial; no solo ignoró construir relaciones
con colegas oficiales celestiales, sino que tampoco alguna vez
trató de complacer a sus devotos. Por el contrario, aparte de Yin
Yu, no se molestó en recordar los nombres de ningún otro oficial
celestial en absoluto, y fue lo suficientemente audaz como para
golpear a sus seguidores, diciéndoles que comieran mierda. Se
comportaba más inaceptablemente mientras más habían. Sin
embargo, su dominio creció más y más, y sus seguidores
aumentaron. En comparación, el Palacio de Yin Yu estaba
perdiendo su brillo, y finalmente se volvió inquieto.
En sus cumpleaños, este par de shixiong y shidi siempre se daban
regalos. Un año, el día del cumpleaños de Quan Yi Zhen, Yin Yu
le regaló una impresionante armadura.

—... ¿El Brocado Inmortal? —Preguntó Xie Lian.

—Eso es correcto —dijo Ling Wen.

Este Brocado Inmortal no solo podía chupar sangre y asesinar,


sino que también tenía una habilidad perversa: quienquiera al que
le haya sido entregado obedecerá cualquier orden del que dio el
regalo. Como los dos shixiong y shidi habían mantenido una
buena relación, Quan Yi Zhen se puso esa armadura sin pensarlo
dos veces. Poco después, aparentemente de forma involuntaria,
Yin Yu le hizo una broma. Bajo el control del Brocado Inmortal,
Quan Yi Zhen perdió la razón e hizo lo que se le dijo. Si no fuera
por Jun Wu, que notó algo que no estaba bien y lo detuvo a
tiempo, casi se habría cortado la cabeza y driblarla como una
pelota.

—Así, este incidente fue un gran problema en ese momento, un


gran alboroto. —Ling Wen dijo: —Por hacer algo como dañar a un
compañero colega celestial, como un estimado oficial celestial,
Yin Yu fue desterrado de forma natural de inmediato.

Lo que significaba que, después de esto, los dos oficiales


celestiales deberían haberse peleado. Sin embargo, cuando Xie
Lian recordó la tonta obra que los adoradores del Palacio de Qi
Ying organizaron durante el Banquete del Festival del Medio
Otoño, ese payaso que saltaba arriba y abajo detrás de la espalda
de Quan Yi Zhen era probablemente Ying Yu, pero en ese
momento, la reacción de Quan Yi Zhen fue de rabia, seguido por
él saltando para golpear a sus propios adoradores.
—Creo que Qi Ying todavía debe pensar muy bien de su alteza
Yin Yu. ¿Hubo tal vez un malentendido en todo esto?

—Quién sabe. —Ling Wen dijo: —Si hay un malentendido, la


persona en cuestión ha sido desterrada hace tantos años, ¿a
quién le importa?

Xie Lian asintió y estaba a punto de despedirse cuando Ling Wen


agregó: —Espere. Su alteza, hay más. No había terminado antes.
A sesenta millas de su Santuario Puji también hay una criatura
desconocida que aparece con el Brocado Inmortal en la mano.

—... ¿No es eso un poco demasiado lejos? ¿Por qué hay más? —
Preguntó Xie Lian.

—No he terminado. —Ling Wen dijo: —Escuchen bien, hay más:


cuarenta y dos millas al noroeste, quince millas al sureste,
veintidós millas al norte...

Después de informar de veintisiete a veintiocho lugares en una


vez, Ling Wen finalmente dijo: —Sí. Eso es todo por ahora.

Cuando terminó de informar, Xie Lian se había olvidado de todo y


se sintió bastante afligido.

—Su palacio es bastante eficiente esta vez, eh, pero, ¿por ahora?
¿Está diciendo que podría haber más...? ¿Podría la Ciudad
Fantasma estar distribuyendo el Brocado Inmortal?

—Lo más probable —respondió Ling Wen. —Hay muchos


vendedores ambulantes con orígenes desconocidos en la Ciudad
Fantasma que a menudo venden falsificaciones con una piel falsa.
Una vez que terminan de vender falsificaciones, cambian de piel,
por lo que los conocedores generalmente no compran nada al
azar. Sin embargo, aún hay fantasmas que lo consideran una
excavación de antigüedades, pensando que tal vez podrían ganar
el premio mayor esta vez. Ahora que el Brocado Inmortal fue
robado, muchos vendedores pequeños en el reino de los
fantasmas recibieron noticias y están usando esta oportunidad
para engañar a los compradores, diciendo que cualquier túnica
aleatoria que hayan encontrado es el Brocado Inmortal. Lo
increíble es que aun así hay muchos fantasmas que son
engañados y lo probarían con la gente. Realmente nos ha dado a
nosotros quienes reunimos información muchos dolores de
cabeza.

Esto estaba arruinando completamente su búsqueda del


verdadero Brocado Inmortal; con tantos Brocados Inmortales
apareciendo en todas partes, ¿quién sabe cuál es el verdadero?

Sin embargo, desde que asumieron la misión, tenían que


encontrar una manera de completarla.

—Supongo que hay que comenzar con el más cercano y buscar


uno por uno —dijo Xie Lian.

Xie Lian no tenía ningún poder espiritual, Quan Yi Zhen no sabía


cómo dibujar el conjuro de Acortamiento de Distancia, y ninguno
de los dos tenía oficiales adjuntos. Pero, afortunadamente, uno de
los lugares que Ling Wen informó que era el más cercano a ellos
estaba a solo cinco millas; era una casa textil abandonada. Sin
más preámbulos, partieron apresuradamente en medio de la
noche.
Al principio, Xie Lian iba a hacer que Lang Ying se quedara en el
Santuario Puji, pero él los siguió y se negó a ser puesto de vuelta.
Ya que este viaje no debería ser demasiado peligroso y podría
ayudar a crecer la experiencia de Lang Ying, pensando que le iba
a enseñar la cultivación a Lang Ying de todos modos, Xie Lian lo
llevó.

Los tres se apresuraron en su camino en la noche. De repente,


delante de ellos en el camino se escucharon voces espeluznantes
que cantaban una canción de trabajo.

— ¡YI YU XI! ¡YI YU XI!

Al escuchar esa canción de trabajo familiar, Xie Lian se detuvo en


su paso, Adelante en la niebla, el contorno gigante de una sombra
emergió gradualmente junto con esos cuatro fuegos de fantasma
flotando alrededor. Quan Yi Zhen estaba a punto de hacer un
movimiento, listo para derrotarlos antes de hacer preguntas, pero
Xie Lian lo detuvo.

—No se preocupe. Yo los conozco.

Efectivamente, cuatro esqueletos dorados que llevan una litera


aparecieron ante los tres. Quan Yi Zhen nunca había visto algo
tan mágico como esto antes, y sus ojos se abrieron, brillando y
resplandeciendo. El esqueleto de la cabeza cantó: — ¿Es esta Su
Alteza el Príncipe Heredero de XianLe?

—Lo es. ¿Puedo ayudarlo? —Respondió Xie Lian.

El esqueleto dorado cantó: —Nada, nada, solo, nosotros tenemos


tiempo libre en nuestras manos y queríamos preguntar, si Su
Alteza el Príncipe Heredero tiene prisa, ¿quizá podamos ayudarlo
a llevarlo?

El viaje no era largo, por lo que Xie Lian quería declinar, pero
Quan Yi Zhen intervino y exclamó: — ¡SÍ! —Y ya estaba subiendo
con entusiasmo, pareciendo que realmente quería probar esta
extraña pero glamorosa litera. Xie Lian no sabía si reírse o llorar y
fue para agarrarlo cuando de repente, esa litera se inclinó,
sacando a la fuerza a Quan Yi Zhen. Xie Lian también iba a
retroceder, pero alguien lo estabilizó.

Exclamó: —San... —Pero cuando miró hacia atrás, era Lang Ying
quien se subió sin que nadie lo notara, y estaba agarrando el
brazo de Xie Lian con fuerza, un par de ojos negros como la tinta
mirándolo, en silencio y sin palabras.

Los esqueletos se apresuraron a recoger la litera, sus ocho patas


giraban como cuatro pares de ruedas de fuego, y se alejaban
constantemente mientras gritaban: — ¡Muévase, muévase! ¡No
bloquee el camino, no bloquee el camino!

Quan Yi Zhen fue arrojado sin piedad al suelo, pero se levantó de


un salto, parecía no haberse rendido todavía y estaba listo para
saltar, pero esos esqueletos eran demasiado rápidos, y siempre
estaba un paso atrás, por lo que terminó persiguiéndolo justo
detrás, parecía que realmente quería montar la litera para saber
cómo era. Al verlo perseguir tan enérgicamente, Xie Lian, quien
estaba montando la litera, no pudo evitar sentir que esto era un
poco vil, como si estuviera molestando a un niño. Aunque sabía
que esta litera de pasos le pertenecía a Hua Cheng y quizás no
agradecería que otros oficiales celestiales lo montaran, igual no
pudo evitar preguntar: —Um... ¿esto no puede llevar a tres
personas?
Los esqueletos cantaron: — ¡No puede, no puede! ¡Solo pueden
sentarse dos personas!

Corrieron como ruedas de fuego todo el camino, y Quan Yi Zhen


los persiguió todo el camino. Una vez en su destino, los
esqueletos dorados dejaron caer a Xie Lian y Lang Ying, luego
recogieron la litera y desaparecieron a la vista. Quan Yi Zhen
nunca pudo abordar el vehículo al final, y se sintió
extremadamente decepcionado al ver la litera desaparecer con
nostalgia. Xie Lian salió de la litera sosteniendo la mano de Lang
Ying, y escuchó delante de ellos fuertes gritos y lamentos, y todos
vinieron de la Casa de los Textiles abandonada. Xie Lian estaba
desconcertado. ¿No dijeron que esta casa textil estaba
abandonada?

Se acercaron y finalmente distinguieron esas voces que lloraban:

— ¡ESTE SER INFERIOR NUNCA MÁS SE ATREVERÁ A


VENDER COSAS FALSIFICADAS EN EL TERRITORIO DEL
VIEJO HUA CHENGZHU DE NUEVO!

— ¡REALMENTE NO NOS ATREVEREMOS NUNCA MÁS!


PERO, POR FAVOR, ¡DÍGALE AL VIEJO Y BUEN CHENGZHU
QUE TAMBIÉN CONSEGUÍ AQUELLOS FALSOS BROCADOS
INMORTALES DE LA DISTRIBUCIÓN DE OTROS FANTASMAS!
¡¡¡YO SOY UNA VÍCTIMA TAMBIÉN!!!

Los tres llegaron delante de la casa de textiles y se encontraron


con un hombre de negro con una máscara de demonio que recién
emergía de su interior, pareciendo haber estado esperando
durante mucho tiempo. Inclinó ligeramente la cabeza y saludó: —
Su alteza.
Esta voz pertenecía al oficial fantasma que una vez había
ayudado a Xie Lian a atrapar a Lang Ying y lo había llevado a la
Mansión Paraíso. Y esa vez, Xie Lian había visto un grillete
maldito en su muñeca.
Capítulo 131: Separando colores; Casa textil abierta (parte dos)

El Señor del Viento le dijo una vez que esta persona


probablemente era Yin Yu, ya que solo unos pocos oficiales
celestiales fueron desterrados en los últimos años. Por lo tanto,
Xie Lian preguntó: — ¿Cómo me dirijo a usted, buen señor?

Ese demonio enmascarado respondió: —Por favor, su alteza. No


soy más que un sirviente sin nombre.

Al entrar en esa casa de textiles abandonada, Xie Lian se


sorprendió. Había todo tipo de ropa, colgada en estantes, encima
de los estantes de pilas de madera: trajes de boda, atuendos de
gobierno, satén para mujeres, uniformes, ropa para niños...
también había camisas de cáñamo sangrientas muy simples y
vulgares, como si temieran que la gente no pudiera ver que eran
perversas. Pilas y pilas, capas y capas, inquietantes y sombrías,
llenas de esencia del mal, como si cada una y todas fueran un
cadáver en pie. Incluso si no fueran el Brocado Inmortal,
ciertamente tampoco serían nada bueno.

Largas telas de varios tintes colgaban en lo alto de las pilas;


algunas de color blanco pálido, algunas sucias. Había pasado
mucho tiempo desde que alguien se haya ocupado de ellas. Quan
Yi Zhen estaba en cuclillas junto a un gran barril negro de tinte,
asomó la cabeza e inspeccionó los tintes que tenían un color
inusual, un fluido que emitía un olor extraño. Xie Lian temía que
al segundo siguiente fuera a sumergir su dedo y lamerlo para ver,
y lo arrastró a toda prisa. Al ver que afuera del patio, un grupo de
demonios y monstruos estaban atados por una sola cadena de
hierro, abrazando sus cabezas agazapadas, Xie Lian se preguntó:
— ¿Qué...?

El hombre con máscara de demonio respondió: —Los monstruos


y los demonios que recientemente vendían el Brocado Inmortal en
la Ciudad Fantasma y todos los otros lugares están todos aquí.
Hay un total de noventa y ocho piezas.

Noventa y ocho piezas. Y todos fueron atrapados en muy poco


tiempo. XIe Lian estaba ligeramente conmovido. El hombre con
máscara de demonio continuó: —Si hay nuevos movimientos
extraños, también los capturaremos en el menor tiempo posible
para su alteza.

Al escuchar esto, Xie Lian no pudo evitar decir: —No hay


necesidad. Por favor, dígale a San... Hua Chengzhu que
realmente no hay necesidad de molestarlo así. Yo también puedo
hacer esto. El resultado sería el mismo, solo tomaría un poco más
de tiempo y energía, eso es todo. Después de todo, era un oficial
celestial titulado que trabajaba para los cielos, e incluso si no
había muchos devotos, de todas formas tiene un trabajo qué
hacer.

Ese hombre con máscara de demonio respondió: —Naturalmente,


Chengzhu entiende que su alteza es capaz de hacer esto sin
esfuerzo. Pero esta es también la razón por la que espera que mi
señor no desperdicie energía en pequeñas tareas que cualquier
persona puede hacer. El tiempo y el esfuerzo de su alteza deben
dedicarse a asuntos más importantes.

—… Xie Lian dudó, pero al final igual preguntó: — ¿Puedo


preguntar qué tal le va a su Chengzhu en este momento…?
Lang Ying se movía con indiferencia al lado de Xie Lian, y el
hombre con máscara de demonio respondió: —Chengzhu está
muy ocupado en este momento.

Xie Lian rápidamente respondió: —Oh. Entonces eso es bueno.


Esperemos que todo le vaya bien. Le deseo éxito.

Cuestionaron a todos y cada uno de los monstruos y demonios


que estaban atados, y todos y cada uno de ellos estaban
convencidos que su producto provenía de la distribución de una
misteriosa persona enmascarada, y no parecían mentir. Pero en
un lugar como la Ciudad Fantasma, ¿cuántos cientos de
individuos enmascarados vagaban por las calles en un día?

El interrogatorio no dio resultados, de modo que el hombre con


máscara de demonio tiró de esa cadena y se despidió mientras se
llevaba a esos chillones fantasmas. Sin embargo, esas noventa y
ocho piezas de ropa de demonio fueron dejadas atrás. Xie Lian
solo sintió que en todo su tiempo recolectando restos y ropa vieja,
nunca había visto tanta ropa. Al hojearlas, sospechó que lo más
probable es que ni uno solo fuera real, y le dijo a Quan Yi Zhen:
—Qi Ying, ¿por qué no viene y echa un vistazo?

Sin embargo, Quan Yi Zhen solo alborotó su cabello suelto y


rizado, y negó con la cabeza.

—Demasiados.

Demasiadas túnicas de demonio. Cada vestimenta individual


emitía la esencia del mal, afectándose entre sí, haciendo que uno
perdiera la capacidad de juzgar.
Esto era como alguien que poseía un agudo sentido del gusto, y
aunque podía diferenciar entre los sabores de los rellenos
confitados de pera y manzana, si se mezclaban noventa y ocho
tipos diferentes de rellenos afrutados y se hacía que la persona
los probara, perdería el sentido de gusto por completo. Xie Lian
estaba tratando de pensar en otra manera, pero cuando giró la
cabeza para mirar, vio que Quan Yi Zhen recogía una túnica y
estaba listo para ponerla directamente sobre su persona. Xie Lian
lo detuvo apresuradamente y volvió a colgar la túnica en el
estante.

—Pare, pare, pare. Qi Ying, estemos de acuerdo en esto: primero,


no se ponga cosas al azar en su boca y, segundo, no se ponga
ropa al azar. Todas esas son acciones muy peligrosas.

Sin embargo, Quan Yi Zhen señaló detrás de él: —Entonces,


¿qué con él?

Xie Lian repentinamente olió algo que se estaba quemando, y


cuando siguió la dirección de donde Quan Yi Zhen estaba
apuntando para mirar, vio que Lang Ying había encontrado un
palo en una esquina al azar, lo había encendido, y lo estaba
sosteniendo, colocando el dobladillo de una túnica de demonio en
llamas, viéndose serenamente estoico.

—No... no juegue con fuego tampoco —Exclamó Xie Lian.

Esa túnica demoníaca parecía estar sufriendo por las llamas, y el


dobladillo comenzó a enrollarse hacia arriba, retorciéndose como
loco, tratando de escapar, pareciendo más una anguila viva que
una prenda de vestir, pintando un cuadro bastante cruel. Sin
embargo, aunque había olor a quemado, no había rastro de que
la tela se quemara en absoluto. Parecía que la esencia del mal en
esas túnicas demoníacas se había empapado lo suficiente como
para escapar de los desastres del fuego.

Al escuchar a Xie Lian diciéndole que no jugara con fuego, Lang


Ying arrojó ese palo de fuego hacia abajo y lo pisó para apagar
las llamas, viéndose un poco más obediente de nuevo. Xie Lian
no sabía si reír o llorar y se acercó: — ¿Por qué estás tan... hoy?

Se detuvo a mitad del discurso, su expresión de repente se volvió


seria.

Vio, no muy lejos, una tela blanca larga y holgada que estaba
colgada en lo alto de un estante de madera, ondeando
suavemente en la brisa nocturna. Sobre la tela estaba la sombra
de una figura humana y se movía lentamente. Esta figura no tenía
cabeza.

Xie Lian tiró de Lang Ying detrás de él e inmediatamente


desenfundó su espada.

— ¡TODOS, CUIDADO!

El movimiento de la espada cortó la tela y la sombra a la mitad.


Sin embargo, cuando la tela cayó al suelo, no había una sola alma
en la espalda, la sombra sin cabeza había desaparecido. Xie Lian
no había tenido la oportunidad de correr para verificar antes de
que algo detrás de él lo hiciera estremecerse. Giró la cabeza y sus
pupilas se encogieron. De alguna manera, una mujer bellamente
vestida había aparecido silenciosamente detrás de él.

¡No! ¡No era una mujer, era una túnica!


Lo que cortó por la mitad justo ahora era también una túnica, y
una vez que cayó al suelo, quedó cubierta por otros textiles. De
todas partes, de repente, un grupo de figuras humanoides
emergían, meciéndose y balanceándose lentamente, reuniéndose
hacia los tres de ellos. Resulta que, antes de que lo supieran,
¡todas las noventa y ocho piezas de túnicas de demonio que
estaban colgadas en el patio, en los pasillos, dentro de toda la
casa de textiles, habían luchado para liberarse de los estantes!

Xie Lian estaba estupefacto: —Antes estaban todos bien, ¿qué


está pasando?

Junto a él se oyó una voz baja: —La excitación de millones de


demonios.

Xie Lian volvió la cabeza para mirar, y el que habló fue Lang Ying.
Aunque no mostró algún nerviosismo, las venas sobresalían en el
dorso de sus pálidas manos, obviamente muy afectado por algo
también.

¡Otra ola de excitación demoníaca! Mientras más se acerque el


día en que el Monte TongLu abriera sus puertas, más fuertes eran
sus temblores en los oídos de los demonios para hacerles
recordar. Lo primero en lo que pensó Xie Lian fue: ¿Cómo está
San Lang?

Sin embargo, la situación actual no le dio mucho tiempo para


pensar. Mientras su mente daba vueltas rápidamente, una
veintena de túnicas demoníacas ya habían presionado. Quan Yi
Zhen no parpadeó ni pensó antes de que su puño se abriera. Si
este puño aterrizaba en la pared o en el suelo, entonces
seguramente la tierra se movería, las montañas temblarían, las
rocas y el suelo se agrietarían. Pero este puño de mil toneladas
fue golpeado en algunas ropas. Solo piense, incluso los juegos
para niños sabían que en roca, papel, tela, tela envuelve roca.
¡Esa tela que fluía ligeramente, dócil y flexible era perfecta para
someter puños! No importa lo duro que sean sus puños, esa tela
podría simplemente envolverlos suavemente y no incurrir en
ningún daño, y solo la espada de Xie Lian podría hacer algo. Sin
embargo, esas túnicas de demonio eran rápidas en su evasión,
un simple salto hacia atrás podía generar varios pies de distancia
entre ellos, y como apenas tenían peso, prácticamente no había
sonido ni respiración, por lo que detectar sus movimientos para
evitar su emboscada era mucho más difícil en comparación con
evitar a los humanos.

Por lo general, era la gente que recogía la ropa. Ahora, era ropa
recogiendo gente. Esas noventa y ocho piezas de túnicas
demoníacas estaban buscando ansiosamente un cuerpo que les
encajara, una persona que les gustara. Entre las personas, son
las mujeres a las que les encantaba escoger ropa; entre las
túnicas de demonio, era la ropa de las mujeres a la que le
encantaba elegir personas. Unos diez vestidos largos de
diferentes colores y estilos femeninos se presionaron locamente
contra Xie Lian, e incluso la espada no pudo alejarlos. Esta batalla
fue incluso más cruda que un grupo de mujeres que vieron una
bonita túnica que deseaban y estaban peleando por ella. En ese
momento, fue como si Xie Lian estuviera rodeado de flores
florecientes y seda, apretado entre esas túnicas femeninas que se
tiraban de todas direcciones.

Quan Yi Zhen se quitó varias ropas de niños que intentaban caer


tercamente sobre su cabeza y las arrojó a un lado. Mirando a Xie
Lian desconcertado, se preguntó: — ¿Cómo es que la ropa de
esas mujeres se parece a usted?
— ¿Tal vez porque piensan que me veo más amigable? —Xie
Lian respondió.

Sin embargo, ni una sola túnica de demonio fue para acosar a


Lang Ying. Tal vez fue porque él también era un demonio, y
sabían que no podían quitarle ningún beneficio, por lo que no se
acercaron. Xie Lian balanceó su espada horizontalmente y cortó
varios vestidos de mujer, pero las túnicas de demonio que se
cortaron a la mitad todavía se movían como querían, y de alguna
manera eran incluso más ágiles de esquivar. Xie Lian vio por el
rabillo de sus ojos varias túnicas de demonio que se acercaban
furtivamente hacia la ventana y gritó: — ¡CIERRE LA PUERTA,
HAGA UN CONJURO! ¡NO LAS DEJE SALIR!

Con ellos, dos dioses y un demonio, todavía podrían lidiar con la


situación, pero si esas túnicas de demonio se escabullen para
buscar problemas con los demás, entonces sería problemático.
Sin embargo, su grito parecía haber sido demasiado tarde. El
patio de la casa de textiles estaba al aire libre, y ya había una
túnica larga que agitaba sus extensas mangas, volando en el aire
como un murciélago gigante, volando hacia el cielo nocturno. Xie
Lian gritó: — ¡Qué molestia! Mentalmente y gritó: — ¡Qi Ying! ¡Le
encargaré la casa de textiles a usted! Luego, inclinó el pie y saltó
de la pared, atrapando el dobladillo de esa túnica larga de
demonio.

Con el peso agregado de una persona entera, esa túnica larga


trató de agitar sus mangas tan fuerte como pudo, y cayó al suelo
con Xie Lian aun sosteniendo su pliegue en un agarre letal. Sin
embargo, fue extremadamente astuta, y RIIIPPP! Se arrancó de
su propia esquina como un guerrero que se corta un brazo, y se
deslizó rápidamente de las manos de Xie Lian. Dio la casualidad
de que un transeúnte se dirigía a su casa después de una noche
de bebida, y al ver a una criatura sin cabeza volando hacia él, gritó
de miedo: — ¡AAAAAAHHHHHH UN FANTASMA SIN CABEZA!
¡ES UN SIN CABEZA!

Xie Lian inmediatamente corrió y tomó la túnica de nuevo para


mostrársela a ese transeúnte y lo consoló: — ¡No se asuste, no
se asuste! ¡Vea! ¡NO ES UN SIN CABEZA, NO TIENE NADA!

El transeúnte miró y, por supuesto, estaba completamente vacío


dentro de los pliegues de esa túnica, ¡nada! Esto fue
definitivamente más horrible que un fantasma sin cabeza, y sus
ojos se pusieron en blanco, desmayándose en el lugar. Xie Lian
lo atrapó rápidamente y lo puso suavemente en el suelo. — ¡Lo
siento! Me encargaré de esto de inmediato.

Después de que la ola de disturbios terminó, Xie Lian finalmente


pudo capturar todas las túnicas de demonio que volaron fuera de
la casa de textiles. Las contó a todas, asegurándose de que no
faltara una sola pieza, antes de dejar escapar un suspiro de alivio.

Con las cosas así, Xie Lian dijo: —Supongo que solo podemos
usar el método simple y crudo de Qi Ying. Probemos cada uno de
estas túnicas y veamos.

A él no le importaba probárselas, pero era más difícil decirlo para


sus otros dos compañeros. Si más tarde realmente se pudiera el
Brocado Inmortal, quién sabe si podrían lidiar con cualquier
accidente que pudiera ocurrir. Al final, se decidió que estaría de
guardia mientras los otros dos se vestían.

Por lo tanto, tanto Lang Ying como Quan Yi Zhen se quitaron sus
túnicas externas y se comenzaron a colocar una túnica tras otra,
y con cada nueva túnica, Xie Lian emitía órdenes simples como
salte o grite para ver si los hacían obedecer.

Sin embargo, después de probar todas y cada una de las noventa


y ocho túnicas, cada una de los dos probando entre cuarenta y
cincuenta de ellas, no parecía haber ninguna reacción extraña.
Parecería que en este montón de túnicas de demonio, ni una solo
era el Brocado Inmortal, y trabajaron toda la noche por nada.

Lang Ying y Quan Yi Zhen se pusieron en cuclillas en el suelo en


su única capa, mientras que Xie Lian se sentó en un suelo
amontonado con todo tipo de ropa. Xie Lian se apoyó la frente con
la mano y murmuró: —Realmente no hay valor en comprar
falsificaciones...

Después de sentarse allí por un tiempo, fue a buscar a Ling Wen


en la red de comunicación. —Ling Wen, he recogido algunas
túnicas de demonio aquí, y aunque el verdadero Brocado Inmortal
probablemente no está en esta pila, de todas formas son bastante
perversas; un poco molesto de tratar. ¿Puede enviar a alguien
para que se las lleve?

—Recibido. Voy a coordinar de inmediato. ¿Cuántas piezas ha


reunido? —Respondió Ling Wen.

—Noventa y ocho piezas. —Respondió Xie Lian.

—…

Ling Wen comentó: —Su alteza es verdaderamente un hombre


capaz, ya que ha recopilado más de lo que le he informado.
Xie Lian aclaró suavemente su garganta.

—En realidad no fui yo...

Pero antes de que terminara su oración, hubo otro escalofrío


familiar que le recorrió la espalda. Xie Lian se estremeció y miró
hacia arriba.

Delante de él, sobre una serie de telas blancas, ligeras y


holgadas, estaba la sombra negra de una silueta humana.

Esta vez, no estaba sin cabeza ni tampoco estaba revoloteando.


El que estaba detrás de esas largas telas con forma de cortina era
en gran medida un hombre. Era fácil ver que era un joven muy
alto, e incluso los mechones de pelo despeinados se podían ver
claramente en el borde de esa silueta.
Capítulo 132: La nonagésima novena túnica de demonio escondida en el peligro

Xie Lian instantáneamente se puso de pie.

— ¿EL BROCADO INMORTAL?

Naturalmente, esa silueta no respondió y tampoco se movió, solo


se quedó allí, parada. Xie Lian presionó sus manos, una a la
izquierda, otra a la derecha, en los hombros de los otros dos y
susurró: —No se muevan.

Un momento después, una brisa nocturna sopló, y la silueta de un


hombre parecía haber suspirado antes de dispersarse,
desaparecido con el viento. Xie Lian se levantó bruscamente.
Justo en ese momento, de repente, en la puerta de la casa textil,
se oyó un golpe. Los tres miraron hacia él y Xie Lian alzó la voz:
— ¿Quién es?

La voz de un hombre sonó desde afuera de la puerta.

—Su alteza, soy yo.

Xie Lian fue a abrir la puerta, y fuera de la casa de textiles había


un hombre con un semblante descubierto, su forma inmaculada y
casta, y entró con las manos en los costados. Xie Lian estaba un
poco desconcertado.

—Ling Wen, ¿por qué viniste?

Ling Wen se arregló las mangas: —Desde que escuché a su


alteza decir que las cosas eran difíciles, entonces me di cuenta de
que los típicos oficiales celestiales no podrían ayudar, así que he
venido a ver las cosas por mí mismo. Saludos, su alteza Qi Ying.
¿Por qué está sentado en el suelo? ¿Qué está mal? ¿Qué pasa
con esa mirada?

Era Ling Wen en forma masculina. Xie Lian caminó hacia esa
cortina de tela y la abrió, y por supuesto no había nada detrás. Un
momento después, volvió la cabeza: —El Brocado Inmortal se
mostró.

Ling Wen se sorprendió.

— ¿Qué?

—Debería serlo, estoy seguro. Xie Lian dijo: —Era un hombre


joven, muy alto en altura, tal vez dos pulgadas más alto que yo. A
juzgar por su estructura ósea, debe ser alguien experto en artes
marciales.

Ling Wen estaba algo dudoso: —Su alteza, ¿está seguro? En los
últimos años, nunca se ha dicho que el Brocado Inmortal se haya
mostrado a nadie. Además, ¿no dijo que ninguna de estas
noventa y ocho piezas de túnica de demonios era real? ¿Podría
ser alguien disfrazado y jugando trucos?

—Me temo que eso no es posible —respondió Xie Lian—.


Después de que terminó la ola de caos, para evitar que las túnicas
de los demonios se escapen y acosaran a los mortales, cerramos
la puerta y las ventanas y establecemos un conjuro. Las cosas
adentro no podían salir y las cosas afuera no podían entrar. Solo
somos los tres en la casa textil, nadie puede tramar nada.
Zumbando por un momento, Ling Wen dijo: —Entonces, el real
debe haberse topado con una circunstancia especial, o, ¿lo que
todos vieron fue la silueta de un espíritu resentido que posee uno
de los trajes de demonio?

Lang Ying y Quan Yi Zhen estaban agachados en el suelo, ambos


en un estado de trance. Xie Lian y Ling Wen se pararon con los
brazos cruzados, asumiendo la apariencia de adultos, y estaban
en una seria discusión. Finalmente, Ling Wen sugirió: — ¿Por qué
no llevo estas túnicas de demonio al Palacio de Ling Wen y hago
que mi gente las examine? Si eso no funciona, entonces podemos
preguntar en la próxima reunión. Estoy seguro de que alguien en
el Tribunal Superior es un experto.

Pensando en esa idea, Xie Lian asintió. —Probablemente sea una


buena idea. Pero, esta era una misión de la que somos
responsables, después de todo, todavía quiero ser un poco más
minucioso. Ya que el Brocado Inmortal real está mezclado aquí,
permítanme pensar en algunas maneras más para exponerlo. Si
aún no hay resultados para mañana, entonces le daré los noventa
y ocho trajes de demonio. Después de todo, este asunto no estaba
bajo la jurisdicción del Palacio de Ling Wen.

—No hay necesidad de que su alteza sea tan educado. Ling Wen
dijo: —Oh, si los va a enviar mañana, deberían ser de ciento uno
piezas, ¿verdad?

Xie Lian se sorprendió: — ¿Por qué de repente hay tres más? —


Entonces se dio cuenta—. ¿Sospecha de las túnicas que llevamos
ahora?

—No es imposible —dijo Ling Wen.


Xie Lian levantó la esquina de la manga de su túnica de cultivo
tan desgastada que los hilos estaban sueltos.

—He usado esta túnica por varios años, definitivamente no tendría


problemas. El que lleva Lang Ying ahora mismo fue comprado
recientemente, pero no obedeció mis palabras, por lo que
tampoco debería ser problemático. Le dijo a Lang Ying que
trabajara, pero Lang Ying igual cortaba madera; le dijo que se
quedara en casa como un buen chico, pero Lang Ying igual salió.

Sin embargo, Ling Wen negó con la cabeza: —Eso no es lo que


quise decir. Su alteza, puede que no sea consciente de esto, pero
la esencia del mal del Brocado Inmortal es fuerte, y ya que está
aquí, esa esencia pasaría a otras prendas normales. En cualquier
caso, solo para estar seguros, no use la ropa que lleva puesta y
cuide de ellos.

Al escuchar esto, Xie Lian quitó rápidamente las ropas exteriores


de Lang Ying y Quan Yi Zhen: —No use esto más, no lo use.
Quíteselo, quíteselo. Entonces, envolveré la ropa y la llevaré al
Palacio de Ling Wen mañana.

— ¿Enviaré gente para que venga a recogerlos? —Dijo Ling Wen.

—No es necesario, no es necesario. Xie Lian dijo: —Ya es lo


suficientemente vergonzoso como para molestarle cada vez. Su
palacio está ocupado, puedo manejarlo yo mismo.

Al día siguiente, Xie Lian envolvió arduamente una enorme pila de


ropa y llevó esos grandes bultos para ascender a la Corte
Celestial.
Ling Wen ya lo había estado esperando en el palacio durante
mucho tiempo y hoy no parecía tan bullicioso como antes con
dioses corriendo de un lado a otro. Xie Lian desenvolvió los
grandes paquetes de túnicas de demonio, la ropa colorida se abrió
y se esparció. Se secó el sudor en la esquina de su frente mientras
Ling Wen caminaba tranquilamente.

— ¿Ha hecho algún descubrimiento?

Xie Lian suspiró impotente: —Estoy muy avergonzado, ha sido


infructuoso. Me disculpo de antemano; ya que no hay ayuda, no
se podía evitar que las cosas no estén ordenadas. Sigo sintiendo
que me falta una o dos piezas, pero tampoco estoy seguro.

—Eso no es un problema —dijo Ling Wen. Luego miró hacia abajo


y contó: —Realmente faltan piezas. Su alteza, parece que la ropa
que llevaba el pequeño demonio que estaba a su lado no está
incluida aquí.

El puño derecho de Xie Lian se cerró en un puño y golpeó


ligeramente su palma izquierda: — ¡Ah, tiene razón! Ahora
recuerdo. Lang Ying se había acostumbrado a ponerse esa túnica
sobre sí mismo y me olvidé de recogerla. Voy a agarrarlo ahora
mismo.

Ling Wen se rió entre dientes.

—No hay prisa. Cuídese, alteza.

Sin embargo, Xie Lian no se movió para irse, y en cambio se


quedó quieto en el lugar, su expresión se volvió sombría. Ling
Wen estaba a punto de ordenar que los oficiales celestiales bajo
su mando vinieran a llevarse las túnicas demoníacas, pero cuando
ella se dio la vuelta y vio que todavía estaba allí, con solo dos de
ellos en el pasillo, ella se quedó perpleja: —Su alteza, ¿tiene algo
más que decir?

Xie Lian la miró con una expresión indescifrable.

—No mucho. Solo, estaba pensando, si realmente le trajera el


Brocado Inmortal real, si me diera la vuelta, ¿escondería al real?

—…

La sonrisa de Ling Wen se estaba desvaneciendo, pero aún era


extremadamente educada.

— ¿Su alteza?

Xie Lian la miró con serenidad: —Desde el principio, he tenido


esta idea confusa.

— ¿Qué idea? —Preguntó Ling Wen lánguidamente.

—La gente normal, los demonios y los monstruos típicos no se


atreven a irrumpir en el Gran Templo Marcial. Si alguien estaba
familiarizado con el Gran Salón Marcial lo suficiente como para
robar objetos que estaban sellados y aun así no ser atrapado,
entonces me temo que, aparte del propio Jun Wu, solo está Ling
Wen Zhen Jun.

Después de todo, el Palacio de Ling Wen recorría todos los


palacios día tras día, y podría decirse que está más que
familiarizado con los dominios de todos.

Ling Wen sonrió abiertamente.


—Su alteza, su razonamiento parece un poco demasiado directo.
La persona con el acceso más fácil es la más sospechosa. Según
ese pensamiento, ¿no sería más probable que Jun Wu se robara
a sí mismo?

Xie Lian asintió.

—Debo admitir que no está equivocada. Pero, lo que me hizo


empezar a pensar cosas sospechosas fue la Mujer de Medio
Maquillaje.

— ¿Qué hay de la Mujer de Medio Maquillaje? —Preguntó Ling


Wen.

Xie Lian respondió: —Ella tenía en su poder el falso Brocado


Inmortal, y por casualidad vino a mi puerta. ¿Cómo pueden las
cosas ser tan casuales? Además, era como si ella bien hubiera
escrito —sospechosa— en su cara, como si tuviera miedo de que
yo no sospechara que ella era la culpable. Su intención era
demasiado clara.

— ¿Oh? ¿Qué intenciones?

— ¿No lo dijo ella misma? —Dijo Xie Lian—. Intercambiar viejo


por nuevo. ¡Lo que ella quería era la ropa vieja en mi Santuario
Puji!

En retrospectiva, cuando el Brocado Inmortal fue robado, el Gran


Salón Marcial se enteró muy rápido e inmediatamente comenzó a
investigar el momento en que se dieron cuenta. Por lo tanto, es
posible que el ladrón no se atreva a mantenerlo en sus propias
manos y, en lugar de eso, lo esconda primero. Entonces, ¿dónde
sería más difícil de encontrar?

Esconde hojas entre los bosques.

Si Xie Lian quisiera esconder al Brocado Inmortal, lo convertiría


en una túnica de cáñamo extremadamente discreta y de aspecto
normal y la arrojaría al reino de los mortales, pero vigilándola
desde lejos. Normalmente, no muchos querrían comprar una
túnica tan gruesa. Sin embargo, la vida que llevó Xie Lian no podía
decirse que fuera normal, y él mismo había estado usando la
misma túnica de cultivo de bordes desgastados durante los
últimos años; El dinero que tenía solo podía permitirse tal ropa.
Además, mientras la ropa se mantuviera caliente y limpia, eso era
todo lo que pedía y no era selectivo. Además, era el tipo de
persona que poseía la increíble capacidad de elegir la prenda de
vestir más peligrosa del gran contenedor de descuentos entre
muchas otras. Por lo tanto, en una celebración de auto-felicitación
por el gran descuento, compró y trajo a casa ese Brocado Inmortal
legendario.

—Su alteza, lo que está diciendo es demasiado ahora. —Ling


Wen dijo: —Después de todo, usted tiene antecedentes de dios
marcial, por lo que solo con pensarlo uno sabría que la Mujer de
Medio Maquillaje sería instantáneamente sometida por usted si
ella se acercara a su puerta. Ella no podría ser capaz de quitar
ninguna túnica, vieja o nueva.

—Ella ciertamente no podía quitar nada, pero ¿quién dijo que


tenía que hacerlo? Si no hubiera más incidentes, ¿cómo se
hubiera lidiado con ella? —Dijo Xie Lian.
Si Xie Lian hubiera pensado que la Mujer de Medio Maquillaje
tenía en su mano al verdadero Brocado Inmortal, entonces
seguramente lo reportaría a Ling Wen, y luego, es muy probable
que Ling Wen descienda ella misma. Como el día anterior,
probablemente le diría a Xie Lian que, por razones de seguridad,
toda la ropa debía ser devuelta al Palacio de Ling Wen para ser
evaluada.

Realmente era una lástima que Quan Yi Zhen también estuviera


allí en ese momento. Además, fue inesperado que se volviera un
experto después de haber usado la túnica solo una vez, y pudo
determinar directamente que el Brocado Inmortal en la mano de
la Mujer de Medio Maquillaje era falso. Lo que significaba que ya
no era fácil ni lógico que Ling Wen se llevara toda la ropa en el
Santuario Puji.

Toda la información de Xie Lian fue proporcionada por Ling Wen,


y ella también podía hacer consultas abiertamente; el paradero y
los movimientos de Xie Lian totalmente a su alcance. Cuando la
Mujer de Medio Maquillaje fue expuesta, Ling Wen envió de
inmediato a Xie Lian una nueva comunicación a través de la red,
y le dijo que la Ciudad Fantasma había distribuido muchas
falsificaciones que necesitaban gestión, lanzándole nuevas
misiones para que no le diera tiempo a pensar demasiado en
nada. Eso podría ser cuestionable.

—No sé si esas falsificaciones fueron distribuidas por usted, pero,


de hecho, fue usted quien me proporcionó la información. Con
este paso, probablemente quiso alejarme del Santuario Puji, antes
de ir por Lang Ying —dijo Xie Lian.

Sin embargo, inesperadamente, Lang Ying también lo siguió y


salió.
—No sé si Brocado Inmortal mostrándose tan repentinamente
estuvo dentro de sus expectativas, pero para usted, pensar rápido
y cambiar el curso de acción no debería ser algo difícil para usted.

Con tantas túnicas de demonio indiscernibles, ya sean reales o


falsas, seguramente habría una oportunidad de escabullir al
Brocado Inmortal real en medio del caos, y con el Brocado
Inmortal mostrándose a sí mismo, Ling Wen también podría usarlo
como una excusa para aparecer personalmente; recogiendo
abiertamente toda la ropa en el sitio. En cuanto a cómo se
evaluarían las cosas y cómo se determinaba lo real, la explicación
de esa silueta, todo dependería de Ling Wen.

Habiendo escuchado este punto, Ling Wen hizo un gesto con la


mano: —Su alteza, deténgase allí. Entonces, cree que Lang Ying,
ese es su nombre, ¿verdad? ¿Crees que la túnica que llevaba era
el Brocado Inmortal? No lo olvide, una vez que se lo puso, igual
no obedeció todas sus órdenes, ¿me equivoco? Usted mismo lo
dijo. Tiene que saber que los poderes del Brocado Inmortal son
extremadamente fuertes, e incluso un Rey Demonio no es la
excepción si se lo encuentra.

Xie Lian respondió: —También dijo; debe haberse topado con una
circunstancia especial. En cuanto a qué es exactamente una
circunstancia especial, estoy seguro de que está más informada
sobre ese tema, por favor, ruego que me diga que puede
responder esa pregunta por mí.

Ling Wen frunció el ceño ligeramente y apretó sus primeros pasos.


Ella dijo suavemente: —Su alteza, ¿significa esto que me ha
considerado la ladrona? Perdone mi honestidad, pero esto me
hace sentir un poco... disgustada.
Xie Lian inclinó ligeramente la cabeza. —Me disculpo.

—Acepto sus disculpas. Ling Wen dijo: —Sin embargo, su alteza,


si debe ser inflexible al respecto, puede hacerlo, siempre y cuando
tenga la evidencia. Después de todo, esto no ha sido más que
especulación.

Xie Lian respondió lentamente: —Antes de hoy, no tenía ninguna


evidencia. De hecho, no tenía nada antes de entrar en el Palacio
de Ling Wen. Pero, la he recibido desde que comenzamos esta
conversación.

Ling Wen hizo un gesto de bienvenida con la mano.

—Por favor.

—La evidencia es que, justo ahora, nunca te molestaste en contar


el número exacto de esas túnicas de demonios —dijo Xie Lian.

La expresión de Ling Wen apenas cambió, sin embargo, sus cejas


parecían endurecerse ligeramente. Xie Lian continuó: —Las
túnicas de demonio que traje no estaban completas, pero no era
solo una la que faltaba. De hecho, solo he traído ochenta y ocho
piezas, ¡faltan un total de diez túnicas!

—Cada pieza de ropa que consideré sospechosa me las guardé


y no las traje. Nunca pensó que el conteo fuera falso, y aún así
con una mirada notó que la que estaba usando Lang Ying no
estaba aquí. Así que, por favor, dígame, ¿cómo supo que era ese
el que faltaba en particular?

Ling Wen levantó la mano.


—Por favor, espere.

Sin prisa, volvió a contar todas las túnicas de demonio en el suelo


y descubrió que en realidad eran ochenta y ocho piezas de ropa.
Manteniendo su tono impasible, ella respondió: —Supongo que
puede decir que nadie es perfecto y que siempre habrá algo que
se pasa por alto.

—Muy bien. —Xie Lian dijo: —Ya que contó seriamente esta vez
y debió haber revisado cada pieza, entonces, déjeme decirle algo:
¿no se dio cuenta? ¡La túnica que Lang Ying usó ayer estaba
entre esas ochenta y ocho túnicas de demonio!

—Su alteza, ¿qué está tratando de decir? —Preguntó Ling Wen.

Xie Lian se agachó y sacó una túnica de la pila de ropa al azar,


sacudiéndola, y era una túnica blanca de cáñamo. —La que Lang
Ying usó ayer fue esta, ¿no es así? ¿Cómo es que no la notó
cuando estaba contando ahora?

—Su alteza también debe saber que no hay nada especial en esta
túnica de cáñamo, por lo que no puede culparme por no
reconocerla con solo una mirada —respondió Ling Wen.

—Realmente no es nada del otro mundo —dijo Xie Lian. —


Entonces, usted, Ling Wen Zhen Jun, que eres tan competente y
confiable, trabajadora y cautelosa, ¿por qué diría tan
precipitadamente que faltaba una túnica tan discreta cuando no
las ha contado por completo?
La sonrisa de Ling Wen no vaciló: —Hay demasiadas túnicas, mis
ojos se pusieron vidriosos; los pergaminos están apilados como
una montaña, estoy abrumada.

—Sus ojos no se pusieron vidriosos, es lo contrario. Xie Lian dijo:


—Sus ojos son demasiado agudos. Déjame decirte una segunda
cosa: en realidad no traje la túnica que Lang Ying usó ayer. La
que tengo en este momento es otra que repetí basado en esa,
pero tuve cuidado con los detalles en esta réplica. Entonces,
¿cómo pudo decir con solo una mirada que la verdadera que
llevaba Lang Ying no está aquí?

Ling Wen se quedó perpleja: —Falsa o no, de cualquier manera


no la vi. Su alteza, ¿ha trabajado demasiado duro en los casos y
siempre piensa demasiado? ¿Por qué utilizaría todo su esfuerzo
para crear una réplica?

Xie Lian levantó la túnica blanca de cáñamo y dijo suavemente:


—... Esta túnica de cáñamo no era más que una al azar que saqué
de la pila. Qué —réplica basada en el original— o —cuidado con
los detalles—, es una tontería que inventé ahora. Como dijo, ¿por
qué perder el tiempo haciendo una réplica? Ha sido engañada.
Este no es ni del mismo color que la túnica que Lang Ying usó
ayer, pero le pregunté sosteniéndola frente a usted, ¿y nunca le
pareció extraño?

—…

Xie Lian miró fijamente a Ling Wen.

—Ling Wen, ahora mismo, solo necesito que responda una


pregunta muy simple: ¿de qué color era la túnica que Lang Ying
llevaba ayer?
Ling Wen no habló de inmediato, solo levantó las pestañas
lentamente.

Esa túnica blanca de cáñamo cayó al suelo cuando Xie Lian dijo:
—Una estimada diosa número uno de la literatura, innumerables
miles de pergaminos que detallan los asuntos de la Corte Superior
pasaron por sus manos, por lo que su memoria no debería ser tan
mala. ¿Por qué ni siquiera puede recordar el color de la túnica que
Lang Ying usó ayer?

—No puede responder, porque se está protegido contra mi


potencial engaño; No se atreverá a responder tan fácilmente,
porque nunca supo de qué color era en primer lugar. ¡Porque ayer,
lo que le vio usar fue solo un saco de tela sin cabeza, sin mangas
y harapiento!

Enunció cada palabra: —El Brocado Inmortal toma miles de


formas, pero eso no es más que un hechizo de ilusión. Sin
embargo, no importa cuán poderoso sea el hechizo de ilusión,
siempre será ineficaz para un individuo, ¡el que lo creó!

—No importa de qué forma haya tomado, a los ojos del creador,
siempre será su verdadera forma. ¡Antes, miró a través de esas
ochenta y ocho túnicas de demonio y no vio un saco de tela
extraño sin cabeza y sin mangas, así que, por supuesto, pudo
determinar de inmediato que el Brocado Inmortal no está en la
pila!
Capítulo 133: Ver a través del Rey Demonio; engaña al Rey Demonio (parte uno)

Al principio, solo había planeado mantener las túnicas de demonio


sospechosas y examinarlas de nuevo a fondo él mismo, pero no
se había dado cuenta de que con el único comentario improvisado
de Ling Wen, él se daría cuenta de esta gran falla en sus mentiras.
En el momento en que Xie Lian concentró su mente en esta, él
fue con la corriente y la engañó todo el camino. Al final, en realidad
destrozó la armadura de Ling Wen.

Ling Wen se quedó congelada. Xie Lian dijo: —Por supuesto,


puede negar todo esto. Pero sería fácil probar si es real o falso.
Una vez que saque esa túnica y la presente en el Gran Salón
Marcial, haga que se cambie su forma ante el Emperador Celestial
le pregunte a usted si puede saber cómo se ve o no, todo se
aclarará.

Cuando ese Brocado Inmortal recorrió el reino mortal, había


chupado la sangre de más de quinientas personas; era un objeto
de gran maldad. Si Ling Wen solo había irrumpido en el Gran
Templo Marcial para robar la túnica de brocado y no había tenido
la oportunidad de usarla para dañar a nadie, entonces no era un
crimen demasiado grande que no pudiera ser perdonado. Sin
embargo, Ling Wen fue nombrada por primera vez como diputada
general antes de que ella ascendiera. La época más temprana en
que comenzaron las historias del Brocado Inmortal fue mucho
más tardía que los años en que Ling Wen pasó como diputada
general.
Lo que significaba que esto era después de que Ling Wen había
entrado en sus deberes en el reino celestial; ¡que ella creó al
Brocado Inmortal como una oficial celestial!

Que un oficial celestial, cuyo deber era proteger a los mortales,


descendiera, sedujera y asesinara a un mortal ya debería merecer
una sentencia severa. El mortal que fue seducido y asesinado era
también un futuro oficial celestial. Por desgracia, este asunto no
sería tan indulgente. Ling Wen suspiró.

—Su alteza, realmente es…

Después de una pausa, dijo: —Tal vez es solo mi mala suerte que
esta misión le haya sido entregada. Aunque solo estamos los dos
aquí en el Salón Ling Wen hoy y tenemos siglos de amistad entre
nosotros, creo que si le suplico que haga ojos ciegos en esto
basado en nuestros años de amistad probablemente no estaría
de acuerdo, y en lugar de eso me animaría a que me entregue al
Gran Salón Marcial, ¿verdad?

Xie Lian también suspiró. Aunque él y Ling Wen se conocían


desde hacía siglos, siempre había sido un negocio puro, y nunca
se habían acercado. Su relación no era mala, e incluso cuando
ascendió por tercera vez, mientras todos lo insultaban como el
Dios de la basura, Ling Wen nunca lo menospreciaba. Por el
contrario, ella le había dado aún más ayuda y lo había cuidado.
Pero esta misión del Brocado Inmortal justo tuvo que aterrizar
sobre su cabeza, y una vez que se reveló la verdad, aunque era
difícil informarla, era aún más imposible no informarla.

Xie Lian respondió con seriedad: —Mi suerte también es mala.

Ling Wen se cruzó de brazos y sacudió la cabeza.


—Su alteza, alguien como usted... a veces es inteligente, pero a
veces tampoco es muy inteligente; a veces es de buen corazón,
pero a veces también tiene un corazón frío.

Después de una pausa, ella preguntó: —Entonces, ¿dónde está


esa túnica ahora?

—La tengo a mi cargo. —Xie Lian respondió: —La entregaré


personalmente al Gran Salón Marcial después.

Ling Wen asintió, aparentemente sin tener nada más que decir.
Xie Lian agregó: —Entonces, puede decirme, ¿cómo es que
cuando Lang Ying usó el Brocado Inmortal sus efectos no
funcionaron?

—Probablemente puedo adivinar. —Ling Wen dijo: —Pero, si su


alteza quiere saber la respuesta, ¿primero estará de acuerdo con
una solicitud?

— ¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.

— ¿Me dejará verlo? —Dijo Ling Wen—. El Brocado Inmortal.

Xie Lian se sorprendió. Ling Wen continuó: —Sólo necesito un


día. Después de todo, si debo entregarme al Gran Salón Marcial,
puede que no haya ninguna oportunidad de verlo después. No se
equivoque. Yo no voy a hacer nada. Es solo que ayer cuando dijo
que se mostró, me sorprendió.

Ella negó con la cabeza, con los ojos desenfocados.


—Han pasado tantos años, pero nunca he visto aparecer a Bai
Jing.

—Entonces, ¿el nombre de ese joven guerrero es Bai Jing? —


Preguntó Xie Lian.

Ling Wen pareció volver a sí.

—Oh. Sí. Pero, la gente generalmente lo llama Xiao Bai.33

— ¿Xiao Bai? —Xie Lian se preguntó—. Eso suena como…


Como si estuvieran llamando a un perro, o como si estuvieran
llamando a un idiota.

Ling Wen se rio entre dientes.

—Es el significado que está pensando. Le di el nombre de Bai


Jing. Nadie lo llama así, así que no muchos sabían este nombre.
Pero, si lo llama por ese nombre, él estará feliz.

En la leyenda del Brocado Inmortal, la forma en que lo trataba la


chica que el joven amaba solo hacía que uno la considerara cruel
y horrible; si no había ningún odio profundo, entonces era pura
sangre fría. Sin embargo, cuando Ling Wen habló de ese joven,
su tono fue amistoso; no había ni afecto ni odio.

33
[白 錦] 'Bai Jing' significa Brocado Blanco. La palabra blanco también significa
"en blanco". 'Xiao Bai', Pequeño Blanco, es como un nombre de mascota como
'Boby', y 'Bai Chi', uno que tiene en blanco la mente, significa idiota.
— ¿Así que lo hará? Si su Alteza está preocupado que yo huya,
puede hacer que RuoYe me ate. No soy un dios marcial, no podré
escapar.

Por alguna razón, Xie Lian sintió que debía confiar en Ling Wen.
Después de tararear por un momento, asintió lentamente con la
cabeza.

—Muy bien.

Los dos abandonaron el Palacio de Ling Wen como si no hubiera


ningún problema. Cuando pasearon por la Gran Avenida Marcial,
igual saludaban a otros oficiales celestiales que pasaban como de
costumbre. Ling Wen se veía igual que siempre, sin revelar que
las manos en sus mangas estaban atadas firmemente por RuoYe.
No llegaron muy lejos cuando se encontraron con Pei Ming, que
acababa de regresar de su patrulla callejera, y los dos se
saludaron, de pie a un lado de la carretera, haciendo saludos
superficiales y comentarios sarcásticos. Pei Ming miró a Xie Lian
todo el tiempo, y Xie Lian se alarmó un poco.

— ¿Por qué el General Pei me está mirando así?

Pei Ming se frotó la barbilla y respondió con seriedad: —No voy a


mentir, su alteza, cada vez que lo veo ahora me siento ansioso y
mi cuerpo se tensa, como si a quien sea que camine a su lado le
irá a pasar algo. Así que cuando lo vi caminando con Ling Wen,
mi corazón se aceleró. Ling Wen, será mejor que tengas cuidado
dentro de poco.

Ling Wen se rio.


— ¿Cómo puede ser eso? General Pei, por favor, deje de
bromear.

Xie Lian, sin embargo, no sabía si reír o llorar. En algún nivel, los
instintos de Pei Ming eran bastante precisos.

Una vez de vuelta en el Santuario Puji, desde lejos mientras se


acercaban pudieron ver que Lang Ying estaba apoyado contra el
viejo árbol frente al altar, su mano izquierda giraba
juguetonamente la escoba sin cuidado y había un montón de
hojas doradas caídas apiladas junto a sus pies. Xie Lian
entrecerró los ojos y lo observó durante un buen rato antes de
poner peso en sus pasos para hacerse oír a propósito. Lang Ying
no miró hacia atrás, pero debió haber notado su presencia y,
naturalmente, cambió su postura, continuó barriendo antes de
darse la vuelta y actuando como si acabara de ver a Xie Lian y
Ling Wen. Xie Lian aclaró ligeramente su garganta.

— ¿Barriendo de nuevo?

Lang Ying asintió. Al verlo así, Xie Lian no pudo contenerse y le


dio una palmadita en la cabeza como lo haría un anciano y elogió:
—Qué niño tan bueno.

Lang Ying aceptó el gesto sencillamente. Ling Wen los observó


sin comentarios, y Xie Lian la guio cuando abrió la puerta del
Santuario Puji.

—Está aquí dentro...

Sin embargo, inesperadamente, en el momento en que abrió la


puerta, vio una figura agazapada frente a la caja de donaciones,
una vez más metiendo furtivamente las barras de oro. Xie Lian
corrió rápidamente para arrastrarlo.

—Qi Ying, deje de rellenarlo, eso es realmente suficiente. Ni


siquiera he sacado los que metió la última vez, todo está
atascado.

Ling Wen asintió con la cabeza.

—Saludos, su alteza Qi Ying.

Qi Ying la saludó también.

—Hola.

Había un estante de madera justo en el centro del santuario de


Puji, y sobre el estante colgaba una sencilla túnica de cáñamo.
Por supuesto, eso era solo lo que Xie Lian ve. Ling Wen se acercó,
la miró soleHumemente por un rato, pero esa túnica no reaccionó.
Volvió la cabeza ligeramente.

—Mis señores, quiero verla sola, ¿está bien?

—Eso está bien —dijo Xie Lian.

RuoYe tenía las manos atadas y ella no era un dios marcial, así
que técnicamente no podía hacer nada. Xie Lian no estaba tan
preocupado, y puso una mano en el hombro de Quan Yi Zhen.

—Salgamos.

Al menos este caso era considerado cerrado, y Xie Lian se estaba


relajando. Dio la casualidad de que todos los vecinos le regalaron
un lote de frutas y verduras, por lo que Xie Lian los llevó a la
cocina, listo para cocinar. Esto era lo que llamaban un espíritu
invicto. Después de tantos días, Quan Yi Zhen parecía haber
tomado su Santuario Puji como una especie de granja feliz,
saltando arriba y abajo, a veces trepando árboles, a veces
robando calabacines, a veces atrapando peces, a veces
atrapando ranas. En un momento de descuido de Xie Lian, Quan
Yi Zhen se coló en la cocina y golpeó un ñame 34. Al sentir el lugar
vacío en el mostrador, Xie Lian giró la cabeza y vio que Quan Yi
Zhen tenía el ñame colgando en su boca, deslizándose como un
pez que escapó de la red. Xie Lian gritó: —Todavía no está
cocinado, ¡no lo coma!

Sin embargo, fue precisamente porque no estaba cocinado que


tenía que ser comido rápidamente. Una vez que Xie Lian lo
cocinara, ya no sería comestible. Xie Lian negó con la cabeza,
luego vio a Lang Ying caminando hacia él y sus ojos se volvieron
crecientes.

—Lang Ying, ¿estás libre? Ven a ayudarme a picar unos


vegetales.

Lang Ying estaba a punto de arrebatarle el ñame que Quan Yi


Zhen agarró, pero al escuchar la orden de Xie Lian, se acercó a
ayudar sin pensarlo dos veces. Recogió el cuchillo de carnicero
en la tabla de cortar y presionando el repollo, comenzó a cortar
cuchillada por cuchillada, tomando su tarea muy en serio. Xie Lian
lo observó y luego giró la cabeza para lavar el arroz mientras
conversaba: —Lang Ying, has visto muchos dioses y demonios
que han venido a nuestro pequeño Santuario Puji, ¿verdad?

34
Una especie de planta con tubérculo
Cada uno de ellos más extraño que el siguiente. Lang Ying
respondió desde detrás de él. —MHum.

Xie Lian continuó: —Entonces, déjame preguntarte: si tuvieras


que elegir, ¿quién de esos dioses y demonios es el más guapo?

Lang Ying estaba cortando las verduras sin decir nada, parecía
estar pensando mucho. Xie Lian levantó un poco las cejas.

—Dime. Solo di lo que piensas que sea verdad.

Por lo tanto, Lang Ying respondió: —Usted.

Xie Lian se rio.

—Además de mí.

—El de rojo —dijo Lang Ying.

Xie Lian iba a hacer estallar su vientre tratando de contener su


risa.

Él respondió con una voz seria.

—Mm. Yo también lo creo.

Después de una pausa, Xie Lian volvió a preguntar: —Entonces,


¿quién crees que es el más fuerte?

Lang Ying igual respondió con: —El de rojo.

Xie Lian continuó rápidamente sus preguntas sin perder el ritmo.


— ¿Quién es el más rico?

—El de rojo.

— ¿A quién admiras más?

—El de rojo.

— ¿Quién es el más tonto?

—El de verde.

Esas preguntas surgían una tras otra sin pausa, pero en realidad
él era capaz cambiar su respuesta a tiempo, lo que venía a
mostrar qué tan rápido funcionaba su mente y qué tan rápidas
eran sus reacciones. Xie Lian comentó: —Parece que te gusta ese
Gege vestido de rojo. Su nombre es Hua Cheng, recuérdalo.
Entonces, ¿esto significa que crees que es una muy buena
persona?

Sin quererlo, el cuchillo en la mano de Lang Ying parecía haber


aumentado su velocidad varias veces.

—Muy buena.

Xie Lian dijo: —Entonces, una vez que estemos libres, ¿crees que
deberíamos tenerlo como invitado otra vez?

—Mm. Por supuesto. Obligatoriamente. —Lang Ying respondió.

—Yo también lo creo. —Xie Lian dijo: —Pero, su subordinado dijo


que está muy ocupado últimamente, por lo que debe estar muy
ocupado haciendo cosas muy serias. Creo que es mejor que no
lo molestemos.

Después de ese comentario, el crujido de Lang Ying cortando


verduras de repente se volvió más torpe. Xie Lian se apoyó en el
borde de la estufa para sostenerse, sus entrañas se torcieron al
contener su risa. De repente, Quan Yi Zhen asomó una cabeza
por la ventana, dio un mordisco al ñame y echó un vistazo. Luego
le dijo a Lang Ying: —Lo has cortado en pedazos, ya no tendrá
buen sabor.

— ¿Hm? ¿Qué dijiste? —Dijo Lang Ying.

Xie Lian volvió la cabeza para mirar; el repollo no solo estaba


hecho pedazos, no era más que pequeños restos a este punto.
Se aclaró la garganta suavemente.

—Dios mío, tu trabajo con el cuchillo es muy malo.

—…

Lanzando todo tipo de condimentos en la olla, Xie Lian dio una


palmada, decidió dejar que todo se cocine a fuego lento durante
dos horas y se fue de la cocina. Miró a Ling Wen; ella
apropiadamente todavía estaba en el santuario, así que él
continuó haciendo sus tareas. De la pila de troncos, sacó el trozo
más grande de tablón, tomó un pincel y tinta de la casa del jefe
del pueblo y se sentó frente a la puerta, una mano sostenía el
tablón y la otra sostenía el pincel, perdido en sus pensamientos.
Lang Ying se acercó también y Xie Lian levantó la vista. Preguntó
con gusto: —Lang Ying, ¿puedes leer? ¿Sabes escribir?

—Sí. —Lang Ying respondió.


—Entonces, ¿cómo es tu escritura? —Xie Lian preguntó.

—Mediocre. —Lang Ying respondió.

—Eso está bien —dijo Xie Lian—, siempre y cuando sea legible.
Ven a ayudarme otra vez.

Pasó el tablón, se acercó a Lang Ying y sonrió: —Nuestro


santuario no tiene una placa de establecimiento. ¿Qué tal si me
escribes una?

—…

Bajo el pedido de Xie Lian, Lang Ying recogió el pincel. Ese


pequeño pincel en su mano parecía pesar mil toneladas, no podía
ser movido sin importar qué.

Finalmente, un momento después, parecía haber aceptado la


derrota y había dejado el pincel y la tabla. Una voz indefensa
sonaba desde detrás de las vendas.

—... Gege, cometí un error.

Esa voz no pertenecía a Lang Ying en absoluto, era claramente


Hua Cheng. Solo que, era más fresca de lo normal, el sonido de
un niño. Xie Lian estaba apoyado contra la pared de al lado con
los brazos cruzados, y al verlo luchar por tanto tiempo y finalmente
rendirse, realmente no podía contenerse más. Xie Lian se dejó
caer al suelo riéndose.

— ¡San Lang realmente está tan ocupado!


Capítulo 134: Ver a través del Rey Demonio; engaña al Rey Demonio (parte dos)

Al principio, Xie Lian había sentido que ya que no se habían visto


durante mucho tiempo, lo extrañaba sinceramente. A pesar de
que este un largo tiempo no fue más que unos pocos días. Sin
embargo, quién hubiera sabido que Hua Cheng siempre se había
estado escondiendo junto a él, y de repente, el humor de Xie Lian
se iluminó, todas sus preocupaciones y ansiedades quedaron
completamente olvidadas. Se estaba riendo tan fuerte que estaba
teniendo problemas para levantarse.

—Gege me enganó —acusó Hua Cheng.

Xie Lian recogió el pincel y la tabla y dijo: —No me eches la culpa


a mí, San Lang me engañó primero. Déjame adivinar... has estado
alrededor desde que rompí la estufa, ¿verdad?

Hua Cheng elogió: —Ah, eso es cierto. Gege ¿cómo lo supo?


¡Usted es tan increíble!

Xie Lian agitó su mano.

— ¿Qué, increíble? San Lang, si quieres disfrazarte de alguien


más, no seas tan perezoso. Realmente sería increíble si no
pudiera notarlo. Y aquí pensé que había una segunda persona
que podía comer... ejem, pero… ¿Quién es el más guapo?
¿Quién es el más fuerte? ¿Quién es el más rico? ¿A quién
admiras más? Jajajaja…

—Gege por favor, olvide lo que sucedió —dijo Hua Cheng en voz
baja.
Xie Lian se negó resueltamente.

—No. Recordaré esto para siempre.

Hua Cheng dijo tristemente: —Gege aunque estoy feliz de que


esté tan feliz, ¿es realmente tan gracioso?

Xie Lian abrazó su vientre.

— ¡Por supuesto! Solo después de conocerte, volví a descubrir


que es tan simple ser feliz, jajaja...

Al escuchar esto, Hua Cheng parpadeó, y la risa de Xie Lian se


calmó un poco, al darse cuenta de que lo que acababa de decir
era un poco demasiado revelador. Ahora que se había calmado,
incluso él pensó que era un poco tonto. Aclarando su garganta
suavemente, Xie Lian se frotó la esquina de sus ojos y se obligó
a calmar su propia expresión.

—Está bien, ya es suficiente. ¿Dónde está el verdadero Lang


Ying? ¿Por qué estás disfrazado de él? Tráelo de vuelta ahora.

Hua Cheng respondió lánguidamente: —Lo he enviado


temporalmente a la Ciudad Fantasma como invitado.

Como fue Hua Cheng quien se lo llevó, Xie Lian no estaba


preocupado en absoluto. Él asintió y estaba a punto de hablar de
nuevo cuando la puerta de madera se abrió con un crujido. Ling
Wen salió de dentro del Santuario Puji con las manos a los lados.

—Su alteza.
Hua Cheng no tenía la intención de revelar su identidad, por lo
que Xie Lian tampoco lo mencionó, fingiendo que todavía era
Lang Ying frente a otros. Al ver la expresión soleHume de Ling
Wen, Xie Lian inconscientemente también se puso serio, su
sonrisa se fue por completo.

— ¿Qué sucede? El Brocado Im... ¿Hay algo malo con Bai Jing?

—No. No hay nada de malo en él. Ling Wen dijo: —Es solo que
parece que hay un olor extraño que viene de la cocina. ¿Está su
alteza cocinando algo?

Xie Lian rápidamente respondió: —Oh, sí. Estoy cocinando.

Después de pensarlo un poco, Ling Wen usó un tono cortés para


decir muy descorazonadamente: —Por favor, elimínelo, su alteza.
Lo que sea que esté cocinando, probablemente ya esté arruinado.

—…

Dos horas después, había llegado la tarde.

Dentro del Santuario Puji, en la mesa del altar, Hua Cheng, Ling
Wen y Quan Yi Zhen estaban sentados alrededor de la pequeña
mesa de madera en un círculo. Xie Lian sacó una olla de la cocina
y la puso sobre la mesa. En el momento en que abrió la tapa,
reveló muchas pequeñas albóndigas blancas como la nieve,
lindas, redondas y lisas, sentadas obedientemente en la olla.

— ¿No cocinó a fuego lento con agua? ¿Por qué se convirtió en


albóndigas? —Exigió Quan Yi Zhen.
Xie Lian presentó: —Este plato se llama: Albóndigas de castidad
incorruptible.35

— ¿No cocinó a fuego lento con agua? ¿Por qué se convirtió en


albóndigas? Exigió Quan Yi Zhen.

Xie Lian continuó con su presentación: —Debido a que amasar


albóndigas requiere una fuerza delicada, no demasiado dura, no
demasiado ligera, se necesita mucho tiempo y esfuerzo.

— ¿No cocinó a fuego lento con agua? ¿Por qué se convirtió en


albóndigas? —Exigió Quan Yi Zhen.

—…

Ya que Quan Yi Zhen era realmente incesable, Xie Lian explicó


calurosamente: —Sí usé agua para guisar, tiene razón. Pero
debido a que hubo un pequeño problema con el control del fuego
y el tiempo, toda la olla se hirvió en seco, así que agregué nuevos
condimentos e hice albóndigas en su lugar.

Al escuchar esto, Ling Wen elogió de todo corazón: —Su alteza


realmente piensa fuera de la caja, incomparable en toda la
historia, este ser humilde está llena de profundo respeto.

—Gracias, gracias, su alabanza es demasiado buena —dijo Xie


Lian.

35
[玉潔冰清] “Limpio como el jade; claro como hielo” es la frase que significa la
castidad incorruptible. Por lo general es una frase utilizada para describir a las
niñas. Xie Lian está utilizando las imágenes que evoca la frase para describir
sus lindas albóndigas.
—No lo es. Ling Wen dijo: —Al menos, creo, definitivamente no
habrá otro en la historia que pueda crear un plato llamado
Albóndigas de castidad incorruptible.

Xie Lian pasó los palillos por ahí.

—Quién sabe, quién sabe. Todos, por favor.

Ling Wen y Quan Yi Zhen tomaron los palillos con la mano


derecha, y sus izquierdas alcanzaron los bollos fríos que estaban
sentados en el borde de la mesa al mismo tiempo. Solo Hua
Cheng alcanzó una albóndiga de castidad incorruptible,
poniéndola en su propia boca, y después de un momento,
comentó: —Bastante buena.

Al ver esto, los ojos de Quan Yi Zhen se ensancharon. Hua Cheng


luego agregó: —El sabor es un poco suave.

—Está bien. Anotado debidamente. —Dijo Xie Lian.

Mirando con los ojos muy abiertos al chico cubierto con vendas
junto a él comer varias albóndigas brillantes, lisas como el
cemento y dar comentarios tan sinceros, Quan Yi Zhen parecía
estar completamente convencido. Después de pensarlo un poco,
también alcanzó una albóndiga.

Xie Lian mantuvo su sonrisa. Él sonrió y lo vio comer. Él sonrió


mientras su rostro se ponía pálido. Sonrió mientras caía al suelo,
incapaz de levantarse. Continuó sonriendo cuando preguntó: —
¿Sucede algo?
Hua Cheng respondió: —Probablemente comió demasiado rápido
y se atragantó.

Ling Wen sonrió. Justo en ese momento, Xie Lian de repente


escuchó una voz familiar sonar en su oído.

—Gege.

No era la voz murmuradora de Lang Ying, y tampoco era la voz


fresca y perezosa del chico Hua Cheng, sino la voz del habitual
Hua Cheng. Él estaba hablando con Xie Lian a través de su red
de comunicación privada. Xie Lian levantó levemente las pestañas
y respondió: — ¿Qué sucede?

—Ling Wen es alguien cruel y astuta, sin corazón y despiadada.


Ahora que la ha traído de vuelta, las cosas podrían no terminar
tan fácilmente.

Esta fue la primera vez que Xie Lian escuchó a alguien hacer tales
comentarios sobre Ling Wen. Después de reflexionar un poco, él
respondió: —Me parece que ella guarda cierta bondad hacia ese
Brocado Inmortal, eso no debería ser falso.

—Albergar bondad y ser despiadada no entra en conflicto. Ella es


la diosa de la literatura número uno en el cielo, sus ojos y oídos
están en todas partes y sus brazos son de gran alcance. Gege
necesita protegerse contra ella buscando ayudantes.

— ¿General Pei? —Preguntó Xie Lian.

—No debería ser él —respondió Hua Cheng. —Si el Tirano por el


Agua todavía existiera, entonces definitivamente le pediría al
Tirano del Agua que suprima el asunto porque Shi Wu Du siempre
ayuda a las relaciones y no a la lógica. Pero si fuera Pei Ming,
siempre que le digas la verdad de todo, él podría no optar por
apoyar a la corrupción. Gege tenga cuidado.

—Está bien, tendré cuidado. —Xie Lian dijo: —Lo bueno es que
un día pasa rápido.

Sin embargo, la voz de Hua Cheng en su oído era oscura.

—No. Gege ha entendido mal. Le estoy diciendo que tenga


cuidado con otra cosa. Alguien está aquí.

En ese momento, una serie de tintineos y nítidos sonidos de


campanas entraron en los oídos de Xie Lian. Hua Cheng frunció
el ceño ligeramente. Xie Lian miró a través de las grietas de la
ventana y vio a un cultivador de mediana edad con una campana
en la mano, balanceánla cuando se acercaba a la entrada de la
aldea de Puji.

Ese cultivador se había puesto una túnica de cultivo que era


lujosa, un cofre del tesoro en su espalda y el cofre estaba cubierto
de amuletos amarillos. Esa campana sonaba mientras caminaba.
Xie Lian tenía buen ojo para estas cosas y reconoció que era una
buena herramienta. Si hubiera monstruos y demonios normales,
sus cabezas palpitarían cuando escucharan el sonido de esa
campana y se alejarían. Antes de que el cultivador se acercara,
algunos otros grandes monjes con túnicas blancas y túnicas
amarillas se unieron a él con bastones en sus manos.

Pronto, una multitud de cincuenta a sesenta se reunieron como si


todos hubieran planeado esta reunión. Sin sorprenderse de verse
los unos a los otros presentes, rodearon el Santuario Puji.
Esa banda no era solo un show, sus cuerpos estaban colgados
con varias herramientas espirituales, sus manos y pies firmes,
obviamente muy hábiles. Los oficiales celestiales toman el poder
espiritual de las ofrendas de sus adoradores, y algunos
cultivadores y monjes también pueden recibir el poder espiritual
de los oficiales celestiales a los que adoran. Estos monjes y
cultivadores pueden incluso poseer más poderes espirituales que
Xie Lian, el oficial celestial. Que tantos lleguen de repente, no
debe ser nada bueno. Xie Lian frunció ligeramente las cejas,
sintiendo que los recién llegados no venían en paz.

Hua Cheng dejó su tazón y palillos y se puso de pie. Xie Lian


escuchó en la comunicación privada: —Viejos monjes y
repugnantes cultivadores se atreven a perseguirme hasta aquí.
Lamento haber traído problemas a su puerta, Gege. Iré a
desviarlos.

Xie Lian lo agarró.

—No te muevas.

Ling Wen estaba desconcertada.

— ¿Qué está pasando?

Xie Lian habló con Hua Cheng a través de la red de comunicación


privada.

—No te vayas. Dime honestamente, ¿te está afectando realmente


la reapertura de Monte TonLu?

—No. —Respondió Hua Cheng.


Xie Lian miró fijamente a los ojos detrás de las vendas.

—Deja de mentir. Eres el Rey Demonio Supremo. No tienes


necesidad de temerles a los mortales como ellos, así que, ¿por
qué no simplemente los golpeas y los ahuyentas directamente?
¿Y prefieres desviarlos? No estabas haciendo una broma en
absoluto cuando cambiaste a esta forma, ¿verdad?

Con la reapertura del Monte TongLu, cuanto más fuertes eran los
monstruos y los demonios, más sentían los efectos. La primera
vez que los demonios se excitaron, Xie Lian había presenciado
con sus propios ojos la miseria que sufría Hua Cheng. Y a medida
que se acercaba la fecha de la reapertura de las puertas, los
temblores solo crecerían. En estas circunstancias, si se tratara del
propio Xie Lian, él elegiría sellar temporalmente su propia
verdadera forma y transformarse en una pequeña criatura,
almacenar sus poderes espirituales y evitar volverse loco,
esperando que la apertura oficial de las puertas finalice antes de
remover el conjuro.

Por lo tanto, aunque esto podría evitar el tormento de la


exasperación, debido a que sus poderes estaban sellados, esto le
dio a otros la oportunidad de emboscarlo. Xie Lian dijo: —Qi Rong,
tú…

Esa noche, Qi Rong había amenazado que iba a traer a todos los
cultivadores y monjes que fueron ofendidos por Hua Cheng, pero
no había imaginado que no era mentira. Hua Cheng negó con la
cabeza ligeramente.

—Gege solo están aquí por mí. Estará bien una vez que me haya
ido. Aunque en mi forma actual no puedo matarlos con solo un
movimiento, al menos puedo hacer que se pierdan.
Sin embargo, Xie Lian amenazó: —Si te vas ahora, no vuelvas a
verme otra vez.

—… ¡Su alteza! —Gritó Hua Cheng.

Hua Cheng siempre había sido despreocupado, pero


meticulosamente atento. En el pasado, había ayudado a Xie Lian
varias veces, y ahora que Xie Lian finalmente tenía la oportunidad
de ayudarlo, ¿cómo podía permitir que Hua Cheng se fuera solo?

Xie Lian dijo sombríamente: —Siéntate. Me reuniré con ellos.

Quan Yi Zhen abrió los ojos con grandes dificultades y preguntó


mientras se sentía confuso: — ¿Vino... alguien? ¿Necesita... que
les gane?

—…

Su voz era ronca. Xie Lian ayudó a cerrar los ojos.

—Qi Ying, solo siga tumbado allí. Además, no puede vencer a los
mortales así, le costará méritos.

Xie Lian se presionó contra la puerta de madera para escuchar


cualquier movimiento afuera. Algunos aldeanos que todavía
estaban fuera y que acababan de terminar su trabajo por ese día
y que todavía no habían ido a cenar se sorprendieron al ver a
tantos cultivadores y monjes tan repentinamente, y preguntaron:
— ¿Qué hacen todos los maestros que se reúnen aquí? ¿Están
todos aquí por Xie Daozhang?
Un monje lleno de intenciones asesinas juntó las manos en
oración: —Amitabha Buddha. Estimado donador, ¿sabían
ustedes que este lugar ha sido invadido por criaturas malvadas?

— ¡¿Qué?! —Los aldeanos se sorprendieron. — ¿CRIATURAS


MALVADAS? ¿QUÉ TIPO DE CRIATURAS MALVADAS?

Otro monje respondió misteriosamente: — ¡Un Rey Demonio


único en su clase que trae el caos al mundo!

— ¡¿Q-qué deberíamos hacer?! —Exclamaron los aldeanos.

El cultivador vestido con lujosas ropas y quien fue el primero en


llegar, dijo: — ¡Déjenoslo a nosotros! Hoy, todos los que
caminamos por los mismos caminos estamos reunidos aquí por
esta misma razón, ¡la oportunidad de una vida para capturar esa
cosa malvada! Luego, estaba a punto de caminar hacia arriba
cuando el jefe de la aldea lo empujó hacia atrás. Ese cultivador se
quedó mirando. — ¿Quién es usted? ¿Qué está haciendo?

El jefe del pueblo dijo: —Um, maestros. Soy el jefe de la aldea de


este pueblo. Estamos muy agradecidos de que todos estén aquí,
pero, jeje, a decir verdad, todos se ven muy caros…

—…

Ese cultivador lujosamente vestido dijo: — ¡Hemos venido a


derrotar al mal, ¿creyó que estamos aquí para recibir
recompensas? Luego estaba a punto de avanzar de nuevo, pero
los aldeanos los detuvieron de nuevo. Los monjes y los
cultivadores se estaban irritando, pero tampoco podían separar a
la gente por la fuerza, así que exigieron pacientemente: — ¡¿Y
ahora qué?!
El jefe de la aldea se frotó las manos: —Si es gratis, eso es genial,
gracias a los maestros por venir aquí para derrotar al mal en un
corazón benevolente. Pero... es solo que el trabajo aquí en este
pueblo está a cargo de Xie Daozhang. Es duro para mí como jefe
de la aldea si los maestros están aquí para robar el trabajo de Xie
Daozhang.

La banda de monjes y cultivadores se miraron.

— ¿Xie Daozhang?

Por lo tanto, se reunieron para discutir.

— ¿Había alguna casa de cultivo bien conocida y capaz con el


nombre de Xie en este negocio?

—No, al parecer.

—De cualquier manera. Nunca he oído hablar de él.


Probablemente alguien no conocido.

—Si no lo hemos hecho, él no es muy conocido. Olvídelo.

Después de su discusión, ese cultivador lujosamente vestido se


dio la vuelta.

—El Xie Daozhang del que habla, ¿es él el que vive en este lugar?

Los aldeanos respondieron: —Sí. —Luego gritaron: — ¡Xie


Daozhang! Xie Daozhang! ¡Sus compañeros están aquí! ¡Hay
tantos de ellos! ¿Está en su casa?
Un viejo monje de túnica amarilla juntó las manos en oración: —
Amitabha Buddha. No importa si Xie Daozhang no está aquí.
¡Pero esa criatura malvada se está escondiendo en esta casa
ahora mismo!

Los aldeanos se sorprendieron.

— ¿¡HUH!?

Justo en ese momento, Xie Lian empujó la puerta y salió


tranquilamente.

—Estoy aquí. ¿Qué está pasando, todos?

Los aldeanos de inmediato exclamaron: —Daozhang, estos


eminentes monjes y cultivadores dicen que en su casa hay un...
un... fantasma…

Xie Lian sonrió.

— ¿Eh? ¿Todos ustedes se dieron cuenta?

— ¡Qué admisión tan rápida!

Xie Lian tiró una olla.

— ¡Así es, realmente hay un fantasma!

Ese cultivador lujosamente vestido atrapó la olla y se deleitó al


principio, pero cuando la abrió, su sonrisa se colapsó: — ¿Una
Mujer de Medio Maquillaje?

Luego, arrojó la olla hacia atrás, obviamente muy disgustado.


—No juegue fingir, amigo mío. ¡Un monstruo vulgar como este ni
siquiera puede ser considerado como un Feroz! Sabe
exactamente a qué nos referimos.

Xie Lian atrapó la olla y sintió que la fuerza del lanzamiento de


este hombre no era débil, definitivamente alguien que se había
cultivado arduamente durante años y alguien considerable. Varios
monjes le dijeron al cultivador lujosamente vestido: —Dao-Xiong,
este cultivador parece estar muy lleno de la esencia del mal de su
cuerpo, ¿podría ser él…?

Ese cultivador lujosamente vestido dijo: —Ya sea que lo sea o no,
yo, Ojo del Cielo, puedo decirlo con solo una mirada.

Luego, dio un fuerte grito, se mordió el dedo y dibujó una línea en


su frente, y un aparente tercer ojo creció en su rostro. Al ver su
habilidad, Xie Lian también elogió mentalmente, y se apoyó en la
puerta, admirando su desempeño. Ese cultivador lujosamente
vestido lo vio y lo miró fijamente por un momento: —Lo sabía...
¡Hay esencia de maldad! ¡UNA FUERTE ESENCIA DEL MAL!
¡REY DEMONIO! ¡CAMBIÓ DE CARA DESPUÉS DE TODO!

Xie Lian estaba aturdido.

¿Cómo podría él, un estimado oficial celestial titulado, tener la


esencia del mal en él? Estaba pensando que este hombre podría
tener alguna habilidad, pero ¿cómo cambió y comenzó a lanzar
tonterías tan rápido?

Al escucharlo, los cincuenta o sesenta maestros de la reunión


parecían estar a punto de enfrentarse a un gran enemigo, y cada
uno de ellos se mantuvo en su posición de lucha. Hua Cheng le
dijo a Xie Lian en la red de comunicación privada: —Esas
personas son tan molestas.

—Está bien. Está bien. Solo siéntate. —Respondió Xie Lian.

Un momento después, ese cultivador lujosamente vestido habló


de nuevo pero confundido.

—... Eso no está bien.

Los monjes que estaban a su lado le preguntaron: — ¿Qué no


está bien?

Ese cultivador lujosamente vestido frotó la marca de sangre en su


frente.

—Esto es raro. Estoy mirando a este hombre, pero a veces está


cubierto por la esencia del mal, a veces brilla con luz espiritual, y
a veces débil y muerto... esto es realmente extraño.

—Eh? ¿Cómo puede ser? Dao-xiong, ¿puede realmente hacer


esto? Si no puede, déjanos manejar esto.

—Sí, ¿cómo puede ser tan extraño?

Ese cultivador lujosamente vestido dijo enojado: — ¿Qué?


¿Creen que no puedo hacer esto? Si no puedo, ¿creen que
ustedes pueden? Yo, el Ojo del Cielo, he estado en este negocio
durante tantos años, ¡y apenas he conseguido algo mal!

Xie Lian se frotó la frente, negó con la cabeza y preguntó


suavemente: —Entonces, ¿por qué no me mira y me dice qué
parte de mí tiene la esencia más fuerte del mal?
El Ojo del Cielo se frotó la frente con fuerza, y después de mirar
de nuevo por un momento, exclamó con firmeza: — ¡SUS
LABIOS!

————————————————————————————

Notas de la autora MXTX: Algo como la Esencia del Mal no se


puede lavar tan fácilmente con solo cepillar los dientes y hacer
gárgaras con agua... se debe usar agua bendita. (Muy amargo y
muy peculiar).

Mi diversión al permitir que Xie Lian cree nuevas recetas (armas)


es solo un poco menor que al dejar que Hua Hua se cambie a
ropas nuevas.

Capítulo 135: Mi Santuario Puji colapsará Supremamente (parte uno)

—Eso es correcto, ¡son sus labios!


El Ojo del Cielo proclamó con tanta certeza, sin embargo, todos
los monjes y cultivadores estaban perplejos.

— ¿Por qué está en los labios?

— ¿Cómo puede la esencia del mal estar solo en los labios? ¿Un
labial de bálsamo de espíritu?

Xie Lian instantáneamente cubrió su boca inconscientemente.

No había pensado que la esencia que Hua Cheng había


manchado en él después de haberse abrazado y besado por toda
una noche en el Templo QianDeng no se había desvanecido.

El Ojo del Cielo lo señaló: —Bueno, bueno, bueno, ¿todos lo ven?


¡Es consciente de su culpa!

Xie Lian de inmediato dejó caer sus manos y se obligó a reprimir


el impulso de darse la vuelta y ver qué expresión mostraba Hua
Cheng después de haberlo oído, a pesar de que su cara estaba
cubierta de vendas y nada podía decirse de todos modos. Él
explicó amablemente.

—Um, mi amigo Dao, se ha equivocado. En realidad, es porque


mi vida es un poco tensa, por lo que cada artículo del hogar se
usa para varios propósitos, como esta olla.

Levantó la olla de barro en su mano y dijo con seriedad: —Aunque


uso esto para atrapar fantasmas a veces, normalmente lo uso
para guardar verduras. Los alimentos en vinagre de esta olla
tienen un sabor único, una vez que los coma, naturalmente
usted... si no me cree, todos pueden probarlo por sí mismos.
Técnicamente, esto no era imposible. Los monjes y los
cultivadores estaban algo dudosos, pero los aldeanos también se
taparon la boca.

— ¿HUH? Xie Daozhang, ¿quiere decir que todos los alimentos


en vinagre que nos dio antes también eran así?

—Entonces, ¿no estarán todas nuestras bocas llenas de la


esencia del mal también?

Por lo general, cuando los aldeanos le ofrecían frutas y verduras,


él le devolvía su gratitud dándoles sus verduras en vinagre.
Rápidamente agitó su mano.

— ¡No se preocupen, los envases que utilizo para marinar en


vinagre para todos son diferentes!

El Ojo del Cielo dijo enojado: — ¡¿Es tonto en la cabeza?! ¿No


tiene miedo de que comer cosas como esta reducirá su vida útil?
Deje de perder el aliento, todavía hay personas ocultas en su
santuario y ¡no es solo una persona! ¡Muévase a un lado!

Esta vez, temiendo que el jefe de la aldea lo detuviera


nuevamente, incluso antes de que termine de hablar, se adelantó.
Al ver la situación cambiar tan rápidamente, Xie Lian regresó
apresuradamente a la casa, recogió a Quan Yi Zhen, quien se
había desmayado del suelo, sacudió su cuello con locura y gritó
al lado de su oreja: — ¡Qi Ying! ¡Escuche bien! ¡Voy a alimentarlo
con esa albóndiga de castidad incorruptible!

Al oír esto, los ojos de Quan Yi Zhen se abrieron repentinamente.


Al mismo tiempo, el Ojo del Cielo, que acaba de entrar chilló, se
cubrió la frente y saltó hacia atrás.
— ¡NO INGRESE NADIE! ¡HAY UNA EMBOSCADA!

Efectivamente, la multitud de monjes y cultivadores no se


atrevieron a moverse, y se reunieron para protegerlo.

—El Ojo del Cielo, ¿qué vio?

El Ojo del Cielo dijo: — ¡No vi nada, solo una luz blanca inmensa
y cegadora!

—Oh no, Dao-xiong! ¡Su ojo del cielo está humeando!

El Ojo del Cielo sintió su frente, y por supuesto, esa marca roja en
su frente se había convertido en una marca negra, y emitía un
suave humo blanco como el de una vela apagada. Sorprendido y
consternado, exclamó: — ¿QUÉ...? ¿QUÉ?

Ling Wen dejó perezosamente su medio bollo cocido al vapor y se


preguntó: —Hace mucho ruido afuera, ¿qué está pasando?

Un monje dijo: —Ojo del cielo, xiong, mira, hay dos niños y una
mujer además de este cultivador dentro de ese santuario. Hay
cuatro personas. ¿Cuál es él?

El Ojo del Cielo se frotó con fuerza en su frente, pero él


simplemente no pudo volver a abrirlo. Esa bola de luz blanca era
el aura espiritual de Quan Yi Zhen. Cuando un oficial celestial se
sentía a punto de enfrentar un peligro extremo y su vida fuera
desafiada, el aura espiritual que protegía su cuerpo se expandiría
explosivamente. Xie Lian estaba usando ese momento de cuando
esa luz cegadora y fuerte explotó para cegar a ese cultivador, el
Ojo del Cielo. No era como si Xie Lian arruinara diez años de su
cultivo, simplemente no podría abrir sus ojos en los próximos días,
eso es todo. Luego, Xie Lian recogió el plato con las albóndigas.

Quan Yi Zhen estaba completamente despierto ahora, y él agarró


la mano de Xie Lian con fuerza, hablando con tono áspero.

—No lo comeré.

Xie Lian invirtió el agarre y sostuvo su mano.

— ¡No se asuste, esto no es para usted!

La banda de maestros que rodeaba enérgicamente al Santuario


Puji compartió miradas entre sí, y gritaron casi uniformemente,
corriendo hacia adelante. Sin embargo, antes de que Xie Lian
pudiera encontrarse con ellos, fueron derribados por una barrera
invisible.

Desde los cielos de arriba, una voz profunda sonaba: —Moscas


como monjes viejos y cultivadores repugnantes, ¿se han
obsesionado con el acoso? ¡¿Se atreven a perseguirme hasta
aquí, están cansados de vivir?!

—Hua, Hua, Hua...

Tartamudeó Hua varias veces, pero al final, el Ojo del Cielo igual
sucumbió ante el poder de Hua Cheng y no se atrevió a llamarlo
por su nombre completo. En cambio, tartamudeó.

—... ¡HUA CHENGZHU! Deténgase, deje de engañar. Todos


sabemos que le ha afectado la inminente apertura de Monte
TongLu y que ha eliminado sus poderes. Posiblemente no puede
ser tan insolente como normalmente lo es ahora. Rín, rín, ríndase
usted mismo...

Aunque cuanto más hablaba, menos fuerza había en sus


palabras, igual Xie Lian podía sentir que Hua Cheng estaba
realmente enojado ahora, e inmediatamente, se apresuró a
regresar para recogerlo. Susurró: — ¡No digas más! Deja de
perder tus poderes, almacena tu fuerza. ¡Déjame todo a mí!

El cuerpo de Hua Cheng estaba tenso al principio, pero después


de que lo levantaron, pareció haberse calmado lentamente y
respondió con una voz baja: —Está bien.

Sosteniéndolo, Xie Lian podía sentir que la edad de Hua Cheng


parecía haberse reducido de nuevo, y probablemente no era más
que un niño de doce o trece años, y no podía evitar estar
preocupado. Con un brazo que sujetaba a Hua Cheng y la otra
mano agarrando a Fang Xin, salió.

— ¿Nunca pensaron ustedes que el Goblin Verde Qi Rong los


estaba engañando a todos?

Sin embargo, inesperadamente, cuando lo oyeron, los monjes y


los cultivadores parecían confundidos. El Ojo del Cielo preguntó:
— ¿El goblin verde Qi Rong? ¿Engañarnos qué? ¿Por qué nos
engañaría?

Xie Lian frunció el ceño ligeramente.

— ¿No fue él quien les dijo que vinieran aquí?

El Ojo del Cielo chasqueó su lengua.


— ¿Quién cree que somos? ¿Qué necesitamos una 'Amenaza'
para pasarnos información? ¡¿Por qué estaríamos en el mismo
bote que él?!

¿No fue Qi Rong? Entonces, ¿cómo se filtró la información?

Antes de que pudiera pensar más en ello, los monjes y


cultivadores ya habían comenzado sus ataques. Con un giro de
su espada, Xie Lian rechazó varias espadas y varios bastones. Un
monje preguntó: —Amitabha Buddha, ¿por qué este amigo Dao
debe proteger a esta criatura del mal?

Xie Lian no retrocedió ni un centímetro y respondió: —Señor, no


importa qué, no es bueno emboscar a las personas cuando están
en su peor momento.

El Ojo del Cielo gritó: — ¡Es un fantasma, no una persona! ¡No


retuerza lógica podrida, joven inmaduro!

Bastones espirituales y espadas atesoradas, sables, todos


atacaron a la vez, y si Xie Lian usaba Fang Xin, podría herir a los
mortales. Por credo de justicia, los mortales pueden golpear a los
oficiales celestiales, pero los funcionarios celestiales no pueden
golpear a los mortales, porque deben ser tolerantes, generosos,
compasivos y amantes de los mortales, no luchar contra ellos. Si
uno se atrevía a golpear a un mortal entonces se tomarían
méritos. Xie Lian no era tan desenfrenado y rico como Quan Yi
Zhen; él no tenía demasiados méritos en primer lugar, si se le
quitara más, llegaría a negativos. Así, él guardó su espada y gritó:
— ¡RUOYE, VEN! ¡QI YING, VIGILA A LING WEN!

Cuando RuoYe ataba a los hombres, siempre se sentía agraviado,


pero cuando ataba a las mujeres, cambiaba de cara. Xie Lian tuvo
que pedirlo dos veces antes de que de mala gana se despegara
de las manos de Ling Wen. El segundo siguiente, un destello
blanco pasó rápidamente por las manos de decenas de personas,
y cuando su fuerza se volvió inestable, ya no pudieron aferrarse a
sus herramientas espirituales. Desconcertados, todos se
preguntaron: — ¿Qué herramienta espiritual es esa?

— ¿Es esa una herramienta espiritual?... ¿Por qué parece un


paño blanco para colgarse? Apesta a maldad...

— ¡Quésabestú, este mocoso en realidad tiene un par de


movimientos!

Inesperadamente, justo cuando Xie Lian estaba en medio de


defenderse de esos maestros, Ling Wen negó con la cabeza, se
limpió las mangas y se puso de pie.

—Gracias por su cálida hospitalidad. Me despediré ahora.

Xie Lian se sorprendió: — ¡Ling Wen, el día aún no ha terminado!


¿A dónde va? ¿Va a romper su promesa?

—Es correcto. Voy a romper mi promesa —dijo Ling Wen.

Su voz era segura y decidida, como si estuviera diciendo que


estaba a punto de matar al mal por la voluntad del cielo. Xie Lian
no pudo tomar represalias. Un breve momento después, declaró:
—El que filtró información no fue Qi Rong, fue usted.

Ling Wen sonrió: —Puede que no sea un dios marcial y estuviera


amarrada por RuoYe, pero uno puede lograr mucho con solo la
red de comunicación.
¡Lo sabía! Pero, ¿cómo supo Ling Wen que el chico vendado era
Hua Cheng? Ella apenas le habló, apenas lo vio, ¡incluso Xie Lian
no lo había descubierto tan rápido como ella!

Estaba a punto de hacer su salida majestuosa, pero Xie Lian


todavía no podía escapar, gritó: — ¡QI YING! ¡NO DEJES QUE
SE VAYA!

Aunque se comió una albóndiga de castidad incorruptible antes,


Quan Yi Zhen puede moverse desde el suelo ahora, recuperando
su fuerza. Además, Ling Wen era una diosa de la literatura, era
impotente y Quan Yi Zhen podía detenerla ni usando un dedo.
Escuchando a Quan Yi Zhen asentir ¡ESTÁ BIEN! Desde lejos,
Xie Lian se relajó y volvió a luchar contra la multitud. Un momento
después, se escuchó un repentino retumbar, y el techo del
Santuario Puji fue perforado, con la silueta de una figura en el aire.

Xie Lian miró a su alrededor, sorprendido, y gritó al interior del


santuario.

— ¡QI YING! ¡NO LUCHES ASÍ!

No era nada para los dioses marciales ser arrojados por todas
partes; todos los dioses marciales crecieron siendo golpeados.
Pero no importa cómo lo veas, Ling Wen era una dama oficial
celestial, y una diosa de la literatura, si Quan Yi Zhen luchaba tan
despiadadamente, ¡sería pulverizada!

Sin embargo, la figura que se salió caminando tranquilamente dijo:


—Bai Jing, no luches así.

Esa voz era fría y nítida, muy obviamente perteneciente a Ling


Wen. Sin embargo, en el momento en que ella salió, Xie Lian sintió
que veía una ilusión fugaz, como que la que salió no era Ling Wen,
sino un joven extremadamente alto, con su aura de venganza
rugiendo hacia el cielo. Sin embargo, cuando Xie Lian enfocó sus
ojos, todavía era la figura solitaria de Ling Wen.

Ling Wen era una diosa de la literatura, eso es seguro. Si ella


había escondido su fuerza intencionalmente en el pasado, todavía
no podía engañar a Xie Lian, ¿entonces cómo podría ella hacer
volar al cielo de repente a Quan Yi Zhen?

Hua Cheng susurró: —Ten cuidado, se ha puesto esa bata.

¡Eso era! Aunque en la superficie parece que Ling Wen todavía


estaba vestida de negro, una capa de aura negra a fuego lento la
estaba protegiendo, pareciendo que se había convertido en una
persona completamente diferente. La intención de matar se
estaba volviendo descontrolada, pero su cara pálida era
extremadamente tranquila, y esto formaba un contraste peculiar.
Xie Lian intentó su suerte lanzándose sobre ella con su espada, y
Ling Wen desvió el golpe con un movimiento de su manga.
Casualmente, Quan Yi Zhen se estrelló desde arriba y cayó al
suelo justo a tiempo para presenciar esta escena. Al instante, sus
ojos se iluminaron.

— ¡Hermoso!

Los ojos de Xie Lian también se iluminaron y también exclamaron:


— ¡Hermoso!

El movimiento de Ling Wen en este momento fue verdaderamente


hermoso. No, debería ser el movimiento que el Brocado Inmortal
usó para ayudar a Ling Wen a bloquear el ataque.
Cuando ese Brocado Inmortal era puesto sobre otros, o perdían
la cabeza o se les secaba la sangre. Sin embargo, cuando lo
usaba Ling Wen, ni una sola arma podría penetrar, e incluso
podría atacar de forma proactiva, permitiendo al instante a un dios
de la literatura hacer volar a un dios marcial del oeste. Nadie ha
escuchado que Brocado Inmortal tenía esta increíble habilidad
antes. ¿Quién hubiera pensado que después de que haya cortado
la cabeza y las extremidades del Brocado Inmortal, todavía se
dejaría usar por ella?

Ahora, no solo los aldeanos de la aldea de Puji se sorprendieron,


incluso la banda de monjes y cultivadores se sorprendieron. El Ojo
del Cielo exclamó: — ¡¿Qué es hermoso?! ¿Es tan bueno ser
golpeado? ¿Hay alguien normal dentro de ese santuario? ¡Creo
que ni una sola alma es humana!

Quan Yi Zhen estaba ansioso por entrenar, y se puso de pie para


atacar una vez más. Ling Wen dijo en voz baja: — ¡Dije, no te
entretengas!

Esas palabras fueron dirigidas al Brocado Inmortal, pero su


cuerpo no la escuchó, y su codo bloqueó el puñetazo de Quan Yi
Zhen antes de que procedan a comenzar una brutal pelea.
Luchando y evadiendo, evadiendo y luchando, los golpes de los
puños y las palmas sacudieron las antiguas paredes del Santuario
Puji y temblaron como si estuvieran listos para colapsar. Como se
esperaba del Brocado Inmortal con el potencial de ascender;
Quan Yi Zhen se estaba quedando atrás. Xie Lian no pudo evitar
gritar: —Um... disculpe, ¿pueden los dos pelear más lejos? ¡Más
lejos, por favor!

Pero antes de que terminara su oración, esos monjes y


cultivadores lo rodearon de nuevo, de unas cuarenta a cincuenta
hojas, espadas, hachas, bastones, todos chocando hacia
adelante, y la cara de Xie Lian se levantó, levantando las manos.

— ¡ESPEREN, NO! NOOO!!!

Y en medio de ese lamento trágico, el Santuario Puji que había


soportado innumerables golpes pero que todavía permanecía en
pie, finalmente, de verdad, se derrumbó.

Xie Lian estaba estupefacto, su corazón lleno de desolación.

—Sabía que ninguna de mis casas duraría más de medio año.


Ahora realmente necesito rogar por donaciones para la
reconstrucción...

—Gege no esté triste. Es solo una casa, hay muchas alrededor.


—Hua Cheng consoló.

Xie Lian trató de mantenerse fuerte, pero entonces el Ojo del Cielo
se tropezó, con la mano cubriéndose la frente, y lo señaló: —
¡Usted joven no tiene nada más que trucos! ¡Se atreve a arruinar
mi cultivación! Quien es su maestro ¿A qué generación
pertenece? ¿En qué templo está registrado? ¿Qué clase de dios
adora?

Xie Lian giró su cabeza, y un escalofrío se encendió en su cara.


Se enderezó y dijo soleHumemente: — ¿Preguntas quién soy?
¡ESCUCHA BIEN! - ¡YO SOY LA EMINENTE ALTEZA EL
PRÍNCIPE HEREDERO! ¡Ustedes radicales desenfrenados,
ARRODÍLLENSE ANTE MÍ!
Su voz rugió como un trueno en el cielo despejado, y en realidad
hubo unos pocos que casi se arrodillaron, y no regresaron a sí
hasta que sus compañeros los levantaron.

— ¿Qué estás haciendo? ¿Estás de rodillas?

—Eso es raro, lo hice antes de darme cuenta...

Xie Lian proclamó bruscamente:

—YO, TENGO MÁS DE OCHOCIENTOS AÑOS. MAYOR QUE


TODOS USTEDES COMBINADOS. HE CRUZADO MÁS
PUENTES QUE TODOS LOS CAMINOS QUE HAYAN
CAMINADO.

»YO, POSEO SANTUARIOS Y TEMPLOS EN TODO EL


MUNDO; MIS DEVOTOS Y ADORADORES SE EXTENDEN EN
TODOS LOS CUATRO MARES. ¡SI NO SABEN MI NOMBRE, ES
PORQUE SON IGNORANTES Y NO SABEN DEL MUNDO!

—Yo, no adoro a los dioses.

— ¡YO SOY DIOS!

Cuando el grupo escuchó este discurso que fue tan descarado,


pero dicho con un aire incomparablemente e impresionante, todos
se quedaron atónitos e inconscientemente dejaron caer sus
mandíbulas.

— ¿HUH?

Xie Lian inventó todas esas tonterías porque estaba esperando


este momento. Arrojó el plato en su mano, y todas esas pequeñas
albóndigas blancas salieron disparadas por el aire como bolitas
de hierro, dispersas en todas direcciones, y sin ningún fallo, fueron
lanzadas directamente a la boca abierta de todas aquellas
personas en estado de shock. Luego se secó el sudor.

— ¿Todos, por favor, olvidarán todo lo que acabo de decir? ¡En


realidad solo soy un recolector de chatarra!

Todos los que comieron una albóndiga al instante dejaron caer


sus rostros.

— ¡¿HUH?! ¡NOSOTROS, HEMOS SIDO ENGAÑADOS!

Algunos de los que se movieron más rápido detuvieron la bola de


carne con sus espadas, pero cuando llevaron las espadas ante
sus ojos, esas bolas de carne aún giraban rápidamente, creando
chispas con las cuchillas de la fricción. El grupo estaba
aterrorizado.

— ¡¿QUÉ... QUÉ ES ESTA ARMA OCULTA?!?!


Incomparablemente sólido con un brillo peculiar, ¿podría ser
esto? El legendario…

— ¡Eso es correcto! —Xie Lian dijo: — ¡Son las legendarias


Bolitas de Incorruptible Castidad! Excesivamente venenosas, y si
ochenta y una tazas de agua limpia no son bebidas en un día para
desintoxicarse, ¡entonces explotarán en tu estómago!

Aunque nadie había oído hablar de algo así antes, la multitud se


horrorizó aún más.

— ¡OOOH! ¿ES REALMENTE TAN VENENOSA?


— ¡De cualquier manera tenemos que ir a beber agua! ¡El antídoto
es solo agua! ¡Vámonos de aquí! ¡VAMOS A ENCONTRAR
AGUA!

En un instante, un gran número de la multitud que fue engañado


por el truco huyó.

En el otro lado, Ling Wen estaba luchando cada vez más


agresivamente, y en realidad tenía sus manos estrangulando a
Quan Yi Zhen mientras lo levantaba. Obviamente, tenía la ventaja,
pero Ling Wen no parecía complacida en absoluto, y ella gritó en
voz baja: — ¡Bai Jing! ¿Lo vas a matar? Ya no hay necesidad de
luchar, vámonos.

Afortunadamente, a Xie Lian le quedaba una bola de carne y, justo


cuando Ling Wen decía la palabra vámonos, con sus manos
rápidas arrojó una bola de carne en su boca.

Al instante, la luz en los ojos de Ling Wen se apagó, como si la


hubiera tragado la cosa que tragó, y el aura negra que rodeaba a
su persona también se iluminó.
Con una expresión como si estuviera rechazando el impulso de
vomitar, miró a Xie Lian, sus labios temblaban sin ruido, luego,
después de aguantar un rato, tiró a Quan Yi Zhen al suelo y se fue
con la mano apoyada en la sien.

Quan Yi Zhen se puso de pie, persiguiéndola. Xie Lian también


había querido seguirlos, pero esa multitud de monjes y
cultivadores le bloquearon el paso y gritaron: — ¡TODOS, ATRÁS!
¡MÁS REFUERZOS ESTÁN EN CAMINO!

¡¿Más?! Ya no podía quedarse en el Santuario Puji, es mejor que


se vaya primero y piense más tarde. En la persecución de Ling
Wen, Quan Yi Zhen pronto desapareció. Xie Lian acunó a Hua
Cheng en sus brazos y dijo: — ¡Agárrate fuerte de mí! Luego,
inclinando sus pies para lanzarse, superó a la multitud y huyó.

Hua Cheng siguió sus instrucciones y lo abrazó con fuerza. Por


alguna razón, esta escena le resultó familiar a Xie Lian, pero no
tuvo tiempo para recordar el pasado; este asunto debía ser
reportado a la corte lo antes posible. Sin pensarlo, envió un
mensaje a la red de comunicación privada: — ¡Ling Wen, algo
sucedió! Yo…

Ling Wen: —... Lo sé.

Xie Lian: —... Siento molestarla.

Un instante después, fue Ling Wen quien cortó la comunicación


primero.

Xie Lian también se quedó sin habla. En el pasado, él siempre se


había comunicado con Ling Wen directamente, y ahora que el
problema era la misma Ling Wen, aún no tenía tiempo para
asimilarlo y en serio le había informado del incidente, así que
tampoco sabía si reír o llorar. Xie Lian entró a la red de
comunicación pública y gritó mientras corría con Hua Cheng en
sus brazos.

— ¡TODOS! POR FAVOR ALERTEN A TODA LA CORTE! LING


WEN HA HUÍDO USANDO EL BROCADO INMORTAL!
Capítulo 136: Mi Santuario Puji colapsará Supremamente (parte dos)
Sin embargo, inesperadamente, nadie en la red de comunicación
espiritual lo escuchó. Era como si algo grande hubiera sucedido,
y todos los oficiales celestiales estaban balbuceando
ruidosamente. Xie Lian escuchó a Feng Xin gritar:

— ¿SU ALTEZA? ¿DIJO ALGO? ESTÁ REALMENTE CAÓTICO


AQUÍ AHORA MISMO...

Xie Lian alzó la voz: — ¡FENG XIN! DIJE, ¡LING WEN ERA LA
QUE CREÓ EL BROCADO INMORTAL! ELLA HA HUIDO
USÁNDOLO, ¡CUIDADO CON ELLA!

— ¡¿QUÉ?! —Gritó Feng Xin. — ¿QUÉ HA SUCEDIDO?

Xie Lian estaba a punto de ampliar los detalles cuando el ruido de


su oído se detuvo bruscamente, y nada más se pudo escuchar.
Sorprendido, intentó llamar de nuevo.

— ¿Todos? ¿Están todos ahí?

Llamó un par de veces pero nadie respondió. Hua Cheng habló:


—No sirve de nada. La red de comunicación espiritual de la Corte
Superior fue creada por Ling Wen, ella debe haberla roto en este
momento. Tendrá que ser reconstruida.

— ¿Qué haremos entonces? —Xie Lian se quedó boquiabierto.


Generalmente cuando se comunicaba con el Tribunal Superior,
era a través de la matriz de comunicación espiritual o
directamente a través de Ling Wen, o el Señor del Viento. No
sabía la contraseña verbal de ninguno de los otros oficiales
celestiales. Ahora que ya no podía depender de Ling Wen o del
Señor del Viento, y la red de comunicación fue destruida, ¿qué
debería hacer?

Hua Cheng pareció ver a través de sus preocupaciones y dijo: —


No se preocupe, ¿Gege ya no informó el problema clave? No
todos los oficiales celestiales de la Corte Superior son idiotas, y
Jun Wu también está en la Corte Celestial en este momento.
Estará bien una vez que pase el mensaje.

Xie Lian pensó eso también y asintió. Después de su loca carrera,


ya habían cruzado varias cimas de montañas, dejando a esos
maestros muy atrás, pero parecía que no serían capaces de
alcanzar al Brocado Inmortal y Quan Yi Zhen, después de todo.
Hua Cheng agregó: —Si Gege todavía quiere investigar al
Brocado Inmortal, tendrá que darse prisa.

Sin embargo, Xie Lian negó con la cabeza.

—Eso fue antes. Qi Ying ya está persiguiendo a Ling Wen, así que
ahora mismo tenemos asuntos más importantes en nuestras
manos. San Lang… —Miró fijamente al Hua Cheng en sus
brazos—. Tu forma... parece haber cambiado de nuevo.

Antes, cuando Hua Cheng estaba disfrazado de Lang Ying,


todavía tenía la apariencia de un niño de quince a dieciséis años
y no era fácil para Xie Lian llevarlo. Incluso si pudiera, no se vería
bien. Pero ahora, el cuerpo de Hua Cheng parecía haberse
encogido un tamaño, pareciendo tener a lo sumo once o doce, y
Xie Lian podía cargarlo con solo una mano y tenerlo posado en su
brazo. Sea como sea, el aire de calma constante de Hua Cheng
nunca cambió.
—No es un problema. Cambiar de forma es solo un plan temporal.
Después de que todo termine, mi viejo yo volverá.

Desenvolvió los vendajes en su cabeza mientras hablaba. En esa


cara blanca como la nieve, un par de ojos negros y profundos
observaban a Xie Lian, y entre sus cejas aún estaban las sombras
de ese apuesto joven. Era claramente la cara de un niño, pero su
aire y expresión eran la postura relajada que siempre asumió.

Xie Lian lo miró aturdido, sin decir una palabra.

Hua Cheng frunció el ceño ligeramente.

—Su alteza, usted...

De repente, la otra mano de Xie Lian extendió la mano y apretó


su mejilla.

Esto fue tan inesperado que Hua Cheng abrió mucho los ojos
mientras su rostro cambiaba de forma.

— ¡... GEGE!

Xie Lian se rió.

—jajajajajajajajajaja... Lo siento, San Lang, pero eres demasiado


lindo, no puedo detenerme, jajajaja…

—…
Xie Lian lo tocó con ternura cuando dijo suavemente: —Entonces,
San Lang, ¿vas a seguir cambiando? ¿Vas a convertirte en un
niño de cinco o seis años? O incluso mejor, ¿un pequeño bebé?

Al escuchar su voz esperanzada, Hua Cheng respondió


impotente: —Me temo que tendré que decepcionar a Gege.

Xie Lian dejó caer su mano y sonrió.

—Tonterías. San Lang nunca me ha decepcionado. Estoy muy


feliz de tener esta oportunidad de protegerte.

Sin embargo, Hua Cheng dijo tristemente: —No estoy feliz.

— ¿Cómo es eso? —Xie Lian preguntó.

La voz de Hua Cheng se volvió fría.

— ¡Yo... odio tener este aspecto!

Xie Lian pudo detectar un rastro de aversión en su voz y se


sorprendió un poco. Hua Cheng bajó la cabeza.

— ¡No quiero que me vea en una forma tan indefensa, y


absolutamente no quería que tuviera que protegerme!

Tal vez era porque la edad de Hua Cheng había disminuido que
incluso sus emociones parecían estar siendo afectadas. Xie Lian
sintió que su corazón se agitaba y lo envolvió apresuradamente
en su abrazo, dándole palmaditas en la espalda mientras reía: —
Entonces, según tú, yo bien podría morir ya que me viste en un
desastre varias veces. Además, no es como si estuvieras
completamente inútil en este momento, solo estás almacenando
temporalmente tus poderes, eso es todo.

—… —Hua Cheng enterró la cara en su hombro y gruñó con voz


apagada. —No es lo mismo. Su alteza, tengo que ser el más
fuerte. Tengo que hacerme más fuerte que nadie. Sólo entonces
puedo...

Aunque su voz era joven y tierna en ese momento, todavía había


un leve rastro de agotamiento. Xie Lian tranquilizó: —Siempre has
sido el más fuerte. Pero, no es necesario que lo estés en cada
momento todos los días. Solo... piensa en esto como dándome
una oportunidad para tener dignidad, y déjame protegerte esta
vez. ¿Por favor? ¿De acuerdo?

Pasó mucho tiempo antes de que Hua Cheng levantara la cabeza


de su abrazo, y colocó sus manos sobre los hombros de Xie Lian,
observándolo: —Su alteza, espéreme.

—Está bien, te esperaré —prometió Xie Lian.

Hua Cheng aseguró de nuevo muy seriamente: —Deme un poco


de tiempo, volveré muy pronto.

Xie Lian sonrió.

—No hay prisa. Ve a tu propio ritmo.

Al día siguiente, los dos llegaron a un pequeño pueblo.

Xie Lian sostenía la mano de Hua Cheng, y un adulto y un niño


paseaban por las calles charlando tranquilamente. Xie Lian
preguntó: —Con la reapertura del Monte TongLu, todos los reyes
demoníacos precedentes se ven afectados por los temblores.
Entonces, ¿significa esto que con Agua Negra es lo mismo?

Hua Cheng tenía una mano torcida detrás de su espalda mientras


sostenía la mano de Xie Lian con la otra y respondió: —Sí. Pero
nuestra situación es diferente, nuestros métodos de
entrenamiento son diferentes, por lo que, naturalmente, nuestras
formas de resistir las provocaciones también son diferentes.

— ¿Por ejemplo? —Xie Lian preguntó. — ¿Cómo él resiste a la


agravación?

—Hibernación, probablemente —respondió Hua Cheng.

Las palabras: Come cuando tengas hambre, duerme cuando


estés lleno, aparecieron en la mente de Xie Lian.

Hua Cheng continuó: —Cuando Agua Negra era un mortal, sufrió


el tormento de la cárcel. Con solo una comida cada tres días,
incluso si le daban comida de cerdos, debía tragar. El hambre
arruinó su estómago; a veces se alimentaba sin parar, a veces
rechazaba comer todo.

—No me sorprende que haya sido tan impresionante devorando


todo —reflexionó Xie Lian.

En verdad, en la situación de He Xuan, él podía enfocarse en


devorar fantasmas hambrientos porque poseía ese atributo por
naturaleza, por lo que los fantasmas hambrientos deberían ser
más de su gusto. Sin embargo, en todos los quinientos fantasmas
y demonios devorados por el Agua Negra Demonio Xuan, la
mayoría eran espíritus de agua. Debe ser porque él recordaba el
rostro de Shi Wu Du, y para romper su magia de agua, He Xuan
lo hacía intencionalmente. Y cuando tragaba demasiado, después
de un tiempo, tendría que dormir para digerir.

—De hecho. +Hua Cheng dijo: —También debería mencionar que


Qi Rong comiendo carne humana era él intentando imitar a He
Xuan a propósito.

Xie Lian se quedó sin habla por un momento y pensó: — ¿Cómo


puede ser lo mismo alimentarse de humanos que alimentarse de
fantasmas? —Luego, después de reflexionar, preguntó: —
¿Entonces ese bosque de cadáveres al revés? ¿Podría ser que
él estaba tratando de imitarte?

—Correcto —respondió Hua Cheng. —Porque quería lograr los


mismos escenarios de lluvia sangrienta pero no sabía cómo lo
hice, así que, simplemente cuelga hileras de cadáveres en el aire.

—…

Hoy, Xie Lian finalmente pudo entender completamente por qué


cada vez que se mencionaba a Qi Rong, nadie sabía qué decir.
Tenía todo el aspecto, pero nada de clase. Xie Lian suspiró
mientras pensaba: 'Qi Rong se había llevado a Gu Zi, quien sabe
si el pobre niño fue devorado o abandonado. Señor del viento...
quién sabe si Agua Negra se lo llevó. Oro por que ambos estén a
salvo. Luego preguntó: — ¿Qué hay de tu Ciudad Fantasma?
¿Nadie va a generar problemas allí?

Hua Cheng respondió: —Cerré la Ciudad Fantasma cuando me


fui, y filtré información falsa de mi paradero. Incluso si alguien
intenta iniciar problemas, si no pueden encontrarme, no serán
demasiado duros con ellos. Pero estoy seguro de que hay muchos
ojos mirando ese lugar en este momento.
Hua Cheng no podía regresar a la Ciudad Fantasma y Xie Lian
tampoco podía llevarlo a los cielos, menos ser expuesto por un
oficial celestial, por lo que los dos se divirtieron entre la multitud
del reino mortal sin un destino en mente.

Xie Lian frunció un poco las cejas: —Diste información falsa, pero
Ling Wen filtró información real. Todavía no entiendo cómo pudo
ver a través de tu disfraz de Lang Ying.

—Lo que no entiendo es otra cosa —dijo Hua Cheng.

— ¿Qué? —Xie Lian preguntó.

—Ese malvado cultivador, El Ojo del Cielo, lo he engañado un par


de veces, sus habilidades no son malas —dijo Hua Cheng.

Xie Lian estuvo de acuerdo.

—Mm. Es verdad. Él realmente tiene el talento y se ha esforzado.

—Sí. Entonces, ¿por qué diría que los labios de Gege están
cubiertos en la esencia del mal? —Preguntó Hua Cheng.

—…

Las manos de Xie Lian se apretaron al instante, pero cuando


recordó que aún sostenía las manos de Hua Cheng,
inmediatamente aflojó su agarre. Hua Cheng presionó en voz
baja: —Gege no me engañe con palabras que usaría para
apaciguar idiotas. Dígame exactamente qué le hice esa noche.

—…
No es lo que tú me hiciste, más como lo que yo te hice... pensó
Xie Lian. De repente, sus ojos se iluminaron.

—Espera, San Lang, mira hacia allá.

— ¿Gege? —Preguntó Hua Cheng.

Pero Xie Lian ya lo estaba llevando a una lujosa y ostentosa tienda


en la carretera. El dueño en el mostrador miró a los dos de arriba
abajo, la curiosa combinación de un cultivador y un no cultivador,
y preguntó: — ¿Qué puedo hacer por usted, daozhang?

Xie Lian levantó a Hua Cheng y sonrió: —No es para mí. Es para
él.

Hua Cheng inclinó su cabeza en sus brazos.

Un tiempo de incienso después, Hua Cheng salió de la parte


trasera de la tienda.

La ropa de Lang Ying era adecuada para un niño de quince o


dieciséis años que no encajaba con el actual Hua Cheng, por lo
que Xie Lian eligió un traje nuevo especialmente para él. En el
momento en que emergió, los ojos de Xie Lian se iluminaron.

¡Qué piel tan blanca como la nieve, pequeño y joven amo!

Con una túnica tan roja como el fuego de arce, y un par de botas
de cuero de ciervo con cadenas de plata, Hua Cheng era a la vez
guapo y animado.
Sus cabellos negros y brillantes estaban sueltos, y antes solo
tenía una trenza delgada junto a su mejilla derecha, pero Xie Lian
no pudo evitar trenzar otra a su izquierda también para que
coincida, haciéndolo lucir aún más alegre. Lo que realmente era
demasiado sin embargo, fue su expresión; sus ojos eran vivaces
y brillantes, su aire tranquilo y firme, ¡no se parecía en nada a un
niño! Tal contraste, hacía difícil mirar hacia otro lado. Las damas
que compraban en la tienda estaban todas aturdidas, y se
reunieron en círculo, con las manos apretadas en sus corazones
mientras gritaban Aiyoh aiyoh en apreciación.

Hua Cheng se acercó pausadamente a Xie Lian, y Xie Lian


aplaudió levemente: —Lo sabía. San Lang se ve mejor en rojo
después de todo.

Hua Cheng tiró impotente de la pequeña trenza a su izquierda y


gruñó: —Mientras Gege esté contento.

Xie Lian bajó el brazo para tomar su mano y sonrió mientras se


dirigían a la entrada de la tienda, listos para pagar. El atuendo de
Hua Cheng no era barato, y Xie Lian no tenía mucho dinero de
sobra, por lo que normalmente no habría entrado en una tienda
así. Sin embargo, había ahorrado una pequeña fortuna para
renovar el santuario, y ahora que no queda nada por renovar,
podría comprarle algo de ropa a Hua Cheng antes de que se
preocupe por otra cosa. Justo cuando estaba contando sus
monedas una por una, Hua Cheng se puso a su lado y ¡PA!, puso
una lámina de oro en el mostrador.

Xie Lian: —…

El propietario: —…
Las damas: —…

—No hay necesidad de dar cambio. —Hua Cheng dijo: —Gege


venga, vámonos.

Tiró de la esquina de la manga de Xie Lian y luego salió de la


tienda con las manos a los lados. Xie Lian sonrió y también dio
unos pasos cuando, de repente, Hua Cheng retrocedió y volvió a
entrar, chocando con sus brazos. Xie Lian sostuvo sus hombros y
preguntó: — ¿Qué pasa? —Luego levantó la vista y vio las
sombras de una figura en la multitud que caminaba en las calles,
y su corazón también se sacudió. Casualmente, el dueño de la
tienda preguntó: — ¿Quieren seguir comprando algo más?

Xie Lian levantó la mano.

—Sí. ¡Por favor tráigame esa túnica!

-------------------------------------------------------------------------------------

Notas de la autora MXTX:


Hua Hua: Ese día, su alteza me llevó a una lujosa tienda a
comprar ropa de marca ¿Huh??

El príncipe heredero es bueno para hacer verduras en vinagre.


Debido a que al comer bollos cocidos al vapor y gachas de avena
todos necesitan comida en vinagre para emparejar, lo ha
practicado durante siglos, así que lo ha experimentado. Además,
la mayoría de las veces no es necesario que te preocupes por la
comida en vinagre al hacerlas; simplemente déjalas en un rincón
para que la química haga su trabajo. La mayoría de sus fracasos
provienen de su intenso deseo de crear algo nuevo.
Capítulo 137: Sobre colinas áridas; creando disturbios en la Posada de corazón negro
(parte uno)

El dueño de la tienda fue sorprendido.

— ¿Eh? ¿Esa? Daozhang, ¿está seguro de que no está


confundido?

Xie Lian confirmó.

— ¡Sí, esa!

Luego simplemente avanzó para agarrar esa túnica, levantó a Hua


Cheng y corrió a la parte trasera de la tienda, deslizándose detrás
de un juego de cortinas. Esta tienda de ropa era atrevida e
innovadora. Había un pequeño puesto en el interior para
cambiarse, por lo que aquellos que vinieron a comprar ropa
podrían probarlo en el lugar. La multitud se sorprendió. Un
momento después, un cultivador lujosamente vestido pasó por
delante de la tienda de ropa, refunfuñando mientras se frotaba la
frente, y detrás de él seguía a una multitud de extraños monjes y
cultivadores. Cuando vieron que la tienda de ropa tenía una gran
reunión, gruñó, disgustado.

— ¿Qué están viendo?

—Ahh, olvídalo, apurémonos. ¡Tengo que ir al baño otra vez!

—Espera, el Ojo del Ciejo-xiong, hay mucha gente aquí, ¿por qué
no les preguntas si vieron?
—Mi señora generosa, ¿ha visto pasar a un cultivador vestido de
blanco con un niño pequeño cubierto con vendas?

La multitud estaba en silencio, pero hubo algunos que miraron


inconscientemente hacia la parte posterior de la tienda. La
multitud se volvió cautelosa, e hizo el gesto de la mano de ve hacia
allá y mira. El Ojo del Cielo entró, contuvo el aliento y se acercó
lentamente a esas cortinas. Un momento después, la abrió de un
tirón. Al instante hubo un grito.

Detrás de las cortinas estaba sentada una mujer, su largo cabello


negro y brillante colgaba de un moño suelto, su cuello delgado y
blanco con una gargantilla negra y una delgada cadena plateada
alrededor. Su túnica estaba medio descubierta, revelando su
hombro blanco como la nieve y un poco de su espalda, buscando
cubrirse y fallar, haciendo que la cara de uno y el corazón se
aceleren.

Cuando se levantaron las cortinas, la figura de esa mujer tembló,


cubriéndose la cara con las mangas, y gimió suavemente, como
si estuviera sorprendida y aterrorizada por un acto tan repentino y
brutal. El Ojo del Cielo instantáneamente dejó caer las cortinas.

— ¡LO-LO-LO-LO-LO-LO SIENTO!

La banda de monjes y cultivadores que siguieron a los Ojos del


Cielo también gritaron: — ¡QUÉ PECADO, QUÉ PECADO!

Y todos se cubrieron los ojos. Aprovechando esta oportunidad,


esa mujer se movió rápidamente. ¿Quién más podría ser, sino Xie
Lian? Hua Cheng estaba sentado en sus brazos y solo fue
bloqueado por el cuerpo de Xie Lian. Aunque Xie Lian era un
hombre y sus hombros eran más anchos que la mujer promedio,
solo bajó la mitad de su túnica para exponer el mejor ángulo,
creando el efecto perfecto.

Con un brazo cargando a Hua Cheng, Xie Lian se levantó la falda


con la otra mano y pasó corriendo junto a los gritos de los monjes
y cultivadores con los ojos tapados, huyendo como el viento. El
dueño de la tienda y las damas estaban estupefactas, y al verlo
huir, el dueño de la tienda había querido detenerlo, pero abriendo
y cerrando la boca, miró la lámina de oro que podía comprar
fácilmente dos juegos de ropa y más, él se encogió de hombros y
dejó de importarle.

Xie Lian corrió locamente todo el camino con Hua Cheng en sus
brazos, sin dejar nada más que nubes de polvo. Los transeúntes
en las calles solo vieron las sombras borrosas de una mujer
sosteniendo a un niño volar, tan ágil y feroz como un jaguar,
creando nubes de polvo asfixiante, y se ahogaron y tosieron, con
los ojos incrédulos. Un pequeño buen puesto al costado de la
carretera fue cubierto de polvo y el propietario comenzó a
maldecir:

— ¡QUÉ ESTÁ MAL CONTIGO!

Xie Lian se dio el tiempo para volver la cabeza, y gritó en voz alta:
— ¡TODO ESTÁ MAL! ¡LO SIENTO! ¡LO SIENTO! En ese
momento, escuchó gritos salvajes detrás de él.

— ¡PARE JUSTO AHÍ -!

Miró hacia atrás, y fue esa multitud que había salido de la tienda
de ropa.
—Realmente me pregunto qué hay en la mente de las personas
que gritan pare ahí mismo. Es obvio que al que le están gritando
no se va a detener. ¡En lugar de eso, mejor aguantarían la
respiración y correrían más rápido! —pensó Xie Lian, e
inmediatamente puso su mente en eso, huyendo más rápido.

Esta gran fanfarria de multitud corría por las calles, el polvo voló y
cubrió el aire, y ahora el dueño del puesto de comida ya ni siquiera
podía maldecir, sacando su propia olla de la ira.

— ¡POR QUÉ MIERDA SIQUIERA ME MOLESTO!

Después de cuatro horas de persecución, los monjes y


cultivadores que gritaban mientras corrían finalmente perdían el
aliento, y sus pasos se reducían. En cuanto a Xie Lian, que tenía
experiencia en el arte de la fuga, perseveró silenciosamente hasta
el final. Una vez que perdieron la cola por completo, Xie Lian bajó
a Hua Cheng y se paró a un lado de la carretera sin aliento. Hua
Cheng sostuvo sus hombros y dijo en voz baja: —No respire tan
fuerte, se hará daño.

Xie Lian levantó la vista y vio el ceño fruncido de Hua Cheng, pero
aún con la cara de un niño, no pudo evitar reír a carcajadas.

—JAJA, JAJAJA... ¡Ah!

Se rio demasiado bruscamente; un dolor agudo se disparó desde


sus costillas por lo que sostuvo sus costados. Al ver que Hua
Cheng se veía consternado, agitó la mano.

—No es nada... ¿eh? ¿Es esa por allí una posada?


Efectivamente, no muy lejos en la distancia rodeada por los
constantes azules de la noche, se encontraba una posada que se
asomaba con un cálido resplandor amarillo, como si estuviera
invitando a los viajeros a ir. Xie Lian se enderezó y dijo: —
Entremos y descansemos.

—Está bien —dijo Hua Cheng.

Xie Lian apretó su mano y los dos caminaron hacia el pequeño


edificio. Cuando llegaron frente a la entrada, Xie Lian se dio
cuenta de que esta posada tenía dos niveles, mucho más lujosa
de lo que parecía desde lejos. Las puertas estaban cerradas, y
Xie Lian levantó la mano, tocando suavemente: — ¿Hay alguien
allí? Estamos aquí para pasar la noche.

Muy pronto, alguien gritó desde adentro.

— ¡Voy, voy!

Un momento después, la puerta se abrió, y varios ayudantes se


acercaron a saludar, con la cara llena de sonrisas.

—Buen Señ...

Habían querido decir buen señor, pero al ver que la persona que
tenían delante llevaba una túnica de mujer, cambiaron.

—Mi dam…

Antes de que la palabra saliera de sus labios, Xie Lian emergió


completamente de la oscuridad con Hua Cheng en la mano. Si
hay un niño, entonces no era una dama soltera, así que cambiaron
de nuevo.
—Señor...

La palabra señora todavía estaba medio en sus labios y el rostro


de Xie Lian fue completamente iluminado por la luz dentro de la
posada. Aunque esta persona estaba vestida con una túnica de
mujer y tenía un rostro amable, si tenían que ser honestos, no
importaba cómo se viera, era la cara de un hombre. Todos los
ayudantes se quedaron en silencio, y fue un buen momento antes
de que volvieran a su saludo original: —Buen señor, por favor
entre.

Xie Lian sonrió mientras asentía. El él ahora tenía mucha práctica


usando cualquier cosa, y no hubo una gota de malestar mental o
físico. Con Hua Cheng en la mano, cruzó el umbral
extremadamente bajo y se sentó en una mesa en la esquina del
vestíbulo. Aparte de los ayudantes en la posada, no había nadie
más. En el momento en que entraron, los ayudantes
inmediatamente cerraron la puerta y se reunieron, amontonando
sonrisas en sus rostros. Fueron más esas sonrisas las que
hicieron que Xie Lian se sintiera incómodo.

Tomó la tarjeta del menú y dijo: —No es fácil encontrar una


posada en la naturaleza de esta manera, ¡me sorprende!

Los ayudantes respondieron: — ¡Tampoco es fácil tener clientes


en la naturaleza así!

Por alguna razón, aunque estaban sonriendo, esas sonrisas


parecían pintadas, bastante falsas. Xie Lian no movió un músculo
ni cambió su expresión. Le dio la vuelta a la tarjeta del menú y
pidió unos cuantos platos antes de que los ayudantes se fueran
alegremente a traer sus pedidos a la cocina.
Hua Cheng estaba jugando con sus palillos.

—Gege hemos entrado en un sospechoso establecimiento abierto


por demonios.

—Hum —Xie Lian reconoció.

Si no fuera nada extraño, entonces una posada pequeña con un


piso y un par de ayudantes en la naturaleza como esta ya era
bastante sorprendente; ¿Por qué había un establecimiento tan
lujoso con tantos ayudantes?

Por supuesto, esto no era ninguna evidencia fuerte. La razón


principal fue que en el momento en que Xie Lian entró en la
posada, pudo oler el hedor espeso y fresco de la sangre.

La gente normal probablemente no notaría este hedor a sangre,


pero para alguien tan experimentado y agudo como Xie Lian, la
pesadez había llegado al punto en que no podía ignorarlo. Xie
Lian dijo: —Hay más personas en el segundo nivel, escucho sus
pasos. Me pregunto si son viajeros que también están aquí por la
noche.

Si lo eran, entonces deben ser rescatados. Los dos se sentaron


uno frente al otro y juntaron sus caras, hablando en voz baja por
un largo rato cuando los ayudantes finalmente trajeron sus platos.

— ¡Ya vamos!

Xie Lian estaba a punto de hablar, pero captó un ligero


movimiento desde el exterior. Inmediatamente se puso de pie.
—Vamos a ir a descansar a nuestras habitaciones, ¿puedo pedirle
que lleve nuestra comida arriba?

—No hay problema, ¡no hay problema!

Xie Lian tomó la mano de Hua Cheng, se levantó la falda con la


otra mano con gran facilidad y subieron las escaleras. Miró hacia
atrás.

—Ah, por cierto, si alguien pregunta por nosotros, por favor dígale
que nunca nos ha visto.

—No hay problema, ¡no hay problema!

Xie Lian se apresuró en subir las escaleras. No pasó mucho


tiempo antes de que el sonido impetuoso de alguien tocando las
puertas llegara y una voz ronca dijera: — ¡Abra, abra!

Los ayudantes abrieron la puerta con sonrisas en sus rostros. ¡La


multitud que entró fue el Ojo del Cielo y ese grupo de monjes y
cultivadores incansables!

Xie Lian y Hua Cheng ya habían entrado en su habitación en el


segundo nivel para entonces. Mientras cerraban las puertas
detrás de ellos, podían escuchar a las personas que acababan de
entrar en la posada gritando: — ¡BAÑO, BAÑO, BAÑO! —Y
corriendo a estos mientras otros exigían: — ¡JEFE! ¿TIENE
AGUA?

Al ver a tanta gente entrar al mismo tiempo, los ayudantes se


llenaron de alegría: —Hay, hay, por favor, espere, ¡ya viene!
— ¡Ahh, estoy tan lleno! El Ojo del Cielo se quejó: —Increíble.
Esas como las llamo Bolitas de Castidad Incorruptible son
realmente un veneno tenaz. Sólo he bebido unas veinte tazas,
¿cuánto tiempo tomará antes de llegar a las ochenta y una?

…Xie Lian no había imaginado que esos monjes y cultivadores


fueran realmente tan honestos. Les dijo que bebieran ochenta y
una tazas de agua, así que realmente planearon beber
exactamente ochenta y una tazas de agua. Uno de los monjes
respondió: —Amitabha Buddha. Este monje ya ha bebido
veinticinco tazas de agua, y debo decir que ha sido muy eficaz
como antídoto. Este monje ya se siente mucho mejor.

Al escuchar esto, Xie Lian no sabía si reír o llorar, y buscó a tientas


alguna grieta desde la que pudiera ver. Vio a Hua Cheng medio
de cuclillas en el suelo, a un lado, llamándolo: —Gege mire por
aquí.

Xie Lian también se agachó y miró hacia donde estaba apuntando


en el suelo, pero no había nada malo en ello.

— ¿Qué hay aquí?

De repente, Hua Cheng asomó, y un pequeño agujero apareció


instantáneamente en el suelo sólido, un fino rayo de luz entrando.

—Aquí. Ahora podemos ver.

—…

Xie Lian se inclinó y se asomó por ese agujero. La multitud se


reunió en una larga mesa en el centro del vestíbulo, y los Ojos del
Cielo abofetearon la mesa.
— ¡HUMPH! Fuimos demasiado descuidados esta vez. La
próxima vez, si vemos a ese cultivador malvado, ¡no le daremos
ninguna oportunidad de aprovecharse de nosotros! ¡Debemos
acabar con Hua, Hua, Hua Chengzhu y erradicar el mal en nombre
del cielo!

Xie Lian susurró: —San Lang, ¿cómo los ofendiste?

Hua Cheng no respondió, pero alguien ya había preguntado por


Xie Lian: —Es cierto, nunca pregunté, pero ¿por qué están todos
aquí para atrapar a ese rey demonio? ¿Cuál es la historia?

Así, el grupo comenzó una reunión para intercambiar condenas.

— ¡Solo hablar de eso trae ira a mi corazón! Hace veinte años,


había un pueblo donde un cerdo monstruo se volvió loco y derrocó
la casa del maestro. La casa se derrumbó, toda la familia murió.
Ese cerdo huyó a la Ciudad Fantasma. En ese momento solo
había entrado en el oficio, así que fui tras él, pero un puñado de
fantasmas me derrotó y no tuve más remedio que escapar. ¡Qué
humillación! También envió un lacayo para decirme que no había
ninguna razón por la que uno pueda comerse a toda una familia
de cerdos, pero que un cerdo no pueda matar a toda una familia
en venganza. Si el cerdo no buscó venganza, entonces es tu día
de suerte, si lo hizo, entonces lo merecías. Ahora dime, ¿qué es
esa lógica podrida?

— ¡Qué casualidad! Nuestra secta experimentó algo similar, ¡pero


fue por un espíritu de gallo!

—Nuestra historia es simple. Porque el dios que adorábamos en


nuestra secta era uno de los que él nombró para ese desafío, no
importa cuántos templos construyamos, él los quemaría. ¡Qué
indignación! ¡Absolutamente irrazonable!

—Yo también, yo también. Todos ustedes saben de mi shixiong,


¿verdad? ¡Talentoso con futuro infinito! Sólo tenía un pequeño
vicio: le encantaba engañar a las mujeres. Hace décadas, una
pequeña fantasma prostituta sedujo a mi shixiong y lo succionó
hasta ser carne seca, y ese Hua, Hua, Hua, ese rey demonio se
atrevió a refugiarla.

Las críticas estaban incrementando abajo, pero por encima de


ellos, Hua Cheng parecía aburrido, sin siquiera molestarse en dar
una sonrisa burlona. El Ojo del Cielo dijo: —Creo que he oído
hablar de tu shixiong antes. ¿No era ese el tipo que, bajo el
pretexto de realizar rituales y ceremonias, confundiría y violaría
mujeres casadas? ¿El que estuvo encerrado durante tres meses?

— ¡Ahem ahem ahem!

Dio la casualidad de que en ese momento los ayudantes trajeron


su comida, y la multitud desvió la atención apresuradamente: —
La comida está aquí, la comida está aquí, vengan, vengan, no
digamos más, Ojo del cielo-xiong, comamos.

Xie Lian se enderezó, miró los platos que traían los ayudantes de
la posada y Hua Cheng dijo: —No hay necesidad de seguir
mirando, se arrodillarán en el momento en que coman esas cosas.

Xie Lian dijo en voz baja: —Esto va a ser problemático.

Aunque esa multitud de monjes y cultivadores eran implacables y


extremadamente molestos, todavía no podían dejarlos morir en
este peculiar y sombrío establecimiento. Sin embargo, tampoco
era una buena idea dar alarma. En ese momento, el Ojo del Cielo
dijo: — ¡Deténganse!

Miró esos platos y bloqueó los otros, sus ojos afilados y


centelleantes. Xie Lian elogió mentalmente: — ¡Él sí tiene algo de
habilidad!

Los otros se preguntaron: —Ojo del Cielo-xiong, ¿qué pasa?

El Ojo del Cielo extendió un dedo y limpió los bordes de un plato,


luego levantó el dedo en el aire y gritó de rabia: — ¡TANTA
GRASA DE SOLO LA PASADA DE UN DEDO! Los platos no
están limpios, ¿qué tipo de negocios mantienen por aquí?

—…

Xie Lian había pensado que había notado algo extraño, pero no
había imaginado que fuera un tipo diferente de extraño. Aunque
se quedó un poco sin palabras, los resultados fueron todos
iguales. En el momento en que el Ojo del Cielo se quejó, los
demás también comenzaron a quejarse: — ¿Qué es esto, todo es
pegajoso como escupitajo...? ¡Espera! ¡HAY PELO EN ESTE
PLATO!

Alguien se acercó con sus palillos para revolver, y de hecho se


removieron unos cuantos mechones de cabello negro.

— ¿SANTA MIERDA QUÉ ESTÁ SUCEDIENDO EN SU


COCINA? ¿QUIÉN DEMONIOS ESTÁ EN LA PARTE DE
ATRÁS?

Los ayudantes se frotaron las manos y sonrieron.


—Um... recientemente matamos unos cerdos, ¡así que
probablemente sean pelos de cerdo!

Sin embargo, cuando los palillos picaban en esos pelos, cuanto


más se tiraban, más y más largos se hacían.

— ¿QUÉ TIPO DE CERDOS TIENE PELOS ASÍ DE LARGOS?


¿ESTÁ TU JEFA LAVÁNDOSE EL CABELLO EN LA COCINA?

— ¡Llévate todo esto y hazlo de nuevo!

— ¡Siseñor Siseñor! —Los ayudantes se apresuraron a asentir.


— ¡Vamos a rehacer todo, de inmediato! Por favor, señores,
beban agua, beban agua.

—El agua potable tampoco será buena —pensó Xie Lian. —


¡También debe haber algo en el agua!

Antes de que los ayudantes se alejaran, cuando el agua casi


había llegado a los labios de la multitud, el Ojo del Cielo gritó de
nuevo: — ¡Vuelve aquí!

El ayudante regresó con una sonrisa de disculpa: — ¿Mi señor


Daozhang necesita algo más?

—Déjame preguntarte, ¿has visto a una mujer muy extraña con


un niño pequeño venir? —Preguntó el Ojo del Cielo.

Así que él preguntó después de todo.

—Gracias a Dios, les he pedido que no le digan nada —pensó Xie


Lian. Sin embargo, quién hubiera sabido que justo cuando estaba
pensando esto, el ayudante respondió sin pausa: — ¡Oh, lo he
hecho!

Xie Lian: — ¿…?

La multitud se sorprendió, y bajaron sus aguas, bajando la voz.

— ¿Dónde están?

Ese ayudante también bajó la voz.

— ¡Arriba!

La multitud estaba instantáneamente en alerta máxima, sus


miradas brincaban hacia arriba. Xie Lian bloqueó rápidamente ese
agujero que Hua Cheng asomó con su dedo. Un momento
después, se escucharon ruidos de un grupo de personas que
subían las escaleras. Xie Lian se arrastró hasta la puerta,
escuchando los pasos, y parecía que el ayudante había dirigido a
esa multitud arriba, escabulléndose hacia ellos. Su brazo
izquierdo sostenía a Hua Cheng, su espada agarrada a su mano
derecha, Ruoye junto a su persona protegiéndolos, todas las
armas listas, estaba tenso y en guardia. Sin embargo, esos pasos
pasaron justo al lado de su puerta y continuaron hasta el largo
pasillo. Desconcertado, Xie Lian se apretó contra la puerta y miró
a través de las grietas. Esa multitud pasó por esta habitación y
estaba rodeando la entrada de otra.

Dentro de esa habitación parecía haber una persona; una débil


luz se filtró a través de las ventanas empapeladas y reflejó la
silueta de una mujer sentada junto a la mesa.
Capítulo 138: Sobre colinas áridas; creando disturbios en la Posada de corazón
negro (parte dos)

Nunca se habría imaginado que el ayudante realmente


mantendría su promesa y no los delataría. Fue de otra persona de
la que hablaban.

Parecía que, aparte de ellos dos, había otra mujer muy extraña
con un niño pequeño que había venido a esta posada para
alojarse por la noche.

El Ojo del Cielo y su grupo se miraron e hicieron gestos con las


manos casi uniformemente, listos para abrir la puerta de una
patada. De repente, la luz dentro de la habitación se apagó y la
silueta desapareció. Inmediatamente después se produjo pam,
pam, pam, una serie de pasos rápidos y apresurados, y una mujer
abrió la puerta de un tirón, diciendo: — ¿QUÉ HACEN USTEDES
HOMBRES APESTOSOS AMONTONADOS FUERA DE MI
PUERTA EN MEDIO DE LA NOCHE? TU ABUELA QUIERE
BAÑARSE, ¿QUÉ PLANEAN? ¿¡HUH?!

Esta mujer era delgada y sensual en su figura, su rostro sin


maquillaje era celestial; a pesar de que tenía el aire de un gallo de
pelea, era completamente una mujer. Se chasqueó la lengua, se
subió las mangas y continuó maldiciendo.

—Y ES UNA MANCHA DE MONJES Y CULTIVADORES


TAMBIÉN. ¿NO SON USTEDES SACERDOTES RELIGIOSOS?
¡¿QUÉ PASÓ A TODOS SUS VOTOS DE CASTIDAD?!

Algunos de los monjes murmuraron: —Es un malentendido, es un


malentendido...
Esa mujer levantó sus cejas increíblemente en alto, alzando sus
manos como si estuviera lista para atacar.

— ¿ME IMPORTA QUE SEA UN MALENTENDIDO O UNA


REUNIÓN? ¡SALGAN AHORA O ESTA GRAN MAMÁ LES DARÁ
CON UNA LINDA BAÑERA!

—Oh, Oh, Oh, ESTA SEÑORA, ¿CÓMO PUEDE USTED SER


ASÍ? ¡CUIDE SUS VIRTUDES!

—Vámonos de aquí…

Aunque Xie Lian no reconocía el rostro de esa mujer, él todavía


sentía que su voz y su aura eran extremadamente familiares. Un
momento después, exclamó en un susurro: — ¿Lan Chang?

—Es correcto. Es ella. —Hua Cheng respondió.

Al ver a la multitud dispersarse, Lan Chang pareció soltar un


suspiro de alivio, miró a su alrededor y regresó apresuradamente
a su habitación, cerrando la puerta. No estaba cubierta de
demasiado maquillaje, mostrando al mundo una cara simple, y
aunque había varias arrugas alrededor de sus ojos, su edad
visible, era inesperadamente algo elegante, y Xie Lian casi no la
reconoció. Si ella se hubiera presentado así ese día en el Gran
Salón Marcial, la afirmación de inocencia de Pei Ming podría no
haber sido tan convincente. Antes, cuando el Monte TongLu se
reabrió y los demonios se excitaron por primera vez, hubo un
número significativo de monstruos y demonios que escaparon de
su sello, y Lan Chang y el espíritu del feto se encontraban entre
ellos. Si la mujer muy extraña que quería decir el ayudante era
Lan Chang, entonces ¿eso no significaba que el hijo que tenía con
ella era...?

Xie Lian le susurró a Hua Cheng: —El espíritu del feto debe estar
con ella. Esa criatura es demasiado peligrosa, no podemos dejar
que se escapen así.

Sin embargo, la posada en la que se encontraban ya era sombría,


y había una banda de maestros mortales que perseguían a Hua
Cheng. No sería fácil para ellos capturarlos en estas
circunstancias.

Esa multitud de monjes y cultivadores llegaron a la escalera, y el


ayudante preguntó: — ¿Y? ¿No fue la persona que buscan mis
señores?

— ¡No lo es! —El Ojo del Cielo respondió: — ¡Ahh! Déjeme


preguntarle, ¿ha visto a un cultivador con un niño pequeño?

El ayudante lo pensó y dijo: —No hay un niño, pero hay un


cultivador que está solo.

Al escuchar esto, la multitud se animó una vez más, y le


preguntaron en voz baja: — ¿Dónde está él?

Ese ayudante respondió en voz baja también.

—Por aquí.

Esta vez, él estaba apuntando a una habitación diferente. La


multitud se miró de nuevo, y una vez más se escondió con su
cabeza.
Sin embargo, inesperadamente, esta vez, cuando estaban quietos
a menos de tres pies de la puerta, repentinamente se escuchó un
sonido agudo que asomó el aire, y un talismán amarillo salió
disparado de las grietas de la puerta, rozando la mejilla del Ojo
del Cielo y clavándose en la pared detrás de él. Aturdida, la
multitud fue a mirar eso talismán y descubrieron que estaba medio
incrustado en la pared como una placa de acero.

Varios de ellos estaban a punto de entrar en la habitación, pero el


Ojo del Cielo los detuvo.

— ¡No es él! Pero sigue siendo alguien impresionante, nadie se


precipite y comience disturbios. Luego le hizo un gesto de saludo
y dijo: —Lamento haberlo molestado, experto maestro. Esto no es
más que un malentendido,

El que estaba dentro de la habitación no respondió,


verdaderamente el estilo de un maestro experto. La multitud
retrocedió y alguien preguntó: —Dao-xiong, ¿por qué dijiste que
no era él dentro de la habitación? ¿No tenían las manos de ese
cultivador de la basura quien arrojó esas armas ocultas la misma
fuerza?

Cultivador de la basura... Xie Lian tuvo que pensar realmente en


ello antes de que se diera cuenta que el arma oculta eran sus
Bolitas de incorruptible castidad.

—Bien de acuerdo…

El Ojo del Cielo respondió en voz baja: —Por supuesto que no es


él. Ambos lanzaron armas ocultas, pero las manos y la fuerza del
que está dentro de la habitación era un poco más débil que la de
ese cultivador de la basura...
No había terminado sus palabras antes de que otros siete u ocho
talismanes amarillos salieran disparados desde atrás, clavándose
en las puertas y paredes como flechas. La multitud estaba
aterrorizada y huyó escaleras abajo sin otra palabra. Al ver que
todos se habían ido, Xie Lian abrió sigilosamente la puerta, sacó
un talismán amarillo de la pared y regresó a la habitación. Hua
Cheng usó dos dedos para encender ese talismán amarillo, y con
solo una mirada, lo arrojó ligeramente.

—El Ojo del Cielo no está tan mal.

En la superficie de ese talismán amarillo había una capa de aura


espiritual, esta era la razón por la que era tan afilado como un
cuchillo, fuerte como el acero cuando se disparó, y se clavó
profundamente en la pared.

Anteriormente, sin embargo, Xie Lian lanzó esas albóndigas con


tanta fuerza que se dispararon como bolitas de hierro, y todas
fueron liberadas a través de su propio control de la fuerza, sin
ningún poder espiritual adicional. Después de todo, había pasado
siglos sin poder espiritual, y durante mucho tiempo se había
acostumbrado a depender de sí mismo para hacer cualquier cosa
en lugar de depender de los poderes espirituales. El Ojo del Cielo
había usado esto para determinar la diferencia en la fuerza.

Xie Lian no pudo evitar preguntarse: — ¿Cuántos tipos diferentes


de personas se reúnen en esta posada? ¿Por qué hay incluso un
cultivador alojándose aquí? ¿Podría él también estar aquí para
derrotar al mal? Es normal que esos monjes y cultivadores
mundanos no noten nada, pero ¿con el nivel de habilidad de este
individuo, cómo puede él no sentir nada extraño en esta posada?
De cualquier manera, ahora no puedo dejar que esos monjes y
cultivadores descubran que San Lang está aquí. Si comienzan a
hablar y ese individuo en la sala escucha por casualidad, eso
podría agregar uno más a la persecución. Este cultivador podría
no ser tan fácil de lidiar como el grupo de ellos.

La multitud volvió a bajar y volvió al vestíbulo, sentándose de


nuevo en esa larga mesa. Xie Lian se asomó por el agujero que
creó Hua Cheng y el ayudante dijo: —Iré a hacer que las cocinas
preparen sus órdenes de inmediato, orden mis señores, por favor,
esperen un poco más, jejeje.

— ¡ESPERE! Llévese las aguas también. Lave sus tazas


adecuadamente antes de servirlas.

—Por supuesto por supuesto. Jejeje.

Ese ayudante se fue con la cara llena de sonrisas, y


probablemente se dirigía a las cocinas. Xie Lian pareció recordar
que la cocina estaba ubicada detrás de la posada, así que tomó a
Hua Cheng y salió por la ventana para aterrizar fuera de la
posada. Se dio la vuelta hacia atrás y recogió unas cuantas rocas
lisas pequeñas, agarrándolas en la mano en caso de que
necesitara usarlas más tarde.

Se escondió en la pared fuera de la cocina. Hua Cheng volvió a


golpear, y apareció un pequeño agujero en la pared, como si la
pared estuviera hecha de tofu. Xie Lian se acercó para ver qué
tipo de propietario tenía este sombrío establecimiento.

La luz de la cocina era tenue, solo unas pocas lámparas estaban


encendidas y no se veía a nadie. Pero escuchando atentamente,
había sonidos crujidos provenientes de algún lugar.
Xie Lian se movió un par de ángulos y finalmente descubrió que
el sonido venía de debajo de la estufa. Su visión estaba bloqueada
por la estufa, pero junto al mostrador de la estufa había una pierna
humana. Obviamente, el hombre ya estaba muerto, pero todavía
estaba temblando junto con el sonido de masticar y saborear.

En ese momento, varios de los asistentes entraron a la cocina.

—Mi rey...

Detrás de las estufas, un hombre sucio y desaliñado levantó


repentinamente la cabeza, masticando con su boca, y él
respondió con voz sofocante: — ¡¿QUÉ?!

Los labios de ese hombre estaban cubiertos de sangre fresca, sus


ojos emitían un brillo verde, y en su boca colgaba la mano de un
humano como si fuera patas de pollo. Tanto esa expresión y esa
figura eran horribles, pero aún podía verse fácilmente: ¡era el
hombre que Qi Rong poseía!

Con las mejillas rellenas, chupó los dedos de esa mano que aún
no habían sido comidas del todo, y un momento después, escupió
unos cuantos huesos, golpeando directamente los rostros de los
ayudantes. Él maldijo: — ¡Eres una basura inútil que nació de un
montón de mierda! Llorando como si estuvieras de luto, y aquí
pensé que estarías trayendo a este ancestro comida. ¿Bien?
¿Dónde están los humanos? ¿Dónde está la carne? ¿NO TE DI
YA EL VENENO, POR QUÉ TODAVÍA ESTÁN VIVOS?

Parecía que el que estaba tirado en el suelo y que en ese


momento estaba siendo comido era el propietario original de este
establecimiento o algún otro viajero que pasaba por allí.
Los ayudantes se sintieron agraviados: —Mi rey, no es que
seamos inútiles, sino que la multitud de monjes y cultivadores
siguió presionando y dificultando todo. Primero despreciaron los
platos por ser demasiado grasientos, luego despreciaron los pelos
de los platos. Se niegan a comer cualquier cosa que estemos
sirviendo.

Qi Rong masticó crujientemente y luego chupó la sangre de esos


diez dedos.

— ¿QUÉ? ¡¿Qué demonios?! ESTE ANCESTRO


PERSONALMENTE LOS COCINARÁ EN UNA COMIDA DE
EJECUCIÓN. Ya deberían estar llorando lágrimas de alegría por
no hacerlos arrodillarse y lamer el suelo. ¿QUIÉN MIERDA les dio
el derecho a despreciar? ¡Deberían intentar comer lo que hace el
primo príncipe heredero, ESA MIERDA ES PEOR QUE LA
MIERDA, ESOS CABRONES DEBERÍAN SABER
ARRODILLARSE ANTE ESTE ANCESTRO EN
AGRADECIMIENTO!

Xie Lian: —…

—Gege no le haga caso a lo que dice una basura inútil. —Hua


Cheng lo consoló.

—… sí.

—TODO ES PORQUE USTEDES SON BASURA INÚTIL, ¡NI


SIQUIERA PUEDEN LAVAR BIEN LOS PLATOS!

Qi Rong se puso de pie de un salto y maldijo mientras golpeaba a


los ayudantes. Satisfecha su ira, Qi Rong se subió las mangas, se
limpió los labios cubiertos de sangre con sus manos y tomó la
espátula, magullando y golpeando el wok de hierro, maldiciendo
mientras ordenaba: — ¡¡¡VEN AQUÍ!!! Abre tus ojos de mierda, ¡te
dejaré presenciar las habilidades de este ancestro! ¡A ver si
ustedes tienen algo de mierda qué decir después!

Las llamas rugieron a los cielos, y poco después, efectivamente,


hizo de nuevo otro grupo de platos, y ordenó a esos ayudantes
que los sirvieran.

Qué tal grupo; la carne era abundante, las verduras frescas,


aromáticas y seductoras. Xie Lian regresó a la habitación de
huéspedes en el segundo nivel y se asomó hacia abajo, y esos
monjes y cultivadores estaban asombrados.

— ¡Esto se ve bien!

— ¡Sí! Esto está muy bien hecho, especialmente este pollo con
sal y pimienta, gordo y tierno... ¿no es un poco demasiado gordo
y tierno? ¿Nunca había visto patas de pollo así de largas?

Los asistentes explicaron: — ¡Oh! Esta es la especialidad de


nuestra casa, no se trata de sus patas de pollo típicas, sino de las
patas de gallina fénix blancas, especialmente seleccionadas, sin
garras. ¿No se ven suaves y delicadas como una niña, seductora
y tentadora?

—Tiene razón. Pero me gusta más la piel de este cerdo frito; la


piel de cerdo es ligeramente crujiente y tierna, el fuego está bien
controlado... espera, ¿por qué este cerdo tiene tatuajes?

Los ayudantes explicaron: — ¡Oh! Es porque nuestro chef quería


demostrar sus habilidades divinas de tallado, por lo que esto fue
intencionalmente grabado para mostrar un pequeño truco, eso es
todo.

—Estas costillas agridulces no parecen estar cocidas y la salsa es


demasiado espesa, no están tratando de cubrir nada raro con todo
el sabor agridulce, ¿verdad?

Los ayudantes explicaron: — ¡Oh! Nada de ese tipo. Todo en este


establecimiento se mata y vende el mismo día, es solo que
nuestro chef es de un sabor más fuerte, eso es todo.

—…

Al ver cómo alababan los platos sin parar y estaban a punto de


comer, Xie Lian ya no podía contenerse más y tiró una pequeña
piedra que recogió antes, lanzándola fuera de ese pequeño
agujero.

Este golpe golpeó la mano que el Ojo del Cielo usaba para
levantar la taza de té de la que iba a beber para desintoxicarse, y
su brazo se estremeció, derramando el agua de la taza. Este
derrame salpicó directamente en la cara de uno de los ayudantes
que seguía sonriendo.

Esa agua no estaba caliente, pero era como si se hubiera


derramado agua hirviendo sobre el ayudante, y se cubrió la cara.

— ¡AAHHH!

Ahora todos en la mesa estaban desconcertados, y todos


levantaron sus armas.

— ¡¿QUÉ ESTÁ PASANDO?!


El Ojo del Cielo tomó la mano de ese ayudante y la apartó. La
multitud dijo AH. Las características faciales de ese ayudante
estaban medio derretidas, como si se hubiera derramado agua
sobre una hoja de papel en blanco y la tinta se derramara.
Borrosas, rastros de tinta se extendieron por las mejillas y rodaron
hacia abajo.

Sus rasgos y sonrisas fueron dibujados con un pincel.

—…

Sin perder el ritmo, el grupo volteó la mesa y al instante


comenzaron una pelea con los ayudantes.

Esos ayudantes estaban abrazando sus cabezas mientras eran


golpeados, aullando.

— ¡¡¡MIS SEÑORES!!! ¡POR FAVOR PAREN! UM, ESA UM, ESA


MUJER EXTRAÑA CON UN PEQUEÑO NIÑO QUE ESTÁN
BUSCANDO ¡ESE EXTRAÑO CULTIVADOR! ¡ESTÁ ARRIBA!
¡ESTÁN ARRIBA! ¡VAYAN A ENCONTRARLOS! ¡DÉJENNOS
IR! ¡¡¡SOLAMENTE SOMOS TRABAJADORES DE MEDIO
TIEMPO!!!

— ¡VAA! ¿TRABAJADORES DE MEDIO TEMPO? ¿A QUIÉN LE


ESTÁN TOMANDO EL PELO?

— ¿TRATANDO DE ENGAÑARNOS? ¿PIENSAN QUE SOMOS


TAN FÁCILES? ¡ES MUY TARDE AHORA!

Los ayudantes se sentían agraviados.


— ¡No estamos mintiendo! ¡Es verdad!

La pelea en la planta baja se estaba volviendo loca, y viendo que


esos maestros tenían la ventaja abrumadora, Xie Lian negó con
la cabeza. Dejó de preocuparse y estaba a punto de capturar a
Lan Chang y al espíritu del feto en medio de este caos, cuando
inesperadamente, antes de que la puerta se abriera, un grito vino
del corredor. La voz aterrorizada de Lan Chang sonó: —No... te lo
ruego, ¡no quiero ir! ¿Por favor, te lo ruego, déjanos ir! ¡Me
arrodillaré y haré una reverencia!

La voz enojada de un joven dijo: — ¿A quién le importa tu


reverencia? Si te vas, ¿entonces yo… mi general qué debería
hacer? Joder, ustedes madre e hijo realmente lo engañaron en
todo este tiempo. ¡Basta de esta conversación inútil, vas a venir
conmigo!

Al escuchar esa voz, Xie Lian abrió la puerta de golpe.

— ¡¿Eres tú?!

Xie Lian salió por la puerta.

— ¿Fu Yao? ¿Por qué estás aquí?

Lan Chang lo vio y abrió los ojos.

—... ¿El Príncipe Heredero?

—… —Fu Yao lo miró de arriba abajo por un momento, sus labios


se movieron, pero al menos sus ojos no rodaron hacia arriba. Él
le preguntó de nuevo—. ¿Por qué está aquí también?
Xie Lian se miró a sí mismo y rápidamente se quitó la bata de la
mujer y respondió: —Es una larga historia.

En ese momento, Fu Yao notó que Hua Cheng estaba a su lado,


y sus pupilas se encogieron.
Capítulo 139: Sobre colinas áridas; creando disturbios en la Posada de corazón negro
(parte tres)

Fu Yao exclamó.

— ¿...TÚ?

Hua Cheng dijo humph fríamente y lo ignoró. En cuanto a Lan


Chang, en el momento en que los vio, se dio la vuelta para saltar.
Fu Yao se dio cuenta y se dio la vuelta.

— ¡PARE AHÍ MISMO!

Todavía no había salido cuando una larga banda de seda blanca


salió volando y le ató el tobillo. Lan Chang inmediatamente cayó
al suelo, abrazándose el vientre mientras daba la vuelta. Parecía
que el espíritu del feto estaba escondido en su vientre de nuevo.
Xie Lian dijo mientras retiraba a RuoYe: —Si quisiera que se
detuviera, debería haber hecho esto... solo gritar no tiene sentido.
Por cierto, estuvo hablando de su general antes, ¿qué le ha
pasado a su general?

Fu Yao no respondió. Él dijo humph y se levantó para agarrar el


brazo de Lan Chang, pareciendo que estaba realmente furioso
ahora. No solo agarró con fuerza a la mujer, su acción implacable
y firme, sino que realmente maldijo joder antes; este no era el Fu
Yao que conocían desde antes. Sin embargo, inesperadamente,
antes de que pudiera levantar a Lan Chang, su vientre se hinchó
repentinamente como un globo, una figura blanca salió disparada
y gritó cuando se abalanzó sobre la cara de Fu Yao.

¡Es el espíritu del feto!


Cada vez que regresaba al vientre de su madre, ahorraba otra
ronda de energía. Por lo tanto, este ataque fue traicionero, y Fu
Yao tuvo que concentrarse para combatirlo, moviendo su mano
para golpearlo. Ese espíritu feto fue golpeado hacia atrás como
una pelota y se golpeó la pared con un golpe, luego se disparó
hacia Xie Lian.

— ¡Atrápalo! ¡No dejes que se escape! —Gritó Fu Yao.

Antes de que Xie Lian se hubiera movido, Hua Cheng ya se


estaba protegiéndolo frente a él. Esa pelota, el espíritu del feto,
frenó bruscamente delante de él, y volvió a atacar a Fu Yao una
vez más. Este bulto de bola fantasma rebotaba y arrasaba en el
corredor, pero también era un caos completo abajo. Podían
escuchar debajo de los gritos de los ayudantes suplicando
misericordia: — ¡Señores míos, sean magnánimos! ¡Nosotros los
humildes también estamos haciendo esto solo para comer algo!

—Sí, ya no haremos esto nunca más! A decir verdad, a lo sumo,


solo nos robaríamos algunas gallinas para comer, todo es por ese
verde... Verde Viejo Señor quien nos obligó a ser sus
subordinados a hacer esto, ¡está en la cocina ahora mismo!

Al ver que la situación se había convertido en un completo caos,


Xie Lian de repente recordó algo y saltó desde el segundo piso.
Qi Rong estaba en la cocina, con las piernas cruzadas,
mordiéndose los dientes alegremente mientras esperaba que su
comida se sirviera. De repente, hubo un gran ruido sordo; una
figura había pateado la pared y saltó agresivamente.

— ¡Qi Rong! ¿Dónde está Gu Zi?


Esta clásica entrada del dios marcial hizo que Qi Rong se pusiera
de pie de la sorpresa.

— ¡¿TÚ?! ¿Por qué estás aquí? ¿¡NO PUEDES GOLPEAR LA


PUERTA COMO UNA PERSONA NORMAL?!

Sin perder un segundo, Xie Lian se levantó y lo abofeteó,


presionándolo sobre la tabla de cortar como un pato.

— ¡Basta de tonterías! ¿Qué le hiciste al niño?

Qi Rong sonrió con una sonrisa llena de dientes: —Jejeje, mira,


¿no está el suelo amontonado con ellos?

¿De qué está amontonado el suelo? ¡Huesos humanos!

La furia ardió en el corazón de Xie Lian, y apretó más firme con


fuerza. Qi Rong entonces comenzó a gemir y aullar.

— ¡AU, AU, AU BRAZO! ¡MI BRAZO SE HA ROTO! ¡ROTO!


¡PRIMO PRÍNCIPE DE LA CORONA ESPERA! ESTÁ BIEN,
ESTÁ BIEN, ESTÁ BIEN, SERÉ HONESTO, MENTÍ, ¡NO LO
COMÍ! ¡NO LO HICE! IBA A HACERLO ¡PERO NO LO HAGO
AÚN!

— ¿Dónde está él ahora? —Xie Lian exigió.

— ¡DEJA DE APLASTAR, DEJA DE APLASTAR! Te lo diré, ese


pequeño abraza pies está encerrado en el cobertizo del lado,
¡SOLO MIRA Y VERÁS!

Xie Lian le ordenó a RuoYe que atara a Qi Rong y abrió una


pequeña puerta al lado de la cocina. Efectivamente, Gu Zi estaba
acurrucado en el interior. Xie Lian sintió su respiración bajo su
nariz y notó que su respiración era firme, su carita estaba roja y
sonrojada, pareciendo estar profundamente dormido. Sin
embargo, cuando Xie Lian lo levantó, pudo sentir que el cuerpo
del niño estaba caliente al tocarlo como si tuviera fiebre, y el
corazón de Xie Lian se tensó.

En ese momento, esos monjes y cultivadores también llegaron, y


en el momento en que entraron a la cocina, pisaron el suelo lleno
de huesos humanos y casi se resbalaron. La escena fue
impactante y horrorosa, y todos gritaron.

— ¿HUH? ¡ES UN ESTABLECIMIENTO SOSPECHOSO!

— ¿ASÍ QUE TODOS LOS PLATOS AFUERA...? ¿TODOS


ESTÁN... HECHOS DE CARNE HUMANA?

— ¡Te dije que nunca había visto patas de pollo tan largas!

Justo al mismo tiempo, hubo otro fuerte retumbar, y se perforó un


nuevo agujero en el techo, un bulto de bola blanca se estrelló.

— ¡¿QUÉ ES ESO?! —Lloró la multitud.

Poco después, Fu Yao también saltó desde ese agujero, lanzando


más de diez talismanes amarillos de su mano, gritando: —
¡PIÉRDANSE! ¡NO SE METAN EN MI TRABAJO!

— ¡AH! ¡Es el hábil maestro! —Gritó la multitud.

Luego, Lan Chang se arrastró y también se bajó.


— ¡DEJA DE PEGARLE!
— ¡QUÉ-! ¡UNA MUJER! —La multitud volvió a gritar.

Esos talismanes amarillos se disparaban como clavos de hierro,


como espadas voladoras, y mientras Xie Lian esquivó con solo un
ligero movimiento de su cuerpo, Qi Rong no pudo escapar, y todos
lo apuñalaron directamente sobre su espalda. Él gimió
patéticamente.

— ¡¡¡ASESINO DE FANTASMAS!!!

La multitud se aglomeró y se reunió alrededor de él para examinar


los talismanes, jadeando de asombro.

—Wow, qué increíble habilidad para disparar talismanes…

Una buena y vieja cocina fue repentinamente aplastada y llenada


de gente, escandalosa y ruidosa. Fu Yao estaba persiguiendo al
espíritu del feto saltando arriba y abajo, Lan Chang estaba
persiguiendo a Fu Yao como si se hubiera vuelto loca. La mitad
de la cara de Qi Rong cambió de forma por la forma en que Xie
Lian lo presionaba contra la tabla de cortar, su espalda se convirtió
en blanco de los talismanes amarillos que Fu Yao lanzó mientras
era observado por una multitud, y Lan Chang lo pisotearía de vez
en cuando a tiempo. Él se lamentó patéticamente.

— ¿POR QUÉ? ¿POR QUÉ HAY MUCHAS PERSONAS?


¿QUIÉN ERES TÚ? ¿Y QUIEN ERES TÚ? ¿ACASO NADIE ME
VA A DEJAR COMER? ¿POR QUÉ SIEMPRE ES ASÍ SIN
IMPORTAR A DÓNDE VAYA? ¿QUÉ TIENEN USTEDES
CONTRA MÍ??

Mientras gemía, sus ojos giraron y vieron a través de la pared


colapsada de la cocina hacia el exterior de la posada. Hua Cheng
parecía no haber notado el caos en el interior, y estaba sentado
tranquilamente debajo de un árbol con suficiente tiempo para
construir un palacio de láminas doradas. Quién sabe cuánto
tiempo estuvo jugando, pero ante él ya existía una suntuosa y
pequeña mansión hecha de más de diez láminas de oro.

Qi Rong instantáneamente cambió su tono y gritó: — ¡TODOS


MIREN AFUERA, RÁPIDO! LA FLOR DE LLUVIA SANGRIENTA
SE HA CONVERTIDO ES UN MOCOSO ¡SI TIENEN
RENCORES CONTRA ÉL VAYAN AHORA! NO PIERDAN ESTA
OPORTUNIDAD, SI PASAN A TRAVÉS DE ESTE PUEBLO, NO
HABRÁ OTRA TIENDA...

Antes de que terminara, un cuchillo de carnicero sangrante,


reluciente y despiadado fue introducido en su boca entre los
dientes. El mango del cuchillo de carnicero fue agarrado de la
mano de Xie Lian.

Xie Lian sonrió.

— ¿Hm? ¿Qué estás gritando?

Qi Rong no vio cómo Xie Lian pudo empujar ese cuchillo en su


boca; solo podía sentir frío en sus labios y la punta de su lengua
sintiendo que había un repentino objeto nuevo, extremadamente
afilado. A pesar de que no estaba herido, si intentaba moverse
incluso una pulgada, su boca iba a sangrar y su voz moría en su
garganta.

Sin embargo, la multitud ya había visto al Hua Cheng que estaba


amontonando un palacio de papel dorado en las afueras de la
posada.
— ¡¿ES ESE ÉL?!

— ¡PROBABLEMENTE!

Con Gu Zi en un brazo y tirando de RuoYe con el otro, Xie Lian


salió corriendo para llegar antes que los demás. Qi Rong aún
estaba limitado por RuoYe, y gritó mientras lo arrastraban por el
suelo.

—XIE LIAN, PERRO DE MIERDA, DEBES ESTAR HACIENDO


ESTO APROPÓSITO, NUNCA HE VISTO A ALGUIEN TAN
MALO COMO TÚ FALSO LOTO BLANCO AAAAAHAHHHHHHH-

La multitud se reunió alrededor.

— ¿Nos... acercamos?

—Cuidado con los trucos. ¿Qué tal si observamos primero?

Justo al mismo tiempo, Hua Cheng terminó de construir el


pequeño palacio dorado, y se puso de pie, alzando las cejas
mientras miraba de reojo el pequeño edificio que construyó, y le
dio una patada suave.

Flop, flop, flop, el palacio dorado se derrumbó.

Y esa posada también retumbó mientras se derrumbaba.

La ilusión fue rota. Xie Lian volteó y miró que detrás no había
ninguna posada, sino una casita colapsada, del tipo que era
normal en colinas áridas como esta. La posada anterior fue creada
por un hechizo de ilusión.
Esa multitud de monjes y cultivadores que aún no habían decidido
si acercarse, fueron aplastados, eliminados por troncos podridos
y pajitas rasgadas. Xie Lian corrió al lado de Hua Cheng.

—San Lang, ¿usar tus poderes así no te afectará?

Hua Cheng agitó su mano con compostura y esas láminas de oro


desaparecieron en el aire. —No se preocupe, Gege algo pequeño
como esto no es nada.

En ese momento, un trozo de un techo roto se movió, y Fu Yao se


asomó empujando un lote de heno y exclamó con enojo: —A TI
NO TE FASTIDIA, ¡A MI ME FASTIDIA!

Finalmente había capturado el espíritu del feto, pero de repente


su visión se oscureció, y cuando levantó la vista, ese techo
podrido se estaba rompiendo y derrumbando, desmoronándose
justo encima de él, ¡qué desastre! Fu Yao se arrancó un trozo de
paja de su cabello y pisó fuerte hacia Xie Lian y Hua Cheng,
mirando a Hua Cheng que era más bajo que él en este momento
y se enfureció: —USTEDES... ¡Lo hicieron a propósito!

Hua Cheng parpadeó, pero no respondió y tampoco se burló, solo


levantó sus ojos negros para mirar a Xie Lian. Xie Lian
inmediatamente dejó caer su brazo, lo agarró por el hombro y lo
jaló detrás de su persona.

—No, no, realmente no. Los niños no saben cómo controlarse a


sí mismos... lo siento, Fu Yao.

Fu Yao lo miró con incredulidad con la cabeza llena de pelo


revuelto.
—... ¿Niños? Su Alteza, ¿realmente cree que soy tan ciego como
para no reconocer quién es?

Xie Lian respondió inocentemente: — ¿De qué estás hablando?


Este es un niño muy normal.

—…

Fu Yao miró a Hua Cheng y entrecerró los ojos, pero detrás de


ellos se escucharon débiles crujidos, y parecía que Lan Chang
también empujó un pedazo de techo y salió. Fu Yao se volvió
hacia ella. Xie Lian suspiró aliviado, poniendo a Gu Zi en el suelo,
pero mientras lo hacía, una voz vacilante sonó en sus oídos.

—... ¿Alteza?

Xie Lian se enderezó de inmediato.

—... Feng Xin?

Realmente era Feng Xin en el otro extremo, y sonaba como si


también suspirara de alivio.

— ¡Gracias a Dios! Tu contraseña verbal no ha cambiado después


de todo.

Xie Lian sin sonido rio secamente. Hace ochocientos años,


cuando activó la contraseña verbal por primera vez, fue Recitar el
Sutra de Ética mil veces; ochocientos años después, nunca
cambió, y Feng Xin realmente la recordó. Xie Lian recordó la
forma en que Feng Xin se echó a reír hasta que estuvo ronco
cuando escuchó esa contraseña verbal por primera vez hace
muchos años, y no pudo evitar sentirse nostálgico aunque no era
el momento adecuado.

—Sí, no ha cambiado. ¿Cómo está el Tribunal Superior? ¿El


emperador celestial está informado del asunto de Ling Wen?

Hua Cheng escuchó que estaba hablando con un oficial celestial


del Tribunal Superior y conscientemente se alejó, colocando su
mano en la frente de Gu Zi para ver si estaba enfermo. Por un
lado, la voz de Feng Xin se puso seria: —No es bueno. Él sabe.
Todo el Tribunal Superior está en caos en este momento.

Xie Lian suspiró: —Toda la coordinación y los arreglos de los


asuntos del Tribunal Superior siempre habían sido manejados por
Ling Wen, por lo que no se podía evitar. ¿No podrían otros dioses
de la literatura tomar su lugar?

—Los tienen, pero no son efectivos. —Feng Xin dijo: —Por lo


general, son los más diligentes en despreciar el Palacio de Ling
Wen, como si pudieran hacer el trabajo mucho mejor si tuvieran
el puesto. Ahora que los necesitamos para asumir la tarea, ni uno
solo puede hacer ni la mitad de lo que ella hace. Solo la
organización y gestión de noticias e información los mareaba;
varios dioses de la literatura abandonadon y declinaron la
posición.

Xie Lian negó con la cabeza y Feng Xin agregó: —Y no solo Ling
Wen, sino que también le pasó algo a Mu Qing. Al principio lo
encerraron, pero golpeó e hirió al oficial de guardia y escapó.

— ¡¿Qué?!
Al escuchar esto, por impulso, Xie Lian miró instantáneamente a
Fu Yao. Ese joven vestido de negro solo estaba diciéndole algo a
Lan Chang, y aunque había disgusto en su rostro, había más
inquietud. Xie Lian se alejó y bajó la voz: — ¿Qué le pasó a Mu
Qing? ¿¿¿Cómo se llegó a esto???

—No solo lo encerraron, todo el Palacio de Xuan Zhen ha sido


suspendido a la espera de una investigación. —Feng Xin
respondió: —Todo fue por el espíritu del feto.

La voz de Xie Lian se volvió más suave.

— ¿Qué pasó con el espíritu del feto? ¿Estaba realmente


relacionado con el caso?

—En. Feng Xin dijo: —Todos los demonios y monstruos sellados


en todas partes han escapado esta vez; Mu Qing era responsable
de la fantasma femenina Lan Chang y ese espíritu feto, pero no
logró capturarlos, dejándolos escapar. Pero durante la búsqueda,
ese feto reconoció a Mu Qing y dijo que quien lo extrajo del vientre
de su madre y lo convirtió en un pequeño fantasma fue Mu Qing.

— ¡Eso es imposible! —Xie Lian soltó. — ¡De ninguna manera!


Aunque Mu Qing es alguien... Bueno, ¿no tenía motivos para
hacer algo como esto?

—Quién sabe. —Feng Xin dijo: —Pero al parecer, hay un método


de cultivo perverso que involucra el uso de bebés muertos para
acelerar la ascensión. Ahora hay un número de personas que
sospechan si su ascensión también fue problemática, por lo que
planearon encerrarlo al principio antes de tomarse el tiempo para
investigar a fondo todas sus acciones pasadas, pero quién sabía
que no podía quedarse quieto y huir. Ahora todos creen que es
culpable y que escapó por el crimen.

—Espera, espera, espera, espera. —Xie Lian dijo: —Esto,


realmente no está bien. Si Mu Qing fue el autor, entonces, ¿por
qué el espíritu del feto y Lan Chang no lo reconocieron al principio
en el Gran Salón Marcial y tuvieron que acusarlo durante la
captura? ¿No es esto obviamente una caluHumia?

—Para cuando descubrí que las cosas ya habían progresado


hasta este punto, tampoco estoy seguro de lo que realmente
sucedió. —Feng Xin dijo: —Parece que Lan Chang y el espíritu
del feto no sabían quién era el hechicero tampoco, pero cuando
el pequeño fantasma fue moldeado y emergió por primera vez,
tuvo un momento aleatorio de claridad, se liberó del control y dejó
una cicatriz en ese individuo. Cuando el espíritu del feto estaba
luchando con Mu Qing, vio que también había una marca de
mordida en el brazo de Mu Qing, y era una vieja herida de cientos
de años.

— ¿Esta marca de mordida coincide con la cavidad del espíritu


del feto? —Preguntó Xie Lian.

—Coinciden completamente —respondió Feng Xin.

— ¿Y cómo explicó Mu Qing esta cicatriz? —Xie Lian preguntó


soleHumemente.

—Él admitió que ha visto el espíritu del feto antes —dijo Fen Xin.
—pero no se admite a sí mismo como el autor, que salvó al
espíritu del feto por benevolencia, pero fue mordido por él. Con
una confesión como esta, bien podría no haber tratado de explicar
nada.
Eso era cierto, solo porque: Ayudando por bondad. Amar y
proteger a los niños. Hacer el bien sin dejar el nombre, en la mente
de todos, eran todas cosas que Mu Qing nunca haría. Mu Qing
siempre había estado solo, nunca había mostrado ninguna
amabilidad innecesaria, y realmente no hacía amigos íntimos en
el cielo. Ahora que sucedió algo, nadie lo creería aunque tratara
de discutir, y naturalmente no había nadie para hablar en su
nombre. Probablemente este fue el motivo por el que eligió huir e
investigar la verdad por sí mismo.

—Las cosas todavía están fuera de control aquí, su alteza —dijo


Feng Xin. — ¿Dónde estás? El Emperador celestial dijo que la
reunión de los demonios es probablemente imparable ahora.
¡Date prisa y únete a la asamblea!

—Estoy actualmente... —Xie Lian comenzó.

Antes de continuar, sin embargo, la fría voz de Fu Yao sonó de


repente detrás de él.

— ¿Con quién estás hablando?


Capítulo 140: Lenguas afiladas y dientes puntiagudos; vientos devorados y flechas
destrozadas

Xie Lian dejó escapar un suspiro y se dio la vuelta.

—Ahh, quería hablar con alguien, pero ahora que la red de


comunicación espiritual del Tribunal Superior está en ruinas y no
conozco la contraseña verbal de ningún otro oficial celestial, no
puedo. No puedo decir nada, incluso si quisiera. Fu Yao,
¿recuerdas la contraseña verbal de algún oficial celestial? Solo
para que pueda enviar algunas noticias, avisarles que estoy aquí
y solicitar ayuda.

Parecía tranquilo y natural, extremadamente persuasivo, y las


nubes sombrías en la cara de Fu Yao se dispersaron. Él lo calmó.

—No sé. Todo el cielo es un desastre en este momento, todos


están ocupados. Hazte cargo tú mismo.

En ese momento, Hua Cheng habló por un lado: —Gege este niño
ha estado hambriento durante dos días y está ardiendo.

Xie Lian se acercó para comprobarlo y, efectivamente, la frente


de Gu Zi estaba tan caliente que un huevo podía ser frito. Al
instante, levantó a Qi Rong y le preguntó: — ¿Cómo demonios
cuidas a los niños?

Qi Rong escupió con su rostro cubierto de sangre.


— ¡No es como si este antepasado fuera su verdadero padre! ¡Ya
es increíblemente compasivo de mi parte no haberlo comido!
¡Dame méritos, rápido!

—Creo la razón por la cual no te lo comiste es más porque no


tendría un buen saber al tener fiebre —comentó Xie Lian.

Al lado, Lan Chang dudó un momento antes de hablar: — ¿Está


enfermo ese niño? ¿Qué tal si miro?

Ella también estaba cubierta de cortes y moretones por las vigas


colapsadas de esa casa en ruinas, pero sintió pena por el niño y
se arrastró, sostuvo a Gu Zi en sus brazos y colocó la palma de la
mano sobre su cabeza, que parecía estar utilizando su cuerpo
helado para enfriar la fiebre de Gu Zi. Fu Yao se acercó con el
espíritu del feto envuelto en una bola por un talismán en la mano.
—Hora de irnos.

Lan Chang obviamente no quería irse, pero su hijo estaba en sus


manos, así que ella estaba indefensa. Xie Lian dijo: —Espera, no
te vayas todavía. Fu Yao, ¿puedes comunicarte con tu general
ahora mismo?

Fu Yao lo miró.

— ¿Qué quieres?

Xie Lian masticó sus palabras.

—En realidad…

Antes de decir la palabra por completo, su mano se extendió


repentinamente y rápido como un rayo, instantáneamente retorció
los brazos de Fu Yao y los sostuvo en un agarre mortal antes de
continuar.

—En realidad, ¡ya sabía que él estaba en problemas!

Fu Yao fue descuidado y se dejó atrapar, se sintió sorprendido y


furioso: — ¡TÚ! LADINO--!

—No no. Todo esto es solo por fuerza propia. Puedes intentar
emboscarme de la misma manera y ver si puedes sujetarme.

Hua Cheng aplaudió cortésmente.

—Estoy de acuerdo.

Fu Yao iba a poner los ojos en blanco por la ira.

—ENTONCES, ¿POR QUÉ NO ME DEJAS IR PARA QUE


PUEDA INTENTAR, HUH?

Xie Lian enderezó su expresión: —La próxima vez, si hay una


oportunidad. En este momento tenemos cosas más importantes
de las que preocuparnos. Fu Yao, ¿me ayudas a recomendarle a
tu general que regrese al Tribunal Superior?

— ¿Regresar?

La ira de Fu Yao fue reprimida a la fuerza en una voz baja: — ¡Es


fácil para ti decirlo! Si el que estuviera atrapado en esa situación
fueras tú, ¿volverías? ¿Qué dirías si otros te piden regresar?
¿Volver a ser afectado y esperar una condena? ¿Volver a esperar
la muerte?
—No te enojes, estoy hablando en serio. Xie Lian dijo: —No estoy
siendo sarcástico. Tu general y yo somos diferentes, su situación
no es tan desesperada hasta el punto de no retorno; el verdadero
mal fue él huyendo. Si puedes conectarte con él, dile que puedo
ayudarlo a investigar.

Fu Yao se quedó atónito.

—Tú. ¿Ayudarle a investigar?

—Sí. He hecho muchas investigaciones, así que tengo algo de


experiencia. Más experimentado que él de todos modos —dijo Xie
Lian.

—Su alteza, ¿necesita que le recuerde que después de regresar


a los cielos a cuántos oficiales celestiales has investigado? —Dijo
Fu Yao. — ¿Y cuántos de esos oficiales celestiales han caído
después de haber investigado?

Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.

—Eso es diferente. El problema no es conmigo. Si realmente no


cometió ningún crimen, entonces, por supuesto, puedo probar su
inocencia.

Fu Yao soltó una carcajada de exasperación y lo interrumpió: —


¡Eso es suficiente! No es que nadie sepa de los rencores
personales entre ustedes dos. ¿Ayudarle a investigar? ¿Tendría
él acaso la oportunidad remediar esto si así fuera? Si quieres usar
esta oportunidad para arrastrarlo hacia abajo y reírte de él, solo
dilo en lugar de actuar falsamente.
Al oír esto, la cara de Hua Cheng se oscureció. Un momento
después, sonrió.

—No importa, Gege. Este tipo no sabe cómo reconocer la bondad


cuando la ve, ¿por qué perder el aliento?

Algunas personas simplemente nacen ingratas, y miden el


corazón de un hombre íntegro con su propia mentalidad cerrada
y miserable. Él no confía en usted, bueno, no tengo tiempo para
preocuparme por él de todos modos, déjelo luchar y resolver las
cosas por sí mismo.

Fu Yao lo miró y se burló.

— ¿Niño?

Hua Cheng devolvió sus respetos y también se burló.

— ¿Oficial del Tribunal Inferior?

La cara de Fu Yao cambió ligeramente. Xie Lian apretó su agarre


y dijo suavemente: —Bueno, esto y eso son dos asuntos
completamente diferentes, los asuntos personales y los negocios
no deben mezclarse. Es una cosa es si él y yo tenemos un rencor
personal, es otra si él cometió un delito. Alguien como Mu Qing
que, aunque es de mente cerrada, mezquino, sensible y
escéptico, tiene una mala personalidad, asume cosas
constantemente, no dice cosas bonitas, le gusta molestar,
siempre ofende a la gente y a mucha gente no le agrada, no tiene
amigos, puede recordar detalles pequeños y sin importancia
durante un largo período de tiempo...

—…
Xie Lian continuó respirando sin cambiar de expresión, pero al
final concluyó diciendo: —... pero lo conozco desde que éramos
niños, después de todo, todavía tiene principios.

—…

Xie Lian continuó: —Podría escupir en la taza de alguien que no


le gusta, pero nunca envenenaría el agua para dañar a otros.

—…

Hua Cheng comentó rotundamente: — ¿De verdad? Eso sigue


siendo grave.

Fu Yao estaba con las venas explotando.

— ¡NO! ¡Él nunca escupiría tampoco!

—Laxantes entonces —dijo Xie Lian.

Fu Yao parecía estar reprimiendo algo.

—Tú... ¿debes describirlo de esta manera? ¿Estás hablando por


él o contra él?

—Lo siento, simplemente no pude encontrar ningún ejemplo mejor


en este momento —se disculpó Xie Lian.

Fu Yao luchó un poco, pero no pudo soltar el agarre y exigió


alarmado: — ¿Estabas informando a alguien en el cielo antes?
Xie Lian respondió pesadamente: —Todavía no. Sólo estaba
charlando. No te preocupes, no haré daño a tu general si
realmente no quiere volver, ¿por qué no me acompañas y así
podemos actuar juntos? De esa manera, hay un testigo de todo lo
que él haga, de lo contrario él no podría ser capaz de limpiarse y
las cosas empeorarían…

Justo entonces, de repente se escuchó un rugido de risa burda


detrás de ellos. Qi Rong estaba mirando fijamente el rostro de Lan
Chang y de repente se volvió loco.

— ¡JAJAJAJAJAJAJAJA! ¡ME PREGUNTABA QUIÉN ERA


ESTA! ¿NO ES ESTA, NO ES ESTA MI SEÑORA JIAN LAN?

Lan Chang sostenía a Gu Zi en sus brazos al principio, enfriando


su temperatura, pero al escucharlo, ella se estremeció y sus ojos
se abrieron.

— ¿Quién eres? ¿Cómo es que tú también...?

Qi Rong se rió.

— ¿Cómo lo sé? ¡POR FAVOR! ¡Casi tuviste que llamarme


primito! ¿Qué, entonces todo el mundo se ha convertido en un
fantasma? Haciendo mierda por aquí y por allá y todas son caras
conocidas, este mundo es realmente pequeño y alegre, ¡jeje!

Xie Lian frunció el ceño.

—Qi Rong, ¿te has vuelto loco? ¿Quién es Jian Lan?

—Heh, primo príncipe heredero, ¿estás ciego o estás jugando


estúpido? —Qi Rong se burló: —Mira de cerca quién es, es la
doncella número uno de nuestro XianLe: ¡la Señora Jian Lan!
Todos los políticos y comerciantes de su familia,
indescriptiblemente grandes y gloriosos. Su apariencia es regular,
pero su nombre aparecería en las listas cada vez que haya una
evaluación de belleza de XianLe. Tan orgullosa que sus ojos han
crecido sobre su cabeza; ella no veía ni se preocupaba por nadie.
¡Casi entró en el harén y fue elegida como concubina!

— ¿Qué?

Los ojos de Xie Lian volaron a la cara de Lan Chang


inconscientemente. En aquel entonces, el rey y la reina sí tenían
la intención de elegir una concubina para él y convocaban a un
número de chicas exquisitamente seleccionadas para que
entrasen al palacio para un banquete y le permitieran ver si había
alguien a quien a él le pudiera gustar. Sin embargo, el joven Xie
Lian tenía todo su corazón enfocado en el cultivo, y abandonaba
el banquete después de hacer solo una ronda, sin siquiera
molestarse en recordar las caras y los nombres de esas chicas,
así que él no podía recordar nada.

Lan Chang miró a Fu Yao, pero Fu Yao solo dijo: —humph… Mi


general no dijo nada de esto. Esta mujer también es ciudadana
remanente de XianLe, por lo que debe haberte visto antes en el
pasado.

Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng, y tampoco parecía


sorprendido, así que no parecía que fuera algo que acabara de
descubrir. Xie Lian se volvió hacia Lan Chang y murmuró: —
¿Estaba realmente...?

Sin embargo, Lan Chang se tapó las orejas apresuradamente y


gritó: — ¡No lo diga! ¡No lo diga en voz alta! ¡NO USE ESTE
NOMBRE PARA DIRIGIRSE A MI! Ha... hace mucho que he
cambiado de nombre.

Xie Lian se sorprendió al principio, pero dejó caer el brazo y


suspiró profundamente.

La hija de una familia noble de antaño era ahora una prostituta en


el reino de los fantasmas. Ella cambió su nombre probablemente
porque tenía miedo de avergonzar a su familia muerta y no
admitiría que la ella de ahora era la misma.

Esta mujer fue una vez su devota, su ciudadana, así que, ¿cómo
no podía suspirar?

En ese momento, repentinamente sintió calor en su mano, y


cuando miró hacia abajo, era Hua Cheng quien no lo estaba
mirando, pero sí tomó su mano.

Aunque actualmente tenía la forma de un niño pequeño y su


temperatura corporal era fresca, cuando esta mano pequeña y
fresca sostuvo la suya, fue infinitamente cálido.

Qi Rong, sin embargo, no simpatizó en absoluto, y se dijo: —


¡Quién pensaría que la dama Jian Lan, que estaba tan fuera de
alcance en el pasado, se convertiría en una bruja tan vieja y fea
ahora! Nunca pensé que fueras tan hermosa, y ahora, mis ojos
son ciertamente agudos, ¡realmente no te ves tan bien! Bien
podría preguntar, ¿quién es el padre de este perro al que diste a
luz?

Sus palabras fueron extremadamente sin modales, y la cara de


Jian Lan palideció. Qi Rong continuó: — ¿No puede ser primo el
príncipe heredero, no? No, no, ese primo mío probablemente ni
siquiera puede levantarlo, es por eso que la pasa todo este tiempo
fingiendo que es completamente casto y que no presta atención a
las mujeres, qué farsante. ¿Cómo puede tener un hijo? Oh-OH!
¿Cómo podría olvidarlo? Después de que XianLe cayó, ¿no fue
mi dama vendida a ese tipo de lugares? ¡Debe ser la semilla de
alguna plebe de Yong An!

Xie Lian no podía soportar más esto y estaba a punto de ir a


callarlo, pero Jian Lan explotó más rápido que él, y abofeteó a Qi
Rong.

— ¡¿QUÉ ES TODA LA BASURA QUE ESTÁS ESCUPIENDO?!

La nariz de Qi Rong sangró por esa bofetada y la miró. —NO


ERES NADA MÁS QUE UNA FANTASMA FURIOSA O SEVERA,
¡UNA NADIE COMO TÚ SE ATREVE A PEGARME A MÍ QUIEN
ES CASI UN SUPREMO?

Jian Lan le escupió en la cara y luego ahorcó su cuello, ella le dio


dos bofetadas de nuevo: — ¡QUE SUPREMO DE MIERDA! ¡TÚ
SI QUE SABES CÓMO CREERTE LA MEJOR COSA! ¿QUIÉN
TE CREES QUE ERES, PIENSAS QUE INCLUSO VALES LO
SUFICIENTE COMO PARA CREER QUE ERES IGUAL A LOS
OTROS TRE SUPREMOS? ¿EN QUÉ ERES BUENO SI
QUIERA? ¿TU CORAZÓN DE PIEDRA? ¡POR SUPUESTO QUE
ME ATREVO A GOLPEARTE!

Sus palabras apuñalaron a Qi Rong donde dolía, y Qi Rong


también se frustró, gritando con su escupitajo volando por todas
partes.

— ¡TONTA PERRA QUÍTAME TUS GARRAS DE POLLO! ¡ESTE


ANCESTRO PIENSA QUE ERES SUCIA! UGH UGH UGH!!!
Los dos se retorcieron en una pelea, sin embargo, fue Jian Lan
quien estaba golpeando a Qi Rong de forma unilateral; Qi Rong
estaba atado por RuoYe, no podía mover un músculo, y gritó: —
¡XIE LIAN! ¿CÓMO ES QUE NO DENTENDRÁS ESTA PELEA
ESTA VEZ? ¿DÓNDE ESTÁ TU CORAZÓN DE SANTO?

Xie Lian tenía a Fu Yao en una mano y agachó la cabeza hablando


con Hua Cheng, parecía que no había escuchado los gritos de Qi
Rong. Jian Lan le dio una patada a Qi Rong, sus ojos se pusieron
rojos, y escupió con enojo: — ¡Incluso si esta vieja amante es
maltratada por la gente, no quiero que un gusano como tú me
toque un solo dedo! Una criatura como tú, deseada por nadie,
¡BASURA! ¡Crees que eres lo suficientemente bueno como para
llamar plebeyos a otras personas! ¿A quién llamas plebeyos?

Qi Rong estaba indignado.

— ¿No deseado? YO, ¿BASURA? ¿UNA SIN VERGÜENZA QUE


ESTÁ PODRIDA HASTA LOS HUESOS COMO TÚ TIENE EL
DERECHO DE DECIRME ESO A MÍ? ¿Quién más que los
plebeyos apreciarían una cara como la tuya?... ¡¡¡ESPERA!!!
¡¡¡BAJA ESA ROCA!!!

Mientras luchaban, una ola de estruendo rugió desde los cielos.


Todos miraron hacia arriba al mismo tiempo, y Fu Yao exigió.

— ¿No dijiste que no habías informado y solo estaba charlando?

Hua Cheng frunció el ceño ligeramente, diciendo: —humph…vino


sin ser invitado.
Un crujido explotó en el cielo nocturno, y todos cerraron los ojos
ante ese repentino relámpago. Cuando parpadearon para abrirse,
no muy lejos había un alto y vestido de negro oficial celestial con
un arco largo en su espalda que se les acercaba con pasos largos.

— ¡Su Alteza!

Xie Lian dejó caer su manga y empujó a Hua Cheng detrás de él.

— ¡Feng Xin! ¿Por qué viniste?

Feng Xin rápidamente se acercó: —De repente dejaste de


responder, así que hice averiguaciones y encontré tu paradero a
través de ondas en energía espiritual. —Luego frunció el ceño. —
¿Qué está pasando aquí? Qué desastre. ¿Te encontraste con
algo?

Xie Lian estaba a punto de responder cuando Feng Xin notó que
Fu Yao estaba en su mano y Hua Cheng que estaba detrás de su
persona.

Era una imagen completamente fuera de su imaginación, y


parecía no saber de qué sorprenderse más.

—Qué…

Finalmente, señaló a Hua Cheng después de todo y preguntó: —


... ¿Qué pasa con este niño?

Xie Lian se rio secamente.

—Lindo, ¿verdad?
Feng Xin lo miró con furia y observó a Hua Cheng, cuya expresión
no coincidía en absoluto con el comentario de Xie Lian, y preguntó
dudoso: —... ¿Lindo? Pero, ¿por qué creo que se parece mucho
a...?

Xie Lian respondió con facilidad: —Como mi hijo, ¿verdad?

— ¿…? ¿Cuándo tuviste un hijo? —Feng Xin se sorprendió.

Xie Lian sonrió.

—Todavía no. Solo digo que, si tuviera un hijo, él debería ser igual
de lindo, ¿no?

Hua Cheng tomó su mano y sonrió.

—Cierto.

Feng Xin: —…

Fu Yao: —…

—Jajajaja... eh? ¡Mi señora Lan Chang, no huyas! —Llamó Xie


Lian.

Feng Xin se dio la vuelta y vio a la sombra de una mujer alejarse


del costado de Qi Rong, huyendo salvajemente, y sin un momento
de vacilación, apuntó su flecha y apuntó a sus piernas.

Sin embargo, inesperadamente, tal vez sintió que su madre


estaba en peligro, el espíritu del feto que estaba atado a una
pelota por un talismán amarillo en la mano de Fu Yao
repentinamente comenzó a temblar, luego hizo estallar el talismán
y gritó mientras se lanzaba hacia Feng Xin. Jian Lan parecía
haberse escapado con la cabeza cortada por el pánico, y solo
cuando escuchó su voz recordó que su hijo todavía estaba en
manos de otro. Ella se dio la vuelta y gritó.

— ¡CUO CUO!

Esta fue la primera vez que Xie Lian se enteró del nombre de ese
espíritu feto. Así que se llamaba Cuo Cuo. La flecha de Feng Xin
cambió de rumbo y se disparó hacia ese espíritu feto blanco como
la nieve. Sin embargo, solo se escuchó un crujido, el espíritu del
feto dio un par de vueltas en el aire y saltó a un árbol cercano. Él
había mordido entre sus dientes esa flecha, y todos tuvieron la
oportunidad de ver claramente su apariencia.

En lugar de decir que era un feto, era más como un pequeño


monstruo deformado. Su piel estaba blanqueada como si
estuviese cepillada con una capa de polvo; sus ojos eran
anormalmente grandes, brillaban con una luz peculiar, y en la
parte superior de su cabeza había algunas hebras amarillentas.
Dos filas de afilados colmillos mordisqueaban la flecha de Feng
Xin, la cortaban en dos, luego escupían esa brillante punta de
flecha y la clavaban junto a las botas de Feng Xin. Luego, una
lengua larga y de color rojo oscuro como la de una serpiente se
deslizó fuera de su boca como si estuviera haciendo
provocaciones.

Sin otra palabra, Feng Xin buscó otra flecha y la apuntó a él. Ese
espíritu feto se arrastraba arriba y abajo del árbol como un lagarto,
extremadamente ágil, no es de extrañar que Fu Yao no pudiera
atraparlo tan fácilmente. Jian Lan gritó con ansiedad: — ¡No
luches contra él, CORRE!
Solo los padres de sangre podían cuidar a esos monstruos tan
repugnantes. Feng Xin apuntó, aflojó la cuerda del arco y la flecha
voló. La pequeña pierna de ese espíritu feto fue clavada, y chilló,
incapaz de arrastrarse por más tiempo. Jian Lan corrió hacia
atrás, extendiendo la mano para sacar esa flecha, pero debido a
que su clase era demasiado baja, cuando tocó la cuerda fue
lanzada para atrás e incluso hubo chispas del golpe. Retrocedió
un par de pasos, pero siguió volviendo para sacarla
incansablemente, haciendo erupciones de chispas.

Feng Xin guardó su arco y se acercó. —Muy bien, es hora de


volver. No agregue más a nuestra pila de trabajo... ¿¡JIAN LAN?!

Jian Lan, quien se recuperó de nuevo, se estremeció cuando


escuchó su voz y dejó de moverse, girándose rápidamente. Sin
embargo, Feng Xing la hizo retroceder y le preguntó de nuevo: —
¿Jian Lan?

—… —Xie Lian pudo sentir problemas y preguntó, desconcertado.


— ¿Qué está pasando?

Jian Lan murmuró vagamente con la cabeza gacha: —Se ha


equivocado de persona.

— ¿De qué estás hablando? ¿Cómo puedo confundirte con


alguien más? —Feng Xin exclamó: —Te ves muy diferente ahora,
pero de todas formas no...

Pero las palabras se atascaron en su garganta, porque antes,


cuando Jian Lan era Lan Chang y se cubría con maquillaje
pesado, pareciendo una mujer joven, él realmente no la reconoció.
No pudo evitarse. Feng Xin todavía se veía exactamente igual
como era en ese entonces, pero la transformación de Jian Lan
realmente fue demasiado grande.

Apariencia, maquillaje, modales, forma de hablar, clase... incluso


si sus padres de sangre estuvieran ante ella, es posible que no
reconocieran a su preciosa hija.

Feng Xin estaba asombrado.

—... Eres tú. Realmente eres tú. ¡Tienes que ser tú!... pensé que
te habías casado, y que estabas viviendo bien. ¿Cómo te... cómo
te volviste así?

Escuchando hasta este punto, Jian Lan de repente se dio la vuelta


y lo empujó, insultando.

— ¡HIJO DE PUTA!

Feng Xin retrocedió unos pasos de su empujón, incapaz de


hablar. Jian Lan continuó empujándolo, empujando su pecho
hacia atrás con fuerza mientras ella gritaba: —YA DIJE QUE NO
SOY ESA VIEJA MUJER, ¿NO ENTIENDES PALABRAS
HUMANAS? ¿¡ESTÁS MAL DE LA CABEZA?! ¿QUÉ MIERDA
FUE ESO? ERES TÚ, ¡REALMENTE ERES TÚ! ¡TIENES QUE
SER TÚ! ¿NO PUEDES PRETENDER NO SABER DE MÍ? ¡¿NO
PUEDES PRETENDER NO RECONOCERME?! VIEJO AMO,
POR FAVOR LE RUEGO, ¿DÉJAME ALGO DE DIGNIDAD, SI?
¿¿ESTÁ BIEN??

Actuando de esta manera, ella no era diferente a una sabandija


en las calles, y esto era probablemente muy diferente a Jian Lan
en los recuerdos de Feng Xin, por lo que él solo la miró
tontamente, incapaz de hablar. Xie Lian estaba igual. Qi Rong
estaba más encantado, rodando por el suelo, riéndose.

— ¡JAJAJAJAJAJAJAJA O MI PUTO DIOS! ¡PRIMO PRÍNCIPE


HEREDERO! ¿VES LO QUE ESTÁ PASANDO? ¡¡TÚ FUISTE
JODIDO POR TU PERRO MÁS LEAL!!!

Jian Lan golpeó violentamente a Qi Rong unas cuantas veces.

— ¡PERRO! ¡UN PERRO! ¡TÚ ERES MÁS COMO UN PERRO!

Hablando estrictamente, Jian Lan fue seleccionada una vez con


gran esperanza de su familia, pero ella nunca había entrado
formalmente en el harén y, por lo tanto, nunca fue elegida como
concubina, por lo que el deleite de Qi Rong no tenía sentido. Sin
embargo, Xie Lian realmente no sabía qué decir.

Nunca había imaginado que Feng Xin, quien nunca hablaría con
una mujer si pudiera evitarlo, en realidad...

En ese momento, el espíritu del feto hizo trizas la flecha que lo


clavaba y se lanzó sobre Feng Xin una vez más. En un momento
de descuido, Feng Xin permitió que su brazo fuera masticado
profundamente y la sangre se filtró de inmediato, vertiéndose sin
parar.

El brazo derecho era el brazo que Feng Xin usaba habitualmente.


Para un dios marcial, un brazo que era usado habitualmente sea
lastimado no era nada, y Feng Xin levantó su mano izquierda listo
para atacar cuando Jian Lan gritó: — ¡NO LE PEGUES!

La mano de Feng Xin se detuvo abruptamente en el aire, y de


repente nació un pensamiento aterrador.
No era solo él; todos los presentes comenzaron a pensar lo
mismo. Feng Xin permitió que el espíritu del feto mordiera su
brazo como una piraña mientras miraba a Jian Lan.

—... ¿Es... este...?


Capítulo 141: Yo escojo el camino donde voy (parte uno)

Xie Lian recordó algo repentinamente. Ese día, en el Gran Salón


Marcial, Lan Chang acusó al azar a todos, pero ella nunca señaló
a Feng Xin que estaba en el lugar más visible.

Jian Lan inmediatamente lo negó.

— ¡NO LO ES!

Fu Yao también estaba lleno de incredulidad. Al parecer, él no


sabía que Feng Xin y esta mujer tenían alguna conexión y también
se quedó estupefacto. Al oírla hablar, finalmente se soltó: —Ni
siquiera ha preguntado, entonces ¿por qué respondió tan rápido?

— ¡Por favor! Es obvio lo que él iba a preguntar. Jian Lan dijo: —


¡Te digo que no lo es!

Sin embargo, Feng Xin estaba mirando el espíritu del feto.

— ¿Cómo lo llamaste? ¿Cuo Cuo?

Ese nombre parecía tener algún tipo de significado especial. Jian


Lan abrió la boca y luego la cerró, ya no estaba dispuesta a
discutir y dijo con frustración: — ¿Qué hace un hombre tan grande
como tú hablando tanto? Si digo que no lo es, no lo es. ¡Quién
demonios está tan ansioso por reconocer a sus hijos!

Feng Xin respondió con enojo: — ¿Qué estás diciendo? Si él lo


es, entonces, por supuesto, yo...
— ¿Por supuesto qué harás? ¿Reconocerlo? ¿Criarlo? Jian Lan
respondió.

—Él... —Feng Xin estaba atrapado. Bajó la cabeza y miró al


pequeño monstruo deformado que colgaba de su brazo. Ese
espíritu feto parece tener un odio particularmente profundo hacia
él, y se aferró a su brazo, arrancando y masticando, llorando Wah
wah wah. Feng Xin no sabía qué hacer con él, su mano roja y
sangrienta se apretó en un puño.

Al ver cómo estaba atrapado y pareciendo que no podía aceptar


la verdad, Jian Lan inmediatamente escupió: — ¡Ya dije que no lo
es y todavía estás insistiendo! ¡No tiene nada que ver contigo, así
que deja de preocuparte!

Qi Rong ladró.

— ¡MIERDA! ¡Él debe ser! ¡Mira, yo no estaba equivocado, es el


nacido de un plebeyo! Todos vengan a ver esto, el propio hijo de
Feng Xin fue sacado fuera del vientre de su vieja mami y se
convirtió en un fantasmita, jeje. No puedo creer que la gente
realmente ore a esta mierda Nan Yang que regala hijos. Cuidado,
cuanto más ores, más serán tus hijos los que...

Xie Lian levantó la mano, RuoYe selló la boca de Qi Rong y Jian


Lan también le pisoteó la cabeza fuertemente un par de veces,
haciéndole maldecir más fuerte. En ese momento, Gu Zi
adormitadamente despertó, vio a Qi Rong estaba siendo
pisoteado e inmediatamente se lanzó hacia adelante.

—No... no pise a mi papá...


Al ver a Gu Zi sosteniendo la cabeza de Qi Rong, Jian Lan ya no
podía pisar más. En cambio, ella cambió de rumbo y se apoderó
de las dos pequeñas piernas blanqueadas del espíritu de feto
enganchadas, gritando con rabia.

— ¡Dije que dejaras de morder! Tan desobediente.

Feng Xin estaba aturdido y no logró atraparlos a tiempo, y Xie Lian


gritó inconscientemente.

— ¡RuoYe, atrapa!

Rouye fue a atrapar. Sin embargo, cuando el vendaje de seda


blanca voló hacia afuera, Xie Lian recordó que estaba atando a Qi
Rong. Miró hacia atrás y, efectivamente, Qi Rong se levantó de
un salto con Gu Zi en la cabeza luciendo satisfecho, él anunció.

— ¡ESTE ANCESTRO ES LIBRE DE NUEVO!

Al ver que Feng Xin finalmente volvió a sí, Xie Lian cambió su
instrucción: —RuoYe, vuelve después de todo.

Así, Ruoye volvió volando. Qi Rong que acababa de decir hmm y


se había recuperado, fue azotado para girar tres veces y cayó,
cubriéndose la cara. Después de tumbarse en el suelo por un
momento, repentinamente se volvió loco, y se apoderó de RuoYe,
gritando: — ¡INCLUSO UN TRAPO COMO TÚ SE ATREVE A
PEGARME!

Esta vez, RuoYe dio un apretón, y girando por todos lados, no


podía liberarse; fue como si la fuerza de Qi Rong abruptamente
explotara. Xie Lian estaba a punto de hacerse cargo de él
personalmente, cuando Qi Rong se dio cuenta de que había un
niño pequeño en su cabeza, y al instante tiró Gu Zi hacia abajo,
sosteniéndolo como un escudo para protegerse.

— ¡NO DES UN PASO MÁS! VEN AQUÍ Y LO ESTRANGULARÉ


HEY HEY HEY, MIRA DETRÁS DE TI, HUA CHENG ¡ESE
CABRÓN VA A MORIR!

Sorprendido, Xie Lian se dio la vuelta y, efectivamente, Hua


Cheng tenía las cejas apretadas, sus manos caídas temblaban,
como si se estuviera obligando a soportar algo. Cuando vio que
Xie Lian miraba, gritó de inmediato: — ¡Estoy bien!

¡La excitación de los demonios!

Los temblores esta vez parecían ser más fuertes que todos los
anteriores. Con una decisión tomada en una fracción de segundo,
Xie Lian volvió para sostenerlo. Aprovechando esta oportunidad,
Qi Rong escapó rápidamente con Gu Zi en sus manos. Lan Chang
también parecía estar sufriendo un dolor de cabeza palpitante,
cubriendo sus oídos, y el espíritu del feto, con tal agravación,
estaba mordiendo y desgarrando aún más violentamente. Feng
Xin había sido mordido diez veces, su sangre fluía
incesantemente, pero todavía no se atrevía a golpearlo, usando
su mano para agarrar firmemente el brazo de Jian Lan. Sin
embargo, el espíritu del feto no se contuvo y giró sus garras hacia
la cara de Feng Xin. Ese arañazo fue desagradable, y Feng Xin
gruñó, cubriendo su herida, sin saber si sus ojos estaban heridos.
Xie Lian estaba mortificado y estaba a punto de enviar a RuoYe,
pero Jian Lan pisoteó sus pies con ira.

— ¡SI SIGUES CON ESTO, VOY A MOLESTARME!


Solo después de escuchar a su madre gritar, el espíritu del feto
saltó de nuevo a sus brazos, obedientemente encogiéndose en
un bulto. Jian Lan miró a Feng Xin y apretó los dientes.

—No tiene nada que ver contigo. Te lo advierto, ¡No nos molestes!

Luego, con una mano abrazando su cabeza y la otra abrazando a


su hijo, la madre y el niño huyeron.

Al ver esto, Fu Yao gritó: — ¡Déjame ir!

Feng Xin puso una rodilla en el suelo, cubriendo la mitad de su


cara, y Xie Lian se agachó a su lado con Hua Cheng en sus
brazos.

— ¿Estás bien? Déjame ver tus heridas ¿Tus ojos fueron heridos?

La sangre goteaba de las grietas de sus dedos, y Feng Xin


respondió con los ojos cerrados.

—... No. No me preguntes.

—Feng Xin, Lan Chang... la dama Jian Lan, ¿qué estaba


hablando… —preguntó Xie Lian.

Sin embargo, antes de que terminara, Feng Xin levantó el puño.


Una grieta gigante, y el árbol que estaba junto a ellos se partió por
la mitad. Él gritó: — ¡TE DIJE QUE NO PREGUNTARAS!

Esa voz estaba mezclada con resentimiento, Xie Lian percibió que
el resentimiento estaba dirigido hacia él, y no pudo sorprenderse.
Sin embargo, Hua Cheng comentó fríamente: — ¿Quién convirtió
a tu esposa e hijo en fantasmas? Si tienes fuego, quema a la
persona correcta.

Al escuchar esto, Feng Xin levantó la cabeza ligeramente, con los


ojos rojos mirando a Fu Yao. Sorprendido, Fu Yao se puso furioso
al instante: — ¿Qué estás mirando? ¿En serio no crees que
fu…fue mi general, verdad? ¿Qué maldita suerte es esta? Él solo
vio que esa mujer era una ciudadana remanente de XianLe y tenía
alguna relación con la familia real por lo que le prestó una mano
de ayuda. Quería salvar ese espíritu de feto, pero quien sabía que
este era profundamente ignorante, no solo no quería ser salvado,
¡incluso se convirtió en un Feroz! Nada bueno salió de eso, pero
terminó pisando mierda. ¡Si hubiera sabido, no se hubiera
molestado! Ese mocoso ni siquiera sabe quién le dio a luz, ¿y tú
crees que sabía quién lo mató?

Tal vez fue porque demasiadas cosas desalentadoras estaban


molestando su mente recientemente; incluso su discurso era un
poco vulgar en sus palabras.

— ¿Tu general llama a esto maldita suerte tan fácilmente?


¿Entonces las personas que sufren aún peor suerte pueden acaso
seguir viviendo? Dijo Hua Cheng.

Feng Xin sacudió la cabeza y murmuró: —... ¿Por qué es así?


¿Cómo se volvió así?

— ¿Por qué... no cuidas tus heridas primero? —Xie Lian intentó


— ¿Trajiste algún bálsamo?

Feng Xin lo miró y dijo sombríamente: —Estoy bien. ¡No me hagas


caso!
Con la mano cubriendo sus heridas, no se molestó en controlarlas
y se puso de pie, tropezando. Xie Lian y Fu Yao lo llamaron varias
veces, preguntándole si volvería a los cielos o los perseguiría,
pero ni siquiera les respondió, y pronto, su silueta desapareció. Fu
Yao luchó otra vez y gritó molesto: — ¡Su alteza! Si usted no los
va a perseguir, ¿al menos me dejará a mí?

Xie Lian volvió a sí, y después de contemplar los pros y contras,


dijo: —Muy bien. Y realmente lo dejó ir.

Fu Yao no creía que realmente aceptaría, y masajeó las


torceduras de sus muñecas: —Humph ¿Por qué estás tan
dispuesto a dejarme ir ahora?

Xie Lian se frotó la frente.

—El Tribunal Superior es probablemente en más desorden de lo


que imaginaba... Ahora ahh, creo que, en lugar de alentar a tu
general a que regrese, él debe estar libre afuera.

Después de una pausa, agregó: — ¿Qué vas a hacer ahora? No


creo que el espíritu del feto estuviera difamándolo solo por
escapar. Podría haber alguien detrás manipulándolo.

Fu Yao se quitó el polvo de las mangas y dijo: —A quién le importa


lo que está pasando. Se dirige hacia el Monte TongLu, ¡así que lo
pensaré después de capturarlo!

Luego, se fue rápidamente. La posada en la que varios grupos de


personas se juntaron estaba de repente silenciosa y desierta. Xie
Lian se dio la vuelta, revisó la casita que había colapsado, dio
vuelta y apartó las vigas y pajas para mirar alrededor, y se aseguró
de que esos monjes y cultivadores realmente solo estén
desmayados y probablemente se despierten pronto.
Tranquilizado, él también se fue.

Después de caminar un rato y dejar atrás las áridas colinas,


finalmente encontraron una posada real y los dos se detuvieron
para descansar.

Xie Lian sentía que los últimos días fueron un completo desastre,
y se sentó en el alféizar de la ventana sin prestar atención. RuoYe
estaba enroscado alrededor de su brazo, acariciándolo
suavemente como si estuviera ronroneando, y Xie Lian lo rascó
distraídamente.

De repente, Hua Cheng se acercó a las ventanas, se bañó bajo la


misma luz de la luna y dijo: —No tiene nada que ver con usted.

Xie Lian estaba ligeramente sorprendido pero pronto comprendió


lo que quería decir y negó con la cabeza.

—No sé si realmente no tiene nada que ver conmigo... Feng Xin


debió hacerse amigo de la Señora Jian Lan después de que
XianLe había caído y antes de que él mismo ascendiera.
Contando el tiempo, eso fue durante los años de mi primer
destierro.

—Pero eso no significa que usted tenga la culpa de cómo ellos


han terminado —dijo Hua Cheng.

Después de pensarlo un poco, Xie Lian dijo: —San Lang, nunca


he hablado de mi destierro, ¿verdad?

—No. —dijo Hua Cheng.


—Nunca le he dicho a nadie, espero que no te importe si te obligo
para que me escuches balbucear —dijo Xie Lian.

Hua Cheng se empujó ligeramente en el alféizar de la ventana y


también se sentó.

—No lo haré. Continúe.

Xie Lian habló mientras perseguía sus memorias.

—En aquel entonces, el único vasallo que me quedaba era Feng


Xin, y la vida era difícil. Empecé como un dios marcial, y muchas
de las posesiones que tenía cuando era un príncipe heredero
fueran todas empeñadas.

Hua Cheng se rió entre dientes.

—Incluyendo a HongJing, ¿verdad?

Xie Lian sonrió alegremente.

—Jajaja... así es. Jun Wu no puede saber esto, mantén eso en


secreto para mí. Y esas decenas de cinturones dorados, también
fueron empeñados.

—Hum. Entonces, ¿Feng Xin tomó uno de sus cinturones dorados


y se lo regaló a Lan Chang? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian negó con la cabeza.


—No creo que ese sea el caso. Feng Xin no tomaría mis cosas
tan frívolamente. Fui yo quien le dijo que lo vendiera y se quedara
con el dinero para él.

En ese momento, Feng Xin lo rechazó por mucho tiempo, pero al


final, debido a que Xie Lian era incesante, Feng Xin dijo: —Lo
guardaré para ti por ahora.

—Es una vergüenza decirlo, le hice venderlo por dinero para que
él se lo quede no solo por culpa sino también por miedo.

Con todos los devotos idos, solo Feng Xin todavía lo trataba como
el Dios Marcial Flor Heredera y su alteza el Príncipe Heredero.
Sólo entonces Xie Lian se sintió alertado del hecho que, a pesar
de que los dos crecieron juntos, y mientras Feng Xin era su
sirviente de confianza, su guardaespaldas, ni una sola vez recibió
Feng Xin algún tipo de recompensa excepcional. De repente, Xie
Lian conoció el miedo.

El temor de que el Feng Xin también pensaría que esta vida era
demasiado dura y dejara de seguirlo. Por lo tanto, el significado
de ese cinturón de oro fue no recompensa, y no era puramente
solo un regalo o una remuneración por trabajo tampoco, también
había la intención de humillarse un poco y sobornar.

En la ilusión creada por ese espíritu de feto, Xie Lian vio un


amuleto de protección, y era probablemente algo Feng Xin le
regaló a Jian Lan. Después de que XianLe cayó, todos los templos
de Xie Lian y santuarios fueron quemados, ni una sola alma creía
en el príncipe heredero de XianLe nunca más, y sus encantos de
protección eran vistos como basura. Sin embargo, Feng Xin aún
estaba determinado e incansable en repartirlos, contando Xie
Lian.
—Mira, todavía tienes devotos. Pero Xie Lian en el fondo sabía
que esos amuletos de protección fueron probablemente
desechados.

Xie Lian habló lentamente: —A lo largo de tantos años, nunca


supe si a Feng Xin le gustaba alguien. Nunca pregunté ni lo noté.

Después de todo, él era el favorito de los cielos desde su


nacimiento, alto y poderoso, y Feng Xin giraba en torno a suyo
como si él fuera el mundo de forma tan natural, por lo que ¿cómo
él podría tener su propia vida y tener su propio corazón personal?

—Puede que no suene bien regalarle a una chica algo que otra
persona te dio, pero en ese momento, ese cinturón de oro era
probablemente el mejor regalo que Feng Xin podía dar. Después
de todo, a menudo nos faltaban las comidas. Feng Xin no era
alguien que gastaría descuidadamente. Así que, es fácil imaginar
cuánto le gustaba la Señorita Jian Lan. Si a él le gustaba tanto...
¿por qué se separaron?

Si ese espíritu feto era el hijo de Feng Xin, si fue ese período de
pobreza lo que hizo que Feng Xin perdiera a la chica que amaba,
sin importar qué, Xie Lian no podría perdonarse a sí mismo.

Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Si a él le gustaba pero al final se


separaron, entonces solo muestra que lo que tenían era solo
gustar.

Xie Lian sonrió con nostalgia: —San Lang, las cosas no siempre
son tan absolutas. A veces, no depende de uno decidir si el
camino es fácil de caminar.
Hua Cheng dijo en voz baja: —Puede que no sea capaz de decidir
si el camino es fácil o no, pero si lo camino o no, depende
totalmente de mí.

Al oír esto, Xie Lian parpadeó, y se sintió como si un nudo en su


corazón fuera desatado. Se quedó mirando a Hua Cheng sin decir
nada. Hua Cheng inclinó la cabeza.

—Gege ¿me equivoco?

Al ver sus ojos negros y parpadeantes, Xie Lian de repente lo


agarró y lo colocó en su regazo.

—Jajaja, San Lang, ¡tienes mucha razón!

—… —Hua Cheng parecía estar aturdido por sus acciones, y se


dejó elevar alto en el aire. Xie Lian se rio: —Decir algo tan
desvergonzado, lo que San Lang acaba de decir y la forma en que
lo dijiste realmente se parece a mí cuando era más joven.

Hua Cheng parece haberse acostumbrado a ser abrazado por él


de esta manera, y levantó las cejas.

—Wow, qué sueño.

Los dos jugaron en la habitación un rato, y Xie Lian arrojó a Hua


Cheng a la cama, luego subió él mismo, mirando hacia el techo.
Estaba a punto de hablar cuando, de repente, Hua cheng se
incorporó y sus pupilas se encogieron, sus ojos volviéndose
minuciosos mientras miraba a través de la habitación.

Xie Lian inmediatamente pudo sentir que algo estaba mal e


instantáneamente se sentó también. En el momento en que vio,
sudor frío cubrió su cuerpo. Silenciosamente y sin sonido, había
otra figura en la habitación desde quién sabe cuándo, sentado
junto a la mesa con una taza de té ya preparada, el aroma del té
fragante. ¡Sin embargo, nunca lo había notado!

Xie Lian no pudo evitar sentir un escalofrío bajando por su espina


dorsal y apuntó a Fang Xin hacia adelante.

— ¿QUIÉN ES?

Ese hombre respondió con gentileza: —No tengas miedo. ¿Té,


Xian Le?

—…

La figura y la voz pertenecían a un joven extremadamente familiar,


y Xie Lian suspiró aliviado, apartando los mechones de cabello
que se habían desprendido de sus orejas, su corazón aún latía
con fuerza.

—Mi señor...

Sin embargo, antes de que su respiración saliera por completo,


tiró de la manta y enterró a Hua Cheng y su cuerpo debajo.

—... ¿Por qué ha descendido mi señor?

La mano debajo de la manta sujetó a Hua Cheng con fuerza,


haciendo un gesto para que no se preocupara. Jun Wu sin prisa
se sirvió tres tazas de té antes de levantarse.

—No regresaste, así que, naturalmente, tuve que bajar


personalmente para ver.
Sus manos estaban apretadas mientras hablaba, caminando
hacia él, y lentamente, desde las sombras, algo fue sacado. Los
ojos de Xie Lian bajaron por su túnica blanca y vieron que Jun Wu
tenía en su mano una espada. Sorprendido, saltó al instante de la
cama.

—Mi señor, quiero explicar...

Sin embargo, inesperadamente, detrás de él, Hua Cheng se quitó


la manta, se incorporó con las piernas cruzadas, con los brazos
descansando sobre sus rodillas y sonrió: —No creo que sea
necesario.

-------------------------------------------------------------------------------------

Nota de la autora MXTX: Xie Lian y Mu Qing se entrenaron en el


mismo camino de cultivo, y ambos son cultivadores. Sin embargo,
Feng Xin nunca se había registrado en el Pabellón de la Sede
Real, por lo que no es un cultivador, solo es un simple dios marcial
ordinario. Así que no necesita seguir los mismos mandatos de
pureza que Xie Lian y Mu Qing.
Capítulo 142: Yo escojo el camino donde voy (parte dos)

Xie Lian bloqueó entre los dos.

—Creo que todos debemos sentarnos y hablar. Mire a este niño,


mi señor, ¿no se ve como...?

—Tu hijo, ¿verdad? —Jun Wu sonrió.

—Ja, jaja, jajajaja…

Xie Lian se rio incómodamente por un momento.

— ¿Cómo supo mi señor lo que iba a decir?

Jun Wu finalmente apartó sus ojos de Hua Cheng, le dio unas


palmaditas en el hombro a Xie Lian y, sin decir palabra, se giró
para sentarse en la mesa. Xie Lian entendió que esto significaba
que no iba a haber ninguna confrontación por el momento, e
inconscientemente suspiró de alivio.

Si Jun Wu tenía la intención de matar a alguien, lo aterrador que


él era después de desenfundar la espada era algo que Xie Lian
había presenciado. Bajo ninguna circunstancia Xie Lian quiso que
Hua Cheng enfrentara de frente a Jun Wu.

Sin embargo, los ojos de Hua Cheng nunca abandonaron a Jun


Wu, y aún lo miraba con cansancio. Jun Wu puso delante las tazas
de té: —Aunque esta no es la primera vez que conozco a su
excelencia, ciertamente es la primera vez que estamos tan cerca
el uno del otro. Ya que es una ocasión pacífica, ¿por qué no tomar
el té por vino y hacer sencilla esta situación?

Xie Lian se aclaró la garganta ligeramente, e intentó parecer lo


más casual posible mientras se ponía la túnica exterior,
preguntando mientras se ponía las botas.

—Mi señor, ¿cómo están las cosas en el Tribunal Superior?

—…

Jun Wu dejó su taza de té y volvió la cabeza, mirando por la


ventana para mirar la luna, suspirando: —No quiero hablar de eso.

—… Bien. No lo haré —dijo Xie Lian.

Parecía que las cosas están realmente mal. Sin embargo, Jun Wu
volvió la cabeza hacia atrás y dijo con una cara seria: —Bromeo.
Incluso si no deseo hablar de ello, debo hacerlo. XianLe, deja a tu
pequeño amigo por ahora y sígueme afuera por un momento.

Al parecer, había cosas que comunicar que no deberían ser


escuchadas por personas ajenas. Xie Lian estaba a punto de
obedecer cuando escuchó a Hua Cheng decir tranquilamente
detrás de él: —Su Corte Superior está en un completo
pandemonio, no es un secreto. Incluso los pequeños fantasmas
campesinos saben que la reunión de los demonios no pudo ser
detenida esta vez y están aullando sin parar por la emoción, ¿por
qué hablar afuera?

Él también se bajó de la cama y, lánguidamente, se acercó a la


mesa, tomó la taza de té y jugó con ella un poco, pareciendo que
beber el té no le interesaba. Un momento después, los tres se
sentaron junto a la mesa. El aspecto de Hua Cheng en este
momento era joven, pero su expresión y modales casi hacen que
uno olvide ese hecho. Jun Wu respondió con suavidad: —Nada
podría engañar a los ojos de su excelencia.

Era el té que vertió Jun Wu después de todo, debe darse el debido


respeto, por lo que Xie Lian lo bebió y preguntó mientras lo hacía:
— ¿Todavía no hay tiempo antes de la apertura oficial y el cierre
de las puertas del Monte TongLu? ¿O está confirmado ahora?

Aunque Feng Xin lo había mencionado antes, Xie Lian siempre


había pensado que podría haber exagerado y nunca había
tomado en serio sus palabras. Sin embargo, Jun Wu confirmó: —
Es cierto, no pudo detenerse más.

—Parece que su plan original fue como todos los anteriores;


envíar a todos los dioses marciales para sellar cada camino que
conduce al Monte TongLu y detener a los demonios en el camino.
—Hua Cheng comentó: —Pero Mu Qing salió de la cárcel y
escapó, su paradero desconocido, así que de repente hay una
abertura en el sur.

Xie Lian preguntó: — ¿Regresó Feng Xin a la Corte Celestial?


¿Cómo está él? ¿Dijo algo?

—Ha regresado, pero no en buenas condiciones. —Jun Wu


respondió: —Nan Yan regresó herido y dio un informe apresurado
de la verdad, suplicándome que diera las órdenes a todos los
oficiales celestiales para que no toquen a la fantasma femenina
Lan Chang y su hijo. Quería volver a descender después de
informar, pero sus heridas no eran optimistas, su brazo derecho
apenas podía moverse, así que lo até en la Corte Celestial para
recuperarse. Sin embargo, con eso, el bloqueo del sur ahora está
lleno de agujeros.

Si esto fuera cualquier otro asunto, como si necesitaran a alguien


para matar a un monstruo o robar píldoras espirituales o algo así,
Xie Lian se ofrecería de inmediato como voluntario. Pero algo
como liderar tropas no era algo tan fácil de hacer con solo por
hacerse cargo solo. Un hombre podría romper un ejército de
millones, pero no podría defenderse contra un ejército de millones
solo. Xie Lian había comprendido durante mucho tiempo que
liderar personas y liderar ejércitos no era algo en lo que fuera
bueno. En lugar de continuar intrépidamente, lo mejor era que se
nominara a otra persona más adecuada para el puesto, por lo que
no se apresuró en ofrecerse como voluntario. En cambio,
preguntó: — ¿No hay otro dios marcial que pueda asumir la tarea?

Jun Wu respondió: —Los otros dioses marciales ya tienen sus


propios dominios y misiones que cuidar y no tienen libertades para
asumir más. Estaba Pei Su, del Palacio de Ming Guang, que pudo
haber sido tomado prestado, pero él ha estado exiliado por mucho
tiempo. En cuanto a Qi Ying, él es igual que tú, un loco al que le
gusta manejarse solo en el mundo, haciendo lo que él quiere.
Además, actualmente se desconoce su paradero, y ese niño
nunca responde a la comunicación espiritual. Encima de eso, la
jefa oficial celestial del Palacio de Ling Wen también está perdida.
Hay un jefe temporal, pero los otros dioses de la literatura, si bien
son expertos en las artes, en términos de comunicación, toma de
decisiones y gestión de la coordinación, son completamente
incapaces. Estos últimos días…

Al escucharlo, sonaba como si, en los últimos días, el Tribunal


Superior iba a desmoronarse. Xie Lian no podía soportar escuchar
y sus simpatías crecieron.
—Recuerdo que mi señor dijo una vez, incluso si la reunión de los
demonios no podía detenerse, había otra manera de remediar la
situación ¿Qué se puede hacer?

— ¿Remedio? —Dijo Hua Cheng—. Más bien como un suicidio,


probablemente.

Jun Wu lo miró y suspiró: —También dije que, a menos que fuera


absolutamente necesario, no quería dar ese paso.

El corazón de Xie Lian se apretó.

— ¿Podría ser...?

Jun Wu respondió lentamente: —Eso es correcto. En este


momento, la única forma de remediar la situación es enviar a un
dios marcial para infiltrarse en la reunión de los demonios en el
Monte TongLu.

Dado que el inicio de la masacre no se pudo detener, entonces


asegúrese de que al final de la masacre, ¡no quede ninguno!

Xie Lian cruzó los brazos en sus mangas y frunció el ceño.

—No estoy muy familiarizado con el Monte TongLu, y realmente


no sé cómo funcionan las reglas, ¿cómo debería hacerse esto?
¿Matar a todos los monstruos y demonios que entren en la
montaña?

Pero eso era algo inconcebible. Para infiltrarse en el Monte


TongLu, la identidad de uno debe estar oculta, y tampoco pueden
venir muchos ayudantes, de lo contrario, si los demonios
descubrieran que había oficiales celestiales mezclados,
seguramente lo rodearían y destruirían. El Monte TongLu también
era un lugar extremadamente perverso; los poderes espirituales
de un oficial celestial serían significativamente restringidos,
mucho más que cuando estaban en la Guarida de del Demonio
Agua Negra.

Sin embargo, Jun Wu dijo: —No, no hay necesidad de esforzarse


tanto.

—Estoy familiarizado con el Monte TongLu. Gege mire afuera —


dijo Hua Cheng.

Siguiendo hacia donde señalaba, Xie Lian miró por la ventana.


Más allá de la ventana, de bajo, había un gran campo con algunas
flores o césped, y también había una pequeña maceta en la
esquina. Hua Cheng saltó al alféizar de la ventana y señaló la
maceta: —En el corazón del Monte TongLu hay un horno gigante.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, esa pequeña


maceta de flores cayó repentinamente y rodó hasta el centro del
campo antes de pararse de pie sola. Poco después, con esta
como el corazón, el suelo, una vez plano, repentinamente retumbó
y rodó en olas, rodando en montículos de varios tamaños
alrededor.

Hua Cheng continuó: —Todo alrededor del horno es una cadena


montañosa rodeándolo. Toda esta área se encuentra dentro de
los perímetros del Monte TongLu y es tan grande como siete
ciudades-estado.

Xie Lian se sorprendió al ver esto, y se levantó de un salto,


brincando fuera de la ventana. Mientras se paraba entre el campo
lleno de pequeños montículos de tierra, le dio la ilusión de ser un
gigante mirando hacia abajo.

Hua Cheng continuó: —La matanza de demonios comienza desde


los bordes exteriores de la cordillera y continúa hacia el horno en
el corazón.

Hizo un gesto con la mano, y muchos objetos diminutos en el


suelo comenzaron a agitarse. Xie Lian se agachó para observar
de cerca y descubrió que había muchas malas hierbas y
pequeñas hojas que se retorcían como una pequeña persona
cruzando la cordillera. Él comentó: —Lo quiere decir, cuanto más
cerca a este horno en el centro, ¿los demonios también son más
fuertes?

—Eso es correcto. —Hua Cheng dijo: —Debido a que las


malezas débiles habrán sido aniquiladas en los bordes.

Otra ligera ola de una mano, y la brisa pasó rozando, y la maleza


fue barrida completamente por la brisa. Los pequeños montículos
de tierra vacíos repentinamente se volvieron desolados,
pareciendo bastante tristes. Sin embargo, la pequeña maceta de
flores en el centro de repente emitió una luz roja, realmente
pareciendo un pequeño horno de fuego ardiendo. Xie Lian la miró
fijamente y notó que había una diminuta flor roja, y algunas malas
hierbas comunes que saltaron en maceta de la pequeña flor,
girando alrededor de los lados de la maceta como pequeñas
personas bailando. Esa pequeña flor roja bailaba más
salvajemente. Hua Cheng se agachó a su lado.

—Finalmente, solo un puñado de demonios como máximo pueden


entrar en el interior del —horno. Y luego, el 'horno' se cerrará.
Esas pequeñas personas saltaron y luego cayeron, tragadas por
el lodo negro. Hua Cheng continuó: —Después de eso, dentro de
los cuarenta y nueve días, un demonio debe salir de este horno.

Esa maceta de la pequeña flor tembló violentamente y explotó


bruscamente, una luz roja cegadora destelló, lanzando una ola de
polvo.

Acompañando este nacimiento destructor de la tierra, esa


pequeña flor roja saltó desde el interior del lodo, y levantó sus dos
pequeñas hojas como si estuviera gritando a los vientos para
anunciar su poder al mundo. Al ver esto, Xie Lian no pudo evitar
soltar una carcajada.

Sin embargo, tal vez estaba demasiado excitado, y esa pequeña


flor roja se deslizó en el borde de la maceta, a punto de caer. Xie
Lian se apresuró a estirar sus manos y lo atrapó ligeramente,
sosteniéndolo en sus palmas. Esa pequeña flor roja parecía
haberse mareado por la caída y sacudió su cabeza, levantando
su cara para mirar a la persona que se la había agarrado
sostenido. Xie Lian limpió las migajas de tierra que le salpicaron y
preguntó: — ¿Entonces este pequeño es el nuevo Rey Demonio
que nació en el Monte TongLu?

Hua Cheng asintió. —Correcto. La masacre de demonios de al


principio fue un proceso de fortalecimiento y no puede ser evitado.
Si el demonio que entró al horno no es lo suficientemente fuerte y
no puede salir de él, será asfixiado por dentro, quemado en
cenizas y se convertirá en fertilizante para otro.

Se puso de pie y llamó a Jun Wu, que todavía estaba sentado en


el interior.
—Su idea es reducir a los poderosos y dejar de lado las malas
hierbas. Solo hay unos cuantos con el potencial de convertirse en
reyes demonios; una vez que son aniquilados, los débiles que
quedan no pueden salir del horno incluso si entran en él. Si no
pueden escapar, entonces de todas formas no serían reconocidos
como reyes demonios.

Xie Lian asintió.

—Suena factible. ¿Pero funciona? ¿Se ha intentado esto antes?

Jun Wu se acercó a la ventana y dijo: —No. Nunca se ha intentado


antes. En el pasado, los demonios siempre habían sido detenidos
antes de que pudieran reunirse.

Hua Cheng se cruzó de brazos: —Me temo que no es factible.


Luchar en estas condiciones no es diferente al suicidio. Le sugiero
a usted, a quien se le ocurrió una idea tan brillante, que vaya usted
mismo.

—Tengo esa misma intención —respondió Jun Wu con facilidad.

Xie Lian se sorprendió: — ¿Mi señor?

Jun Wu dijo: —Xian Le, he descendido por esta misma razón. Me


dirigiré al Monte TongLu. Necesito que vuelvas a la Corte Celestial
y te ocupes de mis deberes por el momento.

Xie Lian dejó caer sus manos y se levantó de un salto.

— ¡No será posible! ¿Tengo que ocupar su lugar temporalmente?


Mi señor, por favor, no bromee, nadie me escuchará.
Jun Wu sonrió.

—Entonces, esta será una muy buena oportunidad para que


comiencen.

Xie Lian se frotó la frente: —Mi señor, perdóneme, pero realmente


no puedo estar de acuerdo con usted esta vez. Esto es demasiado
absurdo. Para usar un ejemplo vulgar del reino mortal, un
emperador puede entrar en el campo de batalla, pero ¿alguna vez
ha oído hablar de un emperador infiltrándose y asesinando? El
hecho de que la Corte Celestial pueda flotar tan alto en el cielo
está todo en sus manos. Ninguno de los otros oficiales celestiales
puede hacer esto, son todos los esfuerzos de mi señor. Si está
allí, el cielo no se caerá. Si no está allí, entonces el cielo realmente
caerá.

Jun Wu, sin embargo, respondió con las manos apretadas a los
costados: —Xian Le, no hay nadie en este mundo que caiga solo
porque el cielo se haya derrumbado. Una vez que te hayas
acostumbrado, te darán cuenta que incluso con la pérdida de
cualquiera, la vida continuará. Siempre habrá novedades para
sustituir a los antiguos. Tener a un nuevo rey demonio nacido no
es nada si se trata de otra Lluvia Sangrienta que busca la Flor o
un Agua Negra que hunde Barcos, pero si es otra Calamidad
Vestida de Blanco, el mundo caerá en el caos.

Él miró a Xie Lian a los ojos.

—Has visto con tus propios ojos lo difícil que fue matar a un
Supremo como él. Si no soy yo quien va, entonces no hay otra
manera.
Xie Lian también sabía que esto no era Jun Wu siendo humilde.
Estar en el estado más débil, atrapado con millones de demonios,
y seleccionar con precisión a todos y cada uno de los más fuertes
para matar o someter, incluso si fuera él mismo, no podía decir
con seguridad si podía hacerlo. Solo Jun Wu tenía la mayor
posibilidad de éxito. Pero, esta ausencia podía tardar hasta diez
años. ¿Qué pasaría con el mundo exterior? ¿Qué pasaría con el
Tribunal Superior?

En ese momento, Hua Cheng dijo: — ¿Quién dice que no hay otra
manera?
Capítulo 143: Puertas abiertas en el Monte Tonglu; la reunión de millones de
demonios (parte uno)

Al día siguiente, Xie Lian y Hua Cheng comenzaron su viaje.

Hua Cheng tomó la mano de Xie Lian y dijo: —Vaya, la próxima


vez que vea a Jun Wu, no le hable, dese la vuelta y huya.

Xie Lian estaba desconcertado.

— ¿Por qué?

—Acabo de saber que cada vez que viene a buscarlo, nunca es


para algo bueno —dijo Hua Cheng.

Xie Lian se rió.

— ¿Qué quieres decir? El trabajo que me asignó originalmente no


era este.

Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Es lo mismo. Ya sea que vaya a
Monte TongLu o lo ayude a manejar los cielos, ninguna de ella es
una buena asignación. El Tribunal Superior está ahora en un
completo caos, bien podría dejarlo destruirse. Tirar esa pila de
barro en su regazo, ¿por qué? No es diferente a elegir entre una
espada y un cuchillo para suicidarse.

Xie Lian no pudo evitar reírse, pero después de reír, dijo con
seriedad: —Aun así, no pensé que fueras voluntario para
acompañarme al Monte TongLu. He estado pensando por un
tiempo y siento que esto aún debería decirse: San Lang,
absolutamente no te fuerces.

Seguía sintiendo que Hua Cheng solo se ofrecía voluntariamente


a venir porque sabía lo que Xie Lian estaba pensando. Después
de todo, Xie Lian realmente sentía que en lugar de manejar los
cielos y hacer algo en lo que no era bueno, sería mucho más
gratificante encerrarse en un horno y matar a gusto. Sin embargo,
Hua Cheng dijo: —Gege ya he jurado tres veces que no me estoy
forzando, ¿no me cree?

—Por supuesto que no es eso… —dijo Xie Lian.

Hua Cheng asintió.

—Entonces simplemente relájese, Gege. Conozco mis límites. No


sienta que me debe algo. Incluso pensando solo desde mi
posición, tampoco me importaría meter al nuevo rey demonio de
vuelta antes de que nazca.

Actualmente, los presentes reyes demonios y los cielos


compartían beneficios mutuos en esta materia. Había solo un
poco de arroz y todos querían un bocado. Ya no era suficiente
para desperdiciar y había conflictos a veces, pero, a agregar a
otro a la mezcla para compartir la bolsa. Nadie estaba dispuesto.
Además, si este nuevo tuviera un carácter extremo, entonces, si
se volviera loco, a nadie le quedaría nada para comer.

Después de que Jun Wu escuchó la sugerencia de Hua Cheng, lo


consideró seriamente. Si Xie Lian fuera solo, ciertamente no sería
tan adecuado si él fuera el mismo Jun Wu, pero si es Xie Lian con
un rey demonio que una vez entrenó a través del mismo Monte
TongLu, entonces esta combinación tendría más posibilidades en
su favor.

Por supuesto, Hua Cheng no iría por nada. Jun Wu aceptó sus
términos: hasta la próxima vez que el Monte TongLu vuelva a
abrirse, todo el cielo debe desviarse alrededor de la Ciudad
Fantasma. Además, toda la corte debería anunciar las hazañas
heroicas de la Lluvia Sangrienta que busca la Flor y cantar
canciones de alabanza durante todo un año... Xie Lian trató de
imaginarlo, y probablemente fue algo como ¡Puñado de oficiales
celestiales tontos! ¡Saben quién los salvó? Esto fue prácticamente
como atormentar a los oficiales celestiales, que ya estaban
cansados de Hua Cheng y que tenían sentimientos complicados
hacia él, y pisar en sus caras.

Hua Cheng sonrió: —Conmigo, este viaje será mucho más fácil
para usted.

Volviendo a sí, Xie Lian respondió: —Todavía creo que


deberíamos ir después de que tu período de agravación haya
terminado, después de que hayas vuelto a tu estado normal.

—No tiene que preocuparse por eso tampoco. Será pronto —dijo
Hua Cheng.

Xie Lian se sorprendió.

—Huh…

— ¿Qué sucede? Gege ¿qué es esa cara? —Cuestionó Hua


Cheng.
Xie Lian dijo abatido: —... ¿Eso significa que San Lang va a
crecer?

Hua Cheng apretó los puños a sus lados.

—Hum. He soportado durante demasiado tiempo. No puedo


esperar más.

Sin embargo, de manera inesperada, justo cuando terminó de


hablar, Xie Lian lo levantó, lo alzó con los brazos y se echó a reír:
— ¡Será una pena! No podré levantarte más después de que
crezcas, así que mejor que te abrace tanto como pueda ahora,
jajajajaja...

—…

En el camino hacia el Monte TongLu, no pudieron usar el conjuro


de Acortamiento de Distancia y solo podían caminar. Más de diez
días después, los dos dejaron pueblos y señales de vida muy
atrás y entraron en una zona montañosa con campos
interminables de frondosos bosques verdes.

Cuanto más se adentraban en el bosque, más monstruos y


demonios veían en el camino, las bandas de ellos se hacían más
grandes y más densas, sus apariencias y formas extrañas, furtivas
y apresuradas. Xie Lian caminó con Hua Cheng en la mano y
susurró: —Han venido tantos.

—La reunión esta vez ciertamente es más grande que las de


antes. Es porque los cielos no levantaron una barricada, por lo
que muchos de los que no estaban planeando venir han venido
—dijo Hua Cheng.
Sin embargo, no solo había fantasmas solitarios, sino muchos que
vinieron en grupos. Después de un rato, Xie Lian y Hua Cheng se
encontraron con un gran grupo de demonios harapientos y
andrajosos, con la cara salvaje, marchando en un desfile
cantando:

— !QUE EL MUNDO SEA HORNO; QUE LAS ALMAS SEAN


COBRE!

—LAS AGUAS PROFUNDAS Y LOS FUEGOS QUEMEN; ¡LAS


ADVERSIDADES ENTERRADAS DENTRO!

— !QUE EL MUNDO SEA HORNO; QUE LAS ALMAS SEAN


COBRE!

—LAS AGUAS PROFUNDAS Y LOS FUEGOS QUEMEN; ¡LAS


ADVERSIDADES ENTERRADAS DENTRO!

Escuchando el tono de sus gritos, no solo no sonaban asustados,


sino que sonaban ansiosos. Pero al escuchar su eslogan, la
expresión de Hua Cheng se volvió frígida: —Ni siquiera entienden
lo que dicen, pero definitivamente gritan más fuerte que nadie.

Pensando en ello, muchos de estos monstruos y demonios nunca


habían experimentado esta prueba antes y no entendían su
crueldad, tomando el convertirse en Supremo en algo fácilmente
alcanzable, cada uno de ellos estaba lleno de determinación
heroica, provocando desagrado al que ya era experimentado.

— ¿Pueden también venir en grupos? —Preguntó Xie Lian.

—Esos son típicamente los que ya se conocían y planeaban ir a


la montaña juntos, jurando mostrar misericordia entre ellos. Sin
embargo, ninguna de las promesas se mantendrá simplemente
porque al pelear hasta el final, cuanto más maten, más fuerte
serán, más posibilidades tendrán de sobrevivir y la víctima más
fácil será el más cercano a ti.

Luego, frunció el ceño ligeramente, cubriendo su ojo derecho,


pareciendo tener otro dolor de cabeza. Xie Lian lo agarró
rápidamente y se escondió detrás de los árboles a un lado,
agachándose, sintiéndose preocupado.

—San Lang, estamos a punto de entrar a la montaña. ¿Estás


seguro de que estarás bien?

Alzando las cejas, Hua Cheng respondió: —No se preocupe,


Gege todo está bien. Será mejor pronto.

¿Cómo podría Xie Lian no estar preocupado simplemente porque


dijo eso? Hua Cheng luego agregó: —Gege acérquese, tengo
algo que decirle.

Xie Lian no sabía lo que estaba planeando, así que acercó su


rostro. Hua Cheng sostuvo su rostro con las manos y tocó
ligeramente su frente con la de Xie Lian. Xie Lian parpadeó y se
quedó atónito. Esperó hasta que Hua Cheng lo soltara antes de
comenzar a decir.

—San Lang, ¿qué estás...?

Hua Cheng sonrió.

—Hecho. Aquí está lleno de fantasmas y demonios; Gege es un


oficial celestial, su olor sería muy visible allí. Esto ayudará a
cubrirlo un poco.
Así que eso era. Estaba manchando a Xie Lian con su aroma . Xie
Lian no pudo evitar recordar cómo los dos intercambiaron poderes
espirituales y aire entre ellos, temió que Hua Cheng lo recordara
también y rápidamente dijo: —Está bien. Vamos a ponernos algún
disfraz.

Para mezclarse con millones de demonios, naturalmente deben ir


bajo algunos disfraces. Sin embargo, no era nada más que
cubrirse con una capa. Ya había muchos demonios y monstruos
que también se ponían máscaras y capas, por lo que no era
extraño. Los dos se vistieron simplemente, y Xie Lian sostuvo la
mano de Hua Cheng mientras continuaban su camino lentamente.
Después de un rato, se escuchó el leve ruido de una conmoción
en el camino. Sin estar seguro de lo que estaba sucediendo, Xie
Lian preguntó: — ¿Hay algo como un punto de referencia que te
diga que ingresaste al Monte TongLu?

—Lo hay —respondió Hua Cheng—, pero no confíe en eso.

Xie Lian estaba a punto de continuar con sus preguntas, pero la


conmoción que se avecinaba se intensificaba. Cuando los dos
salieron del bosque, resultó que había una gran multitud sucia de
al menos tres o cuatrocientos monstruos y demonios atrapados
ante un precipicio inclinado. Sin embargo, este número no era
más que la punta del iceberg para la participación de la reunión
en esta ocasión.

— ¿Por qué está bloqueado el camino? ¿Fuimos por el camino


equivocado?

—Eso no puede ser... ¿No dijeron que cualquier camino


conducirá al Monte TongLu?
Tal vez fue porque no estaban dentro de los límites del Monte
TongLu y la matanza no había comenzado oficialmente, que la
multitud de demonios todavía era considerablemente pacífica. Xie
Lian encontró un fantasma al azar en el costado y preguntó de
manera casual: — ¿Qué está pasando allí?

Ese fantasma gritó.

— ¿NO TIENES OJOS PA’ VERLO TÚ MISMO? ¡HAY UNA


MONTAÑA EN EL CAMINO, NO PODEMOS LLEGAR!

—…

Xie Lian miró a este fantasma que estaba a su lado, la mitad de


su cabeza estaba cortada y, verdaderamente, era este quien no
tenía ojos para ver. Pero Xie Lian no iba a decir nada sobre eso y
solo dijo: — ¿No podemos rodearlo?

Justo en ese momento, varios demonios se precipitaron desde el


otro lado, escupiendo sus lenguas: — ¡Demonios, esta montaña
es malvada! ¡Hemos rodeado por más de una hora y aún no
hemos visto el final! ¡He tenido que correr más de una hora para
volver!

Los fantasmas se volvieron hacia Xie Lian.

—No.

Xie Lian preguntó: — ¿No podemos escalar o sobrevolar?

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, una gran ave de
siete pies de largo se cayó del cielo, se estrelló pesadamente en
el suelo y prácticamente cayó muerta en el lugar. Un demonio
gritó: — ¡MUERTO! ¡EL ESPÍRITU DE PÁJARO MURIÓ DE
CANSANCIO Y AÚN NO PUDO SOBREVOLAR!

Los fantasmas se volvieron a Xie Lian de nuevo.

—No.

Xie Lian lo intentó de nuevo. —entonces ¿no podemos…?

Pero antes de que pudiera completar su pregunta, todos los


fantasmas lo callaron como si realmente quisieran cerrarle la
boca.

— ¡DEJA DE PREGUNTAR, BOCÓN!

—Está bien. —Xie Lian obedeció.

Cientos de fantasmas y demonios fueron bloqueados por este


precipicio de montaña insuperable, sin poderse caminar y cruzar,
y varias voces de interminables tonos sonaron, extremadamente
ruidosas. Algunos dijeron: — ¡Lo entiendo! No es una montaña
típica, es una pantalla.

Algunos dijeron: —Oigan, después de cruzar esta montaña, el


Monte TongLu debe estar justo más allá. Esta montaña es
probablemente la primera prueba antes de entrar en la montaña.
Si no podemos pasar una prueba simple como esta, entonces no
hay necesidad de pensar en lo que vendría después y es mejor
que nos vayamos a casa.

— ¡ESPEREN!
— ¿Esperar qué?

Una voz perpleja habló: — ¿Por qué... huelo algo raro?

— ¿Qué olor? ¿Seguro que no es esa carne humana muerta que


tienes contigo?

Esa voz dijo: —No, no. ¡No es la carne de los muertos, es la carne
de los vivos! No no no, ¡eso tampoco es correcto!... Es como...
¡EL OLOR DE UN OFICIAL CELESTIAL!

En el momento en que esas palabras salieron, se levantó una ola


de alarma y la multitud de demonios gritó: — ¡¿QUÉ?! NO ME
CAGUES, ¿POR QUÉ HABRÍA UN OFICIAL CELESTIAL?

— ¡AHH ESPERA! Um... ¡LO HUELO TAMBIÉN!

— ¿Cómo es que no olemos nada aquí?

—Ahora que todos están hablando de eso, se siente como si aquí


también... ¿¡¿SE COLÓ UN OFICIAL CELESTIAL?!

—Eso es imposible... ¿Qué oficial celestial es tan audaz para


venir a un lugar como este?

Con todas estas voces gritando, la alarma explotó en todas


direcciones. Xie Lian se sentía un poco nervioso, pero aun así su
rostro no reveló nada.

Hua Cheng, obviamente, lo había ayudado a cubrir su olor antes,


así que ¿por qué aún habría algún olor? Nadie debería haber
notado que se había colado.
Hua Cheng tomó su mano y susurró: —Gege tenga cuidado, algo
está revolviendo la olla y creando un caos a propósito.

—También es posible que, aparte de mí, haya otros funcionarios


celestiales que se hayan colado —dijo Xie Lian.

En ese momento, el demonio que fue el primero en mencionar el


olor a humanos saltó sobre una roca.

— ¡OIGAN! Tal vez, esos miserables oficiales celestiales en el


reino celestial vieron que no podían detenernos en el camino, así
que enviaron a personas a venir al Monte TongLu para arruinar
nuestra celebración. Sugiero a todos los que usen máscaras y
capas o mantos gruesos que se los quiten por ahora, de modo
que quien tenga aura espiritual sea descubierto de inmediato.
Todos, anuncien su título uno por uno, ¡no les den la oportunidad
de colarse entre nosotros!

Toda la multitud de demonios aplaudieron la idea, y ese demonio


continuó: — ¡Iré primero! Soy El Demonio de la rápida espada que
extingue vida, la espada de decapitación de un verdugo. ¡Solo
hay una única espada para matar y cortar cabezas!

—…

Según la experiencia de Xie Lian, por lo general, cuanto más


exagerado es el título, con nombres como Sin paralelo. Mil manos.
Poderoso o Extingue vidas, etc., eran más fáciles de eliminar.
Generalmente con un solo movimiento. A veces tres pueden ser
eliminados con un solo movimiento. Inmediatamente se lanzaron
ruidosamente cientos de títulos, y él negó con la cabeza mientras
escuchaba.
De repente, un demonio a su lado le dio un codazo: —Oye, ¿por
qué no te has quitado la capa todavía? ¿Qué eres?

No era como si lo dijera de manera irrespetuosa; si no era


humano, solo podría llamársele; qué, por lo que no parecía estar
mal. De hecho, hubo muchos otros demonios que no se quitaron
sus capas y máscaras; incluso había uno cerca de Xie Lian,
observándolos con los brazos cruzados. Pero el primero que fue
expuesto fue Xie Lian, y al ver que todos los ojos estaban sobre
él, aceptó su propia mala suerte y se quitó la capa, hablando
suavemente: —Soy un Maestro de Títeres.

Todos los demonios se acercaron y rodearon alrededor.

— ¡Ya veo! No es de extrañar que te parezcas tanto a un humano.


¡Esta es la primera vez que veo a un Maestro de Títeres!

Xie Lian sonrió sin hablar. Un Maestro de Títeres era un demonio


con un aura demoníaca muy débil. Para crear el títere perfecto,
experimentaban con diferentes tipos de materiales, por lo que no
era extraño haber sido manchados con diferentes tipos de
aromas. Ya que en particular les gusta la piel de los humanos, el
olor de los humanos era usualmente pesado en sus cuerpos. El
sueño de los Maestros de Títeres era arrancar los pelos de un
oficial celestial y hacer pelucas para sus títeres, y algunos incluso
se atrevieron a intentarlo. Por lo tanto, tampoco era extraño que
hubiera olor de oficiales celestiales.

Un demonio preguntó: —Entonces, ¿dónde está tu títere?

Xie Lian escaneó a la multitud, luego se agachó para levantar a


Hua Cheng.
Los demonios estaban todos asombrados.

— ¡Wow, tan exquisito!

— ¿Qué material usaste? Tsk tsk tsk, esto parece tan real.

—Siento que vas a ser un competidor duro...

— ¿Cómo es esto real? Creo que se ve bastante falso. ¿No es la


piel demasiado blanca? ¿Por qué los niños tendrían pestañas tan
largas?

A pesar de que Hua Cheng tenía los brazos cruzados e


inexpresivos, todavía había muchos fantasmas femeninos cuyos
corazones inmóviles se vieron impactados por su aspecto.

—Me estoy muriendo, ¡qué guapo, títere! Maestro, ¿acepta


comisiones? ¿Puedo pedir uno exactamente igual? Podemos
hablar de precios.

Algunos incluso se acercaron a probar y acariciar, incapaces de


detenerse. Xie Lian inmediatamente lo trajo de vuelta a sus brazos
y los demonios fueron molestos.

— ¡Tan tacaño! Protegiéndolo tanto, ni siquiera nos dejas tocar.

El brazo izquierdo de Xie Lian sostuvo a Hua Cheng aún más


fuerte, y su mano derecha cepilló su pelo.

—Por supuesto. Esta es mi marioneta. Además, se molesta


fácilmente. Nadie más que yo puede tocarlo, de lo contrario se
enfadará mucho.
Hua Cheng levantó sus cejas en los brazos de Xie Lian y los
demonios se echaron a reír a carcajadas.

— ¡AIYOH, INCLUSO PUEDE LEVANTAR SUS CEJAS! ¡TIENE


ACTITUD!

Justo en ese momento, de repente se escuchó una voz que decía:


—No creo que sea eso.
Capítulo 144: Puertas abiertas en el Monte Tonglu; la reunión de millones de
demonios (parte dos)

Xie Lian volteó para mirar, y la persona que habló fue esa Rápida
Espada que extingue la Vida. Él acusó: —El olor de humano en
ti es un poco demasiado pesado.

La multitud de demonios reprendió.

—Él es un Señor de Títeres... es comprensible. Él tiene la esencia


del mal en él también.

El Demonio de la Rápida Espada que extingue la Vida respondió:


—No, no, miren todos más cerca. Esta esencia del mal en este
Señor de Títeres no se siente como si fuera emitida desde dentro,
más como teñida desde el exterior.

Teñir la esencia del mal desde la superficie debería haber sido


pasable originalmente, pero una vez que se convirtiera en el punto
de atención para la multitud de demonios, los detalles serían
amplificados. Este Demonio de la Rápida Espada que extingue la
Vida no se veía como si fuera muy inteligente al principio, similar
a ese Ojo del Cielo, y Xie Lian lo había tomado por un personaje
pequeño e insignificante, pero quién sabía que no era tan fácil
engañar. Un demonio dijo: —Parece que estás bien versado en
esto, así que, ¿hay algo para probar tus palabras? ¿Cómo
sabemos? ¿Tienes alguna idea?

El Demonio de la Rápida Espada que extingue la Vida respondió:


—Sí. ¡Hay una herramienta que puede determinar exactamente lo
que es!
De su manga sacó un objeto. En el momento en que la multitud
de demonios vio, instantáneamente retrocedieron.

— ¡MIERDA! ¿¡TIENES TALISMANES AMARILLOS?! ¿ESTÁS


SEGURO DE QUE NO ERES EL OFICIAL CELESTIAL?

El Demonio de la Rápida Espada que extingue la Vida explicó con


seriedad: — ¡No! He matado a algunos cultivadores en el camino
hacia aquí y tomé sus pertenencias, eso es todo. Estos son solo
los típicos talismanes amarillos para tratar con pequeños
fantasmas y pequeños secuaces irrelevantes. Como todos
llegaron aquí, estoy seguro de que estos talismanes no les harán
nada. ¡Miren!

Luego le dio una palmada en el talismán amarillo en la frente.


Crujido, crujido, ese talismán amarillo se quemó en un poco de
humo negro en su cara, dejando una marca negra y cenicienta en
su frente. El Demonio de la Rápida Espada que extingue la Vida
dijo: —Aunque este talismán no puede hacerme nada, al menos
puedo demostrar mi identidad.

Algo así como un talismán de papel podría usarse para luchar


contra monstruos y demonios, por otro lado, también podría
usarse para identificar si una persona era, de hecho, una persona.
El Demonio de la Rápida Espada que extingue la Vida señaló a
Xie Lian: —Si realmente eres un Señor de Títeres, entonces
coloca este talismán amarillo en tu frente. Ya veremos si deja una
marca.

Xie Lian no mostró ninguna reacción, pero su mente rápidamente


daba vueltas. Sin embargo, Hua Cheng susurró: —No se
preocupe, Gege.
Por lo tanto, Xie Lian supo que Hua Cheng confiaba en sus
posibilidades. Bajó a Hua Cheng, fácilmente se acercó, tomó ese
talismán y lo presionó en su frente. Crujido, crujido, ese talismán
amarillo se quemó hasta convertirse en un humo negro, sin
embargo, después de que el humo se había disipado, la frente de
Xie Lian aún estaba sin dejar rastro.

¡Esto demostró que la esencia del mal en su persona estaba


manchada de la superficie!

Aparte de esa figura encapuchada con los brazos cruzados,


cientos de demonios instantáneamente los rodearon, gritando y
aullando, pareciendo que estaban listos para sacar todo tipo de
armas extrañas, pero luego todos fueron empujados
instantáneamente por una barrera invisible. La multitud de
demonios se sorprendió: — ¡Bueno, bueno! ¡Bastante hábil
también!

Xie Lian abrió las manos.

—No hice nada.

En ese momento, Hua Cheng, que estaba de pie detrás de él,


habló.

Se acercó con los puños a sus costados.

—Ustedes, grupo de fantasmas pueblerinos que no sabe nada,


¿por qué están tan sorprendidos?

— ¿Y tú eres un hombre del mundo, pequeño bebé fantasma?


—No es mentira que él no tiene esencia del mal en él. Quiénes
son ustedes, ¡identifíquense ya!

Hua Cheng respondió: —Qué montón de tontos. Por supuesto, no


hay nada en su cuerpo, ¡porque soy el verdadero Señor de
Títeres!

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, la multitud de


demonios pudo sentir un escalofrío extremadamente inquietante
junto a ellos, como si todo el campo se congelara. Incluso con sus
cuerpos fríos todavía se estremecían.

—... ¿Qué... qué... está... pasando...?

—Les doy a todos una muestra del mundo, solo eso —dijo Hua
Cheng.

Él rescindió su aura y la multitud de demonios finalmente dejó de


temblar. Ese Demonio de la Rápida Espada que Extingue la Vida
cuestionó, sintiendo temor.

—Si... si eres el Señor de Títeres, y él también es un Señor de


Títeres, entonces ¿quién es real? No, no puede ser él, entonces,
¿qué clase de persona es él?

Antes de que Hua Cheng respondiera, Xie Lian sonrió: —


Obviamente, del tipo que le pertenece a él.

La multitud de demonios quedó aturdida por un momento, luego


finalmente se dieron cuenta: —Entonces... ¿Entonces es lo
contrario? Él es el Señor, y tú eres el títere.
El Demonio de la Rápida Espada que Extingue la Vida cuestionó
sospechaba: — ¿Entonces por qué dijiste que eras el Señor de
Títeres antes? ¿Cuál es la intención de tu mentira?

Hua Cheng sonrió: —Porque, pensé que sería divertido.

Xie Lian también sonrió.

—Eso es correcto. La razón más importante es que el Señor lo


encuentre divertido.

Después de que los fantasmas femeninos superaran su sorpresa


inicial, se guardaron sus largas garras y lenguas, comenzaron a
dar vueltas alrededor de Xie Lian y a examinarlo. Por alguna
razón, los comentarios de las fantasmas femeninas dirigidos a él
adquirieron un sabor completamente diferente al de cuando
estaban revisando a Hua Cheng. De alguna manera, sonaban
más audaces:

— ¿Así que este pequeño Gege es el verdadero títere? Aiyah, me


gusta más esta edad, ¡ahora quiero uno más aún! ¿Estás seguro
de que no aceptas pedidos?

Xie Lian respondió con suavidad: —Um... gracias por sus afectos.
Pero, en realidad soy muy viejo...

—Este material es piel humana, ¿verdad? El tratamiento se hizo


de manera muy limpia, no hay nada de ese olor apestoso y rancio
de Yang de esos hombres fornidos. Señor, ¿cómo manejas el
mantenimiento? ¿Usas perfume?

—Es piel humana —respondió Xie Lian. —No hay perfumes.


Simplemente báñese con frecuencia y tome mucha agua.
— ¡Guau! Se siente como esta marioneta puede hacer muchas
cosas! De todo tipo. Tanto la cara como el cuerpo se ven bastante
bien, ¿eh? Parece que la sensación de su piel también es
agradable. Pero él es un poco flaco, me pregunto si hay algo de
carne allí después de quitarle la ropa, jejeje...

Xie Lian había mantenido una sonrisa educada y humilde todo el


tiempo, pero al ver que en realidad había fantasmas femeninas
acercándose listas para sentir su pecho con sus ojos brillantes,
sus cejas se movieron. Hua Cheng presionó dos dedos juntos, los
levantó ligeramente y el círculo de manos delicadas y marchitas
fue apartado. Xie Lian se agachó inmediatamente detrás de Hua
Cheng para esconderse. Las fantasmas femeninas estaban
molestas.

— ¿Qué, vas a decir que este títere también tiene mal genio y no
le gusta que otras personas lo toquen? ¡Se ve bien!

Hua Cheng extendió la mano y levantó la barbilla de Xie Lian.

—Su temperamento es ciertamente agradable, pero mi genio es


malo. Nadie tocará lo que me gusta, excepto yo.

Xie Lian le siguió la corriente y, obedientemente, levantó la cara,


reprimiendo su risa con tanta fuerza que sus entrañas estaban
dando espasmos. Aun así, fue muy cooperativo y miró a los ojos
de Hua Cheng, hablando con seriedad: —No. San... el genio del
Señor también es muy agradable.

Hua Cheng también se rio, viéndose muy satisfecho. Los


conversaron un tiempo, entrando en sus roles, pero otro demonio
de al lado interrumpió: —Todavía creo que el olor a humano en él
es demasiado fuerte.

—Entonces, ¿qué quieres hacer? —Cuestionaron las fantasmas


femeninas.

Ese demonio dijo: —Escuché que las marionetas hechas de piel


no están rellenas de carne, por lo que si son apuñaladas, no
sangrarán. Déjame apuñalarlo con una espada y ver… —Pero
antes de que él terminara de hablar, fue asustado hasta el silencio
por un ojo agudo.

Hua Cheng dijo fríamente: —Intenta tocarlo, te reto. ¿Piensas que


dejaría que las cosas que atesoro en lo más profundo de mi
corazón sean tan fácilmente tocadas por ti?

La multitud de fantasmas fue empujada por el poder de su aura


antes, y ahora que Hua Cheng estaba haciendo amenazas, no se
atrevieron a mover otro músculo e, inconscientemente, se había
alejado para darles un gran espacio para respirar. Ese Demonio
de la Rápida Espada que Extingue la Vida quien había empezado
todo vio que las cosas iban cuesta abajo y, de hecho, se convirtió
en el primero en intentar suavizar las cosas: —Por favor, no te
enfades, Señor de Títeres. Ni siquiera hemos entrado en los
límites del Monte TongLu, podemos hablar más después de
entrar. No empecemos las cosas entre nosotros ahora.

Los ojos de Hua Cheng miraron hacia un lado.

—En lugar de acosar a mi títere, ¿por qué no preguntar por qué


ese todavía no se quita la capa?
La excéntrica figura encapuchada que había estado parada en el
costado todo este tiempo aún no se había quitado la capa desde
que comenzó el alboroto, y había estado observando con los
brazos cruzados como si estuviera disfrutando de un espectáculo,
completamente retirado del bullicio. Ahora que Hua Cheng lo
señaló, el espectáculo ya no podía ser visto porque se convirtió
en el centro de atención. El Demonio de la Rápida Espada que
Extingue Vidas avanzó un paso.

— ¿Este amigo también se sacará su capa para dejarnos ver?

Esa figura encapuchada se detuvo por un largo tiempo, y justo


cuando Xie Lian estaba empezando a sospechar que esta estaba
preparándose para levantar la tierra y huir, esa figura
encapuchada de repente se estiró y limpiamente se sacó la capa.

Debajo de la capa había un rostro hermoso, pero sencillo y


normal.

Una persona así, si fueran arrojados a una multitud, no se verían


mal, pero serían fácilmente olvidados, su apariencia olvidable, y
eso hizo que aquellos demonios que lo vieron revelarse se
sintieran bastante decepcionados. Sin embargo, Xie Lian estaba
cada vez más cauteloso.

—Obviamente, una cara falsa —dijo Hua Cheng.

Su voz solo podía ser escuchada por Xie Lian, y Xie Lian asintió.
A veces, cuando los oficiales celestiales o los demonios de
renombre tenían asuntos que hacer en el reino mortal, en lugar de
usar la inconveniente forma real, creaban una cara falsa como
esa. En tiempos como estos, el elemento más importante de esta
transformación era —simple y normal—; ya sea que se viera bien
o no, siempre que sea lo suficientemente sencilla como para
garantizar que no importa cuánto tiempo una persona se quedara
mirando sus caras, se olvidará en el momento en que se aleje.
Eso constituiría una transformación exitosa. La cara de esa figura
encapuchada coincidía perfectamente con el componente clave
de tal transformación, por lo que era más que probable que no
fuera su cara real y su identidad real fuera desconocida.

El Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas entregó un


talismán amarillo. Esa figura encapuchada lo tomó y se lo puso en
la frente sin dudarlo. Crujido, crujido, humo, una marca.

Al parecer, él también era un demonio y no un humano.

Después de todo este alboroto, la multitud estaba empeorando.

—Entonces, ¿hay realmente un oficial celestial mezclado o no?

— ¿Quién es el que trajo esto primero? Será mejor que no te


equivoques.

El Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas levantó su


mano.

—El primero en notarlo soy yo, ¡pero es verdad! Definitivamente


olí a un oficial celestial ¡AH!

Inesperadamente, en medio del discurso, de repente gritó y se


derrumbó. Sorprendido, Xie Lian corrió hacia adelante y allí había
un agarre muy sangriento en su cuerpo. El agarre atravesó el
abdomen y, en la herida, había un débil residuo de la clase de luz
espiritual que solo se encuentra en el cuerpo de un oficial celestial.
La multitud de demonios se sorprendió.

— ¡MIRA SU HERIDA! ¡HAY UN OFICIAL CELESTIAL ENTRE


NOSOTROS!

El Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas cubrió ese


sangriento agujero y gritó aterrorizado: — ¡TODOS ATENTOS!
¡QUIEREN EXTERMINARNOS!

La multitud de demonios inmediatamente perdió la cabeza en el


terror, como si hubiera explotado una olla, y todos levantaron sus
armas listos para enfrentar a los enemigos desde cualquier
dirección, gritando: — ¡¿QUIÉN ES?! ¡¿QUIÉN QUIERE
EXTERMINARNOS?! ¡¿DÓNDE TE ESCONDES?!

Cuando ese Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas


fue golpeado por primera vez, el primer pensamiento que pasó por
la mente de Xie Lian fue: —Sabía que aquellos que se dan títulos
tan ridículos son los primeros en caer. Luego, después de
parpadear, gritó: —TODOS VIERON ESTO, CIERTO? MI SEÑOR
Y YO ESTÁBAMOS AMBOS BAJO SU VIGILANCIA TODO EL
TIEMPO, NO HEMOS HECHO NADA. Mientras hablaba, miró
fijamente a esa figura encapuchada. El otro también levantó la
mano, su voz baja.

—Igual.

Xie Lian se inclinó para revisar las lesiones del Demonio de la


Rápida Espada y afirmó: —Es una herida de espada. Quienquiera
que esté usando una espada en este momento es... Cuando
volvió la cabeza, se quedó sin habla al instante. Parecía que la
espada no solo era el arma más popular en los reinos mortal y
celestial, sino también en el reino de los fantasmas. De los
cuatrocientos demonios presentes, al menos más de trescientos
portaban espadas empuñadas, completamente incontables. Xie
Lian se aclaró la garganta: —Solo si hay más talismanes amarillos
que podamos usar como los anteriores, no tendremos que
preocuparnos por quién es quién.

Por supuesto, este fue un comentario de improviso, haciéndose


sonar útil. Si realmente había colegas celestiales que se infiltraron
en esta multitud, ciertamente no quería ayudar a exponerlos. Este
Demonio de la Rápida Espada tampoco podría tener tantos
talismanes amarillos preparados. Sin embargo, de forma
inesperada, justo cuando hizo su comentario, el Demonio de la
Rápida Espada que Extingue Vidas realmente sacó un grueso
montón de talismanes amarillos.

— ¡OH! ¡TENGO MÁS!

Xie Lian no pudo evitar querer echar un vistazo detrás de su


espalda.

—… ¿De dónde sacaste eso?

— ¡ESO NO ES IMPORTANTE! —Dijo el Demonio de la Rápida


Espada que Extingue Vidas.

—No, es muy importante. —Xie Lian dijo: —Normalmente, no se


lleva cargas tan pesadas en el camino, estas son lo
suficientemente pesadas para ser arrojadas como ladrillos para
matar personas... ¿a cuántos cultivadores mataste?

El Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas lo miró: —


Tal vez veinte.
...No es de extrañar. Si todos los cultivadores llevaban con ellos
más de diez talismanes, luego sumándolos, ¡había al menos más
de doscientos!

Sin más preámbulos, la multitud de demonios estaba ansiosa por


descubrir quiénes de ellos eran oficiales celestiales, y
rápidamente se les ocurrió un método tosco. Se formaron en
grupos de dos, cada uno pegando un talismán amarillo en la frente
de su compañero, y observaron si en sus compañeros dejaban
marcas de ceniza. Algunos fantasmas de poco tiempo todavía
tenían miedo: — ¿Tengo que hacer esto en realidad? ¿Esto no
romperá mi espíritu?

—No lo hará, no lo hará, es exactamente igual a los talismanes


que usaron antes, los poderes son débiles, por lo que, como
máximo, simplemente dejarán una marca.

—Oh…

Hua Cheng entrecerró los ojos y parecía haber notado algo.


Pronto, en los cuatrocientos demonios, campos tras campo de
todos ellos tenían ese talismán amarillo pegado en su frente, con
un aspecto peculiar y tonto. Sin embargo, después de que los
talismanes se atascaron, no pasó nada.

Todos los demonios se miraron unos a otros.

— ¿Qué está pasando?

—Oye, Demonio de la Rápida Espada, ¿qué tipo de cultivadores


mataste? ¿Por qué los talismanes son tan jodidos que no
funcionan?
Xie Lian había pensado que las cosas estaban mal desde el
principio, y ahora sus cejas estaban unidas. Estaba a punto de
hablar cuando una mujer fantasma a su lado frunció los labios y
gimió: —Ya no haré esto, lo arrancaré... ¿eh? ¿Qué está
pasando? ¿Por qué no puedo sacarlo?

Varias mujeres fantasmas empezaron a chillar a la vez: — ¡YO


TAMBIÉN! ¡¿POR QUÉ NO SE PUEDE QUITAR?!

¡Mierda!

Justo al mismo tiempo, Hua Cheng advirtió en voz baja: — ¡Gege


agáchese!

Xie Lian inmediatamente siguió sus instrucciones, y Hua Cheng


inmediatamente se tapó los oídos. No muy lejos de ellos, esa
figura encapuchada también inmediatamente tiró de su capa,
arrodillada con una pierna al suelo. Poco después.

¡BOOM BOOM BOOM BOOM BOOM BOOM BOOM BOOM!


¡Como una serie de petardos explotando, los ruidosos alaridos
rugieron hacia el cielo!

Capítulo 145: Puertas abiertas en el Monte Tonglu; la reunión de millones de


demonios (parte tres)
Xie Lian solo podía sentir oleadas de temblores violentos en todas
direcciones, y un hedor peculiar que era difícil de describir
impregnaba el aire.

¡Todos esos talismanes amarillos explotaron!

Y los monstruos y demonios que los tenían pegados a sus frentes,


a los que eran los sólidos les volaron el cerebro, salpicaron sangre
y carne, y los que eran huecos fueron diseminados de su forma,
humos negros se dispersaron. Antes el acantilado de la montaña
era un campo de aullidos y lamentos. Hua Cheng soltó las manos
que cubrían las orejas de Xie Lian sin verse afectadas. Xie Lian
se puso de pie, sintiéndose ligeramente alarmado. Él había
inspeccionado esos talismanes amarillos uno por uno antes y
todos eran los hechizos de exorcismo más normales, así que
¿cómo podría tener un efecto tan impactante?

Justo en ese momento, en medio de los cielos humeantes vino


volando un papel triturado, y con una mano rápida, Xie Lian lo
tomó para echarle un vistazo, y al instante lo descubrió: —Qué
astucia.

Esto era un pedazo de la esquina destrozada de un talismán


amarillo. Si no se hubiera destrozado, es posible que no se notara,
¡pero en realidad había dos capas!

Una hoja de papel cubrió la parte superior y se dibujó con los


hechizos más normales, pero había otra hoja extremadamente
delgada de papel de encantamiento, y aunque ya se había
quemado hasta el punto en que el hechizo ya no era reconocible,
no hace falta decir que debe ser el hechizo más vicioso y agresivo.
Nubes de polvo volaron y llenaron el aire, las cosas no se podían
ver claramente, y todavía había muchos demonios que gritaban
como si alguien estuviera tomando esta oportunidad para
emboscar. Xie Lian se tumbó al instante y un fantasma gritaba: —
¡ESPEREN! ¡LA MASACRE NO HA COMENZADO, ¿POR QUÉ
USTEDES ESTÁN ATACANDO AHORA?!

— ¡SÍ! ¿NO ACORDAMOS TODOS QUE, YA QUE TODOS


SOMOS FANTASMAS, PACÍFICAMENTE PRIMERO
ENCONTRAR UNA FORMA DE CRUZAR LA MONTAÑA PARA
ENTRAR?

Una voz salvaje se rio.

— ¡Idiotas como tú merecen ser aniquilados en la primera ronda!


Nunca ha habido ningún indicio de cuándo comienza la matanza,
y como todos somos oponentes de todas formas, ¡obviamente
cuanto más rápido lo hagas, mejor! ¿Crees que voy a decirte hola
antes de hacer mi ataque?

— ¡ESPEREN! ¡ESPEREN! ¡RETROCEDERÉ! ¡NO ESTAMOS


EN EL MONTE TONGLU TODAVÍA! ¿NO PUEDO SALIR
AHORA?

Las nubes de humo y polvo se despejaron un poco, y una vez que


los demonios pudieron ver claramente, todos estaban
mortificados.

— ¡¿HUH?! ¡¿CÓMO PASÓ ESTO?!

No solo ellos, incluso a Xie Lian le sorprendió un poco la vista que


tenía ante él.
Cuando llegaron por primera vez, delante de la carretera había un
alto peñasco de montaña que no podía evitarse ni cruzarse,
bloqueando el camino. Sin embargo, mirándolo ahora, de alguna
manera, esa montaña había desaparecido.

No, no desapareció. Emigró a detrás de ellos.

Parecía que, sin que ellos se dieran cuenta, ¡ya habían entrado
en los límites del Monte TongLu!

Xie Lian comprendió de repente por qué, cuando le preguntó por


primera vez si el Monte TongLu tenía algún punto de referencia,
Hua Cheng dijo que no había que confiar en ellos. ¡Porque esos
puntos de referencia eran como niños traviesos que hacían
bromas y se mavían por su cuenta!

De repente, Xie Lian escuchó una voz detrás de él burlándose: —


Tengo que ver de qué tipo de títere estás hecho, ¿o tal vez eres
otra cosa?

¡El Demonio de la Espada Rápida que Extingue Vidas!

Xie Lian se giró pero antes de que RuoYe saliera volando, hubo
un escalofriante destello de luz, y ese Demonio de la Espada
Rápida que Extingue Vidas ni siquiera tuvo la oportunidad de gritar
antes de que se cortara en dos desde la cintura!

Xie Lian se apresuró a comprobar, y por supuesto, fue


legítimamente cortado en dos mitades, y no podía estar más
muerto. Levantó la cabeza y vio que el que lo golpeó era esa
excéntrica figura encapuchada, que estaba lentamente
deslizando la espada en su vaina mientras caminaba con pasos
firmes y confiados.
Xie Lian sintió que tanto la figura como la forma en que caminaba
eran algo familiar y se enderezó.

— ¿Mi buen señor, usted es?

Ese hombre sonrió y estaba a punto de responder cuando de


repente se inclinó hacia abajo. Al ver esta acción inesperada, las
alarmas se dispararon en la cabeza de Xie Lian, y lo observó
atentamente, preparándose para cualquier ataque sorpresa. Sin
embargo, ese hombre solo se inclinó y rodeó sus dos brazos
alrededor de las esbeltas cinturas de dos fantasmas femeninas.

— ¿Están bien mis damas?

Esas dos mujeres fantasmas tenían miradas y figuras


encantadoras, y como no manejaban espadas, no usaron ese
talismán amarillo y pudieron escapar del desastre. Sin embargo,
la onda expansiva de las explosiones las hizo desmayar. Ahora
que están siendo abrazadas por los brazos de alguien y se las
llamaba con tanta pasión, lánguidamente se despertaron,
sintiéndose agradecidas.

—Estoy bien, gracias…

Sin embargo, bruscamente, antes de que el agradecimiento


dejara sus labios por completo, los dos rostros de las fantasmas
femeninas cambiaron y empujaron esa excéntrica figura
encapuchada.

— ¡SAL DE AQUÍ!
Luego se alejaron a toda prisa. Ese hombre no estaba molesto
incluso después de haber sido abofeteado dos veces, y solo
parecía algo confundido, frotándose la barbilla mientras fruncía el
ceño.

—Eso no está bien. ¿Esta cara no es tan fea?

Aunque todavía estaba disfrazado, Xie Lian ya sabía quién era él.

—… General Pei, ¿por qué está aquí también?

Ese hombre se volvió hacia él y sonrió, su mano rozó su rostro y


reveló su verdadera apariencia. Era Pei Ming.

—Naturalmente, es porque el Emperador me pidió que le echara


una mano a su alteza.

— ¿De verdad? —Xie Lian dijo. —Gracias, gracias. Lo siento por


la molestia. Es muy peligroso aquí, como se puede ver.

—Gege no hay necesidad de estar tan agradecido. Obviamente,


ha negociado todos los beneficios con Jun Wu —dijo Hua Cheng.

Pei Ming se acercó y se detuvo frente a Hua Cheng, se agachó e


hizo un gesto con la mano para medir su altura actual, riendo: —
¿Me engañan mis ojos? ¿Es este mi señor Lluvia Sangrienta que
busca la Flor? Ciertamente, uno cambia para mejor con el tiempo,
entonces, ¿qué comió para crecer hacia atrás? Ja…

Solo dijo ja, una vez, y la venda de seda de Xie Lian fue liberada,
azotando tan fuerte que él casi fue lanzado al aire, y apenas
esquivó, saltando hacia atrás.
—Su alteza, ¿cuánto atesora a Hua Chengzhu? ¿Ni siquiera
puede tomar una broma?

Xie Lian preguntó sombríamente: — ¿Es realmente el General


Pei?

Pei Ming dio unas palmaditas a la espada sagrada que colgaba


de su cintura, mostrándola para que viera: —Genuino y auténtico.
Intercambiar si es falso.

—Sin intercambio. Si es falso, regresar directamente. —Dijo Xie


Lian.

—Gege mátelo. Es falso —dijo Hua Cheng.

— ¡Oye!

—Si realmente es el General Pei, ¿por qué ese talismán amarillo


dejó una marca de ceniza en su frente antes? —Preguntó Xie
Lian.

—Es simple. —Pei Ming dijo: —Todo es gracias a esto. Luego le


lanzó un pequeño artículo a Xie Lian. Como estaba a la defensiva,
Xie Lian no lo atrapó con las manos, sino que usó la punta de la
espada y lo ensartó, llevándoselo a sus ojos—. ¿Caramelo?

En la punta de la espada había un pequeño caramelo negro y


brillante. Pei Ming lanzó otro en su boca.

—Caramelo con Aroma de Fantasma que compré en la Ciudad


Fantasma. Solo mastica uno y obtendrás un bocado de la esencia
del mal fluyendo de adentro hacia afuera. Muy útil cuando se
pretende ser una criatura inhumana.

Xie Lian jugó con el Caramelo con Aroma de Fantasma y estuvo


sorprendió: — ¿Se puede comprar cosas tan mágicas en la ciudad
fantasma?

Pei Ming masticó el caramelo: —Pregúntele a Hua Chengzhu


quién está a su lado, él lo sabe mejor. Se puede comprar cualquier
cosa en la Ciudad Fantasma si se sabe cómo. El sabor no es
malo, su alteza, ¿quiere probar uno?

Xie Lian también tenía curiosidad por saber a qué sabrían los
fantasmas y se dirigió a Hua Cheng: —Si ese es el caso,
deberíamos haber conseguido algunos de esos Caramelo con
Aroma de Fantasma antes de que llegáramos.

Sin embargo, Hua Cheng tomó el dulce de su mano y dijo: —Gege


si quiere algo de la Ciudad Fantasma, solo tiene que pedírmelo.
Pero no coma cosas como esta.

— ¿Por qué?

Hua Cheng no ejerció ningún poder, pero ese caramelo chillaba y


se disolvía en un poco de humo negro. Él explicó: —Todo en la
Ciudad Fantasma es peligroso. Me gusta este dulce; proviene de
un sospechoso lugar de producción, y los ingredientes son en su
mayoría hechos por vulgares fantasmas insignificantes con
orígenes desconocidos. Comerlo dañará el cuerpo.

Pei Ming no pensó en nada de eso.


—Está bien. Es solo para emergencias, no es como si se comiera
regularmente.

Hua Cheng continuó: —Y el olor es intenso. Los oficiales


celestiales y los mortales no pueden olerlo, pero cuanto más
vulgar es el fantasma, más rancio es el olor.

Pei Ming: —…

Hua Cheng se rio.

— ¿Entiende ahora por qué esas dos fantasmas le dijeron que se


perdiera?

—…

¡Porque sentían que la esencia del mal en Pei Ming era


extremadamente vulgar y repugnante!

Xie Lian se aclaró la garganta suavemente y dijo cortésmente: —


General Pei, ya no comamos esto.

Pei Ming hizo un gesto y sacó los restos de Caramelos con


Esencial de Fantasma, tirándolos todos.

—Está bien. Pero, acabamos de llegar a los bordes exteriores del


Monte TongLu. Después de ir más allá, habrá monstruos y
demonios aún más poderosos que pueden decir con solo una
mirada que somos sospechosos. ¿Qué haremos entonces?

Esos fantasmas femeninos pululaban alrededor de Hua Cheng


como patos, sin duda realmente les gustaba su aroma. La esencia
del mal que Hua Cheng le transfirió era, sin duda, la mejor de las
mejores, por lo que ciertamente no había una necesidad real de
comprar caramelos con aroma a fantasma. Solo que, si él no
quería que nadie descubriera que la esencia solo estaba
manchada en la superficie, entonces podrían necesitar juntar sus
labios como la última vez, intercambiar fluidos corporales y
entregar aire. Al pensar en esto, Xie Lian se detuvo de inmediato
y dijo de manera casual: —Yo tampoco lo sé. Solo soy un títere.

Lo que significaba que iba a seguir actuando.

—Está bien. Entonces, alteza, mejor mantente cerca de su Señor


ahora —dijo Pei Ming.

Xie Lian fingió no escuchar y escudriñó sus alrededores,


murmurando: —No había imaginado que las pérdidas serían tan
devastadoras desde el principio.

Los cuatrocientos demonios que se habían reunido aquí


originalmente estaban en su mayoría muertos o heridos. Xie Lian
no pudo evitar recordar la escena que Hua Cheng representó esa
noche, y realmente no fue una exageración. Realmente fue como
si una ráfaga hubiera pasado volando y todas las malas hierbas
hubieran sido arrancadas. Los que lograron escapar de esta
prueba y no se habían extinguido por completo eran escuálidos y
pocos, con sus extremidades por todas partes, gimiendo y
sollozando. Hua Cheng se paró frente a ellos. — ¿Todos
comprenden qué tipo de lugar es el Monte TonLu ahora?

Los demonios sobrevivientes no se atrevieron a hacer un sonido.


Xie Lian dijo con suavidad: —Ustedes están todavía solo en los
bordes exteriores en este momento, todavía hay una oportunidad
de retirarse. Si no quieren continuar y entrar en cosas más
terribles, esperen aquí y encuentren la oportunidad de irse.
Los demonios tenían esa intención, y al ver que Xie Lian y
compañía no planeaban eliminarlos, se juntaron
apresuradamente, apoyándose unos a otros, y huyeron lo más
lejos que pudieron. Mirando sus espaldas en retirada, Xie Lian
habló de manera significativa: —Ese Demonio de la Rápida
Estada que Extingue Vidas podría tener un nombre exagerado,
pero fue inesperadamente impresionante. Despiadado.

Pei Ming estuvo de acuerdo.

—Esa criatura era extremadamente buena en la manipulación, y


estaba removiendo la olla desde el principio. También era rápido
en sus pies. Su alteza, ese ataque suyo le dio la oportunidad
perfecta de usar sus heridas para engañar.

Xie Lian parpadeó.

—Espere, ¿mi ataque? ¿Qué golpe? No desenfundé mi espada.

— ¿No? —Pei Ming se preguntó. —Ese pequeño corte en su


abdomen. Si no fuera por él creando pánico y esa pequeña herida
manchada con su luz espiritual, ningún demonio le habría creído
ni se habrían puesto esos talismanes en la frente.

Xie Lian estaba desconcertado: —Para ser honesto, pensé que el


ataque había salido de usted, General Pei.

—Su alteza, ¿tiene algún tipo de malentendido sobre mí? No hago


emboscadas ni ataques furtivos —dijo Pei Ming.

—Si no fue usted y no fui yo, ¿hubo un tercer oficial celestial


presente? O tal vez la luz espiritual en la herida de ese Demonio
de la Rápida Espada es dudosa… Se dio la vuelta y estaba a
punto de inspeccionar y verificar, pero, el lugar donde el cadáver
del Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas una vez
cayó, estaba vacío.

Sorprendido, preguntó: — ¿Dónde está el cadáver de ese


Demonio de la Rápida Espada?

Pei Ming también se sobresaltó un poco: —Claramente lo corté


en la cintura justo ahora.

Hua Cheng dijo sombríamente: —Gege tenga cuidado. En el


Monte TongLu, cuantos más oponentes sean asesinados, más
fuerte será el asesino.

¡Y antes, en un instante, el Demonio de la Rápida Espada que


Extingue Vidas mató cerca de cuatrocientos monstruos y
demonios!
Capítulo 146: Arrepentimientos contradictorios; el General Ming rompe la Espada
de Odio (parte uno)

Cadáveres apilados sobre el suelo, el humo negro se estaba


dispersando, y los tres estaban tensos y vigilantes.

Después de que la alta montaña haya migrado detrás de ellos sin


ser detectada, el camino por delante finalmente apareció a la
vista. Bosques gruesos, negros, estaban en capas y
superpuestos, extremadamente horripilantes, y de vez en cuando
se producían extraños graznidos de cuervos negros. Mientras Xie
Lian aumentaba la alerta de todos sus sentidos,
inconscientemente, alcanzó la mano de Hua Cheng al mismo
tiempo. Sin embargo, inesperadamente, en el momento en que
sus manos se tocaron, notó una señal alarmante.

Hua Cheng era obviamente un demonio fantasma, pero en ese


mismo momento, la temperatura de su cuerpo estaba ardiendo
como una fiebre alta. Xie Lian se sorprendió al instante y susurró:
—San Lang, ¿estás... estás volviendo a cambiar?

Aunque Hua Cheng se estaba quemando desde la frente hasta


las puntas de los dedos, su expresión nunca cambió.

—Pronto.

Hua Cheng iba a cambiar de nuevo y, en su situación actual,


definitivamente era una gran noticia. Sin embargo, el momento
antes de que vuelva formalmente a su antiguo yo debe ser el más
importante y crítico. Haciendo una decisión instantánea, Xie Lian
gritó: — ¡Configuraré un conjuro y te protegeré!
Luego entró directamente en acción. Llamó a RuoYe y lo hizo
circular alrededor de Hua Cheng para formar un gran círculo de
cuatro metros, luego arrojó a Fang Xin delante del círculo como la
cerradura de la puerta del círculo cerrándose. Hua Cheng se sentó
en el suelo para meditar y dijo: —Gege mantenga a Fang Xin con
usted para defenderse.

—No, este conjuro no puede ser descuidado, debe haber un arma


afilada que haya tocado la sangre humana...

Antes de que terminara de hablar, sintió que algo se frotaba contra


él detrás de su espalda, y cuando miró a su alrededor, al instante
se quedó sin palabras. Había una diminuta cimitarra plateada de
pie detrás de él, parpadeando su gran ojo plateado y frotándose
contra él con su empuñadura, como si se estuviera ofreciendo
como voluntario para la tarea.

—… —Xie Lian se agachó. —E-Ming, ¿por qué también estás


así?

La infame cimitarra E-Ming, su hoja larga y delgada,


perversamente seductora y salvaje, ahora se había reducido al
menos la mitad de su tamaño. Ese ojo plateado solía ser largo y
estrecho, pero ahora parecía que también se transformó en el ojo
de un niño, grande y redondo, radiante y brillante. Sin embargo,
al escuchar a Xie Lian, parecía sentirse agraviado, y continuó
intentando empujar su empuñadura en la mano de Xie Lian. Pei
Ming también se agachó.

— ¿Entonces esta es la infame cimitarra E-Ming?


Parecía que estaba a punto de estirarse y tocarlo, pero E-Ming
cambió de rostro al instante, apuntando su hoja
amenazadoramente hacia él. Afortunadamente, Pei Ming se retiró
justo a tiempo, de lo contrario, sangre ciertamente se habría
derramado. Xie Lian acarició a E-Ming.

—Fang Xin todavía es más adecuado.

Fang Xin no se movió. E-Ming, quien intentó con mucho


entusiasmo sacrificarse, pero terminó tan descaradamente
rechazado, saltó de nuevo al lado de Hua Cheng. Hua Cheng ni
siquiera le echó una mirada antes de golpearlo con una bofetada.
— ¿Por qué estás llorando? ¿No fue todo porque eres inútil?
¡Basura!

E-Ming cayó al suelo como un trozo de chatarra no deseado,


como si cayera muerto de ese golpe. Xie Lian no sabía si reír o
llorar e inmediatamente tomó a E-Ming, y lo acarició un par de
veces en sus brazos.

—Nada de eso. No lo escuches, no eres basura, eres muy útil.

Pei Ming no pudo aguantar más la situación en el círculo y salió,


parándose en el límite, sacando lentamente su espada una vez
más. —Las cosas no debían ser tan estresantes, pero quién
sabría que nos encontraríamos con tal impresionante y
problemático personaje desde el principio. Su alteza realmente
tiene la mejor de las suertes.

La razón por la que el grupo hizo el viaje al Monte TongLu fue


aniquilar a cualquier candidato que tuviera el potencial de
convertirse en un Supremo, por lo que deben buscar a los más
poderosos entre los demonios. Xie Lian no podía decir si esto
contaba como buena o mala suerte. Sin embargo, Hua Cheng dijo:
— ¿Por qué el General Pei piensa tan indudablemente que la
suerte de su alteza es el problema? ¿Nunca pensó que tal vez el
Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas lo perseguía a
usted?

Pei Ming rió a carcajadas: —Si ese demonio fuera una mujer, lo
creeré.

Sin embargo, inesperadamente, no se había reído por mucho


tiempo antes de que su rostro cambiara repentinamente y saltara
a un lado. Cuando volvió a mirar, sangre goteaba y fluía por su
mejilla.

¡Un corte sangriento apareció en la cara de Pei Ming!

Sintió su rostro con incredulidad y toda su palma estaba


manchada de sangre; esto no fue un rasguño. Los dos estaban
en alerta máxima, sin embargo, Xie Lian estaba perfectamente
bien y no sentía ninguna intención de asesinato dirigida contra él,
por lo que dijo con sinceridad: —Parece que... realmente viene
por usted, General Pei…

Pei Ming estaba a punto de hablar, pero el sonido de una cuchilla


afilada cortando el aire volvió una vez más. Esta vez se preparó y
movió su espada. Este ataque realmente golpeó algo, y una figura
apareció en el aire, dividiéndose en dos a partir del ataque, y se
estrelló contra el suelo, una mitad de la parte superior del cuerpo,
la otra mitad de la parte inferior del cuerpo, ojos sombríos y
viciosos, mirando a Pei Ming. ¡Ese era el Demonio de la Rápida
Espada que Extingue Vidas!
Pei Ming se acercó y pisó su pecho, la punta de su espada
apuntando a su garganta.

— ¿Qué eres?

Esa criatura había dicho que una vez fue la espada de un verdugo,
pero si ese era realmente el caso, luego de que Pei Ming lo
partiera por la mitad, debería haber mostrado su verdadera forma
y terminar este acto ridículo. ¿Qué tipo de hoja aún podría hacer
lo que quisiera después de romperse por la mitad?

Sin embargo, inesperadamente, el Demonio de la Rápida Espada


abultó sus ojos, se burló y rompió la espada de Pei Ming con sus
propias manos.

¡CLANG! Los ojos de Pei Ming se ensancharon instantáneamente.

No era solo él, incluso Xie Lian tuvo una reacción similar.

Por lo menos, Pei Ming era un dios marcial ascendido


formalmente, e incluso si estaba situado en el Monte TongLu y
sus poderes espirituales se reducían al mínimo, ¡su dispositivo
espiritual todavía no debería haberse roto tan fácilmente!

El Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas se rio


profundamente.

— ¡No puedo creer que usaras una espada tan inservible!

La espada estaba rota, por lo que Pei Ming recurrió al uso de los
puños como espada, pero ese Demonio de la Rápida Espada que
Extingue Vidas golpeó su mano izquierda en el suelo y se empujó
en el aire, presionando los dedos de su mano derecha juntos y
disparó explosión. Por donde la explosión de su palma pasó
volando, brilló una resplandeciente y fría luz de metal; fue una
ráfaga con bordes de navaja. ¡Parecía que su verdadera forma
era realmente un arma afilada!

Xie Lian estaba dentro del círculo y estaba a punto de irse para
ayudar, pero fue detenido por Hua Cheng, quien dijo en voz baja:
—Gege mire de cerca.

Pei Ming también gritó: — ¡NO HAY NECESIDAD DE


INTERFERIR! Si él, un estimado dios marcial del norte, ni siquiera
podía derrotar a un simple demonio de espada desde los bordes
exteriores del Monte TongLu, ¿cómo podría mirarse en el espejo?

Sin embargo, aunque ese demonio de la espada solo tenía la


mitad superior del cuerpo, era extremadamente ágil, y no
importaba dónde golpeara Pei Ming, parecía que ya había
predicho cada paso, lo que hizo que las cosas fueran bastante
malas para Pei Ming. Después de cientos de movimientos, en
realidad había más de diez cortes en Pei Ming. Xie Lian no pudo
ver más y gritó: — ¡General Pei, vuelva al círculo primero!

La cara de Pei Ming se estaba volviendo cada vez más sombría.


Se negó a retirarse, y Xie Lian no pudo unirse directamente a la
lucha para hacer dos contra uno. Para algunos dioses marciales,
exigir ayuda al luchar uno contra uno era una forma de
humillación. Xie Lian volvió a intentar: — ¡General Pei, vuelve
primero! Hay algo raro pasando, ¿no puede notarlo? ¡Este hombre
sabe demasiado bien de sus técnicas de espada!

Naturalmente, Pei Ming también se dio cuenta, simplemente no


podía creerlo por el momento. Pero dado que incluso Xie Lian,
que estaba observando en el lateral, se había dado cuenta, tenía
que creerlo incluso si no quería. Xie Lian sacó a Fang Xin y abrió
temporalmente una pequeña brecha. Pei Ming aprovechó la
oportunidad para saltar de nuevo al círculo, su expresión
extremadamente sombría. Xie Lian volvió a conectar a Fang Xin y
le preguntó: —General Pei, ¿no va a recoger su dispositivo
espiritual roto?

Pei Ming se limpió la sangre de la frente y respondió


sombríamente: —Ese no es mi dispositivo espiritual. Es solo una
espada decente que escogí al azar.

Al oír esto, Xie Lian suspiró aliviado. Aunque cualquier espada


que Pei Ming escogiera al azar sería una espada bastante
fastuosa, aun así no podría medirse como equivalente a un
dispositivo espiritual. Preguntó: — ¿Por qué el General Pei no trae
su dispositivo espiritual al venir aquí?

—No forjé ninguno —respondió Pei Ming.

Xie Lian era aún más curioso ahora.

— ¿Por qué no? Normalmente, los dioses marciales forjarían su


arma más querida en un dispositivo espiritual, y eso sería similar
a agregar alas a un tigre en la batalla. —Pei Ming aún no había
respondido y ese Demonio de la Rápida Espada que Extingue
Vidas resopló fríamente. — ¡Eso es obvio porque su espada más
querida ya no existe!

Pei Ming frunció el ceño.

— ¿Quién eres exactamente?


—No está preguntando ¿qué es exactamente? —Preguntó Xie
Lian.

El Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas dijo: —


¿Quién soy yo? ¡AH! Pei Ming, en ese entonces me golpeaste con
una explosión de palma. ¿Alguna vez esperaste que hoy
sucediera?

Los ojos de Xie Lian se agrandaron.

—General Pei, ¿lo conoce?

Pei Ming reflexionó durante mucho tiempo, y su expresión se hizo


cada vez más soleHume. Probó.

— ¿Eres... Ming Guang?

Al escuchar ese nombre, la sonrisa del Demonio de la Rápida


Espada que Extingue Vidas se desvaneció. Ahora ya no se
parecía a ese débil fantasma común y pequeño de antes. Xie Lian
preguntó: — ¿Se le llama Ming Guang? General Pei, ¿no se
supone que usted es el general Ming Guang?

En un instante, incontables historias posibles como la sustitución


fraudulenta pasaron por su mente, pero como había precedentes
en el cielo, no eran suposiciones extravagantes. No pudo evitar
pensar.

— ¿Es este otro Señor de la Tierra Yi?

Pei Ming parecía haber visto a través de lo que él estaba


pensando y dijo mientras cubría sus heridas con las manos.
—Su alteza, ¿en qué está pensando? Ya dije que soy el auténtico
y genuino General Pei. ¡Soy el real!

—Entonces, ¿por qué lo llamó Ming Guang? —Xie Lian exigió.

—Porque su nombre es Ming Guang. Es el nombre que se me


ocurrió. ¡Es mi espada!

Xie Lian dijo Ah y dijo: — ¿Podría ser… El General que rompió su


espada?

—Eso es correcto. —Pei Ming respondió: —Ming Guang era mi


espada personal cuando era un mortal, y fue personalmente rota
por mí efectivamente, hace cientos de años.

¡No era de extrañar!

No era de extrañar que este —Demonio de la Rápida Espada que


Extingue Vidas— conociera las técnicas de la espada de Pei Ming
tan bien, como si pudiera predecir cada uno de sus movimientos.
No es de extrañar, que incluso cuando se ha cortado en dos, aún
podría moverse tan voluntariamente, como si la lesión abdominal
no tuviera ningún efecto sobre él en absoluto. Esta espada había
seguido a Pei Ming y había ganado innumerables victorias de
norte a sur, por lo que, naturalmente, conocía el arte de Pei Ming
desde adentro hacia afuera; porque, ya se había roto en dos.

—Entonces, ¿esa herida de antes fue él apuñalándose a sí


mismo? —Xie Lian dijo: —Entonces, ¿la luz espiritual en su herida
fue…?
—Mía —dijo Pei Ming. —En ese entonces, ascendí tan pronto
como la partí por la mitad. Supongo que eso debe ser cuando la
luz la manchó. Eso va a borrarse.

El Demonio de la Rápida Espada que Extingue Vidas - no, Ming


Guang comenzó a usar su mano como una espada, atacando a
Fang Xin con cada movimiento. Su expresión era sombría y
aguda, como si estuviera atacando a Pei Ming en persona. Xie
Lian no pudo evitar preguntar.

—Um... General Pei, ¿por qué su espada le resiente tanto? ¿Qué


le hizo? ¿Cuál es la historia detrás del El General que rompió su
espada?

Pei Ming buscaba su frasco de pastillas y respondió: —Una


andrajosa historia de hace cientos de años, ¿qué sentido tiene
hablar de eso ahora? ¡Encontremos una manera de vencerla
primero!

Aunque estaba RuoYe formando el círculo, si Fang Xin era


vencido, entonces la mitad del conjuro caería, al igual que
después de romper la cerradura, solo quedaba una puerta. Xie
Lian miró detrás de él; Hua Cheng había entrado en su
meditación, sus ojos cerrados, pareciendo no sentir ningún
movimiento del mundo exterior, y Xie Lian se sintió un poco
tranquilizado. Sin embargo, la voz de Pei Ming lo hizo retroceder:
—Su alteza, ¿resistirá su espada?

Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás.

—No lo sé. Fang Xin es viejo después de todo.


—Está bien. —Pei Ming dijo: —Ming Guang también es bastante
viejo.

Xie Lian suspiró aliviado: —Si ese es el caso, siempre que no haya
ayuda externa, entonces deberíamos poder aguantar un rat…

Sin embargo, inesperadamente, antes de que terminara sus


palabras, una serie de pasos pesados sonaron desde la dirección
del bosque. Pronto, apareció un hombre corpulento, de aspecto
oscuro y grueso, vestido con una armadura rota.

Ese hombre corpulento era anormalmente alto, y en el momento


en que lo vieron, tanto Xie Lian como Pei Ming gotearon una gota
de sudor frío.

Ese hombre corpulento se dio cuenta de que en su dirección había


un hombre cortando una espada con las manos desnudas y
parecía encontrarlo asombroso, así que se acercó. Xie Lian y Pei
Ming se cubrieron la cara con las manos al mismo tiempo y se
dieron la vuelta. En cuanto a Ming Guan, cuando notó que un
cadáver gigante caminaba hacia él, como si fuera uno de gran
fuerza, lo llamó: —Oye, hombre grande, ¡dame una mano!
¡Ayúdame a vencer esta espada y romper el conjuro, dividiré a la
cabeza dentro contigo!

Sin embargo, ese hombre corpulento no parecía ser un hombre


de la región central, no murió como un fantasma de la región
central, por lo que los idiomas eran diferentes, y no parecía
entender lo que era dicho, y solo gritó de vuelta. Los dos se
gritaron el uno al otro por un rato, pero nada se logró, excepto
venas reventándose. Pei Ming hizo todo lo posible para parecer
que la forma en que se estaba cubriendo la cara era más natural
y sin problemas, y susurró: —Su alteza, ¿sobre qué grita el
salvaje?

Xie Lian también susurró: —Pensó que su espada estaba tratando


de provocarlo, así que se enojó, diciéndole que se arrodillara y
suplicara piedad, de lo contrario, lo golpeará hasta matarlo.

—Oh bien —dijo Pei Ming. —espero que empiecen a pelear


pronto.

Sin embargo, inesperadamente, ese hombre gigante pareció


haber escuchado sus susurros y giró la cabeza, mirándolos de
cerca. Xie Lian y Pei Ming apretaron las manos que cubrían sus
rostros, ya no podían preocuparse por parecer naturales. Sin
embargo, ese hombre corpulento igual los reconoció y pisoteó,
todo el suelo tembló. Él rugió: — ¡SON USTEDES! ¡EL
CULTIVADOR QUE COLECCIONA BASURA! ¡EL JEFE DE PEI
SU!

Ya que fueron reconocidos, los dos dejaron caer sus manos.


Después de algunas vacilaciones, Xie Lian dijo calurosamente
usando la lengua de Banyue: —General Ke Mo, por favor,
cálmese.

Ese peculiar y corpulento hombre era, naturalmente, Ke Mo, quien


había escapado de su sello después de que los temblores del
Monte TongLu despertaran a millones de demonios. Fue
capturado por primera vez por Xie Lian, y también había visto a
Pei Ming, quien estaba de pie junto a Pei Su durante el juicio. Al
ver a sus enemigos, sus ojos se enrojecieron, y sin otra palabra,
le dio una patada a Fang Xin, ¡y esa espada se dobló
instantáneamente!
Al ver esto, Ming Guang aplaudió y celebró: — ¡DIVINO!

Y continuó disparando explosiones tras explosiones. Al ver que


Fang Xin se agitaba cada vez más bajo sus ataques combinados,
Xie Lian sintió la frente de Hua Cheng, pero su mano al instante
retrocedió ante el calor.

— ¡¿Qué debemos hacer?!


Capítulo 147: Arrepentimientos ambivalentes; El general Ming rompe la espada
odiosa (parte dos)

Xie Lian necesitaba proteger a Hua Cheng con la matriz y no


podía distraerse y Pei Ming no representaba una sola amenaza
para el arma con la que estaba más familiarizado.
Justo en ese momento, de repente escucharon a Ming Guang
gritar: — ¡USTED SALVAJE! ¿NO PUEDES APRETAR CUANDO
ESTOY HACIENDO ESTO? ¡HAS GOLPEADO MI MANO!
Sin embargo, Ke Mo lo ignoró por completo. Al ver que había
fricción entre los dos, Xie Lian agarró a Pei Ming.
— ¡General Pei! ¡Ke Mo no creerá que no quieres decir nada malo
y seguirá persiguiéndote! Rápido, presione los dedos de ambas
manos juntas, cruce las muñecas por encima de la cabeza, luego
presione hacia abajo antes de abrir los brazos. Estos son los
gestos con las manos que usa su gente para pedir una tregua.
¡De cualquier manera, solo muéstrale tu buena voluntad y haz que
se detenga por ahora!
Pei Ming estaba desconcertado.
— ¿HUH? Debías saber que el resentimiento entre Ke Mo y ellos
no es solo un pequeño malentendido, ¿cómo se puede calmar con
solo algunos gestos con las manos?
Pero Xie Lian no le hizo caso y lo agarró.
— ¡Ven, haz esto conmigo para que se detenga!
Sin embargo, la mano de Pei Ming resultó herida y con este
agarre, las comisuras de sus labios se torcieron. Estaba a punto
de seguir las instrucciones, pero Ming Guang ya había escuchado
todo lo que decían y cargó frente a Ke Mo, cruzó las manos por
encima de la cabeza y deslizó los brazos hacia abajo antes de
abrirlos, sonriendo a los dos en el círculo.
— ¡Como si te dejara!
Sin embargo, inesperadamente, cuando Ke Mo vio ese gesto, sus
ojos se hincharon y gruesas líneas de venas aparecieron en su
piel oscura como el hierro. Abrió la palma de la mano y balanceó
la mano como un abanico de hojas de espadaña, enviando a Ming
Guang volando por el aire.
En el momento en que se produjo esa bofetada, tanto Pei Ming
como Ming Guang aún no habían entendido lo que sucedió. Si fue
solo un momento más tarde antes de que Pei Ming se diera cuenta
y se volvió hacia Xie Lian.
—Su Alteza, pensé que Ming Guang ya era astuto, pero no pensé
que usted fuera más astuto que él. Estoy impresionado.
Xie Lian se secó el sudor frío.
—No es nada, no es nada, estoy avergonzado.
Ese discurso justo ahora parecía ser dicho para Pei Ming, pero en
realidad fue dicho para Ming Guang. Después de que Ming Guang
escuchara, para que no hicieran lo que harían, él, por supuesto,
lucharía para mostrar buena voluntad a Ke Mo primero. Sin
embargo, el conjunto de gestos que Xie Lian enseñó no fue para
pedir tregua en primer lugar, sino provocación. Y fue el tipo de
provocación más insultante en la lengua Banyue, algo parecido a
corta tu cabeza de perra, jode a tu esposa, asesina a toda tu
familia, allana las tumbas de tus antepasados; cuatro ataques de
poder a la vez, ¿cómo podría Ke Mo no estar indignado después
de verlo? Bajo cualquier otra circunstancia. Ming Guang podría
sospechar de la verdad en las palabras de Xie Lian, pero debido
a que la situación era grave y las manos de Pei Ming estaban casi
levantadas y Ming Guang no se tomó el tiempo para pensar
cuidadosamente y cayó en este engaño.
Ming Guang salió rápidamente después de que Ke Mo lo envió
volando y quiso remediar la situación, pero debido a que no
pudieron comunicarse y solo gritó instintivamente, parecía que
estaba maldiciendo a Ke Mo. También probó algunas otras
manos. Gestos, como pulgares arriba, pero esto no era diferente
a alguien que acaba de usar los juramentos más malévolos y
vulgares para abusar de ti repentinamente para suplicar piedad y
mostrar buena voluntad, por lo que no se sintió sincero en
absoluto y él consiguió golpear algunas veces más. Además de
eso, Ke Mo también conocía algunas ásperas maldiciones de las
tierras medias, por lo que juró mientras golpeaba y Ming Guang
también se estaba enojando un poco, los dos golpeándose más y
más. Pei Ming casi quería animarlos.
Ming Guang echó un vistazo, increíblemente irritado y de repente
extendió la mano, saludó frente a Ke Mo, señaló a los otros dos
antes de volver a hacer ese gesto con la mano.
Ke Mo en realidad se detuvo y preguntó con el ceño fruncido: —
¿Me estás haciendo esto a mí o a ellos?
Xie Lian se puso aprensivo, pero no se atrevió a hablar
imprudentemente porque no podía estar seguro de cómo
convencer a Ke Mo. Al ver que podría haber una forma de cambiar
esto, Ming Guang hizo más esfuerzos y se volvió hacia Pei Ming
para repetir los gestos salvajemente, pero cuando volvió a Ke Mo
se volvió tranquilo. Haciendo coincidir la expresión en sus ojos y
haciendo esto repetidamente, Ke Mo finalmente entendió lo que
estaba diciendo:
¡Tenían los mismos enemigos!
Una vez que se unificaron, Ming Guang y Ke Mo vinieron a cargar
contra la matriz una vez más. La mente de Xie Lian giró
rápidamente, inhaló profundamente y gritó sobre sus pulmones en
la lengua de Banyue: — ¡PEQUEÑO GENERAL PEI! ¡BAN YUE!
Al escuchar esos dos nombres, Ke Mo se detuvo abruptamente
en su paso y exigió bruscamente: — ¿ESTÁN CERCA TAMBIÉN?
Xie Lian no le respondió, solo se concentró en continuar su
llamada.
— ¡PEQUEÑO GENERAL PEI! BAN YUE! KE MO ESTÁ AQUÍ,
NO VENGAN, ¡DE PRISA Y CORRAN! ¡Y NO VUELVAN!
Gritando así, Ke Mo naturalmente pensó que esos dos estaban
realmente cerca y Xie Lian les estaba informando diciéndoles que
huyeran. Ke Mo se enfureció al instante.
— ¡COMO SI TE DEJARA! —Luego se alejó corriendo.
— ¡OH! ¡GRAN CHICO! ¿POR QUÉ CORRES? ¡DEBÍA ESTAR
MIENTIENDO, VUELVE!
Sin embargo, Ke Mo ya se había ido. Ming Guang pisoteó su pie
con ira.
— ¡TONTO!
Xie Lian se secó el sudor frío por segunda vez, su corazón de
repente agradecido.
— ¡Aprender otro idioma es infinitamente beneficioso para la vida!
Y al ver que Ming Guang estaba a punto de continuar atacando a
Fang Xin, levantó la mano.
— ¡Alto! ¡Sigue así y no seremos tan amables!
— ¿Y cómo eres cortés conmigo ahora? —Ming Guang
respondió.
— ¿Olvidaste algo? —Preguntó Xie Lian.
— ¿Olvidar, que?
Pei Ming estaba a punto de hablar pero se detuvo, luego sacó un
objeto detrás de él.
— ¿Cómo puedes olvidar algo tan grande?
Lo que estaba arrastrando eran las dos piernas de esa mitad
inferior del cuerpo. En el momento en que Ming Guang vio su
expresión congelada.
— ¿HUH? ¡MI CUERPO INFERIOR!
Anteriormente, había estado usando las palmas de las manos en
lugar de los pies, usando los brazos para sostenerlo y saltar y
parecía haberse acostumbrado a moverse de esta manera sin que
él se diera cuenta, habiendo olvidado por completo que aún no
había recuperado su parte inferior del cuerpo. Mientras él y Ke
Mo estaban peleando, Pei Ming aprovechó la oportunidad para
abandonar el círculo y arrastró la mitad inferior del cuerpo desierta
e inmóvil hasta el límite. Pei Ming amenazó: —Mejor no hagas
nada innecesario.
Solo que esta amenaza era obviamente muy incómoda. Dado
que, si un rehén era una persona completa, Pei Ming podría hundir
sus dedos en el cuello o el cráneo del otro al hacer la amenaza y
la imagen parecería mucho más efectiva, como si no estuviera
faroleando. Sin embargo, en este momento solo tenían una mitad
inferior del cuerpo en la mano, entonces, ¿dónde podían ir sus
manos para que no fuera incómodo y siguiera causando miedo?
Pei Ming no podía pensar en una manera, así que simplemente
pisó la pierna.
— ¿Me estás jodiendo? —Dijo Ming Guang.
Xie Lian tampoco pensó que esto pareciera serio y dijo
cortésmente: —General Pei, pisar las piernas realmente no es
muy convincente, ¿puede quizás... hacerle pensar que fue
atrapado por algo crítico?
—Su Alteza, no diga algo así tan fácilmente —dijo Pei Ming. —si
no fue porque me niego a hacer algo tan sin clase, ¿cree que
quiero pisar las piernas? ¿Por qué no vienes a agarrarlo por
donde duele?
—… —En cualquier caso, ninguno de los dos estaba dispuesto a
tomar ese tipo de lugar crítico. —No importa —dijo Xie Lian—.
¡Entonces por qué no hacemos esto! —Después de encogerse,
los dos se agarraron a una de las piernas de Ming Guang. Ahora
esto parecía más amenazante e incómodo. —Por favor, retrocede
—exigió Xie Lian. —De lo contrario, tu verdadero cuerpo podría
sufrir alguna rotura.
Sin embargo, Ming Guang se burló.
— ¡Ja! ¿Realmente creías que mi mitad inferior del cuerpo es
inútil?
Justo cuando terminaba, Xie Lian sintió una intención asesina que
aumentaba rápidamente en sus brazos y al instante arrojó: —
¡General Pei, tenga cuidado!
Esa mitad inferior del cuerpo aparentemente muerta de repente
sacó las dos piernas y pateó sin previo aviso. Pei Ming también
arrojó la extremidad a tiempo y evitó ser golpeado por las piernas
rápidas que llevaban cuchillas en el viento. Esas dos piernas se
voltearon en el aire y aterrizaron con una sola rodilla en el suelo.
Luego se enderezó lentamente y se puso de pie por sí solo. Los
movimientos fueron limpios e impresionantes y Xie Lian lo elogió
a pesar de sí mismo— ¡Bien! —Pero luego cambió de tono de
inmediato— ¡NO AGRADABLE!
No era agradable de hecho. El círculo de protección que creó tan
arduamente se hizo con el propósito de mantener a Ming Guang
fuera, pero ahora las cosas ciertamente se habían vuelto
complicadas; a pesar de que la mitad superior del cuerpo de Ming
Guang todavía estaba afuera, ¡su mitad inferior había entrado!
Pei Ming también se dio cuenta de esto y pronunció: —Nos han
atrapado.
Fantasmas y demonios con sus cuerpos verdaderos divididos por
la mitad, algunos solo podían moverse con la mitad al frente y
algunos podían mover ambas partes a voluntad. No podían
determinar a qué tipo pertenecía Ming Guang, pero esa mitad
inferior de su cuerpo había sido rígida como la de los muertos,
inmóvil incluso al pisarla, por lo que Pei Ming lo había considerado
el primero. Parecía que estaba fingiendo no moverse. Ming Guang
aplaudía alegremente fuera del límite.
— ¡ESO ES CORRECTO! ¡ESTO ES LO QUE LLAMAN INVITAR
A UN LOBO A TU PROPIA CASA! ¡YHACER DE UNO UN
OBJETIVO FÁCIL!36
Ahora los tres en el círculo, Hua Cheng tenía los ojos cerrados
meditando, enfrentando un momento crítico, la espada de Pei
Ming fue quebrada por Ming Guang y Fang Xin de Xie Lian estaba
actuando como la cerradura de su conjunto de protección, por lo
que los dos no tenían armas en sus manos. Sin otra opción, Xie
Lian llamó.
— ¡E-MING!
La cimitarra E-Ming que había estado tirada en el suelo como
chatarra se levantó instantáneamente y voló a la mano de Xie
Lian. Xie Lian agarró la empuñadura y cortó. La mitad inferior del
cuerpo de Ming Guang levantó una pierna y pateó, bloqueó el
golpe pero fue empujado hacia atrás un par de pasos, casi
cayendo fuera del límite. La mitad superior del cuerpo observaba
desde afuera, con expresión vacilante, luciendo bastante
cauteloso. Él aplaudió y la mitad inferior del cuerpo volvió a su

瓮中捉鳖, frase china que literalmente significa atrapar tortugas en un frasco, pero
36

que metafóricamente significa lo del texto.


verdadera forma, una espada Pináculo Verde 37 de casi tres pies
hervida con intención asesina mientras colgaba en el aire.
Xie Lian no usaba cimitarras a menudo, pero E-Ming era
agradable en sus manos. Estaba a punto de cargar cuando Pei
Ming habló: —Su Alteza, no estoy tratando de causar problemas
en un momento como este, pero su Hua Chengzhu parece estar
teniendo un poco de problemas.
Sorprendido, Xie Lian giró la cabeza y, efectivamente, las cejas
de Hua Cheng estaban aún más unidas, las manos que sellaban
las rodillas también temblaban. En el momento en que Xie Lian se
distrajo, esa hoja verde rota instantáneamente se apoderó de la
abertura para embestir. Sin embargo, al mismo tiempo, ¡E-Ming
se escapó del control de Xie Lian por sí sola y bloqueó la espada
rota en el aire!
Xie Lian llamó: — ¡E-Ming, por favor, espera un momento! Luego
se agachó frente a Hua Cheng. — ¿Por qué es así? ¿Qué salió
mal?
—No me mires, alteza —dijo Pei Ming— ¡No estoy tan
familiarizado con el Rey Fantasma como tú!
Xie Lian llamó a Hua Cheng.
— ¿San Lang? ¿Puedes escucharme? ¡No aguantes más, sal!
Justo en ese momento, Ming Guang gritó desde fuera del círculo.
— ¡¿UNA PEQUEÑA HOJA SE ATREVE A BLOQUEARME?!

37
[青鋒 劍] La Espada Navaja Verde - Esta espada tiene dos orígenes diferentes:
primero, era un arma que pertenecía al legendario dios guerrero Er-Lang, que era
una figura de renombre en el taoísmo y aparecía a menudo para derrotar al mal en la
literatura clásica. En segundo lugar, esta era una espada doble blandida por el
emperador Liu Bei durante el Romance de los Tres Reinos. Una de las dos espadas se
perdió durante un asedio, y más tarde se dijo que se había convertido en el arma de
Hou Junji, un general de Tang durante la era de la fundación de la Dinastía Tang.
Entre los intercambios, la espada rota Ming Guang y E-Ming ya se
habían detenido innumerables veces en un instante, haciendo
volar las chispas. Si este fuera la habitual cimitarra E-Ming,
obviamente ganaría la delantera. Sin embargo, ahora, antes de la
larga espada de Ming Guang, el encogido E-Ming realmente
parecía un niño golpeado por un adulto. Aunque vicioso, dado que
sus extremidades no eran lo suficientemente largas, estaba
restringido. Hubo algunos casos que estuvieron bastante cerca y
Xie Lian echó un vistazo entre su enfoque a Hua Cheng.
— ¡CUIDADO!
Después de que él gritó, E-Ming de repente se volteó y se convirtió
en una corriente de torbellino plateado, golpeando con éxito la
espada rota. El Ming Guang fuera del círculo Ah, parecía que ese
golpe no fue ligero. Xie Lian elogió.
— ¡Buen E-Ming!
Pei Ming de repente habló: —Espere, alteza, creo que cuando lo
felicitó, ¿se hizo más grande?
Xie Lian miró de cerca.
— ¿En serio?
—Parece que sí. —Pei Ming dijo: — ¿Por qué no lo intentas de
nuevo?
Fueron solo algunas alabanzas, no fue gran cosa, así que Xie Lian
dijo: —Muy bien. E-Ming, escucha bien: eres guapo y
despreocupado, lindo y amable, listo e inteligente, gentil y
decidido, el número uno en el mundo…
Se interrumpió y se detuvo. Pei Ming comenzó a aplaudir
profundamente y fuera del círculo, Ming Guang estaba todo lleno
de incredulidad, llorando furiosamente: — ¿QUÉ TIPO DE
HECHIZO MALVADO ES ESTO? ¿Cómo es que nunca antes lo
había oído?
¡En efecto! Con cada alabanza que cantaba Xie Lian, el cuerpo
de E-Ming se hacía un poco más largo; si antes se decía que
parecía un niño de diez años, ¡ahora es un joven de catorce a
quince años!
Esa espada rota frente al ahora crecido E-Ming ahora estaba en
problemas, moviéndose torpemente a izquierda y derecha,
mientras que E-Ming se estaba volviendo más veloz e
impredecible. Con los resultados del partido cada vez más obvio,
fuera del círculo, Ming Guang hizo un sello manual. En el
momento en que Pei Ming vio que gritó al instante.
— ¡No está bien, ha transferido todo su poder espiritual a esta
mitad inferior del cuerpo!
Efectivamente, el aura negra que rodeaba el cuerpo de esa
cuchilla rota explotó y cuando E-Ming golpeó, fue rebotado por
esa aura negra, cayendo oblicuamente al suelo. Xie Lian
inmediatamente lo sacó.
— ¿Estás bien?
—No te preocupes, mira esto —dijo Pei Ming, luego tomó a E-
Ming de sus manos. Xie Lian todavía estaba perplejo cuando de
repente sintió frío en su piel, ¡y PA! Pei Ming le había puesto la
cimitarra en la cara y la parte de la empuñadura le palmeó los
labios.
—... — Xie Lian se quitó E-Ming de la cara y se frotó los bordes
de los labios que estaban ligeramente entumecidos,
desconcertado. —General Pei, ¿hay algún significado para sus
acciones?
—Por supuesto. Es muy significativo. Pei Ming dijo: — Su Alteza,
por favor mire hacia abajo.
Xie Lian miró hacia abajo y se quedó sin palabras al instante. ¡E-
Ming había crecido aún más!
Ming Guang realmente no pudo contenerse más y gritó desde
fuera del círculo.
— ¿QUÉ MIERDA y QUÉ MALDICIDAD ES ESO? ¡PODRÍAS
USAR BIEN TODOS TUS TRUCOS DE UNA VEZ!
—La verdad es que también quiero saber qué ha causado esto.
Xie Lian dijo: Lleno de espíritu una vez más, E-Ming saltó a sus
pies y se lanzó hacia Ming Guang la espada rota. Una espada un
cimitarra, lucharon implacablemente en el aire. Xie Lian volvió a
ver a Hua Cheng, y Pei Ming vio al Ming Guang que estaba
inclinado no muy lejos. En este momento, todo el poder espiritual
de Ming Guang fue transferido a la mitad inferior que actualmente
estaba luchando contra E-Ming, por lo que la amenaza de este
medio cuerpo superior se redujo en gran medida. Todo el mundo
era consciente de esto y Pei Ming se movía, listo para derribarlo,
cuando otra serie de fuertes pisadores llegó corriendo, y fue Ke
Mo quien había regresado. Lloró furiosamente.
— ¡USTED CULTIVADOR ASTUTO DE LAS TIERRAS MEDIAS!
¡HAS VUELTO A MENTIR! ¡VE A RECOGER BASURA POR EL
RESTO DE TU VIDA! ¡NO ENTROMENTERTE EN TODO!
Xie Lian tampoco esperaba mantener a Ke Mo lejos por mucho
tiempo, pero parecía haber regresado antes de lo esperado, y
justo en un momento inconveniente también. Ming Guang
estaba... Ming Guang por otro lado, trabajaba sus piernas
mientras sonreía salvajemente. Pei Ming, ¿vas a romperme una
vez más por la mitad? ¿Vienes a intentarlo? Pei Ming no habló.
Ming Guang se burló. —'La Espada Rota del General', el General
que rompió la espada, hehe! Qué hermosa historia. Que tal cosa
podría convertirse en una hermosa historia, es obvio que el mundo
es ciego.
—Nunca lo tomé por una historia hermosa —dijo Pei Ming.
— ¡Mierda! —Escupió Ming Guang. —Sabes muy bien cuántos
hermanos y subordinados que te siguieron durante tantos años
has matado.
Mientras tanto, Ke Mo también se había acercado a Xie Lian. Xie
Lian agarró con fuerza a E-Ming; no le tenía miedo, pero estaba
preocupado de que algo le pasara a Hua Cheng si era
descuidado. Ke Mo vio que sus ojos estaban desenfocados como
si estuviera pensando y dijo: — ¡No hay necesidad de pensar en
más trucos astutos, ya no seré engañado por ti!
—No te estaba mintiendo —dijo Xie Lian. —Ban Yue y el pequeño
General Pei realmente estuvieron en esta área antes, es solo que
después de informarles, huyeron. ¿Eh? ¿Ban Yue? ¡¿Por qué
estás aquí?!
Ke Mo se enfureció.
— ¿ME TOMAS POR UN TONTO? Un truco tonto como este...
Sin embargo, antes de que terminara, una voz sonó desde arriba
de él.
— ¡KE MO!
Eso se dijo en lengua Banyue y era una voz muy familiar. Ke Mo
levantó la vista al instante y se enfrentó a un gran bulto de algo
rojo vino cayendo desde arriba. Su rostro cayó instantáneamente,
abrazando su cabeza mientras rugía.
— ¡ALEJATE!
¡Lo que cayó fue esa serpiente venenosa nacida solo de BanYue,
la serpiente de cola de escorpión! Y el que los echó fue,
naturalmente, el Guoshi del Reino de BanYue.
Ban Yue saltó del árbol y aterrizó al lado de Xie Lian.
—General Hua…
Xie Lian se volvió hacia Ke Mo.
—Te lo dije, realmente era Ban Yue…
Ke Mo no estaba escuchando lo que estaba diciendo en absoluto
y solo le gritó a Ban Yue: — ¡¡¡ME LANZASTE…!! ¡¡¡TÚ
LANZASTE A ESOS ESCORPIONES SERPIENTES A MI
ESPALDA!!! ¡SABES QUE ODIO LA SERPIENTE DE COLOR
DEL ESCORPIÓN, PERO TODAVÍA LOS LANZASME!
Ban Yue se agachó. —Lo siento... pero, solo sé cómo lanzar
serpientes de cola de escorpión... —
Ming Guang también notó que la situación estaba cambiando y se
alarmó: — ¡QUIÉN ESTÁ ALLÍ!
Una sombra negra de una figura saltó del árbol y lo obstruyó ante
él, respondiendo: — ¡El ex Oficial Adjunto del Dios Marcial del
Palacio de Ming Guang, Pei Su!
Los soldados milagrosos habían venido del cielo y Pei Ming
estaba estupefacto.
— ¿Pequeño Pei? ¿Cómo es que tú también has venido?
Xie Lian, por otro lado, preguntó: —Ban Yue, ¿no estabas
siguiendo a La Señora de la Lluvia?
Al escuchar el nombre de La Señora de la Lluvia, Pei Ming frunció
ligeramente las cejas. Ban Yue respondió: —Hum. Por eso, esta
vez hemos venido siguiendo a La Señora de la Lluvia.
Capítulo148: Arrepentimientos ambivalentes; El general Ming rompe la espada odiosa
(parte tres)

Ming Guang miró a Pei Su calculadamente.


— ¿Eres el pequeño Pei?
—Lo soy —respondió Pei Su.
Ming Guang entrecerró los ojos y miró a Ban Yue, burlándose.
— ¿Escuché que arrojaste tu estatus oficial celestial por una niña?
Jaja, Pei Ming, no siempre solías promocionar 'Hermanos como
extremidades; ¿A las mujeres les gusta la ropa? ¿Por qué tu
descendiente no se parece en nada a ti? Ni siquiera aprendió una
décima parte de tu ojo por elegir mujeres; este Guoshi de Banye
parece una pequeña codorniz, ¿qué demonios? ¿Acaso te pusiste
los cuernos hace cientos de años y aburriste a alguien más?
Jajajaja...
—Nada más que tonterías —dijo Pei Su, luego disparó una
explosión de su palma.
Ke Mo también saltó al aire, rugiendo.
— ¡SOMOS ENEMIGOS JURADOS!
Ming Guang gritó: — ¡HEY! ¡GRAN CHICO, ESTAMOS EN EL
MISMO LADO!
Ke Mo giró la cabeza hacia atrás y vio a Ming Guang saltar,
transformarse en una espada verde de hoja larga y voló hacia su
mano. Ke Mo abrió sus grandes palmas de hierro como abanico,
se aferró a la empuñadura y una nube de aura negra explotó
instantáneamente de su cuerpo gigante.
¡Un cadáver amenazante con una espada demoníaca en la mano
era como una bestia salvaje con colmillos venenosos!
Anteriormente, cuando Pei Ming tocó la cara de Xie Lian con E-
Ming le dio una idea a Xie Lian. Aunque no podía entender por
qué, pero sentía que tal vez el mismo truco podría ayudar a Hua
Cheng, e iba a transferirle furtivamente algo de aire mientras nadie
lo miraba, para ver si eso lo aliviaba un poco. Sin embargo, viendo
cómo se desarrollaba la terrible situación, no pudo evitar gritar.
— ¡CUIDADO!
Fue incómodo para Pei Ming unirse a la lucha, por lo que solo Pei
Su y Ban Yue se unieron para atacar. Mientras que uno era agudo
y directo y el otro ágil y excéntrico, solo su fuerza física no era
suficiente; Pei Su no tenía poder espiritual y Ban Yue no poseía
agresión. Frente a un Ke Mo que tenía tanto poder espiritual como
agresión, sentían la tensión.
Ban Yue fue reprendida por Ke Mo, por lo que estaba demasiado
avergonzada para lanzar más serpientes de cola de escorpión,
pero Pei Su no tenía nada de esa preocupación, arrojando
serpientes como lluvia mientras Ke Mo rugía sin cesar con furia y
solo gracias a la espada de Ming Guang el aura de protección no
se atrevió a acercar ninguna de las serpientes. Sin embargo, sea
como sea, después de que Xie Lian observó la pelea por un
tiempo, comenzó a relajarse. Esto se debía a que podía decir que
Ke Mo y Ming Guang no coincidían bien.
Ke Mo creció en el Reino de Banyue y estaba acostumbrado a
empuñar una maza. Estaba acostumbrado a armas grandes y
pesadas, por lo que una espada no era algo con lo que fuera hábil.
Incluso si poseía una fuerza inimaginable y el arma en la mano
era incomparablemente afilada; juntos, es posible que no puedan
liberar todas sus capacidades y no puedan aprender los trucos del
oficio de inmediato. Por lo tanto, Xie Lian aprovechó esta
oportunidad, juntó las palmas de las manos en una oración hacia
Hua Cheng y dijo: — ¡Perdóname!
Pero, cuando miró a esta hermosa carita blanca como la nieve con
los ojos cerrados frente a él, Xie Lian sintió que era difícil hacer
un movimiento y cuando finalmente se decidió, cerró los ojos para
presionarlos y en su momento de nerviosismo terminó besando la
frente de Hua Cheng. Era ligero y gentil, pero su corazón estaba
estrujado. Junto a él, una voz habló: —Su Alteza, lo ha entendido
mal. ¿De qué sirve besar la frente?
Xie Lian casi se cae de la conmoción. Cuando giró la cabeza para
mirar, Pei Ming estaba agachado junto a él. Sonando
inusualmente indignado y resentido, Xie Lian dijo: —General Pei,
¿puede no mirar?
Pei Ming levantó las manos: —Está bien, está bien, está bien, no
miraré. —Luego se dio la vuelta para ver la pelea al otro lado.
Después de observar por un momento, habló, hablando con Ke
Mo. —No uses las espadas así. ¡Si no sabes cómo usar espadas,
no las uses!
Naturalmente, Ke Mo no entendió, pero el Ming Guang en sus
manos dijo: — ¡Sí, a diferencia de ti, quien personalmente rompió
espadas y solo podía quedarse inútil mientras criticaba!
Justo cuando gritó, Pei Ming voló repentinamente y entró en la
pelea, aterrizando frente a Ke Mo. ¡Ke Mo balanceó la espada
pero hubo un CLANG extremadamente crujiente! Este golpe no
golpeó nada y cuando miró hacia abajo, se quedó estupefacto.
¡La espada Ming Guang en su agarre se rompió una vez más!
Aprovechando esta oportunidad, Pei Su arrojó otra gran ola de
serpientes de cola de escorpión, como derramando una gran tina
de tinte, cubriendo a Ke Mo con vino tinto oscuro de pies a cabeza
y gruñó mientras intentaba desesperadamente golpear a esas
serpientes resbaladizas. Pei Ming, por otro lado, miró esa espada
y dijo: —Conoces mis técnicas por dentro y por fuera, y,
naturalmente, sabría dónde romperías más fácilmente.
Ban Yue cayó del cielo con dos ollas levantadas y sin decir una
palabra, saltó con las bocas de las ollas hacia abajo, atrapando y
deteniendo al sorprendido Ming Guang y al rugiente Ke Mo dentro.
Y con esto, Xie Lian finalmente dio un suspiro de alivio,
comentando internamente: — ¡Más personas definitivamente
hacen las cosas más rápido!
Ban Yue selló las ollas de barro y las sacudió en sus manos,
presionando sus oídos para escuchar los ecos internos. Xie Lian
lo reprendió apresuradamente: —Ban Yue, deja de jugar.
Guárdalos y ten cuidado de no dejarlos escapar.
Ban Yue asintió, se agachó frente a Xie Lian y miró a Hua Cheng.
—General Hua, ¿es este su hijo?
Xie Lian sonrió.
—Lamentablemente, no lo es.
Pero pronto, ya no pudo sonreír. Ban Yue se sorprendió y dijo: —
Te vi besarlo antes y pensé que lo era.
—...
Xie Lian ya no quería decir nada y se cubrió la frente con la palma
de la mano. Sin embargo, Ban Yue pareció encontrar a Hua
Cheng bastante precioso y tiró de una de sus pequeñas trenzas,
hablando con profunda preocupación: —Parece estar enfermo.
¿Debíaría ponerlo en la olla para que se recupere? La última vez
después de entrar en la olla del general Hua, sentí que me
recuperaba muy rápido.
Pei Su finalmente se acercó.
—No es necesario. Deja de preocuparte por él, Su Alteza lo
cuidará muy bien.
—Oh —dijo Ban Yue.
Justo en ese momento, Pei Ming la miró.
— ¿Eres La Sacerdotisa de BanYue?
Observó a Ban Yue condescendientemente desde arriba; Ban
Yue, que estaba agachado en el suelo y envuelto en sus sombras,
asintió. Pei Su dio un paso inconsciente hacia adelante, pero Pei
Ming lo empujó a un lado y se acercó a Ban Yue, pareciendo
querer observarla de cerca. Sin embargo, inesperadamente,
cuando él estaba a solo dos pasos de ella, el rostro de Ban Yue
cayó repentinamente y se acercó para esconderse detrás de Xie
Lian, como si no pudiera escapar lo suficientemente rápido. Sin
embargo, a juzgar por su expresión, no parecía que tuviera miedo.
Todos estaban perplejos, pero Xie Lian pronto entendió y
cortésmente insinuó: —General Pei, um... el caramelo del aroma
fantasma…
Pei Ming parpadeó, su rostro se oscureció. Parecía que la dulzura
de ese caramelo de aroma fantasma no se había ido y como Ban
Yue era un fantasma femenino, tampoco pudo resistir esa esencia
vulgar del mal y huyó del hedor...
Xie Lian no pudo evitar sonreír, pero inmediatamente enseñó su
expresión: — ¿Por qué La Señora de la Lluvia también vino al
Monte TongLu? ¿Dónde está mi señora? ¿Cómo es que no están
todos juntos?
—Debido a la excitación de los fantasmas, un gran número de
criaturas inhumanas se congregaron para enjambrar hacia el
Monte TongLu. Cuando pasaron por el país de YuShi, capturaron
a algunos granjeros como raciones. En ese momento, tanto La
Señora de la Lluvia como el Corcel de Protección no estaban
presentes; fue después de enterarnos del hecho que hemos
venido en búsqueda. —Pei Su explicó. —Estuvimos juntos al
principio, pero en el camino, escuchamos a Su Alteza gritándonos
en lengua BanYue, así que nos separamos para venir a ver las
cosas aquí.
En ese momento, Xie Lian solo gritaba al azar por urgencia y no
había pensado que en realidad estaban cerca, golpeando la
marca por casualidad. Ese país YuShi tenía la apariencia de un
pequeño pueblo tranquilo, por lo que no era extraño que los
fantasmas pasaran y agarraran estúpidamente a la gente. Pei
Ming frunció el ceño.
—Antes, no podía encontrarte en el reino de los mortales. ¿Cómo
terminaste con La Señora de la Lluvia? No me digas que estabas
persiguiendo a la Sacerdotisa de BanYue.
Pei Su bajó la cabeza ligeramente.
—No. Fue La Señora de la Lluvia quien me salvó.
Resultaba que, después de que Pei Su fue exiliado al reino
inferior, había estado viajando sin rumbo fijo. Como era tan libre,
fue y derribó las pequeñas guaridas de Qi Rong varias veces.
Irritado, Qi Rong terminó con un gran grupo de personas para
rodearlo y destruirlo. Si Pei Su tendría poderes espirituales, esos
crueles don nadie no podrían hacerle nada, pero ahora poseía un
cuerpo mortal, por lo que cuando fue atacado por cientos de
fantasmas, al final sufrió heridas, atrapado en una situación
miserable. Justo cuando estaba colgando de un hilo mientras
luchaba, La Señora de la Lluvia pasó montando el buey y le echó
una mano. Después de aclarar su identidad e historia, Pei Su fue
llevado al país YuShi para recuperarse por el momento.
Pei Ming parecía estar algo asombrado.
— ¿La Señora de la Lluvia no te dio problemas?
Según Shi Qing Xuan, el país Yushi y el Palacio de Ming Guang
tuvieron desacuerdos en el pasado y hace cientos de años, La
Señora de la Lluvia eliminó al anterior diputado general de Pei
Ming. Parecía que Pei Ming tampoco creía que el funcionario
celestial de La Señora de la Lluvia fuera alguien generoso. Pei Su,
sin embargo, dijo: —No. La Señora de la Lluvia nunca me causó
problemas. Por el contrario, he recibido mucho apoyo.
Justo entonces, una voz resonante de repente sonó.
— ¿Señora de la Lluvia? ¿La Señora de la Lluvia es alguien del
Reino de YuShi?
Xie Lian respondió sin pensar: —Así es. Pero después de
responder, se dio cuenta de que esa voz pertenecía a Ming
Guang. Ya estaba encerrado en la olla, pero seguía escuchando
atentamente la situación afuera. Después de que Xie Lian
respondió, chasqueó la lengua.
— ¡Pei Ming! ¿Te acostaste con tantas mujeres solo para producir
este tipo de descendiente inútil? En realidad, necesitaba la
protección de alguien del Reino de YuShi para sobrevivir, ¡e
incluso está hablando bien de ellos! ¡En verdad, cada generación
empeora que la anterior! ¡DIGO, AH!
Al escucharlos, Pei Ming parecía un tanto incómodo. Xie Lian no
podía entender y le preguntó a Ban Yue en un susurro: —
¿Entiendes lo que está diciendo?
—En realidad no —respondió Ban Yue—, pero creo que escuché
a Pei Su Gege decir que antes de que su general ascendiera, él
era general del Reino de XuLi.
—…
¿Había algo malo en que Pei Ming fuera el general de XuLi?
¡Mucho, mucho!
Porque, hasta donde Xie Lian sabía, ¡el Reino de YuShi fue
aplastado por los corceles de hierro del Reino de XuLi!
Ban Yue agregó: —La Señora de la Lluvia fue el último
gobernante del Reino de YuShi.
No era de extrañar que Pei Ming siempre pareciera extraño cada
vez que se mencionaba a la Señora de la Lluvia y no era de
extrañar que La Señora de la Lluvia no se contuviera al disciplinar
a ese ex oficial celestial adjunto. Resultaba que ambas partes
guardaban un rencor largo y antiguo.
Debía saberse que, aunque para los funcionarios celestiales,
ciertamente era más que natural que los reinos del reino de los
mortales pelearan y se aniquilaran entre sí, los actos de las
jugadas cambiaban sin cesar, pero cuando llegaba su propio
turno, a menudo era difícil deja ir las cosas. Si uno debía pararse
en la misma corte que el que aniquiló su propio reino y ese hombre
retozaba en los cielos, extremadamente llamativo, entonces debía
ser irritante.
Pei Su agregó un talismán y lo pegó en la superficie de la olla y la
voz de Ming Guang se detuvo abruptamente. Él preguntó: — ¿Por
qué ha venido también el general?
— ¿No es todo para poder arrastrarte de nuevo? —Respondió Pei
Ming —Xie Lian recordó las palabras de Hua Cheng. Parecía que
este era el beneficio que Pei Ming negoció con Jun Wu para que
lo enviaran al Monte TongLu. Pei Ming le dio unas palmaditas en
el hombro de Pei Su. —Ya que estás aquí, entonces hazme sentir
orgulloso. Si te desempeñas bien aquí, entonces quizás puedas
regresar al Tribunal Superior antes.
Pei Su aún no había respondido, pero el talismán encantado en la
olla en su mano se quemó. Era Ming Guang encerrado dentro
quien usó su furia para quemar el talismán.
— ¡PEI MING! ¿Todavía recuerdas lo que dijiste en ese
momento?
Pei Su estaba a punto de agregar otro talismán para callarlo, pero
Pei Ming lo detuvo.
—He hablado demasiadas palabras en esta vida. ¿A qué te
refieres?
Ming Guang escupió con odio: — ¿Todavía recuerdas con qué
excusa solías matar a todos esos esclavos que te seguimos
durante años?´—Dijo el general. — ¿No recuerdas qué excusas
usabas para acabar con todos esos subordinados que te siguieron
durante años? ¿No sabes? ¡Qué bien! Usted dijo: Algunas
personas pueden ser asesinadas, otras no; algunas cosas se
pueden hacer, otras no. ¡Suena como si poseyeras el corazón de
Buda que perdona a todos! ¿Y ahora? ¿Creías que nadie sabe
qué hazañas despreciables ha hecho tu Pequeño Pei? ¡Las
palabras ya se han extendido! ¿Y aquí estás tratando de limpiar
su trasero y ayudarlo a ocultar su pasado? ¿Entonces los
hermanos que te siguieron a las batallas de norte a sur merecían
morir, pero cuando se trataba de tu descendiente, no lo hizo? ¿ES
SU PEQUEÑO PEI UNA GEMA Y EL RESTO SOLO LAS
MALEZAS QUE PISOTEA?
Rugió furiosamente y sin pensar, pero cuando Pei Ming escuchó
hasta el final, de repente dijo: —Tú, no eres Ming Guang.
La olla quedó instantáneamente en silencio. Un momento
después, la voz resonante de Ming Guang llegó: — ¿Qué mierda
estás diciendo? ¿No has visto si soy Ming Guang? ¡¿No viste mi
forma?!
Sin embargo, Pei Ming declaró con convicción: —No. No eres
Ming Guang.
La voz dentro de la olla era gruñona.
—Entonces, ¿quién más puedo ser?
Pei Ming tomó el bote de las manos de Pei Su, sonando seguro.
—Creo que eres Rong Guang.
Cuando se pronunció el nombre, esa olla había caído en completo
silencio.
Al escuchar este nombre, los ojos de Pei Su se abrieron un poco.
Xie Lian preguntó: —Pequeño General Pei, ¿quién es este Rong
Guang?
Pei Su salió de él y dudó un poco antes de responder: —Antes de
que el general ascendiera, él era el general adjunto que lo seguía
al subordinado más largo y más capaz.
Y Xie Lian finalmente se enteró de la historia detrás del 'General
Espadazo'.
En aquel entonces, cuando Pei Ming aún era mortal, tuvo éxito en
los campos de batalla del amor y la guerra; un general que fue
victorioso constantemente sin una sola derrota a su nombre
durante más de décadas. Estaban naturalmente su propio coraje
y habilidad involucrados, pero el apoyo de su subdirector general
no podía ser descartado. Este diputado general se llamaba Rong
Guang.
Rong Guang era famoso por su astuto engaño y manipulación.
Aunque los dos tenían personalidades y estilos muy diferentes, se
conocían desde jóvenes y su colaboración fue inesperadamente
buena; uno en la luz, uno en las sombras, su relación abarcó años,
una amistad hecha de acero. La espada sagrada de Pei Ming
Ming Guang fue un nombre que se les ocurrió, una combinación
de los homónimos de Ming y Guang de sus propios nombres.
Pei Ming sabía cómo pelear guerras y en un período de tiempo
caótico de la historia, saber cómo pelear guerras era mucho más
importante que saber cómo ganar dinero o cualquier otra cosa,
por lo que, naturalmente, continuó subiendo de rango. Sin
embargo, no importaba cuán alto subió, lo más alto que pudo
llegar fue 'General'. Podría haber infinitos títulos honorables y
estimados para colgar antes de la palabra General pero siempre
habría otro sentado sobre su cabeza; ante el rey también debía
inclinarse y arrodillarse.
Por sí mismo, no tenía ninguna opinión en particular sobre el
asunto. Sin embargo, a medida que asediaba fortalezas tras
fortalezas y el brillo de la gloria de su armadura se hacía más y
más brillante, la tropa bajo el mando de Rong Guang se
inquietaba.
El propio Pei Ming nunca estuvo tan orgulloso de olvidar sus
raíces y principios, pero sus subordinados se hinchaban
infinitamente en su nombre.
El peor delincuente era Rong Guang. Dado que construyó
estrechos lazos con los soldados, pudo avivar fácilmente sus
corazones y plantó muchas ideas en las mentes de subordinados
veteranos como: El general Pei merece más que el estatus que
se le ha dado. El general Pei y nosotros estamos oprimidos. El
Reino de XuLi necesitaba al General Pei y a nosotros para
salvarlo. Conspiraron y planearon invadir el Palacio Imperial de
XuLi para nombrar rey a Pei Ming, hacer que liderara a las tropas
veteranas con grandes logros y llevarlos a la cumbre como el reino
más fuerte. Incluso inventaron el gran esquema de aplanar los
cuatro mares con sus corceles de acero y unificar el mundo.
Desafortunadamente, el propio Pei Ming no tenía interés en
convertirse en rey en absoluto.
Su mayor alegría en la vida era pelear batallas victoriosas y
acostarse con mujeres hermosas y tampoco necesitaba ser rey
para hacerlo. Además, aunque el rey de XuLi no era nadie
sorprendente, tampoco hizo nada malo. Si fuera a hacerse cargo,
tampoco podría hacerlo mejor. Para causar estragos
precipitadamente tenía más desventajas que profesionales,
entonces, ¿por qué molestarse en causar problemas sin razón
alguna? Por lo tanto, cada vez que Rong Guang intentaba con
entusiasmo lanzarle pistas, Pei Ming lo frustraba hábilmente.
Después de muchos intentos, Rong Guang no solo no estaba
convencido, sino que se estaba obsesionando cada vez más,
hasta que, finalmente, un día, el grupo de ellos se reunió para
resolverlo, sin importar qué, se rebelarían primero. Una vez hecho
el acto, no habría forma de que Pei Ming pudiera retroceder.
Al escuchar este punto, Xie Lian se quedó sin palabras, pensando:
— ¿Cómo puede ser algo así tan fácil?
Pei Su vio que estaba pensativo y dijo: —Rong Guang podría no
haber querido realmente nombrar a Pei Ming rey, pero debía pedir
prestado el nombre del general para rebelarse. Como su prestigio
no era tan alto como el del general, si levantaba sus propias
banderas podría no ser capaz de apaciguar a la gente.
Xie Lian reflexionó: —Eso podría no ser del todo cierto.
La razón por la que usaron el nombre de Pei Ming fue para poner
a Pei Ming en el trono, por lo que, naturalmente, Pei Ming no podía
fingir que no sabía lo que estaba sucediendo. Al instante tomó la
espada y dirigió una pequeña y confiable tropa de soldados y
cargó contra el palacio para luchar.
Y esta pelea fue la última batalla de su vida.
Capítulo149: Pánico a izquierda y derecha; Este u Oeste Indeciso (parte uno)

— ¿Ganó o perdió el general Pei? —Preguntó Xie Lian.


—Ganó y perdido —Pei Su respondió.
Todos los insurgentes murieron bajo la espada de Pei Ming y
entre ellos había muchos veteranos que compartieron décadas de
amistad con él.
La espada 'Ming Guang' siempre se había usado para luchar
junto a ellos y ahora, se había convertido en el arma para
matarlos.
Justo cuando la matanza estaba llegando a su fin y los resultados
de la pelea estaban claros, el gobernante de XuLi ordenó
juiciosamente que el sangriento y apenas móvil Pei Ming fuera
rodeado por el delito de traición.
Pei Ming podría ser bueno luchando en guerras, pero si el campo
de batalla no fuera una espada y arma real, podría no salir
victorioso. Estaba claramente luchando contra enemigos y
defendiendo el trono, pero al final solo ganó un mátenlo.
Pei Ming sostuvo esa olla en su mano; no era que no escuchara
lo que estaban discutiendo, solo que no tenía tiempo para
preocuparse.
—Debería haber sabido que eras tú. Este es en gran medida tu
estilo.
En retrospectiva, debía haber sido el resentimiento de Rong
Guang poseer esa espada rota tan teñida en la sangre de millones
y haberse conectado con su amargura que sobrevivió tanto
tiempo. Sin embargo, la voz dentro de la olla todavía era fría: —
Tus hermanos están muertos hace mucho tiempo. No soy más
que una espada.
Xie Lian sabía que probablemente nunca lo admitiría y continuar
cuestionando sería infructuoso.
—No importa, general Pei.
Pei Ming asintió y devolvió la olla a Pei Su.
Por lo tanto, sometieron a dos fantasmas particularmente
desagradables. Pasando por alto a todos los demás, esto podría
considerarse un buen comienzo.
—El general Pei y yo continuaremos yendo más allá en el Monte
TongLu —dijo Xie Lian. —Ban Yue, ¿qué tal ustedes dos? ¿Irán
a buscar a La Señora de la Lluvia?
—La Señora de la Lluvia ya había seguido adelante para
perseguir a los fantasmas que secuestraron a los granjeros. Pei
Su dijo: —Si vamos, sería de la misma manera, por lo que
estamos dispuestos a ayudar al General ya Su Alteza y unirnos a
ustedes.
Pei Ming salió bruscamente y frunció ligeramente el ceño. —
Entonces nos daremos prisa. El Gobernante de YuShi no es un
dios marcial, sino que avanzó más rápido que nosotros, por lo que
podrían correr peligro.
Por lo tanto, Xie Lian recogió a Hua Cheng, Ban Yue guardó las
dos ollas y la fiesta se adentró rápidamente en el espeso bosque.
Como todavía estaban situados en los bordes exteriores del
Monte TongLu, no se encontraron con ningún personaje
impresionante; la mayoría no eran más que malezas y el grupo
no estaba interesado en pelear en absoluto, pasando
directamente por ellos. Algunos eran lo suficientemente tontos
como para desafiarlos, pero todos estaban asustados por las
serpientes de Ban Yue y Pei Su. Por lo tanto, después de un día
de viaje, finalmente abandonaron el bosque y entraron en el
segundo nivel del Monte TongLu.
Aquí, los bosques se volvían escasos, los caminos se
ensanchaban y había rastros de habitación. Xie Lian incluso vio
al costado del camino una casita ennegrecida y ennegrecida, que
era extremadamente extraña en esta tierra aislada y se preguntó:
— ¿Por qué hay casas aquí?
Ban Yue y Pei Su sacudieron la cabeza para indicar que no lo
sabían. Pei Ming también respondió: —Me temo que esto es algo
que tendrá que pedirle al Señor Rey Fantasma en sus brazos.
Después de que Xie Lian preguntó, ya había pensado que si Hua
Cheng estuviera despierto, seguramente tendría las respuestas a
sus preguntas y miró hacia abajo. Aunque la temperatura corporal
inusualmente alta de Hua Cheng se estaba enfriando
gradualmente, sus ojos aún estaban cerrados y Xie Lian no pudo
evitar preocuparse.
Pei Ming le recordó: —Su Alteza, estamos a punto de ingresar al
siguiente nivel. Lo que encontraremos más adelante será aún
más poderoso. ¿Tomamos un descanso y esperamos a que
despierte Hua Chengzhu?
Justo entonces, el grupo de ellos había llegado a una bifurcación
en el camino. Un camino se dirigió hacia el este y el otro hacia el
oeste. Xie Lian contempló y tarareó: —La noche se ha
profundizado, acampemos aquí por la noche.
Después de viajar por un día, llegó el momento de descansar y
concentrarse en proteger a Hua Cheng para ayudarlo a
recuperarse. Ban Yue dijo: —Pei Su Gege también necesita
descansar.
Solo entonces el grupo recordó que Pei Su era mortal en ese
momento y que requería descanso y sustento, solo que había
estado en silencio todo el tiempo. Xie Lian tenía grilletes en su
cuerpo y era igual, pero debido a su preocupación por Hua Cheng,
lo había olvidado por completo.
El grupo de ellos se detuvo en esta bifurcación en el camino y
construyó el campamento. Ban Yue inició el fuego y Pei Su fue a
cazar. Xie Lian vio que todos estaban ocupados ocupándose de
sus propios asuntos y comenzó a mirar de nuevo la cara de Hua
Cheng. Un momento después, los instintos lo hicieron girar la
cabeza y, efectivamente, Pei Ming los estaba mirando a los dos.
Los dos se miraron el uno al otro y Pei Ming soltó una risa seca.
—Bien. Me iré.
—No, está bien —dijo Xie Lian.
No era como si estuviera pensando en hacer algo que no se
podía ver, entonces, ¿por qué lo hizo sonar como si estuviera
haciendo algo cuestionable?
En ese momento, Ban Yue se acercó con una olla para comer.
—General Hua…
Xie Lian y Pei Ming volvieron la cabeza.
— ¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.
Esa olla negra tenía dentro un pollo salvaje aterrorizado que
estaba atado. Ban Yue les mostró la olla.
—Pei Su Gege la atrapó para que cocinara, pero no sé cómo.
Después de que Pei Su cazó, se adelantó para explorar. Pei
Ming, por otro lado, parecía estar insatisfecho con Ban Yue sin
importar cómo la mirara y reprendió presuntuosamente: — ¿No
eres una chica? Pelear y matar todo el día, no importa no pintarte
la cara, pero ¿cómo es que ni siquiera sabes cocinar?
Xie Lian y Ban Yue se quedaron sin palabras. Ban Yue no era
una chica delicada criada en un hogar normal y no tenía idea de
cómo Pei Ming juzgaba la belleza. Ella no podía entender sus
palabras y estaba perpleja. En cuanto a Xie Lian, ya había
resuelto las cosas. Pei Ming era alguien difícil de describir cuando
se trataba de mujeres.
—Déjalo, Ban Yue. Te enseñaré —dijo Xie Lian.
Ban Yue ya lo admiraba profundamente, así que felizmente siguió
sus instrucciones. Un tiempo de incienso más tarde. Xie Lian tiró
de las coloridas plumas del pollo salvaje y Pei Ming levantó sus
manos empapadas de sangre, lamentando: —El general matador
de pollos y el príncipe heredero del desplume de gallinas ahora
también pueden considerarse famosos.
Xie Lian lo vio matar al pollo con las manos desnudas, una vista
sangrienta y sucia: —General Pei, ¿no podría haber usado un
cuchillo o algo así? Hubiera sido más limpio.
— ¿Y hay alguna? —Exigió Pei Ming.
Justo cuando las palabras salieron de sus labios, los dos miraron
las dos ollas sentadas en el suelo a un lado. Rong Guang, que
estaba dentro de la olla, parecía haber notado las dos miradas
peculiares y la olla se estremeció violentamente, gritando: —
¡SALGA AQUÍ! ¡VAYA LEJOS! ¡CUIDADO, PUEDO PONER
VENENO EN MI HOJA Y ENVENENAR A TODOS!
Los dos se alejaron rápidamente. Una vez que estuvieron
seguros de que Rong Guang no podía escuchar, Pei Ming sacudió
la cabeza y le dijo a Xie Lian: —Y sigue negándolo. Siempre ha
tenido ese temperamento, por supuesto que es él.
Xie Lian también escuchó cómo Rong Guang maldecía a Pei
Ming y durante mucho tiempo había sentido una extraña
sensación de simpatía: —Entiendo completamente. Tengo un
primo que se parece un poco al general Rong. Él sabe maldecir
más, pero no sabe hacer mucho.
Al menos Rong Guang podría ayudar a Pei Ming a pelear
batallas. Si Qi Rong fuera a ayudar a Xie Lian a luchar en las
batallas, antes de que Xie Lian fuera asesinado por los enemigos,
Qi Rong ya lo habría arruinado. Pei Ming parecía haber
imaginado cómo era un Rong Guang que solo sabía maldecir,
pero no sabía cómo pelear y comentó con seriedad: —Eso es
realmente aterrador.
Xie Lian arrojó el pollo salvaje ahora completamente arrancado
de nuevo a la olla, lo llenó con agua y comenzó a cocinarlo sobre
el fuego, agregando algunas frutas silvestres o hierbas de vez en
cuando para agregar sabor. Ban Yue lo copió e intentó con todas
sus fuerzas encontrar algo que pareciera comestible para meterlo
en la olla. Pei Ming no sabía lo que estaban haciendo, pero como
nunca había entrado en la cocina él mismo, no vio ningún
problema, por lo que ayudó agregando leña a la fogata.
—Su Alteza, siempre he tenido una pregunta que quería hacerle,
pero como no nos conocíamos, no era apropiado hacerla.
Es cierto que no estaban cerca. Antes, la impresión de Xie Lian
de Pei Ming era más bien un mujeriego físicamente hábil pero
malintencionado, e incluso se habían enfrentado un par de veces.
Sin embargo, ahora que se habían cruzado varias veces, sin
saberlo, sus opiniones han cambiado y su relación podría
considerarse algo más amigable.
—Por supuesto, General Pei, por favor pregunte.
—Has sido desterrado dos veces, con dos grilletes malditos en tu
persona —Pei Ming dijo. —Después de haber ascendido por
tercera vez, podrías haberle pedido al Emperador que los quitara,
¿por qué no lo hiciste?
Xie Lian observó a Ban Yue pensar mucho antes de sacar
alegremente algunas serpientes largas de cola de escorpión rojo
vino y ponerlas en la olla burbujeante. Él respondió fácilmente: —
Entonces, general Pei, también tengo una pregunta que quiero
hacerle.
—Por favor —dijo Pei Ming.
— ¿Cómo es que después de que rompiste a Ming Guang nunca
volviste a forjar una nueva espada como dispositivo espiritual? —
Preguntó Xie Lian.
Pei Ming levantó las cejas. —Qué pregunta desagradable.
Xie Lian coincidió con su expresión.
—Del mismo modo.
Los dos se rieron un poco. De repente, Pei Ming dijo: —Nunca
pensé que fuera una historia hermosa.
—Te entiendo —dijo Xie Lian.
Estaba a punto de hablar cuando de repente hubo movimiento
detrás de él y su corazón dio un salto, mirando hacia atrás.
— ¿San Lang?
Efectivamente, ¡Hua Cheng se había sentado!
Xie Lian estaba sorprendida y encantada e inmediatamente se
acercó para ayudarlo a sostenerlo por los hombros.
— ¡San Lang! ¡Estas despierto! ¿Tú... pareces más grande?
De hecho, antes de que Hua Cheng solo pareciera ser un poco
mayor de diez años, ahora parecía tener al menos trece o catorce
años y cuando habló, su voz también cambió de la de un niño a la
voz ligeramente ronca de un adolescente.
—Si. Gracias Gege, por darme alivio.
—Qué ocasión tan feliz —comentó Pei Ming.
—No es necesario que me lo agradezcas, yo... — Xie Lian
respondió antes de notar la palabra alivio y su sonrisa se congeló,
preguntándose: —No es lo que creo que es, ¿verdad?
Al segundo siguiente, Hua Cheng lo agarró por los hombros y dijo
sombríamente: —Alteza, escúcheme. Algo viene rápidamente del
este. ¡Debías alejarte por ahora!
Xie Lian se sorprendió. Ambos miraron hacia el este, como si
pudieran ver a través de la interminable noche negra y vieron una
figura merodeando en la oscuridad. Aunque Xie Lian no sintió
nada pero dijo: — ¡Muy bien! Nos despediremos.
— ¿A dónde? —Preguntó Pei Ming.
La bifurcación en el camino solo tenía dos caminos y Xie Lian
dijo: — ¡El oeste!
Ban Yue agarró la olla sobre las llamas, como si fuera a traerla y
dijo: — ¡Pei Su Gege todavía no ha regresado!
Justo cuando hablaba, una sombra se apresuró desde el camino
hacia el oeste y fue Pei Su quien había regresado de explorar.
— ¡General! ¡No vayas por este camino! ¡Hay una gran cantidad
de fantasmas viniendo por aquí ahora mismo!
— ¿Cuántos?, Preguntó Hua Cheng.
Pei Su notó que el que preguntó fue Hua Cheng y quedó atónito
por un momento.
— ¡A juzgar por los temblores del suelo, al menos quinientos!
Como dios marcial, a menos que no hubiera absolutamente otra
opción, nunca se consideraría la retirada. Pei Ming preguntó: —
¿Vamos al oeste o al este?
Hua Cheng dijo con convicción: — ¡Oeste!
Xie Lian también respondió: —Oeste.
Por alguna razón, aunque había más fantasmas procedentes del
oeste y ni una sola sombra en el este, pero los instintos de Xie
Lian le dijeron que el oeste debía ser la opción más segura que el
este. Sin más preámbulos, el grupo se apresuró a seguir su
camino. Al principio, Xie Lian ya estaba preparada para matar sin
dudarlo si corrían hacia la primera ola, pero después de correr
durante varias millas, no se detectó un solo movimiento y estaba
bastante perplejo.
—Pequeño General Pei, ¿dónde y cuándo? ¿Has oído que se
acercaban más de quinientos fantasmas?
—Justo cerca de aquí —Pei Su dijo. —En ese momento, estaban
a sólo cinco o seis millas detrás de mí, e iban muy rápido.
— ¡Entonces esto es extraño!, Dijo Xie Lian.
El grupo continuó corriendo hacia el oeste y que unos quinientos
fantasmas corrían hacia el este; ambas partes fueron rápidas, por
lo que ya deberían haberse topado de frente. Entonces, ¿por qué
no había un solo fantasma y ni siquiera ningún movimiento?
—La Pequeño Pei no habría escuchado mal. Pei Ming dijo: —
¿Tal vez volvieron por dónde vinieron?
—No creo que sea probable. —Pei Su dijo: —Porque la
velocidad de su ritmo fue realmente rápida. Parecía que
estaban…
—Corriendo por sus vidas —dijo Hua Cheng.
De repente, Xie Lian se detuvo en su paso. No solo él, sino todo
el grupo se detuvo. Porque, justo delante de ellos había un campo
de cadáveres que les bloqueaba el paso.
Esos cadáveres, algunos eran bestias, algunos eran hombres,
cuerpos de todas las formas y tamaños, incluso había almas
maltratadas, briznas de humo negro y fuegos fantasmas flotando
en el aire. Una vista extremadamente escalofriante. Xie Lian se
puso en cuclillas para verificar y dijo: —Realmente estaban
corriendo por sus vidas, simplemente... no tuvieron éxito.
Después de que Pei Su los escuchó, inmediatamente se volvió
para informar a Xie Lian y a los demás. Y fue justo después de
que se fue que algo los persiguió y los mató a todos de una vez.
—Es el trabajo de una persona —dijo Hua Cheng,
Xie Lian asintió con la cabeza. Si ambas partes fueran
excelentes en número, entonces la muerte no sería tan limpia y la
batalla no habría terminado tan directamente.
Y por haber matado a más de quinientos fantasmas y monstruos
en un período de tiempo tan corto, sin duda era algo más fuerte
que el Demonio de la Extinción de la Vida Rápida, por lo que
parecía que era algo que deberían vigilar.
Ban Yue dijo, sosteniendo su olla de sopa.
—Espero que La Señora de la Lluvia no haya elegido este
camino…
—No hay que preocuparse, mi señora tiene el corcel de
protección —dijo Pei Su.
Justo al mismo tiempo, Xie Lian escuchó un extraño ruido
parloteante no muy lejos y cuando se acercó a mirar, había un
cráneo cuyas mandíbulas estaban parloteando y el ruido provenía
de él. Cuando se dio cuenta de que alguien se había descubierto
a sí mismo, gritó aterrorizado: — ¡MISERICORDIA, NUNCA
VENDRÉ DE NUEVO, QUIERO VOLVER, QUIERO IR A CASA!
Xie Lian lo tomó con ambas manos y dijo suavemente: —No se
asusten, solo estamos pasando. ¿Puede decirnos qué sucedió
exactamente aquí?
Las mandíbulas de esa calavera chirriaron mientras mordía: —
¿E-eres un transeúnte? Ya no sigas adelante, hay alguien
realmente aterrador por delante... contándonos, ya ha matado a
más de mil fantasmas y todavía está insatisfecho, todavía está,
todavía está...
¡Más de mil!
Eso fue mucho más de lo que habían imaginado. Xie Lian
preguntó: — ¿De quién hablas? ¿Sabes cómo se llama? ¿O
título? ¿O cómo es él?
—N-no —El cráneo dijo: —No vi muy claramente. No tardó
mucho en matarnos. Apenas vi que era un hombre vestido de
negro, muy joven, con la cara muy pálida...
—Suena un poco problemático —Pei Ming dijo: —Su Alteza, Hua
Chengzhu, ¿está seguro de que deberíamos dirigirnos hacia el
oeste en este momento y no hacia el este?
Esa calavera escuchó y gritó: — ¡EL ESTE NO ES NADA! ¡NO
EL ESTE, NO EL ESTE!
— ¿Qué ha pasado en el este? —Preguntó Xie Lian.
Esa calavera decía: —Nosotros... no nos atrevimos a ir al este,
por eso elegimos el oeste. Porque, en el camino hacia el este,
hay un joven vestido de blanco, que en un día ya había matado a
más de dos mil fantasmas. Es mucho más aterrador que este en
el oeste...

Capítulo 150: Pánico a izquierda y derecha; Este u Oeste Indeciso (parte dos)

¡Más de dos mil!


Al escuchar esto, las expresiones de todos se pusieron rígidas.
Xie Lian vislumbró a Hua Cheng y dijo: —Parece que fue la
elección correcta elegir el camino del oeste.
Los dientes de ese cráneo murmuraron: — ¡Suspiro! Cualquiera
de los caminos es un error, ¡no hay camino a seguir!
De hecho, para pequeños fantasmas normales, cualquier
dirección era un desastre de destrucción. No importaba el este o
el oeste, cualquiera podría aplastarlos fácilmente; No importaba
qué camino elijan, el resultado final se convirtió en humo y se
convirtió en fertilizante para otros. Después de aullar en seco
unas cuantas veces más, el fuego fantasma en las cuencas vacías
de ese cráneo se fue apagando gradualmente.
Xie Lian lo colocó suavemente al costado del camino.
—San Lang, ¿sabes qué es la criatura en el este?
—No puedo estar seguro en este momento —respondió Hua
Cheng—, pero todavía viene por aquí. En las circunstancias
actuales, no recomiendo que lo enfrentemos de frente. Este en el
oeste es un poco más fácil de manejar.
Xie Lian asintió.
—Muy bien. Luego continuaremos hacia el oeste.
El grupo de ellos atravesó ese campo de cadáveres y se apresuró
en su camino. Caminaron toda la noche pero nunca se
encontraron con ese hombre vestido de negro del que hablaba el
cráneo ni vieron ningún rastro de La Señora de la Lluvia y Xie Lian
no pudo evitar comenzar a preocuparse.
Mientras viajaban, las casas y edificios a lo largo de las carreteras
aumentaron en número y pronto, incluso pudieron reconocer que
se trataba de los barrios marginales empobrecidos, esta era la
casa del teatro para el ocio, esta era una tienda de abarrotes, este
era el patio trasero de una casa rica… El camino que caminaron
bajo sus pies también estaba pavimentado por personas, los
patrones de los ladrillos todavía se podían ver débilmente. Era
obviamente una pequeña ciudad próspera, solo que estaba vacía
de vida y extrañamente desolada y tranquila.
Había un viejo pozo al borde de la carretera y cuando se extrajo
el agua, el agua todavía estaba relativamente limpia, por lo que el
grupo decidió descansar un poco allí. Xie Lian y Pei Su bebieron
un poco de agua y se lavaron la cara. Cuando levantaron la vista,
Ban Yue se había acercado.
Ban Yue había estado sosteniendo esa olla de barro negro todo
este tiempo y había estado esperando durante mucho tiempo: —
General Hua, Pei Su Gege, come algo.
—Bien. Gracias por sus esfuerzos. —Dijo Pei Su.
—Gracias por el arduo trabajo de todos, probemos esto —dijo Xie
Lian.
Así el grupo se reunió todo. Sin embargo, en el momento en que
Ban Yue abrió la olla, muchas caras se pusieron rígidas.
Aunque el olor era algo incoloro e informe, pero en el instante en
que Ban Yue retiró la tapa de la olla, fue como si algún objeto
misterioso hubiera retorcido todo el aire alrededor de la boca de
esa olla.
El grupo observó la vista dentro de la olla durante mucho tiempo,
cada uno de sus aluHumos reflejando una oscuridad eterna e
interminable, como si pudiera arrastrarlos al abismo y ninguna
palabra podría describir el sentimiento expresado en sus ojos. Un
momento después, Xie Lian le dio unas palmaditas en el hombro
a Ban Yue y dio un pulgar hacia arriba.
—No está mal. Es bueno por primera vez.
Pei Ming los miró con incredulidad: —Es su primera vez, pero ¿es
la primera vez de su alteza? Si mal no recuerdo, la hiciste seguir
todos tus pasos y has hecho más de lo que ella hizo. Sabía que
había algo que no estaba bien con lo que ustedes dos estaban
haciendo, así que no era mi imaginación.
Sin embargo, Hua Cheng habló: — ¿Es eso cierto? Bueno, ya
que Gege hizo esto, tengo que probar.
Al escuchar esto, los ojos de Pei Ming y Pei Su se giraron para
mirarlo, sus ojos llenos de asombro, terror, respeto y otras
emociones similares.
—Gege, ¿cómo se llama este plato?, Preguntó Hua Cheng.
Xie Lian se aclaró la garganta ligeramente…
—Fénix Derribado.38
—Buen nombre. —Hua Cheng felicitó sinceramente.
Luego, metió la mano en esa olla oscura sin fondo. La forma en
que Pei Ming y Pei Su lo miraban, era como si estuvieran ansiosos
de que la olla lo tragara entero. Sin embargo, Hua Cheng sacó
tranquila y fácilmente un pedazo pequeño, quemado, de algo que
parecía un cadáver roto y se lo colocó serenamente en la boca.
— ¿Cómo está? —Preguntó Pei Ming.
—Sabe a su nombre —dijo Hua Cheng.
Pei Ming se volvió hacia Pei Su, cuya expresión era
indescifrablemente complicada: —Está hecho para ti. Disfruta.
Pei Su: —…
Tomó la olla de las manos de Ban Yue y sin expresión extendió
una mano.

顛鸞倒鳳 Fénix derribados - una frase que significa “destrozar” o “hacer el


38

amor/tener sexo”
Xie Lian usó el agua fría para limpiarse la cara otra vez, se arregló
el cabello y se dio la vuelta, sin mirar a los demás. Examinó los
alrededores y preguntó: — ¿Cómo es que en esta tierra aislada
del resto del mundo hay tantos rastros de asentamientos? ¿El
monte TongLu es realmente habitable?
Ya había hecho esta pregunta el día anterior, solo que no había
nadie que pudiera responderle en ese momento. Ahora lo había.
Hua Cheng respondió: —Es habitable, pero fue hace mucho
tiempo. El Monte TongLu es del tamaño de siete ciudades
fortaleza, su territorio se extiende por todas partes y solía ser un
antiguo reino. Estas casas son todos restos históricos de
ciudades y pueblos del antiguo reino. Cuanto más cerca estemos
del corazón del Horno habrá más reliquias y más prósperos
parecerán.
Xie Lian no cuestionó esta respuesta en absoluto.
—Ya veo.
Justo en ese momento, la voz de Pei Ming salió de detrás de
ellos: —Pequeño Pei, ¿qué estás haciendo? Los hombres no se
arrodillan tan fácilmente, ¡levántate!
Xie Lian no se dio la vuelta.
— ¿Cómo se llama este antiguo reino? San Lang, ¿lo sabes?
Hua Cheng tampoco se dio la vuelta y sus puños colgaban
fácilmente a sus costados.
—El Reino de WuYong.
Pei Ming advirtió: — ¿Su alteza? Su Alteza, ¿tiene un antídoto o
algo? No puedes dejarlo así. Y usted. ¿Qué le estás dando de
comer? ¿Qué pasa con esta serpiente? ¿Todavía se mueve
después de que se ha cocinado durante tanto tiempo? ¡¿Se
convirtió en un espíritu?!
Ban Yue parecía inclinarse para disculparse sin cesar: —Lo
siento... lo siento... lo siento... de hecho se convirtió en un espíritu,
no sabía cuánto tiempo se cocinaría para que se convirtiera en un
espíritu… Lo siento…
Xie Lian apoyó su mejilla con una mano y reflexionó: —Soy
ignorante y mal informado, no recuerdo haber escuchado el
nombre de este reino. ¿Qué tan antiguo es?
Sin embargo, justo cuando las palabras salieron de sus labios ya
no estaba tan seguro. WuYong, WuYong. Al escucharlo de la
nada, sonaba extraño. Pero si lo pensaba profundamente,
parecía que hacía mucho, mucho tiempo, alguien en algún lugar
lo había dicho antes.
—Los detalles no están claros —dijo Hua Cheng—, pero debía
ser más antiguo que el Reino de XianLe. Al menos dos mil años.
Xie Lian miró a su alrededor.
—Pero mirando estos edificios, no parece que hayan vivido dos
mil años.
—Naturalmente. —Hua Cheng respondió. —Porque la mayoría
de las veces, el Monte TongLu no estaba abierto al exterior. Como
sellados dentro de un mausoleo masivo y completamente
excluidos del mundo exterior, por supuesto se mantendrían en
buen estado.
Xie Lian inclinó la cabeza y se puso pensativo. Por otro lado, Pei
Ming finalmente dejó a Pei Su en sus propios dispositivos y se
acercó: —Señor Rey Fantasma seguro lo sabe todo. Pero, ¿no
es esta información demasiado fuera de este mundo? ¿Puedo
preguntar cuál es tu fuente? Nunca escuché una sola palabra de
nada de esto en el exterior.
Hua Cheng no lo miró.
— ¿Y podría preguntarle al general Pei, qué tipo de individuo tiene
la capacidad de reunir este tipo de información en Mount TongLu?
—Lógicamente, cualquier fantasma puede —Pei Ming dijo. —
Pero según las reglas de matanza del Monte TongLu, mientras
más información valiosa se desee obtener, más tiempo debía
permanecer, por lo que debía ser un individuo poderoso.
— ¿Y qué tipo de individuo puede salir del Monte TongLu
después de reunir toda esta información? —Preguntó Hua Cheng.
—Debe ser un Rey Fantasma Supremo como Mi Señor —dijo Pei
Ming.
—Entonces —dijo Hua Cheng—, reuní esta información yo
mismo. Mientras no hable de ello, por supuesto, no se sabe nada
de eso en el exterior.
Finalmente volvió la cabeza hacia atrás y se burló un poco: —
Para los funcionarios celestiales del Tribunal Superior, guardar
secretos puede ser más difícil que pasar una calamidad celestial,
pero no para mí.
—…
No estaba equivocado. Si algunos funcionarios celestiales
supieran información de tal magnitud en el Tribunal Superior, no
pasarían dos horas antes de que se pudiera escuchar con
entusiasmo debatida en cada conjunto de comunicación
espiritual. Que Hua Cheng pudiera mantener esto durante tantos
años sin venderlo a nadie y no hablara de eso para alardear,
demostró cuán maduro y resuelto era.

—Lo entiendo —dijo Pei Ming. —Parece que, en lo que respecta


a Su Alteza, Hua Chengzhu no solo está bien informado de todo,
sino que también diría todo lo que sabes.
—No — Xie Lian dijo de repente.
Todos se giraron para mirar.
— ¿Qué, no?
Xie Lian había pensado mucho antes y ahora, finalmente, su
mano derecha se dobló en un puño y golpeó ligeramente su palma
izquierda.
—Dije antes que no creo haber escuchado el nombre WuYong
antes, pero eso es incorrecto. ¡He oído hablar de ese nombre
antes!
Hua Cheng se puso rígido ligeramente.
—Gege, ¿dónde se enteró?
Xie Lian volvió la cabeza: —En mi juventud, cuando estaba
entrenando en el Pabellón Real en XianLe, mi maestro era el
Guoshi de XianLe. Cuando me acogió por primera vez como
discípulo, una vez me contó una historia.
En realidad, no podría considerarse una historia, más como
inculcar algunas imágenes grandiosas y gloriosas de leyendas en
la mente del joven Xie Lian: había una vez un antiguo reino. En
ese reino había un príncipe heredero que era ingeniosamente
talentoso, inteligente e inteligente, experto en artes marciales y
literarias y era un personaje deslumbrante que solo apareció una
vez en la historia. Él amaba a su gente y su gente lo amaba.
Mucho después de su muerte, su gente nunca lo olvidó.
El Guoshi habló soleHume y tiernamente: —Hijo Mío, espero que
te conviertas en una persona como él.
En ese momento, el joven Xie Lian estaba sentado y equilibrado
y dijo sin pensar: —No quiero convertirme en una persona como
él. Quiero convertirme en un dios.
—…
Xie Lian dijo: —Si ese príncipe heredero fue realmente tan
sorprendente como tú dices, ¿cómo es que no se convirtió en un
dios?
—…
Xie Lian continuó: —Si la gente realmente nunca lo olvidó, ¿cómo
es que nunca antes había escuchado a nadie hablar de este
príncipe heredero?
—…
Xie Lian juró que cuando planteó por primera vez esas preguntas,
nunca tuvo la intención de provocar o rebelarse y que realmente
tenía curiosidad, buscando respuestas a su pregunta. Sin
embargo, después de que el Guoshi lo escuchó, su rostro se
volvió bastante oscuro.
¿Por qué podría Xie Lian recitar el Sutra de la ética de un lado a
otro como si no fuera nada? Porque esa noche, el Guoshi le hizo
copiar el Sutra de la Ética cien veces para hacer el bien por su
nombre y cultivar tanto el cuerpo como la mente. Xie Lian
sospechaba profundamente que si no hubiera sido por su estado
honorífico del príncipe heredero, el Guoshi podría haberlo
arrodillado sobre las uñas para copiar las escrituras.
En cualquier caso, después de eso, cada palabra del Sutra de la
Ética se quemó profundamente en el cerebro de Xie Lian. Al
mismo tiempo. Quedaba una pequeña impresión de este Príncipe
Heredero de WuYong.
Xie Lian siempre había disfrutado leyendo, pero nunca había
encontrado ningún registro relacionado con el Reino de WuYong
en ningún pergamino antiguo, por lo que pensó que la historia era
algo que los Guoshi inventaron para educarlo, o tal vez los Guoshi
habían jugado demasiado a las cartas y recordaban incorrecto.
Sin embargo, no sintió la necesidad de revelar su identidad ni la
de copiar el Sutra de la ética por otras cien veces, por lo que no
se molestó en luchar por la verdad y no se lo tomó en serio.
—Su Alteza, parece que este Guoshi de su XianLe tiene bastante
experiencia y sabe mucho —dijo Pei Ming. — ¿Podría preguntarle
qué le pasó?
Después de algunas dudas, Xie Lian respondió: —No lo sé.
Después de que XianLe cayó, no he visto cuántas personas
quedaron después.
Justo entonces, de repente sintió algo apretarse en el tobillo y se
congeló. — ¡¿QUÉ ES…?!
Estaba a punto de pisotear y romper los huesos de lo que sea
que fuera, pero cuando miró hacia abajo, suspiró aliviado.
—Pequeño General Pei, ¿qué hace apareciendo así? Eso estuvo
cerca, casi te arruino la mano.
Esa mano en verdad pertenecía a Pei Su. Toda su persona
estaba tumbada en el suelo, su cara en el barro, sus dos brazos
extendidos, una mano agarrando a Pei Ming y la otra agarrando a
Xie Lian. Los dos se agacharon.
— ¿Qué es lo que quieres decir?
Ban Yue estaba sosteniendo su olla.
—No lo sé. Anteriormente, Pei Su Gege seguía arrastrándose por
todo el suelo y parecía haber descubierto algo importante.
— ¿Oh? Pei —Ming estaba asombrado. — ¿Puedes encontrar
algo incluso en ese estado? Como se esperaba del Pequeño Pei.
Entonces, ¿qué descubriste?
Pei Su aflojó la mano que lo agarraba y señaló en una dirección.
Xie Lian miró hacia la dirección que señalaba y dijo: —Esto es...
El grupo se reunió para examinar.
— ¿Marcas de pezuñas de buey?
Pei Su finalmente levantó la cabeza del lodo y gruñó: —Esto, es...
m- arcas dejados por El Protector de La S- eñora de Lluvia…
—Pei Su Gege, tus comas están por todos lados —comentó Ban
Yue.
Pei Su respondió: —Estoy bien, cierto. La Señora de la Lluvia,
señora, señora…
Estaba atrapado en la palabra señora y ya no podía continuar.
Xie Lian se preguntó: — ¿Podría... haber sido envenenado por la
serpiente de cola de escorpión?
—Su veneno no funciona así... —dijo Ban Yue.
Hua Cheng dijo: —La Señora de la Lluvia ya se había topado con
el hombre vestido de negro en el oeste y libró una batalla.

Capítulo 151: Pánico a izquierda y derecha; Este u Oeste Indeciso (parte tres)

— ¿De Verdad? ¿Cómo puedes saberlo? —Preguntó Xie Lian.


Hua Cheng estaba a punto de hablar cuando Pei Su, cuyo
discurso se interrumpió, extendió su dedo tembloroso y comenzó
a escribir en el suelo. Por un respeto desconocido, el grupo se
reunió para mirarlo y torcidamente, las palabras formación de
batalla se formaron bajo su dedo. Una vez que terminó de escribir,
fue como si hubiera agotado la última parte de su energía, apretó
la mano en un puño y dejó de moverse.
Hua Cheng levantó la cabeza.
—Esto es exactamente. El Corcel de Protección del Maestro de
la Lluvia es un buey negro transformado de la bestia dorada en la
aldaba a las puertas del Salón de Cultivo Real del Reino de YuShi.
Por lo general, cuando caminaba no dejaba rastros, pero una vez
que entra en la batalla, cambiaba de forma. Entonces, esta marca
de casco es diferente a las formas de las marcas normales de
casco; es mucho más grande.
—Señor Rey Fantasma está sorprendentemente bien informado
—comentó Pei Ming.
Hua Cheng señaló las marcas en el suelo y continuó hablando
con Xie Lian: —Gege, mira aquí.
Xie Lian movió su cabeza más cerca.
—Sí, tienes razón... esta marca de casco apareció muy
repentinamente, así que también debía haber sido muy repentina
cuando se encontraron con el enemigo.
—Sí —dijo Hua Cheng—, y esta marca de casco es profunda, por
lo que es obvio que el enemigo no era débil. Ese buey luchó
contra el enemigo aquí con sus cuernos y fue presionado
profundamente en la tierra por más de dos pulgadas.
Los dos simulaban la escena de la pelea que acababa de pasar
y Pei Ming tampoco retrocedió: —Pero al final, ambos lados
terminaron en un empate.
—Así es. —Xie Lian estuvo de acuerdo.
No había rastros de sangre ni dispersaban esencias del mal, por
lo que parecía que, cuando se toparon, se encontraron rápido y
con fuerza, pero una vez que se encontraron con una molestia,
ambos abandonaron la pelea.
Hua Cheng les informó que la criatura en el este había cambiado
de dirección y el grupo continuó hacia el oeste, pero ahora su ritmo
disminuyó. Pronto, un edificio gigante y peculiar apareció a un
lado de la carretera. Mirando desde lejos, era más impresionante
que todas las otras casas de los alrededores y aunque algunos de
sus recintos y aleros se derrumbaron, aún asumía una presencia
de asombro. Xie Lian se detuvo inconscientemente en su paso.
— ¿Qué es este lugar?
Hua Cheng solo lo miró y respondió: —El templo divino de
WuYong.
Pei Ming tenía uno de los brazos de Pei Su enganchado sobre
sus hombros para arrastrarlo.
— ¿Y cómo sabe Hua Chengzhu que es un templo divino?
—Porque está escrito en él —dijo Hua Cheng.
Al escuchar esto, el grupo levantó la vista. En la superficie de la
viga de piedra ante las puertas de este edificio, de hecho había
una fila grabada de personajes gigantes. Aunque desgastado a
través de las edades y había algunas marcas de arañazos
extrañas, pero aún eran considerablemente claras.
Sin embargo, después de un poco de silencio, Xie Lian dijo: —
Ciertamente hay escritura, pero...
¡Pero no podía entender esta escritura en absoluto!
Nunca había imaginado que ni siquiera algo así podría tropezar
con Hua Cheng.
Se volvió hacia Xie Lian.
—La esencia del significado de esa fila de palabras es El Príncipe
Heredero Eminente desciende con la luz para brillar eternamente
en la tierra de WuYong y esas alabanzas sin sentido. Mira Gege,
los últimos dos personajes al final allí, ¿no se parecen a Wu y
Yong?
Cuando escuchó 'Príncipe Heredero Eminente', la expresión de
Xie Lian se movió de manera imperceptible y cuando miró más de
cerca, efectivamente, aunque esa fila de personajes se parecía a
los dibujos de niños, todos los círculos y curvas mezclados con
muchos símbolos extraños, pero las palabras WuYong estaban en
formas y trazos con los que estaba familiarizado, como si fueran
solo escritura derivada.
—Hua Chengzhu realmente puede leer e interpretar la escritura
perdida de un antiguo reino, estoy realmente asombrado —dijo
Pei Ming.
Hua Cheng arqueó una ceja y sonrió falsamente: —Me he
quedado en el monte TongLu durante diez años. Ya se puede
hacer mucho en un mes, si ni siquiera puedo interpretar algunas
palabras después de diez años, entonces, ¿qué estoy haciendo
en esta tierra, ¿verdad?
Ni siquiera los diez principales dioses civiles en los Cielos
Superiores podrían atreverse a proclamar tales palabras y como
dios marcial, ¿qué podría hacer Pei Ming? Así que solo podía
sonreír falsamente.
—Quizás.
Xie Lian respiró hondo.
—Gracias a Dios que San Lang está aquí.
—Tal vez solo pueda traducir algunas palabras toscas de
WuYong —Hua Cheng dijo. —Si nos encontramos con otras más
difíciles, tendré que pedirle a Gege que me ayude a evaluar
juntos.
Xie Lian sudaba: —Um... estoy seguro de que no soy tan bueno
como San Lang en esto. Pero, el dios adorado por WuYong, ¿es
también su príncipe heredero?
Hua Cheng se abrazó a los brazos.
—Creo que sí, sí.
Xie Lian frunció el ceño al pensar: —Si mi maestro conocía al
príncipe heredero de WuYong, entonces también debía saber si
ascendió. Entonces, ¿por qué me dijo que ese príncipe heredero
murió?
—Hay tres posibilidades —dijo Hua Cheng. —Primero, en
realidad no lo sabía; segundo, él está mintiendo; tercero, no
mintió y el príncipe heredero de WuYong realmente murió, pero
no fue una muerte típica.
—Si el Emperador estuviera aquí, entonces quizás podríamos
haberle preguntado si conocía este reino, si conocía a esa
persona —dijo Pei Ming.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Quizás no. El Reino de WuYong
desapareció hace más de dos mil años. En comparación, Jun Wu
es solo un joven. Son de dinastías completamente diferentes.
Jun Wu ascendió alrededor de mil quinientos años atrás y fue un
famoso general de una era en guerra que más tarde se proclamó
rey y se convirtió en un inmortal con éxito después de gobernar
durante algún tiempo. Como el dios marcial número uno que
gobernó durante mil años, sus antecedentes ya estaban
completamente a la vista. En cuanto a las dinastías de las que
habló Hua Cheng, se refería a las dinastías de los cielos.
Actualmente, Jun Wu era el gobernante y cientos de funcionarios
celestiales formaron el Tribunal Superior, formando la dinastía
actual y el gobierno anterior a ellos pertenecía a una dinastía
diferente. Así como los regímenes cambian en el reino de los
mortales, el reino celestial también pasaría por cambios de
dinastía. Aunque el tiempo que llevaría sería muy, muy largo,
pero fundamentalmente son lo mismo. Los nuevos adoradores
reemplazarían a los viejos y los nuevos dioses reemplazarían a
los viejos.
A veces, la decadencia de un dios no era causada por ningún
error que pudiera haber cometido y era desterrado como
resultado, sino porque había aparecido otro dios más poderoso,
sin otra razón que porque las vidas y creencias de las personas
cambiaron gradualmente y ya no se lo necesitaba.
Por ejemplo, un funcionario celestial que controlaba los caballos
debía vivir muy bien porque la gente no podía dejar a sus caballos
y carruajes solos cuando necesitaban transporte. ¿Quién no
querría que sus caballos sean fuertes y saludables, que sus viajes
sean seguros? Por lo tanto, sus donaciones nunca cesarían.
Sin embargo, si un día los mortales descubrieran algo
completamente nuevo que corriera más rápido que los caballos,
entonces, cuando este nuevo invento superase a los caballos, los
adoradores de este funcionario celestial que controlaba los
caballos disminuirían inevitablemente. Tales funcionarios
celestiales que brillan como estrellas fugaces constituyen la
mayoría de los cielos.
Esta forma de declive era la más cruel, porque el proceso no pudo
ser revertido. A menos que ese funcionario celestial saltara de los
cielos y volviera a ser mortal para re-cultivar un nuevo camino,
convertirse en un nuevo dios y ascender, entonces estaría
destinado a ver su propio declive hasta que desapareciera. Sin
embargo, no todos poseían el coraje y la fortuna.
Se decía que los dioses de la dinastía anterior se habían
desvanecido así y algunos también dijeron que fue porque
causaron una gran calamidad, libraron una batalla caótica, por lo
que todos cayeron en desgracia al mismo tiempo. Pero, no se
pudo probar y ya no era importante. Desde entonces, unos siglos
más tarde, nació Jun Wu y creó una nueva dinastía celestial.
Además, justo después de él, un gran número de funcionarios
celestiales de la nueva era ascendieron incesantemente, llenando
los huecos para los fieles y gradualmente formaron el Tribunal
Superior estable de hoy.
Lo que significaba que, a menos que hubiera funcionarios
celestiales mayores que los mil quinientos años de edad de Jun
Wu, no había nadie que pudiera saber cómo el dios adoraba en el
Reino de WuYong fue silenciosamente borrado de todos los
rastros.
El grupo de ellos cruzó el recinto casi derrumbado y entró en el
gran salón oscuro. Xie Lian solo tomó unos pasos para notar que
algo andaba mal.
Había pensado que el gran salón estaba oscuro por dentro
porque el interior no había visto la luz durante años, todas las
ventanas cerradas. Sin embargo, después de mirar alrededor,
cuanto más miraba, más encontraba cosas peculiares. Caminó al
lado de la pared, sus dedos rozando ligeramente y cuando los
llevó ante sus ojos, soltó: —Esto es...
—Negro —dijo Hua Cheng.
¡No era que la luz fuera tenue, era que las paredes de este
inmenso salón divino eran todas negras!
—Hasta donde yo sé, casi todos los templos divinos en el Monte
TongLu son así —dijo Hua Cheng.
Era una vista escalofriante. ¿Por qué las paredes de los templos
divinos estarían pintadas del color tan negro como el infierno?
Solo ver el color lo pone ansioso, entonces, ¿cómo podría alguien
adorar a lo divino con un corazón sincero en este estado?
— ¿Todo así? —Se preguntó Pei Ming. — ¿Podrías estar podrido
de la negligencia?
—Las casas por las que pasamos antes eran negras como esta
—dijo Xie Lian. —Técnicamente, esas casas habrían sido las
mismas en edad.
Mientras hablaba, continuó sintiendo y explorando ligeramente
las paredes de este templo divino. Las paredes no solo eran
escalofriantemente negras, sino que también eran rugosas, como
la cara arruinada de una mujer que estaba cubierta de cicatrices
y también era extremadamente sólida. Algo hizo clic en la mente
de Xie Lian: —Este templo divino fue quemado por el fuego antes.
— ¿Cómo puedes saberlo? —Preguntó Pei Ming.
Xie Lian se dio la vuelta.
—Las paredes de este templo divino deberían haber sido
cubiertas con murales antes, pintadas con una pintura especial,
una capa muy gruesa. Después de que los incendios los hayan
quemado, se volverán negros y las partes se derretirán y
cambiarán de forma. Después de solidificarse, se sentirían
resistentes y duros de esta manera.
—Su Alteza ciertamente sabe mucho, también podría estar
asombrado de ti —dijo Pei Ming.
Xie Lian se frotó la frente y se aclaró ligeramente la garganta.
—Esto... no es nada de lo que deba estar asombrado. Solo lo sé
porque en el pasado, después de que muchos de mis palacios del
príncipe heredero fueron quemados, terminaron así.
—…
Al escuchar esto, la multitud se quedó en silencio. Xie Lian de
repente recordó otra cosa.
— ¡Y esa viga de piedra afuera! Había muchas marcas de
rasguños en esos elogios grabados en la viga de piedra y no
parecía desgastarse y rasgarse con regularidad, por lo que
debieron haber sido personas que lo atacaban con cuchillas.
Pei Ming frunció el ceño.
— ¿Por qué harían eso?
Hua Cheng respondió fríamente: —Porque no están de acuerdo
con las palabras.
—Así es. —Xie Lian dijo: —Es lo mismo que romper una placa
de establecimiento.
Ban Yue se sorprendió un poco.
—Entonces, ¿este templo divino fue incendiado por la gente de
WuYong?
Después de un poco de silencio, Xie Lian estaba a punto de
hablar cuando Pei Ming dijo de repente: — ¿Cuál es el significado
de esto?
Xie Lian giró la cabeza para ver y vio a Pei Ming levantando su
brazo izquierdo, una serpiente con cola de escorpión mordiendo
profundamente su mano izquierda y su cola se balanceaba,
tratando de picarlo. Ban Yue estaba listo para arrodillarse
nuevamente.
—Lo siento, tengo serpientes por todo mi cuerpo…
Xie Lian no sabía si reír o llorar y la sostuvo en alto.
—Ban Yue, no te acostumbres a arrodillarte para disculparte.
General Pei, ¿cómo fue mordido por su serpiente?
Pei Ming levantó la mano, su expresión oscura: — ¿Cómo
debíaría saberlo? Solo la estaba abrazando y se volvió así.
Xie Lian preguntó pacientemente: —Entonces, general Pei, ¿qué
estaba haciendo al pasarle el brazo por los hombros?
—… —Fue entonces cuando Pei Ming pareció darse cuenta y
comenzó a contemplar esta pregunta. Un momento después,
respondió: —Un hábito. En un lugar oscuro y espeluznante como
este, ¿no es normal sostener a las mujeres en tus brazos para
consolarlas y calmar sus temores?
—Lo siento, pero no tenía miedo —dijo Ban Yue.
—… —Xie Lian entendió. Esto no fue más que una tragedia
infligida por el propio Pei Ming, cuyas manos estaban picando
inconscientemente.
Pei Ming finalmente arrancó esa serpiente de cola de escorpión y
su mano izquierda ya estaba muy hinchada: —Dame el antídoto,
rápido.
—Lo siento, todos los helechos ShanYue en mí están agotados
—dijo Ban Yue.
—Está bien. Xie Lian dijo: —General Pei, usted es un funcionario
celestial. La hinchazón disminuirá en un santiamén.
Luego se dio la vuelta y continuó examinando las paredes. De
repente, sus ojos recorrieron un área ennegrecida e
instantáneamente se congeló.
—Todos, vengan a ver. —Llamó—. ¡Todavía hay una cara aquí
en esta pared!
Capítulo 152: Cuatro reyes celestiales escondidos en paredes oscuras

Realmente había una cara. Tal vez fue porque las llamas no
quemaron completamente o quizás la pintura de arriba, después
de fundirse, fluyó hacia abajo, cubrió la imagen y evitó que se
arruinara, pero, de cualquier manera, debajo de la punta del dedo
de Xie Lian había una pequeña mitad de cara humana. Comenzó
a rascar cuidadosamente ese material negro solidificado, y Pei
Ming comentó mientras sostenía su mano izquierda muy
hinchada.

— ¿Su alteza está tan fascinado por un mural cualquiera?

—No es fascinación —respondió Xie Lian. —Pero tengo una idea


atrevida.

—Hay que escucharlo —dijo Pei Ming.

—Ya que hemos obtenido esta rara oportunidad de llegar al Monte


TongLu, aparte de detener al potencial Rey Demonio, ¿quizás
también podamos buscar la fuente de su origen? Por ejemplo,
¿quién los creó y qué tipo de poder está haciendo esto? Quizás
incluso podamos destruirlo de un solo golpe, librar al mundo de
este desastre para siempre y nunca preocuparnos de que nazca
otro Rey Demonio.

—Ese es realmente un pensamiento atrevido. —Pei Ming dijo: —


Pero, si Hua Chengzhu no ha descubierto nada, entonces
probablemente terminemos perdiendo más tiempo en eso. Bajo
las circunstancias actuales, no recomiendo hacerlo.
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —No descubrí nada porque mis
talentos son sosos y mis capacidades son limitadas. Además, en
ese momento yo estaba demasiado ocupado matando. Si Gege
va a tomar la iniciativa en esta investigación, los resultados serán
diferentes.

—No no no. Yo soy el que tiene habilidades limitadas. San Lang


es mucho más capaz que yo —dijo Xie Lian.

—…

Como si no pudiera escuchar más, Pei Ming arrojó a Pei Su hacia


Ban Yue y se giró para irse.

—Creo que voy a salir a tomar un poco de aire fresco.

De este lado, a Xie Lian no le resultó difícil pelar algunos pedazos


de esas negras sustancias endurecidas y parpadeó: —Estas
pueden ser...

¡Esta capa de material negro endurecido, aparentemente


quemado, podría en realidad quitarse en pedazos grandes!

Entre el intercambio de algunas palabras, él ya había despegado


una gran área, revelando un rostro humano del tamaño del puño
de un bebé. Aunque las líneas eran simples, la expresión en la
cara era animada, como si estuviera persiguiendo algo, e incluso
se mostraba pasión en los ojos. Esa capa de material negro
endurecido parecía haberse convertido en una especie de capa
protectora, y los colores de los murales ocultos aún eran
vibrantes, como si acabaran de ser completados recientemente.
Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás.
—San Lang, hagamos esto juntos...

Hua Cheng no se movió, pero en la oscuridad, había un campo


de luz plateada que brillaba. Pronto, cientos de mariposas
plateadas aparecieron silenciosamente, revoloteando, y se
detuvieron en las paredes ennegrecidas. Junto con el aleteo
uniforme de sus alas, Xie Lian escuchó un pequeño sonido de
algo rompiéndose, y como una máscara destrozada,
innumerables grietas pequeñas se arrastraron por las paredes
negras.

Y luego, se desmoronaron.

El material negro y endurecido que cubría las paredes al principio


se había caído, revelando la verdadera imagen detrás:

¡Un mural gigante y colorido!

Xie Lian levantó la cabeza para mirar esta pared y solo pudo sentir
su mente explotando.

Todo el mural estaba visiblemente dividido en cuatro niveles. El


nivel más alto era una luz dorada brillante cubierta con nubes, sin
gente.

En el segundo nivel, solo había un personaje pintado, y era un


apuesto joven vestido de blanco. Una luz dorada fue colocada
alrededor de su persona, esta fue pintada con la misma pintura
que el primer nivel.

En el tercer nivel, había cuatro personajes representados. Cada


una de sus caras, ropas, expresiones y gestos eran diferentes, y
eran la mitad del tamaño que el joven vestido de blanco del
segundo nivel.

El cuarto nivel, que era el nivel más bajo, tenía innumerables


figuras dibujadas, y de nuevo, eran la mitad del tamaño de las del
tercer nivel. Cada una de sus caras era exactamente la misma,
sus expresiones abiertas, cada una llena de pasión, adoración,
éxtasis. La primera cara que Xie Lian había pelado era una de
esas caras situadas en la parte inferior.

Las líneas de todo el mural eran elegantes y perfectamente


elaboradas, y Xie Lian estuvo aturdido durante mucho tiempo
antes de que pudiera hablar: —San Lang, ¿alguna vez… has visto
esto antes?

Hua Cheng dijo lentamente: —He cruzado más de la mitad del


Monte TongLu y he caminado por casi todos los templos divinos
de WuYong, pero puedo jurar que nunca he visto algo como esto
antes.

Xie Lian dijo: —No creo que este mural sea de hace dos mil años.

—No hay forma de que pueda ser. —Hua Cheng dijo: —Mire qué
tan bien se conservan los colores y la condición general en que
se encuentran, digo como máximo cien años. Tal vez, es incluso
más nuevo que eso.

Lo que significaba que este mural fue pintado después.

Xie Lian señaló al nivel más alto.

—Ese nivel debería estar representando los cielos, ya que El


camino de los cielos se encuentra sobre todos los seres sintientes.
Luego señaló al segundo nivel: —Este nivel debe ser el príncipe
heredero de WuYong. Como este templo divino estaba adorando
al Príncipe Heredero de WuYong, el personaje principal de este
mural es naturalmente él, por lo que es la figura más grande en
esta pintura, con el color de la luz que lo rodea siendo el mismo
que el de los cielos. Él también está justo debajo del Camino del
Cielo.

Luego señaló al cuarto nivel: —Las figuras en el nivel más bajo


son las más pequeñas, sus caras son las mismas, por lo que
deben ser las personas de WuYong.

Finalmente, señaló al tercer nivel.

—Pero, ¿quiénes son estos cuatro? Sin importar sus posiciones


o caras, todas están situadas por encima de la gente de WuYong
y por debajo de la del príncipe heredero. Esto significa que su
estado debe ser el mismo. ¿Gobernadores? ¿Vasallos? O…

Hua Cheng caminó unos pasos más cerca y dijo: —Gege mire,
también tienen un brillo de luz espiritual en sus cuerpos.

Efectivamente, lo tenían, es solo que, porque la luz del Príncipe


Heredero de WuYong era demasiado fuerte, en comparación, la
luz espiritual de sus personas prácticamente había sido superada.
Xie Lian se dio cuenta: —Son los oficiales celestiales que el
príncipe heredero nombró después de que ascendiera.

Lo que significaba que eran los mismos personajes que fueron


Feng Xin y Mu Qing una vez.
Xie Lian dio una vuelta por el gran salón y confirmó que solo era
esta pared frente a las puertas lo que tenía secretos ocultos; las
otras tres paredes estaban tan quemadas que no podían ser más
cenicientas.

¿Quién dejó este mural? ¿Para quién fue dejado atrás? ¿Qué tipo
de mensaje estaba siendo comunicado?

Con solo esta pintura, Xie Lian no pudo deducir mucho. Después
de pensar por un momento, se dirigió a Hua Cheng. —Cuando
continuemos en el camino, prestemos más atención a los otros
templos divinos de WuYong. Tengo la sensación de que un mural
como este... no es el único.

Hua Cheng enderezó la cabeza: —Tengo esa misma intención.

Los dos y Ban Yue, que sostenía a Pei Su, abandonaron el templo
divino, y solo entonces Xie Lian recordó al otro miembro: —
¿Dónde está el general Pei?

Pei Ming dijo antes que iba a tomar un poco de aire fresco y salió
primero, y que no regresó después de que se hayan quedado en
el gran salón por un buen rato. Xie Lian llamó unas cuantas veces,
pero no hubo respuesta.

—Espero que no se haya perdido en un momento como este.

Los cuatro miraron alrededor de la pequeña y desolada ciudad, y


como no podían usar la red de comunicación espiritual en el
Monte TongLu, su búsqueda fue infructuosa. Justo cuando Xie
Lian se sentía un poco desesperado, Hua Cheng habló: —Gege
no se preocupe. Tengo una manera.
Extendió una mano y, en su palma, una pequeña mariposa
plateada comenzó a aletear lentamente sus alas, voló alrededor
de Xie Lian y lo rodeó unas cuantas veces. Aunque Xie Lian pensó
que era preciosa, no sabía lo que podía hacer.

—Qué…

Justo en ese momento, de repente escuchó una serie de


dificultosas respiraciones. Poco después, la voz de un hombre
vino del cuerpo de esa mariposa plateada.

Ese hombre dijo: —Nunca pensé que te vería aquí.

Pei Ming!

Xie Lian miró a Hua Cheng. Hua Cheng soltó una risita.

—Ayer, puse una mariposa plateada en todos.

Pei Su arduamente levantó la cabeza.

—... Entonces, puede usa, r esa mariposa plateada, para vigi, lar,
cada movimiento de los otros, sin que ellos se den cue, nta,
¿verdad? Como era de esperar, de la Lluvia Sangrienta que busca
la Flor.

—No hables si no sabes cómo —dijo Hua Cheng.

—…

Xie Lian sostuvo esa pequeña mariposa plateada en su palma y


lo llamó: — ¿General Pei? ¿Dónde está? ¿Quién está delante de
usted?
—Lo siento, Gege —dijo Hua Cheng—, solo puede escuchar, no
hablar.

Xie Lian pensó un momento y dijo: —Suficientemente justo. Si la


voz del oyente también se pudiera transmitir, ¿no sería fácil que
la otra parte lo notara?

Poco después, la frígida voz de otro joven dijo agotada: —Viejo


Pei, una advertencia - es mejor que no digas tonterías ridículas en
este momento. Ten cuidado que podría matarte a golpes.

Al escuchar esa voz, los ojos de Xie Lian se ensancharon un poco.

¡Es la forma masculina de Ling Wen!

— ¡Ya veo! —Exclamó Xie Lian. —Así que el hombre vestido de


negro que ha estado matando todo el tiempo... es Ling Wen en
su forma masculina.

— ¿Es, la Señora Ling Wen, quién se llevó al General Pei? —


Preguntó Pei Su.

—No lo sé. Todavía estoy escuchando. Respondió Xie Lian.

En el otro extremo, Pei Ming dijo: —Noble Jie, por qué la furia.

—Cállate. Ling Wen dijo: —Te dije que no hablaras. No soy yo el


furioso, es otra persona. Te lo digo ahora, no puedo controlar mi
cuerpo actualmente, así que si te destrozo no soy responsable.
—Los dos estamos en este estado en este momento, ni siquiera
podemos mover un músculo, así que, ¿a quién estás asustando?
—Dijo Pei Ming.

Xie Lian levantó la cabeza: —No es Ling Wen quien atrapó al


General Pei. En este momento, los dos están prisioneros en algún
lugar, atados por alguien. —Luego reflexionó: —Incluso puede
suprimir al Brocado Inmortal, ¿quién puede ser?

— ¿Todavía llevas puesto...? —Preguntó Pei Ming.

No lo dijo en voz alta, pero todos sabían a qué se refería.

¡El Brocado Inmortal!

—Ajá. Realmente no le gustas, así que cuida lo que dices.


Respondió Ling Wen.

— ¿Cómo sabrías tú lo que él está pensando? —Pei Ming se


preguntó: —Honestamente, no te puedo creer. ¿Por qué
estúpidamente provocarías este problema? Robar tan
temerariamente al Gran Templo Marcial, romper tu propio tazón
de oro39, y ahora has venido corriendo al Monte TongLu. ¿Qué, él
te dijo que hicieras todo esto?

—Él no me hizo, yo soy el que quiere venir. Ling Wen dijo: —Viejo
Pei, ¡deja de hacer preguntas! Él se está enojando. Puedo
sentirlo.

Pei Ming se calló. Después de un rato, Ling Wen dejó escapar un


leve suspiro, pareciendo que el Brocado Inmortal finalmente se

39
Tazón de oro/acero es una expresión que significa un trabajo estable.
había calmado. Por lo tanto, Ling Wen preguntó: — ¿Y qué pasa
contigo, Viejo Pei? ¿Qué estás haciendo al venir al Monte
TongLu? ¿Y te picó un millón de avispones en tu brazo izquierdo
o qué, viéndote herido de esa forma?

La voz de Pei Ming también se entristeció y se lamentó: —Mala


suerte, es complicado. En pocas palabras, Pequeño Pei no estaba
facilitando las cosas. Se suponía que las cosas no eran tan
patéticas, pero quién sabía que, en el momento en que saliera,
tendría tan mala suerte. ¿Crees que dejaría que alguien me
arrastrara a este lugar infernal si no estuviera herido? Ni siquiera
vi quién era.

— ¿Dirá directamente qué lugar infernal es? —Pensó Xie Lian. —


Una cueva o una casa o algo así, por lo menos así sabría dónde
buscar.

Sin embargo, no era como si no hubiera ninguna pista en


absoluto. El conjuro de Acortamiento de Distancia no se podía
usar en Monte TongLu, por lo que Pei Ming no debe haber ido
muy lejos. Podía escuchar que sus voces eran algo huecas con
débiles ecos, por lo que debían estar en algún lugar que fuera
espacioso. Y Xie Lian podía escuchar débilmente el sonido del
agua.

Ellos no han cruzado ningún río o lago en el camino antes, y no


había un edificio más espacioso que ese templo divino de
WuYong. Por lo tanto, solo había un lugar donde podrían estar…

¡El subterráneo!

Pero, esta pequeña ciudad no era tan pequeña, entonces, ¿dónde


es bajo tierra?
Pei Ming preguntó: — ¿Y qué hay de ti? Escuché que mataste a
más de mil monstruos y demonios, todos están aterrorizados.
Felicidades. Bueno, ya no puedes ser el dios de la literatura
número uno, ¿por qué no cambiar de carrera y unirte a nosotros
los dioses marciales? ¿Qué clase de criatura es esta que te puede
atar aquí?

Ling Wen se rio amargamente: —Yo tampoco lo sé. Peleé


accidentalmente con la Señora de la Lluvia, y luego me mareé, así
que probablemente alguien tuvo la oportunidad de tenderme una
emboscada por detrás. No es necesario preguntar, se mostrará a
sí mismo tarde o temprano. Solo recuerda no exponer tu
identidad.

Justo en ese momento, una tercera voz interrumpió su


conversación: —Pei Ming, Nangong Jie, jodida pareja, no hay
necesidad de hacer girar su rueda de la fortuna. ¡¿Creen que no
sé qué hay debajo de sus pieles falsas?!
Capítulo 153: ¿Por qué no Xu Li, por qué no Jing Wen? (parte uno)

Era la voz de un hombre, pero una muy extraña. A pesar de que


Xie Lian sabía que el otro extremo no podía oírlo, aun así,
inconscientemente bajó la voz: —Alguien está aquí. No sé si le
hará algo al General Pei, tenemos que encontrar dónde están lo
más pronto posible.

Los dos en el otro extremo parecían haber sido aturdidos por el


recién llegado, y pasó un momento antes de que Pei Ming dijera:
— ¿Puedo preguntar quién es mi señor? Ya que has llegado a
este punto, ¿por qué no mostrar tu cara?

—Tú debes ser quien deba responder esa pregunta —dijo esa
voz.

—El rencor debe ser contra ti. —Ling Wen dijo: —Probablemente
otra mujer fantasma que arruinaste.

—Sigue hablando mierda con los ojos bien abiertos, ¿por qué
no...? ¿Qué parte de esta... cosa... parece una fantasma
femenina? Además, no solo me capturó a mí, ¿así que tal vez
tiene rencor contra ti?

—No importa. No demoremos con esto educadamente en un


momento como este, y superemos este obstáculo juntos. —Ling
Wen dijo: —También es posible que tenga rencor contra los dos.
¿Recuerdas a alguien así?

—No. Hay demasiados —dijo Pei Ming.


Ese hombre parecía haberse acercado y su voz se hizo más
fuerte, pero lo extraño era que no se escuchaban pasos, sino una
serie de sonidos extraños. Él dijo: — ¿Pueden los dos ser menos
descarados y dejar de coquetear frente a mí?

Parecía que las palabras que usó y su tono expusieron algo y,


después de un poco de silencio, Ling Wen dijo: — ¿Es... Jing Wen
Zhen Jun?

Esa voz no respondió. Pei Ming también parecía estar un poco


desconcertado.

—Jing Wen Zhen Jun? De ninguna manera. ¿Alguna vez habló


Jing Wen Zhen Jun de manera tan descortés?

Ling Wen dijo: —Él siempre ha sido así. Pone una cara frente a
los demás y otra frente a mí, así que, por supuesto, no lo
reconocerías.

En este extremo, Xie Lian frunció el ceño.

— ¿Jing Wen Zhen Jun?

Parecía tener una leve impresión de este título, pero no estaba


seguro. Sonaba como si fuera un dios de la literatura, pero había
demasiados dioses de la literatura que tenían palabras tales como
literatura, respeto, tranquilidad en sus títulos40. En ese momento,
Pei Su dijo en voz baja: —Jing Wen Zhen Jun es el dios de la
literatura número uno anterior, quien primero nombró a Ling, Wen
Zhen Jun a los cielos.

40
"Wen" es la palabra para "Literatura"; "Jing" es la palabra para "Respeto"; "Jing",
mismo tono, pero diferente con diferente caracter es la palabra para "Quietud".
Al oír esto, Xie Lian finalmente recordó. La primera vez que
ascendió, Ling Wen todavía era un oficial de literatura subalterno
en el Tribunal Superior. El dios de la literatura número uno del
Tribunal Superior no era ella, sino otro dios de la literatura, ¡y ese
dios de la literatura parecía ser este Jing Wen Zhen Jun!

Sin embargo, el dios Jing Wen había declinado hacía mucho


tiempo; no se encontró un solo Templo de Jing Wen dentro de un
radio de ochocientas millas. Xie Lian no pudo evitar preguntarse:
—Así que todos se conocen. Entonces, ¿por qué no podemos
simplemente hablar en paz? ¿Debemos simplemente luchar y
constreñir sin hablar?’.

Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Es porque todos se conocen que
debe haber restricciones primero.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, Jing Wen en el


otro extremo habló de nuevo. Parecía que desde que se reveló su
identidad, debía enfrentar lo que sucedía, así que cambió su tono,
su voz se volvió más educada; solo que, sus palabras aún estaban
incrustadas con agujas. —Nangong, ¿estás contenta de ser la
diosa de la literatura de mayor rango en el Tribunal Superior? ¿Por
qué rompiste tu propio tazón de oro para venir corriendo aquí?

Pei Ming dijo: — ¿Ves? El rencor es contra ti. Me ha atrapado por


ti.

Sin embargo, Jing Wen dijo: —General Pei, no pienses que solo
porque estoy buscando venganza contra Nangong, tú estás libre
de problemas. ¡Esta perra insultó y acosó a los adoradores de mi
Templo de Jing Wen, profanó secretamente mis templos y los
incendió, no creas que no sé quién le prestó todos los oficiales
marciales para ayudarla!

—…

Jing Wen continuó: —Tampoco te rías, Nangong. Y pensar que te


nombré en aquel entonces por simpatía por tu talento. ¿Así es
como me pagas? Eres una ingrata y venenosa perra. ¡He
esperado este día durante demasiado tiempo, demasiado tiempo!

Xie Lian se cubrió la frente con la palma de la mano, pensando


interiormente: — ¡Los Tres Tumores ciertamente están a la altura
de sus nombres, cada uno más desagradable que el otro!

Sin embargo, inesperadamente, Ling Wen solo contestó


planamente: —Jing Wen Zhen Jun, no hay nadie aquí más que
nosotros en este momento y ha dicho lo que quería, así que, ¿por
qué seguir actuando? ¿Realmente me nombró como oficial
adjunta porque simpatiza con el talento? Por qué me designó y
cómo me trató después de nombrarme, puede que otros no lo
sepan, pero estoy segura de que para usted personalmente está
más que claro.

Xie Lian se estaba volviendo más curioso cuanto más escuchaba:


— ¿Qué pasó entre Jing Wen Zhen Jun y Ling Wen? Pequeño
General Pei, ¿conoce la historia detrás de esto?

Pei Su también escuchaba atentamente.

—Lo siento mucho. Todavía no as, cend, ía en ese entonces, así


que no s, é mucho.
Xie Lian lamentablemente pensó que sus oraciones rotas
probablemente nunca se curarían. Al lado, Hua Cheng habló: —
Gege no es necesario preguntar a los demás, solo pregúnteme a
mí.

Xie Lian se sorprendió: —San Lang, ¿también conoces los viejos


escándalos del pasado?

Resultaba que no era solo su imaginación. En lo que respecta a


todas las historias sombrías y los rumores de todos los principales
oficiales celestiales en el Tribunal Superior, Hua Cheng
ciertamente hizo sus investigaciones. Él asintió, y de hecho le dijo
a Xie Lian lo que sabía.

Resulta que Jing Wen y Ling Wen eran dioses de la literatura


nacidos del Reino de XuLi. Jing Wen era mayor que Ling Wen por
muchos siglos, y tenía una base profunda en el Reino de XuLi. Al
principio, los dos nunca se cruzaron.

Sin embargo, hubo un año en que el Reino de XuLi realizó un


festival ceremonial para venerar y adorar a los dioses de la
literatura. Como parte del festival, hubo un pequeño concurso.
Utilizando el Reino de XuLi como el tema, el contenido sin
restricciones, los jóvenes eruditos escribieron un ensayo anónimo
y los colgaron en el templo del dios de la literatura más grande del
reino -- en ese momento, ese templo era el Palacio de Jing Wen.
Los ensayos serían juzgados por la gente y, finalmente, el mejor
sería seleccionado como el ganador para ser comentado.

Dio la casualidad de que Jing Wen Zhen Jun descendió en ese


momento para pasar el rato y, por impulso, pensó que sería
divertido transformarse en la forma de un erudito y unirse al
concurso. Con un fácil movimiento, escribió una alegre y elegante
pieza, cantando alabanzas de la gloria del Reino de XuLi,
confiando en que su ensayo se destacaría entre la multitud.
Imaginó que una vez que se revelaran los resultados del concurso
y él tomara el primer lugar, si revelara su verdadera forma en ese
momento y revelara que el primer lugar era en realidad el clon de
Jing Wen Zhen Jun, seguramente su nombre se transmitiría
hermosamente a generaciones futuras.

Si las cosas realmente salieran así, habría sido un final feliz. Sin
embargo, inesperadamente, sucedió un accidente muy incómodo.

Después de que terminó la ceremonia y se reveló el tablero de


clasificación, el mejor participante no era la Oda a XuLi de Jing
Wen, sino un discurso político crítico llamado No XuLi.

Este giro de los acontecimientos podría haber sido incómodo,


pero para los espectadores, para ellos fue bastante interesante.
Xie Lian preguntó: — ¿San Lang alguna vez ha leído No XuLi?

—Lo he hojeado. —Hua Cheng dijo: —Si Gege quiere leerlo, le


recitaré un resumen en otro momento.

Xie Lian dijo apresuradamente: —No, está bien. Pero, para poder
derrotar al ya ascendido Jing Wen Zhen Jun, me imagino que
debe haber sido muy bien escrito.

Hua Cheng comentó: —No está mal, pero tampoco fue tan
sorprendente. Solo que la situación política en el Reino de XuLi
no era tan buena en ese momento, la gente estaba llena de
quejas, de modo que cuando vieron una pieza así, coincidieron
con su gusto. Además, los ensayos como Oda a XuLi estaban
muy extendidos, por lo que la gente ya estaba cansada de eso. Al
comparar los dos, naturalmente No XuLi ganaría.
Xie Lian asintió levemente: —No hay algo como el número uno en
la literatura, todo es subjetivo. Algo como esto no es realmente
nada, especialmente si el contenido no era el mismo.

—Correcto. —Hua Cheng dijo. —Jing Wen también lo pensó al


principio.

La gente de XuLi buscó en todas partes al autor de No XuLi, pero


por supuesto nadie lo reclamó. ¿Quién se atrevería a afirmar tal
cosa? Los que eran codiciosos para la fama y falsamente se
presentaron como los autores fueron expuestos rápidamente.
Pronto, debido a que los militares se habían enterado de esto, el
festival ceremonial eliminó ese ensayo de primer nivel.

En cuanto a Jing Wen Zhen Jun, aunque no estaba muy contento


con el concurso y lo despreciaba, aún después de unos meses se
había olvidado de todo. Solo que, la tragedia fue que, después de
unos meses, una noticia impactante comenzó a difundirse entre
los dioses de la literatura en el Tribunal Superior: se encontró al
individuo que fue el autor de No XuLi y ganó el rango más alto en
el Festival Ceremonial del Dios de la Literatura de XuLi, y fue
detenido y encerrado en la cárcel. ¡Y este individuo era una joven
mujer que vendía zapatos en las calles!

¡Cómo podría ser esto! ¡Inaceptable!

— ¿U-Una vendedora de zapatos? —Xie Lian estaba asombrado.

—Sí —respondió Hua Cheng. —Eso fue lo que hizo Nangong Jie
cuando era mortal.
No es de extrañar que haya oído a la gente llamar al Palacio de
Ling Wen —Palacio de zapatos desgastados— en voz baja, y no
fue solo una o dos veces. Como Xie Lian no pensó que era
correcto investigar la raíz de esas cosas, nunca se enteró de
dónde venía el término.

Originalmente, no había manera de que alguien conectara —No


XuLi— con una doncella que vendía zapatos. Sin embargo, esa
joven mujer a veces ayudaba a otros a escribir cartas o sonetos
para obtener algún ingreso extra y, un día, uno de los
empleadores descubrió que su escritura era similar a la de ese
ensayo de primer nivel, y la reportó, así fue cómo la atraparon.

Después de enterarse de esta noticia, Jing Wen Zhen Jun


balanceó su pincel e inmediatamente nombró a esa joven llamada
Nangong Jie a los cielos.

Debe saberse que, en ese momento, las señoras oficiales


celestiales ya eran pocas en número. No era que no hubiera
ninguna, pero la mayoría controlaba las flores y las plantas, la
artesanía y el bordado, el canto o el baile u otras habilidades
similares. Incluso cuando se designaba a los oficiales adjuntos,
nadie querría nombrar a una mujer para que sea su oficial adjunto
de la Corte Inferior. Las diosas de la literatura eran aún más raras.
Las mujeres de los palacios de la literatura eran bellezas frías, y
no controlaban nada relacionado con la literatura, sino más que
nada almas apacibles que molían tinta y ponían papeles; no eran
consideradas oficiales celestiales, más bien como objetos para
ser apreciados.

Las acciones de Jing Wen Zhen Jun recibieron alabanzas por


simpatía por el talento entre los dioses de la literatura, y todos
afirmaron que esta pequeña niña tuvo la mejor de las suertes para
poder encontrarse con alguien como Jing Wen Zhen Jun, quien
poseía ojos de sabiduría. No solo escapó del juicio de la prisión,
sino que también pudo escalar hacia los árboles para convertirse
en un fénix, una historia verdaderamente hermosa.

Sin embargo, en este mismo momento, los personajes principales


de este hermoso cuento estaban atacándose entre ellos.

En ese sentido, Jing Wen dijo: —Te consideré altamente y te


utilicé mucho, pero lo hiciste sonar como si tuviera malas
intenciones.

Ling Wen siempre había sido alguien que trataba a los demás con
cortesía, sin que pareciera condescendiente ni burlona, sin
embargo, ahora su voz tenía un aire de burla: —Por favor.
Realmente no hay necesidad de que vayas a decirles a todos lo
bien que me consideras. Si realmente lo hicieras, no me habrías
hecho servir té y agua a todos en el palacio durante tantos años,
limpiar mesas, caminar cientos de millas solo para recoger un
conjunto de guiones de poesía y entregar regalos a otros oficiales
celestiales durante todas las vacaciones.

Xie Lian reflexionó y ese realmente parece haber sido el caso.


Cuando él ascendió por primera vez, cada vez que veía a Ling
Wen, ella siempre estaba haciendo recados. Fue precisamente
porque hizo tantos recados que Xie Lian recordó débilmente a un
personaje como ese. Jin Wen respondió: —Al final del día, estás
molesta porque me negué a promocionarte. ¿Pero por qué no
piensas por qué no te promocioné?

— ¿Por qué? —Ling Wen dijo. —Quiero saber la razón también.


Cuando era mortal, tenía tiempo y ocio para leer y escribir, incluso
cuando estaba encerrada en la cárcel al menos podía reflexionar
con calma contra la pared. Después de ser nombrada, no hubo un
día en que no estuviera trabajando para usted, haciendo recados
y postrándome. Si usted hubiera querido atormentarme, entonces
fue una muy buena idea.

— ¡NANGONG! Jing Wen gritó: — ¿Aún te atreves a negarte a


admitir tus errores incluso ahora?

Ling Wen respondió: — ¿Y qué errores he cometido?

— ¿Estás diciendo que todo es mi culpa? Jing Wen exigió: —Lo


que te hice hacer fue obviamente lo mejor para ti. Si ni siquiera
puedes ocuparte de asuntos tan pequeños, ¿qué derecho tienes
para hacer cosas más importantes? Te estaba dando la
oportunidad de cultivar y entrenar tu mente. ¿Tú eres la incapaz,
pero te atreves a culparme por no promocionarte? Piensas
demasiado bien de ti misma, pero después de todo eres una
mujer, no puedes llegar tan alto. ¡Tienes que admitir esta verdad!

Ling Wen se echó a reír en voz alta, parecía enfurecerse, y su voz


bajó.

— ¡Muy bien! Dijiste que no podía llegar tan alto, entonces,


¿puedo preguntarle si alguna vez la prominencia del Palacio de
Jing Wen en su apogeo alcanzó si quiera las rodillas de mi Palacio
de Ling Wen?

Xie Lian podía oler las viejas marañas de su pasado resentimiento


y la rabia cada vez más densa, y pensó interiormente que no podía
hacer que siguieran hablando. Sin ninguna otra opción, empleó
un método muy brutal.
Con un poderoso puño, golpeó el suelo y, junto con el asombroso
gran boom, al instante se formó un gran cráter con él en el centro.

Hua Cheng comprendió al instante lo que estaba planeando y


gritó: — ¡Gege!

Xie Lian agitó su mano para dispersar el polvo en el aire y tosió


unas cuantas veces.

—Esta es la forma más directa. ¡Me encargaré de este lado! San


Lang, tú y el Pequeño General Pei... ¡acuéstense al costado!

Al principio, había querido que Hua Cheng y Pei Su intentaran en


la otra dirección, pero bajo sus estados actuales, ambos no eran
tan capaces. Como si Hua Cheng fuera a escucharlo y
obedientemente acostase. Escogió la dirección opuesta que Xie
Lian había elegido, convocó a E-Ming y hundió la hoja, perforando
el suelo.

Este golpe y el puño de Xie Lian crearon el mismo efecto. Los dos
se turnaron para producir un gran ruido tras otro, los dos se
alejaron más y más el uno del otro. Después de golpear varias
veces, Xie Lian se detuvo para escuchar, pero Pei Ming y Ling
Wen no parecían tener ninguna reacción, como si no hubieran
escuchado los ruidos estrepitosos que él estaba creando.

En cuanto a Jing Wen, Ling Wen parecía haberlo apuñalado


donde le dolía, y se burló cuando la máscara de cortesía fue
arrancada, volviendo a usar los tonos amargos de cuando los
llamaba una puta pareja.
—Nangong Jie, ¡deja de menear tu cola como una puta que
ganaría delante de mí! Si no fuera por mí designándote en el cielo,
¡quién sabe a cuántos habrías engendrado en la cárcel!

Ahora esas palabras eran extremadamente vulgares y la mano de


Xie Lian casi se resbaló. Incluso Pei Ming no pudo escuchar más.
—Al menos una vez fuiste un dios de la literatura, ¿puedes no
tener tan poca clase?

—Mira, Nangong —acusó Jing Wen. — ¡Mira cómo te protege tu


buen amante! ¿Quién eres, General Pei, para acusarme de falta
de clase?

—En tu mente, ¿quién no es mi amante? —Ling Wen escupió: —


¿Estás buscando una retribución? ¡Hablemos de retribución!

Xie Lian ya había avanzado una gran distancia hasta ese


momento, y una vez más golpeó el suelo. Esta vez, Jing Wen en
el otro extremo de la mariposa plateada se alarmó: — ¡¿Qué es
ese ruido?!

El corazón de Xie Lian saltó, ¡es la dirección correcta!

Pei Ming y Ling Wen también escucharon. Pei Ming dudó: —


¿Alguien comenzó a pelear arriba?

Yendo más fuerte, Xie Lian corrió unos metros y golpeó de nuevo
con estruendo. Pei Ming exclamó: — ¡Está más cerca ahora! ¡Qué
golpe tan poderoso! ¡Vino de arriba!

¡Es aquí!
Xie Lian no lanzó otro puño; sacó a Fang Xin y arrojó la espada
hacia abajo.

El aura de la espada estalló y el suelo retumbó cuando se


derrumbó. Poco después, cayó en una helada cueva subterránea.
Xie Lian oró mentalmente para que no se estrellara con Pei Ming
y Ling Wen, y apartó el polvo del aire mientras se ponía de pie,
girando con la espada en sus manos y gritó: —Jing…

En el momento en que la figura de ese Jing Wen Zhen Jun


apareció en su vista, Xie Lian no pudo evitar abrir los ojos.
Capítulo 154: ¿Por qué no Xu Li, por qué no Jing Wen? (parte dos)

Al ver que había un repentino intruso, Jing Wen se alarmó.

— ¡¿QUIÉN ERES?!

Sin embargo, el que estaba cuestionando a Xie Lian no era en


realidad un hombre, sino una estatua de piedra extremadamente
tosca de un hombre, con el cuerpo desnudo pero envuelto en
telas, algo extraño y al mismo tiempo tonto.

No era de extrañar que no se escuchara ningún ruido de pasos


cuando caminaba, sino un ruido sordo y extraño; no es de extrañar
que, cuando Pei Ming y Ling Wen lo vieron, ambos estaban
aturdidos; y no es de extrañar que Pei Ming dijera que Ling Wen
hablaba mierda con los ojos bien abiertos. Porque, esto no se
parecía en nada a una mujer fantasma de pies a cabeza.

Pei Ming y Ling Wen estaban envueltos por un material en forma


de pergamino, fuertemente atados en las manos de Jing Wen,
incapaces de moverse. Xie Lian finalmente volvió a sí.

— ¿Yo?

Sin embargo, Jing Wen dijo: — ¿Eres el príncipe heredero de


XianLe?

Xie Lian se sorprendió.

— ¿Eh? ¿Realmente me reconoce? Bueno, eso realmente es…


Pero, no era extraño. Cuando Xie Lian ascendió por primera vez,
fue una dura experiencia que removió la tierra. Puede que no
conozca a todos los oficiales celestiales de la Corte Superior, pero
todos los oficisles celestiales de la Corte Superior lo conocen. Al
igual que ahora, no recordaba por completo cómo se veía Jing
Wen, pero Jing Wen aún lo recordaba: —Por supuesto. El viaje
de divinidad de Su Alteza experimentó tales altibajos, ¡sería difícil
no reconocerlo!

Xie Lian se sintió extrañamente conmovido y subconscientemente


respondió: —Me siento honrado, me siento honrado... Pero,
¿cómo se convirtió...?

— ¿Cómo me convertí en esta forma? Jing Wen terminó por él.

Xie Lian se aclaró la garganta suavemente y asintió, sintiendo que


su pregunta era un poco descortés. Sin embargo, Jing Wen
aprovechó esta oportunidad para dispar: — ¡NO ES ESTO
GRACIAS A ESA PERRA DE NANGONG! Después de que el
Palacio de Jing Wen declinó, mis poderes espirituales se volvieron
más y más débiles, y ella agregaría un insulto a la herida,
siguiéndome hasta aquí para intentar y matarme. ¡No tengo otra
opción que poseer esta estatua de piedra para sobrevivir hasta
ahora!

—Comparado con usted, no soy tan mala. Ling Wen dijo: —Usted
personalmente me ordenaría que me quedara en el Palacio de
Jing Wen hasta la medianoche, luego se daría la vuelta y diría que
sin vergüenza me quedé hasta tarde para acosarlo. Las palabras
asesinan sin forma; he sido mucho mejor respondiendo con
violencia flagrante.
Luego, de repente, dio una patada y pisoteó directamente la parte
inferior del cuerpo de Jing Wen. Para Xie Lian, este movimiento
realmente no parecía que fuera poderoso, ya que una estatua de
piedra no era un cuerpo de carne, y, a lo más, tal vez un par de
ropas sobre el cuerpo de Jing Wen se rasgarían. Sin embargo,
inesperadamente, Jing Wen dejó escapar un lamento trágico
como si sus nueces realmente fueran pateadas, y rápidamente
cubrió su mitad inferior del cuerpo.

Sin embargo, fue demasiado tarde. Esa capa de tela blanca


envuelta alrededor de su entrepierna fue lanzada por Ling Wen, y
Xie Lian lo vio rápidamente. Bajo esa tela blanca, no había nada.

Nada significaba que, aunque se trataba de una estatua de piedra


desnuda, en la zona de su entrepierna, lo que se suponía que
estaba allí, no se encontraba.

¡Esta era la estatua de un eunuco!

— ¡Así que es una estatua de esclavos eunucos! —Pensó Xie


Lian.

Este tipo de estatuas de piedra se veían a menudo en las tumbas


de las concubinas, y eran efectos funerarios impregnados de la
esencia del yin; de hecho, una buena opción para la posesión. Sin
embargo, ¡un oficial celestial masculino como Jing Wen, que era
tan mezquino cuando se trataba de perder contra una mujer,
terminando como una estatua de piedra de un esclavo eunuco era
extremadamente irónico!

Ling Wen se echó a reír.


— ¡Y aquí me preguntaba por qué estaba tan ansioso y furioso!
¡Así que esta es la razón! ¿Yo no puedo llegar tan alto? Mírese a
sí mismo, ¿qué tan alto usted puede ir? ¡No puedo esperar para
verlo! Jajajajajaja...

Jing Wen arrancó el resto de la tela que cubría su vergüenza, la


pisoteó, furioso como si se hubiera vuelto loco, agarró el cabello
de Ling Wen y gritó: — ¡CÁLLATE! ¿¿Y CON CUÁNTOS
OFICIALES CELESTIALES TE ACOSTASTE PARA LLEGAR
DÓNDE ESTÁS?? ¡NO ESTÉS TAN ENCANTADA CONTIGO
MISMA! ¡DISCÚLPATE AHORA MISMO!

Un gran bulto de cabello de Ling Wen fue casi arrancado de su


cabeza, pero él soportó el dolor sin pedir piedad, sin importarle
disculparse. Pei Ming comentó con disgusto: — ¿Eres realmente
un dios de la literatura? ¡Tal falta de clase y elegancia, incluso las
musarañas en las calles son mejores que tú!

Xie Lian gritó mentalmente sus quejas, con temor que Jing Wen
los ahorcara a muerte por un capricho, y gritó ¡Hey! Contra lo
que le convenía, alzando la mano.

— ¡Cálmese! ¡Jing Wen Zhen Jun! ¡Realmente no importa si tiene


esa cosa o no! ¡En serio! ¡Es verdad!

Jing Wen tenía a Ling Wen en una mano, la otra cubriendo su


ingle, y gritó: — ¡MENTIRAS! ¿CÓMO NO PUEDE IMPORTAR?
¿POR QUÉ SE DESHACE DEL SUYO Y VE?

Xie Lian dijo con seriedad: — ¡Es verdad! ¡Créame! ¡Aunque!


¡Tengo la cosa! ¡Pero! ¡Es como si no la tuviera! ¡Porque soy eso!
Una vez más se sacrificó a sí mismo, usando a su propia persona
como prueba. Al escuchar esto, Jing Wen parecía haberse
calmado un poco.

— ¡¿Usted qué?!

— ¡Solo, eso! Lo entiende. —Xie Lian dijo: —E incluso si lo tengo,


¡nunca lo uso! Cof, en realidad, ya sean oficiales celestiales
masculinos o femeninos, u... otros oficiales celestiales, tales
cosas son superficiales, no hay necesidad de estar tan
preocupado...

Jing Wen lo interrumpió: —Si no cree que sea importante, ¿por


qué no lo corta para demostrarlo?

Xie Lian: — ¿…?

Jing Wen agregó de inmediato: — ¿No dijo que no hay diferencia?


Hipócrita. Obviamente, usted es reacio a perder la cosa, ¡así que
no use esa mierda para engatusarme! ¡No soy un joven que llorará
y se arrepentirá solo porque me ha dado dos caramelos! Está bien
si no corta el suyo, ¡yo cortaré el de él!

Se refería a Pei Ming. Pei Ming estaba estupefacto.

— ¡¿QUÉ MIERDA?!

Ahora las cosas estaban fuera de control. Aunque había muchos


que querían cortar la cosa del General Pei, Xie Lian no quería que
Jing Wen llegara hasta allí, y dijo apresuradamente: — ¡Jing Wen
Zhen Jun! Aunque está mal que Ling Wen lo intimide después de
que haya declinado, si también la ha acosado a ella, técnicamente
están a la par. ¡No hay necesidad de ser tan extremo! Mientras
hablaba para intentar crear distracciones, liberó secretamente a
RuoYe, y esta se deslizó detrás de Jing Wen como una serpiente.

Sin embargo, Jing Wen respondió: — ¿Incluso? No es tan simple.


Pero ahora que me lo ha recordado, ¡tengo algo que necesito
interrogar a esa perra! - Nangong, ¿tuviste un papel en la caída
del Reino de XuLi?

Jing Wen era el dios de la literatura adorado en el Reino de XuLi,


lo que significaba que XuLi era su base. Si se arruinara el
cimiento, naturalmente sería atacado, incluso sufriría declive. Por
lo tanto, era lógico que Jing Wen sospechara de Ling Wen. Sin
embargo, después de que él formuló la pregunta, Ling Wen
mantuvo sus labios sellados negándose a responder. Jing Wen
gritó: — ¡SOLO DILO! ¿FUISTE TÚ CAUSANDO MIERDA EN LA
OSCURIDAD? ¡SABÍA QUE ERAS TÚ! ¡DEBES HABER SIDO
TÚ, DE OTRA MANERA, ¡EL REINO NO HABRÍA CAIDO TAN
RÁPIDO! ¡TODO ES CULPA TUYA TRAICIONERA PERRA!
¡ESE GENERAL IDIOTA DEBIÓ HABER CAÍDO EN TUS
MANOS!

—Ling Wen ni siquiera ha respondido y usted está respondiendo


sus propias preguntas… —Xie Lian pensó: —Espera, ¿qué?
¿Qué general?

En el otro lado, Ling Wen de repente comenzó a reírse entre


dientes. Si no fue porque Jing Wen poseía la estatua de un
esclavo única y no podía mostrar ninguna expresión, debe haber
estado apretando los dientes desde hace mucho tiempo. — ¿De
qué te ríes?

Ling Wen levantó un poco la cabeza y dijo ligeramente: — ¿Sabes


cuáles son las consecuencias de llamarlo un idiota a la cara?
Jing Wen aún no ha entendido cuando al siguiente momento, el
pergamino atando a Ling Wen se rompió repentinamente, y de
entre los fragmentos, una mano emergió de las mangas negras y
se apoderó de su cabeza.

Jing Wen ni siquiera había tenido la oportunidad de decir una


palabra cuando fue sometido, y en su rostro tosco apareció una
grieta, luego otra, luego otra...

¡En tres sonidos de grietas, todo su cuerpo se rompió en pedazos!

En cuanto a Ling Wen, se liberó de su cautiverio y se quedó donde


estaba, mientras corrientes de humo negro penetraron, una pila
de piedras desmenuzadas yacía a sus pies.

Así que resultó que el —reino antiguo— en las leyendas del


Brocado Inmortal era el Reino de XuLi, y Bai Jing también era una
persona de XuLi. Xie Lian estaba organizando sus pensamientos
cuando escuchó a Pei Ming, quien todavía estaba estrechamente
atado por el pergamino, decir: — ¿Ling Wen? Detente.

Ling Wen se dio la vuelta y caminó hacia él paso a paso. Al


recordar que Ling Wen antes le había dicho a Pei Ming, a él
realmente no le gustas, Xie Lian pensó: —Oh no, ¿lo va a matar?

Ling Wen lo tranquilizó mientras caminaba. —Bai Jing, él ya está


muerto. Es una tontería, no lo escuches.

Sin embargo, no parecía ser muy efectivo, por lo que Ling Wen se
dirigió a Pei Ming.
—Viejo Pei, no tengo forma de detenerlo. Escuchó a Jing Wen
decir que eres mi amante y ha concentrado su mente en matarte.
¡Alteza, ayúdeme!

No hay necesidad de preguntar, Xie Lian ya había blandido su


espada y atravesó el pergamino que ataba a Pei Ming, y Pei Ming
se puso de pie de un salto, los dos saltaron de la cueva
subterránea y volvieron al suelo de arriba una vez más. Al mirar
hacia atrás en la cueva, vieron que Ling Wen había perforado el
lugar donde yacía Pei Ming y los escombros volaron, su fuerza era
considerable, ¡incluso más fuerte que cuando Xie Lian estaba
golpeando para buscarlos antes!

Xie Lian guardó a RuoYe, envolviéndolo en su muñeca, y Pei Ming


también masajeó las torceduras en sus brazos. Después de haber
sido atado durante tanto tiempo, la hinchazón en su brazo
izquierdo de alguna forma había bajado un poco, su bulto ahora
parecía del tamaño de haber sido picado por cincuenta mil
avispones en lugar de un millón.

— ¿Qué es este jodido resentimiento...? —Comenzó, pero antes


de que terminara, ¡Ling Wen ya había aparecido ante él!

Los dos intercambiaron un golpe, y ambos fueron empujados unos


metros hacia atrás. Xie Lian y Pei Ming intercambiaron una
mirada, pensando que las cosas eran demasiado problemáticas,
ambos echaron a correr al mismo tiempo. Xie Lian volvió la
cabeza hacia atrás y gritó mientras corría: — ¡LING WEN!
¿PUEDE USTED TRATAR Y CALMAR AL GENERAL BAI OTRA
VEZ?

Ling Wen estaba justo detrás de ellos.


— ¡TRATÉ! ¡PERO YA NO CREE EN MI!

— ¡DEBE SER PORQUE LE DOLIÓ QUE LE HAYAS MENTIDO!


, Gritó Pei Ming.

—LING WEN! Xie Lian gritó: — ¿PUEDE CAMBIAR DE NUEVO


A TU FORMA DE MUJER? ¡LA FUERZA DE MATAR SERÍA
REDUCIDA EN EL CUERPO DE UNA MUJER!

— ¡NO! , Respondió Ling Wen.

— ¿POR QUÉ NO?

— ¡ÉL NO ME DEJARÁ CAMBIAR! —Respondió Ling Wen.

— ¡Lo entiendo! —Dijo Pei Ming. — ¡El bastardo tiene miedo de


presionar contra el cuerpo de una mujer! ¡Qué débil!

¡RETUMBO! Un techo se estrelló contra ellos, casi aplastando a


Xie Lian y Pei Ming. Ling Wen gritó: — ¡NO LANCÉ ESO! ¡ES TU
CULPA POR INSULTARLO! ¡AHORA ESTÁ AÚN MÁS
MOLESTO, AMBOS ESTÁN EN PELIGRO!

Xie Lian gritó apresuradamente.

— ¡¿HUH?! ¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO? ¡NO HE DICHO


NADA! LING WEN, ¿PUEDE DECIRLE QUE NO ME TOME EN
CUENTA POR FAVOR?

—MEJOR TOMARLO EN CUENTA, ES MÁS FÁCIL CUANDO


HAY MÁS PERSONAS PARA SOPORTAR LA CARGA. Ling
Wen gritó: —SU ALTEZA, ¿DÓNDE ESTÁ EL PEQUEÑO PEI?
¿LA SACERDOTISA PRINCIPAL DE BANYUE? ¿SU FLOR DE
LLUVIA SANGRIENTA?

—No cuente con ellos, se han ido en la otra dirección para


buscarlos a ustedes. —Xie Lian le contestó a gritos: — ¡Ya
corrimos más de diez millas, corramos primero, hablemos más
tarde! Él ya ha absorbido más de mil demonios, ¡no sería prudente
enfrentarlo de frente ahora mismo!

Sin embargo, inesperadamente, justo cuando las palabras


salieron de sus labios, sus pies se iluminaron repentinamente y
todo su cuerpo fue levantado. No era solo él, Pei Ming también, y
cuando miraron atentamente, resultó que los dos fueron
capturados por una gran red y ahora estaban colgando en el aire.

Los problemas parecían haber explotado de la nada, y esa red


parecía estar hecha de un tipo especial de material, incapaz de
ser destrozada con solo las manos. Justo en ese momento, de
todas partes en el bosque, al menos cien o doscientos monstruos
y demonios con colmillos aparecieron saltando, aplaudiendo de
alegría: — ¡¡¡LOS ATRAPAMOS!!!

—JAJAJAJAJAJA ¿CUÁNTOS HASTA AHORA? ¡ESTA


TRAMPA ES TAN BUENA!

—VEAMOS LO QUE ATRAPAMOS ¡CUÁNTAS CABEZAS!

Al parecer, en un momento de pánico descuidado, cayeron en la


trampa de estos pequeños secuaces de bajo nivel. Xie Lian buscó
a Fang Xin sin pensar en cortar la red, pero cuando encontró su
espalda vacía, se dio cuenta de que Fang Xin había caído de su
agarre antes, cuando de repente ellos atacaron. Ling Wen ya los
había perseguido hasta la red, y justo a sus pies estaba Fang Xin.
La multitud de pequeños secuaces todavía no se había dado
cuenta de lo que había ocurrido, y todos estaban muy contentos.
— ¡OTRO!

Ling Wen levantó las manos y se encendieron dos bolas negras


de fuego de fantasma en sus palmas. Levantó la cabeza para
mirar a Xie Lian y Pei Ming.

—Ustedes dos, esto... realmente no es por mi cuenta.

Xie Lian dejó escapar un suspiro.

—Ling Wen, ¿puedo preguntar qué pasaría si esa cosa nos


golpea?

—La última vez que usé fuego de fantasmas así de grande y


golpeé a su alteza Qi Ying, resultó herido, pero no fue tan malo.
Todavía podía saltar y correr.

Parecía que el daño no sería tan grande, por lo que incluso si


fueran golpeados no sería tan malo, así que Xie Lian y Pei Ming
suspiraron de alivio.

—Está bien, está bien…

¡Pero justo cuando dijeron el segundo bien, las dos bolas de fuego
de fantasmas en las manos de Ling Wen repentinamente
explotaron hasta diez veces su tamaño, convirtiéndose en dos
gigantescas coluHumas de llamas ardiendo en el cielo!

Xie Lian: —…

Pei Ming: —…
—Pero, ¿cómo serían las cosas después de ser golpeados por
llamas de este tamaño? es algo que no puedo saber —dijo Ling
Wen.

Pei Ming rugió.

— ¡ESPERA! ¡¡PERO EN SERIO NO SOY TU AMANTE!!

— ¡Yo sé eso! ¡Pero es inútil si somos los únicos que lo sabemos!


—Exclamó Ling Wen.

Esa banda de monstruos y demonios se sorprendió por esas dos


bolas de llamas de fantasma, y rápidamente desenfundaron sus
armas, rodeando con indignación, gritando arrogantemente.

— ¡BASTARDO! ¿CÓMO TE ATREVES A VENIR A ROBAR


NUESTRA PRESA CUANDO TÚ NO ERES NADA?
¡¡¡ATRÁPENLO!!!

Sin embargo, pequeños secuaces patéticos como ellos no


representaban una amenaza para el Brocado Inmortal, y no eran
más que otra ola de alimento fresco para él. Ling Wen inclinó
ligeramente la cabeza, sus pupilas reflejaban la luz vibrante de los
fuegos de fantasma, pareciendo estar listos para recibir a las
nuevas cabezas que estaban dispuestas a sacrificarse a sí
mismas. Justo en ese momento, un salvaje torbellino pasó
volando.

¡En medio de una serie de lamentos aterrorizados, esa


muchedumbre de pequeños secuaces fue arrojada al cielo en un
abrir y cerrar de ojos!
¡En lugar de decir que fueron arrastrados al cielo por el viento, era
más como si hubiera una mano gigante peculiar y sin forma que
los agarró y los llevó al cielo!

El Brocado Inmortal parecía haber sentido algo y se alarmó, y el


ardiente fuego fantasma en las manos de Ling Wen bajaron de
intensidad mientras exploraba el área alrededor. Xie Lian miró
arduamente hacia arriba, pero las densas ramas de los árboles le
bloquearon la vista. Los lamentos de esos demonios también se
detuvieron bruscamente, por lo que no pudo descubrir qué fue
exactamente lo que sucedió anteriormente. Pei Ming también se
alarmó: — ¿Quién ha venido?

Alerta y vigilante por un rato,

Xie Lian dijo de repente: — ¿No huelen eso?

— ¿Qué? —Preguntó Pei Ming.

—El aroma de las flores —respondió Xie Lian.

Pei Ming estaba confundido.

— ¿Hay flores?

Xie Lian cerró los ojos. Un momento después, dijo con convicción:
—Sí. Es el aroma de las flores.

El aroma de las flores era suave, peculiar y fresco. Venía de un


lugar desconocido, con un nombre desconocido. Era
extremadamente ligero; extremadamente suave, débil como si ni
siquiera estuviera allí.
Pei Ming frunció el ceño.

—No huelo las flores, pero definitivamente huelo…

Antes de terminar su oración sintió que algo goteaba en su rostro.


Se limpió con la mano sin pensar y sus pupilas se encogieron.

Era sangre

Un par de gotas también cayeron sobre los fuegos de fantasma


en las manos de Ling Wen, y esas llamas se debilitaron
instantáneamente. Su expresión se alarmó aún más, y levantó la
cabeza. En ese instante…

¡Cayendo de los cielos hubo una tormenta de lluvia de sangre!

Pei Ming estaba colgado más alto que Xie Lian, y el repentino
golpeteo de este diluvio de sangre lo empapó como a una rata
ahogada en sangre, dejando solo un par de ojos que eran blancos
y negros, redondos y abultados. Los fuegos de fantasma en las
manos de Ling Wen se habían extinguido hace tiempo, y
desapareció bajo un árbol para evitar el mismo fin que el
indefenso Pei Ming. En cuanto a Xie Lian, de repente sintió a la
red romperse, su cuerpo cayó y se desplomó. Dio un salto en el
aire mientras caía, y aterrizó de manera firme justo cuando la
lluvia sangrienta estaba a punto de caer sobre él.

No había tiempo para escapar, por lo que Xie Lian levantó la


manga, listo para bloquear todo lo que podía. Sin embargo,
después de la oscuridad, escuchó una suave y baja estruendosa
risa.
De repente, el aire se llenó con la misteriosa y seductora fragancia
de las flores.

Xie Lian levantó un poco la cabeza y miró hacia arriba. No sintió


ninguna gota de lluvia golpeando su cara; En cambio, era algo
suave y gentil que pasaba rozando.

Extendió la mano y lo atrapó. Mirando hacia abajo, lo que voló


silenciosamente en el centro de su palma fue un pequeño pedazo
de pétalo de flor rojo vibrante.

Levantó la vista una vez más, su respiración se detuvo. No podía


creerlo.

¡La lluvia sangrienta que envolvía el cielo se había transformado


en una lluvia de pétalos de flores!

No había necesidad de adivinar quién había venido. Xie Lian


curvó sus dedos y apretó su mano, agarrando el pétalo de flor
cuando el nombre salió de sus labios.

— ¡San Lang!

Se dio la vuelta y vio que Ling Wen había caído silenciosamente


al suelo, y ese joven de risa suave, pelo negro azabache, bata
Sangrienta alto y delgado que estaba allí solo, no podía ser otro
que Hua Cheng.

Las flores cayeron como gotas de sangre; la sangre bailaba como


pétalos en el viento. Esa cara era tan alegre y hermosa como la
primera vez que se encontraron, sus ojos brillantes y vivos.
Envainó lánguidamente esa larga y delgada cimitarra plateada, y
habló con una voz profunda: —Su alteza, he vuelto.
Capítulo 155: Montañas altas, rutas sin fin; caminos angostos bloqueados (parte
uno)

Pisando por el suelo rociado de fragmentos Sangrienta de


exquisito jade, Xie Lian caminó lentamente. Cuando vio que los
hombros de Hua Cheng estaban llenos de un poco de flores rojas,
quiso quitarlas, pero de repente se dio cuenta de que el gesto
sería demasiado íntimo, por lo que controló la tentación y puso
sus brazos detrás de su espalda, sonriendo.

—No sabía que no solo puedes traer lluvia sangrienta, también


puedes hacer un baño de flores. ¡Que divertido!

Hua Cheng también se acercó a él, quitando fácilmente los


pétalos de sus hombros, y también sonrió: —Esto fue algo
espontáneamente inspirado, un truco que se me ocurrió hoy.
Originalmente, debería haber habido la lluvia de sangre habitual,
pero de repente recordé que Gege también estaba presente, ¿y
no me culparía usted si estuviera empapado? Así que me contuve
en el último segundo y lo transformé en flores. Me alegra que lo
haya encontrado divertido.

Sin embargo, aunque Xie Lian no estaba mojado, Pei Ming estaba
completamente empapado. Él gritó mientras colgaba en el aire.

—Disculpen, ustedes dos, déjenme bajar, ¿si?

Unas cuantas mariposas plateadas revolotearon hacia arriba, sus


alas relucían plateadas mientras rasgaban la red, permitiendo que
Pei Ming finalmente se liberara, aterrizando firmemente en el
suelo. Xie Lian miró hacia abajo y vio que en el centro de la
coluHuma vertebral de Ling Wen descansaba una mariposa
plateada.

—San Lang, Ling Wen y el Brocado Inmortal están bien, ¿verdad?

—Están bien. —Hua Cheng dijo: —Sólo los puse a dormir


temporalmente.

Xie Lian se sorprendió: —Este Brocado Inmortal se estaba


volviendo loco, pero te las arreglaste para someterlo tan rápido.

Hua Cheng levantó las cejas.

—Estuvo bien. Por alguna razón, no parecía querer pelear contra


mí.

Xie Lian murmuró y dijo: —Eso es cierto. Antes, cuando te lo


pusiste, tampoco te hizo nada, e incluso se mostró.

Justo en ese momento, Pei Ming se acercó.

—Guarden la conversación para más tarde, ustedes dos. ¿No va


a quitarle a él esa túnica primero?

—Um... ¿eso no sería algo inapropiado? —Dijo Xie Lian.

Pei Ming no parecía pensar en nada de eso.

—Él está en su forma masculina en este momento, así que, ¿por


qué hay de que avergonzarse? —Sus manos se movieron
mientras hablaba, pero justo cuando sus manos alcanzaban el
cuello de Ling Wen, era como algo lo golpeara con fuerza, y su
rostro cambió, tirando de sus brazos hacia atrás, sus manos
cubiertas de sangre. — ¡Esta bata! ¡Muerde!

Solo entonces Hua Cheng dijo perezosamente: —El Brocado


Inmortal dejará ir a Ling Wen, no podrá quitárselo.

Pei Ming miró sus manos ensangrentadas y dijo: —Si algo así
sucede otra vez, ¿mi señor Rey Demonio, por favor, me avisará
antes?

Xie Lian dijo amablemente: —General Pei, no es que él no


quisiera advertirle, sus manos se movieron demasiado rápido.

Hua Cheng se rio.

—Eso es exactamente.

—…

Aunque dañada, la voluntad se mantuvo fuerte. Los tres se


movieron para regresar por donde vinieron y alguien tuvo que
cargar con la forma masculina de Ling Wen, así que Pei Ming
asumió esa responsabilidad sin quejarse.

Pei Su y Ban Yue todavía estaban en el mismo pequeño pueblo


de antes, el grupo se reunió nuevamente cerca del templo divino
de WuYong, y cuando Pei Su los vio regresar, se acercó a
saludarlos: —General, su, alteza, ese mural, en ese, templo, ha
desaparecido.

Pei Ming llevaba a Ling Wen en un brazo mientras que la otra


mano empujaba hacia atrás su cabello empapado de sangre.
— ¿Qué mural?

Al ver que Pei Ming estaba cubierto de un color rojo vino, los ojos
de Ban Yue se agrandaron. Xie Lian le dio a Pei Ming un breve
resumen y regresó al templo con Pei Su para verificar.
Efectivamente, esa pared de antes se había vuelto exactamente
igual a las otras tres paredes quemadas en cenizas, como si ese
mural nunca hubiera existido.

Hua Cheng dejó caer su mano de la pared.

—Ese mural fue creado por magia.

Xie Lian asintió.

—Tal vez, el que lo dejó tuvo preocupaciones y no se atrevió a


dejarlo por mucho tiempo.

Por otro lado, Ban Yue dudó por mucho tiempo, pero al final aún
tuvo el coraje de preguntarle a Pei Ming: — ¿Usted... está bien?

Pei Ming la miró y dijo: — ¿Por qué no le pregunta a sus


serpientes si yo estaría habiéndome mordido así?

Pei Su abrió la boca como para hablar, pero no estaba seguro de


si debía decir algo por el bien de la justicia. Los ojos de Ban Yue
se ensancharon aún más, murmurando mientras intentaba
argumentar: —Pero... una mordida de las serpientes con cola de
escorpión no heriría todo el cuerpo de esta manera…

Pei Ming levantó la mano izquierda que llevaba la marca de


mordida y la agitó frente a ella, demostrando que, efectivamente,
fue mordido. La prueba de hierro era sólida como las montañas, y
Ban Yue solo podía disculparse.

—Lo siento...

Pei Su no pudo mirar más y le dio una palmadita en el hombro.

—N, o te lo tomes en serio. Esto no fue causado por la mordida


de tus, serpientes.

Xie Lian tampoco podía mirar más, hablando con exasperación:


—General Pei, ¿puede no molestar a las pequeñas niñas en un
momento como este?

Sin embargo, esta era la fuente de la vida de Pei Ming. Él usó sus
poderes espirituales para limpiarse de toda la sangre y la mugre,
su rostro brillante y vivo mientras se reía a carcajadas.

— ¿Acaso las niñas pequeñas no son hechas para burlarse?


Además, ¿la Sacerdotisa Principal de Banyue tiene cuántos siglos
ahora? ¡Qué niña pequeña! ¿Teme que ella pueda avergonzarse?

—… Nadie quería hablar más con él.

Aunque las oraciones rotas de Pei Su no se curaron, todavía


podía moverse como de costumbre y asumir la tarea de llevar a
Ling Wen. El grupo cruzó la pequeña ciudad y continuó hasta el
siguiente nivel del Monte TongLu.

Un día después, el grupo llegó a un pequeño valle.

A ambos lados del valle había montañas altas y escarpadas con


acantilados rocosos endurecidos, con un camino de montaña
entre ellos. Solo cuando llegaron a este punto, Ling Wen
finalmente se despertó con mucho sueño.

Aunque despierto, todavía no podía moverse, porque esa


mariposa plateada todavía estaba firmemente apoyada sobre su
espalda. Cuando Ling Wen descubrió que lo llevaban en la
espalda de alguien, su expresión nunca cambió y solo le preguntó
con confusión: —... ¿Por qué hay tanta gente? ¿Cómo es que
están todos aquí? ¿No es este el Monte TongLu?

— ¿Esto es mucho? —Pei Ming respondió: —Déjame decirte que


habrá más después, todavía no has visto a todos. Hay suficientes
de nosotros como para jugar una ronda de cartas.

Xie Lian estuvo totalmente de acuerdo y no pudo evitar sonreír.


Después de una pausa, habló: —Por cierto, Ling Wen, de vuelta
en el santuario Puji, Qi Ying lo persiguió. ¿Dónde está ahora?

Ling Wen respondió: —No sé. Después de entrar al Monte


TongLu, había demasiadas criaturas no humanas moviéndose en
grandes grupos, y su alteza Qi Ying se perdió en la multitud.
Tampoco tengo idea de dónde podría estar él ahora mismo.

Pei Ming suspiró ante Ling Wen: —No puedo creer que no me
hayas dicho que fuiste tú quién arrancó la última línea de vida de
XuLi. Que malo.

Solo entonces Xie Lian recordó que Pei Ming también era del reino
de XuLi. Sin embargo, no parecía que le quedaran sentimientos
por XuLi, ya que solo era un general y no el rey, e incluso fue
saboteado por el gobernante antes de que ascendiera, por lo que
no había rastro de furia o burla en su voz, sino más o menos
simplemente burlándose. Sin embargo, a Xie Lian todavía le
preocupaba que hablar demasiado de XuLi provocara al Brocado
Inmortal, por lo que cambió de tema rápidamente, volviendo la
cabeza para preguntar: —San Lang, siempre he sentido
curiosidad por algo.

Después de entrar en el valle, Hua Cheng había estado


observando de cerca las dos altas montañas.

— ¿Sobre qué?

—El horno del Monte TongLu, ¿qué es exactamente? ¿Realmente


es solo una estufa gigante? —Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng sonrió levemente y le devolvió la mirada: —Por


supuesto que no. Pero es una buena pregunta, Gege. Él levantó
su mano y señaló: —Da la casualidad de que podemos verlo
ahora.

El grupo miró hacia la dirección que estaba señalando, y todos


inconscientemente se detuvieron en sus pasos.

— ¿Eso es... el horno? —Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng se cruzó de brazos.

—Eso es correcto.

Reflejada en sus oscuros ojos negros estaba una gran montaña


desde una distancia extremadamente lejana.

A lo lejos como sentada en el borde del mundo, alta como si


alcanzara los cielos, ubicada condescendientemente entre todos
los picos, pintada en un azul profundo y hundido, la cumbre de las
montañas estaba rodeada por un mar de nubes y vientos
celestiales. Una capa de nieve podría verse débilmente como un
campo de hielo que nunca se derrite.

Hua Cheng dijo tranquilamente: —El horno es un volcán vivo, y el


corazón de todo el Monte TongLu. Cuando nace un nuevo rey
demonio, también es cuando se despierta.

— ¿Una erupción volcánica? —Preguntó Xie Lian.

—Eso es correcto. Hua Cheng respondió: —Entonces, todos los


reyes demonios supremos nacen acompañados de fuegos
ardientes, lava y desastres ruinosos.

Imaginando ese escenario ardiente que hacía que los ojos se


iluminaran de rojo, Xie Lian se perdió en sus pensamientos. Pei
Ming dijo: —Eso está muy lejos. Si continuamos en esta
velocidad, sin contar el asesinato de todos los demonios en la
ruta, va a llevar mucho tiempo.

Xie Lian asintió.

—Es por eso que, históricamente, cada vez que el Monte TongLu
abre sus puertas a la masacre, es como un arduo nacimiento.

Hua Cheng se rio entre dientes.

—La metáfora de Gege es ingeniosa. —Entonces, de repente se


detuvo. —Estamos aquí.

— ¿…? —Xie Lian estaba estupefacto—. ¿Tan rápido?


Hua Cheng explicó: —Estamos aquí, pero no en el horno. Hemos
venido a un templo divino de WuYong.

Efectivamente, delante, en el centro del valle, había un gran


templo-palacio inclinado.

Este fue el segundo templo divino de WuYong que habían


encontrado. Xie Lian casi quiso frotarse los ojos y quedó perplejo:
— ¿Es real ese templo?

No se pudo evitar. De hecho, casi todo el mundo dudaba si ese


templo era real, ya que parecía demasiado brusco.

No debería haber aparecido aquí. ¿Quién había visto alguna vez


un templo o santuario construido en un valle tan estrecho sobre
pequeños caminos de montaña? ¿Qué es esta mierda fengshui?

Incluso si tuviera que construirse aquí sin importar qué, al menos


debería construirse a un lado. ¡Pero, este templo divino de
WuYong justo tenía que de frente ser construido justo en el medio
del camino del valle como un pequeño tirano sin cerebro,
bloqueando descaradamente el camino de la montaña!

Pei Ming bajó la voz: —Donde hay anormalidad, hay maldad,


todos tengan cuidado.

Ling Wen, quien se apoyaba pesadamente en el hombro de Pei


Su, levantó la cabeza con fuerza: —Todos, si no quieren entrar,
pueden saltar y correr a través de los acantilados.

Sin embargo, Xie Lian dijo: —No. Tenemos que entrar. A ver si
hay murales.
—No se preocupe, Gege. —Hua Cheng dijo: —Si quiere entrar y
ver, hágalo. No es gran problema.

Como lo dijo, por alguna razón, todos se relajaron y el grupo se


acercó lentamente. Todo el tiempo que caminaron y hasta que
llegaron a la entrada, no sucedió nada extraño. Cruzando las
puertas del templo y entrando en el gran salón, las paredes dentro
de este templo también estaban en el color ennegrecido por las
secuelas del fuego. Con un ligero rasguño, pequeños pedazos de
fragmentos endurecidos también cayeron al igual que en el templo
anterior.

Xie Lian estaba tenso y alerta al principio, pero como no parecía


haber nada escondido en la oscuridad, se relajó un poco y dijo: —
Hagamos esto.

Poco después, la capa de cenizas de protección en la pared fue


limpiada poco a poco, revelando el mural que había detrás. Xie
Lian y Hua Cheng comenzaron a examinarlo de cerca.

El contenido del mural en este templo divino era completamente


diferente al anterior. Comenzaron a estudiarlo desde el nivel más
alto, la parte superior de la pintura, y un joven vestido de blanco
estaba sentado en posición de equilibrio sobre un futón de jade,
con las cejas ligeramente apuestas. Era ese príncipe heredero de
WuYong. Sus ojos estaban fuertemente cerrados y, a juzgar por
su postura, parecía estar en profunda meditación reflexiva. Sin
embargo, no estaba tranquilo.

Esta alteza, el príncipe heredero, tenía las cejas profundamente


fruncidas, unas gotas de sudor frío parecían gotear de su frente.
Alrededor de él había cuatro personajes con una profunda
expresión de preocupación… eran los cuatro oficiales guardianes
bajo el príncipe heredero del mural anterior. Sus accesorios y
atuendos eran exactamente iguales a los de la pintura anterior.
Continuando mirando hacia abajo, la capa de protección seguía
desmoronándose gradualmente, aún no se había limpiado por
completo, y Xie Lian vio un campo de rojo caótico. Frunció el ceño
ligeramente.

—Eso es raro.

Extendió la mano y tocó ligeramente la pared, desconcertado: —


¿Este mural está mal conservado?

Aunque no podía decir exactamente lo que estaba representando


la pintura, podía ver que esta extensión de líneas y colores era
borrosa y confusa, como si estuviera atrapada en una capa de
niebla, desapareciendo. Pero, este mural fue creado por magia,
entonces, ¿cómo podría deteriorarse como una pintura normal?

Hua Cheng también lo estaba mirando atentamente, frunciendo el


ceño.

—Démosle un minuto más.

Los dos intercambiaron miradas. Una vez que el material negro,


endurecido y quemado fue limpiado completamente, se completó
la pintura, ellos retrocedieron unos pasos y se colocaron hombro
con hombro para mirar. Cuando la totalidad del mural se reflejó en
los ojos de Xie Lian, su respiración se detuvo y sintió que su
cabeza se adormecía.

Se preguntó en voz alta, aturdido.

— ¿Es esto... el infierno?


Capítulo 156: Montañas altas, rutas sin fin; caminos angostos bloqueados (parte
dos)

Hua Cheng dijo sombríamente: —No. Es el reino mortal.

Ciertamente, era el reino mortal, porque representados dentro de


la pintura habían casas apiñadas, bosques densos, multitudes; sin
embargo, todos estaban sumergidos en un vasto e interminable
mar de fuego y lava fluyendo.

Las casas y los árboles estaban en llamas, las llamas quemaban


los cuerpos de las personas y estas gritaban. Esos rostros
retorcidos fueron dibujados de manera tan realista que Xie Lian
casi podía escuchar sus lamentos al lado de sus oídos.

En el centro de la pintura había una montaña roja vibrante como


un horno gigante que relumbraba por el calor, extremadamente
horrible. Los fuegos y la lava eran arrojados desde esta montaña.

—El significado de este mural es... erupción volcánica, ¿la caída


del Reino de WuYong? —Reflexionó Xie Lian.

—Sí, y no —dijo Hua Cheng.

A Xie Lian se le ocurrió que ciertamente no estaba del todo


correcto, porque esto es... un sueño.

Este retrato de tragedia en la parte inferior de la pintura debe ser


una representación del sueño del Príncipe Heredero de WuYong.
El príncipe heredero de WuYong y los cuatro dioses guardianes
estaban rodeados por una luz dorada, lo que significaba que para
ese entonces ya había ascendido. Él estaba en ese momento
siendo atormentado por un sueño, por lo que el contenido de ese
ensueño tenía líneas y colores que eran más falsos en contraste
con los reales.

Algunos oficiales celestiales poseían un enorme poder espiritual,


sus talentos anormalmente increíbles, y cuando veían presagios
minúsculos, ellos podían mirar hacia el futuro en sus sueños. Esto
era lo que llamaban sueños de profecía. ¿Se había hecho realidad
este ensueño de esta alteza el príncipe heredero? ¿Fue así como
cayó el Reino de WuYong?

Pensando por un momento, Xie Lian comentó: —Seguro hay


alguien que quería decirnos algo. La historia en este mural debe
ser la continuación del anterior. Creo que, cuanto más nos
acerquemos al horno, más respuestas recibirán nuestras
preguntas.

En ese momento, Ling Wen estaba mirando por la ventana y dijo:


—Oigan, hay algo que debo preguntar. ¿No todos piensan que es
extraño?

— ¿Qué es extraño? —Preguntó Pei Ming.

—No estoy seguro si recordé mal, pero ¿esos dos acantilados de


montaña han estado tan cerca?

Todos miraron por las ventanas. Efectivamente, antes cuando


entraron, los acantilados de la montaña estaban a unos tres
metros de distancia, pero ahora, estaban demasiado cerca, como
si fueran a aplastarlos en cualquier momento. Xie Lian estaba a
punto de salir a revisar, pero escuchó una serie de extraños
crujidos y chirridos, como la conmoción de la tierra y los árboles,
los ladrillos y las piedras siendo aplastados.

Ahora todos lo habían sentido.

— ¿Que está pasando?

Los ladrillos bajo sus pies temblaban, el techo sobre sus cabezas
también temblaba, una pieza, dos piezas, muchos pedazos de
escombros y polvo estaban cayendo.

— ¿Es un terremoto? —Se preguntó Pei Ming.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, las paredes ya


estaban agrietadas en impactantes arrugas por la presión.

— ¡No es un terremoto! —Exclamó Xie Lian—. Es…

¡Los acantilados de la montaña a cada lado empujaban hacia el


divino templo de WuYong ubicado en su centro!

No había tiempo para explicar. Él gritó: — ¡CORRAN!

No era necesario que les dijera, Pei Ming ya había derribado una
pared y había abierto una salida. El grupo atravesó la pared y
salió, corriendo hacia adelante. Sin embargo, todavía estaban
corriendo dentro del divino templo de WuYong porque este palacio
del templo era largo y profundo, y aparte del gran salón, todavía
había muchas cámaras laterales, cámaras pequeñas, salas de
incienso, salas de entrenamiento, etc. Así, el grupo tuvo que
seguir corriendo y derrumbando muros, derribando puertas. En
momentos como estos, la forma típica en que un dios marcial
hacía las cosas realmente ayudaba. Sin embargo, solo
atravesaron dos pequeñas cámaras antes de que una gigantesca
roca del tamaño de la mitad de un hombre se estrellara contra el
techo, cayendo fuertemente al lado de los pies de Xie Lian.

¡Rocas gigantes caían desde lo alto de los dos acantilados de


montaña a cada lado!

Los ruidos retumbantes eran interminables a medida que más y


más rocas caían del cielo. Las grandes eran como barriles de
agua, las pequeñas eran del tamaño de cabezas, y estas caías
desde lo alto de los cielos, sus poderes asombrosos.
Afortunadamente, había una capa de techo que las bloqueaba,
además las capacidades físicas de todos eran considerables y
podían esquivar a tiempo. Sólo Hua Cheng era el más calmado;
mientras Xie Lian corría y esquivaba, de repente escuchó a Hua
Cheng indicándole.

—Gege ¿quiere venir aquí?

Volvió la cabeza para mirar. Hua Cheng lo seguía de cerca, sus


pasos firmes como si estuviera volando, sosteniendo un paraguas
rojo que sacó de quien sabe dónde, y le estaba sonriendo
brillantemente por debajo del paraguas. ¡Esas rocas cayendo
estaban chocando contra la superficie del paraguas, pero Hua
Cheng sostuvo el asa con una sola mano sin tambalearse!

Xie Lian se cubrió al instante bajo su paraguas.

—Uff, eso estuvo cerca. Gracias a Dios por San Lang.

San Lang sonrió y apoyó el paraguas con mucha consideración a


su lado: —Acérquese más aquí.
A pesar de que no era el momento adecuado, Xie Lian todavía
sentía que su corazón daba un vuelco a pesar de la situación en
que estaba: — ¿Estás cansado de sostener esto? ¿Qué tal si
sostengo el paraguas para ti...?

Los otros huían y esquivaban, corrían locamente y, viendo que los


dos se lo estaban pasando bien, no podían soportarlo y no podían
evitar gritar: — ¡Hey! ¡¿No es eso injusto?!

—Hua Chengzhu, ¿puedo preguntarle si tiene más paraguas de


repuesto?

— ¿Me puedo esconder debajo de ese paraguas también?

Hua Cheng sonrió falsamente.

—No. Y no.

Bajo las objeciones de los demás, Xie Lian también se sentía un


poco avergonzado, y él murmuró: — ¡Oh, esta montaña es
ciertamente extraña!

Y estaba a punto de escabullirse mientras hablaba, pero Hua


Cheng lo detuvo de manera imperceptible, y explicó
tranquilamente.

—Gege tiene razón, esta montaña es ciertamente extraña.


Extraña como los espíritus. Hay tres grandes montañas en el
Monte TongLu, y se llaman Vejez, Enfermedad y Muerte. Aunque
no son diferentes a otras montañas, pueden moverse a voluntad
dentro de los perímetros del Monte TongLu, por lo que algunos
las tomarían como puntos de referencia del Monte TongLu.
Las rocas continuaron cayendo violentamente, pero había paz y
armonía bajo el paraguas. Xie Lian respondió: — ¡Ya veo! Así que
antes, cuando Rong Guang se disfrazó del Demonio de la Espada
Rápida que extingue vidas, ¿la montaña que nos estaba
bloqueando el camino era uno de esos tres espíritus de las
montañas?

Ling Wen estaba saltando de arriba a abajo en la espalda de Pei


Su, pero aún trataba de conversar arduamente: —No es de
extrañar que este templo divino de WuYong haya sido construido
de forma tan extraña en medio del valle. ¡Su ubicación original
probablemente no era tan curiosa, y fueron esos dos espíritus de
montaña los que atacaron por su cuenta!

—Pero Nacimiento, Vejez, Enfermedad, Muerte son un conjunto 41


—dijo Xie Lian—. Ya que hay Vejez, Enfermedad y Muerte,
¿dónde está Nacimiento?

—Lamentablemente, no hay 'Nacimiento'. Al menos, nunca lo he


visto antes —respondió Hua Cheng.

—Lo que significa que no hay oportunidad para la vida aquí,


¿verdad? ¡Qué cruel! , Dijo Xie Lian.

Inmediatamente después, Ban Yue exclamó: — ¡Los acantilados


de montaña aún se están acercando!

Cuando entraron por primera vez en el valle, el sendero de la


montaña tenía aproximadamente un par de kilómetros de ancho,

41
El nacimiento, el envejecimiento, la enfermedad, la muerte son las cuatro causas
del sufrimiento en el budismo.
haciéndose cada vez mientras caminaban. Cuando se acercaron
a las puertas de ese templo de WuYong, el camino no tenía más
de treinta metros de ancho. Y ahora, el espacio entre los dos
acantilados de montaña era menos de diez metros, el edificio y
las paredes se agrietaban y se doblaban por la presión. Dado que
el divino templo de WuYong empleaba vigas de piedra y otros
materiales de construcción sólidos, encajó entre las dos montañas
que simultáneamente se acercaban. Sin embargo, puede que no
dure por más tiempo, y Pei Ming gritó: —Ni hacia adelante ni hacia
atrás se puede atravesar, ¡rompamos el techo y subamos! ¡Esta
lluvia de rocas no es nada, solo hay que romperlas en pedazos!

Sin embargo, Xie Lian exclamó: — ¡No podemos! En este


momento está el templo encajado, si subimos, ¿qué pasaría si los
dos espíritus de las montañas lanzan un intenso golpe o algo así?
¡Nos aplastarán a muerte!

Entre sus intercambios, los dos lados se acercaban aún más


rápido, retumbando y temblando, los espacios en los que están se
habían convertido en menos de seis metros. Bajo tales
circunstancias, Ling Wen todavía estaba inmóvil, y no pudo evitar
gritar.

— ¿A ALGUIEN SE LE PUEDE OCURRIR ALGO RÁPIDO?? NO


QUIERO SER APLASTADO A MUERTE, ¿GRACIAS?

Estaban a punto de ser alcanzados, pero las ideas no ocurren


fácilmente. A medida que el espacio continuaba reduciéndose a
la longitud de una persona, Pei Ming repentinamente dio un fuerte
grito y saltó hacia un lado. Sus brazos empujaron contra la
montaña a la izquierda y sus piernas empujaron contra la derecha,
toda su persona se convirtió en una espiga, encajándose de lado
entre las dos grandes montañas.
—INCLUSO SI SERÉ APLASTADO A MUERTE, NO QUIERO
SER APLASTADO POR ESAS DOS MIERDAS. LAS
SOSTENDRÉ POR AHORA, ¡APÚRENSE Y PIENSEN EN
ALGO!

—…

Todos se sorprendieron por lo que hizo, y Ling Wen arduamente


le dio un pulgar hacia arriba.

—Viejo Pei, ¡pero qué hombre!

Pei Ming apretó los dientes.

— ¡DE NADA!

No había necesidad de explicar la fuerza de un dios marcial; esos


dos acantilados de montaña aún intentaban acercarse más al
centro, pero parecían haber sido detenidos por Pei Ming, y
cayeron en un punto muerto. Sin embargo, este era Pei Ming
ejerciendo todos los poderes espirituales que poseía, y
seguramente no duraría. Mientras Xie Lian giraba rápidamente en
su mente tratando de encontrar una manera de escapar, los dos
espíritus de las montañas estaban lentamente ganando ventaja,
obligando a las rodillas de Pei Ming a doblarse.

Al ver que la situación no iba a favor de ellos, Pei Su gritó: —


¡GEN, ERAL I, RÉ A APOYARLO! Él arrojó a Ling Wen, quien
estaba apoyada sobre sus hombros, a Ban Yue, y también se unió
a las filas de las vigas humanas. Sin embargo, en este momento
no era más que un mortal, entonces, ¿cómo podría usar el poder
espiritual? El Brocado Inmortal en Ling Wen podría haber sido útil,
pero era un gran riesgo, y liberarlo podría ser como agregar aceite
a las llamas, como pisar una serpiente venenosa después de caer
en el nido de una horda de chacales. Por lo tanto, Ban Yue derribó
a Ling Wen y dijo: —Yo también…

Sin embargo, después de todo, tenía el cuerpo de una niña


pequeña, sus extremidades no llegaban a la longitud de dos
hombres adultos y era demasiado corta para ubicarse entre las
paredes, por lo que puso sus palmas sobre la espalda de Pei Su,
transfiriéndole poderes espirituales. Los poderes de los dos
combinados explotaron, sus caras se pusieron rojas y venas
estaban saltando.

En cuanto a Hua Cheng, cuyos poderes eran los más fuertes del
grupo, solo los observaba mientras giraba el paraguas rojo en su
mano, ni un poco preocupado. De repente, Xie Lian golpeó un
puño en su propia palma y gritó: — ¡LO TENGO! ¡LO TENGO,
LO TENGO, LO TENGO! ¡Se me ha ocurrido una idea! —Xie Lian
dijo: —Ya que ir hacia adelante, hacia atrás o hacia arriba no
funcionará, ¡entonces iremos hacia abajo! ¡Cavemos un hoyo y
escondámonos por el momento!

Ling Wen instantáneamente entendió. — ¡Buena idea! ¡Por favor


comience ahora mismo!

Pei Ming dijo mientras apretaba los dientes.

—ENTONCES... ¡POR FAVOR... APÚRESE…!

— ¡Está bien, está bien, está bien! Xie Lian respondió mientras
ya estaba en el suelo con Fang Xin para perforar un pozo, arena
y tierra volando por todo el lugar. Junto a él, Hua Cheng sostenía
el paraguas sobre él, y no solo no estaba ayudando, sino que
incluso lo estaba persuadiendo: —Gege ya no excave más.
Siéntese y descanse.

Nadie pudo soportarlo más y todos gritaron.

— ¡¡¡HUA CHENGZHU!!!

— ¿Hm? ¿Alguien me llamó? —Dijo Hua Cheng.

Ling Wen estaba tirado en el suelo.

—Hua Chengzhu, tanto usted como su alteza también están aquí,


si tienen algún truco o idea, ¿qué tal si contribuye? Ninguno de
nosotros quiere convertirse en relleno entre placas de roca
después de todo.

Y las palabras que nadie se atrevió a decir: si no tienes nada,


¿puedes ir y convertirte en viga humana también?

Aunque Xie Lian estaba ansioso, todavía confiaba instintivamente


en Hua Cheng, por lo que preguntó mientras seguía cavando el
hoyo: —San Lang, ¿tienes alguna forma?

Hua Cheng se rio entre dientes.

—Gege solo necesita esperar, no hay necesidad de que haga


nada, estará bien en un momento.

El fuego ya les estaba quemando las espaldas, y aunque todos


sentían que él debía tener una idea, no podían evitar sentir la
quemadura. Ling Wen estaba a punto de decir más cuando Xie
Lian dijo de repente: — ¿Qué es ese ruido?
En medio del fuerte retumbar de la caída de rocas, otro extraño
ruido se acercó rápidamente. GRK GRK! GRK GRK GRK GRK!
Rápidamente veloz, cada vez más cerca y más cerca. Xie Lian
pensó que este sonido le resultaba familiar como si lo hubiera
escuchado antes en algún lugar, y detuvo su desesperada
excavación.

—Esto... ¿PODRÍA SER?

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, un punto al lado


de sus pies repentinamente se hundió, revelando un agujero
negro que era lo suficientemente grande como para permitir que
dos personas cayeran. Dentro del agujero, la cabeza de una pala
se levantó, reflejando una luz blanco brillante.

¡La sagrada pala del Señor de la tierra!

Esa pala se mostró, pero rápidamente se encogió de nuevo en el


agujero. Hua Cheng habló: —Un poco tarde, pero al menos lo
logró. Vámonos.

Sin otra palabra, Xie Lian recogió a Ling Wen y lo arrojó, luego
Ban Yue y Pei Su, luego Pei Ming. Con la 'viga' en el medio
desaparecida, los dos espíritus de las montañas aumentaron su
velocidad, y en medio de los sonidos de rasguños y temblores,
Hua Cheng rodeó su brazo alrededor de la cintura de Xie Lian y
lo abrazó fuerte.

— ¡Vamos! —Luego con él en sus brazos, saltaron al camino


subterráneo. Xie Lian solo sintió como si se hundiera en la
oscuridad, y poco después, un rugido atronador vino desde arriba.
¡Esas dos grandes montañas finalmente, completamente, se
presionaron juntas!

Si todavía estuvieran sobre el suelo en este momento,


seguramente habrían sido aplastados en tortitas de carne.
Después de estabilizar un poco el espíritu, dos pequeñas bolas
de llamas se encendieron en la oscuridad. Xie Lian miró el camino
subterráneo en el que se encontraban en ese momento, ni ancho
ni estrecho, limpio y ordenado, como se esperaba del camino
excavado por la pala sagrada del Señor de la Tierra. Los otros que
habían caído primero estaban todos tendidos en el suelo,
resoplando. Hua Cheng soltó su cintura, y Xie Lian también dejó
caer el brazo que inconscientemente le había agarrado del
hombro, mirando al hombre vestido de negro que sostenía la pala.

Ese hombre vestido de negro también respiraba con dificultad,


apoyado contra la pala y limpiado con su sudor frío. Xie Lian se
acercó unos pasos, mirándolo de cerca. Este individuo parecía ser
un pulcro buen joven, considerablemente guapo, pero con un
puntaje de siete. Solo que, él no parecía tener mucha
personalidad. Sin duda él debe ser alguien cuya presencia era por
lo general muy débil.

Xie Lian se le acercó y el hombre vestido de negro levantó la vista.

—Su alteza…

Pero antes de terminar, Xie Lian ya había agarrado su muñeca.

— ¿Dónde está el Señor del Viento?

Ese hombre vestido de negro fue sorprendido.


— ¿Eh? Yo... esto no lo sé.

Xie Lian exhaló y dijo soleHumemente: —Mi señor Agua Negra,


¿por qué sigue así? Su venganza no es asunto mío, pero el Señor
de la Tierra una vez compartió una amistad con usted y nunca
había hecho ningún crimen o daño, así que espero que...

En ese momento, Ling Wen interrumpió.

— ¿Agua Negra? Su alteza, ¿por qué cree que es Agua Negra?


Sus caras son diferentes.

Xie Lian miró hacia atrás y respondió dudoso: —Porque está


sosteniendo la pala sagrada del Señor de la Tierra. Además, ¿no
todos sabemos la clave para un buen disfraz? Esta cara es tan
aburrida y llana, no distinguible en absoluto en una multitud, por
lo que debe ser falsa.

El truco para disfrazarse fue discutido antes, y la cara de este


joven vestido de negro ante ellos cumplía perfectamente con el
componente clave de una impecable piel falsa: aburridamente
simple.

Incluso si uno tuviera que mirar su rostro durante dos horas,


después de una buena noche de sueño, su apariencia se olvidaría
por completo al día siguiente, así que, sin duda, esta era una cara
falsa moldeada, ¿no?

—…

Sin embargo, un momento después, ese joven vestido de negro


dijo: —Lo siento, su alteza, pero... realmente me veo así.
—…

Hua Cheng también se acercó y se aclaró ligeramente la


garganta: —Gege esto, realmente no es Agua Negra.

— ¿…?

—Esta es realmente su verdadera apariencia —dijo Hua Cheng.

Así que, ¡esta era un real, naturalmente creado rostro de un civil!

Xie Lian se golpeó la frente con la palma de la mano y, un


momento después, cambió a apretar las manos en una oración,
inclinándose a postrarse para disculparse.

—... lo siento.

Él realmente pensaba las cosas sin mostrar emoción alguna. Él


realmente le dijo al rostro de esta persona que se veía
aburridamente simple, no distinguible en una multitud. ¡No pudo
ser evitado, esta cara realmente era demasiado el modelo para
un disfraz perfecto! Ese joven vestido de negro también se sentía
extremadamente incómodo y él agitó su mano.

—No se preocupe, no es nada, ya estoy acostumbrado...

Ling Wen luego dijo: —Su alteza Yin Yu, gracias a Dios por esta
vez.

Capítulo 157: Montañas altas, rutas sin fin; caminos angostos bloqueados (parte
tres)
Al escuchar la forma en que se refirió a él, Xie Lian parpadeó, y
solo entonces se dio cuenta de que la voz del joven era un poco
familiar, y debería haberla escuchado unas cuantas veces antes,
entonces al momento siguiente, sus ojos se movieron hacia abajo
para mirar la muñeca de ese joven. Aunque su muñeca estaba
cubierta por mangas, Xie Lian estaba seguro de que debajo de
ella se escondía un aro de grillete negro y maldito.

Pei Ming también se puso de pie para verificar dos veces la


identidad del joven vestido de negro.

— ¿Su alteza Yin Yu? ¡Qué sorpresa! No pensé que nos


encontraríamos con usted. Qué está…

Yin Yu se rascó la punta de la nariz con el dedo y le devolvió el


saludo: —Ling Wen Zhen Jun, general Pei, pequeño General Pei.

De repente, una voz sonó: — ¿Yin Yu? ¿Eres ese Yin Yu que fue
completa y miserablemente derrotado por su propio shidi?

Los rostros de los oficiales celestiales se pusieron rígidos, y esa


voz continuó: —Tengo que decir, ¿no es usted un poco
demasiado patético? Dejando a un lado el destierro, no puedo
creer que usted se rindiera así de simple y fuera a convertirse en
un mensajero fantasma. Comparado con ese Quan Yi Zhen, a
usted realmente le fue mal, y pensar que usted es su shixiong...

Esa voz vino de Rong Guang que estaba encerrado dentro de la


olla. Pei Su instantáneamente puso un talismán para callarlo.

A pesar de que, sea bajo Jun Wu o Hua Chengzhu, Yin Yu era un


mensajero y no había diferencia alguna, el estar en el mismo lugar
que los colegas celestiales de muchos años ahora que él se había
convertido en un agente de demonio, era como un policía
convertido en ladrón que fue expuesto por sus viejos camaradas,
y el aire se llenó de incomodidad. Nadie sabía qué decir, por lo
que Yin Yu solo podía darse la vuelta en silencio, y continuó
cavando el agujero con la pala del Señor de la Tierra.

El grupo continuó hacia adelante mientras se cavaba el camino.


Pei Ming aún tenía en mente al hermano de su amigo y le
preguntó: —Dado que Hua Chengzhu logró obtener la pala del
Señor de la Tierra, ¿esto significa que los dos señores se
comunican entre sí? Recuerdo que cuando le pregunté a su alteza
en ese momento, su alteza excusó a mi señor y dijo que este no
era cercano con ese Demonio Agua Negra Xuan, y que
seguramente no sabía su paradero. Si es posible, ¿le avisará al
Demonio Xuan y le pedirá que suelte a Qing Xuan si aún no lo ha
matado?

Sin embargo, Hua Cheng respondió: —Está equivocado. Es cierto


que no conozco el paradero de Agua Negra.

—Entonces, ¿de dónde viene la pala?

—La encontré —dijo Hua Cheng.

—…

Así que tercamente él no iba a admitir nada. ¿Qué hacer? Nadie


podía hacerle nada, y en las circunstancias actuales, todos
dependían de él también, por lo que Pei Ming solo podía resoplar:
—Bueno, está bien. Hua Chengzhu ciertamente tiene buena
suerte para poder encontrar un dispositivo espiritual tan
fácilmente.
Ling Wen, quien estaba siendo llevado en la espalda de Pei Su,
dijo por costumbre: —Esta pala sagrada le pertenece a los
oficiales celestiales de la Corte Superior, ¿Hua Chengzhu la
devolverá... Sin embargo, antes de que terminara, se dio cuenta
de que él ya no era un oficial activo en la Corte Superior y que no
era necesario que él cobrara la deuda en nombre de esta, por lo
que se calló.

Xie Lian se frotó la frente y estaba cuestionándose si debería


preguntar sobre esto en secreto cuando escuchó a Hua Cheng
decir suavemente con una voz que solo él podía escuchar: —
Agua Negra la abandonó. Después de que dejó de disfrazarse
como el Señor de la Tierra, tiró la pala en la Ciudad Fantasma y
huyó. Antes de venir al Monte TongLu, pensé que podría ser útil,
así que envié a alguien para que la agarrara.

—Ya veo. —Xie Lian respondió: —Y yo aquí pensaba que podía


averiguar el paradero del Señor del Viento... esta pala sagrada
es perfecta para tratar con los espíritus de las montañas, San
Lang realmente piensa en todo.

—Es solo porque he ganado experiencia por ser perseguido por


los espíritus de las montañas la última vez, eso es todo —
respondió Hua Cheng.

Xie Lian intentó, a pesar de no querer, imaginar al Hua Cheng que


ingresaba al Monte TongLu por primera vez, embistiendo
obstáculos como un novato. Justo en ese momento, algunas
bolitas de diminuta luz plateada se encendieron de repente, eran
esas mariposas fantasmales que brillaban en la oscuridad,
convirtiéndose en luces guía. Xie Lian asomó una palma debajo
de una pequeña mariposa plateada y miró hacia arriba. — ¿Qué
es este espíritu de montaña? ¿Por qué nos atacan?

—Es difícil decir lo que es —respondió Hua Cheng. —cuando vine


por primera vez, ya habían estado existiendo desde hace mucho
tiempo. Pero, no es que específicamente nos estuvieran
atacando. Intentarán detener a cualquiera que quiera entrar en
Mount TongLu, y si no pueden detenerlos, atacarán.

— ¿Atacando indiscriminadamente? —Xie Lian se preguntó: —Si


lo piensas, su propósito es exactamente el mismo que el nuestro.
La Señora de la Lluvia y su alteza Qi Ying42 están aquí en el Monte
TongLu, espero que no les pase nada.

Yin Yu había estado cavando y diligentemente abriendo el


camino, pero cuando escuchó el nombre de Quan Yi Zhen, su
acción pareció vacilar por un momento. Xie Lian lo notó y lo miró,
recordando que, antes cuando llevaba una máscara, él se había
encontrado a Quan Yi Zhen. Solo que, en ese momento, Yin Yu
había aparentado como si no conociera a Quan Yi Zhen. Si Quan
Yi Zhen hubiera sabido que parado frente a él estaba su shixiong,
¿qué hubiera pasado?

Ling Wen levantó su cabeza con dificultad.

—Su alteza Yin Yu, ¿ha visto su alteza Qi Ying? Ha venido


muchas veces a mi Palacio de Ling Wen para que lo ayude a
buscarlo.

Yin Yu tartamudeó por un segundo.

42
Otra forma de referirse a Quan Yi Zhen.
— ¿E-en serio?

—En serio. —Ling Wen dijo: —Cuando usted descendió por


primera vez, él venía casi una vez al día. Más tarde, nunca hubo
noticias, por lo que venía una vez cada tres días, luego una vez
cada mes. Hasta hace poco, venía al menos una vez al año.
Siempre había sentido que había un malentendido entre ustedes
con respecto al asunto del Brocado Inmortal y quería escuchar su
versión de la historia, para poder explicárselo a los demás. Sin
embargo, nunca hubo señal alguna sobre usted ni ninguna
comunicación.

Yin Yu se calló y solo dejó escapar un suspiro, concentrándose


en cavar con renovado vigor. Él no quiere hablar más de eso,
pensó Xie Lian.

Ling Wen también era un individuo perceptivo y podía notarlo


también, por lo que él tampoco dijo nada más, dejando que Yin
Yu se concentrara en abrir el camino. Transcurrió una
desconocida cantidad de tiempo antes de que Yin Yu dijera: —
Chengzhu, su alteza, ya hemos excavado unas treinta millas.
¿Continuamos?

Esa pala del Señor de la Tierra realizó su magia como los vientos
y avanzó a través del suelo como si estuviera cortando tofu, sin
dejar atrás un solo monte de tierra triturada. Dado que el grupo
corría como si estuviera huyendo, se movieron más rápido que
cuando estaban sobre el suelo, y en un abrir y cerrar de ojos
realmente corrieron treinta millas. Xie Lian notó que Yin Yu
también lo incluyó en la pregunta y estaba confundido,
respondiendo con suavidad: —No es necesario que me pregunte.

—Es lo mismo. —Hua Cheng dijo: — ¿Qué piensa Gege?


Xie Lian se lo pensó: —Como ya casi estábamos fuera del valle
cuando los espíritus de las montañas llegaron a aplastarnos,
treinta millas deberían estar lo suficientemente lejos. El aire
subterráneo no es suficiente, si seguimos bajando por aquí
podríamos marearnos, así que comencemos a cavar hacia arriba.

Yin Yu obedeció: — ¡Sí, señor!

Y cambió instantáneamente de dirección, cavando dirigiéndose


hacia arriba, incluso erigiendo hermosas escaleras de barro
mientras avanzaba.

Este hombre realmente es sobresaliente como asistente; manos


rápidas y competentes, y ni una sola palabra excesiva. Xie Lian
remarcó internamente.

Todos siguieron a Yin Yu, y después de subir diez pasos, Xie Lian
sintió de repente que pisaba algo duro y sobresaliente del suelo.
No era como las rocas y no era como el lodo, así que miró hacia
abajo y se agachó, usando sus manos para raspar el suelo. Un
momento después, sus cejas se fruncieron ligeramente. Hua
Cheng se dio cuenta y exclamó: — ¡Gege no toque! Sin embargo,
ya era demasiado tarde. Cuando Xie Lian se levantó de nuevo, él
ya tenía colgando en cada una de sus manos un cráneo: —Oigan,
una pregunta. ¿Hemos cavado en una fosa común?

Pei Ming también sacó un fémur, suspirando: —Probablemente.


Mire la estructura de este hueso. Debe haber pertenecido a una
mujer exquisitamente bella con piernas largas y delgadas. Tener
sus huesos enterrados aquí, qué lástima.
—Muy desafortunado —dijo Hua Cheng. —Las piernas son
largas, eso es seguro, pero ese es el hueso de un hombre.

Una vez que Pei Ming escuchó que no pertenecía a una mujer,
perdió interés y tiró el fémur. Hua Cheng agregó: —Para decir con
más precisión, son los huesos de un hombre que fue deformado
después de convertirse en un fantasma, por lo que debe haber
veneno de cadáver en él.

Pei Ming abrió sus palmas y, por supuesto, en las áreas donde
sus manos tocaron el hueso ahora rezumaba un aura verde de
cadáver.

— ¿Puedes lograr controlar tus manos? ¿Puedes? —Ling Wen


reprendió.

— Veneno, de cadáver, no hará, daño alguno. El gen, eral es un


oficial celestial, estará bi, en después de, un tiempo —dijo Pei Su.

A decir verdad, ese fémur no solo era delgado, sino que también
era bastante resistente; era robusto y ligero cuando se
balanceaba, por lo que Pei Ming lo recogió de nuevo, envolviendo
la punta de un extremo con un paño para sostenerlo, pareciendo
que planeaba usarlo como arma.

—Su alteza, ¿por qué usted está bien sosteniendo esas dos
cabezas?

Xie Lian dejó suavemente los dos cráneos y mostró sus manos a
los demás. Resulta que sus palmas también estaban irradiando
verde, pero ese verde se estaba desvaneciendo rápidamente.
Xie Lian explicó: —La verdad es que he sido envenenado por
cadáveres muchas veces, al menos ochocientas veces, si es que
no mil, por lo que soy bastante inmune a esto ahora. Este nivel de
veneno todavía es manejable.

Al escuchar esta explicación, todos pensaron que era tonto por


alguna razón y querían reírse. Hua Cheng, sin embargo, no
parecía estar muy contento, se acercó, pisó los cráneos y los hizo
pedazos.

Al principio, Xie Lian se sentía tranquilo, pero después de


escuchar este sonido violento, brutalmente feroz incluso, de los
huesos aplastados, sintió intuitivamente la emoción enojada de
Hua Cheng. Quería preguntar qué estaba pasando, pero de
alguna manera sentía que él mismo parecía ser la causa de esta
molestia, y no se atrevió a preguntar mientras estaba aturdido.

Un momento después, Hua Cheng exigió, con su voz fuera de


tono.

— ¿Qué está tomando tanto tiempo?

La distancia desde el túnel hasta la superficie del suelo no debe


ser más de seis metros, e incluso si la distancia puede ser un poco
más larga ya que estaban cavando en forma de pendiente, aun
así, no debería haber tomado tanto tiempo. Yin Yu también estaba
desconcertado.

—Estoy confundido también... espere, está hecho. ¡La tierra ha


sido removida!
Justo después de la consulta de Hua Cheng, la pala del Señor de
la Tierra excavó a través de la superficie, y Yin Yu despejó un gran
agujero, saltando primero.

— ¿Estamos... afuera?

Los otros salieron. Sin embargo, en el momento en que sus pies


pisaron la superficie del suelo, todos se quedaron perplejos.

— ¿Estamos de vuelta sobre el suelo? Eso no está bien. ¿Qué es


este lugar? —Preguntó Pei Ming.

El lugar a donde han salido definitivamente no era la superficie del


suelo ya que la luz era extremadamente tenue. Ling Wen
comentó: —Dado que aún era un día cuando caminábamos por el
valle, no hay razón para que los cielos se oscurezcan tan rápido.

Algunas mariposas fantasmales salieron volando mientras


brillaban, y dieron vueltas alrededor del área. El grupo finalmente
vio claramente dónde estaban.

Esta era una cueva enormemente grande. Vacía y espaciosa, la


cúpula extremadamente alta y ancha como un cielo nocturno de
tinta negra. A su alrededor había innumerables cuevas pequeñas,
y cada cueva dirigía a diferentes direcciones. Xie Lian se
sorprendió: — ¿Es este lugar hecho por el hombre o hecho
naturalmente?

Hua Cheng se cruzó de brazos y miró: —Hecho naturalmente.

A pesar de que todavía respondía a todas las preguntas de Xie


Lian, Xie Lian aún tenía en mente ese pequeño desacertado
momento anterior. Hua Cheng agregó: —El punto que escogimos
para excavar hacia arriba anteriormente fue justo debajo de esta
montaña. Hemos cavado dentro de esta montaña.

Xie Lian asintió.

—Ya veo. Entonces apresurémonos y encontremos la salida.

Pei Su dijo: —Pero, ¿qué, dirección?

Esa era la pregunta del momento. Aparte de esas pequeñas


cavernas que ninguna persona podía atravesar, todavía había al
menos siete u ocho cavidades que podían permitir el paso de las
personas. Xie Lian abrazó sus brazos y contempló, y Pei Su dijo.

— ¿Sepa, rarnos, en, grupos? Es la forma más rápida.

Xie Lian dejó caer sus brazos.

—No. Separarse es lo peor que se puede hacer en esta situación.


Si hubiera algo escondido en las sombras, entonces sería
demasiado fácil emboscarnos. Prefiero tomarme el tiempo para
encontrar el camino correcto que dividir nuestros poderes.

Pei Ming sostenía esa nueva arma hecha de fémur en su mano,


pareciendo haberse vuelto adicta a balancearla, y habló mientras
la balanceaba.

—Entonces avancemos juntos. Vamos por este camino primero.

Así, el grupo escogió un camino y se movieron juntos. Hua Cheng


y Xie Lian tomaron la delantera en el frente. Después de caminar
en silencio por un tiempo, Xie Lian intentó preguntar y susurró.
— ¿San Lang?

Parecía que Hua Cheng hacía tiempo que había vuelto a la


normalidad y respondió: — ¿Gege tiene preguntas?

Xie Lian sintió que sería incómodo preguntarle si estaba enfadado


antes y respondió informalmente: —No, no es nada. Solo... este
túnel es serpenteante y retorcido como los intestinos, estoy un
poco mareado.

Hua Cheng respondió al instante: —Entonces, ¿quiere tomar un


descanso?

No sonaba como si estuviera bromeando en absoluto.

Xie Lian dijo apresuradamente: —No es necesario, no es


necesario.

Detrás de ellos —Pei Ming dijo: — ¿Escuché correctamente? Su


alteza, ¿se marea al caminar un poco?

—… —Xie Lian también sintió que su repentina respuesta era un


tanto vergonzosa, como si estuviera entablando una conversación
a la fuerza, por lo que fingió no haber escuchado el comentario de
Pei Ming y habló soleHumemente: —Oigan, sigan de cerca, esto
túnel tiene muchas curvas y esquinas, por lo que es fácil que las
cosas sucedan...

Mientras hablaba, volvió la cabeza hacia atrás para mirar y al


instante se detuvo de la sorpresa, agarrando a Hua Cheng para
detenerlo también.

— ¡San Lang!
— ¿Qué sucede? —Preguntó Hua Cheng y se giró para mirar
hacia atrás también, entonces él también frunció el ceño.

¡No había nadie detrás de ellos!

Justo antes de que él hablara, Pei Ming todavía no estaba lejos


de ellos bromeando, pero ahora, esa cueva oscura estaba vacía,
excepto por ellos dos. Hua Cheng se apoderó de inmediato del
hombro de Xie Lian, su voz profunda: —Gege quédese cerca de
mí. No se vayas a ningún lado.

Xie Lian también contuvo el aliento, tenso y alerta.

— ¿Hay algo escondido en esta montaña?

—No —dijo Hua Cheng—, pero es precisamente porque no hay


nada lo que es preocupante.

¡Porque esto significaba que hay algo que podía acercarse bajo
sus radares y secuestrar a todos!
Capítulo 158: Enterrados vivos juntos; no se descansa en paz en la tierra

Xie Lian dijo en voz baja: —... No hay forma de que pueda robar
detrás de nosotros y hacer algo tan importante sin que nos demos
cuenta.

Incluso si Xie Lian no creyera en su propia capacidad de


observación, creía en la de Hua Cheng. Además, para ser
sinceros, cuando se trataba de instintos frente al peligro, confiaba
un poco en sí mismo.

—Volvamos sobre nuestros pasos y veamos —dijo Hua Cheng.

Los dos caminaron lado a lado y regresaron por donde vinieron,


girando y doblando las esquinas y en la cueva por un tiempo antes
de detenerse.

No era que se detuvieran voluntariamente, sino que, por el


contrario, no había más camino por recorrer y se vieron obligados
a detenerse. A pesar de que ese túnel era serpenteante y lleno de
giros, todavía era solo un camino, y ahora, incluso antes de que
llegasen al punto de partida, ¡había un muro de piedra frío y duro
que apareció de la nada!

Los dos nunca vacilaron. Xie Lian se preguntó: — ¿Es esto una
ilusión o es real?

Una mariposa plateada sobrevoló lánguidamente, y golpeó


ligeramente en ese muro de piedra resistente. No había nada
fuera de lugar, pero saltó hacia atrás.
—Es real —dijo Hua Cheng.

Xie Lian asintió.

—Entonces esto es problemático.

Usualmente había dos tipos de muros demoníacos: el primer tipo


hacía que uno viera una ilusión, lo que significa que uno pensaría
que había un muro cuando no lo había, y no era nada más que
una ilusión. Este tipo era fácil de eliminar; solo tócalo o date una
bofetada, vierte un balde de agua fría para despertarte y luego
párate para tocarlo.

El segundo tipo confundía el sentido de la dirección y recuerdos


sobre el camino. Este tipo era un poco más poderoso. Por
ejemplo, en una bifurcación en el camino, cuando pensabas que
habías elegido la izquierda, en realidad, tu mente estaba
confundida y, por el contrario, ibas a la derecha. Y el llamado: Los
giros en círculos del Diablo no eran más que un pequeño truco:
cuando la gente caminaba con sus pies izquierdo y derecho,
naturalmente había una ligera desviación entre los pasos, y
criaturas no humanas confundirían tu mente para ampliar esta
desviación. Por lo tanto, sin saberlo, cuando pensaste que habías
estado caminando en línea recta, en realidad habrías caminado
en un gran círculo, y una vez que hayas hecho una vuelta, estarías
perplejo: ¿Eh? ¿Cómo terminé de nuevo aquí de nuevo?

Sin embargo, para ellos, ambos métodos no eran más que meros
trucos. En cuanto a este frío muro de piedra que tenían delante,
en realidad era el tercer tipo: era real.
Xie Lian estaba pensando si debería golpear brutalmente a través
de esta pared para ver qué había detrás cuando escuchó a Hua
Cheng decir.

—Gege deme su mano.

Xie Lian: — ¿…?

Aunque desconcertado, todavía obedientemente le dio a Hua


Cheng la mano. Hua Cheng tomó su mano con suavidad y la
sostuvo en la palma de su mano, con la otra mano flotando como
si estuviera poniendo algo sobre él.

Xie Lian contuvo la respiración por un momento, y poco después


levantó la mano, curioso.

— ¿Esto es?

En el tercer dedo de su mano izquierda había una cuerda roja muy


delgada, y fue Hua Cheng quien la había atado personalmente.
Este hilo rojo también se extendía, de forma larga e incesante
conectándose con el hilo rojo anudado alrededor del dedo de Hua
Cheng.

Hua Cheng levantó su propia mano y le mostró el diminuto nudo


rojo mariposa que ahora era idéntico en sus dos dedos, sonriendo:
—Ahora estamos unidos.

Al escuchar esto, Xie Lian pudo sentir que su cara calentándose.


Tal vez estaba demasiado cohibido, y se frotó la cara a toda prisa,
asustado de que Hua Cheng notara que su corazón latía más
rápido de lo normal. Él sonrió: — ¿Es esto una especie de
hechizo?
—Mm. —Hua Cheng enderezó su expresión de alguna forma y
dejó caer su mano—. Aunque no nos separaremos
voluntariamente, solo por si acaso. Este hilo no se romperá y no
se acortará. Si el hilo no se rompe, significa que la persona en el
otro extremo está bien. A menos que la persona ya no esté, de lo
contrario, este hilo seguramente conducirá a la otra.

— ¿Qué quieres decir con no esté? —Preguntó Xie Lian.

—Muerto, o disipado —explicó Hua Cheng.

Xie Lian estaba a punto de hablar cuando, de repente, débiles


sonidos de temblores vinieron de la distancia. Escuchó con
tensión y se preguntó: — ¿Alguien está lanzando puños?

Este poder y frecuencia, era como si alguien estuviera lanzando


golpes pesadamente al cuerpo de la montaña. Xie Lian comentó:
—Este poder definitivamente no pertenece a un mortal, debe ser
un dios marcial. ¿Podría ser el General Pei?

—Viene de delante de nosotros —observó Hua Cheng.

Este adelante, naturalmente significaba el camino al cual tenían


la intención de ir, pero tuvieron que regresar porque Pei Ming y
los demás desaparecieron a medio camino. Sin embargo, Pei
Ming y los demás desaparecieron detrás de ellos, así que, ¿cómo
podrían reaparecer de repente? Y si no era Pei Ming, ¿quién
podría ser?

Los dos intercambiaron una mirada y caminaron lado a lado, listos


para revisar las cosas. Sin embargo, a mitad de camino, el sonido
de la perforación de la montaña desapareció repentinamente, sin
poder saber si fue intencional o porque la energía se agotó.

Pero como ya habían llegado tan lejos, ¿por qué volverían? Por
lo tanto, Xie Lian y Hua Cheng continuaron caminando en la
dirección de donde provenía el sonido. Unas cuantas mariposas
plateadas bailaban en la cueva azulada y oscura delante de ellos,
iluminando su camino. De repente, Xie Lian vio de repente algo
extraño en el muro de piedra de un lado.

— ¿Qué es eso? ¿Un hilo rojo?

Desde lejos, realmente no podían decir qué era, pero era


extremadamente extraño, parecía un hilo pero mucho más grueso
y se seguía torciendo, apareciendo más como un gusano rojo y
largo. Xie Lian se acercó fácilmente y lo miró con atención: — ¿No
es esta la serpiente con cola de escorpión de Ban Yue?

Efectivamente, era la mitad inferior de una de las serpientes rojo


vino con cola de escorpión descubierta en el exterior de la pared,
girando y moviendo su cuerpo. Su medio cuerpo superior parecía
estar enterrado en el muro de piedra. Xie Lian se preguntó: — ¿Se
metió en un agujero y no pudo salir?

—Probablemente no —dijo Hua Cheng.

El cuerpo entero de esta serpiente con cola de escorpión estaba


colgado en el aire, y las serpientes no trepaban por las paredes,
entonces, ¿cómo podría haberse deslizado hasta tal altura antes
de meterse en un agujero? Además, había muchos agujeros en
este muro de piedra, así que si debe deslizarse, ¿por qué escoger
uno tan pequeño? Este agujero también era extraño, casi de la
misma forma que el cuerpo de la serpiente, por lo que la atrapó
tan completamente.

Xie Lian había querido agarrar a esa serpiente y sacarla para ver,
pero esa serpiente estaba anormalmente alerta, agitando la cola
con locura, pinchando al azar, casi picando a Xie Lian. Por lo
tanto, Hua Cheng la golpeó, pareciendo que lo hizo muy
casualmente, pero esa serpiente parecía haber sido asustada por
eso y se quedó demasiado aturdida como para moverse. Xie Lian
no sabía si reír o llorar, y estaba a punto de hablar cuando de
repente cerró la boca: — ¿Escuchas eso?

—Lo escucho —dijo Hua Cheng.

Los dos miraron hacia adelante al mismo tiempo.

En la oscuridad, se escuchó una serie de respiraciones bajas, muy


constantes, muy tranquilas.

Las dos mariposas fantasmales se movieron y bailaron una


alrededor de la otra, y revolotearon hacia ese sonido de
respiración, volando más y más alto, la luz plateada también se
elevaba más. Poco a poco, un par de manos se iluminaron.

Eran las manos de una persona. Las manos de un hombre. La


parte posterior de las manos estaba manchada de sangre,
cubierta de heridas, cayendo como la de los muertos. Arriba, la
cabeza desordenada de una persona fue iluminada, y esa cabeza
también estaba inclinada como la de un muerto.

Sin embargo, no había cuerpo inferior.


Es correcto. Esta persona que estaba —colgada— tan alto en el
muro de piedra no tenía un cuerpo inferior. ¡Solo mostraba la
mitad superior del cuerpo como si hubiera crecido directamente
de la pared de piedra!

En el pasado, Xie Lian había visto a algunos nobles y aristócratas


que, cuando habían cazado con éxito una presa rara, le cortaban
la cabeza, la trataban con soluciones químicas para evitar que se
pudriera y la colgaban en las paredes de su residencia. La vista
que tenía ante él ahora le recordaba a las cabezas de tigres,
pavos, lobos y otras bestias semejantes que estaban colgadas
cuidadosamente en esas paredes en fila. Sin embargo, ¡este
hombre claramente todavía respiraba, por lo que todavía estaba
vivo!

Xie Lian dio un paso más cerca.

— ¿Qué es esta criatura? ¿El verdadero cuerpo del espíritu de


montaña?

Sin embargo, no hubo respuesta de la persona a su costado. Xie


Lian de repente sintió que su corazón se enfriaba. Giró la cabeza
y, efectivamente ¡Hua Cheng se había ido!

— ¿¡SAN LANG?! —Exclamó Xie Lian.

Naturalmente, nadie respondió, pero el hombre colgado en la


pared murmuró, como si estuviera hablando en sueños, pero a
punto de despertarse. Sin embargo, en las circunstancias
actuales, Xie Lian no tenía ni un poco de interés en él, y se dio
vuelta en un círculo dos veces parado donde estaba cuando de
repente, recordó el hilo rojo atado alrededor de su dedo y lo
levantó en señal de alegría. Efectivamente, ese hilo rojo todavía
estaba allí, intacto. Así, Xie Lian se relajó un poco, y recogió el
hilo rojo, tirando de él mientras caminaba. Caminó y caminó, y
llegó al final del hilo.

¡El otro extremo de este hilo rojo estaba unido a un muro de


piedra!

Xie Lian no podía creerlo y tiró de este dos veces, pero más hilo
rojo era sacado incesantemente desde el interior del muro de
piedra, lo que le hizo preguntarse si Hua Cheng estaba realmente
dentro de este muro de piedra en este preciso momento.

Cuando pensó que eso podría ser una posibilidad, sin otra
palabra, Xie Lian levantó a Fang Xin y estaba listo para romper
este muro. Sin embargo, inesperadamente, la punta de su espada
ni siquiera tocó el muro de piedra cuando su vista se volvió negra
de repente, y como si el muro de piedra que tenía ante él abriera
una boca gigante, ¡aulló y se tragó a toda su persona!

La oscuridad de su vista no desapareció rápidamente, y cuando


Xie Lian fue tragado, se volvió más y más oscuro. Todo a su
alrededor era arena y barro aplastándolo, extremadamente
sofocante. La arena y el barro también se movían sin cesar, la
sensación era como si lo hubieran tragado en el estómago de un
monstruo gigante, y ese monstruo también se había comido un
montón de otras cosas además de él, moviendo todo su estómago
tratando de digerirlo. También se sentía como si estuviera hundido
en arenas movedizas, incapaz de ejercer poder aunque tuviera la
fuerza, y cuanto más intentaba luchar más profundo se hundía.
Xie Lian quería romper el muro para escapar, pero luego pensó
que tal vez Hua Cheng probablemente estaba aquí, así que, en
lugar de retroceder, se movió hacia adelante, moviendo los brazos
para separar la tierra y la arena mientras tiraba del cordón rojo
para continuar. Justo en ese momento, una mano se extendió
repentinamente desde el frente, agarrando su muñeca sin falla.
Xie Lian estaba alarmado.

— ¡¿QUIÉN?!

En el momento en que abrió la boca, se llenó con una bocanada


de lodo, y la escupió tristemente. En cuanto a esa mano, lo agarró
y jaló, tirando de él hacia los brazos de alguien, una voz familiar
venía de encima de su cabeza.

— ¡Gege soy yo!

Al escuchar esa voz, Xie Lian se relajó completamente, abrazando


a la otra con fuerza y diciendo: —... Gracias a Dios, el hilo rojo no
se rompió. ¡Realmente te encontré!

Hua Cheng también lo abrazó con fuerza, hablando con


convicción: — ¡No se rompió! Yo también lo he encontrado.

Resultaba que, el extraño incidente que les sucedió a los dos fue
el mismo. Xie Lian estaba observando un hombre con medio
cuerpo colgado en lo alto de la pared, y Hua Cheng estaba
vigilando sus alrededores, protegiendo contra cualquier cosa que
pudiera emboscarlos desde las sombras. Sin embargo,
inesperadamente, solo le tomó un abrir y cerrar de ojos a Xie Lian
que estaba de pie junto a él para desaparecer, y hubo un muro de
piedra erigido de la nada en su lugar. Hua Cheng tiró del cordón
rojo, buscando mientras lo seguía, y descubrió que los extremos
estaban unidos a la pared, así que entró directamente a buscar a
Xie Lian.
En verdad, desde el principio solo había una pared extra que los
separaba, pero ambos habían pensado que el otro estaba dentro
de la pared, por lo que ambos entraron al mismo tiempo. Xie Lian
repitió de nuevo, por primera vez mentalmente, que Hua Cheng
realmente pensó en todo. — ¡Gracias a Dios que estamos unidos
por un hilo rojo! De lo contrario, quién sabe si nos encontraríamos.
No es de extrañar que el General Pei y los demás desaparecieran
tan bruscamente, por lo que no fue alguin quien tendió una
emboscada, sino que... fueron tragados por el espíritu de la
montaña.

—Eso es correcto. —Hua Cheng dijo: —No elegimos un buen


lugar y terminamos cavando en el estómago del espíritu de la
montaña.

Xie Lian se aclaró la garganta suavemente.

Es correcto. Actualmente, sin duda, estaban en el estómago de


uno de los tres espíritus de las montañas. En el momento en que
Ying Yu le preguntó a Xie Lian si debía excavar hacia arriba, la
ubicación elegida resultó ser el lugar de descanso de los espíritus
de la montaña, y Xie Lian aceptó alegremente. Su suerte
realmente estaba completamente fuera de este mundo, sin mentir.
La arena y el barro por todos lados estaban reduciendo su
espacio, siendo aplastados más juntos, volviéndose cada vez más
sofocante. Xie Lian sintió que realmente no deberían quedarse en
ese lugar por más tiempo y preguntó: — ¿Cómo salimos ahora?

Hua Cheng respondió: —Fue excavado desde la parte inferior, por


lo que no está muy feliz. Está intentando digerirnos en este
momento, así que es un poco molesto. Pero, tenga la seguridad,
Gege saldremos eventualmente. —Luego bromeó: —Morir
enterrados juntos43 probablemente se sienta así.

Cuando Xie Lian escuchó, estaba un poco sorprendido, pero las


comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba. Cuando notó, lo
reprimió apresuradamente.

—El hombre de medio cuerpo afuera probablemente también fue


tragado por el espíritu de la montaña. El sonido de golpes de la
montaña que escuchamos debió ser él intentando escapar,
golpeando las paredes de piedra. Él y esa serpiente escorpión son
iguales, no fueron tragados por completo y solo fueron devorados
por la mitad. Por eso el efecto era sumamente espeluznante.

—Pero él no es alguien del grupo que vino al Monte TongLu con


nosotros —señaló Hua Cheng.

Xie Lian recordó repentinamente ese cabello desordenado y dijo:


—Espera, sé quién era. ¡Probablemente era Qi Ying!

Hua Cheng pensó un poco antes de que pareciera recordar: —


Oh, el que tiene el pelo rizado.

43
[生 同 衾 , 死 同 穴] “La misma cama en vida; la misma cueva (tumba) en
muerte": este es un verso de "El pabellón propicio del romance", uno de los
cuentos registrados en el libro "Colección de Novelas del Salón del Monte
QuingPing", que es la colección de novelas más antigua de la historia china de
la que se tiene registro. Este verso describe a una pareja casada que está
íntimamente enamorada.
Cuando Hua Cheng dijo "Morir enterrados juntos", estaba citando la segunda mitad de
este versículo que básicamente tiene el mismo mensaje de "ni siquiera la muerte nos
separará".
—Me pregunto si está bien —dijo Xie Lian. — ¿Se desmayó?
Parecía haber perdido el conocimiento antes.

—Está bien, solo está dormido —dijo Hua Cheng.

—…

— ¿Cómo lo sabes? —Preguntó Xie Lian.

—Dejé algunas mariposas plateadas afuera. —Hua Cheng dijo:


—Acabo de enviar una. Mi ojo derecho puede ver la situación
actual de afuera.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, él dijo ¿Hm?


ligeramente, pareciendo haber visto algo extraño.

— ¿Qué ha pasado afuera? Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng no dijo nada, solo inclinó su cabeza ligeramente,


levantando suavemente la barbilla de Xie Lian mientras sus dos
frentes se tocaban. Los ojos de Xie Lian se ensancharon, pero
luego cerró los ojos y luego volvió a abrirlos.

—Esto es... verdaderamente mágico.

Su ojo derecho parecía ver una escena completamente diferente


a la que tenía ante él. Aunque todavía oscuro, todavía podía ver
las siluetas generales de las cosas.

Esta mariposa plateada que vigilaba el mundo exterior parecía


estar escondida detrás de un montón de malezas, y debajo de la
escena, una sombra negra se acercaba lentamente. Xie Lian
susurró: —Alguien ha venido, me pregunto quién es. ¿Dónde se
esconde tu mariposa plateada? ¿Sería descubierta?

—Está en su cabello —dijo Hua Cheng. —La luz está oculta, no


será descubierta.

Esa sombra negra finalmente se acercó lo suficiente y levantó su


cabeza, su cara pálida y blanca.

— ¿Yin Yu? —Dijo Xie Lian.


Capítulo 159: Este jade se resiste a ser un ladrillo desechado (parte uno)

Realmente era Yin Yu.

Esa pala del Señor de la tierra todavía estaba en su mano. Con el


dispositivo divino todavía en su agarre, incluso si era tragado por
un espíritu de montaña, todavía podía cavar rápidamente un
camino para escapar, por lo tanto, no era extraño que apareciera
aquí. Después de todo, los furiosos golpes de Quan Yi Zhen antes
eran considerablemente alarmantes.

Como las imágenes que veía el ojo izquierdo y el derecho eran


diferentes, era bastante incómodo, y Xie Lian parpadeó
ligeramente, lo que le hizo descubrir que incluso con los ojos
cerrados, su ojo derecho aún podía ver la escena en el exterior,
por lo que solo mantuvo sus ojos cerrados. Justo entonces, el
campo de visión repentinamente se estremeció, luego se sacudió
violentamente, oscilando de izquierda a derecha. Parecía que
Quan Yi Zhen finalmente despertó y estaba sacudiendo la cabeza.

Al verlo mirar hacia arriba, Yin Yu reaccionó rápidamente y levantó


su mano para bajar su máscara de demonio para cubrir su rostro.
Sin embargo, Quan Yi Zhen no tenía el tiempo para que le
importara en absoluto desde que se despertó ya que todo su
cuerpo fue violentamente tirado hacia atrás y otra parte se hundió.

¡Ese espíritu de montaña se había tragado otra parte del cuerpo


de Quan Yi Zhen!

Aprovechando el hecho de que sus brazos aún estaban fuera,


Quan Yi Zhen continuó golpeando todo con sus puños mientras
trataba de salir al mismo tiempo. Sin embargo, este espíritu de
montaña probablemente tenía miles de años de antigüedad, sus
poderes perversos inmensos, y abrió su boca para tragar de
nuevo. Quan Yi Zhen se estaba hundiendo más y más
profundamente, hasta que el sonido de los golpes en las paredes
desapareció mientras ambas manos parecieron haber sido
arrastradas hacia la pared de piedra. Justo al mismo tiempo, el
espíritu de montaña parecía haber detenido sus movimientos. Sin
embargo, a Quan Yi Zhen solo le quedaba una cabeza expuesta
en el exterior.

Parecía que solo entonces se dio cuenta de que había alguien


debajo de él y demandó sin pensar: — ¿Quién eres?

Yin Yu no respondió, pero a través de su máscara, se podía ver


la nitidez de sus ojos.

Esos ojos hacían que uno sienta escalofríos. Xie Lian no pudo
evitar pensar: —... ¿Aquellos no se parecen a los ojos que
deseaban una reunión, no?

Quan Yi Zhen continuó hablando sin pensar: — ¿Es esa una pala
en tu mano? Ayúdame a sacarme de esta pared, quiero salir.

Siempre había hablado de esta manera. Ingenuo, directo, sin


miedo y despreocupado de las consecuencias, casi como un niño.
Ni siquiera preguntó quién era el otro antes de hacerlo ayudar,
totalmente inconsciente de si la peculiar figura en las sombras que
apareció en esa circunstancia estaría allí para matarlo. Al
escuchar su demanda, la mano de Yin Yu que sostenía la pala del
Señor de la Tierra se apretó con más fuerza.
Un momento después, con esa pala brillante como la nieve en sus
manos, lentamente se acercó a Quan Yi Zhen. Dando un paso
tras otro, como si fuera un asesino a punto de cometer un grave
delito. Por alguna razón, ver esto suceder hizo que Xie Lian se
pusiera nervioso.

—Espera, ¿por qué parece que quiere arrancar la cabeza de Qi


Ying con la pala?

—Él sin problemas podría —dijo Hua Cheng.

Xie Lian: — ¿…?

Hua Cheng agregó: —Pero, no podemos hacer que mate a Quan


Yi Zhen por el momento. Justo ahora, el espíritu de la montaña
solo puede tragarlo entero, por lo que la digestión no es fácil, pero
si Quan Yi Zhen muere dejando solo un cadáver, entonces sería
mucho más fácil de digerir. Si el espíritu de la montaña devora a
un oficial celestial, sus poderes crecerían exponencialmente, por
lo que sería más problemático para nosotros salir.

Xie Lian rápidamente dijo: —Espera, espera, espera, espera. San


Lang, dejando la fácil digestión a un lado, Yin Yu es tu
subordinado, así que de lo que sabes de él, ¿crees que matará a
Qi Ying? ¿Tienen un profundo rencor entre ellos?

Qi Ying había estado tan determinado en su búsqueda de Yin Yu,


y como eran shixiong y shidi en la misma secta, no había manera
de que él no pudiera ver claramente su carácter, por lo que Xie
Lian pensó que Quan Yi Zhen creía en Yin Yu era alguien digno
de buscar. Y con la personalidad de Quan Yi Zhen, no puede
evitar que alguien quiera matarlo.
Hua Cheng respondió: —No la hay. Pero, a veces, el deseo de
matar a alguien no tendría que provenir de un profundo rencor;
muy bien puede venir de pequeños asuntos. Especialmente
asuntos pequeños que tú mismo no te das cuenta.

— ¿Qué pequeños asuntos? —Preguntó Xie Lian.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, la escena que


vio su ojo derecho había cambiado. Lo que vio no fue la túnica
roja de Hua Cheng y no fue la escena de un hombre frente a una
cabeza en el muro de piedra, sino una calle grande. Xie Lian
estaba a punto de preguntar qué era eso cuando escuchó un ruido
bullicioso procedente del frente.

Había una multitud de cultivadores en el camino, pareciendo estar


rodeando a alguien y gritando furiosamente. Cuando miró más de
cerca, descubrió que entre la multitud había un niño pequeño
agazapado, con la cabeza llena de pelo rizado y la cara cubierta
de sangre.

Para estar rodeado y ser gritado por semejante multitud, si se


tratara de un niño normal, ya estaría aterrorizado y llorando, pero
este niño tenía solo unos diez años, y no solo no estaba asustado,
sino que incluso parecía estar emocionado, sus ojos se movían
rápidamente, sus pequeños puños ansiaban ser probados. En ese
momento, un joven cultivador se abrió paso entre la multitud y se
acercó: —Olvídenlo, dejen de gritar, él ya debería saber que está
equivocado.

Xie Lian suavemente dijo: —Eeh.

Ese joven cultivador tenía ojos brillantes, un rostro radiante y


enérgico, su espalda recta y erguida, era Yin Yu.
Sin embargo, tal vez fue porque esto era cuando Yin Yu estaba
en el apogeo de su juventud, su aire era confiado y audaz, y su
voluntad aún no se había atenuado por el desgaste y el deterioro
del tiempo, pareciendo ser mucho más brillante que la débil
impresión que dejó en la mente de Xie Lian cuando se conocieron,
y cualquiera lo llamaría un joven impresionante. Eran
prácticamente dos personas diferentes. Xie Lian comentó
interiormente: — ¡Él no era tan aburrido en aquel entonces!

Hua Cheng se rio a carcajadas: — ¿Quién no fue joven una vez?

Solo en ese momento, Xie Lian se dio cuenta de que


accidentalmente había expresado lo que pensaba en voz alta: —
¿El ojo derecho de San Lang también puede ver estas cosas?

—No es mi ojo derecho el que puede verlo, es otra cosa la que


puede. Solo la tomo prestado para ver, eso es todo.

—Increíble. Increíble. —Xie Lian estaba asombrado.

—Es fácil. —Hua Cheng dijo: —Si va a elegir un subordinado,


debe hacer una verificación de antecedentes exhaustiva. En esto
todavía soy bueno. Si en el futuro Gege tiene una necesidad y
desea buscar los antecedentes de alguien, venga a buscarme en
cualquier momento.

Justo en ese momento, en la escena que mostraba su ojo


derecho, otro joven discretamente guapo de la edad de Yin Yu dijo
con furia: — ¡Ya debería saber que está equivocado, tonterías!
Míralo, ¿parece que sabe que estaba equivocado? ¡Este mocoso
no sabe nada en absoluto! Nos ocupábamos de nuestros propios
asuntos haciendo nuestro entrenamiento matutino y arruinó la
sesión con sus rocas y barro arrojados al azar, ¡tenemos que
enseñarle una lección!

Yin Yu lo detuvo.

—Olvídalo, Jian Yu. Él ya ha sido golpeado por ti así, estoy seguro


de que no se atreverá a hacerlo la próxima vez. Todos han
desahogado su ira, ¿qué más hay para disciplinar? Si lo
disciplinan más, él va a morir. Miren a este niño vestido así, no
debe haber nadie en casa y nadie que lo discipline. Simplemente
ignórenlo y vuelvan a estar tranquilos.

Jian Yu escupió mientras se daba vuelta.

—Te digo que este mocoso está loco, ¡no es normal! ¡Míralo, tan
feliz cuando la gente lo golpea! ¡Creo que él quiere otra ronda!

Yin Yu los apartó para que se vayan.

— ¡Ah! Tú mismo dijiste que está loco, entonces, ¿por qué


molestarse tanto con él?

Era fácil ver que las palabras de Yin Yu tenían peso entre los de
su secta, y mientras la multitud todavía estaba molesta, igual se
fueron. Yin Yu miró al niño que estaba sentado en el suelo, y se
agachó, pero antes de que abriera la boca, este pequeño niño
recogió un puñado de barro y se lo arrojó a la cara, su expresión
todavía emocionada.

El barro golpeó a Yin Yu directamente en la cara y se quedó sin


habla por un momento. Se limpió a sí mismo y le preguntó: —
Niñito, ¿por qué eres tan travieso? ¿Por qué golpeaste a los
cultivadores de nuestro templo?
Ese niñito se levantó de un salto y golpeó una postura de ataque.

— ¡Ven por mí!

—…

Yin Yu se puso de pie.

—Esta postura de ataque es de nuestra secta, ¿quién te enseñó?

Ese pequeño niño solo insistió: — ¡Ven por mí! Y saltó arriba
hacia abajo donde estaba como un pequeño tonto mono, e incluso
agarró barro y rocas del suelo para lanzarlos a su oponente,
increíblemente preciso su puntería. Yin Yu era mayor que él por
unos pocos años, y teniendo en cuenta su propia posición, no
podía luchar contra un niño, por lo que terminó corriendo mientras
esquivaba los ataques: —Esta postura de lucha también vino de
nuestra secta, ¿subiste los muros y te asomaste para aprender en
secreto todos los días...? ¡Deja de pegarme! ¡DIJE, DEJA DE
PEGARME! ¡NI SIQUIERA TE HE PEGADO! ¡¿REALMENTE TE
GUSTA PELEAR TANTO?!

Sin embargo, inesperadamente, cuando esas palabras salieron,


Quan Yi Zhen se detuvo repentinamente y asintió, frotándose las
manitas sucias y embarradas.

—Me gusta.

En realidad lo dijo tan seriamente, que Xie Lian y Yin Yu estaban


aturdidos.
No había necesidad de decir quién era este niño. Xie Lian estaba
asombrado.

—Qi Ying realmente es un fanático de los artes marciales. Nació


para ser un dios marcial.

Aunque en ese momento, todos los demás pensaban que Quan


Yi Zhen era un niño loco, Xie Lian sintió que podía entenderlo.

Ya que primero debe haber —fanatismo— hacia algo antes de


que uno pueda alcanzar un estado de —dios.

Cuando se trataba de este punto, para aquellos que podían


entender este sentido de obsesión, significaba que había
potencial, que había una posibilidad; y para aquellos que no
podían y solo sabían cómo burlarse de esos —locos idiotas—, no
tenían ninguna esperanza en este camino desde el principio.

Yin Yu parpadeó y luego se echó a reír. Pero no se rió por mucho


tiempo antes de que otra bola de barro salpicara en su cara, y
rápidamente gritó: — ¡Hey! Dije que dejes de pegarme...
¡Escúchame! ¿Qué tal si… quieres entrar a nuestra secta y
aprender a pelear?

Al escuchar esto, los movimientos de Quan Yi Zhen se detuvieron,


una bola de barro en la mano, pero Xie Lian no sabía si la había
lanzado porque poco después, justo en ese momento, en el muro
de piedra de afuera se escuchó un resonante sonido CLUNK, y
Yin Yu había apuñalado la pala del Señor de la Tierra en la pared.

En realidad no rompió el cuello de Quan Yi Zhen con su pala, pero


ese afilado metal rozó la cara de Quan Yi Zhen, extremadamente
mortal.
Esa mariposa plateada oculta en el cabello de Quan Yi Zhen era
bastante estable, y aunque no se agitó por el golpe repentino, la
imagen que Xie Lian vio en su ojo derecho cambió por el impacto,
y soltó un resoplido involuntariamente.

— ¡NO!

Sin embargo, Hua Cheng, parecía ya haber esperado esto.

—Sólo mire. Ciertamente tiene la intención, pero su intención de


matar no es tan fuerte todavía.

Quan Yi Zhen solo tenía una cabeza expuesta en el exterior.

— ¿Quieres matarme?

Yin Yu no respondió.

Quan Yi Zhen parecía estar confundido.

— ¿He hecho algo mal?

Xie Lian también preguntó: — ¿Él hizo algo?

—Es difícil de decir. —Hua Cheng dijo: —Gege véalo por usted
mismo.

Luego, la visión ante el ojo derecho de Xie Lian mostró una sala
de cultivo con largas paredes blancas y azulejos negros. Yin Yu
parecía unos años mayor que antes, y estaba sentado en
equilibrio, sobre un escritorio escribiendo fervientemente. Junto a
él había una gran multitud de aprendices que gritaban sus quejas,
enojados y hambrientos de justicia: — ¡Yin Yu shixiong, la forma
en que come Quan Yi Zhen es demasiado insoportable! Cada vez
que comía, su arroz se salpicaba en todas partes, y come tres
veces más que todos, como si fuera un fantasma hambriento o
algo así, acaparando el tazón de arroz, ¡nadie podía comer bien!

—Yin Yu shixiong, ya no puedo vivir con él, quiero cambiar de


habitación. Él siempre está tan malhumorado en las mañanas, me
preocupa cada día que me patee y me rompa las costillas, ¡no
puedo lidiar con él!

—Yin Yu shixiong, ya no quiero estar en su grupo. Ese bastardo


nunca coopera con los demás ni es considerado con nadie, solo
se preocupa de lanzar los puños al azar y presumir, ¡preferiría
estar en el mismo grupo que el shidi más débil que con él!

Yin Yu estaba abrumado por todas las quejas.

—Bien, bien, entonces, ¿qué tal esto? Investigaré primero, y


después de investigar, pensaré en cuál es el mejor curso de
acción. Vuelvan por hoy.

El que abofeteó la mesa y se quejó con más fuerza fue, por


supuesto, Jian Yu, y obviamente no estaba satisfecho con esta
respuesta: —Yin Yu, no debiste haber hecho que el Maestro
tomara a ese mocoso en primer lugar, ahora problemas han
cruzado la puerta. Mira, ¿cuánto tiempo ha estado con nosotros
ahora? ¿Qué días no ha causado caos? ¡¿Qué días no ha
causado destrucción?!

La multitud estaba tratando forzarlo a tomar una decisión, así que


Yin Yu trató de tranquilizarlos.
—No es como si las cosas que hizo fueran tan malas...

— ¡¿NO TAN MALAS?! ÉL HA MATADO NUESTRA PAZ Y


TRANQUILIDAD, ¿CASÍ QUE CÓMO PODREMOS CULTIVAR
EN PAZ?

—Sí, nunca ha habido tantos problemas en el pasado!

Yin Yu solo pudo decir: —Yi Zhen no quiso provocar nada


malicioso, es demasiado ignorante sobre cómo funciona el mundo
y no supo cómo llevarse bien con los demás.

—La ignorancia sobre cómo funciona el mundo no es un pase


para el perdón, si él no sabe, ¿no puede aprender? Ya que todos
vivimos en este mundo lleno de personas, entonces debes
aprender cómo llevarte bien con los demás. ¿Qué edad tiene
ahora, no siempre puede ser como un niño, no? ¡Hay personas
que son papás ahora a su edad!

—Dejando de lado el favoritismo del Maestro, este mocoso solo


ha estado aquí por cuántos años, ¿no? En el momento en que
llegó acaparó todos los beneficios; se le dio la mejor sala de
entrenamiento, se le dio la mejor poción producida en cada
temporada, incluso puede omitir las lecciones matutinas y de la
noche, exento de recitar los sutras, e incluso cuando el maestro
lo atrapa, solo lo reprenden levemente, sin darle una lección en
absoluto! ¡¿QUÉ ES TAN BUENO SOBRE ÉL?! Ying Yu shixiong!
Tú eres el discípulo mayor, si actuaras así, entonces todos lo
olvidaremos, no tenemos nada que decir. ¿Pero quién demonios
es él? Sin educación, sin modales, ¿y qué si tiene talento?
¡Ninguno de nosotros lo aceptará!
Esto tuvo la indirecta intención de hacer distanciar a Quan Yi Zhen
y la multitud estuvo de acuerdo al unísono. Cuando Yin Yu
escuchó, su expresión instantáneamente se volvió tenue, y agarró
su pincel. Xie Lian pensó que las cosas se estaban poniendo
desalentadoras.

Aquellos con paciencia ordinaria se caerían fácilmente por este


anzuelo, y si se tratara de alguien de mente estrecha, entonces,
incluso sin el anzuelo, ya estaría saltando sobre sus pies, de modo
que cuando el cebo brillara, ¿no explotaría?

Sin embargo, inesperadamente, después de cierta reflexión, Yin


Yu dejó su pincel y reprendió soleHumemente.

—Shidi, creo que lo que todos están diciendo no está bien.

La multitud se sorprendió. Yin Yu continuó: —Voy a decir algo


desagradable. No importa qué camino cultivemos, el talento
realmente es algo increíble. Además, no solo tiene talento, sino
que está dispuesto a trabajar duro. Si realmente crees que el
maestro está jugando a los favoritos, entonces trabajemos más
duro para seguirle el paso, sobrepasarlo, y los pasillos de
entrenamiento, los pasillos de pociones entonces naturalmente
abrirán sus puertas para todos. Si todos tienen tiempo para
enojarse, entonces, ¿por qué no usar esa energía para cultivar y
entrenar más, no estoy en lo correcto?

Al escuchar su reprimenda, el entusiasmo de todos cayó, pero aun


así dijeron: —Shixiong está siendo generoso al no discutir con él.

—Solo esta paciencia lo hizo sobresalir por diez mil millas.


Sin embargo, Jian Yu advirtió: —Yin Yu, hablas por él hoy, ¡pero
ten cuidado de que él te joda en el futuro!

En cualquier caso, después de esta ronda de quejas, ninguna de


las partes se mostró satisfecha. Después de que la multitud de
compañeros discípulos se fue, Yin Yu cerró la puerta y estaba
cerca de cerrar las ventanas cuando, de repente, descubrió que
había alguien encaramado, y saltó sorprendido.

— ¡¿Quién está ahí?!

Quan Yi Zhen tenía su cabeza inclinada, posándose en el alféizar


de la ventana, y una vez que Yin Yu vio que era él, le preguntó: —
¿Cuándo viniste? —Tiró de él, pero Quan Yi Zhen no se movió.
—Yi Zhen, si vas a posarte, busca un lugar diferente para posarte.
Voy a cerrar la ventana.

Quan Yi Zhen de repente preguntó: —Shixiong, ¿soy molestoso?


Capítulo 160: Este jade se resiste a ser un ladrillo desechado (parte dos)

Yin Yu soltó una risa seca y dijo: — ¿Escuchaste?

Quan Yi Zhen asintió, y la expresión de Yin Yu se complicó,


rasguñando el puente de su nariz con la articulación de un dedo.

—... No... eres... tan malo... supongo...

Cualquier persona normal se habría dado cuenta de lo forzadas


que eran las palabras, pero Quan Yi Zhen parecía haberlas
tomado en serio.

—Oh.

Yin Yu pudo notar que las tomó por verdad y sonrió, antes de
finalmente darle un poco de aliento.

—No tienes que preocuparte por ellos. No hiciste nada malo, de


verdad. También es bueno así.

Cualquier persona con ojos claros podía ver que shixiong y shidis
no podían soportar a Quan Yi Zhen y encontraban fallas en todas
partes, no porque su apetito fuera grande, no porque estuviera de
mal humor por las mañanas y no porque no tuviera en cuenta a
los demás en los grupos y solo le importara presumir de sí mismo.

Al final del día, lo que realmente no pudieron soportar fue la última


parte: entró al último pero recibió la mayor cantidad.

Quan Yi Zhen asintió.


—Yo también lo creo.

Yin Yu le dio una palmadita en el hombro.

— ¡Ve a entrenar! Eso es lo más importante. No pienses en nada


innecesario.

Así Quan Yi Zhen saltó de la ventana. Mirando hacia dónde se


dirigía, de hecho fue a entrenar. En cuanto a Yin Yu, cerró la
ventana y también recogió los libros en el escritorio y comenzó a
estudiar.

Después de ver los dos escenarios, Xie Lian elogió: —San Lang,
este subordinado tuyo realmente es un personaje poco frecuente.
Qué gran personalidad. —Pero entonces recordó que el Yin Yu
que estaba afuera casi le arrancó la cabeza a Quan Yi Zhen con
la pala del Señor de la Tierra, y rápidamente preguntó: — ¿Está
todo bien ahí fuera?

Hua Chen entonces le mostró el exterior. Yin Yu se había


calmado, sacó la pala del Señor de la Tierra y parecía estar
contemplando lo que debería hacer con la cabeza de Quan Yi
Zhen. Xie Lian se relajó un poco y dijo: — ¿Supongo que los
problemas entre ellos comenzaron después de la ascensión?

—Correcto —respondió Hua Cheng.

Entonces, un gran salón suntuoso apareció ante el ojo de Xie Lian.

Yin Yu estaba sentado en el centro del gran salón, y Jian Yu y


Quan Yi Zhen hacían guardia detrás de él, uno a la izquierda y
otro a la derecha. Dentro de la sala, dioses tras dioses entraban y
venían; todos ellos eran oficiales celestiales de la Corte Superior.
Xie Lian vio muchas caras conocidas, como el hombre Ling Wen,
el apático Pei Ming, Lang Qian Qiu con su sonrisa perfecta... todos
llevaban un atuendo formal y asistentes oficiales subalternos que
sostenían grandes cajas de regalo rojas en sus manos.

Obviamente, esta era la Corte Celestial, el Palacio de Yin Yu. Este


día era la ceremonia de inauguración del palacio de Yin Yu, el
gran día propicio en que se erigió su residencia divina.

Xie Lian estaba un poco sorprendido. No era difícil para Hua


Cheng ver las imágenes del reino mortal. El reino mortal era su
dominio, y mientras quisiera lanzar la red, cualquier peatón,
espíritu salvaje, pájaros y bestias podrían convertirse en sus ojos.
Sin embargo, la Corte Celestial era el límite del cielo, entonces,
¿cómo podría él verlo también?

Parecía que Hua Cheng había adivinado lo que estaba pensando


y dijo: —Gege mire la esquina cerca de la entrada del pasillo.

Xie Lian lo escuchó y miró por encima. Los perímetros de esta


esquina eran en realidad bastante grandes porque este gran salón
no era pequeño, y al lado de la esquina de la entrada del salón
había al menos más de diez figuras entrando y saliendo. Hua
Cheng agregó: — ¿Adivina cuál es Agua Negra?

Solo en ese momento, Xie Lian recordó que He Xuan siempre


había estado encubierto en la Corte Superior, y que era él quien
había estado vendiendo toda la información a Hua Cheng. Xie
Lian se enfocó y trató de adivinar, y un momento después,
encontró uno que parecía coincidir.

— ¿Ese de negro?
—Esta suposición es demasiado conservadora, está mal. Adivine
otra vez —dijo Hua Cheng.

— ¿Ese que no sonríe ni habla? —Xie Lian lo intentó de nuevo.

—Otra vez mal —dijo Hua Cheng.

Adivinó a varias personas y todas estaban equivocadas. En ese


momento, alguien anunció: —PRESENTANDO: SEÑOR DEL
VIENTO-

Xie Lian al instante miró a la entrada del gran salón. Shi Qing Xuan
estaba abanicándose con su abanico del viento, paseando
balanceándose mientras cruzaba el umbral, con la cara llena de
brisa de la primavera. Tiró su caja de regalo a un lado y levantó
las manos en cortesía.

—Felicitaciones al Palacio de Yin Yu por su gran inauguración.


Llegué tarde, dame vino como castigo, ¡jajajaja!

Yin Yu, sentado en su trono, sonrió: —Tonterías, mi señor no llega


tarde. ¡Señor Viento, por favor por aquí!

Hua Cheng finalmente reveló la respuesta: —Es este.

Xie Lian: — ¿El Señor del Viento es Agua Negra?

Ahora eso era demasiado increíble. Hua Cheng se rió.

—Gege entendió mal. No este, el que está detrás de él.


Xie Lian miró de cerca y vio que, de pie, al lado de la entrada de
la sala, detrás de Shi Qing, Xuan había un oficial celestial de bajo
rango responsable de recibir los regalos de todos los invitados, su
apariencia no se distinguía, pero fervientes sonrisas cubrían su
rostro. Shi Qing Xuan cruzó la sala con un aspecto muy
complacido, y casualmente le arrojó una perla pequeña como
propina. Los ojos de ese oficial celestial brillaron, atrapando a la
perla con ambas manos, y le agradeció a Mi Señor profusamente,
pareciéndose completamente a un sirviente. Xie Lian no pudo
evitar comentar: —... ¿Ese es Agua Negra? ¿Un Agua Negra con
una sonrisa tan brillante?

—Ese es él. —Hua Cheng dijo: —La sonrisa es falsa, eso es todo.
El hombre tiene al menos más de cincuenta clones ubicados en
toda la Corte Celestial, cada uno con una identidad diferente para
poder monitorear a más de ochenta oficiales celestiales de la
Corte Superior y más de trescientos oficiales celestiales de la
Corte Media. De lo contrario, solo con la identidad del Señor de la
Tierra está lejos de ser conveniente.

—… Xie Lian no pudo evitar sentirse absolutamente impresionado


por la actuación de Agua Negra, su capacidad para plantar
peones y una energía inconcebiblemente exuberante.

—Entonces, ¿dónde están esos cincuenta clones ahora?

—Jun Wu probablemente está sacando esas uñas una por una en


este momento —respondió Hua Cheng.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios. Una repentina y


aguda voz vino repentinamente desde afuera.
—SU ALTEZA YIN YU, SERÁ MEJOR QUE NOS DE UNA
BUENA EXPLICACIÓN HOY POR SU SHIDI!

Las sonrisas en todos los oficiales celestiales se cayeron


instantáneamente, y todos miraron al sonido al mismo tiempo. Al
parecer, había alguien que pretendía irrumpir pero fue detenido,
así que gritó implacablemente: — ¿NO VA A DISCIPLINAR A SU
SHIDI QUAN YI ZHEN QUE GOLPEÓ A OFICIALES
CELESTIALES DE MAYOR RANGO?

La leve sonrisa de Yin Yu desapareció, y él bajó la voz,


cuestionando a los dos detrás de él.

— ¿Qué está pasando? Yi Zhen, ¿tuviste otra pelea con alguien?

—Sí —respondió Quan Yi Zhen.

Jian Yu abultó sus ojos con rabia, apretando los dientes.

— ¡Otra vez, mocoso apestoso!

Cuando ocurren incidentes como estos, Shi Qing Xuan siempre


era el primero en hablar, y él habló después de meterse el fuchen
en el cuello de la espalda.

— ¿Qué está pasando? Hoy es la Gran Inauguración del Palacio,


¿por qué no puede esto esperar?

Para causar estragos en el día propicio de alguien, o eran ciegos


e ignorantes o intentaban pelear a propósito. La multitud que
estaba fuera del palacio gritó: —BUENO, ASÍ QUE ES EL GRAN
DÍA DE INAUGURACIÓN DEL PALACIO DE MI ALEGRE
SEÑOR, NO LO SABÍAMOS. PERO ÉL NO ESCOGIÓ LOS DÍAS
CUANDO ÉL VINO BUSCANDO PELEAS, ¿POR QUÉ
NECESITAMOS ELEGIR DÍAS CUANDO ESTAMOS
BUSCANDO VENGANZA? QUAN YI ZHEN PERTENECE AL
PALACIO DE YIN YU, PERSONALMENTE NOMBRADO POR SU
ALTEZA YIN YU, ¿A QUIÉN MÁS PODEMOS APELAR SI NO ES
A ÉL?

Eso era: estaban aquí para pelear. Ling Wen frunció el ceño
ligeramente.

— ¿Por qué debe suceder esto?

Yin Yu se puso de pie resignadamente.

—Entiendo. Sin embargo, no es un buen momento ahora,


¿podemos hablar después?

La multitud que estaba afuera resopló: — ¡SÓLO PODEMOS


ESPERAR QUE EL PALACIO DE YIN YU NO CUBRIRÁ ESTO!

La verdad de las cosas ni siquiera se había aclarado y la


acusación de encubrimiento ya se había disparado, simplemente
un acoso puro. Shi Qing Xuan parecía estar listo para hablar
nuevamente cuando Quan Yi Zhen de repente saltó desde detrás
de Yin Yu.

— ¿SE ESTÁN YÉNDO O NO?

Los alborotadores obviamente confiaban en que no se atrevería a


tomar represalias en esta ocasión y gritaron sin temor: — ¿POR
QUÉ, VAS A PELEAR SI NO NOS VAMOS? TODOS LOS
COMPAÑEROS OFICIALES CELESTIALES NOS ESTÁN
OBSERVANDO...
Sin embargo, Quan Yi Zhen no era alguien que se pudiera
predicho con una lógica normal, y sin una palabra más, levantó
los puños y salió corriendo. ¡Terribles lamentos vinieron de fuera
del palacio y cada oficial celestial dentro del salón se quedó
atónito!

Fue solo después de un tiempo que Ling Wen dijo: —Guardias,


¡vayan a detenerlo, van a morir!

Yin Yu también se quedó estupefacto y se apresuró a decir: —


¡Deténganse en este instante! —Pero esos alborotadores solo
gritaron: — ¡¿PIENSA QUE SU PALACIO DE YIN YU ES TODO
ESO?! ¡BIEN, MUY BIEN! ¡SHIXION Y SHIDI ESTÁN
JUNTÁNDOSE PARA ACOSAR Y MALTRATAR A LAS
PERSONAS!

————————————————————————————

Esa noche, en la cámara lateral del Palacio de Yin Yu, Yin Yu se


paseaba de un lado a otro mientras Jian Yu pisoteaba de furia: —
UNA PERFECTAMENTE BUENA GRAN CEREMONIA DE
INAUGURACIÓN ES COMPLETAMENTE ARRUINADA POR
ESE MOCOSO APESTOSO!!

Xie Lian podía entender la ira de Jian Yu completamente.

Al propio Xie Lian no le importaba mucho algo como la Gran


Ceremonia de Inauguración de un Palacio, pero muchos otros
oficiales celestiales lo consideraban importante. Era un ritual que
validaba la inclusión formal de un oficial celestial en la Corte
Celestial. El incidente de hoy, a falta de un ejemplo adecuado, era
como la de un emperador del reino mortal cuya ceremonia de
entronización se arruinó, por lo que ¿quién no estaría enojado?

Yin Yu suspiró.

—Déjalo así. Deben ser los otros los que lo provocaron primero.
Además, no causó problemas hoy, y fueron los otros quienes
eligieron el día de hoy deliberadamente para venir a pelear, así
que, ¿qué podemos hacer?

—Hay tanta gente en la Corte Superior, ¿por qué no se atacan


entre ellos y justo tienen que provocarlo a él? —Preguntó Jian Yu.

—Sabes esto. —Yin Yu dijo: —Él no es de los que es golpeado


sin contratacar. No es no se ataquen entre ellos, es que todos los
demás saben cómo soportar las provocaciones y él no.

—Esta es la Corte Celestial —dijo Jian Yu. —No es el reino mortal.


¿Es tan difícil bajar la cabeza y mantener un perfil bajo? ¡Si nunca
provocó problemas y se mantuvo como un alma honesta,
entonces el incidente de hoy nunca habría tenido la oportunidad
de suceder! Ahora míranos. ¡Hemos sido desprestigiados!
¡Cuántos oficiales celestiales estaban mirando! Una vez que sale,
¿a quién le importa quién lo comenzó? Solo dirían que el Palacio
de Yin Yu estaba siendo irrazonable y maltrataba a la gente a
plena luz del día, ¿quién va a debatir sobre quién está bien o mal?
¿Crees que tiene conciencia? ¡EL NO LA TIENE! En el momento
en que las cosas van mal, en el momento en que golpeas un puño,
¡eres el irrazonable! ¡ÉL NO ENTIENDE UNA MIERDA! ¡SOLO
SABE CÓMO CAUSAR PROBLEMAS PARA NOSOTROS!
Después de su explosión, Jian Yu abandonó la cámara lateral,
dejando a Yin Yu sentado donde estaba, con el corazón lleno de
preocupación.

Un momento después, miró hacia atrás, y la sombra de una figura


estaba posada en el alféizar de la ventana. Yin Yu se sorprendió
una vez más por la escena familiar: — ¿Por qué estás aquí
nuevamente? ¿Cuándo viniste? ¿Qué es este hábito?

Quan Yi Zhen no respondió sus preguntas, pero en cambio dijo:


—Ellos me criticaron primero.

Yin Yu abrió la boca para hablar pero luego la cerró. Luego se


consoló: —Yi Zhen, no te tomes en serio lo que Jian Yu dijo.

Quan Yi Zhen solo continuó diciendo lo que tenía en mente: —


Ellos me maldijeron primero. Ni siquiera los conozco. Dijeron que
yo era un oficial celestial de bajo rango, y me gritaron sin ninguna
razón. Se reían de mí, me decían que me largue y que no les
bloqueara el paso. Les dije que se disculparan y no lo hicieron, así
que les golpeé. Solo se callaron cuando los golpeé, de lo contrario
no los hubiera golpeado.

Aunque las cosas eran considerablemente pacíficas ahora, en


tiempos anteriores, algunos oficiales celestiales tanto de la Corte
Superior como de la Corte Inferior efectivamente abusaban de su
rango y acosaban a los oficiales de rango inferior con la menor
cantidad de experiencia. Era algo que sucedía a menudo. Yin Yu
suspiró.

— ¿Están los oficiales celestiales de menor rango por debajo de


otras personas? —Preguntó Quan Yi Zhen.
—No. —Respondió Yin Yu.

¿No lo estaban?

Era obvio que él mismo no creía en sus propias palabras, y Quan


Yi Zhen también se dio cuenta. Un buen rato después, dijo sin
rodeos: —No me gusta aquí.

Yin Yu no dijo nada. Quan Yi Zhen continuó: —Piensan que soy


molesto, pero creo que ellos son aún más molestos. Antes tenía
al menos dieciséis horas en el día en los que podía entrenar, pero
ahora la mitad de ese tiempo está ocupado hablando y
escuchando tonterías con la gente, saludando y visitando. Hay
personas que me deshonran, me golpean, sin ninguna razón, sin
disculparse, y ni siquiera puedo defenderme. Esto no es el cielo.
No me gusta aquí

Yin Yu suspiró: —Tampoco me gusta aquí.

—Entonces volvamos —dijo Quan Yi Zhen.

Sin embargo, Yin Yu solo negó con la cabeza: —Aunque no me


gusta aquí, todavía quiero quedarme aquí.

Quan Yi Zhen no pudo entender.

—Si no te gusta aquí, ¿por qué quedarte?

Yin Yu no sabía qué decir, con una sonrisa triste, incapaz de


explicárselo. ¿Cómo explicar a Quan Yi Zhen que la Corte
Celestial era el soñado objetivo final de cuantas personas
buscaban el camino de la cultivación y cuán difícil era para alguien
de su edad alcanzar la ascensión? Yin Yu intentó: —Esto... es
porque, la ascensión es muy difícil. Como no fue fácil y lo hemos
logrado aquí, entonces quiero intentarlo y hacerlo mejor.

Quan Yi Zhen, sin embargo, no pensó mucho en eso.

— ¡Qué tiene de genial la ascensión! ¿A quién le importa si uno


asciende?

Yin Yu lo encontró a la vez exasperante y un poco divertido: —


¿Qué quieres decir con qué es tan genial sobre eso? ¿Por qué no
lo intentas entonces?

Observando hasta este punto, Xie Lian comentó: —La gente


realmente no debería bromear a la ligera.

—Ciertamente. —Hua Cheng dijo: —Medio año después, cuando


Quan Yi Zhen en realidad ascienda, ya no lo encontrará tan
divertido.

— ¿Podemos ver esa parte también? —Preguntó Xie Lian.

—Podemos. Espere. —Respondió Hua Cheng.

La escena cambió, y esta vez, seguía siendo la Corte Celestial;


sin embargo, la ocasión fue un Banquete bajo la luna. Xie Lian
observó por un momento y se preguntó: — ¿El Banquete de
Medio Otoño?

—Eso es correcto —dijo Hua Cheng.

— ¿Dónde se esconde Agua Negra esta vez? —Preguntó Xie


Lian.
—Mira quién está comiendo —respondió Hua Cheng.

En el banquete, todos los oficiales celestiales estaban ocupados


haciendo tintineo con llas copas, haciendo saludos y juegos, pero
solo había una persona cuya cara estaba metida en el tazón
gigante frente a él. Esta vez, He Xuan no se estaba escondiendo,
sino que estaba sentado abiertamente en el rincón con el disfraz
del Señor de la Tierra, sin embargo, todavía no había nadie que
lo notara.

Yin Yu y Jian Yu estaban sentados junto al Señor de la Tierra, las


ubicaciones consideradas el borde del festín. Yin Yu no estaba
comiendo y no estaba hablando con nadie. Junto a él, Jian Yu
susurró: — ¡Gracias a Dios, ese loco mocoso no ha venido!

Yin Yu lo escuchó y le susurró: —Ha ascendido por un tiempo, no


sería bueno que los demás te escucharan hablar de él de esa
manera, así que sé más consciente.

—La verdad es así, ¿me equivoco? —Jian Yu dijo: — ¿Y qué pasa


si él ha ascendido? Su cerebro no se volverá más inteligente, no
importa cuántos cientos de cabezas más obtenga.

Mientras conversaban, un nuevo grupo de oficiales celestiales


llegó y estaba sentándose. Eran en su mayoría caras nuevas y
saludaban con sencillez, y un oficial celestial preguntó
informalmente: — ¿Y este señor es?

Otro oficial celestial también contestó informalmente: —Este


señor es el dios marcial que gobierna el oeste.

Al escuchar esto, el oficial celestial que hizo la pregunta se


entusiasmó al instante y se levantó para brindar: — ¡Oh! Oh oh oh
¡He oído mucho sobre usted! ¡He admirado a mi señor durante
mucho tiempo!

Yin Yu también se levantó rápidamente, sonriendo: —Por favor,


no ha pasado mucho tiempo.

Ese oficial celestial respondió: — ¡Oh, no sea tan humilde, mi


señor! ¡Realmente lo he admirado por mucho tiempo! Hace mucho
que escuché que su alteza Qi Ying del oeste es joven y capaz, y
después de solo ascender por unos años, ya está profundamente
arraigado en los corazones de los devotos. ¡Incluso llegó a los
diez mejores en la Batalla de las Linternas de Mitad de Otoño! ¡Es
verdaderamente el héroe del oeste, su rango inamovible, su futuro
infinitamente brillante, infinitamente brillante! Ver a mi señor hoy,
¿parece un poco mayor de lo que imaginaba? ¡Pero todavía
bastante joven, digno de la alabanza joven y capaz!

Al escuchar esto, la sonrisa en la cara de Yin Yu se congeló, y si


este brindis debía ser aceptado o no se convirtió en algo
incómodo. La otra parte continuó tratando fervientemente de
construir una relación, incluso dirigiéndose a él como si fueran
hermanos.

— ¡Una palabra honesta, rara vez considero a alguien digno, pero


el hermano Quan se siente como si fuera familia! Mi dominio
también está en el oeste, por lo que si mi hermano tiene alguna
necesidad en el futuro, siempre y cuando usted piense bien de mí,
¡hágamelo saber! Todos deberíamos ayudarnos unos a otros,
¿eh? Jajaja…

Se rio con ganas, y los de al lado que conocían a Yin Yu también


se rieron con ganas. Xie Lian casi pudo atravesar el tiempo y sentir
esa sofocante incomodidad que rebosaba en el aire.
La cara de Jian Yu se estaba volviendo azul por la rabia, pero Yin
Yu todavía estaba algo compuesto. Mientras su mano temblaba
por un segundo, aún se calmó.

—Desafortunadamente…

Sin embargo, justo cuando iba a aclarar este malentendido,


alguien gritó: — ¡Qi Ying está aquí!
Capítulo 161: Este jade se resiste a ser un ladrillo desechado (parte tres)

Se volvió bullicioso y animado en el otro extremo, y el oficial


celestial de ese lado se sorprendió: — ¿Eh? Usted... ¿No es su
alteza Qi Ying?

Solo entonces los demás explicaron riéndose, sus manos


abrazando sus estómagos.

— ¡Te has equivocado de persona, hermano! ¿Has olvidado? Hay


dos dioses marciales que gobiernan el oeste, uno es Yin Yu y el
otro es Qi Ying. Son shixiong y shidi de la misma secta, el que
está frente a ti es su alteza Yin Yu, jajaja...

Ese oficial celestial dijo rápidamente: —Oh, oh, oh, me he


equivocado de persona, qué vergüenza, jajaja, soy demasiado
ignorante del mundo y solo he oído más sobre Qi Ying... —Se
calló, pero Yin Yu ya había cerrado los ojos como si estuviera
demasiado cansado para las palabras y hubiera renunciado a
socializar. Alguien notó que las cosas no iban bien y le dio un
codazo a ese oficial celestial, y solo entonces se dio cuenta de
que lo que dijo era ofensivo. Él rio y rápidamente remedió: —Ejem,
me despediré ahora, su alteza Yin... Yin Yue, Ah, no no no, su
alteza Yin Yu! Hay que juntarnos de nuevo ocasionalmente, feliz
Mitad de Otoño, jajaja...

Aunque dijo que se iba a ir, levantó su copa y aplaudió,


dirigiéndose a la dirección de Quan Yi Zhen. En el otro extremo,
ya había una gran multitud de oficiales celestiales, todos luchando
para saludar a Quan Yi Zhen, el mar de gente era denso y la
persona en el centro no se podía ver.
Parecía que esto sucedió poco después de que Quan Yi Zhen
hubiera ascendido, pero él ya había erigido su propio palacio y
estaba en el apogeo de su popularidad, a diferencia de cómo era
odiado más tarde. Aunque los dos eran dioses marciales del
oeste, su prominencia era significativamente mayor que la de Yin
Yu, y toda la gente se agolpaba, prácticamente dejando solo a He
Xuan, que todavía estaba sentado allí bebiendo su sopa, la mesa
vacía y tranquila. Era incómodo, no importaba si se paraba o se
sentaba, así que un momento después, Yin Yu de repente dijo: —
Volvamos.

Los dos dejaron sus asientos y nadie se dio cuenta. Jian Yu se


enfureció: — ¡Personas superficiales y convenidas! ¡Y son
oficiales celestiales nada menos! Cuando ese mocoso se unió por
primera vez a la Corte Superior, todos lo trataban mal, quejándose
con usted todo el día, todos los días. Ahora míralos. Ese mocoso
subió, tiene linternas, ¡y lo alababan desmesuradamente!
Cambian de actitud más rápido de lo que pasan una página, ¿qué
rango inamovible? ¿Qué joven y capaz? ¡Sus devotos son todos
locos como él! ¡Solo los idiotas adorarían a alguien con daño
cerebral!

En ese momento, Shi Qing Xuan se acercó con una copa de vino
y Yin Yu susurró: — ¡No hables más, salgamos de aquí!

Solo al ver a alguien venir, Jian Yu finalmente cerró la boca. Shi


Qing Xuan estaba desconcertado.

—Yin Yu, ¿va a volver? ¿No acaba de venir Qi Ying? Lo escuché


decir la última vez que ustedes dos no se han visto durante mucho
tiempo e incluso me preguntó qué había estado haciendo usted.
¿Va a ir ponerse al día un poco con él?
Yin Yu forzó una sonrisa: —No, no me siento muy bien, así que
primero voy a regresar.

Shi Qing Xuan no pensó demasiado en eso, y cuando vio al Señor


de la Tierra sentado detrás de ellos, se rio alegremente: —
Entonces, vaya y descanse tranquilo, nos reuniremos la próxima
vez. ¡Ming-xiong! ¡Te dije que no te sentaras allí! Ven, ven, ven,
ven a mi mesa...

Esperaron hasta que Shi Qing Xuan se alejara y dejara de


preocuparse por ellos antes de que Jian Yu bajara la voz y
continuara quejándose: — ¡Ponerse al día mi culo! Ese mocoso
no tendrá mucho tiempo para estar tan orgulloso antes que todos
le quiten su apoyo y sufra una derrota aplastante. ¡Espero con
impaciencia ese día!

Siguió gruñendo, agravando la frustración silenciosa de Yin Yu.

—Solo déjalo, y deja de estar tan resentido.

—Déjalo, déjalo, eso es todo lo que dices. Déjalo. —Jian Yu se


quejó: — ¿Cómo se puede dejar esto? Cuando apareció por
primera vez, si no fuera por ti siempre yendo por todas partes
limpiando su culo y rogando perdón, ya lo habrían echado.
Realmente ya no puedo ver esto, ¡estoy frustrado por ti!

Los dos ya habían regresado rápidamente al Palacio de Yin Yu.


En comparación con el excepcional vigor de la Gran Ceremonia
de Inauguración del Palacio, los salones ahora estaban desolados
y desiertos, con muy pocos oficiales de rango inferior
atendiéndolos. Después de cerrar las puertas, la voz de Yin Yu se
hizo más fuerte.
— ¡No digas más! ¡No quiero escuchar! Es muy normal que un
oficial celestial ascendido erija un palacio, no hizo nada fuera de
lugar. Ya que te irritas solo por hablar de él, ¿por qué lo
mencionas?

—No creas que estoy diciendo algo que no debí haber dicho, pero
alguien debe recordarte. Yin Yu, el dominio en el oeste no es tan
grande, y no hay tantos devotos. Él ha robado a muchos; ¡Ese
monstruo lobo fue totalmente arrancado por él! Mira tu estado
actual, tu dominio se está reduciendo cada vez más, ¿cuánto te
queda? ¿Cómo puedes mantener tu posición si esto sigue así?

— ¿Cómo esto se considera robar? —Yin Yu dijo: —No es como


si él sostuviera a alguien a punta de cuchillo para que lo adoren,
todos están dispuestos. Además, ese monstruo lobo...

Suspiró y dijo francamente: —Realmente no podría haberlo


derrotado. Fue inútil orarme a mí, así que por supuesto que fueron
a él.

Jian Yu sostuvo su cabeza, su corazón dolía. —Solo... tengo


miedo de que si esta lucha continúa, no nos quede nada. Joder,
incluso esos oficiales de rango inferior son todos unos besa culos,
cada uno de ellos usando excusas vacías para renunciar a otros
oficiales celestiales, ¡qué grupo de imbéciles buenos para nada!

Yin Yu suspiró de nuevo, sentándose en el cojín de oración.

— ¿Qué lucha... por qué preocuparse por tal cosa? Lo que debe
irse, se irá al final siempre, y lo que debe permanecer, se quedará
naturalmente. No ascendí para luchar por el poder con nadie, ni
por dominios, ¿por qué no puedes dejarlo pasar?
Como dicen: Una montaña no tiene espacio para dos tigres, solo
mire el ejemplo actual: Feng Xin y Mu Qing, quienes estaban
ubicados en el sur, habían estado luchando amargamente durante
años. Si no estuvieran en el mismo territorio, las cosas podrían
estar un poco mejor, pero los enemigos están destinados a
enfrentarse, donde uno es conocido y asciende, es su dominio.
Las personas del pasado de su vida mortal a menudo terminarán
juntándose después de la ascensión. En los cielos, en el reino
mortal, como dioses como humanos, la vida es así de complicada.
No había ninguna razón para que Quan Yi Zhen abandonara el
oeste y se mudara a un territorio diferente. Los dos estaban en
medio de su discusión cuando alguien golpeó de repente las
puertas con fuerza. Jian Yu dijo.

— ¿QUIÉN ES?

—Soy yo —respondió la persona que estaba fuera de la puerta.

Jian Yu se volvió hacia Yin Yu enojado y dijo en voz baja: —...


¿Por qué vino este apestoso mocoso?

Yin Yu le hizo un gesto para que se fuera a la parte de atrás, y


controló su expresión antes de abrir las puertas. Efectivamente,
de pie justo afuera estaba Quan Yi Zhen. Parecía haber vuelto a
crecer más desde la última vez, casi de la misma altura que
cuando Xie Lian lo conoció por primera vez, y finalmente había
dejado de posarse en las ventanas.

Cuando Yin Yu habló, sonaba bastante tranquilo.

—Yi Zhen, eres tú. ¿No asistirás al Banquete de Medio Otoño?


¿Por qué has venido?
Quan Yi Zhen lo siguió hasta el gran salón, y en el momento en
que habló fue algo directo: —Es mi cumpleaños.

—…

Así que el Festival de Medio Otoño era el cumpleaños de Quan Yi


Zhen, y él había venido buscando su regalo de cumpleaños.

Xie Lian también había oído que Yin Yu, como shixiong, siempre
le daría un regalo a Quan Yi Zhen en sus cumpleaños.
Probablemente se debió a la gran incomodidad para que este año
no hubiera uno. Por las palabras de Shi Qing Xuan en el pasado
Banquete de Medio Otoño, Yin Yu probablemente lo había estado
evitando a propósito durante algún tiempo. Cuando alguien
comenzaba a evitar las reuniones y dejaba de dar regalos,
aquellos que eran un poco más sensibles se habrían dado cuenta
y nunca habrían ido a pedir regalos. Sin embargo, aquí estaba él,
nunca pensó que algo estaba mal, y vino a tocar la puerta con
total confianza. Xie Lian nunca había visto nada más trágicamente
incómodo. Si no estuviera tocándose las frentes con Hua Cheng
en este momento, se habría abofeteado para cubrirse los ojos y
así no tendría que mirar más.

Yin Yu soltó una risa seca.

—... Ah, cierto, hoy es tu cumpleaños. Pero, ha estado muy


ocupado aquí en el palacio recientemente, así que...

Cuando Quan Yi Zhen escuchó, sus ojos se abrieron.

— ¿No hay nada?


Yin Yu parecía pensar que las cosas no estaban bien, así que
cuando las palabras llegaron a sus labios hicieron un cambio de
sentido: —No, no lo olvidé. Está en la parte de atrás, solo espera
un momento.

Quan Yi Zhen se sentó en el lugar, apoyando ambas manos en


sus rodillas, asintiendo con energía, luciendo muy esperanzado.
Yin Yu huyó a la cámara lateral, y Jian Yu estaba sentado allí
sombríamente. Por supuesto, Yin Yu no había preparado nada,
así que en el momento en que entró en la habitación hojeó todos
los cajones y tocadores, cofres y estantes, pero no pudo encontrar
nada apropiado para la ocasión, por lo que llamó a Jian Yu.

—Ayúdame a encontrar algo, rápido, algo que pueda usarse


temporalmente como un regalo.

Jian Yu agarró un trapo de al lado y lo tiró al suelo, pisándolo dos


veces antes de decir con odio: —Dale esto.

— ¡Jian Yu! —Yin Yu reprendió.

—Incluso regalar algo como esto es más de lo que se merece. —


Escupió Jian Yu—. ¡No puedo creer que sea lo suficientemente
descarado como para venir!

Yin Yu dijo tristemente: —No entiendes nada. En los últimos años


siempre le he regalado algo, si no le doy nada este año, parecería
demasiado deliberado. Cualquier cosa servirá, siempre y cuando
la intención esté ahí. Qué tal esto. Encuéntrame ese dorado
brazalete de exorcismo que obtuvimos la última vez. No es del
todo apropiado, pero al menos es algo.
Tuvo que insistir un par de veces antes de que Jian Yu se fuera
enojado. Yin Yu regresó al gran salón y se sentó frente a Quan Yi
Zhen.

—Solo espera un momento. Las cosas están un poco


desorganizadas en este momento, así que envié a Jian Yu a
buscar tu regalo. Por cierto, ¿qué has estado haciendo
últimamente? Las cosas han ido bien, ¿supongo? Escuché que la
cantidad de devotos de tu palacio se ha multiplicado por cinco en
los últimos meses, felicitaciones.

Quan Yi Zhen respondió: —No conozco a ningún devoto, solo me


preocupo por mí y ellos llegaron a mis templos por alguna razón,
raro. Maté a un monstruo lobo recientemente.

La sonrisa de Yin Yu se volvió más rígida. Lo que él no pudo


asumir, Quan Yi Zhen lo hizo sin esfuerzo. Esto se parecía mucho
a como cuando simplemente no podías ganarte a una chica que
amabas, y ella te ignoró por completo, pero cuando se encontraba
en los brazos de alguien más llorando, esta otra persona no podía
siquiera molestarse en mirarla y. en cambio, se daba la vuelta
para decirte que solo era una chica promedio, nada de qué
sorprenderse. En verdad, qué sensación tan amarga. Quan Yi
Zhen habló un poco y luego de repente dijo: —Te vi antes en el
Banquete de Medio Otoño. Quería hablar contigo, pero te fuiste
tan rápido.

Cuando finalmente dejó de hablar tan entusiasmado sobre las


recientes batallas de su dominio, Yin Yu finalmente exhaló de
alivio.

—Oh, sucedió algo pequeño, así que volví temprano.


Quan Yi Zhen asintió.

—Alguien me dijo que es porque te saludaron tomándote por la


persona equivocada.

Al escuchar esto, la cara de Yin Yu se detuvo al instante, pero


Quan Yi Zhen no se dio cuenta, sus labios se curvaron hacia
arriba.

— ¡Es demasiado gracioso, tan estúpido!

Xie Lian no podía soportar más mirar y enterró su rostro en los


brazos de Hua Cheng.

—Esto... esto, esto, esto, es demasiado trágico para ver.

Por supuesto, Xie Lian creyó de todo corazón que Quan Yi Zhen
pensó que era gracioso que otros cometieran un error tonto, y al
mismo tiempo no se dio cuenta de lo poco divertido que era esto
para Yin Yu, pero esto no cambió el hecho de que si los otros dos
iban a continuar esta conversación incómoda, él moriría de asfixia.
Afortunadamente, antes de que se asfixiara, Jian Yu finalmente
llegó con una caja de regalo. Pasó la caja de regalo a Yin Yu y se
fue a la parte de atrás de nuevo sin una palabra. Yin Yu también
parecía que acababa de recibir el perdón, y le pasó la caja
directamente a Quan Yi Zhen. Él parecía estar extático y saltó al
recibir la caja. Sin embargo, la sonrisa de Yin Yu ya estaba llena
de cansancio.

— ¿Por qué no la abres después de volver?

Quan Yi Zhen asintió. —Está bien. Regresaré ahora. Voy a salir a


patrullar el próximo mes, si shixiong está libre, ven conmigo.
Yin Yu no podía escuchar más de lo que decía, y de improviso lo
apaciguó con un; está bien. Una vez que el niño fue enviado a
casa, Jian Yu salió maldiciendo, cerrando las puertas.

— ¡¿QUIÉN SE CREE QUE ES?! ¿SU MAMÁ LO DEJÓ CAER


DE CABEZA CIENTOS DE VECES CUANDO NACIÓ? SI NO,
ENTONCES, ESTÁ AQUÍ PARA BURLARSE DE TI. ¿QUÉ? NO
CONOZCO A NINGÚN DEVOTO, ¿QUÉ PATRULLA? ¿ESTÁ
TRATANDO DE PRESUMIR? ¡QUÉ CORAZÓN TAN
MALICIOSO!

Esta vez, cuando gritó, Yin Yu no lo detuvo. En silencio, se dirigió


a las cámaras traseras y nunca volvió a emerger. Xie Lian sintió
instintivamente que la caja de regalo que Quan Yi Zhen se había
llevado era problemática. — ¿Podría ser? ¿Está el Brocado
Inmortal en esa caja?

—Adivinó —dijo Hua Cheng.

—Entonces Jian Yu debería haber sido el responsable por el


crimen del incidente con el Brocado Inmortal, así que, ¿por qué el
castigo de Yin Yu fue tan severo después? —Preguntó Xie Lian.

—Gege, se enterará tres días después —respondió Hua Cheng.

Dijo tres días, y tres días pasaron. Los rayos del sol brillaban
sorprendentemente en el tranquilo Palacio de Yin Yu, y Yin Yu
entró lentamente a las cámaras laterales, pareciendo estar
buscando algo. Hojeó los cofres y hurgó en los cajones. Sin
embargo, inesperadamente, mientras rebuscaba, de repente soltó
un brazalete dorado que estaba cubierto de hechizos encantados
desde el escritorio. Al principio no le importó y lo puso a un lado,
pero luego, un momento después, de repente lo levantó y gritó: —
¿Jian Yu?

Jian Yu entró en la habitación.

— ¿Qué sucede?

Yin Yu levantó el brazalete y preguntó, desconcertado: — ¿Por


qué está el Dorado Brazalete de Exorcismo aquí? ¿No se lo
regalaste a él? ¿No te dije que envolvieras esto en una caja de
regalo?

Jian Yu resopló: — ¿Regalarlo? ¡Él ni siquiera merece una gota


de tu saliva!

Yin Yu estaba exasperado: — ¿Realmente no le regalaste un


trapo para limpiar pies, no? ¿Por qué debes ofender a la gente?

Sin embargo, Jian Yu solo sonrió crípticamente.

— No. Le di algo mejor.

La cara de Yin Yu cambió instantáneamente y ya no pensó las


cosas ligeramente.

— ¿Qué? Me preguntaba por qué no podía encontrarlo en


ninguna parte. ¡Esa túnica puede manipular las mentes, puede
chupar la sangre!

Luego se giró para darse prisa, pero Jian Yu lo agarró.

— ¡Por qué tan ansioso! Esa túnica puede manipular las mentes,
eso es cierto, pero tú eres quien se la dio, así que nadie más
puede controlarlo. En cuanto a la succión de sangre, quizás sea
efectivo para los mortales, pero dudo que le haga algo a los
oficiales celestiales. ¡Mira, han pasado tres días y no le ha pasado
nada!

Yin Yu lo pensó un poco y caminó de un lado a otro en las cámaras


laterales. Jian Yu continuó: —Además, ¿no es ese mocoso
capaz? Joven y capaz, veamos cuán capaz es.

Al final, Yin Yu aún juntó las manos.

— ¡No puede ser así! No sabemos cuán peligrosa es esa cosa, si


algo sucede, ¡es nuestro fin! ¿Cómo puedes tomar las cosas tan
a la ligera? ¡Ahh!

Luego, sin prestar atención a Jian Yu llamándolo, salió corriendo,


tropezando con muchos oficiales celestiales en el camino,
corriendo hacia el Palacio de Qi Ying. La persona en cuestión no
estaba allí, así que detuvo a la gente por todas partes y preguntó
ansiosamente: — ¿Dónde está Qi Ying? ¡Tengo algo urgente,
necesito encontrarlo!

— ¿Qi Ying? —Los otros dijeron: — ¡Su alteza Qi Ying está en


una reunión en el Gran Salón Marcial! Todos los dioses marciales
de mayor rango de la Corte Superior están allí hoy...

Yin Yu no terminó de escuchar antes de salir corriendo. Solo


cuando llegó al Gran Salón Marcial se dio cuenta de que no podía
entrar. En primer lugar, esta reunión solo convocó a los dioses
marciales de mayor rango de la Corte Superior y no fue
convocado; en segundo lugar, incluso si entrara, no podría hablar
sobre el asunto delante de todos, por lo que solo podía esperar
fuera del salón. A través de las ventanas, Xie Lian echó un vistazo
y, efectivamente, había una serie de caras conocidas, como Feng
Xin, Mu Qing, Pei Ming, que estaban en el salón, todos
escuchando atentamente. Lo que Yin Yu vio, sin embargo, fue que
Quan Yi Zhen se puso una impresionante y brillante armadura.

Él parecía perfectamente normal, más bien, fue Ling Wen quien


estaba de pie junto a Jun Wu en el trono quien se distrajo,
cometiendo errores frecuentes, tanto que Jun Wu tuvo que hablar:
— ¿Ling Wen? Ling Wen?

La llamó un poco antes de que Ling Wen volviera a sí


bruscamente.

— ¿Qué? ¿Qué sucede?

Jun Wu se rió entre dientes.

— ¿Qué te pasa hoy? Sigues mirando a Qi Ying. ¿Acaso eres


como yo y crees que su nueva armadura es bastante bella?

Los pocos dioses marciales en la sala también se echaron a reír,


y Ling Wen murmuró una disculpa, limpiándose el sudor frío en su
frente sin que se note. Sin embargo, la mano que sujetaba el
pincel todavía temblaba.

Si Xie Lian estuviera presente en ese momento, probablemente


solo habría sonreído. Sin embargo, ahora está perfectamente
consciente de que Ling Wen se debe haber sentido afligida y
perturbada al ver a Quan Yi Zhen vistiendo y exhibiendo esa
túnica ensangrentada que ella misma creó hace cientos de años.

Yin Yu paseaba por el pasillo, a veces agazapado, a veces de pie,


agitado y nervioso. Al final, la reunión terminó, y Quan Yi Zhen fue
el primero en salir. Cuando vio a Yin Yu afuera, saludó: —
Shixiong, ¿por qué estás aquí?

Yin Yu se puso de pie al instante y dijo incoherentemente unas


pocas palabras antes de llegar inmediatamente al punto: —Tu
armadura…

— ¡Es genial! —Quan Yi Zhen respondió: —El emperador y Ling


Wen la felicitaron antes. Gracias, shixiong.

—…

Yin Yu habló con una calma forzada: —Ciertamente es buena,


pero la persona que forjó la armadura dijo que hay un pequeño
problema y quiere que lo traigas para algunos ajustes.

Si ordenaba que Quan Yi Zhen se quitara esta armadura


directamente, correría el riesgo de que Quan Yi Zhen se sintiera
manipulado después, y no sería bueno que el problema se
descubriera, así que Yin Yu no pudo no pudo permitirse que él
notara algo mal, por lo que solo pudo hacer la solicitud de tal
manera indirecta. Sin embargo, Quan Yi Zhen se quedó perplejo:
— ¿Qué problema? No creo que haya ningún problema.

Después de todo, también era incómodo pedir que un regalo ya


entregado fuera devuelto, y Yin Yu pensó muchísimo en qué decir
cuando Quan Yi Zhen volvió a hablar: —Por cierto, shixiong, el
próximo mes podemos ir a patrullar juntos.

Yin Yu al instante miró hacia arriba, un poco estupefacto.

— ¿Qué?
— ¿No creo que mi nombre esté en la lista para patrullar? Casi se
había olvidado de todo el asunto con el Brocado Inmortal.

Quan Yi Zhen se veía bastante feliz y emocionado.

—Sí está. Te mencioné antes, y el emperador dijo que podía


considerarlo.

—…

En ese instante de un segundo, Xie Lian casi pudo ver oleadas de


sangre caliente corriendo hacia la cabeza de Yin Yu.

Los años de resentimiento y agravios acumulados finalmente


explotaron en este mismo momento. Yin Yu gritó: — ¿QUÉ
SUCEDE CONTIGO?

Esta fue la primera vez que Quan Yi Zhen vio a Yin Yu tan
enojado, y parpadeó, la confusión llenó su rostro. Unos pocos
oficiales celestiales que pasaban también se escabulleron. Yin Yu
abrazó su cabeza.

— ¿DIJE QUE QUERÍA IR? ¿QUÉ TIENE QUE VER CONMIGO


LA PATRULLA DE LOS DIOSES MARCIALES? NO TE LO
ROGUÉ, ASÍ QUE ¿QUIÉN ERES PARA MENCIONARME AL
EMPERADOR?

Las personas ajenas podrían no saber por qué Yin Yu estaba


perdiendo la calma de esta manera, pero Xie Lian podía entender
perfectamente. Después de todo, para un dios marcial
extremadamente orgulloso, esto era una gran humillación.
La Patrulla de los Dioses Marciales era una ceremonia en la que
solo podían participar los dioses marciales de más alto rango de
la Corte Superior. Durante la procesión de esta patrulla, los dioses
marciales elegidos podían demostrar su poder, someter y
dispersar a monstruos y demonios. Esto no solo ayudaba a
difundir su nombre y aumentar el número de fieles, sino que
también era la oportunidad de entrenar con otros dioses marciales
participantes, mejorar sus habilidades y desarrollar sus
relaciones. En cualquier caso, esto era un gran asunto, y
ciertamente había una gran exigencia de prominentes
fundamentos y altas habilidades hacia los dioses marciales
asistentes; por ejemplo, tener al menos cuatro mil templos o
clasificarse entre los diez primeros.

Con las calificaciones de Yin Yu, seguro que no sería elegible para
participar en la Patrulla de los Dioses Marciales. Incluso si pudiera
ir y pudiera obtener beneficios reales, aquellos que estaban
conscientes de su estado seguramente hablarían. A aquellos que
no se ofenden fácilmente no les importaría, innumerables
pequeños oficiales celestiales pelearían por colarse, pero Yin Yu
era claramente alguien que era sensible a las críticas, y sabiendo
en el fondo que no tenía las calificaciones, ¿cómo podría
depender de las conexiones de alguien más para forzar su
entrada? Además, ¡esta otra persona era Quan Yi Zhen, que una
vez dependió de él para escapar de la expulsión del cielo!

Quan Yi Zhen no lo entendió en absoluto. Probablemente pensó


que era una buena acción así que la mencionó, y no creía que
hubiera necesidad de preocuparse por nada más. Sin embargo,
por primera vez, como Yin Yu parecía realmente furioso, Quan Yi
Zhen parecía querer decir algo, pero se detuvo y parecía que no
se atrevía a hablar. Un momento después, él murmuró: —
Shixiong, ¿por qué estás molesto? ¿Hice algo mal?
—…

¡Esas palabras de nuevo!

Xie Lian prácticamente quería rogarle que dejara de hablar. En


cuanto a Yin Yu, venas aparecieron en su frente, tambaleando en
el borde de un colapso, y tiró de su propio cabello.

— ¡SUFICIENTE! ¡HE TENIDO SUFICIENTE! ¡ME ESTOY


VOLVIENDO LOCO! ¡ME VOY A VOLVER JODIDAMENTE
LOCO POR TU CULPA! —Luego señaló al Gran Salón Marcial.
— ¡QUAN YI ZHEN, NO ME HABLES NUNCA MÁS! ¡VE A
RETIRAR TU RECOMENDACIÓN! ¡DEJA DE AGREGARME
PROBLEMAS! ¡AHORA! ¡EN ESTE MOMENTO!

Después de que gritó, sin otra palabra, Quan Yi Zhen giró


instantáneamente y se dirigió de nuevo al Gran Salón Marcial. Yin
Yu parpadeó, y solo entonces recordó que Quan Yi Zhen todavía
llevaba puesto ese Brocado Inmortal, y sus acciones no se debían
a que él mismo sabía que hizo mal y quería rectificar las cosas,
sino que eran porque estaba siendo controlado por ese Brocado
Inmortal.

Dentro del Gran Salón Marcial, los pocos dioses marciales que
aún no se han ido estaban observando confundidos cuando Quan
Yi Zhen volvió a entrar. Yin Yu estaba fuera del salón, ligeramente
temblando, y gritó de nuevo: — ¡ALTO!

Quan Yi Zhen casi llegó a Jun Wu cuando frenó bruscamente y,


de hecho, se detuvo. Fue solo un largo momento más tarde antes
de que se desconcertara.
— ¿Qué me sucede?

Jun Wu también frunció el ceño.

—Qi Ying, ¡no te muevas! Ven y déjame echar un vistazo. Justo


ahora vi que tus ojos no estaban enfocados, rodeados por el aura
del mal, parecía que te habían lanzado un hechizo maligno.

Quan Yi Zhen se rascó la cabeza, sintiéndose confundido.

—Está bien. —Y se movió para ir adelante. Sin ninguna opción,


Yin Yu solo podía ordenar: — ¡VUELVE! ¡VETE!

En el momento en que dio la orden, Quan Yi Zhen


instantáneamente se dio la vuelta y salió corriendo del salón con
locura, justo en dirección a Yin Yu. Tal vez fue porque la rabia
llenó su mente o tal vez se estaba volviendo loco por la angustia,
Yin Yu comenzó a correr también en confusión, sus pasos
estaban en desorden, pareciéndose mucho a un criminal
huyendo. Jun Wu no podía fingir que no lo había visto, y se puso
de pie.

— ¡ATRÁPENLOS!

Todos los dioses marciales respondieron: — ¡SÍ, MI SEÑOR!

Yin Yu se estaba hundiendo más en la desesperación, su mente


en completo desorden, y gritó mientras cubría su rostro.

— ¡VETE! ¡VETE AHORA MISMO! ¡QUÍTATE LA ROPA!

Los ojos de Quan Yi Zhen estaban en blanco, corriendo


rápidamente mientras se quitaba su armadura. Sin embargo,
inesperadamente, una serie de dioses marciales los rodearon a
medio camino, buscando de frente arrestarlo. Al ver que había
personas que le impedían obedecer su orden, la violencia se
reflejó en los ojos de Quan Yi Zhen, y sus puños surgieron,
¡tomando a diez de los dioses marciales a la vista como objetivos
y perforando una cadena de agujeros!

— ¡AAAAHHHHH! ¡ASESINATO! ¡ASESINATO EN LA CORTE


SUPERIOR!

Una serie de gritos y sangre llenaron el aire, y Yin Yu ya estaba


petrificado, con el rostro blanco como una sábana. Probablemente
fue solo Ling Wen quien poseía una cara más pálida que él.

¡Nunca había imaginado que este Brocado Inmortal fuera tan


poderoso, tan increíblemente malvado! ¡Las cosas estaban
completamente fuera de control!
Capítulo 162: Este jade se resiste a ser un ladrillo desechado (parte cuatro)

Los oficiales de menor rango que avanzaron para detenerlo no


pudieron bloquear los puños de Quan Yi Zhen en absoluto y todos
perecieron en el acto. Al ver que la situación se agravaba, Feng
Xin, Pei Su, Lang Qian Qiu, todos ellos saltaron para rodear a
Quan Yi Zhen, listos para atacar.

¡Yin Yu gritó!

— ¡IGNÓRENLO! ¡NO LO TOQUEN! ¡ÉL YA NO MATARÁ MÁS!

Mientras no impidieran que Quan Yi Zhen completara su orden, él


no causaría daño. Sin embargo, Quan Yi Zhen ya había matado a
más de diez oficiales celestiales marciales, entonces ¿quién
continuaría dejándolo libre? Por supuesto, nadie creería en las
palabras de Yin Yu. Si se tratara de alguien con reacciones
rápidas y pudiera permanecer calmado en medio del caos,
hubieran gritado instantáneamente: Túmbate al suelo, ríndete y
no te muevas, o una orden en ese sentido, pero las cosas
sucedieron demasiado rápido. No había tiempo para reaccionar.
Yin Yu nunca había experimentado ningún incidente de este tipo,
además de que ya estaba en apuros, su capacidad para tomar
decisiones estaba totalmente fuera de lugar, cometiendo errores
uno tras otro; un paso equivocado y el resto de los pasos se
desordenan.

Justo cuando Yin Yu estaba corriendo frenéticamente, Mu Qing


de repente apareció detrás de él.

— ¿Tratando de escapar?
Solo entonces Yin Yu se dio cuenta de que él también estaba
huyendo sin rumbo e instantáneamente frenó, tratando de
explicarse a sí mismo.

—No estaba… — Pero Mu Qing no esperó a que él hablara antes


de torcer su brazo detrás de su espalda, y Xie Lian escuchó un
CRACK crujiente, la cara de Yin Yu retorciéndose.

Como un dios marcial, ser sometido por otro dios marcial cuya
capacidad y fuerza eran mayores era un doble golpe para el
cuerpo y la mente. En cuanto a Pei Ming, que solo estaba viendo
la pelea al costado sin participar, comentó desde la distancia: —
¿Cómo es que su fuerza explotó de repente?

Se refería a Quan Yi Zhen, por supuesto. Quan Yi Zhen ya era


bastante capaz en combate, pero con el Brocado Inmortal en él,
el nivel se duplicó. Cuando otros dioses marciales se enfrentaron
a él uno a uno, en realidad eran dos contra uno y no era justo,
pero como nadie conocía el secreto en su interior, estaban
demasiado avergonzados para atacarlo de forma conjunta,
porque ¿no sería patético hacerlo de dos? Mientras luchaban,
Quan Yi Zhen corrió por la calle principal de la Corte Celestial
mientras estaba cubierto de pies a cabeza con sangre, y cuando
de repente vio un palacio en el camino, se lanzó directamente
hacia inmediatamente. La multitud gritó: — ¡HA ENTRADO AL
PALACIO DE YIN YU!

La orden que Yin Yu le dio fue que se fuera, pero no dijo dónde,
por lo que Quan Yi Zhen fue al azar. Varios dioses marciales
también lo siguieron. Ya que todos los demás estaban con la
mente clara, se contuvieron mientras luchaban contra Quan Yi
Zhen, pero a él no le importaba nadie y luchó con toda la fuerza
que tenía contra cualquiera que obstruyera sus órdenes. Así, esto
enfureció a los otros dioses marciales. Feng Xin gritó: — ¡ESTE
MOCOSO APESTA A MALDAD, VAMOS A DERROTARLO
PRIMERO Y HABLAR MÁS TARDE!

Todos tenían esa misma intención, y en el momento en que Feng


Xin gritó, nadie se mantuvo reservado por más tiempo, y todos se
apresuraron a rodearlo para darle una paliza. Las espadas se
balancearon, las palmas de las manos generaron explosiones, los
puños volaron, las piernas patearon; ¡La mitad de ese ya
deteriorado Palacio de Yin Yu se derrumbó instantáneamente!

Cuando Yin Yu, quien todavía estaba siendo restringido por Mu


Qing, vio con sus propios ojos a su palacio destruirse por la pelea,
sus ojos se hincharon y gritó: — ¡POR FAVOR DEJEN DE
PELEAR!

Como si eso detuviera a los dioses marciales, pero Quan Yi Zhen


escuchó su orden y repentinamente detuvo sus puños. Ahora sí
lo había hecho. Todas las espadas, explosiones, puños y patadas
cayeron pesadamente sobre Quan Yi Zhen; ¡Otra tragedia!

Lang Qian Qiu no tuvo tiempo de retener su espada larga y la


acribilló profundamente en el hombro de Quan Yi Zhen. Gracias a
Dios, su espada estaba desafilada e instantáneamente detuvo su
ataque para que Quan Yi Zhen no fuera cortado en dos.

Lang Qian Qiu gritó.

— ¡DEJEN DE LUCHAR, PARECE QUE NO PUEDE MOVERSE


MÁS!

Feng Xin limpió la sangre de su cara.


— ¡Carajo, por fin!

Quan Yi Zhen yacía en el suelo rígido como si estuviera atado con


cuerdas. En el lateral, Mu Qing ató las muñecas de Yin Yu con la
cuerda Inmortal para Atar antes de soltarlo. Yin Yu cayó al suelo
aturdido, y miró estupefacto el desorden que era su Palacio de Yin
Yu. Escaneando alrededor, sus ojos regresaron a Quan Yi Zhen,
quien cayó al suelo delante de él. Quan Yi Zhen parecía tener
realmente una fuerza vital fuerte; incluso después de que varios
dioses marciales lo golpearan hasta convertirse en pulpa, su
cuerpo prácticamente contorsionado, no se quedó echado por
mucho tiempo antes de que repente se sentara de nuevo derecho,
confundido.

— ¿Qué está pasando?

—…

Los dioses marciales se iban a volver locos de rabia, y todos


gritaron al mismo tiempo: — ¡ESTÁS EN UN GRAN PROBLEMA
AHORA!

Ling Wen había estado siguiendo y observando de cerca, y


finalmente exhaló, con el rostro pálido, pero de alguna manera se
las arregló para coordinar la ayuda mientras levantaba dos dedos
presionados contra su sien y gritaba en la red de comunicación
espiritual.

—OFICIALES MÉDICOS, AYUDA DE EMERGENCIA, ¡AHORA!

Quan Yi Zhen todavía estaba muy confundido. Miró hacia atrás y


vio a Yin Yu sentado en el suelo, por lo que se arrastró para
ponerse de pie, pareciendo querer ayudarlo a levantarse. Al ver
que esa cara completamente inconsciente con el fondo de su
palacio divino destrozado, Yin Yu todavía estaba en silencio, pero
su cara se estaba contorsionando lentamente.

Quan Yi Zhen no sabía qué había ocurrido en absoluto y preguntó:


—Shixiong, ¿qué estás haciendo?

—…

Era como si Yin Yu de repente perdiera toda cordura. Resopló con


una risa abruupta y luego gritó con los ojos rojos: — ¡MUÉRETE!

Al escuchar ese grito, Xie Lian, junto con los numerosos oficiales
celestiales presentes, ensancharon los ojos al instante. Después
de recibir la orden, Quan Yi Zhen actuó de inmediato sin pensar,
cogió una espada del suelo y, con la espada en una mano y
moviendo de su propio cabello con la otra, apuntó a su propia
garganta.

En el momento en que se movió, la primera reacción de los dioses


marciales fue que iba a atacar furtivamente, por lo que saltaron
hacia atrás a varios pies de distancia. Sin embargo, nunca
esperaron que él realmente se cortara la garganta, y para
entonces ya era demasiado tarde para que pudieran arrebatarle
la espada, y todos le gritaron. Yin Yu también estaba asombrado,
pero todavía no había recobrado la conciencia y se volteó. ¡La
sangre estaba a punto de salpicar cuando la figura de Jun Wu
apareció repentinamente detrás de Quan Yi Zhen!

CRACK CRACK CRACK CRACK, en un instante, las cuatro


extremidades de Quan Yi Zhen fueron extirpadas.
Luego, Jun Wu golpeó con precisión el cuello de Quan Yi Zhen y
Quan Yi Zhen perdió la conciencia por completo, cayendo al suelo
como un bulto, su cuerpo ya no se parecía al de un humano, su
sangre formaba un charco a su alrededor. Finalmente, todos,
incluyendo a Xie Lian, suspiraron aliviados. Todos, menos Jun
Wu.

Se dio la vuelta, su expresión no mostraba ni rabia ni alegría, sino


una expresión sumamente sombría, y se volvió hacia Yin Yu.

—Con las cosas resultando así, ¿confío en que tienes una


explicación?

Yin Yu tenía la cabeza enterrada profundamente en sus manos, y


solo cuando lo escuchó, inconscientemente, miró hacia arriba.

—No sé nada. No estoy involucrado No soy yo. Es…

Sin embargo, se calló cuando de repente volvió a recobrar la


consciencia, pareciendo que de repente se dio cuenta
exactamente de lo que había salido de su boca.

¡Bajo la mirada tantos ojos, le dijo a Quan Yi Zhen que se muera,


y Quan Yi Zhen le hizo caso!

Era imposible que alguien no hubiera obtenido una pista. Mu Qing


dijo: —Mi señor, la reacción que acaba de tener Qi Ying se debe
a un malvado hechizo lanzado sobre él. Debe haber algo en él
que lo haga seguir las órdenes de Yin Yu. Pero qué es, no lo
sabemos.

Naturalmente, Ling Wen, que estaba de pie, sabía exactamente


qué era ese algo, pero ella no se atrevió a decir una palabra. Solo
coordinar la ayuda en la escena era todo lo que podía hacer. Lang
Qian Qiu dijo con incredulidad: — ¿Hay algo así en este mundo?

En ese momento, alguien hizo a un lado a la multitud para


apresurarse, y era Jian Yu. Era obvio que había estado
persiguiendo y buscando a Yin Yu antes de regresar, y aún no
sabía qué había pasado.

— ¿Qué están haciendo todos ustedes? Qué... ¿Qué le ha


pasado a nuestro Palacio de Yin Yu? ¿CÓMO SE CONVIRTIÓ
EN ESTO? ¿QUIÉN LO DESTRUYÓ?

Jun Wu se acercó a Yin Yu, lentamente.

—Hizo caso a tus órdenes. ¿Cómo lo controlas?

Su voz no era áspera, pero había un aire opresivo de poder,


extremadamente sofocante, y el ser mirado desde arriba
agregaba otra capa de miedo en el corazón. No era como si Xie
Lian nunca hubiera cometido grandes errores, pero nunca antes
había visto a Jun Wu de esta manera. Al parecer, a él Jun Wu
realmente lo había dejado ir fácil.

La mente de Yin Yu ya estaba desordenada, y por lo que Xie Lian


podía ver, su mente tampoco era muy fuerte, su capacidad para
reaccionar en situaciones era débil, y en un momento como este,
no podía pronunciar ni una sola palabra. Al ver que no estaba
respondiendo, Jun Wu dijo: —De todas formas. Incluso si no
hablas, ya lo sé. Es esa armadura.

Él estaba acabado. Terminado. Todo estaba condenado.


Yin Yu se agachó en el suelo, volviendo a abrazar la cabeza
cuando empezaron a oírse olas de conversación a su alrededor:

—Asombroso... ¡Nunca he presenciado nada más inconcebible


en el cielo!

—Un oficial celestial que manipula a otro oficial celestial para que
este se mate sin reservas. ¡¿Ha asesinado a más de diez oficiales
y luego él le diría que se muera?!

—Qué corazón tan vil…

Entre la multitud, cuando Jian Yu descubrió que había ocurrido un


incidente tan importante, su rostro también palideció. Aun así,
apretó los dientes y salió, arrodillado en el suelo.

— ¡MI SEÑOR! ¡ESTA ARMADURA FUE, FUE, FUI YO QUIEN


SE LA DIO A QUAN YI ZHEN, NO TENÍA NADA QUE VER CON
YIN YU!

Solo entonces Yin Yu pareció reaccionar, y él gruñó.

—Jian Yu…

Jian Yu se preparó y gritó en voz alta: —YO SOLO QUERÍA


ENSEÑARLE A ESE MOCOSO UNA LECCIÓN, PERO NO
HABÍA PENSADO... QUE PODRÍA CAUSAR TAL GRAN
INCIDENTE...

Al costado, Quan Yi Zhen todavía estaba inconsciente, yaciendo


en un charco de su propia sangre, y los Señores de Medicina y
oficiales celestiales se habían apresurado a la escena,
rodeándolo. Jian Yu dijo: —Siempre he odiado a ese mocoso,
pero Yin Yu siempre lo ha tratado con cortesía, muchos aquí
pueden ser testigos de esto. ¡Él no sabía nada sobre la armadura!

Sin embargo, en este punto, ya era demasiado tarde. Ya no había


nadie que creyera que Yin Yu no estaba involucrado en absoluto.
Al instante, alguien dijo: —Solo eres un oficial de bajo rango en el
Palacio de Yin Yu, pero ya lo odias hasta el punto de causarle
daño. Es fácil imaginar que el oficial celestial al que sirves no es
mejor que tú.

Incluso hubo burlas.

— ¿Él no sabía nada? Si él no supiera nada, ¿por qué le diría,


muérete? No me digas que solo está bromeando.

Si se dice que las reacciones de Yin Yu fueron todas razonables,


que solo perdió el control por el dolor mental, entonces, sus
últimas palabras de muérete, negaban todo y no podían liberarlo
de la condena.

Recordando, cuando Ling Wen le contó por primera vez a Xie Lian
esta historia, ella dijo que Yin Yu estaba haciendo una broma, a
lo que Xie Lian ahora podía apreciar como ella intentando ayudar
a Yin Yu a ocultar la situación un poco. Jian Yu no podía creerlo.
— ¿Qué? Dejen de decir tonterías, ¿cómo puede Yin Yu decir
algo por el estilo? Él siempre ha sido educado y cortés con ese
mocoso, ¿por qué le diría muérete? Yin Yu, no lo dijiste, ¿verdad?
¿No dijiste algo así? ¡No pudiste haberlo dicho!

Sin embargo, Yin Yu no le respondió, y en cambio, cerró los ojos.


Jian Yu simplemente no lo aceptaría, y todos los que los rodeaban
se habían quedado sin palabras: —Todos lo escuchamos con
nuestros propios oídos, ¿cómo podemos negarlo?
Jian Yu dijo rápidamente: — ¡Ha habido un malentendido! ¡Hay
tanto que todos ustedes no saben!

—No importa el tipo de malentendido, ya sea que lo sepamos o


no, no hay un malentendido lo suficientemente grande como para
que uno quiera matar al propio shidi, ¿no?

Al escuchar esto, Yin Yu y Jian Yu fueron silenciados. Ese oficial


celestial continuó: —Escuché que desde que Quan Yi Zhen se
independizó y erigió su propio palacio, a la gente del Palacio de
Yin Yu dejó importarle. Cada vez que Quan Yi Zhen visitaba, la
excusa siempre era que no había nadie. Al principio estaba
confundido, así que resultaba que no podían soportarlo, eh...

—Hablando de eso, ¿alguien no confundió a la persona


equivocada en el Banquete de Medio Otoño el otro día? Vi cómo
se oscurecían sus caras en ese momento.

Esas fueron todas verdades innegables, pero la conclusión fue


errónea: —Oh, yo también conozco ese incidente, fue bastante
incómodo, pero aún no es lo suficientemente malo como para
querer hacerle daño a alguien…

—Sí, es muy minúsculo...

Los ojos de Jian Yu estaban llenos de furia, y él gritó: —YA DIJE


QUE SU MAJESTAD NO TENÍA NADA QUE VER CON ESTO,
¡YO SOY EL QUE COMETÍ EL CRIMEN! ADMITO TODO, ¡¿ESO
NO ES SUFICIENTE?!

Sin embargo, incluso si Yin Yu fuera a saltar al Río Amarillo, no


podría ser capaz de limiparse. A los ojos de los demás, esto solo
era lo suficiente para demostrar que Yin Yu tenía un subordinado
malicioso, pero leal. Además, solo una palabra fue suficiente para
cerrar todos los argumentos: —Bueno. ¡Muérete no salió de la
boca de nadie más!

Las cosas se estaban calentando cada vez más, y Jun Wu dijo


sombríamente: —Sométanlos a todos. Ling Wen, quédate aquí y
cuida a Qi Ying.

Ling Wen inclinó la cabeza para obedever el comando, y Jun Wu


salió del Palacio de Yin Yu. Varios oficiales marciales celestiales
hicieron que Yin Yu se pusiera de pie, y Yin Yu se sintió
consternado: —Déjalo, Jian Yu. No digas más.

Jian Yu también fue jalado y atado con la cuerda Inmortal para


Atar, y gritó: —Siempre es déjalo, déjalo, ¡esta vez no debes
dejarlo! ¡Déjalo y ya estarás acabado! ¡Serás desterrado! ¡Seguro
que te desterrarán!

Sin embargo, Yin Yu solo suspiró.

—Déjalo. Si es un destierro, que así sea. Incluso si me quedo


aquí... no tiene sentido.

Jian Yu lloró amargamente.

—... TÚ, TÚ NUNCA, NUNCA, DEBISTE HABER DICHO ESA


PALABRA. ¡SOLO ESA PALABRA Y YA HAS PERDIDO TODA
LA ESPERANZA DE DAR VUELTA A ESTO! TÚ NUNCA LO
MALDECIRÍAS PARA QUE SE MUERA, ¿POR QUÉ DE TODAS
LAS VECES TIENES QUE DECIRLO AHORA? ¡ESA PALABRA!
Era como si Yin Yu envejeciera repentinamente durante diez
años, y sus ojos hubieran perdido su luz. Él mismo parecía estar
un poco perdido, y negó con la cabeza.

—Tampoco sé por qué, solo estoy... Ahh, no quiero discutir más.

Tropezó un par de pasos mientras se lo llevaban, y Jian Yu de


repente gritó: — ¿POR QUÉ?

Todos se volvieron a mirarlo. Jian Yu gritó: — ¡NO ES COMO SI


TÚ NO TRABAJARAS IGUAL DE DURO! ¡TÚ ERES MÁS
FUERTE QUE EL DIEZ MIL VECES, MEJOR QUE UN MILLÓN
DE VECES! ¡QUAN YI ZHEN NO ES NADA! ¿Y QUÉ SI LO
ODIO? ¿POR QUÉ ES QUE ÉL ES DE ESA FORMA, Y TÚ DE
ESTA FORMA? ¿POR QUÉ NO ES ÉL EL DESTERRADO?

Apretó los dientes con resentimiento, tan lleno de odio por la


realidad de las cosas, tan lleno de odio que le salieron lágrimas
por las mejillas. Pero, había muchas cosas en este mundo que
con tan solo trabajando duro no sería suficiente.

Tal vez lo sabía en su corazón, pero simplemente no podía


aceptarlo, incapaz de tragar este resentimiento.

Al escuchar sus gritos, los pasos de Yin Yu se volvieron


demasiado pesados para que él se moviera.

Enterró su rostro en sus manos y cayó al suelo como un montón


frente al Palacio de Yin Yu, y rugió: — ¡BASTA! ¡YA DIJE QUE
NO HABLARAS MÁS! ¡POR FAVOR, SOLO DÉJAME IR!

Se cubrió los oídos y lloró hasta que estuvo ronco.


— ¡POR FAVOR, DEJA DE HACERME RECORDAR
REITERADAMENTE, DEJA DE HABLAR, POR FAVOR, LE PIDO
A TODOS QUE DEJEN DE HABLAR!

Xie Lian no podía soportar seguir viendo.

—... Eso es suficiente.

Así, Hua Cheng dispersó la escena, y los dos separaron


ligeramente sus frentes.

Después de haber tocado las frentes durante tanto tiempo, Xie


Lian lo sintió un poco entumecido y con un poco de picazón, su
frente incómodamente caliente. Quería levantar la mano para
frotársela, pero sus miembros no podían moverse. Hua Cheng
pareció haber detectado su pequeña incomodidad y levantó la
mano para ayudarlo a frotarse, como si fuera lo más natural que
podía hacer en el mundo antes de quitar su mano. Afuera, junto
al muro de piedra, Yin Yu que usaba una máscara de demonio se
paseaba de un lado a otro, y después de un rato, se volvió hacia
Quan Yi Zhen y dijo fríamente: — ¿Quieres salir?

Él intencionalmente cambió su voz. Quan Yi Zhen asintió.

—Sí.

Yin Yu respondió: —Muy bien. ¡Mira aquí! Luego, en un abrir y


cerrar de ojos con una velocidad intermitente, ¡la pala fue
golpeada contra la cabeza de Quan Yi Zhen!

CLUNK! Quan Yi Zhen se calló al instante. Xie Lian se sorprendió:


—De ninguna manera. ¿Él lo abofeteó a muerte? ¿Realmente lo
mató?
Hua Cheng se rio con ganas: —No se preocupe, Gege él no está
muerto, solo se ha desmayado.

Después de balancear la pala, Yin Yu exhaló un suspiro. Al final,


parecía haber decidido sacar a Quan Yi Zhen de la pared después
de todo, y levantó la pala del Señor de la Tierra, cavando a través
de la pared con la pala. Xie Lian entendió.

Si Yin Yu iba a salvar a Quan Yi Zhen directamente, Yin Yu no


sería capaz de luchar contra él y ganar, y se arriesgaría a exponer
su identidad, lo que sería angustioso. La relación entre los dos
shixiong y shidi era realmente angustiosa hasta el extremo, y
quién era el más angustiado ni siquiera se puede comparar.
Probablemente era lo mejor que Yin Yu fingiera no conocerlo.

—San Lang, ¿quizás deberíamos también pensar en una manera


de salir de aquí ahora? —Dijo Xie Lian.

Hua Cheng parecía estar disfrutando estar donde se encontraban.

— ¿Hm? ¿Ya?

Xie Lian no sabía si reír o llorar.

—Bueno, ¿sí? ¿Quieres vivir aquí?

—Si es con Gege no veo por qué no. —Hua Cheng dijo: —Bueno,
está bien. Estaba bromeando. Él controló su expresión y se estiró
para cubrir los oídos de Xie Lian.

— ¿Qué es esto? —Preguntó Xie Lian.


Hua Cheng sonrió: —Soy demasiado perezoso para salir, así que
bien podría hacer explotar todo el lugar.

—…

Xie Lian estaba pensando sobre si volarían a los otros que


también fueron tragados por el espíritu de la montaña cuando su
expresión cambió repentinamente.

—Espera.

Hua Cheng tenía la misma expresión y dejó caer sus manos. Los
dos escucharon atentamente, y un momento después, Xie Lian
susurró: — ¿Escuchaste eso?

Hua Cheng también bajó la voz.

—Sí.

Yin Yu estaba en un lado del muro de piedra cavando hoyos con


la pala del Señor de la Tierra, y en el otro lado del muro de piedra,
había alguien más que estaba hablando.

No había mariposas de plata que espiaran, escucharon la voz


directamente a sí mismos, porque esa persona estaba realmente
muy cerca del muro de piedra, casi presionando contra esta y
hablando. Xie Lian contuvo el aliento para escuchar, pero solo
pudo escuchar palabras apagadas, intermitentes e indistintas,
¿como los comió? Corte Superior. Dioses marciales. Su mente
zumbó, e intercambió una mirada con Hua Cheng, luego trató con
dificultad de acercarse a la voz.
Esa voz pertenecía a un hombre, y parecía estar conversando con
alguien porque cada vez que decía algo, se detenía por un
momento. Sin embargo, Xie Lian no escuchó ningún sonido de
aquel con el que estaba conversando. Tal vez fue porque el otro
estaba más lejos.

Una vez que se acercaron en silencio, esa voz se hizo un poco


más clara. Aunque las palabras todavía estaban algo borrosas
aquí y allá, Xie Lian al menos escuchaba oraciones más
completas.

Ese hombre dijo: —Su alteza, el príncipe heredero, también ha


venido. No quiero dar este paso, estoy seguro de que piensas
igual, pero él ya no puede ser salvado.

Xie Lian se preguntó interiormente: ¿Yo? ¿Cómo ya no puedo ser


salvado? Espera, esta voz...

Esta voz era muy familiar; debe haberla escuchado antes, y la


había escuchado durante mucho, mucho tiempo, no solo una o
dos veces. Pero como fue hace mucho, mucho tiempo, no pudo
identificar la voz del hombre instantáneamente. Justo cuando
estaba pensando muy duro, ese hombre agregó: —Entonces, que
él termine aquí.

De repente, Xie Lian recordó a quién le pertenece esta voz.

Él frunció los labios y murmuró sin un sonido.

— ¿Sacerdote Principal?
¡La persona al otro lado del muro de piedra tenía la misma voz
que el estimado maestro que una vez le enseñó en el Reino de
XianLe!
Capítulo 163: El acertijo del misterioso Sacerdote Principal que confunde mentes
(parte uno)

El corazón de Xie Lian comenzó a acelerarse, e incluso las yemas


de sus dedos temblaban ligeramente. Sin embargo, se mantuvo
tranquilo y no hizo ningún ruido, solo levantó un poco la cabeza
para susurrar al lado de la oreja de Hua Cheng.

—... San Lang, no te muevas. La voz ahí afuera se parece mucho


a la de mi maestro. No seamos descubiertos...

Aunque era muy similar, tampoco podía decir con seguridad ya


que no era como si no hubiera personas que compartieran voces
similares. Además, no había visto al Sacerdote Principal durante
siglos, por lo que muy bien podía recordar equivocadamente. Si
no hicieran ningún movimiento imprudente y solo observaran en
silencio para ver cómo progresarían las cosas, tal vez aprenderían
más secretos. Hua Cheng también inclinó su cabeza ligeramente,
abrazando su cintura.

—Está bien... usted tampoco se mueva.

Rocas y tierra se aplastaban contra ellos por todos lados,


obligando a sus cuerpos a presionarse fuertemente entre sí, con
sus rostros rozando, sus oídos calientes. Aunque no era el
momento adecuado, un pensamiento pasó por la mente de Xie
Lian: ‘Morir enterrados juntos no se siente tan mal’. Justo en ese
momento, esa voz sonó de nuevo: — ¿Qué hay de los otros dos?
¿A dónde se han ido?

¿Los otros dos? ¿Hay dos compañeros más?


Xie Lian quería escuchar atentamente para descubrir quién era la
otra persona que estaba conversando, pero lo extraño era que,
después de que el Sacerdote principal, se dirigiría a él como
Sacerdote principal por ahora, planteara la pregunta. No hubo
ninguna respuesta.

Realmente fue extraño. En una distancia tan grande, Xie Lian y


Hua Cheng podían escuchar la pregunta del 'Sacerdote principal'
y, técnicamente, su voz no era fuerte y no estaba gritando a todo
pulmón, por lo que la otra parte no debería estar demasiado lejos
tampoco. Si respondiera, entonces al menos alguna voz sería
escuchada. Sin embargo, realmente no había nada que escuchar.

El ‘Sacerdote principal’ habló de nuevo: —Agradéceles por sus


esfuerzos, pero ya no hay que preocuparse por asuntos
minúsculos, nada saldrá de ellos. Tenemos cosas más
importantes que hacer en este momento.

¿Qué está pasando?, Se preguntó Xie Lian, Esto demuestra


claramente que ha recibido una respuesta y que está hablando
con alguien, ¿no?

El Sacerdote principal que afuera estaba casi como si estuviera


hablando solo o teniendo una conversación con el aire. Una
imagen espeluznante apareció en la cabeza de Xie Lian e
inmediatamente la apartó, pensando que podría haber otra
posibilidad, que era que el Sacerdote principal podía escuchar la
voz de esa persona, pero nadie más podía.

La sospecha se hizo cada vez más densa en su cabeza, y


escuchó con más y más intensidad, repasando cada palabra que
el Sacerdote Principal pronunciaba en su mente cuando el
Sacerdote Principal agregó: — ¿Son todas esas las personas
dentro de la montaña? En cualquier caso, primero llevémoslas al
horno, pensaré en una forma de ocuparme de ellas una por una.
Cuanto más rápido, mejor, deben llegar allí dentro de dos días.

¡El horno!

Y, dentro de dos días. El conjuro de acortamiento de distancia no


se puede utilizar dentro del Monte TongLu, ¿cómo podrían llegar
allí en dos días? ¿Y qué era esto ocuparme de ellas'?

Después de una pausa, esa voz continuó: —Llama a los otros dos,
vamos al horno juntos. Para enfrentar a su alteza el príncipe
heredero, ninguno de nosotros debe faltar. En este momento
todavía no se ha despertado. Si se despertara... es difícil imaginar
lo que hará esta vez.

Xie Lian se sorprendió. ¿Estaba hablando de él?

En ese momento, se escucharon sonidos de explosión dentro del


cuerpo de la montaña. Xie Lian escuchó afuera al sacerdote
principal preguntar: — ¿Qué está pasando?

Dentro de la pared de piedra, también se dirigió a Hua Cheng para


preguntar: — ¿Qué está pasando?

—Algo ha sucedido en el otro lado —susurró Hua Cheng.

Xie Lian aún no había respondido y Hua Cheng ya había


presionado su frente con la suya. En el ojo derecho de Xie Lian,
la situación con Yin Yu y Quan Yi Zhen en el otro lado de la cueva
apareció una vez más. Y, esto debería ser lo que había sucedido
un poco antes. Yin Yu finalmente sacó a Quan Yi Zhen de la pared
de piedra, laboriosamente lo arrastró hacia abajo y dejó escapar
un suspiro. Sin embargo, siendo inesperado, el inconsciente Quan
Yi Zhen de repente se puso de pie y quitó la máscara de la cara
de Yin Yu!

¡Quan Yi Zhen en realidad solo estaba fingiendo haberse


desmayado antes!

Ahora que Xie Lian lo pensó, Quan Yi Zhen estaría


extremadamente familiarizado con el hábito de Yin Yu de caminar
mientras pensaba, la forma en que hablaba, su fuerza cuando
golpeaba, y quizás en el momento en que la pala de Yin Yu se
balanceaba hacia abajo, él ya sabía quién estaba detrás de la
máscara. Era solo que, era inconcebible que llegara el día en que
alguien como Quan Yi Zhen supiera usar el engaño. Aunque no
era nada más que el más ordinario de los trucos, cuando era Quan
Yi Zhen quien lo usaba, podría considerarse completamente fuera
de este mundo, por lo que nadie estaba preparado.

Debajo de la máscara estaba esa cara aterrorizada y débilmente


pálida de Yin Yu, obviamente estupefacto por la sorpresa. Quan
Yi Zhen, sin embargo, estaba ferozmente emocionado, saltando
con la cabeza cubierta de sangre.

— ¡SHIXIONG!

Yin Yu se veía como si viera algo extremadamente horroroso, sus


labios se torcieron, y luego, bruscamente, abrazó su cabeza.

— ¡TIENES A LA PERSONA EQUIVOCADA!

Habiendo rugido, echó a correr. Mientras corría, atacó a la


persona detrás de él para bloquearlo.
— ¡NO TE ME ACERQUES! ¡NO ME SIGAS!

Quan Yi Zhen también corrió tras él, ignorando completamente las


explosiones y solo gritó: — ¡SHIXIONG! ¡SOY YO!

Yin Yu rugió.

—MI DIOS, ¡ES PORQUE ERES TÚ QUE ESTOY


ATERRORIZADO! ¡NO ME SIGAS!

Los dos corrieron y lucharon todo el camino, causando que la


montaña retumbara por las explosiones. De este lado, el
Sacerdote Principal estaba desconcertado.

— ¿Qué están haciendo allí? ¿Qué es todo el ruido?

Todavía no había nadie que le respondiera, pero el sacerdote


principal parecía haber obtenido su respuesta: —Ya veo. Niños de
estos días, tan enérgicos. Voy a irme primero. Reunámonos de
nuevo una vez que estés cerca del horno.

Iba a irse. Al escuchar esto, Hua Cheng cubrió los oídos de Xie
Lian de nuevo, y Xie Lian cerró los ojos. Un momento después,
hubo un temblor violento por todas partes, y el muro de piedra que
había estado empujando contra sus cuerpos finalmente fue
destruido. Los dos saltaron juntos, aterrizando ligeramente en sus
pies, y respiraron aire fresco una vez más. Sin embargo, en el
exterior había una cueva vacía; No había ningún sacerdote
principal ni esa misteriosa segunda persona, sus figuras habían
desaparecido por completo.
Xie Lian y Hua Cheng intercambiaron una mirada. No tenían prisa
por perseguirlos y aún no se habían separado cuando de la cueva
adyacente a ellos venía acercándose un hombre vestido de negro.
Era Yin Yu. Agitó la pala del Señor de la Tierra y corrió hacia los
dos.

— ¡¡¡CHENGZHU!!! ¡¡¡SU ALTEZA!!!

Detrás de él, Quan Yi Zhen, que tenía la cabeza cubierta de


sangre por los golpes, también entró corriendo. Hua Cheng no se
molestó en mirar hacia arriba y solo movió su mano. Hubo un
sonido BOOM; Quan Yi Zhen alzó instantáneamente ambos
brazos para bloquear, sin embargo, el movimiento que utilizó Hua
Cheng no podía ser bloqueado por los puños. Después de que los
humos se dispersaron, lo que quedaba donde estaba Quan Yi
Zhen era una muñeca daruma con ojos grandes y amplios, con un
aspecto muy inocente. Fue el mismo truco que Hua Cheng usó en
Lang Qian Qiu la última vez. Solo entonces Yin Yu detuvo su
enloquecida carrera, limpiándose el sudor mientras se acercaba.

—Estoy eternamente agradecido, Chengzhu.

— ¿Realmente tenías que estar tan asustado? —Preguntó Hua


Cheng.

Yin Yu todavía estaba conmocionado, y sonrió con amargura.

—La verdad es que, en este momento, cuando veo a su alteza Qi


Ying, solo quiero correr lo más lejos posible.

Cuando Xie Lian lo escuchó, lo encontró divertido, pero pudo


simpatizar. Parecía que la personalidad de Quan Yi Zhen ahora
es una severa sombra en el corazón de Yin Yu. Esa muñeca
daruma todavía estaba en el suelo, con los ojos abiertos, mientras
se balanceaba pesadamente de un lado a otro sin que nadie se
preocupara. Xie Lian sintió pena por eso y estaba a punto de
levantarlo cuando de repente sintió que el suelo temblaba, su
cuerpo también se estaba cayendo junto con los temblores, casi
temblando más fuerte que esa muñeca Daruma. Rápidamente se
calmó a sí mismo.

— ¿Qué está pasando? ¿Terremoto?

Aunque Xie Lian no necesitaba ayuda, Hua Cheng aún sostenía


su brazo para ayudarlo a estabilizarlo, y se volvió hacia Yin Yu.

—Abre un túnel y sal a echar un vistazo.

Yin Yu se recuperó extremadamente rápido y respondió: — ¡Sí,


señor!

Luego recogió su pala del Señor de la Tierra, rápidamente y de


forma concisa cavó un agujero en un corto período de tiempo. La
luz del sol brillaba desde el exterior; Cuando Yin Yu echó un
vistazo, la sorpresa llenó su rostro. Xie Lian preguntó: —Su alteza
Yin Yu, ¿es un terremoto o la montaña está colapsando?

— ¡Ninguno! —Yin Yu respondió: —Este espíritu de montaña...


¡está corriendo!

¿Corriendo? Xie Lian y Hua Cheng intercambiaron miradas y


ambos corrieron para mirar fuera del espíritu de la montaña.

¡Realmente estaba corriendo! Fuera del cuerpo de la montaña,


todos los escenarios, los paisajes aceleraban rápidamente, casi
reducidos a nada más que lineas coloridas. De lo que se veía, era
como si estuvieran montando un carruaje de caballos a toda
velocidad, o como si estuvieran sentados sobre los hombros de
un gigante corriendo salvajemente.

Colinas, ríos, campos, bosques, todos ellos fueron pisoteados


bajo los pies de este espíritu de montaña, aplastados para hacer
el camino. Torbellinos de viento salieron del agujero y cabellos y
cintas empezaron a bailar en el aire. Yin Yu comentó: —Por la
velocidad de esta corrida, probablemente solo tomará dos días
llegar al horno…

¿Dos días? Al oír esto, Xie Lian se dio cuenta.

¡No era de extrañar! No era de extrañar que no pudieran escuchar


la respuesta de la otra persona, y no es de extrañar que el
Sacerdote Principal solicite que el otro los lleve al horno dentro de
dos días.

¡Porque en ese momento, el Sacerdote principal no estaba


hablando con otra persona, estaba hablando con este espíritu de
montaña!

Hua Cheng también debe haberlo resuelto.

—De igual manera. Al tomar prestada su fuerza, ya no tendremos


que caminar tan despacio. Una vez que estemos allí, esa persona
fuera del muro de piedra se mostrará de nuevo. Sabremos lo que
quiere entonces.

Xie Lian sin embargo, se veía sombrío. Hua Cheng se dio cuenta
y preguntó: —Gege ¿qué pasa?
— ¿Qué quiso decir él con que todavía no se ha despertado? —
Preguntó Xie Lian.

Esa voz dijo anteriormente: En este momento todavía no se ha


despertado. Si se despertara... es difícil imaginar lo que hará esta
vez.

Xie Lian dijo: —Si ese hombre realmente era mi maestro y


hablaba de mí, ¿qué quería decir con todo eso?

—Gege, no piense demasiado ahora. —Hua Cheng dijo: —


Primero, ese hombre podría no ser su maestro; segundo, el
príncipe heredero del que habló puede que no sea usted.

— ¿Pero si lo fuera? —Xie Lian instó: —Tengo algunas


suposiciones sin fundamento, ¿me escucharás y verás si tienen
sentido?

—Muy bien. Gege dígalo. —Dijo Hua Cheng.

Xie Lian comenzó. —Suponiendo que el hombre es mi maestro y


las tres montañas: Vejez, Enfermedad y Muerte, sin estar
Nacimiento. Él puede comunicarse con los espíritus de la
montaña. Él es una persona, pero el que está conversando con él
es un espíritu de la montaña. En su conversación, mencionaron
—los otros dos—, y podrían ser los otros dos espíritus de la
montaña. Hay cuatro de ellos. Estaba pensando, ¿los tres
espíritus de la montaña poseen conciencia humana? O tal vez,
fueron transformados de personas desde el principio, ¡y el
Sacerdote Principal era Nacimiento que nunca apareció!

Pensaba más y más, su corazón latía rápidamente en su pecho,


y continuó: —El Monte TongLu solía ser parte del Reino de
WuYong. —Nacimiento, Vejez, Enfermedad, Muerte— son un
conjunto de cuatro; casualmente, el Príncipe Heredero de
WuYong también tiene cuatro Dioses Guardianes; ¡Y también
hubo cuatro sacerdotes principales que me enseñaron cuando
crecí en XianLe! ¿Los países suelen tener tantos sacerdotes
principales? No pensé nada de eso en el pasado, pero ahora me
di cuenta de que normalmente no hay tantos. ¿Crees que esto es
una coincidencia? ¿O hay un significado más profundo en todo
esto?

Hua Cheng respondió: —No hay un significado más profundo. Tal


vez solo sucede que hay cuatro. ¿No son las famosas Cuatro
Vistas también cuatro? No había cuatro en las Cuatro
Calamidades, así que uno tuvo que ser forzado en ese rango.

Sin embargo, Xie Lian aún seguía su línea de pensamientos: —


Pero si es verdad, que mis cuatro maestros eran los cuatro Dioses
Guardianes del Príncipe Heredero de WuYong, ¿por qué vinieron
a XianLe para convertirse en sacerdotes principales de XianLe?
¿Por qué vinieron a enseñarme? ¿Hay algo sobre mí de lo que yo
no estaba al tanto? Podría ser, que en realidad soy...

Él continuaba como alguien poseído, y Hua Cheng lo tomó por los


hombros, hablando con convicción: — ¡No es posible! Se lo juro,
usted es usted. No es nadie más. Créame. No lea demasiado
entre líneas e imagine algo que no está allí.

Aparte de sus padres, el Sacerdote Principal era alguien con quien


Xie Lian era el más cercano y más familiar. Aunque el Sacerdote
Principal a menudo lo hacía retirarse y era reservado por ser
cauteloso de la posición de Xie Lian, en general, era un buen
maestro. Descubrir de repente que podría no conocer a alguien
con quien pensaba que estaba familiarizado era algo que
confundiría fácilmente el corazón. Hua Cheng suavizó su voz. —
Está bien, Gege. Piense cuidadosamente, ¿cuales eran los
antecedentes del Sacerdote Principal de XianLe? —

Xie Lian reflexionó sobre la pregunta.

—... no estoy seguro.

Realmente, en serio no podía recordar de dónde venía su


maestro. Zumbando por un momento, Xie Lian dijo: —El
Sacerdote Principal era sacerdote principal antes de que yo
naciera, solo sé que se llamaba Mei Nian Qing, pero no hace falta
decir que ese debe ser un nombre falso. También he pensado
esto antes en el pasado; El Sacerdote principal es un personaje
tan increíble, ¿por qué no ascendió? Si el de ahora era él,
entonces los años que ha pasado en este mundo deben ser
muchos más que los míos.

—Nos encargaremos de las cosas a medida que vayan llegando.


—Hua Cheng dijo: —Recuerde que si algo sucede, estoy aquí.
Siempre estaré de su lado.

Xie Lian lo miró fijamente, aturdido y sin palabras. Un momento


después, una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

El sentido de presencia de Yin Yu ya era débil, y como no habló


todo el tiempo, fue prácticamente olvidado. Solo ahora él habló:
—Chengzhu, ¿tenemos que ir a buscar a los demás?

Ellos han salido, pero quién sabe en qué rincón Pei Ming y los
demás fueron digeridos por el espíritu de la montaña después de
haber sido tragados. Xie Lian rápidamente respondió: — ¡Sí!
Vamos a buscarlos juntos. Por favor espere, su alteza Yin Yu.
—Su alteza, no hay necesidad de llamarme su alteza... Ya no soy
un oficial celestial de la Corte Superior —dijo Yin Yu.

Xie Lian sonrió: —Entonces, usted puede solo llamarme por mi


nombre, no hay necesidad de ser tan cortés. Tampoco he sido
príncipe heredero en mucho tiempo.

Yin Yu miró a Hua Cheng detrás de Xie Lian y rápidamente


respondió: —No... No me atrevo. No debería. No puedo.

— ¿Qué es lo que le preocupa? —Dijo Xie Lian y dio un par de


pasos, listo para recoger a Quan Yi Zhen, la muñeca daruma,
cuando una figura se desplomó repentinamente del cielo y cayó
pesadamente ante él, el sonido de huesos crujiendo fue fuerte y
nítido en el aire.
Capítulo 164: El acertijo del misterioso Sacerdote Principal que confunde mentes
(parte dos)

La primera reacción de Xie Lian fue alcanzar a Fang Xin y atacar.


Menos mal que tenía buenos hábitos, y antes de que golpeara,
echó un vistazo, obligándose a frenar a mitad de la acción.

— ¿General Pei?

Ese hombre volteó y se levantó de un salto. Era Pei Ming. Se


sacudió los hombros, pareciendo asombrosamente a gusto, y los
miró.

—Parece que su alteza y mi señor Rey Demonio están disfrutando


aquí.

—No está mal, no está tan mal. —Xie Lian dijo: —Pero, General
Pei, ¿está bien? Parece que escuché un crujido...

—Oh, no es nada. Pei Ming dijo: —Gracias por la preocupación


de su alteza. Ese crujido no eran mis huesos, sino los huesos de
éste. Levantó un objeto, y era el fémur de ese hombre
desafortunado, los huesos ya estaban doblados y rotos. Agregó:
—Gracias a Dios, por la ayuda de este buen hermano Pei Ming
pudo descubrir una ruta de escape en el cuerpo de este espíritu
de la montaña. Aunque es el hueso de un hombre, sigue siendo
un hombre bastante sólido.

Justo cuando terminó, no muy lejos, una segunda figura se


desplomó del cielo, cayendo y aterrizando pesadamente. El grupo
de ellos se acercó para ver, y esta vez era Pei Su. En la curva de
sus brazos estaba Ban Yue protegida, y los brazos de Ban Yue
sostenían esas dos ollas de barro negro que contenían a Ke Mo y
Rong Guang. Los dos estaban pálidos y despeinados, pero no
parecía haber nada serio, y rápidamente se arrastraron hacia
arriba. Pei Su escupió unas cuantas bocanadas de polvo.

— ¡Gen, eral! Su Alte, za.

Pei Ming levantó la vista: —Parece que este espíritu de la


montaña no cree que seamos lo suficientemente sabrosos, y nos
escupió.

Hua Cheng y Xie Lian intercambiaron una mirada y dijeron en voz


baja.

—No necesariamente. Tal vez, alguien le dijo que los escupieran.

Pei Ming dio unos pocos pasos y notó el temblor anormal del
suelo, y frunció el ceño.

— ¿Qué pasa con esta montaña? ¿Por qué está temblando con
fuerza?

—Porque ahora nos está llevando y corriendo hacia el horno —


respondió Xie Lian.

Pei Ming caminó hacia ese agujero que Yin Yu cavó y miró hacia
afuera.

— ¡Tan rápido! Eso nos ayudará a ahorrar algo de trabajo de pies.

Sin embargo, hasta ahora, había otra persona desaparecida. Xie


Lian preguntó: — ¿Dónde está Ling Wen?
Parece que Hua Cheng usó su ojo derecho para mirar y
respondió: —La mariposa plateada que descansaba sobre su
espalda fue tragada por el espíritu de la montaña. Él se fue.

Lo que significaba que Ling Wen y el Brocado Inmortal ahora


podían moverse a voluntad. Eso no era una broma. Xie Lian
exclamó apresuradamente: — ¡Vamos a buscarlo!

Así, el grupo comenzó a correr alrededor del cuerpo de este


espíritu de la montaña. Hua Cheng lanzó otros cientos de
mariposas fantasmales para realizar una búsqueda, y al final, los
llevó a otro agujero.

Este agujero fue volado a la fuerza, sus bordes irregulares, y más


allá de él, los escenarios de los paisajes pasaban volando
rápidamente, soplando vientos salvajes que se vertían
directamente en el cuerpo de la montaña, haciendo aullidos como
el de los demonios. Después de que el espíritu de la montaña
escupiera a Ling Wen, probablemente él mismo hizo este agujero
y salió corriendo. Xie Lian miró hacia abajo desde los bordes del
agujero y frunció el ceño: — ¿Qué debemos hacer ahora? El
poder destructivo del Brocado Inmortal es demasiado fuerte, no
podemos dejarlo así.

—No se preocupe. —Hua Cheng dijo: —Él se dirige al horno de


todos modos, así que realmente estamos tomando diferentes
caminos para ir al mismo destino.

Una vez que todos se reunieron, Xie Lian brevemente contó lo que
había oído antes, dejando de lado algunos detalles. Después de
que él haya terminado, el grupo se sentó y comenzaron a mirar al
vacío. Después de todo, no había ningún monstruo con el que
luchar en este momento, y ellos no necesitaban hacer el viaje ellos
mismos, por lo que era bastante vacío y aburrido.

Como Yin Yu dijo que realmente no sabía cómo comunicarse con


Quan Yi Zhen, y solo con verle la cara le dolía la cabeza, Xie Lian
también sintió que no sería prudente liberarlo, por lo que fue
temporalmente mantenido en la forma de muñeca daruma. Pei
Ming estaba aburrido, así que estuvo golpeando a la muñeca para
jugar. Xie Lian vio cómo esa muñeca daruma se tambaleaba
fuertemente y sintió pena por eso, por lo que reprendió: —General
Pei, por favor, deje de jugar.

Pei Ming obedeció. Sin embargo, cuando Xie Lian se adormeció y


se quedó dormido apoyado contra la pared de la montaña,
comenzó a abofetearla de nuevo. No había nadie que cuidara de
él, y Yin Yu, que estaba cuidando el agujero, calculando
mentalmente la distancia recorrida, miró desde la distancia.
Muchas veces parecía que quería decir algo, pero al final no dijo
nada. Sin embargo, inesperadamente, nacieron tragedias
extremas; Pei Ming estaba dando abofetadas cuando de repente,
Pei Su PUM! Y se desplomó. Pei Ming se olvidó instantáneamente
de jugar y se aferró a Pei Su.

—Pequeño Pei? ¡¿Qué sucede?!

Yin Yu caminó en silencio, tomó la muñeca daruma y la colocó al


lado de Xie Lian. Hua Cheng estaba molesto.

—Qué pasa con ese ruido, él no morirá. ¿No puedes ver que su
alteza está dormido?

Xie Lian estuvo dormitando por un tiempo y, efectivamente, se


despertó por el ruido. En el momento en que se despertó,
descubrió que estaba apoyado en el hombro de Hua Cheng. La
voz de Hua Cheng sonó justo al lado de su oído.

— ¿Gege está despierto?

Xie Lian se frotó los ojos y, junto a él, Quan Yi Zhen se balanceaba
de un lado a otro.

— ¿Qué está pasando?

—No es nada. —Hua Cheng respondió: —Si tiene sueño, puede


tomar otra siesta. Estaremos allí lo suficientemente pronto.

Xie Lian vio frente a ellos a Pei Ming agarrando el collar de Pei
Su, sacudiéndolo violentamente, y estaba un poco sorprendido,
ahora más que despierto. Pensando que se trataba de algo, se
acercó a ver y luego dijo: —Oh, no se preocupe, General Pei. El
pequeño General Pei está cansado y hambriento, y no pudo
aguantar por el momento.

Pei Su era mortal ahora después de todo, y habiendo luchado


durante tanto tiempo sin comida ni agua, ni con la amplia
experiencia de Xie Lian en inanición y palizas, donde una comida
podía sostenerlo durante tres días y recibir diez palizas no
significaba nada, Pei Su no podía aguantar más y finalmente
había colapsado. Pei Ming comentó: —El cuerpo mortal es tan
inconveniente. ¿Alguien tiene algo para comer?

Nadie respondió. Ban Yue sacó una olla.

—Lo siento, pero solo tengo esto…

Era esa olla llena de Phoenix derribados.


Pei Ming gritó: — ¿Por qué sigues aferrándote a esa cosa?
¡Tirarlo!

Eran ruidosos y revoltosos, y Hua Cheng se dirigió a Xie Lian.

—Mire, le dije que no era nada. ¿Por qué no tomar otra siesta?

Ese espíritu de la montaña corrió por un buen día entero, y Xie


Lian pudo ver que los cielos se estaban oscureciendo afuera.

— ¿Cuánto tiempo hemos estado corriendo ahora?

Yin Yu había estado contando en ese agujero y respondió: —


Hemos corrido cerca de ochocientas millas.

Esto fue definitivamente mucho más rápido que cuando


caminaban. Xie Lian también fue al borde del agujero. Al principio
solo iba a echar un vistazo casual, pero cuando sus ojos barrieron
lo que los rodeaba, de repente vio algo y al instante, los pelos de
su espalda se levantaron.

— ¿Qué es eso ahí abajo?

¡Mirando hacia abajo desde este espíritu de montaña, en el negro


de la noche, abajo en el suelo, había un rostro humano gigante!

Esa cara tenía ojos crecientes, sus labios se curvaron hacia arriba
y sonreía de forma escalofriante. Xie Lian dio un paso atrás sin
querer. Hua Cheng estaba detrás de él y lo sostuvo. Xie Lian
estabilizó su mente y miró de cerca. Resulta que esa cara era
simplemente una imagen formada por colinas y barrancos
colectivos, una ilusión óptica. Sin embargo, esta ilusión parecía
muy real, y con solo una mirada era una visión impactante.

Xie Lian se preguntó: — ¿Qué es ese barranco que se parece a


los párpados y labios?

Hua Cheng respondió: —Ese es el río WuYong, el río principal de


WuYong. Su origen está en las altas montañas, la nieve derretida
formó este río. Por supuesto, ahora está completamente seco.
Pero haber llegado hasta aquí, significa que estamos muy cerca
del horno ahora.

Xie Lian asintió y volvió a preguntar: — ¿Entonces, la nariz?

Hua Cheng respondió: —Es una animada ciudad junto a la orilla


del río WuYong. ¿Quiere bajar y ver?

Xie Lian inclinó la cabeza: — ¿Hay algo que valga la pena ver allí?

—Hay otro Templo Divino de WuYong en esa ciudad —dijo Hua


Cheng.

Si había un templo, entonces había la posibilidad de un mural.

Xie Lian dijo al instante: — ¡Vamos!

No podía esperar para aprender más sobre este príncipe heredero


de WuYong. Pei Ming también dijo: — ¡Vamos! Tenemos que
encontrar algo comestible para Pequeño Pei. ¿Cómo bajamos?

Hua Cheng agitó su mano, y unas pocas mariposas plateadas


aparecieron revoloteando junto a todos, brillando con su luz, y
descansaron sobre los hombros, espaldas, cabezas y mangas de
todos. Los otros que veían estas pequeñas mariposas plateadas
podrían quejarse y preguntarse si podrían llevarlas a alguna parte,
pero Xie Lian no dijo una palabra antes de liberar a RuoYe y ató
a todos. De esta manera, no se perderían en medio del aire. Yin
Yu hizo el agujero más grande por lo que había espacio suficiente
para que pasaran al menos cinco o seis personas al mismo
tiempo. Completamente preparados, Xie Lian y compañía llegaron
al borde del agujero.

—Todos, prepárense…

— ¡Espere! —Gritó Pei Ming.

Xie Lian se volteó para mirar.

—General Pei, ¿pasa algo?

—Hay algo que he querido preguntar. —Pei Ming dijo: — ¿Qué


es eso en sus manos?

Siguiendo su mirada, Xie Lian miró hacia abajo y vio su propia


mano. La levantó y solo entonces se dio cuenta del hilo rojo
anudado en sus dedos y los de Hua Cheng y sus dedos todavía
estaban conectados.

—… —Xie Lian se aclaró la garganta suavemente. —Es-esto es...


un dispositivo espiritual para algo así como el contacto.

—Oh. —Pei Ming dijo: — ¿No sería inconveniente? Después de


todo, es un hilo, y si se tropieza o se enreda en alguna parte, los
accidentes ocurrirán.
Su recordatorio tenía mucho sentido, pero por alguna razón
misteriosa, Xie Lian no estaba muy dispuesto a cortar este hilo. Al
ver su expresión vacilante como si estuviera luchando
internamente, Hua Cheng echó un vistazo y sonrió: —Ciertamente
es un pequeño inconveniente así.

Entonces, Xie Lian vio desaparecer el hilo rojo entre sus dedos.

—Ahora es mucho más práctico —dijo Hua Cheng.

Xie Lian se quedó mirando el aire vacío donde desaparecía ese


hilo rojo, un poco estupefacto. Este solo los conectó por un corto
tiempo antes de que desapareciera. Aunque no era nada
importante, no, debería decirse que era algo extremadamente
minúsculo, aun así, estaba un poco triste. Temiendo que alguien
se diera cuenta, Xie Lian esbozó una sonrisa: — ¡Vamos! Listo --
¡SALTEN!

Ese espíritu de la montaña seguía avanzando por sí solo, y no se


dio cuenta en absoluto de que gente pequeña del tamaño de
saltamontes había saltado de su propio cuerpo. Envueltos por un
círculo de mariposas fantasmales, el grupo aterrizó ligeramente
como plumas sin un cabello dañado. El lugar de su aterrizaje fue
el puente de la nariz de esa cara gigante y sonriente.

Después de enderezarse, Xie Lian estaba perplejo. Escudriñó


alrededor.

—San Lang, ¿hay un templo de WuYong y una ciudad aquí?

—Los hay —dijo Hua Cheng.

—Pero... ¿no hay nada aquí? —Comentó Xie Lian.


Eso era cierto. Pensó que cuando hubieran aterrizado en el suelo,
vería la misma imagen de una pequeña ciudad como la del primer
templo divino, que podría ver calles, tiendas, residencias, pozos,
templos, etc. Sin embargo, lo que estaba delante de él había un
campo de tierra plana, vacío y estéril sin rastro de que una ciudad
había existido alguna vez. Pei Ming llevaba a Pei Su, y puso una
pierna en una roca.

— ¿Dónde está esta animada ciudad?

—Bajo tus pies —dijo Hua Cheng.

— ¿Qué?

El grupo se aglomeró. Bajo el pie de Pei Ming estaba esa roca, y


Xie Lian preguntó: — ¿Hay algún tipo de mecanismo secreto?

—Venga párese aquí —dijo Hua Cheng.

Sacó la cimitarra E-Ming, apuntó hacia abajo y golpeó el suelo


justo al lado de la roca. La punta de esa cimitarra perforó el suelo
y, al principio, se oyó un chasquido y pequeñas fracturas de tela
de araña dividieron la tierra. Luego, esas fracturas se diseminaron
rápidamente, las grietas se hacían más y más grandes, las fisuras
más y más profundas. Finalmente, toda la sección del suelo se
desplomó, revelando un escalofriante agujero oscuro.

Hua Cheng saltó primero. Xie Lian no se había dado cuenta de


que él daría el primer salto, y corrió hacia el borde del agujero.

— ¿SAN LANG?
Un momento después, la voz de Hua Cheng llegó desde abajo: —
Aquí todo está bien. Puede bajar ahora.

Así que resulta que, primero bajó para explorar. Xie Lian suspiró
aliviado e instantáneamente se lanzó también. Los otros siguieron
uno tras otro. Hua Cheng alcanzó la mano de Xie Lian y lo levantó.

—Está muy oscuro aquí —señaló Xie Lian.

Justo cuando lo dijo, varias mariposas plateadas se encendieron


en la oscuridad, bailando lánguidamente, y varios fuegos de
fantasmas también aparecieron, iluminando instantáneamente las
partes más profundas de este agujero. Lo que apareció ante ellos
fue una calle larga.

Hace mil años, esta habría sido una calle bulliciosa, llena de
tiendas y casas grandes. La roca que Pei Ming pisó antes era la
azotea de uno de esos edificios. Xie Lian miró hacia arriba.

—Ya veo. ¿Entonces esta ciudad fue enterrada? ¿Enterrada por


qué? ¿Terremoto? ¿Deslizamiento de tierra? O…

—Cenizas volcánicas —dijo Hua Cheng.

Xie Lian giró la cabeza para mirarlo. Hua Cheng agregó: —La
ceniza volcánica de unos siete metros de espesor enterró toda la
ciudad bajo tierra. Lo que ven ahora mismo es parte de lo que los
demonios y monstruos que habían venido al Monte TongLu para
la prueba desenterraron. Hay muchas más secciones que todavía
están enterradas en las cenizas.

Lo que significaba que el apocalipsis en el sueño del Príncipe


Heredero de WuYong se había hecho realidad.
Pei Ming puso a Pei Su al costado del camino y dijo: —No importa
todo eso por ahora. ¿Hay agua? Si no hay nada para comer, un
par de sorbos de agua es bueno también.

—Si tenemos suerte, encontrarás agua subterránea en el fondo


—dijo Hua Cheng.

Así, Pei Ming y Ban Yue se fueron a buscar agua. Xie Lian aún
pensaba mucho cuando Hua Cheng se acercó.

—Gege mire su mano.

Xie Lian siguió su dirección sin pensarlo mucho, y solo después


de mirar, descubrió que mientras el hilo rojo había desaparecido,
el brillante nudo rojo de su tercer dedo todavía estaba allí.

Hua Cheng había explicado antes que cuando el hijo rojo entre
ellos se rompiera, el nudo desaparecería, entonces, ¿qué está
pasando?

Al verlo sorprendido, Hua Cheng sonrió: —Es solo un pequeño


hechizo de camuflaje, eso es todo. El hilo rojo está oculto; la
distancia ahora no está restringida y no tendrá que preocuparse
por tropezar con este, pero en realidad no se rompió. Mientras el
nudo de afinidad todavía esté allí, entonces la persona en el otro
extremo del hilo rojo estará a salvo. Una vez que estemos cerca
del horno, aumentarán los peligros. Todavía no sabemos qué nos
espera, así que pensé, este hilo rojo todavía no se puede ser
desatado. ¿Qué piensa?

Al enterarse de que el hilo rojo todavía estaba allí, los labios de


Xie Lian se curvaron hacia arriba sin querer, pero en el momento
en que se dio cuenta, inmediatamente enderezó su expresión y
respondió con mucha seriedad: —Oh, sí. Si ese es el caso,
entonces podemos saber si el otro está a salvo en solo un
momento. Es un hechizo muy práctico.

Hua Cheng también sonrió, pero esta sonrisa pronto desapareció.

—Pero, su alteza, hay algo que debo decir.

Al oírlo sonar tan soleHume, Xie Lian preguntó: — ¿Qué es?

—Sé que no puede morir y no tiene miedo de morir, pero no


importa lo fuerte que usted sea, no se crea incapaz de salir
lastimado —dijo Hua Cheng.

Xie Lian se sorprendió. Hua Cheng continuó: —No morir no


significa no lastimarse, y definitivamente no significa que no duele.
Cuando vea algo extraño y peligroso, no lo toque. Encuéntreme.
Déjeme cuidarlo.

Xie Lian recordó repentinamente antes cuando tocó con sus


manos esos cráneos cubiertos con veneno de cadáveres, la
expresión de Hua Cheng se volvió de repente sombría. Se
preguntó internamente, ¿estaba Hua Cheng tal vez enojado por
esto entonces?

Si ese era realmente el caso, entonces realmente no sabía qué


decir. Pasó un momento antes de que él respondiera.

—Está bien. Ya no haré eso.


Al escuchar su sincera promesa, Hua Cheng parecía estar
satisfecho. Él asintió y estaba a punto de girar y continuar cuando
Xie Lian gritó: — ¡San Lang, espera!

Hua Cheng miró hacia atrás. Xie Lian masticó sus palabras por un
buen momento antes de finalmente decir con dificultad
suavemente.

—... Tú también. Si hay algo peligroso, no lo toques, tampoco lo


tocaré, ¿de acuerdo?

Al oír esto, un lado de los labios de Hua Cheng se levantó. Se


acercó un paso y estaba a punto de hablar cuando de repente
escucharon la voz de Pei Ming desde no muy lejos.

— ¿Qué es esto?

—Parece gente —dijo Ban Yue.

— ¡En efecto! —Comentó Pei Min. — ¿Pero por qué la gente se


convierte en algo como esto?

Hua Cheng y Xie Lian intercambiaron una mirada y caminaron


hacia donde venían sus voces.

— ¿Convertirse en qué? —Preguntó Xie Lian.


Capítulo 165: Santo nacido bajo la Amenazante Estrella (parte uno)

Pei Ming y los demás habían entrado en el patio de una


residencia, probablemente en busca de un pozo. Xie Lian entró al
patio y comentó casualmente: —Las casas en esta calle son tan
impresionantes.

Hua Cheng respondió: —El horno está situado en la capital


imperial, el corazón del Reino de WuYong, y este lugar está cerca
del horno, o más bien, cerca de lo que fue la capital imperial hace
dos mil años, por lo que también es un lugar de riqueza. Dado que
eran en su mayoría figuras prominentes y funcionarios
gubernamentales los que vivieron aquí, son naturalmente
impresionantes.

Ciertamente había un pozo, solo que, la vista cerca de ese pozo


era extremadamente horrible. Había entre siete y ocho personas
tendidas en el borde del pozo, como si se estuvieran muriendo de
sed, pero igual perecieron después de haber luchado para llegar
allí. Tras una inspección más cercana, Xie Lian parpadeó: —
Esto... en lugar de decir que son personas, ¿son más como
estatuas de piedra?

Por supuesto que no eran humanos vivos, pero no eran


cadáveres, y definitivamente no eran esqueletos. Cada una de
ellas estaba hecha de forma tosca. Estatuas de piedra de blanco
pálido. Xie Lian estaba a punto de acercarse y tocar cuando, junto
a él, Hua Cheng lo miró. Inmediatamente recordó que los dos se
habían prometido no tocar nada extraño y peligroso, por lo que
controló el impulso. Ahora que pensaba, ¿quién en el mundo
esculpiría tantas estatuas terroríficas? Deben ser personas de
verdad, pero se han transformado en esta forma por alguna razón.

Las puertas delanteras de esta casa estaban abiertas de par en


par, Xie Lian miró hacia el interior de la casa y vio que había dos
personas más tendidas en el suelo, con las posiciones retorcidas
en un apretado abrazo. Aunque sus caras estaban borrosas y sus
expresiones no estaban claras, a juzgar por su acción, uno ya
podía sentir que el terror llenaba sus corazones. Había y bulto de
algo siendo fuertemente abrazado entre los dos, mirando de
cerca, Xie Lian se dio cuenta de que debía haber sido un bebé.

Lo que había sucedido era más que claro. Xie Lian dijo: —Los que
estaban fuera eran los sirvientes de esta familia, y los que estaban
dentro deben ser la familia de tres del amo.

—Hum. —Hua Cheng dijo: —Después de que el volcán entró en


erupción, el flujo del río WuYong se convirtió en una corriente de
lava. Los residentes que vivían en las altas planicies no fueron
quemados por la lava o los incendios, pero no pudieron escapar
de las cenizas volcánicas y murieron por asfixia.

La ceniza volcánica instantáneamente envolvió todo su cuerpo y


formó una capa de corazas duras en la superficie, preservando
los últimos momentos de esas personas, transformándolas en
estatuas de piedra.

Ese viejo pozo, por supuesto, hacía mucho que estaba seco. Pei
Ming tampoco estaba interesado en estudiar los rostros de los
muertos, así que se fue, se llevó a Pei Su con él y continuó la
búsqueda de agua. De repente, Xie Lian notó algo extraño y entró
en la casa, agachándose junto a los cuerpos de piedra de la
familia de tres. Hua Cheng también entró y preguntó: — ¿Qué
quería ver?

Xie Lian frunció el ceño ligeramente. —Creo que sus posiciones


son un poco extrañas. Estos dos adultos se abrazan con fuerza
con un brazo, pero el otro... El otro brazo estaba metido en sus
pechos, como si estuvieran firmemente agarrando algo.

— ¿Quiere ver qué hay en sus manos? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian acababa de asentir cuando Hua Cheng golpeó una vez
las estatuas de piedra unidas. Xie Lian exclamó: —Espera, ¿no
sería esto una falta de respeto para sus resto... Sin embargo, Hua
Cheng se movió más rápido que él, y la familia de tres integrantes
se rompió en un montón de fragmentos blancos cenicientos
destrozados. —Hua Cheng dijo en voz baja: —No hay necesidad
de estar demasiado preocupado. Han estado muertos hace
mucho tiempo, y los restos ya no estaban.

En esa pila de fragmentos no había nada. Esas —estatuas de


piedra— eran huecas en el interior.

Aunque en la superficie, la ceniza volcánica formó una cáscara de


protección sólida, el cadáver envuelto en el interior todavía se
pudriría y se rompería. Después de que se pudrió, lo que quedaba
era solo esta capa de cáscara cenicienta en la superficie.

Todas las vidas deben llegar a su fin, dejando atrás solo aquello
que nunca había vivido en la eternidad.

Dentro de los bloques y las piezas de esos fragmentos cenicientos


en el suelo había algunas piezas de tela que aún no estaban
totalmente podridas y los accesorios de los cuerpos de los
dueños, como anillos, aretes, collares, etc. Xie Lian sintió que lo
que esta pareja sujetaba de cara a la muerte no podían ser esas
joyas, y estaba hurgando en ellas cuando Hua Cheng tomó algo
y se lo entregó.

— ¿Qué es esto? —Preguntó Xie Lian.

—Es lo que estaban agarrando en sus manos —dijo Hua Cheng.

Era un colgante, una brillante lámina dorada y algo parecido a


huesos colgaban de la cadena. Sobre la lámina de oro había
patrones grabados, y Xie Lian limpió ligeramente las cenizas de
la superficie para ver los detalles.

— ¿La Amenazante estrella44?

Lo que estaba representado en la lámina de oro era un dibujo


celestial. Oro para los cielos, ágata para las estrellas, esto era lo
que llamaban el signo de la Amenazante Estrella, que era la fase
celestial de cuando la Estrella de Radiante Desconcierto se
ubicaba en la Constelación Corazón.

La Estrella de Radiante Desconcierto se había visto


históricamente como la Estrella de la Guerra y la Muerte, y cuando

44
[熒惑 守 心] La Estrella de Radiante Desconcierto que descansa en la Constelación
Corazón o también conocida como La Amenazante Estrella en esta traducción: los
antiguos astrónomos chinos creían que Marte era inestable tanto en posición como
en luz, por lo tanto, lo llamaron "La Estrella de Radiante Desconcierto", y simbolizaba
'Ruina', 'Pestilencia', 'Muerte', 'Hambre', 'Guerra', y otros malos augurios. La
Constelación Corazón en la astronomía china se encuentra en el este de Escorpio, y
simboliza al Príncipe Heredero, el Emperador, y dependiendo de dónde se encuentre
en la constelación, el Plebeyo. Por lo tanto, cuando Marte entra en la Constelación
Corazón y se mueve dentro de ella, a menudo se interpreta como cambios
importantes en la política y las dinastías, la caída de la grandeza.
descansaba dentro de la Constelación Corazón, era una señal
aún más siniestra, especialmente hacia los gobernantes y los
emperadores y otros líderes similares, entonces ¿por qué había
tal dibujo celestial grabado en un accesorio?

No, esto no debería haber sido un accesorio. Xie Lian buscó a


tientas por los fragmentos de los caparazones por un tiempo y
encontró los otros dos colgantes que parecían exactamente
iguales. Había tres en total, incluso el bebé en los brazos de esta
pareja tenía uno. ¿Bajo qué circunstancias el mismo accesorio
sería sostenido tres veces?

—Esto no podría ser un amuleto de protección, ¿o sí? —Se


preguntó Xie Lian.

Solo los amuletos de protección podrían darles a quienes están al


borde de la muerte el impulso de agarrarlos con fuerza, a orar
locamente con los últimos vestigios de esperanza en medio del
terror.

—Lo es. —Hua Cheng dijo: —He cavado en una parte de esta
ciudad también, y he descubierto este amuleto de protección en
muchas de estas estatuas.

Xie Lian murmuró: —La gente de WuYong adoraba a su príncipe


heredero, por lo que este debe ser el amuleto de protección del
príncipe heredero. ¿Pero por qué dibujar esta fase celestial en el
amuleto de protección? ¿El príncipe heredero tiene alguna
conexión con la Amenazante estrella?

—Porque el día en que nació fue la fase celestial de la


Amenazante estrella —dijo Hua Cheng. —Entonces, la gente de
WuYong usó esta fase celestial para simbolizarlo.
— ¿Cómo se enteró San Lang de esto? —Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng le dio la vuelta a la lámina de oro.

—Está escrito en esta.

Efectivamente, en la parte posterior estaba grabada una


coluHuma de caracteres. Hua Cheng explicó: —Estas palabras
significan: Santo nacido bajo la Amenazante estrella. Tal vez
ahora en el presente, tener la Estrella de Radiante Desconcierto
en la Constelación Corazón es un peligroso presagio, pero las
cosas podrían ser diferentes hace dos mil años.

Xie Lian se quedó esa línea de palabras, su corazón se hundía


lentamente, ya que, el día en que él nació, ¡también fue el signo
de la Amenazante estrella!

¿No era esto demasiada coincidencia?

Él se puso de pie.

—Vamos al templo divino.

Los dos caminaron por la calle larga lado a lado. Pei Ming y los
demás no fueron fructíferos en su búsqueda en el área, por lo que
siguieron adelante también. Había muchos restos de carruajes en
las calles, algunos descansando al lado de la carretera, otros
completamente volcados en el suelo. También había un número
de personas de piedra dispersas tendidas en el suelo, cada una
con gestos extraños, pero la mayoría había regresado a sus
hogares para escapar del desastre, por lo que eran mendigos o
viajeros sin hogar que no pudieron llegar a casa a tiempo. Los
gritos y la lucha en ese momento antes de la muerte fueron
preservados, y el grupo atravesó a través de esta extraña vista.

Hua Cheng señaló a Xie Lian cuáles eran las residencias de


comerciantes adinerados y cuáles pertenecían al distrito de
entretenimiento. Xie Lian no pudo evitar preguntar: —San Lang,
el Reino de WuYong había caído durante más de dos mil años, y
no quedaban descendientes, así que, ¿cómo aprendiste a leer sus
palabras?

Él no pudo haber aprendido a la fuerza de la nada, debería haber


una forma de saber el método.

—No es demasiado difícil —dijo Hua Cheng. —Gege puede ver


que algunos caracteres de WuYong son muy parecidos a los
caracteres modernos.

—Es cierto. —Xie Lian dijo: —Las dos palabras WuYong son, de
hecho, muy cercanas a los caracteres modernos.

—Correcto. Entonces, esas dos palabras fueron las primeras


palabras de WuYong que aprendí. —Hua Cheng explicó: —Hay
algunas más que son así, y cuando se mezclan en una frase, el
resto de las palabras se pueden deducir. Hay algunas que tienen
el mismo carácter pero significado diferente, pero no demasiadas.

Xie Lian asintió, y Hua Cheng continuó.

—Y luego, hay palabras que aparecen con más frecuencia. Como


esas dos.

Señaló dos edificios en la calle: —Es fácil saber qué tipo de lugar
es este. En las señales, las palabras en la parte superior son
diferentes, pero las que están en la parte inferior son las mismas.
Por lo tanto, lo que significan las palabras en la parte inferior
podría determinarse fácilmente, ya sea una taberna o un
restaurante. Hay muchas maneras de hacer esto. Si Gege quiere
saber más, se lo contaré cuando llegue el momento.

Así que eso fue todo. En realidad, había personas en este mundo
que podían usar sus propios poderes para resolver todo sin
ayuda. Xie Lian no pudo evitar sentirse asombrado.

El divino templo de WuYong todavía era el edificio más grande y


más impresionante de la ciudad. El grupo llegó delante del templo,
pero antes de entrar, Pei Ming de repente dijo: — ¿Qué es ese
ruido?

Squeak Squeak Squeak, Squeak Squeak Squeak. El ruido venía


de lejos, y se dispersaba desde lejos.

— ¿Ratas? —Se preguntó Xie Lian.

—No son ratas típicas. Pero, si hay ratas, eso significa que hay
agua cerca —dijo Hua Cheng.

Cuando entraron al templo, esta vez, no había rastros de


quemaduras en las paredes. Ellos podían ver simplemente
alzando sus cabezas los inmensos y vibrantes colores del mural.
Sin embargo, esta vez, no había solo un mural, sino también a la
izquierda, al centro, a la derecha, ¡tres! ¡Había un mural en cada
una de las tres paredes!

El grupo llegó delante del primer mural y levantó la vista. El


príncipe heredero de WuYong estaba sentado sobre las nubes, su
cuerpo brillaba con una luz dorada. Sin embargo, su expresión era
severa. En su mano izquierda había una bola de luz, y dentro del
resplandor había una pequeña montaña que arrojaba llamas; en
su mano derecha, sus cinco dedos estaban presionados, su
palma hacia adelante, pareciendo estar saludando.

Debajo había un palacio, y en el palacio había más de diez


personas, cada uno con atuendos y accesorios lujosos y
suntuosos, y cada uno de sus gestos era diferente. Algunos tenían
los brazos bien abiertos, otros llevaban armaduras y arcos, y otros
apuntaban en la lejanía con una expresión agitada.

Los detalles de la pintura eran complejos y abundantes, Xie Lian


la estudió por un buen rato antes de darse la vuelta.

—Déjenme decirles lo que he recogido de esta pintura, ¿si?

—Esta bola de luz sostenida en la mano izquierda del Príncipe


Heredero de WuYong contiene la escena de una pequeña
erupción volcánica, lo que significa que le había contado su sueño
a los que estaban abajo. En cuanto al gesto de su mano derecha,
obviamente es un rechazo, por lo que debe estar rechazando
algo.

— ¿Qué está rechazando? —Preguntó Pei Ming.

—Eso dependerá de las acciones de las personas de abajo. —


Xie Lian respondió: —Este palacio está situado en el reino de los
mortales, lujoso y glamoroso, por lo que debería ser el palacio
real. Estas personas deben ser la realeza y la nobleza de
WuYong. Este con los brazos bien abiertos, a juzgar por la acción,
debe estar haciendo el gesto de expandir. ¿Expandir qué? Eso
está dicho por lo que está en su mano.
La multitud miró más de cerca, y lo que tenía en la mano era un
mapa. Pei Ming estaba más que familiarizado con lo que eso
significaba.

— ¡Expandir el territorio!

—Sí. —Xie Lian dijo: —Y estos generales están vestidos con


armaduras, parecen estar listos para ser enviados y están listos
para ir a la batalla. También están los que señalan el camino. Mira,
sus acciones directivas son muy obvias, es como si estuvieran
diciendo 've allí, pelea allí'.

—Con esto, el significado de este mural se vuelve fácil de


entender: Al unir los puntos, parece que el Príncipe Heredero de
WuYong había contado su sueño de profecía a los ministros en el
palacio real. Una vez que el volcán entre en erupción, las
consecuencias serían severas, y sería un desastre que podría
arruinar el Reino de WuYong. El territorio del reino no es lo
suficientemente grande, porque el volcán está situado justo en el
centro, por lo que las ciudades con gran importancia perecerán.
Entonces, ¿cómo debería resolverse esto?

—Si su propio territorio no es lo suficientemente grande, entonces


tome el control de otra persona —dijo Hua Cheng.

—Correcto. —Xie Lian dijo: —Entonces, los ministros sugieren


abrir las fronteras e invadir el país vecino.

—Sin embargo, el Príncipe Heredero de WuYong no está de


acuerdo con este método, por lo que su mano derecha es el gesto
de rechazo.
Después de analizar el primer mural, el grupo de ellos llegó al
segundo mural. Los colores de este mural eran mucho más
sombríos que el anterior, tal vez porque lo que representaba era
la escena de la matanza en el campo de batalla.

Abajo, en el campo de batalla, la sangre fluía como los ríos, y los


soldados de ambos lados mataban implacablemente. Xie Lian
pudo decir de qué lado estaban los soldados de WuYong, ya que
sus armaduras eran exactamente iguales a las de los generales
de la pintura anterior. Los soldados de WuYong parecían salvajes
y agresivos, pisoteando las cabezas de sus enemigos bajo sus
pies, cadáveres levantados por alabardas, brazos, piernas y carne
ensangrentada volaba en la masacre, sangrienta y cruel. Incluso
había soldados que buscaban niños y mujeres acurrucados en
una bola con sonrisas salvajes. En verdad, los horrores de la
guerra.

Sobre el campo de batalla, las nubes sombrías eran gruesas, pero


dentro de las nubes asomaba una franja de luz blanca. El Príncipe
Heredero de WuYong asomó la mitad de su cuerpo de las nubes
para observar la escena de abajo, con una expresión de furia. Uno
de sus brazos se extendió, liberando muchos pilares de luz
dorada, y los soldados de WuYong en la luz fueron absorbidos.

El significado de esta pintura fue más fácil de analizar que el


anterior. Xie Lian lo estudió por un momento antes de decir
suavemente: —Parece que los generales y los ministros no
escucharon el consejo del príncipe heredero y de todas maneras
enviaron ejércitos para invadir el país vecino. Los soldados
mataron demasiado, incluso acosando a las mujeres, los niños y
los débiles del otro reino, así que cuando el príncipe heredero se
enteró, se enfureció y se movió para detener la agresión de los
soldados de WuYong.
Después de que Pei Ming escuchó, dijo rotundamente: —Qué
conmovedor. Pero para ser honesto, si uno de los reinos debe
perecer, entonces elegir proteger el tuyo no puede ser evitado.
Los soldados que atacan en la línea del frente, si aún no habían
sido derrotados por sus enemigos, morirían de rabia por su propio
príncipe heredero. Ciertamente no querría luchar por un rey así.

Xie Lian se rio entre dientes un par de veces y dijo un poco triste:
—El General Pei está, uh, en lo correcto. —Por otro lado, Hua
Cheng solo gruñó fríamente. Pei Ming continuó: —Entonces, el
volcán está a punto de estallar. ¿Qué planea hacer esta alteza el
príncipe heredero? No puede dejar que su propia gente espere
sus propias muertes, ¿no?

—Veamos el tercer cuadro. —Xie Lian dijo: —Debería tener la


respuesta.

El grupo finalmente llegó delante de la última pintura. Los colores


de este mural contrastaban enormemente con el anterior. Había
vuelto a ser brillante y vibrante, lleno de luz sagrada. Sin embargo,
con la primera mirada, Xie Lian se sorprendió hasta la médula y
abrió los ojos.

Pei Ming miró: —Dios mío, ¿es esta la idea que se le ocurrió al
Príncipe Heredero de WuYong? ¡Ah! Atrevido. Digno de
admiración.

En el tercer mural, en la parte inferior de la pintura estaba el Reino


de WuYong. El río WuYong fluía salvajemente por la tierra, y el
príncipe heredero con sus cuatro dioses guardianes también
estaban en él. Sin embargo, no eran el punto principal. Dentro de
esta pintura, el objeto más prominente, lo que estaba en el centro,
era un puente.

Un puente gigante que brillaba con luz blanca fue sostenido por el
Príncipe Heredero de WuYong y sus cuatro guardianes, y las
personas en el suelo se dirigían hacia el puente con sonrisas que
cubrían sus rostros.

¡Este Príncipe heredero de WuYong había construido un puente


que conectaba los cielos con la intención de llevar a su gente al
reino celestial!
Capítulo 166: Santo nacido bajo la Amenazante Estrella (parte dos)

Xie Lian se quedó sin habla mirando el mural. Pei Ming comentó:
— ¿Él puede hacer eso?

— ¿Por qué no? —Hua Cheng respondió.

Todos lo miraron y Hua Cheng continuó: — ¿Nombrar generales


no es simplemente traer mortales al reino celestial? Si solo está
llevando a todos los que se encuentran cerca de la capital real a
los cielos temporalmente, y una vez que termine el desastre, los
devolverá, ¿por qué no puede hacerlo?

—Lluvia Sangrienta que busca la Flor, no haga que esto suene


tan fácil. —Pei Ming dijo: —Mi señor debería saber, nombrar
generales toma poderes espirituales. ¿Así es como él nombra?

Nombrar generales en realidad era usar el poder espiritual de uno


mismo para nutrir a un mortal en el cielo, para ser usado por uno
mismo. De lo contrario, si no hubiera restricciones, ¿por qué no
todos los oficiales celestiales nombrarían a todas las personas
que quieren? ¿Por qué un emperador no traería a todo su harén
y toda su corte, y un general a todo su ejército?

—A juzgar por las reliquias dejadas atrás, la totalidad del Reino


de WuYong tenía solo unos cien mil habitantes. La vecindad de la
capital real era probablemente de unos diez mil.

Xie Lian dijo en voz baja: —Puede que sea difícil... pero aún es
factible, aunque apenas.
—Incluso si son solo unas pocas decenas de miles, ningún oficial
celestial que se atrevería a nombrar a tantos. Si realmente lo hizo,
entonces no puedo decir si debería ser felicitado por su coraje o
estupidez extrema. Al menos, definitivamente no hay otro como él
en la historia —dijo Pei Ming.

Xie Lian estudió ese puente en el mural, completamente absorto.


En sus ojos, los rostros de ese príncipe heredero vestido blanco y
sus cuatro dioses guardianes se veían cada vez más peculiares,
cada vez más como su propio rostro y los rostros de sus cuatro
sacerdotes principales. Luego recordó la fase celestial de esa
Amenazante estrella; esta historia que es como una de
reencarnación lo hizo ansioso por saber qué sucedió a
continuación, pero al mismo tiempo, sintió que quizás ya lo sabía.

Ya no se atrevía a seguir mirando ese mural y se dio la vuelta y


preguntó: — ¿Se ha encontrado agua?

Ban Yue estaba arrastrando a Pei Su y respondió: —Ese Gege


fue a buscar.

Ella se refería a Yin Yu. Xie Lian miró a Pei Su, que tenía los ojos
cerrados, y con un pensando por un momento, decidió hablar: —
Creo que, cuando vayamos al horno más tarde, sería mejor que
el pequeño General Pei se quedara aquí.

Pei Su estaba en el cuerpo de un mortal después de todo,


inconveniente en muchos aspectos. Además, todavía no sabían
lo que les esperaba por delante. Pei Ming se agachó y miró a Pei
Su. —Sí, estoy de acuerdo. Pero su alteza, por favor, no le diga
la razón delante de él, ¿si? Este niño lo entenderá. Solo déjeme
que se lo diga.
—Tenga la seguridad, General Pei, lo entiendo. —Xie Lian dijo: —
De lo contrario, no lo habría dicho mientras él todavía está
inconsciente.

Pei Su fue una vez un joven dios marcial con un futuro


infinitamente brillante en el cielo, después de todo, ahora que
debía quedarse atrás porque no podía mantener el ritmo, él se
sentiría amargado. Sin embargo, los errores deben ser
castigados; así era como debía sentirse el exilio, y así solo podía
aceptarlo.

Permanecieron en el templo y discutieron por un momento, y Xie


Lian se preguntó, desconcertado.

— ¿Dónde está Yin Yu? ¿Cómo es que no ha vuelto después de


tanto tiempo? ¿No ha encontrado agua todavía?

Hua Cheng, por otro lado, estaba mirando fijamente a unas pocas
mariposas fantasmales que descansaban sobre sus dedos. Las
mariposas eran muy útiles antes, y ahora todas habían regresado
a él, escondidas para ahorrar energía. Él levantó la vista
ligeramente.

—No debería tomar tanto tiempo.

Xie Lian se alarmó y se puso de pie.

—Déjame ir a echar un vistazo. General Pei, cuide las cosas aquí.


San Lang, ¿vienes conmigo?

Por supuesto que irían juntos. Por lo tanto, Xie Lian dejó a RuoYe
atrás y lo hizo atar un círculo de protección. Los dos abandonaron
el templo y se dirigieron hacia la parte más profunda de la ciudad
subterránea.

Había un montón de casas y un montón de cosas en el camino;


Xie Lian tomó un frasco que a él le gustaba y Hua Cheng parecía
haberlo encontrado gracioso.

— ¿Qué está haciendo al recoger eso?

—Si encontramos agua más tarde, podemos usar esto para


traerle algo al Pequeño General Pei —dijo Xie Lian. Él se ha
acostumbrado a recoger restos después de todo, y le dio unas
palmaditas al frasco en sus manos sin querer: —Ahora que lo
pienso, esta es una antigüedad de miles de años.

Hua Cheng se rio y dijo: —Si le gustan estas cosas, venga a mi


casa después. También tengo algunos artículos y puede ver si
encuentra algo que le guste.

Un tiempo de incienso después, los dos finalmente escucharon el


débil sonido del agua fluyendo. Poco después, Xie Lian exclamó:
— ¡Hacia allá!

Ciertamente, había un río oculto en el fondo. Xie Lian colocó el


frasco que recogió en el agua y comenzó a lavarlo con ganas.
Miles de años de cenizas ya se habían formado como una gruesa
capa de cáscara, no podía ser lavada, pero al lavar el polvo en la
superficie, el frasco todavía sería pasable para su uso. Lo llenó de
agua y bajó la cabeza, listo para tomarse un sorbo cuando Hua
Cheng, quien estaba observando el área, volteó y lo vio, e
inmediatamente advirtió: —No lo beba.
Xie Lian ya había puesto su cara en el frasco, pero cuando lo
escuchó decir elso, se sintió confundido.

— ¿Qué?

En ese momento, una voz dijo: —Tan caliente.

Solo estaban los dos en el sitio, así que, ¿de dónde vino esta
tercera voz? Xie Lian, inconscientemente, miró de dónde venía la
voz, ¡y esa voz vino del tarro en su mano!

Al instante miró hacia abajo, y en el frasco había dos pequeños


puntos rojos escarlatas, flotando en el agua mirándolo.

¿Qué esa cosa? No importa cómo se viera, ¡era un par de ojos!

En el momento en que esos ojos coincidieron con los de él, esa


cosa corrió directamente hacia la cara de Xie Lian. SPLASH
SPLASH las aguas salpicaron y las manos de Xie Lian se
movieron rápidamente, arrojando esa jarra a metros en un
instante. ¡Se estrelló contra la pared y CLUNK!, la antigüedad de
miles de años fue destrozada. En cuanto a lo que estaba oculto
en él, no tardó en escurrirse en la oscuridad. En el apuro, Xie Lian
no vio lo que era claramente, solo que era un gran paquete de
algo negro.

— ¿Qué era esa cosa?

Hua Cheng estaba protegiendo frente a él, y Xie Lian se sentía un


poco triste.

—No estaba en ese frasco antes, ¿verdad?


—No. —Hua Cheng dijo. —Nadó dentro de las aguas. A menudo
hay criaturas que se reúnen y nadan en este río oculto, por eso te
dije que no lo bebiera.

—Pero dejaste que el pequeño General Pei lo bebiera... —pensó


Xie Lian por dentro. De repente, sintió un escalofrío en la espalda
y gritó: — ¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!

¡En un instante justo ahora, escuchó a alguien toser en la


distancia!

Definitivamente no fue un engaño, e inmediatamente se puso


tenso en alerta. Poco después, balbuceos y charlas llegaron
vertidos como la marea y entraron. Alrededor de los dos, pares
tras pares de puntos rojos se encendieron, y los rodearon,
cercándolos en el medio.

—No se preocupe, no son humanos —dijo Hua Cheng.

‘Es precisamente porque no son humanos que tenemos que


preocuparnos, está bien...’, pensó Xie Lian.

Escuchando atentamente esa conversación, Xie Lian dedujo lo


que esas voces estaban diciendo:

—Tos, tos, tos…

—Tan caliente tan caliente...

—Estoy ardiendo…

—Wuuuuu
—Me estoy asfixiando... ¿Hay alguien ahí...?

—No puedo moverme, no puedo moverme.

Esas voces eran pequeñas, pero claras y llenas de dolor, como


pequeñas hormigas que se arrastran en tus oídos. Xie Lian estaba
listo para alcanzar a Fang Xin cuando una voz gritó: —SU
ALTEZA, ¿DÓNDE ESTÁ SU ALTEZA? ¡SÁLVEME, SÁLVEME!

Ese último grito hizo que todos los pelos de la espalda de Xie Lian
se pusieran de pie, y en ese instante pensó que esa voz lo estaba
llamando. Sin embargo, Hua Cheng agitó su mano, liberando
miles de mariposas fantasmales, ¡y fueron contra esos pares de
ojos rojos brillantes!

Donde las mariposas plateadas brillaron su luz, iluminaron a las


innumerables criaturas que charlaban en la oscuridad.
Efectivamente, no eran humanos. ¡Eran ratas!

Hua Cheng lo agarró y le dijo: —He dicho que hay muchas ratas
aquí. ¡Vámonos!

Xie Lian todavía estaba aturdido mientras caminaba.

— ¿Esas son ratas? ¿Por qué se parecen más a los gatos para
mí...?

Eso era cierto. Cada una de esas ratas era más grande que un
gatito, sus pelos negros como tinta y gruesos como agujas. Sus
pequeños ojos rojos brillaban agresivamente en la oscuridad, y
muchos estaban posados en las paredes, observándolos de
cerca, hablando las lenguas de los hombres, repulsivo hasta el
extremo. Una vez que las mariposas de plata fueron contra ellas,
comenzaron a matarse entre sí; las luces rojas y plateadas
brillaron y se cruzaron, el estado de la batalla era desconocido
pero muy cruel y violento.

—Yin Yu no pudo haber sido arrastrado a algún lugar por esas


criaturas, ¿verdad? —Se preguntó Xie Lian.

—Él no debería ser tan inútil. Probablemente sea algo más que lo
ha hecho tropezar —respondió Hua Cheng.

La primera parte hizo que Xie Lian se relajara un poco, pero la


última parte lo puso tenso de nuevo.

—No importa qué tan grandes son las ratas, pero ¿por qué hay
tantas? ¿Qué comen para crecer tan grandes?

—Simple. —Hua Cheng respondió: —Los muertos, por supuesto.


Esas son ratas que se comen cadáveres.

Resulta que, cuando esta ciudad estaba cubierta por cenizas


volcánicas, la gente y las grandes bestias domésticas como
bueyes, caballos, corderos, etc. no tenían dónde esconderse,
pero las ratas cavaban profundamente en el subsuelo, y
dependían del aire y sustancias almacenadas en las cuevas para
sobrevivir.

Una vez que el polvo se hubo asentado, emergieron de los hoyos


nuevamente y recorrieron la ahora infernal ciudad en busca de
alimento. Sin embargo, todo fue destruido; Todo fue enterrado por
lava o cubierto de ceniza volcánica. Se comieron muchas cosas,
pero no pudieron encontrar comida por más tiempo.

Hasta que un día, olieron a podrido.


El olor podrido vino de esas estatuas de piedra humanoides.
Algunos cadáveres estaban envueltos en una capa más delgada
de esa capa cenicienta, y cuando empezaron a pudrirse,
produjeron un hedor extraño y el agua de cadáver fluyó.

Por lo tanto, las ratas hambrientas rodearon y se movieron


afanosamente al lado de las estatuas, mordieron pequeños
agujeros y se escurrieron por estos, masticando los cadáveres
que estaban dentro.

Las criaturas más bajas y espantosas a menudo son las que


sobreviven más tiempo. Los cadáveres de los muertos estaban
envueltos en esas cenizas, y su terror, rabia, frustraciones y otras
emociones tan poderosas también estaban envueltas en su
interior. Cuando esas ratas comían sus cadáveres, esas
emociones también eran comidas, y podían comenzar a hablar la
lengua humana, expresando lo que esas personas habían querido
decir en el momento de su muerte, pero no podían.

Xie Lian se iluminó: —Ya veo, es por eso que dirían esas cosas.
Me preguntaba por qué dirían esas palabras...

Sin embargo, inesperadamente, Hua Cheng de repente dijo: —


¿Qué dijo?

Xie Lian parpadeó.

— ¿Qué dije?

Hua Cheng lo miró fijamente.

— ¿Qué dijeron? ¿Qué escuchó?


—San Lang, ¿no escuchaste? —Xie Lian dijo: —Es simplemente
‘tan caliente, es asfixiante, no puedo moverme, sálvame y eso...

Sin embargo, antes de que Hua Cheng dijera algo, se le ocurrió a


Xie Lian.

¡Eso no estaba bien!

Lo que esas ratas devoradoras de cadáveres repitieron fue el odio


de la gente de WuYong, así que, naturalmente, estaría en la
lengua de WuYong.

Entonces, ¿por qué pudo entender la lengua WuYong?


Capítulo 167: Celoso Rey Demonio; tres preguntas sobre dónde está la amistad

Hua Cheng usó sus propias habilidades de deducción y


capacidades de aprendizaje para aprender el idioma WuYong.
Podía descifrar el significado de las palabras, pero como no había
nadie vivo que pudiera leerle esas palabras en voz alta, no podía
relacionar las palabras con los sonidos. Lo que significaba que no
podía entender los murmullos de esas ratas devoradoras de
cadáveres. Pero, Xie Lian, quien nunca había visitado el Monte
TongLu, entendió. Entonces, ¿qué significa esto?

Con solo una mirada, Hua Cheng pudo adivinar lo que Xie Lian
estaba pensando e inmediatamente dijo: —Ge, no se asuste
todavía. Repetiré esas palabras de nuevo ahora, escuchémoslas.

—Está bien —dijo Xie Lian.

La memoria de Hua Cheng era excepcional, y una vez que se


alejaron de donde se reunían las ratas devoradoras de cadáveres,
inmediatamente repitió las palabras con claridad. Xie Lian lo miró
con nerviosismo y escuchó una serie de pronunciaciones de ritmo
moderado y un tanto bizarro. Esas palabras extrañas tenían un
ritmo antiguo para ellos, y al tenerlas enunciadas firmemente y
controladas a través de los labios de Hua Cheng, las notas eran
profundas y hermosas, agradables a los oídos. Después de
concentrarse en las palabras por un momento —Xie Lian dijo: —
No las entiendo.

Ahora esto era extraño. Podía entender las palabras que


arrojaban esas ratas devoradoras de cadáveres, pero ahora que
Hua Cheng recitaba las mismas palabras, no podía entender.
Pero era imposible que lo que había ocurrido fuera una ilusión.

Hua Cheng preguntó: —Antes, cuando escuchaba esas voces, las


entendía al instante, y sabía muy naturalmente lo que estaban
diciendo, ¿verdad?

Xie Lian asintió con la cabeza.

—Correcto. Nunca hubo un proceso de traducción en mi cerebro.


Por eso no se dio cuenta de que era un lenguaje diferente.

—Lo tengo —dijo Hua Cheng.

— ¿Qué tienes? —Xie Lian preguntó.

—Lo que entendió no era la lengua WuYong, sino las emociones


de los que murieron.

Xie Lian entendió, pero al mismo tiempo, no lo hizo. Hua Cheng


explicó más detalladamente: —Lo que significa que, hace mucho
tiempo, alguien escuchó las voces de los muertos, las entendió y
las recordó; luego, de alguna manera trasplantó este recuerdo a
usted, lo infectó con esas emociones. Debido a que esa persona
ya sabía la lengua WuYong, no era necesario que usted la
conociera también. Esas voces siempre habían estado enterradas
profundamente en su mente, y en el momento en que las escuchó,
usted fue arrastrado directamente a esas emociones.

—Ya veo... —dijo Xie Lian. —Pero, el problema es, ¿quién podría
pasarme esos recuerdos y emociones? ¿Y cuándo hicieron esto?

Después de una pausa, murmuró: —... ¿Sacerdote principal?


—Sin embargo —Hua Cheng dijo: —No puedo estar seguro. Gege
ya está asumiendo que su maestro es de WuYong. Pero, alguna
vez has pensado que si ese es el caso, entonces antes, cuando
estábamos en el estómago del espíritu de la montaña, ¿no
deberían ellos haberse comunicado a través de la lengua
WuYong? ¿Por qué no lo hacían?

—Esto no es difícil de explicar. —Xie Lian dijo: —Debido a que el


Reino de WuYong fue destruido hace dos mil años, lo que significa
que, en los últimos dos mil años, si realmente se movieron en este
mundo, entonces es más probable que usen el lenguaje moderno.
Entonces, cuando se comunican, usarán de manera muy natural
el lenguaje en el que tienen más fluidez.

Hua Cheng agarró a sus hombros, su tono se volvió más áspero.

—Gege no siga haciéndose pensar en esa dirección.

Xie Lian finalmente se volvió para mirarlo.

—Bien. Entonces, San Lang, para trasplantar recuerdos y


emociones a otro, ¿qué tipo de requisitos debe haber
generalmente?

Hua Cheng respondió: —Dos requisitos: primero, debe confiar en


esta persona absolutamente sin ningún tipo de protección, y en
caso de que haya una necesidad, la voluntad de ser dirigido por
esta persona.

Después de un breve momento de contemplación, Xie Lian había


elegido a los candidatos en su mente. Hua Cheng continuó: —En
segundo lugar, se es impotente de tomar represalias contra esta
persona, tienen el poder de oprimirte por completo y se tiene un
profundo temor hacia ellos. Gege piense con cuidado. En estos
años, ¿quién cumple estos requisitos?

Xie Lian contempló por un momento, y luego de algunas dudas,


respondió lentamente: —Hay tres en total.

—Muy bien. ¿Cuáles tres? —Preguntó Hua Cheng.

—El primero es el sacerdote principal —dijo Xie Lian.

Aunque amaba profundamente a sus padres y nunca se protegía


de ellos, en el fondo de su corazón, él y su padre recorrían
caminos diferentes, por lo que no podía decir que estaba
dispuesto a ser guiado por él. Sin embargo, el Sacerdote principal
que lo acogió y le enseñó todo coincide con el primer requisito.
Esto era lo esperado. Hua Cheng preguntó: —Entonces, ¿el
segundo?

—Jun Wu —respondió Xie Lian.

Él admiraba y respetaba inmensamente a Jun Wu, sin necesidad


de cuestionarse, y también cumple con el primer requisito. Hua
Cheng no parecía estar muy impresionado, pero no comentó.

— ¿Y el último?

—El tercero —dijo Xie Lian—, no coincide con el primer requisito,


pero el segundo.

Hua Cheng entendió. Dijo oscuramente: —... ¿White no-Face?

Xie Lian cerró los ojos y asintió, con una mano cubriendo su frente.
—... No te mentiré. Aunque enfrente de todos, podría no haber
revelado esto, incluso a Feng Xin y Mu Qing en aquel entonces
nunca había dicho nada deprimente, pero en realidad...

En realidad, en lo profundo de su corazón, había temido


profundamente a esa criatura.

Hubo un período de tiempo en el que incluso el solo hecho de


escuchar el nombre lo haría temblar sin parar. Sin embargo, Xie
Lian nunca se había atrevido a permitir que nadie lo viera, porque
él era la única esperanza en la lucha contra ese White no-Face.
Si incluso él estuviera asustado, ¿no caerían todos los demás en
la desesperación? ¡Si eso sucediera, entonces todo colapsaría!

Por supuesto, todo estaba mucho mejor ahora. Hua Cheng apretó
sus hombros aún más fuerte.

—No es nada. No es nada vergonzoso tener miedo de algo.

Xie Lian le dio una pequeña breve sonrisa.

—Hum. Simplemente no soy lo suficientemente valiente, eso es


todo.

Hua Cheng consoló: —No necesita ser tan duro con usted mismo.
Sin miedo, no hay coraje.

Xie Lian se sorprendió un poco. Hua Cheng continuó sin pausa.

—Entonces, ¿son solo estos tres?


Xie Lian asintió. Lo que significaba que alguien entre esos tres fue
el que le inculcó los recuerdos y las emociones de la gente de
WuYong cuando el volcán entró en erupción. Hua Cheng
reflexionó, frunciendo el ceño, pero después de un momento de
silencio, Xie Lian de repente dijo: —Esos no son todos.

Hua Cheng volteó para mirarlo.

— ¿Qué?

Xie Lian contuvo el aliento y dijo: —... Dije, no son solo esos tres,
hay una cuarta persona. Esta persona cumple el primer requisito.
Pero, él no tiene nada que ver con esos recuerdos y emociones.

Hua Cheng se había girado completamente.

— ¿Oh? ¿Cómo es eso? ¿Su alteza y esta persona también


comparten muchos años de amistad profunda?

No tantos años, pensó Xie Lian, pero una amistad profunda...


Pensó que contaba, pero estaba demasiado avergonzado para
decirlo en voz alta, por lo que respondió de manera ambigua: —
En cualquier caso... podría ser en quien más confío, incluso más
que mi maestro y Jun Wu.

— ¿Cómo es eso? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian se aclaró la garganta ligeramente y dijo tímidamente: —


Es vergonzoso decirlo. Porque... si tuviera que cometer un grave
error, o meterme en grandes problemas, el primero en el que
pienso es seguramente en él... Y, esta confianza no es la misma
que tengo para mi maestro y el Emperador... —Antes de que él
terminara se dio cuenta de que la expresión de Hua Cheng era
extraña, y se calló—. ¿San Lang?

Sólo entonces Hua Cheng reaccionó, y levantó las cejas.

—Oh. No es nada, estaba pensando en otra cosa. ¿Su alteza


realmente confía tanto en esta persona?

Aunque generalmente cuando levantaba las cejas estaba


tranquilo o bromeando, esta vez no parecía tan natural.

Xie Lian asintió.

—Hum... ¿Hay algún problema?

Hua Cheng inclinó ligeramente la cabeza, arregló avambrazos de


plata en sus mangas y dijo, pareciendo indiferente.

—Nada importante. Pero, una opinión personal. Es mejor si Gege


no confía en otros tan fácilmente.

Al escucharlo, Xie Lian no podía estar seguro de si Hua Cheng


descubrió de quién estaba hablando, y no se atrevió a revelar
más, por lo que solo dijo: —… Oh.

Después de una pausa, todavía no pudo contenerse y preguntó:


— ¿San Lang no va a preguntar quién es esta persona?

— ¿Hum? ¿Yo? —Hua Cheng dijo: —Ya que Gege dijo que confía
en él y está determinado a que no tiene nada que ver con este
asunto, entonces no hay necesidad de preguntar.
Xie Lian se frotó la frente y, poco después Hua Cheng dijo: —
Pero, si Gege quiere decirme, San Lang está feliz de escuchar.

Aunque sus palabras sonaban correctas, si Xie Lian lo seguía y le


decía ahora, sería incómodo, como si le rogara a la gente que
preguntara en quién confiaba más. Xie Lian no pudo decir si fue
solo por cortesía o si a Hua Cheng tampoco le importaba.
Casualmente, justo en ese momento, las mariposas fantasmales
que habían estado involucradas en una carnicería sangrienta con
ratas devoradoras de cadáveres habían regresado. Después de
atravesar una extenuante batalla, las mariposas plateadas
volaron un poco bajas, como si se estuvieran arrastrando con
fatiga. Xie Lian se acercó rápidamente para saludarlas, extendió
la mano para atrapar una mariposita plateada y dijo: — ¡Gracias
por su arduo trabajo!

Ahora lo había hecho. Las mariposas se detuvieron en el aire, y


al segundo siguiente, fue como si olieran deliciosos pasteles y
todas fueron hacia él como locas. Xie Lian tenía la pequeña
mariposa plateada posada en su mano casi aturdida. Hua Cheng
soltó una tos tranquila, y las mariposas se detuvieron otra vez,
luego volaron hacia él apropiadamente, aterrizando en los
avambrazos de plata en sus brazos, convirtiéndose en uno con
los patrones de mariposa grabados.

Los dos siguieron buscando a Yin Yu. Después de caminar un


rato, Hua Cheng de repente habló: —No es Feng Xin, ¿verdad?

Xie Lian ya había comenzado a pensar en otra cosa, y cuando


escuchó, parpadeó.

— ¿Eh? ¿Qué?
—Esa persona de la que Gege habló —dijo Hua Cheng.

Xie Lian al instante agitó su mano.

—Por supuesto que no.

Las cejas de Hua Cheng se torcieron.

—... Tampoco es Mu Qing, ¿verdad?

Una gota de sudor rodó por la frente de Xie Lian.

—Eso es aún más imposible. Pero, ¿por qué otra vez San Lang
pregunta de nuevo por esto?

Hua Cheng sonrió: —Lo pensé, y de repente sentí que la cuarta


persona es la más sospechosa. Entonces, para evitar sorpresas,
¿me dirá, por favor, quién es esta persona en la que más confía y
con la que ha compartido muchos años de amistad?

…Xie Lian observó la sonrisa en su rostro y tuvo la corazonada


de que esta sonrisa era muy falsa. Justo cuando inhalaba
profundamente y estaba a punto de hablar, la tenue luz plateada
de las exploradoras mariposas de plata desapareció de repente.

La oscuridad cayó de todo alrededor, Hua Cheng rápidamente


tomó la mano de Xie Lian y bombardeó al lado de la calle. Xie Lian
pudo decir que algo estaba mal y dijo en voz baja: —San Lang,
algo viene, ¿no?

A pesar de que la oscuridad había llegado de repente y no se


podía ver nada, seguía los pasos de Hua Cheng de cerca y sin
problemas saltó a una casa para esconderse. La voz de Hua
Cheng sonó al lado de su oído: —Está aquí.

Dentro de la oscuridad, de repente hubo un sonido muy peculiar.

Dong, dong, dong.

A pesar de que estaba muy lejos, cada arrastre sonaba


extremadamente pesado, y con cada sonido, sonaría mucho más
cerca que antes, su velocidad asombrosa. Xie Lian seguía
pensando que este sonido era familiar, que definitivamente lo
había escuchado antes, y cuando ese sonido estuvo cerca, miró
hacia afuera.

¡Ciertamente! En las calles principales de la ciudad subterránea,


apareció una mujer vestida con una túnica de novia.

Mientras que esa mujer se había puesto una túnica de boda, la


túnica misma estaba rota y destrozada, escalofriante y sombría.
Aunque su rostro era bellamente hermoso, no había señales de
vida. El fuego de fantasma verde brillante en la parte superior de
su cabeza también hizo que su rostro blanqueado brillara de color
verde. En sus brazos acunaba a un niño pequeño cuyo rostro
también era pálido, pero mucho más vivo que ella, obviamente un
humano vivo.

—Encontrándose con viejos amigos de nuevo —dijo Hua Cheng.

¡Era la fantasma Xuan Ji y Gu Zi!


Capítulo 168: Fuego fantasma encima; el conjuro desbloqueado (parte uno)

¡Han venido al monte TongLu también!

—Gu Zi está aquí, ¿eso significa que Qi Rong también ha venido?


—Se preguntó Xie Lian.

—Mire esa bola de luz verde sobre su cabeza, no hay duda de


que lo ha hecho —dijo Hua Cheng.

—…

Gu Zi parecía tener un poco de miedo por Xuan Ji, su pequeña


forma estaba todavía inmóvil en sus brazos. Sin embargo, quizás
fue porque el cuerpo de Xuan Ji estaba frío y no estaba cómodo
que se movió en secreto un par de veces, pero Xuan Ji
inmediatamente reprendió: — ¡No te muevas!

En el momento en que abrió la boca, con el brillo de esa bola de


fuego fantasma verde, los músculos de su rostro parecían aún
más retorcidos. Ese fuego de fantasmas también se consideraba
un signo distintivo del duende verde en este punto, un gusto
extremadamente malo, y Xie Lian sintió que cualquier fantasma
femenina que tuviera un gusto normal y valorara su propia imagen
se negaría a usar una bola de fuego de fantasma tan llamativa
sobre sus cabezas. No hace falta decir que debe haber sido Qi
Rong quien le hizo usarla. Las llamas verdes y las túnicas de boda
rojas formaron una vista impactante, dañando los ojos, incluso
más desesperante que si un maestro fuera a forzar a uno a usar
un uniforme extremadamente feo.
Gu Zi suplicó, con los ojos llenos de lágrimas.

—Jie jie, mi barriga no se siente tan bien después de beber esa


agua.

¿Agua? Xie Lian rompió en sudor frío. Las aguas subterráneas


tenían bandadas de ratas que se alimentaban de cadáveres y,
aunque no eran tóxicas, los niños tenían una inmunidad más débil
y podían contraer diarrea después de beberla. Xuan Ji era
obviamente el tipo al que no le gustaban los niños, y no tenía
paciencia con él. —Aguanta un poco. Ya estamos de regreso.

Sus espaldas desaparecieron y se hicieron una con la oscuridad.


No hay necesidad de decir más, Xie Lian y Hua Cheng siguieron
silenciosamente tras ellos. Poco después, siguieron a Xuan Ji,
giraron algunas esquinas y entraron en otra calle principal. Al final
de la calle había una casa particularmente lujosa, y había voces
que venían desde dentro, así que ese debe ser el destino. Bajo el
disfraz de las sombras, Xie Lian y Hua Cheng se adelantaron
primero, saltaron al techo de esa casa y, a través de las grietas,
miraron hacia abajo. Efectivamente, Qi Rong estaba sentado en
el centro del gran salón de esa mansión.

Tenía algunas decenas de estatuas de piedra traídas, con sus


cabezas frente a él, y como esas personas de piedra estaban
tiradas en el suelo, parecían estar en completa sumisión hacia él.
Por lo tanto, estaba disfrutando de esta postración y comiendo un
brazo, bastante satisfecho de sí mismo. En la esquina se sentaron
varios granjeros, y uno de ellos, con su cabeza inclinada y
prácticamente sin sentido de presencia, era Yin Yu!

Como sospecharon, fue capturado por Qi Rong. Aunque nadie


estaba atado por cuerdas, había bolas grasientas de fantasma
verdes que flotaban sobre cada una de sus cabezas. En una vista
más cercana, esos fuegos de fantasmas eran diferentes a los
llamativos que estaban sobre la cabeza de Xuan Ji; esos habían
desarrollado los cinco sentidos, sus ojos se estrecharon hacia
abajo, sus expresiones maliciosas, pareciendo perversos, y
vigilaban firmemente a la persona que estaba debajo. Xie Lian
susurró: —Esas bolas de fuego deben tener algo contra ellos.

Hua Cheng respondió: —Esa es la Cerradura de Fuego Fantasma


de Qi Rong. Una vez que el fuego te mira, si te atreves a escapar,
activaría el hechizo y te quemaría hasta morir en un instante.

Qi Rong estaba disfrutando plenamente de comer ese brazo


cuando la voz de Xuan Ji de repente sonó desde afuera.

—Mi señor, he regresado.

Inmediatamente tiró el brazo y se limpió la boca cubierta de


sangre. Xie Lian estaba un poco sorprendido; ¿Qué fue ese
gesto? ¿Temes que alguien pueda ver? ¿Podría realmente llegar
un día en que Qi Rong estuviera avergonzado de que alguien
pudiera ver la manera en que comía?

Antes de que Xuan Ji entrara, ella bajó a Gu Zi. Gu Zi tembló y


corrió adentro, marchando directamente al lado de Qi Rong, pero
cuando lo vio, señaló con el dedo y gritó: — ¡Papá está comiendo
cosas malas en secreto otra vez!

— ¡No! —Respondió Qi Rong.

— ¡Lo olí! ¡Tu boca apesta cuando la comes! —Acusó Gu Zi.


Qi Rong levantó la mano e inhaló un par de respiraciones contra
su palma, y debe haber olido su boca llena de olor a sangre y
podredumbre. Sin ninguna forma de negarlo, se irritó.

— ¡MALDICIÓN! ¡XUAN JI! ¿POR QUÉ LO TRAJISTE DE


VUELTA TAN PRONTO? ¿NO DIJE QUE TE LO LLEVES POR
AHÍ UN RATO MÁS CUANDO ESTOY COMIENDO???

Xuan Ji entró flotando y explicó: —Estaba haciendo un escándalo


por un dolor de barriga después de beber agua, así que lo traje
antes. Mi señor, por favor, no me haga cuidar más a los niños, ¡no
sé cómo tratar con él!

Qi Rong miró y acusó.

— ¡¿QUÉ?! ¿NO ERES UNA FANTASMA MUJER? ¿CÓMO


PUEDEN A LAS FANTASMAS MUJER NO GUSTARLES
CUIDAR A LOS NIÑOS?

— ¡Pero este ni es mi propio hijo! —Respondió Xuan Ji.

Gu Zi tiró del dobladillo de Qi Rong.

—Papá, no comas esas cosas nunca más, no son buenas para


ti... —Qi Rong estaba cada vez más molesto por su fastidio y
reprendió: — ¡Vete, vete, ve! No te quedes aquí para molestar a
la gente. ¡Qué es esto, niños molestando a los adultos, sal y ve a
jugar solo! —Y Gu Zi solo podía arrastrar sus pies y salir a jugar
con barro solo. Antes de irse, incluso miró con tristeza a los demás
en la casa.

Solo cuando se fue, Xuan Ji dijo: —Mi señor, realmente no lo


entiendo, ¿por qué debe usted traerlo si lo considera molesto? Ha
estado hambriento, sediento, lloroso y enfermizo todo el camino.
Si no fuera por tropezar con ese espíritu de la montaña que nos
llevó, quién sabe si él todavía nos estaría frenando.

Qi Rong se rio con ironía: —Mi hijo barato está decidido a


llamarme papá, ¡así que déjalo! Pufft, qué basura, por supuesto
que se debe a que voy a comerme a ese tonto pequeño idiota! La
carne de un niño pequeño es tan tierna que, incluso sin
condimentarla, ¡será lo suficientemente sabrosa!

—Entonces, ¿por qué no lo ha comido todavía? —Preguntó Xuan


Yi.

La luz verde brilló en los ojos de Qi Rong.

— ¡No entiendes nada! ¡Lo mataré después de que él haya


engordado! ¡Deja lo mejor para el final! Además, todavía nos
quedan muchos suministros, ¡no hay necesidad de apurarse!

Xuan Ji miró a Yin Yu.

—Creo que este nuevo que capturaste es sospechoso. Muy, muy


sospechoso. Mi señor, ¿descubrió de dónde vino exactamente?

A juzgar por cuánto Qi Rong odia a Hua Cheng, si supiera que Yin
Yu era el subordinado de Hua Cheng, lo habría comido de
inmediato, pero Qi Rong respondió: —Sí, lo sé. Este bastardo vino
con la Señora de la Lluvia para ayudar también.

Un sentido de presencia débil y una personalidad plana a veces


era algo bueno. Por lo general, la gente no vincularía a Yin Yu con
Lluvia Sangrienta que busca la Flor. Al parecer, Yin Yu había
mentido con éxito sobre su propia identidad. Xie Lian suspiró
aliviado. La cara de Xuan Ji, sin embargo, cambió.

— ¡¿Yu Shi Huang ya nos ha perseguido hasta aquí?!

—Naa. —Qi Rong dijo: —Este bastardo encontró esta ciudad


subterránea por accidente, igual que nosotros. La Señora de la
Lluvia no nos ha encontrado todavía. ¡JODER DIOS, MALDITA
SEA! —De repente, maldijo: — ¿Por qué es tan difícil lidiar con
la Señora de la Lluvia? Tan cerca nuestro que tuvimos que venir
a escondernos aquí SÓLO COGIMOS A UN PAR DE ESOS
PLANTADORES DEL CAMPO PARA COMER, ¿POR QUÉ ES
TAN TACAÑA? ¡Un oficial celestial también, yo SABÍA que
ninguno de los oficiales celestiales es bueno! ¡TAN MENTE
ESTRECHA Y MISERABLE!

Siempre causaría daño a los demás primero y actuaría de manera


auto-importante después. Fuiste el primero que
desgraciadamente atrapó a los granjeros de otra persona,
quienes se estaban ocupando de sus propios asuntos, pero
¿tenías que dar media vuelta y despreciar a los demás por no ser
lo suficientemente generosos como para proporcionarte algunos
más? Su discurso hizo que los puños de Xie Lian picaran.

— ¿Por qué no liberamos a esas personas? —Dijo Xuan Ji.

Qi Rong, sin embargo, parecía haber pensado que la idea era


vergonzosa y se enfureció: — ¡NO! Ya me comí a la mitad de ellos,
así que incluso si libero a la otra mitad, no tendría sentido.
¡FUÉRCENME Y ESTE ANCESTRO LOS QUEMARÁ A TODOS
HASTA EL PISO! ¡NADIE SE BENEFICIARÁ DE ESTO!
—Tampoco pensé que las cosas saldrían así. La Yu Shi Huang
que conocí no era así en el pasado, era fácil de intimidar. Pensé
que incluso si secuestráramos a personas del País de YuShi, todo
sería barrido bajo la alfombra y el insulto ignorado, por eso me
atreví a hacer un movimiento. ¡Quien sabía que causaría tantos
problemas, completamente inquebrantable!

Xuan Ji en realidad conocía a la Señora de la Lluvia, y no parecía


tenerla en alta estima. Al parecer, probablemente se conocían
cuando aún eran mortales. Recordando todas las leyendas, Xie
Lian susurró: — ¿Podría ser que Xuan Ji solía ser general del
Reino de Yushi?

—Gege acertó. —Hua Cheng dijo: —Ese es exactamente el caso.

Xie Lian estaba desconcertado. —Pero eso no está bien, no? La


Señora de la Lluvia es descendiente de la realeza Yushi con un
estatus prestigioso. Xuan Ji era solo una general, una funcionaria
inferior, así que, ¿cómo se atreve a despreciar a su monarca? E
incluso decir algo como fácil de intimidar.

En ese momento, Qi Rong respondió: —A quién le importa la


Señora de la Lluvia, la Señora de los Perros, solo espera hasta
que este Rey Demonio se convierta en un Supremo en el horno,
y nazca con tanto poder que sacudiré los cielos y todos deberán
caer a mi pies! ¡Arrodillarse ante mí y comerse el barro en mis
pies! Luego, derribaré la Ciudad Fantasma, hundiré esa Isla de
Agua Negra, e incluso Jun Wu tendrá que tener cuidado al
caminar. JAJAJAJAJAJAjajajajaja…

—…
Al escucharlo componer tanta pendejada, imaginando felizmente
su poder futuro, aparte de querer reír, Xie Lian no sintió nada. Hua
Cheng, por otro lado, ni siquiera quería dar la energía para reírse.
Qi Rong luego le dijo más a Xuan Ji: —Luego, cortaré la polla de
Pei Ming para que juegues, lo convertiré en tu esclavo.

Al escuchar ese nombre, Xuan Ji apretó los puños, con un rastro


de vida brillando en su rostro pálido.

— ¡NO ES NECESARIO! ¡Mientras mi señor se comprometa a


dármelo para que lo maneje yo misma, Xuan Ji estará muy
agradecida!

Cuando no se refería a Pei Ming, Xuan Ji parecía una fantasma


femenina algo normal, pero en el momento en que el general Pei
fue mencionado, Xie Lian pudo ver una sombra de esa loca y
obsesionada fantasma del Monte Yu Jun. Ella había puesto esa
absurda esperanza en Qi Rong; un movimiento que solo podría
ser descrito como loco.

Por supuesto, podrían ir directamente y golpear a Qi Rong y Xuan


Ji, pero esos granjeros y Yin Yu son rehenes. Qi Rong es de
carácter apabullante, y si con cada golpe el quemara a una
persona, entonces ellos serán los que están perdidos. Justo como
él dijo, si lo forzaban, él podría muy bien quemar a todos hasta el
suelo. Hua Cheng no estaba ni un poco ansioso y dijo: —Hay un
encantamiento de desbloqueo a la Cerradura de Fuego Fantasma
de Qi Rong. Pensemos en una manera de engañarlo primero.

— ¿Quién hará esto? ¿Cómo engañarlo? Ciertamente no


podemos ser los únicos —dijo Xie Lian.
Justo cuando las palabras salieron de sus labios, sus ojos se
posaron al mismo tiempo en Gu Zi, que estaba jugando con barro
fuera de la mansión.

Después de una pausa momentánea, Xie Lian dijo: —Eso no se


va a poder. Es muy peligroso. Qi Rong ya está pensando en
comerse Gu Zi, ¿y si se da cuenta del engaño?

—Poniendo a un lado si ese cerebro suyo puede incluso registrar


trucos —dijo Hua Cheng. —Si planea hacerle algo al niño,
podemos ir a rescatarlo. ¿Por qué no se preocupa en vez si el
niño, luego de haberse quedado con Qi Rong durante tanto
tiempo, ha sido influenciado por él y si su estado mental sigue
siendo normal.

Habiendo seguido a Qi Rong durante tanto tiempo, era difícil decir


si se había vuelto monstruoso.

— ¿Vamos a intentarlo entonces? —Dijo Xie Lian.

Por lo tanto, Hua Cheng abrió sus dedos y soltó una pequeña
mariposa plateada de su palma, que se agitó lánguidamente.

Qi Rong y Xuan Ji seguían hablando dentro de la casa, y Gu Zi


estaba afuera haciendo dibujos en el barro, la imagen de una
persona grande que se tomaba de la mano con una persona
pequeña. De repente, vio una mariposa plateada emitiendo una
tenue luz plateada, y al instante levantó la vista, con los ojos muy
abiertos, y estaba a punto de decir ¡WOW! Cuando el susurro de
una voz vino de esa mariposa plateada: —Gu Zi, no hables En el
momento que hables ya no estaré más. Soy yo. ¿Me recuerdas?
Si Gu Zi igual gritaba, Hua Cheng habría hecho que la mariposa
plateada confundiera su mente, sin embargo, Gu Zi se tapó la
boca, en verdad obediente. Él susurró en respuesta: —Lo
recuerdo. Es la voz de Gege que colecciona chatarra.

—Jajaja, qué buena memoria. Xie Lian se rio con torpeza. —Así
es, ese soy yo, el tipo que colecta chatarra. Escabúllete aquí hacia
un lado por un momento, no dejes que Qi... no dejes que tu padre
se dé cuenta.

Gu Zi asintió, se puso de pie y estaba a punto de escabullirse


cuando Qi Rong, que estaba dentro de la casa, se dio cuenta y
gritó: — ¡EH! NO HUYAS A CIEGAS, ¿ME OYES? ¡ESTÁTE
AQUÍ Y NO VAYAS A NINGUNA PARTE, LAS GRANDES RATAS
TE ATRAPARÁN! ¡REGRESA AQUÍ!
Capítulo 169: Fuego fantasma encima; el conjuro desbloqueado (parte dos)
Esa mariposa plateada voló instantáneamente a un lado y se
escondió. Los ojos de Gu Zi se abrieron y respondieron: —Yo...
¡voy a hacer pipí!

Qi Rong hizo clic en su lengua.

— ¡Los niños están tan llenos de mierda y pipí! Y dejó de


preocuparse. —Gu Zi se hizo a un lado y susurró de nuevo: —
¡Gege chatarra, Gege chatarra!

Xie Lian todavía estaba en el techo.

—... solo decir daozhang está bien. Gege chatarra es un poco


raro, jajaja... Gu Zi. Esas personas que tu padre capturó son muy
lamentables. Son subordinados de la casa de otra persona, y su
maestro seguirá persiguiendo a tu padre para darle una paliza.
¿Ayudarás a dejarlos ir?

— ¡Lo sé! —Gu Zi dijo: — ¡Ellos son de la casa de ese dios que
monta un buey grande y negro! —Se rascó la cabeza. —Quiero
dejarlos ir también... pero mi padre está enfermo. Dijo que tiene
que comer carne humana para mejorar, que comer carne humana
es muy normal. Todavía soy joven, él me enseñará a comer
cuando sea más grande. No creo que eso sea muy bueno...

¡Es más que simplemente no ser muy bueno! Esa fue una alerta
cercana, pensó XIe Lian. Al quedarse demasiado tiempo al lado
de Qi Rong, Gu Zi estaba empezando a extraviarse. Si continuara
por el camino equivocado, tal vez reconocería todo como normal
por costumbre y aceptaría que comer carne humana era una
creencia muy normal. Xie Lian dijo rápidamente: — ¡No es muy
bueno! Comer carne humana causará una enfermedad muy
grave, los fantasmas de los que se come se aferrarán a ti y a tu
padre, te acosarán día y noche. Tu papá no está enfermo, es solo
un glotón que se niega a detenerse. Tienes que pensar en una
manera de evitar que vuelva a comer más de eso, de lo contrario,
¡te convertirás en un niño sin padre!

—Entonces, ¿qué debo hacer? —Gu Zi estaba alarmado.

Hua Cheng se volvió hacia Xie Lian.

—Gege déjeme.

Dijo unas pocas palabras a la mariposa plateada, y Gu Zi escuchó


en el otro extremo, tratando de recordar todo. Una vez que
terminó, Hua Cheng levantó la vista de nuevo y le dijo a Xie Lian:
—Vamos a sacar a Xuan Ji del camino primero.

Dentro de la casa, Xuan Ji dijo: —Todavía creo que este hombre


es sospechoso. Dijo que es el subordinado de Yu Shi Huang, pero
está cubierto de esencia del mal. No creo que haya sido sincero,
le preguntaré un poco más.

Después de ver a Gu Zi escabullirse, Qi Rong se dio la vuelta con


la espalda hacia la puerta y continuó masticando ese brazo,
respondiendo vagamente.

—Claro.

Poniendo a un lado que Xuan Ji se volvería loca al encontrarse


con Pei Ming, otras veces, ella era mucho más detallada y
cautelosa que Qi Rong, siendo una mujer después de todo.
Además, Gu Zi todavía le tenía un poco de miedo, así que con ella
alrededor, él podría tropezar más fácilmente. Xie Lian asintió.

— ¿Cómo la llevamos lejos?

Los dos intercambiaron una mirada y dijeron al mismo tiempo: —


General Pei.

Xie Lian juntó las manos en una oración: —No hay otra manera.
Tendremos que hacer que se sacrifique temporalmente. General
Pei, todos se lo agradecerán después de que se hayan salvado.

Otra mariposa plateada se materializó a partir de los grabados del


avambrazo de plata de Hua Cheng y voló junto a la oreja de Xie
Lian. Las voces de un hombre vinieron flotando, y era Pei Ming.
Resulta que, justo antes de que Hua Cheng se marchara más
temprano, igual dejó algunas mariposas plateadas, y las voces del
otro lado fueron enviadas. Xie Lian escuchó atentamente por un
momento y susurró: —Vamos a cortar esto un poco, y usar estas
líneas...

La espalda de Xuan Ji estaba frente a la ventana, mirando a Yin


Yu como un halcón, interrogándolo. Yin Yu respondió con
tranquilidad: —En el país de YuShi soy responsable de cuidar de
los fantasmas perdidos y hambrientos. Cuando ellos vienen, les
regalaría un paquete de arroz y los enviaba a su camino, por eso
estoy cubierto de esencia demoníaca.

Los otros rehenes eran los verdaderos granjeros del país YuShi,
y aunque ciertamente había tales socorristas, definitivamente no
era uno de ellos. Sabían que él estaba inventando cosas, pero
nadie hizo un sonido. Qi Rong se rio.
—Jo jo, yo también soy un fantasma hambriento, ¿por qué no me
das algo de alivio? Solo un par de personas fueron comidas y me
persiguen hasta la muerte, ¿qué hace esta tacaña pretendiendo
ser generosa? —Xuan Ji, por otro lado, solo despreció con
desdén: —Hay tantos fantasmas hambrientos en el mundo,
¿cómo puedes traer alivio a todos? Es sólo para alardear.

En ese momento, una mariposa plateada con su luz oculta voló


silenciosamente detrás de su persona, luego brilló y se escondió.
Todos los cautivos vieron pero estaban muy tranquilos, y con un
entendimiento tácito, todos fingieron que no vieron nada. Xuan Ji
iba a continuar el interrogatorio cuando, de repente, parecía haber
escuchado la voz de un hombre.

—... Si ese es el caso,... estas... primero. ¿Tú… algo más…?


Pon... aquí...

La línea original era; si ese es el caso, rostiza estas ratas primero.


¿Tú tienes algo más de serpientes? Pon algunas aquí.

Cuando Xie Lian escuchó a Pei Ming por primera vez, estaba lleno
de conmoción y pena. Debieron haber sido esas ratas
devoradoras de cadáveres tomadas como ratas normales que se
arrastraron fueron asesinadas por Pei Ming, para ser sevidas
como la comida de Pei Su. ¿Comer esa rata no causaría
problemas? Parecía que debían apresurarse a regresar pronto.

Sin embargo, después de que Hua Cheng borrara algunas


palabras de la línea, el efecto era misterioso, como si significara
algo, pero no se podía decir qué exactamente. Cuando Xuan Ji
escuchó, se estremeció violentamente y echó la cabeza hacia
atrás. Sin embargo, esa mariposa plateada era astutamente ágil;
no estaba emitiendo luz y en el momento en que se dio la vuelta,
hacía mucho que se había movido hacia un lado y se había
escondido. Xuan Ji se alteró y se volteó para preguntar a los
cautivos: — ¿Oyeron algo en este momento? ¿Han visto algo?

Yin Yu tomó la iniciativa, y el resto de los cautivos negaron con la


cabeza. Qi Rong miró con su boca cubierta de sangre.

— ¿Qué escuchaste?

Xuan Ji estaba un poco confundido.

—Pensé que... escuché la voz de Pei Ming.

—Probablemente estás delirando. —Qi Rong dijo: —No he


escuchado nada.

Esa mariposa plateada se apretó contra Xuan Ji, para que nadie
más pudiera escuchar las voces que transmitía.

Xuan Ji dudaba.

— ¿En serio? Pero siento que... tal vez él está cerca. Tal vez,
¿esto es telepatía? Mi señor, ¿por qué no, me deja ir y echar un
vistazo de nuevo?

Xie Lian no pensó que fuera tan fácil y apretó los puños en
silencio, mostrando a Hua Cheng una sonrisa. Sin embargo,
inesperadamente, Qi Rong arruinó su felicidad.

— ¡PUFFT! ¿No fuiste una vez ya? Qué telepatía, es un engaño


seguro. No haces nada más que pensar en él ochocientas veces
al día, por supuesto que estás delirando.
Parecía que Xuan Ji estaba un poco convencida por sus palabras
y se mantuvo insegura. A pesar de que este intento fue un fracaso,
Xie Lian no se desanimó, porque tenía unas cuantas líneas más
bajo la manga. Xuan Ji estaba a punto de continuar su
interrogatorio cuando una vez más escuchó la voz de Pei Ming.

—... ¡Tontita! Ven aquí, te enseñaré.

Poco después, se escuchó la voz de una niña: —... Por favor,


General Pei. Lo he hecho una vez. Tengo experiencia ahora.
Déjeme hacerlo…

Eso fue, por supuesto, Pei Ming instruyendo a Ban Yue sobre
cómo asar ratas devoradoras de cadáveres para que Pequeño Pei
comiera, sin embargo, una vez que la línea cayó en los oídos de
Xuan Ji, se entendió como algo completamente diferente. Ella
chilló, sus ojos se llenaron de rojo al instante, y el fuego del
fantasma en la parte superior de la cabeza estalló más alto como
las llamas celosas en su corazón ardiendo. Ella se tiró de su
propio cabello y gritó: — ¡¡¡ES ÉL!!! ES ÉL SIN DUDA, DEBE
ESTAR AQUÍ, LO SENTÍ, ¡MI CORAZÓN LO SINTIÓ! ¡PEI MING!
¡TE MATARÉ!

Ella gritó mientras arrastraba sus dos piernas rotas y saltó hacia
afuera. Qi Rong estalló en maldiciones.

— ¡EY! ¡OYE! ¡XUAN JI! ¡QUÉ MIERDA! ¿CÓMO PUEDES


CORRER TAN RÁPIDO CON LAS PIERNAS ROTAS? ¿¡ESE
MUJERIEGO VALE LA PENA?!

Xie Lian vio mientras Xuan Ji tropezando y tambaleando


desapareció, y se sintió un tanto triste. Probablemente, Hua
Cheng pensó que estaba preocupado por la seguridad de quienes
estaban en el templo y dijo: —No hay necesidad de preocuparse.
La mariposa fantasmal la conducirá en dirección opuesta. Incluso
si los encuentra, RuoYe está allí para proteger y no podrá ingresar
al círculo. Acabemos con nuestras cosas aquí rápidamente.

Ahora que Xuan Ji se había ido, era hora de que Gu Zi entrara al


escenario. Se puso de pie y se limpió las manos embarradas en
el trasero. Xie Lian todavía estaba un poco preocupado.

— ¿Realmente estará bien?

Hua Cheng dijo suavemente: —Gege confíe en mí. Si esto no


funciona, podemos encontrar otra manera. Hay un montón de
planes de respaldo. En todo caso, podemos hacer que Qi Rong
sea incapaz de hablar por el resto de su vida primero y luego
tomarnos el tiempo para pensar en una idea.

—…

Gu Zi entró en la casa y Qi Rong ya había lamido toda la sangre


de sus manos. Cuando lo vio, gritó: — ¡Hijo, ven aquí y dale un
masaje en las piernas a tu papá!

Así, Gu Zi subió a masajearle las piernas. Después de masajear


obedientemente durante un rato, preguntó: —Papá, esa gente
que está en la esquina, ¿por qué no se atreven a moverse a pesar
de que claramente no están atados por cuerdas?

Su pregunta le dio energía a Qi Rong: —Jeje, ¡por supuesto que


es porque le tienen tanto miedo a tu papá que sus piernas se
tambalean!

—…
Los ojos y la boca de Gu Zi estaban abiertos de par en par y
redondos.

— ¡¿ERES ASÍ DE INCREÍBLE?!

La vanidad de Qi Rong quedó muy satisfecha, y él respondió: —


¡Eso es correcto! Mira, hoy te mostraré lo increíble que es tu papá.
¿Ves esa bola de fuego? En el momento en que dé la orden,
WHOOSH Todos se quemarán hasta morir, así que, por supuesto,
¡me tienen miedo! Y otros dos pequeños demonios, ¿recuerdas?
—Gu Zi asintió como pollitos picoteando maíz y Qi Rong continuó:
—Uno es Hua Cheng, el otro tiene el apodo de Agua Negra, son
dos débiles don nadie. Son dos desgraciados que pretenden ser
grandes y tuvieron un poco de suerte, pero en realidad, sus títulos
son vacíos. ¿Entiendes lo que significa un título vacío? Te
enseñaré. Es una expresión. Significa que, en la superficie,
parecen ser poderosos, pero cuando se trata de la verdadera
fuerza, no están ni cerca de mi nivel.

Gu Zi parecía que entendía pero al mismo tiempo no.

—Oh... —Qi Rong agregó— ¡Sólo tienen suerte! ¡Si tuviera su


suerte, sería diez veces más grande de lo que ellos jamás lo
serán! ¡SOLO ESPERA! ¡Esta vez, tu papi superará esta prueba
e inmediatamente les daré unos golpes! ¡NADIE SE ATREVERÁ
A DESPRECIARME! ¡SOLO YO DESPRECIARÉ A OTRAS
PERSONAS!

Su determinación ardía, agitaba los brazos y gritaba, y aunque Gu


Zi no entendía totalmente de quién o de qué estaba hablando,
igual gritaba vivamente: — ¡PUEDES HACERLO, PAPÁ!
—…

En la parte superior del techo, Xie Lian golpeó una mano para
cubrir su rostro.

El discurso de grandeza de Qi Rong realmente lo dejó sin


palabras. Pensando que Qi Rong era su primo pequeño, se sintió
realmente avergonzado y se volvió hacia Hua Cheng.

—San Lang, esto... él... yo…

En verdad, a lo largo de la historia, no había ningún hombre en el


mundo que no amara presumir. Una brisa podría soplar el pañuelo
de una muchacha de un burdel a su mano, y él se daría la vuelta
y diría las más hermosa y famosa de las acompañantes se había
enamorado de él; sujetar zapatos y limpiar bancos para la amante
del primo del nieto del tío de la amante del Emperador,
seguramente lo convertiría en un importante administrador de la
residencia de parientes reales, elevando su estatus. Por lo tanto,
los hombres que no se jactaban eran una especie rara.

En cuanto a los hombres que aman presumir, en primer lugar, les


encanta presumir frente a las mujeres, en segundo lugar, les
encanta presumir frente a sus hijos. Recuerden que cuando Xie
Lian era joven, su padre también usaba con frecuencia varias
formas discretas e indiscretas para hablarle de su heroísmo y
grandeza en la política, y esto era precisamente la razón por la
que, desde que era joven, creía profundamente que su padre era
un noble y valiente gobernante cuyo nombre sin duda pasaría a la
historia. Más tarde, cuando descubrió la verdad, no fue el mejor
momento, por eso hubo la sensación de no eres tan sorprendente
después de todo, dejándolo muy decepcionado. Pensando en
esto, Xie Lian negó con la cabeza y pensó que era gracioso, ¿Por
qué compararía a Qi Rong con mi padre?

Eso realmente fue inesperado, pero quizás fue porque a ambos


les encantaba hacerse más grandes de lo que eran. Sin embargo,
ya sea su padre o alguien más, al menos el alardeo estaba dentro
de los parámetros normales. Qi Rong había llegado a la etapa de
absoluta desvergüenza e imprudencia descarada. No era de
extrañar que incluso Agua Negra, que siempre había mantenido
un perfil bajo, estuviera disgustado con él, y encontrara alguna
excusa para darle una paliza si se encontraban. Pero Xie Lian
todavía estaba un poco desconcertado, ¿por qué solo escuchó a
Qi Rong maldecir a otros pero no a él?

Pero, Xie Lian también podía entender un poco ahora por qué Qi
Rong estaba demorándose en devorar a Gu Zi. Si estaba
alardeando ante una persona normal o alguien que era un poco
mayor con más experiencia de vida, el otro podría no creerle.
Incluso si estuvieran de acuerdo en la superficie, todavía no se
sentiría sincero, o la reacción sería demasiado exagerada, como
esos pequeños secuaces bajo el mando de Qi Rong. Sin
embargo, los elogios de Gu Zi fueron diferentes. Cada palabra
vino desde el fondo de su corazón; ¡Realmente creía que su padre
era el hombre número uno más poderoso del mundo!

Probablemente había pasado mucho tiempo desde que Qi Rong


se había jactado de todo corazón y estaba muy satisfecho. Él
amenazó: —Tienes que ser bueno, ¿me oyes? ¡Si no, también te
pondré un fuego de fantasma!

Efectivamente, Gu Zi estaba asustado y rápidamente se cubrió la


cabeza.
—No, no quiero usarlo... oh sí, papá. —Recordó lo que Hua
Cheng y Xie Lian le enseñaron, y dijo con nerviosismo: —U-una
vez que usas este fuego verde no será capaz quitarlo, ¿verdad?

Si él hubiera preguntado; si lo usas, ¿puedes quitártelo? es


posible que Qi Rong no diera la verdad, pero la pregunta era; no
serás capaz de quitártelo, ¿no? Era una cuestión de duda. Por
supuesto que fue enseñado por Hua Cheng y Xie Lian. Qi Rong
al instante echó una patada y envió a la cabeza de una de las
personas de piedra volando.

— ¡BASURA! SI PAPI QUIERE ENCERRAR, ÉL ENCERRARÁ,


SI QUIERE DESENCERRAR, ¡ÉL DESENCERRARÁ! ¡MIRA!
¡PAPÁ DESENCERRARÁ UNO PARA MOSTRARTE!

Luego, señaló a un granjero y gritó: — ¡JODE PERROS XIE LIAN!

Xie Lian: —…

Hua Cheng: —…

El fuego del fantasma sobre la cabeza de ese granjero se


extinguió, y se levantó de un salto. Sin embargo, no corrió muy
lejos antes de que Qi Rong escupiera con fuerza, y de su boca
salió otra bola grasienta de fuego de fantasmas verde, que se
alzaba sobre la cabeza de ese granjero. Qi Rong se echó a reír
ruidosamente, acariciando la cabeza de Gu Zi.

— ¿Qué piensas? Tu papá es poderoso, ¿verdad?

En la parte superior del techo, Xie Lian se secó el sudor de la cara,


y Hua Cheng se veía frío y distante, pero su voz era escalofriante:
—Creo que esa basura quiere ser aún más basura de lo que ya
es.

Sus nudillos parecían quebrarse, y Xie Lian dijo apresuradamente:


—Está bien, está bien. ¡Fue más fácil de engañar de lo que
esperaba! En un principio le habían enseñado a Gu Zi muchas
más maneras de buscar información, pero parecía que ninguna
de esas cosas serían usadas. No es de extrañar que Qi Rong no
hubiera maldecido a Xie Lian antes, así que el maldecirlo se había
convertido en el encantamiento de desbloqueo. En verdad, sus
sentimientos por él son profundos. En este punto, ya no había más
necesidad de que los dos se escondieran, ¡y al instante rompieron
a través del techo, saltando!

El gran estruendo hizo que Qi Rong cayera de su silla por


sorpresa.

— ¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ? ¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ? Y cuando vio quién


era. —JODE, JODE... —probablemente quiso maldecirlo, pero
recordando que era el muy importante encantamiento de
desbloqueo, Qi Rong se tapó la boca rápidamente. En la esquina,
los granjeros dijeron: —Creo que él pronunció el encantamiento
antes, así que, ¿qué tal... vemos si podemos desbloquearnos
unos a otros?

—Sí, son sólo algunas maldiciones, ¿verdad? Aunque me siento


un poco mal por esta persona Xie Lian, pero no es como si
estuviera aquí, ¡así que debería estar bien!

Yin Yu, sin embargo, aconsejó con calma: —Si esa persona está
aquí o no, les sugiero que no lo digan, de lo contrario las
consecuencias serían peores que ahora...
En el otro extremo, Qi Rong agarró a Gu Zi para protegerse frente
a él, cambiando su tono.

— ¡XIE LIAN JODIDO POR PERROS! ¡ERES


DESVERGONZADO! ¡ESPÍA! ¡ESGAÑOSO!

Xie Lian estuvo un poco triste.

— ¿Qué diablos es jodido por perros?

Qi Rong agregó: — ¡Incluso si conoces el conjuro es inútil! ¿Te


vas a maldecir a ti mismo? ¿No te importaría que otras personas
te insulten?

Al escuchar esto, la expresión de Hua Cheng se volvió más


oscura, y sus nudillos sonaron un par de veces más, como si se
estuviera conteniendo. Xie Lian sin embargo, no se preocupaba.

— ¿Sí? No es nada.

Luego, repitió ese encantamiento de cinco a seis veces sin


dudarlo, ya que solo una vez podía liberar a una persona. Todos
los cautivos ya sabían que él era el que estaba siendo maldecido
en el encantamiento, y no pudieron evitar levantar sus pulgares
hacia él en sus corazones.

— ¡Un hombre de verdad!

Sin embargo, ninguno de las Cerraduras de Fuego Fantasma en


la parte superior de sus cabezas fueron desbloqueadas. La cara
de Xie Lian cambió ligeramente, y Qi Rong se rió.
— ¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡CAÍSTE! ¡SI NO SOY YO QUIEN LO
DICE, NO TIENE SENTIDO! ¡MALDIJISTE POR NADA!
JAJAJAJAJA...

Una mariposa plateada voló por los ojos de Gu Zi, y parpadeó dos
veces, sus párpados caídos, se quedó dormido poco después. Qi
Rong todavía soltaba carcajadas cuando, de repente, un fuerte
tirón de su manga lo hizo girar dieciocho veces antes de
estrellarse contra la pared, y soltó: — ¡JODE PERROS XIE LIAN!

Después de que él maldijo, esa bola de fuego fantasma sobre la


cabeza de Yin Yu desapareció. Yin Yu se puso de pie de un salto
y se alejó a gran distancia. Qi Rong se tapó la boca al instante y
Xie Lian dijo con amabilidad: —Vamos, vamos, vamos, no te
preocupes, no te contengas. Déjate llevar, sigue maldiciendo.

Mientras hablaba con serenidad, se subió las mangas y lo agarró,


y Qi Rong realmente no podía decir qué significaba esa postura.
Gritó con todo lo que tenía.

— ¡ADELANTE! ¡PÉGAME! INCLUSO SI ME GOLPEAS A


MUERTE, ¡NO MALDECIRÉ ESO DE NUEVO!

Junto a ellos Hua Cheng dijo con voz fría: —Bien.

Qi Rong se volvió para mirar, y Hua Cheng le estaba sonriendo


con una sonrisa que no podía ser más falsa, pero desapareció en
un abrir y cerrar de ojos. Al segundo siguiente, su cabeza se
estrelló tres pies en el suelo.

—…
Hua Cheng sacó la cabeza del suelo y gritó: — ¡TE ATREVES A
TRATARME ASÍ! ¡HE TENIDO SUFICIENTE! ¡QUEMARÉ A
TODOS! ¡TODOS PODEMOS MORIR JUNTOS! ¡HUA CHENG
CABRÓN! ¡QUÉMENSE!

Parecía, que 'Hua Cheng, cabrón’, era el otro conjuro para


comenzar la incineración. Sin embargo, después de que él lo
gritara, no hubo gritos ni lamentos de nadie, y abrió los ojos en
confusión. Ese grupo de granjeros estaban bien y de pie en el otro
extremo, observándolo.

Qi Rong se sorprendió.

— ¿QUÉ ESTÁ PASANDO? ¿PORQUÉ NINGUNO DE


USTEDES MURIÓ? ¡MUÉRANSE! ¿QUIÉN LOS LIBERÓ?

—Tú lo hiciste —dijo Xie Lian. Luego, señaló a una mariposa


plateada que estaba a su lado, y esa mariposa plateada emitía
exactamente el mismo rugido anterior: — ¡MALDIJISTE POR
NADA! JAJAJAJAJA...

Resulta que esa mariposa fantasmal había grabado y copiado su


voz, incluido ese encantamiento. Con una maldición, se podría
desbloquear infinitamente.

Hua Cheng dijo: —Muérete solo. Lo siento, nadie irá contigo.

Luego, otro golpe violento, y Qi Rong fue golpeado al subsuelo.

Los granjeros se pararon y dieron vueltas alrededor para ver: —


¿Todavía... puede ser sacado?
Yin Yu saltó al agujero profundo que Hua Cheng perforó, y un
momento después, saltó de nuevo, con una muñeca daruma
verde en la mano.

—Chengzhu, su alteza, ha sido recogido.

Esa muñeca daruma verde y grasienta estaba mostrando sus


dientes, girando sus ojos hacia atrás, escupiendo una lengua
larga, como si se estuviera riendo de alguien, pero también como
si estuviera poniendo un espectáculo para ganarse el favor. En
cualquier caso, era de muy mal gusto, incluso los niños lo tirarían
a un lado con disgusto si lo vieran. Xie Lian no pudo decir si el
propio personaje de Qi Rong decidió este diseño o si Hua Cheng
lo hizo a propósito.

—No nos pases esa cosa a nosotros. Llévala lejos, muy lejos —
dijo Hua Cheng.

—Sí, señor —obedeció Yin Yu.

Para ser honesto, Xie Lian tampoco quería aferrarse a eso, y


recogió a Gu Zi del suelo. Algunas mariposas fantasmales
llegaron volando desde una dirección diferente y aterrizaron en el
dorso de la mano de Hua Cheng. Miró hacia abajo para ver y luego
dijo: —Necesitamos apresurarnos para regresar al templo divino.

Xie Lian giró su cabeza.

— ¿Algo pasó en el templo divino?


Capítulo 170: Fantasma femenina resentida; llamas de celos queman el cariño

Hua Cheng levantó su mano ligeramente, y con esa mariposa


plateada en su palma, la llevó junto a la oreja de Xie Lian. Entre
los centelleantes aleteos de las alas de esa mariposa plateada,
escuchó la voz de Pei Ming flotando.

—Tontita, ¿escuchaste ese ruido extraño?

Probablemente fue porque Pei Ming había estado persiguiendo


faldas durante mucho tiempo, así que incluso si Xie Lian sabía
que Pei Ming no sentía nada por Ban Yue, la forma en que
hablaba hacía que la gente se cuestionara. Ban Yue respondió
sombríamente: —No soy una tonta... lo he oído. Ese ruido fue
realmente extraño, no creo que sea el General Hua regresando.

¡Por supuesto que no! Porque, claramente era el Dong! ¡Dong! ¡El
sonido que Xuan Ji hace saltar con sus piernas rotas!

No hubo un largo ‘¡Dong!' antes de que los otros dos se callaran,


y lo que siguió fue la risa enloquecida de una mujer.

—Jaja jajaja jajajaJAJAJAJA...

Esa risa hizo eco y resonó en la vacía ciudad subterránea, luego


se transmitió a través de la mariposa plateada, un ruido blanco
crepitaba en la transmisión, haciéndolo sonar más aterrador que
si lo escuchara en persona. Naturalmente, esta fue la risa de Xuan
Ji, muy feliz y dolorosamente odiosa quien finalmente había visto
a Pei Ming una vez más.
— ¿No la llevó la mariposa plateada en dirección opuesta? —
Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng respondió: —Ella es más inteligente de lo esperado.

Resulta que Xuan Ji había estado persiguiendo a esa mariposa


fantasma como loca, curiosamente rápida, y corrió hasta el final
de la calle principal rápidamente, pero no había nadie allí.
Después de todo, una vez fue una mujer general en el campo de
batalla, y al instante se dio cuenta de que ella era engañada.
Técnicamente, en el momento en que lo notó debería haber
regresado inmediatamente a Qi Rong, pero su mente estaba llena
de Pei Ming, así que se dio la vuelta y corrió en la dirección
opuesta, echando a su jefe Qi Rong completamente fuera de su
mente.

Xie Lian lo encontró divertido por alguna razón, pero era difícil
describir el sentimiento exactamente. Rápidamente trajo consigo
a los cautivos que escaparon y el grupo se apresuró al templo
divino de WuYong en el centro de la ciudad. Esa mujer fantasma,
Xuan Ji, había esperado demasiado tiempo a Pei Ming; con solo
escuchar su risa era fácil imaginar cuán retorcidamente loca debe
su cara estar. Pei Ming probablemente también se sobresaltó por
ella, y estuvo en shock por mucho tiempo antes de comenzar.

—Usted es…

Xuan Ji se burló fríamente. Sin embargo, inesperadamente,


después de una pausa, Pei Ming preguntó: — ¿Quién es?

—…
Xuan Ji estaba alterada por la furia, su era voz aguda y
temblorosa.

—TÚ... ESTÁS TRATANDO DE MOLESTARME A PROPÓSITO,


¿CIERTO? ¿REALMENTE NO SABES QUIÉN SOY?!

Xie Lian se secó una gota de sudor frío y dijo: —De ninguna
manera, el General Pei... ¿está haciendo esto a propósito o
realmente no la reconoció?

—Probablemente lo último —dijo Hua Cheng. Después de todo,


si los rumores eran ciertos, en los últimos siglos, Pei Ming había
tenido relaciones con al menos más de mil bellezas, ¿cómo podría
recordarlas a todas? Especialmente una vieja de tantos cientos de
años atrás. Además, ese incidente en el Monte Yu Jun con la
novia fantasma también fue dado a Pei Su para que él lo
manejara, Pei Ming nunca apareció, y nunca vio a Xuan Ji. Xuan
Ji murmuró para sí misma.

—Cierto. Me estás enojando a propósito. No seré engañada por


eso. Heh. Quieres mentir y decir que no me recuerdas, quieres
mentirme, jeje.

Entonces, ella chilló, exigiendo: — ¿QUIÉN ES ESTA PUTITA?


¿NO SON ALTOS TUS ESTÁNDARES USUALMENTE? ¿QUÉ?
¿ESTÁS PROBANDO DIFERENTES SABORES ESTA VEZ?

Ban Yue: — ¿…?

Pei Ming: —¿…?


Aunque ambos hacían ruidos de confusión, este tono resentido
parecía haber hecho recordar a la memoria de Pei Ming, y frunció
el ceño ligeramente.

— ¿Xuan Ji? ¿Cómo te volviste así?

Solo entonces Xie Lian recordó que Xuan Ji en este momento


debe estar desaliñada. Sus ojos eran rojos como el de un feroz
fantasma, vestida con brillantes ropas de novia rojas, los
dobladillos inferiores sucios y descuidados, arrastrándose lenta
pero peligrosamente como un cocodrilo en el suelo. Así fue como
la vieron en este momento, y fue realmente difícil relacionarla con
esa mujer general que era noble y destacada, por lo que no es de
extrañar que los conocidos no la reconocieran a primera vista.

— ¿Cómo me volví así? ¿TE ATREVES A PREGUNTAR CÓMO


TERMINÉ POR VERME ASÍ? ¿NO ES TODO ESTO TU CULPA?
¡HICE TODO ESTO PARA TÍ!

—Ella ha ido hacia el círculo de protección —informó Hua Cheng.

—No hay que preocuparse, RuoYe puede detenerla —dijo Xie


Lian.

Justo como lo dio, un grito se escuchó desde esa mariposa


plateada. Xuan Ji, quien se acercó para atacar, debe haber sido
empujada y enviada a volar a más de treinta metros, y cayó en la
oscuridad una vez más. La voz de Pei Ming llegó: —El dispositivo
espiritual de su alteza es bastante útil. Tendré que forjarme uno
para mí también en algún momento.
—Si usted supiera cómo se forjó, no lo habría dicho... —pensó Xie
Lian, pero antes de que completara su pensamiento, Pei Ming
gritó: — ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡PARA!

Xuan Ji gritó: — ¡NO PIENSES QUE PUEDES SEGUIR


ESCONDIÉNDOTE AQUÍ!

¡PRAM, PRAM!

Xie Lian se quedó estupefacto mientras caminaba a toda


velocidad.

— ¿Qué hizo?

—Parece que ha derribado el templo divino, y el techo de piedra


se derrumbó.

Así que eso era. Xuan Ji fue empujada del círculo de protección
de RuoYe y no pudo entrar al círculo, así que derribó todo el
templo.

— ¿El general Pei y los demás están bien? ¡Pequeño Pei y Ban
Yue también están allí! —Preguntó Xie Lian.

—Están bien. Pei Ming los protegió —dijo Hua Cheng.

En el momento en que el techo de piedra se derrumbó


estrepitosamente, Pei Ming protegió a Pei Su y Ban Yue bajo su
cuerpo. Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio.

—Entonces eso está bien. El círculo de protección igual no se


romperá con esto.
En el otro extremo, Pei Ming estaba furioso: — ¿Estás loca?
¡Incluso si derribas el cielo, no serás capaz de entrar! —Sin
embargo, Xuan Ji se echó a reír, y Ban Yue exclamó: — ¡Cuidado,
general Pei!

—Qué...

Todas esas reacciones sucedieron al mismo tiempo, y en medio


de este caos, Xie Lian escuchó el sonido de una espada afilada
perforando un pecho. No había duda de que fue Pei Ming quien
fue apuñalado.

Xie Lian estaba ansioso.

— ¡¿Qué ha pasado?! ¿El círculo de protección se rompió? Eso


es imposible... espera, ¡¿espada?!

En ese instante, finalmente entendió lo que Xuan Ji estaba


planeando ¡Así que eso era!

Después de que Xuan Ji se llenó de risa, dijo fríamente: — ¿Quién


dijo que quería entrar?

Otra voz también se echó a reír: —Oye, Pei Ming, ¡mira quién está
aquí! ¡Es tu viejo amor!

¡Rong Guang!

Xuan Ji derribando el templo divino no era un ataque de loca, y no


era porque quería entrar en el círculo de protección. ¡Su objetivo
era aplastar esas dos ollas de barro que atrapaban demonios que
Ban Yue colocó en el círculo, liberar a los demonios en el interior
y hacer que ataquen desde el interior!
Después de que Rong Guang escapó de la olla, se convirtió
rápidamente en la forma de una espada y apuñaló a Pei Ming. Pei
Ming parecía estar tratando de sacarlo, pero Rong Guang era
obstinadamente inflexible, esa espada estaba atravesando su
cuerpo.

— ¡SUEÑA! ¡HORA DE MORIR!

Pei Ming apretó los dientes.

— ¿Está bien la otra olla? El ser atacado por ambos lados, si Ke


Mo era agregado a la mezcla, entonces se acabó el juego.

Ban Yue respondió: — ¡Sí! ¡Ke Mo todavía está atrapado!

La situación era cada vez más grave y Xie Lian estaba


empezando a ponerse ansioso. Sin embargo, justo cuando estaba
a punto de acelerar su ritmo, Hua Cheng de repente se detuvo en
su paso. Xie Lian se sobresaltó y miró hacia atrás.

— ¿San Lang?

En el dorso de la mano de Hua Cheng, descansaba otra mariposa


fantasma, que parecía estar murmurándole algo. Después de que
terminó de escuchar su informe, levantó la vista y sonrió.

—Gege no hay necesidad de entrar en pánico. Parece que esto


estará bien, incluso si no nos apresuramos.

En el otro extremo, con Rong Guang atravesado en el pecho de


Pei Ming, Xuan Ji era como un gecko rojo y se agarró de sus botas
antes de subir por su pierna. Con la forma en que estaba vestida
y el fuego de fantasmas cerniendo sobre su cabeza, ella era la
mismísima apariencia de una fantasma loca, y Pei Ming gritó: —
¡TÚ...!

Xuan Ji murmuró: —Pei cariño... ¡Pei cariño…! —En su posición


actual, realmente no se podía decir si ella quería estrangularlo
hasta matarlo o abrazarlo con fuerza. De repente, en la periferia
de su visión, vio a Pei Su, quien estaba siendo protegido detrás
de Pei Ming, y recordó que este fue dios marcial, frío y estoico,
que la detuvo la última vez, y apretó los dientes— ¡TU PEQUEÑO
PERRO!

Justo cuando sus garras estaban a punto de deslizarse hacia


abajo, otra mano agarró su muñeca. Ambas muñecas eran
igualmente pálidas, y cuando vió, fue Ban Yue quien la detuvo.
Cuando Xuan Ji vio a otra mujer junto a Pei Ming, su corazón se
quemó y gritó: —Ni siquiera he venido por tu pequeña y miserable
vida, ¡pero aquí estás, entregándote a mí!

Luego agarró la cabeza de Ban Yue. Sin embargo, Ban Yue no


era una de esas noviecitas buenas y obedientes que se quedaban
de pie y esperaban a que la mataran, y la otra muñeca de Xuan Ji
fue agarrada sin falta. Xuan Ji era una mujer general en vida, y
sabía que su fuerza avergonzaría a la mayoría de los hombres, y
las típicas mujeres fantasmas solo podían dejarse vencer. Sin
embargo, ella no había pensado que esta niña, que se veía tan
delgada y débil como si una simple brisa podría derribarla, poseía
un poder tan aterrador en sus brazos, ¡casi más fuerte que Xuan
Ji! No solo sus dos muñecas estaban esposadas y no podían
moverse, cuando los ojos de ambas se encontraron, Xuan Ji se
volvió aún más aturdida. Los ojos de esta niña estaban llenos de
agresividad y ganas de matar, como los relámpagos de una
espada en combate, y le recordaron el campo de batalla. Su
corazón dio un vuelco y lanzó sus manos para liberarse del
agarre. Ban Yue recogió a Pei Su y saltó a unos metros,
aterrizando ligeramente sobre sus pies.

— ¡Suelta al general Pei!

La espada enterrada en Pei Ming se burló: —Pei Ming, seguro que


tienes suerte con las mujeres. ¿Ves, dos mujeres fantasmas están
peleando por ti? Jajaja…

Xuan Ji se aferró a Pei Ming como una serpiente retorcida, sus


diez dedos le ahogaron el cuello y ella dijo fríamente: —Tu
pequeña amante parece tener algo de habilidad.

Pei Ming tosió con la boca llena de sangre.

— ¡No! ¡Ella no es mi amante!

— ¡¿AÚN ESTÁS TRATANDO DE NEGARLO?! —exclamó Xuan


Ji. — ¿SI NO ES TU AMANTE, POR QUÉ ME DICE QUE TE
DEJE IR?

—Si mi fea vieja estuviera aquí, también te diría que me dejes ir.
Según tu definición, ¿ella también sería mi amante? ¿Contestó
Pei Ming.

Solo su naturaleza frívola podría ser culpada a en este punto,


llamando a la gente tontita por ninguna buena razón, Xuan Ji se
estaba volviendo loca de celos.

— ¿Qué? ¿Tienes miedo de admitirlo ahora? ¿No eras íntimo


cuando la llamabas? ¿No solías estar mucho más abierto cuando
conseguías una nueva amante? Siempre has sido tan honesto
conmigo, sin preocuparte por mis sentimientos. ¿Sabes cuánto he
sufrido? Entonces, ¿por qué tienes miedo de admitirlo ahora??
General Pei, ¿tienes miedo de morir ahora? ¿O realmente la amas
tanto que no podrías soportar que le tocara un solo pelo??

En la lejanía del templo divino, Xie Lian observó cómo se


desarrollaba esta escena desde lejos y sintió que realmente no
podía soportar mirar más, y miró hacia atrás.

—San Lang, ¿qué tal si subimos y los rescatamos primero?

Hua Cheng se rio.

—No hay necesidad de entrar en pánico, Gege. Alguien más se


mostrará por nosotros. Además, incluso si vamos ahora, Xuan Ji
todavía no liberará su estrangulamiento sobre Pei Ming.

Eso era verdad. Con los rehenes alrededor, las cosas serían
bastante inconvenientes. Yin Yu y los granjeros también
observaban con nerviosismo, y todos dijeron: —Sí, pude sentir
que el amor de la mujer fantasma se ha convertido en odio, ¡se
está volviendo loca!

—No lo creo. Estoy seguro de que ella no pudo hacerlo. ¿Quieres


comer unas semillas de melón?

—Dame otro puñado, gracias.

— ¿Cómo pueden todos estar de humor para comer semillas de


melón? —Xie Lian frunció el ceño.

—Su alteza, ¿no comió un montón también? —Dijo la gente.


— ¿Eh? —Solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que, aunque
estaba tan concentrado en el espectáculo antes,
inconscientemente recibió un puñado de semillas de melón que
pasaron y se comió todo. Se dio una palmada en la frente—.
Cómo, qué grosero de mí…

En el otro extremo, Pei Ming estaba al límite.

—Xuan Ji, ¿puedes no pensar así cada vez? Han pasado tantos
años, ¿por qué no podemos simplemente darnos la mano y
alejarnos? ¿Por qué debes ser así?

Las manos de Xuan Ji estrangulándolo apretaron, sus ojos


almendrados estaban hinchados.

— ¿Me arruinaste primero, y quieres estrechar la mano e irte? ¡YA


QUISIERAS!

Pei Ming suspiró: —Realmente... no has cambiado nada. Es


precisamente por esto que lo nuestro no funcionó.

Xuan Ji acercó su cara a la de él y gritó de rabia.

— ¿COMO ESTO? ¿COMO QUÉ? ¿NO SOY LO


SUFICIENTEMENTE HERMOSA? ¿PORQUE RECHACÉ
DARTE LOS PLANES DE BATALLA Y LOS SECRETOS DEL
EJÉRCITO DE YUSHI? ¡TÚ MISMO LOS RECHAZASTE!
¡DIJISTE QUE NO TE GUSTABA QUE YO FUERA FUERTE, ASÍ
QUE INCLUSO ESTABA DISPUESTA A ABANDONAR MIS
PIERNAS! ¿NO TE AMO SUFICIENTE? ¿QUIÉN TE PUEDE
AMAR MÁS QUE YO? ¿PERO TÚ? ¡TÚ NO ME MIRARÁS, NI
UNA VEZ EN ESTOS CIENTOS DE AÑOS QUE PASARON!
¿CUÁNDO ALGUNA VEZ HAS VENIDO A VERME?
Pei Ming apartó la cara que estaba tan cerca de la suya y gritó: —
¡ES PORQUE YO SÉ QUE TE VOLVERÍAS LOCA SI IBA A
VERTE QUE NO TE VISITÉ!

Xuan Ji agarró la espada Ming Guang en su pecho y la apuñaló


unos centímetros más, luego la sacó. Pei Ming vomitó otros
grandes bocados de sangre.

Xuan Ji gritó: — ¡DILO! EN EL NOMBRE DE TU POSICIÓN


COMO OFICIAL CELESTIAL, JURA QUE DE AHORA EN
ADELANTE, SOLO ESTOY YO. ¡JURA QUE NUNCA MIRARÁS
A OTRA MUJER DE NUEVO, QUE TUS OJOS SE PUDRIRÁN SI
LO HACES!

Rong Guang también estaba disfrutando esto.

— ¡Date prisa y dilo, Pei Ming! ¡Dilo y podrás salvar tu pequeña


vida!

Pei Ming maldijo.

— ¡CÁLLATE! Maldita sea. Nunca había pensado que, a pesar de


no morir en los campos de batalla y no morir bajo la espada más
sagrada del mundo, ¡moriría en manos de una loca fantasma!

No habiendo obtenido la respuesta que deseaba, Xuan Ji estaba


completamente enfurecida, y sus garras salieron disparadas,
agarrando su cabeza. Xie Lian realmente no podía esperar más.

—San Lang, realmente creo que las cosas se están yendo de las
manos. ¿La persona de la que hablaste llegará a tiempo? Si no,
¡entonces iré!
—Está bien. —Hua Cheng dijo: —Gege mira. Aquí vienen.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, la enfurecida y


loca Xuan Ji se congeló por completo.

Era como si alguien hubiera lanzado un hechizo de petrificación


sobre ella, su cuerpo y su expresión estaban congelados. Pei
Ming ya fue apuñalado por ella varias veces, su sangre vomitada
cubría el suelo. Desde dentro de la oscuridad vino el sonido de
cascos de buey, claros y nítidos, firmes y tranquilos, clic, clac, clic,
clac. Poco después, una persona montada en un buey negro
apareció ante todos.

La que montaba el buey negro era una mujer con túnicas verdes,
sus eran ojos claros, su expresión serena y tranquila. Su cabeza
se mantuvo erguida mientras ellos se acercaban lánguidamente,
como si estuviera viendo algo muy lejos. Pei Ming se sorprendió.

—... Reina YuShi.

Esa mujer inclinó la cabeza y lo miró, su actitud no había


cambiado, y sonrió levemente, inclinando la cabeza para devolver
el saludo.

Xie Lian también se sorprendió.

— ¿Reina YuShi?

Hua Cheng respondió: —Eso es correcto. La actual Señora de la


Lluvia de los cielos, la decimosexta princesa del Reino de YuShi,
Yu Shi Huang, también fue la última reina del Reino de YuShi.
Capítulo 171: La última princesa; garganta degollada frente a las puertas del
palacio

—Nunca había tenido la fortuna de conocer a la Señora de la


Lluvia, así que no sabía que la Señora de la Lluvia es una
princesa… —dijo Xie Lian.

Del otro lado, Xuan Ji apretó los dientes.

— ¿Qué... hiciste... por qué... no puedo... moverme?

La Señora de la Lluvia apartó los ojos de Pei Ming y dijo con


suavidad: —He traído la espada YuLong.45

— ¿La espada YuLong? —Xie Lian se preguntó.

Es la sagrada espada guardiana del Reino de YuShi, sostenida


por todos sus gobernantes en la historia. Después de que
ascendió la Señora de la Lluvia, ella lo forjó como un dispositivo
espiritual y, naturalmente, poseía el poder de dejar estupefactas
a la gente de YuShi. Xuan Ji era una traidora, el miedo y la culpa
todavía estaban incrustados en su corazón, así que por supuesto
no podía hacer nada más que obedecer.

La Señora de la Lluvia le dijo que no se moviera, por lo que no


podía moverse. Rong Guang exclamó: — ¡Si no puedes moverte,
lo haré yo mismo! Entonces, justo cuando estaba a punto de
apuñalar a Pei Ming nuevamente, antes de que su espada
perforara media pulgada, hubo una explosión de humo rojo, y

45
[雨 龍] YuLong - significa el Dragón de la Lluvia
CLUNK! La espada que atravesó el pecho de Pei Ming
desapareció. Una pequeña cuchilla no más de un dedo cayó al
suelo, y Rong Guang gritó con furia: — ¿QUÉ ESTÁ PASANDO?
¿POR QUÉ NO ME PUEDO MOVER?

Xie Lian y los demás finalmente dejaron de mirar desde lejos y


salieron. Hua Cheng miró la pequeña espada MingGuang con
forma de juguete que había en el suelo y sonrió.

—Mucho mejor.

—Déjalo ir, Xuan Ji —dijo la Señora de la Lluvia.

Las manos de Xuan Ji comenzaron a caer incontrolablemente del


cuello de Pei Ming, pero ella se negó a rendirse, sus manos
temblaban.

— ¡NO LO HARÉ! YA LO ATRAPÉ, ¡NO LO DEJARÉ!

—Si debes sostener algo para sentirte mejor, ¿por qué no recoges
lo que has desechado y lo sostienes en tus manos de nuevo? —
Dijo la Señora de la Lluvia.

Los poderes de esa espada sagrada guardián eran demasiado


fuertes después de todo, y Xuan Ji fue arrancada a la fuerza,
cayendo al suelo, abandonada y miserable.

— ¿Qué derecho tienes para disciplinarme? ¿Realmente te tomas


por la gobernante del reino? ¡Creo que has olvidado cómo sucedió
tu reinado! ¡NO TE RECONOCERÉ! ¡NO LO HARÉ!
La Señora de la Lluvia estaba en silencio. A un lado, Ban Yue
aprovechó la oportunidad y lanzó una olla, chupando Xuan Ji al
instante, ¡y la selló rápidamente!

Y así, la fuente de todo el lío fue finalmente sometida. Xie Lian se


acercó a Pei Ming y lo ayudó a levantarse.

— ¿El General Pei está bien?

—Esto no me matará —dijo Pei Ming. —Oiga, su alteza, ¿quizás


ustedes ya llegaron hace un tiempo?

Xie Lian dijo: —... Jaja, ¿qué quiere decir?

Pei Ming recogió la pequeña y sellada espada Ming Guang que


ahora en su mano en su poder: —Lluvia Sangrienta que busca la
Flor, ¿qué tan fuerte es su sello? No se romperá con algo de
presión, ¿verdad?

—Por supuesto que no. —Hua Cheng respondió: —A menos que


sostenga la empuñadura y aplique poderes espirituales, y le dé
permiso mentalmente para que se libere, el sello no se romperá
por accidente o por engaño sin importar nada.

Sólo entonces Pei Ming dejó escapar un largo suspiro. En cuanto


a los agricultores que escaparon de la captura de Qi Rong, todos
se lanzaron hacia adelante.

— ¡SEÑORA DE LA LLUVIA!

Los que estaban del otro lado, voltearon. Xie Lian inclinó su
cabeza en una reverencia.
—Reina YuShi.

La Señora de la Lluvia se había desmontado del buey negro, con


cuerda en mano, y también inclinó la cabeza para devolver la
cortesía.

—Su alteza real.

Durante este saludo, Xie Lian, sin darse cuenta, vio su cuello y se
sorprendió un poco, pero luego dijo: —En ese entonces, durante
la sequía de XianLe, mi señora me prestó su Sombrero de Señora
de la Lluvia y me ayudó en mi momento de necesidad, nunca pude
agradecerle en persona, y ahora mi deseo se ha hecho realidad
hoy.

Luego, se inclinó hacia delante e hizo una profunda reverencia.


La Señora de la Lluvia se quedó allí, quieta, y esperó hasta que
su reverencia hubiera terminado antes de que ella dijera: —Había
pensado que, si no dejaba que su alteza real se inclinara una vez,
mi señor nunca estaría tranquilo. Ahora que se acabó, olvidemos
este asunto.

El tono de su voz era claro y sereno, lento y calmado con una


pequeña sonrisa, pareciendo particularmente tranquila. De
repente, una voz gritó: —Oye, Pei Ming, ¿no es esto vergonzoso?
¡Necesitar que una mujer te salve, y esa Yu Shi Huang nada
menos! Jejejajajaja...

El comportamiento de la Señora de la Lluvia se mantuvo sin


cambios, todavía muy tranquilo, pero Pei Ming ya no se veía tan
cómodo. Xie Lian se dio cuenta de esto y rápidamente golpeó un
talismán en esa pequeña espada para sellar su boca. El buey en
poder de la Señora de la Lluvia también de repente comenzó a
soplar respiraciones hostiles en dirección a Pei Ming, sacudiendo
la cabeza y agitando la cola. Aunque no apuntaba a Hua Cheng,
Xie Lian sabía que cuando los toros veían rojo se enfadarían, y
recordó las muchas experiencias dolorosas de haber sido
perseguido y golpeado, por lo que bloqueó rápidamente frente a
Hua Cheng, temiendo que el buey fuera aún más provocado por
el color rojo de las túnicas de Hua Cheng. Pei Ming tenía que decir
algo en este punto, por lo tanto, se rascó la nariz y dijo
cortésmente: —Mi agradecimiento a la reina YuShi por rescatar al
pequeño Pei.

La Señora de la Lluvia también fue cortés.

—No es nada.

Ban Yue se acercó y tiró de la manga de La Señora de la Lluvia.

—Señora de la Lluvia, Pei Su Gege se desmayó de hambre…

Hua Cheng levantó la vista y dio una mirada: —Volvamos a subir


primero.

El problema de Ban Yue fue resuelto de manera más efectiva por


la gente del país YuShi. Dado que la Señora de la Lluvia dominaba
la agricultura, alimentos a menudo nunca abandonaban a su
gente. Una vez que regresaron a la superficie, la noche había
pasado y el sol había salido. La Señora de la Lluvia
instantáneamente sacó semillas de la bolsa del buey, encontró un
campo y las plantó en el lugar. No pasó mucho tiempo antes de
que un pequeño campo de cultivos creciera. Todos los que habían
estado muriendo de hambre celebraron.
Xie Lian recordó que Gu Zi probablemente tampoco había comido
bien en los últimos días, y lo despertó. Sin embargo, lo primero
que Gu Zi le preguntó cuando se despertó fue dónde estaba su
padre, y pensó que lo había abandonado de nuevo. Lloró y sollozó
por un buen rato, y Xie Lian no tuvo más remedio que darle ese
muñeco de daruma extremadamente feo para que lo sostenga.
Cuando Gu Zi escuchó que este era su padre, fue como si le
dieran un tesoro y dejó de llorar, abrazándolo con fuerza mientras
comía.

Mientras tanto, Xie Lian, Hua Cheng, la Señora de la Lluvia y Pei


Ming se pusieron de lado para discutir asuntos serios.

Ya podían ver ese horno más adelante. Al mirar de cerca, la mitad


inferior de la montaña era grandes parches de rojo Sangrienta
como el de la sangre, y la mitad superior estaba cubierta de duras
capas de nieve.

Xie Lian dijo: —No solo el pequeño General Pei, sino Ban Yue,
Gu Zi y los demás deben quedarse aquí. Ya no pueden seguir
adelante. Si surge la necesidad, podríamos tener que escalar la
nevada montaña.

Pei Ming estaba untando humo medicinal de una pequeña botella


sobre sus heridas, sacudiendo la cabeza mientras suspiraba: —
He tenido mala suerte en todo el camino, obstáculos tras
obstáculos.

Esas palabras realmente describían su viaje hasta ahora,


increíblemente desafortunado, y se sentía bastante desgraciado.
La Señora de la Lluvia estaba sentada junto a Xie Lian, y después
de reflexionar, dijo: —Su alteza, su misión esta vez es someter a
todos los monstruos y demonios que poseen el potencial de
convertirse en un Supremo. Entonces, hay uno que debería tener
en cuenta.

Xie Lian se emocionó: — ¿La Señora de la Lluvia se topó con algo


en el camino?

La Señora de la Lluvia asintió levemente.

—Sí. En el camino hasta aquí, he conocido a un joven vestido de


blanco.

Xie Lian soltó un suave ah y dijo: —Al que se refiere mi señora,


también nos hemos enterado de él en el camino. Muchos de los
monstruos y demonios le tenían miedo, y casi nos encontramos
con él también. ¿Lo ha visto mi señora en persona? ¿Cómo
escapó?

—Qué vergüenza. —La Señora de la Lluvia dijo: —Si no fuera


por el asombroso poder de la pierna de este Corcel de Protección
y la falta de interés ese joven en disputas, habría sido difícil decir
cómo habría terminado el encuentro.

— ¿Cómo se veía él? —Xie Lian presionó.

—No estaba claro —dijo La Señora de la Lluvia. —porque su


cabeza estaba envuelta en vendas.

¿Cabeza envuelta en vendajes?

Xie Lian se quedó estupefacto: — ¡¿Era Lang Ying?!

Pei Ming frunció el ceño.


— ¿Su alteza lo conoce?

—No estoy muy seguro. —Respondió Xie Lian, y luego


instantáneamente se dirigió a Hua Cheng. —San Lang, Lang Ying
está seguro en la Ciudad Fantasma, ¿verdad?

Hua Cheng también parecía serio, y solo respondió después de


una pausa: —Lo estaba, pero si todavía lo está, es difícil decirlo.
Gege ¿por qué no verifica más?

Xie Lian continuó sus preguntas: —Señora de la Lluvia, usted dijo


que este joven vestido de blanco tenía su cabeza envuelta en
vendas, ¿tenía unos diez años o quizás un poco mayor? De
cualquier manera, un niño escuálido.

Sin embargo, inesperadamente, la Señora de la Lluvia respondió:


—No. Ese joven tenía unos dieciséis o diecisiete años, y la forma
de su cuerpo era similar al de su alteza.

— ¿Eh? —Ahora esto estaba completamente fuera de las


expectativas de Xie Lian. — ¿Dieciséis, diecisiete? Lang Ying no
es tan viejo.

¿Entonces era él? Sobre la base de la información actual, nada


podía ser deducido. Pei Ming tiró esa pequeña botella medicinal a
un lado después de que terminó y dijo: —De cualquier manera,
todos terminaremos en el horno al final, así que solo esperemos y
veamos.

Era un dios marcial después de todo, y su velocidad de


recuperación era curiosamente rápida. Con solo una botella de
medicina, esa severa herida ya estaba lo suficientemente curada.
La Señora de la Lluvia inclinó su cabeza.
— ¿Por qué el General Pei no tiene una espada?

Pei Ming no había esperado que ella hiciera esa pregunta de


manera activa, y no sabía cómo responder de la menor manera,
a un lado, Pei Su que estaba finalmente consciente, respondió
mientras comía un camote rostizado.

—La, espada, del General, Pei, se, rompió.

Cuando la Señora de la Lluvia escuchó esto, reflexionó un


momento antes de quitarse su propia espada y entregársela a Pei
Ming con ambas manos.

No había nada extraño en su expresión, y tanto sus palabras


como sus acciones fueron muy educadas. Sin embargo, la cara
de Pei Ming cambió ligeramente, como si le estuviera dando una
serpiente venenosa. Después de algunas dudas, dijo: —Gracias,
pero esta es la sagrada espada guardián de la Señora de la Lluvia.
Probablemente sea inapropiada manejada en mis manos.

—El General Pei es un dios marcial, un espadachín hábil. —La


Señora de la Lluvia dijo: —Ya que estamos aquí para evitar el
nacimiento de un nuevo rey demonio, entonces esta espada sería
más efectiva si la maneja usted y no yo.

Pei Ming dudó por un buen rato, pero al final se negó muy
cortésmente: —Pei agradece a la reina YuShi por su amabilidad.
Pero no hay necesidad.

Al ver esto, la Señora de la Lluvia ya no insistió. Algunos charlaron


un rato, y la Señora de la Lluvia también preguntó si tenían alguna
noticia del Señor del Viento. Solo entonces Xie Lian se enteró que
la Señora de la Lluvia también había hecho una búsqueda, pero
fue infructuosa, y no pudo evitar suspirar.

El grupo decidió que descansarían otras dos horas antes de


continuar su camino. Xie Lian se alejó un poco y solo quería
encontrar un árbol para apoyarse y recostarse un poco, pero Hua
Cheng sacó un montón de cuerdas y telas de quién sabe dónde,
y colocó dos camas de hamacas que se balanceaban entre dos
árboles. Los dos se subieron, había un amplio espacio, muy
cómodo para recostarse. Después de estar echado un rato, Xie
Lian se acomodó sus brazos como almohadas para su nuca y se
preguntó confundido: —San Lang, ¿por qué el general Pei no
tomó la espada de la Señora de la Lluvia?

Un dios marcial perdió su arma, ¿pero no está ansioso por


encontrar otra? ¿Estaba esperando ser derrotado?

Hua Cheng también acomodó sus brazos detrás de la cabeza y


respondió tranquilamente: —Alguien como Pei Ming que, aunque
ama a las mujeres, puede que no piense demasiado bien de ellas.
Dado que tenía que ser salvado, y por una mujer, una que conocía
en el pasado nada menos, debe estar bastante frustrado,
pensando que es vergonzoso. Además, la Señora de la Lluvia
había sometido a un descendiente suyo antes, así que tal vez
sintió que la Señora de la Lluvia estaba tratando de burlarse de él.
¿Cómo podría él posiblemente tomar la espada?

—Ahh, qué orgullo sin sentido —comentó Xie Lian. —Por cierto,
San Lang, ¿viste? Hay una vieja cicatriz en el cuello de la Señora
de la Lluvia.

—No necesito ver para saber. —Hua Cheng dijo: —Ella es la


Princesa que degolló su garganta, después de todo.
Xie Lian se levantó un poco.

—Lo sabía.

Hua Cheng también se levantó.

— ¿Gege notó que la Señora de la Lluvia habla lentamente? Eso


también es causado por la vieja cicatriz en su cuello.

—Ah! Y yo pensaba que era por su personalidad. —Xie Lian dijo:


—Como princesa, ¿por qué tuvo que degollarse la garganta? La
pregunta de Xuan Ji: ¿Has olvidado cómo sucedió tu reinado?
También me hace sentir curiosidad. ¿Cómo sucedió su reinado?

—Es una larga historia, pero la haré breve —respondió Hua


Cheng.

Resulta que, aunque Yu Shi Huang ciertamente era descendiente


de la realiza del Reino de YuShi; en primer lugar, era hija; en
segundo lugar, nació de una concubina del rango más bajo, por lo
que su posición no era alta. Con su personalidad introvertida y
torpeza, los quince hermanos y hermanas mayores de arriba y los
hermanos y hermanas de abajo, todos y cada uno de ellos
estaban mejor que ella.

El Salón de Cultivo Real del Reino de YuShi era el Templo de


YuLong, y a lo largo de la historia, cada gobernante seleccionaría
un descendiente de la realiza para ir a cultivar, orar por la
prosperidad y la paz y expresar sinceridad al cielo. Sonaba
grandioso, pero en verdad era un trabajo duro. El método de
cultivo que practicaba el Templo de YuLong era el trabajo duro;
no se permitía ningún sirviente ni ningún artículo de comodidad y,
una vez que estaban allí, también tenían que hacer trabajo
manual. En el pasado, esta posición era desplazada, y algunos
incluso gastarían una fortuna impresionante para encontrar un
reemplazo. Sin embargo, cuando llegó esta generación, no hubo
proceso de selección. Yu Shi Huang fue escogida desde el
principio.

—No me sorprende que Xuan Ji sonara como si no pensara bien


de la Señora de la Lluvia —comentó Xie Lian.

—Por supuesto. —Hua Cheng dijo: —Xuan Ji podría no ser una


princesa, pero también tenía un historial impresionante con
muchos pretendientes. Ella era mucho más valorada ante los ojos
de la realeza y la nobleza. Sin embargo, ahora que Xuan Ji se
había arruinado a sí misma de esta manera, no es de extrañar que
no pudiera soportar a la Señora de la Lluvia que todavía plantaba
los campos con tanta tranquilidad. La Señora de la Lluvia le pidió
soltar, pero en los ojos de Xuan Ji, sus palabras probablemente
se consideraron condescendientemente sarcásticas.

Xie Lian negó con la cabeza. Aunque ambos eran de familias de


realeza y ambos entraron en los salones de cultivo de la realeza,
la experiencia de la Señora de la Lluvia fue completamente
diferente a la suya.

En este caso, después de eso, la Señora de la Lluvia pasó sus


días en paz y cultivación en el Templo de YuLong. Hasta que un
día, algunos estimados invitados vinieron del Reino de XuLi.

XuLi y YuShi no pelearon de inmediato; Hubo cierta forzada


civilidad y falsa cortesía al principio. Para mantener la falsa paz,
el Reino de XuLi envió algunos miembros de la realeza, generales
y oficiales de literatura para asistir al banquete nacional del Reino
de YuShi, y hacer una visita a la sala de cultivo real de YuShi
mientras estaban allí.

Ese día, Yu Shi Huang estaba limpiando las tejas del techo del
templo, y cuando estaba a punto de bajar, descubrió que alguien
había retirado la escalera.

La gente en el fondo vio a alguien atrapado en la parte superior


del techo, incapaz de bajar, y todos pensaron que era gracioso, e
incluso las princesas y príncipes de YuShi estaban riéndose con
la boca tapada. Sólo un general de XuLi que, después de reír, se
levantó de un salto, la bajó.

Este general fue, por supuesto, Pei Ming. En ese momento, una
voz dijo de repente: —Ese tipo, Pei Ming, es así no importa a
dónde vaya, como un perro que necesita orinar y marcar su
territorio en todas partes.

Xie Lian fue traído instantáneamente al presente por esa


comparación malintencionada y vulgar. Cuando miró hacia atrás,
levantó una pequeña espada increíblemente encogida y dijo: —
General Rong, ¿cuándo se liberó del talismán que sella bocas?
Parece que realmente quiere hablar.

— ¡Deja que este ancestro hable! —Dijo Rong Guang. —Sé todos
los sórdidos asuntos que Pei Ming ha tenido, ¡tres días y tres
noches no son suficientes para contarlo todo! Él sabía que XuLi
iba a invadir a YuShi pero aun así fue y sedujo a todas las mejores
princesas, y todas estaban locas por él, luchando entre sí por
celos. ¿No cree que eso es un poco inmoral?

Ciertamente no era agradable. Sonreír y reír conmigo ayer, luego


invadir y pisotear mi hogar hoy. Xie Lian sintió un poco de pena.
— ¿La reina YuShi y el general Pei también compartieron una
buena relación en ese entonces?

—No hubo ninguna relación. —Rong Guang dijo: —Ese tipo, Pei
Ming, solo se ha encontrado con Yu Shi Huang dos veces. Había
demasiadas bellezas en YuShi; la había olvidado al día siguiente.

En este mundo, no solo eran las mujeres quienes se peleaban


rápido; los hombres se pelean aún más rápido, la única diferencia
es el resultado final. Cuando las mujeres se peleaban, podría
terminar después de algunas bofetadas o rasguños, pero cuando
los hombres se peleaban, el final bien podría ser la muerte.
Cuando XuLi ya no deseaba mantener una falsa paz, inventaron
una excusa para invadir, y Pei Ming dirigió el ejército y se dirigió
hasta las puertas del Palacio, obligando al rey de YuShi a
esconderse en lo más profundo del palacio aferrándose a la última
línea de defensa. Sin embargo, Pei Ming solo necesitaba aplicar
un poco de presión y podía romper esa delicada capa de
protección con forma de caracol que era el palacio.

Pero, él no los aplastó tan simplemente, y en cambio, hizo algo


más bajo la sugerencia de Rong Guang.

Las tropas XuLi trajeron a cientos de criminales en el corredor de


la muerte desde YuShi, los vistieron como civiles normales y los
arrastraron ante las puertas del palacio. Luego, él le dijo al rey
YuShi que, si salía él mismo y se postraba tres veces para mostrar
su penitencia por oprimir a su gente y se mataba a sí mismo como
expiación, entonces dejaría ir a esos civiles y no pondría un solo
dedo sobre ninguno de los miembros restantes de la Casa Real.
Si él se negara, Pei Ming cortaría las cabezas de esos civiles. Le
dio a la realeza tres días, y cada día en esos tres días, un nuevo
grupo sería asesinado. Después de pasar los días, invadirían el
palacio para matar a la familia real y luego matarían al resto de
los civiles.

—General Rong, qué movimiento tan astuto pero hermoso—,


comentó Xie Lian.

Rong Guang no estaba enojado e incluso estaba satisfecho.

—Lo tomaré como un cumplido.

La razón que XuLi usó invadir YuShi entonces fue: El Rey de


YuShi era negligente y opresivo en su gobierno, y por justicia, XuLi
salvará y rescatará a las personas que sufren de YuShi, un
hermoso movimiento.

Si el rey YuShi se negaba a salir, entonces era egoísta y no amaba


a su gente. Lo más incómodo era que el rey YuShi siempre había
anunciado que amaba a su gente como a sus hijos, por lo que, si
sus palabras y acciones no coincidían, seguramente causaría
resentimiento en la gente pensando que han sido engañados. ¿No
decías que amabas a tu gente como a tus hijos? ¿Por qué te das
la vuelta y sacrificas a los civiles por el bien de la realeza? Esto
destruiría su lealtad a la realeza de YuShi.

Después de matar a ese grupo de civiles, ellos podrían anunciar


que eran delincuentes ya condenados a muerte de todos modos,
y solo fueron usados para revelar las mentiras y el egoísmo de la
realeza de YuShi. Con un contraste tan inmenso, seguramente
calmaría los crecientes temores en los corazones de la gente de
YuShi, lo que facilitaría mucho las cosas para la posterior
adquisición de XuLi.
Sin embargo, si el rey YuShi realmente saliera y se suicidara, no
importaba, no habría diferencia, les ahorraría la molestia.
Además, creían firmemente que el rey YuShi nunca saldría a
suicidarse como expiación. O mejor dicho, ningún monarca
estaría dispuesto a terminar su vida en humillación. ¿Inclinarse
ante civiles y tropas enemigas, admitir los propios errores y luego
morir? ¡Sigue soñando!

Sin embargo, inesperadamente, después de solo un día, justo


cuando Pei Ming estaba a punto de ordenar la ejecución del
primer grupo de civiles, el gobernante de YuShi realmente
emergió.

Las puertas del palacio se abrieron, el monarca con la sagrada


espada guardián 'YuLong' colgada de la cintura había salido, se
arrodilló ante la gente y se postró tres veces, luego sacó la
espada, cortando la garganta, salpicando con sangre las puertas.

Xie Lian ya podía adivinar lo que había ocurrido: — ¿Fue la


Señora de la Lluvia la que salió?

—Sí. —Respondió Hua Cheng.

Más tarde, fue después de interrogar a fondo a los asistentes del


palacio y otros de ascendencia real que descubrieron lo que
sucedió. Pei Ming y Rong Guang, y otros soldados, gritaban fuera
del palacio, paseando de un lado a otro, riendo sin parar,
sumamente arrogantes. Dentro del palacio, por el otro lado, era
caos absoluto, llantos y sollozos llenaban el aire. Naturalmente,
no había forma de que el rey YuShi saliera a suicidarse, y se sentó
en su trono, con el rostro sombrío y pálido.
Mientras tanto, después de que todos los hermanos y hermanas
que solían pelearse tan duramente para ganar favores lloraran y
se lamentaran durante tanto tiempo, cuando aún no veían al rey
mover un músculo, comenzaron a tratar de persuadirlo con mucho
cuidado. Había toda clase de razones; esto es para la gente.
Incluso si muere, su nombre pasará a la historia. Si esto continúa,
la gente está condenada, de todo fue dicho. Sin embargo, nada
funcionó, y pronto, un día iba a pasar. Algunos de los hijos
estaban cada vez más ansiosos y le gritaban a su padre en su
estado agitado.

El rey ni siquiera había muerto aún, e instantáneamente se


indignó, agitando su bastón para golpearlos. Si esto fuera antes,
entonces esos hijos y nietos seguramente nunca tomarían
represalias, pero ahora que estaban en un estado crítico, a nadie
le importaba. Por lo tanto, uno de los príncipes no pudo soportarlo
y se defendió. Sin embargo, el golpe en la espalda era demasiado
poderoso, derribando al rey de unos sesenta años, su cabeza fue
cubierta de sangre, incapaz de levantarse.

Al principio, el grupo de príncipes y princesas se quedaron


estupefactos, pero poco después se dieron cuenta de que todavía
estaban enojados y volvieron a discutir cómo arrastrar al
inconsciente rey y cómo completar la difícil solicitud de postración
y expiación. Incluso ideas ridículas como colgarlo como títere de
cuerda para controlarlo formaron parte de la acalorada discusión,
y los ojos del rey se enrojecieron de rabia mientras escuchaba.
Después, decidieron que encontrarían a dos personas para llevar
al viejo rey a completar la expiación. Sin embargo, ahora había un
nuevo problema. ¿Quiénes deberían ser esas dos personas? Era
una posición peligrosa en la cual estar; quién sabe si ese Pei Ming
simplemente disparara una flecha y los matara si no estaba feliz.
La disputa y los argumentos siguieron y siguieron y siguieron. De
repente, la decimosexta princesa, que siempre había estado allí
silenciosa e imperceptiblemente, le dijo algo al viejo rey que yacía
en el suelo.

Yu Shi Huang dijo: —Por favor, páseme el trono.

El rey YuShi observó a esta hija a la que apenas miró en toda su


vida, y por el rabillo del ojo, una gota de lágrima finalmente cayó.

Sin embargo, fue solo una gota.

Así, en menos de una hora, en la más ordinaria y apresurada


ceremonia de sucesión en la historia del Reino de YuShi, nació el
monarca que tenía menos probabilidades de convertirse en reina.

La nueva reina de YuShi se cortó la garganta y la sangre se


derramó como una fuente, sin duda más allá de la salvación. Pei
Ming nunca había pensado que las cosas progresarían así, y en
ese momento estaba completamente aturdido. Rong Guang
maldijo en voz alta, gritando, ¿cómo resultaron las cosas así?
¡Cómo pudieron hacer esto! El que alguien insignificante muriera,
no solo no podían destruir la lealtad de la gente, sino que tampoco
podían matar al viejo embustero.

Aunque los soldados de XuLi no pudieron soportar más la vista y


se apresuraron a salvar a la reina, al final, su lesión fue demasiado
grande, y todos los oficiales médicos dijeron que no podía ser
salvada. Así, al final, solo pudieron cumplir su promesa, y no tocar
a los civiles ni poner sus dedos temporalmente sobre la realeza.
Enviaron a este 'monarca' al Templo de YuLong, para que ella
respire por última vez antes de enterrarla en el mausoleo real en
el Templo de YuLong.
Sin embargo, nadie había imaginado que esa misma noche, en el
momento en que Yu Shi Huang respiró por última vez, la estatua
divina de la Señora de la Lluvia sobre su cabeza suspiró.

El trueno rugió y los rayos rechinaron; la nueva Señora de la Lluvia


había ascendido.

Xie Lian reflexionó: —No me sorprende que el general Pei se viera


así cuando vio esa espada.
Capítulo 172: Monta el buey negro; pezuñas voladoras montan el horno
Esa era la sagrada espada guardián que Yu Shi Huang usó para
cortar su propia garganta, ¡así que era obvio! Por supuesto que
era un dispositivo espiritual, pero también era un arma. Rong
Guang dijo: —Yu Shi Huang sí que es generosa, de lo contrario,
lo estaba haciendo a propósito para asustarlo. ¿Crees que él se
atrevería a usar YuLong? Jajaja…

Xie Lian no pudo contenerlo más. —No lo creo. No había ninguna


necesidad de ser tan astuto, ¿no? Luego puso otro talismán para
sellar la boca de Rong Guang. Dio la casualidad de que, en ese
momento, Pei Ming también gritó desde la distancia: —Alteza, Flor
Sangrienta que busca la Flor, ¿están descansados? Ya es hora
de que las camas se vayan y vayamos hacia el camino.

El tiempo de descanso no fue tan largo en primer lugar, y se pasó


mientras conversaban.

Los otros se quedaron atrás mientras que Xie Lian, Hua Cheng y
Pei Ming partieron. La Señora de la Lluvia tenía un corcel, y se
ofreció a llevarlos en él para enviarlos al pie de la montaña del
horno. Xie Lian le agradeció amablemente. Ese buey negro se
sacudió y se transformó, y llegó a ser tres veces más grande que
su tamaño anterior, ahora con espacio para llevar a seis personas
en su espalda. Sus patas delanteras bajaron al suelo, dejando su
cuerpo bajo, y la Señora de la Lluvia montó, dirigiendo en la parte
delantera. Pei Ming fue el siguiente, pero dejó un gran espacio
entre los dos. Los últimos fueron Xie Lian y Hua Cheng.

Xie Lian montó y ese buey negro se puso de pie, ahora


increíblemente grande en altura. Xie Lian sintió ese suave y
brillante pelaje negro y se sorprendió: —El corcel de la Señora de
la Lluvia es verdaderamente mágico. San Lang, creo que lo has
mencionado antes, pero, otra vez ¿cómo fue creado?

El buey negro extendió sus cuatro patas y comenzó a correr, los


paisajes a ambos lados desaparecieron rápidamente detrás,
increíblemente rápido y estable. Hua Cheng estaba sentado
detrás de Xie Lian, abrazando ligeramente su cintura, como si
temiera que él cayera: —Era la aldaba de una de las puertas
laterales del Templo de YuLong, la sala de cultivo real de YuShi.

Resulta que, había una pequeña costumbre en el Templo de


YuLong: cuando uno veía una bestia dorada en la aldaba, uno la
frotaba para agregar un poco del aura de vida. Cuando los
devotos visitaban, lo que usualmente frotaban eran en su mayoría
dragones, tigres, garzas y otras bestias sagradas; la gente no
solía frotar bueyes, por lo que estaba bastante desierta y solitaria.
Así, mientras Yu Shi Huang se cultivaba en el Templo de YuLong,
cada vez que iba a buscar agua y pasaba esa puerta, frotaba la
cabeza de ese buey. La aldaba de la puerta se empapó en su
esencia de vida, y cuando la Señora de la Lluvia ascendió, el buey
ascendió con ella. En cuanto a otros, ella no nombró a nadie más.

El buey negro aceleró rápidamente, y el cuerpo de Xie Lian se


inclinó ligeramente hacia atrás por la fuerza, casi como si
estuviera sentado en el abrazo de Hua Cheng, y sonrió mientras
escuchaba: —No hay nada que San Lang no sepa, es como si
ningún cuento o clásico pudiera hacerte tropezar.

Hua Cheng también sonrió.

— ¿Hay algo más que Gege quiera saber? Se lo contaré todo si


es de mi conocimiento.
Pei Ming se sentó frente a ellos y no trató de conversar con la
Señora de la Lluvia, por lo que los estaba escuchando.

—Ciertamente, Rey Demonio. Su alteza, ¿por qué no pregunta


sobre el pasado de la Lluvia Sangrienta que busca la Flor? ¿Vea
si le contesta?

La sonrisa de Xie Lian vaciló.

Preguntar sobre el pasado de un Rey Demonio era bastante


grosero. Para dar un ejemplo inapropiado, en la mente de Xie
Lian, este tipo de secreto personal no era diferente a preguntar
por el tamaño de la virilidad de un hombre. Al instante cambió el
tema.

— ¡General Pei!

— ¿Qué? —Preguntó Pei Ming.

— ¡Hay baches por delante, cuidado! —Exclamó Xie Lian.

— ¿De qué está hablando?

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, el buey negro


que llevaba a los cuatro mugió un largo grito, profundo como una
campana, y Pei Ming fue arrojado.

Él estaba estupefacto.

— ¿Qué diablos?
Esto realmente nunca había sido visto o escuchado. El ser
lanzado a un lado, los errores ocurren después de todo, pero, ¿por
qué no lanzar al que está en la parte delantera o trasera? ¿Y justo
tiene que ser el que está en el medio? ¿Siquiera es eso posible?

El buey nunca se detuvo en sus pasos, Xie Lian volteó de donde


estaba y sus gritos dejaron rastro desde atrás.

— ¿No le dije que había baches por delante y que tuviera cuidado,
General Pei...?

A lo largo de todo el viaje, Pei Ming fue arrojado de siete a ocho


veces, y los cuatro que montaban el corcel de protección de la
Señora de la Lluvia finalmente llegaron al pie de la montaña del
horno.

El horno solía ser una montaña deliciosamente verde en el


corazón de la capital real, sus paisajes hermosos y elegantes,
como el Monte TaiCang, y a sus pies estaba la majestuosa capital
real, la ciudad imperial más próspera.

Esta ciudad imperial solía estar enterrada a gran profundidad,


pero probablemente resurgió después de pasar por muchos
terremotos, emergiendo por encima del suelo. Xie Lian se sentó
en el buey negro, sus ojos vagaron por los alrededores por un
momento y estaba a punto de desmontar cuando vio que Hua
Cheng estaba allí de pie con su mano extendida hacia él. El
corazón de Xie Lian dio un vuelco y le dio su mano antes de saltar.

—También debe haber un templo divino aquí en la ciudad


imperial, ¿verdad?

—Ciertamente lo hay —respondió Hua Cheng.


Aunque Pei Ming cayó de siete a ocho veces durante el viaje,
como se esperaba de un dios marcial, era muy fuerte y cuando
caminaba no cojeaba ni una vez, e incluso extendió la mano para
acariciar el cuello del buey. Él dijo: —El edificio más alto de la
ciudad debe ser el palacio o el templo divino, supongo.

Hua Cheng respondió: —No. El Templo WuYong en la ciudad


imperial está en la cima de la montaña.

Él lo señaló. Efectivamente, a medio camino de la montaña de


profundo Sangrienta había un rincón de un alero asomándose,
pero la mayoría del edificio en sí estaba escondido detrás de la
brumosa sombra roja. Xie Lian se preguntó: — ¿Por qué esa
montaña es roja…?

No pudo terminar su pregunta cuando, de repente, el buey rugió


y echó la cabeza hacia atrás. Ellos ya estaban avanzando, pero
sobresaltados, miraron hacia atrás. Ese buey ya estaba rodando
por el suelo, y la cuerda que estaba fuertemente sujeta por la
mano de la Señora de la Lluvia nunca se aflojó.

— ¿Qué está pasando?

Ese buey dejó escapar un grito humano.

—AAAAHHHHHHHHH!!!

Xie Lian estaba más lejos y no había visto claramente lo que


estaba sucediendo, pero sí vio a la Señora de la Lluvia, quien al
oír ese grito, sacó a YuLong y lo golpeó hacia el buey negro.
El brillo de la hoja resplandeció, y algo negro y peludo fue
arrojado, chocando contra una pared en la calle, salpicando una
gran flor roja con olor amargo. ¡Era una rata devoradora de
cadáveres!

Lo que gritaba antes no era ese buey negro, sino esa rata
devoradora de cadáveres que se subió al buey cuando nadie
estaba mirando y lo mordió. Aunque la rata estaba al borde de la
muerte, todavía gritaba: — ¡SU ALTEZA REAL, SU ALTEZA, SU
ALTEZA, SU ALTEZA! ¡SÁLVEME, SÁLVEME, SÁLVEME!

¡BOOM!

Los oídos de Xie Lian zumbaban, y Hua Cheng instantáneamente


lo empujó detrás de su persona, levantó su mano y esa rata
devoradora de cadáveres se convirtió instantáneamente en una
bola de sangre brumosa. Sin embargo, los ojitos que aún estaban
pegados a la pared todavía brillaban de locura.

—Señora de la Lluvia, le sugiero que revise su corcel —dijo Hua


Cheng.

La Señora de la Lluvia palpó y volteó el cabello del buey negro y


dijo: —Es solo un rasguño.

Sin embargo, había más y más voces humanas elevándose desde


todos lados.

—cof, cof cof, llévame lejos, ¡llévame lejos!

—Debí haber huido hace mucho tiempo…

—No debimos haber creído sus tonterías, ¡qué muerte tan injusta!
— ¿Gegege ge? ¡SU ALTEZA!

Esa última línea fue particularmente clara y fue la voz de Hua


Cheng. Solo entonces Xie Lian volvió a sí bruscamente.

— ¡Lo siento!

Hua Cheng se veía serio: — ¿Entendió lo que estaban diciendo


otra vez? —Xie Lian asintió. Hua Cheng se acercó y tapó sus
oídos—. No los escuche. Esas palabras no fueron dirigidas hacia
usted.

—Lo sé —dijo Xie Lian.

Miles y miles de ratas devoradoras de cadáveres se acercaron a


los cuatro, vertiéndose como una marea negra. Esta era la ciudad
imperial, la población mucho más densa que la ciudad anterior, lo
que significaba que había más muertos, proporcionando una
comida más abundante a las ratas. Por lo tanto, sus números eran
bastante impresionantes. Estaban siendo potentemente
rodeados. Pei Ming se estaba poniendo serio, una delgada capa
de aura de protección lo cubrió.

—Todos ustedes salgan primero, los llevaré lejos…

Sin embargo, inesperadamente, antes de que terminara, esa gran


bandada de ratas, como un océano, chirriaron y corrieron en una
dirección particular: ¡corrían hacia la Señora de la Lluvia!

Antes de que nadie se diera cuenta, la Señora de la Lluvia ya


había vuelto a montar su buey negro y estaba huyendo en la
dirección opuesta. Ese buey ya había recorrido una distancia de
unas decenas de metros, pero no iba demasiado rápido; fue lo
suficientemente rápido como para que las ratas que se alimentan
de cadáveres no pudieran seguir el ritmo, pero lo suficientemente
lento como para que las ratas todavía la mantuvieran a la vista,
manteniendo la distancia perfecta para alejarlos sin que los
atrapen.

Yu Shi Huang gritó desde la distancia: —Mis señores, por favor,


sigan su camino, puedo alejarlos.

Mientras la Señora de la Lluvia se movía montando su buey,


esparció granos de arroz blancos por el camino. Las ratas amaban
el arroz por naturaleza, y quién sabe cuántos años habrían
pasado desde la última vez que vieron granos tan grandes y
blancos de arroz, y corrieron tras ella. Lo que Pei Ming había
querido hacer fue robarlo por la Señora de la Lluvia, y su expresión
mostraba confusión.

Hua Cheng dejó caer las manos y dijo: —Gege vamos.

Cuando Xie Lian escuchó las voces de esas ratas devoradoras de


cadáveres, su cabeza palpitaba, así que cuando las voces
desaparecieron, dejó escapar un suspiro de alivio y asintió. Sin
embargo, Pei Ming se volvió hacia ellos.

— ¿Van a irse simplemente así?

— ¿Sí? —Dijo Hua Cheng.

Pei Ming frunció el ceño: —La señora de la Lluvia no puede


encargarse de eso por su cuenta, es una locura huir así. —Luego,
después de pensarlo, finalmente tomó una decisión: —Su alteza,
ustedes dos vayan primero. ¡Si puedo alcanzarlos, entonces nos
reuniremos en el templo divino! —Luego se dio la vuelta y se fue
a perseguir a la Señora de la Lluvia.

Xie Lian estaba perplejo: — ¿Por qué el General Pei no cree que
la Señora de la Lluvia pueda cuidarse sola? ¿En la situación de
ahora no era más que obvio que la Señora de la Lluvia era más
que capaz?

Hua Cheng se rio.

—Probablemente no podría soportar ser protegido por una mujer.

Sin perder tiempo, los dos cruzaron a través de la ciudad imperial,


las personas de caparazón de piedra vacías por dentro, y
corrieron hacia esa gran montaña.

Finalmente pisaron el horno.

La razón por la que parecía que esta montaña estaba teñida con
el color de la sangre era porque los bosques de esta montaña eran
todos rojos. No eran arces, pero eran de color Sangrienta como el
color de la sangre. Xie Lian también podía oler el hedor de la
sangre. Al parecer, los nutrientes de las plantas aquí eran un
montón de resentimiento y sangre humana.

Este cuarto Templo WuYong se construyó a medio camino del


horno, el más grande de los cuatro templos, y en comparación,
también el mejor mantenido. Dentro de los pasillos también había
mucha gente de piedra, sus posturas y expresiones eran todas
diferentes. Los dos corrieron directamente hacia el gran salón, y
cuando entraran, seguramente habría un mural. Sin embargo,
después de que Hua Cheng dio una mirada, dijo: —Parece que
alguien ha venido antes que nosotros.
Dentro del gran salón había solo un mural. Las otras dos paredes,
mientras que en sí estaban bien, sus superficies ya estaban
cortadas y destruidas.

Esta fue la primera vez que se encontraron con esto. Xie Lian
estaba un poco estupefacto: — ¿Quién podría haber hecho esto?

Ni siquiera sabían quién pintaba los murales, y ahora tenían que


agregar el misterio del destructor de murales a la mezcla. Aun así,
les quedaba poco tiempo, por lo que estudiaron el mural que
quedaba. Con solo una mirada, sin siquiera un examen detallado,
todos los pelos en la espalda de Xie Lian se levantaron.

— ¡¿QUÉ ES ESTO?!

Este mural era completamente diferente a los de los otros tres


templos. Solo había una persona en el cuadro, sin embargo, los
colores eran oscuros, las líneas y los rostros eran
extremadamente retorcidos, la apariencia de la persona no se
podía discernir en absoluto, solo que se trataba de un civil con
ropa desgarrada.

Pero eso era nada. Lo que hizo que Xie Lian se encoja en
escalofríos era que esta persona parecía estar en un dolor
insoportable, tanto que se había arrancado su propia ropa, y había
expuesto su propia carne.

En su cuerpo había tres caras, ¡y cada una era tan retorcida como
la suya!

¡Era la enfermedad del rostro humano!


Bajo tal impacto, Xie Lian inconscientemente abrazó su cabeza y
murmuró: —... Es lo mismo. ¡Es exactamente lo mismo!

¡El príncipe heredero de WuYong también había encontrado la


enfermedad de la cara humana!

¡¿Por qué la experiencia de esta persona era casi exactamente


igual a la suya?!

Hua Cheng vio lo rápido que las cosas iban empeorando y lo


estabilizó.

—Su alteza, no vea más. —Después de algunas dudas, jaló a Xie


Lian y lo presionó en su abrazo, su tono de voz fue firme pero
suave. —... ¡Bien! Alteza, escúcheme. Escúcheme... Todos los
murales antes se mostraron cronológicamente; el último tenía al
príncipe heredero de WuYong construyendo un puente aéreo, por
lo que el siguiente debería haber sido un evento que llegó justo
después. Sin embargo, este mural no se conecta al último en
nada, la línea de tiempo no tiene sentido, ¿no es así?

Justo ahora, Xie Lian estaba excesivamente sorprendido por la


imagen de la enfermedad del rostro humano, sus sombras eran
demasiado grandes en su corazón, y por eso estaba petrificado.
Sin embargo, también lo superó rápido, y al instante comenzó a
pensar.

—Tienes razón... tiene que haber algo que falta en el medio.


Alguien previamente había destruido los dos murales anteriores
antes de que llegáramos.

—Dado que esta persona destruyó los otros dos murales,


entonces ¿por qué no destruyó también éste? —Preguntó Hua
Cheng. — ¿Por qué dejó solo a éste? ¿Y justo tenía que ser el de
la enfermedad del rostro humano?

—Hay dos posibilidades. —Dijo Xie Lian. —En primer lugar,


podría haber pensado que dejar atrás este mural era
intrascendente, y no importaba si quedaba. Estaba más
preocupado con que nosotros viéramos los otros dos.

— ¿Y la segunda? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian dijo lentamente: —Esta persona en realidad destruyó los


tres murales y este fue pintado después. Es falso.

—Hum. —Respondió Hua Cheng. —Bien podría ser que todos


los murales que hemos visto a lo largo del camino sean falsos. Ya
estamos muy cerca de la respuesta, por lo que antes de esta, no
comience a pensar demasiado en las cosas por su cuenta, ¿está
bien?

Después de haber estado enterrado en sus brazos durante tanto


tiempo, Xie Lian, finalmente, desechó completamente ese mural
de su cerebro, y sólo entonces se dio cuenta de la posición en la
que los dos estaban. Estaba a punto de salir del abrazo.

—Qué vergüenza San Lang, me puse extremadamente agitado


justo ahora…

Sin embargo, Hua Cheng no le permitió salir, y en su lugar lo atrajo


más cerca, y sonrió.

—No hay nada de qué avergonzarse, pero…


Bajó la cabeza y dijo: —En realidad, hay una tercera posibilidad.

La mitad inferior de la cara de Xie Lian todavía estaba enterrada


en su hombro, y la voz de Hua Cheng estaba justo al lado de su
oreja, extremadamente, extremadamente baja, y aparte de Xie
Lian, nadie más podía oír.

La respiración de Xie Lian paró ligeramente, y oyó Hua Cheng


susurrar.

—La tercera posibilidad es, no era que esta persona no quería


destruir todos los murales, sino que no lo hizo a tiempo. Justo
cuando estaba destruyendo los otros dos, nosotros habíamos
llegado, por lo que ahora, está escondida en el gran salón de este
mismo momento.
Capítulo 173: La cueva de los diez mil dioses; rostros de diez mil dioses ocultos
(parte uno)

El aliento de Hua Cheng era cálido pero sus palabras hacían que
el corazón de uno se enfriase.

¿Escondiéndose en el gran salón?

Un pensamiento pasó, y Xie Lian instantáneamente abrazó a Hua


Cheng.

Por supuesto que no lo estaba abrazando porque tenía miedo. Si


realmente había alguien escondido allí y ellos no lo habían notado,
entonces eso significaba que era alguien poderoso. Si esa
persona nota algo extraño, entonces podría verse obligada a
hacer un movimiento. Por lo tanto, si solo fuera Hua Cheng
abrazándolo, siendo tan íntimo, entonces fácilmente despertaría
sospechas. Si ambos se abrazaban, entonces podría parecer más
normal. Xie Lian escudriñó sus alrededores discretamente y
susurró: — ¿Dónde crees que está esa persona?

Solo había una puerta gigante en el gran salón, y allí fue por donde
entraron. Estaba completamente vacío dentro del salón, nada
fuera de lugar, y ni siquiera un escenario o una caja para esconder
a alguien. Aparte de ellos, solo estaban los asistentes del templo
que fueron convertidos en piedra.

Los dos susurraron al mismo tiempo.

—Los caparazones.
El interior de esas personas de piedra estaba completamente
hueco, lo que significaba que servían de escondites. Los humanos
no podían esconderse allí, ¡pero los demonios ciertamente
podían!

Después de confirmar ese hecho, Xie Lian sintió algo y levantó la


vista. Cuando vio a una persona de piedra a unos 6 metros detrás
de Hua Cheng, sus pupilas se encogieron.

Ese parecía haber sido un hombre joven que tenía un estatus más
alto y estaba bastante tranquilo. Dado que lo que estas estatuas
mostraban eran las muertes de la gente de WuYong, la mayoría
abrazaba sus cabezas o se enroscaba en bolas, y esta era una
de las pocas personas que estaban de pie. Sin embargo, lo que
hizo que Xie Lian se diera cuenta de él no era su postura, sino su
rostro.

Aunque la cara estaba borrosa, aún podía ver que en la cara de


esa persona de piedra, el lado izquierdo era una sonrisa creciente
y el lado derecho era una cara llorando.

Xie Lian soltó: — ¡ES ESA!

Luego sacó su espada y golpeó mientras Hua Cheng gritaba: —


¿Gege?

Esa persona de piedra fue cortada en pedazos, dejando


fragmentos rotos del caparazón por todo el piso, sin embargo, no
había nada dentro. Xie Lian no se atrevió a dejar pasar esto, y dio
vuelta a cada pedazo de los fragmentos. Hua Cheng le cogió la
mano.

—Gege! ¿Qué vio justo ahora?


Xie Lian recogió y le mostró algunos de los fragmentos.

—San Lang, esta persona de piedra, su cara... era la máscara de


White no-Face.

La cara de Hua Cheng cambió ligeramente pero aun así dijo: —


Espere un momento.

Luego reunió y juntó todas las piezas, reconstruyendo una cara


completa. Cuando los dos miraron, se quedaron en silencio.

Justo ahora, lo que Xie Lian vio era claramente una máscara de
demonio medio llorando, medio sonriendo, pero esta cabeza que
Hua Cheng había formado era una cara borrosa, no muy diferente
de las otras estatuas de piedra.

¿Fue una alucinación? ¿O se fue engañado por un hechizo de


ilusión?

Quedarse sin hacer nada no les daría respuestas, y los dos


buscaron por todo el salón, aplastando a cada persona de piedra.
Después de pensarlo un poco, sintieron que tal vez ese alguien
se había apresurado a escalar la montaña antes que ellos, y
decidieron no quedarse para esperar a Pei Ming, y en su lugar se
dirigieron directamente hacia la cima.

El cuerpo de la montaña del horno parecía tener una gravedad


peculiar, manteniéndolos en el suelo y prohibiéndoles mantener
la ligereza en sus pies para volar. Por lo tanto, sólo podían subir
a pie. Cuanto más alto caminaban, más empinado se hacía el
sendero y más frío era el aire. Primero, había una fina capa de
nieve. Luego, a medida que subían, la nieve se espesaba y casi
podía tragar la mitad de una bota. Después de cuatro horas, la
nieve acumulada finalmente pasó por encima de sus rodillas,
haciendo que escalar sea cada vez más arduo.

Como caminaban sin parar, Xie Lian no sentía frío y, en cambio,


estaba cubierto de un fino brillo de sudor, con el rostro blanco
como arena y las mejillas rojas. Se secó el sudor con el dorso de
su mano y miró hacia atrás, a punto de hablar con Hua Cheng,
cuando de repente, el paso se hundió y todo su cuerpo se acortó
por dos pies de altura.

Su cuerpo se hundió en la pesada nieve, y, afortunadamente, Hua


Cheng había estado siguiendo detrás de él y, naturalmente, lo
levantó.

—Gege tenga cuidado.

Xie Lian estaba de pie junto a él y miró hacia atrás para ver dónde
se hundió, una gran parte de ese lugar se había derrumbado,
revelando un agujero oscuro y profundo que conducía a quién
sabe dónde. Si Xie Lian no se agarrara del borde a tiempo o si
Hua Cheng se moviera demasiado lento, entonces seguramente
se habría caído. Hua Cheng agregó: —Hay muchas zanjas
huecas en esta área. Todavía recuerdo sus ubicaciones
frecuentes, así que solo sígame de cerca. Tómese su tiempo y
esto estará bien. Gege caminó demasiado rápido en este
momento.

Resulta que el cuerpo de la montaña bajo la nieve era bastante


débil, y había agujeros grandes y pequeños en todas partes, pero
era desconocido cuántos y cuánta profundidad. Sin embargo, Hua
Cheng realmente recordaba dónde estaban todos mientras
subían. Xie Lian dejó escapar un suspiro.
—Está bien. Quedémonos más juntos. No podemos gritar o hacer
ruidos fuertes en una montaña nevada de todos modos, por lo
que, si pasa algo, tampoco sería fácil pedir ayuda...

Sin embargo, inesperadamente, justo cuando las palabras


salieron de su boca, rugidos de ira vinieron desde arriba.

— ¡¿YA TERMINASTE?!

—…

¿Qué buen hermano se atrevió a gritar así en una montaña


nevada tan empinada y peligrosa?

Xie Lian miró hacia el sonido sintiéndose estupefacto, y vio que,


dentro de ese mundo cubierto de nieve, había dos puntitos negros
en ese momento peleándose. Uno de ellos sostenía un arco largo,
disparando flechas sin parar. El otro sostenía un zanbato,
balanceándose como un tigre, golpeando cada flecha. Tanto la
hoja como las flechas tenían un brillo de luz espiritual. Ambas
partes gritaban maldiciones a la otra, y el hombre que sostenía el
zanbato gritó: — ¡YA HE DICHO QUE EL PEQUEÑO BASTARDO
NO FUE ASESINADO POR MÍ, LOS ESTOY BUSCANDO
TAMBIÉN!

¡Eran Nan Feng y Fu Yao!

Sin entender por qué estaban aquí también, Xie Lian estaba a
punto de gritar; ¡cállense! , Pero luego reaccionó a tiempo y se lo
tragó antes de que él también gritara. Si él rugiera de la misma
forma en que lo hacían, y los tres se gritaban, ¿cómo es posible
que toda la nieve en la montaña aún pueda quedar en su sitio?
Hua Cheng abrazó sus brazos y enarcó una ceja.

— ¿No saben que gritar en una montaña nevada podría causar


una avalancha?

— ¡¿No pueden ser tan tontos, no?! —Xie Lian dijo: —Tal vez lo
saben, pero ellos son así... ¡cuando están enojados dejan de
preocuparse por cualquier cosa!

Nan Feng y Fu Yao estaban extremadamente enojados,


maldiciendo mientras luchaban, pero como estaban demasiado
lejos, sus palabras quedaban en pedazos y no se podía escuchar
sobre lo que estaban peleando, y no se dieron cuenta de que
había otros que habían venido.

Xie Lian quería correr para separarlos, pero con la nieve pesada
arrastrando su paso y profundos agujeros debajo, no había
manera de que pudiera llegar allí inmediatamente para
detenerlos. Xie Lian corrió dos pasos antes de que se parara
sobre otro agujero, y se detuvo.

— ¡No podemos dejar que sigan luchando de esta manera!

Justo cuando lo dijo, una mariposa plateada pasó volando como


una flecha afilada, y Xie Lian se sobresaltó al principio, pero poco
después se relajó.

¡Buena idea! Si ninguno de los dos puede llegar a tiempo,


entonces ¿por qué no dejar que una mariposa fantasmal vuele y
avise primero?
La velocidad de la mariposa plateada era extremadamente rápida
como se esperaba, y no le tomó mucho antes de llegar al otro
lado. Sin embargo, antes de que Xie Lian hubiera intentado
transmitir la palabra, vio que la expresión de Hua Cheng se
congeló. Se dio cuenta de que algo andaba mal y preguntó: —
¿Qué sucede?

La sonrisa en los labios de Hua Cheng había desaparecido por


completo, reemplazada por una cara tan fría como esta montaña
nevada. Xie Lian insisitió.

—San Lang, ¿qué está pasando?

Los labios de Hua Cheng se contrajeron y no respondieron antes


de que Xie Lian repentinamente sintiera pánico por alguna razón,
y giró su cabeza para mirar hacia la parte superior, con los ojos
muy abiertos.

Arriba, junto a los acantilados nevados, un trozo gigante de cuerpo


de montaña blanca tembló y luego colapsó.

En el otro extremo, Nan Feng y Fu Yao, quienes estaban en el


calor de la pelea, también sintieron esta presión sin sonido, ambos
miraron hacia arriba, y finalmente se dieron cuenta de lo que iba
a pasar.

El siguiente momento. Esa masa de montaña era como un


terraplén de mil millas, cuando se rompió, se rompió por completo,
llevando consigo una ola de tsunami de nieve, retumbando y
rodando mientras se empujaba hacia ellos.

¡Realmente causaron una avalancha!


Xie Lian agarró la mano de Hua Cheng, se dio la vuelta y corrió.
Pero después de dar sus primeros pasos, recordó que los otros
dos más adelante estaban mucho más cerca de la avalancha
acercándose y se detuvo abruptamente, mirando hacia atrás.
Efectivamente, los otros dos habían dejado de pelear para huir
juntos. Fu Yao no corrió muy lejos antes de meterse en un agujero,
más de la mitad de su cuerpo estaba hundida, y la nieve estaba
enterrada sobre su pecho. Nan Feng corrió más rápido que él,
pero también miró hacia atrás, dudando por un momento,
pareciendo querer salvarlo. Sin embargo, esa ola de nieve ya
había atacado.

En el momento justo antes de ser tragados, Xie Lian lanzó a


RuoYe. Esa venda de seda blanca saltó a la distancia y no tomó
nada de tiempo para rodear con precisión alrededor de Fu Yao y
Nan Feng, levantándolos.

Hua Cheng dijo sombríamente: —Gege! ¡Déjelos, no se moleste!

Xie Lian sostuvo a RuoYe con fuerza, arrastrando a los dos


mientras corría.

— ¡No puedo! ¡Podrían caer en un hueco y ser enterrados por la


nieve!

— ¡Demasiado tarde! —Dijo Hua Cheng.

— ¡¿Qué?! ¿Tan rápido? —Exclamó Xie Lian.

Levantó la vista, y esa dominante sombra se derrumbó sobre sus


cabezas.
Cuando Xie Lian volteó para salvar a Nan Feng y Fu Yao, en ese
momento se retrasó y la ola de nieve se lo tragó por completo. La
fría y pesada ola de nieve surgió sin descanso, separándolo a él
y a Hua Cheng. Xie Lian se estaba cayendo por la fuerza,
revolcándose con la ola blanca, pero aun así logró seguir
luchando de alguna manera. Sin embargo, había demasiada
nieve, la oleada era demasiado poderosa, y una y otra vez cubrió
la cabeza de Xie Lian, provocando una serie de repentinas
sofocaciones. Al final, Xie Lian gritó ¡SAN LANG! , al ser incapaz
de aferrarse, y después de todo fue enterrado, desapareciendo
dentro de la corriente de nieve helada.

————————————————————————————

Pasó un tiempo antes de que la montaña nevada finalmente se


calmara.

Un buen momento después, en ese campo de nieve aplanada,


¡una mano repentinamente emergió!

Esta mano tocó alrededor de la nieve, luego, un brazo se asomó,


luego un hombro, y finalmente, una cabeza. Poco después, una
persona se arrastró. Él sacudió su cabeza y dejó escapar un largo
suspiro. Era Xie Lian.

El sacarse a la fuerza de esa gruesa capa de nieve acumulada se


sentía casi igual a sacarse de una tumba. La cara y las manos de
Xie Lian estaban enrojecidas por el enfriamiento, bastante
entumecidas, pero solo se frotó la cara un par de veces antes de
mirar hacia arriba, viéndose perdido.

En esa manta de blancura, no había ni un rastro de rojo.


Sin embargo, Xie Lian tampoco podía gritar al azar. Si él causara
otra avalancha, entonces todo habría terminado, así que solo
podría ponerse de pie, caminando sin rumbo solo en ese mundo
de nieve, y llamó en voz baja mientras caminaba.

— ¿San Lang? ¿Nan Feng? ¿Fu Yao?

Claramente iba en la misma dirección en la que iban antes, pero


ahora, parecía hacer mucho más frío que cuando él y Hua Cheng
caminaban juntos. RuoYe también estaba desenvuelto de su
mano. Xie Lian estaba desconcertado; RuoYe no debería haberse
desenvuelto. Incluso si lo soltaba, RuoYe igual se uniría a él,
¿entonces qué pasó?

Sabía que algo estaba mal pero no podía decir qué, y continuó
caminando aturdido. De repente, desde el interior de los vientos
nevados de adelante, alguien había emergido. Túnicas blancas,
cabello negro, sus mangas ondeando en el viento mientras
caminaba lentamente con la cabeza baja.

Al ver a este viajero, Xie Lian se puso contento y se adelantó: —


¡Mi amigo! Usted…

Pero justo cuando esas palabras salieron de sus labios, ese


hombre levantó la vista. En su rostro, había una máscara blanca
y escalofriante, la mitad sonriendo y la otra mitad llorando.

Era como si alguien lo hubiera apuñalado con una cuchilla y Xie


Lian gritó.

Y después de que gritó, abrió sus ojos y se levantó. Fue después


de tomar algunas duras respiraciones que se dio cuenta que, en
ese momento, no estaba caminando en la montaña nevada, sino
en un lugar oscuro y sombrío.

Así que fue un sueño.

No es de extrañar. Algo siempre se sentía extraño en los sueños,


y Xie Lian exhaló un largo suspiro mientras se relajaba, limpiando
el sudor frío en su frente. Después de tocar a tientas por un
momento, descubrió que debajo de él había rocas cubiertas con
un manto de hierba, Fang Xin colgaba de su cintura y RuoYe
estaba claramente envuelto alrededor de su brazo. Xie Lian se
calmó y encendió una antorcha de palma, iluminando el lugar
donde estaba sentado, llamando primero: — ¿San Lang? ¿Estás
ahí?

Sin embargo, inesperadamente, en el momento en que las llamas


iluminaron el lugar, instantáneamente se dio cuenta de que, justo
a su lado, en la oscuridad, había otra persona, muda y silenciosa.

Esto no fue una pequeña sorpresa, y Xie Lian al instante se cubrió


de sudor, su mano en Fang Xin inmediatamente. Que alguien
estuviera parado tan cerca de él, ¡no había manera de que no lo
hubiera notado!

Sin embargo, cuando miró más de cerca, ese sudor frío se fue.
Resulta que no estaba viva, sino que era una estatua de piedra.

Y, no era la misma que las estatuas de piedra de las víctimas


caídas por la erupción del volcán; esta era claramente una
escultura, y era la de una estatua divina.

Con la antorcha de la palma en la mano, Xie Lian dio la vuelta una


vez y verificó que el lugar donde se encontraba era una caverna.
Dentro de esta caverna, fue erigida y adorada una estatua divina,
su pose era elegante, los pliegues de sus túnicas y fluidas líneas
fueron esculpidas exquisitamente. Sin embargo, había algo
peculiar.

El rostro de esta estatua divina estaba cubierto por un fino velo.

Ese fino velo fluía como niebla, y aunque cubría la cara de la


estatua divina, bastante extraño, no era feo. En su lugar, añadía
una belleza misteriosa. Sin embargo, Xie Lian nunca había visto
a un oficial celestial cuyas estatuas tuvieran el rostro cubierto, y
extendió su mano inconscientemente para quitar el fino velo
cuando una voz vino desde atrás.

—Gege.

Xie Lian se dio la vuelta y vio que en la entrada de la caverna


había una figura en rojo que apareció de la nada. Era Hua Cheng.
El rostro de esa estatua divina fue instantáneamente olvidado y
se apresuró.

— ¡San Lang! Gracias a Dios, me preguntaba dónde estabas.


¿Estás bien? ¿Estás herido? Esa avalancha ahora mismo fue
demasiado repentina.

Hua Cheng entró.

—Estoy bien. ¿Cómo está Gege?

—Nunca me pasa nada. —Xie Lian dijo: — ¿Qué es este lugar?

Después de salir de la caverna, Xie Lian notó que había un largo


pasillo afuera. No parecía corto, y quién sabe a dónde conducía.
Al parecer, este era un espacio subterráneo bastante grande. Xie
Lian ya estaba acostumbrado a que Hua Cheng tuviera las
respuestas para todo, pero esta vez, Hua Cheng respondió: —No
lo sé. Probablemente bajo la montaña nevada.

Xie Lian se sorprendió: —Y aquí yo pensé que era un refugio que


encontró San Lang. No puedo creer que no sabes dónde está
esto.

—No —dijo Hua Cheng.

Bueno esta fue la primera vez.

Hua Cheng había memorizado dónde estaba cada zanja en el


sendero de la montaña, pero no sabía qué era este lugar. Esta
cueva tampoco era pequeña, ¿nunca la había descubierto?

Xie Lian no pudo evitar sentirse un poco perplejo, pero no insisitó,


y en cambio levantó su antorcha de palma más arriba.

— ¿Cómo llegamos aquí?

Hua Cheng convocó algunas mariposas plateadas, dejándolas


revolotear con una luz tenue, y contestó suavemente: —Tal vez
todos dimos un paso en falso y nos caímos a una zanja. No puede
haber sido alguien que nos puso aquí intencionalmente.

Al oírlo decir eso, Xie Lian no pudo evitar recordar ese sueño que
acababa de tener, y un leve escalofrío recorrió su espalda.
Recordando otra cosa, preguntó: —Estamos aquí, ¿dónde están
Nan Feng y Fu Yao?
Hua Cheng respondió sin simpatía: —Probablemente enterrados
en la nieve. A quién le importa, son oficiales celestiales. Esto no
los matará.

Xie Lian no sabía si reír o llorar: —Incluso si esto no los matara,


si nadie pudiera ayudarlos a desenterrarse, de todas formas, no
se siente muy bien ser enterrado por algunas décadas. ¿Tal vez
ellos también han caído aquí? Vamos a buscarlos. Por cierto, San
Lang, cuando tu mariposa plateada se adelantó antes, ¿qué les
oíste decir?

Hua Cheng soltó una risita.

—Solo discusiones sin sentido, ¿qué otra cosa puede ser?

Xie Lian no creía que fuera tan simple, de lo contrario, el repentino


cambio de expresión de Hua Cheng cuando esa mariposa
fantasmal volaba no podía explicarse. Incluso ahora, mientras
Hua Cheng estaba riéndose, sus ojos eran antipáticos. Sin
embargo, si no iba a decirlo, entonces Xie Lian no iba a preguntar.
Los dos caminaron por el largo pasillo de la cueva de piedra.

Solo habiendo caminado un rato descubrieron que la formación


de esta cueva de piedra debajo de la nieve era mucho más
compleja de lo que pensaban. No había un único camino que
recorría todo, sino que había muchas bifurcaciones en el camino
que iban a otras cavernas, grandes y pequeñas.

Dentro de cada caverna había una estatua divina; algunas altas,


otras pequeñas, algunas como niños, algunos jóvenes, las túnicas
siempre estaban cambiando, las posturas eran todas diferentes:
en reposo, de pie, sentado en reposo, blandiendo la espada,
bailando, todo tipo de cosas. El nivel de habilidad también era
diferente; algunos de los trabajos de escultura eran toscos y no
refinados, mientras que otros eran tan extraordinariamente
exquisitos que podían llamarse de otro mundo. Probablemente no
fueron esculpidos por la misma persona.

Mientras Xie Lian miraba en el camino, no pudo evitar exclamar


con asombro: —Este... este lugar es una Cueva de los Diez Mil
Dioses. El que construyó esta cueva debe ser un creyente
increíblemente devoto.

Sin embargo, todas las estatuas divinas tenían la misma


peculiaridad. Todos sus rostros estaban cubiertos por un fino velo.

Algunos tenían sus cuerpos enteros cubiertos, extremadamente


extraños. Xie Lian realmente tenía bastante curiosidad y quería
quitar el velo de una de las estatuas divinas para ver su cara, pero
Hua Cheng habló detrás de él: —Gege le sugiero que no lo haga.

Xie Lian miró hacia atrás y preguntó: — ¿Por qué no? Creo que
estas estatuas son un poco extrañas.

Hua Cheng se le acercó y le explicó: —Es precisamente porque


son extrañas que es mejor que no lo haga. Si esta cara fue
cubierta, entonces hay una razón por la que lo esté. La cabeza es
el lugar donde se recolecta la energía espiritual de una persona,
así que, si se quita el velo, quién sabe qué pasaría con toda la
energía espiritual reunida por estas extrañas estatuas.

Su discurso sonaba extraño, pero tenía sentido. Si el velo fuera


quitado y se despertara algo dentro de esas estatuas, entonces
las cosas ya no serían divertidas. Xie Lian contempló y luego dejó
caer su mano al final: —Solo tenía curiosidad por saber qué
deidad es esta, eso es todo.
Hua Cheng dijo a la ligera: —Este es el Reino de WuYong, así
que probablemente sea el Príncipe Heredero de WuYong. Nada
sorprendente.

Sin embargo, Xie Lian dijo: —No lo creo.

— ¿Oh? ¿Qué quiere decir? —Preguntó Hua Cheng.

Xie Lian lo miró.

—De todos los murales que hemos visto en el camino, el estilo de


vestir del Príncipe Heredero de WuYong y la gente de WuYong
son muy diferentes del estilo de vestir de estas estatuas divinas.
Entonces, creo que estas estatuas probablemente no tengan
nada que ver con el Príncipe Heredero de WuYong. De hecho,
esto podría no haber sido esculpido por alguien de WuYong.

Hua Cheng le sonrió alegremente.

— ¿Es eso correcto? Gege realmente tiene un ojo para el detalle.

Xie Lian también sonrió.

—Nah. Es solo, el estilo de estas estatuas, ya sea la escultura, el


vestido, los detalles en que se esculpen las fluidas líneas, todas
se parecen más al estilo de los últimos períodos. Por ejemplo... el
estilo de XianLe.

Hua Cheng arqueó las cejas.

—Parece que Gege también está muy dotado en esta área.


—Nah. Uno podría ganar algo de conocimiento después de ver
tanto de algo como las estatuas, no es nada —dijo Xie Lian.

A pesar de que no podía estar seguro, su instinto le dijo que,


desde antes, había algo raro en Hua Cheng. Y después de haber
hablado sobre este punto, Hua Cheng comenzó a ponerse
sutilmente nervioso.
Capítulo 174: La cueva de los diez mil dioses; rostros de diez mil dioses ocultos
(parte dos)

Sin embargo, no insistió.

—Ya que San Lang piensa que es mejor no mirarlos, entonces


mantengámonos cautelosos.

Hua Cheng asintió ligeramente y los dos continuaron avanzando.


En ese momento, llegaron a otra bifurcación en el camino, y Hua
Cheng se dirigió directamente hacia la izquierda. Xie Lian hizo una
pausa en su paso y no lo siguió. Hua Cheng miró hacia atrás.

— ¿Qué sucede?

—San Lang nunca ha venido a esta cueva antes, ¿verdad? —


Preguntó Xie Lian.

—Naturalmente —respondió Hua Cheng.

—Entonces, ¿cómo es que San Lang está tan seguro de que


deberíamos ir a la izquierda? —Preguntó Xie Lian.

—No estoy tan seguro —dijo Hua Cheng. —Solo voy a ciegas.

—Ya que nunca has venido aquí antes, ¿cómo puedes ir a


ciegas? ¿No deberíamos considerar qué camino tomar con más
cuidado?

Hua Cheng sonrió: —Es precisamente porque nunca he venido


antes que debemos ir a ciegas. De cualquier manera, no sabemos
nada de la forma de este lugar, así que podemos apostar
osadamente en nuestra suerte, y mi suerte siempre ha sido mejor.

Aunque eso ciertamente tenía sentido, en realidad, cada vez que


ellos salían, siempre había dejado que Xie Lian decidiera el
camino. No era frecuente que Hua Cheng tomara la iniciativa de
liderar. Xie Lian asintió y los dos estaban a punto de entrar en el
túnel de la izquierda cuando, de repente, Xie Lian habló: —
¡Espera! - San Lang, ¿oyes eso?

— ¿Qué? —Preguntó Hua Cheng.

—A la derecha —dijo Xie Lian. —Hay voces.

La cara de Hua Cheng cambió sutilmente, y después de escuchar


atentamente por un rato, dijo: —Gege creo que ha oído mal. No
hay nada.

— ¡Ahí está! —Exclamó Xie Lian. — ¡Escucha atentamente, es


la voz de un hombre!

Hua Cheng intentó escuchar de nuevo y frunció el ceño: —


Realmente no escucho nada.

Xie Lian se sorprendió y se preguntó a sí mismo: — ¿Estoy


alucinando otra vez?

—Su alteza, esto es sospechoso, podría haber trucos. —Hua


Cheng dijo: —Sugiero que hablemos después de salir.

Xie Lian dudó por un momento, pero al final dijo: — ¡No! Podrían
ser Nan Feng y Fu Yao, ¡mejor voy a echar un vistazo después de
todo!
Luego corrió por el sendero mientras Hua Cheng lo llamaba.

— ¡Gege! ¡No se vaya!

Sin embargo, al escuchar ese débil grito, pensó que la otra parte
debió haber caído en un estado extremadamente peligroso y no
podía permitir ningún retraso. Xie Lian tampoco se atrevió a ser
descuidado, y rápidamente corrió por el camino a la derecha.
Cuanto más se hundía en el túnel, más claro se oían los rugidos
de un hombre. Xie Lian estaba contento.

— ¡Realmente son Nan Feng y Fu Yao!

Xie Lian no sabía cuánto tiempo él pasó en el sinuoso túnel, pero


al final finalmente encontró la fuente de las voces, era una cueva
gigante. No había estatuas divinas en esta cueva, sino un pozo
profundo en su lugar, y de ahí era donde las voces de Nan Feng
y Fu Yao estaban viniendo. Al parecer, ambos estaban atrapados
en el fondo del pozo, incapaces de subir. Sin embargo, seguían
gritándose con energía, por lo que no debería haber ningún
problema que amenace sus vidas por el momento. Estaba muy
oscuro abajo para ver algo claramente, Xie Lian se llevó las
manos a la boca y gritó desde arriba: — ¡¡HEY-!! ¿QUÉ LES HA
PASADO?

Cuando los dos en el fondo del hoyo oyeron que alguien estaba
allí, detuvieron sus discusiones al instante y la voz de Fu Yao se
escuchó: — ¿SU ALTEZA? ¿ERES TÚ? ¡APÚRATE Y
SÚBENOS!

Nan Feng por otro lado, no habló. Xie Lian estaba desconcertado.
— ¿No pueden subir solos? Pero este pozo no es tan profundo,
¿qué está pasando ahí abajo?

Podría ser porque ha estado luchando todo el camino, Fu Yao


estaba lleno de fuego en este momento. — ¡TONTERÍAS! ¡SI
PUDIERAMOS ESCALAR SOLOS, YA LO HUBIERAMOS
HECHO! SU ALTEZA, ¿NO TIENES OJOS?

Xie Lian entrecerró los ojos. —No puedo ver claramente.


¿Todavía tienes poder espiritual? ¿Puedes encender una
antorcha de palma para que pueda ver cuál es la situación allí
abajo? Si no puedes, lanzaré una bola de fuego... Sin embargo,
inesperadamente, antes de que terminara su oración, los dos de
abajo gritaron al unísono,

— ¡¡¡NO!!!

El sonido de ellos deteniéndolo estaba cerca de la alarma y el


terror. Fu Yao luego gritó: — ¡ABSOLUTAMENTE NO
ENCIENDAS NINGÚN FUEGO!

Si no podía encender fuego, entonces tendría que usar otras


formas de iluminar el lugar. La primera reacción de Xie Lian fue
mirar hacia atrás.

—San Lang…

Sin embargo, San Lang no lo siguió. No había nadie detrás de él.


Xie Lian se sorprendió un poco; al principio sintió un poco de
preocupación, luego, confusión. No pudo haberse perdido en el
camino, ¿no?
Desde que entraron en esta Cueva de los Diez Mil Dioses, Hua
Cheng había estado actuando de manera bastante extraña, pero
Xie Lian no podía estar seguro sobre cómo. Miró a su izquierda y
derecha y de repente descubrió que en su propio hombro
descansaba una diminuta mariposa plateada, y trató de tocarla
ligeramente.

—... ¿Hola?

Cuando la mariposa fantasmal sintió su toque, agitó sus alas un


par de veces, pero no se alejó, y solo parecía mostrarle su aleteo.
En este viaje, Xie Lian había escuchado a Hua Cheng decirle que
sus mariposas plateadas estaban divididas en varias categorías.
No sabía a qué categoría pertenecía esta, de qué era
responsable, pero para lo que fuera que estuviera diseñada, al
menos podría iluminar un poco. Por lo tanto, él preguntó: —
¿Puedes bajar para echar un vistazo por mí?

Efectivamente, esa mariposa plateada batió sus alas y voló hacia


abajo. Xie Lian gritó: — ¡Gracias! —Y esperó hasta que llegara al
fondo del pozo. Una vez que la suave luz plateada iluminó la
situación de abajo, Xie Lian no pudo evitar abrir los ojos.

En el fondo del pozo oscuro, había un campo de frío blanco, el


agujero estaba cubierto con una gruesa capa de una cama de
seda.

Nan Feng y Fu Yao estaban envueltos en dos capullos entre la


crisálida de seda, como dos pequeñas moscas atrapadas en una
tela de araña. Las caras de ambos tenían moretones, sus cabezas
estaban cubiertas de sangre, pero quién sabe si eso fue causado
por sus palizas mutuas antes. Xie Lian no pudo evitar felicitarse
por no hacer las cosas de manera imprudente, de lo contrario, si
lanzaba una antorcha hacia abajo, probablemente todo el pozo se
incendiaría al instante.

— ¿Qué está pasando? —Xie Lian preguntó: — ¿Es eso una


telaraña? ¿Podría ser esto un nido de un espíritu araña?

— ¡QUIÉN SABE! —Gritó Fu Yao.

Parecía que estaba desesperado por escapar. Nan Feng, por otro
lado, tenía una expresión indescifrable y parecía que iba a pedir
ayuda al principio también, pero cuando vio que el que venía era
Xie Lian, sofocó y tragó sus palabras y dijo en su lugar.

—No bajes aún, esta seda es muy dura. Una vez que esté en ti,
será difícil liberarse.

—No voy a bajar —dijo Xie Lian.

Después de deliberar por un momento, Xie Lian ató un extremo


de RuoYe a la empuñadura de Fang Xin e iba a bajar la espada
para intentar y ver. Sin embargo, inesperadamente, RuoYe solo
se escabulló hasta la mitad antes de que esas telarañas lo
descubrieran y dispararan rápidamente hacia arriba, como si
estuvieran listas para mostrar de qué estaban hechas. RuoYe
retrocedió aterrorizado, sin embargo, era demasiado tarde, y esas
telarañas se engancharon, ataron un nudo y lo tiraron hacia abajo,
tirando a Xie Lian también hacia abajo.

¡Nunca había imaginado que esta telaraña fuera realmente tan


fuerte y afilada!

En el momento en que Xie Lian cayó al foso, esas blancas cuerdas


de seda se acercaron al instante y lo ataron muy bien. El resto de
las telarañas luego se arrastraron lentamente, asegurando aún
más el capullo de los cuerpos de Nan Feng y Fu Yao. Fu Yao se
estaba volviendo loco de rabia.

— ¿Cómo es que también te caíste? ¡Míranos ahora, tres tontos!


¡Vamos a morir todos juntos aquí!

— ¿Sobre qué te estás quejando? —Nan Feng replicó: — ¡Esto


solo sucedió porque él estaba tratando de salvarnos!

Xie Lian, por otro lado, estaba dando vueltas.

—Jajaja, jajaja, jajajaja…

Los otros dos lo miraron estupefactos, y Fu Yao dijo: — ¿Te


lastimaste el cerebro en el camino hacia abajo? ¿Has perdido la
cabeza?

Las lágrimas rodaban por las esquinas de los ojos de Xie Lian, y
dijo con mucha dificultad: —N... no, jajaja... ¿qué pasa con estas
telarañas... qué son...? Tan cosquillosas, no puedo... jajajaja…

Cuando se cayó, esa cama de seda lo atrapó muy gentilmente, y


las telarañas que lo ataban también eran muy suaves y dóciles, y
mientras lo sujetaban, se cepillaban suavemente aquí y allá, como
si lo estuvieran haciendo cosquillas. Xie Lian se enrolló, luchando
tenazmente.

— ¡No, no, espera! ¡Detente! ¡Detente! ¡Me rindo! ¡DETENTE!

Solo en ese momento, la seda blanca unió sus manos detrás de


su espalda y se detuvo. Nan Feng y Fu Yao lo observaron, y un
momento después, Fu Yao dijo gruñonamente: — ¿Por qué esas
telarañas fueron tan duras para atarnos, pero tan sueltas cuando
lo ataron a él? Ni siquiera su rostro está cubierto.

Xie Lian finalmente contuvo el aliento y dijo: — ¿Sus, sus rostros


no están descubiertos también?

Fu Yao puso los ojos en blanco y respondió: —Estuvieron


cubiertos, pero después de usar nuestros dientes para destruirlas,
de lo contrario, no habría manera de que pudiéramos hacer ruido.

Xie Lian intentó luchar un poco, pero esa telaraña era realmente
dura e inflexible. Además, se estaba riendo demasiado fuerte
antes, le dolían las costillas, por lo que estuvo sin fuerzas, y
decidió en cambio relajarse un poco, acostándose.

—Entonces, ¿cómo terminaron ustedes dos aquí?

—No sé. —Fu Yao respondió: —Cuando ocurrió la avalancha, la


nieve se cubrió como si el cielo se estuviera derrumbando, y
cuando nos despertamos ya estábamos aquí.

—No, no, no —dijo Xie Lian. —Quise decir ¿por qué vinieron al
Monte TongLu?

Cuando se planteó este tema, Fu Yao se enfureció: —Estaba


persiguiendo a esa fantasma femenina Lan Chang y ese espíritu
feto, ¡quién sabe por qué está aquí ÉL!

— ¡¿Yo?! Estoy aquí para perseguir a esa madre e hijo también


—respondió Nan Feng.

Fu Yao escupió: — ¿Entonces por qué no fuiste a perseguirlos?


¿Por qué me golpeaste? Yo... Mi general ya dijo que el espíritu
del feto no tiene nada que ver con él, ¡él no los mató! Su buena
acción fue malinterpretada, en verdad, no tiene sentido ser una
buena persona.

Xie Lian medió entre los dos por costumbre: —Está bien, está
bien, dejen de discutir, entiendo la situación ahora. Dejen de
luchar por ahora, dejen de discutir. Incluso causaron la avalancha
justo ahora, así que ¿pueden simplemente tomar un descanso?
Pensemos en una salida juntos.

Sin embargo, Nan Feng también estaba enfurecido: — ¿Tú, tu


general, no sabe cómo suele ser él? ¡No tiene ninguna razón para
quejarse si la gente sospecha de él!

Fu Yao miró.

— ¡¿Qué dijiste?! ¡Te reto a decir eso otra vez!

Nan Feng lo miraba con más dureza qué Fu Yao a él.

— ¡Me atrevo! Lo diré de nuevo: no es como si tuvieras buenas


intenciones, solo quieres mostrar benevolencia a quienes no
puedes soportar para poder estar satisfecho contigo mismo en
secreto. Solo te estás satisfaciendo a ti mismo, y esperando ver a
los demás hacer el ridículo. No me des esa buena acción fue
malinterpretada, ¡y no te creas una buena persona! La gente
realmente buena no es como tú, ¡NUNCA HAS SIDO UNA!

Las venas aparecieron en la frente de Fu Yao, sus labios se


contrajeron.

— ¡TODO ESTO ES TU IMAGINACIÓN, PURAS SANDECES!


Nan Feng gritó: — ¡SI FUERAN O NO SANDECES, TÚ LO
SABES MEJOR, ¿CÓMO PODRÍA YO NO SABER CÓMO
ERES?!

Las venas de Fu Yao ahora estaban estallando hasta el cuello.

— ¿QUÉ DERECHO TIENES PARA SERMONEARME?


¡MIRANDO HACIA ABAJO A LAS PERSONAS DESDE TAN
ALTO, CUIDADO PODRÍAS CAER Y ROMPERTE UNA PIERNA!

— ¡SOY MÁS FUERTE QUE TÚ EN TODO! —Nan Feng le gritó


de vuelta. — ¡¿CREÍSTE QUE NADIE SABÍA DE ESA ACCIÓN
DE MIERDA QUE HAS HECHO?!

Solo con mencionarlo y Fu Yao parecía estar aún más furioso.

—... ¡SÍ! ¡LO ADMITO, YO LO HICE! PERO, ¿CUÁNTO MÁS


FUERTE ERES RESPECTO A MI? TOMÁNDOTE A TI MISMO
COMO EL MODELO DE FIDELIDAD, ¿NO ABANDONASTE AL
JEFE CUANDO LLEGÓ LA ESPOSA? ¿LA ESPOSA Y EL HIJO
SE HICIERON MÁS IMPORTANTES? TODOS ESTÁN
HACIENDO LAS COSAS POR SÍ MISMOS, ¡ES UNO MISMO LO
QUE ES PRIORIDAD! ¿NO SIENTES VERGÜENZA POR
MANTENER ESA VIEJA ACCIÓN DE MIERDA SOBRE MI
CABEZA?

Cuando escuchó esposa e hijo, Nan Feng se sintió


completamente indignado: — ¡TÚ JODIDO… ¡¿TÚ...!? ¿Tú?

Aunque los dos no podían moverse, ya estaban peleando


amargamente, y no se dieron cuenta de que el cómo se dirigían
el uno al otro ya había pasado de tu general a, mi general; de él,
al tú o yo. Porque estaban excesivamente enojados, no notaron si
estaban exponiendo algo, y solo ahora se dieron cuenta. Xie Lian
había dejado de hablar por mucho tiempo.

Nan Feng y Fu Yao giraron sus cabezas para mirar en dirección a


Xie Lian, y vieron a Xie Lian voltearse en silencio sobre la cama
de seda, dándose la vuelta y solo les mostró la espalda.

—Hum... No vi nada. Quiero decir, no escuché nada.

—…

—…

Xie Lian se miró la pared de piedra y dijo con suavidad: — ¿Van


a seguir ustedes dos? Hum, en cuanto a lo que estaban
discutiendo, no comentaré nada más, pero realmente creo que la
esposa y el hijo son los más importantes. No hay nada de malo
en eso. Es un sentimiento humano básico. Todas estas son muy
viejas quejas, así que no nos preocupemos por eso y pensemos
en una manera de escapar primero...

Fu Yao lo interrumpió.

—... ¿Ya lo sabías?

Ya que no parecía que pudiera seguir adelante, Xie Lian solo pudo
conceder.

—Sí…

Fu Yao dijo con incredulidad: — ¿Cuándo te enteraste? ¿Cómo lo


descubriste?
Xie Lian no tuvo el corazón para decir la verdad y en su lugar dijo:
—Lo he olvidado.

La verdadera respuesta fue, hace mucho, mucho tiempo. Desde


el Monte Yu Jun ya tenía una ligera sospecha, y cuando llegaron
al Paso de Banyue, ya había verificado la verdad.

¿Qué oficiales marciales menores de la Corte Media? No existían.


¡Nan Feng y Fu Yao fueron solo pequeños clones creados por
Feng Xin y Mu Qing!

Era como si Fu Yao no pudiera creer que su verdadera identidad


fuera tan fácil de ver, y siguió insistiendo: — ¿Cuándo lo
descubriste exactamente? ¿Cómo lo descubriste? Debe haber
algo que lo delató, ¡¿Cuál fue el defecto?!

…Xie Lian realmente no podía soportar decir la verdad. ¡No había


nada que delatar, ya que esos dos tenían defectos por todas
partes!

Los tres técnicamente crecieron juntos después de todo, ¿cómo


podría Xie Lian no estar familiarizado con la forma en que se
comportaban y hablaban? Desde los descuidados nombres
falsos, hasta las personalidades que nunca cambian, era
demasiado fácil de adivinar. Si no pudiera adivinar quiénes
estaban bajo esas dos pieles, entonces habría vivido todos esos
años para nada.

Pero, algunas cosas eran mejor no ser dichas por la persona


misma, y algunas cosas eran mejor no hacerlas. Por ejemplo,
teniendo en cuenta la apariencia de un oficial celestial, uno no
podría fácilmente poner los ojos en blanco o maldecir, pero en una
identidad diferente, uno podría ser mucho más abierto y relajado.
Así, Xie Lian nunca sintió la necesidad de exponerlos.

Fu Yao, no, ahora debería llamarse Mu Qing. Mu Qing apretó los


dientes y dijo de manera escalofriante: —... Entonces, tú ya sabías
quiénes éramos desde hace mucho tiempo, pero nunca dijiste
nada, y, de manera silenciosa, solo estabas viéndonos actuar,
¿verdad?
Capítulo 175: La cueva de los diez mil dioses; rostros de diez mil dioses revelados
(parte uno)

Al ver que él se estaba tomando las cosas bastante mal, Xie Lian
contempló y al final decició controlar la situación: —En realidad,
no es un gran problema…

Mu Qing se burló.

— ¡Sabía que yo tenía razón! ¿Es divertido? ¿Eres feliz viéndome


actuar? ¿HUM?

Ahora que están siendo honestos el uno con el otro, Mu Qing


realmente lo estaba atacando.

Por un lado, Nan Feng, no, Feng Xin también se veía algo torpe
al principio, pero realmente no podía soportar escuchar a Mu Qing
más.

— ¡Cuidado con tu tono!

Mu Qing tiene el rostro pálido y la piel delgada, y cuando la sangre


se precipitaba a su rostro, se notaba, y todo su rostro se puso
nervioso.

Él giró la cabeza.

— ¿Qué tono? ¡No olvides que eres uno de los chistes! ¡No soy
tan generoso como tú, habiendo sido el entretenimiento de alguien
durante tanto tiempo y aún así no tener quejas!
—No estoy tratando de verlos hacer el ridículo —dijo Xie Lian.

Feng Xin también agregó: —Deja de pensar que la gente es tan


mente estrecha como tú. Incluso cuando esa acción de mierda
tuya te llevó a la prisión celestial, su alteza todavía trató de
ayudarte…

— ¡JA! Bueno, muchas gracias. ¡Pero yo terminando en la prisión


del cielo fue todo gracias a tu hijo! ¡QUÉ! ¡¿QUIERES PELEAR?!
NO TIENES MIEDO DE TENER UN HIJO, ¿PERO TIENES
MIEDO DE RECONOCERLO?

Al mencionar el tema de su hijo, Feng Xin realmente quería


matarlo. Desafortunadamente, los tres estaban atados en forma
de bolas por esa telaraña en ese momento, por lo que no podían
mover un músculo y solo podían maldecirse, todos los modales y
la clase habían desaparecido.

Xie Lian vio que Feng Xin se estaba poniendo rojo en la cara por
la ira, y temía que, en el momento en que se irritara, como oficial
celestial, comenzaría a insultar indiscriminadamente, así que
intentó moverse un poco, rodó un par de veces y llegó hasta el
lado de Mu Qing.

— ¿Mu Qing, Mu Qing? ¿Puedes intentar dar la vuelta un poco?

Mu Qing dejó de gritar y respiró.

— ¿Qué quieres?

— Feng Xin está demasiado lejos, no puedo llegar hasta allí, pero
como estas telarañas se pueden desgarrar con los dientes, quiero
intentar y ver si puedo romper la atadura en tus muñecas —
explicó Xie Lian.

Mu Qing lo miró por un momento, su expresión era


repentinamente fría como un pez muerto mirando el cielo.

—No, gracias.

—Realmente quiero ayudar —dijo Xie Lian sin poder hacer nada.

—Su alteza posee el cuerpo de mil oros, yo no podría molestar su


grandeza —dijo Mu Qing con frialdad.

Feng Xin maldijo: — ¡QUÉ MIERDA! ¿POR QUÉ ESTÁS SIENDO


SARCÁSTICO EN UN MOMENTO COMO ESTE?? ¡ÉL TE ESTÁ
AYUDANDO, TRATANDO DE SALVARTE, ASÍ QUE, ¿POR QUÉ
ES COMO SI TE DEBIERA ALGO? ¡¿HUH?!

La cabeza de Mu Qing se levantó.

— ¿Quién le pidió ayuda? ¡Xie Lian! ¿Por qué siempre tienes que
aparecer en un momento como este?

Xie Lian se sorprendió un poco, y de repente recordó vagamente


que Mu Qing parecía haberle preguntado lo mismo hacía mucho
tiempo. ¿Cómo respondió él entonces? No podía recordar.

— ¿Hay algo de malo en aparecer en momentos como estos?

Mu Qing se recostó: —De cualquier manera, no necesito tu ayuda.

— ¿Por qué? —Xie Lian preguntó. —A veces uno necesita la


ayuda de otros para poder sobrevivir.
—No te molestes más con él. —Feng Xin dijo: —Es solo un
presumido y cree que ayudarlo lo hará perder prestigio.

Mu Qing y Feng Xin estaban peleándose mientras la mariposa


fantasmal bailaba tranquilamente alrededor de Xie Lian,
resplandeciendo su tenue luz plateada, sin prisas y tranquila, e
hizo que Xie Lian recordara algo, así que inmediatamente cambió
de tema.

—Dejen de discutir, ustedes dos. Esto es más un chiste si los


demás los vieran así. Habrá alguien que venga a buscarnos
dentro de poco.

Mu Qing dijo burlonamente: —Nadie en los cielos ni la tierra


escuchará las llamadas en este lugar infernal, ¿quién vendrá a
salvarnos? A menos que sea...

Antes de que terminara, pensó en una persona, y el final de su


pensamiento, se detuvo abruptamente. Sin embargo, Feng Xin
preguntó directamente: — ¿La Lluvia Sangrienta que busca la Flor
vino contigo?

Mu Qing dudaba: — ¿Confías tanto en él? ¿Seguro que va a


venir?

Xie Lian estaba confiado.

—Él vendrá.

A pesar de que Hua Cheng se había estado comportando de


manera extraña en todo el camino, y varias veces él casi
sospechó que el que estaba a su lado era un falso Hua Cheng,
los instintos también le dijeron que eso era imposible. Mu Qing
agregó: —Aunque viniera, ¿cómo encontraría esta cueva?

Feng Xin sugirió: — ¿Por qué no gritamos un poco más? Cuanta


más gente, más fuertes son las voces.

—No es necesario. —Xie Lian dijo: —Solo necesitamos sentarnos


y esperar. No, solo acuéstense y esperen. Porque Hua Cheng y
yo estamos unidos por un hilo rojo...

Antes de que terminara su oración, podía ver los rostros de Feng


Xin y Mu Qing retorciéndose, como si un gusano se hubiera
metido en sus oídos.

— ¿Qué pasa con esas caras? —Xie Lian preguntó: —No me


malinterpreten. El hilo rojo del que estoy hablando no es algo tan
frívolo como el hilo rojo del destino, es un dispositivo espiritual.
Sólo un dispositivo espiritual.

Sólo entonces los dos dejaron de retorcerse. Feng Xin respondió:


—Oh, ya veo. —Mu Qing, por otro lado, dudaba: — ¿Y qué tipo
de dispositivo espiritual es ese? ¿Qué hace?

—Es bastante útil —dijo Xie Lian. —Es un hilo rojo atado en
nuestras dos manos con una conexión invisible en medio. Uno
puede usar este hilo rojo para encontrar el otro, y mientras uno
todavía respire, el hilo rojo nunca se romperá…

Antes de que terminara, los otros dos no podían escuchar más y


lo interrumpieron.

— ¿CÓMO ES ESO DIFERENTE AL HILO ROJO DEL


DESTINO? ¡ES EXACTAMENTE LO MISMO!
Xie Lian se sorprendió: —No, no creo... ¡es distinto!

—Piensa un poco por ti mismo sobre por qué es distinto, ¿sí? Es


casi la misma cosa, ¡¿de acuerdo?! —Exclamó Mu Qing.

Xie Lian reflexionó sobre ello y lo descubrió, ¡es cierto! El


significado y la función de este dispositivo espiritual realmente
eran muy similares a ese hilo rojo del destino cuanto más lo
pensaba. Justo cuando pensaba que ya no debería reflexionar
más en eso, una voz vino desde arriba.

— ¿Gege? ¿Está ahí abajo?

En el momento en que escuchó esa voz, Xie Lian se sintió relajado


y al instante levantó la vista.

— ¡SAN LANG! ¡ESTOY AQUÍ ABAJO!

Luego se volvió hacia los otros dos en el hoyo.

— ¿Ven? Les dije que vendría.

Al ver lo feliz que se veía, tanto Feng Xin como Mu Qing tenían
expresiones complicadas. Hua Cheng no asomó la cabeza por el
borde, pero todos pudieron escuchar su impotente voz: —Gege
dije que no saliera corriendo. Ahora, ¿qué debemos hacer?

Al escuchar su tono de voz, Xie Lian se sorprendió y su deleite


vaciló.

— ¿Eh? ¿Es difícil lidiar con esta telaraña? ¿E-Ming no puede


cortarla tampoco?
Parecía haber escuchado a Hua Cheng decir débilmente.

—Lo que es difícil no es esta seda… —No estaba seguro de si


Hua Cheng realmente dijo esto. Un breve momento después—.
Hua Cheng dijo suavemente: —E-Ming no está en buen estado
en este momento.

Xie Lian lo consideró extraño, ¿no estaba E-Ming perfectamente


bien y enérgico la última vez? ¿Por qué estaba un mal estado
ahora?

Junto a él, Mu Qing resopló: —No hay necesidad de preguntarle


más. ¿Cómo puede la cimitarra E-Ming estar en mal estado?
Claramente está buscando una excusa para no ayudar.

—No digas eso —dijo Xie Lian. Sintió que era más probable que
E-Ming estuviera siendo castigado y que Hua Cheng no permitiera
que saliera. Justo cuando estaba pensando esto, una sombra
negra brilló desde arriba, y al momento siguiente, una figura
vestida de rojo aterrizó silenciosamente justo al lado de Xie Lian,
y se inclinó para sostener su mano. Xie Lian volteó su mirada
hacia él y dijo apresuradamente: —San Lang, ¿por qué saltaste
también? ¡Cuidado con esas telarañas!

Efectivamente, las cuerdas de seda blanca en el fondo del foso


atacaron. Hua Cheng no se molestó en mirar hacia atrás.
Casualmente agitó su mano y cientos de mariposas plateadas le
cubrieron la espalda, formando una armadura de mariposas, y
comenzaron a pelear con esas telarañas sin piedad. Hua Cheng
arrancó la seda blanca que ataba a Xie Lian y abrazó su cintura
con el brazo izquierdo mientras su mano derecha sacaba un
paraguas rojo.
— ¡Vamos!

Los otros dos restantes vieron que él no tenía ninguna intención


de salvarlos y se quedaron completamente estupefactos: —
¿Ustedes dos han olvidado algo?

Xie Lian no había hablado todavía, pero Hua Cheng miró hacia
atrás.

—Oh, eso es correcto.

Entonces, el fuertemente envuelto Fang Xin salió volando


directamente a su mano. Hua Cheng le entregó la espada a Xie
Lian.

—Gege su espada.

… ¿Eso fue lo olvidado?

Feng Xin y Mu Qing gritaron.

— ¡HEY!

Hua Cheng abrazó a Xie Lian más cerca, lanzando su mano


derecha para abrir el paraguas rojo.

— ¡Gege agárrese fuerte a mí!

Y ese paraguas comenzó a volar, llevándose a los dos con él. Xie
Lian lo abrazó con fuerza según las instrucciones, y justo cuando
estaban a unos 6 metros del suelo, los gritos de los otros dos
comenzaron y Xie Lian no supo si llorar o reír:
— ¡No lo olvidaré! —Soltó a RuoYe de su mano derecha.

Esa venda de seda blanca se envolvió alrededor de los dos


capullos gigantes varias veces y los sacó del hoyo juntos. A medio
camino, Feng Xin gritó: — ¡ESPERA! ¡Espera! ¡He dejado algo
atrás!

— ¿Qué es? —Xie Lian respondió desde arriba.

— ¡Una espada! —Gritó Feng Xin. — ¡Se ha caído en la esquina!

Xie Lian miró hacia abajo y, efectivamente, en la seda blanca de


la esquina, la empuñadura de una espada era algo visible. Por lo
tanto, hizo que RuoYe extendiera otro tramo y también envolvió
esa espada, sacándolos a todos juntos. Finalmente, los cuatro
volvieron a la superficie.

RuoYe arrojó los dos gruesos capullos al suelo y al instante se


envolvió de nuevo en la muñeca de Xie Lian, como si estuviera
aterrorizado por esa seda blanca que se parecía mucho a sí
misma pero mucho más agresiva y malvada, temblando
ligeramente. Xie Lian lo calmó mientras cortaba las telarañas de
los dos con Fang Xin. En el momento en que Feng Xin y Mu Qing
pudieron moverse, ambos se levantaron de un salto y rasgaron el
resto de las telarañas. Xie Lian le entregó a Feng Xin la espada
que RuoYe ayudó a sacar, pero cuando miró hacia abajo, se
sorprendió: —Esto es... ¿HongJing? Nan Feng, ¿tu general
reparó la espada?

Fue un comentario casual, pero en el momento en que las


palabras salieron de sus labios se dio cuenta de lo mal que
sonaba. Feng Xin y Mu Qing todavía estaban en las formas de
Nan Feng y Fu Yao en este momento, por lo que Xie Lian había
olvidado accidentalmente que sus identidades ya estaban
expuestas, y todavía estaba siguiendo la corriente a sus actos de
manera inconsciente. Mientras que la intención original era ser
considerado, el efecto de esta consideración no fue bueno, y los
dos cayeron en un extraño silencio.

Feng Xin no pudo ocultar su expresión y la incomodidad flotó en


su rostro. Se transformó de nuevo a su verdadero ser y tomó la
espada.

—... Sí, está reparada. Hay un montón de demonios en el Monte


TongLu después de todo, así que usarla para mostrarla a otros
hace las cosas un poco más fáciles.

Xie Lian miró al principal culpable que destrozó a HongJing a su


lado y se aclaró la garganta suavemente.

—Lo siento por el problema. Después de todo, realmente no era


fácil reparar una espada hecha trizas.

Mu Qing también se transformó de nuevo a sí mismo y sacudió el


resto de las telarañas.

—Es bueno que esté arreglada. Después de todo, muchos de los


monstruos y demonios son expertos en el disfraz, así que, si uno
no es bueno usando el cerebro, solo podría escapar de ser
engañado usando a HongJing.

Feng Xin estaba enojado.

— ¿A quién llamas tan pasivamente sin cerebro? ¿Crees que no


puedo darme cuenta?
Aquí van de nuevo. Xie Lian negó con la cabeza y se volvió hacia
Hua Cheng.

—San Lang, me fui inesperadamente demasiado rápido antes,


perdón por haberte dejado atrás.

Hua Cheng guardó el paraguas y respondió: —No se preocupe.


Siempre y cuando Gege no vuelva a correr así otra vez.

Xie Lian sonrió, pero justo cuando estaba a punto de hablar, de


repente vio a Mu Qing mirar a Hua Cheng, su mirada se detuvo y
miró fijamente, con era expresión extraña, entonces Xie Lian dijo
en su lugar: — ¿Mu Qing? ¿Qué sucede contigo?

Al escuchar su pregunta, Mu Qing inmediatamente volvió a sí, y


lo miró.

—Nada. Nunca había visto a la Lluvia Sangrienta que busca la


Flor así y pensé que era curioso, eso es todo.

Xie Lian no podía creer completamente en esta explicación. Si


bien esta debería ser la primera vez que Mu Qing había visto la
verdadera apariencia de Hua Cheng, no era como si no hubiera
visto a Hua Cheng en sus formas de dieciséis, diecisiete años, y
las dos pieles no eran tan diferentes, así que ¿Por qué esa
mirada?

Los cuatro salieron de la cueva, y después de unos pocos pasos,


Feng Xin se quedó asombrado.

—... ¿Qué es este lugar?


Mu Qing también se sorprendió: — ¿Qué está pasando?

Estaban atrapados en el fondo del hoyo de telaraña antes, por lo


que nunca tuvieron la oportunidad de investigar la situación en el
exterior, por lo que en el momento en que salieron, se
sorprendieron al ver que debajo de esta gran montaña nevada, en
realidad había un lugar tan misterioso, de otro mundo, con cuevas
tras cuevas llenas de innumerables y diferentes estatuas divinas.

—Esta es una Cueva de los Diez Mil Dioses —explicó Xie Lian.

Mu Qing escudriñó sus alrededores y murmuró: —Quién sabe


cuántos años, y cuánta sangre y sudor se necesitó para construir
algo así. Esto realmente es... realmente es...

Parecía perdido en encontrar palabras para describirlo. Xie Lian


pudo entender sus sentimientos. Después de todo, una cueva de
piedra estaba destinada para el cultivo y la adoración de dioses,
y en ese entonces, sus padres también habían construido cuevas
para él. ¿Qué oficial celestial no se sorprendería ante una
gigantesca Cueva de los Diez Mil Dioses? Si una de sus propias
estatuas fuera adorada en un lugar así, seguramente su estado
divino se vería enormemente beneficiado.

Feng Xin estaba confundido.

— ¿Qué dios es adorado en esta cueva? ¿Por qué están todas


las caras cubiertas con un velo?

—Naturalmente, es para evitar que los futuros transeúntes lo vean


—respondió Xie Lian.
—Eso es extraño. —Mu Qing dijo: —Podrían haber destrozado
las cabezas de las estatuas, así que ¿por qué deben tomarse esta
molestia? Si realmente uno quisiera verlo, un velo delgado como
este no puede evitar nada.

Mientras hablaba, subió para quitar el velo de la estatua divina


más cercana. Xie Lian aún no había tenido la oportunidad de
detenerlo cuando se produjo un escalofriante destello, y la punta
de una hoja de plata colgaba a unos centímetros de los dedos de
Mu Qing.

Esta repentina intención asesina instantáneamente hizo que el


aire entre los cuatro se pusiera tenso. Feng Xin se alarmó.

— ¿Qué estás haciendo?

Incluso con la hoja delante de él, Mu Qing no parecía asustado en


absoluto.

—Tu cimitarra se ve bien, así que ¿por qué el no está en buen


estado?

Hua Cheng estaba justo detrás de él y dijo perezosamente: —


¿Nadie te enseñó a no tocar las cosas al azar mientras estás en
el territorio de otras personas?

—No es tu territorio, entonces, ¿qué estás defendiendo? —


contestó Mu Qing.

Hua Cheng dijo rotundamente: —No quiero causar problemas


innecesarios. Este es el Monte TongLu después de todo, quién
sabe qué pasaría si se quitan los velos.
—No puedo creer que haya un día en que un arrogante personaje
como la Lluvia Sangrienta que busca la Flor tuviera miedo de
causar problemas innecesarios —dijo Mu Qing. Luego, su mano
se movió hacia abajo, tratando de tocar de nuevo la túnica de esa
estatua. La cimitarra E-Ming lo siguió y lo señaló una vez más.

—Esta vez solo trato de sentir el material de la piedra, no de


remover el velo, entonces ¿por qué la Lluvia Sangrienta que
busca la Flor me detiene de nuevo? —preguntó Mu Qing.

Hua Cheng sonrió débilmente.

—Te estoy impidiendo que comiences con problemas.

Xie Lian se puso entre los dos y dijo: —Deténganse, deténganse.


No es que tengamos que ver a qué dios se está adorando aquí.
No debemos quedarnos por mucho tiempo, vámonos primero. No
lo olviden, todavía tenemos una misión que cumplir.

Hua Cheng se quedó mirando la mano de Mu Qing.

—Ya que Gege lo dice, entonces, que él aleje su mano y lo dejaré


pasar.

—Mu Qing, retrocede, ¿de acuerdo? —Xie Lian suplicó.

Mu Qing lo miró.

— ¿Estás loco? ¿Por qué no es él quien retrocede primero? ¿Qué


pasa si me alejo y él no?

Entre un oficial celestial y un demonio, Feng Xin naturalmente


elegiría estar del lado del oficial celestial.
—A lo sumo, aceptaremos que ambas partes retrocedan al mismo
tiempo.

Hua Cheng no mostró signos de retroceder.

—Ya quisieras.

Al ver que ninguno de los lados se echaría atrás, Xie Lian apoyó
la mano en el brazo de Mu Qing e instó suavemente: —Mu Qing,
déjalo. Después de todo, tú eres el que comenzó esto primero, así
que debes ser el primero en dejarlo, ¿de acuerdo? ¿Piensa en
ello como dándome un poco de respeto? Te juro que si te apartas,
San Lang mantendrá su promesa.

Aunque Mu Qing no estaba demasiado dispuesto, después de


permanecer en un punto muerto por un breve momento, dejó caer
su mano lentamente, y regresaron al camino. Finalmente, esa
tensa cuerda se relajó, y Xie Lian también suspiró aliviado. Dio la
casualidad de que llegaron a otra bifurcación en el camino y se
volvió hacia Hua Cheng.

— ¿Por dónde crees que deberíamos ir esta vez?

Hua Cheng parecía haber elegido casualmente un camino.

—Entonces, este camino.

Feng Xin y Mu Qing caminaban detrás de ellos y parecían estar


peleándose nuevamente, pero entre sus argumentos, Mu Qing
exigió.

— ¿Cómo los dos eligieron? ¿Por qué este camino?


Los dos en el frente volvieron sus cabezas hacia atrás.

—Es al azar.

Feng Xin frunció el ceño.

— ¿Cómo pueden elegir al azar? No vayamos a ciegas para que


no caigamos de nuevo en un pozo.

Hua Cheng sonrió: —Incluso si cayéramos en un pozo, tengo


formas de sacar a su alteza. Puedes seguirnos si quieres, si no,
entonces puedes irte solo. Pero para ser honesto, no quiero
rescatarte de nuevo.

— ¡TÚ--!

Pero, esa era la forma en que Hua Cheng hablaba, y no importaba


si había una sonrisa en su rostro y su tono fuera infinitamente
educado, aún sonaba más que falso. Cuanto más sonreía
falsamente, más se enfurecía la gente, tanto que Feng Xin puso
una flecha en su arco.

Xie Lian sabía que en realidad no dispararía y dijo: —Lo siento,


Feng Xin. Pero en nuestra situación actual, realmente no hay
ninguna diferencia en la dirección en qué tomemos.

Hua Cheng se rio con ganas: —Ooh, tengo miedo. Parece que es
mejor que me quede lejos de ti —dijo mientras movía rápidamente
las cejas a Xie Lian y realmente caminó más lejos. Xie Lian sabía
que solo estaba tratando de dejar a los otros dos atrás y sonrió
mientras negaba con la cabeza, listo para seguirlo cuando de
repente, Mu Qing se acercó y lo detuvo. Xie Lian miró hacia atrás,
desconcertado.

— ¿Mu Qing? ¿Qué sucede?

Sin embargo, inesperadamente, Mu Qing no respondió. Agarró a


Xie Lian y corrió directamente hacia el otro camino, gritando: —
¡AHORA!

Adelante, Hua Cheng también notó que algo andaba mal y se


volteó para mirar. Sin embargo, Feng Xin ya había golpeado el
muro de piedra, y las rocas retumbaron mientras se estrellaban
con el suelo, bloqueando el camino. Los dos rápidamente
avanzaron y, en un instante, lanzaron unos cincuenta talismanes
a las rocas. Por lo tanto, Hua Cheng y ellos tres estaban ahora
separados por esta pila de rocas.

Resulta que los dos no estaban luchando detrás antes, ¡en


realidad estaban discutiendo cómo llevar a cabo este ataque
repentino! Xie Lian se quedó estupefacto: — ¿Qué están
haciendo?

Luchó por liberarse de Mu Qing y quería ver cómo estaba Hua


Cheng que estaba bloqueado detrás, pero Feng Xin lo hizo
tropezar, y junto con Mu Qing, cada uno agarró uno de sus brazos
y comenzaron a arrastrarlo, corriendo mientras exclamaban: —
Escapemos, ¡rápido! ¡Esos talismanes no durarán mucho tiempo!

Mu Qing reprendió: — ¿Y tenías que preguntar qué estamos


haciendo? ¿No puedes notar lo raro que él estaba siendo?

— ¿Cómo es él raro? —Xie Lian cuestionó.


—Creo que realmente te has vuelto estúpido. Lo raro está escrito
sobre él, ¡tú eres el único ciego! —Exclamó Mu Qing.

Feng Xin rugió.

— ¡DEJA DE HABLAR Y CORRE! ¡MIERDA, CREO QUE LAS


MARIPOSAS FANTASMALES NOS HAN ALCANZADO!

Mu Qing gritó: — ¡BLOQUEA LA ENTRADA DE LA CUEVA!

Por lo tanto, Feng Xin dio un puñetazo mientras corría, y muchas


de las entradas de las cuevas fueron completamente bloqueadas
por las gigantescas rocas derrumbadas. Los dos arrastraron a Xie
Lian y huyeron a través del largo y sinuoso corredor subterráneo,
y Xie Lian se estaba mareando por todas las vueltas. Gritó: —
¡ALTO! ¡DETÉNGANSE!

Después de haber corrido un largo camino, los dos finalmente se


detuvieron para recuperar el aliento. Aprovechando este
descanso, Xie Lian dijo: —No, quise decir, ¿por qué me sacaron
de repente? ¿Notaron algo?

Feng Xin todavía tenía ambas manos en sus rodillas apoyándose,


respirando ásperamente.

—Déjale, decírtelo otra vez.

Mu Qing se enderezó y se volteó hacia Xie Lian.

—Es tan obvio, ¿pero no lo viste? ¡Esa perla! ¿Todavía te


acuerdas de esa perla?
— ¿Qué perla? Preguntó Xie Lian.

Mu Qing enunció cada palabra: — ¡Ese par de aretes de perlas


de coral de color rojo oscuro que formaron parte del disfraz de
Guerrero Marcial que Complace a Dios para la ceremonia celestial
ShangYuan, esa perla que perdiste!

Le tomó mucho tiempo a Xie Lian, pero todavía no podía


recordarlo, y tocó su oreja, luciendo perdido: —… ¿Fueron mis
aretes en ese momento perlas de coral rojo? ¿Perdí uno?

Las comisuras de los labios de Mu Qing se contrajeron y dijo


furiosamente: —Ustedes dos incluso me acusaron erróneamente
de robar esa perla, ¿cómo no pueden recordar algo como esto?

—Han pasado ochocientos años… —dijo Xie Lian, pero Feng


Xing reprendió: — ¡Deja de inventar, nadie habló mal de ti, tú eres
el que imaginó las cosas solo!

Xie Lian agitó su mano.

—Dejen de pelear, dejen de pelear. ¿Por qué de repente estás


hablando de esa perla ahora?

— ¡Porque esa perla ha sido encontrada! —Mu Qing exclamó: —


¿No viste esa cuenta roja atada en el cabello de Hua Cheng?

Xie Lian abrió los ojos.

— ¿Estás diciendo...?

Mu Qing declaró con convicción.


— ¡Sí!

Entonces esa fue la razón por la que Mu Qing tenía esa extraña
mirada en sus ojos cuando vio a Hua Cheng antes. Xie Lian
preguntó: —… ¿Por qué tendría esa perla de coral rojo? ¿Seguro
que no recuerdas mal?

Mu Qing lo interrumpió: —Busqué esa perla durante todo un año


y nunca dejé de buscarla. ¡Cualquiera puede recordar mal, menos
yo!

Xie Lian se cruzó de brazos y se los metió en las mangas,


reflexionó y frunció el ceño.

—Todavía creo que podrías haberte equivocado. No hay razón


para que esa perla esté en sus manos, ¿no? ¿Las perlas de coral
rojo de alta calidad no son todas iguales? Además, a San Lang
siempre le ha gustado coleccionar tesoros raros. Incluso tiene
antigüedades que tienen miles de años de antigüedad.

Mu Qing asintió.

—Bien. Muy bien. Crees que estoy equivocado. Bien. Entonces


mira esto.

Estaba parado justo al lado de una estatua divina, y mientras


hablaba, quitó el velo de la cara de esa estatua.

— ¿Por qué no miras lo que es esto? Seguramente esto tampoco


puede ser un error.

En el momento en que quitó el velo y Xie Lian barrió una mirada,


instantáneamente sus pupilas se encogieron.
El rostro de esa estatua divina no era nada deformado para
asustar. Era un joven sonriente de buen humor, sus cejas suaves
y amables. Sin embargo, cuando Xie Lian vio esta cara, hubo un
escalofrío instantáneo que se aceleró por su coluHuma vertebral
y levantó todos sus pelos.

¿Cómo podría no ser impactante? ¡Esa cara era prácticamente


del mismo molde que la de Xie Lian!

Mirar esta estatua divina tan de cerca, fue como mirar en un


espejo, e incluso esa sonrisa supuestamente amable ahora
parecía inquietante, y Xie Lian no pudo evitar tener la piel de
gallina.

—Esto…

Mu Qing dijo fríamente: — ¿Todavía me vas a decir que me he


equivocado?

Fue con mucho esfuerzo que Xie Lian finalmente exprimió.

—... ¿Por qué habría una de mis estatuas divinas aquí?

Mu Qing sin embargo, dijo: — ¿Una? No sólo una. Mira de cerca.

Luego, quitó el velo de la cara de otra estatua divina. ¡Esa cara


también era, sin duda, la cara de Xie Lian!

Quitó los velos de las caras de cinco a seis estatuas divinas, ¡y


todas eran exactamente iguales!
—Esto ciertamente es una Cueva de los Diez Mil Dioses —dijo
Mu Qing. — ¡Pero de hecho, solo hay un dios adorado aquí!

¡Y solo era él!

Todo alrededor suyo era su propia cara, era como si Xie Lian se
hubiera hundido en un sueño misterioso y extraño. Se sintió
mareado y perdido por un buen rato y de repente se dio cuenta de
algo.

—Espera. Mu Qing. No tuviste la oportunidad de ver las caras de


estas estatuas antes, ¿verdad? Ibas a quitar los velos, pero fuiste
detenido.

Mu Qing dijo: —No necesito ver los rostros de estas estatuas para
saber qué es lo que está esculpido.

— ¿Qué sabes? —Preguntó Xie Lian.

Mu Qing enrolló todos los velos de seda en una bola y los arrojó
a un lado, sus venas saltaban ligeramente.

— ¿Cómo lo sé? Porque toda la ropa, los accesorios, la vida


diaria, eran parte de mis responsabilidades en aquel entonces.
Lavé para ti, arreglé para ti, no hay nada en tu guardarropa que
sea exactamente igual bajo el cielo, y estas estatuas son
demasiado detalladas, ¡todo está ahí, exactamente igual,
completamente! ¡Por supuesto que sabía a quién pertenecía la
cara cuando vi la ropa!

—… —Xie Lian se cubrió la frente y comenzó a pensar en todos


los comportamientos extraños de Hua Cheng en el camino.
Junto a él, Feng Xin dijo: —El hecho de que no nos permita mirar
esas estatuas solo viene a demostrar que sabía exactamente lo
que era extraño de ellas. Todo eso de que todos caímos por
accidente después de la avalancha probablemente fue una
tontería. Él debe saber qué es este lugar.

Mu Qing agregó: —No solo eso. Apuesto a que él fue el que nos
arrojó a ese pozo lleno de telarañas. Él realmente debe querer
matarnos.

—Pero... ¿Qué hay con esas estatuas? —Se preguntó Xie Lian.

Mirando de cerca, cada estatua aquí fue tallada como si estuviera


viva, detalles más que detallados, casi hasta el punto de dar
miedo. Era fácil ver cuán cerca el escultor había observado al
sujeto de sus estatuas divinas. Xie Lian se atrevió a decir que
incluso los escultores más reconocidos de XianLe en aquel
entonces no serían capaces de alcanzar este nivel de excelencia.
Era como si la mente del escultor estuviera completamente llena
de esta persona, y sus ojos solo vieran a esta persona.

Los tres estaban rodeados por las estatuas que tenían la misma
cara, y Feng Xin se estremeció violentamente.

—Honestamente... qué mierda... demasiado espeluznante...


demasiado realista.

Y eran un gran número también.

—Sospecho que estas estatuas son algún tipo de componentes


necesarios para un hechizo malvado, vamos a destruirlas —dijo
Mu Qing. Luego se movió para cortar una con la mano. La mente
de Xie Lian fue instantáneamente regresada al presente y él lo
detuvo.

— ¡PARA!

Mu Qing lo miró.

— ¿Estás seguro? Este hechizo malvado podría estar dirigido


hacia ti.

Xie Lian reflexionó sobre eso, pero al final todavía dijo: —No
actuemos de manera tan imprudente. Creo que la posibilidad de
que sea un hechizo malvado es muy pequeña.

—Creo que es bastante grande. —Feng Xin dijo: —


Honestamente, qué diablos... ¿No te asusta mirar estas cosas?

Mu Qing miró fijamente a Xie Lian, quien le devolvió la mirada: —


¿Y cuál es la base de tu alegación?

—Nada. —Xie Lian dijo: —Pero, estas estatuas divinas están


esculpidas muy bien, muy meticulosamente esculpidas. Si las
destruimos antes de saber algo, podemos terminar
lamentándonos. Después de una pausa, agregó: —San Lang...
podría haberme mentido sobre algo, pero creo que sea algo
perjudicial para mí…

Mu Qing no podía creer lo que escuchaba.

—... ¿Realmente te lanzó algo para confundir tu mente? Creo que


incluso si él escribiera sospechoso en su cara, de repente tú te
volverías analfabeto.
Mientras los dos estaban hablando, Feng Xin apareció de repente
como si estuviera a punto de enfrentarse a un gran enemigo.

— ¡CUIDADO!

Xie Lian y Mu Qing se tensaron y exigieron: — ¿Qué sucede?

— ¡Esa telaraña viene por nosotros de nuevo! —Exclamó Feng


Xin.

Efectivamente, la luz de la antorcha de la palma iluminó las


paredes de piedra que estaban delante, y sobre ella había
grandes parches de densa seda blanca, y los tres maldijeron, oh
mierda, mentalmente, preparándose para otro enfrentamiento. Sin
embargo, inesperadamente, aunque la seda no era tan agresiva
como las que estaban en el hoyo antes, no se movió ni atacó, y
no fue diferente a un gecko normal. Los tres esperaron un rato y
Xie Lian dijo: —Esas redes de seda no parecen estar vivas.

—Si no está viva, ¿para qué sirve? —Preguntó Feng Xin.

Ya que Xie Lian estaba ahora preocupado, fue a estudiarla un


poco y luego confirmó: —Creo que está cubriendo algo.

Los tres llegaron ante el muro de piedra. Xie Lian intentó tirar y
arrancó un gran trozo de seda blanca. Como se esperaba, la seda
blanca era dura y no era fácil de sacar, pero tampoco era
completamente imposible.

Lo que cubrían los velos era el verdadero rostro de esas estatuas


divinas, ¿entonces qué estaba escondido en las paredes de
piedra?
Los otros dos también se unieron a romper esas redes de
telaraña, cada una de ellos ocupándose de diferentes áreas. Poco
después, un pedazo de muro de piedra fue revelado en el lado de
Xie Lian.

— ¡Es un mural!

Sobre la pared de piedra, lo que esas telarañas se escondían de


manera segura, era una pintura mural gigante. Toda la superficie
de la pared estaba llena de líneas, colores y pequeñas figuras.
Estos fueron divididos en pequeñas secciones, cada uno con
diferentes estilos; algunos toscos y salvajes, algunos elegantes,
algunos exquisitos, algunos peculiares. Después de estudiarlo por
un tiempo, Xie Lian dijo: —... Él pintó esto.

— ¿Él? —Mu Qing hizo eco. — ¿Hua Cheng? ¿Estás seguro?

Xie Lian dijo suavemente: —Sí. Hay palabras aquí, y esas


palabras fueron escritas por él.

Él señaló a una pequeña figura de color rojo sangre en la pared,


y justo al lado había un montón de caracteres retorcidos e
indiscernibles, como si estuvieran escritos en un estado de trance
o sufrimiento extremo, y el autor estuviera desahogándose.
Basándose en esos caracteres, Xie Lian podía suponer que esta
pequeña figura pintada de rojo sangre era el mismo Hua Cheng,
pero por alguna razón desconocida, se pintó a sí mismo muy feo
y desfigurado. Feng Xin lo miró y no pudo evitar comentar: —Este
escrito... es tan feo que he sido cegado. Me atrevo a decir que
incluso escribo mejor que él.
Una escritura más fea que la de Feng Xin era verdaderamente fea
más allá de la salvación. Los ojos de Xie Lian estaban abrumados
por todos los colores; había tanto que ni siquiera sabía dónde
empezar a buscar, pero una vez que confirmó que se trataba de
la caligrafía de Hua Cheng, fue como si de repente descubriera
un enorme tesoro e incluso las yemas de sus dedos temblaran.
Justo en ese momento, Mu Qing parecía haber descubierto algo
no muy lejos y llamó: —... Su alteza, ven rápido. ¡Ven rápido y
mira!

Solo entonces Xie Lian volvió a sí.

— ¿Qué sucede?

Feng Xin y Mu Qing ya estaban sin habla, y solo podían apuntar


a una de las pinturas en la pared. Esa pintura era
considerablemente grande en esta pared, y justo en el centro
había una torre alta de la fortaleza de la ciudad. Debajo había un
mar de personas que rodeaban un glamoroso escenario. Las
líneas eran simples, pero con solo unos pocos trazos, capturó la
escena exactamente.

Mu Qing señaló el centro de la pintura y dijo con voz temblorosa:


—Entonces... ¿este... este era él?

Xie Lian en este punto también estaba mirando fijamente.

Todo el cuadro era incoloro, y dentro de él solo dos figuras tenían


colores. En la parte inferior había una pequeña figura, de color
blanco puro, que parecía brillar, mirando hacia el cielo con las
manos extendidas, a punto de atrapar a la otra pequeña figura que
caía de la torre de la fortaleza.
Y esa pequeña figura era de sangre roja, sangre roja.

Mu Qing murmuró: —... ¿Es él? ¿Es él? ¿Ese pequeño niño que
cayó durante el Desfile Ceremonial Celestial de Shangyuan?
¿Cómo podría ser él? No puedo creer ¿Lluvia Sangrienta que
busca la flor? ¿Es él?

Feng Xin les dio unas palmadas con locura y señaló hacia el lado.

— ¡Hay más en la espalda!

Xie Lian se acercó y vio que en la otra pintura había un pequeño


santuario en ruinas, y sobre el altar había una estatua divina, que
también brillaba débilmente en luz blanca. Esta sostenía una
espada en una mano y en la otra, un paraguas rojo que era
pasado hacia abajo. En el fondo había una pequeña y fea figura
de rojo sangre, sus manos ahuecaban una pequeña flor y se la
ofrecían a la estatua.

Xie Lian de repente sintió que le dolía la cabeza, su mano fue


volando a su sien que ahora palpitaba y continuó mirando.

La siguiente pintura parecía estar representando un campo de


batalla. Grandes bandas de soldados estaban arreglando sus
armaduras, listos para atacar, y en el cielo flotaba una pequeña
figura blanca, con una espada larga en una mano, poderosa y
gloriosa. Abajo, entre las tropas oscuras y gruesas, había otra
pequeña figura de color rojo sangre, con la cabeza levantada,
mirando a la del cielo.

Xie Lian se perdió en sus pensamientos cuando la voz incrédula


de Feng Xin sonó: —Este de rojo, son todos estos una persona,
¿verdad? ¿Son todos él? ¿Es Hua Cheng? Mierda… ¡¿Te ha
estado siguiendo todo este tiempo?!

Mu Qing también parecía incrédulo: —No solo seguirlo, él también


está observando. Mirando muy de cerca. Muy de cerca. ¡Está en
todas partes! Mira, aquí está la calle principal, el bosque de
Buyou, ¿qué es esto? ¿El monte BeiZi? Dios mío... ¿fue él quien
esculpió esas estatuas divinas?

Feng Xin prácticamente sentía escalofríos al mirar esos murales.

—Dios mío... ¿quién demonios es? ¿Te ha estado observando


desde hace ochocientos años? ¿Y todavía lo está haciendo
incluso ahora? Que mierda ¡Esto es aterrador! ¿Está hechizado?
¿Qué demonios quiere? Los fieles normales ni siquiera hacen
esto, ¿qué diablos quiere?

—Debe haber un complot... ¡debe haberlo! —Mu Qing exclamó:


—Vamos a seguir buscando, ¡debe haber algún tipo de pista!

Xie Lian ya estaba completamente sorprendido.

Se quedó mirando esa pequeña figura de color rojo sangre en la


pared, incapaz de comprender y solo sintió que había muchos,
muchos recuerdos que no fueron olvidados, pero que nunca
fueron importantes, que luchaban por precipitarse en su cerebro,
llegando tan rápido que su respiración casi no podía aguantar
más. Justo en ese momento, escuchó a los otros dos al otro lado
gritar, y Xie Lian volvió a sí bruscamente.

— ¿Qué pasa ahora?


Feng Xin y Mu Qing estaban parados frente a un muro de piedra,
pareciendo que vieron algo atroz. Cuando vieron que él se estaba
moviendo hacia ellos, Feng Xin rápidamente se dio la vuelta y lo
detuvo, alejándolo.

— ¡Mierda! ¡NO MIRES!

— ¿Qué? —Xie Lian estaba desconcertado. — ¿Qué sucedió?


¿Por qué no puedo mirar?

El rostro de Mu Qing también era sombrío cuando exclamó: —...


Vamos a dejar de mirar. No hay nada bueno aquí, ¡solo salgamos
de aquí lo antes posible!

Los dos agarraron cada uno de sus brazos y comenzaron a correr


de nuevo todo el camino. Xie Lian se quejó mientras lo
arrastraban.

— ¿Qué están haciendo ambos? ¡No había terminado de mirar


esos murales!

Feng Xin gritó furioso mientras corría.

— ¡NO HAY NECESIDAD DE MIRAR MÁS! ¡ESAS COSAS NO


DEBEN SER VISTAS! ¡MI PUTO DIOS! ¡NUNCA HE VISTO
ALGO COMO ESTO EN MI PUTA VIDA! ¡ESA PERSONA!

Xie Lian estaba completamente confundido.

— ¿Qué nunca has visto? ¿Qué pasa con San Lang?

Mu Qing advirtió: — ¿QUÉ HACES LLAMÁNDOLO SAN LANG?


¡DETENTE! ¡NO PUEDES ALEJARTE RÁPIDO! ¡NO VAYAS
MÁS CERCA DE ÉL EN EL FUTURO, ÉL NO ES NORMAL, ÉL
ESTÁ DEMENTE, ÉL ESTÁ LOCO!

Xie Lian no pudo escuchar más.

— ¿Por qué ustedes dos lo están maldiciendo de esta manera?


Ninguno de nosotros es realmente tan normal, ¿de acuerdo?

— ¡DEJA DE PREGUNTAR! —Gritó Feng Xin. — ¡TÚ NO


ENTIENDES! ¡ÉL NO ES COMO NOSOTROS! ¡ÉL ESTA LOCO!
HACIA TI, ÉL, ÉL... ÉL…

— ¿Hacia mí qué? —Xie Lian exigió. —Por favor déjenme ir.


Déjenme volver y ver por mí mismo, ¿de acuerdo?

Uno quería regresar, los otros dos estaban jalando, y los tres
estaban atrapados en un punto muerto cuando de repente,
delante de ellos se escuchó una escalofriante voz fría: — ¿No dije
que no tocaran las cosas al azar en el territorio de otra persona?

Los tres se congelaron y giraron sus cabezas para mirar. Delante


había una figura vestida de rojo. Hua Cheng estaba apoyado
contra el muro de piedra, bloqueando su camino, y sonrió.

—De lo contrario, no puedo decir exactamente qué pasará.

Mientras su rostro sonreía, sus ojos no tenían rastro de alegría, y


en cambio estaban oscuros. Abrazó uno de sus brazos mientras
que la otra mano estaba torciendo algo ociosamente.

Era esa perla de coral rojo profundo, atada en ese delgado


mechón de pelo. El suave brillo rojo de ese coral era tan brillante
y deslumbrante como el rojo nudo de afinidad entre sus dedos.
Capítulo 176: La cueva de los diez mil dioses; rostros de diez mil dioses revelados
(parte dos)

¡Esos cientos de talismanes encantados y pesadas pilas de rocas


no pudieron detenerlo en absoluto!

Feng Xin y Mu Qing reaccionaron rápidamente; Feng Xin lanzó


sus flechas una tras otra mientras Mu Qing giraba su zanbato,
enviando un ataque en el aire hacia él, luego agarró a Xie Lian y
corrió. Feng Xin empleó los mismos trucos y golpeó salvajemente
las rocas mientras gritaba: — ¡QUÉ MIERDA! ¿Cómo nos
encontró tan rápido?

— ¿Cómo debería saberlo? —Gritó Mu Qing. — ¡El hilo rojo! ¡El


hilo rojo! ¡¡Su dedo todavía está atado con ese hilo rojo!!

Cuando los dos se dieron cuenta, ambos voltearon para tomar la


mano de Xie Lian. Como si Xie Lian fuera a dejar hacer eso. Su
otra mano extendió y la agarró para proteger a esa mano con el
nudo rojo, y exclamó: — ¡NO PUEDEN!

Feng Xin exclamó: —Alteza, si está atado con este hilo rojo, nos
encontrará. ¡Si no quiere que él nos alcance, entonces debe estar
desatado!

Sin embargo, Xie Lian se aferró a su propia mano y dijo: —Incluso


si él me alcanza, no tengo miedo. Yo... quiero preguntarle acerca
de esto directamente.

Los ojos de Mu Qing se ensancharon.


— ¿Todavía quieres hablar con él? Creo que tendría que
devorarte completamente para que comprendieras totalmente lo
poderoso que es él.

—Pero ya sé que es poderoso. —Xie Lian respondió: —Ustedes


no me dirán qué era ese mural y no me dejarán acercarme a él.
No pueden convencerme en nada de esto.

—Es un rey demonio, sus comportamientos son anormales.


¡Normalmente, la gente se quedaría muy lejos con solo estos dos
puntos sin necesidad de que nadie les convenza de nada!

Xie Lian extendió dos dedos.

—Dos opciones: o me dejas regresar y pedirle que se explique, o


me dejas regresar para mirar ese mural.

Feng Xin y Mu Qing parecían haber recordado algo aterrador, y


uno tenía los labios retorcidos mientras que las cejas del otro no
podían fruncirse y profundizarse más, y ambos bloquearon frente
a él, gritando al mismo tiempo: — ¡NO PODEMOS PERMITIR
NINGUNA!

Por lo tanto, Xie Lian subió sus mangas: —Ya que ambos dijeron
que no, ¡entonces resolvamos esto con nuestros puños! ¿Quién
es primero? ¿O vendrán los dos juntos?

Mu Qing se volvió hacia Feng Xin.

— ¡Tú primero! —Luego retrocedió hacia un lado. Feng Xin


parecía que no estaba muy seguro de poder ganar contra Xie
Lian, pero para rescatar a un joven perdido, daría lo mejor de sí,
por lo que se aferró a su arco. — ¡MUY BIEN! ¡Alteza, perdona la
insolencia!

Xie Lian también respondió: —Perd… Sin embargo,


inesperadamente, incluso antes de que terminara la cortesía de
apertura, le pusieron algo caliente en la espalda, y alguien detrás
de él gritó: — ¡QUÉDATE QUIETO, NO HABLES! —Y toda su
persona se congeló una tabla.

¡No solo eso, su voz tampoco pudo salir más!

Mu Qing salió de detrás de Xie Lian y le dijo a Feng Xin: —Vamos


a arrastrarlo lejos. Este talismán puede suspenderlo
temporalmente, pero no durará demasiado.

Feng Xin estaba un poco estupefacto: — ¿Por qué lo


emboscaste? ¿No acordamos uno a uno?

Xie Lian tampoco había imaginado que Mu Qing inmediatamente


no cumpliría su promesa. Si no fuera porque él confiaba
plenamente en sus antes dos subordinados, tampoco habría sido
engañado tan fácilmente.

— ¿Quién tiene tiempo para que vayas uno a uno en este


momento? —Mu Qing dijo: —Lo está haciendo a propósito. Es
fácil ver que está haciendo pasar el tiempo para que Hua Cheng
nos alcance. ¿No ves el estado en el que está ahora?
¡Completamente encaprichado! No importa lo que le digas ahora
mismo, no entenderá nada. Tal vez una vez que se encuentren,
Hua Cheng solo tendrá que complacerlo con un par de palabras
dulces y él le creerá, como uno encantado por un espíritu zorro.46

Feng Xin contempló y sintió que lo que Mu Qing dijo tenía sentido
y suspiró: —Su alteza, no es que lo engañemos intencionalmente,
pero cómo es él hacia ti es... indecoroso. ¡Realmente no puedo
decirlo en voz alta! Por favor, solo ven con nosotros.

—Vamos —dijo Mu Qing también.

Las palabras de Mu Qing no eran una sugerencia o un pedido,


sino una orden. Lo que golpeó en la espalda de Xie Lian antes
debeió ser un talismán de hechizo de comando dibujado con su
sangre. El Talismán de Comando podría hacer que el objetivo
obedeciera las órdenes del que puso el hechizo, pero en verdad,
solo podía realizar comandos simples como; no hablar, caminar,
parar, correr, etc. Los comandos más complicados eran más
difíciles para ejecutar, y el talismán tampoco podía confundir la
mente. Solo los demonios poderosos como el Brocado Inmortal
podrían realizar tal cosa.

Los dos caminaron velozmente con Xie Lian jalándolo de nuevo,


pero de repente se detuvieron por una pila de escombros que
bloqueaba el camino. Feng Xin vio que el camino estaba cortado
y se preguntó: — ¿Por qué hay rocas aquí que bloquean el
camino? ¿Ya no podemos irnos?

— ¿No fuiste tú quien derribó esas rocas? ¿Por qué me


preguntas? —Dijo Mu Qing.

46
Los espíritus de zorro en los cuentos populares de Asia son seductores son
conocidos por encantar y hechizar a personas inocentes, y hacer que se enamoren
irremediablemente del espíritu.
Feng Xin preguntó: —Tú eres el que lidera el camino, por lo que
fuiste tú el que se equivocó. Si hemos pasado por aquí antes, ¿por
qué regresamos?

Mu Qing se negó a ser interrogado: —Qué chiste, no conozco los


caminos aquí, ¿cómo puedo liderar? ¿No estábamos corriendo
sin dirección antes?

Parecía como si estuvieran a punto de entrar en otra discusión, y


Feng Xin agitó su mano.

—No importa, no tengo tiempo para malgastar mi aliento. ¡Vamos


a cavar a través de esto!

Hua Cheng los perseguía por detrás, así que solo podían seguir
adelante. Retirarse no era una opción, de lo contrario, se
encontrarían entre sí. Bloquear caminos era fácil, pero cavar a
través de uno era mucho más difícil. Los dos hicieron que Xie Lian
permaneciera de pie obedientemente en el rincón, mientras que
Feng Xin golpeaba al azar y Mu Qing, con sus venas macando en
su frente, giraba su zanbato de manera impresionante. En poco
tiempo se abrió el camino. Los escombros rodaron y el polvo
nubló. Estaban a punto de llamar a Xie Lian cuando,
inesperadamente, una vez que todo el polvo se despejó, lo que
tenían ante sí era una figura vestida de rojo. Los ojos de Xie Lian
se iluminaron al instante. ¡Era Hua Cheng!

Sus ojos eran fríos y estaba parado con las manos detrás de su
espalda, silencioso y sin palabras. Feng Xin soltó en el acto.

— ¡¿POR QUÉ NO TE VAS?!


Él era realmente la mismísima definición de persistencia. Fue
claramente dejado atrás en el polvo antes, así que, ¿cómo
apareció de repente delante de ellos en el siguiente segundo? Y
quién sabe cuánto tiempo estuvo allí de pie, esperando para
mostrarse en silencio mientras ellos despejaban el obstáculo que
bloqueaba su camino. ¿No era esto increíblemente persistente y
espeluznante?

Feng Xin y Mu Qing se apartaron instantáneamente por un largo


trecho. Hua Cheng no los miró. Sus ojos se movieron hacia un
lado y dió un paso en dirección a Xie Lian. Feng Xin y Mu Qing se
dieron cuenta por quién estaba aquí, e instantáneamente se
acercaron al lado de Xie Lian para bloquear, gritando juntos: —
¡NO VENGAS MÁS CERCA!

La cara de Hua Cheng era extremadamente sombría.

Por lo general, si hubiera alguien que le dijera a la Lluvia


Sangrienta que busca la Flor que no se acercara, a él ni le
importaría y sería más raro que no se riera, luego se acercaría de
todos modos. Sin embargo, esta vez, fue como si él fuera
genuinamente cauteloso y no se atreviera a moverse
imprudentemente, deteniéndose en su paso.

Después de un breve momento, finalmente habló, sus palabras


fueron lentas: — ¿Qué quieren decir con esto?

Por su tono sonaba bastante tranquilo. Sin embargo, Feng Xin fue
mucho más directo: —Ya no tienes que fingir, sabemos que esta
es tu antigua guarida. Ya hemos visto esas estatuas divinas, y
esas pinturas, ¡lo hemos visto todo!
Hua Cheng no estaba frente a ellos directamente, estaba parado
a un costado, y al escucharlo, las manos detrás de su espalda
parecían haberse sacudido, dos de los dedos se curvaron
rígidamente.

…Inclinó la cabeza y preguntó en voz baja: — ¿Su alteza, también


vio?

Su voz era muy, muy baja, y si bien aún sonaba implacable,


estaba un poco agrietada, obviamente extraña. Xie Lian gritó
mentalmente: — ¡No!

A decir verdad, no vio mucho, pero Xie Lian no podía moverse ni


hablar en ese momento, y solo podía inclinarse obedientemente
contra el muro de piedra en la esquina, como si estuviera
escondido detrás de los otros dos, con miedo de enfrentarse Hua
Cheng y se negara a hablar con él. Feng Xin sacó su arco.

—Eso es correcto. Ahora hemos entendido qué... intenciones...


tienes. Con respecto a ti como un rey demonio, si aún tienes algo
de dignidad, por favor, no te acerques a su alteza otra vez.

En este momento, los sentimientos de Xie Lian eran como una


cabaña en llamas, con humo negro pesado y espeso. Hua Cheng
debería haberse dado cuenta de que algo andaba mal con él, y
Xie Lian solo podía esperar que Hua Cheng lo interrogara para
que lo notara. Pero, Hua Cheng parecía no estar interesado en
notar nada y solo dijo fríamente: — ¿No te acerques a él? ¿Y qué
derecho y posición tienen ustedes para decirme eso?

Sin esperar su respuesta, los ojos de Hua Cheng brillaron


peligrosamente.
— ¡Pero me recordaron que todavía tenemos asuntos pendientes
que resolver!

En el momento en que sus palabras terminaron, innumerables


mariposas plateadas se lanzaron hacia ellos dos, gritando.

Frente a un ataque semejante a una tormenta, la única opción era


usar escudo espiritual. Feng Xin y Mu Qing gritaron: — ¡ESCUDO!

Ese diluvio de mariposas fue bloqueado por un escudo espiritual


sin forma, y se rompió en una luz plateada brillante en el aire,
luego se recristalizaron rápidamente en nuevas mariposas
plateadas y atacaron una vez más, completamente imparables.
Retrocedieron cuando bloquearon, y Hua Cheng avanzó
progresivamente paso a paso. Los torbellinos levantados por su
aura espiritual agitaron su pelo negro y este bailó salvajemente
con las ráfagas; y bajo la luz cegadora de las mariposas de plata,
la furia y la violencia enloquecidas en sus ojos estaban
completamente expuestas. El simple hecho de mantener un
escudo como este era demasiado pasivo, y Feng Xin y Mu Qing
intercambiaron una mirada, aceptando atacar directamente, y
sostuvieron el escudo espiritual mientras se acercaban, cada uno
mostrando su propia arma. Los tres comenzaron así a luchar en
este estrecho corredor de piedra. Feng Xin peleó contra las
mariposas fantasmales mientras que Mu Qing se enfrentó a Hua
Cheng. Hua Cheng extendió un brazo y la cimitarra E-Ming
apareció en su mano izquierda, lista para contraatacar.

Esta fue la primera vez que Xie Lian presenció a E-Ming pelear
seriamente. La cimitarra era larga y delgada, escalofriante y
asesina, y su luz plateada era amenazante: ¡en verdad, era una
espada perversa llena de maldad!
Esta batalla fue realmente emocionante; Hua Cheng se mantuvo
firme en un enfrentamiento uno contra dos, y Xie Lian observó sin
parpadear, conteniendo la respiración, y pronto, la punta de la
hoja de E-Ming se movió, enviando el zanbato de Mu Qing a las
rocas. Aunque Mu Qing todavía tenía la empuñadura en sus
manos, no podía sacar su arma. En su momento de shock, Hua
Cheng ya había movido su puño y lo golpeó directamente en la
mandíbula, enviando a toda su persona prácticamente a volar en
el aire, la empuñadura finalmente se soltó de su agarre. En el otro
extremo, cada una de las puntas de las flechas de Feng Xin fueron
atrapadas por las alas afiladas de las mariposas fantasmales, ¡y
en última instancia había demasiadas, difíciles de tratar!

La victoria y la derrota eran obvias en este punto, y desde las


esquinas, innumerables sedas blancas se deslizaron y
envolvieron a esos dos en dos capullos gigantes una vez más;
mientras más luchaban, más apretado era el agarre, y Mu Qing
rasgó esa seda mientras gritaba: — ¡YO SABÍA QUE ERAS TÚ
QUIEN NOS TIRÓ EN ESTE AGUJERO!

Feng Xin exclamó: — ¡Esto no es seda de araña! ¡Esto es…!

Era claro para Xie Lian también. ¡Era seda de mariposa!

Antes de que los capullos se rompieran para que emergieran las


mariposas, se formaban pupas. ¡La extraña seda blanca,
semejante a la seda de una araña, fue completamente hecha por
Hua Cheng, y probablemente estaba vinculada a esas mariposas
fantasmales extremadamente agresivas!

Con el resultado decidido, Hua Cheng retiró la cimitarra y se burló:


—Los lancé para salvarlos del desastre. Al final del día, si no fuera
por sus fuertes gritos que causaron la avalancha, no habría
ninguna posibilidad de que entraran en esta Cueva de los Diez Mil
Dioses. ¿Por qué no me agradecen por salvar sus pequeñas
vidas?

El plan original de Hua Cheng era probablemente esperar la


avalancha, y una vez que la montaña nevada se hubiera calmado,
sacaría a Xie Lian, dejando a Feng Xin y Mu Qing detrás bajo sus
propias suertes. Sin embargo, inesperadamente, esos dos habían
roído el capullo e hicieron ruido, lo que llevó a Xie Lian a
descubrirlos, lo que provocó todos los incidentes que siguieron. Si
no fuera por todo eso, Xie Lian podría haber seguido a Hua Cheng
sin mirar una sola estatua divina.

Sin embargo, ahora, las cosas habían evolucionado en el peor de


los escenaios. Cada secreto fue sacado y expuesto bajo el sol.

El corazón de Xie Lian estaba ansioso, pero su cuerpo seguía


sentado obedientemente en el mismo lugar. Lo frío en los ojos de
Hua Cheng se estaba volviendo cada vez más pesado, y miró a
Mu Qing desde arriba, afirmado en voz baja: —Parece que el que
tiene talento para los sables soy yo. No tú.

La garganta de Mu Qing estaba atada por unas pocas bandas de


seda blanca, su rostro alternaba entre el azul y el rojo debido al
estrangulamiento, espuma goteaba en las comisuras de sus
labios y se ahogó: — ¡Tú! … ¿tú…? Ya veo, lo entiendo…

Feng Xin también estaba apretando los dientes.

—... ¿Qué... entendiste?

Mu Qing dijo: —Entiendo... por qué este bastardo me odia tanto


ahora... ¡probablemente sea la misma razón para ti!
—Qu... cof, ¿por qué? —Feng Xin exigió.

Mu Qing dijo con odio: — ¡Porque está loco! ¿Has olvidado lo que
había en ese mural? Él es ese... ese joven soldado que su alteza
quería promover después de regresar del Monte BeiZi. Su alteza
había dicho que su manejo de espada era bueno, muy adecuado
para el sable... cof, cof.

— ¿Qué tiene eso que ver con el odio que tiene por ti? —Preguntó
Feng Xin.

Sin embargo, Mu Qing dejó de hablar. BAM! El puñetazo de Hua


Cheng dio en su rostro y sonrió de forma escalofriante,
respondiendo por él: —Porque me echó del ejército.

¡¿Mu Qing había hecho algo así?!

Feng Xin estaba asombrado.

—... ¡¿QUÉ MIERDA?! ¿POR QUÉ LO BOTASTE DEL


EJÉRCITO? ¿TE HIZO ENOJAR?

Mu Qing respondió con el rostro cubierto de sangre.

— ¡Solo lo hice ir a casa, no es como si pelear una guerra sea


algo bueno! ¡Cómo pude saber que terminaría así de loco,
guardando rencor hasta ahora!

Antes de que terminara, otro golpe fuerte aterrizó, ¡BAM!, y su


rostro estaba casi contorsionado. Hua Cheng sonrió: — ¿Crees
que no puedo adivinar por qué me echaste en ese entonces?
¿Hm?
Los ojos de Mu Qing brillaron. Hua Cheng luego soltó una risita.

— ¿No es ahora más obvio quién es la basura inútil?

…Era como si Mu Qing fuera apuñalado donde le dolía y él


escupió una bocanada de sangre, luego dijo,
despreocupadamente lento: —Gracias a Dios que te eché, de lo
contrario, si te mantuviéramos en el ejército y te permitiéramos
acercarte más a su alteza, ¿solo ibas a verlo todo el día con la
mente llena de indecible inmundicia? ¡Asqueroso!

El corazón de Xie Lian se apretó violentamente. En la última línea


de Mu Qing, Hua Cheng ya había levantado el puño, pero cuando
se escupió la palabra asqueroso, la mano en el aire se congeló, y
las venas aparecieron en el dorso de esa mano pálida. Los dedos
se apretaron y se aflojaron, se aflojaron y luego se apretaron.

Un breve momento después, Hua Cheng dijo de manera


escalofriante: —No discutiré contigo sobre eso por el momento.
Solo dime que, honestamente, ¿es verdad lo que ambos gritaron
antes de la avalancha?

Los ojos de Mu Qing se abrieron bruscamente y miró a Feng Xin.


Feng Xin también miró hacia ellos, sus ojos redondos y saltones.

Ninguno de los dos sabía cómo responder.

Hua Cheng dijo bruscamente: —Mi paciencia es limitada.


Contéstame a la cuenta de tres. ¡Uno! ¡Dos!
¡Él en realidad actuaría de manera una tan radical! En ese
momento, Mu Qing pensó en una idea en medio de su pánico y
gritó: — ¡¡¡SU ALTEZA, CORRE!!!

En el momento en que salió la orden, Xie Lian, cuya espalda tenía


con un talismán de sangre, respondió de inmediato y se movió
para huir. Hua Cheng se dio la vuelta de inmediato y desde las
esquinas salieron dos bandas de seda blanca que ataron a Xie
Lian por la fuerza y, antes de que diera más de dos pasos, cayó
al suelo.

En esta situación, parecía como si él estuviera conmocionado y


alterado todo este tiempo, o que tenía dificultades para aceptar la
verdad, o que no estaba dispuesto a interceptar la pelea,
quedándose aturdido, y finalmente había decidido huir, pero no
tuvo éxito. ¡Pero la verdad era que nunca había pensado en huir!

Las manos y los pies de Xie Lian estaban fuertemente sujetos por
una pesada seda blanca, y él yacía tendido en el suelo, con el
pelo negro y las mangas blancas esparcidas por todo el suelo, con
su sombrero de bambú a un lado. Hua Cheng se dio la vuelta
lentamente, y después de una larga pausa, caminó hacia él. No
dio más de unos pocos pasos antes de que Feng Xin no pudiera
contenerse y gritó: — ¡HUA CHENG!

Hua Cheng se detuvo en su paso y volteó ligeramente la cabeza.

Feng Xin se obligó a suplicar: — ¡Dej... deja ir a su alteza! Ya ha


sufrido bastante. No, a él…

Hua Cheng no habló. Llegó al lado de Xie Lian, puso sus manos
detrás de las rodillas y la espalda de Xie Lian y lo levantó,
asegurando a Xie Lian en su agarre.
Xie Lian se apoyó en su brazo y pudo ver detrás de las
expresiones en esos dos blancos y gigantes capullos. Feng Xin
parecía que estaba presenciando a un cordero entrando en la
boca de un tigre, como si Xie Lian fuera a ser destrozado y
devorado, y comenzó a gritar. Mu Qing comenzó a usar sus
dientes para morder la seda blanca de nuevo, pero debido al difícil
ángulo, todo fue para nada. Hua Cheng conocía los caminos de
la Cueva de los Diez Mil Dioses como la palma de su mano, y
después de muchas vueltas y esquinas, las figuras de esos dos
pronto desaparecieron junto con sus voces.
Capítulo 177: Cueva de los Diez Mil Dioses; Rostros de diez mil dioses revelados
(parte tres)

Xie Lian fue llevado en los brazos de Hua Cheng mientras se


adentraban en la oscuridad de las cuevas más recónditas de la
cueva.
La única fuente de luz a su alrededor eran las mariposas
fantasmas plateadas que revoloteaban suavemente. Xie Lian no
podía ver la expresión en la cara de Hua Cheng claramente, pero
podía sentir los brazos de Hua Cheng y todo su cuerpo rígido.
No era como si Hua Cheng nunca lo hubiera sostenido antes en
el pasado, pero era muy obvio que ahora, algo había cambiado, y
Hua Cheng no tocaría ni siquiera su cuello o manos directamente.
Xie Lian siguió mirando la cara de Hua Cheng, parpadeando con
fuerza, pero Hua Cheng siguió evitando sus ojos, negándose a
mirarlos, y entró en la cámara de la caverna cuando lo deseó.
Había una cama de piedra dentro de la cámara de la caverna e
inmediatamente trajo a Xie Lian para que lo bajara. Justo cuando
estaba acostando a Xie Lian, de repente notó algo, revisó la
espalda de Xie Lian y habló: — ¿Te lanzaron un hechizo?
Xie Lian estaba encantado. ¡Finalmente lo descubrió!
Sin embargo, el hecho de que a Hua Cheng le tomó tanto tiempo
darse cuenta de que Xie Lian tenía algo que ver con eso solo
demostró cuán desprevenido había estado antes Hua Cheng. Xie
Lian estaba esperando que Hua Cheng le quitara el Talismán de
Comando de su espalda, pero inesperadamente, a pesar de que
Hua Cheng ya había extendido su mano, se detuvo a la mitad y al
final retiró la mano y dejó a Xie Lian en la cama.
Tal vez fue para que Xie Lian no se preocupara, dijo en voz baja:
—Su Alteza, no se preocupe. No mataré esas dos basuras inútiles
por ahora. Aunque realmente quiero asesinarlos.
Sobre esa cama de piedra también había una capa de heno
fresco, grueso pero suave, y Xie Lian estaba tendido encima de él
sin fuerzas, un poco preocupado pero tan ansioso que sus
entrañas humeaban, y no podía entender por qué Hua Cheng no
lo liberaba del hechizo. Justo cuando estaba tratando
desesperadamente de luchar, vio que Hua Cheng extendía la
mano hacia el cinturón alrededor de su cintura y lo desataba.
Justo en ese momento, en esa inoportuna coincidencia, Xie Lian
podía sentir que el Talismán de Comando en su espalda
comenzaba a desvanecerse y su pierna se sacudió con fuerza
mientras un "¡ah!" escapaba de sus labios.
Aunque no parecía más que un pez muerto que se retorció por
un segundo en su último intento de vida, expresando su objeción
sin ningún poder real, Hua Cheng todavía se congeló de
inmediato, e instantáneamente retiró su mano.
— ¡No lo haré! —Como si Hua Cheng sintiera que su propio tono
era demasiado áspero y temía haber asustado a Xie Lian,
haciéndolo sentir asqueado, Hua Cheng retrocedió unos pasos y
suavizó su voz, su expresión ilegible, cautelosa y resignada
mientras decía en voz baja—: Su Alteza, no le haré nada. No...
no tenga miedo.
Xie Lian finalmente entendió.
Hua Cheng todavía no estaba seguro de qué tipo de respuesta
recibiría de Xie Lian al retirar el hechizo, por lo que se negaba a
escuchar la respuesta por completo.
Hua Cheng parecía estar conteniendo algún tipo de impulso, y
una vez más empleó una voz llena de seguridad, hablando
suavemente.
—Su Alteza, confía en mí.
Pero este confía en mí sonaba débil en comparación con los
tiempos anteriores cuando dijo lo mismo. Xie Lian quería
responderle, pero no pudo, y no se atrevió a luchar más para que
el malentendido no se profundizara, por lo que solo podía
quedarse allí sin moverse, esperando que pasara el poder del
Talismán de Comando. Al ver que Xie Lian ya no se resistía, Hua
Cheng se acercó de nuevo, extendió la mano y desató con
cuidado el cinturón de Xie Lian.
— ¿San Lang? —Xie Lian gritó mentalmente.
Por supuesto, creía de todo corazón que Hua Cheng no se
aprovecharía de las personas cuando estaban indefensas, pero
este desarrollo también estaba completamente fuera de sus
expectativas y no pudo evitar abrir los ojos. Mientras Hua Cheng
aflojaba la túnica de Xie Lian, todavía hizo todo lo posible para no
hacer contacto con su cuerpo, así que se tomó su tiempo, y pasó
mucho tiempo antes de que le quitara la túnica exterior de Xie
Lian, luego la túnica interior. Fue solo cuando una mariposa
fantasma voló hasta la punta del hombro de Xie Lian y se
encaramó, y una sensación cálida y hormigueante se arrastró por
su piel, Xie Lian se dio cuenta de que sus hombros estaban rojos
y ligeramente hinchados, la piel en algunas áreas estaba
agrietada incluso, y solo comenzó a sanar después de que la
mariposa plateada se hubiera posado.
Eran heridas por congelación que quedaban de gatear y caer por
las montañas heladas.
El propio Xie Lian no se había dado cuenta ya que ya no era
demasiado sensible al dolor. Si está congelado, entonces está
congelado, e incluso si notara estas lesiones, probablemente los
dejaría sanar por sí mismos. Sin embargo, Hua Cheng sabía
mejor que él dónde estaba herido, lo tenía en mente y tenía que
abordar las heridas sin importar qué.
Justo cuando se estaba alejando, Hua Cheng lo sostuvo y levantó
el brazo. Hubo aún más congelaciones en sus manos y pies, y
debido a todas las desesperadas carreras y tirones, muchos
lugares ya estaban sangrando. Xie Lian no tenía miedo al dolor,
pero era un cosquilleo. Además, muchos recuerdos rotos de los
años pasados flotaron en su mente a pesar de sí mismo. En una
cueva oscura, las manos temblorosas y ardientes de un niño,
toques aleatorios de pánico, respiración irregular y latidos
cardíacos...
Esos recuerdos originalmente estaban tan disminuidos que no
podían ser más débiles, y hacía tiempo que los había sellado,
arrojado a una esquina. Ahora que los recuerdos estaban
resurgiendo, tenían un sabor sorprendentemente diferente,
haciendo que uno se quisiera sostener la cabeza y gritar.
Especialmente ahora que Hua Cheng estaba justo frente a él,
haciendo prácticamente lo mismo. Tanto la cara como la mente
de Xie Lian iban a arder. Tenía miedo de que Hua Cheng pudiera
ver, pero Hua Cheng no lo miró en absoluto, cumplió su promesa
por completo, nunca cruzó la línea, y mantuvo la cabeza
ligeramente vuelta, evitando su mirada de ese hombro blanco
medio expuesto.
Sin embargo, inesperadamente, en ese momento, una voz
apareció de repente detrás de Hua Cheng: — ¡Hua Cheng! Loco,
¿qué crees que le estás haciendo a Su Alteza? ¡Eres
repugnante!"
Hua Cheng giró su cabeza, y Xie Lian también miró más allá de
él, moviendo sus ojos hacia la entrada de la cámara de la caverna.
¡El que habló fue Mu Qing!
Feng Xin también estaba a su lado. Los dos solo fueron
envueltos en capullos gigantes por Hua Cheng antes, pero de
alguna manera se liberaron y encontraron este lugar.
Cuando vieron la escena dentro de la caverna, sus caras
palidecieron. La cara de Xie Lian también palideció.
En verdad, ¡que vista tan horrible!
Feng Xin señaló a Hua Cheng, luego señaló a Xie Lian, cuya ropa
estaba medio pelada, y fue un buen momento antes de que
pudiera exprimir.
—USTED... USTED... ¡DÉJELO IR AHORA MISMO!
Hua Cheng instantáneamente sacó la ropa de Xie Lian y dijo
fríamente: —Ustedes dos basuras inútiles se atreven a buscarnos,
creo que están cansados de vivir.
Mu Qing se burló.
—Mueve tus manos sucias. ¿Sapo feo que quiere probar la carne
de cisne? No te olvides de soñarlo durante ochocientos años,
incluso si esperas por otros miles de años, no te atrevas a tocar
un solo dedo de Su Alteza.
Al escuchar esto, el corazón de Xie Lian se sacudió, pero entre
molestias, pudo sentir que algo andaba mal.
¿Qué pasaba con esos dos? Incluso si Hua Cheng los derrotó
antes, no deberían ser tan groseros frente a él, especialmente Mu
Qing. Era como si estuvieran tratando de provocar a Hua Cheng
a propósito. No había ningún beneficio en provocar a Hua Cheng,
tampoco podían vencerlo, ¿cuál era su objetivo? Además,
apuntaban sutilmente la lanza en la dirección de Xie Lian en su
tono, como si suplicaran que descendiera el caos, como si
temieran que Hua Cheng no le haría algo a Xie Lian si se
enfurecía.
Efectivamente, Hua Cheng estaba indignado, y su rostro pálido
brillaba con la oscuridad. Amenazó suavemente: —Ya que ambos
vinieron con la intención de morir.
Xie Lian pudo ver esa intención asesina desnuda en sus ojos y
horror llenó su corazón.
— ¡NO LO HAGAS!
Demasiado tarde. La cimitarra estaba desenvainada y el frío
resplandor de E-Ming brilló.
Feng Xin y Mu Qing estaban sorprendidos, e inconscientemente
bajaron la cabeza. Afortunadamente, no hubo heridas en sus
cuerpos.
Sin embargo, inesperadamente, antes de que tuvieran la
oportunidad de respirar aliviados o devolver cualquier tipo de
represalia, el siguiente segundo, ¡la mitad superior de sus cuerpos
se estrelló en un ruido sordo!
La sangre brotó y brotó como un loco, derramándose e inundando
el suelo.
Xie Lian nunca había esperado que se desarrollaran cosas como
esta y ya estaba completamente aturdida, tendida sin fuerzas en
esa cama de piedra.
¡Hua Cheng, en realidad cortó a Feng Xin y Mu Qing en la cintura!
Esos dos aún no habían muerto por completo, y rodaron por el
suelo, uno apretando los dientes, el otro gritando furiosamente, un
espectáculo demasiado trágico para ver. La expresión de Hua
Cheng era gélida mientras envainaba la cimitarra, solo una
pequeña mitad de su rostro estaba manchada con un poco de
sangre, ese tinte de rojo que combinaba con el aura del mal entre
sus cejas, haciéndolo parecer aún más llamativo.
Se quedó parado en ese charco de sangre por un momento,
luego miró hacia atrás y caminó hacia Xie Lian. Xie Lian observó
con los ojos bien abiertos el acercamiento de Hua Cheng con una
expresión sombría, y solo entonces Xie Lian salió de allí. Para
entonces, Hua Cheng ya se había puesto a su lado y había
agarrado una de sus manos, levantándolo y presionándolo con
fuerza contra su propio abrazo, susurrando: — ¿Cómo puedo
dejarlo ir?
Xie Lian estaba envuelto fuertemente en sus brazos, incapaz de
hablar, y Hua Cheng susurró algo más en sus oídos. Su corazón
latía salvajemente, como si fuera a saltar de su pecho, y de
repente sintió que su cuerpo se aflojaba.
El talismán de comando Mu Qing redactado y pegado a su
espalda finalmente fue liberado.
A pesar de que Hua Cheng dijo que no lo soltaría, después de
liberar a Xie Lian del Talismán de Comando, Hua Cheng todavía
aflojó un poco su agarre y dejó ir a Xie Lian. Xie Lian inhaló
profundamente, saltó sobre sus pies y cargó contra el charco de
sangre en el suelo.
— ¿Feng Xin? Mu Qing? ¿Están ustedes dos bien?
Las heridas de Mu Qing fueron mayores, y la comisura de sus
labios fluía sangre, la luz en sus ojos se desvaneció. A Feng Xin
todavía le quedaba un respiro, y se agarró con fuerza a la mano
de Xie Lian.
—Tú... alteza...
Xie Lian agarró su mano, "¿Qué? ¿Qué querías decir?"
Feng Xin tragó un bocado de sangre y gruñó: —Cuidado... de
Hua Cheng... No te acerques a él... ¡Él... es un monstruo!
Parecía que utilizó todo lo que tenía para darle esta advertencia
antes de su muerte, pero inesperadamente, la expresión en el
rostro de Xie Lian se calmó gradualmente.
— ¿Monstruo?
Soltó la mano de Feng Xin y se puso de pie.
—Tengo curiosidad. ¿Es él más monstruo que ustedes dos?

Al escuchar esto, Feng Xin se sorprendió. Sin embargo, justo


después de que se pronunciaron esas palabras, Xie Lian sacó a
Fang Xin en un instante y atravesó el corazón de Feng Xin,
¡clavándolo en el suelo!
Feng Xin estaba lleno de incredulidad: — ¡Su alteza, usted!
Pero antes de que pudiera terminar, su respiración se detuvo. Xie
Lian luego sacó a Fang Xin de su corazón, sacándolo de sangre,
antes de retirarse al lado de Hua Cheng, la punta de su espada
apuntando a los cadáveres de los dos en el suelo.
—Ya que la sangre se ha derramado, ¿hay necesidad seguir
hablando a través de esas pieles?
—Jajaja…
Una risa escalofriante vino repentinamente del suelo. Mu Qing,
cuyo cuerpo fue cortado por la mitad por la cintura, torció el cuello
y la risa salió de su boca.
Su mitad superior del cuerpo estaba tendida en el suelo, e incluso
si quisiera girar la cabeza, como máximo la mitad de su cara
estaría presionada contra el suelo. Sin embargo, esta cabeza se
volvió por completo y despegó del suelo, ¡riéndose hacia Xie Lian!
Como se sospecha. Esos dos no eran los verdaderos Feng Xin
y Mu Qing, sino que eran dos impostores que vinieron de quién
sabe dónde.
Los verdaderos Feng Xin y Mu Qing todavía estaban atrapados
en capullos blancos gigantes tratando de roerse de alguna
manera. Cuando Hua Cheng estaba ayudando a Xie Lian a liberar
el Talismán de Comando en este momento, esto fue lo que
susurró.
¡Sus rostros estaban pálidos no porque estaban conmocionados
u horrorizados, sino porque no eran humanos en primer lugar!
Xie Lian ya estaba mostrando su espada, y "Feng Xin" y "Mu
Qing" sonrieron escalofriantemente, hablando al unísono.
—Justo como lo desees.
Luego, se fundieron en dos charcos de algo que parecía sangre
espesa. Hua Cheng se movió para protegerse frente a Xie Lian,
y esos dos charcos de sangre espesa fluyeron y se solidificaron,
una burbuja burbujeante, burbujeante como si estuviera hirviendo,
y pronto se convirtió en la forma de un hombre. Al ver esa bola
de algo retorcerse para materializarse poco a poco, una serie de
escalofríos le subieron por la coluHuma vertebral de Xie Lian
desde la cintura hasta el cuello.
Poco después, "Feng Xin" y "Mu Qing" ante ellos desaparecieron,
y lo que los reemplazó fue un joven alto y delgado vestido de
blanco.
A juzgar por su forma, este joven tenía unos diecisiete o dieciocho
años y llevaba una máscara, la mitad llorando, la otra mitad
sonriendo. Si bien no se podía ver su rostro, una voz nítida y
brillante de un joven salió de detrás de su máscara.
Dijo cálidamente: — ¿Cómo estás, Xie Lian?
Los labios de Xie Lian se torcieron inconscientemente, su mente
se entumeció. ¡Hua Cheng, que se estaba protegiendo frente a
él, levantó su espada y se lanzó!
Contra la perversa agudeza de la cimitarra E-Ming, ese hombre
vestido de blanco no tenía miedo, y se echó a un lado, la hoja lo
perdió por solo unos milímetros. Luego, en el aliento de un
segundo, pasó rápidamente detrás de Hua Cheng, extendiendo la
mano, buscando a Xie Lian, como si quisiera tocar su rostro. Una
luz plateada pasó y Hua Cheng lo bloqueó, protegiéndose frente
a Xie Lian una vez más, su voz fría: —Mueve tus manos sucias.
Hua Cheng en realidad le devolvió la misma frase. La mano
derecha de ese hombre vestido de blanco fue cortada por E-Ming
y cayó al suelo. Sin embargo, eso no lo afectó ni un poco, y
sacudió esa manga expansiva, escondiendo la extremidad rota,
luego, sacudiendo la manga nuevamente, una nueva mano creció
de donde estaba la herida. ¡Sus dedos se tensaron en garras y
fueron directamente al ojo derecho de Hua Cheng!
Todo ese proceso solo tomó un abrir y cerrar de ojos. Hua Cheng
también esquivó rápidamente, sin embargo, todavía quedaban
dos rasguños sangrientos en el costado de una mejilla.
Esta era la primera vez que Hua Cheng no pudo superar al otro
en velocidad. Sus ojos se volvieron agudos y cambiaron de
táctica en el acto, llamando a millones de mariposas fantasmas y
se abalanzaron sobre el hombre como loco. Una miríada de
mariposas envolvió a ese hombre vestido de blanco en un capullo
plateado, brillante y con forma humana, pero eso probablemente
no duraría mucho tiempo. ¡Hua Cheng estaba a punto de agarrar
a Xie Lian cuando esas mariposas plateadas chillaron, explotando
en millones de polvo de plata centelleante!
Al ver el cambio en la cara de Hua Cheng, Xie Lian supo que las
cosas no estaban bien, teniendo tantas mariposas fantasmas
destruidas a la vez. ¡El hombre vestido de blanco que hizo volar
las mariposas fantasmas se escondió detrás del polvo plateado
que salpicó al azar, y golpeó con esa mano recién crecida,
apuntando directamente al ojo derecho de Hua Cheng
nuevamente!
Esta vez, fue el turno de Xie Lian de tirar de nuestro Fang Xin, ¡y
él derribó! Su golpe no solo cortó todo el brazo de ese hombre
vestido de blanco, sino que prácticamente cortó la mitad de su
cuerpo. Aprovechando esta oportunidad, Hua Cheng gritó: — ¡Su
alteza, vamos!"
Xie Lian también sabía que no deberían quedarse para luchar,
por lo que se retiró y los dos salieron corriendo de la caverna
juntos, corriendo por el oscuro túnel sin ningún obstáculo en su
camino. Xie Lian exclamó mientras corría.
— ¡Es él! ¡Él... realmente no murió!
Hua Cheng fue quien lideró el camino, su velocidad era más
rápida pero mucho más cómoda, y estaba formando formaciones
de mariposas y seda a lo largo del camino, creando obstáculos
pesados.
—Ese podría no ser el original.

Xie Lian se detuvo abruptamente y abrazó su cabeza.


—No... puedo sentirlo. ¡Debe ser el original! No solo no murió,
se volvió aún más fuerte. Algo lo hizo renacer... de lo contrario,
¿cómo podría transformarse en las apariencias de Feng Xin y Mu
Qing tan fácilmente? Es muy difícil hacerse pasar por funcionarios
celestiales, ¡debería ser casi imposible crear sus máscaras falsas!
Al escuchar que su tono iba mal, Hua Cheng también se detuvo
y se dio la vuelta para agarrar su mano.
— ¡Su alteza! No tengas miedo. Puede que no sea que se haya
vuelto más fuerte. ¡Hay otra posibilidad, y es que él está muy
familiarizado con Feng Xin y Mu Qing! Por eso podría hacer sus
máscaras falsas. Debe ser alguien que todos ustedes...
Antes de que terminara, la mirada de Xie Lian había caído a la
mano que estaba agarrando la suya. Al ver esto, la voz y la
expresión de Hua Cheng se congelaron. Se puso pálido, retiró la
mano, se la puso a la espalda y se dio la vuelta para continuar.
Xie Lian sin embargo, no lo siguió.
— ¡San Lang! —Gritó.
El cuerpo de Hua Cheng se puso rígido y se detuvo en su paso,
pero no miró hacia atrás y solo reconoció: —Su Alteza.
Su voz sonaba como si estuviera bastante tranquilo. Xie Lian se
paró detrás de él y dijo: —Muchas cosas sucedieron en este
momento, y todos están confundidos y en mal estado.
—Mm… —Respondió Hua Cheng.
Xie Lian continuó: —Aunque todavía estamos un poco nerviosos
en este momento, aun quiero aprovechar esta oportunidad para
hacerte una pregunta y espero que me respondas con honestidad
y seriedad.
—… Está bien —dijo Hua Cheng.
Xie Lian preguntó soleHumemente: — ¿Quién es esa persona
noble, amable y especial?
La mano de Hua Cheng que estaba atada con el nudo rojo de
afinidad se movió un par de veces sin darse cuenta.
Estuvo en silencio por un momento antes de responder
lentamente: —Si Su Alteza ya se enteró, entonces ¿por qué
preguntar?
Xie Lian asintió.
—Ya veo. Así que no te entendí mal. Realmente es verdad.
Hua Cheng no habló.
Después de una pausa, Xie Lian preguntó, su voz plana: —Tú...
no quieres saber... ¿cómo me siento al respecto?
Hua Cheng volvió la cabeza ligeramente como si quisiera mirar
hacia atrás, pero al mismo tiempo, temiendo mirar a Xie Lian a los
ojos, solo se podían ver las dos vetas de sangre en su mejilla.
— ¿Podría Su Alteza... no decirme?
Incluso su voz estaba rota. Xie Lian dijo: —Lo siento. Algo como
esto tiene que decirse claramente.
Hua Cheng no necesitaba respirar, pero cuando escuchó esto
todavía respiró hondo.
Aunque su rostro estaba trágicamente pálido, todavía sonrió y
respondió cortésmente: —Eso es cierto. Eso es lo mejor.
Era como un criminal condenado a muerte esperando su
sentencia y cerró los ojos. Sin embargo, inesperadamente, sus
ojos no estuvieron cerrados por mucho tiempo antes de que
abrieran abruptamente.
Un par de brazos lo rodearon por detrás y lo abrazaron con fuerza
de repente.
Xie Lian había enterrado su rostro en su espalda y tampoco
habló. Aunque no se dijo nada, fue suficiente.
Pasó un buen rato antes de que Xie Lian sintiera que la persona
que estaba abrazando se volviera, devolviendo el agarre,
envolviéndolo en un fuerte abrazo.
Escuchó la voz tambaleante de Hua Cheng que venía de arriba.
—Su Alteza. Realmente... serás la muerte para mí.
Capítulo 178: Cueva de los Diez Mil Dioses; Rostros de diez mil dioses revelados
(parte cuatro)

Justo en ese momento, se escuchó el sonido de una explosión


en los profundos recovecos de la cueva, y en la lejanía hubo una
luz blanca cegadora que atravesó la oscuridad seguida del chillido
de las mariposas plateadas.
Los dos miraron hacia arriba, sus caras cambiaron. Xie Lian
aflojó su control sobre las mangas de Hua Cheng y dijo: —
¡Hablemos más tarde!
Por lo tanto, los dos continuaron hacia adelante. Solo que, esta
vez, hubo la acción adicional de agarrar fuertemente la mano del
otro.
La cara de Xie Lian todavía estaba caliente, y habló con calma
forzada como si nada pasara, "San Lang, ¿cómo descubriste que
esos dos Feng Xin y Mu Qing eran impostores? ¿Dónde están
los reales?
Hua Cheng está más o menos en el mismo estado que él y
respondió: —Dejé dos mariposas fantasmas para vigilar esas dos
basuras inútiles, entonces, ¿cómo podría haber repentinamente
dos más? ¡No se preocupe, alteza, están bien, no morirán!
—Entonces tenemos que liberar primero a Feng Xin y Mu Qing
de los capullos —Xie Lian dijo—. De lo contrario, sería malo si los
encuentra y no tienen poder para defenderse.
Hua Cheng respondió: — ¡Por aquí, sígueme!
Esta Cueva de los Diez Mil Dioses era de hecho su territorio, e
incluso cuando se encontraron con más de cinco o seis
bifurcaciones diferentes en el camino, pudo determinar de
inmediato y con precisión qué camino tomar, y no pasó mucho
tiempo antes de que regresaran a donde primero se separaron.
Incluso a la distancia podían escuchar que esos otros dos se
señalaban con el dedo y gritaban: — ¿POR QUÉ LE DIJISTE SU
ALEZA QUE CORRIERA? ¡LO HICISTE Y AHORA SE LO
LLEVARON!
— ¿QUÉ, Y DEJAR QUE SE QUEDARA ALREDEDOR PARA
SER SACRIFICADO?
—SOLO QUERÍAS QUE DISTRAJERS A HUA CHENG Y LO
LLEVARA LEJOS, ¿ESTOY EQUIVOCADO?
Xie Lian no sabía si reír o llorar. Los dos capullos blancos
gigantes en la pared estaban mordiendo simultáneamente la seda
y gritándose el uno al otro, y cuando lo vieron regresar, se
sorprendieron tanto que incluso se olvidaron de escupir la seda
blanca de sus bocas.
— ¿Cómo escapaste?
El sombrero de bambú de Xie Lian todavía estaba en el suelo
donde lo dejó caer, y rápidamente lo recogió y lo ató a la espalda.
La pesada seda blanca liberó a esos dos, retrocediendo hacia las
sombras, y Feng Xin y Mu Qing, ambos golpeados en negro y
azul, cayeron al suelo. Cuando vieron a Hua Cheng emerger de
detrás de Xie Lian, probablemente pensaron que iban a pasar por
otra paliza, que las cosas se pondrían difíciles nuevamente, y sus
rostros se crisparon. Feng Xin solo estaba agarrando el brazo de
Xie Lian para tirar de él, pero Xie Lian agarró a Hua Cheng
primero.
— ¿Su alteza? —Feng Xin estaba sorprendido.
Hua Cheng ya estaba comenzando a liderar el camino.
—Ge ge, por este camino.
Como si esos dos se atrevieran a seguirlo. Feng Xin preguntó:
—Su Alteza, ¿por qué sigue con él?
Mu Qing luego dijo: — ¿No dije que se había vuelto loco?
Completamente encaprichado.
Xie Lian no luchó contra ellos, y solo muy gentil pero firmemente
se aferró a Hua Cheng, "No hay tiempo para explicar ahora. En
cualquier caso, ¡salgamos de aquí primero, hay un enemigo
persiguiéndonos por detrás!
Habiendo sido sostenido en un lugar como este, los ojos de Hua
Cheng brillaban, y un momento después, sonrió.
—Sugiero que ambos se callen y simplemente sigan. Estoy de
buen humor, así que no voy a pelear contigo por ahora.
Al ver esto, los dos tenían expresiones complicadas y estaban
completamente incrédulos. En su pensamiento, simplemente no
podían entender por qué Xie Lian todavía podía caminar con tanta
indiferencia junto a un fantasma bastardo tan aterrador que lo
había acechado durante más de ochocientos años con una mente
llena de cosas indescriptibles. Esto era prácticamente como jugar
con fuego y quemarse. Mu Qing sospechaba, pero finalmente
decidió hablar sobre el otro punto y preguntó: — ¿Dijiste que hay
un enemigo? Esta Cueva de los Diez Mil Dioses es su territorio,
entonces, ¿qué tipo de enemigo puede haber? ¿Ese rasguño en
su rostro también es cortado por el enemigo? ¿No creo que haya
tantos en el mundo que puedan lastimar a la Lluvia Sangrienta
que busca la Flor?
—Es White No-Face —respondió Xie Lian.
Al escuchar este nombre, las caras de Feng Xin y Mu Qing
también cambiaron, e inmediatamente, sin otro mundo, siguieron
a Xie Lian. Desde entonces, ambos tenían más que claro que Xie
Lian podía bromear y mentir sobre cualquier cosa, excepto esa
única persona. Xie Lian nunca mentiría sobre él y tampoco lo
confundiría nunca.
Este grupo solo luchaba hasta la muerte en la Cueva de los Diez
Mil Dioses antes, y ahora todos huían juntos.
— ¿Qué está pasando? —Preguntó Mu Qing.
Xie Lian les dio un relato del hombre vestido de blanco que se
había transformado en sus apariencias, y ambos quedaron
atónitos
— ¡¿Disfrazados como nosotros?! ¡Cómo es eso posible!
— ¡Es verdad! —Dijo Xie Lian—, a pesar de que todo fue
demasiado apresurado y no lo miré de cerca, ¡pero en un vistazo
fueron absolutamente ustedes dos!
Feng Xin se quedó estupefacto.
— ¿Pero cómo puede existir White No-Face en este mundo? ¿No
fue asesinado por el emperador?
—Es fácil imaginar que esa criatura no es tan fácil de matar —Mu
Qing dijo— ¡Tal vez fue asesinado en ese momento, pero con la
oportunidad correcta, ciertamente puede revivirse a sí mismo!
Xie Lian recordó algo y se volvió hacia Hua Cheng.
— ¡San Lang! Antes, justo después de que entramos en el Monte
TongLu, de repente despertaste de tu estado de hibernación y nos
instaste a que nos escondiéramos inmediatamente de algo. Lo
que sentiste entonces, ¿fue él?
Hua Cheng asintió ligeramente.
—Fue él.
Xie Lian murmuró: — ¡Lo sabía! Más tarde elegimos el camino
hacia el oeste, pero el que mató a miles de monstruos y demonios
del este también fue él. Ha vuelto a nacer pero todavía está un
poco débil y necesitaba matar a los monstruos y demonios que
entraron al Monte TongLu para usarlos como su trampolín... y
ahora, se ha recuperado, y posiblemente incluso más fuerte que
antes.
Después de todo, ¡fue el primer Rey Fantasma Supremo del
mundo!
Justo cuando estaban hablando, Mu Qing notó algo mal.
—Su Alteza, ¿sabe a dónde nos lleva? ¿No creo que esta sea la
salida?
Sin embargo, fue Hua Cheng quien respondió: —Por supuesto,
esta no es la salida, porque no hay salida en este momento.
Feng Xin se sorprendió.
— ¿Qué? ¿No es esta cueva tu territorio? ¿Tú tampoco puedes
perderte?
—Por supuesto que no... —Xie Lian respondió, y Hua Cheng
agregó: —Porque White No-Face está bloqueando el camino que
conduce a la salida de esta cueva. Si crees que puedes derrotarlo
en tu estado actual, entonces, por supuesto, no me sigas y no te
detendré. Por favor adelante.
Feng Xin y Mu Qing eran ambos de XianLe después de todo, y al
igual que Xie Lian, eran una sombra indistinguible hacia esa
criatura en sus corazones, y a menos que fuera absolutamente
necesario, no querían enfrentarlo. Feng Xin miró hacia arriba.
— ¿Podemos atravesar la parte superior de la cueva directamente
y salir?
Hua Cheng se burló.
—Está la montaña nevada afuera, ¿quieres comenzar otra
avalancha?
Era una lástima que hubieran dejaron la pala del Maestro de la
Tierra a Yin Yu para emergencias y no la tuvieran a la mano.
Ninguno de ellos estudió cómo usarlo tampoco, por lo que no
pudieron excavar silenciosamente.
—Entonces, ¿por qué estamos corriendo sin rumbo?
—Mientras corramos sin rumbo, él nos perseguirá y, por lo tanto,
dejará el camino que conduce a la salida —Xie Lian explicó—.
Para entonces, el resto de ustedes pueden aprovechar esa
oportunidad para escapar.
Mu Qing fue fuerte y dijo: —Espera, ¿el resto de ustedes? ¿Te
refieres a separarnos? ¿Un grupo puede ser el cebo para
llevárselo mientras el otro grupo escapa solo?
— ¡Eso es exactamente! —Dijo Xie Lian—. El Emperador debe
ser informado de que White No-Face ha reaparecido en el mundo.
Una vez que ambos salgan, busquen una manera de llevar esta
noticia al cielo...
Mu Qing lo interrumpió: — ¡Espera, espera! ¿Ya has decidido
quién será el cebo y quién se irá?
Xie Lian negó con la cabeza.
—No decidí esto, White No-Face lo hizo.
Mu Qing entendió y ya no habló. Realmente no dependía de ellos
decidir quién sería perseguido. Si debían elegir uno de ellos al
que White No-Face estaría más interesado en perseguir,
¡entonces era seguro Xie Lian!
Feng Xin declaró sin dudar: —Me quedaré contigo para
enfrentarlo.
En el pasado, si había algún incidente, Mu Qing siempre sería a
quien Xie Lian enviaba para informar mientras que Feng Xin
siempre se quedaba para ayudarlo. Ahora, parecía que las
circunstancias iban a repetirse. Sin embargo, Xie Lian miró a Hua
Cheng y dijo: — ¡Gracias! Pero no hay necesidad. San Lang se
quedará conmigo.
Feng Xin soltó: — ¿Cómo puede ser él el que se quede? Él…
Las cejas de Hua Cheng se fruncieron amenazadoramente, pero
Xie Lian respondió: —Está bien. Yo confío en él.
Su voz era suave pero su comportamiento estaba
extremadamente determinado, y Feng Xin estaba aturdido a pesar
de sí mismo.
—Su Alteza…
Xie Lian le palmeó el hombro: —Ustedes dos van juntos. El
monte TongLu ahora ha cerrado sus puertas, por lo que es difícil
decir si puedes cargar. Además, ¿no necesitas buscar a... Lan
Chang y el niño?
Con su recordatorio, la cara de Feng Xin se volvió pálida. Una
mariposa fantasma salió volando de los grabados en el brazalete
alrededor de la muñeca de Hua Cheng, y Hua Cheng dijo: —
Síganla.
Los dos miraron a Hua Cheng, luego a Xie Lian, y al final, Mu
Qing lanzó: —Ustedes dos vigílense a sí mismos.
Luego se dio la vuelta para seguir a la mariposa plateada,
corriendo hacia otro túnel. Un breve momento después, Feng Xin
también lo siguió.
Los cuatro se separaron así en esta bifurcación en el camino, y
justo cuando Xie Lian observaba sus espaldas en retirada, a lo
lejos llegó otra serie de retumbos explosivos. Los dos restantes
intercambiaron una mirada y Hua Cheng dijo sombríamente: —Él
está aquí.
—Llévame lejos —dijo Xie Lian.
Ese hombre vestido de blanco vino detrás de Xie Lian como se
esperaba. Hua Cheng continuó organizando matrices de
mariposas espectrales para formar obstáculos con el fin de
garantizar que el hombre vestido de blanco se mantenga siempre
a una distancia de ellos, al mismo tiempo que supervise la
situación en varios caminos. Sin embargo, cada vez que había
una explosión y los chillidos de las mariposas fantasmas, su
expresión se volvía más sombría, y Xie Lian también le dolía al
escuchar. Se quedaron sin aliento y giraron, doblando esquinas
tras esquinas, y llegaron a la cámara de una caverna. No pudo
evitar suspirar: —No puedo creer que se pierdan tantas mariposas
plateadas.

Si bien esas mariposas fantasmas no tenían una buena


reputación en el mundo externo, pero a los ojos de Xie Lian, no
eran más que pequeños espíritus inteligentes y preciosos, y para
cometer ataques suicidas tan enérgicamente sin detenerse,
aunque solo fuera para retrasar los pasos de los enemigo por un
momento, Xie Lian no pudo evitar sentir dolor por ellos. Sin
embargo, Hua Cheng solo resopló, apareciendo como si sus ojos
pudieran ver a través de las gruesas paredes rocosas y dijo
sombríamente: —No te preocupes. Si mata a uno, haré diez más.
Rápido y furioso como las tormentas, nunca retrocederé. Veamos
quién queda al final.
El corazón de Xie Lian dio un vuelco por alguna razón y murmuró
por dentro, Oh... no, esto es malo.
A pesar de que la expresión de Hua Cheng se mostró
inconscientemente, Xie Lian realmente era bastante débil ante su
agresiva y rebelde confianza.
Después de otro momento, Hua Cheng desaceleró su ritmo, y
pareció como si recibiera algún tipo de señal, y se volvió hacia Xie
Lian: —Se los llevaron. Esos dos están casi fuera.
— ¡Genial! —Dijo Xie Lian—. Ahora podemos tomarnos nuestro
tiempo para pensar en una manera.
—Eh, No hay prisa ahora —Hua Cheng dijo—. Lo han dejado a
una gran distancia, por lo que podemos escondernos aquí por
ahora y pensar en un plan de batalla.
—…
Sin embargo, inesperadamente, el estado de ánimo entre los dos
de repente se volvió un poco incómodo.
No era el tipo de incomodidad que venía con la vergüenza, sino
un poco de timidez desconocida. Al principio estaban siendo
perseguidos por esa criatura detrás de ellos, y Feng Xin y Mu Qing
estaban presentes en ese momento, por lo que este sentimiento
no era obvio. Aunque dijo "hablemos más tarde", pero ahora que
han recuperado el aliento y ya era "más tarde", no tenía idea de
qué decir.
Xie Lian tosió ligeramente dos veces para aclararse la garganta,
levantando un dedo para rascarse la mejilla, pero sin importar qué
cosas le resultaran un poco incómodas. Quería hablar, pero luego
se preocupó si sonaría demasiado abrupto, demasiado tonto o
demasiado intencional, y al final esperaba que Hua Cheng fuera
el primero en decir algo. Sin embargo, la expresión de Hua Cheng
también era tensa, pareciendo como si estuviera pensando muy
en serio sobre sus planes de batalla. Pero era realmente difícil
pensar saber si realmente estaba pensando en ello, porque las
manos apretadas a la espalda parecían temblar ligeramente.
Justo entonces, los dos pasaron junto a una estatua divina. La
mayoría de las estatuas divinas dentro de la Cueva de los Diez
Mil Dioses eran todas del mismo tamaño que la persona real; Este
era más áspero en artesanía y su tamaño también se redujo a la
mitad. Cuando Xie Lian lo pasó, quitó casualmente el velo que
también cubría su cabeza, y sus ojos se iluminaron.
—San Lang, ¿también esculpiste este?
Hua Cheng miró y se calló. Pasó un momento antes de que
respondiera: —Es un trabajo de principiantes. Ge ge, no mires
más.
Esa debe ser la verdad, ya que esta estatua divina realmente era
extremadamente fea. A pesar de que era fácil ver que el escultor
había hecho todo lo posible para tallar esa forma perfecta en su
corazón, pero la habilidad era limitada, su deseo no se había
cumplido, y aunque no se podía decir que fuera torcido o torcido,
aún podría Hay que decir que esta pequeña figura era
desproporcionada y sonrió como si fuera un desafío mental.
Aun así, a pesar de todo eso, todavía logró completar cada
detalle sin falta. Por lo tanto, Xie Lian podría decir que se trataba
de una estatua del Príncipe Heredero que agrada a Dios. Incluso
ese par de aretes de perlas de coral rojo estaban punteados.
Xie Lian silenciosamente cubrió su boca y se dio la vuelta. Para
parecer natural, incluso se frotó la cara con fuerza. Hua Cheng
no sabía qué decir, por lo que suplicó nuevamente: —Alteza, por
favor, no mire más. Dijo mientras intentaba cubrir esa estatua
nuevamente con un velo. Xie Lian dijo rápidamente: — ¡No lo
malinterpretes! ¡Realmente creo que es muy lindo!
Pero luego pensó, ¿no era el que Hua Cheng lo esculpió? Para
alabar que esta cosa era linda, ¿no era solo que él se alababa a
sí mismo como lindo? No solo estaba acostado con los ojos bien
abiertos, sino que también tenía una piel increíblemente gruesa,
por lo que Xie Lian no pudo evitar reírse a carcajadas. Al ver esto,
Hua Cheng también inclinó la cabeza y bajó las pestañas cuando
comenzó a reírse también.
Por lo tanto, con los dos riendo, gran parte de ese estado de
ánimo desconocido, ansiosamente rígido fue arrastrado por la
borda.
Continuaron adelante y pasaron otra estatua que estaba
descansando, acostada en una cama de piedra, pero todo su
cuerpo estaba cubierto con una capa de humo blanco satinado.
Xie Lian tenía mucha curiosidad y estaba a punto de descubrir el
velo blanco en el cuerpo de esa estatua divina cuando Hua Cheng
agarró su muñeca de repente.
— ¡Su Alteza!
Desde que entraron en esta Cueva de los Diez Mil Dioses, Hua
Cheng lo llamaba "Su Alteza" la mayoría de las veces. Xie Lian
lo miró y Hua Cheng soltó la mano que lo agarraba, como si
todavía estuviera un poco incómodo.
—Ya sé que es una estatua mía, ¿puedo seguir sin mirar? —
Preguntó Xie Lian.
—Si Ge Ge quiere mirar estatuas, la mejor que he esculpido aún
está por verse. Te mostraré en otro momento. Ya no mires a
ninguno de los que están en esta cueva —dijo Hua Cheng.
Xie Lian no entendió: — ¿Por qué? Creo que todas las estatuas
divinas en esta Cueva de los Diez Mil Dioses están talladas muy
bien, muy, muy bien. Pensaré que es una pena si no puedo
verlos. Hablando de esos murales…
Sin embargo, inesperadamente, Hua Cheng dijo al instante: —Iré
a destruirlos.
Al ver que realmente estaba a punto de moverse, Xie Lian lo
agarró apresuradamente.
— ¡No lo hagas! ¿Por qué destruirlos? ¿Solo porque lo vi? Bien,
bien, bien... Te diré la verdad. Solo he visto un poco, como la
Procesión Ceremonial Celestial ShangYuan, el ejército y cosas
similares. No he visto la mayor parte porque Feng Xin y Mu Qing
no me dejaron, así que no tengo ni idea de lo que pintaste. ¡No
vayas y los destruyas!
Solo entonces Hua Cheng se dio la vuelta para mirarlo.
— ¿En serio?
Xie Lian se aferró a él y respondió con la mayor sinceridad: —En
serio. Si no quieres que mire, no lo haré.
Hua Cheng parecía haber suspirado de alivio en voz baja y
sonrió: —No es nada bueno mirar de todos modos. Si quieres ver
algo, solo haz que lo pinte directamente.
Una reacción como esta, Xie Lian ahora estaba aún más curioso.
Pero tampoco quería conducir a Hua Cheng a destruir esos
preciosos murales, por lo que solo podía forzar sus propios
deseos. Después de dar unos pasos, Xie Lian de repente frunció
el ceño.
—Algo no está bien.
Capítulo 179: Cueva de los Diez Mil Dioses; Rostros de diez mil dioses revelados
(parte cinco)

— ¿Qué es? —Preguntó Hua Cheng.


Se dio la vuelta para mirar a Hua Cheng.
—White No-Face ¿Por qué vendría al monte TongLu?
—Quizás sus poderes no se han recuperado por completo y
quiere pedir prestado el horno para renacer en este mundo —
respondió Hua Cheng.
—Si ese es el caso, eso significaría que él ahora no es... ¿un
Supremo? —Se preguntó Xie Lian.
—Eso no es del todo imposible —dijo Hua Cheng.
Anteriormente, White No-Face se hizo pasar por Feng Xin y Mu
Qing y repentinamente atacó, su abrupta apariencia a la vez
impactante y aterradora. Además de eso, la primera reacción de
Xie Lian fue "¡no puede ser derrotado, huir!", Así que agarró a Hua
Cheng y huyó. Los dos no lo enfrentaron por mucho tiempo, por
lo tanto, no pudieron medir exactamente cuál era exactamente la
verdadera fuerza actual de White No-Face.
¿Fue todo solo un farol? ¿O era más fuerte de lo que parecía?
Intercambiando golpes fuertes por no más de un segundo, no se
pudo determinar nada. Xie Lian murmuró: —Inconscientemente
pensé que era más fuerte cuando solo vi esas dos pieles falsas,
pero tal vez... no se ha recuperado por completo en este
momento, ¿y tal vez está actualmente en su punto más débil? De
lo contrario, ¿por qué vendría al monte TongLu? Quizás... puedo
intentarlo.
¡A ver si podía derribarlo!
Hua Cheng respondió de inmediato: —Bien. Iré a pelear con él.
Xie Lian saltó instantáneamente y rápidamente dijo: —No, no lo
hagas. No lo enfrentes de frente. ¡Solo darle una oportunidad es
suficiente!
Por lo general, los Reyes Fantasmas Supremos nunca se
enfrentarían en combate tan fácilmente, al igual que la forma en
que Agua Negra y Lluvia Sangrienta coexistían en paz. Los Reyes
Fantasmas no eran como los funcionarios celestiales de los cielos,
donde sus fortalezas, cuán grandes eran sus palacios, cuántos
adoradores, los parámetros de sus poderes eran bien conocidos
por cualquiera que se preocupara por seguir; ocultarían su
verdadera fuerza de la misma manera que ocultan su pasado.
Como no tenían conocimiento de las fortalezas del otro y nadie
sabía cuáles serían las consecuencias si dos Supremos
comenzaran a pelear, si las cosas se podían mantener en
equilibrio, se mantendrían así.
—No hay que preocuparse. Hua Cheng dijo: —La victoria o la
derrota aún no se ha decidido. ¿A menos que Ge Ge, realmente
cree que lo dejaría enfrentarlo solo?
Xie Lian sacudió la cabeza.
—No es eso, San Lang, no somos lo mismo. Él... no me matará,
lo puedo jurar.
— ¿Por qué? —Cuestionó Hua Cheng.
Después de un momento de vacilación, Xie Lian todavía decidió
no responder y solo dijo: —No sabes cuán aterradora es esa
criatura.
Hua Cheng lo interrumpió sombríamente.
— ¡Su alteza! …Lo sé.
Solo entonces Xie Lian recordó que Hua Cheng también se había
unido al ejército XianLe una vez, y había experimentado
personalmente el campo de batalla de XianLe, visto con sus
propios ojos la tragedia de los campos llenos de cadáveres. Pero,
Hua Cheng no era como él. Nunca había visto personalmente esa
impactante batalla entre Jun Wu y White No-Face. Nunca antes
se había cruzado con White No-Face.
Habiendo pensado esto, Xie Lian sacudió la cabeza con fuerza.
—No es que no confíe en ti, es solo que... no quiero que te pase
nada.
Al escuchar esto, los ojos de Hua Cheng brillaron. Un momento
después sonrió.
—Ge Ge, no te preocupes. Ya estoy muerto, así que no será tan
fácil para mí morir de nuevo. Además, ¿has olvidado lo que te
dije antes? Mientras no encuentre mis cenizas, no puede
hacerme nada.
Solo con su recordatorio Xie Lian recordó que había tal cosa y
rápidamente dijo: — ¡Espera! Las otras cosas a un lado. San
Lang, tú... ¿estás cenizas están bien escondidas?
—Hace mucho tiempo —respondió Hua Cheng.
Xie Lian asintió con la cabeza, pero después de una pausa, no
pudo evitar comprobar dos veces: — ¿Estás seguro de que está
bien oculto? ¿Ese lugar es lo suficientemente seguro? ¿No lo
encontrarán?
Hua Cheng respondió tranquilamente: —Para mí, es el lugar más
seguro del mundo.
Sin embargo, Xie Lian no creía que hubiera nada que fuera
absoluto en este mundo y presionó: — ¿Estás absolutamente
seguro?
Hua Cheng sonrió alegremente: —Si se destruye su escondite,
entonces tampoco es necesario que yo exista. Por supuesto que
estoy seguro.
Aunque a Xie Lian realmente le importaba lo que significaba "no
hay necesidad de existir", no estaban ubicados en un lugar seguro
en este momento, y quién sabría si había oídos escuchando, por
lo que no era el lugar correcto para profundizar este tema y dejó
de hablar de eso. Pero habiendo hablado hasta ahora, Xie Lian
realmente quería preguntarle a Hua Cheng, ¿cómo murió?
Realmente quería saber, pero al mismo tiempo no sabía cómo
preguntar. Cuando los mortales mueren, la razón por la cual las
almas podían permanecer en la tierra corpórea era todo debido al
apego obsesivo. En la mayoría de los casos, la angustia y el
resentimiento eran los más fuertes de su fijación, y para
convertirse en un Rey Fantasma Supremo, su obsesión tendría
que ser aún más fuerte que la mayoría. Temía que, si preguntaba,
Hua Cheng no pudiera manejarlo, como si se apuñalara una
cicatriz. Xie Lian mismo podría no ser capaz de soportarlo
tampoco. En estos últimos ochocientos años, ¿cómo lo había
soportado Hua Cheng?
Habiendo pensado hasta ahora, un pensamiento horrible
apareció repentinamente en la mente de Xie Lian e
instantáneamente se cubrió de sudor frío. Inmediatamente se
volvió hacia Hua Cheng.
— ¡San Lang!
— ¿Qué es? —Respondió Hua Cheng.
Los dedos de Xie Lian se movían ligeramente.
—Yo... tengo otra pregunta que quiero hacerte.
—Por supuesto —respondió Hua Cheng.
Xie Lian lo miró fijamente: —En los últimos ochocientos años,
aparte de haberme conocido en XianLe, ¿me has conocido en otro
lugar en algún otro momento?
—… —Hua Cheng volvió la cabeza lentamente—.
Desafortunadamente, a pesar de que nunca me he rendido e hice
todo lo posible por encontrarte, no lo he hecho.
Xie Lian continuó.
— ¿En serio?
Hua Cheng lo miró a los ojos: —En serio. ¿Por qué pregunta Ge
Ge?
Xie Lian suspiró suavemente con alivio y forzó una sonrisa: —
Nada, es solo que, en estos años pasados, cómo pasé mis
primeros días no fue la vista más bonita, todo estaba confuso y
fue un gran fracaso. Solo pensé que si lo hubieras presenciado,
no sería bueno.
Hua Cheng se rió.
— ¿Cómo podría ser eso posible?
Sin embargo, Xie Lian no se rió en absoluto: —No es una broma,
realmente fue un gran fracaso.
Al escuchar esto, Hua Cheng retiró su sonrisa y se volvió
soleHume.
—Eso también está bien. ¿Su alteza no lo dijo usted mismo?
— ¿Yo? —Xie Lian estaba confundido— ¿Qué dije?
Hua Cheng recitó lánguidamente: —Para mí, el que disfruta de la
gloria infinita eres tú, el que ha caído en desgracia también eres
tú. Lo que importa es "usted" y no su estado.
Miró a Xie Lian y parpadeó significativamente, levantando una
ceja.
—Siento lo mismo.
—… — ¡Xie Lian quedó atónito por un buen momento cuando de
repente él pa! Se dio una palmada en las manos para cubrirse la
cara, sintiendo que le ardía toda la cabeza— ¡¿Yo dije eso?!
— ¡Lo hiciste! —Dijo Hua Cheng—. Dios mío, no lo niegues.
Xie Lian usó su brazo para bloquear su rostro.
— ¡No lo creo!
—Ge Ge, ¿quieres verlo? Lo encontraré para ti —dijo Hua
Cheng.
La cabeza de Xie Lian se alzó.
— ¿…? Tú... No... de ninguna manera... San Lang, tú...
¿grabaste todo?
—Estoy bromeando, bromeando.
—Sinceramente, no te creo…
—Ge Ge, confía en mí.
— ¡Ya no confío en ti!
Los dos llegaron a una bifurcación en el camino, y justo entonces,
repentinamente hubo una brisa y Hua Cheng inclinó su cuerpo,
bloqueándolo frente a él, levantando un brazo como si quisiera
protegerlo.
La brisa en realidad no era nada y, naturalmente, no requería
ningún tipo de bloqueo, pero la acción de Hua Cheng fue
completamente natural. Cuando pasó el viento, mechones de
cabello revolotearon irritantemente, y Xie Lian notó de repente que
cuando Hua Cheng no lo miraba, su expresión y los contornos de
su rostro estaban fríos. Hermoso en su despreocupación, Hua
Cheng ni siquiera se dio cuenta de que se movía sin dudarlo,
como si proteger a Xie Lian fuera una habilidad innata.
Xie Lian soltó de nuevo.
— ¡San Lang!
Hua Cheng inclinó la cabeza para mirarlo, y solo entonces sonrió.
— ¿Qué es, alteza?
Xie Lian sintió que, Hua Cheng probablemente no se dio cuenta
de que estaba sonriendo.
Una voz clara y poderosa en su corazón le dijo que este hombre
realmente lo tomaba por un dios.
Los dedos de Xie Lian se apretaron en silencio: —Una vez que
salgamos del monte TongLu, hay muchas cosas que quiero
decirte.
Hua Cheng asintió levemente.
—Muy bien. Esperaré por ese momento.
— ¿Han salido Feng Xin y Mu Qing? —Preguntó Xie Lian.
—Ya están fuera —respondió Hua Cheng.
— ¿Entonces White No-Face? —Preguntó Xie Lian— ¿No nos
alcanzó y no fue a detenerlos? ¿Dónde está ahora? ¿Qué tan
lejos está él de nosotros?
Hua Cheng respondió: —Él es…—No había terminado, pero su
rostro cambió, y presionó dos dedos ligeramente contra la frente
de su ojo derecho. Un momento después, dijo—… ha
desaparecido.
Xie Lian se sorprendió.
— ¿Cómo pudo haber desaparecido?
Hua Cheng todavía estaba bastante tranquilo y buscó con
atención: —Ha desaparecido en el aire.
¡Incluso como fantasma era imposible desaparecer en el aire en
la Cueva de los Diez Mil Dioses rodeados de mariposas
fantasmas!
Xie Lian soltó: — ¿Déjame ver? —Luego agarró los hombros de
Hua Cheng con las manos y ladeó ligeramente los pies, tocando
su frente con la suya. La mano de Hua Cheng bajó para
descansar sobre su cintura por un momento. Hubo una pequeña
vacilación como si fuera a alejarse, pero al final la mano
permaneció y lo abrazó aún más fuerte.
Las escenas que Hua Cheng vio momentos antes pasaron
rápidamente ante los ojos de Xie lian. Ese hombre vestido de
blanco llegó lánguidamente ante una caverna de piedra, e
innumerables mariposas fantasmas una vez más corrieron hacia
él, envolviéndolo en un brillante capullo con forma humana.
Después de un momento helado, se sorprendieron, la luz plateada
explotó, crepitó, y las mariposas plateadas se convirtieron en
brillantes destellos. Sin embargo, después de que la luz plateada
se hubo asentado, ¡desapareció!
Después de eso, el ojo derecho de Hua Cheng llevó su vista y
atravesó la situación en muchos otros túneles, pero esa figura
vestida de blanco no se veía por ninguna parte. Xie Lian estaba
perpleja y se alejó un poco.
— ¿Se fue?
Pero, otros podrían no saberlo, pero Xie Lian tenía más que claro
que si White No-Face lo veía, sin duda lo acosaría
persistentemente.
—Tal vez nuestra especulación anterior era correcta. Hua Cheng
dijo: —Su primer objetivo es usar el horno para recuperar su
estado Supremo, así que se fue primero.
Esta voz se presionó directamente contra su oreja y solo
entonces Xie Lian se dio cuenta de que la cara de Hua Cheng
estaba ahuecada en sus manos y lo había tirado para que se
doblara ligeramente en la cintura. Xie Lian lo soltó rápidamente y
gritó: — ¡Hay que detenerlo!
Esta vez, su misión al Monte TongLu fue evitar que cualquier
candidato que tuviera el potencial de convertirse en Supremo. Los
dos habían estado evitando a ese hombre vestido de blanco todo
el tiempo antes, pero ahora que la situación se había aclarado,
ahora estaban revisando los innumerables estatutos divinos en
busca de él. No tardaron mucho en llegar al lugar donde había
desaparecido ese hombre vestido de blanco.
Efectivamente, además de algunas estatuas divinas, no había
una sola alma. Brillos plateados cubrían el suelo, y las pequeñas
mariposas plateadas que no habían sido completamente
destruidas por la onda expansiva agitaban sus alas rotas. Xie Lian
se agachó, y pensó que no sabía si funcionaría, todavía quería
ahuecarlos. En ese momento, escuchó la voz de Hua Cheng que
venía desde atrás.
—Ge ge, ven aquí a mi lado.
Esa voz estaba mezclada con ira reprimida, pero la ira no estaba
dirigida a él.
Xie Lian levantó la vista y descubrió que los ardientes ojos de Hua
Cheng miraban una estatua divina que tenía delante.
Era una estatua divina que estaba cubierta de pies a cabeza con
un velo blanco, inmóvil, y se podía ver su contorno general.
Parecía apuntar una espada y, por lo tanto, un extremo sobresalía
bruscamente.
Sin embargo, en este mismo momento, en la punta afilada de la
punta de la espada, un parche de rojo astringente estaba
exudando, extendiéndose sin parar, manchando y empapando
esa seda blanca.
¡Había sangre en la espada!
Cualquiera que hubiera sido testigo de esta vista podría decir que
había algo extraño con esta estatua divina. Quizás, en este
momento, lo que estaba debajo de la seda blanca ya no era la
estatua divina original sino algo más. Xie Lian se puso de pie y
se paró al lado de Hua Cheng, la espada Fang Xin señaló esa
estatua divina. Con una expresión oscura, Hua Cheng agitó su
mano, y ese velo blanco fue descubierto.
Las pupilas de Xie Lian se encogieron instantáneamente.
Bajo el velo blanco había una estatua divina de él. Esta era una
estatua del Príncipe Heredero que agradaba a Dios, una espada
en una mano, una flor en la otra, una sonrisa colgada en la cara.
Solo que había un rastro de sangre en esa sonrisa.
La fuente de esa sangre era la espada agarrada en su mano.
Había un joven perforado en la hoja, con la cabeza llena de
vendas y el cuerpo cubierto de sangre. Era Lang Ying.
Capítulo 180: Del horno sellado emergerá un supremo

Su cabeza cayó a un lado como si hubiera perdido el


conocimiento. Cuando Xie Lian vio que era Lang Ying,
inconscientemente se movió para salvarlo, pero rápidamente se
detuvo en su paso, su mente dando vueltas: claramente no había
nadie más que White No-Face aquí antes, entonces, ¿por qué
Lang Ying aparecería de repente?
Al ver que la estatua pura y sagrada del Príncipe Heredero que
complacía a Dios estaba corrompida por el goteo de sangre, Hua
Cheng obviamente estaba furioso, su expresión irradiaba furia
oscura y la cimitarra E-Ming exudaba un aura escalofriante. Vete
al infierno, decía.
Como era de esperar, la "cabeza caída" de Lang Ying se
enderezó, parpadeó y abrió lentamente los ojos de la espada,
cayendo al suelo.
Anteriormente, cuando White No-Face explotó esa ola de
mariposas plateadas que lo rodeaban para atacarlo, usó ese
momento de cegadora luz plateada para esconderse bajo el velo
blanco de esta estatua divina y se transformó en la apariencia de
Lang Ying. Como podía disfrazarse de Lang Ying, significaba que
debía haber visto a Lang Ying antes en alguna parte.
— ¿Dónde está el verdadero Lang Ying? —Preguntó Xie Lian.
—Su Alteza, tal vez nunca hubo un Lan Ying real —dijo Hua
Cheng.
Si, desde el principio, "Lang Ying" nunca hubiera existido, y solo
era White No-Face en su forma no recuperada, entonces todo
podría ser fácil de explicar. Pero, cuando Xie Lian recordó a la
niña Xiao Ying que murió en el Monte Yu Jun, prefería que esta
explicación no fuera lógica. Luego pensó rápidamente en otra
posibilidad y dijo lentamente: —O tal vez... devoró a Lang Ying.
Al escuchar esto, el Lang Ying ante ellos comenzó a crecer más
alto, su cuerpo tirando hacia arriba, los vendajes en su rostro
desenvolviéndose y arrojándose, revelando esa máscara dentro,
y él levantó ligeramente la cabeza, pareciendo estar sonriendo.
—Adivinaste bien.
Así que eso era todo.
White No-Face ciertamente fue pulverizado y dispersado por Jun
Wu. Sin embargo, se aferró y dejó una brizna de un alma rota a
la deriva en el reino de los mortales. Quién sabría cuánto tiempo
estuvo a la deriva, quién sabría cuándo sucedió, pero encontró a
Lang Ying que poseía el mismo cuerpo fantasma. Debió haber
usado alguna forma de seducir o engañar a Lang Ying para que
Lang Ying aceptara alojarlo en su propio cuerpo, de lo contrario,
por su alma débil restante, podría no haber tenido la capacidad de
devorar a Lang Ying. Permaneció pegado al cuerpo de Lang Ying
y se recuperó lentamente, y el resultado final fue lo que era antes
de Xie Lian y Hua Cheng ahora, fantasma devorando fantasma,
White No-Face se comió a su anfitrión Lang Ying. Justo como He
Xuan devoraba al reverendo de las palabras vacías, Lang Ying se
convirtió irónicamente en su esclavo.
Solo tomó unas pocas palabras antes de que "Lang Ying" se
transformara completamente en la apariencia de White No-Face.
Hua Cheng lo miró.
— ¿Por qué Lang Ying estaría de acuerdo en dejarte tomar
prestado su cuerpo espiritual?
Una solicitud como esta no era diferente a un extraño que
preguntaba "Por favor, abra sus puertas y déjeme entrar a vivir en
su casa y comer su comida. Lang Ying seguía siendo un fantasma
que vivió durante cientos de años después de todo, y aunque era
tímido y vacilante, no debería ser tan tonto. White No-Face
respondió cálidamente: —Por supuesto que puedo responder a tu
pregunta. Pero, ¿estás seguro de que el que está a tu lado querría
que lo dijera aquí?
Hua Cheng miró a su lado. La expresión de Xie Lian era
ligeramente extraña y no notó su mirada en absoluto. White No-
Face luego dijo: —Apellido Lang, YongAn, la enfermedad del
rostro humano. ¿Por qué estuvo de acuerdo en dejarme comerlo?
¿No puedes adivinar por qué?
La cara de Xie Lian se puso pálida al instante por una sombra,
las venas en el dorso de sus manos explotaron y cortó con su
espada, gritando: — ¡CÁLLATE!
White No-Face esquivó y evitó el ataque, ¡pero CLANG! El
ataque atravesó la espada agarrada en las manos de su propia
estatua divina. Ahora lo había hecho; la estatua del Príncipe
Heredero que agradó a Dios empuñó una espada rota, y la estatua
en sí misma se convirtió en un artefacto en ruinas. Xie Lian salió
instantáneamente de allí, como si un cubo de agua fría lo hubiera
empapado de repente. Era como si las mariposas fantasmas
estuvieran indignadas y se desbordaran. White No-Face se rió sin
emoción, casual y tranquilo, y usando su manga para cubrir su
rostro, ya no persistió y desapareció rápidamente en la oscuridad.
Xie Lian miró esa espada de piedra rota en el suelo y murmuró
inconscientemente a Hua Cheng: —Lo siento…
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —No seas tonto. ¿Por qué
disculparte conmigo? Él se fue. ¿Ahora qué?
Xie Lian se recuperó un poco y respondió: — ¿Huyó? ¡No
podemos dejarlo entrar al horno!
Los dos salieron de la Cueva de los Diez Mil Dioses y caminaron
hacia la montaña nevada una vez más. Justo cuando salieron,
pudieron sentir el temblor de la tierra y el temblor de las montañas.
Miraron hacia arriba y las olas de avalancha se derrumbaron. En
comparación con la que experimentaron antes, esta avalancha
rugiente fue solo más grande, no más pequeña. Era como si algo
enterrado bajo la fuerte nevada se despertara y rugiera.
— ¡¿Podemos llegar allí?! —se preguntó Xie Lian.
Hua Cheng agarró su mano firmemente y dijo: — ¡Podemos si
me sigues!
Los dos se enfrentaron a la corriente de hielo y nieve.
Efectivamente, si bien fue difícil y extremadamente peligroso, y
por cada paso que dieron tuvieron que retroceder tres, sin
embargo, evitaron el flujo más violento de nieve y escombros e
innumerables hoyos, creando un camino hacia la montaña desde
su carga incansable.
Finalmente, caminaron hasta el punto más alto; el hielo sellaba
la cima de la montaña, tan espeso quién sabría qué profundidad
y cuántas capas se congelaron debajo. Xie Lian sintió que si
intentaba ir incluso un poco más rápido, se resbalaría, pero Hua
Cheng sostuvo su mano y avanzó con pasos firmes, sin miedo.
Los dos llegaron a la boca del volcán, y esa abertura parecía una
boca gigante que gritaba al cielo, extremadamente impresionante.
Mirando hacia abajo, era completa oscuridad debajo. Tal vez era
su imaginación, pero en los recovecos más profundos parecía
haber una aterradora luz roja intermitente a intervalos, a veces
allí, a veces no. Xie Lian sintió un poco de pánico por alguna
razón, y sostuvo el sombrero de bambú sobre su cabeza,
asegurándose de que los vientos nevados no lo arrastraran.
— ¿Ya entró?
Hua Cheng solo echó un vistazo antes de que su expresión se
volviera sombría.
—Sí.
— ¿Cómo lo sabes?
—El horno se está cerrando.
Xie Lian se asombró e instantáneamente se sintió sorprendido.
— ¿Qué está pasando? ¿Por qué se cierra tan pronto? ¿No es
necesario que haya al menos varios fantasmas dentro para que
pueda comenzar la matanza?
—Ese es el caso habitual —dijo Hua Cheng—, sin embargo, si el
horno cree que el participante tiene un potencial extremadamente
alto de atravesar el horno, entonces, mientras ese fantasma haga
la solicitud de sellado de la montaña, se cerrará —Después de
una pausa, agregó—. Eso fue lo que hice en ese entonces.
—Entonces, ¿es él un Supremo o no? —Preguntó Xie Lian—
¿Qué pasará si un Rey Fantasma Supremo ingresa nuevamente
al Horno?
—Es lo mismo que le sucedería a un funcionario celestial
ascendido que haya pasado por otra Calamidad Celestial.
Lo que significaba que, si ya era fuerte, ¡se volvería aún más
fuerte!
Si permitían que White No-Face cruzara el obstáculo, las
consecuencias serían inimaginables.
Y después de salir de la montaña como Supremo, el primero que
buscaría seguramente sería Xie Lian.
Mirando ese abismo infinito e infinito por un tiempo, Xie Lian dijo
lentamente: —San Lang, yo... podría necesitar ir allí para resolver
las cosas.
—Bien. Iré contigo —Hua Cheng respondió en voz baja. Xie Lian
levantó la vista y lo miró. Hua Cheng también levantó la vista y se
encontró con sus ojos, alzando una ceja mientras sonreía—. Es
solo bajar para matar una monstruosidad y atravesar nuevamente
el Horno, eso es todo. No es que sea algo difícil.
Al verlo tan relajado, las tensas emociones de Xie Lian también
parecieron haberse relajado, y él sonrió. Un instante después,
Hua Cheng dijo: —Sin embargo, hay una cosa.
Xie Lian: — ¿…?
Ladeó la cabeza y uno de los brazos de Hua Cheng
repentinamente se deslizó alrededor por su cintura y lo llevó a sus
brazos, la otra mano levantó su barbilla suavemente. Entonces,
sus labios fueron envueltos.
Se besaron y abrazaron durante mucho tiempo en la tormenta de
nieve antes de que sus labios se separaran lentamente. Xie Lian
estuvo aturdido por un buen momento antes de sacudirse,
volverse y ponerse nervioso, abriendo mucho los ojos.
— ¡¿Q-Qué es esto de repente?!
Aunque no era la primera vez que hacían algo como esto, antes
siempre habían usado razones grandiosas y dignas como "otorgar
poderes espirituales", "transferir aire", "accidente", para justificar
sus acciones. Ahora que algunas cosas habían salido a la luz,
estas excusas fueron expuestas repentinamente de sus
falsedades, y el significado de estas acciones se volvió mucho
más significativo. Casi no sabía dónde poner sus manos; para
sostener los brazos de Hua Cheng o ¿empujar contra el pecho de
Hua Cheng? ¿Debería sostener o bloquear la cara de Hua
Cheng?
Junto a su oído, Hua Cheng parecía haber respirado y susurró:
—Le prestaré un poco de poderes espirituales a Su Alteza en caso
de emergencia... ¿lo aceptará?
Xie Lian tragó inconscientemente y tartamudeó.
— ¿E-Esto es un poco? Parece demasiado... no lo he hecho, no
te he devuelto todas las veces antes...
—No es mucho. No hay prisa. Tómese su tiempo para pagar, la
cuenta se borrará un día —dijo Hua Cheng.
—Eh, mm, eh —se alejó al azar un par de veces, y estaba a punto
de huir cuando Hua Cheng lo detuvo, señalando: — ¡Su Alteza!
¿A dónde estás corriendo? Estás yendo en la dirección
equivocada.
Solo entonces Xie Lian descubrió que estaba corriendo por donde
vinieron e inmediatamente se dio la vuelta, incluso deslizándose
sobre el hielo una vez. Rápidamente presionó su sombrero de
bambú.
—N-No. Tengo un poco de frío, pensé que trotar un poco, me
calentaría...
Se puso el sombrero de bambú, pero luego lo llevó a la espalda
para llevarlo, luego lo usó nuevamente. Finalmente, sostuvo la
mano de Hua Cheng y la apretó con fuerza. Los dos se pararon
uno al lado del otro y vieron ese inmenso abismo debajo.
La voz de Hua Cheng fue casual: —Después de que todo esto
esté resuelto, le mostraré mi estatua esculpida más orgullosa.
—Está bien —respondió Xie Lian.
Entonces, los dos saltaron juntos.
Las ráfagas de vientos salvajes le afeitaban las orejas, una fuerza
tan fuerte que era como las olas rompiendo, pero sus manos no
estaban separadas por ese poder, y en su lugar se aferraron aún
más fuerte.
Sin embargo, inesperadamente, a medio camino en el aire, el
agarre de Xie Lian se volvió vacío.
No fue que su mano se resbaló o Hua Cheng lo soltó; la mano
que sostenía en la palma de su mano desapareció de repente, sin
más sustancia.
El corazón de Xie Lian dio un vuelco y él gritó: — ¡¿SAN LANG?!
Estaba cayendo rápidamente, y su grito de hace un momento ya
estaba a más de diez millas por encima de su cabeza, su voz
sonaba irreal. Pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian
finalmente aterrizara de manera constante. Inmediatamente se
puso de pie y gritó: — ¿San Lang?
No hubo respuesta. Solo un eco hueco le decía en qué espacio
inmenso y vacío se encontraba actualmente.
Había oscuridad por todas partes excepto por lo de arriba, y Xie
Lian levantó la vista. Arriba, había un cielo blanco como la nieve
y se estaba reduciendo gradualmente. Esa debía ser la boca del
volcán del horno que se cerraba lentamente.
Pero, ¿a dónde fue Hua Cheng?
Crackle y whoosh, y Xie Lian encendió una antorcha de palma,
con la esperanza de iluminar y ver cómo eran las cosas aquí
abajo. Sin embargo, la oscuridad era inmensamente profunda, y
este pequeño pedazo de llamas no podía mostrar nada, la luz del
fuego en sí parecía estar fríamente absorbida por el vacío oscuro.
Además, accidentalmente no controló bien sus poderes y las
llamas estallaron demasiado alto, casi quemándose la cabeza, por
lo que rápidamente arrojó ese fuego al suelo. Casualmente, esa
luz de fuego iluminó la parte posterior de una tenue silueta blanca
no muy lejos. Xie Lian se alarmó al instante.
— ¡¿QUIÉN ES?!
Esa silueta blanca se dio la vuelta y respondió en voz baja: —
Sabes quién soy.
Aunque respondió, los músculos de la cara de ese hombre no se
movieron ni una pulgada. Naturalmente. Desde entonces, no era
la cara de un hombre, sino la de una máscara medio llorando y
medio sonriendo.
Xie Lian soltó: — ¡SAN LANG!
Incluso si tuviera escalofríos y terror incontrolables al ver esta
cara, esta llamada no fue porque estaba asustado, sino porque
estaba preocupado. Por supuesto, todavía no había nadie que
respondiera, y esa máscara que lloraba y sonreía se había
acercado por otro paso.
—No hay necesidad de gritar más. El horno ahora está sellado.
Ahora solo estamos tú y yo aquí, no hay una tercera persona.
Xie Lian levantó la vista de nuevo inconscientemente.
Anteriormente todavía había una pequeña escena blanca nevada
del cielo, pero ahora, ese poco de luz fue completamente tragada
por la oscuridad a su alrededor. Lo que significaba que el horno
realmente había sellado la montaña.
Xie Lian nunca había esperado que las cosas fueran así. Él y
White No-Face, los dos, encerrados dentro del horno.
¿Solo ellos dos? ¿Por qué los dos?
Xie Lian agarró a Fang Xin y le apuntó con la espada.
— ¿Qué está pasando aquí? ¿Estás entrometiéndote de nuevo?
¿Dónde está él? ¿Dónde está él ahora?
White No-Face sujetó el borde de la espada con dos dedos, y la
otra mano golpeó la hoja, ¡el CLUNG! Claro y nítido.
—Se ha ido.
Xie Lian observó este movimiento suyo y sus ojos se volvieron
fríos.
—Explícate claramente. ¿Qué quieres decir con "ido"?
—Ya no quiere seguirte. Salió. Muerto. ¿Qué te parece? —Dijo
White No-Face.
—... —Xie Lian primero sintió que se le encogía el corazón, luego,
inmediatamente después se desencadenó una ira violenta, y
golpeó: — ¡DETEN TUS TONTERÍAS!
White No-Face una vez más atrapó esa espada sin esfuerzo.
—Bien, bien. Estaba hablando tonterías. No te preocupes, ya lo
envié fuera del horno, así que incluso si quiere apresurarse ahora
ya sería demasiado tarde.
A Xie Lian realmente no le importaba si Hua Cheng podía hacerlo,
siempre y cuando estuviera bien, y silenciosamente suspiró
aliviado. White No-Face continuó: —Pero, probablemente sea lo
mejor que no entre. De lo contrario, incluso si no lo cree ahora,
más tarde cuando te vea, quién sabe si todavía quiera estar
contigo.
Xie Lian no pudo soportarlo más y balanceó su espada
nuevamente, gritando: — ¡CÁLLATE! ¡TENGO SUFICIENTE DE
TI! ¿QUÉ DESEAS? ¿QUÉ QUIERES? ¿CUÁNTO TIEMPO
MÁS VAS A ESTAR OBSESIONADO CONMIGO?
White No-Face esquivó fácilmente cada uno de sus golpes, y Xie
Lian lloró de rabia: — ¿Por qué no has muerto? ¿POR QUÉ
LLEGASTE al horno?
— ¡Gracias a ti! —Respondió White No-Face.
El movimiento de Xie Lian vaciló, y él resopló.
— ¿Qué quieres decir?
White No-Face respondió lánguidamente: —Porque has venido.
Entonces, yo también he venido.
Al escuchar una respuesta como esta, la cara de Xie Lian se
torció.
Sin embargo, no importaba cuán furioso estuviers, cuán fuerte
era su intención asesina, era como si White No-Face pudiera
predecir para siempre cuál sería su próximo golpe y evitar cada
ataque por solo milímetros. Cuanto más golpeaba Xie Lian, más
entendía un hecho cruel:
¡No podía ganar!
—Así es —como si pudiera leer su mente, White No-Face dijo: —
No puedes ganar.
En el momento en que esas palabras salieron de sus labios, una
cuchilla atravesó la muñeca de Xie Lian. Un dolor insoportable se
extendió por todo su cuerpo, y Xie Lian soltó involuntariamente su
agarre de la espada. ¡Al segundo siguiente, le agarraron el pelo,
lo tiraron por la fuerza y lo golpearon contra el suelo!
Sus oídos resonaban, su nariz y boca estaban llenas de la
astringencia de la sangre, y su cabeza conmocionada.
Pasó un tiempo más tarde antes de que Xie Lian sintiera que una
mano sacaba la cabeza del suelo destrozado, y una voz llegó
desde arriba: —Tan triste, tan lamentable.
Xie Lian ahogó un bocado de sangre. White No-Face dijo: —
Cada vez que me encuentro con Su Alteza, siempre te ves así.
Hace que duela, que me emocione.
Xie Lian mordió otro trago de sangre, negándose a dejar que se
tosiera, y él gruñó: —No estés demasiado contento. Es posible
que no pueda ganar contra ti en este momento, pero... alguien
puede. Incluso si puedes salir del horno, Jun Wu puede matarte
nuevamente.
Además, todavía estaba Hua Cheng.
Sin embargo, inesperadamente, White No-Face respondió: —
¿Quién dijo que el que saldrá del horno sería yo?
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió.
¿No él? ¿Quién más podría ser si no él?
White No-Face levantó la cara para mirarlo a los ojos, y dijo
calurosamente: —Su Alteza, creo, es posible que haya entendido
mal. Ciertamente habrá un Supremo que saldrá de este horno,
pero no seré yo. Serás tú.
Xie Lian fue sacudido hasta la médula.
— ¿Qué dijiste? No soy…
Antes de que terminara, comprendió y al instante su cuerpo
quedó cubierto de sudor frío por la conmoción.
White No-Face dijo: —Eso es correcto. Eso es exactamente
Felicitaciones, finalmente entendiste mi verdadero objetivo. ¿No
es este tu Tercer camino favorito?
Actualmente en el horno, solo había un dios supremo y un dios,
y por lo que parecía, solo había dos caminos a seguir. Cualquiera,
White No-Face lo mataba y salía del horno; o los dos podrían
quedar atrapados dentro del horno para siempre, escapando de
un sueño antiguo.
Sin embargo, en realidad había un tercer camino.
¡Mientras Xie Lian se mate en este momento, se convierta en un
fantasma y mate a White No-Face, entonces podría convertirse en
un Supremo y atravesar el Horno!
Xie Lian finalmente salió de su sorpresa.
— ¡NO LO PIENSES! ¿Estás loco? ¿Justo lo que quieres? ¿Por
qué hacer esto? ¿Convertirme en un supremo? ¡No estoy tan
loco como tú! ¡Incluso si quieres que te mate, no hay forma de
que pueda vencerte, el Horno no reconocerá a un Supremo así!
Era la verdad honesta. Sobresalir como persona no significaba
que uno pudiera sobresalir como un dios; y poder convertirse en
dios no significaba que uno pudiera convertirse en un fantasma.
Sin embargo, White No-Face dijo: — ¿En serio? No estés tan
seguro.
Entonces, su otra mano extendió la mano. Con la luz del fuego
no muy lejos, Xie Lian pudo ver que una máscara apareció en esa
otra mano. Exactamente el mismo que el de la cara de White No-
Face.
— ¿Te acuerdas de esta máscara que sonríe? —Preguntó White
No-Face—. Te queda bien.
Los ojos de Xie Lian se hincharon, y el terror era como una marea
de insectos, densos y abarrotados mientras se arrastraban por su
mente. Se obligó a decir débilmente.
—Quítalo, quítalo... ¡QUÍTALO!
White No-Face comenzó a reír.
—Parece que la memoria de Su Alteza no es tan genial. Si ese
es el caso, déjame ayudarte a recordar, ¿eh?
Luego, sin darle la oportunidad de protestar, esa máscara
trágicamente pálida, sonriente y llorosa, se derritió con la
oscuridad infinita cuando se presionó fuertemente sobre la cara
de Xie Lian.

Fin del Libro 3


Heaven Official´s Blessing
- Mò Xiāng Tóngxiù -
(Libro IV)
Heaven Official´s Blessing

Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe Heredero del


reino Xian Le; uno que fue amado por sus ciudadanos y recibió el
amor del mundo. Como era de esperar, ascendió a los cielos a
una edad muy temprana. Ahora, ochocientos años después, Xie
Lian asciende a los Cielos por tercera vez como el hazmerreír de
los tres reinos. En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso demonio que gobierna a los fantasmas y aterroriza
a los Cielos...... pero sin que Xie Lian lo sepa, este rey demonio le
ha estado prestando atención durante mucho, mucho tiempo.

Otros nombres: Tiān Guān Cì Fú, Bendición del Oficial Celestial.

Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)

Año: 2016
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama, Misterio,
Romance, Sobrenatural, Xianxia, BL.
Notas del autor MXTX: este libro se encuentra en la línea de
tiempo pasada; Se trata del primer destierro después de la caída
de XianLe. Sigue después del Libro 2. No demasiado tiempo…
Capítulo 181: Noche de linternas; Centavos por un alma errante

Xie Lian se despertó con horror.


Su cuerpo estaba empapado en sudor frío por el susto y se
levantó de su descanso, enterrando su rostro en sus manos.
La razón por la que lo despertó del shock fue por un sueño.
Dentro del sueño, tanto su padre como su madre se ahorcaron y
se suicidaron. Lo vio, pero no había alegría ni pena, ni lágrimas
que fluir, y se preparó para prepararse otra banda de seda blanca.
Justo cuando estaba metiendo la cabeza en el nudo, vio debajo
que había un hombre vestido de blanco que llevaba la máscara
de sonrisa llorosa que se burlaba de él, y su corazón se sacudió,
el nudo se tensó y se produjo una asfixia aplastante. Luego se
despertó.
Ya era de día fuera de la ventana, y desde el exterior llegó una
voz: — ¡Su alteza! ¿Estás despierto?

Xie Lian respondió bruscamente: — ¡Estoy despierto!

Fue solo después de haber jadeado violentamente durante un


buen rato que se dio cuenta de que no estaba sentado en un futón,
sino que era una sábana de paja debajo de su cuerpo. Aunque
estaba en capas con muchos lotes de heno, extraordinariamente
suave, pero para él todavía no era del todo cómodo. Incluso ahora
todavía no estaba acostumbrado a una ropa de cama tan simple
y tosca.

El que lo llamó hace un momento fue Feng Xin. Salió temprano


en la mañana y acababa de traer comida, y todavía estaba
instando a Xie Lian desde afuera a ir a comer. Xie Lian lo
reconoció y se arrastró.
Esa sensación de asfixia en el sueño era demasiado real y su
mano inconscientemente sintió su cuello. Solo había querido
verificar si realmente había una marca de estrangulamiento
dejada por una banda de seda blanca anudada, pero
inesperadamente, realmente había sentido algo.

Xie Lian se sacudió al principio, y se apresuró a agarrar un espejo


arrojado al suelo no muy lejos, pero cuando miró su reflejo, se dio
cuenta de que era una banda de collar negro que le rodeaba el
cuello. Por lo tanto, finalmente se calmó y recordó todo.

Era el grillete maldito.

Los dedos de Xie Lian lo sondearon.

Una vez desterrado para convertirse en mortal, aparte de


envejecer más lentamente que los humanos normales, no había
muchos otros privilegios. Sin embargo, cuando Jun Wu fabricó
por primera vez el grillete maldito de Xie Lian, todavía mostró algo
de piedad y le dejó espacio para acomodarse.

Si bien este grillete maldito encerró sus poderes espirituales,


también selló su edad y su cuerpo de carne al mismo tiempo, lo
que le permitió ni envejecer ni morir. Además, Jun Wu le dijo que
si lograbas ascender nuevamente, todo en tu vida anterior sería
perdonado, y esto sería eliminado.

Pero, usar tal cosa en el cuerpo no era diferente a un criminal


cuya cara fue tildada de pecador, sin duda una humillación
profunda. Habiendo pensado esto, Xie Lian extendió la mano
hacia un lado y agarró una banda de seda blanca, lista para
ponérsela sobre la cabeza. Sin embargo, en el momento en que
levantó la mano, recordó de repente esa sensación aterradora de
que su cuello se estrangulaba lentamente del sueño y dudó. Sin
embargo, al final todavía lo sacó y lo envolvió completamente
alrededor de su cuello y la mitad inferior de su cara antes de salir.

Feng Xin y Mu Qing ya lo estaban esperando afuera. Feng Xin


había traído bollos humeantes al vapor y Mu Qing estaba
masticando lentamente. Feng Xin le pasó dos a Xie Lian, pero
cuando Xie Lian vio esos bollos toscos y secos perdió el apetito,
por lo que negó con la cabeza y los rechazó.

—Su Alteza, tiene que comer algo por la mañana. Tenemos que
trabajar después, y no es trabajo lo que se puede hacer con solo
sentarse —dijo Feng Xin.

Mu Qing no se molestó en mirar hacia arriba. —Sí, incluso si no


comes esto no hay nada más para comer. Puedes desmayarte
de nuevo, pero al final aún tendrás que comer esto.

Feng Xin lo fulminó con la mirada.

—Mira tu tono.

Xie Lian había ascendido durante unos años y durante mucho


tiempo había olvidado lo que era comer. Hace unos días estuvo
a punto de desmayarse, y solo después de eso se dio cuenta de
que era porque no había comido nada en varios días. Este fue el
incidente al que Mu Qing se refería. Sentada a un lado, Xie Lian
no quería que esos dos comenzaran a pelear tan temprano en la
mañana, así que cambió de tema de inmediato.

—Vamos. Ni siquiera sabemos si encontraremos algún trabajo


hoy.

Xie Lian del pasado tenía un estatus noble y prestigioso, y dado


que poseía un cuerpo celeste, que no necesitaba sustento mortal,
naturalmente no había necesidad de preocuparse por ganarse la
vida. Sin embargo, él ahora, mientras todavía era un príncipe
heredero, el Reino de Xian ya no existía; Mientras todavía era un
dios, hacía tiempo que había sido desterrado. Ahora que
básicamente no era diferente de un mortal, naturalmente
necesitaba preocuparse por cómo vivir sus días. La profesión de
los cultivadores era, por supuesto, atrapar fantasmas y realizar
servicios, pero no era como si hubiera demonios y monstruos para
atrapar o rituales para realizar todos los días, por lo que, la
mayoría de las veces aún necesitaban encontrar algo casual,
trabajo temporal, como ayudar con el transporte de mercancías o
algún trabajo manual.

Pero incluso estos pequeños trabajos de tipo recado podrían no


ser tan fáciles de conseguir, ya que hasta ahora, había
demasiados civiles empobrecidos que fueron desplazados.
Cuando estos pobres vieron que había trabajo, ni siquiera
necesitaron pago; con solo un bollo y medio tazón de arroz y
estarían dispuestos a trabajar, pululando para luchar por el
trabajo, entonces, ¿cómo podrían competir Xie Lian y la
compañía? Incluso si lograron agarrar algo, después de que Xie
Lian deliberara, aún podría pensar que otros necesitaban más el
trabajo. Efectivamente, después de caminar por las calles durante
un buen rato, todavía no encontraron nada.

— ¿No podemos encontrar algo más estable y respetable que


hacer? —Se quejó Mu Qing.

—Basura. Si existiera, lo habríamos conseguido hace mucho


tiempo. —Feng Xin dijo: — ¿No se deben mostrar caras en los
trabajos respetables? ¿Quién no reconoce la cara de su alteza?
Si fuera reconocido, ¿cómo se mantendría estable el trabajo?

Mu Qing dejó de hablar. Xie Lian, por otro lado, envolvió el


vendaje blanco que cubría su mitad inferior de la cara con más
fuerza. De hecho, si alguien fuera a reconocer quién era él,
entonces tendrían que huir o serían golpeados y ahuyentados. Y,
por ejemplo, si se alistaran para un trabajo de guardia de
seguridad, ¿quién podría estar lo suficientemente cómodo como
para contratar a alguien con antecedentes desconocidos, un
guardia de seguridad que ni siquiera mostrara su rostro?
Tampoco podían ir y tomar trabajos de asesinato, por lo que sus
opciones eran muy limitadas.

Era imposible para los dioses preocuparse por el hambre. Sin


embargo, los mortales necesitaban comer. Desde que Xie Lian
era joven, nunca había tenido que considerar este tipo de asuntos,
y esta era realmente la primera vez en más de diez años que este
problema lo afectaba. Sin embargo, si los dioses ni siquiera
sabían cómo se sentía el hambre, ¿cómo podrían entender los
sentimientos de un adorador hambriento? ¿Cómo podrían
empatizar? En este punto, solo podía tomar esta experiencia
como una forma de entrenamiento.

Justo entonces, hubo una repentina cacofonía de gongs y


tambores desde no muy lejos en la distancia, y una gran multitud
se reunió para ver lo que estaba sucediendo. Los tres siguieron
la corriente y subieron a mirar, y había algunos artistas marciales
y payasos que gritaban con todas sus fuerzas dentro de la
multitud. Era un músico callejero. Mu Qing intentó sugerir de
nuevo: —Si todo lo demás falla, ¿por qué no nos volvemos locos?

Xie Lian también estaba considerando lo mismo, pero antes de


responder, Feng Xin ya estaba respondiendo mientras observaba:
— ¿Qué tontería estás diciendo? El cuerpo de Su Alteza vale mil
de oro, ¿cómo puede hacer algo así?

Mu Qing puso los ojos en blanco.

—Ya hemos llevado ladrillos, entonces, ¿en qué se diferencia el


entretenimiento callejero?
—Cargar ladrillos es alimentarnos con nuestra propia fuerza
física —dijo Feng Xin. —La música callejera es entretener a las
masas, divertirlas haciendo el ridículo, así que, por supuesto, ¡es
diferente!

Entonces, uno de los payasos que estaba saltando tropezó y


cayó. La multitud rió a carcajadas cuando se levantó y se inclinó
por la cintura para inclinarse, recogiendo algunas monedas
dispersas arrojadas al suelo. Al ver esto, una profunda sensación
de rechazo surgió en la mente de Xie Lian, y sacudió la cabeza
con fuerza, tachando el entretenimiento callejero como un camino
viable de empleo.

Cuando Mu Qing vio, dijo: —Bien. Entonces empecemos a


empeñar cosas.

—Ya hemos empeñado muchas cosas —dijo Feng Xin—, de lo


contrario no lo habríamos logrado hasta ahora. El resto no puede
ser empeñado.

De repente, detrás de la multitud llegaron oleadas de gritos de


sorpresa, y alguien gritó: — ¡LOS SOLDADOS ESTÁN AQUÍ!
¡LOS SOLDADOS ESTÁN AQUÍ!

Al enterarse de que los soldados habían venido, la bulliciosa


multitud que miraba el espectáculo se separó. Poco después, una
banda de soldados con armas en sus manos, vestidos con nuevas
y brillantes armaduras, sus aires impresionantes, se pavonearon
calle abajo, interrogando a cualquiera que pareciera sospechoso.
Los tres se escondieron en la multitud y escucharon a las
personas a su lado hablar:

— ¿A quién están tratando de atrapar?


—No te preocupes, no están aquí para arrestarnos. Escuché que
están tratando de capturar a los miembros de la realeza XianLe
que habían escapado.

—Al parecer, alguien vio personajes sospechosos por aquí, por


lo que la ciudad ha sido muy estricta en las búsquedas
últimamente.

— ¡¿De verdad?! Dios mío, ¿han huido realmente a este lugar?

Al escuchar esto, los tres intercambiaron miradas y Xie Lian


susurró: —Regresemos y veamos.

Los otros dos asintieron. Silenciosamente dejaron a la multitud


por separado, y solo después de haber caminado por un tiempo
sin llamar la atención antes de que se encontraran de nuevo,
huyendo.

Corrieron hacia un pedazo de bosque desolado en una pequeña


montaña, y desde lejos Xie Lian pudo ver una gruesa columna de
humo saliendo del bosque. Su corazón cayó pesadamente;
¿Podrían los soldados de YongAn haber descubierto este lugar y
prender fuego para asesinar?

Corrieron más cerca, y había una pequeña cabaña rota


escondida en los árboles, posiblemente dejada por algún cazador
desconocido del pasado. El humo espeso provenía del interior de
esta cabaña y Xie Lian soltó: — ¡MADRE! ¿QUÉ SUCEDE,
ESTÁS ALLÍ?

Después de su grito, una mujer salió a saludar y gritó


alegremente: — ¿Mi hijo? ¿Usted ha venido?

Fue la reina. Estaba vestida con sencillez y adelgazada un poco,


un poco diferente a su aspecto de mujer adinerada del pasado. Al
ver que su madre estaba bien y su rostro estaba lleno de deleite,
obviamente sin molestias, Xie Lian se relajó, pero luego preguntó
rápidamente: — ¿Qué pasa con el humo?

La reina respondió, avergonzada.

—... No es realmente nada. Solo quería cocinar un poco hoy...

Xie Lian no sabía si reír o llorar y dijo: — ¡No! Que cocina


Simplemente conéctate con la comida que Feng Xin y Mu Qing te
traen todos los días. Este humo es demasiado llamativo; donde
hay humo, hay gente, atraerás a los soldados de YongAn. Nos
topamos con ellos en la ciudad antes. Esta ciudad también
reforzará su seguridad, tendremos que mudarnos a un lugar
diferente nuevamente.

Feng Xin y Mu Qing entraron a la cabaña para apagar el humo, y


la reina tampoco se atrevió a ser negligente, así que fue a los
cuartos traseros para hablar con el rey. Feng Xin salió y susurró:
—Su Alteza, ¿no va a ir a ver a su majestad?

Xie Lian sacudió la cabeza.

—No.

Los dos, padre e hijo, uno era el rey de un reino caído, el otro era
un dios desterrado, pero quién era más patético, más
avergonzado realmente no podía ser comparado. Si se vieran
obligados a sentarse uno frente al otro, solo se mirarían el uno al
otro en lugar de tener un corazón a corazón, por lo que si pudieran
evitar verse, sería lo mejor. Xie Lian gritó: —Madre, ¿por qué no
empacas un poco y nos iremos hoy? Vendremos a recogerte por
la noche. Nos iremos por ahora.
La reina rápidamente volvió a salir. —Hijo mío, ¿te vas así? No
has visitado en tantos días, ¿por qué salir tan rápido? —

—Tengo que ir a entrenar —dijo Xie Lian.

En verdad, era ir a buscar trabajo, de lo contrario no podrían


reunir suficiente sustento para tanta gente.

— ¿Ya has comido esta mañana? —Preguntó la reina.

Xie Lian sacudió la cabeza. Los tres ya estaban hambrientos. La


reina dijo: —Entonces te romperás el cuerpo. Afortunadamente,
acabo de guisar una olla de gachas, entrar y comer algo.

Xie Lian se preguntó internamente: — ¿Por qué había tanto humo


como si el palacio estuviera en llamas si era solo una olla de
gachas...?

La reina se volvió hacia Feng Xin y Mu Qing.

—Ustedes dos niños vengan a comer con nosotros también.

Feng Xin y Mu Qing no esperaban recibir tal tratamiento en


absoluto y trataron de declinar, pero la reina se mantuvo firme, por
lo que los dos solo pudieron sentarse tímidamente a la mesa,
ambos sintiéndose bastante sorprendidos y halagados.

Sin embargo, después de que la reina trajo esa olla, su sorpresa


pronto se convirtió en temor.

Después de regresar a la ciudad, el estómago de Mu Qing


todavía estaba revolviéndose, y dijo mientras tropezaba: —
Pensé... que las gachas de avena olían a salvado, ¡pero no había
pensado que sabría igual!
Feng Xin apretó los dientes. — ¡Cállate! ¡No obligue a la gente a
recordar esa olla de cosas! La reina es... cuerpo de diez mil de
oro después de todo... nunca cocido... esto ya es... ¡UGH!.. —

Mu Qing dijo: — ¿Dije algo malo? Si no pensaste que era como


el agua de salvado, ¿por qué no...? ¡Ve a pedirle a la reina que te
conceda otro tazón! ¡AAh!..

Los dos estaban agitándose de un lado a otro y Xie Lian los


agarró a los dos, dándoles palmaditas en la espalda: — ¡Dejen de
agitar! Mira, más adelante... ¡parece que hay trabajo!

Efectivamente, cuando los tres tropezaron, había un par de


cabecillas gritando en las calles en busca de ayuda contratada.
El pago era bastante decente y no había un límite para la cantidad
de ayuda necesaria, se llevarían a todos los que vinieran, por lo
que los tres se inscribieron rápidamente, mezclándose con un
grupo de pobres, desaliñados y delgados, formando una banda
grande cuando llegaron a un campo fangoso y vacío. Parecía que
había la intención de construir una nueva residencia aquí, por lo
que el área iba a comenzar con una revisión, comenzando por
completar los terrenos primero. Los tres trabajaron duro, sus
cuerpos cubiertos de barro. Feng Xin estaba arrastrando tierra
mientras abrazaba su estómago, su cara verde, maldiciendo.

—... ¡A la mierda! ¡Creo que esa olla de agua de salvado estofada


se convirtió en un espíritu en mi estómago!

Xie Lian llevaba una canasta llena de tierra y miró hacia atrás,
hablando en voz baja: — ¿Puedes aguantar?.. ¿Quieres sentarte
un poco a un lado?

Mu Qing se volvió hacia Xie Lian.

— ¿Por qué no descansas a un lado?


—No. Todavía puedo aguantar. —Respondió Xie Lian.

Mu Qing puso los ojos en blanco.

—No seas terco. Si ensucias tu ropa, soy yo quien tiene que


lavarla. Prefiero hacer tu parte del trabajo. —No muy lejos en la
distancia, alguien gritó: — ¡TRABAJA DURO Y NO HABLES! ¡No
seas perezoso! ¿TODAVÍA QUIERES QUE TE PAGUE?

Feng Xin fue tenaz y continuó aguantando, incluso acarreando el


doble de lodo que antes.

—No es que sea una gran paga, ¿por qué hacer tanto alboroto
por eso?

Después de un día agotador, después de haber luchado desde el


mediodía hasta la puesta del sol, el trabajo finalmente se hizo.
Físicamente, los tres no estaban completamente exhaustos, pero
por haber trabajado tan duro solo por un poco de salario y un
bocado, el corazón estaba más cansado que el cuerpo. Cuando
finalmente obtuvieron algo de tiempo libre, se acostaron en un
campo que estaba un poco más limpio para descansar. En ese
momento, apareció otro grupo, ruidoso y ruidoso. Un par de
hombres arrastraban una estatua de piedra mientras caminaban
lentamente.

Xie Lian levantó la vista ligeramente.

— ¿Qué estatua es esa?

Mu Qing también lo miró.

—Tal vez la nueva estatua divina para proteger este lugar.


Xie Lian no habló.

Si esto fuera el pasado, entonces la estatua divina elegida para


proteger la tierra sería su estatua del príncipe heredero sin duda,
pero ahora quién sabe qué dios sería. Era más probable que
fuera Jun Wu, o tal vez cualquier funcionario que ascendiera
recientemente.

Después de una larga pausa, al final Xie Lian todavía no pudo


evitar preguntarse quién fue el que lo reemplazó, por lo que se
obligó a levantarse y se acercó a la multitud para echar un vistazo.
Esa estatua de piedra tenía la espalda hacia él para que no
pudiera ver la cara con claridad, pero parecía estar arrodillado.
Ahora estaba aún más curioso. ¿La estatua divina de qué
funcionario celestial se arrodilló? Luego dio la vuelta al gran
círculo antes de girar para mirar.

Cuando vio, toda su mente se quedó en blanco.

¡El rostro de esa estatua divina era suyo!

Esa estatua arrodillada se acomodó en el suelo, y alguien en el


costado le dio una palmada grosera en la cabeza.

—Finalmente fue transportada. ¡Este bastardo es bastante


pesado!

— ¿Por qué arrastraste una estatua como esta? Es un poco feo,


¿por qué no traer al Emperador Marcial Celestial? ¿No es esto lo
que es su cara...?

—Es ese, ¿verdad? ¿No dijeron que adorarlo traería mala


suerte? ¿Ustedes todavía se atreven a adorarlo? Y salir de tu
camino para transportarlo hasta aquí...
—Ahora, ninguno de ustedes entiende. Adorar a un Dios de la
desgracia ciertamente traería mala suerte, pero esta estatua no
es para adorar, es para pisar. Si pisas a un Dios de la desgracia,
¿no significa eso que garantizará tu eterna fortuna?

La multitud se iluminó.

— ¡Qué buen significado, un excelente simbolismo!

Feng Xin y Mu Qing también podían sentir algo mal y cuando se


acercaron, también se quedaron en silencio. Feng Xin estaba a
punto de explotar, pero Mu Qing lo detuvo, advirtiéndole con los
ojos y dijo en voz baja: —El príncipe heredero ni siquiera ha
comenzado nada, ¿por qué gritas?

De hecho, Xie Lian estaba callado y Feng Xin no estaba seguro


de si tenía otras consideraciones, por lo que no se atrevió a
moverse imprudentemente. Por lo tanto, se obligó a tragarse sus
palabras enojadas, pero sus ojos ardían como llamas.
Finalmente, alguien refunfuñó: — ¿No es esto... bastante
inapropiado? Él fue un dios una vez, Su Alteza el príncipe
heredero.

—Por favor, XianLe ha caído, ¿qué príncipe heredero?

Otro dijo: —Lo que dijiste estaba mal. Pisar a un Dios de la


desgracia no es nada inapropiado, de hecho, debería
agradecernos.

Xie Lian de repente dijo: — ¿Oh? ¿Por qué debería agradecerte?

Ese hombre explicó presuntuosamente: — ¿Has visto los


umbrales de los templos? Es pisoteado por miles, cientos de
miles, pero ¿ve Mi Señor cuántas familias ricas están luchando
para pagar uno de esos umbrales del templo como sustitutos? Es
porque cada paso que pisó ese umbral, ese umbral los absolvería
de un pecado, pagaría una deuda, cobraría un mérito. Esta
estatua arrodillada tiene la misma función. Si cada uno da un
paso sobre su cabeza, o escupimos sobre él, ¿no estamos
reuniendo también méritos para el príncipe heredero? Entonces,
debería agradecernos...

Xie Lian ya no podía escuchar.

Cuando ese hombre dijo la palabra gracias, su puño ya estaba


levantado y se lanzó.

La multitud explotó al instante.

— ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?! ¡LUCHA! ¿QUIÉN ESTÁ


CAUSANDO PROBLEMAS?

Feng Xin ya no podía esperar para golpear a la gente, por lo que


también lloró al unirse a la pelea. Mu Qing no pudo decir si se
unió a sí mismo o si fue atrapado. En cualquier caso, los tres
comenzaron a pelear. En medio de la pelea, hubo varias
ocasiones en que el vendaje blanco en la cara de Xie Lian casi se
arrancó, pero gracias a Dios eso no sucedió. Los tres eran
expertos en artes marciales, pero la otra parte tenía los números,
y más tarde, Mu Qing estaba reteniendo a los otros dos,
advirtiéndoles que matar a los mortales era agregar a sus
crímenes, por lo que la pelea terminó siendo miserablemente
restringido. Al final, aunque la pelea fue gratificante, los tres aún
fueron expulsados.

Después de caminar un rato junto a un río, descuidado, sus pasos


finalmente disminuyeron. Mu Qing se quejó enojado, su rostro
negro y azul.
— ¡Trabajamos muy duro todo el día, pero al final no ganamos
nada por una pelea!

Feng Xin se limpió la sangre en los labios.

— ¿Cómo puedes traer dinero en un momento como este?

— ¡Es precisamente porque es un momento como este que hay


que sacar el dinero! —Respondió Mu Qing. — ¿Un momento
como este? ¿Qué hora es? ¡Momento en que nos morimos de
hambre! No importa si no lo admite, ¡pero no se puede hacer nada
sin dinero! ¿No pueden ambos aguantar un poco?

Xie Lian no habló.

Feng Xin habló: — ¿Cómo soportamos esto? ¡Lo han convertido


en ese tipo de estatua arrodillada para que la gente pise! No eres
el que está pisoteando la cara, así que, por supuesto, puedes
hablar tan a la ligera.

—Desde que se perdió la guerra, no es la primera vez que sucede


algo así —dijo Mu Qing. — Y seguramente habrá más en el futuro.
Si no puede aprender a acostumbrarse pronto, bien podría morir.

Feng Xin argumentó con disgusto: — ¿Acostumbrarse?


¿Acostumbrarse a qué? ¿Ser humillado por otros?
¿Acostumbrarse a los mortales que le pisan la cara? ¿Por qué
tiene que acostumbrarse a algo así?

Xie Lian gritó con irritación: — ¡Eso es suficiente! Para de


discutir. ¿Vale la pena pelear por algo tan pequeño como esto?

Los dos se callaron uniformemente.


Después de una pausa, Xie Lian suspiró. —Vamonos.
Encuentra un carruaje para ir a buscar a mamá y papá. Tenemos
que irnos de esta ciudad esta noche.

Feng Xin reconoció: —Está bien.

Los dos caminaron uno al lado del otro por un momento cuando
de repente notaron que Mu Qing no los seguía. Xie Lian miró
hacia atrás, confundida.

— ¿Mu Qing?

Después de un silencio, Mu Qing habló: —Su Alteza, quiero


hablar con usted sobre algo.

— ¿Qué es? —Preguntó Xie Lian, pero Feng Xin dijo con
impaciencia: — ¿Qué pasa contigo ahora? Ya dije que ya no
discutiré contigo, ¿qué más quieres?

—Quiero irme —dijo Mu Qing simplemente.

—...

Aunque antes de abrir la boca, Xie Lian ya había tenido una vaga
premonición, pero cuando Mu Qing dijo esas palabras en voz alta,
el aliento de Xie Lian todavía se detuvo.

Feng Xin sospechaba que podría haber escuchado mal.

— ¿Qué? ¿Qué dijiste?

Mu Qing enderezó la espalda, sus negros ojos de obsidiana


inquebrantables, y su actitud tranquila.

—Por favor, permíteme que me vaya.


— ¿Salir? —Exclamó Feng Xin. — ¿Qué debería hacer Su Alteza
si te vas? ¿Y el rey y la reina?

Mu Qing abrió y cerró la boca un par de veces, pero al final


todavía dijo: —Lo siento. No puedo hacer mucho.

—No, te explicas ahora mismo, ¿a qué diablos te refieres? ¿Solo


puedes hacer tanto? —Preguntó Feng Xin.

Mu Qing respondió: —El rey y la reina son los padres de Su


Alteza, y yo tengo mi propia madre. Ella también necesita mi
cuidado. No puedo decir que necesito cuidar a otra persona y a
los padres de otra persona y descuidar a mi propia madre.
Entonces, ruego que Su Alteza lo entienda, no puedo seguir a su
lado.

Xie Lian se sentía débil y se apoyó contra una pared a un lado.


Feng Xin preguntó fríamente: — ¿Es esa la verdadera razón?
¿Cómo es que nunca lo has mencionado antes?

—Esta es una de las razones. Mu Qing dijo: —Creo que otra


razón es que nos hemos hundido en un dilema, pero en cuanto a
cómo salir de este dilema, tenemos ideas muy diferentes.
Perdone mi honestidad, pero si las cosas siguen así, nada
mejorará incluso en un millón de años. Entonces, nuestros
caminos han divergido.

Feng Xin estaba tan enojado que comenzó a reírse y asintió,


volviéndose hacia Xie Lian.

—Alteza, ¿escuchaste eso? ¿Recuerdas lo que dije por primera


vez? Si alguna vez fue desterrado, seguramente él sería el
primero en separarse. ¿No te lo dije?
Mu Qing parecía estar ligeramente enfurecido por sus palabras y
dijo rotundamente: — ¿Podrías por favor no obligarme? Solo digo
la verdad. Todos tienen sus propios puntos de vista; nadie nació
destinado a ser el camino recto del reino mortal, el centro del
mundo. Quizás disfrutes de orbitar alrededor de otra persona,
pero otros pueden no ser lo mismo que tú.

— ¿De dónde vienen todas esas palabras agrias ocultas? Me


importa un bledo. —Feng Xin dijo: — ¿No puedes decir
claramente que nos vas a dar la espalda?

— ¡Suficiente!

Al escuchar la voz de Xie Lian, los dos se detuvieron. Xie Lian


se quitó la mano de la frente y se volvió hacia Mu Qing. Lo miró
por un momento antes de hablar:

—No me gusta forzar a otras personas.

Mu Qing frunció los labios pero aún se mantenía erguido.

—Vete —dijo Xie Lian.

Mu Qing lo miró sin decir una palabra. Luego se inclinó


profundamente y realmente se dio la vuelta para alejarse.

Al ver su retirada sin parpadear mientras desaparecía en la


noche, Feng Xin dijo con incredulidad: —Alteza, ¿realmente lo
dejaría ir así?

Xie Lian suspiró: — ¿Qué más puedo hacer? Ya dije que no me


gusta obligar a otras personas.
— ¿No pero? ¡Ese bastardo! —Exclamó Feng Xin— ¿Qué pasa
con él? ¿Realmente se fue, así como así? ¿Salió corriendo?
¡Qué carajo!

Xie Lian se agachó junto a la orilla del río, frotándose la frente.

—No importa. Ya que su corazón ya nos dejó, ¿de qué sirve


mantenerlo? ¿Amarrarlo y obligarlo a lavar mi ropa?

Feng Xin tampoco sabía qué más decir y se agachó. Un


momento después escupió enojado: —Maldita sea. Ese bastardo
puede compartir la riqueza pero no el sufrimiento, huyendo en el
momento en que la mierda golpea al fanático. ¿No recuerda nada
de tu amabilidad?

—Yo fui quien le dijo que no lo recordara —dijo Xie Lian—, así
que tú también... no hay necesidad de colgarlo de tus labios.

— ¡Pero no puede recordar nada! —Refutó Feng Xin. — ¡Qué


mierda! Pero no se preocupe, Alteza, nunca, nunca lo dejaré.

Xie Lian forzó una pequeña sonrisa, pero no dijo nada. Feng Xin
se levantó. — ¿Vamos a recoger al rey y la reina? Iré a buscar
un carruaje, solo espera aquí.

Xie Lian asintió.

—Gracias por el problema. Ten cuidado.

Feng Xin reconoció y se fue. Xie Lian también se puso de pie y


caminó a lo largo del río por otro tiempo, toda su persona todavía
sentía un poco de luz en los pies, como si nada fuera real.

La partida de Mu Qing realmente lo sorprendió hasta la médula.


Primero, nunca había pensado que alguien tan cercano se
levantaría y se iría. En segundo lugar, Xie Lian siempre había
creído en para siempre. Por ejemplo, los amigos siempre serían
amigos para siempre; sin traición, sin engaño, sin ruptura. Tal
vez habría momentos en que se separaron, pero seguro que no
sería por razones como la vida es demasiado horrible.

Así fue como en las historias, el héroe y la belleza eran una pareja
hecha en el cielo, por lo que nunca deberían separarse,
manteniéndose fieles el uno al otro para siempre. Si no podían,
todavía debe ser porque fueron forzados a separarse por una
muerte trágica, no porque el héroe prefirió comer carne mientras
que la belleza prefirió comer pescado, o porque el héroe
despreciaba a la belleza por gastar demasiado lujosamente y la
belleza despreciaba al héroe por sus malos hábitos.

De repente pisar y perder el equilibrio, hundirse millones de millas


solo para descubrir que todavía estabas en el reino de los
mortales realmente no era un buen sentimiento.

Caminando al azar por un momento, de repente hubo una serie


de brillantes luces doradas flotando desde adelante. Solo
entonces Xie Lian salió de él, y cuando miró más de cerca,
descubrió que las luces eran en realidad linternas después de
linternas flotando sobre el agua, fluyendo junto con la corriente del
río. También había un par de niños jugando riendo junto a la orilla
del río.

Xie Lian recordó: —Ah, hoy es ZhongYuan.1

En el pasado, siempre se realizaba un gran servicio para el


Festival ZhongYuan en el Sagrado Pabellón Real; lo esperaría

1
[中元節] El Festival ZhongYuan tiene lugar a mediados de julio en el calendario
lunar y celebra el inframundo.
mucho antes del evento y nunca lo habría olvidado. Ahora, no
tenía nada en mente en absoluto. Sacudió la cabeza y continuó
su camino. Justo en ese momento, una voz llegó desde el camino.

—Niños, niños, ¿lo comprarán?

Esta voz era extremadamente vieja y áspera, mezclada con un


rastro del aire helado del mal. Xie Lian instintivamente supo que
algo andaba mal y miró, solo para ver a los dos niños de antes
con linternas en sus manos detenidas en la carretera, mirando
algo con curiosidad y un poco de miedo.

En la oscuridad frente a ellos se sentaba un hombre. Parecía ser


un anciano con túnica negra, sucio y desaliñado mientras se
fundía en uno con la noche negra. En su mano sostenía una
linterna, y les hizo señas a los dos niños sombríamente: —Mis
linternas son muy diferentes a las linternas comunes en tus
brazos. Estos son tesoros raros; si pides deseos, se garantiza
que se harán realidad.

Esos dos niños pequeños dudaron.

— ¿R-Realmente?

Ese anciano dijo: —Por supuesto. Mira.

La linterna en su mano estaba claramente apagada, pero de


repente brilló una luz roja inexplicable. Había más de diez
linternas en el suelo junto a él, y ellas también parpadearon con
una luz verde inquietante, extremadamente peculiar.

Los dos niños pequeños estaban asombrados, pero Xie Lian


sabía exactamente lo que estaba mirando. ¿Tesoros raros? ¡Era
claramente la fosforescencia de los muertos!
Debe haber almas de pequeños fantasmas sellados dentro de
esa linterna para que brille una luz tan peculiar. En cuanto a este
anciano, debe ser un cultivador fraudulento que capturó a esos
desafortunados espíritus salvajes errantes de quién sabe dónde y
los ató a las linternas. Estos dos niños no sabían sobre el truco y
aplaudían encantados, queriendo comprar el linternas Xie Lian
rápidamente se apresuró.

—No lo compren. Está mintiendo.

Ese anciano lo fulminó con la mirada: — ¡Pequeño bastardo!


¿Qué dijiste?

Xie Lian lo expuso directamente.

—Esa linterna no es un tesoro, es un artilugio demoníaco. Hay


fantasmas llenos dentro, si traes esto a casa para jugar, los
fantasmas se aferrarán a ti.

Cuando esos niños oyeron que había fantasmas, no se atrevieron


a quedarse y gritaron — ¡AAH! —Mientras huían. Ese anciano
saltó tres pies hasta sus pies, gritando enojado: — ¿TE ATREVES
A ARRUINAR MI NEGOCIO?

Xie Lian razonó: — ¿Cómo puedes llevar a cabo un negocio así


aquí? No importa los niños ignorantes, incluso los adultos que
compran sus linternas malvadas caerían en una gran desgracia,
tal vez incluso se aferrarían a ellos por fantasmas resentidos, y
¿no sería un gran error? Incluso si debe vender tal cosa, debe ir
a un lugar especializado para vender.

Ese anciano reprendió: —Lo haces sonar tan fácil. ¿Dónde


encontrarías un lugar tan especializado para vender tales cosas?
¡Todos encuentran un lugar al azar y se instalan! —Dijo mientras
recogía un montón de esas linternas feas y mal hechas,
resoplando mientras se preparaba para irse. Xie Lian
apresuradamente gritó: — ¡Espera!

— ¿Qué? ¿Qué quieres? —Ese anciano dijo bruscamente—.


¿Vas a comprar?

—De ninguna manera. Xie Lian dijo: — ¿Realmente planeas


continuar vendiendo en otro lugar? ¿De dónde vienen todos los
fantasmas en tus linternas?

—Los atrapé en el árido campo de batalla. Están en todas partes.


Ese anciano respondió.

¿Entonces no eran las almas errantes de los soldados fallecidos?

Habiendo escuchado esto, era imposible que Xie Lian lo dejara


solo, y él advirtió solemnemente: —Deja de venderlos. ¡Hoy es
ZhongYuan! Si esto agita algo, no será divertido. Además, esas
son las almas heroicas de los guerreros, ¿cómo puedes venderlas
como baratijas?

—Cuando las personas mueren, se convierten en nada más que


briznas, ¿a quién le importa si es un alma heroica o no? —Ese
anciano dijo: —Por supuesto, son mis viejos huesos los que son
más importantes. Todos tenemos que ganarnos la vida por aquí,
si no me dejas vender, ¿qué debo hacer? ¿Ser un vagabundo?
Si te apasiona esto, ¿por qué no gastas el dinero?

—Tú…

Al final, Xie Lian admitió la derrota.

—Bien. Compraré. Luego metió la mano en el bolsillo y recorrió


cada esquina, solo para sacar unos centavos—. ¿Es esto
suficiente?
Ese anciano lo miró y exclamó: — ¡Por supuesto que no! ¡¿Cómo
puede ser suficiente este poquito?! —

Xie Lian no sabía muy bien cuánto dinero se consideraría normal


al comprar más de diez linternas, y nunca miró el precio cuando
compró cosas en el pasado, pero, en una situación tan
lamentable, logró aprender cómo negociar sin que se les enseñe:
—Tus linternas no se ven tan bonitas y tienen muy mala suerte.
Es mejor que me los vendas a bajo precio.

— ¿Ya es este precio y está pidiendo más barato? Ese anciano


argumentó: —Nunca he visto a nadie más en bancarrota que
usted, ¡qué vergüenza!

Xie Lian podía sentir vergüenza clavarse en su piel con sus


palabras: —Soy un príncipe heredero, te lo digo. Nunca en mi
vida alguien me ha llamado a la quiebra. —Pero justo cuando las
palabras salieron de sus labios, las lamentó. Aún así, ese anciano
no se tomó en serio sus palabras, y se echó a reír: —Si eres el
príncipe heredero, entonces yo ¡Soy el buen emperador!

Xie Lian se sintió un poco aliviada pero también un poco


incómoda. Aún así, al final podría romper todos los frascos rotos
y decir claramente: — ¿Venderás? Este es todo el dinero que
tengo.

Después de mucho ir y venir, los dos finalmente completaron la


transacción. Xie Lian usó esa cantidad de dinero patéticamente
triste para comprar más de diez linternas fantasmas y las llevó a
la orilla del río. Ese anciano desapareció en el momento en que
obtuvo el dinero, mientras que Xie Lian, por otro lado, se sentó en
la orilla, desatando cada nudo rojo envuelto sobre las linternas,
liberando a todos los pequeños fantasmas que fueron sellados por
el hechizo, y realizó un servicio simple para ellos.
De las linternas flotaban chispas de inquietantes fuegos
fantasmas. Estas almas eran todos nuevos fantasmas que habían
fallecido recientemente, tristes y desenfocados sin una conciencia
clara propia, muy débiles y vulnerables, razón por la cual ese
anciano los capturó tan fácilmente. Cuando fueron liberados de
esas linternas estrechas, todos rodearon a Xie Lian, rodeándolo
íntimamente, a veces frotándose contra él.

Xie Lian se puso de pie e instó suavemente: —Vamos. Vayan.

Con la ayuda del suave empujón de su mano, esos espíritus se


elevaron más y más, flotando hacia el horizonte, disipándose
gradualmente. Esto fue lo que llamaron espíritus que regresan al
mundo.

Xie Lian contempló el cielo estrellado durante mucho tiempo


cuando, de repente, detrás de él llegó una vocecita.

—Su Alteza... —Esa voz llamó.

Xie Lian se sorprendió e instantáneamente miró de dónde


provenía la voz. Solo entonces se dio cuenta de que quedaba una
pequeña bola de fuego fantasma que aún no había pasado a ese
cielo ni se había disipado en chispas.

Parecía que este pequeño fantasma era más fuerte que todos los
otros pequeños fantasmas, y no solo poseía su propia conciencia,
sino que también podía hablar. Se acercó, desconcertado.

— ¿Me estabas llamando justo ahora? ¿Me reconoces?

Habiendo notado, esa pequeña bola de fuego fantasma parecía


volverse bastante animada, saltando arriba y abajo. A juzgar por
su voz, también parecía ser un hombre joven. Decía: — ¡Por
supuesto que lo reconozco!

Xie Lian recordó que estaba cubierto de barro, que parecía


indecoroso e indigno, y se sentía cada vez más incómodo. Apretó
la mano en un puño y la presionó contra sus labios, realmente no
queriendo admitir su identidad y pensó que tal vez si podía decir
que estaba equivocado. Un momento después, educó su
expresión.

— ¿Por qué te has quedado aquí? ¿No los he enviado a todos?


¿Tal vez me he perdido un paso? —De lo contrario, ¿por qué
quedaría uno después de haber realizado un servicio?

El fantasma sin nombre flotaba ante él, no muy cerca, no muy


lejos, y respondió: —No. No ha hecho nada malo. Yo soy el que
no quería irme, eso es todo.

Xie Lian reflexionó: — ¿Tienes un deseo incumplido o algún


apego?

—Sí. —El fantasma sin nombre respondió.

—Entonces, ¿por qué no me lo dices? ¿Qué es? —Preguntó Xie


Lian. —Si no es nada difícil, haré todo lo posible para ayudarte.

Detrás de este fantasma sin nombre había tres mil linternas que
fluían lánguidamente a lo largo de la noche, y decía: —Tengo un
ser querido que todavía está en este mundo.

Después de un poco de silencio, Xie Lian dijo: —Ya veo. ¿Es tu


esposa?

—No, su alteza. Nunca nos casamos.


—Ah.

El fantasma sin nombre dijo: —De hecho, podría muy bien no


recordarme. Nunca hablamos realmente.

— ¿Nunca hablaron realmente? —Pensó Xie Lian: —Si ese fuera


el caso, ¿cómo se convirtió ésta en la amada persona que unía
su espíritu al mundo? ¿Qué tan hermosa debe ser esta persona?

Tarareando por un momento, dijo: —Entonces, ¿cuál es tu


deseo?

El fantasma sin nombre respondió: —Quiero protegerla.2

Por lo general, el deseo de un espíritu sería: Quiero decirle que


la amo: Quiero tener una ronda de relaciones físicas; o lo más
aterrador: Quiero que me acompañe abajo.

Proteger, realmente era bastante raro, y Xie Lian parpadeó.


—Pero, ya no perteneces a este mundo.

El fantasma sin nombre respondió: — ¿Y qué?

—Si permaneces a la fuerza, no podrás descansar en paz —dijo


Xie Lian.

Al fantasma sin nombre no parecía importarle.

—Rezo para que nunca descansar en paz.

Una brizna de espíritu errante era en realidad tan terco.


Típicamente, un espíritu tan voluntario era nueve veces de diez

2
El pronombre en tercera persona Él /Ella en chino tiene la misma pronunciación
pero caracteres diferentes.
extremadamente peligroso, sin embargo, por alguna razón, Xie
Lian no sintió ninguna intención asesina, por lo que no estaba
preocupado. Él continuó: —Si tu persona amada supiera que no
puedes descansar en paz gracias a ella, podrían sentirse
culpables y preocupada.

El fantasma sin nombre dudó por un momento y respondió: —


Entonces, simplemente no le haré saber por qué no me he ido.

—Después de haberte visto tanto, lo sabrá tarde o temprano —


dijo Xie Lian.

El fantasma sin nombre dijo: —Entonces tampoco dejaré que


descubra que la estoy protegiendo.

Después de escuchar este punto, el corazón de Xie Lian no pudo


evitar conmoverse y pensar, el amor de este hombre no era solo
hablar.

Dentro de las linternas estaban todos los espíritus salvajes


errantes que el anciano capturó del árido campo de batalla, por lo
que el que estaba delante de él ahora también debe ser un joven
guerrero. Dijo en voz baja: —Esta guerra te separó de tu persona
amada... lo siento. Yo no gané.

Sin embargo, el fantasma sin nombre declaró: —Morir en la


batalla por usted es mi mayor honor.

Xie Lian quedó atónito al instante.

Morir en la batalla por el príncipe heredero es el mayor honor para


un soldado XianLe.

Fue una frase que un general de XianLe enseñó a los soldados, y


usó este eslogan para excitar su voluntad de batalla, proclamando
que incluso si murieran, lo harían Han muerto por un propósito, y
en la muerte pasarán al reino inmortal. Eso fue, por supuesto, una
mentira. Sin embargo, a pesar de que este joven soldado había
fallecido, su alma flotando en el reino de los mortales, aún
recordaba con firmeza esta frase. Y él respondió con tanta
solemnidad y sinceridad.

De repente, Xie Lian sintió que el borde de sus ojos se calentaba


y su visión se volvió borrosa. Él respondió: —Lo siento.
Olvídame.

Las llamas parpadeantes del fantasma sin nombre brillaron más:


—No lo olvidaré. Su Alteza, soy para siempre su creyente más
devoto.

Xie Lian contuvo un sollozo.

—... Ya he perdido a todos mis creyentes. Creer en mí no te hará


ningún bien, incluso podría traer desastres. ¿Sabes? Incluso mi
amigo me ha dejado.

El fantasma sin nombre declaró como si hiciera un juramento: —


Yo no lo haré.

—Lo harás —dijo Xie Lian.

El fantasma insistió: —Créeme, alteza.

—No te creo —dijo Xie Lian.

Ya no creía en nadie y tampoco creía en sí mismo.


Capítulo 182: Héroe derrotado por un centavo (parte uno)

Antes de que toda la ciudad estuviera encerrada en una búsqueda


estricta, Xie Lian y compañía viajaron toda la noche y vinieron a
otra ciudad.

Todavía estableció al rey y la reina en un lugar apartado antes de


que él y Feng Xin salieran a ganar dinero. Sin embargo, aquellos
que no pudieran ganar mucho dinero en la otra ciudad no serían
mágicamente más afortunados en una nueva.

Los dos todavía trabajaron un día completo de trabajo solo para


ganar un sueldo exiguo, como siempre, pero como el grupo de
tres que nunca se separaron se perdió repentinamente un
miembro, los otros dos estaban teniendo dificultades para
acostumbrarse. Por ejemplo, en el pasado siempre había sido Mu
Qing el responsable de mantener la bolsa de dinero,
constantemente contando, y ahora que Mu Qing se fue, Feng Xin
dijo que podría perder la bolsa de dinero por accidente, por lo que
Xie Lian tenía No hay más remedio que mantenerlo en su
persona. Cada vez que contaba esa cantidad tan triste, realmente
no podía creer que fuera todo lo que ganaba después de un duro
día de trabajo. Debía saberse que en el pasado, la cantidad de
dinero que le otorgaba a los mendigos ni siquiera era tan pequeña.

Sin Mu Qing, el que traía comida para el rey y la reina también se


había ido, por lo que Xie Lian no tuvo más remedio que llevar a
Feng Xin con él y entregar personalmente todo tipo de
necesidades diarias al escondite del rey y la reina. Que podía ver
a su hijo con tanta frecuencia, la reina estaba muy feliz, y cuando
se alegró, entró en la cocina. Ese día, una vez más hizo que Xie
Lian y Feng Xin probaran su sopa recién guisada, arrastrándolos
a la mesa.
—Ambos necesitan engordar, miren lo delgados que se han
vuelto.

Feng Xin estaba chorreando sudor frío, y en el momento en que


su trasero tocó el banco saltó, agitando las manos.

—No, no, su majestad, Feng Xin no se atreve, ¡absolutamente no


debo!

La reina reprendió gratamente: —Hijo Mío, ¿a qué hay que


temer? Ven, siéntate.

¿Cómo podría Feng Xin atreverse a decirle? Realmente no se


atrevió, y después de obligarse a sentarse, la reina entregó los
frutos de su trabajo. Feng Xin inhaló bruscamente y retiró la tapa
de la olla. Xie Lian se sentó a la cabecera de la mesa y cuando
los dos vieron lo que había en la olla, ambos miraron horrorizados.

Xie Lian dijo en voz baja: —Este pollo... murió una muerte trágica.

....Los labios de Feng Xin temblaron y dijeron: —Su Alteza, no


viste bien. No hay pollo en esto.

—Entonces, ¿qué es esa cosa que flota como un pollo muerto?


—Se preguntó Xie Lian.

—Creo que es pasta de estofado... pero la forma está un poco


fuera de lugar —respondió Feng Xin.

Los dos estudiaron el bote por un buen rato pero aún no pudieron
resolverlo. La reina sirvió un cuenco lleno para Xie Lian y el propio
Feng Xin se apresuró a servir un cuenco. Cuando la reina fue a
los cuartos traseros para encontrar al rey, instantáneamente
vertieron la sopa en sus propios cuencos y pretendieron limpiarse
la boca como si se hubieran comido de un sorbo y no hayan tenido
suficiente. , Estoy lleno.—

Al ver esto, la reina estaba encantada.

— ¿Fue bueno?

Xie Lian elogió huecamente: — ¡Lo fue, lo fue!

La reina dijo alegremente: — ¡Si es bueno, entonces toma un


poco más!

Xie Lian casi escupió un bocado de esa sopa inexistente y levantó


su pañuelo para fingir que se estaba limpiando los labios. Justo
en ese momento, la reina parecía haber dudado antes de hablar:
—Hijo mío, quiero hacerte una pregunta, por favor no pienses que
tu madre es curiosa.

El corazón de Xie Lian se tensó y dejó el pañuelo en el suelo.

— ¿Qué es? Por favor pregunte.

La reina se sentó a su lado y le preguntó: — ¿Dónde está ese


niño Mu Qing? ¿Cómo es que no ha venido en los últimos días?

Él lo sabía.

El corazón de Xie Lian se apretó con más fuerza al mencionar a


Mu Qing: —Oh, le di una misión, así que se fue a otro lado.

La reina parecía haber suspirado de alivio y asintió, luego, justo


después, preguntó: — ¿Cuándo volverá?

—Tal vez, tendrá que estar fuera por mucho tiempo... no volverá
pronto —respondió Xie Lian.
Al escuchar esto, la reina pareció preocupada, y Xie Lian se dio
cuenta: — ¿Pasa algo?

La reina respondió al instante: —Oh, no es nada.

Feng Xin fue el más agudo, y de repente habló: —Su majestad,


¿qué pasa con sus manos?

¿Manos?

Xie Lian miró hacia abajo y se sorprendió al instante.

Las manos ricas de su madre, delicadas y exquisitamente


mantenidas, se veían en este momento bastante horrorosas. Las
articulaciones estaban raspadas y peladas, y había rastros débiles
de sangre. Xie Lian se levantó abruptamente y agarró sus manos.

— ¿Qué está pasando?

La reina rápidamente explicó: —No es nada. Acabo de lavar algo


de ropa y mantas, pero no soy muy bueno en eso.

Xie Lian espetó: — ¿Por qué lavas tú misma? Podrías...

Pero estaba perplejo antes de terminar sus palabras. ¿Podrías


saber qué? ¿Podría haber hecho que los encargados del palacio
lavaran? ¿Podría haber hecho que Mu Qing lavara? Todo eso
era imposible ahora.

En el camino de la fuga, había sido Mu Qing quien era el asistente


personal interino, y sus deberes de ocuparse de todas las
necesidades personales incluían el cuidado de Xie Lian, el rey y
la reina. Una vez que se fue, de repente todo lo esencial no tenía
a nadie a quien cuidar.
Nadie para cocinar, nadie para lavar, nadie para doblar las
mantas. Los días simples del pasado de repente se volvieron
difíciles. El propio Xie Lian estaba bien sufriendo por ello, ya que
había muchas otras cosas de las que preocuparse, pero su
madre, que había vivido una vida cómoda y lujosa, ¿cuándo había
hecho tan duro trabajo? Pero si la reina no hacía este trabajo ella
misma, ¿quién más podría hacerse cargo?

Después de un poco de silencio, Xie Lian dijo: —No dejes que


esto te moleste. Yo me encargaré del lavado.

La reina sonrió.

—No es necesario. Solo cuídate. Nunca he lavado la ropa ni


cocinado antes, pero dado que mi tiempo es libre todos los días,
hacer las tareas por mí mismo sigue siendo bastante divertido.
Especialmente porque ambos disfrutaron la comida, me ha hecho
bastante feliz.

Esa olla de sopa fue guisada por un par de manos de su madre.


Xie Lian y Feng Xin intercambiaron una mirada y se sintieron
bastante horribles. Justo en ese momento, la reina agregó: —Oh,
sí, había otra cosa. ¿Hay alguna manera de que puedas traer
algo de medicina mañana?

Los ojos de Xie Lian se abrieron ligeramente.

— ¿Medicina? ¿Qué tipo de medicina?

La cara de la reina estaba preocupada: —Suspiro, tampoco estoy


muy seguro. ¿Por qué no vas a la farmacia y preguntas, ves qué
tipo de medicamento debes tomar para síntomas como toser
sangre?
— ¡¿Tosiendo sangre?! —Xie Lian se sorprendió. — ¿Quién está
tosiendo sangre? ¿Tú? ¿Padre? ¿Por qué no dijiste algo antes?

Su voz se elevó y la reina inmediatamente se calló.

— ¡Baja la voz! —Sin embargo, ya era demasiado tarde, y una


voz indignada llegó desde la parte posterior de la cabaña. — ¡TE
DIJE QUE NO DIJERAS NADA INNECESARIO!

Fue el rey. Al ver que ya había escuchado, la reina ya no se


preocupó por callarse y llamó a los cuartos traseros.

— ¡Pero no funcionará si esto sigue así!

Xie Lian entró directamente en las habitaciones y vio que el rey


estaba acurrucado en una cama de mantas irregulares. No había
mirado de cerca recientemente, pero ahora que lo vio, el rey se
veía enfermo, sus mejillas hundidas, apareciendo aún más
enfermizo dentro de una habitación sombría. No había ningún
aura del rey en absoluto; no era más que un viejo ceniciento.

Xie Lian no necesitaba comprobar su pulso para saber que debía


estar enfermo durante mucho tiempo, y nada de luz tampoco. De
hecho, toda la habitación impregnaba el sofocante y rancio aire
de la enfermedad. Recordando que la reina había dicho que el
síntoma era toser sangre, en su momento de angustia su voz se
elevó.

— ¿QUÉ PASA AQUÍ?

El rey endureció su rostro.

— ¿Qué pasa con ese tono?


Tanto la reina como Feng Xin también entraron a la habitación.
Xie Lian advirtió: —A quién le importa qué tono estoy usando. Si
estás enfermo, ¿por qué no dijiste algo antes?

El rey estaba furioso: — ¿Estás dando discursos a tu rey? ¡En


cualquier momento, lo que este rey puede y no puede decir no es
para asunto tuyo!

Al ver que todavía estaba actuando duro, Xie Lian estaba


incrédula: — ¡Eres increíble! ¿Sigues tirando el peso de tu título
en un momento como este?

El rey estaba indignado: — ¡VETE! ¡SAL DE AQUÍ!

La reina y Feng Xin inmediatamente arrastraron a Xie Lian.

— ¡Hijo mío! No seas así. Él es tu padre y está enfermo. Da un


paso atrás.

A la fuga y enfermo, esto fue como agregar escarcha a la nieve.


Xie Lian enterró su rostro en sus manos.

— ¡Madre! ¿Por qué los dos no dijeron algo antes? ¡Si lo hubiera
hecho, la enfermedad no se hubiera arrastrado a toser sangre!
¿Sabes lo difícil que es curarlo? —O, mejor dicho, según su
situación actual, ¡era imposible curarlo!

La reina estaba consternada y afligida: —Nosotros... nosotros


tampoco sabíamos que había empeorado así.

Feng Xin agregó: —Sí. Además, habíamos estado esquivando


la persecución de YongAn por todo este camino, no había tiempo
para parar.

Xie Lian retiró la cara de sus manos.


—Lo llevaré a buscar un médico en la ciudad ahora mismo.

— ¡NO ES NECESARIO! —Gritó el rey desde dentro de la


habitación.

Xie Lian miró hacia atrás y estaba a punto de reprender; voy a


hacerlo en este momento, pero Feng Xin respondió primero: —Su
Alteza, si lleva su majestad a los médicos de la ciudad, usted será
notado a ciencia cierta.

Al escuchar esto, Xie Lian se congeló instantáneamente. La reina


también habló: —Eso es lo que temíamos, por eso no dijimos
nada en los últimos días. Hijo mío, ¿por qué no... solo piensas
en una forma de traer algo de medicina primero?

En los cuartos traseros, el rey comenzó a toser violentamente de


nuevo, y la reina entró a cuidarlo. Xie Lian estaba aturdido por un
buen momento, luego se dio la vuelta y salió. Feng Xin gritó: —
¡Su alteza! ¿Qué planeas hacer?

Xie Lian no respondió, pero comenzó a hojear todos los estantes


y cofres de la cabaña. Feng Xin preguntó: — ¿Qué estás
buscando?No respondió, y un breve momento después, sacó algo
del fondo de un cofre.

Era una antigua espada sagrada. Feng Xin miró y preguntó: —


¿Qué estás haciendo sacando a HongJing?

Después de un poco de silencio, Xie Lian respondió: —Voy a


empeñarlo.

Feng Xin se sorprendió e inmediatamente exclamó: — ¡NO


PUEDES!
Xie Lian cerró el cofre con fuerza.

—ya he empeñado tantas espadas, esta es solo una más.

A lo largo de su viaje, para obtener fondos suficientes para


carruajes y sobornos para cruzar los puestos de control, Xie Lian
ya había empeñado más de la mitad de sus adoradas espadas
sagradas. Y como no podían ir a casas de empeño grandes y
bulliciosas, a veces incluso eran chantajeados por comerciantes
turbios que descubrían sus identidades y tenían que sufrir ventas
negociadas. Feng Xin exclamó: — ¡No es lo mismo! ¿Realmente
no te gusta esta espada? De lo contrario, ¿por qué no lo
empeñaste y lo metiste en el fondo del cofre? Además, esta fue
una espada que el Emperador te regaló, ¡no sonará bien si esto
sale!

Xie Lian dijo con cansancio: —No importa cuánto me guste,


todavía no es tan importante como una vida. Vamos, vamos.

Los dos se dirigieron a la ciudad con la espada, ambos mirando


hacia abajo. Cuando llegaron a la casa de empeño, Xie Lian se
detuvo en su paso y miró al HongJing en su mano. Feng Xin lo
miró. — ¿Por qué no nos olvidamos de empeñarlo? Probemos...
pensemos de otra manera?

Xie Lian negó con la cabeza: —Es demasiado tarde. Además,


no sabemos si hay alguna otra manera que pueda generar
suficiente dinero.

Si iban a robar, robar, engañar, ningún mortal sería rival para


ellos, y el dinero llegaría mucho más rápido. Sin embargo, fue
precisamente porque deben mantener la brújula moral y adherirse
a la regulación ética de los mortales, ganar dinero honestamente,
que las cosas serían tan difíciles.
Después de decidirse, Xie Lian dijo: —Esto tiene que ser
empeñado. Una vez que está empeñado, vamos a comprar
medicamentos.

Mientras lo decía, sus pies aún no se movían. Feng Xin sabía que
era reacio a soltar, que esta era la última espada sagrada que
tenía Xie Lian, por lo que dijo: —Miremos un poco más a nuestro
alrededor.

Justo en ese momento, al otro lado de la calle llegó un ruido


clamoroso, gritos y gritos, y alguien gritó: — ¿QUIÉN ESTÁ
CAUSANDO PROBLEMAS? ¡QUE AUDACIA! ¡TÓMALA!

Los dos se sorprendieron, y Xie Lian instantáneamente retrocedió


a un lado alarmado.

— ¡¿Quién?!

Feng Xin también se alarmó y revisó el cheque, regresando


después de que le aseguraran: — ¡No es nada! ¡No te preocupes!
No tiene nada que ver con nosotros. No es nadie buscándonos y
tampoco son los soldados de YongAn.

Solo entonces la tensión de Xie Lian se relajó.

— ¿Qué está pasando?

—No estoy seguro —dijo Feng Xin. —Parece ser una pelea entre
algunos sirvientes locos, ¿quieres ir a ver?

—Vamos a ver. —Xie Lian dijo: —Ojalá no sea un matón.

Los dos se arrastraron para mirar, y vieron en el centro que había


un par de hombres que estaban peleando, y la audiencia que los
rodeaba vitoreaba. Feng Xin le dio unas palmaditas a un
transeúnte que estaba disfrutando del espectáculo.

—Hola amigo, ¿qué está pasando aquí?

Ese transeúnte se rió entre dientes: — ¿No lo sabes? ¡Esto es


muy emocionante! ¡El criado está golpeando al amo!

¡Qué asunto! Xie Lian se quedó sin palabras.

— ¿Cómo es que? ¿Y por qué es algo bueno?

— ¡Por supuesto que es algo bueno! —Ese transeúnte dijo: —


¡Este maestro realmente no es bueno! Este criado lo siguió desde
que era joven, muy leal, ¡pero él! Solo sabía cómo aprovechar,
no solo no pagaba, sino que incluso lo trabajaba hasta los huesos.
El criado no pudo soportarlo más, así que ya ves, ya ves. ¡Están
peleando!

Efectivamente, el que estaba golpeando estaba maldiciendo


mientras lanzaba golpes y gritaba cosas como: — ¡Te he
aguantado durante mucho tiempo!

— ¿Por qué no te das cuenta de lo que me has dado?

— ¡Mi familia es tan pobre que no tenemos nada para comer, pero
aún así te mueves por encima de mi cabeza todo alto y poderoso!

— ¡Desde hoy, ya no soy tu perro!

El maestro que estaba siendo golpeado estaba abrazando su


cabeza y gritando mientras la multitud vitoreaba, pero sus gritos
estaban haciendo que el corazón de Xie Lian se sacudiera en
oleadas, lo que le dio escalofríos por alguna razón, y vislumbró la
cara de Feng Xin sin pensar. Feng Xin no se dio cuenta de su
comportamiento extraño en absoluto, y cuando se enteró de todas
las malas acciones de los demás, comentó sin rodeos: —Ya veo,
entonces este maestro realmente no es bueno, no es de extrañar
que el sirviente se esté rebelando.

No quiso decir nada con eso, pero el corazón de Xie Lian se


rompió y apretó más a HongJing.

Después de muchos dolores de cabeza, HongJing fue


empeñado, y los dos finalmente tuvieron dinero. Inmediatamente
fueron a preguntar por un médico y compraron más de diez tipos
diferentes de medicamentos para recuperar.

El medicamento para curar los síntomas de toser sangre era


costoso y la cantidad necesaria era inmensa. No se trataba solo
de uno o dos paquetes de medicamentos, curados en un par de
días, por lo que se debe observar de cerca cómo se ven las cosas
después. Esa noche, Feng Xin desenvolvió algunos paquetes de
medicamentos y comenzó a guisar fuera de la cabaña, avivando
las llamas con un abanico desgarrado. En cuanto a Xie Lian, una
vez más estaba hurgando en los estantes y cofres por toda la
casa. Después de un tiempo, finalmente buscó un cinturón
dorado y brillante.

Originalmente, Xie Lian tenía varios cinturones dorados, pero su


final era el mismo que las espadas sagradas, todas empeñadas.
Solo quedaba este, y Xie Lian había querido mantenerlo como
recuerdo al principio, pero ahora, había decidido usarlo para algo.

Casualmente, Feng Xin lo miró.

—Alteza, ¿qué haces con ese cinturón? No estás pensando en


empeñarlo también, ¿verdad?

Sin embargo, Xie Lian se acercó y le entregó el cinturón de oro.


Al ver esto, los ojos de Feng Xin se hincharon, y estaba
desconcertado.

—... ¿Qué estás haciendo dándome esto? Su Alteza, cuando


cerró el cofre en este momento no también cerró su cerebro
también, ¿verdad?

....Solo entonces Xie Lian recordó que en el Tribunal Superior,


regalar un cinturón de oro tenía un significado especial, y su rostro
se oscureció al instante.

—Piensas demasiado, no lo digo en absoluto de esa manera.


¡Solo tómalo como si fuera oro normal!

Luego se lo entregó. Feng Xin miró con ese brillante cinturón


dorado alrededor de su cuello.

—No. Todavía tienes que decirme por qué de repente me estás


llenando de oro.

—Solo tómalo como una compensación que te debo por tanto


tiempo —dijo Xie Lian.

Feng Xin estaba confundido.

—No, pero. ¿Qué te pasa de repente? ¿Por qué me hablas de


compensación en un momento como este? También podría
empeñar esto y comprar más medicamentos para su majestad.
Está bien si no lo empeñas también. Guárdalo para ti. Esto es
algo que solo los funcionarios celestiales pueden poseer.
Capítulo 183: Héroe derrotado por un centavo (parte dos)

Al escucharlo mencionar la medicina, Xie Lian miró hacia atrás y


dirigió su mirada hacia el interior de la cabaña donde
descansaban el rey y la reina. Un momento después, dijo: —Se
me ocurren otras formas de tomar el medicamento, así que
tómalo.

Xie Lian estaba decidido a dar y Feng Xin no podía entender por
qué, así que estaba confundido y lo sintió un poco divertido, y se
encogió de hombros, recogió el abanico de hojas de totora y
continuó avivando las llamas para guisar la medicina. Bien
entonces, te lo guardaré por ahora. Cuando quieras recuperarlo,
avísame.

Xie Lian negó con la cabeza.

—No lo pediré de vuelta, puedes hacerlo como quieras.

Después de empeñar HongJing, sus bolsillos estaban un poco


más llenos, y finalmente lograron tener algunas buenas comidas.
Como las habilidades de la reina eran tan impactantes, Xie Lian
le pidió gentilmente a la madre que cuidara al padre y que no
entrara a la cocina, ya que él mismo se haría cargo de la cocina.
Aunque no tenía mucha experiencia, pero incluso si nunca hubiera
tenido patas de cerdo, había visto caminar a los cerdos, lo que
hizo todavía era algo comestible, por lo que la fiesta se salvó de
problemas en la boca y el estómago.

Ese día después de la pelea con el rey, Xie Lian se sentía


realmente arrepentido, pero no sabía cómo disculparse con su
padre, por lo que solo podía hacer todo lo posible para cuidarlo.
Un paciente que tosía sangre no podía enfriarse, así que le agregó
más mantas y pequeños calentadores.

Los soldados de YongAn estaban cayendo con fuerza para


atrapar a todos los nobles XianLe que escaparon y pronto, esta
ciudad también aumentó la seguridad. Finalmente se
establecieron, pero ahora debían partir nuevamente.

Xie Lian ya había perdido la cuenta de cuántas ciudades había


pasado mientras huía con sus padres a cuestas. Para ser sincero,
lo que había visto en el camino, todo estaba mucho más tranquilo
de lo que imaginaba. La más trágica fue solo la capital real de
XianLe; en todas partes no parecía haber sido severamente
afectado.

Después de todo, para los civiles normales, el rey, el príncipe


heredero, la capital real, la nobleza, eran cosas extremadamente
lejanas. El cambio de un rey no parecía haber hecho mucha
diferencia. Especialmente porque el nuevo rey no era un tirano, y
una vez que ascendió al trono no hubo decretos particularmente
estrictos, por lo que aparte de tener un nuevo tema para las
conversaciones después de la cena, no hubo muchos más
lamentos.

—Cuando el rey se llamaba Xie, planté esta parcela de tierra;


¡ahora el rey se llama Lang y todavía planto el mismo terreno! —
Xie Lian escuchó a la gente decir.

No se equivocaron. Pero lo extraño fue que, en lo que respecta


al rumoreado príncipe heredero que pasó de ser invencible a
perder todas las batallas, la actitud de todos hacia ella fue
increíblemente unificada, como si en el momento en que hablaran
de él todos se transformaran de repente en un ciudadano
patriótico de XianLe. Realmente no podía entenderlo ni aceptarlo.
Sin embargo, ya no tenía mucha mente para preocuparse por
esas cosas. El dinero que ganaron al empeñar HongJing no duró
unos meses antes de que todo se agotara.

Una enfermedad que hacía toser sangre ya era difícil de curar,


además el rey estaba frustrado y deprimido, por lo que tenía que
haber una gran cantidad de medicamentos para ayudarlo a
aguantar en un estado correcto. Si se cortara la medicación, su
condición sin duda empeoraría considerablemente. A Xie Lian no
le quedaba nada que empeñar, y en este día, después de haber
deambulado por las calles durante mucho tiempo, contempló y
reconsideró antes de finalmente recurrir a Feng Xin: — ¿Por qué
no... lo intentamos?

Feng Xin lo miró.

—Entonces, ¿vamos a intentarlo?

No era la primera vez que los dos pensaron vacilantes en


intentarlo, fue justo antes de que no se hubieran decidido.
Además, hubo una vez cuando estaban conversando, el rey
escuchó su intención y se indignó, lanzando un gran ataque, y fue
intransigente que Xie Lian no hiciera cosas tan vergonzosas por
dinero, de lo contrario se negaría a tomar su medicina, así que en
el Al final los dos tuvieron que abandonar el pensamiento. Sin
embargo, ahora que estaban en una situación desesperada, no
había necesidad de decirlo claramente; Ambos entendieron. Xie
Lian asintió y envolvió la banda de seda blanca alrededor de su
rostro.

—Su Alteza, no tiene que hacer esto, solo yo solo es suficiente


—dijo Feng Xin—. ¡Así que incluso si el rey lo pregunta, estaría
bien!
Luego, inhaló profundamente, contuvo el aliento por un momento,
antes de rugir repentinamente a los peatones en la calle.

—QUERIDOS TRANSEUNTES EN LA CALLE, NO SE PIERDAN


ESTO…

Todos los peatones saltaron sorprendidos, y todos se reunieron


alrededor, charlando.

— ¡¿Qué pasa con los gritos?! ¿Qué están haciendo ustedes?


¿Qué tienen que mostrarnos? Quiero ver cantos rodados rotos.
¡En el pecho!

Feng Xin se quitó el arco de la espalda y tiró de él con valentía.

—Mi... Mi apodo es Arquero Divino—; Puedo disparar a una diana


desde cien pies de distancia. Mostraré mi vergonzosa habilidad
para que todos la vean. Si todos disfrutan del espectáculo,
¡¿pueden, por favor, concedan algunas monedas?!

Qué Arquero Divino, qué habilidad vergonzosa; esas fueron


todas las palabras que aprendieron mirando artistas callejeros. Si
bien decían que nunca iban a criticar, desde hacía mucho tiempo
habían tenido en cuenta cómo lo habían estado haciendo todos
los demás.

La multitud se quejó.

— ¡Deja de perder el aliento! ¡Solo sigue adelante! ¡Hemos


estado esperando! ¡Ahora date prisa!

Feng Xin colocó una flecha sobre el arco, señaló a un hombre


ocioso en la multitud que estaba masticando una fruta y dijo: —
¿Puede este tío salir, coloque esta manzana en su cabeza, y
puedo dispararle sin falta de tres? ¡Cien pasos de distancia!
Ese hombre ocioso encogió el cuello y se retiró a la multitud.

— ¡NO LO HARÉ!

Feng Xin exclamó: — ¡No te golpearé, no te preocupes! ¡Si te


disparo por accidente, pagaré lo que sea de recompensa!

Ese hombre ocioso gritó: — ¡No soy tonto! Si me disparas por


accidente, ¡no importa cuánto me devuelvas! Ya que estás aquí
para actuar, ¿no tienes un asistente o algo así? ¡¿No deberías
estar disparando al que está a tu lado?!

La multitud intervino. — ¡Sí!Xie Lian también dijo: —Déjame.


Alguien de la multitud arrojó una fruta y Xie Lian la atrapó, lista
para ponérsela en la cabeza. Sin embargo, Feng Xin nunca tuvo
la intención de involucrar a Xie Lian, entonces, ¿por qué permitiría
esto? En su momento de pánico, agarró la fruta y se la comió él
mismo, luego cambió la dirección de la flecha, apuntando a una
pancarta que colgaba en lo alto de un edificio alto y gritó: —
¡DISPARARÉ ESO! flecha. Él era extremadamente hábil en tiro
con arco, así que, por supuesto, disparó al objetivo, y la audiencia
circundante alrededor vitoreó y se rieron.

— ¡BIEN, PELIGROSO! ¡TÚ LO TIENES! —Se rieron y


balbucearon, y en realidad hubo algunos que arrojaron algunas
monedas.

Pequeñas y redondas monedas cayeron y rodaron por el suelo, y


Feng Xin subió a recogerlas. Xie Lian también se agachó en
silencio para recogerlos, pero su corazón se sentía deprimido,
como si hubiera perdido algo.

En el pasado, Feng Xin era el sirviente del príncipe heredero; Sin


importarle a los campesinos comunes, incluso los consejeros
normales tuvieron que ser amables y corteses cuando lo vieron,
algunos incluso trataron de hacerse amigos. Antes, cuando
arrastraban rocas y tierra, simplemente prestando atención a los
cabecillas que gritaban era sofocante, ahora tenían que soportar
ser observados como monos. Su habilidad de disparar a cien pies
no se usaba para matar enemigos en la batalla, sino para
entretener a las masas, solo de pensarlo le revolvió el estómago.

En ese momento, llegó la voz aguda de una mujer: — ¿QUIÉN


ESTÁ DISPARANDO FLECHAS EN LAS CALLES?

Cuando Xie Lian escuchó, su corazón cayó. Todos en la multitud


señalaron a Feng Xin.

— ¡ES ÉL!

Feng Xin estaba desconcertado y la multitud se separó cuando


varias mujeres vinieron pisoteando, sosteniendo una flecha, la
que Feng Xin disparó antes. Esas mujeres lo rodearon.

— ¡Maldito mocoso! ¿HICISTE ESTO? ¡Qué coraje! Disparando


armas al azar a plena luz del día, ¡destruiste nuestra pantalla!
Dime, ¿cómo vas a pagar esto?

—Sí, ¡has asustado a tantos de nuestros clientes!

Resulta que la pancarta que Feng Xin lanzó antes era tan
poderosa que voló hasta el patio de otra persona. A Feng Xin ya
no le gustaba hablar con mujeres, y estas mujeres usaban
maquillaje pesado, sus cimientos cubrían sus rostros, asfixiaban
y asfixiaban. Probablemente llegaron con malas intenciones y
gritaron hasta el punto en que él seguía agitando las manos,
retrocediendo. Xie Lian se apresuró a protegerse frente a él.
—Lo siento, lo siento. No quiso hacerlo. En cuanto a la
compensación, pensaremos en algo...

Los ánimos de esas mujeres estaban ardiendo, y empujaron y


empujaron.

— ¿Y QUIÉN ERES? USTED... —Pero inesperadamente, con


este empujón y tirón, el vendaje blanco que cubría la cara de Xie
Lian se deslizó, y cuando esas mujeres vieron su rostro, sus ojos
se iluminaron, sus tonos se volvieron grasientos—. Aah, ¡qué Didi
tan guapo!

Una de las mujeres aplaudió, sus ojos crecientes y florecientes.

— ¡MUY BIEN! ¡Ya está decidido! Están juntos, ¿verdad? ¡Te


tomaremos como reembolso entonces!

Xie Lian: — ¿…?

Antes de que su cabeza estuviera envuelta en este desarrollo,


Xie Lian fue arrastrada por esas mujeres, hasta un pequeño y
lujoso establecimiento. Cuando levantó la vista, los niveles
superiores eran todas mujeres vestidas como flores en flor,
cantando como pájaros. ¡Solo entonces Xie Lian se dio cuenta de
que un montón de amantes de burdeles se lo llevaron!

Se le puso la piel de gallina al instante.

— ¡Espera, no tengo dinero, realmente no tengo dinero!

Esas amantes del burdel se rieron.

—Por supuesto que no tienes dinero, ¡por eso te hemos traído


aquí para ganar dinero!
—Lo siento, pero ¿no soy un hombre? —Exclamó Xie Lian.

Las amantes del burdel respondieron molestas: — ¡Sabemos que


eres un hombre, no somos ciegas!

Feng Xin, que estaba rodeado por la multitud, finalmente atravesó


el mar de personas y se precipitó, gritando: — ¡DEJEN A SU AL...
DÉJENLO EN ESTE INSTANTE!

Los dos estaban en un estado horrible y huyeron, y como sabían


que estaban equivocados, no se atrevieron a defenderse. Las
furiosas amantes del burdel llamaron a unos treinta combatientes
y los persiguieron por toda la ciudad. Nunca habían estado
involucrados en tal situación, y en general, nunca se atreverían a
acercarse a esa área nuevamente.

Pero, los dos pudieron confirmar que el entretenimiento callejero


era una forma viable de ganar dinero, por lo que cambiaron de
lugar y se instalaron. Eran caras nuevas, por lo que todos los
lugareños estaban muy interesados, además de que Feng Xin era
un hombre honesto y bueno con una apariencia adecuada, se veía
bastante guapo, por lo que en los primeros días lograron ganar
una pequeña fortuna que podría ayudar a pagar alimentos y
medicamentos durante al menos medio mes. Sin embargo, las
cosas buenas no duraron, y no pasó medio mes antes de que
alguien llamara.

Ese día, después de que Xie Lian y Feng Xin hubieran empacado,
varios hombres fornidos vinieron a buscarlos. Xie Lian estaba
muy alarmado, asustado de que fueran soldados de YongAn, con
los puños listos para atacar bajo sus mangas, y exigió en voz baja:
— ¿Quién eres?

El protagonista dijo: —Ustedes han estado jugando en nuestro


territorio durante días, pero ¿no saben quiénes somos?
Xie Lian y Feng Xin estaban perplejos. Otro hombre habló: —
Robaste tanto de nuestro negocio, ¿no crees que es grosero si no
te explicas?

Los dos finalmente entendieron lo que estaba pasando. Resulta


que esos fueron los otros artistas callejeros locales.

Todos los trabajadores del mundo pertenecían a gremios y


pandillas, dibujando su propio territorio. Cuando los dos llegaron,
se llevaron a todos sus clientes, por lo que cuando los demás no
podían ganar dinero, por supuesto, venían en busca de
problemas. Los dos no sabían del mundo, entonces, ¿cómo
podrían conocer este conjunto de etiqueta?

—Si no fuera porque estamos al final de nuestras cuerdas,


¿quién querría robar un negocio como este? —Pensó Xie Lian con
amargura, pero aún así habló cortésmente: —No es realmente
una cuestión de robo, ¿verdad? La gente irá a ver lo que quiera
ver, no es como si estuviéramos obligando a nadie a ver nuestra...
actuación de tiro.

Como si la otra parte escuchara, y exclamaron con rudeza.

— ¿NO ES UN ASUNTO DE ROBAR? ¡NADIE HIZO NADA LOS


PASADOS POCOS DÍAS, USTED HA TOMADO LA COMIDA DE
NUSTRAS BOCAS!

La multitud saltó sorprendida y miró hacia arriba, y vio a Feng Xin


soltar el puño de la pared lateral, y en la pared había una marca
gigante, con grietas que se arrastraban por todas partes.

Dijo fríamente: — ¿Están buscando problemas?


La multitud de hombres fornidos ciertamente estaba aquí para
comenzar problemas al principio, para hablar con sus puños, pero
después del golpe de Feng Xin, no había duda de que su puño
era más sólido que el de ellos, e instantáneamente sus fuegos se
extinguieron a la mitad. Aún así, se negaron a dejarlo pasar tan
fácilmente, y el protagonista cambió su tono después de haber
estado perplejo por un segundo. — ¿Qué tal esto? Haremos esto
según las reglas. ¡Vamos a competir con nuestras habilidades, y
el ganador se queda, los perdedores empacarán y se irán, para
nunca volver a instalarse en esta área!

Al enterarse de que sería una competencia, Feng Xin se alegró


aún más. Por supuesto que estaba contento. ¿Cómo podrían los
mortales competir con ellos? ¡Era una victoria segura!

Xie Lian también dio un suspiro de alivio.

—Estoy de acuerdo con esto. ¿Cómo quieres hacer esto?

Ese hombre proclamó en voz alta: — ¡Usaremos nuestro mejor


truco!

Entre charlas, otros dos hombres habían traído unas pocas


pizarras de piedra, largas y rectangulares, y ese hombre le dio
unas palmaditas en las tablas de piedra.

— ¡Rompiendo rocas en el pecho! ¿Qué tal, te atreves?

Al ver lo orgulloso que se veía, parecía que esta era su


especialidad. Xie Lian también se puso en cuclillas y sintió esa
pizarra y miró hacia arriba.

—Esto no será un problema para mí, pero, ¿realmente no será un


problema para ti? Esa tabla es tu negocio. —Ese hombre se rió.
— ¡A juzgar por tu forma, es mejor que te preocupes por ti mismo!
Feng Xin se puso en cuclillas junto a él.

—Su Alteza, ¿me deja? —Xie Lian sacudió la cabeza. —No. Has
trabajado mucho en los últimos días, déjame hacer esto, esta vez.
También debería hacer un esfuerzo.

Por lo tanto, Xie Lian y ese hombre se acostaron en el suelo, con


una pizarra de piedra presionando ambos cofres. Feng Xin recibió
un gran martillo, lo giró con fuerza y estaba a punto de aplastarlo
cuando Xie Lian de repente habló: —Espera.

Los otros estaban encantados: — ¿Admites la derrota? ¡No es


demasiado tarde para admitir la derrota ahora, te dejaremos ir!

—No. Quiero agregar otra pizarra —dijo Xie Lian.

Al escuchar esto, la mafia se sorprendió.

— ¿Estás loco?

Xie Lian explicó perezosamente: — ¿No lo dijeron todos? Esta


es una competencia. Si ambos usáramos una pizarra cada uno,
no habría diferencia en la habilidad, entonces, ¿cómo puede
considerarse una competencia?

Todos los artistas callejeros parecían dudosos, algunos incluso


pensaron que se volvió loco, y algunos pensaron que estaba
faroleando. Después de mucha discusión, de hecho agregaron
otra pizarra de piedra en la parte superior de su pecho. ¡Sin
embargo, inesperadamente, Xie Lian quería que agregaran otro!

Ahora todos estaban seguros de que lo estaba perdiendo, y


agregaron una tercera pizarra con incredulidad. Por lo tanto,
sobre el pecho de Xie Lian había tres pizarras de piedra que
pesaban mucho, parecían bastante aterradoras.

Bajo la vigilancia concentrada de la multitud, Feng Xin levantó el


gran martillo, y sin pestañear, se estrelló, y esas tres pizarras de
piedra se rompieron en múltiples pedazos. En medio de vítores,
Xie Lian se arrastró desde el suelo, ilesa y tranquila, sacudiéndose
la ropa mientras todos miraban con asombro. La cara del líder
estaba pálida y oscura, y Xie Lian pensó: —Ahora debería saber
retroceder, ¿verdad?

Había pensado que la otra parte reconocería su victoria y nunca


volvería a buscar problemas otra vez, pero inesperadamente, la
expresión del hombre cambió y cambió, y de repente, apretó los
dientes: — ¡Añádeme dos más también! ¡No, agrega tres más!

— ¡Hermano mayor, no puedes! —La multitud exclamó: — ¡Este


hombre debe conocer hechizos malvados, no hay necesidad de
que vayas con él!

— ¡Sí, debe estar fingiendo!

Feng Xin exclamó enojado: — ¿Qué demonios? ¿Ustedes son


los que carecen de habilidades pero se dan la vuelta y dicen que
estamos usando hechizos malvados y fingiendo?

Sin embargo, el líder gritó: —LAS TABLAS Y EL MARTILLO DE


PIEDRA NOS PERTENECEN, ¿CÓMO NO SABRÍAMOS SI HAY
HECHIZOS MALVADOS? ¡ESTE MOCOSO TIENE ALGUNAS
HABILIDADES, PERO APILAR TRES TABLAS NO SON NADA!
¡PUEDO APILAR CUATRO! ¡Mientras ganemos, TENDRÁN
QUE SALIR!

— ¡Eso es imposible, ríndete! —dijo Feng Xin. —No pierdas la


vida por esto. Pero ese hombre era un imbécil, obligando a los
demás a apilar cuatro pizarras de piedra pesadamente hundidas
en su cuerpo. — ¡SOLO MIRA!

Xie Lian podía decir que las cosas iban mal y susurró: —Feng
Xin, ¿deberíamos detener esto? No hay forma de que los
mortales puedan soportar cuatro tablas.

Feng Xin susurró: — ¿Veamos primero? No debería estar


pidiendo la muerte, solo un par de golpes y debería saber
retroceder.

Xie Lian frunció el ceño ligeramente y asintió, decidiendo mirar y


ver. Efectivamente, el pequeño amigo que sostenía el martillo
solo golpeó aprensivamente una vez y la cara de ese hombre
cambió. El que sostenía el martillo se detuvo de inmediato, sin
atreverse a moverse de nuevo, pero ese hombre gritó: — ¡MÁS
DURO! ¿Te perdiste una comida? ¿POR QUÉ TU GOLPE ES
TAN PATÉTICO?

Ese pequeño amigo no se atrevió a ser descuidado y la segunda


vez usó todas sus fuerzas, ¡y BANG!, después de ese fuerte
sonido, la cara de ese hombre explotó en rojo, como si estuviera
conteniendo un gran bocado de sangre. Xie Lian y Feng Xin
vieron que las cosas iban en la dirección equivocada y
rápidamente gritaron: — ¡Espera! ¡No te fuerces!

Ese hombre gritó: — ¿QUIÉN SE ESTÁ FORZANDO? ¡ESTA


ES MI ESPECIALIDAD! ¡SOLO MIRA, TE CONDUCIRÉ A TU
DERROTA! —Con una cara angustiada, ese pequeño amigo
golpeó de nuevo. Ahora lo había hecho. Ese hombre escupió una
bocanada llena de sangre por todo el suelo, asustando al pequeño
amigo y dejó caer el martillo. La mafia se apresuró. —Déjalo ir,
déjalo ir, hermano mayor, si esos dos bastardos quieren aferrarse
a este lugar, déjalos aferrarse, ¡tu vida es más importante!
Las venas aparecieron en la frente de ese hombre y la sangre le
hizo espuma en la boca: — ¡NO DEJARÉ ESTO! Han pasado
días desde que todos comimos algo, si esto sigue así, ¿no es esto
lo que nos pide nuestro sustento? ¡SIGAMOS! ¡Me niego a creer
que no puedo competir con este tierno y delicado mocoso! ¡ESTA
ES MI ESPECIALIDAD!

Xie Lian no pudo ver más y habló primero: —Déjalo ir. Si este es
el caso, entonces reconozco la derrota. A partir de mañana ya no
vendremos. ¡Vamos, Feng Xin!

Luego se volvió para irse. Detrás de ellos, la multitud aplaudió, y


Feng Xin siguió.

—Su Alteza, ¿vamos a abandonar este lugar así como así?

Finalmente encontraron una manera de ganar dinero, pero ahora


tuvieron que abandonarlo. Xie Lian suspiró: —No hay otra
manera. Esas pocas rondas ahora ya le causaron grandes
lesiones internas, me temo que está casi medio discapacitado. Si
seguimos compitiendo, alguien morirá. Si eso sucede, tampoco
podremos quedarnos.

Feng Xin se rascó la cabeza y maldijo: — ¡Realmente estaba


pidiendo morir!

—Todos estamos tratando de ganarnos la vida —dijo Xie Lian


simplemente.

Xie Lian también se sentía un poco mal. Si lo hubiera sabido, no


habría pedido apilar tres pizarras, y habría admitido la derrota
temprano para que el hombre no se obligara a enfrentarse a
cuatro pizarras. Incluso si era grosero e imprudente, todavía
había partes de él que eran respetables.
—No hablemos más de eso —dijo Xie Lian—, no tenemos que
molestarnos aquí, poner todos nuestros huevos en una sola
canasta.

Sin embargo, esa noche, cuando regresaron a su escondite, la


reina le informó con tristeza que los síntomas del rey estaban
empeorando y que tal vez no podría soportar más movimientos,
que necesitaba descansar por un tiempo. Lo que significaba que
no podían abandonar esta ciudad por el momento.

Xie Lian rebuscó en los estantes y cofres de nuevo, pero no pudo


encontrar nada que empeñar, así que se sentó al lado del cofre,
separándose. Feng Xin estaba cocinando medicina, tarareando
mientras lo hacía. Él tarareó y tarareó, sonando cada vez más
fuera de tono, y aunque Xie Lian no prestó atención al principio,
no pudo ignorarlo después de un tiempo.

— ¿Qué pasa contigo? ¿De buen humor?

Feng Xin levantó la vista.

— ¿Huh? ¿No?

Xie Lian no le creyó.

— ¿En serio?

Había notado que en los últimos días después de que


comenzaron a actuar en las calles, Feng Xin estaba actuando un
poco extraño. A veces sonreía como un tonto sin razón, a veces
se volvía preocupado. Cuando Mu Qing estaba cerca, Xie Lian y
Feng Xin rara vez se separaban. Después de que Mu Qing se
fuera, a veces Feng Xin tendría que ir a entregar comida o hacer
otros mandados para el rey y la reina, por lo que se iría por un
período de tiempo en un día. Xie Lian sintió que debía haberse
topado con algo, pero no tenía la energía para preocuparse.
Mirando la olla de medicina frente a Feng Xin y en silencio por un
momento, Xie Lian preguntó: — ¿Es este el último paquete?

Feng Xin hojeó los paquetes en el suelo.

—Lo es. Si no vamos mañana... —Recordó que el rey estaba


dentro de la cabaña y no podía hacer que lo oyera, por lo que
Feng Xin bajó la voz—. Si no nos vamos mañana, ¿qué haremos?

—...

Después de un largo rato, Xie Lian se levantó abruptamente.

—Quédate aquí y vigila. Voy a pensar en una manera.

Feng Xin estaba confundido.

— ¿A dónde vas? ¿En qué forma puedes pensar?

Xie Lian se fue sin mirar atrás.

—No te preocupes por mí. Y no me sigas.


Capítulo 184: Bloqueando el camino de la montaña; El Príncipe Heredero falla en
el robo

Exhortó una y otra vez para asegurarse de que Feng Xin se


quedara para proteger al rey y a la reina mientras él mismo salía
de la pequeña y destartalada cabaña. Mientras caminaba, seguía
mirando hacia atrás, con el corazón acelerado. Después de
caminar un largo camino, finalmente se relajó cuando estuvo
seguro de que Feng Xin no lo siguió.

Tranquilizándose, después de caminar y detenerse durante más


de diez millas, Xie Lian finalmente encontró un lugar que sentía
era el lugar ideal: un camino de montaña bastante desierto y
aislado.

Xie Lian examinó sus alrededores y no había nadie alrededor,


luego se cubrió la cara con la banda de seda blanca,
envolviéndola con fuerza y seguridad antes de saltar a un árbol
para esconderse. Luego contuvo el aliento y se concentró. El
siguiente paso sería esperar a que pasen los viajeros.

Eso es correcto. Su camino era el llamado robar a los ricos y dar


a los pobres.

En el pasado, Xie Lian solo había oído hablar de este tipo de


vigilantes mundanos que robaban a los ricos para darles a los
pobres libros y obras de teatro; nunca lo había hecho él mismo,
y nunca pensó hacerlo, ya que su creencia original era esta: no
importaba cómo se arreglara, no importaba la razón, el robo era
robo, robar era robar. De lo contrario, por la destreza física de Xie
Lian, no importa volar por los tejados para robar cosas pequeñas,
asesinar a los guardias y limpiar todo un tesoro no sería nada
difícil.
Pero ahora que había llegado a este punto, realmente no había
otra manera. Si tenía que decirlo. Robar, era un poco mejor que
quitar, probablemente porque el primero todavía estaba
considerablemente a la intemperie. Después de mucho dilema
interno, Xie Lian todavía abofeteó a su antiguo yo, y planeó robar
la riqueza de los demás para contribuir a su propia pobreza.

¡Esta era la forma más rápida!

Xie Lian se posó en el árbol, la luna ocultaba el viento que


bramaba, y estaba desierto por todas partes, vacío de vida, pero
su corazón latía con fuerza.

Incluso cuando se enfrentaba a la bestia más violenta, Xie Lian


nunca había estado tan nerviosa. Cuando sacó un bollo frío y
duro, su mano temblaba ligeramente.

Si aún pudieras ser quisquilloso cuando se trata de comida, solo


podría significar que no estabas realmente hambriento. Cuando
Xie Lian entendió esto, de repente se acostumbró al sabor de los
bollos al vapor.

El invierno se acercaba rápidamente y las noches eran


extremadamente frías. Xie Lian masticó el bollo frío y exhaló
bocados de aliento blanco. Como no quería que lo vieran, Xie
Lian nunca consideró un lugar donde hubiera más gente, y
específicamente eligió un área desolada. Esperó cuatro horas
completas antes de que un viajero llegara caminando lentamente
desde los extremos del camino de la montaña.

Xie Lian estaba energizado, comió ese bollo en un par de


bocados y se centró en el viajero que se acercaba lentamente.
Entonces, descubrió que era un anciano.
Era un anciano tan anciano pero vestía fresco y brillante, así que
debería ser bastante rico. Sin embargo, por supuesto, no estaba
dentro del alcance de consideración de Xie Lian. Xie Lian no
podía decir si estaba decepcionado o aliviado, pero de cualquier
manera decidió resueltamente ignorar al anciano y dejarlo ir,
continuando la espera de la próxima persona.

Dos horas después, los pies de Xie Lian estaban entumecidos


por la posición en cuclillas, su mitad inferior del cuerpo
prácticamente congelada antes de que apareciera una segunda
persona. Cuando vio que esa figura también caminaba
lentamente, se preguntó: — ¿Podría ser otra persona mayor?

Cuando esa cifra finalmente se acercó, descubrió que no se


trataba de un senior sino de un joven.

Ese joven parecía simple y de buen carácter, su rostro cubierto


de sonrisas, y la razón por la que caminaba tan lentamente era
porque llevaba una pesada bolsa de arroz. Las palmas de Xie
Lian estaban sudando y se dijo a sí mismo: — ¿Ataco?

Después de un momento de vacilación, se rindió al final.

La razón por la que se dio por vencido fue porque la ropa de este
joven estaba remendada, los zapatos de paja en sus pies estaban
desgastados, exponiendo los dedos de los pies, obviamente de
un hogar pobre. Debía haberse visto tan feliz porque finalmente
había una bolsa de arroz para llenar su estómago, y tal vez su
familia había muerto de hambre durante muchos días, y tal vez
esta bolsa de arroz fue comprada después de vender el único
buey en su casa. Si fuera robado, ¿no caería en la
desesperación?

Xie Lian imaginó todo tipo de escenarios por su cuenta, y no fue


hasta después de que pensó que tal vez podría haber tomado
media bolsa de arroz, pero para entonces ese joven ya se había
ido. Por lo tanto, Xie Lian decidió resueltamente que ya no
pensaría en eso y continuará esperando hasta el próximo.

Se posó en este árbol así y esperó indefenso durante muchas


horas, desde la noche oscura hasta el amanecer. En ese
momento, había más de una docena de transeúntes que pasaban
por este camino de montaña, pero cada vez que Xie Lian estaba
a punto de atacar, siempre había todo tipo de razones por las que
sería inapropiado hacerlo y les dejaba ir. ¡Muchas veces había
pensado, no importa! ¡Solo regresa! No había bandidos que
robaran como él en absoluto; sería un milagro si fuera realmente
fructífero. Pero, cuando pensó en que no habría más comida ni
medicinas si regresaba, se obligó a seguir esperando.

Después de casi medio día, finalmente, lejos, en la distancia de


la carretera de montaña, llegó el último viajero.

Era un hombre de mediana edad, vestido con ropa fina, ni rico ni


noble, su aspecto salvaje y grasiento, bastante desagradable, y
Xie Lian podía decir que no era bueno con solo una mirada.

Pero, uno no debía juzgar un libro por su portada, Xie Lian no


pudo evitar pensar: — ¿Y si este hombre solo parecía salvaje pero
en realidad era una buena persona? Incluso si tiene dinero, ¿eso
justifica ser robado?

Mientras luchaba contra sus luchas internas, un repentino gruñido


de su estómago lo despertó de su estupor, y Xie Lian suspiró
internamente: —No importa, no puedo molestarme con eso. ¡Tú
eres eso!

Decidiéndose, saltó del árbol y gritó: — ¡ALTO!


Al tener a un hombre enmascarado cortando el camino a mitad
de camino, ese hombre se sorprendió y gritó alarmado: — ¿Quién
eres? Escondido aquí furtivamente con tu cara oculta, ¿qué estás
planeando?

Xie Lian se obligó a decir: —… DAME... DAME... —Pero al final


había un obstáculo en su mente, y tartamudeó un par de veces
antes de finalmente exprimir: — ¡DÁME TODO EL DINERO DE
SU PERSONA!

Ese hombre abrió la boca, saltó tres pies de altura y gritó: —


¡ALGUIEN! ¡AYUDA! ¡Ladrones! —Luego se volvió y corrió. Más
que su escape, Xie Lian estaba aún más preocupado de que sus
gritos alertaran a los demás, y aunque el lugar ya era una montaña
desolada y árida y había pocas posibilidades de que alguien
apareciera, incluso si alguien aparecía podía simplemente huir,
pero los ladrones no tenían conciencia culpable después de todo,
y Xie Lian inmediatamente gritó: — ¡ALTO! ¡NO GRITES MÁS!

Como si ese hombre lo escuchara. Huyó y huyó y corrió hacia el


bosque, luego gritó —AAH! —Trágicamente. Xie Lian temía que
hubiera bestias en el bosque atacando al hombre y rápidamente
gritó: — ¡ESPERA! ¡Cuidado! Sin embargo, inesperadamente,
cuando lo alcanzó y vio, se quedó estupefacto al instante, su
rostro palideció rápidamente.

Dentro del bosque ya había un grupo de personas, y todos


miraban en su dirección. Cuando Xie Lian miró más de cerca,
notó algo fuera. No eran personas en absoluto. Ese hombre de
mediana edad no los vio en absoluto, y todavía estaba en pánico,
y, dentro de ese grupo, parecía haber algunas caras familiares.

Por supuesto que estaban familiarizados. Había visto a varios de


ellos en la Capital celestial antes en el pasado, algunos del
Tribunal Superior, otros del Tribunal Inferior. ¡Todos eran
funcionarios celestiales!

Ese hombre gritó trágicamente antes porque tropezó y cayó, y


sus manos estaban agarrando un gran paquete de hechizos de
protección mientras cantaba para sí mismo: — ¡Dios mío, Dios
mío! ¡Ven a salvarme! ¡Ven y sálvame rápido!

Y los dioses por los que estaba llorando realmente vinieron como
él deseaba.

Justo en este momento, los ojos de innumerables funcionarios


celestiales estaban mirando a Xie Lian con atención,
congelándolo en el acto con su mirada. Cuando ese hombre vio
al extraño ladrón enmascarado congelado en un sueño,
rápidamente se arrastró y salió corriendo. Xie Lian no pudo
moverse ni un paso para perseguirlo; todo su cuerpo estaba
rígido, empapado en sudor frío, su corazón lleno de horror.

Eso era correcto. Horror.

Solo podía rezar para que esta banda de seda blanca le


envolviera la cara con tanta fuerza que los pequeños funcionarios
celestiales que había conocido en el pasado no lo reconocerían.
Sin embargo, las cosas nunca irían como se esperaba, y uno de
los funcionarios celestiales lo miró de arriba abajo antes de que él
dijera sorprendido: —... ¿No es este... su alteza real?

—...

Otro funcionario celestial estaba aún más sorprendido.

— ¡Ah, realmente lo es! ¿Por qué está su alteza aquí? ¿Y vestido


así también?
El corazón de Xie Lian se hundía más y más, iba a hundirse en
el fondo de la tierra.

— ¿Ese hombre antes estaba gritando; ayuda, robo, ladrón? ¿Un


ladrón lo persigue? Ese ladrón es... ¿Su Alteza?

— ¡Mis cielos! Su Alteza... ¡¿Realmente harías algo como esto?!

Al escuchar esto, Xie Lian casi se desmaya en el acto. No sabía


cuánto tiempo pasó antes de gruñir.

—Yo...

Quería decir algo pero las palabras no salían, atrapadas en su


garganta. Los rostros de esos funcionarios celestiales también
eran ilegibles. Un momento después, uno de los funcionarios
celestiales le palmeó el hombro: —No se preocupe, no se
preocupe, alteza, entendemos.

Xie Lian recibió esas palmaditas en el hombro, no fueron duras,


pero casi perdió el equilibrio e intentó nuevamente.

—Yo...

Ese funcionario celestial se rió a carcajadas: —Solo estás


haciendo esto porque lo tienes muy difícil, es comprensible. No
te preocupes, no le diremos a nadie sobre esto.

La razón por la cual las cosas eran tan difíciles de decir fue
también por esta razón. Como la otra parte lo dijo en voz alta
primero, entonces no sabía por completo qué más podía agregar.
Pasó un momento antes de que murmurara: —... Muy bien,
gracias. Entonces, estoy... voy a regresar ahora. Me voy.
Tampoco sabía cómo se fue. De cualquier manera, cuando
finalmente se dio cuenta de sí mismo, ya estaba de pie en una
carretera de montaña vacía, y fue la brisa fría del invierno lo que
lo sacó.

Solo entonces Xie Lian finalmente se dio cuenta de lo horrible que


había sucedido en este momento.

Él, Xie Lian, el Príncipe Heredero de XianLe, ¿un ladrón?

¡¿Cómo llegó a esto?!

El Xie Lian en este momento estaba lleno de remordimientos; el


él del pasado debe haber estado loco por haber pensado en robar
en las carreteras, y ahora las cosas estaban fuera de control.
¿Por qué fue tan desafortunado que si bien no se logró nada, lo
atraparon con las manos en la masa?

Xie Lian nunca se había encontrado con algo así en su vida


pasada, por lo que no sabía qué hacer. Estaba ardiendo de pies
a cabeza, su mente completamente confusa, y escondió su rostro
en sus manos. Si el tiempo podía retroceder, incluso estaba
dispuesto a usar su abundante salud y cultivo para intercambiarlo.
Justo cuando estaba profundamente angustiado, en su visión
periférica de repente había una silueta blanca borrosa más
adelante, y Xie Lian se sobresaltó al instante, levantando la
cabeza.

— ¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!

Cuando levantó la vista, esa figura desapareció al instante, y el


sudor frío cubrió su cuerpo nuevamente.

¡Aunque no vio la cara de ese hombre, pero, todavía sentía, en


la cara de ese hombre parecía haber sido una máscara!
Sin embargo, después de escanear sus alrededores, no vio
rastros de nadie, y Xie Lian no pudo evitar sospechar que tal vez
la figura que vio no era más que una alucinación en su momento
de pánico. Ya sea que fuera así, no se atrevió a quedarse allí más
tiempo y se apresuró a bajar la montaña.

Después de que regresó, Feng Xin ya lo había esperado por casi


medio día, y en el momento en que lo vio, exclamó: —Su Alteza,
¿a dónde huyó? ¿Qué ideas se te ocurrieron?

Xie Lian no se atrevió a decirle. No podía decirle a nadie,


especialmente a Feng Xin. Xie Lian no podía imaginar en
absoluto lo que Feng Xin, que había creído tan fielmente en su
mayor rectitud y moral, pensaría si se enterara. Solo podía
esperar que ese incidente estuviera enterrado para siempre en su
corazón y pudriera en su estómago. Por lo tanto, Xie Lian
respondió ambiguamente: —Nada.

Feng Xin estaba asombrado.

— ¿Huh? Entonces, ¿por qué te has ido tanto tiempo?

La mente de Xie Lian se estaba entumeciendo.

—No preguntes más. No hice nada.

Feng Xin estaba desconcertado, pero no importaba cómo


cuestionara a Xie Lian, se negó a responder, por lo que como el
sirviente no era su lugar para presionar y solo podía decir en un
susurro: — ¿Entonces todavía vamos a la calle mañana?

—Ya no voy a salir —respondió Xie Lian.


Ahora estaba sumido en un caos completo, su mente llena de
preocupaciones imposibles: ¿y si se topaba con ese hombre de
mediana edad? ¿Y si toda la ciudad lo estuviera buscando? Feng
Xin también notó que lo miraba y dijo: — ¿Debes estar cansado?
Entonces, ¿qué tal esto, Su Alteza? Solo quédese allí. Iré yo
mismo. Solo concéntrate en el entrenamiento.

Sin embargo, él no sabía que a Xie Lian ahora tampoco le


importaba entrenar y cultivar.

Xie Lian se centró en el cultivo al principio, porque esa era la


única forma en que podría haber una posibilidad de regresar al
Tribunal Superior. Sin embargo, ahora estaba aterrorizado de la
posibilidad de regresar al Tribunal Superior.

Aunque esos funcionarios subalternos dijeron que no se lo dirían


a nadie, ¿realmente no se lo dirían? ¿Podría este asunto ya haber
llegado a oídos de todos en los cielos?

Cuando pensó que era una posibilidad, Xie Lian no podía


respirar. ¡No había absolutamente ninguna manera de que
pudiera soportar ser marcado con esto, para ser señalado por
toda la corte superior e inferior, por todo el reino mortal, incluso!

En su agotamiento, Xie Lian se desmayó fuertemente. Este


sueño fue inestable, y él se dio la vuelta, invadido por pesadillas
desconocidas, y cuando se despertó sobresaltado y miró por la
ventana, el cielo ya estaba oscuro.

Feng Xin no estaba cerca; Debió haber salido a la calle por su


cuenta y aún no había regresado, y en la habitación a su lado
llegaron las voces silenciosas y la tos suave del rey y la reina. Xie
Lian yacía en el suelo. Ahora que estaba despierto, no podía
evitar seguir pensando, si ese incidente realmente se extendió,
¿cómo reaccionarían sus padres si se enteraran? ¿Qué tan
sorprendidos estarían? El rey podría pisotear con indignación,
gritando mientras escupía sangre de que era la vergüenza de
XianLe. La reina, por otro lado, definitivamente no le gritaría, pero
seguramente estaría extremadamente angustiada, porque el niño
que más amaba les daba vergüenza.

Habiendo pensado esto, Xie Lian estaba teniendo problemas


para respirar nuevamente. Necesitaba encontrar un lugar donde
poder estar solo y estar tranquilo, así que salió de la estera de
paja y salió corriendo, corriendo a ciegas durante más de diez
millas con los fríos vientos que soplaban en su rostro.

No se atrevió a detenerse en ningún lugar donde había gente,


porque constantemente sentía que los demás lo miraban
fijamente, juzgándolo por lo descuidado que estaba. Finalmente,
llegó a un cementerio sin una sola alma antes de detenerse en su
paso,

Esta noche fue más fría que la noche anterior, y solo después de
haber venido aquí, Xie Lian notó que sus mejillas y manos estaban
prácticamente congeladas, su cuerpo temblando. No era solo el
frío; También hubo horror y pánico. Xie Lian se abrazó los brazos
inconscientemente, sopló unos bocados de aire caliente, barrió los
ojos y descubrió justo antes de una lápida que se ofrecían dos
jarras de vino.

Parecía que el maestro de esta lápida era alguien que amaba el


vino cuando estaban vivos, por lo que después de la muerte, los
demás les traerían vino cuando vinieran a barrer la tumba. Xie
Lian se agachó. Nunca había bebido vino antes, pero había
escuchado a la gente decir que el vino podría calentar el cuerpo y
ayudar a olvidar. Después de un momento de vacilación, de
repente tomó una jarra de vino, arrancó la obstrucción y comenzó
a sumergir el contenido en su garganta.
Este vino no era ningún vino fino, barato y grande en cantidad,
con un sabor fuerte y picante. Xie Lian tragó unos cuantos
bocados grandes y comenzó a ahogarse, tosiendo, pero
realmente parecía haberse calentado un poco. Por lo tanto, Xie
Lian se limpió la mejilla y se sentó en el suelo, abrazó la jarra y
continuó tomando el vino en grandes bocados.

En su aturdimiento, parecía haber notado que una pequeña bola


de inquietante fuego fantasmal salía volando, dando vueltas en
círculos a su alrededor girando, pareciendo bastante ansioso. Xie
Lian solo se preocupaba por concentrarse en su bebida y no
parecía que lo viera en absoluto. Esa bola de fuego fantasma
parecía estar usando todo su poder para acercarse a él, pero
como no era más que llamas huecas, cada vez que se acercaba,
siempre pasaba por su cuerpo, nunca podía tocarlo. .

Al terminar un frasco, Xie Lian ya estaba borracho y atontado, sus


ojos borrachos se aflojaron. Cuando lo vio corriendo aquí y allá,
luciendo bastante lamentable pero también muy divertido, no
pudo evitar empujar y reír a carcajadas, con el brazo apoyado en
los bordes de la jarra de vino.

— ¿Qué estás haciendo?

Esa bola de fuego fantasma se congeló instantáneamente en el


aire.
Capítulo 185: Treinta y tres funcionarios celestiales luchan por la tierra propicia
(parte uno)

Xie Lian preguntó: — ¿Es esta tu tumba? ¿Estoy bebiendo tu


vino?

Era un desastre borracho, y realmente no escuchó con claridad


si ese fuego fantasma decía algo, y pensó que el dueño de la
tumba estaba disgustado, tratando de ahuyentarlo. Él se quejó.

—Lo entiendo. Me iré.

Xie Lian abrazó la jarra de vino y se arrastró, balanceándose y


tambaleándose mientras daba sus pasos. Sin embargo,
inesperadamente, no fue muy lejos antes de perder el equilibrio y
cayó sobre sí mismo.

Resulta que había un hoyo gigante en este cementerio.


Probablemente fue excavado previamente para preparar el
entierro de un fallecido, sin embargo, el fallecido aún no ha sido
enterrado antes de que Xie Lian entrara acostado.

La frente de Xie Lian golpeó los bordes exteriores del pozo y le


dolió, empeorando su mareo, su cabeza palpitaba. Estuvo
mareado por un tiempo antes de luchar por levantarse, sus manos
estaban embarradas y ensangrentadas con raspones y cortes en
alguna parte.

Extendió las manos y las miró sin registrar realmente nada, luego
trató de salir del pozo. Sin embargo, acababa de beber una jarra
entera de vino, sus extremidades estaban flácidas, no podía
ejercer ningún poder, por lo que mientras intentaba salir varias
veces, se resbalaba cada vez. Xie Lian volvió a caer al fondo del
pozo y miró el cielo nocturno nublado cubierto de luna por un
momento, enojándose mucho.

Este pozo ni siquiera era tan profundo, así que ¿por qué no podía
salir sin importar cómo lo intentara?

Cuanto más pensaba, más enojado se ponía y comenzó a


murmurar a pesar de sí mismo.

—... Qué demonios.

Xie Lian nunca había maldecido antes. Esta fue la primera vez
que tales palabras salieron de su boca. Pero lo curioso fue que,
después de maldecir, la sofocante tensión en su pecho parecía
haberse dispersado al instante. Por lo tanto, como un niño que
había probado dulces, Xie Lian se aferró a las paredes laterales
del pozo de enterramiento y usó todas sus fuerzas para gritar con
una voz ensordecedora: — ¡DIOS MALDITO!

Golpeó el suelo y gritó: — ¿HAY ALGUIEN ALLÍ? ¿HAY


ALGUIEN QUE PUEDA AYUDARME A SALIR?

Por supuesto que no había nadie. Solo había una pequeña bola
de inquietante fuego fantasma que ardía sin cesar. Después de
que Xie Lian había caído, esa bola de fuego fantasma llegó
corriendo pareciendo haber querido agarrarlo, pero nunca pudo
hacer contacto. Xie Lian no se molestó en absoluto y dijo con
enojo: — ¡Alguien podría venir y enterrarme!

Maldiciendo como lo haría, aún continuó escalando. Xie Lian


finalmente salió usando sus propios poderes, pero ya estaba
increíblemente descuidado y se tumbó en el suelo resoplando,
respirando laboriosamente. Tomó un breve momento antes de
darse la vuelta, abrazarse a sí mismo y acurrucarse.
—Hace tanto frío —susurró Xie Lian.

Su voz era pequeña, temerosa de que alguien escuchara. Sin


embargo, ese fuego fantasma escuchó, y salió volando,
presionándose contra su cuerpo, sus llamas repentinamente
mucho más brillantes que antes, como si se estuviera quemando
con todo lo que tenía.

Aún así, un fuego fantasma era frío.

No importa cuán cerca se presionó, no importa cómo podría


quemarse hasta convertirse en cenizas, aún no sería capaz de
traer una pizca de calor a los vivos.

Aturdido, Xie Lian parecía haber escuchado una voz pequeña y


débil.

Esa voz parecía tan cerca pero lejos, como si fuera un sueño pero
no, y gritó desesperada: —Dios, por favor espérame, solo
espérame... Por favor, dame un poco más de tiempo... déjame...
déjame...

—...

Xie Lian se preguntó internamente: ¿Dios? ¿Me está llamando?


Pero, incluso si le rezara, no tendría sentido, ya que, incluso
cuando era un dios, no podía hacer nada. Ahora que no era un
dios, había aún menos que podía hacer.

-------------------------------------------------------------------------------------

—... ¿Su Alteza? ¿Su Alteza? ¡Su Alteza!

Fue el empuje de Feng Xin lo que despertó a Xie Lian.


Parpadeó abriendo los ojos laboriosamente y descubrió que
estaba acostado en un pequeño callejón. La cara de Feng Xin
colgaba desde arriba, y cuando notó que Xie Lian estaba
despierta, finalmente dejó escapar un suspiro de alivio, pero poco
después fue reemplazado por rastros de ira.

— ¡Su Alteza! ¿Qué está pasando contigo? ¡Corriendo solo por


días sin decir una palabra! ¡Si no vuelves pronto, ya no podré
seguir mintiéndoles a sus majestades!

Xie Lian se incorporó lentamente.

— ¿Días?

Cuando la palabra salió de sus labios, descubrió que tenía la


garganta seca, la voz ronca y la sien palpitante, le dolía la cabeza
como si fuera a partirse. Parecía recordar algo, pero al mismo
tiempo no podía recordarlo exactamente. Feng Xin se agachó a
su lado.

— ¡Eso es correcto! ¡Dos días! ¿A dónde fuiste? ¿Por qué


estabas enojando de esa manera ahora?

¿Estuvo borracho por dos días? ¿No estaba él en un cementerio


salvaje? ¿Por qué estaba acostado aquí? Y a juzgar por el tono
de Feng Xin, una sensación de presentimiento llenó a Xie Lian.

— ¿Qué hice?

Feng Xin dijo bruscamente: — ¡Estabas poseído! Chocando


puestos por todas partes, golpeando a la gente. ¡Incluso subiste
para detener a los soldados que patrullaban YongAn! ¡No sé qué
más has hecho antes de eso!
Cuando Xie Lian escuchó que incluso fue a detener a los
soldados de YongAn, se sorprendió: — ¿Fui a detener a los
soldados? Entonces... ¿qué pasó con esos soldados?

—Gracias a Dios me topé contigo y te detuve. —Feng Xin


respondió: —Y te ves así, pensaron que debías ser un borracho
loco y solo te gritaron pero no te molestaron, de lo contrario
estarías muerto por seguro. ¿Qué fue lo que te pasó? ¿Por qué
parece que bebiste?

Xie Lian se miró a sí mismo y estaba cubierto de pies a cabeza


con barro y mugre. Se rascó la cabeza, y también estaba
desordenado como un criminal que estaba a punto de ser
arrastrado para ser interrogado y ejecutado. Ciertamente se
parecía mucho a un borracho loco que dormía en las calles todo
el día.

Después de un momento de silencio, Xie Lian se puso de pie y


respondió vagamente: —Hum... bebí un poco.

Feng Xin no pudo entender esto.

— ¿Huh? Como puedes beber ¿Cuánto bebiste para estar


borracho durante dos días?

Al ver la expresión de incredulidad de Feng Xing, Xie Lian estaba


irritada sin ninguna buena razón y siguió adelante: —Ya dije que
no bebía mucho, solo un poco. No pasa nada ¿Por qué no puedo
beber?

Feng Xin no esperaba que respondiera así y se quedó atónito por


un momento, luego lo persiguió.

— ¿Qué quieres decir con no pasa nada? ¿Por qué? ¿Ha


olvidado su alteza? Beber rompe el mandato, no puedes romper
ningún mandato, de lo contrario, ¿cómo puedes cultivarte?
Tienes que ascender de nuevo.

....En el momento en que escuchó cultivación y ascensión, Xie


Lian no quiso escuchar más y aceleró el paso. Feng Xin gritó: —
¡Su alteza!

Volvió a ponerse al día y, tras un momento de vacilación, intentó:


— ¿Pasó algo? Dime.

Al escuchar la pregunta de Feng Xin con tanto cuidado, Xie Lian


abrió y cerró la boca, queriendo hablar pero no pudo.

Si no se lo contara a nadie pronto, podría colapsar, pero tampoco


estaba seguro de cómo reaccionaría Feng Xin si se lo dijera.

No se atrevió a intentarlo.

Al verlo distraído, Feng Xin agregó: —De verdad, no es como si


hubieras matado o robado, entonces, ¿qué no puede decirme Su
Alteza?

Al escuchar; no es como si hubieras matado o robado, Xie Lian


instantáneamente se sintió sofocado.

Si pudiera decirse que podría haber sido conmovido, que podría


haberse sentido un poco aliviado, entonces en este momento,
todo estaba completamente destrozado. Xie Lian bajó la cabeza
y se giró para seguir caminando, y respondió confusamente: —No
es nada... solo que estoy muy cansada. Tú... —Estaba a punto
de inventar una excusa cuando, de repente, notó algo a un lado
de la mejilla de Feng Xin y se detuvo en sus pasos. — ¿Qué pasa
con tu cara?
Feng Xin sintió su mejilla, al parecer haber tocado algún lugar
herido y sus músculos se tensaron. La cosa en su rostro era una
herida. Y, uno de sus brazos también estaba envuelto en vendas,
en capas y atadas de forma ordenada y atenta.

No podría haber sido el propio Feng Xin quien envolvió esas


vendas, pero lo que le preocupaba a Xie Lian eran las heridas
debajo de los apósitos.

— ¿Cómo te lastimaste?

Por las habilidades de Feng Xin, ningún mortal podía dañarlo


fácilmente, y fue su brazo el que también resultó herido. A Feng
Xin no parecía importarle.

—Oh, no es nada. Solo unos matones que intentan arruinar el


negocio, eso es todo.

Xie Lian estaba sorprendida y desconcertada.

— ¿Esos artistas callejeros locales del otro día?

—Sí, ellos —respondió Feng Xin.

— ¿Por qué hicieron colapsar tu show? —Cuestionó Xie Lian,


pero luego entendió. — ¿Fue porque admitimos la derrota ese día,
pero luego fuiste a la calle para que te persiguieran?

Esa fue casi toda la historia. Después de conocer la razón, una


furia repentina explotó en el cofre de Xie Lian.

— ¡No te vayas más! —La voz de Xie Lian era dura.

Sin embargo, Feng Xin lo rechazó.


— ¡A quién le importan! Iré si les gusta o no. El que admitió la
derrota fuiste tú, no yo. No admití la derrota, así que no cuenta
como retroceder en mi palabra. Voy a configurar la tienda allí y
busk sin importar qué, y además de colapsar el show furtivamente,
¿qué más me pueden hacer? Esta vez no estaba preparado, pero
lo estaré la próxima. ¡Si se trata de puños, no les tengo miedo!

Al escuchar esto, esa repentina ola de ira que se precipitó a la


cabeza de Xie Lian se disipó instantáneamente, y fue
reemplazada por la culpa.

Feng Xin había sido así mientras él mismo estaba deprimido y


revolcándose en la miseria. ¿Cómo podría enfrentar a este leal
servidor que aún no lo había abandonado cuando las cosas
habían llegado a este punto?

Habiendo pensado esto, Xie Lian suspiró: —Lo siento, Feng Xin.

Feng Xin se sorprendió y luego agitó su mano ampliamente.

— ¿Por qué Su Alteza se disculpa conmigo? Qué basura.

—Has estado ganando dinero solo los últimos días, perdón por
tus problemas —dijo Xie Lian.

— ¡Siempre y cuando te concentres en tu cultivo y asciendas


pronto, valdrá la pena!, Respondió Feng Xin.

La palabra ascender volvió a aparecer, y Xie Lian asintió con la


cabeza pesadamente.

El rey y la reina creyeron las mentiras de Feng Xin y pensaron


que Xie Lian había pasado los últimos días entrenando. Cuando
lo vieron regresar, la reina felizmente cocinó una comida como
siempre. Xie Lian no tenía el corazón, así que tomó el tazón de
Feng Xin y lo ayudó a comerlo. No durmió esa noche.

Al día siguiente, Feng Xin se levantó y se fue brillante y temprano


en la mañana, mientras que Xie Lian se quedó para cultivar.

Sin embargo, aunque ya se recuperó y reunió toda su energía,


todavía no podía concentrarse.

Todos deberían conocer esta lógica. La única forma de destacar


entre la multitud era estudiar mucho, la práctica hace la
perfección. Pero, ¿quién en un millón podría realmente trabajar
hasta el punto de la práctica hace la perfección? Según esa
misma lógica, no importa cuánto se haya dicho a sí mismo que
aclare su mente, ¿cómo podría lograrlo solo porque se lo dijo?

Durante los siguientes diez días consecutivos, el progreso de su


cultivo se detuvo, no se logró nada y Xie Lian no pudo evitar estar
ansiosa. Sobre todo porque todas las noches cuando Feng Xin
arrastraba su cuerpo exhausto hacia atrás, y él y la reina le
preguntaban si Xie Lian había progresado, Xie Lian podía sentir
una presión inmensa inexplicable.

No se atrevió a decir la verdad, por lo que solo pudo responder


vagamente que sí había progreso, por lo que el Feng Xin y la reina
estaban muy contentos. Aún así, las cosas no podrían seguir así.
Después de dos meses, Xie Lian ya no podía permitir que las
cosas continuaran como estaban.

Un día, cuando Feng Xin regresó en la noche profunda, los dos


estaban comiendo las sobras del día anterior en la mesa.
Mientras comían, Xie Lian de repente se volvió hacia él.

—Me temo que tendré que irme por un período de tiempo.


Feng Xin se sorprendió cuando se llenó la cara de arroz.

— ¿Huh? ¿Salir? ¿A dónde vas?

Xie Lian dijo lentamente: —Voy a buscar una tierra tranquila llena
de energía espiritual y me encerraré para cultivar.

Si un lugar de cultivo era abundante en energía espiritual,


entonces era significativamente beneficioso para el cultivador.
Antes, Xie Lian no podía decidir si debía dejar a sus padres y a
los dos asistentes, por lo que nunca se separó. Ahora, ha
cambiado de opinión. Feng Xin no pensó demasiado en ello, sin
embargo.

— ¡Genial! Su Alteza, ¡debería haber hecho esto hace mucho


tiempo! ¡El cultivo silencioso es el más efectivo después de todo!

Xie Lian asintió, hizo una pausa y luego dijo: —Tendré que
molestarte para que cuides de padre y madre mientras estoy
fuera.

Feng Xin estaba a punto de responder, pero de repente dudó por


un momento. Aunque no fue más que un destello, pero Xie Lian
lo conocía tan bien, ¿cómo podría no haber notado ese momento
de vacilación?

En ese momento, el rey bramó desde dentro de la habitación de


atrás: —Si debes irte, vete. Este rey no necesita a nadie para que
lo cuide.

Feng Xin y Xie Lian bajaron sus cuencos y palillos y miraron hacia
la habitación. Parecía que el rey aún no había descansado y
escuchó su intercambio, interrumpiendo su conversación. Xie
Lian negó con la cabeza y susurró: —Actuando duro de nuevo.
Feng Xin sonrió y luego dijo: —No se preocupe, alteza. Por
supuesto que los cuidaría.

Ahora respondió tan directamente. Aún así, Xie Lian no olvidó


que antes de que Feng Xin respondiera, hubo un pequeño
momento de vacilación, como si tuviera otras preocupaciones.

Sin embargo, cuando lo pensó, tal vez vio mal. Aparte de ellos,
Feng Xin no conocía a nadie más, no tenía otros dependientes,
entonces, ¿qué otras preocupaciones podría tener? Entonces Xie
Lian dejó de pensar y cambió de opinión para considerar su
partida al día siguiente.

Al día siguiente, Xie Lian llevaba una simple cartera y se despidió


temporalmente de sus padres y Feng Xin.

Caminaron por quién sabe cuántas decenas de millas, comiendo


y durmiendo al aire libre durante días, y finalmente encontraron
un lugar, una montaña tranquila y profunda que era perfecta para
un cultivo silencioso. Después de examinar el área, Xie Lian se
sorprendió al principio, pero poco después, su corazón se llenó de
alegría.

— ¡Qué suerte... el fengshui de esta tierra es excelente, en


realidad he encontrado un pedazo de tierra muy auspicioso!

Habiendo sido desafortunado hasta este punto, para que su


suerte se volviera tan repentinamente, Xie Lian todavía no lo
podía creer, y tuvo que verificar y volver a verificar antes de estar
absolutamente seguro. De hecho, esta área era una tierra
sagrada llena de energía espiritual. Si pudiera sumergirse y
enfocarse en la cultivación durante los próximos meses,
¡seguramente podría lograr el doble de resultados con la mitad del
esfuerzo y lograr un progreso exponencial!
Era como si Xie Lian hubiera visto esperanza, y los sombríos
sentimientos de los últimos días de repente se aclararon, su
corazón saltó de alegría: —Padre, madre, Feng Xin, espérame.
¡Regresaré muy pronto!

Siguiendo el camino empinado y peligroso de la montaña y


caminando durante siete u ocho horas, Xie Lian finalmente entró
en los profundos recovecos de esta montaña espiritual antes del
atardecer.

Cruzando los densos bosques, podía sentir claramente que se


acercaba cada vez más a la fuente de la energía espiritual. Los
pasos de Xie Lian también estaban creciendo más rápido y más
ligeros. Sin embargo, inesperadamente, justo cuando estaba
escogiendo un lugar para su cultivo silencioso, de repente se
escuchó el clamor de los pasos detrás de él.

¿Cómo podría haber tantos pies en una montaña tan apartada?


Xie Lian miró inconscientemente. Nunca había esperado que con
esta mirada, la sonrisa que colgaba de sus labios se congelara.

Detrás de él aparecía una cantidad de personas, unas treinta de


ellas, todas diferentes en formas y tamaños vestidas con varios
atuendos. Sin embargo, lo único que todos tenían en común era
que todos eran funcionarios celestiales. Un pequeño número de
ellos eran funcionarios sin rango en el Tribunal Superior, y la
mayoría de ellos eran funcionarios del Tribunal Inferior.

¡Entre ellos estaban aquellos funcionarios menores que se


encontraron con su robo fallido la última vez!

Cuando vieron a Xie Lian, sus rostros cambiaron, y se tiraron y


se codearon, diciendo algo en voz baja. En cuanto a Xie Lian,
cuando los vio, inmediatamente sus manos comenzaron a
temblar.
Ambas partes se miraron el uno al otro. Pasó un breve momento
antes de que uno de los funcionarios celestiales se aclarara la
garganta: —Qué coincidencia, que nos encontráramos con su
alteza real aquí.

—En efecto. ¿Por qué ha venido aquí también su alteza real?

Xie Lian inclinó la cabeza ligeramente, forzándose a estar


tranquilo y sereno, y respondió sin ningún signo de inferioridad: —
Estoy aquí para entrenar.

Aunque el él de hoy no era el del pasado, Xie Lian intentó usar el


mismo tono antes de ser desterrado, negándose a parecer servil
o culpable.

El funcionario celestial sonrió.

—Aún más de una coincidencia. También hemos venido a


entrenar.

—Sí, sí, quién hubiera sabido que todos nos habíamos


encontrado aquí, hohoho...

Resulta que Xie Lian no fue la única que vio esta tierra
auspiciosa. Este grupo de funcionarios celestiales también lo han
atacado.

Habiéndose encontrado con esta situación, Xie Lian comenzó a


dudar. ¿Tendría que cultivarse junto a tantos oficiales celestiales?

Para ser honesto, rechazó la idea de cultivar con otros


funcionarios celestiales desde el fondo de su corazón. Primero,
había venido a encerrarse para cultivar en silencio; Si no podía
estar solo y tenía que estar con tanta gente, entonces sin duda
habría disturbios. Algunas personas disfrutan de la cultivación en
grupos para poder cuidarse mutuamente, pero Xie Lian siempre
se había cultivado en silencio por su cuenta.

Segundo, desde ese incidente de robo, se sintió incómodo


cuando vio a funcionarios celestiales que había conocido en el
pasado, sintiendo que los ojos de los demás perforaban como
agujas, atormentándolo. Al igual que en este momento, tenía la
sensación delirante de que todos lo estaban mirando con juicio,
por lo que no podría centrarse en la cultivación.

Aunque cuando se trataba de apoderarse de tierras auspiciosas,


había una regla de orden de llegada, y mientras Xie Lian fuera lo
suficientemente fuerte, podría decir que estaba allí primero, por
favor, busque un lugar para entrenar. Sin embargo, esos pocos
funcionarios subalternos que se toparon con su incidente de robo
estaban justo delante de él, por lo que no podía actuar demasiado
duro. Además, también sería un matón de su parte ahuyentar a
tantos funcionarios celestiales mientras conserva la tierra
auspiciosa para él. Incluso si Xie Lian no quisiera entrenar junto
a los otros funcionarios celestiales, no había otra opción. No
había tiempo para ir a buscar otro lugar con tanta energía
espiritual, así que Xie Lian solo pudo asentir.

—Sí, qué coincidencia. Entonces, iré primero. Mis Lores, por


favor hagan lo que quieran.

Luego, hizo un movimiento para irse a toda prisa y poder


esconderse en la cueva más tranquila. Sin embargo,
inesperadamente, justo cuando se dio la vuelta, un funcionario
celestial detrás de él habló: —Espera.

Xie Lian hizo una pausa en su paso y giró la cabeza hacia atrás,
perplejo.
— ¿Qué es?

Esos treinta funcionarios celestiales intercambiaron miradas


entre ellos, algunos susurrando. Un momento después, alguien
salió y sonrió: —Su Alteza se ha apoderado de varias tierras
auspiciosas en el pasado. ¿Por qué no nos dejas tener esta tierra
esta vez?

Xie Lian quedó atónita por un buen rato antes de que entendiera.

¿Lo que querían decir era que dejara el lugar solo?

Que desconcertante. ¡Qué matones!

Una oleada de sangre llegó a su cabeza. Xie Lian pensó enojado:


—Yo estaba aquí primero, pero no les pedí a todos que se fueran,
así que ¿por qué se dieron la vuelta y me echaron?

Pero no se atrevió a actuar. Después de un momento de silencio,


la mano que sujetaba la correa de su bolso lentamente se aferró
con más fuerza, y Xie Lian exigió, su voz dura: —Mis señores,
¿qué significa esto?

Uno de los funcionarios celestiales dijo: —Bueno... no acabamos


de decir... Su Alteza se había apoderado de un buen número de
tierras auspiciosas en el pasado...

Xie Lian lo interrumpió.

— ¿Qué tiene que ver eso con esto? ¿Estás diciendo que dado
que he tomado varias tierras espirituales en el pasado, ahora
tengo prohibido cultivar en tierras espirituales?

Ese funcionario celestial quedó perplejo y dejó de hablar,


luciendo avergonzado. Xie Lian intentó mantener la compostura
y dijo: —Además, no lo entiendo del todo. No es que todos no
puedan cultivarse aquí solo porque yo también estoy aquí. ¿No
es común compartir tierras espirituales cuando se cultiva? ¿Qué
pasa si todos se preocupan por sí mismos? ¿Por qué deben
pedirme que me vaya?

Justo en ese momento, escuchó a alguien quejarse.

—... Deja de jugar al ignorante. Ya tenemos treinta y tantos de


nosotros, si estás cultivando aquí, ¿qué más pueden cultivar los
demás...?

Aunque ese hombre fue empujado instantáneamente por los


demás, Xie Lian todavía entendió al instante.

¡Así que eso era todo!

La energía espiritual en un pedazo de tierra auspiciosa era muy


limitada. Al cultivar, si alguien se hizo cargo de la mitad, los
demás que vinieron después solo pudieron compartir la otra mitad.
Si alguien se hizo cargo de ocho partes, entonces el otro solo
podría tomar dos. Cuanto más fuerte sea la capacidad de
absorber la energía espiritual para usarla, menos energía
espiritual habrá para que otros la usen.

Esos funcionarios celestiales temían que si él también estuviera


cerca para cultivarse, le quitaría la mayoría de la energía
espiritual. Lo que quedaba tendría que ser compartido entre los
treinta, ¡así que no quedaría mucho para todos!

Al darse cuenta de esto, esa sangre hirviendo en la cabeza de


Xie Lian se estaba cargando aún más agresivamente. Apretó los
puños y dijo fríamente: —… Me cultivaré aquí.
Otro funcionario celestial habló: —Su Alteza, solo estamos
dispuestos a llamarlo Su Alteza por respeto. No eres más que
mortal en este momento, entonces, ¿por qué debes luchar con
nosotros por esta tierra espiritual?

—Ya que soy un mortal y todos ustedes son funcionarios


celestiales, ¿a qué le tienen miedo si estoy aquí para entrenar? —
dijo Xie Lian. —Si no me voy, ¿me van a echar a la fuerza?

Por supuesto que eso no era factible. Si un mortal no cometió


ningún pecado mayor, entonces a los funcionarios celestiales no
se les permitió usar la fuerza contra él para no ser castigados. Los
funcionarios celestiales realmente no podían hacerle nada. Sin
embargo, Xie Lian olvidó una cosa.

Justo cuando se enfrentaba tercamente a esos treinta oficiales


celestiales, una voz de repente dijo: —Su Alteza ha sido
desterrada al reino de los mortales, su columna vertebral se ha
vuelto mucho más dura. ¡No solo robarías a los mortales, incluso
ofenderías a los funcionarios celestiales, jajaja!

Al escuchar esto, ¡fue como si Xie Lian de repente se sumergiera


en una bodega de hielo!

Levantó la cabeza y vio que el que hablaba era un funcionario


insignificante de menor rango, pero no era ninguno de los
funcionarios celestiales que lo atraparon con las manos en la
masa en el incidente del robo ese día.

Como sospechaba, ¡ya hablaban! No todo estaba en la cabeza


de Xie Lian antes, todos realmente lo miraban con un ojo
inexplicable. Todos lo sabían. ¡Todos estos funcionarios
celestiales, todos lo sabían!
En un instante, Xie Lian sintió como si le hubieran sacado todos
los huesos, las llamas ardiendo en sus venas se habían
extinguido, sus ojos rojos, llenos de sangre, y él miró rígidamente
a esos jóvenes oficiales. Él gruñó: —... Dijiste que no le dirías a
nadie.
Capítulo 186: Treinta y tres funcionarios celestiales luchan por la tierra propicia
(parte dos)

Tal vez la oleada de emociones en sus ojos era demasiado fuerte


y penetrante, los oficiales menores a los que miraba rápidamente
agitaban sus manos.

— ¡No le dijimos a ningún extraño!

Xie Lian exigió con sus ojos rojos.

— ¿Entonces cómo lo supieron?

Ninguno de los treinta oficiales celestiales presentes pareció


sorprendido cuando escucharon su pregunta. Dado que tantos
funcionarios celestiales ya lo sabían, ¿cuántos funcionarios del
Tribunal Superior ya han escuchado?

Después de haber sido interrogados por él, esos funcionarios


celestiales quedaron perplejos por un momento antes de
argumentar: —Bueno, no es que sean extraños, todos somos
amigos cercanos aquí. No hay secretos entre nosotros, por lo que
decirles no es lo mismo que contarle a nadie más. Aparte de los
funcionarios celestiales aquí, no diremos nada...

Xie Lian no esperó a que terminara antes de llorar fuertemente.

— ¡MENTIRAS! ¡Qué montón de mentiras! ¡NO TE CREO!

Para que él interrumpiera tan bruscamente, esos funcionarios


menores también comenzaban a sentirse un poco avergonzados,
reduciéndose hacia la multitud. Justo en ese momento, uno de
los funcionarios celestiales gritó de repente: — ¿QUÉ IMPORTA
SI LO CREES O NO? Ya es bastante bueno que nadie haya
expuesto lo que ha hecho Su Alteza aquí en el reino de los
mortales, ¿y todavía pides que te guarden un secreto? ¿Qué
deber tenemos para mantener un secreto para ti? ¡QUE BROMA!

Fue como si se arrojara un cubo de agua helada en la cara de


Xie Lian seguido de una cuchilla que perfora su corazón, y
rápidamente dijo: — ¡NO! YO…

Otro dijo: —Si no hicieras nada inmoral, no temerías hablar.


¿Eres el que está corrompido y culpas a los demás por no guardar
sus palabras? ¡Si alguien fuera a mantener en secreto tales
asuntos injustos para usted, entonces ese sería el verdadero
crimen!

— ¡NO! —Gritó Xie Lian. —Yo...

Quería decir que había una razón, que no había querido hacerlo,
pero también sabía muy bien en su corazón que, sin importar la
razón, no eran importantes. Lo que importaba era que, de hecho,
¡intentó robar!

Una mancha como esta era como una marca de vergüenza


marcada en su rostro, y lo hacía volverse infinitamente pequeño
ante estos oficiales celestiales, demasiado asustado para siquiera
alzar la voz para defenderse. Al ver que su voluntad estaba
disminuyendo, uno de los dioses marciales salió.

—Su Alteza, ¿entiende ahora por qué no queremos que se cultive


con nosotros?

Xie Lian bajó la cabeza y apretó los puños.


Ese dios marcial continuó: —No estamos en el mismo camino, y
los que no están en los mismos caminos no se cruzarán. Será
mejor que te vayas.

Al escucharlo decir: Aquellos que no sean de los mismos caminos


no se cruzarán, tan presuntuosamente, Xie Lian comprendió de
repente.

Podían hablar en círculos, pero al final del día, ¡todo era para que
él dejara ir esta tierra espiritual!

Los nudillos de sus puños se rompieron y el nudo en su garganta


se presionó por un momento antes de que Xie Lian dijera
sombríamente: —... No me iré. Me quedaré aquí y entrenaré.

En este momento, su ira hacia esos treinta oficiales celestiales


había superado su vergüenza.

Como las cosas habían progresado hasta este punto, entonces


él podría romper todos los frascos rotos y darlo todo. En lugar de
huir con la cola entre las piernas, más bien engrosó la cara y se
mantuvo firme, obligándolos a ceder. Xie Lian levantó la cabeza
y reiteró: —Me quedaré aquí para entrenar. ¡Esta montaña no es
de tu dominio, ninguno de ustedes tiene derecho a pedirme que
me vaya!

Al ver cómo había endurecido su actitud, esas treinta caras de


algunos funcionarios celestiales se oscurecieron. Xie Lian
escuchó a alguien murmurar: — ¿Por qué debe ser así?

—Nunca he visto a nadie con piel tan gruesa...

Aún así, podían decir todo lo que quisieran, Xie Lian se


mantendría firme. Incluso si su corazón ahora estaba sangrando
profusamente después de haber sido apuñalado por lanzas de
labios y espadas de lenguas, todavía permanecerá
obstinadamente sin moverse.

Ese dios marcial dijo: — ¿Parece que su alteza forzará su camino


y traerá disgusto a todos?

Xie Lian dijo fríamente: — ¡Ven a echarme si tienes lo que hace


falta! ¡Incluso si todos quieren, no tienen las habilidades!

¡En el momento en que dijo esto, varios oficiales celestiales


dejaron caer sus rostros instantáneamente y sacaron sus armas!

Por supuesto que lo harían. Para los dioses marciales, sus


palabras en este momento fueron una grave provocación. Había
varios de ellos presentes que eran dioses marciales; no había
manera de que pudieran fingir que no escucharon.

Habiendo sido rodeada, Xie Lian no estaba un poco asustada.


No tenía cuchillas en sus manos y solo podía agarrarse con fuerza
a la rama que usaba como bastón de trekking. Uno de los dioses
marciales dijo severamente: —Su Alteza, si se disculpa de
inmediato, podemos fingir que no nos ha ofendido.

Sin embargo, Xie Lian respondió: —Si les provoco algún


disgusto, me niego a disculparme.

Agarrando la rama de ese árbol, señaló hacia adelante: —


¡Porque ninguno de ustedes está en condiciones de ser dioses!

Ante él había una ola de indignación.

Alguien chasqueó la lengua.

— ¿No estamos en forma? ¿Y alguien como tú que robó a los


mortales es digno?
Xie Lian ya no pudo contenerse, y tampoco quería hacerlo más.
Barriendo esa rama, cargó hacia adelante para atacar, gritando:
— ¡USTEDES BULLIES!

Esos dioses marciales prepararon sus armas para darle la


bienvenida a su ataque. Los funcionarios celestiales que estaban
parados en la parte de atrás gritaron: —No es como si te
hubiéramos forzado a robar, entonces, ¿por qué tienes que
envidiarnos?

Sin embargo, se alegraron demasiado temprano. Al principio


pensaron que sin poderes espirituales y sin armas, Xie Lian debía
ser fácil de derribar. Sin embargo, inesperadamente, ese no fue
el caso en absoluto. Aunque solo era una rama en la mano de
Xie Lian, se balanceaba como una espada viciosa, obligándolos a
retroceder, extremadamente fuerte. Ambas partes no lucharon
por mucho tiempo antes de que varias espadas de los dioses
marciales fueran enviadas volando, e incluso temían que los
fuertes vientos arrastrados por la rama oscilante los asustaran,
cada uno de ellos tan sorprendido que huyeron para esconderse
a la parte de atrás.

Estimados funcionarios celestiales ni siquiera podían derrotar a


un mortal desterrado, ¡qué vergüenza!

Justo entonces, uno de los funcionarios celestiales que miraban


la pelea de repente gritó desde la distancia.

— ¡¿QUÉ ES ESTO?!

Con ese grito, los otros funcionarios celestiales también se


alarmaron.

— ¿QUÉ PASA?
Ese funcionario celestial parecía estar sufriendo un dolor
insoportable, cubriéndose la cara y doblando la cintura.

—A, una bola de fuego fantasma golpeó mis ojos justo ahora...
¿está jugando trucos?

Xie Lian recordó que este era el oficial que lo señalaba gritando
que era un ladrón, y resopló: — ¿Qué fuego fantasma? Si quieres
robarme la tierra espiritual, entonces solo dilo, ¡no hay necesidad
de calumniarme más!

Su furia estalló de nuevo y sus ataques se volvieron más


agresivos. Las lanzas y las cuchillas de ese círculo de dioses
marciales fueron destruidas por su rama normal, de tamaño
perfecto, y las armas resonaron cuando cayeron por todo el suelo.
De repente, alguien gritó: — ¡ESTÁ ATRAPADO! ¡ESTÁ
ATRAPADO! ¡MIRA!

Xie Lian hizo una pausa y se estabilizó, y vio a esos funcionarios


celestiales en un disturbio, y algo estaba en la mano de alguien
levantado en alto para que todos vieran: — ¡Realmente hay un
fuego fantasma, está jugando sucio! ¡Tenemos pruebas!

Xie Lian miró atentamente y, efectivamente, era una bola de


fuego inquietantemente fantasmal. Lloró enojado: — ¡NO SABEN
QUÉ PASA! ¿CÓMO SE ATREVEN A ACUSARME DE JUGAR
TRUCOS POR CAPTURAR UN FUEGO FANTASMA? ¡NO ES
COMO LOS INCENDIOS DE FANTASMA SON CUALQUIER
COSA RARA! ¿Ves mi nombre tallado en él?

Ese funcionario celestial que gritó sostuvo su ojo.

— ¿Por qué los fuegos de fantasmas normales atacarían mis


ojos? Si no estuviera bajo su control, ¿por qué actuaría así?
Xie Lian lo reprendió.

— ¡Puedo decir que es un espíritu errante en la montaña que se


asustó mucho y se estrelló en un sueño! ¿Qué tipo de prueba es
esa?

El primer dios marcial que hizo un movimiento fue y agarró el


fuego fantasma.

—A quién le importa por quién está bajo el control. Una cosa


dañina como esta, ¡solo dispérsala! —dijo mientras se aferraba
con más fuerza, como si fuera a exprimir ese espíritu. Al ver esto,
Xie Lian soltó: — ¡DÉJENLO IR!

Al final, todavía no podía soportar que los espíritus errantes


fueran arrastrados a su disputa, y subió a luchar contra ese dios
marcial para recuperar el fuego fantasma. Como su intención era
recuperar el espíritu, se contuvo un poco y los dos se detuvieron.
De repente, algunos de los funcionarios celestiales desde atrás
gritaron: — ¡¿Estás aquí?! ¡Ven rápido! ¡Ven a ver por ti mismo
lo que está pasando!

Parecía que alguien había venido. Todos los funcionarios


celestiales miraron y dijeron: — ¡Finalmente estás aquí! ¡Te
hemos estado esperando, ven a echarnos una mano!

Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió al principio y pensó: —


¿Podría ser alguien poderoso? —Luego pensó: —Bueno, a quién
le importa quién sea. Si me van a dar problemas, ¡pelearé en otra
ronda! ¡No le tengo miedo a nadie!

Estaba agotado por el resentimiento en este momento, y estaba


preparado para entrar en una pelea. Sin embargo,
inesperadamente, cuando la multitud se separó, y el que llegó a
la moda tarde se adelantó, Xie Lian quedó completamente atónita.

¡Nunca había pensado que el que vendría sería Mu Qing!

Obviamente, Mu Qing no había esperado que se topara con Xie


Lian en tal situación. En el momento en que sus ojos se
encontraron, ambos se sorprendieron. Los ojos de Xie Lian
estaban muy abiertos y se olvidaron por completo de los dioses
marciales con los que había estado luchando, y murmuró: —...
¿Por qué estás aquí? ¿No eres tú...?

Se dio cuenta de algo después de solo decir unas pocas


palabras, y al instante entendió y se calló.

Lo que Mu Qing estaba usando en este momento no era esa


túnica negra vieja y desgastada cuando huían, sino el atuendo
oficial celestial marcial de la Corte Inferior.

En el pasado, cuando Feng Xin y Mu Qing trabajaban como las


manos izquierda y derecha de Xie Lian, sus habilidades eran muy
admiradas y apreciadas, atrayendo la atención de muchos. Más
tarde, cuando Xie Lian fue desterrado, hubo una serie de
funcionarios celestiales que consideraron una pena que Feng Xin
y Mu Qing fueran desterrados juntos, e incluso hubo algunos que
vinieron a preguntar en secreto si estarían dispuestos a
transferirse a otros palacios para servir. No era imposible para
un funcionario celestial que, por admiración, llevaría a Mu Qing a
la Corte Inferior para servirlos.

Eso debe haber sido. Además, debe haber hecho bien por sí
mismo, de lo contrario no se uniría a este grupo de funcionarios
celestiales para buscar tierras propicias para cultivar.
Xie Lian todavía estaba en el cuerpo de un mortal, pero Mu Qing
ya había regresado a la Corte Inferior. Para tener un escenario
como este, qué irónico.

Por otro lado, Mu Qing finalmente se estabilizó con gran esfuerzo


y preguntó confundido: — ¿Qué está pasando aquí?

Esos funcionarios celestiales lucharon para contar sus historias.


Xie Lian se levantó desde lejos, su cuerpo extremadamente rígido.

Se dio cuenta de que no le contaron especialmente a Mu Qing


sobre su robo. ¿Qué significaba esto?

Significaba que Mu Qing ya había escuchado sobre el incidente.


¡Mu Qing también sabía que fue a robar!

Gotas tras gotas de sudor frío cayeron del costado de la cara de


Xie Lian, e involuntariamente retrocedió un par de pasos. Ese
dios marcial que lo había enfrentado antes resopló con ira.

— ¡Él quiere tomar la tierra espiritual para sí mismo y expulsarnos,


Mu Qing, date prisa y ayuda!

¿Qué, ayuda?

¿Mu Qing ayuda a luchar contra él?

Xie Lian estaba entumecida por la ira, conmocionada hasta la


médula. Finalmente se detuvo y tartamudeó furiosamente.

—... ¡Tú, todos ustedes están dando una falsa cuenta, tan
descarado! ¡No fue así en absoluto! ¡Claramente no lo estaba!

Mu Qing solo estaba mirando desde un lado, y Xie Lian estaba


ansiosa por la ira y cargó con la rama nuevamente. Esos dioses
marciales estaban teniendo problemas para defenderse,
retrocediendo en la derrota, y gritaron de nuevo: — ¡MU QING!
¿Qué estás haciendo allí parado?

Los otros funcionarios celestiales también se unieron a los gritos,


pero Mu Qing todavía parecía vacilante, como si no supiera si
debía atacar. Xie Lian los escuchó instar a Mu Qing a rodearse,
y su corazón ardió de rabia: —MU QING NO ES COMO TODOS
USTEDES. ¡ES MI AMIGO, NUNCA LOS AYUDARÍA!

Se enfureció y se enfureció, y puso más fuerza en su mano,


enviando otra fila de armas volando. El resto de los funcionarios
celestiales vieron que se estaba volviendo más audaz cuanto más
luchaba, que las cosas no iban bien, y gritaron con urgencia: —
¡MU QING! ¿Vas a verlo? ¿Hay cosas como él?

La expresión de Mu Qing cambió a algo ilegible, y dio un paso


adelante, sus dedos temblando. Los funcionarios celestiales a su
lado le preguntaron: — ¡No te quedes ahí parado, échanos una
mano!

Simplemente tenía que ser en este momento que alguien


comentó sarcásticamente: —Es comprensible que Mu Qing no
quiera moverse. Él era el asistente personal de Su Alteza
después de todo, por lo que incluso si Su Alteza estaba robando
a los mortales y la tierra espiritual, aún tenía que considerar el
viejo afecto de sus relaciones pasadas. Ya es más que suficiente
que no se unió a Su Alteza, entonces, ¿cómo podemos esperar
que nos ayude? —

Las palabras sonaban como si le estuvieran dando una salida a


Mu Qing, verdaderamente malvado. Inmediatamente, las venas
aparecieron en la frente de Mu Qing.
El aire se estaba volviendo delicado, y Xie Lian podía decir que
las cosas iban mal.

—Mu Qing...

Él solo gritó el nombre, pero al momento siguiente, sus manos


fueron ligeras seguidas por el sonido de algo cortado.

Xie Lian parpadeó y miró hacia abajo. Lo que fue cortado fue su
única arma, esa rama de árbol. Cuando levantó la vista de nuevo,
el Mu Qing que tenía delante ya sostenía un zanbato.

Justo en ese momento, la punta de la hoja apuntaba a Xie Lian,


y el que controlaba el sable dijo fríamente: —... Por favor, vete.

—...

Xie Lian miró a Mu Qing con esa rama rota en la mano, y después
de un largo rato, intentó: —Yo... realmente no había querido robar
a nadie. Yo tampoco iba a tomar esta tierra espiritual. Vine aquí
primero.

—...

Mu Qing repitió sin expresión.

—Por favor, vete.

Xie Lian lo miró y dudó por un momento.

—... Sabes que no estoy mintiendo, ¿verdad?

Cuando preguntó esto, estaba un poco esperanzado pero


también un poco asustado. Una voz le decía: ¡no preguntes más,
solo date la vuelta y aléjate! Aún así, no pudo evitar preguntar.
Antes de que Mu Qing respondiera, el cuerpo de Xie Lian se
desplomó repentinamente hacia adelante y cayó pesadamente al
suelo.

El suelo era la tierra fangosa del sendero de la montaña, llena de


agujeros y zanjas, cubierta de rocas y hojas caídas. Xie Lian yacía
tendido en el suelo, abultando los ojos y todavía estaba incrédulo.

Uno de los funcionarios celestiales lo había empujado mientras


estaba perdido, y lo había hecho caer vergonzosamente ante
tantos ojos.

Realmente fue demasiado vergonzoso. Alrededor había voces,


altas y bajas, llenando el aire, todas entrando en los oídos de Xie
Lian. Sus ojos estaban extremadamente abiertos, y miró hacia el
suelo ennegrecido antes de levantar lentamente la cabeza y vio a
Mu Qing que estaba parado no muy lejos de él.

Mu Qing estaba parado entre esos funcionarios celestiales, sin


mirarlo, y al igual que todos los demás, no tenía intención de
echarle una mano a Xie Lian para ayudarlo a levantarlo.

Por lo tanto, Xie Lian entendió. Nadie le daría una mano para
ayudarlo a levantarlo.

Se quedó allí por un buen rato antes de gatear.

Esos funcionarios celestiales pensaron que estaba a punto de


comenzar otra pelea y estaban extremadamente alarmados, pero
Xie Lian ya no buscó pelear con nadie. Su cabeza se inclinó hacia
abajo mientras buscaba, y después de encontrar ese pequeño
bolso que la reina empacó para él, lo recogió en silencio, se lo
llevó a la espalda, se dio la vuelta y se dirigió hacia la montaña
paso a paso.
Mientras caminaba, sus pasos se hicieron cada vez más rápidos.
No pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian comenzara a correr
locamente.

Contuvo el aliento y corrió todo el camino cuesta abajo, sin


tomarse un momento para descansar. No sabía qué tan lejos
había corrido, y de repente, sin preocuparse de nada, tropezó y
cayó de nuevo, y ese aliento que contenía finalmente salió con la
boca llena de sangre enojada.

En su momento de pánico, no había pensado levantarse, y solo


se sentó en el suelo jadeando. Incluso cuando su respiración
volvió a la normalidad, no había pensado en ponerse de pie, y en
su lugar comenzó a espaciarse en el acto.

De repente, una mano se extendió hacia él.

Xie Lian parpadeó lentamente y sus ojos siguieron este brazo y


alzaron la vista. Era Mu Qing de nuevo.

Estaba de pie junto a Xie Lian, su rostro ligeramente pálido con


la mano extendida. Un breve momento después, dijo con rigidez:
— ¿Estás bien?

Xie Lian lo miró con los ojos vacíos y no habló.

Quizás era porque estaba cada vez más incómodo por esta
mirada escalofriante, y Mu Qing desvió la mirada.

Aún tenía la mano extendida.

—Levántate.

Pero, esta mano había llegado demasiado tarde.


Xie Lian no tomó su mano y tampoco se levantó. Solo continuó
mirándolo con ojos sin pestañear.

Los dos estuvieron parados durante mucho tiempo, y la cara de


Mu Qing se estaba volviendo más y más oscura. Justo cuando
estaba a punto de retirar su mano, Xie Lian de repente agarró un
puñado de lodo y se lo arrojó a Mu Qing con un sonoro ¡PA!

Mu Qing nunca había esperado que haría algo así y realmente


no sabía si podría llamarse grosero o juvenil. Una bola de barro
sucio salpicó su pecho, salpicando manchas en su rostro, y quedó
desconcertado. Un momento después, la ira aumentó pero la
obligó a bajar y dijo sombríamente: —... ¡No tenía otra opción!

De hecho, no tenía otra opción. Se llevaba bien con esos


funcionarios celestiales, y si solo se paraba y veía a Xie Lian
golpear a sus colegas sin ayuda, otros pensarían que estaba del
lado de Xie Lian, y eso arruinaría sus días.

Era como si Xie Lian olvidó cómo hablar, y solo continuó


lanzándole barro. Mu Qing bloqueó un par de veces, pero no pudo
continuar, y lloró furiosamente: — ¿¿ESTÁS LOCO? ¿NO DIJE
QUE NO TENÍA UNA ELECCIÓN? ¿NO ROBASTE PORQUE
TAMBIÉN NO TENÍAS UNA ELECCIÓN?

¡Largarse! ¡Sal de aquí! ¡Vete!

Esas fueron las únicas palabras que hicieron eco en la mente de


Xie Lian, pero no pudo pronunciar un solo sonido, y solo pudo
agarrar locamente cualquier cosa a su disposición para lanzar.
Tampoco le importaba a quién estaba lanzando. Finalmente, Mu
Qing no pudo soportarlo más, y se endureció la cara mientras se
barría las mangas y se iba. Xie Lian jadeó bruscamente por un
momento y volvió a caer, espaciando nuevamente.
Se sentó en esa posición hasta que cayó la noche.

Después de que el cielo se oscureció, una gran cantidad de


llamas fosforescentes vinieron flotando, bailando
inquietantemente. Era como si Xie Lian no los viera y no se
molestara en reunir fuerzas.

Sin embargo, esas llamas fosforescentes parecían molestas


porque no se daban cuenta, y cada vez más se reunían a su lado.
Xie Lian todavía los ignoraba.

Hasta que apareció la figura de una persona dentro de las llamas


fosforescentes.

La llegada de esa persona parecía estar siempre acompañada


de un inmenso presentimiento ominoso. Xie Lian sintió algo y
lentamente levantó la cabeza.

A unos tres metros de distancia, la silueta de un hombre vestido


de blanco estaba de pie en medio de las innumerables llamas
fosforescentes flotantes, y la mitad de la máscara en su rostro
sonreía inquietantemente.

Saludó gratamente: — ¿Cómo estás, alteza?


Capítulo 187: Fantasma blanco frío; Palabras cálidas que confunden al Príncipe
Heredero (parte uno)

En la noche oscura, las dos pupilas de Xie Lian se encogieron


instantáneamente a dos puntos extremadamente pequeños, y su
voz tembló.

—... ¡¿Eres tú?!

¡White no-Face!

Los pelos en la espalda de Xie Lian se levantaron y él se puso de


pie, agarrando su espada, pero no había nada, y solo entonces
recordó que había empeñado todas sus espadas. Incluso esa
rama que tomó por un arma antes estaba rota. ¡Lo que significaba
que estaba enfrentando a esta criatura sin poder espiritual ni
armas!

Hace unos años, cuando XianLe cayó, White no-Face


desapareció del mundo. Xie Lian nunca se molestó en buscarlo,
y nunca pensó en buscarlo, solo rezó para que no volviera a
aparecer tan silenciosamente, ¡pero quién hubiera sabido que
esta criatura aparecería repentinamente ante él!

Esa figura vestida de blanco se acercó lánguidamente, y Xie Lian


sintió un escalofrío repentino y no pudo evitar retroceder un par
de pasos, sin embargo, inmediatamente respondió: ¡sin
retroceder! ¡Incluso huir no tenía sentido!

Lloró bruscamente: — ¿QUÉ QUIERES?

White no-Face no respondió, y continuó acercándose con las


manos a los costados. Xie Lian temblaba de sus pies a sus
manos, e incluso las bocanadas blancas de aire de sus labios
parecían temblar.

Se obligó a recordar las burlas, la indiferencia y la risa burlona de


esos treinta oficiales celestiales, y Mu Qing, que había vuelto la
cara, y de repente, olvidó su miedo mientras gritaba y golpeaba
con Una mano cortada.

Sin embargo, antes de que esa mano incluso se cortara, hubo un


dolor insoportable. ¡La otra parte predijo el movimiento de Xie
Lian y fue un paso más rápido, parpadeando a sus espaldas y
pateando el hueco de su rodilla!

¡Demasiado rápido!

Las rodillas de Xie Lian cayeron pesadamente al suelo, y solo


entonces un pensamiento aterrador entró en su mente.

¡El movimiento era que esta criatura era más rápida de lo que
había pensado!

Al momento siguiente, Xie Lian sintió algo aún más horrible: una
mano fría con los dedos abiertos se presionó sobre su cráneo.

Él comenzó a gritar. Esa mano solo había usado un poco de


fuerza y todo el cuerpo de Xie Lian fue levantado de la cabeza.
Xie Lian no tenía dudas de que, en base a la fuerza de esta
criatura, si sus dedos se doblaran fácilmente podrían aplastar su
cráneo, y su cabeza se convertiría instantáneamente en carne
ensangrentada manchada entre los huesos. Tampoco tenía
dudas de que lo siguiente que White no-Face planeó hacer fue
exactamente eso.

Xie Lian respiró con dificultad, creyendo que estaba muerto, y


cerró los ojos con fuerza. Sin embargo, inesperadamente, esa
criatura no tenía intención de ejercer más fuerza, y en cambio
retiró su intención asesina y suspiró suavemente.

El sonido de su suave suspiro duró un rato y la otra parte no


mostró signos de movimiento. En el silencio mortal, Xie Lian
reabrió sus ojos poco a poco.

Fuegos de fantasmas llenaban el aire y bailaban de alegría


salvaje, cada una de las bolas de llamas miraban el espectáculo,
riéndose mientras los espíritus de los difuntos se reían. Sin
embargo, la mayoría de los fuegos fantasmas parecían haber sido
aturdidos por algo, sin atreverse a acercarse a los dos, y solo una
bola de fuego fantasma con sus llamas anormalmente brillantes
colgaba sobre ellos, usando sus propias llamas para atacar al que
estaba detrás. Xie Lian una y otra vez. Nadie podía decir lo que
estaba haciendo, pero no importaba cómo se mirara, era como un
insecto luchando contra un árbol.

Entonces, el cuerpo de Xie Lian se congeló abruptamente.

¡White no-Face lo había abrazado!

Xie Lian se arrodilló en una depresión mientras estaba rodeado


por un par de brazos fríos pero poderosos y lo abrazó sin vida.

Sin saber cuándo, White no-Face también se había sentado y


murmuró: —Muy triste, muy triste. Alteza, mírate a ti mismo, mira
lo que te han hecho.

Murmuró suavemente mientras acariciaba la cabeza de Xie Lian,


sus manos gentiles y misericordiosas, como si estuviera
acariciando a un cachorro herido o su hijo que estaba a punto de
fallecer por una enfermedad grave.
Bajo la luz de la luna, la cara sonriente de esa máscara sonriente
estaba oculta en la oscuridad, revelando solo la otra mitad que
estaba llorando, como si realmente estuviera derramando
lágrimas de dolor por Xie Lian.

A través de su gesto, Xie Lian realmente sintió un tipo peculiar de


compasión amorosa. Del mismo modo que habría estado en el
abrazo de su mejor amigo o un familiar conocido, su cuerpo
tembloroso se volvió milagrosamente más cálido.

Nunca había pensado que en tal estado, quien le daría


compasión y calor sería esta extraña criatura.

En lo profundo de la garganta de Xie Lian llegaron oleadas de


sollozos reprimidos, temblando cada vez más fuerte. Esa bola de
fuego fantasma voló a su corazón, como si quisiera calentarlo,
pero no estaba seguro de que pudiera ayudar a ahuyentar el frío,
por lo que no se apretó.

White no-Face ayudó a limpiar el barro de su persona y le hizo


señas: —Ven a mi lado.

—... Yo... yo... —La voz de Xie Lian tembló.

¡Antes de que terminara sus palabras, su mano repentinamente


brilló y fue directamente hacia la máscara de White no-Face!

Su ataque fue exitoso, y esa máscara fue golpeada en el aire. El


propio Xie Lian había saltado y volcado a metros de distancia, el
terror de antes había desaparecido por completo. Dijo
sombríamente de rabia: — ¿Quién va a tu lado? Tú... ¡monstruo!

Esa máscara trágicamente pálida, sonriente y llorosa, cayó al


suelo, y todos los fuegos fantasmas en el aire parecieron estar
estupefactos, y de repente perdieron el orden, bailando locamente
sin parar, chillando sin un sonido. White no-Face, por otro lado,
se cubrió la cara y comenzó a reírse suavemente.

Esa risa hizo que todos los pelos de Xie Lian se pusieran firmes.

— ¿De qué te ríes?

White no-Face resopló suavemente.

—Algún día vendrás a mi lado.

Su tono era confiado. Xie Lian no entendió lo que quería decir y


dijo con incredulidad: — ¿De qué lado está tu lado? ¿Destruiste
a XianLe y todavía quieres que vaya a tu lado? ¿Estás loco?
¡Creo que estás enfermo de la cabeza!

No sabía cómo maldecir a los demás, e incluso con rabia extrema


solo sabía cómo decir esas palabras, de lo contrario habría
utilizado las palabras más viciosas y vengativas del mundo para
maldecir a esa criatura. White no-Face se rió a carcajadas, y con
la mano cubriéndose la cara, sostuvo la cabeza en alto.

—Vendrás. En este mundo, nadie más que yo realmente te


entenderá, y nadie más que yo se quedará para siempre a tu lado.

Xie Lian sintió escalofríos y todavía trató de discutir: — ¡VETE DE


AQUÍ! ¡Basta de tonterías arrogantes! ¿Cómo podría no haber
nadie solo porque tú lo dijiste?

Una bola de fuego fantasma voló a su lado y se movió hacia arriba


y hacia abajo, como si estuviera asintiendo de acuerdo. Sin
embargo, mechones malvados como si estuvieran por todas
partes, por lo que Xie Lian no se dio cuenta de este en particular.
Ante él, White no-Face dijo cálidamente: — ¿Oh? ¿Hay alguien?
Tal vez hubo personas en el pasado, pero ¿crees que seguirán
allí a partir de ahora?

Xie Lian preguntó: —... ¿Qué quieres decir? ¿Qué estás


insinuando?

White no-Face no respondió y solo se burló y se dio la vuelta,


como si estuviera a punto de alejarse.

Dijo suavemente: —Te esperaré aquí, Su Alteza.

Como si Xie Lian lo dejara ir así. — ¡ESPERA! ¡NO VAYAS!


¿Qué les hiciste? ¿TOCASTE A MIS PADRES Y FENG XIN?

Lo persiguió, extendiendo los brazos para agarrar la silueta de


ese hombre vestido de blanco, pero inesperadamente, la otra
parte barrió ligeramente su manga y agarró una bola de fuego
fantasma.

No tenía como objetivo particular atacar a Xie Lian, pero Xie Lian
sintió una fuerza horrible que venía hacia él, y su persona entera
fue lanzada al aire, golpeando contra un árbol. Una gran grieta, y
ese árbol gigante con el ancho de dos hombres adultos se partió
y cayó por esta colisión.

Si esto fuera antes, entonces Xie Lian ni siquiera frunciría el ceño


si él rompiera diez árboles. Sin embargo, su cuerpo era mortal en
este momento, y con tal choque, fue como si sus huesos se
derrumbaran, y cayó pesadamente al suelo, perdiendo el
conocimiento.

En el momento final cuando cerró los ojos, Xie Lian parecía haber
visto que una figura vestida de blanco extendía una mano y
sostenía dentro de su palma un ardiente fuego fantasma, y se rió
entre dientes: —Espíritu, dime, ¿cómo te llamas? Que
interesante…

Cuando volvió, todo se había ido.

Xie Lian estaba cubierto con la astringencia de la sangre desde


el pecho hasta la boca, y su cabeza giró por un buen rato antes
de que de repente tropezara para arrastrarse. Murmuró: —...
¡Padre! ¡Madre! ¡Feng Xin!

Recordó todo lo que había sucedido antes de desmayarse, y no


se atrevió a perder un solo segundo. Corrió como loco por
decenas de millas, y finalmente después de veinte días desde que
se fue con la mochila en la espalda, regresó al escondite del rey
y de los demás en una noche profunda.

Xie Lian estaba en pánico todo el camino, extremadamente


ansiosa, asustada de que White no-Face ya hubiera hecho algo a
su amigo y familia. En el momento en que regresó a esa cabaña
en ruinas, empujó la puerta y la soltó antes de recuperar el aliento.

— ¡PADRE! ¡MADRE! ¡FENG XIN!

Gracias a dios. La casa no se veía tan trágica como había


imaginado, y tampoco había nada fuera de lugar, todavía se veía
exactamente igual que cuando se había ido.

Xie Lian había corrido locamente con un cuerpo cubierto de


heridas, con la garganta tan seca que iba a humear. Se relajó un
poco y solo entonces tragó saliva antes de continuar
adentrándose en la casa.

— ¡Feng Xin! Dónde están, chicos…


Abrió una puerta y su voz murió en su garganta. Feng Xin estaba
adentro y cuando vio que Xie Lian había regresado, exclamó con
asombro: — ¡Su alteza! ¿Por qué has vuelto?

Sin embargo, Xie Lian no lo miraba, sino que miraba fijamente al


que estaba frente a Feng Xin. Antes de Feng Xin se encontraba
un hombre vestido de negro.

Era Mu Qing.

Mu Qing volvió la cabeza hacia atrás y vio a Xie Lian. Presionó


sus labios, luciendo sombrío. Feng Xin lo rodeó y se acercó a
saludar a Xie Lian: — ¿No fuiste a entrenar? ¿Cómo estuvo?
Pensé que te habrías ido por al menos varios meses.
¿Regresaste tan pronto porque has hecho un excelente
progreso?

Xie Lian miró a Mu Qing.

— ¿Dónde están padre y madre?

—Durmiendo en la habitación. Ya se han ido a descansar —dijo


Feng Xin. — ¿Por qué tu ropa está tan sucia? ¿Qué pasa con
los cortes en la cara? ¿Quién peleó contigo?

Xie Lian no respondió. Solo cuando escuchó que sus padres


estaban bien, se relajó por completo y se volvió hacia Mu Qing.

— ¿Por qué estás aquí?

Mu Qing no habló, y Feng Xin respondió por él: —Vino a entregar


algo.

— ¿Qué? —Cuestionó Xie Lian.


Mu Qing levantó la mano ligeramente, señalando hacia un lado.
Lo que estaba señalando eran varios sacos limpios,
probablemente con arroz o grano en ellos.

Al ver a Xie Lian tan callado, Mu Qing dijo suavemente: —


Escuché que necesitas medicina. Pensaré en una forma de
conseguir más tarde.

—Está bien. —Feng Xin dijo: —Diré mi agradecimiento entonces.


Necesitamos todas estas cosas ahora mismo. Los funcionarios
celestiales no pueden regalar cosas a los mortales en privado, así
que ten cuidado también. —Luego se arrastró al lado de Xie Lian
y susurró: —También estoy bastante sorprendido de que haya
regresado para ayudar. Yo soy quien lo juzgó mal. En cualquier
caso...

Sin embargo, Xie Lian de repente habló: —No lo necesito.

La expresión de Mu Qing se volvió pálida por un momento, y


apretó los puños.

Feng Xin estaba perplejo.

— ¿Que no necesitamos?

Xie Lian enuncia lentamente: —No necesito tu ayuda. Yo


también... no quiero ninguna de tus cosas. Por favor, vete.

Cuando escuchó las palabras, por favor, vete, la cara de Mu Qing


se volvió aún más pálida.

Feng Xin también notó que algo andaba mal y preguntó: — ¿Qué
está pasando?

Mu Qing inclinó la cabeza.


—Lo siento.

Habiendo conocido a Mu Qing durante tantos años, esta fue la


primera vez que lo escucharon decir esas palabras, y también fue
la primera vez que se disculpó sinceramente, pero a Xie Lian no
le importó sorprenderse: — ¡Por favor, vete!

Todavía no podía controlar sus emociones, y agarró esos sacos


y comenzó a arrojarlos a Mu Qing. El arroz blanco se derramó en
el suelo, y Mu Qing fue arrojado a un estado angustiado. Él solo
levantó un brazo para bloquear pero aún se contuvo. Feng Xin
sostuvo a Xie Lian y se alarmó: — ¡Su alteza! ¿Qué está
pasando? ¿Qué hizo él? ¿No fuiste a cultivar? ¿Qué pasó
exactamente?

Habiendo estado presionada, Xie Lian dijo con los ojos rojos: —
... ¿Por qué no le preguntas? ¡Fui a entrenar, pero pregúntale por
qué he vuelto!

Hacía demasiado ruido y la reina que estaba durmiendo en los


cuartos traseros se sacudió despierta. Ella emergió después de
ponerse una bata exterior.

—Hijo mío, ¿has regresado? ¿Qué te ha pasado...?

Feng Xin dijo rápidamente: — ¡Nada! ¡Su majestad, por favor


regrese! —Luego la empujó con fuerza hacia atrás y cerró la
puerta. Luego preguntó: — ¿Qué hiciste? Mu Qing, ¿qué hiciste
exactamente? Su Alteza, ¿los cortes en su cara provienen de él?

La respiración de Xie Lian se estaba volviendo más dura y más


turbulenta, y no podía forzar una palabra. Mu Qing exclamó: —
¡No fui yo! No golpeé a Su Alteza, solo le pedí que se fuera.
¡Aparte de eso, no dije nada duro, y tampoco me moví contra él!
Estaban decididos a hacerse cargo de esa tierra espiritual, y en
esas circunstancias si no te ibas, ¡nada terminaría bien!

— ¡TÚ!..

Después de haber intercambiado tantas palabras, Feng Xin


finalmente entendió lo que había sucedido. Abrió mucho los ojos
y señaló a Mu Qing, incapaz de hablar. Un momento después, se
inclinó y agarró un saco y lo arrojó, rugiendo: — ¡LÁRGATE!
¡LÁRGATE, LÁRGATE, LÁRGATE!

Mu Qing fue golpeado en la cara por los sacos de arroz que trajo
y retrocedió a dos pasos. Los tres en la casa jadeaban con
dureza, y Feng Xin gritó: — ¡Me estaba preguntando por qué
repentinamente tuviste un cambio de corazón! NO PUEDO
CREER ESTO, SANTA MIERDA... ¡NO ME DEJES VERTE
NUNCA MÁS!

Mu Qing exclamó con una voz quebrada.

— ¡SÍ! ¡Estaba equivocado, lo admito y me disculpo! ¡PERO


QUERÍA RESOLVER TODOS LOS PROBLEMAS ACTUALES
PRIMERO ANTES DE PENSAR EN CUALQUIER OTRA COSA!
¡Tus padres y mi madre, los tres, quién sabe cuánto tiempo
tendríamos que luchar en el barro! Si volviera primero, tal vez
todavía habría una posibilidad...

Feng Xin gritó: — ¡TODA MIERDA, PURA MIERDA, DETÉN TU


BLASFEMIA! ¡NADIE QUIERE ESCUCHAR SUS EXCUSAS!
¡LÁRGATE, LÁRGATE, LÁRGATE, LÁRGATE, LÁRGATE!

Mu Qing lo intentó de nuevo.

—Si te pones en mis zapatos...


Feng Xin lo interrumpió. — ¡TE DIJE QUE DETENGAS TU
MIERDA! ¡NO VOY A ESCUCHARTE! SÓLO SÉ QUE AUN EN
TUS ZAPATOS NO HABRÍA HECHO LO MISMO QUE TÚ ¡NO
NECESITO PONERME A MÍ MISMO EN TUS ZAPATOS
PORQUE NO ERES NADA MÁS QUE UN TRAIDOR!

La cara de Mu Qing ahora estaba verde y dio un paso adelante:


—Cuando Su Alteza estaba en una situación difícil, ¿no se vio
obligado a cometer un robo también? ¿Por qué cuando se trata
de mí, no puedes aceptarlo?

Feng Xin escupió.

— ¿HUH? ¿ROBO? ¿Quién cometió robo? Su Alteza ¿ROBAR?


¿Qué mierda estás diciendo?

—...

Xie Lian dejó de respirar.

Al ver que la furiosa cara de Feng Xin cambiaba gradualmente al


shock, Mu Qing finalmente se dio cuenta de que algo andaba mal
y se volvió hacia Xie Lian vacilante: — ¿Tú... tú no...?

¡Nunca había esperado que Xie Lian no le hubiera contado a


Feng Xin sobre ese incidente!

— ¡AAAAAHHHHHH!

Xie Lian se había vuelto loco y él agarró un objeto al azar de su


mano y comenzó a perseguir a Mu Qing. Mu Qing también se dio
cuenta de que podría haberse equivocado, y no se atrevió a
hablar, incluso habiendo sido golpeado varias veces. Sin
embargo, cuando salió corriendo por la puerta y miró hacia atrás,
lo que Xie Lian estaba usando para perseguirlo era en realidad
una escoba, y su rostro se oscureció al instante.

— ¿Tuviste que burlarte de mí así?

Xie Lian gritó entrecortadamente: — ¡VETE DE AQUÍ!

El puño girado de Xie Lian sopló vientos afilados, y Mu Qing fue


golpeado, apenas esquivando la peor parte del ataque, con un
delgado corte sangriento apareciendo en su mejilla. Extendió la
mano y tocó el corte, miró la sangre en su mano, su expresión
ilegible.

—... Bien. Me voy.

Xie Lian estaba temblando por todas partes y se inclinó


profundamente por la cintura. Mu Qing dio unos pasos hacia
adelante y todavía colocó los sacos de arroz en el suelo al final.

—Realmente me voy.

Xie Lian levantó la cabeza. Cuando Mu Qing vio sus ojos, tragó.
No dando vueltas por más tiempo, se pasó las mangas y se fue.

Solo entonces el atónito Feng Xin salió corriendo.

— ¡Su alteza! Él está mintiendo, ¿verdad? ¿Qué robo?

Xie Lian se cubrió la frente.

—... No preguntes más. Por favor, Feng Xin, te ruego que no


preguntes más.

—No, por supuesto que no lo creo —dijo Feng Xin—, solo quiero
saber qué sucedió realmente...
Xie Lian gritó y se cubrió los oídos, escapó de regreso a la cabaña
y se encerró en su habitación.

Feng Xin estaba completamente convencido de que nunca haría


tal cosa, ¡pero precisamente por eso se había convertido en el
peor de los casos!

Xie Lian solo quería huir, escapar a un lugar donde nadie lo


conocía, pero cuando recordó lo que White no-Face había dicho,
tampoco se atrevió a ir demasiado lejos, y solo pudo encerrarse
dentro de la habitación. No importa cómo Feng Xin y la reina lo
llamaron, él se negaría a emerger.

Pasaron dos días antes de que Xie Lian se sintiera más tranquila,
y cuando Feng Xin volvió a llamar, abrió la puerta en silencio.
Feng Xin sostenía un plato y se paró en la puerta.

—Su Majestad te hizo esto durante el día de hoy, y me exhortó a


que te lo traiga absolutamente.

Las cosas en ese plato eran algo verde y morado, una vista
horrible. Feng Xin continuó: —Si Su Alteza cree que su vida
podría estar en peligro, puedo terminar esto por usted, no se lo
diré a Su Majestad, jaja.

Xie Lian podía decir que Feng Xin todavía quería pinchar y
preguntar de qué se trataba el robo, pero también tenía miedo de
que Xie Lian pudiera encerrarse de nuevo, por lo que lo forzó a
bajar y fingió que el incidente nunca sucedió y que no había nada
que preguntar, pretendiendo estar a gusto. Sin embargo, no era
bueno para bromear, y las bromas que hacía eran todas secas, lo
que hacía las cosas aún más incómodas.
Para ser sincero, el sabor de la cocina de su madre era realmente
aterrador, y mientras más veces entraba a la cocina, cuanto más
esfuerzo hacía, más se desviaba del camino de su progreso. Xie
Lian tampoco había cocinado nunca, pero las comidas que
preparó no sabían tan mal. Parecía que solo podía explicarse a
través del talento natural. Sin embargo, Xie Lian todavía tomó el
plato y se sentó a la mesa para comerlo honestamente. De
cualquier manera, no podía saborear lo que comía ahora.

Al menos, la única cosa consoladora en todo esto fue que estaba


seguro de que había terminado y que el rey había escuchado esa
noche, según cómo estaban las cosas los últimos días, no parecía
que el rey y la reina supieran sobre su incidente de robo. De lo
contrario, por el temperamento del rey, ya habría comenzado a
gritarle. Feng Xin nunca les diría tampoco, por lo que Xie Lian
podría relajarse por ahora.

Mientras pensaba esto, Feng Xin se puso de pie de repente, y


Xie Lian salió de él.

— ¿Qué estás haciendo?

Feng Xin agarró su arco y dijo: —Es hora de que me vaya a la


calle.

Xie Lian también se puso de pie.

—Iré contigo.

Después de un momento de vacilación, Feng Xin dijo: —Olvídalo.


Solo descansa un poco más.

Aunque Feng Xin no hizo más preguntas, Xie Lian todavía se


sentía incómoda por todas partes, como si ahora que Feng Xin
hubiera aprendido algo así, hubiera algo entre ellos que nunca
podría volver atrás. Cada palabra y cada mirada que Feng Xin le
dio parecía haber adquirido un significado diferente, digno de una
interpretación más profunda.

Xie Lian sacudió la cabeza y suspiró: —Déjame ser sincero


contigo. No tengo la mente para cultivar en este momento.

Feng Xin también esperaba esto, e inclinó la cabeza, sin saber


qué decir. Xie Lian continuó: —Entonces, si ese es el caso, en
lugar de pudrirme dentro de la casa, también podría ir a la calle,
así al menos podría ganar algo de dinero, al menos no...

Al menos no sería un inválido.

Sin embargo, por alguna razón, no pudo decir las últimas dos
palabras. Quizás fue porque realmente sentía que ya no era
válido, por lo que no se atrevió a revelarlo tan fácilmente.

Feng Xin todavía estaba un poco preocupado: —Yo también


puedo hacerlo solo. Su Alteza, solo ha comido una vez en los
últimos dos días, entonces, ¿por qué no descansa unos días
más?

Cuanto más insistía, más ansiaba Xie Lian por demostrar su


valía, y se volvió para mirar en el espejo: —Está bien, me limpiaré
y...

Al principio iba a arreglarse para que al menos no fuera un


mendigo desaliñado y loco, pero inesperadamente, vio una
imagen extremadamente horrible reflejada en el espejo.

El él en el espejo no tenía cara, porque en su reflejo, lo que tenía


en la cara era una máscara medio llorando, medio sonriendo y
sonriendo.
Capítulo 188: Fantasma blanco frío; Palabras cálidas que confunden al Príncipe
Heredero (parte dos)

Xie Lian gritó instantáneamente en el acto, y Feng Xin saltó


sorprendido.

— ¿QUÉ? ¿QUÉ ES?

Xie Lian señaló al espejo, su rostro pálido.

— ¡ÉL! Yo... yo, mi...

Feng Xin siguió su brazo y miró al espejo, y un buen momento


después, se volvió para mirar a Xie Lian, desconcertado.

—... ¿Qué pasa contigo?

Xie Lian estaba aterrorizado hasta los huesos, y lo agarró con


fuerza, exprimiendo solo unas pocas palabras con gran dificultad:
— ¡MI! ¡MI! ¡MI CARA! ¿NO LO VES? ¿LA COSA EN MI CARA?

Feng Xin lo miró a la cara y suspiró. Xie Lian todavía estaba


confundido por qué no hubo ninguna reacción de él cuando Feng
Xin dijo: —Su Alteza, ¿finalmente ha notado que hay cortes en su
cara?

Era como si Xie Lian se hubiera hundido en una bodega de hielo.

¿Por qué? ¿Cómo pudo pasar esto? ¿Por qué diría eso Feng
Xin?

¡¿Podría ser que Feng Xin no pudo ver la máscara en su cara en


el espejo?!
Xie Lian espetó: — ¿No lo ves? ¡Hay algo en mi cara!

Feng Xin estaba perplejo.

— ¿Qué cosa? ¿Qué quieres decir exactamente? ¿No veo


nada?

Xie Lian volvió a mirarse al espejo: — ¡Eso es imposible! YO…

Sin embargo, cuando volvió a mirar esta vez, la máscara de su


cara en el espejo había desaparecido, y lo que reflejaba esa cara
de pánico.

Había contusiones y cortes entrecruzados en su rostro, luciendo


perdido y perturbado, extremadamente descuidado, como un
pequeño trabajador golpeado hasta la pulpa por un rico maestro.
Xie Lian estaba aturdido a pesar de sí mismo, y le acarició el
costado de la mejilla, preguntándose internamente: — ¿Soy yo?

Justo en ese momento, escuchó a Feng Xin hablar: —Su Alteza,


¿está... demasiado cansado, tal vez? ¿O simplemente estás
cansado de estar enojado con ese bastardo apestoso?
Escúchame, no salgas en los próximos días, y tómalo con calma.

Xie Lian finalmente salió y vio que Feng Xin estaba a punto de
salir de la puerta con el arco en la espalda, colgando un taburete
en la mano, y explicó a toda prisa: — ¡No! YO…

Feng Xin empujó la puerta mientras miraba hacia atrás.

— ¿Hay algo más?

Las palabras habían llegado a estos labios, pero los tragó con
fuerza porque de repente apareció un pensamiento extraño en su
mente: la vida ya era muy difícil; Si le dijera a Feng Xin que White
no-Face podría regresar para hostigarlos, ¿qué haría Feng Xin?

Feng Xin también estaba bastante traumatizado por White no-


Face, ¿qué haría? ¿Pensaría en retroceder y marcharse como
Mu Qing?

Justo cuando su imaginación se estaba volviendo loca, Feng Xin


ya se había ido. Xie Lian escuchó el sonido de la puerta
cerrándose, por lo que solo pudo encogerse de nuevo a la cama,
envolverse en mantas y planear tomar otra siesta.

De repente, olió algo asqueroso.

Xie Lian se arrastró, y al principio pensó que era la reina


cocinando de nuevo o alguna rata que murió en un rincón, y se
levantó para revisar. Miró por todas partes, pero al final descubrió
que la fuente del mal olor era en realidad él mismo.

Solo entonces Xie Lian recordó que habían pasado más de dos
semanas desde la última vez que se lavó o cambió, así que, por
supuesto, olía.

Xie Lian contuvo el aliento, una ola de odio a sí mismo lo


atravesó. Solo pensar que tanto sus padres como Feng Xin
debieron haberlo notado, pero no se molestaron en decírselo, lo
hizo sentir otra ola de vergüenza. Abrió furtivamente la puerta y
miró a su alrededor; no había nadie afuera, así que se encontró
con un conjunto de ropa fresca y planeó hervir un poco de agua
para bañarse.

Después de mucha lucha, finalmente se empapó en la bañera por


fin. Se hundió en el agua, conteniendo la respiración hasta que
se asfixió, y solo volvió a la superficie cuando sintió que se iba a
desmayar. Luego se frotó la cara con brusquedad.
Después de limpiarse, Xie Lian extendió la mano para agarrar su
ropa, sacudiéndose distraídamente su túnica y estaba a punto de
ponérsela cuando, de repente, notó que algo andaba mal.

¡Esa no era su ropa en absoluto, sino la vestimenta funeraria


trágicamente blanqueada de White no-Face con mangas
expansivas!

Xie Lian solo podía sentir el agua caliente que estaba


sumergiendo al convertirse en una olla de estanque helado de
repente, con los pelos de punta y gritó consternado: — ¡¿QUIÉN?!
¿QUIEN HIZO ESTO?

¿Quién se cambió la ropa en secreto mientras no estaba


prestando atención?

Saltó, todavía húmedo y goteando, y tiró la bañera. Un gran


chapoteo, e instantáneamente toda la cabaña se inundó con agua
de baño, sorprendiendo tanto al rey como a la reina que estaban
en la habitación contigua. La reina apoyó al rey cuando entraron
a ver, y Xie Lian estaba tendida en el suelo desnuda, el piso
inundado con agua, y en su sorpresa, se apresuró a abrazarlo.

—Hijo mío, ¿qué te pasó?

Xie Lian estaba mojado y goteaba, su cabello estaba


desparramado, y levantó la vista, abrazándola.

— ¡Mamá, un fantasma, hay un fantasma, hay un fantasma


aferrado a mí! ¡Me está siguiendo constantemente!

Su apariencia no era diferente a la que había perdido la cabeza,


y la reina no pudo soportarlo más mientras lloraba de angustia y
sostenía a su hijo. El rey también observó a Xie Lian atónito; un
hombre de cuarenta y tantos que parecía tener más de sesenta
años. El aire helado del invierno sacudió a Xie Lian, y él señaló:
—La ropa. ¡Mira la ropa!..

Sin embargo, cuando volvió a mirar esa ropa, ¿cómo era la


vestimenta del funeral? ¿No era solo su túnica blanca de cultivo?

Xie Lian repentinamente se llenó de ira, y golpeó la bañera de


madera con un puño, rugiendo: — ¿QUÉ QUIERES? ¿Estás
jugando conmigo?

La reina contuvo las lágrimas y lo abrazó.

—Mi hijo, no se enoje, solo póngase algo de ropa primero,


póngalas, no se resfríe...

-------------------------------------------------------------------------------------

Ese día, Feng Xin también regresó muy tarde. El agotamiento


estaba escrito en su rostro, mucho más que antes.

Xie Lian lo había estado esperando durante mucho tiempo y


habló con impaciencia: —Feng Xin, tengo algo muy importante
que decirte.

Aunque esa criatura White no-Face era demasiado extrañamente


poderosa, incluso si le dijera a Feng Xin, no tendría sentido
establecer guardia de antemano, sin embargo, después de pensar
mucho, todavía creía que algo así no debería mantenerse en
secreto de Feng Xin, entonces decidió decirle la verdad.
Inesperadamente, Feng Xin no le preguntó de inmediato qué era,
y solo dijo: —Oh, bien. También tengo algo que quería decirte.

Xie Lian pensó que el asunto con White no-Face era más
importante, y cualquier otra cosa urgente podría venir después,
pero él se sentó a la mesa y preguntó: —Tú ve primero. ¿Qué
es?

Feng Xin dudó por un momento y dijo: —Su Alteza, vaya primero.

Xie Lian ya no tenía la mente de ser cortés y susurró: —Feng Xin,


debes ser absolutamente cuidadoso. White no-Face ha
regresado.

—...

La expresión de Feng Xin cambió instantáneamente.

— ¿White no-Face ha regresado? ¿Por qué dirías eso? ¿Lo


viste?

— ¡Sí! —Exclamó Xie Lian. — ¡Lo vi!

Feng Xin palideció: —Eso es... Eso no está bien, ¿por qué lo
verías tú? ¿Por qué sigues aquí después de haberlo visto?

Xie Lian enterró su rostro en sus manos.

—... ¡Yo tampoco lo sé! No solo no me mató, sino que incluso...

Incluso lo abrazó y le acarició la cabeza como un anciano


amoroso, y le hizo señas: —Ven a mi lado.

Después de haber escuchado el extraño encuentro de los últimos


días, la conmoción de Feng Xin se desvaneció gradualmente, y
fue reemplazada por confusión: — ¿Qué está pensando?

—De cualquier manera no debe tener buenas intenciones, y


también parecía estar siguiéndome a todas partes —dijo Xie Lian.
—En cualquier caso... ¡ten cuidado! Ayúdame a recordarle a
padre y madre que también tengan cuidado, pero no los asustes.

—Está bien —dijo Feng Xin—, no saldré en los próximos días.


Las cosas que ese bastardo nos dio... deberían durarnos un
tiempo.

Fue bastante vergonzoso decirlo. Cuando Mu Qing se fue,


todavía dejó todo lo que trajo. Aunque Xie Lian perdió el control
de sí mismo en ese momento, arrojándole las cosas diciendo que
no necesitaba sus cosas ni ayuda, pero después de calmarse, aún
recogieron todo en secreto en la derrota. Xie Lian suspiró y
asintió. Luego dijo: —Oh, sí, ¿qué era lo que querías decirme?

Habiendo mencionado esto, Feng Xin dudó nuevamente.


Después de una pausa, abrió la boca y estaba sorprendentemente
tarareando y arañando, rascándose la cabeza mientras
tartamudeaba: —En realidad, es... Su Alteza, ¿todavía tiene
dinero? ¿O algo que pueda ser empeñado?

Xie Lian nunca había pensado que haría una pregunta tan tonta
en un momento como este y estaba un poco perpleja.

— ¿Huh? ¿Por qué estás preguntando esto?

Feng Xin sudaba mientras respondía audazmente: —... No es


nada... solo, si tienes algo, ¿puedes... prestarme algo?

Xie Lian se rió amargamente.

—... ¿Crees que tendría más?

Feng Xin también suspiró.

—Eso pensé.
Xie Lian lo pensó y dijo: — ¿Pero no te regalé ese cinturón de oro
antes?

Feng Xin murmuró: —Eso no es suficiente. Lejos de ahí…

Xie Lian se sorprendió.

—Feng Xin? ¿Qué hiciste exactamente ahí afuera? ¿Cómo


puede un cinturón dorado no ser suficiente? ¿Le debes dinero a
alguien por golpear a alguien? ¿Dime?

Feng Xin salió de él y rápidamente dijo: — ¡Oh, no! ¡No tomes


esto en serio, solo estaba preguntando!

Después de preguntar una y otra vez, Feng Xin aún juró que todo
estaba bien, y Xie Lian dijo preocupada: —Bueno, si hay algo,
tienes que decirme, y podemos pensar en una solución juntos.

—No te preocupes por mí —dijo Feng Xin—, ninguna solución


caerá del cielo. Su Alteza, ¡solo concéntrese en resolver sus
problemas!

Cuando lo mencionó, el corazón de Xie Lian se hundió


nuevamente.

Tal como esperaba, todos los días que siguieron, esa criatura lo
acosó sin cesar y no lo dejó solo.

Xie Lian siempre podía ver esa máscara sonriente y llorosa o esa
silueta blanca en muchos lugares desprevenidos. A veces estaría
en la cabecera en la noche profunda, a veces sería un reflejo en
el agua, a veces estaría al otro lado de la puerta cuando abriera
dicha puerta, y a veces, incluso sería de pie justo detrás de Feng
Xin.
White no-Face parecía estar tomándolo asustándolo como
entretenimiento, y, a propósito, solo lo dejó ser el único que lo
vería. Cada vez que Xie Lian no podía soportarlo más y lo
señalaba gritando, todos los demás se apresuraban o miraban, y
él desaparecía. Xie Lian había pasado días como este con
agitada agitación, tan amargado que deseó poder atrapar a esa
criatura y cortarla en ocho pedazos, pero ni siquiera pudo pisar la
sombra del otro. Inevitablemente, sus días y noches se volvieron,
tanto su corazón como su cuerpo agotados.

Un día, se despertó sobresaltado en medio de la noche y sintió


una sed irreprimible. Pensando que no había bebido nada
adecuadamente en todo el día, se arrastró listo para ir a tomar
agua. Sin embargo, desde fuera de la sala se escucharon voces
débiles y débil luz de las velas. Xie Lian se sorprendió e
instantáneamente se escondió detrás de la puerta, su corazón
latía con fuerza, ‘¿Quién podría ser? Si es padre, madre y Feng
Xin, ¿por qué se escabullen así?

Sin embargo, quién sabía, los que se escabulleban realmente


eran su padre, su madre y Feng Xin. La voz de Feng Xin era
extremadamente silenciosa.

—Su Alteza está descansando ahora, ¿verdad?

La reina también susurró: —Ahora está dormido.

—Finalmente. —El rey dijo: —No lo despiertes demasiado


temprano mañana, déjalo dormir un poco más.

Esas palabras hicieron que el corazón de Xie Lian se apretara,


luego, poco después, escuchó a la reina decir: —Aah... si esto
sigue así, ¿cuándo mejorará mi hijo?
Xie Lian podía sentir que algo andaba mal con esas palabras, y
en ese momento, Feng Xin dijo con voz tranquila: —Solo es así
porque está sobrecargado de trabajo. Demasiado ha sucedido
recientemente. ¿Sus majestades también lo vigilarán más de
cerca, y si hay algo fuera de su alteza, por favor hágamelo saber
lo antes posible, pero no se lo haga saber? Además, no digas
nada que lo provoque...

Xie Lian escuchó a escondidas escondiéndose detrás de la


puerta, su mente se quedó en blanco y oleadas de sangre
corrieron hacia su cerebro.

¿Qué significó esto? ¿Qué querían decir?

Rugió internamente. — ¡NO ES LOCO! ¡NO MENTÉ! ¡ESTABA


DICIENDO LA VERDAD!

Xie Lian levantó la mano y ¡PANG! Se estrelló la puerta abierta.


Los tres dentro de la habitación se sorprendieron, y Feng Xin se
puso de pie.

— ¿Su Alteza? ¿Por qué no estás dormido?

Xie Lian estaba furiosa.

— ¿NO ME CREEN?

Feng Xin se sorprendió.

— ¡Por supuesto que te creo! Tú...

Xie Lian lo interrumpió.


—Entonces, ¿qué querías decir con esas palabras justo ahora?
¿Estás diciendo que todo lo que vi fueron alucinaciones, que estoy
delirando?

El rey y la reina querían interceptar y Xie Lian instantáneamente


dijo: — ¡No hablen, ustedes no entienden nada!

— ¡No! —Exclamó Feng Xin. —Te creo, alteza, pero también has
trabajado demasiado, ¡y esa también es la verdad!

Xie Lian lo miró y no habló, pero en algún lugar de su corazón


soplaban vientos helados.

Creía que, en general, Feng Xin todavía creía en él. Al menos el


ochenta por ciento.

Pero no fue una confianza completa. Después de todo, la forma


en que Xie Lian pasó sus últimos días fue realmente demasiado
mental. Si hubiera algún otro extraño mirando hacia adentro, sin
duda habrían determinado que era un loco, entonces, ¿qué
derecho tenía para exigirle a alguien que confiara en él por
completo?

Pero no debería ser así. ¡El Feng Xin del pasado tendría absoluta
fe en él sin importar qué! Incluso si hubiera solo un veinte por
ciento de dudas, ¡aún era insoportable!

Xie Lian estaba lleno de ira y resentimiento, pero no podía decir


a quién estaba dirigido; a White no-Face, a Feng Xin, a todos o a
sí mismo. No dijo una palabra. Se giró y salió por la puerta, y
Feng Xin lo persiguió.

—Su Alteza, ¿a dónde va?

Xie Lian se obligó a mantener la calma.


—No te preocupes por mí, no me sigas, regresa.

—No, pero ¿a dónde vas? ¡Iré contigo! —Dijo Feng Xin.

Xie Lian se decidió y de repente comenzó a correr salvajemente.


Feng Xin no era tan rápido como él, y pronto se quedó muy atrás,
y solo pudo gritar detrás de él. El rey y la reina salieron y
comenzaron a gritar por él también, pero Xie Lian fingió no
escuchar y corrió más rápido.

¡No tuvo más remedio que hacer el primer ataque!

Si White no-Face planeara matar a Xie Lian, o Feng Xin, o sus


padres, sería pan comido. Sin embargo, él simplemente no lo
mataría, y en su lugar jugaría con él como un juguete.

Xie Lian corrió mientras rugía en la noche negra.

— ¡SALEN DEL INFIERNO! USTED MONSTRUO DE CANAL


¡VETE DE AQUÍ!

White no-Face venía estrictamente por él, por lo que creía que
White no-Face lo habría seguido con seguridad. Sin embargo,
después de maldecir al mundo con vocabularios insuficientes, no
hubo ninguna de las burlas habituales a la deriva desde rincones
sombríos inesperados, ni ninguna figura apareció lánguidamente
detrás de su espalda, poniendo una mano desprevenida sobre su
cabeza.

Después de correr locamente por varias millas, Xie Lian


finalmente agotó su fuerza, y se inclinó profundamente por la
cintura, sosteniéndose con las manos sobre las rodillas, jadeando
bruscamente, su pecho y garganta se inundaron con el sabor del
hierro oxidado.
Un buen rato después, de repente se dio la vuelta y continuó
hacia adelante, diciendo en voz baja: —... ¿Entonces quieres
arrastrar esto conmigo? ¡Bien, arrastraremos esto lentamente!

Caminó solo a través de campos desiertos y áridos, a través de


bosques viejos y montañas profundas, por quién sabe cuánto
tiempo, y la niebla comenzó a espesarse gradualmente.

A su alrededor estaban los viejos árboles ennegrecidos que


mostraban sus garras, y todos se inclinaban hacia adelante, muy
empujados hacia abajo, como si lo invitaran a entrar en un campo
de tierra prohibida sin retorno. Xie Lian podía decir que lo que
estaba por delante no iba a ser nada bueno, pero era inevitable.
Además, debe poner fin a esto, para que esto ocurra tarde o
temprano. Por lo tanto, con una expresión oscura continuó hacia
adelante. Mientras caminaba, dentro de la niebla blanca, una
hilera de algo brillante apareció como una pared brillante.

Xie Lian nunca había visto algo así y frunció el ceño ligeramente,
deteniéndose en su respiración. En cuanto a esa pared, ¡en
realidad estaba empujando lentamente hacia él!

Xie Lian estaba tenso por la alarma y rompió una rama,


agarrándola con la mano lista. Solo cuando esa pared llegó a no
menos de dos metros de él, se dio cuenta, desconcertado, de que
no era una pared, sino innumerables fuegos de fantasmas.
Debido a que había demasiados, desde lejos parecía una pared
ardiente o una red gigante.

Si bien esos fuegos fantasmas eran extraños, no emitieron


ninguna intención asesina, y solo se dirigieron hacia él en silencio,
impidiéndole continuar. Xie Lian intentó rodearlos, pero esos
fuegos fantasmas cambiaron de dirección de inmediato y
continuaron bloqueando a Xie Lian. Al mismo tiempo, escuchó
muchas voces:

—No vayas allí.

—No vayas.

—No hay cosas buenas por delante.

— ¡Date la vuelta, no sigas caminando!

Esas voces eran estoicas y condensadas como mareas, que le


daban escalofríos por la espalda. Xie Lian fue rodeada y notó,
dentro de estos fuegos fantasmas, había una bola de llamas que
era particularmente brillante y particularmente silenciosa.

Aunque algo así como un fuego fantasma no tenía ojos, pero


cuando miró ese fuego fantasma, casi pudo sentir una mirada
ardiente mirándolo.

Parecía que este fantasma era el más fuerte entre estos fuegos
fantasmas. Todos los otros fuegos fantasmas solo lo siguieron
después.
Capítulo 189: Fantasma blanco frío; Palabras cálidas que confunden al Príncipe
Heredero (parte tres)

—Muévete —dijo Xie Lian con frialdad.

Ese fuego fantasma no se movió.

— ¿Por qué estás bloqueando mi camino? —Preguntó Xie Lian.

Ese fuego fantasma no respondió, y los otros pequeños incendios


fantasmas solo repitieron; no vayas allí, sin parar. Xie Lian no
quería molestarse con esas cosas en absoluto, y él extendió una
mano, dispersándolas.

No dispersó a los espíritus; Esta mano era solo para romper la


formación de bloqueo de esos fuegos fantasmas, como agitar una
banda de luciérnagas o un banco de peces de colores.

Xie Lian pasó rápidamente, ramas marchitas y hojas rotas


crujiendo bajo sus pasos. Sin embargo, cuando miró hacia atrás,
los fuegos fantasmas también lo alcanzaron rápidamente, como
si estuviera listo para formar otra pared. Xie Lian advirtió: —No
me sigas.

Esa bola del fuego fantasma más brillante y caliente estaba


volando en el frente, sin prestar atención a sus palabras, y Xie
Lian levantó la mano como si fuera a atacar de nuevo, advirtiendo
con ferocidad: — ¡Sigue siguiéndome y podría dispersar tu
espíritu!

Con una amenaza como esta, muchos de los fuegos fantasmas


se asustaron, revolotearon y retrocedieron. Sin embargo, ese
fuego fantasma líder solo se detuvo por un momento en el aire
antes de continuar detrás de él, manteniéndose a una distancia
de no cinco pies de distancia, lo que hizo que Xie Lian pensara
que le estaba diciendo: —No importa si me dispersas.

O tal vez, sabía que Xie Lian realmente no lo dispersaría.

Una repentina e inexplicable ira llenó a Xie Lian. En el pasado,


si gritaba, ¿qué pequeños secuaces se atreverían a continuar con
su acoso? Habrían desaparecido en un instante con las colas
entre las piernas. Ahora, no solo la gente pasa sobre él mientras
lo desean, incluso esta pequeña bola de fuego fantasma no lo
obedecería, tomando su amenaza por nada. Los ojos de Xie Lian
se enrojecieron de ira y murmuró: —... Incluso un pequeño
fantasma como tú es así... todos ustedes son así... ¡todos son así!

Era un poco divertido estar tan enojado por algo tan pequeño,
pero en este momento, Xie Lian estaba realmente llena de furioso
resentimiento. Inesperadamente, después de que murmuró esas
palabras, esa bola de fuegos fantasmas parecía haber entendido
que estaba enojado y triste, y se detuvo en el aire, sin seguir
avanzando. Liderando esos cientos de pequeños fuegos
fantasmas, retrocedieron lentamente. No mucho después,
desaparecieron completamente en la noche.

Xie Lian exhaló un suspiro, se volvió y continuó hacia adelante.

Después de unos setecientos u ochocientos pies, las esquinas


de los aleros aparecieron débilmente dentro de la niebla seductora
que tenía delante, como un antiguo templo de las montañas
profundas. Cuando Xie Lian se acercó y miró más de cerca, sus
ojos se abrieron un poco.

Era... un templo del Príncipe Heredero.


Por supuesto, era un Templo del Príncipe Heredero desglosado.
Ya había sufrido el saqueo de matones, la placa del
establecimiento cayó al suelo, partida por la mitad. Xie Lian se
detuvo frente a la entrada del templo por un momento, luego
levantó los pies y cruzó esa placa rota del establecimiento y entró
en el templo. La estatua divina dentro del gran salón también
había desaparecido hace mucho tiempo, quizás destrozada o
quemada, o arrojada al mar. El altar estaba vacío y desolado, solo
quedaba la base quemada de la estatua. A cada lado, Cuerpo en
el abismo, corazón en el paraíso, fueron cortados unas treinta
veces, al igual que una hermosa mujer cuyo rostro estaba cortado
por cuchillos, ya no era hermoso, solo era salvajemente
escalofriante.

Xie Lian mantuvo la compostura y se sentó en el suelo dentro del


gran salón, esperando que White no-Face apareciera. Después
de un tiempo de incienso, una figura realmente apareció dentro
de la niebla seductora fuera del templo.

Sin embargo, esta cifra no era correcta; no era tan silencioso


como White no-Face, y el sonido de sus pasos también era
incorrecto, mucho más apresurado, no como el silencioso
arrastramiento de White no-Face. Entonces, el que se acercaba
definitivamente no debía ser White no-Face, ni nadie que él
conozca.

Entonces, ¿quién podría ser?

Xie Lian estaba tenso y alarmado, y solo vio claramente cuando


esa persona finalmente se apresuró al Templo del Príncipe
Heredero. Desafortunadamente, la persona que llegó no coincidía
con ninguna de sus conjeturas; no importaba cómo lo estudiara,
solo era un transeúnte sin ningún defecto.
Pero Xie Lian todavía no relajaba su guardia; ¿Quién sabe si
esto podría ser el disfraz de White no-Face?

En una montaña salvaje y estéril, dentro de un templo taoísta


destruido, para encontrarse de repente con alguien, Xie Lian
estaba protegida contra la otra, la otra también estaba protegida
contra Xie Lian. Un breve momento después, finalmente se
aventuró a preguntar: — ¿Esto... daozhang? ¿Sabes qué es este
lugar?

Xie Lian frunció ligeramente el ceño y miró hacia arriba.

— ¿No sabes qué es este lugar? Entonces, ¿cómo llegaste aquí?

— ¡Me perdí! —Ese hombre dijo: —Caminé una y otra vez, ¡pero
parece que no puedo salir!

Xie Lian sabía que esto no se estaba perdiendo en absoluto. Si


este hombre no era White no-Face disfrazado, lo más probable es
que lo atrajera algo.

—Ya no andes más, no podrás salir —dijo Xie Lian.

— ¿Huh? ¿Qué estás diciendo?

Sin embargo, Xie Lian ya no respondió y continuó su meditación.


Si White no-Face lo atraía, entonces el pánico sería inútil. Si no
dejaba ir a nadie, entonces no tenía sentido tratar de escapar, por
lo que sería mejor si Xie Lian solo esperara en silencio para ver
qué planeaba hacer.

Ese hombre también estaba cansado de correr, así que se sentó


a un lado para descansar, los dos en paz el uno con el otro. No
pasó mucho tiempo antes de que otra figura apareciera dentro de
la niebla seductora, entrando al templo, y era otro viajero
confundido. Al ver que había gente dentro del templo.
Rápidamente se acercó.

— ¡Hola amigos! ¿Puedo preguntar qué es este lugar?

Esos dos viajeros comenzaron a conversar, y una premonición


comenzó a crecer en la mente de Xie Lian.

Efectivamente, no pasaron dos horas antes de que más de diez


personas vinieran a este Templo del Príncipe Heredero una tras
otra. Hombres, mujeres, personas mayores, niños, todo tipo;
algunos solos, algunos en grupos de tres o cuatro, algunos eran
familias enteras, y la mayoría de ellos vinieron porque estaban
perdidos. La razón por la que se perdieron también fue
innumerable y extraña, algunos incluso simplemente paseaban
por las calles de la ciudad y podían perderse por aquí,
extremadamente increíble. Dentro de este templo, Xie Lian
incluso vio a ese artista callejero que se mantuvo firme en
competir contra él con el truco de la roca. No se veía muy bien;
Parecía que la competencia la última vez lo hirió
significativamente. Los dos se vieron pero no dijeron una palabra,
y solo asintieron con la cabeza.

¡Era fácil ver que todas estas personas eran ordinarias, y todas
fueron traídas aquí a las montañas profundas intencionalmente
por White no-Face!

La alarma en la cabeza de Xie Lian se hacía cada vez más fuerte,


pero aún así no se movía. Sacó un bollo frío al vapor y lo mordió
con fuerza, masticó con fuerza, luego tragó con fuerza. Debe
almacenar toda su energía para enfrentar una gran batalla que
seguramente se avecina.

Cuatro horas después, este Templo del Príncipe Heredero estaba


lleno de personas perdidas de adentro hacia afuera. Xie Lian
había contado en silencio; había alrededor de un centenar de
ellos. Ni uno solo podría salir de este bosque.

Cuando había una multitud, se oía un ruido bullicioso, y todos


comenzaron a conversar: — ¿También terminaste aquí sin
ninguna razón? ¡Esto apesta a maldad!

Alguien sugirió: — ¿Por qué no intentamos encontrar una salida


de nuevo?

Alguien acordó de inmediato: — ¡Vamos, vamos, me niego a


creer que con tantos de nosotros, ni uno solo pudo salir!

Sin embargo, Xie Lian, que estaba sentada en la esquina, levantó


la vista bruscamente: —No importará por mucho que camines. No
hay salida.

La multitud lo miró.

— ¿Cómo es que?

Xie Lian dijo con amargura: —Porque todos ustedes fueron


conducidos aquí por un monstruo. Ustedes son todos sus
juguetes, entonces, ¿por qué los dejaría ir tan fácilmente?

—...

Dentro de la multitud, había algunos que pensaban que estaba


exagerando, algunos que pensaban que era mental y otros que
pensaban que no debería ser subestimado. Alguien se puso de
pie.

— ¿Quién eres? ¿Qué base tienes para decir algo así?


—Parece ser el primero aquí. Cuando llegué ya estaba sentado
allí.

—Extraño…

—Sí, y su rostro también está cubierto.

— ¿Tienes alguna prueba?

Xie Lian dijo en voz baja: —No hay pruebas. No importa si todos
lo creen o no. Ese monstruo ciertamente no los atrajo a todos
aquí para invitarlos a una comida. No creo que deba decirles a
todos que tengan un poco más de cuidado.

Justo cuando terminaba de hablar, antes de que nadie


respondiera, los sonidos de pasos apresurados llegaron desde la
distancia. Todos se animaron al instante: — ¡Viene otro!

Inmediatamente hubo quienes querían salir y echarle un vistazo,


pero justo cuando cruzaron el umbral del templo se deslizaron
rápidamente hacia atrás, ya que, lo que acompañó a ese ruido
fueron oleadas de gritos enloquecidos.

Esa voz que gritaba no sonaba humana en absoluto, y las caras


de todos cayeron, todos retrocediendo hacia el templo.

— ¿Qué diablos, quién podría ser? No es una bestia, ¿verdad?

A medida que esa figura dentro de la niebla seductora se


acercaba rápidamente, Xie Lian entrecerró los ojos.

— ¡No, esa es realmente una persona!

Solo que esa persona corría en su dirección y aullaba


ensordecedora al mismo tiempo, cubriéndose la cara con las
manos. Al ver que estaba a punto de correr hacia el templo en
cualquier momento, Xie Lian se abrió paso entre la multitud y se
paró al frente para ver cuál era la situación, sin embargo, fue como
si ese hombre no tuviera ojos y se estrelló directamente contra un
árbol por la entrada del Templo del Príncipe Heredero. Se
recuperó por un buen metro, luego cayó al suelo y se desmayó.

La multitud se sorprendió, y cada uno de ellos se apretó,


estirando el cuello para ver, preguntándose con ansiedad: —...
¿Qué...? ¿Qué pasa con ese hombre?

Algunos que eran más valientes, incluido el artista callejero, iban


a examinarlo y Xie Lian inmediatamente gritó: — ¡No te acerques
a él!

Esas personas saltaron ante su tono agudo y preguntaron: —


¿Entonces qué hacemos? ¿Solo dejarlo acostarse allí?

—Iré a echar un vistazo —dijo Xie Lian.

—Entonces ten cuidado, ¿sí? —Dijo la multitud.

Xie Lian asintió y se acercó a ese árbol lentamente,


agachándose, y estaba a punto de mover la mano que cubría la
cara del hombre cuando ese hombre repentinamente saltó y dejó
escapar dos gritos chillantes.

Así, dos gritos de chillido. Y, fueron dos sonidos que sonaron al


mismo tiempo. Uno salió de su boca, y el otro, de su cara, ¡en la
cara de ese hombre había otra cara!

¡La enfermedad del rostro humano!

La piel de gallina se alzó instantáneamente sobre la piel de Xie


Lian, sus pupilas se encogieron y la multitud dentro del templo
también quedó estupefacta por esa horrible escena. Después de
que ese hombre se levantó de un salto, dejó caer las manos y
estaba a punto de atacar hacia donde estaba la gente, pero
afortunadamente Xie Lian fue rápido con sus manos, y se ponchó.
Esa víctima de enfermedad facial fue enviada al instante volando
por su bofetada a metros de distancia. Xie Lian luego retrocedió
apresuradamente para proteger la entrada del templo mientras la
multitud detrás de él exclamó en pánico y conmoción: — ¿Pensé
que esta enfermedad solo apareció en la capital real? Tantos
murieron en la ciudad imperial, ¿no se extinguió esa enfermedad?

—No es real, ¿no puede ser real? ¿Es realmente una cara en su
cara?

Lo que fue aún más horrible fue el siguiente momento, todo a su


alrededor llegó aún más aullando, y más de diez figuras
tambaleantes se reunieron hacia el templo.

¡No había necesidad de mirar para saber que todos eran víctimas
de enfermedades faciales!

Alguien gritó: — ¡TODOS CORRAN! ¡NO DEJEN QUE SE


EXTIENDA! ¡NO DEJEN QUE SE ACERQUEN!

Sin embargo, Xie Lian gritó: — ¡NO SE ENTRETENGAN!


¡QUIÉN SABE CUANTOS MÁS DE ELLOS ESTÁN A LOS
ALREDEDORES! ¡SI HAY MÁS DE ELLOS FUERA DE AQUÍ,
TODO SE ACABARÁ!

—Entonces, ¿qué hacemos?

— ¡No podemos ser simplemente patos sentados!

— ¿No es eso solo esperar que la muerte venga a mí?


La rama que Xie Lian se rompió en el camino antes siempre había
estado colgada de su cintura, y la sacó, empuñándola como una
espada.

—No te preocupes, no pueden venir aquí. ¡Por supuesto que diría


si pueden acercarse!

¡Este era su dominio, el Salón del Príncipe Heredero!

—Tú…

Sin esperar las preguntas de nadie, Xie Lian saltó, la rama giró
bruscamente y en un instante esas víctimas de enfermedades
faciales cayeron al suelo. Esto no fue nada difícil para Xie Lian,
comprometer sus acciones con sus palabras y, por supuesto,
ninguno de esos monstruos podría acercarse. La multitud dentro
del templo miraba con la respiración contenida, sacudida mientras
la lucha continuaba, y cuando vieron que Xie Lian ganó, todos
vitorearon y gritaron para agradecer a los cielos.

En ese momento, en el aire nocturno dentro del bosque, muchos


fuegos fantasmas llegaron a la deriva, bailando locamente por
todas partes, y Xie Lian no podía decir si estaban ayudando a
alejar a esas víctimas de enfermedades faciales, pero de
cualquier manera, Xie Lian no pensó que lo estaban obstruyendo.

Después de hacer un barrido, Xie Lian trató de envainar su


espada por costumbre, y solo cuando la vaina se vació, Xie Lian
se dio cuenta de que lo que sostenía en la mano no era una
espada sino una rama de árbol y se sintió incómodo por un
momento. Al segundo siguiente, vio desde no muy lejos en la
distancia una figura vestida de blanco que lo saludaba y le hacía
señas. Después de haber peleado una batalla, la sangre de Xie
Lian todavía estaba hirviendo, y al instante lo persiguió.
— ¡NO PIENSES EN ESCAPAR!

Esa banda de fuegos fantasmas también se acercó y lo siguió


para cargar hacia adelante, como si estuvieran iluminando su
camino. Naturalmente, White no-Face no iba a escapar, y él
caminaba a un ritmo fácil, sus pasos lánguidos, pero siempre
delante de siete a ocho pies. Xie Lian lo persiguió unos metros,
pero su mente de repente se iluminó e instantáneamente se
volvió. Al ver que ya no estaba persiguiendo, White no-Face se
detuvo.

— ¿Por qué no me sigues?

Xie Lian miró hacia atrás.

—Solo quieres llevarme lejos para propagar otra ronda de la


enfermedad del rostro humano, entonces ¿por qué debería
seguirte después para dejarte seguir tu camino?

Sin embargo, White no-Face solo sonrió.

—No, estás equivocado. Mi objetivo no es llevarte lejos. Mi


objetivo eres solo tú.

Aunque con la máscara de llanto sonriente puesta, su expresión


estaba oculta, pero por alguna razón, Xie Lian podía sentir que
estaba sonriendo.

Moverlo fuera del camino de hecho no tenía sentido. Si White


no-Face quisiera propagar la enfermedad del rostro humano
nuevamente, podría haberlo hecho en cualquier parte del mundo
y Xie Lian no podría detenerlo, entonces, ¿por qué debe hacerlo
en estas montañas profundas?

Xie Lian se detuvo en su paso.


—Entonces, ¿qué estás planeando exactamente?

Había hecho esa misma pregunta innumerables veces e iba a


perder la paciencia. White no-Face respondió: —Ya te lo dije.
Quiero que vengas a mi lado.

Xie Lian sacó la rama de su árbol y lo apuntó, y aunque esto no


era amenazante en absoluto, e incluso un poco divertido, era la
única arma que tenía a mano. Gracias a Dios, una bola de fuego
fantasma particularmente brillante aterrizó en la punta de esa
rama y ayudó a agregar un poco de aura de batalla. Xie Lian
exigió bruscamente: — ¿Qué quieres conmigo de tu lado?
¿Quitarme la vida?

White no-Face solo se rió suavemente y dijo cálidamente: —Su


Alteza, usted es un hermoso bloque de jade. Permíteme guiarte
y educarte.

—...

Xie Lian se sentía incrédulo y furioso, y no pudo evitar chasquear


la lengua.

— ¿Y crees que eres digno de educarme? Mi maestro es el


Guoshi de XianLe, ¿y qué diablos eres tú? ¡De dónde vienes,
monstruo!

White no-Face extendió un dedo y lo agitó.

—Estás equivocado de nuevo. Su Alteza, quizás sea mejor decir


que en este mundo, solo yo soy digno de educarlo. ¿Tu maestro?
¿El Guoshi de XianLe?
Su voz se volvió arrogante y condescendiente: —Ante mí, esa
criatura no vale la pena mencionar. Por el contrario, has estado
asimilando muy bien las cosas que te he estado enseñando.

Xie Lian escupió enojado.

— ¿Qué me enseñaste? ¿Qué tontería estás escupiendo? ¡No


entiendo nada!

White no-Face se burló burlonamente: —Lo primero que te


enseñé fue: eres impotente ante muchas cosas en este mundo.

Al escuchar esto, innumerables imágenes y voces caóticas


pasaron por la mente de Xie Lian. Por fin, apretó los dientes y
lanzó su espada, pero White no-Face evadió fácilmente: —La
segunda cosa...

Agarró a Xie Lian, haciéndole perder el equilibrio y casi se


tropezó, y Xie Lian sintió una mano acariciando la parte superior
de su cabeza.

— ¿Quieres salvar a la gente común, verdad? Las personas


comunes no necesitan ser salvadas por usted. No son dignas.

El movimiento de Xie Lian vaciló por un momento, y alejó esa


mano, se dio la vuelta y apuñaló nuevamente. White no-Face
rompió la rama en su mano, parpadeó detrás de su persona, ¡y
dos dedos helados ya estaban colocados en los dos puntos
fatales detrás de su cabeza!

Con esos dos dedos, Xie Lian sintió que su cerebro iba a ser
perforado en cualquier momento y se congeló. Una voz llegó
desde atrás: —Si no vienes a mi lado, nunca ganarás contra mí y
siempre serás derrotado por mí.
Xie Lian jadeó y dijo sombríamente: —... ¡Ven a mí en cualquier
momento!

Después de una pausa, lentamente enunciaba cada palabra: —


Es solo ahora que no puedo ganar. Puedes vencerme
innumerables veces, pero no puedes matarme. ¡Mientras no
puedas matarme, un día, seguramente te derrotaré!

Cuando ese fuego fantasma escuchó sus palabras, ardió aún


más ferozmente, como si fuera a iluminar todo el cielo nocturno.
Detrás de él, White no-Face permaneció en silencio por un
momento, luego preguntó: — ¿No puedo matarte?

Xie Lian contuvo el aliento y no habló.

En verdad, tampoco sabía cuán duro era este cuerpo eterno que
Jun Wu le concedió. Si White no-Face realmente se estrellara
contra su cráneo en un momento de furia, ¿seguiría vivo?

En ese momento, White no-Face dijo en voz baja: —De hecho,


no puedo matarte. Pero tampoco te mataré. Solo que no tengas
mucha confianza ahora. Espero que no te arrepientas de esto
más tarde.

¿Lamentar? ¿Por qué se arrepentiría?

Xie Lian aún no lo había descubierto cuando una mano le cortó


violentamente el cuello y al instante su vista se hundió en la
oscuridad.

En la oscuridad, parecía haber luz y calor provenientes de cierta


distancia. Xie Lian se movió hacia la luz y llegó poco a poco.
Abrió los ojos lentamente, y lo primero que apareció en su visión
fue una bola de fuego fantasma sobre él. Parecía que la luz y el
calor que sentía mientras estaba inconsciente provenían de él.

Al ver que se había despertado, ese fuego fantasma


inmediatamente se presionó, luego pareció haber pensado que
acercarse demasiado a él no era aceptable y retrocedió un poco.
Xie Lian seguía sintiendo que esta bola de fuego fantasma parecía
particularmente excepcional. Si recordaba correctamente, el que
creó una formación para bloquearlo también lo era. Quería
extender la mano y tocarlo, pero inesperadamente, su mano no
podía moverse en absoluto.

Xie Lian quedó perpleja e instantáneamente salió de ella. Bajó la


cabeza para mirar y solo entonces descubrió la razón por la que
no podía mover la mano. Todos sus brazos y piernas estaban
atados.

Estaba firmemente atado al altar, esa base rota de la estatua


debajo de su cuerpo. Había mucha gente apretada debajo del
altar, y pares tras pares de ojos redondos y sin parpadear lo
miraban
Capítulo 190: Corazón atravesado por cien espadas; El fantasma salvaje toma forma

Advertencia: violencia.

¿Por qué todos lo miraban así?


De repente, Xie Lian escuchó un susurro desde el costado.
—Tan similar…
—No es solo similar... ¡es exactamente lo mismo!
— ¿Es realmente él?
Alguien preguntó sin rodeos: — ¿Eres... ese príncipe?
Por costumbre, Xie Lian comenzó a decir: —No soy...
Sin embargo, antes de que pudiera terminar, se dio cuenta de
que la seda blanca que solía cubrirse la cara se había deshecho.
En este momento, lo que lo tenía completamente atado era esa
seda blanca exacta. Su cara ahora estaba completamente
expuesta frente a la multitud ante él.
El corazón de Xie Lian se sintió como si estuviera colgado de un
solo hilo, pero se armó de valor y se encontró con esas miradas.
No sabía si era solo su imaginación, pero vio un tinte de sospecha
agitándose dentro de las miradas que le dieron. Pero, al menos,
tal vez debido al peligro inminente, esos ojos no soportaban el
odio o la ira que él temía. Sin embargo, en el segundo siguiente,
una ola de aullidos inhumanos sonó desde fuera del templo.
Xie Lian giró la cabeza y descubrió que la fuente del aullido
provenía de los infectados enfermos de la cara que había sido
derribado previamente. De alguna manera habían recuperado el
equilibrio y su número aumentó en pliegues. Tomados de la
mano, dieron vueltas fuera del templo del Príncipe Heredero
mientras cantaban. Uno no podría decir si estaban realizando un
ritual horrible o si simplemente estaban bailando como los
demonios enloquecidos que eran. La multitud dentro del templo
se acurrucó en absoluto terror. Un niño pequeño estalló en llantos
y los padres lo tomaron en sus brazos mientras cubrían sus ojos
y oídos. Todas las caras de la habitación estaban horrorizadas.
— ¿Qué hacemos? ¿Qué hacemos?
— ¿Serían capaces de entrar estas personas...?
—Incluso si no cobran, ya que están tan cerca, ¿también nos
infectaríamos? ¡¿Qué haremos si nos infectamos
accidentalmente?!
Xie Lian luchó contra sus ataduras pero no pudo aflojarlo en lo
más mínimo. Parecía que esta seda blanca ya había sido
manipulada y probablemente había sido inyectada con poder
espiritual. Con las venas visibles en su frente por la lucha
continua, rugió: — ¡White no-Face!
No hubo respuesta, en cambio, una mano helada le acarició la
cabeza. Xie Lian se congeló y se le puso la piel de gallina. La
escena que vio al girar la cabeza lo dejó paralizado.
No era de extrañar que las personas debajo de él le estuvieran
mirando extrañas, no solo su rostro estaba expuesto, sino que
White no-Face también estaba sentado justo detrás de él, en la
oscuridad.
Frente a un personaje tan excéntrico vestido con túnicas blancas,
nadie se atreve a dejar escapar un solo suspiro, y mucho menos
moverse descuidadamente. Como resultado, White no-Face
apenas los consideraba como algo y, bajo la atenta mirada de
todos, ayudó a Xie Lian a levantarse.
Xie Lian se sentó desde donde estaba acostado. Sentado
encima del altar, parecía como si fuera una estatua viviente atada.
Además de mover los ojos y el cuello, no pudo hacer nada más.
Aunque la situación era más que espeluznante, los infectados de
aullidos de la cara eran más aterradores. La atención de la
multitud de abajo rápidamente regresó a las criaturas
desfiguradas afuera. Alguien murmuró: —Por lo que escuché, he
oído que cualquiera que viva en el mismo distrito puede infectarse
entre sí, ¡esta enfermedad se propaga extremadamente rápido!
¡Estando tan cerca, es inevitable!
Al pensar que pronto serían víctimas de la horrible peste, un mar
de desesperación llenó el templo. Una persona sugirió: — ¿Por
qué algunos de nosotros no salimos y derribamos a algunas de
estas criaturas desfiguradas y creamos una abertura para que el
resto de la gente escape?
Sin embargo, aparte de si serían capaces de matar a tantos
monstruos, cualquiera que saliera seguramente estaría infectado
con la enfermedad de la cara. Este fue un ejemplo principal de
sacrificar la vida de uno para salvar a otros. Con un destino tan
obvio, ¿quién libremente sería voluntario? Nadie lo haría.
Xie Lian lo haría, si pudiera. Sin embargo, White no-Face lo
estaba restringiendo en este momento. Aunque podría derribar a
siete u ocho de ellos a la vez, pero con diecisiete u dieciocho de
ellos, sería difícil detenerlos a todos. Seguramente habría uno
que irrumpiría y se precipitaría al templo del Príncipe Heredero.
¿En cuanto a tratar de matar a White no-Face? Sería un tonto si
lo considerara.
Sin embargo, necesitaban a alguien para calmar a todos. Xie
Lian recobró la compostura y habló con calma: — ¡Todos, por
favor, no hagan nada imprudente! No se extenderá tan rápido,
todavía tenemos tiempo para pensar en una solución.
Pero con solo decir, no se extenderá tan rápido, no era suficiente
para convencerlos por completo.
Sorprendentemente, el que levantó la desesperación no era otro
que White no-Face. Dijo con frialdad: —Hay una manera de
deshacerse y curar la enfermedad de la cara.
Tan pronto como las palabras salieron de su boca, la multitud de
personas levantó la cabeza.
— ¿Se puede curar? ¡¿Cómo?!
Xie Lian sintió que su corazón se detenía. White no-Face
reflexionó tranquilamente: — ¿Por qué no le preguntan a Su
Alteza? Su Alteza conoce el método.
De repente, los cientos de pares de ojos se enfocaron en Xie
Lian. La agudeza de las miradas lo hizo retroceder
instintivamente, pero White no-Face lo bloqueó, quien lo empujó
hacia adelante. Podía escuchar las voces esperanzadoras de
unos pocos.
—Su Alteza, ¿realmente lo sabe?
Antes de que Xie Lian pudiera responder, alguien más gritó con
entusiasmo: — ¡He oído de alguien que sí sabe!
También hubo algunos con sospecha: —Si él lo sabía, ¿por qué
la capital todavía...? A menos que lo supiera pero no se lo dijo a
nadie.
—Príncipe, por favor date prisa y dinos, ¿sí?
Xie Lian negó de inmediato.
— ¡No lo sé!
Sin embargo, White no-Face insistió: —Mientes.
Impulsado por la ira, Xie Lian quería reprender pero temía que en
su lugar llevaría a White no-Face a filtrar más información.
Aunque en el fondo, tenía la sensación de que no importaba si lo
negaba o no, White no-Face lo diría de todos modos. Después
de luchar por un tiempo, admitió derrotado: —No... No hay forma.
¡Es inútil!
Después de una pausa, el mar de personas comenzó a agitarse:
— ¿Qué quieres decir con inútil? ¿Cómo sabríamos que es inútil
si ni siquiera nos lo dices?
Una gota de sudor frío se deslizó por su frente. Xie Lian pensó:
—Realmente no puedo decirlo…
¡No debía!
Si la verdad alguna vez salía a la luz, ¡todo terminaría!
Dentro de la multitud, alguien finalmente se hartó y se puso de
pie de un salto.
—Ya estamos a las puertas de la muerte, ¿qué hay para
mantener oculto? ¿A menos que quieras que todos esperemos
aquí como patos sentados hasta que muramos?
Con una voz suave, White no-Face ofreció: —Entonces, déjame
decirte.
— ¡Cállate! —Gritó Xie Lian.
Naturalmente, su grito no traía una sola onza de amenaza, y
White no-Face lo ignoró y continuó: — ¿Sabes qué tipo de
personas dentro de la capital tenían menos probabilidades de
infectarse con la enfermedad de la cara?
La multitud lo miraba atentamente, aunque temerosos de
acercarse, no pudieron evitar preguntar: — ¿Q-qué tipo?
White no-Face respondió: —Soldados.
Se acabó.
White no-Face continuó: — ¿Por qué son los soldados? Porque
todos hicieron esto. Sin embargo, esto no es hecho por
ciudadanos normales, y es por eso que los ciudadanos se
infectaron con la enfermedad de la cara.
La multitud abrió mucho los ojos. Conteniendo la respiración,
preguntaron: — ¿y esa cosa es...?
Xie Lian se lanzó en su dirección, pero a lo sumo, fue solo un
esfuerzo. Riendo, White no-Face lo empujó hacia atrás.
— ¿Qué es lo que preguntas?
—Homicidio involuntario —Él tarareó.
¡¡¡Se acabó!!!
En realidad lo dijo. Encima del altar, el corazón de Xie Lian se
sentía frío como el hielo. Después de la conmoción inicial, la
gente repitió incrédula: — ¿Homicidio involuntario? ¿Tienes que
matar para ser inmune? ¿Tienes que matar para curarte?
— ¡Debe ser una mentira!
Lamentablemente no lo fue, no lo fue. ¡No fue una mentira!
Esta era la verdad suprema. Xie Lian lo había verificado él
mismo. La mano manchada de sangre, la que terminó con una
vida, era inmune a la enfermedad de la cara.
Nadie había esperado que esta fuera la respuesta para obtener
inmunidad. Atónitos, charlaron entre ellos.
— ¿Cómo puede ser esto?
—Siempre pensé que era extraño desde el principio, ¡pero
realmente no he oído hablar de nadie en el ejército infectado con
la enfermedad de la cara! ¡Me temo que es la verdad!
— ¡Es la verdad!
— ¿Pero eso no significa que, para evitar ser infectados, primero
tenemos que matar a alguien?
— ¿A quién matamos?
La persona que planteó la pregunta recibió inmediatamente una
reprimenda.
— ¿Qué quieres decir con a quién matamos? ¿No me digas que
realmente quieres matar?
El hombre no se atrevió a decir nada más. Sin embargo, estos
cien pares de ojos que antes estaban llenos de simple terror y
nada más ahora contenían muchas otras emociones. Algunos
con curiosidad, algunos con sospecha.
Esta era la situación que Xie Lian temía. Una vez que se haya
expuesto la cura para la enfermedad de la cara, inevitablemente
sucederá una cosa.
El asesinato el uno del otro.
Esta era la única razón por la que Xie Lian había guardado el
secreto para sí mismo después de descubrir la forma de obtener
inmunidad. Mientras mates, estarías a salvo de la enfermedad,
tal vez la mayoría de las personas podrían controlarse, pero
seguramente habría alguien que estaría lo suficientemente
desesperado como para correr el riesgo. Una vez que se había
derramado la primera sangre para prevenir la enfermedad, pronto
sería seguida por una segunda, luego una tercera...
A medida que más y más siguieran su ejemplo, el mundo se vería
sumido en el caos. Si ese fuera el resultado, sería mejor
protegerlo firmemente y no dejar que nadie lo supiera.
Xie Lian sonrió con ironía: —Ahora entienden por qué dije que
este método es inútil.
La multitud estaba en silencio. Xie Lian suspiró y reunió su
espíritu. Con un tono suave, tranquilizó: —Pase lo que pase, por
favor mantengan la calma y no actúen precipitadamente, de lo
contrario, jugarán directamente en las manos de esta criatura.
Entre la multitud, había una pareja que parecía de estatus noble.
Con un niño envuelto en sus brazos, ella se lamentó.
— ¿Cómo resultó así? ¿Por qué llegó a este punto? ¿Por qué
tenemos que ser nosotros de todas las personas? ¡Nunca hicimos
nada malo!
Una persona cercana respondió: —Llora, llora, llora, ¿por qué
lloras? ¡Todo lo que sabes es llorar y llorar! ¡Aquí nadie hizo nada
malo! ¿Crees que eres el único desafortunado?
La esposa replicó enojada: — ¿Qué, ni siquiera vas a dejar que
la gente llore?
— ¿De qué sirve llorar hasta el punto de convertirse en una
molestia? ¡Bien podrías cerrar la boca!
Era increíble que una pelea pudiera estallar por tan insignificantes
razones. Con todos al borde de un colapso emocional, un
pequeño toque prendería fuego de inmediato. Xie Lian se
apresuró a calmar.
— ¡Deja de discutir! ¡Mantén la calma! ¡Solo una mente tranquila
traerá la solución!
Sin embargo, cuanto más trataba de calmar a la multitud, más
agitados se volvían.
— ¿Mantener la calma? ¿Cómo podemos estar tranquilos en
este tipo de situación? Si estás tan tranquilo, ¿por qué no piensas
en algo? ¡Veamos que tienes!
....Xie Lian fue silenciado por la pregunta. ¿Qué tipo de solución
había allí?
¡Ninguna!
Buscó desesperadamente una respuesta de algo, incluso hasta
el punto de sentir que su mente estaba a punto de explotar, ¡no
podía pensar en ninguna forma de resolver la situación frente a él!
De repente, sintió un pellizco en el costado de su mejilla. Una
mano ahuecó su rostro y lo giró para mirar a la audiencia debajo
del altar. Xie Lian abrió mucho los ojos confundido. Una voz
helada sonó detrás de él.
— ¿A quién matar? Al ver esta cara, ¿todavía no sabes a quién
matar?
—…
Ante tal pregunta, no solo el movimiento se detuvo debajo del
altar, sino que incluso el anillo de fuegos fantasmas que colgaba
desde arriba se había detenido.
White no-Face les recordó suavemente: — ¿Te olvidaste? Él es
un dios. Lo que significa…
Antes de que pudiera escuchar el resto, Xie Lian sintió una ola de
frialdad sobre su pecho.
Aturdido, miró hacia abajo y vio la punta de una espada negra
que se desprendía de su abdomen.
La hoja era larga y delgada, su cuerpo era tan profundo como el
jade negro. La cresta reflejaba la luz en forma de una nítida línea
plateada. El frío acero era tan peligroso y helado como la noche
de invierno más fría. Era sin duda, una espada rara y atesorada.
El tipo exacto en el que Xie Lian se rompería los sesos al obtenerlo
y nunca dejaría que lo abandonara.
Incapaz de mover su mirada, la punta de la espada comenzó a
retroceder lentamente hasta que desapareció de su abdomen una
vez más.
—-Su cuerpo... es inmortal —White no-Face terminó.
Antes de que alguien tuviera la oportunidad de reaccionar, White
no-Face lanzó la espada hacia ellos. ¡SONIDO METÁLICO! La
punta atravesó el suelo y se inclinó ante los numerosos pares de
ojos, su aura espesa y gélida se filtraba lentamente.
Un chorro de sangre subió por su garganta y la bola de fuego
fantasma voló hacia él como si tratara de cubrir su herida. Xie
Lian se atragantó con la sangre e hizo una mueca.
— ¡Tú... tú!
Había luces bailando frente a su visión, y como si de repente se
enfureciera, el fuego fantasma disparó directamente a White no-
Face. Sin embargo, el fantasma lo atrapó sin esfuerzo y lo
mantuvo cautivo dentro de su palma.
—Mira bien —dijo.
En el siguiente segundo, con su otra mano, tiró de Xie Lian cara
a cara.
— ¿Qué hay de mí? ¿No eres tú quien proclamó que querías
salvar a la gente común?
Xie Lian razonó: —Pero, pero yo...
¿Pero nunca pensó que bajo este tipo de situación, usaría este
tipo de método para salvar a la gente?
Debajo del altar, ya había personas a las que la escena
sangrienta les daba miedo hasta las lágrimas, pero también había
otras que todavía miraban con valentía: —... Él... ¡¿realmente no
moriría?!
—Es cierto... mira, apenas hay sangre... ¡todavía está vivo, vivo
y respirando como antes!
Xie Lian fue atormentada por otra tos intensa y minuciosa.
Alguien aclaró: —Entonces, en otras palabras, incluso si lo
matamos, ¿no moriría?
— ¡Eso es genial!
El que vitoreó fue regañado.
— ¿Genial? ¿Qué tiene de bueno esto?
La persona regañada dijo en voz baja: —Dado que no podría
morir... entonces, ¿no tenemos ahora una solución?
—Pero apuñalar a alguien, eso también es...
— ¡Pero él es un dios! Incluso si lo apuñalan, ¡todavía no moriría!
Solo somos personas comunes aquí. ¡Si nos infectamos con la
enfermedad de la cara, entonces nuestro destino está sellado!
Al ver cómo se desarrollaba la lucha, White no-Face se burló: —
La gente común está aquí esperando que los salves. Por favor
adelante.
Llamas de ira se encendieron en los ojos de Xie Lian.
— ¡La única forma de salvar a la gente común es erradicar un
monstruo retorcido como tú!
White no-Face se burló.
— ¿Cuál es el problema? Su Alteza, ¿no dijo con confianza que
no podrá morir? ¿No podrías estar asustado ahora? Como no
podrás morir, sacrifícate y alivia a los demás de sus sufrimientos.
¿No es una cosa encantadora?
Xie Lian escupió: — ¿Fue este tu plan todo el tiempo? ¿Crees
que todos en el mundo son tan sádicos como tú?
Fiel a sus palabras, las expresiones de las personas de abajo no
eran las extáticas que las personas usaban ante la idea de ser
rescatadas, en cambio, era una duda. Hubo pensamientos
contradictorios y ninguno de ellos pudo aterrizar en la misma
opinión. Sin embargo, al mismo tiempo, nadie se atrevió a sacar
la cuchilla negra. Como si le leyera la mente, White no-Face se
rió a carcajadas. Sacudió la cabeza con desaprobación y suspiró:
—Niño estúpido, niño tonto.
Xie Lian volvió la cabeza y se negó a dejar que el otro lo
acariciara. Él ladró: — ¡Piérdete!
White no-Face compadeció: — ¿Crees que no quieren hacerlo?
Incorrecto, no es que no quieran, es solo porque nadie quiere ser
el primero, eso es todo.
— ¡Aaaaaah!
Hubo un grito doloroso que brotó de debajo del altar. La esposa
de aspecto noble de antes gritó: — ¡Mi hijo, mi hijo!
El niño en sus brazos gimió incontrolablemente mientras las
manchas oscuras e irregulares comenzaron a levantarse de su
gordito brazo. Las personas a su alrededor inmediatamente
retrocedieron, dejando un espacio vacío en el medio.
— ¡Esto es malo, el niño está infectado!
Había un vacío en los ojos de las parejas. Los dos intercambiaron
una mirada y saltaron sobre sus pies. Caminaron hacia el frente
del altar, sacaron la espada negra del suelo y la sostuvieron en
las manos del niño. Haciendo una mueca, se abalanzaron sobre
Xie Lian.
La cuchilla negra era extremadamente afilada, porque cuando Xie
Lian sintió que el dolor insoportable explotaba de su abdomen, la
pareja ya había sacado la espada, la dejó caer al suelo con un
fuerte sonido metálico mientras se disculpaba continuamente: —
Lo siento... nuestro hijo está todavía joven, realmente no había...
otra manera. Lo siento lo siento lo siento…
Mientras intentaban expiar sus acciones con expresiones
cenizas, se inclinaron muchas veces frente a Xie Lian antes de
regresar a la multitud con su hijo. Con gruesas capas de sangre
obstruyendo su garganta, Xie Lian estuvo a punto de vomitar
hasta que escuchó a White no-Face reírse a su lado.
Forzó la boca llena de sangre y siseó: — ¿De qué te ríes?
¿Crees que obtuviste lo que querías? ¡Todo esto fue forzado por
ti!
El fuego fantasma dentro de la mano del fantasma parpadeó aún
más ferozmente. Tomándose su tiempo, explicó.
—Los humanos necesitan fuerza para revelar su verdadero ser.
Entre los cien, ahora había una persona que ya no tenía miedo
de la enfermedad de la cara. Al ver que las huellas oscuras se
desvanecían lentamente del brazo del niño, las personas a su
alrededor tragaron pesadamente en silencio.
Después de un largo rato, bajo el silencio muerto, finalmente salió
un joven.
Con piel gruesa, caminó hacia el altar. Se inclinó varias veces
con las manos cruzadas delante de él y suplicó: —Lo siento. No
quiero hacer esto. Realmente no quiero hacer esto, pero no tengo
otra forma. Hace poco me casé, mi madre, mi esposa, todavía
están en casa, esperándome...
Palabra por palabra, no pudo continuar más, así que cerró los
ojos, levantó la espada y la empujó hacia Xie Lian.
Sin embargo, debido a que sus ojos estaban cerrados, la espada
se inclinó hacia un lado y atravesó el costado de Xie Lian. Cuando
abrió los ojos y se dio cuenta de que el lugar no era fatal, en un
momento de pánico, sacó el arma frenéticamente y con manos
temblorosas, ¡volvió a apuñalar!
Xie Lian, que había apretado los dientes para evitar que saliera
algún sonido, no dejó escapar nada más que un pequeño gemido
después de los dos golpes consecutivos. Una corriente de sangre
fresca se filtró desde el costado de sus labios.
Es cierto que no morirá. Sin embargo, eso no significaba que no
sentiría el dolor de las heridas.
El sonido de cada centímetro de carne que había sido enredado
por el arma, la sensación de cada hueso raspado lo enloqueció y
deseó morir solo para ser relevado de la tortura. Cuando se
trataba de esto, no era diferente a un mortal.
Cuando la segunda persona terminó su trabajo, también
renunció, pero esta vez, sin hacer una sola reverencia. Las
expresiones que llevaba en su rostro eran una mezcla de
arrepentimiento y alegría por el hecho que cometió. Era difícil
decir cuál era más. Una vez que se retiró al grupo, el silencio
regresó.
No mucho después, algunas personas más parecían querer
defenderse con sus propios motivos. Sin embargo, antes de que
pudieran levantarse, una persona interrumpió: —No puedo
soportar más esto.
La multitud se volvió hacia la dirección de la voz y Xie Lian
también levantó la cabeza. El que habló fue en realidad el artista
callejero aficionado. Él regañó.
— ¿Estás honestamente haciendo todo lo que este monstruo te
dice que hagas? Por lo que veo, solo está balbuceando tonterías.
¡Incluso si fuera cierto, solo porque no pueda morir no significa
que esto no sea un asesinato!
Los espectadores a su alrededor le aconsejaron: — ¡Amigo,
despierta, todos aquí están a punto de morir!
El artista callejero defendió: — ¿No estoy yo aquí también? ¿No
moriría yo también? ¿Pero hice algo?
Eso hizo callar un poco, pero una fracción de segundo después,
alguien acusó: —Una persona como usted probablemente no
tiene ancianos ni hijos en su familia, ¿verdad? Cada hombre por
sí mismo, pero muchos de nosotros tenemos una familia que
cuidar, ¿cómo podemos ser comparados con usted?
El artista callejero señaló a la pareja que fue la primera en subir
y dijo: —Es cierto que no tengo esposa e hijo, pero si lo tuviera,
incluso si tuviera que morir, nunca dejaría que mi hijo mírame
recurrir a usar esos métodos, y mucho menos guiarlo de la mano
para hacerlo. Si su hijo crece para ser un criminal, son los padres
los culpables. Si estás tan ansioso, ¿por qué no dejas que tu hijo
te apuñale?
La esposa tenía una cara llena de miseria. — ¡No maldigas a mi
hijo! Si quieres maldecir, ¡maldíceme a mí! —El marido estaba
furioso— ¿Has perdido la cabeza? ¿Quieres que mi hijo mate a
su propia madre y padre? ¡Qué inmoral!
El artista callejero probablemente no entendió lo que significaba
la palabra y respondió: — ¡Matar sigue siendo matar! Al menos
se puede decir como coraje si dejas que tu hijo te mate. Hablando
de eso, ¿por qué no podrían ir por la extraña criatura en la
máscara?
Al escuchar eso, White no-Face se echó a reír. La multitud
estaba asustada y furiosa. Su miedo se dirigió hacia el monstruo
y su ira se dirigió al artista callejero. Bajaron la voz y rezaron: —
¡Tú...! ¡Cállate la boca!
¿Y si hubieran enojado accidentalmente al monstruo?
El artista callejero entendió de inmediato: —Oh, ¿entonces no
tienes las bolas para matar al tipo grande y malvado y en su lugar
eliges apuñalar a otro?
Incapaz de sufrir más la humillación de un tosco bruto, una
persona lo desafió: —Este amigo ha estado predicando sin cesar,
y aquí pensé que podría ser alguien especial. Mirándolo ahora,
con una cara horrible sin sangre, diría que probablemente le
quedan un par de días como máximo y es por eso que se atreve
a criticarnos a todos sin preocuparnos por nada del mundo. Si
eres tan justo, ¿por qué no te sacrificas para ayudarnos?
El artista callejero corrigió: —No quiero sacrificarme, pero
tampoco todos los demás. ¿Ustedes si? ¿Tú sí? ¿Qué hacer?
Pero al menos, no apuñalaré a nadie.
Alguien dijo: —Pero él es diferente.
— ¿Cómo es eso?
— ¡Es un dios! Para salvar a la gente común, él mismo lo dijo.
Además, también, ¡no puede morir!
El artista callejero estaba a punto de discutir, pero Xie Lian no
pudo contenerse más. Él tosió débilmente y gritó: — ¡A-amigo!
¡Hey amigo!
Abrió la boca, pero como resultado de las puñaladas previas a
esto, el sonido que salió fue mucho más débil. El artista callejero
giró la cabeza y la voz de Xie Lian se llenó de agradecimiento: —
¡Gracias! Pero está bien.
Si continuaba, probablemente lo golpearían. Xie Lian recordó
que todas las graves heridas internas que este hombre llevaba se
debieron a su competencia en el pasado. Culpable de corazón,
agregó. — ¡Gracias! La roca que destrozó las heridas que
recibiste de antes, ¿se ha curado?
—Ah? ¡Qué estás diciendo! ¿Cómo puedo lastimarme?
¡Romper rocas es la habilidad de mi vida! —El hombre aficionado
exclamó con orgullo.
Ver que el hombre se negaba a perder la cara incluso en esta
situación era prácticamente lo mismo que escupir un trago de
sangre mientras decía: —Estoy completamente bien. —Xie Lian
quería reír. De repente, una persona señaló al artista callejero y
gritó: — ¡Se está extendiendo! ¡Se está extendiendo!
Xie Lian estaba aturdido, y también el artista callejero. Siguiendo
la dirección del dedo, el artista callejero tocó su rostro y, como era
de esperar, sintió algo desigual.
Las personas a su alrededor se distanciaron de inmediato. Xie
Lian abrió la boca, queriendo llamar al artista callejero. ¿Pero
para hacer qué? ¿A apuñalarlo con la espada también?
Las palabras se perdieron en su garganta.
En el momento de su vacilación, el artista callejero le acarició la
cara varias veces más antes de salir corriendo del templo. Al ver
que el evento se desarrollaba, Xie Lian lo llamó.
— ¿A dónde vas? ¡Vuelve! ¡Si no lo trata, se extenderá!
Pero el hombre corrió aún más rápido y gritó: — ¡No voy a volver!
Si digo que no lo haré, entonces no lo haré.... Poco después, su
figura desapareció. Las criaturas desfiguradas alrededor del
templo de alguna manera sabían que el hombre era ahora uno de
ellos y, por lo tanto, no bloquearon su camino. Xie Lian continuó
gritando, hasta que ya no pudo ver su sombra. La gente debajo
del altar murmuró: — ¡Se acabó, se fue!
— ¡Ese estúpido idiota! Se extenderá independientemente de
dónde vayas, ¡ya es demasiado tarde! ¡Ya está infectado!
—Él... no podría haber bajado la montaña para matar, ¿verdad?
Sin embargo, las palabras que dijo el hombre aficionado antes de
su partida mantuvieron a raya a las personas en el templo. El
tiempo ha pasado y nadie subió a recoger la espada. La situación
se detuvo momentáneamente.
Xie Lian no podía decir si sentía alegría, vacilación o miedo, pero
lo más importante, no sabía qué hacer a continuación. Mientras
luchaba por despejar su mente, alguien se puso de pie.
— ¿Puedo decir algo?
Era un hombre de mediana edad. Xie Lian levantó la vista y
descubrió que el hombre era algo familiar, pero no podía recordar
dónde se habían cruzado sus caminos. Mientras trataba de
recordar, el hombre anunció: — ¡Honestamente, había tratado de
robarme antes!
—…
¡Era ese chico!
La multitud se sorprendió.
— ¿Robo?
— ¿No es él un príncipe? ¿No es él un dios? ¿Cometer un robo?
El tipo confirmó: —Es la verdad absoluta.
— ¿Entonces? ¿Qué es lo que realmente quieres decir?
—Nada más. ¡Solo quiero recordarles a todos que había tratado
de robar! —El hombre se agachó nuevamente después de
terminar su declaración.
El templo volvió a caer en un solemne silencio después del
estallido. Con esa sola declaración, había plantado una semilla
de oscuridad dentro de sus corazones.
Robar….
De repente, otro aullido salió de debajo del altar. Alguien gritó:
— ¡Mi pierna, mi pierna! ¡Es... se siente extraño!
¡¿De nuevo?!
Para su sorpresa, no era solo una persona. Al mismo tiempo,
otra persona gritó: — ¡Yo también! ¡Mi espalda! ¡Alguien, por
favor, ayúdame a echar un vistazo en mi espalda!
Nadie se atrevió a acercarse a los dos, dejando a los dos tener
que inspeccionarse a sí mismos. Uno se subió la pierna del
pantalón mientras que el otro se quitó la parte superior. Después
de observar claramente el estado de sus cuerpos, el resto de la
gente comenzó a gritar de miedo.
¡Las caras de los cuerpos de estas dos personas han adquirido
formas completas!
— ¿Cómo creció tan rápido?
— ¿Ustedes olvidaron? ¡Ya pasamos bastante tiempo aquí!
—Pero, ¿cómo no se dieron cuenta?
—No se cultiva en un lugar obvio y solo pica un poco. ¡Cómo
sabría que se convertiría en esto!
—Se acabó, se acabó. Probablemente ya lo tengamos creciendo
en nosotros.
— ¡Rápido! ¡Todos hagan un chequeo! ¡Mira bien tu cuerpo!
Era puro caos dentro del Templo del Príncipe. Los gritos
atravesaron el aire tras la inspección. ¡Como se esperaba! Ya
había muchas personas con caras apareciendo en todo el cuerpo,
es solo que no las habían notado antes. ¡Ahora que han echado
un vistazo, se dieron cuenta de que estas nuevas caras estaban
completamente desarrolladas con las cinco características
faciales!
Como si supiera la situación, las criaturas desfiguradas fuera del
Templo del Príncipe bailaron aún más salvajes de la mano. Sin
embargo, dentro, una espesa niebla de temor se extendió
rápidamente en todas las direcciones. El corazón de Xie Lian latía
sin parar como si estuviera a punto de atravesar su pecho.
Por lo que recordaba, la enfermedad de la cara tarda un tiempo
en propagarse, ¿por qué se está propagando tan rápido ahora?
White no-Face, ¡debía ser White no-Face!
Giró la cabeza en dirección al espectador de ojos fríos que había
iniciado todo esto. Antes de que pudiera abrir la boca, alguien se
disparó. Jadeando fuertemente, la persona con los ojos
enrojecidos criticó: —Tú... eres un dios, eres un príncipe, ¿pero te
atreves a cometer un robo?
Xie Lian estaba estupefacta, sin entender por qué el hombre sacó
ese incidente de todas las cosas, y respondió: —Yo...
El hombre lo interrumpió bruscamente: —Te rezamos, ¿y qué
hiciste? ¡Robar! ¿Qué trajiste? ¡Una plaga!
¿Trajo la plaga?
La sorpresa se escribió en la cara de Xie Lian.
—... ¿Yo? ¡¿No soy yo?! Yo solo…
Finalmente llegaron al punto donde la paciencia de la gente había
alcanzado su límite absoluto.
Con el color rojo del borde de sus ojos, las cien personas lo
rodearon. El que estaba más cerca sacó la espada negra
inclinada del suelo. Xie Lian dejó de respirar.
El hombre agarró la espada negra temblorosamente mientras
murmuraba: —Tú... Necesitas pedir perdón, ¿verdad? Necesitas
expiar tus pecados, ¿verdad?
La espada oscura emitió un aura aterradora, y el miedo de Xie
Lian se había disparado.
Había tanta gente, si cada uno de ellos lo apuñalara con esta
espada, ¿en qué se convertiría al final de todo esto?
Aparte de la idea de ser perforado innumerables veces y dejar
nada más que miles de agujeros y un montón de carne
indistinguible, había algo más que temía aún más. Sintió que si
debía dejarlos hacer lo que quisieran, había algo en su corazón
que nunca volvería a su estado original.
No queriendo pensar más, Xie Lian no pudo evitar pedir ayuda.
—Ayu-
Sin embargo, antes de que la frase ayúdame, pudiera salir de su
garganta, esa misma cuchilla negra helada se introdujo en su
cuerpo una vez más. Xie Lian abrió mucho los ojos con horror.
La espada afilada fue sacada bruscamente. La siguiente persona
siguió sin segunda pérdida, y la siguiente puñalada fue
prácticamente empujada al mismo lugar. El sonido encerrado en
la garganta de Xie Lian finalmente se liberó y un largo y doloroso
grito atravesó su cuerpo.
El grito fue tan penetrante que la gente a su alrededor sintió la
piel de gallina. Hubo algunos que cerraron los ojos y volvieron la
cara.
—No lo dejen llorar. ¡Aceleremos esto y hagamos el trabajo
rápido!
Xie Lian sintió que alguien le había ahogado la boca y restringió
las manos y los pies. La persona ordenó: —Sujétenlo y no lo
dejen caer. Además, no apuñalen en el lugar equivocado, si no
es fatal, ¡no cuenta!
— ¡Alinéense uno por uno, sin cortar la línea! ¡Les dije que no
cortaran, yo estaba aquí primero!
— ¿Qué área es fatal? ¿Cómo sabría si cuenta o no?
— ¡Hagas lo que hagas, apúntalo al corazón, la garganta y el
abdomen!
—Si no está seguro si apuñaló en un área fatal, ¡hágalo
nuevamente!
— ¡De ninguna manera! Si tienes más de un turno, ¿dónde
apuñalarían los demás?
La vacilación y la reticencia iniciales se redujeron a la
indiferencia. Cuanto más tiempo ha pasado, más fluidos se
volvieron sus movimientos. Los interminables movimientos de
entrada y salida de la espada, los ojos de Xie Lian estaban muy
abiertos y le caían gotas de lágrimas. En el fondo de su corazón,
había una voz que gritaba y aullaba en silencio.
Ayúdame.
Ayúdame, ayúdame, ayúdame.
¡Ayúdame, ayúdame, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda,
ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda, ayuda,
¡ayúdame!
Duele, duele, duele, duele, duele, duele... duele, duele, duele,
duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, duele, hiere, hiere,
hiere, hiere, hiere, hiere, hiere, hiere, hiere, hiere, hiere, hiere,
hiere, hiere, hiere, hiere, hiere.
¿Por qué no puedo morir?
¿POR QUÉ NO PUEDO MORIR?
Quería llorar con el sonido más trágico, pero no pudo encontrar
una palabra en su garganta porque probablemente ya había sido
cortada. Quería volverse loco por el dolor. Era como si estuviera
sufriendo todo el dolor de varias vidas y que a partir de ahora, no
podría sentir ningún otro dolor. No podía ver nada, el mundo
estaba completamente negro aparte de la bola de fuego que ardía
furiosamente desde cerca. Se hizo más brillante y más fuerte. Sin
embargo, dentro de la palma de White no-Face, no pudo escapar.
No podía escuchar su propio grito desgarrador, pero en su lugar,
escuchó el sonido de otro gemido desgarrador y parecía que
provenía de ese anillo de llamas. Aunque no provenía de él, el
dolor que podía escuchar era el mismo que el suyo, como si él
hubiera sido el que había hecho ese sonido.
Al final, ya no pudo aferrarse a su cordura. Hubo murmullos en
su garganta, y su conciencia completamente destrozada. Al
mismo tiempo, una explosión estalló dentro del Templo del
Príncipe Heredero y una ola de llamas furiosas brotó.
— ¡AAAAAAAAAAAAH!
Hubo una mezcla de gritos penetrantes y agudos. El fuego
abrasador rugió, encendiendo todo en llamas, haciendo imposible
que nadie escapara. El fuego fantasma parpadeó vívidamente.
¡En un instante, los cien cuerpos vivos que residían dentro del
Templo del Príncipe Heredero se quemaron en cientos de huesos
negros de carbón!
Cuando la llama se apagó y reagrupó gradualmente, esa
pequeña bola original de fuego fantasma ya había desaparecido.
En su lugar había una silueta vagamente formada de un joven.
El joven se arrodilló frente a la superficie negra quemada del altar.
Se inclinó profundamente, agarrándose la cabeza con ambas
manos, y bramó con un dolor inmenso y devastador.
No se atrevió a mirar lo que había sido de la persona que yacía
en el altar, porque lo que yacía allí ya no parecía humano.
Huesos y calaveras esparcidos por el interior del Templo del
Príncipe Heredero. White no-Face se rió incontrolablemente
cuando se dio la vuelta y salió del templo. La furia del fuego no
solo se detuvo en este Templo del Príncipe Heredero, incluso las
frenéticas criaturas desfiguradas afuera se habían convertido en
montones de cadáveres secos y desechos. Como ciego, White
no-Face pasó junto a estas cenizas de carbón como restos.
¡Todo este bosque, no, toda esta montaña temblaba y lloraba de
agonía!
Innumerables sombras negras volaron hacia el cielo. Eran las
almas que tenían miedo sin saber de esta tierra ahora sin vida y
luchaban por escapar. Una fuerte ráfaga de viento los dispersó
en todas las direcciones. Sobre el Templo del Príncipe Heredero,
una gigantesca capa de nube negra retumbaba en la inquietud.
Lentamente girando, se parecía a un colosal ojo demoníaco.
¡Este era el nacimiento de una criatura maliciosa, los signos de
un fantasma salvaje tomando forma!
Capítulo 191: Sin pena, sin alegría; Paño blanco trae calamidad a este mundo

Advertencia: Intento de suicidio; suicidio.


Xie Lian no podía decir si estaba despierto o dormido.
Si decía que estaba despierto, entonces no sintió ni reaccionó a
nada del mundo exterior, sin tener recuerdos de nada; Si decía
que estaba dormido, sus ojos habían estado abiertos todo el
tiempo.
Para cuando llegó, White no-Face ya había atado esa espada
negra a su cintura, como un anciano que recompensa a un niño:
—Este es mi regalo para ti.
Luego, dio unas palmaditas en la empuñadura y dijo con
suavidad, su voz espesa con un significado más profundo: —Sin
duda será mucho más agudo que todos los otros que una vez
recogiste de Jun Wu.
Xie Lian lo dejó colgar esa espada como lo deseó, sin hablar ni
tomar represalias. Desde entonces, cualquier represalia sería
inútil.
En ese estado, se puso una nueva túnica, se ató con una nueva
espada sagrada, arrastró el cuerpo que parecía renacer y salió del
Templo del Príncipe Heredero hacia la oscuridad. White no-Face
luego lo llamó por detrás.
—Espera —Xie Lian se detuvo en su paso. White no-Face se
puso a su lado sin hacer ruido y colocó una banda de seda blanca
en sus manos—. Olvidaste esto.
Era esa banda de seda blanca la que usó para cubrirse la cara al
principio, luego la usó para atarlo.
Xie Lian bajó la montaña tambaleándose.
Ya era de día, había salido el sol, pero cuando el sol estaba
brillando sobre él, Xie Lian no se sentía cálido en absoluto.
En su descenso por la montaña, vio un pequeño arroyo, un
chapuzón, claro y vivo. Caminó hacia el arroyo y las aguas
reflejaron su apariencia. Xie Lian miró esa cara pálida.
La cara era lisa y blanca como la tiza sin un solo corte. Lo mismo
con el cuello, luego, el cofre y todo su abdomen, eran todos
iguales. Cuanto más miraba, más no podía mirar más y bajó la
cabeza, ahuecando las aguas del arroyo en sus manos,
lavándose la cara y bebiendo unos cuantos bocados. Bebió y
bebió y de repente notó que había algo en el río arriba.
Levantó la vista lentamente y vio, no muy lejos en la distancia, a
orillas del río arriba, junto a una roca gigante, un cadáver
desplomado. A juzgar por su atuendo, era ese aficionado de la
calle.
Ese hombre no descendió la montaña y murió en el camino.
Sobre la roca gigante había un charco de sangre particularmente
obvio, por lo que parecía que se golpeó contra él por dolor o miedo
y murió. El cadáver ya estaba podrido, la mitad empapado en el
agua, emitiendo oleadas de hedor desagradable, inmóvil, pero las
varias caritas deformadas que crecían en esa cara medio podrida
todavía se retorcían.
Xie Lian se arrodilló junto al arroyo y vomitó el estómago durante
más de una hora, agitado hasta que hubo sangre.
Después de descender la montaña, caminó durante mucho
tiempo, paseando por las calles principales sin rumbo sin un
destino en mente. De repente, una mano lo agarró por el hombro
y lo tiró a un callejón. Xie Lian miró a su alrededor y antes de
siquiera ver la cara del otro, vio un puño entrante.
— ¿A DÓNDE TE ESCABULLISTE ESTOS PASADOS DÍAS?
Detrás del puño estaba la cara furiosa de Feng Xin y para cuando
Xie Lian vio, el golpe ya lo había derribado.
Feng Xin no había esperado que lo derribaran tan fácilmente y
miró a su propio puño, luego al Xie Lian en el suelo, confundido.
Antes de ir a ayudarlo a levantarse, Xie Lian ya se había
arrastrado. La cara de Feng Xin cambió, pero al final todavía no
estaba de mal genio y agregó: — ¡Tienes tanto genio! ¡Dejando
caer solo una palabra antes de escapar, desapareciendo por dos
meses! ¿Sabes lo preocupados que han estado sus majestades?
Xie Lian se limpió la hemorragia nasal salpicada de su rostro.
—Lo siento.
Al ver que estaba empeorando las cosas con la limpieza, Feng
Xin lanzó un profundo suspiro.
— ¡Su Alteza! Olvida la disculpa, no tiene sentido entre nosotros,
pero tú... ¿qué te pasó? ¿No me lo puedes decir? —Se dio cuenta
de la espada negra que colgaba de la cintura de Xie Lian y
preguntó: — ¿Y de dónde sacaste esa espada?
Xie Lian había querido contarlo. Pero, cuando recordó la disputa
entre él y Feng Xin cuando se fue y la expresión dudosa en el
rostro de Feng Xin en ese momento, más esa experiencia en la
que nunca quería volver a pensar, solo repitió: —Lo siento.
Los dos volvieron al escondite de antes y cuando la reina vio a
Xie Lian, lo abrazó y lloró. El rey parecía haber envejecido
bastante otra vez; antes era encontrar pelos blancos en negro,
ahora en cambio era encontrar hebras negras entre todo el
blanco. Sin embargo, no se enfureció por alguna razón y solo dijo
unas pocas palabras antes de quedarse en silencio. Los tres
probablemente tenían miedo de que si Xie Lian fuera provocado
nuevamente, él se escaparía durante otro medio mes, por lo que
sus palabras y gestos a su alrededor fueron muy cuidadosos.
—Feng Xin —Después de una comida simple y tosca, Xie Lian
desató la espada negra en su cintura y la pasó. —Toma esta
espada. Empéñalo.
Feng Xin notó que la mano que sostenía la espada estaba
temblando, pero no podía adivinar por qué.
— ¿Por qué quieres que la empeñe?
— ¿No pediste dinero antes? —Dijo Xie Lian.
Al escuchar esto, de repente hubo un destello de dolor en la cara
de Feng Xin y poco después, sacudió la cabeza.
—Ya no lo necesito.
Xie Lian no dijo otra palabra. Arrojó la espada negra a un lado y
dejó de cuidarla, luego se dejó caer y se durmió.
Esta vez, cuando regresó, Xie Lian actuó como si nada hubiera
pasado, con la esperanza de que todo volviera a la normalidad lo
antes posible, de que pudiera volver a su estado original. Pronto,
él y Feng Xin salieron a actuar en las calles.
Al principio, Feng Xin todavía estaba preocupado: —Olvídalo,
descansa un par de días más.
—Ya he descansado durante casi dos meses. —Xie Lian dijo: —
Si esos artistas callejeros siguen provocando problemas,
entonces sería más fácil lidiar con dos personas.
Sin embargo, Feng Xin dijo: —Han dejado de venir hace mucho
tiempo.
No fue porque ese artista callejero aficionado de antes había
muerto y no había nadie a quien dirigir, sino porque Feng Xin se
había establecido aquí por mucho tiempo. Cuando llegó por
primera vez, todos pensaban que era una novedad, pero después
de que pasó el tiempo, esa novedad también se había
desvanecido y ahora mirarlo no era diferente a mirar a los otros
músicos callejeros locales. En comparación con antes, Feng Xin
perdió su ventaja competitiva. Ahora que no era una amenaza,
los otros artistas callejeros dejaron de buscar problemas. Como
todos ganaban aproximadamente la misma cantidad de dinero,
todo era lo mismo.
Por lo tanto, no importaba cuán duro disparaba Feng Xin sus
flechas, no importaba cuán expertas eran sus habilidades, la
audiencia que vino a ver y recompensó sus esfuerzos fue menos
de la mitad que antes. De hecho, era menos del diez por ciento
de antes. Después de trabajar durante más de la mitad del día,
Feng Xin estaba exhausto y sudando profusamente, sentándose
a un lado.
—Déjame subir —dijo Xie Lian.
—No, no te preocupes por eso —respondió Feng Xin.
Sin embargo, Xie Lian no se molestó en escucharlo y subió. Al
ver que las caras cambiaban, los transeúntes volvieron a
interesarse.
— ¿Y qué habilidades especiales tienes, amigo?
Xie Lian no respondió. Cogió una rama y comenzó a golpear un
conjunto de arte de la espada. Entre los chillidos de los golpes, la
punta era aguda con el aura de la espada y por lo tanto, hubo
algunos que dieron cara y vitorearon. Feng Xin miró desde un
lado, su expresión complicada y después de mirar un momento,
volvió la cabeza.
Xie Lian no sintió vergüenza en absoluto, ni sintió ninguna carga
en su corazón y solo continuó balanceando la espada en serio.
Justo en ese momento, de repente había alguien en la multitud
que gritó: — ¡ESTÁ ABURRIDO, ABURRE! ¡QUE ACTO
PATÉTICO! ¿Quién quiere verte pinchar una gallina ciega con
una rama de árbol?
Feng Xin inmediatamente se puso de pie y gritó: — ¡CUIDA TU
BOCA!
Xie Lian vaciló en sus movimientos y miró hacia arriba. Dentro
de la multitud había un hombre que estaba comiendo un melón y
escupiendo semillas, obviamente allí para ver un enfrentamiento.
Llamó a Feng Xin: — ¡Este ancestro está aquí para ver un
espectáculo callejero! Diré lo que quiera decir, ¿estás aquí para
ganar nuestra recompensa y te atreves a pensar en nosotros, los
que hacen la recompensa? ¡Cambia a la espada real! ¡Usa una
espada real y este gran maestro considerará si te dará algunas
semillas!
En el momento en que gritó, los demás hicieron lo mismo. Feng
Xin estaba indignado y estaba a punto de actuar cuando, de
repente, apareció una sombra blanca y Xie Lian ya estaba de pie
junto a ese hombre, lo agarró y lo lanzó al aire.
Exhibió una fuerza tan asombrosa y ese hombre fue arrojado a
metros de distancia, las cáscaras de melón cayeron por todo el
suelo y la multitud estaba con la boca abierta por la sorpresa. Ese
hombre aterrizó fuertemente con un ruido sordo, sangrando por
sus orificios, dejando escapar un fuerte y patético grito. Sin
embargo, Xie Lian no había terminado y él subió para capturarlo
una vez más, hablando con sencillez y sin emoción: —No hay
espadas reales, pero realmente puedo quitarte la vida, ¿quieres
ver?
La audiencia se separó y huyó aterrorizada: — ¡ALGUIEN!
¡AYUDA! ¡ASESINATO!
Feng Xin estaba aún más sorprendido.
— ¡Su Alteza!
Xie Lian fingió no escuchar y estaba listo para arrojar a ese
hombre ocioso por otros varios metros y hacer que se caiga donde
sea, pero Feng Xin subió y lo sujetó, incluso olvidando ocultar su
identidad mientras rugía: — ¡Alteza! ¡DESPIERTA! ¡Vas a matar
a este hombre!
Los dos ojos de Xie Lian ardían con llamas negras y él apartó esa
mano y presionó a ese hombre en el suelo. Ese hombre ocioso
se desmayó y dejó de moverse. Feng Xin se apresuró y estaba a
punto de comprobar su aliento cuando escuchó al final de la calle
que alguien gritaba fuertemente: — ¡SON ELLOS! ¡POR AHÍ!
¡Esto era malo! ¡Los soldados de YongAn habían venido!
Feng Xin salió disparado al instante, pero cuando vio a Xie Lian
todavía estaba allí, mirando a esos soldados de YongAn, como si
estuviera listo para luchar contra ellos, Feng Xin se dio la vuelta y
tiró de él.
— ¿Por qué sigues parado allí? ¡CORRE!
Los dos se escondieron y se pusieron a cubierto todo el camino
antes de que pudieran escapar y finalmente regresaron a esa
pequeña cabaña donde se escondieron. En el momento en que
entraron por la puerta, ante la cara de la reina, Feng Xin comenzó
a gritar: — ¿CÓMO PODRÍAS HACER ALGO ASÍ?
Feng Xin del pasado nunca se atrevería a ser tan rebelde antes
ante las dos majestades, pero después de haber reído tanto
tiempo, había muchas cosas que ya habían cambiado. Xie Lian
se volvió hacia la reina.
—Ve a tu habitación.
—Hijo mío, qué... — La reina comenzó y Xie Lian gritó: —
¡REGRESE A SU HABITACIÓN!
La reina ya no se atrevió a preguntar y volvió a la habitación. Xie
Lian luego se volvió hacia Feng Xin.
— ¿Qué hice?
Feng Xin dijo enojado: — ¡Ibas a matar a ese hombre!
Xie Lian reprendió: —No murió. ¿Y qué pasa si él muere?
—... —Feng Xin estaba estupefacto—. ¿Qué dijiste? ¿Qué
quieres decir con y qué si él muere?
—Ese plebeyo lo estaba pidiendo. Xie Lian dijo: —Como él lo
pidió, se lo di. ¿Estaba equivocado?
Como si estuviera sorprendido por el vocabulario de Xie Lian, fue
un buen momento antes de que Feng Xin dijera: —Él... estaba
causando problemas, ¿pero no necesitabas matarlo? ¿Golpearlo
y dejarlo ir, no merecía morir por algunas palabras mezquinas?
Xie Lian lo interrumpió.
—Por supuesto que lo hizo. Se atrevió a decirlo, entonces tendría
que pagar el precio.
—... —Feng Xin estaba lleno de incredulidad—. ¿Cómo puedes
decir algo así?
— ¿Cómo qué? —Preguntó Xie Lian.
—No usarías la palabra, plebeyo, antes en el pasado. Nunca lo
dijiste antes —dijo Feng Xin.
— ¿Qué estás tratando de decir? —Xie Lian dijo: —No es como
si fuera un dios, ¿no puedo estar enojado? ¿No puedo odiar?
Feng Xin estaba perplejo, luego, un momento después, exprimió
arduamente algunas palabras: —Eso no es lo que quise decir,
pero no importa qué, no necesitabas…
Xie Lian no quiso escuchar más y dejó de hablar con él, entró en
su propia habitación mientras cerraba la puerta con fuerza.
En el momento en que la puerta se cerró, gritó y se arrojó sobre
la cama.
¡Se estaba mintiendo a sí mismo y mintiendo a los demás! ¡Nada
más que engaño!
No importaba qué, ¡era imposible fingir que nunca había pasado
nada y era imposible volver antes!
Esa noche, alguien llamó a su puerta y Xie Lian pensó que era
Feng Xin, así que lo ignoró. Un momento después, la voz de la
reina sonó desde el otro lado: —Hijo mío, es madre. Deja que
mamá entre y te mire, ¿de acuerdo?
Xie Lian solo quería acostarse allí sin moverse, pero después de
permanecer allí por un breve momento, todavía se levantó y abrió
la puerta, preguntando con cansancio: — ¿Qué?
La reina sostenía un plato junto a la puerta.
—Hijo mío, todavía no has comido, ¿verdad? —Xie Lian la
observó y aguantó por un largo tiempo antes de que tragara con
fuerza las palabras, incluso si no he comido, no quiero comer lo
que has hecho, que ya le estaban rodando por la garganta. Luego
se hizo a un lado para dejar entrar a su madre y la reina colocó el
plato sobre la mesa—. Mira.
Xie Lian miró y se enojó tanto que quiso reír.
— ¿Qué es eso?
La reina dijo como si estuviera ofreciendo un tesoro: —Esto es
'Lovebirds Upon a Branch Meatballs' y este es 'Blissful Full Moon
Stew'...
Esos Lovebirds se veían como la muerte y esa Blissful Full Moon
estaba llena de aguejeros y Xie Lian tuvo que interrumpirla.
— ¿Por qué nombraste estas cosas?
— ¿No todos los platos tienen nombres? —Dijo la reina.
—Eso es para una cena imperial en el palacio. Xie Lian dijo: —
La gente común no da nombre a los platos.
Cena imperial. Palacio. Gente ordinaria La reina hizo una pausa
por un momento y luego sonrió.
—Bueno, nadie dijo que tenías que cenar imperialmente para dar
nombres a los platos, así que tómalo como un deseo de buena
fortuna. Luego pasó los palillos. Sin embargo, Xie Lian no sonrió
ni tocó los palillos.
La reina sonrió y se sentó por un rato, luego su sonrisa
gradualmente cayó.
—Mi hijo.
— ¿Qué? —dijo Xie Lian.
— ¿Por qué estás peleando con Feng Xin de nuevo? —Preguntó
la reina.
Xie Lian no quería explicar nada y tampoco tenía la energía para
explicar: —Ustedes dos solo quédense dentro de su habitación y
relájese. No hay necesidad de preocuparse por estas cosas.
La reina dudó por un momento.
—Madre sabe que esto probablemente no debería decirse, pero,
en estos días que te has ido, ha sido ese niño Feng Xin quien nos
había estado cuidando…

—Madre, ¿qué estás tratando de decir? —Preguntó Xie Lian.


La reina rápidamente dijo: —Hijo mío, no te enfades, no estoy
tratando de culparte. Realmente no, sé que a ti también te está
costando mucho. Solo digo que el niño Feng Xin siempre nos
siguió, te siguió a ti y no es fácil. Podía sentir que no es que él no
quisiera ir, pero que se haya quedado hasta hoy fue todo porque
todavía recuerda el afecto entre ustedes dos...
Habiendo escuchado este punto, Xie Lian se puso de pie.
— ¿QUE NO LO HA TENIDO FÁCIL? ¿HA SIDO FÁCIL PARA
MÍ? MADRE, ¿PUEDES POR FAVOR DEJAR DE HACER
PREGUNTAS? ¿PUEDES NO INVOLUCRARTE EN COSAS
QUE NO ENTIENDES?
Al ver que estaba corriendo por la puerta, la reina comenzó a
entrar en pánico y se levantó para perseguirlo.
—Hijo mío, ¿a dónde vas? ¡Dejaré de hablar, mamá ya no dirá
nada! ¡Vuelve!
Xie Lian exclamó bruscamente: — ¡Lo sé! Todos están pasando
un mal momento, ¡pero no te preocupes! ¡Voy a hacer las cosas
más fáciles para todos!
La reina no podía seguirle el ritmo y no pasó mucho tiempo antes
de que la dejaran atrás. No fue hasta la tarde cuando Xie Lian
regresó con unos cuantos sacos en la mano. Cuando abrió la
puerta, nadie se fue a la cama y todos estaban esperando por él,
con el rostro sombrío. Xie Lian cerró la puerta con un revés y
preguntó: — ¿Qué es?
El rey parecía haber dado un discurso a la reina y los bordes de
sus ojos estaban rojos. Cuando vio que Xie Lian había regresado,
dejó escapar un largo suspiro de alivio y forzó una sonrisa feliz: —
¡Hijo mío, has vuelto! Nunca más te preguntaré nada innecesario
a partir de ahora, no te vayas tan repentinamente, si hay algo,
mamá definitivamente te escuchará...
Todos estaban asustados. Asustados de que si simplemente se
volviera y se fuera, desapareciendo por otros dos meses. Sin
embargo, Xie Lian dijo: —Todos ustedes piensan demasiado, no
me iba a ir. Solo ve y descansa.
Esperaron hasta que el rey y la reina entraron a su habitación y
después de un momento de silencio, Feng Xin dijo: —Incluso si te
preguntara a dónde fuiste, no me lo dirías, ¿verdad?
Xie Lian no habló y arrojó esos sacos al suelo, haciendo crujidos
mientras aterrizaban.
— ¿Qué es esto? —Preguntó Feng Xin.
Xie Lian abrió los sacos y los dio vuelta y desde adentro cayó una
gran pila de objetos de oro y plata, casi iluminando toda la casa.
Feng Xin instantáneamente se puso de pie.
—Tú... ¿De dónde vinieron esas cosas?
Xie Lian no se molestó en mirar hacia arriba, solo se sentó en el
suelo y contó mientras respondía: —No hay necesidad de ser así.
Solo visité una gran casa de la ciudad, eso es todo. Relájate,
nadie lo vio.
— ¡USTED...! —Los ojos de Feng Xin eran redondos y saltones.
Recordó que el rey y la reina estaban en la habitación contigua y
bajó la voz— ¡¿Robaste?!
—No es necesario que me mires así. Xie Lian dijo: —Todos están
teniendo dificultades. Las cosas serán más fáciles con esto.
— ¿Todavía no deberías haber robado? —Exclamó Feng Xin—
¡Podíamos simplemente hacer un ardid!
— ¿Y qué poco ganamos de suicidarnos actuando en las calles?
—Dijo Xie Lian.
Feng Xin se tambaleó un par de pasos hacia atrás y fue la primera
vez que Xie Lian lo vio con aspecto de desmayarse.
Feng Xin finalmente se estabilizó, se aseguró de no escuchar mal
y murmuró: — ¿Cómo te volviste de esta manera?
Xie Lian levantó la vista y preguntó: — ¿De qué manera?
Feng Xin estaba enojado.
— ¡No quiero darte un discurso, pero solo mírate, en lo que te has
convertido! Ya no te preguntaré sobre el robo, pero ¿cómo
empeoraron las cosas?
Xie Lian resopló.
—Lo sabía.
— ¿Sabías qué? —Preguntó Feng Xin.
Xie Lian se puso de pie.
—Sabía que tenías esa cosa del robo en tu mente. Querías
preguntarme, pero no tenías el corazón, ¿verdad? Has imaginado
miles de escenarios en tu cabeza, ¿verdad? No lo pienses más.
Te diré. —Paso a paso, llegó presionando a Feng Xin—. Es cierto.
Robé.
Feng Xin se vio obligado a retroceder un paso.
—Tú... —Luego avanzó un paso y dijo con ira callada—:
Entonces, ¿por qué estamos pasando nuestros días tan duro? Si
estuvieras dispuesto a hacer esas cosas, entonces podríamos
haberlo hecho ya, ¿por qué sufrir hasta hoy? ¿Eres consciente
de lo que estás renunciando? ¿Sigues siendo la alteza real del
pasado?
—Así es, ¿por qué hemos sufrido hasta hoy? —Dijo Xie Lian.
Feng Xin se sorprendió y Xie Lian continuó: — ¿Qué era yo en el
pasado? ¿No responder mientras me maldicen? ¿No defenderse
mientras me golpean? ¿Sobreestimarme a mí mismo? ¿Salvar a
la gente común? ¿Qué es eso? ¿No es eso un idiota? ¿Crees
que un idiota es mejor? ¿Crees que ese soy el yo que debería
ser? Si no lo fuera, ¿te vas a sorprender mucho?
Feng Xin se sorprendió.
— ¿Estás loco? ¿Por qué tienes que decirlo así?
—Te equivocas. No estoy loco —Xie Lian dijo—. Desperté de
repente. Entonces, descubrí que el pasado yo era quién estaba
loco.
—… —Feng Xin murmuró— ¿Por qué eres así? ¿Cuándo te
volviste de esta manera? Yo, realmente no lo sé, entonces, ¿por
qué te he seguido todo este tiempo...?
—Entonces deja de seguirme —dijo Xie Lian.
Feng Xin no había envuelto su cabeza alrededor y soltó.
— ¿Qué?
—Dije, no me sigas más —repitió Xie Lian.
Luego, cerró la puerta de golpe.
Cuatro horas después, finalmente hubo algunos crujidos fuera de
la habitación y voces bajas.
Parecía que Feng Xin se despedía de su padre y su madre. La
voz de Feng Xin era extremadamente baja, la voz de la reina
estaba ahogada con sollozos y el rey no dijo mucho, pero hubo
mucha tos. Un momento después, la puerta se abrió, luego la
puerta se cerró y la voz de Feng Xin se desvaneció, el sonido de
sus pasos se alejó.
Feng Xin se había ido.
Xie Lian todavía estaba encerrado en la habitación, sin
emociones y sin expresión y un momento después, cerró los ojos.
Finalmente se fue.
Desde que Mu Qing se había ido, Xie Lian siempre había estado
aterrorizado por esto: ese día, Feng Xin también se iría.
Debido a que estaba demasiado asustado, hoy, Xie Lian ya no
podía soportar el tormento de este miedo.
En lugar de arrastrarlo hacia afuera, como afilar un cuchillo para
moler lentamente toda la amabilidad y la amistad hasta que no
quedara nada, hasta que finalmente ambos se odiaban y
guardaban rencor, era mejor que las cosas explotaran antes.
Antes de que Feng Xin se fuera, tenía miedo. Ahora que Feng
Xin se había ido, ya no tenía miedo.
Pero, aunque ya no tenía miedo, estaba en una agonía más
profunda.
Originalmente, Xie Lian había tenido una esperanza de un millón
en el fondo de su corazón, esperando que incluso si admitiera que
había hecho cosas que no debería haber hecho, incluso si se
hubiera convertido en lo peor de sí mismo de esta manera, Feng
Xin aún se quedaría. Después de todo, desde que tenía catorce
años, cuando Feng Xin fue seleccionado para ser su
guardaespaldas, los dos nunca se habían separado. Si bien eran
maestros y sirvientes, eran más que amigos. Fuera de él, que era
príncipe heredero, Feng Xin no se preocupaba por nadie más. A
lo sumo tal vez el rey y la reina.
Pero, Feng Xin realmente se fue.
Xie Lian ya había adivinado que este sería el final, pero tampoco
podía soportar este final y no podía soportarlo por el momento.
Justo en ese momento, afuera de la habitación silenciosa llegó la
voz de la reina: —Hijo mío, lo siento mucho.
—... —Xie Lian se levantó de la cama y abrió la puerta, salió y
dijo con cansancio: —No es asunto tuyo.
El rey y la reina estaban sentados en esa mesa vieja y chirriante.
La reina dijo: —Padre y madre te arrastraron hacia abajo y te
obligaron a hacer cosas malas por nuestro bien, e incluso te
hicieron discutir a ti y a Feng Xin.
Xie Lian forzó una sonrisa.
— ¿Qué cosas malas? ¿No están todos los cuentos y leyendas
llenos de historias de robos a los ricos para ayudar a los pobres?
Ahora que Feng Xin se fue, en realidad es bastante bueno. Con
él desaparecido, las cosas estarán más relajadas. Relajado en
ambos lados. Ustedes dos solo enfóquense en la curación.
Mañana podemos ir a comprar la mejor medicina.
Sin embargo, el rey lo fulminó con la mirada: —No usaré ese
dinero.
La reina le dio un codazo en secreto. Xie Lian preguntó: —
Entonces, ¿qué quieres?
El rey tosió un par de veces más
—Tú... ve a perseguir a Feng Xin y tráelo de vuelta. No quiero
este tipo de dinero.
Aunque la reina lo estaba codeando, ella también estuvo de
acuerdo.
—Sí, ¿por qué no vas a perseguir a Feng Xin? Es tu servidor
más leal y tu mejor amigo...
—No hay más sirvientes leales. Xie Lian dijo: —Ya que hay
dinero, úsalo, no preguntes nada más. Te lo dije, hay algunas
cosas que no entiendes.
Después de un largo silencio, al final, la reina dijo: —Lo siento
mucho, hijo mío. Mamá y papá pueden ver, has estado luchando
muy duro por tu cuenta, pero mamá y papá son solo mortales, no
podemos ayudarte en absoluto y también necesitamos tu cuidado.
Xie Lian no tenía más energía para seguir hablando y los aplacó
con palabras vacías de consuelo antes de enviarlos de regreso a
sus habitaciones. Para ayudarse a aclarar su mente, Xie Lian
desenvolvió los vendajes y se quitó toda la ropa, se dio un baño
brusco y luego se desmayó. Se desmayó tanto que cuando se
despertó al día siguiente, se preguntó con cansancio: — ¿Cómo
es que Feng Xin no me despertó?
Fue un buen momento antes de recordar que Feng Xin se había
ido.
Xie Lian se dio la vuelta y se sentó, se quedó aturdido y recordó
otra cosa.
Incluso si Feng Xin se hubiera ido, ¿qué pasa con su padre y su
madre? ¿Cómo es que su padre y su madre tampoco vinieron a
despertarlo?
Por lo general, en este momento, habría escuchado el sonido del
rey tosiendo. Ese sonido nunca había cesado, entonces ¿por qué
estaba tan tranquilo hoy?
Por alguna razón, Xie Lian de repente se sintió incómodo. Se
puso la ropa y salió de la cama, agarró su banda de seda pero
descubrió que no estaba allí, luego abrió la puerta de la habitación
de al lado.
—Madre, ¿has visto mi…?
En el momento en que abrió la puerta, sus dos pupilas se
encogieron instantáneamente a dos puntos muy pequeños.
Encontró su banda de seda blanca.
Esa banda de seda blanca estaba colgada de la viga y también
colgaba a dos figuras inmóviles de personas mayores, sus
cuerpos se habían tensado hace mucho tiempo.
Eran su padre y su madre.
Xie Lian se preguntó si tal vez todavía estaba en un sueño y se
balanceó, extendiéndose para apoyarse contra la pared, pero se
balanceaba tanto que no se agarró correctamente, por lo que se
deslizó a lo largo de la pared.
Se sentó en el suelo, cubriéndose la cara con las manos y una
repentina dificultad abrupta para respirar lo ahogó. Él lloró y se
rió, se rió y lloró: —Yo, yo, yo, yo…
Divagó y murmuró a nadie, luego agregó: —No fue, no. Yo,
espera, no puedo, yo...
Finalmente, ni siquiera podían salir palabras completas y se dio
la vuelta y gritó, golpeándose la cabeza contra la pared una y otra
vez.
Debería haberlo sabido. Su padre era un rey tan conservador y
tradicional y su madre era la madre que no podía soportar ver a
sus seres queridos sufriendo, especialmente porque sufría por
ellos. Ambos eran nobles, criados en prestigio; que pudieran
aguantar todo este camino hasta ahora ya era un milagro.
Xie Lian golpeó su cabeza contra la pared más de cien veces y
murmuró: —Feng Xin, mi padre y mi madre se han ido.
Nadie estaba escuchando.
Solo entonces se dio cuenta de que necesitaba bajar los
cadáveres de sus padres. Después de bajarlos, Xie Lian actuó
como si no tuviera nada que hacer y caminó por la casa. Vio sobre
la mesa algunos platos de platos horribles que ahora estaban fríos
y fueron lo que hizo que la reina se llevara sin un solo bocado la
noche anterior. Ahora, los detuvo distraídamente y comió todo,
sin atreverse a dejar una sola hoja, temeroso de perder un solo
grano de arroz. Después de comer, comenzó a vomitar.
De repente, Xie Lian agarró esa banda de seda blanca y la arrojó
sobre la viga y se pasó el nudo por el cuello.
Olas de asfixia lo asaltaron, sin embargo, él mantuvo la mente
despejada. Incluso si sus ojos estaban llenos de sangre, sus
clavículas se agrietaban, aún permanecía consciente. Luego, por
alguna razón, mientras colgaba allí, esa banda de seda blanca se
soltó de repente. Xie Lian cayó pesadamente al suelo y, en medio
del mareo, descubrió que la banda de seda blanca en realidad
comenzó a moverse sola sin brisa. Como si fuera una serpiente
venenosa, comenzó a enrollarse.
¡Esta cosa había concebido su propio espíritu!
Con la inyección de poderes espirituales, haber sido teñido con
la sangre de Xie Lian e incluso haber colgado a la muerte a dos
miembros de la realeza. Si Xie Lian pudiera morir, serían tres.
Una banda de seda blanca con un profundo resentimiento y
maldad, sería extraño si no se convirtiera en un espíritu.
El pequeño espíritu que acababa de llegar a este mundo no
entendía cómo había nacido en una situación desesperada y
felizmente se dirigió hacia el que se entregó un alma, como si
esperara un gesto íntimo. Sin embargo, Xie Lian no tenía ojos
para eso. Se abrazó la cabeza y rugió: — ¡ALGUIEN! ¡ALGUIEN
QUE VENGA A MATARME!
¡Solo podía rezar para que alguien viniera en ese mismo
momento para quitarle la vida y ayudarlo a liberarse de este dolor
y tortura sin fin!
Justo entonces, desde la lejana distancia, llegó el rugido de
gongs y tambores. Xie Lian jadeó con dureza, sus ojos rojos como
la sangre y se preguntó internamente: ¿Quién? ¿Qué es eso?
Algún tipo de poder lo obligó a ponerse de pie y se tambaleó para
mirar. Caminó durante mucho tiempo antes de darse cuenta
finalmente de que era el sonido de celebrar el Palacio Imperial
recién construido después de que YongAn se estableció como un
nuevo reino y la capital real se había mudado.
¡Incluso el cielo estaba celebrando! Todos los una vez
ciudadanos de XianLe ahora estaban animando a YongAn. En la
calle principal, las caras de todos mostraban sonrisas tan
brillantes; tan familiares. Xie Lian lo recordó. Así fue como la
gente en la capital imperial de XianLe aplaudió durante la
Procesión Ceremonial Celestial ShangYuan.
Xie Lian se tambaleó hacia atrás y se sentó indiferente en el
suelo.
¿Por qué debe ser testigo de la risa y los vítores de las personas
de YongAn justo cuando los cadáveres del rey y la reina de XianLe
yacían junto a sus pies?
Xie Lian enterró su rostro en sus manos, llorando y riendo, ja, ja,
ja, sollozando, sollozando, sollozando.
Un momento después, se rió.
—No se irán tan fácilmente.
Una voz brilló en su mente: la enfermedad del rostro humano, es
resentimiento... el método para crear la enfermedad del rostro
humano es...
Una luz salvaje brilló en sus ojos y de repente bajó la voz.
—No los voy a soltar tan fácilmente —La expresión de su rostro
era como llorar pero reír, como alegría y tristeza juntos y
lentamente se puso de pie junto a la pared—. ¿YongAn, Paz por
Siempre? Sueña… ¡Sueña para siempre! Yo, los maldigo a
todos… ¡Los maldigo a todos! ¡QUIERO QUE TODOS MUERAN,
PEREZCAN POR COMPLETO! JAJAJA JAJAJAJA
JAJAJJAJAJAJJAJAJA
Él se rió y se echó a reír y Xie Lian salió corriendo como un
torbellino y cuando pasó por ese espejo, de repente se detuvo y
giró la cabeza.
El él dentro del espejo ya había cambiado por completo.
Lo que llevaba puesto no era una túnica blanca de cultivador que
se había usado para lavar, sino una vestimenta funeraria blanca
como la nieve con mangas amplias. ¡Su rostro ya no era su rostro,
sino una máscara medio llorando, mitad sonriendo y llorando!
Si este fuera el Xie Lian de antes, cuando se viera así en el espejo
habría gritado de horror. Sin embargo, el él ahora no estaba
asustado en absoluto. Él se rió salvajemente como si no viera
nada y entró por la puerta mientras tropezaba y salía corriendo.
La antigua capital imperial de XianLe ahora no era más que un
campo de ruinas en ruinas.
Cerca de los restos, todavía había algunos residentes que
afortunadamente sobrevivieron y refugiados que no tenían a
dónde ir. Aunque desde que estalló la enfermedad del rostro
humano y toda la ciudad imperial había caído, esta capital, una
vez glamorosa, tuvo frecuentes brisas inquietantes, escalofriantes
hasta los huesos, pero hoy, parecía ser particularmente
escalofriante. Algunos de los mendigos desaliñados
desaparecieron, mirando los cielos mientras huían. Todas las
personas sintieron que algo siniestro iba a suceder, por lo que era
mejor que no se demoraran en las calles.
Frente a las puertas rotas de la ciudad imperial estaba el campo
de batalla. Por lo general, no muchos se atrevieron a visitarlo.
Ahora., solo había un viejo cultivador, corriendo aquí, saltando allí,
atrapando algunos espíritus errantes perdidos, metiéndolos en su
saco una vez que fueron capturados, preparándose para atarlos
en linternas. Mientras corría, de repente descubrió que la final del
campo de batalla, había parecido una extraña silueta vestida de
blanco.
Era realmente extraño, verdaderamente peculiar. Estaba en un
traje de funeral, túnicas blancas, mangas expansivas, una banda
de seda blanca atada a una manga, flotando junto con el viento
como si estuviera vivo. Llevaba una máscara pálida, la mitad
lloraba, la mitad sonreía.
El viejo cultivador se estremeció violentamente y antes de que
supiera por qué estaba huyendo sus piernas ya lo habían sacado
del campo de batalla. Antes de que s pánico y su temor se
hubieran calmado, se detuvo en su paso y miró hacia atrás.
Ese hombre vestido de blando no dijo una sola palabra y estaba
caminando por el campo de batalla. El viento helado azotó y con
cada paso, pisoteó los huesos de los que murieron en la guerra.
Ese hombre de tela blanca preguntó fríamente.
— ¿Odias? —Las almas muertas gemían y lloraban. Ese hombre
vestido de blanco dio otros pocos pasos—. Las personas que
juraste proteger y por las que morirías se han convertido en
ciudadanos del nuevo reino, ¿tú odias?
Los lamentos de las almas muertas ahora se habían mezclado
con chillidos.
Ese hombre vestido de blanco dijo lentamente.
—Se olvidaron de que murieron en el campo de batalla, se
olvidaron de sus sacrificios y están alentando a los que robaron
sus vidas, ¿odian?
En medio de ese chillido se escucharon aullidos y rugidos.
Ese hombre vestido de blanco gritó bruscamente.
— ¿De qué sirve gritar? respóndeme, ¿odias?
En el aire, sobre todo el campo de batalla, resonaban
innumerables voces de resentimiento y agonía.
—ODIO…
—ODIO…
—MATAR… ¡QUIERO MATARLOS…!
Ese hombre vestido de blanco abrió sus brazos hacia ellos y
extendió ambas manos.
—Ven a mi lado —enunció cada palabra—. ¡Lo prometo, la gente
de YongAn nuca conocerá la paz!
Los gritos, aullidos, rugidos, llantos, sacudieron el suelo y
estrellaron los cielos y las lamas muertas de los soldados de
XianLe respondieron y se mezclaron con los fallecidos por la
enfermedad de la cara humana dentro de la capital y en ese cielo
niebla de negra, tomaron forma.
El viejo cultivador que había presenciado todo desde lejos ya
estaba aterrorizado.
— ¡Esto…! ¡Esto es…! ¡La calamidad vestida de blanco!
En ese momento, el hombre vestido de blanco escuchó la voz de
un hombre joven detrás de él.
—Su alteza…
Él miró a su alrededor, quién sabría desde cuándo, un joven
vestido de negro ya estaba parado detrás de su persona y se
estaba inclinando ante él, doblando una rodilla en el suelo.
En un instante, solo cuatro palabras aparecieron en su mente.
Capítulo 192: El Fantasma Vestido de Blanco nombra al Guerrero Negro como
general (parte uno)

Estaba decidido a ser un joven según su voz y físico.


Estaba vestido con un traje de guerrero cuidadoso y ordenado,
su físico alto y delgado, pero como un bambú nuevo y fresco,
emitía el aura de la inocencia de la juventud. Túnicas negras
como tinta, cabello negro como tinta, atado alto. Alrededor de su
cintura colgaba un sable, largo y delgado. Levantó la cabeza
lentamente y sobre su rostro también había una máscara blanca
como la nieve y en la máscara había una sonrisa creciente.
Bolas tras bolas de niebla negra tomaron forma en medio de
silbidos y lamentos, todo absorbido limpiamente en la matriz
dentro de la manga de ese hombre vestido de blanco, como si
estuviera viendo un río entero en una pequeña caja hastiada. En
cuanto a ese joven, se mantuvo estable y aún dentro de ese
torbellino negro caótico. El hombre vestido de blanco preguntó:
— ¿A quién estabas llamando?
Ese joven vestido de negro todavía estaba sobre una rodilla,
sumiso como un sirviente, pero también como si estuviera
haciendo un juramento y respondió: —Te estaba llamando, Su
Alteza Real.
Ese hombre vestido de blanco dijo fríamente: —No soy la alteza
real.
Sin embargo, ese joven vestido de negro respondió: —Lo eres.
Nunca olvidaré tu voz y tu forma.
La voz de ese hombre vestido de blanco ahora estaba mezclada
con rastros de ira: —Te lo dije, no soy él.
Este hombre vestido de blanco era naturalmente Xie Lian, que se
había puesto el atuendo funerario y se había puesto la máscara
sonriente.
Con su rostro escondido detrás de la máscara, nadie podía
reconocer quién era y tampoco quería ser reconocido. Sin
embargo, en este campo de batalla, un guerrero negro a la deriva
todavía lo llamaba por su identidad.
De repente, ese banco de seda blanca envuelto en las amplias
mangas de Xie Lian repentinamente se lanzó como una víbora,
cargando hacia ese joven vestido de negro. Aunque por lo que se
ve, era una tela blanca suave y floja, pero cuando atacó era
salvaje, su aura de explosión maligna. Parecía que el joven
vestido de negro estaba a punto de ser atado, pero de repente
extendió la mano y agarró firmemente esa banda de seda blanca.
Un extremo de esa banda de seda blanca estaba envuelto
alrededor de la muñeca de Xie Lian, el otro envuelto en la muñeca
de ese joven vestido de negro y la banda de seda en sí se estaba
tensando gradualmente. No era que no quisiera separarse, pero
ese joven vestido de negro lo había sujetado con fuerza, como si
estuviera apretando una serpiente venenosa en su punto mortal y
de su mano emitía un aire infinito y frío.
No había duda de que se trataba de un alma de los muertos.
¡Y era un alma muerta extremadamente poderosa!
Después de notar que un poder para no ser subestimado fue
pasado por la banda de seda blanca, Xie Lian preguntó: — ¿Cuál
es tu nombre?
Después de permanecer en silencio por un momento, ese joven
vestido de negro respondió: —No tengo nombre.
Xie Lian tampoco presionó por más y dijo: —Sin un nombre se
hace un Wu Ming.3
—Puedes llamarme como quieras —dijo ese joven vestido de
negro.
Xie Lian continuó: — ¿Eres el alma de un soldado muerto de este
campo de batalla?
—Lo soy —dijo Wu Ming.
Solo entonces Xie Lian se soltó y esa banda de seda blanca saltó
instantáneamente hacia su persona, balanceándose para mostrar
su poder desde lejos hacia ese joven vestido de negro, como si
estuviera silbando su lengua venenosa.
Como se trataba de un alma de los muertos que murió en la
batalla, no era de extrañar que haya escuchado su llamado. Este
guerrero vestido de negro debe estar lleno de resentimiento hacia
la gente de YongAn también. En otras palabras, podría ser
utilizado, porque su objetivo era el mismo.
Por lo tanto, Xie Lian dijo: —Entonces, sígueme —Extendió una
mano a ese guerrero vestido de negro—.Te daré lo que quieras.
La cara de ese joven vestido de negro también estaba oculta
detrás de una máscara, por lo que su expresión no se podía
decirse, si ambos eran lo mismo.
Después de un momento de silencio, todavía agarró sin vacilar la
mano extendida de Xie Lian, inclinó la cabeza profundamente y
presionó su frente fría contra el dorso de la mano de Xie Lian.
Un momento después, dijo profundamente: —Juro morir
siguiendo a Su Alteza.

3
[無名] Wu Ming significa; sin nombre
Sin embargo, Xie Lian retiró la mano y metió los brazos en las
mangas. Se dio la vuelta y dijo fríamente: —Ya estás muerto.
Ven.
Ese guerrero vestido de negro se puso de pie y cuando Xie Lian
miró hacia atrás, descubrió que este joven era en realidad mucho
más grande de lo que esperaba. Probablemente alrededor de los
dieciséis o diecisiete años, pero ya de enorme tamaño a esta
edad, e incluso un poco más alto que él. Sin embargo, esto no
importó y solo echó un vistazo antes de darse la vuelta y continuar
hacia adelante.
Xie Lian tomó la iniciativa y ese guerrero vestido de negro sin
nombre lo siguió justo como se esperaba.
—Su Alteza, ¿a dónde quiere ir?
La mirada de Xie Lian cayó en la distancia.
—El Palacio de YongAn.
El Palacio de YongAn se encontraba en otra gran ciudad del
oeste. Esta fortaleza de la ciudad solía ser también una ciudad
glamorosa, pero había sido oprimida por la ciudad imperial de
XianLe en el este. Ahora que la ciudad imperial de XianLe había
caído, el nuevo rey trasladó la nueva capital hasta aquí y no
tardaría mucho en alcanzar a la antigua ciudad imperial,
disfrutando de su gloria.
Xie Lian llegó profundamente en la noche. Debajo de la luz de la
luna, era como un gato blanco volando silenciosamente a través
de las espinas densas y apretadas de los techos de la nueva
ciudad imperial y ese guerrero vestido de negro era como un zorro
espiritual negro, que lo seguía de cerca. Pronto, las dos sombras
aterrizaron ante una gran puerta.
Xie Lian sintió que algo andaba mal. Sobre esta puerta había un
tenue aire ominoso y se detuvo en su paso. Estaba a punto de
acercarse para comprobarlo cuando ese guerrero vestido de
negro se acercó y bloqueó ante él, extendiendo una palma abierta
y dijo en voz baja: — ¡Rómpete!
De la rendija de esa puerta se filtró una línea de luz de fuego,
como si algo se hubiera quemado. Solo después de que ese
guerrero vestido de negro extendió la mano para empujar la
puerta.
—Su Alteza.
Xie Lian cruzó la puerta y miró hacia el suelo. Justo como
esperaba, esparcidos por el suelo había algunos restos
quemados. Xie Lian levantó un poco y olió hierbas y papel de
talismán y echó un vistazo a ese guerrero vestido de negro.
Este demonio era realmente poderoso.
Estos restos de hechizos quemados mostraban que obviamente
había alguien al otro lado de la puerta que lanzaba este hechizo
de defensa y esta defensa no era débil. Si los pequeños secuaces
ordinarios intentaran entrometerse o penetrar, habrían quemado
sus entrañas enteras hasta las cenizas, sin embargo, solo le tomó
a este guerrero vestido de negro un instante antes de que la matriz
fuera completamente destruida.
Quizás fue porque este Palacio de YongAn fue recientemente
erigido, no fue extraordinariamente glamoroso. Por el contrario,
incluso era un poco frío y humilde, incomparable al Palacio de
XianLe. Esto no era lo extraño. Lo extraño fue en todo el camino,
había una cantidad incesante de trampas y conjuntos de defensa
para alejar el mal. Sin embargo, cada vez que Xie Lian se dio
cuenta de que había algo bloqueando el camino, ese guerrero
vestido de negro siempre se adelantaría para atravesar el
obstáculo, abriéndole el camino, por lo que todavía era un viaje
sin obstáculos.
Después de una hora, en lo alto del gran salón gigante del Palacio
de YongAn, dos sombras altas y esbeltas se alzaban sobre la
columna vertebral del techo, observando abajo.

Ambos llevaban una máscara. Las mangas expansivas de ese


hombre vestido de blanco revoloteaban con una banda de seda
blanca envuelta, bailando locamente en el viento. Ese hombre
vestido de negro, por otro lado, era robusto y ágil, con un largo
sable colgando de su cintura, protegiendo el costado de ese
hombre vestido de blanco, mirando en la misma dirección.
El recién coronado Rey de YongAn estaba dentro de este gran
salón. Xie Lian se rió burlonamente.
—Parece que para establecer tantos obstáculos para alejar el mal
dentro del palacio, realmente tiene miedo de algo que vendrá a
tocar.
Capítulo 193: El Fantasma Vestido de Blanco nombra al Guerrero Negro como
general (parte dos)

—Su Alteza, iré a abrir el camino —dijo Wu Ming.


Sin embargo, Xie Lian lo detuvo.
—No es necesario, lo haré yo mismo.
Luego, saltó hacia abajo como una flor blanca que brota de la
punta de una rama por una brisa y aterrizó silenciosamente ante
el salón del palacio.
Justo cuando estaba a punto de abrir las puertas, en el pasillo
llegó el gemido de un bebé.
Lang Ying no tenía ningún consorte, su hijo había muerto hacía
mucho tiempo, entonces, ¿de dónde venía el bebé dentro del
palacio?
A Xie Lian no le importó. ¡No importa un bebé, incluso si un
ejército de millones estuviera escondido dentro no tenía miedo y
levantó una pierna y pateó la puerta del palacio!
Sin embargo, lo extraño fue que solo había una persona dentro
del gran salón, no otra alma presente y ciertamente no había
bebé. Cuando esa persona vio quién había venido, levantó la
cabeza.
— ¿Has venido? Te he estado buscando.
El que estaba dentro del palacio era Lang Ying.
Aunque ahora era un rey estimado, no estaba vestido con lujosas
túnicas y se sentaba rígido como una tabla sobre el trono. Xie
Lian se quedó perplejo por un momento de que esta era su
reacción antes de darse cuenta de que actualmente llevaba un
atuendo funerario con una máscara en la cara y Lang Ying lo
había tomado por White no-Face.
También se instalaron matrices dentro de esta sala del palacio y
cuando Xie Lian cruzó el umbral para entrar, pudo sentir que había
algo bloqueando su entrada. Sin embargo, solo empujó un poco
su pie con fuerza, antes de pisar fácilmente los pisos dentro del
pasillo y el sonido de algo rompiéndose resonó en el aire.
El frío del invierno y el aire de la tarde llegaban desde el exterior
del salón del palacio, llenando las mangas de Xie Lian llenas de
vientos salvajes. Dijo escalofriantemente: — ¿Por qué me
estabas buscando?
Cuando escuchó su voz, la expresión de Lang Ying cambió
ligeramente.
— ¿Eres tú?
Xie Lian se acercó lentamente, sus botas blancas como la nieve
pisaron los pisos de piedra congelados paso a paso.
—Este soy yo.
Lang Ying, un plebeyo bruto, lideró un ejército y destruyó a
XianLe. Con el aura del rey envolviendo su cuerpo, el mal
ordinario no podría acercarse a su persona. Sin embargo, en este
momento, ¡lo que Xie Lian trajo con él fueron millones de almas
de los que murieron en el campo de batalla!
Se negó a creer que con un número tan inmenso de fantasmas
resentidos con un resentimiento tan poderoso, Lang Ying podrá
defenderse. Efectivamente, los espíritus resentidos estaban
agitados, impacientemente listos para liberarse para apoderarse
de la nueva carne fresca del enemigo como huésped. Era
imposible para alguien no haber escuchado el sonido de su
agitación, pero Lang Ying no parecía estar en estado de shock ni
pánico.
— ¿Has venido a matarme?
Xie Lian no respondió. Al momento siguiente, se movió justo
delante de Lang Yin y se agarró el pelo, presionándolo contra el
suelo.
¡Éxito!
Debajo de la máscara que sonríe, los labios de Xie Lian se
curvaron inconscientemente.
¡Él lo sabía! ¡Él lo sabía! ¡Ahora podía derrotar a Lang Ying!
Sin la esclavitud de su estatus oficial celestial que lo dejó
impotente ante este hombre con la fortuna del rey, el que había
arrojado el cuerpo de un dios finalmente podría derrotar a Lang
Ying. El corazón de Xie Lian latía con fuerza y estaba a punto de
pasar al siguiente paso cuando su rostro cambió abruptamente.
— ¿Qué es ese sonido?
Yiieee, wuuuu, escuchó ese pequeño llanto de un bebé otra vez,
pero, ¡claramente no había bebé dentro de este gran salón!
Él escuchó nuevamente. Eso no está bien. ¡Ese llanto provenía
de los labios de Lang Ying, que estaba sometido actualmente bajo
su mano!
O más exactamente, era del cuerpo de Lang Ying. Xie Lian se
quitó la bata y sus ojos se abrieron en un instante, poniéndose de
pie.
—... ¡¿QUÉ ES ESTO?!
Lang Ying giró lentamente y se sentó.
—No te asustes.
Esas palabras no fueron dirigidas a Xie Lian, sino a la cosa en su
cuerpo.
Sobre el pecho de Lang Ying había dos caras distintas, cada una
del mismo tamaño que la cara de una persona real, como dos
tumores sobresalientes. La cara grande era elegante y hermosa,
fácilmente identificable como la apariencia de una mujer; el
pequeño estaba un poco arrugado como un bebé y esos gritos
vacilantes provenían de los labios de este bebé.
¡La enfermedad del rostro humano!
Xie Lian estaba estupefacto.
— ¿Cómo es que estás infectado con la enfermedad del rostro
humano?
—Esta no es la enfermedad del rostro humano —dijo Lang Ying.
— ¿Cómo no es esta la enfermedad del rostro humano? ¿Qué
es esto, sino la enfermedad de la cara humana? —Exclamó Xie
Lian.
—Esta es mi esposa y mi hijo —explicó Lang Ying. —No son las
cosas que describiste.
Explicó con voz suave mientras levantaba la mano para acariciar
suavemente las dos caras de su cuerpo, realmente parecía un
esposo y un padre acariciando a su esposa e hijo. Sin embargo,
esas dos caras ni siquiera podían abrir los ojos y solo podían abrir
la boca para llorar y sollozar; tenían la forma de los humanos pero
no la forma.
Un momento después, Lang Ying levantó la vista.
— ¿Dónde está White no-Face? Dijo que mi esposa volvería si
hiciera esto, pero ha pasado tanto tiempo, ¿cómo es que todavía
no puede hablar? ¿Qué está pasando? ¡Dile que venga a
buscarme, rápido!
Al escuchar esto, Xie Lian entendió.
— ¿Dejaste que White no-Face plantara los espíritus resentidos
de tu esposa e hijo en tu cuerpo?
Así que eso fue todo. ¡Todos esos hechizos y matrices en el
camino hacia el palacio no impidieron que nada se entrometiera,
sino que impidieron que las cosas escondidas dentro escaparan!
¡Lang Ying, que ya se había convertido en rey, estaba usando su
propia carne y sangre para criar secretamente a esos dos
espíritus resentidos!
Al principio, Xie Lian estaba aquí para vengarse, pero quién
hubiera sabido que ni siquiera necesitaba hacer nada y Lang Ying
ya se había plantado la enfermedad del rostro humano. Esas dos
caras deben haber estado en su cuerpo durante mucho tiempo
ahora, incluso los brazos y pies pequeños habían crecido, caídos,
deformados y horribles. Además, ya habían aspirado los
nutrientes de su huésped; Las costillas de Lang Ying sobresalían
anormalmente, su intestino se encogía, su piel se volvía amarilla,
su forma pálida y pálida, parecía que no tenía mucho más tiempo
para vivir. Ya no era la misma persona que ese guerrero valiente
y salvaje en el campo de batalla.
Parecía que, aunque ganó la guerra y se convirtió en rey, no vivió
tan bien. Xie Lian no se sintió satisfecho en absoluto y se apoderó
de Lang Ying, exclamando enojado: — ¡¿QUÉ TIPO DE BROMA
ES ESTA?!
¡Ni siquiera había tomado la vida de su enemigo todavía y el
enemigo iba a morir solo! ¡Qué demonios! ¿¿Qué debía hacer??
Con este agarre, algo cayó de la persona de Lang Ying, rojo
brillante, rebotando y rebotando, se alejó. Lang Ying agarró las
manos de Xie Lian, como si un gesto tan simple ya fuera algo difícil
y jadeó: —Perla... esa perla.
Xie Lian miró y lo que rodaba por el suelo era esa perla de coral
rojo que le había regalado a Lang Ying. Lang Ying dijo: —Siempre
he querido decirte esto: gracias por la perla.
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió. No había pensado que
de repente diría tal cosa. Algo dentro de su corazón estaba a
punto de desenterrarse, pero lo obligó a bajar.
— ¡USTED...!
Lang Ying dijo suavemente: —Las cosas hubieran sido mejores
si me lo hubieras dado antes. Desafortunadamente…
Antes de que terminara, el cuerpo se agarró de la mano de Xie
Lian y Lang Ying cayó así con los ojos bien abiertos.
Xie Lian aún no había tenido la oportunidad de reaccionar antes
de que Wu Ming dijera: —Su Alteza, está muerto.
—... ¿Muerto? —Se preguntó Xie Lian.
Miró hacia abajo y las pupilas de Lang Ying ya se estaban
oscureciendo. Realmente murió.
Xie Lian murmuró: — ¿Cómo acaba de morir?
Todavía no le había hecho nada a Lang Ying, ¿cómo murió?
Y, ahora que lo pensaba, Lang Ying también murió bastante feliz.
Completó su venganza contra XianLe y llevando a su familia
inmediata sobre su cuerpo, estaba preparado para ir a su
encuentro en el inframundo. Había sufrido suficiente tormento en
el mundo de los vivos, por lo que morir era en realidad una forma
de liberación, que terminaba con todo. Por el contrario, ¡Xie Lian
ahora no tenía nada de qué vengarse!
Su pecho se llenó de agravio y furia y al final se transformaron en
una sola emoción: el odio. ¡Qué despreciable! ¡Qué
absolutamente despreciable!
Lang Ying se cayó y dejó de moverse, pero las dos caras en su
pecho parecían haber sentido que su anfitrión estaba muerto y de
repente comenzó a llorar, WOO WOO YIIEE YIEE,
extremadamente agudo para los oídos, peor que el sonido de las
uñas rascando oro y plata. Xie Lian ya se estaba volviendo loco
por la furia y sacó esa espada negra, lista para golpear para
callarlos cuando ese guerrero vestido de negro SCHWING y sacó
su sable. La luz del sable pasó y el cadáver de Lang Ying se cortó
instantáneamente en pedazos, decenas de piezas, cientos de
piezas... carne y sangre salpicadas. Xie Lian aún no se había
movido antes de ser alcanzado y dijo con calma: — ¿Quién te dijo
que hicieras eso?
—No había necesidad de ensuciarse las manos Su Alteza —
respondió Wu Ming.
Justo en ese momento, se escucharon pasos urgentes fuera de
la puerta y la voz de un joven gritó: — ¡TÍO!
¿Quien? Xie Lian se dio la vuelta y vio que las puertas del salón
del palacio estaban abiertas de par en par y un joven de diez años
de edad estaba parado en la entrada, mirando en esa dirección.
Al principio estaba lleno de sonrisas, pero cuando entró y vio
bloques de cadáveres cubriendo el piso, se quedó estupefacto al
instante. Xie Lian se sintió indiferente y preguntó: — ¿Quién
eres?
Ese joven comenzó.
—Yo...— Luego sus ojos se volvieron y vieron los bloques de
cadáveres en el suelo y exclamaron: — ¡TÍO!
Justo entonces, había más personas afuera llamando.
— ¡Su alteza real! ¡No corras! ¡El rey dijo que no puedes correr
por el palacio! Por favor, no me pongas las cosas difíciles en
medio de la noche...
¿Su Alteza Real?
El hijo de Lang Ying ya estaba muerto y este joven llamado Lang
Ying tío así que este debía ser el nuevo príncipe heredero que
Lang Ying había establecido, ¡el Príncipe Heredero de YongAn!
Las cosas parecían haber amanecido también en el pequeño
príncipe heredero y él gritó aterrorizado: — ¡FANTASMAS! ¡HAY
FANTASMAS! SOM...
No había gritado más que unas pocas palabras antes de que ese
guerrero vestido de negro golpeara su cuello y que el Príncipe
Heredero de YongAn perdiera el conocimiento, cayendo en ese
charco de sangre en el suelo. Sin embargo, los gritos ya habían
llegado al exterior, los ruidos de clamor comenzaron a aumentar.
— ¿QUÉ? ¿ESCUCHARON TODOS ESO? ¡GUARDIAS!
¡GUARDIAS!
Los ojos de Xie Lian se movieron y ese guerrero vestido de negro
inclinó la cabeza, indicando que se ocuparía de eso y se alejó. En
un instante, toda la conmoción afuera fue sofocada. Al salir del
pasillo, una gran cantidad de guardias estaban en el suelo y ese
guerrero vestido de negro estaba en el centro, ese delicado y
delgado sable goteaba sangre. En realidad los terminó con solo
un golpe. A lo lejos llegaron nuevos sonidos de conmoción y un
nuevo grupo de guardias había llegado, gritando: — ¡PROTEGE
AL REY! ¡PROTEGE A SU ALTEZA!
Xie Lian se dio vuelta fríamente, ignorándolos por completo.
Efectivamente, no pasó un segundo antes de que esas voces
fueran cortadas como una cosecha por una guadaña,
desapareciendo por completo. Poco después, ese guerrero
vestido de negro lo alcanzó sin hacer ruido.
Xie Lian giró levemente la cabeza.
—Quema el palacio.
—Sí señor —Wu Ming inclinó la cabeza.
Las llamas rugientes se incendiaron y dos figuras negras altas y
esbeltas se pararon ante el fuego furioso, sus sombras
retorciéndose y retorciéndose continuamente en el suelo,
cambiando de forma, tirando y retorciéndose.
Después de causar tales estragos, todos los asistentes dentro del
Palacio YongAn se despertaron de golpe y el aire se llenó con los
gritos y las maldiciones de aquellos que apagaban los incendios
y aquellos que escapaban, casi la misma escena que cuando el
Palacio de XianLe fue incendiado.
—Su Alteza, ¿qué quiere hacer a continuación? —Preguntó ese
guerrero vestido de negro.
Ese hombre vestido de blanco dijo fríamente: —A la bahía Lang-
Er.
Antes de la caída del Reino de XianLe, Xie Lian había visitado la
bahía de Lang-Er innumerables veces. Cada vez que iba era para
crear lluvia para salvar a la gente, su cuerpo y su corazón estaban
agotados y sus pasos pesados. Esta vez, fue por una razón
completamente diferente y su cuerpo era ligero.
Después de sobrevivir a la sequía y de haber obtenido un fuerte
apoyo del nuevo rey, la bahía Lang-Er ya había revivido su
vitalidad. Las calles y los callejones estaban llenos de alegría, la
gente alegre y feliz, a ochenta años de la miseria de hace varios
años. Solo un lugar seguía siendo miserable como antes y ese
era el Palacio del Príncipe Heredero de XianLe.
Nadie vendría a un desmantelado Palacio del Príncipe Heredero,
por lo que Xie Lian eligió este lugar para descansar. En este
momento, estaba meditando dentro del salón del palacio.
Esos espíritus resentidos deberían haber encontrado
rápidamente un anfitrión, que también sería objeto de venganza,
sin embargo, debido a que Lang Ying ya había muerto, todavía
estaban luchando en agonía, llorando y chillando
implacablemente a Xie Lian y Xie Lian los rechazó con sus ojos
cerrados. Frunció el ceño.
—Solo espera, no seas impaciente. ¡Permitiré a todos ustedes
encontrar la liberación!
En ese momento, una voz gritó: —Su Alteza.
Xie Lian abrió los ojos y vio que el guerrero vestido de negro
estaba delante de él, doblando una rodilla al suelo.
Capítulo 194: Fantasma sin nombre que ofrece una flor sin nombre (parte uno)

Las emociones de Xie Lian todavía estaban profundamente


hundidas en los gritos de esos espíritus resentidos y no pudo
recuperarse por el momento y respondió distraídamente.
—No se dirija a mí por ese título.
Cada vez que escuchaba que alguien se dirigía a él de esa
manera, era como si le estuvieran recordando algo, haciéndolo
sentir particularmente irritado, cada llamada haría que su corazón
se sacudiera una vez. Sin embargo, Wu Ming dijo: —Su Alteza
siempre será Su Alteza.
Xie Lian echó un vistazo. Por supuesto, no podía ver la cara de
este guerrero vestido de negro y solo podía ver una cara
sonriente. Sin embargo, cuando el otro lo miró a la cara, solo pudo
ver una máscara trágicamente blanca.
Xie Lian dijo fríamente: —Si sigues llamándome por ese título,
dispersaré tu alma. No pienses que eres tan fuerte.
Ese joven vestido de negro inclinó la cabeza y no habló. Xie Lian
se calmó.
—Ve a buscar el área alrededor de la Bahía Lang-Er y encuentra
la mejor ubicación para establecer una matriz para llevar a cabo
un ritual.
—Sí señor —respondió Wu Ming.
Xie Lian cerró los ojos, hizo una pausa, luego volvió a abrir los
ojos y miró a ese guerrero vestido de negro, frunciendo el ceño.
— ¿Cómo es que todavía estás aquí?
Ese guerrero vestido de negro respondió: —La ubicación está
establecida. ¿Y el tiempo? ¿Hora? Las almas de los muertos no
pueden esperar más, debemos encontrar un tema para maldecir
pronto sin demora.
De hecho, no podría retrasarse por mucho tiempo. Después de
un poco de silencio, Xie Lian dijo: —Tres días.
— ¿Por qué tres días? —Preguntó Wu Ming.
Por alguna razón, cada vez que Xie Lian conversaba con él, se
agitaba fácilmente: —En tres días será luna llena. Liberar la
enfermedad del rostro humano aumentará significativamente el
poder. Haces demasiadas preguntas, solo vete.
Wu Ming asintió y se retiró silenciosamente. Xie Lian volvió a
cerrar los ojos y se cubrió la frente con una mano, con la
esperanza de aliviar esta ola de dolor de cabeza. Justo entonces,
escuchó una risa fría y burlona detrás de él.
Al escuchar esta risa burlona familiar, fue como si toda la sangre
de Xie Lian se hubiera congelado. Al instante se dio la vuelta y,
de hecho, detrás de él se sentó una figura blanca como la nieve
con una máscara sonriente, con un atuendo funerario con mangas
expansivas, sus manos metidas, mirándolo desde el altar.
¡White no-Face!
Xie Lian sacó su espada y se lanzó, y ese hombre vestido de
blanco atrapó la punta de la cuchilla con dos dedos. Él suspiró.
—Justo como pensaba. Esta apariencia te queda muy bien.
Si no se quitaran las máscaras, estos dos se verían exactamente
de la cabeza a los pies y después de una pelea, los dos hombres
vestidos chocando entre sí, nadie además de ellos sería capaz de
diferenciar uno del otro. White no-Face evadió fácilmente todos
los ataques de Xie Lian cuando preguntó: —Alteza, enterró a sus
padres en un suelo tan desierto y extraño, ¿no cree que les hizo
mal?
El corazón de Xie Lian se hundió.
— ¿TOCASTE LOS CUERPOS DE MI PADRE Y MADRE?
¿Destruiste sus cadáveres?
—No, todo lo contrario —dijo White no-Face. —Te ayudé a
darles un entierro solemne apropiado.
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió y White no-Face agregó:
—Te ayudé a llevarlos al Mausoleo Real de XianLe, e incluso los
ayudé a ponerse túnicas raras y exquisitas para evitar que sus
cadáveres se pudrieran durante miles de años. Entonces, la
próxima vez que vayas a visitarlos, aún podrás ver las mismas
caras de cuando todavía estaban vivos. Le dijo a Xie Lian la
ubicación del Mausoleo Real y la forma de entrar. Esto debería
haber sido algo que el rey y Guoshi le dirían personalmente a Xie
Lian, pero antes de que pudieran, murieron o desaparecieron. Xie
Lian estaba aturdida y suspicaz: — ¿Por qué sabes cómo entrar
al Mausoleo Real?
White no-Face sonrió.
—Sé todo sobre Su Alteza.
Xie Lian maldijo: — ¡No sabes una mierda!
Todavía no estaba acostumbrado a escupir palabras tan vulgares
de sus labios y como si White no-Face hubiera visto a través de
su mente, lo miró de arriba abajo y dijo suavemente: —No te
preocupes, está bien. De ahora en adelante, ya no habrá nada
que pueda detenerlo, no habrá nadie que tenga expectativas
innecesarias de usted y ciertamente no habrá nadie que sepa
quién es usted. Entonces, puedes hacer libremente cualquier
cosa que quieras hacer.

Al escuchar esto, el desconcierto comenzó a llenar la mente de


Xie Lian.
¿Por qué estaba este monstruo aquí?
Para expresar buena voluntad.
Eso es correcto. Si bien eso podía sonar gracioso, los instintos
de Xie Lian le dijeron que esta criatura estaba aquí para expresar
su buena voluntad. Ya sea proporcionando a sus padres un
entierro solemne o alentándolo, todo surgió de esta intención.
Debe estar muy, muy feliz, más feliz que en cualquier otro
momento en que Xie Lian lo haya conocido. Era como si ver a un
tal Xie Lian lo hiciera excepcionalmente complacido, e
inconscientemente se volvió más gentil y amable. Esta
amabilidad en realidad le dio a Xie Lian una sensación de
agradecimiento que traería lágrimas, pero mucho más, hubo
disgusto.
Xie Lian dijo con frialdad: —No estés demasiado feliz tan pronto.
No pienses que permitiré que una criatura como tú permanezca
en este mundo. Una vez que haya borrado a YongAn del mapa,
iré por ti. ¡Es mejor que te prepares!
White no-Face abrió las manos y se encogió de hombros: —Te
doy la bienvenida con los brazos abiertos. Incluso si vienes con
la intención de matarme, todavía estaré aquí esperándote.
Cuando te hayas vuelto lo suficientemente fuerte como para
matarme, podrás sucederme. Sin embargo… —La sonrisa debajo
de la máscara parecía haberse desvanecido— ¿Destruirás a
YongAn?
— ¿Qué quieres decir? —Exigió Xie Lian.
—Podrías haber hecho tu mudanza en este momento, entonces,
¿por qué elegiste mudarte en tres días? ¿Podría ser que estás
dudando cuando las cosas se vienen a la cabeza? ¿Podría ser
que, incluso con tu reino caído y tu familia muerta, aún no tienes
el coraje de buscar venganza? ¿Seré testigo de otro de los
fracasos de su alteza?
La palabra fracaso estaba apuñalando sus oídos. Xie Lian
levantó su espada y se lanzó, pero se tropezó y se cayó.
White no-Face agarró su espada negra de alguna manera y su
tono suave anterior se había vuelto condescendiente.
— ¿Sabes cómo eres ahora? —Xie Lian agarró la bota blanca
como la nieve en su pecho, pero no importaba lo fuerte que
empujara, no se movería ni una pulgada y permaneció firmemente
sujeto por ese pie, incapaz de levantarse. White no-Face se
inclinó ligeramente—. Eres como un niño malhumorado. Aún no
tienes la resolución.
— ¡Quién dice que no! —Gritó Xie Lian enojado.
—Entonces, ¿qué estás haciendo ahora? —Preguntó White no-
Face— ¿Dónde está tu maldición? ¿Dónde están todos tus
muertos? Tu padre y tu madre, tus soldados, tus ciudadanos,
¡cuán verdaderamente lamentable que un dios así sea arrojado
sobre ellos! ¡No podías protegerlos mientras estaban vivos y no
podías vengarlos incluso después de que murieron! ¡Basura inútil!
Empujó hacia abajo con el pie y los hilos de sangre se derramaron
instantáneamente sobre los bordes de la máscara sonriente de
Xie Lian; brotando de su garganta.
White no-Face dejó caer la mano que agarraba la espada y esa
punta de jade negro se clavó en la garganta de Xie Lian,
atravesando ese grillete maldito, despertando ciertos recuerdos
dentro de Xie Lian.
— ¿Quieres que te ayude a recordarte lo que se siente ser
atravesado por cien espadas?
El miedo abrumador hizo que Xie Lian dejara de respirar,
demasiado aterrorizada para moverse. Y después de haberlo
asustado, White no-Face volvió a ser amable.
Retiró su bota y ayudó a Xie Lian, que estaba congelada por el
terror en el suelo a sentarse, lo agarró de la barbilla y lo empujó a
mirar en cierta dirección: —Ven, mira. Así es como te ves ahora…
Lo que hizo mirar a Xie Lian fue la estatua divina profanada sobre
el altar profanado.
— ¿A quién tienes que agradecer por haberte vuelto así? —
Preguntó White no-Face—. ¿Crees que soy yo?
Era como si el cerebro de Xie Lian fuera lavado con fuerza por él
nuevamente y nuevas cosas fueran vertidas repetidamente,
haciéndolo cada vez más confundido, más y más dudoso. Incluso
se había olvidado de su ira y se preguntó perplejo: — ¿Cuál es tu
objetivo? ¿Por qué te aferras a mí?
—Te lo dije —respondió White no-Face—. He venido para guiarte
y educarte. La tercera cosa que te estoy enseñando es esto: si
no puedes salvar a la gente común, destrúyela. ¡Solo cuando los
pises te venerarán!
Después de decir esas palabras, la cabeza de Xie Lian palpitó
repentinamente como si fuera a explotar y se agarró la cabeza y
gritó.
¡Eran esos espíritus resentidos!
Incontables espíritus resentidos chillaban y aullaban dentro de su
cerebro y la cabeza de Xie Lian le dolía tanto que quería rodar por
el suelo. White no-Face, por otro lado, comenzó a reírse junto a
él y arrulló suavemente: —No pueden esperar más. En tres días,
si no desatas la enfermedad del rostro humano, si no puedes
darles un tema para maldecir, entonces te convertirás en el que
ellos maldicen. ¿Sabes en qué te convertirás entonces?
Xie Lian podía sentir esa espada negra helada una vez más
metida en su mano y una voz resonaba junto a sus oídos.
—Ya no tienes la opción de regresar.
Cuando ese dolor de cabeza palpitante se desvaneció por fin,
después de que Xie Lian bajó las manos y abrió los ojos, solo
quedaba él en el desmoronado Palacio del Príncipe Heredero. El
otro hombre vestido de blanco que se parecía exactamente a él
había desaparecido por mucho tiempo.
Había pasado un tiempo desconocido y había caído la noche.
Estaba oscuro y carente de luz dentro del Palacio del Príncipe
Heredero. El corazón de Xie Lian se agitó cuando se dio cuenta
de algo.
Un día del período de tres días ya había pasado.
Justo en ese momento, en la oscuridad del pasillo, parecía haber
un toque de destello blanco. Era una apariencia curiosa y Xie Lian
se volvió para mirar, pero cuando vio claramente qué era ese
toque de blanco, las pupilas debajo de la máscara se encogieron.
Agarró esa cosa y preguntó: — ¿Qué...? ¿Qué está haciendo
esta flor aquí?
Era una pequeña flor blanca fresca, tierna y débil colocada sobre
la mano izquierda de esa estatua divina negra quemada con las
extremidades faltantes y el contraste la hacía parecer
particularmente pura como la nieve, pero también particularmente
sombría. Parecía que esta estatua divina había aterrizado todas
esas heridas para proteger a esta pequeña flor.
Xie Lian tampoco sabía por qué ver esta foto lo enfurecería y
gritó: — ¡FANTASMA! ¡SAL!
Poco después, ese guerrero vestido de negro que llevaba un
sable apareció como se esperaba. Todavía no había hablado
antes de que Xie Lian preguntara: — ¿Qué pasa con esta flor?
¿Quién hizo esto? ¿Tú hiciste esto?
Wu Ming inclinó levemente la cabeza y su mirada se detuvo por
un momento en la flor que parecía aplastada por la asfixia en la
mano de Xie Lian antes de finalmente, dijo en voz baja: —No fui
yo.
—Entonces, ¿quién podría haberlo hecho? —Exclamó Xie Lian.
— ¿Por qué su alteza se irrita tanto al ver esta flor? —Preguntó
Wu Ming.
La cara de Xie Lian se oscureció y arrojó esa flor al suelo.
—Una broma como esta me repugna.
Sin embargo, Wu Ming dijo: — ¿Por qué Su Alteza piensa que es
una broma? Quizás, realmente hay creyentes aquí que adoran a
Su Alteza.
Capítulo 195: Fantasma sin nombre que ofrece una flor sin nombre (parte dos)

Al escucharlo, Xie Lian sintió como si lo hubieran abofeteado y se


volvió hacia él.
— ¿Te estás burlando de mí?
—No —respondió Wu Ming.
— ¡Entonces no digas tonterías! ¿Cómo puede haber tal cosa?
Después de una pausa, Wu Ming dijo: —No es imposible.
—… —Xie Lian no pudo soportarlo más y respondió: —Eso es
suficiente. ¿Qué estás tratando de decir? ¿No eras un soldado
de XianLe? ¡No te desperté del campo de batalla para escucharte
hablar por YongAn, solo tienes que prestar atención a mi orden!
Esa flor en el suelo atravesó su corazón y apuñaló sus ojos,
haciéndolo sentir despeinado de repente. Xie Lian cargó hacia
adelante y la pisoteó, aplastándola como si estuviera
desahogando su furia. Sin embargo, después de que terminó, se
sintió desconcertado por sí mismo. ¿Por qué debe arrojar un
temperamento tan grande contra una flor tan pequeña? Salió
corriendo del Templo del Príncipe Heredero. Fue solo después
de sentir la brisa fresca que gradualmente se calmó.
Detrás de él, ese guerrero vestido de negro también lo siguió y
salió. Xie Lian preguntó: —Has investigado esta área. ¿Has
encontrado algún lugar que parezca inusual?
—No —respondió Wu Ming.
— ¿Estás seguro? —Preguntó Xie Lian—, para liberar la
enfermedad del rostro humano, no puede haber nada malo con el
tiempo, la fortuna o la ubicación.
—Estoy seguro —respondió Wu Ming.
Xie Lian no tenía nada más que decir y miró hacia el cielo.
Después de un momento de silencio, Wu Ming preguntó: —Su
Alteza, ¿ha pensado en cómo desatar la peste de los espíritus
resentidos?
—Todavía estoy pensando —dijo Xie Lian.
Miró la espada negra que colgaba de su cintura. Millones de
espíritus resentidos estaban sellados dentro de esta espada
negra, pero solo podía mantenerlos sellados durante tanto tiempo.
En ese momento, Wu Ming habló: —Su Alteza, tengo una
solicitud presuntuosa.
—Habla.
Los ojos detrás de la máscara de ese guerrero vestido de negro
lo miraban atentamente: —Mi persona amada sufrisufriódo
heridas graves en esta guerra, sufriendo un destino peor que la
muerte. Solo podía mirar con los ojos abiertos mientras sufría
este tormento, luchando en agonía.
— ¿Y? —Dijo Xie Lian.
—Y así, espero ser yo quien empuñe la espada en venganza.
Su razón era muy razonable, pero por alguna razón a Xie Lian le
resultaba difícil confiar en él. Él entrecerró los ojos.
—Te encuentro bastante extraño.
Se dio la vuelta y rodeó a Wu Ming mientras decía con calma: —
Basado en lo que he visto, no pareces un vengador enredado en
el resentimiento y el odio. Te pregunto esto, ¿realmente puedes
desatar la enfermedad del rostro humano?
Si bien él mismo podría haberlo dicho, ¿por qué si no Wu Ming
solicitaría desatar la enfermedad del rostro humano?
El guerrero sin nombre vestido de negro inclinó su cabeza hacia
él.
—Su Alteza, deseo la muerte de la gente de YongAn más que
nadie. Además, desearía que perezcan en mis manos. Si no me
crees, puedo ir a probarme ahora mismo.
— ¿Cómo planeas probarte? —Preguntó Xie Lian.
El guerrero vestido de negro puso su mano sobre su sable y
lentamente se apartó. En el tercer paso hacia atrás, Xie Lian de
repente se dio cuenta de lo que planeaba hacer.
¡Iba a matar para demostrarle que tenía un corazón vengativo!
— ¡Alto! —Xie Lian llamó instantáneamente.
Wu Ming se detuvo. Después de mirarlo críticamente, Xie Lian
dijo resueltamente: —No. Los desataré yo mismo —Ese guerrero
vestido de negro inclinó la cabeza y con la máscara puesta, era
difícil saber cuál era la expresión de su rostro. A Xie Lian tampoco
le importaba la reacción de nadie más y se dio la vuelta, hablando
suavemente—. Sin embargo, antes de eso, tengo algo más que
hacer.
Dijo mientras levantaba esa espada negra como el jade
congelado y miraba fijamente la hoja reluciente en su mano, una
luz peculiar que brillaba en sus ojos. Ese guerrero vestido de
negro notó que algo estaba mal y exclamó: —Su Alteza, ¿qué está
planeando?
¡Ni siquiera había tenido tiempo de detener a Xie Lian antes del
siguiente segundo, Xie Lian giró la punta de la espada sobre sí
mismo y lanzó esa espada negra en su propio abdomen!

-------------------------------------------------------------------------------------
Al día siguiente, en las calles de la bahía Lang-Er.
El clima no había sido excelente últimamente, nublado y sombrío
con ráfagas salvajes que a veces soplaban repentinamente y
blancas nevadas caían sobre otros.
Hablando de eso, no había sido pacífico últimamente sin importar
el lugar y se había dicho que incluso el palacio fue incendiado, el
rey y el príncipe heredero estaban enfermos hasta el punto en que
podían otorgar audiencia a Ninguno. Era un caos en todas
partes, lleno de siniestros signos y la gente no pudo evitar gruñir,
sintiéndose incómoda. Solo los niños ignorantes continuaron
jugando y corriendo sin preocuparse en el mundo.
Una ola de vientos sombríos pasó, cegando los ojos. Y poco
después, ¡hubo un enorme BOOM! Eso de repente sonó desde
la intersección de la calle. ¡La figura de un hombre había caído
del cielo!
La multitud en la calle se sorprendió por el repentino ruido de
todos y todos miraron hacia el final de la calle. En el suelo había
un cráter con forma humana formado por el choque y dentro del
agujero había una persona acostada sin apuro, con el pelo
desordenado y desordenado, su cuerpo cubierto de sangre, tanto
que su túnica blanca parecía particularmente horrible.
De repente, todos en la calle entera se reunieron.
— ¡¿QUIÉN?!
—Mis cielos, ¿de dónde se dejó caer? ¿¿El cielo??
— ¿ESTÁ MUERTO?
—Yo, no lo creo, ¡creo que todavía se está moviendo!
— ¡¡No puedo creer que sobreviviera a una caída así!! Espera,
¿qué es eso en su pecho? ¿UNA ESPADA?
Una vez que la multitud estuvo lo suficientemente cerca, la gente
finalmente vio claramente la apariencia de esa persona. Mientras
estaba despeinado, su cara estaba hermosamente limpia y
blanca. Solo que sus ojos miraban al cielo sin parpadear, a
diferencia de los vivos. Pero no se podía decir que estuviera
muerto, ya que todavía respiraba y esa espada negra que
perforaba su abdomen, penetraba en sus órganos, seguía
subiendo y bajando débilmente junto con su pecho.
En ese momento, otra persona exclamó sorprendida: —Espera,
no es esto... no es esto... ¡¿Eso, esa alteza real el príncipe
heredero?!
Ahora que lo mencionó, todos los demás comenzaron a
reconocerlo también.
—Realmente lo es. ¡Es ese príncipe heredero del pasado, el
Príncipe Heredero de XianLe! ¡Lo he visto antes desde la
distancia!
— ¿No dijeron que desapareció el príncipe heredero?
—Escuché que ascendió.
— ¿Por qué está así... qué pasa con la espada? ¿Realmente lo
apuñaló? De miedo…
—Ya basta de esa mirada, déjenme pasar, ¿me dejarán pasar?
¡Tengo lugares para estar!
Este extremo de la calle era una intersección con las carreteras
que se dirigían en dos direcciones separadas y como estaba
bloqueado por una multitud de personas, los carruajes que
vinieron después no podían pasar, por lo que todos bajaron de
sus vehículos para revisar las cosas, causando bastante
conmoción. De repente, alguien gritó: — ¡Espera! Parece...
¿decir algo?
La multitud se calmó y todos contuvieron la respiración para
escuchar atentamente, tratando de escuchar cualquier voz. Un
momento después, nadie en los bordes exteriores escuchó nada,
así que gritaron: — ¿Qué dijo él? ¿Qué es lo que está pasando?
¿Dijo él algo?
Los que estaban en las primeras filas respondieron: — ¡No!
—Entonces, ¿qué dijo?
Él dijo: —Sálvame.
Xie Lian se tumbó en el suelo y, después de pronunciar esas dos
palabras, ningún otro sonido escapó de sus labios. La gente que
se agolpaba a su alrededor mostraba diferentes expresiones, con
diferentes reacciones y diversos grados de perplejidad. Un
hombre regordete que parecía ser chef dijo: — ¿Salvarlo? ¿Cómo
lo salvamos?
Alguien adivinó: — ¿Probablemente quiso ayudar a sacar la
espada?
Ese chef parecía bastante valiente y estaba a punto de subir y
darle una oportunidad cuando varias manos lo detuvieron al
instante. — ¡No lo hagas, absolutamente no!
Ese hombre estaba confundido.
— ¿Por qué no?
Los espectadores explicaron: — ¡No debes! ¿No has
escuchado? ¿No perdió XianLe la guerra? ¿Por qué perdieron la
guerra? Debido a esa enfermedad de la cara humana. ¿Por qué
había enfermedad de la cara humana? Porque había un Dios de
la desgracia y eso es...
— ¡¿Dios de la desgracia?! ¿¿De Verdad??
En el momento en que salieron esas palabras, nadie se atrevió a
dar un paso imprudente por más tiempo y todo alrededor de ese
enorme pozo con forma humana de repente se quedó vacío de
personas.
Después de todo, nadie sabía exactamente lo que le había
sucedido al Príncipe Heredero de la dinastía anterior. ¿Era él un
Dios de la desgracia? ¿Contraerían esa horrible enfermedad de
la cara humana si entraran en contacto con él? ¿O se
encontrarían en una desgracia total? Además, parecía que
incluso si no sacaban la espada, él no moriría por el momento. Si
podía caer de donde sea que cayó a tal altura y estrellarse tan
fuerte sin morir, entonces estaba más allá de los humanos.
Un momento después, alguien dijo tímidamente: —Tal vez
deberíamos informar esto a las autoridades…
— ¿No dijeron que esta Alteza Real ascendió y se convirtió en
un dios? ¿De qué sirve informar a las autoridades?
—Entonces, ¿qué debemos hacer?
La multitud parloteó y balbuceó, pero al final, no pudieron llegar
a una conclusión, por lo que terminaron enviando a alguien para
informar el incidente. Cualquier otra cosa estaba fuera de sus
manos.
— ¿Quería quedarse allí? Entonces que solo se acostara allí.
Dejémoslo en paz.
Por lo tanto, Xie Lian descansaba así en ese pozo con forma
humana, observando cómo las cabezas curiosas de las personas
disminuyen gradualmente y desaparecen lentamente. Los
carruajes que estaban bloqueados se desviaron a su alrededor y
los niños que jugaban en las calles fueron arrastrados de regreso
a la casa por sus padres. Todavía había una persona aquí y allá
que pasaba pero que estarían más lejos en la distancia. Xie Lian
permaneció inexpresiva en todo momento, sin decir una palabra.
Había un pequeño vendedor de agua que no podía soportar la
vista y le susurró a su esposa que estaba mirando el puesto: —
¿Realmente estaría bien dejarlo así? ¿Qué tal si le doy una taza
de agua?
La esposa de ese pequeño comerciante dudó un momento y
examinó sus alrededores, susurrando: —No lo hagamos. Si
realmente es un Dios de la desgracia, entonces nadie sabe qué
pasaría si te acercas demasiado.
Ese pequeño comerciante también dudaba, miraba a su
alrededor y un grupo de otros comerciantes como él en sus
puestos lo miraban, sus expresiones nerviosas, como si se
acercara, todos trazarían sus líneas y se mantendrían lejos, muy
lejos. Al final, todavía no se atrevió a salir por su cuenta y
abandonó la idea.
Y así, Xie Lian se quedó así desde la fina neblina de la mañana
hasta el sol abrasador del mediodía, luego hasta el anochecer y
se quedó allí hasta altas horas de la noche.
Entre ese momento, hubo muchas personas que lo vieron, pero
los que se acercaron fueron muy pocos y ciertamente no había
nadie que pudiera ayudar a sacar esa espada negra de su
abdomen.
En la noche profunda, no había un alma en las calles, pero Xie
Lian todavía estaba acostada en el suelo, mirando los cielos de
arriba y en la noche oscura, las estrellas centelleaban, sus
pensamientos errantes y misteriosos. De repente, una risa clara
y crujiente sonó desde arriba.
—Jajajaja... ¿qué estás haciendo?
Después de tantas visitas del dueño de esa voz, Xie Lian ya no
reaccionó tan violentamente como antes. Y al no haber recibido
su bienvenida enojado y aterrado, el dueño de esa voz tomó la
iniciativa de caminar sobre sí mismo y se paró junto a la cabeza
de Xie Lian, inclinándose y su voz incluso pareció sonar un poco
decepcionada.
— ¿Qué estás esperando? ¿Puedes parar?
Esa máscara medio sonriente y medio llorando estaba al revés y
casualmente bloqueó toda su visión. Se enfrentaron con solo
unos pocos pies entre sus caras y Xie Lian dijo fríamente: —Sal
de aquí, me estás bloqueando la vista y no puedo mirar el cielo.
Aunque le dijeron que se fuera, White no-Face no estaba molesto
en lo más mínimo y se enderezó riendo, sonando cada vez más
afable como un anciano que era tolerante con un niño mimado.
— ¿Qué tiene de bueno el cielo?
—Es más bonito que tú —Xie Lian respondió bruscamente.
— ¿Por qué tan mal genio? —White no-Face preguntó—. No fui
yo quien te apuñaló y no fui yo quien te dejó aquí esta vez. Hiciste
todo esto tú mismo. Incluso si no ha obtenido los resultados que
esperaba, ¿todavía puedes culparme?
—No es asunto tuyo —dijo Xie Lian.
White no-Face se rió con simpatía.
—Niño tonto. ¿Creías que alguien vendría a ayudar a sacar la
espada?
Capítulo 196: El hombre en el abismo recibe un sombrero de bambú bajo la lluvia
(parte uno)

Xie Lian reprendió con fuerza: —Sé que nadie vendrá, pero no es
asunto tuyo.
White no-Face preguntó lánguidamente: —Entonces, ¿por qué
hiciste un agujero para recostarte? ¿Estás estimulando a
alguien? Nadie llorará por ti en este momento.
Xie Lian respondió: —Estoy haciendo esto porque quiero. No es
asunto tuyo.
—Si alguien viene a ayudarte, ¿qué harás? Y si nadie viene a
ayudarte, ¿qué harás?
—… —Xie Lian comenzó a maldecir— ¿POR QUÉ ESTÁS TAN
LLENO DE MIERDA? ¡VOY A VOMITAR! ¡NO ES NINGÚN
ASUNTO TUYO, MALDITO, NINGUNO DE TUS MALDITOS
ASUNTOS!
Sus palabras se estaban volviendo cada vez más vulgares y
groseras, su tono cada vez más agravado, pero por mucho que
juró, solo sabía tantas palabras. White no-Face parecía estar muy
divertido mientras se reía a carcajadas, luego suspiró.
—Niño tonto. —Se dio la vuelta—. Igual de bien. De cualquier
manera, solo queda un día. Dejar que luches tontamente un poco
está bien. De cualquier manera, nadie vendrá a darte una sola
taza de agua o te ayudará a sacar la espada negra. Recuerda…
—White no-Face le recordó nuevamente—. Mañana al atardecer,
si aún no has desatado la enfermedad del rostro humano, la
maldición caerá sobre ti.
Xie Lian escuchó en silencio, sin mover una extremidad.
El tercer día, Xie Lian todavía estaba allí, en ese profundo pozo
con forma humana en el medio de la intersección; Ni siquiera su
postura había cambiado.
La multitud de hoy no era muy diferente a la multitud del día
anterior. Todos se desviaron lejos de él, siguiendo su camino.
Aunque el incidente con un extraño hombre cayendo del cielo
había sido reportado a las autoridades, cuando la otra parte
escuchó que podría ser el Dios de la desgracia el que realmente
no estaba causando ningún problema, simplemente acostado allí
como un cadáver, no lo hicieron. No quiero lidiar con eso y
acallaron el asunto con un vago; —Observaremos por unos días.
Quién sabe qué pasaría en unos días.
Varios niños curiosos vinieron corriendo, acuclillados al borde del
pozo para mirar a este hombre y levantaron una rama de árbol,
mordiéndole en secreto, pero Xie Lian era como un pez muerto
sin ninguna reacción. Se sorprendieron y quisieron arrojarle algo
para ver si eso provocaría algo, pero fueron descubiertos por sus
padres y fueron severamente instruidos antes de ser castigados
en casa.
El comerciante de agua del día anterior también seguía mirando
en su dirección. Xie Lian no había tomado una sola gota de agua
durante un día y una noche y una capa de piel seca y marchita se
formó en sus labios. Ese pequeño comerciante sintió pena y sirvió
un tazón de agua, parecía querer entregarlo, pero su esposa le
dio un codazo, haciéndole volcar el tazón, por lo que tuvo que
ceder.
Quién sabría si los cielos también querían unirse a la diversión y
después del mediodía, la lluvia comenzó a caer del cielo.
Los vendedores en las calles empacaron apresuradamente sus
puestos y los peatones también se gritaron el uno al otro para
apresurarse a casa y todos se fueron a toda prisa. Después de
un tiempo, la lluvia caía cada vez más fuerte y la cara de Xie Lian
estaba lavada, pareciendo aún más pálida y todo su cuerpo
estaba empapado.
Silenciosamente, la sombra de un hombre vestido de blanco
apareció junto a Xie Lian.
Nadie más en la calle parecía haber notado esta peculiar figura.
White no-Face lo miró condescendientemente.
—El sol está a punto de ponerse.
Xie Lian guardó silencio.
—No eres el Dios de la desgracia, pero preferirían creer que lo
eres, dispuestos a creer que no lo eres —White no-Face dijo—:
Érase una vez que desafiaste los cielos y creaste lluvia para
YongAn, aún ahora ni siquiera te donarían una taza de agua.
Perforarte con cien espadas, podría haberse hecho por la
desesperación, pero ahora, ni siquiera están dispuestos a hacer
algo simple como ayudarte a sacar una espada, todos
encontraron la tarea demasiado difícil.
Dijo lastimosamente: —Te lo dije antes. Nadie vendrá a
ayudarte.
Había una voz que gritaba histéricamente en el corazón de Xie
Lian:
Admítelo. Lo que dijo es correcto. ¡No hay, no hay, no hay!
Realmente no lo hay. ¡No hay una sola persona!
Como si hubiera escuchado este grito desesperado en el corazón
de Xie Lian, White no-Face parecía haber sonreído un poco,
extendió la mano y agarró la empuñadura de esa espada negra:
—Pero está bien. No te ayudarán, pero yo te ayudaré…
Luego, ejerció algo de fuerza, levantó la mano y sacó esa espada
negra del abdomen de Xie Lian, arrojándola a un lado junto a Xie
Lian con un sonido metálico.
Poco después, ese toque de sombra de tela blanca en la lluvia se
rió ligeramente como si hubiera tenido éxito, luego retrocedió,
dejando a Xie Lian a su suerte y desapareció.
Después de sacar esa espada negra, la herida de Xie Lian quedó
expuesta sin cobertura y al ser golpeada por la lluvia, el dolor ya
adormecido comenzó a extenderse una vez más. Sin embargo,
esto era lo único que podía sentir claramente en este momento.
Chapoteos, salpicaduras, el sonido de una serie de pasos
salvajes pisoteando el agua, como si hubiera un peatón corriendo
bajo la lluvia. Sin embargo, Xie Lian no estaba secretamente
esperanzado como antes.
Se incorporó lentamente, pero inesperadamente, justo cuando se
levantaba, se escuchó un fuerte grito de ¡AH! Y un hombre cayó
pesadamente a su lado.
Ese hombre llevaba una gran cesta en la espalda y llevaba un
sombrero de bambú para protegerse de la lluvia. Probablemente
fue debido a la lluvia torrencial que no había visto que había
alguien en el pozo en el camino y solo cuando se acercó y Xie
Lian se sentó de repente se dio cuenta. Además, este hombre
estaba corriendo muy rápido y para detenerse con tanta fuerza,
esta caída fue bastante pesada. Cuando cayó y se tumbó junto a
ese pozo con forma humana, instantáneamente comenzó a gritar
en voz alta en el acto
— ¡¡¡QUÉ MIERDA!!! —Su sombrero de bambú se había volado,
la canasta en su espalda fue derribada, todo ese arroz blanco
derramado por todo el suelo. Ese hombre se sentó en el suelo y
gritó con frustración, golpeando el suelo y el barro húmedo y el
arroz salpicaron la cara de Xie Lian. El hombre estaba indignado,
saltó tres pies en el aire y señaló a Xie Lian directamente en la
cara— ¡¿QUÉ DEMONIOS?! ESTE ANCESTRO TRABAJÓ SU
CULO PARA GANAR UN POCO DE DINERO PARA COMPRAR
UN POCO DE ARROZ Y AHORA TODO SE HA PERDIDO ASÍ,
¿CUÁNTA MALA SUERTE ES ESTA? ¡PÁGAME AHORA! ¡NO
TE SIENTES FINGIENDO ESTAR MUERTO, PÁGAME AHORA
MISMO!
Xie Lian no se molestó en darle una mirada y planeó ignorarlo.
Sin embargo, ese hombre era implacable y agarró a Xie Lian por
el cuello.
— ¿ESTÁS PIDIENDO TU MUERTE? Huh ¡ESTOY HABLANDO
CONTIGO!
—Sí —Xie Lian respondió con frialdad.
Ese hombre chasqueó la lengua.
—BIEN, SI QUIERES MALDITAMENTE MORIR, VETE A UN
LADO Y MUERE TRANQUILO, ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO
BLOQUEANDO EL CAMINO DE LA GENTE EN EL MEDIO DE
LA CALLE? ¡AUN NO PUEDES MORIR EN PAZ, QUÉ
RENUENCIA!
Xie Lian se dejó sacudir salvajemente por el collar, estoico e
inexpresivo, extremadamente entumecido.
Ser un ancestro. Maldecir todo lo que quieras. Ya nada importa,
así que solo maldice como quieras.
De cualquier manera, todo desaparecerá pronto.
El sol está a punto de ponerse.
Ese hombre agarró al Xie Lian de madera, presionando para que
Xie Lian le devolviera el pago y cuando Xie Lian no respondió,
maldijo el contenido de su corazón, pero aún no se calmó y solo
después de haber atosigado y empujado durante mucho tiempo
lo soltó. Levantó su sombrero de bambú en el suelo, se lo puso
sobre la cabeza y se alejó gruñendo. Xie Lian fue arrojado de
vuelta al hoyo con un ruido sordo y gradualmente, comenzó a
escuchar un ruido clamoroso más fuerte que el sonido de la lluvia.
Era el chillido de millones de almas de los muertos sellados
dentro de la espada negra.
Junto con la puesta de sol poniéndose poco a poco por el oeste,
comenzaron a gritar y aullar como locos dentro de la cabeza de
Xie Lian, vitoreando y regocijándose por la llegada de su libertad
y venganza.
Xie Lian levantó una mano y se cubrió la cara.
Justo cuando su otra mano estaba temblando para agarrar esa
espada negra en el suelo, de repente notó algo extraño.
La lluvia parecía haberse detenido.
No.
La lluvia no paró. ¡Era algo que se colocó sobre su cabeza,
ayudándolo a bloquear esa lluvia torrencial!
Xie Lian levantó la cabeza para mirar y vio a alguien agachado
delante de él, presionando el sombrero de bambú que tenía sobre
su cabeza sobre la cabeza de Xie Lian.
... ¡Era ese hombre el que le estaba maldiciendo en voz alta!
Miró al otro y el otro también le devolvió la mirada.
— ¿Por qué me miras así? ¿Qué, solo eran unas maldiciones y
realmente quieres morir? —Escupió en el suelo mientras
hablaba—. ¡Pareces tan miserable como si estuvieras llorando por
los muertos, qué mala suerte!
—…
Ese hombre era salvaje y agresivo antes. Ahora parecía sentirse
un poco culpable al pensar en eso y después de quejarse,
comenzó a tratar de explicarse: —Muy bien, fue mi culpa antes.
Pero te merecías todo ese regaño. ¿Quién te dijo que te volvieras
loco? Además, ¿a quién nunca le han maldecido antes?
Los ojos de Xie Lian estaban redondos y saltones, incapaz de
hablar.
Entonces, ese hombre se impacientó.
—Bien, bien, bien, bien, es mi mala suerte hoy, no tienes que
devolver ese arroz. ¿Por qué sigues acostado por aquí? Eres un
hombre adulto, no un niño, ¿estás esperando que tu mamá y tu
papá te recojan? Levántate, levántate, levántate, levántate.
Instó mientras tiraba y tiraba, levantando a Xie Lian y golpeándolo
con fuerza dos veces en la espalda.
—Levántate. ¡Vete a casa ahora!
Y así, Xie Lian fue sacado de este pozo con forma humana así y
casi cayó al suelo por esas dos bofetadas, sintiéndose
estupefacto. Cuando salió de allí, ese hombre ya se había ido.
Lo que quedaba era solo ese sombrero de bambú todavía en su
cabeza, recordándole que alguien lo había sacado, no era una
alucinación.
Quién sabría cuánto tiempo había pasado y White no-Face
reapareció detrás de él.
Esta vez, no sonrió y su voz ya no era tan fácil y despreocupada,
sino más bien vagamente disgustada y preocupada.
— ¿Qué estás haciendo?
La lluvia seguía cayendo, pero Xie Lian llevaba un sombrero de
bambú que le había regalado alguien, así que mientras su cuerpo
ya estaba empapado, al menos su cabeza y su cara ahora
estaban libres.
Pero, aun así, sus mejillas estaban húmedas.
Al ver que Xie Lian no estaba respondiendo, White no-Face
agregó oscuramente: —El sol está a punto de ponerse. Toma tu
espada, de lo contrario, ya sabes lo que sucederá.
Xie Lian no volvió la cabeza hacia atrás y solo dijo suavemente:
—Jódete.
— ¿Qué dijiste? La voz de White no-Face tenía un rastro de
escarcha.
Xie Lian se volvió hacia él y dijo con calma: — ¿No me
escuchaste? Entonces lo diré de nuevo.
De repente, su pierna voló violentamente, pateando atronador,
¡enviando a White no-Face a metros de distancia!
Su pie aterrizó, Xie Lian sostuvo su herida con una mano
mientras su otra señalaba la dirección en la que White no-Face se
había ido y usó su voz más alta, dando todo lo que tenía que gritar.
— ¡DIJE JÓDETE! ¿Quién crees que eres, para atreverte a hablar
así? ¡SOY EL PRÍNCIPE HEREDERO!
Sobre su rostro, dos líneas de lágrimas ya caían de sus ojos.
Una persona. Solo uno.
De Verdad.
¡Solo una persona fue suficiente!
Capítulo 197: El hombre en el abismo recibe un sombrero de bambú bajo la lluvia
(parte dos)

White no-Face fue enviado volando por su patada, pero él volteó


en el aire y aterrizó constantemente, gritando: — ¡¿ESTÁS
LOCO?!
¡Estaba indignado!
Después de tanto tiempo, era la primera vez que Xie Lian había
sido testigo de una reacción emocional tan intensa de esta criatura
y eso lo hizo sentirse extremadamente complacido. Agarró la
espada negra que estaba en el suelo y cargó hacia adelante.
— ¡No estoy enojado, acabo de regresar!
Esa patada antes no fue anticipada, pero ahora los siguientes
ataques no serían tan fáciles. White no-Face esquivó mientras
lloraba con frialdad: — ¿Te has... olvidado? ¡Cómo te dejaron tus
padres, cómo te trató tu gente, cómo te traicionaron tus fieles!
¡Solo por este hombre, este banal e insignificante transeúnte!
¿Ahora has olvidado todo?
— ¡No lo he olvidado! Pero... —Xie Lian blandió la espada y gritó
con enojo y vigor— ¡NO ES TU MALDITO ASUNTO!
White no-Face agarró la punta de la espada, la agarró con
demasiada firmeza y la sangre goteó, sus nudillos crujieron.
Lo estaba perdiendo un poco y murmuró incrédulo.
— ¡Basura inútil, basura inútil! ¡Eres realmente basura inútil!
Habiendo llegado tan lejos hasta este punto, puedes arrepentirte,
¡puedes retroceder!
Xie Lian también estaba presionando la espada, respondiendo
con los dientes apretados.
—Me das asco. ¡Así que me niego a convertirme en algo tan
desagradable como tú!
—… —White no-Face parecía haberse calmado un poco y
recuperó el tono de voz que sonaba como si todo estuviera bajo
su control—. No importa. Esta es solo tu última lucha frente a la
muerte. ¿Has olvidado lo que te dije? —Xie Lian respiró hondo y
White no-Face enunció cada palabra—. Las almas de los muertos
del campo de batalla fueron convocadas por usted. Ahora es muy
tarde. ¡No serán detenidos!
En medio de la fuerte lluvia, esa espada negra en la mano de Xie
Lian emitió un agudo grito resonante, apuñalándole las orejas y la
cabeza con dolor.
— ¿Qué harás? —White no-Face preguntó— ¿Vale la pena?
¿Asumir la maldición de diez mil vidas por esas personas?
Desde esa patada anterior, Xie Lian había estado en un estado
de sangre hirviendo por sus venas y sangre corriendo hacia su
cabeza; toda la espada balanceándose y las palabras que escupió
salieron directamente del corazón sin pensar en lo que debía
hacerse con lo que vino después. Ahora que había escuchado la
pregunta de White no-Face, tampoco sabía cómo responder: —
No verás lo que planeo hacer. ¡Antes de eso, me libraré de ti!
White no-Face resopló fríamente.
—Qué arrogante.
Entonces, Xie Lian sintió que su cuerpo se iluminaba y toda su
persona fue enviada a volar.
Al instante estabilizó su mente para encontrar su centro, pero
antes de encontrar el equilibrio, esa figura blanca brilló arriba y
golpeó con fuerza. Era como si Xie Lian se hubiera convertido en
una bola de hierro al ser fuertemente arrojado y después de un
fuerte golpe, se estrelló profundamente contra el suelo.
Si se dijera que Xie Lian tenía una esperanza de tres partes en
su mente, de que tal vez si explotara podría haber ganado, sin
embargo, después de este ataque, ahora estaba más que
despierto.
¡No podía ganar!
Muy fuerte; ¡para él, esta criatura era abrumadoramente fuerte!
Xie Lian nunca había pensado que ningún enemigo fuera
abrumador y solo en esas pocas ocasiones se enfrentó a Jun Wu
cuando un pensamiento tan raro apareció en su mente. Sin
embargo, aunque Jun Wu era realmente fuerte, era un poder que
estaba moderadamente restringido, deliberado y cuidadoso; un
opuesto completo de White no-Face. En su fuerza, había una
crueldad invasora maliciosa y una intención asesina llena de
resentimiento.
Entonces, solo tomó un golpe antes de que Xie Lian entendiera.
Nunca podría ganar contra White no-Face. Quizás solo había Jun
Wu que podría ser un rival para esta criatura.
¡Pero el él de ahora nunca podría hacer que su voz llegara a Jun
Wu!
Un pisotón violento y la bota blanca como la nieve de White no-
Face pisó el pecho de Xie Lian y dijo escalofriantemente: —
¡Desde el principio, fue tu arrogancia y tus ingenuos sueños lo que
causó todo!
Xie Lian podía sentir sus órganos retorcerse y retraerse del
pisotón, el dolor insoportable, pero aún contenía esa bocanada de
sangre.
—No. ¡No fui yo!
— ¿Huh? —White no-Face dijo desagradablemente.

Xie Lian extendió la mano y se aferró firmemente a esa bota, sus


ojos más claros que nunca, brillantes y brillantes.
—Eres tú quien trajo la enfermedad del rostro humano. ¡Eres tú
quien causó todo!
—… —White no-Face resopló—. Quizás. Si quieres pensar de
esa manera. —Luego, sonrió—. Pero debes entender que si no
fuera por tu arrogancia al desafiar los cielos, nunca habría
aparecido en este mundo. Nací por la voluntad del cielo.
Las llamas en los ojos de Xie Lian no fueron apagadas por la
fuerte lluvia; por el contrario, era cada vez más fuerte: — ¡Deja
de pensar tan bien de ti mismo! No necesito que me enseñes
nada, puedo aprender por mi cuenta. ¡Si representas la voluntad
del cielo, entonces algo como la voluntad del cielo debería ser
destruido!
Un trueno amortiguado rodó en el horizonte, soplaron remolinos.
La voz de White no-Face había caído más profunda.
Dijo suavemente: —Me tomé el mayor cuidado en enseñarte,
pero sigues siendo obtuso y terco. Príncipe Heredero, he perdido
la paciencia. —Xie Lian tosió varias veces y White no-Face
continuó—. Sin embargo, no hay diferencia. De cualquier manera,
hace tiempo que los despertó y ahora, solo se necesita dar el
último paso. Permíteme ayudarte con este último paso.
Xie Lian se alarmó.
— ¿Qué estás planeando?
White no-Face se inclinó y agarró la mano de Xie Lian, ¡y metió
esa espada negra en su mano, obligándolo a agarrarla y alzándola
al cielo!
Un rayo fulgurante cayó desde los cielos, inyectándose en el
corazón de la espada de la espada negra y reflejó hacia atrás.
Gruesas y densas nubes sombrías comenzaron a agitarse y un
mar de nubes negras envolvió todo el cielo de YongAn.
Innumerables caras, brazos, piernas y otras extremidades
rodaban dentro de él, como si el infierno se moviera al cielo.
Al mismo tiempo, el sol se había puesto.
Xie Lian yacía en el suelo, las nubes negras y un cielo lleno de
relámpagos y el trueno reflejado en sus ojos. White no-Face lo
arrojó y esa espada negra también cayó al suelo con un ruido
metálico.
Era como si millones de caballos estuvieran gritando y aullando
desde las nubes, el mismo desfile del apocalipsis y por todas las
calles y callejones, muchos se sobresaltaron y salieron a ver lo
que estaba pasando y todos parecían confundidos.
— ¿Qué está pasando?
— ¿Qué pasa con todo el ruido?
— ¿¿Qué demonios?? ¿Qué es eso en el cielo? ¿ES ESO UNA
CARA HUMANA?
— ¡ES UN CAOS! ¡ES LA SEÑAL OMINOSA DEL FIN DEL
MUNDO!
Xie Lian estaba cubierto de lodo y mugre y él tropezó mientras se
arrastraba desde el suelo, gritando: — ¡VAYAN A CASA!
¡REGRESEN A SUS CASAS! ¡NO SALAS! ¡VAYAN A CASA,
CORRAN!
¡La enfermedad del rostro humano estaba a punto de desatarse
una vez más!
Xie Lian agitaba fervientemente las manos mientras White no-
Face se paraba a un lado y se reía suavemente. Xie Lian giró la
cabeza y lo miró furioso. White no-Face se metió las manos en
las mangas y dijo con calma y facilidad: — ¿Por qué estás tan
enojado? De cualquier manera, ya no puedes retroceder, así que
¿por qué no simplemente disfrutar de la dulzura de la venganza?
Todo esto lo hacen tus manos, lo aprecio de todo corazón.
— ¿Tú... realmente crees que no puedo hacer nada al respecto?
—Dijo Xie Lian.
—Si tienes un camino, entonces, ¿adelante? —Dijo White no-
Face.
Xie Lian contuvo el aliento, luego tomó esa espada negra en el
suelo y caminó hacia donde está la multitud en la calle.
Todos lo reconocieron como el Príncipe Heredero de la dinastía
anterior que permaneció en la calle durante dos días, un fantasma
despiadado, un dios impío, un humano inhumano y todos
retrocedieron con temor. Xie Lian gritó: —TODOS USTEDES,
¡PAREN DONDE ESTÁN!
Por alguna razón, mientras estaba cubierto de lodo y mugre de
pies a cabeza en ese momento, había un aura extraña y todos
realmente se detuvieron.
— ¿Ven esas cosas en el cielo? —Preguntó Xie Lian. La multitud
asintió inconscientemente. Xie Lian continuó—. Esas cosas son
los espíritus resentidos que desencadenarán la enfermedad del
rostro humano. ¡Muy pronto, la enfermedad del rostro humano
volverá a estallar!
Ese mar negro de nubes era realmente aterrador y sin necesidad
de ser mucho más convincente, la multitud le creyó y todos
estaban horrorizados.
— ¿LA ENFERMEDAD DEL ROSTRO HUMANO?
— ¿POR QUÉ HA VENIDO DE NUEVO?
—PODRÍA SER REALMENTE…
Algunos estaban completamente perdidos, algunos se daban la
vuelta para huir, pero la mayoría de ellos estaban parados donde
estaban inquietos, esperando que él dijera más. Sin embargo, Xie
Lian no tenía más que decir y solo agarró la espada en su mano
y la levantó hacia adelante.
En el momento en que levantó esta escalofriante arma, la multitud
saltó y al instante retrocedió unos metros con miedo, pero Xie Lian
gritó de nuevo: — ¡TOMEN ESTO!
—… —La gente se quedó boquiabierta—. ¿Qué?
Bajo la lluvia, Xie Lian sostenía la espada en alto y dijo
sombríamente: —Mientras uses esta espada para perforarme, no
te afectará la enfermedad del rostro humano.
—… —La sonrisa de White no-Face pareció haberse
desvanecido por un momento. Un breve momento después, habló
con una voz relativamente tranquila—. Príncipe Heredero, ¿te has
vuelto loco?
La gente también estaba desconcertada.
— ¿Qué... qué estás diciendo?
— ¿Está loco?
— ¿Tomar la espada y apuñalarlo? ¿De verdad? ¿Qué está
planeando?
La multitud balbuceaba y murmuraba y una carcajada repentina
vino de White no-Face.
— ¿Has perdido la cabeza o no has tenido el gusto de ser
atravesado por cien espadas? No, esta vez, me temo que tendrá
que ser la penetración de un millón de espadas. ¡Abre los ojos y
mira al cielo!
De repente dejó de reír y dijo señalando al cielo: — ¡Los espíritus
resentidos han envuelto a todo YongAn! Lo que significa que si
quieres salvar a la gente común tendrás que hacer que YongAn
te apuñale, ¡y no te volverás más que un charco de carne en un
día! ¿En qué se diferencia un método tan tonto como este de
intentar desafiar los cielos y crear lluvia en ese entonces? ¿Crees
que puedes salvar a todos?
Xie Lian estaba de espaldas a él: —Si un día no es suficiente,
deja que te tome un mes; si un mes no es así, ¡dos meses, tres
meses! Si no puedo salvar diez mil, entonces salvaré mil; ¡Si no
puedo salvar mil, salvaré cien, DIEZ, INCLUSO SI ES SOLO
UNO!
White no-Face exclamó indignado.
— ¿POR QUÉ?
Xie Lian levantó esa espada con ambas manos y rugió en voz
alta: — ¡NO HAY RAZÓN O POR QUÉ! ¡¡¡PORQUE YO
QUIERO!!! INCLUSO SI TE LO DIJERA... —Volvió la cabeza un
poco hacia atrás—. UNA BASURA INÚTIL COMO USTED NO
ENTENDERÍA.
—… —El desdén condescendiente era demasiado obvio y
demasiado profundo y White no-Face levantó la voz
inconscientemente—. Tú, ¿cómo me llamaste?
Xie Lian dejó de preocuparse por él y se volvió con calma hacia
la multitud: —Solo una puñalada y todo estará bien. No moriré,
todos ustedes lo han visto por ustedes mismos en los últimos dos
días. Sin embargo, a todos solo se les permite un turno, sin perder
el tiempo y todos deben escucharme. Si alguien intenta comenzar
algo, le volaré la cabeza. Confíen en mí, una de mis manos puede
aplastar cientos de tus cabezas.
White no-Face estaba incrédulo.
— ¿Basura inútil que trajo la ruina a tu reino, te atreves a
llamarme basura inútil?
Nadie se atrevió a tomar la espada en la mano de Xie Lian, pero
nadie se atrevió a huir tampoco. Después de haber sido ignorado,
White no-Face se estaba hundiendo cada vez más en la ira oscura
y dijo fríamente.
—Muy bien. Entonces me sentaré y veré cómo tu obstinación te
arruinará. Sin embargo, no importa el final, lo has traído sobre ti.
Espero que al final no te desmorones y vengas llorando a mí con
pesar.
Después de avivar y empujar hacia adelante y hacia atrás, las
nubes negras en el cielo se volvían cada vez más densas y se
apretaban más, como si fuera a colapsar y los gritos de
innumerables rostros humanos parecían estar justo al lado de las
orejas. Finalmente, había un padre que estaba tan asustado que
no pudo soportarlo más y arrastró a un niño y tomó la espada.
—Voy a intentarlo con mi Xiao Bao, eh…
La gente del lado todavía dudaba y cuando lo vieron, exclamaron
sorprendidos: — ¿¿En verdad vas a intentarlo??
Ese padre también dudó mucho, pero se forzó a sí mismo y dijo
audazmente: —Pero... ¡Pero en realidad no parece que vaya a
morir! Lo siento, amigo, lo siento mucho. Mi Xiao Bao...
Él habló mientras levantaba la mano y cubría los ojos del niño
pequeño en sus brazos, dejando que el niño agarrara la espada
negra. White no-Face no interfirió y solo se rió burlonamente a un
lado. Xie Lian apretó los puños ligeramente, esperando que el
dolor atacara en el siguiente segundo, diciéndose a sí mismo en
su cabeza: Está bien. Ya me he lastimado demasiadas veces, me
acostumbraré a esto pronto.
Sin embargo, inesperadamente, justo cuando esa espada negra
estaba a punto de penetrar su intestino, alguien la golpeó
profundamente.
Xie Lian no recibió el dolor insoportable que anticipaba, pero en
cambio hubo un fuerte y claro.
— ¡NO PUEDES!
—…
Giró la cabeza para mirar. ¡El que derribó esa espada negra fue
en realidad ese pequeño comerciante de agua!
Ese pequeño comerciante se mezcló entre la multitud y parecía
incapaz de soportarlo más y salió.
—Digo, esto realmente no es un espectáculo bonito. ¿Todos
ustedes no ven la mancha en su estómago? Todo sangriento
¿Realmente no morirá? Incluso si no muere, aún sangraría, ¿no?
Ese padre arrugó la cara miserablemente.
—Pero... pero…
La esposa de ese comerciante de agua le dio un codazo en
secreto otra vez en la multitud, pero ese pequeño comerciante se
volvió hacia ella y le advirtió con un silencio: — ¡Deja de
codearme, si tienes problemas, hablaremos más tarde! —Luego
se volvió—. Además, no sabemos si realmente no contraeremos
la enfermedad si lo apuñalamos, así que ¿no apuñalamos a
ciegas?
Ese padre señaló al cielo: —Pero, pronto…
Justo en ese momento, el niño pequeño en sus brazos comenzó
a llorar y ese pequeño comerciante inmediatamente señaló: —
¡Mira, mira! ¡Hacer que tu hijo apuñale a la gente lo hace llorar!
Efectivamente, ese pequeño niño lloró profundamente y arrojó
esa espada negra al suelo. Probablemente tampoco sabía lo que
estaba pensando su padre, pero no obstante estaba asustado.
Por lo tanto, esto mató cualquier idea que el padre tenía en mente
y él empujó hacia la multitud que sostenía a su hijo. Hubo algunos
que estaban listos para intentarlo, pero cuando vieron que la
primera persona que dio un paso atrás se echó atrás, los que
estaban después no se sintieron tan valientes y gritaron desde la
multitud: — ¿No han oído lo que dijo? ? ¡La enfermedad del rostro
humano está a punto de descender sobre nosotros! ¡Es un Dios
de la desgracia, nos lo ha traído a la cabeza!
Sin embargo, ese pequeño comerciante respondió: —Pero
incluso si él es el Dios de la desgracia, ¿querría hacer esto
voluntariamente?
Siguió hablando y comenzó a molestar a algunas personas.
—SABES QUE ESTÁ DISPUESTO, ¿CUÁL ES EL PROBLEMA?
¿QUIERES QUE TODOS MUERAN JUNTOS?
—Solo concéntrate en vender tu agua. Sin hablar con gente con
regularidad, ¿qué haces sobresaliendo ahora...?
La esposa de ese pequeño comerciante siguió dándole codazos,
pero cuando escuchó que explotó al instante, gritó con la cara
roja.
— ¿¡MALDITO ENTRE MALDITOS, QUIÉN TIENE LA OSADIA?
¡VEN EN EL INFIERNO Y DÍGALO A MI CARA!
La otra parte retrocedió instantáneamente. Ese pequeño
comerciante también se sonrojó, pero poco después, se endureció
y dijo: — ¡DIGO! Si él está dispuesto es asunto suyo, pero si
actuamos en consecuencia es nuestro asunto. ¡Esto es tomar una
espada y apuñalar a la gente! Si en los últimos dos días le hubiera
dado agua o algo así, tal vez podría haber intentado todo esto,
pero... ¡no lo hice! ¿Quién lo hizo? En cualquier caso... ¡me
sentiría avergonzado!
Capítulo 198: El hombre en el abismo recibe un sombrero de bambú bajo la lluvia
(parte tres)

En el momento en que lo dijo, todos se callaron, porque


realmente dio en el clavo. En los últimos dos días, realmente no
había nadie que viniera a ayudar a Xie Lian. Este comerciante de
agua tenía al menos la mente para ayudar, simplemente no lo
logró, ¡pero los otros ni siquiera se atrevieron a mirar en su
dirección!
Alguien se quejó.
—Entonces, ¿qué debemos hacer ahora? Si no podemos hacer
esto, ¿por qué no se te ocurre algo?
La multitud estaba a punto de volverse ruidosa otra vez, algunos
incluso tratando de empujarse al frente y justo entonces, otra voz
gritó salvajemente: — ¿QUIÉN ESTÁ HACIENDO TODO ESTE
TEATRO? ¡SI ALGUIEN QUIERE ARREGLAR ESTO, ESTE
ANCESTRO TIENE UN CUCHILLO!
Cuando miraron, fue ese chef regordete el primero que quiso
sacar la espada el primer día que Xie Lian cayó del cielo. Algo
parecía haberlo provocado y él rugió: — ¡Ese pequeño amigo
tiene razón! Si no fuera por varias personas que me retuvieron
ayer, ¡casi habría sacado esa espada! Y ahora, ¿cómo es que
incluso antes de que me fuera, ustedes son los que hacen más
ruido? ¡PATÉTICO! ¿Crees que eres digno? Bueno,
¡ciertamente no ves pieles gruesas tan desvergonzadas todos los
días!
Ese chef era un hombre grande, su voz alta y clara y estaba en
el apogeo de su ira, con un cuchillo de carnicero en la mano, como
si acabara de salir de la cocina. Los que se quejaban más fuerte
antes al instante no se atrevieron a hacer más ruido. Hubo
quienes no sabían lo que había sucedido en los últimos días y
después de preguntar, todos se sorprendieron: — ¿De ninguna
manera? ¿Ninguno de ustedes subió a ayudar?
—Sí, ¿todos lo dejaron allí acostado por dos días? ¿Ni siquiera
lo ayudaron a sentarse ni nada?
Cuanto más hablaban, más se avergonzaban los demás y
respondían: —No hables como si hubieras subido a ayudar y di
todas esas cosas bonitas después del hecho. ¡No olviden que
cuando esas cosas horribles desciendan más tarde, ninguno de
nosotros se escapará!
—Je, entonces te diré que si estuviera allí, ¡definitivamente lo
habría ayudado a sacar la espada!
—Por supuesto, es fácil mover los labios después de que todo
haya terminado…
— ¡ESPEREN! ¿Sobre qué están discutiendo? ¡Tirar de la
espada no es el problema en este momento!
Mientras discutían, ambos bandos eran revoltosos y rebeldes,
una pelea a punto de ocurrir y la lluvia también se detuvo
lentamente. Sin embargo, esas nubes negras se estaban
volviendo más gruesas, la presión era tan densa que sofocaba a
los cientos de personas que estaban debajo. De repente, hubo
un grito que explotó dentro de la multitud y muchos dedos
señalaron hacia el cielo.
— ¡Viene!
La cabeza de Xie Lian también se alzó. Esos rostros humanos
rodando dentro de las nubes negras de repente comenzaron a
surgir y rápidamente se hundieron como estrellas fugaces negras
arrastrando largas colas detrás de ellos.
¡La enfermedad del rostro humano se acercaba!
La multitud quedó petrificada cuando se perdieron; algunos
huyeron, otros fueron a esconderse dentro de las casas y también
hubo algunos que fueron a buscar la espada negra. Sin embargo,
la espada negra que cayó al suelo había desaparecido desde
quién sabe cuándo y quedaron vacías.
Xie Lian estaba demasiado conmocionado por las reacciones de
la gente antes y solo ahora se dio cuenta y exclamó: — ¿Dónde
está la espada? ¿¿QUIEN LA TOMO??
Nadie tuvo tiempo de responder ya que todos huían en todas las
direcciones. Sin embargo, ¿cómo podrían ser más rápidos que
los espíritus resentidos que caen? ¡Pronto, a su alrededor
llegaron los lamentos y los gritos de los vivos y los aullidos de los
espíritus resentidos!
Después de que esos espíritus resentidos habían alcanzado a los
vivos, eran como un humo negro y espeso, implacable y pegajoso,
que entraban por cada poro y se fundían lentamente en sus
cuerpos. Xie Lian luchó arduamente tratando de expulsarlos,
pero, por desgracia, todavía había demasiados espíritus
resentidos y él solo no podía expulsarlos a todos. Vio impotente
como incontables ante él rugir y aullar mientras los perseguían los
fantasmas, ese pequeño comerciante de agua y su esposa y ese
gordito chef también rodaba por el suelo luchando con el enredo
del humo negro y todo mientras tanto, White no-Face estaba de
pie cerca, burlándose incesantemente, mirándolo todo.
Xie Lian estaba furioso y ansioso y al aceleró su corazón, rugió
al lugar que estaba más denso con espíritus resentidos.
— ¡HEY! —Él era el autor intelectual detrás de su despertar
después de todo y con esta llamada, esas criaturas naturalmente
lo notaron. Xie Lian abrió los brazos— ¡VEN A MÍ!
Los espíritus resentidos que ya enredaban a los vivos dudaron,
no decidieron si debían irse, pero los espíritus resentidos que
todavía estaban en el aire cambiaron de rumbo instantáneamente
y fueron directamente hacia Xie Lian.
¡Éxito!
El corazón de Xie Lian latía tan rápido que iba a detenerse. No
sabía qué pasaría y tampoco sabía qué sería de él. Pero, con
toda la sangre corriendo hacia su cabeza, iba a darlo todo. Sintió
que, incluso si era solo un esfuerzo por la reivindicación y lo
golpeaban negro y azul, aún nunca retrocedería; incluso si
vinieran otros cientos de miles de almas de los muertos, ¡todavía
sería invencible!
¿Quieres verme sentir pena por mí mismo y autodestruirme?
¡BIEN, NO LO HARÉ!
¡¡¡YO NUNCA LO HARÉ!!!
Enjambres de marea negra que cubrían los cielos hasta la tierra
rodearon a Xie Lian y un espíritu resentido gimió al pasar por su
cuerpo. En un instante, fue como si el corazón de Xie Lian se
hubiera congelado y su cuerpo se estremeciera. Poco después,
llegó un segundo, luego un tercero…
Esas criaturas eran como espadas con auras afiladas, que lo
atravesaban, penetraban en su cuerpo y, cada vez, le quitaban un
poco del calor que le quedaba y la cara de Xie Lian se volvía más
y más pálida. Sin embargo, se mantuvo decidido y nunca
retrocedió.
Solo habían sido unos cientos de ellos, solo se había mantenido
firme por un tiempo y habría muchos más después. ¡Todo este
cielo lleno de nubes negras eran todos ellos!
Xie Lian cerró los ojos, preparándose para enfrentarse a la furia
llameante de todos los espíritus resentidos por sus propios
poderes. Sin embargo, inesperadamente, el siguiente espíritu
resentido nunca llegó. Confundido, abrió los ojos y para su
sorpresa, ese enjambre de marea negra que cubría los cielos de
la tierra que lo rodeaba había desaparecido.
¡Desde entonces, todos se habían transformado en corrientes
negras y ondulantes y absorbieron en una dirección diferente!
Aturdido, Xie Lian volvió la cabeza para mirar. Al final de la larga
calle estaba un guerrero vestido de negro y en su mano agarraba
esa larga espada negra.
¿Wu Ming?
Xie Lian le había dado la orden de antemano de que se fuera
mientras Xie Lian activaba la enfermedad del rostro humano,
entonces, ¿por qué aparecería aquí en este lugar en este
momento?
Xie Lian no pudo entender qué estaba pasando y qué estaba
haciendo ese guerrero vestido de negro aquí, pero después de
estar aturdido por un momento, inmediatamente cargó hacia él
corriendo mientras gritaba: — ¡ESPERA! ¿QUÉ ESTÁS
HACIENDO? ¡NO TOQUES ESO! ¡Devuélveme la espada!
Ese guerrero vestido de negro parecía haber escuchado su voz y
alzó la vista ligeramente. Xie Lian no podía ver su rostro real y
solo vio esa máscara con una sonrisa dibujada. Sin embargo, un
sentimiento extraño vino a él.
Sintió que, debajo de la máscara de ese guerrero vestido de
negro, estaba sonriendo de verdad.
Sin embargo, ese sentimiento fue fugaz. Un norme torrente
negro y la marea gritando se mezclaron para formar una
tempestad y se acumuló, tragándose a ese guerrero vestido de
negro entero en un instante.
En ese momento, Xie Lian escuchó un grito desgarrador y
espeluznante.
Parecía haber escuchado esta voz desde algún lugar antes.
¡Debió haber escuchado esta voz en alguna parte antes!
Doloroso. Tan doloroso como si sintiera la misma agonía; tan
doloroso que era un destino peor que la muerte; tan doloroso que
tanto su corazón como su cuerpo iban a ser aplastados; tan
doloroso que cayó pesadamente al suelo de rodillas, abrazándose
la cabeza mientras gritaba también.
—AAAAAAAAAAAAAAAAAH!
Esa explosión de dolor insoportable en su corazón llegó
repentinamente y se fue igualmente rápido y después de un
tiempo desconocido, el silencio descendió lentamente sobre los
alrededores y Xie Lian también dejó caer gradualmente las manos
que abrazaban su cabeza.
Ligeramente aturdido, levantó la vista y examinó los alrededores
y a su alrededor se extendió un terreno cubierto de gente, la
mayoría de ellos inconscientes, pero todos los espíritus resentidos
que los enredaban habían desaparecido.
Esta escena lo confundió. ¿Qué pasó con la enfermedad de la
cara humana? ¿Qué pasó con los espíritus resentidos? ¿Qué le
pasó a sí mismo?
Tampoco quedaba rastro de ese torrente negro y lo único que
quedaba donde estaba ese fantasma sin nombre vestido de negro
era una espada negra que había caído al suelo. Y, al lado de la
punta de la hoja, había una delicada y pequeña flor blanca.
Xie Lian se arrastró asombrosamente y se acercó, recogiendo
esa flor y espada.
Sintió su rostro, miró sus brazos y no sintió en ningún lugar de su
cuerpo que pareciera diferente, como si hubiera tomado alguna
maldición poderosa. Justo cuando aún estaba desconcertado,
una voz repentina vino de detrás de él y dijo suavemente: —Ah.
Xie Lian se volvió y White no-Face estaba de pie detrás de él, con
los brazos cruzados y metidos en las mangas, sus amplias
mangas ondeando al viento.
Xie Lian aún no había procesado lo que había sucedido, pero
sintió una vaga sensación de presentimiento.
White no-Face lo miró y comenzó a reírse. Esa sensación de
presentimiento se estaba haciendo más fuerte y Xie Lian frunció
el ceño.
— ¿De qué te estás riendo?
White no-Face le preguntó en su lugar: — ¿Todavía no entiendes
lo que sucedió?
— ¿Qué? —Preguntó Xie Lian.
— ¿Sabes quién es ese fantasma? —Preguntó White no-Face.
—Ah, ¿un alma de los muertos del campo de batalla? Xie Lian
intentó.
—Sí. White no-Face respondió: —Pero al mismo tiempo, también
fue tu último creyente en este mundo. Ahora ya no está.
...¿Creyente?
¿Realmente todavía tenía un creyente en este mundo?
Fue un buen momento antes de que Xie Lian pudiera expresar
algunas palabras.
Dijo asombrosamente: — ¿Qué quieres decir con nada más?
White no-Face respondió lánguidamente.
—Su alma se había dispersado.
Xie Lian estaba teniendo dificultades para aceptarlo.
— ¿Cómo se dispersó su alma?
—Porque fue maldecido en tu nombre. Las almas de los muertos
que has convocado lo han devorado por completo, sin dejar ni una
migaja —dijo White no-Face.
—…
¿Las almas de los muertos que convocó?
¿Maldito en su nombre?
White no-Face continuó.
—Oh sí, es cierto. Tampoco fue la primera vez que lo conociste.
Xie Lian lo miró aturdido. White no-Face parecía divertirse.
—Este fantasma siempre te ha seguido. Al principio solo pensé
que poseía un resentimiento bastante profundo, así que lo atrapé
y lo interrogué. Quién hubiera sabido, las respuestas fueron
bastante interesantes. El Festival ZhongYuan, la noche de los
faroles, un alma de fuego fantasma errante. ¿Aún recuerdas?
Xie Lian murmuró: — ¿El Festival ZhongYuan? ¿Noche de
linternas? ¿Alma de fuego fantasma errante?
White no-Face insinuó perezosamente: —Este fantasma, en la
vida, era un soldado bajo tu mando. En la muerte, fue un alma de
muertos lo que te siguió. Él murió en la batalla por ti; convertido
en un fantasma vicioso porque te atravesaron cien espadas; pero
también gracias a ti, su alma pereció por tu desencadenamiento
de la enfermedad del rostro humano.
Xie Lian parecía recordar vagamente algo, pero ni siquiera había
visto la cara de este creyente, ni siquiera sabía su nombre,
entonces, ¿qué podía recordar realmente? ¿Cuánto podría
recordar realmente?
—Tal vez, realmente hay creyentes aquí que adoran a su alteza.
Si. Había.
¡Y, él era su único!
White no-Face parecía haber dicho muchas otras cosas, pero Xie
Lian se perdió en un aturdimiento, sin asimilar nada, hasta que
finalmente White no-Face dijo: —Un dios como tú es realmente
patético y ridículo. Y para ser tu creyente, es aún más patético y
ridículo hasta el extremo.
—…
Cuando se estaba burlando de Xie Lian antes, Xie Lian no tuvo
reacción, pero cuando escuchó a esta criatura comentar tan
condescendientemente sobre cómo su creyente era patético y
risible, fue como si Xie Lian fuera sacudido por una espada
punzante y una ira incontrolable.
Cargó, pero fue capturado fácilmente y White no-Face dijo
fríamente: —No puedes ganar contra mí de esta manera.
¿Cuántas veces debo decirte antes de que veas la verdad?
Xie Lian no había querido ganar contra él en primer lugar y no
importaba si no podía ganar. Él solo quería golpear esa cosa
hasta la médula y lloró enojado: — ¡QUÉ SABES! ¡CÓMO TE
ATREVES A BURLARLO!
White no-Face respondió: — ¿Por qué no me atrevería a
burlarme de un seguidor de un fracaso? Eres tonto y tu creyente
es aún más tonto. ¡Escucha! Si deseas vencerme, entonces
debes obedecer mis enseñanzas. ¡De lo contrario, nunca soñarás
con ganar contra mí!
Xie Lian quería escupirle con todo lo que tenía, pero incluso
respirar era una dificultad. White no-Face volteó su mano y la
abrió y dentro de su palma apareció otra máscara sonriente.
— ¡Ahora, comencemos de nuevo!
Estaba presionando esta máscara sobre la cara de Xie Lian
cuando inesperadamente, justo en ese momento, hubo un fuerte
ruido.
En el horizonte, relámpagos y truenos rugieron y una extraña luz
salió disparada de las capas de las nubes. White no-Face se
alarmó y se detuvo en su acción.
— ¿Qué es esto? ¿Una calamidad celestial?
Después de una pausa, lo descartó.
— ¡No, eso no es todo!
Eso no era todo.
Era una Calamidad Celestial, ¡pero eso no fue lo único!
La voz de un hombre resonó profundamente en todo el cielo.
—Si él no puede ganar contra ti, ¿qué hay de mí?
La cabeza de Xie Lian se alzó.
Desde quién sabe cuándo, un joven dios marcial vestido con una
armadura blanca y rebosante de aura propicia apareció al final de
la larga calle por delante. Una delgada capa de luz espiritual
blanca envolvió su cuerpo y sostuvo una espada en su mano
mientras caminaba hacia ellos paso a paso, abriendo un camino
de luz en este mundo sombrío y oscuro.
Xie Lian abrió mucho los ojos a pesar de sí mismo.
Jun Wu!
-----------------------------------------------------------------------------------
Después de que la lluvia cesó y el cielo se despejó, Xie Lian se
sentó en la tierra quemada jadeando ligeramente.
Jun Wu envainó su espada y se acercó.
—Xian Le. Bienvenido de nuevo a las filas.
Tenía una expresión cansada, restos de sangre todavía en su
rostro, que White no-Face dejó allí. Aparte de eso, Jun Wu estaba
cubierto de innumerables lesiones grandes y pequeñas por todas
partes. No eran graves, pero las heridas de White no-Face eran
más graves, tanto que su cuerpo fue destrozado, su forma
dispersa, dejando solo esa cara destrozada y sonriente.
Cuando lo escuchó decir, volver a las filas, Xie Lian se
sorprendió. Sintió su cuello y solo entonces notó que el grillete
maldito había desaparecido.
Jun Wu sonrió: —Como era de esperar, no me equivoqué. El
tiempo que tardó en regresar fue más corto de lo que había
imaginado.
Xie Lian procesó lentamente esta información y luego mostró una
pequeña sonrisa, pero la suya fue amarga.
Después de recuperar el aliento, habló: —Mi Señor, quiero
rogarte algo.
—Permitido —dijo Jun Wu.
— ¿No vas a preguntar qué es? —Preguntó Xie Lian.
—De cualquier manera, estarías pidiendo un regalo al regresar a
la Corte Celestial, así que sea lo que sea, podría ser mi regalo
para ti para que regreses a las filas.
Las comisuras de los labios de Xie Lian se torcieron y se puso de
pie, mirando a Jun Wu directamente a los ojos y dijo con el mayor
respeto: —Entonces, rezo para que Mi Señor me destierre al reino
mortal una vez más.
Al escuchar esto, la sonrisa de Jun Wu se desvaneció.
— ¿Por qué?
Xie Lian se explicó sinceramente: —He cometido un delito. La
segunda ronda de la enfermedad del rostro humano fue desatada
por mí. Aunque las consecuencias no parezcan demasiado
serias.
Dado que solo un fantasma sin nombre había desaparecido y tal
vez en este mundo, no habría nadie que se preocupara por este
fantasma sin nombre, así que al final, las consecuencias no
parecían serias.
Jun Wu dijo lentamente: —Si sabes lo que estaba mal, entonces,
ya estás en lo correcto.
Sin embargo, Xie Lian negó con la cabeza.
—Solo saber no es suficiente. Si cometí un error, debería ser yo
quien acepte el castigo, pero cometí el error y el que tomó el
castigo por mí fue… —Levantó la cabeza—. Entonces, como
castigo, oro que mi Señor me conceda un grillete maldito, no, dos
grilletes malditos. Uno para sellar mis poderes espirituales, otro
para dispersar toda mi suerte y fortuna.
Jun Wu frunció el ceño ligeramente.
— ¿Dispersar toda tu suerte y fortuna? Entonces, ¿no serás
desafortunado hasta el extremo y realmente te convertirás en el
Dios de la desgracia?
En el pasado, a Xie Lian sin duda le importaría mucho cuando lo
llamaran Dios de la desgracia y estaba muy repelido por eso,
pensando que era una gran humillación.
Sin embargo, ya no se preocupaba por esas cosas.
—Si voy a convertirme en un Dios de la desgracia, que así sea.
Mientras sepa por mí mismo que no soy uno.
Una vez que su fortuna se dispersara, fluiría naturalmente a los
menos afortunados, por lo que sería una forma de expiación.
—Sería muy vergonzoso —le recordó Jun Wu.
—No importa. —Xie Lian dijo: —Y para ser sincero, parece que...
ya casi estoy acostumbrado.
Aunque no era algo a lo que él quisiera acostumbrarse, pero, una
vez que se acostumbró, realmente sintió que nada podía dañarlo.
Jun Wu lo miró: —Xian Le, tienes que entender que, sin poderes
espirituales, ya no serías un dios.
Xie Lian suspiró: —Mi Señor, sé esto mejor que nadie.
Después de una pausa, dijo, un poco frustrante y un poco triste:
—La gente dice que soy un dios y que tengo poderes espirituales.
Pero, en verdad, no soy... el dios que ellos percibieron que era y
podría no ser tan invencible como lo deseaban.
» ¿Sería un dios un fracaso? Deseando proteger a mi propia
gente pero dejé que sus cadáveres extendieran la naturaleza;
deseando vengarlos, en el último minuto me detuve y abandoné
la trama. White no-Face no estaba equivocado acerca de que yo
fuera un fracaso. Si ya no soy un dios, que así sea.
Jun Wu lo miró con atención y después de un largo rato, dijo: —
Xian Le ha crecido.
Esto debería haber sido algo que Xie Lian escuchó de sus
mayores. Desafortunadamente, su padre y su madre no tuvieron
más oportunidades de decirlo.
Un momento después, Jun Wu dijo: —Dado que es el camino que
has elegido, entonces, muy bien. Sin embargo, necesitaré una
razón para desterrarte al reino de los mortales.
No podía desterrar tan casualmente a un funcionario celestial
como un juego de niños; ¿Por qué tomarían a los cielos?
Con respecto a esto, Xie Lian tuvo una idea y dijo: —Mi Señor,
¿no parece que alguna vez hemos luchado con todo lo que
tenemos?
Jun Wu entendió al instante lo que quería decir y sonrió.
—XianLe, estoy herido.
—También estoy herido —dijo Xie Lian—, así que estamos a
mano.
Jun Wu asintió.
—Si ese es el caso, entonces no me contendré.
Xie Lian sonrió, sus ojos brillaban con la emoción de la
perspectiva.
—Yo tampoco lo haré.

-------------------------------------------------------------------------------------

Su Alteza el Príncipe Heredero fue desterrado nuevamente.


Después de la deslumbrante y grandiosa segunda Calamidad
Celestial, el Príncipe Heredero de XianLe, feroz y truculento,
regresó a los cielos y antes de que acabara un tiempo de incienso,
el Emperador Marcial Celestial lo derribó una vez más. Ninguno
de los funcionarios celestiales pudo entender qué estaba
pensando ese hombre.
Pero, Xie Lian tampoco pudo entender lo que los otros
funcionarios celestiales estaban pensando.
¿Eran realmente tan curiosos? Mirándolo día tras día,
disfrazándose de mortales para observarlo, disfrazándose de
animales para observarlo, ¡han sido días en que lo han estado
acosándolo! ¿Era realmente interesante ver a un hombre adulto
llevar ladrillos y barro?
Justo cuando todavía se preguntaba, el capataz detrás de él gritó.
— ¡NUEVO, USTED, SÍ A USTED LE HABLO! ¡REGRESE AL
TRABAJO Y DEJE DE PARECER PERDIDO!
Xie Lian se sentó apresuradamente y respondió en voz alta.
— ¡OH!
Luego, tomó un abanico de totora y comenzó a avivar las llamas.
Ante él había una pequeña estufa apilada sobre varios ladrillos y
sobre la estufa había una olla grande de arroz burbujeando
mientras se cocinaba.
Este era un sitio de construcción donde arrastró tierra y barro.
Sin embargo, los ladrillos ya se habían transportado. No muy lejos
había dos templos de nueva construcción y su tarea en este
momento era cocinar. Él guisaba y cocinaba y justo cuando
estaba trabajando muy duro, llegaron dos carruajes que
transportaban dos estatuas divinas muy grandes. Xie Lian estaba
distraídamente arrojando lo que sea en la olla mientras robaba
miradas en el medio del trabajo.
Las dos estatuas divinas fueron llevadas a sus respectivos
templos. Dentro de la sala del templo a la izquierda, llegaron
vítores.
— ¡El general Xuan Zhen es genial! ¡El general Xuan Zhen es
generoso y amable!
Xie Lian estaba sin palabras.
Usar generoso y amable para alabar a Mu Qing, ¿esos devotos
eran reales?
Pero, parecían tener muy buenas razones. Después de todo,
todos sabían que Mu Qing ascendió porque limpió a todos los
espíritus obstinados y obstinados restantes en la antigua capital
de XianLe, por lo que entenderlo como generoso y amable no era
irrazonable. En cualquier caso, todos en la antigua capital de
XianLe estaban muy agradecidos con él.
Dentro del salón del templo a la derecha, los vítores se negaron
a ser heridos y rugieron.
— ¡El general Ju Yang es genial! ¡El general Ju Yang es valiente
y poderoso!
Xie Lian asintió con la cabeza. Esto no tenía objeciones.
Simplemente, ese elogio podría no ser cierto cuando se enfrentan
con mujeres.
Los devotos de ambos lados gritaban con todas sus fuerzas,
haciendo todo lo posible para ganarse al otro, tanto que las orejas
de Xie Lian le dolían y él suspiró, frotándose la frente pensando,
¿por qué deben ser así?
Si se odiaran tanto, ¿no se resolvería el problema no
construyendo templos uno al lado del otro?
La respuesta a eso fue: ¡por supuesto que no! Porque, esta área
era el dominio más bullicioso con el mejor fengshui, por lo que los
devotos de esos dos funcionarios celestiales nunca abandonarían
una tierra tan deliciosa solo para evitarse mutuamente; Por
supuesto, tenían que hacer todo lo posible para robarse los fieles
y asquearse unos a otros.
No pasó mucho tiempo antes de que los devotos de ambos lados
pasaran de gritar a pelear.
Por este lado, Xie Lian sintió que el momento era el correcto y
comenzó a golpear las ollas, gritando en voz alta.
— ¡TODOS, DEJEN DE LUCHAR! ¡VENGAN A COMER!
Estaban en el punto álgido de su pelea, ¿quién tenía tiempo de
preocuparse por él? Xie Lian sacudió la cabeza y abrió la tapa de
la olla y la fragancia flotó por diez millas. Ahora que lo había
hecho. La pelea se detuvo al instante y todos comenzaron a
aullar.
— ¿QUÉ MIERDA...? ¿QUÉ ES LO QUE HUELE?
— ¿QUIEN COCINA MIERDA?
— ¡¿Y ES UNA MIERDA QUE HUELE COMO FONDOS
INFERIORES?!
Xie Lian respondió: — ¡QUÉ! Esta es una receta real escondida
y atesorada…
El capataz se dio la vuelta con la mano cubriéndose la nariz, su
cara se puso verde y exclamó, poniéndose de pie.
— ¿QUÉ MALDITA OCULTA RECETA ATESORADA? ¡¿QUÉ
REAL?! ¿TÚ? ¡VETE AL INFIERNO DE AQUÍ! ¡NO DISGUSTES
A LA GENTE!
Xie Lian se comprometió.
—Muy bien, bien, me iré. Pero, ¿podrías darme mi paga
primero…?
El capataz exclamó enojado: — ¡¿INCLUSO TE ATREVES A
PEDIR PAGA?! ¿Por qué no me dices? HUH! ¡TÚ! ¡Desde que
llegaste! ¿CUANTO HE PERDIDO EN DAÑOS? Huh Cuando
llueve, los rayos caen en nada, ¡pero vienen solo para ti! Casas
incendiadas ¡TRES VECES! ¡Y SE ACABÓ TRES VECES
TAMBIÉN! ¡Eres como un Dios de la desgracia! ¡Y TE ATREVES
A PEDIRME PAGO! ¡FUERA DE AQUÍ! ¡VUELVE DE NUEVO Y
TE GOLPEARÉ!
—Bueno, no puedes decirlo así. —Xie Lian dijo—. Ya dijiste que
todas esas cosas venían especialmente a mí, pero no le pasa
nada a nadie más, así que digo que solo quieres escapar de tu
deuda. —Antes de que terminara, el capataz y todos los demás
compañeros de trabajo ya no podían quitar el olor de la olla y todos
huyeron, dejando a Xie Lian en el polvo—. ESPEREN —Gritó Xie
Lian.
Miró a su alrededor y las dos partes que estaban luchando
también fueron expulsadas por el hedor.
Xie Lian se quedó sin palabras y murmuró para sí mismo: —Si no
ibas a comerlo, ¿por qué tengo que cocinar una olla tan grande?
¿No desperdicias solo porque tienes el dinero?
Sacudiendo la cabeza, Xie Lian lo contempló, luego sirvió dos
grandes cuencos de arroz, uno ofrecido dentro del Templo de Ju
Yang, el otro dentro del Templo de Xuan Zhen.
Finalmente, sintiendo que todo cumplía su propósito, cerró las
manos, completamente satisfecho.
Regresó afuera para empacar sus cosas, enrolló la estera de paja
en el suelo muy en serio y la ató con la espada antes de cargar
ambas en su espalda.
La banda de seda blanca envuelta alrededor de su muñeca
acarició secretamente y Xie Lian le dio unas palmaditas,
enderezando el sombrero de bambú en su cabeza.
—Bien. No me pagues Iré a tocar en la calle.
Después de todo, todavía tenía un truco de especialidad: ¡romper
rocas en el pecho!
Mientras caminaba por el sendero, Xie Lian notó de repente que
había una delicada y pequeña flor roja al costado del camino,
bastante preciosa y se agachó, tocando suavemente sus pétalos,
sintiéndose bastante alegre y le dijo: —Espero que nos veamos
de nuevo.
Incluso después de haberse perdido a la distancia, esa pequeña
flor roja todavía se balanceaba en el viento.

-------------------------------------------------------------------------------------

Fin del libro 4


Heaven Official´s Blessing
- Mò Xiāng Tóngxiù -
(Libro V)
Heaven Official´s Blessing

Hace ochocientos años, Xie Lian era el Príncipe Heredero del


reino XianLe; uno que fue amado por sus ciudadanos y recibió el
amor del mundo. Como era de esperar, ascendió a los cielos a
una edad muy temprana. Ahora, ochocientos años después, Xie
Lian asciende a los Cielos por tercera vez como el hazmerreír de
los tres reinos. En su primera tarea como dios, se encuentra con
un misterioso demonio que gobierna a los fantasmas y aterroriza
a los Cielos...... pero sin que Xie Lian lo sepa, este rey demonio
le ha estado prestando atención durante mucho, mucho tiempo.

Otros nombres: Tiān Guān Cì Fú, Bendición del Oficial Celestial.

Autor: Mò Xiāng Tóngxiù (墨 香 铜臭)


Año: 2016
País: China.
Géneros: Acción, Aventura, Comedia, Drama, Misterio, Romance,
Sobrenatural, Xianxia, BL.
Capítulo 199: Dominar el cielo y la tierra; El ser divino atraviesa
el horno (parte uno)

Xie Lian yacía en ese suelo frío, su rostro aún cubierto con esa
máscara medio sonriente, medio llorando y White no-Face estaba
a su lado, parecía admirar esta apariencia que se parecía
exactamente a la suya.
Esa máscara sonriente que lloraba estaba presionada con fuerza
contra la cara de Xie Lian con algún tipo de fuerza peculiar y no
podía quitársela sin importar cómo lo intentara. White no-Face
dijo: —Solo sigue así. Deja de malgastar tu fuerza en luchas sin
sentido. ¿Quieres dejar este lugar? Mientras sigas mis
instrucciones, puedes salir fácilmente del horno.
Xie Lian fingió que no existía.
White no-Face siempre buscó el desprecio de él, pero no se rindió
y suspiró: —Podríamos habernos convertido en el maestro y
discípulo más fuerte y en el mejor de los amigos, ¿por qué debes
ser tan rebelde?
Xie Lian finalmente dejó de hacer lo que estaba haciendo y
respondió con disgusto: —Deja de usar ese tono como si hubieras
pasado por todas las vicisitudes de la vida y hayas visto los
corazones de los hombres. Realmente no quiero tener un
maestro y un amigo como tú.
Su repulsión era innegablemente obvia y White no-Face se burló.
—Sé que, en tu corazón, los únicos que pueden guiarte son
Guoshi y Jun Wu, ¿estoy en lo cierto?
Su tono era extraño, lleno de desdén y ridículo. A Xie Lian no le
importó enredarse con ese tema y decidió preguntar algo más: —
Lang Ying, ¿fue el primer Príncipe Heredero de YongAn?
Lang Ying era de YongAn, había contraído la enfermedad del
rostro humano y ese pequeño príncipe heredero era el único en el
que Xie Lian podía pensar quién podría ser una posibilidad. White
no-Face respondió: —Eso es correcto. Él era el príncipe heredero
que noqueaste y abandonaste en el Palacio de Yong y luego
prendiste fuego después de haber matado el cadáver de Lang
Ying en millones de piezas.
Ese príncipe heredero de YongAn era el único sobrino de Lang
Ying, por lo que probablemente fue entonces cuando los restos
de esa enfermedad de la cara humana lo infectaron. Xie Lian
luego preguntó: — ¿Por qué su enfermedad no afectó a nadie
más?
White no-Face respondió: —Porque la gente en el Palacio de
YongAn descubrió que se había infectado. Para no afectar a
nadie más, se dio la orden de sofocarlo con una manta en secreto,
pero él luchó y luchó, luego huyó.
Y luego YongAn anunció al mundo exterior que tanto el Rey de
YongAn como el Príncipe Heredero fallecieron por enfermedad. A
través de cualquier conflicto interno, otro de los sobrinos de Lang
Ying se estableció como el Príncipe Heredero y ese fue el
ancestro de Lang Qian Qiu.
— ¿Cómo lograste engañarlo? —Preguntó Xie Lian.
—No lo engañé —respondió White No-Face—. Solo le dije la
verdad, quién era el criminal responsable de que se convirtiera en
un monstruo. Mientras me prestara un poco de él, ayudaría a
vengarlo.
— ¿Llamas a eso un poco? —Xie Lian estaba incrédulo—. ¡Te
lo tragaste todo como nutrientes!
White no-Face respondió en voz baja: —Con su apariencia, ni
hombre ni fantasma, nadie lo trataría con sinceridad, por lo que
permanecer en este mundo es sufrimiento en sí mismo.
De repente, Xie Lian dijo: — ¿Su alteza real?
En ese instante, Xie Lian se dio cuenta, esa criatura
probablemente quería responder a esa dirección, pero se
contuvo.
Por lo tanto, Xie Lian intentó de nuevo: —Tú. Eres el Príncipe
Heredero de WuYong, ¿verdad?
Una vez que las palabras salieron de sus labios, pudo sentir el
calor sofocante dentro del horno que se había solidificado.
En el momento en que Xie Lian había caído, había estado
considerando esta pregunta.
La razón por la que pudo entender el lenguaje que se escuchó de
las bocas de esas ratas come cadáveres debía ser porque entre
Jun Wu, Guoshi y White No-Face, alguien le había trasplantado
una parte de sus recuerdos y sentimientos. Lo que también
significaba que, entre los tres, al menos uno era de WuYong. Jun
Wu nació más tarde que la caída del Reino de WuYong, por lo que
Guoshi y White no-Face fueron los más sospechosos.
¿Por qué se rechazó a Hua Cheng del horno? No sería porque
fuera un Supremo, porque Xie Lian lo había confirmado con él que
incluso los Reyes Fantasmas que se habían convertido en
Supremos podrían volver a entrar en el Horno, de la misma
manera que un funcionario celestial podría pasar por otra
Calamidad Celestial después de la ascensión. Sin embargo,
todavía desapareció a medio camino. ¡La explicación más directa
que Xie Lian pudo pensar fue que este Horno obedeció la orden
de White No-Face!
Entonces, ¿cuál era la identidad de White no-Face más
probable?
Un momento después, hubo un silencio mortal en la oscuridad y
Xie Lian repitió con certeza: —Eres el Príncipe Heredero de
WuYong.
Finalmente, White no-Face ya no estaba en silencio.
Se lanzó hacia Xie Lian, con las palmadas fuertes y afiladas y
esta vez, fue el turno de Xie Lian para esquivar. Se levantó de un
salto y preguntó mientras esquivaba: —Alteza, tengo una
pregunta para usted. ¿Cómo es que nunca le muestras tu
verdadera cara a nadie?
White no-Face dijo sombríamente: —Su Alteza, le advierto que
no se dirija a mí con ese título.
—Me llamas Su Alteza entonces, ¿por qué no puedo dirigirme a
usted de la misma manera? —Reprendió Xie Lian—. No
responderá, así que tendré que adivinar. Solo hay dos razones
por las que no quieres que nadie vea tu verdadera cara. O eres
alguien que conozco, o alguien que no conozco, pero una vez que
veo tu rostro real, fácilmente podría descubrir quién eres; o bien,
tu verdadera apariencia es extremadamente fea, ¡tan fea que no
puedes soportarlo tú mismo! Al igual que…
Dos zumbidos más tarde, un dolor agudo le subió por el brazo y
fue White no-Face quien lo agarró por la fuerza: —Mi querido
príncipe heredero, ¿es porque he sido un poco demasiado
amigable que sentiste que ya no necesitas temerme?
Esta voz rebosaba de escarcha y mientras sufría, Xie Lian aún se
aferraba a su conciencia. White no-Face parecía estar realmente
enojado y él tomó esa espada negra, forzándola hacia Xie Lian.
— ¿El nombre que le diste a esta espada es Fang Xin?
Observando con ojos sin pestañear cómo esa espada
escalofriante se acercaba más y más a su propia garganta, la
expresión de Xie Lian permaneció sin cambios.
— ¿Es eso un problema?
White no-Face dijo: —No sabes cómo dar nombres. Escucha
bien, el nombre original de esta espada es Zhu Xin.1
De repente, Xie Lian abrió mucho los ojos.
— ¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!
Sin embargo, White no-Face no se molestó en mirar hacia atrás.
— ¿Quieres usar el truco de un niño para pelear conmigo?
Xie Lian estaba perplejo.
— ¿Tú... no te diste cuenta?
White no-Face dijo fríamente: —No hay nada, entonces, ¿qué
hay para notar?
No se dio cuenta, pero Xie Lian sí lo hizo.
Anteriormente, la espada de Fang Xin reflejaba la luz del fuego
en el suelo y esa luz del fuego pasó más allá del muro de piedra
sobre ellos. Fue en ese instante que Xie Lian vio una cara.
Xie Lian podría jurar que no se equivocó en lo que vio.
¡Definitivamente vio un rostro humano, un gigantesco rostro
humano!
El cultivo de White no-Face solo podría ser más fuerte que el de
Xie Lian, entonces, ¿cómo podría no darse cuenta?
A menos que... ¡fuera algo más aterrador que White No-Face!
El tiempo que tardó en mirar esa cara fue demasiado corto, pero
la visión permaneció en su memoria; esa cara tenía las cinco

1
[芳心] Fang Xin, significa Afecto de una mujer joven; [誅 心] Zhu Xin, significa
Intento de ejecución O Corazón ejecutado.
características, y... parecía familiar. Xie Lian sintió un ligero
escalofrío en la espalda.
— ¡Hay algo más dentro de este horno!
Sin embargo, White no-Face respondió: —Aparte de usted y yo
dentro del horno, solo hay rocas y lava.
Xie Lian estaba a punto de decir más cuando de repente, pensó
para sí mismo: Espera... ¿Rocas? ¿Cara? ¿Familiar?
Las luces se encendieron y cayó sobre él y Xie Lian descubrió
qué era lo que veía.
¡Así que era fue todo!
Una vez que lo supo, las manos de Xie Lian comenzaron a formar
sellos rápidamente a sus espaldas. White no-Face notó su
movimiento y dijo: —No tiene sentido, incluso si usted...
Sin embargo, inesperadamente, antes de que terminara, un gran
crujido vino desde atrás y por encima de ellos. Al mismo tiempo,
¡rocas y tierra cayeron como una tormenta!
White no-Face sintió que algo venía por él y rápidamente se alejó
para esquivar el ataque. Ciertamente parpadeó lo
suficientemente rápido, nadie podría ser más rápido que él y
debería haberlo esquivado perfectamente. Solo que,
desafortunadamente, lo que lo atacó fue demasiado gigantesco.
Era una mano gigante, sus dedos se apretaron en un puño y se
derrumbó fuertemente, ¡justo sobre White No-Face!
Esta mano era una mano gigante hecha de piedra.
Realmente era demasiado grande; solo un puño podría rivalizar
con una mansión y la luz del fuego en el suelo solo podía iluminar
esta parte. Todo sobre la muñeca todavía estaba empapado en
la oscuridad.
En medio del crujido de las rocas, giró sobre su mano y abrió la
palma hacia Xie Lian. Aunque gigantesca, sus dedos eran largos
y delgados, las articulaciones exquisitas y delicadas, capaces de
sostener flores y empuñar espadas. Xie Lian agarró la espada,
tropezó mientras se arrastraba desde el suelo y saltó al corazón
de esa palma. Justo cuando esa mano estaba a punto de
levantarlo, Xie Lian de repente recordó que olvidó algo y lloró
apresuradamente.
— ¡ESPERA! —Luego saltó para agarrar su sombrero de bambú
antes de volver a saltar. Entonces, esa mano gigante se levantó,
alejándose cada vez más de la luz del fuego. Xie Lian también
podía sentir que iban más y más alto y sus manos formaron sellos
una vez más—. ¡VÉ!
Con esa orden, pudo sentir una ligera sensación de caída, como
si el gigante que lo sostenía hubiera doblado las rodillas y se
estuviera preparando. Al segundo siguiente, sintió que todo su
cuerpo se hundía de repente; ¡Ese gigante cargó hacia el cielo y
fue directo a estrellarse contra esa boca sellada del volcán del
horno!
¡RETUMBAR! ¡RETUMBAR! ¡RETUMBAR!
Junto con violentos temblores, Xie Lian escuchó el sonido
extremadamente obvio de un crujido.
¡Ese era el sonido de rocas de piedra incapaces de soportar un
choque tan violento y estaban a punto de romperse!
Poco después, una cadena de luz blanca se filtró desde arriba.
¡Había escapado!
La parte superior sellada del horno se abrió paso y una inmensa
luz blanca cegadora se filtró a medida que los torbellinos se
retorcían, chillaban y aullaban.
Xie Lian estaba de pie en la palma de ese gigante, con una mano
presionando el sombrero de bambú en su cabeza mientras otra
bloqueaba la tormenta de nieve que le llegaba a la cara. El
sofocante aire caliente fue barrido por completo y Xie Lian inhaló
profundamente una bocanada de aire helado y fresco antes de
gritar: — ¡SAN LANG…!
Su primera sílaba todavía resonaba cuando, en un instante, un
par de manos lo abrazaron por detrás. Xie Lian se puso rígido al
principio y miró hacia abajo, pero cuando vio que eran mangas
rojas y brazaletes plateados alrededor de su cintura, se relajó.
Una voz profunda y triste llegó por encima de sus oídos.
— ¡Me estaba volviendo loco!
Al escuchar esto, Xie Lian se dio la vuelta apresuradamente,
ahuecó esas mejillas con las manos y dijo: — ¡No te vuelvas loco,
no te vuelvas loco, ya he salido!
Era Hua Cheng. El cabello negro de Hua Cheng estaba
despeinado, sus ojos un poco perdidos. Esa máscara sonriente
de llanto que Xie Lian no pudo quitar, sin importar cuánto lo
intentó, fue fácilmente arrancada por él y arrojada. Xie Lian no
sabía por qué tenía que usar sus manos para ahuecar las mejillas
de Hua Cheng, pero lo hizo inconscientemente, probablemente
para poder consolarlo, pero también porque Xie Lian tenía miedo
de que la tormenta de nieve congelara la cara de Hua Cheng.
Después de todo, por mucho tiempo que Xie Lian se hubiera
quedado dentro del horno debía haber sido mucho tiempo que
Hua Cheng se quedó cuidando la boca del volcán.
Entraron juntos perfectamente bien, pero uno fue arrojado de
repente y sin saber nada de lo que estaba sucediendo dentro, ¡por
supuesto que se volvería loco!
Hua Cheng abrazó a Xie Lian con fuerza y dijo
desesperadamente: —No podía entrar en el horno sin importar lo
que hiciera, ¡y tenía que salir por su cuenta! Estoy realmente tan
jodido...
Xie Lian rápidamente dijo: —San Lang, está bien, ¡realmente está
bien! ¡Además, no me abrí paso por mi cuenta!
Hua Cheng finalmente se calmó un poco y preguntó: — ¿Qué?
Gege, ¿cómo saliste?
—Me ayudaste a romperlo. —Xie Lian respondió—. Mira.
Dijo mientras señalaba hacia arriba y Hua Cheng miró hacia
donde apuntaba.
En medio de la nieve y los vientos, una escultura gigante de un
hombre tallado por las piedras de las montañas se erguía con
escarcha sobre su cara, vagamente como si estuviera
sosteniendo los cielos y de pie sobre la tierra. Y en ese momento,
los dos estaban parados en el corazón de la palma de esa estatua
gigante.
Los contornos de la cara de esa estatua eran suaves y hermosos,
ojos largos y elegantes, los labios refinados y las esquinas
curvadas ligeramente hacia arriba, como si sonriera pero no,
cariñoso pero no frívolo, sin expresión pero no cruel; Era una cara
de compasión y belleza.
¡Era la cara de Xie Lian!
Xie Lian levantó la cabeza para mirarlo a la cara y dijo
suavemente: — ¿Es este el que me hablaste? ¿La mejor estatua
divina que has esculpido?
—… —Hua Cheng también lo miró y pasó mucho tiempo antes de
que sus ojos volvieran a mirar a Xie Lian que estaba a su lado—.
Hum.
Esta estatua divina de piedra gigante debe haber sido esculpida
cuando Hua Cheng quedó atrapado dentro del horno, cuando fue
golpeado severamente y sufrió un intenso sufrimiento.
A lo largo de los siglos, siempre estuvo oculto dentro de la
oscuridad más profunda de TongLu y una parte aún estaba
cubierta de hiedra. El horno era su caverna natural y peligrosa y
era el único dios de esta caverna más espectacular.
Él y el horno eran de un solo cuerpo, compuesto del mismo
material. De lo contrario, si se tratara de una estatua divina tallada
en rocas ordinarias, no habría podido escapar del horno en
absoluto y solo se rompería en pedazos; y si no fuera Xie Lian, o
si antes de saltar, Hua Cheng no le hubiera dado a Xie Lian
suficientes poderes espirituales, Xie Lian no habría podido
convocar y mover esta estatua divina.
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng.
—Entonces, San Lang, he salido. Nos hemos abierto camino
juntos.
Capítulo 200: Dominar el cielo y la tierra; El ser divino atraviesa
el horno (parte dos)

Justo en ese momento, los dos de repente sintieron una ola de


temblores al mismo tiempo y ambas sonrisas se desvanecieron,
reemplazadas por tensión y guardia. Xie Lian se preguntó con un
poco de nerviosismo: — ¿Qué está pasando? ¿Es esta estatua
divina la que tiembla? No va a colapsar, ¿verdad?
La parte superior sellada del horno eran millones de rocas
tonificadas llenas de maldad después de todo y si esta estatua
gigante de piedra se iba a desmoronar porque se rompió por la
entrada, entonces se sentiría arrepentido.
—No te preocupes, está bien. Es la montaña la que tiembla. —
dijo Hua Cheng.
Efectivamente, debajo de ellos, una pesada capa de nieve se
derrumbó como un torrente y algunas áreas ya tenían el cuerpo
de la montaña expuesto. Parecía que algo estaba a punto de
atravesar el horno.
Hua Cheng se protegió frente a Xie Lian y Xie Lian comentó: —
Es White no-Face.
Por supuesto, él no creía que un golpe de esta estatua divina
gigante pudiera noquear a White no-Face antes y como mucho
haría que esa criatura vacilara por un momento, por lo que Xie
Lian estaba en alerta máxima. Sin embargo, ni un momento
después, ambos podían sentir el aire caliente abrasador que
soplaba en sus caras.
Ese aire abrasador brotó de la boca del volcán con un fondo que
no se podía ver y había un olor a azufre. Xie Lian sintió
instintivamente que se acercaba el peligro y Hua Cheng también
dijo sombríamente: — ¡Gege, vamos!
Xie Lian formó un sello manual, luego, poco después, con Hua
Cheng a cuestas, saltaron sobre la muñeca de esa estatua divina
gigante y corrieron por su brazo, deteniéndose y manteniéndose
firmes en su hombro. Esa estatua divina obedeció su orden y
despegó con un gran paso gigante, siguiendo la corriente de nieve
rodante, un tobogán fue de varias millas y sus olas de nieve se
estrellaron alrededor de su cuerpo. Sin embargo, debido a que
ambos brazos estaban abiertos, aunque era un cuerpo de un
millón de toneladas, aún mantenía un buen equilibrio. Sin
embargo, solo se deslizaron hasta la mitad de la montaña antes
de que toda la montaña temblara aún más fuerte y esa estatua
divina también parecía tambalearse por los temblores. Xie Lian y
Hua Cheng levantaron la vista y oyeron un ruido gigante. En la
cima del horno, ¡una columna negra de humo negro explotó!
Este sonido gigante sacudió los cielos y la tierra, más ese pilar
de humo apocalíptico, Xie Lian estaba completamente
estupefacto. Solo pasó un instante antes de que todo el cielo
estuviera envuelto por una espesa nube negra de humo. Dentro
de esas nubes negras que ocultaban el sol, innumerables rostros
humanos, brazos, piernas y otras extremidades giraban y se
enredaban, extremadamente horripilantes. Xie Lian solo había
presenciado una escena como esta hace cientos de años y ahora,
¡la estaba viendo de nuevo!
— ¿Eso es? —Xie Lian se quedó boquiabierto.
Hua Cheng respondió solemnemente: —Las almas de los
muertos del Reino de WuYong.
Parecía que todas las personas de WuYong que fueron
enterradas vivas por la erupción volcánica estaban allí. De
repente, Hua Cheng alertó: — ¡Gege, abajo, a unos diez metros
de distancia!
Las palabras solo salieron de sus labios antes de que Xie Lian ya
hubiera ordenado que la mano derecha de esa estatua de piedra
gigante se aplastara.
Unos diez metros más abajo, en la nieve, en ese campo blanco,
se alzaba la figura de un hombre vestido de blanco y era White
No-Face. Parecía haberse fundido en uno con la nieve, pero aún
no podía engañar a sus ojos. Grandes y gruesas capas de nieve
soplaron como un tsunami blanco gigante de ese golpe, pero el
ataque no alcanzó su objetivo.
Como ya había caído bajo este movimiento en la oscuridad una
vez, White no-Face estaba naturalmente preparado. La figura
blanca brilló y en el segundo siguiente, su forma apareció en la
rodilla de esa estatua divina gigante. Esa estatua gigante de
piedra no dudó antes de que se estrellara contra su propia rótula.
Sin embargo, la bofetada todavía estaba a mitad de camino antes
de que Xie Lian reaccionara y apretara los dientes para ejercer
fuerza, tirando de la fuerza hacia atrás, pensando: — ¡Uf, eso
estuvo cerca!
La parte superior sellada de ese horno se rompió por la fuerza
por esta estatua gigante de piedra, por lo que si Xie Lian le
permitía estrellarse contra su propia rótula, si no controlaba bien
la fuerza, entonces podría perder una extremidad. Quizás, esa
fue la razón por la cual White no-Face subió intencionalmente. Xie
Lian frenó instantáneamente en este lado, mientras que en el otro,
Hua Cheng sacó lánguidamente la larga y esbelta cimitarra
plateada mientras ordenaba a White no-Face: —Apártate.
White no-Face miró hacia ellos. Hua Cheng dijo fríamente: —
Esta estatua divina no es para que la manches.
De repente, Xie Lian exclamo: — ¡SAN LANG!
Señaló por encima de la cumbre del horno. Había algo detrás de
esa columna de humo negro que también se apagó. Algo carmesí
y dorado, que fluía y ardía.
¡Lava!
Esa lava dorada carmesí rodó y se mezcló con el humo negro,
envolviendo los cielos y la tierra y fluyó hacia abajo desde la boca
del Horno. Aprovechando esta oportunidad, White no-Face saltó
abruptamente y desapareció en la nieve. A Xie Lian tampoco le
importó atraparlo y gritó: — ¡CORRE!
Esa estatua divina gigante escuchó su orden y despegó en
grandes pasos, ¡DONG! ¡DONG! ¡DONG! Mientras saltaba
rugientemente por el horno. Aterrizando sobre sus pies al pie de
la montaña, el suelo se movió, la montaña tembló.
Sin embargo, podría ser rápido, pero la velocidad de la lava y el
humo negro tampoco fue lenta y prácticamente estaba siguiendo
su cola. Despues de aterrizar. Xie Lian tampoco se atrevió a
quedarse y ordenó a esa estatua divina que se pusiera de pie y
continuara corriendo mientras los llevaba. Mientras corrían, Xie
Lian sintió que su velocidad parecía estar disminuyendo. Mientras
se sentía atemorizado y desconcertado, justo cuando se
preguntaba si lo estaba imaginando, Xie Lian de repente sintió que
su cuerpo se detenía, luego, junto con la estatua divina, comenzó
a caer hacia abajo. Esa estatua divina dejó de obedecer su orden
y se detuvo, doblando una rodilla en el suelo.
Después de arrodillarse, su cuerpo también caía lentamente
hacia adelante, como si estuviera físicamente exhausto y a punto
de desmayarse. El corazón de Xie Lian saltó instantáneamente a
su garganta.
¡Oh no! ¡Se iba a colapsar!
¡Y ese ardiente torrente de humo negro iba a alcanzarlo!
Justo entonces, Xie Lian de repente sintió algo apretarse
alrededor de su cintura. Con un simple tirón, Hua Cheng lo detuvo
fácilmente, una mano abrazando su cintura, levantando otra mano
para levantar su barbilla antes de presionar sus labios fríos contra
los suyos.
—…
Los ojos de Xie Lian se hincharon cuando una ráfaga de aire
fresco y refrescante llenó instantáneamente sus pulmones,
fluyendo a través de todas sus extremidades, como si toda su
persona se hubiera animado nuevamente. Este beso fue muy
corto y poco después, Hua Cheng separó los labios.
—Gege, ¡intenta pararte de nuevo!
Xie Lian salió instantáneamente y reformó los sellos manuales y
justo antes de que la estatua de piedra estuviera a punto de caer
de bruces en el suelo, sus brazos se extendieron con fuerza y se
apoyaron en el suelo.
Luego, poco después, ¡se puso de pie nuevamente!
Resultaba que no era que esta estatua gigante de piedra parecía
estar físicamente exhausta, sino que realmente estaba
físicamente exhausta. Para controlar una estatua divina tan
gigantesca, el poder espiritual requerido era una locura y ese poco
de poder espiritual que Hua Cheng le prestó antes ya se había
quemado, por lo que, naturalmente, se ralentizaría y se
balancearía como si fuera a colapsar. Ahora que se inyectaron
nuevos poderes espirituales, volvió a estar vivo. Y esta vez, corrió
más rápido que antes, sus movimientos también más ágiles. Sin
embargo, Hua Cheng dijo: —Gege, ¡corre más rápido!
Xie Lian también quería correr más rápido, pero también temía
que este hechizo de control agotara demasiado poder espiritual y
dijo con incertidumbre: — ¿Será capaz de aguantar si vamos más
rápido? ¿Qué pasa si los poderes espirituales se agotan?
Sin embargo, Hua Cheng dijo al lado de su oído con seguridad:
—No lo hará, ¡solo concéntrate en correr! ¡No tengas miedo,
estoy aquí a tu lado!
Hua Cheng solo estaba parado detrás de su persona, sus manos
apoyaban su cintura de manera constante, pero con solo esta
persona, parecía que todo el mundo estaba detrás de él. Xie Lian
inhaló profundamente y cerró los ojos.
—Está bien.
Luego, extendió sus brazos hacia adelante y desató todos sus
poderes espirituales, ofreciendo el sello de mano más fuerte y
gritó: — ¡CORRE!
¡RETUMBAR! ¡RETUMBAR! ¡RETUMBAR! ¡RETUMBAR!
Esa estatua divina gigante corrió salvajemente, cada paso duró
varias millas, cruzó barrancos en un paso, sobrevoló las colinas
con otro paso y, efectivamente, dejó esa nube negra y lava muy
atrás en la distancia. Realmente era un objeto gigantesco que no
podía ser ignorado; Con escalones cayeron y cayeron rocas,
emocionantes olas de fuertes temblores.
Innumerables monstruos y demonios diseminados por el Monte
TongLu sintieron que el suelo temblaba locamente y todos
estaban aterrorizados. Cuando miraron hacia arriba, muchos
pudieron ver la nube negra arremolinándose y extendiéndose en
el cielo y aunque un poco sorprendidos, realmente no les importó.
Después de todo, estaban en el Monte TongLu, así que cualquier
cosa extraña que pudiera parecer no era nada raro. ¿No eran
esos espíritus resentidos dentro de las nubes negras de todos
modos? Ellos mismos eran criaturas similares a los espíritus
resentidos, lo habían visto todos los días, entonces, ¿de qué
tenían miedo? Sin embargo, cuando vieron esa estatua divina
gigante de un dios marcial que pisoteaba, todos quedaron
petrificados.
¿Qué fue eso?
Instantáneamente hubo aullidos y lamentos por todos lados.
— ¡¡QUÉ HOMBRE GIGÁNTE, AAAAAAAAAHHHHHHHHHH!!
Nunca habían visto una estatua tan grande antes. ¡Realmente
fue demasiado aterrador!
Al principio, Xie Lian había querido desviarse por la capital real
de WuYong, en caso de que su estatua divina pisoteara esas
viejas casas con dos mil años de historia en ruinas ruinosas, pero
luego recordó algo y preguntó: —San Lang, ¿están el general Pei,
La Señora de la Lluvia y los demás cerca de aquí?
—Sí —respondió Hua Cheng.
Xie Lian rápidamente gritó: — ¡Vuelve, vuelve, algo se ha
quedado atrás, vamos a recogerlos y llevarlos!
Por lo tanto, esa estatua de piedra gigante que había pasado el
objetivo se retiró unos pasos. Justo cuando estaba a punto de
regresar, Xie Lian sintió de repente que su cuerpo temblaba.
Perdió el equilibrio y su persona entera fue arrojada al aire.
Solo en el aire se dio cuenta de lo que acababa de suceder.
¡La estatua divina se había tropezado y caído!
Xie Lian y Hua Cheng aterrizaron de manera constante sobre el
pecho de la estatua divina y Xie Lian miró mientras trataba de
ordenar que se levantara. Lo que hizo que esta gigantesca
estatua divina viaje no fuera él sino otra cosa.
Una majestuosa montaña.
Por supuesto, esta gran montaña estaba lejos del tamaño del
Horno, pero en comparación con esta estatua gigante de piedra,
todavía era mucho más grande. Xie Lian recordó claramente
cuando llegaron, nunca habían cruzado una montaña así. Por lo
tanto, su vista pasó por esta montaña y miró hacia lo que había
detrás.
Efectivamente, detrás de él había otras dos grandes montañas
de tamaño similar. Tres grandes montañas bloqueadas ante esta
estatua divina de piedra gigante.
Hua Cheng habló: —Gege, ten cuidado. Son los guardianes del
Monte TongLu: Vejez, Enfermedad y Muerte.
Capítulo 201: Dominar el cielo y la tierra; El ser divino atraviesa
el horno (parte tres)

Esa estatua gigante de piedra se estaba arrastrando lentamente


hasta sus pies desde el suelo cuando el primer espíritu de la
montaña se derrumbó.
Xie Lian recordó que Hua Cheng le había dicho una vez cuando
estaba en el Monte TongLu, esas tres grandes montañas eran una
amenaza que lo perseguía, por lo que, naturalmente, no deberían
subestimarse. Xie Lian subconscientemente planeó levantarse y
voltearse, pero nunca antes había controlado una estatua divina
tan enorme y para manipular movimientos tan complicados, no
pudo evitar equivocarse, por lo que no logró saltar, pero fue
derribado una vez más.
Un estruendo retumbante, los cielos temblaron y la tierra tembló.
Esa estatua gigante de piedra cayó cerca de la capital real de
WuYong y aplastó una calle entera. Con solo un ligero
movimiento, se escucharon una serie de grietas y fue el sonido de
esas glamorosas residencias y palacios aplastados y destrozados
por esa estatua gigante de piedra. En medio de todos los
temblores, Xie Lian casi fue expulsado nuevamente, pero Hua
Cheng se agarró firmemente a su mano y exclamó: — ¡Ven
conmigo!
Tomó a Xie Lian y saltó a la cabeza de esa estatua divina gigante
con unos pocos pasos. Resultaba que este gigante Dios Marcial
Coronado de Flores usó una pequeña corona para atar su cabello,
luciendo como un pequeño balcón y los dos saltaron sobre esa
corona, finalmente encontrando un lugar para establecerse,
mucho más estable que pararse en el hombro y en La palma de
la estatua divina.
No habían tenido la oportunidad de relajarse cuando el espíritu
de la montaña volvió a atacarlos, derribando esa gigantesca
estatua de piedra unos pasos atrás, pero afortunadamente Xie
Lian estaba preparado esta vez y no fue derribado, pero
accidentalmente pisoteó otra serie de casas. Xie Lian no pudo
evitar sentir dolor por ellos, rezando por el perdón en su mente.
Controlando esa estatua divina para escapar torpemente para
evitar esas casas, Xie Lian se preguntó desconcertado: — ¿Por
qué siguen persiguiéndome para golpearme? ¿Qué hice?
—No es que estén persiguiendo a Gege específicamente,
perseguirán a cualquiera para vencerlos y Gege se ve
particularmente visible en este momento.
—Una criatura tan grande, que es bastante notable...
Antes de que Xie Lian terminara sus pensamientos, los tres
espíritus de la montaña se sitiaron juntos, rodearon esta estatua
de piedra gigante y se aplastaron hacia el centro sin parar,
tratando de aplastar la estatua en pedazos. Esa estatua divina no
podía mover una extremidad y Xie Lian tampoco podía moverse.
Utilizó toda su fuerza para hacer que la estatua retrocediera, pero
no podía moverse ni una pulgada, ¡por lo que era posible que no
pudiera defenderse!
Estaba tratando de pensar si podría haber otra forma de escapar
y retrocedió involuntariamente un paso, chocando contra un
pecho. Miró hacia atrás y Hua Cheng lo agarró por los hombros.
— ¡Deja que vayan y peleen! No te preocupes, ninguno de ellos
está contigo. ¡No hay nada en este mundo que pueda detenerte
en tu paso!
Su pecho era como el más fuerte de los escudos y de repente,
Xie Lian se llenó de confianza, una ola de corrientes refrescantes
fluyó a través de su cuerpo, ¡y lo dio todo para devolver el golpe,
rompiendo el asedio!
Un estruendo atronador, esos tres espíritus de las montañas
fueron empujados a la fuerza a kilómetros de distancia y el polvo
voló, las rocas huyeron, el humo y los escombros rodaron. Sin
embargo, después de que fueron empujados hacia atrás,
inmediatamente salieron nuevamente, listos para atacar una vez
más. Las manos de Xie Lian se transformaron instantáneamente
en varios sellos de manos.
— ¡LOS BLOQUEARÉ A MI MANERA!
Esa gigantesca estatua de piedra saltó al aire, sus pies
aterrizaron sobre la cabeza de dos de los espíritus de la montaña,
luego su mano descansó sobre la empuñadura de la espada
colgada de su cintura. ¡Saca la espada!
Toda esta cadena de movimientos fluyó como corrientes de
nubes y agua y esa estatua divina de piedra gigante completó las
acciones con fluidez, podría ser un largo tramo de arco iris sin
ninguna duda, no diferente de la persona real. Conteniendo el
aliento, Xie Lian gritó: —Voy a cortar Y... Uh, no voy a cortarte
todavía, espera…
Ya estaba preparado para balancear una gloriosa espada y cortar
las montañas en valles, pero inesperadamente, cuando la sacó,
no se sintió bien. Cuando levantó la vista, se puso a sudar al
instante. Esa estatua de piedra gigante ciertamente sacó una
espada, pero... solo tenía una empuñadura en la mano. ¿Qué
estaba pasando?
¿Dónde estaba la espada?
Xie Lian se quedó estupefacto mientras Hua Cheng a un lado,
dejó caer la cara y apoyó la frente con dos dedos.
—Gege, lo siento, olvidé decirte que no tallé la espada de esta
estatua divina. Es mi negligencia.
—...
¡Pero por supuesto!
Hua Cheng había tallado esta estatua en las paredes interiores
de piedra del horno y en una postura de pie que las túnicas de la
estatua de piedra gigante eran fluidas y en capas, la espada en la
cintura estaba oculta debajo de las mangas sin exponer, por lo
que solo se talló una empuñadura. Antes de que la estatua divina
fuera inyectada con poderes espirituales y comenzara a moverse,
ya que no tenía una cuchilla especialmente tallada, naturalmente
una cuchilla no aparecería mágicamente.
Hua Cheng frunció el ceño ligeramente, su expresión solemne.
—Es mi error de cálculo. No es lo suficientemente exquisito, la
próxima vez tallaré cada detalle.
—... —Xie Lian se dio cuenta de que hablaba en serio y
rápidamente dijo: —No, no, no, ya es muy exquisito. ¡De Verdad!
En cualquier caso, no había cuchilla, por lo que no se podían
cortar las montañas. Por lo tanto, Xie Lian cambió
instantáneamente las tácticas de batalla: ¡dispara!
Apresuradamente ordenó que la estatua de piedra gigante saltara
de la cabeza de esos dos espíritus de la montaña, arrojando esa
empuñadura de piedra inútil detrás y abrió las piernas para
continuar su carrera loca. Los dos se pararon en la corona sobre
la cabeza de esa estatua divina mientras los vientos salvajes
soplaban en sus caras, su cabello negro, sus túnicas blancas y
sus mangas rojas ondeaban y revoloteaban. Aunque huían,
pintaron una bella imagen. Una mariposa plateada voló junto a
los oídos de Xie Lian y transmitió algunas voces humanas.
Instantáneamente agarró la mariposa y gritó: — ¿Es ese Feng Xin
y Mu Qing del otro lado? ¿Están también La Señora de la Lluvia
y el general Pei?
Efectivamente, voces familiares vinieron desde el otro extremo a
través de la mariposa.
—Digo, Su Alteza —dijo Pei Ming, — ¿No hay necesidad de ser
tan ruidoso al hacer preguntas?
—Ah, lo siento, tengo demasiados poderes espirituales en este
momento, déjame controlarlo un poco —dijo Xie Lian.
—...
La voz de Mu Qing también vino.
— ¿Qué? ¿Acabas de decir que tienes demasiados poderes
espirituales? ¿Tú?
— ¿Se han reunido todos? —Preguntó Xie Lian—. ¿Dónde
estás?
—Nos hemos reunido con el general Pei, el general Pei Junior y
los demás y todos están en el bosque cerca del río WuYong.
Estamos a punto de retirarnos al exterior —dijo Mu Qing.
La voz de Feng Xin llegó.
— ¿Qué está pasando en tu lado? ¡Un movimiento inusual fuerte
parecía haber venido del horno justo ahora! ¿Necesita que
regresemos para ayudarlo?
Xie Lian respondió rápidamente: — ¡No es necesario! ¡Quédense
allí y vendremos a buscarlos a todos muy pronto, hablaremos!
¡Ah, ya estamos aquí!
Delante estaba el río WuYong seco y esa estatua gigante de
piedra cruzó el barranco y se agachó junto al denso bosque.
Coincidentemente, Xie Lian vio que Feng Xin y Mu Qing también
salían del bosque, mirando a su alrededor, aparentemente
buscándolos. Sin embargo, estaban mirando en la dirección
equivocada y nunca pensaron en mirar hacia arriba, por lo que no
vieron a Xie Lian y Hua Cheng en absoluto. Feng Xin le dijo a la
mariposa: —Su Alteza, ¿todavía está aquí? ¿Dónde estás?
Xie Lian se tomó las manos por la boca y gritó hacia el fondo: —
¡YA ESTOY AQUÍ, ¡ARRIBA, MIRA, ARRIBA DE SUS CABEZAS!
—...
Solo entonces los dos notaron que estaban envueltos en una
sombra gigantesca y miraron hacia arriba de manera uniforme.
Por lo tanto, ambos vieron al mismo tiempo un
incomparablemente gigantesco Xie Lian que actualmente estaba
agachado por el bosque, mirándolos hacia abajo. Incluso había
una sonrisa muy amigable como Xie Lian en su rostro.
Hua Cheng no podía molestarse en echar un vistazo a los dos de
abajo y se quedó de pie al lado abrazando sus brazos, su actitud
perezosa. Xie Lian saludó hacia el fondo.
— ¿ME VES? ¡AQUÍ!
Sin embargo, debido a que el impacto visual de esta gigantesca
versión de Xie Lian fue demasiado grande, fue difícil notar algo
más a primera vista. Todo el campo de visión de Mu Qing fue
completamente superado por esta cara y murmuró: —No me he
vuelto loco, ¿verdad?
Los dos ojos de Feng Xin también se llenaron de esta cara y
murmuró: — ¿Qué carajo, qué carajo, qué carajo en realidad, qué
demonios es esta cosa?
Xie Lian murmuró: —Uh...
Hua Cheng levantó las cejas, como si hiciera un esfuerzo
inmenso para contener la risa. A decir verdad, nunca hubo nadie
que haya visto una estatua divina tan grande e increíblemente
esculpida. En el pasado, la estatua divina más grande pertenecía
a Jun Wu, pero incluso esa solo llegó a la mitad de esta estatua
de piedra gigante...
Feng Xin y Mu Qing estaban demasiado sorprendidos y Xie Lian
tuvo que gritar un par de veces antes de descubrir dónde se
encontraba el verdadero. Todos los demás salieron del bosque
uno tras otro y cuando levantaron la vista, casi todos estaban tan
conmocionados por esta estatua divina gigante que casi les
torcieron el cuello y los pies. Xie Lian no sabía si reír o llorar, e
hizo que esa estatua divina gigante pusiera su mano en el suelo,
abriendo su palma.
—El volcán del horno ha estallado, los incendios van a quemar
esta área pronto y también hay tres espíritus de montaña que
podrían ponerse al día pronto, así que vengan rápido, ¡los llevaré
a todos!
El grupo subió la mano de esa estatua divina y cada uno encontró
su lugar para establecerse. Xie Lian olió ese sofocante olor a
azufre en el aire y cuando miró hacia atrás, el humo negro y el
polvo volador se extendían rápidamente, por lo que cerró la palma
de esa estatua divina gigante y se levantó, continuando sus
grandes pasos hacia adelante.
Después de que Pei Ming y los demás superaron su conmoción,
estuvieron bien, pero Feng Xin y Mu Qing todavía no volvieron a
sus cabales. Esto probablemente se debió a que ambos estaban
demasiado familiarizados con los rostros, el comportamiento y el
físico del propietario de esta estatua divina, por lo que después de
haberla magnificado a tal tamaño, el impacto fue particularmente
fuerte. Feng Xin ya estaba parado sobre el hombro de esta
estatua divina, pero todavía estaba incrédulo.
— ¿Quién hizo esto? ¿Quién talló esto? ¿Cómo es que nunca
antes había visto esto? ¿Nunca he oído hablar de eso antes?
Hua Cheng sonrió falsamente: —Hay demasiado que no has visto
en este mundo.
Aunque no aclaró quién, pero casi todos, especialmente Feng Xin
y Mu Qing, bloquearon la misma respuesta:
¡Este chico lo hizo!
—Casi no puedo creer esto... —dijo Mu Qing—. ¿Cómo estás
moviendo esto? ¿Cuántos poderes espirituales necesita esto?
¿Tienes suficiente? ¿Pensé que no tenías poderes espirituales?
Esta vez Hua Cheng no respondió. Xie Lian le echó un vistazo y
apretó el puño contra su boca, respondiendo ambiguamente: —
Um, bueno...
—Si no hay ninguno puedes pedir prestado, ¿estoy en lo cierto?
Es una cosa tan fácil —dijo Pei Ming.
—Jajajaja, sí...
En el camino, cuando los diversos monstruos y demonios vieron
cómo se derramaba lava, ardiendo incendios ardiendo locamente,
también se dieron cuenta de que las cosas iban mal y cuando
vieron que la gente estaba subiendo esa estatua gigante de
piedra, todos gritaron: —ESPEREN ¡YO TAMBIÉN!
— ¡YO, YO, YO, YO VOY TAMBIÉN!
— ¡TÓMANOS, TÓMANOS!
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Váyanse al infierno.
Y una ola de mariposas plateadas salió volando, brillando con
una luz escalofriante y luego hubo gemidos y aullidos abajo.
Yin Yu estaba acunando a Gu Zi que estaba profundamente
dormido y gritó desde abajo: — ¡CHENGZHU! ¡Su Alteza! ¡Las
personas de caparazón vacío y las ratas que se alimentan de
cadáveres de antes se pusieron repentinamente escandalosas y
comenzaron a moverse en grupos grandes, como si estuvieran
saliendo del monte TongLu!
La Señora de la Lluvia, por otro lado, estaba montando el buey
negro, observando atentamente el cielo: —Esas criaturas dentro
de las nubes negras también parecen querer volar hacia afuera.
Sus palabras fueron ciertas. Esas criaturas que se retorcían
dentro de las nubes negras eran espíritus resentidos que
ansiaban poseer carne fresca y viva y convertirse en la
enfermedad del rostro humano. No había seres vivos dentro del
Monte TongLu, solo había monstruos y fantasmas u oficiales
celestiales que no podían penetrar, así que, por supuesto, querían
salir. Millones de rostros humanos retorcidos arrastrando sus
largas colas de humo negro se arremolinaban como serpientes y
gusanos deformados en el cielo.
Las manos de Xie Lian temblaron levemente, pero aún así dijo: —
El Monte TongLu tiene una barrera, nada afuera puede entrar y
nada adentro puede salir, por lo que esos espíritus resentidos no
deberían poder volar por el momento...
Sin embargo, inesperadamente, antes de que terminara, Hua
Cheng de repente agarró su mano. El corazón de Xie Lian se
apretó al mismo tiempo por el gesto y rápidamente se aferró.
— ¿Qué es? ¿He drenado demasiado? Lo siento, lo siento,
debería conservar mi uso después de todo...
Una de las manos de Hua Cheng estaba cubriendo su ojo
derecho.
—No es eso. Gege, no tienes que preocuparte por eso. Es la
barrera del Monte TongLu. Esta rota.
Xie Lian se sorprendió.
— ¿Qué? ¿Rota? Solo dijo que no se preocupara porque había
una barrera, ¿qué diablos?
—Está rota —dijo Hua Cheng—. Probablemente fue White no-
Face quien lo abrió. Esas cosas, van a volar.
Capítulo 202: Tomando el timón; Cuatro dioses marciales se
transforman en una espada

Si realmente permitieran que esos espíritus resentidos salieran


volando, ¿no desataría eso una tercera epidemia de la
enfermedad del rostro humano?
Xie Lian gritó al instante: — ¡DEBEMOS ENCONTRAR UNA
MANERA DE DETENERLO!
Abajo, en el hombro, la túnica negra y el cabello de Mu Qing
estaban azotados por el viento y despeinados.
— ¿CÓMO PODEMOS HACER ESO?
Esa estatua de piedra gigante se detuvo abruptamente y despertó
nubes de polvo y arena.
— ¡TODOS ESTÉN ATENTOS!
Entonces, ese humo negro volador que había estado justo en su
camino lo alcanzó. Esa estatua gigante de piedra levantó una
mano y se estrelló, los vientos de ese golpe sacudieron los cielos
y sacudieron la tierra y si esto estuviera en el suelo, habría sido
un vendaval que podría arrancar árboles centenarios. Sin
embargo, todavía había una parte que se rompió y otra parte que
quedó impresionada. Xie Lian no pudo soportar verlo y dijo: —
¡Ojalá hubiera una espada!
Como si viera a través de lo que estaba pensando, Hua Cheng
dijo: —Gege, hay una manera de conseguir una espada.
Xie Lian estaba encantado.
— ¿Cómo?
—Primero tendremos que ver si tus colegas celestiales allá abajo
estarían dispuestos.
—Si tienes un camino, solo dilo, ¡deja de engatusarlo! —Dijo
Feng Xin.
Sin embargo, Xie Lian lo había adivinado: — ¿Estás diciendo que
el general Pei y los demás tienen que unirse y se transformarse
en una espada?
—Así es —Hua Cheng dijo—. Los funcionarios celestiales dentro
del Monte TongLu tienen sus poderes restringidos, pero hay
varios dioses marciales aquí, así que si cuatro de ellos se
transforman en un cuerpo espiritual y atacan juntos, su poder
debería ser considerable.
Pei Ming fue el primero en responder: —Creo que esta idea es
factible.
Sin embargo, Mu Qing todavía dudaba: — ¿Lo es realmente?
¿Cuántos dioses marciales hay aquí? Tres, ¿verdad? Los
poderes de Pei Su y Yin Yu han desaparecido por completo y La
Señora de la Lluvia no es un dios marcial, por lo que los únicos
que pueden unirse son Pei Ming, Feng Xin y Mu Qing.
Pei Ming respondió: —No, hay cuatro. Qi Ying también está aquí.
— ¿Huh?
Yin Yu dudó por un momento, luego con una mano todavía
sosteniendo a Gu Zi, la otra sacó una muñeca daruma. Sin
embargo, inesperadamente, antes de que se soltara el sello, esa
muñeca daruma comenzó a temblar salvajemente por sí misma,
incluso chillando en un ruido agudo en los oídos. Ese sonido
apuñaló a todos en los oídos y todos se estiraron para cubrirse los
oídos y Yin Yu rápidamente lo selló de nuevo, sacando una
muñeca de daruma diferente antes de explicarse nerviosamente:
—Lo siento, tomé la incorrecta. Ese era el Fantasma Verde Qi
Rong justo ahora. Este es el correcto.
Entonces, arrojó esa muñeca daruma en el aire y estalló en humo
rojo, la forma de un joven que apareció en la niebla, cayendo.
Esa estatua divina gigante levantó una mano para atraparlo y ese
joven se deslizó y aterrizó firmemente en su palma. Se rascó el
cabello rizado manchado con la cabeza llena de sangre y miró
hacia arriba, luego vio a un gran grupo de personas y se
confundió. Yin Yu ya se había escondido detrás de la espalda de
alguien para cubrirse, pero Quan Yi Zhen lo encontró al instante y
él saltó y gritó: — ¡SHIXIONG!
—...
En un instante, Quan Yi Zhen apareció pisando fuerte. Sin
embargo, Yin Yu tuvo dolores de cabeza al ver su rostro; preferiría
escuchar el grito de Qi Rong durante tres días y tres noches que
hablar una palabra más con Quan Yi Zhen. Afortunadamente, Pei
Ming le arrebató a Quan Yi Zhen: —Ven, ven, es hora de ir a
trabajar, Qi Ying. ¡Tengan su reunión después de que termine el
trabajo!
Quan Yi Zhen estaba profundamente confundido, además de que
estaba predispuesto contra Pei Ming y parecía listo para golpear
su rostro, pero luego levantó la vista y vio que Xie Lian estaba allí,
sus manos aplaudieron en oración hacia él rogando
sinceramente: —Por favor, gracias. Tú, Qi Ying.
—...
Si bien no entendía la situación, se rascó la cabeza y se unió a
las filas. Para que Mu Qing se convirtiera en una espada para
otro dios marcial, no carecía de opiniones, pero ahora que
lograron juntar cuatro en un grupo, no podía simplemente decir
que no lo haría, por lo que permaneció en silencio. Así, sobre la
palma de la estatua divina, los cuatro formaron una línea en el
orden de Pei Ming, Feng Xin, Quan Yi Zhen y Mu Qing.
Hua Cheng apoyó los codos en los bordes de la plataforma de la
corona y echó un vistazo: — ¿No se invirtió el orden de los dos
últimos?
Lógicamente, el orden de Pei Ming, Feng Xin, Mu Qing y Quan Yi
Zhen habría tenido más sentido, ya que, en comparación, los
poderes espirituales de Quan Yi Zhen no eran demasiado
estables, por lo que si estuviera situado en el medio de la espada,
podría romperse hasta la mitad si se balanceara demasiado
agresivamente. Xie Lian se secó la cara de sudor.
—No, no lo es. Feng Xin y Mu Qing nunca deberían colocarse
juntos, porque podrían comenzar a golpearse entre ellos a la
mitad, por lo que debe haber alguien en el medio para separarlos.
Al escuchar esto, Hua Cheng levantó las cejas, su expresión
parecía decir, por favor, que se golpeén hasta la muerte, eso sería
genial. Cuando volvieron a mirar hacia abajo, la luz espiritual se
emitió de repente de esos cuatro cuerpos, cada vez más fuerte,
extendiéndose, formándose en un solo cuerpo hasta que
finalmente se convirtieron en una espada de luz espiritual.
En el momento en que la espada tomó forma, esa estatua gigante
de piedra la arrojó al aire, extendió la mano y la agarró.
Con una espada afilada en la mano, Xie Lian era como un tigre
con alas añadidas, su poder aumentaba exponencialmente.
Esos espíritus resentidos con largas colas de humo negro
chillaron sin cesar cuando fueron cortados por esta espada de luz
espiritual y luego se detuvieron abruptamente. Persiguiéndolos
en los vientos de cola de la victoria, la espada de Xie Lian bailaba
como flores silvestres, cortando a millones de fantasmas en
pedazos, como los vientos que soplan nubes fragmentadas.
Dondequiera que la cuchilla se abría paso, era como si los fuegos
artificiales explotaran en el cielo, extremadamente hermoso de
ver. Todos los monstruos y demonios de abajo quedaron
estupefactos ante la vista y solo cuando las botas de mil toneladas
de la estatua de piedra gigante llegaron pisando fuerte, recordaron
huir. Justo cuando Xie Lian estaba absorto en todos los cortes,
de repente, esa estatua gigante de piedra parecía haber
tropezado un paso, como si fuera a caer hacia adelante y Xie Lian
apresuradamente usó la espada para sostenerse del suelo,
estabilizándola de alguna manera. Los dioses marciales que
formaron el conjunto de espadas también preguntaron: —Su
Alteza, ¿qué está pasando?
— ¡Sigue luchando! ¡Se están reuniendo de nuevo!
Xie Lian había controlado esta estatua de piedra gigante durante
tanto tiempo y se sentía un poco cansado, su cabeza cubierta de
sudor, su mente también en alta tensión.
— ¡No es nada! Sólo…
Es solo que todos los poderes espirituales se habían quemado,
¡eso es todo!
Giró la cabeza y Hua Cheng estaba de pie, a centímetros de él,
parecía que estaba a punto de alcanzarlo. Entonces, Xie Lian
dejó de preocuparse por todo lo demás y siguió adelante.
Se acercó y ahuecó la cara de Hua Cheng con las manos,
inclinando ligeramente los dedos de los pies y cerrando los ojos
antes de presionar los labios.
Feng Xin: —…
Mu Qing: —…
Quan Yi Zhen: — ¿…?
Pei Ming: —Jo Jo.
No era suficiente simplemente ahuecar la cara de Hua Cheng y
dado que iba a ser lo mismo de cualquier manera, Xie Lian pensó
que también podría chupar más, por lo que sus brazos rodearon
el cuello de Hua Cheng con fuerza y besó más profundamente.
Toda la fatiga anterior fue completamente barrida, su cuerpo se
llenó repentinamente de poderes espirituales nuevamente. Sin
embargo, la espada gigante de luz espiritual en el agarre de la
estatua de piedra gigante estaba clamando instantáneamente con
un ruido desenfrenado.
Feng Xin se sacudió.
— ¿QUÉ ES ESTO? ¿¿¿QUÉ ESTÁN HACIENDO USTEDES
DOS??? ¿¿¿SU ALTEZA???
Xie Lian accidentalmente se atragantó un poco y solo entonces
se separó. No se atrevió a mirar hacia abajo y gritó hacia el cielo.
— ¡P-PROPORCIONANDO PODERES ESPIRITUALES! ¡SÓLO
ESTOY PIDIENDO PRESTADO PODERES ESPIRITUALES!
¡MUY ADECUADO!
Mu Qing también se sacudió.
— ¿NO TENÍAS QUE HACER ESTO PARA PRESTAR
PODERES ESPIRITUALES? ¿SOLO UNA PALMADITA
PEQUEÑA HABRÍA ESTADO BIEN, NO?
Xie Lian tampoco sabía lo que estaba diciendo y gritó al azar: —
¡JAJAJAJA! ¡Han visto a través de mí! ¡NO ESTÁBA
REALMENTE PRESTANDO NINGÚN PODER ESPIRITUAL!
JAJAJAJAJAJA...
Al verlo así, Hua Cheng también se rió a carcajadas, acunó la
cara de Xie Lian con las manos, se inclinó y besó su frente,
hablando suavemente.
—No te pongas nervioso, Gege.
—...

Por extraño que fuera, después de esto, Xie Lian de repente


volvió a la normalidad. Fingió no haber escuchado las voces de
Feng Xin y Mu Qing y se volvió solemne, formando sellos de mano
una vez más. ¡Esa estatua de piedra gigante sacó la espada de
luz espiritual del suelo y comenzó a cortar salvajemente, como si
estuviera llena de una fuerza inagotable!
Quan Yi Zhen repentinamente se llenó de asombro y respeto.
— ¡Entonces realmente estaba tomando prestado poderes
espirituales justo ahora! ¡De repente se ha vuelto fuerte!
Mu Qing no pudo contenerse y exclamó: —ES UNA COMPLETA
MIERDA, TÚ QUÉ SABES... —Pero poco después
probablemente pensó que no había necesidad de explicar tal cosa
a un niño como Quan Yi Zhen y cambió a la fuerza su tono—. Sí,
es cierto, estaba tomando prestado poderes espirituales.
Pei Ming se rió a carcajadas.
—Eso es cierto, pero no se puede pedir prestado de esa manera
tan casual, ¿entiendes, Qi Ying?
Feng Xin se quedó boquiabierto.
— ¿…QUÉ ESTÁN DICIENDO TODOS? ¿TODOS REALMENTE
CREEN ESO?
Sin embargo, mientras aumentaba el poder, esos espíritus
resentidos envolvieron todo el cielo después de todo y no había
una red gigante que pudiera capturarlos a todos y al ver cuán
poderoso era este dios gigante, todos huyeron, agitando sus colas
como nadaban muy lejos, como renacuajos gigantes con rostro
humano. Xie Lian gritó: — ¡A ELLOS!
Sin embargo, inesperadamente, ¡no dio unos pasos antes de que
esa estatua gigante de piedra se desplomara sin previo aviso y
cayera a un lado!
Claramente tomó suficientes poderes espirituales en este
momento y Xie Lian estaba en excelente forma, por lo que no
había razón para que esto sucediera. Justo cuando estaban a
punto de caerse, Xie Lian miró hacia abajo y solo entonces notó
que en la pata de esta estatua divina, en realidad había un agujero
gigante cuando las rocas destrozadas cayeron de la herida. La
figura de un hombre vestido de blanco bajó revoloteando y aterrizó
lánguidamente, desapareciendo inmediatamente después,
realmente evasivo como fantasmas, sin dejar rastro. Era White
No-Face.
¡En realidad rompió la pierna de esta estatua divina con sus
propias manos!
La estatua de piedra gigante se cayó en ruidos gigantes y
afortunadamente, todos los que montaban la estatua no eran
nadie común y reaccionaron extremadamente rápido, saltando
primero y aterrizando con seguridad.
Xie Lian y Hua Cheng saltaron sobre el pecho de la estatua divina
y Xie Lian trató de ordenar que se parara, pero luchó mucho. Esa
estatua divina gigante se extendió en el suelo y se retorció
lentamente, luciendo bastante miserable. Dentro del conjunto de
espadas, Mu Qing preguntó: — ¿Qué pasa? ¿Puede seguir en
pie?
— ¿Se acabaron los poderes nuevamente? —Preguntó Quan Yi
Zhen—. ¿Necesitas pedir prestado más?
—No. No se trata de poderes espirituales —Pei Ming dijo—. Qi
Ying, no hay necesidad de recordar nada de eso, olvídalo por
completo.
—Probablemente está herido significativamente... —dijo Xie
Lian—, no sería adecuado moverse de nuevo.
Si bien las rocas no sentían dolor, si aún lo obligaban a pararse
y continuar luchando, la pierna lesionada probablemente se
caería por completo. Esto no sería solo cuestión de que los
poderes de ataque se redujeran en gran medida; después de
todo, la obra maestra más sincera de Hua Cheng y también la
estatua divina favorita de Xie Lian. Si realmente iba a ser
destruido de esa manera, no podría evitar sentirse lastimado por
eso.
Al ver el colapso enemigo, los espíritus resentidos en el aire
bailaron salvajemente con alegría loca y se lanzaron por todas
partes; ¿Solo iban a mirar con los ojos abiertos a esas criaturas
escapando al exterior?
Miró hacia un lado y la expresión de Hua Cheng era de ira oscura.
Era ira hacia White No-Face y después de tararear por un
momento, dijo: —Gege...
Justo en ese momento, desde dentro de las densas y gruesas
nubes negras, un rayo de luz blanca brillante apareció, como si en
algún lugar por encima de las nubes, algo se hubiera iluminado.
Poco después, un segundo rayo, un tercero, luego un cuarto...
Innumerables luces blancas brillantes penetraron, penetraron a
través de las nubes sombrías y apuñalaron a los espíritus
resentidos.
Esta luz espiritual blanca que era tan fuerte que iba a cegar no
era ajena a todos los oficiales celestiales presentes. Después de
todo, toda la Corte Celestial siempre estaba envuelta y brillada sin
fin por esta luz espiritual.
¡Jun Wu había venido!
Capítulo 203: Comentarios del Emperador Blanco sobre el
misterioso Guoshi

Cuando esa poderosa luz espiritual brilló sobre los espíritus


resentidos, grandes campos tras campos de humo y nubes se
dispersaron y se disiparon y un dios marcial vestido con una
armadura blanca con una espada en la mano atravesó las nubes.
Ciertamente era Jun Wu. Cuando la reunión lo vio, fue como si
vieran que sus padres hubieran vuelto a la vida y todos gritaron:
— ¡AH! ¡Mi Señor! —Y las lágrimas corrían por sus rostros. Cada
uno de los pasos de Jun Wu irradiaba gloria mientras aterrizaba
lánguidamente—. No se asusten, no se asusten. ¿Están todos
bien?
Los cuatro dentro de la matriz de la luz espiritual se desmontaron
rápidamente y se transformaron de nuevo a sus formas originales.
Pei Ming preguntó: —Mi Señor, ¿no estás protegiendo la Capital
Celestial? ¿Cómo es que has venido personalmente?
—La Señora de la Lluvia me había informado a través del
conjunto de comunicaciones cuando la barrera del Monte TongLu
se había roto. Las circunstancias son terribles y por eso he venido
—respondió Jun Wu.
Todos miraron y La Señora de la Lluvia seguía cabalgando sobre
ese buey negro y todos pensaron internamente que eso era todo.
Como la barrera se había roto, seguramente los hechizos de
comunicación volverían a funcionar. Sus cabezas estaban llenas
de sangre antes, sus mentes se llenaron con nada más que
destruir los espíritus y casi nadie pensó en comunicarse a través
de la matriz. Xie Lian dio un paso adelante.
—Mi Señor, es White No-Face. Él ha regresado.
Jun Wu asintió débilmente.
—Me imagino que sería implacable.
—Es muy esquivo —dijo Xie Lian—, ahora que has venido, no
sabemos dónde se ha escondido.
—No importa —dijo Jun Wu—, vamos a resolver primero estos
espíritus resentidos antes de ir a buscarlo.
Todos miraron hacia el cielo y las nubes negras en el aire estaban
siendo purificadas por la poderosa luz que Jun Wu había
producido. Pei Ming dijo: —Así que el nacimiento de un nuevo rey
fantasma se ha detenido esta vez, ¿verdad?
—Supongo que sí —dijo Xie Lian—, después de todo, el que
atravesó el horno no era nadie más que esto.
Los ojos de todos se movieron uniformemente hacia un lado.
Después de que Xie Lian dejó de controlarlo, esa estatua divina
de piedra gigante todavía estaba obedientemente tirada en el
suelo, una cosa gigantesca, exquisitamente esculpida. Ahora que
se había caído, también parecía una pequeña montaña. Xie Lian
se paró cerca de él y levantó una mano para acariciar su mejilla,
luego se volvió hacia Hua Cheng.
—San Lang, ¿qué deberíamos hacer con él?
Hua Cheng parecía pensativo y cuando escuchó la pregunta,
salió de ella.
—No hay necesidad de que Gege se preocupe. Hasta que haya
sido reparado, dejémoslo aquí por ahora.
— ¿Se puede reparar? —Preguntó Xie Lian.
—Por supuesto, mientras existan las piedras del horno —dijo Hua
Cheng—, lo repararé con seguridad y lo pondré en pie una vez
más.
—Entonces dejémoslo por ahora —dijo Xie Lian—, el volcán que
está junto al horno todavía está en erupción, quién sabe cuándo
volverá a estar a salvo.
En ese momento, los espíritus resentidos que se arremolinaban
en el aire repentinamente chillaron y se transformaron en un
tornado, cargando hacia algún lugar. Por un momento, nadie
pudo decir lo que había sucedido, pero cuando miraron
atentamente, vieron que el lugar al que se apresuraban los
espíritus era ese templo divino de WuYong en el subsuelo.
Originalmente, esas criaturas no tenían dónde esconderse bajo
los poderosos rayos deslumbrantes y se dispersarían tarde o
temprano. Pero después de que un gran número de espíritus
resentidos se vertieron en ese templo subterráneo, fue como si
estuvieran completamente succionados, completamente
desaparecidos. Mu Qing estaba estupefacto.
— ¿Qué está pasando?
Xie Lian sintió temor y exclamó: — ¡Es White no-Face! ¡Dibujó
una matriz de acortamiento de distancia y envió a esos espíritus
resentidos!
Jun Wu barrió su mano y arrojó el techo de ese templo y también
se despegó un gran pedazo de tierra. Sin embargo, aparte de ese
conjunto gigante que se acaba de dibujar dentro, no había nada
más.
— ¿Qué está planeando? —Exclamó Feng Xin—. ¿Dónde
conectó la matriz? ¿A dónde los envió?
Si esto fuera el pasado, entonces sería cuando Ling Wen entraba
en escena. No tomaría más de la mitad del tiempo de incienso
para que el Palacio de Ling Wen informara sobre todos los
lugares, pero ahora, quién sabe qué dioses civiles tomaron el
cargo temporalmente, pero justo cuando lo necesitaban, no se
podía encontrar a una sola persona. . Feng Xin maldijo con
indignación: —MALDICIÓN, Y USTEDES SE PELEAN PARA
MOSTRARSE. ¡AHORA QUE ES HORA DE MOSTRAR LO QUE
TIENEN DONDE EL INFIERNO SE HA IDO TODOS! ¡NUNCA
DIRÉ QUE EL PALACIO DE LING WEN ES INEFICIENTE
NUNCA MÁS!
En ese momento, llegó la voz de Hua Cheng: —En la capital real.
Todos se volvieron hacia él justo cuando dejó caer los dos dedos
largos y delgados de su sien.
—Ha enviado esas criaturas a varias ciudades de fortaleza
diferentes. Hasta ahora solo se detecta la capital real ya que la
esencia del mal allí se disparó repentinamente.
... Los dioses civiles de la Corte Celestial eran inútiles y tenían que
confiar en el jefe del reino fantasma para determinar la ubicación
de los seres malvados escapados; Muchos de los funcionarios
celestiales presentes no pudieron evitar sentirse avergonzados.
Sin embargo, debido a que la situación era grave, la sensación de
vergüenza desapareció bastante rápido.
Mu Qing habló: —Sabemos muy bien lo que está planeando la
Calamidad vestida de blanco, por supuesto que enviaría a esas
criaturas donde hay más gente. Una vez que la enfermedad del
rostro humano explota, se propaga rápidamente y la capital real
es la más poblada, por supuesto que no la dejaría ir.
Pei Ming también dijo: —Hagámonos cargo de esto rápidamente,
sin tiempo que perder, de lo contrario, si nos demoramos
demasiado, las cosas pueden ponerse feas.
Los dioses civiles temporales también estaban dejando a Jun Wu
sin palabras con un dolor de cabeza y se volvió hacia Hua Cheng.
— ¿Mi Señor ha descubierto las ubicaciones exactas de alguna
de las otras ciudades de la fortaleza?
—Actualmente están siendo localizados. No tomará mucho
tiempo. Yin Yu, te haces cargo. —Ordenó Hua Cheng.
—Sí señor. —Yin Yu rápidamente reconoció.
Jun Wu lo desterró en el pasado y aunque Jun Wu solo estaba
cumpliendo con su deber, cuando vio a Jun Wu todavía no pudo
evitar sentirse nervioso. Después de comunicarse por un
momento con los subordinados del lado de la Ciudad Fantasma,
Yin Yu informó con prudencia las instrucciones generales: —
Trescientas millas al sur; doscientos setenta millas al norte...
Jun Wu se volvió hacia Feng Xin.
—Nan Yang, toma el sur.
Feng Xin no reconoció la orden al instante y dudó por un
momento. Xie Lian supuso que era porque quería buscar a Jian
Lan y Cuo Cuo y estaba a punto de hablar cuando Feng Xin
respondió y se alejó para dibujar una matriz para él. Pei Ming
habló a sabiendas: — ¿Tomaré el norte?
—Naturalmente. —Respondió Jun Wu.
Pei Ming asintió con la cabeza, se dio la vuelta y se alejó, pero
después de unos pasos, Pei Su vino detrás de él, así que miró
hacia atrás.
—Tus heridas aún no se han curado y el veneno no se ha
limpiado. Quédate con La Señora de la Lluvia por ahora.
Pei Su estaba perplejo.
—General, no est-oy enve-nenado.
Pei Ming le dio unas palmaditas en el hombro con simpatía: —
Tus frases rotas aún no se han curado, ¿y dices que no estás
envenenado?
Luego, inclinó ligeramente la cabeza, inclinándose ante La Señora
de la Lluvia en cortesía antes de irse solo. Jun Wu continuó: —Qi
Ying, ¿por qué no vas al oeste? Recuerda no causar...
Sin embargo, Quan Yi Zhen estaba confundido: — ¿Por qué voy
al oeste? ¿Qué estamos haciendo exactamente ahora?
—...
Nadie podía culparlo por no saber lo que estaba pasando. Tal
vez, estaba confundido todo el camino: ¿Por qué fue golpeado?
¿Por qué fue enterrado dentro de una pared? ¿Por qué se
convirtió en una muñeca daruma? ¿Y por qué tuvo que
convertirse también en una espada? No hubo una instancia en la
que descubriera lo que estaba sucediendo. Al ver esto, Yin Yu
suspiró: —Lo llevaré. Le diré en el camino.
Probablemente no había nadie con la paciencia para decirle de
todos modos.
— ¡Está bien! —Dijo Quan Yi Zhen con entusiasmo.
Mu Qing esperó y esperó, pero su turno nunca llegó y no pudo
evitar preguntar: —Mi Señor, ¿qué hay de mí?
Jun Wu lo miró y dijo: —Xuan Zhen, ¿has olvidado algo?
Mu Qing estaba confundido.
— ¿Qué?
—Actualmente estás bajo detención —dijo Jun Wu.
—...
La cara de Mu Qing cayó inmediatamente. Realmente se olvidó
de esto. Y no solo él, casi todos habían olvidado que Mu Qing
había escapado de la Corte Celestial bajo la sospecha de crear el
espíritu del feto usando hechizos malvados, ¡y esa sospecha aún
no se había despejado!
—No tienes que involucrarte. Regresa a la Corte Celestial
después y el confinamiento se alargará.
— ¡Mi Señor, realmente no fui yo! Gritó Mu Qing.
—Una vez que lleguemos al fondo del asunto y se revele la
verdad, naturalmente serás liberado —Jun Wu dijo—. De lo
contrario, si te dejo salir sin razón ahora, sería una desgracia.
Mu Qing se sintió terriblemente molesto, pero al mismo tiempo no
había nada que pudiera hacer, por lo que solo pudo reconocer en
voz baja: —Sí, señor.
Al ver a Mu Qing tan atormentado, Hua Cheng se rió a carcajadas
sin amabilidad y sin contenerse. Mu Qing lo miró, luego miró a
Xie Lian, que estaba a su lado y debió haber pensado en algo a
medida que su rostro se oscurecía cada minuto.
En cuanto al resto, La Señora de la Lluvia no era un dios marcial,
por lo que no trató de actuar con dureza y solo dejó en claro que
si hubiera alguna necesidad de su ayuda solo la llamaran, luego
se fue en silencio. Xie Lian, naturalmente, eligió la capital real que
era la más poblada y la más difícil de tratar. En cuanto a Jun Wu,
él se quedaría atrás y se enfrentaría a esos tres espíritus de
montaña y a White no-Face que aún podría estar cerca. Hua
Cheng arrojó los dados y abrió la Matriz de acortamiento de
distancia y él y Xie Lian se fueron juntos.
Ya era profundo en la noche en la capital real, las calles estaban
en silencio sin ruido, cada hogar tenía sus ventanas y puertas
cerradas. Xie Lian y Hua Cheng salieron de uno de los callejones
y comenzaron a buscar criaturas inhumanas mientras caminaban
a toda velocidad. Después de unos pocos pasos, Xie Lian levantó
dos dedos y los presionó contra su sien, activando la matriz de
comunicación, susurrando: — ¿Mi Señor?
— ¿Qué pasa, Xian Le? Respondió Jun Wu—. ¿Has llegado a
la capital real?
—Hemos llegado. Tengo algo de lo que hablarle —dijo Xie Lian.
— ¿El Rey Demonio te hizo algo? —Cuestionó Jun Wu.
—...
Hua Cheng pareció haber notado algo y arqueó una ceja y Xie
Lian respondió: —No, no me ha hecho nada. Es otra cosa. La
situación anterior era demasiado urgente y no tuve la oportunidad
de hablar. —Él se puso serio—. Mi Señor, ¿todavía recuerdas a
mi maestro?
Al escucharlo mencionar a esta persona, Jun Wu pareció estar
un poco desconcertado y un momento después, respondió: —
¿Estás hablando del Guoshi de XianLe en ese entonces?
—Sí. —Xie Lian dijo: — ¿Debes haberte puesto en contacto con
él bastante en el pasado? ¿Has notado algo extraño o inusual en
él?
Todas las ceremonias y servicios en el Reino de XianLe fueron
conducidos únicamente por los Guoshi y los Guoshis eran el
puente que conectaba a los mortales con los dioses. Después de
un momento de silencio, Jun Wu respondió: —Sí.
Xie Lian contuvo el aliento.
— ¿De qué manera era él extraño?
—Xian Le, ¿realmente quieres escuchar esto? —Dijo Jun Wu.
—Sí —dijo Xie Lian.
— ¿Incluso si te has decepcionado después de haber
escuchado? Preguntó Jun Wu.
Xie Lian miró a Hua Cheng.
—Sí.
Pasó un buen rato antes de que Jun Wu dijera lentamente: —Ese
maestro tuyo, ser el Guoshi de XianLe, fue una gran opresión de
su talento. Su conocimiento y habilidades están más allá de tu
imaginación.
Xie Lian escuchó en silencio. Las siguientes palabras hicieron
que su corazón se hundiera.
Jun Wu continuó: —Creo que el verdadero número de años que
Guoshi había pasado en este mundo no es menos que el mío.
Quizás, incluso más grande que el mío.
—...
Una parte de su conjetura había sido verificada.
Si Guoshi realmente vivió en este mundo por más tiempo que Jun
Wu, entonces, ¡la posibilidad de que fuera uno de los Cuatro
Guardianes del Príncipe Heredero de WuYong era aún mayor!
Xie Lian no pudo evitar preguntar: — ¿Cómo es que nunca me
has dicho esto antes?
—Porque durante mucho tiempo, no pude estar seguro —dijo Jun
Wu.
—Entonces, ¿cómo confirmó esto más tarde? Preguntó Xie Lian.
—Después de que XianLe había caído, lo encontré y lo
neutralicé. Pero ahora parece que al final aún escapó.
—...
Que podría haber alguien además de White no-Face que pudiera
escapar de las manos de Jun Wu. ¡Xie Lian siempre había
pensado que los Guoshi habían huido durante el caos de la
guerra, pero no había pensado que fue Jun Wu quien
personalmente fue a matarlo!
—Entonces... entonces, ¿por qué necesitabas neutralizarlo? —
Preguntó Xie Lian—. ¿Y por qué no me lo dijiste después de
haberlo verificado?
—Sus dos preguntas son en realidad una sola pregunta —dijo
Jun Wu.
— ¿Qué? —Preguntó Xie Lian.
—Si te lo dijera, tal vez te sentirías decepcionado cuando lo
escuches —dijo Jun Wu—, pero tal vez ahora puedas soportar
sentirte decepcionado con los demás.
El corazón de Xie Lian latía cada vez más rápido, e
inconscientemente agarró con fuerza una de las manos de Hua
Cheng. La otra mano de Hua Cheng llegó a cubrir el dorso de su
mano.
En el otro extremo, Jun Wu dijo: —Porque descubrí que parecía
querer despertar algo dentro de ti.
Capítulo 204: Búsqueda de quinientos; Encuentro abrupto con un
viejo amigo (parte uno)

— ¿Y qué es eso? —Preguntó Xie Lian.


Sin embargo, Jun Wu parecía estar silenciosamente preocupado
por el tema y deliberó durante un largo rato antes de decir: —
¿Qué pasa, Xian Le? ¿Por qué de repente recordaste a tu
maestro? ¿Te encontraste con algo dentro del Monte TongLu?
¿Eso tiene que ver con él?
Xie Lian recuperó el sentido y estaba a punto de dar una cuenta
rápida antes de presionar con más preguntas cuando, de repente,
hubo un ruido clamoroso en el otro extremo. Jun Wu dijo: — ¡Veo
los tres espíritus de montaña de los que hablaron antes,
peculiares de hecho! Me ocuparé de ellos primero y podemos
hablar de nuevo más tarde. Sin embargo, ya que Xian Le ha
hecho la consulta, solo recuerda una cosa: tu maestro no es un
personaje simple. ¡Si te encuentras con él, ten mucho cuidado!
Entonces, el otro extremo cayó en un silencio profundo.
— ¿Mi Señor? —Xie Lian llamó.
Jun Wu no respondió de nuevo. Solo uno de esos espíritus de la
montaña era difícil de tratar; tener tres rodeos y asedios debe ser
aún más difícil. Incluso cuando Xie Lian tenía poderes espirituales
ilimitados antes y controlaba una estatua divina gigante que
desafía al cielo, no podía cuidarla y ahora Jun Wu los estaba
enfrentando solo, por lo que probablemente necesitaría
concentrarse y ejercer un poco de fuerza. Xie Lian le dio a Hua
Cheng un breve relato de la conversación durante la
comunicación y los dos se detuvieron en sus pasos.
En este momento, estaban situados en una extensa y amplia
calle grande. Mirando hacia el cielo, nubes sombrías ocultaban la
luna y se podían ver tenues hilos y cadenas de humo negro como
criaturas a la deriva ante la luna fría, como tinta borrosa en agua
clara.
Esos eran los espíritus resentidos enviados desde el templo
divino de WuYong. Todavía no habían entrado porque el Aura del
Rey dentro del Palacio y los numerosos templos de varios dioses
dentro de la capital real brillaban, sus auras se entrelazaban,
tejiendo un escudo solemne. Una barrera natural como esta
bloquearía a esos seres malvados fuera del escudo, por lo que
solo podrían derivar hacia el cielo.
Casi todas las fortalezas de la ciudad poseían un escudo similar
porque personajes destacados e impresionantes funcionarios
celestiales aparecerían en todas partes; la tierra rica fomenta
talentos, como dicen. Sin embargo, esos escudos no podían
bloquear todo para siempre.
—Sería bueno siempre que agreguemos refuerzos al escudo —
dijo Hua Cheng.
Pero, el problema era cómo reforzar. Xie Lian reflexionó: —
¿Hechizos de talismán? ¿Dispositivos espirituales? —Luego
dijo—. Probablemente no serán suficientes.
Esos espíritus resentidos envolvieron todo el cielo de la capital
real, por lo que a menos que tuvieran millones de talismanes y
dispositivos espirituales, no podrían sostenerse. Caminando de
un lado a otro, Xie Lian apretó los dientes: —San Lang, tengo una
idea que tal vez pueda reforzar esta barrera, pero... necesito
gente.
— ¿Cuántos? —Preguntó Hua Cheng.
—Mucho —Xie Lian dijo—. El mayor número posible. Al menos
quinientos.
— ¿Vivos o muertos? —Preguntó Hua Cheng.
Escuchó con seriedad y no bromeaba. Xie Lian respondió: —
Vivos. Los fantasmas no sirven. Necesito pedir prestado el
espíritu y el aura Yang2 de los vivos para ahuyentar a esos
espíritus resentidos.
—Si ese es el caso, entonces eso significa que también deben
ser voluntarios dispuestos —comentó Hua Cheng.
—Eso es correcto. Deben ser voluntarios dispuestos. —Xie Lian
dijo—. Y deben tener la voluntad de defenderse y protegerse. Si
tienen miedo en sus corazones o sus voluntades son débiles, los
espíritus pueden aprovechar para colarse.
Hua Cheng inclinó la cabeza: —Al igual que los soldados que
luchan en la primera línea de batalla, deben ser los que más
quieran ganar, los que tengan más fe, porque si se los obligara
impotentemente o solo quisieran escapar sin cualquier espíritu de
batalla, nunca ganarían y terminarían abandonando sus
engranajes, sufriendo una derrota total.
—Eso es exactamente —dijo Xie Lian—. ¿Puede San Lang
encontrar a esas personas?
Después de contemplarlo, Hua Cheng respondió lentamente: —
Gege, si necesitabas a los muertos, puedo traerte todos los que
necesites. Los seres vivos involuntarios también serían fáciles.
Pero encontrar voluntarios, no será fácil.
Después de una pausa, continuó: —Ciertamente hay muchos en
el reino de los mortales que adoran al Rey Fantasma, pero sé muy
bien que uno, solo están aterrorizados de mí y dos, quieren
preguntarme cosas, así que temen y obedecen. Puedo forzarlos
con poder y tentarlos con beneficios, pero este método
probablemente no funcionará para encontrar las personas que
necesitas. Lo siento.

2
Yang de Yin Yang; Yang representaba al sol, al hombre y a los vivos.
Xie Lian estaba encantado de escuchar esto y dijo: —No es
necesario que te disculpes. Pensemos en un camino, juntos.
—Mm. Sin embargo, Gege, hay buenas noticias —Hua Cheng
dijo—. Frente a nosotros, a unos cincuenta pies de distancia, a la
vuelta de la esquina hay una banda de humanos vivos.
Xie Lian también los percibió y se apresuró a ver cómo ese grupo
de personas también doblaba la esquina y gritaron sorprendidos
por su repentina aparición.
— ¡UN DEMONIO!
Xie Lian los miró detenidamente y los reconoció y exclamó
alegremente: — ¡Todos, no es un demonio, soy yo!
Ese grupo de varios monjes y cultivadores eran muy familiares.
El líder era un cultivador vestido con túnicas glamorosas, ¿no era
ese el ojo del cielo? Y ese gran grupo detrás de él, ¿no eran ellos
la banda de monjes y cultivadores de antes que los acosaban
implacablemente todo el camino y fueron derribados por el techo
derrumbado de esa sombría posada?
Detrás de Xie Lian, Hua Cheng se acercó con las manos
balanceándose fácilmente a su lado. Ciertamente no tenía la
forma de un niño en este momento; Con esa sonrisa
despreocupada y escalofriante, Ojo del Cielo y los demás
retrocedieron un metro al instante del terror.
— ¡Y dices que no es un demonio! ¡No es nada más demonio!
¡ES UN REY DEMONIO INCLUSO!
La sonrisa de Hua Cheng se desvaneció y chasqueó la lengua,
molesto. Demasiado vago como para hacer un comentario. Xie
Lian estaba buscando por todas partes almas vivas en este
momento, por lo que rápidamente levantó la mano.
—Todos, han venido justo a tiempo. Hay algo…
Sin embargo, inesperadamente, en el momento en que levantó la
mano, la reacción de la otra parte fue mucho más exagerada de
lo que esperaba. Todos cayeron al suelo, muy alertas,
exclamando unos a otros: — ¡CUIDADO CON LAS ARMAS
OCULTAS!
—...
Xie Lian tuvo que pensar un momento antes de recordar cuál era
el arma oculta a la que se referían y se quedó sin palabras por un
momento.
—No tienen que tener miedo, no tengo armas ocultas en mí. Las
albóndigas de castidad incorruptible no se forjan tan fácilmente de
todos modos, el cuchillo necesario para fabricarlas solo tomaría la
mitad del día. —Y agregó—. Además, me forzaste la mano la
última vez, pero no te hice nada, ahora hay incluso menos razones
para hacerlo.
Al escuchar esto, la mafia lo contempló y pensó que era
razonable y rápidamente se arrastró desde el suelo, sacudiéndose
el polvo, pero aún manteniendo una distancia, sus bastones y
espadas sagradas y otras herramientas espirituales similares
nunca abandonaron sus manos.
Ojo del Cielo habló: —Digo, este daozhang, no te hemos visto en
muchos días, pero la esencia del mal en tu cuerpo ha empeorado.
Creo que es mejor que retrocedas ahora mientras todavía hay una
posibilidad. Y hablando de eso, ¿por qué es tan malo? No estoy
tratando de asustarte, pero ya casi no puedo ver tu cara con
claridad.
—... —Xie Lian se sonrojó al escucharlo, sin atreverse a mirar a
Hua Cheng mientras lo interrumpía—. Hablemos de eso más
tarde. Todos, estaban observando señales en el cielo nocturno y
vi algunas criaturas siniestras. ¿Lo han visto todos?
— ¡Por supuesto que lo vimos! —Dijo Ojo del Cielo—. Observar
las señales en el cielo nocturno es una tarea que siempre
hacemos todos los días. Y aquí pensé que algunos monstruos o
fantasmas estaban causando problemas, pero podría ser, ¿es
Hua Cheng... zhu?
—Por supuesto que no. —Xie Lian dijo—. De lo contrario, no
estaré aquí para avisarte. También hemos venido por esas
criaturas y solo estábamos pensando en formas de reforzar el
escudo de aura de la capital real.
El Ojo del Cielo dudaba.
— ¿Ustedes dos? ¿Pensando en formas?
— ¿Por qué el Rey Demonio sería tan bondadoso?
Hua Cheng sonrió.
—No es por bondad. Pero si quisiera hacerle algo a la capital real,
este pequeño escudo de aura no tiene forma de detenerme.
Las expresiones en los compañeros cultivadores y monjes eran
ilegibles. Xie Lian sabía que su precaución y su guardia no podían
ser derribadas tan fácilmente, así que no trataría de forzarlas.
—Me he enfrentado a esas criaturas en el cielo antes, muy difícil
de manejar. Si les permitimos romper el escudo protector de la
capital real e inmiscuirse, todo se vería sumido en el caos, por lo
que estoy buscando ayuda en este momento para ayudar a formar
una matriz, necesito unas quinientas personas.
Ojo del Cielo se quedó boquiabierto.
— ¡¿Quinientos?! ¿Qué matriz es esta, para necesitar tanta
gente? ¿Nunca he oído hablar de eso antes?
Xie Lian no tuvo el valor de decir que quinientos era el requisito
mínimo. De hecho, si podía decirlo abiertamente, necesitaban al
menos ochocientos. El grupo de monjes y cultivadores también
estaba parloteando: —Nunca he oído hablar de esto tampoco,
¿alguien ha visto registros de esto en algún libro?
— ¿Son esas criaturas realmente tan poderosas?
—Solo escuché que los monstruos comen quinientos de un
bocado, nunca escuché que dibujar una matriz necesitara tantos.
— ¿Es peligroso?
Después de muchas deliberaciones serias, Xie Lian respondió
sinceramente: —No puedo decirlo con certeza. Tal vez, tal vez
no. Solo estoy ocho por ciento seguro, ya que nunca antes había
intentado esta matriz.
Sería imposible encontrar registros de esto en cualquier libro, ya
que este conjunto no era algo que Xie Lian aprendió de los libros
o de otra persona, sino algo que había estado reflexionando y se
le ocurrió mientras caminaba en los últimos ochocientos años,
¿qué se debe hacer si la enfermedad de la cara humana se desata
nuevamente? No podrían simplemente sentarse y no hacer nada.
En ese momento, en realidad no pensaba que tendría que
enfrentar esta gran crisis nuevamente y no había imaginado que
este método se utilizaría.
Por otro lado, ese grupo discutió por un tiempo antes de que al
final, Ojo del Cielo se dio la vuelta y dijo con cautela: —No
tenemos tanta gente. Más....
Además, no confiaban en Xie Lian y Hua Cheng.
Eso no se pudo evitar. Después de todo, no sabían qué era la
enfermedad del rostro humano, qué tan poderosa era y con las
quejas pasadas entre ellos y Hua Cheng, debe haber muchos
casos en los que se jugaron como nada más que insectos.
Originalmente, Xie Lian había pensado que tal vez estos hombres
eran maestros y debían tener varios discípulos en sus escuelas,
por lo que tal vez podrían reunir unas trescientas o cuatrocientas
personas y preocuparse por los números restantes después, pero
parecía que esta esperanza era infructuosa.
—Gege, deja de malgastar tu aliento con ellos —Hua Cheng
dijo—. Vamos.
Xie Lian asintió, no se desanimó en lo más mínimo y se fue con
él. Sin embargo, Ojo del Cielo y los demás no solo no se fueron,
sino que los siguieron sigilosamente, creyendo que estaban bien
escondidos. Xie Lian se quedó sin palabras, pero luego, cuando
pensó que este grupo de maestros probablemente solo se estaba
arrastrando porque temían que él y Hua Cheng causaran
problemas en la capital, sus preocupaciones nacieron de un
corazón amable, pensó que era divertido, pero dejó de
preocuparse.
En ese momento, Hua Cheng sugirió: — ¿Por qué no ir a donde
están los barrios bajos? Debería haber muchos de los que son
intrépidos y audaces y no temen a la muerte. Quizás nuestra
búsqueda sería fructífera allí.
Por lo tanto, los dos cambiaron de rumbo y fueron a las sombras
de la capital real. Llegaron ante un templo que fue bastante
demolido y barrió una mirada. Dentro del templo había un grupo
de personas durmiendo por todo el suelo, extendiéndose hasta el
exterior del templo. Esto parecía ser una banda de personas sin
hogar, o más bien, mendigos. El aire era gélido, el suelo frío, pero
casi todos estaban vestidos de manera irregular. Había hombres,
mujeres, personas mayores y niños y ninguno de ellos se mostró
tímido por la cercanía inadecuada.
Algunos se apoderaron de una estera de paja hecha jirones,
algunos abrazaban el heno para calentarse y otros simplemente
dormían en el suelo. Los que estaban despiertos o suspiraban y
lloraban por las llagas podridas en sus cuerpos o se quitaban las
pulgas de sus personas. Incluso había alguien que arrastraba una
pierna cojera arrastrando los pies, pareciendo estar entregando
cuencos de agua a los enfermos. Antes de que entraran había un
olor sofocante de sudor y un olor extraño que salió flotando.
Que el área más lujosa y bulliciosa estaría tan cerca de los barrios
marginales más sucios y decrépitos con solo una calle aparte, el
contraste fue realmente lamentable.
Por supuesto, Xie Lian no tuvo tiempo de lamentarse. Cruzó el
umbral y gritó: — ¿Pueden echarme una mano?
Nadie respondió antes de que alguien gritara: — ¡PÍDELE A TU
MAMÁ UNA MANO! ¡QUIERO QUE ALGUIEN ME DAME UNA
MANO TAMBIÉN! ¡YA VAMOS A DORMIR, SAL AQUÍ!
Xie Lian no se ofendió y dijo: —Es algo muy urgente, si todos
están dispuestos a ayudar, entonces seguro... ¡seguro que traerá
prosperidad al mundo!
Había querido decir ser muy apreciado pero si vinieran por las
gracias desde el principio, entonces sus mentes no serían puras.
Los mendigos dentro del templo maldecían aún más.
— ¿QUÉ TIENE QUE VER LA PROSPERIDAD DEL MUNDO
CONMIGO?
Entonces alguien preguntó: — ¿Hay compensación?
Xie Lian miró hacia atrás y los ojos de Hua Cheng brillaron con
disgusto, pareciendo estar listos para ser más agresivos y
rápidamente lo apartó, diciendo con calma: —Todavía no. Lo
dijiste tú mismo, San Lang, no podemos usar la fuerza o la
tentación. Me tomaré mi tiempo para persuadirlos. Debe haber
algunos que podamos usar en este grupo de setenta y ochenta
personas.
Solo entonces ese brillo agudo en los ojos de Hua Cheng se
desvaneció. Justo en ese momento, llegó una voz ligeramente
áspera: — ¡Oye, oye, oye! ¡Todos, escúchenme!
¡ESCÚCHENME! ¡DETÉNGAN ESE RUIDO! ¡Escuchemos lo
que tienen que decir primero!
Al escuchar esto, Xie Lian miró hacia atrás y vio que quien
hablaba era ese mendigo cojo. Su ropa estaba hecha jirones, su
cara sucia, su cabello despeinado, flaco y demacrado, su
apariencia no era clara pero su voz sonaba bastante joven. Agitó
la mano para saludar a la multitud, pero lo extraño fue que solo
agitó una mano, por lo que su postura era un poco incómoda.
Todos los demás mendigos parecían escucharlo, por lo que el
sonido de maldecir y gritar se desvaneció.
— ¡Gracias! —Gritó Xie Lian y tampoco perdió su tiempo, volteó
su mano y encendió una antorcha al instante, las llamas se
encendieron.
La multitud de mendigos aulló de miedo y los que aún no estaban
despiertos todos se despertaron también.
— ¿QUÉ ES ESA MAGIA MALVADA?
Xie Lian enseñó su expresión: —No es magia perversa, es magia
espiritual. Esto prueba que mis palabras no son falsas. A decir
verdad, es así: en este momento hay una gran banda de
monstruos y fantasmas que han rodeado la capital real y están a
punto de atacar. Necesitamos quinientos voluntarios que estén
dispuestos a unirse a la matriz espiritual para proteger la capital
real. ¿Quién está dispuesto? No mentiré, puede haber peligro.
¡Nunca forzaré a nadie, solo pido la voluntad!
—...
Hubo una manta de silencio en ese templo destruido. Los
mendigos se miraron, pero no había nadie que se adelantara para
decir que estaban dispuestos. Un momento después, alguien
habló: — ¿Proteger la capital real? Olvídalo.
Xie Lian miró y ese hombre se desplomó, murmurando para sí
mismo: —La capital real no me protege, ja, ¿y ellos me tendrían
que proteger? ¡Haz lo que quieras, no es asunto mío!
Su tono indiferente estaba mezclado con ira. No era que Xie Lian
no pudiera entenderlo, pero esto no podía ayudarlo. Claramente,
este templo está lleno de los mismos pobres y sufrientes que el
hombre que pensaba lo mismo. Como no había compensación y
sus días en la capital real no eran tan buenos, ¿quién querría
ayudar en un momento como este? Ya hacía mucho frío
acurrucado dentro de un templo en pleno invierno, ¿quién querría
salir?
Xie Lian trató de dar una última oportunidad.
—Si esas criaturas invaden la capital real, habrá una plaga muy
aterradora que estallará. Todos se verían afectados.
Un viejo mendigo tendido en el suelo dijo: — ¿Qué plaga puede
ser más aterradora que estas viejas llagas en mi cuerpo?
—Si realmente hay una plaga, ¿por qué no dejar este lugar, eh?
No tenemos que quedarnos aquí, no es como si fuera un buen
lugar de todos modos, es lo mismo sin importar dónde.
—Solo dejen ir a esos poderosos y distinguidos viejos maestros
y damas en la capital real. Alguien irá, ¿por qué debemos ser
nosotros?
—Bueno...
Xie Lian no podía decirles directamente. Esos poderosos y
distinguidos viejos maestros y damas también pensarían lo
mismo: no iré, seguramente alguien irá. Además, dado que
habían construido una base aquí en la capital real y ante el peligro,
habría más cosas que no podrían dejar ir, para que la mentalidad
fuera aún más fuerte. No era que esta mentalidad estaba mal,
que era mala, era solo que si todos pensaban de esta manera,
entonces no se podía lograr nada.
Después de esperar un momento, nadie dio un paso adelante y
Xie Lian dijo resueltamente: —Está bien. Perdón por la intrusión.
Se dio la vuelta y dejó el templo derruido. Hua Cheng consoló:
—No te preocupes, Gege, también tengo gente en movimiento de
mi lado. La noticia se ha difundido, deberíamos poder encontrar
personas.
Xie Lian asintió con la cabeza. No era que estuviera preocupado
de que no pudieran encontrar quinientos, solo estaba preocupado
de que no hubiera suficiente tiempo y agarrar al azar a las
personas para inventar los números sería contraproducente. Miró
al cielo; esas nubes negras y ondulantes todavía cubrían los
cielos, su intención era impredecible.
Justo en ese momento, una voz sonó de repente detrás de él.
— ¡ESPERA! ¡ESPERA, ESPERA, ESPERA! ¡IRÉ!
Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió y giró la cabeza. Ese
pobre mendigo arrastró su pierna y saltó fuera de la puerta del
templo.
—La gente que buscas, mientras estén vivos, está bien, ¿verdad?
Las extremidades rotas no serán un problema, ¿verdad?
Resultaba que los movimientos de este hombre parecían
incómodos porque no solo tenía una pierna coja, sino que uno de
sus brazos también estaba roto, ya que colgaba sin fuerzas y
desganadamente.
Al ver que finalmente había alguien que se presentó
voluntariamente, el corazón de Xie Lian se calentó al instante y
respondió de inmediato: — ¡Completamente no es un problema!
Ese hombre también fue bastante directo: — ¡Entonces estamos
bien! ¡Llévame contigo!
La multitud de mendigos dentro del templo se sorprendió.
— ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡NO LO ESCUCHASTE, PODRÍA
SER PELIGROSO!
— ¡SÍ! ¡Y NO HAY PAGO! ¡HABLARON MUCHO, PERO NO
HAY UNA COMPENSACIÓN!
— ¡NO TE INVOLUCRES, VUELVE, OL FENG!
—...
Desde antes, Xie Lian había pensado que este hombre parecía
demasiado familiar, pero debido a que esta apariencia era muy
diferente a la de sus recuerdos, además de que su voz era
ligeramente áspera, no era exactamente la misma, por lo que Xie
Lian no lo reconoció. Ahora que escuchó a las personas en el
costado gritar la palabra Feng,3 de repente respondió.
Xie Lian lo miró de cerca y dijo con incredulidad: — ¿Señor del
Viento?
Ese mendigo se echó a reír en voz alta, extendiendo la mano para
quitar el cabello negro que cubría su rostro.
— ¡Me has atrapado, alteza!
Debajo de ese sucio cabello negro había un par de ojos
extremadamente brillantes, brillantes como antes.

3
Feng es la palabra para viento.
Capítulo 205: Búsqueda de quinientos; Encuentro abrupto con un
viejo amigo (parte dos)

Xie Lian estaba tan sorprendido que se quedó sin palabras.


Shi Qing Xuan luego se rascó la cabeza.
—Aiyah jajajajaja, ¡al principio quería disfrazarme de otra persona
y observarlos en secreto, pero no pensé que los ojos de Su Alteza
fueran tan agudos! ¡No se puede evitar, debe ser porque mi
talento y mi gracia son inolvidables! Jajajajajajajaja...
—... —Xie Lian apoyó las manos sobre sus hombros y se
atragantó—. Señor del Viento...
Shi Qing Xuan dejó de jadear, pero todavía estaba rascando su
cabeza, como si su cabello estuviera lleno de pulgas y le picara.
—Su Alteza, ya no soy el Señor del Viento.
—Bien. Qing Xuan. —Dijo Xie Lian. Tomó una pausa antes de
preguntar— ¿Cómo... te volviste de esta manera?
—Uh, solo, es una larga historia —Shi Qing Xuan dijo—. De todos
modos, fue solo esto y aquello, aquí y allá y luego terminé así.
Justo entonces, la multitud dentro del templo gritó: — ¿Qué? Ol
Feng! ¿Conoces a estos dos?
Shi Qing Xuan se dio la vuelta, su brazo rodeó el hombro de Xie
Lian y lo golpeó con fuerza.
— ¡SÍ! ¡Son mis buenos amigos del pasado!
— ¡¿QUÉ?! ¡¿ES TU AMIGO?! OL FENG, ¡POR QUÉ NO LO
DIJISTE!
—Ol Feng, ¿alguien como tú en realidad conoce una cara bonita
que se nota con una mirada que se crió en la miel de la carne
tierna? ¡Apuesto a que estás volviendo loco otra vez!
La multitud estaba sorprendida y asombrada, haciendo un gran
asunto con las cosas y debería haber sido divertido, pero Xie Lian
solo se sintió molesto. Había que saber que entre los tres, solo el
Maestro del Viento del pasado era la verdadera cara bonita criado
en la miel de la carne tierna. Shi Qing Xuan estaba furioso.
— ¿QUÉ ES LO QUE DICES? ¡NO SOY ESA FEA MIERDA!
—Por favor. ¿Recuerdas cuando aún estabas loco y hablabas
sin sentido todo el día? ¿Crees que todos nos hemos olvidado?
Shi Qing Xuan gritó una serie de ruidos ininteligibles: —Voy a ir a
ayudar a mis amigos ahora, me voy, me voy. ¿ALGUIEN MÁS
VIENE?
Esta vez, la multitud se miró y, un momento después, dijeron: —
Muy bien, bien. Si es amigo de Ol Feng, entonces es diferente.
—Vayamos con Ol’ Feng, para que alguien lo golpee hasta la
muerte, por la forma en que le falta un brazo y una pierna.
—HEY! —Shi Qing Xuan gritó.
Todavía había quienes no se rendían y presionaban: —
¿Realmente no hay compensación? ¿Incluso si no hay paga, una
pata de pollo para comer también estaría bien?
Xie Lian le dio a Shi Qing Xuan una breve cuenta y ambas partes
ahora entendieron la situación. Shi Qing Xuan lo pensó y dijo: —
Puedo entender que no podemos usar la fuerza o la tentación para
este asunto, ¿pero darles un bocado a todos debería estar bien?
Todos no han tenido una buena comida en mucho tiempo.
Mientras no tuvieran un corazón codicioso, no sería un problema
y Xie Lian respondió: —Debería estar bien. Pero dígalo de esta
manera.
Susurró algunas palabras y Shi Qing Xuan dijo: —Estaba
pensando lo mismo. —Luego se dio la vuelta y gritó—. DESPUÉS
DE HACER ESTO, VAN A INVITAR A TODOS A UN BOWL DE
SOPA DE PIERNA DE POLLO MÁS TARDE, ¡HEY! ¡TODO EL
MUNDO CONSIGUE UN BOWL SI VIENEN O NO! ¡ATENCIÓN,
USTED OBTENDRÁ UNO INCLUSO SI NO VA, SOLO
SOLICITAMOS VOLUNTARIOS!
Ahora la forma en que lo expresó era astuta. Todos obtienen un
plato, todos pueden comer incluso si fueran o no, lo que hizo que
los que decidían ir serían inmensamente valiosos.
Shi Qing Xuan gritó: — ¿Viene alguien más? ¡VEN, VEN, VEN!
¡DIGAN A TODOS QUE NO HAY PAGO, HEY! ES SOLO
DARME UNA MANO, SALVAR AL MUNDO, RODEAR LA
CAPITAL REAL O LO QUE SEA, ¡SOLO QUEREMOS
VOLUNTARIOS! ¡TRATAREMOS A TODOS A UNA BUENA
COMIDA DESPUÉS DE QUE SE HAGA!
Quizás fue porque había alguien liderando el camino, en un abrir
y cerrar de ojos, el templo frío e indiferente de repente se volvió
tan caliente como el fuego y los mendigos también se separaron
para informar a más personas sin hogar que conocían. Xie Lian,
Hua Cheng y Shi Qing Xuan se pararon frente a la entrada de ese
templo derrumbado. Xie Lian levantó la vista y vio dónde debería
haber una placa de establecimiento vacía y no pudo evitar
recordar el Templo de Viento y Agua en ruinas en la ciudad de Fu
Gu y esas estatuas divinas del Maestro del Agua cuya cabeza fue
cortado y El Señor del Viento al que le faltaba un brazo y una
pierna.
Al final no pudo contenerlo y se volvió hacia Shi Qing Xuan,
preguntando vacilante: — ¿Qing Xuan?
Shi Qing Xuan dejó caer el brazo de su hombro.
— ¿Qué es? Oh, perdón por esto, alteza, mi mano está un poco
sucia. Tu ropa, jaja.
Efectivamente, su brazo dejó marcas sucias en el hombro de la
túnica blanca de Xie Lian. Parecía querer ayudar a Xie Lian a
quitarse el polvo, pero luego se dio cuenta de que solo se
ensuciaría cuanto más desempolvara, así que retiró la mano y se
frotó la nariz con torpeza. Como si a Xie Lian le importaran esas
cosas. Solo estaba muy preocupado por una cosa.
—Señor... Qing Xuan, tu destino...
Shi Qing Xuan se sorprendió.
— ¿Qué pasa con mi destino?
— ¿Agua Negra lo cambió después de todo...? —Preguntó Xie
Lian.
Entonces finalmente se dio cuenta de Shi Qing Xuan y
rápidamente dijo: —Oh, no, no, no lo hizo, no lo hizo. No has
entendido bien, él no hizo nada.
Xie Lian no pensó que Agua Negra cambiaría el destino de Shi
Qing Xuan al final.
—Entonces, ¿tu brazo y pierna?
Shi Qing Xuan se rascó la cabeza de nuevo y dijo con un poco
de timidez: —Esto tampoco fue él. ¿Cómo puedo decir... hay un
poco de descuido aquí y algo de mala suerte allí, pero fue todo lo
que hice?
Como él no quiso decir detalles, Xie Lian no presionó por ellos.
Solo que, de alguna manera, imperceptiblemente, el estado actual
de Shi Qing Xuan había afirmado el acto de ira emitida por He
Xuan como una profecía en el Templo del Viento y el Agua, quién
sabría qué fuerza misteriosa estaba en juego.
—Ese día, mis poderes espirituales fueron absorbidos de repente
y no pude ayudarte. Lo siento mucho —dijo Xie Lian.
Shi Qing Xuan agitó su mano.
—Todo el asunto no tuvo nada que ver contigo de todos modos.
Si no fuera por Su Alteza quien me dijo lo que estaba pasando de
antemano, mi cabeza aún podría estar en las nubes hasta el final.
— ¿Qué sucedió exactamente después de ese día? —Preguntó
Xie Lian.
Resultaba que, después de que He Xuan decapitó a Shi Wu Du,
Shi Qing Xuan se desplomó y quedó sin vida y no pudo entender
nada de lo que le dijo He Xuan, solo recordando vagamente que
He Xuan lo había sacado de la Isla del Agua Negra. Más tarde,
fue abandonado en la capital real. No entendía por qué sería la
capital real más tarde, pero en el pasado, Shi Qing Xuan siempre
se había preocupado por ir a la capital real a festejar y beber, por
lo que estaba bastante familiarizado con el área. Todo estaba
borroso y cuando finalmente salió de él, decidió enterrar su
nombre y establecerse aquí.
Como perdió por completo todos sus poderes espirituales, no
tenía nada que determinar su identidad y pasó sus días en
miseria, naturalmente, el Tribunal Superior no podría encontrar
rastros de su paradero.
—En cualquier caso, no tiene nada que ver con él —Shi Qing
Xuan dijo—. Después, nunca más lo volví a ver.
Probablemente era lo mejor que nunca se volvieron a ver. Este
asunto era realmente difícil de manejar; una persona como esta,
¿matar o no matar? Además, el Señor del Agua también maldijo
salvajemente a He Xuan al borde de su muerte y Xie Lian sudaba
seriamente por el destino de Shi Qing Xuan.
En ese momento, la banda de mendigos regresó con más
personas y la multitud empujó y arrastró, balbuceando en voz alta:
— ¡OL FENG, OL FENG! HEMOS ARRASTRADO A MUCHAS
PERSONAS AQUÍ, ¿QUÉ PIENSAS?
Shi Qing Xuan les dio un gran aprobado: — ¡BUEN TRABAJO!
¡TODOS TIENEN UNA PIERNA DE POLLO!
—Hay tanta gente, ¿podrán permitirse alimentarnos a todos?
Shi Qing Xuan barrió su mano y por un momento, Xie Lian casi
pensó que iba a tirar cien mil méritos, pero solo dijo: — ¡ESTO NO
ES NADA! ¡NO TENGAN EN CUENTA SI SON MUCHOS,
PUEDEN PODER ALIMENTARSE INCLUSO DIEZ VECES LA
CANTIDAD!
Finalmente, si contaba más o menos, en realidad ahora había
más de doscientas personas reunidas, ¡completamente fuera de
las expectativas de Xie Lian! Se animó.
—Señor del Vi... Qing Xuan, ¡es una gran ayuda!
Shi Qing Xuan estaba orgulloso y complacido.
—Pero por supuesto. Puedo convocar a cientos sin importar a
dónde vaya y tal vez, en el futuro pueda establecer una pandilla o
algo así, buscar un título de líder de pandilla, jajajajajaja...
—Ol Feng se ha vuelto loco nuevamente. —La multitud de
mendigos detrás de ellos comentó.
— ¡Sí, cierto! ¡Él está delirando otra vez!
— ¡Qué! ¡No estoy delirando! —Exclamó Shi Qing Xuan.
Pero esos pocos mendigos solo tuvieron que tirar de su pierna y
le dijeron a Xie Lian: —Mi amigo, ¿no lo sabes? Cuando Ol Feng
llegó por primera vez, era un desastre, persiguiendo locamente a
la gente todo el día todos los días para alardear de que es un dios.
Shi Qing Xuan parecía un poco incómodo e inmediatamente se
quejó.
—No tengo tiempo para escucharlos a todos decir tonterías,
¡dejen sus bocas para masticar patas de pollo!
Xie Lian los escuchó en silencio, su sonrisa se desvaneció un
poco. Su corazón se sentía como si estuviera arrugado en una
bola, pero al mismo tiempo, estaba abierto y fácil como el papel
de arroz.
El Señor del Viento había cambiado, pero al mismo tiempo, no.
Gracias a dios.
Shi Qing Xuan habló: —Su Alteza, ¿qué hacemos ahora? Tengo
a la gente para ti, ahora están en tus manos.
Aunque el número de personas no era suficiente, solo sería
temporal. Pensarán más en ello una vez que se hubiera
configurado la matriz. Xie Lian respondió: —Muy bien, ahora
necesitamos encontrar un área vacía que pueda albergar a tanta
gente.
Anteriormente durante su conversación, Hua Cheng nunca había
interrumpido y Xie Lian no podía decir lo que estaba pensando.
Solo ahora habló: —Eso es fácil de solucionar. Gege, solo ven
conmigo.
Xie Lian asintió y Shi Qing Xuan cojeó mientras saludaba
alegremente: —TODOS SÍGANNOS, NO PIERDAN SU CAMINO,
¡EY!
Xie Lian había querido inconscientemente ayudarlo al principio,
pero cuando vio que nadie fue a ayudarlo y no caminó más lento
que nadie, lo entendió. Un grupo de grandes mendigos salió de
la barriada en un ajetreo, saliendo a las calles, pero no llegaron
muy lejos antes de que se escuchara un grito enojado: —
¡DETÉNGASE AHORA MISMO! ¿QUÉ ES ESTO? HAY
TANTOS DE USTEDES, ¿ESTÁN INTENTANDO COMENZAR
ALGO EN MEDIO DE LA NOCHE?
Los mendigos estaban muy alarmados.
— ¡OH NO! ¡ES LA PATRULLA NOCTURNA!
Sin embargo, Xie Lian no se molestó en mirar hacia atrás porque
Hua Cheng no miró hacia atrás.
—Que no les importe.
Entonces, ese soldado se desplomó.
Los mendigos quedaron asombrados y comenzaron a parlotear.
Shi Qing Xuan luego gritó: — ¡TRANQUILO! ¡NO atraigan más
soldados! Por lo tanto, el grupo se atenuó en susurros. Hua
Cheng hizo una pausa en su paso y dijo: —Gege, esta calle
servirá.
— ¿Esta? —Preguntó Xie Lian—. Ciertamente, por ubicación, es
el más adecuado, pero ¿no sería demasiado llamativo?
Esta gran calle era muy amplia y espaciosa, plana y pavimentada
en el futuro, era la avenida principal de la capital real, ¡por
supuesto, era visible! Todos intervinieron: —Sí, ¿y si nos
descubren y nos expulsan?
Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Eso está bien. Incluso si nos
descubren, no pueden echarnos.
Xie Lian asintió.
—Todos, debo dejar esto absolutamente claro ahora. Lo que
enfrentaremos después es algo muy vicioso y podría haber
peligro. Sin embargo, si se abre paso, toda la capital real se
hundirá en peligro, por lo que necesito que todos se aseguren de
que lo hagas voluntariamente sin dudas. ¿Hay alguien que tenga
miedo y quiera retirarse?
Ninguno. Xie Lian continuó: —Muy bien, entonces todos se
tomarán de las manos y formarán un gran círculo.
Alguien estaba perplejo.
— ¿Qué hechizo de matriz es este? ¿Cómo es que suenan como
bebés tomados de la mano?
Shi Qing Xuan escupió y exclamó: — ¡Muchas tonterías, solo
sigue las instrucciones!
—Heh, Ol Feng, te has equivocado allí. ¡Nadie habla más
tonterías que tú!
Conversaciones y bullicio, la multitud siguió la dirección y las
doscientas personas se tomaron de las manos, formando un
círculo humano muy, muy grande en la extensa y amplia avenida
principal de la capital real. Shi Qing Xuan preguntó: — ¿Esas
criaturas no podrán atacar la capital real mientras nos
mantengamos así?
—No —dijo Xie Lian—, atacaran tarde o temprano.
Shi Qing Xuan estaba confundido.
—Entonces, ¿de qué sirve este conjunto tuyo?
—Es una trampa —Xie Lian explicó—. Una vez que esta matriz
esté configurada, cuando esas criaturas rompan el escudo de
protección de la capital real y ataquen, no se irán al acecho en
todas partes, sino que serán atraídos a este círculo. Y caerán en
la trampa.
Capítulo 206: Dos líneas simples; El Rey Demonio estimula el
espíritu de batalla

— ¿Y qué sucede después de que caigan en la trampa? —


Preguntó Shi Qing Xuan.
Xie Lian y Hua Cheng ya se posicionaron en el centro de la matriz
humana.
—Después de eso, déjenoslo a nosotros. Estaremos aquí dentro
de la matriz para cuidarlos lentamente, asegurándonos de que no
se pierda ninguno. Lo que necesitamos es solo tiempo. Lo más
importante en este momento es asegurarse de que no se
dispersen. La razón por la que dije que podría haber peligro es
porque no somos suficientes para ganar quinientos en este
momento, por lo que es difícil decir si el círculo se mantendrá y si
las criaturas del interior podrían estallar.
Alguien tragó saliva y preguntó: — ¿Q-Qué pasaría si salen del
círculo?
—No sería bonito —Xie Lian respondió—. Primero, los espíritus
resentidos te poseerán, luego te infectarán con la peste...
—Sí, solo digo que, si alguien se suelta y se escapa, ¿qué
pasaría entonces?
—Si el círculo se rompe, entonces quizás los espíritus resentidos
también te posean —dijo Xie Lian.
— ¡Entonces los espíritus poseerán personas de cualquier
manera!
La gente más inteligente entendió y dijo: —Es diferente. El
primero es diez de cada diez los espíritus te poseerán y te
infectarán con la enfermedad; el último es tal vez, lo que significa
que si tuvieras que soltarte y huir, aún podría haber una
posibilidad de supervivencia.
—Eso es exactamente —Xie Lian dijo—. Entonces, ¿hay alguien
que quiera irse ahora? Después de que esto comience
formalmente, absolutamente no puede retroceder, pero antes de
que comencemos, no importará quién se vaya. Espero que todos
no digan nada a los que se retiran también, esta es una tarea
peligrosa después de todo.
Esas eran palabras que tenían que decirse, de lo contrario no
serían capaces de tenerlas con valor y determinación. Un
momento después, de hecho, un par de docenas de personas
retrocedieron una tras otra, saliendo apresuradamente con la
cabeza gacha y el círculo se encogió un poco más. Xie Lian
suspiró aliviado.
—Gracias a Dios.
— ¡¿Qué hay para agradecer?! —Shi Qing Xuan exclamo—.
Ahora tenemos menos gente.
Xie Lian sonrió: —Ya hay mucha gente, es mejor de lo que había
imaginado. Originalmente había deliberado solemnemente qué
debería hacerse si la mitad de los números se hubieran ido, pero
solo un par de docenas lo hicieron, así que fue una sorpresa
bienvenida.
Justo entonces, una voz repentinamente vino desde la distancia:
—Espera, ¿sabes quiénes son esas personas? No pueden
confiar en ellos tan fácilmente, ¡mejor tengan cuidado o podrían
engañarlos!
Xie Lian miró hacia atrás y era Ojo del Cielo y compañía. Shi
Qing Xuan se quejó instantáneamente: — ¿Y quién diablos son
ustedes? No se sumen a nuestros problemas si no van a ayudar,
les prometo que ninguno de ellos dañará un alma.
Por supuesto, a la banda de maestros espirituales no les
importaban las palabras de un mendigo sucio y descuidado: — ¿Y
quién diablos eres tú? ¿Cuántos centavos cuestan tus palabras?
Cuando Shi Qing Xuan escuchó que otros lo perseguían así, su
ira aumentó y señaló su propio rostro: — ¿HAH? ¿HABLAS
DINERO DELANTE DE MÍ? NO CREO QUE SEPAS CON QUIÉN
ESTÁS HABLANDO, APUESTO QUE TODOS SE HUBIERAN
PROSTRADO ANTES DE ESTO... —Dicho esto, se aclaró la
garganta y retrocedió.
La banda de maestros espirituales solo pensó que ya no podía
seguir faroleando y se echó atrás, por lo que dejaron de
preocuparse e instaron en su lugar: — ¡Ninguno de ustedes sabe
lo que esos dos planean hacer, tengan cuidado de perder sus
vidas por un pequeño bocado para comer!
Xie Lian estaba a punto de explicar que los mendigos estaban allí
para ayudar por razones de amistad y justicia y no solo por un
pequeño bocado, sino que Hua Cheng habló lánguidamente: —
Eso no es cierto. No están allí para comer un pequeño bocado,
están aquí para salvar el mundo.
Xie Lian estaba un poco perplejo, ¿por qué Hua Cheng diría eso?
Sin embargo, la otra parte comenzó a chasquear la lengua.
— ¿Qué, salvar al mundo? ¿Qué clase de alboroto estás
pateando tan ciegamente? ¡Centrarse en salvar sus propias vidas
es lo suficientemente bueno!
—Sí, no hay necesidad de que los mendigos se unan a esto, se
vayan y dejen de aumentar los problemas.
Hua Cheng respondió perezosamente.
— ¿Oh? ¿Quieres decir que los mendigos no pueden salvar el
mundo? ¿Es porque no tienen la capacidad de hacerlo o porque
no son dignos?
En el momento en que salieron esas palabras, los mendigos se
pusieron ruidosos, extremadamente disgustados. Ojo del cielo
dijo enojado: —Eso no es lo que dijimos.
Shi Qing Xuan inmediatamente asomó la cabeza de nuevo y le
señaló: —OY, OY, OY, ¡ESO NO ES LO QUE HE ESCUCHADO!
¿No es eso exactamente lo que quisiste decir con tus palabras?
¡Y tu tono también estaba lleno de desdén, BIEN, TODOS!
— ¡SÍ! ¿QUE QUIERES DECIR CON ESO? ¿CÓMO NO
SOMOS DIGNOS?
—OBTENDREMOS UN PLATO PARA COMER SI LO
HACEMOS O NO, ¿CREÍAS QUE REALMENTE SOLO VINIMOS
POR LA COMIDA? ¡DEJA DE MIRAR A LA GENTE!
Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng y Hua Cheng levantó las
cejas hacia él, como si estuviera diciendo Fácil como un pastel y
Xie Lian pensó para sí mismo, así que eso era todo. Aunque
había muchos que se quedaron atrás, no estaban particularmente
determinados, por lo que cuando Ojo del Cielo y compañía
mostraron involuntariamente su desprecio, Hua Cheng hizo uso
de mendigos sucios como si no los usaras en tales asuntos y lo
magnificó, provocando una rebelión en su interior.
Los corazones de esos mendigos: ¿No crees que podamos
hacerlo? ¡Entonces te mostraremos, sin importar qué, también
tenemos lo que se necesita!
Por lo tanto, los espíritus de batalla aumentaron en oleadas.
Ambos lados se gritaban el uno al otro y Xie Lian se dirigió al grupo
de Ojo del Cielo.
—Si realmente estás preocupado por esto, entonces espera y
observa. Si realmente hacemos algo que es perjudicial para los
demás, entonces no sería demasiado tarde para que nos
detengas.
Junto a él, Hua Cheng sonrió y agregó: —Pero, mejor si no te
interpones en el camino.
—...
La banda de maestros espirituales había seguido a Xie Lian y
Hua Cheng todo el camino y ahora que finalmente no podían
aguantar más y estaban listos para saltar valientes, pero no pasó
mucho tiempo antes de que se asustaran. La aterradora sonrisa
falsa de Hua Cheng. Hua Cheng volvió la cabeza.
—Gege, mira al cielo.
Xie Lian levantó la vista junto con él. Esas sombras negras frente
a la luna redonda ahora eran más claras, como si se hubieran
acercado silenciosamente.
En el tiempo que buscaban ayudantes, quién sabe cuánto tiempo
había pasado la noche, ¡y esas criaturas estaban a punto de
zambullirse!
El corazón de Xie Lian dio un vuelco: ¡oh no, están fuera de
tiempo para encontrar más gente! Pero no mostró esto en su
rostro e inmediatamente gritó: — ¡TODOS, EN POSICIÓN!
¡Agárrense bien!
Shi Qing Xuan ya estaba de pie en la atención.
—Su Alteza... Ol Xie, somos pocos, ¿no nos atravesarán
rápidamente?
Este era el reino de los mortales, después de todo, los gritos al
azar causarían malentendidos y problemas innecesarios. Xie Lian
respondió: —Voy a vigilar aquí y comprobaré a todos ustedes
constantemente y cuando un punto esté a punto de romperse,
subiré para arreglar el arreglo. De esta manera podremos
extender el tiempo. Así que, básicamente, arregle sin parar
cualquier agujero nuevo que aparezca. Shi Qing Xuan respondió:
—Uuhh, bueno, entonces, nuestras vidas están en tus manos,
incluida la mía también, Su Alteza... Ol Xie tienes que trabajar
duro, ¿de acuerdo? ¡Trabajar muy duro! ¡Soy mortal ahora
mismo!
—Está bien, Ol Feng, lo daré todo.
Las palmas de todos estaban sudorosas y las caras de todos
estaban tensas. Justo después de que todos se agarraran
fuertemente de las manos, de repente, arriba, en el cielo de la
noche silenciosa, se escuchó un grito chirriante, ¡y se acercó más
y más, más y más rápido!
¡Han venido!
Cogiendo el momento adecuado, Xie Lian instruyó: — ¡Todos,
soplen aire hacia adelante!
La gente no entendía por qué, pero siguieron la dirección y cada
uno se llenó las mejillas y comenzaron a soplar aire con todas sus
fuerzas. Hacer que una gran multitud expulsara una ronda de aire
caliente y blanco en medio de una noche de invierno, mientras las
respiraciones no llegaban muy lejos, pero el aire caliente
mezclado con el aura de Yang era muy confuso. Además, Hua
Cheng había lanzado secretamente un hechizo de camuflaje,
cegando a las criaturas para que no vieran lo que estaba
sucediendo y esos espíritus resentidos que originalmente se
dispersarían y se volverían delincuentes sintieron un área donde
estaba particularmente pesado con el calor y el aura de los vivos,
muy animados y naturalmente creían que ese era el objetivo del
ataque, ya que se apresuraron y formaron un furioso pilar negro.
En ese instante, toda la visión de Xie Lian estaba prácticamente
cubierta por la negrura y él gritó: — ¡TODOS TENGAN CUIDADO
DE NO AFLOJAR SU ESPERANZA, HAN ENTRADO EN LA
JAULA!
En ese momento, desde detrás de Hua Cheng, miles de
mariposas plateadas emergieron y se extendieron.
La inquietante luz plateada se iluminó y la niebla negra ante los
ojos de Xie Lian se dispersó instantáneamente. Vio a Hua Cheng
extender una mano hacia él.
—Gege, ven a mi lado.
Xie Lian se sorprendió un poco e inmediatamente le tomó la
mano. Hua Cheng solo tiró ligeramente antes de que Xie Lian
fuera detenido. Envolvió una mano alrededor de su cintura y
barrió tranquilamente el área con su mirada. A pesar de que esos
espíritus resentidos estuvieron encerrados dentro del horno
durante dos mil años y habían perdido la cabeza por el
encarcelamiento, todavía no se atrevieron a acercarse y en un
radio de un metro de los dos no había un solo aura oscura. Solo
entonces los espíritus resentidos que habían entrado alegremente
en el círculo notaron que algo andaba mal; habían estado
destrozando y mordisqueando, pero ¿cómo es que no
destrozaron a ninguno de los vivos sino que se destrozaron el uno
al otro? ¡También había dos que no podían tocar y esas
mariposas plateadas eran como cuchillas afiladas y chubascos de
flechas para ellos, sus alas batían y atacaban, asesinándolos
mientras sus gritos se disparaban por los cielos!
Los espíritus resentidos finalmente notaron que habían quedado
atrapados. Eran como bestias salvajes encerradas en una jaula
ardiente y luchadora, pero esas doscientas personas no eran
jugadores fuera de esta jaula de hierro; ¡Eran ellos mismos los
barrotes de hierro de esta jaula!
Al darse cuenta de esto, los espíritus resentidos estaban más que
indignados y chillaron violenta y salvajemente a los mendigos que
los estaban bloqueando de la mano, con la boca abierta como si
fueran a devorar sus cabezas, los pelos en furia, sus rostros y
cuerpos miserablemente retorcidos y retorcidos. Algunos
retrocedieron unos pasos del horror, pero pronto fueron detenidos
por los que estaban a su lado.
— ¡No te muevas!
Xie Lian también gritó: — ¡NO TE MUEVAS! ¡NO PUEDEN
HACERLES NADA MIENTRAS NO SE MUEVAN!
Al escuchar esto, la multitud se tranquilizó un poco. Incluso había
mendigos que escupían salvajemente a los espíritus resentidos
que gritaban, llorando mientras escupían: —TÚ, TÚ, TÚ, ¡TÚ
SUCIO, TÚ SUCIO! ¡SAL DE AQUÍ!
Esto era probablemente porque escucharon en algún lugar que
los fantasmas tenían miedo de las cosas sucias y Xie Lian no
sabía si reír o llorar.
— ¡No necesitas hacer eso tampoco! ¡No se asustarán!
Justo en ese momento, de repente notó que en algún lugar de la
matriz humana estaba a punto de desmoronarse, un agujero a
punto de gotear y rápidamente miró por encima. ¡Vio a un
mendigo escuálido cuyos ojos estaban abultados y desenfocados,
su respiración era áspera, como si estuviera tan nervioso que
estaba a punto de convulsionarse!
Muchos espíritus resentidos también notaron que el espíritu de
este hombre se estaba debilitando y todos se precipitaron hacia
él. Xie Lian se apresuró y azotó y esos espíritus resentidos
aullaron cuando fueron separados mientras Xie Lian rápidamente
hizo que ese hombre volviera a salir, ordenando a los que estaban
a su izquierda y derecha que se conectaran. Antes de que tuviera
tiempo de respirar aliviado, a unos seis metros de distancia, en el
suroeste, apareció otra nueva fuga. Justo cuando Xie Lian estaba
a punto de precipitarse, descubrió que mucho más lejos apareció
otra fuga, ¡directamente de la persona al lado de Shi Qing Xuan!
La cantidad de espíritus resentidos era inmensa después de todo.
Esta era solo la primera ola también, ¡habría muchas más
después, sin parar!
No llegaría a tiempo y Xie Lian gritó: — ¡SAN LANG!
Sin embargo, Hua Cheng no se movió.
—Gege, no te preocupes.
Xie Lian se negó a creer que Hua Cheng no se dio cuenta y se
negó a creer que Hua Cheng también ignoraría las cosas, ¡pero
ese agujero iba a ser explotado por los espíritus resentidos!
Sin embargo, justo en el momento crucial, un talismán amarillo
llegó volando y explotó justo al lado de Shi Qing Xuan.
Aunque ese talismán no hizo estallar ningún espíritu resentido,
todavía los hizo retroceder alarmados, sus cabezas se retiraron.
Resultaba que era esa banda de maestros espirituales que habían
estado espiando todo este tiempo que se apresuraron a gritar: —
¡LE DIJE A TODOS QUE NO SE INVOLUCREN, PERO AHORA
QUE ESTÁN INVOLUCRADOS, ENTONCES DETENGAN SUS
PIES SOBRE LA TIERRA! ¡SI NO PUEDES, ENTONCES
ESTÁS AÑADIENDO PROBLEMAS!
Hua Cheng se volvió hacia Xie Lian.
—Mira, te dije que no te preocupes.
Siempre estaría tranquilo. Xie Lian respondió: — ¡Oh!
Ojo del Cielo y los otros maestros no pudieron quedarse quietos
al final y vinieron corriendo ellos mismos. Ciertamente eran
artistas marciales profesionales, se movían rápido y ágil y cada
uno agarraba las manos de dos personas, separándolas y
uniéndose a ellas. Decenas de docenas de recién llegados se
asimilaron instantáneamente en el círculo, expandiendo el
conjunto humano.
El Ojo del Cielo gritó: — ¡AMIGOS COLEGAS!
— ¡Vengan! ¡Vengan! ¡Vengan!
— ¡LLAMARÉ MI DISCÍPULO TAMBIÉN!
Poco después, cientos de personas llegaron corriendo por la
calle.
Esas cientos de personas seguramente eran impresionantes,
¡todos ellos monjes, cultivadores, lanzadores de hechizos! Cada
uno de ellos se vistió a toda velocidad, dando dos pasos como
uno, sus formas heroicas y refrescantes. Xie Lian aplaudió
ruidosamente en su cabeza mientras los mendigos miraban con
los ojos muy abiertos y la boca abierta. Cuando esta nueva ola
de personas vio la extraordinaria vista de un pilar furioso de aura
peculiar, todos quedaron atónitos y poco después se unieron
rápidamente. Una vez que se asimilaron, el círculo se expandió
aún más; toda la avenida principal de la capital real se quedaría
sin espacio. Y no importa la valentía de los recién llegados, todos
ellos estaban adornados con todo tipo de herramientas
espirituales, sin duda capaces de extender en gran medida el
tiempo para mantener este conjunto.
Después de ver esto, Xie Lian ahora tenía al menos nueve
participantes confiados y gritó con calma con seguridad: —
TODOS NO TENGAN MIEDO, LA MATRIZ ESTÁ GIRANDO.
¡TENEMOS MÁS Y MÁS PERSONAS A NUESTRO LADO,
MIENTRAS MANTENGAMOS LA FUERZA ABAJO
FIRMEMENTE, DESTRUIRLAS SOLO SERÍA UNA CUESTIÓN
DE TIEMPO!
La multitud también pudo ver que la situación iba a su favor.
Ahora que había esperanza en la mezcla, hizo todo más fácil y al
instante todo se llenó de confianza y respondieron con
entusiasmo: — ¡DESTRUIRLOS!
En el otro extremo, Ojo del Cielo dijo: — ¡Tenemos a ciento
sesenta y ocho personas de nuestro lado! ¿Cuántos son
ustedes? ¿Cuánto tiempo crees que podemos durar?
Con este fin, el jefe de los mendigos Shi Qing Xuan también contó
varias veces y respondió en voz alta: — ¡Tenemos ciento cuarenta
y ocho restantes aquí en la matriz!
—En total, tenemos trescientas dieciséis personas. Xie Lian dijo:
—Solo tenemos que encontrar... —Sin embargo, Hua Cheng
habló—. Eso no está bien.
Xie Lian se volvió hacia él.
— ¿Qué no está bien?
La mirada de Hua Cheng volvió y lo miró solemnemente: —El
recuento no es correcto. En este momento, hay trescientas
diecisiete personas aquí.
Capítulo 207: Buscando afecto; El Rey Demonio finge el disgusto

—...
Aunque Hua Cheng solo echó un vistazo, Xie Lian confió
sinceramente en que no habría contado mal.
Lo dijo en voz baja y nadie más escuchó además de Xie Lian. Xie
Lian también escaneó rápidamente el círculo una vez.
Todos aquí estaban tomados de la mano, así que, ¿cuándo se
unió una persona adicional?
¿Podría ser que Shi Qing Xuan contó mal? Xie Lian preguntó: —
¿Estás seguro de que tienes los números correctos? ¿No
excluiste a nadie?
Shi Qing Xuan juró: — ¡No! ¿No dijiste que el conteo es
importante? Así que he estado contando repetidamente y los que
se fueron a la mitad también fueron descontados. Somos ciento
cuarenta y ocho de nosotros. ¿Qué es? ¿Hay algo mal?
No era el momento adecuado para explicar en este momento y
hacerlo imprudentemente solo generaría un pánico innecesario y
Xie Lian no podía permitir que la gente señalara a aquellos que
tampoco reconocieron porque había demasiados a la vista y la
mayoría la gente no se conocía en primer lugar. Por lo tanto, Xie
Lian respondió: —No, solo estoy verificando.
Era aún menos posible que los usuarios de hechizos contaran
mal, ya que todos informaron el número de sus propios jefes de
hogar a Ojo del Cielo antes de que los agregara todos juntos. No
había forma de que no supieran cuántos de sus escuelas habían
venido.
Xie Lian susurró: — ¿Cuándo se mezcló el extra? ¿Qué está
planeando esa persona?
—O vinieron desde el principio o se mezclaron cuando los
usuarios del hechizo se unieron. Pero, son humanos con
seguridad.
Al menos no era un fantasma seguro. Para formar este círculo,
todos tenían que ser humanos, de lo contrario no podrían
mantener a esos espíritus resentidos.
Esta persona tampoco parecía querer estar expuesta por el
momento, ya que si ya se habían unido a este círculo, si lo
soltaban sin previo aviso y aparecía un agujero, todo el conjunto
humano colapsaría. Sin embargo, hasta ahora el círculo aún se
mantenía estable, lo que significaba que habían mantenido el
papel de las barras de hierro correctamente.
Lo que significaba que esa era una razón aún más para que Xie
Lian no actuara imprudentemente. Si esa persona hubiera notado
que se descubrió su existencia, entonces quién sabría si
simplemente huirían ahora. Lo que también significaba que sería
bastante difícil si quisieran encontrar a esta persona sin que se
dieran cuenta y elegirla sin interrumpir el círculo.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian
tuviera una idea. Se giró hacia Hua Cheng.
—San Lang, ¿pueden tus mariposas fantasmas solo perseguir
pero no matar a esos espíritus resentidos? Quiero decir,
¿perseguir a los espíritus en la dirección que tú determines?
Hua Cheng comprendió de inmediato lo que quería hacer: —Sí,
puedo.
Dado que esta persona se unió por su propia voluntad, no debía
ser un personaje simple y no temer a los espíritus resentidos.

Luego, a la inversa, si Hua Cheng manipulaba a las mariposas


fantasmas para obligar a los espíritus resentidos al borde del
círculo, entonces los espíritus seguramente intentarían encontrar
alguna fuga para escapar. Casi todos los mortales podrían
convertirse en un agujero con fugas, pero solo una persona no lo
haría.
¡El que se unió por su cuenta!
—Pero esta idea es realmente arriesgada —Xie Lian dijo—. Si no
tenemos cuidado, alguien podría dejar el miedo. Estaríamos
abofeteando nuestras propias caras.
—No se preocupe —dijo Hua Cheng—. Antes de que eso suceda,
habré matado a los espíritus resentidos.
Los dos formularon sus planes y Xie Lian de repente levantó la
voz y gritó: — ¡TODOS MIREN! ¡LOS ESPÍRITUS
RESENTENTIDOS RECIENTEMENTE SON MÁS FUERTES!
¡SÓLO ESPEREN Y NO SE ASUSTEN!
El Ojo del Cielo exclamó: — ¡¿QUÉ?! ¿POR QUÉ SE PODRÍAN
REPENTINAMENTE MÁS FUERTE?
Hua Cheng no se movió de su lugar, pero esas mariposas
fantasmas comenzaron a perseguir a los espíritus malvados y
resentidos mientras intentaban escapar caóticamente. Los
demás no sabían lo que estaba pasando, pero los usuarios del
hechizo notaron que algo andaba mal. El Ojo del Cielo estaba
indignado.
— ¡HUA CHENG...ZHU! ¿¿QUÉ ESTÁS HACIENDO??
Los dos dentro del círculo no tuvieron tiempo de preocuparse por
él y solo observaron la persecución con atención. Bastante
seguro. En medio del caos de torrentes negros y llenos de humo
que llenaban el aire, había una persona a la que esos espíritus
resentidos no se molestaron en acercarse y el área antes de esa
persona estaba visiblemente vacía.
¡Era él!
Xie Lian se adelantó y agarró las manos de ese hombre al mismo
tiempo, unió las manos de los dos al lado de este hombre y lo sacó
del círculo.
Ojo del Cielo y su grupo estaban cada vez más inquietos.
— ¿QUÉ SUCEDE?
Hua Cheng respondió groseramente: —No es asunto tuyo. Y
justo cuando terminó sus palabras, ya se había movido al lado de
Xie Lian, evitando cualquier problema inesperado que el hombre
pudiera infligir. Xie Lian contuvo a ese hombre con firmeza y luego
lo retorció. En ese instante cuando los dos se enfrentaron, Xie
Lian tragó con fuerza las palabras quién eres que ya estaban en
la punta de su lengua y abrió mucho los ojos.
Mirando esa cara, Xie Lian murmuró: —Guoshi, así que
realmente eras tú...
Ese hombre también estaba aturdido y pasó un momento antes
de que murmurara: —Su Alteza...
Esta cara debería haber sido extremadamente familiar, pero en
cambio era increíblemente extraña. En sus recuerdos, Guoshi
debería haber tenido más de treinta años, su disposición bastante
tranquila y serena y con un barrido de su túnica y vistiéndose,
podría engañar a cualquiera. Sin embargo, el hombre frente a él
en este momento solo parecía tener unos veinticinco o seis años,
no mucho más viejo que él.
Incluso si Xie Lian había escuchado su voz dentro del cuerpo
espiritual de la montaña en el Monte TongLu, todavía se
preguntaba si tal vez se había equivocado. Incluso cuando Jun
Wu le dijo que su maestro no era un personaje simple, sea
absolutamente cauteloso, también pensó que podría equivocarse
el Emperador. Sin embargo, no había duda de que el hombre
antes que él era su maestro y el último Guoshi de XianLe: ¡Mei
Nian Qing!
Los tres se miraron el uno al otro dentro de un círculo formado
por unas trescientas personas y el aire parecía haberse
congelado. Sin embargo, cuando Mei Nian Qing finalmente salió
de eso, lo que hizo justo después fue algo inesperado.
Mientras Xie Lian todavía estaba aturdido, ¡de repente tomó
represalias y se lanzó hacia adelante, estrangulando a Xie Lian
con sus manos!
Sin embargo, Hua Cheng estaba de pie junto a ellos, entonces,
¿cómo podría permitir que Mei Nian Qing tuviera éxito? Ni siquiera
necesitó moverse antes de que Mei Nian Qing fuera arrojado,
cayendo a metros de distancia. El repentino revuelo sorprendió a
todos tomados de la mano en el círculo.
— ¿POR QUÉ COMENZARON A LUCHAR?
— ¿QUÉ ESTA PASANDO?
— ¿A QUIÉN ESTÁN GOLPEANDO?
Hua Cheng exclamó: — ¡Gege! ¿Estás bien?
— ¡Estoy bien! —Respondió Xie Lian, pero de hecho, era el
Guoshi quien parecía no estar bien. Mei Nian Qing tosió sangre
por el golpe y se puso de pie antes de tropezar, tratando de salir
de la multitud. Cuando Shi Qing Xuan lo vio corriendo hacia él,
lloró ansiosamente: — ¿QUÉ ESTÁS PLANEANDO? ¡HEY, TE
AVISO! ¿NO TE ATREVAS A VENIR AQUÍ? ¡Su Alteza! ¡ESTÁ
INTENTANDO ROMPER EL CÍRCULO!
Xie Lian gritó: — ¡VUELVE!
RuoYe respondió y salió volando. Sin embargo, antes de que
pudiera envolverse alrededor de Mei Nian Qing, una espada cayó
del cielo y derribó en el suelo ante el Guoshi, bloqueándole el
camino. Siguiendo justo después, una luz blanca brilló desde los
cielos y varios rayos cayeron. ¡Junto con esa cortina de luz, un
dios marcial vestido con una armadura blanca descendió de los
cielos y selló el camino de retirada de Mei Nian Qing!
Con el frente y la espalda bloqueados, Mei Nian Qing no tenía
otro lugar a donde correr y cuando se dio la vuelta, se topó con un
RuoYe que parecía estar bailando con una alegría loca, brincando
mientras lo ataba fuerte, derribándolo al suelo. Xie Lian dio un
paso adelante.
— ¿Mi Señor? ¿Cómo es que has venido personalmente?
Jun Wu se puso de pie, con expresión solemne: —El monte
TongLu se ha estabilizado temporalmente, así que he venido a
ver cómo están las cosas aquí por tu parte.
— ¿Cómo lograste estabilizarlo? —Preguntó Xie Lian.
—Creé una nueva barrera —respondió Jun Wu—, y atrapé
temporalmente a esos tres espíritus de montaña y otras criaturas
inhumanas.
Sin embargo, lo que le importaba a Xie Lian no eran esos
espíritus de la montaña u otros pequeños secuaces no
relacionados. —Entonces... ¿White no-Face?
Jun Wu sacudió la cabeza lentamente.
—No lo encontré en el Monte TongLu. Me temo que hacía tiempo
que había escapado a otro lado.
Xie Lian miró a su alrededor; un campo de luz cegadora los
rodeaba, separándolos de las trescientas personas que estaban
afuera tomados de la mano y por el momento, los mortales fuera
de la pantalla de luz no podían ver lo que estaba sucediendo
dentro. Xie Lian luego miró al suelo; Guoshi se dio la vuelta y vio
a Jun Wu y probablemente recordaba la feroz pelea que tuvieron
en el pasado y parecía a la vez conmocionado y furioso, pero
sabiamente permaneció en silencio incluso mientras se enfurecía
por dentro. Jun Wu también inclinó la cabeza, mirándolo desde
arriba condescendientemente antes de hablar lentamente.
—Guoshi de XianLe, mucho tiempo sin verte.
Hua Cheng se acercó perezosamente, le dio a Mei Nian Qing una
breve mirada antes de hablar.
—Este Guoshi se ve bastante débil, entonces, ¿cómo logró
escapar en ese entonces?
—No escapó por su propia fuerza —Jun Wu dijo—. En ese
momento, había tres ayudantes a su lado. Eran los otros tres
consejeros Guoshis de XianLe.
Después de escuchar este punto, Xie Lian no pudo contenerse
más y preguntó: —Guoshi... solo, ¿quién eres exactamente?
Mei Nian Qing observó a Jun Wu oscuramente, con las manos
apretadas en puños, las venas apareciendo en el dorso de las
manos y si estaba furioso porque Jun Wu había arruinado sus
planes o si estaba furioso porque Xie Lian lo había expuesto.
Pasó un momento antes de que dijera en voz baja: — ¿No lo has
adivinado ya, alteza?
¡Uno de los cuatro guardianes del príncipe heredero de WuYong!
— ¿Y ese Príncipe Heredero de WuYong? —Insistió Xie Lian—.
¿Es White No-Face?
Al escuchar esto, Jun Wu se sorprendió.
—XianLe, ¿el Príncipe Heredero de WuYong es…?
Solo entonces Xie Lian recordó que aún no había tenido la
oportunidad de informar a Jun Wu sobre los asuntos de WuYong.
Habiendo capturado finalmente a Guoshi, Xie Lian tenía muchas
cosas que informar y muchas preguntas que hacer, pero nada de
eso debería llevarse a cabo aquí. Xie Lian respondió: —Mi Señor,
hablemos después de regresar a la Corte Celestial.
—Eso puede ser lo mejor —dijo Jun Wu. Después de tararear
por un momento, agregó—: Sin embargo, la mayoría de los
espíritus resentidos del Monte TongLu habían sido enviados aquí
a la capital real y no pueden ser reprimidos tan rápido. Incluso si
soy yo quien hace la limpieza, tomaría al menos siete días y siete
noches hacerlo.
¿Tenía que esperar siete días antes de poder interrogar a
Guoshi? Eso sería demasiado tarde entonces. ¡White no-Face
todavía estaba en libertad! Xie Lian todavía estaba contemplando
qué hacer cuando escuchó a Hua Cheng hablar: —Déjame el
desastre aquí. Puedes subir como quieras.
Xie Lian giró la cabeza para mirarlo, pero Hua Cheng ya había
adivinado lo que iba a decir: —No hay necesidad de decir nada
más. Te esperaré aquí abajo. Si Gege realmente quiere
agradecerme, entonces vuelve pronto a mí.
— ¿Eso estará bien? —Dijo Jun Wu.
Xie Lian se relajó y sonrió. —Eh. Sí.
Justo en ese momento, de repente hubo una silueta parpadeando
fuera de la pantalla de luz y una persona entró desde el exterior.
Cojeó y saltó, gritando: — ¡Su alteza! Alteza, ¿qué hace aquí?
¿Está todo bien?
Era Shi Qing Xuan. Resultaba que cuando Jun Wu descendió y
sacó esa pantalla de luz, nadie afuera sabía lo que estaba
sucediendo y todos estaban muertos de miedo. Shi Qing Xuan
luego dio un paso valiente y decidió cargar para ver qué estaba
pasando. Si se tratara de alguien más, podrían haber sido
bloqueados, pero dado que él había trabajado como funcionario
celestial antes en el pasado, esa pantalla de luz lo reconoció y de
hecho lo dejó entrar. En el momento en que entró estaba
estupefacto. —MMMM- ¿¿¿Mi señor??? ¿Cómo es que has...
venido personalmente?
Cuando Jun Wu lo vio, sonrió levemente: —Señor del Viento.
¿Cómo has estado?
—...
Shi Qing Xuan era vacilante tímido y algo avergonzado. Después
de todo, no había forma de que no lo supiera después de todo el
asunto de Shi Wu Du cambiando el destino de su propio hermano
pequeño enviándolo a los cielos, se había extendido causando un
disturbio. Ver a su antiguo jefe ahora, aparte de sentirse
avergonzado y culpable, no tenía nada más en mente. Sin
embargo, Jun Wu no le dijo nada y aún fue muy cortés, dándole
todo el respeto. Xie Lian retiró a RuoYe y Mei Nian Qing se
levantó lentamente. Después de que Shi Qing Xuan terminó de
ser tímido, preguntó, perplejo.
— ¿Quién es este? ¿Qué está pasando ahora?
Mei Nian Qing lo miró y de repente habló: —Eres Shi Qing Xuan,
¿verdad?
Shi Qing Xuan se sorprendió.
— ¿Y tú quién eres? ¿Cómo sabes mi nombre? —Pero la
pregunta más importante fue, ¿cómo es que todavía me reconoció
incluso en esta apariencia?
Mei Nian Qing dijo: —Tu nombre es terrible.
— ¿HUH? —Shi Qing Xuan estaba confundido.
Sin embargo, Mie Nian Qing no dijo otra palabra y siguió a Jun
Wu a sabiendas, luciendo bastante dócil, probablemente porque
sabía que ahora que no tenía ningún ayudante a su lado, no podía
escapar de la mano de Jun Wu.
—Xian Le, lo llevaré primero —Jun Wu dijo—. ¿Vienes en un
momento?
—Sí —respondió Xie Lian.
Jun Wu asintió con la cabeza hacia él. Entonces, los dos se
fueron primero. Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng, pero antes
de que pudiera decir algo, Hua Cheng habló primero: —Gege, no
tienes que preocuparte por nada. Solo es vigilar este círculo,
asegurándome de que no comiencen nada. No es nada difícil.
Shi Qing Xuan también intervino.
—Su Alteza, ¿vas a subir? ¡Ve, ve, yo también vigilaré las cosas,
no te preocupes!
Xie Lian asintió.
—Gracias a ambos por su arduo trabajo.
Si esto fuera en el pasado, Hua Cheng probablemente
respondería con no es nada u otras respuestas similares, pero
inesperadamente, esta vez, se abrazó a sí mismo y suspiró: —Es
un trabajo bastante duro.
—...
Xie Lian sintió que podría estar insinuando algo. Shi Qing Xuan,
por otro lado, no sintió nada y dijo emocionado: —Sí, recuerda
recompensarnos por nuestro arduo trabajo después, ¿sí? ¿Qué
tal hacer un festín en el mejor restaurante de la capital real?
Jajaja…
Todavía no podía olvidarse de festejar en el mejor restaurante de
la capital real y Xie Lian pensó para sí mismo: —Señor del Viento,
por favor no hable más, eso no era para nada lo que él quería
decir...
Hua Cheng sacudió la cabeza y giró casualmente esa perla de
coral rojo atada al final de su pequeña trenza y movió las cejas,
hablando con una voz aparentemente indiferente: —Si Gege
estuviera a mi lado, habría estado bien. Pero pensar que Gege
está subiendo otra vez, dejándome aquí solo, hum, me siento aún
más preocupado por el trabajo.
Shi Qing Xuan finalmente notó que algo sonaba extraño, pero aún
no lo entendió y dijo con una cara llena de sonrisas: —Lluvia
Sangrienta que Busca la Flor, tus palabras son muy divertidas.
Parece que estás diciendo que te sentirás solo ahora que Su
Alteza volverá a los cielos, como un recién casado jajajaja...
—No te equivocas —pensó Xie Lian—. ¿No es eso exactamente
lo que quiso decir?
Shi Qing Xuan se rió rígidamente por un momento y Xie Lian
finalmente no pudo soportarlo más y se aclaró la garganta.
—Um, Señor del Viento, ¿podrías salir primero? Solo por un
momento, ¿de acuerdo?
— ¿Por qué?
Xie Lian no pudo explicarlo.
—Solo... solo sal primero. Solo nos estamos despidiendo.
Solo entonces Shi Qing Xuan salió lleno de confusión. Ahora solo
quedaban los dos dentro de la pantalla de luz, ni una tercera alma
presente y Xie Lian se dio la vuelta. Hua Cheng todavía lo miraba
con una ceja levantada, parecía estar esperando que él dijera o
hiciera algo.
Por lo tanto, Xie Lian se armó de valor, colocó dos manos rígidas
sobre los hombros de Hua Cheng, estabilizándose por un
momento, antes de saltar con fuerza y besar su mejilla.
Después de haber hecho eso, miró a su alrededor con una
conciencia hueca como un ladrón y solo se relajó cuando vio que
no había nadie. Sin embargo, inesperadamente, al segundo
siguiente, sintió que le apretaba la cintura y fue Hua Cheng quien
lo abrazó con fuerza.
—Gege, ¿me estás apaciguando?
Su tono infeliz era medio serio, medio falso, sorprendiendo a Xie
Lian y rápidamente exclamó: — ¡No lo estoy!
— ¿En serio? —Dijo Hua Cheng—. Pero no eras así en absoluto
cuando te prestaba poderes espirituales. ¿Podría recibir este tipo
de despedida ahora que no estoy prestando poderes espirituales?
—... —Ahora que lo pensaba, Xie Lian sintió que tal vez
realmente no estaba siendo sincero en absoluto. Un momento
después, dijo en voz baja: —Lo siento. No quise expresar eso así.
Sin embargo, después de disculparse, cuanto más lo pensaba,
más parecía que así era como lo decía en serio y las alarmas
sonaron en su cabeza. Antes de que Hua Cheng respondiera, sin
decir una palabra más, su cuerpo se movió antes que su mente y
saltó, abrazando a Hua Cheng alrededor del cuello antes de
estrellarse enfáticamente. Esta vez, había besado por completo
el lugar donde Hua Cheng quería que besara.
Sin embargo, quién hubiera sabido que la voz de Shi Qing Xuan
aparecería de repente.
—Su Alteza, sigo pensando en eso y se siente más extraño
cuanto más lo pienso. Si ustedes dos solo se están despidiendo,
¿había necesidad de echarme? Solo estoy... ¿Su Alteza?
¿Cómo es que se fue tan rápido?
Xie Lian había huido tambaleándose y tropezando.
Capítulo 208: Demonio entra en el espejo; Ningún lugar para
esconderse

Incluso después de haber chocado y tropezado en la avenida


principal de la Capital Celestial, Xie Lian todavía se cubría la mitad
de la cara con la mano, tambaleante e inestable todo el camino.
Si bien ninguno de los jóvenes funcionarios celestiales que corrían
por la calle se atrevió a acercarse a él para preguntarle al
respecto, sin embargo, todos lo miraron de manera extraña y Xie
Lian rápidamente bajó la mano, enderezó la espalda y se frotó la
boca de forma poco natural, murmurando: —Mis… Me duelen los
labios, no sé qué está pasando, jaja...
Las miradas que le dieron los funcionarios menores se volvieron
aún más extrañas.
¿Qué tenía que hacer para que le dolieran los labios?
Realmente dolió bastante. Anteriormente, cuando saltó para dar
el beso, usó demasiada fuerza y Hua Cheng probablemente sintió
el choque, pero después de que Xie Lian lo besó, pudo sentir muy
obviamente que Hua Cheng parecía haber sonreído. No se
atrevió a pensar más sobre el tema y se apresuró a seguir con la
cabeza gacha y los otros funcionarios celestiales tampoco lo
detuvieron, todos corriendo por sus propios caminos.
Tal vez fue porque la reapertura del Monte TongLu se había
convertido en un asunto demasiado agitado y el aire de toda la
Corte Celestial era solemne e incómodo. Dentro del Gran Salón
Marcial, ya había muchos funcionarios celestiales reunidos.
Mientras que los espíritus resentidos del Monte TongLu fueron
enviados en todas las direcciones, la mayoría fueron enviados a
la capital real más poblada. Xie Lian y Hua Cheng habían
trabajado hasta ahora porque eligieron la tarea más pesada y
dura; todos los demás solo se enfrentaron a unos cientos de esas
criaturas y hace tiempo que las habían acabado. Pei Ming, Feng
Xin y los demás ya habían aparecido, regresaron a la Capital
Celestial, con el rostro cansado por la fatiga. Sin embargo,
cuando Xie Lian cruzó el pasillo y levantó la vista para saludar a
la gente, el primero que vio fue Lang Qian Qiu a quien no había
visto en mucho tiempo.
La cara de Lang Qian Qiu estaba oscura y cuando lo vio también
se sorprendió, luego giró la cabeza.
La multitud estaba sumida en sus pensamientos y no hablaba.
Jun Wu se sentó en la cima del trono y cuando vio que Xie Lian
había venido, se levantó un poco, listo para hablar, pero Lang
Qian Qiu dio un paso adelante primero: —Mi Señor, escuché que
ya has atrapado al Fantasma Verde Qi Rong.
Jun Wu lo miró.
—Eso es correcto. Sin embargo, el Fantasma Verde Qi Rong, el
fantasma femenino Xuan Ji y otros no fueron capturados por mi
propia mano. Todos fueron consignados por Yin Yu de la Ciudad
Fantasma.
Solo entonces Xie Lian notó que Yin Yu también estaba presente.
No se podía evitar, Yin Yu realmente no tenía sentido de
presencia. Hablando de eso, esta era la primera vez que Yin Yu
había entrado en el Gran Salón Marcial. Aparte del rango más
alto de funcionarios celestiales, ningún otro sujeto podría entrar
en esta sala sin el permiso de Jun Wu. En el pasado, cuando Yin
Yu era un funcionario celestial, no tenía derecho a ingresar ya que
su rango era demasiado bajo. Sin embargo, ahora que había
caído voluntariamente a la Ciudad Fantasma, finalmente pudo
entrar formalmente, un sentimiento verdaderamente complicado.
Lang Qian Qiu intervino directamente en el tema: —Qi Rong es
el enemigo que destruyó mi clan, rezo para que Mi Señor lo deje
a mi disposición.
Jun Wu miró a Xie Lian y tarareó por un momento.
—No es que entregárselo sea un problema —sin embargo, le
pregunto—, ¿qué viene después de que haya tratado con el
Fantasma Verde Qi Rong? ¿Qué harás?
Originalmente, Lang Qian Qiu había dejado la amenaza de que
después de terminar con Qi Rong vendría a buscar a Xie Lian y
eso era algo que Jun Wu había sabido. La voz de Lang Qian Qiu
era dura: —Eso no será asunto de mi Señor. ¿Mi Señor no puede
planear absolver a Qi Rong solo porque no contesto esta pregunta
y no puedo vengar a mi familia?
En el pasado, rara vez hablaba dentro del Gran Salón Marcial, e
incluso cuando lo hacía, era algo tonto, pero ahora cuando
hablaba, sus expresiones y su tono de voz estaban llenos de
resentimiento. Este no era un buen estado y Pei Ming habló: —
Su Alteza Tai Hua parece tener bastante temperamento hoy, ¿eh?
Por supuesto, mi señor no planea absolver...
Justo cuando estaba tratando de suavizar las cosas, el sonido de
la conmoción llegó desde afuera del pasillo y alguien cargó: — ¡Mi
Señor, no puedo esperar más!
En realidad era MuQing. Estaba vestido de negro y su rostro
también estaba oscuro y se suponía que varios de los oficiales
marciales detrás de él lo estaban aprehendiendo, sin embargo,
cómo podrían ser capaces de hacerlo y entonces se apresuraron
a decir: —Mi Señor, estábamos enviando al general Xuan Zhen
a...
Jun Wu suspiró, su mano apoyando su mejilla y saludó con la
mano.
—Entiendo, baja. —Un momento después, levantó la cabeza y
miró a Mu Qing—. ¿Y entonces?
Mu Qing proclamó con una voz de acero: —Entonces no puedo
continuar soportando esta acusación sin fundamento. ¿Mi señor
no ha capturado ya a esa mujer? ¡Quiero enfrentar su cara!
Lang Qian Qiu también habló.
— ¡Mi Señor, por favor dame también el Fantasma Verde Qi Rong!
Ambos hablaron con voces elevadas, haciendo que la escena
pareciera desenfrenada y le dio dolores de cabeza a Jun Wu.
— ¡Silencio! ¿No pueden esperar hasta que termine de lidiar con
el Monte TongLu?
Mu Qing razonó: —Si Mi Señor necesita manejar los espíritus
resentidos que se filtraron del Horno, entonces necesitas manos.
¿De qué sirve mantenerme encerrado? ¿Por qué no limpiar mi
nombre para poder regresar a mi servicio en la Corte Celestial?
¡Mientras Mi Señor la libere para que la confronte, la verdad saldrá
a la luz!
Sus palabras tenían sentido y si no se le daba el camino,
probablemente sería implacable, por lo que Jun Wu solo podría
ordenar: —Trae a la mujer fantasma Jian Lan.
Poco después, Jian Lan apareció. En sus brazos había un
paquete que parecía pañales y emitía un aura negra y
escalofriante. Desde el interior del paquete, algo trágicamente
pálido que se parecía a una mano pero no, algo que se parecía a
los huesos pero no se asomaba, dejando al descubierto los
dientes y las garras, pero que se introdujo por la fuerza en el
paquete. Los oficiales que la arrestaron no la sujetaron con los
brazos retorcidos, probablemente para poner cara de Feng Xin.
Feng Xin tragó ligeramente, encontrando sus ojos con los de ella
por un momento antes de que Jian Le mirara hacia otro lado
primero. Luego, la mirada de Feng Xin cayó sobre los pañales en
sus brazos y su mirada se volvió aún más complicada. Mu Qing,
por otro lado, ya estaba al final de su paciencia y en el momento
en que ella apareció, él dijo: —No sé por qué tu hijo debe
calumniarme, pero sabe con certeza que no soy el culpable. Debe
estar bajo el control de otra persona.
Estaba perdiendo la compostura de esta manera, pero Xie Lian
podía entenderlo, ya que Mu Qing era alguien a quien le importaba
perder la cara profundamente y tener un orinal sentado sobre su
cabeza durante tanto tiempo, incluso llegando a afectar su deber
en el Tribunal Superior, estaba naturalmente lleno hasta los topes
de temperamento. Jun Wu dijo: —Y según tu conjetura, ¿quién
crees que lo está controlando?
Mu Qing no habló, pero su mirada se movió y todos se dieron
cuenta de que estaba mirando a Jian Lan.
Las venas en la frente de Feng Xin aparecieron
instantáneamente.
— ¿Qué estás tratando de decir? ¿Crees que ella
deliberadamente haría que su hijo te calumnie?
Mu Qing retiró la mirada y respondió: —No dije nada por el estilo.
—Entonces, ¿por qué la estabas mirando? —Exclamó Feng
Xin—. Ella no te guarda rencor, así que ¿por qué tendría que
hacer algo así?
Mu Qing lo fulminó con la mirada.
—Ciertamente no hay rencores entre nosotros, pero quién sabe
de ti.
— ¿Y qué quieres decir con eso? —Exigió Feng Xin—. Solo di
todo de una vez.
Mu Qing miró a Xie Lian.
—Conociste a Lady Jian Lan durante el primer destierro de Su
Alteza, ¿verdad?
Los otros funcionarios también lo siguieron y miraron a Xie Lian.
Xie Lian: — ¿…?
¿Cómo fue arrastrado de nuevo?
Feng Xin lo miró también y gruñó con ira callada.
— ¿Qué tiene esto que ver con eso?
Mu Qing dejó de preocuparse y dejó todo ir, arrancando las cosas
a la intemperie.
—Por supuesto que tiene que ver con eso. En ese momento, la
vida al lado de Su Alteza era asombrosamente difícil y también
me odiabas, que haya regresado a la Corte Media, a los huesos.
Te encanta explorar mi historia para reprender mis errores y dado
que ella era tu compañera de cama, ¿cómo podría no odiarme por
esta influencia subliminal? Quién sabe, tal vez ella también
comenzó a odiar a Su Alteza porque al final, todavía no la elegiste
y preferiste continuar con tu miserable lealtad, prácticamente fue
abandonarle...
Feng Xin no pudo soportarlo más y rugió: — ¡DETEN TU
MIERDA!!
Su puño voló y Mu Qing levantó el suyo para devolver el golpe.
Jian Lan subió para detenerlos, pero el espíritu del feto comenzó
a reírse de manera extraña, como los gritos caóticos de los
cuervos viejos, extremadamente horrorosos. Pei Ming y Yin Yu
tiraron a Feng Xin y Mu Qing por separado, mientras que Quan Yi
Zhen estaba de pie mirando al lado, pareciendo contemplar quién
ganaría si comenzaban una pelea. En cualquier caso, era un
desastre en el pasillo.
Xie Lian permaneció allí en silencio durante un buen rato, bajando
la cabeza, luego, después de un momento, suspiró y recordó: —
Mi Señor, la prioridad en este momento debería ser encontrar a
White no-Face y controlar la enfermedad del rostro humano. Es
la persona que capturamos antes quien es la pista más
importante.
Jun Wu tampoco pudo mirar más y agitó su mano.
—Llévate al fantasma femenino Jian Lan y al espíritu del feto.
Trae al Guoshi de XianLe.
Mu Qing gritó: — ¡NO! VOY A VER... ¿QUÉ?
Feng Xin también se quedó estupefacto.
— ¿TRAER A QUIÉN?
Los dos miraron hacia la entrada de la sala y ¿el que era traído
por un oficial marcial no era nada menos que el Guoshi de XianLe
con quien ambos estaban muy familiarizados, Mei Nian Qing?
Feng Xin y Mu Qing estaban asombrados. Feng Xin se aventuró.
— ¿Guoshi? ¿Realmente es Guoshi?
Mu Qing no dijo nada, pero también estaba aturdido e inseguro.
No se les podía culpar. En verdad, incluso hasta ahora Xie Lian
todavía sentía que las cosas eran algo surrealistas y no podía
conectar a este hombre con el Guoshi que una vez le hizo la
pregunta de Dos hombres y una taza de agua.
Mei Nian Qing se adelantó lánguidamente, pasando a Xie Lian.
Jun Wu se sentó frente al gran salón.
—Xian Le, cuando estábamos abajo, parecías tener algo que
decir.
Xie Lian inclinó ligeramente la cabeza.
—Sí.
Por lo tanto, seleccionó las partes importantes e informó su viaje
al Monte TongLu y los incidentes que ocurrieron mientras
exploraba el Reino de WuYong. Cuanto más escuchaba la
multitud, más se ampliaban sus ojos, no importaba Feng Xin y Mu
Qing. Después de que se hizo el informe, Jun Wu habló
lentamente.
—Y sin embargo, nunca antes había oído hablar del Reino de
WuYong.
Todos los demás funcionarios estuvieron de acuerdo: —Nunca lo
había escuchado antes...
—Fue hace dos mil años, después de todo.
—Los rastros deben haber sido borrados intencionalmente.
Mei Nian Qing no había dicho una sola palabra en todo momento.
Xie Lian se volvió hacia él.
—Guoshi, el Príncipe Heredero de WuYong es White No-Face,
¿verdad?
—Sí —dijo Mei Nian Qing.
¡Él lo sabía!
Pei Ming habló mientras reflexionaba: —Entonces, ¿quién dejó
esos murales? ¿Y quién destruyó la última pintura?
—No sé quién dejó esos murales —respondió Xie Lian—. Pero
creo que la última pintura fue destruida por White no-Face o sus
subordinados. Después de todo, no quería que nadie supiera de
su identidad.
Se volvió hacia Mei Nian Qing.
—Y tú eres el subordinado del Príncipe Heredero de WuYong. Lo
que lo convirtió en el subordinado de White No-Face.
—...
Mei Nian Qing no habló. Xie Lian tuvo un repentino impulso de
preguntarle, cuando XianLe cayó, ¿Guoshi sabía que esa criatura
era White No-Face? Lo que significaba que estaban coludiendo,
¿y Guoshi era incluso un ayudante?
Sin embargo, al final hizo una pregunta diferente.
— ¿Dónde está White no-Face en este momento?
—...
— ¿Por qué White no-Face tuvo que arruinar a XianLe? —
Cuestionó Xie Lian.
—...
— ¿Por qué quieres matarme? —Exigió Xie Lian.
Mei Nian Qing finalmente habló: —Alteza, nunca quise matarte.
—Entonces, ¿por qué viniste a buscar mi garganta allí abajo? —
Preguntó Xie Lian.
Mei Nian Qing preguntó: —Si te estrangulara, ¿morirías? ¿El que
está a tu lado me permitirá tener éxito?
Es verdad. Pero eso no significaba que Mei Nian Qing no tuviera
una intención asesina, ya que su reacción fue completamente
inconsciente en ese momento. Mei Nian Qing probablemente
sabía que no podía convencer a Xie Lian, así que dejó de intentar
discutir.
Después de un momento de silencio, Xie Lian finalmente hizo la
pregunta que más deseaba.
— ¿Qué querías despertar en mí? —Preguntó Xie Lian.
Jun Wu le había dicho que Guoshi parecía querer despertar algo
dentro de él, pero ¿qué podría ser?
Mei Nian Qing lo miró extrañamente. Debajo de sus mangas, las
manos de Xie Lian se habían apretado en puños.
—Guoshi, adelante y dímelo.
Xie Lian siempre se había sentido ligeramente incómodo. El
camino del destino de ese Príncipe Heredero de WuYong era muy
similar al suyo, ¿podría realmente haber algún tipo de conexión
oculta entre él y White No-Face?
Esto era algo que debía verificar, ya que no podía permitir que
una criatura como White no-Face tuviera algún tipo de conexión
consigo mismo. Sin embargo, también tenía mucho miedo de que
White no-Face realmente tuviera algo que ver consigo mismo.
Mei Nian Qing lo miró y, un momento después, respondió: —
Alteza, estas preguntas que hace, no es el momento adecuado
para que las conteste. Incluso si respondo, es posible que no me
creas.
Después de una pausa, continuó: —Sin embargo, hay una cosa
que puedo responder en este momento.
Mei Nian Qing enunció lentamente cada palabra: —En este
momento, White no-Face está dentro de este Gran Salón Marcial.
¡Está parado justo delante de mí!
¿Quién estaba justo delante de él?
¡Xie Lian!
Xie Lian instantáneamente retrocedió unos pasos, pareciendo
querer evitar estar en ese lugar. El más cercano a ellos era Feng
Xin y exclamó: —Guoshi, tú... abre los ojos y mira claramente
quién es la persona que tienes delante. ¡Es su alteza! ¡Tu
discípulo!
Sin embargo, también hubo otras voces. Más lejos, había
funcionarios celestiales que se tapaban la boca y susurraban: —
¡¿Podría ser... que Su Alteza y White no-Face compartan... un
alma dividida?!
— ¿Qué es un alma dividida?
—Es cuando el alma de una persona se divide por la mitad o se
divide en dos lados. Cada mitad tiene sus propios recuerdos y
sus personalidades y habilidades también son diferentes. Quizás
incluso la apariencia podría ser diferente también...
—Eso es posible…
— ¡He oído hablar de casos como ese también!
—Si realmente es así, ¿qué debemos hacer? ¿Su Alteza el
Príncipe Heredero es la Calamidad Vestida de Blanco?
Tales voces venían de todas partes y el propio Xie Lian comenzó
a dudar también: ¿Era White No-Face? ¿Siempre había sido así?
¿Podría ser que fue él mismo quien había arruinado a XianLe,
que fue él quien se torturó durante ochocientos años? Todo hasta
ahora, ¿¿era todo él el culpable?
Era un ruido clamoroso por todo el pasillo, todos los funcionarios
celestiales susurraban con diversas expresiones, e incluso Feng
Xin ya no sabía qué decir ni qué creer.
En cuanto a Jun Wu, se puso de pie y dijo: —XianLe, ¡cálmate!
Xie Lian se estaba desmoronando.
—Yo... yo...
¿Era todo realmente culpa suya?
Si realmente era él, ¿qué debería hacer? ¡No lo sabía!
Justo cuando se estaba ahogando en la confusión, una voz de
repente sonó en su mente: — ¡No! Puedo jurar que eres tú, no
eres nadie más. ¡Créeme!
¡San Lang! ¡San Lang!
Hua Cheng había dicho una vez que no podía ser él. ¡Nunca
podría ser su culpa!
Habiendo pensado esto, la mente de Xie Lian se aclaró
instantáneamente y se estabilizó, manteniéndose firme. Sin
embargo, Jun Wu ya había descendido de su trono y se puso a su
lado: — ¡XianLe! Cálmate primero...
¡Xie Lian estaba a punto de levantar la vista para dar una
respuesta compuesta cuando inesperadamente, en ese
momento, Mei Nian Qing de repente extendió la mano y sacó la
espada sagrada de la cintura de Feng Xin y se abalanzó sobre
Jun Wu!
Todos los funcionarios celestiales gritaron. Sin embargo, tanto
Jun Wu como Xie Lian eran dioses marciales, los mejores en sus
campos, así que ¿por qué iban a preocuparse por un ataque
furtivo de tan bajo nivel? ¡La punta de la cuchilla ni siquiera había
tocado a Jun Wu antes de que los dedos de Xie Lian ya hubieran
destellado tan rápido como un rayo y se apoderaron de esa
brillante cuchilla blanca como la nieve, atrapándola ante sus ojos!
Feng Xin volvió a sus sentidos e inmediatamente se apresuró a
contener al Guoshi. Que se atrevió a llevar a cabo asesinatos
dentro del Gran Salón Marcial y frente a tantos dioses marciales
también, estaba pidiendo su muerte. Feng Xin exclamó: —
Guoshi, ¡lo que estás haciendo no tiene sentido!
Sin embargo, mientras Mei Nian Qing luchaba inútilmente, le
rugió a Xie Lian al mismo tiempo. — ¡MIRA! ¡MIRA, RÁPIDO!
Yin Yu se apresuró.
— ¡Su Alteza! ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado?
Desde lejos, Mu Qing se alarmó: — ¿Mirar qué? ¿Qué quiso
decir él? ¿Qué está planeando?
Era un pandemónium, pero durante un buen rato, Xie Lian no
había movido un músculo.
No fue por nada más. Era porque vio algo reflejado en esa hoja
blanca como la nieve.
Una cara.
El rostro sereno y apuesto de un joven.
Y en esta cara, ¡había otras tres caras creciendo en ella!
Esas tres pequeñas caras fueron aplastadas en la cara de esta
persona, arruinando esa hermosa cara, haciéndola parecer
escalofriantemente horrible. Incluso las cinco características
parecían contorsionarse. La mitad de la cara parecía estar
llorando, mientras que la otra mitad parecía estar sonriendo.
Esa cara debería haber sido infinitamente familiar para Xie Lian.
Sin embargo, en ese momento, desde la hoja en forma de espejo,
era tan extraño que era aterrador, tanto que Xie Lian estaba
empapado en sudor frío. Solo entonces recordó que esta espada
que Feng Xin llevaba consigo era HongJing, el espejo que
revelaba el mal. Cuando los fantasmas entraban al espejo, no
podían esconderse.
Desde este ángulo, lo que HongJing reflejó no fue su propio
rostro, sino el rostro del que estaba parado detrás de él. Y, en
esa cara había un par de ojos oscuros y solemnes que
actualmente lo miraban de cerca.
Las pupilas de Xie Lian se encogieron lentamente. Era como si
sus movimientos hubieran disminuido y cuando su boca se abrió
lentamente, su muñeca se puso rígida de repente.
Una mano poderosa le había agarrado la muñeca y detrás de él,
Jun Wu sonrió.
—Xian Le, ¿qué estás mirando?
Capítulo 209: Caos en la corte celestial; Onda nefasta sacude los
cielos (parte uno)

Habían pasado cientos de años desde la última vez que Xie Lian
sintió tal escalofrío por la espalda

Mei Nian Qing dijo que White no-Face estaba parado justo frente
a él y la primera reacción de Xie Lian fue él mismo, pero lo había
olvidado. Antes de Mei Nian Qing, además de Xie Lian, ¡todavía
estaba Jun Wu detrás de él!

Solo que nunca había sospechado de esa persona, por lo que


esta fue una revelación sorprendente, por lo que ahora todos sus
pelos estaban de pie abruptamente. Xie Lian luchó un poco, pero
la fuerza de esa mano era extremadamente poderosa,
agarrándolo firmemente sin moverse. Él dijo a pesar de sí mismo:
—Tú... tu cara...

La voz de Jun Wu sonó como si no le importara en absoluto, como


si acabara de notar un error insignificante: —Ah, un momento de
descuido y han vuelto a salir.

Otra oleada de dolor insoportable vino de la muñeca de Xie Lian


y, finalmente, no pudo agarrar más la empuñadura y aflojó su
agarre.

La larga espada cayó al suelo y ¡CLANG!, un sonido crujiente y


resonante llenó el pasillo. Sin embargo, era demasiado tarde.

¡Muchos de los funcionarios celestiales cercanos, como él,


habían visto esa cara horrible reflejada en HongJing!

Una manta de silencio muerto cubría el gran salón. Casi todos


los funcionarios celestiales quedaron atónitos, incluido Feng Xin,
que fue el más cercano y vio todo claramente. Mei Nian Qing
aprovechó esta oportunidad para liberarse y agarró a HongJing
que estaba en el suelo, levantándolo con ambas manos para
ponerlo de pie frente a Jun Wu.

— ¡TODOS MIREN BIEN! ¡MIREN LA CARA DE ESTE HOMBRE


QUE ESTÁ DE PIE AQUÍ!

Fueron varios dioses marciales los que primero cobraron sentido


y Pei Ming se adelantó y gritó, sacando su espada.

— ¿QUIÉN ERES?

Los funcionarios celestiales que estaban más lejos no


entendieron lo que estaba sucediendo y comenzaron a llorar: —
¿QUÉ SUCEDE?

¿Con quién está hablando el general Pei?

— ¿Cómo puede apuntar la espada al emperador?

Mei Nian Qing miró intensamente a Jun Wu sin parpadear,


enunciando cada palabra: — ¡ES WHITE NO-FACE!

Mu Qing estaba estupefacto.

— ¿Cómo podría ser White No-Face? ¿White no-Face se hace


pasar por el emperador? Entonces, ¿dónde está el verdadero
emperador?

Xie Lian ahora también se preguntaba si había un cambio de


mano, pero ¿desde cuándo había existido este sustituto? ¿Cómo
es que no notó nada malo? ¡El Emperador Marcial Celestial no
era como el escurridizo Señor de la Tierra discreto y sin importar
qué, si se hizo pasar por él, no podría haber pasado desapercibido
para todos en toda la Corte Superior!

Mei Nian Qing estaba a punto de volver a hablar cuando Jun Wu


levantó otra mano y suspiró: —Me has decepcionado de nuevo.
La cara de Mei Nian Qing cayó repentinamente, pareciendo como
si alguien la hubiera estrangulado de repente. Lang Qian Qiu
recogió su espada larga y cortó los fuertes vendavales de espada,
pero Jun Wu volvió la cabeza y miró a Lang Qian Qiu volando de
regreso

El segundo siguiente, Pei Ming, Lang Qian Qiu, Feng Xin, Mu


Qing, Quan Yi Zhen y casi todos los dioses marciales dentro del
Gran Salón Marcial, todos asediados.

Sin embargo, un tiempo de incienso después, la mano de Jun Wu


todavía estaba agarrando la muñeca de Xie Lian mientras todos
los dioses marciales que habían rodeado y atacado antes habían
caído.

Dentro del Gran Salón, el suelo estaba extendido con dioses


marciales que habían perdido todos sus poderes de ataque y solo
Jun Wu y Xie Lian permanecieron de pie. Mu Qing vomitó un
bocado de sangre y le gritó enojado a Xie Lian, que estaba
congelado en el acto y en silencio: — ¡MÚEVETE! ¡HAZ ALGO!
¿POR QUÉ ESTÁS CONGELADO? ¿ESTÁS ESPERANDO A
SER ASESINADO?

Sin embargo, poco sabía él, no era que Xie Lian no quisiera
moverse, ¡sino que no podía moverse en absoluto!

A pesar de que Jun Wu solo estaba usando una mano para


agarrarlo, Xie Lian podía sentir que incluso si doblara un dedo
ligeramente, el otro lo notaría e inmediatamente chasquearía el
dedo, ¡así que no importa las represalias! A juzgar por cualquier
ángulo, ¡la mejor decisión era permanecer quieto y cauteloso!

¡Tal era el poder del dios marcial número uno de los tres reinos!

Los oficiales celestiales que se encontraban en los bordes


exteriores se habían dispersado con temor y pasaron un momento
antes de que recordaran escapar, saliendo corriendo del Gran
Salón Marcial con sus caras pálidas, pero solo habían llegado a
la entrada antes de ese grupo de puertas pesadas y glamorosas
cerradas por sí solas. Golpearon las puertas en vano. Los cerca
de cien funcionarios celestiales dentro del salón no pudieron salir
o no pudieron levantarse, un verdadero caos. En cuanto a Mei
Nian Qing, su cuerpo fue empujado hacia adelante por una fuerza
invisible y Jun Wu lo agarró por el cuello, sonriendo: — ¿Pensaste
eso al cambiar de opinión en el último minuto y le dije a todos que
no lo haré? ¿Ser capaz de hacer cualquier cosa? ¿Pensaste
que una vez que lo supieran, podrían amenazarme uniéndose?
Puedo aniquilarlos a todos con una sola mano.

Parecía que el que Jun Wu trajera a Mei Nian Qing primero no


era simplemente permitir que Xie Lian se despidiera de Hua
Cheng. Había contado o amenazado a Mei Nian Qing con
algunas cosas, por lo que el Guoshi fue interrogado en la sala sin
preocupaciones. Sin embargo, quién hubiera sabido que en el
último segundo, Mei Nian Qing volvería a su palabra. Agarró las
mangas de Jun Wu y le gritó a Xie Lian: — ¡Su Alteza, CORRE!
¡Se ha vuelto loco!

— ¡Guoshi! —Xie Lian exclamó.

Al siguiente segundo, Mei Nian Qing ya no podía hablar, como si


algo le estuviera ahogando el cuello, pero siempre se había
vestido con una túnica que lo cubría, por lo que Xie Lian no podía
ver claramente qué le pasaba.

Jun Wu suspiró.

—Tonto, lo que estás haciendo no es diferente a empujarlos a un


pozo de fuego. Originalmente, este asunto no tenía nada que ver
con ellos, pero ahora, nadie dejaría vivo la Capital Celestial.

Con cosas tan urgentes, Xie Lian inmediatamente llamó a través


de la comunicación espiritual.

— ¡SAN LANG!
Nunca antes había tomado la iniciativa de recitar la contraseña
verbal de Hua Cheng a la matriz de comunicación, pero en
circunstancias tan terribles, no tuvo tiempo de preocuparse por
ser tímido, sin embargo, después de recitar mentalmente algunas
veces, todavía era un silencio total. En el otro extremo no había
ninguna respuesta.

¡Esta sensación de bloqueo de comunicación era exactamente la


misma que en el Monte TongLu!

Con solo una mirada, Jun Wu pudo decir lo que estaba pensando:
—No hay necesidad de seguir intentándolo. Si no lo permito,
entonces no puedes comunicarte.

La Corte Celestial se construyó sobre los poderes de Jun Wu,


este lugar era su dominio, es el más grande, por lo que, por
supuesto, podía hacer lo que quisiera. Lo que también significaba
que todo el Tribunal Superior, toda la Capital Celestial estaba
ahora completamente aislada de cualquier otro lugar. Esto
realmente se había convertido en llorar por los cielos en vano;
llorando por la tierra en vano.

De repente, las puertas del Gran Salón Marcial se abrieron de


golpe. Todos los funcionarios celestiales recuperaron sus
espíritus con alegría, pero cuando vieron quién estaba parado en
la entrada, todos se sorprendieron. Afuera del pasillo había un
hombre alto, vestido de negro, su aura escalofriante e inaccesible,
bloqueando la salida de todos. ¡Era Ling Wen usando el Brocado
Inmortal!

Los funcionarios celestiales no sabían qué hacer cuando Ling


Wen cruzó el umbral y entró en el pasillo, doblando una rodilla
hacia el suelo hacia Jun Wu, hablando con solemne respeto.

—Mi Señor.

—Levántate y ponte a trabajar. —Jun Wu dijo: —Sabes qué


hacer.
Ling Wen inclinó la cabeza y sonrió.

—Por supuesto.

Mu Qing luchó para ponerse de pie usando la pared como soporte


y al ver esto, estaba sorprendido y dudoso.

— ¿No estaba Ling Wen en libertad en el Monte TongLu?

—Eso es correcto. —Jun Wu respondió: —Sin embargo, siento


que Ling Wen es muy útil y solo cometió un error insignificante,
así que lo he convocado de regreso.

De hecho, en comparación con la Calamidad vestida de blanco,


que Brocado Immortal Ling Wen creó realmente fue un error
insignificante. Y ahora, tanto Ling Wen como el Brocado Inmortal
se habían convertido en los subordinados de este, Jun Wu. Justo
en ese momento, un haz de sombras blancas brilló y algo saltó,
se aferró al pie de Jun Wu y comenzó a acariciar su bota. Feng
Xin miró y lloró enojado: — ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?
¡REGRESA AQUÍ!

Esa cosa era el espíritu del feto. No solo no obedeció las


palabras de su propio padre, sino que incluso comenzó a sacarle
la lengua maliciosamente. Feng Xin fue golpeado hasta el suelo
y vomitando sangre por Jun Wu, pero ahora su propio hijo estaba
abrazando la pierna del enemigo que lo había herido, como si no
tuviera idea de quién era su padre y Feng Xin estaba tan furioso
que vomitó otra ronda de sangre. Poco después, una tropa de
dioses marciales inexpresivos llegó al salón.

Esos dioses marciales eran todos los funcionarios que Jun Wu


había designado y que solo habían obedecido su orden. Ling Wen
recibió el control de Jun Wu y ordenó: —Lleve a cada funcionario
celestial a su propio palacio y vigílelos.

Pei Ming estaba sentado cerca, su expresión complicada.

—Ling Wen, qué cruel de tu parte.


Ling Wen le dio unas palmaditas en el hombro: — ¿No sabías de
mi crueldad desde el primer día que nos conocimos? ¿Qué tal,
quieres unirte? Usted es siempre bienvenido.

Pei Ming soltó una risita seca pero no habló.

Una vez más, Xie Lian recibió un trato especial y fue Jun Wu
quien lo escoltaría personalmente de regreso al Palacio de
XianLe. Jun Wu reprendió.

—Ven.

Xie Lian miró hacia atrás y miró a Mei Nian Qing. ¿Qué está
pasando? ¿Quién eres tú? ¿Qué querías lograr? ¿Quién es esta
persona? ¿Es Jun Wu o White No-Face? ¿Qué está planeando?

También había muchas preguntas que quería hacer, pero debían


hacerse en privado y con mucho cuidado. Solo Mei Nian Qing
podía responder esas preguntas, pero Jun Wu definitivamente no
le daría esta oportunidad.

En el momento en que salieron del Gran Salón Marcial, Xie Lian


se sorprendió un poco. Sobre la gran avenida de la Capital
Celestial, los cielos eran sombríos, las nubes rodaban
nefastamente; todo había cambiado en un abrir y cerrar de ojos
y el brillo una vez centelleante ya no existía. Solo los dioses
marciales bajo el mando de Jun Wu todavía actuaban como solían
hacerlo, ya que enviaban a cada funcionario celestial a sus
propios palacios y todo parecía inquieto y sombrío. En cuanto a
los funcionarios subalternos que se habían apresurado, ahora
todos estaban desparramados por todo el terreno, inconscientes.

No hace falta decir que esto debe haber sido hecho por Jun Wu.
Desde lejos llegó el repiqueteo de la campana. Parecía que el
problema estaba en la campana.
Los dos caminaron lentamente hacia el Palacio de XianLe a lo
largo de la gran avenida de la Capital Celestial. En el camino, Xie
Lian había estado dando vueltas tratando de pensar en una forma
de escapar, pero no era rival contra Jun Wu y cualquier pequeño
truco inteligente que pudiera pensar sería completamente inútil
contra el emperador. Además, Jun Wu no solo tenía el poder
marcial, también podía ver a través de lo que Xie Lian estaba
pensando.

Cuando entraron en el Palacio de XianLe, Xie Lian todavía no


había tenido ninguna idea y se dijo a sí mismo que lo dejara ir,
que estaría bien incluso si no podía pensar en nada, porque si él
no se comunicaba con Hua Cheng por mucho tiempo, Hua Cheng
definitivamente notaría que algo andaba mal. Mientras las cosas
no se salieran de control antes de que eso sucediera. Sin
embargo, después de que se cerraron las puertas, Jun Wu de
repente dijo: — ¿Echas de menos a la Lluvia Sangrienta que
busca la Flor?

—...

Las palabras de Jun Wu hicieron que su corazón saltara a su


garganta y su corazón comenzó a latir con fuerza.

Xie Lian no sabía cómo responder; en caso afirmativo, ¿Jun Wu


le haría algo a Hua Cheng? Si respondía que no. Jun Wu podría
no creerle.

Al no escuchar respuesta, Jun Wu sonrió.

—No hay que preocuparse, lo sé, debes extrañarlo. Estoy seguro


de que realmente quieres comunicarte con él.

La forma en que habló con Xie Lian seguía siendo la misma que
antes; cálido, tolerante, compuesto, confiable, no hubo cambios.
Pero cuanto más era así, más confundido y aterrorizado estaba
Xie Lian.
Luego, Jun Wu continuó: —Si realmente lo extrañas, ¿por qué no
te conectas con él un poco y conversan?

—...

Había adivinado lo que Xie Lian estaba pensando cuando


entraron por las puertas justo ahora. ¡Todo estaba a su alcance!

Jun Wu continuó sonriendo.

—Xian Le, sabes qué decir. No dejes que se preocupe. Estoy


seguro de que esa Flor de Lluvia Sangrienta tuya estaría muy feliz
de que también te conectes con él.

Luego, colocó una mano sobre el hombro de Xie Lian. Xie Lian
sintió una intrincada ola de movimiento y supo que Jun Wu había
lanzado algún tipo de hechizo que podía escuchar el contenido de
su comunicación. Incluso si Jun Wu no pudiera hablar, aún podría
escuchar. Naturalmente, Xie Lian sabía lo que Jun Wu quería
oírle decir.

Después de una pausa, se armó de valor y dijo con valentía la


contraseña verbal de Hua Cheng en voz alta.

Al escuchar esa contraseña verbal, Jun Wu parecía haberlo


encontrado divertido y se rió un poco. Sin embargo, Xie Lian no
tuvo tiempo de sentirse avergonzado o tímido.

Solo tomó un respiro de un segundo antes de que la voz de Hua


Cheng sonara junto a los oídos de Xie Lian. Suspiró: —Gege,
Gege, ha pasado tanto tiempo y finalmente has recordado a San
Lang.

Xie Lian intercambió una mirada con Jun Wu. Él respondió: —


San Lang, ni siquiera me he ido por dos horas.

Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Para mí, el punto es que te fuiste
y no, solo dos horas. Incluso por un instante, sigue siendo
separación.
Jun Wu estaba escuchando a su lado.

Incluso con la situación tan peligrosa en este momento, Xie Lian


se las arregló para sentir una verdadera vergüenza. Jun Wu
habló: —Desafortunadamente, tendrá que esperar más de dos
horas. A continuación. Dile que hasta que los espíritus resentidos
hayan sido atendidos, no podrá verte. No des ninguna pista
indirecta, puedo escuchar todo.

Terminar de cuidar a los espíritus resentidos, serían siete días y


siete noches. Después de una pausa, Xie Lian dijo: —Si ni
siquiera puedes esperar dos horas, ¿qué harás si necesito tomar
mucho tiempo esta vez?

— ¿Jun Wu te llenó con una gran pila de misiones? —Preguntó


Hua Cheng.

—Sí. —Xie Lian respondió.

—Déjame ayudarte —dijo Hua Cheng.

Jun Wu dijo: —Dile que después de completar las misiones, te


permitiré tomar un descanso de tres años.

Xie Lian dijo: —No hay necesidad. San Lang, ya eres de gran
ayuda para proteger esa matriz para mí, así que déjame manejar
todo lo demás. El emperador ya dijo que después de completar
este gran montón de misiones puedo tener un descanso de tres
años, no tendré que hacer nada.

— ¿Solo tres años? —Preguntó Hua Cheng.

— ¿Tres años no son suficientes? —Dijo Xie Lian—. Ya es un


pequeño beneficio.

—Muy bien, bien. Pero... —Hua Cheng dijo lánguidamente—.


Gege, ese es tu beneficio. ¿Y qué tal el mío?
Capítulo 210: Caos en la corte celestial; Onda nefasta sacude los
cielos (parte dos)

— ¿Qué... qué beneficio? —Preguntó Xie Lian.

Hua Cheng le preguntó: — ¿Qué te parece?

Xie Lian prácticamente podía imaginar cómo alzó la frente y cómo


se curvaron sus labios cuando hizo esta pregunta, entonces, ¿qué
podría decir a eso?

Hua Cheng continuó: —Hablando de eso, Gege todavía me debe


por un poco de poderes espirituales, ¿estoy equivocado?

—No —Xie Lian respondió con cautela.

— ¿Entonces Gege pensó en cómo me pagará? —Preguntó Hua


Cheng.

—… No realmente —dijo Xie Lian.

Hua Cheng parecía haber soltado una carcajada.

—Ya que no has pensado en nada, ¿por qué no me dejas


decidir? Después de que este asunto haya terminado y haya
terminado sus vacaciones, Gege puede tomarse su tiempo para
pagarme todo, ¿cómo suena eso?

Xie Lian estaba defendiéndose de sus ataques mientras miraba


furtivamente a Jun Wu como un ladrón culpable al mismo tiempo
y respondió al azar: —Oh, sí, sí...

Después de guiarlo astutamente a este punto paso a paso y


recibir la respuesta que quería escuchar, Hua Cheng finalmente
se sintió complacido y satisfecho y temporalmente lo liberó.
— ¿Y entonces? Es muy raro que Gege me busque a través de
la comunicación espiritual, ¿qué pasa?

Jun Wu miró a Xie Lian.

La razón por la que permitió que Xie Lian se comunicara con Hua
Cheng fue para retener a Hua Cheng y hacerle pensar que no
pasaba nada, manteniéndose obedientemente en el reino inferior.
Por supuesto, Xie Lian sabía qué tipo de respuesta quería
escuchar Jun Wu, por lo que respondió lentamente: —En realidad,
no es realmente nada, solo tenía miedo de que me hubiera ido
tanto tiempo que te preocuparía.

— ¿Hm? —Se preguntó Hua Cheng—. ¿No lo dijiste tú mismo?


Ni siquiera te has ido por más de dos horas, entonces, ¿por qué
te preocupa que yo me preocupe?

Xie Lian se estaba mareando por dar vueltas en círculos con él,
sintiéndose un poco ansioso pero también un poco divertido. De
repente, Hua Cheng dijo: —Oh, lo entiendo.

El aliento de Xie Lian se atoró.

— ¿Qué entendiste?

Parecía haber un poco de risa ligera en el otro extremo. Un


momento después, Hua Cheng respondió tranquilamente: —
Gege, ¿tal vez fuiste tú quien me extrañó mucho después de
separarnos solo por un tiempo?

—...

Si antes Xie Lian podía cubrir las cosas con vaguedad, entonces
esta línea era realmente demasiado honesta y expuesta y no
podía pretender ser normal en absoluto. Bajo los ojos vigilantes
de Jun Wu, la cara de Xie Lian todavía se puso caliente. Un
momento después, respondió suavemente: —Hum.
La voz de Hua Cheng también era suave: —Yo también. Tengo
muchas ganas de ir allí y llevarte lejos.

Mientras el corazón de Xie Lian se calentó, al mismo tiempo


estaba colgado en lo alto y sus ojos se encontraron con los de Jun
Wu.

Si Hua Cheng realmente viniera a la Capital celestial, ¿cómo


terminarían las cosas? ¿Cómo lo manejaría Jun Wu?

Xie Lian reprimió su oleada de emociones e hizo todo lo posible


para sonar natural: —No, está bien. Es un desastre aquí en los
cielos en este momento. Si vienes, probablemente perderán la
cabeza. Solo espera un poco más.

Hua Cheng respondió perezosamente: —Entiendo, Gege, no


subiré para asustarlos. Odio esa luz cegadora en la Capital
Celestial y todavía tengo que proteger el círculo de personas aquí,
así que esperaré aquí sabiamente para que Gege regrese.

Xie Lian no pudo decir si suspiró aliviado o comenzó a sudar frío


y dijo: —Sí, sé bueno.

—Pero —dijo Hua Cheng—. Si voy a ser bueno, Gege no puede


volver con las manos vacías. Necesito recompensas.

—Por supuesto, por supuesto. —Respondió Xie Lian.

Luego los dos dijeron algunas palabras más casuales, ambiguas


y dudosas de vez en cuando y se despidieron repetidas veces
antes de que la comunicación finalmente terminara.

Xie Lian resopló suavemente y Jun Wu dijo: —Parece que Xian


Le ha estado viviendo una vida emocionante abajo.

Xie Lian no sabía cómo responder a eso. Después de que Jun


Wu le diera una palmada en el hombro a Xie Lian, se dio la vuelta
y estaba a punto de abandonar el Palacio de XianLe cuando Xie
Lian gritó desde atrás de él.
— ¡Mi Señor!

La forma de Jun Wu se detuvo. Xie Lian preguntó: — ¿Quién


eres tú? ¿Eres el emperador? ¿O algo más?

Ya le resultaba difícil aceptar la verdad cuando sospechaba una


conexión entre el Guoshi y White no-Face. Si incluso Jun Wu y
White no-Face compartieron una conexión, entonces sintió como
si toda su persona se volcara al revés.

¡Jun Wu era el dios marcial número uno de los tres reinos que
respetaba y admiraba después de todo!

Jun Wu no le respondió y se fue presumiblemente. Ahora que


Xie Lian se había quedado solo, hizo una lluvia de ideas para
planes de represalia mientras arrastraba su cuerpo exhausto a las
cámaras traseras del Palacio de XianLe.

Aunque el Palacio de XianLe se había convertido en una jaula de


prisión, todavía era una jaula hermosa, e incluso había una piscina
de baño de jade blanco en el pasillo de atrás. En los últimos días,
Xie Lian luchó contra el fantasma blanco, entró en el horno, gateó,
rodó, rodó y luchó y ahora estaba exhausto en cuerpo y mente.
De todos modos, no podía ir a ningún lado durante el siguiente
rato, por lo que bien podría bañarse y refrescarse.

Después de quitarse la ropa y sumergirse en las cálidas aguas,


Xie Lian descansó contra el borde de la piscina de arena blanca y
dobló su ropa distraídamente. De repente, de su montón de
túnicas, dos pequeñas cosas salieron, crujiendo. Xie Lian miró de
cerca y eran dos dados pequeños y listos.

Levantó los dos dados y lo sostuvo en la palma de su mano,


recordando las palabras que Hua Cheng le dijo: —Si quisieras
verme, no importaría lo que tires. Yo apareceré.

Sin embargo, que él se conectara con Hua Cheng a través de la


comunicación espiritual no era en gran medida natural, por lo que
quizás Hua Cheng lo había notado. Pero, incluso si Hua Cheng
notara que algo andaba mal, no podría aparecer, ya que la Capital
Celestial ahora estaba aislada del mundo, completamente bajo el
control de Jun Wu.

Sin embargo, incluso si él fuera muy consciente de la situación y


supiera que incluso si tirara dos seises no podría ver a Hua Cheng,
Xie Lian todavía lo intentó. Clack clack, los dados rodaron sobre
las rocas hastiadas junto al borde de la piscina. Su suerte fue
terrible como siempre; ojos de serpiente Y efectivamente, no
hubo un solo indicio de movimiento.

Xie Lian suspiró y se dio la vuelta y estaba a punto de enterrar


tanto su cara como su cuerpo en las aguas cuando de repente,
escuchó una voz: —Gege.

Xie Lian se levantó instantáneamente de las aguas, chapoteando


mientras las aguas salpicaban.

— ¿San Lang?

¿Realmente convocó a Hua Cheng?

Sin embargo, después de escanear sus alrededores, no vio las


sombras de nadie. Aún así, esa voz anterior definitivamente no
era una alucinación causada por su esperanza. El corazón de Xie
Lian palpitó cuando escuchó otra voz que gritaba: — ¡Su alteza!

—...

¡Solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que esa voz había
salido de su propia boca!

Era su propia voz, solo, en medio del aire caliente de esta


espaciosa piscina de baño y el sonido de salpicaduras de agua,
el sonido no era claro. Xie Lian se sorprendió por un momento
antes de que cayera en la cuenta: ¡el hechizo de cambio de alma!

Xie Lian estaba sorprendido y encantado.


— ¿Lord Señor del Viento?

Luego, de sus labios salió la voz de otro que estaba demasiado


emocionado.

— ¡Sí, soy yo! JAJAJAJA, INCREÍBLE, ¿BIEN? ¡Este Señor del


Viento tiene poderes espirituales otra vez!

Antes de que se mencionara que el hechizo de cambio de alma


no se usaba a menudo porque agotaba los poderes espirituales
rápidamente, mucho más malvado y raro que los hechizos de
comunicación espiritual típicos, por lo general, las barreras de
ocultación no pensarían en bloquear este hechizo. Más tarde,
cuando Shi Qing Xuan perdió todos sus poderes espirituales, la
puerta que lo conectaba con Xie Lian se bloqueó de un lado, pero
Xie Lian no había imaginado que se podría usar ahora.

—Qing Xuan, el hechizo de cambio de alma quema muchos


poderes espirituales, ¿de dónde obtuviste tus poderes? —
Preguntó Xie Lian, pero pronto lo descubrió. ¿De dónde más
podría obtener sus poderes?

Efectivamente, Shi Qing Xuan respondió: — ¡Es una larga


historia! Uh, bueno, en realidad no es tanto tiempo. Esa Flor de
Lluvia Sangrienta me dio algunos dulces negros para comer, ¡son
increíblemente mágicos! ¡Mis poderes espirituales explotaron
después de comerlos! A pesar de que es solo temporal, pero aún
podría durar un tiempo. La comunicación no sería un problema.
Simplemente, el sabor es muy malo, puff puff puff!

—...

Xie Lian no pudo evitar recordar la esencia de fantasma que Pei


Ming había consumido antes, pero los dulces de Hua Cheng
deberían ser dulces de poderes espirituales de alta calidad. Xie
Lian preguntó: — ¿Quién me llamó Gege justo ahora?

— ¡Fui yo! —Dijo Shi Qing Xuan,


Xie Lian no sabía si reír o llorar.

— ¿Por qué me llamaste así? Yo pensé...

—Lo sé —dijo Shi Qing Xuan. —Pensaste que era Flor de Lluvia
Sangrienta quien vino a buscarte, ¿verdad?

Xie Lian se aclaró la garganta ligeramente y Shi Qing Xuan


continuó: —Fue él quien me dijo que te llamara así. Dijo que si te
llamaba, sabrías que había venido y te sentirías mejor.

Supuso que eso era cierto. Anteriormente cuando escuchó —


Gege —aunque sorprendido, se sintió más tranquilo. Xie Lian
dijo: — ¿Está justo a tu lado ahora? ¿Está todo bien en la capital
real? Los espíritus resentidos no comenzaron de repente nada,
¿verdad?

—Todo está bien aquí en la capital. Shi Qing Xuan dijo: —Los
espíritus resentidos también se están limpiando. Es solo que
antes, cuando tenías tu comunicación con la Flor de Lluvia
Sangrienta él se reía alegremente hablando de quién sabe qué
contigo un segundo y al siguiente, después de que la
comunicación terminó, su rostro de repente se volvió tan oscuro
que fue aterrador. Y luego me llamó para ver si podía cambiar mi
alma hacia ti. Oh sí, por cierto, su alteza, él quiere que le transmita
este mensaje: Su alteza, vístete primero. Me ha estado
molestando por un tiempo, ¿cuál es el problema? No es como si
te resfriaras en el cielo.

—...

Xie Lian casi se iba a desmayar y él rápidamente, usando la


velocidad del rayo, agarró una bata para envolverse a sí mismo.
—E-E-E-L, ¿SAN LANG PUEDE VER?

—Sí. —Shi Qing Xuan respondió: —Es bastante molesto seguir


reiterando, así que simplemente le transmití todo lo que veo y
escucho directamente a él, para que sepa todo lo que haces o
dices. Simplemente no puede hablar con usted o controlar su
cuerpo directamente, eso es todo.

—...

QUERIDO SEÑOR DEL VIENTO, ¡ERES DEMASIADO


ABIERTO!

¡Si hubiera sabido no se habría bañado! ¡Pensó que tenía que


pensar un poco más antes de que apareciera una oportunidad!

—Está bien, Su Alteza. —Shi Qing Xuan dijo: —No pensé que le
importara tanto asuntos como estos. Todos somos hombres, ¿no
has visto a Hua Chengzhu antes? Además, no vi mucho de todos
modos...

Realmente era demasiado abierto. Xie Lian se dio una palmada


en la frente y se vistió rápidamente, luego agarró los dados antes
de salir del salón, cambiando rápidamente de tema.

—San Lang, ¿cómo descubriste que algo andaba mal?

Después de una pausa, Shi Qing Xuan respondió: —Dijo, la Flor


de Lluvia Sangrienta, en el momento en que lo buscaste, lo supo.
Oh, Hua Chengzhu quiere que te diga esto: Gege es tan tímido, si
no fuera algo importante, ¿por qué tomarías la iniciativa de recitar
mi contraseña verbal?

—...

Así que realmente fue esa razón. Shi Qing Xuan parecía estar
hablando con Hua Cheng.

—Está bien, está bien, no perderé más tiempo en tonterías,


hablaremos del asunto. —Luego, dijo: —Alteza, ¿cuál es
exactamente la situación allí? ¿No está el emperador cerca?

Xie Lian realmente no sabía por dónde empezar y dijo: — ¡Es


precisamente porque está cerca que las cosas resultaron así!
Al decir solo los puntos clave, Shi Qing Xuan ya estaba
conmocionado.

— ¡Dios mío, Dios mío, Dios mío! Su Alteza, estás hablando en


serio, ¿verdad? ¡Es el emperador! ¡Estamos hablando del
emperador aquí!

—No puedo estar seguro si ya es él. —Xie Lian dijo: —San Lang,
¿qué piensas de todo esto?

Un momento después, Shi Qing Xuan respondió: —La Flor de


Lluvia Sangrienta no parecía demasiado sorprendido y solo dijo:
— No me sorprendió. Ya no lo soporto.

Xie Lian estaba sin palabras y soltó una carcajada.

—No puedes soportar a nadie

Esa línea fue dirigida a Hua Cheng. Shi Qing Xuan respondió: —
Dijo: — Aparte de ti, no. Le digo, Hua Chengzhu, eso no es muy
agradable, ¡estoy parado aquí! ¿No me soportas tampoco? ¿Qué
pasa conmigo?

—Está bien, está bien, todo son bromas. En cualquier caso,


todos los dioses marciales han sido derrotados y cada funcionario
celestial está confinado en sus propios palacios. Toda la Capital
celestial está aislada del mundo ahora, por lo que no hay forma
de llegar al cielo.

Shi Qing Xuan dijo: —La Flor de Lluvia Sangrienta dijo que hay
una manera de subir al cielo, pero necesitaremos la ayuda de
alguien.

— ¿Quién? —Preguntó Xie Lian, pero justo después gritó: —


¿QUIÉN ES?

El último, quién es, no fue dirigido a Hua Cheng o Shi Qing Xuan.
Se expresó porque detrás de él, hubo un movimiento inusual.
¡Alguien había venido!

Capítulo 211: Bifurcaciones en el camino; Los espíritus alarman el


subsuelo de la capital celestial
RuoYe ya se había desenvolvido de su muñeca, esperando listo,
pero se retiró y se calmó después de que Xie Lian vio quién era.
Xie Lian dijo: — ¿Tú... Yin Yu?

Desde quién sabe cuándo apareció un agujero gigante que


podría permitir la entrada de dos personas y Yin Yu sacó la mitad
de sí mismo del agujero, con una pala afilada en sus manos. Soltó
un suspiro y se secó el sudor. —Su Alteza, soy yo. ¡Gracias a
Dios que no cavé en el lugar equivocado, salgamos de aquí!

En realidad, había olvidado que había un dispositivo espiritual


sagrado en las manos de Yin Yu: ¡la pala sagrada del Señor de la
Tierra! ¡Que este dispositivo no haya sido confiscado, es una
bendición de los cielos! Parecía que a veces era bueno no tener
demasiado sentido de presencia, como cuando, en medio del
caos de la batalla, el enemigo seguramente no iría por esta
persona; Sin embargo, por otro lado, sus propias tropas podrían
herirlo por accidente. Xie Lian estaba a punto de ir a sacarlo
cuando su cuerpo involuntariamente dio un paso atrás. Yin Yu
estaba perplejo.

— ¿Su alteza? ¿Qué es?

Xie Lian también estaba perplejo, ¿por qué se alejaría? Luego,


poco después de darse cuenta, el que estaba retrocediendo no
era él, sino Shi Qing Xuan quien se había movido a su cuerpo.

Esa pala del Señor de la Tierra era bastante familiar, por lo que
no era difícil pensar en los que la habían utilizado en el pasado.
Una inexplicable ola de terror llenó a Xie Lian y probablemente fue
la reacción subconsciente de Shi Qing Xuan. Afortunadamente,
la reacción de Shi Qing Xuan no se agitó demasiado y
rápidamente devolvió el control del cuerpo a Xie Lian. Xie Lian
también se olvidó rápidamente de preguntarle a Hua Cheng a
quién iba a pedir ayuda para ascender a los cielos y rápidamente
saltó a ese agujero, cayendo en el subsuelo de la Capital Celestial
con Yin Yu.
Por encima de ellos, no pasó mucho tiempo antes de que se
cerrara el agujero. Se arrastraron dentro del túnel oscuro por un
momento cuando Xie Lian de repente se dio cuenta de algo.

—Yin Yu, ¿puede esta pala del Señor de la Tierra cavar a través
de la barrera que bloquea la Capital Celestial?

—Yo... ¿no lo creo? —Respondió Yin Yu.

— ¿Huh?

Shi Qing Xuan habló: —Entonces eso significa que aunque esta
pala sagrada es un dispositivo espiritual, pero cavar a tu alrededor
todavía estaría en la Capital Celestial. ¿Eso no lo hace inútil?

Yin Yu se rascó la cabeza: —No es del todo inútil... Se ha


establecido una matriz de barrera fuera de los palacios de cada
funcionario celestial marcial para retrasar la recuperación de sus
heridas. Pensé que si continuaban en sus palacios, no podrían
recuperar sus poderes de combate durante años, entonces, ¿por
qué no usar la pala del Señor de la Tierra para cavar una
habitación secreta en el subterráneo en algún lugar y mover a
todos los dioses marciales allí? Y después de que todos se hayan
recuperado, ¿podemos intentar escapar?

— ¡Espera! —Gritó Shi Qing Xuan. —Hua Chengzhu dice que


les digas a esos inuti… a esos dioses marciales que se escondan
y se curen solos; estarían buscando sus propias muertes si
intentan escapar bajo las manos de Jun Wu.

Yin Yu se sorprendió.
—Su Alteza, usted... ¿puede comunicarse con Chengzhu?
¿Pensé que era imposible?

—No, no, no —dijo Xie Lian—, quien te estaba hablando ahora


no era yo.
Shi Qing Xuan dijo: — ¡Soy yo! Soy yo, su alteza Yin Yu!

Pero no importa cómo hablaron, las palabras salieron de una


boca y Yin Yu estaba confundido: —Eres tú, pero sigues siendo
tú, ¿no eres tú, alteza?

Shi Qing Xuan dijo: — ¡Gah, soy yo, yo, el Señor del Viento!
Espera, ahora deberías llamarme el ex señor del viento. He usado
el hechizo de cambio de alma. Ah, transmitir mensajes es un
dolor.

Entró por este lado para escuchar y mirar, luego regresó a su


cuerpo al otro lado para transmitirle todo a Hua Cheng, entrando
y saliendo repetidamente, solo pensando que era agotador. Yin
Yu respondió rápidamente: —Oh, oh, qué trabajo tan duro. ¡Así
que eso es todo! Y volvió a cavar con renovado vigor. Los dos se
arrastraron hacia adelante por un tiempo antes de que Yin Yu
volviera a hablar. —Aquí... ¡debería estar bien! Su Alteza, por
favor permanezca oculto aquí por ahora, iré a buscar al próximo
funcionario celestial.

El túnel al que entraron al principio se estaba cerrando


gradualmente y Xie Lian dijo: — ¿Huh? ¿Por tí mismo? Iré
contigo.

—No, está bien. —Yin Yu dijo: —A decir verdad, alteza, cuanto


más grande sea el hoyo que excava la pala del Señor de la Tierra,
más poder usaría, por lo que probablemente sea más rápido si
voy solo. . El palacio del dios marcial más cercano cerca de aquí
es... —Parecía haber pensado por un momento antes de
continuar:— En cualquier caso, ya vuelvo.

Shi Qing Xuan había estado usando el hechizo de cambio de


alma en varias ocasiones y el agotamiento del uso inmenso y
frecuente de los poderes espirituales también estaba afectando a
Xie Lian, por lo que se sentó en el suelo, asintiendo con
cansancio, sintiendo que tanto su cabeza como su cuerpo estaban
algo pesados y usó su mano para sostener su cabeza hacia
arriba.

—… Muy bien.

Por lo tanto, Yin Yu abrió un nuevo agujero solo y continuó


cavando hacia adelante mientras Xie Lian se recostó en el suelo
y cerró los ojos.

Había pasado una cantidad de tiempo desconocida antes de que


de repente se despertara.

— ¿Yin Yu?

Estaba completamente negro, un manto de silencio muerto. Era


obvio que Yin Yu aún no había regresado. Shi Qing Xuan habló
y también verificó este hecho: —Su Alteza, ¿está despierto? Es
agotador, ¿verdad? Yin Yu aún no ha regresado.

Después de descansar un poco, Xie Lian recuperó su energía. —


¿Cuánto tiempo ha estado fuera? ¿Cómo es que todavía no ha
regresado?

—Ya casi han pasado dos inciensos. —Shi Qing Xuan dijo: —No
podría haberse perdido, ¿verdad?

Xie Lian sintió que algo andaba mal y dijo: —Iré a buscarlo.

Luego, se dio la vuelta y se arrastró hacia el túnel que Yin Yu


había dejado adentro. Ya que Yin Yu todavía necesitaba usar este
túnel para regresar, después de que la pala del Señor de la Tierra
había entrado, no se cerró automáticamente. Xie Lian se arrastró
con cuidado dentro de él y un momento después, Shi Qing Xuan
habló: —Flor de Lluvia Sangrienta dice: —Gege, es mejor que no
te vayas…

Xie Lian dejó de gatear.


—Algo probablemente no está bien, ¿verdad?

—Sí. —Shi Qing Xuan respondió: —El tono de Hua Chengzhu


suena bastante serio.

—Pero es precisamente porque no parece correcto que tenga


que ir a buscarlo. —Xie Lian dijo: —De lo contrario, si Yin Yu
tuviera problemas...

En ese momento, un escalofrío le recorrió la espalda. Xie Lian


se sobresaltó y giró la cabeza.

Shi Qing Xuan también sintió ese frío en la espalda y exclamó: —


Dios mío, ¿qué fue eso? ¡Mi espalda se estremece!

Detrás de él estaba el túnel vacío, completamente negro y no


había nada. Sin embargo, Xie Lian lo miró por un largo tiempo
antes de responder: —No es nada.

Shi Qing Xuan instantáneamente cerró la boca y contuvo el


aliento, porque, justo después de que Xie Lian dijo las palabras:
No es nada en voz alta, luego pronunció silenciosamente: — ¡No
hagas ningún sonido, algo está aquí!

Había alguien más en este túnel. Estaban justo detrás de Xie


Lian justo ahora, pero en el momento en que miró hacia atrás se
habían ido.

El instinto instintivo de Xie Lian para el peligro nunca se apagaba,


por lo que no podía permitir que la otra parte descubriera que ya
lo había notado y fingió como si no sucediera nada. Sin embargo,
Shi Qing Xuan odiaba situaciones como estas y se le puso la piel
de gallina en los brazos. Él respondió. — ¿No es Su Alteza Yin
Yu?
—Si fuera él, no habría necesidad de escabullirse —respondió
Xie Lian.

Después de un momento de silencio, Xie Lian preguntó en voz


baja: — ¿Ha dicho algo San Lang?

Shi Qing Xuan respondió: —Uuhh, umm, ese San Lang tuyo se
ve realmente aterrador en este momento... él dijo: —Gege, si la
situación lo requiere, usa el Hechizo de Cambio de Alma para
moverte al cuerpo del Señor del Viento.

Sin embargo, no importaba que no tuviera suficientes poderes


espirituales en este momento para usar el Hechizo de Cambio de
Alma, e incluso si hubiera suficiente, Xie Lian no podría
simplemente desempolvar y salir del desastre que era la Capital
Celestial detrás. Xie Lian respondió: —No te preocupes por eso,
San Lang.

Ni siquiera había especificado de qué no preocuparse antes de


levantar la cabeza para mirar. ¡Adelante!

Esa sensación de peligro antes había venido detrás de él, pero


ahora venía de adelante. Sin embargo, cuando miró, todavía
estaba completamente negro y no se podía ver nada con claridad.
Shi Qing Xuan articuló: —Su Alteza, ¿qué notó ahora? ¿Qué
debemos hacer? ¿Significa esto que debemos avanzar o
retroceder?

Después de observar atentamente por un momento, Xie Lian


respondió: —Esto significa que avanzar o retroceder no hace
ninguna diferencia, ¡así que lo que sea! Luego, se arrastró hacia
adelante. Se arrastró y gateó, pero luego se detuvo, sintiéndose
un poco atónito.

Shi Qing Xuan dijo a pesar de sí mismo.

— ¿Cómo podría ser esto?


Lo que estaba antes de ellos era en realidad una bifurcación en
el camino. ¡Había dos túneles!

—Um... ¿Podría Yin Yu haber cavado un camino y haber


descubierto que iba en la dirección equivocada, así que cavó otro?
—Se preguntó Shi Qing Xuan.

Xie Lian pensó internamente: —Yin Yu debe estar muy


familiarizado con los caminos de la Capital Celestial, entonces,
¿cómo pudo haber cometido este error? Probablemente esto sea
algo peor. —Sin embargo, no dijo esto en voz alta y solo dijo: —
Qing Xuan, ¿puedes ayudarme a pedirle a San Lang que elija un
camino? ¿Izquierda o derecha?

Un momento después, Shi Qing Xuan dijo: —La Flor de Lluvia


Sangrienta dijo... No recomienda a ninguno. No elijas tampoco.

Xie Lian no sabía si reír o llorar. Si bien también se dio cuenta


de que probablemente había cosas malas esperándolo al final de
cualquiera de los caminos, todavía no podía quedarse donde
estaba. Después de un poco de contemplación, dijo: —Entonces
Qing Xuan, eliges uno.

— ¿Huh? ¿Yo? —Preguntó Shi Qing Xuan.

—Sí. —Xie Lian dijo: —Si eliges, todavía hay un cincuenta por
ciento de posibilidades de que elijas la mejor ruta; si elijo,
entonces... —Shi Qing Xuan respondió instantáneamente: —Está
bien, lo entiendo. Después de mucha deliberación, giró la cabeza
hacia la izquierda.

Xie Lian asintió y se arrastró.

Cuanto más se arrastraban, más estrecho se hacía este túnel,


era casi sofocante, pero aún pasable. Después de girar y dar
vueltas, gatear por un largo rato antes de repente, se deleitaron al
entrar en un espacio mucho más grande.

Gracias a dios. Si bien estuvieron tensos y cautelosos todo el


tiempo, en realidad no corrieron ningún peligro real. Xie Lian miró
los alrededores por un momento y dijo: — ¿Qué es este lugar?

Shi Qing Xuan dijo con incertidumbre: —No sé, no puedo ver con
claridad. Pero, ¿cómo es que se siente un poco familiar...?
¡¿HUH?!

No fue el único que se dio cuenta; Xie Lian también lo notó.

¡Era realmente familiar! ¿No era este lugar la habitación secreta


donde Xie Lian se había acostado y descansado un poco para
esperar el regreso de Yin Yu?

Estaba absolutamente seguro. También había otro túnel y fue el


que Yin Yu había excavado con la pala del Señor de la Tierra
cuando se fue, ¡y el mismo por el que Xie Lian salió para ir a
buscarlo!

Shi Qing Xuan se asustó.

— ¿Cómo volvimos aquí? ¿Estaba allí... era este camino que


solíamos arrastrar desde aquí antes?

¡Por supuesto no! Anteriormente cuando se fueron, solo había


un túnel saliendo. El camino por el que se arrastraron para
regresar fue uno que apareció de la nada. Cuando se toparon con
esa bifurcación en el camino, ¡el camino a la izquierda se desvió
por un gran círculo y los trajo de vuelta!

No debe haber sido Yin Yu quien cavó esto; no habría


desperdiciado tanto esfuerzo por un acto tan sin sentido. Al
parecer, probablemente también se topó con este peculiar
incidente. Xie Lian pensó que realmente debería haber empujado
a ir con él antes, después de todo y sin decir una palabra, se metió
en el túnel del que solía salir antes y rápidamente llegó a la
bifurcación en el camino. Esta vez, eligió el camino correcto y
mientras se arrastraba, Shi Qing Xuan habló: —Parece, parece
que esta vez mi suerte tampoco fue tan buena. Elegí el camino
equivocado. ¡Debería haber elegido el derecho desde el principio!

Sin embargo, Xie Lian dijo: —No, creo que tu suerte sigue siendo
realmente buena.

— ¿Huh? ¿Qué quieres decir? —Dijo Shi Qing Xuan.

Xie Lian trató de decir esto con delicadeza: —Hm, ¿cómo digo
esto...? Porque, este camino a la derecha podría ser aún más
aterrador que el de la izquierda.

Entonces, los dos escucharon. Detrás de ellos llegó el sonido de


algo que se arrastraba y se acercaba rápidamente.

Xie Lian desenvolvió a RuoYe y la arrojó. — ¡RuoYe! ¡Ayuda a


bloquearlo por un momento! —Luego comenzó a gatear
locamente hacia adelante, casi un metro por empuje y Shi Qing
Xuan estaba perdiendo la cabeza en pánico—. JAJAJAJAJAJAJA
¡QUÉ EMOCIONANTE, EMOCIONANTE! ¡EMOCIONANTE,
EMOCIONANTE, EMOCIONANTE!

Xie Lian gritó: — ¡La parte más emocionante aún no ha llegado!


¡Ven! ¡Echa un vistazo--!

— ¡¿QUÉ ES ESO AHORA?! —Exclamó Shi Qing Xuan.

¡Xie Lian dejó de arrastrarse locamente y exhaló un largo suspiro


y ante ellos una vez más estaba otra bifurcación en el camino!

Shi Qing Xuan gritó sin pensar: — ¡DERECHA!


Xie Lian giró a la derecha con resolución, pero en el camino
siguiente, aparecían interminables bifurcaciones en el camino.
Shi Qing Xuan gritó: — ¡A LA IZQUIERDA! ¡DERECHA!
¡IZQUIERDA! ¡DERECHA!

Y ya había dejado de ser consciente de lo que incluso estaba


gritando. Y en circunstancias tan terribles, con la situación
cambiando en cualquier momento, le fue aún menos posible dejar
el cuerpo de Xie Lian para preguntarle a Hua Cheng qué debería
hacerse, porque era muy posible que con el siguiente turno en la
bifurcación, La situación cambiaría por completo. La cosa detrás
de ellos fue bloqueada por RuoYe por un momento, pero todavía
se estaba cerrando sobre ellos y los túneles también se estaban
volviendo cada vez más estrechos, cada vez más estrechos,
hasta que finalmente llegaron al punto donde los brazos no podían
moverse. ¡En absoluto!

Los hombros de Xie Lian ya estaban atascados y exclamó: — ¡No


puedo gatear más!

—Entonces, ¿qué debemos hacer? —Gritó Shi Qing Xuan. —


¿TENEMOS QUE RETROCEDER? —¡Lo que los perseguía por
detrás iba a ponerse al día en cualquier momento!

— ¡No temas! —Exclamó Xie Lian. — ¡Un hombre puede cargar


y retirarse, si avanzar no es una opción, entonces daremos un
paso atrás! Si tenemos que hacerlo, ¡que así sea! ¡VEN!

Luego dio dos pasos hacia atrás, liberando una mano y estaba a
punto de agarrar la empuñadura de Fang Xin y luchar contra esa
cosa detrás de él al contenido de su corazón cuando, de repente,
su cabeza se puso rígida.

La mente de Xie Lian también se congeló. Cuando levantó la


vista, ni siquiera había visto de qué se trataba, pero parecía haber
alguien que se rió en la oscuridad y una mano se extendió,
colocándola en la cabeza de Xie Lian. Abrió mucho los ojos y al
siguiente momento perdió el conocimiento.

Pasó una cantidad desconocida de tiempo antes de que Xie Lian


llegara lentamente.

Fue solo después de que se dio cuenta de que Xie Lian descubrió
que estaba sentado en una silla y que todo su cuerpo estaba
firmemente sujeto. Luchó un poco y descubrió que era RuoYe
quien lo estaba atando.

Xie Lian estaba perplejo.

—RuoYe, ¿qué estás haciendo?

RuoYe también estaba ofendido y se dejó caer, acariciándose


contra él. Xie Lian luego miró más de cerca y descubrió que
RuoYe estaba realmente atado en un nudo muerto.

No era de extrañar que RuoYe no pudiera defenderse; tenía


miedo de estar atado a un nudo muerto al máximo. En el pasado,
antes de darse cuenta, le gustaba envolverse sin pensar para
jugar y mientras jugaba se acumulaba en un lío de nudos muertos
y era Xie Lian quien lo desataba exasperadamente cada vez. Más
tarde, aprendió a ser bueno, más inteligente y nunca más se había
anudado. Sintiéndose impotente, Xie Lian intentó ver si podía
luchar y romper la silla directamente, pero desafortunadamente,
la silla no se movió en absoluto. Parecía que estaba cementado
por la inyección de poderes espirituales muy fuertes.

Como no podía moverse, solo observaría primero su entorno. Xie


Lian examinó a su alrededor; este lugar debería ser el interior de
cualquier palacio, más bien nuevo y glamoroso, pero no sabía cuál
era. De cualquier manera, no era el Gran Salón Marcial.

Justo cuando pensaba esto, una mano descansaba sobre su


hombro y desde arriba de su cabeza llegó la voz suave de alguien.
—XianLe, mi querido XianLe, realmente eres demasiado travieso.

Al escuchar esta voz, Xie Lian se congeló al instante. Detrás de


él, ese hombre se adelantó y se dio la vuelta con una mano detrás
de su espalda. De hecho, era Jun Wu.

Su otra mano todavía estaba en el hombro de Xie Lian y habló


con cada paso: —En el último medio año que regresaste, la
Capital Celestial se rompió aquí y allá, destruyéndose por
completo, ¿así que no dirías que estás en medio de todas las
travesuras? No eres un ratoncito, ¿qué estás haciendo cavando
a escondidas bajo tierra? ¿Es muy divertido?

Esta voz amable y gentil como un anciano observando cómo su


hijo amado se metía le daba escalofríos a Xie Lian, lo que lo ponía
increíblemente nervioso y realmente no sabía cómo debía
responder. Entonces, de repente sintió una ola de frío a sus pies
y cuando miró hacia abajo, vio que era un bulto de algo blanco
que había abrazado sus botas, mirándolo con una mirada
extremadamente maliciosa.

Era ese espíritu del feto.

Xie Lian levantó la vista y casi lo había descubierto. Yin Yu


estaba cavando túneles con la pala del Señor de la Tierra, pero
fue capturado por Jun Wu. Jun Wu luego envió algunas cosas
para detenerlo en el subsuelo, por lo que pasó por esa experiencia
aterradora antes.

Xie Lian finalmente supo lo que debía decir y después de un


momento de falta de palabras, dijo: —... Tienes un pasatiempo tan
despreciable.

Esa persecución en los túneles le recordó cómo White no-Face


lo perseguía asfixiantemente en ese entonces y Xie Lian pasó sus
días en pánico y ansiedad. Si quería capturarlo, simplemente
capturarlo directamente, ¿por qué debe despertar un terror tan
perturbador y causar tanto miedo?

Sin embargo, Jun Wu parecía estar bastante alegre y sonrió.

—Pero Xian Le ahora es mucho más valiente que antes.

Como no podía continuar esa línea de conversación, preguntó:


— ¿Dónde está Yin Yu?

Jun Wu colocó sus manos en el respaldo de la silla y giró a toda


la persona de Xie Lian.

—No hay prisa, ya lo verás. Y no solo él.

Xie Lian se dio la vuelta y ahora estaba frente a un espejo. Sin


embargo, lo que reflejaba el espejo no era él, sino un Yin Yu de
rostro pálido.

Y junto a sus pies yacía otra persona cuya cabeza estaba


cubierta de sangre, su rostro negro y azul, completamente
inconsciente. Pero de esa cabeza llena de rizos, Xie Lian podía
decir que era Quan Yi Zhen.

Xie Lian se alarmó de inmediato.

— ¿Qué estás planeando?


Capítulo 212: Incapaz de ser perfecto; Un corazón lleno de
remordimientos

Lo que reflejaba el espejo era lo que estaba al otro lado de la


pared. Por otro lado. Yin Yu sacudió a Quan Yi Zhen
vigorosamente.

— ¿Despierta, despierta?

Quan Yi Zhen finalmente se acercó y murmuró


semiconscientemente: —Shihong, ¿quién me ha… eh ahora?
¿Qué tal si…?

... Pobre Qi Ying, estaba tan magullado que su discurso ahora no


estaba claro y Xie Lian sintió simpatía a pesar de sí mismo.

— ¿Crees que podría haberte vencido? —Preguntó Yin Yu.

Quan Yi Zhen se rascó la cabeza y solo entonces pareció


recordar: —Oh, fue el emperador que me dijo... —Entonces,
como si de repente recordara algo, volvió a ponerse de pie—.
¿Quieres que te ayude a regresar?

— ¿Crees que puedes vencerlo...? —Yin Yu preguntó.

Xie Lian finalmente lo descubrió. Este era el Palacio de Qi Ying.

Parecía que Yin Yu fue capturado por Jun Wu cuando vino a


buscar a Quan Yi Zhen.

Aprovechando la oportunidad que Jun Wu había girado en


círculos detrás de su persona, Xie Lian bajó la cabeza y murmuró
en voz baja: —Señor del Viento, ¿sigues ahí?
Sin embargo, no fue Shi Qing Xuan quien respondió sino Jun Wu.
Jun Wu habló detrás de él.

—Por supuesto que no.

—...

Jun Wu dijo: —De repente recordé que la barrera que bloqueaba


la Capital Celestial parecía tener fugas, así que también solo he
bloqueado el Hechizo de Cambio de Alma.

—...

Jun Wu le dio unas palmaditas en el hombro y dijo


amigablemente: —Y pensar que fui yo quien te enseñó el Hechizo
de Cambio de Alma en ese entonces. Xian Le ha estado haciendo
un uso práctico de todas las cosas que te he enseñado, estoy muy
contento.

Luego se fue. No pasó mucho tiempo antes de que la figura de


Jun Wu apareciera dentro de ese espejo. Quan Yi Zhen fue el
primero en darse cuenta.

Yin Yu también se dio la vuelta y gritó alarmado: — ¿Mi Señor?

Quan Yi Zhen se puso de pie de un salto listo para pelear, pero


Jun Wu solo usó un golpe de su mano y Quan Yi Zhen fue
golpeado nuevamente en el futón y todo el futón colapsó. Quan
Yi Zhen cayó al suelo, su cabeza cayó y perdió el conocimiento
nuevamente. Yin Yu era extremadamente cauteloso, sin
embargo, Jun Wu dijo: —No hay necesidad de estar tan tenso.
Piénselo de esta manera: incluso si está en guardia, no tendría
sentido, entonces, ¿por qué no relajarse un poco?

Eso era ciertamente cierto. Yin Yu no sabía qué decir y solo


podía sonreír torpemente como siempre lo había hecho, pero
luego se retiró rápidamente. Jun Wu, por otro lado, parecía estar
relajado y tranquilo.

—Mi querido Yin Yu, no creo que haya conversado contigo así
antes en el pasado, ¿verdad?

Yin Yu respondió con cautela: —... Ese parece ser el caso.

En el pasado, mientras era el dios marcial que gobernaba el


oeste, sus méritos y base de creyentes no eran fuertes y su rango
no era alto. A pesar de que no era el más bajo de los oficiales
celestiales en la Corte Superior, pero probablemente todavía
estaba por debajo del promedio, por lo que prácticamente no tenía
ninguna posibilidad de estar cerca de la más alta en la Corte
Superior, el Emperador Marcial Celestial. En el pasado,
probablemente estaba nervioso, incluso si Jun Wu estaba
pasando por la entrada de su palacio y ahora, estaba aún más
nervioso. Añadió: —Pero hay muchos funcionarios celestiales
con los que nunca he conversado antes en primer lugar y aquellos
que no sabían de mí.

Sin embargo, Jun Wu respondió: —Eso no es necesariamente


cierto. Hay muchos que te conocen. Incluso si nunca te han visto
antes, saben de ti.

Yin Yu se sorprendió.

— ¿En serio?

—Porque, muchos conocen tu shidi. —Jun Wu dijo: —Y cuando


se menciona a tu shidi, el tema de ti a menudo se plantea. El que
es un arma blanca.

Esas fueron palabras extremadamente penetrantes. Si bien era


solo una descripción incolora sin ninguna emoción, era
precisamente porque la persona que la describía era objetiva y
solo decía la verdad, lo que la hacía picar más. Quan Yi Zhen
todavía estaba mareado, aún no había vuelto a la normalidad y
Yin Yu bajó la cabeza y apretó los puños.

Xie Lian podía adivinar vagamente lo que Jun Wu estaba


planeando.

Pasó un buen tiempo antes de que Yin Yu reuniera su coraje.

—Mi Señor, ¿qué quieres? Ya eres el Emperador Marcial


Celestial, nada puede impedirte, el mayor dios marcial de los tres
reinos, nadie puede asumir tu posición, así que ¿por qué haces
esto? Solo... ¿qué quieres?

Por supuesto, Jun Wu no le respondió. Dijo abruptamente: —Yin


Yu, ¿quieres volver al Tribunal Superior?

— ¡¿Qué?!

Xie Lian también se sorprendió por esta pregunta. ¿Qué estaba


planeando Jun Wu? ¿Cuál fue el significado de convencer a Yin
Yu de cambiar de bando en un momento como este?

— ¿No creo que realmente te guste ser un simple chico de


recados en el reino de los fantasmas en el mundo inferior?

Yin Yu finalmente dijo: —...Mi Señor piensa demasiado. Nunca


hay una opción de gustar o no.

Xie Lian gritó oh no mentalmente.

—No puedes responder así. ¡Ahora probablemente encontrará tu


punto débil!

Efectivamente, Jun Wu esbozó una pequeña sonrisa: — ¿Sabías


que si respondes así, lo que realmente quieres decir es no me
gusta? Preferiría no hablar de eso.
—...

En efecto. Si Yin Yu realmente se sintiera confiado y que


realmente le gustara su posición actual en el reino de los
fantasmas, habría respondido directamente con me gusta mucho.
Sin embargo, para evitar ser directo, su respuesta fue bastante
obvia.

Jun Wu continuó: —Has venido de una familia reconocida, un


clan ortodoxo que nunca atravesó el camino del mal, creció y
creció en la secta y fue influenciado desde joven que ascender
era el objetivo final de la vida. Una búsqueda como esta es muy
difícil de abandonar. Caer al reino de los fantasmas solo podía
ser una situación forzada, un acto de impotencia. Por supuesto,
no puedes decir que estás satisfecho con la posición actual en el
reino fantasma, porque no era lo que querías en primer lugar.

De hecho, Yin Yu no tenía suficiente confianza y dijo débilmente:


—Chengzhu me ha mostrado gracia, me salvó...

—Lo sé —dijo Jun Wu. —Incluso te ayudó a apaciguar y enviar


el espíritu resentido de Jian Yu que murió durante el destierro,
¿verdad?

—... Sí. —Yin Yu dijo: —Entonces, si estoy satisfecho con la


posición actual, es todo...

—Eso es insatisfacción. —Jun Wu dijo: —Estás atado por su


gracia y no tienes a dónde ir, así que solo te estás forzando a ti
mismo.

—...

Yin Yu bajó la cabeza y no habló. Xie Lian estallaba en sudor


frío.
¡Ahora podía adivinar cómo Jun Wu planeaba atacar y cada
expresión, cada gesto de Yin Yu, de pies a cabeza, estaba lleno
de debilidad!

—Entonces —dijo Jun Wu—, cambiemos esto. Déjame hacerte


otra pregunta: ¿Le has mostrado gracia a Quan Yi Zhen?

—...

Jun Wu continuó: — ¿Sobre qué base debes colocarte en una


posición insatisfactoria para dedicarte y recompensar la bondad
cuando alguien irrelevante te muestra gracia, pero cuando le
muestras gracia a Quan Yi Zhen, te hizo caer tan bajo?

—Yin Yu, tener el hábito de menospreciarte a ti mismo para


ayudar a otros no es un buen hábito. Debes saber que nadie te
lo agradecerá.

¡Estaba presionando en cada paso y cada paso estaba


pisoteando donde Yin Yu dolía más!

Jun Wu luego continuó: —Has pasado toda tu vida deseando


ascender. Deseabas un buen puesto en el Tribunal Superior y
unirte a las filas dentro del Gran Salón Marcial. Incluso después
de que Quan Yi Zhen te hiciera sentir tan avergonzado, su
accesorio de fondo, el chiste de los cielos, aún lo soportaste y
luchaste por permanecer en la Capital Celestial. ¿No fue porque
querías quedarte aquí?

»Perteneces aquí, pero Quan Yi Zhen hizo un desastre de todo y


fácilmente robó todo lo que debería haber sido tuyo.

» ¿Quién se creía que era?

» ¿No has dado tanto como él? No, has dado más que él. Y.
Cuando se trata de habilidades generales, es posible que ni
siquiera se compare. ¿Cómo es que Qi Ying está solo ahora sin
ayuda ni apoyo en el Tribunal Superior? Porque su mente es
simple, ignorante y tonta, contundente y salvaje, por lo que no
puede hacer que nadie lo respete. Pero tu… Tu mente y tu
sabiduría son mucho más maduras que las suyas, conoces mejor
los caminos del mundo que él, sabes cuándo cargar y cuándo
retirarte y estás más dispuesto a esforzarte. Si tuvieras su talento
natural, sus poderes espirituales, entonces tus logros serían
mucho, muchas veces mayores que los suyos y todos te
respetarían.

Yin Yu comenzaba a inquietarse: —No entiendo por qué mi Señor


está diciendo todo esto. Todos los, si, no tienen sentido, sus
poderes espirituales son su... —De repente, gritó y levantó la
mano, llorando alarmado— ¡¿QUÉ?! ¿¿QUE ES ESTO??

Una luz espiritual blanca y pura brotó repentinamente de una de


sus manos, por lo que no pudo verse directamente cegadora. Jun
Wu parecía apático y dijo: —No hay que tener miedo, es solo un
poco de poder espiritual.

Solo entonces Yin Yu se calmó un poco y dijo con incredulidad:


— ¿De quién son los poderes espirituales? ... ¿Mío? No soy
esto... —Sus poderes espirituales no eran tan fuertes.

—Todavía no es tuyo —dijo Jun Wu. —pero si se convertirá en


tuyo dependerá de lo que elijas.

Yin Yu exclamó: —Si no es mío, ¿de quién es? Podría ser…

Alguien le vino a la mente al instante y él lo miró. Casualmente,


Quan Yi Zhen, cuya fuerza vital era tercamente fuerte, también se
volvió consciente de nuevo, luciendo estupefacto. Parecía que
estaba confundido de nuevo. Jun Wu respondió: —Eso es
correcto. Estos son los poderes espirituales de Quan Yi Zhen.

— ¿Huh? —Quan Yi Zhen se quedó boquiabierto.


— ¿Por qué sus poderes espirituales están dentro de mí? —
Preguntó Yin Yu. — ¿Cómo se pueden transferir los poderes
espirituales de esta manera? ¿Cómo es esto posible?

—Incluso el destino puede cambiarse, entonces ¿por qué no


poderes espirituales? —Dijo Jun Wu. —Hay muchas cosas que
no son tan difíciles como crees. Es solo cuestión de algunas
palabras y algunas pinceladas de grandes funcionarios
celestiales, eso es todo.

Yin Yu se estremeció.

— ¡Esto... ESTO...!

Sacudió las manos como si quisiera arrojar un poco de ñame


hirviendo, pero ese poder espiritual fuertemente fuerte saltó
alegremente sobre su mano, explotando donde apuntaban sus
dedos y abruptamente, una hilera completa de paredes dentro del
Palacio de Qi Ying fueron voladas. Aparte de él la estatua divina
se derrumbó y el techo casi se iba a derrumbar. Yin Yu se
sorprendió aún más y ya no se atrevió a lanzar su mano al azar.
Jun Wu sonrió.

—No te pongas nervioso, tómate tu tiempo, solo mantenlo


guardado.

Yin Yu sostuvo esa mano con la otra mano, temblorosa y


aterrorizada, con los dos brazos temblorosos. Jun Wu dijo: —Yin
Yu, déjame preguntarte de nuevo. ¿Deseas regresar?

Yin Yu respiró hondo, sus ojos rojos de sangre y miró hacia arriba.
Jun Wu dijo: —Si deseas regresar, no solo puedo ayudarte a
quitar el grillete maldito, también puedo transferirte todos los
poderes espirituales de Quan Yi Zhen.
Quan Yi Zhen parecía nunca haber pensado que existían este
tipo de hechizos malvados y toda su persona estaba atónita. Xie
Lian exclamó atónito.

— ¡¿ESTAS LOCO?!

Jun Wu dijo lentamente: —Y de ahora en adelante, nunca habrá


otro que solo sepa de Qi Ying pero no de Yin Yu. ¿Quién se
atrevería a no recordar tu nombre? Nunca más habrá nadie.

Yin Yu tropezó unos pasos hacia atrás, su mente en confusión.

—Yo... yo... yo...

Xie Lian estaba tan nervioso y tenso que incluso había olvidado
que RuoYe aún lo ataba a la silla. Contuvo el aliento, sus manos
agarraron la silla, su cuerpo se inclinó hacia adelante.

Había una cosa en la que Jun Wu no estaba equivocado. Xie


Lian también podría decirlo. En lo profundo del corazón de Yin
Yu, miró más al cielo. Había pertenecido al Tribunal Superior en
primer lugar. Esto era algo que estaba plantado profundamente
en su mente, difícil de cambiar.

Y, ¿Yin Yu realmente no tenía un solo pensamiento resentido


hacia Quan Yi Zhen?

No podía estar seguro.

Entre aquellos que tenían tanto que pasar entre ellos, era
completamente imposible pronunciar las palabras no te odio tan
fácilmente. Este odio podría ser grande o pequeño y Yin Yu no
era un personaje determinado; lo que quería hacer
probablemente estaba muy influenciado por quienes lo rodeaban.
Como no se habían conocido bien, Xie Lian no podía estar seguro
de lo que haría Yin Yu y solo podía rezar en silencio en su mente.
Su Alteza Yin Yu... ¡cuidado!

—Yo... yo...

Yin Yu estuvo fuera de su mente por un largo tiempo y se sentó,


cubriéndose la cara con las manos. Un momento después,
finalmente levantó la vista y sus ojos también se volvieron fríos y
sombríos.

Miró fijamente a Quan Yi Zhen, que había sido golpeado en una


pila de basura durante mucho tiempo antes de susurrar: —... Mi
Señor, ¿eres realmente... capaz de darme todos sus poderes
espirituales?

El corazón de Xie Lian se hundió mientras Quan Yi Zhen estaba


boquiabierto, con la boca abierta.

—... ¿Shixiong?

— ¿Por qué no te lo doy ahora, para que puedas ver por ti mismo
si puedo? —Dijo Jun Wu.

Yin Yu todavía parecía preocupado y preguntó: —Entonces...


¿puede todavía robárselos? Después de todo, son sus propios
poderes espirituales, así que si quisiera robárselo...

—A menos que usted mismo esté dispuesto a devolvérselo, o si


muere, entonces sería imposible para él robárselo —dijo Jun Wu.

Yin Yu preguntó vacilante: —Entonces, si sus poderes


espirituales me son transferidos, ¿Quan Yi Zhen... morirá? O
pasaría algo más...

No importa qué, probablemente todavía no quería que Quan Yi


Zhen muriera por sus manos. Jun Wu respondió: —No pasará
nada, es solo el proceso un poco doloroso, eso es todo, pero
¿quién no ha sufrido dolor en este mundo? La forma en que
quieras tratar con él después, ya sea que viva o muera, dependerá
de ti.

Yin Yu luego preguntó: — ¿Qué pasa con los otros funcionarios


celestiales? Hay tantos funcionarios celestiales en el Tribunal
Superior que vieron lo que sucedió en el Gran Salón Marcial, si
salió...

Jun Wu sonrió.

— ¿Y qué si lo saben? Son todas menos hormigas que pueden


aplastarse con solo una mano. Aniquílalos a todos, trae un nuevo
grupo de oficiales celestiales y cambias tu cara y tu nombre,
inventas un nuevo fondo, ¿quién sería el más sabio?

Cuando dijo esto, su expresión era indiferente, tan tranquila y fácil


como si estuviera diciendo que el té en la taza se había enfriado,
verterlo y cambiar una taza nueva.

Finalmente, Yin Yu preguntó: —En el nuevo Tribunal Superior,


yo, ¿cuál... sería mi nueva identidad?

—Ling Wen si es mi mano izquierda y tú serás mi derecha. —


Jun Wu dijo: —No habrá otros por encima de ti además de mí.

Yin Yu apretó los dientes y, finalmente, dijo: —... ¡Muy bien!

Dijo sombríamente: —Bien, mi señor recordará la promesa que


me hizo hoy. Entonces ahora…

No continuó y solo movió su mirada hacia Quan Yi Zhen. Jun Wu


respondió: —Como quieras.

En el momento en que esas palabras salieron de sus labios,


Quan Yi Zhen de repente comenzó a retorcerse, sus rostros se
retorcieron y gritó, la sangre fluía de todos sus orificios mientras
se agarraba la cabeza y giraba, pareciendo estar en una gran
agonía. En cuanto a Yin Yu, una repentina luz espiritual emitida
por su cuerpo.

Toda su cara estaba brillante e iluminada y levantó un brazo,


balanceándolo hacia arriba, ¡y todo el Palacio de Qi Ying se
derrumbó en un retumbar!

Un agujero gigante apareció sobre el palacio dorado. De pie


entre los restos, Yin Yu inclinó la cabeza para mirar sus manos,
apretándolas lentamente en puños. La expresión de Jun Wu era
como si estuviera mirando a un niño pequeño jugando con su
nuevo juguete.

— ¿Cómo te sientes?

Un momento antes de que Yin Yu respondiera: —... nunca antes


había poseído poderes tan fuertes.

Miró a Quan Yi Zhen que estaba aullando en el suelo a un lado,


su expresión complicada: —Mi maestro dijo una vez: Quan Yi
Zhen era alguien nacido para ascender, una habilidad regalada
por los cielos. ¿Es este el poder otorgado por los cielos?

—De ahora en adelante, es tuyo —dijo Jun Wu.

Yin Yu asintió lentamente.

Luego, al momento siguiente, levantó la palma de su mano y


explotó.

Esta explosión usó todos los poderes de Quan Yi Zhen, su fuerza


aterradora y una luz blanca estalló en el espejo. Poco después,
Yin Yu dibujó un círculo gigante en el aire con su mano derecha,
agarró ese círculo del aire y lo arrojó, atrapando a Jun Wu. Jun
Wu miró el círculo de luz alrededor de sus pies, frunció el ceño
ligeramente, parecía estár reservado y cauteloso de no tocarlo.
Luego miró a Yin Yu, que tiraba de Quan Yi Zhen en el suelo,
parecía indiferente.

—Yin Yu, por cambiar de opinión en el último momento, ¿no vas


a darme una explicación?

—...

Yin Yu estaba de espaldas a él mientras cargaba a Quan Yi Zhen


en su espalda y no respondió. Jun Wu dijo: —Lo que estás
haciendo es digno de elogio, un hombre de clase. Sin embargo,
¿si este es tu verdadero corazón? Has aguantado y te has
lastimado durante cientos de años, ¿vas a seguir aguantando?

—...

— ¿Realmente no te molesta el que estás guardando en este


momento? Incluso si no te molesta, ¿no odias?

—...

Yin Yu finalmente no pudo soportarlo más.

Apretó los puños con fuerza, crujió los nudillos y se dio la vuelta.

— ¡LO ABORREZCO! ¡LO ODIO! ¿¿Y QUÉ??

Quan Yi Zhen estaba nervioso y agitado, hablando mientras la


sangre brotaba de su nariz y boca.

—Shixiong...

Yin Yu gritó: — ¡CÁLLATE!

Luego se volvió hacia Jun Wu de nuevo.


—Mi Señor... Mi Señor... ¡USTED! ¿POR QUÉ DEBE
RECORDARME ESTO? ¡DECIRLO COMO SI USTEDES
ENTIENDIERAN ALGO! ¡SÍ, LO ODIO! ¿¿Y QUÉ?? Me ha dado
tantos problemas, por supuesto que lo odio.

—...

El corazón hundido de Xie Lian fue arrojado repentinamente


desde el profundo valle una vez más, sin saber si reír o llorar, casi
cayendo. ¿Qué tipo de lógica desordenada era esta?

Entonces, Yin Yu continuó: —... PERO... pero solo... solo quería


odiarlo, no significa que tenga que lastimarlo. ¿Qué es eso,
debería haber sido mío? Aparte del talento natural, no hay nada
que pertenezca a nadie desde su nacimiento. ¡LAS
POSESIONES DE OTRAS PERSONAS, NO LAS QUIERO!

Los ojos de Xie Lian se iluminaron y gritaron: — ¡BIEN DICHO!

Yin Yu continuó: — ¡Quiero volver a los cielos, quiero estar entre


los diez primeros! ¡PERO! Si no logré todo eso por mi cuenta,
¡entonces no tiene sentido! ¡No tengo suerte, lo acepto! Si no soy
tan poderoso como él, ¡al menos puedo admitir que no soy tan
poderoso como él!

» ¡ADMITIR QUE NO PUEDO COMPARARME CON ÉL NO ES


TAN DURO!

¡Qué orgullo!

En ese instante, Xie Lian finalmente vio una vez más en Yin Yu
ese glorioso brillo y orgullo de su juventud.

— ¡AAAH! —Quan Yi Zhen estalló en lágrimas en su espalda, la


sangre se mezcló con las lágrimas y los mocos vomitaron,
salpicando a Yin Yu con la cara llena de sangre y Yin Yu se
rompió. — ¡DETÉNTE!
Quan Yi Zhen sollozó y gimió: — ¡Shixiong, lo siento!

Yin Yu no pudo soportarlo más.

— ¡Ya no necesitas disculparte conmigo! De cualquier manera no


lo entenderás, no importa cuánto digas perdón. Realmente he
tenido suficiente de ti...

Jun Wu suspiró y se frotó la sien. Yin Yu agregó: —Además...


además, tampoco soy completamente inútil. Lo has dicho tú
mismo. Cuando se trataba de habilidades generales, podría no
compararse conmigo. Tengo lo mío...

Ooh

Jun Wu se dio la vuelta y casualmente barrió una mano.

—Emocionante. Me imagino que tú y Xian Le deben llevarse muy


bien.

... ¿Qué?

¡¿Qué ha pasado?!

Xie Lian todavía estaba atado a la silla, pero su corazón latía con
tanta fuerza que iba a saltar de su pecho. ¿Qué le ha pasado a
Yin Yu?

Solo había dejado de hablar y su expresión también se volvió


extraña. En cuanto a Jun Wu, apoyó las manos detrás de la
espalda y cruzó con calma ese círculo de luz aparentemente
poderoso, sin sentir la restricción en lo más mínimo.

—Supuse que así es como responderías. Entonces, no quité tu


grillete maldito de antemano.
¿Grillete maldito?

¡De hecho había un grillete maldito en el brazo de Yin Yu! Xie


Lian miró rápidamente y Yin Yu también levantó la muñeca.

Esa banda típica de grilletes malditos se había tensado mucho,


tanto que parecía que iba a romper la mano de Yin Yu y todo el
brazo de Yin Yu ya se había vuelto trágicamente pálido como el
papel y esa blancura se estaba extendiendo.

¡Ese grillete maldito le estaba chupando la sangre!

Xie Lian se lanzó hacia adelante y toda su persona junto con la


silla cayó al suelo en un montón. Ahora, ni siquiera podía ver el
espejo. Luchó locamente en el suelo, pero fue inútil y solo podía
escuchar el sonido de golpes enloquecidos por el espejo.

Después de un buen rato, un par de botas blancas aparecieron


ante sus ojos y fue Jun Wu quien había regresado.

En su mano había un grillete maldito carmesí oscuro que estaba


lleno de sangre, probablemente retirado de Yin Yu. Se agachó y
acarició la cabeza de Xie Lian.

—Ve a despedirte de tu pequeño amigo.

El nudo muerto de RuoYe finalmente se desató. Xie Lian se puso


de pie y le dio un puñetazo en la cara. Por supuesto, el golpe no
aterrizó y casi se cae sobre sí mismo, pero en realidad no
esperaba golpear a Jun Wu de todos modos y solo se estaba
desahogando. Corrió locamente hacia el pasillo de al lado.

Yin Yu yacía en el suelo, seco y arrugado, blanco y adelgazado


como una muñeca de papel, e incluso sus mejillas estaban
pálidas. Todos los poderes espirituales en su cuerpo
desaparecieron, regresaron al más golpeado y golpeado Quan Yi
Zhen cuya cara ahora era completamente irreconocible. Parecía
que esos poderes espirituales habían vuelto a su maestro.

Xie Lian se apresuró.

— ¡Su Alteza YIN YU!

Yin Yu parpadeó con un par de ojos que estaban más


demacrados que antes y cuando lo vio, gruñó: —Su Alteza...

Quan Yi Zhen se aferraba al suelo llorando a todo pulmón,


gritando al cielo: —LO SIENTO, SHIXIONG, SÓLO SÉ CÓMO
LUCHAR, ¡PERO NO PUEDO GOLPEARLO!

La sangre de su boca y nariz salpicaron la cara y los ojos de Yin


Yu nuevamente y solo verlo parecía miserable y las venas
aparecieron en la frente de Yin Yu, gritando con lo último de su
vida: — ¡TE DIJE QUE DETENGAS! ¡AAH! No importa... Solo
llévame a mi muerte...

Perdió su vigor una vez más. Al ver esto, Xie Lian no podía decir
si quería suplicar y gemir o llorar, o tal vez quería soltar una
carcajada.

De repente, los ojos secos de Yin Yu se llenaron de lágrimas.

Él susurró: —Lo sabía.

Él dijo: —Yi Zhen es un genio, yo soy un plebeyo. Lo máximo a


lo que pude subir fue tan difícil. Lo sabía.

Una sensación de impotencia y dolor invadió el corazón de Xie


Lian.

—Aunque sabía aún no podía aceptarlo. —Yin Yu dijo: —En


verdad, pensé lo mismo que Jian Yu. Me sentí aún más indigno
que él. No es que nunca haya sentido resentimiento, es imposible
no sentir resentimiento. Después, nunca me atreví a pensar por
qué le dije a Yi Zhen que fuera a morir a pesar de que sabía que
llevaba puesto el Brocado Inmortal. ¿Realmente me volví loco o
realmente quería que muriera?

Xie Lian lo abrazó.

—Está bien, está bien. Todos estos son asuntos pequeños, de


verdad. Su Alteza Yin Yu, solo viva en este mundo por unos pocos
cientos de años y sabrá que nada de eso realmente importa. O
conducido a la locura o realmente deseando que alguien muriera,
lo que sea. ¿Quién en el mundo nunca había tenido tales
pensamientos? Incluso he pensado en masacrar a todo el mundo
que me había lastimado, es cierto y no es mentira, casi lo había
hecho. Pero mírame, ¿no he vivido descaradamente hasta
ahora? No has hecho nada al final y eso es lo más importante.

—Pero... al final, yo... sigo pensando... que es tan injusto. —Yin


Yu sollozó: —Si ya estaba destinado a no ser nadie notable,
entonces, al menos, yo... quería ser una persona amable y
perfecta. Pero... ni siquiera podía hacer eso. Es realmente... tan
injusto. Y la verdad es que, incluso en este momento, solo
pensando que me estoy muriendo por Yi Zhen, este pequeño
muñeco, todavía no puedo superarlo. Ni siquiera puedo soltarme
y morir con un corazón sin resentimiento y sin remordimientos,
¿qué es eso?

Xie Lian se consoló suavemente: —Alteza, ya ha trabajado muy


duro. Y lo has hecho muy bien. Ya eres mucho, mucho mejor que
la mayoría de la gente.

Yin Yu finalmente se rió entre dientes.

—Mejor que la mayoría de la gente, ¿eh?


Después de detenerse, suspiró y el sonido de su último
arrepentimiento pasó junto con su alma mientras murmuraba: —
Pero, quería ser un dios...

Xie Lian inclinó la cabeza profundamente.

—Pero, su alteza Yin Yu, en realidad no hay dios en este mundo...


Capítulo 213: Rompiendo el punto muerto; Un regalo oportuno
(parte uno)

De repente, una luz se encendió de repente en su cabeza y Xie


Lian bajó a Yin Yu, poniéndose de pie.

...El grillete maldito. ¡Tomó el grillete maldito!

Si esa cosa no fuera importante, entonces Jun Wu no la habría


tomado, sin embargo, hizo todo lo posible por quitarle el grillete
maldito succionado de sangre de Yin Yu y lo tomó, así que tal vez,
no solo esa cosa absorbió la de Yin Yu sangre, también aprisionó
su alma!

Habiendo pensado en esto, Xie Lian dejó atrás al golpeado y


magullado Quan Yi Zhen y salió corriendo hacia la parte trasera
del Palacio de Qi Ying. Sin embargo, Jun Wu ya no estaba allí.
Luego se dio la vuelta y cargó.

Sobre la gran avenida de la Capital Celestial, no había un alma y


estaba completamente fría y desierta. Solo había guardias
inexpresivos que vigilaban los palacios que solían ser bulliciosos
y animados con todos los grandes dioses y ninguno de esos
guardias se preocupaba por él. Xie Lian tampoco se preocupaba
por ellos y corrió directamente hacia el Gran Salón Marcial.

Efectivamente, Jun Wu había regresado aquí y estaba sentado


en el trono, sin dejar de mirar ese grillete maldito. En el momento
en que Xie Lian entró, escuchó un extraño gorgoteo y cuando
levantó la vista, el espíritu del feto colgaba del techo glamoroso
con sus cuatro extremidades y se arrastraba rápidamente boca
abajo como una criatura de sangre fría, increíblemente
espeluznante. .
Incluso una criatura malvada como esta podría ingresar al Gran
Salón Marcial, realmente hizo que uno se preguntara cómo
pensarían los funcionarios celestiales que lucharon durante siglos
para entrar en este salón si vieran esto. Xie Lian se acercó con
los brazos abiertos y Jun Wu preguntó: — ¿Qué quieres?

Sin otra palabra, Xie Lian empujó su mano y agarró ese grillete
maldito, pero, por supuesto, Jun Wu no lo dejaría salirse con la
suya. Fue un buen rato y Xie Lian aún no pudo robar la cosa y
lloró enojado: — ¿QUÉ USO TIENES PARA ESA COSA? ¡YIN
YU NO ES AÚN UNA AMENAZA PARA TI, TOTALMENTE
INSIGNIFICANTE EN TUS OJOS! ¿Por qué le dijiste todo eso a
él? ¿Cuál es el uso en mantener esa cosa?

Sin embargo, Jun Wu dijo: — ¿Quién dice que no sirve de nada?


Ver lo enojado que estás por eso, ¿no prueba esto que es muy
útil?

Era como un adulto que colocaba un tazón de frutas sobre la


mesa fuera del alcance de su hijo y sonreía alegremente al lado
mirando al niño inclinar los dedos de los pies tratando de
agarrarlo, pero no podía importar qué, disfrutando eso. Él estaba
enojado y desesperado, llorando en voz alta. Xie Lian se iba a
volver loco por la furia.

— ¿ESTÁS LOCO?

—Xie Lian, ese tono que tomaste es bastante irrespetuoso —dijo


Jun Wu.

Xie Lian había estado aguantando pero no pudo contenerse más


y gritó: —Te mostraré un poco de respeto...

Todas sus maldiciones en esta vida probablemente fueron todas


dirigidas a este hombre. Sin embargo, inesperadamente, antes
de que pudiera terminar su maldición, su garganta se contrajo de
repente y se sofocó.
Los ojos de Xie Lian se pusieron negros, sus manos se aferraron
a su propia garganta, sus rodillas se doblaron y cayó de rodillas.
Jun Wu se sentó frente a él, acariciando al espíritu del feto con
calma y tranquilidad, acariciando sus cabellos, acariciando esa
cabeza suave y redonda mientras las auras negras penetraban en
sus palmas. Ese espíritu del feto parecía estar disfrutando,
arrullando en una extraña alegría.

Al escuchar a Xie Lian estallar en una serie de toses violentas,


con la cara hinchada y nerviosa, Jun Wu dijo: —Xian Le, sugiero
que te comportes como antes, un poco más obediente, un poco
más respetuoso. Solo entonces no me enojaré. No olvides que
también llevas esto en tu persona y que llevas dos de ellos.

— Ah... ¡TÚ...!

Xie Lian se puso de pie de un salto, con los ojos llenos de rojo
mientras lo miraba. Jun Wu dijo: — ¿Y qué? ¿Soy astuto? Xian
Le, no olvides que fuiste tú quien los pidió.

¡Qué broma, cómo pudo haber sabido qué era esa maldita cosa
en aquel entonces!

¿Podría ser? En el momento en que Guoshi lo vio, su rostro cayó


y estranguló su cuello, ¿no estaba tratando de matar a Xie Lian
sino que estaba tratando de eliminar esto?

Pasó un buen rato antes de que el grillete maldito en el cuello de


Xie Lian se aflojase gradualmente y finalmente pudo respirar
normalmente de nuevo. Estaba jadeando con dureza,
inconscientemente cubriendo su propio cuello y sintiendo ese
grillete maldito. Un toque y aparte del grillete maldito, Xie Lian
también sintió algo más.

Era una cadena plateada muy delgada. Solía hacer frío, pero
debido a que lo usó durante tanto tiempo, su cuerpo ya lo había
calentado. Colgando de la cadena de plata había un anillo
cristalino.

Después de sentirlo, los hombros de Xie Lian se tensaron de


inmediato y apretó el anillo con fuerza. Por alguna razón, su
corazón latía cada vez más rápido, como si hubiera aprendido un
secreto increíble. En ese momento, Jun Wu habló detrás de él:
—Soy yo. ¿Qué es?

¿Es él qué? ¿Qué quiso decir él?

Xie Lian volvió a meter esa cadena de plata en su túnica y se dio


la vuelta con el ceño fruncido. Solo cuando lo hizo descubrió que
lo que Jun Wu dijo hace un momento no estaba dirigido a él.

Jun Wu tenía dos dedos levantados y presionados contra su sien.


Esta postura; ¡se estaba comunicando con alguien!

Si bien no permitió que ningún otro funcionario celestial en la


Capital Celestial se comunicara espiritualmente, él mismo no tenía
ninguna de esas restricciones y podía hacer lo que quisiera.
Después de una pausa, Jun Wu continuó: —No mucho. Debido al
caso con el Señor de la Tierra suplantado recientemente, muchos
otros espías y personalidades falsas dentro de la Capital Celestial
también fueron desenterrados uno tras otro. Al ver cómo ha sido
una temporada de incidentes recientemente, no debe haber
ningún error descuidado, por lo que todos los funcionarios
celestiales están siendo investigados actualmente, razón por la
cual toda la Capital Celestial ha sido cerrada. Actualmente no está
abierto al exterior ni se permite la comunicación espiritual al
exterior, por lo que, por supuesto, no puede conectarse con nadie.

Xie Lian jadeó ligeramente y contuvo el aliento.

Parecía que el que se comunicaba con Jun Wu en este momento


no sabía cuál era la situación en la Capital Celestial, por lo que
Jun Wu también le estaba mintiendo con indiferencia a la otra
parte. Y, la excusa que usó fue intrincadamente apropiada; Con
el caso de la suplantación de Agua Negra, las olas que causó
fueron atroces, dignas de atención, por lo que era razonable que
toda la corte estuviera cerrada.

Incluso si Xie Lian vociferaba y gritaba, la persona en el otro


extremo no podría escucharlo, por lo que decidió simplemente
observar con calma y actuar en consecuencia. Pasó un buen
tiempo antes de que se produjera un destello de cambio
minúsculo e imperceptible en su expresión.

Él respondió cálidamente: — ¿Oh? ¿Deseas venir a la Capital


celestial? Por supuesto que puedes. El caso esta vez no es
pequeño, por lo que, dado que tiene el corazón para ayudar, por
supuesto que es bienvenido.

... ¿La otra parte realmente se ofreció para ayudar en la Capital


Celestial?

Si se ofrecieron como voluntarios varias horas antes, sería más


que útil, ya que definitivamente necesitaban ayuda. Pero, ¿este
momento? ¡Toda la Capital Celestial ya había caído y se había
convertido en la guarida de demonios, así que esto no era
diferente a saltar a un pozo de fuego!

Por un lado, Jun Wu dijo algunas palabras más simples y terminó


la comunicación. Xie Lian inmediatamente preguntó: — ¿Quién
viene?

Ese espíritu del feto parecía saber que no era una criatura de luz
y silenciosamente se arrastró hacia las sombras y se escondió.
Jun Wu, por otro lado, solo dio una pequeña sonrisa.

— ¿Cuál es la prisa? Pronto lo verás.

Eso estaba fuera de sus expectativas. Xie Lian se preguntó


incrédulo: — ¿Me dejarás ver? ¿No les dijo a los demás que toda
la Capital Celestial está encerrada y que cada funcionario celestial
está siendo investigado?

—Por supuesto —respondió Jun Wu—, pero al menos debería


tener manos confiables de izquierda a derecha.

Técnicamente, Wen Wen todavía estaba huyendo, por lo que,


naturalmente, no podía interpretar el papel de las manos derechas
izquierdas de Jun Wu, por lo que esta tarea recayó en la cabeza
de Xie Lian. Justo cuando estaba contemplando, Jun Wu lo
estudió por un momento y dijo calurosamente: —Xian Le, sé
bueno y coopera. No te molestes con ningún truco tonto, te
conozco demasiado bien, sé todo lo que tienes en mente.

—...

Jun Wu jugó distraídamente con ese grillete maldito lleno de


sangre en su mano y agregó: —Tú mismo lo dijiste, para mí, Yin
Yu era completamente insignificante. En realidad, debería decirse
que todos los funcionarios celestiales en la Corte Celestial,
grandes o pequeños, son insignificantes a mis ojos. Si expones
algo, entiendes lo que sucederá.

—...

—Entonces, no reveles nada. Ponte en orden, pronto estarán


aquí.

Xie Lian no habló, pero sí se arrastró desde el suelo, se sacudió


el polvo y realmente se arregló, caminando para colocarse en la
posición que siempre había estado al lado de Jun Wu.

Jun Wu aprobó: —Así como así.

Si bien la amenaza de Jun Wu fue muy efectiva, Xie Lian también


descubrió algo: no parecía querer que quien fuera a darse cuenta
de la verdad de cómo había caído la Capital Celestial. ¡Esto le
hizo querer saber aún más quién vendría exactamente!

Después de dos inciensos más tarde, ante el Gran Salón Marcial,


finalmente aparecieron varias figuras. Vieron a una mujer
cultivadora con túnicas verdes montando un corpulento buey
negro, una espada sagrada colgando de su cintura, acercándose
lánguidamente con varios granjeros siguiéndola, cada uno de
diferentes tamaños.

¡En realidad era La Señora de la Lluvia quien había venido!

Xie Lian estaba un poco sorprendida. Según cómo actuó Jun Wu:
la forma en que actuó después de ser expuesto, mataría a quien
bloqueara su camino y debería encerrar a cualquiera que se
acercara, entonces ¿por qué desconfiaba de La Señora de la
Lluvia?

Naturalmente, nada se puede aprender en este momento. En el


momento en que entró en el Gran Salón Marcial, la Maestra de la
Lluvia inclinó su cabeza ligeramente hacia los dos.

—Su Alteza Real, Mi Señor, ¿cómo está?

Xie Lian fingió que nada era el problema y también le devolvió el


saludo.

—Gran Señora de la Lluvia.

Parecía cortés e imperturbable, pero su mente daba vueltas,


¿qué podía hacer para decirle a La Señora de la Lluvia la situación
real aquí en la Capital Celestial?

Jun Wu habló: —Ha pasado mucho tiempo desde que La Señora


de la Lluvia llegó por última vez a la Corte Celestial.
Sin embargo, La Señora de la Lluvia dio una respuesta
irrelevante: —Este bloqueo en la Capital Celestial es riguroso.

Sus palabras sonaron como si estuviera perpleja y Jun Wu


respondió: —No se pudo evitar. Con el caso de Agua Negra así,
el Tribunal Medio ya había retirado a más de cincuenta
funcionarios celestiales falsos. Es profundamente preocupante si
hay otros peones plantados en el Tribunal Superior.

—Ya veo —dijo La Señora de la Lluvia.

Los tres charlaron simplemente por un momento y solo entonces


Xie Lian se dio cuenta de que cuando Jun Wu hablaba, sin
importar si era verdad o mentira, sus bases siempre estaban
perfectamente cubiertas sin ningún defecto, extremadamente
sorprendente. Tenía la mente para advertir, pero primero, temía
que Jun Wu lo notara y se desquiciara con los otros funcionarios
celestiales; segundo, también tenía miedo de involucrar a La
Señora de la Lluvia que no sabía lo que estaba pasando, por lo
que tenía las manos atadas. La Señora de la Lluvia tampoco
pareció notar nada inusual y solo preguntó si había algo que
necesitara su ayuda. Jun Wu respondió: —No por el momento.
Sin embargo, una vez que se complete la investigación, estoy
seguro de que habrá mucha necesidad de su ayuda.

—Entonces, me quedaré en la Capital Celestial por ahora y


esperaré a que me convoquen —dijo La Señora de la Lluvia.

Jun Wu mantuvo su sonrisa, sus pensamientos no podían ser


contados, pero incluso cuando llegaron a este punto, todavía no
había arrojado todas las pretensiones: —Suena bien. Has dejado
la capital durante años, así que es bueno aprovechar esta
oportunidad para volver a familiarizarte. El palacio de La Señora
de la Lluvia ha estado vacío durante muchos años.

La Señora de la Lluvia asintió y lentamente se apartó. Xie Lian


sabía que, en el momento en que se fuera, sería vigilada y se
sentiría un poco ansiosa. De repente, La Señora de la Lluvia se
dio la vuelta y habló: —Su Alteza.

El corazón de Xie Lian dio un vuelco.

— ¿La Señora de la Lluvia tiene guía para impartir? ¿Podría


finalmente haber notado algo mal?

Sin embargo, La Señora de la Lluvia dijo: —Nada que impartir.


He estado fuera de la Capital Celestial durante muchos años, así
que traje algunos recuerdos y pensé que podría regalarte algunos.
¿Estarías dispuesto a recibirlos?

Xie Lian no había esperado que fuera algo así y no sabía si reír
o llorar.

— ¿Huh? Ah gracias.

Jun Wu, por supuesto, nunca tomó regalos y sonrió cuando


permitió que las escoltas dLa Señora de la Lluvia entraran.

—Xian Le, La Señora de la Lluvia espera para darte regalos, ¿por


qué no aceptas rápidamente?

—...

La forma en que lo dijo hizo que Xie Lian pareciera un niño


pequeño necesitado de disciplina; los invitados vinieron a hacer
una visita, trajeron un regalo para el niño y el anciano haría que el
niño saliera a recibirlo antes de que el niño diera las gracias. Xie
Lian no tuvo otra opción y un granjero se acercó, presentando con
ambas manos un paquete de algo muy bien envuelto. Xie Lian
pronunció su agradecimiento casualmente, tomando el paquete
distraídamente, pero de repente, su rostro cambió, como si
descubriera algo inusual.
Estaba de espaldas a Jun Wu y Jun Wu no debería poder ver su
expresión, pero aun así preguntó: — ¿Qué tipo de regalo es este?

Cuando La Señora de la Lluvia vio que había tomado el regalo,


ella levantó las manos por cortesía y sonrió: —Nada valioso, solo
alguna especialidad local cultivada de la tierra. Si no hay nada
más, me iré.

—Por favor —dijo Jun Wu.

Por lo tanto, La Señora de la Lluvia sacó ese buey negro, tomó


sus escoltas y lentamente se dirigió hacia su Palacio que había
estado abandonado durante muchos años. Xie Lian todavía
sostenía ese regalo en sus brazos y estaba a punto de irse cuando
Jun Wu gritó: —Espera.

Xie Lian se detuvo, como si sus pies estuvieran clavados en el


suelo. Jun Wu luego dijo: —Ven aquí.

Xie Lian volvió al Gran Salón Marcial y se dio la vuelta para


mirarlo. Jun Wu se bajó del trono y tomó el paquete que estaba
firmemente sujeto a su agarre antes de decir: —Ahora puedes irte.

Ciertamente era desconfiado y mira directamente hacia otro lado


el regalo que La Señora de la Lluvia le había dado. Xie Lian lo
miró y sin palabras regresó a su Palacio de XianLe.

Una vez que regresó al Palacio de XianLe, Xie Lian estaba


inquieto, así que caminó de un lado a otro dentro del pasillo.
Había pasado un tiempo desconocido cuando de repente,
escuchó una voz brillante y clara.

— ¿Su Alteza?

Xie Lian se dio la vuelta y vio a un joven vestido de harapos con


un pañuelo envuelto alrededor de su cabeza que de alguna
manera había saltado al alféizar de la ventana, ¡y se estaba
encaramando encima de él, sonriéndole juguetonamente!

Xie Lian se alegró y salió corriendo dos pasos antes de recordar


de repente que este joven lo había llamado Su Alteza en este
momento, y Xie Lian se detuvo en su paso, preguntando un poco
inseguro: — ¿Es... San Lang?

Ese joven se rió a carcajadas, saltó de la ventana y se quitó el


pañuelo. El cabello negro fluyó hacia abajo, pero inmediatamente
fue atado en alto, revelando debajo del cabello negro una cara
hermosa y pálida que era completamente diferente. Era una cara
con la que Xie Lian estaba infinitamente familiarizado.

Hua Cheng hizo girar el pañuelo pausadamente y suspiró: —


Gege, mi querido Gege, esta vez, querer verte es tan difícil como
ascender al cielo.

Anteriormente, en el Gran Salón Marcial, en el momento en que


Xie Lian recibió el regalo de La Señora de la Lluvia, notó algo
inusual. Sin embargo, lo que era inusual no era el regalo en sí,
sino la persona que entregaba el regalo.

Cuando tomó el paquete, sintió que la otra parte le tomó la mano


y lo apretó.

Había que decirlo, este gesto era frívolo y si se hacía a las damas,
sería intencionalmente coqueto. En ese momento, Xie Lian solo
parpadeó pero no expresó nada y miró sin sonar ninguna alarma.
El que estaba parado frente a él era un joven alto.

Mientras que ese joven vestía la parte de un granjero, vestía ropa


manchada y manchada con un pañuelo envuelto alrededor de su
cabeza, su rostro aún era hermoso y delicado, la luz en sus ojos
brillaba.
Sin embargo, esa luz solo centelleó en ese instante cuando los
dos se encontraron y cuando Xie Lian parpadeó nuevamente para
ver, ese joven había vuelto a su disposición tímida e ingenua y se
detuvo con la cabeza gacha.

Desde entonces, Hua Cheng había venido buscando al Palacio


de XianLe, entonces, naturalmente, todos los ojos de vigilancia en
los alrededores habían sido atendidos. En el momento en que Xie
Lian lo vio, sintió que era incomparablemente confiable, ¡y no
había nada de qué preocuparse!
Capítulo 214: Rompiendo el punto muerto; Un regalo oportuno
(parte dos)

Hua Cheng ni siquiera se había acercado antes de que Xie Lian


ya se hubiera acercado a la fuerza.

Este fue un gran golpe y Hua Cheng en realidad no fue empujado


hacia atrás por unos pasos por la fuerza, ni siquiera un bamboleo.
Solo puso sus manos sobre la espalda de Xie Lian, riéndose
ligeramente sin hablar. Xie Lian se sentía animado cuando de
repente recordó otra cosa y rápidamente dijo: — ¡Espera, San
Lang! El Empe... Jun Wu es bastante cauteloso contigo y
deberías haber estado vigilando la matriz humana en la capital
real. Él debe haber enviado los ojos para mirarte, así que si
desaparecieras de repente, ¿no se daría cuenta? Además, ¿está
realmente bien que el Señor del Viento esté vigilando la matriz
solo?

Sin embargo, Hua Cheng respondió: —No te preocupes, Gege,


eso ya se ha resuelto. No habrá defectos expuestos por el
momento.

Xie Lian pensó que probablemente bloqueó los ojos que Jun Wu
envió o dejó un clon abajo, por lo que no presionó para obtener
más información sobre cómo se arreglaron las cosas. Justo en
ese momento, Hua Cheng comentó tranquilamente: —Parece que
Gege realmente me extrañaba mucho.

Xie Lian recordó las palabras inadmisibles y en mal estado que


intercambiaron a través de la comunicación espiritual frente a Jun
Wu, luego notó cómo él mismo estaba abrazando a Hua Cheng,
sin soltarlo, e inmediatamente aflojó su agarre, se enderezó y
respondió con una voz educada.
—... Hum, eh. Dijiste que necesitábamos contar con la ayuda de
alguien, para que esa ayuda fuera la Gran Señora de la Lluvia.

Hua Cheng le sonrió alegremente: —Correcto. La Señora de la


Lluvia ha estado en los reinos inferiores durante años y resultó ser
despertada por la apertura del Monte TongLu. Volver a los cielos
para ver las cosas es perfectamente lógico. Y, si Jun Wu se niega
a dejarla subir sin los motivos adecuados, La Señora de la Lluvia
sin duda notaría que las cosas están mal. Entonces, por
supuesto, tenía que dejarla volver. Gege, no te preocupes, está
bien, puedes seguir abrazándome así, no me importa.

Xie Lian se aclaró suavemente la garganta.

—No, está bien, gracias... Pero ¿por qué no puede hacerle nada
a La Señora de la Lluvia?

—Gege podría no saber esto. La Señora de la Lluvia es un


funcionario celestial que maneja la agricultura. Esta posición
piadosa puede parecer triste en la superficie sin mayores
beneficios, por lo que la mayoría no está interesada, pero en
realidad es bastante única. Actualmente, solo Yu Shi Huang es un
funcionario celestial que administra la agricultura.

Xie Lian reflexionó y dedujo las intrincadas razones. Hua Cheng


continuó: —Si La Señora de la Lluvia fuera asesinada
directamente y no se pudiera encontrar un mejor funcionario
celestial para reemplazarla, la gente pone la comida por encima
de todo lo demás; Si la agricultura no funciona sin problemas, el
mundo se verá sumido en el caos. No dejas que la gente coma,
la gente no te dará trabajo. Además de estar disgustado con La
Señora de la Lluvia, la gente del mundo también podría comenzar
a estar insatisfecha con el gran dios sobre la cabeza de La Señora
de la Lluvia, lo que significa que, si no tuvo cuidado, el fuego
puede llegar hasta él. Si las cosas no se controlan
adecuadamente, podría provocar disturbios para derrocar a los
dioses.
Lo cual era profanar sus templos y derribar sus estatuas divinas,
tal como lo hizo la gente de XianLe una vez.

Hua Cheng agregó: —Además de eso, La Señora de la Lluvia no


establece templos o santuarios, no ha residido en la Capital
Celestial durante años y no desea ser promovido, por lo que no
hay realmente nada contra lo que sostenerse ella con.
Externamente, es difícil para él encontrar una razón adecuada
para desterrar a La Señora de la Lluvia, por lo que es difícil hacer
un movimiento; internamente, su posición puede permanecer
estable mientras La Señora de la Lluvia continúe administrando la
agricultura, por lo que mantendrá la pretensión todo el tiempo que
pueda. Engañala primero y decide qué hacer después de que
salga a la luz la verdad.

Xie Lian se sintió aliviado: —Ya veo, gracias a Dios, eso estuvo
cerca. Que La Señora de la Lluvia realmente vendría a ayudar en
un momento de necesidad. Esperemos que su actuación sea
extraordinaria. ¡Ah, por cierto, primero debemos buscar a Guoshi!
Hay muchas cosas que debo preguntarle para obtener las
respuestas adecuadas.

Los dos no demoraron más y salieron rápidamente del Palacio de


XianLe. En el momento en que Xie Lian cruzó el umbral, se
sorprendió por la fila de guardias que miraban la entrada y estaba
a punto de sacarlos con RuoYe cuando notó que cada uno de
ellos era como muñecas de madera y no solo en posición, sino
incluso Las expresiones no cambiaron. Todos fueron petrificados
por Hua Cheng.

A medida que avanzaban, los brazaletes de Hua Cheng brillaban


plateados, transformándose en mariposas plateadas y
gradualmente perdieron color, escondiéndose en el aire.
Probablemente ya había cientos de miles de mariposas fantasmas
dispersas por toda la Capital Celestial. En el camino, de repente
subían o bajaban, se ocultaban o aparecían abruptamente,
esquivando perfectamente a cada guardia de patrulla.

Escondido en un callejón mientras observa a las tropas de los


guardias de patrulla pisotear, Hua Cheng dijo parado junto a Xie
Lian: —Después de este tramo, tomaremos el camino de arriba.

Xie Lian asintió y saltó al techo siguiendo a Hua Cheng. Los dos
huyeron por los tejados uno tras otro, sin dejar rastros. Poco
tiempo después, Xie Lian se dejó caer al borde de un alero y se
detuvo abruptamente, mirando a Hua Cheng que parecía
pensativo.

Al verlo quieto, Hua Cheng también se detuvo.

— ¿Qué es? ¿Has notado algo?

Xie Lian frunció el ceño ligeramente y asintió y dijo


pensativamente: —No. Es solo que parece que esta escena se
había reproducido en otro lugar antes...

Antes de que terminara, Hua Cheng de repente le abrazó la


cintura. Al momento siguiente, los dos cayeron desde la azotea.

Xie Lian solo sintió que el mundo giraba, volviéndose loco, su


sombrero de bambú resbalándose de su espalda, por la caída al
suelo y lo arrebató rápida y ligeramente. Mientras tanto, Hua
Cheng lo sostuvo en su abrazo mientras los dos colgaban boca
abajo de los aleros de un techo mientras sobre ellos, algo se
arrastró rápidamente.

Xie Lian no era ajena a ese sonido, ¡era el sonido del espíritu del
feto arrastrándose!

Quién sabría si estaba patrullando de manera llamativa o qué.


Justo entonces, otra voz vino desde abajo.
— ¿Cuo Cuo, Cuo Cuo?

¡Jian Lan!

Xie Lian gritó Oh no en su cabeza. Ese espíritu del feto todavía


estaba en la cima del techo y si Jian Lan caminara desde abajo,
¿no serían descubiertos? Xie Lian no podía estar seguro de cuál
sería la reacción de Jian Lan, si todavía estaría agradecida de que
Hua Cheng le salvara la vida o si gritaría para alertar a la gente.

Esos pasos ligeros y apresurados se acercaban cada vez más y


estaba a punto de doblar la esquina cuando afortunadamente, en
ese momento, ese espíritu feto finalmente saltó al otro lado del
techo.

Los dos inmediatamente se voltearon y saltaron a la cima del


edificio. Xie Lian dejó escapar un suspiro de alivio.

Cuando Jian Lan se asomó por la esquina de la pared y vio a su


hijo que había saltado al suelo, también soltó un suspiro de alivio
y dijo: — ¡Cuo Cuo! No corras al azar, este es un lugar extraño y
desconocido, bastante aterrador, si te vas y desapareces, mamá
ni siquiera sabrá a dónde ir para averiguar... ¡¿por qué viniste
aquí?!

Miró casualmente a su alrededor y vio la placa del


establecimiento de este palacio y retrocedió un par de pasos. Fue
solo después de ver esta reacción que Xie Lian recordó que el
palacio dorado debajo de sus pies parecía ser el Palacio de Nan
Yang.

Lo que significaba que Feng Xin estaba actualmente encerrado


aquí.

Jian Lan también debe saber esto y su rostro se contrajo


ligeramente. Un momento después, miró hacia abajo para
regañar al espíritu del feto.
— ¡¿Qué estás haciendo aquí?!

Sin embargo, ese espíritu del feto estaba abrazando algo blanco
y grueso. Crunch crunch, como si lo estuviera royendo. Entonces
Jian Lan le gritó: — ¿Qué es eso? ¿Qué estás comiendo a
ciegas? ¡Escúpelo!

Xie Lian miró de cerca y descubrió que era un rábano blanco


sólido y grande y no sabía si reír o llorar. No es necesario que
ella diga nada, ese espíritu del feto obviamente también pensó
que no sabía bien y p-tui p-tui, escupió el rábano con fuerza,
gritando mientras lo hacía, como si estuviera haciendo un
berrinche. Jian Lan subió al instante para acunarlo, persuadiendo:
—Está bien, está bien, Cuo Cuo es un buen chico, si no sabe bien,
simplemente no lo comas más. Solo a los pobres bastardos y a
los dioses tontos les gusta comer esas cosas, nosotros no
comemos eso.

Solo una madre biológica podría acunar a una criatura tan


deformada y horrible en sus brazos y aún consolarla con una voz
suave. Ese espíritu del feto se movió con un cuerpo regordete
blanco en sus brazos y ronroneó alegremente. Xie Lian observó
esta escena y una repentina e inexplicable simpatía creció en su
corazón, pero también estaba perplejo: — ¿Cómo hay un rábano
blanco tan grande en la Capital Celestial?

Hua Cheng levantó las cejas y respondió: —Gege, ¿te has


olvidado? Son los regalos cultivados de la tierra, los recuerdos
que La Señora de la Lluvia te trajo.

—...

¡Ese era el regalo que La Señora de la Lluvia le dio!

Xie Lian intentó imaginar cómo se vería la cara de Jun Wu cuando


abrió esa caja de madera para ver que era un rábano blanco
gigante, pero era imposible de imaginar, su intento fue un fracaso.
Parecía que después de que Jun Wu terminó de inspeccionar el
regalo y determinó que no era nada sospechoso, arrojó el rábano
blanco gigante para alimentar a este espíritu del feto.

Era prácticamente como alimentar a un perro.

Al principio, después de que el espíritu del feto lo escupió, pateó


ese rábano blanco gigante con disgusto, pero después de
escuchar las palabras de Jian Lan, pareció pensativo, luego saltó
del abrazo de su madre, saltó y lo levantó con su boca antes de
saltar al palacio. Si Xie Lian no se veía de cerca, parecía un perro
blanco de piel lisa y sin pelo. Jian Lan gritó: — ¡NO ENTRES!
ESO ES…

Jun Wu probablemente informó previamente a los soldados que


custodiaban el Palacio de Nan Yang de que este espíritu del feto
era su mascota o perro de caza y no parpadearon ni lo detuvieron.
Sin ninguna opción, Jian Lan solo podía seguirlo dentro. Ese
espíritu del feto parecía albergar una profunda animosidad hacia
Feng Xin y Xie Lian estaba preocupado de que pudiera dañar a
Feng Xin. Volvió la cabeza.

— ¿San Lang?

En la punta de la yema del dedo de Hua Cheng descansaba una


mariposa transparente: —Una mariposa fantasma ya está posada
en su persona.

Xie Lian asintió y los dos monitorearon la situación dentro del


Palacio de Nan Yang. Vieron que Jian Lan estaba encorvada,
deslizándose sigilosamente en el palacio como si no quisiera que
nadie la descubriera y susurró: —Cuo Cuo-

Sin embargo, era imposible no ser descubierto. Ese espíritu del


feto saltó a la sala principal y había un hombre meditando en la
sala principal. Parpadeó para abrir los ojos y se encontraron con
los de ella, ambos desconcertados.

Feng Xin quedó atónito primero y luego encantado, poniéndose


de pie.

— ¡Jian Lan! ¿Por qué has venido? ¿Estás bien? Has venido
justo a tiempo, ayúdame...

Justo en ese momento, el espíritu del feto de repente comenzó a


aullar, saltando entre los dos, escupiendo ese rábano blanco
gigante en el suelo y lo pateó con fuerza con las patas traseras.
Ese rábano blanco gigante con algunas picaduras perdidas fue
enviado volando y golpeado directamente en la cara de Feng Xin,
¡creando un gran DONG.

Después de patear el rábano, también se sintió bastante


orgulloso y complacido, ¡llorando AAAAH! Aleatoriamente,
riéndose malvadamente, como si estuviera esperando que su
madre lo elogiara. Feng Xin casi fue noqueado por esta cosa y
una línea de sangre salió instantáneamente de su nariz. Lo limpió
y gritó enojado: — ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡QUÉDATE ALLÍ,
NO LO HAGAS!

Era feroz, pero ese espíritu del feto era aún más feroz y le chillaba
mientras deslizaba la lengua. Feng Xin dio un brusco paso hacia
adelante, listo para agarrarlo, pero le mordió el brazo por su boca
ancha y ensangrentada y no pudo deshacerse de él, no importa
cuán fuerte lo haya sacudido. Esta escena familiar fue a la vez
horrorosa e hilarante y cuando Feng Xin no pudo deshacerse de
ella sin importar qué, estaba aún más indignado.

— ¡QUÉ MIERDA! ¡QUÉ MIERDA REAL! ¿Estás buscando una


paliza? ¡QUE DEMONIOS!

Jian Lan también lo soltó y gritó: — ¡DETÉNTE! ¿Qué derecho


tienes para gritar y golpearlo?
Para ser gritado, Feng Xin se sobresaltó y la mitad de su espíritu
disminuyó al argumentar: — ¡Él... reconoció a un sinvergüenza
por un padre! ¿Por qué estaría del lado de Jun Wu..?. ¿Cómo
resultó ser así?

Jian Lan chasqueó la lengua.

— ¿Cómo? ¿No es por tu culpa? Es culpa del padre solo por


engendrar sin educar, si no fue usted el que aflojó su deber como
padre, ¿sacarían a su propio hijo del útero de su madre para
convertirlo en algo así? ¿QUE DEMONIOS? ¡AL INFIERNO QUE
LE DISTE VIDA!

Con cada reproche, Feng Xin retrocedió un paso y su voz también


disminuyó enormemente.

—Pero... pero no sabía nada de esto. Y en ese momento, fuiste


tú quien me dijo que escapara...

— ¡JA! —Exclamó Jian Lan. — ¡Te dije que te fueras para


ayudarte! Vienes a la cama de esta perra todos los días con esa
tristeza olvidada, ¿crees que no sé lo que estás pensando?
Tuviste que servir a ese príncipe heredero tuyo y recolectar
suficiente dinero para canjear mi libertad al mismo tiempo,
¡estabas herido y golpeado, cansado y molesto! ¡Estabas
demasiado avergonzado como para tirarte la manga y marcharte,
entonces también podría enviarte lejos!

— ¡Estaba muy cansado en ese momento! —Gritó Feng Xin. —


¡Pero nunca estuve molesto contigo! ¡Quería redimirte!

Jian Lan golpeó su pecho.

— ¡POR FAVOR! Redención, redención, ¡sabías muy bien en tu


corazón que realmente no podrías canjear el precio de esta perra
con las escasas habilidades que tenías en ese momento!
Desearías poder dividir cada centavo por la mitad y gastarlo el
doble todos los días, salir a la calle todos los días a rascarse y aún
así tener que regresar para presentar sus respetos a su príncipe
heredero y a su antiguo emperador, ya es bastante bueno que no
me arrojé a ti para agregar a tus cargas. ¿Esperando que canjees
mi libertad? ¡QUÉ SUEÑO!

—No dijiste esto al principio, ¡incluso hicimos promesas! Siempre


mantengo mis palabras...

Jian Lan lo interrumpió.

—Hay muchas promesas, deberes y juramentos, pero piensa un


poco por ti mismo, ¿qué me has dado, eh? Aparte de ese cinturón
dorado, oh, espera, ¡SÓLO fue ese cinturón dorado, e incluso
exhortaste una y otra vez a nunca venderlo!

Feng Xin había estado retrocediendo paso a paso con sus


golpes, su expresión era rígida y avergonzada. Cuanto más
hablaba Jian Lan, más enojada se ponía: —O, ¿te refieres a ese
amuleto de protección olvidado de Dios? ¡Mi corazón debe haber
sido manchado con grasa de cerdo para creer que el hechizo de
protección de mierda podría proteger a cualquiera! Apenas hubo
buena suerte, ¡PERO SEGURO HABÍA MUCHO DE MALA
SUERTE! Usted tenía menos y menos dinero, pero su
temperamento era cada vez más grande, ¿qué iba a hacer si no
lo dejaba ir, HUH? ¿ATORMENTARTE HASTA TU MUERTE
POR ESE CAMINO? ¿ATORMENTARTE HASTA EL PUNTO
DONDE EMPEZARÍAS A QUEJARTE SOBRE MÍ? ODIO SER UN
FASTIDIO ¿Y SEGUIR VIÉNDOTE?

—...

No era solo Feng Xin, incluso Xie Lian que estaba actualmente
sobre el Palacio de Nan Yang ya no sabía qué decir.

Así era como fue.


Xie Lian recordó muchas cosas. Las salidas de la mañana y el
regreso a altas horas de la noche de entonces, el Feng Xin
exhausto, el Feng Xing feliz y deprimido al azar y el Feng Xin que
intentó pedirle dinero prestado a Xie Lian con gran dificultad.

Los gestos inusuales insignificantes de repente todos tenían una


explicación.

Feng Xin era el sirviente de Xie Lian, su buen amigo, pero no su


esclavo. Podría haber construido su propia casa, tener su propia
familia y en realidad ya había conocido a esas personas, pero el
encuentro tuvo que ser durante el primer destierro de Xie Lian, los
días más difíciles que sufrieron en ese momento.

En ese momento, Xie Lian estaba teniendo problemas para


sobrevivir, así que ¿cómo podría haber notado esos detalles?

Estaba sufriendo, Feng Xin también estaba sufriendo. Todos


estaban sufriendo. Y al final, los dos finalmente no pudieron
continuar. Tal vez, Jian Lan había previsto durante mucho tiempo
este final.

Pero, incluso si fue durante ese período de tiempo, Feng Xin hizo
todo lo posible para tratar de apoyarlo. Incluso le había regalado
a Jian Lan sus encantos de protección que a nadie le importaban
más y le dijo que esto podía otorgarle buena suerte, por eso Jian
Lan lo guardaba cuidadosamente, metiéndolo en las pequeñas
túnicas del niño por nacer.

Por supuesto, al final, se demostró que ese hechizo de protección


no les trajo ninguna suerte.

Jian Lan parecía como si dijera cosas que no debería haber dicho
y recogió el espíritu del feto en el suelo a toda prisa para irse.
Feng Xin gritó: — ¡JIAN LAN!
Se tiró del pelo y, en realidad, parecía perdido, suspirando y
lamentando.

—Ven... regresa. —Feng Xin rogó. —Todavía estoy... ah, todavía


siento que, yo... quiero cuidar de ustedes dos. Debería cuidar de
ustedes dos. Tengo un deber, te lo prometí.

Jian Lan se dio la vuelta y lo miró fijamente por un momento,


apretando el abrazo del espíritu del feto en sus brazos y soltó una
exclamación: —No es necesario. Lo sé, estás disgustado con
este hijo tuyo. No es más que una criatura demoníaca en tus ojos.
Está bien, no estoy disgustado.

Feng Xin finalmente recuperó el sentido y respondió: — ¡NO


ESTOY DISGUSTADO!

—Entonces, ¿cómo es que eres tan malo con él cada vez? —


Preguntó Jian Lan. — ¿Realmente puedes tomarlo por tu propio
hijo?

—Mientras pueda volver al camino correcto, ¿cómo no? —


Respondió Feng Xin.

Jian Lan se burló.

—Entonces déjame preguntarte de nuevo: eres un funcionario


celestial, ¿te atreves a reconocerlo como tu hijo?

Feng Xin se sorprendió.

Esta reacción fue natural. Ese espíritu del feto se aferró a los
brazos de su madre, mostrando los dientes y gruñéndole, como si
fuera un bicho feo y venenoso que no había crecido por completo,
o tal vez como una bestia salvaje bebé lisiada, pero de cualquier
manera no era humano.
¿Qué tipo de funcionario celestial se atrevería a admitir
semejante asunto? ¿Reconocer a una criatura tan demoníaca
como su propio hijo? ¡Definitivamente era una mancha gigante y
sus adoradores, sus méritos, su reputación, se verían muy
afectados!
Capítulo 21: El camino no se extravía, pero los mandatos son todos
iguales

Sin embargo, Feng Xin no se quedó estupefacto por mucho


tiempo antes de tener una respuesta. Estaba a punto de
responder, pero Jian Lan solo se burló.

—Olvídalo, no necesitas decir nada. En este momento eres el


prisionero de otra persona, si te atreves a reclamar que es tu hijo
serían palabras vacías, no creeré nada de lo que digas. No digas
más. ¡Incluso si estás dispuesto, yo podría no estarlo!

Ese espíritu del feto estaba acurrucado en sus brazos, deslizando


su lengua hacia Feng Xin, riéndose con voz adulta. Jian Lan lo
golpeó con fuerza con una palmada en la espalda, regañándole:
— ¿Qué caras estás haciendo todavía? ¡Te dije que no huyeras,
me estás volviendo loca!

Esa pequeña cara fea del espíritu del feto se encogió un poco y
finalmente se quedó quieta. La madre y el niño salieron corriendo
del Palacio de Nan Yang mientras Feng Xin gritaba desde atrás:
— ¡JIAN LAN! ¡JIAN LAN!

No hubo respuesta. Al final, solo quedaba él otra vez dentro del


Palacio de Nan Yang y Feng Xin se desplomó, cayendo de nuevo
en su asiento, mirando ese rábano blanco gigante con hileras de
marcas de dientes torcidos que quedaron atrás. Lo fulminó con la
mirada por un buen momento, con la mano derecha apoyando la
cabeza hacia arriba, luego se tumbó en el suelo, incluso la energía
para maldecir lo había abandonado.

Sobre el Palacio de Nan Yang, Xie Lian también suspiró.


Justo en ese momento, Hua Cheng repentinamente habló: —
Gege, ¿todavía recuerdas esa noche en el monte Yu Jun, ese
espíritu fetal también había aparecido?

Xie Lian sabía que estaba cambiando el tema a propósito,


además de que los asuntos con el espíritu del feto que aparecía
en el Monte Yu Jun también eran cuestionables, por lo que Xie
Lian fue cooperativo y se obligó a aligerarse: —Lo recuerdo. En
ese momento, cuando viajaba en el sedán de matrimonio, usaba
una canción de cuna para darme pistas sobre cómo encontrar al
Novio Fantasma, que era Xuan Ji. Tampoco dejó que nadie más
escuchara, solo a mí específicamente, me pregunto por qué.

—Probablemente por la dirección de Jun Wu —dijo Hua Cheng.

—Entonces la respuesta al acertijo sería el objetivo de Jun Wu.


—Xie Lian dijo: —Y la razón de por qué se ha convertido en un
espíritu feroz bajo el mando de Jun Wu, me temo que esas son
todas preguntas para Guoshi.

—Entonces vamos a preguntar. —Hua Cheng dijo: —Tengo


buenas noticias para Gege, las mariposas fantasmas ya han
encontrado dónde se encuentra el Guoshi.

El espíritu de Xie Lian surgió de inmediato. — ¿Dónde?

El palacio de Ling Wen.

Dentro y fuera del palacio, los innumerables dioses civiles con


pergaminos apilados en lo alto mientras las montañas entraban y
salían corriendo, en cambio, la nueva adición era la inexpresiva
Guardia Marcial Celestial que patrullaba rígidamente. Se dejaron
caer en la esquina de uno de los techos sin hacer ruido y Xie Lian
habló: — ¿Guoshi está encerrado aquí? ¿Ling Wen lo está
vigilando?
—Correcto. —Hua Cheng respondió: —Con el Brocado Inmortal
en ella, Ling Wen es considerado un dios civil y un dios marcial en
este momento.

Después de observar atentamente por un momento, Xie Lian


comentó: —Entonces esto va a ser complicado.

Mientras que el Brocado Inmortal no era rival para ellos, todavía


poseía un alto cultivo y debe ser más agudo que los guardias de
patrulla en la gran avenida de la Capital Celestial.

Si Xie Lian y Hua Cheng se colaron en el Palacio de Ling Wen


temerariamente así, incluso si el Brocado Inmortal no podía
derrotarlos, aún podría detectarlos muy bien y una vez que el
Brocado Inmortal los descubriera, entonces Ling Wen también lo
haría, estaba seguro.

—Ling Wen y Jun Wu deben poder comunicarse espiritualmente


entre ellos. Si Ling Wen nos descubre, Jun Wu nos descubrirá.
—Xie Lian dijo: —A menos que el Brocado Immortal no esté con
ella en este momento, entonces ella solo sería un dios civil y no
podrá detectarnos; y un Brocado Immortal eliminado es una
simple túnica, tampoco podrá alertar a Jun Wu. Tenemos que
pensar en una forma de separar a los dos.

Sin embargo, Hua Cheng respondió: —No necesitamos pensar


en nada específicamente, ella tendrá que quitarse la bata tarde o
temprano.

No se requirieron explicaciones, Xie Lian entendió.

El Brocado Inmortal no era nada bueno después de todo; su aura


de maldad era espesa y pesada y dado que Ling Wen no fue
desterrada formalmente, todavía se la consideraba una
funcionaria celestial, por lo que usarla siempre en su persona
sería perjudicial para su salud. También había necesitado
mantener la forma masculina que agotaría sus poderes
espirituales y probablemente no había muchos que pudieran
mantenerse al día con ese tipo de agotamiento. Tenía que haber
un momento todos los días cuando se lo quitaba para descansar.

Los dos estaban susurrando planes entre sí cuando en ese


momento, un hombre vestido de negro salió del Palacio de Ling
Wen con una mano detrás de la espalda. Dio algún tipo de
instrucciones a los soldados que vigilaban afuera, luego entró en
las cámaras laterales. Un momento después, salió solo de las
cámaras laterales y entró de nuevo en el salón principal.

Ese hombre era Ling Wen. Cuando entró estaba en su forma


masculina, cuando salió, ella estaba en su forma original. La
túnica exterior negra en su persona también había desaparecido
y sus pasos no eran tan ligeros y enérgicos como cuando estaba
en su forma masculina, visiblemente hábil en artes marciales.

¡De hecho se había quitado la túnica y ahora, ese Brocado


Inmortal estaba en esa cámara lateral!

Los dos intercambiaron una mirada. Hua Cheng dijo: —Ahora


están separados. Gege, tienes bastante buena suerte.

Xie Lian también respiró hondo y lo miró: —Es la suerte de San


Lang la que es bastante buena.

Hua Cheng sonrió.

— ¿Sala principal? ¿Cámara lateral?

Después de pensarlo, Xie Lian decidió: — ¡Vamos con la cámara


lateral! Quién sabe cómo es la situación dentro del salón principal
del Palacio de Ling Wen y si Guoshi está vigilado justo al lado de
Ling Wen, entonces no podremos rodearla. Pero, si podemos
tener en nuestras manos el Brocado Inmortal, tal vez aún
tengamos espacio para hablar.
Por lo tanto, los dos esperaron un poco y cuando los guardias
estaban cambiando, aprovecharon ese momento y saltaron del
techo, escabulléndose en las cámaras laterales.

En el momento en que saltaron adentro, Xie Lian se secó el sudor


frío.

No importa qué, escabullirse en las cámaras privadas de una


mujer oficial no era algo de lo que estar orgulloso. Sin embargo,
después de ver el estado de esta cámara lateral, su expresión
nerviosa se desvaneció un poco.

La antigua cámara de Xie Lian era más suntuosa que esta, la de


Feng Xin era más desordenada y la de Mu Qing era más sabrosa
y exquisita. En cualquier caso, esto no se parecía a la cámara
privada de una mujer oficial, por lo que Xie Lian no se sentía tan
estresado.

No había muchos muebles dentro de la cámara, por lo que era


difícil ocultar algo. No pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian
buscara un cofre. Sin embargo, en el momento en que lo abrió,
su rostro se oscureció. No fue porque la energía oscura le cerró
la cara en el momento en que la abrió, sino porque dentro del cofre
estaban apilados con túnicas negras que eran exactamente
iguales.

¡Esto de nuevo!

Fue lo mismo la última vez, donde tuvieron que tratar de


encontrar el verdadero Brocado Inmortal dentro de cientos de
ropas diferentes. Fue un desastre buscar la cosa, prácticamente
una pesadilla. Esta vez no había tantos sets, solo unas pocas
docenas, pero cada túnica era negra sin apenas ninguna
diferencia. Era difícil saber qué circunstancia era más
desalentadora. ¿Estaba el Brocado Inmortal realmente aquí?
Sintiendo que le latía la cabeza, Xie Lian preguntó
miserablemente: —San Lang... ¿qué está haciendo Jun Wu
ahora? ¿Tenemos suficiente tiempo?

Hua Cheng había estado monitoreando de cerca todos los


movimientos en todas partes y cuando escuchó la pregunta de Xie
Lian, respondió lánguidamente: —Gege, relájate. Tenemos
suficiente tiempo. Jun Wu no se dio cuenta de que te has ido.
Actualmente se encuentra en el Gran Salón Marcial y había traído
a Mu Qing para interrogarlo. Por lo que parece, pasará un tiempo.

Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió.

— ¿Mu Qing? ¿Está interrogando a Mu Qing? ¿Por qué?

—Las mariposas fantasmas no pueden entrar en el Gran Salón


Marcial, no puedo escuchar con claridad. Hua Cheng dijo: —Pero
ya sabes. —Miró a Xie Lian. —No debe ser nada bueno.

Xie Lian recordó cómo Jun Wu había tratado a Yin Yu y se sentía


vagamente ansiosa. Pero incluso si ahora se preocupara, no
tendría sentido, así que dijo resueltamente: —Entonces
apurémonos. Déjame probar cada una de las túnicas. San Lang,
ven a darme órdenes.

Si el Brocado Immoral no quisiera ser descubierto o si no quisiera


quitarle la vida a quien se lo pusiera, podría usarlo casualmente.
Sin embargo, si alguien hizo que el otro lo usara y le dio órdenes
a esa persona, entonces esa persona debe obedecer las órdenes.
Usando este método, definitivamente deberían ser capaces de
exponer lo real, el único inconveniente es que es un poco
peligroso. Hua Cheng dijo: —Déjame hacerlo.

Xie Lian negó con la cabeza.

—San Lang, ya has usado el Brocado Immortal antes, pero por


alguna razón realmente no funciona en ti. ¿Quizás es ineficaz
contra los reyes fantasmas? Solo yo podría hacer esto. —Dijo
mientras se quitaba la bata exterior, dejando caer la bata blanca
en el suelo a sus pies. Hua Cheng levantó las cejas y tomó una
túnica negra para entregarle: —Entonces, aceptaré tu oferta.

Xie Lian se puso rápidamente esa bata. Gracias a Dios, gracias


a Dios. La túnica negra de Ling Wen no era reveladora en el área
del seno, no era sensual de ninguna manera y era muy
conservadora y adecuada, por lo que ponersela no fue difícil. Xie
Lian levantó la vista.

—Está bien, ahora puedes darme una orden.

La mano derecha de Hua Cheng sostenía su codo izquierdo


mientras su mano izquierda sostenía su barbilla y miró a Xie Lian,
pareciendo estar pensando muy en serio por un momento antes
de decir: —... Entonces, Gege, mi orden es… —Un momento
después llegó la orden anticipada. Hua Cheng sonrió
alegremente—. Prestemos algunos poderes espirituales.

Por supuesto, Xie Lian entendió a qué se refería con poderes


espirituales prestados y su cabeza casi humeaba. Rápidamente
se quitó la bata y dijo: —... ¡No es esta!

—Ah, qué pena. No es este. —Hua Cheng se lamentó.

Xie Lian educó su expresión.

—San Lang, tú... esto no está bien. Tienes que ser más serio, no
des órdenes como estas.

Hua Cheng respondió modestamente: — ¿No soy lo


suficientemente serio? Entonces, ¿a qué tipo de órdenes te
refieres? ¿Puede Gege ser más específico al respecto?

—... —Xie Lian tosió dos veces suavemente y respondió con


seriedad: —De cualquier manera, no puedes hacer que me preste
poderes espirituales de ti. Todo lo demás está bien, como dar la
vuelta en círculo, saltar dos veces o algo, lo que quieras.

Hua Cheng arqueó una ceja.

—Todo lo demás está bien, ¿verdad? Muy bien, lo entiendo.

Luego, le entregó a Xie Lian otro conjunto de túnicas. Xie Lian


se lo puso rápidamente y volvió a mirar a Hua Cheng.

Hua Cheng lo miró por un momento.

—Gege... —Un momento después, sonrió ampliamente—. No me


pidas poderes espirituales.

¡Había sido descuidado! ¿Cómo podría Hua Cheng hacer esto?

Xie Lian se quitó apresuradamente la bata.

—... ¡BIEN! No es este, sig...

Pero Hua Cheng lo detuvo.

—Espera, Gege, ¿quién dice que no es este? Aún no lo has


probado.

No tomes prestados poderes espirituales de mí, fue la orden de


Hua Cheng. Si Xie Lian probara que la túnica que llevaba puesta
ahora no era el Brocado Inmortal, entonces no debía obedecer la
orden de Hua Cheng. Lo que significaba que tenía que hacer lo
contrario. Tomar prestados poderes espirituales de Hua Cheng.

¡Dando vueltas en círculos y volvieron al mismo punto de partida!

Xie Lian se sacudió mientras miraba la cara seria de Hua Cheng.

—... Eso es, eres demasiado astuto, no puedes hacer eso.


Hua Cheng abrazó sus brazos.

— ¿Por qué no? Gege, ¿no lo dijiste tú mismo? Aparte de tomar


prestados poderes espirituales de mí, todo lo demás está bien.
Como no te gustó ese comando, dije algo que era todo lo
contrario, entonces, ¿cómo puedes decir que soy astuto? ¿No
me estaba manteniendo fiel a tus palabras?

Xie Lian no sabía qué decir para tomar represalias en absoluto y


levantó el dedo para señalarlo por un momento: —... Tú... tú, ¡ah,
no puedo ganar contra ti, deja de jugar!

Sin demora, se apresuró y le dio un beso. A pesar de que sabía


que claramente no había nadie alrededor, después de haberlo
hecho todavía miraba a su alrededor, como si estuviera cauteloso
con cualquiera que pudiera estar mirando.

La cara de Hua Cheng no se contrajo en lo más mínimo y dijo con


calma: —Muy bien. Se ha verificado, este tampoco lo es.

Xie Lian se quitó la túnica negra.

—... tampoco vuelvas a dar esa orden, ¿de acuerdo?

Hua Cheng le pasó el tercero y sonrió: —Bien, bien. Como Gege


desee.

Xie Lian le quitó la túnica tristemente, pensando para sí mismo:


—Parece que San Lang es cada vez más difícil de manejar... ¿es
solo mi imaginación?

Todavía estaba preocupado de que Hua Cheng pudiera dar más


órdenes bromas, pero después de bromear dos veces, Hua
Cheng dejó de molestarlo. Sin embargo, ahora que hablaba en
serio, Xie Lian realmente lo sentía extraño.
Sin embargo, después de probarse las pocas docenas de túnicas
dentro del cofre, Xie Lian no obedeció ninguna de las órdenes.

¿Podría el verdadero Brocado Inmortal no estar aquí?

Eso fue imposible. Ling Wen ya debe haberse quitado y todo el


cofre estaba contaminado con su aura de maldad, ¡así que debe
estar aquí!

Hua Cheng se apoyó contra la barra de la puerta.

—Gege, parece, este Brocado Inmortal no solo es ineficaz contra


mí, tampoco funciona para ti.

¿Cual era el problema?


Capítulo 216: Difícil de poner; Más difícil de despegar

Xie Lian sacó todas las túnicas negras, mirándolas a ciegas


tratando de encontrar el Brocado Inmortal, sin éxito y solo pudo
ponerse la bata blanca de cultivo que arrojó nuevamente a un lado
y se volvió hacia Hua Cheng.

—Esto realmente no funciona... parece que tendremos que llevar


todo el cofre de ropa con nosotros...

Al escuchar esto, Hua Cheng resopló y soltó una risita y Xie Lian
se sintió un poco triste, sintiéndose bastante ridículo al tomar
algunas docenas de túnicas como material de chantaje, tan tonto.
Pero con las cosas como estaban, realmente no había mejores
ideas.

Sin embargo, inesperadamente, justo cuando estaba volviendo a


meter en el cofre todas las túnicas negras esparcidas al azar y
estaba a punto de cargar el objeto, las puertas de la cámara lateral
se abrieron y Ling Wen entró con una mano detrás de la espalda,
luciendo exhausta.

—...

—...

Ling Wen probablemente había terminado de descansar y estaba


lista para regresar y volver a ponerse el Brocado Immortal, pero
se encontró con los dos invitados no invitados que habían entrado
en la cámara, uno parecía increíblemente inocente mientras que
el otro parecía indiferente. Sin palabras para decir sobre la
situación, dos de sus dedos se juntaron instantáneamente y se
presionaron contra su sien.

¡Ella iba a informar a Jun Wu!


Sin embargo, Hua Cheng se movió más rápido que ella y con solo
una mirada, las dos puertas de la cámara lateral se cerraron
rápidamente y la cara de Ling Wen también pareció caer
repentinamente mientras bajaba la mano.

—... Hua Chengzhu es realmente increíble.

—San Lang, ¿has creado una sala? —Preguntó Xie Lian.

—He establecido uno pequeño —dijo Hua Cheng—, el perímetro


solo se establece en esta cámara lateral.

Jun Wu podría establecer una sala dentro de la Capital Celestial,


aislando a todos dentro de la sala del mundo exterior, luego,
naturalmente, Hua Cheng también podría crear una sala aún más
pequeña, sellando los poderes espirituales de aquellos dentro y
evitando que se comuniquen espiritualmente. Una sala pequeña
dentro de una sala más grande, en este momento, esta cámara
lateral se había convertido en un cofre dentro de un cofre.

Sin embargo, este era el dominio de poder de Jun Wu después


de todo, por lo que la sala establecida no podría construirse
demasiado grande para que Jun Wu no lo notara.

Xie Lian asintió.

—Ling Wen, estoy seguro de que puedes ver que el Brocado


Inmortal está actualmente en nuestras manos. Si no quieres
quemarlo con fuego fantasma, no hagas movimientos
imprudentes.

Sin embargo, inesperadamente, cuando Ling Wen lo escuchó,


ella se echó a reír.

—Pero, Alteza —dijo Ling Wen. —El Brocado Inmortal no está


realmente en tus manos.
Para ser sincero, Xie Lian había sospechado lo mismo. Sin
embargo, todavía expresó la deducción más lógica de la situación
actual: —Ling Wen, después de que entraste y saliste, ya no lo
usaste. No creo que el Brocado Immortal esté en otro lugar que
no sea aquí dentro de esta cámara lateral.

Sin embargo, Ling Wen dijo: —Su Alteza, ¿quizás ha entendido


mal algo? Solo dije que no está en el cofre o en tus manos, pero
no dije que no estaba aquí dentro de esta cámara lateral.

Al escuchar esto, Xie Lian de repente pensó en una posibilidad y


giró levemente la cabeza.

Hua Cheng debe haber pensado en lo mismo que él hizo y los


dos movieron sus miradas hacia la túnica blanca en la persona de
Xie Lian.

—Oh, has acertado. —Ling Wen dijo: —En este momento, Su


Alteza lo está usando.

Antes, cuando Xie Lian se estaba probando las otras túnicas


negras, había arrojado casualmente la túnica blanca que llevaba
puesta y más tarde, cuando inspeccionó la ropa, todas las túnicas
ya habían sido agrupadas. De alguna manera, ese Brocado
Inmortal se había convertido desprevenidamente en la apariencia
de sus túnicas de cultivador blancas, ¡y luego recogió y se puso
su persona!

Xie Lian miró su ropa y se preguntó internamente: — ¿Dónde


está mi túnica exterior original?

Hua Cheng casualmente levantó su mano y ese cofre de túnicas


se volcó, las túnicas negras se derramaron en el suelo. Oculto en
el fondo de docenas de túnicas negras, había una túnica blanca
que estaba aplastada en la parte inferior.
¡Esa era la verdadera túnica exterior que Xie Lian había usado al
entrar!

Huelga decir que este debía ser un hechizo malvado que el


Brocado Immortal había lanzado y mientras los dos se probaban
la ropa al azar, aprovecharon la oportunidad y arrastraron la túnica
exterior de Xie Lian hacia el cofre, mientras se deslizaba,
transformándose en la apariencia de la túnica para reemplazarlo,
permitiendo que Xie Lian lo recojiera y se lo pusiera.

Xie Lian no estaba sorprendido en lo más mínimo, pero solo


estaba confundida.

—... ¿No es esto un poco astuto?

¡Era solo una prenda de vestir! Además, ¿no dijeron que el


Brocado Inmortal en sí mismo no era muy inteligente?

Sin embargo, tampoco fue difícil adivinar que probablemente Ling


Wen fue quien le enseñó esta idea. Efectivamente, Ling Wen dijo:
—Le di esta idea y realmente no pensé que llegaría a usarse.
Entonces, ahora, es como si fuera yo quien hizo que Su Alteza
usara este Brocado Inmortal.

Si hubiera sido Hua Cheng quien le entregó la túnica a Xie Lian y


Xie Lian se la pusiera, entonces el comandante sería Hua Cheng.
Sin embargo, si eel Brocado Immortal usó la idea de Ling Wen y
engañó a Xie Lian para que la usara, entonces el comandante era
Ling Wen. ¡Lo que significaba que la Xie Lian ahora obedecería
las palabras de Ling Wen y le haría caso!

—Ling Wen —intentó Xie Lian. — ¿Nunca has pensado que el


Brocado Inmortal podría no funcionar en mí?

Ling Wen sonrió.


—No lo sabré hasta que lo intente. Su Alteza, de ahora en
adelante, no puede atacarme. Si me escuchas, asiente con la
cabeza.

Xie Lian no tenía intención de asentir. Sin embargo,


inesperadamente, después de que Ling Wen dio su orden, antes
de que Xie Lian lo supiera, ¡ya había asentido involuntariamente!

¿Cómo es que ahora fue efectivo? ¡Claramente no funcionó


antes cuando Hua Cheng dio órdenes!

¿Podría ser que solo fue ineficaz cuando el comandante era Hua
Cheng?

Si ese fuera el caso, las cosas habían cambiado repentinamente.


Xie Lian no se movió, Hua Cheng tampoco se movió y los dos solo
intercambiaron miradas, ambos muy tranquilos y constantes.

Ling Wen también estaba tranquilo y estable: —Entonces, ahora,


Hua Chengzhu, por favor, retire la sala de esta cámara lateral.

Xie Lian dijo al instante: —San Lang, no lo hagas.

— ¿Está seguro, su alteza? —Dijo Ling Wen. —Puedo ordenarle


que haga cualquier cosa.

Hua Cheng todavía se quedó quieto y Xie Lian pensó: —Incluso


si no puedo tocar a Ling Wen, está bien, nadie más está bajo
restricciones. Mientras San Lang la tome por sorpresa y la atrape,
evitando que ella dé órdenes, entonces el problema se resolverá.

Sin embargo, Ling Wen fue astuta y adivinó sus planes y agregó:
—Hua Chengzhu, te sugiero que no pierdas tu tiempo pensando
en formas de atraparme desprevenido para detenerme. Su
Alteza, escuche bien: si Hua Chengzhu me ataca, o me hace
algún daño, entonces usted lo atacará.
¡Con esto, ella bloqueó los planes que la otra parte podría haber
usado primero!

—Muy bien, Hua Chengzhu, es hora de retirar la sala. —Ling


Wen dijo: —Todavía tengo trabajo que hacer, el Palacio de Ling
Wen está lleno de asuntos civiles que necesito manejar y que aún
no se han analizado, ¿podemos resolver? ¿Este pequeño
problema rápidamente?

Hua Cheng solo sonrió.

Al momento siguiente, los ojos de Ling Wen se abrieron y ella


pareció como si quisiera hablar pero no salió ninguna voz.

Si hubiera alguien parado detrás de ella en este momento,


descubrirían que en la parte posterior de su cuello se alza una
mariposa fantasma con alas aleteo de plata desde quién sabe
cuándo. Fue esta pequeña criatura la que detuvo su cuerpo y su
voz no pudo sonar.

Hua Cheng se abrazó a los brazos y mostró esa sonrisa


increíblemente artificial y falsa. Dijo perezosamente: —Si quisiera
retener a alguien, ¿crees que tendría que tomarlo por sorpresa?

—...

Ling Wen no podía hablar, pero las palabras en sus ojos eran
claras: Hua Chengzhu, ¿te has olvidado? ¡Ya le he dado una
orden a Su Alteza!

Y en ese momento, el Brocado Inmortal activó sus poderes. ¡Xie


Lian se dio la vuelta abruptamente, levantó la mano y se lanzó
hacia Hua Cheng!

Había pasado una cantidad de tiempo desconocida antes de que


la visión de Xie Lian se aclarara repentinamente, e
instantáneamente volvió en sí.
—... ¡SAN LANG!

Hua Cheng estaba parado justo frente a él y sobre su túnica roja


sobre su corazón había una mano aplastante. Era la mano de Xie
Lian.

¡Hua Cheng no esquivó este golpe en absoluto y solo se quedó


allí, dejando que Xie Lian golpeara con toda su fuerza!

...Xie Lian aún no había reaccionado antes de que Hua Cheng le


agarrara firmemente la muñeca, su voz baja.

—Muy bien. Ataque completo. Comando de liberación.

Efectivamente, después de que Xie Lian tuvo éxito en su ataque,


sintió que su cuerpo se aflojaba y su libertad regresaba.

En aras de liberar a Xie Lian del comando que dio Ling Wen, Hua
Cheng en realidad solo se quedó allí y recibió ese golpe sin
esquivarlo. Una vez que se emitió la orden, Xie Lian retiró
instantáneamente su mano, con la cara caída y pasó un momento
antes de preguntar: —... San Lang, ¿estás herido?

Observó de cerca la cara de Hua Cheng. Sin embargo, debido a


que Hua Cheng no era un ser humano vivo, su piel era del color
de la nieve que no había visto el sol y no se podían ver cambios
visibles en este momento. Sin embargo, su tono de voz
ciertamente no cambió y sonrió.

—Gege es realmente increíble, qué hermoso golpe.

La cara de Xie Lian estaba oscura, como si hubiera estado


asustado por él y dijo solemnemente: —No estaba bromeando.
Utilicé un séptimo de mi fuerza en mi mano antes, ¿estás
realmente bien?
Cuando Ling Wen dio su orden, la palabra que usó fue ataque.
Por lo general, cuando Xie Lian intercambiaba golpes con
personas, nunca usaba ataque como la razón para hacer un
movimiento. Por lo general, era en defensa propia o para sujetar
al otro, así que una vez que se movió con el ataque como la razón,
realmente no estaba seguro de lo que le pasaría al otro si atacaba
directamente.

Hua Cheng respondió lentamente: —No estaba bromeando.


Gege realmente es increíble. Si no estuvieras usando esas dos
cosas en tu cuerpo, tal vez ni siquiera Jun Wu sería tu pareja.

Xie Lian inconscientemente tocó su cuello y cuando sintió ese


grillete maldito, inmediatamente dejó caer su mano. En ese
momento, Hua Cheng agregó: —Gege, tengo una pregunta para
ti.

— ¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.

—Tuviste la oportunidad de quitar esos grilletes malditos. —Hua


Cheng dijo: — ¿Por qué guardaste esas cosas para atarte?

Xie Lian no esperaba que hiciera esa pregunta y se sorprendió.

—Tal vez... fue para recordarme algunas cosas. Luego dijo: —


San Lang, no.… no cambies de tema. ¿Qué tipo de mal hábito es
este? La situación en este momento, estaría bien si solo me
sostuvieras, ¿por qué tuviste que recibir el golpe tú mismo?

Sin embargo, Hua Cheng respondió: —Gege, ¿sabías que esto


es un mal hábito? Cuando se trata de recibir una paliza, no tienes
derecho a darme un discurso, ¿sabes?

—Oh, ¿en serio? —Dijo Xie Lian.

Pero en el momento en que las palabras salieron de su boca se


sintió culpable. Debía saberse que esa vez que luchó contra el
espíritu del feto en el agua, Hua Cheng lo atrapó con las manos
en la masa por casi tragarse una espada.

Hua Cheng respondió: — ¿En serio? ¿Por qué usar otras formas
si puedo resolver el problema con una paliza? Es tu mala
influencia en mí.

Xie Lian agitó la mano.

—… No importa, San Lang, no hablemos más de esto. Veamos


primero estas túnicas.

Tiró del borde de esa túnica blanca, sintiéndose extremadamente


lamentable. Esto era simplemente genial; el Brocado Immortal
seguro fue encontrado, pero ahora, debían pensar en una forma
de quitárselo.
Capítulo 217: Cien años de dolor; Mil años de sufrimiento (parte
uno)
Dado que la túnica ya se estaba usando, definitivamente no había
forma de que se quemara ahora, para que Xie Lian no se quemara
con ella. Xie Lian sugirió: —Voy a mantener la túnica encima de
mí por ahora. No es como si pudiera chuparme la sangre y Ling
Wen tampoco debería poder dar más órdenes.

Sopló una corriente de niebla azul ahumada y donde estaba


parado Ling Wen ahora solo tenía una muñeca daruma azul, su
expresión muy seria, e incluso parecía haber rollos en sus brazos.
Xie Lian lo recogió y lo guardó en su túnica y los dos salieron de
esta cámara lateral, escabulléndose en la sala principal.

No era su imaginación; La sala principal del Palacio de Ling Wen


parecía ser mucho más sombría que antes y las montañas de
pergaminos de informes apilados desde arriba parecían delicados
y peligrosos, como si fueran a derrumbarse en cualquier momento
aplastando a las personas que estaban debajo a muerte. Los dos
no se toparon con ningún guardia mientras corrían directamente
hacia un conjunto de puertas carmesí en el corazón profundo del
palacio.

Antes de que se acercaran, Xie Lian escuchó una voz temblorosa


y conmocionada.

—... ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo podría ser esto?

¡Era Guoshi! ¿Podría alguien haber llegado a él antes que ellos?


Xie Lian pateó la puerta al instante y gruñó.

— ¡DÉJENLO IR!

Efectivamente, no era solo Guoshi solo dentro de la cámara.


Después de que derribaron la puerta, todos volvieron la cabeza
para mirar a los nuevos intrusos. La conmoción en el rostro de
Guoshi todavía no se había desvanecido.

—... ¿Su Alteza?

—...

—...

Guoshi no levantó la vista por más de un momento antes de que


su cabeza volviera a bajar.

—Solo espera un segundo - ¡¿Cómo puede ser esto, qué tipo de


suerte es esta?!

Xie Lian y Hua Cheng estaban sin palabras.

Dentro de la cámara, Guoshi y otras tres personas formaban una


mesa llena y estaban justo en medio de un juego de cartas, su
pasión y obsesión los alejaban de su entorno. Si bien se decía
que se trataba de otras tres personas en realidad no estaban vivas
y eran muñecas de papel hechas a mano de manera muy cruda.
Quién sabe qué tipo de hechizo extraño fue lanzado para que se
muevan e incluso podrían jugar cartas. En cuanto a Guoshi, sus
exclamaciones en este momento eran solo su lamento después
de obtener su mano de cartas.

Originalmente, Xie Lian había pensado que tal vez Guoshi podría
sufrir un interrogatorio tortuoso y se vería bastante horrible, pero
no había esperado que Guoshi en realidad siguiera jugando a las
cartas en un momento como este y aunque no sabía si reír o llorar,
toda la escena era increíblemente querida.

¿Cómo podría no ser querida? En aquel entonces, cuando él y


Feng Xin residían en el Sagrado Pabellón Real, cada vez que iban
a buscar a Guoshi, ¡siete de cada diez veces jugaba cartas,
cartas, cartas! Habían pasado más de ochocientos años, pero al
ver una vez más las cartas de Guoshi, era como si fuera ayer.
Incluso la loca pasión en el rostro de Guoshi era exactamente la
misma. Miró sin pestañear las cartas en sus manos y habló sin
mirar atrás: —Alteza, finalmente ha venido. Pero déjame terminar
esta ronda primero...

Xie Lian conocía su viejo mal hábito de no reconocer a nadie


cuando los juegos volvían a suceder. Comparado con él en el
Gran Salón Marcial, eran prácticamente dos personas diferentes,
realmente una vista bastante triste. Xie Lian subió para tratar de
arrastrarlo lejos de la mesa.

—Maestro, ¿a qué hora cree que sea? ¡Dejar de jugar!

Los ojos de Guoshi estaban rojos y gritó: — ¡NO, NO, DEJEN


QUE TERMINE! ¡CASI TERMINO! ¡SOLO ESTA RONDA!
¡Déjame terminar esta mano! ESTÁ CASI TERMINADO,
¡PODRÍA GANAR ESTA VEZ!

— ¡No ganarás, realmente no ganarás! —Gritó Xie Lian.

Afortunadamente, esta ronda realmente terminó bastante rápido,


mientras que Guoshi juró que iba a ganar, pero en realidad no
ganó. Agitó la mano y retiró esas tres muñecas de papel y Guoshi
finalmente volvió a su calma normal.

Se sentó en equilibrio y dijo solemnemente: —Su alteza, sabía


que vendría. Te he estado esperando.

—... No parecía que me estuvieras esperando en absoluto... —


pensó Xie Lian. Pero, por supuesto, no lo dijo en voz alta, ya que
aún debía mantener el respeto por los mayores.

Guoshi continuó: —Sabía que debías tener muchas preguntas.

Hua Cheng estaba parado a un lado, apoyado contra la puerta,


parecía más bien tranquilo, pero probablemente estaba de
guardia. Xie Lian también se sentó bien y se preparó ante el
Guoshi. —Sí.

Después de una pausa, Xie Lian preguntó: —Primero, quiero


confirmar, es Jun Wu... ¿es realmente White No-Face y también
el Príncipe Heredero de WuYong?

—No hay necesidad de dudas. Lo es. —Guoshi respondió.

—No tengo ninguna relación con el Príncipe Heredero de


WuYong, ¿verdad? Somos dos personas completamente
diferentes —preguntó Xie Lian.

—La única relación que compartes con el Príncipe Heredero de


WuYong es que él destruyó tu reino, XianLe.

Xie Lian dijo suavemente: —... Pero, Guoshi, una vez me dijiste
que no sabías lo que era White No-Face y estabas seguro de que
nació por mi culpa.

—Su Alteza, en ese momento, realmente no sabía lo que era. —


—Guoshi respondió: —Y cuando me enteré, ya era demasiado
tarde. Y decir que nació por ti no fue incorrecto.

— ¿Qué significa eso exactamente? —Preguntó Xie Lian. —Y la


misma pregunta que antes: ¿por qué quería destruir a XianLe?

Guoshi lo miró a los ojos.

—Debido a esa única frase que dijiste.

Xie Lian se sorprendió.

— ¿La única frase que dije? ¿Qué frase?

—Cuerpo en abismo; corazón en el paraíso. —Guoshi respondió.


Xie Lian se quedó sin palabras por un momento. Luego preguntó
incrédulo: —... ¿Eso es todo?

—Eso es todo —dijo Guoshi.

—... ¿Solo esa línea? —Preguntó Xie Lian. — ¿Qué tienen de


malo esas palabras?

Guoshi respondió sombríamente: —Todo. ¡Todo comenzó con


esa frase tuya!

Xie Lian podía decir vagamente que lo que Guoshi estaba a punto
de decir a continuación sería algo que le costaría mucho tragar y
quería llamar a Hua Cheng, pero antes de que pudiera hacerlo,
Hua Cheng ya se había adelantado y se sentó al lado de él.

—Viste esos murales en el Monte TongLu, ¿correcto? —


Preguntó Guoshi.

—Sí. —Xie Lian respondió: — ¿Fuiste tú quien dejó esos


murales?

—Sí, fui yo. —Guoshi respondió: —Cada vez que el Monte


TongLu abre sus puertas me colaba; por un lado, es para evitar
que nazca un nuevo Rey Demonio y el otro es usar todo tipo de
formas para dejar algún tipo de pista para contarles a otros sobre
el Reino de WuYong y sobre el Príncipe Heredero de WuYong.

Xie Lian se preguntó solemnemente: — ¿Por qué no decirle a la


gente directamente? ¿Por qué debes usar un método tan
indirecto?

—Su Alteza, ¿por qué cree que ahora prácticamente no hay


nadie en el mundo que sepa sobre el Reino de WuYong? —
Preguntó Guoshi.
Antes de que Xie Lian respondiera, Hua Cheng había hablado: —
Todos los que sabían habían sido limpiados, ¿verdad?

—Así es. —Guoshi respondió: —Si las pistas dejadas fuera


demasiado obvias, o si las palabras se difundieran directamente,
tendré el peligro de exponerme. Cualquiera que haya visto podría
desaparecer de este mundo. No importará cuántas personas.
Incluso si es una fortaleza de la ciudad, podría convertirla en un
terreno plano en tres días. Debes saber que no estoy bromeando.

Por supuesto que Xie Lian lo sabía. Y lo irónico fue que una vez
estuvo agradecido de que Jun Wu había ascendido y se había
convertido en un dios en lugar de caer en un fantasma, de lo
contrario el mundo caería en el caos. Guoshi continuó: —Es por
eso que no podía dejar que se diera cuenta de que todavía había
personas en este mundo que conocía esos eventos, pero aún así
no podía aceptar el hecho de que era el único que lo sabía. Pensé
que aquellos que era lo suficientemente atentos y valientes,
naturalmente descubrirían la verdad. Como no tengo el poder
para luchar contra él directamente, simplemente fui más con la
corriente.

» A lo largo de los años, me he estado escondiendo y corriendo


y me he ocultado bien. Excepto por ese tiempo hace ochocientos
años que casi no pude escapar, él nunca había sido capaz de
capturarme. Fue capaz de hacerlo esta vez porque descubrió los
murales que dejé en ese templo divino dentro del bosque rojo de
TongLu y más tarde adivinaste correctamente su identidad, por lo
que se le ocurrió que aún podría estar vivo y también me fui,
detrás de muchas cosas que no quería que la gente supiera.

Xie Lian recordó que en ese momento, cuando pasaban por el


último templo divino dentro del bosque rojo de TongLu, los últimos
murales, los más importantes, ya habían sido destruidos por
alguien. En ese momento, tanto él como Hua Cheng sospecharon
que alguien estaba escondido dentro del templo, pero no pudieron
encontrar a la persona. Ahora que lo pensaba, en realidad había
una posibilidad muy real de que White no-Face realmente
estuviera escondido en algún rincón dentro de ese templo divino.

Xie Lian preguntó: —Pero, Guoshi, ¿por qué tenías que seguir
escondiéndote y corriendo?

Guoshi respondió: —Por supuesto que es por...

—Traición —dijo Hua Cheng.

La palabra era un poco aguda y Guoshi lo miró. Sin embargo, la


expresión de Hua Cheng no cambió: —Lo has traicionado,
¿verdad?

—Bastante —dijo Guoshi. —Eso es todo.

Se volvió hacia Xie Lian.

— ¿Cómo digo esto, su alteza...?

—Todo lo dicho en los murales era todo cierto. La estimada


Alteza el Príncipe Heredero de WuYong era como el único sol en
el Reino de WuYong. En el día en que eras el Príncipe Heredero
de XianLe, por glorioso que eras, él era muchas veces más.

—Yo y mis tres compañeros, los cuatro, fuimos sus vasallos.


Después de que el Príncipe Heredero ascendió, nos designó a
todos a los cielos y allí, también hemos sido testigos de muchas
formas y colores de varios seres celestiales. Sin ninguna
exageración, incluso dentro del mar de dioses en el reino celestial,
él también era como el sol, brillando tan intensamente que otros a
su lado perderían sus colores.

Mientras Guoshi hablaba, un destello de la más pequeña de las


sonrisas apareció inconscientemente. Xie Lian sintió que, cuando
se dirigía al otro como Su Alteza no estaba hablando de Jun Wu
ni de White No-Face sino del joven Príncipe Heredero de dos mil
años antes.

—Creo que también me has dicho algo similar en el pasado —


dijo Xie Lian.

— ¿Lo hice? Cuando las personas envejecen, su memoria es


mala.

—Lo hiciste. Pero me dijiste que no ascendió. Que murió.

—Eso probablemente se deba a que preferiría que no hubiera


ascendido —dijo Guoshi.

— ¿Fue porque en el Monte TongLu hizo erupción el volcán?

Guoshi no respondió a su pregunta y solo dijo: —Los poderes


espirituales de Su Alteza eran demasiado fuertes.

—En su sueño, previó que el futuro de WuYong era un mar de


fuego y comenzó a pensar en formas de salvar a su gente. Si el
yo ahora estuviera allí, nunca lo habría dejado hacerlo. Pero, en
ese momento, ninguno de nosotros había pensado que las cosas
saldrían como lo hicieron. Solo pensamos que había personas
que iban a morir, entonces, ¿qué hay de malo en salvarlas?

»Pero las cosas no eran tan simples.

»Era imposible evitar que el volcán entrara en erupción y si no


queríamos que nadie saliera lastimado, entonces la única opción
era migrar. Sin embargo, las áreas afectadas eran demasiado
grandes; no se trataba solo de una o dos fortalezas de la ciudad.
Para los nobles y la gente común, la mejor manera era invadir
otros reinos, tomar nuevas tierras, de lo contrario, los otros reinos
no permitirían que una cantidad tan grande de personas de
WuYong se mudaran.
»Sin embargo, para Su Alteza, esa no era una opción en
absoluto. La sangre se derramaría en la guerra y una vez que la
sangre fluye, los ojos se volverían rojos, volverían a la gente
violenta y se volverían menos humanos.

»Aún así, el Reino de WuYong envió tropas. Dondequiera que


fueron los soldados, ni una sola alma quedó viva y dado que el
objetivo era 'despejar la tierra' para que la futura gente de WuYong
se mudara, los generales habían dado la orden de matar a los
ciudadanos de los otros reinos, cuanto más mejor y la sangre fluía
como ríos, cadáveres amontonados como montañas.

» Una vez que Su Alteza se enteró, se enojó mucho. Como todos


han visto, él descendió al campo de batalla y castigó a esos
soldados de WuYong.

Cuando Xie Lian se dio cuenta de que se trataba del joven Jun
Wu y también del White no-Face se sintió bastante intrigado.
Guoshi continuó: —Sin embargo, él no era el único que estaba
enojado. Todo este asunto también enfureció a los nobles de
WuYong y también a una parte de la gente. Muchos fueron al
templo divino para cuestionar a Su Alteza: solo queríamos
sobrevivir, necesitamos más tierra y solo invadimos a otros porque
no teníamos otra opción, entonces, ¿cómo podríamos estar
equivocados?

» El efecto de este asunto había excedido en gran medida todas


nuestras expectativas y se estaba volviendo cada vez más grave
y algunos ya pedían la profanación de sus estatuas, la quema de
sus templos, pero Su Alteza resistió todo.

» Dijo que si WuYong fuera el invadido, moriría defendiendo el


Reino, permitiendo que el enemigo no cruzara ni un pie por la
frontera. Sin embargo, si fueron ellos mismos, nunca debían
invadir a otros. Solicitó fervientemente que todos abandonaran la
guerra y esperaran a que construyera algo: su Puente de la Cruz
del Cielo.
Guoshi dijo lentamente: —Ya no había tierra en el reino de los
mortales, así que llevemos a la gente a los cielos para protegerlos
por un tiempo. Si bien esta idea era prácticamente imposible, los
cuatro creíamos absolutamente en Su Alteza, convencidos de que
podía hacerlo. O más bien, haríamos todo lo posible para apoyarlo
en lo que sea que se esfuerce. Por supuesto, los otros
funcionarios celestiales no pensaban lo mismo. Todo el reino
celestial estaba en contra, pero Su Alteza aún lo resistió.

»Tomó tres cosas a la vez: la ignorancia y las quejas de los


nobles y la gente de WuYong; la indignación incesante de todos
los dioses en el cielo; y ese puente gigante de Heaven Crossing.

Sin embargo, Hua Cheng resopló.

— ¿Contra eso? Probablemente no solo se estaban oponiendo.

Guoshi asintió lentamente.

—Si hubiera sido una mera oposición, no habría importado.


Pero…

Xie Lian podía adivinar vagamente lo que había sucedido, pero


aun así preguntó: — ¿Pero?

Guoshi dijo: —Ese puente requirió una enorme cantidad de


tiempo y poderes espirituales terroríficos para construirse
completamente y Su Alteza no podía distraerse en absoluto.
Prácticamente había dejado de ir a otro lado, dejó de hacer
cualquier otra cosa y dejó de escuchar las oraciones de los
creyentes. Solo podía concentrarse en hacer esto.

» Sin embargo, un dios que solo puede hacer una cosa nunca
podrá mantener seguidores. El primer día que tomó ese puente,
la gente le agradeció y lo recordó; el segundo día, el tercer día, el
cuarto día, también fueron lo mismo. Un mes, dos meses, todavía
estaban agradecidos y lo recordaban. Pero, cuando el tiempo se
alargaba, no funcionaría.

» El volcán aún no había entrado en erupción, pero Su Alteza no


estaba haciendo nada más y había estado almacenando sus
poderes en silencio. La gente no podía evitar sentir que ya no era
tan poderoso como antes, que ya no era tan dedicado. En un
momento como este, inevitablemente, se adorará a un nuevo dios.

» El Reino de WuYong estaba muy poblado, la riqueza era


abundante y el poder de creencia de los creyentes también era
bastante fuerte. Esto era obvio, al ver cómo Su Alteza prosperó
en aquel entonces. Hubo muchos funcionarios celestiales que
hace mucho tiempo habían estado salivando sobre este dominio
y los creyentes dentro de él, así que...

Xie Lian entendió.

Él dijo: —Entonces... los funcionarios celestiales aprovecharon


esta oportunidad, utilizaron el resentimiento y la insatisfacción que
la gente de WuYong soportó del descenso de ese Príncipe
Heredero para retirar las tropas, tentarlas y dividir a sus creyentes
y la fuente de su espiritualidad y poderes... ¿verdad?
Capítulo 218: Cien años de dolor; Mil años de sufrimiento (parte
dos)

—No es que Su Alteza no supiera esto, pero no sabía qué hacer


al respecto —dijo Guoshi.

Xie Lian inclinó ligeramente la cabeza y comentó: —Él es un dios,


por supuesto que no podría decirles a los devotos que no les
permitiré adorar a un dios que no sea yo. Probablemente también
sintió desdén por tal demanda.

—Naturalmente, lo entiendes muy bien —dijo Guoshi.

Xie Lian agregó: —Pero, esto solo tenía que ser cuando no puede
permitirse perder devotos y poderes espirituales, de lo contrario la
construcción del Puente de cruce del Cielo se vería afectada.

—Eso es exactamente. —Guoshi dijo: —Entonces, nos


correspondió a los cuatro transmitirle a la gente lo que estaba en
juego.

— ¿Y cómo te fue? —Preguntó Xie Lian.

—Probablemente nada notable —dijo Hua Cheng.

—Nada realmente notable —respondió Guoshi—, al menos,


nada que cumplió con nuestras expectativas. Una parte de la
gente temía que la construcción del puente pudiera desmoronarse
y regresara, pero había una gran parte de la gente que pensaba
en cambio Su Alteza estaba siendo dominante. Sus oraciones no
se cumplieron, por lo que no podía evitarse que se volvieran para
adorar a otros dioses que pudieran cumplir sus deseos. Eran
devotos libres, podían creer en lo que quisieran creer, todo era
más que natural.
—No era que él no quisiera complacer a todos, es solo que
realmente estaba...

Xie Lian suspiró y susurró: —... Tenía el corazón, pero no la


fuerza.

Guoshi continuó: —Después de que Su Alteza se enteró de esto,


nos detuvo y dijo que si querían ir, entonces déjenlos ir. Si se los
guardara a la fuerza, de todos modos, no creerían en él de todo
corazón. Ese ciertamente fue el caso y aunque los hemos
advertido una y otra vez, los corazones de los devotos ya se
habían dispersado. Incluso si se obligaron a regresar, solo nos
aplacaron.

—No podía estar enojado con los devotos y tampoco podía pedir
la ayuda de otros funcionarios celestiales —comentó Xie Lian.

—Incluso si fuera y preguntara, los otros funcionarios celestiales


nunca lo ayudarían de todos modos. —Guoshi dijo: —Si
realmente estuvieran dispuestos a echar una mano, en primer
lugar, no se habrían opuesto a esto y no lo harían. Tampoco
desaprovecharon la oportunidad de atraer a sus devotos más
tarde.

» Su Alteza se volvió cada vez más silenciosa y cerrada, usando


sus propios poderes para construir ese puente y apoyarlo. Lo
miraba todos los días y, aunque no dijo nada, me di cuenta de
cuánto sufría por dentro. Y este sufrimiento solo podía ser
soportado por él solo; no importa cuánto quisiéramos ayudarlo los
cuatro, no pudimos aligerar su carga.

»Finalmente, después de soportar arduamente durante tres años,


el volcán estaba a punto de entrar en erupción.

»En el momento en que estalló la noticia, la gente luchó para


enjambrar el puente y los cuatro dirigimos a la bulliciosa multitud
mientras nos preocupamos por Su Alteza, que estaba apoyando
todo esto solo.

Guoshi suspiró: —En el pasado nunca nos habríamos


preocupado de que no fuera capaz de hacer nada, pero en ese
momento, en realidad empezamos a preocuparnos.

»Al principio, el puente todavía era considerablemente estable.


Sin embargo, cuando la multitud enjambre creció y creció, el
tiempo que tomó para sostener el puente se hizo más y más largo
y las manos de Su Alteza comenzaron a temblar, su rostro
también se volvió más y más pálido.

»Nadie más podía ver, solo nosotros podíamos ver. Sentí que
las cosas no estaban bien y le dije a la gente que esperara un
momento para darle un poco de tiempo y que no se apresuraran
hacia él de una vez, solo déjalo respirar, definitivamente los
salvará a todos. Pero el volcán estaba a punto de entrar en
erupción, las vidas estaban en peligro y nadie estaba dispuesto a
esperar. ¡Todos corrieron hacia el puente como locos, algunos
incluso fueron pisoteados hasta la muerte y no pudimos
detenerlos en absoluto!

»Al final, lo que más temíamos aún sucedió.

»Durante esos tres años, debido a que seguimos perdiendo


devotos, los poderes espirituales de Su Alteza ya no eran tan
fuertes como antes. Mientras más de cientos de miles de
personas pululaban por ese puente, celebrando su salvación y
caminaban alegremente hacia el reino celestial, el puente se
derrumbó.

La respiración de Xie Lian se enganchó.

Guoshi continuó: —El arcoíris celestial fue rasgado y millones de


personas, una multitud densa y abarrotada, repentinamente
cayeron del cielo en un instante, llorando y gritando
desgarradoramente mientras caían en un mar de fuego y se
quemaban hasta las cenizas justo ante los ojos de su alteza.

» Estaba completamente estupefacto en ese momento y no me


atreví a mirar la cara de Su Alteza en absoluto. El puente no podía
repararse, la gente no podía ser detenida y los incendios no
podían extinguirse, ¡no había forma de ayudar en absoluto! Y
había muchos más que aún no habían subido al puente; fueron
sepultados por la lava, sellados por cenizas volantes. Chirridos,
lamentos, maldiciones. Esa escena fue realmente demasiado
horrible... nunca había visto algo tan horrible desde entonces.

Xie Lian trató de imaginarlo por un momento y su corazón se


congeló. Guoshi continuó su cuento.

—El puente se derrumbó. La gente de WuYong también se volvió


loca.

» Encendieron fuego para quemar las sienes de Su Alteza,


derribaron sus estatuas divinas, usaron cuchillas para perforar su
corazón hasta que se hizo papilla, maldiciendo que era una
criatura inútil, un dios de mierda. Era un dios y los dioses
deberían haber sido poderosos y fuertes; los dioses no podían
fallar.

» Pero falló. Y así, ya no podía ser posicionado arriba.

» Los funcionarios celestiales en el reino celestial habían estado


esperando por mucho tiempo este momento. Dijeron: —Bien. Le
dijimos mucho antes que este esfuerzo era imposible. Has
causado un gran problema, así que ahora tenemos que pedirte
que te vayas y vuelvas a bajar.

»Y Su Alteza hizo una pregunta muy tonta. Él preguntó: — ¿Por


qué ninguno de ustedes me ayudó?
» ¿Por qué alguien ayudaría sin una buena razón? Además, si
le permiten pasar con éxito esta enorme calamidad para el Reino
de WuYong, ¿no volvería a tener una rival en el reino celestial?

»Entonces, esa fue una pregunta muy tonta. Me imagino que él


sabía esto, pero aún así preguntó.

» Por supuesto, nadie le respondió y Su Alteza fue desterrado.

» Había vuelto al reino mortal, ya no era un dios y ya no era un


príncipe heredero. Lo seguimos y todos le dijimos que
definitivamente puedes ascender de nuevo, por lo que comenzó a
cultivarse nuevamente. Pero, era demasiado difícil. Estoy seguro
de que lo entiendes.

Por supuesto que Xie Lian lo entendió.

El más alto se puso de pie, el más duro cayó. Después de caer


del cielo al reino de los mortales, lo que le esperaba sería una
frialdad y malicia infinitas.

Guoshi continuó: —El volcán todavía estaba soplando y el Reino


de WuYong había caído en una crisis que nunca antes había
tenido en la historia. Los refugiados, los disturbios, los
desórdenes eran incesantes y todos estaban al final de su ingenio
y su actitud hacia Su Alteza había cambiado completamente,
completamente diferente que antes.

» Incluso entonces, Su Alteza todavía quería ayudarlos. Sin


embargo, otra cosa tenía que suceder en ese momento.

» Muchos otros funcionarios celestiales comenzaron a mostrar


sus gracias.

» A pesar de que no estaban dispuestos a evitar que el volcán


entrara en erupción, estaban muy contentos de otorgar pequeñas
bendiciones, entregar un poco de medicina y comida, o algo así.
Como en este momento Su Alteza ya había sido desterrada, lo
que podía hacer, por supuesto, no podía compararse con esos
funcionarios celestiales en absoluto.

»Fue como si la gente de WuYong se agarrara repentinamente


de una cuerda salvavidas, sus padres renacieran y los devotos se
perdieran aún más rápido. Aunque en verdad, no quedaban
muchos de todos modos. Todas las alabanzas y adoración a Su
Alteza de antes fueron entregadas a los demás funcionarios
celestiales sin culpa y lo que le quedó fue solo odio y rechazo.

Guoshi cerró los ojos. —En ese momento, realmente nos


sentimos traicionados, que todo era tan injusto.

»Esos funcionarios celestiales claramente no les dieron tanto y


solo hicieron apariciones después de que terminó el desastre. Su
Alteza fue el que más hizo, lo dio todo y también debería haber
tenido éxito, ¡fue solo un paso más! ¿Por qué, al final, fue él quien
cayó? ¿Por qué el que había dado más fue ignorado y los que
solo habían dado un poco fueron alabados y agradecidos?

»Ese fue también el momento en que mi pensamiento comenzó


a cambiar.

»No pude evitar pensar, si, Su Alteza hubiera elegido fingir que
nunca había previsto el futuro en sus sueños desde el principio y
hubiera elegido sentarse y observar bajo la creencia de que este
es el destino, los dioses no pueden hacer nada y solo hubiera
concedido bendiciones después de que el volcán hiciera erupción
como los otros funcionarios celestiales, entonces seguramente la
gente también lloraría de gratitud por él.

Hua Cheng dijo rotundamente: — ¿Solo entonces pensaste eso?


Deberías haber pensado eso desde el principio. Cortando un
pedazo de carne para salvar a una persona, la persona estaría
agradecida. Pero cuanto más se corte, más demandará la
persona y al final, incluso si todo se corta en nada más que
huesos, la persona aún no estará satisfecha.

—No me atreví a decirle ninguno de estos pensamientos —dijo


Guoshi. —Pero Su Alteza se estaba volviendo cada vez más
sombrío y no podría decir lo que estaba pensando, si hubiera
pensado lo mismo.

»Día tras día, el volcán todavía soplaba sin cesar y todo el Reino
de WuYong estaba hundido en el terror, incapaz de escapar.
Nadie sabía cómo detenerlo, para poner fin a esta pesadilla.

»Un día, Su Alteza de repente nos dijo, encontró una manera de


hacer que el volcán se detuviera. Sin embargo, cuando nos dijo
el método, tuvimos una gran pelea.

—Déjame adivinar —dijo Hua Cheng—, ese método es el


sacrificio de los vivos.

—Correcto. —Guoshi respondió: —Su Alteza dijo: busca a un


grupo de personas malas, usa a esos demonios como sacrificio,
échalos al horno y apacigua los fuegos de la furia del horno.

»Los cuatro teníamos pensamientos diferentes sobre esto, pero


el consenso general fue el desacuerdo. Algo así nunca debía
hacerse. Al principio, Su Alteza no quería que WuYong usara la
fuerza para invadir otros Reinos precisamente porque no quería
usar una vida para salvar una vida. Si tuviéramos que elegir
sacrificar la vida al horno, entonces, ¿cómo es eso diferente?
Sería aún peor, de hecho. Hubo una pareja que se opuso
extremadamente a la idea y directamente tuvo una gran disputa
con Su Alteza.

»Esa pelea fue demasiado grande, e incluso usaron sus puños.


Al principio también estaba en contra, pero en comparación con
los ataques desde el exterior, fue más difícil para mí soportar las
disputas internas. Debes saber que los cuatro siempre hemos
apoyado a Su Alteza, pero ahora éramos su único pilar de apoyo.
Sin embargo, esa vez, no solo se intercambiaron golpes en el
calor del momento, alguien incluso acusó a Su Alteza de que
había cambiado, de que había olvidado su corazón, de que ya no
era la alteza del pasado.

»Esas palabras realmente ejecutaron el corazón, no podía


soportarlo. Si incluso nos opusimos a Su Alteza para reprenderlo,
entonces realmente no había nadie en este mundo que estuviera
a su lado. Entonces, al final, no estaba en desacuerdo y solo le
dije que lo dejara ir, que dejara de ocuparse de esos asuntos. El
reino celestial, el reino mortal, todos los refugiados, dejan de
preocuparse por todo. Realmente fue demasiado cansador.

» Sin embargo, nadie me escuchó. Después de esa gran pelea,


además de mí, los otros tres se fueron.

Xie Lian sacudió la cabeza, sin saber qué decir. Solo que, en un
momento como este, estaba agregando escarcha a la nieve.

» Solo me quedé atrás —dijo Guoshi. —Su Alteza tampoco dijo


mucho y solo me preguntó, '¿Te vas?'

» Al ver la expresión en el rostro del príncipe cuando me hizo esta


pregunta, en ese momento realmente sentí, incluso si arrojaba
gente al Horno como sacrificio, podía entenderlo. Le dije: —
Alteza, no me iré.

» Su Alteza aún no dijo mucho, pero nunca volvió a mencionar el


uso de sacrificios vivos y cambió de opinión. Estableció un ritual
cerca del horno y yo fui con él, soportando las maldiciones y
arrojando piedras de los refugiados y conduje servicios, tratando
de derribar la furia del volcán.

» Pensé que ese asunto había terminado así como así. Sin
embargo, quién hubiera sabido que un día descubriría algo que
me heló los huesos.
Habiendo hablado hasta este punto, la cara de Guoshi se había
vuelto aterradora, como si una vez más estuviera viendo la misma
imagen que lo enfrió. El corazón de Xie Lian también sintió como
si una mano invisible lo apretara con fuerza y él preguntó: — ¿Qué
fue?

—Él... De repente comenzó a cubrir su propia cara —dijo Guoshi.

—...

—Su alteza es guapo en apariencia y nunca ocultó su rostro —


dijo Guoshi. —Y no había nada que pudiera dañar su rostro.
Habían pasado tantos años y nunca lo había visto así, así que
estaba perplejo. Le pregunté, alteza, ¿qué le ha pasado en la
cara? Dijo que fue quemado accidentalmente por un incendio.

» No sabía en absoluto dónde sufrió esta lesión y no me dejó


examinar las heridas, solo aplicó algunas hierbas por su cuenta y
su paradero de repente se volvió impredecible. Eso era
supuestamente inusual, pero luego, sucedió algo grandioso y
temporalmente distrajo mi atención: el volcán de repente dejó de
soplar.

» El horno volvió a su silencio mortal y se calmó gradualmente y


durante mucho tiempo dejó de soplar. Dado que fue solo Su
Alteza quien trabajó duro en esto, muchas personas de WuYong
pensaron que fue él quien empujó el volcán hacia abajo y algunos
comenzaron a adorarlo nuevamente. El camino de cultivación de
Su Alteza también comenzó a tener más éxito. Al menos, ya no
había más personas avergonzándolo o tirando piedras y la gente
gradualmente comenzó a sonreírle nuevamente.

»Aún así, siempre pensé que había algo que no estaba bien,

»Había muchas cosas que no estaban bien. Mientras que mis


tres amigos tenían personalidades diferentes, pero al menos los
conozco y sé que realmente no se habrían ido así sin cuidado.
Incluso si estuvieran realmente enojados contra Su Alteza, no
estarían enojados conmigo también y al menos, no habrían
detenido toda comunicación conmigo.

»Lo que era más inusual era la cara de su alteza. Siguió usando
algo para cubrir su propia cara; al principio eran trapos y mantos,
luego comenzó a usar una máscara y no se la quitó por ningún
motivo.

» En ese momento, incluso sospeché si esta persona era incluso


Su Alteza y en realidad era un imitador, porque la forma en que
habló y actuó, incluso su personalidad había cambiado por
completo. A veces amable y querido, a veces abruptamente
enfurecido. Hubo una vez, cuando estaba solo en la casa, rompió
todos los espejos. Quién sabe de dónde fluía la sangre, pero todo
era sangriento. Lo que fue aún más horrible fue que a menudo
escuchaba voces extrañas.

— ¿Qué voces? —Preguntó Xie Lian.

—A veces, en lo profundo de la noche, había voces humanas


provenientes de la habitación de Su Alteza, como algunas
personas susurraban y discutían. Pero cuando entré para
verificar, solo había él dentro de la habitación. Después de que
esto sucedió varias veces, Su Alteza dejó de permitirme entrar a
su habitación.

» Una noche, escuché esas voces extrañas nuevamente y esta


vez, me di cuenta, ¡sonaban como las voces de mis tres amigos!

» Realmente no podía contenerme más y pensé que tal vez


podrían haberse escondido. ¿Por qué me esconderían esto?
Entonces, me levanté y corrí a la habitación de Su Alteza.

» Lo extraño fue que realmente no había nadie más dentro de la


habitación y solo estaba Su Alteza acostada en la cama, su
máscara aún sin quitar. Luego me quedé allí y escuché por un
momento y escuché esas voces nuevamente y parecían venir de
Su Alteza.

»O más exactamente, venía de debajo de su máscara.

»Caminé lentamente hacia la cama de Su Alteza y cuanto más


me acercaba, más segura estaba de que las voces realmente
provenían de debajo de la máscara. ¿Estaba su alteza hablando
dormido? ¿Podría haber extrañado demasiado a sus amigos
como para haber aprendido sus voces en sus sueños?

»Dudé por mucho tiempo y en ese tiempo Su Alteza no se había


movido. Me imagino que estaba dormido, así que, suavemente y
suavemente, me quité la máscara en la cara y luego vi algo.

El terror inconcebible fluyó de los ojos de Guoshi.

Él dijo: —Vi a mis tres amigos.

» Los que hablaban no eran Su Alteza, eran ellos. Sobre la cara


de Su Alteza había cortes desordenados de un arma afilada, su
carne volcada, la sangre medio seca, y, desde quién sabe cuándo,
crecieron tres caras más, con la boca moviéndose, abriéndose y
cerrándose. ¡Eran sus caras!

Xie Lian se estremeció.

— ¿Él... tiró a los tres vasallos que también lo dejaron en el horno?


Capítulo 219: Cien años de dolor; Mil años de sufrimiento (parte
tres)

Guoshi no le respondió. Ahora estaba completamente hundido


en el terror indiscutible que esa escena aún le provocaba.

—Esas caras no habían visto la luz en mucho tiempo —dijo—,


así que incluso la luz de la luna de la noche fue dolorosa para
ellos. Cuando de repente me quité la máscara, fue como si
estuvieran conmocionados y entrecerraron los ojos, sus voces se
detuvieron. Pero después de un momento, cuando vieron que era
yo, comenzaron a... gritar mi nombre.

»Estaba completamente aturdido. He dicho antes que nunca


había visto algo más horrible que millones de personas cayendo
del cielo y quemadas vivas en un mar de fuego, ¡pero la escena
ante mis ojos era más horrible que eso por un millón de veces!

»Mi mano que sostenía la máscara temblaba sin parar y si no


fuera por toda mi persona ya petrificada y congelada, esa máscara
probablemente se habría caído al suelo y despertaría a Su Alteza.
Mientras tanto, esas tres caras parecían ansiosas por decirme
algo, la apertura y el cierre de sus bocas se volvieron aún más
erráticos, pero aún así reprimieron sus voces, como si tuvieran
miedo de despertar a Su Alteza.

»Cuando vi sus apariencias, estaba asqueado y asustado, pero


todavía no podía evitar sentir curiosidad por saber qué querían
decirme, así que me agaché, contuve el aliento y me acerqué al
rostro de Su Alteza para escuchar.

»Al acercarme tanto, pude oler el hedor espeso de sangre y


podredumbre que las hierbas no podían ocultar. Los escuché
decir, ¡rápido! ¡Huye! ¡Su Alteza se ha vuelto loco!
»Resultaba que, después de que los otros tres se fueron, todavía
estaban preocupados, así que regresaron en secreto para
encontrar a Su Alteza. Sin embargo, inesperadamente, se
toparon con Su Alteza llevando a un gran número de personas
corriendo hacia la dirección del Horno.

»Solo entonces descubrieron que Su Alteza nunca había


abandonado la idea de sacrificar a los vivos. En un ataque de
sorpresa y rabia, fueron a detenerlo y comenzaron una pelea con
Su Alteza. ¡Sin embargo, inesperadamente, Su Alteza en realidad
se cansó, los mató y los arrojó al Horno junto con los otros cientos
de personas!

»Los otros ciudadanos, por supuesto, fueron quemados en polvo


y cenizas después de ser arrojados, pero los tres fueron cultivados
y también fueron asesinados por Su Alteza, por lo que su apego
resentido fue extremadamente profundo y sus almas realmente
tomaron su cuerpo como anfitrión. Creciendo sobre su persona y
lo fastidiaba con rabia todos los días, con la esperanza de evitarlo
en todos sus esfuerzos.

»Mientras escuchaba, sentí horror y confusión y no sabía qué


hacer en absoluto. ¿Qué era horrible? En realidad no estaba
claro; ¡¿Era su alteza más aterradora o esas tres cosas en su
cara?!

»En ese momento, sentí, una mano apoyada en mi cabeza.

»Me puse rígido y lentamente levanté la vista y vi a Su Alteza.

»No sabía cuándo se había despertado. ¡Él y las tres caras en


su rostro, un total de cuatro pares de ojos, me estaban mirando!

»Las expresiones en esos rostros humanos se volvieron aún más


exageradas, ya que al torcerse le arrancaron los cortes en la cara
y se derramó mucha sangre.
»Me miró durante mucho, mucho tiempo, luego suspiró: — ¿No
te he dicho que no vengas aquí?

»De repente, entendí todos los comportamientos anormales de


estos últimos días.

»Cuando Su Alteza descubrió que su rostro había crecido con


tres de esas criaturas, no pudo aceptarlo y no pudo tolerar esta
apariencia inhumana y demoníaca de sí mismo en el espejo, por
lo que rompió todos los espejos. El sangrado se debió a que
quería usar una cuchilla para cortarlos; el olor a podredumbre se
debía a que las heridas no sanarían y no importa cuántas veces
las cortara, ¡siempre volverían a crecer!

Guoshi cubrió la mitad de su rostro, sus pupilas se encogieron


violentamente.

Él dijo: —Yo... instantáneamente caí de rodillas junto a su cama.

»Su Alteza lentamente se sentó en la cama y dijo: —No tengas


miedo. Se volvieron así porque me traicionaron. Mientras no
hagas lo mismo, te trataré como antes. Mientras seas mi leal
servidor, nada cambiará.

» ¡¿Pero cómo podría no tener miedo?! ¿Y cómo no podía haber


no cambiado cambiar nada? ¡Todo había cambiado!

»Su Alteza fue muy inteligente. Nunca había tenido que mirar los
rostros de las personas, pero después del destierro, había
aprendido a observar las expresiones. Había adivinado lo que
estaba pensando y me preguntó lentamente: — ¿También te vas?

»Para ser honesto, no lo sabía. Si solo hubiera arrojado a los


demonios de los que habló en el horno, tal vez podría haber
fingido que no había pasado nada y dije que podría haber
entendido.
»Pero él también había matado y arrojado personalmente a
nuestros mejores amigos al horno. ¡Solo nos teníamos el uno al
otro! Esto realmente era... locura. Yo... no pude aceptarlo.

»Su Alteza se dijo a sí mismo: —Está bien, lo esperaba, nadie se


quedaría después de que me haya vuelto así. Puedo seguir por
mi cuenta. ¡Ahora entiendo, siempre he estado solo! ¡NO
NECESITO A NADIE!

»Su expresión de repente se volvió salvaje y me miró sin


pestañear mientras me estrangulaba con una mano, repitiendo sin
parar: puedo estar solo, solo, solo, solo, solo, solo, solo, no
necesito a nadie, no lo necesito. No necesito a nadie, no necesito
a nadie, no necesito a nadie...

»La fuerza de Su Alteza es poderosa y si realmente quisiera


matarme, mi cuello debería haberse roto instantáneamente sin
hacer ningún ruido. Pero no morí de inmediato y cuando él
comenzó a actuar, mis tres amigos comenzaron a gritarle a la cara
y, como si le hubieran hecho algo, él también comenzó a gritar
con un dolor de cabeza agónico y yo estaba También gritando.
Los cinco estábamos gritando salvajemente, gritando de locura,
como si todos nos hubiéramos vuelto locos. Su Alteza agarró su
propia cabeza con una mano y la otra me estrangulaba más
fuerte. Mi visión se estaba oscureciendo, no podía aguantar
mucho más, pero en ese momento... vi algo debajo de su
almohada.

»Debajo de su almohada había una espada. Estaba acolchado


debajo cuando dormía y era un hábito que desarrolló después del
destierro. Agarré la empuñadura y saqué la espada. La luz
escalofriante brilló y Su Alteza se rió de buena gana, sus ojos rojos
como la sangre, preguntando: — ¿Me vas a matar también?
¡VEN! ¡APUÑALAME RÁPIDO! ¡APÚÑALAME EN EL
CORAZÓN! ¡PUEDES AGREGARTE AL CONTEO! ¡Tengo que
ver quién será el último en morir! ¡TÚ, O YO!
»Por supuesto que no lo apuñalé. Solo mostré la espada ante él
y lloré con todo: — ¡Alteza! ¡Su Alteza! ¡Por favor regrese!
¡Mírate a ti mismo! ¡MIRA EN LO QUE TE HAS CONVERTIDO!

»Había roto todos los espejos y había pasado mucho tiempo


desde la última vez que miró su propio reflejo. La hoja de esa
espada era afilada y brillante; reflejó su apariencia entonces y
también vio su propia cara.

»Cuando se vio en el espejo, se detuvo de repente.

»La fuerza que Su Alteza usó para estrangularme no disminuyó,


pero, después de quién sabe cuánto tiempo, miró y miró y de
repente, dos líneas de lágrimas brotaron de sus ojos.

»Cuando vi sus lágrimas, no pude evitar llorar también. Ese


reflejo sobre la espada, ¡qué fealdad! Incluso con solo una
mirada, lo encontré repugnante, así que, ¿por qué hice que se
mirara, para recordarle que ahora era una criatura tan fea?

» Todavía no podía soportarlo y la espada cayó de mi mano,


desplomándose al suelo.

» Al final, Su Alteza me tiró a la fuerza y dijo: — ¡Desaparece!

» Me escapé arrastrándome y tropezando.

Habiendo escuchado este punto de una vez, esa respiración


contenida en la garganta de Xie Lian finalmente dejó ir un poco.

Guoshi también bajó las manos.

—Corrí muy lejos y escapé del Reino de WuYong. Y no pasó


mucho tiempo antes de que el volcán del Horno entrara en
erupción una vez más.
» Esta vez, todo el Reino de WuYong fue completamente
enterrado, ni una sola alma salvada. Un país entero, desapareció
así como así.

» Me escapé de esta calamidad, pero después nunca volví a


tener noticias de Su Alteza. Era como si él también hubiera
enterrado junto con el Reino de WuYong.

» He viajado a los cielos antes y también me he cultivado por mi


cuenta, así que tengo algunos logros. Mantuve el estado de mi
cuerpo y floté sin rumbo por todo el reino mortal. He servido a Su
Alteza desde que era joven y ahora que no necesitaba servirle
más, en realidad no sabía qué hacer.

» Su Alteza se había ido, mis tres amigos también estaban


muertos. Creé tres falsificaciones sin cáscara vacías y las
falsifiqué para hablar en voz alta para hablar conmigo y jugar a las
cartas a veces.

Después de escuchar falsificaciones con cáscara vacía la


expresión de Xie Lian se volvió solemne. Guoshi continuó: —Más
tarde, mi magia mejoró, así que también inculqué las habilidades
de mis tres amigos en las falsificaciones.

Xie Lian preguntó suavemente: — ¿Eran los otros tres Guoshis?

No era de extrañar que siempre pensara que los otros tres


Guoshis eran bastante extraños; nunca actuaron por su cuenta y
tampoco socializaron con él uno a uno tampoco. Entonces eran
falsos y si se alejaban del lado de Guoshi quedarían expuestos,
Guoshi respondió: —Son ellos. Entonces, supongo que también
eres el discípulo de mis tres amigos. Por desgracia, no soy ellos
después de todo y la mayoría de las habilidades que pude inculcar
en las falsificaciones fueron solo el veinte o treinta por ciento de
sus verdaderas fortalezas, por lo que no se podía enseñar mucho.
Y esas tres falsificaciones que me habían hecho compañía
durante tanto tiempo también habían sido destruidas por él
también.

»Después de uno o dos siglos más, la dinastía celestial cambió y


los funcionarios celestiales del pasado se estaban
desvaneciendo. Poco a poco, un nuevo grupo de funcionarios
celestiales los había reemplazado. Sin embargo, nada de eso era
asunto mío y también vivía descaradamente esperando la muerte.

» Hasta que un día, en algún Reino, un príncipe heredero nació


bajo la Estrella Siniestra.

» Ese eras tú, el Príncipe Heredero del Reino de XianLe.

Estaba aquí por fin. Las manos que Xie Lian descansaba sobre
sus muslos se apretaron ligeramente.

Guoshi se sentó con las piernas cruzadas y habló, abrazando sus


brazos.

—Pensé que era una coincidencia, una gran afinidad. Pero, en


verdad, para entonces WuYong había sido destruido por muchos,
muchos años. Por supuesto que habría uno o dos después de
unos cientos de años, por lo que no fue una coincidencia en
absoluto. Pero aún así, con un sentimiento que incluso yo no
entendía, casualmente inventé un nombre y fui y me convertí en
el Guoshi de XianLe.

—Sabía que ese nombre estaba inventado... — pensó Xie Lian.

—Sin ofender a tu XianLe —dijo Guoshi. —Pero confundirme y


obtener la posición de Guoshi fue demasiado fácil para mí. Solo
había un problema y era que la gente siempre pensaba que sin
barba uno es incapaz aquellos que eran jóvenes debían ser
inexpertos e incompetentes y serían menospreciados. Si iba a la
entrevista con mi rostro actual, podría no pasar, así que cambié
un poco mi rostro, agregué unos diez, veinte años y,
efectivamente, me confundí. Pero para ser el Guoshi, eso
significaba que tenía que hablar con los funcionarios celestiales
del reino celestial directamente.

» Por lo tanto, me encontré con Jun Wu.

» La apariencia de Jun Wu y esa alteza que conocía era


completamente diferente. Aún así, después de todo, estaba
demasiado familiarizado con él, así que después de intercambiar
palabras varias veces, ya tuve mis sospechas. Pero seguían
siendo solo sospechas.

» E incluso si sospechaba, no quería exponer nada.

» Ya se había convertido en alguien completamente diferente y


las caras en su rostro también habían desaparecido. Pensé que
el resentimiento de mis tres amigos se había dispersado y si ese
era el caso, entonces no había necesidad de mencionar ninguna
historia antigua y romper esta paz. Entonces, ¿no estaría bien si
ambos fingiéramos no habernos reconocido?

—Si fuera yo, probablemente haría lo mismo —dijo Xie Lian.

—Pero aún no podíamos fingir hasta el final —dijo Guoshi—,


porque los dos los vimos.

» Su Alteza, ya debe haber adivinado por qué tenía tantas


esperanzas para usted. Te pareces mucho a él. Entonces,
esperaba que te convirtieras en alguien o en un dios en el que él
había querido convertirse e hicieras lo que no podía hacer.
Podrías usar tu perfección para remediar nuestros pesares.

Sin embargo, Hua Cheng dijo rotundamente: —Te has


equivocado desde el principio. No son iguales en absoluto.
Guoshi lo miró y dijo: —Por supuesto que dirías que no son
similares ahora, pero en ese entonces eran muy parecidos. Y lo
malo fue que se parecían demasiado.

Volvió a mirar a Xie Lian de nuevo: —Esa vez, con la ceremonia


de agradar a Dios salvaste a un niño pequeño caído de la muralla
de la ciudad y no estaba muy contento. No fue solo porque ese
incidente detuvo la ceremonia, sino porque ese incidente fue
demasiado notorio. Habías despertado la atención de Jun Wu.

» Jun Wu comenzó a hablarme sobre ti. Estaba muy interesado


en ti y cada vez que hablamos de ti, podía decir vagamente que
había algo que no estaba bien. Pero me di cuenta de que le
gustas de verdad; fue el placer de haber encontrado un buen brote
adecuado y estaba pensando en nombrarlo. Solo que, cada vez
que usaba todo tipo de razones para instarlo a que no lo haga.

Xie Lian tampoco quería creer que la actitud de Jun Wu hacia él


era falsa, pero cuando escuchó a Guoshi decir eso, sus
sentimientos se volvieron complicados, difíciles de describir.

—El punto de inflexión fue el puente Yi Nian —dijo Guoshi.

Después de escuchar esas tres palabras, Xie Lian volvió a la


atención. Guoshi dijo: — ¿Todavía recuerdas ese fantasma en el
puente Yi Nian?

Xie Lian respondió en voz baja: —Esa fue mi oportunidad de


ascensión, por supuesto que lo recuerdo.

—Ya sentí que algo andaba mal cuando te topaste con ese
fantasma —dijo Guoshi—. Este fantasma perseguido sobre el
puente roto en la árida tierra salvaje, estaba vestido con
armaduras rotas, las llamas del karma bajo sus pies y sangre y
armas afiladas cubrían su cuerpo, dejando huellas de sangre y
llamas detrás con cada paso y esas tres preguntas que te hizo:
todo eso me preocupaba mucho, incluso me preocupaba y no
podía identificar qué estaba mal. Y después de derrotar a ese
fantasma en el puente, ascendiste tan rápido que no tuve la
oportunidad de resolver las cosas.

» Afortunadamente, después de ascender, la actitud de Jun Wu


hacia ti fue buena, como siempre, otorgándote favores, pensando
mucho en ti, como si nada hubiera cambiado, por lo que también
me dije que no pensara demasiado.

» Y luego, fue la gran sequía de XianLe, la rebelión de YongAn y


la aparición de esa criatura, White No-Face.

Xie Lian contuvo el aliento y estaba pendiente de cada palabra.


Guoshi dijo: —Lo dije antes, pero al principio no sabía qué era esa
criatura. E incluso si la Enfermedad del Rostro Humano se
hubiera manifestado, solo tenía sospechas, ya que los espíritus
resentidos parásitos no eran nada nuevo, nunca antes se habían
extendido tanto. Además, estaba bastante resentido con el
destino, así que al principio, pensé que White no-Face era natural,
que eran los cielos los que querían castigarte.

» Pero a medida que entrabas más en contacto con esa criatura


y la Enfermedad del Rostro Humano estaba cada vez más fuera
de control, además de muchas, muchas otras cosas además de
eso, todo me estaba obligando a pensar en lo peor de los casos.

— ¿Muchas, muchas otras cosas? —Preguntó Xie Lian. — ¿Qué


quieres decir? ¿Como?

—Esa familia de tres que cayó a la muerte a las puertas de la


capital real de XianLe —respondió Guoshi.

Xie Lian dejó de respirar.

— ¿Eso... fue...?
—Después, examiné los cadáveres de esas tres personas —dijo
Guoshi. —Y descubrí que no eran humanos en absoluto, sino tres
conchas vacías.

Xie Lian exclamó: — ¿Pero las conchas vacías son huecas, no


tienen órganos y no pueden sangrar?

—No había necesidad de órganos —dijo Guoshi—, cayendo


desde tal altura, las entrañas por supuesto se dañarían.
Simplemente meter un poco de carne picada en el vientre de las
conchas vacías y verter algunos fluidos con sangre hubiera estado
bien. Entre mis tres amigos, había uno que era un experto en
crear cosas tan astutas y algo así como falsificaciones sin cáscara
vacías fue su creación desde el principio. Él solo nos había
enseñado la habilidad y el método para crear falsificaciones sin
cáscara vacías no estaba tan extendido entonces, así que dado
que todos estaban muertos, ¿quién crees que podría hacer
falsificaciones con cáscara vacía realistas aparte de mí?

Xie Lian bajó la cabeza, sus pupilas encogidas.

Esa familia de tres que murieron ante las puertas de la capital real
de XianLe fue el catalizador directo de la guerra. Y, esas vidas no
eran reales, ¡eran una trampa!

—Entonces, ¿por qué... no me lo dijiste en ese momento? —


Cuestionó Xie Lian.

—No me atreví en absoluto. —Guoshi dijo: —Si realmente fuera


él y te lo dijera, entonces con tu personalidad en ese entonces,
¿no habrías acusado de venganza? Eso no te habría salvado a ti
ni a XianLe en absoluto y solo aceleraría tu aniquilación. Además,
incluso sin esas tres conchas vacías, tarde o temprano habría...

Tarde o temprano habría otros incidentes que desencadenarán


la guerra. Al igual que ese perro perdido dentro de la capital.
—Más tarde, fuiste derrotado. XianLe también fue derrotado.

»Realmente no pude contenerme más, por lo tanto, primero envié


a todos al Santo Pabellón Real, luego solicité su gracia dentro del
Gran Templo Marcial. Entonces, lo desenmascaré directamente.

»Esto fue lo que Jun Wu había mencionado en su reunión de


hace ochocientos años. —Guoshi dijo: —Le pregunté sobre
muchas cosas, pero él no admitió ni negó nada. Finalmente, le
pregunté: —Su Alteza, ¿qué es exactamente lo que quiere?

»Finalmente respondió. Dijo que quería que te convirtieras en su


heredero perfecto.

»Si hubiera alguien en el mundo que pudiera entenderlo


completamente, eras tú. Una vez que tuvo éxito, ¡nunca lo
traicionarías!

»Entendí su intención. En el fragor de la discusión, comenzamos


a pelear con nuestros puños. No puedo luchar en absoluto y si lo
hiciera, moriría sin lugar a dudas. Podía matarme sin mover un
solo dedo. Pero en ese momento, su expresión cambió
repentinamente y se cubrió la cara.

»Me sorprendió, ¡y solo entonces me di cuenta de que en su


rostro, esas tres caras aparecieron de nuevo!

»Resultaba que no desaparecieron en absoluto, ¡y él los había


estado reprimiendo con sus poderes espirituales! Y ahora, por
alguna razón, tal vez fue por sus altas emociones o por mí,
¡habían vuelto a salir!

»Y así, mis tres amigos salieron a provocar una revuelta,


causándole dolores de cabeza agónicos, su expresión aterradora
y una vez más aproveché esa oportunidad para escapar.
»Comencé a ir a la deriva en el reino mortal una vez más y esta
vez también tuve que esconderme por todos lados. Me
preguntaba, ¿cómo estaban las cosas en el Reino de WuYong en
aquel entonces? Por lo tanto, volví a mirar.

» Lo que no había imaginado era que esta vez, cuando regresé,


hice grandes descubrimientos.

» Por alguna razón, la tierra que perteneció al pasado Reino de


WuYong fue sellada por completo, aislada del mundo exterior.
Caminé por mucho tiempo en esa tierra y me encontré con mis
tres amigos nuevamente.

— ¿Eran esos tres espíritus de la montaña, la vejez, la


enfermedad y la muerte? —Preguntó Xie Lian.

—Correcto. —Guoshi respondió.

» El horno devoró sus cuerpos y las cenizas de sus huesos que


se quemaron hasta la nada se mezclaron con las cenizas del
volcán y luego se extinguieron. Junto con el tiempo, más y más
residuos en capas y después de mil años, se transformaron en
tres grandes montañas al final con partes de sus almas
descansando dentro.

» Encontrar formas de comunicarme con los que se habían


convertido en espíritus de la montaña me llevó mucho tiempo,
pero después de que tuve éxito, aprendí muchas cosas.

» Resultó que la dinastía anterior de funcionarios celestiales no


se desvaneció naturalmente. En cambio, fueron asesinados
lentamente, uno por uno, por él. Él... ¡asesinó a toda la Corte
Celestial, sin dejar a nadie atrás!

» Y después de inundar el reino celestial con sangre, volvió al


reino mortal una vez más y pacientemente esperó un momento,
cambió a un nuevo nombre, forjó una nueva identidad, se convirtió
en un hombre mortal y luego ascendió. Todos los funcionarios
celestiales de todo el reino celestial estaban muertos, nadie sabía
quién era exactamente y nadie sabía a quién se parecía antes. La
historia de fondo generalizada de El Emperador Marcial Celestial
en el reino de los mortales, sus antecedentes, sus referencias
literarias, sus interesantes rumores, su apariencia, su carácter...
todo es falso. ¡Todas son mentiras intrincadas que él fabricó!

»Esta Capital celestial es el nuevo reino celestial que él mismo


creó y que está completamente bajo su control. En cuanto a los
cadáveres y las cenizas de los funcionarios celestiales de la
dinastía anterior, todos están mezclados en el suelo de la
fundación de esta Capital celestial, pisoteados y pisoteados por él
todos los días. En este momento, tal vez también haya alguien
debajo de tus pies.

—...

Guoshi continuó: —Él ahora es el dios marcial número uno del


reino celestial, luciendo glorioso y centelleante en la superficie.
Sin embargo, en su corazón, una oscuridad infinita se suprime en
lo más profundo. El resentimiento, el dolor, la ira, el odio... esas
cosas necesitaban ser liberadas. Solo entonces podría mantener
el equilibrio dentro de sí mismo y seguir siendo el dios marcial
número uno que gobernó los tres reinos sin matarlo todo.

» El Reino de WuYong, una vez que se había convertido en el


infierno y el Horno fue alimentado con innumerables números de
los vivos y tres ex funcionarios celestiales, por lo que ya lo
reconoció como el maestro. Por lo tanto, soltaría regularmente
esas emociones oscuras dentro del Horno, utilizando los millones
de almas fallecidas de WuYong para encender las llamas del
karma y forjar muchas cosas maliciosas.

—El método para forjar esas cosas maliciosas es diferente de


crear un Supremo ¿verdad? —Preguntó Xie Lian.
—De hecho —respondió Guoshi—. Los Supremos fueron algo
que vinieron después, ya que él... cambió el método de refinación.

— ¿Qué quieres decir con eso? —Preguntó Xie Lian.

—La Calidad y la Cantidad —dijo Guoshi.

Lanzó otra mirada a Hua Cheng: —Ambos deben saber que un


Supremo solo nace una vez cada cien años, incluso varios cientos
de años, por lo que son extremadamente raros y la dificultad en
su creación también es inmensa. Y, la vida pasada del Supremo
es una existencia independiente. El horno solo proporcionaba un
entorno para aumentar el proceso de su nacimiento explosivo.
Aquellos que pueden convertirse en Supremos pueden
convertirse en Supremos en cualquier lugar y se convertirían en
Supremos tarde o temprano.

» De hecho, la palabra Supremo se extrajo del significado de


Inigualable y Superior. No tiene mucha conexión con si uno fue
entrenado dentro del horno. Aún así, poder soportar el
enfriamiento del horno sin duda sería una de esas entidades, ya
que no hay muchos que puedan sufrir esto en primer lugar. Hasta
ahora, ¿no hay solo tres?

Xie Lian miró a Hua Cheng que estaba justo a su lado y resultó
que Hua Cheng también lo estaba mirando. Aunque no sabía por
qué Xie Lian miró, todavía sonreía.

Guoshi continuó: —Sin embargo, las producciones anteriores del


horno no eran así. En los primeros días, habría una sesión una
vez cada pocos años y cada vez los resultados serían diferentes,
a medida que se vierten lotes y lotes. Quizás esto tenía algo que
ver con sus emociones inestables. Todo lo producido eran
monstruos forjados por su odio y resentimiento y probablemente
hay algunos nombres familiares entre ellos. Por ejemplo, el
reverendo de las palabras vacías.
— ¡¿El reverendo de las palabras vacías también es algo nacido
del horno?! —Exclamó Xie Lian.

—Correcto. —Guoshi respondió. —Esas criaturas, algunas


tienen su propia conciencia y se separaron de él; algunos no y
podrían considerarse como sus clones. El reverendo de las
palabras vacías tenía su propia conciencia y después de que se
fue, incluso se dividió en muchos clones más pequeños. Mis tres
amigos resguardaron dentro de las fronteras del Reino de
WuYong para evitar que esas cosas salieran de la sala, mientras
yo pasaba mis años en el mundo exterior buscando a esas
criaturas, tratando de arreglar la situación.

Xie Lian recordó de repente la extraña actitud que Guoshi tenía


cuando vio a Shi Qing Xuan.

— ¡Maestro! Gran Señor del Viento... el hábil Señor de la


adivinación que le contó la fortuna a Shi Qing Xuan en aquel
entonces, el que le dijo a su familia que no organizara fiestas, ¿fue
usted?

—Dah. —Guoshi dijo: —Además de tu maestro, yo, ¿qué otro


maestro experto en adivinación podría ser tan preciso? ¿Qué
Señor de la adivinación sería tan libre? ¿Que un plato de gachas
podría pagar por una sesión?

—...

—Ese reverendo de palabras vacías había querido intentar


devorar al joven Shi Wu Du al principio —dijo Guoshi—, pero Shi
Wu Du ese pequeño bastardo era demasiado cruel, difícil de tratar
incluso a una edad tan joven. Nada podía llegar a él y no tenía
miedo de nada, su destino era tan tiránico que no podía ser
tragado y si intentaba morder a la fuerza, podría romper todos sus
dientes en un lío sangriento, por lo que solo podría volverse su
hermano pequeño común con un destino de riqueza. Aunque
todavía no logró morder, causó tanto dolor que los dos hermanos
no pudieron vivir en paz, además mordió a uno que originalmente
tenía el destino de ascender, por lo que no se molestó. Que
realmente no maté a esa cosa muerta realmente me afecta.

—Ya ha muerto muerto —dijo Hua Cheng.

—Devorado por He Xuan, ¿verdad? —Dijo Guoshi—. Lo he


escuchado. Iba a vigilar a los hermanos Shi hasta que todo
explotara, pero en ese momento el Horno estaba a punto de abrir
sus puertas, por lo que no podía seguirlos de cerca antes de tener
que regresar al Horno. Y cuando volví, las cosas ya eran un
desastre. Shi Wu Du se volvió hacia la maldad y causó un gran
caos, ¡completamente fuera de control! Me dio mucho dolor de
cabeza, incluso si quisiera preocuparme, no podría en ese
momento.

Realmente se convirtió en algo que no se podía pensar incluso si


él quisiera. Guoshi agregó: —Pero a decir verdad, el reverendo
de las palabras vacías ni siquiera se consideraba algo poderoso
entre esos monstruos, solo le gustaba salir para provocar
problemas. Estrictamente hablando, solo podría considerarse un
producto defectuoso, ni siquiera clasificable. Había más, como...

Xie Lian dijo en voz baja: — ¿Como... el alma de los muertos que
murieron en la batalla en el puente Yi Nian?

Guoshi contuvo el aliento.

—... Él.

—De lo contrario, ¿por qué crees que diría que todo comenzó
debido a tu única frase? Ese fantasma en el puente era un clon
negro que forjó fuera del horno y cada tantos años tenía que salir
a perseguir y matar para desahogar su odio. ¡Pero, tenías que
derrotar a ese monstruo!
»Podía sentir que el fantasma en el puente fue asesinado por
alguien, así que descendió de inmediato para ver y te vio a ti. Y
usted. Solo tenías que decirle esa frase a la cara: Cuerpo en
abismo; corazón en el paraíso. Fue un golpe loco para él, un
golpe fatal...

»Este fue el punto de inflexión de todo.


Capítulo 220: El Emperador Blanco establece acertijos de vida y
muerte en secreto

Xie Lian apretó los puños y su respiración se volvió errática.

Una frase. Parecía tan increíble, incluso risible, pero no podía


reírse en absoluto.

Guoshi dijo: —Hay más además de esos monstruos. Su Alteza,


¿recuerda a ese niño que salvó al pie de las murallas de la ciudad
y cómo me sorprendió tanto de que lo llevó al Sagrado Pabellón
Real?

Xie Lian respondió instantáneamente y rápidamente echó un


vistazo a Hua Cheng: —... Lo recuerdo. ¿Qué pasa con ese niño?
Dijiste que era...

— ¡Una estrella de la soledad! —Exclamó Guoshi.

Dijo sombríamente: —En ese momento, solo sentí que el niño


pequeño estaba cubierto demasiado con la esencia del mal,
demasiado increíblemente anormal. Fue solo después de haber
confrontado a los otros tres en el Horno antes de saber que el
Horno no solo podía producir monstruos, sino que también podía
maldecir. Del mismo modo que podría dispersar su fortuna, el
horno también podría disipar las desgracias que se acumulan y
después de haber sido liberados, arrasarían en todas partes.

» El nacimiento de ese niño pequeño ya era extremadamente


peligroso; si su destino fuera afortunado, sería la mejor fortuna;
si fuera cruel sería la peor de las desgracias. El día que nació,
probablemente absorbió todas las desgracias disipadas y así fue
como se volvió tan aterrador. ¡En el momento en que subió, todo
el Monte TaiCang fue casi quemado por él!
Cuanto más escuchaba Xie Lian, más alarmado se ponía y
lentamente volvió la cabeza, mirando hacia Hua Cheng. Discutían
claramente sus propios asuntos, pero la expresión de Hua Cheng
no cambió, sino que le dio a Xie Lian una sonrisa.

Guoshi continuó: —Según las circunstancias normales, los


padres de ese niño moririan antes de tiempo y si no lo hacían,
entonces se disgustarían o abandonarían a ese niño. Sufriría
abusos sin fin, por lo que en realidad sería mejor si sus padres
estuvieran muertos. Y, él no viviría más allá de los dieciocho años
y también causaría que aquellos a su alrededor murieran, se
separaran, sufrieran desgracias, como si el desastre renaciera.
Es por eso que en ese momento te dije que te desicieras
rápidamente de él, que no te acercaras...

Xie Lian ya no podía escuchar.

— ¡Maestro!... Por favor, no digas más.

Guoshi asintió: —Me detendré. Solo te estaba dando un ejemplo,


diciéndote lo aterrador que es el horno.

Xie Lian no sabía qué decir, pero Hua Cheng se rió entre dientes:
—No es tan aterrador como parece, pero Guoshi realmente es
bastante preciso en sus lecturas.

...Cuando Xie Lian pensó que Hua Cheng probablemente no vivió


más allá de los dieciocho años, sus manos temblaron ligeramente.
Justo en ese momento, una mano se adelantó y cubrió
suavemente el dorso helado de sus manos.

Ambas manos estaban igualmente heladas, pero después de


ponerse una sobre la otra había calor.

—Él siempre había estado haciendo acertijos para que te


pusieran a prueba —dijo Guoshi—. La enfermedad del rostro
humano de XianLe fue la primera pregunta. Según su respuesta,
siempre y cuando elijas desatar la Enfermedad del Rostro
Humano contra YongAn en ese entonces, habrías pasado. No
solo no te habría desterrado, sino que incluso te ayudaría a
cubrirte y realmente te convertiría en su heredero de confianza,
dando un paso para llegar a la cima del cielo mientras da dos
pasos contra él. Pero has respondido mal.

—El período en que fuiste desterrado, él debería haberte


planteado otro acertijo, pero aún así no le diste una respuesta
satisfactoria, así que en el momento en que ascendiste,
inmediatamente te desterraron.

Una máscara pálida y sonriente apareció en la mente de Xie Lian


y después de una pausa, dijo en voz baja: —En realidad fue mi
propia petición.

Hua Cheng habló: —Gege, confía en mí. Incluso si no lo


solicitaste, él tendría miles de formas de enviarte de regreso.

—Pero White no-Face también fue golpeado por él —dijo Xie


Lian.

—Pero él no murió —dijo Hua Cheng.

—Entonces, ¿por qué pasar por todos esos problemas? —


Preguntó Xie Lian.

—Por supuesto, White No-Face no podría matarte —dijo


Guoshi—. Pero, lo que quería no era matarte. De hecho, ya dije
que realmente le gustas y no quería que murieras en absoluto. Él
solo quería convertirte en alguien en quien quería que te
convirtieras.

Hua Cheng también agregó: —Matar no lograría ese fin. Si


murieras en ese estado, nunca cambiarías y él podría aceptar eso
aún menos. Pero White no-Face no tenía ninguna razón para
dejarte ir tan fácilmente y ¿cuál es una mejor manera de resolver
esto que hacer que el Emperador Marcial Celestial descienda al
reino mortal para disipar el mal y salvarte del borde del peligro?
Con esto, también te volverías aún más confiado y agradecido.
Pero falló dos veces, debe haber estado extremadamente
molesto.

—La segunda vez que fuiste desterrado y fuiste a la deriva en el


reino de los mortales, tuvo innumerables oportunidades para
educarte lentamente, esperar lentamente hasta que hayas
cambiado de opinión. —Guoshi dijo: —Según mi observación, él
ya se había calmado al principio, pero esta calma fue
interrumpida recientemente.

—La razón es tu tercera ascensión.

—Si fueras un charco de lodo podrido, entonces daría igual. Pero


tú, incluso después de convertirte en eso, ignorando
completamente todo lo que él había planeado para ti, aún pudiste
ascender por tercera vez y aún igual que antes, completamente
sin cambios... No sé lo que pensó cuando te vio, pero sentí que
definitivamente establecería más acertijos para ponerte a prueba.

—Es obvio ver todo lo que ha hecho después. —Hua Cheng dijo:
—Gege, piensa bien, ¿qué pasó después de que subiste por
tercera vez?

Xie Lian rápidamente se puso en marcha y después de un


momento de contemplación, dijo: —El primer incidente fue el
Monte Yu Jun. Derribando a la mujer fantasma Xuan Ji. Al
principio no encontré al Novio Fantasma y fue el espíritu del feto
quien me guió a la mitad con una canción de cuna. Me imagino
que fue bajo sus instrucciones. Pero pensé que me estaba
ayudando con ese caso.

—Ayudarlo a terminar la misión, eso es todo —dijo Hua Cheng.


—La consecuencia directa fue la captura del fantasma femenino
Xuan Ji, pero ¿qué pasa con las consecuencias indirectas?
Xie Lian se aventuró.

— ¿Apuñalar la colmena que es la vieja llama del general Pei y


traerele algunos pequeños problemas?

—Esto podría considerarse un pequeño enigma, creo. —Guoshi


dijo: —Si hubieras sabido que ofenderías a Pei Ming, ¿hubieras
manejado este caso del Novio Fantasma de manera diferente?
Por ejemplo, informar a Pei Ming en secreto para que reprimiera
el asunto, dejar que Xuan Ji continúe causando pequeños
problemas en un área pequeña y no dejar que las cosas se salgan
de control, o algo así.

Xie Lian sudaba.

—Bueno... Para ser honesto, pasó mucho tiempo antes de que


supiera que esto tenía algo que ver con el general Pei. En ese
momento, la mujer fantasma estaba tomando rehenes y con tanta
gente presente, la flecha en la proa tuvo que disparar. No había
tiempo para pensar si algo ofendería a alguien.

Hua Cheng sonrió.

—Gege, entonces ya estabas tomando una decisión.

Continuó analizando: —El segundo incidente, un cultivador de


cáscara vacía llegó al Santuario PuJi y lo atrajo al Paso Banyue.
Pasemos por alto quién envió ese caparazón primero. ¿Cuál fue
la consecuencia de este caso?

—El general Pei Junior fue expulsado y uno de los brazos del
general Pei fue roto. —Respondió Xie Lian.

—Gege, ves, después de esos dos incidentes, lo ayudaste a


debilitar en gran medida la fuerza de Pei Ming y ofendiste
completamente a Pei Ming al mismo tiempo. —Hua Cheng dijo:
—No mostró su cara en absoluto; todos los rencores vinieron a ti
y aún tenías que estar agradecido con él.
—...

Hua Cheng agregó: —Si no me equivoco, en estos ochocientos


años, no dejó de mirarte. Gege, probablemente también sabía
que una vez fuiste Guoshi en YongAn y también le enseñó a Lang
Qian Qiu, pero aún así envió a Lang Qian Qiu en una misión
contigo. Desde mi punto de vista, esto se hizo por pura mala
intención.

Guoshi estaba sorprendido.

— ¿Espera un segundo? Su Alteza, ¿fuiste a YongAn y tomaste


el puesto de Guoshi? ¿Le has enseñado a Lang Qian Qiu antes?

—Sí... —Xie Lian respondió.

— ¿Eras el Guoshi Fang Xin? —Cuestionó Guoshi.

—Hum... ¿Pasa algo? —Preguntó Xie Lian y dio una breve


explicación.

Guoshi respondió: —Si él sabía sobre esto, entonces debe estar


furioso contigo.

Hua Cheng continuó: —El caso con el reverendo de las palabras


vacías, Gege, no quisiste involucrarte al principio, pero al final
todavía te detuvieron, afortunadamente no demasiado. Los
cientos de pescadores en el Mar del Sur que fueron arrastrados a
la Calamidad Celestial no lo hicieron Agua Negra ni Shi Wu Du,
pero además de esos dos, ¿quién era el más capaz de hacerlo?

Solo después de que cada incidente se expuso a la intemperie,


Xie Lian se dio cuenta de que cada paso que daba después de su
regreso estaba quizás bajo la estrecha vigilancia y empuje de Jun
Wu.

Hua Cheng se cruzó de brazos.


—Supongo que está haciendo esto porque, por un lado, es por
esa mentalidad perversa que siguió lanzándote acertijos para
probar y ver qué camino elegirías, esperando que siguieras el
camino te allanó; por otro lado, probablemente también fue por
usarlo como espada para reducir los poderes de esos funcionarios
celestiales.

—Los funcionarios celestiales de la dinastía celestial anterior


debieron haber dejado una sombra psicológica extremadamente
oscura en su mente. Está extremadamente vigilante, necesita un
control absoluto sobre todo, no permite que nadie amenace su
poder y estado y no permite que los funcionarios celestiales lo
alcancen. Y yo pienso…

Xie Lian también estaba pensando en los mismos puntos.

— ¿Qué?

Hua Cheng dijo: —Que Shi Wu Du cambió el destino de Shi Qing


Xuan y que Agua Negra se hubiera infiltrado en los cielos para
investigar, ¿realmente no podía saber nada al respecto?

Xie Lian también pensó esto.

¿Podría Jun Wu, que estaba sentado en la silla más alta,


realmente no saber nada? No muy plausible

Todos los informes y pergaminos que pasaron por las manos de


Ling Wen podrían ser examinados directamente por él, por lo que
si hubiera alguna falsificación, ¿realmente no podría notar que
algo andaba mal?

Tal vez, lo había notado desde el principio, solo que en ese


entonces el estado del Señor del Agua aún no lo había
amenazado, por lo que nada estaba expuesto. Si se expuso
desde el principio y Shi Wu Du fue desterrado, entonces un nuevo
Señor del Agua ascendería. El nuevo Señor del Agua podría no
tener una retención y una transgresión tan grandes para ser
capturadas.

El Señor del Agua cometió un crimen tan atroz, casi engañando


al mundo, pero vivió en paz durante muchos años, sin embargo,
solo cuando comenzó a dominar la Corte Celestial fue expuesto,
He Xuan le arrancó la cabeza.

Si Jun Wu quería deshacerse del Señor del Agua, no necesitaba


usar sus propias manos. Solo necesitaba mirar en silencio
mientras el Señor del Agua se volvía cada vez más escandaloso,
arrogante e intrépido y cuando Shi Wu Du rompió la línea de su
tolerancia, la aventura de cambiar el destino se filtró a He Xuan.

Por supuesto, él Xuan iría y se vengaría a sí mismo y a su familia


fallecida.

Hua Cheng dijo: —En cuanto a él reuniendo a millones de


fantasmas en el Horno para dar a luz a un nuevo Supremo,
probablemente fue porque...

Xie Lian se acercó y dijo: —Para crear equilibrio.

—Sí. —Hua Cheng dijo: —Por un lado, probablemente estaba


encantado de ver a un Supremo malicioso nacido para causar
estragos en el reino de los mortales; Por otro lado, mientras haya
criaturas que causen estragos en el reino de los mortales, habrá
personas rezando.

¡Mientras haya devotos orando, entonces los poderes


espirituales de un dios se volverán aún más fuertes!

Guoshi suspiró: —Cada vez que el horno abre sus puertas,


nosotros cuatro íbamos a detenerlo, pero siempre tuvimos éxito.
Esta vez es aún más... las cosas se han ido aún más de las
manos.

» Esos espíritus resentidos de WuYong, él mató a una pequeña


parte, envió a la mayoría lejos con la Matriz de acortamiento de
distancia, luego envió a todos los demás lejos mientras él mismo
se quedó atrás para inspeccionar y destruir algunas cosas. Pensó
que iría a buscarte, así que después de cuidar del monte TongLu,
se apresuró y, efectivamente, me capturó primero.

»Pensé, las cosas ya no podían seguir así. El Reino de WuYong


había resurgido y con su alta precaución, era muy probable que
fuera el momento de cambiar de nuevo la dinastía en el reino
celestial. Si todos continúan sin sospechar nada, tarde o
temprano todos serían enterrados bajo la Capital Celestial como
base. Da la casualidad de que Feng Xin ese pequeño mocoso
trajo a HongJing, así que le di mi mejor oportunidad.
Originalmente, sus poderes espirituales se habían vuelto más y
más fuertes y HongJing ya no podía reflejar las cosas en su rostro.
Pero como acababa de luchar con esos tres espíritus de montaña,
los rostros humanos se activaron de nuevo.

—Ya casi he cubierto todo. ¿Tiene algo más que quisiera


preguntar, alteza?

Xie Lian todavía estaba pensativo cuando Hua Cheng habló: —


Sí. Guoshi, ¿todavía recuerdas tu lengua WuYong?

—El Reino de WuYong había sido olvidado hace mucho tiempo y


ya nadie usa sus palabras o lenguaje, por lo que mis tres amigos
y yo hemos aprendido algo por mucho tiempo, de lo contrario no
podríamos entender lo que Su Alteza planeaba hacer y lidiar con
ese desastre de monstruos y demonios también sería un dolor.
Aún se recuerda el idioma, ahora se usa muy raramente. —Dijo
honestamente: —Realmente tampoco quiero usarlo.

Xie Lian recordó y resultó en ese momento, cuando Guoshi le dijo


al espíritu de la montaña: —Su Alteza está más allá de salvaser,
casi despierto.

Realmente no se refería a él y se refería a White no-Face que


estaba poseyendo a Lang Ying, matando mientras iba a absorber
poderes para recuperarse.
Para las ratas que comían cadáveres que arrojaban palabras
humanas, realmente hubo un éxito en la cantidad de posibles
candidatos que lo infectaron con sus recuerdos, de hecho fueron
dos éxitos: Jun Wu y White No-Face.

Y dentro de la Cueva de los Diez Mil Dioses, hacer máscaras


falsas de Feng Xin y Mu Qing definitivamente no fue nada difícil
para White No-Face, ¡porque, por supuesto, Jun Wu los conocía
muy bien!

—Él... siempre parecía querer llevarme a creer que soy el


Príncipe Heredero del propio WuYong, o que soy parte de su alma
—dijo Xie Lian.

—Por supuesto que sí. —Guoshi respondió: —Dado que la


existencia de WuYong ya no podía ocultarse, cualquiera que viera
al Príncipe Heredero de XianLe y al Príncipe Heredero de
WuYong pensaría que los dos eran muy parecidos, por lo que fue
una perfecta solución guiarlo todo hacia usted. Además, siempre
y cuando comiences a dudar de ti mismo, de tu verdadero
corazón, tus acciones y objetivos, entonces será fácil para él
guiarte en la dirección que quería.

—Si pensaras: Soy el Príncipe Heredero de WuYong, la


posibilidad de que repitas su destino sería mayor. Te estaba
guiando de manera proactiva, esperando hacerte caminar por los
mismos caminos que él, por lo que no era que tus caminos
estuvieran destinados de alguna manera a ser similares.

» No podía tolerar lo parecidos que eran los dos, pero caminaron


por caminos diferentes.

Mucho tiempo después, Hua Cheng habló: —Ya dije que no se


parecen en absoluto.

Guoshi se volvió hacia él.

—Tú, joven, ¿qué te pasa?


Xie Lian se sorprendió y pensó: — ¿Qué pasa?

Era como si Guoshi no pudiera contenerse más y se arremangó,


hablando con Hua Cheng con un tono sombrío y pesado: —He
estado queriendo decir esto desde antes. Jovencito, ¿cómo es
que tu sonrisa no es sincera? No pienses que solo porque eres
un Rey Demonio Supremo que puedes ser descortés conmigo.
Claro, los Reyes Demonios Supremos son raros, pero ¿sabes
cuántos años tengo? Por supuesto, es un anciano como yo con
esa edad es el que es más raro.

—...

Hua Cheng levantó las cejas.

Xie Lian se frotó la frente.

—Ah, maestro, no es que San Lang sea descortés, solo está... —


Estaba demasiado acostumbrado a sonreír falsamente a los
demás.

Guoshi hizo un gesto con la mano a Hua Cheng, diciéndole que


no se acercara, antes de apartar a Xie Lian y decirle seriamente:
—Su Alteza, lo vi.

— ¿Huh? —Preguntó Xie Lian.

— ¿Qué viste?

—Encima de esa estatua divina gigante. —Dijo Guoshi.

¿Esa estatua divina gigante? ¿Qué pasó encima de eso? Xie


Lian pensó por un momento antes de repente, su cerebro zumbó.

¡Había tomado prestados poderes espirituales!

Xie Lian tosió sin parar.


—No... Eso era solo tomar prestados poderes espirituales... no,
en realidad no era solo tomar prestados poderes espirituales, en
cualquier caso es solo...

La voz de Guoshi se volvió aún más sombría.

—Su Alteza, ¿qué está pasando? ¿Podría ser eso porque has
estado cultivándote durante tanto tiempo y evitado a las mujeres
que... has cambiado tu forma de ser?

—... —Xie Lian agitó su mano locamente—. ¡NO ES NADA DE


ESO!

Guoshi tenía dudas.

—Entonces... ¿podría ser... un rasgo desde el nacimiento?


Bueno... nunca me di cuenta. Hum... Está bien, esta parte de ti
ciertamente no es como él...

— ¿¡ESPERE!? ¡ESO NO ES TODO!

Guoshi respiró hondo y suspiró: —No tenga miedo, alteza, no iba


a darle un discurso sobre nada. No voy a guiarte en algo en lo
que yo mismo no soy un experto. Además, ya has pasado tanto
después de todo, ¿qué queda por qué preocuparte? Hombres o
mujeres, no importa, siempre y cuando ustedes mismos sean
felices.

Xie Lian se frotó tanto la frente que estaba muy roja y dijo en voz
baja: —Eh... estoy muy feliz.

Sin embargo, Guoshi agregó con sombría confusión: —Pero


después de buscar durante ochocientos años, ¿cómo terminaste
encontrando un Rey Demonio Supremo?

Xie Lian se sorprendió. Guoshi dijo: —No digo que tengas mal
gusto, no está mal, estoy seguro de que a las chicas grandes y
pequeñas doncellas les gusta su tipo. Pero un Rey Demonio
Supremo es muy agresivo, te lo digo. Alteza, tienes que pensar
las cosas bien, ¿de acuerdo? Una vez que la gente así se aferra
a ti, puedes olvidarte de deshacerte de ellos.

—Uh, maestro, espera...

—Tengo toda la razón en esto. Te lo digo, por el aspecto de esta


Lluvia Sangrienta que busca la Flor puedo decir que su fortuna
debe ser retorcida, retorcidamente feroz, cada montaña más alta
que la siguiente, la esencia del mal asfixiante sofocante, es
prácticamente como...

Hua Cheng estaba justo detrás de ellos y dijo perezosamente: —


Prácticamente como la Estrella de la Soledad, ¿verdad?

Xie Lian ya estaba tratando desesperadamente de evitar que


Guoshi hablara, pero todavía no tuvo éxito, por lo que se cubrió la
cara y se arrastró silenciosamente detrás de Hua Cheng.

Hua Cheng sonrió y rodeó su brazo alrededor de él, alzando las


cejas: —Mi sonrisa es ciertamente poco sincera, pero, decirle a la
cara al hombre que es, la Estrella de la Soledad, un desastre
renacido, la peor de las desgracias, sus padres ambos muertos y
que no podría vivir más allá de los dieciocho años, no es muy
agradable, ¿verdad?

Los ojos de Guoshi se abrieron lentamente.

— ¿Tú eres…?
Capítulo 221: Conoce al Rey Demonio; Escondido en el Palacio del
Príncipe Heredero (parte uno)

Esta vez, la sonrisa de Hua Cheng no era falsa. Por el contrario,


fue aún más brillante. Guoshi estaba aturdido y levantó la mano,
señalándolo.

— ¿Tú, eres tú, eres tú? ¿Ese niño? ¿Eres ese niño?

Su dedo y su voz prácticamente temblaban. Hua Cheng estaba


alegre y no hablaba, pero su rostro estaba claramente escrito: ¡Así
es, yo mismo soy la estrella de la soledad que casi quemó todo el
monte TaiCang!

Guoshi se volvió para exigir respuestas.

—... Su Alteza, ¿qué está pasando? ¿Puede explicar un poco?

Xie Lian abrió las manos y se encogió de hombros, sonriendo


tímidamente.

—Es... tal como lo ves.

Guoshi estaba completamente conmocionado. Golpeó el dorso


de su mano derecha en la palma de su mano izquierda unas
pocas docenas de veces y fue un momento antes de que
finalmente pudiera hablar: — ¡Ves, ves, ves, ves, te lo dije! Te
dije que los Reyes Demonios Supremos no deberían ser
provocados tan fácilmente. Ha estado viniendo hacia ti desde una
edad tan joven, ¡tan horrible persistencia! ¿Han pasado qué,
ochocientos años? ¡OCHOCIENTOS AÑOS! ¡Te ha estado
acosando durante ochocientos años! ¡Miedo, demasiado miedo!
¡Mis fortunas realmente son demasiado precisas!
—Por favor maestro, déjalo, no hablemos más de esto... — Xie
Lian suplicó.

Pensó internamente: —Ni siquiera has visto las estatuas divinas


que llenaron la totalidad de la Cueva de los Diez Mil Dioses.

Si la viera, probablemente tomaría a Hua Cheng como una bestia


salvaje de las inundaciones, alguno loco fantasma demente y él
pondría a Xie Lian debajo de su brazo y huiría.

Guoshi aún no se había recuperado de su conmoción.

—No, él da demasiado miedo así, ¡es una obsesión y un cálculo


tan profundos! Su Alteza, debe ser absolutamente cuidadoso, se
aprovechará fácilmente de esta manera, ¡tenga cuidado de que lo
engañe!

—San Lang no haría eso —dijo Xie Lian.

Hua Cheng también dijo secamente: —Mi Señor4 piensa


demasiado. Engañaría a cualquiera excepto a Su Alteza.

Guoshi se inclinó para discutir: —Joven astuto, no piense que no


puedo decirlo. ¿No estás usando exactamente el hecho de que
Su Alteza no es muy erudito en este aspecto? ¿Por qué no me
dices en este momento cómo se presta el poder espiritual? ¿De
cuántas maneras se puede prestar y cómo se presta? ¿Qué le
dijiste a su alteza?

...Xie Lian comenzó a gritar y gritó ruidos al azar: — ¡JAJAJAJA,


BIEN! DÉJENLO, NO IMPORTA ¿CUÁNTO TIEMPO HA
PASADO, BIEN? ¡JAJAJA, ES TODO LO MISMO, TODO LO
MISMO!

4
Hua Cheng en realidad no se dirigió a MNQ por título, solo quería mostrar que
tanto Xie Lian como Hua Cheng habían estado usando el honorífico: usted, durante
su interacción con MNQ, ya que es la única vez en el libro además de XL que Hua
Cheng lo usó.
Si continuaban con el tema, él comenzaría a aletear como un pato
que se ahoga y hierve. Xie Lian de repente se puso serio.

—Entonces, hablemos de negocios serios. En este momento nos


ha encerrado aquí y no se había movido, ¿qué está planeando?

—Probablemente esté pensando en preparar otro enigma para


usted —dijo Hua Cheng.

— ¿Pero cómo lo haría? —Se preguntó Xie Lian.

—Eso es difícil de decir. —Guoshi dijo: —Para ser sincero, todo


es posible. Su Alteza, ¡no cambie de tema! Te estoy dando
consejos, no dejes que las perversiones confundan tu mente o te
engañen con palabras bonitas, digo que él es...

Justo en ese momento, Hua Cheng de repente dijo


sombríamente: —Gege, alguien ha venido.

—No creas que puedes mentirme —dijo Guoshi. —No soy tan
fácil de engañar como Su Alteza...

Pero Xie Lian dijo: —Ah, maestro, no te está mintiendo, realmente


viene alguien, ¡ocultémonos primero! —Luego, junto con Hua
Cheng, los dos empujaron ligeramente con los pies y saltaron
ligeramente sobre la viga al techo, escondiéndose.

No pasó mucho tiempo antes de que el sonido de pasos


desordenados llegara desde afuera de la cámara. Un hombre
abrió la puerta de una patada y rió salvajemente de placer: —
¡WAJAJAJAJAJAJA, EL REINO CELESTIAL NO ES NADA!
¡TODAVÍA NO TENÍA QUE POSARSE BAJO LOS PIES DE ESTE
ANCESTRO AL FINAL!

—...

—...

—...
En el momento en que los tres escucharon esta voz, todos se
quedaron sin palabras.

Un hombre con túnica verde entró presumiendo desde el exterior,


¡y no era realmente Qi Rong lo que no habían visto en días!

Parecía que Jun Wu no solo encerró a todos los funcionarios


celestiales, sino que también soltó a todos los monstruos y
fantasmas. Que esas criaturas realmente pudieran merodear y
arrasar las calles de la Capital Celestial tan libremente, ¡esto era
prácticamente el derrumbe de la razón, extremadamente extraño!

Guoshi tampoco creía que fuera Qi Rong y se puso rígido. Qi


Rong lo señaló y gritó: — ¡Maldito Guoshi, maldito anciano, eterno
anciano! Jeje! ¿Recuerdas cómo me menospreciabas y no me
tomabas por discípulo? ¿Qué piensas ahora? Una bofetada en
la cara, ¿verdad? ¡Es karma, te mereces este tipo de final!

Detrás de él se asomó una tímida cabecita, era Gu Zi.


Probablemente fue la primera vez que Gu Zi había entrado en un
edificio tan suntuoso y sus ojos se agrandaron, mirando por todas
partes, como si quisiera sentir secretamente a esos hastiados,
pero no se atrevió.

Qi Rong estaba orgulloso y complacido.

—Buen hijo, ¿lo ves? ¡Este es el reino celestial y ahora soy yo, el
dominio de tu papá!

Gu Zi se sorprendió.

— ¿En serio, papá? Este lugar es tan grande...

— ¡Por supuesto! —Exclamó Qi Rong—. Si no me crees, mira,


¿voy a escupir donde quiera y quién se atreva a decirme?

Guoshi: —…
Gu Zi dudó por un momento, pero aún susurró: —Papá, no es
muy bueno escupir en el suelo. Es tan hermoso y limpio aquí que
lo ensuciarás.

Qi Rong estaba perplejo.

Guoshi tampoco pudo contenerse más: —Mírate a ti mismo,


¿cómo estás enseñando a los niños? ¿Cuántos años tienes
ahora y todavía no sabes cómo ser un buen modelo a seguir?
¡Incluso los niños son más maduros que tú!

Para ser enseñado por ambos lados, la vergüenza de Qi Rong se


convirtió en ira y se levantó de un salto, gritando: — ¡VIEJO! ¡QUÉ
INFIERNO SABES! Fingiendo ser un anciano, ¡NI SIQUIERA
AMBOS PODRÁN DISCIPLINARME! ¡Y TÚ! ¡CÓMO TE
ATREVES A HABLARLE A UN ACESTRO COMO ESTE DE ESA
MANERA!

Gu Zi fue regañado y dejó de hacer sonidos molestos. Después


de que Qi Rong terminó de gritar, luego, muy culpablemente,
limpió el asador que escupió con los pies, fingiendo que no había
pasado nada y maldijo y maldijo mientras arrastraba a Gu Zi.
Antes de irse, incluso escribió una línea en letras grandes en la
pared más conspicua del Palacio de Ling Wen: —El Rey Demonio
número uno de los tres reinos, el Goblin Verde Qi Rong estaba
aquí.

Después de que Qi Rong había salido del Palacio de Ling Wen,


la muñeca azul daruma Xie Lian escondida en su manga se cayó,
aterrizando frente a la pared que estaba escrita con esas grandes
palabras y la marca de escupir Qi Rong se limpió
desordenadamente y Giró locamente, como si estuviera loco de
ira. Xie Lian y Hua Cheng también saltaron y Xie Lian recogió la
muñeca daruma nuevamente. Guoshi sacudió la cabeza.

—El Príncipe Xiao Jing realmente es... Cien años como un día, su
gusto es increíblemente malo, no puedo creer que no haya
mejorado en absoluto.
Hua Cheng echó un vistazo a la pared y era demasiado vago
como para mostrar una expresión desdeñosa y solo hizo un
comentario de una palabra: —Horrible.

Guoshi finalmente estuvo de acuerdo con él y se metió las manos


en las mangas.

—Extremadamente horrible. Después de tantos años, aparte de


ese lío infernal de un conjunto de versos en las puertas de la
Guarida del Jugador en la Ciudad Fantasma, que la escritura fue
diez veces más horrible que esto, ¡nunca había visto nada más
horrible!

Hua Cheng: —…

Xie Lian, por otro lado, estaba tratando desesperadamente de no


reírse.

—Jajajajaja, maestro, también he visto ese conjunto de versos de


los que hablas y pensé que estaba bastante bien escrito. Está
muy lleno de estilo, más bien me gusta.

Guoshi estaba perplejo.

—Su Alteza, ¿cómo puede decir algo así? Su caligrafía fue


enseñada por maestros de clase mundial, ¿cómo puede no
distinguir entre lo bello y lo horrible? Esa escritura es totalmente
el peor de los tres reinos, ni siquiera los mejores maestros pueden
salvarlo. ¿Qué es exactamente lo que te gusta de eso? ¿Tu gusto
se vino abajo?

—JAJAJAJAJAJAJA SEÑOR, ¡POR FAVOR NO DIGAS MÁS!

De repente, Hua Cheng dijo: —Gege, Jun Wu está haciendo un


movimiento. Probablemente te va a buscar. Se dirige al Palacio
de XianLe en este momento.

Guoshi se sobresaltó.
— ¡Qué! ¡Entonces, Su Alteza, debe apresurarse a regresar! Flor
de Lluvia Sangrienta, escóndete bien también, absolutamente no
dejes que descubra que ustedes dos se han reunido. Los cuerpos
espirituales de montaña de mis tres amigos están actualmente
atados dentro de las fronteras del Monte TongLu y están tratando
de liberarse. Independientemente de las acciones que tomemos,
hay más posibilidades de que se liberen. ¡Recuerden, no actúen
imprudentemente!

Naturalmente, Xie Lian lo sabía. Después de despedirse de


Guoshi, los dos abandonaron el Palacio de Ling Wen, volando
veloz y sigilosamente, evadiendo a innumerables guardias y
demonios y hubo cuatro bloques más antes de que llegaran al
Palacio de XianLe cuando, en ese momento, Hua Cheng habló de
nuevo.

—Gege, hay una cuadra más antes de que llegue al Palacio de


XianLe.

Tocó la mariposa de plata que vigilaba y ante sus ojos apareció


una escena. Efectivamente, con una mano detrás de la espalda
y caminando junto a su solitario, estaba a casi cien pasos de
distancia antes de que Jun Wu llegara a las puertas del Palacio
de XianLe.

¿Que deberían hacer? ¿No significaba esto que volverían


después de Jun Wu, o se toparían con él? ¡Debe saberse que los
guardias a las puertas del Palacio de XianLe todavía estaban
petrificados por Hua Cheng!

De repente, las puertas del palacio divino detrás de Jun Wu se


abrieron y alguien se paró detrás de esas puertas y dijo: —Mi
Señor.

Jun Wu hizo una pausa en su paso y miró hacia atrás.

— ¿Señora de la Lluvia? ¿Qué pasa?


Quien lo detuvo fue La Señora de la Lluvia. Probablemente fue
porque Jun Wu había dado instrucciones de que las figuras
irrelevantes no debían acercarse a la Residencia de La Señora de
la Lluvia, por lo que, aparte de los guardias, no había otros
fantasmas o monstruos visibles. Ella dijo muy cortésmente: —Mi
Señor, tengo algo que olvidé darte. ¿Puedo pedirle a mi Señor
que pare por un momento?

Jun Wu inclinó la cabeza.

—Muy bien. —Y, efectivamente, se dio la vuelta. Xie Lian suspiró


aliviado. — ¡Gracias a Dios por La Gran La Señora de la Lluvia!
¡Decidió que después de regresar quemaría dieciocho varitas de
incienso altas para ella!

Aprovechando esta oportunidad, los dos corrieron a través de los


cuatro bloques y regresaron al Palacio de XianLe antes de Jun
Wu. Cuando cruzaron las puertas, Hua Cheng agitó su mano
casualmente y lanzó el hechizo sobre los guardias en las puertas.
Estaban confundidos por un momento y no se dieron cuenta por
completo de nada. Xie Lian corrió de regreso a las cámaras
interiores, pero antes de que tuviera la oportunidad de suspirar
aliviado, su rostro cambió de nuevo, ya que los guardias en las
puertas habían venido a anunciar la llegada de Jun Wu.

¡Jun Wu había venido tan rápido!

Parecía que La Señora de la Lluvia no lo había detenido por


mucho tiempo. Los dos intercambiaron miradas, comunicándose
sin palabras y Hua Cheng se giró para esconderse detrás de las
cortinas mientras Xie Lian saltaba a la cama fingiendo estar
dormido, con la espalda hacia afuera. Justo cuando levantó la
tapa, entró Jun Wu.

Lentamente se acercó a la mesa y se quedó callado por un


momento antes de hablar.

—Xian Le, ¿estás descansando?


Xie Lian no respondió. Jun Wu parecía haberse sentado a la
mesa y colocó algo que estaba en sus manos sobre la superficie
de la mesa, luego se sirvió una taza de té.

Él dijo suavemente: —Xian Le, te hice quedarte aquí por tu propio


bien. Hay muchas cosas que mientras me escuches, el resultado
final sería mucho mejor.

Xie Lian no se volteó y todavía estaba frente a él con la espalda.


De lo contrario, habiendo recordado todo lo que Guoshi le había
dicho, con su corazón como los mares furiosos, no sabría qué
expresión usaría para enfrentar a Jun Wu, quien en este momento
todavía era amable y gentil.

Al siguiente momento, detrás de él, Jun Wu dijo lánguidamente:


—Pero, no solo te escapaste para jugar, incluso trajiste a alguien
para que se escondiera en tu habitación. Parece que realmente
ya no me escuchas.

Capítulo 222: Conoce al Rey Demonio; Escondido en el Palacio del


Príncipe Heredero (parte dos)

Al escucharlo decir eso, un escalofrío le recorrió la espalda a Xie


Lian al instante y cada uno de sus pelos se levantó.
Era como si pudiera sentir cómo era esa noche en que Guoshi se
coló en la habitación de Jun Wu y se quitó la máscara y escuchó
a Jun Wu ponerse de pie desde la mesa, acercándose
lentamente.

¡Hua Cheng estaba de pie detrás de las cortinas al lado de la


cama!

Cuando Xie Lian se subió a la cama, había escondido a Fang Xin


debajo de la almohada y en este momento, la mano en la
empuñadura la apretó con fuerza, esperando el momento
correcto, pero al mismo tiempo, dudoso si realmente sería el
momento correcto y oportuno. Sin embargo, inesperadamente,
Jun Wu no fue a las cortinas, sino que se acercó a la cama y
levantó la cubierta de su cuerpo directamente. Xie Lian sintió que
su cuerpo se enfriaba y se disparó, mirándolo, pero Jun Wu solo
lo miró calculadoramente y dijo en voz baja: —Esta túnica no te
queda bien.

—...

¡Solo entonces Xie Lian recordó que todavía llevaba puesto el


Brocado Inmortal!

Aunque el Brocado Inmortal ahora se había convertido en una


túnica de cultivo blanca, pero, por supuesto, Jun Wu no se lo
habría perdido. Observó a Xie Lian calculadoramente por un
momento, suspiró y dijo: —Simplemente no me escuchaste.
Saliste a causar problemas de nuevo, ¿no?

Xie Lian lo miraba ansioso cuando de repente, sus ojos se


posaron en la mesa y sobre ella había una caja de regalo. La caja
de regalo ya estaba sin envolver y dentro había unas coles, varias
papas y algunas zanahorias.

—...
Resultaba que cuando La Señora de la Lluvia detuvo a Jun Wu
justo ahora y dijo que olvidó darle algo, se refería a los recuerdos
del país de YuShi...

Detrás de Jun Wu, Hua Cheng usó una mano sin hacer ruido y
levantó una esquina de la cortina, revelando su rostro detrás y
encontró sus ojos con los de Xie Lian a través de Jun Wu.

Su mano descansaba lentamente sobre la empuñadura plateada


de la cimitarra que colgaba de su cintura y parecía estar
deliberando sobre si hacer un movimiento de inmediato. Xie Lian
no creía que fuera el momento adecuado y mientras fingía no
querer hablar con Jun Wu, sacudió la cabeza.

— ¿Dónde escondiste a Ling Wen? —Preguntó Jun Wu.

Por supuesto que no podía darle Ling Wen. En el momento en


que viera a Ling Wen no habría necesidad de preguntarle qué
estaba pasando; solo eche un vistazo a su forma de muñeca
daruma y uno podría adivinar que Hua Cheng debe haberse
metido en la Capital Celestial.

Pero, Xie Lian no pudo evitar preguntarse: ¿Jun Wu realmente


no sospechaba que Hua Cheng ya se había colado?

Justo en ese momento, Jun Wu habló de nuevo.

—Xian Le, tu expresión parece decir, hice algo malo. ¿Qué pasa?
¿Podría ser que, aparte del Brocado Inmortal, hayas escondido a
alguien más?

La expresión de Xie Lian en este momento no cambió en


absoluto. Jun Wu realmente lo conocía muy bien.

En silencio, intercambiando una mirada con el Hua Cheng detrás


de Jun Wu, Xie Lian se estabilizó y dijo fríamente: —Piensa lo que
quieras. De cualquier manera, nadie puede irse ahora, así que no
hay nada que pueda hacer. Haz lo que te plazca, viejo.

Luego se tumbó de nuevo y se cubrió la cabeza con las mantas.


En cuanto a Jun Wu, se dio la vuelta y comenzó a pasearse
tranquilamente dentro de la cámara, buscando.

Tomándose su tiempo y buscando un momento, no se encontró


nada, Jun Wu luego reflexionó por un momento y, efectivamente,
todavía se volvió hacia esas cortinas y extendió la mano.

Cuando se levantó el telón, no había nada.

Haciendo una pausa por un momento, Jun Wu dejó caer la cortina


y volvió a la mesa nuevamente. En cuanto a Xie Lian, que todavía
estaba acostado en la cama, su corazón aún no se había relajado.

Debajo de las sábanas, Hua Cheng estaba acostado junto a él,


con los rostros muy apretados. El corazón de Xie Lian latía muy
fuerte, toda su persona estaba tensa. Hua Cheng sonrió, sin decir
nada.

—No tengas miedo, alteza.

Justo ahora, en el momento en que Jun Wu se dio la vuelta, Hua


Cheng bajó fácilmente las cortinas. Luego, después de que Jun
Wu pasó junto a él, se escapó fácilmente de detrás de las cortinas
y se dirigió silenciosamente al lado de la cama de Xie Lian. Xie
Lian tiró de él hacia la cama y lo metió dentro y justo cuando Hua
Cheng había entrado, Jun Wu se dio la vuelta otra vez.

El momento fue perfecto, además de que el posicionamiento era


complejo, por lo que, aparte de un montón de mantas
desordenadas, Jun Wu no vio nada.

Finalmente, Jun Wu dijo: —Xian Le, deja de dormir. No puedes


dormir de todos modos. Levántate y ven conmigo.
Xie Lian realmente quería relajarse en la cama y no levantarse,
pero temía que Jun Wu volviera a levantar las sábanas, por lo que
solo podía arrastrarse fuera de la cama y esconder la muñeca azul
daruma dentro de su manga.

Jun Wu ya había salido de la habitación y Xie Lian miró hacia


atrás. Hua Cheng ya se había levantado de la cama, sus ojos
oscuros, listos para seguirlo. Xie Lian lo saludó apresuradamente,
indicándole que no se exponga absolutamente, que todo estaba
bien. Jun Wu, que ya había salido, gritó: — ¿Qué pasa? ¿Por
qué no vienes? ¿Hay algo en la cama que te detenga?

Xie Lian regresó instantáneamente a la cámara, agarró esa caja


de recuerdos sobre la mesa, luego salió y cerró la puerta detrás
de él. Luego tomó una zanahoria dentro de la caja y mordisqueó,
respondiendo secamente: —No es nada. ¿No puedo tener
hambre?

Jun Wu miró la cosa que tenía en la mano y dijo calurosamente:


—Si te gusta esto, tengo más. Te los enviaré en otro momento.

—...

Caminaron unas pocas cuadras y desde lejos pudieron escuchar


una voz que hacía un alboroto: — ¡JAJAJAJAJAJAJA! ¡FENG
XIN! ¡TU, PERRO! ESTE REY DEMONIO ESTÁ ATACANDO TU
PALACIO AHORA MISMO, ¿QUÉ VA A HACER AL RESPECTO?
¡QUÉ! ¡VEN A PELEAR! JAJAJAJAJAJAJA

¡Era Qi Rong otra vez!

Mientras se acercaban, podían ver que todo el palacio dorado


estaba bajo su ataque, el gigante y feo: QI RONG ESTUVO AQUÍ,
estaba por todas partes. Qi Rong incluso se subió a los tejados
para descubrir las tejas, gritando y gritando a los funcionarios
celestiales dentro. Gu Zi estaba a su lado, parecía muy molesto,
con ganas de hablar pero se detuvo.

Actualmente estaba saltando y pisoteando el Palacio de Nan


Yang y Feng Xin estaba preocupado por lo que lo ignoró por
completo; Qi Rong gritó por un tiempo pero se aburrió, así que
fue al palacio de Mu Qing y gritó exactamente lo mismo. Mu Qing
parecía haber puesto los ojos en blanco varias veces ante sus
travesuras y Qi Rong pisoteó con ira, saltando por todo el lugar y
saltó sobre el palacio de Quan Yi Zhen. Sin embargo, incluso
antes de que abriera la boca, una estatua divina con la cabeza
llena de cabello rizado salió repentinamente de la habitación y
salió volando, estrellándolo contra el techo con su cabeza
chocando primero. ¡Fue el enfurecido Quan Yi Zhen quien usó su
propia estatua divina como arma y se la arrojó directamente! Gu
Zi estaba estupefacto, se aferró al borde del techo y gritó: —
¡PAPÁ! ¿ESTÁS BIEN?

Qi Rong estaba furioso.

— ¡QUAN YI ZHEN, IDIOTA SIN AUTENTICIDAD! ¡USTED SE


ATREVE A USAR LA DISTRACCIÓN DE BAJO MANO CONTRA
MÍ!

Gu Zi dudó por un momento, luego preguntó confundido: —Papá,


¿cómo fue eso? ¿Quan Yi Zhen no arrojó abiertamente la estatua
divina?

Qi Rong gritó: — ¡TÚ HIJO ESTÚPIDO! Mientras gane contra mí,


no importa cómo lo haya hecho, ¡todo está oculto! De lo contrario,
¿cómo podría ganar contra este ancestro?

—Oh... —Gu Zi respondió.

—...
Qi Rong era su primo pequeño sin importar qué, así que Xie Lian
no pudo evitar cubrirse la cara. Jun Wu hizo una pausa en su
paso.

—Goblin Verde.

Cuando Qi Rong escuchó esta voz, su rostro se puso rígido y se


arrastró, mirando con cautela, pareciendo ser muy cauteloso con
Jun Wu. Con esta mirada, tanto el padre como el hijo
naturalmente vieron a Xie Lian y Gu Zi exclamó felizmente: —
¡Gege Cultivador Chatarra!

Qi Rong, por otro lado, solo resopló burlonamente.

— ¡Dios mío! ¿Quién es éste? ¡No es este primo príncipe


heredero!

Xie Lian no quería reconocerlo en lo más mínimo, pero aun así


se acercó para acosarlo, rodeó a Xie Lian en círculos y se burló:
— ¿No estabas muy animado antes? Con dos montañas detrás
de tu espalda, mirándome, ¿por qué te ves como un perro perdido
ahora?

Xie Lian estaba perplejo.

— ¿Dos montañas a sus espaldas?

Entonces se dio cuenta, uno era Hua Cheng, el otro era Jun Wu.
Miró a Jun Wu, que estaba parado frente a él y no pudo evitar
sentir todo tipo de cosas. De repente, recordó hace mucho
tiempo, le preguntó a Hua Cheng cómo era Jun Wu. En ese
momento, la respuesta de Hua Cheng fue que Jun Wu realmente
debía odiarlo.

Qi Rong continuó: —Jejeje, antes de usar a Hua Cheng ese


cabrón como respaldo y emboscarme, ni siquiera he buscado
venganza contra ti y alguien más te atrapó primero, ¡realmente
qué buen karma!

Jun Wu habló en voz baja: —Goblin Verde, deja de decirle


tonterías a Xian Le. Puedes dejar salir a tus subordinados ahora.

Aunque Qi Rong maldijo a Jun Wu locamente a sus espaldas en


el pasado, pero cuando realmente llegó antes que Jun Wu, se
encogió tristemente en la cola. Incluso mientras su expresión
mostraba lo poco dispuesto que estaba, sin decir una palabra
más, saltó al techo, levantó a Gu Zi y salió corriendo a hacer sus
recados.

Jun Wu luego se volvió hacia Xie Lian.

—Vamos.

Xie Lian miró el camino donde Jun Wu lo estaba derribando y


reflexionó internamente: —En esta dirección, se dirige a... ¿los
subordinados de Qi Rong? Podría ser…'

Después de un rato, doblaron una esquina y efectivamente, un


suntuoso palacio marcial apareció ante los dos.

¡El palacio de Ming Guang!

Y en el palacio, ya había rugidos furiosos y gritos incoherentes


provenientes del interior. Xie Lian se alarmó y dejó de
preocuparse por seguir a Jun Wu, corriendo para entrar.

¡Ciertamente era un desastre dentro del palacio!

La cara de Pei Ming estaba oscura y Xuan Ji era como una víbora,
se aferraba a él en un estrangulamiento, envolviéndose alrededor
de un nudo, su largo cabello extendido, su cara verde, sus dientes
rojos, sus ojos salvajes y deslumbradores. Parecía como si
quisiera morder el cuello de Pei Ming, pero ella misma tenía el
cuello ahogado y apartado por Ban Yue; del otro lado, una espada
rota apuntaba directamente al cuello de Pei Ming, como si
estuviera a punto de atravesarla, pero las manos de Pei Su la
sujetaban firmemente para que la hoja no avanzara; y detrás de
Ban Yue y Pei Su, Ke Mo balanceaba sus puños a punto de
golpear y si no era el rostro ceniciento de Pei Ming quien lo
arrastró hacia abajo, los dos puños gigantes de Ke Mo más
grandes que martillos de hierro probablemente ya hubieran
aplastado a Pei Su y Ban Yue. Xuan Ji y Rong Guang estaban
discutiendo quién iba a estrangular o apuñalar a Pei Ming primero
y se estaban gritando y golpeándose el uno al otro.

Xuan Ji gritó: — ¡PIÉRDETE! ¡LA VIDA DE LA MIERDA DE PEI


MING ES MÍA, MÍA, TODA MÍA!

Rong Guang, que poseía la espada Ming Guang, gritó: —


¡PIÉRDETE TÚ! ¡QUE MUCHACHA IGNORANTE! HAY AL
MENOS OCHOCIENTOS, QUIZÁ MIL MUJERES DE PEI MING,
¿PIENSAS QUE TIENES UN RANGO ALTO? ¡¡¡EL QUE
TOMARÁ LA VIDA DE MIERDA DE PEI MING SOY YO!

Las venas aparecieron violentamente en la frente de Pei Ming.

—... TÚ ERES... AMBOS... ¡LOCOS! ¡PÉRDANSE, TODOS


USTEDES!

—...

Xie Lian sintió infinitas simpatías. En cierto sentido, esto


probablemente se consideró la desgracia de la popularidad
excesiva. Llamó: — ¡General Pei, espere!

Y estaba a punto de ir a rescatarlo, cuando inesperadamente,


incluso antes de mover una mano, descansaba sobre su hombro.
Detrás de él, Jun Wu habló: —Xian Le, ¿realmente pensaste que
te he llamado aquí solo para que puedas ayudar a hacer buenas
acciones?

En medio de los golpes y golpes, Pei Ming y compañía también


los notaron y Ban Yue gritó alegremente: — ¡General Hua!

Con esa mano presionada, Xie Lian de repente no podía mover


un músculo.

— ¿Entonces por qué me trajiste aquí?

Jun Wu mantuvo la posición de su mano sobre su hombro y lo


empujó hacia el palacio. En el momento en que ingresó, la mafia
que estaba enredada en un grupo cayó al suelo en un instante,
como si sus fuerzas se hubieran absorbido y solo una pareja aún
podía flotar.

—Ming Guang —dijo Jun Wu.

Xuan Ji ya no lo estrangulaba y la cara de Pei Ming finalmente se


recuperó. Suspiró aliviado y respondió: —Mi Señor, de verdad...
gracias por esto.

Si bien su tono no era sarcástico, las palabras en sí eran bastante


irónicas. A Jun Wu no pareció importarle y sonrió.

—No hay necesidad de agradecerme tan temprano, Ming Guang,


he venido para que me ayudes a hacer algo.

— ¿Qué? —Preguntó Pei Ming.

—En la capital real, en los reinos inferiores —dijo Jun Wu—,


actualmente hay una matriz humana.

¡El lo sabia!
Jun Wu dijo en voz baja: —Rompe la matriz humana y te
devolveré tu condición de Dios Marcial del Norte.

Pei Ming miró a Xie Lian y se echó a reír secamente: — ¿No es


esa Flor de Lluvia Sangrienta quien está protegiendo esa matriz?
Es posible que no pueda romperlo con fuerza.

—Por supuesto que no puedes romperlo con fuerza —dijo Jun


Wu—, pero no dije que debías romperlo con fuerza.

Si fuera Pei Ming, en realidad sería muy fácil romper esta matriz.
Mientras fingiera ir a ayudar, Shi Qing Xuan lo dejaría entrar con
seguridad. Y una vez que dentro de la matriz, se separaría
inesperadamente, ¡entonces la matriz se arruinaría!

Además, Hua Cheng ni siquiera estaba protegiendo la capital real


en este momento, ¡así que no podría arreglarla en absoluto!
Capítulo 223: Enrollamiento y Cerco; Escudo de linternas de
mariposas y bendiciones de plata

Xie Lian habló: —General Pei... Ese conjunto, es para protegerse


contra esos espíritus resentidos que se derramaron del horno.
Una vez que se rompa, la Enfermedad del Rostro Humano
estallará por tercera vez, probablemente...

Probablemente traería un desastre al mundo y aniquilaría todo lo


que estaba viviendo.

Pei Ming se frotó la nariz.

—Déjame verificar esto... Mi Señor... no me dio otra opción,


¿verdad?

—Por supuesto que sí. —Jun Wu dijo: —Si desciendes, te dejaré


ir; si no lo haces, los dejaré ir.

A quienes…

¡Xuan Ji, Rong Guang y Ke Mo!

Los tres fantasmas en el costado destellaron una luz verde de


sus ojos como si estuvieran muriendo de hambre y era fácil
imaginar lo que harían una vez que fueran liberados.
Estrangularlo hasta la muerte, arañarlo hasta la muerte,
apuñalarlo hasta la muerte, golpearlo hasta la muerte; elige uno o
todos.

Jun Wu agregó: —El Pequeño Pei también está aquí. Me


imagino que piensas muy bien de este descendiente tuyo.
Después de todo, con el fin de retenerlo, estabas dispuesto a
encubrir a sus personas atrayentes hasta la muerte en el Paso
Banyue, e incluso planeaste llevar este asunto a las cabezas de
los demás.

Después de escuchar esto, la queja de Rong Guang parecía


haberse vuelto a enrollar y le gritó locamente a Pei Ming por ser
un amigo terrible, que llevaría a su tatara tatara tataranieto sobre
sus hermanos y Xuan Ji también estaba del lado , refunfuñando
y agarrando algunas quejas. Pei Ming soportó todos estos ruidos
demoníacos que rodeaban su cabeza y después de pensarlo
mucho, suspiró: — ¿Mi Señor me permitirá pensar más en esto?

—Mi paciencia es limitada, así que no quiero darte demasiado


tiempo —dijo Jun Wu.

Justo cuando terminó, el deleite apareció repentinamente en los


rostros de esos tres fantasmas. ¡En realidad podían moverse
ahora, e instantáneamente cargaron hacia adelante!

Las puertas del Palacio de Ming Guang se cerraron y Xie Lian


pudo escuchar gritos torturados de alguien y algo rasgándose y
rasgándose desde el interior. Su rostro cayó y gritó: —
¡GENERAL PEI! ¡BAN YUE!

Quería entrar a ver, pero la mano de Jun Wu todavía estaba


colocada sobre su hombro y lo empujó a la fuerza por el otro
extremo de la calle. Xie Lian siguió mirando hacia atrás, pero su
cuerpo no era el suyo y lloró enojado: — ¿QUÉ ESTÁS
PLANIFICANDO?

—El siguiente —dijo Jun Wu.

¿El proximo? ¿Qué sigue? Después de dar paso por un


momento, se detuvieron una vez más y la respiración de Xie Lian
casi se detuvo.

¡Palacio de Tai Hua de Lang Qian Qiu!


Qi Rong también vino desde el extremo opuesto de la calle con
Gu Zi debajo de su brazo, su expresión renovada y rejuvenecida,
como si acabara de pisotear los principales palacios divinos y
estaba muy satisfecho de sí mismo. Él habló: — ¿Por qué me
llamaste aquí?

Jun Wu en realidad convocó a Qi Rong al Palacio de Tai Hua.


Xie Lian sintió una sensación de presentimiento y lo regañó: —NO
HAY NADA AQUÍ PARA PREOCUPARSE, ¡DETÉNGASE
AHORA!

La cara de Qi Rong cayó y parecía que estaba a punto de escupir


a Xie Lian cuando Jun Wu habló: —Entra.

Qi Rong estaba sonriendo de placer otra vez.

— ¡Jeje, tus palabras no importan aquí!

Luego entró con la cabeza en alto y el espíritu en alto.

Dentro del Palacio de Tai Hua, la cara de Lang Qian Qiu era
oscura y sombría y él caminaba de un lado a otro con las manos
detrás de la espalda. Cuando vio que Xie Lian y Jun Wu habían
venido, exigió con recelo: — ¿Qué están haciendo los dos aquí?

Entonces, vio a Qi Rong que estaba detrás de ellos, e


instantáneamente sus colores cambiaron y lloró enojado.

— ¡USTED!

Gu Zi se encogió de su furioso rugido, pero el Qi Rong en este


momento ciertamente no le tenía miedo y se sentó fuera del
pasillo, cruzando las piernas, tan arrogante que se dejó llevar.

— ¡NADA QUE TEMER, MI BUEN HIJO! Así es, SOY YO. Lang
Qian Qiu, ¿no has estado persiguiéndome para matarme durante
tanto tiempo? ¿Todavía caíste en mis manos al final?
Lang Qian Qiu estaba indignado y las venas aparecieron en su
frente y en el dorso de sus manos, sin embargo, estaba encerrado
dentro del palacio y no podía dar un solo paso, por lo que se volvió
furioso hacia Xie Lian.

— ¿POR QUÉ LO HACES? ¿LO TRAJASTE AQUÍ A


PROPOSITO?

— ¡NO! —Gritó Xie Lian. — ¡Cálmate!

— ¡He estado tranquilo! —Exclamó Lang Qian Qiu. — ¡Ni siquiera


sé lo que está pasando!

Jun Wu habló: —Tai Hua, desciende y rompe ese grupo humano


en la capital real. Hazlo y entregaré a tu enemigo el Goblin Verde
Qi Rong para tu venganza.

Qi Rong se rió salvajemente.

—JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA LANG QIAN QIU USTED YongAn


TONTO... ¿Eh? ¿Qué dijiste? ¿ENTREGARME A ÉL? ¿QUÉ
QUIERES DECIR?

Se rió por un buen rato antes de captar las palabras de Jun Wu y


saltó directamente de la silla. Qué broma, ¿entregarlo a Lang
Qian Qiu? ¡Había asesinado a todo el clan de Lang Qian Qiu,
Lang Qian Qiu lo mataría!

Jun Wu no lo reconoció en absoluto y continuó hablando


tranquilamente: —Te entregaré al Goblin Verde Qi Rong para que
lo vigiles y puedas agregar otra vida a las vidas que terminaron en
las manos de la realeza de Yong An.

La cara de Lang Qian Qiu se estaba volviendo más oscura y


aterradora y Qi Rong gritó: — ¡ESPERA!
Xie Lian no pudo soportar esto más.

— ¡¿ESTÁS LOCO?! —Exclamó. — ¿POR QUÉ LOS ESTÁS


FORZANDO A HACER TALES ELECCIONES? ¿QUÉ ESTÁS
INTENTANDO MOSTRARME?

Lang Qian Qiu siempre había estado persiguiendo a Qi Rong


para matarlo y basándose en el carácter de Qi Rong, siempre y
cuando haya una oportunidad de cuidar a Lang Qian Qiu, ¡por
supuesto que él haría el primer movimiento! Pero si Lang Qian
Qiu realmente elegía romper la matriz humana, ¡entonces Xie Lian
definitivamente tampoco querría presenciarlo!

—Si no quieres verlos tomar decisiones, ¿por qué no tomas su


lugar? —Dijo Jun Wu.

— ¿Qué? —Xie Lian se quedó boquiabierto.

—Xian Le, todo esto es el resultado de tu terco capricho. —Jun


Wu dijo: —Si hubieras seguido mis instrucciones desde el
principio, no habrían tenido que enfrentar tales decisiones.

Xie Lian estaba tan enojado que su voz temblaba: — ¿Estás


diciendo que es mi culpa? ¿Por qué me obligas a hacer esto?

— ¿Me odias? —Preguntó Jun Wu. — ¡Simplemente el odio no


tiene sentido! Si tienes lo que se necesita, derrotame. ¿Pero
puedes?

Xie Lian apretó los puños con fuerza, crujiendo los nudillos. Jun
Wu continuó: —Naturalmente, ahora no tienes lo que se necesita.
Pero tal vez si rompes el conjunto humano podrías ganar la
habilidad, ya que te ayudaré a eliminar esos dos bloqueos en tu
persona.

—...
Esos dos grilletes malditos lo habían sellado por ochocientos
años. ¿Qué pasaría después de que hayan sido liberados?

Qi Rong miraba ansioso y cautelosamente al interior del Palacio


de Tai Hua, asustado de que al momento siguiente, Lang Qian
Qiu elegiría romper la matriz y Jun Wu lo abandonaría para que
Lang Qian Qiu se encargara de él. Los ojos de Lang Qian Qiu
también se movieron rápidamente entre Xie Lian y Qi Rong.

De repente, la mano que Jun Wu descansaba sobre su hombro


se había soltado.

Xie Lian se sacudió y giró la cabeza. La expresión de Jun Wu


era tranquila y fría, su cabeza ligeramente baja, mirando la hoja
curva y plateada que estaba enganchada por su cuello.

Era la espada de E-Ming.

Detrás de él, los ojos de Hua Cheng se llenaron de animosidad y


él dijo fríamente: —Mueve tu mano.

— ¡SAN LANG! —Gritó Xie Lian.

Hua Cheng había salido después de todo.

Jun Wu contuvo el aliento ligeramente y sonrió a Xie Lian.

—Xian Le, te atreviste a tener una aventura con el Rey Demonio


bajo mis ojos, qué audacia.

Hua Cheng dijo: — ¿Por qué no te miras en el espejo tú mismo?


¿Tienes derecho a decir algo?

Qi Rong ni siquiera se había acomodado en su silla antes de


levantarse de nuevo, su cara cambiando de color y aterrorizada.

—H-H-H-H-HUA CHENG JODIDO? ¿CÓMO LLEGASTE AQUÍ?


Xie Lian sacó a Fang Xin que estaba en su cintura y cortó,
cortando la barrera que estaba encerrando a Lang Qian Qiu
dentro y gritó: — ¡QIAN QIU, CORRE!

Lang Qian Qiu todavía estaba ardiendo de ira y cargó un paso


hacia Qi Rong, lo agarró, luego agarró la espada larga en su
espalda, como si fuera a cortar Qi Rong en siete u ocho pedazos.
Sin embargo, Gu Zi saltó y abrió los brazos, bloqueando frente a
Qi Rong, gritándole a Lang Qian Qiu: — ¡NO... NO MATES A MI
PAPÁ!

Lang Qian Qiu gritó: — ¡MÚEVETE! ¡TU PAPÁ ESTÁ POSEIDO,


NO ES INCLUSO TU PAPÁ!

Sin embargo, Qi Rong de repente se dio la vuelta y saltó,


atrapando a Gu Zi.

— ¡NO TE ACERQUES! ¡Te lo advierto, no vengas cerca de mí!


¡VEN Y COMERÉ ESTE NIÑO! ¡Voy a abrir sus tripas y lo
devoraré para que lo veas!

Lang Qian Qiu se detuvo y gritó enojado: — ¿NO ES EL TU


HIJO? ¿TE PROTEGIÓ Y TODAVÍA LO TOMAS COMO
ESCUDO? ¡TU SIN DESCARO, DEMONIO VULGAR DEL
REINO MÁS BAJO!

Gu Zi parpadeaba en su abrazo y Qi Rong respondió: — ¡UN


HIJO BARATO, SOLO OBTENDRÉ OTRO!

Jun Wu dijo a la ligera: —Si ese es el caso...

Al escuchar este tono, Xie Lian sintió instintivamente el peligro.


Efectivamente, no pasó mucho tiempo antes de que se
sorprendieran gritando desde el exterior: — ¡FUEGO! ¡HAY
FUEGO!
— ¡SE ESTÁ QUEMANDO!

Xie Lian salió corriendo del Palacio de Tai Hua y miró. Caía la
noche, pero encima de la Capital celestial había un campo de
llamas rojas. ¡Muchos de los palacios divinos de abajo ya estaban
hundidos en un mar de fuego!

Xie Lian miró hacia atrás.

— ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO INCENDIANDO LA CAPITAL


CELESTIAL? ¡TODOS LOS OFICIALES CELESTIALES
TODAVÍA ESTÁN CERRADOS AQUÍ!

Y todos estaban en un estado de sellado de sus poderes


espirituales. Si esta situación continuara, ¿no serían todos
quemados hasta la muerte en sus propios palacios?

—No es como si le importara si esos funcionarios celestiales


están vivos o muertos —dijo Hua Cheng.

Lang Qian Qiu también se sorprendió y aprovechando esta


oportunidad, Qi Rong colocó a Gu Zi debajo del brazo y salió
corriendo, arrastrándose y escabulléndose.

Lang Qian Qiu gritó: — ¡ALTO!

Pero como si Qi Rong fuera a detenerse.

Xie Lian gritó: — ¡QIAN QIU! ¡VE A LIBERAR A LOS DEMÁS


OFICIALES CELESTIALES PRIMERO!

Lang Qian Qiu respondió inconscientemente: — ¡SÍ, MAESTRO!

Entonces, ambos se sorprendieron. Le dio una mirada a Xie Lian


y luego salió corriendo.
De este lado, Hua Cheng retiró la espada de E-Ming y miles de
mariposas plateadas avanzaron girando, envolviendo a Jun Wu.
Tomó la mano de Xie Lian y tiró.

— ¡VAMOS!

Esas mariposas plateadas no retendrían a Jun Wu por mucho


tiempo y las dos corrieron hacia las calles. Lang Qian Qiu se
movió muy rápido y derribó a un gran número de guardias.
Muchos de los funcionarios celestiales fueron liberados de sus
palacios y salieron a la Gran Avenida, todos ansiosos y asustados:
— ¿Por qué está ardiendo? ¿Quién prendió fuego?

— ¡No es un fuego normal tampoco, no se puede extinguir en


absoluto!

Desde la distancia aún podían escuchar a Qi Rong corriendo y


aullando: — ¡JODER, JODER, JODER, JODER JUN WU, ESTÁ
JODIDAMENTE LOCO, ESTE ANCESTRO TODAVÍA ESTÁ
AQUÍ! ¡CREAR INCENDIOS PARA QUEMAR SU PROPIO
DOMINIO, REALMENTE ESTÁ JODIDAMENTE LOCO!

Feng Xin también salió del Palacio de Nan Yang, parado en la


calle principal que parecía estar buscando a alguien. A un lado,
Mu Qing preguntó: — ¿Cómo nos vamos?

¡No había forma de irse!

— ¿Podemos volar?

—Todos han sido heridos y los poderes espirituales están siendo


restringidos, no hay forma de volar...

Lo que significaba que, incluso si todos salían de sus palacios,


¡todavía estaban atrapados en el mar de fuego dentro de la
Capital Celestial!
En ese momento, repentinamente hubo un temblor salvaje
proveniente del suelo y la gente estaba aún más alarmada.

— ¿QUÉ SUCEDE? ¿TERREMOTO?

Lang Qian Qiu gritó: — ¿Cómo puede ser eso? Esta es la capital
del cielo, es una ciudad en el cielo, ¿cómo puede haber
terremotos?

—Y que…

Entonces, las palabras murieron en las gargantas de la gente.


Fue un buen momento antes de que comenzaran a levantar las
manos apuntando hacia adelante.

Alguien murmuró: — ¿Qué es esa cosa...?

En medio de un cielo lleno de luz de llamas, al final de la larga


avenida de la Capital Celestial, apareció una cabeza gigante que
miraba a los cientos de oficiales celestiales en la calle.

Esta cabeza era realmente demasiado grande; Era muchas


veces del tamaño de un palacio dorado y estaba sonriendo. Lo
que se suponía que era una sonrisa muy pacífica y compasiva, en
el contexto de esta interminable noche oscura y llamas rojas como
la sangre, parecía bastante espeluznante.

—...

Alguien se agarró la cabeza.

—... ¿ESTOY ALUCINANDO?

— ¡Su Alteza ES TAN GRANDE!

¡Era esa estatua divina gigante!


¡Había volado!

El propio Xie Lian estaba estupefacto. ¿No era esa estatua divina
que yacía en el Monte TongLu? Y sin su control, esa estatua
divina no debería haber podido volar. Sin su orden y sin ningún
poder espiritual, ¿cómo surgió?

Con otra mirada, en la noche negra, brillaba y centelleaba


alrededor del cuerpo de esa estatua divina de piedra gigante.
Cuando Xie Lian miró más de cerca, no era luz emitida por la
estatua divina, sino millones de mariposas plateadas y millones
de linternas de bendición que estaban rodeadas y envueltas a su
lado.

¡Fueron esas mariposas plateadas y Linternas de Bendiciones las


que lo protegieron y lo en trajeron, volando hacia los cielos!
Capítulo 224 Girando el mundo al revés; Batalla de la fortaleza
demoníaca ardiente en el cielo (parte uno)

Esa estatua divina de piedra gigante se elevó más y más bajo la


mirada de innumerables ojos atónitos y atónitos. Xie Lian vio que
estaba en perfectas condiciones sin ningún daño, ni siquiera se
podía ver un rastro de esa pierna que White no-Face se había roto
antes y dijo encantado: —San Lang, ¿lo arreglaste?

Hua Cheng sonrió: —Si tengo que ir al cielo para recoger Gege,
no puedo venir con las manos vacías. ¡Vamonos!

Xie Lian asintió.

— ¡Todos, dense prisa y suban!

Sin embargo, solo entonces la multitud de funcionarios celestiales


vio claramente que era Hua Cheng junto a él y casi cayeron de
rodillas.

—Su Alteza, ¿QUIÉNES SIGUEN A USTEDES?

La angustia entre las cejas de Feng Xin se hizo más evidente y


finalmente comenzó a gritar: — ¡JIAN LAN! ¡JIAN LAN!

Nadie respondió. Lang Qian Qiu vio a Qi Rong escabullirse


escondiéndose en la esquina de la calle y estaba a punto de ir a
capturarlo cuando inesperadamente, justo cuando pasaba por el
Palacio de Tai Hua, todo el palacio de repente retumbó y colapsó,
como si algo dentro hubiera, explotó. Todos los oficiales
celestiales se sorprendieron y cuando volvieron la cabeza para
mirar, vieron en medio de los escombros y los incendios furiosos,
una figura estaba parada allí, con la cabeza baja y en silencio.

Jun Wu había escapado de las mariposas plateadas.


¡Como se esperaba, no podía ser detenido!

Qi Rong se escabulló apresuradamente detrás de Jun Wu y gritó


arrogante a la multitud.

— ¡BASURA! ¡BASURA! ¡VEN AQUÍ SI TIENES LO QUE


NECESITA!

Solo que él todavía se atrevía a acercarse, ignorante de su propia


desaparición; ¡ninguno de los funcionarios celestiales del lado se
atrevió a hablar!

Sobre el cuerpo de ese dios marcial vestido de blanco, el aura


negra rugió hacia los cielos y la luz blanca cegó al mismo tiempo,
estos dos colores siempre cambiantes e impredecibles. Todos los
funcionarios celestiales sintieron que este Jun Wu era
infinitamente extraño y lo miraron, sin siquiera atreverse a respirar
con dificultad. Mientras tanto, observó a Xie Lian con atención y
lentamente caminó hacia donde se reunía la gente. Con cada
paso, las llamas de la guerra arderían bajo sus pies. Al principio,
se encendió en vivo, luego, poco después, se extendió locamente
en todas las direcciones, convirtiéndose en llamas furiosas que
soplaban hacia los cielos.

Esa llama se había prendido a Qi Rong y él aulló


demoníacamente, huyendo rápidamente con Gu Zi en sus brazos.
Quan Yi Zhen llevaba el cadáver de Yin Yu sobre su espalda,
parado en medio de la calle con la cara cubierta de hollín y cuando
vio a Jun Wu, también ardían fuegos ardientes en sus ojos. Ni
siquiera dejó el cadáver antes de comenzar a caminar hacia él y
fue Xie Lian quien lo retiró.

Otra ola de mariposas plateadas se lanzó hacia adelante y


aprovechando esta oportunidad, Xie Lian gritó: — ¡RÁPIDO! ¡NO
SE DETENGAN!
Todos los funcionarios celestiales dudaron por un momento antes
de finalmente, cada uno respondió al grito uno tras otro. Cientos
de funcionarios celestiales saltaron sobre esa estatua divina de
piedra gigante, como una banda de hormigas negras trepando,
que se agolpan por los hombros y el pecho. Si no hubiera lugares
para pararse, entonces solo podrían agarrarse a los dobladillos.
Si iba a volar, no solo podría depender de esas linternas de
bendiciones y mariposas plateadas, sino que había demasiada
gente presente, Xie Lian no podía moverse hacia Hua Cheng.

Las ideas surgen en situaciones de emergencia y Xie Lian detuvo


al azar a un funcionario celestial y detrás de él, Xie Lian ahuecó
la cara de Hua Cheng y lo besó profundamente.

Pasó el tiempo y todo el cuerpo de Xie Lian se llenó


instantáneamente de poder espiritual y ese funcionario celestial
que fue usado como una pantalla se puso rígido por completo y
lloró en estado de shock.

— ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO DETRÁS DE MI ESPALDA?

Innumerables ojos también llegaron volando en estado de shock.


Solo entonces, Xie Lian descubrió que el que se detuvo para
bloquear la vista de la gente era en realidad Lang Qian Qiu y Xie
Lian se arrepintió profundamente mentalmente, qué pecado, qué
pecado, esto no debería ser visto por este niño y exclamó.

— ¡NO HEMOS HECHO NADA! ¡NADA PARA VER! —Luego se


dio la vuelta y le gritó a esa estatua divina—. ¡VUELA!

Esa estatua divina parecía haber escuchado su llamado y como


si algo se hubiera activado, sus ojos entrecerrados se abrieron
repentinamente y la sonrisa en su rostro se hizo más profunda.

Las mariposas plateadas y las linternas de bendiciones se


dispersaron abruptamente, pero aún flotaba constantemente en el
cielo, su largo cabello, mangas y dobladillos también parecían
ondear en el viento.

¡Estaba volando!

Xie Lian y Hua Cheng también se levantaron de un salto y se


pararon sobre la plataforma de la corona hastiada en la parte
superior de la cabeza de esa estatua divina y Xie Lian gritó: —
¡TODOS MANTÉNGASE ESTABLES! ¡AGÁRRENSE FUERTE!

Justo cuando terminó, el cuerpo de esa estatua divina se hundió


y luego se disparó con fuerza.

Xie Lian y Hua Cheng se pararon en el punto más alto y, junto


con la estatua divina, llevaron a los muchos funcionarios
celestiales lejos de la Capital Celestial. Sin embargo, había un
buen número de funcionarios celestiales que habían guardado
años de ahorros en la Capital Celestial, por lo que seguían
mirando hacia atrás, desesperados y abatidos.

Después de calmarse un poco, Xie Lian recordó de repente que


las cosas estaban tan agitadas antes que no había tiempo para
contar y dijo: — ¿Han subido todos? ¿Dónde está Guoshi?
¿General Pei? — ¿Quién sabría si el general Pei caería en
desgracia? Estaba buscando las sombras de aquellos con los que
estaba familiarizado y gritó: — ¡MAESTRO!

Desde muy lejos llegó la voz de Guoshi en respuesta.

— ¡ESTOY AQUÍ!

Solo entonces Xie Lian se sintió un poco relajado. Justo en ese


momento, alguien de repente gritó: — ¡NOS ESTÁ
ALCANZANDO! ¡Se está poniendo al día!

¡Como se esperaba! Detrás de esta estatua divina gigante, algo


carmesí lo perseguía, como una vida que reclama luz roja.
¡Era la capital celestial!

La capital celestial original estaba envuelta y rodeada de nubes


propicias y auspiciosas. ¡Ahora mismo estaba ardiendo con las
llamas de la guerra y se había transformado en una feroz fortaleza
demoníaca!

Alguien dijo aterrorizado: —Es el Emperador... el Emperador está


moviendo la Capital Celestial... nos va a aniquilar a todos...

— ¡Se va a poner al día!

Sin embargo, Xie Lian gritó: — ¡NO TAN RÁPIDO!

Los sellos de sus manos cambiaron rápidamente y los ojos de esa


estatua divina gigante brillaron. El viento que azotaba las orejas
del funcionario celestial soplaba más rápido, aullando como un
loco y la luz roja que los perseguía se alejó instantáneamente por
una gran distancia. ¡La estatua divina ahora volaba aún más
rápido!

Si bien las cosas se aceleraron en este extremo, esa luz roja


tampoco se rindió y su velocidad explotó repentinamente, retumbó
y ahora estaba aún más cerca, haciendo que muchos funcionarios
celestiales gritaran alarmados. Con esta distancia, ¡casi podían
ver claramente la figura de pie dentro de la Capital Celestial!

Mientras tanto, el reino mortal no tenía idea de lo que estaba


pasando en absoluto; los niños se reían y jugaban y cuando
vieron en el cielo una luz blanca y una luz roja que pasaba
volando, todos abrieron la boca y aplaudieron: — ¡Qué bonito!

Xie Lian sabía que las cosas no podían seguir así y que debía
acelerar de nuevo, pero se sentía un poco mareado. Había volado
durante tanto tiempo después de todo, todo en una sola
respiración. Hua Cheng lo estaba ayudando a levantarse, pero
antes de que los dos pudieran intercambiar palabras, escucharon
debajo del Guoshi gritando: — ¿POR QUÉ PERMANECEN ALLÍ?
¿UN MANOJO DE OFICIALES CELESTIALES TODAVÍA
NECESITAN PRESTARSE PODERES ESPIRITUALES DE UN
REY DEMONIO PARA HACER SU ESCAPE? ¿NO ESTÁN
AVERGONZADOS?

Algunos funcionarios celestiales no apreciaron el tono y


exclamaron: — ¿Quién eres? ¿Qué derecho tienes para darnos
un discurso?

Guoshi respondió: —No importa quién soy, aunque cuando


estaba en el Tribunal Superior todavía estabas jugando en un
cajón de arena en alguna parte. El punto es, date prisa y coloca
tus delicadas manos doradas en esta estatua divina, ¡y da tantos
poderes espirituales como puedas! ¿Solo entonces esta estatua
divina puede volar aún más rápido, a menos que esté esperando
que lo alcance? ¿Están tan acostumbrados a mirar desde la
barrera que han olvidado que sus vidas están en peligro?
¿Todavía necesitan que les recuerde algo como esto?

Con su recordatorio, los sentidos finalmente regresaron a los


funcionarios celestiales y todos gritaron mentalmente muy
avergonzados, de que realmente olvidaron que podían usar este
método para brindar apoyo. Por lo tanto, todos se pusieron a
trabajar, poniendo sus manos sobre la estatua divina, gritando: —
¡Su Alteza, ESTE BAJO SER, UH, LE DA UNA MANO!

—Ah, entonces yo también...

—No hay mucho... pero haremos lo que podamos.

Con eso, con setecientas y ochocientas manos y pies, la estatua


divina fue inyectada nuevamente con poderes espirituales y Xie
Lian se sintió revitalizado. Esa estatua divina se encendió una
vez más y esta vez, con un gran estruendo, ¡dejó esa luz roja muy,
muy lejos por docenas de millas!
Los funcionarios celestiales suspiraron profundamente aliviados
y cada uno se limpió el sudor.

De repente, Hua Cheng habló: —Gege, ve abajo.

Desde que habló, Xie Lian tampoco preguntó por qué y se movió
hacia abajo directamente. La estatua divina atravesó capas
negras de nubes y lo que había debajo también era un campo de
oscuridad, ni siquiera se podía ver un poco de luz o humo. Los
funcionarios celestiales estaban todos agitados. — ¿Qué...?
¿Qué es este lugar? ¿Por qué está tan oscuro? Da mucho miedo.

—Su Alteza, ¿por qué vinimos aquí?

— ¡No creo que debamos quedarnos aquí por mucho tiempo!

Sin embargo, Hua Cheng dijo: —Nos quedaremos aquí y no nos


moveremos. Esperemos.

Esa estatua divina gigante flotaba en el aire y Xie Lian dijo: —


Hum... ¿Qué estamos esperando?

Hua Cheng respondió en un susurro: —Espera hasta que se


ponga al día y pelea una ronda.

Justo cuando las palabras salieron de sus labios, desde arriba de


las nubes de la noche negra, una luz roja se abrió paso y también
se hundió. Cada hombre era una fortaleza y se enfrentaron en el
cielo nocturno.

Cada funcionario celestial observó con ojos sin parpadear el


acercamiento de esa luz roja, escalofríos que bajaban por sus
espaldas y todos preguntaron: —Su Alteza, ¿por qué no nos
vamos?
— ¿No puedes estar pensando en luchar contra él de frente?
¡No hay posibilidad de ganar!

— ¡Se ha vuelto estúpido otra vez! ¡Lo sabía, a este chico le


encanta volverse estúpido! Han pasado cientos de años y
siempre ha sido como... ¡Quién me pateó!

—Yo —dijo Guoshi. —Di una palabra más y te empujaré


directamente.

— ¿QUIÉN ERES?

Esa estatua divina podría ser un objeto gigante, pero la Capital


Celestial era aún más majestuosa y si realmente peleaban de
frente, entonces, por el tamaño de esta estatua divina gigante,
definitivamente sería aplastada. Sin embargo, Xie Lian confiaba
completamente en Hua Cheng y lo miró sin decir una palabra.
Justo cuando la luz roja había llegado a menos de media milla de
distancia, Xie Lian de repente sintió que algo se estaba activando
bajo sus pies.

Cuando miró hacia abajo, descubrió que era la oscuridad debajo


de sus pies la que se movía, spash spash, subiendo y doblando,
prácticamente como...

Olas.

Xie Lian de repente supo dónde estaba este lugar.

También hubo funcionarios celestiales que se dieron cuenta y


alguien dijo aterrorizado: — ¡Dios mío, este lugar parece ser... la
Guarida del Demonio Agua Negra! ¡Nos han llevado a la guarida
de demonios!

Justo cuando se decían las palabras, abajo, de repente, ¡varias


tiras blancas se abrieron paso a través de la oscuridad y saltaron
en el aire!
Cuatro pares de ojos, ocho ojos gigantes tan grandes como las
linternas de fuego fantasma eran inquietantemente verdes y
miraban fijamente a esa feroz fortaleza demoníaca, dejando
escapar largos y maliciosos aullidos, como si estuvieran muy
disgustados por ese rudo intruso, sus gigantes colas azotaron y
adelante, golpeando la superficie del mar, emocionantes olas de
miles de pies de altura.

¡Fueron esos cuatro Dragónes óseos!

En el momento en que levantaban la cabeza hacia la fortaleza


demoníaca, una corriente rápida salía de sus bocas, sus poderes
de ataque eran inmensos, e incluso las paredes de hierro y acero
serían atravesadas por una pistola de agua tan gigante. Xie Lian
no pudo evitar reevaluar su impresión: —La última vez que los
vimos eran un poco... jaja, no pensé que fueran realmente tan
feroces.

Desde la superficie negra del mar, nuevos huesos de cadáveres


del monstruo gigante continuaron atravesando las aguas y los
peces volaron con un zumbido, como si estuvieran catapultando
rocas hacia la fortaleza. Cuando los funcionarios celestiales
vieron, estaban completamente confundidos. Jun Wu los
perseguía para matarlos, mientras que Hua Cheng y Agua Negra
parecían ayudarlos. Una escena como esta, realmente curiosa.

Los cuatro Dragónes óseos rodearon esa fortaleza demoníaca y


le dispararon salvajemente, pero no fue muy efectiva, ya que las
furiosas llamas de la guerra ciertamente no podían extinguirse con
solo agua. Cuanto más abordaba el pez, más se enfurecía el
fuego y ardía hasta las aguas. En la superficie del mar de la
Guarida del Demonio del Agua Negra, creció un fuego furioso y la
luz del fuego bailó salvajemente con las aguas y abajo en las
aguas llegaron los aullidos y aullidos de los demonios. Una gota
de sudor rodó por la frente de Xie Lian.
— ¿Está... está bien... que trajimos un desastre al dominio de
Agua Negra?

—No te preocupes por esas cosas. —Hua Cheng dijo: —Me


debe dinero. Lucha como quieras.

Xie Lian: —¿…?

De repente, alguien señaló: — ¿QUÉ... QUÉ ESTÁ HACIENDO?

Xie Lian también volvió la mirada y, cuando vio, su corazón


también se sacudió.

Capítulo 225 Girando el mundo al revés; Batalla de la fortaleza


demoníaca ardiente en el cielo (parte dos)
Esa feroz fortaleza demoníaca que una vez fue la Capital
Celestial se sacudía en el cielo, rompiéndose y agrietándose.
Incontables escombros llameantes cayeron rodando, cayendo al
agua mientras el cuerpo de la fortaleza giraba lentamente.

Al principio estaba plano, pero ahora se había levantado


verticalmente y comenzó a dividirse. Los muchos palacios divinos
que se encontraban en lo alto de los terrenos de la Capital
Celestial estaban moviendo sus posiciones, ¡y lo que una vez fue
una fortaleza perfecta en realidad comenzó a descomponerse en
siete u ocho piezas grandes!

Un funcionario celestial se preguntó: — ¿Lo hemos derrotado?


¿Se está cayendo a pedazos?

— ¿Cómo puede ser tan fácil? —Xie Lian dijo: —Esto es


probablemente...

Antes de que terminara, esas piezas rotas del cuerpo de la


fortaleza se reconstruyeron rápidamente de nuevo. El sonido de
la fricción entre las rocas gigantes era incesante y en este
extremo, mientras los funcionarios celestiales observaban, sus
ojos se hicieron cada vez más grandes, algunos incluso tenían la
boca abierta.

¡Esa feroz fortaleza demoníaca no se estaba desmoronando, sino


que fue reconstruida después de dividirse en diferentes partes!

Y después de la reconstrucción, se había convertido en... ¡un


gigante ardiente!

Ese gigante fue despertado de su profundo sueño y se puso de


pie en el aire. Esos brillantes palacios dorados cubrían casi todo
su cuerpo como una armadura de cuerpo completo, resistente y
sólida. Reemplazó la Capital celestial y enfrentó la estatua divina
de piedra gigante de Xie Lian.
Sin embargo, al comparar los dos lados, el lado de Xie Lian en
realidad se volvió delicadamente pequeño y un poco lamentable,
como un niño parado contra un adulto. Esta estatua divina gigante
podría llamarse un objeto gigantesco, pero este gigante ardiente
podría tomar el título de: Dominando tanto el cielo como la tierra.
Era al menos más grande en cinco o seis veces, ¡tan aterrador
que se le erizó el pelo, como si con un solo paso pudiera destruir
una fortaleza bajo sus pies!

Después de que la reconstrucción se completó por completo, ese


gigante ardiente giró lentamente la cabeza y, desde su boca,
lanzó un torrente de llamas que se dirigió hacia esos cuatro
Dragónes Óseos. El muro de llamas atravesó esas cuatro pistolas
de agua y cuando esos cuatro Dragón de Huesos vieron que las
cosas iban cuesta abajo, cada uno se zambulló en el mar. En
cuanto al gigante, aterrizó sobre la superficie del mar, tomándolo
como si fuera tierra y caminó hacia la estatua divina de piedra
gigante.

Encima de la cabeza de ese gigante estaba el Gran Salón Marcial


y Jun Wu estaba entronizado dentro, impregnando un aura
opresiva. Los funcionarios celestiales se estaban asfixiando con
el aire y gritaron: — ¡Su Alteza NO SE QUEDE ALLÍ, APÚRESE
Y ALÉJESE, ESTAMOS MURIENDO AQUÍ!

—NO PODEMOS GANAR, ¡NO HAY FORMA DE PODER


GANAR! ¡DESPIERTEN, alteza, ES MÁS GRANDE QUE USTED
POR UN MILLÓN DE DIFERENCIA!

Sin embargo, Xie Lian respondió: —No podemos seguir huyendo.


Incluso si no podemos ganar, no podemos ir a ningún otro lado.

Los funcionarios celestiales se sorprendieron primero antes de


que cayeran en la cuenta. De hecho, no podían seguir corriendo
así y si Hua Cheng dejaba de proporcionar poderes espirituales,
entonces solo con sus poderes espirituales, estarían exhaustos
hasta el punto en que la estatua divina ya no podría volar y al final
aún debían encontrar un lugar para pelear.

Y en lugar de atraer a ese gigante ardiente en algún lugar donde


esté poblado, ¿por qué no solo cuidar las cosas aquí? Al menos
sobre el mar de esta Guarida del Demonio Agua Negra no había
un alma, ¡así que no arrastrarían a los mortales!

Si bien esas eran consideraciones que un funcionario celestial


debería tener naturalmente, pero contra un gigante ardiente tan
amenazante, solo pensando en cómo este sería el oponente con
el que debían luchar con agua a sus espaldas, Agua Negra ni más
ni menos, ¿quién no estaría aterrorizado? Pero incluso entonces,
nadie quería ser el primero en gritarle a Xie Lian que los llevara
rápidamente a un lugar donde había más gente. Por lo tanto, Xie
Lian dijo: — ¡TODOS AGARRÉNSE FUERTE, CUIDADO DE NO
CAER! ¡UNO SE HUNDIRÁ EN LAS AGUAS DEL DEMONIO
AGUA NEGRA!

Ese gigante ardiente se abalanzó sobre la estatua divina de


piedra que era muchas veces más pequeña que sí misma y
extendió la mano, buscando agarrarla. Xie Lian esquivó
ágilmente, saltando vigorosamente y los funcionarios celestiales
que se aferraban a la estatua divina estaban siendo arrojados,
volteándose y volcándose, a veces levantándose, a veces
cayendo, extremadamente angustiantes y emocionantes, sus
gritos subían y bajaban junto con la estatua divina. No importaba
que la mayoría de ellos no fueran dioses marciales y solo se
sentaran en sus palacios todo el día, incluso muy pocos dioses
marciales habían experimentado una batalla como esta. Xie Lian
escuchó a Quan Yi Zhen gritar: — ¡NO TIENES ARMA!
¡NECESITAS UN ARMA!

Los funcionarios celestiales finalmente no pudieron contenerse


por más tiempo: — ¡Sí, alteza! ¡ES DURO GANAR SI NO TIENES
UN ARMA!
Xie Lian le gritó: —Estoy tratando de pensar en lo que se puede
usar como arma. —RuoYe giró su cuerpo con entusiasmo en
muchos bucles y se acurrucó en su cara, pero Xie Lian lo apartó.
—Gracias pero tú no lo harás, ¡eres demasiado pequeño!

En ese momento, Hua Cheng habló: —No es que no haya arma


si la necesitas, pero úsala por ahora.

Entonces, Xie Lian escuchó otra ronda de chillidos. Esos cuatro


Dragones óseos que se lanzaron al mar para evadir las llamas
arrojadizas del gigante de fuego asomaron nuevamente,
rodeando la estatua divina de piedra gigante. Los funcionarios
celestiales no pudieron evitar alarmarse: — ¿Qué están
planeando?

Naturalmente, no rodearon para atacar. ¡Xie Lian los observó


mientras cada uno mordía la cola del otro y cuatro largos
Dragónes Óseos unidos en un curiosamente látigo!

Ese Dragón Óseo vinculado saltó y vino volando. Sin pensar, Xie
Lian levantó la mano y esa estatua divina gigante la atrapó. Xie
Lian murmuró maravillado.

—Esto es...

¡Un látigo de dragón de hueso!

¡Solo controlarlo como siempre lo haría con RuoYe y estaría bien!

Xie Lian levantó la mano y el látigo del Dragón de Huesos se dio


la vuelta, yendo directamente hacia la cabeza de ese gigante de
fuego. Ese gigante ardiente también levantó la mano y atrapó el
extremo del látigo. Sin embargo, ese Látigo de Dragón de Hueso
se rompió repentinamente desde el medio y esa estatua divina
gigante dio un paso adelante, con el látigo en la mano azotó
nuevamente la cabeza del gigante. Ese gigante ardiente parecía
que le dolía, aflojó su agarre y ese tramo de Dragón de Hueso que
atrapó se deslizó hacia atrás, uniéndose una vez más con el resto
en la mano de Xie Lian.

Este látigo de dragón de hueso podría romperse y volverse a


colocar, extremadamente flexible. A veces se dividía en dos, a
veces en cuatro, además de que los movimientos de la estatua
divina gigante también eran extremadamente ágiles, por lo que de
repente se volvió muy difícil de manejar. Los cabellos de los
funcionarios celestiales se convirtieron en un completo desastre
por los torbellinos que arrojaban, sus dobladillos cubrían sus
rostros.

— ¡No pensé que Su Alteza realmente tuviera un par de


movimientos!

—Solo lo he visto recolectar basura, ¡así que realmente vino de


un fondo de dios marcial!

—Puedes quitar el: No pensé, al comienzo de tu oración. —


Guoshi dijo: — ¡Y tampoco hay necesidad de poner énfasis en esa
colección de basura!

Xie Lian: —Uh, jajajaja...

Ese increíblemente largo Látigo de Dragón de Hueso Vinculado


era como una cadena de acero trágicamente blanca, crujiendo
mientras enredaba al oponente. El cuerpo del gigante demoníaco
ardiente se hundió, e inmediatamente, los oficiales celestiales
dijeron: — ¡RÁPIDO RÁPIDO, RÁPIDO AL MAR!

Debajo del campo de batalla estaba esa Guarida del Demonio


Agua Negra: ¡uno se hundiría en sus aguas!

Esa estatua divina gigante se apoderó de esa cadena de Dragón


de Hueso y Xie Lian apretó los dientes mientras ejercía fuerza.

— ¡VEN A ABAJO!
Efectivamente, ese gigante demoníaco ardiente se hundió un
poco más. Los oficiales celestiales pusieron rápidamente todas
sus manos y pies sobre la estatua divina gigante nuevamente para
transferir poderes espirituales, cantando: — ¡HÚNDETE!
¡ABAJO! ¡Date prisa y sumérgete!

Al escuchar sus voces que gritaban hundirse, a Jun Wu, Xie Lian
sintió un ligero escalofrío en su corazón y miró hacia el Gran Salón
Marcial sentado encima de esa estatua divina gigante. Por alguna
razón, aunque no podía ver por completo la expresión del que
estaba sentado dentro, aún podía sentir de alguna manera que
Jun Wu se estaba burlando.

Ese ardiente gigante demoníaco fue arrastrado al fondo del mar


como se esperaba, pero las llamas en su cuerpo todavía ardían,
e incluso después de que entró en las aguas no se extinguieron y
en cambio, de la oscuridad de las profundidades del mar, un rojo
estaba emitiendo luz. Solo desapareció lentamente a medida que
los Dragónes óseos lo empujaban más y más.

Todos los funcionarios celestiales suspiraron aliviados, pero Xie


Lian no se atrevió a relajarse por completo.

No hubo ningún sonido durante un buen rato. Xie Lian recordó


que Pei Ming no respondió a su llamada y que no escuchó las
voces de Ban Yue y los demás, por lo que probablemente fueron
arrastrados al mar junto con el gigante. Esta vez, realmente
podría ser el peor de los casos para ellos.

Justo entonces, la superficie del mar debajo comenzó a rodar y


burbujear.

Burbuja burbuja, se extendió y comenzó a surgir, e incluso hubo


olas de humo blanco.

¡El agua del mar estaba hirviendo!


Xie Lian estaba a punto de volar hacia arriba cuando, de repente,
una mano atravesó las aguas y agarró el tobillo de la estatua
divina gigante. Xie Lian sintió que su cuerpo se hundía con fuerza.

La risa de Jun Wu resonaba en todo el mar, llenando cada rincón.


No fue una risa salvaje y tampoco fue una burla. No pudo
describirlo, pero fue aún más escalofriante.

Con su arrastre, la mitad del cuerpo de la estatua divina gigante


fue arrastrada al agua hirviendo y los funcionarios celestiales que
colgaban del fondo tuvieron que trepar rápidamente. Incluso Xie
Lian, que estaba parado en la cima de la estatua divina gigante,
podía sentir el sofocante vapor y el calor, tan caliente que el sudor
le caía por la frente y bajaba por la espalda. Si fueran arrastrados
al mar, ¡entonces serían cocinados de arriba a abajo!

Eso no funcionará, otras armas no podrían liberar todo su


potencial. ¡Todavía necesitaba una espada!

De repente, escuchó la voz de Guoshi.

—Um... niño esponjoso, ¿qué estás haciendo? ¿Me arrojas un


cadáver? ¿ESPERA? ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

Xie Lian también estaba alarmado y mientras mantenía el sello


de la mano, gritó abajo.

— ¿QI YING?

Sin embargo, solo vio una figura correr a lo largo de la pierna de


la estatua divina gigante, luego a lo largo del brazo de ese gigante
demoníaco ardiente, corriendo directamente hacia su cabeza. Xie
Lian gritó: — ¡QI YING, VUELVE!

Sin embargo, Quan Yi Zhen no prestó atención a nadie. En el


momento en que se lanzó sobre el brazo del gigante demoníaco
ardiente, fue descubierto y la otra mano del gigante se acercó
abofeteando, como si estuviera abofeteando a un mosquito que
descansa sobre su brazo. Increíblemente rápido e increíblemente
en el blanco, ¡PA! ¡Se abofeteó de inmediato!

Muchos funcionarios celestiales gritaron alarmados, pero cuando


miraron atentamente, Quan Yi Zhen seguía corriendo. Resultaba
que esa bofetada ciertamente estaba en el blanco, pero esquivó
la grieta entre los cinco dedos de ese gigante y escapó de la
tragedia de convertirse en un trozo de carne ensangrentada,
saltando sobre los dedos y continuó su carrera. El gigante
continuó abofeteando; apenas esquivó la primera y segunda
bofetada, pero podría no tener tanta suerte la tercera vez. Cuando
llegue la próxima bofetada, ¡podría ser aplastado en un desastre
sangriento!

Sin embargo, Quan Yi Zhen ya había llegado a su destino. Saltó


al cráneo del Dragón de Hueso que estaba enredando al ardiente
gigante demoníaco.

En el momento en que saltó, las dos linternas de fuego fantasma


dentro de los ojos del Dragón Óseo brillaron repentinamente, la
luz explotó e incluso su cuerpo emitía una delgada capa de luz
blanca. Levantó la cabeza y lanzó un largo aullido, su cuerpo se
envolvió aún más fuerte. Xie Lian podía escuchar el sonido
pesado de las rocas al ser aplastadas. Al recibir tal asfixia, ese
gigante demoníaco ardiente aflojó su agarre y finalmente liberó el
tobillo de la estatua divina gigante. Una vez libre, Xie Lian voló
instantáneamente en el aire y extendió una mano.

— ¡QI YING, VUELVE RÁPIDO! ¡NO PELEES CON ÉL!

Quan Yi Zhen estaba montando ese Dragón de Hueso Vinculado


y no solo no lo soltó, sino que incluso rugió, usando toda su fuerza
y lo instó a envolverse aún más fuerte. Innumerables escombros
y escombros cayeron a la superficie del mar y ese ardiente gigante
demoníaco perdió la paciencia, se retiró del mar por completo y
desde dentro del Gran Salón Marcial, las llamas de la guerra
rugieron de nuevo, quemando todo su cuerpo.

¡Y el Dragón de Hueso que estaba firmemente envuelto alrededor


de su cuerpo también fue enterrado en el mar de fuego junto con
Quan Yi Zhen!

— ¡QI YING! —Xie Lian gritó y se inclinó, cargando hacia ese


gigante, destrozando esa Cadena de Dragónes de Hueso
Vinculado.

Las articulaciones blancas de huesos ardientes cayeron al mar y


justo cuando Xie Lian estaba a punto de atrapar el cráneo del
Dragón de Huesos donde estaba Quan Yi Zhen, la mano de ese
gigante llegó abofeteando, enviando el cráneo del Dragón de
Huesos volando a más de tres, cuatro millas de distancia.

Con esa distancia y velocidad, la estatua divina gigante no pudo


agarrar el cráneo en el aire en absoluto y para cuando se
apresuró, Quan Yi Zhen probablemente ya habría caído al mar
junto con el Dragón de Hueso Vinculado y a la derecha ahora, el
mar era prácticamente una olla de agua hirviendo, ¡cocinando a
quien cayera!

Justo en el último segundo, un Bone Fish blanco y gigante salió


de la superficie del mar y atrapó la cabeza de ese Dragón de
Hueso, luego, como un pez que escapa de la red, nadó
rápidamente, muy lejos, azotando su cola. Había miedo, pero no
peligro real, Xie Lian suspiró aliviado y se apresuró a ver.
Después de separarse del gigante, los dientes de ese cráneo del
Dragón de Huesos seguían parloteando, pero las llamas habían
sido apagadas, su boca se abría y se cerraba como si jadeara con
fuerza. Quan Yi Zhen estaba acostado dentro, completamente
negro, algo tostado. Quizás fue porque estaba asado por el fuego,
su cabello parecía estar aún más rizado. Sin embargo, debido a
que los huesos del cráneo del Dragón de Huesos actuaron como
un escudo protector, no se quemó demasiado y debería ser solo
una herida de carne que se curaría después de un cuidado
tranquilo. Después de todo, la fuerza vital de Quan Yi Zhen era
muy tenaz. El estado de esos cuatro Dragónes óseos era más
severo, quemado y golpeado, sus cuerpos muertos diseminados
por toda la superficie del mar, algunos incluso ardiendo. Xie Lian
los miró y no pudo evitar sentir otra oleada de vergüenza: —
También hemos destruido los cuerpos de los guardias de la
morada de Agua Negra, ¿está realmente bien...?

Hua Cheng sonrió.

—No te preocupes. Está bien.

Xie Lian se preguntó: — ¿Cuánto dinero te debe...?

Los funcionarios celestiales vieron el trágico estado de Quan Yi


Zhen y dijeron: —No puedo creer que Su Alteza Qi Ying, muy
valiente, se destaque en el momento de peligro, salvando a
todos...

Xie Lian recordó cómo Quan Yi Zhen recibió todos esos hombros
fríos en el Tribunal Superior y sacudió la cabeza, pensando: —No
es que él quisiera ir a salvar a todos.

Justo en ese momento, desde muy lejos, detrás de ellos, volvieron


a surgir sonidos crujientes.

Cuando miraron hacia atrás, el cuerpo de ese gigante estaba


completamente cubierto por fuegos furiosos. No se cargó para
atacar, sino que voló hacia el cielo, a través de las nubes y
desapareció así como así. Todos los funcionarios celestiales
quedaron estupefactos, luego se llenaron de alegría como si
hubieran sobrevivido a una calamidad: — ¿Ha renunciado a
atacarnos?

Sin embargo, Xie Lian no creía que fuera una buena perspectiva.
—San Lang, ¿cómo se desvaneció?

—Él activó la matriz de acortamiento de distancia. —Respondió


Hua Cheng.

— ¿A dónde fue? —Cuestionó Xie Lian.

Los ojos de Hua Cheng eran solemnes.

—La capital real.

¡Ahí era donde estaba Shi Qing Xuan, aún protegiendo la matriz
humana!
Capítulo 226: Quemando las llamas del karma; Dios demoníaco
desciende sobre la capital real (parte uno)

¡Debían apresurarse a la Capital Real!

—No tienes que preocuparte por las secuelas aquí, ellos se


ocuparán de sí mismos —dijo Hua Cheng.

Guoshi colocó el cuerpo de Yin Yu en la parte posterior de uno


de los huesos de pescado y ese pescado de hueso llevó el cráneo
del Dragón de Hueso junto con Quan Yi Zhen y Yin Yu y nadó a
la distancia. Mientras tanto, el otro pescado de hueso fue a buscar
los huesos del Dragón de Hueso que se desmoronaron y los
confundió nuevamente, reparándolos lentamente. Parecía que
ciertamente se cuidarían a sí mismos.

No hubo un momento que perder y sin decir una palabra más, Xie
Lian ordenó de inmediato que la estatua divina gigante volara
hacia el cielo. Todos los funcionarios celestiales gritaron: —Su
Alteza, ¿a dónde va?

— ¡¿No puedes estar pensando en perseguirlo?! Finalmente


hemos escapado...

— ¡Tenemos que perseguirlo! —Dijo Xie Lian. — ¡Se ha ido a un


lugar muy poblado! No hay más tiempo, ¡por favor, agárrense
bien!

Un dado salió entre los dedos de Hua Cheng y él dijo en voz baja:
—Gege, ¿estás listo?

Xie Lian asintió con la cabeza. Hua Cheng arrojó ese dado y dijo:
— ¡Matriz de acortamiento de distancia, actívate!
¡La estatua divina gigante restauró todos sus poderes espirituales
y cargó hacia arriba con toda su fuerza!

Como se esperaba, después de atravesar las nubes, pudieron


ver la extensión negra del horizonte reflejada con el vibrante
carmesí del ardiente gigante demoníaco. ¡También han venido a
los cielos de la Capital Real!

Cuando la multitud en el suelo vio que un monstruo en llamas


aparecía repentinamente en el cielo, descendiendo lentamente,
acercándose a ellos, algunos quedaron atónitos, algunos
comenzaron a gritar y algunos estaban tan aterrorizados que casi
corrieron. Shi Qing Xuan también contuvo algunas respiraciones
frías, pero rápidamente lo soltó, gritando con todo lo que tenía
entre la multitud.

— ¡ESTÁ BIEN! ¡NADIE entre en Pánico! NO VA A BAJAR,


¡ALGUIEN LO DETENDRÁ! ¡HAY DIOSES AHÍ PARA
AYUDARNOS!

— ¿ES REALMENTE VERDAD, OL FENG? ¡NO SERÁ


DIVERTIDO SI TAL MONSTRUO ENORME SE ACERCA A
NOSOTROS!

Shi Qing Xuan se rió salvajemente.

— ¡ES VERDAD! ¿NO VEN TODOS QUE TAMBIÉN ESTOY


AQUÍ? ¡SI ALGUIEN MORIRÁ, MORIRÉ PRIMERO!
JAJAJAJAJAJAJA...

Estaba tan aterrado que volvió a perder la cabeza. Xie Lian


ordenó que la estatua divina gigante volara, esquivando los muros
de fuego que el gigante estaba escupiendo y se agarró a ese
gigante demoníaco ardiente, empujándolo desesperadamente
hacia arriba para que no siguiera acercándose al suelo, todo el
tiempo que estuvo gritando: — ¡TODOS, BAJEN RÁPIDAMENTE!
Los funcionarios celestiales ya estaban muertos de miedo por la
forma en que Xie Lian estaba controlando la estatua divina todo
el camino y no podían esperar para bajarse, por lo que todos
saltaron apresuradamente como albóndigas. En el momento en
que aterrizaron y vieron a Shi Qing Xuan, todos se sorprendieron:
— ¿Lord Señor del Viento? ¿Por qué estás aquí?

—Porque te gusta esto…

Shi Qing Xuan se alegró.

— ¡No hagas tantas preguntas, ven, ven, únete a nosotros


rápidamente, únete a la matriz humana y ayuda a sostenerlo, no
podemos dejar que los espíritus resentidos entren en el interior!

La mayoría de los funcionarios celestiales dudaron y fue Lang


Qian Qiu quien se apresuró primero.

— ¡TE DARÉ UNA MANO!

Con alguien tomando la iniciativa, los otros funcionarios


celestiales finalmente se unieron uno tras otro. La matriz humana
se expandió y fortaleció una vez más y se volvió mucho más
segura. Xie Lian solo suspiró aliviado y continuó tirando de ese
gigante demoníaco ardiente hacia arriba cuando escuchó un
fuerte crujido. ¡Ese gigante demoníaco ardiente en realidad se
rompió en partes nuevamente!

Una de sus piernas se separó del cuerpo y voló hacia abajo.


Incluso con solo una pierna, podría estrellarse y matar a un
número significativo. ¡No solo el conjunto humano, tal vez toda la
calle podría ser destruida!

Sin embargo, inesperadamente, esa pierna solo había caído


hasta la mitad cuando de repente se rompió en varios pedazos y
explotó en el aire.
Millones de chispas brillantes trajeron pequeñas motas que se
habían derretido en la oscuridad y se extendieron por todo el cielo,
como el polvo de humo que llueve después de magníficos fuegos
artificiales, completamente inofensivo. Xie Lian se preguntó: —
¿Por qué explotaría solo?

Justo en ese momento, una figura apareció en medio de esos


fuegos artificiales y comenzó a dirigirse hacia arriba contra la
corriente del aire y después de unos cuantos saltos, aterrizó sobre
el cuerpo del ardiente gigante demoníaco. Xie Lian miró más de
cerca y exclamó encantada: — ¡General Pei! ¡Estás bien, gracias
a Dios! ¡Ya estaba preparado para realizar un servicio para Pei
Ming!

Pei Ming empuñaba una espada en una mano y la otra le alisaba


el pelo hacia atrás; su cabello perfecto, su encanto desenfrenado.

—No del todo bien, pero sobre todo bien.

Todavía no cocinados después de ser asados y hervidos, los


dioses marciales ciertamente poseían fuerzas de vida muy tercas.
Xie Lian preguntó: — ¿Dónde están Ban Yue y Pei Su?

—Están bien —dijo Hua Cheng. —Gege, mira, están allá.

Xie Lian volvió la cabeza y miró y efectivamente, a lo lejos, Ban


Yue trajo a Pei Su mientras aterrizaban en el techo de una casa.
Parecía que el Palacio de Ming Guang estaba cerrado
herméticamente y el agua hirviendo del Mar Negro no se vertió
por completo, por lo que todo el mundo estaba bien. Xie Lian
luego preguntó: — ¿Dónde están Xuan Ji y los demás?

Una voz habló con orgullo.

— ¡Por supuesto que fueron derrotados por mí!


¡Esa voz había venido de la mano de Pei Ming y solo entonces
Xie Lian se dio cuenta, que la espada en el agarre de Pei Ming
era en realidad Ming Guang!

—General Pei, ¿realmente se atreve a empuñar la espada Ming


Guang? —Preguntó.

—Esto es más complicado —respondió Pei Ming.

Sin embargo, Rong Guang se rió entre dientes.

—Jejejeje, ¿cómo es complicado? ¿No fue solo cuando te


arrodillaste ante mí para disculparte y decir que estabas
equivocado y me rogaste perdón? ¡JAJAJAJAJAJAJA SE
SIENTE GENIAL, SE SIENTE INCREÍBLE!

—...

—...

Xie Lian descubrió la mayor parte entonces. Era muy probable


que antes de que los tres fantasmas pudieran matar, ya
comenzaron a luchar entre ellos por distribución injusta. Rong
Guang ganó abrumadoramente y pateó a Xuan Ji y Ke Mo a un
lado y para entonces, estaba retumbando afuera, el suelo se
movía y volaba, la situación era grave, pero no podían estallar. Su
única oportunidad era unir fuerzas. Rong Guang obligó
implacablemente a Pei Ming a admitir sus errores y cuando Pei
Ming hizo lo que deseaba y se disculpó, se sintió eufórico.

Ese gigante demoníaco ardiente no estaba enojado incluso


cuando había perdido una pierna y sin prisa comenzó a
reconstruirse. Los otros cantos rodados y los palacios dorados se
movieron hacia la grieta y no pasó mucho tiempo antes de que
fuera completamente reconstruida. Todavía era un gigante, solo
un poco más pequeño en tamaño.
Pei Ming agarró la espada Ming Guang y cargó hacia el Gran
Salón Marcial. Xie Lian exclamó: — ¡GENERAL PEI, TEN
CUIDADO!

Sin embargo, con la espada Ming Guang en la mano, el poder de


ataque de Pei Ming explotó de repente. Aunque el personaje de
Rong Guang era horrible y extraviado, sin duda era digno de ser
su antiguo subordinado y los dos sabían cómo trabajar mejor
juntos. ¡Quan Yi Zhen no se había acercado al Gran Salón Marcial
antes de ser golpeado, pero Pei Ming cargó mucho más lejos que
él, irrumpiendo directamente en el Gran Salón Marcial!

Dentro de la espada Ming Guang, Rong Guang estaba regañando


mientras luchaba: — ¡VES! ¡TE LO DIJE, SI LOS DOS DE
NOSOTROS SE JUNTABAN, SERÍAMOS INVINCIBLES! ¡NADA
PUEDE PARARNOS EN NUESTRO CAMINO! SI ME HAS
ESCUCHADO, ¿POR QUÉ SÓLO SERÍAS MÁS GUANG DE
MING GENERAL DESPUÉS DE TANTOS SIGLOS?

Las venas aparecieron en la frente de Pei Ming.

— ¿Puedes dejar de hablar?

Qi Rong se estaba escondiendo en el Gran Salón Marcial y gritó


arrogantemente: —MALDITO HOMBRE, ¡SUGIERO QUE NO
VENGAS AQUÍ A BUSCAR TU MUERTE!

¡Ming Guang se abofeteó con un sonido PA!

— ¡QUÉ INFIERNO ES ESTA COSA VERDE, NO BLOQUEES


EL CAMINO!

Qi Rong casi se dio la vuelta varias veces después del ataque y


Gu Zi abrazó su pierna para estabilizarlo con dificultades,
preguntando con preocupación: —Papá... ¿estás bien?
Qi Rong había perdido la cara frente a Gu Zi y estaba indignado,
pero al ver cómo Pei Ming estaba lleno de intenciones asesinas,
no fue lo suficientemente fuerte como para enfrentarlo de frente.
Aún así, su boca era dura.

— ¡USANDO MOVIMIENTOS BAJOS DE NUEVO!

Sin embargo, inesperadamente, Gu Zi no respondió y, en cambio,


cayó al suelo en un montón. Cuando Qi Rong miró hacia abajo,
Gu Zi no se movía y miró furioso mientras levantaba a Gu Zi,
sacudiendo el collar de un lado a otro.

—Hijo tonto, ¿a qué estás jugando?

Gu Zi parecía haberse quedado dormido, con los ojos cerrados y


la frente ardiendo. Xie Lian todavía tiraba vigorosamente de ese
ardiente gigante demoníaco, pero también notó la situación a
continuación y gritó: — ¡QI RONG! ¡POR QUÉ TE QUEDASTE,
ESE LUGAR TODAVÍA ESTÁ QUEMANDOSE, SUBIENDO Y
BAJANDO POR EL CIELO Y HACIA LAS AGUAS, ESE NIÑO ES
MUY JOVEN, MORIRÁ!

Qi Rong levantó la vista para insultar: — ¡NO TE ATREVAS A


SERMONEARME! ¿A QUIÉN ESTÁS FALTANDO? ESTE
MOCOSO ME SIGUIÓ BARATAMENTE, ¿CÓMO PUEDE
MORIR TAN FÁCILMENTE? 5 ¿PIENSAS QUE NO PUEDO
DECIR QUE QUIERES ENGAÑARME? ¡EL MOMENTO EN QUE
BAJE ME MATARÍAS DEFINITIVAMENTE!

¡Incluso si Xie Lian no hizo ningún movimiento, Lang Qian Qiu


todavía estaba esperando abajo!

En el otro extremo, Pei Ming y Jun Wu ya habían comenzado a


pelear. Las llamas de la guerra chamuscarían a Qi Rong una y
otra vez y él gritaría, saltando por todos lados para evadir. Xie

5
Es una creencia popular que una vida barata y vulgar duraría más.
Lian exclamó enojado: — ¿ERES UN FANTASMA Y NO PUEDES
SOPORTAR ESTE FUEGO y ESPERAS QUE UN NIÑO PUEDA?

Escondido debajo del brazo de Qi Rong, la cara de Gu Zi estaba


ardiendo de color rojo brillante, pero la boca de Qi Rong era dura.

— ¡BIEN, NO IRÉ! ¡Yo no voy! ¡AAAH! —Una llama arrojadiza


se disparó, golpeando directamente en su cara y Qi Rong se
arrastró y tropezó en círculo una vez antes de saltar, incapaz de
contener su queja—. UM, JUN WU, USTEDES... ¡JEFE! ¿PUEDE
TU FUEGO NO QUEMAR MUCHO? ¡HAS QUEMADO ESTO...
YO!

Xie Lian podía sentir que había querido decir: — ¡Jun Wu, viejo
matón, has quemado a este ancestro!

Pero valorando su vida, no se atrevió a decir esas palabras en voz


alta. Como si a Jun Wu le importara. Actualmente estaba
peleando con Pei Ming, con una sonrisa espeluznante colgando
de su rostro. Los incendios alrededor de Qi Rong se estaban
haciendo cada vez más grandes, prácticamente no quedaba
ningún lugar para pararse. Si bien era un demonio y no podía
morir quemado, seguía siendo una tortura. Poco después, Gu Zi
que estaba metido debajo de su brazo también dejó escapar un
grito atormentado, como si el fuego lo hubiera chamuscado. Qi
Rong lo levantó para controlar y efectivamente, la frente de Gu Zi
estaba ensangrentada y un gran agujero fue quemado a través de
su túnica, revelando un hombro quemado.

Gu Zi fue despertado con fuerza por las quemaduras y comenzó


a llorar, llorando porque no sabía nada, abrazando a Qi Rong.

— ¡PAPÁ, DUELE! ¡ESTOY ASUSTADO!

El sudor frío rodaba sin parar por la frente de Qi Rong, sus labios
congelados, sin saber qué decir. Gu Zi se cubrió la herida con la
mano, mocoso y lloroso cuando preguntó: —Papá, ¿vamos a
morir aquí quemados?

Qi Rong tartamudeó.

—Um... um, bueno...

Gu Zi olisqueó: —Aunque su dominio aquí es muy hermoso, no


parece demasiado bueno. La gente de aquí no parece ser buena
con nosotros. ¿Por qué no encontramos un lugar diferente para
vivir...?

Qi Rong no pudo soportarlo más.

Cargó hacia el pasillo, queriendo agarrar a Jun Wu, pero no se


atrevió a acercarse, por lo que gritó desde lejos: — ¡HABLEMOS
JUN... JEFE! ES BUENO SI QUIERES CONTINUAR
DESTRUYENDO, ESTE ES TU TERRITORIO DE CUALQUIER
MANERA, HAZ LO QUE QUIERAS, PERO, JEJEJEJE...

Xie Lian iba a caerse de la plataforma de la corona hastiada por


la ira por su acto tonto: — ¡NO VAYAS A BUSCAR TU MUERTE,
SÓLO BAJA! ¡PROMETO NO TOCARTE!

Qi Rong no lo escucharía en absoluto. Al ver que Jun Wu lo


estaba ignorando, sin preocuparse por su existencia y con Gu Zi
llorando tan fuerte, probablemente sintió que estaba perdiendo la
cara frente a su hijo barato otra vez y se apresuró a gritar: —
¿QUÉ PASA CON TU TEMPLO? Te dije que dejaras de quemar,
¿no me oíste?

— ¡QI RONG! —Xie Lian gritó.

¡Antes de que Qi Rong se acercara, Jun Wu levantó una mano y


una bola de fuego rodeó instantáneamente a toda su persona!

Qi Rong dejó escapar un grito chillante. Xie Lian gritó: — ¡GU ZI!
Con un fuego tan grande, incluso si Qi Rong no se quemara, su
espíritu se dañaría mucho, ¿y Gu Zi no se convertiría en cenizas
directamente?

Pei Ming también vio que Qi Rong tenía un niño pequeño debajo
del brazo y tuvo la mente de rescatarlos, pero Jun Wu estaba
ganando ventaja, no podía escapar y después de contar el tiempo
en su cabeza, probablemente estaban más allá de salvar.

— ¡Mi Señor, no era más que un niño, no había necesidad de ser


tan cruel!

Pero tanto Xie Lian como Pei Ming sabían que ya no había ningún
niño en los ojos de Jun Wu. Lo único que podía ver eran enemigos
y aquellos en su camino. Se estiró un brazo y una bola de fuego
furioso se lanzó y fue enviado volando, llevándose a Pei Ming.

Muchos de los funcionarios celestiales de abajo exclamaron


alarmados: — ¡EL GENERAL PEI HA RECIBIDO EL GOLPE!

En ese momento, cayó una lluvia torrencial y aunque no apagó


las llamas de la guerra en el cuerpo de ese gigante, extinguió las
llamas en el cuerpo de Pei Ming. Dentro de la multitud, una
sombra negra saltó hacia el cielo y atrapó a la caída de Pei Ming.
Capítulo 227: Quemando las llamas del karma; Dios demoníaco
desciende sobre la capital real (parte dos)

— ¡La Gran Señora de la Lluvia! —Xie Lian gritó.

La Señora de la Lluvia estaba montando el buey negro, con la


cabeza en alto, e inclinó la cabeza para saludarlo. Pei Ming fue
transportado en el buey detrás de ella, después de haber sido
quemado por fuegos furiosos y empapado en una rata ahogada
por la lluvia torrencial, su cabello era un completo desastre, un
completo paquete de miseria. Cuando parpadeó abriendo los
ojos, se dio cuenta de que en realidad había sido La Señora de la
Lluvia quien lo había atrapado. Aunque el otro estaba totalmente
concentrado en conducir el buey, sin mirarlo en absoluto, su
estado actual de no atractivo era expuesto a todos y se sintió
bastante avergonzado, inmediatamente sentándose.

—Gra...

Sin embargo, inesperadamente, en el momento en que abrió la


boca, un anillo de humo negro salió de su boca. Rong Guang
estaba furioso.

—No puedo creer que necesitaras una mujer para salvarte y


también es Yu Shi Huang, ¡Pei Ming, eres una vergüenza!

Pei Ming estaba molesto y cuando abrió la boca salió otra cadena
de humo negro.

— ¿Puedes callarte?

En el otro extremo, Pei Su y Ban Yue dieron la bienvenida a La


Señora de la Lluvia que aterrizó suavemente y estaba apoyando
a Pei Ming; En este extremo, sobre el cuerpo de ese gigante
demoníaco ardiente, millones de escombros estaban rodando.
Las rocas que caían todavía ardían con fuegos ardientes, cada
una de las cuales se estrellaba rápidamente contra el suelo como
una lluvia de meteoritos.

La lluvia que envolvía los cielos estaba cayendo con más fuerza,
pero los fuegos se negaron a extinguirse. Parecía que Jun Wu
había fortalecido los poderes espirituales dentro de las llamas.
Incluso si las gotas de lluvia pudieran apagar los incendios, sería
inútil, ya que las rocas gigantes aún caerían al suelo y la capital
real sin duda sufriría instantáneamente miles de cráteres gigantes,
matando e hiriendo a un gran número. Sin embargo, esta estatua
divina gigante tiraba vigorosamente del gigante, por lo que Xie
Lian no podía separarse y tampoco sabía cuántos dioses
marciales estaban presentes, si podían atrapar las rocas sin falta.
Terriblemente ansiosa, Xie Lian se volvió hacia Hua Cheng.

—San Lang, ¿qué...?

Hua Cheng estaba parado justo detrás de él y colocó su mano


sobre la de Xie Lian.

—No hay necesidad de que Gege se preocupe, solo enfóquese


en quedarse aquí y que no le importe lo que sucede debajo.

Su voz estaba justo al lado de la oreja de Xie Lian, su aliento


cálido y gentil y movió un poco la barbilla, haciendo un gesto para
que Xie Lian lo mirara. Xie Lian miró hacia la dirección que
señalaba Hua Cheng y vio que fuera del conjunto humano
apareció una figura vestida de rojo que se acercaba lentamente
con las manos detrás de la espalda. Xie Lian entrecerró los ojos
y se sintió atónito.

Ese era... ¿Hua Cheng?

¿Otro Hua Cheng?


¿Que estaba pasando? Xie Lian se dio la vuelta. ¿No estaba
Hua Cheng parado detrás de él?

Hua Cheng se rió entre dientes.

—No te alarmes, Gege. Este de aquí es el verdadero San Lang,


no es mentira, intercambia si es falso.

Entonces, ¿el que estaba allí abajo fue el clon que Hua Cheng
dejó cuando se fue? No era de extrañar que Jun Wu no hubiera
sospechado que Hua Cheng se había colado en la Capital
Celestial antes. Y aquí, Xie Lian realmente se preguntó si Jun Wu
tenía ojos mirando allí. Quizás no era que él no estaba
monitoreando, sino que bajo su vigilancia. Hua Cheng todavía
estaba vigilando la capital real, por lo que, por supuesto, no
sospecharía nada.

Shi Qing Xuan no tuvo tiempo de mirar al cielo y tampoco vio a


Xie Lian y Hua Cheng allí arriba. Cuando vio pasar a Hua Cheng
rápidamente gritó: — ¡LLUVIA SANGRIENTA QUE BUSCA LA
FLOR! ¡Finalmente has regresado! ¿Qué diablos estabas
haciendo dejándome tanto tiempo? ¿Has pensado en una forma
de conectarte con Su Alteza? No, no, no, es mejor que pienses
en una forma de ayudarme a lidiar con la situación aquí primero,
¿ves todas esas rocas ardientes que caen del cielo? ¡Piensa
rápido! Respira hondo o haz que esas mariposas interminables
suban y las persigas o algo así, de lo contrario moriremos...

Hua Cheng no pronunció una palabra, permitiendo fríamente que


Shi Qing Xuan dijera ese montón gigante de palabras de una sola
vez y finalmente, como si se estuviera impacientando al escuchar,
lo interrumpió directamente.

—Trata tú mismo.

Shi Qin Xuan exclamó: — ¿Me encargaré de eso? No bromees


en un momento como este, no soy Su Alteza, no puedo entender
tus chistes. ¿Cómo lidiar con esas rocas por mi cuenta...? —
Antes de que terminara su oración, Hua Cheng agarró su cuello
trasero y lo sacó directamente de la matriz humana.

Shi Qing Xuan reaccionó increíblemente rápido y en el momento


en que dejó la matriz, juntó a las personas a su izquierda y
derecha para que la matriz humana no se rompiera. Sin embargo,
inesperadamente, después de que Hua Cheng lo sacó, no había
terminado y una mano se balanceó, lo golpeó y lo envió a volar.

Los mendigos se sorprendieron.

— ¡¿OL FENG?!

Algunos se quejaron en voz alta a Hua Cheng.

— ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO GOLPEANDO A LA GENTE?

Aunque Shi Qing Xuan fue enviado a volar, solo cayó y rodó un
par de veces, se tiró al suelo e inmediatamente se arrastró: —Está
bien, está bien, ¡no morí! ¡Realmente no me golpeó, solo estaba
prestando poderes espirituales!

—De Verdad…

Shi Qing Xuan examinó sus manos, luego miró su propio cuerpo,
emitiendo luz espiritual de pies a cabeza.

—Hua Chengzhu, ¿no hay necesidad de ser así incluso si no


puedes ver a Su Alteza? Si querías prestarme poderes
espirituales, entonces hazlo bien, no me importa comer un poco
más de esos dulces de sabor extraño, no hay necesidad de
golpear a la gente, está bien. ¿Por qué no te enfocas un poco
más en el cielo? Todavía hay tantas rocas allá arriba...
Justo entonces, Hua Cheng arrojó su mano derecha y le arrojó
algo. Sin pensarlo, Shi Qing Xuan levantó la mano para atraparlo,
pero cuando vio qué era lo que atrapó, toda su cara palideció.

¡Ese objeto era el abanico de Señor del Viento!

Al ver esto, Xie Lian, que estaba encima de la estatua divina


gigante, tampoco pudo contenerse y preguntó: —San Lang, ¿no
es el abanico de Señor del Viento...? ¿El que está ahí abajo es...?

—No le hagas caso —dijo Hua Cheng—, lo llamé en el último


minuto para echar una mano.

Shi Qing Xuan estaba agarrando a ese objeto familiar, con el


cuello rígido y lentamente se volvió hacia ese Hua Cheng.

Hua Cheng repitió de nuevo con frialdad.

—Enfréntate tú mismo.

Esa lluvia de meteoritos en llamas estaba a punto de estrellarse


contra el suelo y las personas dentro del grupo humano
prácticamente podían sentir las olas de calor en sus caras,
sudando sudor frío y caliente.

—Ol Feng, lo que dijiste es verdad, ¿verdad? ¿Va a estar todo


realmente bien?

Los funcionarios celestiales también gritaron: —Su Alteza,


¿puede por favor pensar rápidamente en una manera?

Shi Qing Xuan agarró el abanico, las venas aparecieron en el


dorso de su mano y le cayeron lentamente hilos de sangre sobre
los ojos.

Un momento después, se dio la vuelta y giró el brazo.


Un torbellino brotó del suelo plano y cargó hacia el cielo. ¡La
lluvia de meteoritos en llamas instantáneamente dio un giro en U
y voló hacia los cielos!

Originalmente, los mendigos estaban casi muertos de miedo y


parecía que ya se habían preparado para huir en cualquier
momento, pero todos estaban completamente impresionados por
este viento salvaje, con los ojos saltones y la boca colgando,
completamente conmocionados. Pasó un momento antes de que
pronunciaran: —... ¿A, un dios?

Alguien gritó: —Dios mío, Ol Feng, ¿podrías ser un verdadero


dios?

Después de girar el ventilador, la mano de Shi Qing Xuan todavía


estaba temblando, jadeando fuertemente y pasó un buen tiempo
antes de que sus sentidos volvieran y él respondió arduamente.

—... D, Dah! ¿No te lo dije todo hace mucho tiempo? ¡Cómo es


eso, dije que no estaba mintiendo!

— ¡No, no, toro! ¡Te creo ahora! Wow, Ol Feng es un dios,


digamos que conocemos a un dios, ahora lo hemos hecho rico
jajajajajajaja...

—Ol Feng, hablemos, llévanos a volar cuando tengas tiempo a


veces, ¡oye!

Al ver todo esto, Hua Cheng bufó suavemente, dándose la vuelta


para irse. Por otro lado, Shi Qing Xuan todavía estaba agarrando
el abanico de Señor del Viento, respondiendo distraídamente las
bromas de los demás, los colores en su rostro se volvían rojos y
blancos y el sudor frío goteaba de su frente. Levantó la vista como
si quisiera preguntar, pero la persona ya se había ido.

Justo en ese momento, desde la oscuridad, a una distancia del


conjunto humano, llegaron nuevos ruidos extraños.
Chirrido chirrido chirrido, chirrido chirrido chirrido. Aquellos con
ojos agudos gritaron: — ¿Qué es eso? ¿Esas ratas negras y
peludas...?

— ¿Y qué es eso en la parte de atrás? ¿Personas? ¿Por qué


hay gente blanca cenicienta...?

—No parecen vivos...

— ¿Qué? —Xie Lian se quedó boquiabierto.

Eran las ratas comiendo cadáveres y las personas con la vaina


vacía. ¡Esos monstruos del Monte TongLu también habían sido
transportados aquí!

Esas personas de caparazón vacío se tambalearon, caminando


con miembros rígidos y las ratas que comían cadáveres que
sobrevivieron en carne humana también pululaban como la marea
negra. ¡Parecía que Jun Wu dejó de preocuparse por nada, sin
detenerse ante nada para destruir el conjunto humano, dispuesto
a traer el caos total al reino mortal sin importar qué!

Por otro lado, La Señora de la Lluvia instruyó a Ban Yue y a los


demás: —Vigila al general Pei. Iré a proteger la matriz.

Pei Ming estuvo acostado allí fumando humo negro por un


tiempo, pero cuando escuchó que se levantó de nuevo.

—Estoy bien, puedo ir a proteger la matriz.

Luego trató de luchar para arrastrarse pero terminó cayendo de


nuevo. Incluso Pei Su ya no podía mirar.

—Déjalo ir, general. Solo... cuida tus heridas y deja que La


Señora de la Lluvia se encargue de eso.
Esta fue probablemente la primera vez que Pei Ming fue tan
humillado frente a una mujer y también fue la primera vez que fue
salvado por una mujer. No podía decir si estaba enojado o si era
su orgullo lanzar un ataque, pero su rostro estaba hinchado. La
Señora de la Lluvia ignoró su opinión y sonrió: —No hay
necesidad de que el general se esfuerce.

Luego se fue montando el buey negro.

— ¡SEÑORA DE LA LLUVIA! —Llamó Pei Ming.

Justo en ese momento, otra mano llegó arrastrándose, agarrando


su cuello. Una voz llegó inquietantemente.

—Pei querido...

Pei Ming todavía estaba luchando vigorosamente y en el


momento en que escuchó esta voz se exasperó.

— ¿Por qué sigues cerca?

Xuan Ji había estado presente desde el principio, ya que Ban Yue


la había llevado a ella y a Ke Mo, heridos por Rong Guang. Al
escuchar que el tono de Pei Ming era cruel, se volvió maliciosa al
instante: — ¿Por qué sigo aquí? ¡SIEMPRE HE ESTADO AQUÍ!
¿Qué haces mirando a La Señora de la Lluvia? ¿Has cambiado
tus afectos? Quieres perseguirla ahora, ¿eh? ¡QUÉ ES TAN
BUENO SOBRE ELLA! ¡NO LO PERMITIRÉ!

—...

Pei Ming finalmente no pudo soportar esto por más tiempo y la


empujó, exclamando con enojo: —Xuan Ji, ¿por qué tu cerebro
solo piensa en cosas como esta, incluso en un momento como
este? ¡No tiene nada que ver con cambiar los afectos, apenas he
intercambiado palabras con La Señora de la Lluvia!
Esta fue la primera vez que se movió contra Xuan Ji y Xuan Ji fue
fuertemente empujado al suelo, completamente aturdido.

Pasó un buen rato antes de que ella dijera incrédula: —Pei


querido, pienso en ti porque te amo, ¿eso es tan malo? Nunca
has sido tan malo conmigo antes, ¿realmente me odias tanto?

Pei Ming usó la espada para ayudarse a ponerse de pie.

—No puedo comunicarme contigo.

Xuan Ji todavía no se rendiría.

— ¡DIME! ¿Realmente me vas a dejar? He hecho tanto por ti,


¿no te conmueve en absoluto verme volverme así? ¿No te
sientes culpable en absoluto?

— ¿NO TE LO DIJE HACE CIENTOS DE AÑOS YA? —Gritó Pei


Ming.

Xuan Ji estaba aturdido y atónito.

Ella no sabía qué hacer, pero sus manos agarraron los dobladillos
de su túnica en un apretón mortal, saltando asombrosamente con
sus piernas rotas.

—Pei cariño... Pei cariño... espera, ¿por qué no hablamos un poco


más...?

Ban Yue la miró y aunque sabía que fue Pei Ming quien abandonó
a Xuan Ji primero, esta fantasma también mató a innumerables
después, tratando de matarlos una y otra vez, aún así, parecía un
poco lamentable.

Pei Ming la miró y, al final, solo dijo: —Xuan Ji, es hora de que
despiertes.
— ¿Despertar de qué? —Xuan Ji estaba confundido.

—Que te hayas convertido de esta manera, soy parte de la razón,


pero la mayoría es por tus propias decisiones. Has hecho tanto
pero solo puedes mover tu propio corazón, soy un hombre con
corazón de acero. En lugar de amarme, ¿por qué no te amas a ti
mismo?

Retiró su túnica del agarre de Xuan Ji y se fue sin mirar atrás.

Al final en el grupo humano, después de que Shi Qing Xuan


moviera el abanico, no quedaban muchos poderes espirituales.
Después de un desastre de pánico, solo podían hacer que La
Señora de la Lluvia y varios de los dioses marciales fueran a
defenderse primero. Sin embargo, inesperadamente, en ese
momento, hubo una conmoción alborotada proveniente de todos
lados:

—Quack quack, ¿es esta la capital real quack, esas grandes


casas quack?

— ¡Qué alboroto estás haciendo, las casas de Chengzhu son


más grandes!

— ¡Sí y tampoco son tan bonitas como las casas de Chengzhu!

Desde los extremos de las calles, los callejones, los aleros,


aparecieron todo tipo de cabezas con formas extrañas,
extremadamente animadas. ¡De repente, todos los monstruos y
fantasmas de la Ciudad Fantasma habían invadido!

Cuando Ojo del Cielo y su compañía dentro de la matriz humana


vieron, gritaron impacientes: — ¡¿QUÉ HAY CON ESOS
FANTASMAS?! ¡VETE! ¡REGRESA! ¡ESTAMOS AL PIE DEL
EMPERADOR, CÓMO TE ATREVES A ENCONTRARTE EN LA
CAPITAL REAL!
— ¡Espíritu de cerdo, te atreves a mostrar tu cara frente a mí!

—No estoy alucinando, ¿estoy... eso es un pato... un pato


golpeando a una rata?

Al instante, una ronda de manzanas junto a la tumba se arrojó.

— ¡CÁLLATE, CULTIVADOR! ¡Te estamos dando una mano


aquí, tan descarado!

— ¡SI NO FUERA POR LOS PEDIDOS DE CHENGZHU QUIEN


QUIERE VENIR!

— ¡POR QUÉ NO TE PONES DE RODILLAS Y DAS GRACIAS!

Los ojos de esas ratas devoradoras de cadáveres que pululaban


como una marea negra parpadeaban en rojo, sin embargo, la
situación se desarrollaba de manera muy diferente de lo que
esperaban y cuando llegaron a la carga asesina, una banda de
monstruos y fantasmas mucho más grandes de lo que llegaron a
ser, aplastándolos y apuñalándolos al azar con horquillas y
rastrillos como si estuvieran muriendo de hambre, una luz roja aún
más viciosa parpadeaba en sus ojos.

— ¡MUCHAS RATAS!

—Ven, ven, ven, jejeje, ¡te he estado esperando durante mucho


tiempo! Nunca he tenido aperitivos que tengan más de dos mil
años, ¡debe ser súper sabroso!

— ¿Podemos comer todo esto?

— ¡Chengzhu dijo que si no podemos comerlos todos, podemos


venderlos!

Esas ratas come cadáveres vieron la situación ir cuesta abajo y


se retiraron aterrorizadas. Las Ratas, que perdieron la cabeza,
tropezaron con el Pueblo de caparazón vacío. La terrible situación
se disipó al instante y Xie Lian suspiró nuevamente con alivio,
volviendo la cabeza hacia atrás.

—Gracias a Dios por San Lang.

Hua Cheng sonrió: —Querían venir ellos mismos, no tiene nada


que ver conmigo. En lugar de esto, Gege, ten cuidado.

Su tono de repente se volvió serio ante las últimas dos palabras.


Xie Lian movió su vista hacia atrás y vio que el gigante demoníaco
ardiente estaba haciendo un nuevo movimiento, colocando su
mano por la cintura, como si fuera a sacar algo.

El corazón de Xie Lian dio un vuelco.

Era una espada.


Capítulo 228: Quemando las llamas del karma; Dios demoníaco
desciende sobre la capital real (parte tres)

Solo en su estado actual, el gigante ya era un puñado, si ahora


había una espada, ¿no era diferente a dar alas a los tigres?

Xie Lian sintió una sensación de presentimiento y gritó a las


personas de abajo: — ¡TODOS, TENGAN CUIDADO!

Los fantasmas estaban justo en el calor de golpear a las ratas y


al escucharlo, todos levantaron la vista, exclamando con asombro

— ¡QUÉ TÍO GRANDE GRANDE... AH, NO, ES XIE DAOZHANG!

— ¡Parece que Chengzhu lo está pasando bien allí, charlatán!

—No, no estamos jugando... —dijo Xie Lian, pero antes de que


terminara su oración, esa espada afilada y cubierta de aura
asesina cayó. Xie Lian liberó sus manos, apenas esquivando el
ataque y se sintió alarmado por esta aura de la espada y la ola de
calor de este ataque.

Esa estatua divina gigante ya apenas se defendía de la otra, pero


ahora, ¡prácticamente no era rival para ella!

En circunstancias tan terribles, quería convocar a algunos dioses


marciales para que se transformaran en una espada que lo
ayudara a pesar de sí mismo, pero Quan Yi Zhen estaba
actualmente acostado en las piezas rotas del Dragón de Hueso
en Agua Negra, navegando para recuperarse; Lang Qian Qiu
estaba siendo utilizado como si fuera un centenar de hombres,
apoyando a la formación humana contra los espíritus resentidos
que estaban arrasando con más fuerza; Feng Xin y Mu Qing, por
alguna razón, habían desaparecido desde que llegaron aquí y solo
Pei Ming estaba libre, pero también estaba cortando las ratas,
completamente quemadas, escupiendo anillos de humo y se negó
resueltamente a ser mostrado por La Señora de la Lluvia, por lo
que probablemente fue inútil para la causa. ¡En realidad no había
nadie que Xie Lian pudiera usar!

Justo en ese momento, una voz vino desde el suelo: —


¡ESPERE, alteza! ¡TU ESPADA ESTARÁ AQUÍ EN UN
MOMENTO!

El que gritó fue Guoshi. Xie Lian corrió hacia el borde de la


plataforma de la corona hastiada.

— ¿QUÉ? ¿DÓNDE ESTÁ MI ESPADA?

Guoshi rodeó su boca con sus manos y gritó: — ¡LLUVIA


SANGRIENTA QUE BUSCA LA FLOR, ACTIVA LA MATRIZ DE
ACORTAMIENTO A DISTANCIA PARA TONGLU! ¡LA ESPADA
ESTÁ AQUÍ!

Hua Cheng arrojó un dado resueltamente y dijo: — ¡Actívalo!

Por encima de ellos, dentro de las oscuras capas de nubes, algo


retumbaba. Un momento después, Xie Lian entrecerró los ojos
mientras miraba.

¡Realmente había una espada!

La estatua divina saltó y alcanzó la espada larga. ¡Xie Lian usó


ambas manos para agarrar el sello de mano que formó y la estatua
divina gigante también agarró la empuñadura en sus manos y
luego cortó hacia la Capital Celestial!

El otro también levantó inmediatamente su espada para detener


el ataque, pero cuando las dos espadas chocaron, algo que nadie
había imaginado sucedió: ¡la espada en la mano de Xie Lian había
atravesado la espada de ese gigante ardiente!
En medio del sonido devastador de la ruptura de metal, ese
gigante demoníaco ardiente se detuvo abruptamente.

Entonces, de repente, se rompió en pedazos y poco después,


cayó rápidamente hacia el suelo.

Xie Lian nunca había esperado que esta espada fuera tan
poderosa; ¿un golpe de gracia de un solo golpe? Miró la espada
en las manos de esa estatua divina gigante, completamente
aturdido.

Brillante y fino, extremadamente afilado. ¿Qué era esta espada?

Luego recordó que Guoshi le dijo a Hua Cheng que abriera la


Matriz de acortamiento de distancia al Monte TongLu y se dio
cuenta de que era una espada forjada por los cuerpos de esos
tres espíritus de la montaña.

Pero no tuvo tiempo de pensar más en ello. Si esa cosa gigante


se derrumbara, no iba a ser divertido. Xie Lian inmediatamente
ordenó que la estatua divina gigante volara hacia abajo,
sosteniendo esa gigantesca roca que estaba a punto de
desmoronarse y cambió de rumbo, alejándola a cierta distancia
antes de aterrizar cuidadosamente en un lugar mucho más
alejado y más rural. Solo entonces esa estatua divina gigante
enfundó la espada por la cintura y se quedó en su lugar, una mano
descansando sobre la espada mientras la otra abría una palma
para revelar las dos figuras, como si estuviera sosteniendo una
flor. Dejó de moverse, su sonrisa volvió a su rostro cuando volvió
a la postura del Dios Marcial Coronado de Flores.

Ni una sola roca que cayó cayó al suelo. ¡Todos en la capital real
no sufrieron ningún daño!

Fue un buen momento antes de que todas las personas, dioses


y fantasmas se miraran entre sí: — ¿... se acabó?
Xie Lian y Hua Cheng también saltaron de la palma de la estatua
divina gigante y se encontraron con todos. El sudor frío de Shi
Qing Xuan ya se había convertido en sudor caliente y metió el
abanico del Señor del Viento que una vez más se rompió después
de un uso en su cintura, cojeando y tambaleándose, saltando y
arrastrando mientras saltaba.

— ¡Su Alteza! ¿Se terminó? ¿Está todo arreglado?

Algunos de los otros funcionarios celestiales se reunieron


también.

— ¿Dónde está el Emp... Jun Wu? ¿Su Alteza lo has derrotado?


¿Está muerto?

A un lado, Guoshi dijo: — ¿Cómo puede ser eso? Su Alteza...


No habría sido derrotado tan fácilmente.

Hua Cheng extendió una mano hacia Xie Lian.

—Gege, subamos a buscar.

Xie Lian asintió y le dio la mano. Hua Cheng tiró suavemente y


lo llevó a la parte superior de los restos. Los fantasmas ya habían
perdido interés en las ratas come cadáveres que habían sido
golpeadas y huyeron en una ráfaga, por lo que todos saltaron
también, balbuceando vigorosamente que querían limpiar la
capital celestial pero Hua Cheng dijo: — Quédense atrás. Todas
las personas irrelevantes no deben acercarse. De lo contrario, si
realmente se toparan con Jun Wu, sería una muerte segura.

Al escuchar esto, los fantasmas solo podían saltar hacia abajo y


continuar protegiendo el fondo.

Sin embargo, dentro de la antigua Capital celestial que ahora


había sido cortada en una ruina gigante, no había rastro de Jun
Wu. Xie Lian y Hua Cheng miraron por todas partes, e incluso
levantaron el techo dorado del Gran Salón Marcial, pero no vieron
a nadie.

Justo entonces, Lang Qian Qiu de repente se volvió hacia Pei


Ming.

— ¡General Pei! Tengo algo que hacer, por favor, ayúdenme a


tomar el control por un momento.

El número de ratas que Pei Ming redujo no era más que La


Señora de la Lluvia y se sentía deprimido petulantemente cuando
lo arrastraron sobre la defensa de la matriz de la nada. Aun así,
solo se frotó la nariz y no dijo mucho. Lang Qian Qiu saltó sobre
los restos y revolvió por todos lados, cuando finalmente, después
de levantar un techo derrumbado, exclamó: — ¡LO ENCONTRÉ!

Xie Lian lo escuchó y se acercó.

—Qian Qiu, ¡ten cuidado!

Había pensado que Lang Qian Qiu encontró a Jun Wu, pero
inesperadamente, lo que encontró fue una bola de algo
carbonizado negro, como un gusano encogido en una concha
gigante, e incluso hubo un pequeño sonido de tos.

Xie Lian sintió que su corazón se tensaba, e inmediatamente


quitó esta cáscara carbonizada junto con Lang Qian Qiu para ver
y un niño pequeño realmente rodó, su cuerpo se curvó, abrazando
su cabeza, todo su cuerpo rojo, probablemente por las
quemaduras. Pero su vida no estaba en peligro y seguía tosiendo.

Después de que él salió, una bola verde de fuego fantasmal


grasiento también se arrastró, flotando. Xie Lian lo miró.

—Esto es...
Lang Qian Qiu agarró esa bola de fuego fantasma con una mano,
sus ojos encendieron llamas.

— ¡El cielo tiene ojos así que Qi Rong no has muerto por completo
y al final terminaste en mis manos!

Qi Rong se había convertido realmente en la Linterna Verde que


deambula en la Noche. Ahora que lo pensaba, cuando Jun Wu
había disparado ese rastro de fuego, Qi Rong había protegido a
Gu Zi, por lo que este niño no se quemó hasta la muerte. Xie Lian
estaba un poco sorprendido a pesar de sí mismo. Después de
todo, por el personaje de Qi Rong, si hubiera fuego, lo suyo sería
más tirar a Gu Zi para protegerse.

Hua Cheng instantáneamente supo lo que estaba pensando y


dijo: —Incluso si arrojara al niño para bloquear el fuego, no haría
mucho, se quemaría en cenizas en un instante. Proteger y usar
como escudo no es muy diferente en su libro.

Incluso si esa fuera la razón, él todavía lo protegía. Qi Rong fue


quemado en nada más que una bola verde de fuego fantasmal
grasiento y todavía no se dispersó, atrapado en las manos de
Lang Qian Qiu y comenzó a gritar de terror. Gu Zi, a quien acaban
de salvar, se despertó al instante y abrazó la pierna de Lang Qian
Qiu.

— ¡Gege, no mates a mi papá!

Lang Qian Qiu exclamó con enojo: — ¡DÉJAME IR! Te lo digo


ahora, ¡incluso pedir clemencia es inútil, no mostraré misericordia!

Luego se agarró con más fuerza. Qi Rong fue el enemigo que


aniquiló a su clan, Xie Lian no pudo interferir en absoluto, pero
tenía miedo de la furia de Lang Qian Qiu por haber herido
accidentalmente a Gu Zi, por lo que Xie Lian iba a alejar a Gu Zi,
pero inesperadamente Gu Zi se acercó y lo abrazó.
— ¡GEGE CHATARRA, SALVA A MI PAPÁ!

—Gu Zi... Este realmente no es tu padre. —Xie Lian dijo: — ¿No


puedes decirlo por la forma en que te trata?

Sin embargo, Gu Zi dijo: — ¡Ese ES mi papá! Mi padre no solía


ser bueno conmigo, pero luego fue muy bueno conmigo. A
menudo me daba carne para comer, e incluso decía que me
llevaría a vivir en grandes y hermosas mansiones... es realmente
bueno conmigo, chatarra, ¿podría salvarlo?

Qi Rong comenzó a regañar.

—Hijo tonto, ¡no le supliques! ¡Este loto de nieve de corazón


negro no salvará a este ancestro! De hecho, no puede esperar a
que muera tu viejo, ¡no le importa si vivo o muero!

Hua Cheng lo miró de reojo: — ¿Te preocupa que Lang Qian Qiu
no pueda matarte, así que también tienes que arrastrarme?

Qi Rong todavía le tenía mucho miedo y en el momento en que


habló, la bola de fuego fantasma se encogió un poco. Sin
embargo, iba a morir de cualquier manera, así que dejó de
preocuparse.

— ¡HUA CHENG TÚ, MALDITO, NO TENGO MIEDO! Xie Lian,


no pienses que no lo sé. Te tomé por un dios en los cielos, ¡PERO
TÚ! ¿POR QUÉ ME TOMASTE? ¡NUNCA ME TOMASTE POR
NADA! Me ignoras, me rechazas, crees que soy un tonto, un loco,
que soy un desquiciado, mírame con desprecio. ¡Siempre me has
menospreciado! ¿Qué derecho tienes para mirarme así? ¡NI
SIQUIERA PUEDES DESTRUIR UN NIÑO DE YONGAN, TÚ
ERES BASURA!

—Tú…
Xie Lian solo pronunció una palabra y aunque Hua Cheng no se
movió, Xie Lian pudo sentir algo y rápidamente lo retiró primero y
dijo: —No importa, déjalo.

Hua Cheng ni siquiera quería molestarse con una sonrisa falsa y


dijo con un gruñido: — ¿Y qué si te desprecia? ¿Hay algo en ti
que valga la pena?

Qi Rong estaba furioso y nervioso: — ¡ESPERA, TÚ ESPERA!


Entonces, ¿qué pasa si todos me miran desde arriba? ¡ESTE
ANCESTRO... ESTE ANCESTRO... ESTE ANCESTRO TIENE
UN HIJO!

—...

—...

Qi Rong comenzó a reírse salvajemente.

— ¡Jeje! A pesar de que lo recogí a bajo precio, ¡al menos es


mejor que ustedes cobardes impotentes que terminarán la línea
de sangre! ¡NI SIQUIERA SUEÑEN CON TENER UNO EN
OCHOCIENTOS AÑOS! JEJEJEJAJAJAJAJA...

Xie Lian y Hua Cheng lo miraron sin palabras. Hua Cheng


tampoco quería desperdiciar más palabras en Qi Rong y solo
levantó las cejas ante Xie Lian, pronunciando las palabras: —
Nunca se sabe.

Xie Lian sabía que solo estaba bromeando y sonrió débilmente.


Sin embargo, inesperadamente, mientras se reía, la risa loca de
Qi Rong se hizo cada vez más pequeña. Por fin, esa bola de
fuego verde, grasiento y fantasma que saltaba de un lado a otro
se había esfumado.

Lang Qian Qiu no sabía si el fuego fantasma de Qi Rong se apagó


solo o si él fue quien lo sofocó y él se quedó allí, atónito. Gu Zi
también estaba estupefacto y se levantó para abrir cada uno de
los dedos de Lang Qian Qiu. Pero cuando vio que no había nada,
cayó al suelo y comenzó a cavar en ese montón de residuos
carbonizados en el suelo, rascándose hasta el punto de que sus
manos estaban cubiertas de hollín negro pero aún no había luz
verde, por lo que no pudo ayudar, pero aferrarse a la túnica de
Lang Qian Qiu.

— ¿Dónde está mi papá...?

Le preguntó a Lang Qian Qiu, pero Lang Qian Qiu no sabía qué
decir, así que miró a Xie Lian. Xie Lian tampoco sabía qué decir
y solo suspiró, dándose la vuelta para irse. Detrás de él vino la
voz incesante de Gu Zi.

—Gege, ¿dónde está mi papá? Él todavía está cerca, ¿verdad?


Dijo que ya está cultivado para ser el qué... el rey más poderoso
de los tres reinos, no puede morir. Él todavía está cerca,
¿verdad?

El molesto Qi Rong finalmente desapareció.

Sin embargo, Xie Lian no solo no sabía qué decir, en este


momento, ni siquiera podía entender lo que estaba sintiendo.

Para ser sincero, si lo pensaba detenidamente, las palabras de


Qi Rong realmente parecían irrefutables. Desde que eran
jóvenes, realmente no consideraba a su primo más joven.

Al principio sintió simpatía por Qi Rong, luego fue exasperación,


dolor de cabeza, e hizo todo lo posible por ignorarlo; Fuera de la
vista, fuera de la mente. Pero si había que decir que miró a Qi
Rong con desprecio entonces... eso también parecía bastante
exacto.

No fue solo desprecio. También una vez había odiado tanto a Qi


Rong que quería aplastar sus cenizas y esparcirlas por todo el
mundo. Pero después de haber vivido tanto tiempo, de haber
experimentado tanto, cuando miró hacia atrás para mirar a Qi
Rong, realmente no quedaba nada más que molestia y fatiga. Tal
vez hubo un poco de desprecio, pero eso ya no importaba.

Sin alegría, sin pena.

Continuaron su búsqueda pero fue infructuosa. Después de que


descendieron de los restos, Shi Qing Xuan ya había estado
esperando en el suelo durante mucho tiempo.

—Su Alteza, ¿cómo fue?

Xie Lian negó con la cabeza.

—No lo encontramos.

— ¡¿Como puede ser?!

Los funcionarios celestiales comenzaron a discutir: —


¿Realmente podría estar muerto? Se convirtió en cenizas o algo
así.

—Si se está escondiendo, ¡eso da demasiado miedo!

¿Pero dónde puede esconderse? ¡Hay tanta gente mirando!

Shi Qing Xuan miró a su alrededor y dijo: —Alteza, tengo una


pregunta que he querido hacer desde antes. ¿Dónde están Nan
Yang y Xuan Zhen?

Es cierto, parecía que nadie había visto a Feng Xin y Mu Qing


durante mucho tiempo. Los funcionarios celestiales comenzaron
a hablar de nuevo: —Esos dos generales no podrían ser lo mismo
que el general Pei, ¿verdad? ¿Atrapado en sus propios palacios
en la Capital Celestial y no salieron?
—Eso es imposible... ¡vi salir al general Nan Yang! Además,
estaba buscando a alguien en ese momento...
Capítulo 229: Dados hábiles; Ojos de serpiente rodando alarmando
el corazón (parte uno)

Xie Lian le susurró a Hua Cheng: —No sé qué está pasando con
Mu Qing, pero Feng Xin está buscando a Jian Lan y el espíritu del
feto. No podrían haber...

¿No podría haberse quedado en la Capital Celestial, sin irse con


los otros funcionarios celestiales y terminar chocando en esa serie
de subir y bajar los cielos y la tierra, las inundaciones y las llamas?

O quizás peor. ¡Tal vez, los dos están actualmente en manos de


Jun Wu!

Justo en ese momento, Guoshi se acercó desde un lado.

—Su Alteza, no hay necesidad de seguir buscando. Si él está


aquí, entonces no hay razón para esconderse. Puede haber
mucha gente aquí, pero no vale la pena prestarle mucha atención.
Como no está aquí, entonces solo pudo haber ido a un lugar y es
un lugar al que le gustaría que lo siguieras.

Xie Lian entendió: — ¿Es el Monte TongLu?

Guoshi asintió.

—Tal vez había activado la Matriz de acortamiento de distancia.


Además de la Capital Celestial, ese es el dominio donde él es el
más poderoso.

— ¿Huh? ¿Vas a ir al monte TongLu? —Shi Qing Xuan


exclamó: — ¿Ese lugar horrible?

—Ya nos hemos ido una vez. —Xie Lian dijo: —Está bien, no da
tanto miedo. Quizás Feng Xin y Mu Qing también estén allí.
Sin embargo, Guoshi advirtió: —No bajes la guardia. Cuando
vayas esta vez, lo que te espera no será lo mismo. —Después de
una pausa, dijo: — Creo que iré con los dos. Mejor si también
pudieras encontrar algunos dioses marciales confiables para
ayudar. Nadie herido. Si están lesionados, te arrastrarían incluso
si se fueran.

Entonces, eso era un verdadero desafío.

— ¿Dios marcial confiable?

Se preguntó Xie Lian. Tal vez hubo varios dioses marciales


confiables antes, pero ahora, no quedaban muchos. Caído,
carbonizado, algunos desaparecidos, algunos con un niño
abrazando su pierna gimiendo.

Hua Cheng habló: —No hay necesidad de buscar ayudantes,


todos son inútiles. Gege y yo somos suficientes.

—Definitivamente no será suficiente —dijo Guoshi.

Pei Ming se opuso desde lejos: —Lluvia Sanrienta que busca la


Flor, ¿podría por favor no decir algo como; todos son inútiles, con
un tono tan seguro y creíble?

Shi Qing Xuan también se rió a carcajadas: —General Pei, está


tan increíblemente quemado y ni siquiera cortó tantas ratas como
La Gran Señora de la Lluvia, ¿de qué se queja?

No había visto a Pei Ming en mucho tiempo, pero cuando se


vieron, Shi Qing Xuan todavía se alegró de burlarse de él.
Después de haber sido apuñalado donde dolía, Pei Ming no pudo
hacer nada y solo se deprimió más. Justo en ese momento, una
voz vino de repente: —Espera, yo también, yo también iré.
La multitud se separó para ver y solo entonces notaron que el que
habló era en realidad Mu Qing. Como quién sabe cuándo, había
estado parado detrás de la multitud. Xie Lian lo vio emerger y
respiró aliviado.

— ¿Mu Qing? ¿Cuando viniste? ¿A dónde fuiste antes? Pensé


que tú también desapareciste.

Sin embargo, Mu Qing dijo: —Siempre he estado aquí.

Hua Cheng se cruzó de brazos y lo miró de reojo: —Siempre has


estado aquí, pero no hablaste y tampoco ayudaste, ¿eh?

Mu Qing respondió secamente: —Dije que siempre he estado


aquí y es que no hablé y ninguno de ustedes me vio, eso es todo.

Sin embargo, hubo varias ocasiones en que necesitaban


personas y nunca lo encontraron, e incluso cuando lo llamaron
nunca respondió, por lo que todos pensaron que el general Xuan
Zhen había desaparecido. Xie Lian todavía tenía la esperanza de
que quizás Feng Xin todavía estaría entre la multitud también,
pero no lo encontraron después de una búsqueda y Feng Xin
realmente no estaba allí, por lo que solo pudo decir: —Está bien.
¿Vienes a ayudar? Eso es genial, finalmente hay alguien útil.

Por lo tanto, Mu Qing se acercó. Al ver que venía, las


expresiones de Guoshi y Hua Cheng eran sorprendentemente
iguales por una vez. A ambos no les había gustado Mu Qing
desde hace mucho tiempo; no había necesidad de hablar sobre
el caso de Hua Cheng, pero Guoshi no había querido tomar Mu
Qing como discípulo desde el principio y solo por las cosas se
podía adivinar fácilmente que en lugar de tener un ayudante como
Mu Qing, preferiría no tener ayudantes en absoluto. Mu Qing
tampoco pudo haber ignorado sus actitudes, pero después de
acercarse, se inclinó ante el Guoshi y dijo en voz baja: —Maestro.
Guoshi asintió y tampoco dijo mucho. Después de todo, tampoco
era que Mu Qing hubiera hecho algo atroz y criminal y dado que
venía a ayudar, no había razón para evitar que se fuera.

Se volvió hacia Shi Qing Xuan.

—La estatua divina de Su Alteza protegerá este lugar. Los


espíritus resentidos todavía necesitan unos días para purificarse
y como hay tantas manos aquí, vigilen bien la matriz.

Shi Qing Xuan asintió.

— ¡Pero por supuesto! Pero espere, anciano, ya le he preguntado


esto muchas veces, pero ¿podría responderme, por favor, quién
es usted?

Guoshi no respondió. El grupo siguió a Hua Cheng y caminó


hacia el frente de una mansión al costado. Hua Cheng arrojó
fácilmente un dado y estaba a punto de abrir la puerta cuando
inesperadamente, echó un vistazo casual y sus colores cambiaron
ligeramente.

Xie Lian fue fuerte y lo atrapó.

— ¿Qué pasa, San Lang? ¿La matriz de acortamiento de


distancia no se está activando?

Hua Cheng respondió bruscamente y sonrió.

—No. Es solo que es raro que yo presente este tipo de resultados.

Le abrió la palma a Xie Lian. Xie Lian se presionó para mirar y


también se sorprendió.

Sobre la pálida palma blanca había un dado solitario y lo que


mostraba era un punto.
Cuando Hua Cheng rodaba, siempre eran seis puntos rojos
brillantes y los ojos de serpiente realmente eran muy raros. La
punta del corazón de Xie Lian tembló.

—... ¿Qué significa este resultado? ¿Lanzaste un error?

—Basado en experiencias pasadas, esto probablemente significa


que hay algo extremadamente peligroso esperándome por
delante —dijo Hua Cheng.

—...

El corazón de Xie Lian dio un vuelco. Detrás de ellos, Guoshi


habló: — ¡Aah, no les he dicho a los jóvenes tantas veces que
apostar es malo y romper ese mal hábito! Su Alteza, ¿lo ve, qué
mala costumbre ha adquirido?

Un mal presagio, pero Hua Cheng todavía parecía imperturbable


y guardó los dados, sonriendo.

—Es solo una referencia, no importa lo que ruede. Ya sea si es


peligroso o no, es mi opinión. —Luego abrió la puerta—. Vamos,
Gege.

Se dio vuelta y estaba a punto de cruzar el umbral cuando Xie


Lian inconscientemente extendió la mano y tiró de él hacia atrás,
casi gritando: No te vayas de nuevo, pero incluso sin pensar
demasiado Xie Lian sabía que eso era imposible. Al final, solo
dijo suavemente: —Vamos. Pero no te alejes de mi lado. Si pasa
algo, te protegeré.

Al escuchar esto, Hua Cheng se sorprendió.

Fue un buen momento antes de que las comisuras de sus labios


se curvaran y él dio una gran sonrisa.

—Muy bien. Gege, recuerda protegerme.


—...

Mu Qing miraba a un lado, sus ojos estaban molestos o


disgustados. En el momento en que Hua Cheng abrió la puerta,
una ola de calor abrasador le golpeó la cara y emitió expresiones
extrañas.

El volcán entró en erupción no hace mucho tiempo y el polvo y


las cenizas que cubrían los cielos aún no se habían dispersado.
Donde solía haber bosques y la tierra ahora ardía, los fuegos
devoraban todo lo que estaba vivo, parecía un infierno ardiente,
rojo por todas partes. El Monte TongLu había perdido todas sus
apariciones anteriores.

Xie Lian y compañía emergieron de una cueva rocosa que estaba


sentada en una colina más alta y en el momento en que salieron,
casi fueron sofocados por las cenizas en el aire.

— ¿Está realmente aquí?

—Probablemente en algún lugar cerca del horno —dijo Mu Qing.

—El volcán entró en erupción, probablemente no hay ningún


lugar cerca del horno para quedarse.

Sin embargo, Guoshi dijo: —Sé dónde está. Si ese lugar no fue
destruido, entonces sígueme y verás cuándo lleguemos allí.

El grupo lo siguió, descendiendo desde la alta colina y Hua Cheng


caminó frente a Xie Lian todo el camino. Donde había escombros
y hierbas altas que dificultaban los pasos, subía primero para
aplanar el camino antes de darse la vuelta para alcanzar a Xie
Lian, ayudándolo a bajar. De lo contrario, Xie Lian probablemente
habría descendido mucho más rápido, deslizándose desde el
punto más alto de la colina y rodando hasta el fondo.
Sin embargo, inesperadamente, Xie Lian no resbaló, pero sí otra
persona: Mu Qing estaba subiendo por la parte trasera y perdió el
equilibrio, su figura se balanceaba. Xie Lian estaba más cerca de
él y con una mano rápida, lo atrapó.

— ¡Cuidado!

Mu Qing se sacudió un poco antes de parecer volver a sus


sentidos.

—Lo sé.

Xie Lian lo soltó, pensando que Mu Qing ciertamente se estaba


comportando de manera extraña. Volvió la cabeza y de repente
recordó algo y en un rápido trote llegó al lado de Hua Cheng,
susurrando su pregunta: —Por cierto, San Lang, de vuelta en la
cima de la montaña nevada cuando Feng Xin y Mu Qing estaban
peleando, ¿qué les oíste decir? ¿Por qué estabas tan enojado de
repente?

Al escuchar esto, el rostro de Hua Cheng se puso ligeramente


frío, pero se ocultó un momento después.

—Oh, eso. Simplemente estaban hablando sin pensar y dijeron


algunas cosas irrespetuosas sobre Gege, eso es todo.

— ¿Huh? —Preguntó Xie Lian. — ¿Cómo qué?

—Gege no necesita saber. —Hua Cheng dijo: —Te ensuciará los


oídos. Ven, estamos abajo.

Los cuatro habían descendido de la colina alta y después de


caminar un poco, su camino fue bloqueado por un río. Lo que
fluía en el río no era agua clara, sino fluidos rojos carmesí que
todavía burbujeaban, ¡era una lava abrasadora!
Con esta temperatura ardiente, las personas normales no
necesitaban entrar, solo se acercaban y morían por la ola de calor.
Afortunadamente, ninguno de ellos era mortal para poder soportar
esta tierra de deshielo. Guoshi seguía secándose el sudor de la
cara.

—Debería estar justo al otro lado. Este lugar solía ser un foso,
pero ahora que se ha vuelto así no podremos cruzarlo.

—Probablemente necesitaremos algo para ayudar a cruzar el río


—dijo Xie Lian.
Capítulo 230: Dados hábiles; Ojos de serpiente rodando alarmando
el corazón (parte dos)

Si esa estatua divina de piedra gigante estuviera aquí, entonces


podrían haber cruzado rápidamente con unos pocos pasos
gigantes. Pero Xie Lian lo dejó en la capital real para proteger y
reprimir a los espíritus viciosos y esos tres espíritus de la montaña
ya se habían transformado en una espada, por lo que era mejor
que no vinieran.

—San Lang, ¿pueden llevarnos las mariposas plateadas? —Xie


Lian preguntó.

—Con el vapor de la lava, las mariposas plateadas podrían


derretirse a la mitad del río —respondió Hua Cheng.

No se vería demasiado bien caer desde el aire a mitad del cruce


y chocar de cabeza contra el corazón de la corriente de lava. Sin
embargo, Hua Cheng agregó: —Pero, hay un camino listo.

El grupo volvió su mirada hacia donde estaba mirando y un


momento después, Xie Lian exclamó: — ¿Por qué hay gente en
la lava?

Era la verdad absoluta, Xie Lian no estaba alucinando. Justo


ahora en ese instante. Vio una mano trágicamente pálida salir de
la lava, llegando al cielo. Tras una inspección más cercana, Mu
Qing dijo: — ¡Realmente hay! ¿Y no solo uno?

Había al menos más de miles de personas, una cantidad de


cuerpos y cabezas flotando sobre la superficie del río, algunos
rodando y girando por la corriente de la corriente de lava, e incluso
algunos fluían contra la corriente. Sus cuerpos eran todos de un
blanco peculiar, sus rostros borrosos. No eran personas vivas
reales. Xie Lian lo descubrió: —Son esas personas con cáscara
vacía de la capital real de WuYong... han sido arrojadas aquí por
la lava.

Por sus habilidades marciales, no debería ser demasiado difícil


usar esos mutantes con cáscara vacía como escalones y saltar.
Solo que esos espíritus fallecidos han estado luchando
atormentados en la corriente en llamas, sería bastante trágico que
tuvieran que pisarlos también. Pero ahora no tenían tiempo para
preocuparse por eso. Mu Qing avanzó primero, apuntó a las
posiciones correctas y con algunos altibajos, pronto cruzó el foso,
de pie en la orilla al otro lado del río, mirando hacia atrás.

Xie Lian se volvió hacia Guoshi.

—Déjame llevarte primero.

Guoshi no era un dios marcial después de todo y no era uno que


practicara artes marciales, por lo que necesitaba a alguien que lo
llevara. Él asintió y avanzó. Sin embargo, Hua Cheng habló: —
Gege, déjame.

Siguiendo la corriente, Xie Lian reconoció: —Está bien.

Por lo tanto, Hua Cheng avanzó y se aferró al brazo de Guoshi


como si estuviera ayudando a un anciano mayor.

—Guoshi, señor, por favor. Cuida tu paso.

Guoshi volvió la cabeza y vio que quien lo ayudaba no era Xie


Lian y frunció el ceño.

— ¿Huh? ¿Por qué eres tú?

Xie Lian supuso que uno; Hua Cheng estaba preocupado de que
no fuera conveniente para Xie Lian llevar a otra persona y dos;
Hua Cheng quería, por algún objetivo en particular, mostrarse un
poco delante del anciano. Demostrar cierta diligencia atenta, por
eso se ofreció a hacerse cargo. Al ver esto, Xie Lian no pudo
evitar soltar una carcajada, ocultándola con una tos leve.
—San lang dijo muy sinceramente que quería ayudarlo, así que
yo...

En cuanto a Hua Cheng, dijo con una sonrisa cubriendo su rostro:


— ¿Importa si soy yo o Gege? Además, lo respeto mucho, señor,
así que, por supuesto, no me importa ayudar, esto no es nada.

Guoshi se quedó sin palabras por un momento y luego dijo: —Si


realmente me respetas, guarda esa sonrisa falsa en tu rostro. Esa
falsedad realmente es demasiado...

Hua Cheng inmediatamente alejó esa sonrisa.

—Oh.

Luego, sin decir una palabra más, llevó a Guoshi y, con un


destello, sus formas ya se habían trasladado a la otra orilla.

Su movimiento fue extrañamente rápido y antes de que Guoshi


reaccionara ya estaba de pie al lado de Mu Qing, completamente
aturdido. En cuanto a las personas de vainas vacías que Hua
Cheng pisó con sus botas, no se dieron cuenta de que las pisaron
en absoluto y solo miraron hacia nada por encima de ellos,
perplejos mientras se frotaban la cabeza, continuaban nadando
en el arroyo de lava. Los sentidos finalmente regresaron a Guoshi
y él miró a Hua Cheng, dando su comentario: —No está mal,
supongo.

Con este fin, Xie Lian pensó: —Eso es demasiado estricto.


¿Cómo pueden las habilidades como esa ser solo no está mal?

Entonces gritó: — ¡También voy a ir ahora!

Hua Cheng se dio la vuelta.

—Gege, quédate allí primero, ¡iré a buscarte!

Pero Xie Lian actuó más rápido que sus palabras y ya se había
movido, saltando hacia arriba, con los dedos de los pies
ligeramente inclinados sobre el estómago de un mutante de
cascarón vacío que flotaba con la cara mirando hacia arriba.
Sintió que el cuerpo sólido bajo sus pies se hundía, pero ya había
saltado de nuevo, volcando la cabeza de otro mutante de vaina
vacía.

De esta manera, pasó sobre cinco o seis de ellos y llegó al centro


de la corriente de lava. Justo cuando Xie Lian estaba a punto de
dar otro salto, su cuerpo se hundió abruptamente, casi perdiendo
el equilibrio. Usando su reacción incomparablemente rápida para
estabilizarse, miró hacia abajo, ¡y el mutante debajo de sus pies
realmente extendió la mano y atrapó su bota!

— ¡Oh no, no otra vez! —Xie Lian gimió por dentro.

Su terrible y mala suerte había vuelto a golpear. Todas las


personas delante de él cruzaron el río bien, pero solo tenía que
ser él quien se topó con un monstruo difícil, agarrándose el tobillo
derecho, ¡sin dejarlo saltar!

Esos mutantes de capa vacía solo podían flotar en la superficie


de la corriente de lava porque estaban huecos, por lo que no
podían soportar demasiado peso. Con el vapor hirviendo, Xie Lian
sudaba profusamente y una esquina de su manga se incendió. Si
continuaba permaneciendo, entonces su persona junto con el
trampolín se hundirían en la lava, ¡y toda su persona se
incendiaría!

En el último segundo, se le ocurrió una idea a Xie Lian en este


momento de crisis y RuoYe salió volando, atrapando a otro
mutante de capa vacía a unos tres pies de distancia y lo arrastró,
pisando su pie izquierdo sobre la parte posterior de ese mutante.
Por lo tanto, las dos conchas vacías de piedra soportaban el peso
de su única persona, aumentando su flotabilidad, por lo que no se
hundiría de inmediato. Con la crisis evitada, Xie Lian sacó a Fang
Xin y cortó el brazo que lo estaba agarrando. Cuando estaba a
punto de saltar de nuevo, una sombra roja ya había brillado a su
lado y Xie Lian habló: — ¿San Lang? Ya estoy bien. No
necesitabas venir.

Desde lejos, Hua Cheng usó una palma y destruyó al mutante


hueco que había atrapado a Xie Lian en pedazos: —Hablemos
después de que estemos en tierra.

Los dos llegaron a la orilla y Xie Lian dijo: —Lo siento, te hice
preocupar.

—Es mi culpa. —Hua Cheng dijo: —Debería haberte dicho que


esperaras a que fuera a buscarte antes de cruzar.

—Está bien, está bien —Guoshi lo reprendió. —Déjalo. Su Alteza


no es tan débil, puede manejarse bien incluso si usted no iba, así
que ¿por qué tuvo que ir a buscarlo? ¡Ven! De esta manera…

El grupo subió a tierra, caminó un rato más y llegó ante el Palacio


de WuYong.

La mitad del palacio estaba enterrado en el suelo y después de


que el grupo entró, el camino se inclinó, yendo directamente a los
profundos recovecos del subsuelo.

Habiendo salido de la superficie, el aire abrasador se enfrió


gradualmente. Todo el palacio subterráneo estaba vacío, e
incluso el movimiento más pequeño resonaría y resonaría.

Cada grupo encendió una antorcha de palma por separado,


iluminando los alrededores. Aunque este palacio había estado
sellado durante mucho tiempo, todavía era considerablemente
majestuoso y suntuoso, la luz del fuego reflejaba muchos patrones
dorados y brillantes, columnas esculpidas y edificios pintados. Sin
embargo, sin alma, el aire estaba muerto, como si fuera un
mausoleo gigante.

—Aquí fue donde creció Su Alteza —dijo Guoshi.

— ¿Realmente está aquí? —Preguntó Mu Qing.


— ¿Qué piensas? —Guoshi respondió. —Aquí es donde sus
poderes son los más fuertes, así que vigílennse.

Justo entonces, Xie Lian de repente notó algo.

Sobre la cintura de Hua Cheng, la bola del ojo plateado en la


empuñadura de E-Ming giraba rápidamente, anormalmente
agitada. Sin embargo, la expresión de Hua Cheng todavía era fría
y centrada, ignorándola por completo. Xie Lian no pudo evitar
acercarse para acariciarlo y solo entonces E-Ming se calmó un
poco. Hua Cheng miró un poco hacia abajo y cuando vio que la
mano de Xie Lian aún descansaba en la empuñadura, estaba a
punto de hablar cuando justo en ese momento, desde las
esquinas del gran salón, surgieron una serie de carcajadas.

—jejeje.

Era la voz de un hombre de mediana edad. Astuto y astuto, como


si estuviera tramando algo, haciendo que todos los pelos en la
espalda de Xie Lian. Y, él había escuchado esa voz antes.

¡Era la voz de ese espíritu fetal!

Mu Qing gritó: — ¡MÁS ALLÁ!

Se arrojó un rastro de llamas que iluminó el espacio sobre ellas.


Podían ver un bulto de algo blanco presionado contra los altos
rincones del techo del palacio como un gecko, ¡y era ese espíritu
del feto!

Su lengua larga y brillante se lamía la espalda, como si se rascara


la picazón. Cuando vio que las llamas volaban, se rió y escupió
algo como vomitar hacia Mu Qing. Mu Qing lo esquivó, su
expresión llena de desprecio. Guoshi miró esa materia pegajosa
en el suelo, luego miró al espíritu del feto arriba y dijo con disgusto:
— ¿Realmente es el hijo de ese mocoso Feng Xin?
Xie Lian rápidamente gritó: — ¡Espera! Cuo Cuo! Te llamas Cuo
Cuo, ¿verdad?

Cuando el espíritu del feto escuchó su propio nombre, se detuvo


por un momento y se volvió para mirarlo. Xie Lian dijo: —Cuo
Cuo, hemos venido a buscar... a encontrar... a encontrar a tu
papá. ¿Sabes donde está el?

Cuando ese espíritu del feto escuchó a tu papá resopló, usando


todas sus extremidades y pata-pata se arrastró y desapareció.
Xie Lian gritó: —CUO CUO? ¡Rápido, encuéntralo!

El grupo inmediatamente quemó las antorchas de palma más


brillantes, buscando por todas partes. De repente, Mu Qing
exclamó: —DE ESTA MANERA.

— ¿De qué manera? —Respondió Xie Lian.

Mu Qing señaló un ptath.

—Vi que fue allí justo ahora.

El camino que señalaba estaba al costado del edificio de un


palacio, un pasillo estrecho y largo, inquietante y sombrío. Incluso
si no pudieran decir a dónde conducía, era obvio que no sería
ningún lugar bueno.

Hua Cheng de repente habló: — ¿Realmente viste que entró allí?

Mu Qing respondió irritado: — ¿De qué me serviría mentirte?

Hua Cheng soltó un Ja pero no contenía emociones y no sonaba


amigable. Guoshi reprendió: — ¿Por qué están luchando los dos
en un momento como este? No pase por alto ningún lugar
sospechoso, por lo que incluso si echamos un vistazo, está bien.
Ese largo corredor era muy estrecho. Debe haber sido mucho
más ancho alguna vez, pero parecía haber sido aplastado y ahora
solo podía permitir que pasara una persona a la vez. Tal vez Mu
Qing se sintió indignado por el tono de duda en la voz de Hua
Cheng antes, así que entró primero. Hua Cheng, naturalmente,
caminó frente a Xie Lian para abrirle el camino, pero Xie Lian notó
que el ojo de E-Ming en la cintura de Hua Cheng estaba girando
salvajemente de nuevo. Su mente se agitó e instantáneamente
empujó a Hua Cheng detrás de él.

Hua Cheng se sorprendió.

— ¿Qué es?

Xie Lian se aclaró suavemente la garganta.

— ¿No dije que te protegería...? Párate detrás de mí.

Un momento después, Hua Cheng se rió suavemente.

Mientras caminaban más profundo, Xie Lian se sintió cada vez


más incómodo. Cuando se trataba de peligro, su instinto era
extremadamente agudo y lo que lo hacía sentir incómodo venía
de adelante.

—Guoshi, ¿recuerdas a dónde conduce este camino? —


Preguntó Xie Lian. — ¿Cómo es que cuanto más caminamos, más
siento que hay una muy pesada...?

Aura asesina.

Y no era un aura asesina viva, sino una asesina muy fría y helada.
Cuanto más profundizaban, más tenso se volvía.

Sin embargo, Guoshi no le respondió. Algo hizo clic en la mente


de Xie Lian y él levantó la voz para preguntar de nuevo: —
¿Guoshi?
Aún sin respuesta. Xie Lian giró la cabeza y quién sabría cuándo,
¡ya no había un alma detrás de él!

La razón por la que no se había dado cuenta antes era porque


las dos luces de la linterna que Hua Cheng y Guoshi liberaron aún
flotaban en el aire, arrastrando los pies y siguiéndolo, iluminando
el camino para los maestros que ahora habían desaparecido.

Mu Qing se volvió para mirar también y se sorprendió.

— ¿Dónde está La Flor de Lluvia Sangrienta?

Xie Lian salió sin otra palabra para volver por donde vinieron. Mu
Qing lo atrapó.

— ¿Qué estás haciendo? ¡Casi estámos allí! Además, ¿de


verdad crees que La Lluvia Sangrienta que busca la Flor volvería?

—... No —respondió Xie Lian.

¡Era precisamente porque Hua Cheng nunca volvería solo sin una
palabra que daba miedo!

Xie Lian recordó de repente lo que Hua Cheng dejó en su persona


y rápidamente levantó la mano para mirar. Cuando vio que la
cuerda roja en su tercer dedo todavía era brillante y vívida, lo que
indicaba que Hua Cheng estaba bien, Xie Lian suspiró aliviado.
Sin embargo, cuando recordó los ojos de serpiente que Hua
Cheng desplegó antes de que aparecieran, la tensión de sus cejas
aumentó.

—Lo más probable es que no encuentres nada incluso si vuelves.


—Mu Qing dijo: —Entonces, ¿por qué no seguir adelante y ver
exactamente qué hay dentro? De lo contrario, ¿no estarías
perdiendo el tiempo si volvieras y no encontraras nada?
Xie Lian estaba a punto de hablar cuando de repente contuvo el
aliento.

—Shh. Escucha. ¿Qué es ese sonido?

Mu Qing también escuchó atentamente.

Era el sonido de un hombre respirando profunda y


silenciosamente.

¡Venía de adelante!

Los dos estaban en guardia, cada uno agarrando sus armas con
fuerza y caminaron hacia adelante.

Finalmente salieron del largo corredor y llegaron a una cámara.


Mu Qing palpó con mucho cuidado alrededor de la cámara y Xie
Lian movió un dedo, enviando una pequeña luz de llama al frente,
iluminando instantáneamente una figura caída en el suelo.

En el momento en que vio la parte posterior de esa figura, Xie


Lian lo reconoció y se apresuró.

— ¡¿FENG XIN?!

Volteando al hombre, de hecho era Feng Xin. Estaba cubierto de


quemaduras y heridas por todo el cuerpo, pero su vida no debería
estar en peligro. Xie Lian le dio unas palmaditas cuidadosamente
por un buen momento antes de volver lentamente y en el
momento en que despertó, maldijo, pero en el momento en que
se dio cuenta de que era Xie Lian ante él, dejó de maldecir.

— ¿Su Alteza? ¿Por qué estás aquí?

Xie Lian resopló.

— ¿Por qué no me dices primero dónde está esto?


Feng Xin se sentó y miró a su alrededor.

— ¿Dónde es esto?

Como era de esperar, Feng Xin tampoco lo sabía, así que Xie
Lian no pidió nada. Xie Lian sacudió la cabeza y extendió la mano.

—Levántate primero. Ahora que te hemos encontrado, también


tenemos que buscar a San Lang.

— ¿Estás hablando de la Lluvia Sangrienta que busca la Flor?


—Preguntó Feng Xin. — ¿Qué le ha pasado? ¿No está contigo?

—Es así —comenzó Xie Lian. —Estábamos juntos...

Antes de terminar, Feng Xin de repente levantó la mano.

— ¡Espera! ¿Quién está detrás de ti?

Xie Lian miró hacia atrás y solo vio una figura hundida en las
sombras, inmóvil.

—Ese es Mu Qing. ¿Qué pasa?

Las pupilas de Feng Xin de repente se encogieron.

— ¡AGÁRRELO, RÁPIDO!
Capítulo 231: Dados hábiles; Ojos de serpiente rodando alarmando
el corazón (parte tres)

En la oscuridad, esa figura dio un paso adelante y finalmente se


reveló bajo la luz del fuego.

La cara de Mu Qing estaba oscura pero no habló y Feng Xin se


aferró a Xie Lian y agregó: —Antes en la Capital Celestial, estaba
buscando gente bien cuando alguien me golpeó de repente, de lo
contrario, ¿por qué habría caído?

La mente de Xie Lian giró rápidamente y parpadeó.

— ¿Fue él quien te golpeó?

Feng Xin dijo con absoluta certeza: — ¡Sin duda, fue él!

— ¿Y después de que él te golpeó, quedaste inmediatamente


noqueado? —Preguntó Xie Lian.

— ¡Más o menos! —Dijo Feng Xin. —De cualquier manera, su


alteza ten cuidado con él, ¡no te acerques tanto o simplemente lo
agarres!

Mu Qing juró a pesar de sí mismo.

—Mierd...

Xie Lian rápidamente interrumpió: — ¡Espera! Feng Xin, hay un


problema aquí. Si te tendió una emboscada por la espalda y fuiste
noqueado inmediatamente después, ¿cómo sabías que el que te
golpeó por la espalda fue Mu Qing?

Feng Xin no había esperado que hiciera esta pregunta y fue


retirado. Mu Qing instantáneamente aprovechó ese momento y
dijo: —En ese momento, la Capital Celestial estaba en llamas en
el caos, no sería extraño que alguien te hubiera noqueado, pero
solo tenías que tirarme este desastre, no puedes ¿solo admites
que viste mal?

Sin embargo, Feng Xin se aferró a Xie Lian y se puso de pie, su


tono oscuro: — ¡No, definitivamente eras tú!

— ¿Sobre qué base haces tu acusación? —Preguntó Mu Qing.

Feng Xin enunció: —Fue precisamente porque la Capital


Celestial estaba en llamas y había luz de fuego por todas partes
que el suelo reflejaba la sombra de esa persona detrás de mí.
Aunque no tuve la oportunidad de mirar atrás, cuando me caí, vi
la forma de esa sombra y el movimiento de ataque. ¡Era tu
sombra!

Xie Lian observó atentamente mientras los dos intercambiaban


golpes verbales. Mu Qing todavía no retrocedía: —Toda esta
charla, pero aún no viste nada con tus propios ojos y es normal
que las sombras difuminen la realidad, entonces, ¿cómo puedes
determinar que fui yo solo por una sombra? ¿Qué puedes ver
cuando prácticamente te estabas desmayando?

—Sabes muy bien si puedo distinguirlo. Su Alteza también. —


Dijo Feng Xin.

Xie Lian realmente lo sabía. No importa qué, los tres crecieron


juntos, se cultivaron juntos y no podían estar más que
familiarizados con las formas y movimientos del otro, por lo que
incluso si no veían caras, ¡aún podrían estar más del ochenta por
ciento seguros!

—Su Alteza, ¿ambos vinieron aquí juntos? —Preguntó Feng Xin.


— ¿Ha hecho algo sospechoso en el camino?

—Bueno... — dijo Xie Lian.


Para ser honesto, Mu Qing había sido demasiado sospechoso
todo el tiempo, nervioso e inestable. Pero en su situación actual,
no fue fácil para Xie Lian decirlo frente a la cara de Mu Qing. Feng
Xin continuó: — ¡No! Piensa detenidamente, el hecho de que
incluso haya venido es sospechoso. Por su personalidad, ¿por
qué pasaría el peligro de rescatar personas? ¿Es eso incluso Mu
Qing?

La cara de Mu Qing se oscureció.

—No digas cosas como si fueran absolutas. Tener un hijo no es


algo que harías, ¿pero aquí estamos?

—...

Xie Lian podía sentir que la dirección de esta conversación se


estaba apagando y rápidamente dijo: —Está bien, no discutas. ¡Si
continúas discutiendo, tendremos que entrenar modismos para
calmarnos!

Mu Qing agregó: —Además, si fui yo quien te noqueó, ¿por qué


iba a hacer todo este esfuerzo para atraerlos aquí para
encontrarte?

Feng Xin respondió: — ¡Porque no pensaste que después de


golpearme por detrás todavía puedo señalarte! Y quién sabe qué
lugar infernal es este, atraer a Su Alteza y a los demás aquí podría
no ser para encontrarme. ¿La Lluvia Sangrienta que busca la Flor
no se separó de ti a mitad de camino?

— ¿Estás tratando de llamarme falso para atraer a Su Alteza y a


los demás a una trampa peligrosa? Bueno, lo siento, Su Alteza y
Flor de Lluvia Sangrienta habían estado conmigo todo el camino,
no había forma de que no hubieran notado nada.

—Eso es cierto, sí... —dijo Xie Lian.


Pero eso solo era cierto para el Mu Qing en el camino. Después
de haber entrado en el palacio subterráneo de WuYong, ¿quién
puede decir que no fue cambiado? Nada podría estar seguro.

Mu Qing miró a Feng Xin y agregó: —Su alteza, creo que es mejor
que se mantenga alejado de él. Después de todo, él ha estado
acostado allí desde que llegamos, La Lluvia Sangrienta que busca
la Flor también desapareció y ahora está tratando de separarnos,
¿no crees que él es más como un impostor?

White no-Face se había disfrazado en la apariencia de esos dos


antes, por lo que volver a hacerlo no sería sorprendente. Xie Lian
se frotó la frente.

— ¿Qué tal esto? ¿Por qué ustedes dos no dicen algo que solo
nosotros tres sepamos para que podamos verificar las
identidades?

— ¿Cómo qué? —Preguntó Mu Qing.

Xie Lian lo pensó y dijo casualmente: —En la cima de la montaña


nevada, ¿qué se gritaron el uno al otro?

Después de dar la sugerencia, la cara de los otros dos se


congeló. Xie Lian se metió las manos en las mangas.

—Si tus palabras no coinciden, entonces eso significa que alguien


entre ustedes dos no es real. Verifiquemos las identidades antes
que nada.

Sin embargo, esos dos solo se miraron, sin decir una palabra.
Xie Lian no era realmente tan curioso al principio, pero ahora no
pudo evitar sentir curiosidad. Un momento después, Feng Xin
esquiva la pregunta: —Ambos están perdiendo el punto. No
sospechaba que él no fuera el verdadero.
Mu Qing entrecerró los ojos.

—Entonces, ¿qué estás tratando de decir?

Feng Xin dijo directamente: —He pensado que él es el verdadero


Mu Qing desde el principio. No podía soportarnos a los dos, por
lo que no sería extraño para él hacer nada.

¡Las manos de Mu Qing se apretaron en puños, sus nudillos se


rompieron y movió su mano, enviando un golpe de inmediato!

Feng Xin resultó herido y apenas esquivó el golpe. Y así los dos
comenzaron a pelear. Aunque Xie Lian lo había esperado, pero
todavía no pudo evitar sentir que le latía la cabeza: —Cálmate...
¿por qué no entrenamos algunos modismos, hum?

Con sus golpes, Xie Lian podía sentir que el aura asesina a su
alrededor se estaba volviendo más pesada. Unas pocas bolas de
luz de fuego volaron al azar, iluminando toda la cámara y solo
entonces vio Xie Lian, que todo alrededor de las paredes y
estantes estaba lleno de varios sables, lanzas, espadas y otras
armas similares, extremadamente escalofriantes.

Resultaba que esto era un arsenal. ¡No era de extrañar que el


aire estuviera lleno de aura fría y asesina por todas partes!

El propio Xie Lian era dueño de tal arsenal, muy querido por su
corazón y a menudo perdía el sentido del tiempo mientras pasaba
tiempo en él, pero este arsenal lo hacía sentir extremadamente
incómodo y no quería quedarse aquí por otro minuto Pero de
inmediato, no sabía en qué palabras confiar, por lo que no sabía
en qué lado ayudar: la verdad era que ambos eran muy
sospechosos.

Al final, Xie Lian solo pudo gritar: — ¡RuoYe!

¡Ata a los dos primero y habla después!


RuoYe que había estado esperando finalmente tuvo la
oportunidad de presumir y salió volando. Sin embargo,
inesperadamente, antes de que la banda de seda blanca saliera,
Xie Lian sintió de repente otro escalofrío que le impregnaba.

La dirección de su ataque cambió instantáneamente. Se aferró a


RuoYe y lo balanceó hacia atrás. En el momento en que sintió
que la banda de seda blanca se enganchaba en algo, Xie Lian
agarró a RuoYe y tiró con fuerza, pero lo que fuera no se movió.

Xie Lian sintió temor y al momento siguiente, fue tirado por el otro
extremo de RuoYe y su espalda se estrelló firmemente en un
abrazo, e incluso hubo algo frío y duro que se clavó en su cintura.

Si bien su cuerpo no parecía tan sólido, su fuerza física era


bastante formidable. A menos que la otra parte fuera una criatura
gigantesca, de lo contrario, ¿cómo puede ser tan fácilmente
tirado?

Xie Lian estaba a punto de defenderse cuando sintió un círculo


alrededor de su cintura, una voz que venía desde arriba: —Gege,
soy yo.

— ¿San Lang? —Preguntó Xie Lian.

Efectivamente, cuando miró hacia abajo, la mano que lo rodeaba


llevaba un brazalete plateado tallado con hojas de arce,
mariposas y bestias; Cuando giró la cabeza, el que lo atrapó era
un hombre alto y delgado vestido de rojo, tranquilo y sereno, con
una cimitarra plateada colgando de su cintura. Lo que golpeó su
cintura antes era muy probablemente la empuñadura de esta
cimitarra.

¡Hua Cheng!
Xie Lian entendió al instante. Resultaba que, justo ahora, fue
RuoYe quien lo arrastró deliberadamente al lado de Hua Cheng,
por lo que estaba luchando uno contra dos, ¡así que, por
supuesto, lo tiraron tan fácilmente!

Se estabilizó y sin palabras recogió a RuoYe, murmurando: —Tú,


pequeño traidor...

RuoYe jugaba sabiamente muerto, yaciendo inmóvil. Xie Lian


tampoco quería decir nada más y lo tiró a un lado.

—San Lang, ¿qué pasó justo ahora? ¿No estabas caminando


detrás de mí? ¿Dónde está el maestro?

—Este lugar es muy extraño. —Hua Cheng dijo: —A mitad de


camino, el camino de regreso estaba completamente sellado. Nos
topamos con algo un poco difícil, por lo que solucionarlo tomó un
tiempo.

Incluso Hua Cheng dijo que era un poco difícil, por lo que parecía
que realmente era algo difícil. Xie Lian se sintió ligeramente
preocupado.

— ¿Estás bien?

—Por supuesto —dijo Hua Cheng—, pero ahora se desconoce el


paradero de Guoshi, por lo que es posible que tengamos que
seguir profundizando. Por cierto, ¿por qué están luchando esos
dos? Tan ruidoso.

—Oh. Ellos... —Xie Lian miró por encima.

Por otro lado, Feng Xin y Mu Qing también finalmente notaron


cosas en este extremo y Mu Qing inmediatamente gritó: — ¡Hey!
¡Cuidado, tú! ¡No te acerques a personas que salen de la nada
tan fácilmente!
Esos dos temporalmente llamaron una tregua y Feng Xin también
dijo: —Su Alteza, ¡que no lo engañe tan pronto como lo vea!

Xie Lian se explicó de inmediato: — ¡QUÉ! ¡Qué quieres decir


con eso! Yo no fui el que abordó, es culpa de RuoYe... —Se
detuvo cuando de repente se dio cuenta de por qué estaban tan
nerviosos.

Dado que tanto Feng Xin como Mu Qing sospechaban de ser


impostores, entonces... ¿Hua Cheng no sería diferente?

¿Era el que estaba delante de él el verdadero Hua Cheng?

Hua Cheng arqueó una ceja.

—Así que ahora todos dudan si yo soy real, ¿verdad?

Xie Lian tenía una mano apoyando su codo mientras que la otra
mano sostenía su mejilla mientras comenzaba a observarlo
cuidadosamente.

Hua Cheng notó su mirada y movió los ojos para mirarlo.

—...

Xie Lian no pudo seguir observando más con esa mirada y


después de un momento de contemplación, llegó a su conclusión
y se volvió hacia los otros dos.

—Creo que este es real.

Mu Qing estaba exasperado.

—Lo que piensas podría no estar bien. No olvides dónde


estamos. Esta es la vieja guarida de White No-Face, todo es
posible. Encuentra una forma de probarlo tú mismo.
Hua Cheng, por otro lado, se rió entre dientes: —Bueno, eso es
fácil. Gege, ven aquí, te contaré una buena manera que puede
ayudarte a juzgar de inmediato.

Xie Lian lo escuchó y se acercó, pidiendo su guía con


culpabilidad.

— ¿Qué buena manera?

— ¿Puedes por favor no hacer todo lo que él te dice que hagas?


El que sospecha en este momento es él, ¿entiendes?

Hua Cheng dijo: —Recítame la primera mitad de mi contraseña


verbal de matriz de comunicación y te diré la segunda mitad.
Sabrás si yo soy el verdadero entonces.

—...

Los dos susurraron en los oídos del otro por un momento, luego
Xie Lian se dio la vuelta, aclarando ligeramente su garganta,
hablando a los otros dos.

—Bueno... este es el verdadero.

Feng Xin finalmente ya no parecía estar tan tenso, pero Mu Qing


dudaba: — ¿Estás seguro? No solo lo mire a la cara y de repente
pierda todos los sentidos.

—Ya dije que este es el verdadero, ¿por qué los dos tienen que
decirlo como si yo fuera algo...? —Xie Lian se quejó.

—Muy bien, eso ya está resuelto. —Hua Cheng dijo: —Volviendo


al tema, Gege, ¿por qué estaban peleando esos dos?

Por lo tanto, Xie Lian hizo un breve recuento, usando su mano


para apoyar su frente.
—Y eso es todo... Para ser honesto, realmente no sé quién es
más sospechoso.

Sin embargo, Hua Cheng respondió: — ¿Tienes que preguntar?


Por supuesto que es el más sospechoso.

La dirección que estaba señalando era hacia Mu Qing.

Mu Qing estaba molesto: —Si vas a acusarme por nada, ¿al


menos tienes una razón? No me arrojes todo sobre mí cuando
ocurra algo.

—Bien —dijo Hua Cheng. —Entonces déjame hacerte una


pregunta: ¿qué es eso en tu muñeca?

Al escuchar esto, la cara de Mu Qing cambió de color de


inmediato.

Retrocedió unos pasos, pero Feng Xin fue rápido y al instante lo


agarró.

— ¿En tu muñeca?

¡Tenía un grillete maldito en la muñeca!

Mu Qing apartó la mano de Feng Xin, las venas aparecieron en


su frente y lo miró furioso. Cuando Xie Lian vio la cosa, dejó caer
los brazos y dijo atónito: —Mu Qing, ¿tu mano?

Mu Qing no hablaba, su rostro estaba oscuro. Hua Cheng habló:


—Sugiero que responda honestamente a las siguientes
preguntas: ¿Por qué Jun Wu lo convocó al Gran Salón Marcial?
¿Qué te dijo él? ¿Por qué recibió un mejor trato que los otros
funcionarios celestiales y pudo regresar sin daño? ¿Por qué te
comportas tan anormalmente, ofreciéndote como voluntario para
rescatar a la gente a pesar de todos los peligros aquí en Monte
TongLu? ¿Qué pasa con la cosa en tu mano? ¿Por qué nos
atrajiste aquí?

Al ver que la situación iba cuesta abajo, Mu Qing retrocedió un


paso e instantáneamente dijo: — ¡Espera! ¡No ataquen primero!
Déjame explicarte.

Hua Cheng hizo un gesto abierto: —Por favor. Sigue.

Feng Xin dijo: —Dime primero, ¿fuiste tú quien me golpeó?

Después de una pausa, Mu Qing finalmente dijo con los dientes


apretados: —... Técnicamente fui yo. ¡Pero no es lo que todos
están pensando!

Feng Xin estaba enojado, pero Xie Lian dijo: —Que continúe.
Capítulo 232: Dados hábiles; Ojos de serpiente rodando alarmando
el corazón (parte cuatro)

Mu Qing inhaló profundamente y admitió: —... Así es, fui yo quien


lastimó a Feng Xin.

Feng Xin estaba indignado.

— ¡Sabía que definitivamente eras tú!

Mu Qing se volvió hacia Xie Lian.

— ¡Pero eso fue porque la Capital Celestial estaba terminada! En


ese momento, todos los funcionarios celestiales estaban tratando
de encontrar formas de escapar, pero él seguía allí negándose a
irse y tampoco escuchaba cuando lo llamaban. Si él continuara
permaneciendo, las llamas del karma lo hubieran quemado hasta
la muerte tarde o temprano, ¡por eso planeé noquearlo antes de
arrojarlo a usted!

—Pero no me lo entregaste. Feng Xin desapareció y terminó aquí


en su lugar —dijo Xie Lian.

—Porque ocurrió un pequeño accidente en el camino —dijo Mu


Qing.

— ¿Qué accidente?

—Ese espíritu fetal. —Mu Qing dijo: —De repente me tendió una
emboscada por detrás, mordiéndome sin soltarlo, negándose a
dejar que lo llevara. No había tenido la oportunidad de levantarlo
antes de que la Capital Celestial comenzara a reformarse, así
que...
Entonces, Feng Xin fue trasladado de alguna manera aquí junto
con el pedazo de tierra debajo de él.

Si esa era la verdad, significaba que Mu Qing tenía la intención


de hacer una buena acción, pero accidentalmente empeoró las
cosas y arruinó a Feng Xin. Una situación muy incómoda.

Xie Lian dijo: — ¿Por qué no lo dijiste antes? —Feng Xin también
tenía dudas: — ¿Estás seguro de que no planeaste dejarme morir
en la Capital celestial? ¿Noquearme y dejarme allí?

La cara de Mu Qing se puso rígida y se volvió hacia Xie Lian: —


El espíritu del feto estaba agachado en su pecho todo el tiempo y
más tarde esa fantasma femenina Jian Lan también vino, así que
pensé que despertaría o movería a Feng Xin en lugar de verlo
quemarse.

Xie Lian también lo entendió así. Mu Qing había salido a


rescatarlo, después de todo. Éll fue quien golpeó a Feng Xin. Por
un sentido de responsabilidad, naturalmente tuvo que esforzarse
un poco. No era de extrañar que estuviera tan irritable y nervioso
todo el tiempo, probablemente tenía miedo de preguntarse si Feng
Xin podría haber muerto...

Sin embargo, este conjunto de excusas era difícil de creer. Feng


Xin tiró de su cabello con locura.

— ¡QUÉ ENRREDO HICISTE DE LAS COSAS! ¿NO SABÍAS


QUE LOS ESTABA BUSCANDO? ¡SI ME CONOCÍAS, SABÍAS
QUE LOS ENCONTRARÍA!

Mu Qing dijo con calma: —Ese espíritu del feto es el subordinado


de White No-Face, White no-Face no les haría nada malicioso. Y
no querían ir contigo, así que quedarte atrás es solo una pérdida
de tiempo. Puedes llamarlos miles de veces y no tendría sentido,
así que ¿por qué no dejar la Capital Celestial para salvar su vida
primero y luego encontrar oportunidades para buscarlos? ¿Por
qué debes forzar algo como reconocer a los hijos durante una
situación tan grave? Solo tomé la mejor decisión posible para
todas las partes en ese momento.

Feng Xin no estaba tan tranquilo como él.

— ¡La mejor decisión posible, mi trasero! ¡Solo puedes decir eso


porque no es tu familia! Espera, ¿entonces lo que quieres decir
es que estabas tratando de salvarme y hacer que me fuera?

Sin embargo, Hua Cheng interrumpió: —Eso es suficiente


basura, solo responde mi pregunta: ¿qué te dijo Jun Wu?

Mu Qing se calló y dudó un poco.

Hua Cheng lo miró fijamente.

— ¿Estás actualmente bajo su mando?

Mu Qing respondió al instante: — ¡Nada por el estilo!

—Entonces, por favor explique este grillete maldito —dijo Hua


Cheng.

Mu Qing había estado discutiendo durante tanto tiempo, con la


boca seca y un momento después, dijo con voz ronca: —Ya dije...
ustedes quizás no me crean.

—Antes, cuando le preguntamos, negó todo hasta la muerte y


solo ahora lo admite, así que, por supuesto, será difícil creerle —
dijo Feng Xin.

Mu Qing estaba un poco indignado: — ¿Por qué no lo admití? Si


te hubiera dicho antes lo que había sucedido, ¡definitivamente no
me hubieras creído de todos modos! Con esta actitud, ¿quién
admitiría algo? ¡En el momento en que admito algo, no podría
explicarme en absoluto, por lo que bien podría no haber admitido
nada! Además, obviamente, no haberle sucedido nada a Feng Xin
fue afortunado, pero todo el incidente fue bastante vergonzoso, y
por su personalidad, no querer admitirlo también era normal.

Xie Lian lo había estado escuchando pacientemente todo el


tiempo y dijo: —Solo déjalo terminar.

Mu Qing miró a Xie Lian y tardó un momento antes de decir


asombrosamente con dificultad: —Esto es... Porque, él quería que
yo hiciera cosas perjudiciales para Su Alteza, yo me negué, así
que...

En este punto, incluso él mismo se sentía incómodo y no podía


continuar por más tiempo. Hua Cheng continuó por él.

—Entonces, en un ataque de ira, ¿te puso un grillete maldito?

Mu Qing no habló.

— ¿Nada más? —Exigió Feng Xin.

No había nada particularmente notable en la expresión de Hua


Cheng: —Desde el fondo de tu corazón, ¿crees las palabras que
acabas de decir?

—...

Era como si Mu Qing sufriera una gran humillación y dijo con


frialdad: —Cree si quieres. Había un malentendido sobre mí al
noquear a Feng Xin, pero no estoy bajo el mando de nadie.

Feng Xin respondió: —Mu Qing... es mejor que digas la verdad.

Cuando Mu Qing vio su expresión, sus nudillos se rompieron.


— ¡Lo que dije es la verdad! ¿Qué querias escuchar? ¿Que me
entregué a Jun Wu y voy a lastimarlos a todos? ¿Es esa la
persona que soy en tu mente? ¿Su Alteza?

Miró a Xie Lian, sus ojos emocionados. Xie Lian lo miró fijamente
durante mucho tiempo, pensativo todo el tiempo, pero justo
cuando estaba a punto de hablar. Hua Cheng se cruzó de brazos
y se puso frente a él, encontrándose con los ojos de Mu Qing,
hablando en voz baja: —No hay necesidad de mirar a Su Alteza
de esta manera. Después de todo, tienes un historial.

— ¡No te pregunté! —Respondió Mu Qing. — ¿Qué historial?

Hua Cheng sonrió.

— ¿Qué trayectoria? ¿Cómo fue el cultivo después de robar un


pedazo de tierra auspiciosa de las manos de Su Alteza?

Su sonrisa estaba mezclada con aire frío y su tono era aún más
desagradable. Mu Qing se sorprendió, su rostro palideció e
involuntariamente retrocedió unos pasos.

— ¡USTED…!

Mu Qing mismo sabía que ese incidente con la lucha contra Xie
Lian por tierras auspiciosas no era lo ético, por lo tanto, era la
persona más temerosa de sacarlo a la luz para señalarlo con el
dedo. Si bien el tono de Hua Cheng era ligero, su tono era
contundente y cruel.

Mu Qing estaba sorprendido, pero Xie Lian también. Lo que le


sorprendió fue, ¿cómo sabía Hua Cheng sobre este incidente?

Ni Xie Lian ni Feng Xin eran del tipo chismoso y nunca disfrutaron
debatir lo correcto o incorrecto a espaldas de las personas ni
difundir nada. Mientras que en ese momento, la partida de Mu
Qing fue un gran shock para ellos, pero nunca dijeron nada ni se
quejaron con nadie. En cuanto a la pelea por ese pedazo de tierra
auspiciosa, después Xie Lian nunca lo mencionó de nuevo y
tampoco se lo había dicho a nadie. Estaba seguro de que Feng
Xin tampoco lo había hecho.

Esos treinta y algunos funcionarios celestiales, naturalmente, no


le habrían dicho voluntariamente a nadie que robaron la tierra
espiritual de otro para cultivarla, por lo que lo habrían mantenido
todo en secreto o habrían torcido la verdad. Por lo tanto, después,
Xie Lian nunca volvió a escuchar hablar de ese incidente.

Entonces, si ese fuera el caso, ¿cómo se había enterado Hua


Cheng?

Incluso si él había plantado muchos espías en la Corte Celestial,


ese asunto realmente fue hace mucho tiempo, han pasado unos
ochocientos años y la mayoría de los involucrados nunca dijo una
sola palabra, así que ¿era realmente posible que Hua Cheng
hubiera cavado fuera de este desastre viejo?

Mu Qing preguntó: — ¿Y cómo lo supiste? ¿Quién te lo dijo? —


Miró a Feng Xin, luego miró a Xie Lian y al final al que miró aún
era Xie Lian. Hua Cheng se burló. —No hay necesidad de mirar
a Su Alteza, Su Alteza nunca me dice estas cosas. Esto fue algo
que ambos gritaron en la cima de la montaña nevada, ¿lo
olvidaron?

La cara de Mu Qing se estaba poniendo más pálida. La confusión


de Xie Lian disminuyó un poco y no pudo evitar soltar el sudor.

Cuando Feng Xin y Mu Qing comenzaron a atacarse


mutuamente, a menudo revivían viejas disputas como locos y
tiraban locamente las alfombras de los pies del otro, por lo que
definitivamente habrían agrupado viejos y viejos líos como la
dinamita y se los arrojaron el uno al otro. No era de extrañar que
Hua Cheng estuviera tan enojado en ese momento. Pero, Xie
Lian todavía sentía vagamente que había algo más profundo que
eso.

Ahora, Xie Lian recordó otra cosa: el demonio vestido de rojo y la


quema de los templos civiles y marciales. Hua Cheng se hizo
famoso de la noche a la mañana, después de la batalla en la que
derrotó a treinta y tres oficiales celestiales y un fuego abrasador
quemó todos los templos y santuarios que tenían en el reino de
los mortales.

Xie Lian había olvidado por mucho tiempo cuántos funcionarios


celestiales había que lucharon contra él por la tierra auspiciosa, e
incluso sus títulos, rostros y las palabras que dijeron se perdieron
para él. Solo recordaba vagamente que había unos treinta.

Entonces, ¿cuál era exactamente el recuento?

¿Podrían ser los treinta oficiales celestiales de entonces?

Si era así, ¿no significaba esto que Hua Cheng había sabido
desde hacía mucho tiempo sobre el incidente?

Fue un momento antes de que Mu Qing murmurara: — ¡Eso fue


antes, esta vez es esta vez! En cualquier caso, nunca había
pensado en...

Solo estaban discutiendo cuando, de repente, una de las piernas


de Xie Lian pateó y gritó: — ¡CUIDADO!

Mu Qing no esperaba esto en absoluto y fue expulsado al


instante. Dos fuertes y escalofriantes aires lo rozaron, clavándose
en la pared. Mu Qing se puso de pie de un salto y desempolvó la
huella de su pecho.

— ¿CON QUÉ PROPÓSITO ESTÁS HACIENDO ESTO?


¿ATACAR PRIMERO?
Xie Lian respondió mientras su mente estaba ocupada: —Lo
siento, ¡realmente no fue intencional!

Si hubiera sido intencional, Mu Qing se habría estrellado en un


agujero en forma de humano en la pared. Todos volvieron la
cabeza para mirar y en la pared había dos espadas afiladas
empaladas y las cuchillas aún vibraban.

Feng Xin gritó: — ¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?

—No hay nadie allí —dijo Xie Lian—. ¡Se movieron solos!

Clink clank, chlink chlunk. A su alrededor explotó el aura asesina.


Esas armas colgadas en las paredes se agravaron, temblando
violentamente, tanto que toda la cámara estaba clamando por el
temblor.

— ¡Salgamos de aquí, rápido! —Exclamó Xie Lian.

Sin embargo, inesperadamente, cuando corrió hacia donde solía


estar la entrada, Feng Xin gritó: — ¿POR QUÉ ESTÁS
CORRIENDO? ¡NO HAY CAMINO AQUÍ! ¿Dónde esta la
puerta? ¿Esta cámara no podría tener una puerta? ¿CÓMO
SALIMOS?

— ¡Solía haber una puerta! —Exclamó Xie Lian. — ¡Pero se ha


ido! ¿Qué está pasando con esos brazos? ¿Por qué explotó
repentinamente la intención asesina?

Hua Cheng usó dos dedos y atrapó una espada larga que cayó
volando hacia él y sin ejercer mucha fuerza, la espada se rompió
y crujió cuando las piezas cayeron al suelo. Él habló: —Ha
pasado demasiado tiempo desde que alguien los usó y se han
sentido solos. Cuando sienten que la gente entra, quieren matar,
eso es todo.
Los otros dos inconscientemente volvieron la cabeza para mirar
a Mu Qing. Mu Qing exclamó al instante: — ¡NO TIENE NADA
QUE VER CONMIGO!

—Pero —dijo Hua Cheng—, usted fue quien nos condujo hasta
aquí.

— ¡Solo señalé este camino porque vi el espíritu del feto! —


Respondió Mu Qing.

Hua Cheng respondió: —Solo tú lo viste.

Mu Qing no tenía nada que decir a eso y apretó los puños. Feng
Xin habló: —Bueno, ¿qué hacemos ahora? ¿No pueden calmarse
esas armas?

Antes de que Hua Cheng respondiera, Xie Lian recordó de


repente cómo solía enfrentar monstruos y demonios similares y
murmuró: — ¡Es posible! Pero... debemos dejar que maten.

—Pero no hay salida a este lugar en este momento —dijo Feng


Xin—. Y solo estamos los cuatro encerrados aquí. ¿Cómo los
dejamos matar? ¿Qué pueden matar?

Justo cuando Xie Lian estaba a punto de hablar, Hua Cheng dijo
de repente: —Tres de nosotros.

— ¿Qué, tres? —Preguntó Feng Xin.

—Solo corrigiéndote, eso es todo —dijo Hua Cheng. —Los que


estamos encerrados aquí somos solo nosotros tres.

Xie Lian giró la cabeza. Efectivamente, dentro de la armería, ¡Mu


Qing, que solía ser la cuarta persona, había desaparecido!

¡Era la verdad! Donde solía estar Mu Qing, ahora no había nada


más que aire vacío. Feng Xin estaba estupefacto.
— ¿Cómo puede ser esto? ¡Estaba parado allí justo ahora!

Hua Cheng no se sorprendió en absoluto, ya que él ya se había


encontrado con algo así antes y solo dijo: —Estamos en el
territorio de White no-Face en este momento. Todos siguen su
orden, no tiene nada que temer, así que, por supuesto, puede
llevarse a la gente cuado quiera.

—...

Anteriormente, cuando Feng Xin no creía por completo, las


fuertes palabras que intercambió con Mu Qing se pronunciaron
principalmente por enojo, pero ahora, realmente no sabía qué
decir. Fue un buen momento antes de que finalmente dijera: —
Su Alteza, Mu Qing, él, ¿podría realmente tener...?

Xie Lian respondió rápidamente: —No hablemos de esto ahora


mismo. Estas armas están a punto de volverse violentas, tenemos
que pensar en una forma de calmarlas primero, ¡de lo contrario,
seremos picados! Luego, sacó a Fang Xin que llevaba en su
espalda. Sin embargo, Hua Cheng presionó resueltamente su
mano.

Xie Lian se sorprendió y miró y vio a Hua Cheng mirándolo


fijamente, rojo lentamente extendiéndose alrededor del borde de
sus ojos.

Dijo sombríamente.

—Gege, ¿qué estás planeando sacando la espada?


Capítulo 233: Acantilados de cien yardas de altura; Mil curvas
sobre las cataratas de lava (parte uno)

Xie Lian parpadeó.

— ¿No estaba planeando hacer nada?

—Entonces, ¿por qué sacaste la espada? —Preguntó Hua


Cheng.

— ¿Para... defenderme? —Respondió Xie Lian.

La expresión de Hua Cheng era terriblemente oscura y apretó


más fuerte: — ¿Cómo planeas defenderte? ¡Baja tu espada!

Esta era la primera vez que Hua Cheng había hablado con Xie
Lian con este tipo de expresión y tono y Xie Lian estaba
completamente desconcertado.

Feng Xin se alarmó: — ¿Quién eres para hacerle bajar la espada?


¡Déjalo ir primero!

Un hacha de batalla salió volando y en reacción rápida, Xie Lian


levantó la espada y la cortó, enviándola volando.

— ¿Cómo planeo defenderme…? ¡Haciendo esto!

Solo entonces el comportamiento y el tono de Hua Cheng se


relajaron un poco, pero aún no lo dejó ir.

—No necesitas defenderte, solo quédate detrás de mí. Baja tu


espada.

Feng Xin golpeó su arco en el suelo con el pie y lo levantó,


agarrándolo con ambas manos, levantándolo para usarlo como
espada, golpeando un martillo de meteorito, todo el tiempo cada
vez más sospechoso.

— ¿Qué eres? ¿Haciendolo aferrarse a él de esa manera? ¿Eres


realmente el real? Su Alteza, ¿hay alguien más además de
ustedes dos que conozca la contraseña verbal de La Lluvia
Sangrienta que busca la Flor?

Fue a través de este recordatorio que Xie Lian recordó de repente


que no eran solo ellos dos los que conocían la contraseña verbal
de comunicación espiritual de Hua Cheng. Había una tercera
persona que lo había escuchado antes.

¡Jun Wu!

De vuelta en el Palacio de XianLe, cuando hizo que Xie Lian se


conectara con Hua Cheng en su presencia, ¡lo había escuchado
muy claramente!

Pero, Xie Lian todavía sentía que el que tenía delante era
definitivamente el propio Hua Cheng sin lugar a dudas, era solo
que... parecía haber recordado de repente algo muy
desagradable, por eso actuó de esta manera.

Después de un momento de contemplación, Xie Lian respondió:


—Está bien.

Luego guardó a Fang Xin.

¡Al momento siguiente, la luz plateada brilló y la cimitarra se


desenvainó!

En el momento en que E-Ming salió, toda la armería se envolvió


instantáneamente en una luz plateada, chispas volaron sin cesar
y el sonido de metales rompiéndose reverberó y resonó sin parar
en los oídos. Xie Lian y FengXin permanecieron inmóviles,
atrapados en el centro por esta aura asesina caótica y
escalofriante. Después de diez golpes, Hua Cheng se dio la
vuelta, envainando la cimitarra. La mirada de Xie Lian se movió
de su persona al suelo.

Todos esos cientos de armas de antes habían sido reducidos a


mota por E-Ming.

Xie Lian se agachó y recogió dos pedazos fragmentados de una


espada, sintiendo una gran pena.

—Esas eran espadas tan buenas y raras...

En ese momento, Feng Xin habló: —Su Alteza, la puerta.

¡Parecía haber aparecido una puerta extra!

Xie Lian dejó caer las piezas fragmentadas y se puso de pie.

—Ya veo, así que solo podemos irnos después de que se traten
las armas.

Originalmente, las puertas deberían haber requerido derramar


sangre para que se abrieran, pero Hua Cheng las obligó a abrirse
directamente. Justo cuando Xie Lian estaba pensando esto, Hua
Cheng tomó su mano y comenzó a arrastrarlo hacia la puerta. Al
ver cómo estaba hirviendo con intenciones asesinas, Feng Xin
preguntó: — ¿Qué planean hacer los dos después?

—Obviamente para ir a buscar a Guoshi y Mu Qing —respondió


Xie Lian.

Hua Cheng declaró con calma: —Si Mu Qing realmente se


entregó a Jun Wu, entonces tomaré su vida de mierda primero.

—...
Los tres salieron de la armería y caminaron un rato. Xie Lian dudó
un poco, pero al final todavía preguntó: —San Lang, ¿creías que
iba a apuñalarme antes?

Hua Cheng no respondió, pero su expresión aún era


extremadamente amarga.

Xie Lian agregó: —No lo habría hecho.

Hua Cheng lo miró.

— ¿En serio?

Xie Lian se sintió realmente culpable después de esa mirada.

Para ser honesto, si este fuera el pasado, tal vez si la situación


fuera realmente grave, realmente lo habría resuelto así, pero
ahora, nunca más lo haría.

Xie Lian respondió: — ¡Sí! Te lo prometí. Además, había tantos


sables, lanzas y espadas, si todos me apuñalaron, ¿no me
habrían herido demasiado? Jajajaja...

Se echó a reír, pero ya no pudo reír más, porque cuando dijo la


palabra puñalada, Hua Cheng se volvió bruscamente para mirarlo.
Esa mirada era difícil de describir, pero sorprendió todas las
palabras que Xie Lian tenía que decir.

Entonces, Hua Cheng de repente extendió la mano y lo apretó


con fuerza contra sus brazos.

Feng Xin estaba subiendo por la parte trasera y se sacudió.

— ¿Qué demonios? ¿No estoy todavía aquí?

Xie Lian parpadeó y palmeó la espalda de Hua Cheng.


— ¿Qué pasa?

Hua Cheng susurró: —Su Alteza, por favor, no ría más de esa
manera. —Abrazó a Xie Lian con fuerza—. No es gracioso, de
verdad... no es gracioso en absoluto.

—...

Recordando cómo antes, cuando recogió esos huesos del cráneo


cubiertos con veneno de cadáver y la cara de Hua Cheng ya era
tan desagradable, Xie Lian se disculpó: —Lo siento, no bromearé
sobre esto contigo otra vez. Simplemente no quería que te
preocuparas, pero no pensé que tendría el efecto contrario.

Feng Xin parecía estar sorprendido por este estado de ánimo y


quedó estupefacto por un tiempo.

—Yo... ¿estoy de acuerdo también? Ya que él es tan serio al


respecto...

Hua Cheng finalmente dejó ir a Xie Lian y dijo en voz baja: —


Vamos.

Sin Guoshi para liderar el camino, aparte de continuar


profundamente en el palacio, los tres no tenían otra opción.

Pero no habían estado fuera por mucho tiempo antes de que Xie
Lian sintiera algo inusual en el aire.

— ¿No piensan ustedes dos... que se está poniendo más


caliente? —Habló Xie Lian.

Cuando el grupo de ellos entró por primera vez en el palacio


subterráneo, era inquietante y escalofriante. Pero después de
caminar por un tiempo, el aire parecía haberse hinchado,
volviéndose mucho más húmedo y caliente. Feng Xin parecía
haber sentido lo mismo y cuando giró la cabeza, se sorprendió un
poco antes de levantar una mano para señalar: — ¡Alteza, mira
hacia atrás! Parece que hay luz.

Justo cuando dijo, había luz detrás de ellos invadiendo


lentamente.

El hecho de que una fuente de luz desconocida apareciera en el


campo negro subterráneo era una situación bastante peculiar.
¿Alguien había venido?

Mientras esperaban que esa luz revelara su verdadera


apariencia, Xie Lian finalmente notó que no era su imaginación
que el aire subterráneo se había vuelto caliente.

Una corriente de lava escarlata y dorada, rodando y burbujeando,


vino bajando la colina, arrastrándose hacia los tres.

¡La lava del exterior había entrado en el palacio subterráneo junto


con el curso de agua!

Xie Lian solo gritaba ¡oh, no! Internamente cuando, de repente,


sintió algo detrás del pasado rápidamente. Al instante, extendió
la mano y la banda de seda salió.

— ¡ESPERA! ¡SOLO NECESITAMOS PEDIR DIRECCIONES!

Ese hombre apenas lo esquivó, su forma se detuvo por un


momento y cuando el suelo se volvió, usando la luz del fuego de
la corriente de lava no muy lejos, vieron la cara del hombre. Feng
Xin gritó: — ¡MU QING! ¡BASTARDO, PARA AHORA MISMO!

Como si Mu Qing se detuviera. Sin otra palabra, se echó a correr.


Los tres estaban a punto de perseguir y atacar cuando el suelo se
sacudió violentamente.
¡La lava de oro escarlata surgió repentinamente y se extendió
sobre el curso de agua, extendiéndose a gran velocidad, corriendo
hacia ellos!

Los tres estaban a punto de ser forzados a salir de su camino,


pero Xie Lian ya había encontrado este problema antes de que
entraran aquí y el nivel de dificultad era un poco más alto, eso es
todo. Él habló: —Feng Xin, probablemente hay muchos mutantes
de cascarón vacío en la lava, pueden flotar, ¡así que solo pise
sobre ellos para que no se hunda!

Luego, apuntó a un mutante de cascarón vacío que estaba


batiendo vigorosamente sus brazos en el flujo de lava, ¡y saltó!

Una vez que aterrizó, Xie Lian estaba encantado. Las cabezas
de esos mutantes de cascarón vacío parecían ser particularmente
más grandes, e incluso cuando bajó, en realidad solo se
sumergieron ligeramente y aún podían flotar en la superficie de la
corriente de lava sin hundirse. ¡Mientras no comenzaran nada,
podrían usarse fácilmente como canoas!

Feng Xin también apuntó a uno y saltó, apuntando con su arco a


ese mutante de vaciado vacío.

— ¡Nada bien, no te hundas!

Con la amenaza de un arma, ese mutante de cascarón vacío no


se atrevió a ofenderlo como se esperaba y trabajó aún más duro.
Mientras tanto, Hua Cheng solo se cruzó de brazos, miró hacia
abajo y echó un vistazo y ese mutante de vaciado vacío se instaló,
sin atreverse a hacer nada malo, con toda su potencia, nadando
más rápido. En cuanto a Xie Lian, aplaudió en una oración y
negoció muy sinceramente con ese mutante de vaina vacía: —
Llévame a este paseo, ¡por favor llévame a este paseo! ¡Te
quemaré incienso después! ¿No quieres incienso? Entonces,
¿qué ofrendas quieres? ¡Solo házmelo saber!
Ese mutante de cascarón vacío obviamente estaba
extremadamente insatisfecho y una y otra vez balanceaba sus
brazos, tratando de ahuyentarlo, pero Xie Lian era tan pegajoso
como un chicle, e incluso si se caía, se negaba a ser arrojado.
¡No hace falta decir que Xie Lian había encontrado una vez más
el más difícil de tratar!

Los tres montaron a los mutantes y fluyeron hacia abajo con la


corriente y como si estuvieran haciendo rafting, cuanto más
bajaban por el arroyo, más empinadas se volvían las colinas y
más rápida era la velocidad. También tuvieron que esquivar
obstáculos que se levantaban abruptamente de la corriente de
lava una y otra vez y todo el viaje estuvo lleno de peligros
interminables. Un tiempo después, finalmente alcanzaron a Mu
Qing que estaba adelante y Feng Xin gritó: — ¡MU QING! ¿A
DÓNDE ESTÁS CORRIENDO?

Debajo de los pies de Mu Qing también había un mutante de


cascarón vacío que se usaba como tabla de surf y miró hacia
atrás.

— ¿QUÉ Y DEBO ESPERAR HASTA QUE TODOS ME


ATAQUEN JUNTOS?

Solo había un arco en las manos de Feng Xin y ninguna flecha,


por lo que solo podía gritar por el aire: — ¡NO TE ATACAREMOS!
¡EXPLICA PRIMERO CÓMO DESAPARECISTE TAN
REPENTINAMENTE DE LA ARMERÍA!

Mu Qing miró hacia atrás, burlándose.

—Todos ustedes...

Antes de terminar, Xie Lian vio lo que se avecinaba, sus pupilas


se encogieron rápidamente y gritó: — ¡ADELANTE!
Mu Qing se volvió instantáneamente y solo entonces descubrió
que el camino por delante estaba llegando a un abrupto final.

Probablemente hubo un abismo subterráneo aquí antes y esa


caída fue extremadamente profunda, al menos cientos de yardas
como un acantilado gigantesco.

Nunca había esperado que un cambio en un paisaje como este


apareciera tan abruptamente, además, cuanto más cuesta abajo
iba, más rápido fluía la corriente de lava y para cuando recuperó
el sentido, ya estaba arrojado al aire sin preparación.

¡La figura de Mu Qing junto con ese mutante de cascarón vacío


debajo de sus pies desapareció instantáneamente y los tres en
este extremo también estaban a punto de precipitarse
rápidamente al borde de ese acantilado!

En el último segundo, RuoYe voló hacia la parte posterior y se


envolvió varias veces alrededor del alero de un edificio de palacio
en la distancia, luego se ató en un nudo. Con una mano
agarrando a RuoYe y la otra agarrando a Hua Cheng, Xie Lian
arrojó el otro extremo de RuoYe hacia Feng Xin y gritó: —
¡AGARRA!

Con la banda de seda como eslabón, los tres se estabilizaron


torpemente. En ese momento, estaban como máximo a unos seis
metros de ese acantilado; si llegaban tarde a otro paso, se iban a
caer. Literalmente detuvieron a sus caballos en el precipicio. Sin
embargo, todavía había lava rodando vertiendo sin parar, por lo
que Xie Lian ordenó.

— ¡Retírate!

RuoYe se encogió rápidamente y guió a los tres en dirección a


ese palacio. Poco después, los tres saltaron al techo del palacio.
Este palacio era más grande, por lo que su techo era
considerablemente espacioso. Con las piedras como base, no
había temor de que la lava la arrastrara, por lo que al aterrizar
aquí, podían respirar temporalmente aliviados.

Después de estabilizarse por un momento, Feng Xin observó


atónito ese acantilado vacío y dijo con incredulidad: — ¿Mu Qing...
se cayó?

Xie Lian se obligó a frenar su corazón palpitante y jadeó,


secándose gotas de sudor en la frente.

— ¡No lo hizo!

Mirando por encima del borde más alejado de la azotea de ese


palacio, Xie Lian asomó y pudo ver, en las rocas al borde de ese
acantilado había un largo sable clavado.

Y un par de manos agarraban con fuerza la larga empuñadura de


ese largo sable. Debajo de esas manos había una cara roja y
nerviosa apretando los dientes vigorosamente.

En este momento, Mu Qing estaba situado en la horrible posición


de estar paralelo a la corriente de lava en forma de cascada que
fluye hacia abajo.

Gotas de fuego salpicaban ante su rostro y realmente era fuego


quemándole las cejas y si no fuera por una capa de luz espiritual
que protegiera su cuerpo, bloqueando la mayor parte del vapor,
toda su apariencia había sido quemada y su cabeza ya estaría en
llamas.

Pero esta capa protectora de luz espiritual tampoco duraría


mucho tiempo y si toda su persona cayera en un charco de lava,
¡sus huesos aún se disolverían en el aire!

Esta era una escena tan aterradora y Feng Xin preguntó: —


¡¿Qué debemos hacer?! Su Alteza, ¿puede esa banda suya de
seda blanca alcanzarlo?
Xie Lian ya lo había intentado, retirando a RuoYe, apagando las
llamas.

— ¡No puedo! ¡La distancia está muy lejos! ¡RuoYe se incendió


a mitad de camino!

Muchos pequeños hilos rotos de llamas también cantaban las


túnicas de Mu Qing y la empuñadura estaba ardiente, pero aún
así se aferró con fuerza, con miedo de soltar y con miedo de mirar
hacia abajo.

Si debía soltarlo, no era más que llamas ardientes y lava


esperándolo abajo. También hubo el aullido hambriento de
innumerables espíritus de los difuntos, sus gritos resonando y
resonando, como si estuvieran llamando al que luchaba,
esperando su querida vida para apurarse y unirse a ellos en
compañía.

Mu Qing se aferró a esa empuñadura con un apretón mortal, su


pálida frente cubierta de sudor pesado. Cuando vio a los tres a lo
lejos, sus labios se movieron como si quisiera pedir ayuda. Pero,
con su personalidad, era realmente difícil que las palabras ayuda
y sálvame salieran de sus labios.

Además, si Hua Cheng era libre o no, probablemente no le


importaría venir a salvarlo. También era difícil saberlo con Feng
Xin y el único que quedaba que estaría dispuesto a rescatarlo,
tenía la capacidad de salvarlo y podía persuadir a los otros dos,
era Xie Lian.

Al final, se detuvo fervientemente, las venas aparecieron


ligeramente en su frente mientras gritaba hacia Xie Lian.

— ¡Su Alteza!
Xie Lian solo estaba escaneando el área haciendo observaciones
rápidas y cuando escuchó la llamada lo miró. Mu Qing aguantó
por un buen rato, luego contuvo el aliento y gritó con la cara roja:
—... ¡CRÉANME! Su Alteza, ¿SABÍA QUE NO MIENTÍA, NO?
¿SABES QUE NO HABRÍA DAÑADO REALMENTE A
CUALQUIERA DE USTEDES, VERDAD?

—...

La forma en que le rogaba a Xie Lian con tanta esperanza, como


si estuviera aferrado a la gota que colmó el vaso de su vida, de
repente hizo que Xie Lian recordara otra escena de otro momento.

Esa vez, cuando anochecía, hace muchos, muchos años, cuando


él también le rogó a Mu Qing con la misma esperanza
desesperada:

—Sabes que no estaba mintiendo, ¿verdad?

¿Cómo le respondió Mu Qing en aquel entonces?

No había pensado en esas cosas durante cientos de años, pero


esta línea que Mu Qing usó de repente las sacó de los rincones
polvorientos donde estaban selladas.

Arrastrado y se soltó; innumerables imágenes y voces


aparecieron y solo entonces Xie Lian se dio cuenta de que
recordaba cada detalle tan claramente; que nunca había
olvidado.

Mu Qing nunca recibió su respuesta y en el silencio inusual de


Xie Lian, parecía haber recordado gradualmente la misma
escena, los colores de su rostro cambiando lentamente. Parecía
que también descubrió que había usado las palabras equivocadas
para pedir ayuda y le recordó a Xie Lian lo que no debería haber
recordado en un momento como este sin querer.
Justo en ese momento, Hua Cheng habló en voz baja detrás de
Xie Lian: —Gege, antes de tomar una decisión, debo recordarte
un par de cosas.

Solo entonces Xie Lian salió de allí y dijo: — ¿Qué es?

—Primero —dijo Hua Cheng—, a menos que la corriente de lava


deje de fluir, hacer un intento de rescate será potencialmente
mortal.

Pero, ¿quién sabría cuándo dejaría de fluir? Esa empuñadura de


sable ya estaba ardientemente candente, las manos de Mu Qing
no podrían agarrarse por mucho más tiempo, ¿cómo podría
aguantar hasta entonces?

Xie Lian estaba callado. Hua Cheng continuó: —Segundo, si Mu


Qing ya se hubiera entregado a Jun Wu, entonces Jun Wu
definitivamente tendrá una forma de sacarlo de aquí. Pero tú,
definitivamente caerás en peligro. Y esta posibilidad es relevante.
Piensa en su comportamiento y la forma en que actuó todo este
viaje.

Noqueando a Feng Xin, atrayéndolos a la armería, negándose a


admitir que noqueó a Feng Xin e incluso hizo acusaciones,
desapareciendo repentinamente después de que la armería se
volviera loca, el momento coincidente de la corriente de lava
invirtiendo su flujo, llevándolos a donde estaban ahora.

Y ahora, ¿acaso estaba una vez más dirigiendo deliberadamente


a Xie Lian a su fin?
Capítulo 234: Acantilados de cien yardas de altura; Mil curvas
sobre las cataratas de lava (parte dos)

El tiempo que Xie Lian había estado en silencio se estaba


volviendo un poco largo. Esa larga empuñadura de sable ardía al
rojo vivo y Mu Qing dejó escapar un fuerte grito, una mano
cayendo y se quedó un rato usando solo la otra mano. No se
atrevió a sostenerse así por mucho tiempo e inmediatamente se
agarró de nuevo. Sin embargo, las palmas de sus dos manos
humeaban hilos de vapor blanco y aunque había una gran
distancia entre ellas, las del otro lado también casi podían oler el
hedor a carne quemada.

Hua Cheng soltó casualmente una mariposa plateada. Esa


mariposa plateada revoloteó sus alas, volando unos cientos de
pies, pero antes de llegar incluso a un tercio del camino a Mu Qing,
se disipó en humo plateado y desapareció en el aire.

Xie Lian sabía que estaba demostrando que las mariposas


fantasmas no podían ayudar; Era un callejón sin salida, por el que
no valía la pena morir.

Mu Qing también fue testigo del proceso de desaparición de esa


mariposa plateada, su expresión gradualmente se convirtió en una
de desesperación.

Él entendió. En este momento, primero; no había nadie que


tuviera la capacidad de salvarlo, segundo, nadie le creía y debido
al peligro, no había ninguna razón para que Xie Lian viniera a
salvarlo a riesgo de su propia vida.

Pero, aunque desesperado, aún se negaba a ceder y no estaba


dispuesto a rendirse. Mu Qing apretó los dientes y gritó: — ¡SI
NO ME CREEN QUE ESTÁ BIEN, PERO NUNCA CAERÉ TAN
FÁCILMENTE!
Luego, se agarró con fuerza, pareciendo intentar un giro en el aire
para pararse sobre esa empuñadura. Sin embargo,
inesperadamente, justo cuando su cuerpo se levantó unos
centímetros, ¡se hundió violentamente!

¡Mu Qing miró hacia abajo y en sus ojos se reflejaron


innumerables espíritus resentidos que se fundieron en el color rojo
sangre, sus caras y extremidades se contorsionaron y retorcieron
cuando se presionaron sobre su pierna, tirando de él hacia abajo!

Esos espíritus resentidos se fundieron originalmente en la lava


que fluía, pero de repente salieron, colgando de este medio
cuerpo inferior uno tras otro, pesados e hirviendo, como agregar
aceite al fuego, escarcha sobre nieve y Mu Qing se estaba
volviendo loco.

— ¡PIÉRDETE!

En los últimos cientos de años, no fue como si nunca se hubiera


enfrentado al borde de la muerte, pero esas fueron todas las
circunstancias en las que fue gravemente herido. Morir enterrado
en la lava fue mil veces más horrible que la muerte por las heridas
y en el momento en que se imaginó a sí mismo convirtiéndose en
una nube de humo como esa mariposa fantasma, dejando el
mundo sin dejar rastro, no pudo soportarlo.

Por fin, las manos de Mu Qing habían alcanzado su límite y sus


diez dedos se aflojaron ligeramente, ya no podían agarrarse.

El espacio debajo del sable se volvió vacío: ¡había caído!

La silueta de una figura se hundía hacia los fuegos ardientes y la


piscina de lava debajo.

— ¡AAAAAHHHHHHHHHH!
Sin embargo, mientras sus gritos eran fervientes y atormentados,
después de que su cuerpo se había caído por cierta distancia, la
caída se detuvo violentamente, ¡y lo colgaron en el aire!

Mu Qing aún no había recuperado el sentido, con la mitad de la


cabeza entumecida, pero debido a que su reacción instintiva aún
estaba intacta, rápidamente sintió su cuerpo. Resultaba que era
una banda de seda blanca que se envolvía alrededor de su
cintura.

Era naturalmente RuoYe. Pero, ese palacio donde se posó Xie


Lian no estaba cerca del acantilado donde cayó y si RuoYe no
pudo alcanzarlo antes, ¿cómo podría haberlo atrapado después
de que él se hubiera caído por un tiempo?

Mu Qing miró hacia arriba y descubrió en estado de shock que


Xie Lian no estaba en lo alto del techo de ese palacio, estaba justo
encima de su propia cabeza.

Anteriormente, Mu Qing clavó el largo sable en las rocas y se


agarró a la empuñadura de ese sable para aguantar por un
tiempo. Sin embargo, justo en este momento, ¡Xie Lian estaba
medio agachado sobre esa empuñadura!

Xie Lian estaba retirando rápidamente a RuoYe mientras miraba


hacia abajo y solo dejó escapar un suspiro de alivio cuando vio
que Mu Qing estaba bien.

—Gracias a Dios, gracias a Dios, lo hice a tiempo.

Mu Qing murmuró: —... ¿Su Alteza?

Ese instante anterior fue demasiado estimulante, tanto que su


mente aún estaba llena y confundida. En una distancia tan lejana
con lava rodante en el camino, sin ningún otro punto de aterrizaje,
a lo sumo Xie Lian solo podría haber saltado hasta la mitad,
entonces, ¿cómo había llegado?
A lo lejos, la voz de Feng Xin sonó.

— ¡Su Alteza! ¿ESTÁS BIEN?

Mu Qing miró el sonido y en el techo de ese palacio ahora solo


quedaban Hua Cheng y Feng Xin. Hua Cheng los miraba con los
brazos cruzados, pareciendo garantizar la seguridad de Xie Lian,
sin importarle nada más. Y, en el medio entre los dos puntos de
ese palacio y el acantilado donde cayó, había una espada negra
como la tinta, encajada fríamente y de pie en el centro de la
incesante lava al rojo vivo.

¡Fang Xin!

¡Así que eso era todo! Mu Qing finalmente entendió cómo Xie
Lian había venido.

Por la habilidad de Xie Lian para saltar, de hecho solo podía saltar
a la mitad y nunca sería capaz de saltar de manera segura hasta
el acantilado donde cayó desde la azotea de ese palacio. Por lo
tanto, Xie Lian había arrojado a Fang Xin primero, inculcándolo en
la corriente de lava para crear un punto de aterrizaje, luego
usando a Fang Xin como otro punto de partida, saltó sobre su
sable, liberando a RuoYe en el último segundo y apenas lo atrapó.

—He estado tratando de pensar en una forma anterior, realmente


no había nada aquí que pudiera usarse, así que usé algo de
tiempo. —Xie Lian dijo: —También estabas entrando pánico
demasiado rápido. No pierdas la cabeza, de lo contrario te caerás
más rápido.

Mu Qing había pensado que el silencio de Xie Lian era su


vacilación sobre si salvarlo o no, pero resultaba que Xie Lian
estaba tratando de pensar en cómo salvarlo. Y gracias a Dios que
Xie Lian aún podría pensar con una cabeza tan clara en una
situación tan grave antes.
Las gotas de sudor en su frente rodaban más gruesas.

En el momento en que levantó la vista, Xie Lian le había tendido


una mano, sonriendo: —En cualquier caso, aunque un poco tarde,
esta mano no se extiende demasiado tarde, ¿verdad?

—...

Tal vez era porque había estado agarrando la empuñadura


durante demasiado tiempo antes, pero Mu Qing de repente sintió
sus brazos incomparablemente pesados, incapaz de levantarse.
Xie Lian luego extendió su mano más abajo.

—Ven.

Mu Qing finalmente tomó su mano.

Todo su brazo temblaba ligeramente, pero Xie Lian tiró con fuerza
y lo levantó. Los dos estaban juntos en la empuñadura del largo
sable de Mu Qing. Xie Lian se dio la vuelta y saludó con la mano
hacia el techo: — ¡SAN LANG, ES UN ÉXITO!

—Muy bien, Gege. —Hua Cheng respondió: — ¡Ahora vuelve,


justo en este instante!

Xie Lian respondió: — ¡Muy bien, ya vuelvo!

Luego volvió a mirar a Mu Qing: — ¿Todavía puedes saltar? Si


no, ¿te llevo?

Los labios de Mu Qing se movieron.

—Yo...

Xie Lian observó su disposición y dijo resueltamente: —Te


llevaré.
Luego, lo agarró por la espalda. Si esto fuera en el pasado, Mu
Qing probablemente habría rodado los ojos en secreto y
protestado por su apretón, porque estaba siendo irrespetuoso con
los demás, pero ahora, Mu Qing no podía pronunciar una sola
palabra.

Xie Lian estaba a punto de saltar cuando inesperadamente, en


ese momento, ambos sintieron de repente que sus pies se
hundían al mismo tiempo.

¡Como si las cosas no fueran lo suficientemente desafortunadas,


ese largo sable clavado en las rocas solo tenía que elegir esta vez
para aflojarse!

Los colores de la cara de Hua Cheng cambiaron de inmediato.

— ¡GEGE!

Esta vez, fueron dos figuras las que se lanzaron juntas hacia la
piscina de lava roja carmesí. En esos momentos de fuego
ardiente, Xie Lian aún podía pensar rápidamente y gritó: — ¡ESTÁ
BIEN!

Luego giró varias veces en el aire, agarrando un sable largo en


el aire y con ambas manos agarrando la empuñadura. ¡Una vez
más clavó el sable en las rocas!

Gotas de chispas pocas, brillantes y deslumbrantes. Sobre la


superficie de la luz espiritual protectora de Xie Lian, esas
partículas de fuego eran como granos de oro fragmentados, pero
si esa capa de luz espiritual protectora se había ido, ¡incluso una
mota podría quemarse a través de un gran agujero en una
persona!

RuoYe levantó a Mu Qing y Xie Lian le dijo solemnemente: —


Este sable no podrá soportar el peso de dos hombres adultos por
mucho tiempo. Esto no puede seguir el ritmo. Entre nosotros dos,
solo uno puede permanecer aquí.

Mu Qing volvió lentamente a sus sentidos.

— ¿Estás diciendo...?

—Puedes irte —dijo Xie Lian.

Las pupilas de Mu Qing se encogieron lentamente, pero antes de


que pudiera hablar, Xie Lian lo atrapó y lo arrojó con fuerza hacia
arriba, gritando: — ¡PREPÁRATE!

Mu Qing fue arrojado al acantilado y descubrió que estaba


volando hacia donde estaba Fang Xin. Se estabilizó, volteando
en el aire y aterrizó en la empuñadura de Fang Xin.

Después de haber aterrizado aquí, entendió por qué Xie Lian tuvo
que arrojarlo primero.

Fue porque con esta distancia, tal vez Xie Lian podría saltar de la
empuñadura que había migrado varias docenas de pies hacia
abajo, pero no habría podido hacerlo.

Esta distancia para él estaba demasiado lejos. ¡Solo pudo


haberlo hecho tomando prestada la fuerza arrojadiza de Xie Lian!

Feng Xin se secó su sudor frío.

— ¡Gracias a Dios, su alteza reacciona rápido!

Hua Cheng sin embargo, se veía severo y gritó abajo.

— ¡Gege! Si no vuelves pronto, ¡tendré que ir a buscarte!


Su voz tenía el tono de advertencia y Xie Lian respondió
rápidamente: — ¡Ya voy a subir! Las cosas están bien, no son
demasiado difíciles de manejar, puedo saltar sobre mí mismo, no
caeré.

Solo entonces el comportamiento de Hua Cheng se relajó un


poco, pero aún lo miraba sin parpadear. Feng Xin lo miró y no
pudo evitar decir: —... Estoy un poco sorprendido.

Hua Cheng no volvió la cabeza y dijo sin ningún rastro de


curiosidad: — ¿Qué?

Feng Xin se rascó la cabeza: —Pensé que, dado que estás tan
predispuesto contra Mu Qing, pensarías que no valía la pena
salvarlo y estaría en contra de que Su Alteza lo rescatara e
impedirías que fuera.

Solo entonces Hua Cheng lo miró.

—Mitad equivocado, mitad correcto.

— ¿Huh?

Hua Cheng dijo: —La primera parte no estuvo mal, ciertamente


no creo que valga la pena salvarlo. Él no es asunto mío.

Al ver su expresión apática, el sudor de Feng Xin cayó.

— ¡¿No eres demasiado contundente?!

Y cuando pensó cómo este hombre definitivamente tenía la


misma actitud hacia él, sintió más sudor.

Hua Cheng soltó un pfft y resopló, luego, después de una pausa,


agregó: —Pero, solo Su Alteza puede decidir lo que elegirá.
Nunca me opondré a sus decisiones.
—...

Feng Xin nunca había escuchado a nadie decir algo así antes.
No de hombres a mujeres y definitivamente no de un hombre a
otro y solo podía pensar que si Xie Lian escuchara esto, sería otro
gran problema. Sin saber qué cara hacer, Feng Xin solo pudo
responder: —... Ah. Veo.

Hua Cheng volvió la cabeza hacia atrás, mirando a Xie Lian que
estaba observando el flujo de lava en observación, pensando y
haciendo planes y sonrió: —Además, ya sabía que iba a hacer
esto.

En el otro extremo, Xie Lian gritó: —Mu Qing, date prisa y


muévete a la azotea, deja de correr. Si realmente sucede algo,
podemos hablarlo después.

Solo entonces Mu Qing se dio cuenta de que si no dejaba a Fang


Xin, entonces Xie Lian no tenía dónde aterrizar para su próximo
paso. Forzándose a sí mismo a pensar con calma, Mu Qing
estaba a punto de regresar al tejado cuando inesperadamente,
justo cuando saltaba, debajo de Xie Lian, de repente gritó: —
¡¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?!

Xie Lian estaba de pie sobre el sable, almacenando energía en


silencio cuando, de repente, la lava cae detrás de él y un par de
manos se extendieron, agarrándolo abruptamente.

Esa criatura claramente provenía de las cataratas de lava, pero


esas manos estaban horriblemente frías. Xie Lian se estremeció
y escuchó a Hua Cheng exclamar desde arriba.

— ¿Su Alteza?

Esas manos abrazaron a Xie Lian con fuerza y se cayeron del


sable llevándolo. Xie Lian estaba completamente atónito y los de
arriba vieron claramente lo que lo atrapó por detrás.
Ese hombre estaba vestido con una túnica blanca, una máscara
medio llorando y medio sonriendo, como si se regocijara; como si
estuviera afligido.

¡White no-Face!

RuoYe sintió el peligro y salió por su cuenta, lanzándose hacia


arriba y arrojándose ante Mu Qing. Mu Qing lo agarró
inconscientemente, pero el poder del otro extremo de la banda de
seda blanca era demasiado grande y no solo no logró sujetarlo,
sino que también lo tiró.

Xie Lian se hundía rápidamente en medio de chispas de fuego y


escuchó a esa criatura reír por sus oídos.

—Jajajajajaja... ¡Ingenuo! Demasiado ingenuo, Xian Le! ¿Creías


que era tan fácil lograr un final perfecto y feliz?

Abajo estaban las olas de vapor abrasador, pero la mente estaba


llena de un frío escalofriante. Dentro del hielo y fuego en conflicto,
Xie Lian levantó la vista y arriba, en el aire envuelto en fuego y
luz, había una silueta roja que se acercaba rápidamente.

¡Hua Cheng también había saltado!

¡Pero la piscina de lava estaba abajo!

Capítulo 235: El puente de cruce del cielo; Tres idiotas regresan


a tiempos antiguos

Quién sabría si fue el miedo a la destrucción o la abrasadora lava


caliente, pero la persona entera de Xie Lian estaba sumergida.
Pasó mucho tiempo antes de que Xie Lian llegara lentamente.

En el momento en que despertó, descubrió que estaba acostado


en un suelo frío y sólido y Mu Qing estaba desplomado junto a él,
mirándolo aturdido.

La visión de Xie Lian todavía era ligeramente roja y al instante se


sentó.

— ¡SAN LANG!

Sin embargo, inesperadamente, en el momento en que se sentó,


Mu Qing salió y gritó: — ¡NO TE MUEVAS!

Xie Lian subconscientemente extendió la mano para sostenerse


del suelo, pero el soporte cayó vacío y Xie Lian perdió el equilibrio,
su persona entera casi se cayó. Sorprendido, Xie Lian finalmente
descubrió que no estaba tirado en el suelo en absoluto.

Estaba acostado sobre un puente.

Este lugar era una cueva subterránea de roca con un inmenso


espacio, su cúpula penetraba en el vasto cielo nocturno y dentro
de la cueva flotaba un puente profanado.

El cuerpo del puente estaba paralizado, terriblemente negro,


parecía madera pero también piedra, como si hubiera
experimentado miles de años de lluvia y tormentas, sellado en su
quema. Sin ningún pilar que lo sostuviera, colgaba en el aire,
extendiéndose sin fin desde ambos extremos hasta el infinito; su
comienzo desconocido, su final imprevisible y su dirección un
misterio. Algunos lugares eran tan anchos como treinta pies,
algunos lugares eran tan estrechos que solo una persona podía
cruzar.

A miles de pies debajo de este puente roto estaba la piscina de


lava candente y ardiente, como la cuenca roja del infierno.
¿El Puente de cruce del Cielo?

Esas tres palabras fueron las primeras en aparecer en la mente


de Xie Lian. Hace dos mil años, para superar el desastre, el
Príncipe Heredero de WuYong construyó un puente para cruzar a
los cielos. ¿Podría este puente ser sus restos?

Recordó que White no-Face lo derribó a la fuerza, entonces,


¿cómo había terminado en este puente?

Xie Lian se puso de pie.

— ¿San Lang?

Mu Qing todavía estaba sentado a un lado.

—No te molestes en llamar, él no está aquí.

Xie Lian se volvió hacia él.

— ¿Cómo terminamos aquí? ¿Se activó una matriz de


acortamiento de distancia a mitad de camino?

—Probablemente —dijo Mu Qing—, me estaba cayendo


directamente hacia el estanque de lava, pero a medio camino, me
enviaron aquí.

Pobre Feng Xin; los tres se habían caído y él fue el único que se
quedó allí. Probablemente volvería a maldecir las calles. Pero
encontrar a Hua Cheng era prioridad; ¿A dónde lo habían
trasladado?

Xie Lian vio el Fang Xin y el largo sable que había sido arrojado
a un lado y los recogió, luego caminó hacia Mu Qing. Mu Qing lo
vio colgando la espada, acercándose con una expresión oscura y
sin saber lo que Xie Lian estaba pensando en hacer, su expresión
de repente se puso nerviosa.

Sin embargo, Xie Lian le entregó su sable y luego extendió una


mano hacia él.

— ¿Estás bien? Si estás bien, levántate, tenemos que irnos.

Mu Qing miró la mano que se extendió hacia él y, después de un


largo silencio, sacudió la cabeza: —No puedo ir. Mis manos y pies
están todos heridos.

Xie Lian se agachó y lo examinó por un momento y


efectivamente, ambas manos de Mu Qing estaban rojas y también
había quemaduras en sus piernas, por lo que probablemente solo
podía caminar lentamente.

Después de un momento de contemplación, Xie Lian dijo: —


Déjame ayudarte entonces.

Levantó a Mu Qing, apoyó un brazo sobre sus hombros, luego


caminó mientras lo sostenía así. Después de unos pocos pasos,
Mu Qing de repente soltó: — ¿Por qué?

Xie Lian estaba escaneando sus alrededores de manera


calculadora y respondió: — ¿Por qué, qué?

—Pensé que después de que descubrieras que yo también


estaba bien, sospecharías más de mí —dijo Mu Qing.

—Oh, ¿no? —Respondió Xie Lian.

— ¿Por qué?

—Porque sé.

— ¿Sabes qué?
—Que no estabas mintiendo —respondió Xie Lian.

—...

Justo lo que fue la expresión de Mu Qing fue realmente difícil de


describir.

Xie Lian dijo con toda naturalidad: — ¿No me pediste que te


creyera? Te creo. Es eso.

—...

—Cómo digo esto... — Xie Lian comenzó. —Supongo que puedo


decir que te conozco desde hace muchos años, así que todavía
estoy bastante seguro de esto. No eres alguien así. ¿No he dicho
esto antes? Podrías escupir en las tazas de las personas, pero
nunca harías algo como envenenar dichas tazas.

Después de escuchar la primera parte, casi parecía que Mu Qing


fue tocado, pero después de escuchar la segunda mitad, la mitad
de su rostro se estaba oscureciendo.

—Ese ejemplo es innecesario, en serio, no lo mencione más. No


haré nada como escupir, ¡es demasiado sin clase!

Xie Lian agitó su mano.

—No te preocupes por esos pequeños detalles. Además, incluso


si en una posibilidad entre un millón de personas que tuve la mala
suerte de juzgarte mal, tampoco puedes vencerme a mí y a San
Lang, te habremos matado de un golpe, así que no eres una
amenaza para todos, jajajaja...

—... —Mu Qing murmuró: —Estás haciendo esto a propósito,


¿no? Estás tratando de hacerme enojar hasta la muerte...
—Ejem, estoy bromeando. En cualquier caso —Xie Lian dejó de
reír, agarrando el brazo de Mu Qing mientras miraba hacia
adelante—. Si realmente rechazaste hacer un acto malicioso y
Jun Wu te atrapó con un grillete maldito, entonces no puedo
permitir que pagues un mal precio por ello.

Dijo con calma: —Porque lo que hiciste fue lo correcto.

Mu Qing lo miró por un buen rato, luego finalmente apretó los


dientes.

—Xie Lian, realmente eres alguien...

Xie Lian instantáneamente tocó: —Déjalo. ¿No crees que no sé


lo que piensas de mí? Todavía depende de mí para apoyarlo
aquí, no diga nada que me haga querer arrojarlo a la piscina de
lava.

Mu Qing dijo: — ¿Y aquí me estás salvando a pesar de que


sabías lo que pienso de ti?

—Igualmente. Que te salve solo soy yo siguiendo mis propios


principios, eso es todo. —Xie Lian respondió: — Además, si bien
eres alguien que es curiosamente extraño en todos los aspectos
y realmente hubo un momento en el pasado en el que realmente
quería golpearte hasta la muerte, no tuve éxito en ese entonces
y después de tanto tiempo, también perdí interés. Pero no importa
cuán raro seas y cuánto quiero golpearte, ¿tus pecados no
garantizan la muerte? Si puedo salvarte, por supuesto, te salvaré.

Mu Qing se desinfló y resopló unos cuantos resoplidos y después


de un momento de silencio, agregó: —Su Alteza, en realidad...

En ese momento, ambos pies se hundieron y sus caras


cambiaron abruptamente de color.
Mu Qing resultó herido y no pudo reaccionar a tiempo, pero
afortunadamente Xie Lian aún se movía con una velocidad divina
y sus dedos se inclinaron, empujando hacia adelante y aterrizaron
ligeramente a treinta pies de distancia. Cuando miraron hacia
atrás, el cuerpo del puente por el que acababan de pasar se había
agrietado y roto, ¡cayéndose hacia abajo!

Un tramo de ese cuerpo negro del puente se había estrellado


contra la cuenca del infierno escarlata y los espíritus resentidos
que habían estado esperando durante mucho tiempo rodando en
la piscina se extendieron rápidamente y cientos de pares de
manos lucharon para agarrar, mientras si quisieran usarlo como
un vehículo para escapar de este mar de sufrimiento. Sin
embargo, sus números eran demasiado grandes. Ese tramo de
un puente paralizado no pudo soportarlos en absoluto y pronto se
hundió.

Los dos de arriba miraron temblorosos e intercambiaron una


mirada. Xie Lian comentó: — ¡Parece que este puente no es
demasiado estable!

Mu Qing abrió y cerró la boca, probablemente para decir que


también podrían volver atrás, que la superficie del puente donde
yacían antes era considerablemente espaciosa y no debería
ceder, pero con ese estiramiento colapsando, no había más
camino y ya no podían retirarse. La única forma para los dos era
avanzar, pero la superficie del puente era alternamente ancha y
estrecha, como si estuviera llena de trampas, el peligro se
escondía en cada esquina, ¡y quién sabe dónde un escalón los
haría caer!

Sin otra palabra, Xie Lian arrojó a Mu Qing sobre su espalda.

—No podemos quedarnos en el mismo lugar por mucho tiempo,


de lo contrario, quién sabe si también colapsará. ¡Agárrate fuerte,
voy a pasar rápidamente por esto!
Según lo prometido, Xie Lian salió corriendo en pasos voladores.
Cuanto más avanzaban, más estrecho se volvía el puente, e
incluso el área más ancha no era mucho más grande que una
puerta, ¡el área más estrecha no más ancha que la cintura de una
persona!

Sin embargo, incluso en una situación tan peligrosa, dondequiera


que Xie Lian hubiera pasado, nada se movía en lo más mínimo.
La parte inferior de sus pies solo se inclinaba ligeramente cada
vez y cada vez era como una golondrina rozando ligeramente la
superficie del agua, retirándose en el momento en que hubo
contacto. Si hubiera otros dioses marciales presentes, todos
quedarían atónitos por estos pasos que estaban tan
brillantemente controlados hasta el punto de que era horrible, ya
que no había un segundo dios marcial que pudiera hacer lo
mismo. ¡Estas eran las habilidades magistrales que solo podían
provenir de alguien que no dependía de los poderes espirituales
y que se había entrenado vigorosamente día tras día!

De repente, una columna de fuego se precipitó hacia los cielos,


bloqueando frente a Xie Lian. Si no fuera por su increíble reacción
y frenado a tiempo, se habrían cargado directamente al fuego y
quemado hasta quedar crujientes. Los dos miraron hacia abajo.
Desde quién sabe cuándo, millones de espíritus resentidos del
mismo color que las rocas fundidas se habían reunido abajo,
chillando y riéndose, extendiendo sus manos hacia los dos y esa
columna de fuego fue el golpe enviado por ellos. Sus oídos
estaban doloridos vagamente y Mu Qing se preguntó: — ¿Qué
gritan?

Xie Lian murmuró: —... ¡Baja, únete a nosotros, muere aquí!

Mu Qing lo miró asustado: — ¿Los entiendes? Deberían estar


hablando en lengua WuYong.

Xie Lian asintió con la cabeza.


—Eh, ellos son... la gente de WuYong que había caído en la lava
y se había quemado hasta la muerte después de que el Puente
del Cruce del Cielo se hubiera derrumbado. Cuidado de no
enredarse con ellos; tirarán todo lo que ven a la lava. ¡Sabía que
este era el cuerpo remanente del Puente de cruce del Cielo!

— ¿Pueden ser absueltos si derriban a las personas? —


Cuestionó Mu Qing.

—No. —Xie Lian respondió: —No pueden ser absueltos incluso


si derriban a otros. Esos espíritus resentidos nunca podrán recibir
la absolución. Pero disfrutan ver a otros sufrir el mismo destino.

Esta era precisamente la razón por la cual nunca recibirán la


absolución y debían sufrir el tormento de esta cuenca del infierno.

Mu Qing estaba perplejo.

— ¿Cómo sabes tanto?

—Yo tampoco lo sé. —Xie Lian dijo: —Pero probablemente fue...


él quien me lo dijo.

Justo como él trasplantó los recuerdos de esas ratas chirriantes.

Esos espíritus resentidos fundidos parecían estar bastante


disgustados porque todavía no se habían caído y se escabulleron,
reuniéndose susurrando, con las manos agarradas de las manos,
listos para lanzar otro golpe de ataque y Xie Lian estalló en una
carrera. La columna de fuego apareció instantáneamente y lo que
ya era un puente lleno de baches se hizo aún más devastado.

No podían seguir recibiendo palizas sin represalias y Xie Lian


también intentó volar abajo, pero no le quedaban muchos poderes
espirituales, por lo que no podía volar muy lejos. Los poderes
espirituales de Mu Qing eran más suficientes y podían explotar
aún más, pero todavía los extrañaba un poco. Hubo muchas
ocasiones en que la columna de fuego de abajo casi les quemó
los tobillos y esa multitud de espíritus resentidos se unió a un gran
grupo, con su energía inmensa y se rieron y se rieron,
señalándolos, muy emocionados, como si estuvieran mirando. Un
espectáculo de escape. Los dos no pudieron hacerles nada,
increíblemente humillante, ¡tanto que los nudillos de Mu Qing se
rompieron!

Un momento después, Mu Qing, que se inclinaba sobre la


espalda de Xie Lian, apretó los dientes y respiró hondo, como si
hubiera decidido tomar una decisión muy difícil: —Olvídalo,
alteza... Xie Lian, decepcioname.

Xie Lian estaba corriendo mientras respondía: — ¡Qué estás


diciendo! ¡Amas tu vida y temes a la muerte! ¡No eres alguien
que diga algo así!

Las venas aparecieron instantáneamente violentamente en la


frente de Mu Qing.

— ¡Perdón por amar mi vida y estar aterrorizada de la muerte!


Como voy a morir de cualquier manera... antes de cambiar de
opinión, ¡date prisa y bájame!

—Deja de perder el tiempo, no hables más, me harás perder el


enfoque. —Xie Lian dijo: —Lo que importa ahora es encontrar el
final de este puente lo antes posible.

— ¿QUIÉN ES EL QUE ESTÁ HABLANDO ALREDEDOR? —


Exclamó Mu Qing. —Si este puente es realmente el Puente del
Cruce del Cielo, ¿quién demonios sabe cuánto más tendrás que
correr? Seremos derribados por ellos tarde o temprano. Bájame,
iré a matar esa basura, ¡adelante!

Luego, tocó ligeramente el hombro de Xie Lian y salió volando,


aterrizando detrás. Xie Lian miró hacia atrás y caminó un paso
hacia él, pero Mu Qing habló: —No vengas, el puente aquí es
estrecho. ¡Si vienes, los dos caeremos!

Xie Lian solo pudo detenerse en su paso. Mu Qing volvió a decir:

—Tienes razón. Somos parecidos. Me crees extraño, creo que


también eres bastante raro. Miró a Xie Lian a los ojos.

—Ya que hemos llegado a este punto, bien podría decírtelo


directamente. Tengo muchas opiniones sobre ti.

—Uh... bueno... ya lo sabía. Hace mucho tiempo. —Dijo Xie Lian.

Mu Qing dijo fríamente: — ¿En serio? Entonces, ¿sabías que a


menudo pienso que solo dependías de tu estado, que a pesar de
que eres Su Alteza el Príncipe Heredero y que tuviste buena
fortuna, pero que tus habilidades no son mucho mejores que las
mías?

—...

—También creo que solo te gusta hacer todas esas buenas


acciones para presumir ante los demás, para que puedas disfrutar
de los elogios y la adulación. De hecho, me ayudaste por todo
este motivo, porque soy el sujeto perfecto para que demuestres
tus simpatías y amabilidad. Para ser honesto, no he cambiado
algunas de esas creencias incluso ahora. Quizás nunca cambien.
Incluso si tuviera que suprimirlos por un tiempo, después de un
período de tiempo todavía resurgirán.

Xie Lian no sabía si debía sudar o qué, en este momento.

— ¡¿No hay necesidad de decirle esas cosas con tanto detalle al


hombre mismo?!

Sin embargo, inesperadamente, Mu Qing continuó con: —Pero la


mayoría de las veces, todavía estoy... más bien asombrado de ti.
Xie Lian se sorprendió.

Mu Qing reunió su coraje, parecía que alguien le estaba


ahogando el cuello, obligándolo a hablar y dijo con rigidez: — ¿No
es eso normal? Usted... ciertamente... es bastante sorprendente.
Tú eres... también... una mejor persona... que yo. En pocas
palabras, yo... tenía muchas ganas... de convertirme en tu amigo.

—...

Xie Lian nunca en un millón de años había imaginado que algún


día oiría esas palabras pronunciadas por los labios de Mu Qing.
Si bien fueron tartamudeados, poco dispuestos y rígidos, ¡pero
esas fueron palabras tan honestas, sinceras y sensatas!

Sus ojos se abrieron inconscientemente.

—Tú...

Mu Qing finalmente había exprimido esas palabras a través de


las grietas de sus dientes y exhaló un suspiro.

—Ese incidente durante ese tiempo después de la caída de


XianLe, ya sea correcto o incorrecto, si estaba o no en una
situación difícil, todavía, te debo una disculpa.

Xie Lian quedó perplejo por un momento.

—... Todo eso está en el pasado, así que déjalo ir. En lugar de
esto, ¡salgamos de aquí primero!

Mu Qing levantó la voz: —Me dijo que si sospechaba, incluso si


supieras que no lo hice, seguirías la corriente y no me salvarías.
Como me odias, no creerías en mí.

— ¿Él? —Xie Lian entendió quién era este, él.


Mu Qing continuó: —Aunque no estuve de acuerdo en ayudarlo,
pero todo lo que ha dicho, también lo he pensado. Siempre pensé
en el fondo, que me odiabas, que me despreciabas, así que
siempre he... De todos modos, en realidad no piensas eso. Me
alegro.

Otro pilar de fuego rugió hacia los cielos y Xie Lian retrocedió
unos pasos para esquivarlo, alejándose más de Mu Qing. En
cuanto a Mu Qing, la ira se apoderó de él y él se tumbó, golpeando
violentamente la palma de la mano sobre la superficie del puente.
Las pupilas de Xie Lian se encogieron.

— ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO?

Como se esperaba, ese tramo del puente se derrumbó,


llevándose a Mu Qing mientras se estrellaba. Mu Qing gritó hacia
él en el aire.

— ¡AYUDANDO A LIMPIAR LA BASURA!

El puente roto se estrelló contra la piscina, provocando una


oleada de olas altas y esos espíritus resentidos fundidos se
apiñaban felizmente listos para arrastrarlo al principio, pero
inesperadamente, una explosión retumbante barrió y disipó un
gran campo de ellos. En medio del lamento de los fantasmas, Mu
Qing se paró en el centro de ese puente roto, la luz espiritual que
lo envolvía ardiendo hasta el más brillante y se burló.

— ¿Banda de basura de las alcantarillas de las sombras,


sintiéndose bien provocando incendios sin escrúpulos? ¡¡BIEN,
HE VENIDO, NO SE ESCONDAN AHORA MISMO!!

¡Ahora, sus explosiones finalmente podrían llegar a esos espíritus


resentidos fundidos!
Mu Qing levantó sus palmas rojas como la sangre, barriendo
locamente a los espíritus resentidos, matando al contenido de su
corazón, tan salvaje a los espíritus resentidos más abajo que solo
estaban viendo el espectáculo dispersos, gritando, nadando en
todas direcciones. El fuego había comenzado a prenderse en sus
mangas y dobladillos y Xie Lian colgaba sobre el borde de arriba.

— ¿MU QING? ¿CUÁN ALTO PUEDES SALTAR?

Mu Qing gritó: — ¿POR QUÉ TIENES TANTA BASURA PARA


DECIR? ¿POR QUÉ NO TE QUEDASTE?

Xie Lian respondió: —ESE NO ES MI PROBLEMA.


FINALMENTE DIJISTE ALGO SENSIBLE EN TODA TU VIDA, Y
LUEGO CAISTE ASÍ, ¿CÓMO PUEDO DEJARTE AHORA?

Mu Qing estaba indignado.

— ¿QUÉ SIGNIFICA, FINALMENTE ALGO SENSIBLE...?

Antes de terminar, ese pedazo de puente roto bajo sus pies se


hundió algunas muescas. Ambas caras cambiaron.

En este punto, ¡realmente iba a ser enterrado en el fondo del


estanque de lava, sus huesos disolviéndose en el aire!

Mu Qing estaba lleno de espíritu antes, pero ahora su rostro


palideció y levantó las palmas de las manos, cerrando los ojos,
como si fuera a romperse el cráneo antes de morir quemado, para
poder morir más directamente.

Xie Lian gritó apresuradamente: — ¡ESPERAESPERAESPERA


NO HAGAS NADA! ¡YO, YO, YO TENGO UN PLAN!

Mu Qing volvió a abrir los ojos.

— ¿QUÉ PLAN?
Aunque RuoYe no pudo llegar al fondo, pero podría llegar a la
mitad y Xie Lian lo arrojó.

— ¡SALTA CON TODO LO QUE TIENES! ¡SALTA Y


AGÁRRALO! ¡TE LEVANTARÉ!

La cara de Mu Qing se puso aún más pálida.

—SI PUDIERA SALTAR DE YA HABRÍA PENSADO EN UNA


MANERA, REALMENTE…

— ¡ESPERA! ¡PENSARÉ MUY PRONTO!

— ¡Bueno, habla, entonces!

Lejos. Lejos. ¡Rápido, piensa en un camino!

¡NO HABÍA NADA!

Los dos estaban prácticamente al final de sus cuerdas y Mu Qing


levantó su mano nuevamente. Sin embargo, inesperadamente,
en ese momento, otra mano ¡PA! Y apartó su mano antes de
atraparlo.

Luego, colgando un Mu Qing casi de mente en blanco en su


abrazo, ¡el hombre saltó!

Xie Lian sintió que el otro extremo de la banda de seda blanca se


tensaba y cuando miró hacia abajo, se sorprendió y se alegró.

— ¿FENG XIN?

Esa pieza rota del puente lisiado en el que Mu Qing había estado
parado se había hundido completamente en las profundidades de
la corriente de lava, burbujeando. Y, en los extremos de la banda
de seda blanca, Feng Xin estaba agarrando a RuoYe con una
mano mientras la otra sostenía un Mu Qing con cara de acero y le
gritó: — ¡Alteza, RÁPIDO, VAMOS!

Había más mutantes de caparazón vacío remando hacia abajo y


parecía que Feng Xin los estaba montando, flotando río arriba.
Xie Lian no tuvo tiempo de hacer preguntas y apresuradamente
encontró un área del puente que era algo más ancha y resistente
antes de levantarlos. Los dos estaban siendo levantados
constantemente, pero abajo, una nueva banda de espíritus
resentidos fundidos se reunió gradualmente, mirando
maliciosamente hacia arriba, gruñendo mientras se acurrucaban
y pronto, ¡se disparó otra columna de fuego!

Feng Xin y Mu Qing fueron colgados en el aire, incapaces de


esquivar y Xie Lian recogió a RuoYe y se alejó varios pasos para
evadir este ataque. Pero en ningún otro lugar del puente era tan
espacioso o estable como esta área, por lo que después de
esquivar ese golpe, solo pudo regresar. Feng Xin casi se quemó
por esa columna de fuego y gritó indignado: — ¡QUÉ HAY CON
ESTA BANDA DE PERROS MIERDA, ATACANDO A LAS
PERSONAS MIENTRAS ESTÁN ABAJO, TAN VIL! ¡A la mierda
con toda tu familia!

Xie Lian respondió: —SI TODA SU FAMILIA ES ASÍ, ¿SEGURO


QUE QUIERES MALDECIRLAS?

Los espíritus resentidos no se habían rendido, riéndose mientras


parecían listos para continuar su emboscada. Feng Xin estaba en
el apogeo de su temperamento y levantó a Mu Qing, gruñendo.

— ¡Agárrate a esto!

Mu Qing había pensado que en realidad iba a morir antes, el


shock fue demasiado grande, por lo que incluso ahora su reacción
fue un poco aburrida y siguió la orden de agarrar a RuoYe. Sin la
necesidad de sostenerlo, Feng Xin liberó una mano y sacó el arco
largo que llevaba en la espalda, así como varios palos de madera
que recogió de quién sabe dónde. Usando palos como flechas,
sostuvo el arco con una mano y usó sus dientes para morder la
cuerda del arco y la hendidura. Colocando la flecha en la cuerda,
tiró hacia atrás de manera constante, ¡se lanzaron cuatro flechas
a la vez!

Las flechas golpearon el estanque de lava, estallando flores de


olas y los espíritus resentidos fundidos se revolvieron
aterrorizados, dispersándose una vez más. Feng Xin finalmente
se sintió satisfecho y él maldijo: — ¡VEAN ESO! ¡DIJE QUE LOS
JODERÍA! ¡MIERDA MIERDA! ¡ESTE ANCESTRO PUEDE
DESTRUIRLOS CON UNA SOLA MANO!

Por fin, los tres finalmente se pararon juntos en el puente de


Heaven Crossing. Xie Lian se secó el sudor muchas veces y su
corazón todavía latía con fuerza.

—Feng Xin, ¿cómo has venido?

Habiendo mencionado esto, Feng Xin inmediatamente se agarró


la cabeza.

— ¿Cómo he venido? Los tres saltaron, ¿qué más debía hacer?


¡Casi me vuelvo loco! Solo pude encontrar una manera de ir al
fondo de ese acantilado, luego me desvió hasta aquí. Solo los
encontré a los dos después de escuchar todos esos ruidos y
voces. ¡Qué estaban haciendo los dos, saltando a la piscina de
lava! ¡Locura!

Mu Qing finalmente había vuelto en sí y exclamó: — ¡Fui


arrastrado hacia abajo!

Imaginando que Feng Xin había maldecido todo el camino


angustiado, Xie Lian respondió: —Está bien, está bien, cálmate.
No importa qué, ¡fuiste realmente un regalo del cielo, una gran
ayuda! ¡Sabes lo que dicen, a veces, la gente realmente...
realmente necesita a alguien que los ayude a levantarse para
poder sobrevivir!

Los tres estaban casi muertos de miedo y después de un


desastre de resolverse, jadeando con los rostros de acero, no se
atrevieron a quedarse. Feng Xin llevó a Mu Qing a la espalda y
continuaron saltando por el puente de Heaven Crossing. Después
de dar un salto e intercambiar las cosas que vieron, Xie Lian se
enteró de que Feng Xin tampoco había visto a Hua Cheng y su
corazón no pudo evitar apretarse. ¿Dónde estaba Hua Cheng?
No podían seguir bajando por el puente para seguir buscando.

En ese momento, Feng Xin le dijo a Mu Qing que estaba de


espaldas: —Por cierto, esas palabras que gritaste antes, he
escuchado un poco. La primera parte fue enfurecedora, me dan
ganas de golpearte, ¡pero no había imaginado que al final,
pequeño bastardo, realmente piensas todo eso en tu corazón!

—...

La cara de Mu Qing se oscureció por completo.

Feng Xin se volvió hacia Xie Lian.

— ¿No te lo dije ya? Este tipo, sus sentimientos son más


retorcidos que las resentidas concubinas del harén profundo,
¡completamente insondables!

—...

Xie Lian pudo ver que la cara de Mu Qing ahora estaba


completamente cubierta y agitó su mano furiosamente hacia él.

Feng Xin era completamente ajeno y se volvió hacia Mu Qing: —


Si hubieras querido ser amigo de Su Alteza, ¡solo dilo! Ir por ahí
enfermando a la gente con todo ese sarcasmo solo porque
pensaste que Su Alteza te despreciaba para que no pudieras ser
más amigos, ¿realmente no sé qué está pensando tu cerebro?

Xie Lian se rindió y saludó: — ¿No es así desde que éramos


jóvenes? No lo regañes más, mira, su cara está toda roja.

Mu Qing no pudo soportar más y rugió: — ¡QUÉ MIERDA! ¡QUÉ


MIERDA REAL! ¿PUEDEN CALLARSE LOS DOS?

Xie Lian le recordó: —Parece que has absorbido el vocabulario


de Feng Xin. Y además, no es muy bueno maldecir.

Feng Xin dijo: — ¡Lo dijiste tú mismo, querías ser el amigo de Su


Alteza!

Incluso imitó deliberadamente el tartamudeo de Mu Qing y la cara


de Mu Qing se había vuelto salvaje, su mano ya se escabullía
hacia su espalda para encontrar su sable. Feng Xin agregó: —
Muy bien, ahora todo está a la vista. De todos modos, solo
recuerda esto: Su Alteza nunca pensó que estuvieras tan sucio en
su mente. Aparte de esa vez, cruzaste la línea y él se enojó, pero
después, ¡nunca dijo una sola palabra mala sobre ti frente a mí!
Tú, solo actúa como una persona normal de ahora en adelante,
habla normalmente, exprésate normalmente, si vas a ser
sarcástico de nuevo, ¡te gritaré!

Mu Qing escuchó la primera parte mientras bajaba la cabeza, sus


labios se sellaron sin hablar, pero al escuchar la segunda mitad
puso los ojos en blanco.

— ¿No me has gritado durante cientos de años?

Xie Lian le recordó: —Mu Qing, eres un funcionario celestial,


debes vigilar tu expresión, ¿de acuerdo? No puedes poner los
ojos en blanco tan fácilmente, si tus devotos lo notan, tendrán
opiniones.
—Por favor —dijo Mu Qing—, este tipo maldice todo el día en el
Tribunal Superior.

Feng Xin dijo: —Eso es porque te lo merecías.

—Deja de hablar conmigo sobre viejas disputas. —Mu Qing dijo:


— ¿No abandonaste también a Su Alteza para ir a tener un hijo?

Las venas también estaban apareciendo en la frente de Feng Xin


y se arremangó.

— ¿Estás buscando una pelea?

Mu Qing se burló.

—Lucha contra ti mismo. Si no estuvieras hablando tonterías


sobre mí con Su Alteza todo el día, ¿crees que habría pensado
que él me menospreciaba y se ponía raro?

El tema estaba a punto de hundirse en lo prohibido otra vez y Xie


Lian habló: — ¿Arrastrarán la sombría historia del otro en un
momento como este? ¿De qué sirve lastimarse unos a otros...?

Mu Qing volvió a poner los ojos en blanco.

—Además, mírate, volviéndote loco en ese entonces. ¿Y qué si


él robó? Si yo fuera Su Alteza, en ese momento, robaría dieciocho
hogares ricos y prominentes y nunca me molestaría. Y pensar que
eres la mano amiga, persiguiendo a Su Alteza para exigir lo que
sucedió.

El sudor rodó por la frente de Xie Lian y miró hacia atrás.

—Espera un segundo, no hay necesidad de arrastrar mi pasado


tampoco. En cualquier caso, encontremos a San Lang,
¡ayúdenme a encontrar San Lang! Jajajaja...
Capítulo 236: Flor de Lluvia sangrienta; Viciosa batalla contra
White no-Face (parte uno)

En ese momento, los tres sintieron al mismo tiempo una ola de


calor creciente que venía de abajo y todos gritaron juntos.

— ¡CUIDADO! —Y sus pies se movieron más rápido. ¡De siete


a ocho pilares de fuego cargados a los cielos y mirando hacia
abajo, ahora había incluso más espíritus resentidos fundidos!

— ¡Feng Xin, dame a Mu Qing! —Gritó Xie Lian.

Sin otra palabra, Feng Xin le arrojó a Mu Qing desde su espalda


y una vez en la espalda de Xie Lian, Mu Qing exclamó: — ¡Bájalo
rápido! ¡Qué molestia!

— ¡No necesito que me lo digas! —Respondió Feng Xin y tiró de


la cuerda del arco hacia atrás, disparando varias rondas a la vez.

El área de ataque de su arma era mucho más amplia que Xie Lian
y Feng Xin disparando a ciegas explosiones y las flechas
explotaron las ondas de lava, las oleadas estallaron en el aire y
los gritos llegaron.

— ¡Buen trabajo! —Felicitó Xie Lian.

— ¡Está bien, supongo! —Comentó Mu Qing desde su espalda.

Los espíritus resentidos estaban llenos de rencor y después de


acurrucarse, nadaron mucho más adelante, trabajando juntos
para soplar llamas. Después de varios rumores, Xie Lian dijo: —
¡El tramo del puente que había por delante había sido quemado
por ellos, quieren bloquear nuestra salida!
Feng Xin maldijo: —Maldito dios, míralos acurrucados así
trabajando tan duro juntos, ¿por qué no pueden hacer otra cosa
en lugar de dañar a la gente? ¡Dudo que alguno de ustedes pueda
recibir la absolución y escapar de la lava durante otros ocho mil
años si continúan así!

En el momento en que levantó el arco, esos espíritus resentidos


fundidos se dispersaron nuevamente. Xie Lian habló: —Muy bien,
no grites más, ¡prepárate! ¡Vamos a saltar! ¡Uno dos tres--!

A la cuenta de uno, comenzaron a aumentar la potencia y a


acelerar, a la cuenta de dos calcularon el número de pasos y en
tres, sus pies se empujaron y saltaron: tres figuras saltaron al aire,
atravesando la brecha rota entre el puente y aterrizaron al otro
lado, luego continuaron su carrera loca. Ese puente fue hecho
para cruzar al cielo por lo que, naturalmente, se inclinaría
gradualmente hacia arriba, pero Xie Lian se estaba volviendo tan
liviano como una golondrina a medida que corría.

—Ha pasado mucho tiempo desde que los tres hicimos algo así
¡eh!

— ¿Te refieres a luchar lado a lado o correr por nuestras vidas?


—Cuestionó Mu Qing.

— ¡Ambos! —Dijo Xie Lian.

— ¡Claramente hacemos esto todo el tiempo! —Exclamó Feng


Xin.

— ¿En serio? —Se preguntó Xie Lian.

Pero, cuando algunas cosas salen a la luz, la mentalidad sería


completamente diferente. Xie Lian se echó a reír por un momento,
pero sus ojos habían estado observando atentamente abajo, sin
embargo, todavía no se veía una silueta roja, por lo que no pudo
evitar estar un poco nervioso.
— ¡SAN LANG!

Su llamado hizo eco en la cueva subterránea expansiva y vacía,


pero nadie respondió. Los labios de Xie Lian se estaban secando
y los lamió. De espaldas, Mu Qing lo observó mirando por toda la
zona y después de un momento de silencio, dijo: —Alteza,
realmente le gusta, ¿eh?

—...

Xie Lian no esperaba que de repente preguntara esto: —Ah.


¿Ah?... Ah.

Mientras su rostro estaba completamente en blanco, las puntas


de sus orejas se volvían lentamente rojas. Al verlo así, Mu Qing
se quedó sin palabras y solo habló después de un momento de
vacilación: —No estoy tratando de asustarte a propósito ni nada,
pero tengo que recordarte. ¿Alguna vez has pensado... tal vez
fuimos los únicos dos enviados al puente y la Flor de Lluvia
Sangrienta... no?

—No es una basura completamente —Dijo Feng Xin. —Dado


que solo están ustedes dos aquí, entonces, por supuesto, fue
enviado a otro lugar...

Había hablado sobre este punto antes de darse cuenta de lo que


Mu Qing estaba tratando de decir. No estaba diciendo que Hua
Cheng fue enviado a otro lugar, pero... tal vez, Hua Cheng había
caído en la piscina de lava.

Xie Lian se lamió los labios.

— ¿C-Cómo es eso posible?

—No pienses que es imposible. —Mu Qing dijo: —La Lluvia


Sangrienta que busca la Flor es un Rey Demonio Supremo, no
hay duda de eso, pero White no-Face también lo es. Además, él
es la primera generación de Reyes Demonios Supremos, el
maestro del Monte TongLu. Este lugar es su territorio, el dominio
donde sus poderes espirituales son los más fuertes.

Feng Xin miró furiosamente a Mu Qing y lo regañó: — ¡Cierra la


boca! ¿Qué sucede contigo? ¿No puedes decir algo bueno en
un momento como este? Él es la Lluvia Sangrienta que busca la
Flor, ¡te lo digo!

Mu Qing detuvo el tema, pero aún así tuvo que refutar: —Creo
que tenemos que considerar qué hacer en caso de cualquier cosa.

Ante los ojos de Xie Lian apareció ese punto rojo anormalmente
brillante en la palma pálida de Hua Cheng y tampoco sabía qué
decir. Justo cuando iba a hablar, de repente se detuvo
abruptamente y Feng Xin, que estaba detrás de él, casi se estrelló
contra él.

— ¿QUÉ ES?

En el momento en que las palabras salieron de sus labios


descubrió que no había necesidad de preguntar.

Delante de ellos, envolviendo el aire a su alrededor había


millones de destellos plateados brillantes, centelleantes como las
estrellas. Era como si alguien hubiera derribado una caja del
tesoro llena de polvo de plata.

Xie Lian dejó a Mu Qing y caminó hacia adelante. Extendió una


mano y sintió suavemente una luz plateada que era un poco más
grande que el resto. Después de tocarlo, cerró la palma de la
mano y lentamente la llevó ante sus propios ojos.

Los otros dos se acercaron para mirar también y Feng Xin


murmuró: —Esto, esto es...
Mu Qing lo dijo directamente: — ¿Es el fragmento de... una
mariposa fantasma?

Feng Xin lo miró furioso de nuevo, probablemente desdeñoso de


que Mu Qing fuera demasiado directo. La mano de Xie Lian
tembló un poco y apretó esa pieza rota de un ala de mariposa
plateada que todavía emitía una tenue luz, luego exhaló un largo
suspiro.

Feng Xin se rascó la cabeza: —Piensa en el lado positivo, al


menos en realidad no cayó en la piscina de lava. Él debe haber
estado aquí, ¿verdad?

Mu Qing señaló a un lado.

—Luego peleó con alguien aquí. Una gran pelea.

La mirada de Xie Lian siguió la dirección que estaba señalando y


abrió ligeramente los ojos.

Las rocas en todas las direcciones estaban cubiertas de


innumerables marcas aterradoras de cuchillas afiladas.

Era la marca de la cuchilla de E-Ming.

Cada golpe de sable cortaba hasta el hueso. No era como si Xie


Lian nunca hubiera visto a Hua Cheng usar el sable antes en el
pasado, pero su estilo siempre había sido fácil y pausado,
despreocupado e informal. En lugar de decir que estaba
manejando un arma, era más como si estuviera jugando con un
cuchillo pequeño. Sin embargo, esas marcas de cuchillas estaban
llenas de intención asesina. Era fácil imaginar cuán hábil era el
que intercambiaba golpes con él y cuán peligrosa era esta batalla.

Sin decir una palabra, Xie Lian cayó al suelo para comprobar. No
había rastro en el puente de que alguien hubiera caído y tampoco
había ánimos alentadores y resentidos reunidos debajo del
puente, así que Xie Lian finalmente se relajó un poco y se puso
de pie, corriendo hacia él con resolución.

Detrás de él, Feng Xin llevó a Mu Qing a la espalda y lo alcanzó.

— ¡Su Alteza!

Xie Lian contuvo el aliento porque no quería escuchar su propia


respiración agitada y ansiosa. Respirar mal era un gran tabú para
alguien que practicaba artes marciales, ya que no solo agregaba
cargas innecesarias al cuerpo, sino que también perturbaba el
ritmo del corazón. Pero incluso contener el aliento era inútil; Le
temblaban las manos, brazos y piernas y mientras corría y corría,
incluso tropezó, cayendo y cayendo, rodando una docena de
veces, incluso casi rodando por el puente.

Feng Xin y Mu Qing comenzaron a gritar, diciéndole que tuviera


cuidado.

De repente, Xie Lian habló: — ¿Qué es ese sonido?

Xie Lian se mantuvo firme sobre sus pies nuevamente y se volvió.

— ¿Ustedes escuchan algo? ¿Es ese el sonido de algo?

Feng Xin y Mu Qing gritaron: — ¡Sí! ¡SI!

Fueron los crujidos y el retumbar de las armas chocando y los


poderes espirituales colisionando. Incluso el cuerpo del Puente
de cruce del Cielo Bridge estaba temblando ligeramente. En la
oscuridad del camino, había luz que se encendía y apagaba.

¡Había gente por delante peleando!

Xie Lian medio gateó medio tropezó mientras cargaba hacia


adelante. Detrás de él, Feng Xin murmuró: —Querido dios, que
todos los dioses y budas otorguen sus bendiciones, que es mejor
que sea Flor de Lluvia Sangrienta, ¡de lo contrario se volverá loco!

—Detén tu basura —reprendió Mu Qing. —Somos todos los


dioses y budas nosotros mismos y no podemos conceder mierda,
¡solo mantente al día con él! ¡Miren la forma en que corre,
tropezará y caerá a una sangrienta muerte antes de ver al hombre!

Xie Lian se había olvidado por completo de contener la


respiración y solo escuchó su propio jadeo desordenado durante
cinco, seis millas y después de rodear algunos caminos sinuosos
gigantes, finalmente, después de doblar la última esquina, una
brillante luz blanca llenó su visión abruptamente.

Al final del puente colgante de de Cruce del Cielo un hombre


vestido de rojo y un hombre vestido de blanco se enfrentaron en
una feroz batalla.

Ese hombre vestido de rojo empuñaba una esbelta y larga


cimitarra blanca plateada, su forma seductora, entrando y
saliendo como un rayo: era Hua Cheng. Ya no estaba sonriendo,
completamente concentrado, su expresión aguda, una mancha de
una marca sangrienta en su hermosa y pálida mejilla, agregando
un brillo vívido a su helada mordaz. Ese hombre vestido de blanco
era, por supuesto, White No-Face y empuñaba una espada que
venía de quién sabe de dónde, esa máscara medio sonriente,
medio llorando todavía en su rostro. Solo que esa máscara y lo
que Xie Lian había visto antes ahora eran algo diferentes.

Estaba roto en el medio.

Esa grieta era significativa, no se podía ignorar y fue desde el


corazón de la frente hasta la mejilla debajo del ojo, ¡como si fuera
a romperse en cualquier momento!

Ambos eran extremadamente ligeros sobre sus pies,


inclinándose antes de parpadear en segundos, el aura del mal en
erupción en el aire, sin embargo, cada uno de sus golpes era
pesado como mil toneladas, su fuerza estalló en los cielos. El
aura de la espada contra los vientos del sable, una danza
maníaca, un vuelo caótico y las mariposas fantasmas de arriba
también coincidían con los espíritus resentidos fundidos debajo,
chillando el uno al otro, como las montañas derrumbándose y los
mares cayendo. Cada vez que chocaban, la lava fundida y los
fuegos ardientes dentro de la piscina explotaban, las olas
aterradoras se elevaban a metros de altura, ¡y nadie podía
acercarse en absoluto!

Feng Xin y Mu Qing vinieron después y ambos fueron sacudidos


por la escena, clavados en el suelo por su sorpresa, incapaces de
moverse un solo paso.

¡Ni un solo dios marcial podría ver una batalla como esta y no
sentir emoción!

Al ver a Hua Cheng perfectamente bien, el corazón muy nervioso


de Xie Lian finalmente pudo descansar, e inmediatamente quiso
colapsar en el suelo y aullar y gritar, pero se obligó a contenerlo.
Cuando combatientes expertos chocaban, cualquier instancia de
perturbación podía determinar victoria y derrota ¡Además, esta
era la batalla entre los dos Reyes Demonios Supremos de su
tiempo!

En la lejana distancia del lado de White No-Face, había otra figura


de pie y era Guoshi. Naturalmente, fue traído aquí por White No-
Face. Al ver que Xie Lian y compañía habían llegado, respiró
aliviado, pero tampoco se atrevió a hacer ningún ruido
imprudentemente. Sin embargo, quién hubiera sabido que Hua
Cheng ya había notado a los recién llegados y su enfoque helado,
como la escarcha, se derritió ligeramente, una sonrisa finalmente
se ensanchó en su rostro.

—Parece que has perdido de nuevo. Su Alteza ha llegado y no


falta una sola persona de las que había traído consigo.
Xie Lian no pudo contenerse más y gritó: — ¡SAN LANG!

Hua Cheng inclinó la cabeza y respondió: —Gege. —Luego, su


tono volvió a ser de advertencia: —Gege, la próxima vez que te
vuelvas a caer así, me voy a enojar.

Xie Lian también respondió: — ¡La próxima vez que saltes


conmigo otra vez, me enojaré aún más!

—...

Al escuchar esto, la expresión de Hua Cheng pareció endurecerse


por un segundo, como si las palabras de Xie Lian realmente lo
pusieran cauteloso por un momento. Incluso cuando se
enfrentaba a White no-Face nunca había mostrado una expresión
tan cautelosa.

White no-Face se hundió, el que atacó era Hua Cheng, pero con
quien habló fue Xie Lian.

—Xian Le, ¿no están ustedes disfrutando demasiado de sus


vientos de cola de primavera y me subestiman demasiado?

El globo ocular en la empuñadura de E-Ming notó a Xie Lian y


comenzó a girar locamente en crujidos. Hua Cheng volteó su
mano y empujó, ¡y Xie Lian escuchó un CRACK!

Y su corazón dio un vuelco.


Capítulo 237: Flor de Lluvia sangrienta; Viciosa batalla contra
White no-Face (parte dos)

¡Ese fue el sonido de un arma rompiéndose!

¡Todos los presentes miraron a toda prisa a dónde venía el sonido


y vieron que la cimitarra en la mano de Hua Cheng estaba bien,
pero la larga espada empuñada por White no-Face se había
partido por la mitad con el golpe de Hua Cheng!

El globo ocular en la cimitarra E-Ming vio a Xie Lian y giró


locamente en crepitaciones, como si se hubiera mostrado frente a
Xie Lian y se sintiera tan feliz que iba a ascender.

Hua Cheng se rió a carcajadas y dijo fácilmente: —Está bien. No


hay necesidad de que Gege se preocupe. —Luego refutó a White
No-Face—. ¿Y por qué tengo que preocuparme por ti?

White no-Face se echó a reír y Guoshi no pudo contenerse más,


temiendo que Hua Cheng fuera a provocar a su oponente.

— ¡JOVEN HOMBRE, NO LO PROVOQUES TAMBIÉN!

Sin embargo, inesperadamente, lo que Hua Cheng dijo a


continuación fue aún más audaz y descarado. Blandiendo el
sable con una sola mano, su brillo agudo brillante, apuntó a White
No-Face, sonriendo.

—Después de todo, al final no eres más que un viejo podrido con


un corazón lleno de celos.

No importaba Guoshi, que había perdido toda la energía para


regañar su sonrisa falsa, tanto Feng Xin como Mu Qing también
estaban atónitos: ¡la forma de este hombre de ser valiente!
¿Quién se atrevería a decir algo así a las caras de Jun Wu o
White No-Face?

Pero, todos tuvieron que admitir que solo Hua Cheng se atrevería
a decir esas palabras, ya que, probablemente, él era el único que
podía decir esas cosas y ¡Jun Wu o White no-Face aún no podían
hacerle nada!

Mu Qing se bajó solo, caminó unos pasos y murmuró: —No es


de extrañar, en el pasado... cuando se trataba de la Lluvia
Sangrienta que busca la Flor, Jun Wu siempre decía que lo
evitáramos si podíamos y no enfrentarlo de frente…

En ese momento, una bola de sombra blanca apareció,


bloqueando frente a la punta de la espada de E-Ming. Los ojos
de Xie Lian estaban agudos y vio claramente qué era esa criatura.

— ¡San Lang, no cortes esa cosa!

¡Era el espíritu del feto!

Él lo vio, así que, naturalmente, Hua Cheng también lo vio y la


punta de la hoja se desvió, retirándose a voluntad, cambiando el
movimiento de corte a un movimiento rápido, arrojando esa bola
de criatura blanca. Feng Xin hizo que sus pupilas se encogieran
antes y solo se rompió cuando vio que el espíritu del feto no
estaba cortado en dos.

— ¡VEN AQUÍ!

La dirección en que Hua Cheng había arrojado ese espíritu fetal


era exactamente hacia él. Feng Xin se apresuró a alcanzarlo,
pero no había muchos pelos en la cabeza en primer lugar y con
su grito todos los pelos se pusieron de pie, con un gorgoteo furioso
saliendo de su garganta. En el momento en que Feng Xin subió,
lo mordió como un loco sin cesar, negándose a dejar que lo
recogiera. Feng Xin no pudo evitar estar indignado: — ¡MIERDA!
Cuando lo ve, se pega, cuando me ve, muerde, ¿quién es tu padre
aquí?

Sin embargo, Mu Qing comentó fríamente: — ¿Alguna vez lo has


tomado por tu hijo? ¿Alguna vez has llamado su nombre
correctamente?

Al escuchar esto, Feng Xin se sorprendió.

—Yo...

En el otro extremo, Xie Lian no podía quedarse quieto mirando la


batalla, e instruyó apresuradamente: — ¡Tengan cuidado, iré a
ver!

Mu Qing dijo en voz baja: — ¡Ten cuidado! No olvides que


todavía tienes dos grilletes en tu persona...

Xie Lian se sorprendió un poco e inconscientemente le tocó el


cuello, sintiendo ese grillete maldito. Pero, por alguna razón,
sintió que White no-Face no usaría el grillete maldito para
amenazarlo. No había más tiempo para analizar palabras y él se
apresuró a avanzar. Por otro lado, un destello rojo y uno blanco
se sumergieron en una batalla feroz y después de observar por
un momento, Xie Lian determinó que era difícil unirse
imprudentemente a la lucha caótica. RuoYe fue expulsado y
Guoshi fue envuelto y detenido.

— ¡Maestro! ¿Estás bien?

Guoshi se limpió la cara llena de sudor frío.

—... ¡Bien!

—Si estás bien, ¿por qué estás sudando tanto? —Cuestionó Xie
Lian.
— ¡¿No es todo gracias a esa Flor de Lluvia Sangrieta, el
pequeño bastardo sin filtro en la boca?! ¡Qué susto! —Guoshi
reprendió.

Justo en ese momento, escucharon a Feng Xin dar un grito de


sorpresa. Xie Lian levantó la cabeza y miró hacia arriba y vio que
White no-Face estaba dejando caer lentamente una mano.

Uno de sus brazos resultó herido.

Abrió la palma de la mano, vio su propia mano cubierta de sangre


y suspiró, riéndose.

—... Han pasado muchos años desde que alguien ha logrado


lastimarme así.

Xie Lian sintió una sensación de presentimiento y preguntó: —


Maestro, ¿está... enojado?

Guoshi podría considerarse como el único en el mundo que


entendió a White no-Face en este momento.

—No... es peor que la ira. Él está feliz.

Después de una pausa, White no-Face se volvió hacia Hua


Cheng y le preguntó con su voz llena de curiosidad: —Tu
cimitarra, ¿fue forjada por ese ojo que falta?

Era obvio que Hua Cheng no tenía interés en responder, pero el


corazón de Xie Lian dio un salto violento.

Desde la primera vez que vio a E-Ming, supo que esta cimitarra
debía ser inusual, pero solo había adivinado a medias que tal vez
fue forjada por el ojo que Hua Cheng perdió. La voz de White no-
Face era tan segura, ¿podría eso ser realmente cierto?
Las cejas de Guoshi se fruncieron y después de un momento, de
repente habló: —Oh, ahora lo recuerdo.

— ¿Qué recuerdas? —Preguntó Xie Lian.

—Recuerdo que me contaron un incidente. —Guoshi dijo: —


Hace muchos cientos de años, un fantasma vicioso había venido
al Monte TongLu.

—Estoy seguro de que hay al menos un millón de fantasmas


viciosos que han visitado el Monte TongLu —dijo Mu Qing.

— ¡NO INTERRUMPAN! —Guoshi exclamó. —Ese fantasma


vicioso, el tiempo que tardó en formarse fue muy corto, muy joven
y cuando llegó, estaba casi listo para disiparse por completo, pero
por alguna razón aguantó y derivó aquí.

Por alguna razón, el corazón de Xie Lian latía como loco.

— ¿Casi disipado por completo? ¿Cómo?

—Parecía haber sufrido un gran daño. —Guoshi respondió: —


Su alma estaba prácticamente dispersa y tampoco era muy
consciente, pero aún flotaba, repitiendo una y otra vez que no se
iría. No me iría. Probablemente porque su deseo no se había
cumplido. De todos modos, ese año, cuando se inauguró el Monte
TongLu, ocurrió un accidente.

Cuando Xie Lian escuchó: No se iría, —su corazón se suavizó


por alguna razón, pero también se apretó al mismo tiempo. Luego
preguntó de inmediato: — ¿Qué accidente?

—Dentro del Monte TongLu, no solo se reunieron millones de


fantasmas, sino que un grupo de mortales vivos que se habían
entrometido accidentalmente también fueron encerrados dentro.

— ¡¿Qué?!
—No hay nada más que monstruos y demonios dentro de
TongLu, la gente común no puede estallar en absoluto y solo
podría sufrir el destino de convertirse en nutrientes. Sin embargo,
por cualquier razón, ese fantasma vicioso, en su estado de
confusión, tomó a ese gran grupo de mortales vivos bajo su ala y
huyó durante muchos días. Al final, todavía estaban rodeados por
millones de fantasmas, atrapados en un callejón sin salida y se
los iba a comer junto con esos humanos.

¡Xie Lian sabía que este solitario y salvaje fantasma salvaje debía
haber sido Hua Cheng!

— ¿Y entonces? —Empujó. — ¿Había alguna manera de


escapar a un lugar seguro?

—Sí. —Guoshi respondió: —Forja un arma de sangre y mata


para romper el asedio.

Mu Qing todavía no pudo evitar intervenir: —Entonces, el


sacrificio más fácil no sería...

¡No serían esos humanos los que cayeron en el estado de


devastación!

Feng Xin y Mu Qing miraron a White no-Face y Hua Cheng que


estaban completamente concentrados en su brutal batalla.

— ¿Lo hicieron... lo hicieron...?

Xie Lian también contuvo el aliento. Guoshi dijo: —Mm. Hizo un


movimiento.

Las expresiones de Feng Xin y Mu Qing se volvieron ilegibles.


Sin embargo, Xie Lian no movió un músculo y solo esperó a que
Guoshi continuara. Efectivamente, Guoshi respondió a su
anticipación: —Hizo un movimiento. En un ataque de locura, sacó
uno de sus propios ojos.

—...

Guoshi continuó: —Ese fantasma vicioso casi hizo un movimiento


contra esos humanos, pero por alguna razón, al final no lo hizo y
en su lugar usó uno de sus propios ojos como precio para forjar
un arma de sangre. Ese fantasma vicioso estaba aguantando por
la fuerza con un último aliento y después de excavar su ojo,
debería haberse roto por completo. Sin embargo, de alguna
manera, algo lo había conmocionado y, en cambio, despertó
completamente. Quién sabe qué tipo de dispositivo malvado forjó
que realmente lo llevó a través de esa batalla. Y hubo otro curioso
incidente.

Xie Lian trató de obligarse a calmarse.

— ¿Q-Qué incidente?

—Aparentemente, después de esa batalla, los cielos enviaron


una calamidad celestial y golpeó directamente al Monte TongLu.
—Guoshi dijo. — ¿Entiendes lo que eso significa?

¿Había alguna necesidad de explicar lo que significaba?

Que se enviara una calamidad celestial, significaba que los cielos


creían que había alguien que era digno de ascender dentro del
Monte TongLu.

Xie Lian agarró a Guoshi.

— ¿Quién era? ¿Quién ascendió?

—Todo esto es un rumor. —Guoshi dijo: —Pero, no había ningún


funcionario celestial en el Tribunal Superior que viniera del Monte
TongLu. O lo que escuché fue puramente fabricado, o...
¡El que ascendió saltó hacia abajo y rechazó el reino celestial!

Mu Qing no pudo aceptar esto en absoluto y quedó perplejo: —


¿Ascender como un fantasma? ¿Hay tal cosa? ¿Y rechazó su
ascensión y saltó hacia abajo? No puede ser él, ¿verdad?
Acababa de entrar en el Monte TongLu, ¡ni siquiera había
alcanzado el rango de Supremo! Saltando así como así... ¡ni
siquiera sabía si sobreviviría! ¿Por qué hizo esto?

¿Por qué había ido a tales extremos?

De repente, Xie Lian escuchó a White no-Face suspirar.

—Xian Le, tienes un creyente muy fiel.

Antes de que terminara, una máscara rota y sonriente apareció


abruptamente ante los ojos de Xie Lian.

Xie Lian no había esperado que White no-Face pudiera realmente


acercarse a escasos centímetros de distancia en un instante y sus
ojos reflejaban limpiamente su reflejo. RuoYe se levantó como si
estuviera furioso, listo para atacar, pero al final todavía retrocedió.

No se podía culpar, ya que RuoYe siempre había sido muy


inteligente. Cuando determinó que su ataque sería ineficaz, se
rendiría voluntariamente.

White no-Face parecía haber sonreído un poco desde que la


grieta de esa máscara de llanto sonriente se había vuelto más
profunda.

Al segundo siguiente, la punta de la cuchilla de E-Ming rozó su


cuello.

Pero fue tarde por un paso; White no-Face ya había esquivado.


Él brilló y apareció en el punto más alto de donde terminaba el
Puente de cruce del Cielo y levantó un poco la mano.

—No hay necesidad de estar nervioso, solo estaba recuperando


lo que era mío.

En su mano había una espada larga que era completamente


negra y gélida como el jade frío, un hilo plateado que atravesaba
el corazón de la espada. Xie Lian inconscientemente giró su
mano para sentir su espalda y efectivamente, Fang Xin que
llevaba en su espalda se había ido.

Fang Xin fue originalmente la espada sagrada del Príncipe


Heredero de WuYong. White no-Face había recuperado lo que le
pertenecía.

Una pieza, dos piezas, tres piezas. Esa máscara trágicamente


pálida se desprendía de una pieza a la vez hasta que finalmente,
cayó completamente, revelando la cara detrás de la máscara.
Dentro de las llamas ardientes, esa túnica blanca también se
transformó en una armadura blanca.

Por fin, White No-Face se había quitado la máscara y se había


transformado en Jun Wu.

Todos contuvieron la respiración, en guardia.

No había necesidad de adivinar. De esta forma, debía ser aún


más fuerte.
Capítulo 238: Flor de Lluvia sangrienta; Viciosa batalla contra
White no-Face (parte tres)

Guoshi le gritó a Hua Cheng: —JOVEN HOMBRE, ¡NO


SUBESTIMES A TU OPONENTE! ¡Su forma ahora es aún más
difícil de tratar que White No-Face! Además, tenías la ventaja de
un arma mejor antes, ¡pero ya no!

Efectivamente, todas las heridas en el cuerpo de Jun Wu


desaparecieron en un barrido y fue restaurado de pies a cabeza.
Miró a Guoshi y sonrió: —Enseñar a otros cómo enfrentarme
frente a mí, no te mataré, pero te estás volviendo más audaz.

Esa sonrisa estaba mezclada con un tono de advertencia.


Guoshi dejó de hablar, pero le devolvió la mirada. Xie Lian habló:
—No te preocupes, San Lang nunca ha subestimado a sus
oponentes.

Fue más que claro en esto. Incluso si la sonrisa en el rostro de


Hua Cheng fuera valiente y descarada, sus manos nunca se
relajarían.

Jun Wu miró la espada, hablando en voz baja.

—Zhu Xin, mucho tiempo sin verte.

Fang Xin, o más bien, ahora debería llamarse Zhu Xin, emitía un
gemido profundo y silencioso en su mano.

Xie Lian siempre había pensado que Fang Xin era demasiado
viejo, así que no era fácil de usar, quién sabría que pasaría algún
día, pero nunca había pensado que en manos de su maestro, su
aura y poder. ¡Era completamente diferente de cuando estaba en
sus propias manos!
Cada vez que Zhu Xin y E-Ming chocaban, todo el Puente del
Cruce del Cielo se sacudía, como si se derrumbara y cayera a la
lava en cualquier momento. En comparación con antes, la fuerza,
la fuerza y la velocidad de Jun Wu fueron claramente mayores.
Mientras que Hua Cheng aún coincidía con su ritmo, sus cejas se
fruncían ligeramente, su expresión se hacía aún más aguda. Los
pocos que vieron la pelea desde lejos también estaban aturdidos
y ansiosos.

¡Ahora, cada uno de los ataques de Jun Wu apuntaba


directamente al ojo derecho de Hua Cheng!

Hua Cheng bloqueó dos veces, pero en ambas ocasiones estaba


alarmantemente cerca y pronto descubrió que Jun Wu había
estado usando repetidamente el mismo ataque, como si hubiera
determinado que el ojo derecho era la debilidad de Hua Cheng, e
iba a buscarlo nuevamente. Cada vez que se lanzaba,
naturalmente Hua Cheng se defendía con todo lo que tenía y lo
bloqueaba repetidamente. Pero con este desarrollo, ¿no se
habrían hundido en un tira y afloja sin nada que lograr?

Era como si el ojo de E-Ming hubiera sentido peligro y estuviera


furioso. ¡La cuchilla negra de jade volvió a golpear y hubo un
CLINK crujiente! - Hua Cheng no había levantado el sable para
detenerlo, pero Jun Wu había retirado su espada.

Vestido de blanco, Xie Lian había bloqueado frente a Hua Cheng.

Anteriormente, ¡estaba usando la fuerza del rebote para alejar la


espada escalofriante de Zhu Xin!
Xie Lian aún no podía sentarse después de todo y entró en la
pelea. Era experto en el arte de atrapar la espada con las manos
desnudas, pero todavía era la primera vez que se encontraba con
una espada tan maliciosa.

Con solo un ligero movimiento, la mitad de su brazo estaba casi


entumecido, especialmente su palma, la sensación solo regresó
después de que retrocedió unos pasos y se sacudió.

Detrás de él, Hua Cheng habló: — ¿Gege?

— ¡Hagamos esto juntos! —Dijo Xie Lian.

Los dos se pararon espalda con espalda, con el objetivo de luchar


contra la otra parte.

Al ver esto, la sonrisa de Jun Wu se hizo más grande.

— ¿Oh?

Xie Lian dijo en voz baja: — ¡Toma la parte superior y yo tomaré


la parte inferior!

Justo cuando sus palabras terminaron las dos divisiones, una


subiendo y otra bajando, deslizándose hacia Jun Wu. Xie Lian
conocía bastante bien el estilo de ataque de Jun Wu y podía
adivinar vagamente cómo atacaría a continuación, así que espetó:
— ¡Gancho!

Hua Cheng lo siguió y la cimitarra regresó. Efectivamente, Jun


Wu casi se cae por el truco y Xie Lian luego instruyó.

— ¡Explosión!

Hua Cheng lo siguió de nuevo y esta vez no usó el sable, sino


que usó su mano desnuda para batir sus poderes espirituales y
explotó. Efectivamente, el hombro de Jun Wu fue golpeado, su
figura cayó por un momento y si no fuera por su velocidad
perversa, esos dos movimientos probablemente lo hubieran
golpeado fatalmente. Mientras luchaban, Xie Lian repentinamente
reaccionó; Hua Cheng era un Supremo de su tiempo, con sus
habilidades, ¿por qué necesitaría las recomendaciones de Xie
Lian? ¡Qué terrible ofensa! Su viejo hábito había salido y
rápidamente se disculpó.

— ¡Lo siento! ¡No tienes que escucharme!

Sin embargo, Hua Cheng solo sonrió alegremente: —Todo lo que


Gege me dice es la mejor decisión, ¿por qué no iba a escuchar?

De repente, el puente se derrumbó y Hua Cheng de repente


perdió el equilibrio, como si estuviera a punto de caerse. Xie Lian
pisó los postes del puente y arrojó a RuoYe, lo envolvió alrededor
de Hua Cheng y tiró de él hacia atrás. Al segundo siguiente, sintió
un escalofrío en el cuello: Jun Wu se había acurrucado en su
espalda, apoyando una mano sobre su hombro.

—Xian Le, buenas habilidades.

Estaba demasiado cerca, Xie Lian podía sentir sus pelos de


punta. Hua Cheng exclamó: — ¡Gege!

Lanzó su mano izquierda y E-Ming llegó volando por los aires.


Xie Lian reaccionó increíblemente rápido, bajando la cabeza y E-
Ming rozó la parte superior de su cabeza mientras volaba,
cortando hacia Jun Wu que estaba detrás de él. Solo entonces
Jun Wu liberó la mano sobre su hombro y Xie Lian aprovechó esta
oportunidad para volver al lado de Hua Cheng. E-Ming luego
regresó a la mano de Hua Cheng. Los dos trabajaron juntos sin
problemas y los que estaban a un lado solo vieron tres sombras
que aparecían aquí y allá como un rayo, tan rápido que era
inimaginable y se asfixiaba.
Mientras tanto. La risa de Jun Wu resonó en lo alto, a lo largo de
la cueva de lava, como si los estuviera animando.

—Bien. ¡Muy bien! ¡Qué harán a continuación!

Mu Qing esquivó enérgicamente donde se derrumbaba el puente,


mientras hablaba con horror: — ¡Guoshi! ¿Es... está locol? ¿Se
está riendo?

— ¡Ya lo dije! —Dijo Guoshi. — ¡Está peor que enojado, está feliz!
¡Este es sólo el comienzo!

Por otro lado, habiendo obtenido Zhu Xin, Jun Wu era como un
tigre con alas. Xie Lian vio que empuñaba continuamente la
espada para atacar brutalmente el ojo derecho de Hua Cheng y
sintió tanto terror como alarma. Sacando a RuoYe, Xie Lian
enredó la empuñadura de Zhu Xin. Sin embargo,
inesperadamente, Jun Wu revirtió el agarre y tiró y toda la persona
de Xie Lian estaba volando hacia él.

Xie Lian se sorprendió al principio, pero pronto recuperó la calma.


Al principio iba a arrebatarle la espada, así que no había nada de
qué asustarse, yendo directamente hacia la espada, su mente
desplegando todos los cientos de movimientos posibles que
podrían intercambiar en un instante. Sin embargo,
inesperadamente, a mitad del aire, otra mano lo atrapó y tiró de él
hacia atrás. Xie Lian aterrizó y miró hacia atrás y vio que Hua
Cheng estaba protegiéndose frente a él, una espada de jade
negro atravesando su corazón.

Al ver esta foto, Xie Lian casi se desmayó ahogándose.

— ¡¿SAN LANG?!

La cara de Hua Cheng estaba ligeramente oscura. Jun Wu


todavía estaba esperando que Xie Lian se empalara contra la
espada de Zhu Xin, pero al ver que estaba bloqueado, sacó la
espada y retrocedió, luciendo bastante decepcionado. Xie Lian
se había olvidado por completo de que Hua Cheng era un
fantasma, por lo que incluso si le perforaran un agujero gigante en
el pecho, aún podría saltar animado, e incluso ahora todavía
estaba preocupado, ambas manos cubrían esa herida sangrante
en el pecho de Hua Cheng.

—San Lang, ¡¿qué... qué estabas haciendo, tan de repente?!...

Hua Cheng respondió: — ¡Como si permitiera que te apuñalaran


de nuevo frente a mí!

Por alguna razón, su tono era un poco excesivo y Xie Lian estaba
un poco desconcertado, pero la suave voz de Jun Wu llegó. —
¿Por qué duele tanto, Xian Le? No es como si sintiera el dolor.
No es más que un hombre fallecido.

—...

¡Y se atrevió a recordarle a Xie Lian esto!

Xie Lian giró la cabeza para mirarlo, su corazón ardía de furia.

— ¡¿Y no es todo tu culpa?!

Sin embargo, Jun Wu solo se burló.

— ¿Es todo culpa mía?

Habiendo escuchado esta pregunta invertida, Xie Lian se


sorprendió de repente.

Jun Wu cambió de tema.

—Quizás. Pero, Xian Le, ¿has permanecido en el reino de los


mortales durante tanto tiempo que has olvidado lo que has hecho?
¿Todavía recuerdas lo que hiciste después de que XianLe había
caído?

—...

Una sonrisa profundamente significativa apareció en la cara de


Jun Wu y dijo lentamente: — ¿Todavía recuerdas, un fantasma
llamado Wu Ming?

La cara de Xie Lian perdió repentinamente todos los colores y él


soltó: — ¡NO!

Guoshi sintió que las cosas iban mal y exclamó: —Su Alteza,
¿qué está diciendo? ¿Qué hiciste después de la caída de
XianLe?

Xie Lian sintió una extraña sensación de terror y miró a Hua


Cheng, luego a Jun Wu y lo que antes era furia ahora se había
transformado en incertidumbre. Hua Cheng lo agarró
instantáneamente y lo tranquilizó en voz baja: —Está bien, alteza,
no tenga miedo.

Feng Xin también gritó: —Sí, ¡mantente firme!

Mu Qing, por otro lado, fue más agudo: — ¿Qué quiso decir? ¿Un
fantasma? ¿Qué fantasma?

Pero, ¿cómo podría Xie Lian mantenerse firme?

Esos fueron los días más descuidados de su vida y cometió una


acción de la que más se arrepintió. Incluso él mismo no se atrevió
a pensar mucho en ello. Cada vez que esa máscara sonriente,
pálida y de ojos crecientes, aparecía en su mente, no conseguía
dormir y se acurrucaba en una bola, desesperado por que nadie
lo volviera a ver.
Hua Cheng había visto a un Xie Lian disfrutando de la gloria,
había visto a un Xie Lian derrotado después de perder una guerra,
había visto a un tonto Xie Lian, había visto a un Xie Lian
empobrecido y engreído. Esos no fueron nada.

Pero, probablemente nunca había visto a un Xie Lian que rodaba


en lodo sucio, un Xie Lian que gritaba y juraba, un Xie Lian lleno
de resentimiento y odio, un Xie Lian que estaba decidido a
aniquilar el Reino de Yong An por venganza, ¡un Xie Lian, que
iría tan lejos como para crear la Enfermedad del Rostro Humano
por segunda vez!

Ese período de su vida fue demasiado obsceno para ser


recordado. Si este era el pasado, si White no-Face quería
arrastrarlo, lo que sea. Pero ahora, Xie Lian no quería saber en
absoluto qué cara mostraría Hua Cheng cuando se enterara de
que Xie Lian había pasado por ese período en su vida.

Porque no era tan bueno como Hua Cheng pensaba que era. No
estaba libre de suciedad, santo y puro. Incluso si Hua Cheng solo
mostrara un poco de incredulidad después de enterarse, Xie Lian
probablemente nunca podría vivir consigo mismo, ¡y nunca
tendría la cara para ver a Hua Cheng nuevamente!

En el momento en que pensó en esto, la cara de Xie Lian se puso


pálida e incontrolable, el sudor frío rodando de su frente y sus
manos temblaron. Al ver cómo estaba reaccionando, el agarre de
Hua Cheng en su mano se hizo más fuerte y dijo con gran
seguridad: —Su Alteza, no tenga miedo. ¿Recuerda? El que
disfruta de la gloria infinita eres tú; el caído de la gracia también
eres tú. Lo que importa es usted y no su estado. No importa lo
que haya sucedido en el pasado, nunca te dejaré. Tú puedes
decirme cualquier cosa.

Para finalizar, agregó gentilmente: —Tú mismo me lo dijiste.


Xie Lian se estabilizó un poco, pero Jun Wu soltó una carcajada
y dijo lentamente: —No importa lo que sucedió en el pasado,
nunca te dejaré. Mis creyentes más fieles, mis mejores amigos,
también me lo dijeron una vez. —La cara de Guoshi cambió y Jun
Wu también lo miró—. Pero, al final, como ves. Nadie pudo
cumplir realmente lo que prometieron.

Parecía que Guoshi no podía soportar mirarlo más y apartó la


cabeza. Hua Cheng rogó: —Créeme, su alteza. ¿Lo harás?

No es que Xie Lian no le creyera.

Es que no se atrevió a intentarlo.

Al final, Xie Lian tragó saliva con dificultad y se obligó a reírse,


luego sintió que no debería reírse y bajó la cabeza, con voz
temblorosa: —... San Lang, ¿por qué no...? Lo siento… Yo, yo
podría...

Hua Cheng lo miró por un momento, luego comenzó: —En


realidad...

Antes de que terminara, una ola de intensas intenciones de matar


se disparó y los dos se separaron. Los sentidos volvieron a Xie
Lian y algunos colores volvieron a su rostro.

— ¿Qué pasa con él? ¿Por qué está aún más...?

¿Más rápido más fuerte?

En comparación con la forma de White no-Face de antes, ahora,


la velocidad y el poder de Jun Wu se habían duplicado y todavía
estaba creciendo; ¡podían sentir muy claramente esta horrible
oleada con cada ataque!

Mu Qing también notó otra cosa y gritó: — ¡Su alteza! ¡TENGA


CUIDADO, HA CAMBIADO LAS TÁCTICAS! NO ESTÁ
ATACANDO A LA LLUVIA SANGRIENTA QUE BUSCA LA
FLOR... ¡AHORA SÓLO LO ATACA A USTED!

Naturalmente, Xie Lian también se dio cuenta de esto. Solo tenía


a RuoYe en su mano y cuando RuoYe vio a Fang Xin se encogió,
incapaz de atacar de frente. Afortunadamente, E-Ming había
bloqueado perfectamente cada movimiento que Jun Wu usaba
contra él.
Capítulo 239: Rompe la armadura blanca; Magia fantástica
destrozando los grilletes malditos

La espada Fang Xin estaba emitiendo un aura poderosa y


aquellos que observaban desde lejos ya podían sentir un
escalofrío por solo mirarla, sin importarle a Xie Lian, quien se
había visto obligado a retroceder paso a paso por tales ataques.

Anteriormente, Hua Cheng podía enfrentarse a White no-Face


por sí mismo y era más que suficiente, pero después de que Jun
Wu emergió, ambos fueron necesarios para igualar el partido. La
ventaja de que el Monte TongLu era el dominio espiritual principal
se estaba volviendo gradualmente obvio y Xie Lian podía sentir
sutilmente una gran fuerza oprimiendo y restringiendo su lado.

Y, Jun Wu también tiene una armadura blanca que protege su


cuerpo, un dispositivo espiritual de mil años que había forjado
personalmente, su defensa prácticamente impenetrable. Solo
necesitaba protegerse la cabeza; El sable de Hua Cheng fue
increíblemente rápido y preciso, Xie Lian también golpeó donde
pudo, los dos prácticamente golpearon todo el frente de Jun Wu,
desde su cuello, su corazón, su espalda, su abdomen, sus
hombros, pero el oponente no se vio afectado en lo mas mínimo!

Mu Qing gritó: — ¡DEJA DE PERDER TU FUERZA! ¡CARECE


DE SENTIDO! ¡ESA ARMADURA BLANCA NO PUEDE
PENETRARSE EN ABSOLUTO!

— ¡Apunta justo debajo de las costillas derechas! —Exclamó Xie


Lian.

La cimitarra se soltó nuevamente y se cortó donde Xie Lian le


había ordenado, pero como era de esperar, fue inútil. Mu Qing
gritó: — ¡TE DIJE QUE ES IMPENETRABLE! ¡POR QUÉ NO
PIENSAS EN UNA MANERA DE ALEJARTE PRIMERO Y NOS
UNIMOS EN LA LUCHA! ¡FENG XIN! ¿DÓNDE ESTÁN SU
ARCO Y FLECHAS?

Feng Xin solo estaba escalando las rocas a un lado, listo para
capturar al espíritu del feto que actualmente estaba escupiendo
locamente y deslizándole la lengua. Cuando escuchó la llamada,
respondió: — ¡BIEN! ¡YA VOY!

Sin embargo, Xie Lian instruyó: — ¡Continúa, no pares! ¡Ataca


justo debajo de las costillas derechas!

— ¡Su Alteza! —Feng Xin gritó. — ¡ESE CONJUNTO DE


ARMADURA ES PODEROSO, NO PODRÍA ROMPERSE
INCLUSO DESPUÉS DE CIENTOS DE GOLPES DEL SABLE!

Xie Lian fue inflexible: — ¡No te preocupes, solo escúchame! ¡No


hay necesidad de tantos golpes!

Hua Cheng tampoco cuestionó por qué y continuó atacando sin


parar con el sable. De repente, donde la cuchilla pasó, apareció
una grieta.

La sangre brotó. ¡La espada de E-Ming había cortado el


abdomen de Jun Wu justo debajo de sus costillas derechas!

Hua Cheng estaba parado frente a Jun Wu, agarrando el sable


sin ayuda, sus ojos fríos y agudos mientras lo miraba a los ojos.
Mientras tanto, Xie Lian estaba del lado de Jun Wu y RuoYe
aprovechó esta oportunidad para lanzar, atando las manos de Jun
Wu, evitando que se moviera para bloquear.

Por un lado, Mu Qing se sorprendió.

— ¿Cómo es eso posible?

Esa armadura blanca de mil años, ¿cómo podría ser tan


fácilmente cortada por Hua Cheng?
Xie Lian tiró de RuoYe hacia atrás, mirando a Jun Wu.

—... ¿Te has olvidado? Hace ochocientos años, tú y yo peleamos


una vez.

Feng Xin y Mu Qing se dieron cuenta.

— ¿La segunda ascensión?

En ese momento, Xie Lian solicitó a Jun Wu que lo desterrara una


vez más y que compitiera por una ronda.

Aunque en esa batalla, se prometió que ninguna de las partes


mostraría piedad, pero pensando ahora, Jun Wu todavía debía
haberse contenido.

Pero, el propio Xie Lian usó todo lo que tenía.

Desató más de tres mil espadas. Entre ellos, más de


cuatrocientos lograron apuñalar a Jun Wu y en esos cuatrocientos
algunas espadas, más de un centenar habían perforado este
lugar.

Xie Lian disparó implacablemente más de tres mil espadas para


atacar a Jun Wu y finalmente rompió esa armadura blanca de mil
años que era impenetrable y atravesó su abdomen debajo de las
costillas derechas.

¡Y era el lugar en el que el sable de Hua Cheng había cortado en


este momento!

Entonces, hace ochocientos años, Xie Lian ya había dejado una


vieja cicatriz en esta armadura blanca, ¡y Hua Cheng solo
necesitaría tres cortes del sable para romperla!
El sable de Hua Cheng también era mucho más afilado de lo que
Xie Lian había imaginado. La cimitarra atravesó el abdomen, ¡un
golpe que fue definitivamente crítico!

Él solo suspiró aliviado mentalmente cuando escuchó a Guoshi


gritar: — ¡ESO NO SERÁ SUFICIENTE! ÉL…

Lógicamente, después de haber sufrido heridas graves, las


acciones de Jun Wu deberían haberse restringido, pero solo había
bajado la cabeza para mirar la herida, su expresión era inmutable.
Justo cuando Xie Lian sintió que algo estaba mal, las manos de
Jun Wu se movieron ligeramente.

Inmediatamente, Xie Lian escuchó el ligero sonido de algo


desgarrado y, al mismo tiempo, su agarre se aflojó.

RuoYe... fue rasgado.

Esa banda de seda blanca se había roto en dos y de repente cayó


al suelo sin vida. Al segundo siguiente, Xie Lian sintió que se le
ahogaba el cuello, ¡y luego levantaron a toda su persona!

Escuchó a Hua Cheng exclamar: — ¡Su alteza!

Pero, esa voz de repente se volvió distante. Sin embargo, la voz


de Jun Wu todavía estaba a solo centímetros de distancia y habló:
—Xian Le, ¿realmente creías que algo como ser atravesado por
la espada es algo en lo que tengo menos experiencia que tú?
¿Creías que me importaría?

Guoshi dijo desde la distancia: — ¡Incluso si todos lo perforan con


la espada cientos de veces, aún no sería de utilidad! Porque...
parece... incapaz de sentir más dolor...

Xie Lian podía tomar una espada larga que penetraba en su


corazón sin parpadear y Jun Wu, también era lo mismo.
Feng Xin ya había abierto su arco y apuntaba a Jun Wu, pero
cuando escuchó a Guoshi lo dejó caer nuevamente.

— ¡¿QUÉ?! ¡¿Entonces eso no significa que incluso si logramos


hacer un golpe, todavía no tiene sentido?!

Mu Qing habló: —También podría contarles todas las malas


noticias que he observado. Sospecho que su velocidad de
recuperación es más rápida que la velocidad que está recibiendo
golpes.

— ¡¿QUÉ?!

Por otro lado, Xie Lian ya podía verificar que esto era realmente
un hecho.

Su herida había sido tan aterradora y si se tratara de alguien más,


le habrían cortado completamente la cintura, pero la herida ya
había dejado de sangrar.

—No hay necesidad de sorprenderse tanto. —Jun Wu dijo: —Si


constantemente te apuñalan por la espalda, si no te recuperas de
inmediato, ¿no habrías muerto ya mil veces? Pero, ustedes dos
ciertamente son algo…

Él sonrió: —En estos ochocientos años, solo he sido herido por


una espada y un sable y fue de ustedes dos. Flor de Lluvia
Sangrienta, párate más lejos. No querrás verme retorcer el cuello
de Xian Le.

—...

La cara de Hua Cheng estaba oscura, la agudeza de sus ojos era


tempestuosa, pero cuando vio a Jun Wu sosteniendo a Xie Lian
colgando sobre el Puente de cruce del Cielo, soltar su mano y Xie
Lian se desplomaría en la piscina de lava cientos de metros más
abajo, un momento después retiró a regañadientes su sable,
descansando una mano detrás de su espalda y lentamente
retrocedió unos pasos.

Parecía bastante tranquilo, pero la cimitarra debajo del brazo lo


delataba. E-Ming estaba muy agitado, su globo ocular giraba
como loco, mirando locamente a Xie Lian. Hua Cheng había
retrocedido hasta el borde del Puente de cruce del Cielo antes de
que Jun Wu dijera: —Eso es suficiente.

Con Xie Lian en su abrazo, los dos se miraron a los ojos. Luego,
un momento después, Jun Wu de repente golpeó a Xie Lian contra
la pared de rocas cercana.

El aplastamiento fue demasiado violento; Toda la cabeza de Xie


Lian estaba sonando, la sangre corría por su nariz y labios en un
desastre, fluyendo por los contornos de su rostro. En la distancia
parecía haber muchas personas gritando alarmados, pero no
pudo identificar quiénes eran todos y solo pudo escuchar a Jun
Wu hablar suavemente en su oído: —Xian Le, ¿te duele cuando
te golpean la cabeza contra la pared?

Xie Lian no pudo procesar la pregunta, por lo que no respondió.


Por lo tanto, Jun Wu lo agarró y lo estrelló contra las rocas
nuevamente antes de preguntar: — ¿Duele? ¿Duele? ¿Duele?

Con cada pregunta golpeaba a Xie Lian contra la pared rocosa,


con tanta fuerza que Xie Lian comenzó a gritar, pero lo que estaba
gritando era: — ¡SAN LANG, NO VENGAS! ¡Estoy bien, estoy
bien! ¡DEBES ABSOLUTAMENTE NO VENIR!

Al menos no en este momento. ¡El momento oportuno aún no


había llegado!

En el primer golpe, Hua Cheng ya estaba listo para atacar. Pero


no había dado dos pasos antes de escuchar a Xie Lian diciéndole
que no se acercara, así que se obligó a detenerse.
Pero su rostro se había vuelto completamente salvaje y las venas
en el dorso de sus manos también parecían estallar, con todos
sus brazos temblando.

Jun Wu estaba inexpresivo, pero su mano golpeaba a Xie Lian


en las rocas como un loco, preguntándole repetidamente: — ¿Te
duele? ¿Duele?

Guoshi exclamó: — ¡Su Alteza! —Pero quién sabría a quién


estaba llamando.

Las manos ensangrentadas de Xie Lian empujaron contra la


superficie irregular de la pared rocosa, apretando los dientes
mientras rugía.

—... ¡Duele!

Solo entonces Jun Wu sonrió con satisfacción y salvó la pobre


cabeza de Xie Lian, dejándolo en el suelo.

Xie Lian seguía abrazando esa cabeza resonante suya, sentada


en el suelo, con lágrimas y sangre fluyendo incontrolablemente
por su rostro. Jun Wu se agachó junto a él, lo miró a la cara por
un momento, luego de repente levantó las manos y acarició la
cabeza de Xie Lian antes de ayudarlo suavemente a limpiar la
sangre de su rostro.

Este gesto fue cálido y cariñosamente amable, como un padre


agazapado junto al niño que acababa de ser golpeado negro y
azul solo, consolándolo. Esta imagen estaba levantando pelos en
las espaldas de Feng Xin y Mu Qing.

— ¿Él... se ha vuelto realmente loco?

Los dedos de la mano que Hua Cheng descansaba sobre el sable


se agrietaban y la pupila del globo ocular de E-Ming se encogía
rápidamente, como si se estuviera inyectando sangre.
Xie Lian no pronunció una palabra, dejando que Jun Wu ayudara
a limpiarlo. Jun Wu luego murmuró para sí mismo: —Hijo tonto,
si te duele, ¿por qué no regresas? ¿Creías que si seguías
golpeando, golpeando, el muro se caería solo? ¿Por qué no
cambias tu propio curso de dirección?

—No volveré atrás —dijo Xie Lian.

¡Jun Wu fue extremadamente violento, levantó la mano y golpeó,


tan fuerte que Xie Lian cayó al suelo en un fuerte golpe!

Xie Lian todavía estaba mareado cuando Jun Wu lo recogió.


Usando una voz como si estuviera casi perdiendo la paciencia,
dijo: — ¿Debes enojarme así? Déjame preguntarte de nuevo,
¿cambiarás?

Xie Lian tosió dos veces, tosiendo un bocado de sangre.

—No lo haré.

Finalmente apareció una grieta en la expresión gentil de Jun Wu,


un destello de salvajismo parpadeó.

La cara de Guoshi se estaba poniendo verde y al ver que la


situación iba cuesta abajo, gritó apresuradamente: — ¡Alteza!
¡NO QUERRÍAS MATAR A ESTE NIÑO, REALMENTE TE
GUSTA! LO DIJISTE MISMO, ¿HA OLVIDADO?

Jun Wu se burló: —Si ese no fuera el caso, entonces no habría


agotado toda mi paciencia y tolerancia solo con él en los últimos
ochocientos años. Hacía mucho tiempo que se habría convertido
en parte de la fundación de la Capital Celestial y habría sido
pisoteado por millones.

Se volvió hacia Xie Lian, repentinamente indignado: —Pero no


sabe lo que es bueno para él. ¡Terco, caprichoso,
desobedeciendo cada una de mis palabras! ¡Solo tenía que ir
contra mí! No cambiarás, ¿verdad? Muy bien. Entonces, ¿por
qué no vemos si esta pared se caerá si tu cabeza está abierta?

Guoshi lo vio levantar a Xie Lian nuevamente y rápidamente gritó:


— ¡SU ALTEZA! ¡¡¡SU ALTEZA!!! SU ALTEZA... SU PEQUEÑA
ALTEZA TODAVÍA ES INMATURO, SOLO DEJARLO IR ESTA
VEZ, ¡DÉJELO IR! Él comprenderá un día...

Jun Wu lo miró y su risa se hizo más fría: — ¿Crees que


realmente me he vuelto loco? No me mientas. El que realmente
crees que es inmaduro no es él, sino yo, ¿no?

Guoshi se sorprendió y Jun Wu agregó: —Has gastado mucho


de ti en cuidarlo, enseñarlo y guiarlo, simplemente porque
esperabas que él pudiera ganar contra mí, para que puedas
probar que estaba equivocado y que estabas bien, que estabas
en lo correcto. Entonces puedes mantener la ilusión de un
Príncipe Heredero perfecto de WuYong para enfrentar y expulsar
a Jun Wu en el momento. ¿No es ese tu objetivo? ¿Pensaste
que no sé lo que estás pensando?

— ¡NO ES ESO! —Gritó Guoshi. —Deja de estar encadenado en


lo correcto y lo incorrecto, en las victorias y la derrota, ¡NUNCA
PENSÉ DE ESA MANERA ANTES!

Pero Jun Wu había dejado de escuchar y levantó la voz, su tono


agudo.

— ¡OLVIDALO! Déjame decirte ahora mismo, ¡todos pueden


olvidarlo! ¡PERO NADIE PUEDE GANAR CONTRA MÍ!
¡ESPECIALMENTE ÉL! —Se rió maniáticamente, luego arrastró
a Xie Lian y lo golpeó contra las rocas, estrellándolo mientras
gritaba: — ¿CAMBIARÁS? ¿CAMBIARÁS? ¿CAMBIARÁS?

Era como si Xie Lian también se hubiera vuelto loca y agarró los
brazos de Jun Wu rugiendo.
— ¡NO LO HARÉ! ¡YO NO CAMBIARÉ!

A pesar de que la explosión lo estaba haciendo ver estrellas,


incomparablemente doloroso, pero contuvo el aliento tercamente,
negándose a dar la respuesta deseada y lloró mientras gritaba: —
¡NO CAMBIARÉ! ¡INCLUSO SI ES DOLOROSO NO CAMBIARÉ,
INCLUSO SI MUERO NO CAMBIARÉ, NUNCA CAMBIARÉ!

Ahora, no era Jun Wu quien lo estaba volviendo loco, ¡era él


volviendo loco a Jun Wu!

Los dos ojos de Jun Wu estaban rojos y justo cuando estaba a


punto de dar otro golpe para disciplinarlo, su acción se detuvo de
repente. Miró hacia abajo y vio un sable largo golpeado en su
hombro y ocho flechas largas hechas de palos estaban
cuidadosamente clavadas en su espalda.

Nada de eso importaba, ya que el largo sable y las flechas no


penetraban la armadura blanca. Sin embargo, su mano derecha
se había ido.

La mano que agarraba a Xie Lian se había ido. Todo,


desaparecido de su muñeca, el corte limpio y ordenado. Xie Lian
también se había ido.

Cuando giró la cabeza, algo con un viento fuerte y fuerte venía


hacia él. Balanceó su mano izquierda y la atrapó y solo se dio
cuenta cuando vio que era su propia mano derecha.

Al otro lado del Puente de cruce del Cielo, Hua Cheng abrazó a
Xie Lian, que estaba completamente cubierta de sangre. Una
mano estaba agarrando la cimitarra en un agarre inverso,
abrazando los hombros de Xie Lian, la otra mano cubría las
heridas en su cabeza.

Dijo escalofriantemente: —Retira esa mano sucia tuya.


¡Xie Lian era demasiado terco y rechazó la derrota, finalmente
enfureció a Jun Wu y lo hizo exponer puntos débiles!

Jun Wu agarró esa mano derecha y la clavó en su propia muñeca


nuevamente, girándola un par de veces para remediarla, luego
sacó las flechas de su espalda. De repente, como si recordara
algo, volvió la cabeza hacia atrás y miró al pálido rostro de Mu
Qing que estaba agarrando el largo sable. Una vez que sus ojos
se encontraron, Mu Qing se sobresaltó un poco, pero todavía se
atrevió a mantener la calma. Pero no pasó mucho tiempo antes
de que ya no pudiera mantener la calma.

Jun Wu miró su hombro y comentó ligeramente: —Lo sabía. En


comparación con Xian Le, todavía te falta.

Al escuchar esto, la cara de Mu Qing cambió ligeramente, pero el


largo sable en su mano cayó repentinamente y poco después su
cara cambió de color por completo. Se subió la manga para mirar
su muñeca y vio que el grillete negro y maldito se tensaba
repentinamente, las venas y los nervios a su alrededor se
hinchaban, como si una sangre interminable se acumulara hacia
él.

Feng Xin vio que Mu Qing estaba petrificado e inmóvil y gritó: —


¡QUÉ ESTÁS HACIENDO AÚN ESTANDO DE PIE, CORRE!

Guoshi reprendió.

—Feng Xin, pequeño idiota, ¿cómo puede correr con esas heridas
en las piernas?

Feng Xin se sorprendió.

— ¡JODER! ¡OLVIDÉ COMPLETAMENTE ESO!


Si esto fuera el pasado, es muy probable que Mu Qing pusiera
los ojos en blanco, pero ahora, incluso si corriera, no tendría
sentido. Con el grillete maldito en la mano, ¡no importaría a dónde
se fue corriendo!

Feng Xin juró y estaba a punto de subir cuando inesperadamente,


después de que Jun Wu hubiera sacado las flechas de su espalda,
volteó su mano y las arrojó hacia él. Feng Xin solo sintió que su
pecho se enfriaba y cuando miró hacia abajo, ¡esas ocho flechas
fueron devueltas, perforando su pecho de manera cuidadosa y
ordenada!

Jun Wu caminó lánguidamente hacia Hua Cheng y Xie Lian. Hua


Cheng no lo miró en absoluto, abrazando a Xie Lian.

— ¿Gege? ¿Gege?

Xie Lian había sufrido golpes severos antes y pasó un tiempo


antes de que cayera cansado, con la cabeza todavía palpitante,
pero antes de que sus ojos parpadearan, murmuró: —... ¿San
Lang? ¿Estás bien?

Hua Cheng lo miró por un momento y de repente lo presionó con


fuerza contra sus brazos, respondiendo suavemente: —Estoy
completamente bien. ¿Por qué no te miras a ti mismo?

Xie Lian se aferró a su abrazo y aunque el abrazo fue muy fuerte,


ninguna de las heridas fue presionada. Abrió los ojos
vigorosamente y todo el desorden a su alrededor cayó en su
visión.

Mu Qing estaba congelado en el acto, una mano apretaba


fuertemente la otra muñeca, parecía estar luchando por el control
con ese grillete maldito que chupa sangre, pero por lo pálido que
se veía su rostro, podría no aguantar mucho más.
Feng Xin, por otro lado, aunque no fue atravesado por esas ocho
flechas, sin embargo, las heridas fueron significativas y se
desplomó sobre el puente. Ese espíritu del feto aullaba
demoníacamente de buen humor, saltaba a su alrededor y luego
usaba su pie trasero para pisar locamente la cara de Feng Xin.
Feng Xin estaba indignado pero aún no podía moverse, de lo
contrario sus heridas empeorarían.

Mientras tanto, todo el Puente de cruce del Cielo se estaba


derrumbando, tramo por tramo, bloque por bloque, ¡y podrían
colapsar con él en cualquier momento!

Xie Lian asimiló todo esto y se sacudió, queriendo levantarse.


Hua Cheng lo ayudó y los dos se pusieron de pie, sus ojos se
movieron juntos.

La figura de Jun Wu que caminaba lánguidamente hacia ellos


parecía particularmente gigante desde la luz del fuego a su
alrededor, dejando caer una inmensa sombra. Xie Lian se secó
con fuerza la sangre alrededor de los ojos, la nariz y la boca,
mirando mortalmente a esa figura.

Jun Wu sostenía a Zhu Xin inclinado. El cuerpo de la espada de


Zhu Xin se reunió con poderes espirituales que fluían sin cesar.
En este momento, estaba tan tranquilo y a gusto que era
prácticamente una persona diferente al Jun Wu que estaba
golpeando a Xie Lian en las rocas.

—Xian Le, sabes muy bien que no hay duda de tu derrota.

Jun Wu entendió demasiado bien a Xie Lian. Sabía exactamente


cómo pelearía y sus poderes espirituales también lo superaron
abrumadoramente. Además, incluso si no hubieran
intercambiado golpes, Xie Lian aún podía sentir que el aura de
batalla y los poderes espirituales de Jun Wu eran aún más fuertes
ahora. Con el Monte TongLu como su territorio, las restricciones
de su lado se estaban volviendo más obvias.
Xie Lian pensó interiormente, lo que dijo probablemente era
cierto. No podía ganar.

Pero, incluso si no podía ganar, ¡tenía que luchar!

Sin embargo, Hua Cheng de repente habló: —No. Su Alteza,


usted puede ganar.

Xie Lian se sorprendió y lo miró. Hua Cheng también lo miraba


fijamente: —Puedes ganar. Eres más fuerte que él.

Su único ojo era brillante, como si algo ardiera y dijo con certeza:
—Créeme. Él está equivocado. Estás en lo correcto. Eres más
fuerte que él. ¡Eres mucho más poderoso que él!

Jun Wu dejó escapar una risa profunda y tranquila,


probablemente porque pensó que las palabras de Hua Cheng
eran ingenuas y divertidas, o tal vez estaba complacido por el
poder dominante en sus manos.

¡El poder de millones de creyentes estaba solo en sus manos!

Pero Hua Cheng lo agarró por los hombros.

— ¿Y qué? ¡Son solo millones de tontos, todos son basura inútil!


¡Pero para ti, una persona fue suficiente!

¿Una persona fue suficiente?

Xie Lian aún no había envuelto su cabeza antes de que Hua


Cheng lo acercara.

Los ojos de Xie Lian se abrieron.

Los poderes espirituales explotaron y se apresuraron.


Esta vez fue más indomable que en cualquier otro momento en
que transfirieron poderes espirituales, incluso las mariposas
fantasmas y los espíritus resentidos fundidos parecían haber
sentido esta energía horrible, estallando, uno tras otro a su
alrededor, explotando y chillando.

Los dedos de Xie Lian se estaban entumeciendo, sus piernas


también temblaban tanto que iba a caer de rodillas y no paraba de
llorar en su mente, ¡nada más! Pero la mano de Hua Cheng
estaba firmemente bloqueada en su cabeza, no lo dejaba irse,
rechazando su negativa.

Quién sabría cuánto tiempo había pasado cuando, de repente, la


garganta de Xie Lian se relajó y, al mismo tiempo, Hua Cheng
finalmente lo liberó. Las rodillas de Xie Lian se doblaron, cayendo
al suelo, sus manos sosteniéndose vigorosamente del suelo para
que no se cayera por completo.

Jun Wu se detuvo en su paso y miró, su rostro solemne. Feng


Xin, que yacía en la distancia, pronunció con incredulidad: — ¿Tu,
Alteza, tu... tu?

Extendiéndose con manos temblorosas, Xie Lian sintió su propio


cuello.

No había nada.

Hua Cheng había vertido demasiados poderes espirituales en él.


Realmente había demasiado, tanto que estaba completamente
fuera de la cantidad que el grillete maldito podía soportar.

¡Esas dos bandas de grilletes malditos que lo habían limitado


durante ochocientos años habían estallado destrozados!
Capítulo 240: Sonríe tarareando mientras las túnicas rojas se
desvanecen (parte uno)

Mu Qing murmuró: — ¿Cómo es esto posible? ¿Cómo puede


haber tanto...?

¿Que alguien pudiera explotar y romper grilletes malditos solo


con poderes espirituales era completamente desconocido?

Hua Cheng sostuvo a Xie Lian que estaba desplomado en el


suelo.

—Gege, ¡intenta pelear de nuevo!

Justo al mismo tiempo, Jun Wu vino empuñando la espada y Xie


Lian inconscientemente levantó la mano para alejarla. ¡CLUNG!
¡Zhu Xin casi fue enviado a volar!

¡Este golpe fue completamente diferente que antes!

Xie Lian se miró las manos y se sintió un poco aturdido. Habían


pasado cientos de años desde que sintió este sentimiento, casi
había olvidado, qué era él.

Indomable hasta el punto de que no podía controlar sus propios


poderes, cada paso sacudiría las montañas. ¡Un paso para
recorrer mil millas, un paso para ascender a los cielos!

¡Apretó la mano y golpeó violentamente la cara de Jun Wu!

Desde que comenzó la batalla, la cara de Jun Wu siempre había


permanecido intacta. Este golpe aterrizó y finalmente, una gota
de sangre fluyó de las comisuras de sus labios. Lo apartó con el
pulgar y miró este pedazo de sangre.

Al segundo siguiente, lanzó su mano y arrojó a Zhu Xin a un lado.


¡Parecía que iba a pelear contra Xie Lian con los puños
desnudos!

Xie Lian lanzó otro puño, pero Jun Wu atrapó su golpe, girándolo.
La intensa agonía se extendió y el brazo de Xie Lian se rompió
con un chasquido. Sin embargo, él mismo lo enderezó al instante
y envió otro golpe, pero Jun Wu lo tomó. Xie Lian vio que las
cosas no iban bien y pensó en arrebatarle a Fang Xin que Jun Wu
había tirado antes. Naturalmente, Jun Wu también pensó que
daría este paso y le bloqueó el paso.

Sin embargo, había olvidado que todavía había Feng Xin y Mu


Qing detrás de él. Aunque los dos estaban medio lisiados, ambos
planearon escabullirse y sacar la espada Fang Xin. Sus acciones
ya eran extremadamente ligeras, pero era como si a Jun Wu le
hubieran crecido los ojos en la espalda y él movió la mano hacia
atrás y explotó. ¡El puente bajo sus pies se rompió
instantáneamente y ambos cayeron, hundiéndose en la corriente
de lava!

En el último segundo, una mano atrapó la bota de Feng Xin y


Feng Xin atrapó la bota de Mu Qing. Cuando levantó la vista,
gritó: — ¡¡¡QUÉ MIERDA!!! ¡¡¡QUÉ MIERDA REAL!!! Guoshi
VIEJO SEÑOR, POR FAVOR NO NOS DEJES IR, GUOSHI!

El que los atrapó fue de hecho Guoshi. Las venas aparecían


violentamente en su frente.

— ¡TÚ SABES QUE SOY UN MAYOR! ¡BIEN, RÁPIDO Y SUBE!

Mientras esa parte del puente fue rota por Jun Wu, Xie Lian
levantó una mano para agarrarse a él, manteniéndolo suspendido
en el aire con fuerza. Había querido tirar más hacia arriba, pero
Jun Wu no le daría ese espacio. Los tres estaban a solo veinte,
treinta pies de distancia de la lava rodante, incluso las orejas de
carne podían escuchar el sonido burbujeante de las burbujas de
aire cayendo. Mu Qing estaba colgado en la parte inferior y tenía
que estar en una posición donde su cabeza estuviera hacia abajo,
sus pies hacia arriba, bastante aterrador y si no tenían cuidado, la
lava iba a lavar su cabeza. El vapor estaba hirviendo, con la cara
roja como el carbón caliente, Mu Qing gritó: — ¡RÁPIDO,
MUÉVETE!

Sin embargo, inesperadamente, los dos anteriores no tiraron dos


veces antes de gritar de nuevo: — ¡ESPERA! ¡NO TE MUEVAS!

Guoshi estaba exasperado.

— ¡QUÉ QUIERES!

Feng Xin gritó: — ¿ERES REAL? ¡BIEN, DEBO SALIR DE AQUÍ!

Mu Qing maldijo: —QUÉ MIERDA, MIERDA, DE VERDAD, TE


LO DIGO. ¡MIRA ABAJO! ¡MIRA LA ESPADA!

Los otros dos miraron hacia donde estaba apuntando y vieron


justo debajo de ellos una espada larga y negra que se clavaba en
el corazón de la corriente de lava, hundiéndose lentamente. ¡Era
Fang Xin, la que iban a robar antes, pero Jun Wu los sacudió del
puente!

Mu Qing extendió la mano y trató de mover locamente los brazos


hacia la espada, como si hubiera deseado desesperadamente
que fuera un gibón, pero no pudo alcanzarlo sin importar qué.

— ¡BAJA MUCHO MÁS, SOLO UN POCO MÁS Y YO PUEDO


OBTENERLO!

Las venas en la frente de Guoshi palpitaban aún más fuerte


ahora.

—USTEDES DOS JÓVENES, NO LO DEBEN HACER, ¡SOLO


SOY UN SACO DE VIEJOS HUESOS!

Dijo mientras sumergía la bota en su mano y la cara de Mu Qing


se acercó a la superficie de la corriente de lava por otra muesca.
Su cabello se cayó y las puntas de los mechones se incendiaron.
Feng Xin exclamó: —MIERDA, ¡TU PELO SE ATRAPÓ AL
FUEGO! ¡TODO VA A QUEMARSE!

Afortunadamente, Mu Qing también finalmente sacó la espada y


mientras apartaba las pequeñas llamas en su cabello, lanzó su
brazo, enviando la espada volando con salpicaduras de lava hacia
Xie Lian.

—XIE LIAN, ¡TOMA!

¡Xie Lian también levantó su brazo y atrapó la empuñadura de


Fang Xin!

En cuanto a Guoshi, él estaba en su límite.

—NO PUEDO HACER MÁS ESTO, AMBOS, ¡VENGAN AHORA


MISMO!

Feng Xin vio que el Guoshi estaba temblando y se dio cuenta de


que las cosas iban mal, así que tiró de Mu Qing y lo arrojó con
fuerza.

— ¡SUFICIENTE CON TODOS TUS TRUCOS!

Para ser arrojado así, Mu Qing estaba a punto de lanzar un


ataque importante cuando justo debajo de la piscina de lava, ¡de
repente salieron decenas de espíritus resentidos fundidos!

Esos espíritus resentidos eran como peces saltando fuera del


agua y saltaron, agarrando el pecho de Feng Xin. Si no fuera por
la luz espiritual que protegía su cuerpo, Feng Xin probablemente
se habría quemado. Estaban asustados por las flechas de Feng
Xin antes y el rencor estaba enterrado en sus corazones. Se
zambulleron furtivamente y se escondieron dentro de la lava,
siguiéndolos hasta aquí y ahora han aprovechado esta
oportunidad para arrastrarlo hacia abajo. Sin previo aviso, Guoshi
también fue arrastrado hacia adelante por este repentino aumento
de peso, deslizándose hacia abajo. Esta vez, fue el turno de Mu
Qing de estar en la cima y atrapó a Guoshi por sus botas.
Feng Xin ya estaba herido, e incluso había varias flechas en su
persona que olvidó sacar. Luchó con esos espíritus resentidos
con los puños desnudos, pero al mismo tiempo era consciente de
que las personas de arriba podrían aflojar sus garras si luchaba
demasiado, por lo que era un combate muy pasivo. Más y más
espíritus resentidos fundidos se estaban reuniendo abajo,
cubriéndose unos a otros mientras se aferraban a él, como si
estuvieran librando una guerra contra Guoshi y Mu Qing. La
fuerza de ambos lados fue significativa y si esto continuara, ¡Feng
Xin se dividiría en dos con seguridad!

Feng Xin rugió.

— ¿PODEMOS YA ACABAR CON ESTO?

Mu Qing gritó: — ¡CÁLLATE!

De repente, sintió que el peso de sus manos se aligeraba y


parecía que esos espíritus resentidos finalmente lo habían
soltado, así que rápidamente levantó a los otros dos.

Una vez que estuvieron despiertos y seguros, Feng Xin jadeó con
dureza, todavía visiblemente sacudido. Los chillidos y los rugidos
de los espíritus resentidos vinieron desde abajo y el grupo miró
hacia abajo. Mu Qing y Guoshi dijeron simultáneamente: — ¡Feng
Xin, es tu hijo!

—...

Efectivamente, entre los espíritus resentidos fundidos al rojo vivo,


había una criatura blanqueada brincando alrededor,
desgarrándolos locamente con sus dientes.

Esos espíritus resentidos fundidos eran todos fantasmas de al


menos dos mil años de edad, además de que se habían agrupado
en grupos, entonces, ¿por qué tendrían miedo de algún pequeño
secuaz que ni siquiera podría considerarse un bebé? Rascando
y mordiendo, el cuerpo de ese espíritu del feto solía ser
escalofriantemente blanco, pero ahora estaba quemado y
ensangrentado, rojo carmesí cubriéndolo de la cabeza a los pies
y aullaba con una voz espantosa, ni un poco lamentable y solo
hizo que uno sintiera horror. Feng Xin sin embargo, explotó.

Él rugió con indignación: — ¡QUÉ MALDITO JODIDO GRUPO


DE ADULTOS MALTRATA A UN NIÑO! CUO CUO! ¡VEN AQUÍ!

Ese espíritu del feto no podía vencer a tantos espíritus resentidos


y el miedo ya había brotado en su corazón. Al escuchar que
alguien iba a defenderlo, dejó escapar un grito extraño y saltó al
hombro de Feng Xin. Feng Xin se quitó el arco largo y sacó las
flechas de su propio pecho, disparándolas ronda tras ronda,
haciendo que la corriente de lava girara y rodara en explosiones.
Ese espíritu del feto, por otro lado, saltaba y chillaba en su
hombro, como si se regodeara y animara. Por otro lado, Xie Lian
vio que habían escapado del peligro y finalmente se relajó. Justo
cuando estaba a punto de concentrarse en pelear contra Jun Wu
nuevamente, de repente sintió que su pecho se apretaba.

Jun Wu lo había atrapado en una esclusa desde atrás.

— ¿No he dicho esto antes? ¿Dónde creías que aprendiste todas


tus habilidades? ¡Sé todo sobre tus movimientos!

Con este bloqueo, si Xie Lian no podía salir de allí, quedaría


atrapado muerto. Pero, cualquier movimiento que se le ocurra
para liberarse, ¡Jun Wu también debió poder pensar en ellos!

Justo entonces, escuchó a Hua Cheng gritar: — ¡Gege, no tengas


miedo! ¡Debes saber movimientos que él no! ¡Un movimiento que
solo tú puedes usar que él no puede!

De repente, la luz se encendió en la mente de Xie Lian.

¿Tenía uno?

¡Si!
Si no pudo liberarse, ¡entonces no lo hará!

Se dio la vuelta en la bodega de Jun Wu, frente al enemigo, e


invirtió el bloqueo de Jun Wu en su bodega, enunciando cada
palabra: — ¡Apuesto a que no conoces este movimiento!

¡Con Jun Wu en sus manos, llevó sus dos cuerpos y se estrelló


contra la pared de roca incomparablemente sólida!

Utilizó todo su poder en este choque y en el estruendoso choque


de rocas, también escuchó el sonido de algo rompiéndose.

Ese sonido vino de Jun Wu.

¡Su armadura blanca se había roto por completo!

Justo al mismo tiempo, Jun Wu lo liberó y rugió indignado: —


¡PÉRDANSE! ¡PÉRDANSE TODOS USTEDES!

Xie Lian levantó la vista y un escalofrío le recorrió la espalda. Lo


que entró en su visión, lo que hizo que Jun Wu se volviera loco,
fueron caras.

¡Esas tres caras habían vuelto a salir!

¡Xie Lian levantó su espada de nuevo y atravesó el corazón de


Jun Wu, clavándolo en la pared de roca!

La sangre brotó de la boca de Jun Wu.

Xie Lian había inyectado tanto poder espiritual como pudo reunir
en este ataque y en el instante en que Jun Wu fue perforado, el
poder espiritual explotó. No importaba cuán fuerte fuera la
capacidad de auto recuperarse, ¡sería imposible recuperarse de
este golpe!

La montaña se derrumbó. Jun Wu fue clavado para colgar en la


pared rocosa al principio, pero una vez que la montaña rocosa se
había derrumbado, ahora yacía en el suelo.
Sin embargo, aún no se había rendido. Giró la mano y agarró la
empuñadura de Fang Xin, pareciendo querer escribir palabras en
la hoja. Era naturalmente un hechizo que debía ser detenido. Sin
embargo, justo cuando Xie Lian estaba levantando la mano,
Guoshi se apresuró.

— ¡Su Alteza! ¡Déjalo ir, déjalo ir!

Xie Lian se detuvo, sin saber a quién estaba llamando o a quién


le estaba pidiendo que lo dejara ir. Jun Wu tosió otro bocado de
sangre, furioso.

— ¡ALÉJATE DE MÍ!

Guoshi se arrodilló a su lado y dijo: —Su Alteza, déjelo ir.


Realmente, déjalo ir. No tiene sentido continuar la lucha.

— ¡¿Qué entiendes tú?! ¡LÁRGATE! —Gritó Jun Wu.

—Tienes razón, no lo entiendo. —Guoshi dijo: —Han pasado


tantos años; has sido un dios y has sido un rey demonio. Todo
lo que debes matar está muerto, todo lo que has querido está en
tus manos, entonces, ¿por qué te estás haciendo esto a ti mismo?
¿Exactamente, que es lo que quieres? ¿Qué quieres probar?

Al escuchar esto, un destello de confusión apareció en la cara de


Jun Wu.

Pero no estuvo aturdido por mucho tiempo antes de asfixiar


violentamente el cuello de Guoshi, gritando: — ¡DEJA DE
INTENTAR LEERME! ¡NO TIENES DERECHO A JUZGARME!
¡NADIE TIENE EL DERECHO!

El actual Jun Wu no tenía suficiente poder, por lo que no era difícil


liberarse de este dominio. Xie Lian estaba a punto de salvar a
Guoshi cuando, en cambio, Guoshi agitó su mano, indicándole
que no se moviera y continuó: —Mi querida Alteza.

Jun Wu lo miró con frialdad, pero su mano no se soltó.


Incluso si no tuviera suficientes poderes en este momento,
retorcerle el cuello a Guoshi era una tarea fácil, muy peligrosa.
Sin embargo, Guoshi simplemente lo dejó ahogarse así y dijo: —
Mi enseñanza de Su Alteza Real nunca tuvo la intención de nutrir
a un tú que nunca había recorrido el camino equivocado y luego
usarlo para humillarte. Él es su propia persona, tú eres tú.
Siempre fueron diferentes personas, con diferentes caminos y eso
es lo más natural. Lo dije antes en el pasado, pero no me creerías.
¿Qué tal ahora?

Jun Wu lo miró sin decir una palabra.

—Realmente extraño mucho a Su Alteza. —Guoshi dijo: —


Extraño el Reino de WuYong, extraño a nuestra gente y extraño
los días antes de ascender. Eso es todo.

—...

Guoshi agregó: —Han pasado tantos años, alteza. Solo mirarte


me cansa. Muy cansado. ¿Qué hay de ti? ¿No estás exhausto?

Como el dios marcial número uno de los tres reinos, la apariencia


y el comportamiento de Jun Wu siempre habían sido perfectos,
sin estar contaminados por la suciedad. Sin embargo, ahora, solo
con toda la luz desvanecida, Xie Lian notó que incluso con las tres
caras desaparecidas, la tez de Jun Wu estaba demasiado pálida.

Sus contornos eran demasiado fríos y duros, círculos oscuros


sombreados debajo de sus ojos, que parecían inexplicablemente
sombríos; no había nada de la gentil amabilidad que emanaba
cuando la luz iluminaba su forma.

Pero, el él ahora, finalmente parecía vivo. Incluso si parecía


enfermo.

Guoshi dijo gentilmente: —Su Alteza, ha perdido. Ahora libérate.

—...
— ¿He sido derrotado? —Jun Wu sonaba un poco perdido.

La ola demasiado poderosa de poderes espirituales atravesó la


cúpula de la cueva rocosa y los tenues rayos de sol se dispersaron
desde arriba.

Parecía haber pequeñas briznas de lluvia flotando en el aire. Jun


Wu yacía tendido en el suelo mientras Xie Lian estaba de pie,
mirándolo desde arriba y en realidad notó un rastro de alivio en la
cara de Jun Wu, como si se soltara una pesada carga.

No pudo evitar preguntarse, tal vez, ser derrotado por alguien


para poner fin a estos días implacables de quiebra y locura,
posiblemente era el deseo de Jun Wu en el fondo.

Un momento después, Jun Wu de repente preguntó: —Ese


movimiento. ¿Cómo se llama?

—...

Xie Lian levantó la manga y se limpió la sangre al costado de la


cara.

—Rompiendo rocas en el pecho.

Jun Wu se sorprendió, luego, como si pensara en algo, se rió,


luego suspiró, cerrando los ojos.

—Hermoso.

No pronunció otra palabra, pero todos podían decir que una fatiga
inconcebible lo había sobrepasado.

Xie Lian finalmente movió su mano de la empuñadura de Fang


Xin. Ahora, no tenía idea de qué hacer para el siguiente paso, por
lo que inconscientemente miró a Hua Cheng. Hua Cheng todavía
estaba de pie en el mismo lugar, ese único tramo del Puente de
cruce del Cielo que aún no se había derrumbado y ya lo había
estado esperando silenciosamente con los brazos cruzados
durante mucho tiempo. Al ver que Xie Lian había vuelto la cabeza
hacia atrás, se encontró con sus ojos y sonrió.

Guoshi se sentó inmóvil junto a Jun Wu y dijo: —Su Alteza, todos


deberían irse ahora.

No tenía intención de levantarse en absoluto y Xie Lian preguntó:


—Maestro, ¿no vienes?

Guoshi sacudió la cabeza.

—Haré compañía de Su Alteza. Después de todo, en el pasado,


no me quedé a su lado.

La lluvia caía con más fuerza, fregando la cara descansada de


Jun Wu, lavando la vida y la sangre que fluía de sus heridas.

Mientras llovía, Xie Lian sintió que las tres caras humanas en su
rostro parecían haberse desvanecido gradualmente. Tal vez fue
su imaginación.

Después de un momento de silencio, Xie Lian se quitó el


sombrero de bambú que llevaba en la espalda y se lo arrojó de la
mano, cubriéndolo sobre la cara de Jun Wu.

El grillete maldito en la muñeca de Mu Qing se había roto por sí


solo y él pateó esa cosa en la lava antes de que esa actitud fría y
tranquila volviera con dificultad. Sin embargo, el espíritu del feto
en el hombro de Feng Xin saltó hacia abajo y, usando las cuatro
extremidades, se arrastró por la cara de Jun Wu, tocándolo
cuidadosamente, su actitud era completamente diferente de
cuando estaba pisoteando la cara de Feng Xin y Feng Xin estaba
pisoteando sus pies con ira.

Sin embargo, a Xie Lian no le importó nada más y corrió


directamente hacia Hua Cheng con su rostro maltratado, como si
hubiera renacido; en verdad, ciertamente fue un escape cercano
de la muerte y se abalanzó sobre él
— ¡SAN LANG!

Hua Cheng acababa de extender una mano a Xie Lian antes de


que este tackle lo empujara inmediatamente hacia atrás. Cerró
los brazos a su alrededor y sonrió alegremente.

—Gege, ¿ves? Yo te dije que ganarías con seguridad, ¿no? —


Luego levantó la cara de Xie Lian y la miró detenidamente antes
de suspirar: — Te has vuelto a poner así de nuevo.

Donde sus dedos acariciaban, una pequeña mariposa plateada


revoloteó y los cortes se desvanecieron. Xie Lian también sonrió
alegremente en respuesta: — ¡No lo haré la próxima vez!

Hua Cheng arqueó las cejas, fingiendo ser frío y duro.

—No hay la próxima vez.

Después de una pausa, Xie Lian retiró su sonrisa y preguntó


seriamente: —San Lang, antes en el Monte TongLu, dije que
después de que saliéramos había algo que quería decirte,
¿todavía lo recuerdas?

Hua Cheng sonrió: —Por supuesto que lo recuerdo. Recuerdo


todo lo que me dice Gege.

Xie Lian bajó la cabeza y pasó un momento antes de que


finalmente reuniera su coraje y hablara con honestidad: —
Anteriormente, Jun Wu había divulgado algunos fragmentos y
están relacionados con esto. Para ser honesto, debería haberte
dicho esto hace mucho tiempo, pero no podía resolverlo, porque
tenía miedo de que descubrieras...

Hua Cheng continuó por él.

—Temeroso de que descubriera que Su Alteza casi se convirtió


en la Calamidad Vestida de Blanco, ¿verdad?

—...
Xie Lian estaba desconcertado.

— ¿Tú...?

Hua Cheng no le respondió directamente y solo inclinó una rodilla


al suelo ante él, levantando la cabeza para mirarlo, sonriendo
tarareando: — ¿Cómo es esto? Gege, con esto, ¿te acuerdas
ahora?

¿Cómo podría él no?

¡En ese momento, ese fantasma sin nombre también se doblaba


con frecuencia sobre una rodilla en el suelo frente a él de esta
manera!

Esa máscara pálida y sonriente se superponía con la cara


sonriente actual de Hua Cheng. El corazón de Xie Lian se
sacudió, sus rodillas se doblaron y cayó al suelo frente a él,
murmurando: —San Lang... ¡eras tú!

Hua Cheng soltó una pequeña carcajada y mantuvo esa postura


de una rodilla en el suelo y ese ojo restante lo miró
profundamente.

—Alteza, siempre te he observado.

Xie Lian solo podía pronunciar una palabra: —Tú... tú...

Finalmente entendió lo que todas esas palabras aparentemente


involuntarias de Hua Cheng habían significado.

Así que eso era todo. ¡Nunca había imaginado que Wu Ming era
Hua Cheng!

Lo había sabido todo. Lo había visto todo. ¡Había estado allí


todo el tiempo!
De repente, miles de emociones, millones de palabras invadieron
su cabeza. Hubo agradecimiento, vergüenza, dolor de corazón,
alegría salvaje, pero sobre todo, amor incurable.

El corazón de Xie Lian estaba tan lleno que iba a estallar, pero ni
una sola palabra para expresarse podía ser expulsada, por lo que
solo podía enfrentarlo con fuerza, gritando: — ¡SAN LANG!

Era como si eso fuera todo lo que sabía decir y volvió a gritar: —
¡SAN LANG!

Hua Cheng se cayó del aparejo y se sentó con él en el suelo,


abrazándolo y riéndose a carcajadas. Todos los temores y
preocupaciones de antes fueron barridos. Xie Lian rodeó con
fuerza los brazos alrededor del cuello de Hua Cheng, sonriendo y
riendo, sintiendo que iba a llorar.

Pero antes de que las lágrimas cayeran, notó abruptamente algo


muy malo.

Mientras que Hua Cheng era un fantasma, su cuerpo nunca había


sido diferente al de las personas normales.

Sin embargo, cuando sostenía a Hua Cheng ahora, esas vívidas


túnicas rojas eran algo transparentes.
Capítulo 241: Sonríe tarareando mientras las túnicas rojas se
desvanecen (parte dos)

Xie Lian lo agarró instantáneamente, exigiendo alarmado.

— ¡¿San Lang?! ¿Qué está pasando?

Hua Cheng todavía estaba bastante tranquilo y respondió: —No


es nada. Lo he exagerado un poco.

Xie Lian estaba estupefacto.

— ¿Por qué no me dijiste esto antes? ¿Cómo puede ser esto


nada?

¡Los poderes espirituales, eran todos esos poderes espirituales!

Cuando Hua Cheng transfirió el poder espiritual a Xie Lian,


siempre había sido como si fuera una fuente eterna, infinitamente
todo para que lo tomara, sonriendo alegremente como si nunca
fuera una carga. Pero, no era como si su propio poder espiritual
fuera una montaña de arena arrastrada por las olas, entonces,
¿cómo podría ser realmente eterno e infinito?

No podía culpar a Hua Cheng por no decir nada antes, sino al


propio Xie Lian que no se había dado cuenta antes. Xie Lian
sentía remordimiento y pánico.

—Te lo devolveré.

Ahuecó la cara de Hua Cheng y la besó. Feng Xin y Mu Qing


originalmente habían planeado venir, pero cuando vieron esta
escena, se alejaron instantáneamente a docenas de pies lejos,
manteniendo su distancia, dejando que los dos hicieran lo que
necesitaban ellos mismos.
Se quitaron los grilletes malditos, por lo que trató
desesperadamente de transferir todo el poder espiritual que pudo
reunir a Hua Cheng, con la esperanza de que se recuperase
pronto. Pero, después de besarlo por un buen rato, cuando lo
soltó, las mangas de la túnica roja de Hua Cheng y ese par de
brazaletes plateados aún eran translúcidos, ¡incluso
transparentes!

Xie Lian se sacudió por un largo rato, con el miedo sobrepasando


su mente y subconscientemente buscó la cara de Hua Cheng,
ahuecándola, listo para besarlo nuevamente cuando Hua Cheng,
rápido con sus manos, acunó la suya y le dio un pequeño beso,
sonriendo.

—Aunque estoy feliz de que Gege sea tan avanzado, todavía no


hay necesidad de darme poderes espirituales. Pero, si Gege no
solo me presta poderes espirituales y simplemente quiere
besarme, no me importa en absoluto. De hecho, cuanto más,
mejor, lo recibo con los brazos abiertos.

—...

Xie Lian lo agarró con fuerza, al borde de desmoronarse.

— ¿Qué está pasando?

—Solo tomando un pequeño descanso, eso es todo. Gege, no te


asustes. —Hua Cheng respondió.

Xie Lian se agarró la cabeza.

— ¿Cómo no puedo estar asustado? ¡Me volveré loco!

Por la personalidad de Hua Cheng, si no era un problema grave,


grave hasta el punto de que ya no podía ocultarlo, ¿por qué
permitiría que Xie Lian lo viera así?

Poder espiritual tan abundante que podría romper dos grilletes


malditos, ¿cuánto fue exactamente eso? Decir que era tan
generoso como el mar no sería una exageración, entonces,
¿cómo podría no verse afectado en lo más mínimo?

Pasaron por tantas dificultades antes de que todo este desastre


fuera resuelto y todos los nudos atados. Se abrió la comunicación
entre él, Feng Xin y Mu Qing. Los grilletes malditos que lo habían
atado durante ochocientos años también habían sido liberados.
Todo lo que siempre había querido confesar a Hua Cheng había
sido confesado.

Sin embargo, cuando se volvió para correr hacia sus brazos con
la cara llena de sonrisas, lo que lo saludó fue un Hua Cheng que
se había vuelto así, entonces, ¿cómo podría no estar asustado?
¡Puede que se volviera loco!

Feng Xin y Mu Qing notaron que algo andaba mal y gritaron


desde lejos: — ¿Su alteza? ¿Qué ha pasado?

Corrieron un par de pasos de esta manera, pero luego, por alguna


razón u otra, se detuvieron a medio camino, sintiendo que no
deberían acercarse tan precipitadamente. En este momento, Xie
Lian había dejado de preocuparse por nadie más. Agarró a Hua
Cheng, su corazón casi se detuvo, como si estuviera aterrorizado.

— ¿QUÉ HAGO?

Hua Cheng suspiró en silencio, extendió los brazos y una vez


más lo abrazó.

—Alteza, siempre te he observado.

Esta fue la segunda vez que dijo esto, pero su voz era más suave
que antes. Xie Lian se aferró a la túnica roja en el pecho y
preguntó, con la mente en blanco: —Lo sé, lo sé. Pero... ¿qué
debo hacer ahora?

Los dedos largos y delgados de Hua Cheng peinaron


suavemente a través del cabello despeinado de Xie Lian.
—Entonces, su alteza, ¿sabe por qué me niego a dejar este
mundo?

Xie Lian no podía entender por qué Hua Cheng todavía podía
estar tan tranquilo en un momento como este, ya que él estaba
tan aterrado que temblaba. Pero mientras se sentía perdido,
todavía preguntó con sencillez: — ¿Por qué?

Hua Cheng respondió en voz baja: —Porque tengo un ser querido


que todavía está en este mundo.

Al escuchar esto, Xie Lian se sorprendió un poco.

Parecía haber escuchado esto en algún lugar antes.

Hua Cheng continuó: —Mi amado es alguien especial valiente,


noble y amable. Me ha salvado la vida, lo he admirado desde que
era joven. Pero, quería alcanzarlo más y convertirme en una
persona aún más fuerte para él. Aunque, él podría no recordarme
bien. Nunca hablamos realmente. Quiero protegerlo.

Miró a Xie Lian: —Si tu sueño es salvar a la gente común,


entonces, mi sueño, eres solo tú.

—... —Confiando en su memoria, Xie Lian preguntó con voz


temblorosa: —Pero... No podrás, podrás descansar en paz...
¿Cómo eso…?

Hua Cheng respondió: —Rezo para nunca descansar en paz.

En ese instante, toda la respiración de Xie Lian se detuvo, estaba


congelado en este momento. Podía escuchar débilmente dos
voces, una preguntando la otra respondiendo.

—Si tu amado supiera que no puedes descansar en paz gracias


a él, podría sentirse culpable y preocupado.

—Entonces no le diré por qué no me fui.


—Después de haberte visto tanto, lo sabrá tarde o temprano —
dijo Xie Lian.

—Entonces tampoco dejaré que descubra que lo estoy


protegiendo.

Esa bola de fuego fantasma. En esa noche de faroles, ese débil


fuego fantasma que compró con unos pocos centavos. Ese fuego
fantasma que quería sacarlo de las tumbas en una noche helada
de invierno. Ese fuego fantasma que bloqueó frente a él antes de
White no-Face y no lo dejó ir cerca del peligro. ¡Ese fuego
fantasma que había gritado en tormento por él durante el tiempo
en que cien espadas perforaron su corazón!

Hua Cheng dijo en voz baja: —Su Alteza, entiendo su todo. Tu


coraje, tu desesperación; tu amabilidad, tu dolor; tu resentimiento,
tu odio; tu inteligencia, tu necedad.

» Si pudiera, quisiera que me usaras como tu trampolín, el puente


que desarmas después de cruzar, los huesos del cadáver que
necesitas pisotear para subir, el pecador que merecía el despiece
de un millón de cuchillos. Pero sé que no lo permitirías.

Dijo mientras el rojo arce de su túnica se desvanecía lentamente.

Las manos temblorosas de Xie Lian intentaron agarrarlo y nunca


dejó de transferir poderes espirituales, pero aun así no pudo evitar
que la forma de Hua Cheng se desvaneciera lentamente.

Sus ojos se estaban volviendo borrosos, su discurso se tambaleó


y tartamudeó: —Está bien, no digas más, lo entiendo... pero, pero
no seas así, ¿de acuerdo? ¿San Lang? Yo... he tomado tantos
poderes espirituales de ti que aún no he regresado. Y en realidad,
no he terminado de decir todo lo que quería decir antes, todavía
hay mucho. Ha pasado tanto tiempo desde que alguien me
escuchó hablar, ¿no te quedarás? No... realmente no hagas esto.
No podré tomarlo. ¡Dos veces, ya han pasado dos veces!
¡Realmente no quiero que haya una tercera vez! ¡Hua Cheng ya
había desaparecido de este mundo dos veces por su culpa!

Sin embargo, Hua Cheng solo respondió: —Morir en la batalla por


usted es mi mayor honor.

Esas palabras fueron como un golpe fatal. Las lágrimas en los


ojos de Xie Lian ya no podían ser contenidas y se derramaron.

Como si estuviera aferrado a la gota que colmó el vaso de su


vida, suplicó: —Dijiste que nunca me dejarías.

Sin embargo, Hua Cheng respondió: —No hay banquete en este


mundo que no llegue a su fin.

Xie Lian inclinó la cabeza y la enterró profundamente en su


pecho, con el corazón y la garganta en agonía, sin poder hablar.
Sin embargo, poco después, escuchó a Hua Cheng decir sobre
él: —Pero nunca te dejaré.

Al escuchar esto, la cabeza de Xie Lian se alzó.

Hua Cheng le dijo: —Volveré. Su alteza, créame.

Aunque su voz era firme, su rostro pálido se atenuaba y se volvía


transparente. Xie Lian extendió la mano, queriendo tocar su
rostro, pero las yemas de sus dedos atravesaron el aire. Se
sorprendió, luego levantó la vista.

Los ojos de Hua Cheng eran gentiles y ardientes, ese ojo restante
estaba lleno de amor y lo miraba en silencio. Parecía haber dicho
algo, pero no había sonido. Xie Lian no se rendiría, extendiendo
ambas manos, tratando de agarrarlo más profundamente en sus
brazos, queriendo escuchar mejor.

Pero antes de que pudiera ejercer fuerza, el que sostenía y el que


lo sostenía, había desaparecido.
En un instante, ante él, Hua Cheng se hizo añicos en miles de
mariposas plateadas, transformándose en una brisa de estrellas
centelleantes que no podía abrazar ni sostener.

Los brazos de Xie Lian quedaron vacíos, aún manteniendo una


posición de abrazo, sin mover una extremidad. No podía decir si
era porque aún no había recuperado el sentido o porque no podía
moverse en absoluto y se arrodilló allí dentro de ese conjunto de
mariposas de ensueño, con los ojos muy abiertos.

Más abajo, Feng Xin y Mu Qing no habían imaginado que se


desarrollaría una escena como esta y sus dos caras palidecieron,
corriendo hacia adelante.

— ¡SU ALTEZA!

Feng Xin fue el primero en acusar: — ¡¿CÓMO HA SUCEDIDO


ALGO COMO ESTO?! ¿NO ESTABA BIEN AHORA MISMO?
¿Fue por los grilletes malditos?

Mu Qing saltó y cojeó, pero no podía moverse, así que levantó la


vista y gritó a esas mariposas plateadas: — ¡FLOR DE LLUVIA
SANGRIENTA! ¡No bromeé, si no está muerto, entonces salga
del infierno!

Naturalmente, esas mariposas plateadas no le respondieron y


revolotearon erráticamente, agitando sus alas volando hacia el
cielo. Feng Xin extendió la mano para levantar a Xie Lian, pero
Xie Lian permaneció sentado en el suelo como una piedra. Feng
Xin tampoco sabía qué hacer.

— ¿Hay algo que podamos hacer para ayudar? ¿Necesitas poder


espiritual? ¿Se puede salvar? ¿Qué deberíamos hacer?

Sin embargo, Mu Qing ya había resuelto las cosas mirando: —


¡Déjalo, solo cierra la boca! No se puede hacer nada ahora.
Un resplandor brillante y centelleante envolvió el aire, las alas de
las mariposas resplandeciendo, al igual que su primera reunión
después de ochocientos años.

Una mariposa plateada voló errante, rozando ligeramente el


dorso de su mano, su mejilla, su frente, llena de anhelo cariñoso,
como si estuviera susurrando despedidas. Xie Lian extendió una
mano aturdida y la dejó descansar sobre su mano.

Esa mariposa plateada parecía estar encantada, batiendo sus


alas y efectivamente se quedó para él. Pero no pudo durar y no
pasó mucho tiempo antes de que se dispersara con el viento.

Sin embargo, donde se había posado, en el tercer dedo de Xie


Lian, esa cuerda roja todavía era brillante y vívida.
--------------------------------------------------------------------------------------

— ¿Y entonces?

—Se hace…

— ¿Se hace…?

—Se hace…

Pei Ming finalmente no pudo contenerse por más tiempo.

—Eso no es posible. ¿Cómo puede ser eso? ¿Incluso un


aficionado como yo puede decir que no está hecho?

Mu Qing dejó caer ese pesado informe de contabilidad sobre la


mesa y dijo con calma: —Eso es lo que he calculado y ya está
hecho. Puedo calcular de nuevo en el lugar aquí mismo, por favor,
escuche bien el general Pei: quite ocho millones, ochocientos
ochenta mil méritos, luego agregue seis millones, seiscientos
sesenta millones de méritos, más otros mil setecientos millones y
doscientos mil méritos, luego menos...

Feng Xin habló: —Muy bien, eso es suficiente, ya no necesitas


contar. Los números son correctos, pero debe haber quedado
bastante fuera. Porque si ese no es el caso, ¡ninguno de los
números se suman!

Mu Qing respondió: —Entonces ese no es mi problema, de


cualquier manera no me equivoqué. ¿Tal vez si todos encuentran
a alguien más para hacer la contabilidad? Si hubiera sabido que
las cosas iban a ser así, me habría ocupado de mis propios
asuntos.

Después de que la Capital Celestial fue destruida, los


funcionarios celestiales dispersos y confusos finalmente se
reunieron y establecieron una sala en la cumbre del Monte
TaiCang, un lugar donde a los mortales no les importaba,
estableciendo un Tribunal Superior temporal. Actualmente, los
funcionarios celestiales estaban en pleno debate sobre la
reconstrucción de una nueva Capital celestial.

Sin embargo, lo desafortunado fue que no solo ese gran incendio


quemó todos los gloriosos y exuberantes palacios dorados de
todos los funcionarios celestiales, obligándolos a apretar y erigir
tiendas temporalmente para discutir y descansar, todos los
pergaminos e informes se perdieron en grandes números.
Discutieron y arrastraron durante muchos días, ¡e incluso ahora
aún no podían enderezar ninguna cuenta!

Uno de los brazos de Pei Ming estaba colgado de una honda


mientras la otra mano se frotaba la barbilla: — ¿Es mi
imaginación, o Xuan Zhen es cada vez más sarcástico en estos
días?

Feng Xin respondió: — ¿No ha sido siempre tan sarcástico? Es


demasiado flojo para ocultarlo ahora.

Mu Qing puso los ojos en blanco y todos lo señalaron con el dedo.


— ¡DECORO!

Mu Qing se dio la vuelta para irse. Quan Yi Zhen estaba


completamente envuelto en vendas, un arroz pegajoso
humanoide envuelto en hojas, exponiendo solo una cabeza llena
de cabello desordenado y rizado y sus palabras fueron
murmuradas y poco claras: —Bueno, ¿qué hacemos ahora?
¿Quién va a hacer la contabilidad entonces?

Todos se miraron, cada uno se limpió la garganta y retrocedieron


en silencio. Nadie quería asumir esta tarea que era un trabajo
duro con pocos retornos. Al ver esto, Pei Ming suspiró: —Si Ling
Wen estuviera aquí. No importa qué, nadie puede quejarse de la
forma en que manejó las cosas. Todo este lío de informes está
grabado en su mente, incluso si el Palacio de Ling Wen se
incendia no habría nada de qué temer. Definitivamente habría
mostrado resultados en un día.
Después de haber luchado en esta montaña abandonada por
Dios durante tanto tiempo, la mayoría ya pensaba que en lo
profundo de sus mentes, simplemente no se atrevieron a decirlo
en voz alta. Sin embargo, ahora que hay alguien tomando la
iniciativa, todos estuvieron de acuerdo.

— ¡Sí!

— ¡Nunca diré que el Palacio de Ling Wen es ineficiente de nuevo!

—Ya no he dicho eso en mucho tiempo...

En ese momento, alguien afuera vino a anunciar: — ¡Todos, La


Señora de la Lluvia ha venido!

Al escuchar esto, todos los funcionarios celestiales parecieron


alegrarse, e inmediatamente salieron a saludarla sin preguntar,
solo la expresión de Pei Ming parecía ilegible. Pareció dudar por
un momento, pero al final aún decidió no salir. Justo entonces,
otra voz vino.

— ¡Su Alteza! ¡Tú también has venido!


Capítulo 242: En lo alto del monte TaiCang; Miles de tipos de
polvo se asientan

De repente, todas las expresiones de los funcionarios celestiales


se volvieron aún más ilegibles que las de Pei Ming.

Un cultivador vestido de blanco reconoció la dirección, su


expresión tranquila y pacífica, sus modales fáciles y elegantes.
Era Xie Lian. Todo el grupo lo saludó.

—Su Alteza Real.

—Su Alteza.

Sus expresiones y palabras fueron muy cuidadosas, educadas y


corteses. Xie Lian también saludó cortésmente a todos y salió en
un gesto de bienvenida.

—Señora de la Lluvia.

La Señora de la Lluvia había venido antes de esa cabaña


construida temporalmente, sosteniendo las riendas de ese gran
buey negro de corcel guardián, e inclinó la cabeza hacia allí en
señal de saludo.

En la parte posterior de ese buey negro había cajas gigantes


sobre cajas de productos, la razón por la que había venido y
aparentemente había un increíble efecto de nutrir los poderes
espirituales después de comerlos, por lo que cuando los
funcionarios celestiales escucharon, un grupo emocionado se fue
a dividir sus acciones. También hubo un grupo que no se movió.
Xie Lian fue una de ellas. La Señora de la Lluvia habló: —He
traído algo más para Su Alteza.

Xie Lian sonrió.


— ¡Ah, gracias de antemano! ¿Qué es?

La Señora de la Lluvia sacó de su manga algo envuelto con una


pequeña banda de tela blanca y cuando la abrió, los ojos de Xie
Lian se iluminaron al instante.

— ¡Muchas gracias, Gran Señora de la Lluvia! ¡He estado


buscando esto en todas partes!

Feng Xin también se acercó para echar un vistazo y también


comentó: — ¡Seda fantástica rara! ¡Esto es genial! ¡Ahora
finalmente puedes arreglar ese juguete tuyo!

Xie Lian rebuscó alrededor de su manga, sacó una banda de


seda blanca que se rasgó por la mitad y dijo alegremente: —Sí,
finalmente, ¡finalmente el material para arreglar a RuoYe! ¡Voy a
arreglarlo ahora mismo!

Sin embargo, Feng Xin lo detuvo.

— ¡¿Tú?! Olvídalo, ¿qué puedes parchar? Pídale a alguien más


que te ayude. —Luego giró la cabeza y gritó: — ¡MU QING! ¡VEN
A TRABAJAR!

Mu Qing se acercó perezosamente y respondió fríamente: —


¿Qué? ¿Qué estás tratando de decir? ¿Decirme que lo cosa?

— ¿No es esa tu experiencia? —Dijo Feng Xin.

Mu Qing dijo: — ¿No son ustedes dos demasiado buenos para


usar personas? Al tomarme como sirviente, puedes volver a
ordenar, mañana probablemente me dirás que limpie el piso.

Xie Lian se rió.

—No importa, no importa. Lo hare yo mismo.

Pero Mu Qing ya le había quitado las bandas de seda blanca de


las manos y puso los ojos en blanco mientras buscaba agujas e
hilos. Después de eso, Pei Ming también vino a saludarlo y estaba
pensando en darle una palmadita al buey negro, pero ese buey le
mordió los dientes con fuerza, casi rompiendo los dedos de Pei
Ming. Al ver que no era bienvenido, se fue a toda prisa. La Señora
de la Lluvia preguntó: — ¿Todavía no se ha recuperado el brazo
del general Pei?

—Todavía no. —Xie Lian respondió: —En el momento en que


llegó a un acuerdo con Rong Guang para usar la espada Ming
Guang y además de sus disculpas, también tuvo que pagar un
brazo como precio. Aunque al final el resentimiento de Rong
Guang se dispersó, dejándole un poco de cara, no pidió su brazo,
todavía estaba gravemente herido.

—Ya veo. —La Señora de la Lluvia dijo: —No es de extrañar que


la expresión del general Pei fuera tan peculiar.

Xie Lian murmuró por dentro: —Su expresión peculiar


definitivamente no fue por esta razón.

Resultó que Pei Ming no pudo superar el hecho de que La Señora


de la Lluvia lo había salvado una y otra vez en el Monte TongLu y
en los grandes fuegos de la Capital Celestial. Era un hombre
grande, un buen hombre que se creía dominante en los cielos y la
tierra, por lo que no podía soportar perder un poco de cara delante
de una mujer, especialmente una mujer con la que había tenido
quejas anteriores. Comparado con La Señora de la Lluvia,
probablemente podría aceptar más los comportamientos de Xuan
Ji. En cualquier caso, no podía dejarlo pasar sin importar qué y
cada vez que veía a La Señora de la Lluvia se sentía turbulento,
por lo que su expresión era peculiar.

Sin embargo, La Señora de la Lluvia no entendía en absoluto lo


que él sentía turbulento, por lo que siempre había sonreído
cortésmente en saludo, los dos en dos longitudes de onda
completamente diferentes, realmente inexplicablemente
absurdas.
La Señora de la Lluvia habló: —Oh, es cierto, alteza, ¿cómo está
Xuan Ji?

—Xuan Ji ha sido encerrado al pie de la montaña —respondió Xie


Lian—. ¿Querías ir a verla?

Después de la gran batalla, todos los monstruos y demonios que


habían escapado de sus sellos desde el principio fueron detenidos
temporalmente en una mazmorra al pie del monte TaiCang que
se instaló temporalmente. Xie Lian abrió el camino, pero antes de
llegar al calabozo oyeron una serie de voces ásperas que juraban.
Pei Su y Ban Yue se sentaron en la entrada, ambas expresiones
en blanco.

En este momento carecían de manos de ayuda serias, por lo que


los dos fueron enviados para ayudar al Tribunal Superior a
proteger la mazmorra. Dentro de la mazmorra bloqueó a Ke Mo y
cuando vio a sus enemigos, sus ojos se pusieron especialmente
rojos y pasó sus días gritando y maldiciendo sin parar los cielos a
esos dos. Los dos fingieron que no podían entender sus palabras
y se sentaron juntos en una fila como muñecas de madera.
Cuando Xie Lian y La Señora de la Lluvia entraron, se pusieron
de pie.

—Su Alteza, Gran Señora de la Lluvia.

La Señora de la Lluvia les pasó una caja de productos y Xie Lian


dijo: —Gracias a los dos por su arduo trabajo. La Señora de la
Lluvia quiere ver a Xuan Ji.

Sin embargo, Pei Su dudó por un momento.

—Xuan Ji...

Xie Lian notó que algo andaba mal y preguntó: — ¿Pasa algo?

Los dos entraron a la mazmorra y descubrieron dónde estaba


detenido Xuan Ji y ambos se sorprendieron. Dentro de la celda,
no había nada y todo lo que quedaba era un conjunto de túnica
roja, desgarrada y rasgada.

Pei Su explicó: —Xuan Ji se ha disipado anoche.

El resentimiento de Xuan Ji en realidad se dispersó, qué increíble.


No fue hace mucho tiempo cuando la obsesión de esta mujer
todavía era tan profunda, asfixiando a Pei Ming en un asimiento
mortal que se negaba a dejar ir. Xie Lian comentó: —Quizás
finalmente pensó las cosas detenidamente.

Pensó detenidamente en cómo en los últimos cientos de años se


había convertido en una mujer de rencor tan despreciable y loca
por parte de un general heroico, una dama digna de una casa
prestigiosa. Pensó en lo que había perdido y lo que había ganado
y con tanta vergüenza y vergüenza, probablemente no tenía la
cara para mirar hacia atrás.

Había esperado todo este tiempo que podría cambiar el corazón


del hombre que la abandonó, ya sea moviendo su corazón o con
amenazas, pero luego se dio cuenta violentamente de que nunca
hubo la oportunidad de cambiar las cosas desde el principio, por
lo que finalmente entendió.

Pero, ella confiaba en sus sentimientos turbulentos, su negativa


a ceder ante Pei Ming para permanecer en este mundo. En el
momento en que pensó las cosas, no había más razón para
quedarse. Incluso pensarlo era un poco absurdo.

La Señora de la Lluvia se sentó en el acto, como si fuera a realizar


un servicio de pasajes para ella. Después de todo, Xuan Ji era la
única que quedaba del Reino de YuShi además de ella. Sería
descortés por parte de Xie Lian molestarla, así que se retiró y se
fue.

-------------------------------------------------------------------------------------
Después de salir, vio que Pei Su y Ban Yue estaban comiendo
las frutas que La Señora de la Lluvia les trajo, así que Xie Lian se
acercó y recogió una, listo para agacharse para masticar con
ellos. Sin embargo, inesperadamente, de repente sintió algo y
giró la cabeza para mirar y vio a lo lejos, en la distancia, en los
arbustos que eran tan altos como la mitad de un hombre, algo
había pasado volando.

Xie Lian arrojó la fruta al instante y solo dijo: — ¡Vigila las cosas
aquí! —Antes de correr.

La cosa en los arbustos notó que fue descubierta y huyó aún más
rápido. Al principio, Xie Lian pudo alcanzar ocho pasos, pero solo
había dado cuatro pasos antes de descubrir quién era.
Cambiando de opinión, desaceleró el paso.

Esperó hasta que esa criatura había huido por un tramo antes de
irrumpir repentinamente desde un lado, bloqueando el camino del
otro.

—Lady Jian Lan, ¿planeas irte sin despedirte?

De hecho, la otra parte era Jian Lan, que se escabullía con ese
espíritu fetal acunado en sus brazos y saltó sorprendida por Xie
Lian, quien apareció de la nada.

— ¡TÚ!

Ese espíritu fetal blanqueado estaba mostrando los dientes en


sus brazos, parecía que quería atacar, pero Jian Lan lo sostuvo.

— ¿Estás aquí para detenerme?

Xie Lian no quería que se alarmara demasiado y dijo: —No te


pongas nerviosa, solo quería darte algo.

Luego, sacó un artículo.


—El rencor de tu hijo Cuo Cuo es bastante fuerte, necesita ser
restringido. Aunque ya está en proceso de purificación, su cultivo
no es tan alto como el de él, por lo que sería difícil garantizar cero
accidentes. Necesitarás esto para ayudarte.

El artículo era un hechizo de protección que Xie Lian se hizo, e


incluso demostró cómo usarlo, para demostrar que no había
trucos incrustados. Jian Lan observó y su tensión de hecho se
relajó. Después de todo, esto fue útil. Después de algunas dudas,
ella lo tomó.

—Gracias.

—No es necesario. —Xie Lian dijo: —Mientras lo uses, grita tres


veces: Su Alteza, por favor, bendíceme. De esta forma, esto se
marcará con el nombre de mi palacio.

—...

Jian Lan dio unos pasos, hizo una pausa por un momento, pero
al final todavía no pudo contenerlo y giró la cabeza.

— ¿No me vas a detener? ¿Por qué?

Xie Lian estaba esperando que ella mirara hacia atrás y le


preguntó en lugar de responder: —Entonces Lady Jian Lan, ¿por
qué debes irte? Feng Xin dijo que cuidaría de ustedes dos, que
mantendrá su palabra.

La expresión de Jian Lan parpadeó, pero al final, suspiró: —Sé


que lo hará. Pero, olvídalo, es lo mejor. Ya no quiero estar con
él.

Xie Lian estaba un poco desconcertado.

— ¿Ya no lo amas más?


Jian Lan probablemente estaba cansado de correr y se sentó en
la carretera: —Esto ya no tiene nada que ver con el amor. No
quiero que se obligue a atarnos a él.

Xie Lian también se sentó a su lado y contempló por un momento:


—Realmente debe amarte. En aquel entonces, estaba
completamente agotado, pero aún se negaba a dejarte ir.

Al escuchar esto, Jian Lan parecía como si recordara cosas de


un pasado lejano y se echó a reír: —Como lo mencionaste, lo
recuerdo ahora. En aquel entonces, todavía era un poco tonto,
pasaba largas horas para ganar dinero y después de ganar dinero
me compraba por una noche entera, pero todo lo que hizo fue
traer un taburete para sentarse conmigo toda la noche, sin hacer
nada pero charlando. Todos lo tomaron por una broma, ¡qué risa!

Xie Lian también sonrió.

—Ya ves, te dije que realmente te ama.

Sin embargo, Jian Lan retiró su sonrisa.

—Lo que has dicho son cosas del pasado. Lo que fue amor una
vez no significa que durará. No estoy interesado en ser un caso
de caridad y una molestia.

— ¿Por qué pensaría que ustedes dos son una molestia? —


Preguntó Xie Lian.

— ¿No saben el tipo de persona que es Feng Xin?

—Usted, Su Alteza el Príncipe Heredero, nunca ha vivido la vida


común, así que, por supuesto, pensaría que las cosas son así de
simples. No lo hará ahora y tampoco lo hará en la superficie. Pero
una vez que el tiempo se alarga, nada podría estar seguro. Si
quisiera buscarlo, lo habría hecho hace mucho tiempo. No es que
el Templo de Nan Yang sea difícil de encontrar. Hubo un período
de tiempo en el que estuvieron en todas partes, pero todavía no
quería.
» Ha ascendido, lo tiene todo, luciendo glorioso e impresionante,
pero ya nos hemos convertido en fantasmas, entonces, ¿qué
estoy haciendo para buscarlo? Un funcionario celestial que lleva
dos fantasmas, ¿no es eso solo un problema para él?

» Lo eché cuando me veía lo mejor posible, creo que es bastante


bueno, orgulloso y digno. De esa manera, siempre lo miraría así
en su corazón y no de esta manera, con mucho maquillaje y
pegajoso, patas de gallo alrededor de mis ojos.

Se pellizcó la cara.

—Si realmente nos reconociera y todos los días tuviese que mirar
esta cara mía y la forma de Cuo Cuo de esta manera, con nosotros
arrastrándolo hacia abajo, solo se cansaría, molestaría y algún
día nos convertiremos en una molestia. ¿Entonces, para qué
molestarse? ¿No es eso demasiado trágico?

Mientras hablaba, el espíritu del feto estaba usando su lengua


húmeda y deslizante para lamer su cara, luciendo
inexplicablemente asquerosa pero traviesamente entrañable.
Pero para otros típicos, esto probablemente solo era asqueroso y
no podía aceptarse.

Jian Lan también acarició la cabeza desnuda de su hijo.

—De todos modos, tener Cuo Cuo es suficiente para mí. ¿Quién
no hizo promesas ni juró a las montañas y los mares cuando eran
jóvenes? Hablando de afecto, de amor, de para siempres. Pero,
cuanto más tiempo pase el tiempo en el mundo, más entiendo,
algo como para siempre, es imposible. Nunca será posible.
Tenerlo una vez ya fue lo suficientemente bueno. Nadie puede
lograrlo realmente. Ya no creo en eso.

Ella dijo con voz impotente: —Feng Xin es un buen hombre. Es


solo que... realmente ha pasado demasiado tiempo. Todo ha
cambiado, así que es mejor dejarlo ir.
Xie Lian escuchó en silencio, sin decir una palabra, pero en su
corazón, dijo: —No.

Una voz en su corazón dijo: —Para siempre, existe. Hay una


persona que realmente puede lograrlo. Yo creo.

Jian Lan todavía tomó a Cuo Cuo y se fue.

--------------------------------------------------------------------------------------

Xie Lian regresó y envió a La Señora de la Lluvia, quien terminó


el servicio de pases para Xuan Ji y regresó al Monte TaiCang.
Estaba pensando en decirle a Feng Xin que Jian Lan se había ido,
pero no lo vio. Justo cuando lo estaba buscando entre la ruidosa
multitud, alguien gritó de repente: — ¡Buen momento, Tai Hua!
¿Estás libre? ¡Ven a ayudar a resolver esto!

Todavía estaban agarrando a cualquiera para hacer la


contabilidad y Lang Qian Qiu estaba desesperado por escapar,
respondiendo desde lejos: — ¡NO TRAIGAS LA PILA AQUÍ,
TENGO COSAS QUE HACER, VE A ENCONTRAR A ALGUIEN
MÁS!

Xie Lian suspiró, preguntándose si debería ir y probar todos esos


libros cuando inesperadamente, solo había dado unos pasos
antes de escuchar una voz desde atrás.

—Maes... Su Alteza.

Xie Lian miró hacia atrás y Lang Qian Qiu estaba de pie justo
detrás de él.

— ¿Tienes un momento para hacerte a un lado y hablar?

—Por supuesto —respondió Xie Lian.

Por lo tanto, él y Lang Qian Qiu caminaron juntos fuera de esa


cabaña triste y gigante de un palacio. Mientras caminaban, Xie
Lian preguntó: — ¿Cómo está Gu Zi? ¿Él está bien?
Lang Qing Qiu se echó a reír sin poder hacer nada, un poco
amargado: —No sé si se considera bien. Ese niño me pregunta
por su padre todos los días, bastante lamentable, así que solo
pude... reunir un poco de las partículas del alma del Duende Verde
y mantenerlas en una lámpara. ¡Ahora aparece frente a mí todos
los días abrazando esa lámpara y preguntando cuándo crecerá el
alma dentro de la lámpara! Yo realmente…

Mirando esa cara sombría y desanimada, solo pensando en eso,


Xie Lian podía entender. ¿Por qué tenía que hacer algo así por
Qi Rong que había asesinado a toda su familia? Xie Lian subió
inconscientemente para acariciarle el hombro, pero luego recordó
lo que él mismo había hecho en Yong An y se contuvo. Dijo
gentilmente: —Has trabajado duro. Entonces, ¿de qué querías
hablar conmigo hoy?

Después de algunas dudas, Lang Qian Qiu metió la mano en su


túnica y sacó algo, pasándolo a él.

—Esto.

En el momento en que Xie Lian vio lo que detuvo su respiración.

Era una pequeña perla de coral carmesí opulenta, lisa y


luminiscente.

Su voz temblaba.

— ¿Esto es...?

Lang Qian Qiu dijo: —Esta perla de coral era un tesoro secreto
dejado por el padre fundador de Yong An.

Al escuchar esto, Xie Lian se dio cuenta de que no era el que


estaba atado al final del cabello de Hua Cheng, sino el que una
vez le regaló a Lang Ying.

No era de Hua Cheng. Xie Lian se sintió un poco decepcionado,


pero aun así tomó esa perla. En ese momento, Lang Qian Qiu
habló: —El padre fundador dijo una vez, quien le dio esta perla de
coral rojo fue su salvador, alguien que lo había ayudado. Un muy
buen hombre.

—...

Lang Qian Qiu continuó: —Pero aún hizo algo que hizo que ese
hombre lo perdiera todo. El padre fundador dijo que no lamentaba
haber hecho lo que hizo, tenía que hacerlo. Pero luego, cuando
lo pensó, todavía sentía que había perjudicado a ese hombre.

—...

— ¿Y entonces? —Preguntó Xie Lian.

—Y luego —dijo Lang Qian Qiu. —Ese día en la Capital Celestial,


miré esa cuenta al final del cabello de la Lluvia Sangrienta que
busca la Flor con cuidado y cuanto más miraba, más pensaba que
se parecía al que el único padre que me dejó. Más tarde escuché
hablar al general Xuan Zhen y a los demás y supe que esas perlas
eran en realidad un par y que te pertenecían. Entonces, vine a
preguntar, ¿es tuyo?

Un momento después, Xie Lian asintió lentamente.

—Es mío. Son un par de perlas que mi padre y mi madre me


dieron cuando era joven.

Lang Qian Qiu movió la cabeza.

—Entonces... te estoy devolviendo esto.

Todavía no sabía cómo dirigirse a Xie Lian y después de


devolverle la perla, dudó un momento antes de irse en silencio.
Xie Lian estaba en el mismo lugar, esa perla de coral rojo apretada
en el corazón de su palma.
Habían pasado más de ochocientos años. Después de todos los
giros y vueltas, la otra mitad de ese par de aretes de perlas de
coral carmesí había vuelto a sus manos. Y también era suyo.

Pero, la otra perla también debería haber estado presente aquí.


Deberían haber podido completar el par.

En ese momento, la voz fuerte y alegre de Feng Xin vino desde


el fondo de la montaña.

— ¡SU ALTEZA! ¡TODOS! ¡VENGAN RÁPIDO!


Capítulo 243: Cómo mi señor anhela la flor; Cómo me duele mi
señor

Xie Lian guardó la perla y miró. Varios funcionarios celestiales


también emergieron de la cruda cabaña gigante.

— ¿Qué está pasando con el general Nan Feng?

Pero luego escucharon a Feng Xin gritar: — ¡MIRA A QUIÉN HE


CAPTURADO!

Se estrelló fuera del bosque y vino corriendo, con un individuo


vestido de negro en la mano y los funcionarios celestiales se
sorprendieron.

— ¡LING WEN!

El agarrado en la mano de Feng Xin era de hecho Ling Wen.


Feng Xin se volvió hacia Xie Lian.

— ¡Tal como sospechabas, Ling Wen fue a robar el Brocado


Inmortal!

Después de quitar los grilletes malditos, los poderes espirituales


de Xie Lian aumentaron explosivamente hasta el punto en que
prácticamente era igual a Jun Wu, por lo que Brocado Inmortal
naturalmente no podía hacerle nada. Ling Wen fue convertido en
una muñeca de daruma por Hua Cheng y desapareció durante la
gran batalla. Una vez que se acabara el tiempo, el hechizo sobre
su persona se liberaría automáticamente, por lo que no podría ser
encontrada en ningún lado. Sin embargo, Xie Lian pensó que
probablemente vendría a robar el Brocado Inmortal, por lo que se
quitó las túnicas y le pidió a la Ciudad Fantasma que dejara correr
la voz. Efectivamente, Ling Wen mordió el anzuelo.

Incluso como fugitiva, cuando Ling Wen fue arrestada y llevada a


la sala de conferencias, ella todavía no parecía entrar en pánico.
En el momento en que Pei Ming entró, la presionó sobre sus
hombros y la sentó frente a una mesa, advirtiéndole con voz
oscura: — ¡Finalmente te hemos encontrado! ¡Ling Wen, tienes
que pagar por tus pecados!

—...

Docenas de funcionarios celestiales también la rodearon, cada


uno de ellos con ojos de lobos y tigres, sus expresiones sedientas
y hambrientas, prácticamente salvajes. Solo entonces Ling Wen
sintió un poco de temor.

— ¿Qué están planeando?

¡GOLPEAR! Una pila de informes y pergaminos cerca de la altura


de un hombre adulto fueron arrojados ante ella, tan pesados que
la mesa y las sillas temblaron. Pei Ming golpeó los pergaminos.

—Estos. Encárgate de ellos.

—...

Ling Wen parecía haber suspirado aliviada, luego se sintió


inexplicablemente desconcertada. Sin embargo,
inesperadamente, antes de que su respiración se hubiera
exhalado por completo, hubo otra ronda de
TAPTAPTAPTAPTAPTAP!
Después de docenas de golpes más tarde, docenas de pilas de
documentos e informes más altos que un hombre también se
estrellaron y ella estaba fuertemente rodeada.

Esas docenas de funcionarios celestiales balbucearon entre las


grietas de esas pilas: — ¡Te hemos estado esperando por días!
¡Date prisa y ayuda a resolver esto!

—Cuida de ellos también.

—Recuerde completar las partes que faltan.

— ¡Será mejor que hagas esto en una hora! ...

Ling Wen: —...

Después de un día y una noche, Ling Wen finalmente fue liberado


de la sala de conferencias temporal.

Después de un día y una noche de dura batalla, todos los rollos


de pergaminos e informes habían sido atendidos, cada uno
categorizado y organizado de forma ordenada y ordenada. Los
funcionarios celestiales vitorearon y cada uno recibió las cuentas
de su propio palacio y fueron a verificar. Ling Wen, por otro lado,
tenía la cara azul y acero y esos círculos oscuros debajo de sus
ojos que habían desaparecido por un período de tiempo habían
regresado.

Por otro lado, todos terminaron de verificar dos veces y todos se


regocijaron y Pei Ming elogió: — ¡Ciertamente es Noble Jie quien
es el más eficiente! ¡Ahora todo coincide!

— ¡Está despejado! ¡Muchas gracias por Gran Ling Wen!

Como delincuente, Ling Wen se rió cortésmente entre todas las


alabanzas de la multitud de funcionarios celestiales: —No es
nada, no es nada.
Al ver esto, todos los funcionarios celestiales en el pasillo que
todavía estaban en un lío pero no llenaron sus cuentas ya no
podían quedarse quietos y vinieron rodeándola.

—Um, en realidad, tengo algunos libros que olvidé para darle a


mi señora y me preguntaba si tal vez echarías un vistazo...

Ling Wen: —...

Xie Lian había estado comiendo un bollo al vapor, agazapado


fuera de la sala de conferencias temporal y después de que
terminó, aplaudió y finalmente rescató a Ling Wen de sufrir.

—Todos, resolvamos esto más tarde. Deja que Ling Wen


recupere el aliento primero.

Antes, cuando hablaba, definitivamente no habría nadie a quien


le importara, pero ahora las cosas no eran lo mismo. Varias
personas respondieron: —Su Alteza tiene razón.

Y no se atrevieron a hablar más. Ling Wen se sentó en su silla,


con una mano cubriendo su frente, sus ojos cerrados, esperando
a que salieran los otros oficiales celestiales. Fue solo después de
que la sala de conferencias estaba desierta cuando ella se volvió
hacia Xie Lian: —Felicidades, Su, alteza, sus poderes espirituales
han regresado. Qué buenas estrategias, ahora, incluso los
fantasmas son sus adoradores, obedeciendo sus órdenes, qué
inimaginable.

—No son mis adoradores —respondió Xie Lian. —Son solo


amigos de la Ciudad Fantasma. Solo les pedí ayuda.

Ling Wen asintió, su rostro lleno de comprensión. Un momento


después, Xie Lian habló: —Ling Wen, hay algo que quería
preguntarte.

—Su Alteza puede seguir adelante —dijo Ling Wen.


—San Lang, me refiero a Hua Chengzhu —comenzó Xie Lian. —
se puso este Brocado Inmortal tuyo, pero el Brocado Inmortal no
funcionaba en él, ¿sabes por qué?

—Entonces es esta pregunta. —Ling Wen dijo: — ¿Creía que Su


Alteza ya lo sabía?

Xie Lian parpadeó.

— ¿Puedes decirme?

Ling Wen se enderezó las mangas y se sentó tranquilamente: —


Su alteza, ha escuchado la leyenda del Brocado Inmortal,
¿verdad?

—He escuchado. —Xie Lian respondió: —Lo fabricaste tú


misma.

—Puedes decir eso. —Ling Wen dijo: —Aunque nunca pensé


que el resentimiento reunido en esta túnica lo convertiría en un
monstruo, pero sí maté a Bai Jing para acelerar la destrucción del
Reino de XuLi, eso no está mal.

Xie Lian escuchó atentamente. Ling Wen continuó: —Esta túnica


hizo rondas alrededor del reino de los mortales, pasando por
innumerables manos y después de tenerla en la mano,
innumerables personas optaron por usarla para asesinar, dañar,
engañar. Si bien esto también puede eliminar parte de su
resentimiento, Bai Jing no es alguien así.

—No le gustaba que esas personas lo usaran, los odiaba.


Entonces, cada vez que conocía a usuarios similares a él y a las
personas elegidas que recibieron la túnica, su resentimiento no se
excitaría y, en cambio, se alegraría.

— ¿Y los usuarios y los receptores lo son? —Preguntó Xie Lian.

Ling Wen respondió: —Pusiste el Brocado Inmortal en la Lluvia


Sangrienta que busca la Flor, pero en tu corazón no había un solo
rastro de mala intención o deseo de daño, confías en él con todo
tu ser; y para la Flor de Lluvia Sangrienta, era lo mismo cuando
se trataba de ti, no, de hecho, era aún más: lo que lo hacía sentir
realmente alineado con la Flor de Lluvia Sangrienta era que no
importaba si llevaba puesto el Brocado Inmortal, haría todo lo que
le pidieras sin dudarlo. Incluyendo morir por ti.

—...

—Así fue como supuse que ese chico a tu lado era la Lluviia
Sangrienta que busca la Flor en ese momento. —Ling Wen dijo:
—Aunque no sé mucho de los asuntos entre ustedes dos, pero
creo que no hubo otro quién podría ser así.

— ¿Por qué? —Preguntó Xie Lian.

Ling Wen levantó la mano y señaló: —Alteza, ¿qué es eso


alrededor de su cuello?

Xie Lian se sorprendió e inconscientemente movió su mano para


cubrirlo.

Ling Wen habló: —He visto cosas así antes, los fantasmas únicos
que regalaron a sus amantes sus cenizas.

Innumerables pergaminos e informes habían pasado por el


Palacio de Ling Wen, por lo que no era extraño que lo hubiera
visto antes. Pero a decir verdad, Xie Lian lo había adivinado él
mismo.

Pero al escuchar a Ling Wen decirlo en voz alta, todavía apretó


ese anillo cristalino con fuerza.

—Es un artículo muy raro. —Ling Wen dijo: —Pero debido a que
es demasiado hermoso, a menudo termina en tragedia, por lo que
mi impresión fue muy fuerte.

— ¿Qué quieres decir con que a menudo termina en tragedia?


—Preguntó Xie Lian.
—Hacer que el amor ciegue tu razón y dar objetos atados a tu
vida a otra persona, tendría muchas consecuencias trágicas y
horribles —dijo Ling Wen.

—Algo así como un corazón genuino está hecho para ser


pisoteado. Todos esos recuerdos hechos de cenizas, algunos
fueron robados por otros, algunos fueron destrozados por sus
dueños, básicamente nada terminó bien. Pero, su alteza es una
excepción. Lo has mantenido bien, prácticamente impenetrable.

Después de un largo silencio, Xie Lian dijo: —Dijiste, similar a él.


Entonces, ¿el general Bai Jing también era así?

Ling Wen sonrió levemente.

— ¿Por qué si no sería engañado por mí?

—Sin embargo, no es realmente un engaño, ¿verdad? —Dijo Xie


Lian—, no había forma de que no te dieras cuenta de que estaba
dejando correr la voz intencionalmente, pero aún así viniste a
aceptarlo.

—Es un buen dispositivo de defensa —dijo Ling Wen.

—Si se tratara solo de un dispositivo de defensa, no habrías


pasado por tales riesgos para robarlo en primer lugar y después
de fallar aún lo llevaste al Monte TongLu.

Lin Wen dijo apáticamente: — ¿Qué más había que hacer aparte
de llevarlo al Monte TongLu? Ya estaba expuesto. Su Alteza fue
quien me atrapó con las manos en la masa.

—Pero, sinceramente, si quisieras encontrar una excusa para


ocultarlo, todavía funcionaría. —Xie Lian dijo: —Soborna un poco,
incluso si te degradan o te deducen los méritos no te hubieran
conseguido un estatus de fugitivo. El punto principal es... que
querías ayudar al general Bai Jing a convertirse en Supremo y que
despertara en sus sentidos, ¿verdad?
Ling Wen rió un poco.

—Su alteza, no lo diga como si fuera a hacer algo por él. Después
de todo, soy de sangre fría y no reconocí a mis seres queridos,
entonces, ¿por qué haría algo así?

— ¿Está bien?

—Déjalo ser.

Xie Lian limpió alrededor de los acantilados rotos y destrozados


en el Sagrado Pabellón Real y construyó una cabaña simple,
usándola como residencia temporal. Estaba más lejos y más
desierto. Cuando era necesario para él, iba a la sala de
conferencias para ayudar, cuando no había nada, se quedaba
solo en la cabaña en silencio.

Después de varios días, Mu Qing finalmente reparó a RuoYe y


vino a entregarlo. En el momento en que Xie Lian abrió la puerta,
vio que algo blanco se abalanzaba sobre él y su visión estaba
cubierta. Levantó la mano para arrancar esa cosa y RuoYe
comenzó a girar y girar de nuevo, como si mostrara su hermoso
cuerpo después de renacer. Xie Lian advirtió: —No te retuerzas
así después de haber sido reparado, ten cuidado de volverte a
romper.

En el momento en que Mu Qing escuchó esto, tuvo una opinión:


— ¿Cómo es eso posible? ¿Qué túnica tuya se ha roto después
de que te la haya arreglado?

—Eso es cierto —dijo Xie Lian.

Atrapó a RuoYe, que estaba retorcida como un alga marina para


revisarla cuidadosamente y de hecho estaba extremadamente
bien cosida, prácticamente no había rastro de que alguna vez se
hubiera desgarrado y elogió: —Su cuerpo sigue siendo tan
increíble.
—Un cumplido como este no me deleitará. —Mu Qing dijo: —
Solo lo haré una vez, no habrá una próxima vez. Nunca volveré a
hacer esto.

—Claramente estás súper orgulloso de esto... — pensó Xie Lian.

Mu Qing insistió un momento más y luego dijo: —Muy bien, he


hecho mi trabajo. Me voy. Estoy justo en el medio de hacer que
algunas cosas por el personal sea atendido en el Palacio de Xuan
Zhen.

— ¿También te vas? —Preguntó Xie Lian. —Muy bien, iré a


ayudar en un momento. Recuerda darme un grito cuando te
vayas, te enviaré.

-------------------------------------------------------------------------------------

Después de capturar a Ling Wen, completar todos los espacios


en blanco que faltaban y limpiar todo ese montón de cuentas
desordenadas, los funcionarios celestiales finalmente decidieron
reconstruir la Capital Celestial. Lo que significaba que esta sala
de conferencias temporal en el Monte TaiCang también podría
quedar atrás ahora. Mu Qing agitó su mano, ni desdeñoso ni de
acuerdo y dio unos pasos antes de detenerse y miró hacia atrás.

— ¿Vas a... todavía quedarte en el Monte TaiCang?

Xie Lian asintió.

—Um.

Después de un momento de vacilación, Mu Qing habló: — ¿Por


qué no vienes con nosotros después de todo?

Xie Lian sonrió.

—No, tengo que esperar a alguien.


—Todavía puedes esperar después de llegar al Tribunal Superior
de la nueva Capital Celestial —razonó Mu Qing.

Xie Lian negó con la cabeza.

—Creo que cuando regrese, él vendrá aquí primero, luego podría


encontrarme con él en el momento en que regrese. Si no regresa
a este lugar, podría regresar al Templo QianDeng de la Ciudad
Fantasma y la Ciudad Fantasma no está lejos de aquí, es mucho
más conveniente que la nueva Capital Celestial.

Mu Qing parecía haber aguantado la lengua durante mucho


tiempo y preguntó con una expresión complicada: —…
¿Realmente crees que volverá?

Xie Lian respondió como si fuera la cosa más lógica del mundo.

—Por supuesto.

--------------------------------------------------------------------------------------

La gente vino como la marea, luego se fue como la marea. El


monte TaiCang recuperó su soledad desierta.

En la cima del monte TaiCang, solía haber un enorme campo de


arces. Todos fueron quemados por ese fuego masivo, pero
renacieron después de mil años. Ya no eran los mismos en los
que Xie Lian saltó para entrenar alguna vez, pero el paisaje era el
mismo.

Xie Lian a menudo paseaba solo por el bosque de arce. Una


montaña entera de arces rojos que se extendía como un
apasionado fuego salvaje lo hacía sentir como si estuviera en un
abrazo gigante y cálido.

Había pasado más de ochocientos años de vida pasando los días


solo, estaba muy acostumbrado. Cuando había trabajo por hacer,
bajaba la montaña para contestar algunas oraciones, recoger
basura; si no había nada, él plantaría algunas verduras, cocinaría
algunas comidas.

Solo que lo extraño era que los días que pasaba solo así solían
ser lo más normal en el pasado, pero ahora se había vuelto difícil
de superar. Xie Lian había pasado mucho tiempo antes de que
se acostumbrara de nuevo.

Quizás, cuando una persona solo había comido lo que era


amargo, entonces estaría acostumbrado al sabor de la amargura.
Pero cuando de repente un día, alguien le dio un sabor dulce,
comer lo que era amargo con la idea de la dulzura probablemente
le haría fruncir el ceño.

En el pasado, cuando Xie Lian pasaba sus días con sencillez y


tranquilidad, a menudo esperaba secretamente que alguien
viniera a buscarlo. Buscarlo para conversar o pedirle ayuda, al
menos habría una señal de vida. Pero ahora, ya no le gustaba
tanto.

Desde entonces, cada vez que escuchaba tocar a la puerta, su


corazón siempre se sacudía de felicidad, llenándolo de
esperanza. Pero cuando corría hacia la puerta y la abría, el que
estaba afuera de la entrada nunca era el que estaba esperando.

A veces era Feng Xin, a veces era Mu Qing y a veces era Shi
Qing Xuan. A veces, eran los muchos fantasmas de la Ciudad
Fantasma aquí para ofrecer respetos a sus superiores.

Todos fueron buenos. Era solo que ninguno de ellos era el que
estaba esperando.
En el primer mes, Xie Lian arrastró varios árboles en flor para
plantar junto a la entrada, embelleciendo un poco los alrededores
para ocultar la rudeza de esa casa ruinosa. Pensó que quizás
cuando Hua Cheng regresara, habrían florecido.
El segundo mes, Xie Lian derribó toda la cabaña y la reconstruyó
y también sacó todas las malezas de todo el Monte TaiCang. De
lo contrario, cuando Hua Cheng regresara y viera este desastre,
definitivamente enviaría personas para ayudarlo a limpiar.
El tercer mes, los árboles florecientes habían florecido. Los rojos
cerezos envolvieron los árboles y Xie Lian se paró debajo de ellos,
con la cabeza levantada mientras miraba. Mientras disfrutaba de
las flores, pensó, las flores están en plena floración, debería estar
en casa pronto.
El cuarto mes, todos los caminos de la montaña habían sido
reconstruidos. De esa manera, cuando Hua Cheng regresara a
buscarlo, podría caminar por la montaña más rápido.
El quinto mes, Feng Xin y Mu Qing habían venido a visitarlo
nuevamente. Le preguntaron si quería abandonar el lugar un
poco para salir a caminar. Xie Lian organizó una comida y salieron
corriendo.
El sexto mes, el período de floración había terminado.
Él esperó y esperó, esperó y esperó. Xie Lian no estaba ansioso
y no se derrumbó, ni lloró en agonía. En cambio, sintió que se
estaba volviendo más y más tranquilo y más y más paciente.

Pensando en eso, ¿quién no había experimentado el paso, largas


eras por su cuenta?

Hua Cheng lo esperó por más de ochocientos años, entonces,


¿qué importaba si esperaba a Hua Cheng por otros ochocientos?

Podrían ser mil años, diez mil años y él todavía esperaría y


continuaría esperando.

No importaba que solo hubiera pasado un año.

En este día, Xie Lian recogió una gran pila de basura como de
costumbre y la apiló en el carro tirado por un buey, que Xie Lian
ahorró y compró recientemente y lo subió a la montaña.

Cruzando el bosque de arce, a mitad del camino de la montaña,


Xie Lian volvió la cabeza hacia atrás sin darse cuenta y vio
algunos resplandores brillantes en el cielo nocturno.

Los miró profundamente y descubrió que eran Linternas de


Bendiciones Eternas. Entonces se dio cuenta de él. Murmuró
para sí mismo: —Así que hoy es el Festival ShangYuan.

En este momento, todos los funcionarios celestiales del Tribunal


Superior probablemente estaban luchando nuevamente con las
linternas. Xie Lian tiró de las riendas a pesar de sí mismo y se
detuvo donde estaba, mirando aturdido esas Linternas de
Bendiciones.

De repente recordó que él y Hua Cheng se habían conocido por


primera vez durante el Festival ShangYuan.

Ese año, un niño pequeño con la cara cubierta de inmundicia y


cortes atravesó la multitud y miró hacia las murallas de la ciudad;
El Príncipe Heredero de XianLe, de diecisiete años, resplandecía
y en el momento en que levantó la vista, vio caer la silueta de una
persona. Sin pensarlo, se puso de pie de un salto.

El auspicioso Festival ShangYuan, en la Gran Avenida Marcial.


La primera impresión extraordinaria que llevó a siglos de
desgracia.

Una sonrisa colgó en la cara de Xie Lian, pensando que él no era


el único que había caído.

-------------------------------------------------------------------------------------

Dándose la vuelta, Xie Lian inclinó la cabeza y estaba listo para


seguir subiendo por el sendero de la montaña. El carro se detuvo,
crujiendo por un tramo del camino cuando de repente, el camino
parecía estar iluminado por algo más adelante.

Xie Lian levantó la cabeza una vez más, con los ojos muy
abiertos.

Esa luz eran linternas.

Al igual que millones de peces nadando a través de las gargantas


hacia el mar, innumerables linternas de bendiciones se levantaron
lentamente desde la cima de la montaña.

Eran brillantes, radiantes y relucientes en la noche negra. El


sueño más hermoso, extremadamente magnífico, había iluminado
su camino.

Xie Lian había visto esta vista antes y ahora que la estaba viendo
de nuevo, tanto su respiración como su corazón iban a detenerse.
El sendero de la montaña giró y las ruedas del carro giraron. Xie
Lian vio esa casita en ruinas que había construido.

¡Había alguien allí!


Antes de esa pequeña cabaña inclinada estaba un hombre
vestido de rojo, su figura larga y delgada, una cimitarra plateada
colgaba de su cintura. Estaba de espaldas a Xie Lian mientras
levantaba y enviaba la última Linterna de las Bendiciones Eternas
al cielo errantemente.

Xie Lian estaba congelado en su asiento, preguntándose si


todavía estaba en un sueño o si se trataba de una alucinación.
Junto con el giro de las ruedas que se acercaba cada vez más.
Ese hombre se dio la vuelta y también pudo verlo cada vez más
claro.

Con tres mil linternas de bendiciones elevándose junto con la


noche detrás de él, ese hombre se volvió y lo miró. Túnicas más
rojas que el arce, piel blanca como la nieve; entre las cejas de
una cara tan hermosa que no se podía mirar fijamente, todavía
estaba esa locura y aura salvaje, un orgullo que no podía
reducirse.

Aunque llevaba un parche negro en el ojo, el ojo que era tan


brillante como las estrellas miraba sin parpadear a Xie Lian.

Xie Lian se apresuró.

No hubo palabras. Ambos comenzaron a caminar hacia el otro.

Un paso, otro paso, cada paso más rápido que el siguiente y


finalmente, comenzaron a correr.

Corrió hacia adelante mientras las lágrimas caían y se quedó en


el mismo lugar.

Xie Lian expresó en su corazón, creía.

Creía que este hombre moriría por él una y otra vez y renacería
por él una y otra vez. Incluso si cayera en las profundidades del
infierno, rompería el abismo por su creencia.
La última vez, pasaron ochocientos años corriendo el uno hacia
el otro.

Esta vez, solo tomó un instante caer en el abrazo del otro.


Capítulo 244: Por la bendición del funcionario del cielo; No hay
caminos vinculados

— ¡Felicidades, felicidades!

— ¡Felicidades, su alteza!

El nuevo Santuario PuJi era bullicioso y animado, la gente


entraba y salía y Xie Lian atravesaba varias mesas largas que
estaban apiladas, entregando cuencos calientes y humeantes
después de cuencos de fideos que fluyen como agua, sopas con
aceite que brilla como el oro, y arroz blanco como la nieve, que
hace agua la boca. Fue abrumado corriendo y todavía tuvo que
saludar a los invitados, tomándose el tiempo de las tareas en sus
manos para decir: — ¡Gracias, por favor tome asiento!

El Santuario PuJi que desafortunadamente se había derrumbado


en una pelea había sido reconstruido.

Después de la reconstrucción, el pequeño santuario, una vez en


ruinas, ahora era mucho más suntuoso, e incluso se agregaron
algunas yardas nuevas. En realidad, no fueron Xie Lian o Hua
Cheng quienes reconstruyeron, sino aquellos aldeanos de la
aldea PuJi. Ese día, cuando Xie Lian huyó en desgracia, hurgaron
entre los restos y encontraron una caja llena de lingotes de oro.
Naturalmente, era el montón que Quan Yi Zhen había metido en
su caja de donaciones día tras día.

Esos aldeanos nunca habían visto tanto oro y estaban casi


asustados de su ingenio. Después de que volvieron a sus
cabales, el Jefe de la aldea tomó parte de él para reconstruir el
Santuario PuJi y no se atrevió a tocar el resto, manteniéndolo a
salvo hasta que Xie Lian regresó para devolvérselo.

Por lo tanto, cuando Xie Lian regresó con Hua Cheng, además
de los entusiastas saludos de Daozhang y Xiao Hua lo que
también les dio la bienvenida fue un nuevo santuario taoísta y una
caja llena de lingotes de oro.

Xie Lian había planeado devolver esas barras de oro a Quan Yi


Zhen, pero Quan Yi Zhen no lo tendría, rechazándolas de
izquierda a derecha hasta que Hua Cheng le dijo: —Si no
recuperas esas barras de oro, puedes olvidarte de El método
correcto para nutrir las almas.

Solo entonces este niño se instaló y arregló el mal hábito de


rellenar ciegamente lingotes de oro a las personas.

Después de saludar, el grupo de funcionarios celestiales, con Mu


Qing al frente, cruzó el patio con cautela. Levantaron la vista sin
darse cuenta y cuando vieron el aspecto completo de este
santuario taoísta, todas sus palabras quedaron atrapadas
instantáneamente en sus gargantas.

Llamativo.

¡Demasiado llamativo!

Los brillantes y contrastantes rojos y verdes de los colores de


celebración y esa estatua divina extremadamente exagerada de
color arcoíris no fueron lo peor. Lo peor, era esa placa de
establecimiento.

¿Qué estaba escrito o dibujado en la placa de ese


establecimiento?

Con el establecimiento de un nuevo santuario, naturalmente tenía


que haber una celebración. Pero la clase y el gusto de este nuevo
santuario eran terribles y pegajosos en todos los sentidos,
especialmente con esa placa de establecimiento desesperada y
hacía que fuera muy difícil que alguien dejara de felicitar. De
hecho, todas las frases de felicitación que ya habían pensado de
antemano fueron olvidadas por completo.
Sin embargo, a Xie Lian no le importó nada de esto y pensó que
era bastante bueno. Al menos no era un edificio en ruinas que
podría derrumbarse en cualquier momento. Él saludó de nuevo.

—Por favor toma asiento.

Ese grupo de funcionarios celestiales no parecía querer sentarse


y venir a felicitar probablemente fue solo para mostrar sus caras,
por lo que se apresuraron y se fueron después de entregar sus
regalos. Xie Lian se volvió hacia Mu Qing.

— ¿Por qué se fueron con tanta prisa?

— ¿Necesitas preguntar? —Dijo Mu Qing.

— ¿Sí? —Xie Lian respondió.

Mu Qing escupió de mal humor: —Entonces, ¿por qué no vas a


preguntarle a tu buen San Lang?

Resultaba que, cuando Hua Cheng regresó por primera vez, el


primero en enterarse fue Xie Lian y el segundo fue el Tribunal
Superior que aún no había calentado su asiento. No solo porque
no fue hace mucho tiempo que la Batalla de las Linternas del
Festival de ShangYuan por la que trabajaron tan duro fue
asesinada repentinamente por la ola informal de tres mil linternas
de Hua Cheng justo como esa vez durante el Banquete del Medio
Otoño, sino también porque desde esa noche, esa campana
comenzó a sonar como una locura y todo el Tribunal Superior hizo
eco con el sonido de su anuncio, como si les recordara: ¡La
pesadilla de los cielos ha regresado!

La pesadilla estaba justo ante sus ojos, por lo que, por supuesto,
los funcionarios celestiales normales no se atrevieron a acercarse.
Sin embargo, los rumores sobre Hua Cheng y Xie Lian en el
Tribunal Superior ya eran bastante duros sin ninguna necesidad
de exageración, por lo que todavía querían obtener las buenas
gracias de Xie Lian, por lo que en el futuro podrían rogarle a Hua
Cheng que mostrara alguna misericordia.

Xie Lian se enteró de esto y recordó cómo en el pasado Hua


Cheng había exigido al Tribunal Superior que proclamara sus
logros heroicos durante todo un año y se rió.

—Descarado.

— ¿Es esto solo una cuestión de descaro? —Regañó Mu Qing.


—Dile que se refrene un poco, se está saliendo de control. En
este momento esa campana es tan ruidosa todos los días, nadie
puede concentrarse y todo el Tribunal Superior no puede
funcionar. Incluso se caería una y otra vez, chocando con las
personas. La nueva Capital celestial finalmente se reconstruye,
no dejes que algo como esto la destruya nuevamente.

—Está bien. —Xie Lian dijo: —Se lo diré en un momento.


Mientras estamos aquí, ¿quieres probar? —Señaló el arroz, los
fideos y las sopas en las mesas en el patio y agregó: —Yo no hice
esos.

Cuando Mu Qing escuchó la primera parte, su expresión era fría,


con el rechazo escrito en toda su cara y solo volvió a la normalidad
después de escuchar la última parte. En ese momento, Feng Xin
también había llegado. Entró en el patio justo a tiempo para pasar
por otros varios funcionarios menores que estaban a punto de
irse. Saludaron y luego susurraron: —Es el general Nan Yang.

—Es él. Muy triste, su esposa e hijo se escaparon con un chico...

Las venas aparecieron violentamente en la frente de Feng Xin


mientras rugía sus maldiciones en el acto.

— ¡¡QUÉ MIERDA! ¿NO ESTÁN USTEDES CANSADOS DE


ESTO? ¿CUÁNTOS MESES ME HAN EMPUJADO EN ESTO?
¡ADEMÁS! ¡ESTÁ LEJOS! ¡NO CORRIÓ CON ALGUNOS
CHICOS! ¡JODER, DETÉNGANSE DE EXPANDIR RUMORES
VACÍOS!

Esos jóvenes funcionarios chismosos estaban aterrorizados y


huyeron a toda prisa. Mu Qing estaba parado a un lado con las
manos metidas en las mangas.

—Es muy probable que no te hayas explicado, solo suena aún


más vergonzoso.

Feng Xin se indignó, agarró una escoba a un lado y luego la


arrojó. Mu Qing lo captó al instante y resopló: —Esto es viejo. Ya
no puedes usar esto en mí.

Feng Xin estaba a punto de gritar un poco más cuando Xie Lian
se acercó y metió otra escoba en sus manos.

—Oh, bien, ¿qué tal esto? ¿Por qué los dos no me ayudan a
barrer este patio? Encendimos algunos petardos antes, por lo que
el suelo está cubierto de restos rojos. Gracias. Si te aburres
puedes entrenar algunas expresiones idiomáticas, ¿de acuerdo?

—¿…?

Después de una hora, fuera del templo llegó el ruido ruidoso de


las voces humanas, cada vez más cerca.

Las varias personas en el patio miraron hacia afuera y después


de otro tiempo, una gran multitud de personas entró al patio del
Santuario PuJi, gritando: — ¿ES AQUÍ?

—ES AQUÍ, OH, PARECE BONITO, IMPRESIONANTE


TAMBIÉN.

—HAY REALMENTE ARROZ, ¡MUCHO ARROZ!

— ¡Y CARNE TAMBIÉN!
Los lugares que Feng Xin y Mu Qing acababan de barrer estaban
una vez más sucios por esa multitud gigante de pies embarrados.
Mu Qing agarró su escoba, como si sintiera que alguien lo había
infectado con pulgas y sus ojos se abrieron.

— ¿Qué pasa con esos mendigos?

Ante la multitud de mendigos había un hombre al frente, con el


pelo revuelto y la ropa sudada. Era Shi Qing Xuan. Cojeó y saltó,
juntando sus manos en cortesía.

— ¡Su Alteza, he venido a molestarlo! Entonces, ¿qué tal si lo


que acordó la última vez sigue en pie?

Xie Lian se echó a reír: — ¡Todos son bienvenidos, por supuesto


que está de pie! Por favor, tomen asiento, tomen asiento.

— ¿No es mucha gente? —Se preguntó Mu Qing.

— ¡No! —Dijo Shi Qing Xuan. —Todos los viejos maestros que
ayudaron a proteger la matriz humana en la capital real el año
pasado están aquí.

En el momento en que custodiaban la matriz humana, Shi Qing


Xuan les había prometido a los demás que, una vez hecho el acto,
todos serían tratados con patas de pollo, todos estaban incluidos,
pero después de que se hizo el acto, no se pudo encontrar a
nadie, por lo que ese tratamiento de pierna de pollo naturalmente
nunca se dio. Hoy, finalmente pudieron cumplir la promesa y se
les entregó un plato tras otro de fideos con patas de pollo. Shi
Qing Xuan gritó: — ¡TODOS, NO NECESITAN CONTENERSE A
SI MISMOS HOY! ¡COMAMOS!

La multitud de mendigos se escurrió de las mesas al suelo, cada


uno de ellos vitoreando y luego abrazaron sus cuencos súper
grandes sorbiendo y sorbiendo, mordisqueando. Mientras
comían, alguien de repente habló: —Espera, algo está mal. ¡Ahí
está la esencia del mal!
La multitud volvió la cabeza para mirar y esa pequeña banda era
Ojo del Cielo y compañía. Xie Lian sintió que le dolía la cabeza.

— ¿Cómo es que ustedes también vinieron?

—También hemos ayudado la última vez —dijo Ojo del Cielo—.


Entonces, ¿por qué no podemos venir? —Luego levantó su tazón
en alto, su expresión seria.

— ¡Todos! Escúchenme, ¡definitivamente no estoy equivocado en


esto! Hay una esencia del mal en la comida en estos cuencos,
por lo que probablemente no sea nada bueno. ¡Es muy
sospechoso! ¡Baja tus tazones, rápido!

Nadie lo reconoció. La multitud de mendigos ya había terminado


de comer, cada uno levantando sus cuencos vacíos.

— ¡OTRO!

Feng Xin y Mu Qin estaban usando sus escobas para luchar


mientras barrían el patio lleno de restos rojos que sobraron de los
petardos, pero cuando vieron que todos los demás se veían tan
contentos y llenos de comida, se sentaron también, recogiendo un
tazón ellos mismos.

Justo en ese momento, Ojo del Cielo exclamó furiosamente: —


¡Cómo es que ninguno de ustedes escucha la razón!

Luego se levantó listo para ir a revisar las cocinas, pero Shi Qing
Xuan lo contuvo: —En serio, daozhang, piensas demasiado. Este
es el territorio de Flor de Lluvia Sangrienta, por lo que es normal
tener esencia de monstruos y demonios. Bien, bien, bien, estás
preocupado, ¿verdad? Iré a echar un vistazo. Simplemente
siéntate allí y no te enojes demasiado.

Realmente se puso de pie y caminó hacia donde estaban las


cocinas, levantando las cortinas.

—Ves, ¿qué hay para sospechar?


Xie Lian habló: —Espera, iré a buscar también...

Sin embargo, cuando él, Shi Qing Xuan, Feng Xin y Mu Qing
asomaron la cabeza y miraron, todos quedaron atónitos.

Dentro de la cocina, había un trozo de un carnicero de jabalí que


estaba picando la tabla de cortar como un loco y si no fuera por
todas las patas de cerdo colgadas detrás de él, pensarían que
eran las piernas humanas las que estaba cortando. En el costado,
el fuego se encendía debajo de una olla gigante y dentro de la olla
había un espíritu gallo de cuello largo que estaba pasando el
mejor momento de su vida fregándose a sí mismo. Cuando vio
que había gente del exterior que lo había visto, gritó al instante,
cubriéndose el pecho con las manos.

Xie Lian estaba completamente desconcertada y se apresuró a


susurrar: — ¿No te dije que no puedes hacer esto?

El espíritu del gallo se arrugó y se dio una palmada en el pecho


con la promesa.

— ¡Tío abuelo! Nos hemos bañado antes de venir, ¡muy limpios!


Además, esta base de sopa tiene el efecto de la longevidad,
¡comerla no dañará a nadie! ¡Sin pérdida! ¡Puede consumir con
tranquilidad!

—...

Shi Qing Xuan dejó caer las cortinas en silencio mientras que
Feng Xin y Mu Qing arrojaron instantáneamente sus cuencos,
escupiendo: — ¡Prefiero que cocines!

Xie Lian se frotó la frente, sintiéndose a la vez divertido y


lamentable.

—Fueron inflexibles en ayudar, no podía decir que no. Lo hacen


por bondad.
Justo en ese momento, Ojo del Cielo pareció finalmente
encontrar al grupo de ellos escondiéndose bastante sospechoso
y también se acercó. Xie Lian rápidamente lo detuvo.

— ¿Qué es?

Temía que una vez que Ojo del Cielo viera al carnicero de jabalí
y a los demás, comenzaría otra revuelta. Sin embargo,
inesperadamente, Ojo del Cielo no vino por aquellos en la cocina,
sino directamente por él. Rodeó a Xie Lian varias veces y se
preguntó confundido: —Eso es raro...

— ¿Qué es? —Preguntó Xie Lian.

Ojo del cielo parecía perplejo y confundido.

—Esto no está bien, Xie Daozhang. ¿Cómo es que la esencia del


mal en tu cuerpo ha empeorado desde la última vez?

—...

Xie Lian se aclaró ligeramente la garganta. Mu Qing dijo.

—Pasando el rato con un Rey Demonio todo el día, por supuesto


que empeorará.

Sin embargo, Ojo del Cielo dijo: —No. Incluso entonces, no


debería ser así.

— ¿Cómo qué? —Cuestionó Feng Xin.

Después de muchas dudas, el Ojo del Cielo finalmente habló sin


rodeos.

Él dijo: — ¿Cómo es que la esencia del mal en tu cuerpo ahora


es interna? Es... está completamente emitido desde adentro
hacia afuera de su cuerpo ahora.

—...
—Probablemente te hayas topado con un delito mayor esta vez.
¿Qué hiciste? ¿Cómo es que estás tan enfermo?

—...

Xie Lian ya ni siquiera podía toser. Toda su cara iba a estallar de


sangre.

Feng Xin y Mu Qing no entendieron al principio, pero después de


pensarlo, ambos se giraron para mirar a Xie Lian y guardaron
silencio.

—...

Shi Qing Xuan fue el único que no pudo entenderlo.

— ¿Qué es? ¿Y entonces? ¿Qué está pasando? Su Alteza,


¿está realmente enfermo? ¿La Flor de Lluvia Sangrienta lo sabe?
¡¿No te cuidó bien?!

No, no, no. ¡Era por él que estaba así!

Xie Lian murmuró suavemente: —Um. Realmente. No. No...


creo, ¿por qué no, hum...

Un desorden de imágenes llenaba su mente y él


confundidamente pronunció un montón de palabras sin sentido.
De repente, su espalda chocó contra el pecho de alguien. Un
brazo que llevaba un brazalete plateado rodeaba su cintura y una
voz familiar sonrió tarareando: —Creo que deberían regresar a
sus asientos, comer su comida y dejar de preocuparse por otra
cosa. ¿Qué les parece?

Con esta situación actual, Xie Lian realmente no sabía si debería


sentirse absuelto o aún más incómodo y exclamó: — ¡San Lang!

En el momento en que vieron a Hua Cheng emerger, las caras


de Feng Xin y Mu Qing parecían complicadas. Pero ante Xie Lian,
realmente no podían decir nada. Solo Shi Qing Xuan todavía
cuestionó muy en serio: —Flor de Lluvia Sangrienta, ¿has
revisado el cuerpo de Su Alteza?

Xie Lian se golpeó la frente, esperando desesperadamente que


Shi Qing Xuan no hiciera más preguntas. Justo en ese momento,
la multitud de mendigos comenzó a quejarse: — ¡UN TAZÓN
MÁS!

— ¡AGREGUEN MÁS CARNE!

—ESTA SOPA DE POLLO ES TAN FRIA, ¡AGREGA MÁS SAL!

Mu Qing ya no pudo mirar: — ¿Saben que esto es un templo? Es


para adorar a los dioses, ¿pueden cuidarse un poco más?

Sin embargo, la multitud de mendigos se negó a tomar esto. La


última vez, se tomaron de la mano de muchos funcionarios
celestiales para mantener a raya a la matriz humana y vieron con
sus propios ojos cómo algunos funcionarios celestiales
temblaban, huían en el último momento y ni siquiera podían
igualarlos en valor. También estaban familiarizados con Shi Qing
Xuan, por lo que no pudieron evitar sentir que los dioses son así.
Cuando la vida estaba en juego, no parecían tan diferentes a ellos,
por lo que los dioses ya no parecían tan elevados e inaccesibles,
duros e inviolables.

De repente, un grito de sorpresa vino de dentro de la cocina.

— ¿QUIÉN ESTÁ ALLÍ?

Al escuchar esto, el corazón de Xie Lian instantáneamente dio un


vuelco y se precipitó hacia la cocina. El carnicero de jabalí y el
espíritu del gallo gritaban y gritaban por dentro y Xie Lian los
consoló apresuradamente: — ¡Cálmense! ¡Cálmense! ¿Qué ha
pasado?

El espíritu del gallo estaba tan conmocionado que se le puso la


piel de gallina por todo el cuerpo.
— ¡HAY UN FANTASMA! ¡Un fantasma, vació toda la comida que
hemos preparado! ¡Solo sumergí mi cabeza debajo del caldo y
cuando llegué no quedaba un tazón! ¡ES UN FANTASMA!

El carnicero de jabalí escupió: — ¡Por qué estás tan asustado!


¡No eres un fantasma tú mismo!

Xie Lian estaba un poco perplejo.

— ¿Cómo puede ser eso? ¿N los vi claramente hacer unos


cincuenta cuencos justo ahora?

— ¡SÍ!

Pero cuando volvió a mirar, los cincuenta cuencos estaban vacíos,


¡e incluso el caldo estaba completamente limpio!

Xie Lian todavía se sentía perplejo cuando de repente pensó en


alguien y cuando se dio la vuelta vio que Hua Cheng estaba
apoyado contra la puerta.

—San Lang, ¿podría ser esto…?

—Más que probable. —Hua Cheng respondió rotundamente.

—Eh... —reflexionó Xie Lian. —Probablemente también vino a


felicitar. Por supuesto que es bienvenido, pero comió un poco...
ahora ha comido toda la comida, ¿qué debemos hacer?

Hua Cheng sonrió.

—Nada. Añadir a su interés.

La multitud de fantasmas con problemas de la Ciudad Fantasma


comenzó a cocinar con resignación desde cero. Justo en ese
momento, los ruidos de clamor provenían del gran salón y el patio,
sonando como si alguien hubiera comenzado a pelear con otra
persona. Xie Lian estaba a punto de mediar cuando Hua Cheng
le cogió la mano y lo condujo por una puerta lateral.
Los dos salieron del Santuario PuJi tomados de la mano. En el
camino había árboles bloqueando el camino y hubiera sido más
fácil atravesarlo si dejaran caer sus manos. Pero ninguno de los
dos quería soltar las manos del otro, por lo que se retorcieron y
giraron, extraviándose y desviándose. Mientras deambulaban,
Xie Lian preguntó: —San Lang, ¿a dónde vamos ahora?

—Aquí hace demasiado ruido. —Hua Cheng dijo: —Déjenlos que


se amotinen, nos iremos primero.

Xie Lian caminó mientras él volvía la cabeza hacia atrás, sonando


un poco preocupado.

— ¿Los estamos dejando? El Santuario PuJi solo fue


reconstruido recientemente, ¿y si se derrumba por una pelea de
nuevo?

A Hua Cheng no parecía importarle: —Si se derrumba, se


construirá otro. Si Gege quiere, puede tener tantos como desee.

—Jajajajajaja...

--------------------------------------------------------------------------------------

Durante la noche, dentro del Templo QianDeng, después de


bañarse, Xie Lian llevaba una túnica interior blanca como la nieve,
inclinado sobre la mesa al lado del diván, dibujando una figura tras
otra.

Estaba preparando un cuaderno de caligrafía para Hua Cheng.


Hua Cheng estaba reclinado en el diván a su lado, también llevaba
una túnica interior, su cuello ligeramente abierto y sus dedos
giraban esa perla de coral rojo en la cola de su cabello, luciendo
aburrido hasta la muerte.
Bajo la tibia luz de la lámpara como el jade, había estado mirando
a Xie Lian todo este tiempo y después de haberlo mirado por un
rato entrecerró los ojos, pareciendo satisfecho. Él suspiró.

—Gege, suficiente con eso. Ven a descansar ahora.

Xie Lian acababa de sufrir su tormento y estaba decidido a no ser


engañado nuevamente. Sin embargo, este tono de voz hizo arder
la punta de sus oídos y se obligó a mantener la calma,
continuando escribiendo. Dijo con voz severa: —No. San Lang,
alguien dijo que tu escritura es fea otra vez hoy, tienes que
practicar mucho, ¿de acuerdo? De lo contrario, no quiero que
nadie sepa que te he enseñado.

Hua Cheng se sentó ligeramente, arqueando las cejas.

—Gege, recuerdo que en el pasado dijiste claramente que te


gustaba mi escritura.

Desde que Hua Cheng había regresado, durante un largo período


de tiempo, Xie Lian se rindió y fue dócil, respondiendo a todos sus
caprichos y probablemente fue así como finalmente había
malcriado a Hua Cheng mientras se volvía cada vez más astuto.
Xie Lian terminó de escribir los personajes y colocó el pincel hacia
abajo, sonando aún más estricto.

—Ya terminé, ven a practicar.

Por lo tanto, Hua Cheng se arrastró perezosamente hacia la


espalda de Xie Lian, abrazando su cintura y se inclinó
ligeramente, apoyando la cabeza sobre su hombro. Se quitó esa
perla de coral rojo de su cabello y la colocó en el papel, haciendo
que persiguiera la mano de Xie Lian, rodando, obstruyendo
deliberadamente a Xie Lian de escribir correctamente.
Tal travesura, pero al mismo tiempo tan contundente en alardear
de su sentido de presencia, Xie Lian recordó cómo Ojo del Cielo
había dicho que toda su persona estaba emitiendo la esencia del
mal en todo su cuerpo, de adentro hacia afuera. Ese era todo el
aroma de Hua Cheng y Xie Lian sintió que su corazón se
suavizaba a pesar de sí mismo. Luchó ligeramente y susurró:

—Escribe correctamente.

—Bien. Escucharé a Gege —dijo Hua Cheng.

Levantó su pincel, pero después de dos versos lo volvió a dejar.


Xie Lian echó un vistazo y sacudió la cabeza, suspirando
mentalmente por enésima vez: —Es inútil.

Después de una pausa, también levantó un cepillo y ayudó a Hua


Cheng a completar los dos últimos versos.

Después de que terminó, Xie Lian sopló ligeramente y recogió el


papel, los dos admiraban el poema que habían escrito juntos.

La tinta sobre el papel había formado las cuatro elegantes frases


que se habían extendido por el cielo y la tierra:

Después del vasto mar, las aguas ya no son aguas;

Después de que el Monte Wu se haya retirado, las nubes ya no


son nubes;

Al cruzar a través de las flores el ojo es perezoso;

La mitad del destino en el cultivo, la mitad del destino en ti.

Incluso E-Ming, que estaba colgado junto a la mesa, miraba sin


parpadear con los ojos bien abiertos y parecía admirar por
completo el trabajo. Hua Cheng se rió.
—Gege, rápido, firma tu nombre. Estas palabras seguramente
sorprenderán a las generaciones futuras y se transmitirán a través
de los siglos.

Xie Lian ya había escrito el nombre de Hua Cheng en la parte


inferior antes, pero cuando lo escuchó, realmente no pudo
levantar el pincel para agregar su propio nombre. Hua Cheng
terminó de reír y fingió hablar en serio: —Gege, ¿estás
avergonzado? Te ayudaré.

Luego, tomó la mano de Xie Lian y escribió un par de palabras


con trazos ásperos. Naturalmente, sin esta escena actual, nadie
podría decir que esas eran dos palabras y nadie podría decir en
absoluto que era el nombre de Xie Lian.

Xie Lian vio esta cosa escrita por su propia mano, sintiéndose
ridículo, moviendo su cabeza contra el pecho de Hua Cheng. De
repente, sintió que esos dos personajes le parecían familiares,
como si lo hubiera visto en otro lugar antes.

Un momento después, recordó y sus ojos de repente se


iluminaron. Él exclamó: — ¡San Lang! ¡En tu brazo!

Agarró el pequeño brazo de Hua Cheng y le subió la manga,


exclamando con entusiasmo: — ¡Es esto!

Ese período de tiempo en que los dos vivieron juntos en el


Santuario PuJi, hubo un día en que Xie Lian notó un tatuaje escrito
en el brazo de Hua Cheng, que parecía algunos personajes de
una tierra extranjera. En ese momento, incluso lo había meditado
en su mente, pero nunca había imaginado que no se trataba de
una escritura extranjera. Resultaba que era su propio nombre.

Hua Cheng también miró su propio brazo y se rió.

— ¿Gege finalmente lo reconoce?

—Debería haberlo reconocido hace mucho tiempo. —Xie Lian


dijo: —Es solo que...
Es solo que, la escritura de Hua Cheng realmente era el oficio del
diablo. No necesitaba haber dicho nada y Hua Cheng podía
adivinar lo que estaba pensando y comenzó a reír a carcajadas,
una mano abrazando la cintura de Xie Lian, dándole un suave
beso en la frente.

—No te preocupes, está bien mientras Gege escriba bonito. Sería


un millón de veces más feliz que si mi escritura fuera hermosa.

La mano de Xie Lian acarició donde estaba el tatuaje. La tinta


del tatuaje era profunda y era fácil imaginar lo doloroso que había
sido. Preguntó suavemente.

— ¿Hiciste esto cuando eras pequeño?

Hua Cheng sonrió y se bajó la manga, asintiendo.

Entonces eso definitivamente era algo que él mismo se había


tatuado. Imaginando la imagen de un niño pequeño esculpiendo
furtivamente el nombre del que admiraba; tal infantilismo. ¡Qué
coraje!

Diez dedos apretados entre sí con una cuerda roja entrelazada.

De repente, ante la visión de Xie Lian flotó esa escena de hace


un año, cuando Hua Cheng se había disipado en mariposas en el
Monte TongLu.

Ese último momento, Hua Cheng había pronunciado algo.

Aunque no tenía sonido, Xie Lian aún sabía exactamente lo que


había dicho.

Eran las palabras que Hua Cheng había impuesto desde que era
un niño y eternamente después de su muerte.

—Soy para siempre tu creyente más devoto.


--------------------------------------------------------------------------------------

<<Folklore>>

Érase una vez, dicen en el mundo común, había un Dios


recolector de basura.

Aunque lo llamaban Dios de la chatarra, este inmortal bendito no


solo era recolector de chatarra, sino que era la paz del reino de
los mortales. Esto es porque al mismo tiempo, él también era el
más fuerte de los dioses marciales.

No había mal que no pueda vencer, no había fantasmas que no


pudiera matar. Poseía el poder de aniquilar al mundo, pero no le
faltaba el corazón para apreciar la flor.

Sin embargo, para adorar a un dios hay un conjunto de reglas y


tabúes. Si uno llegara a un templo que adorara a este inmortal,
nunca debe postrarse tan casualmente.

Aparentemente, este Dios de la chatarra tiene una constitución


especial y convocará a la desgracia. ¿No lo crees? Prepara un
dado, frota la mano de la estatua divina del inmortal, tira los dados
y tu suerte seguramente será la peor que haya.

Entonces, rezar a esta estatua divina blanca y polvorienta de este


Immortal podría traer más y más mala suerte cuanto más se reza,
hasta el punto en que incluso el agua puede atorarse entre los
dientes, ver fantasmas usando túnicas taoístas.

También dicen en el mundo común, que existe un Rey Demonio


de túnicas rojas.

Aunque se considera que este Rey Demonio es inhumano,


poseía una inmensa cantidad de fieles y a menudo hay quienes
en secreto establecen el santuario del Rey Demonio en sus
propias moradas, adorando día y noche, rezando por buena
fortuna.

Esto se debe a que, no solo este Rey Demonio es invencible,


parece que nunca había probado una sola derrota y su suerte es
comparablemente poderosa.

¿No lo crees? Antes de tirar los dados, postrarse ante él. Si él


está dispuesto a ayudar, entonces su próximo lanzamiento
definitivamente sería excepcional.

Sin embargo, los fantasmas no son como dioses, por lo que,


naturalmente, hay aún más tabúes. Si bien este Rey Demonio es
poderoso, su personalidad es peculiar y extrema.

Si está contento, te ayudará incluso si no rezas; si está


disgustado, puedes dar mil de oro y él aún se alejaría; si estaba
muy disgustado, quién sabe si algún día te quitará la vida.

Entonces, según la misma lógica, es mejor mostrar sus respetos,


pero mantenerse alejado.

Sin embargo, si la gente adorara las estatuas divinas de este


único dios y un fantasma juntos, entonces habrá un milagro.

Ese Rey Demonio de túnicas rojas expulsará toda la desgracia


que envuelve al Dios de la chatarra y le permitirá revelar su
verdadera apariencia.

La gente descubrirá sorprendentemente que los colores del


Inmortal no son blanco polvoriento, sino dorado brillante.

Las leyendas generalmente se basan en la verdad. Sin embargo,


esta es probablemente una historia de hace mucho, mucho
tiempo, tal vez incluso debería contarse a partir de hace
ochocientos años y sería una historia muy, muy larga para contar.

La gente puede no tener la paciencia para escuchar.


Pero lo que puede ser seguro es que, para que ambos muestren
sus poderes más fuertes, los dos deben ser adorados juntos.

De esta manera, uno puede recibir el doble de fortuna y el doble


de invencibilidad.

¡Por la bendición del funcionario del cielo, ningún camino está


atado!

FIN
Sobre el autor

Mo Xiang Tong Xiu (墨 香 铜臭) es una


autora china de edad desconocida, aunque
se asegura que aun es joven. Es conocida
por sus novelas danmei (el equivalente
chino del género Yaoi), y es una de las
autoras más exitosas del género, con sus
tres obras (actualmente) publicadas
recibiendo una adaptación animada.
Sus trabajos hasta ahora incluyen (en
orden cronológico):
Ren Zha Fan Pai Zi Jiu Xi Tong (Sistema de Autosalvación del
Villano Escoria): Comúnmente conocido por los fanáticos
occidentales como Villano Escoria para abreviar.
Mo Dao Zu Shi (Gran Maestro de la Cultivación Demoníaca /
Fundador del Diabolismo)
Tian Guan Ci Fu (Bendición del Funcionario del Cielo)
Si Shen Mei You Xiu Xi Ri (No hay descanso para el dios de la
muerte)
Esta traducción no es oficial.
La traducción fue hecha por fans, dedicada a los fans, sin el propósito de
ganar dinero por medio de dicho libro.
Si este libro llega a tus manos, te pedimos que apoyes al autor, ya sea
comprando sus libros, compartiendo sus obras, o siguiéndolo por redes
sociales.
Tiān Guān Cì Fú
Extras

Traducción al inglés por @erushi en twitter/tumblr.


Traducción al español por AlekMma (@1997alafecha)
Capítulo 245
Linternas y adivinanzas, noche
de Yuanxiao

F
estival Yuanxiao, una hermosa noche desde la
puesta del sol.
Aunque se consideraba el comienzo de la
primavera, el invierno aún no estaba lejos y el viento era
fresco y frío. Xie Lian levantó un enorme saco mientras
caminaba lentamente a lo largo del camino, con un leve
sonrojo rojo en el rostro por el viento.
El saco contenía una mezcla de restos que acababa
de recoger. No sabía si eran de alguna utilidad, pero
independientemente de si eran de utilidad o no, sería su
único medio de vida a partir de ahora.
No mucho tiempo después, se encontró con un puesto
al lado de la calle.
El puesto se llamaba Heji Xiaoshi, y vendía algunos
bocadillos y pequeños bocados. Parecía que la familia
de tres dueños del puesto estaba sentada en una
pequeña mesa colocada hacia un carril. Una dama
delgada y bastante bonita estaba bulliciosa en medio de
filas de mesas; ella no prestó atención al dueño del
puesto cuando él la llamó para que dejara de
apresurarse y se sentara a la mesa, en cambio solo dijo:
—Iré pronto.
Su voz era como la llamada de un oriol. Aunque los
clientes se sentaban en las otras mesas de dos en tres,
pero todos parecían estar allí para las jóvenes que
pasaban, mientras se sentaban y charlaban
casualmente antes de regresar a casa después de un
rato. Después de todo, era el Festival de Yuanxiao hoy.
Frente al puesto había una olla pequeña. El contenido
de la olla, pequeños objetos blancos, redondos y
relucientes, que se calientan en un hervor hirviendo, lo
hizo frenar sus pasos.
Xie Lian comentó internamente: —Ah, es Yuanxiao.
Cuando era pequeño, cada Festival de Yuanxiao, el
rey y la reina de XianLe comían una comida de Yuanxiao
con él. Xie Lian era muy quisquilloso y no le gustaba el
Yuanxiao. Incluso los pequeños manjares hechos por
chefs de renombre, servidos en platos de oro y jade, no
eran de su agrado. No le gustaba cómo eran demasiado
dulces, cómo hacían que sus dientes se sintieran
graciosos cuando se los comía; él no comería este
relleno, un par de mordiscos y ya estaría listo.
Luego, cuando creció un poco y se fue a cultivar en la
montaña Taicang, solo iba a su casa ocasionalmente
para el Festival Yuanxiao, y en general solo comía unas
pocas comidas.
Pensando en eso ahora, Xie Lian descubrió que no
podía recordar exactamente a qué sabía Yuanxiao.
Xie Lian lanzó algunas miradas con cautela desde el
costado del puesto y dejó el saco enorme y feo de su
hombro con cuidado, y finalmente, caminó con cautela
hacia el puesto.
Se quitó el sombrero de paja y lo sostuvo en sus
manos mientras decía: —Jefe,1 ¿podría tomar un plato
de Yuanxiao ? ¿Tienes alguno aquí?
El dueño del puesto era bastante viejo, y le echó una
mirada a Xie Lian, pero antes de que él pudiera
responder, esa joven delgada respondió con una
sonrisa: — ¡Sí, primero tome un asiento!
Xie Lian, pero vio al dueño del puesto sacudir la
cabeza. Lo encontró extraño, y se preguntó si era porque
se veía sucio, de tal manera que desagradaba a los
demás, y miró hacia abajo deliberadamente para
estudiar su ropa. Después de comprobar que no estaba
sucio, se sintió un poco aliviado y preguntó: — ¿Qué
pasa?
Pensó que, si al guardián no le gustaba que hubiera
traído ese saco, simplemente colocaría el saco afuera.
Pero el cuidador lo miró de nuevo y negó con la cabeza,
diciendo: —Lamentable. Que lamentable.

1
老板 (lao ban): Literalmente, jefe. Una forma típica de dirección en chino para la
persona que dirige una tienda.
Xie Lian dijo: — ¿Ah? ¿Qué dijiste?
El encargado del puesto dijo: —En el Festival
Yuanxiao, una sola persona sentada en un puesto al aire
libre en el frío, comiendo Yuanxiao, es demasiado
lamentable, seguramente.
...Xie Lian dijo: —No seas así. ¿No es este un
negocio…?
El dueño del puesto no le habló más, pero comenzó a
recoger cuencos. Después de sentarse un rato, Xie Lian
sintió que las personas a su alrededor lo estaban
estudiando, o mejor dicho, estudiando ese saco
extraordinariamente e inesperadamente grande a su
lado.
La hija del dueño del puesto se acercó furtivamente,
agachándose para hurgar en el saco, como si tuviera
curiosidad acerca de cuáles eran los artículos
voluminosos, y solo regresó después de que su madre
la había llamado algunas veces. En este momento, Xie
Lian aún tenía que cultivar la piel gruesa que incluso los
cuchillos y las lanzas no podían penetrar,2 que tendría
en el futuro. No pudo evitar usar su pierna para patear el
enorme saco debajo de la mesa, esperando meterlo en
un lugar donde los transeúntes no pudieran verlo. Por
desgracia, el puesto era pequeño, y sus mesas, sillas y
bancos también eran pequeños, de modo que era
simplemente imposible ocultar tal cosa. Xie Lian no tuvo

2
El concepto chino de tener una piel gruesa es ser impermeable o insensible a la
vergüenza, la crítica, etc.
más remedio que toser ligeramente y hacer todo lo
posible para ignorar las miradas de las personas que lo
rodeaban.
Se acostumbraría a eso. No era gran cosa.
De repente, recordó algo, y rápidamente metió la mano
en el pecho de su túnica y palpó. Su expresión cambió
cuando pensó: — ¡Esto es aún más lamentable! ¡No solo
estoy sentado solo en un puesto al aire libre en el frío,
comiendo Yuanxiao, en el Festival de Yuanxiao, sino
que ni siquiera tengo suficiente dinero!
Tenía la intención de escabullirse apresuradamente,
pero justo en ese momento, el dueño del puesto se
acercó con un gran tazón de porcelana y lo dejó sobre la
mesa, diciendo: —Cinco piezas de dinero.
Xie Lian sintió débilmente que no podía respirar, y dijo:
—Uh... yo...
Tosió un par de veces, con el puño levantado ante su
boca, cuando escuchó al dueño del puesto decir: — ¿Es
que no tienes ninguno?
Xie Lian estaba a punto de engrosar su piel y ponerse
de pie y escabullirse, cuando vio el gran tazón de
porcelana que se ponía sobre la mesa ante él con un
ruido sordo.
Se congeló y escuchó al dueño del puesto decir: —
Olvídalo. Al ver lo lamentable que eres, te daré un tazón.
Tendré que cerrar el puesto después de que termines
esto, así que date prisa y vete. Hoy es el Festival de
Yuanxiao, ¡deberías estar con tu familia!
—...
Xie Lian se sentó nuevamente, aunque se recordó a sí
mismo que no tenía a dónde volver después de terminar
este plato de Yuanxiao, dijo en voz baja: —Gracias.
El dueño del puesto también dijo: — ¡Es muy tarde, y
regresar tan tarde el día del Festival Yuanxiao es
incorrecto!
Su esposa dijo: —Parece que también ha trabajado
duro, y se irá pronto, deja de regañarlo mientras tanto.
Miao-er, Miao-er,3 deja de escabullirte . Siempre
haciéndote rogar para venir a ayudar, nos hace sentir
mal. Ven aquí y come con nosotros.
Esa señorita dijo: — ¡No me estoy escabullendo!
Ella guardó la última mesa y fue a sentarse y tomar
una porción de Yuanxiao con ellos.
Las cuatro personas parecían estar esperando que
otra persona regresara para unirse a su reunión,
mientras hablaban y reían. Xie Lian los miró, levantó su
tazón, se metió un trozo en la boca y bebió un sorbo de
sopa dulce.
Pero aún no sabía cuál era su sabor.

3
妙 儿, presumiblemente la asistente de la cabina que estaba alborotada al
comienzo del capítulo.
— ¿Gege, Gege?
Solo entonces Xie Lian volvió su atención. Hua Cheng
estaba a su lado, mirándolo. Con su túnica roja, las cejas
y los ojos de Hua Cheng eran aún más brillantes, y la luz
de las linternas le daba a su rostro pálido (hasta el punto
de que parecía sin vida) una capa de color suave. Xie
Lian se distrajo un poco mientras miraba, diciendo: —
¿Qué?
Hua Cheng dijo: — ¿Gege está cansado? ¿O es que
no puede caminar?
Xie Lian asintió sin pensarlo mucho. Hua Cheng dijo:
—Lo siento. Lo exageré anoche.
Solo después de un tiempo, Xie Lian reaccionó a lo
que había dicho y agitó las manos apresuradamente,
diciendo: —... ¿Qué estás diciendo? ¡No es nada de eso!
¡Esto no tiene nada que ver con eso!
Hua Cheng levantó una ceja y dijo: — ¿En serio? Si
esto no tiene nada que ver con eso, eso significa que no
me excedí. Y entonces, ¿puedo...?
—...
Xie Lian recordó de repente que todavía estaban en
medio de la calle principal de la Ciudad Fantasma, y
lanzó una mirada de sorpresa y desconfianza. De hecho,
en algún momento desconocido, se habían visto
rodeados por una gran multitud de criaturas deformes y
extrañas,4 aquellas con orejas largas que extendían sus

4
歪 瓜 裂 枣 奇形怪状 的 玩意儿: Literalmente, cosas con formas extrañas como
melones torcidos y cabezas rotas
orejas, aquellas con orejas cortas estirando el cuello y
aparentemente todas ellos con los ojos abiertos como
una campana de cobre, mirándolos fijamente Xie Lian
estaba tan sorprendido que, por un momento, no supo
qué decir. Finalmente, exclamó: — ¡San Lang, ah!
Hua Cheng esbozó una leve sonrisa y escondió las
manos detrás de la espalda mientras decía: —Está bien,
está bien. Es mi culpa, dejaré de hablar.
Xie Lian también había retirado su mirada del puesto
de la criatura Yuanxiao al lado de la calle. A ambos lados
de la calle principal de la Ciudad Fantasma colgaba una
profusión de linternas rojas brillantes, y las linternas
estaban cubiertas de acertijos. La multitud de fantasmas
gritó: — ¡Adivina un acertijo! ¡Adivina un acertijo!
¡Adivina correctamente y obtendrás un premio!
¡Montones y montones de premios!
Hua Cheng le dijo a Xie Lian: —Gege, ¿lo intentamos?
Hay premios.
Xie Lian se acercó y dijo: —Déjame intentarlo.
La multitud de fantasmas se emocionó, empujándose
unos a otros: — ¡Shh! Shh! ¡Da Bogong5 va a adivinar
un acertijo! ¡Da Bogong va a adivinar un acertijo!
—...

5
大 伯公: El título de los habitantes de la Ciudad Fantasma para Xie Lian. Traducido
literalmente como, tío abuelo grande (o mayor). Pero en este caso, también puede
significar algo así como maestro / señor, un título de respeto.
Frente al clamor abrumador de la multitud, casi como
si esperaran que él entrara a bailar, Xie Lian no sabía si
reír o llorar.
Justo cuando estaba pensando en elegir un acertijo al
azar, un tentáculo de dios sabe dónde lo anticipaba,
pasándole una linterna y diciendo: — ¡Por favor! ¡Por
favor!
Para Xie Lian, cualquiera de ellos sería igual. Y así,
recibió la linterna y la miró. Había cuatro palabras en el
lado de la linterna con el acertijo: —Encontré una cabeza
blanca.
Xie Lian ni siquiera necesitó pensar, diciendo: —Yo.6
Hua Cheng aplaudió, elogiando: —Gege, eres
increíble. La multitud de fantasmas que lo rodeaban
aplaudieron atronador, gritando y aullando, y una forma
negra y oscura incluso dio saltos mortales en el aire
mientras aplaudía hasta que Xie Lian se sintió un poco
avergonzado y dijo: —En realidad, esto... fue realmente
simple.
El tentáculo nuevamente le pasó una segunda linterna,
diciendo: — ¡Por favor! Por favor
Xie Lian recibió la linterna, y esta vez, el acertijo decía:
—Un día en el Festival de Primavera.
Del mismo modo, sin siquiera tener que pensar, Xie
Lian dijo la respuesta.

6
El acertijo es 找到 白头, es decir, se encuentra (找到) una cabeza blanca (白) (头).
La respuesta es 我, es decir, I. Tome el 丿 golpe en la cabeza de 白, y póngalo en la
cabeza de la 找 (como un sombrero) – obtienes 我.
—Marido.7
Hua Cheng levantó las manos una vez más y aplaudió.
Xie Lian dijo: —No es necesario. Esto también fue
simple.
Hua Cheng le sonrió y le dijo: — ¿En serio? Pero,
sinceramente, creo que Gege es increíble.
Xie Lian comentó internamente: —Tonterías,
tonterías. Si personalmente se te ocurriera un acertijo
para la linterna, y podría resolver eso, ahora eso sería
increíble…
En ese momento, el tentáculo nuevamente le pasó una
tercera linterna, cantando: — ¡Por favor! ¡Por favor!
Xie Lian miró y sus cejas se arrugaron ligeramente. La
multitud también exclamó: — ¡Ooh! ¡Esta vez, es duro!
Xie Lian asintió con la cabeza. De hecho, este acertijo
no se pudo resolver con una mirada: —Tímidamente
bajar la cabeza para expresar adoración.
Pero, no fue demasiado difícil. Después de un tiempo,
Xie Lian dijo: —La palabra tímidamente se refiere a la
planta de mimosa, toma la parte de la palabra para
hierba; bajar la cabeza, tome la cabeza de la palabra
para bajar; para expresar adoración, tome el corazón de

7
El enigma es 春节 一日, literalmente Festival de Primavera (春) (节) un (一) día (日
). La respuesta es 夫, es decir, esposo. Quita los caracteres 一 y 日 de la mitad
inferior de 春 – obtienes 夫.
la palabra para verter. Pon los tres juntos, es... Hua. La
respuesta al enigma es Hua.8
Después de que terminó de decir eso, como era de
esperar, una vez que dio la respuesta al enigma, los
fantasmas a su alrededor comenzaron a bailar
salvajemente, sin ninguna restricción o decoro, sus
gestos exagerados, de una manera que era casi
nauseabunda. Hua Cheng sonrió mientras lo miraba,
diciendo: —Gege, esta vez, fuiste realmente increíble.
El tentáculo una vez más levantó una linterna y se la
ofreció tentativamente. Con una sonrisa propia, Xie Lian
dijo: —Tengo algo aún más sorprendente. ¿Me creerías
si digo que esta vez, puedo adivinar la respuesta sin
siquiera mirar el acertijo?
Hua Cheng abrió mucho los ojos y dijo: — ¿En serio?
¿Gege tiene un movimiento tan especial?
Xie Lian recibió la linterna y dijo: —Por supuesto.
Supongo que esta vez la respuesta es Cheng. El Cheng
de Hua Cheng, ¿verdad?

8
El enigma es 含羞 低头 表 倾心, con timidez (含羞) cabeza (低) inferior (头) para
expresar (表) admiración (倾心 – lit. derramar el corazón). La respuesta es 花, es
decir, hua, flor. 含羞 se refiere a la planta de mimosa, también conocida como 含羞
草. Quita la porción de la palabra que representa planta (草), obtienes 艹. Luego,
toma la cabeza, es decir, el frente, de la palabra para inferior (低), obtienes 亻.
Finalmente, toma el corazón, es decir, el medio, de la palabra para verter (倾),
obtienes 七. ¡Organícelos juntos, obtienes 花!
Levantando la linterna para mirar, de hecho decía: —
Una vez que el mango y la hoja de la daga se mueven,
se fijan hacia la dirección sur.
Xie Lian dijo: —Una vez que la daga y el mango se
mueven, invierte la palabra para mango, obtienes la
palabra suelo; retener la palabra para cuchilla; fijo hacia
la dirección sur, toma la palabra dirección como la
porción sur, y fija las palabras para suelo y cuchilla en el
centro, se convierte en Cheng. Esto habría sido el
enigma más difícil, ¿qué? Una pena…9
Qué pena, había adivinado las reglas del juego
primero. Une las cuatro respuestas y ¿qué obtienes? 10
Con Xie Lian viendo a través de su artimaña, la
multitud de fantasmas no se atrevió a hablar, sino que
comenzó a toser, cada uno de ellos mirando hacia el
cielo. Cuando la mirada de Hua Cheng los atravesó
lentamente, parecían muy asustados, algunos se
zambullían en las linternas, otros se zambullían en el

9
El acertijo es 干戈 一 动 南方 定, la daga (干戈, un tipo de arma antigua, con un
mango largo (干) y una cuchilla (戈)) una (一) movimiento (动) dirección sur (南) (方)
fijo (定). La respuesta es 城, es decir, cheng, ciudad. Voltea o mueve el primer
carácter en la palabra para daga, es decir, 干, y obtienes la palabra para suelo, 土. El
segundo carácter en la palabra para daga, es decir, 戈, permanece. La palabra para
dirección, es decir, 方, se fija en el sur o en la parte inferior de la palabra de
respuesta final. ¡Pon los otros dos caracteres, 土 y 戈, con 戈 en el centro, obtienes
城!
10
我 夫 花城: Mi esposo es Hua Cheng.
suelo, cada uno abrazando sus cabezas y llorando: —
Chengzhu, ¡don no te enfades! ¡No fue idea mía!
— ¡No fue mía tampoco!
— ¡Mierda! ¡Tú fuiste el que estuvo de acuerdo más
fuerte!
En voz baja, Hua Cheng dijo: —Basuras.
En un instante, todos los humanos y fantasmas en la
calle desaparecieron como si fueran nubes arrastradas
por el viento, sin dejar a nadie atrás. Xie Lian colgó la
linterna en su estante y dijo con una sonrisa: —
Volvamos.
Los dos caminaron juntos hacia el Templo Qiandeng,
hombro con hombro. Mientras caminaban, Hua Cheng
dijo con una mirada seria: —Gege, por favor no me mires
así. Realmente no fui yo quien los dejó hacer eso.
Xie Lian sonrió y dijo: —Lo sé. Si fueras tú, los acertijos
definitivamente no habrían sido diseñados así.
Hua Cheng dijo: — ¿Oh? Entonces, ¿cómo piensa
Gege que diseñaría los acertijos?
Sin prestar atención, Xie Lian dijo: —Por supuesto que
sería, mi esposo es San Lang…
Solo después de haber hablado hasta este punto, Xie
Lian se dio cuenta de lo que había dicho algo que no
debería haber dicho, y rápidamente cerró la boca. Sin
embargo, fue demasiado tarde. Hua Cheng comenzó a
reír a carcajadas, diciendo: —Gege, te tengo! ¡Hermoso!
—... astuto, astuto…
Justo en ese momento, los dos llegaron al Templo
Qiandeng. Al entrar en el gran salón, Xie Lian descubrió
que, inesperadamente, se había colocado una mesa de
artículos en la plataforma de jade. Asustado, subió a
echar un vistazo. Eran dos cuencos de Yuanxiao.
Miró hacia atrás. Hua Cheng se había unido a él en la
plataforma y decía: —Esto era lo que Gege estaba
mirando justo ahora mientras estábamos fuera, ¿no?
Xie Lian asintió con la cabeza.
Hua Cheng dijo: —Siéntate y come conmigo, Gege.
—...
Pero Xie Lian no se sentó, sino que se lanzó hacia Hua
Cheng, enterrando la cabeza contra su pecho. Envolvió
sus brazos alrededor de Hua Cheng con fuerza,
negándose a dejarlo ir.
En respuesta, Hua Cheng también lo abrazó.
Después de tantos años, finalmente recordó una vez
más, cuál era el sabor de Yuanxiao.
Nota del traductor sobre el Festival Yuanxiao:

El festival tiene muchos nombres, incluidos yuan xiao jie


(元宵节), shang yuan jie (上元 节).
El festival se celebra el decimoquinto día del primer mes
del año lunar chino. Las actividades típicas incluyen:
admirar linternas, jugar juegos de adivinanzas, jóvenes
solteros que aprovechan la oportunidad de mezclarse
entre sí y comer tangyuan (汤圆) / yuanxiao (元宵), un
postre chino de bolas redondas hechas de harina
glutinosa, a veces con rellenos (p. Ej. Pasta de frijoles
rojos, pasta de maní molida, pasta de sésamo molida),
servida en una sopa dulce. A menudo se come en
reuniones familiares y tales eventos.
Capítulo 246
Amnesia (parte uno)

E
n el momento en que Xie Lian abrió los ojos,
descubrió que estaba tirado en el suelo.
Era una habitación extraña. Se sintió
extremadamente confundido.
Claramente se había estado cultivando en el templo
real en la montaña Taicang, entonces, ¿por qué estaba
allí?
Sintiéndose ligeramente perdido, Xie Lian se sentó del
suelo. Descubrió que llevaba un conjunto de túnicas
blancas simples que eran realmente demasiado simples,
toscas y carentes de detalles como las de un pobre
plebeyo. El material tampoco era bueno, su textura era
áspera, frotando contra su piel de una manera que se
sentía incómoda.
Xie Lian arrugó la frente y pensó en trepar desde el
suelo. No esperaba que en el momento en que se parara
descubriera aún más lugares donde su cuerpo se sentía
incómodo.
Le dolían las caderas, le dolían las piernas, le dolía el
abdomen, le dolía el cuello. ¿Podría ser esto el resultado
de pasar una noche tirado en el suelo y estaba por
resfriarse?
...imposible. Además, él no era tan delicado y frágil.
¿Qué pasaba con Feng Xin y Mu Qing? Al recordarlos,
Xie Lian gritó: — ¿Feng... ejem, ejem?
Incluso su voz no se sentía muy cómoda.
Recordó, anoche, Feng Xin y Mu Qing habían
comenzado una vez más a pelear por algo pequeño y
trivial, haciendo tanto ruido que era imposible para él
meditar. Como tal, les había ordenado que continuaran
discutiendo11 afuera. Después de escucharlos
intercambiar, con gran resentimiento e irritación, más de
doscientas líneas, Xie Lian comenzó a sentirse
somnoliento y descansó. ¿Cómo pasó que, al despertar,
había caído en una situación tan impensable y confusa?
Apoyándose en el costado de una mesa, Xie Lian
finalmente se levantó y examinó sus alrededores. Este
lugar debería ser una posada, pero en términos
generales, si no eligió acampar, sino que decidió

11
成语 接龙 [cheng yu jie]. Un juego donde una persona dice un idioma chino, y la
otra persona dice otro idioma que comienza con el último carácter del idioma
anterior. En el texto, Xie Lian ordena a Feng Xin y Mu Qing que salgan para continuar
chengyu jielong-ing. Como podemos (razonablemente) suponer que en realidad no
estaban jugando este juego, ¡creo que da una muy buena idea de cómo Feng Xin y
Mu Qing se estaban interrumpiendo a mitad de la oración!
quedarse en una posada, no habría elegido quedarse en
una posada que claramente era económica.
Sus manos y piernas no habían sido atadas, y la puerta
de la habitación no estaba cerrada, así que esto
significaba que no había sido encarcelado. Si alguien o
algo estaba conspirando contra él, entonces, ¿qué punto
tenía arrojarlo aquí?
Cuanto más lo pensaba Xie Lian, más extraño lo
encontraba, pero lo más extraño aún era el estado actual
de su cuerpo. Tolerando el dolor en sus brazos, se quitó
la ropa exterior, listo para examinar qué tipo de lesiones
tenía en su cuerpo. Pero inesperadamente, al quitarse la
ropa exterior, cuando bajó la mirada, su rostro se puso
pálido en un instante.
Desde su abdomen hasta su pecho, todo estaban
densamente cubierto con marcas rojas ambiguas. Era
como si grandes pétalos de flores hubieran caído y
cubierto su piel que era tan pálida como el fino jade
blanco, como la floración de las flores rojas ruborizadas.
Estaban tan rojos que estaba aturdido, y se lanzó
delante del espejo a su lado para mirar…
¡En efecto! No solo en su pecho y abdomen, ¡incluso
estaban en su cuello, incluso en su posición!
—…
Xie Lian no se atrevió a quitarse la ropa de la mitad
inferior para seguir mirando.
La situación estaba muy clara.
En algún momento cuando había estado inconsciente
por una razón que no conocía, alguien lo había ...
contaminado.
Era la primera vez en su vida que Xie Lian se sentía
débil en las piernas, pero se armó de valor y se mantuvo
firme.
Muy temprano en el pasado había escuchado a las
camareras que lo atendían, hablaban de algunas de las
leyendas que daban miedo desde fuera del palacio,
como las personas de corazón negro que se
especializaban en secuestros de doncellas ingenuas
para luego hacerles cosas malas. Pero, pero…
Xie Lian se agarró la cabeza con ambas manos,
murmurando: —Pero yo soy un hombre, ¡ah!
Su apariencia ahora era verdaderamente fea. Además
de estas mordeduras de amor y hematomas donde
había sido sostenido con demasiada fuerza, incluso
había marcas de mordedura embarazosas. Xie Lian se
cubrió la cara, sintiendo que tenía la cabeza febril y el
cuerpo frío.
De repente, recordó algo que era extremadamente
serio: ¡Oh, no!
Su camino de cultivación requería una castidad
absoluta, pero a partir de esto, ¿no ha cometido un gran
tabú?
Xie Lian rápidamente lo intentó. En un intento, como
se esperaba, ¡ya no tenía ningún poder espiritual!
Xie Lian generalmente se consideraba bastante
tranquilo, pero en la situación actual, sentía que estaba
a punto de colapsar.
Inexplicablemente, al despertar, se había convertido
en esto, Feng Xin y Mu Qing estaban desaparecidos, y
él mismo aún no sabía quién había usado qué método
para engañarlo y contaminarlo. Realmente quería
colapsar.
Después de un buen rato, todavía no podía aceptar
esta realidad, y se sintió terriblemente molesto. Pero
tampoco podía seguir estando aturdido, por lo que no
tuvo más remedio que vestirse descuidadamente y
abandonar la posada. Nadie trató de detenerlo al salir.
Xie Lian exhaló aliviado y no le importó que incluso los
edificios a su alrededor, la ropa de los transeúntes y sus
acentos, fueran bastante extraños.
Pero tal vez porque había un sentimiento molesto en
su corazón, seguía sintiendo como si otras personas
pudieran decir que algo le había sucedido a su cuerpo y
que lo estaban midiendo con miradas extrañas. Esto lo
hizo acelerar mientras caminaba, hasta que al final,
estaba corriendo locamente. Se precipitó en un parche
de bosque y, de un golpe, derribó un árbol que estaba
cerca. El árbol se rompió con un crack. Gritó enojado: —
¡Joder!
Quería usar el lenguaje más sucio para maldecir y
regañar a la persona que le había hecho tales cosas,
pero después de arrojar y girar todo lo que podía, solo
sabía decir: — ¡Imbécil, bastardo y sinvergüenza!12 —Y
simplemente no podía dar ventilar al fuego en su
corazón, dejándolo sofocado. Pero tampoco podía
soltarse y llorar, por lo que solo podía contenerlo y atacar
salvajemente. Derribó decenas de árboles seguidos,
rompiéndolos hasta que finalmente el suelo se arrastró
para abrazar sus muslos, gritando y llorando: —
Dianxia,13 Dianxia… ¡No golpees más!
El corazón de Xie Lian estaba lleno de furia, pero este
viejo había emergido repentinamente del suelo y
claramente no era una persona común. La vista lo dejó
un poco sorprendido, y él dijo: — ¿Quién eres?
El viejo se enjugó las lágrimas y dijo: — ¡Aquí soy el
Dios de la Tierra, Taizi Dianxia!14 ¡Este pedazo de
bosque es protegido por mí! Si una persona mayor como
tú15 sigue golpeando, ¡no me quedaría nada!
Xie Lian pensó para sí mismo, después de todo esto
no le importaba a nadie más, y no debería actuar
indiscriminadamente con ira. Además, a pesar de que
este era un dios pequeño, él todavía era un dios, era
viejo y debía ser respetado. Como tal, retuvo a

12
混蛋 、 混账 、 混 球 [hun dan, hun zhang, hun qiu]. Es más divertido en chino
porque usa tres maldiciones de sonido similar que comienzan con la misma palabra (

13
Su Alteza el príncipe.
14
Su Alteza Real el Príncipe Heredero.
15
您 老人家 [nin lao ren jia]. Tenga en cuenta que 您, nin es una forma más
respetuosa de decirle (你, ni). 老人家, lao ren jia significa literalmente persona
mayor o viejo amigo.
regañadientes parte de su fuego, retiró la mano, redujo
la respiración y dijo: —... lo siento, fui yo quien estaba
actuando mal. ¿Qué tal esto? Déjame pagarte por todos
los árboles que había derribado hace un momento.
El viejo liberó sus manos que habían estado
abrazando los muslos de Xie Lian, y rápidamente dijo:
—No, no, no, no, no, no es necesario, no es necesario,
¿cómo se puede esperar que pague una persona mayor
como usted? ¡El hecho de que estés dispuesto a hablar
conmigo, honra el lugar de este pequeño dios con gloria!
Xie Lian sintió que era un poco extraño, sin importar
cómo se pudiera decir, este viejo todavía era un dios, y
por lo visto era mucho más viejo que él, entonces, ¿por
qué le tenía tanto miedo, incluso llamándolo un mayor
como tú. Pero no tenía ganas de investigar más, y
cortésmente preguntó: —Dado que usted es el dios de
esta área, debe conocer muy bien las entradas y salidas.
¿Puedes ayudarme a buscar a dos personas?
Mientras decía eso, metió la mano en la manga con la
intención de recuperar unas pocas hojas de oro como
pago, pero el anciano vio su acción y agitó las manos
apresuradamente y frenéticamente dijo: —¡No es
necesario, no es necesario, no es necesario! ¿A quién
deseas encontrar?
Casualmente, Xie Lian tampoco sacó nada. Extendió
la mano y dijo: —Mis dos asistentes, Feng Xin y Mu
Qing.
—...
La expresión del suelo de repente se volvió muy
extraña. Xie Lian dijo: — ¿Qué pasa? ¿Hay algún
problema?
El viejo dijo: —No, no, no, no, no hay problema en
absoluto. Es solo... —Es solo, que lo que sucedió con
Taizi Dianxia… habían pasado ochocientos años, y
todavía llama al General Nang Yang y al General Xuan
Zhen sus asistentes. ¿Quién sabría si los dos generales
estarían enojados? —Suspiró—. Olvídalo, no importaba
si los dos generales estaban enojados; Si esta persona
no le sirviera bien, sería más aterrador cuando se
enojara. Y entonces él dijo: — ¡Por favor espere aquí por
un tiempo, inmediatamente lo buscaré!
Xie Lian dijo: —Estoy agradecido.
Se inclinó por cortesía, y cuando levantó la cabeza,
ese suelo había desaparecido hacía mucho tiempo.
Xie Lian sintió como si su cabeza todavía estuviera
febril, y sostuvo su frente. Después de que dios sabe
cuánto tiempo, escuchó una voz dudosa antes de decir:
— ¿Qué pasa?
Xie Lian levantó la cabeza y vio a Feng Xin y Mu Qing.
Sin embargo, no eran un Feng Xin y Mu Qing que
reconociera. En verdad, ambas apariencias no habían
cambiado, pero el aire sobre ellos era diferente, ya no
como dos jóvenes descarados, sino más bien como dos
generales que habían experimentado muchas victorias
en la arena. Además, ambos llevaban túnicas negras
caras y lujosas, no del tipo que la gente común podía
usar. Al menos, Xie Lian nunca los había visto usar esa
ropa.
La persona que había preguntado era Feng Xin, y se
acercó, diciendo: —Dianxia, ¿qué haces aquí solo?
...Xie Lian dijo: —Yo soy el que debería preguntar, ¿a
dónde huyeron los dos también? Los dejé salir a discutir
anoche, ¿por qué desaparecieron esta mañana?
Feng Xin y Mu Qing mostraron expresiones extrañas,
como si no entendieran lo que estaba diciendo. La
cabeza de Xie Lian le dolía como si pudiera partirse, y
dijo de nuevo: — ¿Qué pasa con sus dos atuendos?
¿Qué esta pasando?
Feng Xin bajó la cabeza y se estudió a sí mismo, dijo
dudosamente: — ¿Qué hay de malo con esta ropa? ¿No
son muy normales?
Mu Qing luego dijo: — ¿Qué estás diciendo? ¿Perdiste
el juicio cuando dormiste? No estuve contigo anoche.
Xie Lian abrazó su cabeza. Quería llorar y gritar, pero
se obligó resueltamente a mantener la calma, y después
de considerarlo por un momento, dijo: —Entiendo.
Ambos están hechizados como yo.
Las expresiones de Feng Xin y Mu Qing se volvieron
cada vez más extrañas. Feng Xin dijo: —He sido
negligente. Dianxia, ¿por qué no dices por qué nos has
convocado?
Mu Qing puso los ojos en blanco y dijo: —No hay
necesidad de preguntar. Como dije, el hecho de que él
pida a alguien que nos busque, y no a esa persona, es
ochenta por ciento probable que haya algo mal en su
cerebro.
Xie Lian no entendió completamente de qué estaban
hablando y dijo: — ¿Quién es esa persona? ¿Guoshi?
—...
Feng Xin y Mu Qing se miraron, y después de una
pausa, Mu Qing dio un paso adelante, diciendo: —
Dianxia.
Xie Lian dijo: — ¿Qué?
Mu Qing dijo: —Mi memoria en este momento está un
poco borrosa. ¿Me puede decir, recuerda lo que hemos
estado haciendo estos días?
Xie Lian dijo: — ¿No hemos estado cultivando en el
templo real en estos días?
Mu Qing dijo: — ¿Dónde está Hua Cheng?
Al escuchar este nombre, Xie Lian sintió una fuerte
sensación de familiaridad, pero después de pensarlo, de
hecho, no lo reconoció y entonces, de repente dijo: —
¿Quién es Hua... Cheng...?
—…
Mu Qing dijo: —Muy bien. Lo entiendo.
Lanzó una mirada a un lado y se hizo a un lado para
discutir con Feng Xin, cuya expresión era atónita. Xie
Lian de repente sintió que esto era bastante
sospechoso, y con cautela dijo: — ¿Qué descubriste?
¿De qué están hablando ustedes dos?
Habiendo terminado su discusión, las dos personas se
volvieron. Feng Xin dijo: —Dianxia, vamos.
Xie Lian comenzó a sospechar aún más.
— ¿Ir a donde?
Mu Qing dijo: —Te llevaremos a ver a alguien que
pueda resolver la situación actual. ¡Vamos!
A estas alturas, Xie Lian ya era ocho por ciento más
cauteloso y dio muchos pasos hacia atrás. Al ver que Xie
Lian quería huir, Mu Qing dijo: — ¡No te vayas!
Extendió la mano y blandió un rayo de luz espiritual,
como si planeara contenerlo. Pero, ¿cómo podría Xie
Lian no irse?
¡Corrió!
En el momento en que corrió, Feng Xin y Mu Qing
sintieron que estaban sobre sus cabezas. Los dos
persiguieron y rugieron al viento, Feng Xin diciendo: —
¡A la mierda! ¡Es realmente jodido! ¿Cómo pasó esto?
¡Incluso si tiene amnesia, no puede ser tan grave!
¿Olvidar ochocientos años de golpe?
Mu Qing dijo: — ¡Finalmente! ¡Finalmente, se ha
dañado el cerebro por comer todo tipo de tonterías!
— ¡Cómo puede ser posible! Me temo que pudo haber
tenido un accidente mientras estaba solo, ¡apurémonos
y lo encontraremos! ¡Su mente ahora es de diecisiete
años!
Incluso en este momento, Mu Qing no se olvidó de
hacer algunos comentarios.
— ¡Sí, el ingenuo, tonto y mimado, Taizi Dianxia!
— ¡Espera! ¡Vamos a decirle primero, apúrate y díselo
primero!
Si algo como esto sucediera, ¡por supuesto, primero
tenían que decírselo a esa persona!

Xie Lian corrió 20 li16 en un suspiro, jadeando


ligeramente cuando finalmente se detuvo. Sintió como si
todavía estuviera atrapado dentro de una red gigante,
confusa y nebulosa que parecía ahogarlo más y más.
¿Qué estaba pasando?
Las cosas eran anormales. ¡Demasiado anormales!
¿No tenía un conocimiento claro de los poderes de Mu
Qing? Para cultivar ese tipo de luz espiritual, habría
tenido que cultivar al menos unos cientos de años más.
¿Cómo podría ser ahora el verdadero Mu Qing? ¡Debía
ser falso!
Y él. Él mismo no era normal. Solo descubrió con esta
carrera, que los movimientos de su cuerpo eran ligeros
como los de una golondrina. A pesar de que sus
movimientos siempre habían sido ligeros como una
golondrina, pero ahora, las habilidades de su cuerpo
eran más rápidas, más fuertes.
¡Nada estaba bien!

16
里 [li] – una unidad de medida tradicional china, ahora estandarizada a
aproximadamente medio kilómetro.
Cálmate, cálmate y cálmate de nuevo. Xie Lian
recordó de repente: justo ahora, Mu Qing parecía haber
mencionado un nombre.
Él había murmurado: Hua Cheng.
Por alguna razón desconocida, este nombre debería
haber sido muy desconocido para él, pero en el
momento en que lo dijo, su corazón pareció moverse
débilmente, como si una flor hubiera florecido en algún
rincón de su corazón. Y así, no podía evitar decir este
nombre en voz alta varias veces, de un lado a otro.
Hua Cheng, Hua Cheng, Hua Cheng.
Esta debió haber sido una persona muy importante,
quizás la clave de la situación actual. Tendría que
encontrarlo primero.
Habiendo tomado una decisión, Xie Lian caminó hacia
la ciudad.
Aunque Xie Lian fue completamente incapaz de
aceptarlo cuando descubrió por primera vez que algo le
había sucedido a su cuerpo, comenzó a calmarse ahora.
A pesar de que su corazón y su cuerpo todavía se
sentían incómodos hasta el extremo, pero con el
rompecabezas actual en el que se encontraba, no tuvo
tiempo de preocuparse. Los verdaderos Feng Xin y Mu
Qing seguían desaparecidos sin dejar rastro, y hasta que
descubriera al autor detrás de escena, tenía que
recuperarse de inmediato e investigar la verdad.
Y así, cuando entró en la ciudad, había recuperado la
calma completa.
Escogiendo una casa de té al azar, escogió un asiento
junto a la ventana en el piso superior, pero no tenía
ganas de beber té. Xie Lian tomó una taza de la mesa y
la examinó. Dentro de la taza había algunas viejas
manchas de té que no podían limpiarse. La vista lo dejó
exhausto, dejó la taza y la ignoró.
En la casa de té, una muchacha joven y bonita
sostenía una pipa,17 rasgueando y cantando, mientras
un círculo de hombres de varias edades se sentaba y la
miraba. Originalmente, la niña había estado cantando
una canción popular local, sobre una doncella que salía
temprano para recoger pisos, etc., pero apenas había
cantado durante un rato cuando un grupo de ancianos
dijo: —Sin sentido, no es agradable escucharlo,
¡cámbialo!
—Sí, esta canción no es agradable de escuchar,
cámbiala, cámbiala, ¡cámbiala!
— ¡Cambia la canción!
Perdida, la cantante no tuvo más remedio que aceptar
sus sugerencias, y cambió a una famosa canción
erótica, la melodía lenta y suave, hasta el punto de que
el oyente se sonrojaría y su corazón se aceleraría. Solo
entonces el grupo de curiosos quedó satisfecho y pidió
su aprobación. Pero para Xie Lian, que estaba sentado
en su asiento junto a la ventana del segundo piso, era
extremadamente inapropiado.

17
琵琶 [pi pa]. Un chino tradicional instrumento musical de cuerdas, como una
especie de laúd.
Escuchando atentamente la letra, parecía tratarse de
las dulces pasiones de un esposo y una esposa jóvenes
en su noche de matrimonio, y era realmente audaz al
extremo. Si lo hubiera escuchado en el pasado, lo habría
ignorado como el viento por sus oídos, porque no le
preocupaba, ya que nunca en su vida habría pensado en
hacer tales cosas. Pero ahora, no era lo mismo.
Aunque no recordaba por completo lo que había
sucedido, había sucedido algo, y al escuchar tales
cosas, los pensamientos de uno serían diferentes.
Además, había descubierto algo aterrador: ¡sus
pensamientos estaban completamente fuera de su
control!
Mientras que la canción era treinta por ciento ligera y
burlona, sus emociones oscilaban un cien por ciento.
Además, muchas imágenes fracturadas surgieron en
una corriente interminable en su mente: dos manos, sus
dedos fuertemente entrelazados; entre los dedos un hilo
rojo envuelto firmemente y que nunca se deshacía; e
incluso pareció escuchar, al oído, jadeos entrecortados,
sollozos y la voz baja y seductora de un hombre.
¿Qué fue eso? ¿Qué demonios fue eso?
Xie Lian se sintió avergonzado y molesto, y
mordiéndose el labio, apretó el puño con fuerza. Al
momento siguiente, en el punto de ruptura, finalmente
no pudo soportarlo más y golpeó brutalmente su mano
sobre la mesa.
El sonido sorprendió a los clientes en las pocas mesas
cercanas, que lo miraron con los ojos muy abiertos. Solo
entonces Xie Lian volvió en sí con sobresalto y se
disculpó en voz baja. Deseaba desesperadamente usar
ambas manos para detener sus oídos, de modo que ya
no pudiera escuchar nada. Pensó para sí mismo, si ella
seguía cantando, ¡él se iría!
De repente, el canto se detuvo abruptamente, y un
grito agudo lo sacó de donde se había perdido en sus
pensamientos. Cuando Xie Lian levantó la cabeza para
ver que el grupo había rodeado a la chica de la canción
y parecían estar molestándola. La cancionista abrazó a
su pipa y se puso de pie con miedo, diciendo con voz
molesta: —Mis señores, es suficiente para seguir
escuchando mis canciones, dejen de tocarme...
Algunos de los hombres dijeron de manera persuasiva:
— ¿Qué hay de malo en tocar? ¡Después de todo, no
podemos ser solo nosotros los que no hemos tocado, me
niego a creer que algunas personas no te hayan
manoseado mientras vendías tu oficio!
La chica de la canción estaba tan molesta que las
cuencas de sus ojos estaban rojas. Ella dijo: — ¿Qué
quieres decir con vender mi oficio? ¡Vendo mis
canciones, no mi cuerpo!
Pero la gente de los alrededores deliberadamente no
escuchó su aclaración y dijo: — ¡Je! Hablas como si
fueras virgen. ¡Si fuera realmente correcto, no estaría
vendiéndose usted mismo!
— ¡Si! Cantando esa canción justo ahora para atraer a
la gente, y ahora diciendo que no estás a la venta, ¡qué
tipo de obstáculo estás tratando de erigir, es totalmente
ridículo!
La chica de la canción estaba tan enojada que podía
desmayarse. Con voz temblorosa, dijo: —Fueron todos
ustedes los que me hicieron cantarlo, fueron todos
ustedes los que me pidieron cantarlo, que lo cante ah.
Sin embargo, no importa lo que ella dijera, ese grupo
de oyentes malhumorados siempre tenía palabras para
contrarrestar.
— ¿Entonces cantarás solo porque te dejamos
cantarlo? ¿Tan obediente? ¡Esto indica que ya había
planeado en su corazón cantar para seducir a la gente!
Xie Lian no podía soportar escuchar más.
Ya se sentía enojado, y ahora se sentía aún más
indignado. Una sombra blanca brilló, y antes de que ese
grupo de hombres que llamaban gatos se dieran cuenta
de lo que había sucedido, habían sido derribados en una
fila. El hombre que dirigía a la multitud aterrizó con el
culo en la feria, y lo regañó en voz alta: — ¿Quién
demonios crees que eres? ¿Te atreves a enojarnos?
Xie Lian se puso protector frente a la chica de la
canción. Incluso cuando se rompió los nudillos, su rostro
no mostró ningún signo de ira. Dijo con voz profunda: —
Paremos aquí mismo. Ante tal belleza, el corazón de
cualquiera se conmovería. Pero si no sabes cómo
tratarla con cortesía, entonces es vergonzoso y
despreciable.
Alguien gritó: —Fue claramente ella quien comenzó a
cantar primero. ¿Puede cantar como quiera, pero no
podemos tocar como nos gusta?
Pero Xie Lian dijo, enunciando cada palabra y oración:
—Eso es correcto. ¡De hecho, ella puede cantar como
quiera, pero ustedes no pueden tocar como quieran!
Incluso antes de que terminara de hablar, había
arrojado a siete u ocho hombres fornidos al piso de
abajo. Aterrizaron sobre sus traseros, y sus caídas los
llenaron de miedo. En verdad, ninguno de ellos resultó
gravemente herido, pero fue suficiente para hacer un
punto. Después de todo, nadie podía ver claramente
cómo Xie Lian había atacado, entonces, ¿cómo podría
alguien hablar de contraataque? En pánico, se
dispersaron. Arriba, Xie Lian miró hacia atrás. La chica
de la canción se levantó y, con gran agradecimiento, se
inclinó hacia él y le dijo: — ¡Muchas gracias a este
Daozhang18 por dividir a esta multitud!
—No fue más esfuerzo que levantar mi mano. Señora,
¿todavía tiene intención de quedarse aquí?
La cancionista asintió con la cabeza. Xie Lian asintió
con la cabeza también, diciendo: —Está bien. Entonces
sigue cantando.
Dicho eso, volvió a su asiento, se ajustó la túnica y se
sentó con la ropa puesta, donde vigilaba.
18
Joven maestro.
Los otros hombres, al ver que no se iba, miraron en su
dirección, pero como era de esperar, ya no se atrevieron
a molestarlos. La chica de la canción, entendiendo sus
intenciones, se sintió aún más agradecida. La próxima
vez que abrió la boca, era la canción popular local
animada pero común.
Xie Lian se sirvió una taza de té y estaba a punto de
beber, cuando bajó la cabeza y notó una vez más la
mancha de té. Dudó por un momento, pero aún no pudo
superar cómo se sentía, y dejó la taza de té, suspirando.
Sin pensarlo, volvió la cabeza hacia atrás y se congeló.
Frente a él al otro lado de la calle, en una bodega de
muchos pisos aún más elegante que la casa de té en la
que estaba, se sentaba una persona sola.
Era un hombre alto vestido de rojo.
A pesar de que llevaba un parche negro en el ojo, lo
que le agregaba un aire de desenfreno, no ocultaba su
belleza. Su ropa era tan roja como las hojas de arce, su
piel tan blanca como la nieve, y su mano sostenía una
copa de plata llena de vino que reflejaba la luz como sus
brazaletes de plata. Incluso con una mirada, era
llamativo hasta el extremo. Estaba mirando en dirección
a Xie Lian, frente a él desde la distancia. Al ver que ahora
había captado la mirada de Xie Lian, esbozó una leve
sonrisa y levantó la taza ligeramente, como si le
estuviera saludando a lo lejos.
—...
Por razones inexplicables, en el momento en que la
mirada de Xie Lian se encontró con la de este hombre,
sintió como si una corriente hubiera atravesado su
cuerpo, y rápidamente recuperó su mirada.
Sin embargo, a pesar de que pretendía ser indiferente,
su corazón latía con fuerza.
Era extraño. Ese hombre era realmente glamoroso y
llamativo, con una especie de encanto secreto y
misterioso. Sin embargo, no era como si no hubiera visto
hombres tan glamorosos como este en el pasado,
entonces, ¿por qué estaba teniendo esa reacción ante
este hombre?
Pensando en ello, una vez más anuló esta línea de
pensamiento. Esto era totalmente incorrecto. Porque,
habiendo considerado cuidadosamente, nunca había
conocido a un hombre guapo tan glamoroso como este
en el pasado.
Habiendo llegado a este punto, pensó Xie Lian para sí
mismo, esta persona debía ser alguien muy raro; Sería
mejor que fuera más consciente de él. Volvió la cabeza
hacia atrás. Sin embargo, al mirar esta vez, el hombre
de rojo había desaparecido.
Pensar que había desaparecido, así como así. Como
una hoja de arce de colores brillantes que se desliza
hacia abajo, brillando traviesamente ante sus ojos,
iluminando su mundo por un instante antes de
desaparecer. Como si no fuera real, sino un sueño
efímero o una burbuja.
Mirando cautelosamente de nuevo en la elegante
bodega por un tiempo, pero aún sin ver ninguna señal
del hombre, Xie Lian finalmente se rindió. No sabía si se
sintió un poco decepcionado. Exhaló ligeramente y se
amasó las cejas, pensando: —Olvídalo.
Inesperadamente, cuando volvió a mirar hacia atrás,
descubrió que, en algún momento, sin que él lo supiera,
alguien se había sentado frente a él en la mesa. Alguien
se sentó con la mejilla apoyada en una mano y lo miró
fijamente.
Las miradas de los dos hombres se conectaron. Xie
Lian se sobresaltó ligeramente, pero la persona dijo con
una pequeña sonrisa: — ¿A este Daozhang le gustaría
invitarme a una copa de vino?
Era el hombre vestido de rojo, el que levantó su taza
para saludarlo desde la distancia.
Capítulo 247
Amnesia (parte dos)

P ensar que se había sentado frente a él tan


casualmente como quería.
Xie Lian parpadeó, y solo después de un buen
rato se aseguró de que el hombre realmente estaba
hablando con él.
Reaccionó de inmediato, diciéndose a sí mismo que
no debería permitir que su sorpresa ante la forma de esta
persona lo pusiera en desventaja. Manteniendo su
calma anterior, dijo cortésmente: —Por desgracia, esta
persona humilde no beberá, y me temo que no podrá
invitarlo a esta bebida.
El hombre vestido de rojo se echó a reír, y su postura
sentada se volvió aún más informal, ya que dijo: — ¿En
serio? Mirando la apariencia de este Daozhang, creo
que tiene algo que lo preocupa y necesita un trago para
aliviarlo de sus problemas ah.
Sin cambiar su expresión o inflexión, Xie Lian dijo: —
Entonces me temo que su excelencia está equivocada.
Aunque el mayor tabú se había cometido, esto no
significaba que debía adoptar una actitud
autodestructiva y no preocuparse por los otros tabúes
más pequeños.
A pesar de que sus modales continuaron siendo
suaves y distantes, el hombre no mostró ni la más
mínima intención de retirarse, sino que, mantuvo su
posición y dijo: —Dado que Daozhang no está dispuesto
a compartirlo conmigo, entonces, ¿qué tal para
ayudarme a mí mismo?
Xie Lian lo estudió, luego estudió su entorno. Extraño.
No era como si no hubiera espacios vacíos a su
alrededor, así que ¿por qué tuvo que sentarse aquí para
beber vino? Pero como tampoco tenía una razón para
rechazarlo, Xie Lian dijo: —Por favor, siéntase libre.
Y así, la otra parte agitó su mano perezosamente.
Nunca antes el camarero había visto a una persona tan
elegante, y sin atreverse a mostrar molestia, sirvió
apresuradamente una jarra de vino y algunas copas de
vino, y limpió diligentemente la mesa, temeroso de
mostrarle a esta persona falta de respeto.
Al ver cómo el hombre vestido de rojo estaba relajado
y tranquilo, sirviéndose el vino, Xie Lian ya no pudo
resistirse y dijo: — ¿Podría ser que su excelencia, es el
tipo de persona que invita a cualquiera que recién
conozca a tomar una copa?
Sonriendo, el hombre dijo: — ¿Hum? Por supuesto no.
Para ser sincero con Daozhang, la persona promedio ni
siquiera podría ver mi cara.
Este tono suyo era bastante arrogante. Sin embargo,
Xie Lian no se encontró disgustado en absoluto.
Las dos personas se sentaron en sus asientos.
Durante este tiempo, Xie Lian continuó buscando en otro
lado, proyectando una manera como si estuviera muy
tranquilo. Después de un tiempo, fue ese hombre quien
primero abrió la boca para hablar.
Apoyando una mano debajo de su barbilla, dijo: —
¿Cuál es el apellido de este Daozhang, para que pueda
dirigirme a usted?
Sin pensar, a Xie Lian se le ocurrió un apellido falso:
—Mi apellido es Hua.
El hombre levantó una ceja y dijo: —Oh, Hua-
Daozhang.
Xie Lian dijo: — ¿Cómo debo llamar a su excelencia?
Ese hombre dijo: —Está bien si Daozhang me llama
San Lang.
Xie Lian sintió que esta persona no estaba dispuesta
a revelar su verdadera identidad, y no presionó.
Después de pensarlo por un tiempo, no pudo recordar
nada de la vida de él, si algún familiar le faltaba un tercer
hijo, por lo que decidió no perder el esfuerzo
especulando. En este momento, de repente notó que, en
el costado de una mejilla del hombre de rojo, un mechón
de pelo negro como el cuervo había sido trenzado en
una delgada trenza, con una cuenta de coral rojo en el
extremo.
La cuenta era brillante y reluciente, y aunque de
tamaño pequeño, se podía ver por un aspecto que era
increíblemente caro. ¿Pero Xie Lian no podía librarse de
la sensación de haber visto esa cuenta antes en algún
lugar, tal vez en las cámaras de su palacio donde las
joyas estaban esparcidas por todas partes?
Pero tampoco podía estar seguro. Al notar su mirada,
San Lang dijo: — ¿Te gusta esto?
Mientras decía esto, levantó sus dedos largos, pálidos
y elegantes, torciendo ligeramente esa cuenta de coral,
acariciándola.
Por alguna razón desconocida, mientras Xie Lian
miraba, un destello de dolor repentinamente atravesó su
pecho, como si una parte de su cuerpo también
estuviera siendo acariciado.
Retrocedió violentamente.
Esta acción fue demasiado grande, y una serie de
clientes cercanos se volvieron para mirar. Casualmente
y sin preocuparse, San Lang levantó la mirada y dijo,
sorprendido: —Daozhang, ¿estás bien?
Extendió una mano, como si tuviera la intención de
ayudar a Xie Lian a levantarse. Por supuesto, Xie Lian
no quería que lo ayudara a levantarse, y rápidamente se
recostó correctamente, diciendo: —No es nada. Esa
cuenta...
—Oh. —La línea de una sonrisa en la esquina de los
labios de San Lang no disminuyó, y él dijo: — ¿Esta
cuenta?
Con su mano jugando aún más con la hermosa cuenta
de colores brillantes, dijo con una leve sonrisa: —Este
es un regalo de mi persona amada. ¿Qué piensa
Daozhang de eso?
......Xie Lian dijo: —Uh... Está muy bien, muy bien.
De hecho, no tenía idea de lo que estaba diciendo, y
sus dedos apretaron fuertemente su muslo. Se sentía
inquieto, incapaz de quedarse quieto.
Este hombre desconocido vestido de rojo jugaba
claramente con esa linda y encantadora cuenta, una
acción que no podía ser más simple, pero Xie Lian
estaba viendo en ella un indicio de excesiva obscenidad.
Era como si la cosa que estaba siendo torcida por esas
yemas de los dedos, lentamente masajeada y frotada,
amasada y aplanada, no era la cuenta roja, sino una
parte de su cuerpo que era sensible. La cara de Xie Lian
inexplicablemente se calentó y su respiración se aceleró,
ya que le resultaba extremadamente difícil de soportar.
Esto no era normal. Esto definitivamente no era
normal.
Este hombre vestido de rojo, que se hacía llamar San
Lang, era muy guapo, pero por una razón inexplicable,
emitía un aire feo y sobrenatural, haciéndolo
estremecerse y temblar. Las campanas de alarma
internas de Xie Lian sonaban ruidosamente, y él se
calmó por la fuerza, sus respiraciones se calmaron,
mientras fijaba su mirada en él sin apenas una pizca de
miedo, y preguntó: —Si puedo preguntar, ¿cuál ha sido
su intención al acercarse a mí?
San Lang sonrió y lentamente dijo: — ¿Por qué de
repente tan serio? No fue gran cosa. Simplemente noté
la elegancia y el encanto de Daozhang, y me tocó el
corazón. No pude resistirme. Si le he ofendido, por favor
perdóname.
—...
Xie Lian no sabía si debía creerle y apartó la mirada.
Se arrepintió silenciosamente en su corazón, no debería
haber dejado que esta persona se sentara junto a él,
provocando pensamientos y sentimientos tan
desordenados y problemáticos ahora. Justo en ese
momento, la chica de la canción terminó su turno, se
inclinó ante la multitud y le dio a Xie Lian una sonrisa
dulce y encantadora, antes de alejarse. Ahora que ella
se había ido, Xie Lian tampoco tenía motivos para
quedarse, se puso de pie y dijo: —Adiós. Su excelencia,
tómese su tiempo para beber.
Tenía la intención de que esta última oración tuviera
un toque de desafío, pero en el momento en que las
palabras llegaron a su boca, todavía dejaron sus labios
cortésmente. Xie Lian no se atrevió a mirar más al
hombre vestido de rojo, y prácticamente voló escaleras
abajo, y después de caminar sin rumbo por un rato, de
un lado a otro, determinó que nadie lo estaba siguiendo
y finalmente soltó el aliento.
Pero ahora que se había detenido, se sintió perdido
una vez más.
Su ropa había desaparecido, su dinero y sus
pertenencias habían desaparecido, su espada había
desaparecido, sus asistentes también habían
desaparecido, incluso su energía espiritual había
desaparecido.
En sus diecisiete años de vida, nunca antes se había
encontrado con una situación tan irresoluble. Xie Lian
sacudió la cabeza y detuvo a un transeúnte para
preguntar dónde estaba este lugar. El transeúnte
respondió con un lugar del que Xie Lian nunca había
oído hablar, y volvió a preguntar: —Entonces, ¿a qué
distancia está la ciudad imperial? ¿En qué dirección está
la ciudad imperial?
No dijo que se refería a la ciudad imperial de XianLe.
El transeúnte dijo: — ¿Ciudad imperial? Este lugar está
al sur de la ciudad imperial. ¡La ciudad imperial está muy
lejos!
Como se esperaba. Los acentos de la gente aquí, así
como el estilo de la arquitectura, eran algo extraños. No
parecían provenir de algún lugar cerca del palacio
imperial, y Xie Lian había adivinado que debía estar muy
lejos. Cuáles eran los motivos de la persona que lo había
traído aquí, no lo sabía.
Después de caminar más por un tiempo, Xie Lian
encontró un nuevo problema.
Él estaba hambriento.
Pero, como se dijo anteriormente, su dinero y
posesiones habían desaparecido. Los accesorios que
podrían ser utilizados para verificar su estatus como el
príncipe de la corona también habían desaparecido, y él
no pudo darle nada en ese momento al Dios de la Tierra
cuando quiso darle unas láminas de oro. Y Sentado por
un tiempo en la casa de té, pasó mucho tiempo
buscando y hurgando de izquierda a derecha. Y
además, porque había sido incapaz de tolerar la mancha
de té en la taza, no pudo incluso beber un sorbo de té, y
su estómago ahora seguía vacío.
Este fue realmente un caso de un pequeño
problema.19
Justo cuando fruncía el ceño debido a esta dificultad, de
repente descubrió que justo más adelante, junto a una
de las baldosas en el suelo, había algo brillante, como si
alguien hubiera dejado caer algo allí.
Xie Lian se acercó y se agachó, curioso.
¡Pensar que, en el suelo de este callejón destartalado,
había algunas piezas de hojas de oro!

19
文 钱 难倒 英雄 汉 [yi wen qian nan dao ying xiong han] – Un idioma chino,
encendido. Un poco de dinero es demasiado difícil de superar para un héroe.
Transmite la idea de una gran empresa o una persona muy talentosa, que no puede
continuar debido a un pequeño problema que no se puede resolver.
Además de las hojas de oro, también había hojas de
plata y algunas monedas. El poder recoger dinero
inesperadamente del suelo a plena luz del día, era
porque la comida había caído del cielo, y Xie Lian no
sabía si debía considerar que su suerte era mala o
buena.
Después de que Xie Lian había recogido el dinero, su
primera reacción fue preguntarse si alguien había dejado
caer este dinero por accidente, y así, salió del callejón, y
se precipitó hasta los transeúntes, preguntando: —
Disculpe, ¿Alguien dejó caer algo de dinero aquí?
La mayoría de la gente negó con la cabeza. Algunos
imbéciles perezosos vinieron descaradamente y dijeron:
— ¡Lo dejé caer! ¡Yo lo dejé caer! —A lo que Xie Lian
preguntó: — ¿Cuánto dejaste caer? Pero todos ellos
fueron incapaces de dar una respuesta, y se fueron en
medio de risas.
Xie Lian se quedó sin ideas. Y así, después de esperar
el tiempo de una varita de incienso, caminó por la
carretera para comprar un mantou.20
Xie Lian nunca había comido uno de estos antes, más
aún como un mantou hecha de suelo grueso. Parecía
grande y torpe, blanco y soso. Pero no quería usar más
del dinero que había recogido. Después de todo, sería
terrible si era dinero que alguien necesitaba
desesperadamente por lo que intentó gastar la menor
cantidad de dinero necesario.
20
Panecillos al vapor tradicionales chinos
¡Tomaré prestado una pequeña cantidad y luego lo
regresaré diez veces!
Era la primera vez que sostenía un bollo al vapor tan
grande, y tenía algo de novedad para él. Cruzó la calle
pequeña, y acercándose a un callejón sin más
abandonado. Justo cuando estaba a punto de llevar el
bollo a la boca, una mano se extendió repentinamente
fuera de su lado, y agarró el bollo.
Este acto fue realmente extraordinario. Xie Lian estaba
sorprendido, sus manos ya vacías. Giró la cabeza para
mirar. De forma inesperada, de pie junto a él, ¡estaba el
hombre de rojo de la casa de té!
Xie Lian se sorprendió.
No creía que esta persona le habría seguido
inesperadamente aquí. Aún más, ¡él no pensó que le
arrebataría de forma inesperada su bollo!
Después de permanecer aturdido por un buen rato,
finalmente recordó que quería recuperar el bollo y se
levantó de un salto, diciendo: — ¡Devuélvelo!
Sus acciones para recuperar el bollo fueron
extremadamente rápidas, pero los movimientos del
hombre fueron aún más rápidos. Además del hecho de
que era más alto, lo esquivó en un instante, diciendo: —
No comas esto.
A pesar de que dijo esto, él mismo mordió el bollo,
devorándolo de un lado. Con esto, Xie Lian no pudo
soportar la idea de comerlo incluso si hubiera querido
comerlo. Él nació como un príncipe heredero, y era
simplemente imposible para él soportar comer un bollo
que alguien había mordido. Sus ojos se abrieron cuando
dijo: — ¡Tú!
Después de una pausa, con rabia, agregó: — ¿Por qué
haces esto?
Pensar que cuando vio a esta persona por primera
vez, había pensado que era alguien raro, pero había
querido hacerse amigo de él. ¡Nunca esperó que fuera
un imbécil!
Dos siluetas, uno rojo y otro blanco, que se mueven
tan rápido que se desenfocaban para los espectadores.
Nadie se hubiera atrevido a creer que una pelea
emocionante había comenzado por arrebatar un
mantou. A pesar de que Xie Lian sintió débilmente que
su propia velocidad podría ser aún más rápida, lo
suficientemente rápida como para poder ponerse al día
con las acciones de este San Lang, tampoco parecía
que estuviera garantizada, y sus extremidades no
parecían muy dispuestas a escuchar sus comandos.
Además, había pasado todo el día sintiéndose cansado,
frustrado y cauteloso, y le dolían las caderas y las
piernas. En medio de su furia, su pierna se torció de
forma inesperada, y cayó al suelo. En ese momento, un
pequeño grito de dolor escapó de detrás de sus dientes
apretados.
Algo dolía.
Un dolor indescriptible, irradiando desde un lugar
indescriptible.
Este dolor ya había estado presente; era solo que la
herida había sido atendida con cuidado anteriormente,
además de que había hecho un gran esfuerzo para
ignorarla deliberadamente, por lo que no había sido
obvio todo este tiempo. Pero con esta caída, su
expresión cambió en un instante. La expresión de San
Lang también cambió, e inmediatamente se inclinó y
agarró su brazo en un movimiento rápido, diciendo: —
Ge...
Luego se corrigió de inmediato su discurso, diciendo:
— ¿Estás bien?
Xie Lian se sintió extremadamente avergonzado y
deseó poder cavar un hueco en el suelo para enterrar su
rostro en él. Intentó desesperadamente retirar su brazo,
y con su rostro rojo ardiente, dijo: — ¡Por favor, no se
dirija a mí de esa manera, y por favor no me agarre así!
Como se esperaba, San Lang soltó su brazo, pero fue
solo simbólico, porque cambió a agarrar el hombro de
Xie Lian y dijo: — ¿Qué pasa? ¿Dónde duele?
Su tono era extremadamente preocupado, y no
parecía fingido. Sobre el principio de que uno no debía
devolver la cortesía con grosería,21 Xie Lian debería
haber reaccionado con cortesía. Sin embargo, en el
momento en que pensó en dónde dolía, y por qué dolía,
se sintió avergonzado y frustrado, y un día entero de

21
伸手 不 打 笑 面 人 [shen shou bu da xiao mian ren] – Un idioma chino,
encendido. No levantes la mano para golpear a una persona sonriente. La idea es que
si alguien es educado, es difícil o incómodo reaccionar groseramente a cambio.
quejas surgió en primer plano. En un solo movimiento,
apartó la mano y se levantó solo, diciendo: —... ¡No me
duele en ningún lado, en absoluto!
Pero inesperadamente, el hombre detrás de él agarró
su muñeca, y no importó cómo luchó, no pudo liberarse.
Incapaz de soportarlo más, Xie Lian se dio la vuelta
violentamente, con los ojos muy abiertos y llenos de ira,
al ver que San Lang lo miraba y decía suavemente con
un suspiro: —Ah, Daozhang, incluso si son mil errores o
diez mil errores, todo es mi culpa, por favor, no te enojes
más conmigo.22 ¿Qué tal esto? Déjame llevarte de
nuevo a tomar una copa, para compensar esto.
Por razones que no podía explicar, cada vez que Xie
Lian miraba la cara de esta persona, su corazón latía
erráticamente. Estaba muy poco acostumbrado a este
sentimiento, y pensando solo en escapar rápidamente,
dijo: — ¿Quién quiere que me lleves a alguna parte,
además, no bebo vino! Date prisa y déjame, ¡vete!
San Lang dijo: —Está bien, está bien, no vamos a
beber vino. ¿Entonces me dejas llevarte a comer?
Debes estar hambriento.
Xie Lian estaba fuera de sí con ira. ¡Cómo se atrevía
esta persona a usar este tipo de tono para hablarle! ¡Era
como si estuviera tratando de convencer a Xie Lian
como si fuera un niño! Nunca antes había
experimentado este tipo de humillación, y dijo: —No

22
千 错 万 错 , 都是 我 的 错 , 不要 生 我 的 气 了。— ¡Esto suena tan coqueto
y tímido en chino, como un marido tratando de aplacar a su esposa enojada!
quiero que me lleves a comer tampoco. No tengo
hambre. ¡Muestra más respeto!
Vergonzosamente, apenas había terminado de hablar,
cuando su estómago emitió débiles ruidos de protesta.
El cuerpo de Xie Lian se puso rígido. Él se enojó más,
su rostro se puso rojo por la ira y su voz comenzó a
tartamudear: —Tú... Tú... Tú, ¿por qué me molestas?
¡Deja de molestarme!
Pero San Lang lo miró fijamente, diciendo: —
Daozhang, ¿podría ser que aún no lo has descubierto?
Al ver que su expresión se había vuelto
repentinamente seria, Xie Lian dijo: — ¿Descubrir qué?
San Lang dijo: —Hay un objeto maldito en tu cuerpo...
Xie Lian se congeló. De repente, algo en su muñeca
se aflojó, y el vendaje que había envuelto alrededor de
su muñeca se deslizó hacia abajo como una serpiente
blanca, levantándose frente a él. Al momento siguiente,
¡se lanzó directamente hacia él!
Pero antes de que pudiera tocarlo, el hombre de rojo
lo agarró con un solo movimiento y dijo: —Mira.
Esa pieza de seda blanca era como una serpiente
venenosa de siete codos de longitud que había sido
atrapada, retorciéndose continuamente. La vista le puso
la piel de gallina.
¡Pensar que semejante criatura se estaba
escondiendo en su cuerpo!
Ante esto, Xie Lian finalmente entendió.
Parpadeó y dijo: —Entonces... ¿la razón por la que te
acercaste a mí fue porque descubriste que este objeto
maldito se escondía en mi cuerpo?
La expresión de San Lang se volvió más solemne y
dijo: —Hum. Esto era bastante peculiar y, por lo tanto,
fui un poco cauteloso. Afortunadamente, no te hizo daño.
La verdad había sido revelada. Pensando en cómo
había sido descortés con este caballero anteriormente,
Xie Lian se cubrió el rostro y se retorció las manos.
Ahora que se sabía la verdad, que esta persona se había
acercado a él con buenas intenciones, Xie Lian se sintió
extremadamente avergonzado. Hizo una reverencia
sombría y dijo: —Muchas gracias a su excelencia. Me
equivoqué anteriormente.
Su cintura apenas se había doblado cuando San Lang
lo sostuvo en alto, diciendo: —En absoluto, en absoluto.
Fue casi ningún esfuerzo.23
Alzando la cabeza, Xie Lian se sintió un poco
preocupado. Por alguna razón desconocida, seguía
sintiendo que, a pesar de que este hombre vestido de
rojo tenía una apariencia primitiva y adecuada, sus cejas
y las comisuras de sus ojos parecían contener un toque
de risa. Como era de esperar, pensando en cómo la otra
parte había tenido una visión completa de su
comportamiento desordenado y miserable, Xie Lian se
sintió un poco incómodo y avergonzado.

23
举手之劳 罢了。No fue más esfuerzo que levantar mi mano.
Por extraño que pareciera, entre sus compañeros, Xie
Lian ya se consideraba muy maduro. ¿Quién hubiera
sabido que no sería capaz de mantener la calma en el
momento en que miraba a este hombre? Esto lo puso
bastante incómodo. Sin embargo, San Lang no parecía
haberse dado cuenta de esto, ya que dijo: —Dado que
esto se ha resuelto, me iré. ¿Daozhang, hasta que nos
volvamos a ver?
Instintivamente, Xie Lian dijo: —Hum, hasta que nos
volvamos a ver.
San Lang agitó la mano, se dio la vuelta y se fue.
Inesperadamente, incapaz de evitarlo, Xie Lian lo siguió
unos pasos.
Tal vez fue porque simplemente no sabía a dónde
debería ir, o tal vez porque todavía estaba en un lío.
Cuando San Lang miró hacia atrás, Xie Lian se
sobresaltó, y solo entonces volvió en sí, deteniéndose
apresuradamente y fingiendo mirar en otra dirección. Sin
embargo, ya era demasiado tarde.
Una ligera risa vino de esa dirección, y Xie Lian podía
sentir que incluso sus lóbulos de las orejas se habían
puesto rojos.
Mirando obstinadamente en su dirección, San Lang se
abrazó y se echó a reír, diciendo: —No esperemos la
próxima vez que nos volvamos a ver. Siento que ahora
es el momento adecuado. ¿Qué tal? ¿Daozhang ahora
está dispuesto a tomar una copa conmigo?
Regresaron a esa elegante taberna de antes.
El hombre de rojo con quien Xie Lian acababa de
familiarizarse era extremadamente generoso, y ordenó
una mesa llena de los mejores platos y vinos que la
taberna tenía para ofrecer. Inesperadamente, no solo los
platos no eran inferiores a los que se servían en el
palacio real, sino que incluso había muchos que habían
sido preparados de una manera extremadamente
novedosa, como Xie Lian nunca había visto antes.
Hambriento, comió y saboreó, solo dándose cuenta
tardíamente de que San Lang había estado sentado
frente a él todo este tiempo con su mejilla apoyada en la
mano, su mirada inquebrantable mientras lo miraba. Esa
mirada era como si considerara a Xie Lian como su
comida.
—...
Como resultado de ser observado por tal mirada, Xie
Lian una vez más se sintió inquieto e incapaz de
quedarse quieto. Convencido de que no había exhibido
una mala etiqueta a la hora de las comidas como
resultado de su hambre, dejó los palillos y tosió
ligeramente, diciendo: —... Te debo parecer algo
vergonzoso.
San Lang dijo: — ¿Hum? ¿Qué es tan vergonzoso
sobre esto? No te preocupes por mí, por favor, por favor.
Sigue.
Después de lo cual, tomó el bollo por el que los dos
habían luchado brevemente, y sin un cambio en su
expresión, lo mordió. Al ver esto, Xie Lian sintió aún más
como si estuviera en una posición difícil.
Se alisó la ropa y se enderezó, luego miró la tira de
seda blanca y decidió hablar sobre este asunto. Él dijo:
— ¿Por qué este objeto maldito se escondería en mi
cuerpo? Pensar que fracasé completamente en
descubrir su existencia, es simplemente como si...
Era simplemente como si fuera algo que él había
usado en su persona durante mucho tiempo, y se había
acostumbrado a ello.
Esa seda blanca constantemente nadaba hacia él,
meneando la cabeza y la cola. Si no fuera por el hecho
de que San Lang lo mantenía firmemente sujeto, era
probable que hace mucho tiempo lo hubiera envuelto
como una bola de masa de arroz. Mirándolo, era como
si... le gustara mucho.
San Lang usó un palillo para sujetarlo y evitar que
cayera hacia Xie Lian, y dijo con una pequeña sonrisa:
—Parece que este objeto maldito tiene algunos hábitos
bastante malos y necesita una enseñanza adecuada.
Xie Lian dijo: —En lugar de enseñarle, sería mejor si
primero analizamos sus orígenes.
Ambos hablaron durante un rato sobre muchos temas.
Xie Lian había crecido en el palacio imperial de XianLe
desde una edad temprana, y luego se cultivó en el
templo real. Hasta ahora, nunca antes había conocido a
alguien que fuera un conversador tan interesante,
alguien que había visto y encontrado tantas
experiencias. Mientras escuchaba hablar a San Lang,
sus ojos brillaron y no pudo dejar de sonreír. Incluso casi
olvidó todas sus preocupaciones. Fue solo después de
un largo tiempo que de repente recordó uno de los
misterios extraños que tenía delante,24 y dijo con la cara
seria: —San Lang, ¿puedo preguntarte si has oído
hablar de alguien?
San Lang arrojó esa pieza de seda blanca al suelo,
utilizando algún método desconocido para asegurarse
de que permaneciera sin fuerzas, incapaz de saltar. Él
dijo: — ¿Quién?
Xie Lian dijo: —Es así. Estoy buscando a alguien con
el nombre de Hua Cheng.
Al escuchar este nombre, la ceja de San Lang se alzó.
Él dijo: —Hum. Si puedo preguntar, al buscar a esta
persona, ¿qué planeas hacer?
Xie Lian dijo con sinceridad: —Para ser sincero, no lo
sé.
Al escuchar el tono de San Lang, Xie Lian supuso que
San Lang definitivamente sabía quién era Hua Cheng,

24
眼下 正 处于 一个 诡异 的 漩涡 之中 – Literalmente, dentro de uno de los
remolinos misteriosos / extraños que estaban ante sus ojos
por lo que dijo nuevamente: —Tal vez estés pensando
que te estoy ocultando algo, pero es la verdad, yo
tampoco sé lo que haría al encontrarlo. Desde el
momento en que desperté hoy, descubrí que me
encuentro en una situación muy extraña.
En un suspiro, expuso todo, solo omitiendo aquellas
cosas que eran demasiado vergonzosas para
mencionarlas. Al final, Xie Lian dijo: —Entonces, estaba
pensando que esta persona debe ser muy importante. Si
San Lang sabe quién es, ¿es conveniente que me lo
digas?
San Lang sonrió y dijo: —Ah, no hay nada
inconveniente en eso. Daozhang y yo nos llevamos tan
bien en nuestra primera reunión, naturalmente me
gustaría ayudarlo. En cuanto a esta persona, Hua
Cheng...
Xie Lian escuchó con toda su atención y dijo: — ¿Y
bien?
San Lang dijo: —Es un hombre loco.
Xie Lian dijo: — ¿Qué quieres decir con loco?
Hua Cheng sirvió una copa de vino y tomó la copa en
su mano, diciendo: —Él es un devoto seguidor de un
dios.
— ¿De qué Dios?
—El Príncipe Heredero de XianLe.
Xie Lian tosió y se tragó apresuradamente un bocado
de té, antes de finalmente parar de toser. Él dijo: —
Espera, espera. Yo... nuestro XianLe, el Príncipe
Heredero Xie Lian, aún no se ha convertido en un dios,
entonces, ¿cómo tiene un seguidor?
San Lang dijo, sin preocuparse: —Ascendería tarde o
temprano. Después de todo, los dioses son así. Si dices
que alguien es un dios, entonces él es un dios, y si dices
que alguien no es un dios, entonces él no es un dios. Si
le apetece, entonces lo es.
Xie Lian sabía si reír o llorar. Él dijo: — ¡Seguramente
esto es demasiado imprudente!
Después de una pausa, agregó: —... sin embargo,
¿realmente cree eso, que Taizi Dianxia definitivamente
se convertirá en un dios?
San Lang dijo lentamente: —No es creencia. —
Después de eso, él sonrió. —Es convicción.25
Xie Lian también sonrió, mientras pensaba: —
Entonces será mejor que no defraude las expectativas
de esta persona.
Se abrazó los brazos y dijo: —Entonces, ¿dónde
puedo encontrarme con este Hua Cheng?
San Lang dijo: —Daozhang, ¿realmente deseas
conocerlo?
Xie Lian dijo: —Sí.
Parecía que San Lang no aprobaba esta idea suya. Él
dijo: —Pero Hua Cheng es muy malo.
Xie Lian frunció el ceño levemente y dijo: — ¿Muy
malo? ¿Cómo es malo?

25
不是 相信。 / 是 坚信。 - 相信 [xiang xin] es creencia y 坚信 [jian xin] es una
creencia más fuerte e inquebrantable; convicción; certeza; fe.
No estaba demasiado dispuesto a creer que un
creyente convencido de que ascendería sería una mala
persona. San Lang dijo: —Tiene esta cosa...
Justo en ese momento, Xie Lian notó algo.
Hasta ahora había sido muy cuidadoso y realmente no
miraba directamente a San Lang. Ahora, después de
que ambos habían interactuado por un tiempo, y se
habían juntado varias veces, finalmente había
comenzado a relajarse y a mirar directamente a su
antojo.
Una de las manos de San Lang había estado
descansando todo este rato en una barandilla a un lado,
su dedo golpeaba la barandilla de una manera que no
era demasiado ligera ni demasiado pesada. Sus cinco
dedos eran largos y elegantes, y en su tercer dedo,
estaba atado un delgado hilo rojo, como el borde
brillante de un nudo.
Xie Lian inmediatamente pensó en el incidente en la
casa de té, cuando la cantante cantaba, y una serie de
imágenes confusas y desordenadas le habían cruzado
por la mente: debajo de las cortinas de la cama, dos
manos, diez dedos entrelazados fuertemente.
La mano que había estado arriba tenía un hilo tan rojo
atado.
Capítulo 248
Amnesia (parte tres)

L os dos ojos de Xie Lian se abrieron de repente.


Ante su expresión incrédula, San Lang dijo: —
¿Qué pasa?
¿Cómo podría Xie Lian incluso ponerlo en palabras?
La vergüenza de haber sido estafado, de haber sido
engañado para girar en círculos: la miseria, mezclada
con su sangre caliente, se precipitó directamente a su
cabeza. Golpeó la palma de su mano sobre la mesa,
mordiendo cada palabra y oración.
—Entonces. Ese. Fuiste. ¡Tú!
Era imposible que la mesa resistiera su golpe, y se
rompió en el acto. Afortunadamente, no había nadie en
el segundo piso de la taberna además de ellos, de lo
contrario habrían estado muy asustados y horrorizados.
Xie Lian no tenía armas en sus manos, pero golpeó con
el puño. Sin embargo, San Lang continuó sentado en su
asiento como antes, y solo inclinó la cabeza ligeramente.
Ese golpe aplastó la pared detrás de él. La piedra se
derrumbó y cayó. Sin embargo, no se movió ni una
pulgada, en cambio, abrazando sus brazos y levantando
la mirada muy ligeramente, dijo: —Daozhang, ¿cuál es
el significado de esto?
La cara de Xie Lian se sentía extremadamente
ardiente, y no tenía idea de cuán roja estaba su cara
actualmente. Los huesos en su otra mano se agrietaron
y estallaron, como dijo con furia: —Tú… deja de fingir.
Lo que me hiciste... Lo sabes muy bien.
La mirada de San Lang se alzó un poco más. Él dijo:
—Muy desafortunadamente, no estoy seguro, ¿qué le he
hecho a Daozhang para que se enfades tanto?
¿Podrías, por favor, iluminar me?
Pensar que esta persona le diría eso con una cara
llena de inocencia. ¿Qué podría decir en respuesta?
¿Hablar de tales cosas a plena luz del día? Nunca antes
Xie Lian se había encontrado con una persona así, y
estaba tan enojado que se sacudió desde los hombros
hasta el corazón, su cara cada vez más roja y caliente,
su discurso incoherente mientras regañaba.
— ¡Cállate! Alguien como tú... Yo, voy a golpear a
alguien tan descarado como tú hasta… despreciable...
indecente… ruin… usted…
San Lang suspiró y dijo: —Daozhang, no esperaba
que mi honesta sinceridad recibiera esta respuesta tuya.
¿Cómo soy desvergonzado, indecente y despreciable?
Con dificultad, Xie Lian recuperó un poco de calma y
dijo: — ¡No creas que puedes engañarme más! El hilo
rojo en tu mano es una prueba clara de que eres eso...
ese…
— ¿Oh? —San Lang no fue intimidado. Levantó la
mano y dijo: — ¿Estás hablando de esto? ¿Hay algo mal
con este hilo rojo?
Al mirar ese hilo rojo, Xie Lian sintió como si lo
hubieran perforado. Él dijo: —Lo he visto. En ese
momento, tu... mano tenía este hilo rojo...
San Lang dijo: — ¿En qué momento?
En un instante, Xie Lian realmente quería matarlo a
golpes.
Aún preguntando a pesar de saber la respuesta, ¡era
demasiado vil!
Pero por una razón inexplicable, independientemente
de lo furioso que estaba, no pudo obligarse a levantar
una mano. Además, no era porque estaba bajo el control
de alguien, que no podía moverse; ¡sino que era su
propio cuerpo el que no le permitía moverse!
Justo en este momento, algunas personas subieron
las escaleras y dijeron: — ¡¿Qué están haciendo estos
dos invitados de honor?! ¡No luchen y rompan las cosas
a su antojo!
Xie Lian volvió la cabeza y dijo: — ¡Es peligroso aquí!
Primero, deberías...
Quién hubiera sabido que, con esa mirada, se congeló
de nuevo, estupefacto.
¡Pensar que, en manos de todas estas pocas
personas, se ataba un cordón rojo!
Sin pensar, Xie Lian dijo: — ¿Qué pasa con el hilo rojo
en sus manos?
Una persona dijo: — ¿Hilo rojo? No es un hilo rojo, solo
un hilo rojo, qué extraño, no es gran cosa... no hay nada
de eso, ah.
Xie Lian se confundió. ¿Podría ser que en este lugar,
atar el hilo rojo en la mano, era una tendencia de moda
muy normal?
Volvió la cabeza hacia atrás. Como si hubiera leído sus
pensamientos, San Lang dijo: —Daozhang lo ha
adivinado bastante bien. La atadura de un hilo rojo en el
dedo es una costumbre aquí. Si no crees, mira a las
multitudes.
Xie Lian dirigió su mirada al piso inferior de la taberna.
Como era de esperar, en medio de la multitud cada vez
mayor de personas, había un buen número de manos
que tenían un hilo rojo atado a ellas, y algunas incluso
tenían varias de ellas atadas en sus manos. Él dijo: —
¿Qué tipo de costumbre es esta?
San Lang esbozó una pequeña sonrisa y dijo: —
Acerca de esto, también está relacionado con este Hua
Cheng.
— ¿Ah?
—Es porque, en su mano y en la mano de su persona
amada, está atado un hilo rojo. Por esto, muchas
personas hicieron lo mismo, para rezar por su cónyuge
o para expresar que están enamorados.
Xie Lian escuchó aturdido y dijo: —Es decir... Este Hua
Cheng, ¿debe ser una persona increíble? Tener tanta
gente ardientemente siguiendo su ejemplo...
San Lang dijo: —Si es asombroso o no, dependerá de
con quién lo compares. Oh sí, Daozhang, parece haber
algo que ha caído al suelo, ¿puedo levantarlo para
examinarlo?
Ante eso, Xie Lian finalmente comenzó a reaccionar.
Hasta ahora había mantenido una posición de ataque,
pero en realidad era otro error tonto de su parte, y su ira
se desvaneció por completo. Apresuradamente retiró la
mano y dijo: —Lo siento, lo siento, San Lang, de
verdad... lo siento mucho. Fui yo quien estaba al límite y
te entendió mal de nuevo...
San Lang continuó tranquilo, y se inclinó para recoger
algo, diciendo: —No está dañado. Daozhang, ¿es algo
que dejaste caer?
Del desastre en el piso, había escogido un pedazo de
hojas de oro. Probablemente se había caído de la
manga de Xie Lian justo ahora cuando había golpeado.
Xie Lian estaba a punto de hablar, cuando vio a San
Lang levantar esa hoja de oro delante de él y,
entrecerrando los ojos, dijo: —Eh, esta hoja de oro,
parece bastante familiar.
Habiendo hablado, de una manera que no era
demasiado apresurada o demasiado lenta, sacó otro
objeto de sus bolsillos. Era otra hoja de oro.
¡Dos piezas de hojas de oro, exactamente idénticas!
Sin pensarlo, Xie Lian dijo: — ¿Entonces esto
realmente te pertenece?
San Lang dijo: —Oh, de hecho se me había caído algo,
por eso había vuelto a mirar...
Al escuchar esto, Xie Lian temió profundamente que él
malinterpretaría, y apresuradamente dijo: —San Lang,
déjame explicarte.
San Lang dijo: —No hay necesidad de estar ansioso.
Naturalmente, escucharía la explicación de Daozhang.
Xie Lian exhaló aliviado y dijo: —Es así: esta hoja de
oro, la encontré en el camino. Mi idea original era
esperar a que volviera el dueño para poder devolvérselo,
pero después de esperar más de una hora, nadie vino a
buscarlo. Al mismo tiempo, estaba de hecho…
Habiendo hablado hasta aquí, se sintió un poco
avergonzado. Bajó la cabeza y dijo en voz baja: —Y así,
yo... actué por iniciativa propia, y pedí prestado un poco
primero, para comprar algo para comer. Era ese
mantou... Tenía la intención de devolver el dinero con
intereses en una fecha posterior, pero no importa cómo
lo diga, todavía tomé algo que no era mío sin preguntar.
Lo siento.
Pero San Lang estaba radiante cuando dijo: —No hay
necesidad de que Daozhang se sienta así. ¿No es
después de todo una respuesta humana común?
Además, siempre tuve la intención de invitarte a unirte a
mí para una comida, y ese mantou, al final, ¿no fui yo
quien lo comió? Una cosa tan pequeña, no dejes que te
moleste. ¿No te parece muy sorprendente? Qué
coincidencia, algo que había perdido, ser encontrado por
nadie más que Daozhang. Esto realmente debe ser una
reunión predestinada.26
Habiendo recibido su perdón y comprensión, el
corazón de Xie Lian se alivió. Él dijo: —Dicho eso, San
Lang, tú también debes tener cuidado ah. Dejando caer
algo tan brillante en el camino, y sin embargo no te diste
cuenta. La próxima vez, no seas tan descuidado...
En ese momento, la multitud de camareros que se
había estado encogiendo a un lado, dijo: —Estos dos
invitados de honor, ¿se han calmado? Si se han
calmado, ¡calculemos el costo de esta mesa rota!
—…
Si las cosas hubieran sido como eran antes, el pago
no habría sido un problema independientemente de la
suma. Pero ahora, apenas podía permitirse comprar un
mantou. Sin embargo, San Lang dijo: —Está bien. Ponlo
en mi cuenta.
Era claramente él quien había casado problemas justo
ahora, pero San Lang se ofreció como voluntario para
ayudarlo a pagar las cosas que había destrozado. Xie

26
有缘 千里 来 相会 yuan qian li lai xiang hui – Lit. Si dos personas están
predestinadas, podrán reunirse incluso a través de mil millas.
Lian estaba tan conmovido por su calidez y generosidad
que se quedó sin palabras, y después de tragar, dijo: —
Tú...
También había algo extraño en la multitud de
camareros. A pesar de que su tienda había sido
destruida, todavía vinieron alegremente para ayudarlos
a cambiarse a una mesa aún más elegante. Cuando las
dos personas se sentaron una vez más, Xie Lian no pudo
evitar sentirse culpable y agradecido, porque ninguna
cantidad de palabras podía expresar lo suficiente como
se sentía.
Con un tono preocupado, Hua Cheng habló de nuevo:
—Daozhang, escuchando tu discurso justo ahora,
parecía que algo te estaba preocupando. ¿Qué pasa
Daozhang? ¿qué te han hecho y quién lo hizo?
—...
Algo así, ¿cómo podría Xie Lian expresarlo en voz
alta? Su expresión, que acababa de calmarse, se
sonrojó de timidez una vez más. Suavemente, dijo: —…
no es nada, no hay nada malo.
Pero San Lang dijo: —Si no te importa, ¿por qué no
me lo cuentas? Quizás San Lang también pueda ayudar
un poco.
A pesar de que tenía buenas intenciones, Xie Lian
sintió como si lo estuvieran persiguiendo y acorralando,
sin una salida. Incapaz de quedarse quieto, dijo
impotente: —... realmente no es nada. San Lang,
¿puedes dejar de preguntar?
Era demasiado difícil decir la verdad.
Al ver cómo estaban las cosas, San Lang ya no lo forzó
y dijo: —Está bien. ¿Dónde dejó nuestra conversación
anterior? ¿Querías conocer a Hua Cheng?
Xie Lian llamó su atención y dijo claramente: —Hum.
¿San Lang conoce alguna forma?
San Lang dijo: —Por supuesto que lo sé. Pero, durante
estos días, no será fácil conocer a Hua Cheng.
— ¿Por qué?
Con los palillos, San Lang dibujó una gran cara
sonriente en el plato de verduras. Él dijo: —Se dice que,
recientemente, la amada persona de su corazón se
siente un poco mal, por lo que debe hacerle compañía.
Además de esto, no tiene tiempo para nada más.
Xie Lian pensó, de hecho, que este Hua Cheng era
verdaderamente una persona de personalidad
moderada, alguien lleno de afecto, y llegó a considerarlo
aún más favorablemente. Él dijo: —Ya veo. Entonces,
¿cuánto tiempo debemos esperar antes de poder
encontrarnos con él?
—Cinco días como estimación superior, tres días
como estimación inferior. Sugiero, Daozhang, que no se
sienta ansioso. Hasta entonces, ¿por qué no estar
tranquilo y tomar un descanso?
Justo cuando Xie Lian pensó para sí mismo que no
tenía un lugar para quedarse, escuchó a San Lang
agregar: —Si Daozhang no tiene un lugar para
quedarse, ¿por qué no quedarse en mi casa un tiempo?
Después de todo, mi casa es grande y no vive mucha
gente allí.
Xie Lian ya no pudo contenerse y dijo a la ligera: —
San Lang, realmente eres... muy bueno ah.
Era la primera vez que usaba un discurso tan directo
para alabar a alguien, y se sintió un poco avergonzado,
pero aparte de eso, simplemente no pudo encontrar una
mejor manera de expresar cómo se sentía. San Lang
parecía disfrutarlo mucho y dijo radiante: — ¿Por qué
sino nos llevaríamos tan bien Daozhang y yo desde
nuestra primera reunión? Oh sí, tengo una pregunta
más, que olvidé preguntar: ¿cuál es la edad de
Daozhang?
Xie Lian respondió: —Diecisiete.
San Lang dijo: —Ah, diecisiete años, eso es más joven
que yo.
De hecho, por su aspecto, parecía tener alrededor de
veinte años. Viendo como estaban las cosas, San Lang
comentó casualmente: —Si es así, entonces Daozhang
debería llamarme Gege.
Xie Lian todavía pertenecía a la familia real, Taizi
Dianxia que era comparado con nadie más que la
nobleza. Por derecho, no debería dirigirse a las
personas que lo rodeaban como sus hermanos, ya que
casi nadie sería digno de ese título. Sin embargo, este
San Lang realmente le dio a Xie Lian un sentimiento muy
bueno, y dado que nunca se dirigió a los que lo rodeaban
como un hermano, fue una gran novedad para él. Y
entonces, él sonrió y dijo: —Así que es San Lang-Gege.
—...
Quizás se equivocaba, pero después de decir Gege, la
sonrisa de San Lang ante él se volvió un poco extraña.
Simplemente era demasiado difícil de describir. La luz
en el ojo izquierdo de San Lang pareció estallar de
repente, tan caliente que hizo que Xie Lian se sintiera
simplemente como si su piel se estuviera calentando.
Parpadeó y dijo: — ¿Qué pasa?
Esa aterradora explosión de calor desapareció en un
instante. Inmediatamente, San Lang volvió a ser como
era y sonrió cuando dijo: —No es nada. Estaba
demasiado feliz, eso es todo. No hay nadie más joven
que yo en mi familia, por lo que nunca antes había
escuchado a nadie llamarme así.
Xie Lian dijo: —Si a San Lang no le importa,
entonces... ¿Cómo debería dirigirme a usted?
La luz en los ojos de San Lang brilló mientras se reía.
Sin embargo, en su discurso, todavía declinó: —Oh, por
supuesto, definitivamente no me importaría. Depende de
si Daozhang está dispuesto.
Xie Lian dijo: —No me importa, por supuesto que no
me importa. San Lang-Gege, ¿volveremos a tu casa
ahora?
San Lang dejó sus palillos y dijo: —Entonces, ven
conmigo.
La residencia de San Lang, era una mansión
extremadamente espaciosa, hermosa y elegante. Al
ingresar, Xie Lian solo podía sentir que, en comparación
con algunos de los compuestos dentro del palacio real
de XianLe, no palidecía en comparación. Esto reforzó su
impresión de que este San Lang no era un plebeyo.
Por la noche, acostado solo en la cama, Xie Lian se
sacudió y se revolvió.
Sintió como si algo faltara a su lado, y no importaba
cómo se moviera y girara, no pudo encontrar la paz.
Además, con esa incomodidad oculta en su cuerpo,
recostarse sobre su espalda significaba presionar sus
caderas de una manera que era incómoda; pero
recostarse sobre su frente lo hizo sentir como si algo le
estuviera presionando la espalda.
En su aturdida confusión, tuvo varios sueños
desordenados. Quería moverse, pero alguien lo sostenía
firmemente en su lugar, y esa voz una vez más hablaba
en voz baja en su oído, a veces de hombre, a veces de
joven; a veces lo llamaba Gege, Gege, a veces lo
llamaba Dianxia, diciéndole; no tengas miedo, Dianxia.
Tierno al máximo, malvado al máximo, pero también
atesorándolo al máximo.
Se despertó sobresaltado. Su ropa estaba empapada
de sudor. Cuando Xie Lian jadeó, apretó los puños con
fuerza y golpeó brutalmente la cama, enojado, pero
débilmente. Se pasó los dedos por el cabello
ligeramente húmedo y pensó: —…… Este tipo de cosas,
¿cuándo podré olvidarlo? Una vez que encuentre a este
bastardo desvergonzado, definitivamente lo haré...
En ese momento, descubrió que en algún momento
desconocido, alguien había colocado un conjunto de
ropa junto a su almohada. A pesar de que estas prendas
también eran blancas, el estilo era uno que le gustaba.
Sintiendo como si le hubieran dado un respiro, y corrió a
la parte trasera de la casa para darse un baño rápido.
Después de quitarse la ropa y sumergirse en el agua,
de repente descubrió que colgando de su cuello había
una fina cadena de plata.
En la cadena colgaba un anillo que era cristalino.
¿Quién sabría cuánto tiempo lo había estado usando?
En cualquier caso, que él no lo haya sentido por
completo, era lo extraño: — ¿Tengo un colgante?
Este anillo era simplemente demasiado bonito, y
cuando lo miró, casi cayó en trance. Sin embargo, no
perdió su cautela. De repente, detectó un destello de
plata a su lado, e inmediatamente gritó: — ¡Quién!
Un golpe al agua, y el agua salpicó el aire, como si una
bola de acero hubiera sido arrojada, rebotando
ruidosamente en las paredes. Y lo que había salido fuera
del agua no era una persona, ¿sino... un sable?
Xie Lian agarró ese sable duro e inflexible, sintiéndose
extremadamente dudoso. De repente, una hendidura
plateada en el mango del sable se abrió, como si se
abriera un ojo, con el globo ocular girando salvajemente.
Xie Lian estaba aún más sorprendido.
¿Qué era esta cosa extraña?
Esa hoja curva del sable era larga y, como si tuviera
vida, se lanzó con entusiasmo a su abrazo. Pillado
desprevenido, Xie Lian fue incapaz de detenerlo, y se
enfrió hasta el punto de que no pudo evitar gritar y todo
su cuerpo se estremeció.
Pero más o menos porque no sentía ninguna intención
de matar, Xie Lian no encontró que este sable curvado
fuera peligroso, y además de tratar de alejarlo
vigorosamente, no tenía la intención de usar acciones
más violentas contra él, como enviarlo en las nubes con
una bofetada, y otras cosas por el estilo.
En ese momento, una sombra roja se precipitó, y con
un solo movimiento arrebató ese sable, diciendo en un
tono ominoso: —Así que aquí estás...
Enfocando la mirada, San Lang ya estaba de pie junto
a la piscina y, apretando entre sus manos, estaba el
sable. A pesar de que todavía tenía una leve sonrisa en
su rostro, el toque de venas verdes había aparecido en
sus sienes, y sin ninguna cortesía, le dio una palmada al
sable, diciendo: — ¿No dije que no tienes permitido venir
aquí ahora?
Xie Lian dijo: —San Lang, ¿es este sable tu...
dispositivo espiritual?
San Lang se volvió hacia él, y las venas verdes en sus
sienes desaparecieron en un instante, y una vez más
retomó un aire de calma. Él dijo: —Es solo una cosa
ignorante, Gege... Gege te ha dejado ver algo
vergonzoso.
Pero Xie Lian solo sintió mayor asombro y respeto.
Sus ojos se iluminaron y agarró el costado de su ropa
roja y dijo: —No, no, no, San Lang-Gege, ¡eres
demasiado increíble! ¡Poder cultivar un dispositivo
espiritual tan sensible!
Después de haber sido golpeado por San Lang, el
sable había arrugado su ojo, como si hubiera sido
dañado. Al escuchar los elogios de Xie Lian, su ojo una
vez más comenzó a girar con aire de suficiencia, y
disimuladamente trató de avanzar lentamente hacia él.
Muy cruelmente, San Lang le dio otra bofetada.
Esta vez, se rindió y cayó al suelo y rodó y rodó y rodó,
como un niño que había sido golpeado por un adulto.
Estaba rodando por el suelo y llorando. Era casi como si
los oídos de Xie Lian pudieran escuchar el sonido de sus
gritos. La vista le hizo doler un poco el corazón, y se
levantó apresuradamente y dijo: — ¡Espera, San Lang!
Olvídalo, no lo golpees más. Supongo que solo estaba
siendo travieso en el momento, y quería venir y
saludarme. No hay necesidad de reprenderlo así, ah.
Pero solo después de salir del agua, Xie Lian recordó
que su cuerpo, que había estado en el agua, estaba
desnudo y su rostro inexplicablemente se puso rojo
nuevamente. Torpemente, se hundió de nuevo en el
agua. Sin embargo, San Lang se había dado la vuelta
antes de una manera muy natural y se fue.
Xie Lian salió precipitadamente del agua y se puso su
ropa nueva. Podía sentir, desde donde la ropa se
aferraba a su piel, que el material era extremadamente
fino. Finalmente, su piel no se irritaría incómodamente,
y en su corazón se sintió aún más agradecido por esto.
Saliendo de la habitación y llegando al elegante salón
para recibir invitados, San Lang ya estaba sentado allí,
esperando.
Solo Dios sabía cómo había disciplinado ese sable.
Ahora, colgaba honestamente de la cintura de San Lang.
Cuando no se movía de esa manera, inesperadamente
tenía un aire frío y letal, y era completamente imposible
imaginar su forma anterior de rodar y hacer berrinche. Al
ver que Xie Lian había llegado, San Lang sonrió y dijo:
— ¿Estás despierto? ¿Dormiste bien anoche?
Xie Lian respondió honestamente: —Por alguna razón
desconocida, durante la primera mitad de la noche,
seguí teniendo sueños... pero dormí bien en la segunda
mitad de la noche.
San Lang dijo: —Quizás estabas demasiado cansado.
Los dos hablaron con confianza y con algunas rondas
de conversación y discusión, el día pasó más o menos.
Parecía probable que, hasta que esa persona de Hua
Cheng fuera libre de reunirse, continuarían pasando su
tiempo juntos así.
Sin embargo, por la noche, mientras Xie Lian yacía
solo en la cama, una vez más tuvo esos sueños que lo
hicieron sentir acalorado e incapaz de estar a gusto.
En sus sueños, lo sacudían y lo volteaban, lo
molestaban hasta que apenas podía soportarlo. Cuando
se despertó con una sacudida, su cuerpo estaba
nuevamente empapado en sudor. Sintiéndose enojado e
impotente, solo podía levantarse y salir, con
pensamientos de caminar algunas rondas para
calmarse. Sin embargo, de repente escuchó desde lejos,
sonidos provenientes de otra habitación.
Era de la habitación principal de San Lang. La
insonorización de la habitación era excelente, y los
sonidos eran muy suaves, pero los cinco sentidos de Xie
Lian eran extremadamente sensibles y lo había captado.
Silenciosamente, se arrastró fuera de la habitación.
A través de la grieta entre las puertas, se asomó a la
habitación. Vio a San Lang sentado en un asiento en la
habitación, sosteniendo un pincel27 en la mano, como si
escribiera algo. Su expresión era fría, completamente
diferente de cuando se enfrentaba a Xie Lian. A su lado,
incluso había alguien con ropa negra y una máscara con
la cara de un fantasma, inclinándose por la cintura,
dando su informe en voz baja.
Por alguna razón inexplicable, la persona con la
máscara de cara de fantasma tenía una presencia muy
silenciosa, como si uno accidentalmente no lo notara.

27
Específicamente, un pincel de caligrafía 紫毫 [zi hao]. Sus cerdas están hechas con
el pelaje de un tipo particular de conejo, y es de color más oscuro (el 紫 se refiere a
que las cerdas son de color púrpura oscuro) y supuestamente más resistentes que un
cepillo con cerdas hechas de piel de cabra.
Xie Lian estaba a punto de escuchar con más atención,
pero esa persona había terminado de dar su informe, y
solo podía escuchar débilmente fragmentos de frases y
oraciones.
—Esa criatura había estado causando problemas
durante mucho tiempo… Creo que fue a resolverlo antes
de recibir oraciones y tuvo un accidente… Esta es la
dirección que se acaba de investigar…
Lentamente se estaba peinando el cabello cuando
escuchó a San Lang decir: —Necesito acompañarlo
ahora y no puedo ausentarme. Trae esa criatura aquí
antes de mañana por la noche.
La persona con la máscara de cara de fantasma dijo
en voz baja: —Sí. ¿Lo quieres muerto?
San Lang guardó el pincel y miró lo que había escrito.
No parecía estar demasiado satisfecho y lo arrugó en
una bola, arrojándolo a un lado. Solo entonces dijo, lenta
y pausadamente: —Déjalo medio vivo, déjalo escupir
esa cosa, y luego aplasta lentamente su fea cabeza.28
Mientras pronunciaba estas palabras, su expresión y
tono eran del tipo que hacía temblar. Sin embargo,
inesperadamente, Xie Lian no sintió repulsión ni cautela
a pesar de esto. La persona de la máscara fantasma
emitió un ruido de asentimiento sin palabras y se

28
San Lang llama en realidad se refiere a la cabeza de la criatura como su 狗头 [gou
tou], literalmente, cabeza de perro. Perro aquí se usa más como un insulto, por
ejemplo, feo, inútil, etc.
marchó. Inmediatamente, Xie Lian salió corriendo y se
escondió.
Xie Lian fue aún más incapaz de dormir después de
que regresó a su habitación. Recorrió algunas vueltas de
un lado a otro, pensando: — ¿Qué clase de persona es
exactamente San Lang? ¿A qué criatura se refería?
Según lo que había escuchado, parecía que algo
importante había sido tragado por una criatura que había
estado creando problemas y causando desastres
durante mucho tiempo, y San Lang estaba muy enojado.
Pero debido a que tenía que acompañarlo por ahora, no
pudo excusarse para aplastar la cabeza de esa criatura.
Habiendo llegado a este punto, Xie Lian se sintió muy
avergonzado. Este San Lang, realmente lo trató con la
mayor sinceridad.
De repente, una idea cruzó por su mente: ¿por qué
debería simplemente sentarse aquí sin hacer nada?
Además, no podría encontrarse con Hua Cheng por
ahora, y también había estado pensando continuamente
en hacer algo por San Lang, que era un buen Gege.
¿Por qué no ayudarlo a capturar a esta criatura?
Fue una decisión tomada de improviso. Habiendo
decidido como tal, Xie Lian dejó inmediatamente una
carta, escribiendo, San Lang Gege, no te preocupes,
Lian se fue y volverá, etc. Luego, con un salto, abandonó
esa elegante mansión sin hacer ruido.
El autor tiene algo que decir:
Taizi lo llama Gege, Huahua está encantado.
¡E-Ming no estaba tratando deliberadamente de espiar el baño!
¡E-Ming es un buen niño! Es solo que a menudo se bañaba con
Xie Lian anteriormente, por lo que había ido hoy con gran
anticipación. Quién hubiera sabido que iba a ser golpeado.
Capítulo 249
Amnesia (parte cuatro)

L as instrucciones que la persona en la máscara


fantasma había dado no fueron complicadas:
solo dirígete unas pocas li hacia el sur, en cierta
montaña en cierta guarida.29 Xie Lian también confiaba
en que una persona normal no podría igualarlo, como
era ahora, en velocidad, llegaría al lugar más rápido que
el subordinado de San Lang.
De hecho, después de una hora, esperó luchar y matar
al llegar al lugar, pero en su lugar encontró una frenética
batalla en el momento en que entró en la montaña, con
los gritos y aullidos de los espíritus y las bestias.
Finalmente, encontró esa cierta montaña con esa cierta
guarida.
A pesar de que el monstruo parecía tener cierta
influencia, con trescientos o cuatrocientos lacayos

洞府 [dongfu]. Algo como una guarida, pero un dongfu es un poco más que eso.
29

Una descripción más precisa sería, un lugar donde habita un espíritu o una criatura
mágica.
fuertes vigilando la entrada, para Xie Lian, esto no era
diferente de tener solo tres o cuatro lacayos fuertes
vigilando la entrada.
Al principio, le había preocupado que el enemigo fuera
extremadamente fuerte y no actuara precipitadamente,
pero después de vigilar pacientemente la entrada de la
guarida por un tiempo, escuchando la charla ociosa de
los lacayos, descubrió que el monstruo había tenido más
que suficiente estos últimos días.
—… Así es, así es, Shanzhu30 solo logró escapar de
un apestoso cultivador con dificultad. Él31 estaba casi
muerto de miedo y volvió con heridas. En el momento en
que regresó, abandonó su guarida original en un gran
pánico,32 y huyó aquí.
— ¡Ya veo! Me he estado preguntando por qué de
repente nos convocó a todos, así que es porque tiene
miedo de que el cultivador vuelva para vengarse.
—No hay razón para tener miedo. Ese cultivador fue
mordido varias veces por Shanzhu. Incluso si se

30
山 主 [shan zhu]. El título honorífico de los lacayos para el monstruo, encendido.
Señor / dueño de la montaña.
31
Los pronombres chinos se dividen en masculino 他, femenino 她 y género neutral /
it 它 (utilizado para animales u objetos inanimados, no personas), todos ellos
pronunciados como ta. La forma en que los lacayos hablan en chino es más coloquial
y omite los pronombres al referirse a su gran monstruo jefe. Sin embargo, más
adelante en el capítulo, cuando Xie Lian se encuentra con el monstruo, usa el género
neutral 它
屁滚尿流 [pi gun niao liu]. Tan asustado y aterrado que estaba tirando pedos y
32

meando sin parar.


despertara ahora, definitivamente estaría en un lío,
incapaz de encontrar dónde está la dirección norte.
— ¿Cómo puede no tener miedo? Shanzhu tiene unos
pocos siglos de antigüedad y es un monstruo famoso, y
sin embargo, escuché que este cultivador había surgido
repentinamente de la nada, y con dos golpes lo hirió
hasta que su nariz se torció y sus ojos se cruzaron. Si no
fuera por el hecho de que el cultivador parecía tener
alguna lesión en su cuerpo, lo que le dio a Shan-zhu una
oportunidad para aterrizar algunas picaduras, me temo
que Shan-zhu no habría podido regresar.
—Maldita sea, ¿cómo puede un cultivador solitario ser
tan poderoso?
Habiendo escuchado hasta aquí, Xie Lian sintió que
era más o menos suficiente. Salió casualmente y los
saludó calurosamente.
—Hola.
La multitud de pequeños lacayos de monstruos se
sorprendió mucho, y se levantó de un salto, gritando: —
¡¿Quién está allí?!
— ¿De dónde vino este niño bonito?33
Xie Lian esbozó una pequeña sonrisa y, sin perder el
tiempo para explicarlo, se dirigió directamente a la
guarida. Solo se acercó casualmente para agarrar, y
atrapar algunas decenas de ellos; y arrojándolos

33
小 白脸 [xiao bai lian]. Carita blanca, solía describir a un hombre joven con una
cara bonita. No es realmente un cumplido, y generalmente se usa en un contexto
burlón (en el mejor de los casos) o despectivo (en el peor).
casualmente a un lado, los golpeó unas pocas decenas
de zhang.34 Incluso sin energía espiritual, se las arregló
para darle a la multitud de lacayos un susto, hasta que
sus agudos gritos llenaron el aire sin pausa: — ¡¿Qué le
pasa a este niño bonito! ¡Se ve tan gentil! ¡¿Por qué es
tan rudo y violento?!
Y así, de esta manera similar a arrancar hierba
silvestre, Xie Lian entró en la guarida sin obstáculos.
Había estado preparado para una gran batalla con un
gran monstruo, pero quién hubiera sabido que al entrar
a la guarida, lo que vio fue una criatura que había
tomado forma humana, y que estaba rodando por el
suelo, abrazando su estómago y gimiendo y
desconsoladamente.
Al principio, Xie Lian pensó que35 solo estaba
fingiendo, pero volviendo a mirar, no parecía ser el caso.
Su estómago estaba muy hinchado, como si hubiera
tragado algo increíblemente temible, y entonces, Xie
Lian se agachó y dijo: — ¿Qué te pasa?
Tal vez ese monstruo tenía tanto dolor que estaba
delirando, porque al ver a Xie Lian, dejó escapar un gran
grito: — ¡Viniste en el momento correcto! ¡Tú! ¡Ya no
estoy comiendo a nadie! ¡Ya no me atrevo a comer!

34
丈 [zhang]. Una unidad de medida tradicional china. El equivalente moderno es de
unos 10 pies. Así que Xie Lian estaba arrojando a estos monstruos unos pocos cientos
de pies de una sola vez.
35
La oración aquí usa 它. A diferencia de los lacayos del monstruo, Xie Lian parece
tener ningún problema para referirse al monstruo como eso.
¡Nunca más me atreveré! ¡Déjame devolverte lo que me
tragué! No puedo digerirlo, no puedo digerirlo, ¡ah!
Xie Lian dijo: — ¿Me estás confundiendo con alguien
más? No has tragado nada mío, entonces, ¿qué me
estás devolviendo?
Pero ese monstruo continuó rodando por el suelo con
gran dolor, y apenas podía molestarse en responder.
Sintiéndose perdido, Xie Lian procedió a dibujar un
talismán primero, decidiendo capturarlo antes de aclarar
las cosas con él. Pero curiosamente, en el momento en
que abofeteó a ese talismán, ese monstruo se convirtió
inesperadamente en una muñeca daruma grande, con
un estómago mucho más grande y redondo que otras
muñecas darumas, era increíblemente cómico. Xie Lian
lo encontró hilarante y sorprendente. Examinó el
talismán que había dibujado, preguntándose cómo
podría haberse convertido en esto. ¿Dibujó un par de
trazos incorrectamente?
Pero tampoco fue un gran problema. Esta batalla fue
simplemente fácil hasta el extremo, y cuando Xie Lian
emergió de las profundidades de la montaña, el día se
había iluminado. Mantuvo la muñeca daruma en su
manga y corrió hacia la ciudad.
Ahora que había hecho algo por ese San Lang, Xie
Lian se sintió feliz y ya había comenzado a pensar en
cómo le presentaría el monstruo capturado a San Lang.
En secreto, se advirtió a sí mismo que si San Lang daba
una expresión de sorpresa, aún debería mantener un
frente reservado y no revelar nada de su deleite.
Después de haber estado deambulando y corriendo toda
la noche, las piernas de Xie Lian estaban adoloridas y,
por lo tanto, se sentó en un puesto en el camino y tomó
una taza de té gratis para beber.
Mientras bebía, de repente escuchó a alguien detrás
de él, corrió hacia él y gritó: — ¡Xie Lian!
Inmediatamente, Xie Lian dejó la taza de té.
¿Quién era esta persona, para ser tan atrevida como
para llamar directamente su nombre en medio de la calle
principal? Incluso entre la familia real, pocos serían tan
irrespetuosos; ¿No todos se dirigían a él como Taizi
Dianxia con gran deferencia y reverencia?
Girando la cabeza para mirar, esa persona era
inesperadamente un plebeyo. Llevaba una gran caja de
madera y avanzó con grandes pasos, gritando: —
¡Espera! ¡Espera! ¡Olvidaste a Xie Lian! ¡Llévalo
también!
¡Entonces no lo estaba llamando a él, sino a alguien
que tenía el mismo nombre que él! Pero Xie Lian
encontró esto aún más curioso. A pesar de que
realmente no le importaban los tabúes para evitar
nombres y cosas así, el pensar que alguien se atrevería
a tener exactamente el mismo nombre que él, ¡fue
sorprendente!
Pero inmediatamente se dio cuenta de que el Xie Lian
del que hablaba esa persona no era un humano.
Un hombre estaba sentado cerca de Xie Lian. La
persona que llevaba la caja se acercó y se sentó junto a
este hombre. Palmeó la caja de madera y dijo: —He
traído a Xie Lian. ¡Recuerde llevarlo con esa persona a
la que su familia sirve hoy! No descartes la superstición.
¡Si no los exhibes juntos, habría mucha mala suerte!
—Sí, sí. Naturalmente, lo sé…
Xie Lian simplemente no pudo soportarlo más, y abrió
la boca, diciendo: —Disculpe…
Como uno, las dos personas volvieron la cabeza y lo
miraron. Xie Lian dijo: —Por favor, perdona a este por
ser presuntuoso. Disculpe, ¿qué hay en esta caja?
Esa persona dijo: — ¿No lo he dicho ya? Es Xie Lian
quién está dentro.
Xie Lian no entendió: —Pero... ¿No es Xie Lian… Taizi
Dianxia?
Las dos personas parecieron encontrarlo muy
divertido, diciendo: —Nadie dijo que él no era el príncipe
heredero ah. Siempre lo fue para empezar. ¡Mira!
Diciendo eso, abrió la caja.
Los ojos de Xie Lian se abrieron. Inesperadamente,
dentro de esa caja de madera, había un pequeño altar
de adoración, y dentro de ese altar había una estatuilla
simple y rústica de un dios, de un cultivador vestido de
blanco con un sombrero de paja en la espalda.
No lo reconoció.
...Xie Lian fue completamente incapaz de
comprenderlo, y dijo: — ¿Estás diciendo que esta
estatuilla es del príncipe heredero de XianLe, Xie Lian?
— ¿Quién más?
Otras personas habían comenzado a reunirse, una
tras otra, la mitad de ellos mirándolo como si fuera un
raro: —Ustedes, los jóvenes, son realmente extraños, y
también se ve como un cultivador, entonces, ¿cómo es
que no lo sabes? ¿Ni siquiera sabes algo tan simple?
La otra mitad miraba esta estatuilla de un dios: —
¡Guau! ¡La talla de este inmortal recolector de chatarra
no está mal! Parece bastante lamentable.
—Sí, lleno de tragedia y aflicción. ¡Una mirada e
inmediatamente sientes que es una especie de
desgracia!
— ¡Bien, bien! Mientras más feo se vea ahora, se vería
aún mejor cuando ese otro lo ayudara a superarse.
Muéstrelos juntos durante ocho días como máximo y los
resultados se mostrarán.
—...
Con ignorancia, Xie Lian dijo: — ¿Recolector de
chatarra inmortal? ¿Cómo se convirtió en un inmortal
recolector de chatarra?
La multitud circundante dijo: —Cultivador, realmente
eres muy extraño, ¡ah! ¡Xie Lian siempre fue un inmortal
recolector de chatarra para empezar!
—...
Xie Lian generalmente no era alguien que se enojaba
fácilmente, pero en ese momento, se sintió un poco
molesto.
Cualquiera que escuchara a otras personas reírse y
burlarse de ellos por recoger restos no se sentiría muy
feliz por eso. En un momento, se puso de pie, y con voz
profunda dijo: — ¿Todos tienen algunas insatisfacciones
con la familia real de XianLe? Incluso si lo tienen, la
forma en que insultas al príncipe heredero de esta
manera, no está de acuerdo con la etiqueta.
La multitud se miró y se rió de él, diciendo: — ¿Qué
estás diciendo? ¿De acuerdo con la etiqueta de qué
país? ¡El país de XianLe fue destruido hace más de
ochocientos años!
—...

Una hora más tarde, Xie Lian todavía estaba un poco


confuso mientras caminaba por la calle principal.
Fue demasiado aterrador. Todo lo que acababa de
descubrir era simplemente demasiado aterrador en lo
que a él respectaba.
— ¿Cómo se destruyó el país XianLe? ¿No están aún
vivos y bien los reyes, mi padre y mi madre? ¿Y cómo
podría haber sido destruido por mí? ¿Perdí una batalla?
¿Destruí mi país? ¿Y fui desterrado dos veces? ¿Me
convertí en un recolector de chatarra?
Se cuestionó una y otra vez, y se dijo una y otra vez:
era imposible. Imposible. ¡Imposible!
Intentó convencerse a sí mismo: —Todo esto
simplemente no es real, debe haber algún villano
causando problemas detrás de escena.
Sin embargo, todo parecía extraño: los acentos
extraños, la ropa extraña y los edificios extraños, e
incluso los extraños Feng Xin y Mu Qing, todos le decían
que esto no era una pesadilla, y que este lugar tampoco
era un espejismo. Ningún demonio o monstruo habría
sido capaz de crear una ilusión tan vasta y realista.
Ochocientos años realmente habían pasado.
¿Cómo podrían haber pasado ochocientos años?
¿Cómo se volvió así después de ochocientos años?
El país de XianLe fue destruido; su padre y madre
estaban muertos; Feng Xin y Mu Qing habían ascendido.
Y él se había convertido en un recolector de chatarra.
¿Cómo se volvió así?
No podría ser así. ¡No debería haber sido así!
Xie Lian caminó cada vez más rápido, hasta que, al
final, comenzó a correr, como si una vasta e ilimitada
oscuridad lo apretara con fuerza, a punto de devorarlo.
De repente, apareció una silueta roja, y una figura
larguirucha apareció ante sus ojos, diciendo: —
Daozhang, ¿a dónde fuiste? Te busqué alto y bajo
durante mucho tiempo.
Era San Lang. Todavía estaba sonriendo, y cuando
dijo eso se acercó y tomó la mano de Xie Lian, pero al
verlo, Xie Lian sintió que se le erizaba la piel de gallina y
gritó en voz alta: — ¡No te acerques a mí! !
Su grito tuvo un efecto inmediato. San Lang hizo una
pausa, pero su expresión no cambió. Él dijo: — ¿Qué
pasa?
Xie Lian apretó los puños con fuerza y dijo fríamente:
— ¿Quién demonios eres? ¿Qué planeas hacer?
San Lang dijo: —Pensé que ayer nos habíamos
llevado bastante bien y que ya no nos importaban esas
pequeñas molestias.
Xie Lian dijo: —Me mentiste.
Después de un momento de silencio, San Lang dijo: —
Así que ya lo sabes.
Xie Lian dijo: —Ya sé que ahora... Es ochocientos
años después.
Por lo general, no habría tardado tanto antes de darse
cuenta de que esas cosas no estaban del todo bien, pero
esta persona deliberadamente le había ocultado cosas,
manteniéndolo encantado, engañado y confundido
hasta que ni siquiera pudo haber descubierto qué
camino estaba hacia el norte; de lo contrario, ¿cómo
podría haber descubierto la verdad solo después de un
día?
San Lang dio un paso hacia él, diciendo: —Dianxia.
Xie Lian retrocedió muchos pasos más y gritó: — ¡No
te acerques! ¡Si te acercas, te golpearé!
Tanto su voz como su cuerpo temblaban. Xie Lian
estaba extremadamente aterrorizado.
De lo que estaba aterrorizado no era de un demonio o
monstruo, ni del hombre ante él que podía significar el
bien o el mal. Estaba aterrorizado de todo este mundo
extraño. En este mundo, no tenía gloria de la que podía
estar orgulloso, sin súbditos leales, sin sus padres que
lo amaban mucho, sin su propio país, sin creyentes que
lo amaran y respetaran. ¡Nada, nada, no tenía
absolutamente nada!
Pero San Lang dio un paso más hacia él, diciendo: —
No tengas miedo, Dianxia.
—...
Al escuchar esta frase, la expresión de Xie Lian
cambió.
De repente recordó, dentro de esos recuerdos
fragmentados, el hombre que dijo con voz grave al oído:
—No tengas miedo, Dianxia.
¿Cómo podría no haberse dado cuenta?
¡La forma de hablar y la voz de ambos hombres eran
idénticas!
Tan enojado estaba Xie Lian que tembló cuando dijo:
—Eres tú... Eres realmente tú...
Pensando en cómo esta persona lo había engañado y
guiado en círculos, mientras que no sentía nada más
que gratitud y estaba lleno de buenos sentimientos, e
incluso lo llamó Gege, Xie Lian no pudo soportarlo, y su
ira se disparó. Él arremetió con rabia, gritando: —
¡Mentiroso!
Este golpe golpeó directamente el pecho de San Lang.
Xie Lian se preparó para atacar por segunda vez, pero
descubrió que de alguna manera no podía moverse.
¡Era su propio cuerpo, lo que lo detenía!
Xie Lian no podía entender lo que estaba pasando,
pero San Lang había agarrado su mano. Xie Lian se
sobresaltó, e inmediatamente gritó desarticulado: — ¡No
me toques! Tú, mentiroso, me mentiste. Nunca te
volveré a creer. Tú…
Pero San Lang dijo en voz baja: —Dianxia, créeme.
Xie Lian gritó enojado: — ¡Nunca te creeré!
¡Enfermo…!
Sin embargo, al igual que la forma en que se detuvo
su ataque, el nunca lo haré, que debería haber seguido,
de alguna manera no podía salir de sus labios.
La preocupación y el dolor en los ojos de este hombre
era completamente y llanamente genuino. Cualquiera
que hubiera visto a una persona mostrar tal expresión a
otra persona, ya no sospecharía de su sinceridad.
Como deseando apartar a Xie Lian lejos de este
mundo extraño que lo aterrorizaba, San Lang finalmente
lo abrazó, sus labios besaron su cabello ligeramente, y
con una voz cálida y gentil, dijo: —No tengas miedo,
Dianxia Todo está en el pasado. Dianxia, lo has logrado.
—...
Después de un largo rato, el cuerpo de Xie Lian
finalmente se suavizó.
Ahora, dejando a un lado toda su vergüenza y
frustración, y pensando cuidadosamente: dentro de las
escenas fragmentadas de su sueño, la voz del hombre
que lo había llamado siempre había sido cálida y gentil
hasta el extremo, sin siquiera una pizca de coerción.
En cuanto a sí mismo... A pesar de que había
suplicado piedad y lloró, al escucharlo, se dio cuenta de
que ni siquiera había un indicio de falta de voluntad. Era
solo que, antes de ahora, no había estado dispuesto a
enfrentarlo directamente, por lo que no lo había
descubierto.
Al menos Xie Lian finalmente supo por qué, en el
momento en que vio a este hombre, no pudo evitar
querer confiar en él. Desafortunadamente, el él, después
de ochocientos años, tenía una relación con San Lang
que... no era del todo simple.
Dejó de luchar por completo contra su cuerpo, y siguió
el deseo de su corazón, enterrando su rostro contra el
pecho de San Lang. Él dijo, su voz amortiguada: —
Nosotros…
San Lang dijo: —Hum.
Después de un largo silencio, Xie Lian murmuró: —
¿Por qué... de repente olvidé todo lo que sucedió en
estos ochocientos años?
San Lang dijo: —Es mi culpa. El día anterior, de
repente recibiste una oración en medio de la noche y te
fuiste con demasiada prisa. No te ayudé a restaurar tu
energía espiritual, y no te dije a tiempo que cuando el
monstruo te muerde, se traga recuerdos.
Xie Lian dijo: —Entonces esto simplemente no fue tu
culpa. Fui yo quien fue descuidado.
San Lang dijo: —Dianxia nunca tendría la culpa.
Xie Lian forzó una sonrisa, luego dijo de nuevo con
desánimo: —Entonces, San Lang, ¿cómo... causé la
destrucción del país de XianLe?
Después de todo, había atesorado tanto a su gente, y
había sido su ambición que XianLe continuara
prosperando por otros mil años.
San Lang lo abrazó aún más fuerte y dijo con
convicción: —No fue tu culpa.
Xie Lian murmuró: — ¿Cómo fallé tanto? ¿Cómo me
convertí en esto?
¿Quién no comenzó por querer lograr grandes
hazañas que moverían los cielos y la tierra y vivirían a
través de los siglos? Si bien tal vez solo una de cada
millón de personas realmente podría hacer realidad este
sueño, Xie Lian nunca había dudado de que él sería ese
uno en un millón.
Quizás esta fue la razón por la cual San Lang no le
había dejado descubrir que habían pasado ochocientos
años.
San Lang dijo: —No fallaste.
Xie Lian sacudió la cabeza y dijo: —Pero ya no tengo
creyentes.
San Lang dijo: —Lo tienes.
Solo pensarlo hizo que Xie Lian se afligiera. Él dijo: —
Soy un inmortal que recoge chatarra. Recojo sobras. Por
supuesto, nadie sería mi creyente, y nadie me tomaría
como un dios. ¿Quién respetaría a un inmortal recolector
de chatarra?
Esto era completamente diferente a lo que había sido
su sueño.
Pero San Lang dijo: — ¿No te lo he dicho ya? Tienes
un creyente.
Xie Lian levantó la cara. San Lang le dedicó una
pequeña sonrisa y dijo: —Dianxia, dije que podrías
conocer a Hua Cheng muy pronto. En este momento, lo
has conocido.
—...
Xie Lian levantó la cabeza y, mirándolo a la cara, dijo,
un poco confundido: —San Lang, tú... ¿cuándo me
conociste?
Hua Cheng dijo: —Desde hace mucho, mucho tiempo,
incluso antes de que hayas ascendido.
Xie Lian parpadeó lentamente.
Hua Cheng dijo nuevamente: —Dianxia, quizás el tú
de ahora podría sentir que el tú después de ochocientos
años es un gran fracaso. Quizás te sientas
decepcionado e incapaz de aceptarlo. Pero por favor
créeme, no es así.
Su brillante ojo izquierdo miró a Xie Lian, y la mirada
en su ojo era tan suave y gentil como su voz.
Él dijo: —Me salvaste. Siempre te he observado.
—En este mundo hay innumerables personas que
tienen más éxito que tú, pero ninguna de ellas pudo
haberme salvado como tú, y ninguna de ellas pudo
haber hecho esas cosas que hiciste.
—No tienes idea de cuánto coraje me diste, para que
me convirtiera en el yo de ahora.
—En mi corazón, eres para siempre mi único dios.
Xie Lian dijo: —Y tú eres para siempre mi creyente
más devoto.
Apenas había terminado de hablar, cuando volvió en
sí. Esa frase que acababa de decir, era algo que
instintivamente había dicho en el momento como
respuesta, como si hubiera escuchado una promesa tan
preciada antes. Pero San Lang comenzó a sonreír,
levantó la mano, besó el dorso de la mano y dijo: —Sí.
—...
Después de un largo rato, Xie Lian parecía haber
tomado una decisión, y recuperó la muñeca daruma del
monstruo de su manga, diciendo: — ¿Fue este monstruo
el que se tragó mis recuerdos?
Hua Cheng recibió a ese monstruo y dijo: —Así que
fue Dianxia quien destruyó su nueva guarida.
Xie Lian asintió con la cabeza y dijo: —Para recuperar
mis recuerdos, tendría que liberarlo aquí, ¿verdad?
Dentro de la palma de Hua Cheng, esa muñeca
daruma abrió su gran boca. De su boca salieron algunas
motas de luz, como luciérnagas, que volaron y rodearon
a Xie Lian. Hua Cheng dijo: —Atrápalos, y podrás
recuperar esos ochocientos años de recuerdos.
Al escuchar esto, Xie Lian extendió su mano hacia
ellos. Sin embargo, justo antes de tocarlos, se detuvo.
Recuperar estos ochocientos años de recuerdos sería
como revivir esos ochocientos años, una vez más
experimentando todo lo que había sucedido: la agonía
de las cien espadas apuñalando su corazón, la
vergüenza de haber sido derrotado por completo, la ira
de ser impotente y incapaz de hacer nada.
Aunque sabía que todo esto terminaría en un
momento, las yemas de sus dedos aún temblaban
ligeramente.
Hua Cheng se paró detrás de él, dejándolo sentir como
si su espalda estuviera apoyada contra una pared
resistente. Escuchó la voz de Hua Cheng detrás de él.
—No tengas miedo, Dianxia.
Xie Lian echó la cabeza hacia atrás un poco y Hua
Cheng le rodeó la cintura con los brazos y le dijo: —
Créeme. No importa cuánto tiempo tome, siempre te
esperaré. Todavía me verás de nuevo.
Así era. Todavía se encontrarían de nuevo.
Y así, Xie Lian extendió su mano hacia las luces.
Como estrellas, las motas de luz se disolvieron en la
punta de sus dedos. Había un gran brillo ante sus ojos,
como si algo ardiente se acercara. Antes de que esa luz
brillante lo alcanzara, Xie Lian dijo: —Estoy muy feliz de
haberte conocido.
Después de decir esta frase, las motas de luz se
disolvieron en su cuerpo y desaparecieron. Xie Lian cayó
lentamente hacia adelante y fue atrapado por Hua
Cheng.
Después de un largo rato, Xie Lian finalmente
comenzó a moverse. En el momento en que abrió los
ojos, Hua Cheng dijo en voz baja: — ¿Gege?
Xie Lian lentamente sonrió levemente, extendió una
mano, acariciando la cara de Hua Cheng, y dijo: —... Nos
vemos de nuevo.
Hua Cheng también comenzó a sonreír y dijo: — ¿No
lo dije? Créame.
Xie Lian suspiró y dijo: — ¿Cuenta esto como que nos
hayamos esperado nuevamente durante otros
ochocientos años?
Hua Cheng dijo: — ¿No lo dije también? No importa
cuánto tiempo tome, siempre te esperaré. Sin
embargo…
Tiró de Xie Lian hacia arriba. Los dos se quedaron
frente a frente, y Hua Cheng sostuvo su mano con
fuerza, diciendo con una sonrisa: —En este momento,
no quiero que nos separemos de nuevo ni siquiera por
un momento.
No había forma de cambiar el pasado.
Hace ochocientos años, Xie Lian, de diecisiete años,
orgullo de todos, no tenía forma de saber qué le
deparaba el futuro. El destino le había dado dos puertas.
El camino de un dios marcial dejó una impresión fugaz
pero indeleble; En un breve momento un demonio se
había encontrado con un inmortal en un puente. Y había
abierto las dos puertas.
Después de eso, estaba solo en las turbulentas
oleadas de ser impotente e incapaz de regresar al cielo,
y luchó para ganarse la vida a través de esos largos y
tortuosos años. Dolor, ira, desilusión, odio,
desesperación, locura. Un corazón tan indiferente como
las cenizas muertas.
Y después de eso, las cenizas muertas volvieron a la
vida.
Sin embargo, todo eso ya estaba en el pasado.

—Gege, bienvenido de nuevo.


—Hum…
—Mira, dije que me volverías a encontrar. No te mentí.
Xie Lian dirigió una mirada a Hua Cheng y dijo: — ¿En
serio?
Hua Cheng sonrió levemente y dijo: —Por supuesto.
¿Cuándo he mentido a Dianxia? Gege, yo…
—...
—…
Xie Lian metió la mano en el pecho de la túnica de Hua
Cheng y sacó un trozo de papel, leyendo en voz alta.
—Habiendo recibido el cuidado de San Lang-Gege,
Lian no tiene forma de pagarle, y estoy dispuesto a
agotar lo poco de poder que tengo, para ayudar a Gege
a resolver sus problemas, y así lo dejaré por un tiempo.
Que San Lang no se preocupe, porque Lian regresará
poco después de irse.
San Lang levantó una ceja, se llevó las manos a la
espalda y no habló. Después de que Xie Lian terminó de
leer en voz alta, copió los modales de Hua Cheng y
levantó una ceja, diciendo: —San Lang-Gege, buen
Gege, realmente eres bueno ah.
Hua Cheng se echó a reír y dijo: —Ya sea que sea
bueno o no, ¿no fue claro en este punto desde el
principio?
La cara de Xie Lian se puso ligeramente roja, y dijo
vagamente: ...No estoy seguro de lo que estás hablando.
En cualquier caso, has ido demasiado lejos en estos dos
días, y debes reflexionar.
Hua Cheng dijo con seriedad: —Gege, no seas así.
Estos dos días, te he estado tratando constantemente
con cortesía y decoro, y resistir ha sido muy duro para
mí.
Xie Lian dijo: — ¿Cuándo me trataste con cortesía y
decoro? Claramente... claramente... —Claramente se
burló de él, y se burló con gran deleite. Pensando en
cómo, en esos dos días, se había convertido en el
ingenuo, tonto y mimado muñeco de diecisiete años,
sacudido y volteado de un lado a otro mientras Hua
Cheng jugaba con él... cuando Xie Lian recordó una vez
más lo que sucedió con perfecta claridad fue
simplemente incapaz de mirarse directamente a sí
mismo, y no pudo evitar gemir y masajearse las sienes.
Su expresión completamente seria cuando Hua Cheng
dijo: —Realmente, incluso si me regaña como un
despreciable, desvergonzado, imbécil indecente, San
Lang no tiene quejas ni arrepentimientos.
—...
—Si Gege no está contento, puede seguir
reprendiéndome. A San Lang no le importa.
Xie Lian simplemente no pudo escuchar más.
Masajeando sus sienes, se escabulló. Cuando Hua
Cheng volvió la cabeza, la otra persona había
desaparecido. Él dijo: —¿Gege? ¡No huyas, está bien,
es mi culpa, Gege!
— ¡No llames más a Gege!
El autor tiene algo que decir:
Con respecto a lo que había dicho Xueyu Tanhua36 sobre querer
aplastar la cabeza fea del monstruo, ese monstruo fue mantenido
por ellos, y un cierto día después de recibir el permiso de Xie Lian
lo usó una vez y el malvado sueño de Hua Chengzhu finalmente
se hizo realidad, ¡pero esto es algo que sucedió más tarde!

36
血雨 探花 – Lluvia Sangrienta buscando una Flor
Capítulo 250
El cuento de cuna del Rey
Fantasma

H
ua Cheng estaba enfermo.
Aunque era una pequeña enfermedad, el
hecho que un rey demonio pudiera quedar
verdaderamente enfermo era muy curioso e inesperado.
Siendo esa la situación, cuando Xie Lian retornó al
Templo Qiandeng, y fue a revisar los ejercicios de
escritura de Hua Cheng como era usual, pero en vez de
eso vio que el rostro de Hua Cheng estaba un poco
enrojecido y quedó muy preocupado.
Después de recostar a Hua Cheng en el altar – sí, solo
la noche anterior ambos tuvieron una ronda en este
amplio y espacioso altar, después de todo, no había
ninguna estatua – Xie Lian alcanzó su mano, y luego de
revisar sus mejillas y frente, se preocupó más: —Esto
está muy caliente.
Hua Cheng sonrió y dijo: —Yo naturalmente me pongo
caliente cuando veo a Gege y cuando Gege me toca me
pongo aún más caliente.
Xie Lian no supo qué decir, fingió rápidamente que su
rostro estaba rojo de exasperación, diciendo: —Tu boca
es tan deshonesta incluso cuando estás enfermo.
Hua Cheng inocentemente respondió: — ¿Qué dije?
Soy muy honesto. Gege, no te preocupes, esto es una
cosa pequeña, no es de gran importancia.
Pero Xie Lian podía oír como la voz de Hua Cheng era
más baja y más ronca que lo usual, una pequeña arruga
apareció entre sus cejas mientras dijo: —Entonces
deberías descansar apropiadamente. Te acompañaré
aquí por estos pocos días hasta que mejores.
Diciendo eso, tomó el pincel, la tinta, el papel que Hua
Cheng había estado usando para sus prácticas de
escritura y las llevó al lado del altar. Hua Cheng tocó el
lugar al lado de él, diciendo: —Gege, ¿no me
acompañarás en el altar?
Una vez que subiera al altar, podía olvidarse de tener
algún descanso por el resto de estos días.
Xie Lian dijo con tacto.
—Es mejor que no, mi San Lang ya se ha sobre
esforzado
Hua Cheng dijo riéndose: —Tonterías, si es Gege,
¿por qué San Lang temería sobre esforzarse?
Xie Lian decidió ya no seguirle el juego, se concentró
en escribir líneas de práctica (para que Hua Cheng
copiara). Hua Cheng volteó su cuerpo, sostuvo su mejilla
en su mano y se quedó mirando el rostro de Xie Lian.
No importaba cuántas veces esto pasara, Xie Lian
siempre se sonrojaría bajo su mirada. Él dijo
incómodamente: —…San Lang, mira a las líneas de
práctica, no a mí.
Hua Cheng suspiró y dijo: —Gege, para ser franco, mi
cabeza me duele al momento en que miro esta
nimiedad, pero porque está escrita por Gege, no puedo
soportar no mirar. Quién sabe, quizá esta enfermedad
fue causada por mirar muchas líneas de práctica.
Xie Lian dijo: —Desde cuándo hay tal enfermedad.
Hua Cheng riendo dijo: —Qué te parece si mejor miro
a Gege, Gege se ve mucho mejor que estas líneas de
práctica, quién sabe, quizá si miro más, me recupere.
Xie Lian no supo qué decir, y sin embargo quería reír,
bajó el pincel de tinta, sacudiendo la cabeza mientras
decía: —Porqué eres más aficionado a hablar tonterías
estos días… nada apropiado sale de tu boca. Muy bien,
entiendo, te escucharé. En vez de mirar a las líneas de
práctica, ¿qué debemos hacer?
Hua Cheng dijo: —En realidad no tenemos que hacer
nada, solo quiero que me acompañes, no tomará mucho
hasta que mejore.
Xie Lian tocó su frente otra vez. Aunque esta persona
tenía un varonil y guapo rostro, la manera tierna y
mimada en que actuaba ahora hizo a Xie Lian pensar en
un pequeño niño que se enterraba a sí mismo en un
cálido nido de colchas de invierno y asomaba su rostro
rojo, haciendo que su corazón se enterneciera con él.
Después de pensarlo por un momento dijo: —Qué te
parece esto: en esta ocasión, recogí esta cosa hoy.
Alcanzó dentro de sus mangas y pescó algo, diciendo,
—Este es un viejo, ya no más querido, libro que recogí
hoy, el cual estaba a punto de leer. Déjame leerte una
historia.
En sus manos había un muy viejo y pequeño libro,
andrajoso, sus páginas amarillentas, con esa curiosa
esencia de libros y tinta. Debió haber sido leído
innumerables veces.
Pero Hua Cheng dijo: —No quiero escuchar.
Xie Lian preguntó curioso.
—¿Por qué?
Hua Cheng respondió con flojera.
—Después de todo, no importa cómo lo presentes,
todo son historias de otros oficiales celestiales y yo sé
todo acerca de sus inservibles e irrelevantes acciones.
Y no es nada que valga escuchar, ¿por qué molestaría
a Gege para específicamente leérmelas a mí?
Eso también era cierto. Después de todo, Hua Cheng
era el hombre que más entendía la historia oscura de los
tres reinos. Él dijo: —Si Gege debe leerme algo, ¿por
qué no algo más? Como una historia acerca de ti.
Xie Lian sonrió diciendo: —De mis asuntos, ¿hay
alguien más aparte de ti que sepa más de ellos, o que
haya visto más que tú?
Hua Cheng dijo: —Entonces dímelos otra vez. Quiero
escuchar. Nunca será suficiente, no importa cuánto
escuche.
Xie Lian sabía que lo decía en serio y cuidadosamente
peinó los cabellos por la mejilla de Hua Cheng. Le dio
una mirada casual al libro y de repente exclamando dijo:
—San Lang, este libro parece ser escrito acerca de ti y
de mí.
— ¿Qué?
Xie Lian ojeó el libro otra vez, diciendo: —Es cierto.
Hay muchas referencias a un gran Rey Fantasma en
túnicas rojas y recolector de basura inmortal. ¿No son
estos tú y yo?
Hua Cheng también parecía interesado, diciendo: —
¿Oh? ¿Y qué dice?
Xie Lian también sentía curiosidad del por qué las
personas habían hecho una historia acerca de él y Hua
Cheng, así que abrió la colección de cuentos, y comenzó
a leérselos a Hua Cheng.
—Había una vez hace mucho tiempo, un gran Rey
Fantasma que amaba usar túnicas rojas. Aunque el gran
Rey Fantasma era muy poderoso y había acumulado
unas cuantas montañas de oro y plata, él era muy infeliz.
Esto era porque se sentía muy solo, y deseaba
fuertemente por una esposa para él…
—…
Xie Lian soltó una pequeña carcajada, no siéndole
posible continuar leyendo, diciendo: —Un solitario Rey
Fantasma esperando en un nido vacío… jajaja…
jajajaja…
Hua Cheng levantó una ceja, diciendo: —Eso no es
incorrecto. En ese tiempo Gege no estuvo cerca y yo
estaba muy solo.
El rostro de Xie Lian se calentó y continuó leyendo.
Había una vez hace mucho tiempo, un gran Rey
Fantasma que amaba usar túnicas rojas. Aunque el gran
Rey Fantasma era muy poderoso, y había acumulado
unas cuantas montañas de oro y plata, él era muy infeliz.
Esto era porque se sentía muy solo y deseaba
fuertemente por una esposa para él.
Pero él esperó por unos cuántos cientos de años y aún
no conocía el corazón de su persona amada. Por lo
tanto, le consultó a un antiguo inmortal quien era muy
talentoso en calcular la fortuna.
— ¿Dónde está mi esposa?
El viejo inmortal le dijo: —Te encontrarás a la persona
que esperas en una montaña. Tu esposa estará vestida
en ropa nupcial, y será traída para casarse contigo en un
carruaje de bodas.
El gran Rey Fantasma estaba determinado a encontrar
a su esposa, así que fue a esa montaña, donde esperó
pacientemente.
En esas épocas, en algún lugar muy lejano, había un
inmortal Recolector de chatarra.
El inmortal recolectaba basura y baratijas, y como tal
era el más pobre de los oficiales celestiales, incluso más
pobre que la mayoría de mortales.
Pero aunque era muy pobre, era muy bueno. Un día,
en su camino de regreso de recolectar basura, vio a una
doncella llorando al lado del camino, y le preguntó: —
Doncella, ¿qué es lo que la puso triste?
La doncella lloró mientras dijo: —Me casaré, pero en
el día de mi boda necesitaré cruzar una montaña, y en
esa montaña vive un novio fantasma, quien atrapa a las
novias que pasan. Solo unas cuántas han sido
rescatadas, ¡yo seré raptada y asesinada!
El inmortal recolector de chatarra sintió gran simpatía
por ella, y también estando determinado a ayudar a las
personas a deshacerse del peligro, decidió tomar el
lugar de la novia en la procesión nupcial, y matar al
monstruo.
El inmortal recolector de chatarra tenía dos amigos.
Uno de ellos era muy malhumorado, y el otro era
mezquino, así que hay que diferenciarlos llamándolos
malhumorado inmortal y mezquino inmortal. Mientras
discutían entre ellos, le dijeron al Inmortal recolector de
chatarra: —Ese novio fantasma debe ser el gran Rey
Fantasma, con un terrible temperamento, y también muy
astuto, con una gran aversión hacia dioses e inmortales.
Si te atrapa, ¡definitivamente te comerá!
Pero el inmortal insistió en ir, y así, hicieron un arreglo
nupcial parta el inmortal. En el día de la procesión de
bodas se puso en marcha, el inmortal usaba un conjunto
de hermosas túnicas nupciales, que se había prestado
de la Señora Feng Shi, se disfrazó de novia, se sentó en
la silla de sedan, y fue cargado a la montaña por el par
de discutidores amigos.
Levantando su velo para mirar, el inmortal descubrió
para su sorpresa que el gran Rey Fantasma era
inesperadamente un extremadamente guapo joven.
Y lo que le hizo sorprenderse más, era que el joven
novio era muy atento, y parecía que había tenido un
buen cuidado desde niño, cálido, gentil y cuidadoso. Él
no deshizo su fachada humana para revelar su
fantasmal (cara verde y con dientes afilados) verdadera
cara, y tampoco lo forzó a hacer algo malo. De hecho,
no se parecía al aterrador gran rey demonio de las
leyendas.
La montaña era muy grande, y el gran Rey Fantasma
llevó al inmortal a su guarida, diciéndole: —De ahora en
adelante, yo soy tu esposo, y tú mi amado esposo. Esta
montaña entera me pertenece a mí y ahora te pertenece
a ti también, puedes ir a donde quieras a explorar. Pero
recuerda, en la parte detrás de la montaña hay dos
casas a las que nunca debes entrar.
El inmortal preguntó: — ¿Por qué?
El Rey Fantasma quien era el esposo respondió: —
Ese es mi secreto, no necesitas saber. Pero, incluso si
quieres ir allí, tampoco serás capaz de hacerlo, porque
he construido barreras delante de esas dos casas, y
debes tener algo de mi cuerpo para poder pasar a través
de las barreras.
El inmortal continuó preguntando.
— ¿Qué cosas?
El Rey Fantasma respondió: —Una de las casas
contiene basura sucia, y debes usar algo de mi cuerpo
que puede ser tocado, mucho de eso, para abrir la
barrera; la otra de las casas contiene un tesoro mágico
poderoso, y debes usar algo de mi cuerpo que no puede
ser tocado, pero que es muy caliente, para abrir la
barrera.
Por supuesto el inmortal no lo escuchó. Aunque
pretendió ser muy obediente cuando estaba frente al
gran Rey Fantasma, en el momento que este se alejó, él
a escondidas voló hacia la parte de atrás de la montaña.
En efecto, como lo esperaba, de la casa que contenía
basura sucia, vinieron terroríficos gritos y llamadas de
ayuda.
El inmortal sospechó que las novias desaparecidas
estaban todas encarceladas ahí, y así, él estaba
determinado a robar algo del cuerpo del gran rey
demonio para abrir esa misteriosa casa.
Pero, ¿qué podía robar?
El gran Rey Fantasma tenía una cabeza con cabello
negro y lustroso, que a veces dejaba suelto, y que a
veces tenía atado torcidamente. El primer plan en que el
inmortal pensó era robar algunas hebras de su cabello
todos los días.
Así, el preguntó: —Por favor, ¿podemos vivir juntos en
la misma casa?
El esposo dijo muy atento: —Por supuesto que
podemos. Somos esposos después de todo.
Y así, de esta manera ellos se mudaron juntos a la
misma habitación. Pero aunque dormían en la misma
cama, el inmortal rechazaba dejar que el novio se quitara
sus ropas, y así, el gran Rey Fantasma se abstenía de
tocarlo de buena gana.
Pero, como el inmortal había descubierto muy rápido,
ni un solo cabello del novio se caía. No importaba si él lo
ayudaba a peinarse todas las mañanas todos los días, o
mientras dormían en la noche, en la almohada, en la
cama, en el piso, en el peiné, ninguno de ellos tenía una
sola hebra de cabello.
Esto era frustrante. El inmortal se apoderó de su
espada, y pensó en esperar a que el gran Rey Fantasma
se duerma antes de usar la oportunidad para cortar un
mechón de cabello. Pero el gran Rey Fantasma era muy
vigilante, y en el momento que se acercaba, el gran Rey
Fantasma abría los ojos. Y aunque el inmortal era
atrapado con las manos en la masa, permaneció muy
calmado. Para prevenir que el gran Rey Fantasma
sospechara de él, inmediatamente se cortó un mechón
de su propio cabello y se lo dio.
Recibiendo esto, el gran Rey Fantasma estaba muy
feliz.
Muy pronto, el agudo inmortal pensó en otro plan. Él le
dijo al gran Rey Fantasma: —Por favor, ¿puedo
besarte?
El esposo dijo complacido: —Por supuesto que
podemos. Somos esposos después de todo.
Y por lo tanto, el inmortal tomó la iniciativa para
abrazar al novio fantasma y lo besó por un gran
momento con mucha fuerza, antes de finalmente probar
un poco del sabor del novio fantasma. Luego cerró
rápidamente su boca y corrió a la parte de atrás de la
montaña.
Pero antes que llegara, descubrió que esto igual no
funcionaba. Esto era porque él necesitaba mucho de ese
algo, lo que tenía no era suficiente. Todavía no podía
entrar a la casa, solo podía asomar su cabeza, pero su
cuerpo no tenía forma de entrar.
El ropavejero inmortal se sintió un poco abatido. Él
originalmente pensó que sería fácil robar algo del cuerpo
del gran Rey Fantasma, y nunca pensó que sería así de
difícil.
Recordó a su buena amiga, la Dama Feng Shi y por
eso fue a visitarla al Tempo Feng Shi, donde le preguntó:
— ¿Qué más puedo hacer para conseguir algo del
cuerpo del gran Rey Fantasma que pueda ser tocado, y
mucho de eso también?
La Dama Feng Shi dijo: —¡Dah! Eso es muy simple.
Toma la forma de una mujer, ¡consuma el matrimonio y
así lo tendrás!
El inmortal negó con su cabeza frenéticamente. Su
método de cultivación inmortal tenía una regla, que una
vez que perdiera su virginidad, sus poderes sufrirían un
gran daño. ¿Cómo podía llevar a cabo este plan?
En ese momento, el Señor Shui Shi regresó y
habiendo escuchado lo que había dicho la Dama, gritó
amargada mente.
—Indignante! ¿Cómo puedes decir algo tan inmoral?
Una vez que el Señor Shui Shi estaba molesto, él
usaría dinero para apalear a las personas hasta la
muerte, y así el inmortal recolector de chatarra huyó
rápidamente. Mientras corría, pensó en sus dos muy
buenos amigos, el malhumorado inmortal y el mezquino
inmortal, los buscó y les preguntó qué debía hacer.
El malhumorado inmortal y el mezquino inmortal
estaban otra vez discutiendo, y mientras discutían le
dijeron las malas noticias: porque muchas personas
habían sido capturadas, ¡los oficiales del cielo estaban a
punto de atacar la montaña y aprehender al gran Rey
Fantasma!
El inmortal estaba muy impactado y se comenzó a
preocupar. Hasta ahora había descubierto que su joven
Rey Fantasma no haría nada malo, y pensó que quizá
había algún malentendido, o que quizá lo que estaba
encerrado en la parte de atrás de la montaña no eran las
novias, sino algo más.
Sin embargo, como el ropavejero inmortal era muy
pobre, él tampoco tenía influencia, y nadie lo escuchó.
El inmortal estaba muy ansioso. Si no descubría la
verdad pronto, entonces el gran Rey Fantasma podría
ser rodeado y atacado por los oficiales celestiales.
Sin tener otras opciones, el inmortal solo podía volver
corriendo al gran Rey Fantasma y preguntar: —Por
favor, ¿puedes consumar nuestro matrimonio conmigo?
El esposo sonrió mientras dijo: —Ah, por supuesto que
podemos. Somos esposos después de todo.
Y así, el ropavejero inmortal y el gran Rey Fantasma
consumaron su matrimonio.
A medio camino, el inmortal tenía miedo que el gran
Rey Fantasma no le diera un montón de esa cosa
importante, así que abrazó al gran Rey Fantasma muy
fuerte mientras lloraba: —Puedes darme todo de eso a
mí? ¿Y dármelo unas cuantas veces?
El esposo cálida y gentilmente dijo: —Si eso es lo que
deseas.
El inmortal contestó: —Lo deseo.
Y así, el agudo inmortal tuvo su deseo cumplido y
obtuvo la cosa que había estado buscando. Algo del
cuerpo del gran Rey Fantasma que podía ser tocado, y
mucho, mucho de ese algo.
Al día siguiente, tomó aquello, que se había tomado
toda la noche rogándole al gran Rey Fantasma que le
diera, a la casa en la que se escondía la sucia basura.
Esta vez, por fin podía entrar.
Una vez que abrió la entrada, el inmortal descubrió
muchos cadáveres esparcidos por todo el lugar, ¡y
algunos de ellos incluso descompuestos hasta los
huesos!
Estos cadáveres estaban vestidos de ropas nupciales
y desafortunadamente parecían ser las novias
desaparecidas. Sus esperanzas se frustraron, el
inmortal estaba conmocionado y triste. Miró hacia atrás
y de repente descubrió que, en algún punto desconocido
para él, alguien estaba parado detrás de él –
inesperadamente, en algún punto desconocido para él,
¡el gran Rey Fantasma estaba parado allí!
El inmortal tuvo un gran shock. Recordó lo que el
malhumorado inmortal y el mezquino inmortal habían
dicho, que el gran Rey Fantasma era extremadamente
astuto, y que también sentía mucha aversión hacia los
dioses en inmortales. Había llegado al fin de su ingenio.
¿Podía ser que el gran Rey Fantasma había realmente
hace mucho tiempo visto a través de él y había estado
siguiéndole la corriente todo este tiempo?
Molesto y herido, el inmortal comenzó a huir, corriendo
cada vez más rápido. Pero, quién hubiera sabido que él
no podría salir de la casa. Sucedía que él había corrido
muy rápido, y que la cosa que el gran Rey Fantasma le
había dado, se había caído, y así él estaba otra vez
bloqueado por la barrera frente a la casa.
El gran Rey Fantasma lo atrapó y, abrazando al
inmortal en un movimiento rápido, finalmente explicó lo
que estaba pasando.
Resultó que, el gran Rey Fantasma no estaba
secuestrando personas para comérselas, él solo estaba
esperando por su persona destinada. Un día, una
procesión nupcial accidentalmente tropezó con él
mientras estaba dando un paseo, y el novio en la
procesión estaba tan asustado que él mismo huyó,
abandonando a su novia quien estaba en su sitio
llorando.
El gran Rey Fantasma no estaba buscando problemas.
La novia dijo que ella no deseaba casarse con ese tipo
de hombre, así que no regresó con él, sino que se fue
sola. Más tarde, luego de que él pasara por unos cuantos
encuentros similares, el gran Rey Fantasma decidió que
bien podría, mientras esperaba, también comenzar a
probar a los recién casados. Si el novio se atrevía a
arriesgar su vida para proteger a su novia cuando se
enfrentara a fantasmas y espíritus demoníacos, el gran
Rey Fantasma no le causaría dificultades a la pareja, y
los dejaría ir. Pero si el vil novio arrojaba a su propia
novia hacia los espíritus demoníacos para tener tiempo
para escapar, entonces el novio sería capturado y
encarcelado en esa casa.
Porque estas personas no eran correctas y morales en
sus corazones, usualmente se mataban entre ellas, al
final convirtiéndose en huesos blancos. Estos eran los
cadáveres que el inmortal vio. Con respecto a las novias,
algunas de ellas desde ese entonces ya se habían ido a
sus casas, mientras que otras escapaban con sus
propios amantes a algún lugar lejano, vagando juntos
por el mundo, o construyendo sus hogares sin peligro.
El gran Rey Fantasma dijo: —He estado esperándote
por unos cuántos cientos de años, Gege, y finalmente te
tengo.
Habiendo resuelto el malentendido, los dos se
abrazaron entre ellos. Para salir de la casa, el gran Rey
Fantasma otra vez le dio al inmortal mucho, mucho de
su cosa. Pero inesperadamente, y de repente, hubo un
gran sonido retumbante desde el cielo. Sucedía que, los
oficiales celestiales, habiéndole temido al gran Rey
Fantasma por un largo tiempo, ¡estaban aprovechando
su oportunidad y finalmente comenzaron su ataque
hacia él!
El inmortal ropavejero salió apresuradamente y
después de una ronda de batalla feroz, hizo retroceder
a un grupo de oficiales celestiales.
Pero los oficiales celestiales habían hecho que la
montaña colapsara, atrapando al gran Rey Fantasma
debajo de esta.
La montaña era muy alta y el inmortal, con miedo a que
el gran Rey Fantasma pudiera ser aplastado,
desesperadamente trató de usar sus hombros para
sostenerla. Justo en ese momento, él recordó que aún
quedaba otra casa misteriosa que él aún no había
abierto y seguramente el poderoso tesoro mágico
guardado en esa casa, podía ser usado para hacer a un
lado la gran montaña. Y así, corrió apresuradamente a
la cueva de la montaña. Cuando entró, descubrió, para
su gran deleite que el gran Rey Fantasma estaba parado
sano y salvo, ¡e incluso más fuerte y poderoso!
Ambos salieron de la montaña y juntos ahuyentaron a
los oficiales celestiales quienes habían estado causando
problemas. Finalmente, se sentaron hombro a hombro
en la cima de la montaña, y miraron los rastros de nubes
y estrellas que dejó la estela de los oficiales celestiales
mientras huían.
El inmortal preguntó: — ¿No dijiste que la casa que
contenía la basura sucia necesitaba algo de tu cuerpo
que podía ser tocado, y mucho de eso, antes de que
pudiera ser abierta? ¿Mientras que la casa que contenía
el tesoro mágico, necesitaba de algo de tu cuerpo que
no podía ser tocado, pero que era muy pero muy
caliente?
El gran Rey Fantasma sonrió mientras decía: —Sí. ¿Y
esa cosa, no es algo que Gege ha tenido desde el
principio?
El inmortal finalmente entendió. Esa cosa era el calor
abrasador del amor del gran Rey Fantasma por él.
Y así, el ropavejero inmortal y el gran Rey Fantasma
entraron felices a la cámara matrimonial, para nunca
más ser separados.
—…
—…
Habiendo terminado de leer la historia, Xie Lian
todavía estaba estupefacto cuando dijo: — ¿Qué diablos
ha sido escrito? ¿No está muy exagerado? No, no, no,
esto…
¿Qué era este lío? ¿Cómo podía esto ser llamado
historia?
Pero Hua Cheng ya se estaba riendo tanto que
colapsó en el canapé. Xie Lian dijo de manera
desconcertada: — ¡Esto es completamente incorrecto!
¿Cómo es esta historia original? ¿Tiene que ver con lo
que pasó en el Monte Yu Jun? Lo que pasó no era como
esto… ¿no está completamente distorsionado? Más que
eso, ¿está realmente bien dejar que los niños lean este
tipo de historia? Es muy inapropiada. ¿Quién escribió
esto? Y todos estos caracteres que me parecen
familiares, pero fuera de lugar, qué pasa con ellos…
En una mirada más exhaustiva, aunque las historias
en este libro parecían ser inocentes romances a primera
vista, como algo que uno podría leer a los niños como
un cuento de cuna, el contenido era muy picante, tanto
que incluso era más difícil que alguien los leyera
directamente comparado con simples historias eróticas.
Pero leyendo hacia el final, también había este curioso
e inexplicable sentimiento, causando que Xie Lian
creyera que el problema era él mismo.
Hua Cheng dijo: —¿Hum? Pero no está
completamente distorsionada. Al menos algunos puntos
son correctos. Por ejemplo, yo sí llamo Gege a Gege.
Otro ejemplo, en la Montaña Yu Jun, yo sí recibí a Gege
en un sedán nupcial. Y otro ejemplo, que en la noche
que consumamos, Gege sí…
Xie Lian pensó que, después de todos estos años, él
había cultivado para deshacerse de suficiente sangre en
la cara, pero quién diría que un rubor todavía
frecuentemente aparecía en su rostro cuando estaba
ante Hua Cheng. Él dijo: —Como si ellos supieran
siquiera algo como eso… y.. Y aparte de esas cosas,
nada más era correcto…
Aunque él sabía que muchas de estas historias
escritas a ciegas estaban kilómetros lejos de la original,
y que no era raro para estas transformarse en dios-sabe-
qué después de tantos adornos, verlo con sus propios
ojos era igual chocante al extremo. Hubo muchos
momentos en el medio en donde se sintió muy
avergonzado como para seguir leyendo, pero fue
forzado por Hua Cheng a seguir. Esto hizo que Xie Lian
quisiera pegarle, pero al mismo tiempo no podía
obligarse a dar el golpe.
La expresión de Hua Cheng era imperturbable
mientras dijo: —Claramente, alguien que sabe ha filtrado
algunos pequeños detalles y las personas los unieron,
agregaron algunos más y un poco de especulación para
llegar a esto.
Xie Lian puso a un lado la colección de historias,
diciendo: —No hay que leer un libro así de desastroso y
sinsentido nunca más. Descansa apropiadamente.
Pero Hua Cheng puso sus manos juntas y rogó.
—Creo que está bien escrito y muestra talento.
Cuando escucho a Gege leer la historia, me siento como
si estuviera lleno de energía. Gege, por favor, lee otra.
Xie Lian se negó de manera categórica. —No.
—Gege, mi cabeza duele.
—Esto…
—Gege…
—….. Está bien
Después de todo, era raro que Hua Cheng enfermara,
y dado que Xie Lian usualmente ya estaba cediendo a
los deseos y demandas de Hua Cheng, ¿cómo podía
resistir en este momento?
Incluso si él estaba avergonzado, tenía que soportarlo.
Otra vez recogió el amarillento pequeño libro y lo puso
al lado de Hua Cheng. Hua Cheng puso sus manos
alrededor de la cintura de Xie Lian, este se puso rígido y
continuó leyendo.
—Había una vez hace mucho tiempo, un guapo y joven
príncipe heredero quien estaba cultivando en una
montaña remota. Una noche, conoció a un misterioso
huésped…
La autora tiene algo que decir:

De la nada escribiendo una loca historia para niños que solo los
adultos pueden leer… no, lo que quería originalmente escribir no
era este tipo de loca historia…
Jaja, no estén tan contentos, forzar a tu ídolo a leer un chocante
doujinshi de tu propia autoría!
Capítulo 251
Cueva de los diez mil Dioses

M
ientras Xie Lian, riendo, empujaba a Hua
Cheng, que lo estaba presionando hasta el
punto de que apenas podía respirar, fuera de
su cuerpo, su estado de ánimo apasionado aún no se
había desvanecido, Xie Lian de repente pensó en algo y
dijo casualmente: —Oh, sí, San Lang, en la Cueva de
los diez mil dioses...
El brazo de Hua Cheng subió una vez más al pecho de
Xie Lian. Mientras jugaba con dios-sabe-qué, dijo
perezosamente: — ¿Hum? ¿Qué pasa con la Cueva de
los diez mil Dioses?
Xie Lian dijo: —No mucho, de repente pensé en ello.
Con la erupción del Monte Tonglu, ¿habrían estado bien
las muchas estatuas en la Cueva de los diez mil Dioses?
Si ese no fuera el caso, sería una lástima. Después de
todo, cada estatua allí había sido elaborada
minuciosamente por Hua Cheng y a él le gustaban
todas.
Hua Cheng dijo: —No. Había erigido una barrera
incluso antes de eso. Incluso si Tonglu se derrumbara
por completo, la cueva todavía estaría bien.
Su interés despertó, Xie Lian dijo: — ¿En serio? Eso
es genial, entonces de hecho estarán bien. Quiero ir a
echar un vistazo. ¿Puedo?
Hua Cheng pareció dudar por un momento, pero luego
sonrió casualmente en respuesta, diciendo: —Claro. Por
supuesto, Gege puede ir a echar un vistazo cuando
quiera.
Con su interés subiendo Xie Lian dijo: —Entonces
vamos mañana. Después de todo, Tonglu ha sido
desbloqueado y se puede ingresar en cualquier
momento.
Hua Cheng levantó una ceja y dijo: — ¿Mañana? Bien.
No expresó ninguna objeción, y tampoco dijo mucho
más, pero al momento siguiente, se volvió sobre Xie
Lian.
Xie Lian no estaba seguro de si se había equivocado,
pero en la última mitad de la noche, Hua Cheng lo hizo
caer aún más vigorosamente, de modo que después de
apenas dos rondas, Xie Lian se vio obligado a llorar por
piedad, antes de desmayarse de sueño.
Debería haber podido dormir profundamente hasta
que el día brillara. Pero menos de una hora después, Xie
Lian sintió mientras dormía un movimiento al lado de su
cuerpo. Cuando abrió los ojos para mirar, la otra persona
ya se había ido.
Asustado, toda la somnolencia se desvaneció y Xie
Lian se levantó en un instante.
Después de una limpieza superficial, Xie Lian se
levantó lentamente de la cama y abrió la puerta para irse,
pensando: — ¿A dónde fue San Lang?
Desaparecido de repente, en medio de una noche de
sueño, era la primera vez que sucedía algo así. Después
de rodear el templo Ji Le una vez sin siquiera ver la
sombra de la persona, Xie Lian recordó que había una
habitación en el templo Ji Le que se usaba para tele-
transportarse, por lo que fue a echar un vistazo. Como
era de esperar, alguien había abierto la puerta de esa
habitación.
Recordó que anteriormente se había dibujado una
matriz diferente en la puerta. Y ahora, el cinabrio usado
para dibujar la nueva matriz aún no se había secado. Sin
pensarlo más, Xie Lian empujó la puerta y entró. Cuando
salió de nuevo, lo que estaba fuera de la puerta no era
Ji Le Fang, sino oscuridad total.
Xie Lian cerró la puerta y levantó una llama en su
palma, iluminando su entorno. Cuando vio la vista que lo
saludó, quedó atónito.
Pensar que el destino del conjunto de transporte que
se reduce a distancia, era una cueva gigante oscura y
sombría.
¡La Cueva de los diez mil Dioses!
¿Por qué Hua Cheng iría solo a la Cueva de los Diez
Mil Dioses en medio de la noche? ¿No acordaron ir
juntos mañana? ¿Por qué vino aquí primero esta noche?
Sacudiendo su cabeza, sosteniendo esa llama, Xie
Lian comenzó a caminar lentamente en la oscura y
fresca cueva.
El sonido de sus pasos hizo eco a su alrededor. Los
velos de gasa que se usaron para cubrir las caras de las
estatuas habían sido eliminados. En la oscuridad que lo
rodeaba, innumerables rostros, idénticos al suyo,
mantuvieron su silencio. Solo de pensar en esta imagen,
aún evocaba algo de terror. Cuando Xie Lian pasó junto
a una cámara de la cueva, su mirada pasó casualmente.
Dentro de la cueva había una estatua de El Príncipe
Heredero que agradó a los dioses, una expresión cálida
y amable en sus cejas y ojos, de pie con una flor y una
espada en sus manos, su postura hermosa.
El número de estatuas aquí, en la estimación más alta
fue de miles, en la estimación más baja de al menos
cientos. Era insondable cuántas largas horas y cuánto
esfuerzo minucioso había hecho Hua Cheng para tallar
todo, y quién sabría cuánto tiempo habían pasado las
estatuas en la oscuridad, en silencio.
Este pensamiento se le ocurrió y Xie Lian suspiró.
Frente a la estatua, inclinó la cabeza ligeramente,
murmurando: —Debe haber estado muy solo.
Se refería a la persona que había tallado las estatuas,
y también a las estatuas.
La estatua de El Príncipe Heredero que agradó a los
dioses asintió.
—...
Esto fue demasiado aterrador.
Después de permanecer congelado por un tiempo, Xie
Lian finalmente descubrió lo que había sucedido. Fue en
gran parte porque su energía espiritual acababa de
recargarse y todo su cuerpo, desde la cabeza hasta los
pies, estaba lleno de energía espiritual. Debido a esto,
su posición aquí afectó a las estatuas, haciéndolas
cobrar vida.
Xie Lian apresuró su energía mágica, pero ya era
demasiado tarde. La estatua de El Príncipe Heredero
que agradó a los dioses había comenzado a dar algunos
pasos. Debido a que había sido afectado por la energía
espiritual de Xie Lian, que había sido tan abundante
hasta el punto de desbordarse, y sin embargo porque
nadie estaba tratando de controlarlo con serias
intenciones, sus movimientos eran torpes y tropezó
cayendo con un dong.
Xie Lian apresuradamente lo ayudó a levantarse,
diciendo: — ¡Cuidado!
Ayudado por él, la pequeña sonrisa en el rostro de la
estatua permaneció invariable, e incluso levantó
levemente la cabeza, una expresión noble y orgullosa en
su rostro, ya que asintió con la cabeza en
agradecimiento. Al ver su comportamiento orgulloso, Xie
Lian no pudo evitar querer reír, pero se resistió y dijo: —
¿Has visto a Hua Cheng?
Las estatuas podían hacer ruidos simples, pero no
sabían hablar, a menos que fuera una estatua de un dios
que había pasado el don de dialectos y lenguas. Cuando
la estatua del Príncipe Heredero que agradó a los dioses
escuchó su pregunta, reveló una expresión confusa,
como si no supiera de quién estaba hablando. Xie Lian
de repente entendió: el él de ese momento no conocía a
Hua Cheng. Y entonces, cambió su pregunta: — ¿Has
visto a una persona vestida de rojo?
Ante eso, la estatua finalmente sonrió y asintió con la
cabeza.
Xie Lian dijo: — ¿Sabes en qué dirección se dirigió?
Una caverna tan grande, y él tampoco estaba
familiarizado con ella, por lo que su único temor era
perderse. La estatua señaló una dirección para él.
Xie Lian dijo: —Muchas gracias, alteza.
Después de caminar un poco, se volvió. La estatua del
Príncipe Heredero que agradó a los dioses parecía
haber captado rápidamente la mecánica de caminar, e
incluso estaba practicando la esgrima donde estaba, la
postura elegante y excelente, como si se presentara
ante la mirada de miles de espectadores en el festival.
Una pena, no había nadie quien admirara.
Después de no mucho tiempo, Xie Lian una vez más
encontró otra bifurcación en el camino. Naturalmente, se
preparó para pedir ayuda a otra estatua, y entró en la
cueva más cercana. En el momento en que entró, vio
una figura con forma humana sentada en un altar de
piedra, agarrando una jarra de vino y bebiendo
desesperadamente.
—...
En un instante, arrebató la jarra de vino y dijo: — ¡Deja
de beber!
Esa estatua también era de él, solo que su cara era un
poco más clara y su ropa blanca ya no era tan lujosa.
Cuando Xie Lian le quitó la jarra de vino, la estatua trató
de arrebatársela de nuevo, pero en su estado confuso
no pudo, y se enojó tanto que solo pudo girar en círculo,
antes de abrazar repentinamente a Xie Lian y llorar
ruidosamente.
Xie Lian estaba estupefacto y dijo: —No necesitas
llorar ah...
La estatua lloró aún más fuerte, como si hubiera sido
maltratada e intimidada sin cesar, y ya no intentaba
arrebatarle el vino, solo abrazó a Xie Lian y se negó a
soltarlo. Xie Lian no sabía que era un borracho tan
pegajoso y no tuvo más remedio que abrazar a la estatua
también, frotando suavemente su espalda,
consolándolo.
—Está bien, está bien...
En una segunda mirada vio que la jarra de vino en su
mano ni siquiera contenía vino, así que no importaba si
devolvía la jarra a la estatua y dijo: — ¿Has visto a una
persona vestida de rojo? ¿Por dónde se fue?
La estatua lo señaló hacia un camino, y Xie Lian le
devolvió la jarra de vino, antes de continuar hacia
adelante. La estatua había dejado de llorar, abrazando
la jarra de vino mientras estaba en el suelo, cayendo una
vez más en un estupor.
Volviendo la cabeza para mirarlo, Xie Lian suspiró y
continuó avanzando.
Después de otro momento, escuchó un sonido, como
el de las cadenas de metal raspando una contra la otra,
cuando llegó a una cueva expansiva.
Se había colocado un columpio desde el techo de la
cueva, y en el columpio había una estatua, de muy buen
humor, llena de energía juvenil, vestida con la ropa de
un hijo de la familia real. Era él aproximadamente a los
dieciséis o diecisiete años. La estatua se aferró a las
cadenas de metal del columpio, haciendo todo lo posible
para enderezarse. Pero debido a que estaba sentado en
el columpio, simplemente no pudo levantarse y mostró
una expresión de frustración. Al ver la situación, Xie Lian
se acercó y lo ayudó con un par de empujones.
El columpio finalmente comenzó a volar, y con eso la
estatua que estaba vestida con muchas túnicas,
finalmente fue feliz. Xie Lian aprovechó la oportunidad
para preguntar: — ¿Has visto a una persona vestida de
rojo? ¿Por dónde se fue?
La estatua agarró el columpio con una mano y señaló
una dirección con la otra mano. Xie Lian lo empujó
nuevamente un par de veces y dijo: —Muy bien, adiós.
Pero después de que el columpio se levantó unas diez
veces más, gradualmente se detuvo. Sin nadie que lo
empujara, la estatua del joven se sentó allí otra vez
aturdida, una vez más mostrando una expresión
frustrada.
Después de un tiempo, Xie Lian estimó: —Debería ser
aquí.
En ese momento, de repente escuchó un pequeño
sonido amortiguado y lleno de dolor y no pudo evitar
sobresaltarse.
— ¿Qué es ese sonido? ¿Quién jadea?
Ese sonido vino de la cueva justo delante. Xie Lian
entró para echar un vistazo. Ubicado dentro de la cueva
había un altar de piedra, y en ese altar, parecía ser una
estatua acostada horizontalmente, una tela de gasa
blanca cubriéndola desde la cabeza hasta las piernas y
colgando hacia el suelo. La figura debajo de la gasa era
indistinta, a veces enroscada como una pelota, a veces
tirando y girando, como si la persona debajo estuviera
siendo torturada y luchando en el tormento.
Xie Lian estaba a punto de subir y quitar la gasa
cuando una mano detrás de él cubrió sus ojos. Una voz
baja vino de la misma dirección, suspirando.
—Gege.
Xie Lian soltó una carcajada y dijo calurosamente: —
San Lang, ¿crees que solo porque no me dejas mirar, no
sabré qué es esto?
Después de un largo rato, Hua Cheng volvió a suspirar
y dijo: —Gege, me equivoqué.
Xie Lian tomó la mano de Hua Cheng fuera, y miró
hacia atrás, diciendo: — ¿Wen Rou Xiang?37
De pie detrás de él, había un hombre alto y
desgarbado vestido de rojo. Como se esperaba, él era
Hua Cheng.
Atrapado en el acto, con una mano en la frente,
finalmente admitió: —... sí.
No era de extrañar. Como era de esperar, no era de
extrañar que Hua Cheng siempre se hubiera negado a
dejarlo mirar. Xie Lian dijo: —Al venir aquí esta noche,
¿tenías intención de esconder esta estatua antes de que
yo viniera?
Hua Cheng miró en otra dirección y dijo: —Sí.
Xie Lian no sabía si reír o llorar. ¿Realmente no se
atrevía a dejarlo ver esta esta estatua?
Él dijo: — ¿Por qué esconderlo? En realidad, no es
realmente una gran cosa. Es solo que ahora, un
problema complicado ha aparecido…
Y ese problema complicado fue que la llegada de Xie
Lian había provocado involuntariamente que todas las
estatuas pudieran moverse.
Esto en sí mismo no era una gran cosa, pero para esta
estatua especial, habría sido muy doloroso. Esto se
debió a que, la estatua debajo de la tela de gasa, fue

37
“La tierra del afecto” se ha referido históricamente a un burdel o Afrodisíaco.
MXTX creó su propia versión de La tierra del afecto.
tallada en Xie Lian a los diecisiete años, en la cueva en
el desierto, golpeado por el Wen Rou Xiang.
Para las otras estatuas, ya sea practicar el juego de
espadas, beber, columpiarse en un columpio, lo que sea
que quisieran hacer estaba bien. Fue solo esta estatua
la que tuvo mala suerte, ya que había sido afectada por
el terrible veneno de los demonios de las flores. Esto
significaba que después de que llegó a la vida, tuvo que
sufrir el tormento del veneno.
El fuerte jadeo que venía de debajo de la tela de gasa
estaba lleno de un dolor insoportable, y escuchándolo,
Xie Lian apenas podía soportarlo. Recordando esa
noche que destrozó su alma y le dolió en los huesos,
dijo: —... esto seguramente es demasiado lamentable.
Si me fuera ahora, ¿volvería a ser solo una estatua?
Si es así, entonces no necesitaría sufrir tal tormento.
Pero Hua Cheng dijo: —Me temo que no. Después de
todo, la energía espiritual de Gege está más o menos en
su punto más fuerte ahora, y todas las estatuas en esta
caverna han sido afectadas por ti. Incluso si te fueras,
continuarían moviéndose por un largo tiempo.
Eso era simplemente demasiado doloroso. Xie Lian
dijo: —Entonces... ¿hay otra forma?
Hua Cheng siempre tenía un plan. Él asintió levemente
con la cabeza y dijo: —Esto era lo que estaba
resolviendo en este momento. Gege, ven conmigo.
Condujo a Xie Lian a otra cueva. En el momento en
que entraron, los ojos de Xie Lian se abrieron
ligeramente. De pie en la cueva estaba la estatua de un
hombre, su figura alta y larguirucha, sus cejas y ojos
hermosos, las comisuras de su boca ligeramente
curvadas, un parche en el ojo donde habría estado su
ojo derecho, más o menos parecido al vestido rojo
persona delante de él que lo había llevado hasta aquí.
¡Pensar que era una estatua de un Rey Fantasma!
Xie Lian dijo: —Esto es...
Hua Cheng dijo: —Esto fue algo que había tallado
apresuradamente después de descubrir que la situación
no era la correcta. Después de no haberlo hecho durante
muchos años, estoy un poco oxidado. Gege, mira, ¿se
parece a mí?
Después de examinarlo con cuidado por un tiempo,
Xie Lian dijo: — ¡Muy bien! Pero…
Hua Cheng dijo: —Pero... ¿qué?
Xie Lian sonrió y dijo: —Pero no tan guapo como tú en
persona.
Hua Cheng también se rió.
Siguiendo rápidamente, Xie Lian habló de nuevo.
—Y así, San Lang, el plan del que hablaste, es...
¿Era dejar que esta estatua del Rey Fantasma
ayudara a la estatua del dios que había sido envenenada
por el veneno de Wen Rou Xiang, liberar el veneno?
Después de permanecer en silencio por un tiempo,
Hua Cheng forzó una sonrisa, recuperó la compostura y
fijó su mirada en la cara de Xie Lian y dijo: —Sí.
Al principio, Xie Lian no notó la leve cautela en su
expresión, y pensó: —Seguramente este método es
demasiado...
Aunque era un método para curarlo, con efecto
inmediato, el solo pensar en ello se sentía absurdo al
extremo: para decirlo sin rodeos, ¿no era usar la estatua
del Rey Fantasma para romper el cuerpo de la estatua
de sí mismo como un joven, y desde allí para liberar el
veneno?
Incluso decirlo en voz alta se sintió difícil.
Mientras luchaba por una respuesta, Hua Cheng
repentinamente se arrodilló ante él. Xie Lian se
sobresaltó y rápidamente trató de levantarlo, diciendo:
— ¿San Lang? ¿Qué estás haciendo?
Hua Cheng dijo en voz baja: —Dianxia, fui
irrespetuoso.
Xie Lian no pudo levantarlo, así que se agachó para
unirse a él y, sin comprender, dijo: — ¿Cómo fuiste
irrespetuoso?
Pero Hua Cheng lo miró fijamente y contuvo el aliento,
diciendo en voz baja: —Dianxia, créanme, fue porque no
había otra opción hoy que se me ocurrió esto. Aunque
personalmente había tallado esa estatua de dios, nunca
tuve ni un poco de intención blasfema o falta de respeto
hacia la estatua de Dianxia. Si Dianxia siente que este
método no es apropiado, encontraré otro método.
Finalmente, Xie Lian se dio cuenta de por qué Hua
Cheng estaba siendo tan sombrío.
Yendo a la raíz de esto, hacia todo el asunto de haber
tallado personalmente tantas estatuas de Xie Lian, Hua
Cheng estaba finalmente preocupado de que Xie Lian lo
encontrara ofensivo, sus acciones perversas. Y
mencionar este método ahora, era inevitable que
estuviera aún más preocupado de que Xie Lian pensara
que su cabeza estaba llena de pensamientos sin sentido
y que sus sentimientos no eran respetuosos.
Xie Lian sonrió y suspiró, y con ambas manos tirando
de Hua Cheng, finalmente lo puso de pie. Él dijo: —Por
supuesto que te creo. Sé que siempre has sido muy
respetuoso conmigo.
Pero, nunca tuve un poco de intención blasfema o falta
de respeto, eso fue más difícil de creer. Después de
todo, si uno seguía la pista, ya que Hua Cheng
regresaba después de convertirse en mariposas, cada
tres o cinco días, querría blasfemar al dios en el Templo
Qiandeng, cada vez más audaz.
Xie Lian tosió y dijo: —Siento que este método... no
tiene nada malo. Está muy bien, muy bien.
Pero, al pensar en qué consistía esencialmente este
método sus mejillas se calentaron ligeramente y sintió
que su discurso era quizás demasiado reservado.
Mientras tanto, el Hua Cheng que había recibido su
permiso recuperó gradualmente su calma. Xie Lian
colocó sus manos sobre los hombros de la estatua del
Rey Fantasma y dijo: — ¿Debo darle una chispa a esta
estatua?
Hua Cheng parpadeó y se rió lentamente mientras
decía: —Si Gege está dispuesto, no me negaré.
Xie Lian asintió con la cabeza. Inmediatamente, la
estatua arqueó ligeramente una ceja. Al ver la situación,
Xie Lian no pudo detenerse y recuperó sus manos,
diciendo: — ¡De esta manera es demasiado similar!
Como si hubiera sentido algo, unas pocas figuras
aparecieron lentamente fuera de la cueva. Algunas de
las estatuas de dioses se reunieron alrededor con
curiosidad, como si quisieran mirar la nueva estatua en
esta cueva que no se parecía al resto de ellas. La
estatua del Rey Fantasma parecía haberlos notado
también, y parpadeó, y su ceño se alzó aún más,
aunque, pensando en la bondad, solo sabía qué, incluso
cuando parecía estar buscando algo. Con una mezcla
de persuasión y espanto, Xie Lian finalmente logró
apartar al grupo de estatuas de sí mismo, pero después
de mirar por el rabillo del ojo, de repente dijo: — ¿Dónde
está la estatua de Wen Rou Xiang?
Había comenzado a usar esto directamente para
referirse a esa desafortunada estatua. En algún
momento desconocido, solo se había dejado un paño de
gasa blanca en el altar de piedra, ¡y esa estatua
propensa a Wen Rou Xiang había desaparecido!
Xie Lian reflexionó sobre el desastre que era, e incluso
Hua Cheng, que lo había seguido con las manos detrás
de la espalda, levantó las cejas. Xie Lian dijo: —La
Cueva de los diez mil Dioses es muy grande, no habría
sido imposible salir en tan poco tiempo. ¡Apresurémonos
y busquémoslo!
Pero Hua Cheng dijo: —Me temo que no. Gege, mira.
Señaló hacia el suelo. Xie Lian se acercó a mirar, y
solo entonces descubrió que el suelo tenía una matriz
circular, dibujada directamente en la roca con una fuerza
de dedo extremadamente fuerte.
¡Matriz de tele-transportación! ¿Cuánta energía
mágica de Xie Lian absorbió esta estatua para poder
dibujar una matriz de tele-transportación con sus propias
manos? Xie Lian quería desmayarse en el acto.
Esa estatua era de él cuando había sido afectado por
el Wen Rou Xiang. ¿Qué pasaría si se encontrara con
mujeres mortales después de su escape? ¿Qué tipo de
leyendas extrañas y sanguinarias surgirían después de
hoy?
Él dijo: — ¿Cuándo escapó? ¿A dónde podría huir?
Hua Cheng dijo: —Gege, no entres en pánico.
Primero, piensa, si fueras tú quien hubiera sido afectado
por el Wen Rou Xiang en ese momento, ¿quién sería la
primera persona que buscarías?
Esta no fue una pregunta difícil. Originalmente, Xie
Lian no estaba demasiado ansioso y se calmó
rápidamente, diciendo: —Buscaría...
Antes de que pudiera terminar de hablar, apareció un
mensaje en la matriz de comunicación espiritual.
Atrapado sin preparación, Xie Lian levantó la mano y la
recibió, y escuchó la voz de Feng Xin sonar fuertemente
por su oído.
— ¡Dianxia! Algo aterrador, ¡había una criatura que se
hacía pasar por ti ahora mismo!
¡Como se esperaba! En ese momento, los asistentes
más fuertes y efectivos de Xie Lian eran Feng Xin y Mu
Qing, y si sucediera algo así, ¡naturalmente los buscaría
primero!
Gracias a Dios, la estatua buscó primero a Feng Xin
en lugar de correr salvajemente por las calles. Xie Lian
dejó escapar un suspiro y rápidamente dijo: — ¡No, no!
Eso no es una criatura, y no me está personificando.
Feng Xin estaba sorprendido.
— ¿Qué quieres decir? ¿No es una criatura y no una
imitación? ¿No me digas que eres tú mismo? ¡Eso no
puede ser!
Xie Lian dijo: — ¡Eso tampoco! Muy bien, ¿cómo está
ahora? ¿Lo has atrapado? ¡No lo dejes escapar!
Pero Feng Xin dijo: — ¡Demasiado tarde, ya se ha
escapado!
Xie Lian dijo: — ¿Qué? ¡Eso es malo!
Feng Xin respondió: —Sí, eso es malo. Desnudo y
corriendo, ¿qué diría la gente cuando lo vea?
—Espera, ¿qué dijiste? ¿Desnudo? Yo... ¿no, no lleva
ropa?
Feng Xin dijo: — ¡Más o menos! Lleva ropa, pero no
mucho, todo roto y harapiento como si alguien lo hubiera
roto. Oh sí, si no es una criatura y no es una imitación,
¿qué demonios es? ¿Qué diablos está pasando? Me
pareció una estatua... ¿espera, una estatua? —
Exclamó: — ¿Se escapó de ese lugar en el fondo de
Tonglu? ¿Qué están haciendo, chicos?
Xie Lian tampoco podía recordar la cantidad de ropa
que llevaba puesta cuando fue golpeado por el Wen Rou
Xiang. En ese momento, se había sentido insoportable,
y él pudo haberse desgarrado su propia ropa en su
estupor. Él dijo: — ¡Te lo explicaré más tarde! ¡Voy a ir
de inmediato!
Habiendo dicho eso de este lado, desconectó la matriz
de comunicación espiritual y le dijo a Hua Cheng: —
¡San Lang, tenemos que ir a la ciudad de Xinxian!
Por otro lado, Hua Cheng ya había resuelto la estatua
del Rey Fantasma recién tallada, convirtiéndola en una
estatua más pequeña que podría estar en la palma de
su mano. Él dijo: — ¡Muy bien! Y dibujó una matriz en
segundos. Apenas había pasado el tiempo, cuando los
dos aparecieron directamente en el Palacio Nan Yang
de la ciudad de Xinxian. En el momento en que se abrió
la puerta, vieron a Feng Xin, y en el momento en que
Feng Xin vio a Hua Cheng, sus ojos se volvieron
redondos.
— ¿Xueyu Tanhua? ¿Qué haces aquí también? ¡¿Por
qué has venido a los cielos?! —Un Rey Fantasma de
rango devastador, que se negó todo el día a permanecer
obedientemente en su territorio, y en su lugar ir a la
ciudad de los inmortales cuando lo deseaba, ¡esto era
demasiado inapropiado!
Hua Cheng lo ignoró y, ladeando la cabeza para
escuchar por un momento, dijo: — ¿Dónde está el
boletín diario? Seguramente los Cielos Superiores no
son solo palabras y ninguna acción de seguimiento.
Feng Xin naturalmente sabía de qué boletín hablaba
Hua Cheng. ¿No era el boletín; los cielos superiores
deben informar durante todo un año sobre las hazañas
heroicas de Xueyu Tanhua mientras rescataba a los
dioses? Una vena palpitó en su frente y dijo: — ¡Qué hay
para informar en medio de la noche! ¡Todos necesitan
descansar, lo informaremos en el día!
Ante eso, Hua Cheng emitió un sonido de Oh, como
para indicar que no continuaría con el asunto. Xie Lian
dijo: —¡Muy bien, como todos deseen! Más importante
aún, ¿dónde está el yo que viste? ¿Hacia dónde fue?
Feng Xin señaló una dirección, diciendo: —Corrió allí,
estaba a punto de perseguirlos, ¡ustedes dos pueden
venir!
De repente, la sensación de una premonición siniestra
apareció en el corazón de Xie Lian, y dijo: —Déjame
preguntarte, esa dirección, podría ser...
Feng Xin dijo bruscamente: —La dirección del Palacio
Xuan Zhen.
—...
Hua Cheng dijo con voz profunda: — ¡Vamos!
Los dos no se atrevieron a retrasarse, y se
apresuraron al Palacio Xuan Zhen, entrando por la
puerta principal y entrando de inmediato. Al precipitarse,
vieron a Mu Qing sentado en el altar, como si acabara
de ver algo impensable, toda su persona en estado de
shock. Xie Lian se acercó a él y agitó una mano ante sus
ojos, diciendo: — ¿Mu Qing?
Al ver a Xie Lian, finalmente recuperó su ingenio, pero
su expresión siguió siendo de extrema conmoción, y solo
después de un largo rato dijo: —Xie Lian, ¿qué estás
haciendo?
—… ¿Hice algo? Yo... ¿Yo tampoco sé lo que hice?
¿Por favor puedes decirme?
Mu Qing, todavía mirando fijamente, dijo: — ¿Por qué
corriste a mi palacio justo ahora, en medio de la noche,
con tu ropa desordenada?
…Hua Cheng sonrió ladinamente. Xie Lian dijo: — ¡No
hables de una manera que haga que las personas
tengan malentendidos! Lo que sea que hayas visto hace
un momento, ¡definitivamente no fui yo!
Mu Qing se frotó la mitad de la cara, como si quisiera
poder sacar lo que había visto de sus ojos. Con una
palidez pálida y enfermiza, dijo: — ¡Incluso si no fueras
tú, su conexión contigo es inevitable! Es una estatua de
esa caverna, ¿no? ¿Qué están haciendo, dejando que
una estatua que es dañina para la moral de la sociedad,
se suelte en medio de la noche? ¿Xueyu Tanhua,
necesitan este tipo de juego?
Hua Cheng dijo burlonamente: — ¿Qué tiene que ver
eso contigo?
Mu Qing dijo enojado: — ¿Qué quieres decir? ¿Qué
tiene que ver conmigo? ¡Este es mi palacio!
Hua Cheng dijo tranquilamente: —Reconstruyendo la
ciudad de los inmortales, yo también participé.
Era la verdad, ya que los Cielos Superiores habían
sufrido un gran daño anteriormente, por lo que varios
dioses tuvieron que rogar secretamente al jefe de la
ciudad fantasma por ayuda. Calculando correctamente,
no habría sido posible construir la ciudad de XinXian sin
Hua Cheng.
Xie Lian dijo: —No estábamos jugando. Esto fue un
accidente. ¿Dónde está ahora?
Mu Qing dijo: —Me arrebató una espada y corrió...
Incluso sin que él tuviera que decir más, Xie Lian sabía
a dónde habría ido. Desde el jardín fuera del Palacio
Xuan Zhen, llegó un ruido. Al mismo tiempo, la pequeña
estatua de un Rey Fantasma que Hua Cheng había
traído, se dejó caer y saltó hacia el jardín.
Xie Lian salió de inmediato. ¡Como era de esperar, esa
estatua de Wen Rou Xiang estaba parada en la montaña
falsa en el jardín!
La ropa de la estatua estaba en desorden, revelando
más de la mitad de los hombros y el pecho desnudos. La
ropa en la parte inferior también tenía piezas que había
y piezas que faltaban, dando una apariencia sugestiva
en general. El diseño de la cara de la estatua era otro
nivel más, con las cejas bien juntas, casi como si uno
pudiera ver el rubor rojo manchando su piel y la delgada
capa de sudor que lo cubre, llamarlo una pieza de mano
de obra extraña no sería demasiado lejos de la marca. Y
ante sus ojos, la estatua sostenía la espada que había
arrebatado del Palacio Xuan Zhen haciendo todo lo
posible, una y otra vez, para apuñalarse a sí mismo.
Naturalmente, había pensado en hacer lo que Xie Lian
había hecho esa primera vez, usar la autolesión para
liberar el veneno.
Pero debido a que las piedras formadas en Tonglu
eran fuertes, la espada simplemente no podía
atravesarla, sino que se doblaba y se rompía. La estatua
pareció desesperarse y levantó la palma, como si
estuviera a punto de golpearse la cabeza hasta que su
habilidad se hizo añicos. Xie Lian gritó
apresuradamente: — ¡Mantén la calma! ¡Mantén la
calma!
La estatua lo miró con cansancio. Xie Lian voló y, con
un golpe, derribó la estatua de la montaña falsa,
haciendo que cayera en un agujero en la cueva donde
no podía pararse. Y Hua Cheng se lanzó al lado de Xie
Lian y arrojó algo.
¡Era la estatua del Rey Fantasma!
En lugar de decir que la estatua del Rey Fantasma
había sido derribada por Hua Cheng, también podría
decirse que había luchado por liberarse al ver al joven
dios de la estatua, y con una lucha dejó su palma. Volvió
a su tamaño original en el aire, y aterrizó sobre el cuerpo
de la estatua del dios, cubriéndolo. De debajo salió un
soplo sobresaltado. Xie Lian saltó apresuradamente de
la montaña falsa y empujó a Mu Qing, que se había
aventurado después de escuchar ruidos, hacia el
Palacio Xuan Zhen, diciendo: — ¡No había suficiente
tiempo! Lo siento mucho, ¡prestémonos un poco tu
precioso terreno!
Mu Qing fue sacudido.
— ¿Qué estaban haciendo ustedes dos ahora?
Xie Lian dijo: —Te lo explicaré otro día. ¡Mil disculpas!
Hua Cheng dijo lánguidamente: — ¿Por qué
disculparse? ¿No has salvado la vida de esta persona
muchas veces?
—No, será mejor que lo expliques claramente ahora.
Parecía haberte visto arrojarte, y él lo tiró. Mis ojos no
están equivocados, ¿verdad? Entonces, ¿qué demonios
están haciendo ustedes dos? ¿Qué está pasando ahora
mismo en la montaña falsa?
Ante eso, Xie Lian comenzó a arrastrarlo hacia el
interior del palacio por el cuello.
— ¡Una terrible emergencia! Realmente, Mu Qing, ¡no
vayas por allí! ¿Por qué querrías traer sufrimiento a ti
mismo?
Mu Qing rugió: — ¡Xie Lian! ¿Qué hicieron ustedes en
mi palacio? ¡Estoy jodido, realmente jodido!
¡No fuimos nosotros! Esto es solo un accidente,
realmente no hubo tiempo suficiente... ¡y estás
divagando de nuevo!

Después de una hora, las dos estatuas finalmente


usaron la energía espiritual que habían obtenido de Xie
Lian y Hua Cheng.
Al entrar en la montaña falsa para echar un vistazo,
Xie Lian inmediatamente descansó su frente en su
mano.
Mientras Hua Cheng ordenaba las estatuas, Xie Lian
estaba de pie a un lado, bloqueando en silencio a Feng
Xin y Mu Qing que habían querido venir y echar un
vistazo. Dijo sinceramente: —No querrás ver esto.
Feng Xin, naturalmente, no era una persona curiosa, y
al sentir que algo no era bueno, inmediatamente tuvo el
ingenio de retroceder en la derrota. Mu Qing, sin
embargo, no pudo dejarlo ir y su rostro estaba tan negro
como la base de una olla vieja, y se echó furiosamente
las mangas y murmuró: —Simplemente no puedo
creer... ¡simplemente no puedo creerlo! ¡Pensar que hay
tal cosa! ¡Pensar que tal cosa podría suceder en mi
palacio!
Después de eso, fue como si su alma hubiera salido
flotando de su cuerpo, y ya no fuera capaz de mirar
directamente a la montaña falsa en su propio palacio.
Xie Lian sospechaba mucho que estaría nivelando esta
área con un golpe más adelante.
A decir verdad, el propio Xie Lian no tenía mucha
confianza. Pensar que podría haber un accidente tan
ridículo, realmente no sabía si debería sentirse
avergonzado. Mirando hacia atrás a los dos esta - no, a
partir de ahora, deberían ser considerados una estatua,
dijo: — ¿Ellos... permanecerán así?
Hua Cheng dijo: —Así es. De todos modos, no se
pueden separar.
Xie Lian se cubrió la cara.
¡Qué oficial del cielo tenía una estatua en tal posición!
¿Qué pasa si alguien lo viera? Simplemente era
demasiado impropio. ¡Qué irritante!
Gimió: —… San Lang, estos... escóndelos bien. No
dejes que nadie los vea.
Hua Cheng se echó a reír.
—Eso es un hecho. Gege puede relajarse.
Después de traer estas dos estatuas que se habían
convertido en una, de vuelta a la Cueva de los diez mil
Dioses, y de regreso a su lugar original, Xie Lian
finalmente se secó el sudor de la frente.
Y los otros Xie Lian´s en la Cueva de los diez mil
Dioses se reunieron una vez más con curiosidad, y
tuvieron que ser persuadido nuevamente por Xie Lian:
—Es indecente, no miren. Es indecente, no miren.
Las estatuas no tuvieron más remedio que irse.
Aunque no pudieron ver la posición final de esa estatua,
siguieron mirando hacia atrás mientras se alejaban,
como envidiosos de que el Wen Rou Xiang Xie Lian
finalmente tuviera un compañero.
El veneno de Wen Rou Xiang había sido liberado, pero
a las otras estatuas todavía les faltaba algo. El Príncipe
Heredero que agradó a los dioses no tenía audiencia, el
borracho no tenía a nadie a quien ayudar, el que estaba
en el columpio no tenía a nadie que lo empujara...
Xie Lian no pudo evitar sentirse codicioso, y pensó: —
Si solo cada Xie Lian tuviera un Hua Cheng, entonces
estaría bien.
Inesperadamente, Hua Cheng también dijo lo mismo
en voz alta: —Gege, ¿no crees que sería mejor que cada
Alteza tuviese un San Lang?
Dos personas se habían unido fácilmente. Allí y luego,
se quedaron en la Caverna de los Mil Dioses, donde
mostraron sus habilidades.
En unos momentos, Xie Lian fue testigo con sus
propios ojos del proceso de cómo Hua Cheng convirtió
una piedra de aspecto torpe en una exquisita estatua de
piedra. La habilidad era indescriptible, porque Hua
Cheng era simplemente demasiado rápido para que él
pudiera ver claramente lo que estaba haciendo.
Pensando en cómo Hua Cheng había combinado la
técnica con el método desde el principio, a Xie Lian solo
le quedaban elogios.
Con todo, Hua Cheng se dio la vuelta y, desde un suelo
cubierto de pedazos de rocas rotas, levantó a un niño
recién tallado, su cabello desordenado, su ropa
desgarrada, su rostro cubierto de vendas, luciendo muy
lamentable. Y en sus manos se aferró a algo que él no
soltaría. Xie Lian puso su mano sobre la cabeza del niño.
Casi de inmediato, parpadeó y giró la cabeza mirando a
su alrededor. Al ver que había alguien sosteniendo la
parte posterior de su collar, dio una patada cruel.
Hua Cheng parecía haber anticipado que haría tal
cosa, y lo esquivó fácilmente, sosteniéndolo en sus
brazos y dejándolo luchar y patear como lo haría. Xie
Lian no esperaba que el pequeño Hua Cheng fuera tan
feroz e incapaz de contener una risa, dijo: — ¡Ah, qué
feroz!
Hua Cheng chasqueó la lengua y lo arrojó a un lado.
Así arrojado, el niño cayó al suelo pero se levantó de
nuevo muy rápidamente y miró a Hua Cheng con una
mirada feroz. Xie Lian estaba preocupado de que
hubiera caído demasiado fuerte, y extendió un brazo
hacia él, diciendo: — ¡San Lang, fuiste demasiado cruel!
¿Qué pasa si se daña? —Si uno realmente estaba
contando, ¡este niño era prácticamente un recién nacido!
Pero Hua Cheng dijo, como si nada pasara: —Está
bien. Es muy tenaz.
El niño era increíblemente feroz hacia Hua Cheng,
pero hacia Xie Lian fue amable y amigable. Al ver a Xie
Lian hacer un gesto hacia él, estaba a punto de ir hacia
él, cuando en ese momento, la estatua del Príncipe
Heredero que agradó a los dioses que no estaba muy
lejos, pareció sentir algo, levantándose de su lugar y
caminando, su mirada fija en su dirección.
Al ver la estatua del Príncipe Heredero que agradó a
los dioses, el niño se congeló, y el ojo que era visible a
través de los vendajes se hizo realmente grande, y corrió
ruidosamente, como si quisiera atraparlo, para caer
contra la parte delantera de su túnica, pero al mismo
tiempo no se atrevió a acercarse demasiado, como si
temiera ensuciar las túnicas del dios. Solo después de
un largo rato, levantó la mano con cuidado, abriendo la
palma que se había negado obstinadamente a abrir.
Resultó que, escondido dentro de su palma, había una
flor.
Como si recibiera la flor, Taizi Dianxia, dio una pequeña
sonrisa y levantó una mano, y por su propia iniciativa lo
levantó, y los dos se fueron felices juntos. Al mirarlos,
uno de ellos finalmente encontró a alguien para apreciar
su juego de espadas, y uno de ellos finalmente encontró
a alguien a quien podía ofrecerle su flor.
Mirándolos, Xie Lian se sintió bastante tranquilizado,
cuando de repente pensó en otra pregunta y dijo: —San
Lang, cuando termines de tallar, ¿no se llenará esta
caverna con montones y montones de estatuas tuyas y
estatuas mías? ¿Se mezclarían entre ellos? Después de
todo, se parecen.
Pero Hua Cheng se rió en voz baja y dijo: —No, no lo
harán.
— ¿Por qué?
Hua Cheng repitió: —No lo harán.
Levantó la mirada para mirar a Xie Lian y, con una leve
sonrisa, dijo: —Incluso si Dianxia se equivoca, Yo nunca
lo entenderé mal. Debido a que cada Hua Cheng
siempre será el seguidor de solo Dianxia, solo se
dedicará a una persona. Y así, nunca se perderán.
Y Xie Lian lo miró y dijo: —Yo tampoco me equivocaré.
El seguidor más devoto de Xie Lian será para siempre el
único, yo recordaré para siempre esto. YO…
Habiendo dicho eso, de repente se sintió
extrañamente avergonzado.
Los dos ahora, eran como dos niños pequeños,
declarando ardientemente el uno al otro que: La persona
que más me gusta será siempre tú, y solo tú.
Aunque fue sincero, también fue muy infantil.
Aunque era infantil, también fue muy sincero.
Después de un momento de silencio, Xie Lian tosió
levemente y dijo: —Entonces... ahora, tallemos a Taizi
Dianxia en el columpio, un Rey Fantasma, con su
poderío para empujar el columpio.
Sin nadie que lo ayudara a empujar el columpio,
parecía muy solo y angustiado. Hua Cheng dijo
alegremente: —Está bien.
Xie Lian dijo de nuevo: — ¿Qué hay de aquel que bebe
vino? Eso es bastante difícil de entender. Parece todo
confuso, e incluso llora. Ah, hay demasiadas estatuas en
este lugar, Dios sabe cuándo terminaríamos de tallar
para todos y cada uno.
Hua Cheng dijo entre risas: — ¿De qué tienes miedo?
Tomemos nuestro tiempo, eventualmente se
encontrarán.
Sonriendo, Xie Lian asintió con la cabeza también,
diciendo con voz suave: —Hum, definitivamente se
encontrarán.
Dentro de la caverna, dos estatuas que originalmente
estaban separadas, ahora se habían unido en una sola.
Se abrazaron con fuerza, mirándose las caras tan
cerca de la suya, sus miradas y sus cuerpos enredados,
para nunca deshacerse, eso era realmente estar juntos,
nunca separarse.
Capítulo 252
El cumpleaños del Rey Fantasma

R
ecientemente, surgió algo importante y
urgente.
Debido a esto, la Ciudad de los Fantasmas
ha estado ansiosa. Cuando Xie Lian descubrió qué era,
estaba tan sorprendido como los fantasmas que
secretamente le dijeron y su corazón se llenó de
preocupación.
—¿Cumpleaños?
—¡En efecto!
En efecto. Chengzhu38 de la Ciudad Fantasma. Hua
Cheng: ¡cuán viejo era, su cumpleaños se acercaba!
Xie Lian no estaba preparado. Sintiéndose
indescriptiblemente nervioso, dijo: —Esto, e-esto... ¿qué
hizo San Lang en sus cumpleaños en el pasado?
Los fantasmas respondieron con entusiasmo en el
caos.

38
Gobernador de la ciudad, soberano, supervisor, etc.
—¡Son súper animados!
—No mucho, simplemente hacemos un acto sin
sentido...
—¿Pero a Chengzhu no le importa en absoluto?
Al escuchar esto, Xie Lian dijo: — ¿Qué quieres decir
con que no le importa?
Un fantasma respondió: —Chengzhu el viejo nunca
celebra su cumpleaños.
—Sí, a él no le importa lo que hacemos en sus
cumpleaños. Nunca ha echado un vistazo a los regalos
que la gente le envía. Todos los años somos solo
nosotros celebrando, divirtiéndonos solos.
—Chengzhu, el estimado anciano, olvida muchas
cosas. ¡Es como si nunca recordara cuándo nació en
primer lugar!
Xie Lian pensó un poco e inmediatamente se decidió.
Como a Hua Cheng no le importaron sus cumpleaños
anteriores, esta vez Xie Lian tenía que encontrar una
manera de hacer que este cumpleaños sea algo fuera
de lo común, un poco más interesante, para que pueda
ser feliz ese día. Pero, ¿cuál era la diferencia entre un
cumpleaños de Hua Cheng con Xie Lian y uno sin él?
¿No eran lo mismo?
En primer lugar, tenía que darle un regalo de
cumpleaños. Xie Lian estaba sumido en sus
pensamientos: ¿Qué debería dar?
Los fantasmas lo fulminaron con la mirada.
—Xie Daozhang, ¿estás pensando en qué regalo
buscar para Chengzhu?
—Hum. Me da vergüenza decir esto, pero... no estoy
seguro de lo que le gustará a tu Chengzhu. Me temo que
podría darle algo que no sea de su agrado...
El carnicero dijo: —¿Por qué te preocupas tanto? Si
es algo que Da Bogong... Xie Daozhang le da, creo que
nuestro Chengzhu será feliz más allá de lo creíble.
—Sí. Apuesto a que incluso si le das un trozo de
papel, él estaría encantado. ¿Cómo podría compararse
el regalo de Da Bo... Xie Daozhang con el de cualquier
otra persona?
Xie Lian rió secamente un poco, pensando que esta
actitud podría ser demasiado narcisista y frívola, carente
de sinceridad.
—No podemos hacer eso. Elegir un regalo debe
hacerse con atención y cuidado. ¿Tienen alguna
sugerencia?
Después de todo, Hua Cheng ha estado rondando la
Ciudad de los Fantasmas por muchos años; tal vez los
fantasmas tendrían una mejor comprensión de lo que le
gusta. Con un poco de lluvia de ideas, si Xie Lian
pensaba más, encontraría un regalo adecuado y
sobresaliente. Y, de hecho, todos los fantasmas dijeron:
—¡Lo tenemos, lo tenemos, lo tenemos!
Mientras hablaban, trajeron docenas de garras de
pollo, patas de cerdo, patas de pulpo y demás, creando
una pila de cosas variadas. Xie Lian no estaba
familiarizado con ninguna de estas cosas. Al estar
rodeado de ellos, pensó que era espectacular.
Tomó sin querer lo que parecía una botella de jade
misteriosa y elegante, preguntó: —¿Oh? ¿Qué es esto?
El presentador de la botella respondió: —¡Es una
medicina seductora de primer nivel! ¡Solo tiene que
aplicar unas gotas, y le garantizo que la pasión y el amor
de la víctima se dispararán, cayendo locamente por el
envenenador! ¡Y no tiene ningún efecto secundario!
—…
Xie Lian respondió severamente: —Gracias por la
sugerencia. Sin embargo, el amor debería venir
naturalmente del corazón. ¿Cómo podríamos usar
brebajes para controlarlo? Es mejor que nadie use esto
de ahora en adelante.
El fantasma que regaló la botella habló con miedo: —
Sí, sí, no lo usemos. Pero en realidad no hacemos esto
de todos modos, solo obtuve esto porque Xie Daozhang
pidió sugerencias, ¡ah!
Xie Lian lloró y se rió internamente, pensando: —¿Por
qué crees que tengo que regalarle medicina seductora a
Hua Cheng? Él sonrió: —Me temo que tu Chengzhu
tampoco tendrá ningún uso para este medicamento.
Todos los demás fantasmas empujaron
frenéticamente a ese fantasma, gritando: —
¡Exactamente! Si Chengzhu quiere a alguien,
¿necesitaría usar drogas? ¡Seriamente!
Xie Lian pensó que esta era una gran verdad. Por
ejemplo, consigo mismo, ni siquiera necesitaba el
veneno, caía de cabeza casi al instante en que veía a
Hua Cheng. Una lástima.
Para evitar que sus pensamientos embarazosos se
manifiestaran en un sonrojo, rápidamente tomó otra caja
y la abrió.
—¿Y qué hay aquí? ¿Perlas? ¿Medicina?
El fantasma que lo donó respondió: —¡Esta es una
píldora para tener hijos!
—...
Xie Lian ni siquiera tuvo que preguntar qué hace esta
píldora. Inmediatamente cerró la caja con un pa,
diciendo impotente: —Eso es todo...
¿Cómo podría darle algo así a Hua Cheng?
En cualquier caso, con la ayuda que está obteniendo,
Xie Lian sabe que no recibirá sugerencias útiles. Les dijo
a los fantasmas que planearan en secreto algo para el
cumpleaños del Rey Fantasma para darle una sorpresa
a Hua Cheng, mientras él se fue solo para seguir
pensando.

Tal vez porque estaba pensando demasiado en esto


su angustia ya se mostraba en su rostro. Hoy, estaba
ayudando a Hua Cheng a practicar la caligrafía y
pensando en ideas cuando de repente una voz salió de
su lado: —Gege.
Xie Lian dejó de pensar, inclinando la cabeza.
—¿Qué pasa?
Hua Cheng lo miraba fijamente y dejó su cepillo.
—¿Me equivoco o Gege parece estar preocupado por
algo? ¿Quieres decir qué es, para que San Lang pueda
compartir tus preocupaciones?
El corazón de Xie Lian se tensó. Él inmediatamente
puso una cara severa. Advirtió: —No puedes dejar tu
cepillo. No seas perezoso. Recoge tu cepillo y continúa.
Hua Cheng rió y tomó su pincel nuevamente,
suspirando lentamente.
—Me atrapaste.
Al ver que volvió a trabajar, Xie Lian suspiró. Pero
quién hubiera sabido que después de escribir dos líneas,
Hua Cheng dijo casualmente: —Pero recientemente,
Gege ha sido un poco inusual.
Xie Lian se tensó de nuevo pero rostro permaneció
tranquilo.
—¿Oh? ¿Cómo es eso?
Hua Cheng lo miró detenidamente por un momento,
sonriendo.
—Parece... demasiado condescendiente.
Xie Lian sonrió.
—¿No he sido siempre así?
Xie Lian se estaba quedando sin ideas de regalos de
cumpleaños. Decidió arriesgarse: primero preguntaría
algunas cosas inútiles para ver si había algo que le
faltaba a Hua Cheng y luego se arriesgaría. Con una
cara indiferente, Xie Lian dijo: —San Lang, déjame
preguntarte algo.
—¿Hum? ¿Qué es?
—¿Crees que falta algo en alguna parte?
Hua Cheng dijo: —¿Faltar? ¿A qué se refiere Gege?
¿Perdiste algo?
—Oh, no... estoy hablando de ti. Sólo preguntaba…
Era una lástima que no se atreviera a ser demasiado
directo, como hacer preguntas de tipo: ¿Qué te gusta?
¿Qué quieres? Para evitar que Hua Cheng se diera
cuenta de que algo estaba pasando, solo podía andar
por las ramas. Pero hacer eso hacía que fuera más difícil
encontrar lo que Hua Cheng quería. Estaba poniendo a
Xie Lian bastante nervioso.
—¿Yo? ¿Qué piensa Gege que voy a querer?
…Era verdad. Xie Lian no puede evitar sentirse
avergonzado.
Hua Cheng habla de nuevo.
—¿Por qué Gege me pregunta esto?
Xie Lian temía que lo descubrieran. Lanzando la
precaución al viento, empujó con fuerza con la mano.
Hua Cheng nunca mantenía su guardia frente a Xie Lian,
por lo que fue empujado y apoyado contra el diván con
los ojos bien abiertos, no era que le importara. Él sonrió.
—¿Qué está haciendo Gege? Siendo así de ansioso,
tú...
Sin esperar a que terminara su oración, Xie Lian se
acercó audazmente y detuvo sus palabras.
Y así, Hua Cheng ya no estaba de humor para seguir
haciendo preguntas. Lo sostuvo con su brazo y les dio la
vuelta a los dos; lo que sea que Xie Lian estaba haciendo
que era tan inusual ya no importaba.

Pensar solo, parecía completamente inútil, por lo que


Xie Lian únicamente podía pedir ayuda. Y las primeras
personas a las que pidió ayuda fueron, por supuesto, sus
dos ex subordinados competentes.
Los tres se sentaron en un templo roto secreto y
desconocido. Después de un momento de silencio
incómodo, Feng Xin preguntó: —¿Por qué me están
mirando?
Las otras dos personas lo miraron sin pronunciar una
palabra.
No pudieron evitarlo. Lógicamente hablando, él
debería saber qué es lo que hacía más felices a sus
seres queridos. Pero la cara de Feng Xin se estaba
volviendo sombría por su mirada. Él dijo: —...mirarme es
inútil. Solo le he dado a ella una cosa. Era un cinturón de
oro, el que me dio Xie Lian.
A Mu Qing le pareció increíble que Xie Lian lo
arrastrara para preguntarle algo así; ya era muy cortés
de su parte limitar sus ojos. Quería terminar rápidamente
con esta prueba, diciendo: —Esa es una buena idea. Los
cinturones están bien. ¿Por qué no le das también un
cinturón de oro?
Xie Lian ignoró automáticamente el tono extraño en
su voz, diciendo: —Perdí todo lo mío hace mucho
tiempo. ¡Se han ido todos!
El peculiar tono de Mu Qing se volvió aún más
extraño: —¿No estás en un buen lugar ahora? Las calles
están llenas de santuarios y adoradores. Simplemente
aparece en sus sueños pidiendo un cinturón y te harán
uno.
—Eso no tiene sentido. Si tengo que pedirle a un
adorador que haga mi regalo, ¿no es demasiado
descuidado?
Al ver que su tono de voz extraño no tenia ningún
efecto en Xie Lian, el tono de Mu Qing volvió a la
normalidad, diciendo: —¿Por qué eres tan
problemático? Haz uno para él tú mismo.
Xie Lian respondió rápidamente: —¡Qué buena idea!
Pero no sé cómo.
—Puedes aprender.
—Bien. ¿De quién?
Mu Qing dijo con impaciencia: —¿Cómo podría
saberlo? Tu solo puedes…
Antes de terminar su oración, Mu Qing se dio cuenta
de que esta vez, los otros dos lo estaban mirando.
Después de dos shichen,39 las manos y los dedos de
Xie Lian fueron golpeados docenas de veces, vendados
fuertemente para que sus manos no estuvieran cubiertas
de sangre. En su mano había una cosa en forma de
banda con forma e intención poco claras.
Mu Qing no pudo soportar esto más.
—¿Qué es esto?
Xie Lian suspiró.
—Un cinturón.
—Sé que esto es un cinturón. Lo que pregunto es,
¿qué has cosido al cinturón? ¿Cuál es el significado
detrás de esos dos frijoles que has cosido?
—¡Estos no son frijoles! ¿No puedes ver? Son dos
personas. —Para dejarlos ver claramente, incluso lo
señaló: —Caras de dos personas: este es el ojo, la boca
va aquí...
Después de ver que eran dos cabezas, Mu Qing dijo
increíblemente: —¿Por qué alguien cosería dos cabezas
grandes en un cinturón? ¿Se puede usar afuera? Tu
gusto por la moda no es demasiado horrible, ¿cómo es
que tal cosa puede salir de tus manos?
Xie Lian tampoco pudo evitarlo. Era mucho mejor
arreglando casas y construyendo pozos y paredes.
Podía hacerlo rápidamente y hacerlo bien. Pero parecía
que desde su nacimiento nunca fue bueno en las tareas
39
4 horas.
domésticas dirigidas a las mujeres: una vez que sostenía
una aguja e hilo o una olla, la situación se descontrolaba.
Se miró la mano, envuelta como una momia, aunque
no dolía, no estaba mejorando en la costura. No pudo
evitar sentirse impotente, diciendo: —...Cambiaré el
diseño.
Pero el tablón de madera ya se había convertido en
un bote,40 ¿cómo podría cambiarlo? Agregó un montón
de pétalos alrededor de las dos cabezas, convirtiéndolas
en dos cabezas de flores íntimas e incómodas. Las
caras de Feng Xin y Mu Qing eran visiblemente
miserables.
Las venas verdes aparecieron en la cara de Mu Qing.
—Incluso podría enseñar a los cerdos. ¿Cómo es que
eres tan torpe? ¿Estás cosiendo tus palmas?
—¿Cuándo le has enseñado a un cerdo? ¡Solo dices
un montón de mentiras infundadas!
Sin ningún tipo de modales, Mu Qing le dijo a Xie Lian.
—Solo ríndete. No tienes talento para esto.
No todos los días podía decirle; no tienes talento a Xie
Lian; decirlo con tanta confianza probablemente se sintió
bastante bien. Feng Xin no pudo escuchar esto por más
tiempo, diciendo: —¿Puedes hablar un poco menos? No
felicitaste a Dianxia un solo momento; ¡Usar ropa y hacer
ropa son dos cosas separadas! Ni siquiera es tan malo:
el cinturón se puede usar.

40
Idioma chino: la materia prima ya se ha convertido en un producto terminado.
—Está bien, entonces, ¿por qué no te damos el
cinturón? Si te atreves a usarlo, estaré convencido.41
Antes de que Feng Xin pudiera responder, Xie Lian
ocultó rápidamente ese cinturón vergonzoso y horrible.
—Esto no se puede usar. Lo guardaré, ¡está bien!
¡Este tipo de cosas, realmente no se podían usar
como un regalo!

Feng Xin y Mu Qing no ayudaron mucho, por lo que


Xie Lian se volvió hacia otra persona.
—¿Un regalo? Taizi Dianxia, realmente le preguntaste
a la persona adecuada. Pensando en aquel entonces,
Este…42¿qué tipo de tesoro precioso no he visto antes?
Los dos se agacharon al costado de la calle. Shi
QingXuan, con su cabello despeinado, su carácter
emocionado y su boca habladora, uno podría decir que
era un experto en este campo con solo una mirada. Xie
Lian aceptó humildemente sus enseñanzas. Shi
QingXuan dijo con confianza: —Hay tesoros no
reclamados por ahí, pero si quieres obtenerlos, tienes
que trabajar mucho.

41
服气: —Admitiré que tenías razón y te daré margen de maniobra / te respetaré.
42
Quería referirse a sí mismo con un pronombre -este- estimado que es diferente del
– yo- normal, pero se corrige a sí mismo.
Xie Lian dijo rápidamente: —Está bien. Es
exactamente lo que quería.
Cuanto más esfuerzo se necesitara para obtener algo,
más precioso debía ser, ¿no significaba eso que era un
regalo más sincero? El mejor tesoro para obtener sería
el más difícil de conseguir en este mundo, uno que ni
una sola persona hubiera logrado obtener. Si lo
conseguía para Hua Cheng, sería un regalo significativo.
Imaginando que su regalo podía hacer que Hua Cheng
levante las cejas o sonriera un poco, Xie Lian no pudo
reprimir su entusiasmo y anticipación, y estaba ansioso
por probar esta idea.
Shi QingXuan pensó un poco y luego dijo: —¡El
Xingtian Hu!43 Taizi Dianxia debería haber oído hablar
de eso antes, ¿verdad? Este Hu es precioso. Si lo pones
debajo del cielo nocturno, las estrellas y la luna se
reflejarán en el vino y absorberán la energía espiritual
del cielo, la tierra, el sol y la luna. No solo es elegante,
también puede ayudar con el cultivo...
Quién hubiera sabido, que cuanto más escuchaba Xie
Lian, más tenía un mal presentimiento en su pecho, y
rápidamente interrumpió.
—Espera.
—¿Qué pasa?
Xie Lian hizo un gesto de comparación de tamaño y
dijo: —QingXuan, de lo que estás hablando, ¿es un Hu

43
Cielo estelar Hu. El Hu = Recipiente para contener alcohol (u otras bebidas)
de jade negro sobre este tamaño? ¿Dentro del jade hay
indicios de luz estelar?
Shi QingXuan estaba perplejo.
—¿Eh? ¿Cómo lo supo Taizi Dianxia? ¿Lo has visto
antes?
—...
No solo lo vio. El mes pasado, estaba tratando de
servirse un poco de agua para beber. Debido a que
olvidó que su mano estaba lastimada, perdió el control y
destrozó exactamente ese Hu.
En ese momento, Hua Cheng inmediatamente vino a
preguntar sobre la lesión en su brazo. Xie Lian, al ver lo
hermoso que era ese Hu, le preguntó a Hua Cheng qué
hacer y si podía solucionarlo. En cambio, Hua Cheng dijo
que no era nada, que solo era un juguete. Ni siquiera
miró las piezas rotas antes de decirles a sus
subordinados que barrieran los pedazos Hu y los tiraran,
y se llevó a Xie Lian para cuidar su brazo.
Ahora que lo pensaba, ¿no era el Hu que rompió el
que Shi QingXuan llamó el raro tesoro precioso: el Hu
Xingtian?
Xie Lian sintió que su corazón se enfriaba.
—Esto... podría no ser demasiado adecuado. ¿Qué
tal otro tesoro?
—Oh. —Shi QingXuan no entendió lo que acaba de
suceder, por lo que se agarró el pelo y pensó un
momento antes de decir: —¡Entonces el próximo sería
el cepillo BaHuang! Este pincel es increíble. Los pelos
utilizados para el cepillo se extrajeron de la punta de la
cola de una bestia antigua. El mango estaba hecho de
una rama en la parte superior de un árbol Yuzhu. Si no
se usa el cepillo, crecerá...
Xie Lian dijo: —¿Un Yuzhu verde?
—¡Correcto! Taizi Dianxia, ¿cómo sabías esto
también? ¿Lo has visto antes también?
¿Cómo podría no haberlo visto? Ese era el pincel con
el que Hua Cheng practicaba su caligrafía todos los días.
Culparía de que su desagradable escritura a mano en el
pincel era mala y la tiraría al suelo. A veces lo pateaba a
quién sabe dónde. Xie Lian a menudo tendría que
buscar ese pincel pobre, recogerlo y limpiarlo antes de
ponerlo en un lugar seguro.
Xie Lian dijo: —Este... podría no ser demasiado
adecuado tampoco. ¿Qué tal una diferente?
Mientras Shi QingXuan enumeraba docenas de
sugerencias, Xie Lian se dio cuenta de que los tesoros
legendarios y raros de los que estaba hablando eran
muy familiares. Y todos eran tan lamentables: eran los
taburetes que Hua Cheng estaba usando como
reposapiés o la alfombra en su piso. Si no eran los
juguetes que usaba para su diversión, eran cosas que él
tiraba, perdía y dejaba.
Eso tenía sentido. ¿Qué tesoros en este mundo aún
existirían que Hua Cheng no hubiera visto y no haya
podido obtener?
Y así obtener un regalo para el Rey Fantasma no
funcionaría con esta idea.

Como un médico desesperado que usa todos los


tratamientos que conoce, Xie Lian casi preguntó a todos
los que pudo.
Sin embargo…
Quan Yizhen solo sabía dar lingotes de oro.
A Hua Cheng no le faltaba dinero.
Pei Ming: esta persona solo sabía dar regalos a las
mujeres. Si le preguntabas qué darle a un hombre, no
podía decir nada apropiado.
Ling Wen, a pesar de que tenía algunos otros
funcionarios celestiales para ayudar, dijo que los cielos
no podían funcionar sin ella, y aunque no estaba
encerrada en una prisión, fue enterrada en el papeleo
hasta el punto de casi ya no saber hacer nada, excepto
procesar documentos oficiales, y preferiría tener algo de
silencio en su celda de prisión.
Nadie pudo ayudar, y el cumpleaños de Hua Cheng
era en dos días. Xie Lian realmente no tenía ideas.
Permaneció despierto toda la noche, con los ojos
rojos. Al menos cuando el cielo estaba casi
amaneciendo, pensó en algo para dar.
Una vez que su mente estuvo clara, se levantó
silenciosamente del diván, mirando a su lado a Hua
Cheng, que dormía tranquilamente.
El cabello de Hua Cheng era tan oscuro como un
cuervo, y sus pestañas eran como laca. Con ambos ojos
cerrados, no se notaba que le faltaba un ojo. Su hermoso
rostro y su expresión naturalmente hostil se veían
amortiguadas por su sueño. Mirándolo ahora, se veía
gentil, de alguna manera.
El corazón de Xie Lian fue tocado. No pudo evitar
extender su mano derecha, colocándola sobre la cara de
Hua Cheng. Pero como tenía miedo de despertarlo,
retiró la mano.
Quién hubiera sabido que incluso antes de bajarse del
diván, su cintura se tensó y un brazo lo detuvo. Una voz
perezosa vino desde atrás.
—Gege, ¿por qué estás despierto tan temprano?
¡Hua Cheng se despertó!
Su voz era baja, un poco ronca, como si estuviera
medio soñando, medio despierto. Xie Lian fue tomado
por sorpresa y regresó al diván. Sintiéndose
inmensamente culpable, con calma respondió: —Oh,
alguien envió sus oraciones.
Hua Cheng se acercó a él y le besó la oreja, diciendo:
—El sol ni siquiera está afuera. ¿Quién va a rezar tan
temprano en la mañana? ¿Están buscando problemas?
Tal vez fuera su conciencia culpable, pero cuando Xie
Lian escuchó la voz junto a su oído, su rostro se sintió
ardiente: —No acabo de recibir la oración. Se acumuló
hace un tiempo...
Mientras hablaba, sintió que hablar en su posición
actual era bastante difícil. Cuando trató de levantarse
nuevamente, Hua Cheng también se sentó, envolviendo
sus brazos alrededor de su cuello, descansando su
cabeza sobre su hombro.
—Si ya está apilada, entonces ¿por qué no
posponerlo un poco más? Gege trabajó demasiado
anoche. Duerme un poco más.
Xie Lian luchó contra los brazos y la voz seductora de
esa persona, apenas siendo capaz de hacerlo.
—Yo... ya lo pospuse por mucho tiempo, no puedo
demorar más ...
—Oh. ¿Entonces voy contigo?
Xie Lian dijo rápidamente: —No es necesario. No
tardaré mucho. Ya vuelvo. ¡Deberías descansar un
poco!
—¿Realmente no necesitas que vaya?
—¡No es necesario! No puedes venir conmigo.
¡Absolutamente, absolutamente no puedo venir!
Hua Cheng abrió su ojo ligeramente.
—¿Por qué?
Xie Lian se atragantó. En un instante, se dio vuelta
rápidamente, se agarró de los brazos de Hua Cheng y lo
miró, diciendo solemnemente: —Tú. Tienes que
practicar caligrafía.
Hua Cheng lo miró inocentemente, parpadeando. Xie
Lian dijo con fuerza: —Debes quedarte en este templo
hoy para practicar la caligrafía. ¡Lo comprobaré cuando
vuelva!
Hua Cheng pareció cada vez más inocente, inclinando
la cabeza. Pero al final él respondió obedientemente.
—Está bien.
Xie Lian luchó para finalmente superar esta situación,
cayendo frenéticamente de la cama. Hua Cheng se
apoyó ligeramente en el diván, mirando de reojo a la
vista trasera de Xie Lian cuando entró en pánico y huyó
de la habitación. Hua Cheng sonrió y volvió a acostarse,
usando sus brazos como almohada.

Xie Lian primero fue a un páramo árido para recuperar


lo que quería, luego fue a Tonglu.
Dentro del bosque de la montaña Tonglu había una
pequeña casa. Al entrar, Xie Lian vio a Guoshi sentado
frente a una mesa con tres personas a su lado, jugando
a las cartas con una cara solemne. Sin pronunciar una
palabra más, Xie Lian se dio vuelta para irse, pero una
vez que Guoshi lo vio, sus ojos se iluminaron y gritó: —
¡Quédate ahí!
Xie Lian sabía que solo había una situación en la que
Guoshi le diría que se quedara allí cuando estaba en
medio de una partida de cartas. De hecho, en el
siguiente instante, Guoshi se retiró de la mesa y dijo: —
Dejemos de jugar, tengo algo que hacer, ¡así que tengo
que irme! ¡Taizi, vuelve! ¿Me necesitas para algo?
Girando la cabeza, Xie Lian vio a las tres personas en
el suelo, sabiendo muy bien que Guoshi debía haber
estado a punto de perder el juego. Él dijo falsamente.
—En realidad no es algo tan importante.
Sin embargo, Guoshi rápidamente dijo: —No, no, veo
cuán severa es tu cara. ¡Debe ser algo increíblemente
importante! ¡El juego puede esperar, deja que Weishi44
te ayude!
—...
Pero cuando Xie Lian explicó por qué estaba allí,
Guoshi cambió su expresión. Los dos se sentaron en un
banco de aspecto crudo mientras Xie Lian escuchaba a
Guoshi diciéndole: —No es un evento tan importante.
¡Solo un cumpleaños, sin embargo, pasaste tanto tiempo
pensando en ello, corriendo, obteniendo personalmente
ese tipo de cosas!
Xie Lian sabía que no había forma de que se explicara
a esta persona, e incluso si lo hiciera, esta persona no
entendería sus intenciones. Se frotó el espacio entre las
cejas hasta que se puso rojo: —Ya tengo los materiales.
Simplemente ya no recuerdo cómo hacer el Bloqueo de
44
Weishi = Yo, tu maestro. El pronombre para maestros estimados.
Longevidad estilo XianLe que me dieron cuando era
niño. Quería pedirle consejo a Guoshi: no tienes que
hacer nada, lo haré yo mismo.
Guoshi parecía no entenderlo aún, y dijo: —No tienes
que preparar ningún regalo de cumpleaños. Ya estás
apareciendo en su puerta, ¿qué otro regalo le gustaría?
—...
Esto quería decir; usted mismo es el mejor regalo,
¿verdad? Xie Lian no podía soportar este tipo de lógica;
ni siquiera quería pensar en eso, golpeó su frente con la
mano pensando: —No soy tan narcisista.
Al verlo sacudir la cabeza en señal de protesta,
Guoshi dio: —Realmente eres un inútil. ¡Tú, eres la única
deidad en los cielos que ascendió tres veces! ¡Deidad
marcial coronado de flores! ¡El Príncipe Heredero de
XianLe! ¡Quien a los diecisiete años tuvo el descaro de
declararle al mundo entero que salvaría a la gente
común! A la edad de dieciocho…
Xie Lian inmediatamente dijo: —¡Guoshi! ¡Detente,
Guoshi! ¡No digas eso más! ¡Detente!
¡No había nada de esta triste historia de lo que estar
orgulloso!
Guoshi lo miró con una expresión complicada,
aparentemente molesto porque el hierro no se ha forjado
en acero,45 dijo: —Taizi Dianxia, realmente no tienes que
desanimarte tanto.
—No me estoy desanimando, es solo que...
45
Molesto porque Xie Lian no ha aprendido su lección.
Es solo que, cuando se trata de la persona que
admiras, naturalmente querrías darle lo mejor del
mundo. Y no puedes evitar a veces pensar que todavía
no eres lo suficientemente bueno.
Al verlo en tal situación, Guoshi suspiró. Se puso las
manos en las mangas, pensando un poco.
—Hacer el Bloqueo de Longevidad, ¿verdad? Espera,
lo pensaré. Ha pasado tanto tiempo que no me atrevo a
decir que recuerdo todos los procedimientos artesanales
y ceremoniales.
—No es importante. Si no lo recuerdas, lo haré
siguiendo lo que recuerdo. Con suficiente fe, funcionará.
De repente, Guoshi lo miró.
—¿Por qué no le preguntas?
—…
No dijo el nombre, pero Xie Lian sabía quién era él.
Jun Wu estaba siendo reprimido por Tonglu, bajo
tierra.
Después de permanecer en silencio por un momento,
Xie Lian todavía sacudió la cabeza.

Después de permanecer en Tonglu durante gran parte


del día, Xie Lian regresó a la Ciudad de los Fantasmas.
En este momento, solo había unos pocos brillos antes
de que llegara el cumpleaños de Hua Cheng. Los
fantasmas y Xie Lian acordaron de antemano que
fingirían que no estaba sucediendo nada y decorarían
secretamente la ciudad. Xie Lian entró en una pequeña
tienda. No mucho después, un grupo de fantasmas
también vino, ansiosa y caóticamente preguntando.
—¿Cómo fue? ¿Cómo fue?
Xie Lian pensó que casi estaban actuando como
ladrones.
—¿Cómo está su Chengzhu? ¿Ha encontrado algo
inusual?
Los fantasmas respondieron: —No, no. Chengzhu ha
estado dentro del templo Qiandeng todo el día .
Xie Lian lo encontró un poco extraño.
—¿Todo el día?
—¡Sí! El estado de ánimo de Chengzhu parece
bastante bueno hoy. Grandioso... Xie Daozhang, ¿ya
preparaste un regalo de cumpleaños para Chengzhu?
Xie Lian se sintió a gusto ahora, sacando de sus
mangas el Bloqueo de Longevidad en el que tanto
esfuerzo puso, sonriendo.
—Está listo.
Los fantasmas celebraron. Hablaron sobre cómo
prepararse para la celebración de cumpleaños mañana
antes de que Xie Lian regresara al templo Qiandeng.
Dentro, Hua Cheng estaba, de hecho, practicando su
escritura.
Pensar que sin la insistencia de Xie Lian, Hua Cheng
practicaría la caligrafía por su cuenta, era
extremadamente raro. Parecía que realmente estaba de
buen humor. Al ver que ese pobre pincel Bahuang en
sus manos se usaba para escribir personajes tan
distorsionados y feos, Xie Lian lo encontró casi divertido,
sacudiendo la cabeza. Al escuchar que Xie Lian había
regresado, Hua Cheng dejó el cepillo y lo liberó de su
agonía. Él sonrió suavemente.
—¿Gege ha regresado? Momento perfecto, ven a ver
lo que hice hoy.
Xie Lian sonrió.
—Está bien.
El caminó hacia adelante. Justo entonces, su rostro
se congeló. Pausó sus pasos, frunciendo el ceño.
Hua Cheng inmediatamente sintió que algo andaba
mal. En el siguiente instante, estaba al lado de Xie Lian.
—¿Qué pasa?
La expresión de Xie Lian pronto volvió a la
normalidad.
—No es nada.
No era nada. Justo ahora, sintió un ligero dolor en su
corazón.
Hua Cheng nunca lo deja ser descuidado y se le
acercó para sostenerle la muñeca.
—¿A dónde fuiste? ¿Te lastimaste de nuevo?
—No.
Esa era la verdad: no se lastimó. Los últimos días los
pasó corriendo sin problemas y no encontró nada
peligroso. Hua Cheng reflexionó un poco y lo soltó
cuando no encontró nada anormal. Xie Lian también se
revisó a sí mismo, pero tampoco pudo encontrar nada,
pensando que el dolor podría haber sido una ilusión. Él
sonrió.
—Tal vez fue un esguince muscular ah. ¿Déjame ver
lo que hiciste hoy?
Hua Cheng también sonrió, tomando su mano.
—Ven aquí.
Antes de que Xie Lian pudiera responder, su corazón
volvió a dolerle de repente.
¡Esta vez, definitivamente no fue una ilusión!
Claramente sintió que, si la primera vez era como un
pinchazo, la segunda vez era un dolor como un clavo
afilado que lo arañaba. Si Hua Cheng no hubiera mirado
hacia otro lado por casualidad, Xie Lian podría no haber
dicho esta vez que no era nada.
Xie Lian no quería asustar a Hua Cheng por ahora.
Después de que los dos jugaron en el templo Qiandeng
por un tiempo, encontró una excusa para irse y
examinarse con más cuidado.
Luego bajó la mano, luciendo serio.
De hecho, no había nada malo en él, de lo contrario
Hua Cheng lo habría descubierto cuando sostuvo su
muñeca.
Entonces, ¿por qué le dolería el corazón de la nada?
Después de reflexionar, Xie Lian supuso que podría
haber sido una maldición o algún tipo de veneno, pero
no se preocupó, al menos no por el momento. El
cumpleaños de Hua Cheng llegaría en un momento. Si
algo sucediera ahora, Hua Cheng no estaría de humor
para celebrarlo, y en cambio estaría curando su lesión.
Xie Lian estaba acostumbrado a aguantar el dolor, por lo
que no era que no hubiera experimentado este tipo de
cosas raras antes. Decidió no pensar en eso ahora, y
esperar hasta después de que este día hubiera
terminado antes de arreglarlo por su cuenta.
Por la noche, como era casi la hora, Xie Lian regresó
al templo Qiandeng. Hua Cheng todavía estaba adentro
aburrido hasta la muerte, fingiendo estar practicando
seriamente su caligrafía mientras garabateaba al azar en
el papel, creando basura. Xie Lian no pudo evitar reírse,
pero antes de que pudiera reírse sintió el dolor de nuevo.
Usar su dedo para masajear su pecho tampoco hacía
nada. Él pensó; —Parece que esto es bastante
poderoso... Solo lo soportar un poco más.
Inhaló, saliendo mientras dijo suavemente: —¿San
Lang? Hay algo con lo que necesito tu ayuda.
Hua Cheng dejó el pincel.
—¿Qué es?
—Por favor cierra los ojos.
Hua Cheng levantó una ceja, pero no preguntó más.
Él cerró su ojo. Xie Lian tomó sus dos manos, sonriendo.
—Sígueme.
Esto era como lo contrario de lo que sucedió en la
montaña Jun. Hua Cheng sonrió.
—Está bien.
Xie Lian guió sus dos manos mientras caminaban
lentamente hacia la puerta.
—Ten cuidado con el marco de la puerta.
Quién sabría cuánto tiempo Hua Cheng caminó
alrededor del templo Qiandeng, naturalmente, no
necesita ser guiado por el edificio. Pero aún esperaba
que Xie Lian le recordara antes de levantar el pie. Las
cadenas plateadas de sus botas sonaron cuando los dos
salieron por la gran puerta y llegaron a la calle principal.
Después de caminar un rato, Xie Lian dijo: —Está
bien, abre los ojos.
Hua Cheng hizo lo que le dijeron. En ese instante, ese
iris negro como el de una vela se encendió en un
instante.
La calle estaba cubierta de faroles, que parecía
mucho más limpia que en el pasado. Era como si cada
hogar trabajara duro para limpiar, reemplazando todo
roto con nuevas instalaciones. Los techos también
brillaban como si fueran nuevos. Los fantasmas los
rodearon en silencio, sin atreverse a hacer un sonido
antes. Una vez que Hua Cheng abrió los ojos, hicieron
un ruido frenético, gritando desordenadamente; ¡feliz
cumpleaños, Chengzhu, ah! Además de otras frases
mezcladas como que puedan vivir juntos una vida larga
y feliz y que pronto puedan dar a luz. ¡Era
extremadamente desagradable!
Al ver un resultado tan desastroso, Xie Lian se golpeó
la frente. Habían practicado durante tanto tiempo y
lograron sincronizarse antes; ¿Cómo es que ahora
sonaba como un desastre?
Hua Cheng estaba inexpresivo, parecía casi
completamente impasible. Levantó una ceja.
—¿Qué están haciendo? Están molestando a la gente
hasta la muerte.
Los fantasmas ya habían renunciado a todo lo que
han practicado, diciendo: —Si es molesto hasta la
muerte, ¡hasta la muerte lo es! De todos modos ya
estamos muertos, ¡ah!
Hua Cheng se burló. Dándose la vuelta, vió a Xie Lian
detrás de él, sus manos escondidas detrás de su
espalda.
—¿San Lang, escuché... hoy es tu cumpleaños?
Hua Cheng parecía estar esperando esto, cruzando
los brazos e inclinando la cabeza. Mirando a Xie Lian, él
sonrió.
—Hum. Sip.
Xie Lian tosió suavemente un par de veces, luego de
repente saltó, colocando el Bloqueo de Longevidad en el
cuello de Hua Cheng.
—Esto... hice esto rápidamente, ¡espero que no te
importe!
Ese Bloqueo de Longevidad estaba grabado con el
mismo tipo de patrones en sus muñequeras: hojas de
arce, mariposas, bestias feroces, etc. Era
extremadamente refinado y contenía un poder espiritual
muy fuerte. A simple vista se notaba que era un artículo
extraordinario. Los fantasmas exclamaron con
entusiasmo: —¡Guau! ¡Se ve demasiado bien! ¿Qué
clase de tesoro es este?
—¡Ah! ¡Solo Chengzhu es apto para este tipo de
tesoros! ¡Y solo este tipo de tesoro es apto para
Chengzhu!
Sus vítores fueron exagerados al extremo. Xie Lian no
sabía si quería reír o llorar; se estaba poniendo cada vez
más nervioso, pero no sabía si debería preguntarle a
Hua Cheng qué pensaba del regalo. Hua Cheng
tampoco dijo nada, pero tenía los ojos muy brillantes y
parecía que quería sonreír. Levantó el colgante, como si
quisiera hablar.
Quién hubiera sabido que en este instante, algo
sucedió.
Las rodillas de Xie Lian de repente se debilitaron, y él
comenzó a caer.
Esto fue muy repentino. Los fantasmas que estaban
animando justo ahora de repente hicieron ruidos de
horror. La sonrisa de Hua Cheng se desvaneció
instantáneamente, atrapándolo rápidamente a medio
camino del suelo. Él dijo: —¿Gege? ¿Qué pasa?
La cara de Xie Lian palideció. Él negó con la cabeza,
forzando una sonrisa.
—No es nada...
Sin terminar sus palabras, su garganta se cerró.
¡Maldita sea, ha vuelto otra vez!
Ese dolor de corazón estaba saliendo de la nada otra
vez. Y esta vez, el dolor era peor que nunca. Era como
si su corazón estuviera siendo destrozado.
La suerte de Xie Lian era mala, pero nunca esperó
que este dolor llegara tan repentinamente con cada
aparición más dolorosa que la anterior, y que estuviera
sucediendo en este momento, ¡en un momento tan malo!
Todavía estaba tranquilo, pero ese dolor continuó. Se
sentía como si alguien agarrara un taco de nuez y lo
golpeara una y otra vez en su corazón. Xie Lian tenía
tanto dolor que apenas podía respirar. No podía levantar
la cabeza y su frente empezó a sudar frío. La expresión
de Hua Cheng cambió por completo.
— ¡¿Dianxia?!
Agarró la muñeca de Xie Lian, pero no pudo encontrar
nada malo.
— ¡Dianxia! ¡¿A dónde fuiste ayer?!
Había aullidos aterrados por todas partes. Xie Lian
abrió la boca y, como si algo estuviera clavado en su
garganta, ni siquiera pudo hablar.
El brazo con el que Hua Cheng lo sostenía tembló. Al
ver la cara de Hua Cheng, que estaba tranquila sin
importar qué, se convirtiera en una que parecía tan
impaciente y aterrorizada, el corazón de Xie Lian sintió
como si un gran martillo lo aplastara. Finalmente,
incapaz de soportarlo, cayó inconsciente.
Antes de perder el conocimiento, su mente se llenó
con las palabras: —Lo siento.
Después de todo, hoy era el cumpleaños de Hua
Cheng.

Después de una cantidad de tiempo desconocida, Xie


Lian se despertó abruptamente. Recuperando el aliento,
miró al techo pensando, pensando con confusión: —
Esto es... ¿Templo de Qiandeng? ¿Cómo me... dormí?
Estaba despertando lentamente cuando de repente
un brazo lo estaba levantando. La voz de Hua Cheng
estaba cerca.
—¿Dianxia?
Xie Lian levantó la cabeza y vio su rostro. Su
expresión era cauterizante. Xie Lian se sobresaltó; Justo
cuando estaba a punto de hablar, sintió nuevamente un
intenso dolor en el corazón.
Esto lo despertó por completo. Todo su cuerpo se
curvó, y sus dedos estaban a punto de clavarse en su
pecho con una fuerza inmensa como si fuera a excavar
su propio corazón. Hua Cheng inmediatamente sostuvo
sus muñecas y dijo: —¡Dianxia!
Si Hua Cheng no hubiera actuado rápidamente, Xie
Lian podría haber hecho cinco agujeros sangrientos en
su pecho. Justo en ese momento, una voz cercana dijo:
—Creo que hay algo mal aquí, ¿por qué no lo sueltas
primero?
Mu Qing estaba aquí. Hua Cheng dijo: —¿Qué
haremos si lo dejo ir y él se lastima?
La voz de Feng Xin surgió de inmediato.
—¡Lo sostendré por ti! ¡Si no nos damos prisa y
descubrimos qué pasa, su dolor no se detendrá!
El cuerpo de Xie Lian se dobló y sintió otra mano
agarrándose a sus muñecas. Después de escuchar esto,
los movimientos de Hua Cheng se congelaron y él lo
soltó.
Por extraño que pareciera, una vez que soltó a Xie
Lian, el dolor disminuyó bastante. Xie Lian podía
moverse ahora, y cuando se dio la vuelta, vio a Feng Xin
y Mu Qing cerca del diván. Probablemente fueron
llamados para ayudar. Hua Cheng estaba parado cerca,
mirándolo.
Mirándolo, el dolor de Xie Lian volvió de nuevo. Mu
Qing, al ver su cambio en la expresión facial, dijo a Hua
Cheng: —¡Párate más lejos! ¡Parece que siente dolor si
está cerca de ti o si te mira!
Al escuchar esto, Hua Cheng se congeló, su cara se
vió muy aterradora. Sin saber qué decir, se alejó
rápidamente, dejando el edificio. Una vez que
desapareció de la vista de Xie Lian, el dolor en su
corazón también disminuyó rápidamente.
Con el dolor yendo y viniendo, Xie Lian estaba a punto
de volverse loco. Conteniendo el aliento, habló con
dificultad.
—Esto... solo... ¿qué está pasando, ah?
Mu Qing y Feng Xin lo retenían juntos, impidiéndole
ver a Hua Cheng. Mu Qing dijo: —¡Esa es nuestra
pregunta para ti! ¿Qué pasa contigo? ¡Debes haber
atrapado algo!
—Si hubiera atrapado algo, ¿cómo podría no saberlo?
Además, Hua Cheng también lo había revisado.
Mu Qing dijo: —¿Entonces has ido a un lugar extraño
estos últimos días?
—Recientemente, solo he ido a la montaña Tonglu,
y... la tumba de Guoshi.
Mu Qing frunció el ceño.
—¿Qué? ¿Tumba de Guoshi? ¿Qué tumba de
Guoshi?
Hua Cheng estaba parado afuera, pero entendió: —
¿La tumba del Guohi Fang Xin?
Xie Lian dijo: —San Lang, deberías entrar...
La voz solemne de Hua Cheng entró.
—Gege debería descansar. Iré a echar un vistazo.
Xie Lian inmediatamente dijo: —¡Yo también iré!,
Pero cuando se levantó, sintió tanto dolor que tuvo
que acostarse nuevamente. No escuchó a Hua Cheng
decir nada más después, así que ya debía haberse ido.
Xie Lian quería obligarse a levantarse de nuevo, pero Mu
Qing dijo: —Creo que deberías dejar de corretear. ¡Ni
siquiera camines más!
Xie Lian estaba siendo sostenido por cuatro manos,
luchando.
—No es que nunca haya sentido dolor antes. Me
acostumbraré después de un tiempo.
El hecho de que tenga dolor no significaba que dejaría
que eso le impidiera ver a Hua Cheng.
Sin embargo, Mu Qing dijo: —Estás dispuesto a soportar
el dolor, pero tu San Lang no está dispuesto.
Xie Lian se sobresaltó. Pensó en cómo se veía el rostro
de Hua Cheng el momento antes de desmayarse, luego
pensó en cómo se veía el rostro de Hua Cheng cuando
se dio cuenta de que sentiría dolor cada vez que se
acercara a él. Su respiración se estancó y su corazón
estalló de dolor, su rostro palideció instantáneamente.
Feng Xin y Mu Qing lo miraron. Aturdido, Feng Xin dijo:
—¿No acaba de irse Xueyu Tanhua? ¿Por qué sigue
sufriendo?
Sin decir una palabra. Con una mirada, Mu Qing pudo
decir a quién volvía su mente. Con la taza de té todavía
en la mano sin entregar, la cara de Mu Qing se
oscureció.
—¿Por qué todo te recuerda a él? ¡¿Quieres morir?!
¿Cómo podría controlar eso?
Si no pensar en una persona fuera algo tan fácil de
hacer como lo era de decir, las personas en este mundo
estarían mucho menos frustradas.
Mu Qing dijo: —Digo que simplemente lo noqueamos.
Le ahorra el esfuerzo de controlar sus pensamientos.
Sin embargo, al ser el ex subordinado de Xie Lian,
Feng Xin no golpearía a Xie Lian. Y por supuesto, no
dejaría que nadie más golpee a Xie Lian a su alrededor.
Inmediatamente dijo: —¡No! Digo que le hables más,
que lo distraigas, para que deje de pensar en Xueyu
Tanhua.
—¿De qué puedo hablar con él? ¿Como si él no
comenzara a pensar en Xueyu Tanhua sin importar lo
que yo diga? ¡Noquearlo es mejor!
—¡No puedes golpearlo! No se le ocurrirá nada más
si todos estamos jugando Chengyu Jielong,46 ¿verdad?
Apuesto a que no puede. ¡Comenzaré, Shoubi
nanshan… (Vida útil hasta la montaña del sur)!
Mu Qing odiaba absolutamente este juego, pero
todavía jugó miserablemente el siguiente turno.
—Shanqiong Shui'e (Montañas estériles, aguas
viciosas).
No había nada que Xie Lian pudiera hacer.
Débilmente, jugó a continuación: —E'zi duoju… (el
púrpura vicioso reemplaza al rojo justo)

46
Juego donde la última palabra de un idioma chino (chengyu) es la primera palabra
de la siguiente. Cada chengyu generalmente viene en cuatro palabras.
Justo cuando terminó su turno, se acurrucó de nuevo.
Mu Qing estaba desconcertado.
—¿Cómo puede esto hacerte pensar en él? ¡Ni
siquiera está parcialmente relacionado!
Xie Lian pensó, ¿cómo podría no estar relacionado?
Rojo. Color rojo. Ropa carmesí. Si pensaba en ropa
carmesí, ¿cómo podría no pensar en Hua Cheng?
Siendo tan atormentado, no pudo soportarlo más. Con
un estallido de poder, él luchó para liberarse de los dos
que lo sostenían y rodó del diván con un bam.
Feng Xin y Mu Qing sabían que tenía una fuerza
explosiva extraordinaria, por lo que habían conservado
sus propios poderes. Pero incluso eso no fue suficiente
para retenerlo. Al verlo escapar, los dos se apresuraron
a someterlo, pero Xie Lian les dio una bofetada que los
envió de vuelta al suelo, incapaz de levantarse. Mu Qing
levantó la cabeza y vio a Xie Lian escapar por la puerta.
—¿A dónde vas? ¡No corras!
Pero Xie Lian ya estaba corriendo tan rápido como
pudo. Sacó dos dados exquisitos de sus mangas, los
arrojó y se lanzó torpemente por una puerta.
Hua Cheng había dicho una vez que si Xie Lian quería
verlo, no podría importar qué números obtuviera de los
dados. Corriendo por la puerta, Xie Lian ni siquiera sabía
a dónde lo llevarían los dados, pero una vez que
atravesó la puerta, se abalanzó a esa persona del otro
lado. La voz de Hua Cheng vino desde arriba de su
cabeza, un poco sorprendido.
—¡Dianxia!
Xie Lian lo abrazó rápidamente, como si temiera que
desapareciera.
—¡San Lang! No vayas solo. Yo voy contigo…
Hua Cheng parecía querer abrazarlo inmediatamente,
pero sus brazos se congelaron a medio camino. Apenas
conteniéndose, dijo: —Dianxia, regresa. Tu dolor
empeorará.
Pero Xie Lian apretó los dientes y lo abrazó con más
fuerza, con la voz temblorosa: —¡Si duele, que así sea!
—¡Dianxia!
Si iba a sentarse en otro lugar, muriendo de dolor por
pensar en Hua Cheng, entonces ¿por qué no morir de
dolor mientras abrazaba a Hua Cheng con fuerza?
Cuanto más dolía, más apretados estaban sus brazos a
su alrededor. La cabeza de Xie Lian goteaba de sudor,
sus palabras desarticuladas
—Solo espérame. Solo por un momento. Mejoraré.
Me acostumbraré. Soy muy bueno para soportar el dolor.
Si estás a mi lado, puedo soportar el dolor. Si te vas,
entonces... realmente no podré soportarlo…
Al escuchar esto, Hua Cheng se sorprendió por
mucho tiempo. Él habló en voz baja.
—Dianxia ah...
Su voz era una mezcla de suspiros y dolor, y parecía
aún más atormentado que Xie Lian. Xie Lian se aferró a
él, esperando que ese tormento insoportable pasara.
Justo cuando estaba calmando su aliento, una voz
vino desde atrás.
—¿Esto se forjó usando tu máscara como un yeso?
En medio de su mareo, Xie Lian se dio cuenta de
dónde estaban. Era una tumba desolada y siniestra: la
tumba de Guoshi que había visitado hacía dos días. La
persona parada detrás de ellos, alto en estatura, era
Lang Qianqiu.
Cuando Xie Lian llegó por primera vez, ya estaba
delirando, por lo que no se dio cuenta de que había una
tercera persona aquí. Al darse cuenta ahora, tampoco
podía molestarse en sentirse avergonzado. En este
momento, Feng Xin y Mu Qing también se pusieron al
día. Mu Qing fue abofeteado por él con tanta fuerza que
no pudo levantarse del piso, y estaba tan enojado que
las venas verdes en su frente podrían nunca
desaparecer.
Él gritó: —¿Por qué estás corriendo? Dos personas,
cuatro manos, ¡no pudieron detenerte! ¿Qué demonios
hay aquí? ¡Es solo una tumba!
Feng Xin también estaba mirando a su alrededor.
—Esto es una tumba, ¿verdad? Una que alguien ha
abierto antes. ¿Entonces esta es la tumba del Guoshi
Fang Xin? —Él vio a Lang Qianqiu. Aturdido, Feng Xin
dijo: —¿Porque qué también está aquí Su Alteza Real
Taihua?
Lang Qianqiu no se veía muy bien y respondió: —
Sentí que algo extraño sucedía en la tumba de Guoshi,
así que vine a echar un vistazo.
Vino a echar un vistazo, y casualmente se topó con
Hua Cheng y Xie Lian. Él reflexionó sobre algo, sin
molestarse en saludar o explicar más. Mirando a Xie
Lian, preguntó de nuevo: —¿Usaste esa máscara de
plata para forjar el Bloqueo de Longevidad? ¿Viniste
hace dos días y quitaste la máscara?
Dudando, Xie Lian asintió.
Cuando estuvo en el Reino de YongAn designado
como Guoshi hace mucho tiempo, siempre llevaba una
máscara de plata. La plata en su máscara era muy rara,
hecha de medio jin de un demonio plateado. No solo
cubría su rostro, sino que su poder real era que podía
reflejar hechizos y protegerlo. Después de que Fang Xin
Guoshi muriera, la máscara fue enterrada con él,
colocada en el mismo ataúd.
Al darle un regalo a alguien, el regalo debía ser algo
que fuera increíblemente precioso para uno mismo. Xie
Lian pensó mucho, y finalmente recordó que una vez
tuvo un tesoro como este. Era extremadamente útil, lo
ayudó varias veces. Le encantaba esa máscara, pero no
se la llevó consigo cuando salió del ataúd, así que se
apresuró hacia la tumba de Guoshi en medio de la
noche, abrió su propia tumba y recuperó la máscara.
Fundió la máscara en metal plateado nuevamente y la
volvió a forjar en un Bloqueo de Longevidad.
Todos tenían expresiones extrañas. Después de todo,
nadie visitó la tumba de Guoshi: las malezas habían
crecido hasta varios pies de altura. A pesar de que
regresó, Xie Lian ni siquiera limpió la tumba, sino que
excavó su propia tumba... ¡no había nadie más que
pudiera hacer tal cosa!
Después de un momento de silencio, avergonzado,
Xie Lian vio la expresión peculiar de Lang Qianqiu y
explicó: —No le quité esa máscara a tu familia. Usé un
demonio plateado que me sometí para forjarlo...
Si era algo que perteneció a la familia imperial de
YongAn, realmente no lo derretiría y lo convertiría en el
regalo de cumpleaños de Hua Cheng. No sabía que
Lang Qianqiu todavía estaba observando la tumba de
Guoshi; pensó que después de enterrarlo, Lang Qianqiu
se habría ido y nunca más se habría preocupado por la
tumba. Si lo hubiera sabido, al menos habría puesto la
tierra que había excavado en la tumba para que Lang
Qianqiu no se sobresaltara lo suficiente como para venir
a ver qué pasó.
Lang Qianqiu miró fijamente y luego enojado dijo: —
¡No estoy preocupado por eso!
Hua Cheng le lanzó una mirada, sus ojos ligeramente
fríos. La cara de Lang Qianqiu mostró una expresión de
miedo. Cuando Xie Lian miró ese colgante plateado, de
repente frunció el ceño como si pensara en algo.
Al mirar a Lang Qianqiu, se dio cuenta de que tenía
una expresión similar. Hua Cheng lo notó naturalmente.
—El problema está en este colgante, ¿verdad?
Dianxia, ¿sabes lo que es?
Xie Lian tenía una pista. Podía adivinar lo que estaba
pasando, pero no sabía cómo decirlo. Sin embargo,
Lang Qianqiu habló en su nombre, su rostro se puso
azul.
Él dijo: —Es él mismo.
Hua Cheng dijo fríamente: —¿Qué quieres decir?
Xie Lian interrumpe frenéticamente,
—¡Qianqiu!
Lang Qianqiu lo miró, pero continuó: —Después del
banquete de Liujin, lo traje aquí.
Xie Lian dijo: —Deja de hablar.
Lan Qianqiu lo miró y dejó de hablar, probablemente
porque tampoco sabía cómo explicar lo que seguía. Pero
incluso si él no hablaba, las otras personas presentes
podrían continuar la explicación.
Después del banquete de Liujin, el Príncipe Heredero
de YongAn, Lang Qianqiu se apoderó del Guoshi Fang
Xin. Como venganza, lo clavó vivo en su ataúd. El ataúd
estaba situado en el campo desierto, y a todos se les
prohibió visitar su tumba para presentar sus respetos.
Por supuesto, no había tanta gente que vendría a visitar
en primer lugar.
En ese momento, cuando el taco de nuez atravesó el
corazón de Xie Lian, la sangre manchó la máscara de
plata roja. La energía siniestra del demonio plateado
acogió esa sangre, incluso si abandonó su cuerpo, no
murió. Y cuando Xie Lian regresó para desenterrar su
propia tumba y sacó esa máscara para hacer el Bloqueo
de Longevidad, despertó esa sangre y volvió a su
cuerpo.
No era de extrañar por qué, cuando Hua Cheng y él
verificaron sus signos vitales, no pudieron sentir nada
fuera de lo común: la fuente de los problemas provenía
de su cuerpo, su propia sangre. ¡Por supuesto que no
pudieron detectarlo como extraño!
Hua Cheng hizo un movimiento. Xie Lian no podía ver
su expresión claramente, frenéticamente quiso
detenerlo.
—¡San Lang!
Lang Qianqiu lo mató por venganza. El Emperador
YongAn murió en sus manos y, a cambio, fue clavado en
su ataúd. El aliento de Xie Lian se acortó. Con su
corazón una vez más dolorido, dejó escapar un gemido
que no pudo reprimir. La expresión de Hua Cheng se
volvió ardiente nuevamente.
—¿Dianxia?
Lang Qianqiu dudó, al ver que la cara de Xie Lian era
tan blanca como el papel, preguntó: —Yo... ¿necesitas
mi ayuda?
Xie Lian sabía que iba a preguntar, respondiendo
rápidamente: —No es nada, no es nada. No necesito tu
ayuda, Qianqiu. Este no es asunto tuyony no es tu
problema. Solo fui descuidado. No tienes que
involucrarte.
Mu Qing también pensaba que Lang Qianqiu, al ser
tanto la familia de las víctimas como el culpable en este
escenario, se encontraba en un lugar bastante
incómodo. Él dijo: —De hecho. Su Alteza Real Taihua
no tienes que ser responsable de él. Vete a casa.
Un momento de silencio pasó antes de que Lang
Qianqiu respondiera: —Está bien.
A pesar de que dijo está bien, todavía no se había ido.
Sin embargo, a nadie más podría importarle eso, porque
Xie Lian estaba sufriendo al borde de rodar por el suelo.
Sin embargo, incluso en su estado de dolor, estaba
abrazando a Hua Cheng con un apretón mortal, no
dispuesto a dejarlo ir. Feng Xin dijo: —¡Lidiemos con
este problema primero! ¿Dianxia? ¿Cómo estás?
Xie Lian estaba luchando furiosamente. Después de
un sonido de ka sonando desde otro lugar, se calmó. Su
rostro estaba cubierto de sudor frío mientras yacía sobre
Hua Cheng, sin moverse.
Hua Cheng lo sostuvo con fuerza, su voz tranquila.
—Está bien, Dianxia. El dolor se detuvo, ¿no?
Fue entonces cuando todos se dieron cuenta de que
en su mano había un polvo de plata cristalino. El Bloqueo
de Longevidad que tanto atesoraba y llevaba cerca de
su corazón había desaparecido.
Si se destruía el Bloqueo de Longevidad, entonces la
sangre de Xie Lian que había sido manchada con
energía siniestra también se calmaría. Así que Hua
Cheng sostuvo esa cerradura de longevidad y la aplastó
suavemente.
La respiración de Xie Lian volvió a la normalidad.
Inclinando la cabeza, pudo ver la plata brillante que se
filtraba a través de los dedos de Hua Cheng. Miró a Hua
Cheng y por alguna razón, su corazón volvió a dolerle un
poco.
Él murmuró: —Hum... ya no duele.

Después de finalmente romper la maldición, Xie Lian


se despidió de Feng Xin, Mu Qing, Lang Qianqiu y los
demás. Con Hua Cheng, caminaron lentamente en
dirección a la Ciudad de los Fantasmas.
Mientras los dos caminaban hombro con hombro, la
cara de Xie Lian se sintió caliente durante todo el viaje
de regreso.
Esto era culpa de Feng Xin y Mu Qing.
Justo antes de que los dos grupos se separaran, Feng
Xin se secó el sudor y no pudo evitar preguntar: —
Entonces, ¿por qué exactamente Dianxia se volvía así
cada vez que miraba a Xueyu Tanhua? ¿Qué pasa con
esa sangre siniestra? ¿Quiere que sufra?
El propio Xie Lian sabía exactamente por qué. Al
escucharlo hacer esta pregunta, interrumpió: —¡No
pienses demasiado en esto!
Feng Xin preguntó sospechosamente.
—¿Por qué no pensar más profundamente? ¿Qué
pasa si esto vuelve a pasar? Al menos deberíamos
entender el por qué.
Mu Qing resopló.
—¿No puedes ver? Esa sangre dejó su cuerpo por
muchos años. Después de regresar al cuerpo,
necesitaba reajustarse, por lo que hizo todo tipo de
cosas extrañas. Si su corazón estuviera tranquilo y
sereno, entonces estaría bien...
Sin embargo, si su corazón estaba inquieto y sus
latidos aumentaban, esa sangre se avivaría y le traería
un dolor inmenso. Le haría revivir el dolor de tener una
espiga de nuez atravesada en su corazón.
Xie Lian no podía decir qué expresión tenía Hua
Cheng en ese momento, pero solo podía pensar que
estaría perdiendo la cara frente a Hua Cheng por el resto
de su vida.
¿Lo que quiso decir Mu Qing no significaba solo que
cada vez que miraba o pensaba en Hua Cheng, su
corazón se aceleraba con el enamoramiento? ¡Entonces
es por eso que tendría tanto dolor!
Pensando en esto, el corazón de Xie Lian se aceleró
de nuevo.
Afortunadamente, no importaba cuán rápido su
corazón latiera ahora, no tendría dolor.
Hua Cheng, que había estado callado durante mucho
tiempo, de repente dijo: —Dianxia.
Xie Lian respondió de inmediato.
—¿Qué es?
Hua Cheng dijo: —¿Cuánto tiempo estuviste en la
tumba?
Xie Lian se sobresaltó. Él respondió: —Ya no me
acuerdo claramente.
En cualquier caso, fue durante mucho, mucho tiempo.
Tanto tiempo que ni siquiera quería contar. Dolor,
hambre, pérdida de sangre, alucinaciones. Al principio
no se movía, pero luego lo lamentaba y golpeaba
furiosamente el ataúd exterior para romperlo y escapar.
Pero eventualmente se dejó hundir en la infinita
oscuridad.
No fue tan intenso como el dolor ineludible y
condenatorio de ser perforado cien veces. Pero fue un
dolor constante que pareció durar para siempre.
Él suspiró. Hua Cheng inmediatamente preguntó: —
¿Qué pasa Dianxia? ¿Sigues sufriendo?
Xie Lian negó con la cabeza. Después de un rato, dijp
con tristeza: —San Lang, lo siento, ah.
Hua Cheng extrañamente preguntó.
—¿Por qué te disculpas conmigo?
Deteniéndose en sus pasos, Xie Lian dijo: —Hoy fue
tu cumpleaños. Quería que lo celebraras bien, pero en
cambio te hice perder el día tratando de romper la
maldición.
Originalmente esperaba soportarlo hasta que
terminara el cumpleaños, pero al final no pudo.
Xie Lian dijo: —Incluso el regalo que preparé para ti
tuvo que ser destruido para romper mi maldición.
De hecho, tuvo que ser destrozado por las propias
manos de Hua Cheng. Pensando en esto desde el
principio, Xie Lian pensó que hoy no era absolutamente
bueno. Se sintió extremadamente abatido.
Sin embargo, Hua Cheng dijo suavemente.
—Dianxia. —Él detuvo sus pasos—. Ya recibí tu
regalo para mí.
Xie Lian dijo sorprendido.
—¿Qué regalo?
Por favor, no digas algo como eres el mejor regalo,
eso sería aún más vergonzoso.
Hua Cheng lo miró fijamente, hablando en voz baja:
—Dianxia dijo que, incluso si le causa dolor, todavía
quiere verme. Incluso si le duele tanto, no quiere irse.
—...
Hua Cheng dijo: —Estoy encantado.
Pensando en lo lamentable que parecía cuando
estaba agarrando a Hua Cheng y declarando esas
palabras, Xie Lian tosió, fingiendo cubrirse la cara de
forma natural. Sin embargo, Hua Cheng de repente lo
jaló, abrazándolo con fuerza.
Sorprendido, Xie Lian presionó contra su pecho,
escuchándolo vibrar mientras hablaba en voz baja.
Hua Cheng dijo: —Realmente, estoy muy feliz.
—También estoy muy feliz —pensó Xie Lian.
En los cientos de años que habían pasado, incluso si
dolía, Hua Cheng nunca pensó en renunciar a él.
Xie Lian, que se había dado cuenta de esto, debería
ser el que se sintiera más feliz.
Hua Cheng dijo: —Pero incluso si soy feliz, no quiero
verte soportar ese tipo de dolor nunca más.

Los dos regresaron a la Ciudad Fantasma. Los


fantasmas estaban ansiosos por todo el día. Al ver a los
dos regresar pacíficamente, inmediatamente pasaron de
estar en agitación a celebrar febrilmente. Hua Cheng
permaneció igual, sin molestarse en preocuparse, y
entró al templo Qiandeng con Xie Lian. Pero cuando
entraron, descubrieron que había muchas más cosas
adentro. Hua Cheng dijo: —¿Quién puso esto aquí?
Xie Lian echó un vistazo, comprobando las cosas,
dijo: —¿Eh? ¿Parecen regalos? Este es de La Señora
de la Lluvia. Bien, tales productos frescos... ¿Esto es de
QingXuan? Esto debe ser del general Pei...
Él enumeró por un momento, sonriendo.
—San Lang, estos son regalos de cumpleaños para el
Rey Fantasma.
A pesar de que no mencionó el cumpleaños de quién
sería cuando pasó los últimos días preguntando qué
regalo de cumpleaños recibir, todo el mundo podría
adivinar exactamente quién era.
Por otro lado, Hua Cheng no tenía absolutamente
ningún interés.
—No mires, Gege. Tíralo todo más tarde. Ocupan
espacio.
Parecía que realmente tenía la intención de conseguir
que alguien los tirara. Xie Lian dijo rápidamente: —¿Por
qué no los guardamos? Después de todo, están
enviando sus amables saludos ah... Espera, ¿por qué
están estos aquí? ¿Quién los regaló?
Xie Lian pudo ver la poción seductora y la píldora para
tener hijos entre la pila de regalos. No sabía si debía reír
o llorar, tirándolos a un lado como si fueran ñames
abrasadores. Hua Cheng parecía estar interesado en
estas cosas, recogiéndolas para echar un vistazo.
—¿Qué son estas?
Xie Lian rápidamente bloqueó su camino.
—¡Nada bueno en absoluto! ¡No mires!

Al final, después de entrar en conflicto por un tiempo,


Xie Lian le dio a Hua Cheng el cinturón que había hecho
a mano para reemplazar el Bloqueo de Longevidad.
Cuando Hua Cheng lo vio, se rió hasta el punto de
casi no poder respirar, a pesar de que los fantasmas no
necesitaban respirar en primer lugar. En cualquier caso,
lo sostuvo y lo besó por un tiempo, alabándolo sin parar,
alabando a Xie Lian hasta que se sintió avergonzado
más allá de lo creíble, acostado en la cama fingiendo
morir.
Lo que hizo que Xie Lian quisiera fingir morir aún más
fue que, al día siguiente, Hua Cheng realmente lo usó,
preparándose para irse como si nada estuviera mal.
Cuando Xie Lian vio eso, casi se desmayó,
inmediatamente se bajó del diván y se aferró a él. Le
rogó durante medio día antes de que Hua Cheng
prometiera con mucha dificultad voltear el cinturón para
que el lado del bordado quedara oculto al público. Y así,
Xie Lian apenas escapó del destino de que su artesanía
fuera humillada públicamente.
Pero debido a que Hua Cheng hizo que lo que sucedió
ese día fuera un gran problema, el cielo y el purgatorio
sabían que Xie Lian se desmayó de dolor en su
cumpleaños. Una vez que descubrieron la razón detrás
de todo esto, los cielos y el purgatorio ahora sabían que
Xie Lian se enamoró profundamente de Xueyu Tanhua.
Al menos, esa era la última palabra de esta historia.
Contenido
Capítulo 245 ...................................................................................................... 4
Linternas y adivinanzas, noche de Yuanxiao ................................................. 4
Capítulo 246 .................................................................................................... 19
Amnesia (parte uno) ................................................................................... 19
Capítulo 247 .................................................................................................... 40
Amnesia (parte dos) .................................................................................... 40
Capítulo 248 .................................................................................................... 62
Amnesia (parte tres) ................................................................................... 62
Capítulo 249 .................................................................................................... 82
Amnesia (parte cuatro) ............................................................................... 82
Capítulo 250 .................................................................................................. 105
El cuento de cuna del Rey Fantasma ........................................................ 105
Capítulo 251 .................................................................................................. 126
Cueva de los diez mil Dioses ..................................................................... 126
Capítulo 252 .................................................................................................. 156
El cumpleaños del Rey Fantasma .............................................................. 156
Sobre el autor

Mo Xiang Tong Xiu (墨 香 铜臭) es


una autora china de edad
desconocida, aunque se asegura
que aun es joven. Es conocida por
sus novelas danmei (el equivalente
chino del género Yaoi), y es una de
las autoras más exitosas del género,
con sus tres obras (actualmente)
publicadas recibiendo una
adaptación animada.
Sus trabajos hasta ahora incluyen (en orden
cronológico):
Ren Zha Fan Pai Zi Jiu Xi Tong (Sistema de
Autosalvación del Villano Escoria): Comúnmente
conocido por los fanáticos occidentales como Villano
Escoria para abreviar.
Mo Dao Zu Shi (Gran Maestro de la Cultivación
Demoníaca / Fundador del Diabolismo)
Tian Guan Ci Fu (Bendición del Funcionario del Cielo)
Si Shen Mei You Xiu Xi Ri (No hay descanso para el dios
de la muerte)

También podría gustarte