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Los testigos y sus tachas, en materia civil, se rigen por las normas de los artículos 356 a 384 del

Código de Procedimiento Civil. Son testigos inhábiles, los enumerados en los artículos 357 y 358
del Código de Procedimiento Civil.

Definiciónde Tachas de testigos:

Las tachas constituyen el medio que la ley señala a las partes para que hagan valer en el juicio las
inhabilidades que puedan afectar a uno o más testigos determinados presentados a declarar por la
contraria.”

Art. 357. “No son hábiles para declarar como testigos:

1° Los menores de catorce años. Podrán, sin embargo, aceptarse las declaraciones sin previo
juramento y estimarse como base para una presunción judicial, cuando tengan discernimiento
suficiente;

2° Los que se hallen en interdicción por causa de demencia;

3° Los que al tiempo de declarar, o al de verificarse los hechos sobre que declaran, se hallen
privados de la razón, por ebriedad u otra causa;

4° Los que carezcan del sentido necesario para percibir los hechos declarados al tiempo de
verificarse éstos;

5° Los sordos o sordo-mudos que no puedan darse a entender claramente;

6° Los que en el mismo juicio hayan sido cohechados, o hayan cohechado o intentado cohechar a
otros, aun cuando no se les haya procesado criminalmente;

7° Los vagos sin ocupación u oficio conocido;

8° Los que en concepto del tribunal sean indignos de fe por haber sido condenados por delito; y

9° Los que hagan profesión de testificar en juicio.”

El Art. 358 agrega además que: “Son también inhábiles para declarar:

1° El cónyuge y los parientes legítimos hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de


afinidad de la parte que los presenta como testigos;
2° Los ascendientes, descendientes y hermanos ilegítimos, cuando haya reconocimiento del
parentesco que produzca efectos civiles respecto de la parte que solicite su declaración;

3° Los pupilos por sus guardadores y viceversa;

4° Los criados domésticos o dependientes de la parte que los presente. Se entenderá por
dependiente, para los efectos de este artículo, el que preste habitualmente servicios retribuidos al
que lo haya presentado por testigo, aunque no viva en su casa;

5° Los trabajadores y labradores dependientes de la persona que exige su testimonio;

6° Los que a juicio del tribunal carezcan de la imparcialidad necesaria para declarar por tener en el
pleito interés directo o indirecto; y

7° Los que tengan íntima amistad con la persona que los presenta o enemistad respecto de la
persona contra quien declaren.

La amistad o enemistad deberán ser manifestadas por hechos graves que el tribunal calificará
según las circunstancias.

Las inhabilidades que menciona este artículo no podrán hacerse valer cuando la parte a cuyo favor
se hallan establecidas, presente como testigos a las mismas personas a quienes podrán aplicarse
dichas tachas.”

Sólo pueden oponerse tachas, a los testigos, antes de que presten su declaración sobre los hechos
del pleito; salvo que la parte interesada jure que no tuvo conocimiento de la causal de tacha al
tiempo de tomarse la declaración del testigo inhábil. En tal caso, la tacha podrá oponerse dentro
de los tres días subsiguientes al examen de los testigos. En la práctica ellas normalmente son
formuladas en la audiencia de prueba respectiva, después de haberse formulado al testigo
preguntas encaminadas a configurar una causal de tacha.

Las tachas opuestas no obstan al examen de los testigos tachados, salvo que el Tribunal lo ordene
de oficio, por ser notoria alguna inhabilidad de las del art. 357.

Opuesta una tacha, y “antes de declarar el testigo”, la parte que lo presentó puede retirarlo y
reemplazarlo por otro que figure en la lista, a fin de evitar quedar con un testigo menos en el caso
de que esa tacha sea posteriormente acogida.

Al formular la tacha, la parte deberá indicar la causa legal de la misma, así como los fundamentos
de hecho de la misma. Para ello, corresponde mencionar el artículo y el número en que la
inhabilidad está contemplada en el Código. En asuntos laborales, la ley obliga, primero, a decir
cuál es la causal que se invocará; y luego, formular las preguntas para una eventual tacha, antes de
oponerla.
Puede pedirse que el Tribunal reciba a prueba las tachas deducidas, si ellas no se desprenden de
las propias declaraciones del testigo tachado. Estas pruebas se recibirán dentro del término
probatorio del juicio correspondiente. Pero, si éste está vencido o el saldo que reste de él, no es
suficiente, se ampliará -para este efecto- hasta completar diez días, pudiendo, además, solicitarse
aumento extraordinario del art. 329, si así corresponde.

En caso de que el tribunal estime que los fundamentos de la tacha no se encuentran


suficientemente acreditados, podrá recibir esta incidencia a prueba, resolución que será
inapelable. Esta prueba deberá rendirse dentro del mismo término probatorio ordinario, pero si
éste está vencido o los días que restan son insuficientes, se ampliará hasta por 10 días, para el
solo efecto de rendir la prueba de la tacha, procediendo igualmente en este caso término
extraordinario.

Las tachas serán resueltas por el juez en la sentencia definitiva, conforme lo dispone el art. 379
inciso 2°, si se acoge la tacha, la declaración del testigo carecerá de valor probatorio.

Si bien es cierto que la tacha se resuelve en la sentencia, esa parte no es sentencia definitiva, sino
que interlocutoria, ya que en ella no se está fallando el fondo del asunto controvertido, sino que
sólo una cuestión accesoria, es decir, un incidente, estableciendo derechos permanentes a favor
de las partes.

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