El dictamen del sexo y el género ante la sociedad

Gordillo Carlo María Guadalupe

Las palabras “sexo” y “género”, son términos que cotidianamente nosotros utilizamos y a veces sin saber que
significan y sin conocer la gran diferencia de estas. Algunos aportes de las feministas de mayor relevancia, en
la segunda mitad del siglo XX, como lo son Simone Beauvoir, Cherry Ortner y Gayle Rubin, postulan al sexo
y género, como la fuente principal de discriminación, desvalorización, humillación y dominación masculina
sobre las mujeres (Serret Bravo,2008).

La cultura, en la cual nosotros estamos, está construida a partir del sexo y de ciertas conductas, gestos y
prácticas que marcan la distinción social entre un hombre y mujer. Además de las distintas posiciones frente
a una misma actividad, el trabajo doméstico, que dan lugar a experiencias muy distintas. Para un ama de
casa, el trabajo doméstico es el centro de su vida, y para un hombre es una actividad de importancia
secundaria o con la que no se identifica (Marco Teórico de La Igualdad. Sistema Sexo-Género - Izquierdo
MJ.Pdf, n.d.) porque así la sociedad nos lo ha impuesto, y así nosotros lo hemos aceptado.

Una ciencia como la biología, provee al ser humano de rasgos físicos y anatómicos que marcan una diferencia
de todas las personas, pero nosotros como sociedad nos encargamos de reforzar estas formas de ser, y una
consecuencia de esto es la gran importancia de un género sobre otro, lo cual causa humillaciones y fenómenos
de superioridad de los hombres hacia las mujeres

Aunque no siempre es así en parejas “cotidianas” como lo son hombre y mujer, sino también en las diferentes
parejas que existen, como lo son mujer-mujer, hombre-hombre, y de ahí derivan las diferentes diversidades
de género, como lo son la comunidad LGTBI, que al igual que nosotras las mujeres luchan por ser reconocidos
y aceptados ante la sociedad.

Con lo anteriormente hablado, demostramos que el sexo y el género son dos categorías distintas y complejas,
que son determinadas en la mayoría por la cultura en la cual vivimos. Esto demuestra que el género es la
construcción hecho por la cultura sobre los cuerpos. Esta construcción se da desde las formas de hablar, de
escribir, de decir, las formas de comportarse y de relacionarse, así se da vida a las formas de la masculinidad
o feminidad.

También es un hecho que el mundo ha evolucionado y ha luchado por la validación de los derechos. Sin
embargo, las nuevas generaciones aún luchan por construir una identidad, para ser aceptados y reconocidos,
frente a la sociedad, frente a la falta de la solidaridad, de la ausencia de ideales colectivos, de los conflictos
que día a día se presentan ante ellos, de la pérdida de valores, de las actitudes de discriminación y de
menosprecio frente a lo diferente a lo comúnmente conocido.