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Retraimiento social o las

distintas caras de la soledad.

El retraimiento social tiene múltiples y diversas connotaciones que


incluyen evitar el juego con otros niños, relacionarse poco con los
demás, ser excluido por los otros niños, tener pocas habilidades
sociales, ser impopular, timidez, soledad, vergüenza o embarazo
social, torpeza social, reticencia, etc. Esto lleva a pensar que el
término no hace referencia a un fenómeno unitario sino que es
multidimensional, de manera que incluye muchas diversas formas. […]

En la actualidad, el término retraimiento social viene a ser un concepto


genérico que incluye los diversos modos de manifestarse la soledad
infantil. Denota al niño o niña aislado «del grupo de iguales» mediante
la manifestación constante (a través de las situaciones y del tiempo)
de un comportamiento solitario en presencia de otros niños o niñas .

TERMINOLOGÍA RELATIVA AL
RETRAIMIENTO
DESINTERÉS SOCIAL O INSOCIABILIDAD

Hace referencia a la preferencia de niños y niñas por estar y jugar


solos aunque estén presentes otros niños y niñas jugando. Estos
niños se dedican a explorar su entorno o a un juego solitario, quilo,
constructivo y con frecuencia sedentario.

Parecen mostrar una orientación hacia las cosas y no hacia las


personas. Se observa en los primeros años de la vida infantil y se
considera que no conlleva riesgos durante estas edades.

Actualmente se piensa que estos niños toleran estar solos, y que no


se trata tanto de que prefieran estar solos.

AISLAMIENTO SOCIAL ACTIVO


Hace referencia a la soledad forzada de algunos niños y niñas. El
grupo se aparta de estos niñas, principalmente por su forma de
comportarse (principalmente agresiva) o porque no han sido lo
suficientemente hábiles para incorporarse, formar parte y mantenerse
en el grupo

RETRAIMIENTO SOCIAL (TAMBIÉN DENOMINADO


RETRAIMIENTO PASIVO, SOLEDAD ANSIOSA O TIMIDEZ)

Hace referencia al aislamiento del niño/a por causa de su timidez,


ansiedad o excesiva sensibilidad social.

En este caso es el niño/a quien se aparta del grupo.

Se postula que el mecanismo subyacente es un conflicto de


aproximación-evitación.

Este fenómeno se ha estudiado con muy diversas denominaciones. La


timidez es definida como un rasgo caracterizado por un elevado
malestar, incomodidad e inhibición en presencia de otros en
situaciones nuevas que producen un elevado temor a ser evaluado
negativamente.

Incluye la inhibición temperamental (reticencia o timidez ansiosa), que


se desarrolla pronto en la vida de los niños, y la timidez
autoconsciente, que aparece más tarde en el proceso evolutivo.

INHIBICIÓN TEMPERAMENTAL

Hace referencia a un comportamiento extremadamente inhibido en


situaciones nuevas o ante extraños. Estos niños, de uno o dos años,
se muestran muy tímidos, vergonzosos y temerosos cuando se ven
expuestos a situaciones nuevas. Algunos autores ven factores
temperamentales implicados, pero también se han observado factores
ambientales (padres sobreprotectores).

RETICENCIA

Hace referencia a un conjunto de conductas consistentes en quedarse


mirando a otro niño que juega sin participar en el juego y
permaneciendo sin hacer nada. Se diferencia del anterior en que este
comportamiento se da en preescolares tanto ante situaciones
familiares como ante situaciones nuevas y refleja un conflicto de
aproximación-evitación social, especialmente ante desconocidos Es
una de las formas que adopta la soledad en la primera infancia.

TIMIDEZ DE EVALUACIÓN SOCIAL O  TIMIDEZ


AUTOCONSCIENTE
Se caracteriza por sensibilidad, inhibición y desorganización de la
conducta social cuando el individuo se ve expuesto al examen de los
otros. Se piensa que surge alrededor de los cinco años. Se llama
autoconsciente porque los niños se centran en los propios
sentimientos y pensamientos, resultado de asociar el hecho de ser
criticado o  ridiculizado por los otros o por sentirse diferente por motivo
de alguna característica personal que llama la atención.

Existen niños y niñas aislados, bien porque se ven forzados a


apartarse o mantenerse alejados del grupo, bien porque no han sido lo
suficientemente hábiles para incorporarse y formar parte del
grupo. Kenneth Rubin  y Robert Mills (1988) denominaron a este
comportamiento aislamiento activo.

El aislamiento activo, por tanto, tiene que con que ver con que el
grupo se aparta del niño, o dicho de otro modo, se ve apartado y
aislado por el grupo. Estos niños tienden a mostrar mayor frecuencia
de juego solitario-activo, que incluye un comportamiento bullicioso,
conductas sensorio-motoras repetitivas y dramatizaciones mientras
juegan solos, a pesar de estar en compañía de oíros niños (por ej.
jugar a ser personajes de la Guerra de las Galaxias solo, pero en un
contexto social donde hay otros niños). Este tipo de aislamiento
también se asocia con agresión y con el consiguiente rechazo de los
iguales.

Otra forma de aislamiento, que denominaron retraimiento pasivo


(Rubin y Mills, 1988), hace referencia al aislamiento del niño del grupo
por causa de timidez, ansiedad o excesiva sensibilidad social. Rubin
y Asendorpf (1993) piensan que el retraimiento pasivo tiene que ver con
que el niño se aparta del grupo. El niño hace algo para alejarse del
grupo, en tanto que en el anterior es el grupo el que excluye al niño de
las relaciones. Estos autores dicen que esta forma de aislamiento se
asocia con percepciones negativas sobre sí mismo y pone al niño en
riesgo de experimentar más tarde dificultades de tipo interiorizado.

Por último, otros niños juegan solos porque no tienen una motivación
para relacionarse con los otros niños, lo que se denomina desinterés
social. Mientras que la causa de la primera forma de conducta solitaria
es externa al niño, Asendorpf (1991) indica que en las otras dos
formas de comportamiento la causa es de carácter motivacional.
Desde este punto de vista, se considera que el retraimiento social
surge de factores internos en virtud de los cuales, por una u otra
razón, el niño opta por no interactuar con sus compañeros. Piensa
este autor que existen dos mecanismos de motivación: uno de
aproximación (el niño se siente atraído y quiere relacionarse con otros
niños) y otro de evitación (el niño se retira o evita relacionarse). El
predominio de uno de los motivos sobre el otro, o el equilibrio entre
ambos, supone un tipo u otro de comportamiento retraído. Los
distintos subtipos de retraimiento social resultantes, lo que Rubin y
Asendorpf (1993) denominan las diferentes «caras de la soledad»
infantil, incluyen insociabilidad o conducta de desinterés social, la
soledad ansiosa o el retraimiento ansioso, también denominado
retraimiento pasivo o timidez social (que incluye la inhibición
conductual o timidez temperamental y timidez evaluativa).

 
Fuente: Las relaciones sociales en la infancia y en la adolescencia
y sus problemas.  María Victoria Trianes Torres, Ángela
María Muñoz Sánchez, Manuel Jiménez Hernández. Editorial
Pirámide.

http://adopcionpuntodeencuentro.com/web/retraimiento-social-o-las-distintas-caras-de-la-
soledad/

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