Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
JOSUÉ 1:1-10
Cuando nos garantiza con frecuencia que nos ama, y lo creemos y confiamos en
ello, esa paz y seguridad nos serena, aunque afrontemos desilusiones,
dificultades, sufrimientos o cualquier otra cosa que nos depare la vida.
Su amor es perfecto.
Es lo único en este mundo que es absolutamente perfecto. Hay muchas cosas que
son bonitas, hermosas y maravillosas, pero nada es tan perfecto como Su amor.
Vivimos en un mundo imperfecto, con humanos imperfectos y en circunstancias
que dejan que desear, pero el amor de Él nos permite remontar las dificultades de
la vida. Él es perfecto, igual que Su amor.
Su amor es gratuito.
Su amor es incondicional.
No solo nos ama cuando todo va bien. No solo cuando encaramos la vida con
entusiasmo, somos felices y obedientes, hacemos progresos espiritualmente o
dejamos huella. Nos ama cuando estamos contentos y cuando estamos tristes.
Nos ama cuando estamos enfermos y cuando estamos sanos. Nos ama cuando
hacemos cosas dignas de Su alabanza y cuando hacemos otras que lo
entristecen.
Su amor es eterno.
No es pan para hoy y hambre para mañana. El amor de Jesús no tiene fecha de
caducidad. No nos lo pueden quitar ni robar. No se desgasta ni pasa de moda al
cabo de unos años. Si bien es tradicional e histórico, al mismo tiempo es moderno
y actual. Siempre está vigente. Nos amaba hasta antes de que lo conociéramos.
Nos amó desde el principio de la vida y seguirá haciéndolo por la eternidad.
2 Corintios 5:17 de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las
cosas viejas pasaron ye aquí todas son hechas nuevas.
"Te preocupa el futuro", "tienes tantos hijos que no sabes qué hacer", "eres una
estrella del pop" El punto es adivinar tu identidad y cuando lo haces te sientas.
Cuando vi este juego el otro día me sorprendió lo similar que es a la vida real.
Muchas veces determinamos nuestra identidad por lo que otros dicen de
nosotros. Eres muy lista, eres un perdedor, eres tan hermosa, puedes hacer lo que
te propones, eres gordo, feo, etc. Este tipo de mensajes dejamos que determinen
cómo nos vemos a nosotros mismos, ya sea que sean falsos o verdaderos. Sólo
una persona madura se da cuenta de que sólo porque una persona dice que eres
esto o aquello no lo hace realidad. Una de las bendiciones más grandes de ser
cristiano es recibir una nueva identidad. En la Biblia cuando Dios tocó y cambió la
vida de una persona, muchas veces les cambió el nombre. Él dijo "te será puesto
un nuevo nombre que la boca de Jehová nombrará" (Isaías 62:2) Saulo se
convirtió en Pablo, Abram se convirtió en Abraham, Saraí se convirtió en Sarah,
Jacob se convirtió en Israel, Simón en Pedro.
Eso es bastante como para poner en una tarjeta de presentación, pero esa es tu
identidad. Neil Anderson, en su libro "Victoria sobre la oscuridad" dice: "La
razón por la cual muchos cristianos no están disfrutando la madurez y
libertad las cuales son su herencia en Cristo, es porque tienen malas
percepciones propias, no se ven como lo que en realidad son en Cristo.
Ellos no entienden el cambio dramático que ocurrió en ellos en el momento
que confiaron en Él, no se ven a ellos mismos de la misma forma en que
Dios los ve y sufren de una auto-imagen pobre, no han entendido su
verdadera identidad"
¿Estás listo para comenzar a verte como Dios te ve? / Por Sharon Jaynes
Lo quiero todo
Lo quiero todo, quiero todo lo que Dios tiene para mí. Sin embargo, no creo que mi
vida realmente refleje esa actitud. Tiendo a conformarme con mucho menos de lo
que Dios quiere para mi vida.
Dios anhela derramar Sus bendiciones sobre Sus hijos. De alguna manera hemos
comprado la idea de que recibiremos buenas cosas de Dios si trabajamos más
duro, si tratamos de ser mejores, esto viene de lo más profundo del pozo y huele a
humo.
Efesios 2:8 porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe, esto no
procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios (NVI)
Sólo imagina que hoy es el cumpleaños de tu hijo. Tienes una gran fiesta
planeada y has gastado mucho tiempo en buscar el regalo perfecto. ¿Esperas que
tu hijo gane ese regalo limpiando la casa, lavando ropa, sacando la basura y
cumpliendo con cada trabajo de una larga lista de cosas que hacer que has
preparado? ¡Claro que no! Simplemente quieres deleitarte en el gozo del rostro de
tu hijo cuando él o ella lo reciba y abra ese regalo tan especial.
Yo he recibido el regalo de la salvación al igual que muchos. Hemos rendido
nuestras vidas a Él y busco seguirlo. Pero quiero todo lo que Él tiene para mí, ¿tú
no? Las buenas noticias son que Dios quiere que nos acerquemos a Él
"confiadamente" y le pidamos sus bendiciones.
Lucas 11:5-10 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él
a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha
venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquél, respondiendo desde
adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están
conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?
Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por
su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Y yo os digo: Pedid, y
se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Toma la verdad de que eres especial para Dios. Fuiste planeado y querido y le
perteneces, has sido escogido. Acércate a Él y pon tus peticiones delante de Él y
quiere todo lo que Él ha planeado para ti.
Puede ser que el Señor no de oro, pero dará gracia: puede ser que no de
ganancia, pero dará gracia. Ciertamente Él nos enviará pruebas, pero nos dará
gracia en proporción a esas pruebas. Podremos ser llamados a esforzarnos
arduamente, y a sufrir, pero con esa llamada vendrá toda la gracia requerida.
Proverbios 16:7 Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a
sus enemigos hace estar en paz con él.
He de ver que mis caminos sean agradables al Señor. Incluso entonces tendré
enemigos; y, tal vez, todavía con mayor certidumbre, debido a que me esfuerzo en
hacer aquello que es recto. ¡Pero qué promesa es esta! El Señor hará que la ira
del hombre le alabe, y la abatirá de tal forma que no me turbará.
Bienaventurado es el hombre cuyos enemigos son reducidos a ser con él, lo que
los leones fueron con Daniel en el foso: ¡tranquilos y amigables! Cuando me
enfrente con la muerte, que es llamada el último enemigo, ruego que pueda estar
en paz. Mi única gran preocupación ha de ser agradar al Señor en todas las
cosas. ¡Oh, hemos de tener fe y santidad; pues estas cosas son agradables al
Altísimo!
Las Escrituras nos enseñan que Dios ha provisto una forma de escape para cada
tentación (1 Cor 10:13) Pero el escape está justo en el umbral de la tentación. Si
no controlas la tentación en la entrada, corres el riesgo de permitir que la tentación
te controle a ti. Raro es el cristiano que puede regresar después de dirigirse hacia
el plan B.
ORACIÓN
Señor, quiero ser obediente a Tu perfecto plan para mi vida hoy, no quiero ceder
ante un plan B, fortaléceme para obedecerte en el nombre de Jesús, amén.
Palabras susurradas desde la intimidad pueden ser más poderosas que las
peticiones que se gritan en la corte.
Mateo 6:5-13 Jesús nos aconseja a orar en privado al Padre, en el lugar secreto,
no abiertamente para dar show en las calles. Jesús también nos da una oración
modelo.
El futuro es tuyo
Deuteronomio 30:15-20 Dios pone ante los israelitas la decisión de vida o muerte:
amar y obedecerlo y vivir o rechazarlo y morir.
La gracia que no termina
2 Corintios 12:2-10 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en
el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado
hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo,
no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras
inefables que no le es dado al hombre expresar.
Como con Pablo, Su respuesta no fue lo que se pidió y esperó. Pero recordar que
Él nos está formando más y más en la imagen de Su Hijo, nos ayuda a
comprender que Su respuesta está basada en Su plan a largo plazo, no en
nuestro descanso inmediato.
Gracias a Dios que en medio de ese sufrimiento, Él gentilmente susurra "mi gracia
es suficiente" (v9) como con Pablo, Su gracia suple más de lo que necesitamos
para enfrentar cualquier cosa que amenace quebrarnos. Déjame ampliar ese
pensamiento. Su gracia es más suficiente que tu fortaleza. Su gracia es más
suficiente que cualquier consejo de cualquier consejero entrenado o de un gran
amigo (aunque Dios usa a ambos). Su gracia es suficiente para llevarte a través
de cualquier "espino" que sólo tú estés enfrentando. Su gracia... (Es el boleto)
Los espinos dolorosos nos debilitan, pero las buenas noticias son que: cuando
somos débiles, Él derrama Su fortaleza en nosotros la cual nos da una perspectiva
totalmente nueva ante el dolor y sufrimiento. Ese estrés nos lleva a caer de
rodillas. Y es en ese punto que nuestro Dios interviene, nos lleva de la mano y por
Su gracia nos levanta.
Efe 4:29 ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para
la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
Estos estudios señalan que se necesitan cuatro declaraciones positivas para anular el
efecto de una negativa. Quizá lo puedes comprobar cada vez que usas un nuevo atuendo.
Algunos de tus amigos quizá digan "pero qué bonito atuendo", pero sólo necesitas un mal
comentario que diga algo como "eso no te queda bien" para que lo regreses a la tienda y
pidas un reembolso. Nosotros afectamos a otros significativamente por lo que decimos de
ellos, y lo que decimos se determina significativamente por cómo los percibimos.
ORACIÓN
Padre, sé que mi lengua es capaz de bendecir o maldecir a otros, guarda mis palabras
hoy para que pueda edificar a otros con lo que digo, en el nombre de Jesús, amén.
Hay gran poder en un simple susurro
Los maestros de escuela saben por experiencia que el susurro es más efectivo para ganar
la atención de una clase que está alborotada. ¿Por qué? Cuando alguien susurra, nosotros
escuchamos de cerca porque pensamos que de otra manera no vamos a escuchar algo
importante.
Dios ama la suavidad de una dulce voz. De hecho es su método preferido de hablarle a
Sus hijos, todos los que comparten una relación íntima con Él. Es por eso que es importante
para nosotros desarrollar la disciplina del silencio como parte de nuestra adoración. A veces
Dios nos habla en susurro y debemos estar callados si queremos oírlo. Una vez cuando
Dios le habló a Elías, su llegada fue precedida por un viento fuerte, un terremoto, un fuego
pero no se encontró en ninguno de ellos. Después, Él le habló a Elías en una voz suave.
En salmos 46:10dice, "está quieto y conoce que yo soy Dios" el profeta Habacuc declara:
"El Señor está en su templo. Que toda la tierra guarde silencio ante su presencia".
A Dios le gusta hablarnos con tonos suaves. Así que entendemos que a Él le gusta que le
hablemos de la misma manera. Cuando estamos en términos íntimos con el Señor no hay
necesidad de que gritemos. Todo lo que tenemos que hacer es susurrar. Esto es lo que
Jesús tenía en mente en Mateo 6 cuando les enseñó a sus discípulos a orar. Santiago dice
"la oración efectiva se eleva al Padre a través de palabras suaves que sus hijos hablan
desde su lugar secreto". Palabras susurradas de intimidad siempre tienen más peso con
Dios que las peticiones a gritos.
ORACION
Padre, a veces soy muy ruidoso o estoy muy ocupado para escuchar tu dulce voz.
Enséñame lo simple del silencio y el poder del susurro, en el nombre de Jesús, amén
Sembrando y cosechando
Gal 6:7 no os engañéis, Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare,
eso también segará.
Las Escrituras están llenas de advertencias acerca del autoengaño. Santiago 1:26 nos
recuerda que nos engañamos a nosotros mismos cuando pensamos que somos religiosos
pero no refrenamos nuestra lengua. No hay nada que lastime a Dios más que cuando
hablamos mal de la gente en lugar de edificarla con nuestras palabras. Nunca debemos
usar nuestra lengua para rebajar a otros. En su lugar debemos edificarnos unos a otros en
lo que decimos y por lo tanto dar gracia a aquellos que nos escuchen. Si tu lengua está
fuera de control, te estás engañado a ti mismo al creer que tienes una buena vida
espiritual.
Como tuve el privilegio de crecer en una granja, fui testigo cada año de la ley de causa
y efecto. Si no sembrábamos buena semilla en la primavera, no recogíamos una buena
cosecha en el otoño. Si no alimentábamos a las ovejas, se morían. Nuestros jóvenes
tienen dificultades entendiendo esta simple verdad de siembra y cosecha. Viviendo de fin
de semana en fin de semana, de fiesta en fiesta, fracasan al prepararse para el futuro.
Tu vida puede ser medida por lo que cosechas, pero se determina por lo que siembres.
Por ejemplo, si quieres un amigo, sé un amigo. Lo que obtienes de la vida es lo que pones
en ella.
ORACIÓN
La palabra de Dios dice de otra manera. La Biblia está llena de personas que toman
decisiones y reciben las consecuencias de esas decisiones para bien o para mal. El joven
rico buscando vida eterna, escogió su riqueza y se fue lamentándose. El ladrón en la cruz
escogió creer en Jesús y Su reino venidero y recibió la promesa del Paraíso. Las
decisiones que cada uno de estos individuos hicieron afectaron su destino.
Lo mismo pasa contigo y conmigo. Le damos forma a nuestro destino por las decisiones
que tomamos cada día. Al mismo tiempo una vida de malas decisiones puede ser
redimida por una voz susurrada en la intimidad, en el lugar secreto de comunión con el
Padre. Tu destino no está arreglado. Tu pasado no predetermina tu futuro. A través de la
adoración, oración y una relación íntima con el Señor, puedes cambiar tu destino y el
destino de tu familia, ciudad, nación y aún el mundo.
Dios ha dicho: "Ven ahora y pensemos juntos... si tus pecados fueran como la escarlata
serán emblanquecidos como la nieve, si fueran rojos como el carmesí, serán como la
blanca lana" Jesús prometió: "Si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra en
cualquier asunto que pidan, les será hecho por Mi Padre en el cielo". Antes de que los
israelitas entraran en la tierra prometida, Dios les puso la decisión de vida a través del
amor y obediencia o de la muerte a través de la desobediencia. (Deuteronomio 30:19-20)
Tienes una opción. Puedes cambiar tu destino. En Cristo tú eres ya un hijo del Rey. Tu
eternidad con Él está asegurada. Tu futuro en la tierra todavía no se escribe. Háblale al
Rey desde la intimidad. Deja que Él arregle tu futuro. ¡El futuro es tuyo!
ORACION
Gálatas 6:10 así que, según tengamos oportunidad hagamos bien a todos y mayormente
a los de la familia de la fe.
La gente más grande con las ideas más grandes puede ser apagada por la gente más
pequeña con la mente más pequeña
Éxodo 11:7 "Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia,
ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre
los egipcios y los israelitas."
¡Cómo!, ¿tiene poder Dios sobre las lenguas de los perros? ¿Puede impedir que
los canes ladren? Sí, así es. Él puede impedir incluso que los perros egipcios
acosen a las ovejas del rebaño de Israel. ¿Silencia Dios a los perros, y a los que
son como perros en medio de los hombres, y al gran cancerbero a las puertas del
infierno? Entonces prosigamos sin miedo en nuestro camino.
Él podría permitir que los perros muevan sus lenguas, pero paraliza sus colmillos.
Podrían generar un ruido terrible, pero sin llegar a hacernos un daño real. Sin
embargo, ¡cuán dulce es la tranquilidad! ¡Cuán deleitable es moverse en medio de
los enemigos, y percibir que Dios los obliga a estar en paz con nosotros!
Pero los cristianos no debemos temerle a la muerte. Jesús quitó la muerte como un objeto
legítimo de temor al quitarle su poder cuando Él murió por nuestros pecados. Jesús
mismo dijo: "Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá
y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente" (Juan 11:25-26) Aunque
eventualmente moriremos físicamente, seguiremos viviendo espiritualmente.
Todo hijo de Dios está vivo espiritualmente y aún la muerte física no nos puede separar
del amor de Dios (Rom 8:38) Pablo dijo "para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia"
(Fil 1:21) ¿Por qué? Porque cuando muramos físicamente, recibiremos un cuerpo
resucitado el cual es mucho mejor del que tenemos actualmente.
Muchas veces le pregunto a la gente ¿Qué es lo peor que pudiera pasarte?, "bueno, que
me muera" me responden, a lo cual digo: "entonces no tienes nada que temer, porque la
Biblia dice que la muerte será lo mejor que te acontezca" El valor más grande que
tenemos no es la vida física sino la espiritual. Si tu vida está escondida en Cristo,
entonces no sufrirás pérdida cuando mueras físicamente. Sólo será ganancia.
Podemos decir confiadamente junto con Pablo ¿dónde está oh muerte tu aguijón? La
persona que es libre del temor a la muerte es libre para vivir hoy.
ORACIÓN
Gracias Señor porque me has libertado para vivir plenamente hoy, dejo mi tiempo de
partida en tus manos, en el nombre de Jesús, amén.
Viviendo por debajo de nuestro potencial
Gal 5:17 porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la
carne y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.
Sueño reparador
Nuestra vida no es una vida de ansiedad sino de fe feliz. Nuestro Padre Celestial suplirá
las necesidades de Sus hijos, y Él conoce nuestras necesidades antes de que nosotros se
las pidamos. Así que podemos ir a nuestras camas a la hora apropiada y no cansarnos
desvelándonos maquinando y planeando. Si hemos aprendido a descansar en nuestro
Dios, no estaremos acostados despiertos con temor en nuestros corazones, sino que
dejaremos nuestras preocupaciones al Señor, nuestra meditación en Él será dulce y Él
nos dará un sueño reparador.
El ser amados del Señor es el honor más grande que existe, y el que lo es, puede sentir
que la misma ambición no podría desear más, así que cualquier deseo puede ir a dormir.
¿Qué hay más aún en el cielo que el amor de Dios? Descansa entonces, oh alma, pues
tienes todas las cosas. Nosotros damos vueltas en la cama a menos que el mismo Señor
nos dé no solo las razones para descansar, sino el mismo descanso, sí, Él hace esto.
Jesús mismo es nuestra paz, nuestro reposo, nuestro todo. En su pecho nos dormimos en
una perfecta seguridad, tanto en la vida como en la muerte. / Por Charles Spurgeon
Los 100 Días del Plebeyo
Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio,
soportando el sol, los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la
vista fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño
sin desfallecer un momento.
Al llegar el día 99, los pobladores de la zona salieron a animar al próximo monarca.
Todo era alegría y jolgorio, pero cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo,
ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la princesa, el joven se
levantó y, sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar dónde había
permanecido cien días.
Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de
la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa: -¿Qué te ocurrió? Estabas a un
paso de lograr la meta, ¿Por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?
Sin embargo cuando estamos pasando por situaciones duras y difíciles que no
entendemos dudamos de su amor, y nos preguntamos ¿Dónde está el amor de
Dios aquí?
Dios permite situaciones difíciles en nuestra vida con algún propósito. Las pruebas
que le sobrevienen al creyente son el termómetro donde se mide el nivel de
conocimiento que se tiene de Dios, allí queda marcado el nivel de fe,
perseverancia y amor que tenemos en nuestro Señor. No son las palabras que
decimos lo que demuestra quienes somos, son los hechos los que marcan y
divulgan nuestra fe.
“Y quito Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y
aumento el doble todas las cosas que habían sido de Job.” Job 42:10
En ocasiones se nos hace difícil entender por qué Dios nos manda hacer algo tan
opuesto a nuestra naturaleza humana, y nos olvidamos que al venir a Cristo Dios
nos ha revestido con su propia naturaleza, ahora somos hijos de Dios, y como
hijos debemos actuar como nuestro Padre. (1 Pedro 1:3-4) Además cuando
meditamos en la Palabra, nos damos cuenta que el mandamiento de Dios es de
suma importancia para nosotros mismos, pues al orar por aquellos que nos han
herido o nos han hecho mal realmente nos beneficia a nosotros mismos.
La Biblia nos deja ver claramente que los amigos de Job habían estado
hablándole sin entender realmente lo que sucedía; con sus argumentos y
racionamiento de la situación quizás habían herido el corazón de Job y habían
aumentado el dolor que el sentía en su dolorosa situación. Es interesante notar
que Dios le habla a estos hombres y les dice que vallan a pedirle a Job que ore
por ellos para que el los perdone, ya que solamente atendería a la oración de Job.
Con este hecho Dios quería ver la reacción de Job para con estos hombres que
habían estado hablándole indolentemente de lo que no entendían, haciendo más
profunda su pena. Si Job aceptaba orar por ellos les demostraba su perdón y con
este hecho serraba la puerta al diablo quien le había traído tanto dolor y pena a su
corazón. Con esta acción también Job le demostraba al diablo que estaba
equivocado, con este gesto de perdonar el gritaba a los cuatro vientos que estaba
reconciliado con Dios y que le amaba por sobre todas las cosas
independientemente de las bendiciones que él le hubiera dado, y que obedecía
fielmente su voluntad.
Dios quiere que nosotros como hijos le obedezcamos en todos sus mandamientos
porque él sabe lo que es mejor para nosotros. El desea que como Job nosotros
podamos tener un corazón perdonador. Note que fue después que Job hubo orado
por sus amigos que la Palabra nos dice que Job fue restaurado. “Y quito Jehová la
aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumento el doble todas
las cosas que habían sido de Job.”
Quizás has estado buscando las razones de todos tus problemas y el por qué oras
y nada cambia. La verdad es que los problemas que nos sobrevienen muchas
veces tienen relación con la condición de nuestro corazón. Necesitamos mirar a
nuestro interior y dejar que la Palabra alumbre y nos deje ver aquello que no está
en acorde con el mandamiento de Dios. Si encontramos que hay alguna tristeza,
algún resentimiento, alguna enemistad—debemos detenernos, mirar la Palabra,
ponernos en acorde con ella y orar por aquellas personas que nos han causado
mal. Dios no escuchara nuestra oración a menos que nosotros obedezcamos sus
mandamientos. Recuerde que fue después que Job oro por sus amigos que Dios
le quito su aflicción y fue prosperado. ¡Amen!
¿Qué Semilla Estás Sembrando?
“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará.” Gálatas 6:7
En la vida, el ser humano camina sembrando semillas. Unos siembran para sus
deleites, dándole rienda suelta a los placeres que les satisfacen, otros en cambio
siembran en aquellas cosas que alimentan y enriquecen al espíritu, para crecer en
su relación con Dios.
El brillante poeta inglés, Lord Byron, quien malgastó su vida en los placeres de la
carne, al final de su vida, con mucha tristeza, dijo: “Ni busco ni necesito la
conmiseración; las espinas que recojo son del árbol que yo planté. Ellas me han
herido, y sangro. Yo debí saber que fruto había de brotar de tal semilla.”
Muchos son los creyentes que siembran semillas de pecado viviendo día a día
como si nadie los viera. Viven sembrando maltratos, engaños, adulterios,
mentiras, trampas y cuando les comienza a ir mal se preguntan: ¿Por qué me
pasa esto? La respuesta es obvia. ¿A caso puede usted sembrar manzanas y
recoger peras? Usted va a recoger el fruto según la semilla que haya sembrado.
La Biblia es clara cuando nos dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra
para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu,
del Espíritu segará vida eterna.” Gálatas 6:7-8
Nadie puede sembrar una semilla mala y esperar recibir una hermosa cosecha. Tú
puedes que engañes a los hombres con tu conducta, pero a Dios no lo podrás
engañar. Él está atento a cual semilla estas sembrando, y por consiguiente te dará
la cosecha de acuerdo a la semilla que tu plantaste. No te engañes: Dios no puede
ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. ¡Amén!