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Diez pasos en un nuevo año

JOSUÉ 1:1-10

1.- Escuche a Dios. 1:1.


Dios le dijo a Josué hijo de Nun, asistente de Moisés. Dios siempre habla, a través
de su palabra, al corazón, a través de personas o de las circunstancias de la vida.
Este atento a lo que Dios te dirá.

2.- Entierre el pasado. 1:2.


Mi siervo Moisés ha muerto. Por eso tú y todo este pueblo deberán prepararse
para cruzar el río Jordán y entrar a la tierra que les daré a ustedes los israelitas.
Moisés, representó el pasado. Entierra tu pasado, no vivas más del ayer y
prepárate a caminar en un nuevo año, sin estar llorando el ayer.

3.- Levántese y comience a andar. 1:3


Tal como le prometí a Moisés, yo les entregaré a ustedes todo lugar que toquen
sus pies. Levántese, no se quede postrado donde estas. Lo que pises, se te dará,
pero para eso hay que comenzar a andar.

4.- Conozca el cuadro completo. 1:4


Su territorio se extenderá desde el desierto hasta el Líbano, y desde el gran río
Éufrates, territorio de los hititas, hasta el mar Mediterráneo, que se encuentra al
oeste. No te quedes mirando un pedacito de tu vida. Mira todo lo que Dios ha
hecho en ti y contempla el cuadro completo de tu vida.

5.- Practique la Presencia de Dios. 1:5


Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarse a ti. Así como
estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré.
Recuerda, lo más importante en tu vida, es la presencia de Dios, disfrútala, gózala
y vive en esa presencia.
6.- Párese en la Promesa. 1:6
Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les
prometí a sus antepasados. Dios te ha dado y te dará promesas, párate en ellas,
porque las promesas de Dios son reales y se cumplen.

7.- Practique la habilidad de ver directo hacia adelante. 1:7


Sólo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la *ley que mi
siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; sólo así tendrás éxito
dondequiera que vayas. Recuerda, mira siempre hacía adelante y no te vayas ni a
la izquierda ni a la derecha.

8.- Juegue de acuerdo a las reglas. 1:8


Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con
cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito.
Las reglas de juego la marca la Palabra de Dios, vive en esos principios.

9- Muévase en fe y no en temor. 1:9


Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes!
Porque el Señor tu Dios te acompañará donde quiera que vayas. Habrá cosas que
te harán temblar, pero no temas, vive por fe.

10:- Tome una posición sobre las órdenes de Dios. 1:10


Entonces Josué dio la siguiente orden a los jefes del pueblo:
Vayan por todo el campamento y díganle al pueblo que prepare provisiones,
porque dentro de tres días cruzará el río Jordán para tomar posesión del territorio
que Dios el Señor le da como herencia. Mantén una posición firme en amar y
obedecer a Dios. Y entonces tendrás

UN FELIZ AÑO NUEVO.


Amor Perfecto

Todos necesitamos recordar cómo nos ama Jesús.


Independientemente de que lo hayas conocido durante toda tu vida o últimamente,
la necesidad de que te hable del amor que te tiene es la misma. Con el ajetreo de
la vida y el trabajo es fácil olvidar lo real que es, lo cercano que está, cuánto se
interesa en todos los detalles de tu vida y el afán con que desea que conozcas Su
corazón.

Tener confianza en cuánto nos


ama Jesús no solo nos hace felices,
sino que es una fuerza estabilizadora
en nuestra vida.

Cuando nos garantiza con frecuencia que nos ama, y lo creemos y confiamos en
ello, esa paz y seguridad nos serena, aunque afrontemos desilusiones,
dificultades, sufrimientos o cualquier otra cosa que nos depare la vida.

Su amor es lo bastante fuerte para


sacarnos adelante en toda dificultad.
Es perdurable, digno de confianza
y eterno.

Su amor es perfecto.

Es lo único en este mundo que es absolutamente perfecto. Hay muchas cosas que
son bonitas, hermosas y maravillosas, pero nada es tan perfecto como Su amor.
Vivimos en un mundo imperfecto, con humanos imperfectos y en circunstancias
que dejan que desear, pero el amor de Él nos permite remontar las dificultades de
la vida. Él es perfecto, igual que Su amor.

Su amor es gratuito.

No hay que esforzarse para obtenerlo ni tratar de demostrarle que lo merecemos.


Eso también es bueno, porque todos pecamos y cometemos errores. Si
tuviéramos que granjearnos el amor de Jesús, ninguno lo lograríamos, ya que
todos somos humanos con debilidades parecidas y metemos la pata. Él, en Su
divina providencia y sabiduría, lo sabía, y decidió amarnos sin compromisos.

Su amor es incondicional.

No solo nos ama cuando todo va bien. No solo cuando encaramos la vida con
entusiasmo, somos felices y obedientes, hacemos progresos espiritualmente o
dejamos huella. Nos ama cuando estamos contentos y cuando estamos tristes.
Nos ama cuando estamos enfermos y cuando estamos sanos. Nos ama cuando
hacemos cosas dignas de Su alabanza y cuando hacemos otras que lo
entristecen.

Maravilla pensar que no pone una


sola condición para amarnos.

Su amor es eterno.

No es pan para hoy y hambre para mañana. El amor de Jesús no tiene fecha de
caducidad. No nos lo pueden quitar ni robar. No se desgasta ni pasa de moda al
cabo de unos años. Si bien es tradicional e histórico, al mismo tiempo es moderno
y actual. Siempre está vigente. Nos amaba hasta antes de que lo conociéramos.
Nos amó desde el principio de la vida y seguirá haciéndolo por la eternidad.

«Con amor eterno te he amado;


por tanto, te prolongué
mi misericordia.»
Jeremías 31:3

Soy el pensamiento que albergas


en la mente. El sueño más
profundo de tu corazón.
Tu compañero constante.
Voy a donde quiera que vayas.
Jesús
Tú eres quien Dios dice que eres

2 Corintios 5:17 de modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es, las
cosas viejas pasaron ye aquí todas son hechas nuevas.

Hay un juego que he visto en reuniones, cada persona tiene el nombre de un


famoso pegado a su espalda y debe preguntarle a la gente "pistas" de "quién es"

"Te preocupa el futuro", "tienes tantos hijos que no sabes qué hacer", "eres una
estrella del pop" El punto es adivinar tu identidad y cuando lo haces te sientas.

Cuando vi este juego el otro día me sorprendió lo similar que es a la vida real.
Muchas veces determinamos nuestra identidad por lo que otros dicen de
nosotros. Eres muy lista, eres un perdedor, eres tan hermosa, puedes hacer lo que
te propones, eres gordo, feo, etc. Este tipo de mensajes dejamos que determinen
cómo nos vemos a nosotros mismos, ya sea que sean falsos o verdaderos. Sólo
una persona madura se da cuenta de que sólo porque una persona dice que eres
esto o aquello no lo hace realidad. Una de las bendiciones más grandes de ser
cristiano es recibir una nueva identidad. En la Biblia cuando Dios tocó y cambió la
vida de una persona, muchas veces les cambió el nombre. Él dijo "te será puesto
un nuevo nombre que la boca de Jehová nombrará" (Isaías 62:2) Saulo se
convirtió en Pablo, Abram se convirtió en Abraham, Saraí se convirtió en Sarah,
Jacob se convirtió en Israel, Simón en Pedro.

De la misma forma, cuando aceptas a Cristo, Dios te da una nueva identidad y un


nuevo nombre. Si quieres saber quién eres en realidad, necesitas buscar en la
Biblia y ver lo que Dios dice que eres. Puede ser diferente de lo que has
escuchado a otros decir de ti, pero ¿quién crees que tiene la razón? ¿Quién crees
que tiene una mejor percepción de quién eres, tu Creador u otras criaturas como
tú? Si tú eres un cristiano, los siguientes versos describen tu identidad.

 Mat 5:13 Soy la sal de la tierra


 Mat 5:14 soy la luz del mundo
 Jn 1:12 soy un hijo de Dios
 Jn 15:15 soy parte de la vid verdadera, una rama de la vida de Cristo
 Jn 15:15 soy amigo de Cristo
 Jn 15:16 soy escogido por Dios para llevar Su fruto
 Rom 8:14-15 soy un coheredero con Cristo y comparto Su herencia.
 1 Cor 3:16 soy el templo de Dios. Su Espíritu vive en mí.
 1 Cor 12:27 soy parte del cuerpo de Cristo
 2 Cor 5:17 soy una nueva criatura
 2 Cor 5:18-19 estoy reconciliado con Dios y soy un ministro de
reconciliación
 Efe 1:1 soy un santo
 Efe 1:3 soy bendito con toda bendición espiritual en los lugares
celestiales.
 Efe 1:13 he sido sellado con el Espíritu Santo de la promesa
 Efe 2:10 soy hechura de Dios, creado en Cristo Jesús para buenas obras
 Efe 4:24 soy justo y santo

Eso es bastante como para poner en una tarjeta de presentación, pero esa es tu
identidad. Neil Anderson, en su libro "Victoria sobre la oscuridad" dice: "La
razón por la cual muchos cristianos no están disfrutando la madurez y
libertad las cuales son su herencia en Cristo, es porque tienen malas
percepciones propias, no se ven como lo que en realidad son en Cristo.
Ellos no entienden el cambio dramático que ocurrió en ellos en el momento
que confiaron en Él, no se ven a ellos mismos de la misma forma en que
Dios los ve y sufren de una auto-imagen pobre, no han entendido su
verdadera identidad"

En ese párrafo el Dr. Anderson me describió perfectamente. No tenía idea de


quién era yo, lo que tenía o en dónde estaba en Cristo. Cuando Dios abrió mis
ojos a la verdad me di cuenta de cómo me veía y cómo Dios me veía y era
totalmente distinto. Decidí comenzar a creerle a Dios.

¿Estás listo para comenzar a verte como Dios te ve? / Por Sharon Jaynes
Lo quiero todo

Salmo 136:2 Alabad al Dios de los dioses, porque para siempre es su


misericordia.

Lo quiero todo, quiero todo lo que Dios tiene para mí. Sin embargo, no creo que mi
vida realmente refleje esa actitud. Tiendo a conformarme con mucho menos de lo
que Dios quiere para mi vida.

Dios anhela derramar Sus bendiciones sobre Sus hijos. De alguna manera hemos
comprado la idea de que recibiremos buenas cosas de Dios si trabajamos más
duro, si tratamos de ser mejores, esto viene de lo más profundo del pozo y huele a
humo.

Somos salvos por la gracia de Dios y nada de lo que hagamos será lo


suficientemente bueno como para merecer el favor de Dios. En Efesios, el apóstol
Pablo nos dice que la salvación es un regalo, punto.

Efesios 2:8 porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe, esto no
procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios (NVI)

Si pudiéramos ganar la salvación, simplemente sería un salario de las obras que


hemos hecho. Somos salvos por fe en Dios solamente. La salvación y las
bendiciones de Dios son Su regalo para nosotros y nosotros simplemente los
recibimos. Y aun así tratamos de hacer que parezcan las bendiciones de Dios algo
casi imposible de experimentar. Él sólo está esperando que nosotros le
busquemos a Él, que escuchemos Su voz y le sigamos.

Sólo imagina que hoy es el cumpleaños de tu hijo. Tienes una gran fiesta
planeada y has gastado mucho tiempo en buscar el regalo perfecto. ¿Esperas que
tu hijo gane ese regalo limpiando la casa, lavando ropa, sacando la basura y
cumpliendo con cada trabajo de una larga lista de cosas que hacer que has
preparado? ¡Claro que no! Simplemente quieres deleitarte en el gozo del rostro de
tu hijo cuando él o ella lo reciba y abra ese regalo tan especial.
Yo he recibido el regalo de la salvación al igual que muchos. Hemos rendido
nuestras vidas a Él y busco seguirlo. Pero quiero todo lo que Él tiene para mí, ¿tú
no? Las buenas noticias son que Dios quiere que nos acerquemos a Él
"confiadamente" y le pidamos sus bendiciones.

Lucas 11:5-10 Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él
a medianoche y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha
venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; y aquél, respondiendo desde
adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están
conmigo en cama; no puedo levantarme, y dártelos?
Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por
su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite. Y yo os digo: Pedid, y
se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide,
recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

¿Entendiste la verdad en este pasaje de la Escritura? La palabra "importunidad"


me saltó. Dios quiere que oremos y vivamos con la mente puesta en lo que Dios
quiere para nosotros ahora y para siempre. Y podemos acercarnos con
"inoportunidad" y no por algo que nosotros podamos hacer, sino por quién es ÉL.
Él es Dios y nuestro Señor y Salvador y Padre quien está esperando que nos
acerquemos para derramar bendiciones sobre nosotros ¿por qué? Porque nos
ama, fuimos creados por Dios y para Dios.

Toma la verdad de que eres especial para Dios. Fuiste planeado y querido y le
perteneces, has sido escogido. Acércate a Él y pon tus peticiones delante de Él y
quiere todo lo que Él ha planeado para ti.

Por Mary Southerland


Su gracia

Salmo 84:11 "Gracia y gloria dará Jehová."

Gracia es lo que necesitamos justo ahora, y ha de recibirse libremente. ¿Qué


puede ser más gratis que un regalo? Hoy recibiremos gracia sustentadora,
fortalecedora, santificadora y favorable. Él ha proporcionado gracia diaria hasta
ahora, y en cuanto al futuro, esa gracia bastará.

Si tenemos poca gracia, la falla radica en nosotros; pues en el Señor no hay


escasez, ni es tardo para proporcionarla en abundancia. Podemos pedir toda la
gracia que queramos, sin temer nunca un desaire. Él da abundantemente y sin
reproche.

Puede ser que el Señor no de oro, pero dará gracia: puede ser que no de
ganancia, pero dará gracia. Ciertamente Él nos enviará pruebas, pero nos dará
gracia en proporción a esas pruebas. Podremos ser llamados a esforzarnos
arduamente, y a sufrir, pero con esa llamada vendrá toda la gracia requerida.

¡Y qué hay en el texto: "y gloria"! No necesitamos gloria todavía, y todavía no


somos aptos para ella; pero la tendremos en su debido tiempo. Después de haber
comido el pan de la gracia, beberemos del vino de la gloria. Hemos de ir del lugar
santo, que es la gracia, al lugar santísimo, que es la gloria. Estas palabras "y
gloria" son suficientes para hacer que un hombre dance de gozo. Un poco de
tiempo más, un poco más, y luego ¡la gloria para siempre!

Por Charles Spurgeon


Agradables

Proverbios 16:7 Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a
sus enemigos hace estar en paz con él.

He de ver que mis caminos sean agradables al Señor. Incluso entonces tendré
enemigos; y, tal vez, todavía con mayor certidumbre, debido a que me esfuerzo en
hacer aquello que es recto. ¡Pero qué promesa es esta! El Señor hará que la ira
del hombre le alabe, y la abatirá de tal forma que no me turbará.

Él puede constreñir al enemigo a desistir de hacerme daño, aunque tenga la


intención de hacerlo. Esto hizo con Labán, que persiguió a Jacob, pero no se
atrevió a tocarlo. O puede dominar la ira del enemigo, y volverlo amigable, como lo
hizo con Esaú, que se reunió con Jacob de una manera hermanable, aunque
Jacob había temido que lo hiriera a él y a su familia con la espada. El Señor puede
también convertir a un furioso adversario en un hermano en Cristo, en un
compañero obrero, como lo hizo con Saulo de Tarso. ¡Oh, que hiciera esto en
cada instancia en que aparezca un espíritu perseguidor!

Bienaventurado es el hombre cuyos enemigos son reducidos a ser con él, lo que
los leones fueron con Daniel en el foso: ¡tranquilos y amigables! Cuando me
enfrente con la muerte, que es llamada el último enemigo, ruego que pueda estar
en paz. Mi única gran preocupación ha de ser agradar al Señor en todas las
cosas. ¡Oh, hemos de tener fe y santidad; pues estas cosas son agradables al
Altísimo!

Por Charles Spurgeon


En el umbral de la tentación

Tito 2:11-12 porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos


los hombres, enseñándonos que renunciando a la impiedad y a los deseos
mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.

Ceder ante la tentación es un paso hacia una fortaleza bien establecida en tu


mente. Siempre que seas estimulado a hacer el plan B en lugar del plan A de Dios
para tu vida, estás experimentando una tentación. La esencia de la tentación es la
invitación a vivir independiente de Dios y suplir necesidades reales en el mundo, la
carne o el diablo en lugar de en Cristo. Esa es la gran prueba. Y Satanás sabe qué
botones apretar para tentarte en tu dependencia de Cristo.

En el momento que eres tentado a satisfacer tu necesidad en el mundo en lugar


de en Cristo, estás en el umbral de una decisión. Si tú inmediatamente no escoges
someter ese pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo (2 Cor 10:5)
comenzarás a considerarlo como una opción. Y si comienzas a meditarlo,
inmediatamente tus emociones serán afectadas y se incrementará la posibilidad
de ceder ante esa tentación.

Las Escrituras nos enseñan que Dios ha provisto una forma de escape para cada
tentación (1 Cor 10:13) Pero el escape está justo en el umbral de la tentación. Si
no controlas la tentación en la entrada, corres el riesgo de permitir que la tentación
te controle a ti. Raro es el cristiano que puede regresar después de dirigirse hacia
el plan B.

Por ejemplo, un hombre ve una película pornográfica y es tentado a la lujuria. Él


tiene la oportunidad de responder diciendo algo como: mi relación con el pecado
ha terminado. Escojo llevar ese pensamiento cautivo a la obediencia a Cristo. No
voy a verlo o a pensar en ello. Y se aparta de la película inmediatamente y escapa
de la lujuria.
Pero si duda en el umbral, mira fijamente a la película y comienza a fantasear
acerca de ello, activará una res baladilla emocional produciendo una respuesta
física que será difícil de detener. Él debe captar el pensamiento tentador en el
umbral o probablemente será capturado por él.

Por Neil Anderson

ORACIÓN

Señor, quiero ser obediente a Tu perfecto plan para mi vida hoy, no quiero ceder
ante un plan B, fortaléceme para obedecerte en el nombre de Jesús, amén.

El poder del susurro

Palabras susurradas desde la intimidad pueden ser más poderosas que las
peticiones que se gritan en la corte.

Mateo 6:5-13 Jesús nos aconseja a orar en privado al Padre, en el lugar secreto,
no abiertamente para dar show en las calles. Jesús también nos da una oración
modelo.

El futuro es tuyo

Palabras susurradas desde la almohada real de intimidad pueden literalmente


cambiar el futuro

Deuteronomio 30:15-20 Dios pone ante los israelitas la decisión de vida o muerte:
amar y obedecerlo y vivir o rechazarlo y morir.
La gracia que no termina

2 Corintios 12:2-10 Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en
el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado
hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo,
no lo sé; Dios lo sabe), que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras
inefables que no le es dado al hombre expresar.

De tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré, sino en mis


debilidades. Sin embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría la
verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo que en mí ve, u oye
de mí. Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase
desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás
que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; respecto a lo cual tres
veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha dicho: Bástate mi gracia;
porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me
gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en
necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces
soy fuerte.

Esta es una buena oportunidad de corregir nuestra forma de pensar. No siempre


es la voluntad de Dios que seas sanado, no siempre es el plan de Dios el aligerar
la presión. Nuestra felicidad no es la meta de Dios. Él no tiene un plan maravilloso,
confortable para la vida de todos, por lo menos no ante la perspectiva humana.
Muchas veces Su plan no es nada maravilloso.

Como con Pablo, Su respuesta no fue lo que se pidió y esperó. Pero recordar que
Él nos está formando más y más en la imagen de Su Hijo, nos ayuda a
comprender que Su respuesta está basada en Su plan a largo plazo, no en
nuestro descanso inmediato.
Gracias a Dios que en medio de ese sufrimiento, Él gentilmente susurra "mi gracia
es suficiente" (v9) como con Pablo, Su gracia suple más de lo que necesitamos
para enfrentar cualquier cosa que amenace quebrarnos. Déjame ampliar ese
pensamiento. Su gracia es más suficiente que tu fortaleza. Su gracia es más
suficiente que cualquier consejo de cualquier consejero entrenado o de un gran
amigo (aunque Dios usa a ambos). Su gracia es suficiente para llevarte a través
de cualquier "espino" que sólo tú estés enfrentando. Su gracia... (Es el boleto)

¿Quisieras saber por qué? Porque el poder de Dios es perfeccionado en la


debilidad (v9) ¡Qué declaración del Señor! Y todo este tiempo pensamos que el
poder era perfeccionado en el éxito. Se nos ha enseñado en la vida que es el logro
que nos fortalece. No, y mil veces no, los éxitos nos hacen enorgullecernos y nos
hacen independientes.

Los espinos dolorosos nos debilitan, pero las buenas noticias son que: cuando
somos débiles, Él derrama Su fortaleza en nosotros la cual nos da una perspectiva
totalmente nueva ante el dolor y sufrimiento. Ese estrés nos lleva a caer de
rodillas. Y es en ese punto que nuestro Dios interviene, nos lleva de la mano y por
Su gracia nos levanta.

Su gracia es suficiente para ti.

Por Charles Swindoll


El uso apropiado de las palabras

Efe 4:29 ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para
la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.

¿Cómo expresamos nuestras percepciones de la gente? Principalmente por lo que


decimos de ellos. Estudios han mostrado que en un hogar promedio, por cada declaración
positiva, un niño recibe diez declaraciones negativas. En la escuela sólo es ligeramente
mejor, los estudiantes escuchan siete declaraciones negativas de sus maestros por una
positiva. No es de extrañar que tantos niños estén creciendo sintiendo que son unos
perdedores. Los padres y maestros están transmitiendo esa percepción cada día por la
manera en cómo le hablan a los niños.

Estos estudios señalan que se necesitan cuatro declaraciones positivas para anular el
efecto de una negativa. Quizá lo puedes comprobar cada vez que usas un nuevo atuendo.
Algunos de tus amigos quizá digan "pero qué bonito atuendo", pero sólo necesitas un mal
comentario que diga algo como "eso no te queda bien" para que lo regreses a la tienda y
pidas un reembolso. Nosotros afectamos a otros significativamente por lo que decimos de
ellos, y lo que decimos se determina significativamente por cómo los percibimos.

Si pudiéramos memorizar sólo un versículo del Nuevo Testamento, ponerlo en práctica y


nunca violarlo, creo que resolveríamos de la mitad a tres cuartas partes de los problemas
en nuestros hogares e iglesias. El versículo está en Efesios 4:29. ¿No es asombroso que
tú y yo tengamos el poder de dar gracia a otros a través del uso apropiado de nuestras
palabras? Si no dijéramos nada para apachurrar a otros y sólo edificáramos como Efesios
4:29 dice, seríamos parte del equipo de edificación de Dios en la iglesia en lugar de
miembros del equipo de destrucción de Satanás.

Por Neil Anderson

ORACIÓN

Padre, sé que mi lengua es capaz de bendecir o maldecir a otros, guarda mis palabras
hoy para que pueda edificar a otros con lo que digo, en el nombre de Jesús, amén.
Hay gran poder en un simple susurro

Los maestros de escuela saben por experiencia que el susurro es más efectivo para ganar
la atención de una clase que está alborotada. ¿Por qué? Cuando alguien susurra, nosotros
escuchamos de cerca porque pensamos que de otra manera no vamos a escuchar algo
importante.

El susurro es poderoso porque es la voz de la intimidad. Los esposos en una situación


íntima no necesitan gritar o hablar con tonos normales. Un susurro es suficiente para
compartir pensamientos y sentimientos intencionados para nadie más que para ellos
mismos.

Dios ama la suavidad de una dulce voz. De hecho es su método preferido de hablarle a
Sus hijos, todos los que comparten una relación íntima con Él. Es por eso que es importante
para nosotros desarrollar la disciplina del silencio como parte de nuestra adoración. A veces
Dios nos habla en susurro y debemos estar callados si queremos oírlo. Una vez cuando
Dios le habló a Elías, su llegada fue precedida por un viento fuerte, un terremoto, un fuego
pero no se encontró en ninguno de ellos. Después, Él le habló a Elías en una voz suave.
En salmos 46:10dice, "está quieto y conoce que yo soy Dios" el profeta Habacuc declara:
"El Señor está en su templo. Que toda la tierra guarde silencio ante su presencia".

A Dios le gusta hablarnos con tonos suaves. Así que entendemos que a Él le gusta que le
hablemos de la misma manera. Cuando estamos en términos íntimos con el Señor no hay
necesidad de que gritemos. Todo lo que tenemos que hacer es susurrar. Esto es lo que
Jesús tenía en mente en Mateo 6 cuando les enseñó a sus discípulos a orar. Santiago dice
"la oración efectiva se eleva al Padre a través de palabras suaves que sus hijos hablan
desde su lugar secreto". Palabras susurradas de intimidad siempre tienen más peso con
Dios que las peticiones a gritos.

El poder detrás de la oración es el poder de la intimidad. Es el poder del susurro.

Por Tommy Tenney

ORACION

Padre, a veces soy muy ruidoso o estoy muy ocupado para escuchar tu dulce voz.
Enséñame lo simple del silencio y el poder del susurro, en el nombre de Jesús, amén
Sembrando y cosechando

Gal 6:7 no os engañéis, Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare,
eso también segará.

Las Escrituras están llenas de advertencias acerca del autoengaño. Santiago 1:26 nos
recuerda que nos engañamos a nosotros mismos cuando pensamos que somos religiosos
pero no refrenamos nuestra lengua. No hay nada que lastime a Dios más que cuando
hablamos mal de la gente en lugar de edificarla con nuestras palabras. Nunca debemos
usar nuestra lengua para rebajar a otros. En su lugar debemos edificarnos unos a otros en
lo que decimos y por lo tanto dar gracia a aquellos que nos escuchen. Si tu lengua está
fuera de control, te estás engañado a ti mismo al creer que tienes una buena vida
espiritual.

También nos engañamos a nosotros mismos cuando pensamos que no recogeremos lo


que sembramos (Gal 6:7) como cristianos a veces pensamos que estamos exentos de
este principio, pero no es así. Aunque nuestros pecados están perdonados, tendremos
que vivir con el resultado y consecuencias de nuestros pensamientos, palabras y acciones
sean buenas o malas.

Como tuve el privilegio de crecer en una granja, fui testigo cada año de la ley de causa
y efecto. Si no sembrábamos buena semilla en la primavera, no recogíamos una buena
cosecha en el otoño. Si no alimentábamos a las ovejas, se morían. Nuestros jóvenes
tienen dificultades entendiendo esta simple verdad de siembra y cosecha. Viviendo de fin
de semana en fin de semana, de fiesta en fiesta, fracasan al prepararse para el futuro.

Tu vida puede ser medida por lo que cosechas, pero se determina por lo que siembres.
Por ejemplo, si quieres un amigo, sé un amigo. Lo que obtienes de la vida es lo que pones
en ella.

Por Neil Anderson

ORACIÓN

Señor, líbrame del autoengaño de que siempre me cubrirás o me sacarás de los


embrollos en que me meto. Ayúdame a aprender a sembrar lo que quiero cosechar, en el
nombre de Jesús, amén.
Tu destino no está escrito

En Cristo, tu destino eterno es seguro y está asegurado, pero el curso de tu vida en la


tierra no está predeterminado. Las decisiones que haces a diario influencian tu futuro.
Algunas personas insisten que no hay tal cosa como el libre albedrío, que no tenemos
control real sobre nuestras vidas.

La palabra de Dios dice de otra manera. La Biblia está llena de personas que toman
decisiones y reciben las consecuencias de esas decisiones para bien o para mal. El joven
rico buscando vida eterna, escogió su riqueza y se fue lamentándose. El ladrón en la cruz
escogió creer en Jesús y Su reino venidero y recibió la promesa del Paraíso. Las
decisiones que cada uno de estos individuos hicieron afectaron su destino.

Lo mismo pasa contigo y conmigo. Le damos forma a nuestro destino por las decisiones
que tomamos cada día. Al mismo tiempo una vida de malas decisiones puede ser
redimida por una voz susurrada en la intimidad, en el lugar secreto de comunión con el
Padre. Tu destino no está arreglado. Tu pasado no predetermina tu futuro. A través de la
adoración, oración y una relación íntima con el Señor, puedes cambiar tu destino y el
destino de tu familia, ciudad, nación y aún el mundo.

Dios ha dicho: "Ven ahora y pensemos juntos... si tus pecados fueran como la escarlata
serán emblanquecidos como la nieve, si fueran rojos como el carmesí, serán como la
blanca lana" Jesús prometió: "Si dos de ustedes se ponen de acuerdo en la tierra en
cualquier asunto que pidan, les será hecho por Mi Padre en el cielo". Antes de que los
israelitas entraran en la tierra prometida, Dios les puso la decisión de vida a través del
amor y obediencia o de la muerte a través de la desobediencia. (Deuteronomio 30:19-20)

Tienes una opción. Puedes cambiar tu destino. En Cristo tú eres ya un hijo del Rey. Tu
eternidad con Él está asegurada. Tu futuro en la tierra todavía no se escribe. Háblale al
Rey desde la intimidad. Deja que Él arregle tu futuro. ¡El futuro es tuyo!

Por Tommy Tenney

ORACION

Padre, gracias porque a través de tu gracia mi pasado no predetermina mi futuro. Arregla


mi futuro, ayúdame a caminar contigo de tal manera que mi vida en la tierra se alinee con
mi destino como hijo Tuyo, en el nombre de Jesús, amén
Aun así hazlo

Gálatas 6:10 así que, según tengamos oportunidad hagamos bien a todos y mayormente
a los de la familia de la fe.

Quiero compartirles un escrito de un autor desconocido:

La gente es irracional, ilógica y egocéntrica

Ámalos de todas maneras

Si haces bien, la gente te acusará de orgulloso y de motivos raros

Hazlo de todas maneras

Si eres exitoso, ganarás falsos amigos y verdaderos enemigos

Ten éxito de todas maneras

El bien que hagas hoy podrá ser olvidado mañana

Hazlo de todas maneras

La honestidad y la franqueza te hacen vulnerable

Sé honesto y franco de todas maneras

La gente más grande con las ideas más grandes puede ser apagada por la gente más
pequeña con la mente más pequeña

Piensa en grande de todas maneras

Lo que construiste en años puede ser destruido de la noche a la mañana.

Construye de todas maneras

La gente realmente necesita ayuda, pero quizá te ataquen al ayudarles

Ayuda a la gente de todas maneras

Dale al mundo lo mejor de ti y te golpearán en la cara

Dale al mundo lo mejor de ti de todas maneras.


Prosigamos

Éxodo 11:7 "Pero contra todos los hijos de Israel, desde el hombre hasta la bestia,
ni un perro moverá su lengua, para que sepáis que Jehová hace diferencia entre
los egipcios y los israelitas."

¡Cómo!, ¿tiene poder Dios sobre las lenguas de los perros? ¿Puede impedir que
los canes ladren? Sí, así es. Él puede impedir incluso que los perros egipcios
acosen a las ovejas del rebaño de Israel. ¿Silencia Dios a los perros, y a los que
son como perros en medio de los hombres, y al gran cancerbero a las puertas del
infierno? Entonces prosigamos sin miedo en nuestro camino.

Él podría permitir que los perros muevan sus lenguas, pero paraliza sus colmillos.
Podrían generar un ruido terrible, pero sin llegar a hacernos un daño real. Sin
embargo, ¡cuán dulce es la tranquilidad! ¡Cuán deleitable es moverse en medio de
los enemigos, y percibir que Dios los obliga a estar en paz con nosotros!

Como Daniel en el foso de los leones, permanecemos incólumes en medio de los


destructores.
¡Oh, que hoy, esta palabra del Señor para Israel se vuelva una realidad para mí!
¿Me aflige el perro? Se lo diré al Señor. Señor, al perro no le importan mis
súplicas; háblale Tú la palabra de poder, y entonces tendrá que echarse.

¡Concédeme la paz, oh Dios mío, y permíteme ver Tu mano tan distintamente en


esto, que perciba muy claramente la diferencia que Tu gracia hace entre mi
persona y los impíos!

Por Charles Spurgeon


Libre del temor a la muerte

1 Cor 15:55 ¿Dónde está oh muerte tu aguijón? ¿Dónde oh sepulcro tu victoria?

La mayoría de las fobias pueden resumirse al temor al hombre o a la muerte. La muerte


ante muchos es el mayor objeto de temor. El hecho de que la muerte es inminente está
claramente establecido en las Escrituras "de la manera que está establecido para los
hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio" (Heb 9:27)

Pero los cristianos no debemos temerle a la muerte. Jesús quitó la muerte como un objeto
legítimo de temor al quitarle su poder cuando Él murió por nuestros pecados. Jesús
mismo dijo: "Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá
y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente" (Juan 11:25-26) Aunque
eventualmente moriremos físicamente, seguiremos viviendo espiritualmente.

Todo hijo de Dios está vivo espiritualmente y aún la muerte física no nos puede separar
del amor de Dios (Rom 8:38) Pablo dijo "para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia"
(Fil 1:21) ¿Por qué? Porque cuando muramos físicamente, recibiremos un cuerpo
resucitado el cual es mucho mejor del que tenemos actualmente.

Muchas veces le pregunto a la gente ¿Qué es lo peor que pudiera pasarte?, "bueno, que
me muera" me responden, a lo cual digo: "entonces no tienes nada que temer, porque la
Biblia dice que la muerte será lo mejor que te acontezca" El valor más grande que
tenemos no es la vida física sino la espiritual. Si tu vida está escondida en Cristo,
entonces no sufrirás pérdida cuando mueras físicamente. Sólo será ganancia.

Podemos decir confiadamente junto con Pablo ¿dónde está oh muerte tu aguijón? La
persona que es libre del temor a la muerte es libre para vivir hoy.

Por Neil Anderson

ORACIÓN

Gracias Señor porque me has libertado para vivir plenamente hoy, dejo mi tiempo de
partida en tus manos, en el nombre de Jesús, amén.
Viviendo por debajo de nuestro potencial

Gal 5:17 porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la
carne y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.

¿Estás siendo obstaculizado en tu crecimiento por sentimientos de inferioridad? ¿De qué


o de quién eres inferior? Tú eres un hijo de Dios sentado con Cristo en los lugares
celestiales (Efe 2:6) ¿Te sientes inseguro? Tu Dios nunca te dejará ni te desamparará
(Heb 13:5) ¿Inadecuado? Tú puedes hacer todas las cosas en Cristo (Filip 4:13)
¿Culpable? Ninguna condenación hay para los que estamos en Cristo (Rom 8:1)
¿Preocupado? Dios ha ofrecido cambiar Su paz por tu ansiedad (Filip 4:6-7, 1Ped 5:7,
Juan 14:27) ¿Duda? Dios da la sabiduría al que se lo pide (Sant 1:5)

Sueño reparador

Sal 127:2...porque Dios concede el sueño a sus amados

Nuestra vida no es una vida de ansiedad sino de fe feliz. Nuestro Padre Celestial suplirá
las necesidades de Sus hijos, y Él conoce nuestras necesidades antes de que nosotros se
las pidamos. Así que podemos ir a nuestras camas a la hora apropiada y no cansarnos
desvelándonos maquinando y planeando. Si hemos aprendido a descansar en nuestro
Dios, no estaremos acostados despiertos con temor en nuestros corazones, sino que
dejaremos nuestras preocupaciones al Señor, nuestra meditación en Él será dulce y Él
nos dará un sueño reparador.

El ser amados del Señor es el honor más grande que existe, y el que lo es, puede sentir
que la misma ambición no podría desear más, así que cualquier deseo puede ir a dormir.
¿Qué hay más aún en el cielo que el amor de Dios? Descansa entonces, oh alma, pues
tienes todas las cosas. Nosotros damos vueltas en la cama a menos que el mismo Señor
nos dé no solo las razones para descansar, sino el mismo descanso, sí, Él hace esto.
Jesús mismo es nuestra paz, nuestro reposo, nuestro todo. En su pecho nos dormimos en
una perfecta seguridad, tanto en la vida como en la muerte. / Por Charles Spurgeon
Los 100 Días del Plebeyo

Una bella princesa estaba buscando consorte.

Nobles y ricos pretendientes llegaban de todas partes con maravillosos regalos:


joyas, tierras, ejércitos, tronos… Entre los candidatos se encontraba un joven
plebeyo que no tenía más riqueza que el amor y la perseverancia.

Cuando le llegó el momento de hablar, dijo:


-Princesa, te he amado toda la vida. Como soy un hombre pobre y no tengo tesoros
para darte, te ofrezco mi sacrificio como prueba de amor. Estaré cien días sentado
bajo tu ventana, sin más alimentos que la lluvia y sin más ropas que las que llevo
puestas. Esta será mi dote.

La princesa, conmovida por semejante gesto de amor, decidió aceptar:

-Tendrás tu oportunidad: si pasas esa prueba me desposarás.

Así pasaron las horas y los días. El pretendiente permaneció afuera del palacio,
soportando el sol, los vientos, la nieve y las noches heladas. Sin pestañear, con la
vista fija en el balcón de su amada, el valiente súbdito siguió firme en su empeño
sin desfallecer un momento.

De vez en cuando la cortina de la ventana real dejaba traslucir la esbelta figura de


la princesa, que con un noble gesto y una sonrisa aprobaba la faena. Todo iba a las
mil maravillas, se hicieron apuestas y algunos optimistas comenzaron a planear los
festejos.

Al llegar el día 99, los pobladores de la zona salieron a animar al próximo monarca.
Todo era alegría y jolgorio, pero cuando faltaba una hora para cumplirse el plazo,
ante la mirada atónita de los asistentes y la perplejidad de la princesa, el joven se
levantó y, sin dar explicación alguna, se alejó lentamente del lugar dónde había
permanecido cien días.
Unas semanas después, mientras deambulaba por un solitario camino, un niño de
la comarca lo alcanzó y le preguntó a quemarropa: -¿Qué te ocurrió? Estabas a un
paso de lograr la meta, ¿Por qué perdiste esa oportunidad? ¿Por qué te retiraste?

Con profunda consternación y lágrimas mal disimuladas. El plebeyo contestó en voz


baja: -La princesa no me ahorró ni un día de sufrimiento, ni siquiera una hora. No
merecía mi amor.

Cuando estamos dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos como prueba de


afecto o lealtad, incluso a riesgo de perder nuestra dignidad, merecemos al menos
una palabra de comprensión o estímulo. Las personas tienen que hacerse
merecedoras del amor que se les ofrece.
Nunca Dudes Del Amor De Dios

“Porque Dios es amor.” 1Juan 4:8

El amor de Dios es más grande de lo que nosotros podemos imaginar, nuestra


mente limitada no puede entender lo largo y ancho que es su amor, es más alto
que los cielos e insondable como el ancho y profundo mar. No existe ninguna
palabra que pueda describir con tanta precisión al amor, sino Dios, porque Dios es
amor. Esto es una verdad irrevocable, su amor es tan grande y sublime porque Él
mismo es amor.

Sin embargo cuando estamos pasando por situaciones duras y difíciles que no
entendemos dudamos de su amor, y nos preguntamos ¿Dónde está el amor de
Dios aquí?
Dios permite situaciones difíciles en nuestra vida con algún propósito. Las pruebas
que le sobrevienen al creyente son el termómetro donde se mide el nivel de
conocimiento que se tiene de Dios, allí queda marcado el nivel de fe,
perseverancia y amor que tenemos en nuestro Señor. No son las palabras que
decimos lo que demuestra quienes somos, son los hechos los que marcan y
divulgan nuestra fe.

En el libro de Daniel encontramos la historia de tres valientes jóvenes que no solo


dijeron al rey creer en un Dios de amor, grande y poderoso sino que lo
demostraron con sus hechos al no ceder frente a una terrible prueba que los
amenazaba con la muerte. La fe de ellos fue probada al tal grado que fueron
lanzados al horno, pero el amor de Dios fue manifiesto a todos cuando descendió
con ellos al horno y los protegió de todo mal.

Se cuenta que el predicador Spurgeon en cierta ocasión fue a visitar a un amigo


que vivía en el campo. Caminando vio que sobre uno de los graneros había
colocado una veleta que giraba según estuviera soplando los vientos con la
inscripción “Dios es Amor” un poco intrigado dirigiéndose a su amigo le pregunto:
¿Pusiste ese texto en la veleta queriendo decir que el amor de Dios es cambiante
como el viento? A lo que el amigo respondió: no, lo que quiero decir es que Dios
es amor siempre, no importa de dónde soplen los vientos.

No importa cuál es el viento que está soplando en tu vida, no importa la


circunstancia que tú hayas vivido o estés viviendo, el amor de Dios hacia ti sigue
siendo el mismo porque Él no cambia, Él es el mismo ayer, hoy y para
siempre. Aunque no lo sientas y te parezca absurdo que en medio del caos en
que vives este reflejado el amor de Dios, no obstante, el amor de Dios está
presente. Es por Su amor que tú existes, y has tenido fuerza para rebasar la
adversidad. Es Su amor el que te ha sostenido cuando has estado a punto de
desfallecer, es Su amor el que te ha guardado cuando el enemigo te ha querido
destrozar. Puede ser que tú estés llorando y no entiendes el porqué de tu aflicción,
pero no dudes ni por un momento de Su amor, porque por Su amor tú vives
hoy. ¡Amén!
Restauración Y Bendición

“Y quito Jehová la aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y
aumento el doble todas las cosas que habían sido de Job.” Job 42:10

La reacción humana frente a la traición o a la agresión es de albergar


resentimiento, tratar de vengarse o cortar la amistad; pero la Biblia nos dice cuál
es el sentir de Dios al respecto y nos manda a perdonar y aun orar por aquellos
que nos maldicen. En Mateo 5:44 Jesús mismo nos dice: “Pero yo os digo: Amad
a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os
aborrecen, y orad por los que os ultrajan y persiguen;…”

En ocasiones se nos hace difícil entender por qué Dios nos manda hacer algo tan
opuesto a nuestra naturaleza humana, y nos olvidamos que al venir a Cristo Dios
nos ha revestido con su propia naturaleza, ahora somos hijos de Dios, y como
hijos debemos actuar como nuestro Padre. (1 Pedro 1:3-4) Además cuando
meditamos en la Palabra, nos damos cuenta que el mandamiento de Dios es de
suma importancia para nosotros mismos, pues al orar por aquellos que nos han
herido o nos han hecho mal realmente nos beneficia a nosotros mismos.

La Biblia nos deja ver claramente que los amigos de Job habían estado
hablándole sin entender realmente lo que sucedía; con sus argumentos y
racionamiento de la situación quizás habían herido el corazón de Job y habían
aumentado el dolor que el sentía en su dolorosa situación. Es interesante notar
que Dios le habla a estos hombres y les dice que vallan a pedirle a Job que ore
por ellos para que el los perdone, ya que solamente atendería a la oración de Job.
Con este hecho Dios quería ver la reacción de Job para con estos hombres que
habían estado hablándole indolentemente de lo que no entendían, haciendo más
profunda su pena. Si Job aceptaba orar por ellos les demostraba su perdón y con
este hecho serraba la puerta al diablo quien le había traído tanto dolor y pena a su
corazón. Con esta acción también Job le demostraba al diablo que estaba
equivocado, con este gesto de perdonar el gritaba a los cuatro vientos que estaba
reconciliado con Dios y que le amaba por sobre todas las cosas
independientemente de las bendiciones que él le hubiera dado, y que obedecía
fielmente su voluntad.

Dios quiere que nosotros como hijos le obedezcamos en todos sus mandamientos
porque él sabe lo que es mejor para nosotros. El desea que como Job nosotros
podamos tener un corazón perdonador. Note que fue después que Job hubo orado
por sus amigos que la Palabra nos dice que Job fue restaurado. “Y quito Jehová la
aflicción de Job, cuando él hubo orado por sus amigos; y aumento el doble todas
las cosas que habían sido de Job.”

Quizás has estado buscando las razones de todos tus problemas y el por qué oras
y nada cambia. La verdad es que los problemas que nos sobrevienen muchas
veces tienen relación con la condición de nuestro corazón. Necesitamos mirar a
nuestro interior y dejar que la Palabra alumbre y nos deje ver aquello que no está
en acorde con el mandamiento de Dios. Si encontramos que hay alguna tristeza,
algún resentimiento, alguna enemistad—debemos detenernos, mirar la Palabra,
ponernos en acorde con ella y orar por aquellas personas que nos han causado
mal. Dios no escuchara nuestra oración a menos que nosotros obedezcamos sus
mandamientos. Recuerde que fue después que Job oro por sus amigos que Dios
le quito su aflicción y fue prosperado. ¡Amen!
¿Qué Semilla Estás Sembrando?

“No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre
sembrare, eso también segará.” Gálatas 6:7

En la vida, el ser humano camina sembrando semillas. Unos siembran para sus
deleites, dándole rienda suelta a los placeres que les satisfacen, otros en cambio
siembran en aquellas cosas que alimentan y enriquecen al espíritu, para crecer en
su relación con Dios.

El brillante poeta inglés, Lord Byron, quien malgastó su vida en los placeres de la
carne, al final de su vida, con mucha tristeza, dijo: “Ni busco ni necesito la
conmiseración; las espinas que recojo son del árbol que yo planté. Ellas me han
herido, y sangro. Yo debí saber que fruto había de brotar de tal semilla.”

El mismo principio que nosotros vemos en lo terrenal sobre la ley de la siembra y


la cosecha, es el mismo principio que se utiliza en lo espiritual. Cada semilla que
usted siembra va a producir una cosecha. Por esta razón tenemos que estar
atento a que semilla estamos nosotros sembrando.

Muchos son los creyentes que siembran semillas de pecado viviendo día a día
como si nadie los viera. Viven sembrando maltratos, engaños, adulterios,
mentiras, trampas y cuando les comienza a ir mal se preguntan: ¿Por qué me
pasa esto? La respuesta es obvia. ¿A caso puede usted sembrar manzanas y
recoger peras? Usted va a recoger el fruto según la semilla que haya sembrado.

La Biblia es clara cuando nos dice: “No os engañéis; Dios no puede ser burlado:
pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra
para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu,
del Espíritu segará vida eterna.” Gálatas 6:7-8

Nadie puede sembrar una semilla mala y esperar recibir una hermosa cosecha. Tú
puedes que engañes a los hombres con tu conducta, pero a Dios no lo podrás
engañar. Él está atento a cual semilla estas sembrando, y por consiguiente te dará
la cosecha de acuerdo a la semilla que tu plantaste. No te engañes: Dios no puede
ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. ¡Amén!

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