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125-149
ISSN: 0123-8418
ISSNe: 2215-7484
Derecho Urbano
** Abogado de la Uni-
versidad de Medellín, es-
tudiante de la Maestría
en Planeación Urbana y
Regional de la Pontificia
Universidad Javeriana,
profesor de la Facultad de
Derecho de la Universidad
Para citar este artículo de los Andes, donde se des- ➙
Correa Montoya, L. (2010). ¿Qué significa tener derecho a la ciudad? La ciudad como lugar y posibilidad de
los derechos humanos. Territorios, 22, pp. 125-149.
125
Palabras clave Resumen
Derecho a la ciudad, ciu-
dad, derechos humanos. El derecho a la ciudad como derecho colectivo
se presenta jurídicamente desde tres facetas
necesarias: (a) el usufructo equitativo de lo
que la ciudad tiene para ofrecer a sus habitan-
tes, (b) el mandato de construcción colectiva
y participativa de los asuntos de ciudad y (c)
el goce efectivo de los derechos humanos en
los contextos urbanos. Este es un derecho del
cual son titulares los ciudadanos ampliamen-
te considerados, y del cual es responsable, en
concreto, la autoridad pública de la ciudad; sin
embargo, dada su naturaleza compleja, se hace
necesario un sistema de corresponsabilidades
para hacerlo efectivo.
Keywords Abstract
Right to the city, city, hu-
man rights.
The Right to the City as a collective right in-
cludes in its definition three necessary aspects:
(a) the equitable use and access by all it inhabi-
tants to all advantages offered by the city, (b)
the collective participation of its inhabitants in
all urban and city matters and (c) the effective-
ness of all human rights in the urban context.
All citizens, consider in a wide way, are entitle
of the Right to the City and the city’s public
authority is the responsible for its implemen-
empeña como coordinador
➙
territorios 22
126 Lucas Correa Montoya
1. Precisiones iniciales to de vital importancia para la garantía de 1
Es necesario tener en
los derechos humanos de sus habitantes cuenta que la referencia
al proceso de industrializa-
El presente texto busca sistematizar y plan- o, por el contrario, un nefasto ejemplo de ción–urbanización se desa-
tear algunas bases para una discusión jurí- vulneración. En segundo lugar, aborda la rrolla de forma abstracta,
dica elaborada sobre el derecho a la ciudad, cuestión sobre el derecho a la ciudad desde no atada a ninguna rea-
no es un texto acabado y concluyente, si- tres aspectos: su objeto, es decir, su conte- lidad histórica en parti-
nido prestacional concreto; los sujetos que cular; por ello, los retos y
no un llamado a reflexionar jurídicamente
análisis planteados pueden
sobre él. Éste se desarrolló siguiendo la participan de él, sea como titulares u obli- parecer cubiertos a medias
metodología de investigación documen- gados, y, finalmente, su naturaleza como en algunas zonas, o incluso
tal, aquella que a partir de la revisión de las derecho colectivo. inexistentes. Las reflexiones
fuentes documentales elabora reflexiones en torno a la pertinencia
de las discusiones sobre el
descriptivas, analíticas y hermenéuticas en
derecho a la ciudad se jus-
relación con el objeto específico de la inves- 2. La ciudad: elemento para la tifican en todos los niveles
tigación. Para el presente estudio se revisa- garantía de los derechos humanos y lugares atendiendo a las
ron, principalmente, las siguientes fuentes distintas proporciones que
documentales: las discusiones actuales so- La Ciudad nos impone el deber terrible de la revelan los diferentes esta-
dos del desarrollo humano,
bre el derecho a la ciudad derivadas de la esperanza, un extraño amor, el amor secreto del
se perfila como una situa-
UNESCO, del Programa de las Naciones porvenir y de su cara desconocida (Citando a ción deseable en donde la
Unidas para los Asentamientos Humanos Borges: Borja, 2004). carrera por alcanzarla no
(UN-HABITAT) y de la Unión Europea; presenta, necesariamente,
algunos instrumentos internacionales, y la 2.1. El proceso industrialización– una situación homogénea.
Constitución Política Colombiana de 1991. urbanización
Como eje central se utilizó la Carta Mun-
dial por el Derecho a la Ciudad, un instru- La ciudad en la que vivimos, en la que de-
mento en preparación que, si bien no tiene sarrollamos nuestro proyecto de vida es la
fuerza vinculante internacional, recoge los ciudad que hemos heredado de la indus-
avances y discusiones del Foro Social Mun- trialización. Este tipo de ciudad, si bien
dial y otros esfuerzos globales por impulsar en muchas facetas conserva los rasgos de
el derecho a la ciudad en el ordenamiento la ciudad antigua (proveniente de Grecia y
jurídico internacional. Roma) y de la ciudad feudal, en su estruc-
Para responder a la cuestión planteada tura responde a la sociedad industrializada1
en el título. “¿Qué significa tener derecho o moderna. Así, el proceso de industriali-
a la ciudad?”, el texto aborda dos aspectos zación es el punto de partida para el aná-
fundamentales: en primer lugar, desarrolla lisis de la problemática urbana actual; este
la idea de que la ciudad es más que una ins- proceso, de acuerdo con Lefèbvre (1978),
titución, un lugar o un objeto privilegiado; es el motor de las transformaciones más
dependiendo de la forma como ésta tiene importantes en los siglos más recientes.
lugar y es construida, puede ser un elemen- territorios 22
¿Qué significa tener derecho a la ciudad? 127
Agrega, además, que hoy día tendía a ocupar el puesto de las precedentes
y a repetir su destino; y (b) el aumento de
[…] nos encontramos ante un doble proceso, o la población y su distribución en el espacio
si se prefiere ante un proceso con dos aspectos: rompió el equilibrio entre la ciudad y el
industrialización y urbanización, crecimiento y campo. Es necesario aclarar en este punto
desarrollo, producción económica y vida social. que dicho equilibrio entre ciudad y campo
Los dos aspectos de este proceso son insepara- no hace referencia a la coexistencia en con-
bles, tienen unidad, pero el proceso es conflic- diciones de igualdad de estos dos ámbitos,
tivo. Históricamente, entre realidad urbana y sino a una condición sobre la cual se había
realidad industrial hay un violento choque (Le- estructurado la ciudad y la sociedad durante
fèbvre, 1978, p. 23). siglos, que no la califica como mejor o peor,
sino que sirve para denotar el cambio en las
Industrialización y urbanización se ha- estructuras sociales.
llan unidas por una relación recíproca de La masificación de las economías de es-
inductor-inducido. La ampliación y tecni- cala impulsó la transformación de las aglo-
ficación de los procesos productivos generó meraciones humanas. Los cambios y me-
el crecimiento de la población urbana, la joramientos en las técnicas de producción
expansión de las ciudades existentes y experimentadas en la sociedad preindustrial
la creación de nuevas; además, modificó la implicaron, necesariamente, una modifica-
vida en el campo e introdujo cambios sus- ción en la forma de vida, la cotidianidad, las
tanciales en los modos de vida de las perso- costumbres y en la apropiación del espacio.
nas. De igual forma, los procesos urbanos y Se rompió, entonces, la estructura pro-
el fenómeno de la expansión de la vida en ductiva familiar, mínima, nuclear y surgió
la ciudad permitieron el eficaz desarrollo de la la necesidad de la industria, y de que ésta
industrialización y sus procesos asociados. esté situada en sitios estratégicos, de fácil
De acuerdo con Benevolo (1992, p. acceso al transporte, al agua, a las materias
14), la primera transformación decisiva primas, entre otras.
fue el aumento de la población, debido a Siguiendo las palabras de Benevolo
la disminución de las tasas de mortalidad (1992), se creó, entonces, una nueva diná-
que, por primera vez, se alejaron de forma mica entre la industria (sistema productivo)
decidida de las de natalidad, lo que a la vez y la ciudad. Ya aquella no estaría atada a las
generó dos grandes efectos: (a) se produjo viejas estructuras de ésta, por el contrario,
un cambio fundamental en los esquemas desarrollada la ciudad y la industria, lejos
sociales: la población joven creció en núme- de las tradicionales parroquias y burgos,
ro, como consecuencia de la reducción de las personas encontraron dos posibilidades
la mortalidad infantil, lo que interrumpió el esenciales: (a) la industria tenía una gran
equilibrio secular de las circunstancias na- cantidad de mano de obra disponible y va-
territorios 22 turales, a raiz de las cuales cada generación cante para los efectos de los cambios en la
128 Lucas Correa Montoya
producción, y (b) la población migrante ponerse si la ciudad y la centralidad le faltan.
a las ciudades, si bien mal pagada y explo- Y, finalmente, (c) la realidad urbana se reen-
tada, encontraba en la ciudad múltiples cuentra o se reinventa. Adicionalmente, esta
posibilidades, una variedad de elecciones y última etapa implica el reto de reinventar lo
la oportunidad de reconocerse como una urbano como el lugar de las posibilidades,
categoría, de organizarse en la defensa de de los derechos humanos en la ciudad y ella
sus intereses comunes. como posibilidad de derechos.
Sin embargo, el impacto del avance Las etapas no se presentan de forma
tecnológico no solo permeó la producción, lineal y uniforme, su aporte es denotar la
sino que rápidamente se extendió a todas dinámica en que se muestran el pasado, el
las esferas de la vida, el ser humano tuvo a presente y el futuro como síntesis constate
su disposición más y mejores productos y de la vida urbana. Desde la tendencia mar-
servicios; el transporte, la salud, la vivienda, xista de Lefèbvre, estas etapas indican situa-
la educación, el flujo de información, entre ciones de vital importancia si sobrepasan lo
otros, sufrieron profundos cambios que ideológico. En primer lugar, los procesos
impactaron, tanto positiva como negativa- de industrialización implican cambios pro-
mente, la vida de todas las personas. Este fundos en las estructuras sociales existen-
es un proceso que Benevolo describe desde tes y, por tanto, en la ciudad. En segundo
la ciudad inglesa preindustrial, pero que se lugar, las modificaciones sobre la ciudad
reproduce en la ciudad latinoamericana a y las dinámicas que en ella tienen lugar se
mediados del siglo pasado y que aún, de posicionan. Y en tercer lugar, más allá de
forma discontinua, es actual. preguntarse lo viable de volver al statu quo
Lefèbvre (1978, p. 38) sintetiza de for- y negar así el proceso de industrialización–
ma sencilla el proceso industrialización– urbanización, la nueva ciudad, producto de
urbanización a través de tres etapas: (a) la las dos fases anteriores, debe reinventarse
industria y el proceso de industrialización de acuerdo con los retos que su nueva situa-
asaltan la ciudad feudal, caracterizada por ción y caracterización le ponen en frente.
una vida simple y de producción precaria y En relación con la tercera etapa plan-
arrollan con la realidad urbana preexistente. teada por Lefèbvre, y de forma contrastada
El proceso de industrialización se presenta con los planteamientos de Benevolo (1992,
como una negación de la realidad urbana p. 52), la diferencia vital entre la ciudad
preexistente, la economía industrial niega lo preindustrial y la ciudad industrial es la ac-
urbano. (b) La urbanización se extiende, la titud de la sociedad frente a la realidad. En
sociedad urbana se generaliza. La realidad la primera, la sociedad asumía su realidad
urbana se hace reconocer en su destrucción como algo que era necesario soportar, que
a través de esta misma destrucción, como no había cómo cambiarla. En la segunda,
realidad socioeconómica. Se descubre que la sociedad reconoce las ventajas que el
la sociedad total corre el riesgo de descom- presente le ofrece, es capaz de observar- territorios 22
¿Qué significa tener derecho a la ciudad? 129
lo críticamente y pone sus esfuerzos para discontinua y a veces imposible y frustran-
mejorarlo. te. Esta situación no marca la inutilidad
El descontento que caracteriza a la so- de los procesos de planeación o una visión
ciedad industrial nace del contraste entre lo pesimista de la ciudad, por el contrario,
que es y lo que es posible, no de lo que era resalta los retos y las posibilidades de los
y ahora es. Esta situación plantea nuevos re- mismos.
tos a los procesos de planeación modernos, Como lo expresa Lefèbvre, el problema
los de ampliar los beneficios potenciales de fundamental desatado por el proceso in-
la revolución industrial a toda la población dustrialización–urbanización es que la vida
y dejar claro las inevitables consecuencias social urbana, la realidad urbana, deja de
políticas y sociales de la falta de planeación. ser un valor social para adoptar un valor de
La reinvención de la tercera fase propuesta uso y de cambio, como respuesta natural al
por Lefèbvre en El derecho a la ciudad co- sistema económico en que se enmarca. No
incide con esta actitud. obstante, si bien es cierto que la causa de
los problemas urbanos actuales se debe, en
2.2. La función social de la planeación gran medida, a la complejización de los me-
urbana dios de producción, a la expansión del ma-
quinismo y de la industrialización, ninguna
De acuerdo con los retos planteados, los de estas son la causa próxima, sino la poca
procesos de planeación urbana deben dejar preparación de la sociedad para prever los
de presentarse como la realización de la efectos de ésta sobre el entramado social.
utopía, como una herramienta que organi- Por ello, no puede perderse de vista
za desde arriba, separada e independiente que el doble proceso de industrialización
de los problemas sociales. El urbanismo y urbanización pierde todo sentido si no
comienza a enfocarse en uno de los factores se concibe la sociedad urbana como me-
más importantes: la construcción de una ta y finalidad de la industrialización, si se
comunidad democrática desde lo urbano. subordina la vida urbana al crecimiento
Una disciplina y herramienta atenta y re- industrial. La industrialización produce la
lacionada con los problemas sociales; de urbanización, en una primera fase; después,
tipo horizontal, orientada a emplear mo- aparece la verdadera tarea: la de transfor-
dificaciones periódicas. Es más un enfoque mar la realidad. La ciudad deja de ser el
hacia un compromiso entre las fuerzas en recipiente y el receptáculo pasivo de los
juego para renovarse continuamente, que productos y de la producción y se perfila
necesariamente a lograr el cambio com- como construcción de lo social (Lefèbvre,
pleto y definitivo, consciente de que su 1978, p. 166).
objeto corresponde a un proceso social de La realización de la sociedad urbana
largo aliento, que no tiene lugar de forma reclama una planificación orientada a las
territorios 22 homogénea y metódica, sino incompleta, necesidades sociales desde la participación
130 Lucas Correa Montoya
comunitaria. Dicha orientación se presen- un factor vital para su promoción y garantía 2
Los problemas sociales
ta hoy día como una necesidad más apre- o, de otro lado, su vulneración. que tienen lugar en la
ciudad han sido resalta-
miante, dadas las enormes proporciones de dos por múltiples auto-
población que se espera viva en las ciudades 2.3. La ciudad y los retos que ella res. Para efectos de hacer
en el futuro más cercano. De acuerdo con implica más sencilla la lectura se
el preámbulo de la Carta mundial por el unificaron y contrastaron
derecho a la ciudad (Foro Social Mundial, La ciudad puede entenderse como la ma- los argumentos presenta-
dos por diferentes auto-
2005), el nuevo milenio comenzó con casi yor obra de arte creada por el ser humano. res, entre los que fueron
la mitad de la población mundial viviendo Tal es su importancia que, según lo anota tenidos en cuenta: Sané y
en ciudades, y de acuerdo con las perspec- Castells (2004), ningún tipo de civilización Tibaijuka (2006); Colin
tivas para el 2050, la proporción habrá au- –en mayor o menor medida– ha podido (2006); Tibaijuka (2006);
mentado al 65%. Por otra parte, “en 2007 escapar de ella; no es otra cosa que causa y Safier (2006); Fernan-
des (2006a), (2006b) y
el 78% de la población latinoamericana consecuencia de la civilización en todas sus (2007); Angulo (2001);
habitaba en las ciudades, se estima que pa- manifestaciones. Actualmente, es el motor Richardson (1983); Kan-
ra el 2025 dicho porcentaje aumentará al del crecimiento nacional y provee las ma- tor (1983); Borja (2004);
83% y para el 2050 será del 88%” (EFE – yores oportunidades para el avance social Velásquez Carrillo (2004),
Naciones Unidas, 2008, p. 14A). Las cifras y el crecimiento económico. Lo anterior, y Castells (2004).
indican una tendencia a que en el futuro como consecuencia de que la aglomeración
continuarán las migraciones del campo a la humana y la proximidad territorial que las
ciudad y que la proporción de la vida urba- ciudades implican permiten economías de
na aumentará indefectiblemente. escala y sinergias que generan un mejor
La ciudad no es un elemento dado e nicho para localizar mejores puestos de
inexorable que deba ser aceptado como trabajo, servicios educativos y sanitarios
tal por la comunidad, por el contrario, es de mejor calidad, oferta de la cultura y co-
necesario entenderla en las huellas que su nocimiento, entre otras.
historia ha dejado en ella y en nosotros, Sin embargo, el universo de beneficios y
observarla e intervenirla en su presente y ventajas que ofrece la ciudad frente al cam-
realidad, pensarla en las proximidades e po, si es que estas realidades territoriales
imaginarla y soñarla siglos adelante. pueden entenderse antitéticamente, no se
Es una institución, objeto y lugar so- ofrecen en condiciones de igualdad y equi-
cial privilegiado, producto de las acciones, dad en todas las ciudades y a todos sus habi-
pero también de la imaginación de los que tantes. Como en síntesis lo señalan los de-
la habitan; es el lugar del encuentro, de las bates promovidos por la Unesco (2006) y
posibilidades, en donde se viven los dere- por otros expertos,2 las tendencias globales
chos humanos de una gran proporción de de urbanización y globalización implican
la población actual; además, como cons- no menos que la desigualdad estructural
trucción colectiva política es más que el en el acceso a los bienes y servicios sociales,
marco de estos derechos, se perfila como la inequidad y las significativas concentra- territorios 22
¿Qué significa tener derecho a la ciudad? 131
ciones de la riqueza. A este panorama se tal de la propiedad del suelo urbano y de
suma la creciente urbanización de la po- la ciudad.
breza y el correlativo empobrecimiento de El segundo reto es el de implementar el
las ciudades, la generalizada división social paradigma del desarrollo basado en dere-
de la comunidad y las prácticas derivadas de chos (right-based approach), ordenado por
exclusión social y segregación espacial, así la Declaración del Milenio, que exige que
como la degradación del ambiente y el uso todos los ciudadanos puedan beneficiarse
no sostenible de los recursos naturales. de lo que las ciudades tienen para ofrecer.
El panorama descrito marca los retos de Así, la vida urbana no debe entenderse co-
las ciudades, entendidas desde sus habitan- mo un efecto no controlado del crecimien-
tes y gobernantes, y permitirá en palabras to económico, sino como un elemento en
posteriores dibujar los contornos del dere- cuyo fin último deben tener voz no sólo
cho a la ciudad. las fuerzas del mercado, sino también los
Por otro lado, Paul Kantor (1983, demás actores sociales.
p. 227) y William Richardson (1983, p. “La Ciudad nos impone el deber te-
208), en su reseña de la obra de Gerald L. rrible de la esperanza, un extraño amor,
Houseman, concluyen que las actitudes el amor secreto del porvenir y de su cara
conservadoras resultan ineficientes para desconocida” (Citando a Borges: Borja,
dar respuesta a las problemáticas urbanas, 2004). La ciudad actual, continúa Bor-
generalmente porque son hostiles a la ciu- ja, es tridimensional: su faceta compacta
dad y a sus ciudadanos, porque no están recuerda la ciudad histórica, lo local, la
motivadas por consideraciones de igualdad ciudad del imaginario y del autogobierno;
y porque los ataques anti-liberales del pen- su faceta metropolitana recuerda en la pe-
samiento conservador, a su juicio, terminan riferia la herencia de la sociedad industrial,
limitando los derechos y las libertades en donde la ciudad pierde a veces su nombre
la práctica. y cuya deuda histórica se paga hoy con
A partir de lo anterior se presenta, en- infraestructura, transporte y espacio pú-
tonces, el primer reto de las ciudades (Fer- blico; la última, su faceta regional, indica
nandes, 2006b): el de revertir el paradigma el propósito de una ciudad de ciudades,
clásico-liberal –el cual, aunque denomina- articulada por los medios de transporte y
do liberal, resulta siendo profundamente comunicación. En este contexto, las ciu-
conservador– que ha imperado, y en virtud dades, y más específicamente las políticas
del cual la propiedad individual ha gozado urbanas, tienen actualmente otro retos: el
de una excesiva protección estatal. Esto de contrarrestar la exclusión social, impedir
implica no menos que introducir y hacer la hiperespecialización territorial y evitar las
efectivo el principio socioeconómico de desigualdades entre los lugares y las perso-
las funciones social, económica y ambien- nas que la habitan.
territorios 22
132 Lucas Correa Montoya
Castells (2004) identifica dos retos jurídica, puede ser la respuesta a la situación 3
Entre ellos, Fernan-
adicionales: la necesidad de concertar las descrita o puede aportar en el logro de los des (2006a), (2006b) y
(2007); Sané y Tibai-
presiones globales y del mercado sobre la retos mencionados. juka (2006) y Tibaijuka
ciudad con las aspiraciones sociales y co- De entrada hay que considerar que no (2006).
lectivas de sus habitantes, de modo que basta una noción jurídica como el derecho
la preeminencia de alguna no desfigure o a la ciudad para responder a las necesidades
invisibilice la otra; y la necesidad de rein- sociales imperiosas, pero que ésta sí puede
ventar política y culturalmente la ciudad, ser una herramienta útil para complemen-
de modo que pueda responder eficiente- tar la noción política con los elementos de
mente a las necesidades que su expansión efectividad que puede aportar el derecho. Si
funcional implica. bien puede no aparecer como una solución
De forma consolidada, es necesario única al problema, lo cierto es que su apor-
concluir preliminarmente que el reto pri- te sí puede ser fundamental. Durante todo
mordial de la ciudad no es otro que revertir el proceso de elaboración de la Carta mun-
el panorama planteado, para ello, debe ser dial por el derecho a la ciudad (Foro Social
entendida como una institución en donde Mundial, 2005), los movimientos sociales
no sólo tiene lugar el goce efectivo de los proclamaron la urgencia y la necesidad de
derechos, sino que ella misma puede ser reforzar el papel que deben jugar las ciu-
un factor determinante en su garantía o dades en la garantía a todos sus habitantes
vulneración y que, por tanto, se revela una del goce colectivo de la riqueza, la cultura,
responsabilidad compartida entre gober- los bienes y el conocimiento. Reforzar es-
nantes y gobernados de hacer de ésta un ta necesidad en los niveles local, regional,
territorio de derechos: el lugar del derecho nacional e internacional es, en opinión de
a la ciudad. Osorio (2006), el reto principal para que
esta deje de ser una noción política y ad-
2.4. El derecho a la ciudad, quiera una forma jurídica que integre en su
¿una respuesta a la situación actual interior obligaciones justiciables y exigibles.
de las ciudades? El clamor por el derecho a la ciudad es
muestra de una aceptación, ampliamente
Una vez planteado el panorama general difundida, del principio que el desarrollo
que hoy día se ofrece en las ciudades, las urbano de la vida debe permitir la inclusión,
problemáticas que los modelos de desa- sin discriminación y excepción, de todos
rrollo han generado y los retos que sus aquellos que habitan en la ciudad. Lo que
administraciones y comunidades deben resta para ser logrado, en términos de Safier
tener como norte de sus actuaciones, es (2006), es la implementación de este prin-
necesario preguntarse por la utilidad de cipio de forma apropiada en las prácticas
abordar jurídicamente la situación de si el institucionales, las políticas públicas y la
derecho a la ciudad, como forma y noción legislación, teniendo en cuenta las necesi- territorios 22
¿Qué significa tener derecho a la ciudad? 133
4
Se refiere a la obra origi- dades específicas, en términos de diversidad sujetos involucrados y delinear los contor-
nal en francés: Lefèbvre, e inclusión, que requiera cada ciudad. nos para hacerlo efectivo.
Henri (1990). Du contrat
de citoyennete. París: Sy-
La Unesco, Un-Habitat, líderes y aca- No obstante, aun si esto se lograra con
lleps/Periscope. démicos3 han considerado que el concepto claridad, no bastaría tener derecho a la ciu-
del “derecho a la ciudad” –estructurado dad. Es necesario, además, contar con po-
en los años 60 por el sociólogo y filósofo líticas públicas coherentes que trasciendan
francés Henri Lefèbvre– está enfocado a las esferas de lo público en todos los niveles,
discusiones de filosofía y teoría social que, para que impliquen cambios estructurales
en principio, no permiten una discusión en la forma como gestionamos el desarrollo
estructurada en términos del derecho. Es- urbano y local. Es por ello que, como se
ta fue la razón, según Colin (2006, p. 13), indicará, la faceta de la gestión y la parti-
para promover los debates sobre el tema y cipación en la ciudad se presenta como un
buscar un consenso entre los actores clave. asunto de diametral importancia.
A su vez, Fernandes (2006b, pp. 42- Si bien hasta este punto los plantea-
45) plantea que la discusión sobre el de- mientos y retos del derecho a la ciudad
recho se vio nutrida por el planteamiento resultan prometedores y reveladores, el
presentado por Lefèbvre al final de su vida,4 verdadero reto se encuentra en poder llevar
en el que se identifica la importancia de la discusión más allá: pasar de la plataforma
actualizar la Declaración de los derechos del filosófica y política sobre la que está plan-
hombre y del ciudadano con la introducción teado el derecho a la ciudad y hablar de él
de una idea de “ciudadanía social” que ex- en términos jurídicos, es decir, poder deter-
prese efectivamente las actuales relaciones minar en concreto su contenido y articular
sociales presentes en los centros urbanos. las responsabilidades estatales en cada una
Indicaba Lefèbvre que los ciudadanos de- de sus manifestaciones (Fernandes, 2006b,
ben dejar de ser definidos por su nombre, p. 46). La plataforma filosófica y política
familia y lugar de nacimiento; en cambio, montada por Lefèbvre provee la sustancia
la ciudadanía debe ser definida por la for- para la formulación de un discurso general
ma en que el sujeto pertenece a una red de de derechos y de justicia social y una aproxi-
prácticas sociales en su familia, profesión, mación al enfoque de derechos en el desa-
hábitat, ciudad y región. rrollo urbano (Fernandes, 2007, p. 202).
Tener derecho a la ciudad no resuelve
de forma automática el panorama plantea-
do, pero permite entenderlo más allá de los 3. ¿En qué consiste en concreto
planteamientos académicos, de la voluntad tener derecho a la ciudad?
política y de la disponibilidad de recursos.
Estructurar el discurso del derecho a la […] el derecho a la ciudad no es sólo el techo.
ciudad implica unificar su contenido, los
territorios 22 También son las condiciones de vida, es decir, el
acceso a todos los servicios públicos, en buenas
territorios 22
¿Qué significa tener derecho a la ciudad? 149