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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL

ESCUELA NACIONAL DE CIENCIAS BIOLÓGICAS


DEPARTAMENTO DE FISIOLOGÍA GENERAL

Reporte de práctica:

“Efectos provocados por la postura y el ejercicio sobre la presión arterial”

Grupo: 4QV2 Equipo: 1

Integrantes:
● Álvarez García Marely
● Cañas Barreiro Ronaldo Mauricio
● Cifuentes Ramírez Cesar Eduardo
● Eslava Villalvazo Gustavo

INTRODUCCIÓN

El corazón es un órgano muscular hueco que yace de la cavidad torácica, aunque


anatómicamente el corazón es un solo órgano, sus lados derecho e izquierdo
funcionan como dos bombas separadas; el corazón está dividido por cuatro cámaras,
las aurículas que son las cámaras superiores reciben sangre que regresa al corazón
y las transfiere a las cámaras inferiores, los ventrículos, que bombean la sangre fuera
del corazón. Los vasos que regresan la sangre de los tejidos a las aurículas son las
venas y los que llevan la sangre fuera de los ventrículos y hacia los tejidos son las
arterias.

La contracción de las células del músculo cardíaco que expulsan la sangre es


disparada por potenciales de acción que recorren las membranas celulares del
músculo. El corazón se contrae, o late rítmicamente como resultado de potenciales
de acción que se autogeneran, pues posee una propiedad llamada autoritmicidad.

Esto es posible gracias al sistema cardiovascular, que consta de 3 elementos clave:


una bomba muscular (corazón), tubos elásticos (los vasos) y un fluido (sangre). El
sistema además actúa como un circuito cerrado, con un flujo de sangre anterógrado
dependiente del sistema arterial, y un flujo de retorno al corazón que corresponde al
retorno venoso. Aunque el sistema en sí consta de un doble circuito colocado en serie;
por un lado, está un circuito de alta presión correspondiente a la circulación sistémica
y por otro lado, un circuito de baja presión es correspondiente a la circulación
pulmonar.

Los eventos mecánicos del ciclo cardíaco: contracción y relajación, junto con los
cambios resultantes en el flujo sanguíneo a través del corazón, son ocasionados por
los cambios rítmicos de la actividad eléctrica del corazón. El ciclo cardíaco consiste
en periodos alternantes de sístole (contracción y vaciamiento) y diástole (relajación y
llenado). La contracción resulta de la distribución de la excitación a través del corazón
mientras que la relajación sigue la subsecuente repolarización de la musculatura
cardíaca. Las aurículas y los ventrículos llevan ciclos separados de sístole y diástole.

El gasto cardíaco es el volumen de sangre bombeado por cada ventrículo por minuto.
Durante cualquier período de tiempo, el volumen de sangre que fluye a través de la
circulación pulmonar es igual al volumen que fluye por la circulación sistémica. En el
sistema, el gasto cardiaco o cantidad de sangre que movilizan ambos sistemas será
el mismo, dado que están situados en serie.

Durante la sístole ventricular, un volumen cardíaco de sangre entra a las arterias a


partir de los ventrículos, mientras que sólo un tercio de esa sangre deja las arterias
para entrar a las arteriolas. La presión máxima ejercida en las arterias cuando la
sangre es expulsada hacia ellas durante la sístole, la presión sistólica, es en promedio
de 120 mmHg, la presión mínima dentro de las arterias, cuando la sangre se drena al
resto de los vasos durante la diástole, la presión diastólica es en promedio 80 mmHg.
Los cambios en la presión arterial a lo largo del ciclo cardíaco pueden medirse
directamente al conectar un aparato de medida de presión, a una aguja insertada en
una arteria. Es más conveniente, razonable y más preciso medir la presión
indirectamente con un esfingomanómetro, un brazalete inflable externo que se une a
un manómetro. La presión arterial media es la presión que conduce hacia delante la
sangre al tejido a lo largo del ciclo cardíaco.

De igual manera, la presión arterial puede aumentar por un incremento del gasto
cardiaco. Esto puede deberse a aumento de la frecuencia cardiaca o del volumen
sistólico que, a su vez, son afectados por otros factores. De este modo, las variables
de mayor importancia que afectan la presión arterial son la frecuencia cardíaca, el
volumen sistólico y la resistencia total. Un aumento de cualesquiera de estos, si no se
compensa por la disminución en otra variable, originará presión arterial aumentada.
Por lo que, no solo el gasto cardíaco aumenta durante el ejercicio, también se ajusta
para mantener el aumento en la actividad física. El porcentaje de este gasto cardíaco
va a los músculos esqueléticos y el corazón se eleva, entrando una cantidad extra de
oxígeno y nutrientes necesarios para mantener el incremento de consumo de ATP.

La presión arterial puede ser regulada por los riñones, que controlan el volumen
sanguíneo y, así, el volumen sistólico, y por el sistema simpático-suprarrenal. El
incremento de la actividad del sistema simpático-suprarrenal puede aumentar la
presión arterial al estimular la vasoconstricción de arterias (lo que aumenta la
resistencia periférica total) y al promover un gasto cardiaco aumentando. La
estimulación simpática también puede afectar el volumen sanguíneo de manera
indirecta, al estimular la constricción de vasos sanguíneos renales y, así, reducir la
producción de orina. De manera que, para mantenerse dentro de los límites normales,
se necesitan receptores especializados para la presión. Estos barorreceptores son
receptores de distensión ubicados en el arco aórtico y seno carotídeo. Los
barorreceptores muestran actividad tónica, lo que produce una frecuencia basal de
potenciales de acción en sus neuronas sensoriales. El reflejo barorreceptor ayuda a
mantener la presión arterial normal latido a latido (los riñones se encargan de la
regulación de la presión arterial a plazo más largo, mediante regulación del volumen
sanguíneo). Además del reflejo barorreceptor, varios otros reflejos ayudan a regular
la presión arterial. El control reflejo de la liberación de ADH por osmorreceptores en
el hipotálamo, y el control de la producción de angiotensina II y de la secreción de
aldosterona por el aparato yuxtaglomerular de los riñones. La hormona antidiurética
y la aldosterona aumentan la presión arterial al incrementar el volumen sanguíneo, y
la angiotensina II estimula la vasoconstricción para causar un aumento de la presión
arterial.

OBJETIVOS

● Obtener la presión sistólica y diastólica y calcular la presión arterial media.


● Analizar el efecto que tiene la posición corporal en la presión arterial.
● Graficar las presiones determinadas con respecto a las diferentes
posiciones (acostado,sentado y parado) y las gráficas de las presiones (PS,
PD y PAM), frecuencia cardiaca y frecuencia respiratoria de la experiencia de
ejercicio.
● Observar la participación de los sistemas cardiovascular y respiratorio en el
mantenimiento de la homeostasis durante el ejercicio.

METODOLOGÍA

● Efecto de la postura

Medir la presión arterial a un integrante del equipo en las siguientes posiciones:


sentado, acostado y parado.
● Efecto del ejercicio

Elegir 2 sujetos de experimentación, de


preferencia que uno de ellos sea entrenado.

Registrar valores de presión arterial y frecuencia


cardíaca en estado basal.

Posteriormente, realizar 50 sentadillas.

Al terminar el ejercicio, registrar las variables


mencionadas en el punto 2 (al minuto de haber
terminado).

Continuar determinando las variables cada tres minutos


durante 15 minutos.
RESULTADOS

Tabla 1. Determinación de presiones en diferentes posiciones (valores


promedio).

Figura 1. Presiones sistólicas, diastólicas y arterial media tomadas en diferentes


posiciones.

Tabla 2. Presión sistólica, diastólica, arterial media, frecuencia cardíaca y


respiratoria, y temperaturas tomadas a diferentes tiempos después de realizar
actividad física exhaustiva (valores promedio).
Figura 2. Presiones sistólicas, diastólicas y arterial media tomadas en diferentes
tiempos después de realizar ejercicio.

Figura 3. Frecuencia cardíaca (A), Frecuencia respiratoria (B) y temperatura (C)


tomadas en diferentes tiempos después de realizar ejercicio.
DISCUSIÓN

1. Efecto de la postura

Al encontrarse el sujeto parado, es donde tanto en la presión sistólica como diastólica


se observa un aumento en los valores, esto se debe a que las principales
compensaciones al asumir la posición vertical por el descenso en la presión arterial
son en el seno carotídeo y el cayado aórtico. Esto disminuye la presión arterial, ya
que se encuentra menor cantidad de sangre circulando de regreso al corazón.

Al encontrarse el sujeto acostado, la presión, tanto sistólica como diastólica, es más


baja a comparación de la posición sentado y parado, sin embargo, dichas presiones
se encuentran entre límites normales. Esto se debe a que en esta posición el corazón
no lucha contra la fuerza de gravedad, por lo que no se va a esforzar demasiado para
transportar la sangre hacia el cerebro y hacia los pies, así que la presión sistólica y
diastólica muestran los menores niveles.

Al encontrarse el sujeto sentado, la tensión muscular provocada por la postura podría


aumentar las presiones intratorácicas e intraabdominales, lo que contribuye al
incremento de la presión arterial. Se observa que, a comparación de cuando se está
acostado, la presión arterial (sistólica y diastólica) es mayor. Esto se debe a que se
producen modificaciones en la relación presión-flujo del sistema venoso, así como
incrementos en la resistencia venosa sistémica por el efecto de la gravedad.

2. Efecto del ejercicio.

Presión sistólica.

El ejercicio hace que el SNS envíe potenciales de acción y se libere noradrenalina, la


cual actúa en la fibras musculares lisas de las venas, provocando que se contraigan,
por lo que disminuye la capacitancia venosa y aumenta el retorno venoso. Una vez
que la sangre llega al corazón, este la va a bombear más fuerte, es decir que va a
latir con más fuerza, por lo que incrementa la presión sistólica. A partir del minuto 1 la
presión sistólica comienza a disminuir poco a poco, debido a que el corazón ya no
requiere tanta sangre como antes, por lo que el retorno venoso va a disminuir y la
capacitancia venosa aumenta. Una persona que hace ejercicio regularmente va a
presentar cambios en su corazón, como que bombea más sangre con menos esfuerzo
a comparación de una persona que no hace ejercicio regularmente.

Presión diastólica.

Se puede notar una diferencia entre la persona que hace ejercicio con frecuencia y la
que no lo hace, pues la que hace ejercicio regula mejor su presión diastólica ya que
entre cada minuto que pasa baja 5 mmHg máximo, a comparación de la que no hace
que sufre una baja de hasta aproximadamente 10 mmHg. Esto se debe a que al
finalizar el ejercicio se produce un descenso rápido de la presión arterial y un
descenso brusco del retorno venoso.

Presión arterial media.

Se observa que la PAM, tanto para personas que se ejercitan frecuentemente como
para las personas que no, disminuye poco a poco. Sin embargo, la PAM de las
personas que no hacen ejercicio regularmente baja bruscamente a comparación de
las personas que sí lo hacen constantemente. Esto se debe a que estas últimas
personas no necesitan una mayor fuerza para que la sangre pase a través de las
venas y llegue hasta el cerebro, a comparación de las personas que no hacen ejercicio
constantemente, debido a los cambios en el corazón de la persona entrenada
mencionados anteriormente.

Frecuencia cardíaca.

Observamos una frecuencia cardiaca basal similar en ambos grupos de personas, sin
embargo, hay una reducción de la frecuencia cardíaca en los entrenados tanto en
reposo como en el esfuerzo, ya que al mantener en esos niveles la frecuencia
cardíaca se evita la aparición de fatiga. Esto se relaciona con que el corazón va a
descansar más en cada sístole debido a que tiene una mayor capacidad sanguínea
al bombear la sangre. El corazón de las personas entrenadas, al tener un largo plazo
de trabajo cardíaco, provoca el aumento de masa y fuerza contráctil provocando la
hipertrofia de músculos esqueléticos y así tener menor fatiga que una persona que no
realiza ejercicio. Ante un ejercicio moderado, la persona no entrenada comenzará a
cansarse antes, pues ésta, para hacer el mismo esfuerzo y bombear la misma
cantidad de sangre, necesita más pulsaciones que una persona que sí está
entrenada.

Frecuencia respiratoria.

Durante el ejercicio se eleva la cantidad de oxígeno que entra a la sangre en los


pulmones, ya que la cantidad de oxígeno agregada a cada unidad de sangre y el flujo
sanguíneo pulmonar por minuto aumenta. El flujo sanguíneo por minuto se eleva, por
lo que la cantidad de oxígeno que ingresa a la sangre aumenta significativamente, el
aumento de la captación de oxígeno es proporcional a la cantidad de ejercicio
realizado, hasta un máximo, luego de ese máximo puede existir una deuda de
oxígeno. La ventilación aumenta de forma súbita al inicio del ejercicio, en ejercicio
moderado aumenta la profundidad de la respiración; esto se acompaña de incremento
en la frecuencia respiratoria cuando el ejercicio se vuelve más intenso. El incremento
súbito al principio del ejercicio se debe a estímulos e impulsos aferentes de los
propioceptores en músculos, tendones y articulaciones. El aumento gradual es de
origen humoral, la elevación de la ventilación es proporcional al consumo de oxígeno.
La frecuencia respiratoria no vuelve a valores basales hasta no reponer la deuda de
oxígeno.
CONCLUSIONES

● La posición sentada es la que se recomienda para la medición de la presión


arterial sistólica y diastólica.
● La presión arterial en las tres posiciones tuvo valores casi iguales, por lo que
se trata de una variable regulada.
● Las variables: presión arterial sistólica y diastólica, frecuencia cardíaca,
frecuencia respiratoria y temperatura, incrementa después de una perturbación
(ejercicio).
● Las personas que hacen ejercicio habitualmente son más eficaces para
regresar a sus puntos de regulación basal de todas las variables que se
midieron.
● Las personas que no hacen ejercicio habitualmente son menos eficaces para
regresar a sus puntos de regulación basal de todas las variables que se
midieron.
● La frecuencia cardíaca participa en el mantenimiento de la homeostasis
corporal, como la regulación de temperatura, y el aporte de oxígeno a los
músculos mediante vasos sanguíneos.

CUESTIONARIO

1. ¿Qué es la presión arterial?

La presión arterial se puede definir como la presión arterial media, que es la presión
promedio a lo largo del tiempo, o como la presión arterial sistólica (máxima) y
diastólica (mínima) dentro del ciclo cardíaco.

2. ¿Cuáles son los valores normales de presión en el humano?

La presión arterial media en adultos es de 120/80 mm de Hg.

3. ¿Dónde, cómo y por qué se medirá de esa forma la presión arterial en el


laboratorio?

En las posiciones acostado, sentado y parado, esto para evaluar en qué posición se
ejerce menos resistencia.

4. ¿Qué son los ruidos cardíacos?

Los ruidos cardíacos son los escuchados en la auscultación cardiaca. Normalmente


son dos ruidos (1º y 2º) separados entre sí por dos silencios (pequeño y gran silencio
respectivamente).
5. En reposo, ¿Se verán afectadas la presión arterial o la f/c según la
posición del sujeto de experimentación?¿Por qué?

Si, los valores para la presión arterial son significativamente más altos cuando el
individuo está en posición supina, en comparación con las otras posiciones, como la
sentada, por lo que se recomienda que la medición de la presión se haga con el
individuo en posición sentada, con el brazo mantenido a la altura de la aurícula
derecha.

6. Durante el ejercicio:
a) ¿Qué variables reguladas se alteran?

Presión arterial sistólica y diastólica, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria y


temperatura,

b) ¿Dónde están localizados los receptores a estas variables y cómo participan


en la regulación?

El control reflejo de la liberación de ADH por osmorreceptores en el hipotálamo, y el


control de la producción de angiotensina II y de la secreción de aldosterona por el
aparato yuxtaglomerular de los riñones. La hormona antidiurética y la aldosterona
aumentan la presión arterial al incrementar el volumen sanguíneo, y la angiotensina
II estimula la vasoconstricción para causar un aumento de la presión arterial.

REFERENCIAS

Universidad de Barcelona, Tortosa, A., & Reiriz, J. (s. f.). SISTEMA


CARDIOVASCULAR: ANATOMÍA. PDF. Recuperado 24 de noviembre de 2021, de
https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/100/Sistema%20cardiovascular.pdf
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Universidad de Barcelona, Reiriz, J. (s. f.). SISTEMA RESPIRATORIO: ANATOMÍA.


PDF. Recuperado 24 de noviembre de 2021, de
https://www.infermeravirtual.com/files/media/file/97/Sistema%20respiratorio.pdf?135
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Paz Basanta H, Ventura Espina JL, Rojas Rodríguez I, Rivero de la Torre JR,
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http://www.medicentro.sld.cu/index.php/medicentro/article/view/9/9

Benet Rodríguez M, Morejón Giraldoni A, Núñez Hernández A, López Ángulo L,


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http://revfinlay.sld.cu/index.php/finlay/article/view/181

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