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¿Qué es el riesgo financiero?

¿Cómo se clasifican los riesgos?


Riesgo de crédito: se produce cuando una de las partes de un
contrato financiero no asumen sus obligaciones de pago. Por ejemplo, si un
comprador obtiene un préstamo para adquirir un automóvil, se está
comprometiendo a devolver ese dinero con un interés. El riesgo de crédito
va unido a la posibilidad de que se produzca un impago de la deuda.

Riesgo de liquidez: se produce cuando una de las partes


contractuales tiene activos pero no posee la liquidez suficiente con la que
asumir sus obligaciones. Cuando una sociedad no puede hacer frente a sus
deudas a corto plazo ni vendiendo su activo corriente, dicha sociedad se
encuentra ante una situación de iliquidez. Además, también puede suceder
que una empresa puede encontrarse en una fase de continuas pérdidas de
cartera, hasta que llega el momento que no puede pagar a sus
trabajadores.
Riesgo de mercado: Es el que nos encontramos en las operaciones
enmarcadas en los mercados financieros. Dentro de este tipo,
distinguimos tres tipos de riesgo en función de las condiciones de
mercado:

Riesgo de cambio: está asociado a la fluctuación del tipo de cambio de una moneda
frente a otra y afecta fundamentalmente a personas con inversiones que impliquen un
cambio de divisa.

Riesgo de tasas de interés: Como su propio nombre indica, hace referencia al


riesgo de que los tipos de interés suban o bajen en un momento no deseado. Es el
caso, de que tengas una hipoteca y el euribor, por ejemplo, aumente.

Riesgo de mercado: es uno de los riesgos más comunes. Se trata del riesgo de que
se produzcan pérdidas en una cartera como consecuencia de factores u operaciones
de los que depende dicha cartera.
Cinco consejos para minimizar
el riesgo financiero
1. Evaluar la rentabilidad de la inversión

Es la primera forma de minimizar el riesgo, teniendo en cuenta que, a


mayor información que se tenga sobre lo que se quiere invertir, menor
será el riesgo.

2. Anticipar el futuro

La captación de información es un elemento importante, ya que si sabes


manejar esa información nos permitirá seguir una estrategia empresarial
innovadora que nos ayudará a decidir sobre nuestros productos y
servicios, reaccionar ante nuestra competencia, anticiparse a los cambios
que se están produciendo en el mercado, en la tecnología, etc.
3. Diversificar el riesgo

Se diversifica planeando un portafolio de inversiones que equilibre las


operaciones de alta peligrosidad con las de alta seguridad.

4. Evaluar los resultados obtenidos.

Contando con una administración profesionalizada, es decir, altamente


especializada en las nuevas tendencias del sistema financiero, podemos
salir adelante ante estos riesgos.

5. Utilizar herramientas para la gestión del riesgo financiero

Proteger determinados activos mediante la contratación de seguros.


RIESGOS DEL MERCADO
El Riesgo de mercado tiene su origen en la posibilidad de que se
produzcan pérdidas en el valor de las posiciones mantenidas como
consecuencia de los movimientos en las variables de mercado que inciden
en la valoración de los productos y activos financieros en la actividad de
trading.
Los principales riesgos que se generan se pueden catalogar en las
siguientes agregaciones:

Riesgo de tipos de interés: Surgen como consecuencia de la exposición al


movimiento en las diferentes curvas de tipos de interés en los que se está
operando. Si bien los productos típicos generadores de sensibilidad a los
movimientos en los tipos de interés son los productos del mercado
monetario (depósitos, futuros sobre tipos de interés, call Money swaps,
etc.) y los derivados de tipos de interés tradicionales (swaps, opciones
sobre tipos de interés –caps, floors, swaption–, etc), la práctica totalidad
de los productos financieros tienen una exposición a movimientos en los
tipos de interés por el efecto en la valoración de los mismos del descuento
financiero.
Riesgo de renta variable: Surge como consecuencia del movimiento en los
precios de las acciones. Dicho riesgo se genera en las posiciones en
contado de acciones así como en cualquier producto derivado cuyo
subyacente sea una acción o un índice de renta variable. Como un sub-
riesgo del de renta variable surge el riesgo de dividendo, como input de
cualquier opción sobre renta variable, su variabilidad puede afectar a la
valoración de las posiciones y, por lo tanto, es un factor generador de
riesgo en los libros.
Riesgo de tipo de cambio: Se produce por el movimiento en los tipos de
cambio de las diferentes divisas en las que se tiene posición. Al igual que
el de renta variable, este riesgo se genera en las posiciones de contado
de divisa, así como en cualquier producto derivado cuyo subyacente sea
un tipo de cambio.
Riesgo de spread de crédito: El spread de crédito es un indicador de
mercado de la calidad crediticia de un emisor. El riesgo de spread se
produce por las variaciones en los niveles de spread tanto de emisores
corporativos como gubernamentales y afecta tanto a las posiciones en
bonos como en derivados de crédito.
Riesgo de volatilidad: Se produce como consecuencia de las variaciones
en los niveles de volatilidad implícita a la que cotizan los diferentes
instrumentos de mercado en los que se negocien derivados. Este riesgo, a
diferencia del resto, es un componente exclusivo de la operativa en
derivados y se define como un riesgo de convexidad de primer orden que
se genera en todos los posibles subyacentes en los que existan productos
con opcionalidad que precisen de un input de volatilidad para su
valoración.
El riesgo de mercado se origina en gran parte por las incertidumbres económicas, lo cual
puede impactar en el rendimiento de todas las empresas y no de una sola en particular. La
variación en los precios de los activos, de los pasivos y de los derivados forma parte de
esas fuentes de riesgo.

Por ejemplo, este es el riesgo al que se expone una empresa que importa sus insumos
pagando en dólar para luego vender el producto final en moneda local. En caso de que esta
se devalúe, esa compañía puede sufrir pérdidas que le impedirían cumplir con sus
obligaciones financieras.

Esto mismo aplica para las innovaciones y los cambios en el mercado. Un ejemplo de ello
es el sector comercial. Las empresas que han sido capaces de adaptarse al mercado digital
para vender sus productos en línea han experimentado un incremento de sus ingresos.
Mientras tanto, aquellas que se han resistido a estas transformaciones han perdido
competitividad.
RIESGOS DEL CRÉDITO
Este riesgo se refiere a la posibilidad de que un acreedor no reciba el
pago de un préstamo o de que lo reciba con atraso.

El riesgo de crédito es, entonces, una manera de determinar la capacidad


que tiene un deudor de cumplir con sus obligaciones de pago.
TIPOS DE RIESGO DE CRÉDITO

Existen dos grandes grupos de riesgo de crédito en un banco que dependen


directamente de la contrapartida.

Riesgo de crédito minorista: es aquel riesgo que se origina mayoritariamente a la


actividad de financiación a personas físicas y PYMES. En este sentido, entraría cualquier
tipo de financiación a este segmento, ya sean préstamos (hipotecas), créditos (consumo,
tarjetas) o cualquier actividad de financiación relacionada con ellos.

Riesgo de crédito mayorista: es un riesgo algo más complejo. Tenemos que tener en
cuenta que el riesgo de crédito mayorista incluye el riesgo de contrapartida.
RIESGOS DE LIQUIDEZ
La gestión del riesgo financiero debe prestarle atención a la liquidez de una empresa, pues
toda organización debe asegurarse de que cuenta con el flujo de caja suficiente para saldar
sus pendientes. Si no lo hace, puede malograr la confianza de los inversionistas.

El riesgo de liquidez consiste justamente en eso, en la posibilidad de que una empresa no


consiga cumplir con sus compromisos. Una de las causas posibles es la mala gestión del
flujo de caja.

Una compañía puede tener una cantidad significativa de patrimonio, pero al mismo tiempo
un alto riesgo de liquidez. Esto se debe a que no puede convertir esos activos en dinero
para subsanar sus gastos a corto plazo.

Los bienes raíces o los bonos, por ejemplo, son activos que pueden tardar mucho tiempo en
transformarse en dinero. Por eso, es necesario que cada empresa verifique si tiene activos
circulantes para saldar los compromisos a corto plazo.

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