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Año II número 15
 ACTUALIDADES EXTRANJERAS

Una avalancha en los Alpes

Desgraciadamente todos estos percances no termina-

rán con la afición alpinista, que cada vez está más en

ventisqueros tiene muchas páginas negras, á las que

ha contribuido, y no poco, el Mont Blanc.

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Si sufre Vd. de esta dolencia tan general, tome las Cápsulas de
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metro que parece uno de los angelitos de R u b e n s ?
Probablemente estará curiosa por saber que hay
dentro He la máquina fotográfica que le ha he-
cho abrir, tamaños, sus ojos brillantes. N o por eso
se ha olvidado la coqueta de adoptar una postura
interesante y de arreglarse sobre la frente los bu-
cles de su cabellera, nada más que para que ador-
nen mejor su preciosa carita, capaz de dar envidia
á la muy rosada y pintada de su muñeca.
E l otro retrato es el de un caballero que aún no
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ha abandonado sus rulos de oro, pero que sabe ya
adoptar posturas de conquistador. Con una espada
al cinto y una capa terciada, parecería un elegante
y bello mosquetero.
P o r último, he aquí otra preciosa criatura de
poética expresión, como si estuviera soñando con
algo muy plácido y muy dulce: en uno de esos
sueños de la niñez, llenos de alegres fantasías, que
hacen entreabrir los labios en una sonrisa tan
encantadora como la florescencia de un capullo, é
irradiar en los ojos u n a luz de dicha fresca y pura.
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 H3B Los restos[de" Verdi en Milán

El cortejo en las calles de Milán

Las'ceremonias de la traslación de los restos mortales del notable maestro italiano, á Milánjia sido todo un

Fe de- esto puede dar el grabado que en esta página publicamos y que muestra el cortejo fúnebre atravesando las
calles de Milán entre una apiñada concurrencia, que se descubre respetuosamente al ver pasar aquel féretro que
conduce á su última morada los restos de uno de los hombres que más han hecho por el arte, en nuestra época.
Parecen flotar en la atmósfera melodías de aquellas con que el autor del Trovador sabía emocionar en un ins.
tante á todo un público.

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Callejeando
 ¡ globitos multicolores por la de su clientela

misma quietud; el muelle de pes-

de bullangas, ordinariamente, pa-
nterio. Tres ó cuatro sujetos sen-
hereda remiendan sus redes y tras-
mallos, c ando en voz baja. Decididamente,
hay que

lia
llegado > Dios de don
de, y, como siempre, n<
>s retiene por un brazo y empieza á cha
literatura, de todo lo que no entiende, e
de su famos y cuando, por fin, logramos desprendernos
dido dos hoi
Dos horas Se i antoja que < verdadero colmo

El doctor Pouey

á su inteligencia y
) médico ha visitado
las clínicas mas salientes de Francia y A A su arribo á Mon-
tevideo fué saludado por un núcleo d<
fueron á recibirlo á la Isla de Flores ;
patía habría tenido mayor exteriorizac
rogado á sus amigos a b a n d o n a r a n el pr to de ofrecerle un ban-
quete para el cual se contaba de antf
rentes. E l doctor Pouey se ha puesto de vo al frente de la clínica
que dirije en la F a c u l t a d de Medicina, a . al Hospital de Caridad,
Doctor Enrique Pouey «Sala de S a n t a Rosa».

Actualidad chilena
Muy breveí icional y el telé,
mente al PJ e s de
aquel país. Los dos < cuales han
i la Coaliciói adora y don
de la Coalic •al. E s t e lil-
emente proclamado por la G r a n
ectoral Liberal en sesión de 3
o. A m b o s candidatos disponen y
echan mano de grandes recursos que juegan en
estos momentos una partida decisiva. Cualesquiera
sea el resultado de esa lucha es indudable que
Chile tiene asegurado un nuevo gobierno de labor
y de progreso, pues ambos candidatos tienen bien
cimentada su reputación de hombres de estado,
capaces de afrontar las dificultades que ofrece la
Don Pedro Montt ciencia del gobierno. Don Germán Riesco
 Experiencia científica
A CAMA de efectuarse un e n s a y o de verda-
dero interés con el suero preventivo de la
• tristeza», descubierto por el profesor l a g u e r e s ,
direetordel [nettaltode P a l e r m o ( Buenos Aires).
F.l doctor
• B e r g é s ha
obtenido el
. ^ I Huero de
, iá lagueres y
de ensayar-
• " • • Í H K |(, ( , N (,| | ) ; | ¡ S
par;i comprobar su eficacia preventiva, c u a n d o el
señor don Félix Buxareo se la ofreció, permitien-
do que inoculara veinte toros puros Ilerel'ord, de
su establecimiento g a n a d e r o de Monzón.
L a experiencia tenía a d e m á s esto de notable,
que el valor de los animales comprometidos pa-
El señor Herpes, a c o m p a ñ a d o del distinguido
caballero don F é l i x B u x a r e o Oribe, cuyos estu-
dios y libros sobre a s u n t o s g a n a d e r o s , son cono-
cidos y apreciados por todos, se dirigió á la estan-
cia de Monzón.
De esa excursión de alto interés para la ciencia
y la ganadería, tenemos preciosas notas gráficas
que publicamos hoy.
La primera representa la estación Juan I). Jaclc-
son, en la línea del Ferrocarril del Oeste, á Merce-
des, e n campos de Monzón. E n e s a estación se
baja para llegar á los establecimientos de B u x a -
r e o - J a c k s o n - H e b e r , q u e son n o solo d e los m á s
importantes d e l a región, sino también d e la R e -
pública y por sus reproducciones del tipo v a c u n o
Ilereford, representan l o q u e la estancia primitiva
de Reyles para el tipo Durliam, su rival en la nue-
va g a n a d e r í a del país.
del suero l a g u e r e s á un espléndido loro Hereford,
al lado de un brete, y con la facilidad que per-
mite la mansedumbre del animal acostumbrado
al g a l p ó n .
La inyección que le hace cu tal momento el
doctor B e r -
gés e s , , , la
oreja.
c l a r a m e n t e en la vista para poder realizar la
E x c u s a m o s decir c u a n t a importancia tiene la
experiencia que a c a b a d e hacerse en el estable-
cimiento del sefíor Buxareo con el suero L i g n e r e s .
Esto suero, destinado á prevenir y curar u n a de las
enfermedades q u e más víctimas causa en el ga-
n a d o vacuno, recién se introduce al país y este e t l
el primer e n s a y o q u e se hace para la cura pre-J
ventiva y en a n i m a l e s del mayor costo.
Merece por tanto un gran aplauso el progre-
sista h a c e n d a d o que ha arriesgado a n i m a l e s de
tanto valor p a r a ofrecer un ejemplo útilísimo á
los g a n a d e r o s del país y deseamos muy de veras
que el éxito corone esta experiencia y confirme
la eficacia del suero destinado á producir tantos
beneficios á la mayor d e las riquezas nacionales.
E n t r e t a n t o y en el m o m e n t o q u e escribimos
esta página, se realiza otra escursión d e g r a n in-
terés en los establecimientos de Monzón. E l dele-
 El
Ur>a medalla sui-géneris
L A Repúbli
posición üe f a n s por razones (
mía—economía tanto más disculpable
cuando el gobierno 3Ólo ha destinado
pesos únicos á la preparación, ejecución y gastos
de representación del Congreso Latino Americano
- pero, á pesar de que
las obras de nuestro ingenie
¡stras industrias, ha querido la
que nos cupiera <
Yacht
. aunque por otras razones varias, el co-
s que lo ha recibido.
Este es el señor don J u a n Marabotto, propie-
tario de «Las Novedades» —la gran tienda de la
esquina Cámaras y Buenos Aires —tienda y es-
quina que todos ustedes conocen. Visitaba el se-
ñor Marabotto la Exposición de París, en busca
de artículos para su establecimiento, cuando, ena-
morado (¿quién responde del corazón h u m a n o ? )
de unos bastones que estaban expuestos en u n a
vidriera dijo: «.Son míos», y dijo bien, porque los
paeó y los trajo. Pero antes de que los trajera
bahía pasado por allí la comisión calificadora de
la Exposición, que enamorada á su vez de los
bastones famosos, les decretó nada menos que
una medalla. .. medalla que poco ha aprovechado
al f a b r i c a n t e . . . Confundiendo el nombre de éste
con el del comprador, que indicaba una gran tar-
jeta impresa, la medalla ha sido grabada con el
nombre de don J u a n Marabotto y á él le ha sido
enviada como justo h o m e n a j e . . . á su buen gusto.
¡Nunca premio mejor adjudicado que es-te pre-
mio otorgado por equivocación! El ejror sabe á
veces lo que hace. La tienda del señor Marabotto
bien merece este feliz traspiés de la suerte!
Otro sí decimos: la medalla que aquí puede
ver el lector es, según todas las probabilidades, la
única en su género y es indudable despertará
el interés de los coleccionistas.
M o n t e v i d e a n as
 Delirios
Entre guardias civiles
A QUEL día, ch'hermanito, menudié lata hasta
rrido!
de vicio, palabra; era un canyengue co-
Fijáte vos que cuando yo cái al ruido é las la-
tas y las cacerolas que rodaban po-el patio como
bochas, y al griterío é las mujeres m'encontré con
un borbollón de gente que un repente reculaba y
volvía dispués apeñuscarse, y cuando el mamúa
tiraba alguna lata 6 cazuela se arremolinaba y
juiba pa volver á la carga otra vuelta y no per-
der ni un chiquito é lo que pasaba en el cuarto.
Todo el conventillo estaba alborotau; parecía un
loquero, che!
Cái yo, como te digo, pelé la catanga vieja y
me le dormí po-el lomo al primerito qui-hallé, —
al cuete no más, sin saber si era
cumplís ó no. Afíjate vos, como yo
le dicía al alférez cuando me co-
menzó a'cer cargos, qué momentos
esos pandarse perdiendo tiempo en
indagar!
S e le da la marrusa al qu'está mas
á mano, y ese paga por los-otros y
san siacabó. Y esta vez le tocó á un
gallego muy dotor que al primer chir-
lazo comenzó á gritar com'un des-
esperau; en-eso una parda petizona,
con cabeza é toro, aprovechando el
barullo mi amagó con-un cucharón,
gritándome q u e r a un malevo y un
regentiador, y . . . haceme las horas largas! li-aco-
modé tamién á ella un besucón por las pasas. Y
vos quedrás creer? se me vino derecho al bulto
con las manos estiradas y mostrando la maza-
morrada é la boca. Zúmbate! le fajé otro, y como
la gente s'entreverara la parda alcanzó ú raju-
ñarme un poquito en la cara, hasta que l'hice ade-
mán con-esta y con la zurda le dentré á caturar el
motaje, y le tiré juerte p'alante, y áhi no mas hizo
¡güé! y le formó carrera. El vocerío, na más de
la parda se s i n t í a . . .
P a eso el mamúa siguía tirando latas y sillas y
castigando á la mujer, una moza joven y no mal
parecida. Y o forcejiaba por dentrar y librarla á
la pobre; pero qué! si el mujererío no me dejaba
dar un paso.
Por suerte, che, porque me tenían apretau como
pantalón de manate, cayó el sargento, que vos
sabes qu'es como se precisa pa la marsina, y ya
emprencipió á repartir chivo y chivo qu'era una
alegría.
— P a la gran flauta, hermanito! si se mi-hace
que yo tamién estoy m o j a n d o . . . Mire si yo soy
lindero tuyo y acudo á la llamada! mamita! tua-
vía estoy m e n u d i a n d o . . .
— Pucha que se jueron di-arriba, c h e . . . Como
sernos m a n c o s . . . nos pisó una b i c i c l e t a . . . Otra
cosa me podrán ensenar á mi, che; pero á mane-
jar la b a t u t a . . . puede que tronando llueva! Y si
no acordate é la noche que dentramos con-el cabo
y vos al conventillo é Cachivache y el julano
aquel que créiba que la luna es queso pretendió
retobarse...
— N o me vi'acordar... si lo deja-
mos mormoso! Perra zarza bárbara
a q u e l l a . . . quedó como farol de re-
— L o vas á ver, che; pero si áhu-
radentra lo más lindo! P a que vos
veas lo que son las mujeres ocasio-
nes. . . Cuando la gente si apaciguó
un poco, yo casé al carcamán di-una
pata y lo arrastré pal patio, y no bien
salió ya le metió cadena el sargen-
to, apretándole el cogote con un
pies. A gritar aquel cristiano!... P u e s hermanito,
redepente siento que me atracan aquí, salvo el
lugar, un golpe machazo; me doy vuelta ¿y quién
crés qu'era? pues la mujer del bachicha, enojadí-
sima porque dicía que le maltrataban al hombre.
Y vieras vos el trabajo que dio pa desenredarla!
Se le prendió é la chapona y forcejiaba y force-
jiaba pa meterlo pal cuarto. Como son estos ex-
tranjeros ¿no?
Yo l'agarré suavito di-una gamba — y qué gam-
ba, hermanito! una cosa es dicirteló y otra que
l'hubieras visto!—y asín cojiando y gritando y
manotiando la pude desapartar y encerrarla en
la pieza.
Si t'he de ser franco, che, cntuavía tengo el ca-
lorcito é la gamba aquí en la z u r d a . . .
Agapito Quincoces.
Maragata
 El salón del Ateneo

Crónica gráfica
Del Congreso Científico L. Americano

Continuaron siendo en los últimos días objeto

de los halagos de nuestra sociedad, mientras sus
deliberaciones despertaban el mayor interés en
el público, los delegados sudamericanos al Con-
greso Científico. L a sesión de clausura, que tuvo
lugar el domingo último, llevó al salón de actos
públicos del Ateneo,
tre la que se h a l l a b a n d a m a s de nuestra primera
sociedad y distinguidas educacionistas que ban
llevado su caudal de conocimientos, con enco-
miable asiduidad, ¡í la Sección de Ciencias P e d a -
g ó g i c a s . — L a ceremonia de clausura, en su pro-
pia sencillez, resultó, puede decirse,
ponente, y después de oir los dií
del Ministro de F o m e n t o y de los con-
gresales doctor Pimentel, que aparece
en la tribuna en nuestro grabado riel-
frente de estas páginas, del doctor Baez
y del presidente doctor W e r n i c k , se acla-
mó de pie y se dio por los circunstantes
un voto de gracias al O o n g i e o y á Jas
alta- personalidades cienlíliea- .pie de

El banquete á los congresales

102
 Las visitas
D e las numerosas visitas que han efectuado lot formación gráfica se resiente, por fuerza, por las
congrégales, nos han quedado muchas ñolas grá dificultades con que se lucha en el interior de las
fica8 que no pudimos publicaren nuestro numere salas visitadas, pero es justo hacer constar junto
pasado, por falta de espacio. Entre ellas lene con la nota que nos presenta al señor Ministro
moa la de la visita al Museo Pedagógico, que ostí de Esparta saliendo del local del Museo que allí se
ácargo del ilustrado señor Alberto Gómez Ruano admiró la prolijidad de su director y la actividad
yquetuvoatractivosenrealidadinesperados. La in y la inteligencia desplegadas para enriquecer el
establecimiento con todo género de modelos que
reproducen para el observador la vida de la es-
cuela y los progresos graduales de la enseñanza
en el mundo entero. La obra del señor Gómez
Ruano puede considerarse imperecedera. En los
salones del Museo Pedagógico, como en sus am-
plios patios y corredores, está también escrita
gráficamente la historia de la instrucción p.iblica
y privada en todos los pueblos civilizados. Y es
ella obra de aliento que no ha podido encontrar
mejores intérpretes que el señor Gómez Ruano y
el subdirector del Museo, don Eduardo Rogé,
uno de los adherentes al Congreso que más brillo
ha dado á la Sección de Ciencias Pedagógicas.
L a Usina de Luz Eléctrica, situada en la calle Yerbal fué también visitada por los delegados.
Llegaron tarde, obscuro ya, cuando los fotógrafos que los esperaban, creyendo postergada la visita,
se habían retirado. Sólo á un aficionado, ocurriósele
enfocar su máquina en el momento de darse la luz á la
oiudad. Y de esa ligera impresión fotográfica, queda ahí,
también una reproducción... N o parece necesario decir
que los visitantes en las oficinas de la Luz Eléc-
trica fueron agasajados por los miembros fiel Consejo de

establecimiento, se examinaron sus instalaciones y pu-

dieron apreciarse lo mismo los adelantos del alumbrado
en nuestra ciudad que las deficiencias — en realidad bas-
tante salientes del mismo. Pero la crónica gráfica, en
este caso, no debe convertirse en crítica. Véanlos us-
tedes entrar. n fórmense. La Usi

E n la Universidad los delegados fueron recibi-
dos por las autoridades, profesores de la institu-
ción, delegados de los estudiantes de las diversas
facultades etc. E n el gran salón de conferencias
•cánida ibre del Congreso habló el doctor.
Wernicke, su presidente, que después de agrade-
cer los honores que se le tributaban propuso una
convención entre las universidades latino ameri-
canas para estrechar los vínculos de solidaridad

En la Universidad Visita de los congresales

el doctor Pablo De-María dio la bienvenida á los intelectual. Se iespués todo el

visitantes en un notable discurso lleno de frases ficio, alabando
brillantísimas y llenas de elocuencia. Luego to- magnífico gabi;
mó la palabra el doctor Gonzalo Ramírez y en

364
 Grupo general de la concurrencia

También el Asilo de Mendigos tuvo por hués-
pedes durante algunas horas á un numeroso grupo
de congresales, en quienes produjo el
miento excelente i m p r e -
sión, que no ocultaron á
los miembros de la Comi-
sión Nacional de Caridad
que los a c o m p a ñ a b a n en
dos los departamentos des-
tinados á los asilados, ala-
bándose el a s e o , l a higiene
perfecta, hasta la alegría
que reina en toda aquella
casa donde sealbergan tan-
tos desvalidos á quienes la Don Isidoro De-María
caridad ha acogido en su
seno. L u e g o se pasó á la amplia escuela anexa
al Asilo, donde 400 ninas esperaban á los visi-
tantes. L a fotografía que de ella ofrecemos da
buena cuenta del bello aspecto que presentaba
eron á los visitantes ra-
:arro, como delegado de
la ('omisión,hizo los hono-
res de la casa y pronunció
un elocuente discurso que,
como el brindis que más
larde dijo en el banquete
fué muy aplaudido. L a se-
ñorita María Pía Carque-
ja Fuentes prendióla me.-a
del banquete y allí, como
en toda la visita, dio con
sus encantos y su gracia
la nota alegre e n t r e la
te de los visitantes <
culii
Esta parte de la liesta fué casi íntima, puede
decirse, pues la mayoría de los congresales ha-
bían a b a n d o n a d o y a el local por reclamar su

La Sta. María Pía Fuentes entre los concurrentes Al bajar al jardín

el gran salón ex a otras alencioi

formadas. Allí, i q u e tenían que
 El otro delegad< Del Asilo los con-
He la Comisión, doc gresales se dirigie-
tor Juan José Se ron al Instit
gundo, también h¡ talSeroterá-
zo uso de la palabra
lo mismo que el dis
tinguido periodistf
brasilero señor Car
queja Fuentes. El
Encargado de N e
gocios de Francifi
que también asistís
á la fiesta, fué ob-
jeto de un especial tieular al laborato-
saludo que fué afec- rio, donde las pes-
tuosamente retribui- tes más terribles 8
do. A las dos y me- h a l l a n encerradas
dia de la tarde se En el jardín del Asilo e n frascos, j u n t o
retiró la concurren- á los sueros pre-
cia á los acordes de la úl e regaló cierta can-
la banda de la Escuela d os, que prometieron

Escuela anexa al Asilo de Mendigos

i el establecimiento la tranquilidad
hacer con ellos experiencias, en sus países. E l
té sin d u d a tan a g r a d a b l e c
lu/tch, pero inapreciable para los ilustres h o m b r e s
que elogiaron cumplidamente las con-
que se encuentra el Instit

En el establecimiento Seroterápico

Un mártir del deber
E n momentos de cía
cuerdo para los precurs
civilizada, — se cumplid
Dr. don T e o d o r o V i l a r d e b ó
perfectamente atendido. Tnrde y n ,
I O H visitantes á la ciudad, después
le un día laboriosamente empleado y del que,
egún manifestaron, guardaban gratas impre-
i, pues les habían producido el mejor efec-
establecimientos á que concurrieron y las
manifestaciones en ello- recibidas.
Al abandonar el Hospital
el Congreso Científico donde, sea dicho de paso, nadie tuvo un re-
los únicos sabios que hemos tenido en lo que llevamos de vida
os de la fecha en que murió víctima de su deber, el sabio doctor don
Teodoro Vilardebó.
H a b í a nacido en 1805 y estudió medicina en París, donde
se distinguió bien pronto, graduándose á los veintiocho años
con una tesis que le mereció los mayores elogios de sus maestros
y el ser nombrado con otros médicos para una misión de ver-
dadera importancia.
Vuelto á su patria, alcanzó inmediatamente la fama que me-
recía por su saber,y una más envidiable todavía porsu caridad.
Y no se contrajo sólo á la medicina; las ciencias naturales,
como las exactas y hasta la literatura eran de su dominio y pre-
ferencia. A él le debemos esfuerzos considerables para la or-
ganización del Museo Nacional y el hallazgo y reconstitución
3e fósiles como el tatú gigante.
A l producirse en Montevideo la epidemia de liebre amarilla,
que asoló la población en 1857, el doctor Vilardebó fué de los
más decididos en prestar auxilios á los atacados como médico
y como ciudadano lleno de caridad y abnegación.
E n los últimos días de Marzo, cayó él también tulminado por
la terrible peste; y así selló con el gran sacrificio su vida her-
mosa y ejemplar consagrada á la ciencia y al bien de sus seme-
jantes.
Dejaba al morir inconclusos diversos trabajos científicos y
Unas Décadas de Historia Nacional, cuyo paradero es hoy muy
dudoso.
 La Pasión

Para solemnizar la conmemoración sobrarla de es el de Daniel de Volterra y se le reputa la ter-

estos días, hemos recurrido á nuestra colección de cera obra maestra de la pintura clásica. Pocos ó
recuerdo- arlí-lieo- y ofrercmo:- ¡í los lectores en ningún artista han puesto tanta delicadeza y
siete obras maestras, de pintura y escultura clá- tanto sentimiento en una escena semejante. L a
-K'.'i, lo- pasaje- más sal¡<-nt<- de l;i l'a-ión. Dolorosa, que es conocido popularmente por la
Ocupa el primer lugar, la < rna de Leonardo da Madona del ditto (la Virgen del dedo), es obra
V i n n , <.l>ra ilimitada é inimitable, que d.-<_T,v in- de esquisito sentimiento y á la que no ha perjudi-
damente se va perdiendo por estar pintada al cado el estilo sobradamente amanerado «le Carlos
fresco en una mala pared. Sigue el Ecót-homo,
la figura de Cri-to dolorido, con la corona de es-
pinas. El la más scnliila, la dfl más expresión de
innumerable* cabezas de ' 'ri-to que se deben
al fecundo pincel de Cuido Keni. O c u p a d tereer
lugar la «'-cultura <lel Montanc-, obra in-upcia-
ble de imaginería en que el arle español puso el
sello de la mayor perfección. El DesetítdwtÚ rito,

Cristo en la Cruz.-Escultura en madera del Montañés

(Catedral de Sevilla)
Dolci. L a Piedad de F r a y Bartolomeo, repre-
senta á la Virgen, á S a n J u a n y á la Magdalena
amortajando á J e s ú s , después del descendimiento.
E x c u s a m o s encarecer los méritos de esta obra
contada entre las más perfectas del gran pintor
religioso. Y completamos la serie con La Resu-
rrecciún de Perugini, el maestro de Rafael. Se
cree que éste aparece retratado en uno de los
guardianes de la tumba, el joven que está á la
izquierda, en primer término. E s ese cuadro uno
de los más perfectos de la pintura italiana antes
de Rafael y revela todas las cualidades del in-
u n a sinceridad de s entimiento y una naturalidad
de expresión que c ifíeilmente se baila en los de
nuestro tiempo.
E s c u l t u r a s como el Cristo del Montañés, que
fué encanto de Ca telar v admira á cuantos lle-
gan á verlo, no se )roducen ya en la imaginería
religiosa dedicada á reproducir nuevamente figu-
ras convencionales Pinturas como La cena de
Leonardo, dwcendi nienio de Daniel de Volterra
y Piedad de F r a y Bartolomeo, acaso pudieran
p r o d u c i r é con un e studio mayor del asunto y de
las personas que in ervienen.
 La paz de Abril
E l G de e*te mes fué el 2J° aniversario de la cificación fueron el reconocimiento de grados ;
paz llamada de Abril, que puso término á la re- pago de sueldos á los jefes y oficiales de la revo
volución de Aparicio. Después

tores don J o s é Gabriel Palo

que y don E¡
el Cónsul Argentino, don Jacin- e la República A r -
to Villegas, por su país q u e y a gentina, don Emilio Vidal y don
había sido mediador en una ten- A n d r é s L a m a s . También tuvo
tativa anterior por intermedio del u n a parte considerable en los tra-
Ministro don Emilio Vidal. bajos que arribaron á la paz de
L a s bases principales de la pa- Abril,don J. VázquezSagestume.
 El general K6rr>er
D e paso n a d a más, en nuestra capital, ha estado al
g u n a s horas en ella el general Korner, jefe del E s t
M a y o r del Ejército de Chile y personalidad salió
en éste que, desde hace algunos años viene coi
g r a n d o sus esfuerzos y aptitudes á su organizado
s u progreso. Los reporters se echaron en su busc
los fotógrafos se atrevieron á afrontar atroces i

E n el l a z a r e t o . — E s p e r a n d o la v i s i t a lefes del lazareto: Dr. Puyol y comandante Cantón

reos en el deseo de informar literaria y grafi especio del distinguido viajero. Como la po'
lítica internacional no está comprendida
en nuestros dominios nos concretamos á
las notas gráficas que Cúbela ha recogi-
do, desde la llegada del vaporcito á la Isla
de Flores en cuyo lazareto pasó el gene-
ral dos días, hasta que puso el pié en tie-
rra montevideana para tomar el carruaje
que había de conducirlo á la Legación de
Chile.
E s el general Korner—nos dicen los cro-
nistas—hombre locuaz, campechano y afa-
ble, á la vez que gran observador y de
absoluto dominio en sus opiniones.
Viene de Europa, de estudiar la orga-
nización de los ejércitos de las grandes po-
tencias y ha declarado que el de Alemania
está, á su juicio, en primer término, si-
guiéndole el de Italia. D e l nuestro nada ha
dicho, pues ni siquiera tuvo el placer, en

su breve estadía, de ver pasar con su porte

El g e n e r a l K o r n e r y s u
marcial uno de los batallones en sus paseos
cuotidianos. E n cambio el general habló
largo y tendido de nuestro lazareto, y —
¡cosa enormemente rara! — se mostró tan
satisfecho de él y del trato que en él le
dieran, que llegó hasta decir que desearía
retroceder á mitad del camino hacia Eu-
ropa para tener él gusto de hacer cuaren-
tena en la Isla de Flores otras cuarenta y
ocho horas. Y tan sinceras fueron estas
declaraciones del viajero que, al permitir
la fotografía que lo presenta con su espo-
sa é hijos, pidió á Cúbela sacara también
en conjuntojCpor separado la dedos jejes
familia del.lazareto doctor A ndrés Puyol jlcoman"-

Otras notas del Congreso
Entre c e m e n t o s y cales
V i s t a d e la f á b r i c a d e c e m e n t o s
L a Sección de Ingeniería del Congreso L .
Americano, visitó en los últimos díaa d e la se-
m a n a anterior, á invitación do sus propietarios, los
señores Martinclli y Andreoni, la gran fabricado
cementos y cales hidráulica-, instalada en P a n d o ,
á un cuarto d e legua d e la población. E n t r e los
ingenieros extranjeros, se h a l l a b a el señor Luis
A . í l u e r g o , distinguido delegado argentino (pie
formuló fervientes votos por el éxito d e aquella
industria á (pie consagra el señor A ndreoni lodos
sus competentes esfuerzos. L a visita al estable-
Imite Víctor Cantón ¡í quienes está pro-
fundamente reconocido.
Nos llena de satisfacción poder consig-
|iie ¡i nuestros enviados dijo, rci-
torada nte el general Kcrner á quien
cumplí is el deber de enviar nuestro sa-
ludo * moinenios que lia de encontrar-
('hile, recihiendo los halagos de
iqueüa i ociedad á la (pie está vinculado
por BU matrimonio con distinguida dama,
y por I d servicios empeñosos y contraídos,
(pie viene prestando desde muchos años á
la Organización del ejirdtO y á la prepara-
ción y aumento de la tuerza bélica (pie co-
rresponde á la arrogante divisa de la repú-
blica del Pacífico, tan llevada y traída por
la prensa en estos ini.-mos días, con motivo
de la posesión de las provincias (pie con-
quistó al Perú.
cimiento, hecha después del almuerzo criollo á
orillas del arroyo, dio oportunidad para el dete-
nido examen del laboratorio de ensayo y d e los
grandes hornos perfeccionados por el mismo se-
ñor Andreoni, quien suministró á los circunstan-
tes minuciosas explicaciones sobre los procedi-
mientos usados en la fábrica, cuya cal hidráulica
puede competir perfectamente con sus similares
ext/anjeras.
F r e n t e al g r a n h o r n o
 Un faro en
' E l teniente 1.° do marina don
Federico (Jarcia Martínez, jo-
ven ingeniero que se ha de-
dicado con especialidad al es
ludio <lcl aluminado marín
complicado ramo de sus cien-
cias preferidas, p r e s e n t ó e n
la Sección de Ingeniería del
Congreso un proyecto de faro
de cuyo boceto ofrecemos dos
reproducciones con el retrato
del autor. El boceto está acom-
p a ñ a d o de planos v explicacio-
nes que valieren al señor Mar-
licitaciones.
E l trabajo en síntesis es u n
CT
proyecto de faro de l. orden
para la Isla de Lobos; la luz se
eleva á 47 metros, 5U centíine-
Un grupo interesante
Lobos
tros sobre el terreno y á 61 me-
tros, 50 centímetros, sobre el
nivel medio de las mareas má-
ximas. Consta de zOtano^ piso
bajo y piso alto; en el zótano
se depositarán los materiales
de alumbrado; en el piso bajo
depósitos: comedor, cocina, des-
pensa, talleres, depósito de car-
bón y arena; en el piso alto,
semáforo, telégrafo, botiquín y
habitaciones para el ingeniero
inspector de faros v para todo.el
personal de servicio. E s este,
un proyecto de faro completo,
indispensable paraaquel paraje,
pues es sabido que por su falta
lian ocurrido innumerables nau-
fragios en esa L i a , en Punta
Federico García Martínez del Este y en el Banco Inglés.
mánse los señores I l a r p e r a t h , J .
•¡mera fila y los señores Olea,
Cossio, Otero y Bazzano en la
segunda, - figuraron brillante-
mente en la Sección Ciencias
Físico Químicas y Naturales del
Congreso Científico y presenta-
ron en éste trabajos originales
importantes, además de ilustrar
las discuciones con erudición y
competencia. E s t á , entre ellos,
el doctor Manuel B. Otero y
cúmplenos decir, á su respecto,
que fué alma de la organización
del Congreso de cuyo Comité era
más infatigables miembros de
algunas de las secciones del cer-
tamen, en las que prestó el
inapreciable concurso de su bri-
llante talento y vasta ilustra-
ción, desarrollando t a n t a activi-
utal i
 El doctor Fiol de Pereda
D a n ac id al grabado que reproduce al doctor Alejandro Fiol de I
parando ai ¡o sobre la npendicitis, que p

«criptas de periódicos france-

ses, según las cuales las teorías y los pro-
cedimientos de ese facultativo para la cura
del terrible mal, han sido sustentados con
éxito por eminencias médicas europeas que
excluyen la necesidad de toda operación
quirúrgica.— Como no hemos de abrir opi-
nión sobre el particular, nos concretamos ¡i
la reprodución de la fotografía con que un
aficionado amigo nos ha obsequiado. El
doctor Fiol de Pereda, es, por otra parte,
nédic
repi qll< ido (
•dad i el de:

Vinculado a* nuestro país hace

años, ha actuado brillantemente e
tros círculos científicos, donde sus

tro. Al propio tiempo, y fuera del

de su profesión, sabe captarse pro-

Diplomacia uruguaya
los últimos días <
icialee por el doctor
extraordinario y Mii
de la República en Méjico,
perpetuidad por el general don
No ha llegado todavía el texto de los
sábese obedecieron á las fórmulas ex-
;>lomáiieas de buena amistad y de ar-
icional, pero han llegado, en cambio,
rácler privado que demuestran la sa-
que el general Díaz ha recibido la vi-
0 representante ante su gobierno. El
1 ha sido objeto desde su llegada a Mé-
i oficiales que le garanten las
ábdade i el desempeño He su alta mi-
sión diplomática. Fl Presidente de la República, se-
ñor Cuestas, padre del Ministro Oriental, recibió el
día de la presentación de sus credenciales telegra-
mas en el sentido indicado. Coincidió la llegada de
los despachos, con el recibo presidencial á los miem-
bros del Congreso Científico Latino Ameticano. E l
retrato del doctor Cuestas que reproducimos, y que
lo presenta en traje de ceremonia, es desconocido aun
para los amigos del joven diplomático, pues solo han
llegado á Montevideo, basta ahora, los destinados á
su familia y á dos de sus más íntimos.
F l doctor J u a n Cuestas representará á nuestro país
en el Congreso P a n Americano que v a á reunirse en
 Belleza infantil
Carlota Tzur7.1i, que tenemos el gu< ; encaje
Rentar á usiede*, es nina d e 2 a ñ o s uajr de grat
h a sido consagrada belleza Unir líe, resulta u n a belleza
infantil, recientemente, en verdaderamente ideal y ex»
Buenos Aires, d o n d e se le quisita: un angelito de Ra-
adjudicó u n a medalla, e n fael escapado de un cuadro
un concurro organizado por y vestido á la moda. E s se-
la Sociedad Maggiore Tow- guro que c u a n d o la nena lle-
pelli que realiza a n u a l m e n - gue á señorita y su bondad
te concursos análogo*, d r - ¡guale á su hermosura me-
loiita lzurzu, h i j a d e un recerá muchos premios como
compatriota, se destacó por el que ahora se le ha discer-
su belleza y por su traje con nido, con u n a justicia que
42 angelitos más entre 261 nadie puede poner en d u d a
candidatos d e ambo» sexos si contempla'el retrato. E s -
que se presentaron al con- tamos seguros que nuestras
curso. Á los d o s a ñ o s em- amables lectoras querrían
pieza la nena á recibir cum- comerse á besos á la encan-
plido homenaje á la hermo- tadora personita y es muy
sura de q u e fué d o t a d a por posible q u e l a p i c a r o n a
natura, y por cierto q u e tal las dejara hacer, siquiera
como está en el retrato con para acreditar su seráfica
s u actitud pensativa, s u s actitud que la hace toda-
grandes ojos alzado?,—como U atrayente.

Entre buenas tijeras

E l p a s a d o domingo el p a r q u e Giot se vio inva- L a fiesta fué brillante y al destaparse el cham-

dido por un grupo numeroso de propietarios de
sastrerías de Montevideo, que forman la Sociedad
« U n i ó n del gremio». Se d a b a n los señores pro-
pietarios un b a n q u e t e al que se invitó á algunos
miembros de la prensa que se encargaron después
d e hacer públicas las expansiones de aquella?. Del
selecto g r u p o ofrecemos una reproducción. N o ha-
brá, entre tenias esas tijeras bravas y de corte ele-
g a n t e , n i n g u n a q u e escape al reconocimiento
l a investigación personal de los lectores. J u g a r a
mos u n a a p u e s t a !
pagne se pronunciaron entusiastas brindis por la
unión del gremio y porque se estrecharan más
aun los vínculos que unen á todos los socios, de-
mostrándose que los propósitos de la sociedad es-
t á n muy p o r encima d e los intereses comerciales
de cada uno de los miembros de ella. Estos dis-
cursos fueron recibidos con entusiastas aplausos
y muestras de aprobación. D e la oratoria se pasó
á á las pequeñas excursiones por el Parque. N a d i e
h a b l ó allí ni de géneros, ni d e forros, ni d e pre-
cios, ni de cuentas. Todo fué franca alegría.
 El conscripto mái pequeño de Francia

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VENTAS POR MAYOR Y MENOR

j ELÍXIR aNTLflSMáTICO |
«! l ^ s t c específico 5
t e s el rengedlo epás seguro para la curación < i d asaja. ¡¡
| ' J i m i i u c i ' o de las curas e s de t o d o s cuantos
i \)t\\) h e c l f O o s o < i c dicho ELIXIR. !

í Preparado por J . M A R T Í N E Z OLASCOAGA

J FARMACÉUTICO POR MONTEVIDEO Y BUENOS AIRES

Una de las cartas recibidas que atestiguan lo manifestado

telto, J u l i o 80 do 1ÍKK). M A K T Í . N K / . , y d e s d e las p r i m e r a s t o m a s d e

su maravilloso e s p e c í f i c o , se i n i c i ó una
S e ñ o r J . Mn oaga. Sallo.
n o t a b l e m e j o r í a , tal, q u e el a l a q u e q u e a n -

M u y sefior m í o : B i e n liare usted en tes d u r a b a hasta 1L' h o r a s a h o r a desapa-

p r e g o n a r las v i r t u d e s c u r a t i v a s <)«•! Ki-f x IK r e c e con solo u n a c u c h a r a d a en el ( o r m i n o

A N T I - A K M vi u n , que usted elabora, pues de tres cuartos de hora.

t a n t o en m í c o m o en o t r a s p e r s o n a s q u e Ante un resultado tan halagüeño, me

lo lian usa<l<», los e f e c t o s d e e s a p r e p a r a c i ó n (le:i(lí a s e g u i r al pie do la l e t r a s u s i n s -

han sido s o r p r e n d e n t e s . t r u c c i o n e s r e s p e c t o al e m p l e o del K l . Í M i :

D e s d o v a r i o s afina p a d e c í a c o n t i n u o s y en los i n t e r v a l o s e n t r e d o s a c c e s o s , y con

violentos ataques d e aswn, habiendo es- p l a c e r p u e d o a s e g u r a r l e , (pie ií la v e z q u e

t a d o s o m e t i d o d u r a n t e t o d o oso t i e m p o ií han c e d i d o la v i o l e n c i a y la d u r a c i ó n de

diversos tratamientos módicos, y tomado pros ida di:

|«,s e s p e c í f i c o s d e unís r e n o m b r e , sin r e s u l - nía'- rara.

t a d o a l g u n o s a t i s f a c t o r i o ; a n t e s p o r el c o n - Al a u t o r i z a r l o para
t r a r i o los a c c e s o s e r a n c a d a vez m á s fre- e s t a s linean, m e O H g r a t o
oiu o t e s ó i n t e n s o s .
Kn t a n desesperada situación me fuó
recomendado el K i J x i i : A V I I - A S M Á T I C O

DEPÓSITOS:

MARTÍNEZ OLASCOAGA Y GOZALBO

SALTO ( R e p ú b l i c a del Uruguay)

S e ñ o r e s ROCH, C A P D E V I L L E , J A H N y Cía.
MONTEVIDEO
 5ecc¡óp amena
Á c a r g o de I'.las M i l

CHARADAS DIBUJOS Á CONCLUIR

Sal- , ali.-nl.- .1.1 I

(")

1/
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ROMBO SILÁBICO

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500 500 500

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TONTO TONTO

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Solucione»: A Inn

ANAGRAMA RECLAMO

Correspondencia de P^OJO Y BL/\]\ÍCO

Tarjetero Postal Sección Amena

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