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ASIGNATURA:

Derecho Penal Especial

DOCENTE TUTOR:
Elmer Fustamante Gálvez

ACTIVIDAD 7:
Delitos Contra Los Derechos Intelectuales

CICLO:
IV

Estudiantes:
LUNA LLAUCE Catherine Elizabeth

Chiclayo, julio del 2020.


INTRODUCCION
Los delitos contra el derecho intelectual es la consecuencia de la
vulneración de los derechos de propiedad intelectual y derechos de autor,
que se encuentran protegidos por nuestra legislación, en el presente
trabajo se va a tratar sobre los delitos contra los derechos intelectuales y
derechos patrimoniales. Los delitos contra los derechos intelectuales,
derecho de autor y conexos se encuentran tipificado en los artículos 216 a
221, delitos contra la propiedad industrial en los art. 222 a 225 y los delitos
culturales en los arts. 226 a 23. Los elementos de la propiedad intelectual
son, los derechos de carácter personal y los patrimoniales que atribuyen al
autor la plena disposición de su obra y el derecho exclusivo a su explotación
con fines económicos, así como la paternidad de la obra. La aplicación de la
Ley especial de derecho intelectual en este campo es incuestionable, en
cuanto completa algunos aspectos de los tipos penales, y siempre que tal
complementación se haga con la sola condición de no alterar ningún
aspecto de la descripción típica, sino la de llenar sus vacíos o aprobar
definiciones legales.
El derecho de autor despliega un haz de facultades de carácter moral y
patrimonial, el primero, de índole personal y, el segundo, de índole
económico. Por lo que, en doctrina, se considera que este derecho está
compuesto de dos aspectos: los derechos morales y los derechos
patrimoniales, dentro de ellos se verá la estructura del trabajo: título
perspectiva del derecho penal frente al derecho intelectual y derecho
patrimonial, capítulo I contra los derechos intelectuales, capitulo II derecho
contra los derechos de autor.
Delitos Contra Los Derechos Intelectuales
1. DEFINICIÓN

La propiedad intelectual, según la definición de la Organización Mundial de la


Propiedad Intelectual, es toda creación del intelecto humano. Los derechos de
propiedad intelectual protegen los intereses de los creadores al ofrecerles
prerrogativas en relación con sus creaciones.
La propiedad intelectual tiene que ver con las creaciones de la mente: las
invenciones, las obras literarias y artísticas, los símbolos, los nombres, las
imágenes y los dibujos y modelos utilizados en el comercio.
Los derechos relacionados con el derecho de autor son los derechos de
los artistas intérpretes y ejecutantes sobre sus interpretaciones y ejecuciones,
los derechos de los productores de fonogramas sobre sus grabaciones y los
derechos de los organismos de radiodifusión sobre sus programas de radio y de
televisión.
Existe además una corriente, especialmente la que proviene del movimiento de
software libre, que considera que el término propiedad intelectual es engañoso
y reúne bajo un mismo concepto diferentes regímenes jurídicos no equiparables
entre sí, como las patentes, el derecho de autor, las marcas y las denominaciones
de origen, entre otros.
2. CATEGORÍAS

La propiedad intelectual incluye dos categorías:


 La propiedad industrial (las invenciones, patentes, marcas, dibujos y
modelos industriales e indicaciones geográficas de procedencia); es el
derecho exclusivo que otorga el Estado para usar o explotar en forma
industrial y comercial las invenciones o innovaciones de aplicación industrial
o indicaciones comerciales que realizan individuos o empresas para
distinguir sus productos o servicios ante la clientela en el mercado. Esta
incluye las invenciones, marcas, patentes, los esquemas de trazado de
circuitos integrados, los nombres y designaciones comerciales, dibujos y
modelos industriales, así como indicaciones geográficas de origen, a lo que
viene a añadirse la protección contra la competencia desleal.

 El derecho de autor, que abarca las obras literarias y artísticas, tales como
las novelas, los poemas y las obras de teatro, las películas, las obras
musicales, las obras de arte, como
los dibujos, pinturas, fotografías y esculturas, y los diseños arquitectónicos.
Se aplica a las creaciones artísticas como los poemas, las novelas, las obras
musicales, las pinturas, las obras cinematográficas y los programas de
ordenador. En inglés, a diferencia de los demás idiomas europeos, el
derecho de autor se conoce con el nombre de “copyright”. El término
copyright tiene que ver con actos fundamentales que, en lo que respecta a
creaciones literarias y artísticas, sólo pueden ser efectuados por el autor o
con su autorización. Se trata, concretamente, de la realización de copias de
las obras literarias y artísticas, como los libros, las pinturas, las esculturas,
las fotografías y las obras cinematográficas. Mientras, la expresión derecho
de autor remite a la persona creadora de la obra artística, a su autor,
subrayando así el hecho que se reconoce en la mayor parte de las leyes, en
el sentido de que el autor goza de derechos específicos en relación con su
creación, como el derecho a impedir la reproducción deformada de la
misma, prerrogativa que sólo a él le pertenece, mientras que existen otros
derechos, como el derecho a efectuar copias, del que pueden gozar terceros,
por ejemplo, todo editor que haya obtenido una licencia del autor con ese
fin.

El titular de la propiedad intelectual tiene la facultad para evitar que cualquier


persona tenga acceso o haga uso de su propiedad sin su consentimiento.
Los derechos de propiedad intelectual que otorga cada país son independientes
entre sí, por lo que una misma idea, invención, obra o carácter distintivo puede
ser objeto de protección en una pluralidad de Estados, existiendo tantos títulos
de protección como Estados que la hayan otorgado. (Melgar, 2005).
3. CRÍTICAS A LA PROPIEDAD INTELECTUAL

Autores como Stephan Kinsella, Julio Cole, Alfredo Bullard o Enrique Pasquel
sostienen que los derechos de propiedad intelectual no son necesarios para
promover la creatividad y el avance científico e imponen costos muy altos para
la sociedad. Por ejemplo, incentivan costosos litigios judiciales, desincentivan la
creación de mayor conocimiento una vez que el creador tiene el monopolio del
derecho de propiedad intelectual.
Esta protección le confiere al autor un sin número de prebendas como
reconocimiento a la inventiva y esfuerzo empleado en la creación de algo
novedoso que se encuentre fuera de la cotidianeidad, es decir, algo nuevo que
implique cierto nivel inventivo, y que sea susceptible de aplicación industrial.
La protección de las patentes es siempre un tema sumamente delicado en las
negociaciones de tratados internacionales como el TLC, en donde, los países en
vías de desarrollo que carecen de tecnología pretenden disminuir al mínimo la
protección que se da a las patentes a fin de poder explotar dichos inventos a la
brevedad posible. Mientras que, los países desarrollados pretenden extender al
máximo el tiempo de protección con distintos mecanismos como las patentes de
segundo uso, que son aquellas patentes que se conceden a invenciones ya
patentadas, pero a las cuales se les ha encontrado una nueva forma de uso o
algún nuevo beneficio, y por consiguiente se concede un periodo adicional de
protección.
Adicionalmente, existen otros temas de controversia como las licencias
obligatorias que son aquellas que se otorgan a organismos públicos o a terceras
personas para la explotación de un invento sin el consentimiento del inventor en
situaciones especiales como en emergencias nacionales, pero previa
compensación al autor. Este tipo de licencias, también son discutidas en
negociaciones de tratados, toda vez que para países con gran potencial inventivo
este tipo de licencias son inadmisibles, mientras que en países pobres se procura
siempre dejar esta alternativa.
Responsabilidad del respeto a obras ajenas.
Muchas personas pasan por alto la propiedad intelectual o el derecho del autor
al no respetar o evadir las responsabilidades y normas que se establecen. La
sociedad está acostumbrada a no respetar y darle una minia importancia a estos
derechos y declaraciones o condiciones que establecen los mismos autores o
protagonistas con la creencia de que no es verídica o somos inmunes a ellas, de
forma que no nos damos cuenta de los problemas que podemos causar tanto al
autor originario como a nosotros mismos.
El problema es que no adoptamos el respeto a las licencias y más cuando no
leemos tan siquiera las condiciones y mucho menos reconocemos a su original
autor por lo más mínimo. Se entiende que por respeto cada obra es única y es
considerable para todos, puesto que no se sabe el valor considerable que pueda
llegar a tomar la creación. Como obligación tenemos que respetar y hacer valer
los derechos de los demás como nuestros propios mismos derechos puesto que
todos somos libres de publicar y crear cosas nuevas para que se respeten y se
reconozcan nuestras obras o creaciones que un día posterior puedan llegar a ser
reconocidas o en un caso extremo al llegar a ser famoso. Cabe mencionar que
hay que educarnos primero en conocer o buscar la manera de no cometer una
falta y evitarnos problemas con el hecho de informarnos sobre lo que es
“propiedad intelectual”.
Marcar o darle una identidad a una creación nueva o única es tomar
responsabilidad y hacer valer nuestros derechos y obligaciones para asumir que
somos responsables y conocedores de la era de la “propiedad intelectual” lo cual
nos permite ver las situaciones comunes o cotidianas en algo más que solo
publicaciones, publicaciones que contienen algo detrás o junto y nos hace
entender que hasta en internet hay normas y reglas para conllevar actividades y
usos mejores con eficacia y problema alguno que a corto plazo puedan destruir
asta nuestra integridad o bienestar social. Apelando que todos tenemos derecho
a la información es un buen punto para protegernos y hacerlo conocer que todo
lo que este publicado en internet es para ser conocido o evaluado y siendo
nosotros los que podemos navegar y conocer todo lo que esté permitido para
hacer uso o adquirir conocimientos que nos lleguen a ser útil en un tiempo
futuro.
Como se ha mencionado anteriormente toda persona con obra original y sin
errores tiene derecho a ser reconocida y que sea protegida mediante cualquier
método permitido ya que hay muchas licencias, normas, condiciones entre otros
métodos que cualquiera puede proteger su creación deforma que le plazca y que
este permitido hacerlo, del modo que más guste o convenza se le podrá dar
derecho sin olvidar algo importante y principal que es que tanto el usuario o
Publio como el mismo y propio autor o creador deben apegarse a lo
condicionado.
Evadir problemas
Para evitar problemas con las condiciones de propiedad intelectual, normas o
condiciones de uso que el autor debe aclarar y dejar declaradas des de sus
principios de la obra esto para evitar errores o problemas con la privacidad de la
creación. Muchas veces los autores o dueños asociados dan consentimiento o
declaran acuerdos de uso donde dejan claro lo que permiten hacer y bajo qué
dominio dejan su obra. Por ello es importante conocer los términos en que se
encuentra el material para poder usarlo o en su defecto, saber cómo respetarlo
y poder llegar a un acuerdo con el propietario.
El respetar una obra con autoría original es más complicado o de caso especial
puesto que desde el momento que nace o se crea el material o la obra, este ya
adquiere automáticamente valor y protección del mismo autor.
Riesgos
El cometer una falta de esta clase y que sea descubierto, adquiere una serie de
sanciones y multas graves hasta de grandes sumas monetarias. Las
consecuencias son referentes a los artículos o material del que se hace mal uso
y conforme a las licencias o condiciones del propietario, siendo así puede llegar
a pagar con cárcel o fuertes sumas de salario mínimo por medio de demandas o
acusaciones que lleguen a ser situaciones nada agradables para la persona
misma y/o personas o instituciones implicadas.
4. DERECHOS DE AUTOR

4.1. ALCANCES PRELIMINARES

La personalidad humana se exterioriza a través de diversas facetas, una


de ellas consiste en la creatividad intelectual, que se plasma en una obra
u otra forma original de expresar su individualidad ideológica, cultural,
política y religiosa. El hombre no es sólo un cuerpo mecánico que
fisiológicamente se dirige a la articulación de ciertos movimientos
corporales, conforme al sentido que éste le imprime en sus sistemas
cognitivo y volitivo. Con ello decimos muy poco, pues adentrarnos en la
esfera de la personalidad presupone internarnos en el mágico mundo de
las ideas, y cuando aquellas adquieren una composición estructural,
coherente en su argumentación, se puede configurar lo que el Derecho
Positivo ha configurado como “obra”. Y toda “obra humana” requiere de
protección legal, en el sentido de que su materialización implica una
doble connotación: la primera “moral” y la segunda “económica”.
El fundamento de los “Derechos de Autor” está presente en una doble
necesidad: la necesidad de todos los hombres de tener acceso a disfrutar
de los frutos del saber humano y la necesidad correlativa que existe de
estimular la investigación y el ingenio recompensado por ello los
investigadores, escritores, artistas, inventores, etc.
No se puede decir que los derechos intelectuales pertenecen al Estado, al
estar ligados indisolublemente a la personalidad del autor. Por ello, se
afirma la aparición de una “paternidad” y no de una “propiedad”; fue así
que el legislador consideró adecuado glosar una titulación especialmente
dedicada a los derechos intelectuales, que, tanto por su naturaleza como
por su esencia, son distintos los derechos reales, que son objetos de
tutela por los injustos de hurto, robo, apropiación ilícita y estafa. No es
posible sin más una apropiación de una obra intelectual, de un libro que
compila una serie de posiciones doctrinales, por ejemplo; en este caso, si
nos referimos al soporte material, el hurto de un libro que recoge dicha
creación intelectual, siempre que tenga un valor superior a una RMV. En
ese sentido, no se puede decir con corrección que el objeto de protección
punitiva sea el patrimonio, en los términos propuestos en los delitos
convencionales que se han agrupado en los primeros artículos del Título
V del CP.
4.2. ANTECEDENTES HISTÓRICOS

En el inicio de la humanidad, las obras no tuvieron prohibiciones de copia,


reproducción o edición de las obras, entre las cuales podemos mencionar
obras tan antiguas como el arte rupestre creado hace 40 milenios en
la Cueva de El Castillo en España o el Poema de Gilgamesh, desarrollado
desde hace 4 milenios por los sumerios, escrito y preservado hace 2 mil
650 años gracias al rey asirio Asurbanipal.

Luego de la aparición de la imprenta, se facilitó la distribución y copia


masiva de las obras, posteriormente surge la necesidad de proteger las
obras no como objetos materiales, sino como fuentes de propiedad
intelectual.
Aunque formalmente se tiende a situar el nacimiento del derecho de
autor y del copyright durante el siglo XVIII, en realidad se puede
considerar que el primer autor en reclamar derechos de autor en el
mundo occidental, mucho antes que el Estatuto de la Reina Ana de 1710
del Reino Unido o las disputas de 1662 en las que interfirió la Unión de
las Coronas, fue Antonio de Nebrija, creador de la célebre Gramática
castellana e impulsor de la imprenta en la Universidad de Salamanca a
fines del siglo XV.
Más tarde, en la Inglaterra del siglo XVIII los editores de obras
(los libreros) argumentaban la existencia de un derecho a perpetuidad a
controlar la copia de los libros que habían adquirido de los autores. Dicho
derecho implicaba que nadie más podía imprimir copias de las obras
sobre las cuales tuvieran el copyright.
El Estatuto de la Reina Ana, aprobado por el parlamento inglés en 1710,
fue la primera norma sobre copyright de la historia. Esta ley establecía
que todas las obras publicadas recibirían un plazo de copyright de 14
años, renovable por una vez si el autor se mantenía con vida (o, sea, un
máximo de 28 años de protección). Mientras que todas las obras
publicadas antes de 1710 recibirían un plazo único de 21 años a contar de
esa fecha. Sin embargo, el dominio público en el derecho anglosajón solo
nació en 1774, tras el caso Donaldson contra Beckett en que se discutió
la existencia del copyright a perpetuidad (la Cámara de los
Lores resolvió 22 votos a 11 en contra de esa idea).
Estados Unidos incorporó los principios sentados en Inglaterra sobre el
copyright. Así, la Constitución de 1787, en el artículo I, sección 8, cláusula
8 (la cláusula del progreso) permite establecer en favor de los autores
"derechos sobre la propiedad creativa" por tiempo limitado. En 1790, el
Congreso de Estados Unidos promulgó la primera Copyright Act ('Ley
sobre copyright'), creando un sistema federal de copyright y
protegiéndolo por un plazo de catorce años, renovable por igual término
si el autor estaba vivo a su vencimiento (o sea, un máximo de 28 años de
protección). Si no existía renovación, su obra pasaba al dominio público.
Mientras en Estados Unidos, el copyright se convirtió en un derecho de
propiedad comerciable, en Francia y Alemania se desarrolló el derecho
de autor, bajo la idea de expresión única del autor. En esa línea, el filósofo
alemán Kant decía que "una obra de arte no puede separarse de su
autor".
En Francia en 1777, Pierre-Augustin de Beaumarchais (autor de la
comedia El barbero de Sevilla) fundó la primera organización para
promover el reconocimiento de los derechos de los autores. Pero hubo
que esperar al final de la Revolución francesa para que la Asamblea
Nacional aprobara la primera Loi du droit d'auteur ("Ley de derecho de
autor") en1791.
La terminología de derechos de autor (Urheberrecht) es utilizada por vez
primera en Alemania en el convenio de Berna de 1886. Posteriormente el
sistema europeo logró agrupar a más de treinta países asumiendo el
convenio antes mencionado, basándose en la Convención de París de
1885.
Al constituir los Derechos de Autor un derecho inherente a la
personalidad humana, adquieren reconocimiento de protección
internacional, tal como se afirma en el artículo 270° de la Declaración
Universal de los Derecho Humanos: “Toda persona tiene derecho a tomar
parte libremente en la comunidad, a gozar de las artes y a participar en el
progreso científico y en los beneficios que de él resulten. "Toda persona
tiene derecho a la protección de los intereses morales y materiales que
le correspondan por razón de las producciones científicas, literarias o
artísticas de que sea autora».
Resueltamente, la convención abre el pórtico más importante en lo que
se refiere al reconocimiento completo de que el autor tiene derecho
sobre su obra. Así, se reconoce el sistema de reciprocidad, la remisión de
contenidos importantes del derecho internacional al ámbito de la
legislación nacional.
Es por ello que 1952 entró en vigor la Convención Universal de Derechos
de autor, la cual pone énfasis en defender las obras contra el plagio y la
copia.
De esta manera muchos países asumieron dicha iniciativa, expandiéndo-
se así hasta llegar al sistema interamericano.
El Derecho de Autor está regulado por la decisión 351 de la Comisión del
Acuerdo de Cartagena y por el Derecho Legislativo 882, Ley sobre
Derecho de Autor, del 23 de abril de 1996. La Oficina de Derechos de
Autor del Indecopi es la autoridad responsable de cautelar y proteger
administrativamente el derecho de autor y los derechos conexos (art.
168° del D. Leg. 822). El Tratado de la Organización Mundial de la
Propiedad Intelectual (OMPI), ratificado mediante D.S. N° 017-2002-RE,
del 28 de febrero del 2002, publicado el 02 de marzo del mismo año.
Es así, que dichos convenios mencionados son aprobados por el Perú
mediante la ley sobre derechos de autor M° 15714 y sus respectivos
reglamentos por Decreto Supremo M° 61, de esta manera nuestra
legislación toma la expresión de derechos de autor como fórmula penal
utilizada por los alemanes, la cual viene a ser una suma de facultades que
utiliza el hacedor sobre su obra artística, literaria y científica. Con
respecto a la naturaleza de la producción intelectual desde el punto de
vista doctrinario es discutida. Debido a ello existen tres corrientes al
respecto:
 La primera, concibe a la producción intelectual como una fracción de
la personalidad del autor, es decir expresión de su espíritu.
 La segunda, considera que la producción intelectual fue creada en
favor de las letras, artes y ciencias, y,

 La tercera y última corriente es la más dominante la cual sustenta


que la producción intelectual es de propiedad suigenerís, es decir que
la naturaleza de este derecho comprende un lado real y personal,
consubstancial a la personalidad.

Aun cuando son recientes las normas del derecho positivo que protegen
el derecho de autor, la historia narra que, tanto en Roma como en Grecia,
ya se reconocía la creación, siendo mal visto el plagio, aunque para los
autores lo importante era tener prestigio. En el Perú el antecedente más
remoto lo encontramos durante el gobierno de Ramón Castilla, quien
promulgó la Ley de Propiedad Intelectual en 1849 convirtiéndose nuestro
país en el pionero de América Latina en proteger este derecho
fundamental -y regular específicamente a través de una ley especial la
protección de este derecho-; sin embargo, la Constitución Política de
1823, declaraba la inviolabilidad de las propiedades intelectuales.

Es así, que en esta línea nuestro Código Civil en su Artículo 886 Inc. 6
engarza los derechos de autor como patrimoniales igualmente asume
esta posición nuestro texto constitucional en su artículo 2 al decir que:
«Toda persona tiene derecho: Inc. 8) A la libertad de creación intelectual,
artística, técnica y científica, así como a la propiedad sobre dichas
creaciones y a su producto. El Estado propicia el acceso a la cultura y
fomenta su desarrollo y difusión.
4.3. DEFINICIÓN

El derecho de autor es una rama del Derecho a la Propiedad Intelectual


(La propiedad intelectual está dividida en dos grandes ramas: el derecho
de autor y la propiedad industrial), y es el que se refiere a los atributos
legales que tienen los autores sobre las obras artísticas y literarias que
son fruto de su creación. El derecho de autor es aquel que protege todas
las obras creadas por el ingenio humano. Por ejemplo, es el derecho que
tiene el escultor sobre sus esculturas, el pintor sobre sus cuadros, el
escritor sobre sus libros, el creador de un programa de computación
sobre su software, el artista intérprete sobre sus interpretaciones, entre
otros.
En el caso particular del derecho de autor, la protección se obtiene de
manera automática con la creación y no se encuentra sujeta a formalidad
alguna. La propiedad industrial, en cambio, sí requiere el registro ante la
autoridad competente para garantizar la protección.
La protección de la propiedad intelectual es fundamental porque genera
el desarrollo socio-cultural y económico de los pueblos. Hoy en día, los
países más competitivos son aquellos que fomentan la creatividad de sus
habitantes. Una protección de los valores intelectuales y creaciones en
general, genera riqueza y aumenta el nivel de vida de las personas.
Es un conjunto de prerrogativas y facultades exclusivas tanto morales y
patrimoniales que la normatividad nacional y la legislación internacional
reconocen al autor de una obra artística o literaria fruto de su ingenio.

El derecho de autor se protege toda la vida y setenta años después del


fallecimiento del titular; luego de lo cual, la obra pasa a dominio público,
lo que implica la extinción del derecho patrimonial, constituyéndose la
obra en patrimonio cultural común y está compuesto por derechos
morales -que tienen que ver con la personalidad del autor- y
patrimoniales -referidos a la explotación para obtener un beneficio
pecuniario- éstos dos son independientes de la propiedad del objeto
físico que contiene la creación.

Es menester, recalcar que para la protección de los derechos de autor no


es imprescindible registrar la creación ante la Oficina de Derechos de
Autor del INDECOPI, ya que este certificado es de naturaleza declarativa;
es decir, que se remite a reconocer la existencia del derecho. Conociendo
lo que comprende el derecho de autor, circunscribámonos entonces en
la principal acción antijurídica que los vulnera: la comúnmente
denominada “piratería”.

4.4. TIPOS DE DERECHOS DE AUTOR

Existen dos tipos de derechos que se le reconocen al autor: los derechos


morales o personales y los derechos patrimoniales o económicos.
Los derechos morales, son aquellos derechos del autor que tienen que
ver con su personalidad, es decir, con el hecho de que la obra es una
prolongación de la personalidad del autor y por eso, son inalienables,
inembargables, irrenunciables e imprescriptibles.
Los derechos morales son imprescriptibles, inembargables, indisponibles,
irrenunciables y perpetuos por estar impregnados de la personalidad del
autor; por lo que son derechos morales que comprenden el derecho de
divulgación, derecho de paternidad, derecho de integridad, derecho de
modificación o variación, derecho de retiro de la obra del comercio,
derecho de acceso.

Los derechos morales del autor son los siguientes:


 El derecho de divulgación, que consiste en la facultad de decidir si la
obra se divulga o permanece en forma inédita.

 El derecho de paternidad, que consiste en el derecho al


reconocimiento de la autoría.

 El derecho de integridad que permite al autor impedir la deformación


de su obra, incluso, frente a quien posea el soporte material que la
contenga.

 El derecho de modificación o variación que tiene el autor y que rige


antes y después de la divulgación de la misma, que le permite
modificar su obra, debiendo indemnizar a terceros que pudiese
afectar.

 El derecho de retiro de la obra del comercio que ejerce el autor


principalmente cuando cambia sus convicciones políticas, religiosas
o de cualquier otra índole y repudia su obra, teniendo la posibilidad
de disponer que su obra ya no circule más.

 El derecho de acceso del autor al ejemplar único de la obra que está


en poder de otro a fin de poder ejercitar sus derechos morales y
patrimoniales.

Por su parte los derechos patrimoniales -contrarios a los derechos


morales- son renunciables, embargables, temporales, disponibles, y
comprenden especialmente el derecho exclusivo de realizar, autorizar o
prohibir la reproducción, comunicación al público, distribución,
traducción, importación o cualquier forma que permita obtener algún
beneficio económico sin el permiso y/o autorización del titular del
derecho.

Los Derechos Patrimoniales, son aquellos derechos exclusivos que tiene


el autor para explotar su obra y obtener un beneficio económico por ello.
Los derechos patrimoniales del autor son los siguientes:
 La reproducción de la obra ya sea de manera permanente o
temporal, mediante cualquier tipo de forma o procedimiento.

 La comunicación pública de la obra.

 La distribución pública de la obra (alquiler, venta o préstamo


público).
 La traducción, adaptación, arreglo u otra transformación.

 La posibilidad de autorizar o prohibir la importación al territorio


nacional de copias de su obra.

 Cualquier otra forma de utilización de la obra.

Por la utilización de sus obras, los creadores tienen el derecho de obtener


las regalías. Dichos ingresos dependerán de la aceptación que tenga su
creación frente al público. Ello es comparable con la retribución que
recibe un trabajador en compensación por la labor que desempeña.
Dentro de la tradición jurídica del Derecho continental, Derecho
internacional, y Derecho mercantil, se suelen distinguir los siguientes
tipos de derechos de autor:
 Derechos patrimoniales: son aquellos que permiten de manera
exclusiva la explotación de la obra hasta un plazo contado a partir
de la muerte del último de los autores, posteriormente pasan a
formar parte del dominio público pudiendo cualquier persona
explotar la obra.

 Derechos morales: son aquellos ligados al autor de manera


permanente y son irrenunciables e imprescriptibles.

 Derechos conexos: son aquellos que protegen a personas


distintas al autor, como pueden ser los artistas, intérpretes,
traductores, editores, productores, etc.

 Derechos de reproducción: es un fundamento legal que permite


al autor de la obra impedir a terceros efectuar copias o
reproducciones de sus obras.

 Derecho de comunicación pública: derecho en virtud del cual el


autor o cualquier otro titular de los derechos puede autorizar una
representación o ejecución viva o en directo de su obra, como la
representación de una pieza teatral o la ejecución de una sinfonía
por una orquesta en una sala de concierto. Cuando los
fonogramas se difunden por medio de un equipo amplificador en
un lugar público, como una discoteca, un avión o un centro
comercial, también están sujetos a este derecho.

 Derechos de traducción: para reproducir y publicar una obra


traducida se debe solicitar un permiso del titular de la obra en el
idioma original.
4.5. CAMPO DE APLICACIÓN

La protección del derecho de autor abarca únicamente la expresión de un


contenido, pero no las ideas. Para su nacimiento no necesita de ninguna
formalidad, es decir, no requiere de la inscripción en un registro o el
depósito de copias, los derechos de autor nacen con la creación de la
obra.
Son objeto de protección las obras originales, del campo literario,
artístico y científico, cualquiera que sea su forma de expresión, soporte o
medio. Entre otras:
 Libros, folletos y otros escritos;

 Obras dramáticas o dramático-musicales;

 Obras coreográficas y las pantomimas;

 Composiciones musicales con o sin letra;

 Obras musicales y otras grabaciones sonoras;

 Obras cinematográficas y otras obras audiovisuales;

 Obras de dibujo, pintura, escultura, grabado, litografía;

 Historietas gráficas, tebeos o cómics, así como sus ensayos o


bocetos;

 Obras fotográficas;

 Gráficos, mapas y diseños relativos a la geografía, a la topografía o a


las ciencias;

 Los proyectos, planos, maquetas y diseños de obras arquitectónicas


y de ingeniería.

 Programas informáticos.

 Entrevistas

 Sitios web

Hay varias categorías de materiales que generalmente no son elegibles


para la protección de derecho de autor. Éstas incluyen entre otras como
estas:
 Trabajos que no han sido fijados en una forma de expresión tangible.
Por ejemplo: obras coreográficas que no han sido escritas o
grabadas, o discursos improvisados o presentaciones que no han sido
escritas o grabadas.

 Títulos, nombres, frases cortas y lemas, símbolos o diseños


familiares, meras variantes de decoración tipográfica, letras o
colores; meras listas de ingredientes o contenidos.

 Ideas, procedimientos, métodos, sistemas, procesos, conceptos,


principios, descubrimientos, aparatos, como diferenciaciones de una
descripción, explicación o ilustración.

 Obras que consisten totalmente de información que es de


conocimiento público y no representan un trabajo que tenga un
autor original. (Por ejemplo: calendarios, tablas de peso y estatura,
cintas métricas o reglas, y listas o tablas obtenidas de documentos
públicos u otras fuentes de uso común).

 Las leyes, reglamentos y demás normas. Se pueden publicar, pero no


dan exclusividad: otros pueden también publicar ediciones de las
leyes. En los casos de obras como concordancias, correlaciones,
comentarios y estudios comparativos de las leyes, sí pueden ser
protegidas en lo que tengan de trabajo original del autor.

El titular de los derechos de autor goza de derechos exclusivos respecto


de:

a) Reproducir la obra en copias o fonogramas.

b) Preparar obras derivadas basadas en la obra.

c) Distribuir copias o fonogramas de la obra al público vendiéndolas o


haciendo otro tipo de transferencias de propiedad tales como
alquilar, arrendar o prestar dichas copias.

d) Presentar la obra públicamente, en el caso de obras literarias,


musicales, dramáticas y coreográficas, pantomimas, películas y otras
producciones audiovisuales.

e) Mostrar la obra públicamente, en el caso de obras literarias,


musicales, dramáticas coreográficas, pantomimas, obras pictóricas,
gráficas y esculturales, incluyendo imágenes individuales de películas
u otras producciones audiovisuales.

f) En el caso de grabaciones sonoras, interpretar la obra públicamente


a través de la transmisión audio digital.
La protección del derecho de autor existe desde que la obra es creada de
una forma fijada. El derecho de autor sobre una obra creada se convierte
inmediatamente en propiedad del autor que creó dicha obra. Solo el
autor o aquellos cuyos derechos derivan del autor pueden reclamar
propiedad.
Los autores de una obra colectiva son codueños del derecho de autor de
dicha obra a menos que haya un acuerdo que indique lo contrario.
El derecho de autor de cada contribución individual de una publicación
periódica o en serie, o cualquier otra obra colectiva, existen a parte del
derecho de autor de una obra colectiva en su totalidad y están conferidos
inicialmente al autor de cada contribución. La mera posesión de un libro,
manuscrito, pintura o cualquier otra copia o fonograma le otorga al
dueño el derecho de autor.

Los menores de edad pueden reclamar derecho de autor, pero las leyes
específicas pueden reglamentar cualquier transacción relacionada con
este tema donde ellos sean parte.
4.6. PROTECCIÓN CONSTITUCIONAL

Realizando una visión previa y macro de los derechos de autor, debemos


determinar el tratamiento que le daba la constitución de 1979, en dos
artículos.
Primero como un derecho fundamental de la persona humana, hacer
mención a la libertad de creación intelectual, artística y científica. Y
posteriormente en el artículo 1292, donde se establece la garantía que
brinda el estado a los derechos del autor.
En la Constitución Política del Perú del año 1993, vemos que el artículo
Nº 2 numeral 83 hace mención a este derecho, estableciendo a la libertad
de creación intelectual, artística, técnica y científica como un derecho
fundamental protegido por la Constitución, por lo cual los autores no
tienen limitación o restricción para desarrollar su libertad de creación.
Asimismo, se establece que el autor (el artículo establece derechos para
toda persona, por lo que no diferencia entre persona natural o jurídica)
tiene derecho a la propiedad sobre dichas creaciones y a su producto, por
lo cual determina un derecho patrimonial que puede permitirle al autor
la explotación de su creación, y los demás derechos sobre esa propiedad.
Los 2 artículos que mencionaban sobre la propiedad intelectual en la
constitución de 1979 han sido integrados en este único artículo de la
constitución de 1993.
Según refiere Marisol Ferreyros Castañeda: “En el derecho de autor el
objeto protegido es la obra. Esta es la creación intelectual con
características de originalidad, susceptible de ser reproducida o divulgada
por cualquier medio conocido o por conocerse. La originalidad se refiere a
individualidad y es la forma como el autor expresa sus ideas, lo que lo
hace diferente de los demás.”,
Como se aprecia en la constitución, se reconoce el derecho de la libertad
de creación y el derecho patrimonial de la creación, no haciendo conocer
sobre el derecho moral (originado en la doctrina francesa) que algunos
doctrinarios como el Dr. Carlos Fernández Sessarego, mencionan que
debería ser llamado derecho personal del autor.
5. DERECHOS CONEXOS

Los derechos conexos son aquellos que protegen los derechos de los artistas,
intérpretes o ejecutantes sobre sus interpretaciones o ejecuciones; a los
productores de fonogramas sobre sus producciones; y a los organismos de
radiodifusión sobre sus emisiones. Se denominan derechos conexos porque
guardan conexión, vecindad o afinidad con el derecho de autor. La ley establece
que, en caso de conflicto o duda, se estará siempre del lado que más favorezca
al autor. En términos generales, las obras se encuentran protegidas durante toda
la vida del autor y 70 años después de su muerte. Sin embargo, existe una serie
de casos especiales, los cuales se detallan a continuación:
1º. Las obras anónimas o seudónimas están protegidas por 70 años a partir del
año de su divulgación.

2º. Las obras colectivas, programas de ordenador y obras audiovisuales, están


protegidas por 70 años contados desde su primera publicación.

3º. La obra pasa a ser de dominio público cuando el plazo de protección se ha


cumplido. A partir de ese momento, la obra será de libre reproducción y
utilización, respetándose siempre los derechos morales del autor.

6. ALCANCES ADICIONALES

El derecho de cita es aquél que permite reproducir, sin autorización del autor ni
pago de remuneración, breves fragmentos de obras lícitamente divulgadas para
demostrar o hacer más comprensible los enunciados de un autor o para referirse
a opiniones de otro autor de una forma auténtica. Sin embargo, en estos casos
es indispensable indicar tanto el nombre del autor como la fuente.
Será lícita la copia siempre y cuando sea para uso exclusivamente personal,
entendiéndose como tal cuando se reproduce un solo ejemplar para el uso
propio de un individuo. Sin embargo, no es lícita la copia cuando se trata de
reproducciones que se extienden a la de una obra de arquitectura en forma de
edificio o de cualquier otra construcción. Tampoco se admite la reproducción de
una base o compilación de datos ni la reproducción integral de un libro, de una
obra musical en forma gráfica, o del original o de una copia de una obra plástica,
hecha y firmada por el autor.
La parodia -género artístico literario que consiste en la imitación burlesca de una
obra- es libre y, por lo tanto, no se considera transformación que exija la
autorización del autor mientras no implique riesgo de confusión con la misma, ni
se infiera un daño a la obra original o a su autor.
7. EXCEPCIONES A LA PROTECCIÓN

Existen ciertos casos en los que las obras protegidas que ya fueron divulgadas se
pueden reproducir sin autorización del autor. Estos casos son los siguientes:
Cuando la comunicación se realiza en un ámbito exclusivamente doméstico, es
decir, dentro del hogar. En este caso, no debe existir ningún interés económico,
directo ni indirecto. Cuando la comunicación se efectúa en el curso de actos
oficiales o ceremonias religiosas y sólo se utilizan pequeños fragmentos
musicales o partes de obras de música, siempre que el público pueda asistir a
ellas gratuitamente y ninguno de los participantes en el acto perciban una
remuneración específica por su interpretación o ejecución en dicho acto.
Ello implica que, si se ha contratado a una agrupación coral para que interprete
obras musicales de dominio privado, con pacto de una retribución económica, sí
será necesaria la autorización de los autores o de la sociedad de gestión colectiva
que los represente. Cuando la comunicación se realiza con fines exclusivamente
didácticos en el curso de las actividades de una institución de enseñanza por el
personal y los estudiantes de tal institución, siempre que la comunicación no
persiga fines de lucro, directos o indirectos. Cuando la comunicación se realiza
dentro de establecimientos comerciales, para fines de demostración de
productos como equipos receptores, reproductores u otros similares o para la
venta de los soportes sonoros como cassettes y discos compactos que contienen
obras musicales, siempre y cuando la comunicación no fuera deliberadamente
propalada al exterior, en todo o en parte. Cuando la comunicación se realiza
como parte indispensable de una prueba judicial o administrativa, por ejemplo,
en un caso donde se ventila un procedimiento sobre piratería.
CONCLUSIONES
 Los derechos de autor, que tan importante función desempeñan hoy día
protegen la forma y no las ideas por más novedosas y brillantes que sean, y
otorga derechos de propiedad, sobre las creaciones literarias, científicas o
artísticas como los poemas, las novelas, la música, las pinturas, las obras
cinematográficas, etc. que sólo puede ser ejecutado por el autor o bajo su
consentimiento. Se protege los derechos morales la expresión de la personalidad
del autor, pero esto no implica necesariamente una remuneración.

Entonces, podemos decir que la propiedad intelectual, supone el reconocimiento


y merecedora de protección de un derecho particular en favor de un autor u
otros titulares de derechos, sobre las obras del intelecto humano.
 Podemos mencionar que, al constituir los derechos de autor, es un derecho
inherente a la personalidad humana, por lo cual, adquiere un reconocimiento de
protección, tanto nacional como internacional, el cual, en nuestro país, si bien,
tenemos una legislación, esta poco o nada se respeta, y, frente a ello, la piratería
e informalidad vienen creciendo sin que el Estado pueda frenarlas.

 Nos hemos acostumbrado ver en las calles de nuestra ciudad y diría en todo el
Perú, a personas inescrupulosas que comercializan obras pirateadas e impresas
en alguna imprenta clandestina, cometiendo infracciones penales con una
habitualidad que para los ojos de las personas que son honradas, pero ignorantes
de los artículos del Código Penal referente a estos ilícitos, les parece que es un
comerciante más, y como tal, más de uno ha salido en defensa de ellos cuando
las autoridades han decomisado las obras en manos de estos individuos,
pensando que no son actos delictivos. Empero, si son actos delictivos que afectan
un Bien Jurídico, como son los Derechos Intelectuales (derechos de autor).

El sujeto pasivo directo afectado es el autor, con un perjuicio patrimonial


tremendo, sin embargo, la propia colectividad también es afectada pues
moralmente se acostumbra a la convivencia de la ¨Piratería¨ y por ende a la
inmoralidad del comercio ilícito.

 Se debe respetar la creatividad humana ya que esta emana de lo más profundo


de la espiritualidad del hombre, de lo cognitivo e intelecto ya sea en obras
literarias, marcas registradas o patentes; un cuadro, una película, etc. Sea quien
fuese, merece una tutela jurídica, así como ser cubiertos por la ratio de las
normas jurídicos penales.

El reto fundamental del derecho de autor en el Perú es lograr una efectiva


protección tanto de los autores sobre sus obras literarias y artísticas y de los
titulares de derechos conexos, como de la salvaguardia del acervo cultural.
Asimismo, es indispensable crear una cultura de respeto al derecho de autor
donde los ciudadanos comprendan que respetar la legislación de propiedad
intelectual es una obligación de todos los peruanos.

El Perú tiene una legislación moderna, que reglamenta los derechos de autor,
pero que al igual que en diversas partes del mundo, es necesario políticas más
decididas para su aplicación.
BIBLIOGRAFÍA
 Antequera Parilli, Ricardo y Marisol Ferreyros Castañeda. “El nuevo derecho de
autor en el Perú”. Editorial Perú Reporting. 1996.

 Anuario Andino de Derecho Intelectual 3, Editorial Palestra, Lima 2007

 Anuario Andino de Derecho Intelectual 4, Editorial Palestra, Lima 2008

 Busta Grande, Fernando. El derecho de Autor en el Perú. Editorial GRIJLEY. Tomo


I. Primera Edición febrero 1997.

 Código Civil, Juristas Editores, Julio 2009.

 Constitución Política del Perú- Gaceta Jurídica.

 Derecho de Autor en el Perú, Fernando Busta Grande, Tomo I, Editorial Grijley,


1997.

 Derecho de Autor en el Perú, Fernando Busta Grande, Tomo II, Editorial Grijley,
1997.

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