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Xul Solar
no. 165
2 7
Políticas de una práctica cultural: Alberto Szpunberg, el poeta
el costumbrismo en estado de asamblea permanente
Zaida Capote Cruz
8
6
El especial
Sergio Cevedo
Eveline
Jame Joyce
2
ce integrar la colección por derecho propio,
pues «fue con Teodoro Guerrero uno de
Políticas de una
Políticas de una práctica cultural: colaboró» (Calcagno, 1878: 297). Manuel
el costumbrismo Larios, nacido en Panamá, pero tempra-
-Zaida Capote Cruz- namente avecindado en Cuba, donde fun-
práctica cultural:
(2) gió como empleado de Hacienda y «fue un
héroe, pues tras 35 años de servir cargos de
Poesía responsabilidad quedó cesante y pobre»,
Roberto Méndez Martínez
el costumbrismo*
también publicó «multitud de folletines
(5)
de crítica y costumbres» (Calcagno, 1878:
Portal 366-367). Acerca de José Agustín Millán
Eveline registra que «dio al teatro multitud de ju-
-Jame Joyce- En 1852 se publicó en La Habana la serie La gallega Virginia Felicia Auber de No- guetes de circunstancias […] y dejó otros
(6) de artículos de costumbres Los cubanos ya, Felicia en sus folletines dominicales del trabajos, pocos de los cuales han pasado de
pintados por sí mismos, pero tal sedicente Diario de la Marina, inaugura la colección. su época» (Calcagno, 1878: 425). También
América profunda repertorio de autorretratos fue duramente Calcagno intenta equívocamente defen- Rafael Otero era autor de comedias, publi-
Alberto Szpunberg, el poeta criticado por sus contemporáneos, notoria- derla de la acusación de facilismo, pues al có «una serie de folletines dominicales con
en estado de asamblea permanente mente en una reseña de Ildefonso Estrada par de reconocerle «algunos defectillos» el título de Observatorio Habanero» en el
(7) periódico Prensa (sic) y fungió como redac-
y Zenea aparecida en El Almendares el do- destaca su «viveza, talento y perseveran-
mingo 9 de mayo de 1852. ¿Por qué, si la cia» y se pregunta: «¿qué escritor tendría tor de publicaciones importantes, como La
Lo que viene...
mayoría de los autores incluidos había na- el valor […] para escribir semanalmente y Aurora, El Yumurí y la fusión de ambos:
El especial
-Sergio Cevedo- cido en Cuba, la percepción crítica acusó de durante muchos años un folletín dentro de La Aurora del Yumurí (Calcagno, 1878: 479-
(8) inauténtica la colección? Merece interrogar- unas mismas costumbres, en un mismo 480). Son los autores más prolíficos del
se el volumen y su nómina de colaboradores. círculo y para un mismo público?» (Cal- teatro vernáculo en estas fechas (Instituto
Vivir el cuento Anunciada como «edición de lujo», con cagno, 1878: 82). Un autor más lejano en el de Literatura y Lingüística, 2002: 320).
Veinte tubos de óleo ilustraciones de Víctor Patricio Landaluze y tiempo la describe así: Como puede deducirse de los bosquejos
y una revista pornográfica grabados de José Robles, el único tomo de biográficos aportados por Calcagno, la ca-
-Alberto Marrero- la colección fue compuesto en la Imprenta A los dieciocho, tan pronto como mu- lidad de algunos de ellos distaba de la que
(10) y papelería de Barcina, una de las principa- rió su padre, dio rienda suelta a su gra- le reconocía a otros, como José Victoriano
les imprentas habaneras. Su editor, Blas San fomanía: antes de cumplir los treinta Betancourt, a quien describe como «abo-
Aire fuerte gado, poeta, escritor público de costum-
La poesía del pensamiento
Millán, autor de la introducción al volumen, y tres había publicado nueve novelas
registrado por Domingo Figarola-Caneda en en siete tomos, comenzando por Un bres de los más chuscos y originales que
-George Steiner-
su Diccionario cubano de seudónimos como aria de Bellini (1843) y terminando por ha producido la literatura cubana» y, para
(11)
Blas María de San Millán, no solía vincularse Ambarina, «novela doméstica cuba- abundar, cita a Bachiller: «en ese género es
La letra que dialoga a tareas semejantes; quizás por eso el mo- na» que apareció en 1858. […] Fue la Betancourt el primero de los escritores cu-
Ser o no ser dramaturgo numental Diccionario biográfico cubano de folletinista más famosa de su época y banos por la verdad de sus descripciones,
-Rubén Sicilia- Francisco Calcagno —de cuyos datos debe- sin duda la mayor grafómana de las la gracia de su estilo, si bien algo inclinado
(12) ré abusar aquí— no registra su participación Antillas (Fornet, 1994: 129). al exceso de realismo que tanto afea en la
en el proyecto. Malagueño, destacado mi- novela al graciosísimo Paul de Kock» (Cal-
Premios de la crítica 2020 cagno, 1878: 113-114). Betancourt y Bachi-
litar del ejército español, participante en el Acerca de Salantis, seudónimo corres-
(14) ller, con José de Quintín Suzarte y Manuel
sitio de Zaragoza, San Millán se había visto pondiente al canario Andrés Stanislas Ro-
obligado a emigrar a Francia junto a otros may,1 dice Calcagno que es «crítico de Costales y Govantes habían fundado La
De todas partes Siempreviva en 1838. Otra recomendación
(15) liberales. Enseñó en varios colegios cuba- autoridad», autor de folletines y «por mu-
nos y en el Liceo, y publicó en El Artista va- chos años fue corredactor y administrador de Costales provenía de su inclusión en Pa-
rias críticas teatrales (Calcagno, 1878: 576). del Diario de la Marina, después administró seo pintoresco por la Isla de Cuba, de 1841,
Su insuficiente notoriedad ha hecho que, en La Voz de Cuba, y luego el Diario de la Tar- la primera publicación ilustrada. Los edi-
ocasiones, se le adjudique esta reunión de de, Avisador Comercial». Además, y aquí tores de los cuadernillos publicados en La
Directora Habana entre 1841 y 1842 «por el estable-
Basilia Papastamatíu artículos a José Agustín Millán, uno de los no sabemos si tomar en serio o en sorna
colaboradores (Fornet, 1994: 129-130), o se a Calcagno, «posee inédito un Diccionario cimiento litográfico del Gobierno y Capita-
Subdirector tome la firma de aquel como un seudóni- inglés español y español inglés más exten- nía General» exponían claramente la raíz
Rogelio Riverón
mo de este. so que el de Daniel Webster» (Calcagno, comercial de su proyecto, pues firmaban
1878: 600-601). Sobre otros de los autores sinceramente la «Introducción» a la co-
Edición y corrección Si revisamos las entradas biográficas del
lección de estampas como «Los Empre-
María Guadalupe Rouco Núñez Diccionario… de Calcagno, entenderemos incluidos —Dr. Canta-Claro, Fabio, Manuel
sarios».4 Según Calcagno, a Costales le
el sustrato inicial de la prevención crítica G. de Aguilar, Licenciado Vidrieras, Ramón
Diseño sobran méritos, pues «la fluidez y pureza
Lisvette Monnar manifestada por Estrada y Zenea, así como I. Morales, Santiago Savage— no hay datos
de su lenguaje, la profundidad de sus ideas,
el rechazo posterior a la ausencia de los confiables en los registros de los bibliógra-
su acierto en los consejos, le valieron la
Comunicación más importantes costumbristas cubanos fos cubanos, con lo cual podría aventurarse
Giselle Lucía Navarro consideración de ser uno de los mejores
en activo: Anselmo Suárez y Romero, Cirilio que corresponden a autores poco conoci-
escritores de su país: sus luminosas pro-
Consejo Editorial Villaverde y, sobre todo, Gaspar Betancourt dos en el ámbito literario del momento.2
ducciones, especialmente sobre educación
Jesús David Curbelo, María Elena Llana, Cisneros, El Lugareño. Como expone Estra- Salta a la vista, además del peliagudo
de la mujer,5 han resuelto más de una duda,
Leyla Leyva, Marilyn Bobes, Enrique Pérez Díaz, da y Zenea: asunto de la nacionalidad, la presencia cier-
Nelson Simón, Daniel Díaz Mantilla sentado más de una reforma y desarraiga-
tamente abrumadora de firmas asociadas
do más de un cáncer envejecido en nuestro
Coordinación La primera circunstancia que nos hi- a la prensa y el teatro. Incluso Landaluze
cuerpo social» (Calcagno, 1878: 210-211).
Betsy Molina zo prevenir en contra de la citada pu- había estrenado en 1852 su zarzuela Doña
A José María de Cárdenas y Rodríguez,
blicación, fue la observación que no Toribia (Instituto de Literatura y Lingüística,
Centro Cultural Dulce María Loynaz Jeremías de Docaransa, le llamaban el
pudimos menos de hacer inmediata- 2002: 318).3 Habida cuenta de las preven-
Calle 19 #502, esq. a E «Mesonero Romanos de Cuba»6 y ganó el
El Vedado, Plaza, La Habana, Cuba mente, de que en la extensa lista de ciones de los mejores autores del momen-
aplauso de publicaciones europeas por la
colaboradores que aparecían en el to contra el periodismo fácil y el teatro de
excelencia de sus textos; algunos de los
Teléfono Prospecto, no todos eran hijos de Cuba mayor popularidad, es lógico que los lec-
(537) 835-2732-34 ext. 101 cuales se tradujeron al francés. En 1847 pu-
y ya esto solo era bastante para que tores ilustrados desconfiaran de la calidad
blicó una Colección de artículos satíricos y
no pudiésemos prestar crédito a la del libro. Del habanero Eugenio Arriaza dice
Correo de costumbres y en 1881 Bachiller lo inclui-
mstavrou@enet.cu obra por más que algunos de sus ar- Calcagno que «la extravagante idea de po- ría en sus Tipos y costumbres de la Isla de
tículos fuesen escritos por cubanos y ner el Quijote en octavas y la cencerrada Cuba; su ausencia hubiera sido ciertamen-
En Internet representasen verdaderamente tipos periodística que por esto mereció, hicieron
www.cubaliteraria.cu/revista/laletradelescriba/ te inexcusable.
index.html del país; porque un tipo, no son todos su nombre popular por los años de 1849 y
los tipos; un individuo no es un pue- siguiente» (Calcagno, 1878: 78). Cirilo Vi-
En Facebook blo, así como para que un retrato sea llaverde lo menciona, como empresario * Fragmento del libro Tribulaciones de España
https://www.facebook.com/La-Letra-del-Escriba teatral, en el capítulo VI de la Cuarta Parte
parecido, no basta que se haya co- en América. Tres episodios de historia y ficción, re-
piado con toda exactitud una mano de Cecilia Valdés (Villaverde, 2018: 465). Por cientemente galardonado con el Premio Alejo Car-
(Estrada y Zenea, 1852: 268). su parte, Joaquín García de la Huerta pare- pentier de Ensayo.
3
José Joaquín Hernández publicó Cua- zable, además de constituirse en denuncia a garrote vil. Pocos meses antes Estrada y te había publicado en la Revista de la Habana varios
dros literarios en 1846, y un año más tarde soterrada de la circunstancia colonial.9 Su Zenea, el acérrimo crítico de Los cubanos…, artículos críticos bajo el seudónimo El Licenciado Vi-
fungió como redactor, con Francisco Baralt reproche acerca de la nacionalidad de los le había alquilado unas habitaciones para el driera, creímos que este del gallero sería suyo; pero
y Pedro Santacilia, del periódico Ensayos li- autores reunidos quizás parezca exagera- establecimiento de su imprenta, contratán- él nos asegura que no; que ese cuadro excelente se
terarios. De Andrés López Consuegra solo do o cuando menos extemporáneo; pero dole además la impresión de El Almenda- debe a otro escritor que posteriormente ha usado
dice Calcagno que escribía en La Habana res. Un tal Emilio Johnson delató a Faccio- su mismo seudónimo. Sentimos no poder estampar
alcanzó a revelar cómo nombres impres-
la firma del autor, por ignorar quien sea. - L.L. E.E.»
hacia 1841 para el teatro y que su obra El cindibles del costumbrismo insular fueron lo ante los esbirros del gobierno, aunque
(Bachiller y Morales, 21). Ángeles Ezama Gil da cuen-
Doncel se puso en el Teatro Tacón por la remplazados por autores mucho menos por «muchos años se creyó que el delator
ta de un autor con ese mismo seudónimo activo
compañía de Duclós (Calcagno, 1878: 377). hábiles. La vitalidad de la censura oficial y había sido Ildefonso Estrada Zenea» (For-
en 1897, interesado en constreñir la participación de
La «Sátira contra ciertos títulos de colec- aquella «paradoja cubana» (Fornet, 1994: net, 1994: 33-34). Difícilmente podría aquel
las mujeres (de Emilia Pardo Bazán, específicamen-
ciones de versos» de Federico Milanés, au- 34-36) —el afianzamiento del monopolio comentarista aplaudir una imagen de Cuba te) a «los límites marcados por el buen gusto a la
tor de varias comedias y editor de la obra de de los impresores españoles en la impren- dibujada por plumas ajenas o simpatizan- jurisdicción de la mujer literata» (Ezama Gil, 108)
su hermano José Jacinto, resultó premia- ta cubana— son datos de época que con- tes de la causa integrista. En el teatro de a propósito de la presencia de mujeres en la tribu-
da en el Liceo en 1848 por un jurado del tribuyen a componer el paisaje de salida operaciones simbólicas del mundo editorial na del Liceo Artístico y Literario de Madrid.
que era parte San Millán (Calcagno, 1878: al mundo de esta colección de estampas de entonces, profundamente marcado por 3
De Landaluze dice Juan David que había llegado
424-425). plásticas y literarias y a evaluar sus coinci- la censura, cualquier señal era enseguida a Cuba por Cárdenas entre 1847 y 1850 y que sus
A Manuel de Zequeira y Arango, en cuan- dencias y distancias respecto de sus coetá- registrada, decodificada y contestada en primeras actividades fueron las de «crítico teatral y
to poeta, Calcagno no le reconoce más mé- neas americanas. términos políticos. Una consecuencia ine- escritor costumbrista».
rito que el de ser un iniciador: «su mérito Las prevenciones de Estrada y Zenea no vitable de la condición colonial. 4
Hay edición reciente de ambas colecciones: Los
está en su época y sus poesías tienen una se limitaban a la nacionalidad efectiva (cul- Incluso haciendo a un lado las repri- cubanos pintados por sí mismos. Edición facsimilar.
importancia puramente histórica»; tam- tural, digamos) de los autores invitados, le mendas del crítico y sus aprensiones tal vez Introducción por Alberto Hernández Chiroldes. Mia-
poco le reconoce grandes merecimientos indignaba la imagen que la colección daba excesivas, la colección no consigue calificar mi, Ediciones Cubanas, 1992, y Paseo Pintoresco por
en otros géneros, en desacuerdo con sus de los cubanos y, sobre todo, de las cuba- como testimonio de realidad. A menudo se la Isla de Cuba. «A manera de prólogo», por Luis
panegiristas Ramón Zambrana y Tomás Ro- Aguilar León, «Los grabados del Paseo Pintoresco
nas. Preocupado por la distorsión de los le adjudica al costumbrismo un afán pinto-
may (Calcagno, 1878: 717-720). Como ha- por la Isla de Cuba», por Emilio Cueto. Miami, He-
retratos y el mal gusto de muchos de ellos, resco; sin embargo, sus mejores exponen-
bía muerto hacía más de un lustro cuando rencia Cultural Cubana/Ediciones Universal, 1999.
llegaba a notar, por ejemplo, que en el gra- tes juzgaron con penetración los problemas
se publicó el libro, el Zequeira de Los cuba-
5
Se refiere a Educación de la mujer, opúsculo
bado correspondiente a «El amante de ven- sociales de su época, promoviendo discu- que entre 1852 y 1884 alcanzó siete ediciones.
nos… bien podría ser su hijo, Manuel de Ze- tana» este llevaba un tabaco (lo cual parece siones políticas importantes. En el caso de 6
Acerca de la predilección por Mesonero frente
queira y Caro, pues tanto en «El gurrupié»
a Mariano José de Larra, dice Portuondo con cierto
como en «El litigante» se hace referencia
esquematismo y obviando, por cierto, las denuncias
a la «colección» y a la obra «que con
políticas de varios de los costumbristas ausentes
beneplácito de esta Antilla publicamos», de esta colección: «La razón es obvia: Larra es un
además de que, en el segundo, llega a men- escritor esencialmente político y comprometido;
cionar incluso alguna crítica descontenta. Mesonero Romanos, por el contrario, es un amable
Siempre según Calcagno, Zequeira y Caro contador de cuentos de la clase media española,
era socio de la Real Sociedad Económica muy simpático, exquisito escritor, pero no plantea
desde 1841 y un año antes había editado la problemas, no es un crítico mordaz de la situación
obra de su padre. existente, como lo fuera Larra. De aquí que los escri-
Algunas ausencias resuenan en esta tores cubanos, que eran los exponentes de la mane-
nómina, ciertas «reconocidas exclusiones, ra de ver la realidad de la clase dominante burguesa,
debido a razones políticas, de Gaspar Be- prefirieran imitar al amable Mesonero Romanos y no
tancourt Cisneros, El Lugareño, y Anselmo al atrevido Fígaro» (Portuondo, 1972: 61-62).
Suárez y Romero, entre otros autores del 7
De ellos dice Adis Barrio: «Captados en el am-
género» (Argüelles Acosta, 2016: 132). El biente rural, penetra el autor en la vida del campe-
Lugareño, autor de unas populares «Es- sino pobre y en la del esclavo. Son escenas sombrías
cenas cotidianas» que había publicado en que delatan el dolor de la esclavitud […] y que no
su natal Puerto Príncipe desde 1837, activo pueden disimular la antipatía del escritor por tan
conspirador y partidario de la anexión, se oprobioso sistema» (Instituto de Literatura y Lin-
güística, 311).
hallaba en el destierro para la fecha de pu- 8
En el Paseo pintoresco… colaboraron Bachi-
blicación de Los cubanos… Sobre él escri-
ller, Tranquilino Sandalio de Noda, Manuel Costa-
biría Anselmo Suárez y Romero: «quisiera
Victor Patricio Landaluze les, Ildefonso Vivanco, Villaverde y José Victoriano
yo que tuviéramos siquiera una docena de
Betancourt, entre otros. La descripción de las cos-
hombres de su saber y su temple» (Calcag- tumbres, sin ser objeto del libro, asoma de vez en
no, 1878: 112). El propio Suárez, miembro
confirmar que cuestionaba el prospecto, Los cubanos… una ausencia refulge tanto cuando en el juicio de sus autores acerca del com-
del círculo liderado por Domingo del Monte, portamiento de los cubanos.
porque en el dibujo definitivo no hay tal). Era que llega a cegar. Es la ausencia impensa-
había contribuido a la denuncia de la escla- 9
A propósito, merece pensarse la disputa por
impensable, decía, que un caballero criollo ble de la esclavitud y de los negros. Ningún
vitud en Cuba al comisionado inglés Richard la identidad, muy relacionada con esta suerte de
en trances de amor semiclandestino dela- tipo representa al esclavo, al cimarrón y ni
R. Madden con su novela Francisco, que so- genealogías y clasificaciones de «tipos», por el
tara así su presencia a la familia de su ama- siquiera al gran héroe del esclavismo co-
lo vino a publicarse póstumamente. Publi- derecho a nombrarse a sí mismos (y a describirse,
da, aun cuando ese hubiera sido un rasgo lonial, el rancheador.10 Téngase en cuenta
caría en 1859 una Colección de artículos,7 claro) y el modo en que la «distribución de iden-
ciertamente cubano. Sin embargo, las críti- que Francisco, de Suárez y Romero, había
y era para entonces una de las voces más tidades sociales» articuló «formas de explotación
cas más serias se refieren a la perversión de sido escrita en 1838 y Pedro José Morillas
autorizadas en el retrato de costumbres, lo y de control del trabajo y las relaciones de género»
los retratos de algunos tipos, notoriamente tenía inédita El ranchador —que publicaría
mismo que Bachiller, quien había participa- (Quijano, 2017: 425) para los desposeídos y subor-
el del tabaquero. La industria del tabaco era en 1856 en La Piragua— desde 1839, año dinados en cualquier grado, tanto como estrategias
do ya en las estampas del Paseo pintoresco
uno de los pilares de la economía cubana y de escritura de la Autobiografía de Juan de dominación cultural.
por la Isla de Cuba (1841).8 Betancourt, Suá-
en tanto tal había vivido episodios heroicos Francisco Manzano, que aparecería al año 10
En su conferencia «Landaluze y el costum-
rez, Villaverde y Bachiller hubieran prestado
contra el dominio colonial. Los tabaqueros siguiente traducida al inglés por Richard brismo en Cuba», dictada en el Museo Nacional el 3
mejores servicios que algunos de los cola-
boradores de Los cubanos pintados por sí eran ya el epítome del obrero cubano y a Madden.11 El Diario de un rancheador, de de mayo de 1966, José Antonio Portuondo atribuye
mismos, pero eso ya pertenece al terreno Estrada y Zenea le molestó sobremanera Villaverde, no vería la luz hasta 1890; pero esa ausencia de la imagen del negro al desconoci-
de lo ideal. ¿Fueron razones políticas las que que los pintaran como aficionados al juego y ya en 1841 Gertrudis Gómez de Avellaneda miento de la realidad cubana: «Una de las cosas que
los apartaron de este proyecto? ¿Afinidades la bebida. El integrista Landaluze esgrimiría había retratado la esclavitud, bien que idea- podría hacer pensar que Landaluze no había estado
públicas? Cuesta pensar estas sin conexión luego su «lápiz hostil» (Casey 1964: 128) en lizada, en Sab, y José María Heredia había en Cuba, es que en ese primer álbum que él ilus-
denunciado tempranamente —en su «Him- tra no aparece jamás un personaje de color. Y, en
con cálculos políticos, sobre todo porque, Don Junípero (1862), contra los tabaqueros
no del desterrado» de 1825— la oposición cambio, cuando Landaluze ilustra el segundo álbum,
en tanto empresa comercial, firmas nota- y las tabaquerías, consideradas reductos
hay muchos personajes de color, y él se regusta en
bles como las de Suárez o Villaverde (para sediciosos por antonomasia.
la pintura de personajes negros y mulatos y, sobre
entonces también exiliado en Nueva York), A propósito de la dominación española 1
También lo registra así Domingo Figarola-Cane- todo, mulatas» (Portuondo, 1972: 59). Pero es una
cercanos al separatismo, hubieran podi- sobre el arte y la industria de la imprenta en da en su Diccionario cubano de seudónimos. Anto- ausencia no solo notoria en los grabados, sino tam-
do engrosar las ganancias por suscripción Cuba vale recordar un dato que involucra a nio Bachiller y Morales lo atribuye a Miguel Porto y bién en los cuadros costumbristas cuyos autores sí
y ventas. Suponer la posibilidad de tales quien quizás fue el crítico más notorio de Stanislas. que vivían en Cuba.
presencias quizás sea demasiado en aquel la colección. En 1852 el impresor Eduardo 2
Cuando reproduce en su Colección de artículos: 11
La conspicua figura del rancheador traspasó las
contexto editorial. Facciolo, artífice del periódico clandesti- Tipos y costumbres de la Isla de Cuba la estampa «El fronteras de la Isla: en junio de 1843 vio la luz en Le
La crítica de Ildefonso de Estrada y Zenea no La Voz del Pueblo —financiado por los Gallero», Bachiller juzga necesario aclarar: «Como Commerce de Paris «El arranchador. Novela escrita
nos da un testimonio de época irrempla- anexionistas—, fue apresado y condenado sabíamos que el conocido escritor D. José Q. Suzar- por A. M. de Jonnès» (Sarría).
4
entre «las bellezas del físico mundo» y «los todos revueltos, y formar luego los cuadros, típico representante de lo cubano, porque David, Juan: La caricatura: tiempos y hombres,
horrores del mundo moral» de una tierra las escenas, que a la fuerza han de ser in- esa industria empleaba a buena parte de prólogo de Luz Merino Acosta, Ediciones La Memo-
cuyo progreso se basaba en el trabajo escla- fernales y diabólicas; ¡pero ciertas, eviden- los habitantes del país, merece respeto, y ria (Colección Majadahonda), La Habana, 2002. Co-
vo. Si las referencias literarias no bastaran, tes!» (Del Monte, 2002: 65), y dos años la imagen aportada por Salantis no le hace pia digital, sin paginar.
la experiencia en 1844 del proceso represivo después insistía: justicia. Hay que decir que los tabaqueros De Estrada y Zenea, Ildefonso: «Los cubanos
desatado tras el descubrimiento de la Cons- mantuvieron una historia de rebeliones y pintados por sí mismos», El Almendares, La Ha-
piración de La Escalera (Barcia Zequeira y …es preciso presentar los contrastes conspiraciones contra el poder colonial que bana, domingo 9 de mayo de 1852, t. 1, no. 17, pp.
Barcia Paz, 2001) sería suficiente a demos- de los dos colores de nuestra pobla- 267-271.
los hacía, como apuntamos antes, cubanos
De Juan, Adelaida: Pintura y grabado colonia-
trar la presencia del tema en la vida cubana. ción; los negros y los blancos traba- por antonomasia. La estampa de Salan-
les cubanos. Contribución a su estudio, La Habana,
En Los cubanos… los negros apenas jándose mutuamente, pervirtiéndose tis menoscababa un símbolo, de ahí la in-
Editorial Pueblo y Educación (Cuadernos H-Arte),
asoman, aunque se mencionen las esqui- hasta en lo más indiferente de la vida, tempestiva reacción del reseñista. En aquel
1974, p. 48.
faciones y otras realidades como de paso; de tal manera que en los blancos se cargado ambiente, que un malagueño, aun
Del Monte, Domingo: «Carta a José Luis Alfonso,
casi no están en los textos y mucho menos ven a los negros, y en los negros a los profesional respetado como Blas San Millán,
marqués de Montelo, La Habana, 10 de febrero de
en las ilustraciones. Tal es la gran carencia blancos. […] parece que se ha tenido hablara en nombre de los cubanos, pare- 1839», Revista de la Biblioteca Nacional, La Haba-
de un libro que, queriendo pintar Cuba y a y se tiene miedo, o se tiene escrúpu- cía el colmo. Por eso él mismo aludía en su na, 1910, t. IV, pp. 93-94.
sus habitantes, obvió el gran tema de aquel lo o asco de presentar a los negros en «Introducción» a su extranjería: «estos Del Monte, Domingo: Centón epistolario (volu-
siglo: la esclavitud. la escena […] como si no estuviése- son nuestros propósitos, o por mejor decir men IV). Ensayo introductorio, compilación y notas,
Del ilustrador Víctor Patricio Landaluce mos en la realidad, no ya juntos, sino los de los autores de estos cuadros, a que Sophie Andioc, La Habana, Ediciones Imagen Con-
(sic) Calcagno da pocas noticias. Lo descri- injertados, amalgamados como cual- no pertenece el que escribe estas líneas, temporánea (Biblioteca de Clásicos Cubanos), 2002.
be apenas como un «Notable caricaturis- quiera confección farmacéutica (Del pues lo contrario sería una contradicción Domínguez, Daylet: «Cuadros de costumbres
ta peninsular, y regular pintor de escenas Monte, 2002: 140). del título de la obra».14 Cuando alababa la en Cuba y Puerto Rico: de la historia natural y la li-
de costumbres: en 1862 fundó el periódico veracidad de los retratos y el profundo auto- teratura de viajes a las ciencias sociales», Revista
Don Junípero, satírico y de caricaturas: el conocimiento de aquel ejercicio como un Hispánica Moderna, New York, dic. 2016, vol. 69,
año 81 ilustró la obra Tipos y costumbres «verdadero servicio al país y a las letras», no. 2, pp. 133-149.
de la Isla de Cuba» (Calcagno, 1878: 366). San Millán estaba presentando un libro que Ezama Gil, Ángeles: Las musas suben a la tribuna.
Sus ilustraciones en Los cubanos… carecen nunca llegó a existir. Visibilidad y autoridad de las mujeres en el Ateneo de
de la gracia, la movilidad y el colorido de las Madrid (1882-1939) [Logroño], Genueve Ediciones
incluidas luego en Tipos y costumbres…, (Ciencias Sociales y Humanidades, 19), 2018.
12
José Antonio Portuondo, como ya dije, justifica
que lo consagrarían como el mejor pintor Figarola-Caneda, Domingo: Diccionario cubano
ese desasimiento de la realidad insular con el argu- de seudónimos, La Habana, Imprenta El Siglo XX,
de tipos cubanos de la sociedad colonial.12
mento de que por entonces el pintor no había llega- 1922.
Los grabados de José Robles —quién sabe
do a Cuba: «las personas que han trabajado sobre Fornet, Ambrosio: El libro en Cuba, siglos xviii
si la técnica haya influido en el resultado—
él afirman que Landaluze debió llegar a La Habana y xix. La Habana, Editorial Letras Cubanas, 1994.
reproducen trazos tensos, generalmente entre 1861 y 1863. Así, por lo menos, lo afirman Guy
rectos, y personajes cuya fisonomía podría Instituto de Literatura y Lingüística, José Anto-
Pérez de Cisneros y Loló de la Torriente». Aun así, nio Portuondo Valdor: Diccionario de obras cubanas
ser de Cuba tanto como de España u otro en la versión impresa de su texto consigna la opi- de ensayo y crítica, t. I. Dirigido por Zaida Capote
lado. Del mismo modo, las escenas trans- nión de Guillermo Sánchez Martínez, quien asegura,
curren en paisajes donde apenas asoman Victor Patricio Landaluze Cruz. Coordinado por Cira Romero, La Habana, Edi-
en un artículo aparecido en la revista Universidad de ciones Unión, 2013.
rasgos del entorno y los hábitos cubanos. La Habana (julio-agosto, 1966, pp. 83-92), que el _____________________: Historia de la lite-
Adelaida de Juan se refiere a las firmas (los Los autores de Los cubanos pintados pintor arribó a Cuba alrededor de 1850 y se instaló
ratura cubana (t.1), La colonia: desde los orígenes
grabados, por José Robles; las litografías, por sí mismos eludieron el gran tema litera- en Cárdenas (Portuondo, 1972: 58).
hasta 1898, t. I, La Habana, Editorial Letras Cuba-
marcadas por la inicial de Landaluze) y hace rio y plástico —y, claro está, político— de la 13
La distinguida Condesa de Merlin refería sin in-
nas, 2002.
notar la ausencia de negros o mulatos, en sociedad cubana. Tampoco en su ácida crí- mutarse en 1844: «Los enemigos más temibles de
Instituto de Literatura y Lingüística de la Aca-
cuya representación se iniciará este último tica Ildefonso de Estrada y Zenea se refirió a los ladrones son los perros. […] Cuando se deser-
demia de Ciencias de Cuba, Diccionario de la li-
dos años más tarde, cuando ilustre las pá- una ausencia tan evidente. ta [sic] un esclavo, conduce el mayoral un perro al
teratura cubana, t. II, La Habana, Editorial Letras
ginas de Fiestas con motivo de la llegada del No hay en estas estampas profundo sa- bohío o cabaña del fugitivo, y aplica a las narices del
Cubanas, 1984.
Exmo. Sr. Don José de la Concha, de Creto bor cubano porque no hay una palabra so- mastín cualquiera de las prendas del negro. A veces
Menocal, Feliciana: «Índice general de El Plan-
Gangá, impreso en La Habana en la Litogra- bre la esclavitud; apenas aparecen esclavos; suele trabarse un combate entre el negro y el perro;
tel», Revista de la Biblioteca Nacional José Martí,
fía del Progreso. En el futuro, y ahí «radica no hay negros curros, mayorales, caleseros, pero este último lleva siempre la ventaja, y aunque
La Habana, enero-diciembre, 1961, 3ª época, año 3,
su talento mayor», dice De Juan, añadirá a cimarrones ni rancheadores, y salvo unas sea herido, no suelta su presa. Con un tino y una
no. 1-4, pp. 160-161 y 163.
sus personajes «esa nota individualizado- pocas excepciones, pareciera que en Cuba ligereza admirables, salta sobre su contrario, pro-
Merlin, Condesa de: Viaje a la Habana. Introduc-
curando agarrarle las orejas, y una vez conseguido
ra que convierte a las figuras pintadas en no hay negros, a juzgar por esa pintura dis- ción de Salvador Bueno. «Apuntes biográficos de la
su objeto, clava los dientes con tanta fuerza, que el
representaciones de seres vivos» (48). Sus torsionada o borroneada de la realidad de Condesa de Merlin», por Gertrudis Gómez de Ave-
dolor hace sucumbir al negro y entregarse a mer-
ilustraciones fueron usadas en otros espa- la Isla. Esto, cuando los periódicos cubanos llaneda, La Habana, Editorial Arte y Literatura, 1974.
ced de su contrario, el cual se contenta entonces
cios: El libro en Cuba… reproduce un artículo no pasaban de ser «boletines del esclavis- Milanés, José Jacinto: «Carta a José Antonio
con hacerlo levantar y conducirlo a donde están sus
de La Piragua (1856) sobre los improvisa- mo» (Fornet, 1994: 122) y la esclavitud era Echeverría, Matanzas, febrero 5 de 1852», en Con
compañeros» (Merlin, 1974: 105).
dores incontinentes, «D. Brígido Repenti- un tema tan naturalizado que se abordaba 14
José Antonio Portuondo, en su lectura de la
la lengua de la pluma. Cartas enviadas y recibidas
na», que se acompaña de la que en el libro sin resabios morales.13 Una verdadera pin- gráfica de Landaluze, no advierte el contrasentido
por José Jacinto Milanés (1835-1852). Compilación,
responde al artículo de García de la Huerta tura de la sociedad cubana forzosamente introducción y notas, Cira Romero, Matanzas, Edi-
que dio pie a la crítica de Estrada y Zenea. Todo lo
«El vividor (guagüero)», aquí llamado «D. debía incluir los «tipos» que sostenían la ciones Matanzas, 2018.
contrario, alaba la labor de San Millán porque «este
Críspulo Intruso» (Fornet, 1994: 127). Tal máquina económica colonial, tanto como el Portuondo, José Antonio: «Landaluze y el cos-
español […] realizó su colección de artículos par-
ductilidad acusa la falta de especificidad no paisaje obligado del ingenio o el cafetal. Con tumbrismo», Revista de la Biblioteca Nacional José
tiendo del concepto correcto de lo que es el sentido
solo de la figura, sino también de los trazos su visión pintoresca de la realidad, el cos- Martí, La Habana, año 63, no. 1, enero-abril, 1972,
de la nacionalidad» (Portuondo, 1972: 57).
del carácter, ajustable a un tipo distinto de tumbrismo se aleja del realismo, de visión pp. 51-83.
Quijano, Aníbal: «Colonialidad del poder, cultu-
aquel para el cual había sido concebido. más crítica. Sin embargo, las colecciones de BIBLIOGRAFÍA ra y conocimiento en América Latina», en La colo-
Cuando ilustra Los cubanos… Landaluze tipos y costumbres —con sus escenarios,
Argüelles Acosta, Pablo: «Los cubanos pintados nialidad del poder, La Habana, Fondo Editorial Casa
no es aún el artista notable por «su fideli- vestidos y actitudes supuestamente propias
por sí mismos», en Obras y personajes de la litera- de las Américas, 2017, pp. 421-438.
dad a los detalles, su capacidad de captar de los cubanos— creaban una aparente ins-
tura cubana, Editorial Letras Cubanas, La Habana, Rodríguez Herrera, Esteban: Léxico mayor de
los rasgos más característicos, la ligereza y tancia testimonial.
2016, pp. 131-132. Cuba, t. II, La Habana, Editorial Lex, 1959.
habilidad de su trazo. […] el único que se in- Además de la nacionalidad de algunos de
Bachiller y Morales, Antonio (ed.): Colección de San Millán, Blas (ed.): Los cubanos pintados por
teresa por reproducir ampliamente los tra- sus colaboradores, Estrada y Zenea rechaza sí mismos. Colección de tipos cubanos. Edición de
artículos: Tipos y costumbres de la Isla de Cuba por
jes, adornos rituales, danzas de las distintas la inserción del cuadro «La Coqueta», pues lujo ilustrada por Landaluze, con grabados de José
los mejores autores de este género, Imprenta del
“naciones” de los negros en Cuba». Tam- habiendo Felicia juzgado que este personaje Robles, t. I, Habana, Imprenta y papelería de Barci-
Avisador Comercial, La Habana, 1881.
poco ha llegado a ser todavía «el gran pin- no es típico de Cuba, anota él además que la na, Calle de la Reina no. 6, 1852.
Barcia Zequeira, María del Carmen y Manuel
tor del gobierno esclavista» (De Juan, 1974: estampa ni siquiera tiene el valor de haber Barcia Paz: «La conspiración de La Escalera: el pre- Sarría, Leonardo: «Noticia sobre Alexandre Cé-
56) o el autor de una tipología reconocible sido redactada por una cubana. Tampoco lo cio de una traición», Catauro. Revista Cubana de sar Moreau de Jonnès», en Raros y valiosos de la
por sus protagonistas. Para Juan David, to- complace la efigie de marras, pues más bien Antropología, La Habana, año 2, no. 3, enero-junio, literatura cubana decimonónica, La Habana, Edito-
davía en esta colección el «dibujo es frío, la le parece retrato de una manola madrileña 2001, pp. 199-204. rial UH, 2019, pp. 165-215.
expresión incolora» (David, 2002). o una cigarrera gaditana. Luego de censurar Calcagno, Francisco: Diccionario biográfico cu- Villaverde, Cirilo: Cecilia Valdés o la Loma del
Volviendo al tema de la escasa presencia el mal gusto de artículos como «El leche- bano, Imprenta y papelería de N. Ponce de León, Ángel. Edición anotada por Reynaldo González y
de personajes negros, ya en 1836 Félix Tan- ro», que no tienen «por donde el diablo los New York, 1878. Cira Romero, La Habana, Ediciones Boloña (Colec-
co le había escrito a Del Monte: «los negros coja», se centra en su crítica de «El Taba- Casey, Calvert: «Hacia una comprensión total ción Raíces), 2018, p. 465.
[…] son nuestra Poesía […]; pero no los ne- quero» de Salantis, «otro de los que sin ser del xix», en Memorias de una isla, Ediciones R, La VV. AA.: Los mexicanos pintados por sí mismos,
gros solos, sino los negros con los blancos, cubano, ha pretendido retratarnos». Este Habana, 1964, pp. 119-131. México, Imprenta de M. Murguía y Ca., 1854.
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Alberto Szpunberg falleció en noviembre de 2020 en Barcelona a los 80 años, como consecuencia
de problemas de salud agravados por el Covid-19. De este poeta tan querido y admirado, uno de
los mayores de la generación del 60 en Argentina, publicamos algunos poemas y reproducimos
el emotivo y muy justo texto de Silvina Freire aparecido en Página 12 el 16 de noviembre de 2020. APUNTES, I
Es así, como la lluvia en la tarde,
nunca termino de llegar al fondo de
tus ojos.
Demasiado dolor para hablar
sueltamente del futuro,
cuando el húmedo brillo de la corteza
huele a un bosque
crecido de golpe en el corazón del
invierno, esta tarde,
esos muertos.
Alberto Szpunberg,
En la hornalla ronronea el agua.
Encendamos un cigarrillo en su fuego
y fumemos tranquilos:
el poeta en estado de
existes, vivimos, y creo que te amo.
asamblea permanente
ausencia?». El verso final de uno de los
poemas de El nombre revelado (Ediciones Y DESCUBRE AL PROLETARIADO
en Danza, 2016), como si lo más íntimo se Tiene razón el compañero Obrero del
dirimiera en la distancia, volvió a la memoria Vidrio:
cuando llegó la noticia que nos rompió el co-
yo empecé como copista del Libro,
razón: el entrañable Alberto Szpunberg, uno
de los grandes «poetas de la generación del
hasta 1976. El mar no cabía en la valija fami-
liar: Szpunberg se exilió en El Masnou (Bar- Silvina Freire letra por letra, punto
por punto, hasta que una primavera
60» -una etiqueta que no contenía la di- celona, España), el 9 de mayo de 1977, con
versidad de su obra- murió el viernes 13 de su pequeña hija Victoria, nacida en Buenos Poesía Antonio Machado en Francia; El libro me di cuenta de que
noviembre en Barcelona, a los 80 años, en el Aires. En Barcelona, la familia se agrandó con de Judith (2008) y Como sólo la muerte es nunca lo mismo es lo mismo:
hospital La Alianza, por complicaciones oca- la llegada de Sabina. En el exilio, intentando pasajera (2013), su poesía reunida por En- era justo el momento en que yo
sionadas por la Covid-19. «Siempre se debe esquivar la nostalgia y tanto dolor por «las tropía. El poeta concluía un poema por una empezaba a copiar el
empezar por lo más pequeño», repito otro treinta mil ausencias», escribió Su fuego en cuestión de «oído interior»: «Uno afina un primer signo cuando el aire de la siesta
verso que recuerdo del extraordinario La la tibieza (1981), el libro del desarraigo con el poquito el violín, después el contrabajo, el abrió de golpe
academia de Piatock (Alción, 2010), ejem- que ganó el premio Alcalá de Henares. piano y en qué clave tocarlo: si en la ma- las ventanas y eché una mirada, una
plar dedicado con su letra de niño en estado Cálido y sencillo hasta lo indecible, Szpun- yor o en la menor. Eso es así, al menos en sola mirada al
de asombro permanente, en la que me da la berg era un poeta con el ego tan domesti- mi experiencia», explicaba ese trabajo de inmenso mundo:
bienvenida al mundo de Piatock con su ca- cado que no parecía un poeta argentino. pulido sonoro de lo escrito. Algunos de sus no lo volvería a ver hasta levantar
ballo que sueña; libro que me acompaña en «Recorrimos todos los rincones del mundo poemas fueron convertidos en tangos y val- la vista de la última letra,
este trance amargo de la despedida. y las preguntas/ son las mismas:/ ¿dónde secitos por el bandoneonista César Strocio,
no tuvimos hijos y sembramos muertos?/
del último punto,
La llamita de la poesía, que apareció grabados por el Cuarteto Cedrón; y junto
¿dónde no mordimos el polvo y volvimos a y recuerdo como ahora que el cielo
tempranamente en su vida, se materializó a Luis Luchi (1921-2000) y con música de
levantarnos?/ ¿dónde no perdimos el rum- con sus columnas
en Poemas de la mano mayor (1962), el pri- Jorge Sarraute es autor de A medio hacer
mer libro que publicó a los 22 años, impul- bo y volvimos a perdernos?/», se lee en uno todavía (LP, Barcelona, 1980) y Todos se dan
infinitas y sus minúsculos engranajes
sado por Eduardo Romano, quien escribió la de los poemas de La academia de Piatock, vuelta y miran (CD, Barcelona, 1999). zodiacales y sus
solapa de ese poemario de iniciación. Uno un personaje que existió, que vivió en un Hacía unos años que venía peleando palacios de piedra levantados sobre
de sus poemas más antologados es «Mar- pequeño pueblo de Polonia de donde era el contra el cáncer con un sentido del humor el viento y su
quitos», incluido en El che amor (1965), abuelo del poeta, sobre el que escuchó mu- a prueba de cualquier escatología. Después ejército de ángeles y arcángeles era otro
dedicado a Marcos Szlachter del Ejército chos relatos; un poemario en el que desplie- de su poesía reunida, continuó escribiendo y que la tierra con sus barros y sus
Guerrillero del Pueblo (EGP), al que perte- ga una entonación por momentos bíblica y publicando: La tarde, sólo es la tarde (27 odios y sus guerras y sus
neció también el poeta, que murió en el y en la que emerge el judaísmo de Szpun- sonetos y una milonga de ida y vuelta) (Surí hambres era otra
monte salteño en 1964. Szpunberg (Buenos berg en diálogo con Edmond Jabés. «La Porfiado, 2016) y ¿Por qué no hay más bien y que las letras y los puntos de siempre,
Aires, 28 de septiembre de 1940) definía a poesía es siempre lo que no sabemos», es- brócoli? (Lamás Médula, 2016). En 2014 re- que ya
ese libro como «foquista» porque la teo- cribió en un poema; pero también intuía que cibió tres premios: la Fundación Konex le empezaban a formar las palabras de
ría del foco y el concepto de vanguardia del al dar vuelta la última página, el sentido de otorgó el Diploma al Mérito en Poesía (quin- siempre,
Che Guevara se asentaron sobre la voluntad la escritura comienza: «no hay más victoria quenio 2009-2013), el Premio Rosa de Co-
que los nuevos frentes que se abren,/ no hay en principio eran otros,
personal de transformar el mundo a través bre de la Biblioteca Nacional y el Premio
más respuesta que una nueva pregunta». y cerré los ojos y descubrí que los
de la revolución. Cultura Argentina. En 2017 viajó a Barcelo-
Szpunberg estaba convencido de que Cuando regresó del exilio -un volver signos de siempre
na para visitar a sus hijas y nietas, su salud
la poesía es un estado de asamblea per- que fue alternando seis meses en Barcelo- se complicó y ya no pudo volver. Entonces, estaban a punto de crear otro cielo y
manente. El poeta -que fue profesor en la na y seis meses en Buenos Aires-, fueron entrañable compañero Szpunberg, de tan- otra tierra y
cátedra de Literatura argentina y director de saliendo Apuntes (1987), La encendida cal- tos versos, en todos estos años, me quedo de empezar en realidad un nuevo Libro,
la carrera de Lenguas y Literaturas Clásicas ma (2002), Notas al pie de nada ni de na- con una de las más hermosas invitaciones: y ahí caí, compañeros, en que todo
en la Universidad de Buenos Aires- dirigió die (2007), Luces que a lo lejos (2008), con «Sentémonos a la mesa: hoy es mañana y momento es el
el suplemento cultural del diario La Opinión el que obtuvo el Premio Internacional de el mundo acaba de ser creado». momento justo.
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mentales sobre el tiempo al estilo de Michio Kaku, Stephen
Hawking y Joseph Rubiera. Manuel Gonzalo hubo de casar-
se con una fan foránea que le pagó unas ediciones, pues
siempre fue medio poeta y cualquiera diría que, con tanto
dinero, poca necesidad de cronogramas. Pero él mismo en
el prólogo de su Longa Ars Poetula indica que «sus produc-
ciones han de ser disfrutadas a golpe de cronómetro» y así
propone poemas cuya declamación debían durar un minuto
exacto, cinco minutos exactos y diez horas exactas. Hasta
Ángelo Miguel, tan buen pintor, y Dimas Blas, tan buen ra-
tero, desarrollaron sus oficios respetuosos de horarios. Y si
el segundo fue atrapado robando un cuadro del primero, se
VEINTE TUBOS
ventajoso.
Al escuchar la palabra negocio la mente
de Lucio se puso en guardia. Como nati-
vo del barrio habanero de Cayo Hueso, su
DE ÓLEO Y
mente reaccionaba vertiginosa ante cual-
quier barrunto de cambalache. Todo podía
ser intercambiado o comprado en estas
calles cercanas al mar, con edificios y cuar-
Alberto Marrero
nada negarte a un intercambio tan redondo,
noble, sincero, amistoso, dijo Rolo soltando
góticas de saliva.
A Lucio nunca le gustó que la saliva de
otro cayera en su cara. Dio un paso atrás.
El otro presumió que el movimiento de su
amigo significaba el rechazo a su propuesta.
Bróder, ¿acaso te la estás tirando y no
quieres compartirla con nadie? Dime la
Es óleo marca Winsor & Newton, el mejor, el primera vez que tuvo una acuarela (regalo Oye, lo importante es que tuve a los verdad.
que usan los grandes, dijo Rolo y sacó de la de un tío por su cumpleaños) le dio por co- grandes delante de mí, casi al alcance de las Acompáñame, dijo Lucio y echó andar
bolsa plástica un puñado de tubos multico- lorear fotos. Lo hizo tan bien que todos en manos; me contagié con su destreza y su
San Lázaro abajo.
lores. Se detuvieron en la esquina de Infan- la familia quisieron tener una foto colorea- mística, y hasta con el perfume indeleble de
Por el camino Lucio fue observando las
ta y San Lázaro, y algunos transeúntes los da por él. Fue también la primera vez que sus modelos, ojalá que hubieses podido via-
fachadas despintadas de los edificios. La
saludaban con gesto de cabeza o una vaga se sintió útil. Hasta ese momento se con- jar conmigo, porque tal vez nunca lo hagas
falta de color lo irritaba al punto que llegó
expresión. sideraba a sí mismo como una carga, una y tengas que conformarte con el Picasso, el
a imaginar soluciones al problema, entre
París me ha abierto los ojos, dijo encen- cadena en la pierna de su madre. Nunca le Chagall o el Monet de los libros de arte, le
ellas una galería a cielo abierto, donde los
diendo un cigarro. Lucio nunca lo había vis- pasó por la cabeza ningún reconocimiento dijo a Lucio apenas regresó de la ciudad luz
artistas de la ciudad pintaran tanta pared
to fumar y miró el humo que se alejaba en a su persona. Sin embargo, un guiño, una y ahora, pasado unos años, se lo repetía en
desnuda y agrietada.
pequeñas conchas. palmadita de afecto en el hombro, no me la esquina de Infanta y San Lázaro, echán-
Aquí tienes, dijo Lucio entregándole una
Todavía hoy no me explico cómo pudis- vendrían mal, pensó entonces. dole una culebra de humo en la cara.
revista.
te ganar en aquel concurso, continuó Rolo, El concurso cierra el miércoles, recordó La machacona insistencia de Rolo por
Rolo se sorprendió al comprobar que era
pero dime la verdad, ¿dónde encontras- Lucio el aviso del profesor en el aula. Excep- saber dónde había encontrado a la modelo
una publicación porno, nada menos que
te la modelo? Es demasiado perfecta para to él, todos los miembros del taller de artes de su cuadro molestaba a Lucio. ¿Qué valor
que viva en este barrio, es imposible que húngara. En la portada fulguraba la sonrisa
plásticas habían entregado sus respectivas podría tener ese detalle? ¿Acaso pensaba
en Cayo Hueso viva una mujer como ella, de la mujer. Una sonrisa que parecía acari-
obras al concurso. Tuvo que apurarse, pero que su éxito dependía de ella?, se preguntó.
simplemente no pegan, dos polos opuestos, los pinceles de fibras toscas de henequén ciar, invitar, sobornar.
En la academia podrás escoger a las que
norte y sur, positivo y negativo, el yin y el apenas le permitían una línea firme. Por eso Su nombre es Melisa, dijo Lucio.
quieras, y si no tu padre te consigue una, a
yang, como dice mi padre que imaginaron optó finalmente por los dedos. La cara de buen precio, con cama incluida, dijo Lucio Pero ¿de dónde carajo sacaste la revis-
los chinos muchos siglos antes de que arri- la mujer surgió bajo una evanescencia na- con una risita irónica en los labios. ta? Que yo sepa tú nunca has viajado ni a
bara la nao capitana del Gran Almirante. tural, una suerte de estar y de no estar al Rolo quedó pensativo unos segundos y Guantánamo, bromeó Rolo.
Lucio no le quitaba la vista a los tubos mismo tiempo, según el veredicto que emi- luego dijo: Es cierto, pero me cuadra más Me la encontré en un contenedor de ba-
de óleo que perecían soldados en la mano de tió el jurado con posterioridad. Lo cierto es la tuya, no sé por qué, en esa ninfa hay algo sura, cerca de la embajada, respondió Lucio.
Rolo. Ni siquiera se los dio a oler. que, mirándola bien, tenían razón los jueces inusual que te favoreció, que te hizo hallar el Y ¿desde cuándo tú te zambulles en la
Solo mirarlos, nada de tocarlos, eh, que del certamen. La mujer lucía sensual a pe- camino, o el deseo, que para mí es lo mismo, mierda?
aquí todo se mueve con brujería, dijo este. sar de la «brutalidad» de los trazos hechos somos máquinas deseosas, como decía un Parece que a ti se te olvidó que yo nací
En la esquina de Infanta y San Lázaro, en con dedos y espátula, a pesar de la pintura tal Deleuze, ¿tú no crees? Lucio jamás ha- en ella y que todavía vivo en ella, dijo Lucio
el portal de la librería, la gente circulaba sin rústica que no tuvo más remedio que im- bía pensado en el deseo como estrategia de girando la cabeza en redondo. Rolo levantó
detenerse y algunos tal vez se preguntaban provisar con tierra de diferentes texturas y vida. El deseo es parte de la existencia, pero la vista al techo de la sala y vio varias ca-
qué rayos estarían vendiendo esos dos tipos. coloraciones, mezclada con la llamada cola no todo se reduce a él, dijo sin quitarle la vis- billas reventadas, formando islas de óxido.
Una bolsa plástica y una conversación par- blanca. La distorsión involuntaria produjo ta a los tubos de óleo. Con ellos podría pintar Melisa era la única estrella porno de la
ticular bastaban para levantar la sospecha. el efecto contrario. Tal vez logró captar el un mural. Las pocas veces que utilizó ese revista. Su imagen aparecía en fotos indivi-
La mención del concurso hizo reme- «yo oculto» de la modelo que encontró en tipo de pintura tuvo que diluirla con luz bri- duales, pero también en grupo de varones
morar a Lucio los días anteriores a la pre- la revista en disímiles posiciones, mostran- llante, y el blanco terminaba amarillándose y musculosos. Melisa recibiendo cunnilingus
miación, cuando soñaba con un guiño, una do su cuerpo y hendiduras con insolencia el resto se oscurecía con el tiempo, creando o brindando violentas felaciones. Melisa bo-
palmadita de afecto en el hombro, algo muy seductora. penumbra donde debía de haber claridad. carriba, de costado, de espaldas, arqueada,
simple pero distintivo que lo salvara de la Desde la primaria su amigo ya era con- Por otra parte, la preocupación por estirar a horcajadas. Melisa manchada de esperma.
lástima. La lástima lo había perseguido toda siderado un aprendiz de pintor, talento en cada gramo de pintura lo llevó a concebir Melisa gozosa, triunfante, sin enigmas, sin
su vida como el perro de su vecino (un en- ciernes, «diamante en bruto», según el una técnica basada en la rapidez de la pin- resentimientos, plena, diríase que feliz, ter-
gendro de raza indefinible), como el salitre profesor. Sus dibujos y acuarelas eran ex- celada y en el grosor del empaste. La textura sa la piel de lejano bronceado, tetas globosas,
crudo que soplaba del mar oxidándolo to- puestos en el lobby de la escuela y fuera de invita a tocar, dirá muchos años después al duras y anchas, labios húmedos, piernas
do, como la voz de su madre prohibiéndole ella. Al terminar la secundaria, el padre, un inaugurar una exposición para invidentes. largas, pelo a lo Rita Hayworth. Rolo bajó
correr para que no te agites, hijo, recuerda importante funcionario de la aviación ci- Katia, su amiga ciega, era capaz de des- hojeando la revista y apenas miraba los es-
tu padecimiento, como la de su padre di- vil, se las agenció para que ingresara a San cribir un cuadro recorriendo con las yemas calones. Parecía aturdido. Entretanto Lucio
ciéndole lo mismo pero en un tono que re- Alejandro y luego lo llevó a Francia duran- de los dedos el relieve del lienzo. Gracias a comenzó a calcular lo que podría hacer con
zumaba un secreto y lejano desencanto. Los te las vacaciones. Allí visitó los museos del ella vendería su primera obra, que un extran- veinte tubos de óleo que acababa de ganar a
días de ahogo los pasaba dibujando con lá- Louvre y el Pompidou, la Catedral de Notre jero, después de mucho regatear, le compró cambio de una simple revista. En su cuarto
piz en cualquier trozo de papel o cartón que Dame, el Palacio de los Inválidos, el Moulin por trescientos dólares, capital que invirtió tenía un pedazo de lienzo que serviría para
tuviese a mano. Poco se salvó de sus gara- Rouge, donde hizo varios bocetos al estilo en reparar el techo de su casa y en comprar armar el mural.
batos en esa época, ni las libretas escolares, de Toulouse Lautrec; caminó por Montpar- el mejor óleo que halló en el mercado. En los siguientes cinco o seis años, Rolo
ni la pared de su cuarto. La madre sobrelle- nasse, Montmartre, el Campo de Marte, Volvió a mirar los tubos que semejaban no dejaría de pintar obstinadas series con la
vaba estos excesos con tal de que estuviese las Tullerías, los Jardines de Luxemburgo, dedos en la mano de Rolo. Pronto convo- imagen de Melisa. Como de costumbre, su
quieto, entretenido, aherrojado a la humil- el Bosque de Boulogne, el cementerio de carán a otro certamen nacional y tú, que padre lo complació con un viaje a Budapest.
de mesa de comedor de sillas disparejas. La Pere-Lachaise y un sinfín de lugares más. eres autodidacta, a lo mejor querrás for- Deambuló por Buda y por Pest, cruzando en
11
repetidas ocasiones los ocho puentes que (un recurso sutil). Esto es así tanto en una y el concepto de
unen estas dos ciudades en una gran me- canción infantil como en una Crítica de Kant, «pensamiento»
trópolis; visitó las admirables iglesias góti- en una novela de tres al cuarto como en el con irreflexiva
cas con la esperanza de sorprenderla en un Fedón. Son hechos de lenguaje. La idea, como amplitud y largueza. Asignamos el proceso
momento de fe y arrepentimiento; mostró en Nietzsche o en Valéry, de que se puede ha- de «pensar» a una ingente multiplicidad
la revista en los bulevares de Váci y Andrássy cer danzar al pensamiento abstracto es una que se extiende desde el torrente subcons-
preguntando por ella en un inglés roto, desen- figura alegórica. La expresión, la enunciación ciente y caótico de restos interiorizados,
cajado, a todo el que supuso que podría co- inteligible lo es todo. Juntas solicitan la tra- incluso en el sueño, hasta el más riguroso de
nocer su paradero. La gente se alejaba de él (Neuilly-sur-Seine, Francia,1929 – ducción, la paráfrasis, la metáfrasis y todas los procedimientos analíticos, una multipli-
con una mueca de lástima o fastidio. El hijo las técnicas de transmisión o revelación, o se cidad que abarca el ininterrumpido parloteo
Cambridge, Reino Unido, 2020)
de un amigo de su padre le facilitó un tour resisten a ellas. de lo cotidiano y la concentrada meditación
por los prostíbulos más famosos y en ellos Los profesionales siempre lo han sabi- de Aristóteles sobre el alma o de Hegel sobre
de nuevo mostró la revista. Al final alguien LA POESÍA DEL PENSAMIENTO* do. En toda filosofía, admitió Sartre, hay una el yo. En el habla común, el «pensar» es
dijo que Melisa vivía, retirada del oficio, en «prosa literaria oculta». El pensamiento democratizado. Se hace universal y sin pa-
las afueras de la ciudad. Y hasta allá se fue filosófico puede ser hecho realidad «sólo tente. Pero esto es confundir radicalmente
Rolo acompañado por Miklós que, en un in- ¿Cuáles son las concepciones filosóficas con metáforas», enseñaba Althusser. En cosas que son fenómenos distintos, incluso
glés también roto y desencajado, dijo que del sordomudo? ¿Cuáles son sus represen- repetidas ocasiones (pero hasta qué punto antagónicos. Definido de forma responsable
era lo último que haría por él. taciones metafísicas? Todos los actos filosó- en serio?), Wittgenstein afirmó que debería -carecemos de un término señal-, el pen-
Como era de esperar, Melisa no se lla- ficos, todo intento de pensar, con la posible haber redactado sus Investigaciones en ver- samiento serio no es frecuente. La disciplina
maba Melisa y tampoco era la única puta excepción de la lógica formal (matemática) so. Jean-Luc Nancy cita las dificultades vi- que requiere, el abstenerse de la facilidad y
que se refugiaba en un pueblo de provincia y simbólica, son irremediablemente lingüís- tales que la filosofía y la poesía se ocasionan del desorden son cosas que están muy rara-
en el crepúsculo de su carrera. Era dueña de ticos. Son hechos realidad y tomados como recíprocamente: «Juntas son la dificultad mente o nunca al alcance de la gran mayoría.
un pequeño café bar adonde la gente iba a rehenes por un movimiento u otro de dis- misma: la dificultad de tener sentido», giro La mayoría de nosotros apenas tenemos co-
beber y a conversar de vacas, impuestos e curso, de codificación en palabras y en gra- que apunta al quid esencial, a la creación de nocimiento de lo que es «pensar», trans-
hipotecas, y algunos de la nostalgia socia- mática. Ya sea oral o escrita, la proposición significado y la poética de la razón. Algo que mutar los tópicos, los manidos desechos de
lista. Rolliza y con el pelo encanecido, con- filosófica, la articulación y comunicación se ha aclarado menos es la incesante y de- nuestras corrientes mentales, en «pensa-
servaba sin embargo la dentadura intacta. del argumento están sometidas a la diná- terminante presión de las formas de habla, mientos». Percibidos de forma adecuada
Rolo le mostró la revista y ella sonrió di- mica y a las limitaciones ejecutivas del ha- del estilo, sobre los sistemas filosóficos y -¿cuándo nos detenemos a reflexionar?-,
ciendo que no era ella. ¿Cómo que no eres bla humana. metafísicos. En qué aspectos una propues- la instauración del pensamiento de primer
tú? A mí no te me despintas ni aunque te es- Puede que en toda filosofía, casi con se- ta filosófica, aun en la desnudez de la lógica calibre es tan rara como la composición de
condas en el infierno, dijo en un inglés roto, guridad en toda teología, se oculte un deseo de Frege, es retórica? ¿Puede algún sistema un soneto de Shakespeare o de una fuga de
desencajado, que Melisa o como se llamase opaco pero insistente -el conatus de Spi- cognitivo y epistemológico ser disociado de Bach. Tal vez, en nuestra breve historia evo-
comprendió, echando afuera una carcajada noza- de escapar a esa servidumbre que sus convenciones estilísticas, de los géneros lutiva, aún no hayamos aprendido a pensar.
seguida de un gesto brusco que lo empujó otorga poder, bien modulando el lenguaje de expresión prevalecientes o puestos en Puede que la etiqueta homo sapiens,
natural para transformarlo en las inexacti- entredicho en su época y entorno? ¿Hasta excepto para unos cuantos, sea una jactan-
a un cuarto donde estaban sus fotos, sus
tudes tautológicas, transparencias y veri- qué punto están condicionadas las metafí- cia infundada. Las cosas excelentes, advier-
recuerdos de puta feliz, y entonces comen-
ficabilidades de las matemáticas; bien, de sicas de Descartes, de Spinoza o de Leibniz te Spinoza, «son raras y difíciles». ¿Por qué
zó a hablar en húngaro, como si él enten-
manera más enigmática, regresando a unas por los complejos ideales sociales e instru- un distinguido texto filosófico va a ser más
diera esa complicada lengua, dicen que de
intuiciones anteriores al propio lenguaje. mentales del latín tardío, por los elementos accesible que la alta matemática o uno de
origen tártaro, o fuera uno de sus antiguos
No sabemos que haya, que pueda haber, constitutivos y por la autoridad subyacente los últimos cuartetos de Beethoven? Es
clientes, y antes de que pudiera expresar
pensamiento antes de la expresión verbal. de una latinidad parcialmente artificial en el inherente a un texto así un proceso de crea-
una disculpa, una explicación verosímil, le
Aprehendemos múltiples puntos fuertes de seno de la Europa moderna? En otros mo- ción, una «poesía» que a un tiempo revela
abrió la portañuela y lo dejó vacío, flojo, con
significado, figuraciones de sentido en las mentos, el filósofo se propone construir un y se resiste. El gran pensamiento filosófi-
una extraña paz interior. Recuperado, Rolo
artes, en la música. El inagotable significa- nuevo lenguaje, un idiolecto singular para su co-metafísico engendra y a la vez trata de
sacó su celular para que ella viera la serie
do de la música, su desafío a la traducción propósito. Sin embargo, este empeño, ma- ocultar las «supremas ficciones» dentro
de cuadros que pintó con su imagen. Melisa
o a la paráfrasis, se abre paso en los esce- nifiesto en Nietzsche o en Heidegger, está de sí mismo. Las paparruchas de nuestras
reía como una niña vieja, o como una vieja
narios filosóficos en Sócrates, en Nietzsche. asimismo saturado por el contexto orato- cavilaciones indiscriminadas son en efecto
que de pronto se acuerda de su pasado. Al
Pero cuando aducimos el «sentido» de las rial, coloquial o estético (es claro ejemplo la prosa del mundo. No menos que la «poe-
final soltó un par de lagrimones y condujo a
representaciones estéticas y de las formas de ello el «expresionismo» de Zaratustra). sía», en el sentido categórico en que la filo-
Rolo a la calle. No podría haber un Derrida fuera del juego
musicales, estamos metaforizando, esta- sofía tiene su música, su pulso de tragedia,
Lucio pintó un mural que tituló El bos- de palabras iniciado por el surrealismo y el
mos operando por analogía más o menos sus embelesos, incluso, aunque de modo
que. La obra generó elogios de la crítica en encubierta. dadaísmo, inmune a la acrobacia de la es- infrecuente, su risa (como en Montaigne o
la bienal internacional. Y fue precisamente Así las estamos encerrando en los do- critura automática. ¿Hay algo más cercano Hume). «Todo pensamiento empieza con
en una de las galerías del evento donde vol- minantes contornos del discurso. De ahí el a la deconstrucción que Finnegans Wake un poema», enseñaba Alain en su inter-
vió a ver a Rolo. Por comentarios sabía que recurrente tropo, tan insistente en Plotino y o el lapidario hallazgo de Gertrude Stein cambio con Valéry. Este inicio compartido,
ahora daba clases en el Instituto Superior de en el Tractatus, de que el meollo, el mensa- de que «There is no there», «Allí no hay esta iniciación de mundos es difícil de sus-
Arte. Jamás ningún marchante extranjero je filosófico, está en lo que no se dice, en lo ningún allí»? Son algunos aspectos de esta citar. Sin embargo, deja huellas, ruidos de
le compró un cuadro. Amparado en el ma- que permanece tácito entre líneas. Aquello «estilización» en ciertos textos filosóficos, fondo compatibles con aquellos que susurran
gisterio, parloteaba sin cesar de sus visitas a que puede ser enunciado, aquello que su- del engendramiento de esos textos a tra- los orígenes de nuestra galaxia.
los museos más conocidos del mundo y de pone que el lenguaje está más o menos en vés de herramientas y modas literarias, lo Sospecho que estas huellas se pueden
Melisa, su modelo ideal. consonancia con auténticas percepciones y que quiero considerar (de una manera ine- discernir en el mysterium tremendum de
Se abrazaron en silencio. demostraciones, quizá revele de hecho la de- vitablemente parcial y provisional). Quiero la metáfora. Tal vez hasta la melodía, «su-
Rolo fue el primero en hablar, bajando cadencia de los reconocimientos primordia- observar las interacciones, las rivalidades premo enigma de las ciencias del hombre»
la voz, como para que nadie lo oyera: Desde les, epifánicos. Tal vez aluda a la creencia de entre poeta, novelista o dramaturgo, por (Lévi-Strauss), es, en cierto sentido, meta-
el principio supe que la revista estaba mal- que en un estado anterior, «pre-socrático», una parte, y el pensador declarado por otra. fórica. Si somos un «animal que habla»,
dita, quizás por eso la lanzaron a la basu- el lenguaje estaba más cercano a las fuentes «Ser a la vez Spinoza y Stendhal» (Sartre). somos, concretando más, un primate dota-
ra; hoy todas las mujeres viejas que veo se de la inmediatez, de la no empanada «luz Intimidades y desconfianza mutua hechas do de la capacidad de usar metáforas, para
me parecen a Melisa, todas me excitan: las del Ser» (como dice Heidegger). Pero no hay icónicas por Platón y renacidas en el diálogo relacionar con el rayo, el símil de Heráclito,
que caminan por la calle, las que observo prueba alguna de semejante privilegio adáni- de Heidegger con Hölderlin. los fragmentos dispersos del ser y de la per-
desde mi balcón en las ventanas del edifi- co. Ineludiblemente, el «animal que habla», En este ensayo es fundamental hacer cepción pasiva. Donde se funden la filosofía
cio de enfrente, las que vienen a pedirme como definieron los griegos al hombre, habi- una conjetura que encuentro difícil de ex- y la literatura, donde pleitean la una con la
una nota mejor para sus nietos o nietas, las ta las limitadas inmensidades de la palabra, presar en palabras. La estrecha asociación otra en forma o en materia, pueden oírse
que compran en la bodega, las que pululan de los instrumentos gramaticales. El Logos de la música con la poesía ya es un lugar estos ecos del origen. Este genio poético del
en hospitales y farmacias, las vagabundas, equipara la palabra a la razón en sus mis- común. Comparten fecundas categorías de pensamiento abstracto se ilumina, se hace
las locas, las católicas, las protestantes, las mos fundamentos. Incluso es posible que el ritmo, fraseo, cadencia, sonoridad, entona- audible. El argumento, aun analítico, tiene
santeras de pulsos y collares, las que per- pensamiento esté exiliado. Pero si es así, no ción y medida. La «música de la poesía» es su redoble de tambor. Se hace oda. Hay algo
dieron hijos en accidentes o guerras, todas, sabemos o, dicho con más precisión, no po- exactamente eso. Poner letra a una melodía que exprese el movimiento final de la Fe-
bróder, estoy enfermo, mi vida es un lienzo demos decir de qué. Se infiere que la filosofía o poner música a un texto constituyen un nomenología de Hegel mejor que el non de
menor, un boceto sin importancia, una pin- y la literatura ocupan el mismo espacio gene- ejercicio de materia prima común. ¿Hay en non de Edith Piaf, una doble negación que
celada inútil, una mancha revulsiva, eso sí, rativo, si bien, en última instancia, se trata de algún sentido afín «una poesía, una músi- Hegel habría estimado?
con Winsor & Newton, el óleo que usan los un espacio circunscrito. Sus medios perfor- ca del pensamiento» más profunda que la
grandes, y tú, tú tienes la culpa, ¡carajo! mativos son idénticos: una alineación de pa- que va ligada a los usos externos del len- * Prefacio de su libro. Editorial Siruela, Madrid,
Lucio no dijo nada. labras, los modos de la sintaxis, la puntuación guaje, al estilo? Solemos utilizar el término 2012. Traducción de María Cóndor.
12
Rubén Sicilia
Entre sus obras sobresale A Coney así como un breve currículo. En la mo- así como un breve currículo. En la mo-
Island of the Mind (1958), uno de los dalidad de envío por correo electrónico, dalidad de envío por correo electrónico,
poemarios más leídos y exitosos de la li- en el asunto debe aparecer la denomi- en Asunto, debe aparecer la denomi-
teratura estadounidense. nación del premio, y en dos adjuntos nación del premio en que participa y en
Poeta de la rebeldía, crítico de la so- independientes, en el mismo correo, se dos adjuntos independientes, en el mis-
ciedad y la política de su país, anhelaba pondrán la obra y los datos del autor. mo correo, se pondrán la obra y los datos
FALLECIÓ ROLANDO LÓPEZ una humanidad diferente. Expresó: «Los Los trabajos impresos serán entrega- del autor.
DEL AMO Beats fueron la prehistoria de los Hippies. dos o enviados por correo ordinario (en Los trabajos impresos serán entre-
Mientras haya un Beatnik vivo habrá es- cuyo caso el matasellos deberá tener, gados o enviados por correo ordinario,
Rolando López del Amo, escritor, di-
peranza en el mundo». como fecha límite, la misma del cierre de en cuyo caso el matasellos deberá tener,
plomático y profesor, falleció a los 84
esa convocatoria) a la Asociación de Es- como fecha límite, la misma del cierre
años de edad. Fundador de la Editora Po-
ANUNCIARON LOS PREMIOS critores de la UNEAC, calle 17 #351 entre de esta convocatoria, en la Asociación
lítica, desempeñó cargos de dirección en
CARPENTIER Y GUILLÉN G y H, Vedado. Las obras que se envíen de Escritores de la UNEAC, calle 17 # 351
el Ministerio de Relaciones Exteriores y
por correo electrónico deberán hacerlo entre G y H, Vedado. Las obras que se
fue embajador de Cuba en Naciones Uni- Los premios Carpentier y Nicolás
a: escritores@uneac.co.cu. envíen por correo electrónico deberán
das y la UNESCO, así como en China, Pa- Guillén 2021, que coauspician la Edi-
El plazo de admisión cierra el 30 de hacerlo a la dirección escritores@uneac.
quistán, Sri Lanka, Maldivas y Myanmar. torial Letras Cubanas, las Fundaciones
abril de 2021. Los premios serán únicos co.cu.
Publicó varios libros de poesía y ejerció Alejo Carpentier y Nicolás Guillén, y el
e indivisibles y consistirán en diploma, Se entregará un premio único e indi-
activamente el periodismo. Sus artículos Instituto Cubano del Libro, fueron dados
5 000.00 pesos en moneda nacional, visible en cada género, que consistirá en
aparecieron en medios de prensa como a conocer.
la publicación de la obra por Ediciones un diploma acreditativo y 10 000.00 pe-
Hoy, Granma, Verde Olivo, Bohemia y El premio Alejo Carpentier de cuento
Unión y el pago de los derechos de autor sos en moneda nacional y la publicación
Casa de las Américas. fue para Sergio Cevedo Sosa, por la obra
de su edición. La premiación será el 30 de la obra por la Editorial Unión. El jurado
En una ocasión, a propósito de la El ario dios gato de Schrödinger.
de julio de 2021. podrá otorgar menciones.
presentación de su poemario Cerca- En novela resultó ganador José Luis
En el caso de la traducción podrán
nas lejanías, escrito en su tercera edad, García por El auriga del carro alado, y en
CONCURSO DE LOS PREMIOS UNEAC participar los traductores literarios re-
López del Amo manifestó a Granma: ensayo el galardón lo obtuvo Zaida Ca-
sidentes en Cuba, sean miembros de
«Cuando uno es joven está lleno de pote Cruz por el libro Tribulaciones de La Asociación de Escritores convoca la UNEAC o no, con obras publicadas o
proyectos, de aspiraciones, de cosas España en América. Tres episodios de a los Premios UNEAC 2021. Podrán par- inéditas y traducidas a la lengua espa-
que quisiera ver hechas y entonces todo historia y ficción. ticipar todos los escritores cubanos re- ñola de los siguientes idiomas: alemán,
está por construir. Son los tiempos de Por su parte, el poeta Carlos Augusto sidentes en el país, sean o no miembros francés, inglés, italiano, portugués y
encontrar los amores, de fundar la fa- Alfonso mereció el premio Nicolás Gui- de la organización, con obras inéditas, de ruso. Cada participante podrá concursar
milia, de buscarle el sentido a la vida, de llén por el cuaderno Lepanto, el libro que tema libre, que no estén comprometidas con una sola obra publicada en forma-
pensar qué vas a hacer con la sociedad escribí para Milosz. con ninguna otra editorial y que no se to de papel o en su versión digital, que
en que vives y la responsabilidad que encuentren pendientes de resolución en no deberá exceder las 300 cuartillas y
tienes con el tiempo en que te tocó vivir CONVOCAN AL PREMIO DAVID otro concurso. que deberá ir acompañada del texto ori-
y vas descubriendo a veces con éxito, y Para la presente edición se convocan
La Asociación de Escritores de la ginal, en cualquiera de los dos formatos.
otras con fracasos, el mundo». los siguientes géneros: Premio Luis Feli-
UNEAC convoca a los premios David 2021. El concursante deberá entregar, junto
Podrán participar todos los escritores cu- pe Rodríguez, de cuento, para un texto con su traducción, los siguientes datos:
A LOS 101 AÑOS MURIÓ no menor de 60 ni mayor de 150 cuarti-
banos residentes en el país que no ten- título de la obra traducida, nombre(s)
LAWRENCE FERLINGHETTI llas; Premio Enrique Piñeiro, de biografía,
gan libros publicados. Se hará constar por y apellidos, número de carnet de iden-
Lawrence Ferlinghetti, poeta, tra- escrito que el concursante es un autor para un libro no menor de 100 ni mayor tidad, dirección particular, teléfono y
ductor, periodista y editor, y uno de los inédito y que el libro no está comprome- de 250 cuartillas; Premio José Rodríguez dirección de correo electrónico. En la
mayores representantes de la genera- tido con alguna editorial u otro concurso. Feo, de traducción literaria, con una sola modalidad de envío por correo electró-
ción beat, nació en Nueva York en 1919 Los autores podrán participar en los obra, que no deberá exceder las 300 nico, en Asunto, debe aparecer la deno-
y murió en San Francisco en febrero siguientes géneros: cuento de ciencia cuartillas y que deberá ir acompañada minación del premio en que participa y
último, debido a una afección pulmo- ficción o fantasía, con un libro no menor del texto original. en tres adjuntos independientes en el
nar. Fundó una editorial y la librería City de 80 páginas ni mayor de 150 cuartillas; Cada concursante optará por un solo mismo correo se pondrá: título original
Lights, en 1956, que se convirtió en sede poesía, con un libro que no exceda las 60 género literario. Los autores premiados de la obra, título traducido de la obra y
y refugio de los beat. Junto con Jack Ke- cuartillas. Cada concursante optará por en ediciones anteriores podrán participar datos del traductor.
rouac, Allen Ginsberg, William Burroughs, un solo género literario. solamente si han transcurrido como mí- Podrá enviarse al Premio José Rodrí-
Gregory Corso, Brion Gysin, Neal Casaddy Los trabajos podrán ser enviados nimo tres años. Los trabajos podrán ser guez Feo la traducción de una obra de
y Gary Snyder, inspiraron a Bod Dylan y en dos modalidades: impreso y por vía enviados en dos modalidades: impreso y cualquiera de los géneros literarios: poe-
Jin Morrison, y al movimiento Hippie y la de correo electrónico. En la variante de por vía de correo electrónico. En la va- sía, narrativa, crítica, ensayo, testimonio,
contracultura en Occidente. obra impresa se deberán entregar tres riante de obra impresa se deberán entre- biografía y teatro. El premio es único e
Poco después de licenciarse de pe- ejemplares debidamente foliados y pre- gar tres ejemplares debidamente foliados indivisible, consistente en 10 000.00 pe-
riodismo en la Universidad de Carolina sillados. En la primera página solo debe y presillados. En la primera página debe sos en moneda nacional y diploma. El ju-
del Norte, participó como oficial en la aparecer la denominación del premio en aparecer la denominación del premio en rado podrá otorgar hasta dos menciones.
marina durante la Segunda Guerra Mun- que participa, el título de la obra y el seu- que participa, el título de la obra y el seu- El plazo de admisión cierra el 30 de
dial. Tras el lanzamiento de bombas ató- dónimo o lema del autor; en sobre apar- dónimo o lema del autor; en sobre apar- junio de 2021. Los fallos se darán a co-
micas en Japón, se convirtió en un activo te, se consignarán el nombre completo, te se consignarán el nombre completo, nocer en el mes de septiembre, en ce-
pacifista, y asumió una posición en con- dirección, teléfono, correo electrónico o dirección, teléfono, correo electrónico o remonia de premiación en la Sala Villena
tra de las armas nucleares. cualquier otra forma de comunicación, cualquier otra forma de comunicación, de la UNEAC.