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Emprendimiento y espíritu empresarial

Esteban Chávarro Claros

Facultad de economía y administración,

Programa de Administración de empresas,

Universidad Surcolombiana sede Pitalito

157100: Iniciativa empresaria I

Silvio Antonio Gómez Sánchez

Mayo, 2020
1. Significados y ejemplos.

 Invención: Es la capacidad de crear algo que antes no existía. Por ejemplo,


cuando antes no existía el teléfono, alguien hizo los experimentos que ahora nos
permite las telecomunicaciones.

 Innovación: Es la capacidad de mejorar un proceso, producto o servicio. Por


ejemplo, cuando Henry Ford aplico la producción en cadena, delegando las
diferentes funciones y no que una sola persona hiciera la mayoría de las
funciones.

 Emprendimiento: Es la capacidad de una persona para hacer un esfuerzo


adicional por alcanzar una meta u objetivo como una empresa o proyecto. Por
ejemplo, Arturo Calle comenzó como vendedor, luego compro el almacén y
siguió en la compra y venta de ropa hasta que vio la necesidad de producir.

 Empresarismo: Es la capacidad de iniciar un nuevo negocio, en respuesta a las


oportunidades, emprendiendo, buscando oportunidades, cambiando,
revolucionando o introduciendo nuevos productos o servicios. Por ejemplo:
Cuando un empresario ve la oportunidad de desarrollar una idea de negocio a un
nicho de mercado especifico.
2. Ensayo espíritu empresarial

Espíritu empresarial

El espíritu empresarial se define como la formación para la creación de empresas

y se entiende como el conjunto de actitudes y competencias que le permitan a un

profesional desempeñarse eficientemente en las organizaciones ya sean públicas o

privadas para contribuir a su desempeño organizacional. Siendo la educación

empresarial un proceso que proporciona a los individuos los conceptos y capacidades

para reconocer oportunidades que otros no han visto y la intuición y autoestima para

actuar donde otros no lo han hecho. La forma en cómo se transmiten los contenidos, es

un factor clave de éxito en la formación y educación de nuevos creadores de empresa.

En donde el empresario es quien crea empresa, emprendedor es quien hace que las cosas

pasen, no espera a que pasen. Con el fin de buscar un desarrollo económico que tiene

como objetivo generar bienestar y calidad de vida. Que nos ayude a eliminar la pobreza,

y ésta esta se puede erradicar a través de la generación de riqueza. Riqueza de toda

índole: emocional, espiritual, anímica y, por supuesto, económica.

El fomento del espíritu empresarial, como una forma de contribuir al desarrollo

de las organizaciones moviliza la energía empresarial dentro de un proceso que se

beneficia de todas las oportunidades que puede ofrecer la economía. Se le ha visto como

una estrategia que permite el desarrollo económico y del capital social. El espíritu

empresarial es una ventaja competitiva porque para mí una persona con espíritu

empresarial debe tener las siguientes características: atrevido, soñador, trabajador, líder,
buen vendedor de ideas, independiente, testarudo, orientado a obtener resultados,

proactivo, conocedor de sus limitaciones, generoso y una gran adaptación al cambio. El

espíritu emprendedor es uno de los tres factores para lograr el éxito, conjuntamente con

la idea que se observa y una buena dosis de recursos, de importancia vital para la

ejecución de la idea.

El Espíritu Empresarial está centrado en el desarrollo del individuo en los

diferentes ambientes en el cual se desempeña, por lo cual requiere un esfuerzo conjunto

de todas las organizaciones que participan en la formación y educación de los

individuos. Así, este ofrece beneficios de desarrollo para el individuo, la empresa y la

comunidad como un todo. Para el individuo ofrece independencia, control sobre la

propia vida, creatividad, expresión personal, salud, confianza en sí mismo; en cuanto al

empresario, el nuevo negocio es una oportunidad de poner en práctica sus

conocimientos, inteligencia, creatividad, dedicación y persistencia, lo que redundará en

comunidades con mayor creatividad, toma de iniciativas y posibilidades de desarrollo,

estas consideraciones exigen el desarrollo del mismo como estrategia de crecimiento de

nuestros países.

El espíritu empresaria tiene muchas aplicaciones ya que ayudan a las Pymes a

cumplir sus metas y a sostenersen en el mercado, mejorando la competitividad y por

ende el crecimiento de las mismas y todo este proceso ayuda a fomentar el aprendizaje

organizacional. En donde las universidades tienen un papel importante ya que estas son

las encargadas en algunos casos de generar el espíritu empresarial para que este tenga

un aporte al desarrollo económico ya sea de la región, el departamento o el país.


También son las encargadas de generar la cultura centrada en el logro de objetivos y

metas y por ende estas deben transformas o modificar sus currículos en harás de

adaptarse a los cambios de una economía cambiante y globalizada.

Enfocándonos en el sentido empresaria, un empresario puede tener o no el E.E. y

esto se refleja en sus ingresos, ya que un empresario que no lo posee puede estancarse a

diferencia de los que si lo poseen ya que tienen la posibilidad de adaptarse más fácil al

cambio y por ende mantenerse constantes en su crecimiento. La promoción del espíritu

empresarial se considera hoy en día un instrumento de primer orden para mejorar la

competitividad y el grado de desarrollo de las economías.

Con este ensaya se busca hacer una sensibilización hacia el espíritu empresarial.

Que tiene como finalidad incrementar el número de personas que tienen un suficiente

conocimiento sobre las pequeñas empresas y el autoempleo, de forma que consideren

esa alternativa como una opción racional y viable para ellos. Que busquen una

educación idónea para la creación de empresas. Centrada en los aspectos prácticos

concretos relacionados con la creación de la empresa: cómo obtener financiación;

regulaciones legales; fiscalidad; etcétera. Su objetivo sería no sólo elevar la intención de

ser empresario, sino también la intención de desarrollar comportamientos dinamizadores

cuando la empresa ya esté en marcha, al objeto de conseguir una mayor calidad

empresarial junto con una mayor participación en el mercado.

También es importante tener en cuenta que la educación empresarial por sí sola

no puede transformar los valores de una sociedad. Sin embargo, para provocar una
modificación generalizada de la consideración de la opción empresarial se requiere una

actuación decidida a lo largo de todo el sistema educativo. El desempeño de la actividad

empresarial no es contemplado de forma tan favorable. En la práctica, una parte muy

significativa de la población ni siquiera considera esa opción de salida profesional. En

esta situación, la sensibilización parece la acción más adecuada. En este sentido, sería

muy conveniente reforma de la educación universitaria para introducir cursos

especializados de empresarialidad en los estudios que presentan mayor propensión hacia

la actividad empresarial, como pueden ser no sólo los de Económicas y Administración

y Dirección de Empresas, sino también los pertenecientes a las ciencias experimentales

que son susceptibles de incorporar nuevas tecnologías: Ingeniería, Biología,

Informática, etcétera.
Conclusiones

El desarrollo del espíritu empresarial es una actividad que involucra a diferentes

organizaciones: Estado, centros educativos, universidades, sector empresarial, con la

finalidad de la divulgación e incorporación en los diferentes subsistemas de educación y

formación, así como involucrar a los medios de comunicación para que el Espíritu

Empresarial adquiera un papel social. Las Universidades necesitan formar a sus

profesionales con un alto EE como una forma de contribuir al fomento de nuevas

competencias, las cuales deben estar vinculadas a los procesos de desarrollo en las

organizaciones en las cuales se desenvuelvan.

El Espíritu Empresarial está centrado en el desarrollo del individuo en los

diferentes ambientes en el cual se desempeña, por lo cual requiere un esfuerzo conjunto

de todas las organizaciones que participan en la formación y educación de los

individuos. Así se debe desarrollar personas con cultura empresarial para que apliquen

en todas sus actividades vitales lo que implica llevar los conceptos de educación

empresarial a todos los niveles del sistema educativo, crear organizaciones que se

orienten en el Espíritu Empresarial y no las organizacionales tradicionales que ya han

sido superadas y establecer el Espíritu Empresarial como una estrategia de desarrollo.

Con lo anterior se plantean los retos que tienen las universidades en la formación del

espíritu empresarial, competencia que está siendo exigida en el mercado laboral externo

e interno.

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