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EN BUSCA DEL TESORO DE NACHO

Elías: Nacho acaba de llegar del cole. Como cada día, sube corriendo las escaleras de su
habitación, (empieza la tonada) después de darle un beso y los buenos días a su madre,
decide hacer lo que más le gusta hacer...

Sofi: Y lo que más le gusta hacer a Nacho, es jugar a ser pirata. (LOS TRES SE COLOCAN
EL SOMBRERO DE PIRATA).

Flor: Todo empezó cuando le regalaron un cuento de piratas y corsarios aventureros que
iban de isla en isla, buscando increíbles tesoros. (LOS TRES SE COLOCAN LA PAÑOLETA
DE PIRATA EN EL CUELLO).

Sofi: Tanto le gustaba ese cuento y tanto disfrutaba imaginándose como el gran pirata del
barco, Puño de Hierro, gran y valiente marinero, que cruzó los 7 mares con su fiel
compañero, el loro Lorenzo. (LOS TRES HACEN UN SONIDO DE TROMPETA).

ELIAS: A todas horas jugaba sin descanso (SE AGITA). Si era la hora de bañarse, se
zambullía en el agua con su barco (ADEMÁN DE UN CLAVADO) y si salían a dar una
vuelta al parque se ponía un parche en el ojo (LOS TRES SE COLOCAN UN PARCHE EN
EL OJO IZQUIERDO). Y es que, para nuestro amigo Nacho, ser un pirata valiente y
aventurero era lo mejor del mundo.

Flor: (CON MUCHA GESTUALIDAD, GROTESCA CASI BUFÓN) Pero un día estando en el
cole, Nacho se comenzó a sentir mal, estaba muy cansado, MUUUUUUUY cansado, y los
padres de Nacho lo tuvieron que llevar al médico. Después de varias pruebas, vieron que
Nacho estaba enfermo. Tenía una enfermedad de un nombre raro que nunca antes habían
escuchado. (MIRA A LOS COSTADOS CON TEMOR).

Sofi: Esa enfermedad era Leucemia y debían cuidarlo en un hospital para que mejorase.

Elías: Nuestro amigo Nacho no entendía nada, todo era nuevo y diferente para él. Al
principio no quería reconocerlo porque le daba miedo y estaba triste, tanto que ya no tenía
ganas de seguir jugando a ser pirata.(respiración triste) (LOS TRES SE QUITAN EL
SOMBRERO), porque sin darse cuenta todo había cambiado en su mundo. (LOS TRES SE
QUITAN EL PARCHE, SOLO SE QUEDAN CON LA PAÑOLETA)

Flor: (CON UNA TERNURA EXAGERADA) Su madre, sí la mamita de Nacho, sabía que
algo le pasaba a su hijo aunque no lo quisiera decir. (LOS TRES SE COLOCAN LA
PAÑOLETA DEL CUELLO, EN LA CABEZA). ¿Es que ya no te gusta ser pirata hijo? (FLOR
CON VOZ DE MAMÁ, LOS DEMAS OBSERVAN INMÓVILES, OJOS ABIERTOS Y
BRILLANTES, EXPECTANTES)

Elias: (TRISTE Y MOLESTO) Ya no puedo ser pirata. Los piratas son fuertes y no están
enfermos. Además no tienen miedo a nada.

Flor: Eso no es cierto. Tienen miedo como todos, lo que pasa es que sacan fuerzas y son
valientes como tú.
Elías: ¿De verdad? (CON SORPRESA)

Flor: Claro, los piratas marchan rumbo a mares lejanos. Nosotros iremos a un Hospital por
un tiempo, ahí te cuidarán como si estuviéramos en casa. Y tendrás un barco-cama como
los auténticos marineros. (LOS TRES ABRAZAN ALMOHADA)

Sofi: En este barco en lugar de velas, medicamentos y en vez de vientos habrá palabras de
aliento para seguir navegando.

Flor: A veces luchando con la enfermedad se cae el pelo pero te podrás poner pañuelos
súper lindos como estos. (LOS TRES SE AGARRAN LA CABEZA CON LA PAÑOLETA Y
SONRIEN).

Elias: ¿Y encontraremos sirenas?

Sofi: Sí, pero no sé llamarán sirenas sino enfermeras y doctoras, con batas blancas para
guiarnos en nuestro viaje. (LOS TRES SE QUITAN LAS PAÑOLETAS).

Elias: ¿Y habrá un tesoro?

Sofi: Claro que sí. Este tesoro se llama Médula ósea y está dentro de cada persona. Con un
poco de este podremos curarte.

Flor: ¡¡¡Y podremos volver pronto a casa!!!!

Fin.

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