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Seminario Pontificio Santo Tomás de Aquino

Comisión de Animación pastoral y misionera

Mes de Septiembre
● Tema: Leer la Palabra (Sal 118, 105)
● Indicador: Descubrir la importancia de la Palabra en el proceso de discernimiento
vocacional

Reflexión:

El ser humano está llamado a un encuentro personal con Dios, pues «el hombre está hecho para
el cielo» (Gianluca Firetti). Por eso, es preciso decir, que cada hombre posee una misión
inherente a su existencia que lo lleva a aventurarse en la vida y encontrar lo que le da plenitud
a su ser. Las Sagradas Escrituras reflejan las maravillas que Dios ha hecho por milenios con
hombres y pueblos concretos llamándoles y estableciendo un vínculo con ellos, hoy esa historia
de cercanía y amistad la quiere llevar con cada persona, llamándole y conociéndole por su
nombre, porque el Señor siempre se acuerda de su Pueblo y de su Alianza (Sal 105).

Por medio de Jesucristo todos los hombres están llamados a la Salvación, no obstante, las
enseñanzas del Maestro, que las conocemos a través del Evangelio y las Cartas del Nuevo
Testamento presentan que cada hombre está llamado a servir de distintos modos y con diversos
carismas y dones. Siendo, Jesucristo, el modelo, el arquetipo y el paradigma de la vida de fe.
Es en su figura transmitida por generaciones a través de la Palabra que llega a la actualidad: su
persona, sus enseñanzas y su llamada: «Ven y verás» (Jn 1, 39).

En este proceso vocacional, es necesario conocer a profundidad quién nos ha llamado. Cristo,
Palabra de Dios encarnada, hace descubrir la misión particular puesta en el corazón de cada
hombre. Él mismo se da a conocer de diversas maneras, aun más en el lugar que se expresa tal
cual es: las Sagradas Escrituras. Donde cada acontecer en la vida de Jesús manifiesta cómo
deben vivir sus seguidores y la dirección en la cual incursionar sus vidas para llegar a Dios.

En fin, usando las palabras de San Jerónimo: «desconocer las Escrituras es desconocer a
Cristo», y si se desconoce la meta: Cristo, el camino carece de sentido: vocación. Por lo que
leer, orar y reflexionar la Palabra de Dios es vital para el discernimiento de la Llamada que
cada ser humano escucha desde su interior como camino de salvación hacia el encuentro
definitivo con el Padre.

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