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LA FÁBULA: LAS NARANJAS

Juan trabajaba en una empresa hace dos años, siempre fue muy serio, dedicado y cumplidor de sus obligaciones, llegaba
puntual y estaba orgulloso de que en dos años nunca recibió una llamada de atención.

Cierto día buscó al gerente para hacerle un reclamo:

– Señor, trabajo en la empresa hace dos años con bastante esmero y estoy a gusto con mi puesto, pero siento que he
sido relegado.

-Mire, Rogelio ingresó a un puesto igual que el mío hace 6 meses y ya está siendo promovido a Supervisor.

– Mmmm, mostrando preocupación el gerente, le dice: mientras resolvemos esto, quisiera que me ayudes a resolver un
problema.

-Quiero dar fruta al personal para la sobremesa del almuerzo de hoy.

-En la bodega de la esquina venden fruta. Por favor, averigüe si tienen naranjas.

Juan se esmeró en cumplir con el encargo y en 5 minutos estaba de vuelta.

– Bueno Juan, ¿Qué averiguaste?

– Señor tienen naranjas para la venta

– ¿Y cuánto cuestan?

– Ah… no pregunte eso.

– OK, pero ¿viste si tienen suficientes naranjas para todo el personal?

– Tampoco pregunte eso señor

– ¿Hay alguna fruta que pueda sustituir la naranja?

– No se señor, pero creo…

– Bueno, siéntate un momento.

El gerente tomó el teléfono y mando llamar a Rogelio. Cuando éste se presentó, le dio las mismas instrucciones que le
diera a Juan y en 10 minutos estaba de vuelta. Cuando Rogelio retorna el gerente pregunta:

– Y bien Rogelio ¿Qué noticias me tientes?

– Señor, tienen naranjas, lo suficiente, para atender a todo el personal y si prefiere también tiene plátano, papaya,
melón y mango. La naranja está a $9.00 pesos el kilo. El plátano a $7.00 el kilo, el mango a $35.00 el kilo, la papaya
$22.00 y el melón a $35.00 pesos el kilo. Me dice que si la compra es por una cantidad mayor nos darán un descuento
del 5%. He dejado separada la naranja, pero si usted escoge otra fruta debo regresar para confirmar el pedido.

– Muchas gracias, Rogelio, pero espera un momento. Se dirige a Juan, que aún seguía esperando estupefacto y le dice:

– Juan, ¿me decías?

-Nada señor, eso es todo con su permiso…

Moraleja: es importante hacer nuestro mejor esfuerzo aún con las tareas más sencillas, ya que de otra forma nadie nos
confiará tareas de mayor importancia. Todas las veces que empleamos correctamente la información, tenemos la
oportunidad de imprimir nuestra marca personal.
Iniciativa: Que da principio a algo. Derecho de hacer una propuesta. Acción de dar comienzo a algo, de obrar por
voluntad propia, adelantándose a los hechos, tomar la iniciativa. Se puede definir la iniciativa como hacer lo que se
debe, bien hecho y por voluntad propia, es decir, mucho en el liderazgo y está relacionada con el progreso, la
prosperidad y el optimismo.

Si consideras que esta moraleja le ayudara a tus amigos, compañeros y familiares, compártela con ellos.

En conclusión, hay que hacer una reflexión para ver con cuál de los personajes de la fábula nos identificamos y en él raro
caso de que seamos Juan, iniciar nuestra transformación para convertirnos en Rogelio. En estos tiempos es
indispensable tener la iniciativa y presentar alternativas y soluciones cuando se nos presente un problema o se nos
encomiende una tarea.

Sólo triunfa en el mundo quien se levanta y busca a las circunstancias y las crea si no las encuentra. George Bernard
Shaw

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