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Taller Lectorados
Taller Lectorados
1) Para proclamar un texto bíblico en la celebración, se debe utilizar el Evitaremos SIEMPRE el uso de la hojita “El domingo”, cuya función
Leccionario. Nunca se utilice una hoja. Esto es por la dignidad de la no es ni remotamente la de Leccionario.
Palabra de Dios en la misma celebración: “Cristo está presente en su
palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la Sagrada Escritura, es Él
quien habla” (SC 7).
2) Por respeto a la Palabra de Dios y a la Asamblea, nunca se llamará a La preparación del texto se realizará siempre, con el leccionario, en el
último momento, a cualquier persona para “leer”. El lector debe ser mueble del pasillo a sacristía, NUNCA en el ambón.
designado con anterioridad y debe preparar el texto que va a proclamar,
por lo menos leyéndolo previamente.
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5) El lector estará atento a la diagramación y a los párrafos (pausa más De aquí que la preparación del texto a leer sea fundamental.
larga entre los párrafos). RESPÉTESE siempre los signos de puntuación: dan cadencia y sentido al
texto, separándolos en tiempos e ideas a transmitir.
6) Es importante, para la proclamación, saber distinguir: No puede leerse de la misma manera cualquier relato histórico de los
libros de los Reyes que el himno triunfal de Moisés, cruzado el mar Rojo
Un relato histórico; (Ex 15, 1-18).
Una exhortación moral;
Una enseñanza doctrinal;
Un texto profético;
Un poema (con estrofas o dísticos -composición usual en la poesía griega
y latina que consta de dos versos, por lo común un hexámetro seguido de
un pentámetro-);
Una oración o doxología
Cada género literario necesita una proclamación distinta; un texto poético
tiene un ritmo propio que hay que respetar.
Salmo responsorial
1) El Salmista debe ser una persona distinta de la del lector de la primera Idem.
lectura, porque el salmo es de un género literario diferente de los otros
textos del Antiguo Testamento (o Hechos y Apocalipsis en tiempo
pascual). Además favorece una mayor participación de la asamblea al
confiar este ministerio a otra persona.
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2) El Salmo es parte integrante de la Palabra de Dios y es Palabra de Así y todo, nos se prohíbe, existe la posibilidad de utilizar un canto
Dios. Si no se canta, se recita. Sustituirlo por un canto cualquiera que no adecuado.
corresponde a la lectura, es empobrecer la respuesta a la palabra de Dios.
Por razones bíblicas y litúrgicas aconsejan mantener el salmo señalado en
el Leccionario.El Salmo no necesita ninguna monición para explicar o
introducirlo de parte de un guía o monitor.
5) Es de máxima importancia que el Salmo sea rezado por otra voz que la Idem.
del lector de la primera lectura y con otro tono de voz. El Salmo no es una
proclamación, sino una respuesta a la Palabra de Dios.
6) Es habitualmente una oración, una súplica, una petición de perdón, una Lo seguiremos haciendo desde el ambón, para mantener aún mas el signo
acción de gracias… Conviene que sea rezado desde otro lugar que el de la unidad temática de las lecturas del misterio que se celebra.
ambón, frente a la cruz (cf. IGMR 36). Si es una invitación a la alabanza,
conviene que sea desde el ambón frente a la asamblea. Así la Liturgia de
la Palabra se vive como un auténtico diálogo de Alianza entre Dios y su
pueblo.
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Evangelio
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6) Hay distintos géneros literarios en el Evangelio: Relatos con o sin
diálogo, enseñanza, meditación, consejos, o a veces invectivas, o
advertencias severas. En este último caso, se marcará con una pausa más
prolongada antes de decir: “¡Palabra del Señor!”.
1) Su rol es hacer algunas breves moniciones. Puede hacer una breve 1) Antes de la Misa, el guía acordará con el organista o el coro qué cantos
introducción (escrita) a las dos primeras lecturas (IGMR 68), pero no se entonarán en la misa, para que puedan USTEDES avisar el número
antes del Salmo ni del Evangelio. de página en el cual se encuentran. Lograremos así una adecuada
utilización del cancionero y mayor participación en el canto.
No siempre es necesaria, sobre todo si el texto bíblico es breve. No se 2) La monición de entrada concluirá siempre con “Nos ponemos de
trata de resumir el texto. Por ejemplo: “San Pablo nos va a decir que…” pie para comenzar la Santa Misa y cantamos…”. NUNCA “nos
(¡Dejemos a San Pablo decirnos él mismo lo que quiere decirnos!). ponemos de pie para recibir al Padre XX…”.
Para la Liturgia de la Palabra, puede ayudar una sola monición antes de la 3) Implementaremos SIEMPRE una sola monición a todas las lecturas.
primera lectura, que advierte a la Asamblea sobre la importancia del 4) Antes del Evangelio la monición será solamente la indicación de la
momento y la necesidad de estar atento. postura corporal y el anuncio el Aleluia (si no es cuaresma): “Nos
ponemos de pie para escuchar el Santo Evangelio y cantamos el Aleluia”.
5) Recuerden los pasos propios para el momento del ofertorio:
¾ Terminó la oración de los fieles. Sentados.
¾ Las colectoras pasan la colecta. Mientras tanto, el organista o el
coro ejecuta algo melódico.
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7) Para la comunión cuando el celebrante esté comulgando con el
Cuerpo, ahí comenzar a leer el guión de comunión.
2) El guía o monitor, no debe nunca utilizar el ambón (IGMR 68), es el Idem.
lugar de la Palabra de Dios.
3) No debe ser el mismo lector del texto bíblico el que introduzca el texto Idem.
que va a proclamar.
4) El guía puede cantar el versículo del Aleluia. Es un texto destinado a NUNCA, por ahora.
solemnizar la proclamación del Evangelio. Si no se canta, se omite. Es un
texto secundario (IGMR 39).
5) Un laico (varón o mujer, o a veces un niño) llamado a prestar servicio Según usos y costumbres del lugar.
de la proclamación de la Palabra de Dios, tendrá una vestimenta que
condiga con la dignidad de este ministerio.