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La ley 12 de 1932 creó el impuesto del diez por ciento (10%) sobre el valor de cada boleta
de entrada personal a ‘espectáculos públicos’ de cualquier clase, y de apuestas en toda
clase de juegos permitidos, o de cualquier otro sistema de repartición de sorteos, para
atender el servicio de los bonos de empréstito que el Gobierno consiguiera para invertirlos
en los gastos que demandara la defensa de las fronteras (Art. 7 numeral 1°).
Mediante el Decreto 503 de 1940, por el cual se creó el Fondo de Fomento Municipal, se
estableció en forma permanente el impuesto de espectáculos públicos, al disponer en su
artículo segundo que ingresara al fondo el producto de los impuestos establecidos por la Ley
12 de 1932, desde el momento en que quedara completamente amortizado el empréstito
patriótico de la defensa nacional, y prorrogó indefinidamente la vigencia de dichos impuestos
(literal a).
La ley 69 de 1946 restableció dicho impuesto y la ley 33 de 1938 cedió la propiedad
exclusiva del impuesto a los municipios y al Distrito Especial de Bogotá (artículo 3° literal
a).El Decreto 057 de 1969 que reglamentó la ley 33 citada, previó que correspondía a los
municipios recaudarlo, controlarlo y administrarlo por conducto de la tesorería distrital.
Finalmente, la disposición de la Ley 33 de 1968, artículo 3o., fue reiterada por el Decreto
1333 de 1986.
Este segundo gravamen fue creado por la Ley 1ª de 1967 (Art. 8°), la cual estableció el
impuesto del 10% en todo el país, sobre el valor de cada boleta de entrada personal a
‘espectáculos públicos’ de cualquier clase, con destino a la reconstrucción de Quibdó,
inicialmente por cuatro meses, después, en el Valle hasta 1972 por virtud de la ley 49 de
1967 (Art. 5°), y mediante la ley 47 de 1968 (Art. 4°) se extendió a todo el territorio nacional
para fomento del deporte.
La ley 30 de 1971 (Art. 9°) ordenó el cobro de este impuesto en forma indefinida después del
31 de diciembre de 1972 y que el Gobierno reglamentara su recaudo y entrega a las juntas
administradoras de deportes.
La ley 49 de 1983, por la cual se constituyeron las juntas administradoras seccionales de
deportes y se reorganizaron las juntas municipales de deportes, dispuso que el patrimonio
de las primeras se constituyera, entre otros, por los ingresos provenientes de los
gravámenes de las leyes 49 de 1967, 47 de 1968 y 30 de 1971. (Art. 25 numeral 2°)
El artículo 77 de la ley 181 de 1995 ratificó el impuesto a los espectáculos públicos a que
refería la ley 47 de 1968 y la ley 30 de 1971 en el 10% del valor de la entrada al espectáculo,
y dispuso que la persona responsable del espectáculo era la responsable del pago.
Esta constituida por el valor de la boleta o entrada para dicho espectáculo; es decir, que se
paga para asistir a un evento especifico, abierto al público, que es el motivo del ingreso a un
lugar; no se cobra por el ingreso únicamente, sino por el ingreso con la finalidad de asistir a
un espectáculo. Una interpretación general de este elemento, implicaría que se cobra por la
entrada a los escenarios y no se puede considerar que esta sea la finalidad de la norma.
El sujeto pasivo, es la persona natural o jurídica responsable del impuesto o quien realiza el
Espectáculo Público oneroso, y el sujeto activo los municipios.
ESPECTÁCULO PÚBLICO-Definición
Resulta oportuno analizar el término “Espectáculos Públicos” para aclarar su alcance. Para
el efecto, el diccionario de la Real Academia Española, trae como definiciones de estas dos
palabras las siguientes:
.- Espectáculo: (Del Lat. spectacŭlum).1. m. Función o diversión pública celebrada en un
teatro, en un circo o en cualquier otro edificio o lugar en que se congrega la gente para
presenciarla. 2. m. Conjunto de actividades profesionales relacionadas con esta diversión. La
gente, el mundo del espectáculo. 3. m. Cosa que se ofrece a la vista o a la contemplación
intelectual y es capaz de atraer la atención y mover el ánimo infundiéndole deleite, asombro,
dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles. 4. m. Acción que causa escándalo o gran
extrañeza. Dar un espectáculo.
En cuanto al segundo término, tomamos las últimas acepciones señaladas en el diccionario,
por considerarlas acordes con el primero así:
.- Público: 4. adj. Perteneciente o relativo a todo el pueblo. 5. m. Común del pueblo o ciudad.
6. m. Conjunto de las personas que participan de unas mismas aficiones o con preferencia
concurren a determinado lugar. Cada escritor, cada teatro tiene su público 7. m. Conjunto de
las personas reunidas en determinado lugar para asistir a un espectáculo o con otro fin
semejante.
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Así las cosas, para nuestro análisis el Espectáculo Público, debe entenderse como el
conjunto de actividades que conforman una función o diversión que se ofrece en general a
un conglomerado de personas en un determinado lugar o escenario apto para presenciarlo.
Esta definición resulta compatible con la señalada en el Decreto 1558 de 1932, que
discrimina como espectáculos públicos las “exhibiciones cinematográficas, compañías
teatrales, circos, exhibiciones y demás espectáculos de esta índoles, corridas de toros,
carreras de caballos y exhibiciones deportivas etc.”
Señala la recurrente en los actos demandados que cuando se dice “donde se presentan
eventos deportivos, artísticos o de recreación; significa según la lengua española donde se
ofrecen servicios o se den sucesos que suscitan practicas de los diferentes deportes,
recreación o auto-recreación”.
Frente a ésta conclusión, cabe observar que el alcance de los términos señalados en la ley
debe aplicarse en el contexto del gravamen y no como pretende la entidad territorial, cuando
desglosa todas las acepciones que tiene el termino espectáculo, y concluye que todos los
sinónimos o alcances que tiene esta palabra, deben ser considerados como hechos
generadores.
En igual forma, la lectura del hecho generador debe considerar su ubicación dentro de la
norma, pues, no debe confundirse el hecho que da origen al tributo, con el lugar donde se
realiza, ni con los sujetos pasivos del gravamen.
Señores
Honorables Magistrados Consejo de Estado
Sala de lo Contencioso Administrativo - Sección Cuarta
E. S. D.
Radicado: 18503
Asunto: Impuesto de Espectáculos Públicos
Actor: Caja de Compensación Familiar del Valle del Cauca
COMFAMILIAR ANDI –COMFANDI.
ANTECEDENTES
2.- La Caja de Compensación Familiar del Valle del Cauca Comfamiliar Andi –
COMFANDI, por intermedio de apoderado judicial, demandó ante el Tribunal
Administrativo del Valle del Cauca, en ejercicio de la acción de nulidad y
restablecimiento del derecho, y solicitó la nulidad de las Resoluciones Nos. 221, 222,
223, 224, 225 y 226 de 2 de diciembre de 2005 proferidas por la Tesorera Municipal
del Municipio de Calima del Darién y de las Resoluciones Nos. 116, 117, 118, 119,
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120 y 121 del 17 de marzo de 2006, proferidas por la misma funcionaria que confirmó
las primeras.
Expuso que judicialmente esta reconocido que CONFANDI no es sujeto pasivo del
Impuesto de Espectáculos Públicos, porque existe antecedente sobre el tema de la
Sentencia No. 186 de 22 de junio de 2005 proferida por el Tribunal Administrativo del
Valle del Cauca.
Manifestó que se presentó violación del principio de justicia tributaria, porque la ley
establece con claridad el hecho generador del gravamen, el cual lo constituye la
presentación de espectáculos públicos con destino al publico que pague por el
ingreso al sitio donde tenga lugar su presentación, circunstancias que se desconocen
recurriendo a suposiciones en interpretaciones salidas del límite y sentido legal.
Acotó que de acuerdo con lo dicho por la Corte Constitucional en sentencia C-219 de
1997, con ponencia de la doctora Carmen Isaza de Gómez, existen dos modalidades
del Impuesto a los Espectáculos Públicos; uno creado por la Ley 1ª de 1967 y
pertenece a la Nación y otro creado por la Ley 12 de 1932, que pertenece a las
entidades territoriales por cesión expresa de la Nación.
Más adelante la Ley 181 de 1995, dispuso la tarifa en el 10% del valor de la
correspondiente entrada a espectaculo, excluido los demás impuestos indirectos, y
su destinación conforme con el artículo 70 de esta misma Ley. También otorgó
facultades a las entidades territoriales para el control, fiscalización y recaudo de este
gravamen, que se encuentran consagradas en el artículo 80 ibídem.
Citó la sentencia del 10 de febrero de 2005 del Consejo de Estado, expediente No.
76001-23-31-000-2001-2787-01 (13484), para resaltar que este impuesto es de
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Transcribió sentencia del mismo Tribunal del Valle del Cauca de 22 de Julio de 2005,
radicado No. 2004-152500, dentro de acción popular en contra del Municipio de
Santiago de Cali y concluyó que las actividades realizadas por COMFANDI en sus
centros recreacionales, ubicados en la jurisdicción del municipio de Calima El Darién
– Valle del Cauca, no se constituyen en hecho generador del Impuesto que pretende
cobrar el ente territorial, porque no pueden catalogarse como “Espectáculos
Públicos”, según la normatividad relacionada en la providencia. Agregó que este
hecho no fue desvirtuado con ninguna prueba testimonial, y las actividades se tratan
de una modalidad de pago del subsidio familiar que hace la Caja a sus afiliados, y se
ejecuta mediante la prestación del servicio de recreación a los mismos en los
Centros Recreacionales, con una tarifa preferencial.
Aseguró que en la sentencia T-027 de 2005 la Corte Constitucional, dijo que el hecho
generador del Impuesto era el cobro de la entrada al establecimiento, así las
personas se vayan a recrear o auto recrearse, tal como pasa en las atracciones
mecánicas y entradas al estadio, donde la persona que ingresa es simple
espectador, toda vez que no hace del espectáculo 1.
Afirmó que las resoluciones demandadas de conformidad con el Artículo 835 del
Estatuto Tributario, no son demandables ante la jurisdicción, y en consecuencia,
debe prosperar la excepción de inepta demanda.
En primer lugar, débese precisar que los actos demandados tienen como
fundamento el Impuesto reglamentado por la Ley 12 de 1932, reglamentada a su vez
1
Para sustentar lo expuesto, transcribió apartes de la Sentencia T-027/05.
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La ley 12 de 1932 creó el impuesto del diez por ciento (10%) sobre el valor de cada
boleta de entrada personal a ‘espectáculos públicos’ de cualquier clase, y de
apuestas en toda clase de juegos permitidos, o de cualquier otro sistema de
repartición de sorteos, para atender el servicio de los bonos de empréstito que el
Gobierno consiguiera para invertirlos en los gastos que demandara la defensa de las
fronteras (Art. 7 numeral 1°).2
El Decreto 057 de 1969 que reglamentó la ley 33 citada, previó que correspondía a
los municipios recaudarlo, controlarlo y administrarlo por conducto de la tesorería
distrital.
2
Derogado por el artículo 22 de la ley 814 de 2003 en cuanto respecta al espectáculo público de
exhibición cinematográfica.
3
Ibídem.
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"Artículo 223. Es propiedad exclusiva de los Municipios y del Distrito Especial de Bogotá el
impuesto denominado "espectáculos públicos", establecido por el artículo 7o. de la Ley 12
de 1932 y demás disposiciones complementarias."
Este segundo gravamen fue creado por la Ley 1ª de 1967 (Art. 8°), la cual estableció
el impuesto del 10% en todo el país, sobre el valor de cada boleta de entrada
personal a ‘espectáculos públicos’ de cualquier clase, con destino a la reconstrucción
de Quibdó, inicialmente por cuatro meses, después, en el Valle hasta 1972 por virtud
de la ley 49 de 1967 (Art. 5°), y mediante la ley 47 de 1968 (Art. 4°) se extendió a
todo el territorio nacional para fomento del deporte.
La ley 30 de 1971 (Art. 9°) ordenó el cobro de este impuesto en forma indefinida
después del 31 de diciembre de 1972 y que el Gobierno reglamentara su recaudo y
entrega a las juntas administradoras de deportes.
Así, el impuesto creado por la ley 12 de 1932, aunque tenía el carácter de gravamen
nacional, fue cedido a los municipios, a los cuales les pertenece y por ello les
corresponde recaudarlo y administrarlo (Decreto 057 de 1969 reglamentaria de la ley
33 de 1938).
trataba de dos impuestos, aunque en relación con el mismo hecho generador, pero
con una finalidad y sujetos activos diferentes. 4
Como ya se expuso, los fundamentos de estos actos refieren que la actora estaba
obligada al pago del impuesto a que se refiere la ley 12 de 1932, sin exención alguna
por tratarse de un impuesto de propiedad de los municipios, a los cuales
correspondía liquidarlo y cobrarlo.
como espectáculos públicos por la ley; y que no hay respaldo probatorio sobre la
existencia de un hecho generador del Impuesto desarrollado por la misma Caja.
La base gravable esta constituida por el valor de la boleta o entrada para dicho
espectáculo; es decir, que se paga para asistir a un evento especifico, abierto al
público, que es el motivo del ingreso a un lugar; no se cobra por el ingreso
únicamente, sino por el ingreso con la finalidad de asistir a un espectáculo. Una
interpretación general de este elemento, implicaría que se cobra por la entrada a los
escenarios y no se puede considerar que esta sea la finalidad de la norma.
Tampoco es de recibo tal como lo afirma la entidad recurrente que “la sentencia T-
027 de 2005 la Corte Constitucional, dijo que el hecho generador del Impuesto era el
cobro de la entrada al establecimiento, así las personas se vayan a recrear o auto
recrearse”; porque esta aseveración se sale de todo contexto de la sentencia y
concluye algo que no es cierto y totalmente alejado de las razones de la decisión
expuestas por la Corte.
Así las cosas, para nuestro análisis el Espectáculo Público, debe entenderse como el
conjunto de actividades que conforman una función o diversión que se ofrece en
general a un conglomerado de personas en un determinado lugar o escenario apto
para presenciarlo. Esta definición resulta compatible con la señalada en el Decreto
1558 de 1932, que discrimina como espectáculos públicos las “exhibiciones
cinematográficas, compañías teatrales, circos, exhibiciones y demás espectáculos
de esta índoles, corridas de toros, carreras de caballos y exhibiciones deportivas
etc.”
Frente a ésta conclusión, cabe observar que el alcance de los términos señalados en
la ley debe aplicarse en el contexto del gravamen y no como pretende la entidad
territorial, cuando desglosa todas las acepciones que tiene el termino espectáculo, y
concluye que todos los sinónimos o alcances que tiene esta palabra, deben ser
considerados como hechos generadores.
En igual forma, la lectura del hecho generador debe considerar su ubicación dentro
de la norma, pues, no debe confundirse el hecho que da origen al tributo, con el lugar
donde se realiza, ni con los sujetos pasivos del gravamen.
Por otra parte, acerca de la excepción de inepta demanda señalada por el Municipio
de Calima – El Darién, es necesario explicar que los actos demandables ante la
jurisdicción de lo contencioso administrativa en acción de nulidad y restablecimiento
del derecho, por regla general son los contemplados en el artículo 85 del Código
Contencioso Administrativo.
En materia tributaria, sólo existe una limitante respecto a los actos demandables
relacionados con el proceso de determinación y se refiere a que sólo son
demandables los actos que ponen fin a una actuación administrativa tributaria,
descartando de esta forma las acciones ante la jurisdicción administrativa de los
actos considerados de mero tramite, en la medida que estos no se consideran actos
definitivos.
Hay que señalar que el Estatuto Tributario en su artículo 835, dispone que dentro del
proceso de cobro ante la jurisdicción contencioso administrativa sólo son
demandables las resoluciones que resuelven las excepciones y ordenan llevar
adelante la ejecución, restricción que no admite discusión, pero no resulta aplicable
al presente caso, habida cuenta que no se está cuestionando el proceso de cobro
coactivo o de cobro de deudas fiscales, sino la determinación del tributo consignada
en las resoluciones de Liquidación de Aforo y las que resolvieron los recursos de
reconsideración presentados contra las mismas.
De conformidad con los argumentos antes anotados, esta agencia del Ministerio
Público solicita respetuosamente a la H. Sala, confirmar la sentencia apelada.