Está en la página 1de 36

Universidad Santa María – Núcleo Oriente

Derecho Administrativo III


Prof. Jesús Mendoza Ascanio

LOS PROCEDIMIENTOS ADMINISTRATIVOS


Uno de los elementos principales necesarios para garantizar el respeto del Estado de
derecho en la actividad administrativa, es la obligación que tienen los funcionarios
públicos de que los actos administrativos se emitan siguiendo el procedimiento
administrativo establecido por la ley, el cual se establece, no sólo para garantizar la
eficacia de las acciones administrativas, sino también para garantizar los derechos
de los administrados ante la administración pública.
A tal efecto, el procedimiento administrativo se rige por los principios de honestidad,
participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia y responsabilidad en el
ejercicio de funciones públicas y con total sometimiento a la ley y al derecho.
Art. 141 CN. La Administración Pública está al servicio de los ciudadanos y
ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad,
eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad en el
ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la ley y al derecho.
Art. 10 LOAP: La actividad de la Administración Pública se desarrollará con base en
los principios de economía, celeridad, simplicidad, rendición de cuentas, eficacia,
eficiencia, proporcionalidad, oportunidad, objetividad, imparcialidad, participación,
honestidad, accesibilidad, uniformidad, modernidad, transparencia, buena fe,
paralelismo de la forma y responsabilidad en el ejercicio de la misma, con
sometimiento pleno a la ley y al derecho, y con supresión de las formalidades no
esenciales.
Específicamente, en todos los casos en los cuales un acto de la administración
pública puede afectar los derechos o intereses de los administrados, para poder
emitirlo la administración está obligada a seguir el procedimiento administrativo
pautado legalmente para ello, en el cual la garantía del debido proceso debe
respetarse y, particularmente, debe garantizarse el derecho a la defensa.
Este derecho a la defensa es parte de la cláusula general del debido proceso, la cual
es una garantía no sólo establecida ante los tribunales, sino también respecto a las
actividades administrativas.
Art. 49 CN. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas; en consecuencia:
1. La defensa y la asistencia jurídica son derechos inviolables en todo estado y grado
de la investigación y del proceso. Toda persona tiene derecho a ser notificada de los
cargos por los cuales se le investiga; de acceder a las pruebas y de disponer del
tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa. Serán nulas las pruebas
obtenidas mediante violación del debido proceso. Toda persona declarada culpable

1
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

tiene derecho a recurrir del fallo, con las excepciones establecidas en esta
Constitución y en la ley.
2. Toda persona se presume inocente mientras no se pruebe lo contrario.
3. Toda persona tiene derecho a ser oída en cualquier clase de proceso, con las
debidas garantías y dentro del plazo razonable determinado legalmente por un
tribunal competente, independiente e imparcial establecido con anterioridad. Quien
no hable castellano, o no pueda comunicarse de manera verbal, tiene derecho a un
intérprete.
4. Toda persona tiene derecho a ser juzgada por sus jueces naturales en las
jurisdicciones ordinarias o especiales, con las garantías establecidas en esta
Constitución y en la ley. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio sin conocer la
identidad de quien la juzga, ni podrá ser procesada por tribunales de excepción o
por comisiones creadas para tal efecto.
5. Ninguna persona podrá ser obligada a confesarse culpable o declarar contra sí
misma, su cónyuge, concubino o concubina, o pariente dentro del cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad. La confesión solamente será válida si fuere
hecha sin coacción de ninguna naturaleza.
6. Ninguna persona podrá ser sancionada por actos u omisiones que no fueren
previstos como delitos, faltas o infracciones en leyes preexistentes.
7. Ninguna persona podrá ser sometida a juicio por los mismos hechos en virtud de
los cuales hubiese sido juzgada anteriormente.
8. Toda persona podrá solicitar del Estado el restablecimiento o reparación de la
situación jurídica lesionada por error judicial, retardo u omisión injustificados. Queda
a salvo el derecho del o de la particular de exigir la responsabilidad personal del
magistrado o de la magistrada, del juez o de la jueza; y el derecho del Estado de
actuar contra éstos o éstas.
Los procedimientos administrativos son establecidos y regulados por ley
básicamente para permitir a la administración pública adoptar actos administrativos
como expresión de voluntad. Por consiguiente, una vez que se inicia un
procedimiento administrativo por iniciativa de la misma administración, o a petición
de la persona o entidad privada que ejerce su derecho de petición, la administración
está obligada a seguir el procedimiento y a concluirlo emitiendo el pronunciamiento
correspondiente.
OBJETO DE LA LOPA
Los objetivos primordiales perseguidos por el legislador con la promulgación de la
LOPA fueron esencialmente dos:
2
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

 La protección de los derechos del ciudadano frente a la Administración


 El mejor funcionamiento de los órganos pertenecientes a la Administración
Pública Nacional.
El primer objetivo de carácter tuitivo y garantizador y el segundo vinculado con el
proceso de reforma administrativa iniciado por el Estado Venezolano desde hace
algunas décadas atrás.
En el supuesto de la actividad administrativa, el procedimiento es el modo de
producción de una inmensa variedad de actos jurídicos y de actos materiales que
normalmente emanan de la Administración, como son los actos administrativos de
concesión, de autorización, de imposición de limitaciones a los derechos, de
expropiación, de imposición de sanciones, de registro, declarativos de hechos y de
derechos, determinativos del contenido de obligaciones, etc.
ÁMBITO DE APLICACIÓN
Artículo 1 LOPA. La Administración Pública Nacional y la Administración Pública
Descentralizada, integradas en la forma prevista en sus respectivas leyes orgánicas,
ajustarán su actividad a las prescripciones de la presente ley. Las administraciones
Estadales y Municipales, la Contraloría General de la República y la Fiscalía General
de la República, ajustarán igualmente sus actividades a la presente ley, en cuanto les
sea aplicable.
SILENCIO ADMINISTRATIVO
Para garantizar el cumplimiento de este deber por parte de la administración (Art. 2
LOPA), en ausencia de un pronunciamiento expreso por parte de la administración
pública al término del procedimiento, ha sido una tendencia general en la legislación
y jurisprudencia del derecho administrativo contemporáneo, el otorgar algunos
efectos legales específicos a dicho silencio administrativo, como una protección para
los derechos de los administrados, ya sean de carácter negativos o positivos.
Estos efectos, en todo caso, positivos o negativos, por supuesto, sólo pueden estar
expresamente establecidos por ley. Es decir, esta materia, es de estricta reserva legal,
debido a que sólo la ley puede constituir una fuente legal que puede atribuir efectos
legales al silencio administrativo. Por tanto, los efectos del silencio administrativo
para poder presumirse tienen que estar expresamente establecidos por ley, no
siendo el silencio, en ningún caso, un privilegio de la administración, sino una
garantía para los administrados frente a su inacción.
De acuerdo a las disposiciones de la CN, LOPA y LOAP, éstas tienen como propósito
garantizar el derecho de las personas a interponer peticiones antes las autoridades
administrativas, y a obtener una pronta y debida respuesta, mientras que los

3
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

funcionarios públicos sean los competentes para adoptar las decisiones


correspondientes y dar la oportuna respuesta, es decir, sean los obligados a tomar
decisiones sobre asuntos presentados ante ellos en los términos establecidos, por lo
que incurren en responsabilidades cuando no lo hagan.
Art. 51 CN. Toda persona tiene el derecho de representar o dirigir peticiones ante
cualquier autoridad, funcionario público o funcionaria pública sobre los asuntos que
sean de la competencia de éstos, y a obtener oportuna y adecuada respuesta.
Quienes violen este derecho serán sancionados conforme a la ley, pudiendo ser
destituidos del cargo respectivo.
Art. 2 LOPA. Toda persona interesada podrá, por sí o por medio de su representante,
dirigir instancias o peticiones a cualquier organismo, entidad o autoridad
administrativa. Estos deberán resolver las instancias o peticiones que se les dirijan o
bien declarar, en su caso, los motivos que tuvieren para no hacerlo.
Art. 9 LOAP. Las funcionarias públicas y funcionarios públicos tienen la obligación de
recibir y atender, sin excepción, las peticiones o solicitudes que les formulen las
personas, por cualquier medio escrito, oral, telefónico, electrónico o informático; así
como de responder oportuna y adecuadamente tales solicitudes,
independientemente del derecho que tienen las personas de ejercer los recursos
administrativos o judiciales correspondientes, de conformidad con la ley. En caso de
que una funcionaría pública o funcionario público se abstenga de recibir las
peticiones o solicitudes de las personas, o no dé adecuada y oportuna respuesta a
las mismas, será sancionado de conformidad con la ley.
El Legislador en muchos países ha considerado como lo más conveniente otorgar
efectos positivos al silencio administrativo como principio general; en otros países,
en cambio, ha considerado que como principio general el atribuir efectos negativos
al silencio administrativo, como es el caso precisamente de Venezuela. En ambos
casos, el atribuir de efectos (tanto negativos como positivos) al silencio
administrativo, ello debe entenderse como una excepción a la regla de la necesidad
de un pronunciamiento expreso de la administración a través de una decisión
administrativa, es decir, con respecto a los actos administrativos expresos.
El acto administrativo tácito producido como consecuencia de una disposición legal
que le atribuyen efectos al silencio administrativo, ya sean dichos efectos positivos
o negativos, constituye un acto administrativo tácito que, como tal, está sujeto a los
mismos principios y normas de derecho administrativo que rigen la actuación
administrativa, incluso aquellas que rigen su revocación. Por tanto, no hay norma
alguna con base en la cual la Administración pueda supuestamente revocar los actos

4
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

administrativos tácitos con mucha mayor facilidad y amplitud que en el caso de los
actos expresos. Al contrario, los actos administrativos tácitos, que tienen su origen
en leyes que atribuyen expresamente efectos positivos o negativos al silencio
administrativo, se rigen por las mismas reglas de derecho administrativo aplicables
a los actos administrativos expresos.
En todo caso, la razón fundamental del desarrollo de la previsión de actos
administrativos tácitos resultado del silencio administrativo deriva de que el derecho
de los administrados a obtener una debida y oportuna respuesta a sus peticiones no
estaría realmente garantizado con solo sancionar al funcionario por su abstención,
pues en general, lo que el solicitante o peticionante necesita tener una decisión que
resuelva su petición. Y de allí la garantía establecida por la ley de asignar un efecto
especifico al silencio del funcionario público, mediante el cual se entiende
legalmente que una vez que el periodo para que la administración emita su
determinación ha transcurrido, sin que se haya emitido el pronunciamiento
esperado, debe existir un acto administrativo tácito, ya sea con efectos positivos o
negativos de acuerdo al caso específico, mediante el cual se le da al solicitante una
respuesta sobre el asunto bajo consideración, ya sea en forma afirmativa al otorgar
lo que se solicitó, o en forma negativa al rechazar la petición
En esta forma lo ha establecido la Sala Constitucional del TSJ en sentencia del 6/4/04
(caso: Ana Beatriz Madrid), en la cual resolvió que "el silencio administrativo es, se
insiste, una garantía del derecho constitucional a la defensa, pues impide que el
particular vea obstaculizadas las vías ulteriores de defensa - administrativas y
jurisdiccionales - ante la pasividad formal de la Administración, mas no garantiza el
derecho fundamental de petición, porque la decisión presunta no cumple, ni mucho
menos, con los requisitos de una oportuna y adecuada respuesta en los términos de
la jurisprudencia de esta Sala que antes se señalaron, y de allí precisamente que la
Administración mantenga la obligación de decidir expresamente aún si opera el
silencio y de allí, también, que esta Sala haya considerado en anteriores ocasiones,
que ante la falta de respuesta oportuna y expresa sea posible la pretensión de
protección del derecho fundamental de petición a través de la vía del amparo
constitucional”.
El silencio administrativo constituye, pues, un auténtico acto administrativo presunto,
en todo equivalente al acto expreso, por lo que, una vez vencido el plazo en cada
caso establecido por la norma reguladora del procedimiento, la resolución expresa
posterior a la producción del acto solo podrá dictarse de ser confirmatoria del
mismo.
La LOPA ha establecido en Venezuela el principio general de asignarle al silencio
administrativo efectos negativos, en el sentido de que si la administración no toma

5
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

una decisión y no responde al solicitante dentro del periodo legalmente establecido


para que lo haga, se entiende que ha decidido rechazar la petición, es decir, ha
tomado una determinación negativa respecto a la solicitud presentada.
Art. 4 LOPA. En los casos en que un órgano de la administración pública no resolviere
un asunto o recurso dentro de los correspondientes lapsos, se considerara que ha
resuelto negativamente y el interesado podrá intentar el recurso inmediato
siguiente, salvo disposición expresa en contrario. Esta disposición no releva a los
órganos administrativos, ni a sus personeros, de las responsabilidades que le sean
imputadas por la omisión o la demora.
De esta norma resultan dos consecuencias:
Primero, que se entiende por el silencio administrativo que la administración ha
adoptado una decisión en sentido negativo respecto a lo que se le habría solicitado.
Segundo, que la parte interesada puede ejercer su derecho a la defensa mediante la
interposición de los recursos subsiguientes que procedan contra el acto
administrativo tácito denegatorio respecto de la petición o recurso que se ha
interpuesto.
De esto resulta que el único sentido que tiene la consagración del silencio
administrativo en la LOPA, como presunción de decisión denegatoria de la solicitud
o recurso, es que frente a la indefensión en la cual se encontraban los administrados
por la no decisión oportuna por la Administración de tales solicitudes o recursos, es
el establecimiento de un beneficio para los administrados para, precisamente,
superar esa indefensión. Por ello es que la norma la LOPA se ha establecido en favor
de los administrados y no a favor de la administración y sus funcionarios.
Esto implica por otra parte, que la impugnación del acto administrativo implícito o
tácito que pueda resultar del silencio administrativo, es un derecho que se otorga en
la ley al solicitante, y nunca una carga. El solicitante es libre para impugnar el acto
tácito resultante del silencio administrativo, o para esperar que la administración
emita una determinación expresa. Cuando la Administración resuelve expresamente
el recurso administrativo, después de transcurridos los plazos previstos en la norma,
el particular puede ejercer el recurso contencioso-administrativo contra ese acto
concreto.
En caso de silencio administrativo positivo se presume la existencia de un acto
administrativo tácito que concede lo solicitado al peticionario, siendo aplicado
normalmente en casos de autorizaciones y permisivos. El resultado del silencio se
considera como un verdadero acto administrativo, equivalente en todo a la
autorización o aprobación expresa a las que suple de manera que una producido el

6
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

acto, no es posible a la Administración resolver de forma expresa en sentido


contrario al otorgamiento presunto de la autorización o aprobación instadas.
En Venezuela - respecto a autorizaciones - los efectos positivos del silencio
administrativo han sido establecidos a través de leyes especiales.
Art. 55 LOOT. El desarrollo de actividades por particulares o entidades privadas en
las áreas urbanas y que impliquen ocupación del territorio, deberá ser autorizada por
los Municipios. A tal efecto los interesados deberán obtener de los Municipios, los
permisos de urbanización, construcción o de uso que establezcan la Ley Nacional
respectivas y las Ordenanzas Municipales. El procedimiento para la tramitación de
las solicitudes de dichos permisos municipales deberá ser simplificado, y los mismos
deben decidirse en un lapso de 60 días continuos, contados a partir del recibo de las
solicitudes respectivas, vencido el cual, sin que se hubieran otorgado o negado los
permisos, se considerarán concedidos, a cuyo efecto los Municipios están obligados
a otorgar la respectiva constancia de permiso. Las autoridades municipales conforme
a las normas y procedimientos técnicos que establezcan el Ministerio de Desarrollo
Urbano, deberán dictar las Ordenanzas respectivas a los efectos de garantizar la
celeridad de los procedimientos y los derechos de los interesados.
Art. 25 LDM: Las concesiones que otorgue el Ejecutivo Nacional conforme a esta Ley,
serán únicamente de exploración y subsiguiente explotación, su duración no
excederá de veinte (20) años, contados a partir de la fecha de la publicación del
Certificado de Explotación en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela,
pudiendo prorrogarse su duración por períodos sucesivos no mayores de diez (10)
años, si así lo solicitase el concesionario dentro de los tres (3) años anteriores al
vencimiento del período inicial y el Ministerio de Energía y Minas lo considere
pertinente, sin que las prórrogas puedan exceder del período original otorgado.
Parágrafo Único. La solicitud de prórroga sólo podrá hacerla el concesionario
solvente con la República dentro del período de tres (3) años señalados en éste
artículo, la cual, en todo caso, deberá formularse antes de los seis (6) meses
anteriores al vencimiento del período inicial y el Ministerio deberá decidir dentro del
mismo lapso de seis (6) meses, en caso de no haber notificación, se entenderá
otorgada la prórroga.
El silencio administrativo de efectos positivos ha sido establecido para darle agilidad
y flexibilidad a la actividad de policía que en determinadas materias realiza la
Administración y constituye una garantía del particular, ya no procesal en vía
administrativa, pues conduce a la posibilidad efectiva de realizar actividades que
deben ser fiscalizadas por la Administración, siempre que para ello exista texto legal
expreso.

7
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Las características generales de la aplicación del principio de efectos positivos al


silencio administrativo de acuerdo a estas leyes es que una vez que el acto
administrativo se entiende como existente y estimatorio de la petición, crea o declara
derechos para el solicitante los cuales no pueden posteriormente ser ignorados o
revocados por la administración, teniendo como única excepción el que dicho acto
administrativo tácito sea nulo (afectado de nulidad absoluta) de acuerdo con la
LOPA.
ACTOS ADMINISTRATIVOS
Concepto
Es aquella declaración de voluntad realizada por la Administración con el propósito
de producir un efecto jurídico.
Cuando se habla de los actos administrativos como manifestaciones de voluntad de
la Administración, y cuando esa manifestación emana del órgano competente, no se
trata de que el hecho interno de voluntad de un hombre en determinadas funciones
públicas se traslade a la Administración, sino que esa determinación humana es
imputada a ella y se la considera también realizada por ella.
Se puede definir el acto administrativo como aquella manifestación de voluntad
realizada por una autoridad pública actuando en ejercicio de la función
administrativa, con el objeto de producir efectos jurídicos determinados que pueden
ser, o la creación de una situación jurídica individual o general, o la aplicación a un
sujeto de derecho de una situación jurídica general.
El acto administrativo, como manifestación de voluntad de la Administración, implica
en su misma esencia el cumplimiento de formalidades requeridas para que esa
manifestación sea cierta y válida. El proceso de formación de la manifestación de
voluntad constituye lo que se ha llamado el procedimiento constitutivo del acto
administrativo.
Art. 7 LOPA. Se entiende por acto administrativo, a los fines de esta ley, toda
declaración de carácter general o particular emitida de acuerdo con las formalidades
y requisitos establecidos en la ley, por los órganos de la administración pública.
El hecho de que la ley se destine a la Administración Pública implica que entonces
no se aplica a los otros órganos del Estado que no constituyen Administración
Pública, razón por la cual no se aplica a la Asamblea nacional ni a los tribunales en
ejercicio de la función jurisdiccional. De allí que la actividad administrativa realizada
por la Administración Pública, orgánicamente considerada, es la única que puede ser
regulada por esta Ley.

8
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Los actos administrativos que puede regular la Ley son aquellos que emanan de la
Administración Pública, sin la menor duda. Por eso es una definición inútil la de la
LOPA al decir que a los fines de la Ley, actos administrativos son los que emanan de
la Administración Pública, porque eso simplemente se deduce del Art. 1°, conforme
al cual la ley no podría regular otros actos administrativos que emanen de otros
órganos distintos de la Administración Pública.
Pero además de lo inútil de la definición legal, ésta es inconveniente. En efecto, la
ley da una definición a sus propios fines, pero no a los fines de otros textos que
hablan de actos administrativos. La CN utiliza la expresión "acto administrativo" en
sus artículos 259 y 266,5. La LOTSJ por su parte, utiliza la noción de acto
administrativo para precisar el objeto del recurso contencioso administrativo de
anulación. Por ello, definir en una Ley al acto administrativo a los efectos exclusivos
de esa misma Ley, es introducir una definición parcial y estimamos que no puede
haber definiciones parciales del acto administrativo en el derecho administrativo.
Esta definición del acto administrativo, sin duda, recoge lo que la doctrina ha
calificado como definición orgánica del acto administrativo; es decir, la definición del
acto por el órgano del cual emana. En esta forma, queda clara, de acuerdo al artículo
7 de la Ley, la noción de que el acto administrativo es una declaración de voluntad
emitida por los órganos de la Administración Pública.
Se trata de una definición incompleta y errada porque, definitivamente, en el
Ordenamiento Jurídico Venezolano, el acto administrativo no es sólo el que emana
de los órganos de la Administración Pública. Acto administrativo es también el acto
sublegal que emana de las Cámaras Legislativas, por ejemplo, en ejercicio de la
función administrativa (nombramiento del Secretario de una Comisión
Parlamentaria, por ejemplo), o también el acto que emana de los órganos judiciales,
también en ejercicio, por ejemplo, de la función administrativa (nombramiento del
personal administrativo del Tribunal Supremo). También se considera como acto
administrativo, la actividad realizada por los tribunales de la República en ejercicio
de la función administrativa e, inclusive, en ejercicio de la función legislativa cuando
dictan, por ejemplo, reglamentos internos. Así que, los actos administrativos emanan
de todos los órganos estatales, es decir, se dictan por todos los órganos estatales en
ejercicio de todas las funciones estatales.
Una definición completa del Acto Administrativo resultaría como, toda manifestación
de voluntad de carácter sublegal, realizada, primero por los órganos del Poder
Ejecutivo, es decir, por la Administración Pública, actuando en ejercicio de la función
administrativa, de la función legislativa y de la función jurisdiccional; segundo, por
los órganos del Poder Legislativo (de carácter sublegal) actuando en ejercicio de la

9
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

función administrativa; y tercero por los órganos del Poder Judicial actuando en
ejercicio de la función administrativa y de la función legislativa.
Clasificación
La clasificación más importante de actos administrativos, de acuerdo a sus efectos,
se formula básicamente refiriéndose a sus destinatarios, y es entre actos
administrativos de efectos generales y actos administrativos de efectos particulares;
distinción que incluso una base constitucional.
Art. 259 CN. La jurisdicción contencioso administrativa corresponde al Tribunal
Supremo de Justicia y a los demás tribunales que determine la ley. Los órganos de
la jurisdicción contencioso administrativa son competentes para anular los actos
administrativos generales o individuales contrarios a derecho, incluso por desviación
de poder; condenar al pago de sumas de dinero y a la reparación de daños y
perjuicios originados en responsabilidad de la Administración; conocer de reclamos
por la prestación de servicios públicos y disponer lo necesario para el
restablecimiento de las situaciones jurídicas subjetivas lesionadas por la actividad
administrativa.
La primera categoría de actos administrativos de efectos generales, se refiere a
aquellos actos de la administración de contenido normativo, que como tales están
dirigidos a un grupo indeterminado e indeterminable de personas. El ejemplo típico
de estos actos administrativos son los reglamentos que pueden emitirse por decreto
ejecutivo o a través de resoluciones ministeriales.
La segunda categoría de actos administrativos de efectos particulares, se refiere a
aquellos actos que tienen efectos específicos dirigidos a una determinada persona
o a un grupo determinable de personas.
Además, de acuerdo a sus efectos, los actos administrativos pueden clasificarse
dependiendo de su contenido substantivo, según que contengan una declaración,
una ablación (ablatorios), una concesión o una autorización.
De acuerdo con esta clasificación, los actos administrativos declarativos son aquellos
que otorgan certeza respecto de determinados actos, relaciones jurídicas o hechos
específicos, incluso dando fe pública respecto de ellos. Dentro de estos actos se
encuentran los actos de registro, que contienen declaraciones de certeza o
conocimiento, así como las certificaciones, a través de la cuales la administración
certifica actos o hechos específicos.
Los actos administrativos ablatorios son aquellos a través de los cuales la
administración priva a las personas de algunos de sus derechos legales o intereses,
como aquellos que privan de derechos a los administrados, de propiedad o de

10
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

cualquier otra naturaleza (expropiaciones, confiscaciones), o que privan el derecho


de usar la propiedad (requisas); o que privan libertad de los administrados (arrestos,
detenciones); o aquellos que les imponen obligaciones de dar (multas) o de hacer
(demoliciones, por ejemplo).
Los actos administrativos concesorios, o concesiones son, contrario a los actos de
ablación, aquellos que amplían el ámbito sustantivo de los derechos de los
administrados, pues a través de ellos se les otorga un derecho que antes no tenía.
Generalmente, estos actos son bilaterales por su naturaleza en el sentido que
contienen obligaciones que el concesionario debe cumplir.
Finalmente, los actos administrativos autorizatorios o autorizaciones son aquellos
que permiten a los administrados poder ejercer un derecho pre-existente que
poseían, teniendo como propósito la eliminación de obstáculos legales que existían
impidiendo su ejercicio. Este es el caso de las licencias, los permisos y las
autorizaciones administrativas, muy comunes en la actividad administrativa
contemporánea, ampliamente utilizados por todas las administraciones de acuerdo
al grado de intervención en actividades privadas.
Por otra parte, los actos administrativos pueden clasificarse de acuerdo a la forma
en la cual la Administración expresa su voluntad.
La forma normal de hacerlo es de una manera formal expresa, normalmente por
escrito, a través de un documento que en algunos casos debe incluso publicarse en
la Gaceta Oficial.
Pero en otros, los actos administrativos pueden ser tácitos cuando una ley otorga de
manera expresa un efecto específico al silencio de la administración, o a la ausencia
de una decisión expresa de ésta en el término legalmente prescrito. Una vez que el
término prescrito expira, la ley puede otorgar a éste efectos positivos, en el sentido
de que debe considerarse que lo que se ha solicitado ha sido otorgado; o efectos
negativos, esto es, considerar que una vez que el término para decidir ha expirado
sin una decisión adoptada expresamente, la ley establece que la petición debe
considerarse como rechazada.
Además, ya que los actos administrativos normalmente deben expresarse por escrito
(los actos administrativos orales son la excepción, como por ejemplo algunas
ordenes de policía), los mismos deben materializarse en un documento firmado.
Dicho documento, una vez firmados por el funcionario público competente, también
podría considerarse como un documento público en los términos del Art. 1.357 del
CC, en relación con los hechos o actos que el funcionario público que los firma
declara haber visto o escuchado, lo cual normalmente ocurre con actos
administrativos de registro o de certificación; por ejemplo, los actos redactados para

11
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

testificar en algunas acciones o hechos, los cuales en dichos casos son la única
manera de probarlos. Respecto a estos actos administrativos, la presunción de
certeza que tienen, imponen a la administración y a la persona el deber de respetar
su contenido, a menos que se pruebe que la declaración del funcionario público es
falsa o errónea.
Art. 1.357 CC. Instrumento público o auténtico es el que ha sido autorizado con las
solemnidades legales por un Registrador, por un Juez u otro funcionario o empleado
público que tenga facultad para darle fe pública, en el lugar donde el instrumento
se haya autorizado
Por último, la Administración Pública del Estado venezolano está dividida
fundamentalmente en Administración Nacional, Administración Estadal y
Administración Municipal. Entonces, según que el acto administrativo emane de
cada una de estas autoridades, estaremos en presencia de un Acto Administrativo
Nacional, Estadal o Municipal.
Motivación de los Actos
Por otra parte, como se dijo, todos los actos administrativos, salvo los de simple
trámite o aquellos de efectos exclusivamente internos que no afecten la situación
jurídica de los administrados, deben ser motivados, es decir, deben expresar las
razones o motivos legales que ha tenido la administración para dictarlos,
formalmente expresados en el texto del acto administrativo.
Esta obligación de fundar los actos administrativos es una de las condiciones más
elementales e importantes para el ejercicio del derecho constitucional a la defensa
en relación con los actos administrativos (Art. 49 CN).
Si un acto administrativo no incluye una exposición de motivos, a su destinatario le
resultaría imposible defenderse ante tal acto. Esta obligación de la Administración
de incluir los motivos formalmente en el texto del acto administrativo es en todo
caso, una obligación legal conforme a la LOPA, los cuales exigen que en el mismo se
detallen formalmente los fundamentos de hecho y de derecho sobre los cuales el
acto se funda. Por consiguiente, es contrario a la ley que la administración dicte un
acto administrativo sin fundamentarlo, o fundamentándolo sólo parcialmente,
incluso en aquellos casos en los que dichos fundamentos puedan derivarse del
expediente administrativo.
Art. 9 LOPA. Los actos administrativos de carácter particular deberán ser motivados,
excepto los de simple trámite o salvo disposición expresa de la ley. A tal efecto,
deberán hacer referencia a los hechos y a los fundamentos legales del acto.

12
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Art. 18 LOPA. Todo acto administrativo deberá contener: 5. Expresión sucinta de


los hechos, de las razones que hubieren sido alegadas y de los fundamentos legales
pertinentes.
La Administración debe exponer formalmente en el acto las cuestiones de hecho y
de derecho sobre las cuales lo fundó para emitirlo, de manera que una vez que se
dicta un acto administrativo fundamentado sobre determinadas razones y motivos
expresados en su texto, no es posible construir nuevos supuestos fundamentos que
lo justifiquen a partir del expediente administrativo que habría sido sustanciado por
la administración.
No es necesario que se expresen en el cuerpo de un acto absolutamente todos los
detalles precisos de los motivos expuestos en el mismo, bastando con que se incluya
una reseña o resumen de ellos, siempre que los detalles estén mencionados
expresamente en el expediente administrativo del caso.
Ejecutividad y Ejecutoriedad de los Actos
La ejecutividad es la regla general del acto administrativo y consiste en el principio
de que todo acto administrativo, una vez perfeccionado, produce todos sus efectos
y, por lo mismo, puede ser ejecutado. Decir entonces que un acto administrativo es
ejecutivo es tanto como afirmar que tiene fuerza obligatoria y debe cumplirse, lo
cual ocurre desde el momento en que produce íntegramente sus efectos.
Por otra parte, este concepto de ejecutividad del acto implica la aptitud de ser
llevado, si es necesario, a la ejecución judicial directamente, con fuerza de título
ejecutivo.
La ejecutoriedad es un exorbitante privilegio en virtud del cual las autoridades
administrativas pueden materializar sus decisiones aún contra la voluntad de los
particulares haciendo uso de medios coactivos de ser el caso.
La ejecutoriedad, permite darles a los actos administrativos, cumplimiento inmediato
incluso contra la voluntad de los propios interesados, por existir en ellos esa
presunción de legitimidad.
Art. 8 LOPA. Los actos administrativos que requieran ser cumplidos mediante actos
de ejecución, deberán ser ejecutados por la administración en el término establecido.
A falta de este término, se ejecutarán inmediatamente.
La razón y la justificación de tal carácter de los actos administrativos radica, en
cambio, a nuestro modo de ver, en la naturaleza pública de la actividad que la
Administración ejercita mediante ellos; en la necesidad de que los intereses
colectivos, para los cuales fueron emitidos dichos actos, y por consiguiente los fines
correspondientes del Estado, queden rápidamente satisfechos.

13
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

El privilegio de la ejecutoriedad no se traduce (ni debe traducirse) en una disoluta


potestad de la Administración Pública que en definitiva delate el reprobable uso
arbitrario de su poderío, o peor aún, el maquiavélico empleo de la coacción estatal
al servicio de los privados intereses de sus agentes, en tal sentido, de la LOPA se
concluye que no puede haber ejecución forzosa de acto administrativo alguno sin
que previamente haya sido dictada tal decisión, y, aunque la literalidad del
instrumento normativo no lo establezca con rigurosa formalidad, es evidente que
antes de la realización de actuaciones materiales por órganos de la Administración
Pública dicho acto debe haber sido efectivamente notificado o publicado, y además,
resulta prudente la concesión de un plazo razonable al destinatario del mismo para
que lo cumpla voluntariamente, todo ello sin desconocer que la proporcionalidad y
adecuación son elementos ineluctables de las medidas administrativas que se
adopten para la ejecución forzosa.
Art. 78 LOPA. Ningún órgano de la administración podrá realizar actos materiales
que menoscaben o perturben el ejercicio de los derechos de los particulares, sin que
previamente haya sido dictada la decisión que sirva de fundamento a tales actos.
La Administración, a pesar de que es detentadora de la fuerza pública, no puede
recurrir directamente y en principio a la coerción para ejecutar sus propias
decisiones. En principio pues, ciertamente, dos consideraciones opuestas hay que
tener en cuenta: por una parte, no es conveniente que por una simple inercia de los
particulares, o por el carácter recalcitrante de éstos, las decisiones de la
Administración corran el peligro de no ser ejecutadas o serlo pero con gran dilación;
pero, por otra parte, es peligroso que la Administración, por detentar la fuerza
pública, pueda en todo caso ejecutar sus propias decisiones forzosamente, ya que
ello traería una violación sencilla y rápida de los derechos y garantías
constitucionales de los ciudadanos.
El carácter ejecutorio del acto administrativo no implica la necesidad de la ejecución
forzosa del acto por la utilización de medidas coercitivas realizada por la misma
Administración. La ejecución forzosa del acto administrativo por vías coercitivas no
puede tener lugar sino por vía judicial, y ante ésta es que el acto administrativo, por
su presunción de legitimidad, tiene carácter de acto ejecutorio.
Art. 79 LOPA. La ejecución forzosa de los actos administrativos será realizada de
oficio por la propia administración salvo que por expresa disposición legal deba ser
encomendada a la autoridad judicial.
Art. 80 LOPA. La ejecución forzosa de actos por la administración se llevará a cabo
conforme a las normas siguientes:

14
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

1. Cuando se trate de actos susceptibles de ejecución indirecta con respecto al


obligado, se procederá a la ejecución, bien por la administración o por la persona
que esta designe, a costa del obligado.
2. Cuando se trate de actos de ejecución personal y el obligado se resistiere a
cumplirlos, se le impondrán multas sucesivas mientras permanezca en rebeldía y, en
el caso de que persista en el incumplimiento, será sancionado con nuevas multas
iguales o mayores a las que se le hubieran aplicado, concediéndole un plazo
razonable, a juicio de la administración, para que cumpla lo ordenado. Cada multa
podrá tener un monto de hasta diez mil bolívares (Bs. l0.000,00), salvo que otra ley
establezca una mayor, caso en el cual se aplicará ésta.
Ante estas consideraciones, la Administración en Venezuela puede recurrir a la fuerza
pública para ejecutar forzosamente sus decisiones, en tres casos precisos:
Por una parte, cuando una ley lo permite expresamente, tal es el caso del recurso a
la fuerza pública en ciertas condiciones del reclutamiento militares.
Por otra parte, puede también la Administración recurrir a la fuerza pública para
ejecutar sus decisiones en los casos de Estado de Emergencia Nacional declarado o
de suspensión de las garantías constitucionales.
Por último, en caso de necesidad o urgencia comprobada.
Respecto al servicio militar obligatorio, debe tenerse en cuenta que la libertad y
seguridad personales son inviolables.
Art. 134 CN. Toda persona, de conformidad con la ley, tiene el deber de prestar los
servicios civil o militar necesarios para la defensa, preservación y desarrollo del país,
o para hacer frente a situaciones de calamidad pública. Nadie puede ser sometido a
reclutamiento forzoso. Toda persona tiene el deber de prestar servicios en las
funciones electorales que se le asignen de conformidad con la ley.
Publicación y Notificación de los Actos (Art. 72 al 77 LOPA)
.- Los actos administrativos de carácter general deberán ser publicados en la Gaceta
Oficial que corresponda al organismo que tome la decisión.
.- Se exceptúan aquellos actos administrativos referentes a asuntos internos de la
administración.
.- También serán publicados en Gaceta Oficial los actos administrativos de carácter
particular cuando así lo exija la ley.
.- Los actos administrativos de carácter particular, serán notificados al interesado. La
notificación deberá contener: i) El texto íntegro del acto; ii) Los recursos que

15
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

proceden con ese acto; iii) El término para ejercer los recursos y iv) Lo órganos ante
los cuales podrán interponerse el recurso.
.- Todas la notificaciones que no cumplan con los requisitos anteriormente expuestos
se consideraran defectuosas y no producirán ningún efecto.
.- La notificación se entregará en el domicilio o residencia del interesado o de su
apoderado
.- Se le exigirá al interesado o su representantes recibo firmado en el cual se dejará
constancia de la fecha en que se realiza el acto y del contenido de la notificación, así
como del nombre y cédula de identidad de la persona que la reciba.
.- Si sobre la base de información errónea de la notificación, el interesado hubiere
intentado algún procedimiento improcedente, el tiempo transcurrido no será
tomado en cuenta a los efectos de determinar el vencimiento de los plazos que le
corresponden para interponer el recurso apropiado
.- Se procederá a la publicación del acto en un diario de mayor circulación de la zona
donde tenga su sede el órgano administrativo que conoce del asunto cuando resulte
impracticable la notificación personal. En este caso, se entenderá notificado el
interesado quince (15) días después de la publicación. En caso de no existir prensa
diaria en la referida entidad territorial, la publicación se hará en un diario de gran
circulación de la capital de la República.
PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO ORDINARIO
Inicio del Procedimiento
El procedimiento administrativo se inicia mediante acto que tiene el efecto de poner
en movimiento (en marcha) la compleja estructura de trámites, plazos e incidencias
en que consiste la dinámica del procedimiento.
La etapa de iniciación del procedimiento, tiene dos formas de ejecutarse el
procedimiento a saber:
1. El régimen de iniciación de oficio y
2. el régimen de iniciación a instancia de parte.
Régimen de iniciación de oficio: Requiere del acuerdo expreso del órgano
competente para decidir el procedimiento, es decir, la de dictar un acto
administrativo de apertura. Cuando se trata de procedimientos iniciados de oficio,
ese acto administrativo por si solo, tiene la virtualidad de la incoacción, es decir
iniciación de un procedimiento en este caso, la autoridad administrativa competente
o una autoridad administrativa superior ordenará la apertura del procedimiento y
notificará a los particulares cuyos derechos subjetivos o intereses legítimos,

16
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

personales y directos pudieren resultar afectados, concediéndoles un plazo de diez


(10) días para que expongan sus pruebas y aleguen sus razones.
Régimen de iniciación a solicitud de parte interesada: El otorgamiento de
autorizaciones o concesiones, y en general todo procedimiento tendiente al
reconocimiento de un derecho o a la constitución de una situación favorable, a un
sujeto determinado exige, en principio la iniciativa de dicho sujeto como condición
necesaria para la válida incoacción del procedimiento, salvo en aquellos casos en
que la Administración esté facultada para efectuar convocatorias públicas a estos
efectos.
Art. 48 LOPA. El procedimiento se iniciará a instancia de parte interesada, mediante
solicitud escrita, o de oficio. En el segundo caso, la autoridad administrativa
competente o una autoridad administrativa superior ordenará la apertura del
procedimiento y notificará a los particulares cuyos derechos subjetivos o intereses
legítimos, personales y directos pudieren resultar afectados, concediéndoles un
plazo de diez (10) días para que expongan sus pruebas y aleguen sus razones.
Requisitos de la Solicitud
La LOPA indica cuales son los requisitos formales que debe contener la solicitud de
apertura de un procedimiento administrativo:
1.- El organismo al cual está dirigido: Este primer requisito, es de elemental
observancia, en razón del principio general de legalidad, referido a la competencia
de los organismos públicos administrativos, cabe destacar que el órgano ante el cual
se presente la solicitud debe tener la debida competencia, en caso de no ser así debe
hacérselo saber de manera inmediata al solicitante, y por lo tanto no se debe admitir
el pedimento exhortando al administrado a que se dirija a la autoridad competente.
2.- Datos personales: La identificación del interesado, y de la persona que actúa como
su representante con expresión de los nombres y apellidos, domicilio, nacionalidad,
estado civil, profesión y número de cédula de identidad o pasaporte.
3.- Lugar y la dirección: La dirección del lugar donde se harán las notificaciones
pertinentes. Este requisito es condición básica para la posterior marcha del
procedimiento. Esta identificación del lugar donde se harán las notificaciones,
facilitará la celeridad del procedimiento, esta notificación en principio ha de hacerse
en forma personal en el domicilio del interesado o de sus representantes y sólo
cuando ello no fuere posible se acudirá a la publicación.
4.- Hechos, razones y pedimentos correspondientes: Deben estar expresada con toda
claridad la materia objeto de la solicitud. Es condición sine qua non para iniciar un
procedimiento a solicitud de parte interesada, que el administrado exponga en

17
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

forma clara, lógica y razonada, la materia objeto de su solicitud para determinar con
precisión los presupuestos de la actuación:
(a) La competencia del órgano ante el cual se ha interpuesto la solicitud.
(b) La licitud, legalidad y factibilidad de la realización física del objeto de la solicitud.
5.- Los anexos: Se refiere a la necesidad lógicamente de señalar los anexos que
acompañan al escrito de solicitud, o sea los recaudos que deben presentar de
conformidad con las normas legales y reglamentarias pertinentes: Ejemplo, planos,
mapas, copias de documentos públicos, etc.
6.- Otras circunstancias que exijan las normas legales o reglamentarias.
7. La firma de los interesados. Esta firma debe ser la que aparece en la cédula de
identidad.
Art. 49 LOPA. Cuando el procedimiento se inicie por solicitud de persona interesada,
en el escrito se deberá hacer constar:
1. El organismo al cual está dirigido.
2. La identificación del interesado, y en su caso, de la persona que actúe como su
representante con expresión de los nombres y apellidos, domicilio, nacionalidad, estado civil,
profesión y número de la cédula de identidad o pasaporte.
3. La dirección del lugar donde se harán las notificaciones pertinentes.
4. Los hechos, razones y pedimentos correspondientes, expresando con toda claridad
la materia objeto de la solicitud.
5. Referencia a los anexos que lo acompañan, si tal es el caso.
6. Cualesquiera otras circunstancias que exijan las normas legales o reglamentarias.
7. La firma de los interesados.
Falta de los Requisitos
Art. 50 LOPA. Cuando en el escrito o solicitud dirigida a la Administración Pública faltare
cualquiera de los requisitos exigidos en el artículo anterior, la autoridad que hubiere de
iniciar las actuaciones lo notificará al presentante, comunicándole las omisiones o faltas
observadas a fin de que en el plazo de quince (15) días proceda a subsanarlos. Si el
interesado presentare oportunamente el escrito o solicitud con las correcciones exigidas, y
ésta fuere objetada por la administración debido a nuevos errores u omisiones, el solicitante
podrá ejercer el recurso jerárquico contra la segunda decisión o bien corregir nuevamente
sus documentos conforme a las indicaciones del funcionario.
Sustanciación del Expediente (Art. 51 al 59 LOPA)
.- La instrucción o sustanciación del procedimiento constituye la etapa o fase
fundamental del mismo, ya que en ella (en su desarrollo o transcurso) se deben
18
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

realizar los actos en virtud de los cuales han de determinarse, conocerse y


comprobarse los datos (de hecho y de derecho) sobre los que se va a fundamentar
la solución definitiva del procedimiento. Esto significa que la mayoría de los actos de
ordenación se llevan a cabo durante la instrucción.
.- Iniciado el procedimiento se procederá a abrir el expediente en el cual se recogerá
toda la tramitación a que dé lugar el asunto. La existencia de un expediente
ordenado lógica y cronológicamente en función de las distintas fases del
procedimiento, es garantía de eficacia para la actuación administrativa, y de
protección de los derechos e intereses de los administrados que se ventilan en el
procedimiento.
Art. 31 LOPA. De cada asunto se formará expediente y se mantendrá la unidad de
éste y de la decisión respectiva, aunque deban intervenir en el procedimiento
oficinas de distintos ministerios o institutos autónomos.
.- El jefe de la oficina administrativa correspondiente, podrá – de oficio o a solicitud
de parte - ordenar la acumulación de los expedientes, cuando el asunto sometido a
la consideración, tenga relación íntima o conexión con cualquier otro asunto que se
tramite en dicha oficina, a fin de evitar decisiones contradictorias
.- Es responsabilidad de la Administración impulsar el procedimiento en todos sus
trámites. La administración está obligada a desarrollar la actividad que fuere
necesaria para llegar a una decisión final, sin necesidad de que sea excitada por los
particulares. No obstante, en aquellos casos de procedimientos iniciados a solicitud
de parte interesada, cuando se trate de dar satisfacción a intereses particulares, la
acción del interesado puede determinar la perención de la instancia por caducidad.
Si los trámites por parte del interesado, se paralizaran durante el lapso de dos (2)
meses por causas imputables al mismo generará la terminación del procedimiento
mediante la figura de la perención. El término comenzará a partir de la fecha en que
la autoridad administrativa notifique al interesado.
.- Toda autoridad u organismo administrativo, está en la obligación de facilitar a la
autoridad administrativa a la que corresponda la tramitación de un caso, los
documentos, informes o antecedentes que esta considere conveniente para la mejor
resolución del asunto.
.- Los hechos que se consideren relevantes para la decisión de un procedimiento
podrán ser objeto de todos los medios de prueba establecidos en los CC, CPC y
COPP o en otras leyes. La actividad probatoria; realizada tanto por los órganos
competentes de la administración, como por los administrados interesados, es la
más importante actividad en la instrucción del procedimiento. Esta actividad va
dirigida a verificar la exactitud o inexactitud de las afirmaciones sobre los hechos,

19
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

que han de servir de fundamento a la decisión del procedimiento, según los casos.
La actividad probatoria consiste en demostrar, verificar la certeza de la afirmación
sobre determinados hechos, es decir, corroborar o confirmar su existencia. Es
menester “demostrar” fehacientemente, la certeza de lo que se afirma o niega con
relación al hecho, a través de los medios probatorios legalmente válidos en nuestro
ordenamiento jurídico. De la actividad probatoria dependerá el desarrollo y buen
resultado del procedimiento.
.- Los interesados y sus representantes tienen el derecho de examinar el cualquier
estado o grado del procedimiento, leer y copiar cualquier documento contenido en
el expediente, así como de pedir certificación del mismo. Se exceptúan los
documentos calificados como confidenciales por el superior jerárquico, los cuales
serán archivados en cuerpos separados del expediente. La calificación de
confidencial deberá hacerse mediante acto motivado.
Terminación del Procedimiento (Art. 60 al 66 LOPA)
Por expiración del término: La resolución de los expedientes no podrá exceder de
cuatro (4) meses, salvo que medien causas excepcionales que ameriten una prórroga.
La prórroga o prórrogas no podrán exceder, en su conjunto, de dos (2) meses. La
LOPA establece como regla general a todos los procedimientos que desarrolla la
Administración Pública, a excepción de los procedimientos en materia de seguridad
y defensa, un plazo máximo de seis (6) meses (incluyendo las prórrogas), para
resolver las peticiones de los administrados y las cuestiones planteadas por los
propios órganos administrativos (en el ejercicio de la potestad para iniciar de oficio
los procedimientos).
Por desistimiento: El procedimiento se entenderá terminado por el desistimiento que
el interesado haga de su solicitud, petición o instancia, el cual deberá presentar por
escrito. En caso de pluralidad de interesados, el desistimiento de uno de ellos no
afectará a los restantes.
Por perención: Si el procedimiento iniciado a instancia de un particular se paraliza
durante (2) meses por causa imputable al interesado, operará la perención de dicho
procedimiento. El término comenzará a partir de la fecha en que la autoridad
administrativa notifique al interesado. Vencido el plazo sin que el interesado hubiere
reactivado el procedimiento, el funcionario procederá a declarar la perención.
Es menester que la autoridad administrativa que conoce del asunto, notifique al
interesado sobre la paralización para que remueva el obstáculo, con la diligencia
debida.
Deberá señalársele al interesado de la paralización, indicándole la causa de la misma,
con la expresa advertencia de que, si no remueve el obstáculo, en el plazo de dos (2)

20
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

meses, se producirá la perención. La declaratoria de perención de un procedimiento


no extingue los derechos y acciones del interesado y tampoco interrumpe el término
de la prescripción de aquellos.
PROCEDIMIENTO SUMARIO (Art. 67 y 68 LOPA)
.- El procedimiento sumario se caracteriza por su brevedad.
.- Cuando la administración lo estime conveniente, podrá seguir un procedimiento
sumario para dictar sus decisiones.
.- El procedimiento sumario se iniciará de oficio
.- El Procedimiento sumario deberá concluir en el término de treinta (30) días.
.- El funcionario sustanciador, con autorización del superior jerárquico inmediato y
previa audiencia de los interesados, podrá determinar que se siga el procedimiento
ordinario, si la complejidad del asunto así lo exigiere.
PROCEDIMIENTO DE PRESCRIPCIÓN (Art. 70 y 71 LOPA)
.- Las acciones de los actos administrativos creadores de obligaciones para los
administrados, prescribirán en el término de cinco (5) años.
.- La autoridad administrativa procederá, en el término de treinta (30) días, a verificar
el tiempo transcurrido y las interrupciones o suspensiones habidas cuando el
interesado se oponga a la ejecución de un acto administrativo alegando la
prescripción.
PROCEDIMIENTO DE INHIBICIÓN
A lo largo de cualquier procedimiento administrativo y de modo particular, al
momento de adoptar Ia decisión final, la Administración tiene el deber de no
establecer preferencias injustificadas entre las partes, ello en atención a lo previsto
en la CN, relativo a Ia imparcialidad que debe ostentar el órgano administrativo que
conoce de un determinado asunto. Al respecto, la LOPA establece un procedimiento
administrativo para la inhibición, en caso de que existan las razones que
comprometan la imparcialidad dcl funcionario público que conoce dcl asunto.
Art. 49 CN. El debido proceso se aplicará a todas las actuaciones judiciales y
administrativas; en consecuencia: 3. Toda persona tiene derecho a ser oída en
cualquier clase de proceso, con las debidas garantías y dentro del plazo razonable
determinado legalmente por un tribunal competente, independiente e imparcial
establecido con anterioridad. Quien no hable castellano, o no pueda comunicarse de
manera verbal, tiene derecho a un intérprete.

21
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Art. 36 LOPA. Los funcionarios administrativos deberán inhibirse del conocimiento


del asunto cuya competencia les esté legalmente atribuida, en los siguientes casos:
1. Cuando personalmente, o bien su cónyuge o algún pariente dentro del cuarto
grado de consanguinidad o segundo de afinidad. tuvieren interés en el
procedimiento.
2. Cuando tuvieren amistad íntima o enemistad manifiesta con cualquiera de las
personas interesadas que intervengan en el procedimiento.
3. Cuando hubieren intervenido como testigos o peritos en el expediente de
cuya resolución se trate, o si como funcionarios hubieren manifestado previamente
su opinión en el mismo, de modo que pudieran prejuzgar ya la resolución del asunto,
o, tratándose de un recurso administrativo, que hubieren resuelto o intervenido en
la decisión del acto que se impugna. Quedan a salvo los casos de revocación de
oficio y de la decisión del recurso de reconsideración.
4. Cuando tuvieren relación de servicio o de subordinación con cualquiera de
los directamente interesados en el asunto.
Parágrafo único: Quedan exceptuados de esta disposición los funcionarios que
tengan a su cargo la expedición de certificados adoptados en serie o conformen a
modelos preestablecidos, de modo que les resulte en extremo difícil advertir la
existencia de causas de inhibición.
La norma citada prevé los supuestos de hecho a través de los cuales puede mermarse
la imparcialidad de la Administración Publica. De tal modo, a fin de garantizar la
imparcialidad en la sustanciación y resolución del procedimiento, la LOPA
contempla un procedimiento administrativo incidental que tiene por objeto apartar
del conocimiento del asunto o recurso, a aquellos funcionarios, que por las
circunstancias expresamente formuladas en Ia Ley, no puedan garantizar ese la
imparcialidad, es decir, se hallen en una situación de hecho proclive a parcializarse a
favor de los derechos del interesado o a prejuiciarse en su contra.
Este procedimiento contempla dos modalidades, a saber, la inhibición voluntaria,
planteada por el propio funcionario incurso en alguna de las causales legalmente
previstas y Ia inhibición de oficio, que procede en defecto de la iniciativa del
funcionario obligado.
Art. 37 LOPA. El funcionario, dentro de los dos (2) días hábiles siguientes a aquel en
que comenzó a conocer del asunto o en que sobrevino la causal, deberá plantear su
inhibición en escrito razonado, y remitir, sin retardo, el expediente a su superior
jerárquico.

22
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Art. 38 LOPA. El funcionario superior, dentro de los diez (10) días hábiles contados a
partir de la fecha de recepción del expediente, deberá decidir, sin más trámites, si es
procedente o no la inhibición. En el primer caso, el superior designará, en la misma
decisión, un funcionario de igual jerarquía que conozca del asunto y, al efecto, le
remitirá el expediente sin retardo alguno. En caso de que no existiere funcionario de
igual jerarquía al que se hubiere inhibido, designará un funcionario ad-hoc. En caso
de que no aceptara la inhibición, devolverá el expediente al funcionario inhibido,
quien continuara conociendo del asunto.
Art. 39 LOPA. El funcionario de mayor jerarquía en la entidad donde curse un asunto
podrá ordenar de oficio o a instancia de los interesados a los funcionarios incursos
en las causales señaladas en el artículo 36 que se abstengan de toda intervención en
el procedimiento, designando en el mismo acto al funcionario que deba continuar
conociendo del expediente.
Art. 40 LOPA. El funcionario que se haya inhibido prestará la cooperación que le sea
requerida por el funcionario a quien se hubiese encomendado la resolución del
asunto.
PRINCIPIO DE AUTOTUTELA
Uno de los caracteres propios del acto administrativo es la posibilidad de revisión, y
posterior decisión sobre las cuestiones o asuntos sobre los cuales se haya adoptado
una posición, por supuesto invocando razones de legalidad o legitimidad, con miras
a asegurar el principio de legalidad o la oportunidad, garantizando la satisfacción
del interés público o social.
Gran parte de la jurisprudencia y doctrina venezolana tienden a señalar a la
autotutela administrativa como el poder o facultad que tiene la administración de
revisar y corregir sus propios actos.
La autotutela administrativa, debe ser considerada como una potestad (poder) que
es otorgada a la administración pública donde se le habilita para tutelar por sí misma
sus propias situaciones jurídicas, sin necesidad de acudir a los órganos de justicia.
Esta potestad debe ser limitada, pues se trata de una herramienta dada a la
administración, que no puede ser utilizada a discreción de ésta, sino bajo supuestos
establecidos en la ley.
Eloy Larez Martínez, definen a la autotutela administrativa como la potestad que
tiene la administración pública para proceder por sí misma, sin necesidad de acudir
a los tribunales, a declarar la extinción o reforma de los actos administrativos que
considere total o parcialmente viciados por razones de mérito o de legalidad.

23
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Convalidación
La convalidación del acto administrativo es la subsanación de los defectos de los que
adolece un acto anulable . La convalidación, que constituye una excepción a la
declaración de anulabilidad de los actos administrativos , pretende la subsanación
de los defectos de los que adolezca el acto que no incurra en causa de nulidad
absoluta mediante la emisión de un acto convalidatorio que depure los vicios de
anulabilidad.
Art. 81 LOPA. La administración podrá convalidar en cualquier momento los actos
anulables, subsanando los vicios de que adolezcan.
Irrevocabilidad de los Actos
El principio general establecido por la LOPA es que cualquier acto administrativo de
efectos particulares que declara o crea derechos o intereses a favor de particulares,
no puede ser revisado y revocado por la administración, estando el principio de
revocación establecido sólo para los actos administrativos que no crean ni declaran
derechos a favor de los administrados (Artículo 82). La consecuencia de este principio
de irrevocabilidad de los actos administrativos que crean o declaran derechos o
intereses en favor de sus destinatarios está tan firmemente establecido por la LOPA,
cuyo artículo 19.2 sanciona con nulidad absoluta aquellos actos administrativos que
deciden asuntos previamente decididos en forma definitiva y que han creado
derechos individuales; es decir, que revocan actos administrativos previos que han
creado o declarado derechos o intereses a favor de los administrados. La
consecuencia de un acto afectado de la sanción de nulidad absoluta, es que es nulo
e inválido según el artículo 83 de la misma LOPA y no puede producir ningún efecto
legal, permitiendo así a la administración reconocer en cualquier momento dicha
nulidad absoluta.
Revocación
La revocación es una forma de extinción de los actos administrativos en la cual la
Administración Pública, a través de la misma autoridad o del superior jerárquico,
dicta un nuevo acto contrario al acto revocado.
Puede afirmarse en materia de revocación de los actos administrativos, lo siguiente:
a) La Administración Pública puede revocar sus actos administrativos siempre que
no sean creadores o declarativos de derechos a favor de particulares;
b) Si se trata de actos administrativos creadores o declarativos de derechos a favor
de particulares, una vez firmes, los mismos no pueden ser revocados en perjuicio de
sus destinatarios, por la Administración, por razones de mérito (conveniencia,
oportunidad) o ilegalidad;

24
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

c) Excepcionalmente, aun cuando un acto pueda ser de aquellos que declaran o


crean derechos a favor de particulares, la Administración podría revocarlos por
razones de ilegalidad, si el vicio del acto es un vicio de nulidad absoluta.
Conforme a esta doctrina, resulta que la única posibilidad que tiene una autoridad
administrativa para revocar un acto administrativo creador o declarativo de derechos
a favor de particulares, una vez firme, es considerar que el mismo es un acto
administrativo nulo, de nulidad absoluta, pues de lo contrario si se tratase de un acto
anulable (viciado de nulidad relativa) sería irrevocable, si crea o declara derechos a
favor de particulares.
Art. 82 LOPA. Los actos administrativos que no originen derechos subjetivos o
intereses legítimos, personales y directos para un particular, podrán ser revocados
en cualquier momento, en todo o en parte, por la misma autoridad que los dictó, o
por el respectivo superior jerárquico.
Art. 83 LOPA. La administración podrá en cualquier momento, de oficio o a solicitud
de particulares, reconocer la nulidad absoluta de los actos dictados por ella.
Corrección de Errores
Art. 84 LOPA. La administración podrá en cualquier tiempo corregir errores
materiales o de cálculo en que hubiere incurrido en la configuración de los actos
administrativos.
LOS RECURSOS ADMINISTRATIVOS
Los recursos administrativos representan un medio de impugnación dado a los
particulares para que la propia administración revise, remedie o corrija la ilegalidad
o inconveniencia de un acto dictado por ella.
Los recursos administrativos representan así un medio de impugnación dado a los
particulares, una vía de derecho, para que, en el interior de la propia Administración,
se revise, remedie o corrija la ilegalidad o inconveniencia de un acto dictado por ella.
Con la existencia de estos medios, la Administración puede revisar y corregir los
errores o desafueros en que haya incurrido sin necesidad de acudir a la vía
Contencioso Administrativa.
Interposición de los Recursos (Art. 85 LOPA)
Se podrán interponer los recursos contra todo acto administrativo que ponga fin a
un procedimiento, imposibilite su continuación, cause indefensión o lo prejuzgue
como definitivo, cuando dicho acto lesione sus derechos subjetivos o intereses
legítimos, personales y directos.

25
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Formalidad (Art. 86 LOPA)


Todo recurso administrativo deberá intentarse por escrito y en él se observarán los
extremos exigidos en la LOPA. El recurso que no llenare los requisitos exigidos, no
será admitido. Esta decisión deberá ser motivada y notificada al interesado. El error
en la calificación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su
tramitación, siempre que del escrito se deduzca su verdadero carácter.
Art. 49 LOPA. Cuando el procedimiento se inicie por solicitud de persona interesada,
en el escrito se deberá hacer constar:
1. El organismo al cual está dirigido.
2. La identificación del interesado, y en su caso, de la persona que actúe como
su representante con expresión de los nombres y apellidos, domicilio, nacionalidad,
estado civil, profesión y número de la cédula de identidad o pasaporte.
3. La dirección del lugar donde se harán las notificaciones pertinentes.
4. Los hechos, razones y pedimentos correspondientes, expresando con toda
claridad la materia objeto de la solicitud.
5. Referencia a los anexos que lo acompañan, si tal es el caso.
6. Cualesquiera otras circunstancias que exijan las normas legales o
reglamentarias.
7. La firma de los interesados.
Suspensión de los Efectos del Acto (Art. 87 LOPA)
La interposición de cualquier recurso no suspenderá la ejecución del acto
impugnado. El órgano ante el cual se recurra podrá, de oficio o a petición de parte,
acordar la suspensión de los efectos del acto recurrido en el caso de que su ejecución
pudiera causar grave perjuicio al interesado, o si la impugnación se fundamentare
en la nulidad absoluta del acto.
En estos casos, el órgano respectivo deberá exigir la constitución previa de la caución
que consideren suficiente.
Prohibición (Art. 88 LOPA)
Ningún órgano podrá resolver, por delegación, los recursos intentados contra sus
propias decisiones.

26
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Decisiones de los Recursos (Art. 89 y 90 LOPA)


El órgano administrativo deberá resolver todos los asuntos que se sometan a su
consideración que surjan con motivo del recurso, aunque no hayan sido alegados
por los interesados.
El órgano competente para decidir el recurso de reconsideración o el jerárquico,
podrá confirmar, modificar o revocar el acto impugnado, así como ordenar la
reposición en caso de vicios en el procedimiento, sin perjuicio de la facultad de la
administración para convalidar los actos anulables.
Recurso de Reconsideración
Art. 94 LOPA. El recurso de reconsideración procederá contra todo acto
administrativo de carácter particular y deberá ser interpuesto dentro de los quince
(15) días siguientes a la notificación del acto que se impugna, por ante el funcionario
que lo dicto. Si el acto no pone fin a la vía administrativa, el órgano ante el cual se
interpone este recurso, decidirá dentro de los quince (15) días siguientes al recibo
del mismo. Contra esta decisión no puede interponerse de nuevo dicho recurso.
El recurso de reconsideración es aquel que se intenta ante la propia autoridad que
dicto el acto para que lo revise. Se denomina de esa manera, es decir, de
reconsideración porque se pide al funcionario reconsidere su propia decisión.
El autor uruguayo Enrique Sayagués Laso, lo define de la siguiente manera: "Es la
solicitud dirigida al órgano que dictó al acto, para que lo revoque, reforme o
sustituya. Este tipo de recurso tiene como objetivo solicitar al autor de acto
administrativo, la revisión de los criterios, es decir, de las' razones de hecho y de
derecho en que se ha fundamentado su decisión, con la finalidad de que lo
modifique o revoque de conformidad con lo solicitado.
El objeto del recurso de reconsideración son los actos administrativos productores
de efectos individuales.
Le corresponde conocer del recurso de reconsideración, al órgano administrativo o
funcionario, que dictó el acto que se impugna. Ante este es que debe interponerse
el recurso.
El recurso de reconsideración debe ser interpuesto por ante el funcionario que lo
dictó, en un lapso de quince (15) días hábiles siguientes a la notificación del acto que
se impugna. Existe en el recurso de reconsideración, una identidad entre la autoridad
que recibe el escrito y la autoridad que debe decidirlo.
Vencidos estos 15 días que otorga la Ley, sin que se haya intentado el recurso por el
interesado, el acto queda firme y no podría ser impugnado posteriormente por este.

27
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

El recurso de reconsideración, debe interponerse por ante el funcionario que dictó


el acto, ese mismo funcionario debe decidirlo. Contra la decisión de un recurso de
reconsideración no puede interponerse un nuevo recurso de reconsideración, es
decir, que el recurso de reconsideración sólo puede intentarse una sola vez. Esta
estipulación es obvia, pues siendo el mismo funcionario, resulta ilógico pensar en
una segunda reconsideración, por parte de aquel que ha confirmado su anterior
decisión. En consecuencia, no se puede interponer la reconsideración de la
reconsideración.
Cuando el acto no pone fin a la vía administrativa, es decir que el órgano o
funcionario autor del acto impugnado y a quien le corresponde conocer y decidir, se
encuentra ubicado dentro de la estructura, administrativa en un grado subordinado
o de inferior jerarquía, al jerarca o superior de la misma, el funcionario debe decidir
en un lapso de 15 días hábiles contados a partir del recibo del mismo
Cuando el acto pone fin a la vía administrativa, es decir, que el recurso de
reconsideración deba decidirlo el superior jerárquico de la Administración (Ministro),
el lapso de decisión será de noventa (90) días hábiles, contando a partir de la
presentación del escrito del recurso.
Art. 91 LOPA. El recurso de reconsideración, cuando quien deba decidir sea el propio
Ministro, así como el recurso jerárquico, deberán ser decididos en los noventa (90)
días siguientes a su presentación.
Esta norma es clara respecto de aquellos lapsos donde deba conocer y decidir el
Ministro, pero resulta oscura cuando, a quien le corresponde decidir, sea un superior
jerarca distinto de un Ministro.
Vale señalar aquellos casos en donde el acto decisorio del recurso de
reconsideración pone fin a la vía administrativa, pero en un nivel inferior en la
Jerarquía Administrativa. La LOPA no regula de forma expresa este supuesto, es decir,
que el acto administrativo ponga fin a la vía administrativa, pero en un nivel distinto
al Ministro, debe entenderse que el lapso de decisión, en beneficio del administrado,
es el de quince (15) días hábiles siguientes a la presentación del recurso, por
aplicación analógica del artículo 94 de la LOPA.
La decisión de todo recurso debe ser expresa. La autoridad competente puede
confirmar el acto, puede modificarlo, suprimirlo, puede reponer el procedimiento o
puede convalidar el acto, si se alegó un vicio de nulidad relativa subsanando tal vicio.
Sin embargo, puede suceder que no exista pronunciamiento alguno de la
Administración en el lapso establecido para tal fin, y en este caso la LOPA contempla
la aplicación del silencio administrativo, es decir, opera la presunción de la decisión
tácita, considerando que se ha resuelto negativamente. En este caso, el interesado

28
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

puede intentar el recurso siguiente si estamos frente a un acto que no pone fin a la
vía administrativa y procede al ejercicio del recurso jerárquico. Pero si el acto pone
fin a la vía administrativa, el recurso siguiente que procede sería el recurso
contencioso administrativo en vía judicial.
El recurso de reconsideración tiene consigo los siguientes efectos: a) Intentando el
recurso y decidido expresa o tácitamente, no puede interponerse de nuevo un
recurso de reconsideración. b) Cuando el recurso de reconsideración pone fin a la
vía administrativa, mientras no se decida el recurso o no transcurra el lapso para
decidir, no puede acudir se a la vía contenciosa administrativa. c) No puede el
interesado acudir directamente ante el superior por vía de recurso jerárquico, sin
haber ejercido el recurso de reconsideración previamente y estar este último
decidido.
Respecto de aquellos actos que pongan fin a la vía administrativa, la interrogante
siguiente: ¿Es necesario ejercer el recurso de reconsideración? La opinión dominante
es, que frente a este supuesto es facultativo del interesado, el intentar el recurso de
reconsideración o el de acudir directamente a la vía contencioso administrativa, por
nacer el acto de una autoridad superior jerárquica.
El que interponga un recurso de reconsideración y posterior jerárquico, tiene que
esperar que los mismos se decidan, para interponer un recurso contencioso
administrativo. En el caso de que los recursos no se hayan decidido por la
Administración, es necesario que se espere el vencimiento de los plazos
correspondientes y en tal hipótesis, lo que podría impugnarse ante la jurisdicción
contencioso administrativo, es el acto denegatorio del recurso jerárquico, esto es,
atacar el silencio administrativo que la omisión de la Administración implica de
acuerdo a la presunción legal establecida.
Art. 92 LOPA. Interpuesto el recurso de reconsideración, o el jerárquico, el interesado
no podrá acudir ante la jurisdicción de lo contencioso administrativo, mientras no se
produzca la decisión respectiva o no se venza el plazo que tenga la administración
para decidir.
Recurso Jerárquico
Art. 95 LOPA. El recurso jerárquico procederá cuando el órgano inferior decida no
modificar el acto de que es autor en la forma solicitada en el recurso de
reconsideración. El interesado podrá, dentro de los quince (15) días siguientes a la
decisión a la cual se refiere el párrafo anterior, interponer el recurso jerárquico
directamente para ante el Ministro.
Es un recurso vertical ordinario, mediante el cual el interesado lesionado por un acto
administrativo solicita del órgano superior la modificación o anulación del mismo.

29
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Ese acto recurrible es un acto administrativo que decide no anular o modificar un


acto anterior, una vez solicitada su reconsideración. Este recurso, tiene por finalidad
hacer intervenir al superior jerárquico de aquel que dictó el acto administrativo y que
no reconsideró su decisión.
El objeto es un acto administrativo que decide no modificar el acto anterior, cuando
se ha solicitado la reconsideración del mismo, es decir, el objeto real es la negativa
del funcionario a reconsiderar su propio acto.
El recurso jerárquico es viable únicamente cuando ya se ha intentado el recurso de
reconsideración y el órgano inferior decida no modificar o no revocar el acto del cual
es autor en la forma solicitada en el recurso o cuando ha transcurrido el lapso
respectivo. También procede este recurso, cuando ha transcurrido el lapso de
decisión sin haberla, estimándose negada por el silencio.
El único caso o supuesto, donde puede intentarse directamente el recurso jerárquico
es en el caso de que se objete la solicitud de un particular por errores u omisiones
en la misma. (Art. 50 LOPA)
En lo que respecta al lapso para interponer el recurso jerárquico, éste debe
intentarse, dentro de los quince (15) días hábiles siguientes a la notificación de la
decisión del recurso de reconsideración, o siguientes al transcurso del lapso previsto
para decidirla.
El recurso jerárquico puede interponerse directamente para ante el Ministro o por
ante el Superior Jerárquico del organismo respectivo, según sea el caso.
En razón de la expresión "puede interponerse directamente para ante el Ministro",
se ha originado discusión en cuanto a si el recurso jerárquico debe interponerse ante
el mismo órgano que decidió negativamente la reconsideración para una vez
admitida, elevarla a la autoridad superior jerárquica o si debe interponerse
directamente por ante el órgano que debe decidir.
Respecto de esta discusión el Prof. Brewer Carías, opina que, en virtud de esta norma,
no es necesario interponer el recurso jerárquico por ante el funcionario inferior, aun
cuando la redacción del artículo puede dar pie a que ello pueda hacerse. Por su parte,
el autor Prof. José Araujo Juárez, opina que el recurso jerárquico es directo, debiendo
interponerse sin escalas para ser resuelto por el superior jerarca: pues lo que
caracteriza precisamente a este tipo de recurso es que se plantea por y ante el vértice
de la pirámide administrativa: el cual decide darle curso o no a dicho recurso.
LA LOPA prevé otra modalidad de recurso jerárquico, contra las decisiones de los
superiores jerárquicos de los Institutos Autónomos, por ante el Ministro de
Adscripción, salvo disposición en contrario.

30
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Art. 96 LOPA. El recurso jerárquico podrá ser intentado contra las decisiones de los
órganos subalternos de los institutos autónomos por ante los órganos superiores de
ellos. Contra las decisiones de dichos órganos superiores, operará recurso jerárquico
para ante el respectivo ministro de adscripción, salvo disposición en contrario de la
ley.
Este caso se refiere a una innovación de la LOPA que rompe con el principio de la
descentralización y lesiona la autonomía, pues el control propio en la
descentralización es el control de tutela, y en este caso la Ley mezcla este control
con el control jerárquico, cambiándose así, la regla general. Se ha convertido en regla
general lo que debería ser la excepción, pues la tutela de los Institutos Autónomos,
sólo existe en la medida en que el derecho objetivo la consagre, pues estos no están
sometidos al control jerárquico. Por ello a su opinión, esos medios de defensa han
sido llamados Recursos Jerárquicos Impropios.
Esta norma trae una innovación al consagrar la posibilidad general de que contra un
acto administrativo de efectos particulares de un superior jerárquico de un Instituto
Autónomo se puede intentar un recurso para ante el Ministro de Adscripción, ha
venido a sentar el principio general de un recurso institucional como manifestación
de control, procediendo no tanto como garantía de los particulares, sino del Estado
sobre la gestión de los Institutos Autónomos.
Técnicamente, no estamos en presencia de un recurso jerárquico propiamente dicho,
porque no hay vínculo de jerarquía entre un Instituto Autónomo y él Ministro de
Adscripción constituyendo este caso, un recurso distinto que dentro de los recursos
jerárquicos abarca lo que otras doctrinas han denominado Recurso de Alzada. Este
tipo de recurso, es aquel que puede deducirse ante un órgano que no es el jerarca
del que dictó el acto y que actúa en función de contralor administrativo.
Este recurso, comporta una carga más para el interesado, quien en el caso de los
Institutos Autónomos debe ejercer tres recursos en vez de dos, como en los demás
casos.
El recurso jerárquico debe ser decidido por la máxima autoridad jerárquica, es decir,
por el órgano superior de la estructura administrativa. En el caso de la Administración
Centralizada le corresponde al Ministro y en la Descentralizada los órganos
superiores del ente.
En cuanto al lapso para decidir el recurso jerárquico, si la decisión corresponde al
Ministro, el lapso para decidirlo es de 90 días hábiles siguientes a la presentación del
recurso.
Ahora bien, si se trata de una decisión que debe tomar un superior jerárquico, contra
los actos de los órganos inferiores de los Institutos Autónomos, a falta de disposición

31
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

expresa, la opinión dominante es que por analogía del artículo 91 de la LOPA, debe
aplicarse el mismo lapso de los 90 días. Si no se decide expresamente el recurso,
vencido el lapso para tal efecto, en el caso de que sea un Ministro quien deba decidir,
queda abierta la vía Jurisdiccional Contencioso Administrativa. Pero si se trata, de
una decisión que debe tomar el órgano superior jerárquico de un Instituto
Autónomo, lo que queda abierta es la posibilidad de intentar un nuevo recurso
jerárquico por ante el Ministro de Adscripción.
Como regla general de los recursos, si la decisión es expresa, el órgano decisor de
un recurso jerárquico puede modificar, confirmar o revocar el acto impugnado; así
como ordenar la reposición del procedimiento, o convalidar el acto.
El principal efecto del recurso jerárquico, es el poner fin a la vía administrativa, dando
acceso a la vía contencioso administrativa por ante los tribunales competentes.
Art. 93 LOPA. La vía contencioso administrativa quedará abierta cuando interpuestos
los recursos que ponen fin a la vía administrativa, estos hayan sido decididos en
sentido distinto al solicitado, o no se haya producido decisión en los plazos
correspondientes. Los plazos para intentar los recursos contenciosos son los
establecidos por las leyes correspondientes.
Recurso de Revisión
A este tipo de recurso, se le ha llamado también con el nombre de Recurso
Extraordinario de Revisión, pues consideran que pesar de que la LOPA no alude a la
expresión "extraordinario", cabe catalogarlo de tal, porque sólo se abre contra actos
administrativos firmes; es decir, que han agotado la vía administrativa y sólo procede
en hipótesis excepcionales y taxativas.
La esencia de este recurso comporta una verdadera excepción al principio de la
seguridad jurídica, en lo relativo al fundamento de la firmeza del acto administrativo:
estabilidad, irreversibilidad, inimpugnabilidad e irrevocabilidad del acto
administrativo. Se justifica dicha excepción, pues el motivo que da nacimiento al acto
administrativo que se impugna, constituye un medio ilícito o fraudulento, y por
encima de la seguridad jurídica debe estar el orden público.
El recurso de revisión es un recurso vertical, de carácter excepcional o extraordinario,
por motivos transcendentes al acto firme recurrido, que afecta a la llamada autoridad
de la cosa juzgada administrativa y que tiene el carácter más bien de una acción
impugnativa autónoma. Se intenta por ante el superior jerárquico, por motivos
precisos, derivados de hechos que sobrevengan después de que el acto se ha
dictado.

32
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Tiene por objeto un acto administrativo firme, es decir, aquellos actos que
adquirieron firmeza, no impugnables por vía de otro recurso, porque se han vencido
los lapsos para impugnarlos o por consentimiento del interesado al no ejercer el
recurso de reconsideración o jerárquico en la oportunidad respectiva.
Art. 97 LOPA. El recurso de revisión contra los actos administrativos firmes podrá
intentarse ante el Ministro respectivo en los siguientes casos:
1. Cuando hubieren aparecido pruebas esenciales para la resolución del asunto,
no disponibles para la época de la tramitación del expediente.
2. Cuando en la resolución hubieren influido, en forma decisiva, documentos o
testimonios declarados falsos por sentencia judicial definitivamente firme.
3. Cuando la resolución hubiese sido adoptada por cohecho, violencia, soborno
u otra manifestación fraudulenta y ello hubiere quedado establecido en sentencia
judicial, definitivamente firme.
Este recurso se interpone directamente por ante el Ministro respectivo. Si la
impugnación se refiere a un acto de la Administración Central corresponde al
Ministro del Ramo y si el recurso se dirige contra un acto de un Instituto Autónomo
por ante el Ministro de Adscripción.
En cuanto al lapso para intentarlo, el recurso de revisión se interpone dentro de los
3 meses siguientes, a la fecha de la sentencia que establezca la manifestación
fraudulenta o la falsedad del documento o dentro de los 3 meses siguientes a la
fecha de haberse tenido noticias de la existencia de las pruebas esenciales no
disponibles para el momento en que se tramitó el asunto.
Art. 98 LOPA. El recurso de revisión sólo procederá dentro de los tres (3) meses
siguientes a la fecha de la sentencia a que se refieren los numerales 2 y 3 del artículo
anterior, o de haberse tenido noticia de la existencia de las pruebas a que se refiere
el numeral 1 del mismo artículo.
Este recurso lo decide el Ministro respectivo, que es el mismo funcionario ante quien
se intenta y cuenta con un lapso de treinta (30) días hábiles siguientes a la fecha de
la presentación del recurso. Si no decide expresamente en ese lapso previsto, se
entiende negada (silencio-rechazo); pudiendo el interesado acudir a la vía
contencioso administrativa. Igualmente queda abierta la vía contencioso
administrativa, si decide negativamente.
Art. 99 LOPA. El recurso de revisión será decidido dentro de los treinta (30) días
siguientes a la fecha de su presentación.

33
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

Las nuevas circunstancias comprobadas pueden hacer que varíe total o parcialmente
la decisión contenida en el acto impugnado, por lo cual puede rechazar o acoger el
recurso, revocar, modificar o convalidar los vicios.
Recurso de Reclamo
El recurso de reclamo es también denominado recurso de queja. Constituye un
medio formal de defensa. Es una vía formal o recurso jurídico dado por Ley a los
particulares, aun cuando no se trate de un recurso para la impugnación de actos
administrativos. Se trata en este caso de un recurso de queja, y no de una simple
queja o reclamo que cualquiera tiene ante un organismo, sino que este medio está
sometido a una serie de requisitos.
Es una queja o reclamo que el interesado puede ejercer contra omisiones, retardos,
distorsión o incumplimiento en cualquier procedimiento, trámite o plazo de los
funcionarios, por ante el superior jerárquico inmediato de estos.
Art. 3 LOPA. Los funcionarios y demás personas que presten servicios en la
administración pública, están en la obligación de tramitar los asuntos cuyo
conocimiento les corresponda y son responsables por las faltas en que incurran. Los
interesados podrán reclamar, ante el superior jerárquico inmediato, del retardo,
omisión, distorsión o incumplimiento de cualquier procedimiento, trámite o plazo,
en que incurrieren los funcionarios responsables del asunto. Este reclamo deberá
interponerse en forma escrita y razonada y será resuelto dentro de los quince (15)
días siguientes. La reclamación no acarreará la paralización del procedimiento, ni
obstaculizará la posibilidad de que sean subsanadas las fallas u omisiones. Si el
superior jerárquico encontrare fundado el reclamo, impondrá al infractor o
infractores la sanción prevista en el artículo 100 de la presente Ley sin perjuicio de
las demás responsabilidades y sanciones a que hubiere lugar.
Este es un medio formal de queja y constituye a su vez un derecho del interesado de
elevar, por ante el superior jerárquico de un funcionario que conoce de un
procedimiento, solicitud o petición; un reclamo por motivo de retardo, omisión,
distorsión o incumplimiento de cualquier plazo, trámite o procedimiento. El objeto
de este recurso es la inacción de un órgano administrativo: retardo, distorsión,
omisión o incumplimiento de un trámite, plazo o procedimiento que conoce.
Se intenta por ante el superior jerárquico inmediato, por escrito razonando, donde
se debe indicar la omisión, el retardo o el incumplimiento. La norma no expresa,
plazo alguno para la interposición de éste, por lo que se infiere que puede hacerse
en cualquier momento, antes de una resolución definitiva.

34
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

El recurso de reclamo debe ser decidido dentro de los quince (15) días hábiles
siguientes a su recepción.
El ejercicio del reclamo tiene los siguientes efectos: 1. No paraliza el procedimiento,
no obstaculiza la subsanación de las fallas u omisiones. Es decir, no tiene efecto
suspensivo. 2. El Superior inmediato, si encontrare fundado el reclamo, puede
subsanar las fallas del inferior e imponer la multa comprendida entre el cinco por
ciento (5%) Y el cincuenta por ciento (50%) de su remuneración total
correspondiente al mes en que cometió la falta, sin perjuicio de exigir las demás
responsabilidades a que hubiera lugar.
Art. 100 LOPA. El funcionario o empleado público responsable de retardo, omisión,
distorsión o incumplimiento de cualquier disposición, procedimiento, trámite o
plazo, establecido en la presente Ley, será sancionado con multa entre el cinco por
ciento (5%) y el cincuenta por ciento (50%) de su remuneración total correspondiente
al mes en que cometió la infracción, según la gravedad de la falta.
Recurso de Hecho
La LOPA no hace referencia expresa a éste, pero el mismo resulta como un principio,
en la propia consagración de los recursos y para lo cual se puede acudir a lo
dispuesto en el CPC, que tiene valor de fuente supletoria en los procedimientos
administrativos.
Es aquel que se intenta ante el órgano superior máximo, cuando el órgano
competente ante quien se interpone un recurso se niega a oírlo. Resulta del hecho
de que se proponga un recurso y que la autoridad competente se niegue a oírlo o a
admitirlo, por lo que dicha autoridad, estaría faltando a la Ley y desconociendo el
derecho del administrado.
El recurso de hecho si se trata de un recurso de reconsideración y no se está
agotando la vía administrativa, se interpone ante la autoridad superior jerárquica. Si
se refiere a una negativa de órgano superior de un Instituto Autónomo, se intenta
ante el Ministro de Adscripción. Pero si se trata del agotamiento de la vía
administrativa, bien se trate de un recurso de reconsideración o de un recurso
jerárquico, se recurre de hecho por ante la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Art. 305 CPC. Negada la apelación, o admitida en un solo efecto, la parte podrá
recurrir de hecho, dentro de cinco días, más el término de la distancia, al Tribunal de
alzada, solicitando que se ordene oír la apelación o que se la admita en ambos
efectos y acompañará copia de las actas del expediente que crea conducentes y de
las que indique el Juez si éste lo dispone así. También se acompañará copia de los
documentos o actas que indique la parte contraria, costeándolas ella misma. El auto

35
Universidad Santa María – Núcleo Oriente
Derecho Administrativo III
Prof. Jesús Mendoza Ascanio

que niegue la apelación o la admita en un solo efecto, fijará el término de la distancia,


si fuere procedente, a los efectos del recurso de hecho.
El recurso de hecho como garantía procesal del recurso ordinario de apelación, tiene
por objeto la revisión del juicio o dictamen emitido por el juez de la causa en torno
a la admisibilidad del primer recurso ejercido (el de apelación) y, en tal sentido,
supone como presupuestos lógicos, en primer término, la existencia de una decisión
susceptible de ser apelada; en segundo lugar, el ejercicio válido del recurso de
apelación contra tal decisión apelable, y en tercero y último lugar, que el órgano
jurisdiccional haya negado la admisión de dicho recurso o haya limitado la apelación
al solo efecto devolutivo, cuando sea procedente su tramitación en ambos efectos
(suspensivo y devolutivo).

NOMENCLATURA
CN: Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
CC: Código Civil
CPC: Código de Procedimiento Civil
COPP: Código Orgánico Procesal Penal
LOAP: Ley Orgánica de la Administración Pública.
LOPA: Ley Orgánica de Procedimientos Administrativos
LOOT: Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio
LDM: Ley de Minas

36

También podría gustarte