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oesafíos ineludibles

para la cons~rucción
de escuelas inclusivas
artículo se introduce en la contradicción en ~a que se ~~bate la escuela actual: haber abierto las
El a todo el alumnado, a la vez que mantiene y leg1t1ma muchas desigualdades. En este cont xt
Puertas t d . . h e o,
la institución es~ola~ co~o proyec .º . emocrat1co . a d~ _acome~er algu~~s desafíos que requieren la
conexión de la c1enc1a ps1copedagog1ca con la acción et1ca, social y pohtica de los diferentes agentes
educativos.

ecientemente se celebró en la Universi- cación con la democracia y la igualdad (Apple,

R dad de Málaga un focus group' en el que


seis mujeres debatieron acerca de sus
experiencias como madres de personas que
1997; Giroux, 1985).
Frente a la experiencia de estas madres, alar-
ma nuestro creciente estado de complacencia
habían sido clasificadas como personas con con la situación actual, así como la alegría con
discapacidad. Presenciar esas discusiones, las la que usamos la palabra inclusiva para calificar Ignacio Calderón
diferencias y semejanzas de sus experiencias, muchas prácticas escolares que, sin embargo, Universidad de Málaga
así como las alianzas y complicidades que se siguen manteniendo mayoritariamente sus tin-
generaron en el transcurso de aquellas dos in- tes selectivos y discriminatorios, incluso en la
tensas horas resultó revelador. educación obligatoria (iY preobligatoria!). En
Especialmente significativa y dolorosa fue la definitiva, entendemos que necesitamos estar
palabra que pronunció una de estas madres al ver vigilantes para que el discurso no pocas ve-
proyectada la fotografía de una escuela: «Injus- ces edulcorado de «la diversidad» no devenga, Gerardo Echeita
ticia», dijo. De momento, las otras madres asin- como en tantas ocasiones, en «desigualdad» Universidad Autónoma
tieron y apoyaron el planteamiento: escuela igual (Calderón, 2015). de Madrid
ª injusticia. Puede parecer contradictorio que un Y es en esa disyuntiva en la que trataremos
grupo de madres califique a la escuela actual de de situar estas páginas, en un posicionamiento
injustª• mientras se reconoce institucionalmen- ético que no podemos eludir. De la postura que
te su func·'10
n en 1a solución de los desequilibrios asumamos depende que la escuela contribuya
sociales.
a perpetuar las injusticias o a transformar el
A la vez que 1 . t· . ,
d . a ins 1tuc1on y sus profesionales mundo tratando de superarlas. Con este come-
ecunos may0 · ·
. ntar1arnente que la escuela es una tido, nos disponemos a abordar mínimamente
igualadora de .
ta d . oportunidades, una herramien- tres bloques que nos parecen fundamentales, Este grupo focal fue orga-
e Justicia soc.1al 11 .
alg0 , aque as madres revelaron est~atégicos, pero también dilemáticos y polé- nizado por Manuel Toledo
que otros int 1 .
manm e ectuales bien reconocidos han micos en relación con el desafío de hacer de Quesada y forma parte de
estado contu d
produ n entemente: las escuelas re- nuestras escuelas espacios en los que todo el su investigación titulada
cen 1as rela · .
ello sus . . ciones sociales existentes (y con alumnado pueda estar, participar, aprender Y «Maternidad, resiliencia y
tn¡usticias) ·
'mientras defienden su impli- aprobar. diversidad funcional•.

DOS\ER GRAÓ 35
NUEVOS ESCENARIOS, NUEVOS APRENDIZAJES

Sorprende la alegría con la usamos del profesorado y la docencia d


' e Inod
la palabra inclusiva para calificar much_as sea coherente con un sentido de . . 0 que
1a 1nstitu . ,
escolar que, como proyecto social C!on
prácticas escolares que_ siguen ma~teme nd o a una ciudadanía más solidaria
, nos ace
rque
mayoritariamente sus tmtes selectivos y libre. • sostenible y
La cuestión radica en algo sim
discriminatorios . 1 pero a
Pe,
la vez muy compleJo: ahora está e 1
n as aulas
(casi) todo el alumnado que hace un d'
, . as eca.
LA ESCUELA COMO PROYECTO das no tema cabida en ellas· quienes h
. . . · ·
.
an sido
SOCIAL exclmdos h1stóncamente, quienes no q •
u1eren
estar, quienes no pueden aprender con las me-
Para iniciar este apartado, vamos a apoyar- todologías convencionales, quienes necesitan
nos en sendas imágenes recreadas por Esteve aprender cuestiones no contempladas en el cu-
en dos de sus principales obras. En la primera rrículo al uso .. .
(Esteve, 1987), explica la situación del profe- Esto requiere una escuela radicalmente dis-
sorado ante la aceleración del cambio social tinta a la que teníamos, pero· ante ese cambio
con la imagen de un actor al que, mientras re- de escenario, hemos- continuado representado
presenta una obra de teatro clásico, le cambian la misma obra. Básicamente hemos creado una
sin previo aviso el decorado, introduciendo un división entre escuela ordinaria y especial (con
inodoro, un maniquí extravagante y un telón sus respectivas gradaciones estipuladas en las
de fondo con el pato Donald. A partir de en- diferentes modalidades de escolarización), lo
tonces, aquella actuación exquisita del actor, que ha permitido la subsistencia de una gramá-
aún vestido con ropajes clásicos y recitando tica escolar y una pedagogía muy alejadas de lo
en verso, provocaba risas en lugar de aplausos. necesario para responder con equidad al desa-
Nos advertía así de la necesidad de replantear fío de una educación que quiere ser más inclu-
también el papel de los docentes con el cam - siva (AA.VV., 2015; Echeita, Sandoval y Simón,
bio social. Es decir, nuestras actuaciones como 2016). Una escuela que supere dicha división
_docentes encuentran sentido en el contexto en es posible, pero no ocurrirá mientras no nos
el que se enmarcan, lo que hoy implica, según decidamos a hacerla. Porque no es algo parcial
Meirieu, el reconocimiento del derecho de to- relativo a esos colectivos que resultan especial-
dos los niños y las niñas a aprender y nuestra mente difíciles de enseñar, sino un «asunto po-
responsabilidad para garantizarlo: lítico» que implica a la institución escolar en su
No nos podemos contentar con dar de beber conjunto, como proyecto político que aborda
a quienes ya tienen sed. También hay que preguntas sustanciales:
dar sed a quienes no quieren beber. (Meirieu, ¿.. . Qué tipo de mundo deseamos? ¿Es un mun-
2007,p. 45) . 1iza· r cómoda-
do en el que podamos raciona
mente la exclusión y la segregación de diijeren·
·
La segunda imagen nos la regaló unos años tes grupos de personas? ¿Cuál es la naturaleza
después (Esteve, 2003): un joven oficial del . ? ·Acaso no se
de la justicia y la democracia. ¿
ejército de Napoleón herido, aterrado y es- aplica esto a las personas que co nsideramOS
condido durante una batalla, que finalmente
con NEE? (Slee, 2011, p. 73)
resultó una victoria histórica. Con esta imagen
nos hacía ver que incluso un logro educativo d ende la
De la respuesta a estas preguntas ep ·s-
sin precedentes como la universalización de la al de1 s1
necesaria transformación estructur d. ur·
enseñanza hasta los 16 años puede verse como el 1sc
tema educativo. Hasta el momento, algo
una penalidad sin sentido si lo miramos solo . ( si fuera
so de la inclusión es débil como aro•
desde una perspectiva individual. Es necesa- ado «r
que afecta únicamente a un alumn Jos
rio, por tanto, redefinir nuestra concepción . ( firmado en
o «especial») y contradictorio a 1

36 DOSIER GRAó
DESAFIOS INELUDIBLES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ESCUELAS INCLUSIVAS

, bulos de las leyes y negado en su arti-


pream planteamiento un asunto marginal, incluso una
l d en la estructura del currículo o en la
. empu¡a- . mención opcional, que no afecta a la mayoría
.
denva competitiva de su evaluación, del alumnado que cursa otras menciones, que lo
dos por las comparaciones internacionales de hace mínimamente en quienes eligen esa men-
rendimiento). ción y que nada tiene que ver con la didáctica de
En resumen, y siguiendo las imágenes con la lengua, ni de las matemáticas, ni de las cien-
las que iniciamos el apartado, no tiene sentidocias sociales .. . Más oscuro aún es el itinerario
seguir interpretando la misma obra en el con- que tenemos preparado para formar al profeso-
texto actual. Esto debería conllevar una revi- rado de secundaria.
sión de la formación de los docentes adecuada Por otra parte, no solo se trata del conteni-
al «nuevo» escenario y a las condiciones de su do, sino de la forma en que se aprende. Desde
trabajo, en el que, mayoritariamente, siguen las universidades seguimos formando para la
primando concepciones individuales, compe- memorización, en lugar de fomentar procesos
titivas y dirigidas más a la instrucción que a la reflexivos, dialógicos y de investigación sobre la
educación. La adecuación de estas condiciones práctica. En ambos casos (el qué y el cómo), no
al trabajo colegiado, colaborativo y enfocado es la ausencia de conocimientos y experiencias
a la «nueva ecología del aprendizaje» (Coll, relevantes la que atenaza las posibilidades de
2013) condicionará en buena medida la capa- mejora, sino más bien la debilidad (y rigidez)
cidad que tengamos para observar el valor de de nuestras actuales instituciones universitarias
la «batalla» que estamos librando: la de hacer para encarar propuestas innovadoras desde la
de las escuelas selectivas instituciones educa- responsabilidad social.
tivas inclusivas. Sin embargo, esto no debería
ser justificación para la continuidad de prác- TRANSFORMAR EL MODELO
ticas escolares excluyentes, como bien explica ACTUAL DE LOS SERVICIOS
Skliar (2008), porque finalmente no se trata de DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA
recursos ni de estar preparados, sino de estar Y PSICOPEDAGÓGICA
disponibles. Por lo tanto, la pregunta final, que
es política y no técnica, es esta y no otra: ¿esta- En otro lugar (Echeita y Calderón, 2014), he-
mos disponibles? mos planteado la urgencia de revisar y poner en
cuestión las concepciones y prácticas relativas a
LA FORMACIÓN INICIAL la función de la evaluación psicopedagógica, que
DEL PROFESORADO INCLUSIVO les corresponde hacer a los «profesionales de la
orientación educativa», en su relación con el de-
A pesar de los últimos cambios para la adapta- recho que asiste al alumnado en situación de des-
ción al EEES, nuestras facultades de educación ventaja a una educación inclusiva.
no están preparando a los futuros docentes No pretendemos individualizar en la fi-
para que egresen convencidos y competen- gura de los orientadores y orientadoras un
tes para ser profesores y profesoras de todo el
alumnad0 ·
sm restricción. Se trata de una for-
mación · · • 1 '
m1c1a muy desdibujada: los maestros Seguimos abordando la diversidad del
Ylasma t . .
es ras tienen planes de estudios que alumnado con la dicotomía normal/
abordan 1
1es asunt so o desde.
algunas materias puntua-
. especial. La transformación viene urgida
os tan importantes como la atención
a 1a div ·d
ersi ad o la inclusión, sin que el resto por argumentos jurí~icos: el der~cho a
se Vean d"fi
E rno 1 cadas (Echeita, 2014; Agencia una educación inclusiva reconocido por la
uropea 1
Ed para e Desarrollo de las Necesidades
Ucativas E • .
spec1ales y la Educación Inclus1va,
Convención de los Derechos de las Personas
20 11
). Es decir, la inclusión sigue siendo en ese con Discapacidad

DOSIER GRAO 37
NUEVOS ESCEl'IARIOS, NUEVOS APRENDIZAJES

problema que es social y construido históri- (es decir, en grupo ordinario) so


camente sobre la base de determinadas con - n 1a propu
ta más efectiva tanto para la co . . es.
cepciones sobre cómo afrontar el dilema de ns1rucc1on d
aprendizajes disciplinares del alum d e
la diversidad en la educación escolar. Sin em- na o coll!o
para la transformación de la cultura
bargo, y si la tarea de calificar es para los do- esco1ar y
social (por ejemplo, Valls, Prados y A .
centes la parte menos educativa de su queha- 1
gu1era
2014) . Sin embargo, seguimos tozud '
cer, en esta función propia de la orientación amente
abordando la diversidad del alumnado con la
escolar se destila buena parte de la función dicotomía normal/especial. Es decir, no cues-
selectiva y clasificadora de la escuela, algo tionamos las prácticas basadas en la norma-
que, sin lugar a dudas, dificulta el proyecto lidad y la homogeneidad porque generamos
democrático e inclusivo de la institución. En otras vías de segundo orden y excluyentes para
este sentido, todos y todas tenemos la obli - el alumnado que no logra adaptarse a la nor-
gación -los orientadores también- de hacer ma: el etiquetado, las adaptaciones curricu-
efectivo y llevar a la práctica el derecho de lares significativas individualizadas, las aulas
todo el alumnado a una educación inclusiva. especificas y los centros de educación especial
Esta obligación se asienta por una parte (entre otras) están haciendo de válvula de es-
en argumentos de tipo pedagógico. Ya se ha cape para seguir manteniendo el statu quo de
demostrado hasta la saciedad en la literatura la institución cuando -como señalábamos-más
científica que los agrupamientos heterogéneos arriba- esta debe transformarse profunda-
y las modalidades de escolarización inclusivas mente a tenor del cambio de escenario social en

del entorno? ¿Cómo conviene que se relacionen a fin de facilitarlo?


mo algo que afecta de manera exdusiva a una parte del alumna- En esta ocasión, nos centraremos en la familia y la escuela, res·
do o como un conjunto de medidas organizativas relacionadas con ponsables complementarios de esta educación. Situadas una Yotra
apoyos especiales. Asl pues. construir una escuela inclusiva deja de en el lugar central, se han encontrado sentadas en torno a la misma
estar relacionado solamente con la escolarización de las ptrsonas
•• con alguna discapacidad, para plantearse dar respuesta a la diversi-
mesa o compartiendo actividades lúdicas y de aprendizaje, sin que,
en muchas ocasiones. hayan podido consensuar todavía las regtas
dad presente en las aulas._

1
del juego de esta nueva forma de convillir y relacionarse.
Desde esta nueva perspectiva, se trata de acabar garantizando Y. sin duda, este consenso se hace imprescindible. Más aún
que todas las criaturas puedan ser educadas en las escuelas de su niendo en cuenta que en la sociedad de la información Yla comuni·
entorno normal de convivencia, pueblo o barrio, asumiendo esta
cación actual el aprendizaje depende cada vez más de I or mamenOS .
meta como una responsabilidad social colectiva.
exclusiva de lo que acontece en el aula, y mucho más. en cambio,
Visto de este modo, las nuevas preguntas que se plantea la so-
de la correlación funcional que se consiga entre lo que sucede en e
1

ciedad sobre la educación adquieren otro cariz, y nos interrogan, por


aula, en la calle y en el comedor de casa. ·de-
ejemplo, sobre: ¿Qué deberá (re)hacer el sistema educativo y la es- • profesorado ha vivido con ret1cenaa
. . 1o que ha cons1 ,
Algun
cuela para dar una respuesta acogedora y exitosa a todas las criaturas . . ·da escoa,,
1
rada un protagonismo excesivo de las familias en la VI .
del bárrio7 ¿Qué protagonismo han de tener en las decisiones el pro- . nte abnen·
mientras que otro se ha mostrado mucho menos ret,ce '
fesorado, las familias y los servicios educativos o el resto de entidades . . o alguna1
do de forma franca las puertas de la escuela. As,m,sm '
DESAffOS INELUDIBLES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ESCUELAS INCLUSíVAS

os encontramos, definido, entre otros o aulas de educación especial es considerada


dquen . .
s por querer avanzar hacia el reconoc,- una práctica discriminatoria. Así de rotundo lo
aspecto ,
. de la diversidad humana como un dere- señala el Comité de Derechos de las Personas
,ruento
ho básico de ciudadanía. con Discapacidad en la Observación General
c y esta llamada a la transformación también sobre el derecho a la educación inclusiva que en
viene urgida por argumentos de tipo jurídico. estos momentos se está debatiendo internacio- 2 http:llbit.ly/1 QKBCG2
No solo es la ciencia la que avala este cambio nalmente con vistas a su próxima aprobación.' 3 Desesperada, porque
digmático sino también la ley. Los dere- Entonces, ¿Cómo pueden seguir participando son muchos los niños y
para ' . .
chos son universales y no aceptan d1lac1ón -y el los equipos o servicios de orientación en la ta- las ninas, adolescentes
derecho a una educación inclusiva reconocido rea de dictaminar mediante informes de eva- y jóvenes (y sus familias

por la Conve_n ción ~e los Derechos de las Per- luación psicopedagógica que algunos alumnos con ellos). que están
sonas con D1scapac1dad (ONU, 2006, art. 24) o alumnas no pueden ser incluidos? Y lo que sufriendo aqul y ahora la
no es una excepción-. En este sentido, la inter- es más urgente: ¿Cómo pueden las Adminis- lacerante discriminación

pretación que hoy ha de hacerse del derecho a traciones competentes en esta materia seguir de ver incumplido su

la educación es que esta debe ser inclusiva. En mirando hacia otro lado, dictando normas y derecho a una educa-

consecuencia, y desde el momento en el que propiciando actuaciones contrarias a derecho? ción inclusiva de calidad

España, como otros muchos países iberoame- Por todo ello, nos hacemos eco de la llamada (www. forovidaindepen-
ricanos (Dávila, Naya y Lauzurika, 20 I O) , ha de atención enérgica y desesperada de los fami - diente.orglnode/225) .

ratificado esta Convención, la segregación del liares y del alumnado afectado por esta situa- Véase también www.

alumnado por razón de discapacidad en centros ción.' Es también una llamada para que todos los asociacionsolcom.orgl

ilias han expresado de forma decidida su 110luntad de ser pro- de hacerlas, acogiendo a las familias desde su i
nistas de las decisiones sobre la educación de sus hijos e hijas, tro, modificando el COiitenido y'la disponibilidad en
tras que otras siguen delegando una parte destacadlsima de la con las familias, adquiriendo un carácter más bid" ·
a en el profesorado y la escuela. 0 La creación de grupos impulsores de la colaboración
Probablemente no exista una única manera positiva de estable- cuela, forrmídos por familiares y profesorado.
la relación y el reparto de responsabilidades educativas entre D Comenzando desde muy pronto a recoger, desde el
ilia y escuela, pero lo que cada vez se ha hecho más evidente es ciativas promovidas desde todas las familias.
esta relación solamente tiene sentido cuando es colaborativa . Dando, desde el inicio, auténtica cabida y protagon
lo mlnimo indispensable para que lo sea es que estos dos interio- familias con criaturas con mayor vulnerabilidad (cognitiva, so- •

1
res descubran y perciban que pueden sacar algo positivo para cial o relacional). Desde el primer momento, debe conseguirse
la participación de las famHias de criaturas con discapacidad o
los de esta relación. Que, además, se vean mutuamente como •
terlocutores que saben cosas o saben hacer cosas que les serán de las familias en situación de frágil arraigo al entorno, promo- •
®les a ambos para poder satisfacer las necesidades de las criaturas. 1
cloque me dice el otro fortalece lo que yo sé», una mirada muy ;:~:l:;~~:~::;a~~~o :~ar:~t:~~re los diversos recursos.

•••
cflstinta a «El otro es la causa del problema ».
Este cambio necesario en la relación implica a ambas partes. De este modo, la colaboración familia-escuela se convertira en I.WIO
Ahora bien, es indudable que el profesorado y la escuela son los de los pilares fundamentales de la escuela indusiva. CJ
que han de tomar la iniciativa y sentar las bases para favorecer la
lransformación. Para hacerlo, será necesario, al menos:
La reflexión y el consenso al respecto del conjunto del profeso-
rado. La recogida de otras experiencias que ya se llevan a cabo.
Ramon Almirall Ferran
La demostración explícita ante las familias de esta voluntad de Psicólogo, Asesor psicopedagógico y terapeuta familia,
cambio. Esto se hará visible modificando las entrevistas y la manera Profesor colaborador de la Universidad de Barcelona
1 NuEVOS ES(fNAJUOS, NUEVOS APRENDIZAJES

¡1

de Administraciones que van en


. 1 "ó . d contra de 1
gis ac1 n cita a y que subyugan ¡ li ale.
recursos a procesos de etiquetad0
ª berac10nde
. Ysegreg ..
Los profesionales tenemos la obli· . , ªCion.
gac1onrn
resistir a esta aberración. Ora] di

LA INCLUSIÓN COMO
EL GRAN ~ETO DE LA ESCUELA
DEMOCRATICA
Siendo honestos, y siguiendo los testirn .
oniosde
las madres citadas al inicio de este escrit0
o los
que tantas otras familias nos han hecho lle ai
hoy el derecho a una educación inclusiva esta' sien.
g'
do un «desecho», por su inoperancia para servir a
muchas personas en situación de (dis)capacidad
y/o desventaja en la superación de las situaciones
de discriminación que viven de forma cotidiani
Seguimos pensando mayoritariamente que no se
trata de un derecho con todo su significado y su
profesionales carga jurídica y moral, sino más bien de un prin-
reflexionemos so- cipio bienintencionado, graciable, de aplicación
bre si las orientaciones, restringida, «si se puede», y si no interfiere con
prácticas o investigaciones que hacemos o de- el buen desarrollo educativo del alumnado con-
mandamos -en lo que respecta ahora a la evalua- siderado legítimo, por ser interpretado como
ción psicopedagógica- están contribuyendo a la «normal». En este contexto, las familias de «los
discriminación del alumnado que la precisa o si, otros» alumnos y alumnas sienten que han de
por el contrario, se pueden configurar como una pedir permiso para estar allí, donde por derecho
de las palancas para su plena igualdad y recono- les corresponde, y que han de «estar agradecidas•
cimiento. En definitiva, si queremos ser parte por lo (poco) que reciben.
constitutiva del problema de opresión y exclu- Un desarrollo más pleno de la educación in-
sión que cotidianamente los afecta en la escue- clusiva no llegará sin una mayor presión y lucha
la, o parte de la solución para su plena inclusión proveniente de distintas fuentes. Estamos siendo
educativa. Y, lo queramos o no, se es parte del excesivamente crédulos al confiar en que la in-
problema desde el momento en el que las eva- vestigación y la ciencia psicopedagógica serán
luaciones psicopedagógicas se están utilizando suficientes para conquistar ese derecho. Entre
como prueba de cargo que justifica la segrega- otras cosas porque lo fundamental lo sabemos
ción de determinado alumnado considerado con hace décadas y estamos en un momento de retro·
diversidad funcional.• Sabemos que es posible ceso. Resulta imprescindible una mayor imbrica-
llevar a cabo una evaluación psicopedagógica in- ción de la ciencia psicopedagógica con la acción
clusiva (Calderón, 2012 y 2014), con la finalidad política, social y ética; es decir, necesitarnos co·
1
que propone la Agencia Europea para las Nece- nectar con las personas y colectivos de todo ~Po
sidades Educativas Especiales y la Educación In- y condición (no solo con e1moVJm1en · · to asooall·
clusiva (2007), que no es otra que la de reforzar vo de las personas en situación de discapacidad)
la inclusión del alumnado vulnerable. Por tanto, que están siendo objeto de discriminación, Yque
e · nales poco
debemos buscar la lógica de nuestras acciones en ven a los académicos y a los pro1es10 ,
la lucha por la justicia y la equidad, que a menu- implicados en su sufrimiento cotidiano. Un tfáll'
4 http://bit.ly/29e5fFD 5
do eS tá reñida con las disposiciones normativas sito que difícilmente se realizará si no buscaJ11º

40 GUIX I DOSSIER
DESAFIOS INELUDIBLES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE ESCUELAS INCLUSIVAS

vo de la batalla y el miedo para emplear


No hay un derecho sobre la evaluación psicopedagógica, len linea].
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el grand af'1
es
reto de va] hi
ºque tenemos delante. Un
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or stónco y que solo podre- ECHEITA, G.; CALDERÓN, l. (2014): «Obstáculos a la Tratado sobre discapacidad. Madrid. Thomson/
mos recon . Aranzadi, pp. 115-142.
ocer s1 nos sacudimos el poi- inclusión: cuestionando concepciones y prácticas

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