Está en la página 1de 50

CURSO DE ACTUALIZACIÓN EN

CUIDADOS INTEGRALES DEL GERONTE

MÓDULO 2

CONTENIDOS:
• Atención al anciano sano
• Cambios biológicos que se producen en los diferentes órganos y sistemas
del anciano, respiratorio, cardiovasculares, urinaria, piel, función digestiva,
regulación endócrina.
Aspectos psicológicos
• Sexualidad
• Nutrición y necesidades dietéticas del adulto mayor

Objetivos específicos

1- Describir cambios biológicos y síntomas que se producen en los diferentes


órganos
2- Describir cambios psicológicos y sociales que se producen en la vejez.
3- Analizar la sexualidad en la vejez.
4- Conocer las diferentes dietas en relación a las patologías.

Bibliografía:
. Gerontología conductual María izal – Ignacio Montorio Editorial Síntesis 1999
. Sexo mas allá de los 65 años – Pascuai Beatriz – Valera Jesús. Congreso virtual de
psiquiatría España 2000-
. Criterios de ordenación de servicios para la atención sanitaria a las personas
mayores. Insalud 1995
. Planes de cuidados en geriatría. Diana Kaschk Newman. Diane A. Kakovac Smith
(Mosby/Doyma libros) 1995
.Enfermeria gerontológica. Cuidados integrales del adulto mayor . Mary M. Burke
&Mary B.-Walsh (Harcourt Bracc ) 1998
Anciano Sano

Edad cronológica : es la que tenemos de acuerdo a los años de vida

infancia
juventud
edad madura
vejez

Cada una de las edades depende:


Edad fisiológica: el estado de funcionamiento orgánico es el que determina en los
individuos la edad biológica.
Edad psíquica: tan solo se puede diferenciar por los efectos psicológicos que el paso
de los años representa para cada individuos.
Edad social: establece y designa el rol individual que se debe desempeñar en la
sociedad en que cada individuo se desenvuelve.

Según Neugarten, en el año 1974 realizó esta división:

*Viejos jóvenes 65 a 75 años


*Viejos mayores de 75 años
*Mayores de 85 años

En cada una de éstas etapas existen cambios, que el entorno debe tener en
cuenta por la personalidad del anciano, su independencia y actividad o profesión
desarrollada a través de su vida.

Estas son las siguientes:

Jubilación marca un nuevo rumbo en las actividades, o nuevas formas de trabajos.

Ambientales dependiendo de la cercanía o distancia de sus seres queridos.


Limitaciones económicas para desarrollar sus actividades o independencias.

Educacionales encuentran la posibilidad de estudiar carreras u oficios postergados

El envejecimiento normal y los avances tecnológicos han permitido el


incremento de la longevidad, si analizamos que existen diferentes grupos
heterogéneos dentro de los grupos de personas mayores por sus características:
étnicas, culturales sociales, permitiéndoles diferentes tipos de calidad de vida.

Si sólo el 10 % de los adultos mayores presentan algún tipo de alteración no


susceptible de mejoría por ser patologías agregadas.
Por lo tanto se deben tener en cuenta los diferentes subgrupos de acuerdo a los
cambios propios de la edad, y prevenir, planificar y orientar las diferentes
actividades para la prevención y promoción de la salud.

Valoración
Exploración física del anciano

El estado físico del paciente no cambia de forma brusca a los 65 años. Sin embargo
con el envejecimiento se producen cambios normales fisiológicos en cada sistema
orgánico relacionados con la edad que se pueden detectar en el examen físico.
La enfermera conducirá al anciano a un área de exploración individual, bien
iluminada con pocos ruidos de fondo.
Siempre que sea posible observar postura, forma de andar y estabilidad del
paciente mientras se dirigen al área de exploración, prestando atención a su
capacidad de levantarse de las sillas, andar y utilizar dispositivos de ayuda.
Conviene empezar la exploración física comprobando las constantes vitales,
midiendo su altura , peso, luego seguir hacia sistemas orgánicos utilizando el
método de cabeza a pies o el método de principales sistemas orgánicos.

Constantes vitales
Hay que animar al paciente a descansar durante 10-15 minutos antes de obtener
sus constantes vitales, que incluirán la temperatura, estado respiratorio, frecuencia
cardíaca y tensión arterial. Si estas constantes sobre todo pulso y frecuencia
respiratoria se toman después de un esfuerzo es probable que se obtengan datos
falsos-
Temperatura
El proceso de envejecimiento altera la regulación de la temperatura, haciendo que
ésta sea un signo no cierto de infección, el anciano puede estar a febril incluso con
una infección clínica. La temperatura normal del cuerpo anciano puede variar entre
35.6 y 37 grados C. Si el paciente parece disneico o respira por la boca medir la
temperatura rectal o axilar en vez de la lectura oral. El anciano tiene más riesgo de
presentar infección debido a los cambios que se producen en la inmunidad
relacionados con la edad y a la mayor incidencia de hospitalizaciones , que pueden
conducir a infecciones nosocomiales.
La hipotermia , una temperatura central inferior a 35 grados constituye una
urgencia médica y deberá evaluarse inmediatamente.

Estado respiratorio
El estado respiratorio incluye la frecuencia, profundidad, ritmo y calidad de las
respiraciones. En el paciente anciano estas características permanecen constantes
durante el reposo, pero durante el sueño puede haber períodos de apnea seguidos
de respiraciones profundas. Con el ejercicio la frecuencia respiratoria aumentará y
tardará más tiempo en regresar al nivel preexistente.
La frecuencia respiratoria puede ser un signo fiable de infección y fallo cardíaco
congestivo en el anciano, sobre todo si la frecuencia respiratoria en reposo es
taquipneica.

Frecuencia cardíaca

La frecuencia cardíaca en reposo permanece bastante constante en el anciano,


oscilando entre 60 y 100 latidos por minuto.
La frecuencia cardíaca máxima obtenida durante ejercicio, no obstante, se ha visto
que disminuye con la edad, siendo posible también que la frecuencia cardíaca tarde
mas tiempo en regresar a su estado basal después del ejercicio. Para obtener la
frecuencia cardíaca más exacta , contar el pulso apical durante un minuto.
Todas las pulsaciones se habrán de medir en términos de ritmo, fuerza y calidad. La
incidencia de disritmias, como las contracciones ventriculares prematuras y la
fibrilación auricular, aumentan con la edad. Habrá que informar al médico de los
ritmos irregulares para que los estudie más a fondo.
Tensión arterial

Los cambios en la tensión arterial reflejan varios cambios fisiológicos relacionados


con la edad:
• Un aumento gradual en las cifras sistólicas y diastólica
• Una ampliación de la presión del pulso ( la diferencia entre la cifra sistólica y
la diastólica) influenciada por un aumento de la rigidez arterial y una
disminución en la elasticidad de los vasos sanguíneos.
• Una tendencia a desarrollar hipotensión ortostática, una caída de tensión
arterial sistólica de 20 mm Hg o más, una caída del tensión arterial diastólica
de 10 mmHg o mas al levantarse.
Para examinar los cambios de tensión arterial relacionados con la postura en
pacientes con riesgos de caídas, se debe medir la tensión arterial en los dos brazos
con el paciente tumbado, sentado y de pie. Obsérvese cualquier diferencia el brazo
que da presiones mas altas en las cifras del paciente, siga utilizándose ese brazo
para los controles rutinarios de la tensión arterial. Esperar 3 - 5 minutos entre cada
lectura debido al descenso en al respuesta barorreceptora.

Peso y talla
Es preciso obtener el peso del paciente, teniendo la precaución de pesarte siempre
con o sin zapatos y a la misma hora del día.
Cambios bruscos o profundos en el peso son una consecuencia normal del
envejecimiento pero puede haber un aumento gradual en el peso con los años si el
paciente sigue consumiendo la misma cantidad e calorías conforme se hace más
sedentario.
Determinadas enfermedades como el fallo cardíaco congestivo y la depresión
pueden presentarse con un aumento de peso. Una pérdida de peso superior al 10 %
del peso habitual del paciente en un espacio de tiempo corto (seis mese) requiere
un examen médico.
La altura suele reducirse unos 5 – 7 cm con la edad. La mejor forma de determinar
la altura de un anciano es medir con una cinta métrica desde la coronilla a los
glúteos y luego desde los glúteos a los talones. Esta técnica dará cuenta de los
cambios en la curvatura de la columna como la citosis senil u joroba de la viuda.

Piel
Examinar la piel de cuero cabelludo, cabeza, cuello, tronco y miciribrus, observando
el color , heridas y laceraciones en la piel, cicatrices, lesiones ulceraciones, edema,
temperatura, textura, tono, turgencias, grosor y humedad. Puesto que los ancianos
presentan una reducción del tejido subcutáneo, la turgencia de la piel puede ser un
signo poco fiable hidratación. La comprobación de la turgencia cutánea consiste en
pellizcar el tejido o sobre la apólisis xifoide y observar un rápido regreso del tejido
a su estado basal.
Conforme disminuyen las distancias entre la capa externa de la superficie cutánea
y el hueso subyacente de las apólisis óseas (codos, talones, caderas) se reduce la
protección grasa y los efectos protectores del tejido subcutáneo, aumentando la
probabilidad de formación de úlceras por presión. El primer signo de herida por
presión es la hipocreiria reactivo (enrojecimiento local sobre la zona de presión)
Otro tipo de úlcera que se ve habitualmente con la población anciana es la
ulceración por estasis de las piernas, debido a una insuficiencia venosa de larga
duración.
La piel de los ancianos también se vuelve traslúcido, friable y más susceptible a
romperse con una lesión; de aquí la aparición de heridas cutáneas y pùrpura senil
(coloración cutánea de color rojo, morado oscuro o amarillo marronáceo debido a
hemorragias en el tejido subcutáneo). La disminución gradual de la cantidad total
de agua y producción de secreción sebácea en el organismo que aparece con la
edad conduce a sequedad de piel, especialmente en las piernas.
La temperatura de la piel se describe como fría, fresca, templado o caliente. Hay
que utilizar la palma de la mano para realizar una correcta valoración y observar
cambios simétricos de temperatura. Los cambios unilaterales de temperatura junto
con otros datos clínicos sugieren la existencia de una deliciencia.
Determinadas enfermedades pueden alterar el color de la piel. La típica
decoloración incluye enrojecimiento, palidez, ictericia, color gris cenizo, cianosis y
un color marronáceo. La coloración marronácea de las piernas es patognomómica
de la enfermedad venosa crónica en el anciano. También existe cambios en la
distribución del pigmento. También existen cambios en la distribución del pigmento
como en el caso de la hiperpigmentación en las regiones en contacto con el sol
(manos, cara y cuello). La equimosis y las peteguias pueden deberse a una carencia
de vitamina C.
Las lesiones cutáneas benignas que acompañan habitualmente al
envejecimiento deben diferenciarse de las lesiones precancerosas o malignas.
Obsérvese las siguientes características de la lesión: tamaño ( mayor o menor de 1
cm) tipo de distribución forma (oval, redonda) color, consistencia (blanca,
resumosa, dura) bordes (regulares, irregulares) y aspecto (escamosa, grasienta)
La piel habitualmente se convierte en un receptor telegráfico con la edad. Los callos
(sobrecrecimiento de la capa callosa de la epidermis) son redondos, duros o
blandosa y en general aparecen en la parte dorsal de los dedos de los pies. La
textura cutánea se podría describir como suave o áspera.
Pelo y uñas
Se ha de inspeccionar y palpar el pelo observando su color, cantidad, distribución y
textura (lino, sedoso o áspero). Es fácil observar un debilitamiento y esparcimiento
del vello alrededor de la axila y la sínfisis del pubis. Determinadas enfermedades
que prevalecen entre las personas mayores, como el hipotiroidismo y el
hipertiroidismo, provocan cambios en la textura y distribución del pelo.
Se examinan las uñas de los dedos de la manos y pies. Observando el color, forma,
grosor, presencia de lesiones y llenado capilar. La hipertrofia de las uñas
(onicogrifosis) es un trastorno clínica habitual que produce el engrosamiento de las
uñas y una deformidad granulada, en forma de garra.
La infección micótica de las uñas (onicomicosis) ocasiona habitualmente
engrosamiento y friabilidad de las mismas y una coloración amarilla. El crecimiento
hacia adentro de las uñas (onicocriptosis) provoca a menudo infección y problema
de movilidad en el anciano. Los cambios en la forma u ángulo de las uñas pueden
indicar una citología patológica. Cualquier paciente que presente una deformidad
del pie o de la uña deberá ser remitido rápidamente al podólogo. Asimismo, las
lesiones en el dedo ungueal como las hemorragias en astilla (rayas longitudinales
en la uña) deberán remitirse al podólogo o al médico para la completa evaluación.
Un color anormal puede ser un signo de determinados trastornos. El color normal
del lecho ungueal es rosa, sin embargo, los pacientes con anemia muestran a
menudo un lecho ungueal con un mal llenado capilar. La infección del lecho ungueal
(paroniquia) aparece con enrojecimiento y posiblemente calor, pus y (en caso de
ser aguda) abultamiento en la base de la uña. Los pacientes que padecen un distrés
respiratorio o cardiología pueden tener un lecho ungueal y dedos en palillo de
tambor (aumento del ángulo del lecho ungueal)

Cabeza

Se examinará la cabeza, observando su tamaño, contorno y simetría. El tamaño y la


forma del cráneo no deberán cambiar con la edad. La tumefacción del tejido blando
o el abultamiento del cráneo pueden indicar un traumatismo de la cabeza reciente.
Al palpar el cuero cabelludo observar si hay sensibilidad , masas o lesiones. Un
médico deberá evaluar el lugar de sensibilidad o la zona localizada de
engrosamiento cráneal.
Obsérvese la expresión facial fijándose en la presencia de rostro tipo máscara o
mirada inexpresiva que con frecuencia acompaña a la enfermedad de Parkinson y
a determinados trastornos psiquiátricos.

Ojos

Un completo examen de ojos requieren la valoración de la agudeza visual , campos


visuales y movimientos extraocular, así como de las estructuras externas e internas
del ojo . Exigirá la utilización de un oftalmoscopio, material de lectura y un gráfico
Snelien. Al paciente anciano se le debe valorar su agudeza visual sin gafas y
utilizando la visión monocular y binocular (valoración del nervio craneal)
La persona anciana que padezca un ataque isquémico trastorno (AIT) un accidente
cerebrovascular (ACV) o glaucoma puede presentar alteraciones en los campos
visuales. Un paciente con una pérdida central o periférica de la visión deberá ser
remitido a un oftalmólogo.
Al examinar las estructuras externas del ojo, se observarán las cejas y los párpados ,
los lagrimales, la conjuntiva, la esclerótica, las pupilas y el iris. Examinar las cejas
observando si hay simetría y la distribución del vello. Observar los párpados ,
fijándose en el color la presencia de lesiones o edema y la dirección de las pestañas .
Observar si el párpado superior cobre parcial o totalmente la pupila, que indica la
existencia de ptosis, un hallazgo anómalo.
Los hallazgos habituales que afectan a los párpados de los ancianos incluyen
entropión (inversión del margen del párpado) y extropión (eversión del margen del
párpado). Comparar el color de los párpados con el color de la cara del cliente. Los
párpados no deberán presentar alteraciones de color, como enrojecimiento.
El lagrimal incluye la glándula lacrimal, que excreta lágrimas, el saco lagrimal y el
conducto nasolacrimal, que vierte en la cavidad lacrimal.

Valoración de la función del nervio craneal

I. Par craneal: olfatorio ( sentido del olfato)


para valorar una disminución en el sentido del olfato, tapar uno de los orificios
nasales en el sentido del olfato, tapar uno de los orificios nasales del cliente y
pedirle que cierre los ojos. Hacerle que huela distintos aromas, como limón o
alcohol, por el orificio no taponado.

II. Par craneal: óptico (visión)


la valoración del nervio óptico implica comprobar la agudeza visual del cliente y los
campos visuales. Para comprobar la agudeza visual, utilizar el gráfico de Snelien.
Pedir al cliente que se coloque aproximadamente a unos 6 metros del gráfico y que
lea la última (más pequeña) línea de izquierda a derecha. Si el cliente no puede leer
más de la mitad de las letras de la fila , avanzar a la siguiente fila más grande y así
sucesivamente.
La agudeza visual se expresa como una fracción con el numerador indicando la
distancia en metros de la gráfica de Snellen y el denominador representado el
número estandarizado de la fila más pequeña leída correctamente. Esta fracción
se deberá expresar para cada ojo. Así, en caso de que el cliente pueda leer
correctamente la última fila con el ojo derecho estando a 6 m, se deberá anotar de
la siguiente manera: O D 6/6. La ceguera legal se define como 6/60.
Otra forma de valorar la agudeza visual consiste en pedir al paciente que lea la letra
pequeña de un libro o periódico. Si tiene un grave deterioro visual, que es posible
que incluso no pueda leer las letras grandes, deberá ser examinado para comprobar
la percepción de la luz y los objetos.
Para valorar los campos visuales mirar al paciente muy cerca y al mismo nivel de sus
ojos: tapar entonces uno de los ojos del paciente y su ojo contrario. Comprobar los
ocho campos visuales moviendo un objeto como puede ser una pluma o
modificando el número de dedos desde una distancia dentro del campo visual del
paciente. Es posible que se más conveniente emplear objetos grandes como puede
ser una linterna en lugar de una pluma o un lápiz, debido a la disminución de la
agudeza visual que se aprecia en los ancianos. Después se pedirá al paciente que
señale o diga el momento en que vea el objeto. Esta valoración también deberá
identificar un descanso en la visión periférica.
Otro método para valorar la pérdida del campo visual son: tapar los ojos del
paciente de forma separada y pedirle que le mire a la cara o pedirle que dibuje la
esfera de un reloj con los 12 números. Los déficit en el campo visual se pueden
identificar si el paciente asegura que no puede ver la cara del entrevistador o si
omite determinados números al dibujar un reloj.

III. par craneal: motor ocular (contracción pupilar, elevación de los párpados
superiores, la mayoría de los movimientos extraoculares (MEO)
Comprobar la reacción de acomodación a la luz iluminando directamente la pupila
y observando si hay contracción (respuesta directa). Comprobar la contracción en
el ojo contrario al iluminar con la luz (respuesta consensual).
Para valorar los MEO se colocará al paciente enfrente del entrevistador con la
cabeza quieta, pidiendo que siga su dedo o la pluma con ambos ojos,. Mover el
dedo o pluma hacia todos los puntos cardinales observando si hay movimiento
paralelo de los ojos (visión conjugada) y cualquier movimiento anómalo y
oscilaciones. Observar si hay convergencia ocular pidiendo al paciente que siga el
dedo mientras lo acerca a su nariz.

IV. par craneal: patético (movimiento de ojos hacia abajo y hacia dentro)
Se valora este nervio pidiendo al paciente mire hacia arriba y hacia abajo. Los ojos
deberán moverse al unísono sin que haya ningún movimiento de la cabeza.

V. par craneal: trigésimo (sensación corneal)


Se valora la respuesta corneal tocando ligeramente la córnea con un trozo de
algodón. Es posible que haya que repetir la estimulación para obtener una
respuesta normal -cierre de los párpados – en un paciente anciano.
VI. par craneal: motor ocular externo (desviación lateral del ojo)
se comprueba la capacidad que tiene el paciente de realizar movimientos laterales
con los ojos pidiéndole que siga con la vista un dedo que se mueve vertical y
horizontalmente.

VII. par craneal: facial ( gusto en la punta de la lengua)


se valora la percepción del gusto en la parte anterior de la lengua pidiendo al
paciente que , con los ojos cerrados, identifique gustos concentrados salados o
dulces con la punta de la lengua.

VIII. par craneal: acústico (audición)


Se valora la pérdida de la audición mediante la prueba del susurro. Tapar uno de los
oídos del paciente, colocarse luego en su lado contrario y susurrar una serie de
palabras o números a una distancia de 0,3 o 0,6 m hacia el oído no tapado. O, en
un ambiente silencioso, pedir al paciente que detecte el ruido de un reloj.

IX. par craneal: glosofaringeo (inervación del músculo estilolaringe, utilizando en


la deglución: gusto en la parte posterior de la lengua)
Pedir al paciente que eleve la lengua y examinar la presencia de anomalías. El
anciano deberá poder mover la lengua sin ayuda. Repetir esa maniobra para
examinar las partes laterales de la lengua.
Comprobar la percepción gustativa en la parte posterior de la lengua, pidiendo al
paciente que, con los ojos cerrados, pruebe sabores concentrados salados y dulces
con la parte posterior de la lengua.

X. par craneal: neumogástrico (control de la deglución, lonación y movimiento de


la úvula y el paladar blando: sensación de la mucosa faríngea, el paladar blando
y las amígdalas)
Mientras el paciente dice Ah!! se observa la elevación del paladar blando y la úvula.
Comprobar el reflejo nauseoso presionando suavemente con un depresor de la
lengua contra la parte posterior de la lengua hacia la faringe. Retirar el depresor
cuando el paciente presente el reflejo nauseoso.

XI. par craneal: espinal ( movimiento del músculo esternocleidomastoideo y parte


superior de los músculos trapecio)
Colocar las manos sobre los hombros del cliente y pedirle que suba los hombros
contra la fuerza de sus manos.

XII. Par craneal. Hipogloso (movimiento de la lengua)


hay que pedir al paciente saque la lengua la cual deberá sobresalir por la línea
media. Luego sujetar un depresor en un lado de su lengua y pedirle que empuje
ésta contra el depresor, para comprobar la fuerza de la misma. Repetir en el lado
contrario. Para finalizar, pedirle que mueva rápidamente la lengua hacia adentro y
hacia afuera y de un lado a otro.

La abertura del conducto lacrimal se puede observar fácilmente en el borde nasal


se encuentran los párpados superior e inferior. Obsérvese cualquier secreción,
enrojecimiento, edema, excesivo lagrimeo y sensibilidad. Se comprobará también
si el paciente tiene los ojos secos y sin brillo.
Para examinar la conjuntiva del párpado inferior, se pedirá al paciente que
mire hacia arriba mientras el examinador retrae el párpado inferior presionando
con el pulgar en la cavidad ocular. Se observará el color y la presencia de lesiones,
edema o exudado.
La conjuntiva del cliente anciano con frecuencia es de color rosa pálido. Para
examinar la conjuntiva del párpado superior, el paciente debe mirar hacia abajo
mientras el examinador sujeta suavemente el párpado, tirando primero del hacia
abajo y luego hacia adelante. Posteriormente se coloca un aplicador con punta de
algodón por encima del margen del párpado y se gira suavemente el párpado hacia
afuera. Nuevamente observar el color y la presencia de lesiones o edema.
Habitualmente la esclerótica es de un color blanco cremoso, no obstante debido a
la presencia de grasa , es posible que la esclerótica y la conjuntiva sean amarillas.
En los ancianos es habitual la presencia de pinguécula, mancha amarillenta
esclerocorneal, de forma triangular, que aparece en los márgenes interno y
externos de la córnea.
Las pupilas y el iris se tienen que examinar utilizando una luz (linterna). Se
observa el tamaño de las pupilas , la forma y la reacción a la luz. En los ancianos las
pupilas pueden ser más pequeñas de lo normal (miosis senil) y con forma irregular.
Las cataratas (opacidad del cristalino) se observan fácilmente. Aparecen como
opacidades en la pupila, pudiendo oscurecer la transmisión de la luz a la mácula.
Hay que examinar el iris, observando cualquier anormalidad en las imágenes.-
El examen oftalmoscópico es necesario para inspeccionar la reina y los vasos
sanguíneos de la misma, el disco óptico, la mácula y la fovea centralis. Estas
estructuras pueden estructuras pueden resultar difíciles de ver en pacientes con
miosis senil; para mejorar la visualización se utiliza una luz brillante y un ambiente
tenuemente iluminado. Durante la exploración se observarán las venas más
grandes de rojo oscuro, las arterias pequeñas de color rojo vivo, el disco óptico oval
amarillento y la mácula avascular. Se pueden observar alteraciones en el fondo del
ojo características de enfermedades habituales en el anciano (como diabetes,
degeneración macular, hipertensión y arteriosclerosis)

OIDOS
Se examinará el pabellón de la oreja, observando su color y cualquier cambio de
temperatura, secreción o lesiones. Se palpará suavemente el pabellón auricular
tirando de él hacia arriba y luego hacia abajo para comprobar si hay sensibilidad.
Para inspeccionar internamente el oído, tirar suavemente del pabellón hacia arriba
y hacia atrás e introducir el otoscopio, examinar los canales internos y la membrana
timpánica y observar el reflejo luminoso. Se inspeccionará cualquier lesión,
protuberancia en la membrana timpánica o acúmulo de cera. Los ancianos pueden
tener vello en los oídos.

NARIZ Y SENOS

El examen de la nariz y los senos implica la inspección utilizando un espéculo nasal


y una linterna, y la palpación. Primero se observará la porción externa de la nariz,
fijándose en asimetrías o cualquier anomalía como una deformidad estructural.
Luego pedirá al cliente que incline la cabeza hacia atrás y se introducirá suavemente
el espéculo en la cavidad nasal, para observar la mucosa, fijándose en el color,
secreción, tumefacción, sangrado o lesiones. Inspeccionar el tabique ( partición que
separa las dos cavidades nasales) observando cualquier desviación o lesiones.
Se examinarán las fosas nasales en busca de decoloración, engrosamiento,
inflamación y lesiones. Una fosa nasal o mucosa engrosada y a menudo pálida
puede ser indicativo de rinitis alérgica.
Se palparán los senos frontales y maxilares con el pulgar en busca de sensibilidad.
Los senos frontales están localizados a ambos lados de la línea media , justo por
encima de la ceja; los senos maxilares se localizan directamente por encima del
hueso maxilar (hueso de la mejilla)

BOCA Y FARINGE
La boca y estructuras orales del anciano pueden mostrar importante
información acerca de su estado de salud, incluido su estado de hidratación,
capacidad de masticar alimentos, y la presencia de numerosas enfermedades como
el carcinoma de boca, carencias vitamínicas y anemia. Hay que examinar al paciente
en un ambiente bien iluminado con la boca bien abierta.
El examen de la cavidad oral se empezará por los labios observando su color,
simetría, lesiones o ulceraciones y estado de hidratación. Los pacientes que sufren
de deshidratación pueden mostrar labios secos y cuarteados. Los pacientes cuyas
dentaduras no encajan bien pueden presentar queilosis ( fisuras o grietas en la
comisura de la boca) aquellos con carencia del complejo vitamínico B presentan
queilosis con enrojecimiento de los labios. Examínese la cavidad oral con la
dentadura o prótesis dental y luego sin ella. Palpar cualquier lesión o nódulo oral
con el dedo índice de la mano enguantada, observando si hay sensibilidad, dolor,
sangrado y movilidad. Cuando se usa dentadura hay que observar si encaja bien y
si presenta heridas o abscensos debido a la fricción; es posible que haya que
arreglar la dentadura si ésta encaja mal. Valiéndose de una linterna, se examinará
la mucosa, observando su color, textura, grado de hidratación , lesiones o exudado.
Un exudado blanco que cubra la mucosa o la lengua se puede observar en ancianos
con mala higiene oral. Retírese suavemente esta capa para evitar el crecimiento
bacteriano, en caso de persistir el exudado o de sangrar con facilidad, habrá que
descartar la leucoplaquia (lesión pre cancerosa)-
A continuación se examinarán las encías, fijándose en el color, inflamación,
lesiones y sangrado, siendo lo normal que aparezcan rosadas y húmedas. La
enfermedad periodontal de la encía habitualmente se presenta con inflamación de
encías que sangran fácilmente. Si el anciano tiene dentadura propia, hay que
observar el número de piezas y estado ( caries, desigualdad, o dientes perdidos)
Ser continuará con la lengua , fijándose en su color, tamaño, textura y capa
superficial. Habitualmente la lengua es de color rojo suave, y libre de movimientos.
Sin embargo los efectos secundarios extrapiramidales de los fármacos psicotrópicos
pueden provocar movimientos involuntarios, como el chasquido de labios, salida
de la lengua y movimientos lentos y rítmicos de la lengua, los labio o la mandíbula.
Un engrosamiento de la lengua (macrogiosia) se puede observar en pacientes con
hipotiroidismo. Valórese la posición de la lengua , su desviación hacia la derecha o
la izquierda en el anciano sugiere la existencia de un trastorno neurológico , como
AIT o ACV- La anemia ierropénca, trastorno habitual entre los ancianos, se puede
manifestar con varicosidades sublinguales.
Obsérvese la faringe utilizando una linterna y un depresor de lengua.
Colocando el depresor en la parte posterior de la lengua, presionar suavemente
hacia abajo e iluminar la parte posterior de la faringe, para comprobar si hay
inflamación , decoloración , exudado y lesiones.

CUELLO
Exploración del cuello comienza con la palpación de la tráquea, glándula
tiroides y nódulos linfáticos.
Primero se ayuda al cliente a colocarse cómodamente en posición sentada,
pidiéndole que relaje el cuello. Examínese el cuello para comprobar si hay
cicatrices , masas y asimetría.
Si hay masas, palparlas suavemente realizando movimientos rotatorios con
la yema de los dedos observando la consistencia (dura, blanda, firme) tamaño
(longitud, espesor, profundidad) forma (oval, apaisada) movilidad ( fija, móvil) y
sensibilidad.
Repetir posteriormente este procedimiento con los nódulos submentoniano,
sibmaxilar, precauricular, occipital, supracavicular, y cadenas cervicales profunda,
superficial y posterior. Observar si los nódulos con unilaterales o bilaterales.
Se examinará la alineación tragical palpando suavemente ambos lados con
los dedos pulgar e índice a la altura de la muesca suprasternal, observando si hay
desplazamiento o presencia de masas. Colocándose directamente enfrente del
paciente, se examinará su glándula tiroides mientras el paciente traga un sorbo de
agua, comprobando si hay masas o protuberancias. Luego, se palpará la parte
inferior de la tráquea con la yema de los dedos. Desplazándose el lóbulo tiroideo
con una mano, se palpará el lóbulo opuesto mientras el paciente traga un sorbo de
agua.
Normalmente, la glándula tiroides no se debería apreciar a la palpación. Palpar la
tiroides en busca de masas y nódulos así como engrosamiento.

TÓRAX Y PULMONES
La exploración de tórax y pulmones consiste en inspección, palpación, percusión
y auscultación.
Inspección: el paciente deberá colocarse en posición sentado y tapado de cintura
para abajo. Se examinará la forma del tórax y su simetría tanto anterior como
posteriormente, así como el diámetro anteposterior (AP) y lateral. El tórax del
anciano deberá ser simétrico a pesar del cambio en el diámetro AP y lateral. La
simetría se puede juzgar observando determinadas prominencias por ejemplo,
ambas puntas de las escápulas deberán estar alineadas cerca de la vértebra.
También hay que inspeccionar el tórax en busca de cicatrices.
Obsérvese la retracción costal a lo largo de los espacios antecostales mientras el
paciente hace una inspiración profunda, comprobando cómo sobresalen los
espacios antecostales conforme realiza la espiración. Un anciano con asma o
enfisema debido a una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)
presentará habitualmente una retracción o protuberancia intercostal. Durante las
respiraciones se comprobará la existencia de sibilancias en la inspiración o
espiración (indicativas de alteraciones en vías áereas) que es posible que parezca
que procede de la zona oral.
Se procederá al examen de las mamas, observando cualquier masa, nódulo,
depresión o retracción del pezón y se comprobará si hay simetría y si existe una
erupción debajo del pliegue mamario. El intertrigo con frecuencia aparece en
ambientes húmedos creados por pliegues cutáneos, como sucede con las
infecciones micóticas.
Finalmente se pedirá al paciente que se ponga de pie y se observará la posición y
curvatura de la columna.

• Palpación:
Utilizando la yema de los dedos el explorador debe palpar la parte anterior y
posterior del tórax, en busca de sensibilidad, masas o bultos. Una sensibilidad
localizada en las articulaciones costocondriales sugiere una costocondritis causa
frecuente de dolor toráxico en el anciano. Para examinar por vía anterior el
movimiento torácico, hay que situarse delante del paciente y colocar las manos en
la caja torácica lateral alrededor del a decimoprimera costilla, a lo largo delos
márgenes costales, con los pulgares separados aproximadamente 5 cm. Se pide al
paciente que haga una inspiración y se examina la simetría del movimiento torácico
observando la separación de los pulgares.
Para hacer una valoración posterior del movimiento torácico, hay que situarse
detrás del cliente y repetir el procedimiento anterior. En el anciano, el movimiento
torácico deberá ser simétrico sin embargo puede haber una disminución de la
expansión pulmonar debido a una reducción de la elasticidad torácica.
Usando la palma de la mano, se palpará simétricamente la parte anterior y posterior
del tórax en busca de frémito táctil (temblores vibratorios perceptibles a través de
la pared torácica).
La paciente deberá estar en posición supina para la palpación de mama. Deberá
extender su brazo derecho por encima de la cabeza cuando se le vaya a palpar la
mama derecha, y el brazo izquierdo por encima de la cabeza cuando se proceda a
la palpación de la mama izquierda. Esta posición ayudará a desplazar el tejido
mamario para poder detectar anomalías con más facilidad. Usando la yema de los
dedos palpar con movimientos rotatorios y concéntrico alrededor de las márgenes
externos de las mamas hacia la aréola. Es conveniente enseñar a la paciente a
realizar auto exploraciones de mama durante esta demostración.
Se observará cualquier módulo o masa, en caso de existir se anotará su tamaño,
forma, consistencia, movilidad y sensibilidad. El cuadrante superior externo de la
mama o extremo axilar, es una localización frecuente de cáncer de mama. Luego se
apretará suavemente el pezón entre los dedos pulgar e índice en busca de secreción
o sensibilidad.

• Percusión:
Con el cliente sentado percutir los campos pulmonares anterior y posteriormente
desde la base al vértice, asegurándose de que percute de forma simétrica para su
comparación. Los campos pulmonares normales tendrán resonancia a la percusión.
Las prominencias óseas , órganos o tejido consolidado disminuirán la resonancia a
la percusión.

• Auscultación:
Al auscultar a un anciano, sobre todo si es obeso o tiene una EPOC, puede ser de
utilidad un estetoscopio amplificado. Utilizando el diafragma del estetoscopio se
auscultará desde las pases a los vértices , anterior y posteriormente de forma
simétrica para su comparación. Mientras se le ausculta se pedirá al paciente que
haga varias respiraciones profundas con la boca abierta. En caso de que se maree
se le permitirá que se detenga y descanse.
Si no hay enfermedad los estertores en las bases se pude la pueden atribuir a una
reducción de la movilidad. En caso de haber estertores, se pedirá al cliente que tosa.
Los estertores que se deben a un fallo cardíaco congestivo no mejorarán con la tos,
los producidos por la inmovilidad física, si. Los ancianos con fibrosis pulmonar o
enfermedad pulmonar intersticial a menudo presentan estertores. Los roncus o
sibilancias significan la existencia de bronco espasmo y requieren una posterior
evaluación.
Los pacientes que muestran evidencias de ruidos pulmonares adventicios
( estertores, roncus) con disminución de la resonancia a la percusión deberán ser
examinados en busca de consolidación. Pedir al cliente que diga I-I-I mientras usted
ausculta la zona sospechosa. Los ruidos tipo A-A-A resultan hallazgos positivos.

SISTEMA CARDIOVASCULAR

La enfermera ayudará al anciano a colocarse en posición supina, y llevará a cabo la


valoración cardiovascular, desde el lado derecho del paciente. Primero
inspeccionará y palpará el punto de máximo impulso (PMI) En personas jóvenes el
PMI se palpa alrededor del quinto o sexto espacio intercostal izquierdo en la linea
medio clavicular. Sin embargo en los ancianos el PMI puede estar desplazado hacia
la izquierda.
Utilizando la palma de la mano, palpará sobre las siguientes prominencias,
escuchando la presencia del temblor, esfuerzo o vibraciones: área aórtica,
localizada en el segundo espacio intercostal derecho en el esternón ( base del
corazón): área tricuspidea, situada en el quinto espacio intercostal izquierdo, en el
esternón (vértice cardíaco) y área mitral, situada en el quinto espacio intercostal en
la línea media clavicular (vértice cardíaco). Es posible que se detecte un temblor
perceptible en el paciente afecto de cardiopatía valvular, sobre todo una anomalía
de cierre valvular.
Utilizando un diafragma del estetoscopio, se auscultará el corazón en las áreas
aórtica, pulmonar, tricúspide y mitral y sobre el punto Erd. Escuchando S1 y S2 en
cada área y anotando la intensidad y desaparición de S1.El primer ruido cardíaco
señala el desencadenamiento de la sístole ventricular. S1 es más alto en la base del
corazón.
Hay que escuchar también los ruidos cardíacos extradiastólicos S3 y S4 que
pueden detectarse en un anciano. Un S3 (galope ventricular) se escucha entre S1 y
S2 habitualmente en el borde externo inferior. Indicando descompensación
ventricular. En los ancianos S3 no constituye un signo fiable de fallo cardíaco
congestivo (FCC) El S3 puede ser fisiológico, o puede aparecer en respuesta a un
aumento del flujo diastólico. Un S4 (galope auricular) se ausculta tras el S2 y antes
del S3. Los ruidos S4 no se oyen en el vértice cardíaco.
Seguidamente se auscultará en busca de murmullo cardíaco. Un murmullo es una
vibración audible y prolongada, que puede asociarse a anomalías de las válvulas
cardíacas, flujo sanguíneo o cámara cardíacas. No obstante, obsérvese que el
murmullo no indica necesariamente una anomalía. Los murmullos cardíacos
normales entre ancianos, debidos a cardiopatías valvulares, incluyen esclerosis
aórtica, estenosis aórtica, regurgitación mitral y estenosis subaórtica hipertrófica
idiopática.
Escuchando sobre el vértice cardíaco, se contarán los latidos cardíacos durante un
minuto completo y se anotarán la frecuencia y el ritmo. Las frecuencias anormales
son bradicardia (menos de 60 latidos/min) y taquicardia 8más de 100 latidos/min).

En los ancianos las nomalías más frecuentes son:


• bradicardia sinusal
• taquicardia auricular crónica
• taquibradicardia
• fibrilación auricular crónica.
La exploración del sistema vascular incluye la valoración de las arterias y venas que
irrigan cabeza y cuello, tronco y piernas.

La American Heart Association (AHA) recomienda el siguiente sistema calificativo


para la fuerza de pulso:

↑ = aumentado
↓ = disminuido
0 = ausente

Se colocará al paciente en posición sentada para examinar las arterias carótidas de


una en una, empezando por el cuello en busca del pulso arterial. Suavemente se
palpa una arteria carótida con al yema de los dedos y se repite luego el
procedimiento en la otra arteria carótida. Presionar suavemente para evitar
obliterar el pulso cardíaco. Debido a la mayor sensibilidad de los barorreceptores
así como los cambios ateroscleróticos de los vasos, la palpación de las arterias
carotídeas puede ocasionar un estrechamiento de la luz arterial. Anótese la
frecuencia, ritmo, fuerza y simetría de ambos pulsos.
Seguidamente utilizando la campana del estetoscopio se auscultará encima
de cada arteria carótida en busca de soplos- Los soplos representan un
estrechamiento de la luz arterial o venosa. Los ruidos adventicios producidos por
los soplos son de intensidad característicamente alta. Pata diferenciar un soplo
carotídeo de un murmullo cardíaco transmitido hay que ir subiendo por la arteria
con el estetoscopio, empezando en la base del cuello. Los murmullos típicamente
son más altos en la base del cuello, mientras que lo soplos se hacen más audibles
conforme se asciendo por el cuello.- Además los soplos son un tono más alto que
los murmullos.
El paciente debe colocarse en posición supina elevando la cabecera de la
cama 30 grados, girando ligeramente la cabeza hacia la izquierda para que se le
puedan examinar las venas del lado derecho del cuello. El pulso de la vena yugular,
sobre todo de la vena yugular interna derecha, refleja trastornos, como un FCC que
ocurren en el lado derecho del corazón.
Hay que identificar el nivel de la pulsación venosa y medir su altura en
relación con el ángulo esternal (en centímetros). Una altura que exceda los 3 cm se
considera anormal, indicativa de un fallo cardíaco del lado derecho. Para valorar el
reflejo hepatoyugular, se observará el nivel de pulsación venosa mientras se aplica
presión durante aproximadamente 1 minuto en el cuadrante superior derecho del
abdomen.- El resultado es positivo cuando la altura de la pulsación venosa es mayor
que la de la válvula base.
Se procederá a palpar y auscultar las siguientes arterias, observando la
presencia de soplos así como la frecuencia del pulso, ritmo, fuerza y simetría: radial,
ulnar, braquial, femoral, poplítea, dorsalis pedis y libial posterior. En el anciano, es
normal que las arterias estén tortuosas y que parezcan enroscadas, y es posible que
parezcan más rígidas. Los pulsos deberán ser simétricos en fuerza. Usando la punta
de los dedos, palpar las arterias temporales una cada vez, observando la fuerza del
pulso y su calidad y la presencia de cordones.

Examinar las piernas, fijándose en el color, temperatura, edema, cambios


tróficos en los dedos y várices . Las variaciones de color pueden ser palidez , eritema
o con manchas rosas, rojas , cianótico o de color marronáceo. La palidez se observa
en clientes con insuficiencia arterial; el eritema puede deberse a una dermatitis de
contacto, celulitis, linfangitis o flebitis de venas superficiales o profundas; la
coloración cianótica o a manchas se observan en pacientes con obstrucción arterial
y la coloración marronácea se debe a una insuficiencia venosa prolongada. El
anciano no deberá presentar ninguna coloración importante atribuida solo a la
edad.
Utilizar la palma de la mano para valorar los cambios de temperatura
simétricamente en ambas piernas. La trombosis suele ir asociada a una sensación
de calor, pero esta respuesta puede estar reducida en los ancianos.
El edema, presencia de una cantidad excesiva de líquido en los tejidos
corporales, puede deberse a un FCC, obstrucción linfática, fracaso renal,
hipoalbuminemia e inflamación; no obstante en el anciano, el edema en la parte
distal de la pierna suele atribuirse a enfermedades venosas crónicas. Como mejor
se valora el edema es sobre las prominencias óseas, como el maléolo medial o
lateral, la tibia o el sacro y está habitualmente pronunciado en las áreas más
dependientes del cuerpo ( los pies de una persona que camine o el sacro de un
paciente encamado) El edema puede ser con fóvea o o sin fóvea: en el edema con
fóvea se forma una depresión u hoyuelo cuando el examinador presiona el pulgar
sobre el tejido edematoso. El edema se clasifica típicamente en +1 +2 +3 +4
basándose en el criterio clínico del examinador.
Los cambios tróficos incluyen la pérdida de pelo en las extremidades distales;
se puede observar en la enfermedad arterial, neuropatías y diabetes. Las
varicosidades son venas hinchadas y retorcidas situadas típicamente en las piernas.

SISTEMA GASTROINTESTINAL

Se deberá valorar el abdomen con el paciente en posición supina y con el


abdomen relajado. Situándose en el lado derecho del paciente, examínese el
abdomen, observando la forma, simetría, cicatrices, masas, pulsatilidad de la aorta,
distensión o estrías. Las cicatrices abdominales de una apendicectomia o
colecistectomia pueden ayudar a la enfermera a completar la anamnesis. El
abdomen se pueden describir como obeso, cóncavo o distendido.

La cavidad abdominal está dividida en los cuadrantes superiores izquierdo y


derecho, y los inferiores izquierdo y derecho. Se auscultarán todos los cuadrantes
en busca de los sonidos intestinales ( que se describen como ausentes, presentes,
hiporreactivos e hiperreactivos ) y usando la campana del estetoscopio, se
escuchará sobre la aorta en busca de soplos.

Hay que percutir el abdomen para determinar la presencia de aire o líquido,


el tamaño del hígado y la presencia de distensión vesical. El aire en el intestino
grueso sonará timpático, mientras que el líquido sonará sordo. La obstrucción
puede aparecer tras una impactación fecal de larga duración. A la percusión, ésta
se presenta como abdomen distendido y timpático.

Se percutirá el hígado en el cuadrante superior derecho y se marcarán sus


bordes en caso de detectar un cambio de percusión. El tamaño normal del hígado
en la línea medioclavicular es entre 6 y 12 cm de diámetro. También se percutirá
sobre la sínfisis del pubis hacia el ombligo, observando cualquier cambio en la
percusión- Un ruido sordo en esta área podría indicar distensión vesical ( el paciente
puede manifestar dolor al realizar esta maniobra).

Hay que palpar abdomen, en busca de la existencia de cualquier masa o


sensibilidad, utilizando la palpación suave o profunda, y observar signos
peritoneales como rigidez o dolorimiento de rebote. Las masas localizadas en los
cuadrantes inferiores pueden indicar la presencia de heces impactadas.

Se palpará el borde inferior colocando la mano izquierda por debajo de la


espalda del paciente y presionando hacia arriba con la mano derecha en el
cuadrante derecho por debajo de la parrilla costal. Durante este procedimiento se
pedirá al paciente que respire profundamente- Es posible que el hígado no se
aprecie.

SISTEMA UROGENITAL
Genitales Masculinos Genitales Femeninos
El paciente debe colocarse en posición Se examinará el periné en busca de
supina, cubierto con una sábana. Se erupción, lesiones o nódulos, así como
examinará el vello púbico el glande del labios mayores y menores, el clítoris y los
paciente no circuncidado, diáfisis del orificios uretral y vaginal; observando su
pene, el escroto y los canales inguinales color, tamaño y forma.
en busca de: Durante el examen del orificio vaginal, se
• protuberancias separan los labios con una mano
• masas enguantada y se pide a la paciente que
• lesiones haga fuerza hacia abajo con el abdomen.
• inflamación Obsérvese la existencia de cualquier
• edemas abultamiento de tejidos y órganos. Como
• cambio de coloración+ un cístocele o un rectocele; cualquiera de
El vello del pubis se hace más escaso y ellos puede aparecer en la mujer anciana
gris con la edad, hay que palpar la zona que haya tenido más de un hijo.
para descubrir cualquier lesión, Se recomienda la realización de una
observando su tamaño, forma, exploración pélvica interna en toda mujer
consistencia y dolorimiento. Se palparán mayor de 50 años.
los testículos con el dedo pulgar y el Durante la revisación habrá que tener
índice observando su tamaño, forma, cuidado para que resulte lo menos
consistencia y dolorimiento. incómodo posible, debido a los cambios
El canal inguinal se valorará con el atróficos que se producen en la mucosa
paciente de pie, introduciendo vaginal de la mujer anciana. Se deberá
suavemente un dedo de una mano realizar de forma rutinaria un estudio
enguantada por la parte derecha del microscópido de papanicolau, para
escroto, avanzando hasta notar el anillo detectar un posible cáncer cervical,
linguinal en el canal. Hay que pedir al incluso si dio negativo en el pasado.
paciente que tosa o que haga fuerza
hacia abajo. El examinador deberá sentir
un estrechamiento alrededor del dedo si
no existe hernia.

Recto
Para una exploración del recto, la mujer deberá estar en decúbito lateral y el hombre
inclinado hacia adelante. Es importante cubrir apropiadamente al paciente. Después
de aplicar un lubricante en la mano enguantada, se examinará el ano en busca de
hemorroides internas y se introducirá luego un dedo en el canal.-
Se pedirá al paciente que haga una respiración profunda y luego que haga fuerza con
el abdomen, lo que relajará el esfínter anal.
A continuación palpar el canal en busca de masas, nódulos, lesiones o hemorroides
y hacer que el paciente apriete el musculo del esfínter alrededor del dedo explorador
para notar su tono. Retírese el dedo y analícense las heces en busca de sangre. En los
hombre se examinará la próstata , localizada en la base de la vejiga, observando su
tamaño, consistencia (firme, dura) forma, superficie (nodular, lisa) y simetría y se
anotará cualquier dolorimiento. La glándula deberá ser redonda, blanda, sin dolor,
sin masa y entre 2 y 4 cm de diámetro-

SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO

La valoración de la función musculoesquelética resulta vital para determinar


la capacidad funcional global del anciano. Las limitaciones en la amplitud de
movimiento, la dificultad para andar y el dolor articular difuso o localizado se
pueden detectar fácilmente en la exploración física.+
Se empezará observando como camina el paciente hacia la sala de
exploración su forma de andar, postura (posición o colocación del cuerpo) y
posición estática (posición que adopta al estar de pie). La deambulación está
influenciada por la integración de los reflejos así como de la función motriz. Las
personas mayores tienden a dar pasos más pequeños, reducir la altura de los pasos
dados, reducir el movimiento de brazos y flexionar los codos y rodillas.
Pueden existir trastornos de la deambulación si el paciente cojea o arrastra un pie
debido a una paresia. La postura puede mostrar cambios cióticos en la columna
(como la flexión hacia delante de la cabeza) ,para evitar una lesión el paciente que
presenta esta alteración deberá compensar inclinando la cabeza hacia atrás.
Para valorar el equilibrio estático y la posición, se empujará suavemente los
hombros del paciente mientras está de pie ( dos personas deberán vigilar al
paciente e informarle de que se le va a empujar). La respuesta normal incluye una
inclinación de la cintura, rodilla, tobillos y hombros para crear una flexión hacia
delante del cuerpo. Una respuesta anormal, en la que el paciente se cae hacia
delante por no haberse inclinado, puede indicar una disfunción musculoesquelética
o neurológica. Se pedirá al cliente que camine con los talones y la punta de los
dedos en línea recta y que dé la vuelta (caminando en tándem). Obsérvese
cualquier alaxia exagerada, y la posición de la cabeza y el cuello en relación con los
hombros y las piernas. También se tendrá en cuenta si el paciente gira rápidamente
y si la cabeza, cuello y hombros se mueven al unísono o por separado. Es posible
que aparezcan osteófilos en la columna cervical poniendo en peligro la perfusión
cerebral cuando el paciente gira rápidamente.
Para valorar la debilidad de los músculos de la pantorrilla o el tobillo, hay que
pedir al paciente que camine primero sobre las puntas y luego con los talones.
Obsérvese la columna desde una lado y compruebe la altura de las caderas, las
cuales deberán estar alineadas. Los pacientes que han sufrido una fractura de
cadera o se han sometido a una intervención quirúrgica pueden presentar un
acortamiento de miembros.
Hay que intentar obtener el signo de Romberg, pidiendo al paciente que se
coloque de pie con los pies juntos y los ojos cerrados. El balanceo indica un signo
de Romberg positivo.
Examínense las articulaciones de manos, muñeca , codos, hombros, cuello,
caderas, rodillas y tobillos, observando cualquier engrosamiento , hinchazón, dolor,
crepitación, cambio de temperatura o deformidad articular. El paciente que sufra
una enfermedad degenerativa articular se quejará de dolor en las extremidades.
Las deformidades en los pies de los ancianos son el Hallux vaigus, prolapso
de metatarsiano y dedos de martillo. En cada articulación se realizarán los ejercicios
de grado de movilidad (GM) y se palparán para comprobar el tono y la fuerza
muscular.
Hay que examinar cada grupo muscular en busca de atrofia, fasciculaciones,
movimientos involuntarios y temblores. El paciente hemipléjico desarrolla una
atrofia por desuso en la zona afectada. Las fasciculaciones aparecen como
parpadeos rápidos en un grupo muscular por ejemplo en la lengua. Los
movimientos involuntarios se pueden observar en pacientes que han tenido
reacciones adversas a los fármacos psicotrópicos.
Los temblores pueden observarse:
• determinadas enfermedades
• enfermedad Parkinson
• trastornos cerebrales
• fármacos psicotrópicos
Es preciso mover las articulaciones en todos los ejercicios pasivos de grado de
movilidad (PGM) y palpar los músculos para comprobar el tono. La resistencia a
PGM indica hipertonicidad, mientras que la flaccidez indica hipotonicidad. Se
valorará al paciente en lo relativo a rigidez y espasticidad. La rigidez se puede
detectar mejor en las articulación de la muñeca o el codo mediante ejercicios PGM.
• Durante exploración física se pedirá al paciente que muestre como se
abotona o sube cremallera de la ropa. De esta manera verán su capacidad
para hacer determinadas acciones, también se le pedirá que abra la puerta
de sala de exploración lo que demostrará su destreza manual y fuerza de
manos. Es importante determinar si el paciente puede girar grifo ambos
lados y diferenciar entre agua caliente y fría, esto definirá si precisa ayuda
para bañarse.

SISTEMA NEUROLÓGICO

La exploración neurológica consiste en la valoración del estado mental del anciano,


incluyendo el conocimiento o nivel de conciencia, estado de ánimo y afecto,
orientación, habla, conocimientos generales , memoria, razonamiento,
reconocimiento de objetos, práctica, funciones cognitivas superiores, nervios
craneales, sistema motor y sensorial y reflejos.
La inspección es la técnica clínica principal que se utiliza para examen neurológico
es:
• 1 linterna eléctrica
• 1 oftalmoscopio
• 1 martillo de reflejos
• 2 aplicadores con punta de algodón
• utensilio para la medición del estado mental

Los estudios realizados utilizando estos instrumentos han demostrado que los
cambios de la función cognitiva se correlacionan positivamente con los cambios en
la capacidad funcional. Esto es la pérdida de las capacidades intelectuales interfiere
con la realización de determinadas AVD y AIVD.
La valoración de la función cognitiva superior de un anciano requiere un exhaustivo
repaso del estado mental de los sistemas y la administración de un instrumento de
medición del estado mental. Pregúntele al paciente si:

1. Tiene sensación de bienestar


2. Tiene dificultad para dormir
3. Tiene problemas o asuntos que solucionar
4. se siente triste o deprimido
5. ha perdido el interés por las actividades habituales
6. ha pensado en el suicidio
7. olvida palabras, hechos recientes o nombres de personas
8. se pregunta cosas
9. se pierde
10.se confunde con fecha y lugar

Determinar los síntomas del paciente han aparecido rápidamente o han


progresado de forma gradual durante varios años. La confusión aguda suele
aparecer de forma rápida , mientras que la demencia tiene progreso gradual. La
clasificación de las funciones cognitivas es importante para determinar el
pronóstico y los servicios que más le convienen al paciente.
Conocer su grado de deterioro puede ayudar a colocarse en el grupo de
actividades más apropiado en centros de cuidados de día para adultos o en
residencias de larga estancia.

Nivel de conciencia

Los distintos niveles de conciencia que se han definido se centran en el nivel de


atención del paciente.
• Conciencia: estado en el que se está totalmente alerta, consciente y
orientado. El paciente consciente responde con rapidez a las preguntas
planteadas y reacciona de forma espontánea a los estímulos externos.
• Delirio: (confusión aguda) trastorno agudo, transitorio, de la cognición y la
atención acompañando a menudo por alteraciones del ciclo sueño-vigilia y
del comportamiento psicomotor como insomnio , desorientación,
distracción, somnolencia y alucinaciones. Es frecuente en la demencia
• Letargo: reducción del nivel de conciencia en el que el paciente se excita al
aplicarle estímulos. Las respuestas pueden ser inapropiadas o confusas. El
paciente letárgico tiene aspecto de somnolencia pudiendo dormir con
frecuencia cuando se le estimula.
• Estupor: inconsciencia parcial o casi completa. Solo responde a ruidos fuertes
y luces intensas quejándose y gimiendo de forma característica.
• Semicoma: estupor del que es posible sacar al paciente, el cual retira una
parte del cuerpo en respuesta a estímulos dolorosos pero no responde
verbalmente.
• Coma: esta de inconciencia del que no se puede sacar al paciente ni siquiera
mediante estímulos muy intensos, no puede responder ni siquiera a los
estímulos dolorosos

Estado de ánimo y afecto : hay que observar el aspecto general incluyendo el estado
de ánimo del paciente ( normal, tranquilo, deprimido, excitado, ansioso,
preocupado, agitado), afecto (aplanado , inapropiado) aseo ( bien arreglado, ropa
descuidada). Es importante ver si responde de modo apropiado a las preguntas y si
esta adecuadamente vestido ( ropa correspondiente a estación del año). El afecto
aplanada / (incapaz de mostrar emociones) es un síntoma de enfermedad del
ganglio basal ,como la enfermedad de Parkinson. El anciano que está deprimido
necesita evaluación más precisa.

Orientación
Hay que valorar la orientación que el paciente tiene respecto a las personas, el
tiempo y el espacio preguntándole su nombre, dirección y número de teléfono; el
día de la semana, la fecha, mes , año y estación; y donde está en ese momento, esto
es hospital a clínica, número de habitación u de la planta y nombre de la ciudad.
Los cambios de entorno como un ingreso en el hospital pueden provocar una
confusión aguda en un paciente anteriormente alerta y orientado.

Habla
Los trastornos del habla suceden habitualmente en respuesta a trastornos
circulatorios como ACV debido a un embolismo o hemorragia, pudiéndose detectar
fácilmente durante una conversación casual. Es posible que el paciente presente
alasia o disartia sensorial.

Conocimiento general
Valórese el vocabulario y el nivel de conocimiento general del paciente,
comentando con él noticias actuales o acontecimientos familiares. El vocabulario y
los conocimientos generales aumentan con tu edad.

Memoria
La memoria consiste en recuerdos inmediatos, recientes y remotos. Para valorar los
recuerdos inmediatos, se pueden nombrar tres objetos (como árbol, manzana y
avión) y pedir al paciente que los repita a continuación; o recibir 6 números y
pedirle que los repita hacia delante y hacia atrás. Para obtener una memoria
reciente, hay que preguntar acerca de hechos ocurridos en las últimas 24 o 48
horas, como que ha desayunado o el programa de televisión que vio la noche
anterior. Para valorar la memoria remota, se pedirá al paciente que recuerde hechos
importantes ocurridos hace muchos años como el lugar o fecha de nacimiento,
número de hijos y fecha de su aniversario.
Razonamiento
Hay que hacer al paciente preguntas que requieran la emisión de un juicio, idea y
abstracción para determinar la capacidad de razonamiento. Por ejemplo, que diga
que haría si cayera enfermo o viese una casa incendiada. Un paciente con el juicio
intacto responderá diciendo que avisaría al médico en caso de caer enfermo o
llamaría a los bomberos si viera un fuego. La intuición se puede valorar
preguntando al paciente por qué está en el hospital. La respuesta , no estoy seguro,
indica una mala intuición o falta de conocimiento en relación a su estado.
La abstracción que requiere tanto la intuición como el juicio, se valora pidiendo al
paciente que recite un proverbio, como “quien viva en casa de cristal no debe tirar
piedras”.
Una interpretación incorrecta (razonamiento concreto) sería “Porque la casa se
haría añicos” Otro ejemplo es Qué tienen en común una manzana y una naranja?

Reconocimiento de objetos
Se señalan 2 objetos, un reloj y una pluma y se pide al paciente que diga que son.
La respuesta se clasifica en normal o agnosia (incapacidad para nombrar objetos)

Práctica
La incapacidad de realizar movimientos habituales cuando no existe un déficit
motor se denomina apraxia. Se puede analizar la apraxia constructual pidiendo al
cliente que construya y copie dibujos geométricos, como polígonos cruzados. Este
ejercicio pone a prueba la percepción, función cortical y capacidad motriz.

Función cognitiva superior


La función cognitiva superior se evalúa analizando los conocimientos y la capacidad
básica que tiene el paciente para usar los conocimientos , técnicas sociales, juicios
y pensamientos abstractos adquiridos. Al interpretar las respuestas del paciente se
tendrá en cuenta su nivel de educación, su trabajo interior y las experiencias vitales.

Pares craneales
Los pares craneales se examinan secuencialmente empezando por el y progresando
hasta el XII. Son pocos los cambios que ocurren entre los ancianos como
consecuencia normal del envejecimiento.
Sistema motor y sensorial
Deben valorarse los movimientos rápidos, rítmicos y alternantes, que determinan
la coordinación por ejemplo se puede pedir al paciente que ande por la habitación ,
gire se siente en una silla. Y se observará la capacidad que tiene de repetir la
maniobra y la uniformidad de la ejecución. En el anciano es típico observar un
enlentecimiento de la respuesta.
La valoración de la función del nervio sensorial implica el control de la capacidad
que tiene el paciente de percibir el dolor, usando el borde afilado de un imperdible,
la temperatura, usando probetas calientes y frías , leve tacto de la mano y la
discriminación de la vibración con doble punto y sentido de la posición.

Reflejos
Los reflejos de los ancianos se valoran del mismo modo utilizado para otros grupos
de edades. Los reflejos plantar y de Babinski son importantes para valorar
enfermedades de la neurona motora superior. Las respuestas plantares se clasifican
en ascendentes o descendientes, dedo pulgar equivoco o retirada. Otros reflejos
tendinosos profundos se clasifican
0 (ausencia)
1 (reducido)
2 (normal)
3 (aumentado)
4 (clono)

Los siguientes reflejos se pueden obtener fácilmente durante la exploración física.


Golpe de entrecejo. Pedir al cliente que no parpadee, golpear el párpado 10 veces
para no obtener una respuesta visual de temor. Anotar el número (0 a 10) de
estímulos necesarios para la habitación al reflejo (ausencia o importante respuesta
del párpado superior). Una puntuación superior a 5 es positiva.
Hociqueo. Presionar con fuerza con el dedo índice sobre la hendidura del labio
superior. Una respuesta de puchero es positiva.
Succión. Tocar ligeramente con la superficie plana de un depresor de lengua la parte
coloreada de los labios. Una respuesta de puchero es positiva.
Hociqueo. Golpear con la porción curva de un depresor de lengua suavemente en
la comisura de la boca. Un movimiento angular hacia el estímulo es positivo.
Movimiento de mandíbula. Colocar el dedo índice en la mejilla y golpear el dedo
con un martillo de percusión. Una respuesta brusca es positiva.
Palmomental. Golpear la uña del pulgar contra la eminencia 6 veces, una por
segundo. Contar el número de estímulos antes de que haya habituación. La
habituación que requiere cuatro o más estímulos es positiva.
Asir. Pedir al paciente que no coja. Distraerle y golpearle la palma. Puntuar como
positivo si el paciente cierra la mano.

Actividades de promoción y prevención de la salud del anciano


Prevención y promoción de la salud

A. Actividades de promoción y educación para la salud

Se debe actuar prioritariamente sobre los siguientes aspectos:

• hábitos tóxicos (tabaco y alcohol)


• ejercicio físico
• nutrición (obesidad /desnutrición)
• uso apropiado de medicamentos
• prevención de caídas y otros accidentes
• formación de cuidadores

B. Actividades preventivas

Dos consideraciones previas:

• se recomienda realizar chequeos rutinarios

• la edad por si sola debe ser motivo de exclusión de pruebas clínicas, cuando
se puedan detectar enfermedades tratables.

Teniendo en cuenta las diversas y a menudo controvertidas recomendaciones de


los diferentes paneles de expertos (en nuestro país PAPPS, Programa de actividades
preventivas y de promoción de la salud en atención primaria) en la actualidad se
consideran de robada efectividad y por lo tanto recomendadas para el grupo de
edad de más de 65 años , las actividades preventivas indicadas en la tabla 1.
TABLA 1
Actividades preventivas en los ancianos Grupo de edad
Inmunizaciones(gripe y tétanos) Mayor 65
Sistematizar la recogida en historia clínica Mayor 65
Tabaco-alcohol Mayor 65
Ejercicio físico Mayor 65
Nutrición Mayor 65
Status funcional Mayor 75
Incontinencia urinaria Mayor 75
Polifarmacia Mayor 75
Antecedentes de caídas Mayor 75
Presión arterial Mayor 65
peso/talla Mayor 65
Agudeza auditiva Mayor 75
Agudeza visual Mayor 75
Colesterol Mayor 65
Mamografía hasta los 75

Valoración geriátrica comprensiva (VGC)


Se la define como la cuantificación de todos los atributos y carencias
importantes de salud, funcionales y psicosociales de la persona, con el fin de
elaborar un plan racional de tratamiento y utilización de recursos. Es una
herramienta o técnica de trabajo necesaria, pero no suficiente para una adecuada
atención sanitaria a las personas mayores. Sus objetivos se extienden más allá de la
prevención por lo cual incorpora actuaciones provenientes de ese campo.

Deberían evitarse VGC excesivamente minuciosas, y conviene recordar que la OMS


recomienda pata la atención primaria de salud un registro claro del funcionamiento
básico del paciente a fin de contar con un resumen de datos útiles, que permitan
documentar cambios en el tiempo para decidir, cuando es conveniente y
aconsejable una intervención.
La VGC contempla los siguientes apartados algunos de los cuales incluyen aspectos
ya tratados en el capítulo anterior:

A-VALORACIÓN CLÍNICA

Básicamente incluirá
• enfermedades presentes, gravedad y pronóstico
• fármacos
• carencias sensoriales , auditivas y visuales
• incontinencia de esfínteres
• hábitos y factores de riesgo para la salud ( ver tabla 1)

B- VALORACIÓN FUNCIONAL

En personas que acuden al centro de salud se puede utilizar como primer paso a la
ESCALA DE LAWTON que mide las actividades instrumentales de la vida diaria
(AVDB)
En personas confinadas en casa se usará el INDICE DE KATZ

C- VALORACIÓN MENTAL

1- De la función cognitiva
los profesional de atención primaria familiarizados habitualmente por su contacto
frecuente con las capacidades básicas del anciano, deben estar alerta sobre la
evidencia del más leve deterioro global comunicado por el propio individuo, la
familia o los amigos. Se cree que en atención primaria no se deben aplicar
cuestionarios de rutina de detección del deterioro cognitivo si no existen indicios
del mismo.
Las herramientas de screening que se recomiendan, sabiendo que generalmente
tienen una buena especificidad a expensas de la sensibilidad (por debajo de 50 %)
son: por su brevedad el short portable mental status quiestionaire (SPMCQ) más
conocido como TEST DE PFEIFFER y el MINI MENTAL

2- De la función afectiva
para la prevención de los trastornos mentales y la ayuda a la resolución de conflictos
psicológicos, el PAPPS propone una priorización basándose en factores de riesgo y
vulnerabilidad que en la mayoría de los casos coinciden con las crisis psicosociales.
D- VALORACIÓN SOCIAL
Básicamente incluirá:
• existencia de un cuidador principal
• modos de convivencia y red de apoyo social
• situación económica y de vivienda
• cambios de domicilio y lugar de residencia habitual

VALORACIÓN DE NECESIDADES DE CUIDADOS DE ENFERMERIA

• Según los distintos modelos existentes


• Establecimientos de un plan de cuidados conjunto, individualizado para cada
anciano y su familia
TABLA 2
Valoración geriátrica comprensiva

A- VALORACIÓN CLÍNICA

• enfermedades presentes
• fármacos
• carencias sensoriales: visión, audición
• incontinencia de esfínteres
• hábitos y factores de riesgo

B- VALORACIÓN FUNCIONAL
• centro de salud
• 1. LAWTON
• 2. KATZ
• domicilio: KATZ

C. VALORACIÓN MENTAL
• función cognitiva. Si existen indicios de deterioro
• pfeiffer o mini mental
• función afectiva: si existen factores de riesgo , según PAPPS
D. VALORACIÓN SOCIAL
• existencia cuidador principales
• modos de convivencia y red sociales
• situación económica y vivienda
• cambios de domicilio y lugar de residencias

VALORACIÓN NECESIDADES CUIDADOS DE ENFERMERÍA


• Según los distintos modelos de enfermería

MÉTODO DE VALORACIÓN FUNCIONAL

INDICE DE BARTHEL

Acción Con ayuda Independiente


1-Alimentación (si hay que cortar alimentos=ayuda) 5 10
2-traslado desde la silla de ruedas a la urna y vuelta 5-10 15
(incluye sentarse en la cama)
3-higiene personal(lavado de cara, peinado, afeitado, 0 5
limpieza de dientes)
4-sentarse y levantarse del inodoro(quitarse y 5 10
ponerse la ropa, limpieza, aclarado)
5-bañarse 0 5
6-andar en superficie plana (o si es incapaz de andar, 0* 5*
impulsar la silla de ruedas)
7-subir y bajar escaleras 5 10
8-Vestirse (incluye atarse los zapatos, ajustarse el 5 10
cinturón)
9-control del intestino 5 10
10-control de la vejiga 5 10
Un paciente que alcance 100 puntos es continente, se alimenta y viste por si mismo,
se levanta de la cama y de las sillas , se baña solo , camina una manzana y puede
subir y bajar escaleras. Esto no significa que sea capaz, de vivir solo – puede no ser
capaz de cocinar, cuidar la casa y relacionarse con la gente, pero es capaz de cuidar
se si mismo sin ayuda.

DEFINICIÓN Y DISCUSIÓN DE LA PUNTUACIÓN

1) Alimentación

10 = independiente. El paciente puede comer solo en la bandeja o donde alguien le


ponga la comida a su alcance. Puede colocar algún dispositivo de ayuda si lo
necesita, cortar la comida , utilizar la sal y la pimienta, untar mantequilla. Debe
realizar todo esto en un tiempo razonable.
5 = necesita alguna ayuda (para cortar la comida, etc, de acuerdo con la lista previa)

2) Traslado desde la silla de ruedas a la cama y al revés

15 = independiente en todas las fases de la actividad. El paciente puede acercarse


con seguridad a la cama en la silla de ruedas, bloquear las ruedas, bajar los
reposapies, moverse con seguridad hasta la cama, tumbarse, sentarse al borde de
la cama y cambiar la posición de la silla de ruedas, si es necesario para volver a ella
con seguridad.
10 = se necesita una mínima ayuda en alguna fase de la actividad o el paciente debe
ser supervisado por motivos de seguridad en una o más partes de la misma.
5 = el paciente se puede sentar sin ayuda de una segunda persona, pero tiene que
ser levantado de la cama o se traslada con gran necesidad de ayuda.

3) Higiene personal

5 = el paciente se puede lavar las manos y la cara, peinarse, lavarse los dientes y
afeitarse. Puede utilizar cualquier tipo de navaja para afeitar, pero debe colocarla
sin ayuda al igual que cogerla del armario. Las mujeres se tienen que maquillar no
es necesario que se peinen solas.

4) Levantarse y sentarse en el inodoro


10 = el paciente es capaz de levantarse y sentarse en el inodoro, abrocharse y
desabrocharse la ropa, evitar mancharse la ropa y utilizar papel higiénico sin ayuda.
Puede utilizar un tirador sujeto en la pared o cualquier otro apoyo estable si lo
necesita. Si es necesario utilizar una cuña en lugar del inodoro, debe ser capaz de
colocarla en una silla, vaciarla y limpiarla.
5 = El paciente necesita ayuda a causa de la falta de equilibrio para ajustarse la ropa
o para utilizar el papel higiénico.

5) Baño por si mismo

5 = el paciente puede utilizar un barreño, la ducha o darse un baño completo. Tiene


que ser capaz de llevar a cabo todos los pasos sin necesidad de que esté presente
otra persona.

6) Andar en llano

15 = el paciente puede andar al menos unos 50 metros sin ayuda o supervisión.


Puede utilizar aparatos ortopédicos o prótesis, así como muletas, bastón o andador,
aunque no un andador rodante. Debe ser capaz de bloquear y desbloquear los
aparatos ortopédicos si se utiliza, permanecen en bipedestación y sentarse , colocar
en posición los aparatos de ayuda mecánica necesarios para su uso y quitárselos
cuando se siente.
5 = el paciente no puede andar, pero puede impulsar la silla de ruedas de forma
independiente. Debe ser capaz de doblar esquina, darse la vuelta, maniobrar la silla
para acercarse a una mesa, al baño, etc. También debe ser capaz de trasladar la
silla al menos 50 metros. No puntuar este apartado si se ha puntuado por caminar.

7) Subir y bajar escaleras

10 = el paciente es capaz de subir y bajar con seguridad una escalera sin ayuda ni
supervisión. Puede y debe utilizar el pasamanos, bastón o muletas y ser capaz de
llevarlos mientras sube o baja escaleras.
5 = el paciente necesita ayuda o supervisión para cualquiera de los puntos
anteriores.
8) Vestirse y desvestirse

10 = el paciente es capaz de ponerse, quitarse y ajustarse toda la ropa y atarse los


zapatos ( a menos que sea necesario utilizar adaptadores para esto) En esta
actividad se incluyen ponerse y quitarse los cosés o aparatos ortopédicos prescritos.
Se pueden utilizar dispositivos especiales como sujetadores, mocasines o vestidos
que se abren por delante cuando sea necesario.
5 = el paciente necesita ayuda para ponerse, quitarse o ajustarse cualquier ropa.
Debe realizar al menos la mitad de la tarea él solo y conseguirlo en un tiempo
razonable. En las mujeres no hace falta, puntuar el uso de sujetador o faja, a menos
que se trate de dispositivos prescritos.

9) Continencia intestinal

10 = el paciente es capaz de controlar el intestino y no accidente. Puede ponerse


supositorio o una enema cuando sea necesario (igual que los pacientes con lesión
espinal cuando ya han recibido entrenamiento intestinal)
5 = el paciente necesita ayuda para ponerse un supositorio o una enema o tiene
accidentes ocasionales

10) Continencia intestinales

10 = el paciente es capaz de controlar el movimiento intestinal de dia y de noche.


Los pacientes con lesiones espinales que lleven dispositivos externo y bolsa deben
ser capaces de ponérselo independiente, vaciarlo y limpiarlo y mantenerse secos
durante el día y la noche.
5 = el paciente tiene accidente ocasionales, o no puede esperar a que le pongan la
cuña o a llegar al baño, o necesita ayuda con un dispositivo extremo.

La puntuación total no es tan significativa como los fallos en aspectos


individuales, ya que éstos indican donde se encuentran las deficiencias.
Cualquier solicitante de plaza en un hospital de crónicos con una puntuación de
100 BDI se debe evaluar cuidadosamente para determinar si dicha
hospitalización está indicada.
Los pacientes dados de alta con una puntuación de 100 BDI no necesitan más
fisioterapia , pero pueden beneficiar de una visita a domicilio para comprobar si
necesita algún ajuste en su medioambiente.

Sexualidad y Salud Mental

La vejez es un tema difícil y conflictivo, no sólo para el que la vive en sí mismo,


sino también para aquellos que , sin ser viejos aún, la enfrentan diariamente desde
sus roles profesionales. La vida cotidiana es cada vez más rápida y más intensa,
donde todo tiene que ser “ ya”, donde las cosas se miden en función de su
practicidad inmediata y donde pareciera que sólo lo útil y redituable es bueno. En
este contexto, el éxito se representa en el imaginario social con la figura del joven
buen mozo; atlético, elegante, deportista, adinerado y formidable en las lides
amatorias.
O con la joven bella, espigada, de músculos firmes y piel tersa capaz de
sobresalir en el trabajo, en el hogar y en la intimidad. Los avisos comerciales nos
presentan a la sexualidad como existente sólo para la gente linda con cuerpos
ágiles. Pocos se preguntan cuál es el lugar de los adultos mayores dentro de este
modelo.

Sólo les queda esperar marginalidad del sistema?

En los últimos tiempos es frecuente ver una imagen estereotipada de los


anciano. En los programas cómicos o en los spots publicitarios suelen ser retratados
de forma grotesca, especialmente en lo referente a su sexualidad.

La sexualidad en la vejez es un área especialmente maltratada, poco


conocida por la sociedad, por los propios ancianos y por los profesionales de la
salud.

La creencia de que la edad y el declinar de la actividad sexual están


inexorablemente unidos, ha hecho que no se prestara la atención suficiente a
aspectos de la sexualidad que son indicadores de mayor calidad de vida y de
mantenimiento de la salud mental.

El interés por comprender y desarrollar el conocimiento de los distintos


aspectos de la sexualidad en los adultos mayores y su influencia en la salud mental
de ese grupo etéreo , dio origen a diversas actividades y a algunos planteos en el
área de enfermería del servicio de psicogeriatría donde me desempeño. Este
trabajo es solo el esbozo de un marco referencial acerca del tema que hoy nos
convoca.

El primer aspecto de tuvimos que abordar al iniciar este trabajo es el análisis


de los motivos que inducían al grupo de enfermeras a no poder hablar con
naturalidad sobre lo sexual en la vejez. Por el contrario era fácil hacerlo desde lo
grotesco, desde la anécdota con doble sentido o a través de la palabra, repitiendo
ese modelo que solemos encontrar en algunos medios de comunicación y grupos
sociales.

La actitud cambió cuando clarificamos el concepto, entendiendo por


sexualidad al conjunto de condiciones anatómicas y fisiológicas que caracterizan a
cada sexo pero que, además es una de las fuerzas vitales humanas más poderosas
porque tiene que ver con la supervivencia de la especie y con el placer,
distinguiendo así entre lo genital y lo sexual. Lo sexual es un concepto más complejo
y abarcativo que lo meramente genital y “ que comprende muchas actividades que
no guardan relación alguna con los órganos genitales” (Freud). La sexualidad no
representa una conducta aislada o separada del comportamiento de los seres
humanos. Por el contrario es evidente que la forma de ejercer la sexualidad es el
reflejo fiel de un determinado estilo que tiene cada persona para relacionarse con
los demás.

La sexualidad así entendida es esta etapa del ciclo vital debe ser estudiada
dentro del contexto bio-psico-social en el que se manifiesta.

Los aspectos intervinientes en esta complejidad son:

ASPECTOS FISICOS

CAMBIOS EN LA MUJER
 cese en la producción de estrógenos y progesterona
 adelgazamiento de la pared vaginal
 disminución de la elasticidad vaginal
 acortamiento de la longitud de la vagina
 reducción de la lubricación vaginal
 atrofia uterina
 adelgazamiento de los labios mayores
 dispareunia (coito doloroso)

CAMBIOS EN EL HOMBRE

 disminución de la turgencia y elasticidad de la piel, con aparición de arrugas


 manchas seniles
 distribución de tejido adiposo con preponderancia en el abdomen
 disminución de la capacidad de la vejiga urinaria

Estas modificaciones fisiológicas que la vejez impone, son lo suficientemente


importantes como para provocar trastornos funcionales si la persona no cuenta con
un adecuado soporte psicológico que le permita sobreponerse a este déficit.

A partir de la menopausia aparecen diversas molestias en la mujer, pero ninguna


por si sola acarrea el cese de la actividad sexual. Gran cantidad de mitos rodean al
concepto de la menopausia, incluyendo el temor a la locura, el final del deseo, la
pérdida del atractivo femenino y la idea de la depresión-

La aceptación pasiva de estos malestares se produce sólo en aquellas mujeres que


han tomado la relación sexual no como fuente de amor y placer, sino simplemente
como formando parte de las “obligaciones y deberes conyugales”
En lo que respecta a los hombres, la desventaja biológica es más evidente,
con gran disparidad de respuestas de un hombre a otro de la misma edad y aún del
mismo hombre en distintos momentos de su vejez.

Tanto en uno u otro sexo tienen gran influencia las enfermedades


concomitantes, agudas o crónicas, tales como diabetes, insuficiencia renal crónica,
alcoholismo, tabaquismo, entre otras. Algunos medicamentos también ejercen su
influencia dificultando la concreción del deseo. Los accidentes cerebrovasculares y
la insuficiencia coronaria suelen traer preocupación en los adultos mayores que
pueden disminuir simplemente con una clara conversación con su médico. El
consumo de oxígeno durante la relación sexual es el equivalente a subir un tramo
de escalera entre un piso y otro, es decir, un esfuerzo moderado.

Todos estos cambios traen aparejadas dificultades y modificaciones en la manera


de relacionarse, pero ninguno impide el desempeño sexual.
Aunque la sexualidad tiene un importante aporte de lo instintivo sobrepasa
lo meramente biológico de tal modo que los aspectos psicológicos y socio-culturales
que veremos a continuación la moldean notablemente.

Los cambios físicos y mentales hemodinámicos, neuronales y hormonales que


afectan especialmente al funcionamiento de los órganos genitales y cerebrales.

Cambios físicos que modifican la respuesta sexuales

En el adulto mayor, la sexualidad se modifica a causa de cambios físicos que se


producen en su cuerpo : en piel y mucosas, en el sistema vascular y circulatorio, a
nivel neurológico y hormonal, cambios en la percepción del frío y calor , cambios
en los ritmos horarios.
Los cambios en la piel y mucosas no son tan graves en el hombre como en la mujer,
que ante cualquier lesión o condición que afecte su tejido mucoso presenta
problemas, la vagina en la mujer joven es un conducto que se distiende fácilmente,
pero a medida que pasan los años se va volviendo liso y menos extensible. El
principal problema que afecta a los hombre está en la línea vascular, en la
circulación de la sangre : ellos sienten que llega menos sangre adonde debería
llegar, y esos cambios se acentúan con el uso de ciertos medicamentos.
Los cambios neurológicos alteran la sensibilidad de distintas zonas del cuerpo, de
modo que donde antes las caricias provocaban placer, ahora provocan dolor o a la
inversa, en zonas en las que antes no se sentía nada ahora resultan agradables al
tacto. Gran parte de esto se debe a los cambios hormonales, que son objetivamente
más notorios en la mujer: después de la menopausia, como se denomina a la última
menstruación, comienza el período del climaterio, que se caracteriza por notorios
cambios hormonales. Las hormonas regulan el funcionamiento del cuerpo e
influyen mucho en la actividad sexual y en el estado de ánimo, de modo que los
cambios en este aspecto pueden afectar en forma significativa la disposición de la
mujer a un encuentro sexual.
Las percepciones de frío y calor se manifiestan en situaciones de índole práctica
que pueden parecer menores, pero dificultan la relación de la pareja. En el período
cercano a la menopausia, o inicio del climaterio, las mujeres sienten oleadas de
calor alternadas con frío, lo que suele generar, por ejemplo una lucha constante por
los cobertores en el espacio íntimo de la cama.

La alteración de los ritmos horarios hace que las personas se acuesten o despierten
a horas que no son habituales. Por lo general la práctica sexual se asocia a la hora
de acostarse a dormir por la noche, que en el adulto mayor se adelanta, y como
muchas veces los adultos mayores viven como allegados en casas de personas más
jóvenes, que se acuestan más tarde , tienen grandes dificultades para tener un
espacio de intimidad en ese horario.

Cambios en la sexualidad en la tercera edad

El hombre mayor necesita un estímulo directo para prepararse para el acto sexual,
a diferencia de lo que ocurría en su juventud, cuando la mayor parte de las veces
bastaba con una insinuación para que estuviera listo. El problema es que el
acercamiento a lo genital de los actuales adultos mayores es distinto al de los
jóvenes; antes por lo general las mujeres no tenían contacto con los genitales de su
pareja excepto en el momento de la penetración, durante la cual el hombre se
movía y ella no hacía nada, o sea, hacía lo justo y necesario para quedar
embarazada. La estimulación directa implica que la mujer toque y acaricie los
genitales, frente a lo cual lo más frecuente es que ella experimente un rechazo
debido a ciertos elementos culturales.

Otro cambio importante es la disminución de la rigidez peneana. Muchas veces la


dureza es suficiente como para penetrar, pero los hombre suelen esperar una
erección más intensa, debido a la influencia de videos eróticos o películas
pornográficas que ellos ven sin pensar en que están viendo situaciones que no son
reales. Esta sensación de que el pene no se erecta como corresponde hace que
disminuya el deseo sexual, no porque el hombre tenga un problema para lograr una
penetración, sino porque cree que ya no está en buenas condiciones. Cuando los
hombre creen que “no funcionan” empiezan a sentir que “no tienen ganas” pero la
verdad que es que tienen temor a un eventual “fracaso”.
Existen varios cambios en relación con la eyaculación. Una parte importante de los
hombres que llegan a terapia sexual lo hacen por tener una “fuerza impulsiva
disminuida” porque cuando era joven lanzaba el semen a cierta distancia cuando
eyaculaba, mientras que después de los 50 años siente que le gotea, que sale por
rebalse o hacia un lado; esto le lleva a pensar que no está funcionando bien, que
no tiene la misma “potencia” que antes. Además el volumen de líquido seminal es
menor, lo que lleva a creer que está expulsando menos espermas, pero la cantidad
de espermas es la misma, sólo disminuye la cantidad de líquido en el cual está
flotando; y desaparece la necesidad eyaculatoria urgente propia de los jóvenes, lo
que constituye una ventaja para el hombre mayor, porque puede durar mucho más.
Masters y Johnson, los más famosos investigadores en el tema de la sexualidad,
describieron el período refractario, que sigue a la eyaculación y orgasmo
masculinos, como una fase o etapa de resolución , en el cual el cuerpo se apaga y
que en el hombre joven puede durar cinco minutos, en un hombre de 40 años,
quince minutos y en un hombre de 60 años , hasta dos días. La duración del período
refractario depende de la práctica: mientras más veces eyacula la persona, más
pronto se recupera.
La mujer presente cambios totalmente distintos: en ella se mantiene o aumenta el
deseo sexual. Las mujeres tienen muchos cambios físicos que les pueden provocar
problemas pero en edades más jóvenes el principal obstáculo de la mujer para
disfrutar su sexualidad es el temor a embarazarse, seguido de la falta de privacidad;
con la menopausia el fantasma del embarazo desaparece y comienza a aumentar el
deseo sexual, ya que la capacidad de la mujer para sentir placer y alcanzar el
orgasmo se mantiene indemne.

Factores culturales

Los cambios en la sexualidad del adulto mayor, en especial en la mujer, están muy
vinculados a la influencia del entorno psicosocial, es decir, de la sociedad, la familia
y la cultura. Entre estos factores culturales, que afectan tanto a hombres como a
mujeres, el primero es la visión negativa de la persona mayor que tiene interés
sexual: en nuestra cultura se le llama viejo verde o vieja verde. La persona mayor
siente que ha llegado a la plenitud, que es madura, pero la palabra verde la asimila
a una persona inmadura, es decir, es un juicio peyorativo; aparentemente el
término se utilizó a principios del siglo XX como un elogio: esta persona está verde
puede dar vida todavía, pero ahora el sentido ha cambiado.

Los modelos afectivos que se difunden a través de los medios de comunicación


social, las campañas publicitarias, las películas, etc en los cuales solo las personas
jóvenes disfrutan del sexo, contribuye al deterioro de la sexualidad en el adulto
mayor. En las películas si aparece un hombre mayor se oculta su cuerpo y jamás se
muestra a una mujer mayor, el mensaje final que se entrega es que a las personas
mayores no les corresponde tener sexo ni disfrutar de la sexualidad.

La religiosidad propia de las personas mayores también resulta un obstáculo en este


sentido. El anciano siente que va a morir pronto y que debe seguir el camino de la
salvación del alma, que es, según su cultura judeo-cristiana, aquél en que se soporta
el sufrimiento y se elimina el pecado y toda fuente de placer, entre las cuales está,
por supuesto el sexo.

La ropa de las personas mayores no es sexy. La persona joven se viste para que la
vean, mientras que la persona mayor se viste para protegerse del frío y elige lo más
cómodo, sin pensar en el impacto que va a provocar, a lo que se suma la estética
propia de nuestra cultura, que lleva a rechazar a las personas viejas por
considerarlas feas y faltas de atractivo. Por lo mismo los viejos son materia de
chistes, en los cuales aparecen como impotentes, incapaces o disminuidos cuando
el anciano intenta tener una relación sexual, se acuerda del chiste y se le quitan las
ganas, porque piensa que va hacer el ridículo. Finalmente, existe una importante
falta de apoyo especializado sobre este tema, cosa que es inaceptable; la vida sexual
de las personas es tan importante como el manejo de la diabetes o la hipertensión
incluso muchos piensan que es más importante.

Mantención del interés sexual.

Qué la persona mantenga el interés sexual depende en primer lugar, de la práctica;


mientras más se practica mejor es el resultado; si se tienen relaciones sexuales con
escasa frecuencia, e desempeño se va deteriorando y la autoestima va bajando,
hasta que la persona opta por no hacerlo más. También depende de la actitud y
colaboración de la pareja, la persona se puede sentir muy bien, pero si el otro no
demuestra interés no podrá tener un buen desempeño.

Otros elementos importantes son los factores externos, como el espacio y


privacidad, que por lo general se empieza a deteriorar cuando los hijos son
adolescentes. Estos consideran a su propia habitación como un recinto casi sagrado,
mientras que la de los padres es, para ellos un espacio público al que pueden entrar
y salir a cualquier hora; por tanto, los padres esperan a que los hijos se duerman
para tener relaciones sexuales, pero los adolescentes se duermen en la madrugada,
de modo que finalmente les resulta imposible.

Cada paciente debería recibir información sobre los efectos adversos de los
medicamentos y se debería respetar su decisión si no desea recibirlos, ya que el
deber del médico es lograr una buena calidad de vida y no mantener a las personas
vivas en forma artificial, contra su voluntad, con drogas que quizás sólo consigan un
éxito farmacológico.

Finalmente mantener el interés sexual depende de los modelos culturales; en el


nuestro falta mucho para que se considere a los adultos mayores como seres
asexuados y se comprenda que la vida sexual no se acaba con la menopausia, que
la última regla no significa que la mujer deja de ser mujer y que el hombre puede
tener sexo, e incluso procrear, hasta una edad avanzada.

ASPECTOS PSICOLÓGICOS

Psicológicamente la sexualidad ha sido definida como el conjunto de


impulsos, conductas, emociones y sensaciones que está relacionados con la
actividad reproductiva o con el uso de los órganos genitales como FUENTE DE
SATISFACCIÓN Y PLACER. La sexualidad así entendida se inicia con el nacimiento y
se mantiene hasta el final de la vida. Las personas que soportan una disminución o
desaparición de sus funciones reproductivas no son por ello asexuadas, sino que el
interés sexual persiste hasta edad avanzada.

El geronte deberá cristalizar su búsqueda de placer acorde a las


circunstancias y limitaciones que posea, siendo ésta la realidad del adulto mayor.
Debemos entender que en la vejez el placer sexual debe buscarse en formas
alternativas del acercamiento en la pareja, donde el modelo sea
preponderantemente centrado en el encanto amoroso y erótico, en la relevancia
de las caricias, en el enamoramiento, en la ternura y el deleite de la intimidad
corporal y en la aceptación de sus cuerpos tal cual son en esta etapa, sin
avergonzarse de sus cambios.
En un estudio realizado por Alfano y Acuña y presentado en el Congreso
Argentino de gerontología y geriatría en Bs. As en 1995 las autoras afirman que el
amor y el sexo son dos valores vigentes que mantienen la unión de la pareja en la
vejez y son elementos de gratificación en esta etapa de la vida. En su gran mayoría
estas personas se mantienen unidas por lo que ellas mismas entienden por amor,
aún aquellas que han cesado en la práctica de las relaciones sexuales, a las que sin
embargo siguen considerando como importantes.
La población estudiada incluyó a 70 personas (hombres y mujeres) cuyas
edades oscilaban entre los 60 y los 85 años, como una edad promedio de 71 años
y 7 meses. Entre los resultados obtenidos resalta el alto porcentaje de gerontes que
consideran a las relaciones sexuales como muy importantes, aún para aquellos que
ya no las mantienen.
También existen altos porcentajes cuando se evalúa la importancia de amar a su
pareja y sentirse amado por ella.
Quienes se incluyen en las otras categorías de menor porcentaje, son
mayoritariamente mujeres que no tuvieron su iniciación sexual porque lo deseaban
sino que lo hicieron “ por obligación matrimonial”.

En este estudio aparece también como indicador de la dificultad para ejercer


la sexualidad, la falta de intimidad por convivir con los hijos o con otras personas.-
El 70 % de los entrevistados piensa que el amor y el deseo , las ansias de manifestar
ternura, las caricias eróticas y el acto amatorio en sí, son iguales que en la juventud,
como construcción mental pero no como exteriorización y concreción.

Psicología de la salud y vejez

Existe un gran solapamiento entre la psicología de la salud y la psicología de


la vejez. Por una parte, los investigadores y los profesionales de la psicología de la
salud cada vez se encuentran con un mayor número de personas de edad avanzada
entre las poblaciones con las que trabajan y, por otra parte, los psicólogos clínicos
que atienden a personas mayores se ven en la necesidad de aumentar sus
conocimientos sobre los condicionantes biológicos característicos del
envejecimiento, a fin de poder abordar adecuadamente los problemas que
plantean sus clientes.

Esta convergencia entre diferentes áreas de la psicología es un fenómeno


positivo en la medida en que contribuye u contrarrestar la tendencia excesiva a
considerar a los mayores como un grupo que por sus especiales características,
debe ser estudiado y tratado separadamente.
Estudiar a las personas mayores aisladamente de otros grupos de edad
puede llevar a conclusiones erróneas al considerar determinados hallazgos como
exclusivos de la edad avanzada.

Teniendo esto en cuenta, es especialmente interesante contemplar la salud


desde la perspectiva del ciclo vital, partiendo del supuesto de que los factores
psicológicos y sociales se relacionan con la salud en cualquier edad. Lo que es válido
en la edad adulta lo es también, en términos generales, para los mayores.

Las diferencias están fundamentalmente en el impacto relativo que los


diversos factores psicosociales tienen sobre la salud y en que la mayor presencia
de fragilidad física en éste grupo de edad conlleva, generalmente, una mayor
relevancia de los factores psicológicos y sociales.

EQUIPO INTERDISCIPLINARIO

Debido a la complejidad y diversidad de los problemas de las personas


mayores, su tratamiento debe ser , frecuentemente, multidisciplinario. Así, por una
parte, el personal médico y de enfermería es generalmente el primero en ser
consultado por los problemas físicos y psicológicos de las personas mayores.
El personal que trabajo en centros comunitarios, en servicios de atención
domiciliaria, etc. así como también los propios familiares, son las personas que
pueden detectar posibles problemas que requieran atención psicológica. Por lo
tanto, es importante que los psicólogos conozcan como comunicarse eficazmente
con profesionales y no profesionales que atienden a personas mayores para
coordinar y continuar la terapia apropiadamente.
Por otra parte, muchos de los problemas que ocurren durante la vejez son
objeto de atención de más de un profesional, siendo preferible la planificación de
un tratamiento interdisciplinario. Es frecuente por ejemplo que las personas que ha
sufrido un accidente cerebro-vascular padezcan depresión y que rechacen y/o se
beneficien adecuadamente del tratamiento de rehabilitación , tanto por factores de
motivación o de conducta, como por la disminución en la capacidad de aprendizaje
que va asociada a la depresión.
Se ah comprobado que es nueve veces más probable que las personas
mayores se recuperen completamente desde el punto de vista físico tras una
factura de cadera, si no están deprimidas que si lo están (Mossey 1990). Otro
ejemplo de la necesidad de tratamiento interdisciplinario es la enfermedad de
Alzheimer. Además de los déficit de conocimientos y de los problemas de conducta
características de la demencia aumenta el riesgo de aparición de otros problemas
adicionales: desnutrición, falta de seguimiento de la medicación, aislamiento,
maltrato, etc.
En lo referente a las personas que cuidan a quienes padecen la enfermedad en
muchas ocasiones también mayores, son frecuente la ansiedad, depresión,
molestias físicas, etc. En definitiva la complejidad de los problemas frecuentes en
el anciano y los múltiples factores implicados en ellos, hacen necesaria la
colaboración de distintos profesionales en al planificación y puesta en práctica de
los tratamientos.
Por ello, no solo la coordinación con el personal médico y de enfermería, sino
la formación del psicólogo en aspectos básicos de la medicina geriátrica y la
farmacología son también necesarios para comprender la complicidad de los
problemas que ocurren a las personas mayores (Haley 1996). En muchos casos la
colaboración necesaria entre el psicólogo y otros profesionales de las salud, además
de la ubicación del psicólogo un lugar no tradicional (centro de salud, hospital,
atención domiciliaria) necesita del reconocimiento de los problemas del anciano
desde el sistema de salud, dando la importancia a atención de los problemas
psicológicos.
La aceptación y valoración adecuada de la complejidad del envejecimiento y
sus problemas debe llevar naturalmente al reconocimiento de las ventajas de
trabajar en equipo interdisciplinario. La especialización de los diversos
profesionales debe ir acompañada de la integración de los conocimientos
particulares del proceso de envejecimiento. En este sentido los psicólogos deben
ser capaces de reconocer la diversidad de servicios disponibles para atender las
necesidades de las personas mayores e identificar cuál sería su contribución
específica en cada caso en particular. Integrar los aportes de las diferentes teorías
y disciplinas puede ser una forma de evitar la fragmentación que ha llevado , en no
pocas ocasiones, a que las personas mayores sean tratadas exclusivamente como
seres biológicos o psicosociales, en lugar de ser tratados como seres bio-psico-
sociales que realmente son (teri y logsdon, 1992.

******
“Así, anciano, alerta,
no te dejes entristecer;
a pesar de ….
tus cabellos blancos
todavía podrás amar “
******

También podría gustarte