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1 Características del
pensamiento Y LOGICA andinA
2 La cosmovisión andina
4 La tecnología y el
cosmocentrismo.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL PENSAMIENTO Y LÓGICA ANDINA
INTRODUCCIÓN
Cuando hace 500 años Cristóbal Colón pisó como primer europeo la tierra del
Nuevo Mundo, se sacudía el edificio intelectual de la Alta Escolástica en el Viejo
Mundo a raíz de los novadores del nominalismo y conceptualismo. Pero la
vanguardia intelectual de la conquista española que devastó el continente con la
espada y la cruz siguiendo a Colón, todavía estaba pensando completamente en
categorías tomistas, y había afilado sus armas en la contrarreforma para poder
atacar cualquier sospecha de herejía. La filosofía vigente en los tiempos de la
Conquista era una renovación de la Escolástica representada por Francisco
Suárez, Luis Vives y Fray Alonso de la Veracruz, es decir: una filosofía reformista.
Los "modernistas" Cópernico y Descartes iban a llegar recién mucho más tarde al
Nuevo Continente. Durante siglos la filosofía "oficial" de Latinoamérica ha sido un
tomismo adaptado por los españoles.
Este trabajo pretende demostrar que el Nuevo Continente no era una tierra de
nadie en cuanto a filosofía; tampoco lo es hoy en día, aunque la sabiduría
occidental ha logrado realizar un trabajo radical de en-cubrimiento. Existe una
Filosofía Andina propia.
a. Hombre – mujer.
Los hermanos mayor y menor cooperan en todos los trabajos, aunque son rivales
porque compiten por los mismos recursos familiares.
Obviamente el primogénito tiene más jerarquía que el segundo: jila significa
hermano mayor y también estar primero o adelantarse, y sullka quiere decir
hermano menor, a la vez que “inferior respecto de otra cosa o persona”. La
solución a esta oposición jerárquica se explicará más adelante en la sección
“asimetría en triángulo”. Este modelo se aplica a las subdivisiones de los ayllus
aymaras, que generalmente reciben los nombres de qullana (el primero o mayor,
sinónimo de jila) y de sullkata (menor). Además, como lo veremos después, entre
los laymis del norte de Potosí el valle es jila y la puna sullka.
c. Derecha – izquierda
Por ejemplo, en las comunidades indígenas, las dos parcialidades, alta masculina
y baja femenina, forman un solo ayllu y se alían entre sí para enfrentar a los otros
ayllus; sin embargo hay una regla que prohíbe el matrimonio entre miembros de
mitades distintas, y existe otra norma implícita que postula una hostilidad
institucionalizada entre ambas mitades. La oposición dual está pues culturalmente
reforzada, y como en el caso de la pareja humana, surge el problema de conciliar
la división entre los dos opuestos con la unidad del todo en su conjunto. De nuevo
la contradicción se resuelve con un acto sexual, esta vez simbólico: el tinku—un
combate ritual que enfrenta periódicamente a la mitad masculina del ayllu con la
femenina—, hace las veces de cópula unificadora.
Veamos ahora la oposición entre la puna y el valle. Como principio general, todos
los ayllus poseen tierras en ambas zonas, siguiendo la estrategia del “control
vertical de un máximo de pisos ecológicos”, descubierta por J. Murra y R.
Condarco. Dicha estrategia consiste en que cada ayllu andino propende hacia la
autarquía económica, y en consecuencia trata de asegurar su acceso a recursos
provenientes del mayor número posible de niveles dentro de la variada ecología
andina. Por ejemplo, las comunidades se aprovisionan de tubérculos en sus tierras
de la puna, y de maíz en las del valle. Entre puna y valle existe por tanto una
oposición complementaria, pues cada una de ellas produce los recursos que la
otra requiere.
En la relación de reciprocidad, cada una de las dos personas o entidades
opuestas involucradas carece de algo que la otra puede ofrecerle, a la vez que
posee lo que la otra necesita. Este es un caso particular de oposición dual
complementaria.
El arché cartesiano, el individuo pensador más allá de cada duda (cogito ergo
sum), se convierte dentro del ambiente andino en una verdadera an-arquía, es
decir un "ser sin fundamento": Cogito ergo non sum. Si yo en mi razonar, juzgar y
actuar sólo recurro a mí mismo, porque soy mi propio fundamento y mi propia
norma ("autó-nomo"), en este caso ya no existo, sino me reduzco a una monada
cerrada en un mundo sin relaciones.
Los actos de un individuo tienen impacto mucho más allá del alcance de la
influencia personal, a lo lejos de generaciones; esto es muy parecido a la doctrina
cristiana del pecado original.
4. EL PRINCIPIO DE COMPLEMENTARIDAD
El principio de contradicción quiere decir que es imposible que algo puede ocurrir
al mismo tiempo con su contrario, el principio de complementaridad en
comparación quiere decir que esto sí es possible, más aún que en cierto modo es
necesario.
Así en el pensamiento andino, cielo y tierra, sol y luna, varón y mujer, claro y
oscuro, día y noche - aunque oposiciones – vienen inseparadamente juntos.
Recién el nexo complementario puede sacar el ente de su aislamiento total,
dinamizarlo y llenarlo con vida.
En cierto sentido el pensamiento andino es muy parecido a la dialéctica de
Heráclitos, según la cual toda dinámica resulta de una "unidad de oposiciones",
Pero también es parecido al "Libro de Transformaciones" de la Antigua China,
según el cual Yin y Yang son las dos oposiciones universales complemen-tarias.
El hombre quechua se inclina raras veces hacia la disyunción exclusiva (ó-ó), sino
casi siempre hacia un y-y reconciliante. Esta característica si se habla en términos
de "verdad" es conocida como el principio del iskay-uya, de tener dos caras.
En el quechua por ejemplo no hay palabra propia para "mal"; cielo (hanaq pacha)
e infierno (uray pacha) son dos aspectos complementarios del mundo terrestre
(pacha). Supay significa tanto "diablo" como "ángel", muy parecido al daimonion
de Sócrates.
5. EL PRINCIPIO DE RECIPROCIDAD
Esto no significa que los polos de la relación tienen que ser equivalentes. Pero sí
implica que una iniciativa de un polo tiene que corresponder con una reacción
respectiva o contra-iniciativa por parte del otro polo. Una relación en la cual uno
sólo da (activo), y el otro sólo recibe (pasivo), no es imagi-nable para la filosofía
andina, si se trata de una relación perdurable.
Y por fin la reciprocidad rige también en la familia donde es una condición social
necesaria: Como compensación para la crianza y educación de los niños, estos
deben de apoyar y cuidar a sus padres en la vejez. Sin esta ley implícita los
ancianos e inválidos no tendrían perspectiva ninguna en una sociedad sin seguros
sociales generalizados.
El Dios del hombre andino está más cerca al Dios "justo" de la Biblia Hebrea que
al Dios "benigno" de Jesucristo.
Entonces existen kairoi, es decir tiempos decisivos que muchas veces coinciden
con grandes fiestas.
Un segundo ciclo se muestra en el año agrícola, con los dos puntos culminantes
de siembra y cosecha.
Un tercer ciclo está formado por las rotaciones de cultivo y los tiempos de
barbecho en la agricultura (de acuerdo con la composición del suelo y al tipo de
cultivo: cinco a siete años).
Un cuarto ciclo se determina por las generaciones; y por fin se encuentra un quinto
ciclo en los períodos o épocas históricos:
4. El período moderno.
5. El futuro.
Para mucha gente estos períodos coinciden con las tres clásicas eras religiosas: 1
y 2 corresponden con la "era del Padre", 3 y 4 con la "era del Hijo", y 5 por fin con
la "era del Espíritu Santo".
Las polaridades cósmicas entre sol y luna, día y noche corresponden en el nivel
humano con la polaridad sexual entre lo masculino y lo femenino. En el tiempo
incaico estos acontecimientos fueron representados simbólicamente por el Inca
como Intiq Churin (Hijo del Sol) y su esposa Qoya quien mitológicamente es
descendente de la luna.
Las transiciones entre día y noche - amanecer y atardecer -, como también los
cambios de luna y los solsticios necesitan una atención y un acompañamiento
ritual-simbólico especial de parte del hombre para que la vida siga en su orden
establecido.
Así las "transiciones" agrícolas - siembra y cosecha - tienen que ser acompañadas
ritualmente por el hombre.
También las transiciones en la vida del individuo - los rites de passage de la
antropología - requieren en el ámbito andino de un acompañamiento ritual-
simbólico especial por parte del ser humano; podría mencionar los ritos
pluriformes en torno a embarazo y parto, el
primer corte de cabello (chukcha rutuchiy), la entrada a la adolescencia
(warachikuy), como también el acompañamiento ritual en la muerte.
Muchos ritos y costumbres del hombre andino tienen como finalidad de establecer
las transiciones diversas entre elementos opuestos pero complementarios para
asegurarse de la relacionalidad fundamental entre estos y para protegerse del
peligro que está latente en estas "transiciones".
BIBLIOGRAFIA.
1. ¿QUÉ ES COSMOVISIÓN?
Las cosmovisiones son parte de nuestras vidas que las vemos y oímos
diariamente, sea que las reconozcamos o no. Por ejemplo, las películas, la
televisión, la música, las revistas, los diarios, el gobierno, la educación, la ciencia,
el arte y todos los otros aspectos de la cultura son afectados por las
cosmovisiones. Si pasamos por alto su importancia, lo hacemos en detrimento
nuestro.
Una cosmovisión debería pasar ciertas pruebas. Primero, debe ser racional. No
debería pedirnos que creamos cosas contradictorias. Segundo, debe estar
respaldada por la evidencia. Debe ser consistente con lo que observamos.
Tercero, debería dar una explicación comprensiva y satisfactoria de la realidad.
Debería explicar por qué las cosas son como son. Cuarto, debería proveer una
base satisfactoria para vivir. No debería dejarnos con la sensación de estar
obligados a pedir prestados elementos de otra cosmovisión a fin de vivir en este
mundo.
2. ¿QUÉ PAPEL JUEGA UNA COSMOVISIÓN EN NUESTRAS VIDAS?
La respuesta es que nuestra cosmovisión funciona como una guía para nuestra
vida.
Una cosmovisión, aun cuando sea medio inconsciente y poco articulada, funciona
como una brújula o como un mapa de carreteras. Nos orienta en el mundo en
general, nos da un sentido de lo que está arriba y de lo que está abajo, de lo que
es correcto y de lo que es incorrecto en la confusión de eventos y fenómenos que
nos confrontan.
Una vez más, tenemos que admitir que puede que haya aquí inconsistencia: no
solamente podríamos adoptar creencias en conflicto, sino que algunas veces
podríamos no actuar en armonía con las creencias que tenemos. Lo que cuenta es
el patrón general, si la acción está fuera de tono con las creencias, tiende a
cambiar las acciones o las creencias.
Por eso se habla de cosmovisión andina, porque hay una manera de ver el
mundo, que se practica en muchas comunidades andinas.
Por otra parte, también tenemos, como símbolos nacionales y regionales, las
montañas más sobresalientes de los Andes, como el Sajama, Illimani, Azuaya,
Wayna Potosí, Illampu, el Pusisuyu ó Tawantinsuyu a las estrellas del firmamento,
como el Tata Inti (Padre Sol), La Phaxi mama (Madre Luna) que representa la
fuerza dual del hombre y otras, que representan a fenómenos vitales de nuestros
antepasados (Achachilas), llamados con el propósito de conmemorar cada
periodo, la memoria de los héroes de nuestra historia y de la mitología andina.
4. LA MADRE TIERRA
Los aymaras conviven con la tierra y con toda la naturaleza en una relación
armónica y ecológica. Todo está relacionado: la familia humana, la tierra, los
animales, la naturaleza. La tierra es madre, los cerros son los abuelos y los
animales y las plantas son como hermanos de esta inmensa familia cósmica.
La tierra madre es una anciana que ampara a sus hijos y una joven virgen que se
renueva constantemente. Por esto no hay que gastarla, pues la tierra no es para
ser explotada, si no para vivir de generación en generación. Existe una
reciprocidad entre el pueblo aymara y la tierra, que se manifiesta en los dones que
se le ofrecen en agradecimiento de los que ella nos da.
Nos vamos a referir a las actuales poblaciones del occidente de Oruro (región de
Jach’a Karankas), sin olvidar que cada grupo humano o cultura posee un modelo
explicativo del mundo en el que vive, tanto en los aspectos sociales, como en los
económicos y cosmológicos. Para el pueblo andino, el universo es percibido en
tres espacios o niveles llamados pacha:
Cada uno de estos mundos está habitado por seres vivientes organizados por
jerarquías, como una forma de ordenación de los valores conferidos al superior y a
sus subordinados, con influencia directa sobre los hombres como veremos a
continuación.
Es el mundo o la tierra, pero también es lo real, aquí y ahora en que vivimos los
humanos,
es la calidad espacio-temporal directo y concreto. Es la "Pachamama" o sea la
"Madre
tierra".
Es por ello que esta entidad mediadora constituye el núcleo o centro (Taypi) de la
creación.
El hombre andino, por el hecho de vivir arraigado a la tierra, contrae una serie de
obligaciones rituales con la Pachamama, que le cobija con su manto dándole los
medios para su subsistencia, conforme a un dicho popular: “Vive en armonía con
la naturaleza y recibirás sus dones en forma generosa y abundante”; en efecto, los
rituales que el habitante andino realizaba y realiza aún, tiene relación con la
naturaleza mistificada, cuyas ceremonias más importantes son:
Con este motivo se realiza una o dos marcas en el pabellón de la oreja del
animal, delante o detrás, simple, doble o triple, de manera que cada familia
tiene una señal propia, por la que reconoce a sus animales.
Por estas razones esperaban a sus difuntos desde los primeros días de
octubre, colocando en cada casa una mesa con toda clase de comidas en
platos, frutas y masitas pintadas con airampu llamadas “t’ant’a wawas”
como símbolo de abundancia, que debían bendecir los difuntos al
descender.
Esta es una herencia tradicional que aún perdura hasta nuestros días,
incluso está establecido de manera general que, si los dolientes no
recuerdan a sus difuntos, estos podrían castigar desde el cielo a su
descendencia. Más tarde se acostumbró retribuir a los difuntos con la Santa
Eucaristía celebrada por los sacerdotes en el mundo católico.
5.2.4. Marka Q’ullu Uru: Día de la Pachamama.
La cultura andina ve un mundo vivo que late al ritmo de los ciclos cósmicos y de
los ciclos telúricos y que es el ritmo de la vida, su "tiempo", por tanto, es cíclico.
Esta dinámica se basa en la cultura andina y es así que cada acción tiene un
momento y un espacio: el ciclo vital marca la vida humana y la vida mítica en
donde todos los seres nacen, crecen, se reproducen, mueren para volver a nacer,
pachakuti.
Por lo tanto, esta concepción es triádica: pasado, presente y futuro. Pachakuti,
regreso o retorno del tiempo, vuelta al lugar de origen, revolución y
transformación.
BIBLIOGRAFIA
❖ Gow, Rosalind, Condori Bernabé, Kay Pacha. Ed. Centro de Estudios Rurales,
Bartolomé de las Casas, Cuzco Perú 1982. - Llanque Ch. domingo, La Cultura
Aimara, Desestructuración o afirmación de Identidad, Ediciones IDEA, Lima Perú,
1990
1. INTRODUCCIÓN
La unión de los dos ejes (horizontal y vertical) con el mundo terreno originan
el punto central que combina el tiempo y el espacio, dos elementos que son
constitutivos de la obra escultórica Cruz Andina, la misma que busca
demostrar por medio de las formas tridimensionales ese punto de encuentro
que equilibra lo de arriba, lo de abajo, y el transcurrir del tiempo en el
mismo espacio.
2.2. ETIMOLOGÍA
La chacana indica también las cuatro estaciones del año y los tiempos de
siembra y cosecha. Algunos pueblos andinos celebran el día 3 de mayo
como el día de la chacana, porque en este día, la Cruz del Sur asume la
forma astronómica de una cruz perfecta y es señal del tiempo de cosecha.
La cruz del sur era venerada por antiguos habitantes del Perú y, hasta hoy
se mantiene la tradición de proteger los cultivos marcando el área cultivada
con diversas chakanas.
Al Sol se debe el preciado bien de la vida, pues esta sería imposible sin su
luz y su calor. Los Incas lo entendieron así y le dedicaron al Sol, templos
palacios, tierras, servidores y estatuas: una de ellas que se hallaba en el
Qoricancha, estaba hecha toda de oro del porte de un hombre y en el
vientre tenía polvo de oro, mezclando con las cenizas de los corazones de
los Incas muertos.
Al Sol o Inti, los Incas le dedicaron chacras de coca y maíz para que se
sirviera de ambos frutos, al Sol lo trataban como si fuera un hombre como
ellos, otro más de los productos de la creación, imaginaban que también
escupía y a la piedra carbunclo o ántrax la nombraban "dnup tojay" o
"escupitajo del Sol", por la misma razón le daban mujer y le hacían concebir
hijos. La Luna es la reina de los astros. Se le llamaba Quilla y estaba
reputada como madre de los Incas.
Este dibujo representa al planeta Venus y se le honraba por ser paje del
Sol, ya que se hallaba siempre cerca a él, unas veces iba adelante para
guiar a su señor por el camino, otras iba detrás, recogiendo lo que el Sol
distraídamente olvidaba, Venus tenia templo propio en el Qoricancha y
también se le consideraba mediadora entre el Sol y la Luna por que unas
veces estaba con él y otras con ella. Debajo de la Luna está el lucero de la
tarde, llamado también "Apachi Orori ".
Este dibujo, representa a Marte el planeta rojo, que se aprecia por las
tardes, le llamaban también el caminante o "Purec". Decían que llevaba
todos los encargos que los dioses del cielo se hacían.
Esta ciencia estaba al cargo de los "Pacha Onanchac". Estos tenían como
única labor la observación del espacio. Reconocieron a la constelación de la
Lira a la que nombraban "Creeehillav" por reconocerla la forma de la llama.
A la de la hidra llamada "Huacra Uma", "Catuchillay", a la llama hembra y a
la llama macho. La constelación de Lince o Lynx. Reconocieron estas
constelaciones como la del "Cóndor", "Haieen" y "Gallinazo".
Cuando eran tres los arcos del cielo, era seguro una serie de calamidades;
cuando esto acontecía, le ofrecían al Arco Iris, regalos consistentes en
flores, lanas teñidas y tierras raras. Se escondía a los más pequeños para
que no les diera el mal de ojo y se colgaba en las puertas de las casas
paños colorados.
El Cóndor Rey de las alturas, con él se completa la escala de los seres que
pueblan los tres mundos. El Cóndor representa la capacidad del hombre de
elevarse sobre su propia condición. El Cóndor se eleva a tomar las alturas.
El dirige el camino hacia la cima de las cumbres y simboliza la permanente
vigilia, el permanecer atento a todo lo que pasa alrededor de uno.
Más aún, “La prioridad ontológica de la chakana principal sobre los extremos evita
que en el pensamiento andino surja la pregunta que ha agobiado al pensamiento
occidental de „¿qué es lo que mantiene unido al mundo en lo más profundo?
(Goethe)” (Estermann, 2008, pág. 236) Así también es en el mundo del arte, la
armonía y el equilibrio son dos elementos indispensables e ideales en la
concreción artística, por ello, mi escultura se destacará por contener estos
elementos compositivos tridimensionales.
La cruz andina está proporcionada estéticamente porque existe una simetría
horizontal y una vertical, lo que simboliza el equilibrio del cosmos andino en el
puente cósmico de la correspondencia en dos orientaciones, de arriba hacia abajo
y el equilibrio de la complementariedad, de izquierda hacia la derecha basados en
la relacionalidad, principio básico de la sabiduría andina representada en mi obra
escultórica. Por lo tanto, la chakana o cruz andina se relaciona con los diversos
niveles y aspectos de la realidad, convirtiéndola en un símbolo divino.
Así escribe el antropólogo peruano Juan Víctor Núñez cuando afirma un tipo de
visión con el que sería posible -a su parecer- acercarse al universo cosmológico
andino y, particularmente a los credos religiosos que se relacionan con los cultos a
la tierra y a las montañas. La noción de chakana como eje “cosmológico y
antropológico” juega un papel primordial en el conocimiento religioso de los andes.
Al imponer esta nueva fe, la cruz cristiana y la chakana andina hicieron posible
que este nuevo símbolo central de convencimiento religioso no sea identificado, en
una primera instancia, como un instrumento de tortura y de sumisión sino como
una simbología de vida plena y de reconciliación cósmica. “La experiencia
histórica y actual, por parte de los pueblos andinos indígenas, de un mundo
despiadado y sin compasión, pero también de una economía y unas políticas que
distorsionan severamente el equilibrio universal („justicia)” (Estermann, 2008, pág.
241) nos muestra que es una experiencia más de desgracia que de gracia.
6. CONCLUSIONES
Entonces se supone que la wiphala fue uti lizada desde hace muchos siglos, en
los trabajos agrícolas, en f i e s t a s s o l e m n e s , e n actos ceremoniales y
culturales y en todo acontecimiento social del hombre andino.
Así mismo una wiphala junto a los tejidos en koroma, que datan de época
precolonial, en la provincia Quijarro del Departamento de Potosí.
Tenemos como tarea, para encontrar mucho más de los que todavía no hemos
llegado a saber de las virtudes y conocimientos que tenían nuestros
antepasados los ajayus y achachilas.
La diagonal que atraviesa todo el territorio fue llamada "Ruta del Wiracocha". En
esta ruta se encuentran sus más importantes pueblos religiosos como Cuzco,
Tiawanacu, Copacabana, la Isla del Sol, Chiripujio, Huancarani, C ulli Culli, etc.
• No seas flojo
• No seas Mentiroso
• No seas ladrón
• No seas asesino
• No seas libertino.
Estas normas tienen el único propósito de evitar y frenar todos los defectos
del ser humano. Estos cinco cuadrados centrales, representan también, las
cinco notas de la Música Pentatónica andina, ejecutada en los ritmos del
Jarawi, Wayli, Wayñu y otros. Es también la representación de los cinco poderes
de la estructura del Estado comunitario de los Andes:
• La doctrina filosófica.
• El gobierno.
• La economía.
• La legislación.
• La justicia.
La wiphala como instrumento, tiene sus normas y cumple una función que
consiste en la interpretación horizontal, vertical y diagonal en combinación con
los siete colores.
Por eso en los pueblos andinos hasta hoy en día se celebran cada 21 de
junio, el año nuevo aymara-qhishwa, ó el machaqa-mara ó el musuq-wata,
también conocido históricamente como el mara-t'aqa (separación del año).
Debemos tomar en cuenta que después de cada 21 de junio de cualquier año
que pueda coincidir con la luna llena, se podría comenzar a contar, desde la
casilla central del instrumento; los cambios de la luna y del sol que tiene
relación con la tierra, el cual permite señalar con exactitud las estaciones del
año calendario.
Los colores se originan en el rayo solar al descomponerse del arco iris blanco
(kutukutu), en siete colores del arco iris (kurmi), tomado como referencia por
nuestros antepasados, para fijar la composición y estructura de nuestros
emblemas, así mismo organi zar la sociedad comunitaria y armónica de los
andes.
BIBLIOGRAFIA
Aunque hay muchas tecnologías muy diferentes entre sí, es frecuente usar el
término tecnología en singular para referirse al conjunto de todas, o también a una
de ellas en particular. La palabra tecnología también se puede referir a la disciplina
teórica que estudia los saberes comunes a todas las tecnologías, y en algunos
contextos, a la educación tecnológica, la disciplina escolar abocada a la
familiarización con las tecnologías más importantes.
Sin embargo, la tecnología también puede ser usada para proteger el medio
ambiente, buscando soluciones innovadoras y eficientes para resolver de forma
sostenible las crecientes necesidades de la sociedad, sin provocar un agotamiento
o degradación de los recursos materiales y energéticos del planeta o aumentar las
desigualdades sociales. Ciertas tecnologías humanas han llevado a un avance
descomunal en los estándares y calidad de vida de miles de millones de personas
en el planeta, logrando simultáneamente una mejor conservación del medio
ambiente.
Así nació formalmente el pensamiento científico que fue cobrando cada vez
mayor relevancia en el orden cultural de la sociedad. De hecho, a partir del siglo
XVIII la transformó profunda y radicalmente en combinación con la técnica,
creando así la tecnología y dando inicio a la Revolución Industrial.
COSMOCENTRISMO
La principal era la cuestión del origen del mundo, desde, de qué materia, cómo se
originó la vida. Filósofos: los físicos encontraron la respuesta en los fenómenos
naturales y consideraron que la naturaleza era la fuente del orden y la armonía. En
griego antiguo, la palabra naturaleza era lo opuesto a la palabra caos. La tarea
principal de su pensamiento era buscar la esencia fundamental de la existencia,
una clase de materia de la cual no solo podría nacer todo el mundo visible, sino
también seres animados e inteligentes.
Para denotar el concepto del primer principio los filósofos griegos antiguos
introdujeron el término “Arche”. Para Thales fue el primer principio de todo lo que
se llamó agua, para Heráclito el fuego, Anaxágoras la tierra y para Anaxímedes el
aire. Una verdadera revolución en el pensamiento filosófico se ha convertido la
lógica de Parménides, según la cual nada no puede existir, y ser para una cosa
significa que ya no puede convertirse en algo de lo que no es en el momento
actual. Tal enfoque lógico-abstracto a la explicación de la existencia encontró un
mayor desarrollo en muchas escuelas filosóficas. En particular, Demócrito, como
representante de la dirección del atomismo, creía que el mundo consiste en las
partículas indivisibles más pequeñas que se mueven en el vacío. Desde su punto
de vista, nada existe, es un vacío en el cual los átomos se mueven.
De acuerdo con Albert Einstein, Existe una teoría unificada completa, que explique
el origen y evolución del universo. En última instancia, se tiene la esperanza de
encontrar una teoría unificada, consistente, completa, que incluiría todas las
teorías parciales. La búsqueda de una teoría como ésta se conoce como la
unificación de la física. El principio del tiempo fue un punto de densidad infinita,
una singularidad, donde todas las leyes conocidas de la ciencia fallarían. Es
necesario utilizar una teoría cuántica de la gravedad, que aún hoy no poseemos,
para discutir las etapas muy tempranas del universo.
La teoría del Big Bang: Tal vez la más importante de todas estas teorías y la que
dio origen a las demás teorías existentes ya fuese por apoyarla o por rechazarla.
En todas partes del mundo, sobre todo en la antigüedad, las diferentes sociedades
han construido mitos para explicar su génesis, la aparición de montañas, lagos,
plantas y otras cosas. Todo ello es parte de la evolución humana en cada ámbito
geográfico y en cada cultura. Estos mitos han sobrevivido por la tradición oral, que
sigue en el imaginario popular.
Es oportuno señalar que existe una variedad considerable de mitos y por ahora
nos limitaremos a precisar algunos de manera breve:
Tal vez un día se vaya el agua, por los malos tratos que le damos, no la cuidamos,
contaminamos los ríos y lagunas y tal vez será difícil que el agua pura y cristalina
vuelva a irradiar nuestras vidas.
El agua en nuestro medio significa la fecundidad de todos los seres vivos, sin agua
nadie podría vivir, y con el agua crecen las plantas que brotan de la Pachamama.
La familia del agua habita en los tres espacios de nuestro mundo andino. El
granizo vive en el Hanaq Pacha, en las nubes perpetuas, la lluvia vive en el Kay
Pacha, en los ríos y lagunas y el agua vive en el Ukhu Pacha, en el mundo
adentro de donde emerge de los manantiales tiernos y cristalinos, el agua sale
para formar acequias, ríos, lagunas y lagos, el agua sale de los ojos de la
Pachamama, pero si alguna vez las personas incomodan su tranquilidad o quieren
sacar más agua, estos manantiales desaparecen, es que también el agua se
puede enojar. No olvidemos también que el Tayta granizo ha puesto a su hijo el
agua, en los lugares más inhóspitos para que sea fuente de vida de toda la
humanidad.
El Tayta granizo es una persona que viene cuando hay problemas en las
comunidades, castigando especialmente los abortos de mujeres, las peleas de las
personas, las deudas y los engaños, entonces en las comunidades donde ha
caído la granizada se sabe que hay problemas, por eso las personas por miedo al
Tayta granizo, tratan de evitar los actos negativos y no pecar más.
El Tayta granizo es una persona con el que se puede conversar y decir que no
venga, a su vez es una persona que tiene su camino, él no camina por cualquier
sitio la gente evita su llegada, soplando con alcohol o golpeando con ropa negra.
El granizo es el que da sus mandatos sobre la tierra, los hombres y los animales.
El agua hijo del granizo y la lluvia, es una persona que viene en su debido tiempo
para regar las sementeras y los pastizales, pero a veces hay sequía porque el
agua no viene, entonces los comuneros de la zona, suben a la laguna madre,
(Mama qucha) del Apu Quwallaki, para pedir que venga el agua. En la laguna
madre el Yachaq o Paqu, conocedor de misterios, pide con sus plegarias para que
venga el agua, interpreta el futuro augurio, ve las olas de la laguna y escoge al
agua. También hay otro tipo de otras olas que representan a sus demás familiares,
el Chikchi (granizada menuda) la tempestad y la helada. Y si el Yachaq se
equivoca en escoger la ola, como castigo puede caer uno de ellos y puede
malograr los cultivos y toda la vegetación. Una vez que se trae el agua en medio
de danzas y una creencia legendaria, se deposita en una chuwa (vasija de barro) y
se deja a la intemperie y al ver esto viene su madre la lluvia, para recuperar a su
hijo el agua. Entonces el agua empieza caer y se termina la sequía. Dicen que en
otros pueblos hermanos la gente saca a las ranas para que estas lloren y por ellas
venga el agua.
Tal vez un día se vaya el agua, por los malos tratos que le damos, no la cuidamos,
contaminamos los ríos y lagunas y tal vez será difícil que el agua pura y cristalina
vuelva a irradiar nuestras vidas.
Pero además, como las sirenas de la tradición griega, las de la andina seducen
con su música; como aquellas, son seres peligrosos que pueden enloquecer a
quien escucha su música bellísima, sus agudas melodías de arpas y violines. Los
danzantes de las competiciones rituales pactan con el wamani y acuden a las
cascadas y a los manantiales para recibir la música de la sirena. ¿Cómo se
controlan estos seres poderosos y peligrosos, pero también benéficos y
productivos? La cultura andina tiene mecanismos para gestionar este contacto con
lo sagrado y con las fuerzas oscuras que habitan en el interior de la tierra y de los
cerros, y en las lagunas, los manantiales, los ríos; con algo a la vez benéfico y
peligroso pero con lo que se puede pactar, pues la cultura posee los ritos
autorizados para hacerlo, en especial la ofrenda que establece la reciprocidad
entre los dioses y los hombres, entre las fuerzas sagradas y la vida humana, pacto
mutuo que no hay que confundir con el desigual y aterrador pacto con el diablo de
la tradición occidental.
BIBLIOGRAFÍA.
Espinar de la Torre, Óscar: Mitos del antiguo Perú (1994) Editorial San
Marcos, Lima. Tercera edición.