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UNIDAD 2

COSMOVISIÓN Y FILOSOFÍA ANDINA

1 Características del
pensamiento Y LOGICA andinA

2 La cosmovisión andina

3 Signos y símbolos del


pensamiento andino:
➢ La cruz andina.
➢ La wiphala.
➢ Mitos andinos.

4 La tecnología y el
cosmocentrismo.
CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES DEL PENSAMIENTO Y LÓGICA ANDINA

INTRODUCCIÓN

Cuando hace 500 años Cristóbal Colón pisó como primer europeo la tierra del
Nuevo Mundo, se sacudía el edificio intelectual de la Alta Escolástica en el Viejo
Mundo a raíz de los novadores del nominalismo y conceptualismo. Pero la
vanguardia intelectual de la conquista española que devastó el continente con la
espada y la cruz siguiendo a Colón, todavía estaba pensando completamente en
categorías tomistas, y había afilado sus armas en la contrarreforma para poder
atacar cualquier sospecha de herejía. La filosofía vigente en los tiempos de la
Conquista era una renovación de la Escolástica representada por Francisco
Suárez, Luis Vives y Fray Alonso de la Veracruz, es decir: una filosofía reformista.

Los "modernistas" Cópernico y Descartes iban a llegar recién mucho más tarde al
Nuevo Continente. Durante siglos la filosofía "oficial" de Latinoamérica ha sido un
tomismo adaptado por los españoles.

En sí la terra incognita no era un vacío como muchos cronistas quisieron hacer


creer. Pero no encontraron un sistema comparable con la Escolástica, tampoco
tomos gruesos y Summae cubiertos de polvo que hubieran podido incorporar en
su propio Mundus intellectualis. Y por eso no podía haber ningún tipo de filosofía
en el Nuevo Continente.

Esta reminiscencia histórica resalta toda la problemática, cuando hablamos de


"Filosofía Andina" y cuando queremos explicarla.

No solamente pensadores europeos, sino también latinoamericanos presuponen -


consciente o inconscientemente - una concepción de "filosofía" que ha nacido en
la Grecia Antigua y que ha conquistado y sometido el mundo entero a través de la
expansión europea.

Este trabajo pretende demostrar que el Nuevo Continente no era una tierra de
nadie en cuanto a filosofía; tampoco lo es hoy en día, aunque la sabiduría
occidental ha logrado realizar un trabajo radical de en-cubrimiento. Existe una
Filosofía Andina propia.

A. DESCRIPCIÓN DEL PARADIGMA

1. Los tres modelos básicos

a. Hombre – mujer.

La pareja humana es en los Andes "el microcosmos de la sociedad y el mundo",


pues como decía con gran convencimiento un campesino del norte de Potosí:
“todo es hombre y mujer” (ukuy ima qhariwarmi).
Efectivamente, aymaras y quechuas perciben a la naturaleza y a la cultura en
términos de opuestos simbólicamente sexuados. Por ejemplo, los cerros y la puna
se consideran masculinos, en tanto que la tierra, las pampas y los valles son
femeninos. También en el plano mitológico, el Sol, el Pacha Tata, los espíritus de
ciertos cerros y el Supaya son machos, mientras que la Luna, la Pacha Mama, los
espíritus de otros cerros y la China Supaya son hembras. Entre los productos
andinos, la papa es warmi (mujer) y el maíz chacha (hombre). Análogamente,
dentro de la música nativa hay ciertos instrumentos masculinos y otros femeninos,
e incluso los colores y los números están clasificados según este principio.

La oposición sexual se hace extensiva al espacio andino, pues como ya tenemos


dicho, el territorio aymara estaba dividido en las mitades de Urqusuyu y Umasuyu,
una simbólicamente hombre y la otra mujer. Asimismo, dos de los cuatro suyus o
distritos en que estaba dividido el Imperio Incaico eran de carácter masculine
(Anansuyu), y los otros dos eran femeninos (Urinsuyu). Por último, dentro de cada
ayllu, la parcialidad de arriba (aläsaya o hanansaya) es considerada masculina, y
la parcialidad de abajo (mäsaya o hurinsaya) es vista como femenina.

Entre hombre y mujer se establece una dialéctica de oposición complementaria:


por una parte ambos cooperan entre sí y conforman la unidad social, económica,
política y ritual básica de la organización andina. Por otro lado, aunque se trata de
una unidad bien definida, la pareja humana está constituida por dos individuos
distintos y diametralmente opuestos en su polaridad sexual y en sus atributos, dos
contrarios potencialmente antagónicos, que sin embargo se complementan
precisamente en virtud de su oposición recíprocamente inversa: cada uno de ellos
posee exactamente lo que le hace falta al otro, y la combinación de ambos
restituye el todo.

La oposición dual es por tanto un requisito para la reciprocidad complementaria en


que se funda la unidad familiar.

Este carácter contradictorio de la pareja está simbolizado en la ceremonia de


bodas aymara, que dramatiza la oposición conflictiva y la competencia del novio
con la novia y sus respectivas familias; pero el ritual insiste también en que cada
cónyuge es indispensable para el otro, hecho que a lo largo de la vida matrimonial
se simboliza en que la mujer teje las prendas para el hombre y viceversa.

Nunca el hombre es tan plenamente masculino ni la mujer tan femenina como en


este momento culminante de completa unidad: justamente cuando la contradicción
entre los sexos se exacerba al máximo es cuando se alcanza su paradójica fusión.

b. Hermano primogénito y segundo.

Los hermanos mayor y menor cooperan en todos los trabajos, aunque son rivales
porque compiten por los mismos recursos familiares.
Obviamente el primogénito tiene más jerarquía que el segundo: jila significa
hermano mayor y también estar primero o adelantarse, y sullka quiere decir
hermano menor, a la vez que “inferior respecto de otra cosa o persona”. La
solución a esta oposición jerárquica se explicará más adelante en la sección
“asimetría en triángulo”. Este modelo se aplica a las subdivisiones de los ayllus
aymaras, que generalmente reciben los nombres de qullana (el primero o mayor,
sinónimo de jila) y de sullkata (menor). Además, como lo veremos después, entre
los laymis del norte de Potosí el valle es jila y la puna sullka.

c. Derecha – izquierda

Las dos mitades del cuerpo se oponen a la vez que se complementan: en la


marcha, mientras el pie derecho avanza, el izquierdo sostiene el peso del cuerpo y
viceversa, y en el trabajo, mientras la mano izquierda agarra el cincel, la derecha
maneja el marrillo.

Reflejando este modelo de la simetría corporal, muchas comunidades aymaras


denominan kupi (derecha) a una de las mitades del ayllu y ch'iqa (izquierda) a la
otra.

Aplicación de los modelos.

Inspirada en la dualidad sexual, corporal o familiar, la dialéctica de oposición


complementaria es el modelo formal que ordena la realidad andina en todos sus
aspectos.

Por ejemplo, en las comunidades indígenas, las dos parcialidades, alta masculina
y baja femenina, forman un solo ayllu y se alían entre sí para enfrentar a los otros
ayllus; sin embargo hay una regla que prohíbe el matrimonio entre miembros de
mitades distintas, y existe otra norma implícita que postula una hostilidad
institucionalizada entre ambas mitades. La oposición dual está pues culturalmente
reforzada, y como en el caso de la pareja humana, surge el problema de conciliar
la división entre los dos opuestos con la unidad del todo en su conjunto. De nuevo
la contradicción se resuelve con un acto sexual, esta vez simbólico: el tinku—un
combate ritual que enfrenta periódicamente a la mitad masculina del ayllu con la
femenina—, hace las veces de cópula unificadora.

Veamos ahora la oposición entre la puna y el valle. Como principio general, todos
los ayllus poseen tierras en ambas zonas, siguiendo la estrategia del “control
vertical de un máximo de pisos ecológicos”, descubierta por J. Murra y R.
Condarco. Dicha estrategia consiste en que cada ayllu andino propende hacia la
autarquía económica, y en consecuencia trata de asegurar su acceso a recursos
provenientes del mayor número posible de niveles dentro de la variada ecología
andina. Por ejemplo, las comunidades se aprovisionan de tubérculos en sus tierras
de la puna, y de maíz en las del valle. Entre puna y valle existe por tanto una
oposición complementaria, pues cada una de ellas produce los recursos que la
otra requiere.
En la relación de reciprocidad, cada una de las dos personas o entidades
opuestas involucradas carece de algo que la otra puede ofrecerle, a la vez que
posee lo que la otra necesita. Este es un caso particular de oposición dual
complementaria.

Se podría decir que la reciprocidad es la base de la organización social y de las


relaciones de producción andinas. De hecho, el sistema productivo descansa
sobre una trama de relaciones de cooperación recíproca que se establece entre
distintas unidades familiares (que son también unidades productivas), vinculadas
por parentesco consanguíneo o ritual. En el ayni, por ejemplo, se presta un
servicio (trabajo agrícola, ayuda para construir una casa, etc.) o se facilita un bien
(regalo de bodas, papas, dinero, etc.) a cambio de recibir lo mismo en oportunidad
futura. La mink'a es similar al ayni, con la diferencia de que no se retribuye con el
mismo tipo de servicio. Aparte de las mencionadas, existe una multiplicidad de
formas de reciprocidad intracomunitaria, en las que lo dado tiende a corresponder
a lo recibido.

LA RELACIONALIDAD DE TODO SER Y TODO ACONTECER.

Desde Sócrates en la filosofía occidental empieza a dominar un axioma según el


cual el individuo humano se ve como sujeto soberano y autónomo en oposición al
mundo objetivo.

El hombre antiguo y medieval todavía se siente dentro de un cosmos ordenado y


tiene su lugar determinado dentro de la gran "cadena del ser"; pero a la vez ya se
produce paulatinamente una desnaturalización del hombre y una deshumanización
de la naturaleza, lo cual se expresa por primera vez explícitamente en el dualismo
de Descartes. En la historia del pensamiento moderno hay corrientes contrarias
como la romántica, el marxismo o el pensamiento estructuralista. Pero sin
embargo la concepción del individuo autónomo entra definitivamente al
sentimiento moderno de la vida. El hombre particular por lo tanto no solamente es
el centro de responsabilidad moral, sino también del conocimiento del mundo, y
hasta es constituyente del "mundo".

En contraste, para el pensamiento andino el individuo como tal es vano y perdido,


si no está bien insertado dentro de un sistema de relaciones múltiples. Si una
persona ya no pertenece a una comunidad (ayllu), porque ha sido excluido o se ha
excluido él mismo, es como si ya o existiera.

Desligarse del conjunto de la naturaleza - una reivindicación de la Ilustración -


significa para el hombre andino prácticamente firmar su propia sentencia de
muerte.

El arché cartesiano, el individuo pensador más allá de cada duda (cogito ergo
sum), se convierte dentro del ambiente andino en una verdadera an-arquía, es
decir un "ser sin fundamento": Cogito ergo non sum. Si yo en mi razonar, juzgar y
actuar sólo recurro a mí mismo, porque soy mi propio fundamento y mi propia
norma ("autó-nomo"), en este caso ya no existo, sino me reduzco a una monada
cerrada en un mundo sin relaciones.

Al pensamiento andino corresponde lo siguiente: el arché de toda vida, de todo


actuar y saber es la relación. Sin ella nada existe. La relación precede a los relata
y los constituye.

El sistema múltiple de relaciones es la condición de la posibilidad de vida, ética y


conocimiento. La trascendentalidad del sujeto es pura apariencia, la soberanía del
hombre particular es auto-engaño. Sin relación no "hay" individuo.

La relacionalidad como principio (arché) trascendental se manifiesta en todos los


niveles y de las más diversas maneras:

• El intercambio entre cielo (hanaq pacha) y tierra (kay pacha) en los


fenómenos atmosféricos y cósmicos es la garantía para la vida y la
perduración en el tiempo.

• La relación viva con los antepasados garantiza la continuidad moral y


epistémica.

• Las diferentes formas de reciprocidad en una comunidad (minka, ayni)


recién hacen posibles el bienestar y la fertilidad.

• Las relaciones de parentesco juegan en la lucha por la sobrevivencia un


papel indispensable; relaciones libremente escogidas (el llamado
"matrimonio de amor") son secundarias en comparación con aquellas
relaciones determinadas por nexos étnicos o familiares.

• Una decisión independiente para una pareja de vida es en el contexto


andino algo absurdo, tanto moral como existencial.

• Un matrimonio es un acontecimiento colectivo y no un asunto entre dos


individuos autónomos.

• Finalmente la relación religiosa tampoco es producto de un acto de fe


individualmente asumida, sino que siempre precede ya como acto colectivo
a la decisión personal del hombre particular.

Re-ligio es relación por excelencia, y la negación de ella equivaldría a la negación


de aquel quien la niega.

Un individuo existencialmente flotante que se decidiría para una fe religiosa en una


independencia completa y sin relación alguna es para el pensamiento andino una
contradictio in adjecti. La fe siempre precede a la libertad; estudiosos occidentales
suelen llamar esto de manera peyorativa "tradición".

El individuo concebido como ser particular y autónomo es para el pensamiento


andino algo sin lugar (u-tópico), sin fundamento (an-árquico) y sin centro (ex-
céntrico).En cierto sentido este pensamiento es muy similar a tendencias post-
estructuralistas y postmodernas de la filosofía europea; pero con la gran diferencia
de que el primero sí tiene
como fundamento un orden arquimédico: la relacionalidad de todo ser.

3. EL COSMOS COMO SISTEMA ÉTICO

Cuando la naturaleza y el cosmos entero a causa de la Ilustración aparecía cada


vez más como una mega- máquina sin alma, la ética a la vez se retiraba cada vez
más hacia el interior de la persona particular.

La consecuencia: Por un lado, el individuo es agobiado por una carga ética


sobrehumana (existencialismo), y por otro lado la naturaleza se vuelve un
monstruo ciego y fútil.

Contrastando con esto el pensamiento andino (al par con la fe cristiana de la


creación) subraya la dimensión esencialmente cósmica de la ética. La hipótesis de
Leibniz de que el acontecimiento más pequeño tiene impactos para todo el
universo, podría resultar verdadero también para el pensamiento andino bajo la
modificación ética: todo está (éticamente) relacionado con todo.

Las consecuencias de un acto no se limitan a un efecto inmediato a medida de la


libertad individual, sino afectan el orden cósmico en su totalidad. La cualidad ética
de un acto no puede ser limitada al agente, ni de alguna otra manera; así la ética
es como la irrupción de lo infinito en lo finito.

17 desastres naturales como granizo, sequía o inundaciones son el resultado de


un trastorno ético del orden universal. Si por ejemplo un campesino trabaja la
tierra en los días en los cuales ésta está intangible18, este acto tiene
consecuencias para toda la comunidad, es más, para toda una región. Lagunas
existentes son para la gente muchas veces restos de grandes inundaciones; estas
últimas sucedieron como castigo para un trastorno del orden cósmico
prestablecido.

Los actos de un individuo tienen impacto mucho más allá del alcance de la
influencia personal, a lo lejos de generaciones; esto es muy parecido a la doctrina
cristiana del pecado original.

El cosmos es un sistema de relaciones múltiples. Trastorno o hasta interrupción de


tales relaciones (como en el caso de absolutizar al individuo) tienen entonces
consecuencias cósmicas.

Lo más evidentemente este principio se manifiesta en la relación con la


pachamama, la madre tierra. Sólo cuando se respeta debidamente las relaciones
entre ser humano y cosmos, la tierra produce y es fértil.

Si estas relaciones naturales son negadas o hasta violadas, la tierra rehúsa


cumplir con su papel maternal, con el efecto de que la muerte aparezca de
diferentes maneras (sequía, hambre, enfermedades, epidemias).

La relacionalidad como núcleo verdadero del pensamiento andino es en su


esencia una ética.

4. EL PRINCIPIO DE COMPLEMENTARIDAD

Dos tipos particulares de relaciones destacan en el pensamiento andino:


complementaridad y reciprocidad.

El principio de complementaridad significa que a cada ente y cada acción


corresponde un complemento (elemento complementario) que de estos recién
hace un todo integral.

El contrario de una cosa no es su negación (negatio, contradictio), sino su contra


parte, entonces su complemento y su correspondiente necesarios.

Por lo tanto, el principio de complementaridad contradice a dos axiomas


fundamentales de la filosofía occidental: al principio de contradicción (principium
contradictionis) y al concepto de "substancia".

El principio de contradicción quiere decir que es imposible que algo puede ocurrir
al mismo tiempo con su contrario, el principio de complementaridad en
comparación quiere decir que esto sí es possible, más aún que en cierto modo es
necesario.

Dicho de otra manera: Según el principio de complementaridad no hay negación


absoluta, sino sólo relativa.

A nivel ontológico esto significa un rechazo a la concepción de "substancia" como


un ser que existe en y de sí mismo (ens ex se subsistens). Según el pensamiento
andino ningún ser, ni siquiera Dios, es "substancia" en este sentido, porque nada
es suficiente y nada puede existir de manera absoluta.

El ente recién al relacionarse se vuelve completo y se puede realizar. Lo absoluto


es justamente lo deficiente, lo incompleto y lo que necesita complemento.

Así en el pensamiento andino, cielo y tierra, sol y luna, varón y mujer, claro y
oscuro, día y noche - aunque oposiciones – vienen inseparadamente juntos.
Recién el nexo complementario puede sacar el ente de su aislamiento total,
dinamizarlo y llenarlo con vida.
En cierto sentido el pensamiento andino es muy parecido a la dialéctica de
Heráclitos, según la cual toda dinámica resulta de una "unidad de oposiciones",
Pero también es parecido al "Libro de Transformaciones" de la Antigua China,
según el cual Yin y Yang son las dos oposiciones universales complemen-tarias.

Con mucha razón se podría denominar el pensamiento andino como "dialéctico"


en la medida de que la contradicción no paraliza, sino dinamiza. Lo dialéctico no
solamente se presenta ónticamente en el sentido de que cada ente es una
"contradicción resuelta o de que como complemento tiende a la resolución.
También se presenta temporalmente, porque el futuro sólo se vuelve posible a
través de una revolución total de lo que existe (pachakuti).

La complementaridad se manifiesta en el pensar y vivir del hombre andino de


diferentes maneras:

El hombre quechua se inclina raras veces hacia la disyunción exclusiva (ó-ó), sino
casi siempre hacia un y-y reconciliante. Esta característica si se habla en términos
de "verdad" es conocida como el principio del iskay-uya, de tener dos caras.

En el quechua por ejemplo no hay palabra propia para "mal"; cielo (hanaq pacha)
e infierno (uray pacha) son dos aspectos complementarios del mundo terrestre
(pacha). Supay significa tanto "diablo" como "ángel", muy parecido al daimonion
de Sócrates.

Un adulto soltero es considerado como incompleto y deficiente, un hombre sin


familiares prácticamente condenado a muerte.

Todos los pueblos y las ciudades en el espacio andino eran anteriormente (y lo


son todavía hoy en día) bipartidos en una parte de arriba (hanan) y otra parte de
abajo (uray). Entre las dos partes existía y sigue existiendo una competencia a
veces muy fructífera que dinamiza
la comunidad.

En la religiosidad popular el elemento femenino de lo divino juega un papel muy


importante; una idea netamente masculina (o neutral) de la divinidad no sería
consistente con el principio de la complementaridad que también rige para Dios.
Así se explica parcialmente el culto excesivo mariano y la veneración todavía muy
amplia de la
pachamama.

5. EL PRINCIPIO DE RECIPROCIDAD

El principio de reciprocidad es la manifestación del principio de complementaridad


en lo moral y práctico: Cada acción recién cumple su sentido y fin en la
correspondencia con una acción complementaria, la cual restablece el equilibrio
(trastornado) entre los actores sociales.
La base del principio de reciprocidad en última instancia es el orden cósmico como
un sistema balanceado de relaciones. Cada unidireccionalidad de una acción (y
por lo tanto de una relación) trastorna este orden y lo desequilibra. Por eso cada
relación tiene que ser bi-direccional; es decir: recíproca.

Esto no significa que los polos de la relación tienen que ser equivalentes. Pero sí
implica que una iniciativa de un polo tiene que corresponder con una reacción
respectiva o contra-iniciativa por parte del otro polo. Una relación en la cual uno
sólo da (activo), y el otro sólo recibe (pasivo), no es imagi-nable para la filosofía
andina, si se trata de una relación perdurable.

El fenómeno de los "condenados" es en el fondo el resultado de una reciprocidad


incumplida y equivocada en la vida terrestre. Por eso los familiares a menudo
tienen que practicar expiación para que el "condenado" encuentre su tranquilidad.

El principio de reciprocidad está en vigencia en todas las áreas, especialmente en


aquellas de la religión, de la agricultura, del trabajo y de la familia.

La relación con lo divino es una relación de correspondencia mutua: Si yo gasto


mucho dinero para una fiesta religiosa, Dios me devolverá de una u otra manera
(recíprocamente) mis gastos. Y al revés:

Si Dios me bendice (en la cosecha, el negocio etc.), yo estoy obligado de cumplir


los requisitos rituales.

En la relación con la tierra (pachamama) el cumplimiento de la reciprocidad es una


condición y garantía imprescindible para la fertilidad y conservación de la vida:
Para lo que produce la tierra, el campesino tiene que pagar un tributo en forma
simbólica (pago, despacho etc.). Solamente de esta manera la tierra sigue
produciendo con toda seguridad.

La forma tradicional de la reciprocidad en el trabajo es el ayni: Si yo te ayudo hoy


en la cosecha, tú me ayudarás otro día.

Y por fin la reciprocidad rige también en la familia donde es una condición social
necesaria: Como compensación para la crianza y educación de los niños, estos
deben de apoyar y cuidar a sus padres en la vejez. Sin esta ley implícita los
ancianos e inválidos no tendrían perspectiva ninguna en una sociedad sin seguros
sociales generalizados.

El principio de reciprocidad casi no es compatible con una de las concepciones


más centrales de la teología y moral cristiana: la gracia. Según el pensamiento
andino un acto de gracia o un regalo (en el sentido de bondad desinteresada y
unilateral) no es un bien moral, sino más bien una amenaza para el orden que está
basada en reciprocidad estricta. Altruismo puro no sólo contradice al ideal de
justicia, sino también a la racionalidad misma de la práctica humana.

El Dios del hombre andino está más cerca al Dios "justo" de la Biblia Hebrea que
al Dios "benigno" de Jesucristo.

6. CONCEPCIÓN CICLICA DEL TIEMPO.

En una sociedad predominantemente agraria y en una región sometida a los


cambios estacionales, no es raro de encontrar una concepción cíclica del tiempo.

La concepción andina del tiempo contradice a dos principios de la filosofía


occidental:

a) El tiempo transcurre continuamente en unidades cualitativamente


indiferentes.

b) El tiempo se mueve de manera unilineal hacia adelante. En contraste


con la continuidad y uniformidad (a) el pensamiento andino recalca la
discontinuidad (inconstancia) y determinación cualitativa del tiempo. En la
conciencia del hombre andino hay tiempos resaltantes y vacíos temporales,
tiempos densos y fútiles, decisivos e insignificantes. Estas cualidades del tiempo
están relacionadas de preferencia con cambios agrarios y cósmicos.

En ciertos tiempos la tierra (pachamama) es particularmente activa, y por eso tiene


que ser dejada en tranquilidad.34 En otros tiempos "muere" la tierra (Viernes
Santo).

La luna llena es considerada como especialmente fértil (siembra, cosecha etc.) y


prometedora (negocios, viajes etc.).

Entonces existen kairoi, es decir tiempos decisivos que muchas veces coinciden
con grandes fiestas.

La concepción cuantitativa del tiempo es relativamente ajena al pensa-miento


andino; mucha gente por ejemplo ni conoce su propia edad.

El tiempo es una entidad relacionada al ritmo de la tierra y de las estrellas (tiempo


natural), pero no tanto al individuo (tiempo existencial).

En contraste con la linealidad y progresividad, el pensamiento andino recalca el


carácter cíclico del tiempo. Un primer ciclo básico es determinado por las fases de
la luna que también determinan la fertilidad de la mujer (y por lo tanto del ser
humano en general).

Un segundo ciclo se muestra en el año agrícola, con los dos puntos culminantes
de siembra y cosecha.
Un tercer ciclo está formado por las rotaciones de cultivo y los tiempos de
barbecho en la agricultura (de acuerdo con la composición del suelo y al tipo de
cultivo: cinco a siete años).

Un cuarto ciclo se determina por las generaciones; y por fin se encuentra un quinto
ciclo en los períodos o épocas históricos:

La cosmovisión andina divide la historia en cinco grandes épocas:

1. El tiempo primordial y la creación (Pachakamaq).

2. El tiempo de los antepasados (Ñawpaq Machulakuna, Gentiles, Machu


Inka).

3. El tiempo de los Incas y de la Conquista.

4. El período moderno.

5. El futuro.

Para mucha gente estos períodos coinciden con las tres clásicas eras religiosas: 1
y 2 corresponden con la "era del Padre", 3 y 4 con la "era del Hijo", y 5 por fin con
la "era del Espíritu Santo".

La idea común de las dos concepciones de la historia es que cada época se


termine por un cataclismo, una catástrofe universal, una revolución completa del
orden actual pachakuti).

No hay continuidad lineal a través de los períodos. Además elementos de períodos


anteriores surgen de nuevo en períodos posteriores. La presencia actual de los
antepasados es un ejemplo de tal sincronicidad intercíclica.

A raíz de la experiencia traumática de la Conquista todavía están muy vivientes las


utopías hacia atrás, que esperan el regreso del Inkarri41 por medio de un
Pachakuti, una revolución universal.

Las ideas apocalípticas de los movimientos milenaristas encajan bien con la


concepción andina del tiempo. El futuro no es tanto lo absolutamento nuevo (el
Novum de E.Bloch), sino más bien la restitución de algo ya pasado.

7. CORRESPONDENCIA Y TRANSICIÓN ENTRE MICRO Y MACROCOSMOS

Tanto los diferentes tipos de relaciones (complementaridad, reciprocidad,


correspondencia) como también la significación fundamental del calendario agrario
nos revelan un rasgo elemental del pensamiento andino que podríamos llamar el
"principio de correspondencia": El orden cósmico y el orden humano corresponden
mutuamente e interfieren de diferentes maneras.

El principio de correspondencia - ya formulado por los Pitagoreos ("como en lo


grande, tanto en lo pequeño") y supuesto por la astrología, la homeopatía y la
teoría física de la relatividad42 - no habla tanto de la correspondencia
proporcional-analógica, sino más bien de la correspondencia representativa-
simbólica.

Las polaridades cósmicas entre sol y luna, día y noche corresponden en el nivel
humano con la polaridad sexual entre lo masculino y lo femenino. En el tiempo
incaico estos acontecimientos fueron representados simbólicamente por el Inca
como Intiq Churin (Hijo del Sol) y su esposa Qoya quien mitológicamente es
descendente de la luna.

Los nevados más importantes todavía corresponden con ciertas estrellas o


constelaciones astrales.

En este sistema de correspondencias los fenómenos de transición tienen una


importancia especial. El micro- y el macrocosmos no están separados toto coelo
uno de otro, sino que interfieren de diferentes maneras. Estas transi-ciones son
sumamente precarias, y por eso
necesitan cuidado especial y profundo respeto.

En la mente de la gente muchos de estos fenómenos llamados chaka (o chakana:


puente) tienen un carácter numinoso y sagrado.

El relámpago (illapa), el arco iris (k"uychi) y la neblina (phuyu) son "puentes"


divinos entre cielo y tierra. Los nevados se elevan hacia la infinidad del firmamento
y tienen por lo tanto carácter divino (Apu).

Pero también los manantes (pukyu) son fenómenos sagrados de transición,


porque emanan del vientre de Madre Tierra.

Las transiciones entre día y noche - amanecer y atardecer -, como también los
cambios de luna y los solsticios necesitan una atención y un acompañamiento
ritual-simbólico especial de parte del hombre para que la vida siga en su orden
establecido.

La fiesta del solsticio de invierno (Inti Raymi) representa simbólicamente la


precaución que el sol haga crecer nuevamente su recorrido para garantizar una
vez más la siembra y por lo tanto la vida en general.

Así las "transiciones" agrícolas - siembra y cosecha - tienen que ser acompañadas
ritualmente por el hombre.
También las transiciones en la vida del individuo - los rites de passage de la
antropología - requieren en el ámbito andino de un acompañamiento ritual-
simbólico especial por parte del ser humano; podría mencionar los ritos
pluriformes en torno a embarazo y parto, el
primer corte de cabello (chukcha rutuchiy), la entrada a la adolescencia
(warachikuy), como también el acompañamiento ritual en la muerte.

Muchos ritos y costumbres del hombre andino tienen como finalidad de establecer
las transiciones diversas entre elementos opuestos pero complementarios para
asegurarse de la relacionalidad fundamental entre estos y para protegerse del
peligro que está latente en estas "transiciones".

En actos simbólicos la comunidad humana ejecuta en lo pequeño lo que pasa


realmente en dimensiones cósmicas. La base de estas prácticas es la conciencia
de la relacionalidad y correspondencia de todo ser, tanto en lo grande como en lo
pequeño.

BIBLIOGRAFIA.

• José Estermann y Antonio Peña: Pensamiento Andino. Cuaderno de


Investigación en Cultura y Tecnología Andina. IECTA – CIDSA. Iquique-
Puno. 1997. Nº 12

• ALBÓ, Xavier y equipo. “Dinámica en la estructura intercomunitaria de


Jesús de Machaca”. En: América Indígena, Instituto Indigenista
Interamericano. México. 1972

• ALBÓ, Xavier y equipo. Reciprocidad complementaria, una categoría mental


andina. Trabajo presentado al II Congreso de Lenguas Nacionales.
Cochabamba. 1974

• ALBÓ, Xavier y equipo. La Paradoja aymara. Ed. Del Centro de


Investigación del Campesinado. La Paz. 1975
• COSMOVISIÓN ANDINA

1. ¿QUÉ ES COSMOVISIÓN?

James Sire afirma que “Una cosmovisión es


un conjunto de presuposiciones (o premisas)
que sostenemos (consciente o
inconscientemente) acerca de la constitución
básica de nuestro mundo."

Phillips y Brown dicen que "Una cosmovisión


es, antes todo, una explicación y una
interpretación del mundo y, segundo, una
aplicación de esta visión a la vida. En
términos más simples, nuestra cosmovisión
es una visión del mundo y una visión para el
mundo."

Walsh y Middleton proveen lo que creemos es la explicación más sucinta y


comprensible: "Una cosmovisión provee un modelo del mundo que guía a sus
adherentes en el mundo." En el entendimiento que pueden agregarse muchas
sutilezas, ésta será nuestra definición operativa.

Todavía otra necesidad importante para una cosmovisión adecuada es la de


ayudarnos a manejar una cultura cada vez más diversificada. Nos vemos
enfrentados a una diversidad de cosmovisiones, cada una de las cuales hace
afirmaciones acerca de la verdad. Se nos desafía a poner orden en medio de esta
mezcla de cosmovisiones con sabiduría. Estas necesidades son experimentadas
por todas las personas, sea consciente o inconscientemente.

Las cosmovisiones son parte de nuestras vidas que las vemos y oímos
diariamente, sea que las reconozcamos o no. Por ejemplo, las películas, la
televisión, la música, las revistas, los diarios, el gobierno, la educación, la ciencia,
el arte y todos los otros aspectos de la cultura son afectados por las
cosmovisiones. Si pasamos por alto su importancia, lo hacemos en detrimento
nuestro.

Una cosmovisión debería pasar ciertas pruebas. Primero, debe ser racional. No
debería pedirnos que creamos cosas contradictorias. Segundo, debe estar
respaldada por la evidencia. Debe ser consistente con lo que observamos.
Tercero, debería dar una explicación comprensiva y satisfactoria de la realidad.

Debería explicar por qué las cosas son como son. Cuarto, debería proveer una
base satisfactoria para vivir. No debería dejarnos con la sensación de estar
obligados a pedir prestados elementos de otra cosmovisión a fin de vivir en este
mundo.
2. ¿QUÉ PAPEL JUEGA UNA COSMOVISIÓN EN NUESTRAS VIDAS?

La respuesta es que nuestra cosmovisión funciona como una guía para nuestra
vida.

Una cosmovisión, aun cuando sea medio inconsciente y poco articulada, funciona
como una brújula o como un mapa de carreteras. Nos orienta en el mundo en
general, nos da un sentido de lo que está arriba y de lo que está abajo, de lo que
es correcto y de lo que es incorrecto en la confusión de eventos y fenómenos que
nos confrontan.

Nuestra cosmovisión moldea, en un grado significativo, la manera cómo


evaluamos los eventos, asuntos y estructuras de nuestra civilización y nuestros
tiempos. Nos permite “ubicar” o “situar” varios fenómenos que aparecen en
nuestro ámbito de acción. Claro que otros factores juegan un papel en este
proceso de orientación (el interés propio psicológico o económico, por ejemplo),
pero estos otros factores no eliminan el rol rector de la cosmovisión propia; a
menudo precisamente ejercen su influencia a través de nuestra perspectiva de la
vida.

No son solamente nuestras opiniones y argumentos los que son decisivamente


afectados por nuestra cosmovisión, sino también todas las decisiones específicas
que estamos llamados a tomar. Cuando las cosas se ponen difíciles en un
matrimonio, ¿es el divorcio una opción? Cuando la administración de justicia tiene
muchas observaciones equivocas ¿la ley del más fuerte es una teoría? Las
decisiones que toman sobre estos y muchos otros asuntos son guiados por su
cosmovisión. Las disputas con respecto a ellos a menudo involucran un choque
entre perspectivas básicas de la vida.

Una vez más, tenemos que admitir que puede que haya aquí inconsistencia: no
solamente podríamos adoptar creencias en conflicto, sino que algunas veces
podríamos no actuar en armonía con las creencias que tenemos. Lo que cuenta es
el patrón general, si la acción está fuera de tono con las creencias, tiende a
cambiar las acciones o las creencias.

3. ¿QUÉ ES COSMOVISIÓN ANDINA?

La palabra cosmovisión viene de dos palabras griegas: cosmos= mundo; y visión=


ver. Es el modo como vemos, vivimos, sentimos, y nos representamos la realidad
o mundo que nos rodea. De la manera como vemos y sentimos la realidad que
nos rodea es que guiamos y orientamos nuestras acciones. Cada comunero y su
familia tiene su manera de ver el mundo, y en base a ese modo de ver y vivenciar
desarrolla sus actividades y relaciones con otros humanos, sus deidades, y la
naturaleza.

En los Andes existen muchos pueblos. Por su cercanía, historia, paisaje, y


costumbres labradas durante centurias, participan de maneras comunes de ver y
estar en el mundo.

Por eso se habla de cosmovisión andina, porque hay una manera de ver el
mundo, que se practica en muchas comunidades andinas.

La cosmovisión andina es la visión de cuidado de la naturaleza, del cosmos-vivo


(Pachamama) y de la relación sagrada entre el ser humano y la Madre Tierra.
También es la visión del comunitarismo andino basado en la reciprocidad (Ayni) y
el cuidado de las relaciones humanas, del vivir en comunidad (Ayllu) del amor y
respeto a los seres vivos, a los niños y ancianos, a los árboles, las montañas, los
ríos y el universo entero.

La cosmovisión es una forma de interpretar el mundo, lo que nos rodea, lo que


vemos.

La revalorización de las culturas originarias y la reafirmación étnica, tal como se


manifiestan actualmente entre los pueblos andinos, son una consecuencia de la
toma de conciencia de miles de hombres y mujeres, que redescubrieron los
tesoros que nos dejaron nuestros ancestros.

En cuanto a lo que nos corresponde reflejar sobre la Herencia Cultural y de


Identidad Nacional, recibida de nuestros antepasados, y como Patrimonio Natural
de la Civilización Quechua y Aymara, tenemos como símbolos nacionales del
andino, también el chacha warmi (Hombre – Mujer), la pareja unida dentro de la
convivencia nativa.

En la Cultura Andina tenemos como Símbolos Culturales, a las flores y plantas


sagradas, a las aves, como el kunturi (Cóndor), el Paka, el Mamani, el Luli y otros.
Entre las fieras, tenemos el Puma, el Titi, el Qarwa, el Wari, el Allpachu y otros.
Entre otros animales están también el Quirquincho, el Katari y el Amaru.

Por otra parte, también tenemos, como símbolos nacionales y regionales, las
montañas más sobresalientes de los Andes, como el Sajama, Illimani, Azuaya,
Wayna Potosí, Illampu, el Pusisuyu ó Tawantinsuyu a las estrellas del firmamento,
como el Tata Inti (Padre Sol), La Phaxi mama (Madre Luna) que representa la
fuerza dual del hombre y otras, que representan a fenómenos vitales de nuestros
antepasados (Achachilas), llamados con el propósito de conmemorar cada
periodo, la memoria de los héroes de nuestra historia y de la mitología andina.

4. LA MADRE TIERRA

La tierra, dentro del conjunto de elementos que forman la comunidad indígena, es


vida, lugar sagrado, centro integrador de la vida de la comunidad. En ella viven y
con ella conviven, a través de ella conviven en comunión con sus antepasados y
en armonía con Dios. Por eso mismo la tierra, forma parte sustancial de su
experiencia histórica y de su propio proyecto histórico. En los indígenas existe un
sentido natural de respeto por la tierra; ella es la Madre Tierra, que alimenta a sus
hijos, por eso hay que cuidarla, pedir permiso para sembrar y no maltratarla.

La tierra se constituye como los cimientos del cosmos, el fundamento de toda la


realidad, el receptáculo de todas las fuerzas sagradas, que se manifiesta en
montes, bosques, vegetación y aguas. Es el lugar y el tiempo, el espacio
primordial. La tierra lo sostiene todo, es la base de la vida. La misma vida humana
está ligada a la tierra de forma profunda. La tierra es matriz de vida.

Existe una connaturalidad entre la tierra y la mujer, concretamente la madre, por


su inagotable capacidad de dar fruto y vida. De ahí nace la devoción y respeto a la
tierra.

4.1. La tierra entre los aymaras

Los aymaras conviven con la tierra y con toda la naturaleza en una relación
armónica y ecológica. Todo está relacionado: la familia humana, la tierra, los
animales, la naturaleza. La tierra es madre, los cerros son los abuelos y los
animales y las plantas son como hermanos de esta inmensa familia cósmica.

La tierra madre es una anciana que ampara a sus hijos y una joven virgen que se
renueva constantemente. Por esto no hay que gastarla, pues la tierra no es para
ser explotada, si no para vivir de generación en generación. Existe una
reciprocidad entre el pueblo aymara y la tierra, que se manifiesta en los dones que
se le ofrecen en agradecimiento de los que ella nos da.

Existe relación entre el comportamiento social y los frutos de la tierra. El


desequilibrio social en la comunidad (peleas, divisiones, odios, etc.) repercute
negativamente en la tierra y puede causar mala cosecha.

La naturaleza y la tierra no es sólo objeto de producción sino de contemplación, es


un misterio al que hay que respetar, conservar en su integridad, en armonía con
toda la creación, buscando la paz con la tierra, con la comunidad y con Dios.

4.2. La tierra entre los Incas

Consideraba que la naturaleza, el hombre y la Pachamama (Madre Tierra), son un


todo que viven relacionados estrechamente y perpetuamente.

En la Cultura Andina la naturaleza es un ser vivo; el hombre tiene un alma, una


fuerza de vida, y también lo tienen todas las plantas, animales y montañas, etc., y
siendo que el hombre es la naturaleza misma, no domina, ni pretende dominarla,
más bien armoniza y se adapta para coexistir en la naturaleza, como parte de ella.
5. MITOLOGÍA Y COSMOVISIÓN

Ahora ingresaremos al complejo mundo de la mitología andina y su cosmovisión,


producto de la vivencia milenaria de un pasado remoto, del que se conserva su
pensamiento mítico hasta hoy en las comunidades nativas aymaras y quechuas.

Nos vamos a referir a las actuales poblaciones del occidente de Oruro (región de
Jach’a Karankas), sin olvidar que cada grupo humano o cultura posee un modelo
explicativo del mundo en el que vive, tanto en los aspectos sociales, como en los
económicos y cosmológicos. Para el pueblo andino, el universo es percibido en
tres espacios o niveles llamados pacha:

➢ Alaxpacha: Es el mundo de arriba, del más allá o el cielo.

➢ Akapacha: Es el mudo real y visible en el que vivimos.

➢ Manqhapacha: Es el mundo de abajo o el subsuelo.

Cada uno de estos mundos está habitado por seres vivientes organizados por
jerarquías, como una forma de ordenación de los valores conferidos al superior y a
sus subordinados, con influencia directa sobre los hombres como veremos a
continuación.

5.1. ALAX (HANAQ) PACHA:

El mundo de arriba o celestial, es el cielo astronómico y divino, está integrado por:


Dios Creador (Sol Thunupa -Wiracocha), La luna, El Rayo y los Achachilas.

Dios Creador (Sol - Thunupa - Wiracocha) es fuente de vida, padre y protector de


la humanidad y antecesor de la dinastía imperial, el sol fue la principal divinidad de
los pueblos andinos, es por eso que en casi todos los mitos analizados figura
como dios creador. Este dios creador también se le conoce en el mundo andino
con el nombre de Thunupa.

5.2. AKA (KAY) PACHA:

Es el mundo o la tierra, pero también es lo real, aquí y ahora en que vivimos los
humanos,
es la calidad espacio-temporal directo y concreto. Es la "Pachamama" o sea la
"Madre
tierra".

La Pachamama, es la diosa femenina de la tierra y la fertilidad; una divinidad


agrícola benigna, concebida como la madre que nutre, protege y sustenta a los
seres humanos.

La Pachamama es tierra fértil que alimenta a los hombres; la tierra domesticada


por el trabajo y el ingenio humano, es decir el espacio humano. La Pachamama
vendría a ser pues la diosa de la agricultura comunal, fundamento de toda
civilización y los estados andinos.

El Aka-Pacha es el nivel intermedio entre el Alax-Pacha y el Manqha-Pacha donde


vive el hombre (jaque o runa). Allí las fuerzas contrapuestas de arriba y abajo se
encuentran y libran sus batallas o se complementan en síntesis generadora. De
esta manera, la mujer madre recibe las acciones del Dios Creador y del Genio
Maligno, y en su seno conjunciona a estos principios opuestos para dar origen a la
humanidad y a la civilización.

Es por ello que esta entidad mediadora constituye el núcleo o centro (Taypi) de la
creación.

El hombre andino, por el hecho de vivir arraigado a la tierra, contrae una serie de
obligaciones rituales con la Pachamama, que le cobija con su manto dándole los
medios para su subsistencia, conforme a un dicho popular: “Vive en armonía con
la naturaleza y recibirás sus dones en forma generosa y abundante”; en efecto, los
rituales que el habitante andino realizaba y realiza aún, tiene relación con la
naturaleza mistificada, cuyas ceremonias más importantes son:

5.2.1. La Wilancha: Sacrificio con animales

Ha sido y sigue siendo la práctica religiosa oficial de los aymaras. Al realizar


un proyecto o una obra significativa como la construcción de una casa, una
obra comunal, un templo, un local escolar o al realizar un viaje largo, como
requisito tenían que realizar una wilancha o wilara de una llama como
presagio de buen augurio, precedida de una ch’alla y acullico, además de
otros ritos complementarios según sea el caso. Todas las ceremonias
rituales se cumplen con la “ch’alla” en su inicio.

El proceso de la wilancha se inicia con el sacrificio de una llama, en el que,


mientras uno degolla al animal expiatorio, el sacerdote recibe la primera
sangre en una vasija grande, y con dos vasos o platillos de barro
ceremoniales arreglados con anticipación, conteniendo un poco de coca,
copal, azúcar, chocolate, inicia el rito de la aspersión del suelo y de las
paredes, pidiendo en tono suplicante a los dioses de acuerdo al objetivo de
la wilancha, y concluye con la entrega y quema de un plato preparado de
“muntara” o “puntara” a los Mallkus y dioses tutelares.

La wilancha es presidida por un “yatiri” o “phoqheri” que tiene amplia


experiencia en esta ceremonia. El acto concluye con un abrazo de paz
entre los asistentes, como un símbolo de hermandad.
5.2.2. La K’illpha: Marcado de orejas del ganado

En el campo, los rebaños de llamas, alpacas y corderos se confunden, lo


que hace muy difícil reconocerlos, esta es la razón por la que desde
nuestros ancestros se acostumbra marcar las orejas de los ganados, acto
que con devenir del tiempo se convirtió en un rito sagrado.

Con este motivo se realiza una o dos marcas en el pabellón de la oreja del
animal, delante o detrás, simple, doble o triple, de manera que cada familia
tiene una señal propia, por la que reconoce a sus animales.

El ritual preparado para el efecto, consiste en que previamente se alistan


hilos y madejas de vistosos colores y se realizan aretes o zarcillos para las
hembras, borlitos de lana de color para los machos. Ambos llevarán
adornos de lana de color (llamados “chimpu”) amarrados en el cuello, en el
lomo y en los brazos, esta ceremonia se cumple de preferencia en el tiempo
anterior a carnavales y/o navidad; para que la Pachamama y los
Markaqullus les den abundante ganado.

5.2.3. Ajayu – uru: Día de los difuntos o Todo Santos.

Es el día de los difuntos, en la actualidad se celebra el 1 y el 2 de


noviembre de cada año, con un festín de comidas y bebidas en
conmemoración a los difuntos.

El primer día, después de servirse los platos tradicionales, los invitados y


comensales presentes, por indicación de los dolientes, rezan para los
muertos de hasta dos a tres generaciones pasadas.

Estas costumbres han echado raíces profundas desde tiempos


inmemoriales, porque se creía en la inmortalidad del alma, que después de
la muerte podía sobrevivir el espíritu y tener influencia sobre sus
descendientes, porque estaba dotado de poderes espirituales.

Por estas razones esperaban a sus difuntos desde los primeros días de
octubre, colocando en cada casa una mesa con toda clase de comidas en
platos, frutas y masitas pintadas con airampu llamadas “t’ant’a wawas”
como símbolo de abundancia, que debían bendecir los difuntos al
descender.

Esta es una herencia tradicional que aún perdura hasta nuestros días,
incluso está establecido de manera general que, si los dolientes no
recuerdan a sus difuntos, estos podrían castigar desde el cielo a su
descendencia. Más tarde se acostumbró retribuir a los difuntos con la Santa
Eucaristía celebrada por los sacerdotes en el mundo católico.
5.2.4. Marka Q’ullu Uru: Día de la Pachamama.

Se establece el 1 de agosto como el Día de la Pachamama, sin embargo,


durante todo el mes de agosto se realizan ceremonias de celebración,
agradecimiento y ofrendas a la Pachamama, ya que coincide con el inicio
del nuevo ciclo agrícola.

Históricamente, el culto a la Pachamama ha sido una celebración propia del


mundo andino incluyendo las extensas regiones de Perú, Bolivia, el
Noroeste Argentino y el Norte de Chile.

5.3. MANQA (UKHU) PACHA:

Es el mundo de abajo, desconocido o lugar tenebroso donde habitan los espíritus


malignos como el: genio maligno, la serpiente, supaya y wari.

El genio maligno, es un personaje subterráneo y arcaico asociado con la oscuridad


que se encuentra representado con seres que habitan en la profundidad de la
tierra. Es en si una divinidad que se encuentra representada por las serpientes y
Pachacamac.

La serpiente, llamada Katari por los Aimaras, es un ser monstruoso y maligno,


investido de poderes sobre naturales. Katari es, por tanto, una enorme serpiente
subterránea que arroja fuego y que ocasiona movimientos sísmicos, catástrofes y
muertes; es una divinidad crónica temible que encarna las fuerzas naturales que el
ser humano es incapaz de controlar.

Los terremotos, pestes y catástrofes con que se asocia a la serpiente son


amenazas de la naturaleza salvaje contra el orden civilizado, y asimismo señales
de pachakuti o cataclismo transformador que conmueve desde su base a la
organización social.

6. EL TIEMPO EN LA COSMOVISIÓN ANDINA.

En la Visión Andina el tiempo es circular, mejor dicho, es un vórtice ascendente,


es el eterno retorno. Hay una gran diferencia con el modelo del tiempo occidental,
el mismo es lineal e irreversible.

La cultura andina ve un mundo vivo que late al ritmo de los ciclos cósmicos y de
los ciclos telúricos y que es el ritmo de la vida, su "tiempo", por tanto, es cíclico.

Esta dinámica se basa en la cultura andina y es así que cada acción tiene un
momento y un espacio: el ciclo vital marca la vida humana y la vida mítica en
donde todos los seres nacen, crecen, se reproducen, mueren para volver a nacer,
pachakuti.
Por lo tanto, esta concepción es triádica: pasado, presente y futuro. Pachakuti,
regreso o retorno del tiempo, vuelta al lugar de origen, revolución y
transformación.

➢ NAYRA PACHA. El pasado en la visión andina está representado por la


oscuridad (Ch'amak-Pacha), es el tiempo de la luna, es una etapa pre-solar,
es el tiempo de
las chulpas donde ha predominado un tiempo de caos y cataclismos que ha
sufrido la tierra.

➢ JICHHA PACHA. El presente se inicia con el Pachukuiti, con la salida del


sol y la aparición de la humanidad. Es el tiempo de claridad del sol (Qhana-
Pacha) y orden cósmico y social, es el florecimiento de Tiahuanaco y del
Tawantinsuyo.

➢ JUTIRI PACHA O QHIPA PACHA. El futuro es el tercer periodo del tiempo


andino, se iniciará con el regreso de Viracocha.

BIBLIOGRAFIA

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Editorial Verbo Divino, segunda edición, La paz Bolivia 2008. - Berg Hans van den,
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Valencia, Narciso, La Pachamama revelación del dios creador, Ed. ABYA YALA,
Quito 1998

❖ Yujra M. Carlos, Nuestra cultura nativa es impresionante, Ed. EG: 1996


SIGNOS Y SÍMBOLOS DEL PENSAMIENTO ANDINO

LA CHAKANA COMO INTERPRETACIÓN COSMOGÓNICA

1. INTRODUCCIÓN

Algunos conceptos como el de la Chacana o Cruz andina, permiten


comprender el modo en el que la filosofía andina une de manera
complementaria dos conceptos que en el pensamiento occidental están
entendidos por separado: el espacio y el tiempo. La posibilidad de “unión” y
“complementariedad” presentan la visión cósmica del mundo andino como una
visión totalizadora y holística, muy distinta a la de la cultura occidental
imperante.

Por otro lado, el concepto de “Pachasofía” completa la visión del universo


como un todo, formado por los seres vivos, por los elementos, por la tierra y
por el hombre, sin ninguna jerarquización. El arte contemporáneo puede bien
hacer uso de esos conceptos universales y valerse de los mismos para
rescatar un pasado injustamente olvidado.

El arte, por lo tanto, es un “Puente Cósmico” que facilita la unión entre un


pasado lejano y un presente que necesita del diálogo para poder caminar hacia
el futuro.

2. LA CHACANA EN EL MUNDO ANDINO

2.1. COSMOLOGÍA ANDINA


Uno de los elementos fundamentales de la cosmología andina es el
concepto de “unidad”, la unidad holística en la que están fusionados y
relacionados todos los elementos del universo. En esta relación no existe la
separación ya que cada uno de los elementos es parte insubstituible y
consustancial del todo. Esta particularidad es abordada en la realización del
proyecto escultórico sobre la Cruz andina, ya que cada pieza metálica de la
estructura cruciforme es convergente y correspondiente dentro de la unidad.
Esto lleva al concepto complementario de “variedad” dentro de la unidad.
La unidad se logra por medio de la variedad

En la cosmología andina se concibe a la naturaleza como un ser vivo. El


“runa” tiene un alma, es decir, una fuerza de vida, que se equipara con la
misma energía vital de las plantas, montes, animales, etc. El hombre es la
naturaleza misma, convive con ella y existe en ella, no la domina, ni
pretende hacerlo, pues el hombre andino concibe su identidad como parte
del todo, como parte del cosmos, como parte de la unidad.

El runa inmerso en la “pacha” o cosmos tiene como “tarea y capacidad


básica el poder de presentación simbólica del cosmos mediante las formas
rituales y celebrativas. El hombre andino no se piensa, así como un sujeto
desprendido del cosmos, sino que „define su identidad en y a través de
„relaciones” (Estermann, Filosofía andina. Sabiduría indígena para un
mundo nuevo, 2006, pág. 236).

En este proceso el runa orienta su vida por medio de estructuras de


conocimiento del cósmos, como la astronomía, con el objetivo de que, por
medio de esta práctica, poder “dominar” los elementos de la naturaleza, “A
sabiendas que la Astronomía es la madre de las altas culturas, y la
sabiduría indígena” (Lozano, 1994, pág. 236)

Por lo tanto, la cosmología o Pachasofía es una manera de ver el mundo,


un conjunto de ideas que permiten dar un sentido de orden al universo, en
el caso de la filosofía andina, está fundamentada en principios esenciales
como el espacio y el tiempo, que permiten comprender el orden de los
fenómenos naturales y sociales, a partir de los cuales es posible entender el
universo como un todo.

Por otro lado, Lozano, en su texto “Modelo Simbólico de la Cosmología


Andina” explica que el mundo se divide en una trilogía consumada en una
totalidad, esta tripartita se constituye por: un eje temporal –vertical- (este eje
tiene dos posiciones: HANAN SAYA, hacia arriba y URNA SAYA, hacia
abajo.) y uno espacial –horizontal-, que a su vez forman siete direcciones,
tres espaciales (arriba, centro, abajo) y cuatro direcciones cardinales (este,
oeste, norte sur), estas últimas se asocian con colores, plantas, animales y
personajes mitológicos. (Lozano, 1994).

La unión de los dos ejes (horizontal y vertical) con el mundo terreno originan
el punto central que combina el tiempo y el espacio, dos elementos que son
constitutivos de la obra escultórica Cruz Andina, la misma que busca
demostrar por medio de las formas tridimensionales ese punto de encuentro
que equilibra lo de arriba, lo de abajo, y el transcurrir del tiempo en el
mismo espacio.

Chacana es un término quechua que significa escalera u objeto a modo de


puente, (en aimara: pusi chakani, ‘la de los cuatro puentes’) cruz andina o
«cruz cuadrada». La chakana es un símbolo plurimilenario aborigen de los
pueblos indígenas de los Andes centrales en los territorios donde se
desarrollaron tanto la cultura inca (Sur de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia,
Chile y Argentina) como algunas culturas preíncas (Perú, Bolivia). Es
posible que, en Ancash, Huánuco y Nor Lima precolombinos se haya
nombrado comotsakana.

La chakana posee una antigüedad mayor de 4000 años, según el


arquitecto Carlos Milla. Hoy en día, la cultura aimara sigue reproduciendo el
gráfico de la chakana en sus telas. Igualmente, los aimaras aún conservan
el calendario lunar de 13 meses con 28 días cada mes, empleado por los
antepasados: 13 por 28 sale 364, el día 365 era considerado el día cero,
algo así como una especie de la inicial del año nuevo andino. Ese día es el
3 de mayo, que es cuando la Cruz del Sur adquiere la forma astronómica
(geométrica) de una cruz latina perfecta.

2.2. ETIMOLOGÍA

La palabra Chakana es de origen quechua, dado que fue un símbolo


ampliamente utilizado por la cultura inca, se refiere claramente al concepto
de "escalera", el símbolo en sí es un "tawa chakana", o sea una escalera de
cuatro (lados). En el quechua chinchay, tsakanasignifica útil o material para
usar como puente o unión entre dos elementos o partes separados.

En provincias andinas de Huánuco, a los crepúsculos conocen con


tsakaana en la tarde; y en la mañana, tsaka- tsaka, dando a entender el
vínculo o ligazón entre 'el mundo' de la noche con el 'mundo' del día. El
enlace entre la claridad y la oscuridad.

Este símbolo de "cuatro escaleras" se ha popularizado en los países


andinos bajo el nombre de "chakana" o "chacana". La etimología de la
palabra "chakana" nacería de la raíz quechua chaka (puente, unión) y el
sufijo "-na" (instrumento), y la "chakana" como símbolo representaría un
medio de unión entre mundo humano y el Hanan Pacha (lo que está arriba
o lo que es grande)

La "chacana" o cruz andina es un símbolo recurrente en las culturas


originarias de los Andes. Su forma es la de una cruz cuadrada y
escalonada, con doce puntas.

El símbolo en sí, representa a la cruz del sur en mayo y es una referencia al


Sol y la Cruz del Sur, aunque su forma, que sugiere una pirámide con
escaleras a los cuatro costados y centro circular, poseería también un
significado más elevado, en el sentido de señalar la unión entre lo bajo y lo
alto, la tierra y el sol, el ser humano y lo superior. Chakana pues, se
comprende ya no sólo como un concepto arquitectónico o geométrico, sino
que toma el significado de "escalera hacia lo más elevado".

Se han encontrado chacanas en diversas obras de arquitectura, petroglifos,


tejidos, cerámicas y esculturas en todo el altiplano sudamericano,
registrándose por primera vez en la cultura Caral, la civilización madre de
América, luego en Seshin Bajo y posteriormente en las construcciones
aimara de Tiahuanaco, en el altiplano de Bolivia, donde también se
construyeron observatorios astronómicos exclusivos para la observación de
la cruz del sur, ya que toda la cultura dependía del movimiento y posición
de la constelación para cronogramar sus actividades anuales. También son
observadas en Paracas, en el departamento de Ica, en Chavín al norte
peruano. Se han encontrado también chakanas en Ecuador, Argentina y
Chile, pues fueron parte del Imperio inca.
De hecho, un templo del Arcaico Tardío en el norte peruano, en el Complejo
Arqueológico de Ventarrón, distrito de Pomalca, en Lambayeque posee la
forma de chacana más antigua encontrada hasta hoy.

El templo tiene una antigüedad aún no exactamente determinada, pero que


sería de entre 4000 a 5000 años.

De hecho, la chakana no es una forma encontrada al azar, sino que se trata


de una forma geométrica resultante de la observación astronómica. Los
antiguos hombres "llevaron el cielo a la tierra" y lo representaron con este
símbolo que encierra componentes contrapuestos que explican una visión
del universo, siendo de esta manera representados lo masculino y lo
femenino, el cielo y la tierra, el arriba y el abajo, energía y materia, tiempo y
espacio.

La forma de la chakana encierra en su geometría el concepto de Número Pi


y el número real ventisiete. La elección de la cifra de suyos ('región' en
quechua) o Qollasuyos ('región' en aimara) o regiones del Imperio, así como
la definición dual de Hanan y Hurin (Por ejemplo, en Hanan Cuzco y Hurin
Cuzco) estarían también basadas en las observaciones astronómicas
simbolizadas en la chacana, estos cálculos fueron usados también como
base para el diseño arquitectónico y de caminos.

La chacana indica también las cuatro estaciones del año y los tiempos de
siembra y cosecha. Algunos pueblos andinos celebran el día 3 de mayo
como el día de la chacana, porque en este día, la Cruz del Sur asume la
forma astronómica de una cruz perfecta y es señal del tiempo de cosecha.

La cruz del sur era venerada por antiguos habitantes del Perú y, hasta hoy
se mantiene la tradición de proteger los cultivos marcando el área cultivada
con diversas chakanas.

Este símbolo no tiene nada que ver con la cruz cristiana.

La CHACANA está en el petroglifo a 20 Km. al norte de la ciudad de


Cajamarca, es un dibujo tallado en bajorrelieve, un rectángulo con dos
diagonales. Este dibujo es un instrumento de medición y cálculo
denominado Unidad Cumbre mayo, correspondiente a 4.6 cm, la
equivalencia de la "Pulgada Inca".

Es además la quinta parte de la "Cuarta Inca" que es de 21.2 cm. Esta


medida les sirvió a las culturas y civilizaciones andinas y especialmente a la
Inca para establecer sus unidades de pesos y medidas.

La chacana tiene correspondencia sideral en la Cruz del Sur. Esta


constelación del Polo Sur, formada por las estrellas Alfa, Beta, Gamma y
Delta era a su vez referencia para el estudio de la Astronomía.

Pero además es la explicación de la Cosmovisión Pre Inca y heredada por


los Incas. La chacana o "Cruz" significa, puente, transparencia, paso, etc.,
está formada por dos líneas: La línea central representa al Hombre es decir
a todo lo masculino en la concepción andina, corresponde también a la
"Creación", al "Espíritu", a la "Herencia", a la "Sucesión".

La línea horizontal corresponde a lo "Creado", la "Materia", la "Mama


pacha", la "Permanencia". Cuando las dos líneas que marcan los niveles del
hombre y la mujer como individuos, se superponen la horizontal sobre la
vertical, no al medio exacto sino a la altura del corazón, se forma la
CHACANA.

La figura de la chacana nos muestra las primeras subdivisiones que se


producen en la relación hombre-mujer o masculino-femenino. La primera
subdivisión es la parte superior y la parte inferior, el cielo y la tierra, lo de
arriba y lo de abajo, el macho y la hembra, el Hanan y el Urin. Luego
tenemos otra subdivisión la derecha y la izquierda, el día y la noche, el Sol y
la Luna, el hombre y la mujer.

Otra Subdivisión es el "Tahuan" que además de significar el numero 4


significa también complementariedad, correspondencia, ayuda mutua,
interrelación. La chacana es el elemento ordenador de la sociedad andina.
Es el reglamento que hace utilitaria la convivencia de pareja, de familia, de
ayllu, de comunidad, de Imperio.

En el retablo, se aprecia claramente una división de parte superior y parte


inferior y otra división de lado derecho, centro y lado izquierdo; en el lado
superior, están las cosas del cielo.

El lado inferior es la "Pachamama", la tierra y todos los que moran en ella.


El Sol es, para los andinos, el astro rey, y es objeto de culto y adoración.
Pero no como a un dios, sino como al mentor de toda la vida sobre la tierra.
Sus rayos evaporan las aguas que forman nubes, el diferente caldeamiento
de la tierra, producido por el Sol, origina vientos que arrastran esas nubes,
estas se desvanecen en lluvias y nieves, las cuales riegan las plantas de
bosques y campos, que se engalanan con hojas y flores, produciendo
cosechas y frutos.

Al Sol se debe el preciado bien de la vida, pues esta sería imposible sin su
luz y su calor. Los Incas lo entendieron así y le dedicaron al Sol, templos
palacios, tierras, servidores y estatuas: una de ellas que se hallaba en el
Qoricancha, estaba hecha toda de oro del porte de un hombre y en el
vientre tenía polvo de oro, mezclando con las cenizas de los corazones de
los Incas muertos.
Al Sol o Inti, los Incas le dedicaron chacras de coca y maíz para que se
sirviera de ambos frutos, al Sol lo trataban como si fuera un hombre como
ellos, otro más de los productos de la creación, imaginaban que también
escupía y a la piedra carbunclo o ántrax la nombraban "dnup tojay" o
"escupitajo del Sol", por la misma razón le daban mujer y le hacían concebir
hijos. La Luna es la reina de los astros. Se le llamaba Quilla y estaba
reputada como madre de los Incas.

También ella, tenía una estatua en forma de mujer en el Qoricancha. Y su


propio templo todo guarnecido de planchas de plata. La Luna señoreaba
por las noches y era considerada diosa principal, consejera y guardiana de
las mujeres.

A la Luna, los Incas la consideraban sanadora de muchas enfermedades y


con su luz y en su presencia, efectuaron curaciones y ceremonias de
sanación, especialmente para las parturientas. La Luna al igual que el Sol
tenía su propio calendario, con el que se rigió el tiempo de la siembra, del
riego y la cosecha. A su paso se estudiaban el comportamiento de las
nubes y los vientos y se planeaban las épocas agrícolas. La Luna marcaba
las fechas para el "chaco" y la trasquila de auquenidos. Informaba sobre la
situación de los muertos y el destino de las personas. Debajo del Sol está el
lucero de la mañana llamada también "Chasca" "Coyllar " o Estrella
Brillante.

Este dibujo representa al planeta Venus y se le honraba por ser paje del
Sol, ya que se hallaba siempre cerca a él, unas veces iba adelante para
guiar a su señor por el camino, otras iba detrás, recogiendo lo que el Sol
distraídamente olvidaba, Venus tenia templo propio en el Qoricancha y
también se le consideraba mediadora entre el Sol y la Luna por que unas
veces estaba con él y otras con ella. Debajo de la Luna está el lucero de la
tarde, llamado también "Apachi Orori ".

Este dibujo, representa a Marte el planeta rojo, que se aprecia por las
tardes, le llamaban también el caminante o "Purec". Decían que llevaba
todos los encargos que los dioses del cielo se hacían.

No se sabe si tenía templo propio, pero en todo caso figuraba


especialmente en el Retablo Cosmogónico. Debajo del Sol, inmediatamente
después de Venus, está un conglomerado de estrellas llamado "Huchu" que
corresponde a las Pleyades y son 9 estrellas (Alcione, Electra, Maia,
Merope, Taygete, Atlas, Pleione, Celeno y Asterope), a estas estrellas le
llaman también "Las Cabrillas", los Incas las nombraron "Collcas" que
significa granero.

Las "Collcas" se pueden observar en el Qosqo a simple vista en los


atardeceres de Mayo y Junio coincidiendo con las fiestas del "Aymoray
Quilla" o " Hatun Cusqui" y "Aucay Cusqui" o "Inti Raymi", fechas en las que
se llenaban los "Tambos" y las " Collcas".

Se separaban las mejores mazorcas para la "chicha" se cosecha las papas,


las ocas y los ullucos. También en este mes se da la quinua, además se
limpian los pueblos, se arreglan las acequias, se talan los árboles y se
reparan los caminos; asimismo se tejen los puentes y se preparan las
parejas que casará el "Huarmi Ccocuc". Debajo del lucero de la tarde o
"Apachi Orori" deben hallarse las estrellas que significan el mensaje del
saber andino en Astronomía.

Esta ciencia estaba al cargo de los "Pacha Onanchac". Estos tenían como
única labor la observación del espacio. Reconocieron a la constelación de la
Lira a la que nombraban "Creeehillav" por reconocerla la forma de la llama.
A la de la hidra llamada "Huacra Uma", "Catuchillay", a la llama hembra y a
la llama macho. La constelación de Lince o Lynx. Reconocieron estas
constelaciones como la del "Cóndor", "Haieen" y "Gallinazo".

Tuvieron nombres para muchas estrellas como Huara Huara,


Anchechinchay Machacuay, Milquiquiray, Miilue, CHACANA, Tapeteara y
otras desde el Qosqo y por simple observación natural se aprecia en un
espléndido día, como resplandece Aldebarán, estrella roja de primera
magnitud, en la misma dirección se observa la constelación de Orión que es
la mayor y más espléndida. Más lejana todavía se nos ofrece sirio, la más
brillante estrella de todo el firmamento.

Debajo de las Pleyades estaba "Chuquy Illapa" o el Rayo, que lo


consideraban pastor de los rebaños del Sol, que con su gran látigo los
dirigía cuando salían a pastar en sus campos en la vía láctea. El rayo es el
predicador de la tormenta y antecede a las lluvias, pero a veces llega en
días soleados, este día, cuentan, es para escoger a los sacerdotes
encargados de servirle.

El rayo es divinidad importante y le conceden tres identidades: La luz


llamada, el sonido y el zigzagueante destello. Al rayo le concedían actitud
de ser mensajero del Sol. El rayo servia para advertir a los hombres que del
Cielo llegaban estos estrépitos, para premiar o castigar a los hombres.
Existen datos importantes sobre ciudades andinas calcinadas por las
descargas del rayo. Se le ofrendaban figuras de hombres y mujeres de oro
puro.

Las nubes llamadas "Pocoy" eran también deidades veneradas. Se


imaginaban a las nubes como a unas ancianas que tejen lanas para abrigar
a la Luna y que cuando llevan a lavar sus tejidos y los tienden en los picos
de los cerros, seguro es que va a llover. Creían también que las nubes eran
las lágrimas de la Luna que se juntaban en grandes cantidades cuando
discutía con el Sol.
Las nubes alejaban las heladas y protegían los campos de la nieve y la
escarcha. Las nubes sirven también para medir la velocidad de los vientos y
observar el comportamiento de los temporales. Los Incas tuvieron técnicas
para aglutinar las nubes y producir mediante quema de plantas y de polvos
minerales, lluvia artificial.

Las nubes son también vasos intercomunicantes entre la tierra y el cielo.


Los andinos que proceden de una "Pacarina", ya sea fuente o río cumple el
ciclo vital del agua, y creen transforman su cuerpo en agua, vapor, nubes y
rocío.

El arco iris o "Cuichi”, fue un dios de gran popularidad, lo imaginaban como


una señal del cielo, que se presentaba a los hombres para anunciarles
buenas novedades cuando se presentaba un Arco Iris en el cielo, señal de
buenos tiempos cuando era dos, significaba un gran suceso (nacimiento de
un infante real, final de una campaña de expansión, etc.).

Cuando eran tres los arcos del cielo, era seguro una serie de calamidades;
cuando esto acontecía, le ofrecían al Arco Iris, regalos consistentes en
flores, lanas teñidas y tierras raras. Se escondía a los más pequeños para
que no les diera el mal de ojo y se colgaba en las puertas de las casas
paños colorados.

El árbol, que representa la vida surgiendo de la tierra dirigiéndose al infinito.


El árbol es la representación del vínculo que une los tres mundos, el "Hanan
Pacha" es la copa del árbol suspendida en el espacio, es la comunicación
directa con el viento y la luz del Sol, es la parte comunicante con los seres
infinitos, el "Kay Pacha", es el tronco fuerte y rugoso significa el hombre y
su trabajo, demuestra que la vida puede ser retorcida como el tronco de
algunos árboles, que puede ser enhiesta como la de los otros, que puede
ser de larga o de corta vida, enseña la variedad entre el árbol macho y el
árbol hembra, el "Uju Pacha", es la raíz, unida subterráneamente al seno
profundo de la tierra, simboliza el arraigo y la gregariedad, demuestra que la
raíz es el sustento final que nada puede existir sobre la tierra sino está
arraigada a ella, la raíz es nutriente, busca las fuentes de los cuerpos de
todos los antepasados.

Vive al igual que el hombre cumpliendo una función específica, no es


agresor, al contrario, cobija; no es egoísta extiende sus brazos llenos de
frutos. La naturaleza se brinda al hombre y el hombre debe corresponder de
la misma manera. El nuevo dibujo corresponde al Otorongo, felino de hasta
6 mts. de largo, que vivía extensamente en toda la zona de los " Antis" o
selva, era el animal representante de su género. Este animal de manchas
como leopardo, era en la parafernalia del hombre andino, representante del
valor, la astucia, la sagacidad, la perseverancia y el criterio.

El Otorongo no es un animal depredador ni voraz. Se nutre medianamente y


nunca mata sin tener hambre. Puede bajar de un alto árbol en dos saltos y
cruzar un ancho río en contra de la corriente.

Los Incas tenían arraigado el concepto totémico y en su propio panteón,


reinaba este hermoso animal, con cuya piel se forraban los aposentos
reales, estaba destinado a servir en los ejércitos del Inca: y en el Qosqo
vivían muchos de estos animales.

El Cóndor Rey de las alturas, con él se completa la escala de los seres que
pueblan los tres mundos. El Cóndor representa la capacidad del hombre de
elevarse sobre su propia condición. El Cóndor se eleva a tomar las alturas.
El dirige el camino hacia la cima de las cumbres y simboliza la permanente
vigilia, el permanecer atento a todo lo que pasa alrededor de uno.

Otro símbolo es la "Mama Cocha", agua elemental, principio y renacer.


Simboliza la relatividad, el eterno devenir, enseña que todo es un círculo de
cosas, que va y viene como la vida de los hombres, el agua es el segundo
elemento más importante para la existencia de la vida.
El agua fluye como la vida de los hombres, ocupa los Tres Mundos por eso
se considera huaca de primera importancia y era adorada en todas las
manifestaciones que asume, mar, lago, laguna, río, fuente, lluvia, refresco,
riego, ausencia, diluvio. La importancia de las cosas para los Incas radica
en la enseñanza que se puede obtener de ellas.

Los Incas creían en la existencia de los espíritus del agua, y la relacionaron


directamente con la Luna. El agua cura muchas enfermedades y los
sacerdotes y médicos andinos, todavía hoy sanan muchas enfermedades
con agua de manantiales que no hayan recibido la luz del Sol. Al agua
"Unu" le hacían costosas ofrendas y se le teñía de variados colores, con lo
que tomaba significativas cualidades. El primer gesto de cordialidad para un
caminante es ofrecerle agua y luego más de ella, en un cántaro
obsequiado.

El último y central símbolo, es el círculo del medio. Significa el vacío, el no


conocimiento, lo insondable, lo inimaginable, lo verdadero, lo sagrado.
Representa la imagen universal de la unidad. Es el principio y el final, es el
ciclo de la formación y la destrucción.

Ese centro en la chacana representa la imagen ideal de Dios, es el


conocimiento que tenían los Incas de la existencia de un Supremo Creador,
Dios Rector de todo lo existente y lo no existente, Indispensable entidad
inentendible. Hay algunos estudiosos del pasado, afirman, en una
interesada agresión cultural, que los Incas desconocían la existencia del
Ser Supremo.

Los Incas no forjan un pueblo y una cultura de la noche a la mañana, a la


luz de nuevas investigaciones se puede afirmar que Manco Cápac reinó
aproximadamente en el año 1000 de nuestra era. Y no es una invención de
los cronistas, cuando hacen constar la creencia en un Dios Supremo, la
tradición de nuestros pueblos más antiguos hace mención de un solo y
único Dios.

Los cultos a otras entidades como el Sol, la Luna, etc., corresponden a su


concepción animista, por su amplia espiritualidad. Dios en la civilización
andina, recibe muchos nombres, entre ellos "Wiracocha Pachayachachi",
que quiere decir Hacedor del Agua, Creador de la Tierra. También se llama
"Ylla Tecse", que significa Luz Resplandeciente Universal; "Cámac" o
principio generador. Otros nombres fueron "Tuapaca", "Amauan",
"Imaimana", etc. Existe en la historia andina un relato acerca de "Tonopa",
personaje que aparece en la época de la cultura "Tiwanacu", que se
desarrolló en la altiplanicie que rodea al lago Titicaca, entre los años 50 a.C.
hasta el 500 dC., y que lo describe como un hombre de talle alto, delgado,
blanco y de barbas largas, que se apareció en esa época y predicó la
llegada de Jesucristo al mundo y su nuevo evangelio.

3.LA CRUZ ANDINA VISTO DESDE EL ARTE.

Como se señaló anteriormente, en los andes la chakana o cruz cuadrada andina


ya era conocida por nuestras poblaciones indígenas mucho antes de la llegada de
los españoles, esta figura simbólica es importante dentro de la cosmovisión
andina, la chakana es conocida también como la Cruz del Sur.

La forma de la cruz tiene en el pensamiento andino una significación simbólica.


Para los pueblos originarios de América, la cruz es una realidad vivida a lo largo
de los últimos quinientos años de marginación, opresión y exclusión.

En general, se lo interpreta de forma positiva como un puente cósmico que articula


diferentes estratos, niveles y aspectos de la realidad. Pues “…la chakana cósmica
por excelencia, un „puente entre lo de arriba y abajo, y lo de la izquierda y
derecha; es el ordenador y „mediador (o „relacionador) por excelencia, la
relacionalidad cósmica misma que…posibilita la vida y el orden” (Estermann,
2008, pág. 238). Entonces, la cruz tiene una función de armonía y equilibrio pues
la Pachasofía “…considera al hombre como una “chakana” celebratoria, es decir,
como un puente cósmico mediador entre los distintos estratos de la pacha”
(Estermann, 2008, pág. 237).

Más aún, “La prioridad ontológica de la chakana principal sobre los extremos evita
que en el pensamiento andino surja la pregunta que ha agobiado al pensamiento
occidental de „¿qué es lo que mantiene unido al mundo en lo más profundo?
(Goethe)” (Estermann, 2008, pág. 236) Así también es en el mundo del arte, la
armonía y el equilibrio son dos elementos indispensables e ideales en la
concreción artística, por ello, mi escultura se destacará por contener estos
elementos compositivos tridimensionales.
La cruz andina está proporcionada estéticamente porque existe una simetría
horizontal y una vertical, lo que simboliza el equilibrio del cosmos andino en el
puente cósmico de la correspondencia en dos orientaciones, de arriba hacia abajo
y el equilibrio de la complementariedad, de izquierda hacia la derecha basados en
la relacionalidad, principio básico de la sabiduría andina representada en mi obra
escultórica. Por lo tanto, la chakana o cruz andina se relaciona con los diversos
niveles y aspectos de la realidad, convirtiéndola en un símbolo divino.

Estermann afirma que el misterio de la chakana es la presencia del vacío existente


en el medio Plantea que este vacío es un puente “…entre lo humano y lo divino,
entre lo vivo e inerte, entre lo femenino y lo masculino, entre lo pasado y lo futuro”
(Estermann, 1998, pág. 228).

Si no existiera la cruz andina el mundo estaría en desorden, la realidad sería


totalmente dislocada.

4. LA CHAKANA VISTA DESDE LO RELIGIOSO

Así escribe el antropólogo peruano Juan Víctor Núñez cuando afirma un tipo de
visión con el que sería posible -a su parecer- acercarse al universo cosmológico
andino y, particularmente a los credos religiosos que se relacionan con los cultos a
la tierra y a las montañas. La noción de chakana como eje “cosmológico y
antropológico” juega un papel primordial en el conocimiento religioso de los andes.

El “sincretismo andino” a partir de la comprensión misma de la cosmovisión andina


es un fenómeno arraigado en los elementos de la inclusividad, complementariedad
y relacionalidad.

No puede existir una separación de lo sagrado y secular entre el mundo religioso y


profano, ya que, la relacionalidad es una propiedad esencial del pensamiento
andino, en cierto sentido toda relación es una religión imprescindible para el orden
universal. “La labor agrícola también tiene un carácter religioso para el
runa/jaqi,…trabajar la tierra es una forma de oración”. (Estermann, 2008, pág.
205).

En el universo andino todo se interrelaciona, no existen sectores ni segmentos


trascendentes, no se sobrepone lo masculino ni lo femenino, sino los reúne. “La
cara femenina de Dios es la Pachamama (respectivamente la Virgen María), y la
cara masculina es el Apu/Achahila (respectivamente Jesucristo)”.

En lo que se refiere a las relaciones religiosas como las oraciones, los


sacramentos, los rituales existe una precisa lógica de reciprocidad que, de cierto
modo, tiene mayor afinidad con conceptos de la Biblia hebrea que con los del
Nuevo Testamento. Lo religioso en el pensamiento andino tiene como función
principal la celebración, la conservación y restablecimiento de la disposición
ordenada del cosmos en relaciones establecidas por los principios de
complementariedad y reciprocidad.
La religión contiene a todas las partes de la vida y no se limita a la realidad
humana, sino más bien es cosmocéntrica, en palabras más precisas: existe un
orden cósmico que sirve de base para la vida y la perennidad de la misma.

5. LA CHAKANA DESDE LO POLÍTICO

Es incuestionable afirmar que los pobladores de los andes no tienen un


conocimiento verdadero del trasfondo histórico-político del símbolo de la chakana;
a pesar de esto, se identifican (de manera inconsciente) con mensajes políticos y
éticos como la injusticia, el sufrimiento, la humillación, la exclusión y la opresión.

Al imponer esta nueva fe, la cruz cristiana y la chakana andina hicieron posible
que este nuevo símbolo central de convencimiento religioso no sea identificado, en
una primera instancia, como un instrumento de tortura y de sumisión sino como
una simbología de vida plena y de reconciliación cósmica. “La experiencia
histórica y actual, por parte de los pueblos andinos indígenas, de un mundo
despiadado y sin compasión, pero también de una economía y unas políticas que
distorsionan severamente el equilibrio universal („justicia)” (Estermann, 2008, pág.
241) nos muestra que es una experiencia más de desgracia que de gracia.

La expectativa no se encamina tanto a acciones de gracia, sino a hechos de


justicia por restituir la armonía cósmica en desequilibrio.

6. CONCLUSIONES

La cruz andina o Chakana siendo un símbolo del mundo andino es una


representación cosmológica y cosmogónica, al mismo tiempo sirve como medio de
filosofía y pensamiento andino.

La chakana encierra en su misterio, interpretaciones y recoge todas las lógicas del


mundo andino, siendo así un cumulo de respuesta de acuerdo a la interpretación
que se expresa.

En su momento la chakana ha servido como organizador de la sociedad, puente


entre lo natural y el mundo supra celeste, pero también como medio de
fundamentación a nivel religioso, político, social, etc. y en su relación con el
cosmos.

Mucho depende su credibilidad desde el punto de vista que se tenga, de lo cual no


se tiene escritos científicos, pero no por ello es conjetura su resultado, más bien
es el medio y guía de vida, de relación con la comunidad y los seres ancestrales.

Estas características son posibles de divisar en el altiplano, pero también sirve


como medio de entendimiento de la naturaleza en el cual y al cual el ámbito
tecnológico sirve y del cual recoge todos sus elementos de estudio y aplicación.
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

❖ Autor, desconocido. (1976). PROBLEMAS FILOSÓFICOS. Cuenca:Talleres


editorial Don Bosco.

❖ Estermann, Josef (2006).Filosofía andina. Sabiduría indígena para un mundo


nuevo. La Paz: Instituto Superior Ecuménico Andino de Teología.

❖ Esterman, Josef (1998).Filosofía Andina, Quito, Abya-Yala. d. Estermann &


Peña (2004). Filosofía Andina, Iquique: IECTA - CIDSA e. Esterman, Josef
(2008). Si el sur fuera del norte. Chakanas interculturales. La Paz, AbyaYala. f.
Lozano, Alfredo. (1994). Modelo Simbólico de la Cosmología Andina,
Madrid.
LA SAGR ADA WIPHALA DEL TAWANTINSUYU

Debemos destacar que la patria ancestral de los qhishwa-aymaras cuenta entre


sus emblemas más importantes como es la sagrada wiphala, compuesto de siete
colores del arco iris y las de cuatro colores correspondientes a los cuatro
suyus, y podemos definir desde la óptica andina, los aymara - qhishwa
conocemos históricamente a la wiphala, como emblema nacional del pusintsuyu
ó tawanti nsuyu.

Por eso la wiphala es el símbolo de identificación nacional y cultural de los andes


amazónicos, es el emblema de la nación colecti vista y armónico. Es la
representación de las acti vidades diarias del hombre andi no en el tiempo y en el
espacio.

Uno de los tantos investigadores de la cultura aymara-qhishwa como Carlos


Urquizo S. Confirma que la wiphala fue el emblema nacional de la ci vilización
andina, antes y durante el periodo de los inka.

1. EXISTENCIA Y USO DE LA WIPHALA

Sobre la existencia y el uso de este


emblema probablemente sea desde la
misma creación de tiwanaku hace más de
2000 años.
De acuerdo a las i nvestigaciones y
excavaciones arqueológicas fueron
encontradas restos de tejidos en
diferentes regiones del tawanti nsuyu (ver
fig ura), que hoy comprende desde el
Ecuador, Perú Y Bolivia.

Entonces se supone que la wiphala fue uti lizada desde hace muchos siglos, en
los trabajos agrícolas, en f i e s t a s s o l e m n e s , e n actos ceremoniales y
culturales y en todo acontecimiento social del hombre andino.

Según Germán ch. Wanka fue encontrado un objeto parecido a un estandarte


en una tumba, de hace 800 años de antigüedad en la región de C hanqay,
situado en la costa central del Perú. Un objeto como banderín, denominado
walqanka, anterior a los inkas, en un gráfico de Waman Poma del año 1612.
Una wiphala pintada en una roca, que se encuentra en el lugar denomi nado
wantirani, en qppakati provincia manko kapajk del departamento de la paz.
Dos wiphalas pintadas en qiru ó vaso, que se encuentra en el museo de
Tiwanaku del Departamento de La Paz.

Así mismo una wiphala junto a los tejidos en koroma, que datan de época
precolonial, en la provincia Quijarro del Departamento de Potosí.

En 1534 durante la invasión y ocupación de la ciudad de qusqu hoy Cuzco, los


españoles encontraron la primera resistencia de los qhishwa-ayrnaras y vieron
entre la multitud, objetos parecidos a la bandera de franjas y cuadros de siete
colores del arco iris. Creemos que con las investigaciones posteriores se
podrán conocer más datos sobre la existencia de la wiphala.

Tenemos como tarea, para encontrar mucho más de los que todavía no hemos
llegado a saber de las virtudes y conocimientos que tenían nuestros
antepasados los ajayus y achachilas.

2. ETIMOLOGIA DE LA PALABRA WIPHALA

Probablemente la palabra wiphala viene del


antiguo idioma (Jhaqi-aru) (idioma del ser
humano) posteriormente denominado por el
cronista Polo de Ondegardo en 1554 como
aymara, que se deriva de las palabras jaya-
mara (años lejanos ó tiempo inmemorial).

Entonces deciframos de la siguiente


manera, primero (Wiphay) es voz de triunfo,
usada hasta hoy en las fiestas solemnes y
en actos ceremoniales.

Segundo, el (lapx-lapx) producido por el


efecto del viento, lo que origina la palabra
(laphaqi) que se entiende, fluir de un objeto
flexible.
Juntando los dos sonidos (wiphay-lapx) tenemos la wiphala, y la (px) se
perdió por un pronunciamiento fácil de la palabra.

3. FORMAS DE PRONUNCIAMIENTO ESPAÑOLIZADO

Huipala: por los monolingües del castellano de barrios


residenciales. Wifala: por los bili ngües castellano Aymara de
barrios periféricos. Wipala: por los bilingües castellanos Qhishwa de
zonas periféricas. WIPHALA: por los Qhishwa-Aymaras en las comunidades y
Ayllus.

4. LA WIPHALA EN LAS ACTIVIDADES DEL HOMBRE ANDINO

De acuerdo a las costumbres y tradiciones andi nas, siempre está i zada en


todos los acontecimientos sociales y culturales, por ejemplo, en los encuentros
de comunarios del Ayllu, en los matrimonios de la comunidad, cuando nace un
niño en la comunidad, cuando se reali za el corte de cabello de un niño (bautismo
Andino), en los entierros, etc.

La wiphala también flamea en las fiestas solemnes, e n los actos


ceremoniales de la comunidad, en los actos cívicos de la marka (pueblo) en los
juegos de wallunk'a (columbio) en los juegos de competencia atipasina
(ganarse), fechas históricas, en las k'illpa (día ceremonial del ganado), en la
transmisión de mando de las autoridades en cada periodo.

También se utili za en las danzas y bailes,


como en la fiesta de la anata ó pujllay
(juego): en los trabajos agrícolas si n ó
con yuntas, a través del ayni, la mink'a, el
chuqu y la mit'a. Al concluir una obra,
una construcción de una vi vienda y en
todo trabajo comunitario del Ayllu y
Marka.

El punto y lugar de ubicación de cada


pueblo del Tawantinsuyu, está determi
nado de acuerdo a este sistema
generatriz del cuadrado y su diagonal en
progresivas amplificaciones, ubicando
dentro del cuadrado i nicial a Tiawanacu. En la esquina de su primera ampliación
está Oruro, la tierra de los Urus. En la siguiente ampliación se encuentra
Potosí y más abajo el rio Pilcomayo.

Hacia arriba está el pueblo peruano de Paracas, en el siguiente cuadrado del


norte la población de Vitos, luego el C uzco y así sucesivamente hasta llegar
a Cajamarca.

La diagonal que atraviesa todo el territorio fue llamada "Ruta del Wiracocha". En
esta ruta se encuentran sus más importantes pueblos religiosos como Cuzco,
Tiawanacu, Copacabana, la Isla del Sol, Chiripujio, Huancarani, C ulli Culli, etc.

5. LA WIPHALA COMO EXPRESIÓN DE UNIDAD E IGUALDAD

La estructura y composición de los colores de la wiphala como emblema cultural


andi no, constituye una forma simétrica y orgánica. La formación de siete colores
del arco iris, es el reflejo cósmico que representa a la organización del sistema
comunitario y armónico de los Qhishwa-Aymara.

Es la expresión de las relaciones socio-económicas dentro el sistema


QAMAÑA (existencia) de hermandad en la reciprocidad y solidaridad humana.
La wiphala: tiene cuatro lados y siete colores de proporción igual que significa
la igualdad en la diversidad de los pueblos andi nos.

Representa a los medios de producción y distribución de productos a cada cual


según su necesidad y según su capacidad. Donde no se conoce el hambre ni la
miseria, donde no hay ricos ni pobres, donde no hay la ambición del oro y
plata. Donde no se conoce el enriquecimiento i lícito y el despojo de las riquezas
para intereses personales.

La wiphala: tiene 49 cuadros y siete colores unidos, que representan a las


markas y suyus: significa la unidad en la diversidad geográfica de los andes.
Donde no se conoce el individualismo y el egoísmo, donde el hombre no vi ve
de falsas ilusiones ni de fantasías de Dios, que en nada beneficia a la cultura
andina. Por consiguiente, la wiphala es el símbolo de unidad e igualdad, de
organización y armonía del sistema comunitario andino.
6. WIPHALA EXPRESION FILOSOFICO ANDINO

La wiphala es la expresión dialéctica de


la evolución de la ciencia, la tecnología,
el arte y el desarrollo socio, económico,
político y cultural del Pusintsuyu ó
Tawantinsuyu. Así mismo en la wiphala
está la representación del chakana de
las cuatro estrellas del firmamento, es
la referencia que orienta desde el
espacio, para la organización geopolítica
de los Andes.

Así mismo simboli za la conmemoración


de los ayar-kachi, ayar-uchu, ayar-laq'a,
ayar-k'allku, los cuatro hermanos
mitológicos, precursores del pusintsuyu ó
tawanti nsuyu, es decir en la memoria de
los creadores (de los cuatro estados
organizados) en los andes, en la parte
occidental del awyayala hoy América
Latina.
Por otra parte, en la wiphala también esta expresada, la celebración de las
cuatro fiestas anuales, que conmemoran los cuatro periodos del año, como es
el juyphi -pacha (época fría), lapaka-pacha (época de calor), jallu-pach-a
(época de lluvia), awti-pacha (época seca), tal como podemos apreciar en el
calendario cósmico de los aymaras-qhishwa.

En la wiphala: se refleja una línea diagonal, a través de la cual se puede


apreciar dos espacios que representanta al inti- tata, a la paxsi-mama. Al hombre
y a la mujer chacha y warmi, al araxa-pacha (lo de arriba) aka-pacha (lo de
aquí), así mismo el janan-saya y el jurin-saya, como también a nuestros idiomas
el aymara y qhishwa, respecti vamente.

La línea diagonal de la wiphala, es la unión de dos espacios, por eso es el


símbolo de la oposición complementaria, expresada en la fuerza dual y la
armonía de los andes. Así mismo esta línea representa el (qhapaq-ñan ó
qhapax- thakhi) (cami no rico y poderoso) la mencionada línea significa pues; la
unión de dos seres, como el chacha -warmi, para generar y multiplicar la
población y construir una sociedad de felicidad y armonía, que éste a su vez
representa el camino al paraíso de los aymara-qhishwa. Este camino refleja la
transformación de la naturaleza y la transformación social del hombre sobre el
planeta.

Por otra parte, la representación de los cinco cuadros centrales de la wiphala


significa la expresión de los principios morales del hombre andino. Es la
sagrada pentalogía de los amawt'a como sigue a conti nuación.

• No seas flojo
• No seas Mentiroso
• No seas ladrón
• No seas asesino
• No seas libertino.

Estas normas tienen el único propósito de evitar y frenar todos los defectos
del ser humano. Estos cinco cuadrados centrales, representan también, las
cinco notas de la Música Pentatónica andina, ejecutada en los ritmos del
Jarawi, Wayli, Wayñu y otros. Es también la representación de los cinco poderes
de la estructura del Estado comunitario de los Andes:
• La doctrina filosófica.
• El gobierno.
• La economía.
• La legislación.
• La justicia.

Finalmente representa los cinco periodos del PACHA-KUTI (la revolución


cósmica), según el proverbio de los amawt'as, cada 500 años debe haber un
cambio ó una revolución, en la estructura social, económico y político de la
sociedad Andina y en el Mundo.
Por todo lo expresado, la wiphala simboliza la doctrina filosófica del pacha-
kama (principio; del orden universal), y la pacha -mama (madre, cosmos) que
constituye el espacio, el tiempo, la energía y nuestro planeta, por eso el
significado de la wiphala es un todo.
7. LA WIPHALA EXPRESION DEL CALENDARIO COSMICO

Según Alejandro Quisbert M. en una publicación explica, que la wiphala es


la representación de un instrumento de medición astronómico y matemático,
que probablemente nuestros antepasados habrían utilizado para controlar los
movimientos de la tierra, con relación al sol y la luna.

A través de esta se podía apreciar, los fenómenos meteorológicos con lo que


permitiría aplicar en forma adecuada y sistemática la tecnología agropecuaria
en los Andes.

La wiphala como instrumento, tiene sus normas y cumple una función que
consiste en la interpretación horizontal, vertical y diagonal en combinación con
los siete colores.

Afirma Alejandro Quisbert M. que éste instrumento se conoce con


denominativo del awaku andino, por consiguiente la interpretación
matemática de este objeto se puede explicar de la siguiente manera: La
combinación de los colores, con diferentes direcciones, forma armonía
matemática en cada casilla y para guiarnos se necesita tres lecturas, una
vertical, otra h o r i z o n t a l , y la tercera diagonal. Esta lectura a su vez separa
las partes iguales del instrumento.

Entonces la parte de arriba corresponde el día


con el sol, la parte de abajo la noche con la
luna. Es más, con el instrumento se puede
interpretar, mediante un cálculo matemático del
solsticio, el equinoccio inclusive los eclipses.
Por ejemplo, la luna anual tiene trece meses de
28 días, por otra parte, el sol anual tiene 12
meses, 8 meses de 30 días y 4 de 31,
sumando todos los días se hacen 364 días,
más un día llamado el JACH'A-URU (día
grande) con lo que, suman los 365 días del año
Calendario.

Por eso en los pueblos andinos hasta hoy en día se celebran cada 21 de
junio, el año nuevo aymara-qhishwa, ó el machaqa-mara ó el musuq-wata,
también conocido históricamente como el mara-t'aqa (separación del año).
Debemos tomar en cuenta que después de cada 21 de junio de cualquier año
que pueda coincidir con la luna llena, se podría comenzar a contar, desde la
casilla central del instrumento; los cambios de la luna y del sol que tiene
relación con la tierra, el cual permite señalar con exactitud las estaciones del
año calendario.

8. SIGNIFICADO DE LOS COLORES DE LA WIPHALA

Los colores se originan en el rayo solar al descomponerse del arco iris blanco
(kutukutu), en siete colores del arco iris (kurmi), tomado como referencia por
nuestros antepasados, para fijar la composición y estructura de nuestros
emblemas, así mismo organi zar la sociedad comunitaria y armónica de los
andes.

ROJO: representa al planeta tierra (aka-pacha), es la expresión del hombre


andino, en el desarrollo i ntelectual, es la filosofía cósmica en el pensamiento y el
conocimiento de los amawtas.

NARANJA: representa la sociedad y la cultura, es la expresión de la cultura,


también
expresa la preservación y procreación de la especie humana, considerada como
la más preciada riqueza patrimonial de la nación, es la salud y la medicina, la
formación y la educación, la práctica cultural de la juventud di námica.

AMARILLO: representa la energía y fuerza (ch'ama-pacha), es la expresión de


los principios morales del hombre andi no, es la doctrina del Pacha -kama y
Pacha-mama: la dualidad (chacha-warmi) son las leyes y normas, la práctica
colecti vista de hermandad y solidaridad humana.

BLANCO: representa al tiempo y a la dialéctica (jaya-pacha), es la


expresión del
desarrollo y la transformación permanente del qullana marka sobre Los Andes,
el desarrollo de la ciencia y la tecnología, el arte, el traba jo intelectual y manual
que genera la reciprocidad y armonía dentro la estructura comunitaria.

VERDE: representa la economía y la producción andina, es el símbolo de las


riquezas
naturales, de la superficie y el subsuelo, representa, tierra y territori o, así
mismo la producción agropecuaria, la flora y fauna, los yacimientos hidrológicos y
mineralógicos.

AZUL: representa al espacio cósmico, al i nfi nito (alax-pacha), es la expresión


de los sistemas estelares del uni verso y los efectos naturales que se sienten
sobre la tierra, es la astronomía y la física, la organi zación socio económica,
político y cultural, es la ley de la gravedad, de las dimensiones y fenómenos
naturales.

VIOLETA: representa a la política y la ideología andina, es la expresión


del poder comunitario y armónico de los Andes, el Instrumento del estado,
como una instancia superior, lo que es la estructura del poder; las
organizaciones, sociales, económicas y culturales y la admi nistración del pueblo
y del país.

9. DONDE Y POR QUE DEBEMOS UTILIZAR LA WIPHALA

La wiphala es de propiedad de la nación originaria,


es decir de los Qhishwa-Aymaras, Guaraníes y de
todo el pueblo.

Es el símbolo de las clases explotadas, oprimidas,


humilladas y marginadas, es la representación de
las mayorías nacionales.

Para los aymara-qhishwa, la wiphala es la


expresión del pensamiento filosófico andino, en
su contenido manifiesta el desarrollo de la
ciencia, la tecnología y el arte; es también la
expresión dialéctica del Pacha-kama y Pacha-
mama, es la imagen de organización y armonía
de hermandad y reciprocidad en los andes.

BIBLIOGRAFIA

• POMA de A Waman. “HISTORIA DE BOLIVIA” Crónica del buen gobierno.


Editorial Lux. Bolivia, 1998
• WANKA Ch.Germán. “WIPHALA”, trabajo de investigación por, 1985.
• CÁRDENAS V. Hugo “SÍMBOLOS AND INOS” aportes de Investigación
1987.
• Revista CHASQUI Ed. junio 1990 Edit. Luciérnaga.
• GUISBER, Alejandro “LA WIPHALA” Investigación cultural Ed. Presencia 14
julio 1991.
TECNOLOGÍA

La tecnología es la aplicación de la ciencia a la resolución de problemas


concretos. Constituye un conjunto de conocimientos científicamente ordenados,
que permiten diseñar y crear bienes o servicios que facilitan la adaptación al
medio ambiente, así como la satisfacción de las necesidades individuales
esenciales y las aspiraciones de la humanidad.

Aunque hay muchas tecnologías muy diferentes entre sí, es frecuente usar el
término tecnología en singular para referirse al conjunto de todas, o también a una
de ellas en particular. La palabra tecnología también se puede referir a la disciplina
teórica que estudia los saberes comunes a todas las tecnologías, y en algunos
contextos, a la educación tecnológica, la disciplina escolar abocada a la
familiarización con las tecnologías más importantes.

La actividad tecnológica influye en el progreso social y económico, pero si su


aplicación es meramente comercial, puede orientarse a satisfacer los deseos de
los más prósperos y no a resolver las necesidades esenciales de los más
necesitados. Este enfoque puede incentivar un uso no sostenible del medio
ambiente. Ciertas tecnologías humanas, por su uso intensivo, directo o indirecto,
son causa principal del creciente agotamiento y degradación de los recursos
naturales del planeta.

Sin embargo, la tecnología también puede ser usada para proteger el medio
ambiente, buscando soluciones innovadoras y eficientes para resolver de forma
sostenible las crecientes necesidades de la sociedad, sin provocar un agotamiento
o degradación de los recursos materiales y energéticos del planeta o aumentar las
desigualdades sociales. Ciertas tecnologías humanas han llevado a un avance
descomunal en los estándares y calidad de vida de miles de millones de personas
en el planeta, logrando simultáneamente una mejor conservación del medio
ambiente.

La tecnología engloba a todo conjunto de acciones sistemáticas cuyo destino es la


transformación de las cosas, es decir, su finalidad es saber hacer y saber por qué
se hace. Actualmente hay una era tecnológica, etapa histórica dominada por la
producción de bienes y por su comercialización, en la que el factor energía tiene
un papel primordial. Toda la actividad científico-técnica gravita permanentemente
sobre el bienestar humano, sobre el progreso social y económico de los pueblos y
sobre el medio ambiente donde se manifiesta la actividad industrial.

La tecnología siempre ha estado presente, y se ha evidenciado como un elemento


importante en el desarrollo de la humanidad. Para algunos ha sido algo que con
esfuerzo hemos aprendido, para las actuales generaciones es algo que ya está en
su ADN. No es novedad que varias generaciones seguramente utilizaban el papel
como medio de comunicación para llegar a la otra persona, ahora con un clic nos
comunicamos y la información llega de manera inmediata. En base a la
experiencia vivida podemos identificar tanto aspectos positivos como negativos,
cada uno podría evaluar de manera particular dicha situación, pero debemos
aceptar, que no podemos permanecer ajenos a ella, ya que nos define parámetros
de inclusión y/o exclusión social.

La forma de comunicarnos ha cambiado, ahora es inmediata, veloz y de mucho


volumen. Como consecuencia de esto se evidencia un cambio radical en las
formas de trabajar. En las distintas industrias, la presencia de la tecnología ha
marcado cambios en su esquema tradicional de funcionar. Por ejemplo, los
bancos han desarrollado sistemas sencillos y podemos hacer transacciones
seguras desde nuestros teléfonos, evitando colas en bancos; las comunicaciones
mayormente son a través de las redes sociales, se evidencia en la forma como
estamos consumiendo las noticias. La conclusión que podemos sacar con las
industrias que hemos mencionado es que estamos viviendo cambios constantes
en innovación, centrados en el cliente y soportados con la tecnología.

Es real que estamos viviendo un momento en donde la tecnología repercute en


todos los ámbitos convirtiéndose en un motor indispensable del desarrollo social y
económico, en donde su crecimiento es evidentemente exponencial. En tal sentido
es importante que consolidemos de manera inteligente una sinergia entre el sector
tecnológico y el capital humano, esto nos permitirá desarrollar, empresas,
ciudades y por consiguiente un país digital.

Las tendencias tecnológicas deben estas consideradas en los futuros


profesionales. La tecnología es uno de los factores más importantes de la
evolución sociocultural, debemos reconocer que su presencia activa, llega a
modificar todas las áreas de un país como: sociedad, cultura, economía,
educación, medicina, fuerzas armadas y todos los sectores que deben asegurar su
preparación a los cambios que la permanente evolución tecnológica nos exigirá.

Está pendiente identificar si los futuros profesionales ya están preparándose para


esto, debemos pensar el cómo vamos a soportar las actuales y venideros
requerimientos. La única manera es asegurar que los nuevos profesionales pasen
por una transformación en su educación, de manera que estén preparados, para
responder a los avances tecnológicos que el mundo exige.

Podemos concluir que la tecnología siempre ha estado presente y evoluciona cada


día marcando tendencias en el mercado que han impulsado el desarrollo y
apoyado la innovación constantemente. Debemos por tanto asegurar, que las
nuevas generaciones se adapten rápidamente a los cambios preparándose y
validando que sus profesiones se adapten a las tendencias de los próximos años;
esto será un ciclo permanente de evolución constante al que debemos estar
preparados.

Empezamos esta parte de la propuesta afirmando que la tecnología es la


aplicación de la ciencia a la resolución de problemas concretos y por ello es
necesario tener claro que es la ciencia, dejando despejadas posibles dudas a
manera de realizar un preámbulo, afirmando que ciencia y tecnología no son
términos sinónimos.

La ciencia es por definición el conjunto de conocimientos organizados,


jerarquizados y comprobables, obtenidos a partir de la observación de los
fenómenos naturales y sociales de la realidad (tanto natural como humana), y
también de la experimentación y demostración empírica de las interpretaciones
que les damos. Estos conocimientos, además, son registrados y sirven de base a
las generaciones futuras. Así que la ciencia se nutre a sí misma, se cuestiona,
depura y acumula con el paso del tiempo.

En el concepto de ciencia están contenidos diferentes saberes, técnicas, teorías e


instituciones. Todo ello, en principio, tiene como objetivo descubrir cuáles son
las leyes fundamentales que rigen la realidad, cómo lo hacen y, de ser posible,
por qué. Se trata de un producto cultural de la humanidad moderna, quizá uno de
los más celebrados y reconocidos de su historia, cuyas raíces sin embargo han
estado con nosotros desde la Antigüedad clásica.

La ciencia es un modelo de pensamiento inspirado en la racionalidad humana


y en el espíritu crítico, valores filosóficos que tuvieron su auge a partir del
Renacimiento europeo. Es por ello que a los profundos cambios filosóficos y
cosmológicos que tuvieron lugar entre los siglos XVI y XVII a menudo se les
conoce como la Revolución Científica.

En toda su complejidad, la ciencia se caracteriza por lo siguiente:


Una de las características de la ciencia es aspirar a descubrir las leyes que rigen
el universo que nos rodea, mediante métodos racionales, empíricos,
demostrables y universales. En ese sentido, valora la objetividad y la aplicación
de un método, y se aleja de las subjetividades.

Analiza sus objetos de estudio tanto cuantitativa como cualitativamente, aunque


no siempre acuda a modelos experimentales de comprobación (dependiendo de la
materia).

Se fundamenta en la investigación, esto es, en un espíritu crítico y analítico, así


como en los pasos que establece el método científico, para formular leyes,
modelos y teorías científicas que expliquen la realidad.

Genera una importante cantidad de conocimiento especializado que debe ser


puesto en duda y luego validado por la propia comunidad científica, antes de
ser aceptado como cierto o valedero.

Se compone de un número importante de ramas o campos especializados del


saber, que estudian fenómenos naturales, formales o sociales, y que en su
totalidad conforman un todo unificado.

En su etimología la palabra “ciencia” proviene del latín scientia, que traduce


“conocimiento”, pero su empleo para denominar al estudio crítico de la naturaleza
es reciente: en el siglo XIX el británico William Whewell (1794-1866) comenzó
a emplear el término “científico” para referirse a quienes practicaban lo que
toda la vida se llamó “filosofía”, “naturalismo”, “historia natural” o “filosofía natural”,
esto es, el estudio de las leyes de la naturaleza. De hecho, bajo algunos de esos
nombres se cultivó en la Antigüedad el conocimiento científico, esto es, el interés
por averiguar cómo funcionan las cosas del mundo y por qué. Pero en la
Antigüedad la búsqueda científica era indisociable del pensamiento
religioso, ya que la mitología y la magia eran las únicas formas de explicación
disponibles para el ser humano.

Esto cambió significativamente en la Grecia clásica, al surgir la filosofía: una


doctrina de pensamiento no religioso, cuyo fin era reflexionar y tratar de hallar las
respuestas de manera lógica. Los grandes filósofos griegos eran también
“científicos” de alguna manera, pues junto a la lógica formal y el pensamiento
existencial cultivaban la matemática, la medicina y el naturalismo, o sea, la
observación de la naturaleza. Las disertaciones de Aristóteles (384-322 a. C.), por
ejemplo, fueron tenidas por verdad incuestionable durante siglos. Rigieron incluso
a lo largo del Medioevo cristiano, en el que el discurso religioso volvió a dominar el
pensamiento de Occidente.

Hacia el siglo XV se produjo el Renacimiento y nuevas mentes comenzaron a


cuestionar lo que dictaban los textos bíblicos. Aumentó la confianza en la
interpretación racional y empírica de la evidencia, produciendo un importante
quiebre que permitió el paulatino nacimiento de la ciencia.
En ello jugaron un rol importantísimo muchos pensadores renacentistas y post
renacentistas, influenciados por el Humanismo que, por primera vez, convenció a
la humanidad de que podía hallar sus propias respuestas a las eternas preguntas
sobre el porqué de las cosas. Destacan los nombres de Galileo Galilei (1564-
1642), René Descartes (1596-1650), sir Francis Bacón (1561-1626) e Isaac
Newton (1643-1727), entre otros.

Así nació formalmente el pensamiento científico que fue cobrando cada vez
mayor relevancia en el orden cultural de la sociedad. De hecho, a partir del siglo
XVIII la transformó profunda y radicalmente en combinación con la técnica,
creando así la tecnología y dando inicio a la Revolución Industrial.

COSMOCENTRISMO

El cosmocentrismo de la filosofía antigua es la primera etapa de desarrollo del


pensamiento filosófico mundial, que duró desde el siglo VI a.C. hasta el siglo VI
d.C. La antigua filosofía antigua se basó en el concepto mitológico de un mundo
que está vinculado con la naturaleza y sus fenómenos, por lo que se lo llamó
físico, es decir, natural. El cosmocentrismo de la filosofía antigua ve el cosmos
como el centro del universo, que se basa en la armonía natural.

La principal era la cuestión del origen del mundo, desde, de qué materia, cómo se
originó la vida. Filósofos: los físicos encontraron la respuesta en los fenómenos
naturales y consideraron que la naturaleza era la fuente del orden y la armonía. En
griego antiguo, la palabra naturaleza era lo opuesto a la palabra caos. La tarea
principal de su pensamiento era buscar la esencia fundamental de la existencia,
una clase de materia de la cual no solo podría nacer todo el mundo visible, sino
también seres animados e inteligentes.
Para denotar el concepto del primer principio los filósofos griegos antiguos
introdujeron el término “Arche”. Para Thales fue el primer principio de todo lo que
se llamó agua, para Heráclito el fuego, Anaxágoras la tierra y para Anaxímedes el
aire. Una verdadera revolución en el pensamiento filosófico se ha convertido la
lógica de Parménides, según la cual nada no puede existir, y ser para una cosa
significa que ya no puede convertirse en algo de lo que no es en el momento
actual. Tal enfoque lógico-abstracto a la explicación de la existencia encontró un
mayor desarrollo en muchas escuelas filosóficas. En particular, Demócrito, como
representante de la dirección del atomismo, creía que el mundo consiste en las
partículas indivisibles más pequeñas que se mueven en el vacío. Desde su punto
de vista, nada existe, es un vacío en el cual los átomos se mueven.

El cosmocentrismo de la filosofía antigua también buscó identificar la causa de la


armonía y el orden mundial.

COSMOVISIONES EN LA EDAD ANTIGUA, EDAD MEDIA Y EDAD MODERNA

LA EDAD ANTIGUA: COSMOCENTRISMO

El cosmocentrismo es un sistema cosmológico: Geocéntrico, de tipo de


concepción mítica, representada por: Aristóteles, Hiparco y Ptolomeo. Las
adaptaciones de distintas teorías se dan por los siguientes autores: Aristóteles
menciona que existe el mundo sublunar o mundo terrestre. Éste se encuentra
formado por la Tierra, situada en el centro del universo. Es un mundo imperfecto y
corrupto, formado por los cuatro elementos fundamentales: agua, aire, tierra y
fuego. Por otro lado, se encuentra el mundo supralunar o mundo celeste. Éste
contiene el resto de planetas y estrellas que giran en círculos perfectos alrededor
de la Tierra. Es un mundo bello, perfecto, formado por un quinto elemento
incorruptible, el éter.

Así mismo, Stephen Hawking propone lo siguiente: El universo ha existido siempre


aproximadamente tal y como hoy lo conocemos. Es homogéneo e isótropo, es
decir, a gran escala tiene la misma apariencia, independientemente del punto
desde donde se observe. El Sol sólo es una de las centenares de miles de
estrellas que forman nuestra galaxia, la Vía Láctea. Y ésta, a su vez, sólo es una
galaxia típica entre centenares de miles de galaxias distribuidas por el universo.
No existe un centro, sino una extensión infinita de galaxias.

De igual forma Penzias y Wilson mencionan lo siguiente. En el comienzo, hace


millones de años, hubo una explosión que se produjo simultáneamente en todas
partes, que creó todo el espacio desde el comienzo, y en el que toda partícula se
alejó de toda partícula. Al cabo de una centésima de segundo, el calor era tan
grande que no podían formarse todavía ni las moléculas ni los átomos. Sólo
existían partículas como electrones y positrones. Estas partículas empezaron a
aniquilarse, pero quedó un remanente. Al seguir enfriándose el universo con su
expansión, las partículas restantes formaron los átomos y moléculas que
componen las estrellas y los planetas.
De acuerdo con el autor Hesíodo al inicio sólo existía el Caos. De éste surgió Gea,
la Tierra, y algunos de los dioses primordiales. Luego, Gea dio luz a Urano, el
Cielo, y éste fecundó a Gea. De esta unión nacieron dioses como Océano, dios de
las aguas y los mares, Hiperión, dios del Sol, o Cronos, hijo de Urano y padre de
Zeus. Cuando Zeus, dios del cielo y el trueno, desafió a su padre, Cronos, y le
venció, se hizo con el gobierno del Olimpo. Son los dioses los que controlan todos
los fenómenos que ocurren en el mundo de los mortales.

De acuerdo con Albert Einstein, Existe una teoría unificada completa, que explique
el origen y evolución del universo. En última instancia, se tiene la esperanza de
encontrar una teoría unificada, consistente, completa, que incluiría todas las
teorías parciales. La búsqueda de una teoría como ésta se conoce como la
unificación de la física. El principio del tiempo fue un punto de densidad infinita,
una singularidad, donde todas las leyes conocidas de la ciencia fallarían. Es
necesario utilizar una teoría cuántica de la gravedad, que aún hoy no poseemos,
para discutir las etapas muy tempranas del universo.

LA EDAD MEDIA: TEOCENTRISMO

La etapa Antropocéntrica abre paso a la razón, la metodología científica


pretendiendo conocer la naturaleza sin prejuicios míticos, religiosos o metafísicos.
La verdad es la ciencia. El método científico es el instrumento de relación y de
conocimiento del Universo por el hombre. Los siglos XVI, XVII son la revolución
científica, sus autores: Copérnico, Kepler, Galileo, Torricelli, Pascal, Boyle,
Huygens, Hooke, Newton, Francis Bacón, Descartes.

En la cosmología moderna, el origen del universo es el instante en que apareció


toda la materia y la energía que tenemos actualmente en el universo como
consecuencia de una gran explosión. Asimismo se puede hablar de teorías del
origen del universo que son las más apoyadas y son vigentes hasta la fecha:

La teoría del Big Bang: Tal vez la más importante de todas estas teorías y la que
dio origen a las demás teorías existentes ya fuese por apoyarla o por rechazarla.

La teoría inflacionaria: Que se refiere a la teoría de un universo en constante


expansión.
MITOS ANDINOS

En todas partes del mundo, sobre todo en la antigüedad, las diferentes sociedades
han construido mitos para explicar su génesis, la aparición de montañas, lagos,
plantas y otras cosas. Todo ello es parte de la evolución humana en cada ámbito
geográfico y en cada cultura. Estos mitos han sobrevivido por la tradición oral, que
sigue en el imaginario popular.

Es oportuno señalar que existe una variedad considerable de mitos y por ahora
nos limitaremos a precisar algunos de manera breve:

LEYENDA SOBRE EL AGUA EN EL MUNDO ANDINO

Tal vez un día se vaya el agua, por los malos tratos que le damos, no la cuidamos,
contaminamos los ríos y lagunas y tal vez será difícil que el agua pura y cristalina
vuelva a irradiar nuestras vidas.

Se dice que desde tiempos inmemoriales la naturaleza Pachamama vive en


relación con el hombre, ha sido y es la Diosa reconocida por su poder sobre todas
las cosas. La Pachamama está conformado por diferentes familias, en este mundo
todos los seres son animados tienen vida, la familia de cerros, de plantas, de las
aves, las personas y una de ellas es la familia del agua.

El agua en nuestro medio significa la fecundidad de todos los seres vivos, sin agua
nadie podría vivir, y con el agua crecen las plantas que brotan de la Pachamama.
La familia del agua habita en los tres espacios de nuestro mundo andino. El
granizo vive en el Hanaq Pacha, en las nubes perpetuas, la lluvia vive en el Kay
Pacha, en los ríos y lagunas y el agua vive en el Ukhu Pacha, en el mundo
adentro de donde emerge de los manantiales tiernos y cristalinos, el agua sale
para formar acequias, ríos, lagunas y lagos, el agua sale de los ojos de la
Pachamama, pero si alguna vez las personas incomodan su tranquilidad o quieren
sacar más agua, estos manantiales desaparecen, es que también el agua se
puede enojar. No olvidemos también que el Tayta granizo ha puesto a su hijo el
agua, en los lugares más inhóspitos para que sea fuente de vida de toda la
humanidad.

El Tayta granizo es una persona que viene cuando hay problemas en las
comunidades, castigando especialmente los abortos de mujeres, las peleas de las
personas, las deudas y los engaños, entonces en las comunidades donde ha
caído la granizada se sabe que hay problemas, por eso las personas por miedo al
Tayta granizo, tratan de evitar los actos negativos y no pecar más.

El Tayta granizo es una persona con el que se puede conversar y decir que no
venga, a su vez es una persona que tiene su camino, él no camina por cualquier
sitio la gente evita su llegada, soplando con alcohol o golpeando con ropa negra.
El granizo es el que da sus mandatos sobre la tierra, los hombres y los animales.

El agua hijo del granizo y la lluvia, es una persona que viene en su debido tiempo
para regar las sementeras y los pastizales, pero a veces hay sequía porque el
agua no viene, entonces los comuneros de la zona, suben a la laguna madre,
(Mama qucha) del Apu Quwallaki, para pedir que venga el agua. En la laguna
madre el Yachaq o Paqu, conocedor de misterios, pide con sus plegarias para que
venga el agua, interpreta el futuro augurio, ve las olas de la laguna y escoge al
agua. También hay otro tipo de otras olas que representan a sus demás familiares,
el Chikchi (granizada menuda) la tempestad y la helada. Y si el Yachaq se
equivoca en escoger la ola, como castigo puede caer uno de ellos y puede
malograr los cultivos y toda la vegetación. Una vez que se trae el agua en medio
de danzas y una creencia legendaria, se deposita en una chuwa (vasija de barro) y
se deja a la intemperie y al ver esto viene su madre la lluvia, para recuperar a su
hijo el agua. Entonces el agua empieza caer y se termina la sequía. Dicen que en
otros pueblos hermanos la gente saca a las ranas para que estas lloren y por ellas
venga el agua.
Tal vez un día se vaya el agua, por los malos tratos que le damos, no la cuidamos,
contaminamos los ríos y lagunas y tal vez será difícil que el agua pura y cristalina
vuelva a irradiar nuestras vidas.

EL MUNDO OSCURO Y LA MÚSICA EN LOS MITOS ANDINOS

Más allá de su valor prestigioso o meramente cotidiano, la música tiene en


las principales tradiciones un valor iniciático, puesto que conecta con lo
oscuro, con lo oculto. La música dice la ausencia y el misterio, y da voz a
aquello que está en silencio. Las historias de la música como energía que
nos conecta con lo otro o con la materia misma del mundo están muchas
veces en los mitos musicales presentes en todas las tradiciones.

En la tradición occidental, Orfeo amansa a las fieras, rinde a su enamorada, y


suspende la actividad infernal con la música, y, cuando no puede rescatar a su
amada Eurídice de la muerte, su lira canta la pérdida y el dolor. También en la
tradición andina los mitos conectan a la música con el mundo oscuro: los
personajes que habitan en las cuevas, en las cascadas y en los manantiales son
los que transmiten y enseñan la música, como el wamani o espíritu de las
montañas, y sobre todo la Sirena, serena o sirinu, personaje que toma su nombre
de la tradición occidental, pero que existía antes de la llegada de los españoles
como un espíritu de las aguas asociado a la fertilidad de la tierra y del ganado.

Pero además, como las sirenas de la tradición griega, las de la andina seducen
con su música; como aquellas, son seres peligrosos que pueden enloquecer a
quien escucha su música bellísima, sus agudas melodías de arpas y violines. Los
danzantes de las competiciones rituales pactan con el wamani y acuden a las
cascadas y a los manantiales para recibir la música de la sirena. ¿Cómo se
controlan estos seres poderosos y peligrosos, pero también benéficos y
productivos? La cultura andina tiene mecanismos para gestionar este contacto con
lo sagrado y con las fuerzas oscuras que habitan en el interior de la tierra y de los
cerros, y en las lagunas, los manantiales, los ríos; con algo a la vez benéfico y
peligroso pero con lo que se puede pactar, pues la cultura posee los ritos
autorizados para hacerlo, en especial la ofrenda que establece la reciprocidad
entre los dioses y los hombres, entre las fuerzas sagradas y la vida humana, pacto
mutuo que no hay que confundir con el desigual y aterrador pacto con el diablo de
la tradición occidental.

Esta pertenencia de la música a lo oscuro no es tal vez muy diferente a la relación


de la música con lo arcano presente en otras tradiciones; cobra sin embargo en lo
andino un carácter de intercambio y además fuertemente material que
corresponde a la visión animista en que las cosas de la naturaleza emanan
sustancia sagrada sin que sea necesario acceder a un plano abstracto. Se tiñe
también en lo andino de la dinámica subyacente a esa cosmovisión, donde la
división del mundo en estratos -mundo de arriba, mundo de aquí, mundo de abajo-
no impide una activa interacción entre ellos, y un sistema de pactos y
reciprocidades que resulta diferente a la incomunicación entre lo alto y lo bajo
presente en otras tradiciones. Estos personajes que viven en las lagunas y
manantiales son fuerzas telúricas y frecuentemente femeninas, con lo que la
pertenencia al mundo de abajo se relaciona en ocasiones con el culto a la
Pachamama o madre tierra, y a la vez con el culto a los antepasados. Esta visión
material no deja de ser profundamente espiritual: la diferencia es que no hay una
dicotomía entre la materia y el espíritu, como sí la hay en cierta tradición platónica.

BIBLIOGRAFÍA.

 Arguedas, José M. y Izquierdo Ríos, Francisco: Mitos y leyendas del


Perú(s/f) ediciones la Dirección Artística y extensión cultural del Ministerio
de Educación del Perú- Lima.

 Guamán Poma Ayala, Nueva crónica y buen gobierno (1615) [1987].


Ediciones Biblioteca Ayacucho. Caracas.

 Espinar de la Torre, Óscar: Mitos del antiguo Perú (1994) Editorial San
Marcos, Lima. Tercera edición.

 Valcárcel Luis E. Historia del Perú antiguo (1978) a través de la fuente


escrita. Editorial Juan Mejía Baca. Lima. 6 Tomos.

 Espino Relucé, Gonzalo (compilador): Tradición Oral. Fondo editorial de la


Universidad Nacional Mayor de san Marcos. Lima.

 Escuela de Folklore Arguedas. Revista "Cuadernos Arguedianos", Lima


(2009).

 Mitos y Leyendas Peruanas recopiladas por Cesar Toro Montalvo, 3 tomos


(1980)

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