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CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA

Las fuentes electromagnéticas generan dos formas de energía:


·Radiaciones ionizantes: que tienen fotones con energía suficiente como para producir la
ionización de la materia.
·Radiaciones no ionizantes: sin energía suficiente para ionizar la materia.
Dentro de las radiaciones no ionizantes existen varios tipos que son función de la frecuencia,
que se mide en Hz (Hertz) o ciclos por segundo. Estrictamente hablando el término campo
electromagnético se aplica sólo a altas frecuencias, donde los campos eléctrico y magnético
están íntimamente unidos y se pueden propagar libremente en el espacio como ondas
electromagnéticas. A bajas frecuencias, hay dos campos independientes, el magnético y el
eléctrico. El eléctrico se identifica como E y se mide en Voltios por metro(V/m) y el magnético
se identifica como H y se mide en Ampère por metro (A/m), y la densidad de flujo magnético B
se mide en tesla (T).
En los últimos años hemos visto un crecimiento sin precedentes en el número y diversidad de
fuentes de campos eléctricos y magnéticos destinados a aplicaciones individuales, industriales
y comerciales.
A las conocidas preocupaciones, de asegurar sistemas fiables de comunicación, orientación,
control remoto, computación o asistencia médica electrónica, se añade la situación de los
sistemas electroenergéticos, de muy baja frecuencia y de alta potencia, y el campo amplio y de
estricta actualidad de la incidencia biológica.
Actualmente la humanidad enfrenta una situación verdaderamente preocupante.
Muchas actividades humanas, tanto en los lugares de trabajo, esparcimiento o en el hogar,
están íntimamente relacionadas con sistemas como televisión, radio, computadoras, teléfonos
celulares, hornos microondas, radares y equipos utilizados en industrias, medicina y comercio,
cuyo funcionamiento depende de una u otra manera de CEM.
Al coexistir tantos CEM es lógico suponer que una influencia mutua originaría interferencias
entre los distintos sistemas que requierende dichos campos para su funcionamiento. Por lo
tanto estos sistemas deben funcionar apropiadamente en el ambiente electromagnético para el
que fueron diseñados y evitar ser fuentes de contaminación para tal ambiente.
Al mismo tiempo estas tecnologías son fuentes de posibles riesgos en la salud como
consecuencia de su uso. Entre los más estudiados están la telefonía celular y las líneas de
transmisión eléctrica y sus equipamientos asociados. Los científicos han sugerido que la
exposición a CEM emitidos por estos dispositivos podrían tener efectos adversos sobrela
salud, como cáncer, especialmente leucemia y al cerebro, reducción de la fertilidad, pérdida de
memoria y cambios adversos en el comportamiento y desarrollo de los niños. Sin embargo el
riesgo real sobre la salud es aún desconocido, a pesar de que para ciertos tipos de CEM se ha
encontrado que a niveles controlados el riesgo es muy bajo o inexistente.
Se sugiere entonces, adoptar el principio de precaución, donde la precaución principal es un
acercamiento al manejo del riesgo en situaciones de incertidumbre científica, que expresa la
necesidad de una acción que debe adoptarse sin esperar otras definiciones de la ciencia. Por
esta razón la normativa nacional e internacional fija valores límite.
Los datos disponibles hasta el momento pueden resumirse de esta manera:

Medidas preventivas
La medida más efectiva de protección contra las radiaciones electromagnéticas es alejarse de
las fuentes; según el tipo de red o de aparato la distancia de seguridad variará en función de
las emisiones que genere.
En todos los casos conviene aplicar procedimientos sencillos y prácticos tendientes a prevenir
o minimizar cualquier efecto dañino que pudiese detectarse.
En lo que a teléfonos celulares se refiere, entre estas recomendaciones se pueden citar:
· Que el uso de celulares sea sólo para llamadas de corta duración.
· Que se trate de utilizar audífonos para mantener la antena lejos de la cabeza, ya que
aproximadamente el 60% de las radiaciones se concentran en la cabeza y en las manos.
· Que los niños no usen teléfonos celulares, pues no se puede descartar la posibilidad
que el uso prolongado de los celulares pueda ser dañino, y los niños son los más vulnerables,
pues su sistema nervioso está todavía en la etapa de desarrollo.
Respecto a líneas de energía eléctrica y sus equipos asociados, la medida fundamental es no
permanecer próximos a ellos por períodos prolongados. Tener en cuenta este punto cuando se
trata de localizar, fundamentalmente, viviendas y escuelas.
Es conveniente evitar la exposición a todo tipo de campo electromagnético, especialmente
mientras se duerme, ya que se ha encontrado una relación entre ellos y la generación de la
melatonina, hormona reguladora del sueño sintetizada en el cerebro especialmente durante la
noche.
Smog electrónico
El smog electrónico es un término que se acuñó por extensión. En este caso no se trata de un
producto gaseoso presente en el aire, sino del efecto de campos electromagnéticos
observados inicialmente sobre plantas. Los efectos observados en la “muerte” de algunas
coníferas en Alemania y en el norte de América, que se producían por zonas, no se podían
explicar sólo por la lluvia ácida. Al buscar otros causantes, se encontró una relación entre la
ubicación de los bosques afectados y la presencia de emisoras de televisión o radares.
Las publicaciones iniciales de alrededor de 1980, relacionadas inicialmente con la muerte de
los bosques, pronto empezaron a relacionar efectos de campos electromagnéticos también
con ciertos tipos de cánceres (leucemias, tumores de cerebro) en niños pequeños expuestos a
los campos electromagnético= s, causados por la cercanía de líneas de alta tensión.
Es un área difícil para experimentar, ya que los animales reaccionan de manera muy diferente
que los humanos. La literatura en este campo no es abundante, pero el reconocimiento de la
existencia de campos electromagnéticos y la posibilidad de aislar los mismos o disminuirlos,
está produciendo un cambio en algunas ramas de la arquitectura.
Las ondas electromagnéticas de los celulares y los equipos Wi-Fi afectan nuestra salud?
as ondas electromagnéticas nos brindan servicios todos los días. Invisibles e imperceptibles, nos permiten
escuchar la radio por la mañana, ver la televisión por la tarde, comunicarnos donde quiera que
estemos, a cualquier hora. En síntesis, nos permiten realizar múltiples acciones que ya se han
vuelto cotidianas y necesarias. Sin embargo, las ondas electromagnéticas inspiran muchas inquietudes
En junio de 2008, veinte médicos y cancerólogos liderados por el popular David Servan-Schreiber,
firmaron un llamamiento a la vigilancia sobre la utilización de los teléfonos celulares. Y atrajeron el
interés de la Academia de medicina, que considera que inquietar a la opinión pública de ese modo
“Tiende a la demagogia, y no a la investigación científica”.Algunos meses antes, a comienzos de 2007,
los empleados de cuatro bibliotecas de la Ciudad de París se quejaron de frecuentes dolores de
cabeza, que atribuían a los puestos Wi-Fi instalados en la biblioteca para permitir a los visitantes
provistos de una notebook conectarse a internet sin cables. Como consecuencia de esta protesta, el
Ayuntamiento de París tuvo que desactivar el servicio Wi-Fi hasta nuevo aviso.

Por su parte, desde hace varios años las antenas de telefonía móvil suscitan regularmente la
inquietud de las personas que viven cerca de ellas, por el temor de daños a su salud.
Las ondas actúan sobre el organismo?
Teléfonos celulares, Wi-Fi: cada vez con más frecuencia son señaladas como peligrosos. Cuál es el
temor? Qué los campos electromagnéticos de las radiofrecuencias actúen el cuerpo humano y
perturben su funcionamiento.
Por su parte, la comunidad científica se muestra tranquila. Considera que no existe ningún riesgo
sanitario unido a estos equipos. Sólo se ha comprobado un único mecanismo de interacción de las
radiofrecuencias con el cuerpo humano, y ya es conocido: se utiliza al interior de los hornos
microondas. En presencia de un campo electromagnético de alta frecuencia, como el creado por las
ondas radiofrecuentes, las moléculas de agua presentes en los tejidos humanos se agitan, se
entrechocan y provocan calor. Consecuencia: la temperatura corporal sube.
Pero nuestro organismo es capaz de regular esta temperatura, hasta cierto punto. Es por esto que se ha
definido un indicador: el coeficiente de absorción específica (CAS), que traduce la cantidad de energía
absorbida por unidad de tiempo y por unidad de masa, y se expresa en vatios por kilo (W / por Kg). A
partir de observaciones experimentales, se ha establecido un nivel de referencia de 4 W por Kg para
la totalidad del cuerpo. Los efectos considerados indeseables, capaces de generar trastornos del
comportamiento se da a una potencia muy elevada, equivalente a un CAS de 100 W / por Kg, es decir,
quemaduras.
Los límites legales de exposición han sido calculados a partir del CAS de referencia. Por una cuestión
de seguridad, se lo dividió en 50 para el gran público y en 10 para los trabajadores. Al final, el CAS
de un teléfono móvil y de todo aparato radioeléctrico de comunicación (teléfono sin celular, por ejemplo),
debe ser inferior a 0,08 W / por Kg para el cuerpo completo.
A la espera de estudios más amplios
Los valores antes detallados fueron propuestos por la Comisión Internacional de protección contra las
radiaciones no ionizantes, y fueron adoptados por la Unión Europea en 1999.
Hay otros efectos posibles? A una potencia elevada, para un CAS del orden de 50 W/Kg, y en
exposiciones de larga duración, se pudo observar una incidencia de las ondas en la aparición de
cáncer, de problemas de fertilidad, y una permeabilidad de la barrera hemato-encefálica (que filtra
la sangre que irriga al cerebro). Pero hasta ahora eso no ha sido demostrado al tratarse de niveles de
exposición inferiores a los recomendados.

Esto es todo lo que saben las investigaciones actuales. La exposición de larga duración a un campo
de baja potencia, como el de un teléfono celular, puede tener consecuencias nefastas sobre la
salud? El más desarrollado de los estudios actuales se denominada "Interphone", y es comandado por
la Organización Mundial de la Salud y coordinado por el Centro Internacional de Investigación sobre el
cáncer, que reúne el trabajo de 13 países.
Su objetivo: determinar si la utilización de teléfonos celulares aumenta el riesgo de cáncer. Para
averiguarlo, se compara la intensidad del uso del teléfono celular en personas enfermas y en personas
sanas. Se habla de cuatro tipos de tumores de cabeza y cuello: el glioma o cáncer de cerebro,
neurinoma acústico que afecta al nervio auditivo, meningioma (un tumor benigno) y el tumor de la
glándula parótida (uno de los tres tipos de glándulas salivales)
Ahora bien, la publicación de tales estudios se pospone hace tiempo. Razón que argumentan: la
posibilidad de "rodeos estadísticos", que pueden arrojar resultados contradictorios.
Utilización intensiva: hay que estar atentos
Para una utilización inferior a diez años, parece que hay poca probabilidad de un riesgo de contraer
de cáncer vinculado al teléfono celular. Más allá de los diez años de utilización intensiva, estamos
todavía desprovistos de información. "El desarrollo de un tumor es muy largo, del orden de los diez a los
quince años, recuerda Francisco Boudin, director de la Fundación Salud y radiofrecuencias. Si ya
existieran efectos confirmados de fuerte amplitud, los estudios actuales los habrían puesto en
evidencia con rapidez.Si existen efectos de baja amplitud, es decir con una débil probabilidad, debemos
estar atentos". Por el momento, no hay que preocuparse demasiado. "Hace diez años que investigamos
este tema, y hasta ahora no hemos encontrado un riesgo confirmado.
Esto es tranquilizador, ya que indica que si existe tal riesgo, es "más que débil", según el especialista.
Tampoco se puede demostrar que el riesgo no exista.
Aumentará después de veinte o treinta años? No lo sabemos, hay que realizar nuevos estudios
para saberlo.
Los Efectos de las Radiaciones Electromagnéticas de Radiofrecuencia en la Salud
Humana
Conclusiones de las investigaciones científicas
Basándose en una revisión profunda de las publicaciones científicas, la OMS concluyó que los
resultados existentes no confirman que la exposición a campos electromagnéticos de baja
intensidad produzca ninguna consecuencia para la salud. Sin embargo, los conocimientos
sobre los efectos biológicos presentan algunas lagunas que requieren más investigaciones
Algunas personas han atribuido un conjunto difuso de síntomas a la exposición de baja
intensidad a campos electromagnéticos en el hogar. Los síntomas notificados incluyen dolores
de cabeza, ansiedad, suicidios y depresiones, nauseas, fatiga y pérdida de la libido. Hasta la
fecha, las pruebas científicas no apoyan la existencia de una relación entre estos síntomas y la
exposición a campos electromagnéticos. Al menos alguno de estos problemas sanitarios
pueden deberse al ruido o a otros factores del medio, o a la ansiedad relacionada con la
presencia de tecnologías nuevas.
Efectos sobre el embarazo
La OMS y otros organismos han evaluado numerosas fuentes y exposiciones diferentes a
campos electromagnéticos en el entorno cotidiano y de trabajo, como las pantallas de
computadora, colchones de agua y mantas eléctricas, equipos de soldadura por corrientes de
radiofrecuencia, equipos de diatermia, y radares. El conjunto de los resultados demuestra que
la exposición a los niveles típicos de los campos del medio no aumenta el riesgo de
desenlaces adversos como abortos espontáneos, malformaciones, peso reducido al nacer y
enfermedades congénitas. Se han publicado informes esporádicos de asociaciones entre
problemas sanitarios y la presunta exposición a campos electromagnéticos, como informes
sobre partos prematuros y con peso reducido de trabajadoras de la industria electrónica, pero
la comunidad científica no ha considerado que estos efectos estén necesariamente
ocasionados por la exposición a campos electromagnéticos (frente a la influencia de factores
como la exposición a disolventes).
Cataratas
Se ha informado de casos de irritación ocular general y cataratas en trabajadores expuestos a
niveles altos de radiación de radiofrecuencia y microondas, pero estudios realizados con
animales no confirman la idea de que estos tipos de trastornos oculares se puedan producir a
niveles que no son peligrosos por su efecto térmico. No hay pruebas de que se produzcan
estos efectos a los niveles a los que está expuesta la población general.
Campos electromagnéticos y cáncer
A pesar de los numerosos estudios realizados, la existencia o no de efectos cancerígenos es
muy controvertida. En cualquier caso, es evidente que si los campos electromagnéticos
realmente producen algún efecto de aumento de riesgo de cáncer, el efecto será
extremadamente pequeño. Los resultados obtenidos hasta la fecha presentan numerosas
contradicciones, pero no se han encontrado incrementos grandes del riesgo de ningún tipo de
cáncer, ni en niños ni en adultos.
Algunos estudios epidemiológicos sugieren que existen pequeños incrementos del riesgo de
leucemia infantil asociados a la exposición a campos magnéticos de baja frecuencia en el
hogar. Sin embargo, los científicos no han deducido en general de estos resultados la
existencia de una relación causa-efecto entre la exposición a los campos electromagnéticos y
la enfermedad, sino que se ha planteado la presencia en los estudios de efectos artificiosos o
no relacionados con la exposición a campos electromagnéticos. Esta conclusión se ha
alcanzado, en parte, porque los estudios con animales y de laboratorio no demuestran que
existan efectos reproducibles coherentes con la hipótesis de que los campos
electromagnéticos causen o fomenten el cáncer. Se están realizando actualmente estudios de
gran escala en varios países que podrían ayudar a esclarecer estas cuestiones.
Hipersensibilidad a los campos electromagnéticos y depresión
Algunas personas afirman ser "hipersensibles" a los campos eléctricos o magnéticos.
Preguntan si los dolores, cefaleas, depresión, letargo, alteraciones del sueño e incluso
convulsiones y crisis epilépticas pueden estar asociados con la exposición a campos
electromagnéticos.
Hay escasa evidencia científica que apoye la posible existencia de casos de hipersensibilidad
a los campos electromagnéticos. Estudios recientes realizados en países escandinavos han
comprobado que, en condiciones adecuadamente controladas de exposición a campos
electromagnéticos, no se observan pautas de reacción coherentes en los sujetos expuestos.
Tampoco existe ningún mecanismo biológico aceptado que explique la hipersensibilidad. La
investigación en este campo es difícil porque, además de los efectos directos de los propios
campos electromagnéticos, pueden intervenir muchas otras respuestas subjetivas. Están en
curso más estudios sobre esta cuestión.
Puntos clave
 Existe una amplia gama de influencias del medio que producen efectos biológicos. La
expresión «efecto biológico» no es equivalente a «peligro para la salud». Se necesitan
investigaciones especiales para identificar y medir los peligros para la salud.
 A frecuencias bajas, los campos eléctricos y magnéticos exteriores inducen pequeñas
corrientes circulantes en el interior del organismo. En prácticamente todos los medios
normales, las corrientes inducidas en el interior del organismo son demasiado pequeñas para
producir efectos manifiestos.
 El principal efecto de los campos electromagnéticos de radiofrecuencia es el
calentamiento de los tejidos del organismo.
 No cabe duda de que la exposición a corto plazo a campos electromagnéticos muy
intensos puede ser perjudicial para la salud. La preocupación actual de la sociedad se centra
en los posibles efectos sobre la salud, a largo plazo, de la exposición a campos
electromagnéticos de intensidades inferiores a las necesarias para desencadenar respuestas
biológicas inmediatas.
 El Proyecto Internacional CEM de la OMS se inició para responder con rigor científico y
de forma objetiva a las preocupaciones de la sociedad por los posibles peligros de los campos
electromagnéticos de baja intensidad.
 A pesar de las abundantes investigaciones realizadas, hasta la fecha no hay pruebas
que permitan concluir que la exposición a campos electromagnéticos de baja intensidad sea
perjudicial para la salud de las personas.
 Las investigaciones internacionales se centran en el estudio de posibles relaciones
entre el cáncer y los campos electromagnéticos, a frecuencias de radio y de red eléctrica.
Progresos de las investigaciones
Si los campos electromagnéticos constituyen un peligro para la salud, las consecuencias
afectarán a todos los países industrializados. La sociedad exige respuestas concretas a la
cuestión, cada vez más apremiante, de si los campos electromagnéticos a los que estamos
expuestos de forma cotidiana producen o no efectos perjudiciales para la salud.
Frecuentemente, los medios de comunicación ofrecen respuestas que parecen definitivas. Sin
embargo, estas noticias se deben juzgar con cautela y se debe tener en cuenta que la
educación no es el principal objetivo de los medios de comunicación. Un periodista puede
seleccionar una noticia e informar sobre la misma impulsado por diversos motivos no
relacionados con aspectos técnicos; los periodistas compiten entre sí por obtener tiempo y
espacio en los medios de comunicación y las revistas y periódicos compiten por aumentar la
circulación de sus productos. Los titulares novedosos y sensacionalistas que interesan al
mayor número de personas posible les ayudan a alcanzar estos objetivos; las malas noticias
no son sólo las más llamativas, sino a menudo las únicas de las que nos enteramos. Se presta
poca, o ninguna, atención a los numerosos estudios que indican que los campos
electromagnéticos son inofensivos. La ciencia no puede aún garantizar una seguridad
absoluta, pero las investigaciones realizadas son, en su conjunto, tranquilizantes.
Se necesitan diferentes tipos de estudios para evaluar un posible efecto perjudicial para la
salud de los campos electromagnéticos, es esencial realizar un conjunto de estudios diversos
en diferentes campos de investigación. Los diferentes tipos de estudios investigan diversos
aspectos del problema. El objetivo de los estudios de laboratorio con células es elucidar los
mecanismos básicos subyacentes que relacionan la exposición a campos electromagnéticos
con los efectos biológicos. Estos estudios pretenden identificar mecanismos basados en los
cambios moleculares o celulares que produce el campo electromagnético que ofrecerían pistas
sobre cómo se transforma una fuerza física en una acción biológica en el organismo. En estos
estudios, las células individuales o tejidos estudiados se retiran de su medio vital normal, lo
que puede desactivar posibles mecanismos de compensación. Otro tipo de estudios,
realizados con animales, está más estrechamente relacionado con las condiciones reales.
Estos estudios proporcionan resultados que son más directamente pertinentes para determinar
niveles de exposición seguros para las personas y frecuentemente estudian diversas
intensidades de los campos electromagnéticos para investigar las relaciones entre dosis y
respuesta.

LA CONTAMINACION ELECTROMAGNETICA
EN LAS CONSTRUCCIONES
EL PROBLEMA
Los campos electromagnéticos son rara vez tenidos en cuenta como factores de
contaminación en el área de la construcción, pese a las evidencias de sus efectos sobre la
vida y, en especial, sobre la salud humana.
Toda corriente eléctrica produce campos magnéticos y todo campo magnético variable induce
campos eléctricos. Sin embargo, un campo magnético estático puede producir una corriente
eléctrica en un cuerpo si éste se mueve a través del campo.
De esa forma los campos magnéticos artificiales, mucho más intensos que los naturales,
pueden alterar los procesos biológicos. La abundancia de artefactos eléctricos y aparatos
electrónicos, así como los medios de transmisión de electricidad y radiofrecuencias, han hecho
de nuestra civilización tecnológica un pandemónium de campos electromagnéticos de todo
tipo. Los continuos avances tecnológicos hacen que la incidencia de este tipo de
contaminación vaya en aumento.
La tecnología genera campos electromagnéticos en todas las frecuencias e intensidades.
Después de largas polémicas, investigaciones realizadas en todo el mundo han demostrado
que las alteraciones biológicas debidas a la acción de campos electromagnéticos artificiales
intensos, tanto de alta frecuencia (antenas de radio, TV, microondas, radar, etc.) como de baja
frecuencia (líneas de alta tensión, pantallas de televisores y computadoras, transformadores,
etc.) pueden producir cambios en la temperatura corporal, desequilibrio en los electrolitos de la
sangre, dolor muscular en las articulaciones, dificultad en la percepción de los colores, fatiga,
inapetencia, disfunciones en el sistema nervioso central, estrés, disminución de la cantidad de
plaquetas en la sangre, etc..
Los campos electromagnéticos débiles como los generados por una instalación eléctrica de
220 V y 50 Hz, pueden provocar tensión nerviosa y alterar el equilibrio de grasas y colesterol
en la sangre, aumentar la producción de cortisona y subir la presión sanguínea, lo que puede
desembocar en trastornos cardiacos, renales, gastrointestinales, nerviosos y otros.
Las radiaciones electromagnéticas de baja intensidad que emiten los aparatos eléctricos, así
como los provenientes de una mala instalación eléctrica en viviendas o lugares de trabajo,
pueden tener una incidencia desfavorable en el desarrollo de cáncer, afectar las funciones
reproductoras, provocar alergias y depresiones.
LAS PRUEBAS
Diversas investigaciones indican un aumento de las tasas de mortalidad por leucemia en
profesionales relacionados con el trabajo en campos electromagnéticos y en niños que habitan
casas cercanas a tendidos de alta tensión.
El gobierno de Suecia, basándose en las investigaciones de Lenmart Tomenius, ha reconocido
en su legislación la incidencia de los campos electromagnéticos generados por las líneas de
alta tensión en la estadística de los casos de leucemia infantil.
En 1974, a raíz de las investigaciones de V. P. Korobkova, la Unión Soviética dicta una ley
según la cual las líneas de alta tensión que generen campos de m s de 25 Kv/m deben
situarse a una distancia mínima de 110 metros de cada edificación.
En Alemania, el ingeniero Egon Eckert probó que la mayoría de los casos de muerte súbita de
lactantes se produce en la cercanía de vías electrificadas, emisoras de radio, radar o líneas de
alta tensión.
En 1979 la epidemióloga estadounidense Nancy Whertheimer provocó un escándalo al
evidenciar estadísticamente que la mayoría de los hogares de Denver donde residían niños
afectados de cáncer estaban expuestos a fuertes campos electromagnéticos provenientes de
los transformadores y líneas primarias del tendido eléctrico callejero.
También se ha detectado una mayor incidencia de nacimientos de niños con malformaciones
en hijos de trabajadores en unidades de conmutación eléctrica, así como abortos y
alteraciones de la gestación ligados al uso de mantas eléctricas y computadoras.
La Universidad de Heidelberg, Alemania, ha demostrado que los cables eléctricos de 220
voltios y 50 Hz instalados en viviendas generan campos que elevan la presión parcial de
oxígeno en la sangre, así como los valores del hematocrito.
Teniendo en cuenta que la actividad eléctrica cerebral del ser humano manifiesta una
periodicidad que va de 14 a 50 Hz en el estado de conciencia de vigilia y entre 8 y 14 si se
está relajado, se deduce que un campo externo de 50 Hz como el de la red eléctrica común
puede inducir estados de nerviosidad o como se le ha dado en llamar “electroestrés”.
En Argentina, un trabajo de investigación exhaustivo en este campo ha sido llevado a cabo por
el CONICET. En un informe publicado por el Centro de Divulgación Científica de la Facultad de
Farmacia y Bioquímica, el Prof. Adolfo Portela (autor de un manual del Ministerio de Salud y
Acción Social sobre las normas vigentes en cuanto a exposición a radiofrecuencias) declara
que la zona de mayor riesgo en el rango de radiofrecuencias está entre los 30 y los 300
megahertz, la m s utilizada en enlaces de telecomunicación de corta distancia, las emisoras de
TV y FM y la telefonía celular. La exposición severa a estas radiaciones afecta principalmente
la vista, el sistema nervioso central, el hígado y las glándulas de secreción interna.
Actualmente se pretende bajar la potencia de estas emisiones aumentando la sensibilidad de
las antenas.

CAUSAS Y SOLUCIONES
Las líneas de alta y media tensión
La peligrosidad de las líneas de la red eléctrica depende de la tensión, de la intensidad y de la
sobrecarga a que est‚n sometidas. Es fundamental la calidad, el estado y la limpieza de los
aisladores, así como la verificación y el mantenimiento de la conexión a tierra de las torres. En
Alemania se recomienda una distancia de seguridad de 1 metro por cada kilovoltio de tensión
de la línea.
Si el tendido es subterráneo los cables deben contar con una buena aislación y ser coaxiales
para no generar campos externos. Si los cables de las tres fases est n debidamente trenzados
el campo electromagnético es inferior al de una línea a‚rea equivalente. De todos modos este
tipo de líneas suele pasar demasiado cerca de las viviendas.
Los transformadores de red
Las centrales de distribución eléctrica que encontramos “disimuladas” entre las construcciones
urbanas son reconocibles por su continuo zumbido. Los transformadores de red, que vemos en
algunas esquinas, ya sea en cámaras subterráneas o a‚reas, convierten la media tensión de
distribución en tensión apta para uso industrial y doméstico, de 380 y 220 voltios. Si la toma de
tierra de estas instalaciones es defectuosa, se pueden tener graves alteraciones del potencial
eléctrico en el terreno.
Es común ver explotar y fundirse los fusibles de estos transformadores en presencia de una
sobrecarga.
Como distancia de seguridad se aconseja que las viviendas se encuentren como mínimo a 15
metros de estos transformadores. Nuevos materiales de aislamiento de los campos
electromagnéticos como el numetal pueden solucionar el problema de los transformadores en
los núcleos urbanos.
Líneas de baja tensión
Si bien son las responsables de la contaminación eléctrica más común en las casas, la
sobrecarga y el desequilibrio entre las tres fases son las causas fundamentales de las
alteraciones detectadas.
Se recomiendan cables con revestimiento aislante de bajo nivel de pérdida y con trenzado de
las tres fases, así como una correcta conexión a tierra de las instalaciones domiciliarias.
 La instalación eléctrica de la vivienda.
Se puede comprobar que muchas de las viviendas y edificios de nuestro país carecen aún en
sus instalaciones de protectores eléctricos y una correcta conexión a tierra.
La mejor red eléctrica en las ciudades es la subterránea. En las viviendas, las cajas de
conexión, los contadores y los disyuntores deberían ubicarse en un lugar apartado de la
presencia humana, en lo posible, dentro de un armario metálico, que a modo de “jaula de
Faraday” evite la irradiación del campo electromagnético. Toda casa debe contar con un
disyuntor diferencial automático u otro tipo de interruptores protectores. Es necesario que la
instalación cuente con una buena conexión a tierra y conviene que est‚ separada en sectores o
funciones.
La mejor protección contra la contaminación eléctrica doméstica es la desconexión oportuna
de aquella parte de la instalación que no necesitemos, en especial durante la noche. Para este
fin, en los países desarrollados existe un interruptor de tensión en ausencia de consumo (tipo
“bioswitch”). Este aparato desconecta la alimentación de 220 v. de aquellos sectores de la
instalación que no tengan consumo (por ejemplo, en los dormitorios durante la noche) man-
teniendo una corriente continua de apenas 6 voltios (que no genera campos
electromagnéticos) como piloto para detectar cualquier requerimiento de consumo, que activar
el flujo normal de corriente.
 Televisores y monitores de computadoras.
Todas las pantallas basadas en el tubo de rayos catódicos emiten radiaciones ionizantes que
pueden afectar a la salud, especialmente la de quienes pasan horas delante de computadoras
y televisores. La exposición depende de la distancia entre el sujeto y la pantalla. En el caso de
las computadoras, las pantallas monocromáticas emiten mucha menos radiación que la de
colores. Pero además de la temida radiación X, hay que tener en cuenta el fuerte campo
electromagnético generado por los transformadores de alta tensión y las bobinas de deflexión
de los tubos de rayos catódicos.Estos campos electromagnéticos se reparten globalmente
alrededor de los aparatos.
Recordemos que una pared común no es obstáculo para la radiación electromagnética. Por
eso hay que considerar el lugar en que se instalan este tipo de aparatos, tanto en viviendas
como en oficinas, cuidando que el campo irradiado por la parte posterior del televisor o
computadora no afecte la calidad ambiental de la habitación contigua, en especial si sus
ocupantes son bebés o niños.
La electricidad estática de las pantallas puede descargarse con filtros de conexión a tierra. Los
filtros ópticos protegen sólo la vista, evitando los reflejos de la luz ambiente sobre la pantalla.
Se pueden instalar alfombrillas conductoras con descarga a tierra para quienes trabajan largas
horas frente a las pantallas de las computadoras no se vean sometidos a grandes potenciales
electrostáticos. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los operadores de
computadoras descansen unos minutos cada hora, yendo a descargar la est tica acumulada
en sus cuerpos sumergiendo ambos brazos bajo el agua que corre.
En 1988 la Dra. Marilyn Goldhaber terminó un estudio sobre 1.583 mujeres a lo largo de tres
años. Las que habían estado sometidas a la radiación de las pantallas de computadoras
durante períodos superiores a las 20 hs. semanales indicaban una tasa estadística superior al
doble de abortos y malformaciones de los fetos.
Pese a las objeciones de las partes interesadas en la fabricación de estos implementos
electrónicos, son innegables los efectos que manifiestan muchos operadores de
computadoras: migrañas, fatiga ocular, insomnio, alergias cutáneas, cansancio crónico,
calambres, etc.
Las pantallas de cristal líquido (LCD), como las de las Laptop, son quizás la solución ideal,
pues utilizan tensiones bajas y no generan campos electrostáticos ni electromagnéticos
fuertes.
Los electrodomésticos
Distintos aparatos, tanto en el hogar como en la oficina pueden estar afectando la salud de
quienes cotidianamente resultan expuestos a sus radiaciones electromagnéticas. Esto se ve
agravado por la mala calidad de sus transformadores internos. El radio-despertador es uno de
ellos, en especial por la larga exposición (8 horas) y la cercanía a nuestras cabezas,
produciendo insomnios, dolores de cabeza, pesadillas, fatiga matinal. La distancia de
seguridad aconsejada es de por lo menos 1 m, aunque lo mejor sería prescindir de ellos o
cambiarlos por similares a pilas.
Los hornos de microondas son objeto de fuertes controversias. El generador de microondas
crea un fuerte campo electromagnético que puede perjudicar la salud de quien trabaja
continuamente en las cercanías de estos aparatos en funcionamiento, en lugares tales como
bares, restaurantes, pizzerías y supermercados. Pero el mayor peligro radica en la posible
fuga de emisiones de microondas, lo que exige el control periódico del cierre del horno. Un
horno cuyo sistema de desconexión automático falle en el momento de ser abierto por un niño,
si se encuentra a la altura de sus ojos, puede provocarle la ceguera inmediata.
Artefactos de iluminación
Pese a las ventajas energéticas de los tubos fluorescentes, la habitual mala calidad en las
reactancias permite la formación de campos electromagnéticos importantes. Por ello, para
grandes instalaciones se aconseja centralizar las reactancias en un gabinete metálico común y
alejado de las personas. Por otro lado, por ser este tipo de luz pulsante, aunque no nos demos
cuenta, se desaconseja su uso en lugares que requieren de atención visual, como tableros de
dibujo o talleres. La vibración de la luz puede compensarse montando tres tubos juntos
conectados a fases distintas. El campo electrostático que emiten los tubos fluorescentes puede
corregirse apantallando los tubos con una rejilla metálica y conectándola a tierra. En general
se aconseja que la distancia entre un tubo fluorescente y las personas sea de 1,5 m.
Las lámparas incandescentes, de menor rendimiento que las fluorescentes, carecen en cambio
de efectos electromagnéticos perniciosos, aunque su instalación defectuosa puede producir
campos eléctricos bastante fuertes. Para evitarlo hay que verificar que el interruptor al
apagarse interrumpa la fase y no solamente el neutro.
Los transformadores asociados a lámparas halógenas o dicroicas son también una importante
fuente de campos electromagnéticos, por lo que se aconseja alejar estos transformadores de
las personas que trabajan bajo este tipo de iluminación o centralizar la instalación.
Los transformadores
En general todo transformador irradia un campo electromagnético que puede resultar nocivo
para las personas que se hallen en sus cercanías en tiempos prolongados. Lo ideal es utilizar
transformadores toroidales, que tienen mayor rendimiento, menor consumo y mínima
contaminación electromagnética.
Fuentes de origen externo a la construcción
Muchas veces los campos electromagnéticos que podrían estar afectando la salud de una
vivienda pueden provenir de los aparatos o las instalaciones de los vecinos a través de las
paredes medianeras. Un televisor o un monitor de computadora cuya parte posterior se apoya
contra una pared, emite campos electromagnéticos que la atraviesan.
Especialmente peligrosos son los consultorios médicos u odontológicos equipados con
equipos de rayos X y otros de alta potencia. Lo mismo sucede con pequeñas industrias y
talleres ubicados en zonas urbanas.
Antenas emisoras de radio y televisión
En las cercanías de estas antenas se captan fuertes campos eléctricos y electromagnéticos,
especialmente en las emisoras de AM. Se han detectado casos de grave contaminación
electromagnética en las viviendas aledañas a antenas de radioaficionados y de emisoras
ilegales de exagerada potencia. Estos casos se agravan cuando la antena no sobrepasa los
edificios circundantes y los departamentos en altura quedan alineados con la torre. Lo mismo
sucede con las antenas de enlace por microondas cuyo cono de dispersión barre con reas

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