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CAMINOS ENCONTRADOS
ITINERARIOS HISTÓRICOS,
CULTURALES Y COMERCIALES
EN AMÉRICA LATINA
m
UNIVERSITÄT
J a u m e *i
2009
U n iv e r s it ä t
J a u m e *I
BIBLIOTECA DE LA UNIVERSITÄT JAUME I. Dades catalogràfiques
PRESENTACIÓN ............................................................................................................ 9
ITINERARIOS HISTÓRICOS.................................................................................... 11
J oan F euu
Universität Ja u m e 1
10
ITINERARIOS HISTÓRICOS
ITINERARIO Y LEGADO JESUÍTICO EN CÓRDOBA (REPÚBLICA ARGENTINA)
Renée Isabel Mengo
Escuela de Ciencias de la Información,
Universidad Nacional de Córdoba (Argentina)
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS .HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
Anagrama jesuítico
Puerta lateral de la Estancia de Alta Gracia
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ITINERARIO Y LEGADO JESUÍTICO EN C Ó R D O B A (REPÚBLICA A RG EN T IN A )
del siglo xviii. Las seis estancias fueron Caroya (l6 l6 ), Jesús María (1618), Santa
Catalina (1622), Alta Gracia (1643), La Candelaria (1678) y San Ignacio (1725).3
LA MANZANA JESUÍTICA
3. Asensio, Mikel, -Secuenciación del aprendizaje del conocimiento histórico", en Actas del
Congreso Internacional: Jesu ítas 400 añ os en C órdoba, Tomo I, Aula, Universidad Autónoma
de Madrid, 1993.
4. Noviciado jesuítico.
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
ESTANCIA DE CAROYA
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ITINERARIO Y LEG A D O JESUÍTICO EN C Ó R D O B A (REPÚ8LICA ARG ENT INA )
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
cocina con fogón y enormes bateas y ollas que sirvieron al Ejército del Norte,
y el fregadero y comedor.
También se encuentran las instalaciones sanitarias, que revelan el carácter
progresista de los jesuítas, que levantaban sus baños en el interior de las de
pendencias (algo impensado en esos tiempos), con un sistema de cloacas a
través de acequias.
El bucólico paisaje se abre en un magnífico parque dominado por el tajamar
que es custodiado por fantásticos ejemplares de plátanos.
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ITINERARIO Y LEGADO JESUÍTICO EN C Ó R D O B A (REPÚBLICA ARG ENT INA )
ESTANCIA DE LA CANDELARIA
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
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ITINERARIO Y LEG A DO JESUÍTICO EN C Ó R D O B A (REPÚBLICA A RG EN T IN A )
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
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ITINERARIO Y LEG A DO JESUÍTICO EN C Ó R D O B A (REPÚBLICA ARG ENT INA )
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
8. F u rlo n g , Guillermo S. J., Arte en el Río d e Im Plata (1530-1810), Editorial tea , Buenos
Aires, 1978.
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ITINERARIO Y LEGADO JESUITICO EN C Ó R D O B A (REPÚBLICA A RGENTINA)
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
CONCLUSIONES
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ITINERARIO Y LEG A DO JESUÍTICO EN C Ó R D O B A (REPÚBLICA AR G ENT INA )
nables figuras que levantaban con convicción las banderas de la defensa del
patrimonio.
Tras este verdadero frenesí se produjo una estabilidad en los emprendimien-
tos que vuelven a surgir en la década de los setenta, aunque no con la fuerza
que le había impreso la Comisión en su primera época. Sin embargo, es loable
la participación del Estado provincial en las nuevas intervenciones que llevó
adelante y, sobre todo, la extendida gestión del arquitecto Gallardo.
La declaración como parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad por
parte de la Unesco abrió los ojos sobre la importancia de este patrimonio, la
necesidad de mantenerlo y restaurarlo, y atrajo una cantidad regular de turistas
extranjeros.
El panorama que se abre al ingresar al Museo Jesuítico dentro de la manzana
jesuítica en el viejo rectorado sobre Obispo Trejo, y a la colindante Compañía
de Jesús, en el centro de la ciudad de Córdoba, tiene un valor estético, histórico
y espiritual comparable al de varias ciudades europeas. Vale la pena recordar
que los jesuítas desarrollaron su proyecto humanista en este Nuevo Mundo, y
que lo que se ve aquí no se ve en otros lados. Lo mismo ocurre con cada una
de las magníficas estancias del interior provincial: las de Alta Gracia, Colonia
Caroya, Jesús María, La Candelaria y Santa Catalina.9
El legado jesuítico de Córdoba volvió a ubicarse como tema de cultura, por
la declaración de la Unesco. Nuevamente un marcado fervor, pero con la sen
tida ausencia de la autoridad que impartían aquellos pioneros. El interrogante
queda abierto: ¿por qué eligieron esta provincia de ubicación mediterránea para
tan importante labor desarrollada?
9. Gori, Iris y Sergio B a r bi™ , Im aginería argen tin a d e los siglos xvu a xix, Fundación An
torchas, Buenos Aires, 1993. S ecretaria d e C ultura d e la N a ció n , Argentina y sus museos, Guía
de la Dirección Nacional de Museos, Buenos Aires, 1986.
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COMERCIO Y DIPLOMACIA EN LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVII: LA AMENAZA INGLESA
EN LAS COSTAS DE LAS INDIAS1
Carmen María Fernández Nadal
Universität Jaume I
INTRODUCCIÓN
Durante la segunda mitad del siglo xvii, hay que distinguir al menos dos
fases en las relaciones diplomáticas entre la potencia española y la inglesa. La
primera etapa, hasta llegar a la restauración de los Estuardo en 1660, fue el pe
ríodo dominado por Cromwell; la década de los cincuenta fue un momento de
máxima enemistad, ejemplificada de forma clara en la conquista de Jamaica. Al
subir al trono Carlos II Estuardo, la situación se normalizó con la firma de varios
tratados entre ambas coronas, aunque a lo largo de esta etapa se produjeron
momentos tensos.
Jamaica, la tercera isla más grande del Caribe, se convirtió en el principal
problema para la defensa de los territorios americanos. La isla, cercana al con
tinente, tras ser conquistada por los ingleses en 1655 se convirtió en un -nido
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CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
de corsarios»2 para las autoridades españolas. Jamaica era una base de gran
importancia porque, en pleno Mar Caribe, próxima a Cuba, a La Española y al
continente americano, allí se refugiaban piratas y hacían escala los navios que
desde Inglaterra llegaban con el objeto de mercadear, o de explorar los territo
rios bajo el dominio hispano. Los piratas, corsarios o filibusteros3 mantenían en
jaque a los galeones y al sistema defensivo español y por eso recuperar la isla
fue objetivo prioritario para la Monarquía hispánica.
El Caribe
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C O M E R C IO Y D IPLO M A C IA EN LA SEG U NDA MITAD DEL SIGLO XVII
lo que Jamaica fue para los ingleses, las dos islas habían sido arrebatadas a
España, aproximadamente en la primera mitad del siglo xvii, ambas cercanas al
continente, situadas en el Caribe, suponían una amenaza continua a la defensa
de las costas hispanas al estar ocupadas por otras potencias.4
JAMAICA
4 . G arc Ia F uen tes , Lutgardo, El com ercio español con América, 1650-1700, Publicaciones
de Excma. Diputación Provincial de Sevilla, Sevilla, 1982, pp. 4 3 - 4 4 .
5. Abreu y B ertodano, Joseph Antonio de, Colección d e los tratados d e p az ... hechos p o r
los pueblos, reyes y principes d e España... hasta e lfe liz reyn ado d el Rey N.S.D. F ern an do VI...
reynado d el S. rey D. Carlos II: p rim era parte. Edición P or Antonio Marín, Ju a n d e Zuñiga,
y la Viuda d e Peralta, Madrid, 1752. Colección Clásicos Tavera Tratados Internacionales de
España 1598-1700. cd -ro m .
6. Archivo General de Simancas, en adelante, AGS. Estado, en adelante, E. Legajo, en
adelante, Leg. 2544. Madrid, 25 junio 1670. Madrid, 6 julio 1670.
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CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y CONERCIALES
Para entender mejor las relaciones entre ambas potencias conviene tener en
cuenta los tratados hispano-ingleses que a lo largo del siglo xvn fueron acor
dados. La mayoría de estos tenía artículos dedicados al comercio y la cuestión
americana. Pero sólo el tratado de 1670 contemplaba específicamente la cues
tión de las Indias.
En la primera mitad del siglo hay que destacar el tratado de 1604 sobre la
paz, alianza y comercio, firmado por Felipe III, los archiduques Alberto e Isabel
Clara Eugenia y Jacobo I. En 1630 se acordó el Tratado de Paz, Confederación y
Comercio, entre Felipe IV y Carlos I, renovado posteriormente, en 1660.7
En la segunda mitad, se firmó en Bruselas el Tratado Secreto de 1656 entre
Carlos Estuardo, todavía en el exilio, y Felipe IV. En él se estipuló que llegado
el momento se renovaría el Tratado de Paz, Confederación y Comercio de 1630.
En su artículo segundo el futuro Carlos II Estuardo pactó tener una liga perpe
tua ofensiva y defensiva con España cuando consiguiera recuperar el trono. Y
en el artículo séptimo, el inglés prometió y se obligó a impedir que sus súbditos
hicieran nuevas plantaciones en las Indias Occidentales y a restituir todo lo que
los ingleses hubieren ocupado desde el año 1630 en adelante, en América, y en
cualquier otra parte del mundo, particularmente en el tiempo que había gober
nado Oliver Cromwell.8 En base a este compromiso de Carlos II de Inglaterra,
los diplomáticos españoles reclamaron la devolución de Jamaica, cuando éste
llegó al poder, aunque sin resultados.
En 1660, con la restauración de los Estuardo, a través de una Real Cédula
se mandó publicar el tratado de 1630 de Paz, Confederación y Comercio. Re
novación que se volvió a realizar cinco años más tarde cuando se negoció el
Tratado de Paz y Comercio entre las Coronas de España e Inglaterra (17 de
diciembre de 1665).9
En el artículo segundo del tratado de 1665 se establecía que «las mercancías
de Inglaterra, Escocia, Irlanda y sus dominios pudieran ir libremente a Espa
ña y a los demás reinos y señoríos del rey de España... pagando los dacios y
derechos... tal y como estaba asentado en el tratado de 1630». En este tratado
7. A breu y B er tod a n o , Joseph Antonio de, Colección de..., op. cit., Reinado de Felipe 111:
primera parte. Tratado de 1604, pp. 243-284. A br eu y B e r t o d a n o , Joseph Antonio de, Colec
ción de..., op. cit. Reinado de Felipe IV: segunda paite. Tratado de 1630, pp. 204-234.
8. A br eu y B erto d a n o , Joseph Antonio de, Colección de..., op. cit., Reinado de Felipe IV:
sexta parte. Tratado Secreto de 12 de abril de 1656, pp. 305-310.
9 . A b r eu y B erto d a n o , Joseph Antonio de, Colección de..., op. cit., Reinado de Felipe IV:
séptima parte, pp. 413-414, Real Cédula de 1660 y A br eu y B er to d a n o , Joseph Antonio de.
Colección de..., op. cit., Reinado de Carlos II: primera parte. Tratado de 1665, pp. 1-27.
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C O M E R C IO Y D IPLO M A C IA EN LA SEG U N DA MITAD DEL SIGLO XVII
Inglaterra salía beneficiada pues quedaba en las mismas condiciones que Fran
cia y las Provincias Unidas, pero sólo con respecto al comercio con España. La
Indias no estaban contempladas en el acuerdo ya que la monarquía hispánica
seguía defendiendo su política de monopolio comercial a pesar de las aspira
ciones inglesas.10
El Tratado de Paz, Alianza y Comercio de 1667 creó la expectativa, por lo
menos para España, de una paz universal que englobara también las Indias.
Pero en poco tiempo se demostró que las agresiones seguían estando vigentes
al otro lado del Atlántico, y que, por supuesto, Inglaterra y su población iban a
continuar intentando introducir su comercio en aquellas tierras.11
Los ingleses tenían por eso mucho interés en conseguir de la Corona es
pañola privilegios comerciales en las Indias, pero la Monarquía hispánica no
estaba dispuesta a este tipo de concesiones, y así se lo hizo saber a sus diplo
máticos en Londres. De ahí que Antonio Mexía, conde de Molina de Herrera, en
una de sus cartas, a finales de 1668, se expresara en los siguientes términos:
10. Ibídem.
11. A b r eu y B er to d a n o , Joseph Antonio de, Colección de..., op. cit., reinado de Carlos II,
primera paite, Tratado de 1667, 23 de mayo de 1667, pp. 156-157.
12. AGS. E. Leg. 2542, Londres, 2 noviembre 1668.
13- F ernandez N adal , Carmen María, Los em bajad ores d e..., op. cit., vol. I, pp. 62-69, 199,
219-223; vol. 11, p. 610.
14. F ernández N adal , Carmen María, Los em bajad ores d e ..., op. cit., vol. II, pp. 738-750.
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
15- A G S . E. Leg. 2544. Madrid, 5 julio 1670. A b r eu y B erto d a .n o , Colección de... Reinado
de Carlos II: primera parte. Tratado de 1667, 23 de mayo de 1667, p. 161, H errero S ánchez ,
Manuel, El acercam ien to hispano-neerlandés (1648-1678). Biblioteca de Historia. Consejo
Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 2000.
16. H errero S ánchez , Manuel, El acercam ien to..., op. cit., p. 364.
17. A b r e u y B erto d a n o , Joseph Antonio de. Colección de..., op. cit., Reinado de Carlos II,
primera parte, Tratado de 1670, pp. 498-513-
18. F ernandez N adal , Carmen María, Los em bajad ores d e..., op. cit., vol. II, pp. 600-737.
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C O M E R C IO Y D IPLO M A C IA EN LA SEG U N DA MITAD DEL SIGLO XVII
Los ataques de los súbditos ingleses en las Indias fueron una constante a lo
largo de los siglos xvr y xvn. Durante el reinado del último Austria la situación
de debilidad de la Monarquía hispánica y su política de búsqueda de alianzas
con Inglaterra para defenderse y atacar a Francia estuvo acompañada por un
clima de guerra no declarada en el continente americano, que permaneció más
allá del tratado de 1670.21
Las «agresiones” y las infracciones, que los súbditos ingleses realizaban des
de su base de operaciones en Jamaica, supusieron un problema diplomático
entre ambas coronas. Los españoles sufrían los insultos realizados por piratas a
navios y ciudades en busca de las riquezas americanas, con el beneplácito de
19. F ernández N adal , Carmen María, «La unión de las armadas inglesa y española contra
Francia. La defensa de las Indias en la Guerra de los Nueve Años-, en G arc Ia H ernán , E. y
M a jt i , D. (ed.), Guerra y so cied a d en la M onarquía hispán ica política, estrategia y cultura en
la Europa m odern a (1500-1700), vol. I. Laberinto, CSIC, Fundación Mapfre, Madrid, 2006,
pp. 1025-1042 y pp. 1031-1032.
20. Archivo Histórico Nacional, en adelante, AHN. E. Leg. 2802. Madrid, 22 junio 1680:
Poder a Pedro Ronquillo, embajador español en Londres para tratar Alianza defensiva con
el Señor Emperador, rey de Inglaterra y holandeses. Con la misma fecha Instrucción a Pedro
Ronquillo para el tratado de Alianza defensiva con Inglaterra. A b r eu y B er to d a n o , Joseph An
tonio de, Colección de..., op. cit. Reinado de Carlos II, segunda parte, pp. 419-434.
21. F ernández N adal , Carmen María, Los em bajad ores d e..., op. cit., vol. II, pp. 632-687.
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COHERCIALES
las autoridades inglesas, que provocaban las quejas continuas de los embajado
res del rey Católico en Londres.22
El monarca inglés no reconocía ante los diplomáticos de Carlos II que sus
súbditos fueran con orden suya, y se resistía a dar satisfacción por los actos de
éstos. Además, se producían contravenciones a los tratados cuando los ingle
ses intentaban comerciar o explorar en los territorios hispanoamericanos. Los
viajes de exploradores a las costas del sur del continente y del Pacífico eran un
problema para las autoridades españolas, que pretendían mantener apartadas
de aquella zona al resto de potencias europeas que de momento no tenían
asentamientos. Estos sujetos tenían el objetivo definido de obtener información
sobre aquellos lugares (mapas, cartas de navegación...) para ayudar a posterio
res expediciones a llevar su comercio allí.23
Los diplomáticos españoles tuvieron que bregar en la corte londinense con
los problemas existentes en las Indias entre las dos potencias. La necesidad que
había del apoyo inglés en los enfrentamientos bélicos en Europa frente a los
persistentes atentados ingleses en América provocó complicaciones en la labor
de los embajadores, ya que los piratas no eran castigados por las autoridades
inglesas, más bien eran premiados.
El incumplimiento de los tratados y las continuas agresiones que seguían
sin cesar hicieron que parte de los consejeros de Estado y los propios emba
jadores se plantearan la posibilidad de prohibir a Inglaterra el comercio con
España. Se utilizó esta amenaza para hacer cambiar a Inglaterra de política, se
pretendía que la potencia marítima dejara su alianza con Francia y también que
pusiera fin a la conflictiva situación en las Indias. Pero esta medida era de difícil
cumplimiento puesto que su aplicación hubiera llevado a la Corona española
a una guerra con Inglaterra, a la que requería en esos momentos como aliada
y no como enemiga. El juego diplomático y la necesidad de apoyos que tenía
España le favoreció comercialmente a la potencia marítima.
Y aunque nunca cedieron oficialmente en el monopolio americano, las pro
pias autoridades españolas eran conscientes de la cantidad de mercancías que
llegaban hasta el Caribe, y que no sólo iban a abastecer las posesiones inglesas.
Era evidente la existencia de contrabando, de comercio ilícito, pero era imposi
ble de erradicar. Incluso a veces la Corona se vio obligada a claudicar a la hora
de aplicar su castigo a los piratas ingleses, reclamados por los embajadores del rey
británico, con el fin de mantener la amistad con Inglaterra y su apoyo militar
contra Francia.24
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C O M E R C IO Y D IPLO M A C IA EN LA SEG U N DA MITAD DEL SIGLO XVII
Panamá y el Darién
Fuente: Archivo General de Indias. MP-PANAMA, 23. Siglo x v i i
25. F ernandez N adal, Carmen María, Los em bajadores d e..., op. cit., v o l. II, pp. 671 y 685.
26. Ibídem, pp. 677 y 731.
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
Aun así, a lo largo del reinado del último Austria se aplicaron medidas por
mar para capturar estos barcos que transportaban el palo de Campeche y a los
piratas que navegaban por la zona. Aunque es indudable que estas disposicio
nes no pusieron freno a estas incursiones inglesas, sí es cierto que se produje
ron en más de una ocasión capturas de estos navios.27
Otra de las zonas objetivo inglés fue la región de Panamá y el Darién, pues
por allí se intentó pasar hacia los Mares de Sur. Por un lado, tenemos los ata
ques históricos a Portobelo (1668) y Panamá (1671), agresiones que llevaron a
un conflicto diplomático entre la Monarquía hispánica y la británica, sobre todo
por ser actos realizados después de la firma de los tratados de 1667 y 1670,
respectivamente. Y además hay que destacar los intentos escoceses de finales
de siglo.28
Desde Panamá salían las flotas cargadas de los metales procedentes del
Perú. El que esta región fuera atacada sistemáticamente suponía por tanto un
riesgo para los galeones y también para el virreinato. Esta zona del Darién fue
un lugar explorado por ingleses con la intención de encontrar una alternativa
para pasar al Pacífico. Buscaban el comercio en aquellas aguas y también mu
chos piratas realizaron ataques para conseguir la plata y todas aquellas mercan
cías que los españoles trasladaban del virreinato del Perú a Panamá.
Para llegar al Mar de Sur los exploradores atravesaron el estrecho de Maga
llanes varias veces durante este período. Los viajes que se realizaron se hicieron
con la intención de comerciar y estudiar aquellas tierras donde los ingleses no
tenían posesiones. Los españoles consideraban que al no ser éstos dueños de
ningún territorio en aquella zona no tenían por qué navegar por aquellas aguas.
Pero las autoridades, conocedoras del paso de piratas y exploradores ingleses
por allí, intentaron poner los medios para que no fuera ocupada ninguna isla
que pudieran utilizar como base de su comercio en el Pacífico.29
El Consejo de Estado estaba preocupado por las islas de Juan Fernández,
frente a las costas de Chile, y por eso se ordenó que estuvieran bien vigiladas y
protegidas. Su ocupación por cualquier nación facilitaría la entrada de comercio
ilícito en el continente perturbando la tranquilidad en el Pacífico. Además, en
caso de conflicto entre las potencias, serviría de base desde donde atacar las
posesiones españolas, ejerciendo de elemento desestabilizador que perjudicaría
a la monarquía hispánica. Desde estos enclaves se pretendía comerciar con las
27. Ibídem.
28. F ernández N adal, Carmen María, Los em bajad ores d e..., op. cit., vol. II, pp. 786-791.
29- AGS. E. Leg. 2546, Madrid, 12 agosto 1671. También en B radley , Peter T., Navegantes
Británicos, Editorial Mafre, Madrid, 1992, pp. 265-266.
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C O M E R C IO Y D IPLO M A C IA EN LA SEG U N DA MITAD DEL SIGLO XVII
BALANCE
3 0 . F ernández N adal , Carmen María, Los E m bajadores d e . , op. cit., v o l. II, pp. 7 2 5 -7 2 6 .
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SOBRE LOS FRANCESES Y LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA.
UN ESBOZO DE INTERPRETACIÓN1
Guillermo Pérez Sarrión
Universidad de Zaragoza
1. El texto del trabajo que aquí se presenta fue acabado en julio de 2003. Fue realizado en
el marco de los proyectos P020/2000 (2000-2003) y el Grupo de Investigación «Migraciones,
redes sociales y mercado« (2003-2004), financiados por la Diputación General de Aragón,
y del proyecto BHA2003-00778 financiado por la Secretaría de Estado de Política Científica y
Tecnológica del Ministerio de Ciencia y Tecnología (2003-2006). Una versión posterior, con
notas, ha sido publicada en la revista Spagna C ontem poránea (Torino), xiv núm. 27 (2005),
pp. 3-26. Fuentes utilizadas: Archivo del Ministère des Affaires Étrangères, París. Archivo del
Banco de España, Madrid.
41
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
»
2. Citamos la bibliografía consultada. Cruz, Jesús, Los notables d e Madrid. Las bases so cia
les d e la revolución liberal españ ola, Alianza, Madrid, 2000; del mismo El libro d e las leyes del
siglo xvrn. Colección d e impresos legales y otros pap eles d el Consejo d e Castilla (1708-1781).
edición de Santos Coronas González, Boletín Oficial del Estado y Centro de Estudios Cons
titucionales, Madrid, 5 vols., 1996. Jarque Martínez, Encarnación, y Jo sé Antonio Satas Ausens.
■El último exilio de la Edad Moderna: la expulsión de los franceses al final de la Guerra de
Independencia", en A. Mestre y E. Giménez López (eds.), D isidencias y exilios en la España m o
dern a, Universidad de Alicante, Alicante, pp. 783-799. Novísima recopilación d e las leyes de
España. D ividida en xn libros. En q u e se reform a la R ecopilación p u b lica d a p o r e l Señor Don
Felipe II en el a ñ o d e 1567, reim presa últim am ente en el d e 1755: Y se incorporan las p ra g
máticas, cédulas, decretos, órdenes y resoluciones Reales, y otras providen cias no recopiladas,
y expedidas hasta e l d e 1804. M an d ad a fo r m a r p o r el señ or don Carlos IV, s. i., Madrid 1805,
6 tomos. Incluye el Suplemento d e la novísim a recopilación d e leyes d e España, p u b licad a
en 1805- contiene las Reales disposiciones, y otras prov id en cias expedidas en los dos añ os de
1805y 1806, y algu n as d e las anteriores no incorporadas en este Código: y se distribuyen p o r
leyes y notas d e los libros y títulos a q u e corresponden, s. e., Madrid 1807. Segunda edición
facsímil, Boletín Oficial del Estado, Madrid, 1992. P r a d e u s , Jesús, D iplom acia y com ercio. La
expansión con su lar española en el siglo xvrn, Universidad de Alicante e Instituto de Cultura
■Juan Gil-Albert-, Alicante, 1992. Pérez Sarrión, Guillermo, -Política hidráulica y capital finan
ciero en la España ilustrada, 1766-1792-, en G. Pérez Sarrión y G. R e d o n d o Veintemiuas (eds.),
Los tiempos dorados. Estudios sobre R am ón P ign atelliy la Ilustración, Diputación General de
Aragón, Zaragoza, pp. 225-299, 2001. Pérez S a r r ió n , Guillermo, -Sobre la crisis de la Ilusüa-
ción en España-, en Manuel R e tu e r c e Velasco, Manuel Mottlva A lb e r ic io y Ascensión Bayona
L e ren d eg u i (coords.), La Guerra d e In depen den cia en el Valle M edio del Ebro, Ayuntamiento
de Tudela y Universidad SEK, Tudela, pp. 55-78, 2003- R in g ro s e , David, España, 1700-1900:
el mito d el fra c a so , Alianza, Madrid, 1996.
42
SOBRE LOS FRANCESES Y LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
43
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
44
SOBRE LOS FRANCESES Y LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
de los Borbones españoles a Francia; tienen que ver también con la presencia de
franceses organizados en redes sociales de composición y amplitud diversa. Y
esta presencia tuvo influencia también en el comienzo de la crisis del Estado
español, una crisis que, en la interpretación que aquí propongo, fue posible por el
desarrollo en la década de los ochenta de acontecimientos potenciados por
el gran peso financiero que los franceses que actuaban en Madrid habían ido
adquiriendo en el Estado. Un peso que no pudo ser sustituido cuando, tras los
hechos revolucionarios de 1789 empezó a desarrollarse la fobia antifrancesa.
45
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
nal de apelación para las causas relativas al negocio, la Real Junta de Correos y
Postas; y pocos días después del nombramiento de Floridablanca, una Real Pro
visión de 10-111-1777 estableció que la superintendencia recién creada se unía al
cargo del recién nombrado primer Secretario de Estado y del Despacho. Esto de
hecho atribuía al Primer Secretario de Estado competencias en la promoción de
caminos públicos, albergues y canales de navegación y riego; es decir, lo que
más tarde se llamaría Fomento y Obras Públicas, lo que a su vez explica por qué
desde entonces la renta de Correos se aplicó a la construcción de caminos y por
qué Floridablanca, como Superintendente de Correos, tuvo un protagonismo
importante en la construcción de caminos, carreteras y canales.
Delgado ha mostrado fehacientemente cómo la política colonial de Florida-
blanca estuvo orientada a explotar América desde el punto de vista financiero
por la necesidad de buscar más recursos financieros para la Real Hacienda
borbónica, derivada de un protagonismo internacional y colonial que la Corona
simplemente no podía pagar. Pero la construcción de obras públicas también
tuvo otro papel a tener en cuenta: detrajo recursos cuantiosos y tuvo repercu
siones importantes en la articulación del mercado interior.
El giro político de llevar una política menos subordinada a Francia, y em
pezar a controlar el comercio con América para aumentar los ingresos de la
Real Hacienda afectó a las compañías francesas de Cádiz que tenían grandes
intereses comerciales. La lectura de los informes de la embajada francesa en
Madrid, conservados en París, no deja lugar a dudas de la ira que originaron
estas medidas en el gobierno francés.
A la altura de la década de los ochenta, el Gobierno ilustrado estaba gastan
do mucho y necesitaba recursos financieros, que se encontraban principalmen
te en Madrid. La capital era el centro de la vida política e importante centro de
consumo; al calor del crecimiento económico se había convertido en la princi
pal plaza financiera y de negociación de letras de cambio, y en el negocio fi
nanciero las compañías comerciales francesas tenían una posición de dominio.
En los ochenta los gobernantes ilustrados españoles estaban desarrollando una
política proteccionista, nacionalista, que no favorecía al capital francés pero a
la vez tenían que recurrir a ese mismo capital para resolver los problemas ha
cendísticos. A cambio ofrecían dinero, privilegios comerciales en América y una
flota que apoyaba la política francesa contra Inglaterra.
La gestión de recursos financieros para el Estado por parte de una burgue
sía mercantil y financiera madrileña donde las compañías y redes de franceses
tenían una presencia importante, proporcionaba problemas de gestión a éstas,
pero también oportunidades de obtener grandes beneficios con un riesgo me
nor que cuando se operaba sin el aval del Estado, siempre que éste asegurara
a las empresas un marco jurídico estable y posiciones de privilegio en el mer
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SOBRE LOS FRANCESES Y LA CRISIS FINANCIERA OE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
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CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES 1 COMERCIALES
con los judíos y los moriscos. Aunque ya pueden detectarse ciertas actitudes
antifrancesas en la política reformista desde los años sesenta y setenta, en rea
lidad la expulsión se produjo entre 1791 y 1813.
Pocos meses después de iniciada la revolución, una Real Orden de 21-xi-1789,
hecha pública por bando de 26-xi-1789 y reiterada en nuevo bando de 24-
xii-1789 ordenaba que se fueran de la corte todos los forasteros y extranjeros
sin oficio ni residencia en el plazo de 15 días; se exceptuaban los que podían
demostrar domicilio al menos durante diez años, extranjeros o no, pero no los
transeúntes, y un nuevo bando de 16-iii-1790 volvía a obligar a los extranjeros a
mantenerse a más de 12 leguas de la Corte. De entrada esta medida bloqueó la
entrada en Madrid de los vendedores ambulantes y debió quebrar la conexión
entre las compañías comerciales francesas de la capital y los buhoneros que re
distribuían mercancías suyas por las ferias del entorno madrileño. Y poco des
pués, una Real Cédula de 20-vn-1791 mandó hacer un censo de extranjeros.
Estas disposiciones iban dirigidas sobre todo contra los franceses, que se
veían obligados a jurar fidelidad al catolicismo y al rey de España y a renunciar
al fuero de extranjería, con lo que perdían la situación de privilegio comercial
reconocida en los tratados y la posibilidad de recurrir a los tribunales militares.
El aludido decreto de 1791 puso fin al régimen jurídico privilegiado que tenían
los comerciantes franceses respecto a las compañías españolas y probablemen
te determinó el comienzo de su desbandada en España.
El censo dio una cifra de unos 27.502 cabezas de familia extranjeros de los
que 13-332 eran franceses, o sea unas 50.000-60.000 personas, aproximadamen
te las mismas que a principios de siglo. No obstante, en realidad debían ser más
porque no creo que se censara a todos los inmigrantes temporales, los «fran
ceses pobres». Fuentes diplomáticas de Madrid atestiguan que los inmigrantes,
comerciantes y buhoneros de Auvergne y Limousin fueron precisamente los
primeros arruinados porque no pudieron acreditar residencia estable alguna y
fueron expulsados.
El lO-viii-1792 caía la monarquía francesa, la revolución entró en su fase más
radical, y la quiebra del comercio francés en España se aceleró. Los datos dispo
nibles ofrecen pocas dudas. Con referencia a 11-111-1793 la Caja de Descuentos
de Cádiz, que estaba a cargo del Banco de San Carlos, poseía efectos de france
ses deudores, que debían ser expulsados, por importe de 13-569.828 reales de
vellón 20 maravedís, y efectos de que eran acreedores por 5.129.893 reales
de vellón 33 maravedís, lo que muestra que el giro de letras del comercio fran
cés se había ralentizado o interrumpido. Incluso sabemos que el Banco de San
Carlos había intentado que las compañías que tenían deudas con la institución
se quedaran en el país, como era el caso de Galatoire y Lafforé de Cádiz.
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SOBRE LOS FRANCESES Y LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
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SOBRE IOS FRANCESES Y LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
bajo, influían en la deuda que tenían países como España, que sólo podía ob
tener dinero pagando casi el doble.
La información del cónsul también muestra que en la coyuntura económica
de esos años el Estado español podía jugar con las devaluaciones de facto de
su deuda para negociar nuevos créditos, sin que quepa entrar aquí en la cues
tión de qué operaciones hizo, cuál fue el resultado, y cómo se produjo el im
parable aumento de la deuda pública desde 1789. Pero también tuvieron gran
influencia en la evolución de la deuda española en Ámsterdam las medidas de
política interior tomadas en España; como prueba baste citar el hecho de que
en agosto de 1799 el cónsul, Mas Font, constataba que la desamortización de
bienes eclesiásticos (dictada por los decretos de septiembre de 1798: la lla
mada desamortización de Godoy), por sí misma había producido el efecto de
aumentar notablemente el aprecio de la moneda española valorada en plata en
Ámsterdam.
En resumen, entre 1789 y 1793 las compañías francesas que estaban finan
ciando la política reformista española y sus miembros pasaron a estar mal vis
tas, como el resto de los franceses. La reacción antifrancesa llevó a la quiebra,
embargo y confiscación de bienes de muchos de estos comerciantes y a la
desarticulación del capital mercantil y financiero francés, si no en toda España
-ya que los «franceses pobres» eran otra cosa- sí en Madrid (desde marzo de
1793) y por lo menos en parte también en Cádiz. La simultánea desarticulación
del mercado de la deuda en Ámsterdam a principios de 1793 provocó la quie
bra de más compañías holandesas y francesas, y rompió el canal financiero de
París a través del cual España había conseguido financiación. La función del
capital mercantil francés fue reeemplazada por capital de procedencia nacional
(Cinco Gremios, el Banco de San Carlos pero ya sin franceses) pero con menos
capacidad de acción, en condiciones comerciales y financieras mucho más di
fíciles. Todo esto empeoró aún más las cuentas de la Real Hacienda y provocó
el primer movimiento desamortizador en 1798. Amiens y Trafalgar continuaron
la labor de demolición de la Real Hacienda de los Borbones.
No tengo datos sobre lo que pasó tras el Tratado de San Ildefonso de 1796
y la nueva alianza con Francia; en cualquier caso no había vuelta posible a la
situación anterior. El capital financiero francés en Madrid simplemente había
desaparecido y en conjunto ya no volvió. Un número indeterminado de fran
ceses pudo volver. También lo hicieron algunas compañías, pero no la mayoría
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SOBRE LOS FRANCESES Y LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
de las que habían quebrado o se habían ido, muchas de las cuales finalmente
desaparecieron con la Monarquía francesa.
En mayo de 1808 Napoleón, que había hecho penetrar sus ejércitos en Es
paña y además pretendía que la Real Hacienda pagara su estancia, recibió del
ministro español, Miguel Azanza, una detallada estimación de los residentes en
Madrid con dinero para afrontar un préstamo patriótico que da idea del dinero
que había en la capital y quién lo tenía; lo que nos permite conocer qué cam
bios se habían producido en el mundo financiero madrileño como consecuen
cia de los turbulentos años revolucionarios.
La relación muestra que las rentas de la nobleza seguían siendo grandes: 162
personas con título percibían en total 193 millones de reales de vellón de renta
anual, de los cuales sólo 26 personas, todos grandes de España, ingresaban al
año 91,4 millones de reales de vellón, casi la mitad. Sigue a continuación una
relación de los llamados «bancos públicos», demás bancos y las mayores casas
de comercio, que se estimaba podían prestar unos 74,5 millones de reales de
vellón, y la de banqueros y casas de comercio, de los que se estimaba que
podían prestar un capital de 143,9 y 169,0 millones de reales de vellón respec
tivamente. A estas fortunas había que añadir las de unos 600 establecimientos
artesanales o no y tiendas de mercaderes minoristas, de las que algunos eran
considerablemente ricos, incluidos miembros de los gremios que constituían
el conglomerado Cinco Gremios Mayores (pero no ni cada gremio en sí ni
Cinco Gremios, que eran instituciones distintas). Además en este cálculo no se
incluyeron ni las fortunas de los cuerpos eclesiásticos ni las de diversos parti
culares, que representaban un capital estimado también muy importante. Las
referencias al carácter rentista y parasitario del capitalismo madrileño son evi
dentes: Madrid había acumulado en los dos siglos anteriores un gran depósito
de capitales, pero casi todos habían sido generados a partir de rentas o bien de
la agricultura y la ganadería -alta nobleza, iglesia, especuladores de granos- o
bien de la actividad comercial y bancaria, y casi nada de la actividad manufac
turera. La débil conexión entre capital comercial y financiero madrileño y las
manufacturas era posiblemente el rasgo diferencial más relevante respecto al
que ese mismo capital tenía en ciudades como Londres o París, donde la co
nexión acumulación comercial-manufacturas era mucho más fuerte y evidente.
Una parte demasiado importante del capital disponible en Madrid era poco
propicio al riesgo o las aventuras empresariales.
Sin embargo, lo que aquí más interesa resaltar, en relación al tema que nos
ocupa, es que el capital mercantil y financiero francés había vuelto a Madrid
pero estaba mucho más debilitado, mencionándose las compañías de Aguirre,
Daudinot, Dendout, Drouillet, Dutaris, Joyes, Balet. Entre los bancos públicos
el cuerpo dominante con gran diferencia era Cinco Gremios Mayores, seguido a
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
gran distancia por el Banco de San Carlos. En cuanto al medio centenar de fir
mas de banca privada y «casas de comercio» con función bancaria, los apellidos
e importes que predominaban eran ya de origen castellano (de procedencias
distintas) y sobre todo vasco y navarro. Con un detalle significativo: sólo hay
un apellido catalán, Nadal, lo que sugiere la escasa relación que existía todavía
entre el desarrollo de Cataluña en el siglo x v i i i y el proceso de formación de
capital en Madrid.
En cualquier caso parece que la Guerra de Independencia acabó la tarea de
expulsión de los franceses que podían haber quedado, los de más arraigo, los
más españolizados. Sin duda se produjeron situaciones distintas según las zo
nas y momentos, pero si hacemos caso a lo que pasó en un lugar representativo
y estudiado, Zaragoza, donde la guerra contra los franceses alcanzó la máxima
ferocidad, la tendencia parece que debió ser esa. El censo de extranjeros de
1791 en la ciudad daba 1.100 vecinos franceses (sobre 1.600 en todo Aragón;
unas 6.000 personas, el 13% de los 45.847 habitantes de la ciudad en 1787) y
además en 1791-1792 habían llegado más de 500 sacerdotes refractarios, de los
que unos 300 se quedaron. Durante los dos sitios, el de mayo-junio de 1808 y el
de noviembre de 1808 a febrero de 1809, fueron encarcelados y luego expulsa
dos a la frontera más de 1.000 franceses. Con la entrada de las tropas francesas
en Zaragoza muchos volvieron. Pero cuatro años después, cuando a principios
de julio de 1813 la ciudad fue retomada por tropas españolas, muchos se fueron
de nuevo voluntariamente. Además tres meses antes se había dictado en Espa
ña un nuevo decreto de expulsión, el R. D. de 8-iv-1813, que se hizo público a
partir del ll-x-1813; y entonces, en medio de un fuerte sentimiento antifrancés,
fueron expulsados nuevamente muchos calificados de franceses, incluso los
casados con española y con residencia de más de 10 años, éstos últimos según
se dijo por miedo a las represalias que podían producirse contra inocentes.
Los datos biográficos de estos expulsados de 1813 muestran sus característi
cas sociales. Eran los que tenían raíces más profundas, la inmigración más anti
gua. Habían llegado casi todos varones y jóvenes, llevaban en Zaragoza como
promedio de estancia más de 25 años, y ocupaban todos los tipos y escalas
de oficios, incluidos los artesanales, la labranza y el trabajo a jornal, con pre
dominio de ciertos oficios (sastres, tenderos, horneros, labradores, jornaleros,
quizás también albañiles), y residencias por todo el casco urbano, lo que prue
ba que no formaban comunidades de barrio separadas y que eran personas
socialmente integradas. La expulsión era quizás la más dura, la peor de todas:
la de los inmigrantes que a fines del siglo x v i i i , antes del censo de 1791, antes
de la revolución, seguían llegando a Zaragoza para reemplazar personas en los
negocios familiares franceses (panaderías, hornos) o simplemente en busca de
una nueva vida, y allí la habían encontrado.
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SOBRE LOS FRANCESES V LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
1789; antes había permitido amasar grandes fortunas, y hacerlo a una velocidad
sorprendente incluso para entonces.
Hubo oportunidades para obtener grandes beneficios, pero la cuestión es
que éstas no surgían propiamente dentro del mercado, por el puro juego de la
oferta y la demanda, sino que lo hacían al calor del desarrollo del Estado y en
parte eran generadas por él, se sustentaban en él. Y precisamente en esos años
éste empezó a recurrir a la deuda exterior en el mercado de Amsterdam a través
de algunas de estas mismas compañías, con lo que todo el sistema de funciona
miento se apoyaba en dos pilares fundamentales: la solvencia internacional del
Estado y el comercio con América, que fue objeto de una auténtica explotación
financiera por la Corona. Y el problema es que el primer pilar a su vez depen
día del segundo. A título de muestra puede señalarse que sólo el virreinato de
Nueva España aportó a la metrópoli el 15% de los ingresos ordinarios del Esta
do en 1765-1785, el 25% en 1790-1800 y más del 50% en 1808-1811, y además
de las remesas a España el virreinato pagó cantidades dos veces superiores en
situados o remesas intracoloniales a otras zonas del Imperio colonial español.
Si alguno de estos dos pilares: el crédito internacional y América, cualquiera
de ellos, se caía, todo podía venirse abajo: los gastos financieros aumentaban,
los retrasos en el pago de los créditos interiores aumentaban y las compañías
habían de recurrir al fondo de reserva o a vender activos para cubrir las deudas
que vencían a corto plazo. Aumentaban su posición acreedora respecto al Es
tado pero se quedaban sin fondo de maniobra, podían quebrar. Así la política
exterior condicionaba la economía doméstica y la de las empresas por lo menos
tanto como era condicionada por ellas.
Pero a fines de la década de los ochenta la capacidad del Estado para afron
tar sus obligaciones financieras con el sector comercial era menor que diez
años antes, de tal modo que desde 1789 los hechos revolucionarios provocaron
pérdidas importantes en los mercados de deuda y además pusieron a prueba el
sistema financiero interior donde las redes comerciales de franceses desempe
ñaban un papel esencial. Todo esto tuvo efectos también dentro de las propias
empresas. La creciente renegociación de la deuda del Estado con estas compa
ñías mercantiles y bancarias podía complicar sus balances contables hasta tal
punto que en un momento determinado se quebraba la buena fe comercial,
imprescindible en el mundo de los negocios. Las compañías, al operar con un
cliente, el Estado, que empezaba a verse como poco solvente perdían también
crédito comercial y liquidez, los créditos se les hacían más caros y sus letras no
eran aceptadas tan fácilmente.
El desequilibrio financiero y político del Estado español a fines de siglo
impulsó el crecimiento de la deuda y el comienzo de la desamortización, y
además llevó a la quiebra a las compañías comerciales que le daban crédito.
56
SOBRE LOS FRANCESES V LA CRISIS FINANCIERA DE LA ILUSTRACIÓN EN ESPAÑA
Desde 1789 se desató una creciente ola antifrancesa; como las compañías do
minantes eran francesas, y otras francesas asociadas a holandesas eran las que
a través de París y Ámsterdam realizaban las tareas de intermediación funda
mentales en el mercado de la deuda, es lógico concluir que entre 1789 y 1795
la red financiera madrileña debió quedar muy desorganizada y que esto afectó
por fuerza también al mercado de letras de cambio. Era el sector del capital
madrileño más emprendedor, más acostumbrado al riesgo. Los casos del Banco
de San Carlos, Juan Bautista Condom o Cinco Gremios, son ilustrativos de un
fenómeno cuya importancia no puede ignorarse, y cuyo alcance exacto aún no
es posible precisar bien.
A partir de 1777 casi toda la capacidad para llevar a cabo una política hi
dráulica y gestionar un recurso financiero fundamental, la deuda, había que
dado precisamente en manos de Floridablanca, quien para financiar la política
del Estado buscó asesores de confianza en miembros de esa misma burguesía
que prestaba apoyo financiero al Estado y a la vez hacía negocio. Definía ob
jetivos, los colaboradores le gestionaban los recursos, y él les proporcionaba el
aval del Estado, privilegios jurídicos, creaba figuras impositivas, o comprometía
impuestos y recursos públicos. Y todo esto tenía lugar con la intermediación de
colaboradores como Cabarrús que al ser también empresarios privados, querían
seguir haciendo negocios a la vez con el propio Estado y en el mercado. Con
la persecución y expulsiones de franceses, la retirada de privilegios comercia
les a compañías francesas, los procesos a Cabarrús, Floridablanca y Condom
y la alteración del mercado internacional de la deuda, el mercado financiero
de Madrid quedó muy afectado. Muchas compañías francesas de Madrid se
marcharon o quebraron, y el lugar que los franceses dejaban libre en Madrid,
la red financiera donde el Estado buscaba recursos, sólo de modo general
sabemos que fue sustituido por compañías españolas, con una importante pre
sencia de navarras y vascongadas y mínima de catalanas. A partir del Tratado
de San Ildefonso de 1796 la política española quedó nuevamente subordinada
a la de Francia, pero con una novedad importante: el capital mercantil francés
en España había desaparecido o estaba muy debilitado. La nueva alianza con
Francia no tuvo ni siquiera la contrapartida de los recursos financieros que estas
compañías facilitaban.
Puede concluirse por tanto que los acontecimientos de 1789 tuvieron
realmente mucha influencia en la desarticulación financiera del absolutismo
ilustrado español, en su base de sustentación: el sistema empezaba a hacerse
inviable. Esto a su vez lleva a preguntarse cómo debe interpretarse el reformis-
mo ilustrado de esos años, el giro nacionalista y proteccionista del gobierno a
partir de los sesenta y los setenta. Que la política a la vez reformista y naciona
lista se apoyara en el plano financiero en el capital francés ¿fue una estrategia
57
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
correcta o lo único que se podía hacer? ¿Fue una opción entre otras posibles? Y
lo más importante, ¿no es posible que fuera una opción correcta simplemente
porque nadie podía imaginarse que fuera a haber una revolución? Quizás haya
que admitir que esta interpretación es bastante plausible. En cualquier caso hoy
sabemos que la revolución llegó ya en 1789, que vino de fuera. Ningún ilus
trado contemplaba la posibilidad de que sucediera una cosa así, pero sucedió.
Y si tuvo una repercusión tan grande en España, no sólo política sino también
económica, fue porque la Monarquía ilustrada había acabado apoyándose en
las redes comerciales de franceses.
Deberíamos intentar comprender el sentido de la política de los ilustrados
también desde ellos mismos, no sólo desde nosotros. Hoy es fácil afirmar que
todo llevaba a la revolución, pero nuestra forma de analizar el sentido de los
hechos, sabiendo lo que pasó realmente, no es la misma que la de los contem
poráneos. Nosotros interpretamos su época sabiendo lo que vino a continua
ción, un tiempo que para ellos era el futuro, su propio futuro, algo que desde
su presente difícilmente podían predecir. Sin embargo, también nosotros hoy.
en términos generales, seguimos siendo incapaces de predecir con exactitud
nuestro propio futuro, como ellos. Pero probablemente resultaría inadecuado,
e incluso ya un poco impertinente y fuera de lugar, explicar aquí y ahora por
qué esto es así.
58
EN CAMINO A SOTO LA MARINA: LA APUESTA DE LA PROVINCIA DE SAN LUIS POTOSÍ
POR UNA SALIDA AL MAR, 1809'
Graciela Bernal Ruiz
Universität Jaume I
PRESENTACIÓN
1. Agradezco los comentarios que a este trabajo hicieron las doctoras Ma Isabel Monroy
y Patricia Osante. No está de más decir que todo lo escrito en el mismo es responsabilidad
mía.
59
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
LA POLÍTICA PORTUARIA
60
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
Económica, Instituto Francés de Estudios Andinos, 2001. En el tema específico de los puertos
podemos mencionar: M atías M a rtín ez , José, Puertos y fortificacion es en A m érica y Filipinas,
(Exposición), Madrid, Comisión de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismos, 1985;
G onzález T a scó n , Ignacio, Ingeniería españ ola en Ultramar (Siglos xvt-xix), Madrid, Colegio de
Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1992; C h ic o t , José Manuel, et al. Vías d e navega
ción y puertos históricos en A m érica. Madrid, Instituto de Ingeniería de España Doce Calles,
1998; laño, Mervyn, Las flo ta s d e la Nueva ISspaña (1630-1710): despacho, azogue, com ercio,
Sevilla, Bogotá, Muñoz Moya, editor, 1998.
3. Véase el libro coordinado por Vá z q u ez , Josefina, Interpretaciones d el siglo xvm m exi
can o: el im pacto d e las R eform as Borbónicas, México, Nueva Imagen, 1992, en especial el
capítulo de marichal, Carlos, -La bancarrota del virreinato; finanzas, guerra y política en la
Nueva España, 1770-1808».
4. Este era manejado como el principal objetivo de su política, pero como bien apunta
García Baquero, en el fondo existían otras razones para restringir el comercio en los puertos
peninsulares y americanos, »había que vigilar con todo rigor el acceso a las colonias a per
sonas indeseables política y religiosamente, de armas, libros subversivos, etc., en suma de
cuanto pudiese alterar la seguridad del imperio colonial. G arcía b a q u e r o , Antonio, C ádiz y el
A tlántico..., op. cit., 100.
5. C arrera S tampa, Manuel, «Las ferias novohispanas», en Historia M exicana, II: 3 (7), ene-
ro-marzo, 1953, pp. 321.
61
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
bien se hacía por medidas de seguridad, también es cierto que este sistema de
navegación marcaba las pautas de distribución de las mercancías hacia el inte
rior de las colonias, pues era común que se establecieran ferias a las que tenían
que acudir los comerciantes para adquirir los productos, cuyos precios eran
regulados por los consulados. En el caso de la Nueva España, hasta principios
del siglo xvin la feria más importante se encontraba un tanto distante del puerto,
en la ciudad de México y, como es lógico suponer, el consulado de esta ciudad
-que fue el único hasta finales de ese siglo- tenía el monopolio comercial. Fue
en los albores de la segunda década de este siglo cuando la feria de Jalapa,
mucho más cercana al puerto de Veracruz, comenzó sus funciones.
Pero esto no eliminó los inconvenientes que encontraban los comerciantes
del interior, sobre todo porque el consulado de la ciudad de México mantuvo el
control de la actividad comercial, y porque la capital novohispana continuaba
siendo, en muchos casos, un paso obligado hacia el interior de la Nueva Espa
ña. También existían otros problemas, como la falta de caminos adecuados que
complicaba el traslado de mercancías, los peligros de robo y el aumento de los
costos por el pago de alcabalas, por mencionar sólo algunos. Por si fuera poco,
a esto se sumaba la desorganización en la salida de las flotas, que no siempre
cumplían los plazos establecidos para marchar a América.6
Los comerciantes de «tierra adentro» tenían motivos de sobra para quejarse,
pero también los que habitaban cerca de puertos que no estaban autorizados
para dar salida a sus productos a un comercio extensivo más allá del puerto
de Veracruz, como sucedió con el Nuevo Santander, en el golfo de México, o
algunos otros en la costa del Pacífico.
Quizá lo que retrasó un poco las protestas -más latentes a partir de la se
gunda mitad del siglo xviii- fue el sistema de registros sueltos, que funcionaba
de manera reglamentaria desde 1642, llegando a alternarse, incluso a aplicarse
a la par, con el de flotas. En su momento, esto benefició a algunos puertos lla
mados menores, como Campeche y Tabasco en la Nueva España, en tanto este
sistema permitía que algunas embarcaciones se dirigieran a ellos revitalizando
«el ritmo de las relaciones comerciales con las colonias infundiendo al tráfico
un dinamismo del que había carecido hasta entonces».7 Pero no fue suficiente
para eliminar las protestas.
Ante estas circunstancias, y con toda seguridad también por las presiones
externas de un estado de guerra que se suscitó durante la segunda mitad del
6 . Las tres flotas que entre 1720 y 1725 se dirigieron a l n e , en lugar de partir el 1 de junio,
conforme estaba establecido, lo hicieron respectivamente en 7 de agosto de 1720, 9 de julio
de 1723 y 15 de julio de 1725, ocurriendo otro tanto con las dos que fueron a tierra firme.
Véase G arc Ia B a q u ek o , Antonio, C ád iz y el A tlántico..., op. cit., p. 156.
7. G arc Ia B a q u er o , Antonio, C ád iz y el Atlántico..., op cit., pp. 166 y 174.
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EN C A M IN O A SOTO LA MA RINA
63
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
11. O sante, Patricia, Orígenes d el Nuevo S an tan der (1748-1772), México, Universidad
Nacional Autónoma de México, Universidad de Tamaulipas, 1997, p. 191. La fundación del
Nuevo Santander ha sido abordada por varios estudios, consideramos que el de Osante es
64
EN C A M IN O A SOTO LA MA RINA
uno de los más completos. Otros estudios son: De Santa María, Vicente, R elación histórica d e
la colon ia d el Nuevo Santander, México, unam , IIB, 1973; S ánchez G arcIa , José Hermenegildo.
C rónica d el Nuevo Santander, Prólogo de Candelario Reyes Flores, México, Consejo Nacional
para la Cultura y las Artes, 1990; C avazos, Israel, -Nuevo León y la colonización del Nuevo
Santander-, en Cincuenta añ os d e historia en México, México, El Colegio de México, 1991,
pp. 161-180.
12. O sa n te , Patricia, Orígenes d el Nuevo Santander..., op. cit., p. 193.
13. P r ie t o , Alejandro, Historia, geog rafía y estadística d el estado d e Tam aulipas, México,
Porrúa, 1976. Facsimilar de la edición de 1873, p- 183. El autor también menciona que esta
embarcación era de la propiedad del Intendente Escandón y que además de géneros, condu
cía herramientas y armas al puerto de la Marina cada vez que era necesario en las operaciones
emprendidas por Escandón en la conquista de Tamaulipas. En 1795 esta embarcación seguía
siendo la única que hacía la travesía entre la colonia del Nuevo Santander y el puerto de
Veracruz con fines comerciales, como lo señalaría en ese año Félix Calleja; sin embargo, no
se logró mantener una comunicación constante durante todo ese tiempo.
14. A finales del siglo xix Alejandro Prieto señalaba que existían poco más de 50 ríos y
arroyos más o menos caudalosos, pero señala al menos cuatro de importancia que podían
usarse con este fin, y eran a los que hacían referencia quienes en diferentes momentos soli
citaron la habilitación de un puerto: Guayalejo o del Jaumave, Purificación o Soto la Marina,
Conchas y Bravo o grande del Norte. P r ie t o , Alejandro, Historia, geog rafía y estadística. ..,
op. cit., pp. 235 y 236.
65
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES T COMERCIALES
ñera las ventajas que tenía el lugar señalado para la habilitación del puerto de
Santander, por ejemplo, una embocadura que podría albergar sin problemas
embarcaciones de mediano porte y ayudadas con la industria, [y] no dejarían
de hacer fondo en ellas buques de algún más porte», tocó fibras sensibles en la
política comercial intercolonial.
A pesar de que en un principio contó con la aprobación de su proyecto
colonizador, las circunstancias cambiaron muy pronto; siete años después de
ponerlo en práctica, el punto referente a la apertura del puerto fue descalifi
cado por el comisionado encargado del caso, José Tienda de Cuervo, quien
determinó de manera categórica que el puerto de Santander no podía ser
habilitado para el tráfico ultramarino, y que sólo podía serlo «a unas sumas
expensas.15
Tienda de Cuervo únicamente reconocía la existencia de unas 16 leguas na
vegables; era el tramo del río de Soto la Marina o Purificación que se enriquecía
por la unión de los ríos San Antonio, Chichimecos, San Pedro, Santa Engracia,
Caballeros, San Felipe, Boca de la Iglesia, Pilón y Palmas (en la entrada del
Nuevo Santander); aunque los verdaderos inconvenientes parecían encontrarse
en la zona destinada al puerto, pues:
hay veces que ni una lancha puede entrar por encima de su arenal
y esta entrada aun con estas dificultades no tiene estabilidad pues
hace varias mutaciones que hasta por tres partes se verifican con las
mismas dificultades.16
66
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
cebos, pieles, quesos y sal), lo cual no compensaba con los gastos que pudieran
generarse por la habilitación y conservación del puerto, opinión que contras
taba con el reconocimiento de la viabilidad del proyecto, que facilitaría y abre
viaría los viajes a La Habana.
Por otra parte, decía que «aún cuando se creyese accesible» no debía ha
bilitarse, este puerto porque perjudicaría al comercio de México; es claro que
no se refería a los productos de poca importancia de la zona. La apertura
de un puerto en este sitio para un comercio más allá de Veracruz implicaba
que:
67
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
Esto sucedió en 1795, cuando Félix María Calleja fue comisionado para ins
peccionar las compañías veteranas de las colonias del Nuevo Santander y Nue
vo Reino de León, pero sus funciones fueron más allá; visitó pueblos y misiones
y examinó puertos, ríos y la costa. De la información obtenida, formó su Plan
p a r a el m ejoram iento d e la Colonia del Nuevo Santander, en el cual señalaba
como una de las medidas más importantes la habilitación de un puerto para «el
comercio franco con Veracruz y La Habana».19
Con esta información, elaboró mapas (Mapa 2 y 3) en los que señalaba las
ventajas de habilitar un puerto, y uno de los que consideraba más viables era
el de Santander o Soto la Marina.
La propuesta de Calleja no tuvo mayor éxito que la de Escandón, pues a
pesar de presentar un estudio detallado y varios planos anexos que reforza
ban los argumentos de la necesidad de habilitar un puerto en esta zona, la
petición fue denegada una vez más; en 1797 la fiscalía de la Real Hacienda
dictaminaba:
19. Las otras medidas eran la apertura de un nuevo camino a la ciudad de México y a
Veracruz, crear nuevas misiones y establecer una ciudad capital de la provincia sobre los
márgenes del río que forman el puerto de Santander. Archivo General de Indias (en adelante
agí), México, 1445. Plan para el mejoramiento de la Provincia de Nuevo Santander, formado
por el coronel Félix Calleja, 25.07.1775.
20. agí, México 1445, Resolución de la fiscalía de la Real Hacienda sobre la habilitación
de un puerto en la Colonia de Nuevo Santander, 03.07.1797.
68
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
21. a g í, MP-México 463, Mapa de la colonia del Nuevo Santander y Nuevo Reino de León
(golfo de México), elaborado por el teniente coronel Félix Calleja, 25.07.1795.
69
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
70
EN C A M IN O A SOTO LA MA RINA
to menor se hizo por real decreto de 25 de febrero de 1793- a g í , Indiferente General 1831,
Cobranza de derechos y habilitación de puertos.
24. a g í, MP-México 464, Plano del Puerto de Santander en 24 grados, 30' del seno mexica
no por el teniente coronel Félix Calleja, 25.01.1795.
25. La primera población con este nombre, que sería la que nuevamente cobraría auge
a partir de la segunda década del siglo xix, durante el siglo xvm se encontraba en franca de
cadencia, y Blas Rodríguez va más allá al decir que había desaparecido. Este autor atribuye
la dispersión de los «tampiqueños- a los ataques piratas de 1683, lo que los llevó a refugiarse
en Altamira y Pueblo Viejo. Cuando Escandón promovió la fundación de varios poblados,
destinó un espacio para el nuevo Tampico al sur de Pánuco, no sin las protestas de algunos
pobladores, que suponemos eran los descendientes de aquellos -primeros pobladores* de
71
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
denegada por las autoridades; éstas decían que entre el Pánuco y el puerto
habilitado únicamente existían dos poblaciones, Papantla y Antigua, y el
transporte de las mercancías sólo significaba un día y medio de camino.
Además, se consideraba que la producción de esa zona era muy pobre
como para incentivar un comercio a gran escala, argumento que ya mane
jaba Tienda de Cuervo en su informe algunas décadas atrás para el puerto
de Soto la Marina.
Esa producción se reducía, según el dictamen, a «poco maíz, algún ganado
mayor, escasa pesca de robalo, lisa y camarón [...] cera silvestre y miel en
poca cantidad»,26 y aunque quizá la actividad ganadera se subestimaba, tam
poco parecía ser el tema cjue más preocupara; en el dictamen se reconocía la
existencia de «inmediatos y abundantes minerales de plata». Es evidente que
se pensaba en el significado que tendría el puerto para la salida de minerales
provenientes no de esta zona, donde la producción minera era escasa o muy
pobre, sino de centros mineros ubicados en San Luis Potosí, Zacatecas o
Guanajuato, y aun cuando se expresaban temores de que también pudieran
introducirse «gentes sospechosas», es notorio que el tema minero cobraba
especial relevancia.
Este hecho, que Argumedo fuese administrador de diezmos de las jurisdic
ciones de Yahualica, Huejutla, Pánuco y Tampico, y que una de las razones de
su solicitud se centrará en la preocupación por la disminución en el cobro de
diezmos de los últimos años, eran elementos suficientes para que las autorida
des pensaran que se trataba de un proyecto personal, y en ello basaron parte
de sus argumentos para negar la solicitud.27
Pero si bien hasta este momento se mantenía la misma línea trazada por los
intereses comerciales de la capital novohispana y del puerto de Veracruz, las
solicitudes que se habían hecho llevaron a las autoridades españolas a reflexio
Tampico; estas protestas se debían en gran parte, a los privilegios que había gozado como
villa, además de que a la nueva población también se trasladó la misión religiosa. En las líneas
siguientes cuando se mencione Tampico se hará referencia al Nuevo Tampico, situado al sur
del Pánuco, salvo cuando se señale lo contrario. Véase R o d r íg u e z , Blas E., Tampico, Datos
p a r a la historia d e la Huasteca, México, Editorial Cultura, 1932, pp. 90-92.
26. a g í , Indiferente General 1831, Cobranza de derechos y habilitación de puertos.
27. Estos argumentos tenían validez por las circunstancias que rodeaban a Argumedo,
pero no era éste el único personaje interesado en abrir un puerto comercial, como tampoco
lo fueron Calleja o Escandón, personajes por demás, ajenos a la zona. Los diversos grupos
económicos que habitaban en ella también vivieron -y seguramente a la par de aquellos- un
complejo proceso con miras a ese objetivo: ejercer el control económico de un espacio pri
vilegiado en tanto tenía salida al mar; pensemos sólo en Altamira o Pueblo Viejo que, por su
situación geográfica, rivalizaban con otras poblaciones del propio Santander o de Tampico.
Si bien son circunstancias que consideramos importantes, creemos que merecen un estudio
aparte.
72
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
Con esta declaración, los fiscales del Consejo pensaban en un camino di
ferente; expresaban su rechazo a la política del puerto único como la mejor
opción para la prosperidad del comercio, sobre todo en un lugar como la
Nueva España cuyas costas tenían «una basta extensión».29 A cambio, optaban
por la habilitación de más puertos a los que podía aplicarse el decreto de 28
de febrero de 1789 por medio del cual los puertos menores se declararon libres
de tarifas -incluso la de alcabalas; sin duda esta medida recordaba a la que se
aplicó en la península en 1765 para eliminar el monopolio portuario que man
tenía Cádiz.
Es de esperar que si esto sucedía, los intereses del nuevo consulado y puer
to de Veracruz se verían seriamente afectados al surgir competidores en la costa
del Nuevo Santander. Pero, contrario a lo que pudiera parecer, esos puertos
menores tampoco salían favorecidos en la medida en que una de las princi
pales intenciones de declararlos libres de la tarifa era eliminar las «aduanillas
[que subsisten] para el cobro de unos derechos excesivos» que estaban bajo el
control de grupos locales; es decir, eran medidas encaminadas a desarticular
intereses comerciales de unos individuos que pretendían controlar esa actividad
en las costas del Seno mexicano.
Pero los comerciantes novohispanos no eran los únicos interesados en ex
tender su comercio a otras colonias americanas. En 1797, el Consulado de La
Habana, apoyado por su gobernador, solicitó permiso para comerciar de ma
nera directa algunos productos con Tampico; los productos que se solicitaban
eran carnes saladas o tasajo, indispensables para alimentar a esclavos y gente
pobre. Según se establecía en la solicitud, se trataba de una medida de -ur
gencia y necesidad» pues el traslado de estos productos, que eran conducidos
desde Buenos Aires, fue interrumpido «por el estado de guerra» prevaleciente.
73
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES T COMERCIALES
30. a g í , Estado 26, no, 73, Branciforte sobre extracción de carnes saladas de Tampico,
19.07.1797
31. a g í, Estado 26, no, 73, Solicitud del conde de Santa Clara, gobernador y capitán ge
neral de la ciudad e isla, para establecer el comercio directo entre la Isla de Cuba y Nuevo
Santander, 29-05-1797.
74
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
32. Como sabemos, la crisis política se inició con la inminente ocupación francesa; esto
provocó que en marzo de 1808 Carlos IV abdicara a favor de su hijo Fernando VII quien, ya
en manos del monarca francés, en mayo regresó el trono a su padre y éste abdicó nuevamen
te, ahora a favor de Napoleón Bonaparte en Bayona. Ante esta situación, las diferentes Juntas
españolas delegaron su soberanía en la Junta Central Gubernativa del Reino en septiembre,
la cual tomó una de las decisiones más trascendentales para los americanos: darles voz y voto
en las Cortes, que si bien no los colocó en el mismo plano de participación que los diputados
peninsulares, les brindó una oportunidad inigualable para sus aspiraciones políticas. Para el
tema de la crisis monárquica véase A r t o la, Miguel, Los orígenes d e la España con tem porán ea,
Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1959; G u erra , Fran^ois-Xavier, M odernidad e in de
p en d en cia. Ensayo sobre las revoluciones hispánicas, México, Fondo de Cultura Económica,
2000; H o c qu ellet , Richard, «Los reinos en orfandad: la formación de las Juntas Supremas en
España en 1808-, en T erán , Marta y serran o , José Antonio (eds.), Las guerras d e in depen den cia
en la A m érica española, México, El Colegio de Michoacán, Instituto Nacional de Antropo
logía e Historia, Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo 2002; para el proceso que
siguieron las Cortes véase C h u s t, Manuel, La cuestión n acio n a l am erica n a en las Cortes d e
Cádiz, Valencia, Centro Francisco Tomás y Valiente, Instituto de Investigaciones Históricas de la
Universidad Nacional Autónoma de México, 1999-
75
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
detallado de su conexión con San Luis Potosí y a otras zonas hacia el interior
de la Nueva España. De igual manera, pero en un proyecto diferente, Nuevo
Santander consideraba a Soto la Marina como una opción en su solicitud.
Nuestros interrogantes se centran en que, si formaban parte de la misma Inten
dencia, ¿por qué no solicitaron de manera conjunta la apertura de un puerto que
las dos mencionaban? ¿Por qué ninguna habló de la opción de la otra o la presen
taron como una sola petición que contara con más fuerza? ¿Por qué se optaba por
el puerto de Soto la Marina si Tampico también representaba una opción?
En función de lo que hemos señalado en las anteriores líneas, parece lógico
que las respuestas se encuentren en algo muy concreto: la diversidad de inte
reses de los grupos que buscaban la apertura del puerto y que querían tener
el control del mismo, pero creemos necesario enfatizar en esas respuestas y
ampliarlas con más elementos.
Para responder al primer punto, debemos referirnos a las funciones de la
Intendencia; no es nuestra intención remitirnos al momento de su estableci
miento, sino señalar que esta división político-administrativa de ninguna ma
nera articuló los intereses de quienes las conformaban, y menos aún en la de
San Luis Potosí, la más extensa de las que se establecieron en la Nueva España,
donde ni siquiera en la propia provincia podemos encontrar una homogenei
dad de intereses.
Nuevo Santander pasó a formar parte de la de San Luis Potosí, aunque su
dependencia de ella era en materia de Hacienda -y compartida con la Junta
Superior de México- y en ciertas funciones militares. Si excluimos esta relación,
sólo podemos encontrar algunos vínculos con los que llamaremos «grupos fron
terizos», sobre todo en materia militar y de comercio .33
Es decir, los vínculos se habían reducido a la colaboración de algunos indi
viduos de Villa de Valles, Rioverde y Valle del Maíz que participaron de manera
activa en la formación de milicias durante la segunda mitad del siglo x v i i i para
combatir la inseguridad de la zona (propiciada por grupos indígenas que no
habían sido pacificados), individuos que parecían compartir pocos intereses de
los hombres de la capital, y que tenían poca presencia en ella. Sus intereses
comerciales estaban vinculados con el Nuevo Santander y con la ciudad de
México.
33. Al hablar de estos .grupos fronterizos» nos referimos a los individuos que controlaban
el comercio y la actividad política y militar de poblaciones importantes de la provincia de San
Luis Potosí colindantes con la colonia del Nuevo Santander, es decir, Villa de Valles, Valle del
Maíz y Rioverde. Hombres como los Barragán, Ortiz de Zárate, Moctezuma, se encuentran en
tre ellos. Un estudio detallado de estos individuos se encuentra en R angel S ilva, José Alfredo,
Capitanes a guerra, linajes d e fron tera. Estrategias d e dom in ación entre las elites fa m iliares
en el oriente d e San Luis Potosí, 1617-1823, [tesis Doctorado en Historia] México, El Colegio
de México, 2006.
76
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
34. Miguel Ramos Arizpe, diputado por Coahuila, se denominó también diputado de las
provincias mencionadas debido a la ausencia de diputados que las representaran. Memoria
presentada a las Cortes por d. Miguel Ramos Arizpe, diputado por Coahuila. sobre la situación
de las Provincias Internas de Oriente en la sesión del 7 de noviembre 1811, en F lorescan o ,
Enrique y G il , Isabel (comps.), Descripciones econ óm icas regionales d e Nueva España. Pro
vincias d el norte, 1790-1814, México, INAH, SEP, 1976, pp. 152-200.
77
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
35. Si bien la distancia es extensa, en sus Instrucciones el ayuntamiento de San Luis Po
tosí aseguraba que uno de sus integrantes tenía noticia de una representación hecha por el
Consulado de Guadalajara sobre la necesidad del Puerto en Soto la Marina, sin embargo, no
hemos localizado este documento o algún otro que haga referencia a él.
36. Esta feria tenía lugar entre septiembre y los primeros días de octubre de cada año.
C arrera S tampa , Manuel, -Las ferias novohispanas*..., op. cit., p. 335.
78
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
A1 Real de
250 96 50 días 19 días 27 pesos 7 pesos
Catorce
A
250 154 50 días 31 días 27 pesos 10 pesos
Zacatecas
A Guana
180 160 36 días 32 días 21 pesos 10 pesos
juato
22 pesos
A SLP 200 116 40 días 23 días 8 pesos
4r
37. Cuadro que presentó el ayuntamiento de San Luis Potosí en la parte correspondiente
a la solicitud de un puerto, Archivo Histórico del Estado de San Luis Potosí (en adelante
aheslp ) , Ayuntamiento, Actas de Cabildo, 24.10.1809, Instrucción que en cumplimiento de la
Real Orden de 22 de enero del presente año de 1809, librada por la Suprema Junta Central
depositaría de la autoridad Soberana, presenta el Ayuntamiento de slp al F.xmo. Sr. D. Miguel
de Lardizaval, diputado representante por la Nueva España y vocal de dicha Suprema Junta.
79
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COHERCIALES
realizaba en estas zonas, algo difícil de conseguir pues antes debían diseñar
un aparato de seguridad que no planteaban en su proyecto. Aunque quizá
consideraban que sería suficiente la colonización de los territorios del Nor
te, concretamente San Antonio Texas ,38 pues decían que esto mejoraría las
comunicaciones y revitalizaría el comercio interno y externo, condiciones
que atraerían a los colonos y ayudaría a la conservación de los territorios
fronterizos.
Proyecto que, como era lógico, pretendían encabezar ellos solos pues
no hacían referencia alguna a una posible colaboración con individuos
de las zonas que querían beneficiar, como tampoco mencionaban las pre
tensiones del Nuevo Santander en esta materia, cuando era palpable que
tenían un amplio conocimiento tanto de la actividad económica como de
su geografía.
En este punto, el ayuntamiento recurrió a las descripciones de Escandón y
quizá contó con la asesoría del comandante Félix María Calleja, o creemos que
al menos se apoyó en su plan para el fomento de esta colonia, pues las descrip
ciones geográficas y políticas de la zona que presentó el ayuntamiento de San
Luis Potosí tienen mucha similitud con el informe de Calleja.39
En este sentido, pareciera que los hombres del ayuntamiento de San Luis
Potosí pensaban en la prosperidad del Nuevo Santander, pues hablaban del
fomento de su agricultura y ganadería, además de la posibilidad de aumentar
las poblaciones y mejorar las ya existentes, pero estas buenas intenciones se
reducían a las poblaciones que se encontraban en el camino de Soto la Marina a
la provincia de San Luis Potosí, y estaban pensadas en función de un comercio
liderado por los hombres de la capital de San Luis Potosí.
Miguel Ramos Arizpe, por su paite, pretendía el beneficio de las cuatro pro
vincias que representaba, excluyendo a la capital de la intendencia a la que és
tas pertenecían. Es posible que desconociera las propuestas de San Luis Potosí,
porque esta provincia no tuvo representante que las expusiera en las sesiones
80
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
de las Cortes, pero apelamos a la idea de que era imposible ignorar una infor
mación de esa magnitud, sobre todo cuando se buscaba el mismo fin.
81
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
aspectos (Mapa 6 ). Tampico estaba más cercana a las zonas Villa de Valles,
Valle del Maíz y Rioverde, donde residían importantes comerciantes que al
mismo tiempo habían ganado cierto prestigio en materia militar -aunque quizá
no reconocido en esos momentos- y lo más peligroso, que ese prestigio lo
habían ganado con la creación de milicias fronterizas con individuos del Nuevo
Santander, con quienes habían colaborado para detener las incursiones de los
grupos indígenas que amenazaban las poblaciones establecidas por españoles
en esa zona.
Estas circunstancias hacían a los llamados «hombres de frontera» más cer
canos a Nuevo Santander que a San Luis Potosí.41 Tan pronto como las pobla
ciones establecidas en la nueva colonia empezaron a prosperar en la actividad
ganadera y en el comercio con el puerto de Veracruz, individuos de Valles,
Rioverde y Valle del Maíz acudían a esas zonas para comerciar con ganado y
con seguridad con otros productos que podían adquirir o dar salida al principal
puerto novohispano, pero también establecieron fuertes vínculos con comer
ciantes de la capital del virreinato. No es de extrañar, entonces, que figuraran
poco en la capital de la provincia, y que los grupos políticos radicados en ella
intentaran excluirlos de su proyecto, aunque no fuera posible hacerlo de mane
ra total -se les asignaba la tarea de comerciar con madera.42
Por otra parte, Tampico estaba cerca de Altamira, una importante zona co
mercial del Nuevo Santander cuyos comerciantes, que ya habían buscado la
habilitación de un puerto, seguramente tratarían de impedir que se concretara
el proyecto de San Luis Potosí. Un elemento más, este puerto quedaba fuera de
los límites de la Intendencia, lo cual generaba problemas a los promotores del
proyecto para su manejo.
Finalmente, Tampico estaba más lejos que Soto la Marina para controlar y
beneficiar el comercio del norte; esto nos indica que al momento de pensar en
la habilitación de un puerto, fue más importante reparar en los lugares con los
cuales conectaba hacia adentro, porque hacia fuera el destino parecía ser único:
la salida al Pacífico para abrir el comercio intercolonial y con la Península.
41. Véase R angel S ilva, José Alfredo. Capitanes a G uerra..., op. cit.
42. Si observamos el mapa, podemos ver que Tampico conectaba por un río que se
desviaba a varias poblaciones tanto de la Huasteca como de Querétaro, lo que daría mayor
participación comercial a ios individuos de Valles, Rioverde y Valle del Maíz, quienes tenían
importantes intereses comerciales ligados a la capital del virreinato, y aun cuando tomarse en
cuenta la extensión de estos ríos, eran propicios para el traslado de mercancías menores.
82
EN C A M IN O A SOTO LA MA RINA
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83
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
LAS RESPUESTAS
43. «Memoria del Instituto en que se trata del comercio particular de algunos puertos de
América, y del general, libre y directo por los extranjeros, refutándose los cargos que se le
hacen al autor en una cana publicada en el Diario Mercantil de la Habana el 6 de abril del
84
EN C A M IN O A SOTO LA MARINA
año anterior [18111«, leída en la primea Junta de Gobierno del Real Consulado de Veracruz,
celebrada el 10 de enero de 1812. Por su secretario don José María Quirós, en J a v ie r O rto
d e la T a b la D u c h a s e , M emorias políticas y econ óm icas d el C onsulado d e Veracruz..., op. cit.,
p. 220.
44. En 1823 las autoridades de Altamira promovieron que se repoblara el Antiguo Tam-
pico así como la habilitación de un puerto. El acta de fundación del pueblo está fechada el
12 de abril de 1823, el puerto fue autorizado a finales de este año aunque se señala 1824,
quizá el año de la fundación. Véase R o d r íg u e z , Blas E., Tampico, datos p a r a la historia d e la
H uasteca, México, Editorial Cultura, 1932, pp. 90-93-
85
MODERNIZACIÓN ECONÓMICA, COMPORTAMIENTO EMPRESARIAL, CAMBIO SOCIAL
Y DINÁMICAS POLÍTICAS EN CHILE Y MÉXICO (1970-2006): UN ANÁLISIS
EN PERSPECTIVA HISTÓRICA COMPARADA1
INTRODUCCIÓN
87
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
88
M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M IC A . C O M P O R T A M I E N T O EMPRESARIAL
3. M énd ez R e y e s , Salvador, Las élites criollas d e M éxico y Chile an te la In depen den cia, Cen
tro de Estudios sobre la Independencia de México, Guanajuato, 2004.
89
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
4. San Francisco, Alejandro y Soto, Ángel (eds.), C am ino a la M oneda, la s eleccion es p resi
den ciales en la historia d e Chile, 1920-2000 , Centro de estudios Bicentenario, Santiago, 2005.
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1992), Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1992. G aruetón, Manuel, El proceso político chile
no, Flacso, Santiago de Chile, 1983. Auxjnante, Adolfo; F usfish, Angel; Mouuan, Tomás, Estu
dios sobre el sistem a d e partidos en Chile, Flacso, Santiago de Chile, 1985. D f. V y id e r, Stephen,
A llen de’s Chile: T hepolitical Econom y o f the Rise a n d Fall o f the Unidad Popular, Cambridge,
Cambridge University Press, 1976.
90
M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A . C O M P O R T A M IE N T O EMPRESARIAL
bre, acero y carbón advirtiendo de forma explícita que sus titulares no podrían
acceder a programas de indemnización como en el pasado durante el Gobierno
de Eduardo Frei (1954-1970). De forma inmediata, los grupos empresariales y
los círculos de poder conectados con los partidos de la derecha (conservador,
liberal) y del centro-derecha (demócrata-cristiano) iniciaron protestas formales
e impulsaron movilizaciones para tratar de frenar lo que interpretaban que era
el comienzo de un régimen comunista. El Gobierno de Richard M. Nixon de los
eeuu (1969-1974) ordenó el bloqueo crediticio contra Chile en represalia por la
nacionalización de las compañías itt y Ford en suelo chileno .5
Paralelamente, el nuevo Gobierno de Salvador Allende inició una reforma
a fin de elevar la productividad del sector, mejorar el nivel de vida de los tra
bajadores del campo y alcanzar la autosuficiencia alimentaria reduciendo en
consecuencia las importaciones de ciertos productos de la canasta básica que
lesionaban la balanza de pagos. Obviamente, el plan de reformas fue dura
mente contestado por los grandes propietarios y latifundistas (algunos de ellos
utilizaron incluso las armas) por negarse a aceptar las expropiaciones forzosas
decretadas por el Gobierno. Para hacer frente a las reformas, el Gobierno
de Salvador Allende redujo las -inversiones no residenciales» y amplió com
parativamente las -inversiones residenciales”. Al mismo tiempo, respaldó el
crecimiento industrial y agrícola a través de programas de apoyo; se crearon
instituciones crediticias; se fomentó la aparición de Institutos Tecnológicos;
y las Universidades recibieron subsidios para avanzar en los proyectos de
I+D. Como resultado, el pib creció a buen ritmo en 1971 (5,9%), pero hay
que subrayar que este impulso se fue desinflando en los años subsiguientes
(1972 = -1,84%; 1973 = -5,18%) como consecuencia, entre otras cuestiones, del
deterioro de los términos del intercambio, los cuellos de botella que se fueron
generando y el corte de flujos de capital públicos y privados procedentes del
exterior. El desempleó disminuyó; la distribución del ingreso mejoró; la infla
ción fue controlada el primer año de Gobierno (aunque la hiperinflación de
1973, del 361 %, arruinó lo éxitos alcanzados en pocos meses); el sector público
creció (la up llegó a controlar en 1973 el 85% de la banca y la minería, el 70%
de los transportes y las comunicaciones y el 40% de la industria); y la estructura
productiva se modificó. Hay que aclarar que el Gobierno de Salvador Allende
5. B itar , Sergio, Transición, socialism o y dem ocracia: la experien cia chilena, Siglo xx i,
.México, 1979. Morgan-webb, Charles, La fo r ja d e ilusiones: el sistema d e partidos, 1932-1972,
Universidad Artes y Ciencias Sociales - Flacso, Santiago, 1993- B a r a n , Paul A., The Political
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flic t a n d Econom ic Development in Chile, 1958-1973, Stanford University Press, Stanford,
1978.
91
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
92
M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A . C O M P O R T A M I E N T O EMPRESARIAL
Al cabo del tiempo la situación se siguió complicando, ya que los bajos pre
cios del cobre en los mercados internacionales redujeron los ingresos del Es
tado aumentando en consecuencia el déficit público y deteriorando la balanza
de pagos. La evasión fiscal fue un problema que no pudo ser corregido por el
Gobierno de Salvador Allende. La inflación desatada a partir de 1972 comenzó
a deteriorar la capacidad adquisitiva de los trabajadores, por lo que las huelgas
y las movilizaciones populares se hicieron habituales. A su vez, las nacionaliza
ciones y la falta de confianza en el proyecto político que estaba impulsando el
nuevo Gobierno hicieron que el sector privado comenzara a optar por exportar
sus capitales a otras regiones «más seguras» en vez de invertirlos en Chile. La
incertidumbre respecto a los derechos de propiedad asustó peligrosamente a
los propietarios de los medios de producción. La gestión pública de las em
presas nacionalizadas no fue precisamente modélica. La baja tasa de formación
de capital retrasó el desarrollo integral y autosostenido de la economía de
Chile. En este contexto, se produjeron escisiones dentro de la Unión Popular.
El Movimiento de la Izquierda Revolucionaria exigió una radicalización de las
medidas tratando de obligar al Gobierno para que se deslizara de las posicio
nes socialdemócratas pacíficas a las comunistas más agresivas defensoras de la
necesidad de aplicar la vía revolucionaria armada. Por su parte, el ala moderada
de la Unión Popular defendió la aplicación suave de las reformas para evitar los
enfrentamientos. La visita de Fidel Castro a Chile en 1971 no ayudó a apaciguar
la situación, sino a polarizarla aún más.8
La gota que comenzó a rebosar el vaso fueron las elecciones para la reno
vación del Congreso celebradas en 1973 y la crisis internacional del petróleo de
aquel mismo año. Al salir fortalecida la Unión Popular, los grupos conservado
res y democristianos temieron un desplazamiento mayor del Gobierno hacia la
izquierda con el apoyo de los sectores más radicales. El pluripartidismo, garan
te de los consensos en el pasado, se fue convirtiendo en bipartidismo dando
paso a una peligrosa polarización ideológica. Los latifundistas y los empresarios
habían mostrado ya claramente su oposición al Gobierno de Allende; y las
amplias capas medias urbanas veían con temor la política de nacionalización
y el posible giro hacia posiciones comunistas. La estructura social de Chile se
diferenciaba de los casos de Cuba, Perú, Nicaragua o Bolivia. Las clases popu
lares y campesinas chilenas eran numerosas, pero se había ido generando una
considerable clase media. A ello se añadió que el movimiento obrero no fue
capaz de establecer las conexiones y compromisos políticos con el resto de los
sectores sociales, por lo que su capacidad de movilización política se vio limi
tada. Las relaciones de clase todavía no eran universales en 1973 en la sociedad
93
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A . C O M P O R T A M I E N T O EMPRES ARI AL
1978 = 47,9%; 1979 = 45,2%; 1980 = 43,8%); las inversiones extranjeras directas
aumentaron (pasaron de representar el 0,4% de la deuda externa en 1977 al
2,5% en 1981); y el balance de las cuentas públicas pasó del déficit al superávit
en un solo año (1974 = -375.000 pesos chilenos de déficit; 1975 = 300.000 pesos
chilenos de superávit). Obviamente, todo ello no se hizo a coste cero, ya que
no sólo se conculcaron las libertades y los derechos civiles, políticos y sociales,
sino que los salarios cayeron, el paro aumentó (subió del 5,7% en 1970 al 30%
en 1982 ), muchas empresas nacionales fueron barridas por la competencia, la
productividad no se elevó todo lo que se esperaba, el sector industrial dismi
nuyó, la distribución del ingreso no mejoró sino que siguió empeorando, la
demanda interna se redujo, y las «inversiones residenciales» se recoitaron re
duciendo en consecuencia la distribución de beneficios sociales entre amplias
capas de la sociedad. La Dirección de Inteligencia Nacional, dina (posterior
mente convertida en Central Nacional de Inteligencia) en la mano derecha del
dictador10 (véanse gráficas 1 a 3 ).
A partir de 1976, la situación social y económica se complicó. El asesinato
por un coche-bomba de Orlando Letelier en Washington (antiguo embajador de
Allende en e e ü u ) tensó las relaciones con e e u u . Para combatir el clima de disenso,
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A , C O M P O R T A M I E N T O E M PRES ARI AL
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A . C O M P O R T A M I E N T O EM PR ES AR IA L
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A , C O M P O R T A M IE N T O EMPRESARIAL
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A . C O M P O R T A M IE N T O EMPRESARIAL
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M IC A . C O M P O R T A M I E N T O EMPRESARIAL
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29. G ómez G arcIa, op. cit., 2005.
110
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III
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34. V a rgas, op. cit.
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COHERCIALES
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M IC A . C O M P O R T A M IE N T O EMPRESARIAL
consecuencia que hay que incorporar además otras variables para entender con
mayor amplitud y complejidad la relación entre formación y desarrollo.43
La información estadística y cualitativa recopilada permite afirmar que el
crecimiento económico es una variable necesaria, pero no suficiente para im
pulsar el desarrollo económico; y la historia comparada permite subrayar que la
simple apertura comercial y la desregulación económica, si bien son variables
importantes, no son suficientes para asegurar en todos los casos por sí mismas
un aumento de la productividad y la eficiencia económicas. Todos los datos
manejados en esta investigación coinciden en señalar que el consenso político
y el diálogo democrático en el contexto del transparente funcionamiento de
las instituciones sin duda representaron el escenario adecuado que ayudó a
impulsar, asegurar y mantener el buen desempeño de la economía en el caso
de Chile. La aplicación clara de unas reglas seguras (seguridad jurídica) no sólo
garantizó la necesaria confianza entre los empresarios para la realización de
inversiones productivas, sino que sirvió al mismo tiempo para establecer un
marco de negociación adecuado compartido por todos los actores sociales y
políticos involucrados (partidos políticos, patronal, sindicatos, Gobierno) no
sólo para dirimir democráticamente sus conflictos, sino además para asegurar
posteriormente la aceptación y mantenimiento de los resultados alcanzados en
las conversaciones.
La comparación entre el desempeño de las economías de Chile y México
en el periodo 1970-2006 muestra que se obtuvieron mejores resultados en las
épocas en los que el Estado dejó de ser intervencionista y se dedicó a través de
políticas públicas a crear y facilitar las condiciones necesarias requeridas para
impulsar el desarrollo económico (transparencia y confianza institucionales,
garantizar los derechos de propiedad, establecer reglas claras iguales para todos,
ofrecer seguridades jurídicas, además de construir las infraestructuras necesarias
a través de las «inversiones no residenciales-) y a aumentar la productividad,
en vez de concentrar sus esfuerzos en seguir repartiendo discrecionalmente
favores y privilegios para mantener el status quo. No obstante, ello no debe
hacer olvidar que en sociedades con diferencias en la distribución del ingreso,
educación y acceso a la justicia tan notables como en Chile y México, la labor
del Estado no sea sólo importante, sino capital. Con todo ello, se constata
que el transparente funcionamiento de las instituciones tiene efectos positivos
indudables en el adecuado desempeño económico y en el logro de mejoras
sociales indudablemente en países desarrollados, pero sobre todo en países en
43. Machinea, José Luis, -Idas para una agenda de desarrollo*, Pensam iento Iberoam erica
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M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M IC A . C O M P O R T A M I E N T O EMPRESARIAL
121
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
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123
ANEXOS
CANINOS
Cuadro 1: Producto interior bruto (1996-2006) (tasas anuales de variación)
ENCONTRADOS.
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Chile 8,0 12,3 6,9 5,0 10,6 7,4 6,6 3,2 -0,8 4,5 3,4 2,2 3,7 6,1 6,0 5,7
México 4,2 3,6 1,8 4,5 -6,2 5,2 6,8 5,0 3,8 6,6 0,0 0,8 1,4 4,2 3,0 3,5
A. Latina 3,8 3,2 3,3 5,2 1,1 3,8 5,5 2,5 0,3 3,9 0,3 -0,9 1,9 5,9 4,3 4,6
ITINERARIOS
Fuente: CEPAL, 2006.
HISTÓRICOS,
1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Chile 4,2 8,6 5,1 3,8 7,3 5,8 5,1 1,9 -2,0 3,2 2,2 1,0 2,6 4,9 4,9 3,3
México 2,3 1,7 -0,1 2,6 -7,8 3,4 5,0 3,3 2,1 5,0 -1,5 -0,7 0,0 2,8 1,6 3,4
A. Latina 1,8 2,1 1,6 3,4 0-5 2,0 3,8 0,9 -1,3 2,3 -1,3 -2,4 0,4 4,4 2,8 3,8
CULTURALES
Fuente: CEPAL, 2006.
Y COMERCIALES
1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
Chile 12.7 12,2 8,9 8,2 6,6 6,0 4,7 2,3 4,5 2,6 2,8 1,1 2,4 3,6 3,1
México 11,9 8,0 7,1 52,0 27,7 15,7 18,6 12,3 9,0 4,4 5,7 4,0 5,2 2,9 3,6
A. Latina 414,0 872,4 328,7 26,0 18,6 10,7 10,0 9,7 9,0 6,1 12,2 8,5 7,4 6,3 6,8
Fuente: CEPAL, 2006.
Cuadro 4 : Evolución de las remuneraciones medias reales (índices promedios anuales, 1995=100)
1980 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Chile 77,2 80,9 84,9 88,7 91,8 96,1 100,0 104,1 106,6 109,5 112,1 113,7
México 113,1 88,1 93,8 100,7 109,7 114,9 100,0 90,1 89,1 91,5 92,4 98,0
Fuente: CEPAL, 2001.
Cuadro 5: Evolución del salario mínimo real urbano (índices promedios anuales, 1995=100)
1980 1990 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000
Chile 87,9 76,9 87,9 92,2 95,6 100,0 104,2 107,9 114,1 124,4 133,2
México 323,9 128,0 116,4 114,5 114,7 . 100,0 91,0 90,5 91,1 94,9 95,6
Fuente: CEPAL, 2001.
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Chile 600 1.672 2.205 3.681 3.809 3.144 6.203 873 2.590 2.207 2.501 6.660 5.195
México 4.398 10.973 9.526 9.186 12.831 11.897 13-055 16.075 23.331 16.192 10.966 14.420 11.250
A. Latina 10.383 24.231 25.299 40.301 57.599 63-677 79.345 68.876 65.124 43-225 32.600 45.351 47.319
Fuente: CEPAL, 2006.
CAMINOS
Cuadro 7: índice de riesgo país
ENCONTRADOS.
Chile 152 125 84 66 80 57
México 308 323 199 166 126 154
Fuente: JP Morgan. El índice más bajo indica un menor riesgo para la realización de las inversiones.
ITINERARIOS
Cuadro 8 : Calificación de grado de inversión de deuda soberana de largo plazo en moneda extranjera
HISTÓRICOS.
Chile A A A A A
CULTURALES
Cuadro 9: Deuda externa bruta total (en millones de dólares)
V COMERCIALES
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Chile 19.665 21.768 21.736 26.272 29.034 32.591 34.758 37.177 38.538 40.675 43.359 43.283 44.333
México 130.500 139.800 165.600 157.200 149.028 160.258 166.381 148.652 144.526 134.728 132.021 130.531 131.737
A. Latina 528.037 564.399 619.233 647.390 679-913 742.710 754.647 729.465 734.285 722.201 747.022 748.575 671.755
1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
Chile 168 151 112 130 133 l6 l 165 160 172 180 164 114 94
México 213 196 185 147 123 124 112 83 84 78 74 65 58
MO D E R N I Z A C I Ó N
A. Latina 272 253 233 216 205 224 217 176 185 181 172 141 118
Fuente: CEPAL, 2006.
Cuadro 11: Evolución de la deuda externa bruta total como % del pus (en porcentajes)
ECONÓMI CA.
1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994
Chile 99,7 115,0 141,5 134,0 113,5 88,3 70,6 67,3 54,9 47,9 46,8 45,8
México 66,5 57,3 55,2 82,8 82,0 56,4 43,7 41,1 37,3 31,7 33,3 33,9
C OMP O R T A MI E NT O
1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004
Chile 35,3 41,7 33,8 43,5 49,0 51,1 58,7 63,7 61,8 48,0
México 60,5 49,0 38,0 39,0 35,5 26,5 24,0 22,0 22,6 20,8
Fuente: DataGob, 2007.
E MP RE S ARI AL
CAMINOS
C uadro 12: Confianza en la policía (% de individuos que confían en la gestión de la policía)
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005
ENCONTRADOS.
Chile 46.96 52.332 55.446 56.573 N/A 50.672 59.7 47.927 59.607 63.681
México 11.992 26.063 26.917 34.023 N/A 15.493 12.058 17.38 19-41 22.004
ITINERARIOS
Fuente: DataGob, 2007.
HISTÓRICOS,
CULTURALES
Y COMERCIALES
M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A . C O M P O R T A M IE N T O EMPRESARIAL
129
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
130
M O D E R N I Z A C I Ó N E C O N Ó M I C A . C O M P O R T A M I E N T O EMPRESARIAL
fwtüjecrtusMhfc:r*3
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P IB p er cápita
OBI «giro
««
131
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
132
ITINERARIOS ARTÍSTICOS
EL CONCEPTO DE ITINERARIO CULTURAL DE LA UNESCO EN AMÉRICA LATINA
135
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
3. ene. Meeting o f Experts on Cultural Routes, Madrid, 30-31 de mayo de 2003, en línea.
http://www.icomos-ciic.org/INDEX_esp.htm.
136
EL C ONCEPTO DE ITINERARIO CULTURAL DE LA UNESCO EN AMÉRICA LATINA
137
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES 1 COMERCIALES
4. De nuevo seguimos a S uárez-I nclán, María Rosa, «Los itinerarios culturales-, Congreso Inter
nacional del cncdeicoMos, Pamplona, junio de 2001 en línea: http://www.icomos-ciic.org.
138
EL CONCEPTO DE ITINERARIO CULTURAL DE LA UN ESCO EN AMÉRICA LATINA
cada sección serán tenidos en cuenta, al igual que las legítimas aspiraciones de
desarrollo de las poblaciones involucradas.
Aunque algunos tramos materiales del itinerario cultural no parezcan clara
mente conservados, la existencia y el valor del mismo en su conjunto puede ser
evidente a través de los aspectos inmateriales existentes.
La protección, conservación, preservación y promoción de un itinerario
cultural requiere tanto de la conciencia social como de la participación de
los habitantes de las áreas concernidas, y del establecimiento de instrumentos
adaptados a la protección contra todo tipo de riesgos, especialmente contra los
efectos negativos del turismo, así como de un adecuado desarrollo de políticas
de aprovechamiento del suelo que, en armonía con los planes nacionales,
regionales o internacionales, se encaminen hacia un desarrollo sostenible.
Además de una realidad de carácter material, los itinerarios culturales
entrañan un elemento dinamizador que actúa como un hilo conductor o cauce
a través del cual han fluido los vasos comunicantes del proceso civilizador.
En su seno, y a lo largo de la historia, se han producido múltiples flujos y
reflujos con aportaciones enriquecedoras para el conjunto, emanadas desde
los diversos puntos de su recorrido. Ese fluido vital de la cultura se manifiesta
en el espíritu y las tradiciones que constituyen el patrimonio intangible de los
itinerarios culturales.
En América, el estado del patrimonio cultural de muchos itinerarios culturales
es preocupante. Su integridad cultural se halla destruida, su patrimonio común
está fragmentado en sistemas nacionales cerrados y, en la mayoría de los
casos, es poco conocido en el mundo. No existen políticas coordinadas para
la protección y promoción del patrimonio. Las crisis económicas, la legislación
obsoleta de los países en transición, los conflictos, tanto militares como étnicos,
y las catástrofes naturales no sólo afectan negativamente sino que ponen en
serio peligro al patrimonio cultural que resulta muy vulnerable. La identificación,
el estudio y la promoción de los itinerarios culturales deben ayudar a poner fin
a este estado de cosas, lanzando y divulgando la idea de este nuevo papel que
corresponde al patrimonio cultural y definir, por vez primera, la macroestructura
del patrimonio dentro de los itinerarios culturales regionales e internacionales. El
patrimonio debe ser identificado como un sistema, una comunidad unida que
cuenta con sus propias infraestructuras, redes de células, zonas y centros, y
no solamente como una mera suma de sistemas nacionales aislados. Solventar
estos problemas es lo que pretende el proyecto del Q hapaq Ñan, el itinerario
cultural más extenso y ambicioso de Sudamérica.
El origen del interés por recuperar el Q hapaq Ñan hay que buscarlo en las
investigaciones que Jhon Hyslop realizó entre 1978 y 1981, materializadas en el
libro The In ca Roat System publicado en 1984 por Academic Press, y traducido
139
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
5. R ecaí., Alberto, Los cam in os d el inca, Lima, San Martí y Cía, 1936.
6. V on H a c en , Víctor, Los cam in os d el Sol, Buenos Aires, Hermes, 1958.
140
EL CONCEPTO DE ITINERARIO CULTURAL DE LA UN ESCO EN AMÉRICA LATINA
141
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
y fértiles suelos con cultivos de maíz convierten a este valle en una zona de
gran interés.
Cuzco tiene un plan específico desarrollado por el in c y la municipalidad,
que deberá ser desarrollado en los próximos años. Lo mismo ocurre con el
Santuario Histórico de Machu Picchu ( s h m ) , cuyo plan maestro, realizado por el
i n c , prevé actuaciones e inversiones para los próximos 10 años. Igualmente la
red de caminos incas Q hapaq Ñan tiene un proyecto avalado por la Unesco.
Únicamente queda el Valle Sagrado como espacio necesitado de un estudio
en profundidad en el que se basen las propuestas de actuación y protección,
aunque figura en el plan maestro del s h m como área de desarrollo compartido,
dividido en tres tramos. Hasta ahora no se ha trabajado la red patrimonial
cultural del Valle, no existe una jerarquización ni catalogación actualizada, de
acuerdo a las normas internacionales. No hay claridad de roles y funciones de los
centros poblados y la infraestructura vial está desarticulada.
Ante esta situación y en el contexto de futuras intervenciones en alguno de
los ámbitos del Valle Sagrado, se plantearon diversas demandas de colaboración.
Desde a e c i C u z c o , la arquitecta María Luz Olivera indicó que la a e c i y la
Municipalidad de Cuzco tenían prevista una intervención en el eje de la calle
San Pedro-Hospital de esta ciudad, en los años 2006-2007, que desarrollaría
estudios de tratamiento del pavimento en el sector, tratamiento de fachadas de
inmuebles, y la rehabilitación de un inmueble concreto por definir.
La Municipalidad de Cuzco, y en concreto la Oficina del Centro Histórico,
a través de su director, el arquitecto Carlos Aguilar, confirmó los trabajos de
colaboración con af.c i , y expuso los proyectos que se encuentran en vías de desa
rrollo, dedicados a la catalogación de inmuebles como complemento a un
trámite de Certificados de Parámetros Urbanísticos, así como la catalogación
singular de ambientes urbanos.
En consecuencia, se solicitó colaboración en el estudio del ámbito del sector
de la ciudad denominado Antisuyo, parte de la red vial inca conformante del
Q apaq Ñan y que parte desde la actual Plaza Mayor del Cuzco atravesando el
eje donde está la calle de la Piedra de los 12 ángulos para extenderse por zonas
donde existe patrimonio inca, colonial y contemporáneo, hasta llegar al sitio
Arqueológico de HuchuyQosqo (Pequeño Cuzco). Las intervenciones que se
precisan englobaría el registro del patrimonio inmueble de diferentes épocas,
integrado en proyectos de turismo sostenible.
Junto con la solicitud de un proyecto integral se ha contemplado la
posibilidad de realizar tareas de capacitación en la Universidad de San Antonio
Abad de Cuzco, que se mostró muy interesada en complementar sus estudios de
postgrado con las aportaciones de los integrantes del proyecto que hemos
denominado K aypacha.
142
EL CONCEPTO DE ITINERARIO CULTURAL D£ LA UNESCO EN AMÉRICA LATINA
143
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
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JIRÓN DE LA UNIÓN: DERROTEROS DE UN ITINERARIO CULTURAL EN LIMA
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Lima, capital del Perú, se extiende entre los valles de los ríos Chillón, Rímac y
Lurín. Allí señoreaban prehispánicamente los Colli y los Ichma. Antes fueron los
Maranga los primeros constructores de un imponente complejo ceremonial en el
valle bajo del Rímac, de pirámides de gran volumen construidas con adobitos de
barro y de canalizaciones del río Rímac al construir un canal para regar la parte
baja del valle abasteciendo así al Callao, Bellavista, La Punta, San Miguel, La Le
gua y Magdalena hasta la altura de la avenida Brasil.
Posteriormente, los antiguos limeños construyeron más canales en ambas
márgenes del río para garantizar su desarrollo agrícola y organizar administra
tivamente sus lerrilorios en curacazgos. La trama prehispánica se completó con
las redes viales que unían los pueblos de la costa y de la sierra, instalándose
sobre los derroteros naturales.
Los curacas de Lima, aliados con los Incas, establecieron unidades adminis
trativas denominadas Hunos (grupos de diez mil familias). Lima fue dividida en
el Huno de Pachacámac, Sulco, Collique y Maranga. Los curacas detentaban el
146
JIRÓN DE LA UNIÓN: DERROTEROS DE UN ITINERARIO CULTURAL EN LIMA
147
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
148
JIRÓN OE LA UNIÓN: DERROTEROS DE UN ITINERARIO CULTURAL EN LIMA
1. S arabia , Mario: -Notas sobre los espacios públicos y la normativa vigente-, separatas de
la exposición presentada en el Curso Nacional Mejoramiento del Hábitat Popular «F.l espacio
público en la ciudad popular», organizado por d e sc o , la Facultad de Arquitectura, Urbanismo
y Artes de la u n í, y la Lund University, en agosto de 2001, en el auditorio de la spg se de la
faua — u m , Lima, p. 2.
149
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
casa era una parte muy especial dentro de este sentido extendido de hogar.2
Las calles dejan de ser sólo elementos que llevan a lugares para constituirse
en lugares en sí. Las calles materializan esta transformación humana; el andar
humano impone límites en movimiento que van definiendo zonas que aportan
a la consolidación de una ciudad.3
La multidimensionalidad del espacio público puede simplificarse básicamen
te en un modelo bidimensional que, por un lado, involucre su condición física
(incluyendo elementos naturales y culturales, y aún al mismo ser humano en su
calidad material) y, por otro lado, su condición social (factores sociales, políti
cos y económicos). Según Rapoport hay tres posiciones que exploran la fuerza
de cada una de estas condiciones en la transformación del espacio público:
2. E n g w ich t , David, Street Reclaim ing. Creating Livable Streets a n d Vibrant Communities,
Canadá, New Society Publishers, 1999, p. 13
3. T iber g h ien , Gilíes A., -La Ciudad nómada-, introducción al libro de Francesco Careri,
Walkscapes. El a n d a r com o p rá ctica estética, Barcelona, Editorial Gustavo Gilí S. A., 2002,
pp. 10-16.
150
JIRÓN DE LA UNIÓN: DERROTERO S DE UN ITINERARIO CULTURAL EN LIMA
conexión entre las dos plazas más importantes del centro histórico, las que se
constituyen en hitos, y el mismo Jirón es una amplia senda. Según Lynch, con
estos elementos se puede construir un espacio público agradable que facilite la
lectura de la ciudad al peatón.
Sin embargo, la percepción que los seres humanos tienen del medio en el
cual se desenvuelven, si bien es parte de la dimensión social del espacio pú
blico, no expresa la integridad y complejidad de su significado. La dimensión
social del espacio público está referida a las formas de uso que en él ocurren.
4. Actividades necesarias (o funcionales) son las más o menos obligatorias, y por lo tanto,
sus actores siempre van a participar del espacio público, pues no tienen otra opción. Acti
vidades opcionales (o recreacionales) son producto de un deseo y que suceden cuando el
tiempo y el lugar las hacen posible. Por ello necesitan de condiciones exteriores óptimas para
llevarse a cabo. Actividades sociales o -resultantes- son las que surgen a partir de las activida
des anteriores, y son dependientes de la presencia de otras personas.
151
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES K COMERCIALES
152
JIRÓN DE LA UNIÓN: DERROTERO S DE UN ITINERARIO CULTURAL EN LIMA
PATRIMONIO MONUMENTAL
8. B a liart , Josep y J uan - T resserras , Jordi, Gestión d el patrim on io cultural, Barcelona, Edi
torial Ariel S. A., 2001, p. 11.
9. R io b ó o , Francisco, Una fo r m a d e en ten der la p roblem ática patrim onial, Córdoba, Pro
grama de Patrimonio Histórico de la Diputación de Córdoba, 2002, p. 9-
10. Art. I o de la Ley General de! Patrimonio Cultural de la Nación N° 28296, publicada en
el D iario Oficial El P eruano el 22 de julio de 2004.
11. Municipalidad Metropolitana de Lima, Tríptico -Ambientes urbano monumentales en
el Centro Histórico de Lima», 2004.
153
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
12. Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación N" 28296, publicada en el Diario
Oficial F.l P eru an o el 22 de julio del 2004, páginas 272.925 a la 272.932.
13. Título I, Capítulo 1, Art. Io de la Ley Genera! del Patrimonio Cultural de la Nación
N° 28296.
14. La elaboración de alfombras florales para la Procesión del Señor de los Milagros en
el Jr. Ancash, Lima, se convierte en una fiesta participativa e integradora que contribuye al
desarrollo de valores a favor del patrimonio inmaterial.
154
JIRÓN DE LA UNIÓN: DERROTEROS DE UN ITINERARIO CULTURAL EN LIMA
h g LEB
ípooo a Q Ó " ;/
PIANO D a CENTRO
HISTÓRICO DE LIMA
ÚMBC DEL CEKIH0 HISTÓRICO OE HUft
155
EL CLAUSTRO DE LA MERCED DE CUZCO: EL PROGRAMA ICONOGRÁFICO
DE UNA CANONIZACIÓN
INTRODUCCIÓN
157
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
1. F.n lo que todos los textos que hacen referencia a las pinturas coinciden es en la in
tervención del obispo Manuel de Mollinedo. Llegó de España en 1673 cuando la ciudad se
hallaba en reconstrucción tras el terremoto de 1650, que la había dejado prácticamente en
ruinas, http://www.qosqo.com/qosqoes/merced.html, http://www.cusco-peru.org/cus-
co-peru/cusco-cultural-iglesias-cusco-convento-m erced.shtm l, http://guiadelcusco.
perucultural.org.peAodocus3.htm, http://www.fcm.aeci.es, http://www.inkascusco.com/
es/peru/restos.coloniales/cusco/convento.merced.php. Harold E. Wethey, «La Merced in
Cuzco, Perú«, Jo u r n a l o f the Sociely o f A rchitectural Historians, Latín A m erican A rchi-
tecture, 1945-46 pp. 35-38. Wuffaden, Luis Eduardo, «Las Escuelas Pictóricas Virreinales*,
http://anomimateuser.tripod.com/.
2. Podemos definir así estas estampas pues se presentan con los tres elementos del em
blem a triplex (Pictura, moto y suscripcío).
158
EL C LA U S TRO DE LA MERCED DE C U Z C O
que se basan los grabados de Martínez y las copias de estos de Cornelio Co
brador. Esto mismo ocurre con la serie ejecutada por Zurbarán para la Merced
Calzada de Sevilla. Zurbarán en su encargo sin duda tomó referencia los graba
dos de Martínez pero hizo en ellos una interpretación libre e introdujo algunos
temas que posiblemente le sugirieron los frailes de la Merced.
En la Merced de Cuzco resulta curioso en el ciclo de la infancia y juventud
donde los autores cuzqueños presentan hasta tres escenas: nacimiento de Nolasco,
prodigio de las abejas y la limosna y caridad de Nolasco Niño. Y es la escena de la
Limosna de Nolasco la primera que aparece en los grabados del memorial.
n° mayo-diciembre.
3 5 -3 6 ,
4. Un ejemplar, el estudiado por Delgado Varela, se encuentra en la Universidad de
Sevilla. Atendiendo a las dos fases del proceso ( 1 6 2 2 - 1 6 2 7 y 1 6 2 7 - 1 6 2 8 ) . En la primera se
presentaron únicamente los dibujos mientras que en la segunda se imprimieron los grabados.
La firma del nihil obstat del maestro general la firma fray Damián Fonseca.
5 . M anrique A ra , M. E., «La Historia di San Pietro Nolasco del pintor Jusepe Martínez»,
A nalecta M ercedaria, Roma, 1 9 % , pp. 7 3 - 1 1 5 .
159
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
160
EL C LAU STRO DE LA MERCED DE CUZ CO
161
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
11. N adal G aver , Speculum fratu m , 1445, (ed. manuscrita) (primera edición impresa 1533,
Conocida como la de Zurita).
12. C ijar Pedro, Opusculum tantum quinqué, 1446, (manuscrito llevado a la imprenta en
Barcelona en 1491).
13- Citado en los grabados del Memorial de canonización de san Pedro Nolasco.
14. R emón , A., Historia G eneral d e la Orden d e la Merced, Tomo I, Madrid, 1618; del mis
mo autor, Historia G eneral d e la Orden d e la Merced, Tomo II, Madrid, 1620.
15. V argas, B., C hronica Sacriet Militia O rdinisB. M ariae d e M ercede Redemptionis Cap-
tivotum, Tomo I., Palermo, 1619. V a rg a s , B., C hronica Sacriet Militia Ordinis B. M ariae d e
M ercede Redemptionis Captivotum, Tomo II, Palermo, 1622.
162
EL CLAUSTRO DE LA MERCED DE C U Z C O
16. Ver la edición de las obras de Lope de Vega, publicadas por la Real Academia Espa
ñola, Tomo V, C om edias d e vidas d e Santos, Madrid, 1895. En las observaciones preliminares
de Marcelino Menéndez Pelayo del V volumen sobre las obras de Lope, editadas en el año
1895 por la Real Academia Española, encontramos algunas pistas sobre el origen de esta co
media. Menéndez Pelayo la sitúa cronológicamente entre 1621 y 1635.
17. T ir s o d e M olina , Historia g en eral d e ¡a Orden d e Nuestra Señora d e tas M ercedes,
Madrid, 1639, (Ed. de Penedo Rey, 1975. Volumen I (1218-1567); Volumen 2 (1567-1639),
Madrid, pp. 2 y 22).
163
CANINOS ENCONTRADOS. I TIN E R A RIO S HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
164
EL C LAU STRO OE LA MERC ED DE C U Z C O
Dentro del ciclo de infancia y juventud resulta curiosa, por ser escasa, la
representación en imágenes del nacimiento de Pedro Nolasco. Sin embargo, no
es única. En el museo de b b a a de Córdoba se puede contemplar una obra de
José Cobo de Guzmán con esta misma temática. De este pasaje encontramos en
América otro lienzo en la Merced de Quito, obra de Francisco Albán.
El hecho de que en la primera imagen descrita en el octavo cuadernillo del
memorial de canonización se presente bajo el título Figura 2 hace pensar que
en el conjunto de estampas que presentó Jusepe Martínez la primera repre
sentara o bien el nacimiento o bien el prodigio de las abejas, que aparece en
el segundo lienzo del ciclo de la infancia y que con una escena parecida nos
presenta Zurbarán para la Merced de Sevilla.
La tradición de los cronistas incorporará pasajes a la vida de Nolasco proce
dentes de la tradición cristiana. Ejemplo significativo es el prodigio del panal de
miel en las manos del santo cuando era niño. La leyenda del panal de miel en
las manos de Nolasco niño, prodigio atribuido anteriormente a san Ambrosio y
a san Isidoro, que en la tradición pagana lo encontramos en Píndaro y Platón.18
Será Vargas19 quien narre el primer suceso prodigioso en la vida de san Pedro
Nolasco, tras el nacimiento del Niño. Suceso que narrará Remón20 en la primera
de las empresas publicadas en 1627, y reafirmará Tirso:21
... Crian las auexas en sus palmas vn panal de miel. Apenas pues re
cien nacido gozaba la usura de esta vida, cuando en la mesma cuna,
colmena prodigiosa la mano diestra, fabrico en ella un enxambre de
avexas misteriosas un panal de deleitoso y sazonado almíbar con que
atraxo a la iglesia numerosas almas.
El primer cuadro que trata el prodigio de las abejas hay que encontrarlo en
la serie de Zurbarán para la Merced Calzada de Sevilla. El cuadro titulado Na
cim iento d e san Pedro Nolasco, en la actualidad se conserva en Francia, en el
Museo de b b a a de Burdeos. La escena del panal concretará las representaciones
de san Pedro Nolasco en un tipo, portando como atributo el panal de miel en
las manos, como nos lo presenta Pablo Pontons en el cuadro del Museo de
b b a a de Valencia.
18. H ervella V á z q u ez , J., «Empresas sobre la vida de San Pedro Nolasco-, Estudios Madrid,
2001, n" 212, p. 71.
19- V argas, B., Vida d e san P edro Nolasco, Salamanca, 1623.
20. R em ó n , A ., Discursos elogíeos y apologéticos Empresas y divisas sobre la triunfante vida
d e san Pedro Nolasco, Madrid, 1627.
21. T irso de M olina , op. cit., p. 24.
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
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EL C LA U S TR O DE LA MERC ED DE C U Z C O
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
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EL CLA U STRO DE LA MERCED DE C UZ CO
cqxWr»nxMmvtTA.j;„v
»CV»*
169
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
25. V a rgas , B., C hronica Sacriet Militia Ordinis D. M ariae d e M ercede Redemptionis Cap-
tivotum, Palermo, 1619-1622, tomo I, cap. 13, p. 32.
26. Fecha que ha supuesto durante el 2003 la celebración en Barcelona del año de la
Merced, a propósito del aniversario del octavo centenario del inicio de la labor redentora de
Nolasco.
170
EL CLAUSTRO DE LA MERCED DE C UZ CO
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
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EL C LAU STRO DE LA MERCED DE C UZ CO
E L CICLO DE LA FUNDACIÓN
30. >... te aconsejo que compres el oro probado y te vistas con vestiduras blancas...*
(Apc. 3, 18).
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COHERCIALES
Epigrama o suscriptio: -Sacrato die Vinculis Sancti Petri anno domini 1218
virum dei iubet per visum Beata virgo ut Ordinem Redemptoris Captivorum
Instituía; idem etiam ipsa noce Sancto Raymundo (de Peñaforte) et Jacobo Regi
Aragón Monstratum est. Cemens (in Bullis Canonizationis31 Sancti Raimundi)-.
Descripción de la imagen: “La beata Virgen se aparece al santo y le da el
hábito de la Orden, y él mismo lo recibe arrodillado. A lo lejos un rey en el lecho
y san Raymundo, de la Orden de Santo Domingo, en oración, y ambos ven la
misma revelación».
La representación de esta escena tiene como variante la visón colectiva con
los tres cofundadores, que seguirá el texto de las estampas de la canonización,
o la representación individual de la visión de Nolasco.
31. No es inocente la cita, Alfonso de Molina podía haber citado la escena siguiendo
los escritos mercedarios, pero cita la escena de la bula de canonización de san Raimundo,
por que entre otras cosas fue canonizado por fundar la Orden de la Merced. Era lógico, en
un escrito para la canonización de Nolasco que se argumentara en contrario que, si a San
Raimundo de Peñafort, la bula papal lo canoniza por haber fundado la Orden de la Merced,
cuanto más motivo que por esto mismo se canonice a san Pedro Nolasco.
174
EL C LAU STRO DE LA MERCED DE C UZ CO
32. M esa , J., «El arte mercedario en la región andina-, A n alecta M ercedaria, Roma, 1991,
p. 321.
175
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES T COMERCIALES
El texto del M emorial para las estampas de Jusepe Martínez se concreta con los
siguientes textos.
Estampa vn.
Lema: «Homo Quem rex honorarie voluerit debet indui vestibus regis» (Ester 6,
7-8).
Epigrama o subscriptio: «S. Raymundus barcinonensibus divinam revelatio-
nem exponit. Rex Iacobus , slemni ritu militan, Ordinem redemptions instituit,
ac S. Petram Nolascum, primum eius Magistmm, Regium, Regio Aragonum
insigni, addita ad Episcopo cruce suae Ecclesiae, cohonestat. Natalis Gaver, in
I list. Ord. Et ep de Jaca)».
La descripción de la imagen: «San Raimundo sobre el pulpito predicando. El
rey da al Santo las armas de Aragón. El Obispo le da la Cruz, que lleva sobre
las armas. El santo con algunos compañeros vestidos de gentilhombres, son
recibidos cantando Te Deum laudamus».
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES T COMERCIALES
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CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y CONERCIALES
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33. Texto tomado del Cantar d e los Cantares, 7, Cfr. Manrique A r a , M. E ., op. cit., p. 92.
181
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Las escenas xin y xiv son sin duda las más conocidas de la vida de san Pedro
Nolasco por las representaciones que Zurbarán pintó para la Merced Calzada
de Sevilla y que se conservan en el Museo del Prado.
En los cuadros de Zurbarán resulta evidente la influencia del texto del Me
morial y alguna de las estampas. En la visión del apóstol San Pedro crucificado
182
EL CLA U STRO DE LA MERCED DE C UZ CO
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
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EL CLAUSTRO OE LA MERCED DE C U Z C O
185
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
Dentro del ciclo apostólico, tres estampas del Memorial narran la estancia de
Pedro Nolasco en Valencia. La primera es la estampa xvii: san Pedro Nolasco y
la conquista de Valencia, en la actualidad en paradero desconocido.
Lema: -Cum levaret Moyses menus vincebat Israel. Exod. 17”.
Epigrama o suscriptio: «lacobo Aragonum Regi Valentiae obsidenti et quin-
tum iam annum in obsidione agent victoriam pollicetur quam cum Sancto Ber
nardo vicense episcopo precibus a Deo impetrat. Vita eiusdem Sancti Bernardi.
Mag. Bernardus de Vargas lib. p. cap. 22».
Descripción de la escena: Un ejército de soldados conquistando una ciudad.
Uno de los soldados es el rey. El santo y un monje de San Bernardo, obispo
puesto en oración hacia la ciudad, las manos elevadas al cielo y un gran res
plandor sobre él.
El cuadro del monasterio de Cuzco es de gran importancia para la iconogra
fía de Nolasco pues recoge fielmente la descripción, podemos imaginar el
grabado en dicho cuadro.
186
EL C LAU STRO OE LA MERCED DE C U Z C O
Sí que sirvieron como fuente iconográfica las otras dos estampas del me
morial alusivas a la presencia de Nolasco en Valencia; así la invención de la
Virgen de El Puig, estampa inédita hasta el presente trabajo, sí que sirvió como
referente en el cuadro de la Merced de Cuzco, obra de Basilio Santa Cruz, lo
que demuestra que las estampas del memorial calzaron el Atlántico.
El texto del Memorial concreta la escena de la siguiente manera:
Lema: «Stellae vocatae sunt et dixerunt adsumus et luxerunt cum iucunditate.
Baruch. 3-.
Epigrama o suscriptio: Septem de coelo stellas descendere et terram saepius
penetrare videns prope castellum del Puch terram ipsam fodere iuvet reperta-
que sub aerea campana Sacra Virginis imagini regus stipendiis monasterium
ibimet edificat. Mag. Vargas. Iib. p. Chronica cap. 22. et ep. de Jaca. 2.
Descripción de la escena: Siete estrellas descienden del cielo sobre una
gruta donde está una Virgen y una campana en tierra. El santo, con un campa
nero, lo ve y va con herramientas a cavar la tierra.
187
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES 1 COMERCIALES
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EL CLAUSTRO DE LA MERCED DE C U Z C O
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
190
EL CLAUSTRO DE LA MERC ED DE C U Z C O
Pese a que no se han conservado los grabados de las estampas xix, xx y xxi
podríamos intuir su composición siguiendo el texto de las descripciones del
Memorial.
Estampa xix:
Lema: «Potestas et terror apud eum est qui facit concordiam in sublimibus.
Iob. 25».
191
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
192
£L CLAUSTRO DE LA MERCED DE C U Z C O
Estampa xxi:38
Lema: «Ludibria et verbera expertus insuper et vincula et carceres.
Hebr.l.l».
Epigrama o suscriptio: Quod per Illustris Domina Teresia Gil de Vidaure
clam a captivitate aufugerat quam tamen vir Dei redimere parabat apud Arge-
lium duris vinculis mancipatur. Episc.Rossen. t. 3- cap. 14. 5.
Descripción de la escena: El santo preso en una torre con su compañero y
a lo lejos una galera con una mujer y un joven.
No se han conservado las estampas del último ciclo de la vida de san Pedro
Nolasco, y además no abundan las representaciones que, de estos temas, han
llegado a nosotros. De la escena xxin del M em orial, se conserva un cuadro, en
el convento de las Mercedarias de D. Juan de Alarcón, atribuido a Vicente Car-
ducho, titulado San P edro N olasco entrega la regla a los F railes d e la M erced. En
él se muestra a san Pedro Nolasco ya anciano entregando un libro a unos frailes
postrados de rodillas, pero a diferencia del texto del memorial no aparece san
Raimundo de Peñafort.
De todas formas las filacterias del cuadro no coinciden con los textos de
las escenas del Memorial: IMITADORES HUIUS FACTIESTIS // S. P. NOLASCO
FUNDA(DOR) PROVOCAT FILIOS AD (VO)LANDUNET SU RED. (VOL)LITAT.
Otro cuadro, de Juan de Toledo, de tema similar en el mismo convento,
lleva por título San P edro N olasco en tregan do la regla a las m ercedarias.
Estampa x x i i i :
Lema: -Cum nudaveris patrem veste sue indues filium eius. Aaron colligetur
et morietur ibi. Num. 20”.
Epigrama o suscriptio: Praedicit mortem suam et ordinis magisterium re-
nuntiat et quod Sancto Raymundo de Pegnafort reverentiam exhibeant fratribus
commendat. Vargas in Cron. ad annum 1249.
Descripción de la escena: El santo da a un fraile un báculo y un libro ante
algunos otros frailes y san Raimundo de Peñafort.
38. El texto en latín que narra la liberación de D3 Teresa Gil de Vidaurre lo recoge Alonso
Remón, por lo que el escrito combina la idea expresada por Melchor d e T o r r e s en Agricultura
d el alm a con el pasaje en el que Remón narra el rescate de la dama. La cita se firma bajo el
seudónimo de Torres, Obispo d e Rosas
193
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
La escena xxiv del Memorial describe la muerte de San Pedro Nolasco. Inspi
rado en este pasaje narrado se conservan varios cuadros posiblemente inspira
dos en un grabado común, por su similitud compositiva, el de las estampas de
Jusepe Martínez pese a no mostrar al obispo descrito en la escena. Atribuido al
taller de Zurbarán encontramos el tema representado en la Merced de Quito. Es
evidente la relación del cuadro de la Merced de Cuzco con la temática expre
sada en los cuadros de Quito y Sevilla.
Basilio Santa Cruz (atr.). Muerte de san Pedro Nolasco, Convento de la Merced
de Cuzco (junto al santo, el retrato del obispo Manuel de Mollinedo)
194
EL CLAUSTRO DE LA MERC ED DE C U Z C O
Estampa xxiv:
Lema: «In obitu suo non est contristatus reliquit enim defensorem domus
contra inimicos. Eccl. 30».
Epigrama o suscriptio: Sacramentis Ecclesiae et Benedictione episcopi per-
cepta vultu hilari ac coelitius radiante ob dormivit in domino cum gubernasset
ordinem 31 annos et redemisset 3773 christianos. Natalis Gaver in gener. Mau-
rolicus in Mari magno Relig.
Descripción de la escena: El santo rinde el espíritu ante un obispo y algunos
frailes y el alma va al cielo, le salen resplandores del rostro.
De la escena xxv no he encontrado ninguna representación. Resulta más que
evidente el sentido de la descripción de la escena, afirmado que el cuerpo del
santo permaneció incorrupto, señal de predilección y beatitud. Lo cierto es que
respecto del sepulcro y cuerpo del santo fundador no se tiene noticia, y el do
cumento de los sellos que como he comentado con anterioridad indicaba que
el sepulcro estaba en Barcelona, la falsedad del documento que influyó en la
tradición mercedaria que al igual tenía como uno de sus fines la pronta canoni
zación. De hecho, en el monasterio de El Puig se conserva un libro manuscrito
sobre todos los intentos infructuosos que se llevaron a cabo en, el siglo xvnt,
para hallar el cuerpo del santo Fundador.
Estampa xxv:
Lema: -Custodito legum consummatio incorruptionis est in corruptio facit
esse proximum Deum. Sap. 6 ».
Epigrama o suscriptio: Post 87 annos a sepoltura inventum est Corpus Sancti
Fundatoris incorruptum et coelesti fragrans odore. his. gen. Iib. 2. cap. 19-
Descripción de la escena: Algunos frailes abren el sepulcro del santo, el cual
esta entero. Tenía exvotos y luces en torno al sepulcro.
195
SEVILLA Y LA VIRGEN DE GUADALUPE. EL CAMINO DE LO DEVOCIONAL Y LO ARTÍSTICO
1. La proliferación de este icono mariano en el resto del territorio peninsular ha sido ob
jeto de amplios capítulos insertos en algunos trabajos sobre el tránsito artístico ultramarino.
Véanse entre otros: w a a , -Tesoros de México en España», Artes d e M éxico, núm. 22, México,
1993-1994; B a r e a A z c ó n , Patricia, «Los legados de pintura novohispana a instituciones religio
sas españolas», Tiempos d e A m érica, núm. 13, ciAL-Universitat Jaume 1, Castellón, 2006, pp.
29-41. Uno de los estudios más específicos en C u a d r ie u jO , Jame, -La propagación de las devo
ciones novohispanas: las guadalupanas y otras imágenes preferentes», en M éxico en el m undo
d e las coleccion es d e arte, Nueva España II, Azabache, México, 1994, pp. 257-289.
2. Dichos volúmenes ofrecen un exhaustivo inventario de la multitud de estas piezas repar
tidas por Sevilla y otras localidades andaluzas, así como algunos estudios monográficos sobre
esta vinculación transatlántica. G o n z á l e z M o r e n o , Joaquín, Iconografía gu ad alu p an a, tomo I,
Jus, México, 1959; tomo II, 1974. Existe una edición actualizada que compendia ambos volúme
nes: G o n z á l e z M o r e n o , Joaquín, Iconografía g u adalu p an a en Andalucía, Consejería de Cultura,
Junta de Andalucía, Sevilla, 1991- Además de estos volúmenes debe señalarse que el autor
publicó una veintena de artículos sobre este tema en la prensa local sevillana.
197
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
han permitido sentar las bases para un mayor acercamiento a la difusión local
de esta devoción americana durante los siglos xvn y xvm.
El comercio artístico trasatlántico fue muy intenso a lo largo de los tres siglos
de presencia española en América y Filipinas. Sevilla, como puerto monopoli-
zador de las mercancías indianas hasta comienzos del siglo xvin, desempeñó el
papel de difusora de las novedades culturales provenientes del continente ame
ricano. Una de estas trataría de la veneración que profesaba el pueblo mexicano
hacia una imagen milagrosa de la Virgen, encarnada en la figura de una mujer
indígena. La población sevillana, mariana por excelencia, acogió rápidamente
este culto, viendo en esta representación foránea la respuesta necesaria a sus
plegarias. En cuanto a las razones de este intercambio pueden señalarse dos.
Una de ellas corresponde a su consideración de «amuleto» protector durante la
travesía marítima, mientras que el otro se relaciona con su condición de objeto
piadoso donado por un patrono. García Sáiz apunta que «la mayoría de estas
obras -religiosas- son enviadas desde y no reclamadas por», y los remitentes de
las mismas son tanto ilustres personajes españoles que ocupaban algún cargo de
relevancia en las esferas del poder como indianos particulares que querían dejar
un testimonio de su estancia americana en sus lugares de origen.3 Estos serían
casi siempre alguna iglesia o convento donde el cuadro quedaba como muestra
de agradecimiento a Dios por el éxito alcanzado, contribuyendo de este modo a
difundir el culto guadalupano entre los feligreses peninsulares.
198
SEVILLA Y LA VIRGEN DE GUADALUPE
199
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
fingidas. De ello se hizo eco Ceán Bermúdez al decir que »adquirió un manejo
extraordinario en pintar al temple adornos de arquitectura, fmtas, flores y paí
ses».8 De hallarse esta pintura y verificar la intervención, podría confirmarse que
fuesen algunos maestros peninsulares quienes completaran el icono proveniente
de la Nueva España añadiendo el repertorio decorativo.
Durante el último tercio del siglo xvii fueron llegando a Sevilla las primeras
representaciones guadalupanas. Sobre este fenómeno es de sobra conocido el
testimonio del padre jesuíta Francisco Florencia, quien tras su periplo por tie
rras europeas desde la Nueva España afirmaría que “en Cádiz, en Sevilla y en
todas partes de católicos, que tiene comercio la Nueva España, es tan conocida,
tan venerada y aplaudida esta santa imagen, que apenas hay casa, en que no
la tenga».9 Los primeros modelos que arribaron a la ciudad recogían la imagen
mariana copiada del original según el modelo canónico que se veneraba en el
santuario. En alguna de éstas se dispondrán conformando cuatro episodios en
los ángulos del lienzo las escenas aparicionistas, siguiendo por lo general la lec
tura de los hechos de izquierda a derecha. Esta representación tenía una doble
función. Por un lado, se ivía para catequizar a los fieles y por otro, legitimaba el
origen milagroso de la misma dando a conocer los acontecimientos protagoni
zados por el indio Juan Diego. En este sentido, y ante la probabilidad de que la
distancia hiciera que la verdadera historia fuese desconocida, debe entenderse
por qué la mayoría de las obras que llegaban a suelo peninsular presentaban
insertas dichas mariofanías.
Más allá de la explicación objetiva de estos pasajes, la tipología de los cua
dros narrativos donde se insertaban permitirá estudiar las obras en función a la
época en que fueron realizadas. En un primer momento, las escenas aparecían
dentro de unos marcos geométricos de sencillas proporciones con molduras do
radas y perfil negro, que con el tiempo y las tendencias del momento fueron de
rivando en una profusión de volutas de estiló rococó desprendidas de un perfil
mixtilíneo. Además, las intersecciones entre la Virgen y las tarjas se cubrirán de
una legión de querubines y ángeles conformando una gloria celestial dentro de
un equilibrado escenario decorativo. Este hecho ha sido señalado por algunos
investigadores como la principal influencia adoptada por los artistas novohispa-
nos de las tendencias metropolitanas.
El barroquismo imperante a mediados del siglo xvm dotará al lienzo de
multitud de detalles y formas que culminarán en la aparición de un jardín ce
200
SEVILLA Y LA VIRGEN DE GUADALUPE
201
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES í COMERCIALES
202
SEVILLA Y LA VIRGEN DE GUADALUPE
19. El otro volumen presenta la misma inscripción ya que la portadilla fue restaurada en
base al original del convento del Carmen de Sevilla.
20. F lorencia , Francisco de, La estrella d el Norte d e México, a p a recid a a l rayar el d ía d e
la luz evangélica en este Nuevo-Mundo [...], en México, por Doña María de Benavides, viuda
de Juan de Ribera, 1688.
21. B ecerra T anco , Luis, F elicidad d e M éxico en el principio, y m ilagroso origen, qu e tubo
el Santuario d e la Virgen M aría N. Señora d e G u adalu pe [...), en México, por la viuda de
Bernardo Calderón, 1675.
22. Además opina que el tipo racial de Juan Diego es -netamente español peninsular con su
nariz aguileña, su entrecejo castellano y su occipucio saliente característico de los de la penín
sula-. C u e v a s , Mariano, Álbum histórico guaclalupano d el IV Centenario, México, 1930, p. 48.
23- Junto a esta idea aporta otros datos como la posibilidad de que su autor fuese el
grabador Antonio de Castro. C l i a u r i e u .o , El Divino Pintor, Museo d e la B asílica d e G uadalupe,
México, 2001, pp. 182-184.
203
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
24. Uno de los factores que pudo haber influido en este nombramiento fue la vinculación
sanguínea de los Enríquez de Ribera con los descendientes de Hernán Cortés. La noticia y
las reglas de este hospital aparecen publicadas en G o n z á l e z M o r e n o , Joaquín, Icon ografía
g u a d a lu p a n a, tomo II, Jus, México, 1974, pp. 19-31-
25. En éstas se especifica que -el Excmo. Sr. Duque fue muy devoto de esta advocación», G o n
zález M oren o , op. cit., p. 20. Además, por la misma fecha, el autor publicaría un artículo periodísti
co sacando a la luz más datos sobre esta fundación, entre ellas que pasó al patronato de la familia
Bucareli y finalmente a los Medinaceli o que Eugenia de Montijo rezó en una de sus capillas.
26. Ha sido revisada la documentación del Archivo de la Casa Ducal de Medinaceli para
después estudiar el acervo bibliográfico que trata de la historia de las instituciones hospitala
rias y eclesiásticas de Sevilla en los siglos xvi y xvii.
27. La noticia debe ser tomada con cautela, ya que algunos argumentos de su descubridor
ofrecen ciertas contradicciones. Habría que esperar a que aparezca algún documento que
pueda confirmarlo.
28. El padre Florencia se hace eco de este mecenazgo y dice de él que debe contarse
entre -los muy insignes bienhechores de Santuario» por su interés en promover y adelantar el
culto de la Señora. F l o r e n c i a , Francisco de, op. cit., p. 188.
204
SEVILLA Y LA VIRGEN OE GUADALUPE
29. Sobre la vida de fray Payo de Ribera véase entre otros S osa , Francisco, El episcopado
m exican o (ed. facs.), México, 1978, pp. 141-149- En cuanto a su actividad política y apostólica
consúltese C astañeda D elg a d o , Paulino, -Fray Payo de Rivera, arzobispo de México y virrey de
Nueva España-, en A n dalu cía y A m érica en el siglo xvn, t. 2, Escuela de Estudios Hispanoame
ricanos, Sevilla, 1985, pp. 251-295.
30. Cita textualmente: «Al Ilustrísimo, y Excelentísimo Señor M. D. Fr. Payo Enríquez de
Ribera, Arzobispo de México, del Consejo de Su Majestad, Virrey, Governador, y Capitán Ge
neral de esta Nueva España, y Presidente de la Real Audiencia della». La segunda impresión
de F elicid ad d e M éxico [...] es una reedición completada de la primera, que corrió a cargo del
doctor Antonio Gama, ya que su autor había muerto tres años antes.
205
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
Real Capilla y poco después obispo de Honduras, cargo que nunca ocupó al
ser promovido para la sede de Yucatán el 11 de marzo de 1700.31 La única re
ferencia que se tiene sobre su fervor guadalupano es la sospecha de que fuese
el promotor del envío de algunas copias de la Virgen que llegaron a la capital
hispalense durante el período de su mandato. Una de éstas será la firmada por
Juan Correa, que actualmente se venera en la iglesia de San Nicolás de Bari.32 La
copia presenta numerosas particularidades en su género, no sólo por la maravi
llosa factura del autor sino por la llamativa disposición horizontal del conjunto.
Además, destacará el recargado exorno floral que rodea a la Virgen, entre el
que sobresalen diez angelillos atlantes portando las cartelas.33
El otro de los religiosos destacados fue fray Francisco de Buenaventura Martí
nez de Tejada. Al igual que el anterior, nació en el seno de una destacada familia
sevillana, ingresando en la Orden de los Hermanos de la Regular Observancia
de San Francisco en la Casa Grande de Sevilla.34 Posteriormente, fue destinado al
monasterio de Nra. Sra. de Loreto en Espartinas (Sevilla), donde ejerció de lec
tor de Filosofía y Sagrada Teología y de guardián por dos ocasiones. Su primer
destino en las Indias sería ocupando la prelatura auxiliar de Cuba desde la que
partió en 1745 para asumir el poder de la diócesis yucateca. Seis años más tarde,
Fernando VI lo promovió al obispado de Guadalajara, en el que adquirió «fama
y común opinión de santidad-.35 Allí permaneció hasta su muerte, acaecida en el
año 1762. La vinculación de este personaje con su institución de origen se man
tendría aún en su estancia americana. De este modo obsequió a la comunidad
franciscana de Espartinas con un magnífico lienzo de la guadalupana ejecutado
por el afamado José Rodríguez Camero, al que acompañaría con toda probabi
lidad el retrato del prelado que hoy se expone en el interior del cenobio sevilla
no .36 Esta obra destaca principalmente por el tamaño de las cartelas, que de una
37. Actualmente sólo faltan la patena y la salvilla. Algunos de estos objetos traían graba
dos el escudo de armas del obispo y la marca de la ciudad de Guadalajara. Encontramos un
estudio detallado de este lote en P a l o m e r o P a r a m o , Jesús, ‘Donaciones artísticas de obispos
franciscanos de América a instituciones españolas: el legado del P . S. Buenaventura y Tejada»,
en Acias d el I Congreso In tern acion al sobre los fra n cisca n o s en e l Nuevo M undo, ¡Madrid,
1987, pp. 983-996. También pueden consultarse las fichas catalográficas tanto del ajuar litúr
gico como de los lienzos en V vaa, Los fran ciscan os y e l Nuevo Mundo, Guadalquivir, Sevilla,
1992, pp. 64, 100-101 y 129.
38. Sobre la biografía de la religiosa véase: Ros, Carlos, M adre Isabel, fu n d a d o r a d el B ea
terio d e la Trinidad d e Sevilla, Sevilla, 1982.
39. Todas las noticias referidas a la construcción del recinto religioso proceden del Archi
vo del Beaterio de la Trinidad de Sevilla. Éstas aparecen publicadas en G o n z á l e z G ó m e z , Juan
Miguel y M o r i l l a s A l c á z a r , José, El B eaterio d e la Trinidad. Estudio d e su p atrim on io histórico-
artístico, Universidad de Sevilla, 1994.
40. G o n z á l e z G ó m e z , Juan Miguel, -El Beaterio de la Trinidad. Un legado americano», La
boratorio d e Arte, núm. 3, Universidad de Sevilla, 1990, pp. 97-108.
207
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
41. Da la casualidad que se encuentra reentelado y con un bastidor nuevo, por lo que la
transformación debió proceder de algún daño causado en el mismo. En el inventario señala
do no se hacen más alusiones a la misma. G o n z á l e z M o r e n o , op. cit., pp. 143-144.
42. Los datos biográficos ofrecidos provienen de C a l d e r ó n Q u i ja n o , José Antonio (dir.), Los
virreyes d e Nueva España en tiempos d e Carlos III, Escuela de Estudios Hispanoamericanos,
Sevilla, 1967, pp. 386-657.
208
SEVILLA Y LA VIRGEN DE GUADALUPE
La piedad de este virrey propició que se alzara como uno de los prin
cipales difusores del culto mariano. Sus biógrafos se refieren a las visitas
diarias al santuario e incluso a los largos ratos de oración que allí pasaba.
González Moreno halló en el Archivo de Indias un documento que demos
traba el fervor de Bucareli. Se trataba de una carta que le dirigía el almiran
te Ulloa donde le hablaba de una conversación que tuvo con el hermano
de éste, el gobernador de Cádiz, en la que sale a relucir un devocionario,
probablemente escrito por el mandatario, y una laminita de cobre con la
imagen de la Virgen que le envió el virrey y que estaba colocada en el ca
becero de su sobrina .43
También en su testamento dejó claro el fervor que sentía hacia la señora
del Tepeyac. La primera de las cláusulas expresaba su deseo de ser sepul
tado en la Colegiata de Guadalupe, junto a la puerta donde solía entrar, y
que «su entierro sea según estilo y costumbre de los virreyes que mueren
en el cargo».44 Además de los donativos que en vida dio a la institución
religiosa, en otra de las mandas ordena hacer seis estatuillas de plata que
209
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
completarían las doce que había prometido regalar para la barandilla del
presbiterio .'15 Pero sin duda alguna el mayor de los tesoros guadalupanos
que legaría este virrey al acervo sevillano sería la magistral imagen que le
pintara al óleo sobre cobre su protegido, el renombrado artista Francisco
Antonio Vallejo, en 1777.46
El autor, que ya había realizado el retrato oficial del virrey, fue el pintor
guadalupano más prolijo de su generación.47 La bella efigie mariana aparece
acompañada por una serie de angelitos que en la gloria celestial sostienen
cuatro cartelas de estilo rococó con las escenas aparicionistas. Este conjunto
presenta distintos matices que lo hacen cercano a la escuela murillesca, hecho
que sin duda alguna debió agradar al mandatario. A los pies de la Virgen se
inscribió el 21 de agosto de 1777 como fecha en que «se tocó a su sagrado
original» y una cartela en la que se recogía la cita que certificaba el patrocinio
regio de la obra.48 El cuadro, que debió lucir en el palacio virreinal, pasó con
los bienes del difunto a la península, permaneciendo en la actualidad en una
colección particular.49
Otras anécdotas referentes a la devoción de personajes sevillanos las recogió
González Moreno intentando localizar el icono que protagonizaba cada una.
Así se sabe que el padre jesuíta Manuel de la Peña «erigió en 1735 dos nuevos
altares, en la Capilla de la Anunciación de la Casa Profesa de la Compañía de Je
sús en Sevilla, uno a Nuestra Señora de Guadalupe y otro a San Juan Francisco
Regis-.50 Ambos desparecieron del lugar original, donde posteriormente serían
colocados los sepulcros de los Ribera, no quedando rastro alguno de estas pin
turas. Otro dato hallado en el Archivo General del Palacio Arzobispal de Sevilla
y que podrá ser ampliado con las referencias a casos similares informa de la
presencia en el oratorio de don Tomás Céspedes y Sandoval de «un altar mazizo
210
SEVILLA Y LA VIRGEN DE GUADALUPE
51. El cierre por obras del archivo catedralicio ha impedido que se pueda ampliar esta in
formación sobre la presencia de la Virgen mexicana en otros oratorios particulares sevillanos.
La citada la ofrece Joaquín González Moreno proveniente del Archivo General del Palacio Ar
zobispal de Sevilla, Salón de documentos de la Curia, legajo núm. 30, oratorios, número 5.
52. S a n z S e r r a n o , Ma Jesús y D a b r i o , Teresa, -Inventarios artísticos sevillanos del siglo xvu.
Relación de obras artísticas», Archivo hispalense, núm. 176, Diputación de Sevilla, 1974, pp.
89-150.
53. En los inventarios no son las guadalupanas las únicas piezas de origen americano,
pues se habla de otras de diversa índole como «muebles de mechoacan» o Cristos de caña.
54. G o n z á l e z M o r e n o , Joaquín, op. cit., 1959, p. 63-
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
1 . G a r c í a P a n e s , Diego, D iario p articu lar del cam in o qu e sigue un virrey desde su llegada
a Veracruz h asia su en trad a p ú b lica en la Capital, Biblioteca Nacional, Madrid, 1775
2. D e L a M a z a , Francisco, Mitología clásica en el arte colon ial d e México, iie, u n a m , México,
1968 .
213
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
214
LOS METALES PERDIDOS DEL CABA LL ITO
215
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
216
LOS METALES PERDIDOS DEL CAB AL LI T O
11. De ello nos hablan los historiadores antes enunciados, como Carlos María B u s t a m a n t e
y Francisco d e P a u l a A r r a n g o i z y otros contemporáneos como Enrique S a l a z a r H I ja r y H a r o .
12. Carta informando de la colocación de la primera piedra de las obras en la Plaza Mayor.
E s t a d o , 25, N. 20.
13- Carta sobre la estatua efímera de madera de Carlos IV. E s t a d o , 25, N. 89A.
14. S a l a z a r H i ja r y H a r o , Enrique, Los trotes d el Caballito. Una historia p a r a la historia,
217
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
Pero la persona más importante, la que va a dirigir en los trabajos a todos los
demás y va a encargarse de modelar la estatua ecuestre, diseñar el pedestal y dirigir
la fundición sera el gran arquitecto y escultor valenciano Manuel Tolsá, que según
la historiografía del arte es el introductor del Neoclasicismo en la Nueva España.
Nacido el 4 de mayo de 1757 en Enguera forma parte de la generación de artistas
valencianos que va a triunfar en México, en el seno de la Real Academia de Bellas
Artes de San Carlos, y que van a introducir el Neoclasicismo en América: Tolsá,
Ximeno i Planes, Fabregat, etcétera. Tras pasar por la Academia valenciana y por la
de San Femando, en Madrid, va a solicitar la vacante plaza de director de escultura
de la Academia mexicana, puesto que le fue concedido el 16 de septiembre de
1790 con un sueldo de 1.800 pesos anuales. El 22 de julio de 1791 llegará finalmen
te a la Ciudad de México para tomar posesión de su cargo. Su actividad en Nueva
España será frenética, establecerá nuevas cátedras, introducirá las enseñanzas del
dorado y de diferentes tipos de barnices y mármoles e inventará aparatos para
manipular grandes estatuas y bloques de piedra. Sus obras más significativas son el
retablo para la Iglesia de la Conversión de San Pedro (Cádiz), diferentes yesos lle
vados a Nueva España, el retablo mayor de la Iglesia de Santo Domingo (México),
varios retablos de La Profesa (México), el retablo mayor de Las Capuchinas (Méxi
co), el Ciprés de la catedral de Puebla, varias esculturas para La Profesa, un busto
de Hernán Cortés, los Cristos de la Catedral de Morelia, el Convento de Teresas de
Querétaro, el Convento de Propaganda Fide (Orizaba) y sobre todo el Hospicio
Cabañas en Guadalajara y la terminación de la Catedral Metropolitana (1793-1810),
así como el grandioso Palacio de Minería capitalino.
218
LOS METALES PERDIOOS DEL C ABALL ITO
Pero si por algo es realmente popular es por fundar una verdadera escuela
de escultura propiamente mexicana, en la que se desenvolverán alumnos como
Pedro Patiño Ixtolinque, Mariano Arce, Zacarías Cora o Agustín Paz. Así, Tolsá
trabajará durante veinticinco años en suelo mexicano, hasta su muerte el 14 de
diciembre de 1816, a los 59 años de edad, sepultado en la Parroquia de la Santa
Veracruz. Sin embargo, lo que aquí nos interesa de Manuel Tolsa es su trabajo
en el Caballito, que le trajo muchos quebraderos de cabeza e incluso probable
mente la muerte, ya que para la fundición del bronce se utilizó arsénico líquido,
que respirado acababa por ser mortal.
Los trabajos de tallado en madera de la escultura definitiva, que se iba a
fundir en bronce y para la cual se tomó como modelo un caballo percherón
poblano llamado Tambor, se iniciaron en la Academia de San Carlos. Luego se
prepararon los moldes de yeso, con la ayuda de Baltazar Pombo, y se traslada
ron al ex-colegio jesuita de San Pedro y San Pablo, que se iba a acondicionar
como taller de fundición. Los trabajos iban muy adelantados, sin embargo aún
no se reunía el metal suficiente para efectuar la fundición, y por tanto se dio
inicio a un compás de espera que se iba a alargar mucho más de lo que los
autores y promotores tenían previsto.
Ya habían pasado dos años desde el inicio de los trámites para la creación
del Caballito, y en 1798 Miguel José de Azanza se convirtió en el nuevo virrey
novohispano, de este modo Branciforte no pudo ver acabado su gran deseo, la
colocación de la estatua de bronce de Carlos IV en la Plaza Mayor. Este mismo
virrey da parte de los hechos que ocurren el 2 de septiembre de 179915 a las
10:30 horas de la mañana, cuando se cae la cabeza del caballo de la estatua
provisional de madera realizada tres años antes. El virrey informa de las órde
nes dadas, de cubrir todo con tablas de madera hasta que se pueda reparar.
Para ello previene al director de escultura de la Academia de San Carlos y en
cargado de las obras de la estatua ecuestre, Manuel Tolsá, quien contesta:
219
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
A lo que agrega:
17. Carta de Tolsá al virrey Azanza, de 26 de septiembre de 1799. agí, estado, 28, N. 53.
220
LOS METALES PERDID OS DEL C ABA LL ITO
sólo para la confección de la obra de arte, sino para la política novohispana del
momento en general.
El 30 de abril de 1800, apenas seis meses después del suceso de la cabeza
del caballo, llegaba a Nueva España un nuevo virrey: Félix Berenguer de Mar-
quina, el mismo que tendría que lidiar con un problema de primer orden del
cual la Corte en Madrid va a estar enterada en todo momento.18 En la fragata
mercante La A sturiana viajaban noventa quintales de latón destinados a la
fundición de la estatua ecuestre de Carlos IV. Es preciso aclarar que hoy en día
conocemos como latón a una aleación de cobre y zinc, pero antiguamente se
denominaba así a cualquier aleación realizada con cobre y sobre todo si era
con estaño. Además, en los correos entre México y la Corte se utiliza indis
tintamente la palabra latón o la palabra calamina para referirse a los metales
perdidos. Con la confusión de términos la realidad es que se están refiriendo
a calamina tal y como la conocemos hoy: óxido de zinc. Ésta, en aleación con
el cobre y el estaño, produce un color pajizo, utilizado para eliminar parte del
subido rojo típico del bronce.
Esta calamina se esperaba en pocos días proveniente de la Península Ibéri
ca, sin embargo, La A sturiana es apresada por los ingleses en las cercanías de
Veracruz, con lo cual ya volvía a estar sembrado el conflicto de intereses entre
españoles y británicos. El problema pasa a primer orden desde un principio,
ya que el material perdido iba a ser utilizado nada más y nada menos que en
una efigie del rey y su robo por parte de los ingleses significaba no sólo una
ilegalidad, sino también una humillación. Lo demuestra la gran cantidad de
correos que en el Archivo General de Indias en Sevilla se encuentran sobre el
tema, en este caso ya con el valido don Mariano Luís de Urquijo. Así, Marquina
dice tener:
18. Como muestran toda esta serie de cartas que aquí se analizan, en posesión del Archivo
General de la Nación en Sevilla, con lo que podemos deducir que la corte estaba enterada en
todo momento y conservaba las noticias para elevárselas al rey. No hay que olvidar que se
trataba de una efigie del monarca.
19. Carta de 27 de octubre de 1800. a g í , e sta d o , 28, N. 101.
221
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Como podemos ver con esta carta el virrey novohispano de inmediato man
da a las autoridades cubanas que empiecen la búsqueda de los metales, ya que
si hay algo claro es que deben estar en alguna de las islas que dependen del
dominio colonial inglés, a las que llama «colonias enemigas». Éstas se reducirían
a las islas de Jamaica, las Caimán y las pequeñas islas caribeñas al sureste de La
Española. La acción que se demanda a los jefes cubanos es buscar los metales
y proporcionar a los enemigos el rescate oportuno. Ya para marzo de 1800, el
intendente de La Habana había informado del envío de un parlamentario a la
capital jamaicana, Kingston, con lo que parece que más o menos ya se tenía
claro el destino de la mercancía robada. Sin embargo, no se recibían noticias
de los avances del intendente, que no conseguía información acerca de la ca
lamina perdida.
Asimismo el virrey cuenta el episodio del comerciante José Fernández Pérez,
capitán de la goleta M aría que había hecho un viaje de Jamaica a Veracruz con
azogue. Éste se ofrecía a hacer trabajos para el rescate, verificando la situación
de los 90 quintales de metal llevando a cambio a Jamaica algunos prisioneros
de los existentes en Veracruz. Esta oferta fue rehusada:«... deseando alejar todo
permiso de esta clase, por los inconvenientes que trae ...».2l
Poco tiempo después, se sabrá en Nueva España que la Casa Real ha deci
dido conceder a la Casa de Comercio Torre y Hermanos la gracia de rescatar
La A sturiana. Así, el encargo se pone al cuidado de don José Ignacio de la
Torre, residente en Veracruz y componente de esa misma empresa. También le
informa que Torre ya se ha puesto en contacto con él y que va a poner todas
las facilidades posibles a su tarea. Sin embargo, el tiempo pasaba, y los ánimos
se disipaban:
20. Ibídem.
21. Carta de 27 de octubre de 1800. a g í, e s ta d o , 28, N. 101.
22. Ibídem.
222
LOS METALES PERDIOOS DEL CABA LL ITO
223
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
gados fue llevado a Kingston y allí tuvo que ocultar su cargo a las autoridades
coloniales inglesas y negociar con ellas su salida del dominio británico, cosa
que hizo en un paquebote hacia el puerto de Veracruz. Estos dos casos ilustran
como la inseguridad marítima va creciendo y el dominio de los mares se escapa
a la monarquía española, ya que los piratas ingleses campan a sus anchas por
el Caribe haciendo sufrir muchas pérdidas a los comerciantes.
■— . — mmrnmmm m i i "
■ . ••
■A T*T NIENDO mis vivosjícscos & los de todos los amados y aroaiv- _
teTVaolfos' Je ! Rey"'"nuestro Señor J a ^ ^ T ^ c r ^ s t « ^ o i n í n ] ¿ ? ^ r^
Nueva Espaáa, solirité de 4u Real demencia d permiso de erigir su
Estatua Equtstre en la Plaza mayor de esta Capital sin.cl menor gra-
. _ j.'A - vintén de j u Real Hadeoda.
• . Se ha dignado S. M . acceder i mí súplica; y para que ct Público
-. sepa y tome parte en e s » común satisfacción, que lo.llenará de consue-
V ; I® por ser un nuevo testimonio de la benignidad y amor con que S. M.
* ■; «nos mira, mando se publique'p^ Bi^do en los porag» acostumbrados.
¿i** M ít ic o 1 7 d e Ju n io de 17 9 6 .
S •3 _
JE1MarquésdeBranváforlt.
Si i?
cmt^ ** u.« ú¿\
Por mandado de S. E x i
; ’.
Otro punto de gran importancia a tratar será la decadencia que las minas
estaban viviendo por la enorme falta de azogue, que impulsa a la importación
de metales y a la aplicación de reformas en el sistema minero, del cual es un
224
LOS METALES PERD ID OS DEL CABALLITO
225
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
Por fin llegaba el momento de tranquilidad para esta estatua y sus autores y
promotores. Aunque esta tranquilidad durará poco, ya que la estatua empezará
a partir de la Independencia un largo periplo, muy bien explicado en la obra
de Enrique Salazar Híjar y Haro, Los trotes d el C aballito. Una historia p a r a la
historia. Así, con la Independencia se va a criticar la presencia de esta obra
en la Plaza Mayor mexicana, aludiendo a que insultaba a la nueva nación. In
cluso se van a lanzar panfletos con duras palabras para la escultura, como las
siguientes:
227
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
británico Lewis Brian Adams continuará con éxito sus labores pictóricas en Ve
nezuela durante el primer mandato de José Tadeo Monagas y buena parte del
de su hermano José Gregorio. Las andanzas y trabajos de este retratista inglés
han quedado recogidos con gran solvencia en la monografía que le consagrara
el acucioso investigador Carlos F. Duarte,2 libro al que remitimos a nuestros lec
tores. El 26 de mayo de 1853 Adams fallece de hidropesía en Caracas, en cuyo
Cementerio de los Ingleses es enterrado al día siguiente en la tumba número
78, por error del sepulturero.3
El 16 de noviembre de 1850 el francés Léon Noet, establecido desde hacía
tiempo en la capital de Venezuela, se ofrece como pintor-decorador con estas
características: «Su especialidad es imitar con el mayor gusto y perfeccionar el
mármol en las paredes y también toda especie de maderas en las obras en que
esta imitación se necesite. Trabaja igualmente en el género del pais pintando
los edificios con cartulinas”.'* El decorador galo se compromete también a im
portar de Europa «juegos enteros de decoraciones de papel de toda especie,
aplicable á las paredes, así como adornos de pasta de arroz para cornisas, rosas
y cielos rasos, los cuales hoy dia están generalmente adoptados no solamente
por su belleza sino por el poco costo que causan». Por si fuera poco, tras afir
mar que ha hecho ya varios trabajos de decoración en Caracas, con satisfacción
de sus clientes, Noet se ofrece en la calle del Comercio, n° 60, entre Reducto
y Glorieta, a «enseñar con exquisita propiedad, y también stores ó cortinas con
paisajes destinadas á resguardar las habitaciones del sol».5
Salvo una anecdótica incursión en la vida cultural caraqueña, gracias a su
participación en las veladas musicales de Kurt de Bohlschwingh,6 el danés Fritz
Georg Melbye -pintor nacido en 1826 en Elsinor, Dinamarca, cuya vida y obra
siguen siendo bastante desconocidas- no deja en nuestros registros documen
tales ninguna noticia de importancia durante sus aproximadamente cuatro años
de residencia en Venezuela (1850, 1852-1856)7 De él se conservan sólo algunos
cuadros, que Alfredo Boulton identifica en su libro sobre Camille Pissarro,8 entre
2. D u a r t e , Carlos F., Lewis B. Adams. Retratista d el rom anticism o paecista, Caracas, Gale
ría de Arte Nacional, 1997, pp. 182.
3. Libro d e registros d e enterram ientos en el Cementerio B ritánico (febrero 1833 a 14
agosto 1853, n° de entrada 45, p. 291), Consulado Británico, Caracas. (Agradezco el dato a
Carlos F. Duarte.)
4. »Nuevo Pintor», Diario d e Avisos y Suplemento d e las Provincias, Caracas, 16 noviem
bre 1850, p. 4, 2a col. En las sucesivas notas citaremos este periódico caraqueño con la sigla
DiAviSeP.
5. Ibídem.
6. S a l v a d o r G o n z á l e z , José María, «Vida cultural en Caracas durante los Monagas* (inédito).
7. B o u l t o n , Alfredo, Camille Pissarro en Venezuela, Caracas, 1966, p. 24.
8. Ibídem.
228
PINTORES Y DIBUJANTES EXTRANJEROS EN VENEZUELA (1847-1858)
ellos Velero fren te a La G uaira, Vista d e La G uaira desde C abo Blanco, C am ino
nuevo d e La G uaira y Vista d e C aracas (los cuatro en la Fundación John Boulton,
Caracas), otra versión de C am ino nuevo d e La G uaira (Col. Gisela de Fahrenberg,
Caracas), Vista d e C aracas desde el Portachuelo (Col. Andrés Boulton, Caracas),
C asa d e la hacien da El P alm ar (Col. Federico Vollmer Boulton, Caracas) y Llane
ros en un m orichal (Col. Luis José Romero Zuloaga, Caracas), sin olvidar otros
lienzos pertenecientes a las familias venezolanas Behrens, Reverón, Róhl, Rómer,
Stürup y Vollmer, así como varios dibujos de la colección Banco Central de Vene
zuela, algunos de ellos estudios para los referidos cuadros al óleo.
Acompañando como ayudante a Fritz Georg Melbye, el futuro maestro del
impresionismo, Camille Pissarro (nacido en 1830 en Charlotte Amalie, capital
de la isla de Saint Thomas, entonces colonia danesa) reside en Venezuela desde
el 12 de noviembre de 1852 hasta el 12 de agosto de 1854. Durante ese lapso
de un año y diez meses, Pissarro, quien también asistirá con su colega Melbye
a alguna de las veladas musicales en la caraqueña Posada Europea de Kurt
de Bohlschwingh, plasma en dibujo y acuarela una abundante serie de paisa
jes y escenas de género de Venezuela, sobre todo de Caracas, La Guaira y sus
alrededores. Tales apuntes en lápiz, tinta o acuarela ofrecen el enorme interés
de constituir un amplio registro, tomado del natural, del paisaje físico y la apa
riencia urbano-arquitectónica de Caracas y el litoral central, así como de las
costumbres, tipos humanos, modas y ambiente social de la Venezuela de
entonces. Entre las docenas de dibujos y acuarelas subsistentes de Pissarro so
bre temas de paisajes, escenas de género y personajes venezolanos, merece la
pena destacar las dos vistas del taller de Melbye y Pissarro en Caracas (acuarela
y dibujo a lápiz, respectivamente), pues permiten apreciar el ambiente y hasta
el equipamiento de un taller profesional de pintura en la Caracas monaguista,
que -a falta de galerías y marchantes de arte en la Venezuela de la época- fun
gía también como centro de exhibición y venta de las obras de los artistas.
Promocionándose como «pintor al óleo y retratista, discípulo de célebres
maestros alemanes», el 23 de febrero de 1853 aparece en Caracas el germano
Karl (Carlos) Kjerulff, recién llegado de las Antillas, donde «ha practicado su
arte por algún tiempo». Se ofrece como pintor y retratista en la casa del señor
Andral, en la calle del Sol, frente al antiguo Coliseo, y manifiesta que «se encar
ga de retratar, las personas que quieran ocuparle, tanto en su habitación como
en las particulares». Como servicio adicional, precisa que «hace los retratos de
cualquier tamaño y también se encarga de componer antiguas pinturas, como
de santos, altares de iglesias, etc .».9
229
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES » COMERCIALES
Vanas son durante el decenio monaguista las andanzas del funcionario pú
blico, pintor y fotógrafo francés Théodore Lacombe, activo en Venezuela desde
al menos mediados de 1842, cuando figura en los documentos como secretario
del encargado de negocios de Francia ante el Gobierno de Venezuela.10 Según
Alfredo Boulton, recorre el interior de la República a inicios de 1846, antes de
emprender el año siguiente un viaje a Francia, de donde regresa a Caracas el
20 de noviembre de ese mismo 1847.“
Pasará casi una década antes de que el 5 de julio de 1856 Théodore Lacom
be reaparezca en la escena pública criolla: para la ocasión se promociona en
el establecimiento fotográfico del venezolano Santiago Brito en Caracas (calle
de Carabobo, frente a la posada del Sr. Bassetti) -en su profesión de Fotógrafo»,
para hacer retratos fotográficos a colores, y, en especial, para plasmar «Retratos
en fotografía con colores (a l’aquarelle y al óleo )».12 Por si fuera poco, Lacombe
anuncia que -se encargará también de reproducir por medio de la Fotografía
los objetos tales como casas, monumentos, máquinas, pinturas, engrabados,
etc .».13
Cuatro días más tarde (9 de julio de 1856) el también fotógrafo francés Ba
silio Constantin anuncia en su taller caraqueño, entre las esquinas de Pajaritos
y Mercaderes, «que acaba de asociarse con el Sr. Th. Lacombe para la ejecución
de fotografía sobre papel y vidrio; retratos con colores al óleo y miniatura; y
ambrotipos», como complemento a sus habituales retratos en daguerrotipo.14
Ambos fotógrafos galos, sin embargo, parecen haber entrado en conflicto mu
tuo antes de tres semanas. El 2 de agosto siguiente, en efecto, Théodore Lacom
be anuncia haber disuelto su sociedad con Basilio Constantin «por motivos
particulares», por lo cual brinda sus servicios independientes como fotógrafo en
el mismo taller de Pajaritos a Mercaderes, donde se compromete a realizar «Fo
tografías sobre papel, ambrotipos y fotografías en colores á precios tan baratos
como el daguerreotypo-.H Las huellas de este pintor-fotógrafo-funcionario se
esfuman luego, como las de tantos congéneres propios y extraños que trabaja
ron en Venezuela. Boulton reproduce un cuadro de Lacombe, P aisaje d e Puerto
C abello (Colección Fundación John Boulton, Caracas),16 que, si bien carece de
fecha, podría tal vez ser del período bajo análisis.
230
PINTORES Y DIBUJANTES EXTRANJEROS EN VENEZUELA (1647-1858)
DIBUJANTES Y LITÓGRAFOS
17. Artistas y cronistas extranjeros en Venezuela 1825-1899 (cal. exp.), Caracas, Galería
de Arte Nacional, 1993, pp. 62-63 (Ficha de Axel Stein).
18. "Santos», DiAviSeP, 30 noviembre 1853, p. 1, I a col. (Passim).
19. «Avisos. Litografía-, El Venezolano, Caracas, 10 enero 1843, p. 4, 3a col. (Passim).
231
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
232
PINTORES Y DIBUJANTES EXTRANJEROS EN VENEZU ELA (1847-1858)
233
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
234
PINTORES Y DIBUJANTES EXTRANJEROS EN VENEZU ELA (1847-1858)
fol. 176.
42. Ibídem, fols. 177-178.
43. Ibídem.
235
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
44. Ese nombre aparecerá trascrito en otro contexto como Henrique van Lansberge (o
van Lansberghe).
45. A rchivo G en eral d e la N ación , Secretaría de Interior y Justicia, 1853, Tomo c d l x x x v ,
fols. 177-178.
46. Ibídem.
47. Ibídem, fol. 179.
48. Ibídem, fol. 183.
236
PINTORES Y DIBUJANTES EXTRANJEROS EN V ENEZU ELA (1847-1858)
Viva la libertad!
Pueblo á las armas á combatir el Gobierno traidor é infame que os
vende en playas estrangeras como viles esclavos.
A las armas! á las armas!49
fol. 181.
52. Ibídem, fol. 182.
53. Ibídem.
237
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
No sabemos cuánto tiempo estuvo preso Weykopf por este incidente de sedi
ción. Es de suponer que, arrestado poco después su instigador Pablo Malpica, el
cándido germano haya obtenido pronto la libertad, tal vez después de ser »ama
blemente inducido» a no embarcarse de nuevo en otra similar aventura »revolu
cionaria». En todo caso, el 23 de julio de 1853, dos meses después de tan amarga
experiencia, Weykopf avisa de la mudanza de su taller litogràfico caraqueño a la
calle de Orinoco, n° 108, entre las esquinas de La Gorda y Mercaderes.56
La actividad más representativa de Weykopf como litógrafo durante el de
cenio monaguista es su intervención como dibujante-ilustrador y litógrafo en
la importante revista cultural caraqueña Mosaico, editada por Luis Delgado
Correa durante el cuatrienio 1854-1857. Entre las escasas imágenes litográfi-
cas de Weykopf que se conservan en dicha revista ilustrada57 podemos destacar
54. Ibídem.
55. Ibídem.
56. -Adolfo Weykopf Litógrafo-, DiAviSeP, 23 julio 1853, p- 1, 2a col. (Passim).
57. El ejemplar microfilmado de El M osaico que se conserva en la Biblioteca Nacional de
Caracas exhibe numerosas mutilaciones y vandalizaciones, sobre todo -com o era de esperar
s e - en las ilustraciones o estampas fotográficas.
238
PINTORES Y DIBUJANTES EXTRANJEROS EN VENEZUELA (1847-1858)
239
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
CONCLUSIONES
74. El hasta hace poco escaso interés por preservar la memoria del país, así como el
abandono, la incuria, la falta de buenas condiciones de conservación y, en muchos casos,
el expolio y la vandalización inmisericordes de los documentos primarios en los archivos
públicos venezolanos han provocado insalvables lagunas -cuando no una pérdida absoluta
y definitiva- en las fuentes relativas al decenio analizado, como sucede también en otros
períodos de la historia de Venezuela.
240
EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA POR ANDRÉ BRETON:
UNA SALIDA AIROSA PARA EL SURREALISMO
íñigo Sarriugarte Gómez
Universidad del País Vasco
INTRODUCCIÓN
2 41
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
1. F o ster, Hal, Com pulsive B eauty, The m it Press, London, 1993, p. 210.
242
EL DESC UBRIM IENTO DE A M ÉRICA POR AND RÉ BRETON
2. C o b a s A m a n t e s , Roberto, W ifredo Lam : e l esp íritu d e la tra scen d en cia , Bilbao Bizkaia
Kutxa, Bilbao, 2003, p. 20.
3. w a a , A ndré B retón y e l su rrealism o, Exposición del 1 de octubre a 2 de diciembre de
1991, Musée National d’Art Moderne Centre Georges Pompidou, París, 1991, p. 201.
243
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Ï COMERCIALES
4. Pouzzom, Mark, Revolution o f th e M ind. The Life o f A ndré Breton, Farrar, Straus and
Giroux, New York, 1995, p. 454.
5. Ibidem.
244
EL D ESC U B RIM IEN T O DE AMÉRICA POR AND RÉ BRETON
cual Trotsky no mostraba mucha admiración o el amor que sentía Bretón por
Sade, además de diversas cuestiones sociales y políticas.
Durante ese año, Trotsky ya es consciente que la policía secreta soviética
tiene órdenes de matarle a él y a su familia; de hecho, dos meses antes de la
llegada de Bretón, ya habían matado a su hijo León Sedov en una clínica de
París, así que se extremaron las medidas de seguridad en la Casa Azul. Bretón
cuando no estaba con este político lo estaba con Diego Rivera, visitando el país
y a numerosos intelectuales.
Será en junio y julio, cuando Bretón, Trotsky y Diego de Rivera, junto con
el exiliado Bolshevik, exploren las ruinas precolombinas de Toluca, Morelia
y Cuernavaca, junto con las zonas de Tenayuca, Calixtlahuaco y otros lugares
exóticos del paisaje mexicano e indio. También visitarán el volcán Popocatepetl,
delante de las pirámides de Xochicalco, y la isla tarasca de Patzcuaro, en el
estado de Michoacán.
Bretón estudia el arte popular, comprando numerosos objetos. También,
descubre durante sus viajes y visitas las fotografías de Manuel Álvarez Bravo, al
gunas de las cuales serían publicadas en la revista M inolaure el año siguiente.
Bretón se siente impresionado no sólo por la vegetación del país y sus pai
sajes, sino por el arte precolombino y la cultura del pueblo indio, llegando este
país a -convertirse en el lugar surrealista por excelencia: transformar el mundo,
ha dicho Marx, cambiar la vida, ha dicho Rimbaud; para nosotros, los surrealistas,
esas dos frases se funden en una».6
Bretón estaba cansado del viejo continente, así que esta oportunidad de
vivir en México le permite ampliar sus perspectivas sobre el surrealismo. Siente
por México un rápido flechazo, y confía en que en sus montañas, su flora, el
dinamismo que le confiere la mezcla de razas, así como sus más altas aspi
raciones, generarán en el país una transformación como lugar surrealista por
excelencia.
Durante este último período, Bretón ha descubierto las posibilidades estéti
cas del continente americano, como un recurso inspirador para el subconscien
te y como medio de salvación para prolongar temporalmente el surrealismo y
no caer en su pronto final, como era lo habitual en las primeras vanguardias
artísticas.
No obstante, la actitud originaria de Bretón hacia América fue muy diferente
en un principio, como bien lo comenta el escritor cubano Alejo Carpentier:7
245
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES 1 COMERCIALES
247
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
248
EL DESC UBRIM IENTO DE AMÉRICA POR ANDRÉ BRETON
249
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COHERCIALES
250
EL DESC U B RIM IEN T O DE A M ÉRICA POR ANDRÉ BRETON
a dar la dispersión de todos los surrealistas, por lo que quedan repartidos por
diferentes lugares.
Esta casa fue utilizada por el Comité Americano de Rescate, dirigido por Vara-
in Fry y Daniel Benedite, con el propósito de llevar a cabo acciones de rescate de
refugiados alemanes, judíos e intelectuales comunistas, que eran constantemente
perseguidos por los nazis, de esta manera se permitía que más de dos mil refugia
dos pudieran escapar de la Francia de Petain, como fue el caso de los escritores
Hannah Arendt y Wilhelm Herzog, el teórico cinematográfico Siegfried Kracauer,
el novelista Franz Werfel, el pintor Marc Chagall, el escultor Jacques Lipchitz, el
fotógrafo Hans Namth y el amigo de Bretón, el escritor trotskista Víctor Segre.
Bretón quiso organizar una exposición de trabajos surrealistas en enero de
1941 en Marsella, con la ayuda de Jean Ballard, pero finalmente no se pudo llevar
a cabo este proyecto. En vez de esta exposición, realizó un juego que resultó ser
una especie de exposición portátil a modo de miniatura, denominada Le Jeu de
Marseille / Marseilles Deck o f Cards.1* El proyecto estaba basado en el Tarot de
Marsella, pero con un matiz muy político. Un proyecto que será visto como un
trabajo de exilio. De acuerdo a Bretón, en una entrevista realizada en Nueva York
en el otoño de 1941, este juego de cartas llegaba a significar, entre otras cosas, la
unidad de aspiración entre el surrealismo de los Estados Unidos y el de Francia.15
Bretón organiza propuestas colectivas en tiempos de guerra, demostrando su fe en
el arte como un arma de resistencia contra el nazismo y el Gobierno de Vichy.
14. Toman parte en este trabajo Victor Brauner, Óscar Domínguez, Max Ernst, Jacques
I lérold, Wifredo Lam, Jacqueline Lamba, André Masson y el propio André Breton. Veáse «Le
Jeu de Marseille / Marseilles Deck of Cards-, reproducido en VW , New York, números 2-3,
marzo de 1943, p. 88.
15. M a h o n , Alyce, Surrealism a n d the P olitics o f Eros. 1938-1968, Thames and Hudson,
London, 2005, p. 72.
251
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES í COMERCIALES
252
El D ESC U B R IM IEN T O DE AM ÉRIC A POR AND RÉ BRETON
y Zuni. En diciembre de 1945 viaja a Haití, donde dará una conferencia sobre
Haití y el surrealismo, ya que Bretón se sentía fascinado por la naturaleza hai
tiana. Igualmente, Pierre Mabille le lleva a los humpbors o templos vudús para
ver in situ los rituales, que luego evocará en su escrito Puente levadizo en 1962.
Finalmente, será en mayo de 1946 cuando regrese a París.
CONCLUSIONES
253
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
254
LA TAUROMAQUIA EN ESPAÑA Y LA NUEVA ESPAÑA EN LOS SIGLOS XVI AL XVIII.
CONSONANCIAS CULTURALES Y SOCIALES Y DIFERENCIAS INTERPRETATIVAS DE UN MISMO
FENÓMENO CULTURAL Y ARTÍSTICO
Carmen Eugenia Reyes Ruiz
Centro de Estudios Taurinos de México, ac
Universidad Nacional Autónoma de México
La caza del toro por el hombre primitivo para aprovechar su carne como
alimento, su piel como vestido y más tarde, con el surgimiento de las sociedades
agrícolas, como instrumento de trabajo, fue probablemente el embrión de la
tauromaquia. Para apoderarse del animal, el hombre debió oponer su habilidad
e inteligencia a la fuerza baita del bóvido, dando origen a ciertas prácticas que
podrían ser consideradas como una lidia primitiva. Más tarde, estas prácticas se
utilizarían como deporte y como ritos religiosos.
Plinio, historiador romano del siglo primero, menciona en sus escritos haber
sido testigo en Tesalia de la costumbre de los habitantes de esta región de per
seguir a los toros a caballo hasta acorralarlos, para luego bajar de las monturas,
sujetarlos por los cuernos y derribarlos torciéndoles el pescuezo. Él mismo y
otros historiadores romanos mencionan que esta práctica fue llevada por Ju
lio César a Roma como un espectáculo que cobró enorme popularidad entre
los romanos, que gustaron tanto de esta modalidad tesaliacense como de los
«bestiarios» (tipo de gladiadores cuya actividad consistía en la lucha a pie firme
o desde caballos con toros enfurecidos a los que se cazaba con arco y flechas o
lanzas arrojadizas). Por supuesto, en no pocas ocasiones los toros alcanzaban
a sus presuntos matadores e invertían el resultado de la lucha.
Es muy probable que fueran los romanos quienes llevaran a la península
hispánica los espectáculos de luchas con toros, donde encontrarían eco en las
prácticas llevadas por los moros desde las zonas del Zagreb, consistentes en
255
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
perseguir, arrear y cazar ganado desde sus veloces y ágiles caballos árabes.
Crónicas de juegos y torneos llevados a cabo en Córdoba, Medina, Sevilla y
Granada en la época previa a la reconquista hablan del gusto de los caballeros
andaluces por lucir sus habilidades como jinetes y cazadores contra fieros toros
especialmente separados en las dehesas por su brío y ferocidad, lo que habla
de una incipiente selección y cría de toros con el único fin de los festejos tau
rómacos.
En la España cristiana se asentó la afición a correr y alancear toros en son
de fiesta y como alarde de valor posiblemente como una herencia de las múlti
ples culturas y pueblos que convergieron en la península. Es importante hacer
notar que el toro, como una encarnación de fuerzas solares masculinas, era un
elemento común a las teologías romana, celta, germánica y visigótica, así como
al cristianismo influenciado por el mitraísmo que fue llevado a Hispania en el
siglo I d.C. Conviene recordar que en las representaciones de la época, el dios
solar Mitra aparece en la figura de un joven montado en un toro furioso y a
quien le clava un cuchillo en el corazón.
Sea por ello o por añejas tradiciones, el hecho es que desde tiempos muy
antiguos se encuentran referencias a los festejos de toros. En textos del siglo xi
se habla de la actividad de correr toros, si bien no se sabe con exactitud en qué
consistía. Es posible que se haya tratado de una reunión a la que acudían mu
chedumbres que sin mayor orden provocaban a los animales y luego huían para
esquivarlos y finalmente conducirlos a algún lugar designado de antemano
para sacrificarlos, tanto para el consumo de su carne como una remembranza de
antiguos ritos. En la actualidad, las célebres -pamplonadas» se llevan a cabo de esta
forma y es posible que sean los festejos de toros de mayor antigüedad que aún se
realizan sin cambio alguno.
El alancear a los toros, ya sea a pie o a caballo, parece haber sido una forma
más refinada de festejo, más propia de caballeros y nobles que de la muche
dumbre. En la leyenda popular española y en la versión más antigua que cono
cemos del C antar d el Mío Cid se dice que el héroe de Vivar (1040-1099) gustaba
de alancear toros. Asimismo, en el C antar d e Fernán González, se menciona
que en las bodas del conde se corrieron toros donde destacó el rey y el conde
mismo. En el C antar d e Los infantes d e Lara el festejo por las bodas del rey con
Doña Urraca, en el que se desataría la tragedia, se encuentran largos párrafos
donde el rey y sus nobles compiten entre sí en el tablado y el correr a los toros,
con la entusiasta presencia de las damas, la corte y el pueblo.
Más allá de leyendas y literatura, en las crónicas de la ceremonia de la coro
nación de Alfonso VII, celebrada en Logroño en 1135, se menciona que en el
programa de festejos se incluía el «correr toros». La misma referencia se halla en
una Crónica G eneral de Alfonso X, en 1256. En posteriores documentos se en
256
LA T A U R O M A Q U I A EN ESPAÑA Y LA NUEVA ESPAÑA ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII
1. Para más datos a este respecto, véase C la r a m u n t , L., Fernando, H istoria d el A rte d el
T oreo, Tutor, Madrid, 2003, pp. 24 a 29.
2. E c h e g a r a y , Lázaro, S ociotau rom aqu ia. T eoría so cia l d el toreo, Egartorre libros, Madrid,
2005, pp. 63 y ss.
257
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES » COMERCIALES
medias corridas, que ocupaban sólo la mañana o la Larde y en las que se sacri
ficaba una media de diez a doce animales.
En la Nueva España desembarcaron en el mismo punto y tiempo los espa
ñoles que llevarían a cabo la empresa de la conquista y las costumbres que
estos hidalgos llevaban consigo, entre ellas la de correr toros. Los aficionados a
la tauromaquia más entusiastas de la actualidad se emocionan con la referencia
que encontramos en la Segunda Carta d e Relación de Hernán Cortés, en la que
se menciona:
La cita anterior nos lleva a preguntamos, por fuerza, ¿qué pretendía don
Hernán con ese despliegue festivo?, ¿festejar al santo e impresionar a los em
bajadores vía la exhibición de las habilidades a caballo y con las armas de sus
capitanes? Y, sobre todo, ¿qué toros son los que torearon?
Es claro que la elucubración acerca de las intenciones de un hombre falle
cido hace cuatro siglos y medio es a todas luces poco propia, pero sí podría
mos intuir que, más allá de quien quiera ver una maquinación en todo esto,
es cierto que podemos advertir en esta cita la arraigada costumbre que tenían
los españoles a principios del siglo xvi de incluir en sus festejos las corridas
de toros. Respecto al último interrogante, sería excesivo pensar en un provisor
tan previsor que haya pensado incluir en la bastimenta de la expedición algu
nos animales propios para estos juegos, especialmente en un tiempo del que
sabemos aún no existía tal cosa como la cría de reses bravas especialmente
destinadas al efecto.
Al revisar los documentos de la expedición de Cortés, no encontramos, en
efecto, ninguna mención al embarque de toros «toreables», pero sí sabemos que
estaba incluido en el pertrecho de los barcos ganado mayor, que bajó a tierra
con el contingente y del que es probable se hayan tomado algunos animales
para el juego de Cortés y sus capitanes y, tal vez, pero sólo tal vez, para agasa
jar, «a la española-, a los embajadores de un rey visitante.
Concluido el proceso de la conquista, la primera corrida que como espectá
culo se presentó en la Ciudad de México se efectuó el 24 de junio de 1526, día
3. Cortés, Hernán, La s cartas de rela ció n , Porrúa, México, 16a Ed, 1978.
258
LA T A U R O M A Q U I A EN ESPAÑA Y LA NUEVA ESPAÑA ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII
de San Juan, fecha en la que se celebró con esta fiesta el regreso a la ciudad de
Hernán Cortés al finalizar su expedición a las Hibueras.4
Si bien se desconoce con exactitud el lugar donde se efectuó esta corrida, es
posible suponer que se adecuó la antigua Plaza del Marqués, que existió en el
espacio que hoy se encuentra entre Monte de Piedad y la catedral. Más adelante
se ubicaron las instalaciones para las corridas en las plazas del Volador (actual
Suprema Corte de Justicia), de la Santísima, la de Guardiola, de San Lucas y
Chapultepec. Todas estas plazas de toros primitivas eran desmontables y no
contaban con instalaciones permanentes.
Al igual que en la sociedad peninsular, se hizo costumbre el organizar co
rridas de toros en las grandes fiestas del virreinato, lo que contribuyó al arraigo
de esta fiesta en el ánimo y gusto del pueblo novohispano. Por dar una idea de
la magnitud de estos festejos, es posible referirse, por ejemplo, a la fiesta cele
brada en la capital virreinal para celebrar la toma de Orán por tropas españolas
en 1734, en la cual se dieron seis corridas enteras, en las que se lidiaron cien
toros; o los espectáculos con los que se solemnizaron la entrada en la ciudad
del virrey Conde de Revillagigedo en 1789, en los que se ofrecieron ocho días
de corridas en las que murieron más de ciento cincuenta toros.
Los espacios preferidos para montar la plaza en la capital eran la Plaza Ma
yor y la del Volador. Armábase la plaza generalmente en forma ochavada y se
colocaban palcos, tendidos, toriles, cuadras y demás dependencias necesarias.
En algunas ocasiones se construyó un pasadizo desde el Palacio Virreinal al
palco destinado al virrey, para que Su Excelencia y sus distinguidos invitados
pudieran llegar con toda comodidad a la localidad que se les destinaba.
Las más altas organizaciones del virreinato apartaban (a veces pagando muy
altos precios) uno o más cuartones, que se adornaban profusamente con da
mascos, terciopelos y colgaduras con los escudos de armas correspondientes
cuya cantidad, calidad y composición debieron haber sido causa de largas
cavilaciones y exquisito tacto para no herir susceptibilidades en esta pública
exhibición de jerarquías y calidades. A esos lujosos apartados se llevaba lo me
jor de muebles, lámparas y vajillas para que las eminencias del Arzobispado, el
Ayuntamiento, la Universidad y aun el tribunal de la Santa Inquisición comieran
y bebieran en abundancia y comodidad mientras veían la lidia y, a su vez, eran
4. Cortés, H., op. cit., 5a Carta de Relación: «Otro día (en la ciudad de Medellín), que fue
de San Juan, como despaché este mensajero, llegó otro, estando corriendo ciertos toros y
en regocijos de cañas y otras fiestas*; y L ó p e z d e G ó m a r a , Conquista de México: «Las alegrías
que hicieron en México por Cortés. Luego que Cortés llegó a Medellín (de regreso de las
Hibueras), despachó mensajeros a todos los pueblos y a México principalmente, haciéndoles
saber de su llegada y en todos, cuando se supo, hicieron alegrías. Dos o tres días después,
que fue San Juan, estando corriendo toros en México, le llegó otro mensajero con cartas del
Licenciado Luis Ponce...».
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
5 . R ano ¡a , Nicolás, H istoria d el Toreo, Ediciones Espuela de Plata, México, 1980, p. 241.
260
LA T A U R O M A Q U I A EN ESPAÑA Y LA NUEVA ESPAÑA ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII
6 . V ilar Á lvarez, Rafael, El Toreo, apu ntes descriptivos, Edición de Publicidad Cabal, Méxi
co, 1950.
7. Véase obras citadas de Claramunt, Echegaray, Hemánez, Rangel, Viforcos, Viqueira y Vilar.
8. No son los únicos documentos que se han encontrado con este tema; existen otros
que, ya sea como tema principal o como parte del arte de montar a caballo, mencionan el en
trenamiento de hombres y equinos para enfrentar toros. Entre otros, el del capitán Pedro de
Aguilar, publicado en Madrid en 1572; el de Gonzalo Argote de Molina, Libro d e la m ontería
(Sevilla, 1582), etc. Mención especial merece el T ratado d e la ca b a llería d e la g in eta y brid a,
impreso en Sevilla en 1580 y obra del criollo novohispano Juan Suárez de Peralta, nacido en
la Ciudad de México hacia 1535-1537, emparentado con Hernán Cortés por parte de padre
y quien, por líos ya sea de índole política o inquisitorial, pasó a España hacia 1575, donde
murió en Trujillo en 1596. Además del T ratado d e la ca b a llería ..., fue autor de un T ratado d el
d escu brim ien to d e las Yndias y su con qu ista y de El libro d e la alb eitería, primer tratado de
veterinaria en América, del año 1580.
261
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
En estas tres obras se encuentran las instrucciones sobre cómo se debe se
leccionar, preparar, enseñar y hacer ejecutar suertes a los caballos (en el primer
caso) y sobre las mismas instrucciones, aplicadas a los hombres que pretendían
presentarse con decoro en las plazas (y cobrar por ello).
Estas tres obras se difundieron y fueron conocidas en la Nueva España de
forma casi simultánea a su aparición en las imprentas peninsulares.
En el siglo xvi no es extraño que los festejos protagonizados por los hijo-
dalgos fueran semejantes en ambos reinos, ya que las normas de educación y
los valores sociales eran los mismos para los hijos de casas nobles, ya sea que
estuvieran en la corte real o la virreinal. Asimismo, encontramos diversos rela
tos en que los mismos virreyes (caballeros españoles de prosapia) hacían gala
de sus habilidades como toreros (Antonio de Mendoza y los Luis de Velasco,
padre e hijo, entre otros).
En el siglo x v i i novohispano las referencias se hacen principalmente a com
pañías de toreros (casi profesionales ya), ligados la mayoría a casas nobles o
contratados por gremios y cofradías al efecto, la mayoría venidos de España,
que cargaban, entre otras cosas, las formas de torear aprendidas en los tratados
mencionados y que se imitaban por los locales.
Los toreros profesionales del siglo xvm continuaron llegando en su mayoría
de España y las cuadrillas que se organizaban en su entorno siguieron las ense
ñanzas vertidas en los libros de torear que aquellos utilizaban.
A pesar de la corriente continua de toreros españoles, ello no implicó que
el desarrollo de la tauromaquia novohispana se limitara a una imitación del
quehacer peninsular, ya que en las tierras americanas se reinterpretaba al sentir
local todo lo proveniente de España y además no sólo se ejerció este oficio
en ciudades grandes y en tomo a las estructuras de poder y sociales de mayor
peso económico, sino que se difundió en forma tan amplia y a niveles ple
namente populares, que se toreaba a la española, pero con muy particulares
localismos prácticamente en todos los reinos novohispanos.9
Asimismo, la revisión efectuada a diversos textos y documentos del Archivo
General de la Nación ( a g n ) de la Ciudad de México, permite asegurar que esta
práctica no sólo se efectuó en la sociedad novohispana española, sino que fue
extensiva a la sociedad indígena y negra. Véase la referencia a continuación
consignada en Bernal Díaz del Castillo:
9- Vg. la práctica del «desjarrete» que menciona Isabel Viforcos en su obra El león barroco:
los regocijos tau rin os, pp. 150 a 155, la encontramos descrita en la misma forma, llevada a
cabo por un torero negro libre vecino de la ciudad de Valladolid en 1628 ( a g n , Ramo Inqui
sición, N° 189.58).
262
LA T A U R O M A Q U I A EN ESPAÑA Y LA NUEVA ESPAÑA ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XVIII
R elacion es tau rin as en la N ueva E spaña, u n a m , México, 1988. C o r t é s , Hernán, Las cartas d e
relación , Porrúa, México, 16a Ed., 1978. C r u z d e A m e n á b a r , Isabel, La fiesta, m etam orfosis d e
lo cotid ian o, Universidad Católica de Chile, 2000. D e f o u r n e a u x , Marcelin, La vid a cotid ian a en
263
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
E spaña en e l siglo d e oro, Hachette, Buenos Aires, 1964. de L e ó n Cazares, María del Carmen,
La p la z a m ayor d e la C iu dad d e M éxico en la vida co tid ia n a d e sus habitantes, siglos xvi y xvu,
ie d h , 1982. Díaz del C a s t i l l o , Bernal, H istoria verdadera d e la con qu ista d e la N ueva E spaña,
Fernandez Editores, S.A., México, 1961. Echegaray, Lázaro, S ociotau rom aqu ia. T eoría so cia l
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regocijos taurinos, Universidad de León, 1992. Vilar Á lv a r e z , Rafael, E l Toreo, apu n tes des
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reprim idos? D iversiones p ú b licas y vida so cia l en la ciu d ad d e M éxico du ran te e l Siglo d e las
Luces, f c e , México, 1987.
264
LOS TRATADOS SOBRE TAUROMAQUIA
José Francisco Coello Ugalde
Centro de Estudios Taurinos de México, ac
Universidad Nacional Autónoma de México
Fue durante los siglos xvi y xvn cuando salió a la luz un importante número
de tratados o reglas que sirvieron de asidero a diestros ejecutantes del toreo a
caballo en sus dos versiones más conocidas? a la brida y a la jineta. Pero llama
poderosamente la atención un dato que tomaré como antecedente primero: la
presencia de un grupo de caballeros americanos, los cuales realizaron vistosas
evoluciones en Madrid, allá por enero de 1572, mismo año en que también se
publicó un tratado, el del capitán Pedro de Aguilar, impreso salido de la casa
de Hernando Díaz. Otra parte de este trabajo la dedicaré a un personaje, crio
llo él, y de nombre Juan Suárez de Peralta, a quien conoceremos a su debido
tiempo.
Los tratados son esas primeras piezas literarias, soportadas en el conoci
miento de una determinada actividad que se realizaba tanto en la plaza como
en el campo, a sabiendas de que la práctica constante los llevaría a tener un
completo control sobre las suertes. Como apunta José María de Cossío, las pre
ceptivas toreras bien libros de jineta y advertencias de torear, o arte de torear
a pie y a caballo, es decir, de las que regulan el toreo profesional que aún hoy
perdura, tiene, aparte el interés noticioso de toda historia, el de poder graduar a
través de reglas y preceptos la orientación y desarrollo de lances y suertes, con
tan seguro tino como si se utilizaran los datos directos del espectáculo a través
del transcurso del tiempo.1
1. Cossío, José María de, lo s toros. T ratado técn ico e h istórico, Madrid, Espasa-Calpe,
12 v., 1974-1997, p. 3-
265
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Hubo sí, una época en la que los libros de la caballería de la jineta que
ahora denominamos tratados, enunciaban preceptos y recomendaban reglas,
fruto de experiencias anteriores, por lo que fue necesaria la redacción de este
tipo de documentos los cuales reunieron disposiciones y recomendaciones pre
cisas para su ejecución. Su más inmediato antecedente queda registrado en los
libros de caballería. Para que caballeros de otras épocas terminaran protagoni
zando en la forma que lo hicieron, es porque forjaron un código de valores y
de honores capaces de imponer un discurso con significados que adquirieron
preponderancia sobre todo durante el Medioevo, que abarca el fin del Imperio
romano, o la constitución del Imperio carolingio y alcanza hasta el año 1453,
con la toma de Constantinopla por los turcos y el Renacimiento, período cuyo
esplendor alcanza los siglos xiv y xvi. Esos códigos a que me refiero estaban
fundados en la formación del caballero cristiano medieval, que recogía los
principios fundamentales y la misión de la Caballería, es decir, la defensa de
la fe cristiana, la conservación de la tierra del señor y el amparo de personas
desvalidas. Por tanto, estos principios fueron comunes en todas las obras me
dievales sobre esta materia.
La rica forma en el vestir y las complejas evoluciones en la plaza pública
consolidaron estamentos que se convirtieron en elemento de privilegio, en
favoritos de casas reinantes y de nobles. Mientras tanto, los libros de caballería
fueron estandarte y modelo a seguir de todos aquellos que aspiraban colocar
se en lugar envidiable, incluso cuando eran merecedores de unos atentos y
enamorados ojos de mujer. Pero entre que se desgastaba esa leyenda, hubo
necesidad de nutrir con reglas precisas, ya a la brida, ya a la jineta cuando los
torneos, juegos de cañas, pero sobre todo el alanceo de toros se convirtieron
en el nuevo lenguaje que se potenció fundamentalmente entre los siglos xv y
xvin, tanto en España como en la Nueva España.
De Europa se extendió a estos territorios americanos donde luego ocurrió
toda una serie de procesos como: asimilación, sincretismo o mestizaje, hijos de
aquel difícil encuentro, desencuentro, descubrimiento, encontronazo o inven
ción que devino, más tarde, conquista.
América hizo suya aquella experiencia en lo general, y la Nueva España en
particular, superando necesariamente el trauma para convivir en un nuevo y
forzoso maridaje con España. Entre múltiples aspectos, la vida cotidiana jugó
un papel muy importante, ya que tuvo que llegar el momento de poner en la
balanza todos los significados de una amalgama que se depositó, entre otros
factores o medios de convivencia, en las diversiones públicas. Torneos, escara
muzas y otros alardes a caballo, primero; toreo de a pie en sus diversas etapas
de constitución e integración, después, fueron consolidando la tauromaquia a
caballo en México.
266
LOS TRATADOS S08RE T A U RO M A Q U IA
El esplendor de los libros que reunían las reglas precisas para ese toreo o
ejecución desde el caballo alcanzan los siglos xvi al xvm. Una primera denomina
ción es la que se sustenta en la jineta, término y armazón práctico que explicaba
una manera determinada de cabalgar y regir el caballo. Además, se toma a
la jineta como la silla con un estribo corto y acción de las rodillas y talones del
jinete, sustituido en el siglo xvm por el de aquel que era largo, y que la casa de
los Borbones impuso, lo que significó que se perdiera la exclusividad de esta
manera de cabalgar de los caballeros, nobles en su mayoría, que detentaron
ese protagonismo cercano a los 250 años en los cuales dicha práctica estuvo
en boga.
La plaza pública sirvió como escenario para que los caballeros, acompaña
dos a distancia por plebeyos, ejecutaran las suertes de la lanzada y el rejoneo.
Si aquella era más primitiva, rústica y breve; ésta se fue enriqueciendo con la in
corporación de elementos que la hacían más atractiva y, por ende, requería de
otros grados de dificultad como fueron las evoluciones, mejor conocimiento
de los terrenos y una más amplia destreza de sus ejecutantes.
Durante el virreinato fueron muchas las evidencias que ahora nos dan un
panorama mejor sobre el papel que jugaron los nobles, pero también los crio
llos y los plebeyos, al margen de ciertas medidas restrictivas, así como por el
hecho de no pertenecer a una elite específica, se anteponía una limitación,
que sólo fue notoria en el ámbito urbano. En aquel otro espacio, el rural, las
cosas fueron diferentes y allí pudo ser posible la construcción de otro fuerte
sustento cuyo discurso luego se pudo conocer en las grandes ciudades, por
vía de una silenciosa comunicación que devino riqueza ornamental, bastedad
arquitectónica; elementos ambos que dieron la más importante de las expre
siones caballeresco-taurinas en aquel período histórico, lleno, como se ve, de
abundantes noticias.
Volviendo a José María de Cossío, este apunta que la lanzada parece la más
vieja suerte caballeresca practicada con los toros, y puede corresponder a la
tradición de la monta a la brida. Para el rejoneo es indispensable la monta a la
jineta.2
Entre los primeros tratados que se ocuparon de dichos ejercicios ecuestres
destaca el de Gonzalo Argote de Molina, titulado Libro d e la montería, pu
blicado en Sevilla en 1582 a encargo de Alfonso XI. En su capítulo xxxix cita
que la lanzada a los toros también «se hace con toros cimarrones en las Indias
occidentales, o con bisontes y uros en Polonia...», lo que indica lo abonada
que se encontraba dicha práctica no sólo en España, también en otros sitios
distantes, aunque no tanto si para ello tuviese como informante directo al pro-
2. Ibídem, p. 4.
267
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
pió Juan Suárez de Peralta que dos años antes publica su Tratado d e la jin eta y
la brid a..., cuyo basamento es la experiencia que, como criollo novohispano,
tiene entre los años 1560 a 1575. José Álvarez del Villar dice que, como tratado
de equitación, nos revela los métodos y procedimientos que usaron los jinetes
mexicanos (por lo menos en el último tercio del siglo xvi), cuando aquellos
hombres a caballo alcanzaron fama de ser los mejores del mundo (según lo
afirmaba el propio Suárez de Peralta), y si las técnicas han de justificar por sus
resultados, ningún elogio mejor puédese hacer de ellas.3
Lo interesante, hasta aquí, es que un personaje de la talla de Gonzalo Argote
de Molina se haya ocupado de circunstancias que en aquel momento dimen-
sionaban las capacidades no sólo del imperio. También de sus hombres. Sin
embargo, lo que se hace con toros cimarrones en las Indias occidentales es fru
to y obra de novohispanos que, como Suárez de Peralta y muchos otros, están
desarrollando en un espacio y un ambiente en el que surte efecto un anhelo
de emancipación.
con tien e m uchos prim ores, a s í en las señ ales d e los cavallos, com o en las con dicion es: colores
y talles: y com o se h a d e h a z er un hom b re d e á ca b a llo (...] En Sevilla, a ñ o d e 1 580, México,
La Afición, 1950, p. 5.
4. V alle - A r iz p e , Artemio de, Libro d e estam pas, tradicion es, leyen das y su ced idos d el M éxi
co Vii-reinal, ay//, México, Editorial Patria, S.A., 1959, pp. 45-51.
268
LOS T RATADOS SOBRE T A U RO M A Q U IA
versación tiene un rumor cálido. La tarde unta sus tenues luces en los
cristales de los balcones, y a través de ellos deja ver sus celajes, de
un femenino tornasol de rosa. Entran en la cuerda doncellas y pajes;
presentan ante las damas y los señores, poniendo la rodilla en tierra,
anchas bandejas de plata cincelada, en las que hay frágil repostería
conventual, confituras gloriosas o finas copas, en las que muestran
sus colores la aloja, el rosoli y la clarea. Se ven las manos blancas y
delicadas que, con leve ademán, alzan los sutiles cristales, en los que
se posan con delicia las bocas, o levantan los quebradizos hojaldes,
los encanelados, gaznates y los canutillos de suplicaciones con que
se entretiene el refresco.
Después de hablar de unos brocados, de unos tabíes, de unas capi-
cholas, de unos jametes y de unos terciopelos de tres altos, que le
llegaron en el último galeón al mercader Lesama, se pondera mucho
el sermón que Fray Alonso de Alcalá oró en San Francisco, con gran
despejo y elegancia, y se dice luego de una monja iluminada y extá
tica, que cuando está en oración dizque se eleva ocho palmos sobre
el suelo. Después pasa gentilmente la plática a comentar la lucida
fiesta, en que los principales señores de la ciudad hicieron escaramu
zas, jugaron alcancías, pandorgas y estafermos, arrojaron bohordos y
corrieron la sortija en la Plaza Mayor, rigiendo sus corceles con gran
destreza y donaire.
Ya que viene la conversación a este punto, dice el fastuoso minero
don Gil Dorantes de Almanza, he de leeros en esta tarde la carta que
me ha mandado desde Madrid mi primo el conde. Con esta carta yo
me he puesto vano al saber lo bien que lo han hecho mis paisanos
en la Corte de las Españas. Aquí está la carta. Después de la cruz y
del cordial tratamiento que me da mi primo el conde, me dice que
recibió el chocolate que le envié para los padres jerónimos, y que él
se dejó, claro, unos olorosos tablillones; que su hija, doña Sol, ha en
trado monja en las Descalzas Reales; y que con el padre jesuita Pedro
Sánchez, que manda a estas Indias a fundar colegios el padre Fran
cisco de Borja, que en el siglo se llamó el marqués de Bombay, que
con ese padre me remite una arqueta con reliquias y un libro famoso
que anda allá de mano en mano, y que se rotula Vida del Lazarillo de
Tormes y de sus fortunas y adversidades, y a seguida me dice que en
Madrid no se habla de otra cosa sino de lo muy jinetes que son los de
México, con motivo de la brillante fiesta con que obsequiaron al rey
nuestro señor don Felipe II el día de su santo, el 23 de enero de este
año de gracia de 1572, varios caballeros mexicanos y peruanos, que
se encuentran en la Corte5 negociando varios asuntos, y que allí todo
el mundo se hace lenguas ponderando su agilidad y maestría, porque
5. Conviene apuntar que en 1561 Felipe II trasladó la Corte de la imperial Toledo a Ma
drid.
269
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
son los de esta tierra los mejores hombres de a caballo que han visto.
Oigan lo que a ese respecto dice la carta que me ha mandado mi
primo el conde:
La plaza que está delante de Palacio se atajó con tablados, señalados
a los Consejos y a los grandes y otras personas, dejando un gran cua
dro para la fiesta, muy bien aderezado el suelo y tenía dos puertas,
la una junto a San Gil y la otra arrimada al muro fronterizo de las
caballerizas, y toda la gente, procuró ir muy temprano, porque se
creía que había de haber gran apretura, por tenerse concedido gran
opinión de que había de ser muy buena fiesta.
Sus Majestades el rey y la reina, nuestro señores, se pusieron en la
reja grande que está sobre la segunda puerta de Palacio, donde estu
vieron la serenísima princesa de Portugal y los príncipes de Bohemia
y las damas en sus lugares, y todo lo demás de Palacio y de la plaza
lleno de gente esperando los jugadores, los cuales, casi a las cuatro
de la tarde, llegaron con gran música de trompetas y atabales y me
nestrales, y vinieron hechos dos alas, cada una de veinte caballeros y
cada ala dividida en cuatro cuadrillas. Entraron todos con sus lanzas y
adargas. Los de la una ala eran veinte caballeros de la Nueva España,
y los de la otra eran veinte caballeros del Perú.
Los del Perú venían vestidos a modo de indios de cierta provincia que
hay en aquel reino, con camisetas de terciopelo amarillo y mantas de
raso amarillo con ciertas bordaduras muy anchas de plata, que casi
tomaban todos los campos, y en las cabezas los tocados que suelen
traer aquellos indios, que son como albaneses, de terciopelo negro, y
una media luna y una saeta de chapería de plata muy grandes, sobre
los capeletes y muchas plumas en ellos. Delante de los pechos traían
una plancha de plata bruñida y en los brazos brazaletes de la misma
plata, y sus máscaras, hechas al natural, como de indios, con sus per
las o piedras en las barbas y gregüescos de terciopelo amarillo y bor
ceguíes colorados con lazos grandes, todos de una misma hechura.
Los de Nueva España también venían vestidos al modo de aquella
provincia, con camisetas de raso encarnado y mantas de terciope
lo verde aforrado en raso blanco. Las camisetas venían guarnecidas
con ciertos bastones y follajes romanos, hechos de chapería de plata,
con sus largos de la mesma chapería, que los tomaban todos. Las
mantas también estaban guarnecidas con otra chapería de plata, que
lomaban desde los codos hasta los hombros, donde se ponían muy
grandes plumajes y lo mesmo en las cabezas. Traían todos caballeras
de una mesma manera y máscaras con sus esmeraldas en las barbas,
y gregüescos de terciopelo verde y los borceguíes como los del otro
puesto.
Ninguno de todos cuarenta obo que no llevase cuatro o cinco caba
llos, con muy buenos jaeces, y los más comprados de nuevo para
la fiesta. En medio destas dos alas de los cuarenta caballeros venían
270
LOS TRATADOS SOBRE T A U R O M A Q U IA
2 71
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
272
LOS TRATADOS SOBRE T A U RO M A Q U IA
273
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES » COMERCIALES
op. cit.
8 . S u á r e z d e P er a lta ,
274
LOS TRATADOS SOBRE T A U R O M A Q U IA
Los dos hombres muy ricamente vestidos, a modo de indios, que represen
taban a Moctezuma, rey de México y Nueva España, y Atahualpa, rey del Perú,
¿no serán acaso, tanto Rodrigo de Mendoza como Diego de Acuña? Tómese en
cuenta que el dicho Ju ego d e C añas ocurrió en otra fecha, pero sí en el mismo
año, lo que indica la enorme posibilidad de que tal contingente de personajes
referidos en este pasaje pudiesen haber protagonizado este otro festejo.
Poco, muy poco se ha encontrado al respecto que no sean insinuaciones
sobre aquella extraña pero colectiva presencia de personajes perfectamente
ubicados en un rango social preeminente de uno y otro virreinato. Los intensos
movimientos con trasfondo político derivaban en circunstancias tan específicas
como la reseñada aquí por Artemio de Valle-Arizpe, por lo que no es muy cla
ra la fuente de donde toma estos datos y más aún, el motivo que orilló a los
cuarenta personajes que, en acción conjunta, se presentaron ante el monarca
no sólo para realizar las muy armónicas escaramuzas. Sino para enterarnos a
qué fueron en momento tan particular a Madrid, y realizar gestiones, además de
escaramuzas muy en el estilo de lo que establecían los «tratados de caballería»,
como el del capitán Pedro de Aguilar que, casualmente circulaba ya en ese
1572, impreso salido de la casa de Hernando Díaz.10
Formuladas en principio esas preguntas, por ahora sin respuesta concreta,
me parece que es momento de continuar. Pues bien, fue luego de leer ca
sualmente una obra de José Álvarez del Villar11 como me enteré de la fuen
te, remitiendo al autor también de forma por demás vaga a las Crónicas de
Amado Ñervo.12
Uno y otro documento, tanto el de Artemio de Valle-Arizpe como el de Ama
do Ñervo se complementan, lo cual nos permite observar una rica demostra
ción de aquellos señores de la Nueva España y del virreinato del Perú, quienes,
en compañía de otros tantos naturales de una y otra región, se desplazaron
hasta Madrid para celebrar el onomástico de Su Majestad, el rey Felipe II, así
como «diciéndose que habían sabido el próspero nacimiento del príncipe don
275
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
Fernando, nuestro señor, y que venían de sus tierras con aquellos sus vasallos
a regocijar tan buena nueva».13
Puesta en claro aquella cara voluntad de acudir por el sólo pretexto de ce
lebrar no uno, sino dos acontecimientos, pero sin dejar de apuntarse el hecho
de que también lo hicieron por motivo de que, al encontrarse ya en la Corte,
aprovecharon para negociar varios asuntos, el presente caso va tomando me
jor claridad, al margen de las diversas circunstancias planteadas bajo los ocho
apartados que quedaron expuestos párrafos atrás.
Considero que con todo lo anterior, y en aras de cubrir las aristas más compli
cadas del presente caso, es pertinente entonces dar por terminado con el asunto,
no sin antes referir que una vez más, la presencia americana en el desarrollo
de los torneos y demás justas caballerescas, logró enriquecer aquella imponen
te puesta en escena que, como se descubre, ya no es privativa de los nobles
hispanos. También los novohispanos y del virreinato del Perú tuvieron aquí una
participación y un protagonismo que, a los ojos del monarca en turno, Felipe II,
termina por ser profundamente celebrada. Una noticia poco conocida descubre
que ambas expresiones se complementaron en perfecta armonía y equilibrio.
Debo terminar incluyendo otros aspectos relacionados con tratados, libros
y demás esquemas de carácter técnico que circularon entre los siglos xvi y xvui,
analizando la forma en que entrañaron, pero también los términos del crecido
número con que circularon entre esta clase de personajes, sin olvidar que el
tema se perfilará sobre otro de aquellos tratadistas: Juan Suárez de Peralta.
276
LOS TRATADOS SOBRE TA U RO M A Q U IA
conquistadores sin escrúpulos, como muchos otros que sin serlo directamente,
también manifestaron la misma detestable inclinación. Ese reproche se tradujo
en su abierta y declarada actitud mantenida por la nueva generación de criollos
que se identificó, además, con algunos intentos fallidos de emancipación.
Solange Alberro plantea en su libro Del gachupín a l criollo un aspecto que
considera la aculturación de los españoles, o de cómo los de América dejaron
de serlo, perfil que parece retratar el comportamiento que no sólo corresponde
a españoles, conquistadores, religiosos, autoridades y hasta gente llana, quienes
se afanaron por observar, describir, alabar, censurar o, para ser breve, discurrir
un propósito del indio durante estos tres siglos virreinales.14 También presentan
algunos comportamientos de criollos, mucho más declarados en el siglo x v i i i
que se manifiestan como síntoma original en el xvi respecto a la nueva imagen
que el español americano no es, o dejó de ser, un español europeo. Porque el
español de América no es idéntico al de Europa. Y si bien entre las comunidades
enteras experimentan las necesidad de reforzar los rituales sociales con el fin de
preservar su integridad, con mayor facilidad y rapidez los individuos aislados
son presa de fenómenos aculturadores y, más adelante, sincréticos.15
Si se tuviera que hacer una síntesis de su vida y obra, nos remitiríamos a su
célebre Tratado del descubrim iento d e las Y ndiasysu conquista. Pero eso no es
todo. Juan Suárez de Peralta se convierte en un personaje que debemos abordar
con sumo cuidado, en virtud de que es el primer tratadista taurino novohispano.
En Juan Suárez de Peralta encontramos uno de los primeros criollos convencidos
del significado de la emancipación, aunque su proceder en la conjura de 1566
sigue siendo un misterio. Pues supo mantenerse al margen con la astucia que
supone no ser uno de los protagonistas principales a quienes se castigó con
rigor. Pero llama la atención, independientemente de su exhaustiva función
como cronista que fue de varios hechos importantes, su mucha información en
un caso en el que la justicia de aquel entonces se reservaba datos reveladores,
sobre todo porque allí intervinieron inquisidores de riguroso talante, sometidos
estos a su vez a extremadas disciplinas.16
14. A l ber r o , Solange, D el gachu pín a l criollo. O d e cóm o los españ oles d e M éxico d ejaron
d e serlo, México, Hl Colegio de México, 1992, p. 15.
15. Ibídem, p. 58.
16. S u á r e z d e P e r a lta , Juan, La con ju ración d e M artín Cortés y otros tem as. S elección y
p rólog o d e Agustín Yáñez, 2a edición, México, Universidad Nacional Autónoma de Méxi
co, Coordinación de Humanidades, xiv, 1994, pp. 12-13: La llamada conjuración de Martín
Cortés, hijo legítimo de don Hernando y segundo marqués del Valle, constituye uno de
los más sensacionales acontecimientos de nuestra historia, bien porque perfila prematura
y muy remotamente la independencia política de México; pero sobre todo por la represión
en gentes distinguidas que fueron víctimas de un complot más de palabras y deseos que de
disposiciones efectivas.
277
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES II C O M E R C I A L E S
278
LOS TRATADOS SOBRE TA U RO M A Q U IA
los indios, los acontecimientos políticos que vivió y la formación del carácter
hispano-mexicano. Escribió entre 1575 y 1580 el primer tratado de veterinaria
en América: El libro de la albeitería, qu e trata d e lo qu e es cu rar cavallos, y
todas las bestias d e p a ta entera p o r pulso y orina... El manuscrito original se
encuentra en la Biblioteca Nacional de Madrid, fue paleografiado por el Dr.
Nicanor Almarza, y llegó hasta nuestros días gracias a la edición que realizara
el Dr. Guillermo Quesada Bravo en 1953.17
Durante el siglo xvi criollos, plebeyos y gente del campo enfrentaban o
encaraban ciertas leyes que les impedían montar a caballo.18 Aunque impedi
dos, se dieron a ejecutar las suertes del toreo ecuestre de modo rebelde, sobre
todo en las haciendas. Federico Gómez de Orozco en las notas preliminares
al Tratado d el descubrim iento d e las Yndias hace un completo análisis sobre
las condiciones que enfrentó Suárez de Peralta durante aquel complicadísmo
proceso en que, si bien, no salió implicado, las sospechas levantadas en torno
a su participación, se entretejieron de otra manera:
17. S u á r e z d e P e r a l t a , o p . c i t .
18. Fue así como el rey instruyó a la Primera Audiencia, el 24 de diciembre de 1528, para
que no vendieran o entregaran a los indios, caballos ni yeguas, por el inconveniente que
de ello podría suceder en -hazerse los indios diestros de andar a caballo, so pena de muerte
y perdimiento de bienes... así mesmo provereis, que no haya muías, porque todos tengan
caballos...*. Esta misma orden fue reiterada por la Reina doña Juana a la Segunda Audiencia,
en Cédula del 12 de julio de 1530. De hecho, las disposiciones tuvieron excepción con los
indígenas principales, indios caciques.
19. S u á r e z d e P era lta , op. cit.
279
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
280
LOS TRATADOS SOBRE T A U RO M A Q U IA
en la brida y de las posturas y como se han de sacar y cuales son las mejores, a ley
de hombres de armas».23
Se reafirma así cada vez más el papel protagónico que jugó Juan Suárez de
Peralta como un conocedor en las prácticas caballerescas que fueron común de
nominador desde el siglo xvi y hasta el xvin en la Nueva España. Si bien su Trata
d o d e la Caballería, la jin eta y la brida. .. se publicó en Sevilla allá por 1580 y aún
no contamos con referencias posteriores de su conocimiento en estas latitudes
americanas, el hecho es que la mencionada teoría, junto con otras, pero sumada
a la experiencia que seguía influyendo en la práctica, permitieron continuidad
entre caballeros hispanos y novohispanos. En España, y para 1568:
281
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
282
LOS TRATADOS SOBRE T A U RO M A Q U IA
28. Estradiota: -Un género de caballería, de que usan en la guerra los hombres de armas, ios
cuales llevan los estribos largos, tendidas las piernas, las sillas con borrenes, de encajan los muslos
y los frenos de los caballos con las camas largas; todo lo cual es al revés en la jineta».
283
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
Por otro lado, el papel protagónico que tuvieron los caballeros americanos
no fue una casualidad. Ya lo vimos con los hechos de enero de 1572. Del mis
mo modo, es el mismo Suárez de Peralta quien acentúa ese orgullo, tal y como
lo vimos al referir en el capítulo x l i de su Tratado. ..:
CONCLUSIONES
Tras una exhaustiva revisión, se concluye que los tratados o reglas para
torear a caballo, en tanto elementos que forjaron y desarrollaron una actividad
privativa de nobles y caballeros durante varios siglos, aparecieron de forma ma
siva entre el xvi y el xvu, mismos que fijaron de manera muy rigurosa los prin
cipios tanto para la brida como para la jineta y que se respetaron con un rigor
284
LOS TRATADOS SOBRE T A U R O M A Q U IA
ejemplar que sólo caducó tras el siguiente paso, que sobrevino con la asunción
del reinado de la casa de los borbones al iniciarse el siglo x v i i i .
Sin embargo, era necesario destacar uno de ellos: el que redactó Juan Suárez
de Peralta, quien a pesar de haber nacido en la Nueva España, publicó en Se
villa en 1580. Superadas varias tribulaciones en que se vio envuelto años atrás,
deja plasmadas una serie de ideas que reflejan el espíritu que vivió durante
años de 1550 a 1575. Es el tiempo en que el toreo a caballo en la Nueva Espa
ña ha logrado su edad adulta, porque además sigue de cerca los dictados que
provienen desde la España misma. Es imposible no separarse de aquel cordón
umbilical que estableció principios muy rigurosos durante tiempos claves, pero
llegaron también otras etapas en las que sobrevino no sólp la separación. Tam
bién la independencia para que aquellos personajes ejercieran el desempeño
de una serie de actividades que en ambos espacios siguieron practicándose.
Lo ocurrido en el novohispano deja ver características marcadas por el propio
Suárez de Peralta, en un esfuerzo por trascender que en América era posible
desarrollar estas prácticas que dejan ver el notable protagonismo de personajes
cuyo papel quedó registrado en diversas fuentes.30
30. Para una mejor comprensión se puede consultar: Alberro, Solange, Del gachupín a l criollo.
O d e cóm o los españoles d e M éxico dejaron de setio, México, El Colegio de México, p. 234 (Jomadas,
122), 1992. Ajlvarez del Villar José, Historia d e la charrería, México, Imprenta Londres, 1941, p. 387.
Arroyai, León de, "Pan y toros. Oración apologética en defensa del estado floreciente de la España,
dicha en la plaza de toros por D.N. en el año de 1794-, Lecturas taurinas del siglo xix. Lecturas tau
rinas d el siglo xix (Antología), México, Socicultur-Instituto Nacional de Bellas Artes, Plaza & Valdés,
Bibliófilos Taurinos de México, (pp. 33-51), 1987, pp. 222 y 33-51,1987. Coeuo Ugalde, José Francis
co, Novísima gran deza d e ¡a taurom aquia m exicana (D esde e l siglo xv¡ hasta nuestros días), Madrid,
Anex, S.A., España-México, Editorial -Campo Bravo-, 1999, p. 204. Coello Ugalde, Jasé Francisco,
•Bernardo Gaviño y Rueda: español que en México hizo del toreo una expresión mestiza durante el
siglo xk. (Biografía)», México, p. 320, (inédito), 1998. Cuesta Baquero, Carlas, (seud. Roque Solares
Tacubac), «Nuestro nacionalismo taurino Comentarios al margen de un artículo, (trabajos inéditos,
1920-1945. Obra mecanuscrita). Número de Referencia: 7, p. 56. El deporte en el siglo de oro. Anto
logía (Realizada por José Hesse). Madrid, Tauros Ediciones, S.A., 180 p. (Temas de España, 58), 1967.
Ferrer Vaus, Teresa, «Las fiestas públicas en la monarquía de Felipe II y Felipe 111». Flores Hernández,
Benjamín, -La Real Maestranza de Caballería de México: una institución frustrada», Universidad Autó
noma de Aguascalientes / Departamento de Historia. XI Reunión de Historiadores Mexicanos, Esta-
dounideases y Canadienses. Mesa 2. Instituciones educativas y culturales. 2.5 Educación y cultura, si
glos xvm y xix (no. 55). Monterrey, N. L., 3 de octubre de 2003, p. 13. Flores Hernández, Benjamín, «La
jineta indiana en las textas de Juan Suárez de Peralta y Bernardo de Vargas Machuca» en: A nuario
d e Estudios Americanos, T. UV, 2. Separatas del tomo LIV-2 (julio-diciembre) del Anuario de Estudias
Americanas (pp. 639-664), 1997. Gómez de ia Cortina, José Justo (Conde de la Cortina), Poliantea.
Prólogo y selección de Manuel Romero de Terreros. México, Universidad Nacional Autónoma de
México, xxv-182 pp. (Biblioteca del estudiante universitario, 46), 1944. G r isso n , Federico, "Reglas de
la caballería de la brida, y para conocer la complesión y naturaleza de los caballos, y doctrinarios
para la guen-a, y servicio de los hombres. Con diversas suertes de frenos. Compuestas por el S. [...],
gentilhombre napolitano, y ahora traducidas por el S. Antonio Florez de Benavides, Baeza, Juan
285
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
ANEXO DE IMÁGENES
AXj YiASDSU>r
T r a c t a d o d e la c a u a
netJ^cbopoíclcoroemladoí ¡fcrnSc^acorico
mcitíiadojoc Zì&o un rubarlo» oe Ucodc f caua
Dcriaoc C Jlflirana. » In c id o ni m aim sgnffico
f c ñ o i 'J i u n r a jq o e jo c «ofonfl , f « i « W B í io ,|
Iccretarioocfumagcft«d,£8efoconfefo»
Baptista de Montoya, mdlxvüi, en 4o, 145 f, 4 h». Ver Sanz Egaña: -Introducción a la Sociedad de Bi
bliófilos Taurinas» a la obra: -Tres libros de jineta de los siglos xvi y xvu. Intr. de [...), XLVII, 270 p., ils.,
facs. (Sociedad de Bibliófilos Españoles, Segunda época, xxvi), p. xxxv, Madrid, 1951. Inclín, Luis G.,
Esplicación de las suertes de tauromaquia que ejecutan los diestros en las corridas de toros, sacada
del arte de torear escrita por el distinguido maestro Francisco Montes. México, Imprenta de Inclán,
San Jasé el Real Núm. 7.1862. Edición facsimilar presentada por la Unión de Bibliófilos Taurinos de
España. Madrid, 1995. La Lidia. Revista g ráfica taurina, México, D.F., 15 de enero de 1943, Año I., N°
8. De la serie: »Periodistas taurinos mexicanos, Don Pedro González Morúa, «La Monja», (Boceto por
P.P.T. -Carlos Cuesta Baquero). LuqueTalavAn, Miguel, Análisis histórico-jurídico de la nobleza in dia
n a d e origen prebispánico. Ñ e r v o , Amado, c ró n ica s . Obras com pletas d e [...], Volumen xxv, Texto al
cuidado de Alfonso Reyes. Ilustraciones de Marco. Madrid, imprenta de Juan Pueyo, 1921. SuArez d e
P e r a lt a , Juan, Tractado d e la Cavallería jin eta y d e la brida: en el qu al se contiene m uchos primores,
a sí en las señales d e los cavallos, com o en las condiciones: colores y talles: y com o se ha d e h azer un
hom bre d e á caballo [...I En Sevilla, año de 1580. México, La Afición, p. 149,1950. SuArez d e P e r a l i a ,
Juan, La conjuración d e Martín Cortésy otros temas. Selección y prólogo de Agustín Yáñez. México,
2a edición. Universidad Nacional Autónoma de México, Coordinación de Humanidades, xiv-143
p. Ils. (Biblioteca del estudiante universitario, 53), 1994. SuArez de P e r a l t a , Juan, Libro d e Albeitería
(Primer libro de ciencia veterinaria escrito en América por los años de 1575-1580). Paleografía de
Nicanor Almarza Herranz. Prólogo de Guillermo Quesada Bravo. México, Editorial Albeitería, xxin,
p. 310, 1953- V a lle -A r iz p e , Artemio de, Libro d e estampas. México, Editorial Patria, S.A., p. 231 (Tradi
ciones, leyendas y sucedidos del México Virreinal, xiu), 1959.
286
LOS TRATADOS SOBRE T A U R O M A Q U IA
'j u m PARA A M P L IA C IO N E S
ÜB ESTUDIOS GV¡*S> X
.I N S T I T U T O E S C U E L KM.
B IB L IO T E C A L IT E R A R IA D E L
E S T U D IA N T E XX e *» 3
L I B R O S DE
CABALLERIAS
287
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
288
LOS TRATADOS SOBRE TA U RO M A Q U IA
Es esta una ñel representación del sabor barroco mexicano de fines del siglo x v ih ,
cuando el virrey Conde de Gálvez, uno de los más entusiastas taurinos de aquella
época pudo admirar esta estampa, reproducida en un biombo.
C orrid a d e toros. Siglo xvm. Col. Pedro Aspe Armella.
Fuente: Artes de México. La ciudad de México I. Enero 1964/49-50
289
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
.M f c f íi
ai .la . C-M-í» O jI L
Q V fi M A N O O B S C A E Vi f c
290
LOS TRATADOS SOBRE TA U RO M A Q U IA
T R A C T A D O
D E L A C A V A L L E R I A ,
déla G ineta y Bridar enei qual fe contiene
m uchos prim ores, afsienlas feriales deles
C a n a l l a s , c o m o en la * c o n d ic io n e s : c o lo r e s y
ralles: y c o m o fe h a d e h a z e r v n h o m b r e d e d Ca
m ilo de arobai (illa», y ti» poflurai que lu d í tener, y
m aneras pat» en frenar, y lo* frenos que encada filia
fon m encfter.pm que vn CanaUo ande bien enfrenado:
y « n o i auifo» muy principale* y primo». to c in tc sy »r*
gem ei i efte ejercicio. C om pu tilo por don
i*i» s»nt^ ¿t r m i n , V erin o
y natural dr M éjico,
enlas Indias.
Tomado de la revista S a b er
ver, segunda época número 3,
septiembre-octubre 1999, p. 55,
Anónimo, R etrato d e M octezu m a,
siglo xvii. Ó leo sobre tela 185 x 100
cm. Colección particular
2 91
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
292
ITINERARIOS COMERCIALES
Y ECONÓMICOS
ANÁLISIS COMPARADO SOCIOECONÓMICO DE LAS PROVINCIAS DOMINICANAS
DE ELÍAS PIÑA, MONTE PLATA Y SANTO DOMINGO
José Luis Luzón, Edoardo Bazzaco
y Márcia Cardim de Carvalho
Universität de Barcelona
INTRODUCCIÓN
295
CAMINOS ENCONTRADO!. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
296
ANÁLISIS C O M PA R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
297
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN
298
ANALISIS C O M P A R A D O S o C IEC o N ÓM I C o DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
299
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
300
ANÁLISIS C O M P A R A D O S O C IEC O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
301
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
302
ANÁLISIS C O M P A R A D O S O C IEC O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
303
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
determinó un salto de las 5-300 que había en 1980 a las casi 18.000 de 1990 ,
hasta las más de 50.000 en el año 2000 .
Hoy en día el turismo es el sector principal de la economía nacional en
generación de divisas, además de una importante fuente de trabajo: en 2001
el sector empleaba directamente a 130.000 personas (en hoteles, restaurantes,
bares), mientras que los empleos generados indirectamente por el sector alcan
zaron la cifra de 340.000.
El sector turístico contribuye directamente con el 4% del p i b nacional e in
directamente genera el 19% del valor de la producción nacional. Anualmente
República Dominicana atrae alrededor del 2,5 millones de visitantes, proceden
tes principalmente de Estados Unidos (27%), Alemania (19%), Canadá (10%),
Francia (7%), España (6 a 7%) e Italia (5 a 6%).
La confirmación de República Dominicana como meta turística internacional
es relativamente reciente; a pesar de ello, el país se convirtió a lo largo de los
años noventa en el segundo destino por llegadas turísticas de la región caribe
ña después de Puerto Rico, pero tiene una ventaja significativa en la duración
promedio de la estancia de los turistas en relación a otros destinos.
Los principales factores determinantes del desarrollo turístico de la Repúbli
ca Dominicana son la belleza natural del país y del clima. Según una encuesta
realizada en 2001 por el Banco Central de la República, el 70% de los turistas
viajan, a Dominicana por la calidad de las playas y del clima. Los recursos na
turales de República Dominicana incluyen:
304
ANÁLISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
305
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
Esta ley establece la educación inicial como primer nivel del sistema educa
tivo, dirigida a la población menor de 6 años. Para la población infantil menor
de 5 años el Estado desplegará esfuerzos que faciliten la generación del nivel,
para lo cual fomentará de manera especial la participación de la familia, la co
munidad y la población civil. Los principales objetivos del nivel preescolar de
educación (de 0 a 6 años de edad) son contribuir al desarrollo físico, motriz,
psíquico, cognitivo, afectivo, social, ético, estético y espiritual de los educan
dos, promoviendo el desarrollo de las potencialidades y capacidades de los
educandos, mediante la exposición en un ambiente rico en estímulos y la parti
cipación en diversidad de experiencias formativas, estimulando las actividades
lúdicas propias de la edad de ese nivel. De este nivel educativo es obligatorio
solamente el último año (de 5 a 6 años de edad).
• Primer ciclo, con una duración de cuatro años, que incluye de primero
a cuarto grados. Dicho ciclo se inicia ordinariamente a los seis años de
edad, nunca antes de los cinco años.
• Segundo ciclo, con una duración de cuatro años que incluye quinto a
octavo grados.
306
ANÁLISIS C O M P A R A D O S O C IEC O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
307
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
308
ANÁLISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
Tabla 8: Población, matrícula, tasa neta y bruta por niveles para el 2000-2001
Nivel inicial
Las tasas, tanto la bruta como la neta, varían según nivel. Para el nivel inicial,
en el año escolar 2000-2001 y calculada sobre la población de 3 a 5 años, la tasa
bruta es de 39,3%. El ritmo de crecimiento es considerable, pues en el curso
1998-1999 la tasa bruta era de 33,8%. La cobertura de la población de 3 a 4 años
se incrementa con la apertura de unas 2.000 Casas Infantiles Comunitarias que
atienden en términos aproximados a 100.000 niños y niñas en esa edad. Para
los niños y niñas con edad de 5 años la tasa bruta es de 7,2%.
Nivel básico
309
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Nivel medio
310
AN Á LISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PRO V IN CIA S D O M IN IC A N A S
Tabla 10: Población total y por sexo. Matrícula total y por sexo
para 2000-2001
al 13,3%, porcentaje muy bajo explicable por la falta de escuelas que ofrezcan
este nivel en esa zona.
NIVEL/
Urbano % Rural % Totales
ZONA
INICIAL 155.679 70,90 63.874 29,09 219.553
BÁSICA 1.024.200 62,30 619.741 37,69 1.643.941
MEDIA 345.970 86,72 52.954 13,27 398.924
TOTALES 1.525.49 67,44 736.569 32,55 2.262.418
312
AN ÁLISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PRO V IN C IA S D O M IN IC A N A S
313
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES i COMERCIALES
314
AN ÁLISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó MIC O DE LAS PRO VIN CIAS D O M IN IC A N A S
315
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
recen de acceso al agua potable y una cuarta parte de los mayores de 15 años
son analfabetos, frente a un 15% en el conjunto dominicano.
Si el desarrollo sostenible debe tener en cuenta la participación coordinada
entre las instituciones públicas y la sociedad civil, se debe aplicar el principio
de subsidiariedad, esto es, que el diálogo se establezca a niveles lo más próxi
mos posibles a la población. En República Dominicana la estructura político-
administrativa incluye provincias y municipios, pero también pueden aplicarse
criterios intermedios entre la totalidad del país y esta división; este criterio es el
de las provincias y regiones.
316
AN Á LISIS C O M P A R A D O S OC I EC O N Ó MIC O DE LAS PRO VIN CIAS D O M IN IC A N A S
Problem ática f \
s o c J i,: I n A n n r ^ A \ Baja dem anda y
desnutrición, POBREZA adquisición d e loa
Insalubridad, \ ' b ienes y servicios
analfabetism o,
¡Deficiencias d e los
servicios púbBcos
B aja satisfacción de
tas n ecesidades d e:
alim entación,
educación,
desnudez,
hacinam iento
T, • •
Provincia »r - \r promedio
ICV j- % Hogares
6 en pobreza
r
_____________ 1 extrema
Elias Piña 0-40 40 - 100
Monte Plata 55 —60 5 - 10
Santo Domingo 60 - 100 0 -5
317
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
La provincia de Elias Piña tiene una superficie de 1.426 km2, está enclavada en
tre la Cordillera Central, al norte; la Sierra de Neiba, al sur; y la parte occidental del
Valle de San Juan. Esta provincia tiene como límites, por el noite, las provincias de
Dajabón y Santiago Rodríguez; al este, la provincia San Juan; al sur, la provincia
de Independencia; y al oeste la República de Haití.8 Conforma la región suroeste
juntamente con las provincias de Azua, San Juan y la subregión Enriquilo.
La provincia de Elias Piña está formada por los municipios de Comendador,
Río Limpio, Pedro Santana, Banica, El Llano, Hondo Valle y Juan Santiago.
La capital provincial es Comendador, localizada en el municipio de igual
nombre. Las zonas más importantes dentro de Comendador son Guayabo, Los
Rinconcitos, Potro Blanco, Ringostura y Hato Viejo.9
Se trata de una de las provincias menos pobladas del país, su índice de
calidad de vida es uno de los más bajos y el porcentaje de hogares en pobreza
extrema el más elevado. Más del 64% de su población es rural y un 36% es
urbana. Como se puede observar en las tablas que vienen a continuación, entre
las personas económicamente activas predomina el trabajo informal no decla
rado, seguido de la actividad agrícola y el comercio.
318
AN ÁLISIS C O M P A R A D O S O C IEC O N ÓMIC O DE LAS PRO VIN CIAS D O M IN IC A N A S
Tabla 14: Población por grupos de edad para la provincia de Elias Piña, 2002
Ambas zonas Urbana Rural
PROVINCIA
Total Hombres M ujeres Total Hombres Mujeres Total Hom bres Mujeres
ELlAS PIÑA
63.879 32.986 30.893 23.203: 11.185; 12.018 40.676 21.801 18.875
Menos de 1 1.771 827 944 708j 288| 420 1.0631 539 524
1- 4 6.849 3.455 3.394 2.298! i .09 i f 1.207 4.551 2.364 2.187
S- 9 9.129 4.687 4.442 2.992 1.433] 1.559 6.137! 3.254 2.883
10- 14 9.041 4.814 4 .2 2 7 3.088 1.492 i . 596 5.953 3.322 2.631
1 5 - 19 7.082 3.848 3.234 2.904 1.396 1.508 4.178 2.452 1.726
2 0 -2 4 4.419 2 .2 6 4 2.155 1.808 877 931 2 .6 1 1] 1.387 1.224
2 5 -2 9 3.172 1.557 1.615 l .279! 627 652 1.893 930 963
3 0 -3 4 2.908 1.433 1.475 1.1191 530¡ 589 1.789 903 886
3 5 -3 9 3.200 1.537 1.663 1.122¡ Slffl 612 2.078 1.027 1.051
4 0 -4 4 2.918 1.468 1.450 1.140 523: 617 1.778 945 833
4 5 -4 9 2.651 1.327 1.324 977 497 480 1.6741 830 844
5 0 -5 4 2.587 1.359 1.228, 91 7 [ 468 449 1.670 891 779
5 5 -5 9 2.024 1.067 957 71« 372 344 1.308 695 613
6 0 -6 4 2.010 1.086 924 699 370: 329 1.311 716 595
6 5 -6 9 1.514 812 702 508 247Í 261 1.006! 565 441
7 0 -7 4 1.262 720 542 424! 2311 193 838! 489 349
7 5 -7 9 544 326 218 188 99 89 356] 227 129
8 0 -8 4 390 199 191 148! 57 91 2421 142 100
85 y más 407 199 208 167Í 76i 91 24o: 123 117
' .......
No declarada 1 1 - il 1 -I -
Fuente: Elaboración propia a partir del cen so de 2002, O ficina N acional de Estadística
d e R epública Dom inicana.
319
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
No declarado 11.767 61
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura 1.974 10
Comercio al por mayor y al por menor 1.194 6
Administración pública y defensa 999 5
Otras actividades de servicios comunitarios 822 4
Enseñanza 624 3
Hogares privados con servicio doméstico 607 3
Transporte almacenamiento y comunicaciones 344 2
Construcción 281 1
Industrias manufactureras 251 1
Servicios sociales y de salud 211 1
Hoteles y restaurantes 50 0
Suministro de electricidad, gas y agua 48 0
Actividades inmobiliarias empresariales 41 0
Intermediación financiera 40 0
Explotación de minas y canteras 1 0
Pesca - -
320
ANÁLISIS C O M P A R A D O SO C IEC O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
321
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
Tabla 16: Población por grupos de edad para la provincia de Monte Plata, 2002
Fuente: Elaboración propia a partir del censo del 2002, Oficina Nacional de Estadística
de República Dominicana.
322
ANALISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
Fuente: Elaboración propia a partir del censo del 2002, Oficina Nacional de Estadística
de República Dominicana.
10. Los Bateyes son comunidades rurales diferentes de las demás por su economía, sepa
ración social, racial (proceden de la República de HaitO y cultural. La mayoría de sus habitan
tes vive de la siembra, cuidado y corte de la caña de azúcar.
323
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES T COMERCIALES
Esa situación cíclica lleva a una reproducción del modo de vida, que pasa de
generación en generación, sin ningún tipo de alteración, lo que conduce a que
las comunidades bateyes estén por debajo de la línea de pobreza crítica, con gra
ves problemas de desnutrición, analfabetismo, infravivienda, integración...
Entre los cultivos de la región destacamos el arroz, la caña de azúcar, el pasto
y los árboles maderables. Un elemento natural especialmente destacado en el área
de la provincia es la región de los haitises, que se localiza debajo de la Península
de Samaná, al sur de la comunidad de Sábana Grande. Esta región está situada en
la parte nororiental del país y presenta sus costas occidentales a la Bahía de Sama
ná y sus costas orientales al Océano Atlántico. Está limitada al oeste por la región
de Los Haitises y al sur por la Cordillera Oriental. La llanura se extiende en una
faja irregular desde la Bahía de San Lorenzo, en su extremo occidental, hasta Pun
ta Macao, en su extremo oriental, y es intemimpida por las abruptas elevaciones
de la Cordillera Oriental, que se prolongan hasta el mar y que son más frecuentes
en su porción occidental. Ocupa unos 1.500 km2 de extensión.
H cO N A lilS
m taotM C u oc l a r w b i i c a
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324
ANÁLISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
Fuente: Elaboración propia a partir del censo del 2002, Oficina Nacional de Estadística
de República Dominicana.
325
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Ï COMERCIALES
Crecimiento intercensal
Población Período Promedio Promedio
absoluto anual (%)
1920 30.943 - - -
1935 71.091 1920 - 1935 40.148 5,99
1950 181.553 1935 - 1950 110.462 6,35
1960 369.980 1950 - I 960 188.427 7,38
1970 668.507 I960 - 1970 298.527 6,48
1981 1.297.892 1970 - 1981 629.38 5,72
1993 1.555.851 1981 - 1993 257.959 1.55
Fuente: one . Datos de los censos de 1920-1981 y datos del censo 1993.
Fuente: Elaboración propia a partir del censo del 2002, Oficina Nacional de Estadística
de República Dominicana.
326
ANÁLISIS C O M P A R A D O S O C IE C O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
Tabla 21: Inversión en la construcción del sector privado por año, según
provincia, 2000-2004
327
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
CONCLUSIONES
328
ANÁLISIS C O M P A R A D O SO C IEC O N Ó M IC O DE LAS PROVINCIAS D O M IN IC A N A S
329
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
332
CAFÉ C O N A RO MA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L DE L C O M E R C I O J US TO DE C A F É E N N I C A R A G U A
HONDURAS
Waspem
'Bonanza
•R osita
'Siuna
SALVADOR
S o m ritó l- 0 «'
C o lto tir f .
■ - v m tt a r f*
.C íip a n d e g a
o SO M,ll»>
0 SO K iló m e tro ,
M ar
C a rib e
O CÉANO
P A C ÍFIC O
RICA
org/espanica.
3. Véase www.oneworld.net, 01/07.
333
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES í COMERCIALES
La relación directa con los productores constituye, tal vez, el elemento más
novedoso y su principal potencial para asentarse como alternativa a los circui
tos comerciales tradicionales. En definitiva, con el Comercio Justo se intenta
conseguir una nueva cultura de la producción y del consumo, sacando del
anonimato y el desconocimiento mutuo a consumidores y productores.4 El acto
de comprar un producto se convierte así en un hecho cultural en el que se
reconocen el origen, la calidad y las repercusiones de la compra, más allá del
mero acto de pagar el precio más bajo, sin sentir ninguna responsabilidad sobre
la calidad del producto, su impacto en el medio ambiente y las condiciones
sociales de su producción.
4. «El consumidor, al tomar su tacita de café, a duras penas tiene idea del trabajo que un
campesino en un país lejano ha tenido que realizar. El campesino, a su vez no tiene ninguna
noción del destino de los sacos de café que ha entregado. Habiéndose acabado el anonimato
entre productor y consumidor, ambos pueden sentarse a la mesa para llegar a acuerdos-,
R o o z k .n , N. y Hoff, Frans van der, op. cit., p 55.
334
CAFÉ CON AROMA DE E Q U I D A D . POTENCIAL DEL C O M E R C I O J US TO DE C A F É EN NICARAGUA
E L CAFÉ EN NICARAGUA
335
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
336
CAFÉ CON AROMA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L D E L C O M E R C I O | U S TO DE C A F É EN N I C A R A G U A
Volumen de Con
Ciclo Área Produc
Rendimiento0 exportacio sumo
agrícola cultivada“ ción11
nes1' interno15
Fuente: Banco Central de Nicaragua. Publicado por La P ren sa, 6 febrero 2007.
337
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES 1 COMERCIALES
338
CAFÉ CON AROMA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L DEL C O M E R C I O (UST O DE C A F É EN N I C A R A G U A
del país, después de declararte la guerra a Hitler y confiscar las fincas de mu
chas familias alemanas.
La inserción al mercado mundial con el café como principal producto de
exportación -y a gran distancia de otros rubros- generó una gran desigualdad
en la distribución de las riquezas y extrema vulnerabilidad en la economía de
Nicaragua. Un fenómeno similar se produjo en el resto de países centroameri
canos, salvo Costa Rica.
12. -Las gráficas de los precios del café, como las de todos los productos tropicales, se
han parecido siempre a los cuadros clínicos de la epilepsia...*, G aleano , Eduardo, Las venas
abiertas d e A m érica Latina, Cuadragésima edición, Siglo xxi Editores, España, 1985, p. 158.
339
CANINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Un nuevo intento de estabilizar los precios se dio por pocos años, entre
1993 y 2000, esta vez por pane de la Asociación de Países Productores de Café
( a p p c ) , que acogió a catorce países miembros y fue diseñada de manera similar
13. I n i e s , N icaragua. Apuntes sobre las transform aciones d e un p aís en revolución, Mana
gua, 1987, p. 88.
14. Datos de 1994, elaborados por la organización no gubernamental c i p r é s , Managua,
en base a fuentes oficiales ( c i e r a , i n r a , c o r n a p ) . El c i p r é s fue dirigido por Orlando Núftez. El
programa H am bre Cero, lo dirige actualmente Daniel Ortega.
340
CAFÉ CON AROMA DE E Q U I D A D , P O T E N C I A L DE L C O M E R C I O |U S T O DE C A F É EN N I C A R A G U A
341
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
342
CAFÉ CO N AROMA D E E Q U I D A D . P O T E N C I A L D E L C O M E R C I O | U S T O DE C A F É E N N I C A R A G U A
a las plagas y variaciones climáticas. Por estas razones sus costos de producción
son más bajos.
343
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
344
CAFÉ CO N AROMA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L D E L C O M E R C I O J U S T O DE C A F É EN NICARAGUA
CERTIFICACIÓN DE LA CALIDAD
345
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
En cuanto a las normas iso, éstas se refieren a los sistemas de gestión, dos
son relevantes para el café: la iso 9001 (empresarial) y la iso 14001 (ambien
tal).
En el caso de Nicaragua, falta un sello nacional que identifique su café;
también este proceso requiere capacitación, formación profesional, inversiones.
En este sentido cabe mencionar que, según noticias publicadas en Nicaragua
346
CAFÉ CON AROMA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L DEL C O M E R C I O J U S T O DE C A F é EN N I C A R A G U A
347
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
348
CAFÉ CON AROMA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L DEL C O M E R C I O |USTO DE C A F É EN N I C A R A G U A
70.214 quintales de café (unos 3-160.000 kg), el 90% producido por las coopera
tivas socias. Los destinos principales de las exportaciones fueron Europa (42%)
y Norte América (58%). En cuanto a la composición de las exportaciones: un
31% fue colocada en circuitos de Comercio Justo, otro 31% en café orgánico,
22 % en circuitos de cafés especiales y sólo el 16% en los canales de comer
cio convencional, c e c o c a f e n vende su producción a distintas empresas de
Comercio Justo en distintos países: Peace Coffee, Café Nica Organic, Caffé del
Nicaragua, Café San Ramón Organic, Alternative Grounds (Fair Trade Coffee),
Café Wuppertal, Café Direct y Nicaragua Kaffe Max Havelaar.
Para valorar el potencial económico de estas nuevas asociaciones de pro
ductores es pertinente considerar que las cuatro exportadoras convencionales
más fuertes concentran el 67% del café que exporta Nicaragua, unos siete de
cada diez quintales exportados. Por su parte, c e c o c a f e n y p r o d e c o o p son res
ponsables del 3% y el 2,4% respectivamente de las exportaciones cafetaleras de
Nicaragua, ocupando los lugares séptimo y noveno entre las casas exportadoras
de café.
349
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
Uno de los objetivos y requisitos para entrar en las redes de Comercio Justo
es la existencia de actividades paralelas, beneficios sociales que aumenten la
calidad de vida de los asociados. La participación democrática se traduce, por
ejemplo, en la discusión de la nueva Ley Cooperativa y su reglamento.
Otro aspecto digno de resaltar es el enfoque de género, que en c e c o c a f e n
se concreta en que 652 mujeres participen en 26 grupos de ahorro solidario.
El monto de ahorro son 100.000 dólares; el volumen del crédito es de 113-000
dólares, concedido a esposas, compañeras e hijas de los socios, bajo la mo
dalidad de ahorro solidario con el fin de obtener ingresos complementarios
al cultivo del café, contribuyendo además a la diversificación productiva de
19. El café robusta se cotiza en la bolsa de Londres, mientras que la principal referencia
para el arábiga es Nueva York, en concreto el mercado C o c s c r (Bolsa para Café, Azúcar y
Cacao, por su siglas en inglés). B u i t r a g o , J., Guía p rá ctica p a r a la venta d e c a fé , Managua,
2a edición, 1998, p. 21.
350
CAFÉ CO N AROMA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L D EL CO MERCIO JUSTO DE C A F É EN N I C A R A G U A
la finca cafetalera. Este es un programa que nació después del huracán Mitch,
en 1997, cuando la pobreza se recrudeció. Las mujeres además, de resolver
una paite de sus necesidades y las de su familia, participan en las decisiones
de la finca.
La educación es otro de los pilares que sostienen la filosofía del Comercio
Justo. En c e c o c a f e n se traduce así: 480 jóvenes participan en el programa de
educación y se preparan los nuevos gestores de las cooperativas. Los jóvenes
reciben becas para estudiar carreras relacionadas con la producción cafetalera
y agrícola, aportando además 100 horas de trabajo como retribución. En 2005,
32 jóvenes alfabetizaron a 375 personas, apoyaron la educación de adultos, la
actualización de libros de contabilidad, actas y documentos de las juntas direc
tivas, prepararon jornadas de salud y colaboraron en la reparación de escuelas
y caminos.
c e c o c a f e n tiene lazos con distintas organizaciones europeas y norteame
351
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES T COMERCIALES
20. Así lo señaló en diciembre 2004, el entonces ministro de Hacienda británico, Gordon
Brown, en un discurso en el Memorial Pablo VI, que organiza anualmente c a f o » , la agencia
católica de cooperación al desarrollo. El ministro afirmaba que combatir la pobreza mundial
tiene un sentido ético y práctico a la vez. Citado por la revista Envío.
352
CAFÉ C O N AROMA DE E Q U I D A D POTENCIAL DEL C O M E R C I O | U S T O DE C A F É EN N I C A R A G U A
353
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
ñas empresas del Comercio Justo le ofrecen apenas un 8,4%. No hay señales
de que esta situación vaya a cambiar a corto plazo; más bien, como señala
René Mendoza: «el valor agregado del café se va moviendo hacia el Norte".21
Además, la escala de sus operaciones mantiene más altos los costos unitarios
del Comercio Justo, lo cual le resta competitividad; mientras Nestlé controla el
87% de las ventas de café instantáneo en el Reino Unido, Cafedirect apenas
vende el 1,5%.
Uno de los responsables de esta situación -n o sólo de la inestabilidad de
los precios- es el mercado financiero internacional. También juegan un papel
decisivo las corporaciones transnacionales que dominan la industria mundial
del café: Procter & Gamble, Philip Morris, Sara Lee y Nestlé. La expansión del
uso de granos de café genéticamente modificados (café transgénico) por par
te de las corporaciones transnacionales amenaza con reducir más todavía los
precios del café y socavar las bases económicas de los pequeños productores.
Finalmente, en los últimos años han afectado al sector diversos aspectos coyun-
turales, como fue el caso de la presión internacional para imponer a Vietnam
el modelo agro-exportador.
En el caso de Centroamérica, la pobreza, la falta de empleo, junto a otras
condiciones sociales, políticas y económicas llevó a sus Gobiernos a adoptar
estrategias de crecimiento económico basadas en la exportación de un solo
cultivo -o de un número reducido de productos agrícolas- que es lo que carac
teriza al modelo agroexportador y hace vulnerables sus economías nacionales,
impidiendo la formación de un mercado interno próspero.
Para salir del círculo vicioso de las exportaciones de materias primas y
dependencia de las importaciones de productos industriales y alimentos, se
requiere contar con políticas de fomento del mercado interno y con institu
ciones económicas y políticas fuertes en cada país. Con estas condiciones, los
nichos de mercado de café diferenciado puede ser una estrategia para reducir
la dependencia de las fluctuaciones del precio internacional del café, sobre
todo para países pequeños que dependen en gran medida de la producción
cafetalera; siempre y cuando este esfuerzo vaya acompañado de políticas orien
tadas a la diversificación productiva y de la apertura de mercados para nuevos
productos, tanto agrícolas como agroindustriales, a fin de apartarse del modelo
de monocultivo agroexportador.
354
CAFÉ CO N AROMA DE E Q U I D A D P O T E N C I A L DEL C O M E R C I O J US TO DE C A F É EN N I C A R A G U A
355
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Ahora bien, las políticas económicas, sociales y políticas sólo pueden conso
lidarse si se resuelve la cuestión de la institucionalidad. Según Alejandro Serrano
Caldera, -la cultura política nuestra percibe la ley y las instituciones como instru
mentos en manos del poder y no como causa y cauce del poder, como un siste
ma de límites al poder».22 Por esta razón la sociedad nicaragüense se encuentra
ante la encrucijada de continuar con la debilidad de sus instituciones políticas,
generando inestabilidad y corrupción, o entrar por la vía del respeto a las institu
ciones y las leyes. La corrupción, resultado de tener instituciones débiles, causa
estragos en la economía, en el tejido social, en las instituciones y representa uno
de los mayores lastres que frenan el despegue hacia el desarrollo.
El «desmoche» -o juego de naipes- ilustra la situación de las instituciones en el
país; ya que en el póquer el único indicio de institucionalidad son los propios juga
dores, que cuidan muy bien de impedir que el adversario haga trampas, mientras
intenta cada uno hacerle trampas al otro. Es lo que expresa la frase de Max Aub en
su novela Campo Cerrado: -como todos son fulleros juegan honradamente”.
Uno de los puntos para sanear la institucionalidad consiste en el respeto a
la Constitución -dado que las permanentes reformas de la Cana Magna no han
conseguido fortalecer las instituciones ni han sacado al país de la pobreza. La
transparencia en la gestión pública y civil con participación ciudadana es otro
requisito del desarrollo sostenible, así como la renegociación de la deuda inter
na con la banca privada nacional -o la internacional radicada en el país. Otra
condición tiene que ver con el sistema de administración de Justicia, a recu
perar la confianza en el Estado de derecho por parte de la ciudadanía y de los
inversionistas internacionales medianos -n o sólo las grandes transnacionales
con capacidad de presionar e imponerse a la clase política. Revertir el carácter
regresivo de la tributación y lograr la equidad en el régimen tributado es otra de
las condiciones necesarias para fortalecer la institucionalidad del país; debido a
que con la situación actual quienes reciben mayores ingresos son los primeros
en evadir los impuestos o conseguir exoneraciones.
Finalmente, tanto por la experiencia relativamente reciente de Nicaragua,
como por los más de treinta años de esta nueva práctica comercial, es posible
vislumbrar un futuro esperanzador para el Comercio Justo, siempre y cuando
-además de los factores ya mencionados- se mantenga la diferencia entre los
circuitos convencionales y los alternativos.
22. S errano C aldera , A., «La Nicaragua Posible*, La Prensa, 11 de febrero 2007. Con este
título Caldera promovió un proceso de diálogo sobre la institucionalidad y el proyecto de
Nación entre 1990 y 1992, que fue reavivado a mediados del 2006 en el curso de verano, ce
lebrado en España con este mismo título, coordinado por la Universidad de Alcalá de Henares
y la UNAN-León de Nicaragua. Las fotografías han sido realizadas por Pascal Chaput.
356
CAFÉ C O N AROMA DE E Q U I D A D . P O T E N C I A L DEL C O M E R C I O J U S T O DE C A F É EN NICARAGUA
23. Relacionamos enlaces electrónicos de interés: aúna. Cuba: auna@ceniai.inf.cu. Bio La
tina. Nicaragua (Latinoamérica): biolatin@ibw.com.ni. cedkco . Costa Rica: amadore@racsa.co.cr.
o m s (Centro de Inteligencia sobre Mercados Sostenibles) Alajuela, Costa Rica: www.cims-la.com,
357
INMIGRACIÓN Y COMERCIO LATINOAMERICANO EN LA PLANA DE CASTELLÓN
Javier Soriano Martí
Centro de Investigaciones de América Latina, Universität Jaume I
359
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
360
IN M IG R A C IÓ N Y CO M ER C IO L A T IN O A M ER IC A N O EN LA PLANA DE C A ST ELL Ó N
361
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
362
IN M IG R ACIÓ N Y CO M ER C IO L A T IN O A M E R IC A N O EN LA PLANA DE C A ST ELL Ó N
1. En un futuro habría que investigar si una parte sustancial de estos inmigrantes son
realmente italianos o, en cambio, se trata de ciudadanos que tienen doble nacionalidad -por
ejemplo ítalo-argentinos- y que aprovechan su pasaporte de la u e para afincarse aquí con
mayor facilidad.
363
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COHERCIALES
Inmigrantes % sobre
total
el Inmigrantes % sobre
total
el
Castellón Comunitat
(provincia) 65.638 Valenciana 581.985
364
IN M IG R ACIÓ N Y CO M ERCIO L A T IN O A M E R IC A N O EN LA PLAN A DE C A S T E LL Ó N
365
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
366
IN M IG R ACIÓ N Y CO M ER C IO L A T IN O A M E R IC A N O EN LA PLANA DE C A S T E LL Ó N
4. G arcía B o r r e g o , I. y P ed reñ o C ánovas , A., -La inserción de España en las redes mi
gratorias internacionales: configuración social y mercado laboral-, en P iq uera s , A. (coord.),
M editerrania migrant. Les m igracions a l País Valencia, Castellón, Universitat Jaume I, 2005,
pp. 63-102.
367
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES 1 COMERCIALES
368
IN M IGR ACIÓ N Y CO M ER C IO L A T IN O A M E R IC A N O EN LA PLANA DE C A ST ELL Ó N
369
CAHINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COHERCIALES
370
IN M IG R ACIÓ N Y CO M ERCIO L A T IN O A M E R IC A N O EN LA PLAN A DE C A S T E LL Ó N
Argentina
100 %
Rumania 80% Argelia
Perú Brasil
Marruecos Colombia
Italia España
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
Argentina
100%
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IN M IG R ACIÓ N Y CO M ERCIO L A T IN O A M ER IC A N O EN LA PLANA OE C A S T E LL Ó N
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CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURAIES Y COMERCIALES
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IN M IG R ACIÓ N Y CO M ER C IO L A T IN O A M E R IC A N O EN LA PLAN A DE C A S T E LL Ó N
375
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
7. Para una mejor comprensión véase: G ómez G il, C., «Multiculturalidad, cambios sociales
e inmigración en la Comunidad Valenciana" P iqueras, A. (coord.) op. cit., pp. 129-151. G onzá
lez, M. J. y P érez, M. E., Atlas social d e la ciu d a d d e León, León, Universidad de León, 2000,
p. 247. G ozálvez P érez, Vicente, “La inmigración femenina (africana y latinoamericana en la
España mediterránea. Un primer avance» en Eiras Roei., A. y G onzález Lopo, D. L. op. cit.,
pp. 207-224. Knox, Paul, Urban S ocial Geography, an introduction, Nueva York, Longman
Scientific and Technical, 1990, p. 403. López, B. y B erriane, M., Atlas 2004 d e la inm igración
m arroqu í en España, Madrid, Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos, Universidad
Autónoma de Madrid, 2004, p. 527. O rtells, V.; Q uerol, A.; Sorlano, J. y Pons, R., Atlas d e
C.astelló d e Ia Plana, Castellón, Fundación Dávalos-Fletcher, 2004, pp. 204. Palazón Ferrando,
S., Los españoles en A m érica Latina (1850-1990), Madrid, Fundación Centro Español de Es
tudios de América Latina ( cedeal), 1995, pp. 270. P iqueras, A. (coord.), Soriano Marti, J. y
T ercf.ro Herreros, F. B. (en prensa), -Cambios urbanos en Castelló a tenor de la inmigración
(1986-2006)-. Pons, J. J., Actas d el X Congreso d e la Población Española. Migraciones, movi
lid ad y territorio, Pamplona, Universidad de Navarra. Valero Escandkli., J. R., La inm igración
extranjera en Alicante, Alicante, Instituto de Cultura Juan Gil-Albert, Diputación de Alicante,
1992, pp. 320. V vaa., M iradas sobre la inm igración, 11. C iu dadan os d el mundo, ciu d ad an os
d e Rumania, Valencia, Observatorio Valenciano de las Migraciones (Fundación CeiM), 2006.
Padrón Municipal de Habitantes (enero de 2006), Ayuntamiento de Castellón. España en
cifras, 2005 (Instituto Nacional de Estadística). Anuario Estadístico de España, 2006 (Instituto
Nacional de Estadística). Calendario Atlante de Agostini 2003. Instituto Geográfico de Agos-
tini, Novara (Italia).
376
EFECTOS DE LA GLOBALIZACIÓN EN PAÍSES DE AMÉRICA LATINA: POLÍTICAS DE EMPLEO
Y SU IMPACTO EN LOS MERCADOS DE TRABAJO_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
Rodrigo Núñez Arancibia
Cuerpo Académico de Historia de México
Facultad de Historia, umsnh
INTRODUCCIÓN
377
CAHI NOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
3. Ramos, Joseph Q., Políticas d e em pleo e im titu cion alidad la b oral p a r a el siglo xxt, San
tiago, Chile, Editorial Universitaria, 2003.
4. H o u t a r t , F. y P o l e t , F ., El otro Davos: glob alización d e resistencias y luchas, Plaza y
Valdés, 2000, pp. 129-156.
378
EFECTOS DE LA G L O B A L IZ A C IÓ N EN PAÍSES DE AM ÉRICA LATINA
E L CONTEXTO DE APERTURA
Pasada la «década perdida» los países de América Latina entran en una fase
de inserción en el mercado mundial, cada uno a su manera y con resultados
muy distintos. Para enfrentar los desafíos de la globalización los Gobiernos de
la región recurrieron, entre otras medidas, a las políticas de ajuste, a la apertu
ra externa y a los acuerdos de comercio exterior. En este artículo se pretende
analizar la repercusión de dichas políticas en los mercados laborales y en las
políticas de empleo que el nuevo escenario requería en los casos de Argentina,
Brasil, Uruguay -que forman el m e r c o s u r — y Chile. ¿Qué impacto tuvieron las
políticas de ajuste y la política comercial en los mercados de trabajo?; ¿cómo
reaccionaron los Gobiernos frente a dichas impactos: políticas activas y/o polí
ticas pasivas?; y, ¿qué nuevas realidades institucionales están emergiendo como
consecuencia de las nuevas políticas de empleo?
La comparación de las políticas de empleo y sus resultados en estos cuatro
países toma como punto de partida dos hechos mayores que definen la coyun
tura de los noventa y la actual. Se trata por una parte de economías abiertas,
379
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
que intentan reducir el papel del Estado en las regulaciones económicas y la
borales. Por otra parte, estamos frente a Gobiernos progresistas que enfrentan
la inserción global en una fase de restauración de las instituciones del régimen
democrático, lo que implicó hacerse cargo de las demandas de sectores sociales
postergados con diversos grados de organización. Estos dos factores definen en
cierto modo los límites y alcances que pudieron lograr las políticas de empleo
adoptadas en la década de los noventa.7
La apertura externa y la globalización configuran un nuevo escenario para
las políticas de empleo, lo que se aprecia al observar la relación que se estable
ce entre crecimiento económico y empleo. De manera general, las caídas en la
tasa de crecimiento provocaron un aumento significativo de la desocupación
abierta y del subempleo. En los casos en que ha habido una recuperación del
crecimiento, ésta no conlleva una reacción proporcional en el empleo. Esto
quiere decir que hemos de revisar la idea ampliamente aceptada hasta una
fecha reciente de que mientras hubiera un crecimiento no habría que preocu
parse del empleo. La relación entre crecimiento y empleo no puede darse por
descontada, ya que los tejidos productivos están en reconversión y, en todo
caso, no tienen gran capacidad de generación de nuevos empleos.8 Por ello el
análisis debe considerar el débil comportamiento de la inversión privada, el he
cho que las empresas consiguen aumentos de productividad, la introducción de
nuevas tecnologías y también la forma en que los empresarios han reaccionado
frente a la ílexibilización del mercado laboral.9
El margen de acción de los Gobiernos es más limitado y requiere de un
manejo político refinado tanto de los actores empresariales como laborales. No
cabe duda que en economías abiertas a la globalización ya no se pueden aplicar
las políticas tradicionales que daban respuesta a los temas de empleo observa
das en economías mixtas, con una fuerte intervención del Estado. El concepto
mismo de políticas de empleo cambia de sentido en las economías que buscan
liberalizarse mediante la desregulación. Los programas tradicionales (subsidios,
incentivos) ya no resultan eficaces para lograr la generación de más empleos.
Surgen nuevos arreglos institucionales para enfrentar el problema del empleo
en los cuales hay una variedad de de nuevos empleos y se remultiplican los
transform aciones políticas y laborales en A m érica Latina, El Colegio de México, 2001, pp.
77-210.
380
EFECTOS DE LA G LO BA LIZ A C IÓ N EN PAfSES DE AMÉRICA LATINA
381
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
L ÍM IT E S Y A L C A N C ES D E LAS P O L ÍT IC A S D E E M P L E O
12. A r e ix a n o , el al., ¿Sólo innovación gerencial?: la nueva gestión pública, cuasi-m ercados
382
EFECTOS DE LA G l O 3 A l IZ A C I Ó N EN PAISES DE AMÉRICA LATINA
15. Núnez, R., Las transform aciones del em presariado chileno: em presarios y desarrollo,
tesis doctoral inédita, 2004, pp. 323-356.
16. C im a d a m o r e , A., e t a l , Trabajo y p rod u cción d e la p ob rez a en L atinoam érica y el Cari
be: estructuras, discursos y actores, 2005, pp. 235-280.
17. D e S i e r r a , G. y A i.v a r a o o , M„ D em ocracia, g o b e m a n z a y desarrollo en el mmcosur: h a
cia un proyecto p rop io en el Siglo xxt, Unesco-Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales,
2004, pp. 155-185.
383
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
EL CASO DE ARGENTINA
384
EFECTOS DE LA G L O BA LIZA C IÓ N EN PAISES DE AMÉRICA LATINA
cifras, Buenos Aires, Editorial El Ateneo: Fundación Norte y Sur, 2005, pp. 76-94.
385
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
386
EFECTOS DE LA G L O BA LIZA C IÓ N EN PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
C O N C L U S IÓ N
Uno de los efectos más notorios de las dinámicas económicas que han
afectado a Argentina en los últimos años es el notorio aumento de los empleos
precarios y del sector informal. Durante la primera mitad de los noventa, el
mercado de trabajo de este país se vio afectado por un proceso de destrucción
de empleo público que redundó en un empobrecimiento de vastos sectores de
la clase media. Fue, sin embargo, en la segunda mitad de la década cuando
se produce un proceso generalizado de pérdida de empleos formales, como
correlato de la crisis recesiva internacional y de la aplicación de una política
económica de convertibilidad cambiaría entre el peso y el dólar. La precariedad
laboral, el subempleo y los empleos informales aparecen hoy en día como
mecanismos de supervivencia que no son objeto de las políticas públicas del
Gobierno argentino.
Ante esta preocupante panorama social, se crearon instituciones y políticas
orientadas a enfrentar las nuevas problemáticas del empleo, aunque pensadas
básicamente como una suerte de -institucionalidad colchón», cuya principal
misión es contener los desbordes sociales. Pero dichas instituciones no cuentan
con mecanismos de financiamiento garantizado y de hecho se debió de recurrir
al endeudamiento externo por la disminución de los aportes de los trabajadores
y empresarios al Fondo Nacional de Empleo.22
22. F ig u e r a s , A., Análisis d e la presen cia d e qu iebras estructurales en e l m ercad o lab oral
d e las regiones econ óm icas argentinas, 1986-1997, Universidad Nacional de Córdoba, 2005,
pp. 66-73.
387
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES V COMERCIALES
EL CASO DE CHILE
388
EFECTOS DE LA G LO BA LIZA C IÓ N EN PAÍSES OE AMÉRICA LATINA
389
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COHERCIALES
sión y de pérdida del empleo el costo de mantener dicho nivel de vida se hace
insostenible por la ausencia de una red de protección social.26
Pero el desempleo abierto no es la única manifestación del problema del
empleo. El subempleo -empleos con salarios inferiores al mínimo o con jorna
das laborales por debajo de 35 horas semanales- afectaba al 14% de la fuerza
de trabajo en 1987, y aumenta hasta un 17% en 1996, lo que implica que el
volumen de las personas afectadas por el problema del empleo se mantiene en
torno al 22%. Aunque hay información estimada sobre subempleo hacia 2000,
es de suponer que éste se fue manteniendo dentro de los mismos rangos, pues
to que el desempleo afecta con particular fuerza a los segmentos más vulnera
bles de la fuerza de trabajo. Esto estaría mostrando una situación de exclusión
de un segmento de la población en edad de trabajar.
Las reformas privatizadoras redujeron marcadamente la proporción de em
pleados públicos en el empleo total, mientras que la apertura hacia el exterior
hizo disminuir la proporción del empleo asalariado en el empleo total. Antiguos
empleados públicos se transforman en trabajadores por cuenta propia, en mi-
croempresarios o trabajadores asalariados desprotegidos. Algo similar ocurrió
con los trabajadores cesantes del sector bajo reestructuración, que se transfor
maron en subcontratistas de sus antiguos empleadores, trabajadores por cuenta
propia o asalariados en puestos de trabajo precarios y sin protección. Destaca
el crecimiento de los trabajadores por cuenta propia.
Sin embargo, si se agrega al sector informal, la franja de establecimientos de
6 a 10 trabajadores, en consideración a lo precario de sus empleos, la informa
lidad emerge como un fenómeno en pleno crecimiento. A través de los años se
fue produciendo una mayor polarización de las ocupaciones concentrándose
los trabajadores más cualificados, de mayores ingresos, imprescindibles para
la empresa, mientras que los trabajadores menos cualificados se han visto des
protegidos de diversas maneras, incrementando la desregulación ya existente
en el sector informal. A mediados de los noventa se podían apreciar profundas
diferencias en cuanto a la capacitación, a la organización sindical, a la previsión
social y a un nivel adecuado de remuneraciones, entre los trabajadores asalaria
dos estables protegidos y los trabajadores de formas más inestables y de menor
protección social.27
Pero además de la polarización, la movilidad e inestabilidad de los empleos
son altas, lo que se refleja en la magnitud de la fuerza de trabajo eventual, es
decir, de trabajadores que a lo largo de un año entran y salen de las empresas.
La tasa de rotación es cercana al 50% de los trabajadores y cerca de la mitad
26. R a m o s , J. Q., Políticas d e em pleo e instítucionalidad lab oral p a r a el siglo xxi, Editorial
Universitaria, 2003, pp. 135-148.
27. N ú ñ e z , op. cit., pp. 311-319.
390
EFECTOS DE LA G L O 8 A L IZ A C I Ó N EN PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
391
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
392
EFECTOS DE LA G l O BA L IZ A C I Ó N EN PAISES DE AMÉRICA LATINA
C O N C L U S IÓ N
393
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
E L CASO DE BRASIL
30. G u e d e s , T., B razil in the netv decad e: sea rch in g fo r a fu tu re, Center for Strategical and
394
EFECTOS DE LA G LO 6 A LIZ A C IÓ N EN PAISES DE AMÉRICA LATINA
395
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
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EFECTOS DE LA G LO BA LI2 A C IÓ N EN PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
C O N C L U S IÓ N
397
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES » COMERCIALES
E L CASO DE URUGUAY
36. F i n c h , M. H. J., Martin y H en ry , J., La econ om ía política d el Uruguay con tem porán eo,
Banda Oriental, 2004, pp. 273-296.
398
EFECTOS DE LA G LO BA LIZ A C IÓ N EN PAÍSES DE AMÉRICA LATINA
37. P a d r ó n , Á . , -El foro consultivo económico y social de las Comisiones tripartitas: nuevo
escenario para las relaciones laborales- en F a l c h e t t i , Roberto, et al., R elaciones laborales e
integración regional, Universidad Católica Dámaso A. Larrañaga, 1998, pp. 27-50.
38. E l í a s , A., El p a ís d e ¡os cam bios econ óm icos graduales: Uruguay, 1985-1998: un en fo
q u e neoinstitucionalisla, Trilce, 2000, pp. 20-74.
39. A c u i r r e , R . y B a t t h y á n y , K ., Trabajo, g én ero y ciu d a d a n ía en los p aíses d el con o Sur,
o i t , 2001, pp. 123-124.
399
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES V COMERCIALES
400
EFECTOS DE LA G L O BA LIZ A C IÓ N EN PAISES DE AMÉRICA LATINA
sectorial tradicional se reduce año tras año hasta casi desaparecer. En forma
paralela se desarrolla una negociación colectiva con las empresas, cuyos conve
nios tienen vigencia sólo para los trabajadores de las mismas, cuyos contenidos
incluyen además de los salarios diversas formas de flexibilidad salarial, horaria
y de organización del trabajo.42
Junto con la retirada del Estado del ámbito de la negociación de las con
diciones de trabajo, la legislación laboral sufre diversas modificaciones. La le
gislación protectora del trabajador individual tiene un desarrollo permanente
hasta 1989, y desde ese año en adelante no se aprueban nuevos derechos.
Las disposiciones legales de la década del noventa tienen dos preocupaciones
centrales: la creación de ámbitos institucionales de participación de los actores
sociales, y la adopción de medidas orientadas a reducir costos laborales. Con
este objetivo se acentúan las medidas orientadas a la flexibilidad salarial y se
han iniciado recientemente iniciativas para reducir costos laborales. Se impul
san medidas orientadas a la flexibilidad salarial y se inician iniciativas tendentes
a reducir la rigidez en cuanto al ordenamiento del tiempo de trabajo (jornada
laboral, licencias, descansos y vacaciones).
C O N C L U S IÓ N
401
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
Con respecto a las políticas de empleo, se hizo durante los años noventa un
esfuerzo importante, en comparación de los otros países del MERCOSUR, para
instalar una nueva institucionalidad para el empleo ( d i n a e y j u n a e ) , pero ha teni
do un escaso impacto en la empleabilidad de los trabajadores. Este problema se
vio agravado por los liderazgos erráticos de la nueva institucionalidad, que en
un principio tuvieron una actitud pasiva y restringida a la recaudación de fon
dos entre el 92 y el 95 para luego adoptar una actitud más proactiva pero caren
te de orientación estratégica entre 1995 y 1999- Uruguay, economía y mercado
laboral de dimensiones pequeñas, se ha visto enfrentado a las problemáticas de
una inserción en los mercados externos sin definir bien su vocación productiva,
elemento esencial para fijar un nuevo modelo de desarrollo.
Las nuevas problemáticas del empleo que afrontan Argentina, Brasil, Uru
guay, Chile y Argentina tienen como denominador común un alto desempleo.
El impacto de los procesos de ajuste estructural se ha traducido en un aumento
de las tasas de desempleo y en una mayor presencia de los empleos informales
y precarios, tendencias frente a las cuales se han ideado diferentes arreglos
institucionales y de políticas públicas para aumentar la protección social de los
trabajadores. Sin embargo, un factor común a los países estudiados es la todavía
baja cobertura real de las redes de protección social y de los sistemas de seguro
de desempleo, a pesar de los avances logrados en la década de los noventa.
Chile fue el primer país en experimentar que las políticas de ajuste y apertu
ra generan desempleo. Desde mediados de la década de los setenta militares y
grandes empresarios impulsaron las reformas estructurales, luego vino la priva
tización de las empresas públicas y la desregulación de las relaciones laborales,
entre otros aspectos. Todo ello ocurrió con un alto costo social (disminución de
salarios reales y alto desempleo), pero sentó las bases para que desde 1984 se
alcanzaran elevadas tasas de crecimiento. Los Gobiernos democráticos en los
noventa mantuvieron las políticas económicas, centrando además sus esfuerzos
en la reducción del desempleo y en una política social de reducción de la po
breza, modelo que ha sido medianamente exitoso, pasando por crisis como la
de 1998, en la que se disparó el desempleo. Distinta es la situación de Argen
tina, Brasil y Uruguay, donde la primera labor de los Gobiernos democráticos
fue realizar el ajuste estmctural que permitiera un buen desempeño económico
en el largo plazo. La situación que dichos países heredan de los Gobiernos
militares se caracteriza, con matices, por una combinación de estancamiento
402
EFECTOS DE LA G L O 8 A L I 7. A C I Ó N EN PAISES DE AM ÉRICA LATINA
403
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS. CULTURALES Y COMERCIALES
que coyuntural debido a que los sectores con mayor crecimiento no son gene
radores de empleo. El Gobierno se encuentra abocado a enfrentar esta fase de
-crecimiento sin empleo» mediante políticas activas de nuevo cuño como son
la atracción de inversiones (Programa Todo Chile de c o r f o ) y el programa de
aprendizaje continuo Chile Aprende Más.
G O B IE R N O S R E SP O N S A B L E S D E CRISIS
404
EFECTOS DE LA G L O BA LIZ A C I ÓN EN PAISES DE A M É RI CA LATINA
En Uruguay, el papel del Estado durante los años noventa fue desestruc
turar el sistema antiguo de relaciones cuya institución emblemática fueron los
Consejos de Salarios, y crear uno nuevo, de carácter bipartito, más orientado a
favorecer la empleabilidad y el desarrollo de competencias de los trabajadores.
La creación de la Dirección Nacional del Empleo y del Observatorio Laboral es
una experiencia pionera, que se mostró como ejemplo a seguir para los demás
países, aunque la puesta en práctica no fue del todo eficiente. En gran medida
fue este esfuerzo de institucionalización de las políticas de empleo y de diálogo
entre los actores laborales lo que permitió en un momento realizar el ajuste sin
los niveles de conflictividad y crisis laboral de sus países vecinos. La lentitud de
la reconversión exportadora se explica por un cierto desconcierto empresarial
ante el riesgo y a la falta de oportunidades de negocio.
Por último, en Chile durante los años noventa el Estado cumplió un papel
en el plano del incentivo al diálogo social, del fomento productivo y de la po
lítica social. Esquema que con altibajos (como la crisis de 1998) se ha mostrado
insuficiente para recuperar niveles altos de crecimiento con bajo desempleo.
Tras la coyuntura de la crisis, el Estado ha intervenido más directamente en la
creación de empleos en el sector público, en el subsidio a la contratación de la
mano de obra por parte del sector privado y en el fomento a la capacitación,
pero comparativamente aparece rezagado con respecto al caso de Uruguay, en
cuanto a desarrollar una institucionalidad diseñada expresamente para resolver
los problemas de empleo.
PO L ÍT IC A S D E E M P L E O IN S U F IC IE N T E S
Durante la década de los noventa todos los países implementaron como po
lítica pasiva los sistemas de seguro de desempleo (el caso mas tardío fue el de
Chile, que lo instauró en 2001). En general, aunque están en vigor desde hace
algunos años, tratando de hacer una evaluación más de fondo puede señalarse
que los distintos seguros tienden a tener una baja cobertura, particularmente
en los casos de Brasil y Argentina, lo que se explica por los altos niveles de
precarización e informalidad en el empleo. En todo caso, el sistema de seguro
es altamente insuficiente dada la magnitud de los problemas de empleo. En
cuanto a las políticas activas éstas no se incluyeron en forma integrada a las po
líticas económicas globales, lo que les fue restando impacto. Los Gobiernos han
implementado programas que persiguen objetivos múltiples: reducir los costos
de contratación, facilitar la inserción laboral, promover la recalificación laboral,
mejorar el capital humano, etc. La variedad de programas no debe conducir a
error: las políticas activas de empleo no parecen haber facilitado la creación
405
CAMINOS ENCONTRADOS. ITINERARIOS HISTÓRICOS, CULTURALES Y COMERCIALES
406
Cuadro comparativo del mercado laboral y políticas de empleo en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay
- Aumentos de produc
tividad y salarios reales
- Caída de los ingresos medios
- Aumentos de productividad y en sectores exportadores - Aumento leve negociado de los sa
en puestos de baja calificación
Evolución disminución de salarios reales primarios larios reales entre 1985 y 1990
- Incremento de remuneracio
de los (Industria) - Ingreso mínimo en cre - Década de 1990, contención de los
nes reales en el sector formal
ingresos - Altísima desigualdad en la dis cimiento real constante aumentos salariales (descentraliza
- Mayor desigualdad distribu
tribución del ingreso - Distribución del ingreso ción de la negociación salarial)
tiva
muy desigual, sin varia
ciones
Cuadro comparativo del mercado laboral y políticas de empleo en Argentina, Brasil, Chile y Uruguay (continuación)
CAMINOS
Argentina Brasil Chile Uruguay
- Tasa de participación
laboral en aumento,
ENCONTRADOS.
-Aumento participación - Aumento de la participa
especialmente entre
Partid- laboral ción laboral
las mujeres (hasta
pación - Frente a la crisis de - Aumento participación laboral - Incorporación masiva de
1999)
laboral 1998, estrategias familiares la mujer al mercado de
- Leve disminución
de reemplazo trabajo
de la participación
ITINERARIOS
laboral en 2000
- Flexibilización de las
relaciones laborales (con
- Incentivos a la pro
tratos flexibles, regulación
ductividad
tripartita del conflicto)
HISTÓRICOS,
- Alza del salario
-Descentralización de - Red de protección social muy débil
mínimo
negociaciones colecti - Seguro de desempleo de bajo alcan
- Diálogo social
vas (alianza Gobierno ce
- Fomento productivo,
/ central sindical más - Baja cobertura de previsión social - Dirección Nacional de
recursos públicos-ope-
CULTURALES
poderosa) (60% de los trabajadores del sector empleo ( d i n a k )
ración privada
Políticas - Privatización de los sis- privado no acceden) - Observatorio laboral
- Políticas sociales
de em- temas de seguridad social - Sistema Nacional de em pleo ( s i n e ) , - Políticas de recalificación
focalizadas a inserción
pleo - Fondo Nacional de que realizaba labores de intermedia laboral, desarrollos de
laboral de grupos
1 COMERCIALES
empleo ción de mano de obras, pero con re competencias
vulnerables (jóvenes,
- Seguro de desempleo cursos escasos y desarticulación entre - Seguro de desempleo
mujeres, etc.)
que cubre sólo al 10% de el nivel federal central y los niveles
- Política de capacita
los desempleados estatales
ción; recursos públi-
- Programas activos de - Seguro de desempleo
cos-ejecución privada
Empleo (contención de
- Seguro de desem
desbordes sociales)
pleo
- Programas de capacita
ción