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DANIEL ALOMÍA ROBLES

BIOGRAFÍA

Nació en Huánuco el 3 de enero de 1871, Siendo niño integró el coro de la


catedral de su ciudad natal. Al cumplir 13 años (1884), sus padres, don
Marcial Alomía, inmigrante de origen francés, y doña Micaela Robles,
dama huanuqueña de antepasados andinos, lo envían a Lima para alentar
su talento artístico en el campo de la pintura y las artes manuales. En 1887,
en plena adolescencia, conoció al maestro Manuel de la Cruz Panizo, cantor
de iglesia, compositor de música religiosa en varias iglesias y monasterios
de Lima, quien lo instruyó en el solfeo y en el canto coral.

Viajero infatigable desde los 15 años, recorrió el Perú internándose por los
más abruptos lugares de su serranía, recogiendo los cantares y la música
que se transmitían de generación en generación, captando melodías
tradicionales y leyendas de las épocas incaica y colonial, coleccionando
instrumentos musicales y ceramios de las antiguas culturas peruanas.
Posteriormente, Alomía Robles se siente atraído por la medicina, la zoología
y la botánica, ingresando como alumno libre en la Facultad de San
Fernando. En esta época Panizo contactó al joven Alomía con el maestro
Claudio Rebagliati, compositor italiano radicado en el Perú, que le enseña
piano, armonía y composición.

Luego vuelve a viajar por todo el Perú, interesándose tanto en la


recolección de plantas como en cantos folclóricos, iniciando la Colección
Folclórica. Sus numerosos viajes lo llevaron a trasponer las fronteras de su
patria en varias oportunidades, visitando Bolivia, Argentina, Ecuador,
Panamá y Estados Unidos, en donde radicó en la ciudad de Nueva York por
14 años, desde 1919 hasta 1933.

Su amistad con el sacerdote franciscano español Gabriel Sala en el


monasterio de los Padres Descalzos de San Luis de Shuaro fue
determinante para sus orientaciones musicológicas, en la misma medida en
que lo fue su amistad con Felipe Pedre de Argentina.

En febrero de 1897 contrajo matrimonio con la pianista cubana Sebastiana


Godoy, hija de banqueros y hermana del Armando Godoy, radicado en
París. De esta unión nacieron diez hijos, entre ellos está el cineasta peruano
Armando Robles Godoy.

En 1910 el padre Alberto Villalba Muñoz lo presenta en la Universidad de


San Marcos como descubridor —al lado de Castro y Alviña—, de la escala
pentafónica de los incas.

Diversas instituciones y personalidades del mundo artístico estadounidense


manifestaron profundo interés por su obra: Mr. Peter H. Goldsmith, director
de la división interamericana de la American Association for International
Conciliation; el maestro Edwin Franko Goldman, director de la banda del
mismo nombre; las fundaciones Carnegie y Guggenheim; la Universidad de
Columbia y la Universidad de Yale; la Unión Panamericana en Washington y
el presidente Harding de EE.UU. Este último propuso su ópera Illa Cori para
ser estrenada en las grandes ceremonias de apertura del Canal de Panamá,
en 1914. Lamentablemente, el inicio de la Primera Guerra Mundial (1914-
1918) frustró el proyecto.

Las casas RCA Víctor y Brunswich grabaron en 24 discos sus principales


obras, de las cuales, la plegaria de la zarzuela El Cóndor Pasa, es la que
alcanzó mayor difusión y fama. El 16 de junio de 1933 arribó al Callao,
regresando a la patria tras prolongada residencia en Nueva York.
Afincado en Lima, recibe homenajes, un nombramiento para un cargo
público (jefe de la sección de Bellas Artes del Ministerio de Educación de
Lima) y numerosos estrenos con la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la
batuta de su entonces titular, maestro Theo Buchwald.

Atacado de septicemia, fallece en Chosica a 30 km al este de Lima el 18 de


junio de 1942 a los 71 años de edad, dejando inconclusas varias
composiciones y el proyecto de un departamento de investigación con el
compositor puneño Theodoro Valcárcel, artista también de estirpe y
vocación andinas. Hoy en día sus continuadores más proximos son
Alejandro Moisés Chuquillanqui, huancayno, igualmente músico, y Carlos
Edgardo Barahona Robles.

COMPOSITOR Y MUSICÓLOGO

Daniel Alomía Robles, fue un infatigable compositor de honda raigambre


andina. Sus conceptos musicales difieren radicalmente del academismo
imperante en la época. Fue, sin lugar a dudas, el primer compositor
peruano y, tal vez, latinoamericano, que basó su trabajo de constructor
musical en la investigación y estudio constante de los materiales sonoros
nativos, específicamente andinos, es decir, aquellos que definen —como
afirmara González Prada— "el verdadero Perú, la nación formada por la
muchedumbre de indios diseminados en la Cordillera".

Su trabajo creativo encontró en los géneros populares, en la canción y en


las breves piezas pianísticas efectivos canales de expresión mezclados en
sencillas y espontáneas estructuras formales. Obviamente, en trabajos más
elaborados, obras de cámara, sinfónicas y dramáticas, no pretendió
alcanzar las complejidades del convencional desarrollo o variación
académicas, propias de las concepciones europeas, pero sí dejó hermosos
testimonios de una auténtica búsqueda de expresión musical peruana.

Si aparentemente los méritos del recopilador opacaron su genuino talento


creador, es necesario establecer que su labor de musicólogo únicamente
constituye sólido complemento y fuente de inspiración para la del
compositor.

Alomía Robles no sólo legó una estupenda colección de melodías nativas


sino que logró, como compositor, una propuesta sencilla, pura y espontánea
en el manejo de los materiales sonoros andinos, propuesta visionariamente
ligada al quehacer del compositor peruano del mundo contemporáneo.
Sus últimos años los dedicó a revisar su Colección de Melodías Populares,
recientemente publicada por su hijo.
OBRAS

Aparte de esta colección, cabe mencionar entre sus obras la ópera Illa Cori
(o La Conquista de Quito por Huayna Cápac); la zarzuela Alcedo, de la que
sólo queda la Sereneta; la opereta La Perricholi, de la cual se han
encontrado fragmentos; 88 canciones para voz y piano (teclado)|piano,
destacando aquellas basadas en poemas de Manuel González Prada; una
Misa de gloria (1909); los poema sinfónico|poemas sinfónicos El indio, El
amanecer andino, y El surgimiento de los Andes; y numerosas piezas para
piano que incluyen Las Acllas en el Coricancha, En el Caribe, y varios valses,
marineras, y foxes. Todas con el característico sabor incaico que caracteriza
a Robles.

La zarzuela, (cuya Plegaria es una de sus obras más conocidas) fue


declarada Patrimonio Cultural de la Nación en 1993. La plegaria de El
cóndor pasa ha sido interpretada por artistas tan famosos como el dúo
Simon & Garfunkel, que compraron los derechos de autor a unos músicos
callejeros en Londres, pero años después tuvieron que devolverlo al autor.
Este dúo le puso su propia letra con el título If I could.

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