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JUEVES DE LA SEMANA TREINTAIDOS DEL TIEMPO ORDINARIO. SAN MARTÍN DE TOURS, OBISPO.

MONITOR: La primera lectura, del libro de la Sabiduría, nos habla de las características de la sabiduría. El Evangelio según san
Lucas nos presenta una pregunta expresada por los fariseos y dirigida al Señor Jesús. La pregunta es “¿Cuándo llegará el Reino
de Dios?”. Pongamos atención.
IDEAS PARA LA HOMILÍA:
 Estimadas hermanas y estimados hermanos. En ocasiones nos gusta aceptar la realidad o negarla, según convenga a ciertos
intereses. A los fariseos del pasaje de hoy, les pasaba algo semejante: preguntan por la llegada del Reino de Dios. Pero según
lo que se ha venido diciendo de ellos en los días anteriores, no les interesa ni les conviene percibirlo o recibirlo. De ahí que el
Señor Jesús, en su respuesta, incluya dos elementos importantes para poder ser honestos ante los signos del Reino.
 Por una parte, que la presencia de Dios no es identificada por todos. Si alguien sólo tiene curiosidad o si únicamente quiere
identificar el Reino de Dios para oponerse a él, está incapacitado para descubrirlo. Por esto, es necesario tener no solamente
una cierta sensibilidad sino también mucha honestidad para identificar la presencia de Dios manifestada siempre, en nuestro
caminar personal y comunitario. Por otra parte, no es posible reducir esta presencia a lugares previamente decididos.
 El Evangelio que hoy escuchamos tiene dos partes: la pregunta sobre el «CUÁNDO» de la venida del Reino de Dios y el
inicio del tema acerca del «DÍA DEL HIJO DEL HOMBRE». El Señor Jesús inaugura su alegre anuncio proclamando
abiertamente la presencia de este Reino en su persona y en su obra. Los signos no serán, muy probablemente, los esperados
por los judíos. Serán más bien los manifestados a través de una humilde y comprometida solidaridad (Mt 25, 40). Cumplir la
voluntad del Padre, ese es el camino de la realización inicial de su reinado, tal como se nos enseña en el Padrenuestro.
 El Señor Jesús anuncia la cercanía del Reino y reinado de Dios. Así es, el Señor Jesús manifiesta el reinado de Dios en su
predicación, creando una comunidad que tendrá como centro de acción los pobres, los enfermos, los niños.
 El Señor Jesús anunció el reinado de Dios: «El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca, conviértanse y crean en
la Buena Noticia» (Mc 1,15). A lo largo de su vida y obra se afirmó que pasó por el mundo haciendo el bien, y haciendo presente
los valores de este Reino de vida, amor, justicia, paz y bien común. La realidad del proyecto del Reino de Dios que quiere vida
integral para todos y que busca, primeramente, la atención, servicio e integración de los pobres a la comunidad de vida y
esperanza, en la cual han sido despreciados y de la cual han sido despojados y rechazados. Dios quiere reinar en todo y para
todos, y es su Hijo Jesucristo quien lo anuncia, lo hace presente y actuante en medio de la comunidad de creyentes y personas
de buena voluntad.
 Un Reino de vida y amor que se extiende y expande en los que tienen el don de la fe, y que la ponen en práctica, tanto en
los corazones como en las mentes y en las realidades sociales, sobre todo en los ambientes donde quiere prevalecer la injusticia
y la opresión, causante de dolor, sufrimiento y muerte. Dios que siempre escucha el grito de desesperación y angustia de su
Pueblo, nos llama a todos a creer y aceptar su Reino.
 Es este Tiempo Litúrgico en donde toda la Iglesia se prepara para celebrar la próxima solemnidad de Jesucristo Rey del
Universo, el Domingo en que para los católicos en todo el mundo concluye el Año Litúrgico, para comenzar, con el Tiempo de
Adviento, un nuevo ciclo y celebrar con esperanza lo que creemos y vivimos… ¡Que el Reino de Dios ya está cerca! Aquí es
donde, como cristianos, nos deberíamos detener a pensar sobre lo que simboliza y significa “creer en Dios”, pero, sobre todo,
en lo que afirmamos cuando decimos que creemos en el Señor Jesús, en su Padre, y así creer en Dios “como creyó Jesús”.
Creyó en Dios, en su Padre, que también es nuestro Padre, Dios presente en la Vida e inserto en la Historia.
 El Reino de Dios, también concebido como Reino de los Cielos, no es uno al cual solo tengamos que ir, sino uno en el que
hay que estar, en el aquí y ahora de nuestra vida en el Señor Jesús. Un Reino que ya es, pero todavía no, porque se va haciendo
presente en el peregrinar de la Iglesia en la Tierra, y porque confiamos que la plenitud de este Reino llegará algún día, para
resucitar con el Señor Jesús y estar con Él en el Cielo.
 El Reino de Dios nos llama a servir con amor a Dios y al prójimo; un Reino de Misericordia, que nos exige practicar las Obras
de Misericordia; y un Reino de Paz, que nos propone vivir la fraternidad, solidaridad y caridad, principalmente con quienes más
nos necesitan en la sociedad, viviendo y actualizando el discurso del Señor Jesús que conocemos como Las Bienaventuranzas
(Mt 5,1-12), que nos acerca aún más a la vivencia del Reino. El Señor Jesús, quien anunció el Reino de Dios, vivió y murió por
su causa, por hacerlo presente y oponerse al anti reino, oponerse a todo lo que quita vida. Los cristianos debemos ser colabores
del Reino, en anunciarlo, construirlo y hacerlo presente en medio de la comunidad, de la familia, y de los espacios donde nos
formamos, trabajamos o nos recreamos.
 Ayúdanos, Señor Jesús, para que te hagamos caso y hagamos realidad entre nosotros tu reino de amor y de paz. Ayúdanos,
Señor Jesús, que no se nos apague el deseo de disfrutar siempre tu presencia. Ayúdanos, Señor Jesús, que siempre tengamos
el compromiso con nuestros dones y carismas, con nuestras obras de misericordia y nuestros frutos del Espíritu Santo, de hacer
realidad tu reino entre nosotros. Ayúdanos, Señor Jesús. QUE ASÍ SEA.
ORACIÓN UNIVERSAL
HAGAMOS NUESTRAS, HERMANOS, LAS NECESIDADES DE TODOS LOS HOMBRES Y PRESENTÉMOSLAS ANTE DIOS.
DESPUÉS DE CADA PETICIÓN DIREMOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Para que los hijos de la Iglesia crezcan en número y en santidad. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Para que el Señor aumente la prudencia de los gobernantes. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Para que Dios ayude a los que no tienen hogar y dé pan a los hambrientos. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Para que el Señor proteja a nuestras familias. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Para que el Señor nos ayude a poner alegría donde hay tristeza y fe donde hay dudas. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Para que el Señor conceda a su Iglesia monjas y monjes entregados plenamente a la oración y pastores celosos por su rebaño,
tal como lo fue san Martín, obispo de Tours. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Por el Papa Francisco, nuestro obispo Óscar Roberto DOMÍNGUEZ y todos los obispos de México que están reunidos en la
Asamblea del Episcopado Mexicano, para que Dios los bendiga. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Por nosotros, los que estamos en la Casa del Señor y por quienes nos siguen a través de las redes sociales, para que nos libre
de una muerte inesperada. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Por todas las parroquias de nuestra diócesis y los Equipos Parroquiales de Animación Pastoral, que podamos practicar el
Proyecto Diocesano de Pastoral. Para que nuestra comunidad diocesana, todas las parroquias, sacerdotes, seminaristas, laicos,
Vida Consagrada, jóvenes, que participan en el Encuentro Diocesano de Diálogo, promovido por el Papa Francisco, respondan
con generosidad a este llamado. Por nuestra próxima Asamblea Diocesana. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Por nuestro Seminario Conciliar del Espíritu Santo. Que el Señor suscite abundantes vocaciones enamoradas del Señor Jesús.
Por el Instituto Diocesano de Formación para Laicos. TODOS: PADRE, ESCÚCHANOS.
Por todas las comunidades de nuestra Diócesis, que sepamos escuchar a Dios y a los hermanos. TODOS: PADRE,
ESCÚCHANOS.
ATIENDE, SEÑOR, LAS SÚPLICAS QUE TE HEMOS DIRIGIDO Y DALES PLENO CUMPLIMIENTO. POR JESUCRISTO, NUESTRO
SEÑOR. AMÉN.
COMUNIÓN ESPIRITUAL
CREO, JESÚS MÍO, QUE ESTÁS REAL Y VERDADERAMENTE EN EL CIELO Y EN EL SANTÍSIMO SACRAMENTO DEL ALTAR.
TE AMO SOBRE TODAS LAS COSAS Y DESEO VIVAMENTE RECIBIRTE DENTRO DE MI ALMA,
PERO NO PUDIENDO HACERLO AHORA SACRAMENTALMENTE, VEN AL MENOS ESPIRITUALMENTE A MI ALMA.
Y COMO SI YA TE HUBIESE RECIBIDO, TE ABRAZO Y ME UNO DEL TODO A TI.
SEÑOR, NO PERMITAS QUE JAMÁS ME APARTE DE TI. AMÉN.
ORACIÓN POR LA PAZ
SEÑOR JESÚS, TÚ ERES NUESTRA PAZ, MIRA NUESTRA PATRIA DAÑADA POR LA VIOLENCIA Y DISPERSA POR EL MIEDO Y
LA INSEGURIDAD. CONSUELA EL DOLOR DE QUIENES SUFREN, DA ACIERTO A LAS DECISIONES DE QUIENES NOS
GOBIERNAN. TOCA EL CORAZÓN DE QUIENES OLVIDAN QUE SOMOS HERMANOS Y PROVOCAN SUFRIMIENTO Y MUERTE,
DALES EL DON DE LA CONVERSIÓN. PROTEGE A LAS FAMILIAS, A NUESTROS NIÑOS, ADOLESCENTES Y JÓVENES. A
NUESTROS PUEBLOS Y COMUNIDADES. QUE COMO DISCÍPULOS MISIONEROS TUYOS, CIUDADANOS RESPONSABLES,
SEPAMOS SER PROMOTORES DE JUSTICIA Y DE PAZ, PARA QUE EN TI, NUESTRO PUEBLO TENGA VIDA DIGNA. AMÉN. SANTA
MARÍA, REINA DE LA PAZ Y SAN JOSÉ, RUEGUEN POR NOSOTROS.

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