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Clase Nº: 7

Concepto de Impacto Ambiental


Existen en la literatura abundantes definiciones respecto al concepto de “impacto
ambiental”. Algunos lo definen como los cambios espaciales y temporales de un
parámetro ambiental como resultado de la interacción de una acción humana en
particular, en comparación con lo que hubiese ocurrido si la situación no hubiese dado.
Otros definen los impactos como las alteraciones significativas, de carácter negativo o
beneficioso, que se producen en el ambiente como resultado de una actividad humana.
En ambos casos debe tenerse claridad sobre los umbrales de aceptabilidad respecto al
deterioro ambiental y los elementos del ambiente que deben ser protegidos.
(Espinosa,2002).

Se han desarrollado múltiples metodologías que permiten responder a las exigencias


de la EIA, las que han evolucionado rápidamente en la última década. Una metodología
puede ser más útil cuando se ajusta a las necesidades del usuario, al ambiente afectado
y a las características del proyecto.

Metodologías del Estudio de Impacto Ambiental

Matrices
Se trata de sistemas de doble entrada en los que en las columnas se enumeran las
acciones del hombre o de un determinado proyecto o actividad que pueden generar una
afectación ambiental y en las filas se ordenan los diversos factores del ambiente que
pueden verse afectados o impactados. El cruce entre filas y columnas indica las
interacciones o relaciones causa-efecto existentes.

Como puede observarse, constituyen en cierta forma modificaciones de los listados


temáticos ya que, al listado vertical de factores del ambiente que pueden verse
afectados ordenados según encabezamientos temáticos (Agua, Aire, Suelo, Aspectos
económicos, etc) se le adiciona un listado horizontal de acciones del proyecto.

Si bien las matrices no reflejan una secuencia temporal de los impactos, se puede
construir una serie de matrices ordenadas en el tiempo.
La memoria técnica que acompaña a la matriz debe contener una descripción y
discusión detallada de los impactos que resulten más significativos.

Esta metodología permite relacionar actividades específicas de un determinado


proyecto con factores también específicos del medio, susceptibles de verse
impactados. Se la utiliza no sólo para la identificación de los posibles impactos sino
también para la evaluación de los mismos, a menudo introduciendo un número o
símbolo en cada casillero que permita estimar la significancia de los impactos o
interacciones relevantes.

Si bien en cada cuadrícula se realiza una ponderación o definición de la importancia de


una interacción determinada, los valores de las distintas cuadrículas no resultan
comparables ni se pueden sumar o acumular. Los que sí resultan comparables son
los respectivos casilleros de diversas matrices elaboradas para diferentes alternativas
de un mismo proyecto.

Aunque las matrices asocian acciones del proyecto o actividad bajo estudio con
eventuales impactos, no identifican, sin embargo, las vías causales específicas a través
de las cuales ocurren efectivamente dichos impactos.

Entre los defectos que pueden atribuírsele a esta técnica cabe citar, como en el caso
de los listados temáticos, la poca efectividad en la identificación de impactos indirectos
y la implicancia de que todos los eventuales impactos son conocidos.

Matriz Leopold

La primer metodología de este tipo utilizada para la realización de una EIA fue la de
Leopold, la que fue preparada para el Servicio Geológico del Ministerio del Interior de
los EE.UU. La matriz original constaba de 100 columnas y 88 filas, por lo que las
interacciones descriptas eran 8.800, de lo que surge que no todas resultaban dignas de
consideración.

Por tal motivo, en la evaluación de cualquier proyecto resulta fundamental efectuar una
selección "a priori" de cuáles pueden ser las acciones y factores más relevantes a fin
de trabajar con matrices reducidas más manejables.
En lo que respecta al llenado de la Matriz de Leopold, ésta se efectuaba de la siguiente
manera:

 En primer término, se trazaba una diagonal en la intersección de cada fila con


cada columna y, si la interacción podía llegar a producirse, se colocaban dos
valores:
 En el ángulo superior izquierdo: un número de 1 a 10 que calificara la magnitud
de la interacción o impacto, precedido de un signo (+) ó (-) si éste resultaba
beneficioso o perjudicial.
 En el ángulo inferior derecho: un número de 1 a 10 que indicara el peso relativo
del factor ambiental considerado dentro del proyecto o la probabilidad de que se
presentaran alteraciones, es decir, la importancia del eventual impacto.

(Ver Video explicativo de la Matriz Leopold y el material de lectura Jorge Arboleda,


2008. Por otro lado, Coria, 2008 presenta otra forma de calcular los resultados de
la matriz)

A partir de la Matriz de Leopold se desarrollaron una serie de matrices diversas, entre


las que cabe mencionar, a título de ejemplo, la Matriz del Comité Internacional de
Grandes Presas (ICOLD). Si bien en su fundamento resulta similar a la de Leopold,
utiliza otros criterios de valoración como ser:

* Impacto: benéfico, dañino y previsible (a confirmar y calificar con estudios más


detallados).

* Importancia: menor, moderada y mayor

* Certidumbre: cierto, probable, improbable y desconocido.

* Duración: temporal y permanente

* Plazo: inmediato, medio y largo.

* Efecto considerado en el proyecto: Sí o No.

A fin de visualizar el encadenamiento de los impactos y las repercusiones que pueden


tener los efectos unos sobre otros, se pueden utilizar flechas que unan los efectos de
una misma acción, lo que permite materializar gráficamente las acciones de
realimentación.
De la observación de la FIGURA Nº 1., puede analizarse lo siguiente:

 En una primera lectura horizontal, vemos que el uso del agua para riego tiene
como consecuencia el desarrollo de la agricultura, lo que implica erosión,
sedimentación, modificación de la calidad del agua y aumento de arrastre sólido.
 En una primera lectura vertical, por otra parte, observamos que la erosión
tiene lugar en zonas limítrofes, pudiendo preverse, en principio, una forma de
contrarrestarla.
 En una segunda lectura vertical, advertimos que la sedimentación ocurre en
el embalse a causa de la presa. En este caso se pueden prever medidas como:
a) un contraembalse aguas arriba para contener los arrastres sólidos; o b) un
dragado. Esta última solución implica una modificación de la flora acuática, lo
que repercute sobre la fauna acuática; ello a su vez puede significar una
desaparición de la pesca y, por lo tanto, una pérdida de parte de los usos
recreativos. Debido a sus repercusiones, por lo tanto, esta solución no resulta
aconsejable.
 En una tercera y cuarta lecturas verticales, surge cómo el riego, factor de
erosión, modifica la calidad del agua y aumenta los arrastres sólidos. Estos dos
últimos factores pueden implicar eventualmente, en un embalse, una
modificación de la flora y la fauna acuáticas. Las consecuencias sobre éstas no
son compatibles con uno de los objetivos del proyecto: la pesca. Es en este
nivel dónde deben considerarse las medidas previsibles.

Cuando el encadenamiento de los impactos resulta muy complejo conviene efectuar


representaciones como la indicada en la FIGURA Nº 2., utilizando flechas para
interrelacionar los diferentes efectos. En esos casos podría utilizarse también un código
de colores, por ejemplo, empleando uno para señalar los impactos beneficiosos y otro
para los perjudiciales.
Figura 1
APLICACIÓN DE LA MATRIZ DEL ICOLD
Figura 2
OTRA APLICACIÓN DE LA MATRIZ DEL
ICOLD

En lo atinente a la manera en que hoy en día se confeccionan las matrices, no debe


olvidarse que uno de los objetivos fundamentales a los que apunta un EsIA es no sólo
a la identificación y ponderación de los impactos – explícitamente detallados en la
memoria descriptiva que debe acompañar a la o las matrices de impacto – sino también,
a partir de cada uno de ellos, a la identificación de la pertinentes medidas de mitigación
de los mismos, las que deben estar incorporadas y articuladas en el Plan de Gestión
Ambiental del proyecto, que es el instrumento de gestión que asegurará el desarrollo
sustentable del mismo todo a lo largo de su vida útil. Por tal motivo, incluir acciones
de gestión ambiental en la matriz de impacto implica neutralizar la misma, ya que
ello configura incorporar a la misma las acciones específicamente destinadas a
mitigar los impactos que se intenta identificar y ponderar.

La tendencia actual es la de elaborar matrices más acotadas y ajustadas a las


características de cada proyecto indicando, en cada una de las celdas de encuentro de
las columnas y filas, la calificación de impacto específico en los siguientes factores de
ponderación:

Ej.: -TEF (perjudicial, temporal, elevada, focalizado)

La calificación de signo e intensidad puede ser reemplazada por algún código de


formas y colores que mejoren la rápida visualización de los impactos o interacciones
que presenta la matriz como, por ejemplo, el siguiente:

Como ya se ha expresado anteriormente, las matrices deben ser acompañadas de su


correspondiente memoria descriptiva, en la que deberán discutirse y analizarse cada
una de las interacciones / impactos considerados, justificándose la calificación asignada
a las mismas.

Debe tenerse particularmente en cuenta como ya se ha expresado que, si bien en cada


cuadrícula se realiza una ponderación o definición de la importancia de una interacción
determinada, los valores de las distintas cuadrículas no resultan comparables ni
se pueden sumar o acumular, resultando sólo comparables los respectivos
casilleros de diversas matrices elaboradas para diferentes alternativas de un
mismo proyecto.

De ello se deduce que, al tener los diversos casilleros categorías de diferente nivel de
significancia – uno, barrera al drenaje; otro, necesidad de capacidad adicional de
infraestructura vial; otro, efectos sobre la salud debido a inmisiones químicas, por citar
sólo tres ejemplos – resulta evidente que carece absolutamente de sentido efectuar
cualquier tipo de operación matemática entre los mismos.

La idea de aplicar distintas fórmulas matemáticas siempre resulta tentadora porque


induce a pensar que se estarían realizando cuantificaciones, pero estas
cuantificaciones no ponderan, en realidad, nada en sí mismas sino que contribuyen a
incrementar la subjetividad del método.

Por tal motivo, siempre resulta más correcto efectuar una ponderación simple en las
matrices antes descriptas, desarrollando conceptualmente el significado de cada
interacción en la pertinente memoria descriptiva.

Evaluación Ambiental de Alternativas

No debe darse por sentado que los estudios de ingeniería y económicos prueban por
sí que hay una forma de llevar a cabo la acción que resulta la "mejor". El EsIA aportará
precisamente la "mejor" alternativa desde el punto de vista ambiental, en base a
la cual se efectuará luego la ponderación que conduzca a la selección de aquélla que
resulte más conveniente desde todas las perspectivas.

Hasta el nivel de prefactibilidad de un proyecto, debe desarrollarse una gama de


diferentes alternativas para lograr el objetivo propuesto, las que pueden considerar
diversos: sitios de localización, métodos constructivos, períodos de inicio de
construcción, técnicas constructivas, etc.

En lo que hace específicamente a la evaluación ambiental de alternativas, debería


elaborarse una matriz por cada una de las alternativas consideradas, indicándose en
cada una de ellas las interacciones resultantes de las acciones de cada alternativa
sobre cada uno de los componentes del medio seleccionados.

Luego, a los efectos de seleccionar la alternativa ambientalmente más conveniente,


deberá confeccionarse un cuadro resumen en el que se indiquen las cantidades de
impactos recabados para cada una de las alternativas y por cada combinación de los
factores de ponderación de carácter permanente, como el que puede observarse a

continuación:

Una vez seleccionada la alternativa ambientalmente más conveniente debe tomarse en


cuenta, en todos los casos, la alternativa de "no acción" la que, contrastada luego
con la alternativa seleccionada, dará la diferencia neta en la calidad ambiental entre
la situación “sin proyecto” y la situación “con proyecto” a la que apunta el EsIA.

En esta evaluación ambiental de alternativas los valores de las distintas cuadrículas de


cada una de las matrices sí resultan comparables ya que se trata de alternativas de un
mismo proyecto.

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