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DOCENTE:

ISMAEL CARLOS FUENTES ALLCCAHUAMAN


CURSO:
ENFERMERÍA EN SALUD MENTAL Y PSIQUIATRÍA
PRESENTADO POR:
AYQUIPA GUIZADO JAMES DANY

Análisis de la película; «Una Mente Brillante» sobre la vida de John Nash

      La película Una mente brillante refleja diferentes sentidos en el desarrollo de la vida


real. Pero, a veces, la vida puede ir más allá de la realidad, es decir, inclinarse hacia lo
fantástico. Es en ese momento cuando se produce la incertidumbre entre lo ficcional y
lo real.
            Tal es el caso del profesor John Nash, quien, a pesar de que aportó pruebas
brillantes a las actividades de las Ciencias Exactas, lo hizo sobrellevando una difícil
situación personal: padecía de esquizofrenia, una enfermedad que se le
manifestó junto con el inicio de su carrera como profesor en Matemática. El síntoma
principal era el de las visiones en las que se le presentaban tres personas. Una de ellas
era un hombre que lo obligaba a trabajar en un lugar, donde debía realizar funciones
operarias; en la segunda, se le aparecía un señor con una niña, quienes aparentaban
tener una amistad con el matemático. Incluso, se le representaban iluminadas, ante
sus ojos, las figuras de los textos, las cuales recordaba y pegaba en su despacho.
            Todos estos hechos provocaron, obviamente, cambios en su forma de ser y en la
relación con su esposa. Cuando la conoció, ella era su alumna en la universidad y pudo
conquistarlo cuando hizo ver que no sólo debía valorar su inteligencia, sino también el
amor.
            Si bien ella desconocía la enfermedad de su esposo, al enterarse, permaneció
junto a él hasta el día en que fue dado de alta.
            El tiempo pasó, su vida parecía haber mejorado; sin embargo, las visiones que
había tenido en el pasado volvieron a aparecer. El porqué era sencillo: John no había
tomado las pastillas que los médicos le habían recetado.
            Como no podía ejercer su carrera, se dedicó a dar clases de apoyo a los alumnos
de Ciencias Exactas. Para revertir el daño causado por su enfermedad, concentró sus
esfuerzos en el amor a su familia y a su trabajo. Así pudo lograr el aprecio de todo el
mundo y ganar el Premio Nobel, en el año 1994.
            En conclusión, John Nash aprendió una lección muy importante en su vida:
era  escuchar más al corazón que al pensamiento. El hecho de padecer esa
enfermedad y de soportar las burlas lo fortalecieron para salir adelante y no bajar los
brazos frente a la adversidad.

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