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Poesía china (Siglo XI a.C. - Siglo XX)


(Ed. Guojian Chen)
Joy Godoy

Poesía china (Siglo XI a.C. - Siglo XX)

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Los 7 poet as del haiku


Alicia López
Po e s ía ch in a
( S iglo XI a.C.-S iglo XX)

Edición de Gu ojia n Ch en

CATEDRA
LETRAS UNIVERSALES
Su ele d ecir se q u e Ch in a es u n p aís d e p o esía y ésta
n o es u n a a fir m ación gr atuita. La p oesía ch in a
es u n a d e las m ás an tigu as d el m u n d o. H ay
con sta n cia d e cop la s o p oem a s escr itos, atr ibuidos
a au tor es d el siglo xvm a.C. La p r od u cción p oét ica es
a d em ás m u y co p iosa y sus p oetas n u m er osísim os.
A lo largo d e la historia, en Ch in a se h an h ech o
p er iód ica m en t e exh au stiva s r ecop ila cion es
d e la p r od u cción p oética. Esto ha p r op icia d o
la p op u la r iza ción d e la p oesía en tre la p ob la ción ,
h asta el p u n to d e q u e céleb r es ver sos se h an
con ver t id o en m od ism os y frases h ech a s in tegr ad os
en e l id iom a. El en ca n t o d e la p oesía ch in a
y el p od er fascin an te d e las obr as d e los gr an d es
m aestros se h an id o e xt en d ien d o a O ccid en t e,
en tr e cu yos a d m ir a d or es figu r an tam b ién gr an d es
p oet a s occid en ta les.

Esta ed ición está dir igid a a lector es a ficion a d os


a la cu ltu r a ch in a en gen er a l y a los q u e d eseen
co n o ce r su p o esía en par ticular . Se r e co ge n p oem a s
y au tor es d esd e tiem p os d el S h ijin g (Libro d e p oem a s
m od elo) del siglo xi a.C. hasta la n u eva p oesía ch in a
d el siglo XX, sigu ien d o las n or m as m étr icas y otras
r egla s esta b lecid a s. Esta r ecop ila ción abar ca
m ás d e tres m ilen ios d e p oesía ch in a.

Le t r a s U n iv e r s a l e s
Po e s ía ch in a
(Siglo XI a.C.-Siglo xx)

E d ic ió n d e G u o jia n C h e n

T r a d u c c ió n d e G u o jia n C h en

Q U I N T A E D I C I Ó N R E V I SA D A

CÁ TED RA
LETRAS UNIVERSALES
P O E SÍ A C H I N A

(SIGLO XI a.C.-SIGLO XX)


Le t r a s U n iv e r s a l e s
I N T R O D U C C IÓ N
L
a presente in troducción está dirigida a los lectores aficio­
n ados a la cultura china en general y a los que deseen
con ocer su poesía en particular, y puede ser interesante
también, quizá, para los sin ólogos y los expertos.
Antes de pasar adelante, quisiéramos señalar que los n om ­
bres de las dinastías y de los autores chinos, que aparecen tan ­
to en la introducción como en el resto del libro, están traducidos
según las reglas de la escritura latina pinyin de la República Po­
pular Ch ina, y también colocamos, en su caso, entre paréntesis,
traducciones diferentes que se h an usado en español.

C h in a e s u n p a ís d e p o e s ía

Suele decirse que Ch in a es un país de poesía y ésta n o es un a


afirmación gratuita, ya que se fun dam en ta en hechos com o
los que siguen:
Prim ero. La poesía ch ina es un a de las m ás antiguas del
m un do. Es de todos con ocido que, en la cultura griega, la
poesía n ació con las dos obras de Hom ero, la U íada y la O disea,
que vieron la luz entre 700 y 750 a.C. La India empezó a tener
sus h imn os en R igvedas, primer libro de literatura religiosa, que
colecciona también oraciones. H ay much as divergencias sobre
su datación: algunos dicen que se sitúa entre 1500-800 a.C.,
otros, siglos xn -v a.C., otros, cerca de 1000 a.C.1. Pero com o
poesía propiam en te dicha, quizá se remonte al siglo rv a.C. y
al n i a.C., cuan do aparecieron el M ah ab h arata y el R am ay an ct.

1 Son datos sacados de diversos diccionarios en ciclopédicos com o Salv at


Universal, Gran Enciclopedia Larou sse y Gran Diccion ario Enciclopédico Ilustrado
Grijalbo.

[9]
En árabe, la poesía nace much o más tarde, hacia el siglo vi de
nuestra era.
En Ch ina, en tiempos inmemoriales aparecieron coplas o
poemas escritos, cortos y un poco primitivos, atribuidos a auto­
res de la dinastía Xia, del siglo x v i i i a.C., fecha que algunos ex­
pertos consideran discutible. Sin embargo, nadie pone en duda
la datación de la primera y brillante documentación de la poe­
sía china, Sh iJin g (Libro de poem as m odelo), un a recopilación que
reúne 305 poemas compuestos en el largo período que va desde
el siglo XI a.C., principios de la dinastía Zh ou del Oeste, hasta el
siglo vi a.C., mediados de la época de Ch un Qiu (Primavera y
Otoño). El libro fue publicado en el siglo vi a.C. com o resulta­
do del prolon gado trabajo de los funcionarios enviados por los
monarcas a recoger canciones populares que luego se interpre­
tarían en los palacios con ciertos cambios y servirían de base
para la composición de la música de la corte. Contiene, como
excepción, algunos poem as que vienen con los nombres de los
autores, que eran generalmente nobles. Así que el surgimiento
de la poesía china se remonta, como lo testimonian los datos
históricos, al siglo xi a.C., tiempo más antiguo en comparación
con muchas otras naciones.
Segundo. Es m uy copiosa su producción poética y n um ero­
sísimos sus poetas. El fam oso sin ólogo inglés Robert Payne
dice: «(Los chinos) h an escrito más poesía que todas las de­
más naciones de la tierra juntas» (The W hite Pony, Nueva York,
Ed. The Joh n Day Co., 1947, pág. XII). Esta afirmación es im ­
posible de comprobar, pero veamos algun os datos convincen­
tes acerca de Tang (618-907), Son g (960-1279) y Q in g (1644-
1911), tres dinastías que representan un os 875 añ os en la tri­
ple milenaria historia de la poesía china:
La R ecopilación com pleta de la p oesía de la d in astía T an g publi­
cada por el emperador Q ian Lon g (1736-1796), reúne cerca
de 48.900 poem as de dicha época, que se deben a la plum a de
m ás de 2.200 poetas. Pero según se calcula, sólo representa
un a décima parte de lo que se escribió.
La Crón ica de la poesía de la din astía Son g publicada por Li E en
el siglo x v iii, contiene 100 volúmenes de unos 3.820 poetas. Ac­
tualmente, en Ch ina se está preparando un a colección comple­
ta de dicha dinastía y se estima que, si se logran reunir todos los

[i o]
poemas publicados, podrán ascender a más del triple de los que
se recogen en la mencionada recopilación de Tang, según el D ic­
cionario com entado de la poesía de Tangy Son g (Tang son g sh i cip in sh i
chi dian ), dirigido por Wu Son g He (Editorial Popular Zhejiang,
nov. de 1990, pág. 1621). Además, los «(poem as para cantar) de
esta dinastía coleccionados solamente en la A n tología d e c íd e la
din astía Son g ya totalizan más de 20.000, según indica Conoci­
m ientosfundam entales sobre la poesía an tigu a, de Liu Fuyuan y Yang
Xinwuo (Editorial Popular de Hepei, 1982, pág. 1).
En la última dinastía china — la de Q in g— , la sola Colec­
ción de la Poesía de Q in g de W ang Cin g Y i incluye a un os 6.100
poetas, y se calcula que se publicaron más de cuatro mil an to­
logías en este período, con poem as que sumarían cientos de
miles, sobrepasan do en m uch o la cantidad producida en
Tang, según el citado diccionario.
Otro dato sorprendente lo dio a con ocer la Com isión de la
Redacción de la R ecopilación Com pleta de la p oesía de Q in g gi­
gantesca obra que se está realizan do: sum an más de cien mil
los poetas de la dinastía que dejaron versos que h an podido
llegar a nuestros días.
En cuan to a la proceden cia de los poetas, h ay entre ellos
emperadores y reyes (por lo m en os diez son buen os poetas, a
saber: H an Gao Zu y H an Wu Di, de H an ; Cao Cao, traduci­
do también com o Tsao Tsao, y Cao Pi, de Wei; Sui W en Di,
de Sui; Gao Zon g, Li Jin g y Li Yu, de Tang; Kan g Xi y Q ian
Long2, de Qing), nobles, fimeionarios, letrados, artesanos, bar­
queros, leñadores, sirvientes, bailarines, etc.
Se puede decir que es m uy difícil, o quizá im probable, en­
contrar otra n ación que haya producido tanta poesía y h aya
contado con tantos poetas.
Tercero. H ay un a gran popularización de la poesía en la pobla­
ción, sobre todo, en las dinastías de Tang, Son g y Qing. La pro­
cedencia tan diversa de los poetas es un a demostración de ello.
Además, desde la época de la emperatriz Wu Zhetian (reinado
de 684-704), gracias a una decisión suya, la composición poética
se incluyó en las oposiciones oficiales para optar a un puesto de

2 Fue el em perador que más poem as escribió: 33.950 en total.

[II]
funcionario, y todo el que participara en estos exámenes tema
que conocer bien la poesía y saber escribir poemas, lo que im­
pulsó enormemente la divulgación de este género literario. Los
deleites que producen las obras de los grandes maestros también
son motivo de su difusión. Según señaló Zh ao Yi, escritor de la
dinastía Qing, en la época de Bai Juyi (Po Chuyi) (772-846), «los
niñ os pueden recitar de memoria el C a n t o d e l a i n f i n i t a
t r i s t e z a (de Bai) y los muchach os tártaros, su B a l a d a d é l a
t a ñ e d o r a d e l a ú d . Yuan Ch en (719-772), poeta contemporá­
neo de Bai Juyi, indicó: «Durante estos veinte años, los versos de
Bai aparecen inscritos en las paredes de las escuelas, de los tem­
plos, de las oficinas de correo, etc., y están en boca de reyes,
príncipes, damas, concubinas, labradores, m ozos de caballeri­
zas. En todas partes se ve gente que vende copias de sus versos
en los mercados o las trueca por vino en las tabernas».
Además, durante el largo recorrido de la evolución de la
lengua china, n um erosos célebres versos, por ser constante y
ampliamente usados, se han convertido en m odism os y fra­
ses, form an do parte integrante del idioma. Pongamos algunos
ejem plos, tom ados de poem as an tologados en el presen te li­
bro: «Liu an h ua ming», proveniente de «una florida aldea
con sauces fron dosos» (V isita a la aldea Oeste de la m on tañ a), de
Lu You, h oy es un m odism o que indica u n brusco cam bio es-
peran zador que se produce en m om en tos difíciles; «Xu wu
piao m iao», sacado de «velada por la bruma, flota en el aire»
(Can to de la in fin ita tristeza), de Bai Juyi, es un m odism o que
design a algo ilusorio, irreal o lo que n o se ve claro; «Wu ke
nai he h ua luo qu», «Las flores se están cayen do. / ¿Q ué haré
para impedirlo?» (Según la m elodía H u an qisa), de Yan Shu, para
expresar la im poten cia y la tristeza ante algo fatal que n o se
pu ede evitar3. Estos m odism os lo pueden emplear n o sólo

3 Un os ejemplos más para los lectores que tengan interés por el tema: «Bie
you tian di», m odism o sacado de «un m un do nuevo, / distinto al de los h om ­
bres» (Respuesta d ad a desde la m ontañ a), de Li Bai, para indicar un paisaje u obra
atractiva; «Man yuan ch un se», «Nada podrá encerrar a la Primavera» (Intentan­
do v isitar eljard ín de un am igo , sin poder en trar), de Ye Shaoweng, para expresar
prosperidad y lozan ía; «M en g m ei yi qiu», «Pienso en ti día y noch e», de Los
Tórtolos, de Sh iJin g, para indicar una aspiración o deseo fuerte; «Zhan zhuan
personas cuitas, sino también los que hayan recibido un a edu­
cación secundaria. En nuestros días, quienquiera que perma­
nezca un os meses en Ch in a y que esté en contacto con los chi­
nos, podrá com probar que es m uy difícil encontrar un niño
escolar que n o sepa de m emoria algún poem a de los grandes
autores de Tan g, com o Li Bai (Li Po, o Li Tai-pe) (701-762),
Du Fu (Tu Fu) (712-760) o Bai Juyi.
En cuanto a la calidad de esta poesía, cada vez h ay más y
más gente en el m un do que aprecia los encantos y el poder
fascinante de las obras de los maestros del plectro chino, en­
tre cuyos admiradores también figuran grandes poetas occi­
dentales. El in mortal Goeth e fue un o de ellos y tradujo cinco
poem as de Tan g al alemán. Baste mencionar, entre los genios
de la poesía h ispánica, a Rubén Darío, quien clam a entusias­
m ado: «Am am e en chino, en el son oro chino / de Li Tai-pe...»
(D iv agación ), a Octavio Paz y a Rafael Alberti, quienes tom a­
ron sus plum as y vertieron al español algunos de estos poe­
mas que les gustaban tanto4.
Al afirmar que Ch in a es un país de poesía, querem os decir
también que otros géneros literarios tienen m enor im portan ­
cia en su cultura, pues surgieron m uch o más tarde (la n ovela
nació en el siglo m) y n o h an alcanzado tanto esplendor.

La p o e s ía c l a s ic a y l a n u e v a p o e s ía

En su evolución, la poesía china pasa por dos etapas y tiene


dos modalidades diferentes: la poesía clásica o tradicional y la
nueva poesía. La primera existe desde los tiempos de Sh iJin g
(Libro de poem as m odelo) (siglo xi a.C.) hasta la última dinastía

Can ce», «n o conciliar el sueñ o», del m ism o poem a; «Q ion g lou yü yü», «pala­
cios de jade», de ¿Cu án do v en drá la lu n a llen a f, de Su Don gpo, se refiere a cons­
trucciones h ermosas y lujosas. Todos son m odism os derivados de los versos
presentes en este libro, pero no vam os a continuar para n o cansar al lector.
4 En una entrevista que tuve el gusto de manten er con Rafael Alberti en n o­
viembre de 1989, después de que leyó m i libro P o m as de Tang, ed ad de oro de
la p oesía china, me dijo que le gustaban m uch o los poem as de Tang, que cuan­
do estaba exiliado en Argentina, h abía traducido algunos al español y los pu­
blicó en periódicos locales.

fo ]
—la de Qin g (1644-1911)— , siguiendo las nonnas métricas y
otras reglas establecidas desde tiempos antiguos, aunque hasta el
día de hoy, hay algunos poetas que todavía escriben según estas
reglas. Es el cuerpo principal de la poesía china y representa la
esencia de ella. La nueva poesía surge a principios del siglo vein­
te, se compon e sin seguir las mencionadas reglas y tiene un peso
e importancia muchísimo menor en la literatura china.

«SH I» Y «C I», D O S G RAN D ES GÉN ERO S


D E LA PO ESÍA CLASICA

Den tro de esta poesía clásica, se dividen dos grandes géne­


ros: sh i y ci, que se lee tz u , según la rom an ización Wade-Giles,
y aproximadamen te com o cbi en español. El primero es la
poesía propiamen te dicha, n acida con el Sh iJin g o antes, y el
segun do, el ci, significa en chino «texto de la canción», y lo
constituyen poem as cantados o para cantar, que aparecieron
en la época de Sui (fines del siglo vi y prin cipios del vil), es­
porádicamen te, se desarrollaron y llegaron a tener definidas
sus reglas de métrica en la dinastía de Tang, y alcan zaron su
apogeo en la de Son g.
La diferencia esencial entre los sh i y los ci consiste en que
estos últimos se escriben de acuerdo con la m úsica de las can­
cion es o las m elodías que están de m oda entre las cantantes,
para luego ser cantados. Algun os poetas crean la música pri­
mero y la letra después, pero son los m en os. De todos m o­
dos, tanto en Tang com o en Son g los ci siempre se com po­
n en según las m elodías y llevan sus m ism os títulos, que en
un prin cipio coin ciden con su contenido, pero que poco a
poco van perdien do relación con el tem a tratado, ya que so­
bre un a m ism a m elodía se escriben m uch os poem as. Con el
paso de los años, en las dinastías M in g (1368-1644) y Q in g,
com o las m elodías estaban olvidadas, la labor de los autores
de ci consiste en «rellenar» con letras que querían los esque­
mas de métrica, de antítesis y de paralelismos, determ in ados
sobre la base de los ci escritos en tiem pos anteriores. Los poe­
m as así elaborados ya n o son cantados n i para cantar, pero si­
guen bajo la m ism a den om in ación . Los esquemas son muy

[14]
variados, y, para que el lector ten ga un a idea, m en cion are­
m os que en el diccion ario de Patron es de ci establecidos p o r Su
M ajestad de Q in g, publicado en 1715, se expon en 2.306 fór­
mulas para su com posición .
Otro rasgo distintivo de ci es la irregularidad del metro de
sus versos, o sea, éstos pueden ser de un a sola sílaba, o de dos,
tres y h asta on ce sílabas, circun stan cia que n o existe en los
sh i, que tienen los versos de metro m ás o m en os regular (de
cinco y siete sílabas, fundamentalmente). Por lo tanto, en un
principio, m uch a gente llamó a los ci «poem as de lon gitud
irregulap>.
Su tercera particularidad consiste en que tienen general­
mente dos o m ás estrofas, lo que n o siempre ocurre en los sh i,
sobre todo en los de estilo m odern o. En cuan to a la métrica,
los ci son m ás com plicados y tienen que cumplir exigencias
más rigurosas en lo referente a los ton os, la rima y los parale­
lismos.
Adem ás, son casi siempre líricos, mientras que los sh i tam­
bién pueden ser narrativos o sociales. En cuanto al lenguaje,
el de los ci es generalmente más cercan o al lenguaje h ablado,
aunque también puede ser culto en algunos casos.
Aparte del sh i y el ci, existe un tercer género, pero de m uch o
men or importan cia, y es el qu (en chino significa «can ción », y
se lee algo com o ch ui en español), tan parecido al ci, que n u­
merosas person as lo consideran su variante. Apareció en la di­
nastía Yuan (1279-1368) con la prosperidad de la ópera y se
subdivide en los quci y los san qu. Los primeros son cancion es
de óperas (z aju ), y los segun dos, poem as cantados o para can­
tar sueltos, independien tes. Su diferencia con los ci consiste
en que en los qu, se les pueden agregar a los esquemas métri­
cos un os cuantos caracteres, o m ejor dich o, un as pocas (gene­
ralmente una o dos) sílabas, que son áton as y de significado
poco importante, para dar más viveza y carácter popu lar al
lenguaje.
En la traducción a un idiom a extranjero, much os de estos
rasgos de ci y qu desaparecen, y sólo el título «Según la m elo­
día...» puede sugerir, en la mayoría de los casos, que se trata
de un cantar. Pero esto n o es siempre válido, ya que algun os
sh i que imitan el estilo antiguo d ey u efii también pueden lle-

[isl
var un título parecido. En el presente libro, para que n o haya
confusion es, colocam os, en todos los poem as que n o son sh i,
una indicación expresa.
Por otra parte, dentro de la poesía sh i, se dividen, a partir de
la dinastía Tang, dos subgéneros o m odalidades: gu ti sh i (poe­
sía o poem as de estilo antiguo) y jin t i sh i (poesía o poem as de
estilo moderno). El primero incluye todos los poem as que se
h abían escrito antes de Tang, y también los que se com pusie­
ron al estilo de éstos en Tang o después de él, mientras que los
jin t i sh i, a pesar de h aber aparecido un poco antes de Tang, fue
en esta dinastía en que vieron definidas sus reglas y alcanzado
su pun to culminante. Los gu ti sh i son m uy libres en la medi­
da: pueden ser de cuatro, cinco, seis o siete sílabas, y se per­
mite variar el metro en un solo poem a, aun que los más fre­
cuentes desde Tang son h eptasílabos y pen tasílabos. El n úm e­
ro de estrofas y versos también es flexible, y n o h ay much as
restricciones en la métrica. En cam bio, la poesía jin t i sh i tiene
reglas m ás estrictas, que examinaremos en la parte «Técnica»,
y presenta tres variantes o grupos: el lü sh i (poesía o poem as
estrictamente reglamen tados, lü significa «reglas métricas»), el
ju eju y el p ai lü.
Los lü sh i y los ju eju , a su vez, son pentasílabos o heptasíla­
bos, pero los primeros constan de och o versos, y los segun­
dos, sólo de cuatro. Los p ai lü son los lü sh i que tienen un n ú­
mero de versos m ayor que och o, pero siempre un n úmero
par. Todos ellos, especialmente los lü sh i, tienen reglas métri­
cas m ás rigurosas que los gu ti sh i.

Ev o l u c ió n d e l a p o e s ía c l á s ic a

Y LO S GRAN D ES POETAS D E LO S D IFEREN TES P ERÍO D O S

Para que el lector tenga un a idea del desarrollo de la h is­


toria china y com pren da m ejor la evolución de la poesía,
propor cion am os un a tabla cron ológica de sus diferentes
épocas:

Μ
Prin cipales d in astías ch in as

Wu Di (Los Cin co Emperadores) siglo xxvi-siglo XXII a.C.


Dinastía Xia siglo xxi-siglo XVI a.C.
Dinastía Sh an g siglo xvi-siglo xi a.C.
Dinastía Zh ou del Oeste siglo xi-771 a.C.
Dinastía Zh ou del Este 770-256 a.C.
Período de Primavera y O toñ o 770-475 a.C.
Período de los Reinos
Combatien tes 475-221 a.C.
Dinastía Q in 221-206 a.C.
Dinastía H an 206 a.C.-220 d.C.
Los Tres Rein os 220-280
Dinastía Jin del Oeste 265-317
Dinastía Jin del Este 317-420
Dinastía del Sur y Norte 420-589
Dinastía Sui 581-618
Dinastía Tang 618-907
Las Cin co Dinastías
(Liang,Tang, Jin , H an y Zh ou
Posteriores) 907-960
Dinastía Son g 960-1279
(Son g del Norte y
Son g del Sur)
Dinastía Yuan 1279-1368
Dinastía M in g 1368-1644
Dinastía Q in g 1644-1911

Volviendo a la larga trayectoria de la poesía clásica, com o


h emos señ alado, el inicio de la poesía consen suado y docu ­
m entado lo representa Sh iJin g, desde el cual la h istoria de la
poesía china se divide, para algun os, en tres etapas: Epoca
Clásica, Ren acimien to y Época M odern a, clasificación que
nos parece dem asiado simplificada y con n ombres poco ade­
cuados. Para n osotros, la poesía clásica h a pasado por los si­
guientes nueve períodos:

[i7]
Período de «Sh iJing>> («Libro de poem as m odelo»)
(siglo χ ι-siglo v i a. C .)

Esta primera an tología de la poesía china se con oció al


prin cipio con el simple título de Poem as y el de Trescientospoe­
m as, y más tarde, Xun Zi (siglo iv a.C.), un fam oso discípulo
de Con fucio, le rebautizó con el de Sh iJin g. Sh i significa poe­
sía o poem as, y jin g, Biblia, código o cánon es, y el título ha
sido traducido com o Libro de Poesía, Libro de O das, Cán on es de
la Poesía, etc., pero n os parece más adecuada nuestra traduc­
ción, ya que Con fucio y sus discípulos, al utilizar el libro
com o textos de enseñanza en sus escuelas o colegios, lo con ­
sideran com o in dispen sable y elemental para la formación de
una person a culta y un letrado.
Según Sim a Q ian (145-90 a.C.), fam oso historiador, el li­
bro con ten ía al prin cipio tres mil poem as, de los que Con fu ­
cio seleccion ó 305 que form an la actual versión. Esta afirma­
ción h a sido rech azada por algun os expertos, quienes alegan
que cuan do Con fu cio tenía sólo diez añ os de edad, ya exis­
tía un a versión de Sh iJin g, aproxim ada a la que se considera
definitiva, y sostien en que fueron los m úsicos de la corte los
que h abían revisado y preparado la an tología sobre la base de
las can cion es populares del norte de la actual Ch in a, recopi­
ladas durante añ os por los fu n cion arios destin ados a este
trabajo.
El Sh iJin g o el Libro de poem as m odelo, está form ado por tres
partes: «Feng», «Ya» y «Son g», que significan «canciones popu ­
lares locales», «canciones de la capital y cercanías» e «h imnos
y cantares de elogio», respectivamente. La primera parte con­
tiene 160 poem as, la segunda, 105, escritos en su mayoría por
los n obles, y la tercera, 40, que son h im n os y cantos que ala­
ban a los reyes y emperadores, utilizados en las ceremonias de
la corte o de sacrificios.
En cuan to a sus autores, la mayoría se desconoce, com o en
todas las can cion es populares. Incluso en las obras de los n o­
bles el an on im ato es generalizado: sólo pocas llevan el n om ­
bre del autor, com o las de la primera poetisa china, que es
Dam a Xu Mu.

[ 18 ]
Esta antología, a diferencia de la poesía de otras n acion es
en sus etapas iniciales, n o tiene m uch o colorido mítico ni re­
ligioso, y n o es épica, aun que contiene algunos poem as narra­
tivos acerca de las proezas de los antepasados de la casa real,
de los héroes surgidos en la resistencia contra la agresión de
naciones foráneas. Los temas principales de las can cion es p o­
pulares y tam bién de todo el libro son el amor, el m atrim o­
nio, escenas de la vida y el trabajo del cam po y las injusticias
sociales, mientras que los poem as de los n obles h ablan de
banquetes, cacerías, guerras o plegarias, y son m uch o m en os
interesantes por carecer de la vivacidad de expresión y la ter­
nura fresca y n o afectada que caracterizan las canciones popu ­
lares. En la mayoría de los poem as sobre el amor, la form a de
manifestarlo es franca y audaz, sincera y directa, m uy distinta
de la que se usa en much os poem as posteriores, que es suge-
rente, apacible e indirecta. Se describen las alegrías y las cuitas
del amor, m atrim on ios desgraciados, las penas y los sufri­
mientos de la mujer en la sociedad feudal o en la esclavitud,
y se elogia la fidelidad conyugal. En resumen, el libro n os
ofrece un interesante pan oram a de la vida, las costum bres y el
trabajo de la gente de estos años remotos.
Por ejemplo, en E l séptim o m es, se narran los duros trabajos de
los siervos en las diferentes estaciones del año, al servicio del se­
ñor del feudo, y el trato humillante que reciben ellos y sus mu­
jeres. Este interés y preocupación por la realidad social, mostra­
dos en el libro, pasarán a ser más tarde un a parte importante de
la cultura confuciana, sólo que a diferencia de las posteriores
obras de la misma índole, aquí se manifiesta un a gran confian­
za del h ombre en alcanzar una sociedad libre y razonable.
En cuanto a la técnica, estos poem as son casi todos versos
de cuatro sílabas, y n o se som eten a un a métrica tan rigurosa
com o la que se regirá en los poem as posteriores, recurriendo,
sin embargo, siempre a rimas y otros recursos que producen
armonías fónicas. H ay un frecuente uso de metáforas y com pa­
raciones, y el lenguaje es sencillo y natural, sin muchos adornos
artificiales, pero produce un os encantos que atraen al lector.
Sh iJin g, o el Libro de poem as m odelo, ha ejercido un a gran in­
fluencia sobre los poetas posteriores, que lo tom aron com o
guía a seguir en su creación, y para la crítica china de h oy re­

[19]
presenta el inicio de la corriente del realismo en la poesía chi­
na, un realismo que, por supuesto, n o tiene n ada que ver con
el que se define en la literatura occidental.

Período de Ch uci (sigh τν-sigîo n i a.C .)

Después de Sh iJin g h ubo dos siglos sin n in gun a produc­


ción importante en la poesía. En la etapa final de los Reinos
Combatien tes, surgió en el sur de la actual Ch in a el chuci, un a
nueva poesía con características propias, creada y representa­
da por Q u Yuan (340-278 a.C.), el primer poeta de trascenden­
cia en la literatura china. El chuci, considerado com o la segun­
da cumbre de la poesía china tras Sh iJin g es cultivado en el
reino de Ch u, o sea, en la cuenca del río Yangtsé y río Huai,
con origen en las can cion es populares de la localidad que se
cantan en su dialecto, utilizadas much as en los ritos de sacri­
ficios. El libro está lleno de mitos, leyendas, tradiciones, ima­
ginaciones audaces, descripciones de paisajes h erm osos y de
plantas exóticas locales, y, a diferencia de Sh i Jin g tiene un
lenguaje m uy culto y refinado y un a métrica bien estudiada.
El creador del chuci, Q u Yuan (hacia 340-278 a.C.), h abien­
do trabajado un tiem po com o viceprimer ministro de Ch u,
cayó en desgracia del rey com o consecuencia de las difama­
ciones y calumnias por parte de los ministros y n obles conser­
vadores y fue desterrado dos veces a lejanas tierras salvajes del
sur, don de escribió sus obras maestras: L i Sao (T risteza) y N ue­
ve elegas. Al ver que el país se en camin aba a la ruina y que n o
podía hacer n ada para impedirlo, cayó en profun da desespe­
ración y se suicidó arrojándose al río M iluo, de la actual pro­
vincia de H un an . Según la leyenda, tras conocer la noticia, el
pueblo se congregó en barcas en el río. Algun os remaban to­
cando tambores y gongs para espantar los peces, otros lan za­
ban tamales al agua para que éstos, hartos de comerlos, n o to­
caran el cuerpo del poeta, y éste fue el origen de una fiesta tra­
dicion al china, la de Barcas de Dragón, que se celebra todos
los añ os el día cin co de mayo del calendario lunar.
L i Sao es un poem a lírico de colorido político, de 373 ver­
sos en total, en el que el autor pon e de man ifiesto sus aspira­

d o]
d on es políticas, expresan do su gran am or por la patria y sus
compatriotas. Pasando revista al cam in o que h a recorrido en
sus esfuerzos por servir al país, narra las tristezas que siente al
sufrir la injusta confin ación , expresa su decisión de n o dete­
nerse «in cluso ante la posibilidad de morir nueve veces» en
aras de sus ideales, y también con den a el comportam ien to
pérfido y traicionero de algunos n obles y ministros. Es un
poema cargado de emocion es, de metáforas originales, de ri­
cas imaginacion es inspiradas en m itos y leyendas. Por ejem­
plo, describe su viaje por el cielo en busca de un m on arca sen­
sato y, con tan do con la ayuda y servicio del Dios del Sol, Dio­
sa de la Lun a, Tío Viento, Com an dan te Relámpago, Ave
Fénix y Dragón Volador, recorre distin tos sitios m itológicos,
sin resultado. Al final, pien sa seguir el consejo de la D iosa In­
teligencia para aban don ar la patria y, cuan do su carruaje tira­
do por el Dragón vuela en el cielo, ve un a luz ilum in an do su
tierra, se detiene y decide quedarse, pero «n o podré hacer
nada sino imitar al Min istro Ying», quien se arrojó al río al sa­
ber que el m on arca rechazó sus propuestas.
N ueve elegías es un con jun to de breves y h ermosos poem as
líricos, basados en mitos y fábulas de Ch u. Excepto «La muer­
te por la patria» que rinde h omenaje a los héroes caídos en de­
fensa de Ch u, elogian a los Dioses de la Naturaleza y narran
el am or entre los Dioses, entre algunas diosas del cielo y h om ­
bres de la tierra.
Aparte de Q u Yuan, también pertenecieron a este período
Son g Yu, su m ejor alum n os y discípulo, Tang H e y Jin g Ch ai,
poetas de m en or importancia.

Período de Y uefu de H an (2 0 6 a.C .-220)

Y uefu significa en chino Buró o Departamento de M úsica y


fue establecido ya en la din astía Q in , encargado de la prepa­
ración de la m úsica que se utilizaba en los ritos de sacrificio y
ceremonias de la corte. Fue el em perador W u Di de la dinas­
tía H an (156-87 a.C.) quien lo convirtió, en el año 120 a.C., en
una institución estatal de gran tam añ o, con fun cion es más
amplias: recopilar canciones y coplas folclóricas para enrique­

c í]
cer la música cortesana y para que el soberano conociera un
poco la vida del pueblo. Estas canciones y coplas, y las recogi­
das por el m ism o organ ism o o su sustitu to en épocas p o s­
teriores, también reciben el n om bre d ty u efu .
Los temas áty u e fu son : la realidad social, la guerra y el re­
clutamiento, el amor, refranes y sátiras populares. Se retrata
por lo general un o o varios episodios de la vida, y son princi­
palmente poem as narrativos, con colorido lírico, algo pareci­
dos a las llamadas baladas (b ailad en inglés) de la literatura oc­
cidental. Su lenguaje es sencillo y cercano al idiom a h ablado,
y son básicamente pen tasílabos, un a n ueva form a de la poe­
sía, aparte de versos de tres, cuatro y siete sílabas. Diecin ueve
poem as a l estilo an tiguo y E l vuelo de losp av os reales h acia el sudes­
te son las obras más relevantes de esta época.
Aun que actualmente sólo se conservan cerca de 40 poem as
áty u e fu de H an , éstos h an tenido un a gran influencia sobre
los poetas de la época y los posteriores (com o el célebre Li
Bai), y h an dado un fuerte im pulso al desarrollo de la poesía
china. Much os imitan el estilo áty u e fu , y los versos así escri­
tos, puestos o n o en música, también forman parte integran­
te de la poesía bautizada con dicho nombre.

Período de W ei,fin , Su r y N orte (221-618)

En este período, la poesía se fue libran do de las trabas im­


puestas por el confucian ism o en los años de la dinastía de
H an , que tendían a convertir este género literario en un ins­
trumento político y didáctico, puesto que Con fu cio siempre
pregonaba el deber del servicio público. Desde el siglo III,
h ubo m ás y más poetas que con sideraban que su creación n o
era para satisfacer algun a necesidad social, sino para expresar
sus propios sentimientos y emociones y conseguir un alivio o
consuelo en el alma. Cao Zhi (Ch ao Zhi o Tsao Zhi) (192-232)
fue el primero en dedicarse de lleno a la lírica y a la expresión
del yo, de sentimientos personales. En esa época, además, se
realizaron grandes esfuerzos por mejorar la técnica y procurar
la belleza de las obras, y se consiguió un gran avance en los es­
tudios de la métrica y otros recursos técnicos com o el uso de
paralelismos y de dísticos; proliferaron los pentasílabos, que
alcanzaron un a nueva altura, y se defin ió un a n ueva forma
métrica: la de versos de siete sílabas. Todo ello pr eparó el
terreno para el apogeo de la poesía en la siguiente dinastía, la
de Tang.
Durante ese período, predom in aban por tum o tres tipos de
poesía: al prin cipio, la poesía abstracta y filosófica, m ás tarde,
la que se dedicaba a la descripción del paisaje, y al final, la
cortesana. La primera duró cerca de cien años y eran poem as
con la form a de la poesía pero sin su con ten ido. La segun da,
la de paisaje, ocu pó el m ayor espacio de tiem po de este perío­
do. Fue iniciada por Xie Lin gyun g (385-433) y continuada por
Xie Tiao (464-499), y su desarrollo se debió a que los poetas,
al verse fracasados en su carrera o en sus ideales a causa de las
limitaciones de la sociedad, se sentían decepcion ados y se re­
tiraban a vivir en el cam po, a lo cual con tribuyó tam bién la
difusión del taoísmo, según el cual, situán dose en armon ía
con la naturaleza, el h ombre puede escapar del mal. La terce­
ra etapa, la final, fue un a etapa de decaden cia de la poesía. Los
reyes y n obles, n o satisfechos con la poesía de paisaje, exigían
a los letrados que describieran la vida del palacio con palabras
h ermosas y estilo florido, y, com o consecuencia, se buscaba
sólo la belleza formal y se descuidaba el contenido.
Los vates m ás destacados de este período fueron Tao Yuan­
m in g (Tao Q ian ) (365-427), Bao Zh ao (414-466), Cao Cao
(Ch ao Ch ao o Tsao Tsao, Em perador Wei Wu Di) (155-220),
Cao Pi (Ch ao Pi o Tsao Pi, Em perador Wei Wen Di) (187-226),
aparte de Cao Zhi, Xie Lingyung y Xie Tiao que h em os m en ­
cion ado. Entre todos ellos, Tao Yuanming fue, sin duda, el
más importante del período y un o de los mejores de toda la
poesía china. Fue el precursor de lo que se llama «poesía de
cam po» en la literatura china, dedicada a describir la vida y el
trabajo de la gente de allí, sobre todo, los deleites de esta vida
libre de bullicios, con tien das e intrigas de la sociedad, algo pa­
recido a la poesía bucólica en Occiden te. Su estilo es espontá­
neo, ameno y sincero y, para m uch os poetas posteriores, es
un brillante ejemplo.
Durante las dinastías del Sur y Norte, se restauró el Buró de
Música y resurgió con vigor la p o tsía. y u efu , con la diferencia
de que los mon arcas de esa época lo hicieron sólo con fines
de ocio y diversión, sin interesarse n ada por conocer la vida y
las costumbres de la gente del pueblo. H an podido llagar a
nuestros días un os 560 poem as de este género, prin cipalmen ­
te de la dinastía del Sur, dedicados en su mayoría al amor, lle­
n os de ternura y em ocion es delicadas, mientras que los del
Norte son sobre los horrores de la guerra, de los que son víc­
timas los h abitan tes de la zon a, testigos de constantes agresio­
nes de las naciones foráneas aprovech an do la decaden cia del
país y la corrupción de los gobernantes. Un o de los poem as
más con ocidos áty u e fu de este período es la B alad a de M u ían ,
que en nuestros días h a llegado a convertirse en el m otivo de
un a fam osa película estadounidense.
Prosperaron los estudios y la crítica literaria, que tenían sus
brotes ya en la dinastía H an . Las obras m ás importantes fue­
ron Esculpien do un dragón en el corazón de la literatu ra, de Liu Xie
(465-520), y Crítica de la poesía, de Zh on g Ron g (468-518), en
la que se com en tó sobre 122 poetas desde la dinastía H an has­
ta la época en que vivió el autor. Se publicaron abundantes es­
tudios sobre la métrica, especialmente sobre la rima: aparecie­
ron 27 diccionarios de rima, entre los cuales el más fam oso es
Q ie Yun (R im a), del siglo vi.

Período de Tang (618-907), edad de oro de la p oesía chin a

La dinastía Tang, de tres siglos, fue la m ás próspera y la más


poderosa de la h istoria china. Con la fun dación de este impe­
rio se reunificó el país, cuyos dom in ios se extendieron más
allá de los Mon tes Pamires. Los primeros monarcas de Tang,
sacan do las lecciones del derrumbamien to de la dinastía ante­
rior, la de Sui, a causa de la ruina de la econ om ía y los con ­
flictos sociales que derivaron en grandes rebeliones campesi­
nas, adoptaron un a serie de medidas y reformas para aliviar la
pen osa situación de los labradores y promover la producción
agrícola. Se construyó gran cantidad de obras hidráulicas, se
creó y mejoró el sistema de com un icación y transporte, se
ampliaron e incrementaron los contactos e intercambios co­
merciales con el extranjero, todo lo cual dio lugar a un a pu ­
jan za econ óm ica sin precedentes, que, a su vez, trajo con sigo
la prosperidad cultural. Adem ás, los gobernantes de Tang
manten ían un a actitud tolerante ante las diversas religiones e
ideologías, tanto el budism o, taoísmo, confucian ism o com o
el islam ism o y el n estorian ismo, y fom en taban su coexisten­
cia. Pon gamos com o ejemplo a Xuen Zon g, emperador de 847
a 859, quien escribió un poem a en h om en aje al gran poeta
Bai Juyi, elogian do sus obras, sobre todo, su célebre poem a
Can to de la in fin ita tristeza, aun que contiene un a crítica eviden­
te a un o de sus predecesores, el emperador Xuan Zon g, por su
gran apego a las mujeres y el consiguiente aban don o de los
asun tos del Estado, crítica que es considerada, en un a socie­
dad feudal y absolutista, com o un acto de in solen cia y ataque
al m áxim o gobernante y constituye un crimen que puede cos-
tarle la vida a su autor, incluso en el siglo xx. Así que la men­
cionada actitud de Xuen Zon g sorprende a m uch a gente de
épocas posteriores y demuestra la relativa libertad que se res­
piraba en esa época, libertad que propició el crecimiento y la
com peten cia de diversas com en tes y escuelas ideológicas, lite­
rarias y artísticas.
La poesía, que h abía atravesado una trayectoria de dos mil
años, al llegar a Tang tenía ya diversas formas de expresión y es­
tética definidas y perfeccionadas, o sea, técnicamente tenía sen­
tada ya una sólida base para un gran desarrollo. Com o hemos
señalado, gracias a una decisión de la emperatriz Wu Zetian, la
composición poética se convirtió en un requisito importante
para optar al título de jin sh i (doctorado) en las oposiciones ofi­
ciales, título imprescindible para los altos cargos del Estado. La
frecuente presencia de los emperadores en estos exámenes para
presidirlos personalmente evidenció la importancia que éstos
les concedían. Bajo este régimen de seleccionar funcionarios de
acuerdo con la creación poética del candidato, se examinan no
sólo los poem as que se escriben en las oposiciones con el título
impuesto, sino también los que se componen fuera de ellas con
el tema que escoge el propio autor, quien los presenta a un alto
funcionario para que se los pase al Presidente del Buró de las
Oposiciones. De este m odo, el futuro funcionario público tie­
ne que conocer bien la poesía y ser más o m en os poeta. Mu­
chos de los monarcas de Tang eran aficionados o incluso exce-

Us]
lentes versificadores: Tai Zon g (reinado 627-649) reunía a menu­
do a sus letrados para recitar o cantar poem as y escribió muchas
obras de «poesía cortesana»; Gao Zon g (reinado 650-683) y Wu
Zetian compon ían versos para que los cantaran en la corte;
Xuan Zon g (reinado 712-756) era más poeta y músico que em­
perador; Wen Zon g (reinado 827-840) y Xuen Zon g (reina­
do 847-859) eran grandes conocedores de la poesía. El amor de
los monarcas a la M usa y el estímulo que le dieron a este géne­
ro literario eran también un factor de peso para su prosperidad.
En este ambiente, com o indico en mi libro Poem as de Tang, edad
de oro de ¡a poesía ch in a (Madrid, Cátedra, 1988): «Se presentaba
un poem a al solicitar un empleo, y se dedicaban versos a los
amigos que se despedían, a los oficiales que se marchaban a la
guerra, a los colegas que sufrían algún descenso, remoción o
desgracias», en fin, todo el país se afanaba por estudiar la poéti­
ca y todo el pueblo se obsesion aba por la poesía.
El florecimiento de la poesía de Tang se manifiesta prime­
ro en su exuberante producción . Com o h emos señalado al
prin cipio de esta introducción , sólo en la R ecopilación com ple­
ta de la p oesía de la d in astía de Tang se reúnen ya cerca de cin­
cuenta mil poem as de más de 2.200 poetas, en novecientos
volúmenes. Aparte de esta obra, h ubo 691 autores que tenían
sus propias colecciones. Pero lo más importante n o está en la
cantidad, sino en la calidad de estas obras, que representan,
para la crítica china, la cumbre de todas las épocas, apun tala­
da por un extraordinario n úm ero de excelentes vates, con Li
Bai (Li Po, Li Bo o Li Tai-pei) y Du Fu (Tu Fu) a la cabeza, se­
guidos de Bai Juyi, que es quizá el tercero por su trascenden­
cia, y W ang Bo (650-676), Ch en Zi’an g (661-702), Zh ang Jiu-
lin g (Ch an g Ch ulin g) (678-740), W ang Wei (701-761), Men
H aoran (689-740), W ang Ch an glin g (690-757), Gao Sh i
(¿702?-765), Cen Can (Tsen Tsan o Sh en Ch an ) (715-770), Wei
Yingwu (737-792), H an Yu (768-824), Liu Zongyuan (773-819), Li
Shangyin (813-858), D u M u (803-852), W en Tmgyun (812-866)
y otros seis o siete poetas, con importantes repercusiones en
las generaciones posteriores. Hay en total cerca de cien autores
que tienen fama en la historia de la literatura china.
Existe un a gran variedad de temas, corrientes y estilos, y las
formas y esquemas de métrica h an sido perfectamente em-

[*<S]
pleados y desarrollados, tanto en los versos de tres, cuatro,
cinco, seis y siete sílabas com o en los de metro com pletam en ­
te irregular. Los poem as gu ti sh i y jin t i sh i h an logrado definir­
se y h an alcanzado su nivel m ás alto en cuan to a la técnica y
arte. Sobre todo, el surgimiento de ci (poemas para cantar) en
la segun da mitad de Tang es un gran acon tecimien to en la li­
teratura china, ya que constituye un género apareado de sh i y
form a con éste el conjun to de la poesía clásica.
El período de Tang puede dividirse, según algun os, en dos
etapas: la de antes de la rebelión de An Lush an (755) y la de
después de ella, ya que marca el inicio de la declinación de la
dinastía, un pun to de viraje en el que comien zan a cambiar
los pen samien tos y los sentimientos optimistas de los poetas.
Pero la mayoría de los estudiosos, con la que estam os de
acuerdo, tiende a dividirlo en cuatro etapas, a saber: la inicial
(618-713), la de apogeo (713-766), la central (766-836) y la fi­
nal (836-907).

Etapa inicial (618-713)

Dura cerca de un siglo y es un a etapa de preparación para


el apogeo de la poesía de Tang. Com o h em os in dicado, a fi­
nales de la dinastía Sur, predom in aba la poesía cortesan a y rei­
n aba el form alism o que perseguía sólo la mejora de la técnica
sin cuidar el contenido, tenden cia que con tin uaba sien do im­
portante en los primeros cincuenta añ os de Tang. En la segun­
da m itad de esta etapa, Sh en Ch uan qi (siglo vil) y Son g Zhi-
wen (650-712) se dedicaron al estudio y la creación de lü sh i,
una n ueva forma de versificar, y con siguieron dejar defin idos
sus esquemas de métrica. Otros cuatro poetas, W ang Bo, Yang
Zh on g (650-692), Lu Zh aolin (634-686) y Lu o Bin gwang
(640-684), a los que la gente llam a «cuatro prom in en tes del
Tang inicial», atacaron y golpearon duramente, con sus poemas,
críticas y comentarios, el estilo florido y afectado que reinaba
en la época. La aportación decisiva de esta etapa la h izo Ch en
Zi’ang, gran ren ovador que logró cambiar el rumbo que seguía
la poesía con su m ovim ien to «renacentista», que con sistía en
llamar a volver a la antigua tradición del Libro de poem as m ode-

[ 2.7]
lo (Sh iJin g) y de H an y Wei, o sea, trabajar por un a poesía que
tuviera conten ido san o y que estuviese ligada a la vida.
Zh ang Ruoxu (660-720), que n o perteneció a n in gun a es­
cuela y dejó sólo dos poem as que h an llegado a nuestros días,
fue inmortalizado por su bello E l río prim av eral, en u n a noche de
lu n ay flo res.

Etapa de apogeo (713-766)

Dura un os 53 años y representa el pu n to culminante de la


poesía de Tang. Justifica esta calificación el h ech o de que se
concentre en estos años el mayor grupo de célebres poetas de
la dinastía, encabezados por las dos figuras m ás insignes: Li
Bai y Du Fu. Pertenecen a esta etapa Zh an g Jiu lin g (Ch an g
Ch iulin g) (690-757), H e Zh izh an g (659-744), M en H aoran
(Men Haoyan), W ang Wei, W ang Zh ih uan (688-742),W ang
Ch an glin g, Gao Sh i, Cen Can (Tsen Tsan), n ombres que h an
aparecido, excepto dos, en la anterior lista de los más relevan­
tes de Tang y representan su mayoría.
También son excelen tes poetas de esta etapa pero de m e­
n or importan cia W ang H an (siglo v i i i ), W ang Wan (siglo vin),
Cu i H ao (Ch ui H ao) (-754) y Li Q i (690-751).
Se ampliaron los temas de los versos y florecieron las poe­
sías que los chinos llaman «poesía de cam po y de paisaje», la
«de frontera», que refleja la vida en zon a fronteriza, y la social.
Se desarrollaron las diversas formas de versificar y se alcanza­
ron altas cotas en gu ti sh i y ju eju en lo que respecta a la técnica.
Cabe destacar a tres maestros y describir un poco sus perfi­
les. Se trata de Li Bai, Du Fu y W ang Wei, que son proclam a­
dos por los críticos de la época com o «El Inmortal de la Poe­
sía», «El San to de la Poesía», y «El Buda de la Poesía», respecti­
vamente, ten ien do en cuenta las inclinaciones taoístas del
primero, las confucian istas del segundo y las budistas del ter­
cero (El Inmortal, El San to y El Bu da significan Dios para es­
tas religiones o corrientes ideológicas).
Li Bai n ació en el año 701, en un a familia de comerciantes
acom odados. Su n om bre Bai o Taibai sign ifica en ch in o Pla­
n eta Venus. M ás tarde se dio él m ism o el sobren om bre de

[28 ]
«Erm itañ o de los Lotos Verdes». El lugar de su n acim ien to es
Ch en g Ji, provincia de Gan su, según la versión tradicional,
pero es Shuiye, h oy Kirghiz, Rusia, y territorio de Tang en el
siglo vin , según la versión de Guo M o jo , poeta, h istoriador y
am igo de M ao Tse-tung5.
A los cin co años de edad, Li Bai fue con sus padres al ac­
tual distrito de Jian gyou de Sich uan y creció allí. Dedicó su
infancia y adolescen cia a los estudios de los libros clásicos,
principalmente de poética, de confucian ism o y de otras es­
cuelas ideológicas, y a los on ce años ya mostró su talento en
el poem a «La cacería imperial», que era m uy bien acogido. De
elevada estatura y robusta com plexión , era aficion ado a la es­
grima y buen espadachín y actuaba com o «desh acedor de en­
tuertos» im itan do a su padre, a estilo de «caballero andante»,
m an dan do, probablemente, a mejor vida a más de un o, según
un a biografía suya. Le gustaba la vida de los ermitaños y a los
veinte añ os vivió un tiempo en la mon tañ a Daitian Sh an, en­
tre los taoístas. M ás tarde, com en zó un a serie de viajes de
boh em io, prim ero por diversos lugares de la provin cia y des­
pués por la zon a del río Yangtsé y del río Amarillo, lo que le
dio la oportun idad de con ocer la belleza de la tierra patria y a
sus gentes, fuente de inspiración de much as obras suyas. Su
pen samiento está am algam ado de taoísmo, confucian ism o e
ideas de caballería andante, pero con el taoísm o com o factor
predominante. En An Lu, provin cia de H ubei, se casó con la
nieta de Sh u Yushi, que fue un o de los ex primeros ministros
del em perador Gao Zon g, y se estableció un os añ os allí, sin
dejar de continuar m ás tarde sus viajes, que duraron en total
dieciséis años.

5 La versión tradicional es la de los literatos y estudiosos de la época de Li


Bai, basada en la n arración del propio poeta y de sus amigos. La de Guo Mo
Jo se apoya en unos datos históricos que reunió y es actualmente la que pre­
valece en la República Popular Ch ina. Pero n o es convincente para algun os ex­
pertos del país, que consideran que dich os datos sólo demuestran que los an­
tepasados de Li Bai estuvieron en Sh uiye y esto n o significa que el poeta na­
ciera allí. Se sospech a que el traslado de su familia desde el interior del país a
un sitio tan lejan o se debe a algún problem a político de la corte, o a que Li
Ge, el padre del poeta, actuan do com o «caballero andante» desh aciendo en­
tuertos, com etió h omicidio y tuvo que escaparse.
No se presentó n un ca a n ingún concurso o exámenes im ­
periales, ya que su aspiración era ser descubierto un día con
sus dotes intelectuales por el emperador y obten er de él direc­
tamente un alto cargo que le permitiría materializar su ideal
político, que consistía en «contribuir a la prosperidad del país
y mejorar la vida del pueblo», y, un a vez logrado el éxito, re­
tirarse para siempre a un sitio solitario. Para él, el camin o de
los dem ás literatos era un camin o m uy lento y tenía que pa­
sar por much os ascen sos para llegar adon de quería, por lo
cual escogió otro diferente, el de buscar, mediante estos via­
jes, la posibilidad de conocer a algún person aje que supiera
apreciar su capacidad y que pudiera recomendarle al m onar­
ca. Llegó por fin la anh elada oportun idad: en 742, cuan do te­
n ía cuarenta y un años, fue a Ch an g’an, capital del imperio
que significa en ch ino «Paz Eterna», y se entrevistó con el cé­
lebre poeta H e Zh izh an g, Secretario Imperial en Jefe, quien al
terminar de leer los poem as que le entregó Li Bai, exclamó en­
tusiasm ado: «¡Estos versos tienen la fuerza de un huracán y
pueden con m over hasta a los Dioses y a los fantasmas! ¡Es us­
ted la reencarnación de la Estrella Venus en la Tierra! ¡Un In­
mortal que h a descen dido del Cielo!»6.
Presentado por He, Li Bai fue cálidamente recibido por el
emperador Xuan Zon g, quien le sirvió en person a com ida y
bebida y, por la recom endación del fam oso taoísta Wu Zh un
y de la princesa Yu Zheng, h ermana m en or del monarca, le
n om bró h an lin (m iem bro de la Academ ia Imperial), cargo
que consistía en servir al soberan o com o secretario y asesor.
Después de pasar algún tiempo muy feliz creyendo que le
h abía llegado el m om en to de servir al país con sus ideas y ta­
lentos, se decepcion ó al darse cuenta de que el emperador
sólo escuchaba a sus favoritos aduladores y les confiaba los
asun tos del Estado, y a Li Bai, su n uevo consejero, n un ca le
pidió n ingún con sejo ni le dio n ingun a m isión para hacer
n ada. Lo ún ico que le pedía era com pon er algun os poem as
para ser recitados o cantados en la corte, y esto le h izo sentir

6 Para los ch in os de la antigüedad, la estrella Ven us es la más brillante y la


más importante de todas.

bo]
com o un «animalito m im ado en un a jaula». Debido a las ca­
lumn ias de los ministros que le tenían envidia y rencor, cayó
en desgracia del emperador. Presentó su renuncia y aban don ó
la corte a los dos años de h aber llegado a Ch an g3an, reanu­
dan do sus viajes, en un o de los cuales con oció al joven Du Fu
y los dos entablaron un a profun da amistad durante el resto
de su vida, dedicándose un o al otro poem as llenos de admira­
ción y cariño.
En 755, estalló la rebelión de An Lush an y Sh i Sh iming, ge­
nerales encargados de la defen sa de la frontera pero prove­
nientes am bos de min orías n acionales, rebelión que debilitó
en ormemen te al imperio y acarreó grandes sufrimientos al
pueblo. El príncipe Yong (Li Lin), decimosexto h ijo del difun­
to Em perador Xuan Zon g, se levantó en armas contra el m o­
tín. El poeta simpatizó con el príncipe y se in corporó a sus fi­
las. Sin embargo, el heredero del tron o, Su Zon g, temien do
que Yong usurpara el Poder, declaró traición la causa de éste y
le derrotó. El poeta fiie im plicado y encarcelado, y en el in­
vierno de 757, desterrado a Le Yan, de la lejana provin cia de
Guizh ou. H izo el viaje sin prisa: al hacer escala en cada ciu­
dad, se reunía con sus amigos bebien do y festejan do las des­
pedidas. En 759, cuan do aun estaba en el camin o h acia el exi­
lio, recibió el decreto de su amnistía y empren dió el viaje de
regreso. Pasó a vivir en casa de Li Yangbing, que era un tío
suyo, alcalde de Dan g Tu, provin cia de An h ui, don de murió
a los sesenta y dos años. Li Yangbing reunió todas las obras de
Li Bai en un libro de diez volúm enes, pero desgraciadamente
sólo un a pequeñ a parte, un os mil poem as, h an podido con ­
servarse hasta nuestros tiempos.
H ay dos versiones sobre el fallecimiento del poeta: un a
afirma que murió enfermo en tierra firme, y la otra cuenta
que pasean do en barco, ebrio com o de costumbre, se lanzó a
abrazar la lun a que se reflejaba en el agua y pereció ah ogado.
¡Un a h ermosa man era de morir para un poeta lírico! Las dos
versiones existen desde los tiem pos de Tang, sin embargo, pa­
rece que la mayoría de los expertos aceptan la primera y la
consideran m ás fiable.
Los temas de sus obras son múltiples: aspiración a la liber­
tad y a la vida de ermitaños, desprecio por la tiranía y los po-

[3 1]
derosos, cariño hacia los amigos, exaltación de la naturaleza,
nostalgia, fugacidad del tiempo y de la vida, bebida o el vino,
am or y el bello sexo, vida en zon as fronterizas. Sus obras es­
tán ligadas a dos ideas principales que siempre tenía en su
vida: un a es la búsqueda de la oportun idad de pon er en jue­
go su talento y su capacidad, pero sin resultado, y la otra con ­
siste en que la vida es sólo un sueño.
La poesía de Li Bai se caracteriza por la espontan eidad y el
desen fado de su expresión, libre de todo con vencion alismo,
por sus pasion es desenfrenadas, que los críticos com paran
con un oleaje incontenible, por sus imaginaciones audaces y
originales y por su fuerza evocadora y emotiva. La hipérbole
es un o de sus recursos favoritos, y su lenguaje es, en general,
un lenguaje cercano al h ablado de la época. En cuan to a las
formas, un a cuarta parte de sus obras pertenece a y u efu , o sea,
poem as de estilo antiguo (gu ti sh i), pero también tiene un a
buena cantidad de jin t i sh i (versos de estilo moderno), sobre
todo ,ju e ju (cuartetos de estilo modern o), escritos con perfec­
ción y maestría, pero sin rigidez respecto a los esquemas mé­
tricos establecidos. Gracias a su alta arm onía fón ica y musica­
lidad, much os son fáciles de recordar y se recitan en todas par­
tes del país.
Li Bai ejerce un a poderosa influencia en los poetas de su
época y de los tiempos posteriores, com o fueron Du Fu, Bai
Juyi, Li He, Su Sh i (Su Don gpo), Lu You, Xin Qiji, Gao Qi,
Gon g Zhizheng, y m uch os otros, y ocupan un puesto trascen­
dental en la literatura china y en la poesía mun dial.
Du Fu nació el añ o 712, en Yaowan, distrito de Gon g de la
provincia de Henan. Se le con oce también con el n om bre de
Zh imei o Sh ad in g y fue nieto del fam oso poeta Du Shenyan.
Desde n iñ o estaba inculcado en el confucian ism o y siguió
esta doctrina durante toda la vida. Su aspiración política con ­
sistió en que el país contara con un soberan o sensato y sabio
que lo gobernase bien com o los legendarios emperadores Yao
y Xin, en pro de la prosperidad del pueblo. Era un poeta pre­
coz: a los siete añ os ya com en zó a com pon er poem as y la ca­
lidad de éstos sorpren dió a much a gente. A los veinte inició
sus viajes de boh em io, igual que Li Bai y m uch os otros litera­
tos. Debido a los fraudes del primer ministro Li Linfii, que or­

[32-]
den ó que n o aprobaran a n in gun o de los con cursan tes para
impedir el acceso de los intelectuales al gobiern o central, fra­
casó en dos exámenes imperiales para optar a un cargo oficial.
Entre 746 y 755, vivió en Ch an g’an, en un a situación econ ó­
mica cada vez peor, sin poder encontrar n in gún empleo, lo
que le aproxim ó a la gente del pueblo y le permitió con ocer
de cerca los sufrimientos y las injusticias que padecía.
En 755, tras ser n om brado «Ch an Zhung», un cargo insigni­
ficante que consistía en dirigir la custodia de las armas, decidió
regresar a Feng Xian para visitar a su familia, y al llegar a casa,
se encontró con que su hijo menor, un bebé de m enos de un
año, había muerto de hambre. En ese año estalló la rebelión de
An Lushan, y Du Fu tuvo que huir con su familia vagando ha­
cia el norte. En el camino cayó en m anos de los insurrectos y
fue encarcelado. En abril de 757 se escapó y se un ió al empera­
dor Xiao Zon g, quien le n om bró Cen sor Imperial. El poeta, en
cumplimiento de su deber, criticó con toda franqueza al m o­
narca por la destitución injusta del primer ministro Fan g Guan,
lo que le valió un a especie de destierro o descenso: tuvo que
aban don ar la corte para asumir un cargo sin importancia en
Hua, un apartado distrito de Shaanxi. Tres meses después fue
rehabilitado y recuperó el puesto perdido.
En el verano de 759, un añ o de horrible h am brun a en la
zon a don de trabajaba, Du Fu ren unció a su cargo y se trasla­
dó con la familia a Q in zh ou, que h oy es Tianshui, provincia
de Gan su, luego a Tonggu, de la m ism a provincia, y finalmen­
te, a Ch en gdu, provincia de Sich uan , sufriendo toda clase de
penalidades en los viajes. En Ch en gdu, con la ayuda de los
am igos, sobre todo, de Yan Wu, gobern ador de la provincia,
pu do construir un a ch oza al sudoeste de la ciudad, mejorar
un poco sus con dicion es de vida y gozar de un período de
paz y tranquilidad, que finalizó m uy pronto debido a las guerras
que se libraron entre sí los señ ores feudales de la localidad.
Tuvo que aban don ar Sich uan en 768 y vagan do por el río
Xian g, provin cia de H un an , con el objetivo de regresar a su
pueblo natal, falleció el añ o 770 en un barco.
La temática de las obras de Du Fu es muy variada. Aparte de
la exaltación de la naturaleza, la amistad, la nostalgia, el amor y
otros contenidos generalizados de la poesía de su época, desta­

Í33l
ca por la protesta contra las injusticias sociales, o sea, la denun­
cia de la corrupción de los mandarines, las diferencias abismales
entre la pobreza de los humildes y la opulencia en que vivían las
clases privilegiadas, y los sufrimientos del pueblo a causa de las
guerras de expansion y las guerras internas de los caudillos mili­
tares. En estas denuncias pone de manifiesto su patriotismo, su
deseo de contribuir al bien del país, su profundo humanitaris­
m o y su solidaridad con los desam parados. Citem os com o
ejemplo los siguientes versos suyos:

T r as las p u er t as p ú r p u r a d e los r icos,


se p u d r e n las sob r as d e exq u isit os m an jar es,
m ien t r as a am b o s lad o s d el cam in o ,
y acen lo s m u er t o s d e h am b r e y frío.

M e d it ac ió n p o ét ica

O ja lá se levan t ar an m iles d e m an sion es,


q u e d en alber gu e y alegría
a t o d o s p o b r e s d el m u n d o ,
lib r án d oles d e vien t o s y llu vias.
Si vier a alzar se e st o s ed ificios an t e m í,
au n q u e se d e r r u m b ar a m i ch o z a y m e con gelara,
¡m or ir ía co n t e n t o y feliz!

C o n m o t iv o d e m i ch o z a
d est r u id a p o r el v ie n t o o t o ñ al

Se puede decir que la poesía de Du Fu es un fiel reflejo de


la realidad de su época, y, por tanto, la crítica china la califica
de «historia poética». Se caracteriza por un a elevada con den ­
sación y con cisión del lenguaje, bien seleccionado y artística­
mente muy logrado, la perfección del em pleo de todas las for­
mas y estilos de la poesía, tanto gu ti sh i (de estilo antiguo)
com o ju n ti sh i (de estilo moderno), y la inigualable maestría
en el uso de lü sh i (octavas de estilo m odern o) y de paralelis­
m os, antítesis y todos los recursos técnicos de la versificación.
La huella que dejó en la poesía china es m uy profun da: en su
época, tiene com o discípulo al gran poeta Bai Juyi, y en las
posteriores, es im itado por O uyan g Xiu , Su D on gpo, Lu

[34]
You, W eng Tian xian g, de la época de Son g, así com o Gon g
Zh izh eng, de Qin g, todos de gran relevancia en la literatura
china.
Siempre hay discusiones sobre quién debe ocu par el pri­
mer puesto por su trascenden cia en esta poesía oriental: Li
Bai o D u Fu, y parece que la con clusión con sen su ada es siem­
pre la m ism a: n o se debe ni se puede pon er a u n o por encima
del otro, y h ay que considerarlos a los dos com o igualmente
importantes, com o dos gigantes gemelos en la h istoria de la
cultura china, ya que sólo existen diferencias entre ellos, pero
n o superioridad de un o sobre el otro. En lo que respecta al
conten ido, Li Bai pon e más énfasis en la expresión de sus pro­
pios sentimientos, em ocion es e imagin acion es, y D u Fu, en la
revelación de la realidad social, en la vida real. El primero es
poeta lírico, y el segun do, poeta social o realista, pese a que
tiene tam bién excelentes poem as líricos. En cuan to a la técni­
ca y el estilo, Li Bai destaca por su espon tan eidad de expre­
sión , gran fuerza imaginativa y cierta libertad en los esquemas
métricos para dar mayor intensidad a los sen timien tos, y es
maestro en el uso de gu ti sh i (estilo antiguo) y ju e ju (cuartetos
de estilo m odern o); mientras que su «rival» y am igo sobresale
en la m edición de cada palabra que utiliza, en la belleza de las
estructuras, en el hábil m an ejo de todos los esquem as métri­
cos sin excepción , y en el magistral uso de los diversos recur­
sos técnicos, inherentes a la lengua china, que en la traduc­
ción a las lenguas extranjeras casi desaparecen por com pleto,
razón por la cual a los occidentales que n o pueden leer direc­
tamente en el original chino les es casi imposible percibir lo
bellos que son los versos de Du Fu, ya que, despojados de es­
tos recursos, lo que queda es casi com o un esqueleto. En la
parte Técnica de esta introducción , el lector podrá ver algunos
ejem plos de ello. En fin, la poesía de Li Bai bulle con entu­
siasm o, em ocion a con pasión , es alegre y jovial, y es para dis­
frutar e imaginar; mientras que la de Du Fu con m ueve con
tragedias y entristece el corazón , es profun da y melancólica e
invita a reflexión y solidaridad, lo cual n o significa de ningún
m odo que Li Bai n o h aya escrito poem as tristes y que Du Fu
n o ten ga estrofas alegres, sin o que se trata solamente de una
síntesis a grandes rasgos de sus diferencias fun damen tales.

[353
Es necesario explicar aquí un poco dos términos que utili­
za much o la crítica china al analizar las obras literarias del
país: el r om an ticism o y el realism o, que son con ceptos dis­
tintos de los que se aplican en la h istoria de la literatura euro­
pea y americana, aun que son importados de ella. A juicio de
los chinos, los poetas clásicos se dividen en dos grandes co­
rrientes: la del romanticismo y la del realismo. La primera se
caracteriza por la fuerte fantasía, la origin alidad de imagina­
ciones audaces y la creación de situacion es, personajes y figu­
ras poco posibles de existir en la realidad y el frecuente em ­
pleo de la hipérbole. La segun da se distingue por el reflejo de
la vida real, descripción detallada de las accion es y los pen sa­
m ientos de los personajes, la creación de prototipos y la abs­
tracción y con den sación de ideas. Así que en Ch in a se consi­
dera a Li Bai com o el líder de la corriente del romanticismo
poético clásico, y a Du Fu, el de la corriente del realismo. Se
califica de pionero del romanticismo a Q u Yuan, y pion ero
del realismo, a Sh iJin g. No es, quizá, la clasificación más ade­
cuada, pero sirve en cierta form a para señalar las peculiarida­
des de estos autores y sus obras.
W ang Wei nació en el añ o 701 en Puzh ou, actualmente
Yongji de Shanxi, en un a familia de n obles terratenientes pro­
cedente del distrito de Qixian, que se encuentra cerca de Tai­
yuan, de la m ism a provincia. Su n ombre social es Muojie,
que, junto con su n ombre Wei, es sacado del n ombre y ape­
llido del célebre budista Muojie Wei. Sus dotes intelectuales
le h icieron fam oso desde su adolescen cia com o poeta, pintor,
m úsico y calígrafo. A los veinte añ os de edad obtuvo el título
de jin sh i (doctorado) y asum ió el cargo de censor del Departa­
mento de Música. En 734 fue n om brado Consejero Imperial
por el entonces primer ministro Zh ang Jiuling, poeta también.
M ás tarde, cuan d o Li Lin fu usur pó el Poder y desplazó a
Zh ang Jiulin g, W ang Wei estuvo im plicado y fue degradado a
un pu esto inferior en la fron tera. En 742 regresó a la capital
y ocu pó sucesivam en te diferen tes cargos. Después pasó un
tiempo com o semiermitaño en la m on tañ a Zh ongn an. Du­
rante la revuelta de An Lush an , fue h echo prisionero en 756
y design ado censor. Derrotado y muerto su captor, fue acusa­
do de h aber colaborado con el traidor, pero, más tarde, el em­

[36]
perador Su Zon g le rehabilitó y reinstaló person almente en su
elevada posición . En su vejez, el poeta renunció a todos los
cargos y vivió su retiro en las m ontañ as de W ang Ch uan de
Lan Tian , su provincia natal, pasan do los días leyen do libros
budistas y dedicado a la vida espiritual de esta religión. Falle­
ció en 761, a los sesenta y un años.
Su actividad literaria se dividió en dos períodos: antes de la
revuelta de An Lush an y después de ella. En el primer perío­
do escribió poem as con temas políticos, criticando la corrup­
ción. También son m uy con ocidos sus versos acerca de la
vida del pueblo en zon as fronterizas y la lucha de los guerre­
ros con tra la invasión de los foráneos. Pero don de m ás brilló
W ang Wei fue por su poesía de paisaje y de cam po, com pues­
ta principalmente después de dicha rebelión. Sien do un gran
pintor, captó la belleza de la naturaleza y la plasm ó en sus ver­
sos, com bin an do las dos artes de manera tan perfecta, que el
célebre poeta Su Don po, de la dinastía Son g, le elogió dicien­
d o: «En la pin tura de W ang Wei h ay poesía, y en su poesía,
pintura».
En sus poem as de paisaje y de cam po se revelan ideas bu ­
distas que pregonan la soledad y quietud del alma, libre de
todo interés terrenal, y se invita a la vida retirada.

Etapa central (766-836)

Es la continuación de la etapa de apogeo y cuenta con


un os 570 poetas de fama, un os diecinueve mil poem as com ­
puestos y much as escuelas y corrientes surgidas. Después del
aplastamien to de la insurrección de An Lush an, el imperio
gozó de un a época de relativa estabilidad, pero su declin ación
pareció ser irreversible, lo que invitó a los poetas a enfrentar
la realidad con más objetividad y menos optim ism o. El M o­
vim ien to de Nuevo Yuefii, dirigido por Baiju y i y Yuan Zh en
(779-831), atravesó toda esta etapa y con stituyó el aconteci­
mien to literario m ás importante de ella. Sus pioneros fueron
Yuan Jie (719-772), Gu Kuan g (siglo v i i i ), Zh ang Ji (Zhang Jii,
Ch an g Zi) (766-830), W ang Jian (¿766-830?) y Li Sh en (772-846).
El movimiento tom ó a Du Fu com o maestro, y al confucianis-

[37]
m o, com o doctrina, que desde hacía siglos destacaba el papel
político y educativo de la poesía. La orientación de este movi­
miento planteada por su líder Bai Juyi consistió en «que los ar­
tículos se escriban en relación con la época en que se vive, y los
poemas, con motivo de los acontecimientos sucedidos». Juyi
manifestó que la poesía podía ayudar al emperador a gober­
nar bien el país median te su fun ción didáctica para el pueblo
y mediante los consejos que se dieran al monarca. Todos los
poetas del movimien to arriba m en cion ados compusieron
gran n úmero de poem as según el estilo d ty u efu , en un lengua­
je m uy cercano al h ablado y m uy fácil de entender para cual­
quier tipo de lector, con temas acerca de la vida y el trabajo de
la gente, sobre todo, la pobreza, la corrupción, los desastres
de las guerras, en fin, todo lo que ocurría en la vida social. El
movimien to dio un impulso al desarrollo de la poesía en esta
etapa, pero tuvo sus deficiencias, manifestadas en algunos
pun tos de su teoría, que con ducían en algun os casos a descui­
dar la pluralidad y variedad de los temas y la calidad literaria
de las obras.
Aparte de la escuela de «Nuevo Yuefu», son importan tes
aportaciones las obras de la escuela de la poesía de paisaje, pro­
tagon izada por Liu Ch an gqin g (Liu Ch angch ing) (¿725?-786)
y Wei Yingwu (737-792); la escuela de la poesía de frontera, o
sea, la que estaba dedicada a describir la vida y la lucha en
zon as fronterizas, encabezada por Li Yi (748-827) y Q ian Q i
(722-780); la escuela form ada por H an Yu (768-824), M en g
Jiao (Meng Ch iao) (751-814) y jia Dao (779-843), caracterizada
por su afan osa búsqueda de la originalidad artística, y otros
poetas com o Liu Yuxi (772-843), Liu Zon gyuan (773-819) y Li
He (790-816), con ocido este últim o com o «Genio fantasmal»
por sus obras acerca de temas de fantasmas, manes e inmorta­
les y por las extrañas y místicas imágenes y figuras creadas en
ellas.
Nos deten emos un poco en el poeta m ás promin en te de la
etapa, Bai Juyi.
Bai Juyi, con ocido también con su n om bre social Letian,
nació en el 772 en el distrito de Xin zh en de la provincia de
Henan, en un a familia de funcionarios de bajo rango, proce­
den te de Taiyuan, Sh anxi. En su in fan cia fue testigo de nu-
m erosos m otin es y ason adas en la provin cia y tuvo que tras­
ladarse jun to con sus padres de un sitio a otro, sufrien do
toda clase de pen alidades. A los dieciséis añ os de edad lle­
gó a Ch an g’an, don de se gan ó, con su poem a «Las h ierbas
del an tiguo prado», el elogio del fam oso letrado Gu Kuan g.
A los veintinueve años obtuvo el título de jin sh i (doctorado)
y a los treinta y dos fue design ado secretario administrativo.
En 806 le enviaron al distrito Zh ouzh i com o jefe militar, un
puesto insignificante, pero que le dio la oportun idad de con o­
cer de cerca la vida y el trabajo de los campesinos. En 807, el
emperador Xian Zon g, un adm irador suyo, le n om bró m iem ­
bro de la Academia Imperial, y al añ o siguiente, Consejero
Imperial, un alto cargo que tenía por m isión descubrir los
errores del soberan o, darle con sejos e inclusos críticas. Sin
embargo, la h on estidad y franqueza que el poeta m ostró en
cum plim ien to de su deber desagradó al emperador. Al con o­
cer esta situación , Bai Ju yi presen tó, a los tres añ os del n om ­
bramiento, la solicitud de traslado a otra ciudad para un des­
tino inferior, solicitud que fue autorizada inmediatamente.
Entre 811 y 814, Baiju y i vivió en la aldea Wei y en el in­
vierno de ese añ o regresó a Ch an g’an. No tardó en caer en
desgracia com o con secuencia de las calumn ias de sus enemi­
gos políticos, que aprovech aron un a memoria que dedicó en
jun io de 815 al m onarca pidién dole que castigara severamen­
te a los asesin os del primero ministro Wu Yuanheng, m em o­
ria que adolecía de un defecto de procedim ien to admin istra­
tivo. El poeta fue desterrado a Jian gzh ou com o simple fun cio­
nario comarcal. En 821, reclam ado por M u Zon g, heredero
del tron o tras la muerte de Xian Zon g, volvió a trabajar en la
capital. Pero pron to se dio cuenta de que, debido a la prepo­
tencia de los eun ucos, n o sólo n o pu do hacer n ada en la cor­
te, sino que era peligroso seguir trabajan do allí, y solicitó un a
vez m ás el traslado fuera de la capital. Fue design ado alcalde
de H an gzh ou y más tarde de Suzh ou. En 829, después de h a­
ber ejercido diversos cargos públicos, se retiró definitivamen­
te so pretexto de un a en fermedad y pasó a vivir en Li Taoli, de
Luoyan , provin cia de H enan, don de se dio el sobrenom bre
de «Caballero Ebrio» y el de «Ermitaño de la M on tañ a Perfu­
mada», y se hizo amigo de m on jes budistas y taoístas, pasan ­

[39 ]
do días y días entre ellos y escribiendo much os poem as que
revelan ideas de estas religiones. Murió a los setenta y cuatro
años, dejan do un a an tología de 75 volúmen es, con 2.806 poe­
mas que h an podido llegar a nuestros días, una cantidad su­
perior a la de cualquier otro poeta de la dinastía.
Bai Juyi divide sus obras en cuatro tipos de poesía: «poesía
de crítica, de ocio, de emocion es sentimentales y de métrica y
conten ido varios». La primera, la de crítica, incluye den uncias
sociales, que totalizan unos 170 poem as, entre los cuales los
m ás fam osos son Cin cuen ta poem as de nuevo «yuefu» y los diez
Can tos en la p rov in cia de Sh aan x i. La de ocio la constituyen
un os cien poem as líricos acerca de su vida retirada y los que
expresan sus sentimientos personales en diversas circunstan­
cias que vivió. La de emocion es sentimentales son , según el
poeta, un os 100 poem as que escribió con m ovido por los h e­
chos y acontecimien tos que presen ció o con oció, y los más
fam osos son Can to de la in fin ita tú steza y B alad a de la tañ edora
del laú d . La de métrica y conten ido varios son los poem as que
difícilmente encajan en los tres tipos anteriores y que repre­
sentan la mayoría de sus obras, principalmente líricos, de te­
mas múltiples.
Las obras de Bai Ju yi se caracterizan, entre otras cosas, por
su lenguaje claro y sencillo, accesible para las gentes del pue­
blo. Se dice que al terminar un poem a, se lo leía a un a sirvien­
ta anciana, y si ésta n o lo entendía, lo corregía. Según Zh an g
W enqia, un poeta de la dinastía Son g que tuvo la suerte de
leer sus manuscritos, éstos estaban llen os de modificacion es.
La gran armon ía fón ica y musicalidad es también otra de las
peculiaridades de sus obras. Por tanto, gozan de gran popula­
ridad y se leen en todas partes com o h em os señalado al citar
a Yuan Zh en en los primeros párrafos de esta introducción.
Fue importante su influencia en poetas com o Yuan Zhen, Li
Shen, Su Don gpo, Lu You, Yuan H on gdao, etc., y su fama lle­
gó a Japón , Corea, Birmania y otros países del sudeste de
Asia: el entonces emperador japon és copió personalmente al­
gun os poem as de Bai Ju yi para recitarlos de m emoria; grandes
escritores com o Michizane n o se avergon zaban de tomarle
prestados sus versos y much os de los comerciantes que iban a
Ch in a com praban sus colecciones. N o es casual que la única

Uo]
copia de sus obras que está en el M useo Británico sea un a edi­
ción japon esa editada en el siglo x v i i .Se puede decir que nin­
gún otro poeta contem poráneo suyo en el m un do gozó de
tanta popularidad.
Para la mayoría de los críticos chinos, Bai Ju yi es, después
de Li Bai y Du Fu, el poeta m ás importante del país. Quizá a
los occidentales les guste m ás Baiju yi, ya que com o señala el
señor C. G. Moral: «Su pulcritud formal y su finura psicoló­
gica, casi horaciana, h an h ech o de él el poeta m ás cercano al
gusto occidental» (Poetas chin os de la d in astía Tang, Madrid, Vi­
sor, 1997, pág. 13).

Etapa final (836-907)

La situación del país siguió em peoran do y la pobreza del


pueblo se agravó, por lo que se produjeron cada vez m ás con ­
flictos sociales, que se derivaron en la rebelión cam pesin a de
H uan Ch ao. En la poesía, la corriente realista, representada
en la etapa anterior por el M ovim iento de Nuevo Yuefu, fue
heredada por Pi Rixiu y Du Xun h e y con tin uó su desarrollo,
obten ien do cierto éxito en la revelación de los problem as so­
ciales. Sin embargo, carente de creatividad artística, n o causó
gran impacto. La lírica, sobre todo los poem as de amor, co­
braron un a importan cia m uch o mayor, y com o reacción o co­
rrección de los defectos que trajo el m en cion ado movimien ­
to, man ifestados en la tenden cia a descuidar el arte y la técni­
ca de la versificación al enfatizar excesivamente el con ten ido,
aparecieron autores que se dedicaban a buscar la perfección
de la métrica y la belleza de la expresión, y entre ellos sobre­
salieron Li Sh an gyin y D u M u, que los críticos llaman «Li y
Du Pequeños», en com paración con «Li y Du Grandes», que
se refieren a Li Bai y a Du Fu.
Li Sh angyin y Du Mu destacaron por sus pen tasílabos de
estilo an tiguo, pero el primero fue fam oso sobre todo por sus
lü sh i (octavas de estilo antiguo) de h eptasílabos, y el segundo,
por su s ju e ju (cuartetos de estilo m odern o) del m ism o metro.
Entre los dos, Li Sh an gyin tiene, sin duda, m ayor peso en
la historia. Nacido el añ o 813 en Huaizh ou Henei, que es h oy

[4 1]
Xin yang de la provincia de Henan, en un a familia de peque­
ñ os burócratas, tuvo por n ombre social Yishan y por sobre­
n ombre Yuqisheng, que significa «Nacido en el arroyo Jade».
El añ o 837 recibió el título de jin sb i (doctorado) y desempeñó
n um erosos cargo públicos, pero todos de poca importancia,
debido a la discriminación y persecución por parte de los po­
derosos eunucos. Murió deprimido y triste a los cuarenta y
cinco años. Sus poem as políticos den un ciaron los abusos de
los mandarines, y m uch os criticaron, de manera insinuante y
mediante alusion es o leyendas históricas, la in capacidad y la
insensatez de los m alos monarcas. Much o más fam osos son
sus poem as de amor, que se caracterizan por sus profundas
emociones conmovedoras, su alta sensibilidad, su originalidad
en las estructuras y las imaginaciones, su fantástico uso evoca­
dor de las fábulas mitológicas y su cuidadosa selección del vo­
cabulario; todo ello constituye un estilo bello y sugerente.
Por otra parte, su «pareja» Du M u debe su celebridad a sus
poem as sobre episodios históricos, en los que expresa sus opi­
niones originales y también contienen ironía y crítica a los go­
bernantes. Pero Du M u se distingue sobre todo por sus versos
líricos cortos, m uch os con descripciones del paisaje.
Fueron poetas de gran renombre también Du Xunhe (Du
Sunje) (846-904), Pi Rbriu (834-883) y Nie Yizhong (837-884),
discípulos de Bai Juyi, que formaron jun to con otros cuatro o
cinco literatos la escuela populista, continuadora del Movimien­
to de Nuevo Yuefu en su tradición de reflejar la realidad social.
Cabe destacar aquí a otro escritor: Wen Tingyun, que tiene
un estilo parecido al de Li Shangyin, pero sus éxitos radican
más bien en sus ci (poemas para cantar). Com o h em os señala­
do an teriorm ente, las trovas ci aparecieron ya en la din astía
Sui, pero de manera m uy esporádica y en n úm ero insignifi­
cante. En Tang h abía varios autores que compusieron algunas
piezas de este género, entre ellos, Li Bai, Bai Juyi y Liu Yuxi.
N o obstante, el primero en escribir gran número de ci fue
W en Tingyun, casi todos sobre el amor, y en ton o de m uch a­
chas en amoradas, con estilo florido y lenguaje bello. Es con ­
siderado por n um erosos críticos com o el fundador de ci.
Wei Zh uan g (836-910), «pareja» de Wen Tingyun , adem ás
de tener fam a por sus h ermosos sh i, encabezó jun to con éste
la escuela «En m edio de las Flores», especializada en ci y pre­
cursora de esta nueva m odalidad poética.
El crecimiento, o mejor dich o, el verdadero n acim iento de
ά en esta etapa, es un acon tecimien to importan te, ya que pre­
para el terreno para su plen o florecimiento en la siguiente di­
nastía Son g.

E tap a de las Cinco D in astías y los D iez R ein os (907-960),


estela de Tang

La decaden cia de Tang y los consiguientes agudos conflic­


tos sociales que vivía lo con dujeron a su división y ruina to­
tal. En 907, el jefe de los rebeldes Zh u Wen destron ó al empe­
rador Aidi de Tang (Li Zh u) y se proclam ó Em perador Prime­
ro (Taizhou) de Lian g Posterior, acabando así con el imperio
más próspero de Ch in a y dan do origen a un período que se
conoce com o «las Cin co Din astías y los Diez Reinos». Aparte
de Liang, éstas son Tang, Jin , H an y Zh ou, todas situadas en
el norte del país y casi siempre seguidas del adjetivo «Poste-
riop> en su den om in ación , para diferenciarlas de las que lleva­
ban los m ism os n om bres y que h abían existido en tiempos
anteriores; mientras que los Diez Rein os son Wu, Tang del
Sur, W uyue, Ch u, H an del Sur, Min , Sh u Anterior, Sh u Pos­
terior, Jin g del Sur y H an del Norte, surgidos sucesivamente en
el sur de Ch ina. En la historia de la literatura, esta etapa está in­
cluida generalmente en el período de Tang, ya que es como su
estela y está estrechamente vinculada con su etapa final.
Se trata de un a época en que se oye el eco de los últimos
acordes del m ajestuoso concierto de Tang, y lo importan te
que h a dejado en el patrim on io literario es su con tribución
al florecimien to posterior de la poesía ci. El acon tecim ien to
que m arcó un h ito en la h istoria de este género poético fue
la pu blicación de su primera an tología, de diez volúm en es,
titulada En m edio deflores y editada por Zh ao Ch on gzh ai, de
Sh u Posterior. El libro reúne un os 500 cantares ci, de 18 auto­
res, en cabezados por W en Tin gyun , W ang Fu son g y Wei
Zh uang, todos sobre el am or y el bello sexo, con estilo flori­
do y refin ado.

[43]
Entre los poetas de esta etapa destacaron Feng Yanji (904-
960), Li Jin g (916-961), pero sobre todo, Li Yu (937-978), suce­
sor de éste. Fue el últim o rey de Tang del Sur, que gobern ó
durante quince años. Al n o poder resistir las tropas de Song,
capituló y fue encarcelado. En 978 le ejecutaron con ven en o
por orden del emperador de Son g Tai Zon g. Sus obras narran
la vida en la corte, su tristeza com o un m onarca que presen­
ció la destrucción de su reino y la fugacidad de la felicidad y
de la vida h umana. Su brillante imaginación, la belleza de su
lenguaje y la perfección de sus estructuras son motivo de gran
admiración para m uch os literatos y lectores.

Período de Son g,
con tin uación de la edad de oro de la p oesía ch in a (960-1279)

En 960 Zh ao Kangying, general de la dinastía Zh ou Poste­


rior, dio un golpe de Estado y se proclam ó Emperador Taizu
(significa «primero») de Song, fun dan do así un a nueva dinas­
tía que duraría u n os 320 añ os. Tras su n acim ien to, el n ue­
vo im perio con sigu ió rápidos in crem en tos en la agricultura,
la artesanía y el comercio, y, com o en la dinastía anterior,
tuvo un os cien añ os de vacas gordas. Kaifen g, la n ueva ca­
pital situada en la actual provincia de H enan, a diferencia de
Ch an g’an, era un a ciudad popular en que predomin aban las
actividades comerciales y las de distracción. Adem ás, gracias a
los grandes avances registrados en la tipografía, aumentaron
enormemente las publicacion es y ello propició la difusión de
la ciencia y de la literatura.
Sin embargo, con el paso del tiempo, se agudizaron cada
vez más las contradicciones nacionales y sociales: las crecien­
tes fuerzas de las n acion alidades y tribus de Manch uria co­
m enzaron a invadir a m en udo el territorio de Son g; las refor­
mas que llevaba adelante el gobierno central, con W ang Ansh i
com o primer ministro, n o surtieron los resultados esperados,
antes al contrario, empobrecieron a los campesin os, provoca­
ron el descon tento de los comerciantes y suscitaron el odio
de las clases altas, que vieron afectados sus intereses y privile­
gios. Todo ello debilitó y desestabilizó el imperio, de m odo

[44]
que las tropas avasalladoras de los Jin (Tártaros Dor ados, o
sea, tribu Tugús originaria de Man ch uria)7 se apoderaron del
norte del país, obligan do a los de Son g a replegarse al sur.
En 1127 se firmó un acuerdo dividien do el país en dos partes:
el territorio al norte del río H uai sería para los Tártaros, y el
que estaba situado al sur, para Son g, que trasladó su capital
desde Kaifen g a Lin An, actualmente H an gzh ou de Zhejiang,
y ese m ism o añ o marcó la división definitiva del imperio en
Son g del Norte y Son g del Sur.
Com o h emos señ alado anteriormente, la dinastía Son g
ocupa un lugar prominen te en la historia de la literatura chi­
n a por el gran florecimiento de la poesía ci, o sea, poem as
para cantar, y es com parada e incluso igualada con Tang por
much a gente. Por supuesto, en Son g también se cultiva el sh i,
que, pese a n o alcanzar el esplen dor de Tang, tiene sus propias
peculiaridades y es también m uy apreciado.
Veamos primero las trovas ci y después los poem as sh i.

La poesía ci en Son g

El primero en dedicarse de lleno a ci en esta dinastía fue Liu


Yong (¿980?-¿ 1053?), cuya contribución con sistió en que, asi­
m ilan do n uevas melodías de las canciones populares, in n ovó
la métrica de ci y creó un nuevo estilo caracterizado por un a
mayor extensión y por versos largos, que facilitan un a expre­
sión más libre de ideas.

Su Don gpo (Su Shi)

Es, sin duda alguna, el m áxim o exponente de la poesía ci,


n o sólo de la dinastía sin o también de todos los tiem pos y,
además, el m ejor dotado de los escritores de Son g del Norte,
gran maestro tanto en ci y sh i com o en la prosa.

7 N o hay que con fun dir el Jin de esa época con el Jin de los siglos i i i -v , ya
que en ch in o son dos caracteres diferentes y con ton o distinto.

[45]
Nieto del célebre poeta Su Xu e h ijo del fam oso letrado y
prosista Su Xun, nació en el añ o 1036 en Meish an, de la ac­
tual provincia de Sichuan. Don gpo es el sobren om bre que se
dio cuan do estuvo exiliado en H uan gzh ou, y es much o más
con ocido que su propio n ombre Shi. En 1058 obtuvo, jun to
con su hermano menor, el título de jin sh i (doctorado). En 1061
se presentó de n uevo a los exámenes imperiales, esta vez pre­
sididos por el emperador Ren Zon g, y fue n om brado juez de
Fengxiang, provincia de Shaanxi. Más tarde, Ying Zong, el m o­
narca heredero, le design ó Director de la Biblioteca Imperial.
En esos años se estaba efectuando la reforma política dirigida por
el primer ministro W ang Anshi, y Su Don gpo se manifestó en
contra de ella en sus memorias elevadas al emperador, en las
que propuso un cam bio político paulatin o en vez de un cam­
bio brusco y acon sejó prudencia. Su actitud le acarreó la h os­
tilidad de los reformistas, y, al sentirse presion ado y aislado en
la corte, solicitó el traslado a H an gzh ou, con un puesto de
simple adjunto. M ás tarde, a M izh ou, Xuzh ou, H u zh ou y
Zh izh ou. En 1079, debido a las intrigas de sus enemigos en la
corte, le detuvieron y encarcelaron durante cinco meses bajo
la acusación de «calumniar la reforma», y después le exiliaron
a Huan gzh ou, h oy H uan gan de H ubei, don de el poeta pasó
cinco añ os com o fun cion ario de bajo rango. En 1085, con la
muerte del emperador Sh en Zon g y el fracaso de la reforma,
fue reh abilitado y reclamado para trabajar en la capital com o
miembro de la Academ ia Imperial. Pero discon forme con las
medidas encaminadas a abolir todo lo que se h abía estableci­
do en la reforma de W ang Ansh i y aburrido de las intrigas y
luchas en la corte, volvió a solicitar su traslado a H an gzh ou
com o gobernador. En 1093, el joven emperador Zhe Zon g
asumió el gobiern o y practicó la política de los reformistas,
por lo que el poeta cayó de nuevo en desgracia: fue desterra­
do a H uizh ou, provincia de Guan gdon g (Can tón ), y tres años
después, a la lejana y salvaje isla de Hainan . En 1100 fue am ­
nistiado y murió al añ o siguiente, el 28 de julio, según el ca­
lendario lun ar chino, en Ch angzh ou.
Su pen sam ien to es principalmente confúcian ista, pero fun ­
dido con ideas budistas. En cuanto a su creación literaria, la
poesía sh i ocupa la m ayor parte: más de 2.696 poem as en di­

[46 ]
cha m odalidad, con temas múltiples, entre los cuales destaca
la expresión de sus sen timien tos y estados de án im o en diver­
sas etapas de su vida y el canto a la belleza de la naturaleza,
con estilo romántico y apasion ado antes de su exilio a Huan g­
zh ou, y con estilo sobrio y am en o, parecido al de Tao Yuan-
ming, después. Adem ás, también son brillantes sus prosas so­
bre diversos temas y sus ensayos acerca de sucesos históricos
y acon tecimien tos de la época.
N o obstan te, la celebridad de Su Don gpo en la literatura
china se debe principalmente a que abrió un a n ueva etapa en
el desarrollo de la poesía ci y la impulsó a su cumbre. Antes,
la temática de ci era limitada y estrecha: el am or y las em ocio­
nes personales del autor, por lo que era considerado com o un gé­
nero inferior a shi. Su Don gpo cambió esta situación ampliando
la temática de ci bajo el con cepto de que «todo lo que se es­
cribe en form a de sh i puede escribirse también en form a de
ci», elevan do así este últim o a la altura del primero. Además,
introdujo un estilo original, much as veces apasion ado, vigo­
roso y efusivo, y otras veces am en o y tranquilo. En cuanto a
la métrica de ci, también h izo num erosas inn ovacion es, enri­
quecien do sus fórmulas, y para ello, com puso a veces perso­
nalmente melodías o m úsica que «rellenó» luego con poemas.
«¿Cuán do vendrá la lun a llena? — Según la m elodía Shui-
diaogetou» y «Añ oran do el pasado en el Acantilado Rojo —
Según la melodía Nian n ujiao», que in cluimos en el presente
libro, son dos de sus cantares m ás leídos.
Aparte de Su Don gpo, sobresalió Li Q in gzh ao (¿1081?-
¿1154?), la m ejor poetisa china de todos los tiem pos. Aun que
escribió también un buen n úm ero de poem as sh i, su mayor
fama se deriva de sus magistrales ci. Hija del célebre literato Li
Gefei, nació en 1081 (según otra versión, en 1084), en Jin an ,
provincia de Sh an don g, y le tocó vivir un período que media­
ba entre el Son g del Norte y el del Sur. A los diecioch o años
de edad se casó con Zh ao Mingch eng, un eminente estudio­
so, y los dos vivieron jun tos veintitantos años, felices y tran­
quilos, m uy en amorados un o del otro. Después del traslado
de la capital de Son g al sur del país, la poetisa tuvo que vagar
constantemente con la familia por diversas ciudades de la
provincia de Zh ejiang, don de sufrió la m ayor desgracia de su

[47]
vida, el fallecimiento de su marido en 1129, y pasó su vejez
sumergida en soledad y tristeza. N o se con oce la fecha exacta
de su muerte, ya que algunos afirman que fue en 1155, otros,
en 1154, y otros, en 1151.
Sus poem as cantan el am or y la naturaleza, expresan su d o­
lor al verse lejos de su tierra natal y al h aber perdido a su ser
querido, y manifiestan su preocupación por el destino de la
patria desmembrada. Son profun dam ente emocion antes y es­
tán escritos en un lenguaje fácil de entender para la gente co­
mún. La crítica china suele dividir a los trovadores de ci en dos
corrientes: la de estilo efusivo y vigoroso y la de estilo sugeren-
te y delicado, y a Li Qin gzh ao la ubica en la segunda. Por otra
parte, aunque antes de ella muchos poetas varones h an escrito
sobre el amor, es ella la primera poetisa importante que abor­
da el tema partien do de sus propias experiencias y sentimien­
tos com o mujer, y ello le permite exhibir el auténtico m un do
interior de su sexo. Todo esto más la gran calidad de sus obras
le confiere un lugar singular en la historia de la literatura china.
Poetas de relieve pero de m enor peso en el Son g del Norte
son : Yan Sh u (991-1055), de estilo sobrio y ameno, con expo­
sición de ideas filosóficas sobre la vida h um ana en much as
obras suyas; Q in Guan (1049-1100), de estilo sugerente y tris­
te; y Zh ou Ban gyan (1056-1121), sobresaliente por sus aporta­
ciones a la musicalidad de « y por su origin alidad verbal. Ade­
más, Ouyan g Xiu (1007-1072), que destaca por su prosa, su
poesía sh i y también sus trovas ci.
En Son g del Sur, la figura más célebre de ci fue Xin Q iji
(1140-1207). Con ocido también com o Xin You’an y com o
Jiaxuan (seudón imo), nació en Licheng, h oy Jin an , provin cia
de Sh andon g. Vivió la turbulenta época de las guerras entre
Jin (Tártaros Dorados) y Song. A los veintiún años de edad,
reunió un os dos mil hombres y se alistó con ellos en la tropa
de guerrilleros campesin os dirigidos por Gen g Jin g que lucha­
ban en el norte del país contra la dom in ación de los aristócra­
tas de la nueva dinastía Jin (Tártaros Dorados). Después de la
derrota de las guerrillas, Xin Q iji se trasladó al sur y planteó,
en repetidas ocasion es, a la corte de la din astía Son g del Sur
la política y la estrategia que h abía elaborado para recupe­
rar el territorio central del país, pero fueron rech azadas.

[48]
Ejerció cargos de fun cion ar io local en H u bei, H u n an y
Jian gxi y fue destituido a los cuaren ta y dos añ os. Pasó el
resto de su vida en Sh angyao, provincia de Jian gxi, excepto
los años 1203 y 1206, cuando los partidarios de la guerra de re­
sistencia contra Jin prevalecían en la corte y le nombraron alto
funcionario, cargo que ejerció durante m uy breve tiempo, su­
friendo luego ataques y calumn ias de sus enemigos políticos.
Murió triste y desesperado por n o poder materializar sus aspi­
raciones patrióticas.
Sus obras son , en su mayoría, cantares ci, que totalizan
unas 600 piezas, de temas am plios y de estilo variado, pero
principalmente viril y h eroico. Muchas expresan su fervoroso
am or por la patria, su espíritu combativo contra la incursión
de Jin y sus an h elos de ver el país reun ificado, y n arran sus
añoran zas por el pasado para desah ogar sus tristezas y su in­
dign ación por los gobernantes incapaces. Fue un genio versá­
til: también escribió dulces y en can tadoras estrofas líricas so­
bre la vida campestre, la naturaleza, el am or y las despedidas.
Los críticos ch in os le ubican en la corrien te que en cabeza
Su Don gpo, o sea, la de estilo apasion ado y efusivo, y algunos
les igualan a los dos por los papeles que desempeñaron en la
historia de la poesía ci.
Autores de ci de menor importan cia que pertenecían a
Son g del Sur fueron Ch en Liang (1143-1194) y Jian g Kui
(1155-1221). El primero era m uy amigo de Xin Q iji y ambos
tenían experiencias y estilo parecidos. En cambio, Jian g Kui
protagon izó otra corriente diferente: la que se afan aba por la
perfección de la métrica y la m usicalidad de los versos.

La poesía Sh i en Son g

Aunque este género no brilló tanto com o en Tang, alcanzó


también un a altura elevada y dejó un a importante página en la
historia de la literatura china. Com o hemos señalado al princi­
pio de la introducción, en la Crón ica de la poesía de la din astía
Son g se incluyen obras de 3.820 poetas, unos 1.600 más que los
reunidos en la Recopilación com pleta de la poesía de la d in astía T an g;
y según los cálculos de los expertos, el número de los poemas

[49]
compuestos en Son g fueron tres veces más que los de Tang. La
poesía sh i de Son g, sobre la base de la herencia de la de Tang,
emprendió un camino diferente y formó su propio estilo.
En Son g del Norte, a principios de la dinastía, predominó la
tendencia de imitar ciegamente la poesía del Tang final sin apor­
tar nada nuevo. El grupo de poetas com puesto por Ouyan g
Xiu, Mei Yaoceng (1002-1072) y Su Xu n qin g (1008-1048) fue­
ron los primeros en salir a cambiarla e iniciaron la inn ova­
ción. W ang Anshi (1021-1086) y Su Don gpo también hicieron
grandes contribucion es en este sen tido, sobre todo, este últi­
m o. M ás tarde, H u an g Tin gjian (1045-1105) y la escuela de
Jian gxi que dirigió constituyeron un a corriente de cierta im­
portancia, que tom aba a Du Fu com o maestro y se afanaba
por la originalidad de la forma de expresión y el mejoramien ­
to de la técnica. Sin embargo, adolecía del defecto de basar la
fuente de su creación en las obras maestras de épocas anterio­
res y por ello sus poem as n o podían ser, en much os casos, ori­
ginales en su con ten ido.
En Son g del Sur, el vate más insigne fue Lu You (1125-1210),
con ocido también com o Lu Fangweng, que era su seudóni­
mo. Nació en Sh anyin, h oy Sh aoxing, provincia de Zhejiang,
en un a familia de intelectuales. Pasó su infan cia en m edio de
los desastres de la guerra y desde entonces se formó firmes
ideas patrióticas. Trabajó com o funcionario en diversos pues­
tos, y en 1163 apoyó enérgicamente la expedición al norte
para combatir a los de Jin (Tártaros Dorados) y, fracasada la
lucha, fue destituido. En 1170 asumió cargos militares en Si­
chuan y en Sh aanxi en la lucha de resistencia, y en 1178 se
marchó a la capital para desempeñar varios cargos civiles, de los
que fue rem ovido finalmente debido a la desconfianza de la
corte. Su vejez transcurrió en su pueblo natal, en un a aldea
m ontañ osa, en tranquilidad pero en pobreza.
Lu You dejó un abun dan te h aber poético: un os 9.200 poe­
mas sh i, que h an podido llegar a n uestros días, cantidad m a­
yor que la de cualquier otro poeta clásico. Además, también
escribió excelentes trovas ci, que totalizan un os 130. En sus
obras se respira u n ardiente patriotismo, se manifiestan sus
an h elos de ver la patria reunificada y se fustiga a los gober­
nantes que se rinden ante los invasores Jin . También se descri­

bo]
be la vida y el trabajo de los campesin os, expresan do un a
h on da simpatía por ellos. Sien do discípulo de D u Fu, Lu You
tiene m uch a similitud con su maestro al reflejar la realidad so­
cial, pero sin alcanzar la profun didad de éste, y con estilo di­
ferente, que es efusivo y rom án tico en buena parte de su pro­
ducción , especialmente en sus versos líricos acerca de la n atu­
raleza, el am or y la amistad.
Aparte de Lu You, destacaron Yang W anli (1127-1206), por
su poesía de paisaje, y Fan Ch en gda (1126-1193), por su poe­
sía bucólica.
En com paración con la poesía sh i de Tang, la de Son g se
distingue por contener cierta característica prosística y argu­
mentai, o sea, pon er m ayor énfasis en el contenido, con un a
descripción más detallada y exhaustiva, un a temática más am­
plia, un a mayor dosis de la filosofía y de la lógica. Adem ás,
hay m ayor com bin ación entre la poesía y la pin tura, uso más
frecuente de alusion es de sucesos históricos, de leyendas y de
mitos, y el estilo principal es sereno y m oderado, a diferencia
del efusivo de Tang. Todo ello tiene sus pros y sus contras, por
lo que desde an tañ o siempre h an existido polém icas entre dos
escuelas de críticos, los que dan m enor im portan cia a la poe­
sía sh i de Son g y los que la igualan a la de Tang, pero parece
que prevalece siempre la opin ión de los primeros.

Etapa d e jin (Tártaros Dorados) (1155-1234)

In clu im os esta etapa en el período de Son g, ya que en


sus 119 añ os de existencia, h u bo 107 de con fr on tación y
coexisten cia con Son g del Sur. La poesía de esta dinastía reci­
be un a importante influencia de Su Don gpo, y Yuan Haowen
(1190-1257) fue la figura de m ayor relieve.

Período de Y uan,florecim ien to de qu (1279-1368)

En 1234, Gen gis Kh an (Gran Kh an), de n acion alidad m on ­


gola, derribó la dinastía Jin . En 1260, Qubilay, su nieto, se de­
claró em perador Sh izh u. En 1271 le dio a su dinastía el nom-

[ 5 1]
bre de Yuan, y en 1279 acabó finalmente con la dinastía Son g
del Sur y unificó el país.
El drama, o m ejor dicho, la ópera, que se inició a fines de
Son g del Norte, principios del siglo xi, llegó a alcanzar en este
período su plen o desarrollo y ocupó el primer plan o de la li­
teratura, relegando al segun do a la poesía sh i y ci. La aparición
de guiones de la ópera marcó la m adurez de este género, que
en caso de Ch in a estaba estrechamente vin culado con la poe­
sía y dio origen a un a nueva m odalidad de ella, el qu, que,
com o h emos in dicado anteriormente, es muy parecido a ci,
con la ún ica diferencia de permitir agregar, generalmente al
com ienzo de los versos, sílabas o palabras a las fórmulas m é­
tricas ya establecidas, palabras que tienen significado poco
importante, pero que dan viveza y carácter popular al lengua­
je de la obra. El qu está compuesto de quci (canciones de las
óperas, o de z aju ) y san qu (canciones sueltas); sin embargo, los
críticos generalmente le dan m ayor importan cia a san qu , con ­
siderán dolo, tal vez, más típico y representativo de qu. H u bo
más de doscien tos autores dedicados a san qu y un as cinco mil
piezas de este género conservadas.
Guan H an qin g (<1240?-1310) y W ang Sh ifu (¿1260?-¿1336?),
los dos dramaturgos más célebres de la h istoria china, aparte
de dramas y óperas, también escribieron excelentes piezas de qu.
Sobre todo, Guan Han qin g, que se gan ó gran fam a por esta
variedad de poem as que com puso, casi todos sobre el amor,
en lenguaje popular.
Entre los fam osos poetas dedicados de lleno a qu figuran:
M a Zh iyuan (1250-¿1321?), con ocid o tam bién con el seu­
dón im o de Don gli, natural de D ad u (Pekín de h oy), cuyas
obras den un cian injusticias sociales y también expresan sus
ideas taoístas de h uir del m un do real, en estilo vigoroso y en­
tusiasta; Lu Zh i (¿1242?-¿1314?), con ocido tam bién com o
Suzh ai, oriun do de Den gfen g de H en an , de estilo elegan te;
Zh an g Kejiu (¿1270?-¿1348?), origin ario de Q in gyuan lu de
Zhejiang, el más prolífico en qu (855 piezas suyas h an llegado
a nuestros días), con gran fama granjeada por abrir el cam in o
a este género basado en la asimilación de la métrica y del len­
guaje de sh i y ci; Q iao Ji o Q iao M en gfu (1280-< 1345?), n atu­
ral de Taiyuan de Sh anxi, con estilo parecido al de Zh an g

Μ
Kejiu; Guan Yunshi (1286-1324), de n acion alidad uygur, con
poem as sobre la vida retirada y el amor, con un estilo vigoro­
so y entusiasta.
De todos ellos los más sobresalientes son Zh an g Kejiu y
Q iao Ji, a quienes algunos críticos consideran com o dos expo­
nentes de la poesía qu de Yuan.
En cuan to a la poesía sh i y la ci, en la din astía Yuan se
apren dió m uch o de la de Tang, sobre todo la de Tan g final.
Entre los poetas más relevantes sólo m en cion am os a Liu Yin
(1249-1293), Zh an g Yan (1248-Î1320?), Yu Ji (1272-1320), Jie
Xisi (1274-1344), Yang Zai (1271-1323), Sa Dula (1284-1348),
W ang M ian (¿ 1300?-1359) y Yang W eizhen (1296-1370).

D in astía M in g, un período sin pen a n i glo ría (1368-1644)

En 1368, el líder de la rebelión campesin a Zh u Yuanzhang


derrocó la dinastía de Yuan y fun dó la de Ming. Se reforzó el
absolutism o feudal, y a partir de los añ os veinte del siglo xvi
se registraron enormes cam bios econ óm icos y aparecieron los
primeros brotes del capitalismo. Se consiguieron grandes ade­
lantos en la ciencia, técnica y cultura, y la ideología democrá­
tica antifeudal com en zó a divulgarse poco a poco.
En cuan to a la literatura, proliferó en M in g la n ovela, que
había surgido en las dinastías Sur y Norte (del siglo ni al rv),
y la poesía pasó a un segun do plan o. Con tin u ó la difusión de
la ópera y de la poesía qu, mientras que en sh i y ci se imitó la
poesía de Tang, sin iniciativa propia en la mayoría de los casos.
H ay que señalar que, pese a que la poesía no brilló tanto en
la dinastía, n o se debe m enospreciar la nueva tenden cia ini­
ciada en esa época, que con sistió en expresar las aspiracio­
nes a la libertad in dividual y en expon er sin trabas los ver­
daderos sen tim ien tos y em ocion es del autor y sus deseos de
disfrutar de la vida, ten den cia que se n otó ya en los prim e­
ros añ os de la dinastía, en las obras de Yang W eizhen y de
Gao Q i (1336-1374), con ocid o este últim o com o «El Cam ­
peón de la poesía de Ming». Tam poco se debe menospreciar
a algunos poetas de esa época, que, sin alcanzar la altura de
los maestros de Tang y Son g, tienen sus propios méritos y les

[53]
correspon de un lugar en la historia. En la etapa central de la
dinastía, Tang Yin (1470-1523), gran pin tor y poeta original
con estilo jovial y len guaje m uy popu lar, jun to con la es­
cuela que representó, abogaron por la filosofía de «disfrutar
de la vida a tiempo» y manifestaron en sus obras las alegrías de
la vida. El gr upo de letrados n orteñ os en cabezados por Li
Men gyang (1473-1529) emprendió un a campaña por retom ar
a lo antiguo apren dien do del Tang de la etapa de apogeo, a fin
de combatir el form alism o que reinaba en la época, cam pañ a
que surtió al prin cipio efecto positivo en la lucha contra la es­
cuela Tai Ge y su estilo formalista, pero que conllevó com o
consecuencia la tendencia negativa de copiar todo lo antiguo.
En reacción a esta tendencia plagiaría, se erigió primero la Es­
cuela de Tang Son g, form ada por Gu i Youguang (1507-1571)
y otros tres poetas, y más tarde la Escuela Gon An, dirigida
p or los tres h erm an os de Yuan H on gdao (1568-1610), que
plan teó que la literatura era el fruto de la inspiración y que los
escritores debían cultivar su propio estilo individual. Aparte de
ellos, también fueron de gran renombre W ang Pan (1470-1530)
y Fen g W eimin (1511-1580), autores de excelen tes piezas
de d ;X u Wei (1512-1593), especializado en qu pero también
en otras variedades de la poesía; y, por último, Ch en Zilon g
(1608-1647).

D in astía Q in g, período prolífico (1644-1911)

Esta última dinastía de Ch in a duró 267 años, y hasta la


Guerra del O pio ocurrida en 1840, fue un a sociedad feudal.
Tras dicha guerra, el país se convirtió en un a semicolon ia de
varias poten cias occidentales, con brotes del capitalismo,
pero semifeudal en esencia. Fue un a época en que prospera­
ron y florecieron la n ovela y el teatro, mientras que la poesía
siguió en un segun do plan o. Sin embargo, en cuanto a la can­
tidad de poem as com puestos, com o h em os señ alado al prin­
cipio de la in troducción , Q in g es prolífica y la más producti­
va de todas las dinastías.
Es también la que cuenta con el m ayor n úmero de poeti­
sas: en tan sólo la A n tología de poetisas de la época de Q in g, edi­

[54]
tada por Sh i Sh uyi en 1922, ya se incluyen 1262 autoras, y en
Estudio de las obras de las escritoras de todas las épocas de H u Wen-
kai, 3671 autoras de Qin g, que en su mayoría son poetas. En
cuanto a la calidad de la poesía de Qing, según Q ian Zhong-
shu, célebre escritor y estudioso del siglo xx, es inferior a la de
Tang y Son g, pero superior a la de Yuan y Ming.
Al prin cipio de la dinastía, la temática de la poesía estuvo
vinculada con la resistencia de los H an contra la invasión y la
dom in ación de los man ch úes, un a minoría n acion al del nor­
deste de Ch in a. M ás tarde, cuan do se calm aban los conflic­
tos, los poetas, representados por Yuan Mei (1716-1797), con ­
tinuaron la luch a que h abían empren dido los de M in g por la
libre expresión de la person alidad. A m ediados de Q in g sur­
gieron n um erosas corrientes y escuelas, dedicadas a m ejorar
la métrica y otros recursos técn icos, y h u bo un a aparente
prosperidad, pero sin con ten ido con sisten te. Gon g Zizh en
(1792-1841), el últim o poeta importante de la Ch in a feudal,
manifestó en sus obras su descontento por la sociedad existen­
te y su aspiración a otra mejor. Tras la Guerra del O pio, H uan g
Zunxian (1848-1905) y Liang Qich ao (1873-1929) protagoni­
zaron un a «revolución poética», abogan do por reflejar la rea­
lidad social y la vida de la gente de la época, aban don ar la imi­
tación de lo an tiguo e in troducir las ideas europeas, lo que
marca el final de la poesía clásica y el inicio de la moderna.
No faltan, por supuesto, buenos poetas. Además de los men­
cionados, cabe destacar a Gu Yanwu (1613-1682), Q ian Qianyi
(1582-1664), Zh u Yizh un (1629-1709), W ang Sh izh en (1634-
1711), Sh en Deqian (1673-1769), W eng Fanggang (1733-1818),
Zh ang W eiping (1780-1850), Wei Yuan (1794-1857), y sobre
todo a Wu Weiye (1609-1671) y Nalan Xingde (1655-1685).

La n u e v a p o e s ía d e l s ig l o x x

Desde finales del siglo xix, con la decaden cia y el empeora­


mien to econ óm ico cada vez m ás evidente del imperio, parte
de políticos e intelectuales realizaron un m ovim ien to para
promover la reforma y aprender del Occidente. Se construye­
ron fábricas modernas con la técnica occidental, se publicaron

[55]
traducciones de obras de autores europeos y norteamericanos,
y las ideas liberales com enzaron a difundirse. H u an g Zhun-
xian (1848-1905), Q iu Jin (1875-1907) y otros poetas plantea­
ron la necesidad de un a revolución en la poesía, pese a que
sus versos seguían siendo de la m odalidad clásica.
La verdadera revolución o reforma se inició sólo después
del derrum bam ien to de la din astía Q in g y la fun dación de
la República Ch in a en 1911. H u Sh i (1891-1962), un o de los
más célebres filólogos y escritores del siglo xx, form ado en Es­
tados Un idos y rector de la Un iversidad de Pekín durante
años, empren dió el movimien to reformador literario. Publicó
en enero de 1917 y en abril de 1918 llamamien tos a un cam­
bio tanto del con ten ido com o de la forma, a aban don ar la imi­
tación de lo antiguo y a escribir en chino contem poráneo en
vez del chino arcaico y clásico que n o entiende la gente de la
calle. Le siguió inmediatamente Ch en Duxiu (1880-1942), que
publicó en febrero de 1917 «Sobre la revolución literaria», pi­
dien do que se creara un a literatura popular, sencilla, realista y
social. Liu Ban n on g (1891-1934) enfatizó, por su parte, la ne­
cesidad de sustituir las complicadas viejas fórmulas métricas
por las nuevas.
Así n ació lo que los chinos llaman «Nueva Poesía», que pro­
clama un a profun da rotura con la poesía clásica, rotura con ­
sistente en el uso del lenguaje contem poráneo h ablado, en el
aban don o de las reglas clásicas en aras de versos libres y en la
apertura a un a temática much o más amplia, más vinculada
con la vida real de la gente. M uch os de los in n ovadores h a­
bían recibido educación en el Occidente o Jap ón y con ocían
bien la poesía m odern a occidental, de la que hacían cierta «im­
portación» o adaptación . Se puede decir que la nueva poesía
es, en lo esen cial, pr odu cto de un a com bin ación de la poe­
sía m odern a occiden tal y las ideas occidentales, incluidas las
marxistas, con la remanente influencia de la poesía tradicio­
nal china que siempre perman ecía en la mente de los poetas.
Las primeras obras de esta poesía aparecieron en enero
de 1918, en la revista de X in qin gn ian (Nueva juventud), y H u
Sh i era el que aportó más poem as. También fue el autor de la
primera an tología de esta poesía, Pruebas, editada en marzo
de 1920 en Sh an gh ai, que recoge 74 poem as suyos.

[56]
En agosto de 1921, salió a la luz L a D iosa, de Guo Moruo
(Gu M o jo ) (1892-1978), un o de los poetas más importantes
del siglo XX. O riun do del poblado Shawan, distrito Lesh an,
provin cia Sich aun, fue en 1914 a Japón , don de estudió medi­
cina, carrera que n o terminó para pasar a dedicarse a la litera­
tura. En 1918 com en zó a escribir poem as. En 1923 regresó a
Ch in a y dirigió la redacción de Creación , que era al prin cipio
revista literaria y después se convirtió en seman ario y diario.
De 1928 a 1937 vivió en Jap ón y tras volver a Ch in a, se im­
plicó en la lucha del Partido Com u n ista Ch in o. En 1951 fue
n om brado ministro de Cultura y en 1975, vicepresidente del
Com ité Permanente de la Asam blea Popular Nacion al, ocu­
pan do n um erosos altos cargos políticos com o buen amigo
person al de Mao. Poeta, dramaturgo y novelista, escribió tam­
bién n um erosos ensayos sobre historia, arqueología y cultura
china. Su antología L a D io sa reúne 64 poem as com puestos
entre 1918 y 1921, de temas variados, principalmente en ver­
sos libres. El libro produjo un fuerte im pacto y fue elogiado
por los críticos chinos com o obra maestra de rom anticismo
revolucionario, socialista y patriótico. A partir de 1936, añ o
en que declaró que «me gustaría ser h om bre de eslógan es po­
líticos y n o me importar ser poeta o n o», los poem as que es­
cribió tienen poca o n in gun a calidad com o lo demuestra los
siguientes «versos» suyos escritos en 1951: «El bom bardeo de
la central térmica del río Yalu / estremece a todos los pueblos
am an tes de la paz, / pr eocu pados p or la am pliación de la
guerra. / El gobierno y los generales de EE.UU. están prepara­
dos para extenderla, / y tienen su política para im pon er su he­
gem on ía en el m u n do, / que se inició antes del bom bardeo».
En esa época, proliferaron organ izacion es de escritores y
poetas, tales com o Asociación de Estudios Literarios, fun dada
en enero de 1921 y form ada por Liu Ban n on g (1891-1934),
Zhu Ziqin g (1898-1948), Bin g Xin (1900-), entre otros; la Socie­
dad de Poetas a la Orilla del Lago, surgida en febrero de 1922
en H an gzh ou, prom ovida por Ying Xiuren (1900-1933) y
W ang Jin gzh i (1902 - 1996). Pero las sociedades m ás im por­
tantes fueron la de Creación y la de Nueva Lun a. La primera
se fundó en julio de 1921, representada por Guo Moruo. La se­
gunda, fun dada en 1923 y formada por Xu Zh imo (1897-1931),

[57]
su in discutible líder, Wen Yiduo (1899-1946), Zh u Xian g
(1904-1933), Lin H uiyin (1904-1955), etc. Es la escuela que
fun cion ó m ás añ os y que dejó m ayor influencia en ese perío­
do: com pu so m ás poem as de calidad, se afanó por buscar
un a n ueva métrica distinta de la clásica, con resultado h ala­
güeño, e h izo sus contribucion es tam bién en la teoría, tra­
yen do así cierto florecimien to para la n ueva poesía en esas
décadas.
Xu Zh imo, posiblemente el m ejor lírico chino del siglo, n a­
cido en Haining, provincia Zhejiang, h izo sus estudios en
universidades de Sh angh ai, Tianjin y Pekín, En 1918 fue a Es­
tados Un idos para estudiar la carrera de finan zas y ban ca y
en 1921 a Inglaterra para estudiar econ om ía política. Em pezó
a escribir poem as en 1921. Trabajó durante años com o profe­
sor en varias un iversidades chinas y com o director de revis­
tas literarias. Falleció el 11 de n oviem bre de 1931 al viajar de
Nan jin a Pekín en un avión que se estrelló contra un a m on ­
taña cerca de Jin an . Sus poem as de am or son muy leídos y
aplaudidos, reunidos en Versos de Z h im o , Tigresferoces y N ubes
n avegan tes.
A finales de los añ os treinta, empezaron a cobrar im por­
tancia cada vez m ayor los versos de Ai Q in g (1910-1996), otro
poeta más célebre del siglo. Su n om bre original es Jian g Hai-
cheng. Nacido en Jin gh ua, provincia Zhejiang, creció en un a
zon a rural m on tañ osa. Graduado en el In stituto de Bellas Ar­
tes de H an gzh ou , fue en 1929 a Francia a estudiar pintura.
En 1932 regresó a Ch in a y com en zó a publicar poemas. En ju­
lio de ese añ o fue detenido por el gobiern o del Kuom in tan g
debido a sus actividades políticas y salió de la cárcel en octu­
bre de 1935. En 1944 participó en el Partido Com un ista, pero
al criticarlo en 1957, sufrió persecución de su Partido y del go­
bierno. Tildado de «derechista», fue enviado a «recibir la ree­
ducación » a un a granja fronteriza, sufriendo largos añ os sin
poder escribir nada. En 1979, al ser reh abilitado, pu do regre­
sar a Pekín y volver a escribir. Su creación poética se recoge en
A D ay an H e, E l norte, H acia el sol, A v iso de la au rora, Su segun da
m uerte, Can to a la luz, etc., que contien en versos de gran cali­
dad. Su poesía, excepto la de los primeros años, era principal­
men te social, que den unciaba las injusticias y la pobreza que

[58]
sufrían los trabajadores y can taba el patriotismo en la lucha
con tra la guerra de agresión japon esa.
Wen Yiduo fue otro poeta de gran ren ombre de la época.
Nacid o en Xish u i, provin cia H ubei, fue en 1922 a Estados
Un idos para estudiar en la facultad de bellas artes y publicó
allí su prim era an tología poética V elas rojas. En 1925 regresó
a Ch in a y trabajó primero en la redacción de un a revista lite­
raria y después en universidades com o profesor. En 1928 pu ­
blicó su segun da antología A gu as m uertas. En sus obras se
n ota la in fluen cia de la poesía clásica china y también la de la
poesía m odern a occidental. Promotor entusiasta de la crea­
ción de un a n ueva métrica, publicó artículos interesantes so­
bre el tema. Simpatizan te del Partido Com un ista, fue asesina­
do en 1946.
Entre los poetas m ás destacados de la primera m itad del
sigo n os lim itam os a m en cion ar tam bién a los siguien tes: Li
Jin fa (1900-1976), considerado com o representante del sim­
bolism o ch in o; Mu Dan (1918-1977), ign orado durante toda
su vida e in clu so m uch os añ os después de su fallecim ien to,
tien e excelen tes versos m odern istas; Feng Zh i (1905-1993);
Liu D ab ai (1880-1932); D ai W angsh u (1905 - 1950); Bian
Zh ilin (1910 - 2002); Bin g Xin (1900-1999); Kan g Baiqin g
(1896-1945), H e Q ifan g (1912-1977) y Zan g Kejia (1905-2004).
Según Zh u Ziqin g (1898-1948), poeta y crítico, h abía en ese
período tres corrientes o escuelas: la realista, la formalista em ­
peñ ada en buscar un a nueva métrica, y la simbolista, que re­
cibía la in fluencia de Baudalaire y Valéry. Se puede decir que
H u Sh i, Ai Q in g y Liu Dabai eran realistas; Xi Zh im o, Wen
Yiduo y ios otros de la corriente Nueva Lun a, formalistas; y
Li Jin fa, M u Dan , Dai W angshu, simbolistas.
La década cincuenta se in ició tras la fun dación de la Repú­
blica Popular en 1949 y la tom a del poder por el Partido C o ­
m un ista, que m arcó un antes y después para la n ueva poesía:
desapareció el m un do an im ado de poesía in n ovadora y m ul­
tiforme en que com petían diversas corrientes y escuelas, y
ahora, n o h abría más canto que el canto a M ao Zedon g (Mao
Tsetung), m áxim o jefe de la revolución comun ista, y a su Par­
tido. L a intervención en el Foro de Y arían sobre A rte y Literatu ra
de M ao, pu blicado en 1942 y sus directrices posteriores, resu­

[59]
m idas en el lem a de «Al servicio de los obreros, campesin os
y soldados, al servicio de la política del proletariado», se con ­
virtieron en un a especie de ley para los escritores, y el control
de la actividades literarias es ah ora estatal y coactivo. Los que
escriben obras que n o concuerdan o se sospech a que n o con-
cuerdan con dich o prin cipio son castigados y sus versos
proh ibidos. Adem ás, en los n um erosos m ovim ien tos polí­
ticos, los poetas, al igual que los demás intelectuales, son blan­
co preferido de ataques. M ao lan zó, en 1955, la cam pañ a
contra «la camarilla contrarrevolucionaria de H u Feng», des­
tacado poeta, prosista y crítico, y en 1957, la cam pañ a contra
«los derechistas». Tan to los «con trarrevolucion arios» com o
los «derechistas» son «enemigos del pu eblo» y tienen que ser
«aplastados por la dictadura del proletariado». En estos dos
m ovim ien tos, n ueve poetas de fam a fueron calificados de
con trarrevolucion arios, siete de ellos en carcelados largos
añ os, y vein ticinco, por lo m en os, etiquetados com o dere­
chistas, in cluido el fam osísim o Ai Q in g8. El propio H u Feng,
que acababa de publicar un largo poem a cantan do a M ao y
la fun dación de la República Popular, y varios de su «camari­
lla» pasaron más de veinticinco añ os en la prisión por sólo el
informe «Acerca de los trabajos en la literatura y el arte» pre­
sen tado por H u al Com it é Cen tral del Partido Com u n ista,
en el que expresó sus opin ion es y com en tarios críticos acer­
ca de la línea política de M ao en estos terrenos9. En 1959,
M ao desató la luch a con tra «los oportun istas de derecha» y
en 1966, la Revolución Cultural, que duró diez añ os y elimi­
n ó la poesía, y los m en cion ados poetas y m uch os otros su­
frieron un a persecución sin precedentes. En fin, las décadas
cincuenta, sesenta y setenta, fueron un gran desastre para la
poesía.

8 Son datos que se revelan en las páginas 28 y 113 de N u ev a h istoria de la poe­


sía contem poránea ch ina de H on g Zicheng y Liu Den gh an , editorial Universidad
de Pekín, 2005.
9 O tro ejem plo de la crueldad de esta persecución lo revela N u ev a h isto­
ria de la p oesía contem poránea ch in a: Ch an g Yao, por sólo dieciséis versos de
dos poem as, fue encarcelado m ás de veinte años desde 1957 (página 141 del
libro).

[60 ]
Con la muerte de M ao y la derrota de «la Ban da de los
Cuatro» liderada por su viuda Jian g Qin g, se inició la reforma
de Den g Xiaopin g y h u bo cierta moderación en el control de
las actividades literarias. En la década ochenta, h ubo un pe­
queñ o renacimiento y an im ación en la creación de la poesía.
Much os autores perseguidos fueron reh abilitados y volvieron
a tomar la plum a, entre ellos se destacan Ai Qin g, Gon g Liu
(1927-2003), Xiao Yanxiang (1933- ), Ch an g Yao (1934-2000),
que es, para algun os, un gran poeta del siglo, Liu Sh ah e
(1931-), Cai Q ijiao (1918- ). Los poem as de estos viejos poetas
«resucitados» reflejan sus sufrimientos vividos en esos años y
expon en sus reflexiones, sus sentimientos person ales y su es­
peran za en un m ejor futuro para el país.
Aparecieron poetas de nueva generación. Ya en la década
setenta, h abía jóven es que empezaron a escribir poesía, y eran
principalmente del «Grupo poético de Baiyangdian», forma­
do por M an g Ke (1950-), D u o Dú o (1951) y algun os com pa­
ñeros suyos, todos estudiantes enviados a la zon a lacustre Bai­
yan gdian de Hebei para «recibir la reeducación de los campe­
sinos» y que vivían allí varios años.
El 23 de diciembre de 1978, salió a la luz la revista H oy (Jin -
tian ), dirigida por Bei D ao (1949-) y M an g Ke, impresa en ci-
clostil, pegada en la plaza de Tian An Men y en las paredes de
algunos edificios oficiales, editoras, y distribuida en cam pus
universitarios por los propios autores. Se publicaron nueve
n úm eros de la revista y cuatro libros de la colección H oy. Su
aparición proclam ó el surgimiento de un a nueva corriente:
«Poesía Nebulosa», com o reacción o rebeldía en contra de la
nueva poesía de las últimas tres décadas, llenas de palabras
rim bom ban tes y vacías y de eslóganes políticos, y también
com o un a protesta política y social. Lo podem os percibir en
el poem a «De un a generación» de Gu Ch en g (1956- 1993) de
sólo dos versos: «La oscuridad de la noche me dio ojos negros,
/ y yo los utilizo para buscar la luz». También en el de Bei Dao
titulado «Respuesta», com puesto inmediatamente después de
la protesta de los estudiantes en Tian An M en en el Incidente
del 5 de abril de 1976 en que se detuvieron y golpearon a m u­
chos man ifestan tes: «O h m un do, te digo que n o te creo. / Si
bajo tus pies hay mil person as que te desafían, / aquí me tie-

[6i]
nes y soy el n úm ero mil y un o. / N o creo que el cielo sea azul,
/ no creo en el eco de los truenos, / n o creo que sean falsos los
sueños, / n o creo que n o h aya juicios después de la muerte».
En diciembre de 1980, la revista H oy tuvo que cerrarse por la
exigencia de la policía de Pekín, que orden ó también el cese
de todas las actividades de su personal. Pero esta com en te ya
se volvió irresistible, barrió rápidamen te el país y trajo un
boom de la poesía en la década.
En cuan to al nombre de Poesía Nebulosa, el calificativo fue
aplicado prim ero por Zh an g M in g, un crítico adverso, y
aceptado pron to por el público. La acepción de la palabra es
«borroso, difícil de ver con claridad» y significa «oscuro», «am ­
biguo» y «difícil de comprender», ya que los poetas rechazan
el trillado lenguaje acostum brado de las últimas décadas y
buscan dicción nueva, fresca y original. Com o señala Fem an ­
do Pérez Barreiro Nolla en su artículo «La larga m arch a de la
poesía china modern a», estas dificultades vienen prin cipal­
mente de las «yuxtaposiciones inesperadas, las elipsis, la dis­
torsión sintáctica, el on irismo de las imágenes, la ausencia de
ayudas lógicas para facilitar las transiciones»10. Se trata de «unos
primeros intentos experimentalistas y vanguardistas, con téc­
nicas rústicamente imitadas y un espíritu más romántico que
m odern ista»11.
Los principales representantes de esta com en te son Bei
Dao, Gu Ch en g y Sh u Tin g (1952-). Bei Dao, seudón im o de
Zh ao Zhengkai, n acido en 1949 en Pekín, h abien do termina­
do la educación secundaria en los añ os de la Revolución Cu l­
tural en que n o h abía posibilidad de ir a la universidad, tra­
bajó com o obrero en un a fábrica. Publicó Colección de B ei
D ao, N iev e v iga, E l p asillo , P aisaje sobre cero, Play a descon ocida.
etc., y desde 1990 reside en Estados Un idos.
Gu Ch en g, h ijo de Gu Gon g, poeta, n acido en Pekín, se
fue en 1969 a vivir en un a zon a rural de Sh an gdon g junto con
su padre, enviado allí a recibir la «reeducación», que consistía

10 Revista SER T A de UNED, núm. 9 de 2006-2007, página 179.


11 H u Xudon g: Breve introducción de la poesía contemporánea china, re­
vista Ficciones, especial primavera/verano 1999, pág. 22.
en cuidar cerdos, y regresó a Pekín en 1974. A partir de 1987
residió en Nueva Zelan dia y se suicidó en octubre de 1993.
Dejó los versos recogidos en Florecilla sin nom bre, O jos negros y
otras colecciones.
Sh u Ting, la poetisa m ás con ocida de los últim os añ os, tra­
bajó un tiempo en el cam po y después en la fábrica de fun di­
ción y la de bom billas de Xiamen. Es la autora de L a barca de
dos m ástiles, E l últim o can to fún ebre, Poesía de Sh u Ting, etc.
Se destacan también, entre los de Poesía Nebulosa, Dú o
D u o (1951-), Yang Lian (1955- ), Jian g H e (1949- ) y Lian g
Xiaobin (1954-).
A m ediados y finales de los años och enta, irrumpió un a
nueva generación, con ocida com o Post n ebulosa o la tercera
generación (la primera es, según los que propon en el n om ­
bre, la de los primeros añ os de la fun dación de la República
Popular y la segun da, la Nebulosa). Son prin cipalmen te poe­
tas aún más jóven es, n acidos en los años sesenta, que n o h a­
bían podido con ocer a fon do lo que sufrieron las generacio­
nes anteriores y que se enfrentaban ah ora a la n ueva realidad
com plicada, de econ om ía de mercado y h asta de un capita­
lism o salvaje. Descon ten tos con la rápida im plan tación de la
Poesía Nebulosa com o m odelo en la creación de un a n ueva
poesía y la excesiva solem n idad y protagon ism o de sus poe­
tas, con sideraban que aun que la Nebulosa abrió el camin o
para la exploración de n uevas posibilidades, n o debía signifi­
car su fin n i ser un obstáculo. Se preocupaban m ás por los de­
talles de la vida diaria, poseían con ocim ien tos más am plios y
profun dos de la poesía m odern a occidental y querían cam ­
biar y superar.
Proliferaron revistas n o autorizadas que agrupaban a auto­
res que compartían un a m ism a idea o vivían en una misma
zon a. En numerosas universidades se formaron grupos de nue­
vos autores y se observaba un gran en tusiasm o por la poesía.
Con el reflejo de la Poesía Nebulosa, Pekín estaba perdiendo
su peso en las actividades creadoras a favor de algunas provin­
cias del sur com o Nan jin , Sh an gh ai, Yunnan, Güizh ou y so­
bre todo, Sich uan, don de vivían m uch os poetas de fama, y las
universidades eran centro de estas actividades. Al igual que
los Nebulosos, las obras de esta n ueva generación se publica-

[63]
ban principalmente en revistas n o autorizadas y colecciones
clandestinas. Las revistas y también las escuelas que represen­
tan con m ayor influencia e importan cia son : N o y no (Fei Fei),
protagonizada p o r Yang Li (1962-) y Zh ou Lun you (1952-);
H om bre rústico (M an g H an ), por Li Yawei (1963-) y W an Xia
(1962- ); Ellos (T a M en ),p o r H an Don g (1961), Yu Jian (1954-)
y Zhai Yongming (1955-) (poetisa); y Tendencia (Q in gxian g),
por Xi Ch uan (1963-) y Ch en Don gdon g (1961-).
Surgieron m uch os ismos y diversos postulados que refleja­
ban y difun dían estas revistas, y suscitaron n um erosos deba­
tes, y el más fuerte fue entre los poetas de la llam ada tenden­
cia «escritura intelectual» que se interesaban por asimilar poé­
ticas modernistas, por un lado, y por el otro, los de «escritura
popular», que prom ovía la lengua h ablada y reproch aban «el
servilismo h acia la literatura occidental».
El trágico y sangriento suceso político de Tian An Men de
jun io de 1989 ech ó un jarro de agua fría a la poesía y desan i­
m ó a m uch os poetas, algunos de ellos se exiliaron al extranje­
ro. Llegada la década noventa, el comercialismo de mercado
puso a los poetas ante una realidad dura y dramática y m u­
chos tenían que preocuparse por el problem a de subsisten cia:
n o pocos autores abandon aron el parn aso para pasar al m un ­
do de los negocios. La poesía perdió su protagonismo y rele­
vancia en la cultura y estaba siendo marginada. Sin embargo,
algunos poetas de la tercera generación h abían entrado en la
etapa de madurez en sus creaciones y surgieron nuevos auto­
res con mejor preparación poética.
Entre los de la tercera generación sobresalen los m en cion a­
dos Yu Jian , H an Don g, Xi Ch aun , Zh ai Yon gmin g, Ch en
Don gdong, y también Hai Zi (1964-1989), Ge Mai (1967-1991),
dos poetas de gran talento que se suicidaron un o tras otro en
poco tiem po; O uyan g Jian gh e (1956-), Zh an g Sh u gu an g
(1956-), W ang Jiaxin (1957-), Sun W enbo (1959-), Xiao Kaiyu
(I960-), Zh ang Zao (1961-), Zan g D i (1964), Xu Du (1967), Yu
Sh a (1966- ), H u Xudon g (1974-).
Cabe señalar que paralelamente con el desarrollo de la n ue­
va poesía, una pequeñ a parte de poetas siguen escribiendo en
la m odalidad clásica, por su costumbre, afición o la influencia
de Mao.

[64]
En fin, el siglo xx, con largos añ os de guerras, de dictadu­
ras y de persecucion es políticas e ideológicas, n o fue ningún
siglo de oro para la poesía china, al contrario, h a sido un a pá­
gina m uy poco brillante de ella. La n ueva poesía n o h a reci­
bido aún la aceptación del público y los lectores prefieren los
versos clásicos. Sin embargo, deberá ser interesante y prom e­
tedora por tener ya poem as de calidad y contar con autores
jóven es mejor form ados que h an dem ostrado su talento.

T e m á t ic a

Al referimos a los poetas sobresalientes de las diferentes


épocas, h emos h ablado también un poco sobre los motivos de
sus obras y, por consiguiente, los de la poesía china. A m odo
de resumen, querem os destacar:
La exaltación de la naturaleza, descripción de la belleza del
paisaje, generalmente en fun ción de determinados estados de
án im o del autor, de algún sentimiento o idea que quiere ex­
presar. Este fen óm en o se explica, tal vez, porque Ch in a ha
sido un país agrícola durante milen ios y su pueblo está estre­
ch amente ligado a la tierra y m uy sensible a la naturaleza.
La n ostalgia. Q u izá sea el tema m ás frecuente de la lírica
china. Nostalgia por los tiem pos que transcurren , por anti­
guas costumbres que desaparecen, por el suelo natal, por la
person a am ada o amigo ausente, por la tranquilidad y sole­
dad, por las flores caídas con el viento, etc.
La separación , la despedida y el distan ciam ien to geográfi­
co de los seres queridos, que eran prácticas m uy repetidas en
esas épocas, por ser imprescin dibles los con stan tes desplaza­
mien tos para los literatos: ten ían que viajar com o boh em ios
para con ocer sitios o gentes que después les servirían de fuen­
te de inspiración ; tenían que viajar en busca de un a oportun i­
dad para con ocer a algún person aje importan te que les ayuda­
ra a con seguir un em pleo público o les abriera el camin o a la
corte; tenían que viajar a la capital de la provincia y después
a la del imperio para concurrir a los exámenes a fin de obte­
ner un cargo de fun cion ario, que era, según la enseñ an za con-
fuciana, el mejor m odo de hacer algo provech oso para el pue-

[65]
bio, y era también, para much os, un a n ecesidad econ ómica,
y, tras conseguirlo, tenían que trasladarse don de les asignaran,
o donde les desterraran en caso de caer en desgracia de los go­
bernantes. Las guerras también eran causas de separacion es y
despedidas.
La invitación a la vida libre y retirada, a huir de los bulli­
cios y contiendas del m un do. Éstos poem as, sobre todo, los
de Tao Yuanming (siglo v) y los de W ang Wei (siglo v i i i ), n os
recuerdan a grandes líricos españoles, com o Jorge Man rique y
Fray Luis de León , y se podría decir que son , en cierta mane­
ra, predecesores de éstos. Com parem os los siguientes versos
de Fray Luis de León y los de Tao Yuanming y de Guan
Zh on gji (siglo x i i i ), y n os sorprenderá su gran similitud:

¡Q u é d escan sad a vid a


la d el q u e h u y e d el m u n d an al r u id o
y sigu e la esco n d id a
sen d a p o r d o n d e h an id o
los p o c o s sa b io s q u e en el m u n d o h an sid o!

A m í u n a p ob r ecilla
m e sa, d e am ab le p az b ie n ab ast ad a,
m e b ast e, y la baxilla
d e fin o or o labr ad a
sea d e q u ie n la m ar n o t em e airad a.
Y m ien t r as m iserab le­
m e n t e se est án lo s ot r os ab r asan d o
en sed in saciab le
del n o d u r ab le m an d o ,
t en d id o y o a la so m b r a esté can t an d o.

V id a r et ir ad a (Fr ay Lu is d e León )

P or fin h e r egr esad o a m i fin ca,


y est oy aq u í, c o m o labr ad or ,
r o t u r an d o lo s cam p o s y e r m os d el sur.
T e n go p o c a tierra
y u n as cu an t as ch oz as.
O lm o s y sau ce s d an so m b r a a m i casa,
y veo p e r as y m elo co t o n e s,
q u e crecen d elan t e d e la ven t an a.

[66]
A lo lejo s se p er cib e n
r u id o s y v o ce s d e u n p u e b lo .
D e cer ca v e o t en u es h u m o s,
q u e se elevan sob r e las ch im en eas.
U n p er r o lad r a al fo n d o d e la calle,
y u n gallo can t a sob r e u n a m or er a.
E n m i casa t o d o es t r an q u ilid ad ,
ale jad o d e t u m u lt o s y b u llicios.
H e d e jad o p ar a siem p r e jam ás
aq u ella v id a en jau lad a,
y logr é vo lv er al Y O d e ver d ad .

R e t o m o al c am p o (T ao Yu an m in g)

La cu m b r e d el p o d e r
a q u e asp ir an lo s h o m b r e s
es ser p r ín cip e o rey,
c o n fam a, glor ias y r iq u eza,
p er o sin libert ad.
Y o p r efier o algo m ejo r :
T o m a r u n a b ar q u illa,
d isfru tar d e la lu n a
y, can t a n d o alt o al vie n t o ,
alejar m e d e este m u n d o .

C a n t o d el b ar q u e r o (G u an Z h o n gji)

La am istad. H a h abido in n um erables poem as dedicados


a los am igos. En algun as din astías en que la poesía se h abía
convertido en un veh ículo de comun icación, com o ocurrió
en Tang y Son g, para los poetas, e incluso para los que sabían
un poco de versificar, escribir un poem a para un amigo era
tan sim ple com o dejarle un recados o enviarle un a carta en
nuestros días, y además, era un acto que inspiraba respeto.
El amor. Este tema, m otivo eterno de la literatura, n o deja
de serlo en la poesía china, aun que con ciertas peculiaridades
que detallaremos más adelante.
El cariño por los familiares, sobre todo, por la madre, por
los h ijos, por los hermanos.
El vin o, o m ejor dicho, la bebida alcoh ólica, ya que en chi­
no la palabra jiu (vino) n o se limita al de uvas. Es fuente de

[67]
inspiración para num erosos poetas. El estado de ebriedad era,
para ellos, el m ejor com pañero de la Musa.
La descripción de la vida y el trabajo en el cam po o en zo­
nas fronterizas, a la cual están dedicadas dos corrientes impor­
tantes que se llaman «escuela de poesía de cam po» y «escuela
de poesía de frontera».
La den un cia y protesta social. Con tra las injusticias, los
abusos de los mandarines y la diferencia abism al entre la lujo­
sa vida de los ricos y la miseria de los pobres, se yerguen los
poetas de la escuela del realismo chino, con profun da sim pa­
tía h acia los desam parados y desfavorecidos, m anifestando
un h um an itarismo con movedor.
La guerra. Gen eralmente, está den tro del tem a anterior:
protesta contra los sufrimien tos que ésta acarrea a la gente
sencilla.
En síntesis, com o lo h abrá com probado el lector, los m oti­
vos de esta poesía son múltiples, pero están dentro del reper­
torio universal de im pulsos poéticos, pese a las peculiaridades
que tiene, ya que el chino, com o ser h um an o, es igual en sus
sentimientos y destinos a cualquier otro ser h um an o que h a­
bite cualquier rincón del m un do.

A l g u n a s c a r a c t e r íst ic a s d e l a p o e s ía c h in a

Es difícil señalar todas las peculiaridades de la poesía china,


ya que es un tema com plicado que requiere un estudio pro­
fun do que está fuera de nuestro propósito. Nos lim itam os a
señalar las que n os parecen más relevantes:

I. Emparejamiento o combinación de la poesía con la músi­


ca. Com o h emos indicado, la primera antología poética Sh ifin g
fue una colección de canciones populares revisadas por Confú-
cio u otros letrados. Los versos del primer poeta Q u Yuan y de
su discípulo Son g Yu, que eran sh i ya divorciados de la música,
aún tenían un sello profundo de las coplas del sur del país. En
las dinastías posteriores, el shi, separado definitivamente de la
música, se desarrolló y alcanzó en Tang su pun to culminante.
Sin embargo, con el establecimiento de Yuefú (Departamento

[68 ]
de Música) en H an y el nacimiento de la poesía del mismo n om­
bre, y con el surgimiento y proliferación del ci en Son g y del qu
en Yuan, la música volvió a cobrar, una y otra vez, su importan­
cia en la poesía. En fin, su unión con ésta ha sido perdurable.
II. Estrecho vín culo de la poesía con la pintura y la caligra­
fía. Para los chinos, la poesía y la pin tura comparten un a m is­
m a fuente y las tres artes utilizan un m ism o instrumento, el
pin cel. Cad a pin celada y cada trazo expresan la em oción y
el espíritu del pin tor y del calígrafo, al igual que el poeta que
lo hace con los caracteres. Com o un o de los m otivos m ás fa­
voritos de la poesía y pintura es la exaltación de la naturaleza
y la descripción paisajística, n um erosos poem as parecen pin ­
tura, siendo m uch os autores excelentes pintores, com o W ang
Wei, Tang Yin y otros. A esta com bin ación contribuye tam­
bién la costumbre de caligrafiar versos en el espacio vacío de
los cuadros a m odo de título o texto ilustrativo. Com o fruto
de esta asociación , nace un género poético que n o existe en
n in gún otro país y es lo que se llama tih uash i, que significa
«versos sobre pintura»: son poem as que se escriben en un si­
tio de la pintura. T ih uash i se inició en el siglo vi y alcanzó su
apogeo en la dinastía Qin g, en el siglo xx, en que se publica­
ron volum in osas antologías.
III. Ausencia de la épica. N o h ubo exaltación ni elogio de
las armas, y al h ablar de la guerra, casi siempre se la asocia con
las desgracias y las calamidades que conlleva. H u bo algunos
poem as que en com ian el h eroísmo de los combatientes en
defen sa de la patria, pero son los m en os y también con un
fon do triste por las tragedias y desastres que estas con tien das
supon en.
IV. Ausen cia de poetas profesionales. Los que se dedican a
este género literario son principalmente letrados que desem­
peñ an diversos cargos públicos, pero n o faltan autores entre
los altos funcionarios, n obles, gente de diferentes oficios, in­
cluidos trabajos rudos o profesiones poco prestigiosas.
V. Poderosa influencia del con fucian ism o, del budism o y
del taoísm o, tan to en los temas com o en el con ten ido. Con ­
cretamente, algun os asun tos arriba m en cion ados, y también
la estrecha ligazón de la poesía china con la realidad sociopo-
lítica, son derivados de ía idea con fucian a de que un buen li­

[ 69 ]
terato debe servir al soberan o y hacer algo beneficioso para el
pueblo, de que h ay que amar al prójim o, y de que la poesía tie­
ne un a importante función didáctica y de moraleja, jun to con
su principio filosófico de colocarse y mantenerse en el Ju sto
Medio, sin incurrir en los extremos de ningún tipo de duali­
dad. Por otro lado, los postulados budistas consistentes en la
absoluta despreocupación por los intereses materiales m un da­
nales, en la extinción de toda pasión e in quietud y en la supe­
ración o purificación del alma y del espíritu mediante la prác­
tica de la m editación o con tem plación , así com o la actitud
taoísta de dejar correr las cosas sin actuar en n ada en su con ­
tra n i forzar su cam bio, y de vivir en armon ía con la natura­
leza e identificarse con el universo, también h an dado origen
a muchas obras que exhortan a la vida retirada y tranquila.
VI. Peculiar m an era de abordar el am or y la am istad.
Com o producto de un a sociedad feudal agrícola milenaria en
la que la presencia del varón era decisiva para la econ om ía e
incluso la protección de la familia, especialmente en tiempos
de caos y de guerra, existía siempre la superioridad del h om ­
bre sobre la mujer, superioridad un ida a la de la lealtad al so­
berano y a los amigos por encima del amor, precon izadas por
el con fu cian ism o. De m odo que el am or era con siderado
com o algo privado y biológico, no del todo exento de la n e­
cesidad fisiológica, mientras que la amistad era m uy aprecia­
da com o un acto social, un a cualidad sublime que se cultiva­
ba entre los caballeros y que form aba parte integrante de la
caballerosidad y del buen com portam ien to. Para m uch os chi­
n os de esas épocas, lo erótico era indecente o improceden te y
se debía evitar en público, sobre todo, en un género literario
tan n oble com o la poesía. La con secuencia de todo ello se
manifiesta en lo siguiente:
Hay más obras sobre la amistad que sobre el amor en la pro­
ducción de los fam osos poetas en general, aun que n o falten
excelentes poetas que escriben principalmente sobre el amor.
En cam bio, en Sh iJin g y en la poesía y u efu cuyos autores son
an ón im os en su mayoría, el am or tiene much o más peso que
la amistad.
La m anera de expresar el am or en los versos chinos es m uy
diferente de la occidental, y es, generalmente, moderada, conte-

[70]
nida, sugerente y elíptica, sin que dejen de ser profun dos y con ­
movedores para quien se empape en ellos. A esta peculiaridad
también contribuye el carácter n acion al del chino, que es
poco efusivo y bastante reacio a exteriorizar los afectos ínti­
m os en público. Sin embargo, en los poem as producidos so­
bre la base de las coplas o can cion es populares, en el ci, el qu
y las obras de las poetisas representadas por Li Q in gzh ao y
Zh u Sh u zh en (1127-1279), su can to al am or es m ás directo,
y a veces fervoroso. Por otra parte, las descripciones eróticas
las reservan los chinos para la novela, un género m en os culto
y más popu lar que la lírica.
Den tro de los poem as sobre el amor, h ay m ás obras escri­
tas en tercera person a que en la primera (yo), o sea, prevalece
el m odo objetivo de abordarlo. Ocurre todo lo contrario en
los versos sobre la am istad: se prefiere manifestarla de mane­
ra subjetiva (desde el yo). A ello hay que añadir otra particu­
laridad singular en la poesía: m uch os autores varon es adoptan
la actitud de la mujer sufrida em pleando su ton o para contar
lo que siente, com o lo vem os en el siguiente ejemplo de
Zh ang Jiulin g:

D e sp u é s q u e salist e d e casa,
d e jo el t elar ab an d o n ad o .
¡C ó m o p ie n so en ti, m i am or !
So y c o m o u n a lu n a llen a,
q u e ve, cad a n o ch e q u e p asa,
m e n gu ar su esp len d or .

D e sp u é s d e tu salid a

Adem ás, es reducido el n úmero de las poetisas en com pa­


ración con el de los poetas h ombres. La R ecopilación com pleta
de la p oesía de Tang, que reúne casi 2.300 autores, incluye n ada
más que 132 poetisas, con escasas obras.
VII. La brevedad y con cisión . Es otra característica de esta
poesía, h ablando en término general, ya que n o faltan poe­
mas largos. Este fen óm en o se explica, entre otras cosas, por el
carácter m on osilábico del chino antiguo y consiguientemen­
te su concisión , ya que puede expresar con un solo jeroglífico
lo que debe expresar con varios el chino con tem porán eo. Es

[71]
m uy frecuente encontrar, en los estudios o antologías com en ­
tadas publicadas en este siglo, que un verso antiguo tiene que
ser traducido con dos o tres al chino de h oy12. Adem ás, du­
rante largas épocas, la crítica y los propios escritores abogaban
por la concisión y brevedad para la mejora de la calidad y la
divulgación de la poesía, y, en efecto, los versos más fam osos
son precisamente los de cuatro y de och o versos (líneas), de
cinco o siete sílabas, com o algunos de Li Bai.
Respecto a esta brevedad y simplicidad aparente, creo m uy
acertada la apreciación hecha por Raúl A. Ruy en su libro Poe­
tas chinos de la d in astía Tang que n o quiero dejar de citar: «Un
rasgo favorito de su verso es la detención brusca... Para esta
n ación de artistas de em oción , el sabor del té es asun to de
poca importan cia; lo que persiste y deleita es su aroma. Los
poem as de Tang (lo m ism o podem os decir de toda la poesía
clásica china — n ota nuestra) están llenos de este aroma sutil,
de esta dom in an te y sugestiva fragancia que se prolon ga aun
cuando los versos h an cesado»13.
Ligada con esta con cisión , es n otoria la am bigüedad de al­
gun os textos, a veces deliberada, utilizada com o recurso li­
terario, m edian te la elipsis de pron om bres personales que sir­
ven de sujetos de las frases y la om isión de las llam adas «pa­
labras vacías» (preposiciones, con jun cion es, comparativos) a
favor del uso de «palabras llenas» (verbos, sustan tivos, adjeti­
vos), de m odo que el verso se condense en un concentrado
de sentido, apto para expresar cierta simbiosis sutil entre el
h ombre y el m un do a través de la com bin ación del senti­
mien to interior con el paisaje exterior y dar cierta universali­
dad a lo que se describe. Así que de un m ism o verso puede
h aber a veces dos o más interpretaciones distintas, y que to­

12 En la A n tología de la poesía Tan g tradu cida al chino actu al (Tanshi jinyi ji),
publicada por la Editorial Literatura del Pueblo de Pekín en 1988 y elaborada
con la colaboración de más de 150 expertos y poetas ch inos de gran prestigio,
de los 96 lüsh i (poem as de och o versos) sólo 37 son traducidos con el m is­
m o número de versos, y 39, con más del doble. De los 148 ju eju (cuartetos),
sólo 50 son traducidos como cuartetos, y 71, con más de och o versos, entre
los cuales, 14 con m ás de doce versos.
13 Raúl A. Ruy, Poetas cbim s de la din astía T an g, Buen os Aires, Librería H a­
chette, 1977, pág. 9.

[7*]
das son razon ables, aceptadas por los expertos. Un ejemplo
típico lo podem os ver en el poem a Contem plación prim av eral
de la págin a 78 y la n ota 15. Esta am bigüedad lleva al sin ólo­
go peruano Guillermo Dañ in o a afirmar, en su libro L a p ago­
d a blan ca, que «la lengua poética de los Tan g es ambigua».
VIII. La reiteración de algunas imágenes, figuras y expre­
siones. Son m uy usuales la luna, flor, crisantemos, bam bú,
sauces, m ontañ a, río, mar, arroyo, nubes, cielo, viento, brisa,
rocío, niebla, escarcha, sol poniente, pájaro, barca, vela, copa,
vin o, verde, rojo, son rosado, azul, etc.
Al lector incipiente en esta poesía le podría aburrir esta re­
petición , que, sin embargo, n o impide de n in gún m odo que
los poetas creen su m un do original, ya que vien e siempre m a­
tizada por la pin celada justa que revela sus sentimientos y
emocion es. Es algo parecido a lo que ocurre con el arte culi­
naria: un buen cocinero, emplean do incluso la m ism a carne
y los m ism os condim en tos de siempre, pero variando un poco
la proporción o la form a de cocinar, puede preparar un plato
delicioso, diferente de los otros. Para un buen gastrón om o, lo
que interesa n o es matar el hambre, llenarse el estóm ago y en­
gullírselo todo de un bocado, sino degustar, saborear y disfru­
tar. Doñ a Marcela de Ju an dice con razón : «... a pesar de esta
aparente m on ocordia, este m un do lírico (la poesía china) es
tan am plio y ecléctico, tan universal y am bicioso, que a veces,
con much a frecuencia, llega incluso a salirse de los límites se­
ñ alados por las preceptivas occidentales a la poesía lírica, y el
poem a se con fun de con el aforismo, con el pensamien to filo­
sófico..., con la anécdota, con el cuadro de costumbres, con la
crón ica y... con la m ism ísim a «protesta social tan de h oy...»14.
Por otra parte, h ay que tener en cuen ta que la idea que ob ­
tiene el lector h ispanoh ablan te de un a figura o metáfora no
siempre coin cide con la que el autor quiere expresar, debido
a la diferencia del idiom a y de la costumbre. Por ejemplo,
para el chino, el vien to del este alude generalmente algo be­
nign o, bon dadoso, favorable, mientras que el vien to del oes­

14 Poesía ch in a: del siglo x x u a.C . a la s canciones de la Revolución Cultural, M a­


drid, Alianza Editorial, 1973, pág. 15.

[73]
te o del norte im plica muchas veces rigor, frialdad, crueldad,
o algo muy desfavorable. Lo verde evoca vitalidad, lozanía,
vigor, sin n ingún sentido peyorativo; y lo rojo se relaciona a
m enudo con la felicidad y la prosperidad. La primavera sugie­
re juventud y vigor, y su paso es siempre m otivo de nostalgia;
en cambio, el otoñ o se asocia más bien con la cercanía de la
vejez, con la decaden cia o declinación, y suscita lamentos y
tristeza, com o se puede observar en varios poem as de Du Fu.
Para expresar repudio por algo sucio, indecente o indigno que
se ha visto, puede decirse en chino «lavarse los ojos», y en su
«Poema al estilo antiguo», Li Bai men cion ó al «insigne anciano
que se lavó las ojeras», el legendario ermitaño Su Yu, que lo
hizo por haber escuchado una propuesta que le pareció degra­
dante: un a invitación a que participara en el gobierno. «La be­
lla», en vez de ser un a mujer h ermosa, puede ser un buen ami­
go o el monarca, del que el poeta espera que reconozca su ca­
pacidad y talento y le dé oportun idad para ponerlos en juego
al servicio del país.
No obstante, el lector n o tendrá por qué preocuparse de­
masiado, ya que por el contexto del poem a puede sacar gene­
ralmente un a idea correcta; y además, si es preciso, coloca­
m os una n ota aclaratoria. En cuan to a los poemas en que se
compara al m onarca con «la bella» o en que es posible pero
n o seguro que h aya tal comparación por existir divergencias
en la interpretación, tam poco estaría mal, com o señalan algu­
n os críticos chinos, considerarlos com o puros versos de amor,
ya que son , en much os casos, excelentes líricos.
IX. Frecuente uso de versos dísticos, de paralelismos y an­
títesis, que será com en tado más adelante.

T é c n ic a

En esta parte se aborda la métrica (rima y ritmo) y un recur­


so técnico importante, que es el duizh an g o d u iou , algo pareci­
do al paralelismo, pero que también puede contener antítesis.
H em os señ alado que algunos elementos de la poesía china
m uy inherentes al idiom a desaparecen irremediablemente
con la traducción pese a los esfuerzos del traductor, y lo que

[74]
vam os a tratar aquí es precisamente parte de estos elementos.
Tenemos por objetivo acercar al lector español al original, para
que saboree un poco la belleza poética que n o se percibe en la
lectura de los textos traducidos y comparta en cierta m edida lo
que disfruta el lector chino. De este m odo, quedaríamos más
tranquilos ante los genios del plectro chino, quienes verían sin
duda disgustados mermada o descartada la belleza estructural,
formal y fón ica de sus versos en las traducciones.
Presentamos de form a breve algunos aspectos sobre la fo­
nética. La lengua china, especialmente la antigua, es m on osi­
lábica, en la que un carácter, que se pron un cia com o un a síla­
ba, es también un a palabra, circunstancia que h a cam biado
m uch o en el chino m odern o, que tiene n um erosas palabras
de dos o tres sílabas. Todas las sílabas terminan con vocal o
con un a vocal un ida con son ido nasal («n» o «ng»).
N o existen acen tos, y en su lugar h ay cuatro ton os, que
son in flexion es que form an parte intrín seca de cada pala­
bra. En la an tigüedad, los cuatro ton os eran «llan o» (pin g),
«ascen den te» (sh an g), «descen den te» (qu) y «m u y breve» (ru ),
y este últim o h a desaparecido en nuestra época. Los cuatro
ton os son h oy día: «alto-llan o», «alto-ascenden te» (am bos
corr espon den al «llan o» an tiguo), «descen dente-ascenden-
te» (descien de de la altura sem ibaja a la baja y luego sube a
la sem ialta) y «descen den te», (descien de de la alta a la baja),
y corr espon den al segu n d o y tercero del an tiguo ch in o, res­
pectivam en te.
La diferencia del ton o supon e la diferencia del significado
de la palabra y generalmente también del jeroglífico. Los to­
n os son explotados en la poesía com o un m edio importante
de la métrica, especialmente, del ritmo.

R im a

La rima china se produce p or la igualdad o iden tidad de


las vocales situadas en la últim a sílaba de los versos seguidos
o cercan os y, a diferen cia de la métrica castellana, n o h ay que
tener en cuenta las otras sílabas finales de éstos por n o existir
acentos.

[75]
Desde la aparición de la poesía china, la rima h a sido utili­
zada com o un recurso indispensable para dar musicalidad a
los poem as y está siempre presente en ellos. Ya en la dinastía
Sui (siglo vi), aparecieron los primeros diccionarios de rima.
En épocas posteriores se profun dizó el estudio, y en los dic­
cionarios de Yuan y Q in g las rimas del sh i reunidas ascienden
a 106, y los caracteres que las representan son much ísimo m ás
numerosos.
N o son iguales las reglas de la rima en los dos tipos de sh i:
en los gu ti sh i (poemas de estilo antiguo) hay más libertad que
en los jin t i sh i (poemas de estilo m odern o), por n o tener en
consideración el ton o de la rima y, por consiguiente, n o h ay
restricción al respecto. En cambio, en estos últim os sólo es
permisible rimar las sílabas de ton o llan o (pin g), así que entre
las 106 rimas de sh i establecidas sólo pueden emplearse 30 de
este tono. Adem ás, los esquemas son más rigurosos.
Sus principales reglas, aparte de la indicada, son :
Primera: Deben rimar los versos pares, permitiendo hacer­
lo también el primero. Si usam os R para indicar la rima, y el
signo — , verso n o rimado, entonces la fórmula es: — R — R
— R — R , o R R — R — R — R.
Segun da: N o se puede cambiar de rima dentro de un m is­
m o poem a, por ejemplo, si la rima es A, tendrá que ser: — A
— A — A — A, o A A — A — A — A, pero n o: — A — A
— B — β.
Tercera: N o se debe repetir ningún carácter rimado.
Los gu ti sh i n o sufren estas limitaciones: se pueden rimar
los versos seguidos (A A A A) y n o sólo los altern os ( — A
— A — A — A), se puede cambiar de rima en u n m ism o poe­
m a (— A — A — B — B — C — C...), se puede rimar con
intervalo de dos o tres versos (------ R ------ R, o ---------- R
--------- R), se tolera la repetición de jeroglíficos rimados y se
permiten otras libertades.
En cuanto a la rim a de los ci, es más libre que la de los jin ­
t i sh i pero m en os que la de los gu ti sh i, y no entraremos en de­
talles.
P on gam os un ejem plo de la rima con un cuarteto de Li
Bai:

[76 ]
N o s t a l g ia e n e l s il e n c io
d e l a n o c h e

P lat ead a lu z an t e m i lech o .


¿Se r á la escar ch a so b r e el su elo?
V e o la lu n a ser ran a al alzar la cab ez a
A l b ajar la, m e h u n d o en la añ o r an z a d e m i tierra.

Transcripción fon ética:

C h u a n g q ian m in g y u e gu an g, (R)
yi sh i d i sh an g sh u an g. (R)
ju t o u w an g m in g y u e,
d i t o u si gu xian g. (R)

Los versos primero, segun do y tercero terminan en «ang»,


que constituye la rima del poema.

R itm o

Com o en chino n o existen acentos sin o ton os, el ritmo


poético se consigue median te las variaciones ton ales en forma
orden ada y armon iosa. H ay que advertir que, a diferencia de
la lengua que distingue cuatro ton os, la métrica distingue sólo
d o s:p in g {ú llano) y ze (el m odulado o variado). En el prime­
ro la voz n o sube n i baja y es un a sílaba larga, mien tras que
en el segun do se agrupan los otros tres ton os de la len gua:
«ascen den te» (sh an g), «descen den te» (qu) y «m uy breve» (ru),
en los que varía la voz (sube, baja o se detiene bruscamente)
y son sílabas cortas. Los esquemas rítmicos son las alternan­
cias simétricas y periódicas de los dos ton os (el llan o y el m o­
dulado) en los versos. Para explicarlos, vam os a usar el signo
= para indicar el llan o, y el sign o / / para representar el m odu ­
lado. Con ello sólo preten dem os dar un a idea de lo que es
el ritmo chino, un a idea m uy superficial, sin exten demos en el
tema, que es m uy com plicado y requiere n um erosas páginas
para dilucidarlo.

[77]
Jin ti Sh i (poesía de estilo moderno)

Es un a poesía que sigue rigurosamen te los esquemas rítmi­


cos establecidos. Veamos un ejemplo de un jin t i sh i de Du Fu,
que es de och o versos (lü sh i) pentasilábicos. Primero viene
nuestra traducción libre, seguida de la transcripción fonética,
y al final su fórm ula rítmica:
C o n t e m p l a c ió n p r im a v e r a l

M e h an d est r oz ad o la pat ria.


Só lo q u e d an su s ríos y m o n t añ as.
La ciu d ad en pr im aver a:
A lt as m at as y m alezas.
T r ist ez a p o r est a ép oca:
Las flor es q u e se abr en m e ar r an can lágr im as.
A n gu st ias p o r las au sen cias:
El can t o d e r u iseñ ores m e est r em ece el alm a15.
Las llam as d e gu erra h an ar d id o tres m eses ya.
M il o n zas d e or o vale u n a car t a fam iliar.
A l p asar p o r la cab eza la m an o ,
en cu en t r o r alos m is cab ello s b lan cos.
¿C ó m o p o d r á la h or q u illa su je t ár m elo s?16.

Transcripción fonética del chino con temporán eo:

G u o p o sh an h e zai,
ch en g ch u n cao m u sh en .
G an sh i h u a jian lei,

15 Esta versión m ía concuerda en prin cipio con la interpretación mayori-


taria de los filólogos chinos. Pero debido a la om isión del sujeto de la frase, hay
otra interpretación sobre estos versos, según la cual pon dríam os: Tristes por
esta época, / las flores derraman lágrimas. / An gustiados por las despedidas, /
los pájaros tienen el alma estremecida.
Un a tercera interpretación nos lleva a ofrecer la siguiente versión, ambigua,
pero más cerca del original por su estructura: Tristeza por esta época: / Flores,
lluvia de lágrimas. / Angustias por las despedidas: / Ruiseñores, alm a estre­
mecida.
16 En esa época, los hombres usaban la cabellera larga y la sujetaban detrás
de la cabeza con un a horquilla.

[78]
h e n b ie liao jin g xin .
Fen g h u o lian san yu e,
jia n sh u d i w an jin .
Ba i t o u sao gen g d u an ,
h u n y u b u sh e n g zan .

En la transcripción, las rimas no parecen m uy bien hechas.


Pero, en realidad, en el ch ino de la época de Du Fu, las termi­
n acion es de los versos segun do, cuarto, sexto y octavo son :
chem, siem , k iem y tcbem , coincidiendo todos en la terminación
de «em», y son rimas perfectas.
Esquem a métrico:

// // = = //
= = // // = (R)
= — = // //
// // // = = (R)
// // = = //
= = // // = (R)
= = = // //
// // // = =r (R)
Éste es un o de los esquemas más usuales de los lü sh i pen ­
tasílabos y de él pod em os sacar las siguientes reglas, que son
tal vez las más im portan tes:

1. Dentro de u n verso, cada dos sílabas del m ism o ton o for­


m an un a un idad ton al, la del ton o llano o la del m odu ­
lado, que pu ede ser compuesta por tres sílabas del mis­
m o tono sólo cuan do éstas van divididas por una cesura.
2. En cada pareja de versos o mejor dicho en cada dístico
(1-2, 3-4, 5-6, 7-8), el primer verso (el impar) debe ser
opuesto al segun do (el par) en cuan to a la distribución
de los ton os, o sea, si el primero se inicia con el llano, el
segun do debe em pezar con el m odulado, y viceversa,
(verso 1 : llan o-m odulado; verso 2: modulado-llano), y
así sucesivamente.
3. Entre los d os dísticos seguidos, si el verso par del dístico
precedente com ien za con el llano, el verso impar del dís-

[79]
tico siguiente debe hacer lo mismo, y viceversa. O sea,
de llan o a llano, de m odulado a m odulado. La segunda
sílaba de estos versos también tiene que seguir rigurosa­
mente esta regla.
4. Todos los versos pares deben terminar con el ton o llano.
Ésta es también un a regla de la rima de los jin t i sh i que
h em os señalado.

H ay otro tipo de lü sh i, que es h eptasilábico. Métricamen­


te, se agregan dos sílabas m ás al inicio de los lü sh i pentasíla­
bos. Veamos el siguiente ejemplo, que es el esquema de un lü
sh i h eptasilábico de Du Fu, «La llegada de un h uésped»:

= = // // = = //
// // = = // // = (R)
// // = = = // //
= = // // // = = (R)
= = // // = = //
// // = = // // = (R)
// II = = = // //
= = // // // = = (R)
Se ve lo simétrico y arm on ioso que es este esquema, y si lo
com param os con el anterior, quitan do las dos sílabas iniciales
de éste, veremos que los dos son idénticos.
O tro ejem plo de esquem a de lü sh i heptasilábico, del poe­
m a «A un amigo» de Liu Ch an gqin g:

= = // // // = = (R)
// // = = // // = (R)
// // = = = // //
= = // // // = = (R)
== = // // = = //
// // = = // // = (R)
// // = = = // //
= = // // // = = (R)
N o vam os a deten em os ya en los ju e ju , otra variedad de
jin t i sh i, y, puesto que son poem as de cuatro versos, pueden

[8o]
considerarse com o la m itad de los lü sh i y adoptan la mitad de
las fórmulas de éstos com o suyas propias. En el siguiente
ejemplo que sacam os del poem a «Salida matinal de la ciudad
Baidi», de Li Bai, los lectores se darán cuenta de que su esque­
m a es exactamente igual que el de los primeros cuatro versos
del ejemplo anterior:

= = // // // = — (R)
// // = = // / / = (R)
// // = = = // //
= = // // // = = (R)

G u ti sh i (poesía de estilo antiguo)

An tes de Tan g en esta poesía n o h abía n in gun a restric­


ción en cuan to a los ton os n i existían fórm ulas rítm icas fi­
jas, que surgieron desde Tan g, y son m ás sen cillas que las
de los jin t i sh i: sólo h ay que cuidar los ton os de las tres síla­
bas fin ales, y los esquem as m ás usuales son : = = =, = / / = ,
/ / — / / y / / / / //.

C ijQ u

Estas dos m odalidades de la poesía tienen esquemas rítmi­


cos m uch o m ás variados y com plicados y n o vam os a con fun ­
dir a nuestros lectores m etién don os a explicarlos aquí, pero
sus fun dam en tos son los m ism os que los anteriores.

D u iz h an g(D u iou ), un importante recurso técnico


de la poesía clásica china

D u izh an g, que tam bién se llama d u i’ou, sign ifica en chino


«emparejamiento» o «contraposición», y es un recurso técn ico
m uy frecuente. Se trata de dos versos seguidos que se constru­
yen en paralelo, en un a m ism a estructura, forman do una pare­

[81]
ja, o mejor dicho, un dístico. La regla fundamental para consti­
tuir el duizh an g consiste en lograr que pertenezcan a un m ism o
grupo o clase cada palabra del verso precedente y la que ocu­
pa el m ism o sitio en el verso siguiente. Por ejemplo, dentro
del dístico, si el primer carácter de la primera línea es verbo,
el de la segun da también debe serlo, y así sucesivamente.
¿Cóm o se dividen las clases de palabras? El criterio de la cla­
sificación es principalmente gramatical, pero también un poco
semántica. Generalmente la preceptiva poética divide las pala­
bras en trece clases. He aquí las nueve más importantes:

Sustantivos: Por ejemplo, m ontañ a, río, pabellón , casa.


Nom bres propios: P. ej., Li Bai, Tang, Ch an g’an.
Nom bres que designan ubicación : P. ej., norte, sur, izquier­
da, derecha.
Numerales: P. ej., un o, dos, tres, mil, primero, segundo.
Pronombre personales: P. ej., tú, yo, ellos.
Adjetivos: P. ej., h ermoso, feo.
Nom bres de color: P. ej., rojo, verde.
Verbos: P. ej., ver, volar.
Adverbios: P. ej., aún, sólo.

Den tro del sustan tivo, se subdividen grupos m en ores,


com o el de n om bres de m eteorología, el de geografía, el de
pren das de vestir, el de com idas y bebidas, el de botán ica, el
de zoología, etc. Cu an do el emparejamien to se realiza entre
las palabras de un o de estos grupos menores, el du izh an g es
con siderado riguroso o m uy bien logrado.
Se puede observar que este criterio de clasificación n o
coin cide en m uch os casos con el de la gramática con tem po­
ránea china ni m uch o m en os con el de la castellan a. Se tra­
ta de un criterio que se fue form an do duran te largos añ os de
la evolución de la poesía, y es fun cion al y semántico.
Veamos dos ejemplos. El primero es el m ism o poem a de
Du Fu, Con tem plación p rim av eral, cuya traducción libre está
en la parte del R itm o . Ofrecemos un a traducción carácter por
carácter:

[8 l]
P aís — d estr u irse — m o n t e s — r íos — p e r m an e ce r
C iu d a d — p r im ave r a — h ier b as — ár b oles — h u n d ir se
Lam e n t a r — sit u ación — flores — d e r r am ar — lágr im as
D e p lo r ar — se p ar ación — p ájar o s — asu st ar — cor az ón
A t alay a — fu e go — segu ir — tres — m eses
Fam ilia — car ta — valer — d iez m il — or o
Blan ca — cab e z a — r ascar se — aú n m ás — cor t o
A b so lu t am e n t e — q u er er — n o — su je t ar — h o r q u illa

En este poem a de och o versos, cada dos de ellos forman un


dístico. Com par an do cada un a de las palabras de la primera
línea con las de la segun da línea del dístico, veremos que en
el primero, «país» se con trapon e a «ciudad», «destruirse» a
«primavera» (aquí «primavera» se usa com o verbo con el sig­
n ificado de «estar o encontrarse en primavera», que debe sim­
bolizar vida o vitalidad, semánticamente antitético de «des­
truirse»), «m on tes» a «h ierbas» (aquí los pon em os en plural,
aun que en chino el sustan tivo n o tiene terminación que indi­
que el n úm ero, excepto los n ombres que design an personas),
«ríos» a «árboles», «permanecer» a «h undirse». En el segundo
dístico, «lamentar» a «deplorar», «situación » a «separación»,
«flores» a «pájaros», «derramar» a «asustar», «lágrimas» a «cora­
zón ». En el tercero, «atalaya» a «familia», «fuego» a «carta» (en
chino el m odificador se pon e delante del m odificado, y «ata­
laya fuego» quiere decir fuegos que se encienden en atalayas
para avisar de la batalla y del ataque del enemigo), «seguir» a
«valep>, «tres» a «diez mil», «meses» a «oro». Según las reglas
m en cion adas, son em parejam ien tos m uy estrictos, ya que
el verbo se con trapon e a verbo, y el sustan tivo a sustan tivo.
En algun os casos son sin ón im os o ideas afin es, y en otros
son an tón im os y form an antítesis. Si a ello agregam os la
igualdad de espacio o lon gitud de cada palabra (carácter) y
cada verso con trapuestos y la igualdad de n ú m ero de síla­
bas que representan , verem os lo bella que es su estructura y
su form a, aparte de la m usicalidad que aporta su ritmo y su
rima. De este m odo, se pr odu cen deleites tan to visuales
com o auditivos.
O tr o ejem plo de du iz h an g es el siguiente poem a de och o
versos de Du Fu, A scen sión :
Nuestra traducción libre:

[83]
Fu r ioso vien t o , cielo alto.
Trist es, los m o n o s au llan d o.
C lar o islot e, b lan cas aren as.
Las aves vu elan , d an d o vu elt as.
U n sin fin d e h o jas caen
silb an d o d e los árb oles.
El Yan gt sé in t er m in ab le
corr e t u m u lt u o sam en t e.

Legu as y legu as h e viaja d o


en este o t o ñ o t an cu it ad o .
A ñ o s y añ os d e m ales p e san
al su b ir so lo a la t err aza.
Ya es escarch a m i cabeller a
co n t an t as p en as y co n go jas.
A co sad o p o r la p ob r e za,
t en go q u e d e jar y a m i cop a.

Traducción totalmente literal:

V ie n t o — p r e cip it ad o — cielo — alt o — m o n o — au llar — triste­


m en t e
A gu a — verde — ar en a — b lan c o — p ájar o — vo lar — gir an d o
Sin — n ú m er o — d esp r en d id as — h o jas — silb ar — silb ar — caer
N o — term in able — Lar go — R ío 17 — r od ar — r o d ar — ven ir
D ie z m il — li — triste — o t o ñ o — a m e n u d o — ser — viajero
C ie n — añ os — m u ch as — en fer m ed ad es — so lo — su b ir — m on t e
P en as — d ificu lt ad es — m u ch o — lam en t ar — in t en sa — escar ch a
— cabello
Desafort u n ado — decaído — recien tem en te — dejar — tur bio —
vin o — copa

Si se comparan los dos versos de los cuatro dísticos y cada


un o de sus caracteres, se n otará que en todos los dísticos hay
duizh an g evidentes y h ermosos. El poem a es m uy valorado
por los críticos, que lo con sideran como el mejor m odelo de
esta figura.

17 En chino, el Largo Río se refiere al rio Yangtsé.

[84]
Cabe señalar que la utilización de du izh an g sólo obedecía a
con sideracion es retóricas antes de la aparición de los jin t i sh i
(poemas de estilo m odern o). Sin embargo, después de ella se
ha convertido en im a de las exigencias de la poesía, aun que
las reglas difieren en distin tos casos. En los gu ti sh i (poemas de
estilo antiguo), su uso es libre en cuanto a la ubicación y el
n úm ero de los versos emparejados. En los ci, hay m en os liber­
tad que en los gu ti sh i pero más flexibilidad que en los jin t i sh i,
que son los m ás rigurosos en las reglas de duizh an g, especial­
men te en los lü sh i, los de och o versos. Se establece, entre
otras cosas, que éste sea imprescindible en todos los lü sh i y
que se realice en los segun do y tercero dísticos, o sea, en los
versos tercero, cuarto, quinto y sexto. N o se permite la repeti­
ción de palabras n i la infracción de los esquemas tonales. En
los ju eju , o sea, los jin t i de cuatro versos, sólo se exige respetar
dich os esquemas.
Aparte de estos recursos técn icos m encionados, hay otros
com o la elipsis, la reiteración, la encaden ación , la hipérbole,
el juego de palabras que aprovecha la h om ofon ía, etc., que
son más fáciles de entender o que requieren n otas en cada
caso específico, de m od o que ya n o vam os a deten ern os en
ellos.
L A E D I C I Ó N D E 2001

Antes de m ediados de este siglo, la poesía clásica china era


casi descon ocida en el m un do h ispánico. Después, poco a
poco, h an aparecido algunas colecciones, traducidas casi
siempre del inglés o del francés. Sin m en oscabar los grandes
méritos de sus traductores y admiran do los aciertos que se ob­
servan en algunos de estos libros, com o en Poesía ch in a: del si­
glo X II a.C . a las canciones de la R evolución Cultural, de Marcela
Juan (Madrid, Alian za Editorial, 1973), en Poetas chinos de la di­
n astía Tang (Buenos Aires, Hach ette, 1977), de Raúl A. Ruy, y
otros, lam ento no poder dejar de señalar que después de ha­
ber pasado por un tercer idiom a, algunas versiones españolas
se h an distanciado bastante del original. Con la aspiración de
acercar al lector h ispánico a la poesía china, empecé la labor
de la traducción en 1980. Aparte de mi trabajo docente en el
Instituto Universitario de Lenguas Extranjeras de Guan gzh ou
(Can tón ), actualmente la Un iversidad de Estudios Extranje­
ros, publiqué en 1981 un a colección en México y luego otra
en Perú. Pero much o más importan te para m í h a sido la pu ­
blicación de dos libros m íos en Españ a, sobre todo, la de Poe­
m as de Tang, edad de oro d é la p oesía ch in a (Madrid, Edicion es
Cátedra, 1988), ya que despertó interés en el lector y fue bien
acogido por don Rafael Alberti, don Man uel Alvar, don Ca­
milo José Cela, don Valentín García Yebra, don José García
Nieto, don Manuel Seco Reymun do y doñ a Elen a Quiroga,
poetas, escritores o académicos por quienes siento gran adm i­
ración y respeto y les estoy m uy agradecido por la aten ción
que h an ten ido con m igo. Su valoración sobre el libro ha

[86 ]
con stituido un gran estímulo, que me ha im pulsado a prepa­
rar el presente libro que abarca todas las épocas de la poesía
clásica china, y espero que n o les decepcion e a todos los que
me h an alen tado y apoyado en mi labor.
Durante un os tres milen ios de existencia de la poesía china,
se h an escrito miles y miles de poem as y h an aparecido inn u­
merables joyas en este tesoro cultural. Es un a tarea m uy difí­
cil escoger obras y autores para incluirlos en un libro n o muy
volum in oso. H e inten tado seleccionar lo m ejor y a los m ejo­
res, basán dom e en los siguientes libros de con sulta para la
preparación de nuestro trabajo:

Selección com en tada de lo m ejor de la p oesía clásica sh i de Ch in a,


M a Meixin y el Com ité de Redacción que dirige, Shangh ai,
Editorial Xuelin, 1995.
Selección com en tada de lo m ejor de la p oesía ci de Ch in a, Yan Di-
chang, Zh u Tanwen, O uyan g Zhongwei y otros 19 exper­
tos, Sh an gh ai, Editorial Xuelin, 1995.
A n tología clasificad a y com en tada de la lírica de todas las épocas,
H ou Jian , Li Shikai, Sh i Jizh on g y otros 242 expertos, Edi­
torial Octubre de Cultura y Arte de Pekín, 1994.
D iccion ario de la p oesía de T an g Grupo de preparación de 136
expertos, Editorial de Diccion arios de Sh an gh ai, 1983
A n tología de la poesía Tang (com entada), Academia de Ciencias
Sociales de Ch in a, Pekín, Editorial Literatura Popular, 1978.
D iccion ario com entado de la p oesía de am or an tigu a, Li Wenlu,
Son Xulian y el grupo de preparación de 201 expertos que
dirigen, Editorial de la Universidad de Liaoning, 1990.
D iccion ario an alítico y com entado de la p oesía sh i y ci de Tang y
Son g dirigido por Wu Sh on gh e, Editorial Popular de Zh e­
jiang, 1990.
Trescientospoem as de Tang an aliz ad osy traducidos (al chino m oder­
n o), Li M iao y Li Xin g, Editorial de Cultura e Historia de Ji­
lin, 1986.
A n tología de los san qu de Y uan, M in gy Q in g, W ang Qi, H on g Boz-
h ao y Xie Boyang, Pekín, Editorial Literatura Popular, 1998.

Estos libros me h an ayudado en la tarea de la selección y


tam bién de la interpretación, ya que los poem as están escritos

[β7]
en un lenguaje m uy diferente del ch in o con tem porán eo y
muchas veces son difíciles de entender o dan lugar a dos e in­
cluso más interpretaciones distintas. De los poem as más fa­
m osos, con ocidos casi por todos los chinos, he incluido m u­
chos, pero también he tenido que desechar algunos, por la di­
ferencia de los dos idiom as y dos culturas, y son los que,
con ten ien do elementos muy peculiares de chino, son im posi­
bles de traducir, o los que si se traducen forzadamente serán
difíciles de entender para el lector y perderán todo el encanto
del original.
En la traducción me he propuesto dos metas: la primera, y
primordial, transmitir fielmente el sen tido poético del origi­
nal, sin adherirme literalmente a todas sus palabras, y la segun­
da, tratar de lograr cierta armonía fónica, teniendo siempre en
cuenta la métrica castellana.
En la elaboración de la introducción , aparte de los libros
m en cionados y algunos otros, he recurrido a:

L a m étrica de la p oesía ch in a, W ang Li, Editorial Educación de


Sh angh ai, 1982.
H istoria de la literatu ra ch in a, Instituto de Estudios Literarios de
la Academia de Cien cias Sociales de Ch in a.
H istoria de la evolución de la literatu ra ch in a, Lui Dajie, Editorial
de Libros An tiguos de Sh an gh ai, 1997.
Bosquqo de la h istoria de la literatu ra ch in a, Li Xiush en g, Edito­
rial Universidad de Pekín, 1987.
Conocim ientos básicos de la p oesía clásica, Liu Fuyuan y Yang
Xingwuo, Editorial Popular de Hebei, 1982.

Al final, el libro que hemos term inado abarca tres milenios


de poesía clásica china, reuniendo 252 poem as de 92 poetas,
con el énfasis puesto en los tres grandes maestros: Li Bai (Li
Po, Li Bo o Li Tai-pe), Du Fu (Tu Fu) y Bai Juyi (Po Ch uiyi),
y en las dos dinastías más importantes: Tang, la edad de oro, y
Son g, su con tin uación . Con tiene un a introducción que da
un a visión general y con ocimien tos elementales y básicos de
esta poesía antigua, datos biográficos de casi todos los auto­
res, cotejados y basados en los diccion arios y libros de con sul­
ta de autoridad chinos, y una pequeñ a lista bibliográfica. Es el

[ 88 ]
primer libro de esta dim en sion de la poesía clásica china, con
todos los poem as traducidos directamente del chino.
N o quiero terminar estas líneas sin m encion ar y agradecer
la ayuda y estímulo que en m i trabajo de investigación y tra­
ducción he recibido de parte de don Luis Valls Tabemer, Co-
presidente del Ban co Popular, aficion ado a la literatura orien­
tal y entusiasta en contribuir a la difusión del español en Ch i­
n a con don acion es de libros. M i agradecimien to también a
los am igos que he ten ido el gusto de con ocer en dicha enti­
dad, com o don Juan -Gualberto Aroca Gon zález, doñ a María
Lu isa Portillo Alcalde y m u ch os otros; y a don Gustavo D o­
m ín guez León y a doñ a Josu n e García, de Edicion es Cáte­
dra. A todos ellos y, por supuesto, también a m i esposa Yu-
shan Den g, les debo la aparición de este libro.

[89]
ESTA E D I C I Ó N

Después de la publicación de la primera edición de Poesía


clásica ch in a en 2001, much os amigos m e preguntan por qué
n o preparo un libro que abarque todas las épocas de la poesía
china, que será más interesante para los lectores. Es esta edi­
ción m i respuesta.
El cam bio consiste principalmente en la am pliación: se ha
agregado un capítulo sobre la nueva poesía del siglo veinte en
la in troducción y 24 poem as de 17 autores de este período
en la parte antológica. También se h a aum entado el número
de los autores clásicos, de m odo que la edición actual abarca
todas las épocas de la poesía china, reun ien do 408 poem as
de 155 autores, en vez de 252 poem as de 92 autores de la edi­
ción de 2001. En cuanto a la revisión, he corregido y mejora­
do parte de los textos traducidos y la introducción.
Para mí, la traducción de la poesía clásica china a un a len­
gua tan distinta com o el castellan o es un contin uo proceso de
la aproxim ación al autor y de la búsqueda de la expresión más
adecuada, por la lejanía de tiem pos y espacios que n os sepa­
ran del poeta, por la inexistencia de algunas palabras y expre­
sion es equivalentes entre los dos idiom as y por la recon ocida
intraducibilidad de la poesía en cierta m edida y proporción .
Rara vez el traductor puede estar del todo satisfecho con su
traducción, y mientras más años pasen, más deficiencias en­
contrará y más fuerte será su afán de mejorar el texto.
He ten ido la suerte de contar, en la primera edición y tam­
bién en esta nueva, con la colaboración de doñ a Josun e Gar­
cía, que h a contribuido much o a la aparición de este libro, y
quiero expresarle aquí mi sincero agradecimiento.

[90 ]
BIBLIO GRAFÍA

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[94]
P O ESÍA C H IN A

(SIGLO XI a.C.-SIGLO XX)


P ERÍO D O D E S H IJIN G
( s i g l o x i - s i g l o VI A .C .)
EL J U N C A R

Verde juncar,
plateado de escarcha.
Al otro lado del lago,
se encuentra mi bella amada.
Quiero ir a vería
contra la corriente.
M as el viaje es largo
y dificultoso.
Deján dom e llevar por las olas,
sólo la veo en m edio del agua.

Jun car lozan o,


perlado del rocío.
En la ribera opuesta,
se yergue mi h erm osa amada.
Quiero ir a verla
contra la corriente.
M as el trayecto es larguísimo,
lleno de en ormes obstáculos.
Deján dom e llevar por las olas,
sólo la diviso en un islote.

Jun car exuberante,


entre el vapor del rocío.
M i h erm osísim a am ada
está m ás allá del agua.
Quiero ir a verla
contra la corriente.
M as grandes dificultades
se me pon en por delante.
Deján dom e llevar por las olas,
creo vislumbrarla en un a isleta.

BRILLA EL RO CÍO

Cristalizadas hierbas del rocío.


Al fin se h a puesto el sol.
Llen ad, llenad las ánforas de jade:
La noche acaba de llegar.

El rocío brilla toda la noche


sobre las hierbas y el trébol.
Mas, ¡qué pron to se secará el rocío!
¡Qué pron to morirá la noche!

LA JO V EN M ÁS EN CAN TAD O RA

La much ach a m ás guapa del pueblo


me cita a un lugar de la muralla.
Pero se esconde y n o la encuentro.
Desesperado, voy y ven go.

La joven más encantadora


me obsequia su flauta,
de color tan maravilloso,
com o la belleza de su dueña.

Ella viene del prado


y me trae un as flores
tan preciosas y h ermosas.
Pero much o m ás h ermosa
es la bella de m i corazón.

[ 100 ]
LA T O R M E N T A

Se desata un a tormenta.
Sopla fuerte un frío viento.
Pían polluelos inquietos.
H a regresado mi am ado,
y se acaba m i tormento.

Se desata un temporal.
Rugen furiosos los vientos.
Pían polluelos con miedo.
Pero h a vuelto el h ombre que am o,
y terminan todos mis sufrimientos.

A pesar de la tormenta,
de todo iracun do viento,
de las aves que lamentan,
al ver al ser que más quiero,
infinita es la alegría que siento.

EN LA PUERTA D EL ESTE

En la Puerta del Este,


pasan much ach as a m i lado
com o n ubes multicolores.
Aun que son h ermosas com o las rosas,
sigo m i cam in o indiferente:
La joven de la blusa blanca
y de la falda verde
es la ún ica que me gusta.

Fuera de la Puerta del Este,


pasan much ach as a mi lado,
todas bellas com o flores de sauces,
pero n in gun a me atrae:

[10 1]
La joven de la blusa blan ca
y con pañuelo escarlata
es la que me hechiza y m e hace feliz.

LO S TÓ RTO LO S

Can tan los tórtolos


en el islote.
Las don cellas buen as y h ermosas,
son n ovias ansiadas de caballeros.

Nenúfares altos y bajos,


flotan do a la izquierda y derecha.
A un a don cella buena y h ermosa,
la busco despierto y dormido.

N o la consigo.
Pienso en ella despierto y dorm ido,
de día y de noche,
dan do vueltas y vueltas en el lecho.

Nenúfares altos y bajos.


Los cojo a la izquierda y derecha.
A mi don cella buena y h ermosa,
la cortejo con laúd y cítara.

Nenúfares altos y bajos.


Los recojo a la izquierda y derecha.
A mi doncella buena y h ermosa,
la acojo y alegro con gong, cam pan a y música
EL C A R R U A J E

Se percibe el ruido del carruaje.


Le diviso en traje de brocado verde.
Espero an siosa su llegada.
Mas temo que sea m uy tímido.

Se aproxima el ruido del carruaje.


Le veo en su túnica roja de seda.
Le echo de m en os día y noche.
Mas temo que n o se decida a huir conm igo.

Si en vida n o podem os un im os,


en la muerte estaremos jun tos, en un a tumba.
Te lo juro y n o lo dudes, cariño.
El sol será el testigo.

PAPAYOS

Me das un os papayos,
y yo te obsequio un jade.
N o es un trueque de regalos,
sin o expresión de amistad.

Me das un os melocoton es,


y yo te obsequio un jade.
N o es un trueque de regalos,
sin o expresión de cariño.

Me das un as ciruelas,
y yo te obsequio un jade.
No es un trueque de regalos,
sin o expresión de amor.

[ 10 3 ]
TE RUEGO, Z H O N Z I

Te ruego, Zh onzi,
que n o escales el m uro del pueblo.
Ñ o rompas nuestros sauces.
No es que me importen,
mas tengo m iedo a mis padres.
Aun que te quiero con toda mi alma,
temo lo que digan.

Te ruego, Zh on zi,
que n o saltes las cercas de mi casa,
ni dañes mis moreras.
N o es que me importen,
mas tengo m iedo a mis hermanas.
Aun que te quiero con toda mi alma,
tem o lo que digan.

Te ruego, Zh onzi,
que n o saltes las tapias del jardín,
ni quiebres mis olm os.
No es que me importen,
mas tengo m iedo a lo que diga la gente.
Aun que te quiero con toda mi alma,
tem o lo que digan malas lenguas.

[10 4 ]
P ERÍO D O D E C H U C Ï
( s i g l o rV-SIGLO III A .C .)
Q U YUAN
(340-278 A.c.)

Fue el primer poeta chino importan te en la h istoria de la li­


teratura del país. Nacido en un a familia de linaje n oble, con ­
tó con la confian za del rey de Ch u en los primeros añ os de su
carrera y ocupó el cargo de ministro y luego el del zuotu (vicepri-
mer ministro). Sin embargo, sus ideas políticas, su capacidad
y su em peñ o en un a rigurosa aplicación de las leyes ch ocó
con las fuerzas conservadoras de la n obleza. Debido a las in­
trigas de éstas, Q u Yuan cayó en desgracia del rey y más tarde
fue desterrado dos veces a lejanas tierras salvajes, don de escri­
bió la mayoría de sus obras. En 278 a.C., vien do que el reino
iba a ser con quistado por las tropas de Q in y él no podía h a­
cer n ada para impedirlo, cayó en profun da desesperación y se
suicidó arroján dose al río Miluo, de la actual provincia de
Hunan . Se cuenta que al enterarse de la noticia, la gente se
con gregó en barcas en el río tocan do gongs y tambores para
espantar los peces y lan zó tamales al agua para que éstos, har­
tos de comerlos, n o tocaran el cuerpo del poeta. Así fue el ori­
gen de un a fiesta tradicional china, la de la Barca del Dragón,
que se celebra todos los añ os el día cinco de mayo, según el
calendario lunar.
Las obras de Q u Yuan fueron reunidas, jun to con las de sus
discípulos, en Ch uci, editado a finales de H an del Oeste. Las
más importan tes son L i Sao , N ueve elegías, N uev e poem as, Inte­
rrogan do al Cielo y Evocan do a las án im as. L i Sao ( Tristeza) es un
poem a lírico de colorido político, de 373 versos, en que el poe­
ta expresa sus aspiracion es políticas y su am or a la patria. Es
un h erm oso poem a llen o de pasion es, de metáforas y de ima­

[ 10 7 ]
ginaciones basadas en m itos y leyendas. N uev e elegías es un
con junto de cortos poem as líricos, también m uy bellos, inspi­
rados en m itos y fábulas del reino Ch u. Excepto un a que exal­
ta a los héroes que defienden la patria, elogian a los Dioses de
la Naturaleza y narran el am or entre ellos. N uev e poem as des­
cribe la tristeza y las angustias del autor por las desgracias y
con tratiem pos que pasó. In terrogan do a l Cielo es un poem a
m uy original y contiene más de 170 preguntas hechas al Cie­
lo sobre temas muy diversos, com o los de ciencias naturales,
historia, mitología. Evocan do a las án im as exhorta a los espíri­
tus de los muertos de Ch u a volver a su país y n o marcharse
a n in gún otro sitio, sea en el cielo o en la tierra, ya que su pa­
tria es el m ejor destino para las ánimas viajeras.
Q u Yuan im pulsó la poesía china a un a nueva etapa, la de
la creación individual, ya que antes sólo h abía poem as an ón i­
m os. Fue el fu n d ador del estilo Sao y el chuci, poesía basada
en las coplas populares del reino, que superó en m uch o a la
poesía de Sh ijin g en cuanto a la temática y la técnica. Ejerce
un a gran influencia sobre los poetas de su época y los poste­
riores, y es un ejemplo a seguir para much os ellos, in cluidos
los dos grandes genios del plectro chino: Li Bai y D u Fu.

LA D IO SA D E LA M O NTAÑA

Dicen que es la Fan tasma o la Diosa


que aparece y se esfuma,
misteriosa, entre mon tañ as.
Vestida de hiedras,
con cinturón de cuscuta.
Leve y dulce son risa en los labios.
Los ojos llen os de amor.
«¡Cóm o n o m e va a adorar m i n ovio,
si soy tan guapa y esbelta!»
Bandera tren zada de ramas de canela.
Va en una carroza de magnolias,
tirada por un leopardo escarlata,
acom pañ ado de zorritas pías.

[10 8 ]
Adorn ada de orquídeas, coge flores
de todos los perfumes para su am ado.

«Vivo en lo más profun do


de un bosque de bambúes.
Desde allí n o se atisba n un ca el cielo.
El cam in o es m uy difícil,
y llego tarde a la cita.
Sola, en la cumbre del monte,
veo flotar lentamente
las n ubes bajo mis pies.
Ocultan el sol, y parece de noche.
Sopla el vien to del este.
Caen gotas de lluvia.
Espero a m i am or lejano,
olvidada del regreso.
El tiem po pasa, y los años.
¿Tendré siempre la edad florida?
En el M on te de Divin idades,
recogien do las Plantas de Vida,
te espero impaciente, entre las hiedras.
¿Por qué tardas tanto?
¿Te retienen tus asuntos?
Vivien do entre las montañ as,
soy pura com o sus fragantes flores,
pura com o la fuente en la que bebo
bajo pin os y cipreses.
De m í n o debes tener
ni la m en or duda.

Truenos y relámpagos.
Lluvias torrenciales.
Noch e del todo negra.
Están gimien do los m on os.
El vien to ruge, golpean do las h ojas.
Pienso en ti, pero en vano.
N o me traes más que cuitas».

[ 10 9 ]
P EN SA N D O EN EL D IO S D EL RÍO XIA N G 1

O h Dios de Xiang, ¿por qué n o vienes?


¿Qué te retiene en tu isla?
Bien adorn ada y ataviada,
rem o mi bote de canela contra la corriente.
A mis órdenes el río se vuelve m an so,
y las aguas tranquilas.
Te espero, pero n o apareces.
Creo divisarte tocar tu flauta.
¿Para quién será?

M i bote esculpido de dragón


se dirige al norte.
Ah ora gira al Lago Don gtin g.
Banderas de seda. Toldos de gasa.
Rem os de madera preciosa.
Puesta mi mirada en la otra orilla,
mi corazón vuela contra las olas.
Sensible, mi sirvienta lamenta,
los ojos anegados de lágrimas.
An gustiada y triste por m i amor,
ten go el corazón destrozado.

Rem am os con palas de canela.


Con tr a viento, nieve y h ielo va m i barca.
¿Estoy recogiendo h igos en el agua,
y flores de nenúfares en los árboles?
Si los dos corazon es n o correspon den,
todo será en vano.
Sin un amor profun do,
n o h ay unión sólida.
Las aguas se precipitan por entre rocas,
y mi barca se desliza rauda.

1 En este poem a el autor describe el amor de la Diosa del Río Xian g por el
Dios del m ism o río, una pareja de las leyendas.

[n o ]
H as faltado a tu palabra.
¿Me dirás que tus asuntos te retienen?

Al alba voy de prisa por la orilla.


Al anoch ecer dejo el carruaje
en la ribera del norte.
Los pájaros se posan bajo el alero.
Las aguas corren frente a m i casa.
Tiro mis adorn os de jade al río,
y mi cinturón con piedras preciosas
al arroyo de Li.
En la Isla Perfumada,
cojo flores para la chica que me acom pañ a.
Desengañ o. Tiem po perdido.
Pero h ay que pon er buen a cara.
P ERÍO D O D E Y U E FU D E H AN
(206 A.C.-220)
EM P ERA D O R W U
(156-87 a . c . )

El em perador Wu (Wu Di), de la dinastía H an , con ocido


también com o Liu Qie, heredó el tron o en 142 a.C. y reinó
durante 54 años. Debido a sus esfuerzos, el H an llegó a ser un
imperio m uy próspero. Fundó el Y uefu (Departamento de M ú ­
sica), en cargado de recopilar canciones populares, y contribu­
yó much o al desarrollo de la poesía china. Adem ás, también
fue un buen poeta.

EL VIEN TO O TO ÑAL

Sopla el vien to de otoñ o.


Vuelan n ubes blancas.
Arboles se desnudan
y hierbas se marchitan.
Al Sur vuelan los gansos.
Pero quedan crisantemos y orquídeas.
Fragantes y hermosas,
me recuerdan a la que tanto adoro.

Por el río Fan navega m i barco,


cortando la blan ca seda del agua.
Al son de las flautas y los tambores,
cantan alegremente los barqueros.

[115 ]
H a pasado la alegría.
H a llegado la tristeza.
Y tanta tristeza:
Juven tud y vigor,
¿cuán to tiem po durará?
¿Y qué hacer con la vejez
Z H AN G H EN G
(7 6 - 1 3 9 )

Originario de lo que h oy es Nan yan g Bei, de la provincia


de Hen an , fue un destacado escritor y también un eminente
astrón om o y m atemático de la dinastía H an . Sus obras más
fam osas son : «Prosa rimada sobre las dos capitales», «Retom o
al cam po», «Cuatro baladas de cuita» y «Reflexiones filosófi­
cas», reunidas todas en Colección de Z h an gh qian .

CUATRO BALADAS D E CUITA

La dam a que quiero está en el monte Tai.


Pienso ir a verla, mas es difícil el paso Lianfu.
M iro h acia el Este y las lágrimas se m e caen en la túnica.
La bella m e h a dado un a espada incrustada de oro.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con h ermosos jades.
Pero el cam in o es largo y n o puedo enviárselos.
M e quedo aquí, triste y desesperado.

M i am or está en Guilin.
Quiero ir a verla, m as profun do es el río Siang.
Miro h acia el Sur y las lágrimas me h umedecen la chaqueta.
La bella me dio un laúd adorn ado de piedras preciosas.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con dos platos de jade.
Pero el cam in o es largo y n o puedo enviárselos.
Me quedo aquí, triste y desesperado.

[ 117 ]
M i am ada está en Hanyan g.
Quiero ir a verla, m as inmensas son las m ontañ as de Lon g.
Miro hacia el Oeste, y las lágrimas me m ojan la ropa.
La bella me dio un precioso abrigo de piel.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con resplandecientes perlas.
Pero el cam in o es largo y n o puedo enviárselas.
Triste y desesperado, lamento.

M i adorada está en Yanmen.


Quiero ir a verla, mas fuerte es la nevasca.
Miro hacia el Norte y las lágrimas me em papan el pañuelo.
La bella me dio un rollo de brocado.
¿Con qué voy a obsequiarla? Con un a m esa de jade.
Pero el cam in o es largo y n o pu edo enviársela.
Triste y desesperado, suspiro.

[ii8]
D IEC IN U EV E P O EM AS A N T IG U O S2
A n ó n i m o ( s i g l o ii)

VI
R EC O G IEN D O FLO RES D E LO TO

Vadeando el arroyo,
recojo flores de loto.
Y también orquídeas,
que perfum an la ribera.

¿A quién voy a mandárselas?


A mi am or lejano.
Miro hacia mi tierra.
¡Qué rem ota está!

Nos une el m ism o corazón,


pero n os separan grandes distancias.
¡Qué nostalgia!
¿Estam os con den ados
a envejecer infelices y tristes?

2 D ieán uev e P o m as A n tiguos es una pequeñ a colección conocida desde prin­


cipios del siglo vi.

[ 119 ]
XVIII
LA GO M A Y LA LACA

Un viajero viene de lejos


y me trae un rollo de gasa,
enviada por mi amado.
Pese a m il leguas de distancia,
mantiene invariable su corazón.
La gasa tiene un a pareja de tórtolos.
Con ella h ago un «Edredón de Felicidad Com partida»,
que m e cubrirá y me lo recordará a cada instante.
Los ribetes, m uy bien bordados, n un ca se deshilan.

Cu an do la gom a se une con la laca,


¿quién podrá separar una de la otra?

XIX
LU N A ESP LEN D O R O SA

Lun a esplendorosa.
Ilumina las cortinas ante m i lecho.
Triste, n o puedo conciliar el sueño.
Me levanto y me paseo por la alcoba.
Aun que dicen que es feliz la sen da del viajero,
prefiero verlo de regreso pron to.
Salgo a la puerta, sola, melancólica.
¿A quién voy a con fiar mis tristezas?
Dirijo a la lejanía un a última mirada
y vuelvo a mi aposento.
Las lágrimas m ojan mi blusa y m i falda.

[120]
IX
U N A FLOR FRAGANTE

Tengo en el patio un árbol singular,


lleno de verdes h ojas y de flores.
Arranco la m ás h ermosa
para enviársela a m i amor.
La fragancia colm a mi túnica.
¿Podrá aguantar la flor
un cam in o tan largo?
N o es n ada de valor, por cierto.
Pero lleva m i h on do cariño.

¡O H CIELO !

¡O h cielo! Ben diga nuestro amor,


para que sea eterno,
para que él y yo
n un ca dejem os de queremos.
¡O h Dios!
Que se seque el océan o,
se derrumben los mon tes,
que truene en el frígido invierno,
nieve en el caluroso verano
y se h un da el cielo y la tierra,
antes de separam os los dos.

[12.1]
P ERÍO D O D E W EI JI N , SU R Y N O RTE
(2 21-618)
C A O PI ( C H A O PI, T S A O PI)
(187-226)

Nom bre social: Zh iheng


Nacido en el actual distrito de H ao, de la provin cia de
An h ui, fue el fu n d ador del rein o Wei y se proclam ó en 220
Em perador Wei W en Di. Es con sider ado un bu en escritor
y sus poem as se caracterizan por la sencillez del lenguaje y el
estilo de canciones populares.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA Q IU H U

Cae la tarde.
Ella aún n o aparece.
Gen eroso vin o y ricos manjares.
Todo intacto en la m esa:
Nada quiero probar.
O h pajarito, vuela
y llévale mi mensaje
para que ven ga enseguida.

Me inclino para coger flores de orquídea


y alzo la m an o para cortar un rama de casia.
Pero ¿para qué, si ella n o viene?
¿Dón de estará? ¿Al otro lado del océan o?
O h Dios del Mar, salúdale de mi parte
y llévale estas perlas com o presente.

[12.5]
El sol enrojece el horizonte.
Desesperado, fijo la mirada
en la senda en lontanan za.
Am or m ío, venid deprisa,
que el día se n os acaba.

[12.6]
C A O Z H I ( C H A O ZHI, T S A O ZHI)
(192-232)

Nom bre social: Zhijian.


H erm an o m en or del em perador Wei W en Di (Cao Pi o
Ch ao Pi), nació en el distrito de H ao, en la actual provincia
de An h ui. Era m uy querido por su padre Cao Cao (Tsao
Tsao), quien quiso designarle com o su heredero. Pero resultó
que fue Cao Pi quien subió al trono. Aun que Cao Zh i recibió
de éste el título de Príncipe Ch en , siempre sufrió su persecu­
ción y murió sum ido en la tristeza.
Fue un o de los mejores poetas de la época. En la primera
etapa de su creación, escribió sobre su vida y sus aspiraciones,
y después, sobre su melancolía. Em pleó preferentemente la
form a de pen tasílabos e im pulsó su desarrollo técnico. Sus
poem as, publicados en A n tología de Ch ao Z h ijian , son bellos
en el lenguaje y perfectos en la métrica.

CUITAS

La lun a ilum in a el alto pabellón .


Sus brillantes luces están deambulando.
Arriba, un a mujer nostálgica
suspira y lamenta con gran tristeza.
Es la esposa del viajero,
que se march ó hace diez años.
¡Qué ausen cia tan larga!
¡Q ué soledad tan sufrida!

[12.7]
Él es el polvo del camino,
y ella, el barro h un dido en el estanque.
¿Cóm o se podrán reunir?
Desesperada, exclama:
— Quiero ser un a suave brisa
para lanzarme a sus brazos.
Pero si me rechazara,
¿qué sería de mí?

[128]
LIU Z H EN
(SIGLO III)

Nom bre social: Gon ggan .


Nació en Don gpin Ninyang, provincia de Sh an don g, y vi­
vió en la época de los Tres Reinos. Fue fam oso por sus penta­
sílabos, reunidos en Colección de L iu Gonggan .

D ED ICA D O A M I H ERM A N O M EN O R

El pin o que coron a la m on tañ a


se erige in m óvil en m edio de los vientos,
que lo azotan rugiendo con furia,
sin poder derribarlo.
Cubierto de nieve y h ielo,
se mantiene vigoroso y lozan o.
Desafian te ante el gélido invierno,
se yergue, con toda entereza,
com o en cualquier época del año.

[129]
TAO YU AN M IN G (TAO Q IAN, TAO CH IEN )
(365-427)

Nom bre social: Qian.


Sobren ombre: Yuanliang.
Natural de Ch aish ang, h oy Jiujian g, provin cia de Jian gxi,
pasó su infan cia y adolescen cia en el cam po. A los vein tinue­
ve años em pezó a trabajar com o fun cion ario de bajo rango y
a los cuarenta y dos fue n om brado alcalde del distrito Peng-
zhei. Och enta y tantos días después, descon ten to de la prepo­
tencia de los mandarines y de los grandes terratenientes, aban­
don ó su cargo y volvió al cam po para vivir en su granja. Se
dio el apodo de «Caballero de los Cin co Sauces» y se pu so
a labrar su tierra. De esta m an era, con oció bien la vida y el
trabajo de los cam pesin os y cultivó am istad con m uch os de
ellos.
Tao Yuanming fue el mejor poeta del período de Wei, Jin ,
Sur y Norte y un o de los más importan tes de toda la literatu­
ra china. La mayoría de sus versos son sobre su vida retirada
en el cam po y h ablan de los deleites que conlleva. Son algo
parecidos a los poem as bucólicos en la literatura occidental, y
le hicieron merecer el n ombre de iniciador y fun dador de lo
que los críticos llaman «poesía de cam po» en la literatura chi­
na. Desde el pun to de vista de la literatura comparada, n os re­
cuerdan los versos de los grandes líricos españoles tales com o
Jor ge M an rique y Fray Luis de León , y es sor pren den te su
gran similitud. La serie de poem as titulados «Retom o al cam ­
po» son obras maestras del autor. Sin embargo, Tao Yuan-
m in g también describe las malas con dicion es de vida de los
campesinos y su amistad con ellos, expresa su integridad de

[130]
n o doblegarse ante los poderosos y sus sueñ os por una her­
m oso m un do próspero y libre en que todos vivan y trabajen
en armonía, un a especie de utopía china.
En la dinastía Jin , m uch os poetas sólo cuidaban la belleza
formal de los versos a expensas del conten ido. Sin embargo,
Tao Yuanming n o se dejó llevar por esta ten den cia y su poesía
se caracteriza por la espontaneidad, amenidad, sinceridad y
sencillez del lenguaje. De su producción literaria sólo un os 130
poem as y varias prosas, recogidos en O bras de Tao Y uanm ing,
h an podido llegar a nuestros días.

BEBIEN D O M I V I N O 3

Aun que ten go m i cabaña


en un sitio popu loso,
vivo en absoluta tranquilidad,
sin oír el barullo de la calle.
Me preguntarás cóm o lo consigo.
Ten alejado tu corazón,
y el m un do se alejará de ti.

Cojo flores de crisantemo


jun to a la cerca del este.
De pron to diviso con gozo
el lejano m on te de Austro
radiante del sol vespertino.
Los pájaros regresan en bandadas,
Se me ilum in a un a gran verdad.
Quiero aclararla.
M as me fallan las palabras.

3 E l a u t o r escr ib ió ve in t e p o e m a s b a jo est e t ít u lo , d e lo s cu ale s e sc o ge ­


m o s d o s.

[13 1]
IX

Al alba oigo llamar a la puerta.


Me echo la ropa encima y abro.
Veo a un labrador ancian o,
que, jarra de vino en m an o,
viene a visitarme m uy amable.
Cree que n o estoy adaptado a la época.
«Para personas com o Ud.,
n o será lo más adecuado
vivir bajo techo de paja
y vestir andrajos.
Todo el m un do se revuelca en el fango,
y ¿por qué h a de negarse a hacer lo m ismo?».
«Le agradezco su con sejo,
pero yo n o nací acorde
con los afanes m un dan os.
Dejarme llevar por la corriente
es ir contra mi naturaleza.
Venga, vam os, bebam os.
Disfrutemos de su vin o:
He escogido m i camin o
y n o cambiaré de rumbo».

ESCRITO A M I A M IG O G U O

Fron dosos árboles se alzan frente a la sala


y producen frescor en plen o verano.
La brisa del sur, arremolin ándose,
abre mi túnica y me acaricia.
Alejado de los trajines del m un do,
disfruto de la tranquilidad y sosiego.
Cad a día, tras levantarme,
me deleito tañen do laúd y leyendo libros.
Crecen las verduras en mi huerta,

[13 2.]
y aún me queda much o gran o del añ o pasado.
Me con ten to con tener lo necesario
y n o aspiro más.
Muelo arroz para hacer un licor delicioso.
Al tenerlo preparado, me lo sirvo.
Mi pequeñ o h ijo juega a mi lado.
Aprende a h ablar balbucean do,
i Qué feliz me hace todo esto,
y me olvido ya del birrete de fun cion ario!
Con tem plan do lejanas n ubes blancas,
añoro a los sabios de las épocas pasadas.

LA M UD AN Z A

Desde hace m uch os añ os


quiero vivir en la aldea Sur,
n o por su fam a de traer
felicidad a sus h abitantes,
sino por ser sencilla su gente,
con la que pasaría alegremente
las mañan as y las tardes.
H oy por fin pu edo mudarme.
Aun que la casa es pequeña,
me con ten to con que quepa cam a y estera.
Los vecin os vienen a verme a m en udo.
Ch arlam os con nostalgia sobre los tiempos antiguos.
Ju n tos n os solazam os leyendo escritos raros.
Discutimos los significados dudosos
y nos expon em os un o a otro
lo que sacam os en claro.

[ 133]
R E T O R N O AL C A M P O

De n iño, sin ambicion es mun danas,


sentía un gran apego a las montañ as.
M ás tarde, caí desgraciadamente
en el lazo de este van idoso m un do,
que m e ha retenido por tantos años.

Los pájaros enjaulados añoran


los n idos que tenían en el bosque.
Los peces de los acuarios
echan de m en os el in m enso mar.
Por fin he regresado a mi finca,
y estoy aquí, com o labrador,
roturan do los cam pos yermos del sur.

Tengo poca tierra


y un as cuantas chozas.
O lm os y sauces dan som bra a m i casa,
y veo peras y melocoton es,
que crecen enfrente de la ventana.
A lo lejos se perciben
ruidos y voces de un pueblo.
De cerca veo tenues h um os,
que se elevan sobre las chimeneas.
Un perro ladra al fon do de la calle,
y un gallo canta sobre un a morera.
En mi casa todo es tranquilidad,
alejado de tum ultos y bullicios.
He dejado para siempre jamás
aquella vida enjaulada,
y logré volver al YO de verdad.

[134]
II

La campiña. Poca gente.


Callejuelas. Escasos coches.
De día, cerrada mi puerta de ramas.
De noche, ante el vin o, lejos del m un do.
De vez en cuando, en m edio de las hierbas,
m e encuentro con labriegos.
Con versam os, sólo sobre moreras y cáñam os,
que crecen día a día.
Es m uy grande m i finca.
Sólo temo que caiga escarcha y nieve,
dejan do todo en ruinas.

III

H e sem brado lentejas


al pie de m on te de Austro.
Los brotes son escasos,
y abun dan malas hierbas.
Al alba salgo a arrancarlas.
Al claro de lun a vuelvo,
con el azadón al h ombro.
El sendero es estrecho,
y m uy altos los abrojos.
El rocío vespertino
me h a m ojado la túnica.
Pero n o m e quejo.
Lo ún ico que quiero
es hacer lo que me gusta.

[i3Sl
V

Solo y an gustiado,
bastón en m an o,
regreso por un sin uoso sendero.
Un arroyo lím pido, poco h on do.
Mis pies jugan do con su agua.
Vino recién fermentado
y un pollo en la mesa,
invito a los vecinos.

Se pon e el sol y oscurece.


En lugar de velas
enciendo unas leñas.
Viene la alegría.
Se va la noche,
que h a sido m uy corta.
De nuevo raya la aurora.

[136]
ΧΙΕ U N G YU N
(385-433)

Duque de Kangle, natural del actual distrito Taikan de la


provincia Henan, es un fam oso poeta de la dinastía Sur. Por
problem a político fue desterrado y después asesinado por or­
den del emperador. Sus poem as están reunidos en A n tología
X ie Can gle y su tema principal es el paisaje.

D IÁLO GO JU N T O AL ARRO YO D O N GYAN G

iQué much ach a m ás encantadora


la que está m ojan do sus blancos pies
en el agua esmeralda del arroyo!
«Eres la brillante lun a entre las nubes,
lejana, inalcanzable para el h ombre».
— le dice un chico gallardo
que n avega en un velero.
«Depen de. — le contesta la don cella—
Si quieres la luna con toda tu alma,
la verás bajar de las nubes».

[137]
SH EN YUE
(441-513)

Nom bre social: Xiuwen.


Natural de W uxing Wukan, provincia de Zhejian, ministro
del reino de Liang, inició, jun to con Xie Tao, el estilo y on g-
m in ti que dejó un a gran influencia para la m odalid ad lü sh i
y ju eju posteriores. Su obra está recogida en A n tología de Shen
Y inhou .

D ESP ID IEN D O A FAN C H E N G ’AN

Am igos desde n iños, al separamos,


fijamos la fecha para el reencuentro.
H oy n os vem os, pero en n uestros añ os de ocaso.
¡Cu án tos cambios! Ya no som os lo que éramos.
O h amigo, n o dejes esta copa:
¿Quién sabe cuán do podrem os levantarla jun tos?
En el sueñ o, n o conoceré el camino
para ir a un nuevo encuentro.
¿Qué hacer para mitigar la tristeza de la añoran za?

[138]
TAO H O N G JIN G
(452-536)

Fam oso ermitaño de la dinastía Sur, de Liang, y gran filóso­


fo y estratega. Rech azó un a y otra vez la invitación del em pe­
rador a incorporarse a la corte, el cual envió de vez en cuan do
gente para pedir sus consejos sobre importan tes asun tos del
Estado.

R ESP O N D IEN D O AL VERSO D E


«¿Q U É H AY EN LA M O NTAÑA?»
D E SU M AJESTAD

¿Qué h ay en la montañ a?
Sobre los cerros abun dan nubes blancas.
Están allí para mi placer,
y lamen to, su majestad,
n o poder enviároslas.

[139]
ΧΙΕ TIAO
(464-499)

Nom bre social: Xuanhui.


Fue célebre poeta del reino Qi, dinastía Sur. Nacido en el
actual Taikang, de la provincia de Henan, ejerció varios cargos
públicos sucesivamente. Víctim a de las calumn ias e intrigas
de sus enemigos políticos, fue encarcelado y murió en la
prisión a los treinta y seis años de edad.
En su época, surgió la poesía del estilo Yonming (Yonming
fue el n om bre del año 483), caracterizado por la com bin ación
de la métrica y el uso de paralelismos y antítesis. Xie Tiao fue
el m ejor exponente de esta corriente, dedicada principalmen­
te a la descripción de la belleza de la naturaleza. Se gan ó gran
fama por la elegancia de sus versos, algunos de los cuales son
m uy apreciados y citados con frecuencia. Sus poem as fueron
reunidos en Colección de X uan ch en g X ie (Xuancheng era la ciu­
dad don de el poeta ejerció el cargo de alcalde).

Q UEJAS SO BRE LAS GRADAS D E JA D E4

Cae la tarde.
En el palacio,
corro la cortina de perlas.
Las luciérnagas vuelan errantes,
y luego se posan .

4 E l p o e m a fu e e sc r it o en t o n o d e u n a m u je r q u e añ o r a a su a m ad o .

[140]
A lo largo de la noche,
cosien do un a túnica de seda,
n o pien so más que en ti, mi amor.

R ESP O N D IEN D O AL SEÑ O R W ANG


Q U E TAÑE SU LAÚD

Viento fresco. Gotas de rocío.


Lun a redon da con sus luces plateadas.
Un a brisa fragante m e acaricia.
Esta n och e, tu laúd me encanta.
Susurros de otoñ o del bosque.
Tañ idos cristalinos del arroyo.
Ya es tiem po. N o hay que vacilar y tardar.
iDejém on os llevar a este océan o
lejos de bullicios e inmun dicias!
XU U N G
(507-582)

Nom bre social: Xiaomu.


Nacido en Don gh aitan , provincia de Sh angdon g, desem ­
peñ ó cargos importantes en la Corte. Sus versos están recogi­
dos en A n tología de X u X iaom u .

CAN TO D E LO S GALLO S

Cortin a de seda bordada.


Alcoba de boda casi a oscuras.
O jalá la noche durara
m ás que m il años.
¡Malditos los picaros gallos!
Com piten en cacarear
antes de que despun te el alba.

[142]
BALADA D E M U LAN
YUEFU

An ón im o (siglo vi,
finales de la dinastía del Norte)

Ruidos de la lanzadera que corre.


Está tejiendo Muían
junto a la puerta.
De pron to para el telar,
y se oye un suspiro.
— ¿Qué estás pen san do, hija?
¿Qué es lo que te preocupa?
— Nada, padre, casi nada...
Es que ayer vi un edicto del Gran Kh an
sobre el inicio del reclutamiento.
La lista viene en doce libros,
y en todos encuentro su n ombre.
Usted n o tiene h ijo varón,
ni yo ningún h erman o mayor.
Así que quería m on tar a caballo
y reemplazarle para ir a la guerra.

Com pra M uían un caballo fuerte


en el mercado del este,
un a montura en el del oeste,
un freno en el del sur,
y un látigo en el del norte.
A la m añan a siguiente,
se despide del padre y la madre.

[143]
Por la noche, se detiene
a la orilla del n o Amarillo.
Ya n o oye las afectuosas voces de sus padres,
sino furiosos rugidos de las olas.
De madrugada, otra vez parte
para pernoctar en el M on te Negro.
Tam poco oye a sus cariñosos padres,
sin o sólo los agudos relinchos
de los caballos del M on te Tártaro.
Presurosa march a al cam po de batalla,
y deja atrás varias fortalezas.
El gélido aire trae el duro son
de los gon gs de los veladores.
Las corazas, bajo un sol lánguido,
despiden un frígido brillo.

Tras cien combates muere el general,


y al cabo de diez añ os regresa la guerrera.
La recibe el mon arca
en la sala de Audiencia.
La asciende al grado m ás alto
y le concede miles de on zas de oro.
Le pregunta qué pien sa hacer.
Muían le dice que n o quiere ser
ni man darín ni funcionario.
Sólo pide un camello
para volver a casa.

Recibida la noticia,
sus padres, ya m uy ancianos,
apoyados un o en el otro,
van a la entrada del pueblo a su encuentro.
Recibida la noticia,
su h ermana se adorn a ante la ventana.
Recibida la noticia,
su h ermanito afila la cuchilla
para matar cordero y cerdo.

[i 44-1
Muían abre la puerta del pabellón este.
Sen tada en el lecho del pabellón oeste,
se quita su ropa de combate
y se pon e la de doncella.
Ju n to a la ven tana, ante el tocador,
se pein a y se maquilla.
Sale a ver a sus compañeros,
que se quedan con la boca abierta.
«Luch an do doce años codo a codo,
n un ca supim os que era muchach a».

Al descan sar las liebres en un sito,


al mach o le gusta mover las patas,
y a la hembra, cerrar a medias los ojos.
Pero al correr jun tos por el cam po,
¿quién distinguirá entre el un o y el otro?

[14 5]
D IN ASTÍA TANG
(618-907)

ÉP O CA D E LAS C I N C O DIN ASTÍAS


Y LO S D IEZ REIN O S
(907-960)
W A N G JI
(585-644)

Nom bre social: W ugong.


O riun do del actual Hejin , provin cia Sh an gxi, tom ó a Tao
Yuanming, poeta bucólico, com o su maestro en su vida y su
creación literaria. M uy adepto al taoísm o, se retiró a su pue­
blo natal tras desem peñar cargos públicos de poca importan ­
cia durante un tiempo. Su poesía es prin cipalmen te bucólica
y n os dejó A n to lo ga de W ang W ugong.

CO N TEM P LA N D O EL CAM P O

Cae la tarde en Tong Gao.


Estoy du dan do, sin saber qué hacer.
Se visten de otoñ o todos los árboles.
M on tañ as y m ontañ as se tiñen
de luces crepusculares.
Los pastores regresan con novillos.
Los cazadores, con sus presas.
No con ozco a nadie.
Can to largamente Ch aiw ei,
antigua canción de tristeza.

[149]
W A N G BO
(650-676)

Nom bre social: Zi’an.


Acerca de la fecha de su nacimien to y fallecimiento, hay
dos versiones diferentes y la que pon em os aquí es la más
aceptada. Nació en el actual Hejing, provincia de Sh anxi, en
un a familia de intelectuales, y fue sobrin o del con ocido poe­
ta W ang Zhi. A los catorce añ os de edad logró aprobar los exá­
menes imperiales y se convirtió en funcionario del Estado.
Sin embargo, a causa de problem as políticos fue destituido.
En el viaje que h izo para visitar a su padre exiliado, debido
a un a gran tormenta, se h un dió el barco y W ang Bo pereció
ahogado.
En cabeza el grupo que se con oce en la h istoria de la lite­
ratura china com o «Los cuatro poetas prom in en tes de Tang
inicial», grupo que, con sus poem as y críticas, ataca el estilo
florido y sofisticado que reina en la época y contribuye a la
ren ovación de las form as de la versificación. El mérito de
W ang Bo en este sentido con siste en su aportación a la de­
term in ación de la métrica de los lü sh i (octavas de estilo m o­
derno) pen tasílabos, a la in iciación de los ju e ju (cuartetos de
estilo m odern o) h eptasílabos y al desarrollo de los gu ti sh i
(poem as de estilo antiguo) h eptasílabos. Se h an con servado
un os n oven ta poem as suyos, reun idos en la A n tología de
W an gZ ïan , y sus temas son variados: amistad, n ostalgia por
la tierra natal, descripción del paisaje, tristeza por la separa­
ción geográfica de los am igos, decepción por los reveses que
h abía sufrido.

[150 ]
D E S P I D I E N D O A DU, Q U E V U E L V E A S I C H U A N

Desde los m uros de la capital,


rodeada por los tres pueblos de Qin ,
m iro h acia Sich uan adonde te envían,
y n o veo más que brumas y nieblas.
Esclavos de nuestros cargos en tierra extraña,
com partim os la tristeza de las despedidas.
Com o am igos entrañables,
n os sen timos un o al lado del otro,
aun en distin tos extremos del m un do.
¿A qué portam os com o chiquillos,
que m ojan sus pañ uelos con lágrimas,
al despedirse en la encrucijada?

EN M I CASA D E LA M O N TAÑ A

Cítara en m an o, entro en m i cabaña.


Alzo la copa y bebo con mi amada.
Bajo la luna, estanque, flores y árboles.
Un nuevo m un do de la primavera.

EL PABELLÓ N D EL P RÍN CIP E T EN G

El alto pabellón del príncipe


se yergue a la orilla del río.
Ya n o suenan las campanillas de su carroza,
ni los adorn os de jade de sus bailarinas.
Al alba, a los biom bos de pintura vuelan
nubes brum osas de los ríos del sur.
De noche, las cortinas de perla envuelven
las lluvias de las m on tañ as del oeste.

[151]
Nubes ociosas fluctúan en el agua,
tan encantadoras,
com o en otras épocas.
Mas las cosas cambian , los astros giran.
¡Cuán tos otoñ os han transcurrido!
Y ahora, ¿dón de está el dueño del pabellón ?
Sólo queda, al lado de la cerca,
el Yangtsé, que corre indiferente.

D ESP ED ID A EN JIA O AN
— EN CO N TESTA CIÓ N A M I A M IG O LU

Guiados por las estrellas,


salim os de la venta.
A la luz de la luna,
n os despedim os con gran pena.
Las rocas superpuestas im piden
la luz vespertina.
En estas m ontañ as silenciosas,
entrevemos riachuelos y arroyos.
Aúllan los m on os.
Gotean las hojas.
Se h an ido las luciérnagas.
El vien to viste de otoñ o al campo.
¿Dón de estarás, m i amigo?
¿Más allá de esas n ubes y nieblas?

EN LAS AFUERAS D E LA CIU D AD ,


EN PRIMAVERA

Can tan do, bebo solo,


en mi jardín vacío.
Com pon go un os poem as
en un día tan h ermoso.
Las orquídeas invaden las estrechas sendas.
Los sauces cubren el largo arroyo.

[15 2]
H a terminado la lluvia.
Las flores mojadas
brillan com o perlas.
Calm ado el viento, me parece
que hay m enos h ojas en los árboles.
Quiero embriagarme a gusto
com o los ermitaños.
Sólo temo que en m i jarra
n o haya suficiente vin o.

P LENA PRIMAVERA, EN LAS AFUERAS

En el Jardín del Levante,


sendas pobladas de sauces.
En el Parque del Oeste,
estanque lleno de flores.
H erm oso paisaje sin igual.
Can tan las aves al alba,
despertan do a la gente.
Los pececillos, alegres,
sabiendo que es primavera,
juguetean en el agua.
Cae la noche.
Lun a plateada.
Paz y sosiego.
Lejos del polvo del m un do.

[153 ]
SONG ZHIWEN
(650-712)

Nom bre social: Shaolian.


Sobren om bre: Yanqing.
O riun do de Fenyang, provincia de Shanxi, obtuvo el título
de jin sh i (doctorado) en 675 y ocupó importantes cargos ofi­
ciales durante un tiempo. Pero, im plicado en un caso de lu­
cha por el poder en la corte, fue desterrado al lejano Guan g­
don g y m ás tarde ejecutado por orden del emperador.
Tuvo fam a en la historia por la contribución que h izo jun ­
to con Sh en Ch uan qi a la defin ición de la métrica de un a
nueva form a de poem as: lü sh i, que significa «versos rigurosa­
mente reglamen tados» y son poem as de ocho versos. Nos
dejó Colección de Son g Z h iw en , con poem as m uy bellos en la
estructura y la métrica.

ESCR ITO EN U N A PARED D E LA P O SADA


AL N O RTE D E LA SIERRA DAYU5

Los gan sos silvestres vuelan


al sur en octubre y ahora regresan.
Mientras mis viajes n un ca se acaban.
¿Cuán do podré volver a casa?

5 El p o e m a fu e escr it o en el c am in o h a c ia el exilio, en la p r o v in c ia d e Jia n g­


xi, en el su r d e l p aís.

[154 ]
La creciente h a descen dido y el río calmado.
La selva, brum osa, se sumerge
en emanacion es de pan tan os.
Mañ ana, al rayar el alba,
cuan do dirija la mirada
hacia m i lejano pueblo,
¿podré ver los ciruelos en flor
a lo largo de los cerros?

C O N M O TIVO D EL A Ñ O N U EV O

Añ o nuevo. Fuerte añoran za por m i tierra.


Deportado a los confines del m un do,
triste, n o puedo contener el llanto.
Ya viejo, vivo desamparado.
La primavera h a vuelto a m i pueblo,
y yo, en exilio, comparto albas y ocasos
con los m on os de la sierra,
aguantan do vien tos y nieblas
jun to con los sauces de la ribera.
H e sufrido dem asiado.
¿Cuán do acabarán mis penas?

CR U Z A N D O EL RÍO H AN

Desterrado al sur de las cordilleras,


n o he recibido carta de mi tierra.
Se fueron primaveras,
transcurrieron inviernos.
Por fin regreso. Cerca de mi pueblo,
me vuelvo más y más intran quilo:
m iedo a preguntar por los míos
a los paisan os que encuentro.

[155]
HE ZHIZHANG
(659-744)

Nom bre social: Jizh en g.


Nació en Xiaosh an, de la provin cia de Zhejiang. De joven
ya tenía fam a por sus versos y era am igo del gran poeta Li Bai.
Ejerció diversos cargos oficiales y en 742 se retiró a la zon a del
Lago Jin g. Gran bebedor, se dio el sobren om bre de «Borracho
Loco de Sh iming», m ontañ a en que bebía frecuentemente
con sus amigos.
Sólo diecin ueve poem as suyos h an podido conservarse
hasta h oy día, entre los cuales sus ju e ju (cuartetos de estilo
m odern o) son m uy valorados gracias a su elegancia y origi­
n alidad.

D E R EG RESO A M I P UEBLO NATAL

Salí de n iñ o y, viejo, vuelvo.


Mi acento, el de antes, mas ya raros mis cabellos.
Los niños n o me conocen . Sonrien tes, preguntan:
¿De dón de viene, caballero?
ZHANG RUOXU
(660-720)

Natural de Yangzh ou de la actual provin cia de Jian gsu, tra­


bajó com o fun cion ario de baja categoría. Fue un o de los cua­
tro poetas que form aban el grupo que en su época llamaban
«Cuatro literatos de W uzhong». Se sabe m uy poco de su vida
y sólo dos de sus poem as h an podido llegar a nuestros días.
Pero un o de ellos, el que se lee abajo, aplaudido por los críti­
cos de todos los tiem pos, inmortalizó su n ombre.

EL RÍO PRIMAVERAL,
EN U N A N O C H E D E LU N A Y FLO RES

Con las crecidas de primavera,


se iden tifica el río y el mar.
Emerge de entre las olas
un a lun a esplendorosa.
In un da y acom pañ a
a las aguas agitadas
miles y miles de leguas.
¿Qué río en primavera
n o goza de la luna?

El río corre, abrazan do


la cam piñ a perfumada.
La lun a argenta sus flores.
Se diría que la escarcha,
suspen dida del espacio,

[157]
se funde con el albor
de la arena del islote.
La luna y el cielo,
plateados, límpidos.
Mas ¡qué soledad sufre ella
en el éter cristalino!
En las riberas del río,
¿quién vio la luna primero?
Y ésta, a su vez, ¿cuán do arrojó
sus primeros rayos al h ombre?
Generaciones h um an as,
un a tras otra, vien en y se van.
Añ o tras año, la lun a del río
parece siempre la misma.
N o se sabe a quién espera.
Sólo se ve que en el in m enso río
las aguas pasan y pasan .

Flota un a n ube blanca solitaria,


tranquila, hacia la lejanía.
En la ribera de los Verdes Arces,
una tristeza infinita.
¿De quién es aquella barca
que en esta noche navega?
¿En qué morada, bajo la luna
se añora al ser querido ausente?
La luna ron da la casa
e ilumina el tocador
de la esposa nostálgica,
que enrolla la cortina de perlas.
Mas la lun a n o se aleja.
Golpea en la piedra al lavar la ropa6.
Tam poco la ahuyenta.

6 E n la an t igu a C h in a, la gen t e lav ab a la r o p a go lp e án d o la c o n u n p a lo so­


b r e u n a p ie d r a lisa y llan a.

[158 ]
Ah ora los amantes fijan la vista
en el espejo celeste.
Quieren verse, pero en van o.
¿Remon tar la lun a e ir con sus luces
para alumbrar al am ado?
M as ni los gansos silvestres,
legendarios mensajeros de amor,
en su vuelo prolon gado,
pueden llevarle la luz.
Los dragon es y los peces,
también mensajeros,
sólo logran levantar,
en sus afan osos saltos,
un os rizos en el agua.

«An och e soñ é que las flores


se cayeron en los estanques.
Avan zada ya la estación,
aún n o puedo volver a casa.
Im petuosas aguas del río
se llevarán la primavera,
y tam bién la flor de mi vida».

Sobre la orilla agon iza la luna,


que se atisba entre las brumas.
M on tañ a Norte. Río Sur.
Inmensurable es la distancia
que el viajero debe salvar.
¿Q uién pudiera cabalgar la lun a
para volver al h ogar?
Ya se pon e ella, la luna,
y de tristeza se llenan
el río y sus arboledas.
C H EN ZI’AN G
(661-702)

Nom bre social: Boyu.


Nació en Xieh ong, perteneciente h oy a la provincia de Si­
chuan. A los veinticuatro años fue aprobado en los exámenes
imperiales y design ado a varios puestos sucesivamente, llegan­
do h asta el de sh iy i (Con sejero Imperial). Debido a las intrigas
de sus enemigos políticos fue deten ido y murió en la prisión.
Gran renovador, fue el poeta que lanzó un movimien to
«renacentista» consistente en volver a la antigua tradición de
Sh iJin g (Libro de poem as m odelo) y rechazar el estilo formalista
y florido a expensas del con ten ido. Con tribuyó decisivamen­
te a la superación de esta tendencia que reinaba en la época y
al desarrollo de un a poesía con contenido san o y ligada a la
vida. Sus versos rebosan de entusiasm o y están reunidos en
O bras de Chen Sh iy i.

D ESD E LO ALTO D EL P ABELLÓ N YO U Z H O U

Detrás n o veo al h ombre del pasado,


ni delante al n o llegado.
Pienso en lo infinito que es el universo.
Lágrimas, solo, en la tristeza inmerso.

[16 0 ]
Z H AN G JIU LIN G
(678-740)

Nom bre social: Zisou.


O riun do de Qujian g, provincia de Guan gdon g, pasó con
éxito en 708 las pruebas para optar al título de jin sh i (doctora­
do) y después h izo un a brillante carrera política, llegando h as­
ta ocupar durante un tiem po el cargo de primer ministro, en
la época del emperador Xuan Zon g. Tenía m uch o prestigio y
buena fam a por su rectitud, capacidad y gran erudición, y era
un entusiasta protector de m uch os poetas. Debido a las intri­
gas del poderoso Li Lin fu, sufrió en 737 descen so y destierro.
Fue un o de los excelentes poetas de la dinastía. Se distin­
guió por la sencillez y el frescor del lenguaje de sus versos y
con tribuyó much o a la superación del form alism o que reina­
ba a prin cipios de Tang. Nos dejó Colección de Q u jian g.

REFLEXIO N ES M ELAN CÓ LICAS

Vestidas de h ojas esplen dorosas,


crecen orquídeas con vigor
entre las brisas de primavera.
Cubiertas de hechiceras flores,
brillan canelas en su pureza
al claro de la luna otoñal.
A ellas deben tantos encantos
las dos estaciones del año.

[i6 i]
De ellas están en amorados
los moradores de los bosques.
Gustosas, reparten su fragancia,
se mantienen en su castidad,
y n o dan importancia alguna
ni a los elogios,
ni a los desprecios.

A Ñ O R A N D O , BAJO LA LUNA,
A M I LEJANA AM ADA

Sobre el mar se eleva


un a lun a espléndida.
Tú y yo la contemplamos
desde dos extremo de la tierra.
Lamen to que la noch e sea tan larga
y, desvelado, te añoro apasion ado.
Apago la lámpara:
la luz de luna me encanta
llenando todo m i cuarto.
Me pon go la capa y salgo.
Sien to el rocío m uy den so.
Me entristece n o poder recoger
un puñ ado de luz y enviártelo.
Regreso y me acuesto:
Quiero verte en el sueñ o.

[i62l]
WANG HAN
(687-726)

Nom bre social: Ziyu.


Nacido en lo que h oy es Taiyuan, provin cia de Sh anxi, des­
de 710 desem peñ ó cargos importan tes, pero su rectitud le va­
lió un destierro tras otro.

BALADA D E LIAN GZ GO U

Vino selecto en copas de jade esplén dido.


A caballo, íbam os a tomar
cuan do el laúd n os apremió a partir.
— ¡Venga, vam os, a beber!
Si caigo yo borrach o en la batalla,
n o os riáis, caballeros.
Pensad: Desde tiem pos remotos,
¿cuán tos guerreros habrán vuelto?

[16 3 ]
W A N G ZHIHUAN
(688-742)

Nom bre social: Jiling.


Natural de Jin yan g, Shanxi. Destacó por sus poem as acerca
de la vida y la lucha en la frontera.

SU BIEN D O LA PAGO DA D E LA CIG Ü EÑ A

El sol pálido agon iza


apoyado en las colinas.
El río Amarillo corre
al encuentro de la mar.
¿Queréis gozar de la vista
del más lejano h orizonte?
¡Arriba, arriba y más arriba!

BALADA D E LIAN GZ H O U
— TRISTEZA D E LO S SO LD A D O S FRO N TERIZO S

El Río Amarillo vuela a lejanas n ubes blancas.


Un castillo solitario se alza entre mil altas montañ as.
¿Por qué tocar nuestros «Sauces quebrados» con flauta tártara,
si aquí, al Paso de Jade, n un ca llega el viento de primavera?7.

7 Lo s sau ces cr ecen en pr im aver a. «Sau ce s q u e b r a d o s» es la can ción m ás


can t ad a p ar a las d e sp e d id as y siem p r e d esp ier t a t r ist eza y añ or an za.

[164]
W A N G CHANGLING
(690-757)

Nom bre social: Sh aobo.


Natural de lo que h oy es Xi’an, provincia de Sh aan xi, ob­
tuvo el título de jin sh i (doctorado) en 727. Trabajó en varios
cargos oficiales y también con oció, com o much os otros poe­
tas, el exilio. Regresó a su pueblo natal en los tiempos de caos
de la rebelión de An Lush an y fue asesinado por un censor.
Fue un o de los destacados exponentes de la «poesía de fron­
tera» y se distin guió por sus versos ju e ju (estrofas de cuatro ver­
sos) de gran originalidad verbal y elevada armon ía fónica, a
much os de los cuales se les pu so música. Sus poem as están
publicados en A n tología de W ang Ch an glin g.

CA N CIÓ N D E LAS D O N CELLA S


RECO LECTO RA S D E LO TO S

Verdes faldas en el verdor de las hojas.


Rostros de flor entre flores de loto.
En la espesura n o se las encuentra.
M as su canción delata su presencia.

[16 5]
D E S P I D I E N D O A XINJIAN
E N EL P A B E L L Ó N D E HIBISCO

Noch e oscura en Wu. Río bajo la lluvia fría.


Nacen los primeros rayos: rom pe el alba.
Aquí te digo adiós, y en la lejanía
se ve la m ontañ a de Ch u solitaria.

Cu an do te pregunten por mí los amigos,


diles, por favor, a todos de mi parte:
Tienen mi corazón cristalino
en un ánfora de jade.

D ESP ID IEN D O A Z H AN G SI

Crepúsculo triste
en el bosque de arces.
Fluyen con melancolía
las aguas del río.
Te vas alejando.
Frígida lun a del monte.
O igo incesantes aullidos
de los m on os afligidos.

[ i 66 ]
LI Q I
(690-751)

Oriun do de Ya’an, provincia de Sich uan , obtuvo el jin sh i


(doctorado) en 735 y fue n om brado alcalde de Xinxiang, pro­
vincia de Henan. Descontento de ocupar el m ism o puesto
durante años, se retiró para vivir en sitio descon ocido.
El conten ido y la form a de sus poem as son amplios y varia­
dos, y se destacan sus versos acerca de la lucha y la vida en zo­
n as fronterizas, de estilo antiguo generalmente. Sus obras se
reúnen en A n to lo ga de poem as de L i Ch i.

AL ESTILO AN TIG U O

Es empresa de los hombres


luchar en expediciones.
De jóven es vinieron
de You y Yan, cun a de los héroes,
y recorren a caballo
esta in m en sa estepa agreste.
A sus corceles confian su suerte,
y poco les importa la vida.
Cuan do se lanzan hacia adelante,
nadie se atreverá a detenerles.
Sus caballos son rebeldes, y sus barbas,
duras com o púas de erizos.
Com batien do entre el polvo amarillo
debajo de las n ubes blancas,

[167]
juran n o regresar a sus casas
antes de ver su m isión cumplida.
Un a muchach a de quin ce abriles
que viene del país de Liaodong,
magnífica tañedora de cítara,
canta y dan za para ellos
a las mil maravillas.
Y los guerreros, al escucharla,
derraman todos copiosas lágrimas.

[ i 68 ]
M EN G H AO RAN (M EN HAO YAN)
(689-740)

Nacido en Xiangyan g, provin cia de H ubei, pasó su juven ­


tud en la m on tañ a Lu M en , dedicado a estudios literarios.
A los cuaren ta añ os de edad fue a Ch an g’an y se presen tó a
los exámenes imperiales para obten er un em pleo público. Fra­
casó y regresó a dicha m on tañ a para vivir com o ermitaño. Fue
am igo de much os fam osos poetas, entre ellos W ang Wei, Li
Bai y W ang Ch an gling, quien le h abía invitado a trabajar en
su gabinete. Pero n o fue posible: murió a causa de un a com i­
da en exceso al agasajar a W ang Ch an glin y n un ca tuvo car­
gos oficiales.
La mayoría de sus poem as están dedicados a la exaltación
de la naturaleza y a la descripción de la vida campestre, con
un estilo parecido al de W ang Wei, con sencillez y elegancia.
Los críticos con sideran que él y W ang Wei forman un a nueva
corriente paisajista — corriente de Wang-Meng. Un os 260 poe­
mas suyos han podido conservarse h asta nuestros días, reuni­
dos en la A n tología de M en g H aoran , y en m uch os de ellos se
n ota un a delicada tristeza.

P O EM A EN VIAD O AL P RIM ER M IN ISTRO ZH AN G,


D ESD E EL LAGO D O N G T IN G

Las aguas otoñ ales del lago


se con fun den con el cielo.
Un a tenue bruma envuelve

[169]
el in men so llano en los contornos.
La ciudad de Yueyang se mece
en las aguas cabrilleantes.
Quería cruzar el lago,
mas n o hallo bote ni barco.
Me avergüenza estar ocioso
en esta época de paz y progreso.
Lo único que puedo hacer
es sentarme a con templar
aquí, con admiración y gozo,
a los pescadores tan absortos.

M ADRUGADA PRIM AVERAL

Sueñ o primaveral. N o advierto el amanecer


hasta que suenan trinos por doquier.
An och e oí un ch ubasco con su ruido.
Dim e: ¿cuántas flores h abrán caído?

ESP ERA N D O A D I N G 8

La lun a surge entre los pin os


refrescando la noche.
Brisa y arroyo deleitan el oído
con un a suave música.
Van regresando los leñ adores a casa,
y los pájaros a sus n idos en la niebla.
H a pasado la h ora convenida,
y n o llegas todavía.
Solo, laúd en m an o, te espero
entre enredaderas del camin o.

8 El t ít u lo co m p le t o es: «U n a n o ch e q u e m e alo jo en casa de m i m aest r o en


la m o n t añ a, e sp e r o a D in g el M a y o r q u e n o vien e».

[170]
EN VIAD O A Z H AN G W U,
AL A SC EN D ER A LA M O N TAÑ A W AN EN O TO Ñ O

En el Pico de Norte,
rodeado de n ubes blancas,
gozas de la vida retirada.
An sian do divisarte desde aquí,
ascien do a la alta mon tañ a.
M i corazón sigue el vuelo
del ganso silvestre,
hasta que se pierde en la lejanía.
La frescura otoñ al aumen ta
mi entusiasm o alpinista.
M as cae el crepúsculo,
trayéndome tristeza.
Desde lo alto veo a los aldeanos
que retom an a sus casas.
Descan san en el embarcadero
de la Ribera Aren osa,
en espera de la balsa.
En el h orizon te, los árboles
parecen diminutos arbustos.
En el río, la isla
brilla com o un a luna.
Me pregun to, ¿cuán do podrem os
traer vino aquí
para em briagam os jun tos
y disfrutar del Festival de O toñ o?9.

9 E l Fest ival d e O t o ñ o es u n a fiest a t r ad icion al ch in a q u e se celeb ra t o d o s


lo s añ o s el d ía n u e ve d el m es n o v e n o d el cale n d a r io lu n ar , gen er alm en t e c o n
u n a asce n sió n a la m on t añ a.

[171]
P EN SA N D O EN XIN D A EN EL PABELLÓ N SUR,
U N DÍA D E VERAN O

De pron to el resplan dor de las mon tañ as


h a caído por el oeste.
Poco a poco, la lun a del estanque
se eleva por el este.
Cabellos sueltos, ven tana abierta,
gozo del frescor de la noche
acostado en el amplio salón.
La brisa m e trae la fragancia
de las flores de lotos.
Nítidas, las gotas del rocío
suen an en las h ojas de bambúes.
Quisiera tocar m i laúd.
Pero ¿quién me compren de y me escucha?
Triste, pien so en ti, mi amigo,
y el sueñ o huye de mí.

[17 *]
H AN SH AN
(693-781)

Su fecha de nacimien to y fallecimiento es siempre un tema


de discusión. Tras fracasos en los exámenes imperiales se hizo
bon zo y vivió largos añ os en m on tañ as de la provincia Zh e­
jiang. Sus trescientos poem as se recogen en A n to b gía poética
del M aestro H an Sh an .

ESCA LA N D O LA M O N TAÑ A H ELADA

Escalan do la M on tañ a Helada,


las sendas n un ca se acaban.
Largos arroyos serpean
por entre rocas y piedras.
Am plio valle, espesas hierbas.
Musgo resbaladizo
aun que n o haya llovido.
Rugidos de los pin os
aun cuan do n o h aga viento.
Para librarte de penas mun danas,
ven a meditar con m igo
en m edio de n ubes blancas.

[173]
ZHANG XU
( s i g l o s v t i -v h i )

Nom bre social: Bogao.


No se sabe la fecha de su n acimien to y fallecimiento. Ori­
ginario de Suzh ou, provin cia de Jian gsu, es fam oso calígrafo.
Se destacan sus poem as sobre la naturaleza y el paisaje.

INVITAN DO A M I H U ÉSP ED
A Q U ED A RSE EN LA M O NTAÑA

Mon tañ a. Brillo verde de las plantas.


¡Q ué primavera más cautivadora!
Am igo, no pienses volver a casa
por sólo un poco de n ublado:
Aun cuando brille much o el sol
sin un asom o de la lluvia,
estan do en lo m ás h on do de las nubes,
se n os h umedece la túnica.

[174 ]
W A N G WEI
(701-761)

Nom bre social: Muojie.


Nació en 701 en Puzh ou, el actual distrito Yongji de Sh an ­
xi, en un a familia de n obles terratenientes proceden te de Qi,
de la m ism a provincia. Desde su adolescen cia ya era fam oso
com o poeta, pintor, m úsico y calígrafo. En 721, cuan do tenía
veinte añ os, obtuvo el título de jin sh i (doctorado) y fue n om ­
brado cen sor del Departam ento de Música. En 733 fue desig­
n ado por el entonces primer ministro Zh an g Jiulin g, célebre
poeta de la época, Con sejero Imperial, puesto que tenía la mi­
sión de detectar los errores del m on arca y darle consejos.
Cu an do estalló la revuelta de An Lush an y Sh i Sh im in g, cayó
en m an os de los insurrectos y se vio obligado a ejercer el car­
go de censor, contra su propia voluntad, por lo cual escribió
secretamente un poem a expresan do su lealtad al imperio.
Aplastada la revuelta, fue acusado de h aber colaborado con
los rebeldes, pero el mon arca, con m ovido por dich o poema,
le perdon ó y le rehabilitó.
En ios últimos años de su vida, el poeta se retiró a las m on ­
tañas de W ang Ch uan de Lan Tian, provin cia de Shanxi, en­
frascado en los libros de budism o y dedicado a la vida espiri­
tual de esta religión. Falleció en 761, en Ch an g’an.
En la primera etapa de su actividad literaria, escribió poe­
mas de temas políticos que den un ciaban la corrupción, y
tam bién poem as sobre la vida en zon as fronterizas y la lucha
de los guerreros en defen sa del país. Sin embargo, se destacó
más por su poesía de paisaje y de cam po, que com puso prin­
cipalmen te en la segun da etapa de su creación poética. Con

[175]
sus ojos de excelente pintor, captó la belleza de la naturaleza
y la plasm ó en sus versos. Su Don gpo, un gran poeta de la di­
nastía siguiente, le elogió: «En su pintura h ay poesía, y en su
poesía, pintura.» Much os poem as suyos de esta etapa están
llenos de ideas budistas que exhortan a la quietud del alma e
invitan a la vida retirada, por lo que n os recuerdan los versos
del gran poeta español Fray Luis de León.
Su creación poética está publicada en A n tología de W ang
Youchen10.

LA M O NTAÑA Z H O N G N A N

Cerca está de la Morada del Dios del Cielo11.


Cerros tras cerros, hasta la orilla del mar.
Nubes blancas: Se cierran al ser con templadas.
Niebla azulada: Se esfuma si entro en ella.
En tom o al pico de los picos gira todo.
Diferente la luz, soleado o um brío el valle.
Quiero buscar albergue y llam o a un leñador.
M i voz salta a través del agua del arroyo.

10 Yo u ch e n sign ifica «C o n se je r o Im p er ial» y file u n car go q u e W a n g W e i


h ab ía d e se m p e ñ ad o .
11 Se refiere a la c ap it al d el im p e r io , C h a n g’an

[176 ]
C O N TEM P LA N D O EL RÍO H AN
D ESD E U N PABELLÓ N ALTO

En la tierra de Ch u se un en
tres ríos de la provincia,
que extienden sus nueve brazos
desde aquí, Jin gm en .
Sus aguas se lan zan
h acia afuera de este m un do.
Sus verdes m ontañ as, brum osas,
ora se alzan, ora se esfuman.
La ciudad está flotan do
sobre las furiosas olas,
con fun didas con el cielo.
Quiero imitar al general Sh an 12
y emborrach arme ante este paisaje fascinante.

ESCRITO AL REGRESAR
A LA M O N TAÑ A SO N G SH A N

Un arroyo diáfan o serpea entre cañaverales.


Mi carroza, mecién dose, va sin prisa.
Las aguas ondeantes me saludan con cariño.
Aves crepusculares, en ban dada, vuelven con m igo.
El desierto pueblo mira
al antiguo embarcadero.
El sol pon ien te vierte polvos de oro
sobre las m on tañ as autumnales.
Al pie de la m ajestuosa m ontañ a,
ya en casa, cierro la puerta al m un do.

12 Fu e u n gen er al d el an t igu o r ein o Jin q u e c o m a n d ó la t r o p a e st acion ad a


en est a ciu d ad y er a fa m o so p o r su cost u m b r e de b eb e r en sit io s t u r íst icos con ­
t e m p lan d o el p aisaje.

[177]
M I RETIRO
EN LA M O N TAÑ A Z H O N G N A N

Desde mi edad madura,


m e encanta el Tao budista.
En el ocaso de mi vida,
decido vivir mi retiro
al pie del monte Mediodía.
Salgo, cuan do me place,
a dar un paseo solo,
y es un deleite inefable.
Llego hasta don de termina el arroyo.
Sen tado, con tem plo las n ubes que nacen.
Por casualidad me encuentro
con un anciano que vive en el bosque.
Ch arlan do, charlando y riendo,
se n os olvida el regreso.

A N O C H EC ER O TO Ñ AL
EN M I CABAÑA D E LA M O NTAÑA

Cesa la lluvia. Mon tañ a desierta.


Cae la noche. Frescura de otoñ o.
Un a brillante lun a resplandece entre los pin os.
Un cristalino arroyo corre encim a de los cantos.
Risas entre los bambúes:
Regresan las lavanderas.

Vaivenes de h ojas de loto:


Vuelven los botes pesqueros.
Aun que se h a ido la primavera fragante,
todo esto, viajero, ¿n o te invita a quedarte?
EN CO N TESTA CIÓ N
AL SU BP REFECTO SEÑ O R Z H AN G

En mi vejez sólo aspiro al sosiego.


Ya n o m e interesa n ada m un dan al.
Sin n inguna meta, lo ún ico que quiero
es regresar al bosque, m i antiguo hogar.

La brisa del pin ar me agita la faja suelta.


La lun a serrana me alumbra tañ endo la cítara.
Me preguntas por la última verdad de la existencia.
Can tan los pescadores que se alejan por la orilla.

D ELEITES D E LA VIDA CAM P ESTRE

Flores rojas de durazno


cargadas de la lluvia nocturna.
H ojas verdes de los sauces
envueltas en matutinas brumas.
H an caído los pétalos.
Aún n o barre el muchach o.
Can tan las oropéndolas.
Sigue sin despertar el ermitaño.

[179 ]
E N EL B O S Q U E D E B A M B Ú E S

Sentado solo en el bosque en silencio,


tañ o mi laúd y canto largo tiempo.
Nadie sabe que estoy en el espeso follaje.
Sólo la brillante lun a viene a iluminarme.

D ESP ED ID A

Desm on tas. Te ofrezco un vaso de vino.


¿Adon de vas? Me h ablas de desengaños.
Te retiras al mon te Mediodía.
N o te pregun to más. Adiós, amigo.
Divagan nubes blancas, infinitas.

EL ARRO YO DIÁFANO

Cad a vez que entro en el valle de Flor Amarilla,


sigo la corriente de este arroyo cristalino.
Sendero entre montañ as, miles de vueltas
en m en os de cien millas.
Estruendo en el laberinto de peñas.
Silen cio en lo profun do del pinar.
Mecidas, flotan las castañas de agua.
Verdes, los jun cos se reflejan en el cristal.
Mi corazón está siempre en calma
com o estas aguas límpidas.
¡Cu án to m e gustaría quedar sobre una gran roca,
con la caña de pescar, hasta acabar la vida!

[i So]
SO LO , SEN TAD O ,
U N A N O C H E O TO ÑAL

Solo, sen tado, me entristecen mis canas.


Salón vacío. Avanza la noche.
Llueve. Caen los piñ on es del monte.
A la luz del candil, oigo cantar insectos en la hierba.

Los cabellos blan cos n o los podréis cambiar.


N o h ay elixir de eterna juventud.
Si quieres evitar vejez y enfermedad,
h as de apren der a verlo todo com o nada.

EL TO RREN TE D E LUANJIA

O toñ o. Lluvia y vien to braman.


Sobre las rocas corren torrentes de agua.
Saltan las olas y se salpican.
Asustada, baja un a blanca garcilla.

EL C ER CA D O D E LO S CIERVO S

Desierto el mon te.


No se ve gente, m as se oyen voces.
Lo h on do del bosque. Rayos ponientes.
De n uevo brilla el musgo verde.

EL CER CA D O D E LAS M AGN O LIAS

La m ontañ a otoñ al recoge los últimos rayos.


Se ha volado la ban dada siguiendo al primer pájaro.
A ratos la luz irisada de esmeralda brilla.
N o tiene don de quedarse la niebla vespertina.

[iSi]
EL C E R R O D E HUAZI

Se han volado los pájaros al cielo.


Vuelven a teñirse de otoñ o m ontes y sierras.
Subo y bajo, y luego subo de nuevo.
¡Hasta qué extremo llegará m i in m ensa tristeza!

EN EL JA RD ÍN D E LO S P IM EN TERO S

¡Cáliz de casia para las princesas.


Para las bellas damas, fragantes hierbas.
Libem os néctar de pimien ta en la estera de jade.
¡Que las Diosas de las Nubes desciendan!

D ESP ED ID A D E M I M O RAD A
D EL RÍO W ANG

Parten lentos los caballos y el carruaje.


Triste, dejo los pin os y los liqúenes.
Si tanto m e apen a irme de la m on tañ a azulada,
¿cóm o podría aban don ar las verdes aguas?

D E PASO EN EL TEM P LO D E FRAGANCIAS

Sin con ocer el Templo de Fragancias,


caminé varias leguas hasta un pico n ublado.
Un a sen da sin huella h um an a entre añosos árboles.
Son de un as campanas en lo h on do de la montañ a.
Rum or de fuentes, sollozos entre ásperas rocas.
Luz del sol poniente, frescor de los verdes pin os.
Neblin a vespertina.
Recodo del estanque vacío.
Meditación budista que dom a
al dragón de ideas pon zoñ osas.

[18 2 ]
LA H O N D O N A D A D E M A G N O L I A S

Flores de m agn olia en las pun tas de las ramas.


Corolas rojas en m edio de la montañ a.
Silencio y soledad a la entrada del valle.
Profusas, un as se abren mientras otras caen.

D ESP ID IEN D O A ZH AO XIA N Z H O U


Q U E PARTE A QI

Al encontramos, n os reímos con alegría.


Al separamos, se n os saltan las lágrimas.
En la com ida de despedida, estoy triste.
Más triste aún al pen sar que volveré
solo a un pueblo aban don ado.
Tiem po frío. Nítidas las m on tañ as lejanas.
Sol en ocaso. Presuroso corre el gran río.
Apenas levan anclas, ya estás lejos.
De pie, con tem plo por tiempo m uy largo
el h orizonte en que se pierde el barco.

[183]
U BAI (U PO, LI BO , U TAI-PEI, LI TAI PO)
(701-762)

Nom bre social: Taibai.


Nació en 701 en un a familia de comerciantes acom odados.
Su lugar de nacimien to ha suscitado discusion es: según la ver­
sión tradicional sosten ida por los escritores de Tang, es Ch en g
Ji, provincia de Gan su; pero según la versión de Guo M o Jo,
poeta e h istoriador del siglo xx, Li Bai n ació en Shuiye, h oy
Kirghiz, Rusia. De n iñ o se trasladó con sus padres al actual
distrito de Jian gyou, provincia de Sich uan, y creció allí. En su
infancia m ostró gran afición a la literatura y a los once años
escribió un poem a que fue bien acogido. En sus estudios, re­
cibió ideas confucian istas, taoístas y de caballería andante y
era buen espadachín. A los veinte añ os vivió un tiempo en un
templo taoísta y más tarde com en zó su vida de boh em io re­
corriendo primero diversos lugares de la provincia y luego la
zon a del río Yangtsé y del río Amarillo, conocien do así mu­
chos paisajes pintorescos, que fueron fuente de inspiración
para algunos de sus poem as. Se casó en An Lu, de Hubei, con
la nieta de un ex primer ministro y se estableció allí. Varios
añ os después, reanudó sus viajes de peregrinaje, que duraron
un os dieciséis años.
Esperan do ser n om brado directamente por el emperador
para algún cargo importante que le permitiera hacer algo en
beneficio del país sin tener que pasar por much os ascensos,
n o acudió n un ca a los exámenes imperiales com o lo hacían
los letrados de su época, y los viajes que h izo tenían también
por objetivo con ocer a alguien que le presentara al soberano.
En 742 le llegó la oportun idad: el fam oso poeta H e Zh izh an g

[184]
le llevó ante el emperador Xuan Zon g, quien le recibió con
admiración y afecto. Y, por la recom endación del célebre
taoísta W u Zh un y de la princesa Yu Zheng, le design ó ban lin
(miembro de la Academ ia Imperial), cargo semejante al de se­
cretario y asesor del mon arca.
Pasó u n tiempo m uy feliz, pero pron to se dio cuenta de
que el emperador con fiaba casi todos los asun tos importantes
del Estado a los ministros aduladores y que él n o podía hacer
n ada para cristalizar su ideal político — «contribuir a la pros­
peridad del país y mejorar la vida del pueblo»— , aban don ó la
corte y volvió a emprender sus viajes de boh em io, esta vez
durante un os doce años. En esa época él m ism o se dio el so­
bren ombre de «Ermitañ o de los Lotos Verdes».
En 755 estalló la rebelión de An Lush an y Sh i Sh iming. Li
Bai se in corporó a las filas del príncipe Yong que se levantó en
armas para aplastar el m otín. N o obstante, el heredero del tro­
n o Su Zon g con sideró el acto de Yong com o traición y le de­
rrotó. Li Bai fue im plicado y desterrado en 757 a Le Yan, de la
lejana provincia de Guizh ou. El viaje lo h izo sin prisa: en
cada ciudad que pasaba se reunía con sus an tiguos amigos
para beber jun tos y festejar el reencuentro, de m odo que an­
tes de llegar al destino, en 759, recibió el decreto de su amnis­
tía e inició el viaje de regreso. Pasó a vivir con Li Yangbing, un
tío suyo, alcalde de Dan Tu, provincia de An h ui, y falleció
allí, a los sesenta y dos años, dejan do un os mil poem as que se
con servan hasta h oy día, pero que sólo representan un a déci­
ma parte de su producción poética.
Los temas de la poesía de Li Bai son m uy variados: exalta­
ción de la naturaleza, aspiración a la libertad y a la felicidad,
desprecio por los poderosos y mandarines corruptos, amistad,
caballerosidad, bebida, amor, nostalgias, descripción de la
vida en el cam po y en las zon as fronterizas, calamidades cau­
sadas por las guerras.
Sus obras se caracterizan por la espontan eidad y el desenfa­
do en la expresión, por sus pasion es desenfrenadas, sus imagi­
n acion es audaces y originales, su frecuente uso de la h ipérbo­
le y su lenguaje cercano al h ablado. Es maestro en el empleo
del estilo antiguo (yuefu), pero también muestra gran talento
en las form as de ju e ju (cuartetos de estilo m odern o), todo con

[18 5]
gran musicalidad y son oridad, respetan do las n ormas métri­
cas, pero sin ser rígido cuando es necesario romperlas en oca­
siones para dar rienda suelta a sus pasion es.
Ejerce un a poderosísim a influencia sobre los poetas de su
época y de la posteridad, y es, a nuestro juicio, el poeta más
importante de la literatura china.

P ASEAN D O C O N M IS A M IG O S LI YJIA
P O R EL LAGO D O N G Ή N G

Sobre las aguas otoñ ales,


sin brum as ni vah os,
todo m uy nítido.
Llevados por la corriente,
vam os subiendo y subiendo
hacia el azul del cielo.
M as prefiero que n os quedem os aquí,
gozan do de la belleza de la luna,
y con duzcam os la barca a la ribera
para conseguir vin o y beber
jun to a las nubes inmaculadas.

A BEBER

¿No veis, apreciados amigos,


que, cayen do del firmamento,
las aguas del río Amarillo
se precipitan adelante
para fundirse con el mar?
¿N o veis que en la gran sala,
el espejo plateado
refleja los cabellos canos,
que los hilos de seda,
negros por la mañan a,
se h an hecho blanca nieve
al llegar el crepúsculo?

[i 8 6 ]
¡En treguémon os a libar mientras podam os,
y n o dejemos vacía la copa dorada frente a la luna!
Los don es que me otorgó el cielo
n o se h an de desperdiciar.
Gastadas mil m on edas de oro,
volveré a tener otras tantas.
¡Q ue n os guisen corderos!
¡Q ue n os maten reses y festejemos!
¡Vaciemos trescientas copas
en un solo encuentro!
Vamos, maestro Q in y querido Dan Qiu.
N o dejéis vuestras copas n i un m om en to.
O s voy a cantar un a balada,
y escuch adme todos aten tos:
Para mí n o importan n ada
gongs, tambores ni manjares.
Sólo deseo un a ebriedad perpetua.
Los san tos y sabios del pasado
se quedan todos en el olvido.
Mien tras que perman ece siempre intacta
la fam a de los grandes bebedores.
El príncipe Ch en aprovech ó bien su tiempo:
En el Palacio de Paz y Delicias,
se entregaba a las orgías
con los licores más deliciosos.
Ah ora te pido vin o, tabernero,
¿por qué n os dices que n o alcanza el dinero?
¡Ven, much ach o, y trae al m om en to
mi corcel tordo y m i abrigo
exorn ado con cien pedazos de oro!
Los trueco por vin os generosos,
que vierto en vuestros vasos
para ah ogar jun tos la tristeza de mil años.

[187]
BALADA DE QIUPU

¡Cuán tos m on os blancos aquí en Qiupu!


Brincan y bailan : copos de nieve vuelan.
Llevan sus crías, que suspendían de las ramas,
a beber y a juguetear con la lun a en el agua.

XV

Mil varas mide mi blan co cabello,


y mis tristezas son igual de largas.
Ante el brillante espejo, n o compren do
de dón de viene esta otoñ al escarcha.

D ED IC A D O A M EN G H AO RAN

¡Cuán to te quiero, maestro!


Tu fam a com o genio y caballero
se eleva hasta los cielos.
De mejillas son rosadas,
mirabas indiferente
el gorro de mandarín.
Ya con los cabellos niveos,
reposas entre nubes y pinos.
Bebes h asta embriagarte con la luna.
Cautivo de las flores,
n o sirves al monarca.
¡Q ué altura tan elevada!
Sólo pu edo alzar vista
y respirar tu fragancia.

[188]
U N DÍA ESTIVAL EN LA M O N TAÑ A

Sentado, cam isa abierta,


reposo en un bosque verde.
Perezosamente, agito
m i aban ico de plum as blancas.
Me quito el sombrero
y lo cuelgo de un a roca.
Entre los pin os sopla la brisa,
que acaricia m i desn uda cabeza.

R EG R ESA N D O SO LO D EL PASEO

Em belesado por el vino,


n o advierto el anochecer.
Los pétalos caídos cubren
los pliegues de mi vestimenta.
Ebrio, me pon go a pasear
bajo la lun a del arroyo.
Se h an ido gentes y aves,
deján dome m uy solo.

EN EL PABELLÓ N D E ΧΙΕ TÏAO ,


EN O T O Ñ O 13

Tengo ante m í toda la ciudad,


un a bella pintura encuadrada.
Mon tes vespertinos. Cielo límpido.
D os brillantes cintas espejadas
ciñen la ciudad, y encima de ellas,
otros tantos iris que del cielo bajan.

Xie Tiao fue un fam oso poeta de la dinastía Sur. Véase la pág. 140.
El h um o de la lumbre imprime frialdad
a los bosques de toronjos y naranjos.
El gris color autumn al
envejece a los erguidos álamos.
¿Quién pen sará que en el Pabellón
hay alquien, de pie, frente al viento,
añ oran do al poeta olvidado?

A BA N D O N A N D O JIN G M EN

He dejado atrás Jin gm en ,


y se extiende ante mí
la tierra de los Ch u.
Las m ontañ as terminan
don de empieza la vasta llanura.
El río se lanza al con fin del mun do.
Un espejo ha bajado del cielo:
es la luna que riela.
Encima, un a elevada terraza
con casas coloreadas: nubes,
iO h aguas de mi país natal!
¡Q ué cariño me tenéis!
¿H asta dón de me vais a acompañ ar?

A W ANG CH A N G LIN G

H an caído todas las flores de m i álamo.


Los cucos n o cesan en sus quejas.
Atónito, me he enterado
de tu destierro para Lon gpiao.
Te envío, con la esplen dorosa luna,
m i corazón colm ado de tristeza,
que, con el vien to, te acompañ ará
h asta la remota zon a.

[190]
DESPIDIENDO A U N A M I G O

Mon tes verdes tras las murallas del norte.


Río diáfan o en tom o al pueblo del este.
Nos separamos, y flotará mil leguas
un a brizn a solitaria por el aire.

Nubes vaporosas, corazón del viajero.


Puesta del sol, pen a de los viejos amigos.
Te alejas. Nos decim os adiós con la m an o.
Relinchan tristes nuestros caballos.

A YUAN D AN Q IU,
M O R A D O R D E LA M O NTAÑA

Vives en la M on tañ a de Levante,


deleitándote con la belleza del paisaje.
Desde tu lozan a primavera,
te acuestas en la solitaria selva.
Y duermes todavía
cuando el sol ya calcina.
Las m an gas de tu túnica se limpian
con la brisa de los pin os.
Se purifican tu corazón y tus oídos
con el arroyo que entre las peñ as serpentea.
¡Cu án to te envidio!
Alejado de bullicios y contiendas,
reposas con un a n ube diáfan a
bajo tu cabeza.

[19 1]
PASANDO P O R EL P ABELLÓ N CH U I PA,
A LA O RILLA D EL ARRO YO

¡Qué elegante y alto pabellón!


Es todo quietud y sosiego.
Sobre su techo vuela
un cristalino arroyo,
y en su ven tana cae
en marcada la sierra.
El rugido del vien to interrumpe
a intervalos lamentos de m on os.
En el silencio, bajo la luna,
se oyen nítidas canciones de pescadores.
¿Por qué n o irnos con las blancas garzas
y formar un a banda más
sobre la arena, entregada al ocio?

VISITA AL M AESTRO TAO ÍSTA YO N G


EN SU ERM ITA

Entre verdes picos que apuntalan el cielo,


vives despreocupado, olvidando los años.
Apartan do las nubes, busco la antigua senda.
Recostado en un árbol, escucho susurrar al arroyuelo.

Jun to a flores cálidas se acuestan búfalos negros.


Bajo altos pin os duermen grullas blancas.
Con nuestras voces, el ocaso cae sobre el agua.
Solo, descien do entre brumas heladas.

[192]
DESPIDIENDO A U N A M I G O
Q U E SALE P A R A C H U

¡Cuán tas penas vas a sufrir, amigo!


Me h an dich o que el cam in o de Ch u
es m uy sin uoso y abrupto,
casi imposible de transitar.
Las m on tañ as vienen, una tras otra,
al encuentro de los viajeros,
y vaporosas n ubes flotan
en tom o a sus bestias de carga.
Fron dosos árboles cubren el sendero,
la ún ica entrada de la provincia.
Un río primaveral
rodea la capital de Ch u.
¡O h amigo m ío!
Si es predestinado nuestro futuro,
¡a qué afan am os por buscar
efímeras glorias del m un do!

CO N TEM P LA N D O LA CASCAD A
D E LA M O N TAÑ A LUS H AN

El sol enciende el Pico Incensario,


y se elevan volutas violáceas.
Lejos un a cascada
cuelga de la m on tañ a.
En un vertiginoso vuelo
rueda mil pies h acia abajo.
¿Estará la Vía Láctea cayendo
de lo más alto del cielo?

[193]
D ESC E N D I EN D O
D E LA M O NTAÑA Z H O N G N A N 14

Ocaso. Bajam os de la m on tañ a esmeralda,


acom pañ ados por la lun a serrana.
M iran do el sendero que h em os recorrido,
vem os un horizonte verde sombrío.

Llegam os a la ermita, com o hermanos.


Abre la puerta enramada un muchach o.
Los bam búes invaden la sen da obscura.
Las hiedras acarician nuestras túnicas.

Nos deleitamos con amenas charlas,


sin dejar de alzar las ánforas,
llenas de exquisito vino.
Can tam os largo rato
E l vien to entre los pin os.
Al terminar nuestro canto,
palidecen las estrellas del Río.
Ebrio yo y feliz m i am igo:
Ju n tos h em os olvidado
este m un do tan amargo.

NO STALGIA EN EL SILEN CIO


D E LA N O C H E

Plateada luz ante mi lecho.


¿Será la escarcha sobre el suelo?
Veo la luna serrana al alzar la cabeza.
Al bajarla, me h un do en la añoran za de mi tierra.

14 El título original consta de doce caracteres que dicen: Descen diendo de


la montañ a Zh on gn an , pasamos por la casa del ermitaño Ju Si, quien n os al­
berga y n os ofrece vino.

[19 4 ]
CO P A EN M AN O ,
P REGU N TO A LA LUN A

Brilla la lun a en el azul infinito.


Ceso de beber y le pregun to:
¿Desde cuándo estás allí?

Por m ás que lo pretenda,


el h om bre n o puede atrapar la luna.
Pero ella, en su curso, le acom pañ a.
Es un fulgido espejo que vuela
por encima de los palacios escarlata.
Sus luces puras resplandecen,
disipan do los h um os grises.
Se la ve sólo de noche
ascen diendo del piélago,
y al despun tar el alba,
se pierde entre las nubes.
Añ o tras año, la liebre15 elabora sus hierbas.
Solitaria, Ch an g E n un ca tiene com pañ ero16.
Los h ombres de h oy n o ven la luna de an tañ o,
mas la lun a de h oy h a alum brado a los h om bres antiguos.
Tanto los del pasado com o los del presente,
vien en y se van com o las aguas de un río,
y todos con tem plan la m ism a luna.
¿Q ué podría yo desear sin o ver siempre,
mientras canto y bebo,
su reflejo en el fon do de mi copa de oro?

15 Según una antigua fábula, en la lun a vive un a liebre blanca que desme­
n uza hierbas para preparar el elixir de la inmortalidad.
16 Según la leyenda, Ch an g E robó a su marido, un arquero fam oso, el bre­
baje de la inmortalidad y voló a la luna, don de m ora con la liebre menciona­
da en la n ota anterior.

[195]
RESP UESTA DADA D ESD E LA M O NTAÑA

¿Por qué vivo en la m on tañ a esmeralda?


Callado sonrío, el corazón sereno.
Las flores de durazn os
que se lleva el arroyo
m e abren un m un do n uevo:
Otra tierra, otro cielo.

ALEGRÍA D EL VIAJERO

El viajero cabalga el vien to,


que lo lleva a lejanas tierras,
com o un ave que emprende el vuelo
sin dejar en el cielo ni huellas.

BEBIEN D O SO LO BAJO LA LUN A

Entre flores y ante un jarro de vino,


bebo solo, sin com pañ ía alguna.
Alzo la copa y con vido a la luna.
Con mi som bra som os tres.

Aun que la lun a n o puede beber,


y en van o sigue a m i cuerpo la sombra,
son buenas compañeras transitorias.
¡Disfrutemos antes que pase la primavera!

Can to, y la lun a se balancea.


Bailo, y m i som bra revolotea.
Despierto yo, compartimos la alegría.
Ebrio, desaparecen mis compañeras.
¡O h lun a, oh sombra, mis inmortales amigas!
Ya ten dremos una cita,
en el cristalino Río de Estrellas.

[ i 96]
SALIDA M ATINAL
D E LA CIU D A D BAID I17

Digo adiós a Baidi entre arreboles del alba.


Llego h oy m ism o a mi h ogar atravesan do cien leguas.
Aúllan sin cesar los m on os en ambas riberas.
Se desliza, entre un bosque de m ontañ as, m i barca.

U N A N O C H E , EN EL TEM P LO
D E LA CU M BRE

Noch e. La cumbre, su templo.


Alzo la m an o y palpo las estrellas.
Mas ¡bajemos la voz! N o m olestem os
a los moradores del cielo.

EL TEM P LETE D E M ELA N CO LÍA 18

Será el lugar m ás triste de la tierra


el pabellón don de n os despedim os.
¡Oh vien to de primavera!
Qué bien con oces tú
la tristeza de la separación:
Dejas sin reverdecer
los sauces en derredor.

17 El poem a fue escrito cuan do el autor regresó del destierro. Describe su


gran alegría y también la im petuosa corriente del rio Yangtsé en algun os tra­
m os de la provincia de Sichuan.
18 Templete construido en la época de los Tres Reinos Com batien tes (si­
glo m), en el sur de Nankín. En tiem pos antiguos era un lugar fam oso donde
much os letrados despedían a sus amigos que salían de viaje.

[197]
BALADAS D E LAS CUATRO ESTA CIO N ES D EL AÑ O
IN VIERN O

M añ an a partirá el correo a la frontera.


Ella cose toda la noch e un abrigo de guerrero.
M an ejan do la frígida aguja,
sus finos dedos están h elados:
apenas se mueven las tijeras.
¿Cuán do llegará el envío
a m an os del ser querido?

SEN TAD O , SO LO ,
EN LA M O N TAÑ A D E JIN G T IN G

Se pierden en el cielo los pájaros en banda.


O ciosa, la última n ube se aleja.
O h montañ a, mi única compañera.
Ni a ti ni a mí el m iram os n os cansa.

VISITA IN FR U CT U O SA AL TAOÍSTA
D EL M O N T E DAITIAN

En m edio del murmullo del arroyo ladra un perro.


Tras la lluvia, flores de durazn o más atractivas.
En lo más h on do del bosque, corre un o que otro ciervo.
N o se oyen campanas jun to al agua del mediodía.

Cortin as de bambúes separan nieblas azuladas.


De la esmeralda cumbre vuela h acia abajo un a cascada.
Nadie sabe adon de puede el ermitaño haber ido.
Melancólico, descanso recostado en un pino.

[198]
BEBIEN D O C O N EL ERM ITAÑO
EN LA M O N TAÑ A

Frente a frente, un a copa tras otra,


bebes tú y yo en la m on tañ a florida.
Ya ebrio, quiero dormir. Puedes irte.
Si quieres, vuelve m añ an a con tu cítara.

EL DÍA N U EV E19

Cielo claro con nubes. ¡H erm oso paisaje!


Aguas verdes, m on tañ a soleada de otoñ o.
Alzo mi jarra y bebo néctar arrebolado
entre flores de crisantemos, flores del frío.
Lejos del m un do. Pinos y rocas antiguas.
Del vien to surge un a bella sinfonía.
Miro la copa y veo mi rostro sonriente.
Sólo, me río y me vuelvo a servir.
Caído el gorro. Ebrio ante la lun a de la montañ a.
Can to al cielo, añ oran do a mis amigos.

EN VIAD O A D U FU
AL PIE D E LA M URALLA D E SH AQ IU

¿Qué es, en fin, lo que me h a traído aquí?


La vida tranquila y despreocupada del pueblo.
Añ osos árboles jun to a la muralla
lamen tan el otoñ o día y noche.

19 El nueve de septiembre o el «doble nueve» (según el calendario lunar) es


una fiesta tradicional en que la gente suele subir a las m ontañas y beber vino,
desean do mejor suerte para el futuro.

[19 9 ]
Los vin os más generosos
n o con siguen embriagarme.
Ni las canciones más h ermosas
me pueden solazar.
Pienso much o en ti:
Im petuosas aguas del inm enso río
se precipitan al sur por don de viajas.

P O EM A AL ESTILO AN TIGU O

IX

El vivir es un viaje
que dura m uy poco.
El morir es el retom o
al sitio del que se viene.
Pasajero fugaz entre cielo y tierra.
Triste m un do en que todo vuelve al polvo.
La liebre de la luna n o consigue
el elixir de la inmortalidad20.
La Morera del sol
n o será m ás que leña21.
Los verdes pinos,
¿tendrán primavera eterna?
Lam en to lo de antes y lo de después.
¿Para qué las glorias mun danas?

20 Según la leyenda, en la luna vive una liebre dedicada a elaborar el elixir


de la inmortalidad.
21 Morera o fitsan g, árbol de la leyenda, que está en el sitio de don de sale el
sol todas las mañanas. Al usar esta metáfora y la anterior, el autor quiere se­
ñalar lo efímero de todo.

[2.00]
G RA Z N ID O S D E LO S CU ERVO S EN LA N O C H E

Nubes amarillas flotan


encima de las murallas.
Los negros cuervos retoman
y graznan sobre las ramas.
Tras la n ebulosa cortina,
murmura la joven esposa,
inmersa en la melancolía.
Detiene la lanzadera y añora
a su am ado que está en tierra lejana.
Caen com o lluvia sus lágrimas
en la soledad de su alcoba.

ESP ERA N D O EL V IN O , Q U E N O V IEN E

Se h a ido a com prar vino


con la jarra de jade,
ligada con seda negra.
¿Qué pasa? ¿Por qué se dem ora tanto?
Las flores de la montañ a,
son rien do, coquetean conm igo.
Sería el m ejor m om en to
para llevarse la copa a los labios.
Cu an do cae la tarde,
beberé jun to a la ven tan a al este,
con las oropén dolas vagabun das
que estarán regresando.
En un día tan h erm oso,
¿puede haber m ejor pareja
que este viejo borrach o
y la brisa de primavera?

[2.01]
TRISTEZA D E A M O R

La bella enrolla su cortina perlada.


Sen tada en la sombra, fruncidas las cejas.
En sus mejillas se ven huellas de lágrimas.
Mas ¿a quién le deberá tanta tristeza?

[2.02.]
GAO SH I
(¿702?-765)

Nom bre social: Dafu.


O riun do de la actual Jin xian , en la provincia de Hebei,
pasó su infan cia en pobreza y durante much os años n o tuvo
em pleo fijo. En 749 com en zó su carrera con un cargo de bajo
rango, y después, poco a poco, ascen dió a puestos más impor­
tantes. En un período de tiempo trabajó com o gobern ador en
zon as fronterizas. En cabezó, jun to con Cen Can (Tsen Tsan),
la escuela de la poesía de frontera dedicada a la vida y lucha
en dichas regiones. Pero tam bién escribió sobre otros temas,
com o la vida de la gente h um ilde y las amargas experiencias
de sus años difíciles. La form a preferida de sus versos es la de
estilo an tiguo, h eptasílabos sobre todo.

D E N O C H E,
VÍSPERA D EL AÑ O N U EVO

Posada. Solo y en vela,


ante un a lám para gélida.
Mi corazón de viajero
en h on da tristeza inmerso.
Atraviesa esta noche mil leguas
para llegar a m i tierra.
M añ an a cum plen otro añ o
mis cabellos escarchados.

[2.03]
D U FU {TU FU)
(712-770)

Nom bre social: Zhimei.


Sobren ombre: Shaoling.
Nieto de Du Sh enyan, poeta m uy con ocido en los prime­
ros años de la dinastía Tang, n ació el añ o 712 en el distrito de
Gong, provincia de Henan, en un a familia de funcionarios.
Educado en los libros de Con fucio desde n iño, fue confucia-
nista toda la vida. Desde los siete años de edad com en zó a es­
cribir poem as, que fueron bien valorados y acogidos, y a los
catorce ya tenía am igos entre los poetas famosos. En 732 em­
prendió sus viajes de boh em io com o much os otros literatos
de la época antes de asumir cargos públicos. Recorrió el sur
del río Yangtsé, con ocien do la belleza de los paisajes de la
zon a. En 745, en un o de estos viajes, pu do conocer a Li Bai
en Luoyan g, y los dos entablaron una profun da amistad.
En 746 llegó a Ch an g’an, la capital del imperio, con la es­
peranza de obten er un cargo para hacer algo en beneficio del
país, pero fracasó en dos concursos imperiales para la adm i­
sión en la corte, debido a los fraudes del entonces primer m i­
nistro Li Linfu, quien había dado la instrucción de n o apro­
bar a n in gun o de los concursantes con el objetivo de evitar
que person as de talento se incorporaran al gobierno y debili­
taran su poder. De m odo que Du Fu pasó casi diez añ os en la
capital sin con seguir ningún empleo, en un a situación econ ó­
mica cada vez m ás precaria, sufriendo grandes privaciones.
Esto, sin embargo, le permitió con ocer de cerca la vida de los
más desfavorecidos y desamparados de la sociedad. En 755 le
dieron por fin el puesto de jefe militar comarcal de Hexi, un

[¿0 4 ]
cargo que n o le gustó y que rechazó, y luego le concedieron el
de «Ch an Zhung», que consistió en custodiar el almacén de ar­
mas. Tras asumir el cargo, regresó a Feng Xian para visitar a su
familia que h abía dejado allí h acía un añ o a fin de que n o tu­
viera que sufrir la miseria en que vivía en la capital, don de los
precios de los cereales estaban por las nubes. Al llegar a casa,
se en con tró con un a tragedia impactan te: su h ijo menor, un
bebé de m enos de un año, h abía muerto de hambre.
En ese año estalló la insurrección de An Lushan y Shi Shi-
ming, y Du Fu tuvo que huir con su familia hacia el norte. En
el camino fue capturado y encarcelado por los rebeldes. En abril
de 757 logró escaparse, se marchó a Fen gXian g, capital provisio­
nal del imperio, se unió al emperador Xiao Zon g y fue designa­
do Consejero Imperial, cargo consistente en descubrir y señalar
los errores del monarca y darles consejos. Creyendo que le ha­
bía llegado el m omento de contribuir al buen gobierno del país
y cumpliendo su deber con seriedad y franqueza insobornable,
criticó al soberano por la destitución injusta del primer ministro
Fang Guan, lo que disgustó a Xiao Zon g y le valió un destierro.
Tres meses después, cuando éste regresó triunfante a la capital
Ch an g’an, el poeta fue colocado de nuevo en su puesto ante­
rior. Sin embargo, en junio del año siguiente cayó otra vez en
desgracia y aban don ó definitivamente la corte.
En 759, a causa de un a gran h am brun a que azotaba la zon a
don de trabajaba, ren unció a su cargo y se llevó la familia a
Q in zh ou, el actual distrito de Tiansh ui, provincia de Gansu,
más tarde a Tonggu, y finalmente a Ch en gdu, de Sichuan,
don de, con tan do con la ayuda de su íntimo amigo Yan Wu,
gobern ador de la provincia, pu do construir un a ch oza al su­
doeste de la ciudad y pasar un tiempo tran quilo, en mejor si­
tuación econ óm ica. En abril de 765 falleció Yan Wu, y el poe­
ta tuvo que aban don ar la ciudad, y más tarde, la provincia,
para h uir de las guerras desen cadenadas entre los caudillos
militares. Con el fin de regresar a su pueblo natal, emprendió
un largo viaje con su familia, pero falleció en el camin o, en
un barco, con sum ido por múltiples enfermedades, com o tu­
berculosis, diabetes, malaria. Excepto un período muy corto,
pasó casi toda su vida en la miseria, lo que le h izo identificar­
se con los pobres y los desamparados y salir en su defensa.

[20 5]
Los temas de la creación literaria de Du Fu son amplios: pese
a que ocupan un gran porcentaje las denuncias y protestas so­
ciales, reflejo del lado oscuro de la sociedad, tales com o las in­
justicias, las calamidades de la guerra que sufrían los de abajo y
la vida lujosa de los altos funcionarios y los poderosos, n o son
menos importantes sus versos que describen los encantos de la
vida en el cam po y la belleza de la naturaleza y cantan la amis­
tad y el amor. Las obras que escribió en los primeros años de su
carrera están llenas de optimismo, manifestando las altas aspi­
raciones del joven poeta. Pero la mayoría de sus poem as están
sellados de un a profunda melancolía y tristeza, y son califica­
dos por los críticos chinos como «historia poética», ya que es
un fiel espejo de la realidad de su época.
En lo técnico es m uy elogiado y en comiado por todos los
expertos y críticos chinos: lenguaje m uy preciso, expresivo,
conciso y con den sado, las palabras bien medidas, perfección
del empleo de todas las formas de la versificación china, tan­
to en el estilo antiguo com o en el m odern o, y gran maestría
en sus gu ti sh i (estilo antiguo) y lü sh i (octavas de estilo m oder­
no) y en el uso de paralelismos, antítesis y los diversos recur­
sos técnicos. Ejerce un influencia trascendental y poderosa so­
bre los poetas de su época y de las generaciones posteriores ta­
les com o Bai Juyi, Ouyan g Xiu, Su Don gpo, Lu You, Wen
Tianxiang, Gon g Zh izh eng, y m uch os otros.
Para algun os chinos, Du Fu es el m áxim o artífice de la poe­
sía clásica china, pero la opin ión consen suada de la crítica del
país considera que tiene la m ism a trascendencia que Li Bai,
sin que se pu eda pon er un o por encima del otro.

CO N TEM P LA N D O LA M O N TAÑ A TAISH AN

¡O h Taishan, m ontañ a sacra,


qué podría decir de ti!
Tu infinito verdor cubre los reinos Q i y Lu.
El Creador concentra aquí
todas sus gracias y magia.
Tus dos vertientes, soleada y sombría,

[2.06]
ofrecen a la vez crepúsculo y alba.
Tus n ubes que flotan me purifican el alma.
Tus pájaros que regresan me alegran la vista.
Algún día he de alcanzar tu última cima,
y a mis pies veré diminutas todas las mon tañ as.

CABALLO S TÁRTARO S D E FANG BIN G CH A O

Célebres son los caballos de Dayuan.


Osam en ta delgada y pun tiaguda.
Orejas afiladas com o bam búes tallados.
Patas ligeras cual el viento,
n ada n i nadie puede detenerlos.
Briosos y soberbios, te llevan a atravesar
com o relámpago mil leguas.
Puedes confiarles sin recelos tu vida.

CAN TO A LO S O C H O D IO SES D EL VIN O


A LI BAI

Un a jarra de vin o te inspira cien poem as,


y duermes ebrio en un a taberna.
Aun que te llam a el soberan o,
reh úsas acudir a la audiencia.
Y le con testas: — Perdón, Majestad.
Lo siento. ¡Yo soy el Dios del Vin o!

[20 7]
E SCRITO E N EL RIO C H U

¡Qué pan oram a tan desolado


el del río en otoñ o avanzado!
Las h ojas de lotos, marchitas,
con el viento se quiebran.
El viajero se lamenta
por las canas que aparecen.
Las olas se llevan
arenas blancas y piedrecitas.
Y el triste ánsar busca su compañ ía.

U N A N O C H E D E LUNA

Esta noche, noch e de luna, tú sola en Fuzh ou,


la estarás contem plando desde el cuarto.
Mientras nuestros h ijitos, tan pequeñ os,
aún n o saben compartir tu añoranza.
La n eblin a perfum ada h umedece
las n ubes de tus cabellos.
La luz de la luna enfría
tus brazos de blanco jade.
¿Cuán do podrem os estar juntos,
bajo la cortina bordada,
ilum in ados por la luna,
hasta que n os seque las lágrimas?

[2.08]
BALADA D E LO S CARRO S
D E CO M BATE

Los carros chirrían.


Los caballos relinchan.
Arcos y flechas a la cintura,
marchan los soldados.
Con ellos, sus padres, mujeres e hijos.
El polvo que levantan
entierra el puen te de Xianyan.
Se agarran a las ropas
de sus seres queridos.
Gritan, lloran y gimen,
in ten tan do cerrarles el camin o.
Sus llantos y quejas rom pen el cielo.

H ablo con un conscripto.


Receloso, me cuenta
lo horribles que son las frecuentes levas:
«A los quince años fiii al norte
a defender el río Amarillo.
Ah ora, cuarentón, voy al oeste
a trabajar en un a granja del Ejército.
Cuan do aban don é m i casa,
el alcalde m e arregló m i pein ado,
y de regreso, a pesar de mis canas,
me envían otra vez a la frontera.
Allí la sangre corre com o río,
pero n o basta para apagar
la sed de expan sión del monarca.
¿N o ves que en las doscientas prefecturas
al este de la m on tañ a Huashan ,
mil pueblos están cubiertos de zarzas?
Pese al duro trabajo de las chicas robustas,
la yerma tierra n o rinde nada.
Los de Q in g som os diestros en luchas.
Así que n os m an dan aquí y allí,
com o a bestias de carga.

[ 2.09]
¿Y quién osará lanzar un a queja?
En Guanxi, todo este invierno
n o h a cesado la guerra,
y los mandarines n os acosan
con tributos e impuestos.
¿De dón de sacam os el dinero?
Mala suerte es tener h ijos varones,
ya que h an de podrirse entre malezas.
Mientras que las hijas pueden sobrevivir en casa».

En Qinh ay, desde tiem pos antiguos,


nadie se h a tom ado la molestia
de recoger y enterrar esos h uesos blancos.
De m odo que gimen los n uevos fantasmas
y lloran los viejos espíritus.
En los lóbregos días de lluvia y niebla,
se escuchan sus agudos y tristes lamentos.

CO M BA TIEN D O EN LA FRO N TERA

VI
R e f l e x io n e s d e l s o l d a d o

Si hay que tensar el arco,


tén salo con toda fuerza.
Si hay que escoger un a flecha,
escoge la más larga.
Para tum bar al jinete,
tum ba primero su caballo.
Para derrotar al enemigo,
captura primero a su cabecilla.
H ay fronteras para cada país,
y hay límite para matar:
Con tal que con ten gam os la invasión,
¿para qué causar m ás muertes y heridos?

[2.10 ]
LA A L D E A QIAN G

Nubes púrpura del Oeste


flotan sobre las altas montañ as.
El sol desciende ya al nivel del h orizonte.
En las puertas de leñ o bullen los gorriones.
Recorridas mil leguas, regreso a casa.
Mi esposa se asom bra
de verme san o y salvo,
y, al salir de su sorpresa,
se enjuga las lágrimas.
La guerra fue la causa de m i vagar.
Si pude sobrevivir , fue much a suerte.
Los vecinos asom an sus cabezas
sobre el m uro por todos lados.
O igo sollozos, suspiros y lamentos.
Avanzada la noche, alumbrados
por un a vela tras otra,
mi esposa y yo n os miramos com o en sueños.

LA ALDEA Q IANG

II

En mi vejez m e veo obligado


a vegetar en casa,
sumergido en la melancolía.
M i pequeñ o hijo
n o se separa de m í ni un minuto,
temiendo que vuelva a abandon arlo.
El añ o pasado solía dar paseos
por el estanque para tomar el fresco.
Ah ora, el vien to del norte sopla con ira.
M il reflexiones embargan mi mente.

[2.11]
Por suerte vam os a tener un a buena cosecha,
y ya veo las bodegas llenas.
Verteré vin o en mi copa
para aliviar el crepúsculo de mi vida.

LA ALDEA Q IAN G

III

M is vecin os vienen a visitarme,


cuan do los gallos están en plen a riña.
Los espan to, y vuelan a los arbustos.
O igo que llaman a la puerta.
Abro y veo a cinco ancianos,
que me saludan tras m i larga ausencia.
Cada un o trae una jarra de vin o,
que, turbio al verterse,
luego se h ace claro.
«N o te molestes por su calidad.
Es que todos los chicos se fueron a la guerra,
y n o hay gente que cuide los cultivos».
Después de beber, canto con m ovido
para agradecerles el afecto
que me muestran en tan difícil tiempo.
Con cluida mi canción, suspiro,
alzan do los ojos al cielo.
Todos mis amigos rompen en sollozos.

CO N TEM P LA CIÓ N PRIM AVERAL

Me h an destrozado la patria.
Sólo quedan sus ríos y montañ as.
La ciudad en primavera—
mar de arbustos y malezas.
Tristeza por esta época:

[Z I2]
Flores rociadas de lágrimas.
Angustias por las ausen cias:
El can to de ruiseñores estremece el alma.
Las llamas de guerra h an ardido tres meses ya.
Mil onzas de oro vale un a carta familiar.
Me rasco el pelo blan co y lo hallo ralo.
¿Cóm o podrá la h orquilla sujetármelo?22.

A W EI BA, LETRAD O EN RETIRO

En la vida es m uy difícil
el reencuentro de los viejos amigos.
Tan to com o jun tar los luceros
matinal y vespertino.
¡Q ué noche la de h oy que n os vem os
a la luz de la m ism a lámpara!
Rauda h a pasado nuestra edad lozana.
Ah ora n os cubren las canas.
Al visitar a los viejos compañeros,
hallo que la mitad de ellos son espectros.
La sorpresa me hiela,
y el dolor mis entrañas quema.
¡Quién se h ubiera im agin ado
que ven dría a tu casa tras veinte años!
Al despedim os eras aún soltero,
y h oy n os rodean tus h ijos e hijas.
M e acogen con cariño y respeto,
y me preguntan de dón de vengo.
An tes que pueda contestarles,
los m an das por vin o y manjares.
Recogen en la lluvia puerros frescos,
y sírvenme un a cena deliciosa.

22 En esa época, los h ombres usaban la cabellera larga y la sujetaban detrás


de la cabeza con una horquilla.

[2.13]
Te alegras tanto del encuentro,
que apuras de un a vez diez copas.
Me em ocion a el calor de tu afecto,
mas m e apen o por lo que ven drá mañ an a:
Nos separarán de nuevo ríos y m on tañ as,
y n os espera un futuro incierto.

EL CREP Ú SCU LO

H an vuelto a los establos ovejas y vacas.


Todos h an cerrado sus puertas de leño.
Brisa. Lun a. Noch e plateada.
Ríos y m ontañ as pin torescos, mas ajenos.
El sosegado arroyo murmura entre las peñas.
El rocío perla las hierbas de otoñ o.
La luz del candil baña mi blanca cabeza.
¿Por qué parpadea con tanto gozo?

P ASEANDO SO LO P O R LA O RILLA
D EL RÍO EN BU SC A D E FLO RES

En la ribera, las flores m e hechizan.


¿Con quién voy a hablar? Me enloquecería.
Busco a m i vecin o del sur, amigo de copas.
Casa vacía. Salió a beber hace diez días.

EL RÍO SERP EN TEAN TE


I

Un pétalo de flor vuela:


Se fue un a triza de la primavera.
El viento se lo lleva en mil briznas.
¡Qué tristeza más profun da!

[114]
Miro con resignación las flores moribun das.
¡Que el vin o n o se aparte de mis labios,
aun que me h aga dañ o!

Ju n to al río, en los quioscos,


se anidan los estorninos.
En las tumbas de los poderosos,
reposan un icornios de piedra.
Con siderada bien la lógica de las cosas,
debemos gozar de nuestra vida,
y n o dejam os amarrar
por las van as glorias m un danas.

EL RÍO SERP EN TEAN TE


II

Al regresar de la corte,
todos los días,
em peño un a prenda,
y cada noche,
retom o ebrio de la orilla.
En todas partes contraigo
deudas por la bebida.

En un fon do de flores,
revolotea
un a que otra mariposa,
y la libélula,
en su vuelo indeciso,
roza el agua.
Se dice que en la naturaleza
todo transcurre rítmicamente.
Los h ombres vien en y se van
lo m ism o que la primavera.
Escasos son los que pueden vivir
setenta añ os en la historia.
¡Gocem os, pues, de nuestra corta vida!

[2-15]
QINZHOU

IV

La llanura se sumerge en el ocaso.


Los clarines y tambores de guerra
resuenan en la aldea fronteriza.
Parecen truenos de otoñ o.
Llevados por el viento,
entristecen el cielo.
Las cigarras se quedan calladas en sus nidos,
y un pájaro regresa al m onte solitario.
¿Adon de puedo dirigirme,
si n o hay paz en n ingun a parte?

LA D ESP ED ID A
D EL RECLUTA A N CIA N O

En los suburbios ya n o hay tranquilidad,


y en mi vejez n o puedo gozar de paz.
M is h ijos y nietos h an m uerto en la guerra.
Sin ellos n o tiene sen tido m i vida.
Aban don o el bastón y em puñ o la espada.
Mis vecin os con templan tristes la escena,
vién dom e decrépito y en h uesos secos,
sin tener n ada san o excepto los dientes.
Ya vestido de soldado, m e despido
arrogante y marcialmente del alcalde.

M al abrigada, m i vieja esposa llora


acurrucada en un rin cón de la calle.
Al despedim os tal vez para siempre,
me duele verla tiritar de frío.
«Sé que ya n o volverás — me dice— .
Cuídate, cuídate mucho,
y trata de alimentarte lo mejor posible».

[2 16 ]
«No te preocupes, cariño.
La fortaleza de Turnen es invulnerable.
El enemigo n o podrá cruzar el río Singyuan.
Allí la situación es m ejor que en Yechen,
y por ah ora n o h ay peligro para mí.
La separación es inevitable en la vida.
¿Y quién podrá escoger el m om en to?
Recordando nuestros lozan os abriles,
prorrum po en suspiros y lamentos.
Los incendios refulgen en los llan os y valles.
Los cadáveres se pudren entre matorrales.
La sangre tiñe la tierra y los ríos.
¿Dón de podrem os h allar un refugio?
Ya es h ora de marcharme,
No puedo quedarme, cariño».

Al abandon ar mi h um ilde barraca,


siento que está destrozán dome el alma.

M ELA N CO LÍA

Las hierbas de la orilla


crecen de día en día,
despertan do tristeza.
Las aguas de la Garganta,
frías, corren ajenas
de los sentimientos de los h ombres.
A ras de ellas retozan las garzas.
¿A qué se debe su alborozo?
¡Con qué esplen dor se abren
las flores de los altivos árboles!
Las guerras de m ás de diez años
han sum ido en las tinieblas cien distritos.
El viajero se envejece
en la solitaria ciudad extraña.

[217]
¿Podrá ver de nuevo su am ada tierra?
H un didos los hombres en sufrimientos.
Sueltos los chacales por doquier.

SO Ñ A N D O C O N LI BAI

Si la muerte n os separa,
trago mis sollozos.
Separados en vida,
la tristeza m e destroza.
Del Sur del río Yangtsé,
infestado de epidemias,
n o llega ni un a noticia.

Ah ora, apareces en m i sueñ o,


sabiendo cuánto te añoro.
Eres un ave atrapada en la red.
¿Cóm o puedes despegar las alas?
¿Será ésta sólo un a som bra inan imada?
Tan largo y peligroso es el camin o.
Surge de un verde bosque de arces
y atraviesa negros desfiladeros.

La lun a poniente in un da las vigas.


Me parece ver tu rostro.
Furiosas olas. Profundas aguas.
¡Ten cuidado con los cocodrilos,
y n o caigas en sus garras!

[¿18]
A Ñ O R A N D O A M IS H ERM A N O S
BAJO LA LUN A

Median och e. Tam bor de la atalaya.


Toque de queda. Calles desiertas.
El graznar de las ocas anuncia la llegada
de la primavera a la frontera.
D e h oy en adelante
el rocío brillará,
y, en mi aldea natal,
la lun a alumbrará más.
¿Dón de estarán mis h ermanos,
todos de m í separados?
¿Cóm o podré saber de ellos,
sin casa ni h ogar?
Les envío cartas,
m as n un ca tengo respuesta.
M en os ahora,
cuan do aún n o cesa la guerra.

M ED ITACIÓ N M ELA N CÓ LICA

Con los ojos angustiados,


con tem plo la escarcha.
En m edio de la ciudad h elada
florecen crisan temos seductores.
El vien to cae del cielo y quiebra
las ramas de los sauces llorones.
Las tristes n otas de un a flauta
me arrancan lágrimas.

El agua tranquila refleja


som bríos y rectos pabellones.
Con el sol crepuscular
se tom an obscuros los montes.
Las aves ya h an vuelto a sus n idos.
Sólo oigo agudos lamentos
de los cuervos trasnochadores.

[2.19]
JÚ BILO P O R LA LLUVIA
D E U N A N O C H E PRIMAVERAL

¡Qué lluvia más oportun a! Bienvenida.


Llegas justamente en la primavera.
Con la brisa, te deslizas en la noch e negra.
Callada, h umedeces repartiendo lozanía.

Obscuras las n ubes y las sendas.


Sólo brilla la luz de un barco que llega.
La ciudad Brocado23 amanece entre flores encamadas,
que, em papadas, inclinan sus pesadas cabezas.

EL O CA SO

El sol poniente cuelga


de los ganch os de mi cortina.
El crepúsculo envuelve
el arroyo de primavera.
Fragantes flores visten
el jardín de la orilla.
Sobre las lentas barcas,
el h um o de fogon es.
Gorriones charlatanes
se disputan las ramas.
En todo el patio, errantes,
los insectos vuelan.
O h vin o, ¿quién te h a inventado?
Un a sola copa basta
para disolver mil tristezas.

23 La ciudad Brocado es el sobrenombre de la ciudad de Ch en du.

[2.2.0]
LA LLEGADA D E MI A M I G O INVITADO

Aguas de primavera corren


delante y detrás de mi casa.
Sólo ban dadas de gaviotas
me vienen a ver todos los días.
La senda orlada de flores
n un ca antes h abía sido barrida,
y mi rústica puerta
se abre h oy por tu visita.
Vivo lejos del mercado,
y la cena es sencilla.
Sum ido en la pobreza,
sólo te puedo ofrecer un vin o casero.
¿Quieres que llame a mis vecin os tras la cerca?
Jun tos apuraremos el vin o que queda.

NO STALGIA
Río diáfan o. Pájaros blan cos.
Las m on tañ as verdean,
y las flores lucen más frescas.
En estas con tem placion es
se irá pron to la primavera.
¿Qué estación del añ o
m e llevará a mi hogar?

U N P O LLO ATADO

Atado, el pollo se debate


y cacarea desesperado.
La criada lo va a llevar
a ven der en el mercado.
En casa n o les gusta
que picotee insectos.
Mas n o pien san que el ave ven dida

[2.2.1]
vaya a parar en la cazuela.
El sentimiento h umanitario
debe mantenerse igual
hacia todos los seres vivientes.
H ablo con la much ach a
y le pido que desate el ave.
Sin poder reconciliar
entre el pollo y el insecto,
me recuesto solo,
en la pared del pabellón ,
con los ojos fijos
en el río congelado.

REGALO D E U N AM IG O

Vino del Mar del Sur un amigo,


que me regaló un rosario
de perlas de hombre-conchas.
Traían caracteres escon didos,
y n o pude descifrarlos.
Lo guardé en un a caja
para algún día que lo necesitase.
Ah ora que la abro, lo veo derretido
y convertido en sangre.
Prorrumpo en lam entos:
Ya n o tendré con qué pagar
los exorbitantes impuestos.

REFLEXIO N ES EN U N A N O C H E D E VIAJE

Brisa, hierba tierna m ecida en la ribera.


Noch e, alto mástil, una barca m uy sola.
Sobre el extenso llano cuelgan unas estrellas.
En el gran río fluye la luna entre las olas.

[2L2.2.]
¿Me viene, acaso, la fam a sólo de mis versos?
Viejo y enfermo, ¡que el mandarín desaparezca!
H oja errante por los aires, ¿a qué m e semejo?
Un a gaviota entre el cielo y la tierra.

IM P RO VISACIÓ N

La luna, en el río,
por poco la alcanzo
con mi m ano.
El farol del mástil
brilla solitario
a m edia noche.
Silenciosas,
las garzas pernoctan
sobre las arenas.
Detrás de la barca,
los peces, ruidosos,
saltan en el agua.

SO RD ERA

Me tocó vivir m alos tiempos,


y tuve que retirarme del m un do
com o los ermitaños.
Hace m uch o que tengo los ojos n ublados,
y desde el mes pasado
mis oídos quedaron sordos.
Los m on os lloran el otoñ o.
Pero en mis pupilas
ya n o quedan lágrimas.
Para m í h a concluido
el concierto de los pájaros
que entristecen el ocaso.
Amarillas h ojas cubren la m ontañ a.
Asom brado, pregun to a m i m ozo:
«¿De dón de viene la ven tada?»

[2.Z3]
IN FO R M A D O D E LA R ECO N Q U ISTA D E H EN A N
Y H EBEI P O R EL EJÉRCITO IM PERIAL

Un a noticia inesperada me llega:


¡La ciudad Jibei h a sido recuperada!
Las lágrimas de júbilo m e bañ a la ropa.
Miro a m i mujer y mis h ijos:
Se acabó toda su tristeza.
Loco de alegría, enrollo mis poem as
y preparo el equipaje a toda prisa.
¡Qué día más esplen doroso!
Es para cantar y beber h asta emborracharse.
Tenemos la florida primavera
com o buena compañera de viaje
de regreso al país natal.
Nuestra barca deja atrás la Garganta Ba
y se desliza por la de Wu.
Atravesamos Xiangyang,
y el destino está a la vista.

C O N M O TIVO D E M I CH O Z A D ESTRU ID A
P O R EL VIEN TO O TO ÑAL

Septiembre. Pleno otoñ o.


Un ven daval rugiente,
sacudiendo m i choza,
se lleva tres capas del techo
y esparce sus pajas
por la ribera opuesta.
Algunas colgadas de los árboles,
y otras sobren adan en las charcas.

Un os chicos de la aldea Sur


valién dose de mi senectud,
las recogen y huyen presurosos

[224]
al bosque de bam búes:
Así me roban los m uy ladrones.
Con los labios abrasados
y la boca tan seca,
n o puedo ni lanzar un grito.

Apoyado en mi bastón ,
vuelvo a casa suspiran do.
De pron to, el vien to cesa,
las nubes se tornan com o tinta,
y el cielo se encapota en silencio.

M i manta, usada durante años,


está fría y dura com o el hierro.
Durm iendo mal, mi pequeñ o hijo
acaba por romperla.
Delan te del lecho,
gotea el tejado,
sin dejar sitio seco.
Interminable la lluvia
com o hilos de cáñam os.
Desde el inicio de la guerra,
n o he podido dormir tranquilo.
Esta noche, todo m ojado,
sufro un in som n io tormen toso.

Ojalá se levantaran miles de m ansion es


que den albergue y alegría
a todos los pobres del m un do,
librán doles de vien tos y lluvias.
Si viera alzarse estos edificios ante mí,
aun que se derrumbara m i ch oza y m e congelara,
moriría con tento y feliz.

U *s]
LA L U N A S O B R E EL RÍO

La lun a riela en el río.


En el alto pabellón ,
el viajero, alejado
hace tiempo de su amada,
se sumerge en la nostalgia
y se lamen ta por las arrugas
que h an aparecido en el rostro.
Sus lágrimas bañan el pañuelo.

El m edio disco de la luna


eclipsa la Vía Láctea
y cristaliza el rocío.
¿Q uién será aquella bella dam a?
El bordado de seda que hace,
¿será para su esposo ausente?
Trabajan do bajo un a lámpara,
suspira, fruncidas las cejas.

A SC EN SIÓ N

Viento furioso, cielo alto.


Tristes, los m on os chillando.
Islote, agua clara, blanca arena.
Las aves vuelan , dan do vueltas.
Bosque ilimitado. Caen las h ojas
susurrando, silbando.
Yangtsé interminable. Sus olas ruedan
h acia mí tumultuosas.

Leguas y leguas he viajado


en este otoñ o melancólico.
Añ os y años de males pesan
al subir solo a la terraza.
Ya es nivea m i cabellera

[±i 6]
con tantas penas y con gojas.
Acosado por la pobreza,
tengo que dejar ya m i copa.

LO Q U E PASA EN M I
CABAÑA D E PAJAS

Noviembre. Aldea desierta.


Mi casa jun to a un árbol solitario.
En m edio de la n evada
n avega un a barca.
Ante el vien to, los bambúes
agach an su cabeza.
Los peces se refugian del frío
en los espesos jun cos.
Las garcetas se congregan
en un a duna redon da.
El vin o de Ch u es buen o
para quitar la tristeza.
Pero para comprarlo,
¿a quién pido dinero?

IM P RO VISACIO N ES

En con trán dom e en profun da tristeza,


la cariñ osa primavera llega
a la pagoda de la orilla y m an da
a las flores que se me abran.
A sus reiteradas peticiones
can tan las alegres oropéndolas.

[2.2.7]
II

Son m íos estos cimelos y durazneros.


Los planté con mis propias man os.
Es m ía esta casa, aun que rústica y con muros bajos.
Oye, vien to primaveral,
anoche destrozaste mis plantas y flores.
A ver cóm o justificas el agravio que me hiciste.

VII

Blancas pelusas de flores de sauces


tapizan todas las sendas.
Pequeñas h ojas de lotos surgen del agua
com o verdes mon edas.
Polluelos acurrucados
se pierden entre brotes de bam bú.
Abrigados por su madre, los patitos duermen
en la arena de la orilla.

BALADA D E KU IZ H O U

II

Pobladas de cabañas hasta las cumbres,


las m ontañ as horadan el cielo.
La esmeralda de las h ojas de liqúenes
y el azafrán de las naranjas,
jun to con franjas de casas orden adas,
forman un a maravillosa pintura.
EL S O L D E P R I M A V E R A

El sol de primavera acaricia


los h ermosos ríos y montañ as.
La brisa lleva a todas partes
la fragancia de las flores y hierbas.
Las golon drin as, barro en pico,
vuelan de aquí para allí.
Los patos mandarines
reposan en la cálida arena.

NO STALGIAS O TO ÑALES

El rocío cristalino
m ustia y hiere el bosqu e de arces.
Som bría y desolada
la Garganta Wu y sus montes.
Furiosas olas del río
embisten contra el cielo.
Nubes en tropel de la frontera
sumen en tinieblas la tierra.

Crisan tem os que vuelvo a ver abiertos


m e arrancan lágrimas.
La barca solitaria fon deada
amarra mi corazón nostálgico.
Por doquier presurosas tijeras cortan
abrigos para el invierno.
Alta ciudad de Baidi.
Incesantes golpes en las piedras de lavar
despiden al crepúsculo24.

24 En la antigua China, la gente lavaba la ropa golpeándola con un palo so­


bre una piedra lisa y llana.

[2.2.9]
A G U A S PRIMAVERALES

Abril. Olas de flores de durazno.


El río recobra su viejo cauce.
Al alba, las aguas cubren toda la playa.
La esmeralda riela ante mi puerta de ramas.
Añ ado hilo y pesco con cebo oloroso.
Ato tubos de bam bú y riego la huerta.
Incontables pájaros se congregan
y se bañ an alborotando el agua.

[¿30]
C H A N G JI A N
( s i g l o v iii)

N o se sabe exactamente la fecha de su n acimien to ni de su


fallecimiento. Natural de Ch an g’an, fue aprobado en los exá­
menes imperiales jun to con W ang Ch an glin g en 727 y desti­
n ado a un puesto oficial de poca importan cia en un distrito
de la provin cia de Jian gsu. Sintiéndose frustrado en su carrera
política, se retiró a vivir com o boh em io, visitando sitios turís­
ticos, convertido al taoísm o, y al final se estableció en Wu­
chang, la actual provincia de Hubei.
Sus poem as describen la belleza de la naturaleza y la vida
campestre y revelan sus ideas taoístas. El que se lee abajo es el
mejor de ellos, según la crítica china. Dejó A n tología de Ch an g
Jian .

EN LA CELD A D E M ED ITACIÓ N
D EL TEM P LO PO SH AN

Con el frescor de la aurora,


entro en el antiguo templo.
El sol naciente se eleva
y dora los altos árboles.
Un a sen da serpenteante
m e lleva a un sitio apacible:
celda de meditacion es
entre flores y follajes.

[231]
El resplan dor de los mon tes
regocija el trinar de aves.
Los reflejos del estanque
me purifican el alma.
Se han extinguido mil ruidos.
Sólo se escuchan tañ idos
de un a serena campana.

H O SP ED A D O EN LA CABAÑA EREM ÍTICA


D E W ANG CH A N G LIN G 25

Arroyo cristalino,
profun do, insondable.
Vives en tu eremítica cabañ a
jun to con una n ube solitaria.
Por entre espesos pin os se h a asom ado,
en silencio, un a lun a apacible,
tu am iga predilecta.
La cabañ a de paja alberga
las som bras de sosegadas flores.
El jardín de plantas medicinales
se ve tapizado de un m usgo perlado de rocío.
Algún día haré lo m ism o que tú
y viviré en la Sierra del Poniente,
entre las aves fénix y las grullas.

25 El poem a fue escrito cuando W ang Ch angling, un buen amigo del autor,
había sido desterrado.

[131]
C EN SH EN (TSEN TSAN, C E N CAN)
(¿715?-770)

Nacido en Jiangnin, provincia de Hubei, en un a familia de


nobles venida a menos, pasó su infancia en carestía y necesidad.
Tras obtener el título de jin sh i (doctorado) comen zó a trabajar
com o funcionario y asumió dos veces cargos militares en la ac­
tual provincia de Xinjiang, zon a fronteriza del país. Su carrera
culminó con el puesto de gobernador de Jiazh ou, actual Leshan
de Sichuan, desde 765 hasta 769, y murió en Chengdu.
Com o vivió m uch os añ os en zon as fronterizas, las con ocía
m uy bien y sus poem as sobre la vida y el trabajo de allí le die­
ron gran fama, de m odo que es considerado com o un o de los
principales expon en tes de la escuela de la poesía de frontera.
Sus obras fueron publicadas en A n tología de Cm Jiaz h o u .

EN EL D ESIERTO

Galopan do, h emos llegado al oeste,


a la frontera entre el cielo y la tierra.
Desde que abandon é mi casa,
he visto dos lunas redon das.
H a caído ya la noche.
¿Dón de vam os a pasarla?
Sólo vem os arena sin límites,
mas ni siquiera un alma.

U 33]
CAN TO D E N IEVE PARA W U,
Q U E REGRESA A LA CAPITAL

El vien to norte barre la tierra,


quebran do las blancas hierbas.
Bajo el cielo de H u vuelan ya
copos de nieve en octubre.
Diríase que sopló anoche
un céfiro de primavera,
h acien do florecer m il perales.
La nieve traspasa las cortinas
y em papa la lona de la tienda.
Ya n o abrigan las pieles de zorro,
y la gruesa cobija enguatada
parece un a h oja de papel fino.
Los guerreros n o pueden tensar
sus arcos rematados en cuerno.
El general, apenas capaz
de ponerse su helada coraza.
El brillante hielo cubre
el inm enso mar de arena.
Som brías nubes se ciernen
sobre mil leguas de tierra.
En la tienda de la com an dan cia
se ofrece vin o en tu despedida,
y bebem os al son de la música.
A la caída de la tarde,
la nieve se hace más copiosa.
Sobre la puerta del cam pam en to,
rígidas de hielo las banderas,
que ya n o mueve el furioso viento.
Te acom pañ o hasta la entrada de Luntay.
Blan quea el camino que emprendes
rum bo a la Mon tañ a Celeste.
Cu an do lo doblas, ya n o te veo.
Q ueda solamente la huella
de la pisada de tu caballo.

[2.34]
PEI D I
(71 6- i?)

Natural de W enshi, provin cia de Sh an xi, m uy am igo de


W ang Wei, fue budista m u y devoto y vivió largos añ os en la
m on tañ a Zh on g Nan . Su poesía tiene com o tem a prin cipal
la exaltación de la n aturaleza y la vida retirada.

EL CER RO D E H UAZI

Se pone el sol. Rum orea el vien to entre los pin os.


Vuelvo a casa. Se evapora el rocío en la hierba.
A través de las nubes, la luz invade mis huellas.
El verdor de los m on tes acaricia mi túnica.

U 35]
Q IA N Q I
(722-780)

Nom bre social: Zhonwen.


H ay otros datos que dicen que nació en 720 y murió en 782.
Nació en W uxing, provincia de Zhejiang. Tras acceder al títu­
lo de jin sh i (doctorado) en 751, osten tó diversos cargos oficia­
les en su vida.
La mayoría de sus poem as fueron dedicados a los am igos y
a los colegas u otros funcionarios, pero también escribió ver­
sos muy amenos sobre el paisaje y la soledad. Dejó O bras de
Q ian K aogon g (Kaogon g fue el lugar don de ejerció su cargo
durante much o tiempo).

AL C EN SO R YANG,
D ESD E M I EST U D IO

Un arroyo cristalino
ciñe m i m odesta choza,
enclavada en la cañada.
Brum osas nubes se elevan
por encima del portal,
cubierto de enredaderas.
Los bambúes se vuelven más lozan os
con la reciente lluvia,
y la m ontañ a, más encantadora
con la puesta del sol.

[2.36]
Los perezosos airones regresan,
com o siempre, m uy temprano.
Las flores de otoñ o caen
más tarde que de costumbre.
M i joven criado barre
con cuidado el camin o,
cubierto de h ojarasca:
Ya ven drá a visitarme
un viejo am igo mío.

U37]
LIU C H A N G Q IN G (LIU C H A N G CH IN G )
(¿725?-786)

Nom bn re social: Wenfang.


Originario de Hejian , provincia de Hebei, obtuvo el título
de jin sh i (doctorado) en 733 y com en zó su carrera com o fun­
cionario público, llegando h asta el puesto de alcalde de Sui-
zh ou en 781, distrito que aban don ó en 784 en tiem pos caóti­
cos de guerra.
Sus poem as describen las decepcion es que sufrió en su ca­
rrera política, los desastres de la guerra y especialmente la be­
lleza del paisaje. Su fama se debe a sus lü sh i pen tasílabos so­
bre la naturaleza, y sus obras están publicadas en A n tología de
L iu Suizh ou.

VISITA AL TAOÍSTA CH A N G ,
EN EL ARRO YO N AN Q I

A tu cabañ a me lleva un a senda


con m usgo y h uellas de sandalias.
Sobre la silenciosa isla, divagan n ubes blancas.
Fragantes hierbas traban tu puerta desusada.
Pasada la lluvia, el verde esplen dor del pinar.
Atravesando el cerro llego a don de emana el agua.
Flores en el arroyo. La verdad de Ch an .
Nos vem os, y frente a frente, sin palabras.

[238]
E S C U C H A N D O EL L A Ú D

De las gélidas cuerdas del laúd


surge el fresco vien to de los pin os
rom pien do el silencio.
An tigua m elodía que me encanta.
Mas, echada en el olvido,
¿cuán tos sabrán h oy tocarla?

N O C H E D E NIEVE, H O SP ED A D O
EN LA M O N TAÑ A D E LO TO S

Sol en ocaso. Lejanas las verdes mon tañ as.


Cielo frígido. Miserables las casas blancas.
Ante la puerta enramada,
ladra algun o que otro perro:
Alguien regresa de noche
contra la nieve y el viento.

[¿39]
Z H A N G JI
( s i g l o v in )

Nom bre social: Yïsun.


Natural de Xian gzh ou, provin cia H u bei, obtu vo jin sh i
en 753 y ocupó diferentes cargos. Su creación poética se con­
serva en A n tología de la p oesía de Z h an g Cïbu y destaca por sus
versos paisajísticos. H ay que tener cuidado de n o confundirle
con el Zh an g Ji n acido en 766, ya que el Ji de este últim o es
un carácter distinto.

FO N D EA D O D E N O C H E
EN EL P U EN TE D E LO S ARCES

Lun a moribun da. Los curvos graznan.


El cielo está in un dado de escarcha.
Susurran los arces en la ribera.
Parpadean faroles de los que pescan.
Triste, n o puedo conciliar el sueño.
A m edia noche, a m i barco llegan
campanadas del Tem plo M on te Gélido
que se yergue en las afueras.

[240]
W EI YINGW U
(737-792)

N ació en la actual Xi’an, provincia de Sh aanxi, en un a fa­


milia de nobles. Por su origen fue n om brado en 751 oficial de
la guardia del emperador Xuan Zon g, puesto que dejó en 755
para estudiar en la un iversidad. Desde el añ o 763 ocu pó car­
gos de gobern ador de Jian gzh ou , de Su zh ou y de otras ciu­
dades.
En su creación poética, siempre tom aba com o ejemplo a
Tao Yuanming, gran poeta de la época de Jin del Este, y des­
tacó por sus versos acerca de la naturaleza y del cam po, con
estilo sencillo y espon tán eo, pero bello. Dejó A n tología de W ei
Suzh ou.

EN VIAD O A U N TAO ÍSTA


D E LA M O N TAÑ A Q UAN JIAN

Madrugada. Sen tado en m i estudio,


tirito de frío.
De pronto me viene a la m emoria
el ermitaño de la montañ a.
Estoy vien do a m i amigo
recogien do leña en los barrancos,
jun to a un arroyo.
Regresan do luego a su ch oza
para cocinar

[241]
en su fogón de piedra blanca.
Se me ocurre llevarle
un a calabaza llena de vino,
para aliviarle el frío
en este crepúsculo de tormenta.
Pero las hojas caídas
habrán cubierto la sierra.
¿Cóm o encontraré la senda?

EN VIAD O A LI DAN , YUANXI

Nos vim os el año pasado,


en m edio de flores,
que se vuelven a abrir h oy día.
Nieblas y brumas son nuestro destino,
que n un ca se puede ver claro.
H a llegado la primavera,
pero n o me trae alegría,
y el sueño huye de mí.
Débil y enfermo,
pien so retirarme en el cam po,
sólo que n o lo puede hacer ahora:
m uch os dejan la ciudad por h ambruna.
Com o alcalde, m e siento avergonzado
ante los que me pagan con tributos.
Me alegra saber que vendréis a verme.
Mas, ¿cuántas veces todavía
habré de ver la lun a llena
antes de teneros aquí?

[242·]
EL T O R R E N T E D E L O E S T E D E C H U Z H O U

Me encantan las solitarias hierbas de la orilla.


Arriba, en la fron da, cantan unas oropéndolas.
Noch e, lluvia, raudo torrente de primavera.
Desierto el muelle, sólo un a barca a la deriva.

ALEGRÍA D EL R EEN C U EN T R O C O N M I AM IGO


D E LIAN GZ H O U , A LA O RILLA D EL RÍO H UAI

Cu an do vivíamos en Jian g Han,


cada vez que n os encontrábamos,
bebíam os hasta emborrach amos.
Desde que n os separamos
com o dos n ubes errantes,
se deslizaron diez años
en el flujo de las aguas.
El reencuentro n os despierta
tanta alegría com o antes,
pero ya blanquean
nuestras sienes.
Me preguntas por qué
n o regreso a mi tierra.
H e aquí m i respuesta:
Tengo la com pañ ía
de esta sierra otoñal
sobre el río de Huai.

EN VIAD O AL SEÑ O R Q IU
EN U N A N O C H E O TO Ñ AL

Noch es de otoñ o.
Pienso m uch o en vos.
Can to quedo en mis paseos

[2 4 3 ]
a este tiempo fresco.
Vasta m on tañ a vacía.
Ruidosas caen las piñas.
Solitario com o yo,
¿n o podéis dormir tam poco?

[2 4 4 ]
LU LU N
(748-800)

Nom bre social: Yunyan.


Nacid o en Zh uoxia, provincia de Hubei, fue con siderado
un o de los «Diez mejores letrados de la época Dali (766-779)».
Com o vivía m uch o tiem po entre los soldados, escribió exce­
lentes poem as sobre el tema, con estilo viril. Sus versos están
reun idos en A n to lo ga de L u Lu n , de tres volúmen es.

BALADA D E LA FRO N TERA

Lun a oculta. Vuelan alto las ocas salvajes.


Huye Ch an yu, cabecilla de los invasores.
Ágiles, los jinetes se lanzan al ataque.
Cubiertos de nieve, brillan los arcos y sables.

[245]
LI ΥΙ
(748-827)

Nom bre social: Junyu.


Natural de W u Wei, provin cia de Gan su, obtuvo el título
jin sh i en 769 y em pezó su carrera política com o fun cion ario
público de poca importancia. Descon tento, pasó a servir en el
ejército y vivió m ás de diez años en la zon a fronteriza. Su
poesía sobre la vida y la guerra de allí es siempre m uy elogiada
por la crítica.

FLAUTA N O CTU R N A EN LA CIU D A D


D E SH O U XIA N G

Ante la cumbre Gozo del Regreso,


blan ca nieve de la arena.
La escarcha rociada por la lun a
se extiende por las afueras.
De algún sitio vienen lamentos de una flauta.
Los guerreros, todos, miran hacia su tierra.

[2 4 6]
M EN G JIA O
(751-814)

Nom bre social: Don gye.


O riun do de Deqin g, de la actual provincia de Zhejiang, vi­
vió much os años com o ermitaño en la m on tañ a Son gsh an y
sólo a los cuarenta y seis años de edad consiguió obten er el tí­
tulo de jin sh i (doctorado). Fue design ado alcalde de un distri­
to y después asum ió otros cargos, siempre de m uy baja cate­
goría, y sufriendo much as privaciones.
Sus versos narran la difícil situación en que vivía y la pobre­
za de los de abajo, y revelan los esfuerzos que h izo por ser ori­
ginal en la estructura y en el lenguaje. Sus obras están reuni­
das en Colección de M en g Dongye.

CA N CIÓ N D EL VIAJERO

H ilo y aguja en la m an o
de la cariñ osa madre.
Tún ica que pon drá al hijo
que se marchará de viaje.
M uy tupidas las pun tadas:
su ausen cia puede ser larga.

¿Podrá un a pequeña hierba


pagar la afectuosa luz
del sol de las primaveras?

[ *4 7 ]
JIAO R A N
( s i g l o s v i i i -i x )

Nom bra original: Xie Zh ou.


Nom bre social: Qin gzh ou.
Oriun do de Ch angch eng, provincia de Zhejiang, fue bon-
zo budista. Sus versos se recogen en A n to lo ga deJaio ran .

BU SC A N D O A LU H O N GJIA N
SIN EN CO N TRA RLO

Te has m udado, sin alejarte del centro.


A tu cabaña conduce un a senda
entre cáñam os y moreras.
Ju n t o a la cerca, crisan temos sin flores,
aun que ya es otoñ o.
Llam o a tu puerta, sin oír ladrido.
A m i pregunta con testan
tus vecinos del oeste:
— Se ha ido a la montañ a.
Regresa todos los días
a la caída de la tarde.

[14 8]
Z H AN G JI (ZH ANG JII, CH A N G ZI)
(766-830)

Nom bre social: W enchang.


Nacido en la actual ciudad de Suzh ou, provincia de Jian g­
su, superó en 799 las pruebas para optar al título de jin sh i
(doctorado) y ejerció diversos cargos oficiales sucesivamente.
H ay que distinguirle de otro poeta de Tang, también con oci­
do com o Zh ang Ji en la escritura latina china, pero con carac­
teres distin tos y ton os diferentes y que obtuvo el jin sh i en 753.
Inició, jun to con otros dos poetas, el Movim ien to de Nu e­
vo Yuefu, que después lideraría el gran poeta Bai Juyi, y se
consideró discípulo de Du Fu. Sus obras reflejan la realidad
social y fueron m uy elogiadas por Baiju yi, su buen amigo. El
poem a que in cluim os, «Can ción de un a dam a virtuosa», m a­
nifiesta, según algunos críticos, de manera metafórica la acti­
tud del autor de rechazar las ofertas de un jefe de rebeldes y
expresa su lealtad al monarca, pero h ay m uch os otros exper­
tos que lo consideran un puro poem a de amor.

CA N CIÓ N D E U N A DAM A VIRTUO SA

Sabien do que ya tengo marido,


me obsequiasteis dos brillantes perlas.
Con m ovid a por tan sincero afecto,
las pren do en mi veste roja de seda.
Los altos pabellon es de m i casa
se yerguen jun to al jardín del monarca,

[¿ 4 9 ]
y mi marido vigila el palacio,
espada al cinto y lan za en mano.
Ya sé que tenéis un corazón puro
com o el sol y la clara luna,
pero debo cumplir con mi deber
de estar con mi esposo toda la vida.
O s devuelvo las perlas,
bañadas en lágrimas.
¡Q ué in mensa tristeza!
¿Por qué el destin o n o quiso
que os conociese cuan do era soltera?

[250 ]
H AN YU
(768-824)

Nom bre social: Tuizhi.


Originario de Heyan g, el actual distrito Men gxian, de la
provin cia de H enan, quedó h uérfano a los tres años de edad
y pasó a vivir con la familia de su h erman o mayor. En 792 ob ­
tuvo el título de jin sh i (doctorado) y asum ió sucesivamente
cargos de gobern ador y alcalde en Ch an gli, Yangshan, Chao-
zh ou y otras localidades, llegando finalmente al puesto de vi­
ceministro de la Guerra y el de los Ritos. En su carrera políti­
ca también h abía sufrido descen sos y destierros, un a vez por
un memorial que elevó al emperador sugiriéndole que supri­
miera un im puesto para un a zon a azotada por la h ambruna,
y otra vez por aconsejar al soberan o que n o saliera a recibir la
procesión que llevaba h uesos de un buda.
Fiel discípulo de Con fucio, in ició, jun to con Liu Zong-
yuan , un m ovim ien to por «revivir lo clásico» en la literatu­
ra, prom ovien do un a reform a en la pr osa que tuvo gran im ­
pacto en la cultura china. Es con siderado por la crítica chi­
n a com o un o de «los och o m ejores prosistas de Tan g y
Son g» y su pr osa h a sido tom ada com o m odelo a imitar du ­
rante siglos, con estilo agudo y viril, en len guaje accesible y
claro para el lector en general. También escribió excelentes
poem as sobre la n aturaleza y sus propias desgracias. Sus
obras, in cluidos un os trescientos poem as, están reun idas en
A n tología de la p ro sa de H an Ch an li y e n A n tología de la p oesía
de H an C b an li.

U 5 iJ
L A S R O C A S D E L A M O N T A Ñ A 26

Un a senda abrupta serpea


por entre las rocas de la mon tañ a.
Al caer el crepúsculo,
llego al antiguo templo silencioso,
en que revolotean murciélagos.
Me siento en las escaleras
del salón principal.
H a cesado la lluvia,
y el aire rebosa de frescura.
Se mecen anchas h ojas de plátanos.
Lucen radiantes boton es de la gardenia.
El m on je elogia los frescos budistas
y m e aconseja que los visite.
A la débil luz de un as velas,
los contemplo. Borrosos,
apenas se distinguen.
Luego me prepara el lecho,
desenrollando un a estera.
Me sirve arroz y sopa,
que, siendo magra y frugal,
es abun dan te y m e quita el hambre.
Reposo en la noch e obscura
y en un silencio absoluto:
Todos los insectos descansan.
Un a clara lun a surge de la sierra,
arrojan do sus rayos plateados
sobre la puerta y las ventanas.
Al alba con tinúo solo
m i camin o sin camino.

26 En la antigua China, existía la costumbre de titular, en algun os casos, el


poem a con su primer verso o sus primeros caracteres, aun que n o in diquen
el conten ido de todo el texto. «Las rocas de la montaña» son los dos primeros
jeroglíficos del original y fueron utilizados de acuerdo con esta costumbre.

[252]
La senda, velada por brumas,
ora aparece, ora se evapora;
unas veces sube, y otras desciende.
La m on tañ a, cubierta de flores,
se viste de rojo, matizada
de verde de un as cascadas.
De trecho en trecho se yerguen
robustos pin os y robles.
He llegado a un arroyo, y lo vadeo
con los pies descalzos
por encima de las piedras.
Can tan aguas saltarinas.
La brisa m e acaricia,
abrién dome la túnica.
¡Q ué feliz será vivir así!
¿Por qué h em os de estar a merced de otros,
com o caballos sujetos con bridas?
Quisiera decir a mis amigos:
¡Pasemos la vejez aquí,
sin h ablar jam ás de regreso!

U 5 3]
XU E TAO (PO ETISA)
(768-832)

Nom bre social: H ongdu.


Nacida en Ch an g’an, en un a familia de funcionario, es la
poetisa más importante de la dinastía Tang. De n iña se trasla­
dó con su padre a la provincia Sich uan , y después del falleci­
mien to de éste, tuvo que trabajar com o cantante-prostituta
para sobrevivir. Cuan do m ejoró su situación, dejó el oficio y
pasó a vivir en un sitio apartado cerca de la ciudad de Ch en g­
du, capital de la provincia. Fue am iga de célebres poetas de
Tang: Baiju yi, Yuan Ch en, Lui Yuxi, entre otros, y todos la ad­
miraron. Nos dejó L a p oesía d eX u e Too.

D ED ICA D O A LAS P EO NÍAS

AI irse la pasada primavera,


veía yo con much a pen a
caer un o tras otro vuestros pétalos.
Se m ojó mi libro rojo de versos
con lágrimas de tristeza.
¡Con qué alegría vuelvo a veros
tras este largo añ o de ausencia!
Estoy dudando de mis ojos.
Me saludáis con vuestra fragancia,
calladas, con ocien do m i afecto.
Quiero pon er entre vosotras
mi esterilla y mi alm oh ada:
Así podrem os pasar toda la noche
h ablan do de nuestras m utuas nostalgias.

[¿ 5 4 ]
U U Y U XI
(772-842)

Nom bre social: Men gde.


Natural de Luoyan g, provin cia de H enan, obtuvo el título
jin sh i en 791 y desem peñó diversos cargos oficiales, pero com o
form aba parte del grupo reformador, sufrió m uch os reveses en
su carrera política. Sus versos se reúnen en A n to lo ga literaria
de L iu M engde, entre los cuales se destacan sus cuartetos.

EL O TO Ñ O

Desde antañ o ven en el otoñ o sólo cuitas.


Pero a mí me gusta m ás que la primavera.
Mira las grullas blancas que se lanzan a las nubes..
H asta lo más alto del cielo llevan mi poesía.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA
L A S O LA S LA V A N LA A R EN A

N o digas que los rumores


son peligrosos com o mareas,
que los exiliados se h undirán
com o la arena en el agua.
Lavado y tam izado un a y otra vez,
tras todo tipo de trabajos y penurias
y libre de polvo y suciedad,
se quedará el oro reluciendo.

U 55 ]
BAI JU YI (PO CH U YI, PO CH ÜYI)
(772-846)

Nom bre social: Letian.


H ijo de padres oriun dos de Tauyuan, Sh anxi, nació en el
año de 772 en el distrito de Xin zh en , provincia de Henan, en
una familia de funcionarios de bajo rango. Cuan do tenía unos
diez añ os de edad, a causa de las guerras libradas entre los cau­
dillos militares, tuvo que trasladarse con sus padres a m enu­
do, presen cian do así las calamidades que éstas trajeron a la
población . A los dieciséis años llegó a Ch an g’an, don de pre­
sentó su poem a «Las hierbas del an tiguo prado» a Gu Kuang,
fam oso poeta de aquellos tiempos. Este, al ver el n om bre de
Juyi, que significa en chino «vida fácil», dijo en brom as: «Aca­
ban de subir el precio del arroz y n o es fácil la vida en
Ch an g’an». Pero al terminar de leer el poem a, exclamó adm i­
rado: «Con este talento n o tendrás n inguna dificultad para vi­
vir en cualquier sitio». Los elogios del poeta le acarrearon
fama a Bai Juyi, pero n o le ayudaron much o para m ejorar su
situación. Después de regresar a Xu zh ou don de vivía su fami­
lia, sufrió privaciones durante varios años y, carente de recur­
sos econ óm icos, n o pudo ir otra vez a Ch an g’an para presen­
tarse a los exámenes imperiales h asta el año 799, y al añ o si­
guiente, obtuvo el título de jin sh i (doctorado). En 804 fue
design ado secretario administrativo, y en 806, jefe militar del
distrito Zh ouzh i, un puesto sin n ingun a importancia, pero
que le aproxim ó a los cam pesin os y le permitió con ocer bien
la vida rural.
En 807, el emperador Xian Zon g, después de leer los versos
de Bai Juyi, sintió admiración por el poeta y le n om bró miem-

[ *5 <5]
bro de la Academia Imperial, y al añ o siguiente, Consejero Im­
perial, un cargo que le con firió el derecho y deber de dar con­
sejos al mon arca y criticar sus actos incorrectos. Eran los días
más felices de su vida política. Muy agradecido al soberano
por tanta confian za y creyendo que le h abía llegado la opor­
tun idad de hacer algo en ben eficio del país, presen tó un a se­
rie de con sejos, com o rebajar los im puestos para las zon as del
río H uai que sufrían un a fuerte sequía, dejar de enviar tropas
para reprimir un a pequeñ a tribu, y otros, que estaban destina­
dos a mejorar la situación del pueblo y restringir el poder de
los m alos ministros. Su franqueza e integridad desagradaron
al emperador y tuvo que solicitar el traslado fuera de la capi­
tal para un cargo inferior.
Entre 811 y 814 vivió en la aldea Wei, y en el invierno de
ese añ o volvió a la capital para ocupar el puesto de secretario
ayudante del tutor de la Princesa.
Los altos fun cion arios que siem pre le odiaban , aprove­
ch an do un a m em oria suya que pid ió un severo castigo a
los asesin os del prim er m in istro y un os versos suyos que
tildaron de in fracción de las leyes de la pied ad filial por
alabar las flores m ien tras que su m adre h abía m uerto al
caerse en un p ozo al con tem plar flores, em pren dieron un a
cam pañ a de calum n ias y lograron degradarle en 815 a sim ­
ple fu n cion ario com ar cal en Jian gzh ou , lo que supu so un
duro golpe par a él y dio lugar a un cam bio de su actitud
h acia la política y la vida, pasan do del optim ism o al pesi­
m ism o.
En 819, Baijuyi fue designado alcalde de Zh onzh ou. En 821,
Mu Zon g subió al trono tras la muerte de Xian Zon g y deci­
dió que Baiju y i regresara a la capital. Pero al poco tiempo, el
poeta compren dió que era inútil su trabajo ante la prepotencia
de los eun ucos y pidió que le permitieran abandon ar la corte.
Fue enviado a H an gzh ou com o alcalde, y después a Suzh ou,
con el m ism o cargo. En 829 se retiró definitivamente de la p o­
lítica pretextando sus enfermedades y se m udó a Li Taoli, de
Luoyan g, provin cia de Hen an . Se dio el sobren om bre de «Er­
m itañ o de la M on tañ a Perfumada» y «Caballero Ebrio», y se­
gún confesó él m ismo, «m e hice mon je budista en casa». Falle­
ció en el año 846, a los sesenta y cuatro años de edad.

U s 7]
Entre los 2.806 poem as que dejó, hay, según su propia clasi­
ficación, cuatro tipo de poesía: la de crítica, la de ocio, la de
emociones sentimentales y la de métrica y temas varios. En rea­
lidad, son dos tipos esencialmente: la social y la lírica. La prime­
ra son obras de denuncia y protesta social, que describen los su­
frimientos que la guerra y la corrupción causan al pueblo, y la
segunda son obras de temas m uy variados, com o la exaltación
de la naturaleza, invitación a la vida retirada, la fugacidad del
tiempo, nostalgias, amor, etc. La característica más importante
de sus poem as consiste en su lenguaje claro y sencillo, accesible
incluso para gentes de capas sociales bajas. Según Yuan Zhen,
poeta contemporáneo y amigo suyo, los versos de Bai Juyi iban
de boca en boca entre pastores y arrieros, se leían en las sedes
de los gobiernos locales, en los muros de los templos, en los co­
rreos, y eran recitados por los niños de los campesinos, por
príncipes y amas de casa. Su fama traspasó la frontera y llegó a
Japón , Birmania, Corea y otros países de Asia y h oy día sigue
gozan do de gran apreciación y prestigio en esos países.
Bai Juyi fue el líder del M ovim iento de Nuevo Yuefú desa­
rrollado en la etapa central de Tang y tuvo su propia teoría li­
teraria. Com o fiel discípulo de Du Fu y seguidor de la doctri­
n a confucian a, con sideró que «los artículos deben escribirse
en relación con la época en que se vive, y los poem as, con
m otivo de los acon tecimien tos ocurridos», y que la poesía
debe ayudar al mon arca a gobernar, dán dole con sejos y reve­
lándole los problem as y los sufrimientos del pueblo, aun que
en su labor productiva n o siempre siguió estos prin cipios. La
crítica china le incluye en la corriente del realismo clásico,
con matices de romanticismo. En realidad, la parte de este
«realismo», manifestado principalmente en sus obras de de­
n un cias sociales, sólo sum a un os 170 poem as, mientras que la
mayoría de su producción poética es lírica, difícilmente enca­
jada en el m arco del «realismo».
Para m uch os chinos, Baiy Juyi es el poeta más ilustre des­
pués de Li Bai y Du Fu; pero para los occidentales, quizá el
más cercano a su gusto (véase C. G. Moral, Poetas chin os de la
d in astía Tang, Madrid, Visor, 1997, pág. 13).

[258]
LAS H IERBAS
D EL A N TIG U O P RAD O 27

Cubre el prado un a vasta alfombra de tiernas hierbas,


que se mustian y reverdecen todos los años.
El incendio n o puede acabar con ellas:
renacen al beso de la primavera.

Su fragancia invade las antiguas sendas.


Su esmeralda viste los pueblos en ruinas.
Agitadas y con gran melancolía,
dicen adiós al viajero que se aleja.

FLO RES D E D U RAZ N O


EN EL TEM P LO DALIN

En mayo, en el m un do de los h ombres,


caen flores, pétalo tras pétalo.
Mientras que en este templo de la montañ a
compiten en florecer los durazneros.
Todos los años, he lamentado
no encontrar la primavera que se h a ido.
Resulta que h a ven ido aquí,
a estos maravillosos sitios.

CAN TO SO LITARIO EN LA M O N TAÑ A

Todos tienen su debilidad,


y la m ía es escribir poemas.
Me sacudí de mil lazos m un danos.

27 En algunas antologías, este poem a aparece con el título de «Despedida


en el antiguo prado de hierbas».

[159 ]
M as de esta flaqueza
aún n o me he librado.
Cad a vez que me deleito
con un paisaje pin toresco,
cada vez que me reúno
con un pariente o un amigo,
alzo la voz e improviso
un a estrofa poética,
com o si un dios acudiera
a avivar mi inteligencia.

Desde que me establecí en la orilla,


paso horas y h oras en la montañ a.
Cu an do termino un nuevo poema,
ascien do solo a la senda
hacia el Peñasco de Oriente.
Recostado en el Barranco de Rocas Blancas
y agarrado a un a verde rama de casia,
comienzo mi canto alocado,
que asusta a los bosques y valles.
Los m on os y las aves
me miran asombrados.
Temiendo convertirme
en el hazmerreír de la gente,
escojo un paraje solitario.

M I AM O R

Sacan do mis pren das húmedas


para secarlas al sol,
salta a mi vista un par de zapatos,
obsequio de la bellísima hija de la vecina.
Aún resuena en mis oídos
lo que dijo al regalármelos:
«Es un testimon io de mi amor.
Espero que n o n os separemos
com o estos zapatos

[260]
que van siempre juntos».
Desde que fui desterrado,
soy un a h oja que flota en el río.
He recorrido leguas y leguas,
mas siempre m e los llevo conm igo.
Ah ora los miro y remiro,
sumergido en la tristeza:
Los zapatos siguen pareados,
pero yo estoy solo, lejos de ella.
Adem ás, con las interminables lluvias,
ya aparece m oh o en la pala de seda.

LU N A EN TIERRAS EXTRAÑAS

El viajero viene del sur.


Al salir, la lun a era un arco.
En las tierras extrañas
por don de h a pasado,
ha visto tres veces
el brillante espejo redon do.

Al nacer el albor,
camina acom pañ ado
de la lun a poniente.
De noch e, reposa al lado
de la lun a naciente.
¿Quién podrá decir
que ella es insensible?
Duran te m ás de cien leguas
ha sido un a fiel compañ era.

Al brillo de la aurora,
él aban don a el Puente de Wei,
y al caer el crepúsculo,
ya llega a Ch an g’an, su destino.
¿En casa de quién estará de h uésped,
esta noch e, la solitaria luna?

N i]
L A M E N T A C I Ó N P O R MIS PEONÍAS

Me lamen to por mis peonías,


crecidas delante de mi puerta:
Encuentro, al caer la tarde,
que sólo quedan dos de ellas.
Mañ ana, de madrugada,
el vien to viene a barrerlas.
La idea m e apena. En la obscuridad,
candil en m an o, salgo a verlas.

EL LO RITO
De día, ora canta, ora se calla.
De noche, ya despierta, ya reposa.
Está preso sólo por sus h ermosas plumas,
y triste, porque compren de la razón de las cosas.

La obscuridad le suscita
nostalgia por la familia.
La primavera le aviva
el recuerdo de sus compañ eros.

¿Q uién quebrantará la jaula


para que vuele cantan do
en la inmensidad del cielo?

FLO R SIN SER FLO R


a28
Es flor sin ser flor,
niebla sin ser niebla.
A median och e llega.

28 Poema cantado o para cantar. Véase la págin a 14.

[ 2.62.3
Se va al rayar el alba.
Viene com o sueño de primavera:
Tan efímera.
Se va com o n ube matutina:
N o deja huella.

CAN TO D EL RÍO EN CR EP Ú SCU LO

El sol muriente esparce sus rayos sobre el agua.


M edio río rojo, la otra mitad esmeralda.
¡Encantadora noch e a inicios del mes n oveno!
Perlas de rocío, y la luna, un arco perfecto.

C O N TEM P LA CIÓ N CR EP U SCU LA R


D ESD E LA TO RRE M IRA D O RA D E LA RIBERA

H acia el este, el mar y el cielo, fun didos,


se esfum an en el velo del crepúsculo.
A am bas orillas se yerguen m on tañ as
prolon gadas e inmensas.
Miríadas de luces parpadean
por toda la ciudad.
Un río de estrellas flota
en m edio del agua.
El vien to azota añ osos árboles:
un a torm enta a plen o sol.
La lun a ilum ina la arena:
escarcha en noches estivales.
Ven, amigo, a la Torre,
a huir del calor.
Aquí disfrutarás de un frescor
que n o h abrá en tu cabaña.

[2.63]
LO S M AN D ARIN ES

Su aire más que altivo


desborda el camino.
Sus monturas brillan
a través del polvo.

— ¿Quién es son esa gente?


pregunta un curioso.
— Son los mandarines
que n os gobiernan.

Franjas bermejas
para ministros;
violetas franjas
de generales.

Van a la orgía
de los ejércitos.
Sus caballos galopan
com o relámpagos.

El vino añejo
rebosa de sus copas;
se sirven exquisitos manjares
arrancados de la tierra y el mar.

Se m on dan naranjas
del rem oto lago Don gtin g;
se guisan pescados
de las Aguas Celestes.

Llen os, hartos,


n o caben en sí de contento.
Ya borrachos,
se vuelven más altaneros.

[16 4 ]
Este año, un a gran h ambrun a
azota el sur del país,
y en el distrito de Ch uzh ou
se com e carne de los muertos.

C O N TEM P LA N D O LA SIERRA SO N G
Y EL RÍO LU O

Tengo ante mis ojos Son g y Luo.


Poniendo la mirada en el pasado,
lamento las penurias del m un do.
Las flores y las glorias h umanas,
aguas de este río impetuoso.
Las amarguras y los sufrimientos,
inmensas m ontañ as de la Sierra.
Sólo h abién dose saboreado la tristeza,
se con oce la alegría.
Sólo los que h an vivido añ os turbulentos
saben apreciar la paz.
¿Querrá volver a la jaula
el ave que vuela en el infinito?

JU N T O AL ESTAN Q U E

Ju egan al ajedrez dos m on jes de la montañ a.


En el tablero, fresca som bra de los bambúes.
Nadie los ve en el espeso follaje.
Sólo se oye algun a que otra pieza que se mueve.

[2.65]
GRILLOS O T O Ñ A L E S

Susurros en la oscuridad bajo la ventana.


Ch irridos en m edio de espesas hierbas.
Día de otoñ o, corazón que añora a la amada.
Noch e de lluvia, oídos que se llenan de tristeza.

LA CO P LA R A M A S D E B A M B Ú

En la Garganta Qutan g,
a ras de las aguas, den sas brumas.
En cim a de la ciudad de Baidi,
hacia el oeste, la luna.
¡Escuch ad! La copla h a llegado
a su pasaje melancólico.
M on os del frío y aves de la noche,
todos, le hacen coro.

D ECEP CIO N A D A EN LA ESP ERA

Vela roja, vin o claro.


De pie, espera largo tiempo a la puerta.
Entra y sale, sale y entra.
Ya va a despuntar el alba.
Q uedan escasas estrellas.
Se pon e la luna, y él n o viene.
De un a rama del sauce en niebla
se va volan do la urraca29.

29 En las tradiciones chinas, la urraca es sím bolo de felicidad y mensajera


de buenas noticias.

[ 2. 6 6 ]
INVITANDO A MI VECINO A CASA

Copas llenas de vin o excelso.


Cam as cubiertas de esterillas nuevas.
¡Ven a pasar la noch e charlando!
¡Gocem os del fresco de otoñ o
a la orilla del lago!

PRIM AVERA N A CIEN TE

Con tus soplos suaves,


se derrite la nieve.
Bajo tu sol caliente,
el h ielo se deshace.
¡O h primavera naciente!
¡Si deshiciera también
la escarcha de mis sienes!

M IS P EQ U EÑ O S BAM BÚES

N o me gusta m i cargo de funcionario.


Siempre tengo cerrada la puerta,
rodeada de hierbas.
¿Qué hacer para recrear
mi corazón lleno de inquietud?
H e plan tado m ás de un centenar
de bam búes jun to a la ribera.
Al contem plar su belleza,
m e sumerjo en el recuerdo
de los días placenteros
que he pasado en la montañ a.
En mis ratos de ocio,
paseo a su alrededor,
hasta que declina el sol.
N o digáis que n o tienen raíces sólidas.

[2.67]
N o digáis que n o n os ofrecen gran sombra.
Ya siento su frescor
tanto en el patio
com o en las salas.
Pero lo que más me encanta
es el susurro del otoñ o,
que, ten dido jun to a la ventana,
escuch o en sus ramas.

D ED ICA D O A M I ESP O SA

Den so m u sgo umbrío. Tras la lluvia, suelo m ojado.


Leve rocío fresco, cielo de inmin en te otoñ o.
Al claro de luna, n o añores, mi amor, el pasado.
Mustiaría tu rostro y acortaría tus años.

CAN TO D E LA IN FIN ITA TRISTEZA

El m onarca de los H an ,
m uy amante de las faldas,
orden ó que le buscaran
un a bella sin igual.
M as años y añ os pasaron ,
sin que su ardiente deseo
se hiciera realidad.

La familia de Yang tiene un a hija,


que está en la adolescen cia florida.
Crecida en su gineceo recóndito,
los extraños n un ca h an podido verla.
M as un a h ermosura tan perfecta,
¿cóm o podría ser ignorada?
Presentada es al monarca.
Ladean do la cabeza,
esboza un a sonrisa,
que mil encantos encierra,
y a todas las damas de la corte eclipsa.

[ * 58]
En la frígida primavera,
se le concede el privilegio
de bañarse en la fuente H ua Ch ing.
La suave y tibia transparencia
embellece su piel alabastrina.
Ayudada por sus doncellas,
sale perezosa y hechicera.
Es entonces cuan do el emperador
com ien za a prodigarle favores.

Cabellos de nubes.
Rostro de flor.
Alhajas de oro.
Bajo las cortinas son rosadas
con oce la n och e de primavera.
¡Qué noch e tan breve, empero!
¡Q ué tem pran o llega el alba!

A partir de ese día,


el soberan o deja de dar
la audiencia matinal.
Le acom pañ a la favorita
en sus paseos y orgías,
y comparte las dulces noches.
Aun que hay tres mil bellezas en la corte,
al am or sólo de ella se dedica.
La alcoba de oro y sus adorn os sirven
para que resalte más su hermosura.
El pabellón de jade de las fiestas
aumenta lo gracioso de su ebriedad.

A sus h erman os se les confiere


títulos de nobleza,
y la familia Yang
brilla en los círculos escogidos.
De extremo a extremo del imperio,
quienes preferían hijos varones
han cam biado de parecer.

[2.6 9 }
El Palacio de Li
casi se toca con el cielo.
El vien to esparce por doquier
los divinos acordes
que acom pañ an a alegres danzas.
El emperador ya n o distingue
entre el día y la noche.

Se estremece la tierra.
Llegan desde Yuyang
terribles gritos de guerra,
quebran do las melodías
de «Vestido de Arco Iris
y Tún ica de Brillantes Plumas»,
dan za preferida del palacio.

Polvo y h um o es la capital.
Torrentes de carros y jinetes
se precipitan a huir al sudoeste.
Banderas de Dragón imperiales,
tem blan do, avanzan.
A pocas leguas de la muralla
las tropas n o quieren seguir:
exigen la sangre de Yang.
¿Q ué hará el monarca
sin o ceder?
Al pie de la colina Mawei,
la beldad de cejas-mariposa
deja de ser ante los caballos.
Riegan el suelo
sus graciosos adorn os com o flores,
el gorrión de oro
de coloridas plum as incrustadas
y su h ermosa h orquilla de jade.
Nadie los recoge.
El desesperado monarca,
impoten te para salvarla,
se oculta el rostro entre las manos.

[270 ]
La mira un a última vez,
con lágrimas de sangre ardiente.

Ráfagas de vien to gélido


levantan polvo amarillo.
Trepando entre las nubes,
las tropas atraviesan
la Puerta de la Espada,
y al monte de Em ei llegan.
Aquí n o ven casi un alma.
Las banderas pierden su brillo,
y lánguido el sol palidece.
Agua esmeralda del río.
Verdes m on tañ as lozanas.
El fascinante paisaje
sólo acarrea al m onarca
un a profun da tristeza.
La lun a con tem plada desde la tienda
parece melancólica.
El son de las campan illas en la lluvia
semeja el sordo ruido
de un corazón que se destroza.

Por fin el cielo y la tierra


h an com pletado un a vuelta.
La carroza de Dragón retoma.
En la colina de Mawei,
detiénese la comitiva
don de esfum óse el bello rostro.
Mon arca y ministros se miran,
an egados todos en lágrimas.
Aban don an do los caballos,
se dirigen h acia el palacio.

Jardin es. Estanques.


Nada ha cambiado.
Flores de lotos de Taiye.
H ojas de sauces de Weiyan.
Estas recuerdan sus cejas,

U 71]
y aquéllas su h erm oso rostro.
¿Cóm o contener las lágrimas
que esta aparición arranca?
Flores de durazn o y de ciruelo se abren
al céfiro de la primavera.
Amarillas h ojas caen
con las lluvias autumnales.
Tupidas hierbas reverdecen
los patios del Palacio Oeste.
H ojas muertas am on ton adas
enrojecen los escalones.
Las actrices del Jardín de Perales
peinan blan cos sus cabellos,
y las doncellas del Pabellón de Pimenteros
ven marchita la flor de sus caras.

Luciérnagas traen n och es sofocantes.


M oribun da está la lámpara,
y el monarca, triste, desvelado.
Cam pan as y tambores, lentamente,
despiden la larga noche.
Brillante la Vía Láctea
al alba tardía acoge.
Frías las tejas entrelazadas,
todas cubiertas de escarcha.
¿Quién querría compartir
un a manta helada?
Largos años separan
al vivo de la muerta,
y su espíritu n o ha acudido
ni un a vez en el sueño.

Por entonces, a la capital


viene un sabio taoísta.
Para quien tiene sinceridad
se aviene a llamar las almas
de sus familiares muertos.
Com padecién dose del m onarca atormentado,
emprende un a afan osa búsqueda.

[2.71]
Raudo com o relámpago,
atraviesa las n ubes
cabalgando los vientos.
Primero sube al cielo.
Después baja y penetra
en las profun didades de la tierra.
Ni en el azul infinito,
ni en la Fuente Amarilla, ultratumba,
encuentra a la difunta.

De pronto oye decir


que en el in m en so piélago
hay un a m on tañ a de deidades,
que, velada por la bruma,
flota en el aire.
Multicolores nubes envuelven
sus pabellon es exquisitos,
m orada de h ermosas y dulces divinidades.
Un a de ellas se hace llamar Taizheng,
su n om bre original.
Tiene el rostro de flor
y la piel de nieve
com o en la otra vida.
Llegando a un a puerta de oro,
el taoísta toca suavemente
un jade incrustado.
Pide a la don cella
que le abre anunciar
al men sajero de Han .

Encerrada en vistoso dosel,


la bella se despierta sorprendida.
Aparta la almoh ada.
Se viste deprisa.
Levanta la cortin a de perlas
y abre los biom bos de plata.
Sin arreglarse bien la cabellera,
la guirnalda al descuido puesta
y los ojos som n olien tos,

U 73 ]
desciende a la sala.
Se agitan sus anchas mangas
al com pás del movimien to,
com o en «Vestido de Arco Iris
y Tún ica de Brillantes Plumas».
El rostro an egado en lágrimas,
com o un a flor del peral
azotada por la lluvia.

Pide al taoísta que le transmita


su h on da gratitud al soberano.
«Después que n os separamos,
n o he podido oír su voz ni ver su cara
a través de las n ubes y nieblas.
Ah ora, en la M on tañ a de las Deidades,
arrastro pen osa los largos días.
O teo el rem oto m un do de los h ombres,
m as el h um o y polvo me impiden la vista.
Sólo puedo enviarle,
com o testimon io de amor,
estos adorn os que me obsequió.
Yo conservaré una de las h orquillas
y también mitad del cofrecillo.
Quiero que él sea firme com o el hierro,
y entonces n os volveremos a ver,
ya sea en el azul del cielo,
o en el m un do de los h uman os».

Al despedir al mensajero,
ella reitera el juram ento
que h abían h ech o los dos corazones
el día siete del séptim o mes,
a las altas h oras de la noche,
en el Pabellón de Eterna Vida:
«En el celeste in m enso siempre som os
un par enternecido de avecillas,
y en la an imada tierra, dos ramas
entrelazadas de un m ism o árbol».

[2-743
El cielo, y también la tierra,
por m ás que sus ciclos duren,
h an de terminar un día.
M as esta in m en sa tristeza
será com o el tiempo, eterna.

M I NUEVA TÚ N ICA ENGUATADA

La tela de Guiguan es blan ca nieve,


y el algodón de Wu, n ube blanda.
Resistente tela, gruesa man ta:
así es mi tún ica nueva.
¡Y qué bien me abriga!
Me la pon go de madrugada,
y estoy sen tado con ella hasta la noche.
También con ella me cubro,
y duerm o cóm odam en te
hasta que despun ta el alba.
H e olvidado ya el riguroso invierno:
me encuentro en la benigna primavera.

En la n och e avanzada,
un a idea me embarga.
Me paseo por la alcoba,
palpan do mi ropa.
Un caballero de verdad
debe preocuparse por todos.
¡Cóm o puedo con formarme
con mi propia felicidad!

O jalá se hiciera un a túnica


de miles de leguas de largo,
que cubriera la inm ensa Tierra,
de m odo que todos quedaran
cóm odam en te abrigados.

U 75]
LEYEN D O LO S P O EM AS D E YUAN Z H EN
EN U N BARCO

Tus poem as en mis m anos,


los leo jun to a la lámpara,
que agon iza cuan do acabo.
Aún n o despun ta el alba.
Ya sin luz, siento los ojos cansados.
Sentado a oscuras, escucho las olas,
que, a im pulsos del vien to de proa,
golpean ruidosas el barco.

BALADA D E LA TAÑ ED O RA D EL LAÚD

De noche fui a la orilla del río


para despedirme de un amigo.
Sentía el melancólico susurro
de la h ojas de los arces
y de las flores de los jun cos.
Bajé del caballo.
Ya me esperaba en la barca.
Levan tamos las copas y apuramos.
¡Qué lástima n o tener
laúdes y flautas
para aprisionar el instante!

El vino n o n os dio alegría.


Bajo una lun a bañ ada
en la inmen sidad del agua
íbam os a separam os,
tristes, cuando de repente
n os llegaron cautivantes
dulces voces de un laúd
y fuimos retenidos.

[2.76]
Preguntamos en voz baja
quién lo pulsaba.
Cesó la m úsica
sin adelantar respuesta.
Aproxim am os la barca.
De n uevo encendí la lámpara.
Volvimos a pon er la m esa;
llen amos de vin o las copas,
y a la tañ edora invitamos.
Sólo tras ruegos repetidos
apareció, con el laúd en los brazos,
y m edio cubierto el rostro.

Templa las cuerdas


y, aún sin interpretar,
llena el espacio de emoción .
Un a a un a vibran de tristeza,
y cada acorde es un lamento
de indescriptibles sufrimientos.
Inclin ando la cabeza,
ella sigue tocan do,
y así se desah oga
de infinitas penas.
Ora pun tea las cuerdas,
ora las rasga;
tañ idos fuertes,
después ligeros.
Primero n os endulza
«Vestido de Arco Iris»,
y luego «Verde Cintura».
De las cuerdas gruesas
se desata un a furiosa tormenta,
y de las delgadas,
el alegre m urmullo de muchachas.

Notas son oras se mezclan


con susurrantes notas.
Perlas grandes y pequeñas
caen en un plato de jade,

[*77]
y en m edio de frescas flores
trinar y trinar alegres.
Por debajo del lím pido hielo,
vien en sollozos de un arroyo.
Con gélanse y cesan luego.
¡Q ué tristeza más profun da
m ora en el fon do del alma!

Por instantes el silencio


expresa más que la música.
De pron to, quebrado jarrón de plata
y agua esparcida, cristalina.
O igo el galope de corceles
y furiosos ruidos de sables y jinetes;
la ejecución termina.
Por entre las cuerdas
que suenan com o al rasgarse
un a tela de seda,
el plectro se retira.
De silencio están cubiertas
las dos barcas.
Sólo la luna plateada
yace en el centro del río.

Indecisa, la tañedora
guarda el plectro.
Se estira la ropa,
grave la expresión,
se levanta y dice:
«Nací en la capital;
vivía mi familia
cerca del M ausoleo Siam o.
A la edad de trece
aprendí a tañer el laúd,
y m i n ombre estaba en la lista
de las tañedoras más destacadas.
Cad a vez que interpretaba,
los maestros me prodigaban elogios,
y con m i bello rostro

[178]
me convertí en la envidia
de las artistas celebradas.
Los jóven es ricos se disputaban
por galantearme y obsequiarme.
Para escuchar un a sola pieza
me regalaban con seda abun dan te;
quebraban , para llevar el com pás,
mis h orquillas floreadas de plata,
y el vin o que derramaban
regaba mi falda púrpura.
Entre acordes y risas
un añ o siguió al otro.
Pasó el vien to de primavera.
Se ocultó la lun a de otoñ o.
El ejército se llevó a m i h erman o,
y la muerte, a mi tía.
Se march itó la flor de mi vida.
Cada vez m en os carruajes
se estacion aban frente a m i puerta.
Casé con un comerciante,
quien me trajo a esta aldea.
La separación le importa n ada:
a él sólo le atraen las ganancias.
Salió a com prar el mes pasado,
deján dome sola en la barca,
acom pañ ada de la lun a
y el gélido río.
Much as veces, en las noches avanzadas,
sueño con mis felices tiem pos pasados,
y corren las lágrimas
com o por arroyuelos rosados».

Escuch ando la ejecución,


me penetraba su lamento,
y la descon solada narración
me carga un pesado dolor.
Estamos en orfan dad de la suerte,
y para com pren dem os
n os basta un solo encuentro.

[2.79}
«Aban don é la capital el año pasado,
y vine desterrado, enfermo.
En este lugar apartado
n o oí ni un a canción h erm osa
desde tan largo tiempo.
Vivo a la orilla del río,
en h úm edo y bajo paraje;
mi casa está rodeada
de cañas amargas
y amarillos jun cos.
A mis oídos sólo llegan
desgarradores lamen tos de cucos
y aullidos melan cólicos de m onos.
En las florecientes m añ an as de primavera
y en las otoñales noches de luna,
ante un a jarra de vin o, bebo solo.
Aun que se oyen coplas y flautas,
son feas y desagradables.
Esta noch e me h a sido deleitante
al escuchar su interpretación.
Me purificó el corazón
y me parecieron melodías
de las divinidades.
Le ruego que n os toque algo más.
Improvisaré un poem a titulado
L a Tañedora del L aú d
y a usted va dedicado».

La bella dama, con m ovida,


permanece de pie largo rato.
Luego se sienta
y, con cadencias aceleradas,
pulsa las cuerdas.
Vibran tan descon soladas,
que arrancan a todos lágrimas.
El que com pon e este poem a,
bañ ada su túnica,
es quien llora con más tristeza.

[280]
LIU Z O N G Y U A N
(773-819)

Nom bre social: Zihou.


O riun do de H edon g, la actual Yongji de la provin cia de
Sh angxi, es con ocido también com o Liu H edon g. Fue fam o­
so prosista, poeta, calígrafo y filósofo de Tang. Tras obten er el
título de doctorado en 793, desem peñ ó varios cargos oficiales
sucesivamente. Se in corporó al m ovimien to reformista lidera­
do por W an Shuwen y fiie design ado secretario de Estado del
Con sejo de Ritos. Fracasado el movimien to, fue degradado y
exiliado en 815 a Yongzh ou, con el cargo de alcalde del distri­
to. M ás tarde fue destin ado a Liuzh ou.
Inició, jun to con su am igo H an Yu, el m ovim ien to «rena­
centista» consistente en revivir la literatura clásica para rea­
lizar un a reforma en la prosa. Fue fiel discípulo de Con fucio,
pero tam bién recibió influencia del budism o. Sus poem as
tienen temas m uy variados, pero destacan los que describen
su vida en exilio. M ás fam a tien en sus prosas, y la crítica chi­
n a le con sidera un o de «los och o mejores prosistas de Tan g
y Son g». Sus obras fueron pu blicadas en A n tología de L iu
H edon g.

EL RÍO NEVADO

Centenares de cerros
sin n in gún pájaro.
Millares de senderos

[28 1]
sin rastro h um an o.
Barquita solitaria.
En el río n evado,
pesca solo el anciano.

M I VIDA JU N T O AL ARRO YO

Me in com odaba h acía much o


el birrete de mandarín.
Por fin me lo quitaron
al desterrarme al lejano sur.
Gozo de un a vida sosegada.
Tengo por vecin os cam pos y huertos.
Soy el h uésped de m on tes y bosques.
Al alba, aro la tierra
cubierta de rocío.
Cuan do cae la noche,
m i barca vuelve del paseo
ch apotean do entre las guijas.
Vago de un lado a otro,
sin encontrar n i un alma.
Levantando la vista
h acia el azul del cielo,
can to a voz en cuello.

[z 8±]
YUAN ZHEN
(779-831)

Nom bre social: W eizhi.


Natural de Luoyan g, provincia Henan, desem peñó diver­
sos cargos oficiales, pero sufrió degradaciones por su rectitud
y crítica a los gobernantes. M uy amigo de Bai Juyi, jun to con
él lideró el m ovim ien t o de Nu evo Yuefu. Tom an do com o
ejemplo a Du Fu, sostuvo que la poesía debía reflejar los pro­
blemas sociales. Sus poem as están recogidos en A n tología de
Y uan Ch an gqin g

IN FO R M A D O D EL D ESTIERRO D E BAI JUYI

Bajo la lámpara agon izante, las sombras danzan.


Vienen a informarme de tu destierro a Nueve Ríos.
M oribun do, m e in corporo del lecho sorprendido.
Viento umbrío. La h elada lluvia entra por la ventana.

[¿83 ]
JI A D A O
(779-843)

Nom bre social: Langxian.


Sobren om bre: W uben.
O riu n do de Fanyang, provin cia de Hebei, se h izo bon zo
budista m uy joven. Vuelto a la vida secular, se presen tó varias
veces a los exámenes imperiales, sin éxito. Sus versos son muy
trabajados, caracterizados por la originalidad de las expresio­
nes y se recogen en A n to b gía del Gran R ío.

IN SCR IP CIÓ N PARA LA CABAÑA


D E LI N IN G

Un a cabaña en paz, lejos del mun do.


Sen da hacia un jardín cubierto de hiebras.
Ju n to al estanque, aves refugiadas en los árboles.
Al claro de la lun a, un m on je llama a la puerta.

Cru zo el puente. Paisaje pintoresco.


Surgen las nubes y siento moverse las montañ as.
Me march o por el m om en to,
pero volveré sin falta.

[284]
C U I T U (C H U I T U )
( s i g l o d c)

Nom bre social: Lishan.


Natural del sur del río Yangtsé, obtuvo el título de jin sh i
(doctorado) en el añ o 888. M uy poco se con oce de su vida.
Sus poem as versan sobre los sufrimientos de la guerra, sepa­
ración, nostalgia, y están cargados de melancolía. Según los es­
tudiosos, el poem a que incluimos aquí describe la tristeza y la
desorientación del autor en el caos de la guerra.

LA O CA SO LITARIA

Tus compañeras h an vuelto a sus nidos.


Sólo tú, oca desbandada,
me tienes preocupado.
La torm enta os separó,
y tú, presa de terror,
gritas tan desesperada.
Debajo se h an quedado atrás
brum osos vapores del lago.
Encim a la fría lun a
te otea y te sigue.
¿Qué harás? ¿Adon de irás?
¿Y qué te esperará por delante?
A lo m ejor n o te alcancen
las flechas de los cazadores.
Pero sola, te acechan
incontables peligros.

[28 5]
N O C H E P R I M A V E R A L , D E VIAJE

Insensibles, los ríos fluyen.


Las flores caen, despidien do
a la primavera.
Estoy de viaje en la tierra de Ch u.
En mi dulce sueño, recorro mil leguas
y regreso a mi pueblo.
A media n oche me sorprenden
los lamentos de los cuclillos,
posados en los árboles.
Tras años sin noticia de los míos,
la primavera h a blan queado mis sienes.
Tal vez pueda regresar
el día menos pen sado.
¿Quién añora tanto com o yo
el h ermoso paisaje sin rival
de los lagos de mi tierra en neblina?
H U LIN G N EN G
(785-805)

De su vida n o se sabe m ás que en su juventud era artesano


y que debido a la influencia del budism o vivió en retiro. Sólo
cuatro de sus poem as h an podido llegar a nuestros días.

BO R D A N D O BIO M BO S

Luz crepuscular en la sala.


Las flores lucen más bellas.
Las chicas, entusiasmadas,
las pin tan y bordan en biom bos de seda.
Los sacan al jardín de primavera.
De la rama del sauce baja,
seducida, un a oropéndola.

[*8 7]
LI H E
(790-816)

Nom bre social: Ch angji.


Natural de lo que h oy es el distrito Yiyang de la provincia
de Henan, fue descendiente de la familia imperial de Tang,
ven ida a m enos. De n iñ o se h izo fam oso por sus versos, pero
com o su n om bre era h om ófon o del de su padre, le proh ibie­
ron presentarse a los exámenes imperiales para optar el título
de jin sh i (doctorado), por lo que sólo pu do tener un cargo pú ­
blico de poca importancia. Descon ten to y melancólico, m u­
rió m uy joven : a los veintiséis añ os de edad.
En sus poem as, además de narrar los reveses que sufre en
su carrera, describe un m un do imaginario de inmortales: Dio­
ses, H adas, manes, lleno de extrañas y místicas imágenes y fi­
guras, y destaca por su originalidad, por lo que los críticos le
den om in an «Genio fantasmal». Doscien tos setenta y un poe­
mas suyos h an podido llegar a nuestros días, reunidos en A n ­
tología de L i Ch an gji.

CAN TO D EL CIELO

Brillantes astros flotan


en el in m en so cielo.
Susurra el Río de Estrellas.
En los Palacios Lunares,
fragantes flores de casia
se abren seductoras.

[2.88]
Las cogen las bellas diosas,
bolso de perfume al cinto.
La prin cesa inmortal
levanta la cortina
y ve, ante su ventana,
despun tar ya la aurora.
La avecilla azul, posada en el árbol,
es tan pequeñ a com o hace mil años.
El príncipe toca su flauta
para que los dragon es aren
las extensas nubes brum osas
antes de plan tar hechiceras hierbas.
Las diosas, con cinturas son rosadas
y en blan cas faldas de seda,
pasean por la Isla Verde,
recogiendo orquídeas siempre frescas.
Echan un a mirada
al m un do de los h ombres.
Allá el sol se precipita
com o un corcel galopan do,
y en los vastos mares de antañ o
se levantan n ubes de polvo.

[289]
DU MU
(803-852)

Nom bre social: Muzi.


Nieto del fam oso primer ministro D u You, nació en Xi’an,
de la actual provincia de Shaanxi. O btu vo en 828 el título de
doctorado y desempeñ ó diversos cargos oficiales en su vida,
sobre todo, el de gobern ador de varias localidades.
Los críticos le llam an «D u Pequeñ o», y a Li Sh an gyin , «Li
Pequeñ o», com parán doles con Li Bai y D u Fu («Li y Du
Grandes»). Escribió much os poem as sobre acon tecimien tos
h istóricos y contemporáneos, iron izando y criticando a los
gobernantes corruptos. Pero se distin guió por sus cortos poe­
mas líricos (qijue, o sea, h eptasílabos de cuatro versos) sobre
los paisajes, de estilo ameno. Nos dejó O bras de Fengch uan, que
reúne 450 poem as, editadas por su sobrino.

PRIM AVERA AL SU R D E YANGTSÉ

Por todas partes se escucha


el canto de los orioles.
En el verdor de las aguas
rutila el rojo de flores.
Aldeas al borde del río.
Murallas al pie de los montes.
Flamean al vien to banderas
de los ven dedores de vino.
Desde la época Sur se elevan

[2.90]
miles y miles de templos.
Sus pabellon es y terrazas
se esfum an en lluvias y nieblas.

N O C H E AU TU M N AL

La plateada luz de las velas


imprime, en esta noche autumnal,
frialdad a las pinturas del biom bo.
Aban icos de seda en m ano,
las doncellas cazan luciérnagas
que vuelan de aquí para allí.
Frescas están com o el agua las gradas.
En ellas se sientan a con templar
las estrellas Boyero y Tejedora30.

PASEO P O R LA M O NTAÑA

Lejos, alta y gélida montañ a.


Tortuosa senda de piedra.
Entre n ubes blancas, un a casa.
Deten go el carro: me encanta
el ocaso en bosques de arces.
¿Veis sus h ojas tras la escarcha?
Eclipsa su roja belleza
a las flores de primavera.

30 Son , según una leyenda, dos estrellas que representan una pareja de en a­
morados. Com o su unión fue contra la voluntad del Em perador del Cielo,
éste les castiga separándoles y sólo les deja reunirse una vez al año, en la n o­
che del siete de julio.

[291]
W E N TINGYUN
(812-866)

Nom bre original: Qi.


Nom bre social: Feiqing.
O riun do del distrito Taiyuanqi, el actual distrito Qixian de
Shanxi, fue nieto de un primer ministro. En tregado a una
vida n óm ada, nun ca con siguió n ingún título, y sólo en su ve­
jez ocupó un cargo de m uy baja categoría. Por su conducta de
libertinaje y lujuria, tuvo m ala reputación en su época.
Cultivó tan to poem as sh i com o ci, pero su éxito consiste
principalmente en los ci, ya que fue el primer poeta que escri­
bió gran cantidad de piezas de este género, casi siempre sobre
el amor, much as veces en ton o de jóven es enamoradas, y con
un estilo elegante y lenguaje bello. Encabezó, jun to con Wei
Zh uan g, la escuela «En M edio de Flores», dedicada a la crea­
ción de ci, y fue con siderado por much os críticos com o fun ­
dador de esta variedad de la poesía. Sus sh i tenían motivos
más am plios y sus obras están publicadas en A n to lo ga de la
p oesía de W en Feiqin g.

EN LA M O NTAÑA,
A P RIN CIP IO S D E O TO Ñ O

Ya se deja sentir
el otoñ o en los montes.
Delante de m i ch oza
brilla la blan ca escarcha.

[.192]
La arboleda amarilla
se yergue cara al sol,
y las aguas susurran
en m edio del estanque.
Caen frutos de árboles,
y veo pasar los m on os.
Suen an hierbas secas,
y oigo correr ciervos.
M i m odesto laúd sirve
para calmar mi inquietud,
y la fuente cristalina
es mi única compañera
en las n och es melancólicas.

PARTIDA M ATINAL
D E LA M O N TAÑ A SH A N GSH A N

Tin tin eo de la m ontura al alba.


Nostalgia del viajero
por la familia.
Can to de gallos
en la ven ta barraca
bajo la luna.
Sobre la escarcha,
en el puen te de ramaje,
pisadas de h ombres.
H ojas de robles cubren
los sen deros del monte.
Flores de n aran jos espin osos
blan quean las paredes.
An och e soñ é que tom é
a m i aldea natal,
y vi gan sos salvajes
n adan do en los estanques.

U93]
C H EN TAO
(812-885)

Nom bre social: Son gbo.


N o hay consen so sobre la fecha de su n acimien to y su fa­
llecimiento, ya que otra version dice que n ació en 894 y m u­
rió en 968. Natural de Boyan g, provincia de Jian gxi, al n o po­
der aprobar los exámenes imperiales para optar a un empleo
público, se dedicó a viajar por sitios turísticos, y al final se re­
tiró a la m on tañ a Xish an de Nanch ang, para dedicar el resto
de su vida a la poesía. Nos dejó un a Colección de los poem as de
Chen Songbo.

CA N CIÓ N D E LO N GXI

Juraron barrer a los h un os, costare lo que costare.


Con zamarras de piel, cinco mil cayeron en tierra bárbara.
Sus h uesos que bordean el río W uding aún son h ombres
en los sueños primaverales de sus amantes nostálgicas.

[294]
LI S H A N G Y I N
(813-858)

Nom bre social: Yîshan.


Sobrenombre: Yuqisheng (significa: «Nacido en el arroyo
Jade»).
Nació en Huaizh ou Henei, que actualmente es Xinyang, de
la provincia de Henan, en un a familia de pequeños funciona­
rios. A los veinticinco años obtuvo el jin sh i (doctorado) y co­
menzó a trabajar en instituciones estatales. Pero implicado en
una lucha entre sectores de burócratas, fue perseguido y nunca
pudo tener un puesto importante. Pasó su vida m uy deprimi­
do y triste y m urió a los cuaren ta y cin co añ os, deján don os
unos 600 poemas, reunidos en A n tología de la poesía de L i Y ishan.
En sus poemas políticos, atacó duramente los abusos de los
eunucos que controlaban la administración del Estado, y criti­
có la incapacidad y la insensatez de los malos monarcas, m u­
chas veces mediante alusiones históricas. Sin embargo, su gran
fama se debe principalmente a sus líricos, un os sobre sus expe­
riencias y sus sentimientos, otros sobre el amor, en lenguaje
bien seleccionado y con gran musicalidad. La serie de poemas
Sin títulos, cargados de un a poderosa fuerza emotiva, son muy
valorados y elogiados por los críticos de todas las épocas.

EBRIO EN TRE LAS FLO RES

Vagando, en busca de la fragancia,


me quedo ebrio en m edio de flores.
Duerm o recostado en un árbol,

[2.95 ]
hasta la caída del sol.
Se h an march ado los invitados.
Cuan do salgo de m i embriaguez,
son ya altas horas de la noche.
Pero candelabro en m an o,
voy a con templar las flores
que allí todavía quedan .

P ASEAN D O P O R LA PRADERA D E G O Z O

Crepúsculo. El tedio de m í se apodera.


Dirijo mi carro a la an tigua pradera.
¡Qué maravilloso el sol poniente!
¡Lástima su extinción inminente!

LAS FLO RES CAÍDAS

Se h an march ado los h uéspedes


de mi alto pabellón ,
y en mi jardín pequeñ o,
miríada de pétalos
revolotean.
Cubren la sin uosa senda,
o se alejan escoltan do
los rayos que el sol retira.
Triste, me duele barrerlas.

¡O h primavera, mi amiga!
Mi corazón está siempre contigo.
¿No podrás quedarte un os días más?
Pero sin oírme, me dejas solo,
con mi túnica m ojada de lágrimas.

[296]
SIN TÍTU LO 31

Apareces m uy callada,
y te vas difum inada,
sin dejar huella alguna.
Cuelga sobre la torre alta
un a lun a m oribun da.
Se oyen tambores que anun cian
el primer rayo del alba.
H a sido un sueñ o, un a despedida,
llorada, con m i am ada lejana.
Me pon go a escribir de prisa,
con la tinta a medias lista32.
Débil luz de la bujía.
En pen um bra m anta bordada.
Su fragancia me despierta
infinitas añoranzas.
Lejos está la Isla de las H adas.
M il veces rem ota
la m orada de m i Diosa.

SIN TÍTULO

Nos ha sido difícil el encuentro,


y también la despedida.
El vien to del este queda sin fuerza,
y mil flores se marchitan.
Mira al gusan o de seda:

31 E l p o e t a escrib ió u n a serie d e p o e m a s b ajo el m ism o t ít u lo q u e le d ier on


gr an fam a. Ést e fu e escr it o en el a ñ o 85 1, en la cap it al, e xp r e san d o su n ost al­
gia p o r su am ad a.
32 E n la an t igu a C h in a , p a r a escr ib ir , h ab ía q u e d ilu ir la b ar r a d e t in t a en u n
t in tero. Si n o está b ie n d ilu id a, el c o lo r n o sale m u y n egr o.

U97]
n o termina sus fibras33 mientras viva.
Sólo al volverse cenizas la vela,
sus lágrimas se secan.
De mañ an a, ante el espejo,
me preocupa que se agrisen
las n ubes de tu cabello.
De noche, leyen do versos,
me invade el frío que sufres
bajo la lun a plateada.
La Isla de las Diosas n o estará lejos34.
O h Pájaro Azul, ¡sé mi mensajero
y visita con frecuencia a mi amada!

33 La p alab r a «fib r a» (seda) es, e n ch in o, h o m ó fo n o d e «añ or an za», y aq u í


está u sad a en su d o b le sen t id o.
34 Se refiere a la m o r ad a d e la a m ad a d e l p o e t a. El P ájar o A z u l es, se gú n la
m it o logía, el m e n saje r o d e la D io sa d e la M ad r e d el O ccid en t e (Si W an M u ).

[298]
C A O ΥΙΕ
(826-¿?)

Nom bre social: Yezhi.


Natural de Gü ilin , provin cia de Guan gxi, obtu vo jin sh i
en 850 y fue alcalde de varios distritos. Se conservan sólo muy
pocos poem as suyos, pero de tema variado y de estilo original.

RATO N ES D EL G RAN ERO D EL ESTADO

Son toros los ratones del granero estatal.


N o se huyen ante la gente que se acerca.
Soldados y civiles mueren de hambre.
¿Q uién mantiene a estos roedores con la tripa llena?

U 99]
W EI Z H U AN G
(836-910)

Nom bre social: Duanji.


Natural de Duling, al nordeste de la actual ciudad Xi’an de
Shaanxi, fue descendiente de un ex primer ministro. En 894
consiguió el título de jin sh i (doctorado) e inició su carrera
com o fun cion ario público. Cu an do se derrumbó la dinastía
Tang y W angjian fundó el reino Sh u Anterior, Wei Zh uang
fue n om brado primer ministro.
Era m uy am igo de Wen Tingyun, y los dos impulsaron el
desarrollo de la poesía ci y encabezaron la escuela «En M edio
de las Flores». Wei Zh uan g también escribió sh i, m uch os de
los cuales narran los sufrimientos causados por las guerras.

P IN TURA D E N A N JIN

Sobre el río, interminable llovizna.


Abun dante y lozan a hierba a la orilla.
Seis imperios, cual sueños, se han esfumado,
y los pájaros lo lamentan en vano.
Los sauces de Taicheng, niebla indiferente,
envuelven el largo dique com o siempre.

[300]
U N SU EÑ O
SEG Ú N LA M ELO D ÍA N U G U A N Z H 1
Ci

Ayer, a median och e,


n os vim os cara a cara,
en la in tim idad de la alcoba.
Largo tiempo ch arlábamos.
Tu rostro en flor de durazno,
y tus cejas arqueadas, bellas com o siempre.
Estabas alegre, y algo tímida.
Al irte, mostraste gran pena.
Ah ora, despierto ya,
encuentro que n o h a sido m ás que un sueño.
¡Qué decepción y tristeza!

AÑ O RAN Z AS N O CTU RN A S
SEG Ú N LA M ELO D ÍA H U A N X ISH A
Ci

Todas las n och es pien so en ti


hasta la madrugada.
Me apoyo en la barandilla,
bañ ado de luna, herida el alma.
Sé que también me echas de m enos
bajo la frígida manta bordada.

Aun que n o está lejos tu casa,


me parece remota.
Pensando en ti, sólo puedo leer
una y otra vez todas tus cartas.
¿Cuán do podrem os viajar juntos,
cogidos de la m an o, a nuestra Ch an g An ?

[301]
LAI GU
(¿?-882)

O r iu n d o de Yuzhang, Nan ch an g, provin cia de Jian gxi,


desem peñ ó cargos públicos en dich a provincia, en la de H u ­
bei y de H un an . Vivió su retiro entre m on tañ as y falleció en
Yangzhou, provincia de Jian gsu. Se destaca por sus cuartetos,
m uch os de estilo irónico.

LAS N U BES

Mil imágenes, mil figuras.


Ora reflejadas en las aguas,
ora escondidas entre las mon tañ as,
al final os quedáis en nada.

Mil brotes de arroz, mil plan tas cultivadas,


m ustias y m oribun das por la sequía.
Mas vosotras, im pasibles y ociosas,
vagáis y paseáis por entre abruptas cimas.

[302]
Q ¡N TAOYU
( s i g l o dc )

Nom bre social: Zh ongm in g.


Nacido en Jin gzhao, que h oy es Xi’an, provincia de Shaanxi,
en un a familia pobre. N o se sabe la fecha de su n acimien to ni
de su fallecimiento. Entre 878 y 879 trabajó com o fun cion a­
rio en la admin istración de la agricultura, en 880 acom pañ ó
al emperador Xi Zon g en su viaje de in spección por la provin­
cia de Sich uan y en 882 recibió el título de jin sh i que éste le
con cedió com o un favor especial. Su carrera culm in ó con el
cargo de viceministro de Obras Públicas.
Destacó por sus lü sh i, o sea, octavas de estilo modern o. El
poem a que publicam os es el mejor que dejó, y su últim o ver­
so («wei ta ren zh uo jia yi chang») se ha con vertido en un m o­
dism o m uy usual en chino para indicar un trabajo que n o
aporta n ingún provech o para quien lo hace.

U N A M U C H A CH A P O BRE

Nacida en un a barraca de paja,


n un ca con oce perfume ni seda.
Al pensar pedir ayuda a un a casamentera,
le invade un a gran melancolía.
Los h om bres quieren chicas
m aquilladas y vestidas a la última m oda.
¿Quién aprecia a un a cándida belleza?

[303]
Supera sin duda a todas
en destreza de las manos,
en la labor de costura,
mas n o en pintarse femen tidas cejas.
iQué amargo y triste destino!
Bordar h ermosos trajes de novia,
años tras años, para otras,
¡sólo para otras!
HAN W O
(842-923)

Nom bre social: Zhiyao.


Seudón im o: Leñ ador del M on te Jade.
O riun do de W annian, que h oy es Xi’an de Sh aanxi, fue so­
brino del célebre poeta Li Sh angyin, de Tang. En su adoles­
cencia ya m ostró su talento y se h izo fam oso por sus poem as.
En 899 obtuvo el título de jin sb i (doctorado) y com en zó a tra­
bajar en puestos importan tes de la corte. Pero también con o­
ció el sin sabor de los descen sos y los destierros.
Sus poem as tienen com o tema principal el am or y la n os­
talgia. Nos dejó A n tología del Leñ ador del M on te Jad e.

AL ESTILO D E C H U IG U O FU 35

La lluvia reaviva
el verdor del m usgo del patio.
La escarcha enrojece la casa
con h ojas caídas.
O ciosa, subo a las gradas.
Con tem plo el sol que se acuesta.
Sólo el loro me acom pañ a
en mi n ostalgia y tristeza.

35 E l p o e m a está escr it o en t o n o d e u n a m u c h ac h a q u e añ o r a a su a m a d o
au sen te.

[305]
D U XU N H E
(849-904)

Nom bre social: Yanzi.


Sobren om bre: Ermitañ o de la M on taña Jiuh ua.
Originario del distrito Shitai, provincia de An h ui, fue hijo
del célebre poeta Du Mu, según los rumores de su época.
Obtuvo, a los cuarenta y seis años de edad, el título de jin sh i
y ocupó el cargo de Con sejero Imperial.
Com o discípulo de Bai Juyi, contin uó el m ovimien to de
Nuevo Yuefu que éste empren dió. Sus poem as son del estilo
de su maestro y describen, en su mayor parte, la vida y los
sufrimientos de los trabajadores. Dejó A n tología de la p oesía de,
D u Xun h e.

LA VIUDA Q U E H U YE A LA SELVA

Caído su marido en la batalla,


vive sola en un a ch oza de paja.
Se cubre con trapos y andrajos,
y peina blancas sus guedejas.
Aun que h an sido arrasadas las moreras
y n o tiene ni un gusan o de seda,
sin razón ni piedad le cobran
tributos de sericultora.
Pese a lo yerma que es la tierra,
la obligan a pagar impuestos
de cosechas inexistentes.

[306]
H ojas y raíces silvestres
son sus com idas más frecuentes,
y sus ún icos combustibles,
hierbas, tallos y ramas secas.
Escon dida y oculta ahora
en las entrañas de la selva,
¿tendrá la suerte de escaparse
de las garras expoliadoras?

[30 7]
W AN GJIA
(851-i?)

Nom bre social: Dayon g.


O riun do de Yonji, provincia de Shanxi, obtuvo el título de
jin sh i en 890 y em pezó a ocupar diversos cargos de importan ­
cia. En plen o ascenso de su carrera política, aban don ó sus
puestos de trabajo y se retiró a vivir en un pueblo apartado.

LA ESCAM P ADA

Antes de la lluvia n o veo


hojas bajo las corolas.
Tras la lluvia n o encuentro
corolas bajo las hojas.
Mariposas y abejas vuelan
al otro lado de la cerca.
Oh primavera, ¿habrás caído
en casa del vecino?

[308]
D U Q I U N I A N G (POETISA)
( s i g l o ix )

De la vida de esta poetisa n o se con oce m ás que lo que es­


cribe el célebre poeta Du Mu en el «Prefacio de la Colección de
D u Q iu n ian g»: «Fue natural de lo que h oy es Nan kín, favorita
del emperador Xian Zon g (reinado de 805 a 821), y niñera
que design ó el emperador M u Zon g para su h ijo el príncipe
Zhang. Pasó su vejez en pobreza.»

VESTIM EN TAS BO RD AD AS C O N H ILO S D E O RO


Ci

N o des tanta importan cia a las vestimentas


aun que sean bordadas con h ilos de oro.
Mas sí a cada h ora y min uto
de tu florida adolescencia.
Las flores hay que cogerlas a tiempo.
Si n o, sólo te quedas
con la rama desn uda y seca.

[309]
JIN C H A N G X U
( s i g l o ix )

De este autor sólo se con oce que n ació en Yuhang, provin­


cia de Zhejiang.

Q UEJA PRIM AVERAL36

¡O s voy a echar, orioles pesados!


¿Por qué cantáis sin cesar en mi árbol?
Roto el sueño, n o pude llegar
a la frontera a ver a m i amado.

36 E l p o e m a est á escrito en t o n o d e u n a m u je r q u e añ or a a su m a r id o q u e
p elea en la fron tera.
LI YU
(937-978)

Nom bre social: Ch on gguan .


Fue el últim o m on arca del reino Tang del Sur, que gobern ó
durante quince años. Com o buen pintor, calígrafo, músico y
sobre todo poeta, dedicó m ás tiempo y aten ción a la literatu­
ra y al arte que a los asuntos del Estado. Ante la irresistible ofen­
siva de las tropas de los Song, tuvo que capitular en 973. Fue
encarcelado primero y envenenado después, en 978, por un
verdugo que enviaron según la orden del emperador de Song.
Su fama se debe a sus cantares ci y su gran con tribución a
esta m odalidad de la poesía. Sus poem as son excelentes líri­
cos: narran la vida en la corte, sus pen samien tos y emocion es,
sus tristezas al ver destrozado su reino. Con él la poesía ci am ­
plió el abanico de su temática: antes se limitaba al amor, y
ahora ya era un género lírico con que el poeta exh ibía su
m un do interior. Sus versos revelan su gran sensibilidad y se
caracterizan por un a poderosa fuerza em ocion al e imaginati­
va, un lenguaje bien seleccion ado y h erm oso, gran musicali­
dad y estructuras perfectas.

IN FIN ITAS NO STALGIAS


Ci

Sus cabellos son unas nubes,


y sus dientes, perlas.
Fino vestido de gasa.

[ 3 11]
Arqueadas suavemente las cejas
de un azul profun do.

Sopla furioso el vien to de otoñ o,


acom pañ ado de tanta lluvia.
Fuera de la ventana,
gimen h ojas de plátan os.
¿Cóm o podrá soportar
un a noche tan an gustiosa?

LA SEP ARACIÓ N
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Q IN G P IN G L E
Ci

H a pasado casi la primavera


desde mi salida.
Todo lo que veo
m e desgarra el alma.
Sobre las gradas caen
blancas flores del ciruelo.
Vuelan com o copos de nieve.
Mien tras m ás me m uevo para sacudírmelos,
más me cubren y m e envuelven.

H an regresado las aves migratorias,


sin traerme ningún mensaje.
Larguísimo es el camin o.
Ni en sueños puedo volver a mi hogar.
Las cuitas de la separación
son hierbas primaverales:
cuán to más te alejas,
m ás crecerán.

[312]
FLO RES D E PRIM AVERA Y LU N A D E O TO Ñ O
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Y U M E IR E N *1
Ci

O h flores primaverales y lun a autumnal,


¿cuán do cesaréis de retomar?
¿Sabéis cuántos recuerdos dulces tejo
sobre m is alegres días pasados?
An och e la brisa de primavera
volvió a acariciar m i pabellón.
¡Cuán insufrible resultaba
pensar en m i reino destruido
a la clara luz de la luna!
Q uedan en el m ism o lugar
las balaustradas esculpidas
y las gradas de m árm ol blanco.
M as h an desaparecido
las mejillas son rosadas.
Dime, ¿quién h abrá sufrido tristezas
m ás inmensas que las mías?
Un tum ultuoso río en primavera
se precipita hacia el Este.

H ILO S EN M ARAÑ AD O S
Q U E N O LO GRO CO RTAR
SEG Ú N LA M ELO D ÍA X IA N G JIA N H U A N
Ci

Solo, silencioso, subo


a la Torre del Oeste,
donde cuelga el garfio de la luna.

37 Est e p o e m a reveló la añ o r an z a d e l au t or p o r su r ein o p e r d id o, lo q u e le


p ar ec ió al e m p e r ad o r So n g, Z h a o Kan y in g, u n p r esagio d e r eb e lión y le e m p u ­
jó a t o m ar la d ec isión d e asesin ar a Li Yu .

[313]
Abajo, en el patio som brío,
desolados árboles
recluyen al fresco otoñ o.

Tristeza de la nostalgia,
un m an ojo de hilos enmarañados
que quiero cortar,
mas n o lo consigo.
¿Ponerlos en orden ?
No logro sino dejarlos
aún más enredados.
Es un a sen sación compleja,
que n o acierto a expresar.

PRIMAVERA ESFUM AD A
SEG Ú N LA M ELO D ÍA LA N G T A O SA
Ci ·

Gotas y gotas de lluvia


fuera de la ventana.
Marchita primavera.
Noch e fría avanzada.
La m an ta de seda ya n o calienta.
En el sueño, sin saber que n o tengo hogar,
he pasado un os m om en tos m uy felices.
Estoy solo. Apoyado en la barandilla,
n o debo mirar a la lejanía,
m i in mensa tierra sin límites,
que, fácilmente aban don ada,
es difícil que vuelva a ver.
Pétalos caídos.
Aguas fluyentes que se ios llevan.
Primavera esfumada.
Ayer yo en el cielo,
y h oy en la tierra.

[ 314]
SEG Ú N LA M ELO D ÍA W A N G JIA N G N A N
Ci

¡Cuán tas tristezas y angustias


pueden caber en un solo sueño!
An och e soñ é pasear otra vez
por mi jardín real.
Las carrozas corrían com o ríos,
y los corceles com o dragones.
Me son reían las flores
a la luz de la luna,
al céfiro de primavera.

[ 315]
D IN ASTÍA SO N G
(960-1279)
LIU YO N G
(¿980H 1053?)

Nom bre social: San bian .


Nacido en Ch on g’an, provin cia de Fujian, fue el primer
poeta de Son g en dedicarse de llen o a la poesía ci e h izo gran­
des contribucion es para su desarrollo. En la primera etapa de
su creación literaria com pu so m uch os poem as can tados en
lenguaje h ablado, sobre la vida de la gente del pu eblo, que
fueron m u y bien acogidos. Según in dicó un escritor de la
época, se oían cantar las trovas de Liu Yong en cualquier sitio
de las ciudades don de se reunía gente para descansar.
En 1034 obtuvo el título de jin sb i (doctorado) y com en zó a
trabajar com o fun cion ario admin istrativo de bajo rango. No
dejó n un ca su labor literaria, pero con cierto cam bio en el
conten ido y el estilo: com o tenía que desplazarse con stan te­
mente en su trabajo, ahora escribía más sobre la h ermosura de
los paisajes y sobre los viajes, con un lenguaje más culto. Sin
embargo, el tema favorito de Liu Yong fne siempre el amor.
Dejó L a p oesía cipu esta en m úsica.

D ESP ED ID A EN O TO Ñ O
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Y U L IN T IN G
Ci

Lam en tos de las cigarras


rasgan do el aire h elado.
Frente al quiosco, en el camin o,

[319]
el aguacero h a cesado.
Puerta de la capital.
En un toldo improvisado,
copas llenas de amargura.
Es h ora de partir ya.
Impacientes están los barqueros.
Nos m iram os, unidas las m an os,
los ojos anegados en lágrimas,
y embargada la palabra.

Viajaré cientos de millas


entre nieblas y oleadas,
in son dables, infinitas,
que cubren el inm enso sur del río.

Es triste desde siempre


la despedida de los que se quieren.
M ás aún ahora, con el frío de otoñ o.
Esta n och e, después de la ebriedad,
¿dón de voy a estar?
¿En la ribera poblada de sauces,
con el vien to matinal
y un a lun a agonizante?
Lejos, m uy lejos de ti
estaré meses y años.
Durante esta larga ausencia,
ni los h erm osos paisajes,
ni los días m ás esplén didos,
nada tendrá sentido para mí.
Aun cuan do brotaran de mi corazón
mil bellas em ocion es y expresiones de amor,
¿con quién las podría compartir?

[32.0]
VIEN TO SUAVE
SEG Ú N LA M ELO D ÍA FEN G Q IW U
Ci

Desde lo más alto de pabellón ,


de pie, frente a un vien to suave,
m iro hacia la lejanía.
Triste primavera en el confín del cielo.
Verdes hierbas. Luz crepuscular.
Con tem plo en silencio desde la balaustrada.
¿Quién compren derá lo que siento?

Quería ahogar mi tristeza en la borrachera,


y can to frente al vin o.
Inútil esfuerzo:
Un a alegría forzada
entristece aún más.
M i túnica se me hace
cada día m ás grande.
N o importa. Vale la pena:
Estoy sufriendo por ella.

[32.1]
FAN Z H O N G Y A N
(989-1052)

Nom bre social: Xiwen.


Oriun do del distrito de Wu, la actual Suzh ou, provincia de
Jian gsu, fiie político, prosista y poeta de la dinastía de Son g
del Norte. H abien do accedido al título jin sh i (doctorado) en
el añ o 1015, ocupó cargos importantes del país y en 1043 di­
rigió la reforma de la admin istración del Estado jun to con Fu
Bi y O u Yangxiu.
Sus obras tienen un estilo sencillo y fluido, sin much o ador­
n o, y están publicadas en A n to lo ga de Su Excelen cia Fan ,

AZ UL EL CIELO
SEG Ú N LA M ELO D ÍA SU M U Z H E
Ci

Azul el cielo, del todo límpido.


Amarilla tierra cubierta de h ojas.
El otoñ o se espeja en las olas,
y un frío vapor esmeralda
se exhala sobre el lago.
El cielo se une con las aguas,
que reflejan las mon tañ as,
iluminadas por el sol poniente.

La n ostalgia por mi tierra y los míos


me hiere el corazón todas las noches.

[311]
¡Qué difícil es conciliar el sueño!
Alto pabellón al claro de luna.
En mi soledad, me pon go a beber.
Vin o en las entrañas tristes.
Lágrimas de am or en los ojos.
Z H A N G XIAN
(990 -1078)

Nombre social: Ziye.


Natural de W uxing, provincia de Zhejiang, obtuvo el jin sh i
(doctorado) en 1030. Desem peñ ó cargos públicos de poca
importan cia y en su vejez se retiró a un a aldea rural. Tien e
Poem as ci de Z h an g Z iy e y sobresale por sus ci, poem as para
cantar, con el am or y el paisaje com o temas favoritos.

IM P RO VISAD O EN LA CEN A
O FR ECID A P O R LI
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Q IN G P IN G L E
Ci

Can cion es h ermosas. Vinos exquisitos.


Un rostro terso, lozan o y radiante.
Es primavera. Verdes aún los albaricoques.
Ella lleva un jubón ligero,
bordado con h ilos de oro.
Luz de la lun a nueva.
Biom bos de color púrpura
del salón decorado.
Ciudad en pie de guerra.
Toques de vigilia.
Con tem plan do la preciosa cara
de la preciosísima cantante,
me doy cuen ta que n o está en las flores
la belleza de la primavera.

Í3H l
C A N C I Ó N D E F L O R E S 38

Infinita es mi tristeza
al ver desde el alto pabellón
alejarse al h ombre de m i vida.
¿H ay acaso en este m un do
algo más fuerte que el amor?
Mis cuitas: ramas de sauces
agitadas por el viento,
pelusas que revolotean
jun to al camino.
Su galope ha levan tado
un a gran nube de polvo.
¿Cóm o podré h allar su rastro?

Un a pareja de aves en amoradas


juguetean con el agua en el estanque.
Del sur y del norte
vienen y se van
botes y veleros.
Cae la noche.
Bajo del pabellón .
Veo la lun a de siempre
con su luz en mi ventana.
En mi angustia y despech o,
envidio a las flores de durazn o:
Com o amantes del am oroso viento,
n un ca les falta cariño.

38 El p o e m a est á escrit o en t o n o d e u n a jo ve n q u e p ie n sa en su am ad o.

[32-5]
YA N SH U
(991-1055)

Nom bre social: Tongsu.


Era origin ario de lo que h oy es Lin ch uan , provin cia de
Jian gxi. A los catorce años de edad se presentó al con curso
imperial y pasó con éxito las pruebas para optar al título de
jin sh i (doctorado). Asum ió desde entonces cargos importantes
en la administración, llegando hasta el de primer ministro, y
fue protector de muchos poetas y letrados, tales com o Fan
Zh ongyan y Ouyan g Xiu.
Cultivó tanto ci com o sh i y sus poem as destacan por la ele­
gancia y belleza formal. Fue líder de la etapa inicial de la poe­
sía de Son g del Norte y n os dejó Colección de ci dejad e y perlas
y O bras de Yon Sh u.

CAN TAN D O , CO P A EN M AN O
SEG Ú N LA M ELO D ÍA H U A N Q JSA
Ci

Can tan do, copa en mano,


com pon go un nuevo poema,
según una vieja melodía,
en un día tan h ermoso
com o el del añ o pasado,
en el m ism o pabellón ,
en las mismas terrazas.

[326]
M as este sol que se pon e,
¿cuán do podrá volver?
Se están cayendo las flores.
¿Q u é haré para impedirlo?
Ya están regresando
las golon drin as que creo conocer.
En mi pequeñ o jardín,
solo, doy vueltas y vueltas
por las fragantes sendas.

[3 * 7 ]
O U Y A N G XIU
(1007-1072)

Nom bre social: Yongsu.


Sobren om bres: Caballero Ebrio.
Natural de Ji’an, provin cia de Jian gxi, fue fam oso estadista,
poeta, ensayista, filósofo, arqueólogo e h istoriador de la di­
nastía Son g del Norte. En 1030 obtuvo el título de jin sh i (doc­
torado) y com en zó su carrera com o funcionario. Apoyó la re­
form a política de Fang Zhongyan y sufrió, en consecuencia,
los ataques de sus enemigos, siendo degradado y exiliado va­
rias veces. En 1054, reh abilitado por el emperador Ren Zon g,
fue design ado m iem bro de la Academia Imperial y asum ió
cargos importantes, hasta el añ o 1070 en que se retiró por su
propia iniciativa a causa de las divergencias políticas que tenía
con la admin istración reformista de W ang Anshi.
Fue un o de los que promovieron en Son g un m ovimien to
reformador de la literatura, iniciado en la din astía Tang, que
propugn aba el renacimiento literario y la revivificación clási­
ca. Cultivó tanto prosa com o sh i y ci, escribiendo en lenguaje
sencillo y aspirando siempre a ser portavoz de la gente h um il­
de. Am plió los temas de la poesía incluyendo en ella com en ­
tarios y le dio cierto carácter de prosa. Es considerado por la
crítica com o un o de los «och o mejores prosistas de Tang y
Son ». Su creación literaria está recogida en O bras Com pletas de
Su Excelen cia O uyang.

[3* 8]
EL Z O R Z A L

En cim a de flores seductoras,


por entre árboles altos y bajos,
vuela libre un zorzal,
que n o cesa en sus cantos.
Ah ora ya n oto que las m elodías
emitidas desde jaulas doradas
son m uch o m en os alegres y hermosas
de las que se escuchan en las florestas.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA C H A ISA N G Z H I


Ci

Se h a desvan ecido la fragancia florida.


M as el lago de Oeste conserva aún su belleza.
Por aquí y allí quedan flores son rosadas.
Entre la brisa revolotean copos de sauces llorones,
que agitan sus brazos en un baile reposado.

Ya n o se oyen canciones acom pañ adas de flautas.


Se han ido los últim os visitantes.
Se está march an do también la primavera.
Al dejar caer la cortina de bam bú,
veo unas golondrin as am orosas
que regresan a su n ido entre la llovizn a.

FIESTA D EL Q U IN C E D E EN ERO
SEG Ú N LA M ELO D ÍA S H E N C H A Z H I
Ci

Fiesta del Quin ce de En ero, hace un año.


Noch e de la Feria de flores,
noche que parece de día:

[3 * 9 ]
tanto brillan faroles, lámparas.
Lun a sobre los sauces,
y ella estuvo con migo.

Esta noche, la m ism a fiesta.


Todo igual: faroles, luna.
Pero sin ella, m i amor.
Lágrimas ruedan por m i túnica.

LA FLO R D E LO TO Y EL AGUA38
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Y U JIA ’A O
Ci

Con las crecidas pasa el arroyo


muy cerca de mi casa.
Puedo tener contigo, mi amor,
citas secretas en tu barca.
Pero es ésta tan pequeñ a
que n o n os permite am am os
ni gozar com o deseamos.
La alegría se convierte
en tristeza, angustia y rabia.
O jalá fuera yo una flor de loto
que flotara en el arroyo,
y tú el agua en que me apoyara.
Así estaríamos siempre jun tos,
sin n ada que n os separara.

38 Poema escrito en ton o de una ch ica enamorada.

[330]
W A N G ANSHI
(1021-1086)

Nom bre social: Jiefu.


Sobren om bre: Panshan.
Originario de Linquan, que actualmente pertenece a la pro­
vincia de Jian gxi, fue fam oso estadista, prosista y poeta de Son g
del Norte. Obtuvo el título de jin sh i (doctorado) en 1042 y os­
tentó diversos cargos de fun cion ario local. En 1068 presen tó
una memoria al emperador Sh eng Zon g con un plan de refor­
ma política, que fue aceptado por éste. En 1069, Wang Anshi
fue designado viceprimer ministro y más tarde primer ministro
para implantar la reforma, que fracasó com o consecuencia de la
fuerte oposición de la nobleza conservadora y también de los
problemas sociales surgidos. En 1076 Wang Anshi fiie destitui­
do y se retiró a Jiangning, que h oy es Nankin, y murió al año si­
guiente.
Escribió excelentes prosas sobre los problem as políticos,
los paisajes y otros temas, en un lenguaje sucinto y estilo inci­
sivo y lúcido. En sus poem as manifestó sus preocupacion es
por la vida del pueblo y com batió la corrupción. Sus líricos
plasm an la belleza de la naturaleza y expresan sus añ oran zas
por los tiem pos pasados. La crítica le incluye en el grupo de
los «och o mejores prosista de Tang y Son g» y sus obras están
reunidas en A n tología de W ang Lin qu an , editada por su am igo
W ang Lin, un con ocido poeta de la época.

[3 3 i]
A N C LANDO EN GUAZHOU

Me separan de mi pueblo natal


sólo las aguas de un río,
y del mon te Zh ong, que tanto me encanta,
sólo unas cuantas colmas.
La brisa primaveral
h a vuelto a reverdecer
la orilla sur del Yangtsé.
¿Cu án do la lun a llena
me llevará a m i hogar?

FLO RES D E CIRU ELO S

En un rincón del patio,


crecen varios ciruelos.
Florecen solos,
en plen o invierno.
¿Será la nieve
aquello que se vislumbra
y brilla esta noche?
No, pues percibo
la fragancia de las flores.

P O EM A IM P RO VISADO
EN LA M O N TAÑ A Z H O N G SH A N

Silenciosa, el agua del arroyo


atraviesa el bosque de bam búes.
Flores y hierbas, acariciadas
por el favon io de primavera,
pon en m il posturas seductoras.
Me siento, todo el día,

[332-]
debajo del alero,
de cara a la m ontañ a,
que se vuelve más apacible
al cesar de cantar las aves.

[3 3 3 ]
WANG ANGUO
(1030-1076)

Nom bre social: Jiepu.


Nativo de Fuzhou, Linchuan, provincia de Jian gxi, herma­
n o m en or de W ang Ansh i (primer ministro y escritor), obtu­
vo el jim h i en 1042, desem peñ ó diversos cargos públicos has­
ta 1075, añ o en que fue destituido y se retiró. Publicó A n tolo­
g ía del Censor W ang.

SEN TIM IEN TO PRIM AVERAL


SEG Ú N LA M ELO D ÍA JJA N Z H 1 M U L A N H U A
Ci

Puente pintoresco.
Arroyo fluyendo.
Cargados de lluvia,
pétalos al suelo.
La lun a se eleva
rom pien do el crepúsculo.
Pasa un a carroza.
Cortin a poco abierta.
Yo, desde mi caballo,
percibo un a fragancia
que m e hechiza y alela.

Ya en casa, en silencio,
sin saber qué hacer,

[3 3 4 ]
doy vueltas y vueltas.
Esta noche, en mi sueño,
¿voy a verla? ¿puedo verla?
O h amentos de sauces,
¡qué dicha tenéis!
¡Cuán to os envidio!
Podéis entrar con el viento
en la alcoba de m i bella.

[3353
SU D O N G P O (SU SH I)
(1036-1101)

Nom bre social: Zh izh an.


Sobren om bre: Erm itañ o Don gpo.
Aun que el verdadero n om bre del poeta es Sh i, se con oce
m uch o más com o Don gpo. Nació en 1036, en Meish an de Si­
chuan, un a ciudad que el fam oso poeta Lu You calificó de
«Cun a de la literatura». Su abuelo Su Xu fue un célebre poe­
ta, y su padre Su Xun, un buen prosista. En 1057, Su Don gpo
llegó a la capital Kaifen g jun to con su h erman o menor. Se
presen taron los dos a los exámenes imperiales y fueron apro­
bados, y al añ o siguiente, obtuvieron sendos títulos de jin sh i
(doctorado). A Su Don gpo le n om braron juez de Fengxiang,
de Sh aan xi, y en 1065, le concedieron el cargo de director de
la Biblioteca Imperial. En esos años el primer ministro W ang
An sh i, fam oso escritor, estaba llevan do a cabo un a reforma
política, y n uestro poeta estaba en contra. En sus m em orias
dedicadas al em perador expuso sus críticas y acon sejó un
cam bio político paulatin o y pruden cia. En vez de ser escu­
ch ado, fue presion ado y discrim in ado en la corte y tuvo que
solicitar el traslado fuera de la capital. En 1071 fue en viado
a H an gzh ou, y después a M izh ou, Xuzh ou, H u zh ou y Zhi-
zh ou, con cargos inferiores. En 1079, fue deten ido y encar­
celado durante cin co m eses debido a las intrigas de sus en e­
m igos que le acusaron de «calum n iar la reforma», y m ás tar­
de, exiliado a H uan gzh ou, h oy H uan gan de H u bei, com o
fun cion ario de bajo rango y con vigilancia. En un terreno de
un a ladera este (en chino se llama Don gpo) de la ciudad
h izo construir su casa y se dio el sobren om bre de «Ermitaño

[3 3 6 ]
Don gpo». En 1085, tras la muerte del emperador Sh en Zon g
y la subida al poder del n uevo primer ministro, enemigo ra­
dical de la reforma, recibió la orden de volver a trabajar a la
capital y ocupó el puesto de m iem bro de la Academ ia Im pe­
rial, cargo parecido al de asesor del m onarca. Sin embargo,
com o estaba en contra de la abolición de todas las m edidas
reformistas y sostenía que h abía que conservar algunas que
eran positivas, se gran jeó la en emistad de los gobern antes y
tuvo que solicitar otra vez su traslado al interior del país. Des­
de 1089 estuvo en H an gzh ou, Ym zh ou y Zh izh ou, com o go­
bernador, pero m ás tarde fue n om brado ministro de Guerra.
En 1093, murió la emperatriz regente y el em perador Zh e
Zon g apoyó a los reformistas para que reanudaran la reforma
política. Nuestro poeta cayó de n uevo en desgracia. En 1094
fue desterrado a H iu zh ou, provin cia de Can tón , y tres añ os
después, a la lejan a isla de H ain an . En 1100 murió el em pe­
rador Zh e Z on g y le sucedió H u i Zon g, y Su D on gpo fue
am n istiado. Pero m uy débil y en ferm o, falleció en 1101 en
Ch an gzh ou.
Su D on gpo fue el m ejor poeta, prosista y escritor de la di­
nastía Son g, y la m ás insign e figura de la poesía ci de todas
las épocas. Aun qu e cultivó tanto el género de sh i com o el de
ci, sus m ayores con tribucion es a la literatura china con sisten
en el im pulso que dio ai segun do lleván dolo a su cumbre.
Su poesía d bulle con en tusiasmo, es much as veces vigorosa,
apasion ada y efusiva, pero a veces am en a y apacible, con alta
m usicalidad y perfección de estructuras, con temática m u ­
cho m ás variada que la de sus antecesores. Dejó O bras de Su
D on gpo.

¿C U Á N D O V IEN E LA CLARA LUNA?


SEGÚN LA MELODÍA SH UID IA O GET O U
Ci

Copa en m an o, pregunto
al azul infin ito:
¿Cuán do vien e la clara luna?

[3 3 7 ]
¿En qué añ o se vive esta noch e
en sus palacios celestes?
Quería volar allí cabalgando el viento,
mas temo que en esos palacios de jade,
tan altos, sea el frío insoportable.
¿Bailar a la luz de luna, con m i propia som bra?
¡Más vale quedar en esta tierra de los h ombres!

La luna ron da los rojos pabellones,


baja a las ven tanas talladas
y alumbra a los que están en vela.
N o debe guardam os rencor,
pero ¿por qué siempre aparece llena
en nuestros m om en tos de despedida?
El h ombre vive pen as, alegrías,
encuentros, ausencias.
Y la luna, llena o menguante, clara o sombría.
Nun ca n ada es redon do y perfecto.
Ojalá te acom pañ e siempre la salud y lozanía,
y gocem os jun tos de esta lun a bella,
aun cuan do n os separen miles de leguas.

U N SU EÑ O EN LA N O C H E
D EL 20 D E EN ERO D E 107539
SEG Ú N LA M ELO D ÍA JI A N G C H E N G Z H 1
Ci

Diez años ya. Nebulosas brumas


separan al vivo de la muerta.
Intento n o recordar.
Pero n o pu edo olvidar.
Tu solitaria tum ba
está a miles de leguas.

39 El t ít u lo or igin al es: «Su e ñ o en la n o c h e d el 2 0 d e en er o d e 1075», d éci­


m o an iver sar io d el falle cim ien t o d e la e sp o sa d el au tor .

[3 3 8 ]
Intento n o recordar.
Pero n o pu edo olvidar.
Tu solitaria tum ba
está a miles de leguas.
¿Dón de pu edo desah ogarme
de mis profun das tristezas?
Si n os encontráramos ahora,
¿me reconocerías, con este rostro
cubierto de polvo del tiempo,
con estos cabellos de escarcha?

En la oscuridad de la noche,
en un sueño vuelvo a m i pueblo.
Estás arreglándote ante el espejo,
delante de la ventana.
Nos miramos en silencio,
los ojos llenos de lágrimas.
¡Desgarradoras angustias!
Nos reúnen todos los añ os
en esta colin a de pin os,
a la clara luz de la luna.

A Ñ O R A N D O EL PASADO
EN EL ACAN TILAD O RO JO
SEG Ú N LA M ELO D ÍA N IA N N U JIA O
Ci

El gigante Yangtsé se lan za al Este,


arrastrando incon tables héroes
a través de los tiempos.
Al oeste, los cam pam en tos antiguos
eran tal vez don de luchó el general Zh ou Yu.
Caprich osas rocas apuñ alan el cielo.
Furiosas olas rom pen contra la orilla,
levantando un polvillo de nieve.
H erm osas m on tañ as y ríos:

[3 3 9 ]
Un a fascinante pintura,
iCuán tos héroes cayeron por ellos!
Pienso en el Zh ou Yu de aquel año.
Recién casado con la bella hija de Qjjao,
rebosa de vigor y energía en la lucha.
Abanico de plum as en mano
y gorra de letrado a la cabeza,
rien do y brom ean do,
hace polvo a su poder oso enemigo.
Tengo la mente vagan do
por estos antiguos reinos.
¿Me creéis un loco sentimental?
¿Atribuís mis canas a estas nostalgias?
La vida es tan sólo un sueño.
¿Por qué n o levan tamos nuestras copas
y bebem os con la lun a del río?

CO N TEM P LA N D O EBRIO
D ESD E EL M IR A D O R D EL LAGO ,
EL 27 D E JU N I O

Nubes negras. La tinta vertida


tiñe a medias cerros y mon tañ as.
Cristalin a lluvia, que salpica perlas
sobre la cubierta de la barca.
Llega un ventarrón barriendo todo.
Desde el mirador contem plo:
El agua se h a vuelto cielo.

[340]
II

Peces y tortugas, libres,


n os vien en siguien do sin m iedo40.
Lotos sin dueñ o ni am o
florecen por todo el lago.
M ecido por el agua, desde mi almoh ada,
veo subir y bajar la montañ a.
Llevada por la brisa,
mi barca baila con la luna.

D E R EG RESO A LIN GAO , D E N O C H E 41


SEG Ú N LA M ELO D ÍA L IN JIA N G X IA N
Ci

De noche, bebo en la Cuesta del Este.


Al despertar, otra vez me emborrach o.
Vuelvo a casa a medianoch e.
El criado ron ca tron an do.
Por más que llame, nadie me abre.
Apoyado en mi bastón ,
escuch o el río que corre a su gusto.
¡Cóm o siento no ser dueño de m í m ismo!
¿Cuán do m e libraré de los trajines m un dan os?
Noch e avanzada.
H a cesado el viento.
Las olas se calman.

40 Se gú n la en se ñ an za b u d ist a d e r esp et ar c u a lq u ier v id a, en el Lago O e st e


est ab a p r o h ib id o p escar .
41 El p o e m a fu e escr it o en 1082, cu an d o el au t o r se e n con t r ab a en H u an g-
z h o u , exiliad o, b ajo vigilan cia. Lo s ú lt im o s ver sos d esp er t ar o n el r u m or d e
q u e h ab ía h u id o . El go b e r n a d o r fu e cor r ie n d o a su ca sa a b u scar le y le e n co n ­
t r ó d u r m ie n d o p lácid am e n t e.

[ 3 4 1]
Quisiera salir en un a barca
y pasar el resto de mi vida
en los ríos y en el mar.

ESCRITO EN U N M U RO D EL TEM P LO
BO SQ U E D EL O EST E42

De frente es cordillera, de perfil, alto pico.


Distin to el ángulo, el rostro del todo distinto.
Estan do dentro del mon te Lu Sh an,
¿quién podrá conocerlo de verdad?

D ED ICA D O A Q IN JI
SEG Ú N LA M ELO D ÍA JIA N Z H IH U A M U L A N
Ci

Elegancia y h ermosura innata.


Inteligente y cariñosa.
Tu voz son ora y m elodiosa,
ascen dien do al cielo,
detiene las nubes viajeras.
Can tas un a canción tras otra,
todas bellas en sus letras y notas.
Me agradeces mi cariño
y llenas sin cesar m i copa dorada
con tus finas m an os blancas.

AZ M u c h o s cr ít ic os ve n en est e p o e m a u n a r efle xión filo só fic a d el au t o r ,


ap ar t e d e u n a m ar av illosa d e scr ip ción d el p aisaje d e la m o n t a ñ a Lu sh an .

[34¿l
R EC R EÁ N D O M E BA Ñ A N D O
A M I H IJO

¿Quién n o querrá tener un h ijo inteligente?


Mas la inteligencia me h a arruinado la vida.
Quisiera que mi h ijo fuera ton to y estúpido:
Sin penalidades llegaría a ministro.

ALO JA D O EN EL P ABELLÓ N D E LA
IN M U TABLE SABID URÍA D E H U A N G Z H O U 43
SEG Ú N LA M ELO D ÍA P U SU A N Z I
Ci

Un a luna quebrada cuelga


de un varonil árbol desh ojado.
Calla la clepsidra,
y todo es silencio.
¿Q uién ve a este h ombre solitario
en sus idas y venidas?
Con fu sa som bra de un ánsar aislado.
Asustado, se yergue
y vuelve la cabeza.
Nadie compren de su angustia.
Busca, pero n o se posa
en n ingun a rama, que le es helada.
Prefiere una dun a fría y yerma.

43 Escrito al llegar a Huan gzh ou, degradado y relegado.

[3 4 3 ]
C O N M O TIVO D E LA LLUVIA
D EL SIETE D E M ARZ O 44
SEG Ú N LA M ELO D ÍA D IN G FE N G B O
Ci

N o escuchemos el estruendo
que atraviesa el bosque
y golpea las h ojas.
Sigam os nuestro camino
cantando y an dan do
sin prisa y sin pausa.
Con un bastón de bambú
y unas san dalias de paja,
vam os mejor que a caballo.
¿Para qué tener m iedo?
Con una capa de jun cos,
paso la vida entre lluvias y nieblas.
Un fresco vien to de la primavera
me despierta de la embriaguez.
Sien to un poco de frío.
Mas la luz del sol n os saluda
desde la cumbre de la montañ a.
Vuelvo la cabeza al sitio
don de bram ó la tormenta.
¡Regresemos, amigos!
Allí ya n o hay lluvia ni viento,
aunque tam poco brilla el sol.

44 El t ít u lo or igin al es: «El siet e d e m ar zo , c am in o a Sh an H u , n os sor p r en ­


d e la llu via. Los q u e llevan p ar agu as se h an id o. M is co m p añ e r o s est án d esan i­
m a d o s, y o n o. P r on t o escam p a y c o m p o n go e st o s versos». M u c h o s cr íticos
con sid e r an este p o e m a c o m o u n a r eflexión filo só fica d el au t o r so b r e la vid a.

[3443
LI ZH IYI
(1036-1117)

Nom bre social: Duansu.


Sobren ombre: Erm itañ o de Guqi.
O riun do del actual distrito de Xian, provin cia de Hebei,
file fun cion ario del Estado y ayudante del gran poeta Su
Don gpo cuan do éste ejercía el cargo de gobernador en Din-
zh ou. Era prosista y poeta y sus obras eran m uy elogiadas por
Su Don gpo. Nos dejó O bras del Erm itañ o Guqi y Los ci del Er­
m itañ o Guqi.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA P U SH U A N Z H I
Ci

Yo vivo en el nacimien to del Yangtsé,


y tú, a su final.
Todos los días pien so en ti,
mas n o te puedo ver,
aun que bebam os de las m ism as aguas.
¿Cuán do terminarán mis tristezas?
¡Cu an do terminen estas olas!
Sólo pu edo esperar que tengas
el m ism o corazón que el m ío,
y te seré fiel para siempre.

[3 4 5 ]
YA N JID A O
1040-1112)
(a p r o x .

Nom bre social: Shuyuan.


Natural de Linchuan, provin cia de Jian gxi, fue h ijo de Yan
Sh u, fam oso poeta de la din astía Son g. Pero superó a su pa­
dre por los éxitos que obtuvo en la producción de los versos
ci, con el am or com o tem a favorito, recogidos en Los ci de
X iao san .

SU P LICIO

Much o, m uch ísimo h e de viajar


para poder verte,
aun que sea en sueños.
Pocas, poquísim as son las cartas
que los mensajeros
me pueden traer.
Cuan do n os dijimos adiós,
eran negros nuestros cabellos,
que la tristeza de la ausencia
h a teñido ah ora de blanco.
O h mi amor, m i cariño.
El día que estés de vuelta,
te diré cuán to he sufrido.
¡Qué suplicio es vivir separados!
¡Qué felicidad tenerte al lado!

[3 4<5]
AQ U ELLA N O C H E 45
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Z H E G U T IA N
Ci

Aquella noche, mangas floreadas,


te escan ciaba vin o con gran cariño,
rojo de ebriedad m i rostro.
Dan cé h asta que la lun a
se ocultó tras el mirador.
Can té h asta quedarme sin fuerza
para m over mi aban ico de flores de duraznos.
Recuerdo bien aquel encuentro,
y much as veces he soñ ado contigo.
Esta noch e n o quiero apagar
mi candelabro de plata:
Temo que vuelvas a ser un sueñ o.

45 El p o e m a d escr ib e, segú n algu n os exp er t os ch in os, a u n a can t an t e q u e


añ or a a su a m a d o au sen t e . P ero d e b id o a la o m isió n d el su jet o d e la frase, m u y
frecu en t e en el c h in o literar io, ot r os exper t os creen q u e es el au t o r q u ie n
p ie n sa en su am ad a, y lo s p r im er o s ve r sos p u e d e n ser t r ad u cid o s en la fo r m a
sigu ien t e: A q u e lla n o c h e , m an gas flor e ad as, / m e e scan ciab as v in o c o n gr an
car iñ o. / E b r io , se m e p u so r o jo el r o st r o . / D a n z a st e h ast a q u e la lu n a / se
oc u lt ó t ras el m ir ad or . / Ca n t ast e h ast a q u e t e q u e d a st e sin fu er za / p ar a m ov e r
t u ab a n ic o d e flor es d e d u r azn os.

[3 4 7 ]
H U A N G TCNGJIAN
(1045-1105)

Nom bre social: Luzhi.


Sobren om bre: El Taoísta de Shangu.
Fam oso poeta y calígrafo de Son g del Norte, n ació en lo
que h oy es Xiush ui de la provincia de Jian gxi. Después de h a­
ber obten ido el título de jin sb i (doctorado) en el añ o 1067,
ocu pó diversos cargos oficiales. Sufrió m uch os reveses en su
carrera y murió en exilio.
En su época, su fam a igualaba la de Su Don gpo y encabe­
zó un a com en te poética que se den om in aba «Escuela Poética
de Jian gxi», form ada principalmente por letrados de la pro­
vincia. Sus principales plan teamien tos literarios consistían en
crear sobre la base de la imitación de lo antiguo. Huan g culti­
vó tanto sh i com o a y sus versos se caracterizan por la origina­
lidad en lo referente a los temas, al lenguaje, a las estructuras
y a la métrica. Dejó A n tología, de Sh an gu.

SE FU E LA PRIMAVERA
SEGÚ N LA M ELO D ÍA Q IN G P IN G L E
Ci

Se fue la primavera,
solita, sin dejar las huellas.
Si acaso alguien la encuentra,
dígale que retorne
y n o n os aban don e.

[348 ]
Pero ¿quién sabrá su paradero?
¿Cóm o la voy a localizar?
Sólo puedo preguntar a los orioles,
que n o hacen más que trinar y trinar.
Con el vien to, vuelan sobre los rosales.

[349]
Q IN GUAN
(1049-1100)

Nom bre social: Sh aoyou.


Sobren ombre: Taixu.
Seudón im o: Erm itañ o de Huaihay.
Nació en Gaoyou, de la actual provincia de Jian gsu. La pri­
mera vez que se presentó a los exámenes imperiales n o logró
aprobarlos. En el año 1078 visitó al gran poeta Su Don gpo,
quien apreció muchos sus poemas ci y le recomendó a Wang
Anshi para ver si le podía dar algún empleo. En 1085 obtuvo el
título de jin sh i (doctorado) y fue designado director de la Ofici­
n a de Redacción de la Historia del Estado. Com o se opuso a la
reforma que se llevaba a cabo en la corte, fue exiliado a la leja­
na provin cia de Guan gdong. Am n istiado más tarde por el em­
perador H ui Zon g, m urió a los cincuenta y dos años en el dis­
trito Teng de la provincia de Guangxi.
Q in Guan destacó por sus trovas ci sobre la belleza de la na­
turaleza, de estilo elegante, bien estructurados, pero sellados
de melancolía. Es considerado com o un o de los poetas más
sobresalientes de ci de la etapa final de Son g del Norte, y sus
obras están recogidas en A n to lo ga de H u aih ay .

AL O EST E D EL P UEBLO
SEGÚ N LA M ELO D ÍA JIA N G C H E N G Z I
Ci

Al oeste del pueblo,


la suave brisa de primavera
acaricia las ramas de los sauces.

[ 3 $o]
La tristeza de la separación
me arranca lágrimas a torrentes.
Recuerdo aquellos añ os de amor.
Con ramas com o éstas, atan la barca
que m e h a traído a mi amado.
Llanura verde, puen te púrpura.
Ah ora que él está ausente,
sólo veo aguas que corren en van o,
y con ellas se va nuestra lozanía.
Revolotean unas pelusas.
Caen los pétalos.
Subo al pabellón .
A mis pies corre el in m en so río,
n o con sus aguas,
sino con mis lágrimas.

SÉPTIM A N O C H E, SÉP TIM A LUNA46


SEG Ú N LA M ELO D ÍA E L IN M O R T A L
D EL PU EN T E D E L A S U R R A CA S
Ci

Nubes suaves y finas,


pin turas multicolores cambian tes.
Las estrellas fugaces,
mensajeras de tristezas y cuitas.
Cr uzan do el Río Plateado,
n os vem os un a vez al añ o,
en m edio del vien to otoñ al dorado
y del rocío cristalino.

46 Este poem a está basado en un a fam osa leyenda que narra la desgracia de
un a pareja de en am orados que viven en el cielo, el Boyero y su mujer la Te­
jedora. Com o su un ión fue contra la voluntad del Emperador del Cielo, éste
decide separarlos y sólo les deja reunirse una vez al año, el día siete del sépti­
m o mes. Para ello tienen que cruzar el Río Plateado, pasan do p or en cim a de
las urracas que les sirven de puente voluntariamente con sus propios cuer­
pos. Esto dio origen a un a fiesta n acional ch in a, que se celebra ese día todos
los años.

[351]
Nos sen timos más felices
que incon tables parejas del m un do h um an o.
Nuestro profun do cariño
— interminables aguas del río,
y n uestros encuentros— dulces sueños.
Ah ora n os duele volver la mirada
al Puente de las Urracas
por el que h em os ven ido.
M as si n uestro am or es eterno,
poco importa
que n o podam os estar jun tos
día y noche, a todas horas.

b sú
M AO PANG
(1055-1120)

Nom bre social: Zemin.


Natural de Jian gsh an , de la actual provincia de Zhejiang,
fue fun cion ario público. Su padre era un amigo íntimo del
gran poeta Su Don gpo, quien apreciaba much o los talentos
de M ao Pang y le recom en dó a los altos cargos que conocía.
Aparte de su trabajo administrativo, se dedicó a escribir ci y
n os dejó Los ci de D on g Tang. El que in cluimos aquí es con si­
derado el m ejor de sus poem as.

D ESP ED ID A Y AÑ O RAN Z A
SEG Ú N LA M ELO D ÍA X I FE N G FE I
Ci

Nuestras lágrimas m ojan la balaustrada.


De rocío las flores están cubiertas.
Obscuras cimas plegadas de m ontañ as.
Cejas tristes y fruncidas de la bella.
O h , déjam e que comparta tu tristeza.
Nos m iram os, sin decir palabra alguna.

Gotas intermitentes de la lluvia.


Flotan tes nubes revueltas.
M i corazón en tormenta.
Me esperan días penosos.

[3 5 3 ]
Esta noche, desde lo h on do
del monte don de me alojo,
n avegando entre altas oleadas,
se lan za a tu sen o mi alma acongojada.

[3 5 4 ]
Z H O U BANGYAN
(1056-1121)

Nom bre social: Meicheng.


Sobren om bre: Erm itañ o Qin gzh en g.
Oriun do de Qian tang, la actual ciudad H an gzh ou de la
provincia de Zh ejiang, fue gran m úsico y fam oso poeta de ci
de Son g del Norte. Cu an do estaba estudian do en la Universi­
dad Imperial, dedicó al emperador Sh en Zon g un poem a titu­
lado Can to a la capital, que le gustó tan to al monarca, que
n om bró a Zh ou asistente administrativo. Más tarde el letrado
osten tó diversos cargos públicos y en la mayoría de sus años
trabajaba com o poeta cortesan o, llegando a dirigir la Oficin a
del Gran Esplen dor, fun dada en 1075 por la orden del em pe­
rador H ui Zon g para conservar los textos y las m elodías de las
canciones. Falleció en Yangzhou, de la provin cia de Jian gsu.
Maestro en la música, creó un a serie de melodías para ci y
un buen n úm ero de esquemas métricos de este género. Com ­
puso m uch os poem as líricos extensos, y sus versos se destacan
por la gran m usicalidad y la origin alidad del vocabulario. Es
con siderado com o un o de los mejores poetas de ci de la din as­
tía Son g y ejerce un a gran influencia en los que se dedican a
esta variedad de la poesía.

[3 5 5 ]
EL ARRO YO D E D U RAZ N O
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Y U L O U C H U N
Ci

iCuán to me arrepiento
de n o h aberme quedado
en el Arroyo de Durazno!
La raíz de loto de otoñ o,
un a vez rota,
ya n o se junta.
Recuerdo que aquellos días,
n os esperábam os un o al otro
en el Rien te de Barandillas Púrpura.
Hoy, solo, la busco en vano
por el Cam in o de H ojas Amarillas.
Entre brumas se yerguen calladas
innumerables m on tañ as verdes.
Gan sos silvestres, bañ ados
por el rojo sol ponente,
se van a la lejanía.
Mientras m i am ada se h abía esfum ado
com o un a nube
llevada por el vien to sobre el río.
Y mi sentir,
las pelusas del sauce llorón,
que, azotadas por la tormenta,
caen al suelo.

[3 5 6 ]
LÜ BEN Z H O N G
(1081-1145)

Nom bre social: Juren.


Nacido en el distrito Sh ouzh ou, provin cia de An h ui, ocu­
pó altos cargos en Song. Fue un o de los poetas de la «Escuela
de Jian gxi» y sus obras están reunidas en A n tología de D on lai,
Poesía d eZ iw ei y otros.

¿P O R Q U É N O ERES C O M O LA LUNA?

¡O h am or mío!
¿Por qué n o eres com o la luna,
que está en el Sur y Norte,
en el Este y Oeste,
en todas partes?
Así me acom pañ arías siempre,
y no me dejarías sola.

¡O h am or m ío!
¿Por qué me recuerdas la luna,
que es pocas veces redon da
y que much as veces mengua,
sin poder ser siempre llena?
¿Cu án do podrem os tener
la felicidad completa?

[3 5 7 ]
LI Q IN G Z H A O (POETISA)
(<!1081?-¿1154?)

Sobrenombre: Ermitaña Yi An.


Nació en 1081 (según algunos historiadores, en 1084) en Ji­
nan, de la actual provin cia de Sh andon g. Fue h ija del célebre
literato Li Gefei, m u y am igo del gran poeta Su D on gpo, y
se gan ó fam a ya en su in fan cia por los poem as que escribió.
En 1101 se casó con el fam oso erudito Zh ao Mingch eng. Am ­
bos compartían las m ismas vocacion es literarias, estaban m uy
enam orados y vivieron un a vida feliz y tranquila durante más
de veinte años, hasta la invasión de los Jin (Tártaros Dorados)
en el norte de Ch in a y el traslado de la capital de la dinastía
Son g al sur del río Yangtsé. En 1127 huyó la poetisa de la gue­
rra con su familia a la provin cia de Zh ejiang y en 1129 perdió
a su esposo, que falleció a causa de una enfermedad, lo que
cam bió totalmente su vida. Vagando de un a ciudad a otra
debido al caos de la guerra, pasó su vejez h un dida en la soledad
y en la tristeza. Los biógrafos divergen en el añ o de su muerte:
un os afirman que fue en 1154, otros, en 1155, y otros, en 1151.
Su antología Poem as ci de Jad e n o h a llegado h asta n osotros;
sólo se conservan un os 70 poem as suyos.
Es la m ejor poetisa china y goza de gran reputación por sus
poem as de sh i y ci, sobre todo, por sus trovas ci, con temas de
amor, nostalgia, separación, soledad, naturaleza y preocupa­
ción por el destino de la patria arruinada. Sus obras están lle­
nas de profun das y tiernas emocion es, y tienen un lenguaje
sencillo, accesible para los lectores de las diversas capas socia­
les de la época.

[3 5 8 ]
M ARCH ÍTANSE LAS FLO RES D E LO TO S
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Y IJIA N M E1
Ci

Marchítanse las flores de lotos,


y déjase sentir el otoñ o en la esterilla.
Desabroch o despacio mi capa de seda
y subo sola a la barca.
¿Quién , desde las n ubes blancas,
m e envía estos mensajes de amor?
Regresan los cisnes silvestres.
El pabellón occidental
se in un da de la luz lunar.
Las flores caen sin remedio,
y el agua corre sin cesar.
La nostalgia, siempre tan intensa,
la com partim os mi am ado y yo,
separados por grandes distancias.
N o logro ahuyentar la cuita,
que se revela en mis ojos
y se apodera de mi corazón .

U N CUARTETO 47

En este m un do h em os de sobresalir entre los h um an os,


y en el más allá ser héroes entre los manes.
Mirad cóm o veneran la m em oria del rey Xian g Yu:
Derrotado, se n egó a huir y luch ó h asta el últim o m om en to.

47 Xian g Yu (232-202 a.C.), rey de Ch u del O este, fue derrotado por Liu
Bang, fun dador de la dinastía Han.

[359]
E N M E M O R I A D E MI DIFUNTO ESPOSO

Quince años ha, bajo la luna,


me dedicaste tu poem a,
im provisado entre flores.
Ah ora, de nuevo estoy aquí.
Las flores parecen las de antes,
y la lun a es siempre la misma.
M as ¡qué distin to es lo que siento!

SEG Ú N LA M ELO D ÍA SH E N G SH E N G M A N
Ci
Buscan do y buscando,
sin saber lo que quiero.
Sola, m uy sola.
Triste, tristísima.
Es un a estación a veces templada,
y otras veces fría.
¡Qué difícil aguantarla!
Un as cuantas copas de vino suave
ya n o bastarán para resistir
el furioso vien to crepuscular.
H an pasad o las ocas,
mensajeras de amor,
h irién dome el corazón :
Creo haberlas reconocido.
Pétalos de crisantemos,
mustios, cubren todo el patio.
Y, ¿quién quiere recogerlos?
Sola, jun to a la ventana,
m e es interminable el día.
En el ocaso empieza
un a llovizn a fina.
Gotas y gotas golpean
las h ojas de los árboles.
¿Podrá la palabra «tristeza»
expresar este estado de ánimo?

[360 ]
SEG Ú N LA M ELO D ÍA
PR IM A V ER A E N W U LIN G
Ci

El vien to se h a calmado.
En polvo la fragancia
de los últim os pétalos caídos.
H a llegado la noche.
Me can sa hasta peinarme.
Las cosas siguen com o antes,
pero él ya no está.
Todo se h a acabado.
Quisiera decir algo,
m as las lágrimas se m e precipitan.

Dicen que es primavera todavía


en el arroyo Sh uan Xi.
Pienso pasear por allí
en un a barca ligera.
Pero ¿n o se hundiría
con tantas tristezas mías?

N EBLIN A FINA
SEG Ú N LA M ELO D IA
E B R IE D A D A L A SO M B R A D E L A S FL O R E S
Ci

Neblin a fina. Nubes espesas.


Melan colía infinita.
H an terminado ios inciensos
en los trípodes esculpidos
de animalitos dorados.
H a llegado la Fiesta
del Nueve de Septiembre.
De noche, el frío atraviesa

[361]
las cortinas y penetra en la estera
y la alm oh ada de jade.

A la caída de la tarde,
bebo sola en el jardín.
La fragancia llena mi vestimenta.
Cu an do sopla el duro vien to
y alza la cortina de mi ventana,
verán que estoy m ás delgada
que un mustio pétalo de crisantemo.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA CO M O E N SU E Ñ O S
II
Ci

An och e se desató un a gran tormenta.


Esta mañan a, embriagada todavía,
me apresuro a preguntar
a la m oza que descorre la cortina.
Me con testa indiferente
que las begon ias siguen allí,
y que n ada h a cambiado.
— ¿Seguro? ¿Seguro?
Temo que se haya en grosado lo verde
y enflaquecido lo rojo.

FLO RES D EL PERAL


SEG Ú N LA M ELO D ÍA H U A N X JSH A
Ci

Estrecha alcoba.
Amplia ventana.
Primavera lasciva.
Bajo mis dobles cortinas
todavía n o levantadas,

[362]
som bras y sombras.
Ju n to a la balaustrada del pabellón ,
callada, acaricio mi laúd,
adorn ado de jade.
Nubes lejanas despiden
al sol crepuscular,
que se march a deprisa.
Vientecillo y lluvia fina.
O h flores del peral,
¡qué frágiles os veo!
¿Los podréis aguantar?

FIESTA D E LO S M ANJARES FRÍO S48


SEG Ú N LA M ELO D ÍA H U A N X ISH A
Ci

Fiesta de los manjares fríos.


Brisas embriagadoras
de la esplén dida primavera.
H u m o agon izan te del aloe se alza
del pebetero de jade.
Roto el sueñ o sobre la alm oh ada
entre h orquillas de oro dispersas.

Los petreles aún n o han vuelto.


Ju gam os, com o en todas estas fiestas,
a buscar las flores más bellas.
Marchitos todos los ciruelos de la orilla.
Los sauces llenan de amentos el aire.
Se h um edece el colum pio
con la llovizn a del crepúsculo.

48 Es la víspera del Día de los Muertos, en la que sólo se tom an comidas


frías.

[363]
EL PLÁTANO
SEG Ú N LA M ELO D ÍA R E C O G IE N D O M O R A S
Ci

¿Quién h abrá plan tado este plátano


delante de mi ventana?
Su som bra cubre todo el patio.
Sus hojas, a veces cerradas,
y otras veces abiertas,
evocan las em ocion es de un alma.
A median och e empieza un a llovizna.
Me sorprende triste,
bajo las almoh adas.
Cae gota a gota, sin pausa.
N o puedo conciliar el sueño.
Molesta y angustiada,
me levanto a escucharla.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA Y U JIA A O


Ci

El cielo se une con las altas olas,


envueltas en brumas y nieblas.
El Río de Estrellas se va esfum an do,
mientras bailan centenares de velas.
En mi sueño vuelvo a la Morada de los Dioses.
Me preguntan un as cariñ osas voces:
— ¿Á qué m an sión se va a dirigir?
Les contesto que m i cam in o es muy largo,
que el crepúsculo está a pun to de llegar,
y que para nada sirvo aquí en la Tierra,
aun que compusiera los más bellos versos.
Ah ora los rochos están tom an do el vuelo.
O h vien to, ¡no ceses de soplar!
¡Llévame con m i velero
a las M on tañ as de la Inmortalidad!

[364]
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Z H E G U T IA N
Ci

El sol, frígido, callado,


h a escalado a la ven tan a cerrada.
¡Cóm o deben odiar los árboles
a la escarcha que les cayó anoch e!
He bebido más de lo que debía
y tom o un té bien amargo.
Me he despertado, roto el sueño.
Pero m e encanta la fragancia
que m e llega h asta la cabeza.
Aun que se acabó el otoñ o,
los días son todavía m uy largos:
Al n o poder regresar a m i tierra,
el tiem po se me vuelve frío y triste.
¿Por qué n o m e con form o con mi copa,
refugiada en el deleitante néctar?
¿Por qué n o disfruto de la belleza
de los crisantemos que h ay en redor,
antes de que se marchiten?

LLUVIA TIBIA
S e g ú n l a m e l o d í a d ie l l a n h u a
Ci

Lluvia tibia. Viento suave.


Roto el cristal del hielo.
Las h ojas de los sauces
parecen ojos llenos de ternura,
y las flores de ciruelos,
mejillas rosadas de muchach as.
M i corazón en primavera.
M i copa y mis em ocion es poéticas,
¿con quién las puedo compartir?
Las lágrimas se m ezclan
con el colorete de mi cara.

[365]
Siento pesadas las horquillas.
Me pruebo un a blusa nueva,
cosida con h ilo dorado
y, melancólica, me h un do entre cojines,
sin saber que se m e estropeen
los orn amentos del peinado.
Descon solada, n o puedo ni siquiera
tener un sueño tranquilo.
Noch e avanzada, recorto un a vez y otra
la mecha de la lámpara.

Í3 66 ]
LU YO U
(1125-1210)

Nom bre social: W uguan.


Seudón im o: Fangweng.
Nació el 13 de noviembre de 1125 en Sh anyin, h oy Sh ao­
xing, provincia de Zh ejiang, en un a familia muy culta, ya que
su padre, su abuelo y bisabuelo eran literatos de fama. Pasó su
niñez en m edio de los desastres de la guerra de la invasión
de los de Jin (Tártaros Dorados), y desde entonces soñ ó toda
su vida con la recuperación del territorio perdido del imperio.
En 1144 se casó con su prima Tang W an, y aun que la quería
much o, tuvo que divorciarse de ella dos años después por or­
den de la madre. En 1153 ganó un o de los primeros puestos
en los exámenes imperiales, pero debido a que su n om bre
precedía al del n ieto de Q in g Kui, primer ministro tristemen­
te fam oso en la h istoria china por su traición, y éste, encoleri­
zado, anuló el título que se debería con ceder a Lu You. Sólo
cinco años después de la muerte de Q in g Kui, o sea, en 1158,
pu do con seguir un cargo público. Cu an do Xiao Zon g heredó
el tron o, le otorgó person almen te el título de jin sh i (doctora­
do). El poeta fue design ado gobern ador de Zhenjiang, y des­
pués, de otras dos localidades. En 1170 asum ió cargos milita­
res en Sich uan a invitación del com an dan te W ang Yan, incor­
porán dose así a los com bates contra las tropas de Jin . Sin
embargo, debido a la política capitulacionista de la corte, W ang
fue destituido y a Lu You le destinaron a otro puesto en Ch en g­
du, don de trabajó al lado de su amigo Fan Ch engda, que era
también un poeta de fama. A partir de 1178 ocupó sucesiva­
mente cargos civiles de poca importancia, hasta que en 1189

[36 7 ]
fue rem ovido debido a su propuesta acerca de la solución de
los problem as de la corte. Desde en ton ces pasó a vivir en el
cam po, en su pu eblo natal, en tran quilidad, pero siempre
con la vista puesta en los acon tecim ien tos que ocurrían en
el país.
Lu You es un poeta muy importante de la dinastía Son g, y
much os le igualan con Su Don gpo. La fecun didad de su pro­
ducción poética es asombrosa: deja m ás de cien mil poem as
sh i, de los cuales 9.300 han podido llegar a nuestros días, apar­
te de las 130 trovas ci que h a com puesto. Expresa en sus obras
un ardiente patriotism o: preocupacion es por el futuro de la
patria desmembrada, por la vida del pueblo que sufre desas­
tres ocasion ados por las guerras y la opresión de un a n ación
foránea. Com o fiel discípulo de Du Fu, fustiga los abusos y la
corrupción de los mandarines, la in capacidad y la actitud co­
barde de los gobernantes ante los invasores, y también descri­
be otros aspectos de la vida: el trabajo de los labradores, los
paisajes, los deleites de vivir en el cam po. Destaca por sus ver­
sos lü sh i heptasilábicos, pero también es maestro en las otras
formas de la métrica. Su lenguaje es con ciso, espontán eo y
fresco, sin much o adorn o. Deja V ersos de Jian N an , A n tología
del Su r de W ei, Libro de N an Tang Los ci de Fan g W eng y otras
colecciones.

VISITA A LA ALDEA O ESTE


D E LA M O N TAÑ A

No te quejes de lo turbio que es este vino.


Lo h a preparado el labrador para el invierno.
En años prósperos ofrece a los amigos
abundantes comidas con pollos y cerdos.

Río tras ríos, monte sobre monte.


¿No podrem os encontrar un a senda?
Sauces fron dosos, espléndidas flores.
De pron to se n os presenta un a aldea.

[368]
Procesión con tambores y gon gs:
Ya está cerca la Fiesta del Sol.
Gorros y vestimentas sencillas:
Con servan bien costum bres antiguas.

Prometo regresar
tan pron to com o pueda.
Bastón en m an o y guiado por la luz lunar,
a llamar a su puerta.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA C H A T O U FEN 49


Ci

Inolvidable néctar dorado


en finas m an os capullos de rosa.
Sauces sobre m uros del palacio
en la ciudad florida.
De pron to sopló un vien to despiadado,
que se llevó nuestras alegrías.
Ah ora, todo en este vaso de amargura
tras tantos años de separación.
Error. Error. ¡Qué error!

Bella es la primavera com o siempre,


pero tú, pálida, con sumida.
Em papado está tu pañ uelo en lágrimas,
enrojecidas por el maquillaje.
Caen flores del melocoton ero.

49 Es un poem a que el autor dedicó a su ex mujer Tan g W aii, que era una
prima suya. El poeta la amaba profun damen te, pero por orden de la madre, a
quien n o le gustaba Tan g W an, tuvo que divorciarse de ella poco después de
casarse. Diez años después los dos se encontraron por casualidad en el jardín
Shen y el autor escribió estos versos improvisados en una pared. M u y conm o­
vida, Tan g W an com puso en casa un poem a com o respuesta, que el lector po­
drá leer en la página 308, y, sumergida en h onda tristeza, murió poco después.
La tragedia ha sido motivo de m uch as óperas y dramas en Ch ina.

[369]
Soledad en el Pabellón de Estanque.
Nuestro am or es tan profun do com o antes,
pero ni un men saje se puede enviar.
Dolor. Dolor, iQ ué dolor!

EN M ED IO D E LA TO RM ENTA,
EL CUATRO D E N O VIEM BRE

Viejo y enfermo, vivo con finado


en un a aldea desierta.
Mas n o me siento abatido
y anhelo aún luchar por la patria
en la lejana frontera.
De noche, ten dido en mi lecho,
oigo los rugidos de la tormenta.
Me veo, en el sueño, todo armado,
galopar sobre un río congelado.

A M IS H IJO S

Sé que con la muerte todo se acaba.


M as queda mi h on da tristeza
por la patria desmembrada.
Tened presente y n o os olvidéis:
Cuan do nuestros guerreros reconquisten
las llanuras centrales,
h acédm elo saber
en el rito del sacrificio.
P ASEAN D O P O R EL RÍO RUI AN
EN C A LM A

Ten dido de espalda


y luego de costado,
m iran do arriba y abajo,
veo todo azulado.
M i barco está march ando
dentro de un brillante espejo.
Viento en popa, ya está cerca
la m on tañ a de los Inmortales.

IM P RO VISAD O SO BRE EL CABALLO

Gotas de lluvia han dejado de caer


sobre puen tecillos y sendas del cam po.
Suaves luces del sol atraviesan
n ubes y neblinas.
Los sauces n o me im piden la vista.
Veo un verdor infinito.
Un a flor de durazn o arrebolada
se asom a por encima de la tapia.

[371]
T A N G W A N (POETISA)
( s i g l o s x i i -x i i i )

Ex esposa del poeta Lu You. Aun que los dos estaban muy
en am orados, tuvieron que divorciarse debido a la orden de
la m adre de éste. El poem a que aparece a con tin uación fue la
respuesta al que escribió Lu You en un a pared del jardín Sh en
(véase la n ota 49 en la págin a 369).

M I RESP UESTA
SEG Ú N LA M ELO D ÍA C H A TO U FE N
Ci

Gélido este m un do.


Cruel el ser h um an o.
Un a tormen ta llega al ocaso.
¿Cuán tas flores la pueden aguantar?
El viento de la m añan a
me ha secado ya las lágrimas,
dejan do sólo unas huellas.
Quería escribirte sobre mis penas,
pero termino por hablar sola,
apoyada en la baranda.
Triste. Triste. ¡Qué triste!

Cada un o de n osotros
se h a ido por su camino.
El día de h oy ya n o es el de ayer.

[37*]
Dolen cias y enfermedades,
pesadas cadenas interminables.
Vivo en la cuerda de un colum pio.
Frías n otas de un clarín.
Fin de la noche.
Llegará un n uevo día.
Por m iedo a las preguntas,
debo tragarme las lágrimas
y forzar un a sonrisa.
Fingir. Fingir. ¡A fingir!

[3 7 3 ]
YANG W ANLI
(1127-1206)

Nom bre social: Tingxiu.


Sobren om bre: Ch en gzh ai.
Natural de Jish ui, provincia de Jian gxi, h abien do accedido
en 1154 al título de jin sh i (doctorado), inició su carrera com o
fun cion ario administrativo local. Fue m uy respetado y adm i­
rado debido a la rectitud e in tegridad que m ostraba en su
com portam ien to en la corte. Cuan do subió al poder Hang,
un m al primer ministro, aban don ó sus cargos, se retiró a vivir
en el cam po durante quince añ os y falleció triste.
En su creación literaria, apren dió al prin cipio de la Escue­
la de Jian gxi y después de W ang Anshi, para form ar al final
su pr opio estilo, que es espon tán eo, natural y am en o. Sus
versos son prin cipalm ente líricos, sobre la belleza de la n a­
turaleza y la vida en el cam po, pu blicados en Poem asy uefu de
Ch en gzh ai.

P ASANDO P O R XIETAN EN BARCO

Vino excelso. Un a copa y otra copa.


La cortina, que acaba de correrse,
se descorre nuevamente.

[3 7 4 ]
M on tañ a preciosa.
¿Quién habrá con ocido
sus miles de pliegues?
Me los ofrece a la vista
ah ora, el sol poniente.

[375]
Z H U S H U Z H E N (POETISA)
( s i g l o s x i i -x i i i )

H ay un gran descon ocimiento sobre la vida de esta gran


poetisa de la dinastía Song. N o se sabe la fecha de su naci­
mien to ni de su fallecimiento. Nació en Qian tan g o Hain in g
de la provincia de Zh ejiang, en un a familia de funcionarios, y
se calcula que era contem poránea de Li Q in gzh ao, la más im­
portante poetisa china. También se dice que fue sobrina del
fam oso literato y filósofo Zh u Xi (1130-1200). Gran con oce­
dora de la m úsica y buena pintora, cultivó la poesía ci y tam­
bién un poco de sh i. Tuvo la desgracia de casarse con un sim­
ple funcionario, un h ombre vulgar, de m odo que la poetisa
pasó su vida en grandes pen as y tristezas, que tuvo que des­
ah ogar en sus poem as, reunidos en V ersos ci de las en trañ as des­
garrad as y V ersos sh i de las en trañ as d esgan adas.

CO N TEM P LA CIÓ N PRIM AVERAL


SEG Ú N LA M ELO D ÍA JIA N G C H E N G Z H J
Ci
Viento rabioso y llovizn a obstin ada.
Gélida primavera.
Frente a la copa,
recuerdo nuestros días felices
y también la triste despedida:
Flores de pera en m an o50

50 La palabra «pera» es h om ófon a de «despedida» en chino y se usa much o


en doble sentido.

[37<5]
y lágrimas en los ojos,
al final de la pradera,
te dije adiós,
mirán dote desaparecer
entre verdes montes.
Anoch e, en mi sueñ o,
n os vim os de n uevo,
pero separados por n ubes negras,
sin poder decim os ni un a palabra.
¡Qué pena! ¡Qué rabia!
Ah ora, despierta, dolorida,
me doy vueltas en el lecho.
El cielo, por lejos que esté,
lo puedo ver yo cuan do quiera.
¡Pero qué difícil es verte,
mi cariño, mi corazón !

P O EM A IM P RO VISAD O M IR A N D O
P O R LA VENTANA
Caen pétalos de flores.
Se esfum a la primavera,
sin decim os n ada,
dejan do quejarse
a las aves vocingleras.
Abejas y mariposas,
tristes y nostálgicas,
revolotean inquietas.

AVANZADA LA PRIMAVERA
SEG Ü N LA M ELO D ÍA Y E JJN M E N
Ci

Avan zada la primavera.


El paisaje me llena de tristeza.
Lo con tem plo detrás de la barandilla,

[3 7 7 ]
y n ada que viene a la vista me alivia.
Agradable vientecillo.
Sol cariñoso.
En vidio a las golon drin as
y orioles en parejas,
que los disfrutan cantando.
Vuelvo a mi aposento.
N o levanto la cortina:
Me dan much a pena
las flores caídas
que cubren el patio.
N o quiero ver tam poco las hierbas
que se extienden a la lejanía:
Por allí se ha march ado mi amado.

CUITAS EN LA ALCO BA

Ju n to a la cerca, en m i patio,
flores mustias de crisantemo.
Lamentos de gan sos silvestres,
mensajeros de los amantes,
llegan desde el frígido cielo,
débiles, cada vez más débiles.
Encerrada en mi pequeñ o aposento,
me siento junto a la ven tana obscura.
Sola, m e entretengo encendiendo inciensos.
Muy sola, sin saber si puedo conciliar el sueño.

SE N O S VA LA PRIMAVERA
SEG Ú N LA M ELO D IA Q IN G P IN G L E
Ci

Presurosa, la primavera
está a punto de aban don am os.
El tiempo la apremia.

[3 7 8 ]
Quiero retenerla,
pero n o sé cóm o.
Niebla en la pradera.
Gotas de rocío en las plantas:
lágrimas de tristeza.
N o puedo h ablar con ella.
Quiero que el tam bor de vigilias
que toca el guardia en la muralla,
le ruegue que vuelva cuanto antes
a las copas de los ciruelos.

N O C H E O TO Ñ AL

Noch e avanzada.
Frescor de otoñ o.
El sueño huye de mí.
Recorto un a y otra vez
la mecha del candil.
Toque de tercera vigilia.
H ago la cama, que se bañ a
en la fría luz de la luna,
m ás resplandeciente que n un ca
entre escasas h ojas del árbol.

D ESP ID IEN D O A LA PRIM AVERA


SEG Ú N LA M ELO D ÍA M A R IP O S A S E N A M O R A D A S
D E L A P R IM A V ER A
Ci

Ju n to a mi pabellón ,
los sauces agitan sus brazos:
quieren retener a la primavera.
¡Q ue n o se vaya tan pron to!
Ella, vacilan do un poco,
continúa su camino.

[379]
Pelusas y briznas de h ojas,
revolotean do, la siguen,
para con ocer su paradero.
M on tañ as y cerros verdes.
Lam en tos de cuclillos.
Cae la noche.
Niebla y lluvia interminable.

[380]
LE W AN (PO ETISA)
(SIGLO XII ο XIIl)

Acerca de su vida sólo se sabe que fue un a cantante prosti­


tuta de la ciudad de H an gzh ou. El poem a ci que incluimos
aquí está recogido en cinco an tologías poéticas editadas en la
dinastía Son g y Ming, y fue la respuesta a un cantar de despe­
dida que le dedicó su amante Shi.

RESP UESTA A SH I
SEG Ú N LA M ELO D ÍA P U SH U A N Z H I
Ci

Nuestro cariño es tan h on do com o el mar,


m as la felicidad que h em os vivido
se alejó com o esa nube viajera.
Las lágrimas corren com o un río,
destrozán dom e las entrañas.
¿Será imposible nuestro amor?
¿Ya n o podrem os vem os más?
Quisiera resignarme,
pero n o puedo.
Si en esta vida el destino n os separa,
espero nuestra un ión en la próxima.

[381]
XIN Q IJI
(1140-1207)

Nom bre social: You’an.


Sobrenombre: Jiaxuan.
O riun do de Licheng, que actualmente es Jin an de la pro­
vincia de Sh an don g, pasó su adolescen cia en la zon a ocupa­
da por los de Jin (Tártaros Dorados). A los vein tiún añ os de
edad, reun iendo un os dos m il h om bres, se in corporó con
ellos a las tropas de guerrilleros dirigidos por Gen g Jin g que
luch aban contra la dom in ación de la aristocracia de Jin y asu­
m ió el cargo de consejero. Fracasadas las guerrillas, Xin Q iji se
trasladó al sur del país, pero insistió en su postura de lucha de
resistencia y presentó a la corte varios planes en camin ados a
recuperar el territorio perdido, que fueron rech azados un a y
otra vez. Ejerció cargos civiles en H ubei, H un an , Fujian,
Jian gxi, y debido a los ataques de las fuerzas capitulacionistas
fue destituido y destinado a Sh angyao, provin cia de Jian gxi.
Vivió allí durante más de veinte años, excepto los años 1203
y 1206, cuando los partidarios de la lucha de resistencia con­
tra Jin prevalecieron en la corte y le design aron para cargos
importantes, que tuvo que dejar al poco tiem po a causa de la
oposición de sus enemigos políticos.
Xin Q iji es considerado com o un o de los m ás importantes
poetas de ci y much os incluso le igualan a Su Don gpo en
cuan to a sus contribucion es al desarrollo de esta variedad de
la poesía. De los 600 poem as que h an llegado a nuestras ma­
n os la mayoría son á , en los que se respira un ardiente patrio­
tism o y un alto espíritu combativo contra la in cursión de los
Jin , y se manifiesta su aspiración a la reunificación de la pa­

[3 82]
tria. Es un genio versátil: aun que sus poem as son fun dam en ­
talmente viriles y h eroicos, a veces melancólicos, también tie­
ne estrofas líricas amenas, dulces y encantadoras, sobre la be­
lleza de los paisajes, el amor, la vida en el cam po. Ejerce un a
gran influencia en los autores de ci de su tiempo y los de ge­
neraciones posteriores. La crítica le incluye en la corriente que
encabeza Su Don gpo, la de estilo apasion ado y efusivo. Deja
V ersos ci deJiaq ian .

LO Q U E SIG N IFICA LA TRISTEZA


SEG Ú N LA M ELO D ÍA C H O U N IU E R
Ci

De joven , yo n o con ocía


lo que significaba tristeza.
En busca de inspiración,
solía subir a las torres,
pagodas y altos pabellones,
y lograba versos bien melancólicos.

Ah ora que he experimentado y probado


todos los sinsabores de la tristeza,
quiero expresarla, mas n o puedo.
N o con sigo decir sino:
i Q ué fresco está el tiempo!
¡Q ué h erm oso el otoñ o!

RÍO TRANSP ARENTE


SEG Ú N LA M ELO D ÍA P U SH A M A N
Ci

¡Qué río más transparente


el que corre al pie de la Colin a Soledad!
¡Cuán tas lágrimas de los refugiados lo ensanchan!
Dirijo la vista a la capital,

[ 383]
mas la obstruyan m ontes interminables.
M en os mal que n o pueden detener
las aguas que se lanzan adelante.
A la caía de la tarde,
sen tado a la orilla, m uy triste,
oigo lamentos de perdices.

PRIM AVERA AVANZADA


SEG Ú N LA M ELO D ÍA Z H EG U T L A N
Ci

Embarcadero de H ojas de Durazno.


H ora de la despedida.
H orquilla de oro partida en dos.
Para él y para ella.
Brumas envuelven los sauces,
oscurecien do la orilla.

En esta estación lluviosa,


ella teme subir al pabellón
y ver con el corazón destrozado
volar las corolas rojas.
¿Quién les hará el menor caso?
Q uién mandará callar
a aquestas oropén dolas
que cantan sin cesar?

Se quita un as flores
que adorn an sus cabellos.
Con los pétalos echa suertes
para ver qué día regresa.
También con los pasadores
cuenta un a y otra vez.
Débil luz de la candela
a través de la cortina de gasa.
Solloza en el silencio:

[38 4]
— H a sido la primavera
que m e trajo tantas cuitas.
Ah ora que ya se marcha,
¿por qué n o se las lleva?

CA M IN O D E REG RESO
SEG Ú N LA M ELO D ÍA W U L IN G C H U N
Ci

Son un as cincuenta leguas.


Cin co días bastan para ida y vuelta.
H oy es el sexto y sigo en camino.
Ella me h abrá esperado h oras y h oras
a la puerta, an siosa y angustiada.
Aun que es brioso m i caballo,
¡qué despacio anda! ¡Cu án to tarda!
Desesperado, lo espoleo fuerte un a y otra vez.
Pero todo en vano.
¡O h urracas, legendarias mensajeras
de buenas noticias!
¿Podéis hacerme el favor
de volar a avisar a mi am ada?

[385]
U U GUO
(1154-1206)

Nom bre social: Gaizi.


O riun do de Taihe, provincial de Jian gxi, vivió largos añ os
un a vida de boh em io sin ocupar n un ca n ingún cargo de fun­
cionario. Dejó Can tares ci de Lon gzh ou.

D E N U EV O EN W U CH A N G
SEG Ú N LA M ELO D ÍA T A N G D U O U N G
Ci

Hojas de jun cos cubren la duna.


Jun to a la arena corren
aguas poco profun das.
Hoy, tras veinte largos años,
atada m i barca a un sauce,
subo al pabellón de nuevo.

Faltan sólo pocos días


para la Fiesta de Lun a Redon da.
A este acan tilado cortado,
a este Pabellón Grulla Amarilla,
¿vendrán mis viejos amigos?
Paisaje antiguo, tristezas nuevas.
Traeré vin o de casia
al barco decorado de paseo.
Sólo lam ento que ya no seamos
lo que éramos en nuestra edad florida.

[386]
JIA N G KUI
(1155-1221)

Nom bre social: Yaozhang.


O rigin ario de Raozh ou Boyan g, provin cia de Jian gxi, fue
poeta, músico y calígrafo. No desem peñó nun ca n ingún cargo
oficial. Sus obras se conservan en antologías de poesía y de
canciones que llevan su pseudón im o Taoísta Baishi.

FRAGAN CIA O CULTA

Lun a de los viejos tiempos,


¿cuántas veces m e h as acom pañ ado,
al tocar yo m i flauta ante el ciruelo?
Despierta, mi beldad de jade,
pese al riguroso frío,
trepaba con m igo para coger flores.
Hoy, envejecido com o He Xun,
el poeta del ciruelo51,
olvido ya el arte de cantar
al vien to de primavera.
Un a exquisita fragancia
invade de pron to el salón del banquete.
Viene de aquellas escasas flores
jun to al bosquecillo de bambúes.

51 H e Xu n : An tiguo poeta de la dinastía del Sur (siglo vi), fam oso p or sus
versos dedicados a los ciruelos.

C3S7]
País de los ríos. Soledad. Silencio.
Quiero enviarte un a flor,
m as el cam in o es largo,
y la nevada fuerte.
Ante la copa de jade,
n o puedo contener las lágrimas.
Las flores rojas, calladas,
me despiertan un vivo recuerdo de ti,
de aquellos paseos que dábam os,
cogidas las m an os;
de la fresca esmeralda
del Lago del Oeste,
orlado por m il ciruelos
que competían en florecerse.
Mientras que veo caer ah ora
un pétalo tras otro con el viento.
O h cariño, ¿cuán do volveré a verte?

CUITAS D EL P ABELLÓ N D E A D IÓ S

Brisas primaverales.
Fragancia de las flores de los sauces.
Sus ramas tiñen de verde
las puertas de las casas.
Aguas del río sin uoso
corren a la lejanía.
¿Adon de van las velas
con el sol en ocaso?
¿Quién h abrá presen ciado
más tristes despedidas
que los sauces llorones
del Pabellón de Adiós?
Si tuvieran sentimientos,
n o estarían tan lozanos.

Luz crepuscular.
Dejo de vislumbrar la alta ciudad.

[3 88]
Sólo veo un sin fin
de m on tañ as superpuestas.
Te he dejado, am or mío.
Pero n o olvidaré lo que me dices:
«Regresa en cuan to puedas.
Temo que nadie cuide
la roja peonía».
Desearía yo tener
las mejores tijeras del m un do
para cortar de un a vez
las cuitas que me tienen amarrado.

[389]
YUAN H AO W EN
(1190-1257)

Nom bre social: Yuzhi.


Sobren ombre: Yishan.
Natural de Xiu Rong, provincia de Shanxi, vivió desde niño
con un tío suyo. Obtuvo el título de jin sh i en 1221 y trabajó
com o director de la Com isión de la Redacción de la Historia
Nacional, y fue alcalde y gobernador de algunas localidades.
Tras el derrocamiento de la dinastía Jin (Tártaros Dorados),
dejó sus cargos públicos y se negó a servir al nuevo emperador.
Sus poem as describen el paisaje del norte del país, los sufri­
m ien tos de la gente en la guerra de la invasión de los m on go­
les contra los jin y la difícil vida de los campesinos. Cultiva
principalmente poesía sh i, pero también tiene excelentes ver­
sos ci. En la historia de la literatura china, figura com o el es­
critor más destacado de la dinastía Jin .

EN R EC U ER D O D E U N PASEO
Q U E D I C O N LI FU ZH I

¿Dón de están los lotos más h ermosos?


En el lago Dam in g, en otoñ o.
Barcas en m edio de rosadas flores,
espléndidas entre las verdes h ojas.
M on tañ as y aguas tejiendo
una pintura bellísima.
Y n osotros, felicísimos.

[390]
Desde aquel alegre paseo,
h an pasado tres largos años.
Miles y miles de leguas
n os separan a los dos.
Quisiera depositar mis añoran zas
en un a botella de vin o y enviártela
con las aguas que con tem plo desde el puente.
M as, por m uy solícitas que fuesen,
¿cuán to tardarían en llevártela?

[3 9 1]
W U W EN YIN G
(1212-1272)

Nom bre social: Jun te.


Natural de Nin gbo, provincia Zhejiang, m uy amigo de altos
fun cion arios y viajero toda la vida entre H an gzh ou, Suzh ou
y Sh aoxin g, n un ca ocu pó n ingún cargo público. Se conser­
van hasta nuestros días cerca de 350 poem as suyos, entre ellos
un os 120 sobre el amor, y se recogen en C i de M engchuang.
que es su pseudón im o.

SU EÑ O C O N AQ U ELLA CASA
SEG Ú N LA M ELO D ÍA H U A N X ISH A

Sueño con aquella casa,


escon dida entre las flores.
El sol se pon e en silencio.
Tristes golon drin as vuelven.
Un a perfumada m an o de jade
alza la cortin a y m e abre la puerta.

Caen pétalos callados.


Solloza la primavera.
Las nubes viajeras velan la luna,
tan tímida y vergonzosa.
El vien to llega al caer la noche.
Ya es más frío que en otoñ o.

[3 9*3
Z H O U BI
( s i g l o s χ π -χ π ι)

O riun do de W enyang, provin cia de Sh an gdon g, fue alcal­


de de Jian gzh ou . Publicó sus versos en A n tología de W enyang
D uan pin g.

N O C H E P RO FU N D A

Pabellón vacío. Silencio.


N o oigo toques de vigilia.
Solo, sen tado ante mis libros,
a la luz de un candil.
N o sé cuán do cesó la nieve primaveral.
Sólo veo un a lun a m oribun da,
atrapada en la mon tañ a,
y el arroyo cubierto de hielo.

[393]
W EN G JU A N
(SIGLO XIIο XIIl)

Nom bre social: Xugu.


Sobren om bre: Linsu.
De su vida sólo sabem os que fue natural de Leqing, actual
W engzh ou de la provincia de Zhejiang, y que fue poeta de la
dinastía Son g del Sur. El estilo de sus poem as es sencillo pero
elegante, y están recogidos en la A n tología poética de W eibiqian .

EN LAS AFUERAS D E LA CIU D A D

Bajo el pálido sol,


todo un cielo otoñal,
que refresca el río sin uoso.
De lejos y de cerca,
innúmeros montes.
O cioso, ascien do a la cumbre
a contemplar aguas salvajes.
De pron to, en su espejo,
veo verdes bosques.

[3 9 4 ]
YE S H A O W E N G
( s i g l o s x i i -x i i i )

Sobren om bre: Zhinyi.


Se descon oce la fecha de su n acimien to y fallecimiento, y
sólo sabem os que fue natural de Lon gch uan , provincia de
Zhejiang y trabajó com o fun cion ario de la corte. Destacó por
sus ju e ju (poem as de cuatro versos) h eptasílabos, de estilo
ameno, sobre los paisajes.

IN TEN TA N D O VISITAR EL JARD ÍN


D E U N AM IGO , SIN P O D ER ENTRAR

Deberá temer m i amigo


que las suelas de madera
dañ en su lozan o m usgo.
Llam o a su en ramada puerta,
quedamente, varias veces,
mas sin n ingun a respuesta.
Por suerte, n ada puede
encerrar la primavera
que en el jardín rebosa:
Un a flor de durazn o arrebolada
se asom a por encima de la tapia.

[395]
N O C H E O TO ÑAL
EN EL LAGO O ESTE

Amante de las mon tañ as,


en la ciudad n o he com prado casa.
Tengo m iedo a las visitas.
Huyo, h oy com o siempre, a m i barca
por la puerta trasera.
O toñ o avanzado.
Sólo quedan pocas h ojas de lotos.
Pasaré el resto del añ o
en la grata com pañ ía
de las gaviotas y garzas.

[39<5]
W EN TIANXIAN G
(1263-1283)

Nom bre social: Lisan, y también Sonrui.


Sobren om bre: W enshan.
Nacido en lo que h oy es Ji’an de la provincia de Jian gxi, fue
político, poeta y fam oso héroe n acion al de Son g del Sur.
En 1255 gan ó el primer puesto en los exámenes imperiales
para optar al jin sh i (doctorado) y em pezó un a brillante carre­
ra política, llegan do h asta el cargo de primer min istro. En
un com bate fue capturado por las tropas de Yuan, pero lo­
gró escaparse y con tin uó dirigien do la lucha de resisten cia
en las provin cias de Jian gxi, Fujian y Guan gdong. En la bata­
lla de Q iaoyan g cayó otra vez en m an os de los de Yuan y, tras
tres añ os de prisión en Pekín, fue ejecutado, sin mostrar n in­
gun a flaqueza ni titubeo ante sus verdugos.
Sus poem as son emocion antes cantos del patriotismo y se
reúnen en A n tología de Su Excm o. Sr. W enshan.

P ASANDO P O R EL M AR
D E LA SO LED AD

Ríos y m on tañ as patrias quebrantadas.


Briznas que se lleva el viento.
Soy un a h oja de nenúfar
que sobrenada en el agua,
azotada por las tormentas.

[3 P 7 ]
En la Playa Pánico recordamos
los peligros que h emos vivido.
En el M ar de la Soledad,
lamento lo solo que estoy.

Todos, sin excepción , han de morir.


Lo importan te es dejar el corazón
del todo limpio que brille
en el jade de un a h oja de la historia.

[3 9 8 ]
DIN ASTÍA YUAN
(1279-1368)
BAI PU
(1226-1306)

Nom bre social: Renfu.


Nacido en Quw o, provincia de Sh anxi, fue poeta y m úsico
y rechazó los cargos públicos que le ofrecían. Es autor de tres
óperas con el tema de am or y sus versos se caracterizan por su
originalidad.

O TO Ñ O

Aldea solitaria.
Sol poniente con su luz pálida.
Árbol añ oso con un cuervo tiritando
en m edio de un tenue h um o.
Som bra de un a oca volan do.
M on tañ a verde, agua esmeralda.
H ierba blanca, h ojas rojas
entre flores amarillas.

[401]
GUAN H A N Q IN G
(¿ 1240?-1310)

Sobren om bre: Yizhai Sou (Anciano de Yizhai).


Originario de Dadu, actual Pekín, fue el primero y el más
brillante dramaturgo chino. Era m édico del h ospital imperial,
m úsico, cantante, pintor, actor y poeta. Su producción teatral
fue m uy fecun da: más de sesenta óperas y dramas, de los cua­
les diez son m uy con ocidos aún h oy día en Ch in a, y el más
fam oso es «La injusticia que sufrió Dou E». Sus poem as per­
tenecen a una variante de ci, o sea, q u 51, con gran musicali­
dad, en lenguaje vivo y popular, y tienen com o m otivos el
am or y la hermosura de la naturaleza.

TRISTEZA D E LA D ESP ED ID A
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Z H U IC H U N FE N
Qu

Vas a partir al otro extremo del país.


De pron to la lun a m en gua y caen las flores.
Án fora en mano
y lágrimas en los ojos,
n o acabo de decirte adiós,
y ya se me destroza el corazón.
Suerte, querida am iga mía.

52 Variedad de la poesía china parecida a ά (véase las págin as 14-15). Son


poem as can tados o para cantar.

[4.02]
Q ue encuentres tu felicidad
en la lejana tierra extraña.

AÑ O RAN Z A P O R EL A U SEN TE53


SEG Ú N LA M ELO D ÍA SIK U A IY U
Qu

Después de despedirte,
la tristeza me invade.
Parece interminable,
iCu án to te echo de m en os!
La nieve cubre la barandilla.
Apoyada en ella,
con tem plo la lejanía.
Me agito las mangas
para sacudirme
la nieve y la cuita.
Sin uoso es el arroyo.
Los montes, superpuestos.
Por allí se ha march ado
el h ombre que m ás quiero.

53 El poem a está escrito en ton o de una much acha que añora a su amado
ausente.

[403]
L U ZHI
(¿1242?-¿1314?)

Nom bre social: Ch udao.


Sobren om bre: Suzhai.
Natural del actual distrito de Dengfen g de la provincia de
H en an, fue funcionario público y su carrera culm in ó con el
cargo de m iembro de la Academia Imperial. Cultivó la poesía
qu, un a variante de ci (poemas para cantar), y fue un autor fe­
cun do, con un a temática variada y un estilo elegante y puro.
Sus obras fueron publicadas en A n tología Su zh ai.

PAISAJE O TO ÑAL
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Z H U IC H U N FE N
Qu

Del precipicio cuelga


un pin o solitario.
Nubes de púrpura crepusculares
acom pañ an a un a oca que vuela.
Un bosque de m on tes me rodean.
Sólo veo un río que se lan za al infinito.
Sopla el viento del oeste,
que inun da de otoñ o la tierra y el cielo.
Ñoch e silenciosa.
Vela solitaria.
Un a luna baja.
¿Estaré n avegando
dentro de un a pintura
de un gran maestro?

[40 4]
M A Z H IYUAN
(1250-¿1321?)

Nom bre social: Don gli.


Natural de Dadu, la actual ciudad de Pekín, sufrió en su ju­
ventud muchos reveses y contratiempos en su carrera política.
Vagó años y años por diversos lugares del país y ocupó final­
mente el cargo de gobernador de Zhejiang durante un tiempo.
Pasó su vejez en un a aldea cerca de Hangzh ou.
Célebre dramaturgo y autor de quince obras teatrales, fue
un o de los exponentes más importan tes de la poesía qu de la
dinastía Yuan y destacó por su len guaje con ciso y expresivo,
característica que se pu ede com pr obar en el poem a que in­
cluimos aquí. Sus versos están recogidos en Poem as dey uefu de
D on gli.

NO STALGIAS O TO ÑALES

Bejucos secos, árboles viejos,


cuervos en ocaso.
Puentecillo pequeñ o,
aguas fluyendo,
casas a am bos lados.
Viejo camino, vien to del oeste,
un rocín bien flaco.
El sol declina por el Poniente.
Cor azón destrozado del viajero:
M e siento en el confín del universo.

[40 5]
LLUVIA N O CTU R N A EN EL RÍO XIANG
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Q IA N G D LA O
Qu

Débil luz de las lámparas de pescadores.


El viajero despierta de su sueño.
Gotas de lluvia caen ruidosas,
golpeán dole el corazón.
Noch e avanzada. Barca solitaria
a mil leguas del hogar.
Lágrimas de añoranza.

[406]
GUAN D A O SH EN G (PO ETISA)
(1260-1319)

Nom bre social: Zh onji.


Nacida en W uxing, provincia de Zhejiang, poetisa, pin tora
y calígrafa, fue la esposa de Zh ao Men gfu (1254-1322), poeta y
pin tor también. Era tan fam osa su maestría que el emperador
Ren zh on g le pidió que pintara bam bú para la emperatriz, a
quien entregó un as ochenta obras con esta plan ta en distinta
postura y forma.

CAN TO D EL BARQ UERO

La cumbre del Poder


a que aspiran los hombres
es ser príncipe o rey,
con fama, glorias y comodidades,
pero sin libertad.
Yo prefiero algo mejor:
Tomar un a barquilla,
disfrutar de la lun a
y, cantan do alto al viento,
alejarme de este mun do.

[4 0 7 ]
LO S BAM BÚES
— EN VIAD O A M I ESP O SO

H em os plantado estos bambúes


en vísperas de tu salida.
Ah ora se alzan en un bosquecillo,
pero aún n o regresas.
La lozan ía y belleza femenina
n o son com o las flores,
que se vuelven a abrir
después de marchitarse.

[408]
W A N G S H I F U ( W A N G DEXIN)
(¿1260?-¿ 1336?)

Originario de Dadu, actual Pekín, fue un o de los m ás céle­


bres dramaturgos chinos. En realidad, su n ombre fue Dexin,
mientras Sh ifii era su n ombre social. Escribió 14 óperas, entre
las cuales el con m ovedor E l Pabellón O ccidental, que narra el
am or de un a pareja de jóven es, es con ocido por todos los chi­
n os y le inmortalizó. Com puso much os poem as de la m oda­
lidad qu, también sobre el amor, con un estilo sencillo y un
lenguaje popular.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA S H I’ER Y U E GUO Y A O 54


Qu

Quiero ver a mi am ado ausente


a través de innumerables montes,
m ás allá de estos ríos diáfan os.
Pero sólo veo un a blanca n ube
de pelusas de sauces llorones
y rosadas flores de durazn os.
Un a brisa fragante invade m i alcoba.
Cierro la puerta que tan to pesa,
para n o ver las interminables lluvias.

54 E l p o e m a está escrito en t o n o d e u n a m u c h ac h a q u e añ o r a a su am ad o .

[409]
Temo que llegue la noche,
y n o lo puedo evitar.
Estoy angustiada y triste.
Nuevas huellas de lágrimas
cubren las viejas en la almoh ada.
Sien to el corazón quebran tado.
Esta primavera el vestido
me queda cada vez más ancho.
Z H A N G KEJ IU
(¿1270?-¿ 1348?)

Nom bre social: Xiaosh an.


Natural de Qm yuan lu, que h oy es Nin po de la provin cia
de Zhejiang, fue un destacado poeta de la dinastía Yuan que
se dedicó de llen o a qu (cantares). Fun cion ario de bajo rango
en la admin istración de carreteras y de tributación, pasó su ve­
jez en H an gzh ou. Sien do el autor m ás fecun do de qu, tuvo
com o motivos principales la belleza de la naturaleza, el am or y
la vida de los letrados, con un estilo elegante pero n o florido.
Él y Q iao Ji son considerados com o los dos mejores poetas de
qu de la dinastía. Su creación poética fue publicada en Versos qu
de X iaosh an y en otras colecciones, que contienen 855 xiaotin ,
una de las variedades de qu que le hicieron famoso.

N O C H E EN EL RÍO
SEG Ú N LA M ELO D ÍA P IN L A N R E N
Qu

Sobre el cristal de las aguas


brilla un a lun a argentada.
Alguien está tañ endo su laúd
en la ribera opuesta.
Aquí lo escuch amos todos
con lágrimas en los ojos,
mientras se está desbordan do el río
con tantos lamentos y suspiros.

[4 11]
EN EL TEM P LO
D E CASCAD A TIANTAI
Qu

Sobre la pun ta del pico


se alza un a espada de nieve.
Un gran tapiz de hielo
del precipicio pende.
Los lamentos de los simios,
posados en ramas de árboles,
h oradan las altas nubes.
Los graznidos de los tristes cuclillos
suen an desgarradores.
El Dios de los vien tos corre
entre los valles, rugiendo.
¡Qué horrible despeñ adero!
Pero más m iedo im pon e
el corazón del hombre.

M I P LÁCID A M O RAD A

Sen tado, contem plo las nubes.


Soñ an do, escuch o la lluvia.
Vuelve la grulla al patio,
lleno de viejos ciruelos.
Retirado entre verdes m ontañ as,
tengo el corazón lejos del m un do.
Sólo quiero que se queden
las oropén dolas en el sauce,
y las golondrin as entre flores.

[412]
EN LA C U M BR E D E LA N U BE ESM ERALD A
SEG Ú N LA M ELO D ÍA L U O M E IFE N G
Qu

Arroyo entre los pin os.


Cabañ a de pajas y hierbas.
Alguien lee en voz alta
en la espesura del bosque de jade.
En este m un do, ¿qué importa
que brille el sol o llueva?
Mira estas nubes blancas:
En am oradas de la m on tañ a esmeralda,
n o quieren aban don arla.

[ 4 13 ]
JI E X I SI
(1274-1344)

Nom bre social: Man suo.


Oriun do de lo que actualmente es Fengcheng, provincia de
Jian gxi, fue poeta e h istoriador de la dinastía Yuan. Osten tó
en su vida diversos cargos académicos en instituciones de es­
tudios históricos y fue autor de un libro teórico titulado Seae-
tos de la poesía. Sus poem as tienen un estilo elegante y bello y
están recogidos en O bras com pletas deJie X isi.

PRIM AVERA

El pico Zhuron h orada el cielo.


Abajo, el río Xian g parte en dos Hunan .
Altas las olas del Lago Don gting.
H a llegado el otoñ o.
En la m ontañ a m ora el inmortal,
vestido de nubes púrpura.
Él y yo n os veíamos a m enudo,
y éramos buenos amigos.
Aparece y se difum in a com o por h um o.
Ju n tos cantábamos en el Pabellón Grulla Amarilla.
Ju n tos n os embriagábam os en el de Yueyang.
Ah ora le echo de m en os y n o le encuentro.
Pensativo y triste, me siento solo.

[4 14 ]
U N A N O C H E FRÍA

Escasas estrellas en el cielo escarchado.


Luz de lun a sobre hierbas mojadas.
En la venta, estoy en vela.
O igo de vez en cuan do el estruendo
de un a h oja que cae.

[415]
Q IA O JI
(1280-Ü345?)

Nom bre social: Men gfu.


Sobrenombre: Sengheweng.
Seudón im o: El Taoísta Xin g Xing.
Oriun do de Taiyuan, provincia de Sh anxi, fue célebre poe­
ta y dramaturgo de la dinastía Yuan. Destacó tanto por sus
versos qu (cantares), que la crítica china le iguala a Zh ang Ke-
jiu y los considera a am bos com o los m áxim os exponentes de
esta variedad en su época. Entre las óperas que com puso la
más fam osa es E l am or en esta v id ay en el m ás allá. Nos dejó Poe­
m as de qu de Q iao M en gfu.

AUTO RRETRATO
Qu.

Coron ado de gorra taoísta,


vestido de túnica emplumada,
y un cam in ar com o por los aires.
M i flauta de hierro despeja n ubes,
y m i bastón de bam bú llega al cielo.
Vivo rodeado de cantantes,
de mujeres joviales, taoístas,
bebedores, poetas y excéntricos.
Soy doctor en viajes de turismo,
sin h aberme presen tado n un ca
a los exámenes imperiales.

[416 ]
Soy el inmortal de un m un do alegre
y jam ás con ozco la tristeza.
En mi casa, por todas partes,
antiguos libros de los maestros,
pinturas, tintas e inciensos,
que, exh alando un tenue h um o,
llenan de fragancia el valle.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA
FA N G Z A O D U O Q JN G
Qu

Me siento en m edio de fragantes brisas,


y duermo encima de nubes blancas.
N o tengo que soportar
hum illacion es de nadie.
Siempre estoy alegre y me río
de los que trabajan bajo el yugo
com o bestias de carga,
arrastrando pen osos los días.
Me he con struido un n ido cóm odo.
Soy libre de ir adon de se me antoja
y hacer lo que m e apetece.

A CERCA D E M Í M ISM O

N o quiero ser mandarín ,


ni estar en la lista de los inmortales.
Me gustaría ser el San to del Vino,
versificando y bebien do
a todas horas, en todas partes.
Soy el jefe de los ríos y mon tes,
jefe de los bebedores boh emios.
Ch arlar y bromear es para mí
la m ejor labor de la Academia.

[417]
Can tan do a la lun a y a la brisa,
he pasado alegre mis cuarenta años.

EN BU SC A D E LAS FLO RES D EL CIRU ELO

Aun cuan do n o llegó el invierno,


ya empecé a buscar las flores
recorriendo tantas aldeas,
tantas orillas de arroyos,
tantos bosques y mon tes,
pisan do nieves y escarchas,
h asta que llega la primavera.
Pasa un vien to fresco.
Creo divisar de pron to
blusa de seda blanca.
He despertado de la ebriedad y del sueño.
Tristes n otas de un a flauta.
M oribun da lun a pálida.

[418]
SA D U CI
(1284-1348)

Nom bre social: Tianxi.


De etnia m on gola, n ació en Yanmen (actualmente Dai-
xuan), provincia Sh an xi y vivió largos añ os en Pekín. Viajó
por n um erosos lugares turísticos del país y su poesía, que des­
cribe principalmente paisajes y escenas de zon as rurales y
m on tañ osas, está recogida en A n tología de Y anm en .

EL LAGO SH EYAN G D E GAO YO U

U n fuerte vien to ruge entre las ramas.


Un a lluvia ruidosa azota el lago.
N o se ve a n adie pescan do.
Pero se oye a gan sos charlando con la espadaña.

[419]
GUAN YU N SH I
(1286-1324)

Sobren ombres: Xuan Zhai (Cabañ a Agria) y Taoísta de Flo­


res de Jun cos.
Fue de la n acion alidad uygur, y su n ombre original era
Xiaoyun sh i Haiya. Heredó el puesto de su padre com o co­
mandante de la zon a Liangh uai, cargo que cedió m ás tarde a
su h ermano m en or para dedicarse al estudio bajo la tutela de
un confiicianista. En 1313 fue design ado h istoriógrafo oficial
de la Academia Imperial, y a los dos añ os aban don ó el cargo
para huir de los conflictos que m en udeaban en el sen o de la
nobleza, pasan do a vivir en el sur del país, con nombre y ape­
llido cambiados. Llevaba una vida de boh em io, dedicado a la
bebida, a la alquimia y a la poesía, ven diendo píldoras taoís-
tas que él m ismo elaboraba.
Cultivó principalmente la poesía qu, pero también la sh i y
la prosa. Com o era m uy amigo de Sü Zaisi, poeta con sobre­
n ombre de Tian Zh ai (que significa Cabañ a Dulce), la gente
reunió las obras de los dos en un a A n to lo ga agridulce de versos
estiloy uefu.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA
Z A P A T IL L A S B O R D A D A S R O JA S
Qu

Recostados un o contra otro,


jun to a la ven tana bajo las nubes.
Lecho alum brado por la luna.

[4*0]
Bañ ados en el m ar de amor,
cantamos abrazados,
un a can ción tras otra.
El alma en un h ilo, escuch amos:
Ya el temible tam bor
anuncia la madrugada,
iQ ué escasas h an sido las horas
para tantas palabras amorosas!
¡Q u é rápido pasa la noche!
Un h uso que corre en el telar.
¡Cielo m ío! Si h ay años bisiestos,
¿por qué n o puede dam os
un a noch e bisiesta?

[4.11]
W ANG M IAN
(1287-1359)

Nom bre social: Yuanzhang.


Natural de Zhuji, provincia Zhenjiang, célebre poeta y pin ­
tor, n ació en un a familia pobre y fue pastor en su infancia.
Fracasado en varias oposicion es imperiales, quem ó todos sus
escritos y pasó a vivir en la m ontañ a. Sus poem as están reu­
n idos en A n tología del Gabinete de Bam bú.

EL CIRU ELO D E FLO RES N EGRAS


— SO BRE U N A P INTURA

En mi casa, jun to al estanque de tinta,


un ciruelo de flores de suaves trazos negros.
Nadie tiene que elogiar el color bien pin tado.
Lo importante es dejar su pura fragancia en el m un do.

EL CIRU ELO D E FLO RES BLAN CAS

Se yergue en un bosque de h ielo y nieve,


sin mezclarse con otros árboles.
De pron to, en un a sola noche, se difun de
la fragancia de sus flores que se abren
y esparcen la primavera por todas partes.

[4 11 ]
ZHENG GUANGZU
( s i g l o s x i i i -x i v )

Nom bre social: Deh ui.


Natural de Pinyang Xiangning, que se encuentra cerca de Lin-
feng de Shanxi, vivió probablemente entre fines del siglo x i i i
y principios del xiv. Fue fun cion ario público de H an gzh ou, y
después de aban don ar su cargo, siguió viviendo en la ciudad.
Célebre dramaturgo, es considerado com o un o de los cuatro
grandes poetas de qu de la dinastía Yuan, y su tema favorito es
la belleza de la naturaleza.

EN EL SU EÑ O
SEG Ú N LA M ELO D ÍA Q IA N G O N G Q U
Qu

Puertas y ven tanas entornadas.


Estoy con mi bella amada.
Can tam os y recitamos poem as.
El vien to la cortina atraviesa,
trayén don os frescura.
Proyecta sus luces la luna
en las gasas de las ventanas.
Me parece ver la flor de su cara
y sentir la penetrante fragancia
que se exhala de su cuerpo.
El sueñ o suscita olas de añoranzas.
Quiero calmarlas.
Pero ¿cóm o puedo hacerlo?

[4 * 3]
N IZ A N
(1301-1374)

Nom bre social: Yuanzhen.


Nacido en Wuxi, provin cia de Jian gsu, fue fam oso pin tor
y poeta de la dinastía Yuan. Nun ca tuvo n ingún cargo oficial y
llevaba una vida de boh em io, viajan do por diversos sitios pin ­
torescos del país.

FREN TE AL V IN O

Dejo improvisado un poem a en un a roca.


Alzo mi copa entre altos pin os.
Lejos, nubes blancas sobre el agua.
En el azul del cielo, regresa un a grulla solitaria.
Pabellón vacío. Brillan bambúes y musgos.
Dejo de trepar el m onte y descanso,
sentado, hasta que se pon e el sol.
Pían sin cesar pájaros de primavera.

U ¿4 ]
DIN ASTÍA M IN G
(1368-1644)
GAO Q I
(1336-1374)

Nom bre social: Jidi.


Sobren om bre: Caballero Q in gqiu.
Originario de lo que h oy es Suzh ou, provincia de Jian gsu,
fue el poeta más sobresaliente de la época, ya que muchos críti­
cos chinos le den ominan «El campeón de la poesía de la dinas­
tía Ming». Vivió como ermitaño en Qingqiu a finales de la di­
nastía Yuan para n o aceptar ningún caigo oficial, dándose el su­
sodich o sobrenom bre. Tras la fun dación de Min g, en 1369,
aceptó el puesto de director de la Redacción de la Historia Na­
cional de la Academia Imperial y se fue a Pekín para dedicarse al
trabajo. Sin embargo, al año siguiente, rechazó categóricamente
el cargo de viceministro de Hacienda que le asignaron y se reti­
ró por ello otra vez a Qingqiu. En 1379 fue condenado a muer­
te y ejecutado en Nankín por haber redactado un recurso de
apelación a favor de Wei Liang, gobernador de Suzhou implica­
do en un caso.
Sus versos son melan cólicos y emotivos, entre los cuales
destacan sus lü sh i (octavas de estilo moderno) h eptasílabos y
poem as de estilo y uefu. N os dejó O bras com pletas del D irector de
H istoria N acio n al Gao.

A Ñ O R A N D O A M I D IFU N TA H IJA
AL VER LAS FLO RES ABIERTAS

i O h m i segun da hija!
Eras m i predilecta
y la que más quería.

[4*7]
Aun que ya tenías seis años,
te llevaba siempre en mis brazos.
Me deleitaba contemplarte
tomar algun a fruta o pasas
y, teniéndote en mi regazo,
te enseñ aba a leer poemas.
De madrugada, imitando a tu hermana,
te arreglabas ante el tocador.
Quisiste tener un vestido h ermoso,
mas por falta de dinero,
n o te lo pude comprar.
Eran tiem pos m uy difíciles.
Tenía yo que andar de un sitio a otro,
aun en días de lluvia y nieve.
Al volver exh austo a casa,
siempre te en contraba a la puerta.
Me esperabas, me saludabas,
dán dom e gran alegría.
Un día caíste enferma,
cuando se inició la guerra.
Aterrada, dejaste el m un do,
antes que te asistiera el médico.
Tuve que enterrarte de prisa,
en un a colin a lejana.
¿Encontraría tu án im a el camin o
para regresar a casa?
Recuerdo que el añ o pasado,
en la primavera florida,
lleván dome de la m an o,
dabas vueltas y vueltas
por el jardín antiguo,
contem plando las plantas.
Este año se abren ya los capullos,
mas estamos a la orilla
de un río lejos de nuestra tierra.
Sólo faltas tú en la familia.
Mirando yo solo las flores,
n o puedo contener las lágrimas.
Un a copa ya no basta

[428]
para aliviar mi tristeza.
Oscuridad vespertina.
Un vien to desolador y frígido,
levantando la cortina,
pun za mi corazón dolorido.

JU G A N D O C O N EL AGUA

Me gusta esta fragante agua de primavera.


M e m eto en ella mis m an os,
jugan do, y las saco bien limpias.
Se levantan pequeñas olas.
Desaparecen pececillos asustados.
Triste, m e siento en la arena de la orilla:
Me apena ver esas flores
que se lleva el implacable agua.

[4 19 ]
YU Q IAN
(1398-1457)

Nom bre social: Tingyi.


Sobren ombre. Jie’an.
Natural de Qian tan g, actual H an gzh ou, provincia de Zh e­
jiang, habiendo superado en 1421 las pruebas para optar aljin s-
h i (título de doctorado), fue n ombrado alto funcionario de la
dinastía Ming, llegando hasta el cargo de ministro de Guerra.
Debido a las intrigas de los politicastros, fue ejecutado en 1457
acusado de rebeldía. Es respetado por su rectitud e integridad
y con siderado un h éroe nacional.
Sus poem as, de estilo vigoroso y viril, revelan sus preocupa­
ciones por los sufrimientos de los h umildes y su am or por la
patria.

CAN TO A LA CAL55

A cien martillazos y miles de golpes


te sacan de las entrañas del monte.
N o te im porta que te quemen
los fuegos abrasadores,
ni temes que te h agan polvo.
Para ti lo importante es
dejar con star para siempre
lo limpia y lo pura que eres.

55 El p o e m a lo escr ib ió el au t o r an t es d e ser ase sin ad o p o r los t raidor es.

[430]
T A N G YIN
(1470-1523)

Nom bres sociales: Bofu, y tam bién Zhiwei.


Sobren om bres: Erm itañ o Liuru, y también In quilin o de la
M orada de Flores de Durazn eros.
Nacido en W uxian (Suzhou), perteneciente a la actual pro­
vincia de Jian gsu, fue eminente pintor, calígrafo, escritor, poe­
ta y m úsico de la dinastía Ming. En 1497 logró la m áxim a gra­
duación en los exámenes locales, pero al añ o siguiente, impli­
cado en un caso de irregularidades en ellos, fue encarcelado
durante un tiem po. Le proh ibieron participar en las oposicio­
nes imperiales, y desde entonces em pezó a vivir un a vida bo­
h emia y n óm ada, dedicado a viajes interminables, a la pin tu­
ra, a la poesía y a la bebida. Fue con siderado com o un o de los
cuatro mejores pintores de la dinastía, y jun to con tres amigos
suyos, tam bién escritores, form aban un grupo que la gente de
la época llamaba «los cuatro prominentes de Suzh ou», cuya
filosofía era disfrutar de la vida a tiempo.
Sus poem as tienen un estilo jovial y original y se distin­
guen por la franqueza de sentimientos, la claridad de ideas, la
sencillez del lenguaje y la musicalidad. Publicó O bras com ple­
tas del Erm itañ o L iu ru y otros libros.

C A N C IÓ N D E LA M O RAD A D E D U RAZ N O
La Morada de Durazn o
está en la Aldea Durazno.
Allí vive el Inmortal

[431]
de Flores de Durazneros,
h umilde servidor vuestro.
Planto y cuido estos árboles.
Vendiendo sus frutas,
con sigo dinero
para comprar vino.
Delante de sus flores me siento,
cuando estoy despierto;
y debajo de ellas duermo,
cuando estoy embriagado.
Entre despierto y embriagado,
paso un día tras otro.
Abrién dose y cayéndose las flores,
pasa un añ o y otro año.
Prefiero morir de viejo
entre flores y vin os
a bajar la cabeza
sirviendo a los poderosos.
El mayor placer es, para los ricos,
tener carrozas de lujo
y corceles briosos;
y para los pobres,
beber rodeados de flores.
Los primeros están
en el m un do terrenal,
y los segun dos,
en el paraíso del cielo.
Los primeros, pobrecitos,
atados a sus ajetreos,
y los segun dos, contentos,
disfrutando despreocupados.
¿Me creéis un loco irremediable?
Pero yo os creo muy ciegos:
No veis que de los sun tuosos m ausoleos
de los reyes y n obles antiguos
solamente quedan ruinas,
don de n o h ay ni flor ni vino.

[432.]
LI M E N G Y A N G
(1472-1529)

Nom bres sociales: Tianci y Xianji.


Sobren om bre: Kon gton gzh i.
O riun do de Qingyan g, provincia de Gan su, obtuvo jin sh i
en 1493 y desem peñ ó diversos cargos públicos. Sus obras es­
tán recogidas en A n tología de Kon gton g.

D ESP ID IEN D O A U N A M IGO


EN EL EM BARCAD ERO D E XIAKO U

Ante el pabellón de la Grulla Amarilla,


el sol se está pon ien do.
En los árboles de Han yan g,
graznan sin cesar los cuervos.
Noch e. Barco solitario anclado.
M i amigo va a salir para el este.
O dio y maldigo al Gran Rio:
¿Por qué n o fluyes h acia el oeste?

[4 3 3 ]
YANG SHEN
(1488-1559)

Nom bre social: Yongxiu.


Sobrenombre: Sh en ’an.
O riun do de Xin du, provin cia de Sich uan , gan ó en 1511 el
primer puesto en los exámenes imperiales para optar al jin sh i
(doctorado) e in ició con buen pie su carrera. Sin embargo,
en 1524, un m em orial que elevó al em perador acerca de un
problem a de ascen so le enfadó a éste y fue exiliado a la leja­
na provin cia de Yunnan. Durante los treinta y cinco añ os de
destierro, escribió numerosas obras, entre las cuales había pro­
sas, poemas, dramas, informes de investigaciones arqueológicas,
etc. Los h istoriadores de la dinastía le consideraban com o el
escritor m ás fecun do de la época. Dejó O bras com pletas de
Sh en ’an y cerca de cien libros.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA
V IEN T O E N E L P IN A R
Qu

Eres esbelta, hechicera,


h ermosura personificada.
La tristeza me desgarra las entrañas:
Anoch e, en el sueño, te vi en casa,
con m igo, m uy alegre, en la alcoba.
Al despertarme, me encuentro solo.

[4 3 4 ]
¡Cariñ o m ío! Cu an do estoy contigo,
cien años serían breves y fugaces,
y al n o tenerte a mi lado,
un a sola noch e me parece
larguísima e interminable.

EL SU EÑ O RO TO
SEG Ú N LA M ELO D ÍA O R O PÉN D O LA
Qu

O dio a los pesados gallos,


que cantan antes del alba.
Me h an despertado de mi viaje a casa
atravesando m il leguas.
Baja el río de estrellas
en m edio de den sas nieblas.
Ah ora les toca piar a los cuervos.
Muy triste, solo, contem plo
desde lo alto del albergue.
Un a lun a agon izante
cuelga del cielo de oeste.

[4353
S H E N SHI
(1488-1565)

Nom bre social: Zideng.


Natural de H an gzh ou, provincia Zhejiang, nació en un a fa­
milia de fun cion arios, pero n un ca se presen tó a oposicion es
imperiales ni asum ió n ingún cargo público. Pasó gran parte
de su vida viajan do com o boh em io y, siendo excelente pin ­
tor, debe su fama a sus poem as para cantar, siempre sobre el
amor.

U N A BELLEZA
A TRAVÉS D E LA VENTANA

¿Es la flor de loto surgida del agua?


No, es el rostro de ella
a través de la ventana.
Borrosa, com o en sueños,
aunque n o n os separan
ni n ubes ni montañ as.
No se trata de nostalgia
por un a am ada lejana.
Pero no dejo de pensar en ella.

Por fin, entre verdes álamos,


en m edio de la neblina,
de flores que el vien to agita,
n os encon tram os, cara a cara.
¡Q ué alegría tan inmen sa!

[4 3 <5]
M as cuan do abro los ojos,
me veo solo.
La luz de lun a fulgida,
el h um o vaporoso.

[4 3 7 ]
H U A N G E (POETISA)
(1498 -1569)

Nom bre social: Xiumei.


Nacida en Sh uining de Sichuan y casada con el célebre poe­
ta Yang Sh en, fue la poetisa m ás im portan te de la din astía
M in g. Cultivó principalmente el género qu (una variedad de
cantares). Durante los largos añ os del destierro de su marido,
los dos se dedicaban m uch os poem as de amor.

M I M ANTA FRÍA
SEG Ú N LA M ELO D ÍA W U Y EER
Qu

Igual que el hierro está fría m i manta,


y más que el oro vale cada carta tuya.
Le tetera rota que goteaba
queda ya en silencio.
Un sueñ o que atraviesa mil ríos
y miles de montañ as.
Un corazón que llora la ausencia
en la noche avanzada.
Melan colía que llena
el solitario aposento
y el lecho n o compartido.
¿Te podrás imaginar
todo lo que estoy sufriendo?

[438]
A Ñ O RÁ N D O TE BAJO LA LLUVIA
SEG Ú N LA M ELO D ÍA O R O PÉN D O LA S
Qu

Interminables lluvias traen


el frío que precede a la primavera.
Miríadas de flores caen,
y los árboles se desnudan.
Desde el alto pabellón ,
oteo a la lejanía,
y sólo veo cienos en los camin os
y aguas de sin uosos ríos.
— ¿Adon de se van a ir?
¿Cuán tas m ontañ as y n ubes
n os separan y te alejan?
En van o esfuerzo la vista:
Te hallas en otro extremo del país.
Se me quiebran las entrañas:
N o te podré m andar ni un mensaje:
N o volarán tan lejos
las impasibles migratorias aves.

[4 3 9 ]
FEN G M EN G LO N G
(1574-1646)

Nom bre social: Youlong.


Nacido en lo que h oy es W uxian, provincia de Jian gsu, fue
fam oso cuentista, dramaturgo y poeta de la dinastía Ming.
Fue alcalde de Soun in y participó en la lucha de resistencia
contra las tropas de Q in g cuan do éstas avanzaban sobre el río
Yangtsé. Entre sus obras destacan Cuentos p ara acon sejar a la
gente, Cuentos p ara despertar a la gente y Cuentosp ara en señ ar a la
gente. En cuanto a la poesía, se dedicó principalmente a la m o­
dalidad de qu, poem as com puestos según las melodías de las
óperas o de las canciones.

INSEPARABLES
Qu

Para que n os separáramos,


el cielo debiera bajar a la tierra,
y la tierra subir al cielo.
Para que n os separáramos,
el este y el oeste debieran invertirse,
y el mandarín convertirse en vasallo.
Tú n o puedes dejarme,
ni yo abandonarte.
Inseparables en la vida,
y también en la muerte,
en la Fuente Amarilla.

[440]
Allí tú y yo seremos
un a am orosa pareja
de manes o fantasmas.
SH EN YIXIU (PO ETISA)
(1588-1635)

Nom bre social: W anjun.


Natural de W ujiang, provincia de Jian gsu, fue fam osa escri­
tora de la dinastía Ming. Casada con Ye Sh ayuan , un con oci­
do letrado de la época, dedicó su vida a la poesía y a la educa­
ción de sus hijos, que eran todos literatos. Publicó A n tología
de los can tos de las oropén dolas y Colección deflores del ciruelo. Su
esposo reunió las obras de toda la familia en un a antología ti­
tulada Salón de W um eng, de diez volúmen es.

A Ñ O R A N D O A M I AM AD O A U SEN TE
Ci

En mi sueñ o atravieso
miles de verdes leguas.
A lo largo del camin o,
sauces llorones encubren
quioscos cercanos y distantes
en que descansa el viajero.
Amarillas oropén dolas me despiertan.
Se quejan de lo efímera que es la primavera.
Caden as de colinas y montañ as.
Divagan innúmeras nubes blancas.

[442.]
H U A N G Y O U Z A O (POETISA)
( s ig lo x v i)

Nacida en Putian, provin cia de Fujian, fue hija de H uan g


Υΐ, el juez de Suzh ou. A los catorce añ os ya era fam osa por su
talento en la poesía. Murió joven y n os dejó un a an tología ti­
tulada Los sauces.

C O N TEM P LA N D O EL M AR D ESD E LA TO RRE

Lejanas m ontañ as superpuestas


entre n ubes y n eblin as del mar.
Las garzas juegan con el agua.
Caprich osas gaviotas vuelan
yen do y viniendo.
Aguas primaverales, infinitas,
se extienden hasta el confín del m un do.
Un a vela solitaria
viene flotando del azul del cielo.

[4 4 3 ]
D IN ASTÍA Q IN G
(1644-1911)
W U W E IY E
(1609-1671)

Nom bre social: Jun gon g.


Sobren om bre: Meicun.
Originario de Taichang, perteneciente actualmente a la pro­
vincia de Jian gsu, obtuvo en 1631 el jin sh i (título de doctora­
do) y fue n om brado m iembro de la Academia Imperial, ocu­
pan d o posteriormente otros cargos diferentes. Derrocada la
din astía M in g, se vio obligado a presentarse en la capital para
prestar servicios al im perio Q in g, acto del que luego se arre­
pin tió m uch o y se sin tió avergon zado. Fue un o de los más
im portan tes poetas de prin cipios de Q in g y destacó p or sus
baladas h eptasilábicas. Sus obras eran elegantes y alegres en la
primera mitad de su vida, pero melan cólicas y emocion antes
después, publicadas todas en O bras de M eicun y M an u scritos de
M eicun .

LA ALDEA CIRU ELA

Mi cabañ a está rodeada


de un a cerca de madera
y de tupidos m usgos.
Con seguí de un amigo
retoñ os de bam bú
y semillas de flores,
y los planté con cuidado.

[4 4 7]
No salgo de visita,
mas me gusta que ven gan a verme.
Por dedicar much o tiempo a la lectura,
tardo en contestar las cartas.
Con el libro abierto,
oigo, jun to a la ventana,
el ruido de la lluvia.
Su bo a la terraza
y, bajo el solitario árbol,
con tem plo las nubes.
Caen frutos de las moreras,
y el vien to esparce su aroma.
Las naranjas son un a delicia,
y da gusto verlas.
Cojo la barquilla
anclada cerca de la sala
y me voy de pesca.

[4483
W U JIA JI
(1618-1684)

Nom bre social: Binxian.


Nació a fines de la dinastía Min g, en Q in gzh ou, de la ac­
tual provincia de Jian gsu. Fiel a la dinastía derrocada, se negó
a prestar servicios al emperador de Q in g aban don an do el car­
go público que osten taba y pasó a vivir en un pu eblo aparta­
do. Sufrió much as privaciones y por ello conoció bien la vida
de los trabajadores y los desamparados de la sociedad. Su pro­
funda y con m ovedora simpatía hacia éstos se ve patente en
sus versos, que son de estilo sencillo y espontán eo, reunidos
en Colección de L o u x ia, o sea, Colección de la Ch oza, Se le consi­
dera com o un o de los que con form an la escuela del realismo
de Du Fu y Bai Juyi.

C O N M O TIVO D EL NATALICIO
D E M I ESP O SA

Veinte otoñ os h e vegetado


en las afueras de un a aldea.
Me acom pañ as tú en las carencias,
procuran do todos los días
conseguir arroz para ambos.
Atada a estas faenas,
n o tienes ni siquiera tiempo
para adornarte ante un espejo.

[449]
Así h em os pasado
añ os y añ os arduos,
h asta que h oy n os cubren
los cabellos blancos.
Tenemos sólo la com pañ ía
de un a pareja de golondrinas,
que construyeron su n ido
en el alero de mi cabaña,
situada jun to a las aguas,
en las que se tambalea
com o un a ligera barca.
En un día así debo comprar vino.
M as n o tengo dinero y vuelvo a casa.
A ver si encontramos un os cuantos cuartos
para poder celebrar tu cum pleaños.

[450]
Z H U YIZ H U N
(1629-1709)

Nom bre social: Xichang.


Sobren om bre: Zhucha.
Nacido en Xiush ui, actualmente Jiaxin g, de la provincia de
Zhejiang, superó en 1679 las pruebas en el concurso imperial
para optar a jin sh i (doctorado) y em pezó a trabajar en la Aca­
dem ia Imperial, participando en la elaboración de la H istoria
de M in g. Fue un h ombre de gran erudición, h istoriador y poe­
ta. Cultivó tanto la poesía sh i com o la ci y publicó numerosas
obras, tales com o A n tología de Baosh u tin g, Estu dios de los libros
clásicos y V ersos.

EN R EC U ER D O D E U N A JO V EN

Revolotean miríadas de pétalos de flores.


Se agitan ramas de sauces llorones.
El vien to del este acaricia el pabellón .
Las gruesas cortinas de la ven tana
siguen allí com o antes.
M as ya n o veo a la joven que se asomaba.

Alegres ruiseñores cantan


en las copas de un árbol.
N o hacen más que aumentar
mi profun da tristeza.
¿Por qué el destino quiso
que yo la conociera?

[451]
H O N G SHENG
(1646-1704)

Nació en Qian tang, actual H an gzh ou de la provincia Zhe­


jiang, en un a familia de intelectuales. A los quince años de
edad se h izo fam oso por sus versos. Sin embargo, lo que le in­
mortalizó fue sus obras teatrales, especialmente la ópera. E l p a­
lacio de la eternajuv en tud, que narra el am or del emperador Xuan
Zong, de la dinastía Tang, por su favorita Yang. En su carrera de
funcionario sufrió muchos reveses a causa de sus divergencias
con los que estaban en el poder, y éstos, aprovechando la repre­
sentación de dicha ópera que dirigió en el período de luto de­
cretado por el fallecimiento de la emperatriz, lograron destituir­
le. Tuvo que volver a su pueblo natal y, en su vejez, en un via­
je a Nankín, embriagado, se cayó al agua y murió.

NO STALGIA D EL VIAJERO

Todas las noches las paso


en un n avio mercante.
Añ oro mi hogar, mi pueblo,
pero n o puedo hacer nada.
De día, cuan do estoy despierto,
llegan a mis oídos
sólo acentos de los del norte.
De noche, en mis sueñ os,
escucho canciones
de mis paisan os sureños.

[452.]
ZHA SHENXING
(1650-1727)

Nom bre social: Xia Zh on g.


O riun do de H ain in , provin cia de Zh ejian g, desem peñ ó el
cargo de censor de la Academia Imperial y publicó sus poemas
en A n tología deJin gX iu d an g

ESC EN A N O C T U R N A D ESD E EL BARCO

Se escon de la luna. Oscuridad total.


Luz solitaria del pescador,
luciérnaga que parpadea.
Un a brisa suave agita las olas
y esparce mil estrellas por el río.

[4 5 3 ]
EM P ERA D O R KANGXI
(AIXIN JUELUO XUANYE)
(1654-1722)

Tercer emperador de la dinastía Qin g, gobern ó el país du­


rante sesenta y un años, con notables éxitos políticos: con so­
lidó el imperio y logró un a gran prosperidad en la economía.
Fue, al m ismo tiempo, un buen poeta, con temas muy amplios
y un a producción literaria fecunda: dejó más de 1.100 poem as
que han podido llegar a nuestros tiempos. Much os de éstos re­
flejan sus actividades políticas, con espíritu viril y heroico, pero
n o faltan tam poco versos líricos apacibles y tranquilos.

EN M EM O RIA D E M I D IFU N TA ESP O SA


LA EM PERATRIZ

Fijos mis ojos de lágrimas


en la sangre derramada
por el sol agonizante.
Clavado ante el espejo que dejaste,
veo un rostro dem udado
por la in m en sa aflicción.
El frígido rocío de las gradas
aumenta m i dolor.
Los verdes árboles en las nieblas
incrementan mi desesperación.
Recitan do todos los poem as
que a ti te he dedicado,

[4 5 4 ]
me duele recordar
los felices tiempos del pasado.
Acaba de salir la lun a llena,
y en van o lan za su luz a esta tierra.
Un a oca solitaria se h a march ado
hacia el infinito, sin dejar huellas,
mientras se estremece todo el palacio
con el agudo ruido de la quiebra
de un a cuerda del laúd que estoy tocan do.

[4 5 5 ]
NALAN XIN G D E
(1655-1685)

Nom bre social: Yongruo.


Sobren ombre: M orador del Mon te Lengjia.
H ijo de un noble manchú, tenía como nombre original
Chengde. Habiendo obtenido el títulojin sh i (doctorado) en 1676,
fue design ado jefe de la Oficina de la Seguridad de Su Majes­
tad y acom pañ ó en repetidas ocasiones al emperador Kangxi
en sus viajes por el sur del país. Buen jinete y calígrafo, culti­
vó tanto la poesía sh i com o la ci y es considerado com o un o
de los más célebres expon en tes de la ci de la dinastía Qing.
Sus versos son melancólicos, de estilo elegante y puro, sin
adorn o, parecido al de Li Yu. Es m uy fam osa un a serie de poe­
mas (cerca de treinta) que com puso en m em oria de su difun­
ta esposa, rebosantes de ardiente am or e in m ensa tristeza. Sus
obras están recogidas en V ersos ci de N cdan X in gde, O bras del sa­
lón Ton gjitan g y otros.

EN M EM O RIA D E M I D IFU N TA ESP O SA


SEG Ú N LA M ELO D ÍA SH E N Y U A N C U N
Ci

Corta es la vida h uman a,


y fugaz la tuya.
Aún tengo presentes
los tiem pos felices:

[4563
Soplábam os jun tos los pétalos de flores
de las macetas de la alcoba.
Apoyados un o en el otro,
jun to a la balaustrada, con tem plábam os
los últimos rayos del sol.
Los sueños felices son
imposibles de prolongar,
y los poem as tristes,
difíciles de terminar;
sólo me mueven a lágrimas.
Veo tu rostro en los sueñ os,
mas se desvanece con el viento.
Te buscaré en el más allá,
y te vería quizá un día
con el cabello ya blan co.
Tú estás en el cielo,
mientras yo en la tierra.
Pero n o se h an quebrado
los lazos que n os unen.
Las flores de primavera
y las h ojas otoñales
me causan inmensas cuitas.
Ya casi n o queda n ada
de la fragancia de tu ropa
que los tiempos vienen disipan do.
Impotente, sólo puedo
depositar mis tristezas
en las melan cólicas melodías
de un a flauta del vecino.

[4 5 7 ]
Z H EN G ΧΙΕ
(1693- 1765)

Nom bre social: Ban qiao.


Nacido en Xinhua, provincia de Jiangsu, obtuvo jin sh i en 1736
y ocupó cargo de poca importancia durante un tiempo. Es
poeta, pin tor y calígrafo.

BAM BÚES EN TRE LAS PEÑAS

Muerden la verde m on tañ a con toda su fuerza


y h an echado sus raíces
en las grietas de las peñas.
Pese a mil golpes que reciben,
se mantienen tenaces y firmes.
Q ue soplen los ciclones, n o los temen,
ven gan de don de viniesen.

[458]
Y U A N MEI
(1716-1797)

Nom bre social: Zhizai.


Sobren om bre: Jian zh ai.
Seudón im o: Caballero Suiyuan.
Natural de Qian tan g, que h oy es la ciudad H an gzh ou, pro­
vincia de Zh ejiang, fue poeta y crítico de la dinastía Qm g.
Tras obten er el título jin sh i (doctorado) en 1739, fue n om bra­
do miembro de la Academia Imperial. Más tarde fue degradado
y tuvo que aban don ar la capital. Ejerció com o gobern ador en
varias localidades y a los treinta y tres años de edad aban don ó
todos sus cargos para pasar a vivir en Nankín, en una casa que
hizo construir y que bautizó con el n ombre de Jardín Sui­
yuan , dedican do el resto de su vida a la poesía y a la crítica li­
teraria.
En sus obras se pron un ció por la libre expresión de los sen­
timientos en la poesía y se manifestó contra de la ciega imita­
ción de lo antiguo. Es considerado com o un o de los poetas
más importantes de m ediados de la dinastía Q in g y dejó más
de cinco mil poem as, publicados en Conversaciones poéticas de
Su iy u an , O bras de la casa de X iaocban gsh an y en otros libros.

AUTO -BURLA

Encerrado en casa,
paso revista a lo que he vivido
com o un pobre poeta.

[4 5 9 ]
A la edad que tengo,
me creo un n uevo miembro
de las filas de ancianos.
Fascinado por las mon tañ as
y las nubes que las rodean,
m e olvido de m i propia tierra
y m e h ago vecin o de m on os y aves.
Aban don ado m i cargo oficial,
me dedico a disfrutar de la vida.
Con el pretexto de n o tener hijo,
me caso un a y otra vez.
Burlán dome del gran talento
de dirigir y gobernar
que suponía yo tener,
me con form o con ser poeta,
design ado por m i destino.

CO N TEM P LA N D O A U N A M IGO
TO CAR LA FLAUTA BAJO LA LU N A

Noch e de otoñ o.
Visito a mi amigo ermitaño.
Primero llegan a mis oídos
hermosos acordes sobre el agua,
que ondea bajo el cielo,
bañ ado en frías luces lunares.
Oigo latir en un a flauta
el corazón de un bebedor.
Sus melodías retienen
n ubes azules cercanas.
Nos vemos en m edio de la fragancia
de las flores son rosadas de lotos
y el rocío cristalino.
A la claridad plateada
brillan túnicas mojadas.

[460]
JIANG S H I Q U A N
(1725-1785)

Nom bre social: Xinyü.


Sobren om bres: Qingyong, y también Ch uan yuan.
Nacido en Qiansh an , provincia de Jian gxi, fue literato y
dramaturgo de la dinastía Qing. O bten ido el título de jin sh i
(doctorado) en 1757, fue n om brado m iem bro de la Academia
Imperial. Posteriormente ocupó cargos de director de varias
academias locales. En sus obras luchó por la libertad de expre­
sión sentimental y criticó la tenden cia de perseguir sólo la be­
lleza formal y la métrica sin cuidar el con ten ido. Dejó O bras
com pletas del salón Z k on gy a y N ueve qu de Ch uan yuan .

C O N TEM P LA N D O LAS LU CES


D E LA CIU D A D

Las luces de la ciudad


y las lámparas de los barcos
brillan com o enjambres de luciérnagas.
Las n ubes vespertinas vierten su tinta
sobre la obscura noche.
¿Estoy otean do, desde lo más alto del cielo,
centellear hileras de estrellas
en el m un do de los hombres?

[461]
DE NOCHE, DE REGRESO DEL LAGO

Vuelan cuervos cargan do negras nubes pesadas.


Nuevo brillo del sol sale del templo arruinado.
El otoñ o permanece en h ojas marchitas.
Tañidos de la cam pan a atraviesan la lluvia ruidosa.

Pájaros que regresan llenan el alero.


Un a luz parpadea en m edio de fron dosos árboles.
Ruge fuerte el vien to del oeste.
Un a espléndida lun a surge del corazón del lago.

[4 6 1 ]
FEIXIU H U A N G
( s i g l o χ υ ίιι )

De este poeta sólo sabem os que fue de la dinastía Q in g y


que sus poem as eran mayoritariamente de la m odalidad de es­
tilo antiguo d ty u efu .

REFLEXIO N ES D E U N H IJO

El águila y el h alcón
se lanzan sobre el polluelo.
M as éste cuen ta aún con su madre.
H abien do dejado a mis familiares,
estoy solo, sin amparo.
Mi corazón se estremece
ante el largo camin o por delante.

[463]
JIA N G SH I
(1818-1866)

Nom bre social: Taoshu.


Natural de Suzh ou, provincia de Jian gsu, sólo desem peñó
cargos de poca importan cia y dejó A n tología de Fu y u tan g que
reúne un os 1.500 poem as suyos.

EN LA BARCA

II

Viajo al oeste y sopla el viento al este,


llevando m i corazón a casa.
O h viento, n o sacuda tan fuerte
los árboles de mi patio:
No quiero que mi familia
tema por lo que m e pase.

[464]
Z H U JI N SU (PO ETISA)
(SIGLO XIX)

De esta poetisa sólo se sabe que n ació en Sh angyuan, pro­


vincia de Jian gsu y fue hija de un gobern ador de distrito.

C A N C IÓ N D EL LEÑ A D O R

Corta entre n ubes blancas


verdes ramas de acacias.
Sus pasos n o asustan a las aves:
les es familiar el visitante.
Sus leñas se llevan varias flores
cuan do en la sen da con ellas rozan.
Ah ora le vem os bajar del monte
portan do al h om bro unas mariposas.

[4 6 5 ]
H E H U I S H E N G (POETCSA)
( s i g l o x ix )

Nacida en Xian h ua, provincia de Hun an , fue la esposa de


Lon g Qirui, fam oso escritor. Vivió a m ediados del siglo xix y
es un a de las poetisas más destacadas de la dinastía Qing.

CA N CIÓ N EN U N A N O C H E FRÍA

En el bosque de bam búes,


susurran gélidos vientos.
O ciosa, laúd en m an o,
improviso In m ortal sobre las agu as.
Las grullas vuelven del confín del cielo,
alumbradas por la luna.
Muy avanzada la noche,
duermo sola, en com pañ ía
de las flores del ciruelo.

[466]
TAN XIAN
(1830-1901)

Nom bre social: Zh ongxiu.


Oriun do de H an gzh ou, provincia de Zhejiang, fiie alcalde
de un distrito de la provincia. Tiene publicados sus versos en
A n tología Fútan le.

SEG Ú N LA M ELO D ÍA Q IN G M E N Y IN
Ci

Se h a march ado ella,


y el pabellón queda en silencio.
H a cesado la brisa vespertina,
que acariciaba los sauces.
Se h a ido la florida primavera,
y n o quiero que regrese:
Sólo incrementa mi tristeza.
Despierto del vin o de despedida,
siento el frescor del crepúsculo.
O h aguas que rodean el pabellón ,
¿por qué n o conserváis en vuestro espejo
la h erm osa imagen de mi amor?

[4 6 7 ]
H U A N G ZHUNXIAN
(1848-1905)

Nom bre social: Gon gdu.


Nacido en M eizh ou, provin cia de Gu an gdon g. Fue envia­
d o al extranjero com o diplom ático y, com o poeta, era un o
de los que emprendieron a prin cipios del siglo 20 un m ovi­
m ien to literario para que la poesía usara un lenguaje cercano
al del pueblo.

A M I M U JER

Diez añ os, jun tos, tú y yo,


sin saber lo que es la tristeza.
H oy n os despedimos,
y viajo a otro m un do,
lejano, m uy lejano.

Te diviso contemplarme
en el puen te, largamente,
inmóvil, en la neblina,
bajo un os sauces llorones,
miran do alejarse mi barco.

[468]
Q IU JI N (PO ETISA)
(1875-1907)

Nacida en la actual ciudad de Sh aoxin g, provincia de Zh e­


jiang, hija de un funcionario, se fue en 1904 a Jap ón a hacer
sus estudios e ingresó allí en el partido revolucionario de Sun
Yat-sen. En 1906 regresó a Ch in a y fun dó en Sh angh ai un pe­
riódico para mujeres. En jun io de 1907 fue detenida por el go­
biern o de Q in g y decapitada el 15 de julio.

FREN TE AL V IN O

Daría mil on zas de oro


por un a excelente espada
y cambiaría gustosa
m i capa de cebellina
por un vaso de buen vin o.
Pero doy precio much o más alto
a m i ardiente sangre,
que, sacrificada, tendrá la fuerza
de altas olas azules del mar.

[4 6 9 ]
SU M A N SH U
(1884-1918)

Nom bre social: Zhigu.


H ijo de padres oriun dos de Xiangsh an, que h oy es Zhong-
shan, provin cia de Guan gdon g, nació el 28 de septiembre
de 1884 en Japón . A la edad de seis años fue a Ch in a con su
madre. Su n ombre original fiie Jian , y M an sh u era el n ombre
religioso que recibió a los dieciséis años al convertirse al bu­
dism o y hacerse monje por su propia volun tad. Realizó sus es­
tudios en Jap ón y después trabajó com o traductor y profesor.
Sus versos son principalmente cuartetos heptasilábicos, todos
líricos, y su producción literaria, incluidas prosas, novelas y
traduccion es, están reun idas en O bras com pletas de M an sh u .
Murió el 2 de m ayo de 1918.

IN SP IRAD O EN LO O C U R R ID O

Eres la Diosa de la Belleza,


esbelta y ligera com o la brisa.
Un a h oja roja en la m an o,
me pides con gran cariño
mi firma y dedicatoria.
A tu am or sólo puedo responder
con un a lágrima de angustia.
Me desespera pensar:
¿Por qué n o te hubiera con ocido
antes de hacerme fraile?

[470 ]
NUEVA P O ESÍA CH IN A
(SIGLO XX)

República Ch ina (1911-)


República Popular Ch ina (1949-)
LIU DABAI
(1880-1932)

Natural de Xaoxing, provincia de Zhejiang, es un o de los


fam osos precursores de la poesía m odern a china. Se dedicó
n o sólo a la poesía, sino también a la prosa, y trabajó durante
años en Sh angh ai com o profesor universitario.

EL CR EP Ú SCU LO D EL RÍO O TO Ñ AL

El pájaro que regresa a su nido,


aun que está can sado,
lleva a su espalda el sol que se pone.

De pron to mueve fuerte sus alas,


dejan do caer al río el sol crepuscular.
Los cabellos blancos de los jun cos
se tiñen de rojo en un m om en to.

BESO S P O R CO RR EO

Podría yo abrir la carta


con mis dedos, con las tijeras.
Pero n o lo h ago.
Levanto poco a poco,
m uy suavemente,

[4 7 3 ]
la solapa violeta:
Sé que guarda
un beso de m i amada.

La h oja de papel rosado,


que dobló con m uch o cuidado,
la abro con much o cuidado.
Y leo, con mis cinco sentido,
línea a línea, letra por letra,
lo que ha puesto con sus cinco sentidos.

Levan to meticulosamen te
el bon ito sello verde,
m as sin afición coleccionista.
Es que compren do que encierra
un secreto beso de ella.

[4 7 4 ]
XU Z H IM O
(1891-1931)

Nacido en Haining, provincia de Zh ejiang, h izo sus estu­


dios en universidades de Sh an gh ai, Tianjin y Pekín. En 1918
fue a Estados Un idos para estudiar la carrera de finan zas y
ban ca y en 1921 a Inglaterra para estudiar econ om ía políti­
ca. Em pezó a escribir poem as en 1921. Trabajó durante añ os
com o profesor en diversas universidades chinas y com o direc­
tor de revistas literarias. En cabezó la escuela poética «Nueva
Lun a» que ejerció un a gran influencia en la lírica modern a
china. Falleció el 11 de noviembre de 1931 al viajar de Nanjin
a Pekín en un avión que se estrelló contra un a m on tañ a cerca
de Jin an .
Es un o de los más célebres poetas chinos del siglo veinte y
un o de los empren dedores de la reforma de la poesía en el
país. Sus poem as am orosos son muy leídos y se reúnen en
V ersos de Z h im o, Tigresferoces y N ubes n avegan tes.

EN LA M O NTAÑA

Reina el silencio en el patio.


Alrededor se oyen coplas populares.
Los pin os tejen un a som bra dilatada.
Alzo la cabeza, iQ ué luna más esplén dida!

N o sé cuál será esta noche


el paisaje en la m ontañ a.

[4 7 5 ]
Imagino que habrá también luna, pin os,
y un a calma más profun da.

Quisiera cabalgar la luz lunar


y convertirme en un vien to fresco,
despertar los pinos embriagados por la primavera
y volar a la mon tañ a.

Soplo un a nueva h oja de pin o


para que caiga ante tu ventana,
tan quedamente com o un suspiro,
sin perturbar tu sueño.

M I D ELIRIO

Me gustaría alabar este cosm os maravilloso,


me gustaría olvidar las tristezas h umanas,
cantar por las mañan as,
bailar en el crepúsculo,
com o un gorrión alegre,
con tal que ella estuviese a m i lado,
acariciándome com o un a brisa.

Me gustaría que mis versos fluyeran com o aguas claras,


me gustaría que mi alm a estuviera tan sosegada
com o los peces de estanques.
Pero ahora mi corazón está ardiendo.
¿Cóm o pu edo tener inspiración poética
mientras Dios no le devuelva su libertad y vida?

[4 7 6 ]
A BA N D O N A N D O D E N U EV O
EL P U EN TE D E CA M BRID G E

Ligero, voy a marcharme,


com o ligero h e ven ido.
Agito la m an o levemente
para despedirm e de las nubes del oeste.

Doradas ramas de sauces ribereños


son n ovias del sol crepuscular.
Sus bellas imágenes en el centelleante agua
flotan en lo h on do de m i corazón.

Algas verdes crecidas en tierra blan da,


resbaladizas, se mueven en el fon do del río.
Me gustaría ser un a hierbecilla
en la ternura de estas ondas.

N o es man an tial, es un arco iris del cielo


lo que está a la som bra de los olmos.
Triturado entre las lentejas de agua,
se sedimen ta un sueñ o de arco iris.

A buscar sueñ o. Pujando con un a pértiga,


con duzco a lo más verde de las plan tas mi barca,
cargada de brillantes estrellas.
Voy a cantar a voz en cuello en su resplandor.

Pero n o pu edo cantar:


El silencio es la mejor flauta de la despedida.
Los insectos de verano también callan con migo.
Silencio, esta n och e, en el puen te de Cambridge.

Ligero, voy a marcharme,


com o ligero he ven ido.
Agito levemente mis mangas
y n o me llevo ni el jirón de un a nube.

[4 7 7 ]
NUBES FLOTANDO

Aquel día, volabas en el cielo


sobre un a n ube flotante, ligera, a gusto.
N o querías detenerte en n in gún sitio del cielo,
ni en ningún rincón de la tierra.
Tu alegría está en tu libertad completa.
N o viste que corría un arroyo
en la insignificante tierra,
aunque tu resplan dor tocó su alma.
Despertado, abrazó fuerte tu h erm osa sombra.

Estaba abrazan do sólo tristeza interminable:


Tu belleza n o se detenía.
Quería tenerte, pero ya habías atravesado
un a m ontañ a tras otra,
para ir al inm enso océano.
Ah ora el arroyo se vuelve delgado,
esperando, esperan do impotente tu regreso.

[4 7 8 ]
LIU BA N N O N G
(¿1891M1934?)

Nom bre origin al: Liu Fu.


Nacido en Jian gying, provincia de Jian gsu, h izo sus estudios
primero en Lon dres y después en París, y obtuvo el título de
doctorado en literatura en Francia. De regreso a Ch in a, traba­
jó com o profesor en varias universidades de Pekín. Fue un o
de los más fam osos poetas chinos en la primera mitad del si­
glo veinte y sus versos están recogidos en Con el látigo alz ad o,
A n tología de tejay olla, editadas en 1926.

SEP ARADO S P O R U N PAPEL

Den tro de la casa, estufa encendida.


El señ or m an da a abrir la ven tan a
y a com prar frutas:
— No hace frío. El fuego está m uy fuerte.
N o quiero que m e queme.

Fuera yace un men digo.


— Me m uero de frío. ¡Qué vien to del norte!—
tiritando, exclama.
¡Sólo un a delgada h oja de papel
separa los dos lados de la casa!

[4 7 9 ]
H U SH I
(1891-1962)

Nom bre Social: Shizhi. Nacido en Shanghai, h izo sus estu­


dios universitarios en Estados Un idos entre 1910 y 1917. Des­
de 1917 trabajó com o catedrático de filología en la Un iver­
sidad de Pekín y durante un período fue su rector. De 1957
a 1962, añ o de su fallecimiento, fue el Director de la Acade­
mia Central de los Estudios Filológicos de Taiwán. Pionero del
movimien to de la nueva poesía, fue un o de los escritores y fi­
lólogos más destacadas del país.

M ARIP O SAS

Dos mariposas amarillas


vuelan en pareja al cielo.
Sin saber por qué un a regresa.
La otra, sola y triste,
ha perdido todo interés por el cielo:
Allí n o encontrará más que soledad.

[480]
G U O M O RU O (KUO M O JO )
(1892-1978)

Nacido en Shawan, distrito Lesh an, provincia de Sich aun.


En 1914 viajó a Jap ón , don de em pezó a estudiar medicina,
carrera que n o termin ó para dedicarse a la literatura. En 1918
com en zó a escribir poem as y en 1921 fun dó el grupo literario
Sociedad Creadora. De 1928 a 1937 vivió en Jap ón y tras vol­
ver a Ch in a, se implicó en la lucha del Partido Com un ista Ch i­
no. En 1951 fue n om brado ministro de Cultura y en 1975, vi­
cepresidente del Com ité Permanente de la Asam blea Popular
Nacional, ocupando much os altos cargos políticos como buen
amigo de M ao. Fue poeta, dramaturgo, novelista y autor de
n um erosos ensayos sobre historia, arqueología y cultura chi­
na y tradujo a escritores occiden tales com o Goeth e y W alt
W hitman. Es muy criticado por su actitud oportun ista y co­
barde en la vida política del país, sobre todo, en la llam ada
Revolución Cultural de Mao.

LAS CALLES D EL CIELO

Lejos, se h an en cen dido


las farolas de la calle,
com o miríada de estrellas
que centellean y brillan.
Aparecen en el cielo
luceros resplandecientes,
que semejan un sin fin de farolas.

[481]
Pienso que habrá h ermosas calles
en el n ebuloso cielo.
Se exhibirán allí objetos preciosos,
n un ca vistos en la tierra.
Mirad aquel río celeste, de poca agua,
que n o debe ser ancho
y que la legendaria pareja,
el boyero y la tejedora,
separados en ambas orilla56,
podrán vadear m on tan do bueyes.
En estos m om en tos, estarán pasean do
por las calles celestiales.
Fijaos en aquella estrella fugaz.
Será el farol que les alum bra el camino.

56 Según una leyenda, el boyero y la tejedora son una pareja de en amorados


en el cielo. Com o su unión fue contra la volun tad del Emperador del Cielo,
éste les castiga separándoles y sólo les deja reunirse cada año el día siete de ju­
lio, que se ha convertido en un a fiesta tradicional.

[482.]
W EN YID U O
(1899-1946)

Nacido en Xish ui, provincia H ubei, es un o de los poetas


más importan tes del siglo xx. En 1922 fue a Estado Un idos a
cursar sus estudios universitarios en facultades de bellas artes
y publicó allí su primera an tología poética V eías rojas. En 1925
regresó a Ch in a y trabajó prim ero en la redacción de un a
revista literaria y después en un iversidades com o profesor.
En 1928 publicó su segun da antología A gu as m uertas y era uno
de los pion eros del m ovim iento de la n ueva poesía. Fue asesi­
n ado en 1946.

AGUAS M UERTAS

Es un a zan ja de aguas muertas, sin esperanza.


El aire limpio n o puede alzar ni la más leve on da.
M ás vale echarles un os trozos de chatarra oxidada
o un os desechos de com ida y sopa.

¿Se convertirá en jade el verdín del cobre?


¿Rom perá en flores de durazn o la herrumbre de las latas?
¿Tejerán un a bon ita gasa de seda los restos de grasa?
¿Surgirán nubes rosadas del m oh o que se cuece?

Q ue las aguas muertas fermenten en un arroyo de vin o verde,


en que floten gotas de espum as com o perlas
y, riendo, las perlas min úsculas se vuelven m uy grandes,
h asta que las pinchan los m osquitos que vienen a robar el vino.

[483]
Enton ces esta zan ja de aguas muertas sin esperanza
puede alardear de un m in uto de resplandor.
Si las ranas n o pueden soportar la soledad,
que estas aguas entonen su canción.

Esta es un a zan ja de aguas muertas sin esperanza.


Aquí n o cabe n i n ada de belleza.
M ás vale dejar que la fealdad la trabaje
para ver qué m un do saldrá de ella.

[4 8 4 ]
I I JI N F A
(1900-1976)

Nom bre Original: Li Shuliang.


Natural de Meixian , provin cia Guan gdon g, estudió escul­
tura en Francia de 1921 a 1925. Después de regresar a Ch in a
redactó revistas y también ocupó algun os cargos públicos. Es
con siderado com o el in iciador del sim bolism o chino y dejó
L a llov izn a (1925), Can to p o r lafe licid ad (1926), E l com en saly el
añ o de m al agüero (1927), etc.

IM P RESIO N ES

Com o las h ojas mutiladas


derraman la sangre
en nuestros pies,
la vida es la risa
del dios de la muerte
en sus labios.

Bajo la lun a m edio muerta,


cantan y beben, lan zan do gritos
de la garganta quebrada,
que el vien to del norte
se lleva y esparce
para con solar a tu amada.

Abre tu puerta
para dejar ver tu timidez,

[48 5]
que el polvo empañ e
tus preciosos ojos.
¿Es ésta la timidez
y el en ojo de la vida?

Com o las h ojas mutiladas


derraman la sangre
en n uestros pies,
la vida es la risa
del dios de la muerte
en sus labios.

[4.86}
W A N G JIN G Z H I
(1902-1996)

Nacido en Jiqi, provincia Anh ui, es poeta y escritor. Tiene


publicados E l vien to de H u í, Órdenes de Jesú s, Carn e h um an a y
otros.

SU S O JO S

Sus ojos son un sol cálido.


Si n o, ¿por qué al sentir su mirada,
siente calor m i corazón h elado?

Sus ojos son tijeras que bien cortan.


Si n o, ¿por qué basta con una mirada suya
para que quede libre m i alma esposada y amarrada?

Sus ojos son un a llave de alegrías.


Si no, ¿por qué basta con un a mirada suya
para que pase a vivir en un paraíso?

Sus ojos se h an convertido en un manan tial de angustias.


Si n o, ¿por qué un a mirada suya
me ah oga en la m ar de tristezas?

[4 8 7 ]
Z H U XIANG
(1904-1933)

O riun do de Taihu, provincial Anh ui, em pezó a escribir po­


emas en 1921, estudió de 1927 a 1929 en Estados Un idos y fue
un o de los poetas m ás importan tes que form aban la escuela
«Nueva Luna». Se suicidó el 5 de diciembre de 1933 y sus ver­
sos están coleccion ados en Verano, L a pradera, L a pcdabra eter­
n a y Puerta de piedra.

SEP ULTADM E

Sepultadme en un estanque de lotos:


Allí el ruido de los insectos suen a a mis oídos,
y sobre linternas de las h ojas verdes
se encienden y se apagan las luciérnagas.

Sepultadme bajos las flores de magn olios:


Allí mis sueñ os serán siempre fragantes.
Sepultadme en la cumbre del m ajestuoso M on te Tai:
Allí el vien to solloza entre los pin os solitarios.

O si n o, incineradme, reducidme a cenizas


y arrojadlas a un río de primavera.
Sus aguas se me llevarán con las flores caídas
a un sitio descon ocido de todos.

[488]
U N H U IYIN (PO ETISA)
(1904-1955)

Nacida en H an gzh ou, provin cia Zhejiang, y form ada en


Francia, tenía much a amistad con Xu Zh im o y era de la es­
cuela Nueva Lun a que éste lideraba. Fue también prosista, ar-
quitecta y sus poem as están coleccion ados en A n tología de Lirt
H u iy in .

LAS RISAS D E ELLA

Sus risas son sus ojos, sus labios


y los torbellinos redon dos al lado.
Bellas com o las gotas del rocío,
todas y cada un a de ellas
se escon den en el brillo de los dientes.
Son risas de la diosa, de la h ermosura:
Reflejos en el agua, suaves cancion es del viento.

Sus risas son sus espum osos cabellos ondulan tes,


desordenados, junto a las orejas.
Tiernas y suaves com o som bras de flores,
con dulzura provocativa
que irrumpe en lo más h on do de tu corazón.
Risas de la poesía, de la pintura:
huellas de las n ubes, suaves on das de las olas.

[489]
N O L O PIERDAS

No pierdas, por favor,


ese am or apasion ado del pasado,
que ahora, com o el agua que fluye,
ligera, en el fon do silencioso y frío
del manan tial de la m on tañ a;
com o suspiros confusos
en la oscura noch e, en un bosque de pin os.
Man tén lo todavía fresco.
Brilla la lun a com o antes.
Com o antes alumbran
las luces al otro lado del monte.
El cielo tach on ado de estrellas
impide ver que se alce el sueño.
Reclama a la n och e aquella frase.
Créeme: Entre los valles
aún se conserva su eco.

[490]
FEN G Z H I
(1905-1993)

Nacido en el distrito Zuo, provincia Hebei, fue poeta y tra­


ductor. De 1921 a 1927 estudió alem án de la Un iversidad de
Pekín y en 1927 pu blicó su primera an tología person al. Sus
obras están recogidas en Can cion es de ayer, V iaje a l norte, Poesías
de diez añ os, entre otros.

LA SERP IEN TE

M i soledad es un a serpiente larga,


silen ciosa y callada.
Si, por casualidad aparece en tu sueño,
n o te asustes de n ingun a manera.
Es m i fiel compañ era,
que sufre un a apasion ada nostalgia
por la tierra natal, la pradera lozana-
la seda negra que cubre tu cabeza.
Ligera, cual la som bra de la luna,
pasa a tu lado, y m e trae tu sueño,
una flor son rosada.

[4 9 1]
AI Q IN G (AI TSIN G)
(1910-1996)

Nom bre original: Jian g Haicheng.


Nacido en Jin gh ua, provincia Zhejiang, es un o de los mejo­
res poetas chinos del siglo. Graduado en un instituto de bellas
artes, fue en 1929 a Francia a estudiar pintura. En 1932 regre­
só a Ch in a y com en zó a publicar poem as. En julio de ese año
fue deten ido por el gobiern o del Kuom in tan g por sus activi­
dades políticas y salió de la cárcel en octubre de 1935. En 1944
participó en el Partido Com un ista y, al criticarlo en 1957, fue
acusado de «derechista», un a de las peores calificaciones polí­
ticas en el país, y fue enviado a «recibir la reeducación » a una
gran ja fronteriza, sufrien do persecución sin poder escribir
n ada durante largos años. En 1979, al ser reh abilitado, pu do
regresar a Pekín y volver a escribir. Dijo en 1983 que si hubie­
ra muerto hacía siete u och o años, habría sido igual que h u­
biera muerto un perro cualquiera. Entre su creación poética
destacan A D ay an H e, m i n iñ era, E l norte, H acia el sol, A v iso de
la au rora, Su segun da m uerte, Can to a la lu z , etc.

LA VENTANA

Un día espléndido.
Tranquilo, plácido,
con tem plo desde mi ven tana
y la veo a ella
en la de mis sueños.

[492]
También está ante la ventana.
Las mejillas, tan lozan as,
apoyadas en las m anos,
y los ojos, más que dulces,
inmersos en la añoranza.
Sus pupilas reflejan
un cielo ilimitado,
azulado com o el sueño,
con unas nubes blancas vagando.
Las sigue y m e encuentra
en un día com o éstos:
Vivo en la ven tana de sus sueños.

A M O A ESTA TIERRA

Si yo fuera un pájaro,
cantaría con toda mi voz,
hasta que se quiebre,
a esta tierra azotada por tempestades,
a estos ríos que bram an con nuestras tragedias e iras,
a estos furiosos vientos interminables
y a esta alba que llega de los bosques
con infinita ternura.
Después ya podría morirme,
y mis plum as se pudrirían bajo la tierra.

Me preguntas por qué tengo con frecuencia


los ojos llen os de lágrimas.
Por m i profun do am or a esta tierra.

[4 9 3 ]
M UDAN
(1918-1977)

Nom bre original: Ch a Liangzheng.


Nacido en Tian jin , provin cia Zh ejian g, cursó sus estudios
en la facultad de len guas extranjeras de la Un iversidad de
Q in gh ua y después en la de filología inglesa de la Universi­
dad de Ch icago (Estados Un idos). En los añ os cuarenta pu ­
blicó antologías poéticas L o s aven tureros, Colección de M u D an
y L a ban dera. Desde los añ os cincuenta se dedicó a la traduc­
ción poética y era traductor m uy famoso. Pero acusado de
«contrarrevolucionario en el pasado», sufrió persecución du­
rante diecioch o años. Su poesía, siempre ignorada, comien za
a ser alabada por críticos ch inos a partir de los años noventa
del siglo XX.

PRIM AVERA

Las llamas verdes oscilan a través de la hierba,


deseosas de abrazar las flores,
que se asoman luch an do contra el suelo,
mientras las brisas cálidas
traen cuitas o alegrías.
Si estás despierto, abre la ventana,
y verás qué h ermoso
es este jardín lleno de deseos.

Debajo del cielo azul,


nuestros cuerpos de veinte añ os cerrados,

[4 9 4 ]
con fun didos por los eternos misterios,
igual que esos can tos de los pájaros,
hechos de barro, encendidos por las llamas,
sin encontrar su destino final.
O h luz, som bra, ruidos, colores, todo desn udo ya,
dolorido, en espera de un a nueva corporación.

EL D ESCU BR IM IEN TO

Antes que pasaras a m i lado y n os enamoráramos,


n o era yo m ás que agua y arena sin forma corpórea.
Con tus abrazos m e he con den sado
de pron to en carne y h ueso.
Corren en m í jugos de primavera
y pasa por m í h ielo y escarcha de invierno.
Nuevo, curioso y estrecho espacio y tiempo.

Antes que m e cantaran tus m úsculos


y tus años de hambre,
n o era yo más que palabras y frases m udas sin alas,
que n o h a levan tado n un ca tempestad bajo las axilas.
Cuan do m e despiertas con la risa de todo tu cuerpo,
me llenas de misterios y m e cierras rápido.

Tú me abres ligeramente,
com o la primavera abre un pétalo tras otro,
Me abres el pasillo dirigido a la muerte
y desenredas, bajo los días de la hipocresía,
todas las raíces de la vida enredadas.

Entras en mí. Tu sol se alza,


atraviesa el cielo y llega a las olas de mi sol que se pone.
Entras y enciendes un palacio esplén dido:
Gracias a tu audacia, tu frontera más lejana,
a flor de piel ofrezco la sinceridad
de mi corazón palpitante.

[4 9 5 ]
Z EN Z H U O
(1922-2002)

Nacido en W uhan, provin cia H ubei, trabajó com o profe­


sor universitario y durante un tiem po también com o redactor
de periódicos y revistas literarias. En 1955 fue encarcelado
com o «contrarrevolucionario» y obtuvo la libertad provisio­
nal por enfermedad en 1957. En 1959 fue enviado al cam po
para recibir «reeducación» y estuvo allí hasta 1961. Aparte de
selecciones poéticas, sus obras se reúnen en la A n tología de Z en
Z h uo, en tres volúmenes.

CO N TEM P LA N D O A LA LEJANÍA

Cuan do era joven ,


casualmente, levanté la cabeza,
en el océan o de la vida,
para divisar a la edad de los sesenta,
y vi un puerto en un país lejano.

Tras tempestades y tormentas,


ah ora h e llegado, y casualmente,
vuelvo la cabeza, para con templar
mi juventud, y veo mi pueblo natal,
perdido en m edio de las brumas y nieblas.

[4 9 6 ]
BEI DAO
(1949)

Nom bre original: Zh ao Zhengkai.


Nacido en 1949 en Pekín, es el principal líder de la corrien­
te de «Poesía Nebulosa», aparecida en los años ochenta, y re­
side en Estados Un idos desde 1990. Sus poem as están recogi­
dos en Colección de B ei D ao, N iev e v ieja, E l p asillo , Paisaje sobre
cero, etc.

LA RESP UESTA

La vileza es el salvocon ducto de los h ombres viles.


La h on ra es la lápida de la tum ba de la gente h onrosa.
Mira al cielo dorado, que está lleno
de tergiversadas imágenes de los muertos.

Ya pasó la edad glacial.


Pero ¿por qué se ve hielo en todas partes?
Descubierto h ace tiempo el Cabo de Buen a Esperanza,
¿por qué com piten miles de veleros en el Mar Muerto?

O h m un do, te digo que n o te creo.


Si bajo tus pies h ay mil personas que te desafian,
aquí me tienes y soy el n úm ero m il y uno.

No creo que el cielo sea azul,


n o creo en el eco de los truenos,
n o creo que sean falsos los sueños,
n o creo que n o h aya juicios después de la muerte.

[4 9 7 ]
Si el m ar ha de rom per los diques,
quiero que todas las aguas amargas
se echen en mi corazón.
Si la tierra h a de elevarse,
que el h ombre escoja de nuevo
la cim a de su subsistencia.

Las buen as oportun idades y brillantes estrellas


tach on an el cielo desnudo.
Son jeroglíficos de cinco m il años.
Son los ojos con que la gente mira al futuro.

[498]
GU C H EN G
(1956-1993)

Nacido en Pekín, se fue en 1969 a vivir en un a zon a rural


de Sh an gdon g jun to con su padre y regresó a Pekín en 1974.
A partir de 1987 residió en Nueva Zelan da y se suicidó en oc­
tubre de 1993. Fue un o de los poetas más importantes de la
corriente «Poesía Nebulosa» de los años ochenta y sus poem as
están reunidos en Florecitta sin nom bre, O jos negros y otras colec­
ciones.

D E U N A G EN ER A CIÓ N

La oscuridad de la noch e m e dio ojos negros,


y yo los utilizo para buscar la luz.

[4 99]
H A IZ I
(1964-1989)

Nom bre original: Ch a Haish eng.


Nacido en Huaning, provin cia Anh ui, cursó sus estudios
en la Facultad de Derecho de la Un iversidad de Pekín. Se sui­
cidó el 26 de m arzo de 1989 y sus versos están reun idos en
Poesía de H aiz i, T ierra y otros.

PRIMAVERA, LO S D IEZ H A ZIS

Primavera. Los diez H ai Zis, todos, h an resucitado.


En un paisaje esplen doroso,
se burlan de este H ai Zi bruto y triste.
¿Por qué tanto tiempo en tu profun do sueño?

Primavera. Los diez H ai Zis claman en voz baja,


bailan y cantan en tom o a ti y a mí.
Tiran de tu cabello, m on tan sobre ti y corren a galope,
levan tan do una nube de polvo.
El dolor de tu cuerpo partido
se difun de por la tierra.

Primavera. Solo queda éste, el último H ai Zi,


bruto y triste, n iñ o de la noch e negra,
Em papado en el invierno, con apego a la muerte,
sin poder librarse, ama el cam po vacío y frío.

[500]
Allí se acum ulan m on ton es de cereales
que tapan las ventanas, dedicada la mitad
a la boca de los seis miembros de la familia,
a sus estóm agos, para que coman .
La otra m itad a la agricultura, a su reproducción.
El fuerte vien to sopla del este al oeste, del norte al sur,
sea de noch e o de madrugada.
¿Qué significa el albor que dices?

[50 1]
INDICE

I n t r o d u c c i ó n .......................................................................... 7

Ch in a es un país de p o e sía ................................................. 9


La poesía clásica y la n ueva p o e sí a .................................... 13
Sh i y ci, d os gran des gén eros de la p oesía c lá sic a ............. 14
Evolu ción de la poesía clásica y los gran des poetas de los
diferen tes p e r ío d o s........................................................ 16
La n u eva poesía del siglo x x ............................................... 55
T e m á t ic a ................................................................................ 65
Algu n as características de la p oesía ch in a ........................ 68
T é c n ic a .................................................................................. 74
L a e d i c i ó n d e 2 0 0 1 ................................................................. 86

E s t a e d i c i ó n ............................................................................. 90

B i b l i o g r a f í a .............................................................................. 91

P o e s í a c h i n a ............................................................................. 95

Período de Sh iJin g (siglo χ ι-siglo v i a .C .) ............................ 97


El ju n c a r .............................................................................. 99
Brilla el r o c í o ....................................................................... 100
La joven m ás e n can t ad o r a................................................. 100
La t o r m e n t a......................................................................... 101
En la puerta del e s t e ........................................................... 101
Los tór tolos ......................................................................... 102
El car r u aje............................................................................ 103
Papayos ................................................................................ 103
Te ruego, Z h o n z i................................................................ 104
Período de Chuci (siglo iv-siglo ffl a.C.) ............................... 105
Q u Yu an (340-278 a . C . ) .................................................... 107
La D iosa de la M o n t a ñ a ................................................ 108
Pen san do en el D ios del Río X ia n g .............................. 110

[503]
P er íod o d e Y uefa d e H a n (206 a .C .- 2 2 0 )............................. 113
Em p e r ad o r W u (156-87 a . C . ) ........................................... 115
El vien t o o t o ñ a l .............................................................. 115
Z h an g H e n g (76-139) ......................................................... 117
C u at r o b alad as d e c u i t a ................................................. 117
«D ie cin u ev e p o e m as an t igu os» (A n ón im o) (siglo n ) ...... 119
R e cogie n d o flores d e l o t o .............................................. 119
La go m a y la l a c a ............................................................ 120
Lu n a e sp le n d o r o sa .......................................................... 120
U n a flor fragan te ............................................................ 121
¡O h cielo! ........................................................................ 121
P er íod o de W ei, Jin , Su r y N o r t e (2 2 1 - 6 1 8 )........................ 123
C a o Pi (C h a o Pi, T sa o Pi) (1 8 7 - 2 2 6 )................................. 125
Segú n la m elo d ía Q iu h u ................................................. 125
C a o Z h i (C h a o Zh i, T sa o Z h i) (1 9 2 - 2 3 2 )........................ 127
C u it as .............................................................................. 127
Liu Z h en (siglo m ) .............................................................. 129
D e d ic ad o a m i h e r m an o m e n o r ................................... 129
T a o Yu an m in g (T ao Q ian , T a o C h ie n ) (3 6 5 4 2 7 ) ......... 130
Be b ie n d o m i vin o ( V ) .................................................... 131
Be b ie n d o m i vin o ( I X ) ................................................... 132
Escr ito a m i am igo G u o ................................................ 132
La m u d a n z a .................................................................... 133
R e t o m o al c am p o (I) ................................................... 134
R e t o m o al cam p o ( Π ) ................................................... 135
R e t o m o al cam p o ( I I I ) .................................................. 135
R e t o m o al cam p o ( V ) ................................................... 136
Xie Lin gy u n g (385-433) ..................................................... 137
D iálo go ju n t o al ar r oy o D o n gy an g ............................. 137
Sh e n Y u e (441-513) ............................................................ 138
D e sp id ie n d o a Fan C h e n g’a n ....................................... 138

T a o H o n gjin g (4 5 2 - 5 3 6 ).................................................... 139


R esp on d ie n d o al ver so d e «¿Q u é h ay en la m on t añ a?»
d e Su m ajest ad ............................................................. 139
Xie T ia o ( 4 6 4 4 9 9 ) .............................................................. 140
Q u eja s sob r e las gr ad as d e ja d e ..................................... 140
R e sp on d ie n d o al señ or W an g q u e t añ e su l a ú d ......... 141

[504]
Xu Lin g (5 0 7 - 5 8 2 )............................................................... 142
C a n t o d e lo s gallos ......................................................... 142
Bala d a d e M u ían (A n ó n im o) (siglo vi) ........................... 143

D in ast ía T an g (618-907) y É p o c a d e las C in c o D in ast ía s y


lo s D ie z R ein os (9 0 7 - 9 6 0 ).................................................. 147

W a n g ji (5 8 5 - 6 4 4 )............................................................... 149
C o n t e m p la n d o el cam p o .............................................. 149

W an g Bo (650-676) .......................... ................................. 150


D e sp id ie n d o a D u , q u e vu elve a Sich u an ................... 151
En m i casa d e la m o n t a ñ a ............................................. 151
El p ab e lló n d el P r ín cipe T e n g ...................................... 151
D e sp e d id a en Jia o A n ................................................... 152
En las afu er as d e la ciu d ad , en p r im a v e r a .................... 152
P len a p r im aver a, en las afu eras ..................................... 153

So n g Z h iw en (650-712) ..................................................... 154


Escr it o en u n a p ar ed d e la p o sad a al n or te de la Sierra
D a y u ............................................................................ 154
C o n m o t iv o d el añ o n u e v o .......................................... 155
C r u z a n d o el r ío H a n ..................................................... 155

H e Z h izh an g (659-744) ..................................................... 156


D e r egr eso a m i p u e b lo n at al ....................................... 156
Z h an g R u o xu (6 6 0 - 7 2 0 )..................................................... 157
El río p r im aver al, en u n a n och e d e lu n a y flor es ....... 157
C h e n Z i’an g (661-702) ...................................................... 160
D e sd e lo alt o del p ab e llón Y o u z h o u ........................... 160

Z h an g Jiu lin g (6 7 8 - 7 4 0 )..................................................... 161


Reflexion es m e la n c ó lic a s............................................... 161
A ñ o r a n d o , b a jo la lu n a, a m i lejan a am ad a ................. 162

W an g H a n (6 8 7 - 7 2 6 ).......................................................... 163
Balad a d e Lian gzgou ..................................................... 163

W an g Z h ih u an (688-742) .................................................. 164


Su b ie n d o la p a go d a d e la C i g ü e ñ a .............................. 164
Balad a d e Lian gzh ou — Tr ist eza d e lo s so ld ad o s fr on ­
t er izos .......................................................................... 164
W an g C h an glin g (6 9 0 - 7 5 7 )............................................... 165
C an c ió n d e las d on cellas r ecolect or as d e lot os .......... 165

[505]
D e sp id ie n d o a Xin jian en el p ab e lló n H ib isc o .......... 166
D e sp id ie n d o a Z h an g S i ...................................... ......... 166

Li Q i (6 9 0 - 7 5 1 )................................................................... 167
A l estilo an t igu o ............................................................. 167

M e n g H ao r a n (M en H ao y an ) (689-740) ......................... 169


P o e m a en v iad o al p r im e r m in ist r o Z h an g, d e sd e el
lago D o n gt in g ............................................................ 169
M ad r u ga d a p r im a v e r a l................................................... 170
Esp er an d o a D i n g ........................................................... 170
En v ia d o a Z h an g W u , al ascen d er a la m o n t añ a W an
en o t o ñ o ..................................................................... 171
P en san d o en Xin d a en el p ab e lló n Su r , u n d ía d e ve­
r an o ............................................................................. 172
H a n Sh an (693-781) ........................................................... 173
Escalan d o la M o n t añ a H e la d a ..................................... 173
Z h a n g Xu (siglos v ii -v iii ) .................................................. 174
In vitan d o a m i h u é sp ed a q u ed ar se en la m o n t añ a .... 174

W an g W ei (7 0 1 - 7 6 1 ).......................................................... 175
La m o n t añ a d e Z h o n g n a n ............................................. 176
C o n t e m p lan d o el r ío H a n d esd e u n p ab e lló n alt o .... 177
Escr it o al regresar a la m on t añ a So n gsh an ................. 177
M i retiro en la m o n t a ñ a Z h o n gn an ............................ 178
A n oc h e cer o t o ñ al en m i cab añ a de la m o n t a ñ a ......... 178
E n con t est ación al su b p r e fe ct o se ñ o r Z h a n g .............. 179
D e le it e s d e la vid a cam p est r e ....................................... 179
En el b o sq u e d e b a m b ú e s.............................................. 180
D e sp e d id a ........................................................................ 180
El ar r oyo d i á f a n o ............................................................ 180
So lo , sen t ad o, u n a n o ch e o t o ñ a l .................................. 181
El tor ren t e de L u a n ji a .................................................... 181
El cer cad o d e los Cie r vo s .............................................. 181
El cer cad o d e las M a gn olia s ......................................... 181
El cerr o d e H u az i ............ .............................................. 182
En el jar d ín d e los P im e n t e r o s...................................... 182
D e sp e d id a d e m i m o r ad a d el r ío W an g ...................... 182
D e p aso en el T e m p lo d e F r a g a n c ia s........................... 182
La h o n d o n ad a d e M a g n o l i a s........................................ 183
D e sp id ie n d o a Z h ao Xia n z h o u q u e p ar t e a Q i .......... 183
Li Ba i (Li P o, Li Bo , Li Tai-pei, Li T a i P o) (7 0 1 - 7 6 2 )...... 184
P asean d o con m is am igo s Li y Jia p o r el lago D o n gt in g 186

[50 6]
A b e b e r ............................................................................ 186
Bala d a d e Q iu p u (V) ..................................................... 188
Bala d a d e Q iu p u ( X V ) ................................................... 188
D e d ic ad o a M e n g H a o r a n ............................................. 188
U n d ía est ival en la m o n t a ñ a ........................................ 189
R egr esan d o so lo d el p a s e o ............................................. 189
En el p ab e lló n d e Xie T ia o , en o t o ñ o ......................... 189
A b a n d o n a n d o Ji n g m e n ................................................. 190
A W an g C h an glin g ....................................................... 190
D e sp id ie n d o a u n am igo ............................................... 191
A Yu an D an q iu , m o r ad or de la m o n t a ñ a .................. 191
P asan d o p o r el p ab elló n C h u i P a, a la orilla del ar royo 192
V isit a al m ae st r o t aoíst a Yo n g en su e r m it a ................ 192
D e sp id ie n d o a u n am igo q u e sale p ar a C h u .............. 193
C o n t e m p la n d o la cascad a d e la m o n t a ñ a Lu sh an .... 193
D e sce n d ie n d o d e la m o n t a ñ a Z h o n g n a n ................... 194
N o st a lgia en el silen cio d e la n o ch e ............... ............ 194
C o p a en m a n o , p r e gu n t o a la lu n a ............................. 195
R esp u est a d ad a d esd e la m o n t a ñ a ............................... 196
A legría d el viajer o ........................................................... 196
Be b ie n d o so lo b ajo la l u n a ............................................ 196
Salid a m at in al d e la ciu d ad Baid i ................................. 197
U n a n o ch e , en el t e m p lo de la c u m b r e ....................... 197
El t em p let e d e M e la n c o lí a ............................................. 197
Balad as de las cu at ro estacion es del añ o. I n v ie r n o ........ 198
Se n t ad o, so lo , en la m o n t añ a d e Ji n g t i n g .................... 198
V isit a in fr u ct u osa al t ao íst a d el m o n t e D ait ian .......... 198
Be b ie n d o c o n el er m it añ o en la m o n t a ñ a .................. 199
El d ía n u e v e ..................................................................... 199
En v ia d o a D u Fu al p ie d e la m u r alla d e Sh aq iu ....... 199
P o em a al est ilo an t igu o (IX) ......................................... 20 0
G r a zn id os d e lo s cu er vos e n la n o c h e ......................... 201
Esp e r an d o el v in o , q u e n o v i e n e .................................. 201
T r ist ez a d e a m o r ............................................................. 202

G a o Sh i (¿702?- 765) ........................................................... 203


D e n o ch e, vísp er a del A ñ o N u e v o .............................. 203

D u Fu (Tu Fu ) (7 1 2 - 7 7 0 )............ ....................................... 204


C o n t e m p la n d o la m o n t añ a T aish an ........................... 206
C a b a llo s t ár t ar os d e Fan g Bin gch ao ............................ 20 7
C a n t o a los o c h o D io se s d e l V in o .............................. 20 7
Escr it o en el r ío C h u ( I ) ................................................. 208
U n a n o ch e d e l u n a ........................................................ 208

[50 7]
Ba la d a d e los car ros d e c o m b at e .................................. 20 9
Co m b at ie n d o en la fron tera ( V I ) .................................... 210
La ald ea Q ian g ( I ) ........................................................... 211
La ald ea Q ian g ( I I ) .......................................................... 211
La ald e a Q ian g (III) ....................................................... 21 2
C o n t e m p lac ió n p r im a v e r a l............................................ 21 2
A W e i Ba, let r ad o en retiro .......................................... 213
El cr ep ú scu lo .................................................................. 214
P asean d o so lo p o r la orilla d el río en b u sca d e flores ... 214
El Río Ser pen tean t e (I) .................................................. 214
El R ío Ser pen tean t e (II) ........... ..................................... 215
Q in z h o u (T V )................................................................... 216
La d esp ed id a del reclu t a a n c i a n o .................................. 216
M e la n c o lí a ....................................................................... 217
So ñ a n d o c o n Li Bai ( I ) .................................................. 218
A ñ o r an d o a m is h er m an os b a jo la lu n a ...................... 219
M e d it ació n m elan có lica ................................................ 219
Jú b ilo p o r la llu via de u n a n o ch e p r im a v e r a l............. 22 0
El o c aso ........................................................................... 220
La llegad a d e m i am igo in vit ad o .................................. 221
N o st a l g i a .......................................................................... 221
U n p o llo at ad o ............................................................... 221
Re galo d e u n a m i g o ....................................................... 222
Reflexion es en u n a n och e d e viaje .............................. 222
I m p r o v isa c ió n ................................................................. 223
So r d e r a ............................................................................. 223
In fo r m ad o d e la r econ q u ist a d e H e n an y H eb e i p o r el
ejér cit o im p er ial .......................................................... 224
C o n m ot iv o d e m i ch oza dest ru ida p or el vien t o ot oñ al 224
La lu n a sob r e el r í o ........................................................ 226
A sce n sió n ........................................................................ 226
Lo q u e p asa en m i cab añ a d e p ajas ............................. 227
Im p r o visacio n es (I) ....................................................... 227
I m p r o visacion es ( I I ) ...................................................... 228
Im p r o visacion es (VII) ................................................... 228
Bala d a d e Ku iz h o u (II) ................................................. 228
El so l d e p r im a v e r a ........................................................ 229
N o st algias o t o ñ a l e s........................................................ 229
A gu as p r im a v e r a le s........................................................ 23 0

C h a n g Jia n (siglo ν π ι) ......................................................... 231


En la celd a de m ed it ació n d el t e m p lo P o Sh an ......... 231
H o sp e d ad o en la cab añ a er em ítica d e W an g C h an glin g 232

[SOS]
C e n Sh e n (Tsen T san , C e n C an ) (¿7 1 5 ?- 7 7 0 )................ 233
En el d e sie r t o ................................................................... 233
C a n t o d e n ieve p ar a W u , q u e regresa a la cap it al ...... 23 4
Pei D i (7 1 6 - ¿?)..................................................................... 235
El cer ro d e H u az i ........................................................... 235
Q ian Q i (722-780) ........................ ...................................... 23 6
A l cen so r Yan g, d esd e m i est u d io ................................ 23 6
Liu C h a n gq in g (Liu C h an gc h in g) (¿725?- 786) ............... 238
V isit a al t ao íst a C h a n g, en el ar roy o N a n q i ............... 23 8
Esc u ch an d o el laú d ....................................................... 23 9
N o c h e d e n ieve, h o sp e d ad o en la m o n t añ a d e Lo t o s 239
Z h an g Ji (siglo vin ) ............................................................. 240
Fo n d e a d o d e n o ch e en el p u en t e d e los A r c e s........... 2 40
W ei Yin gw u (7 3 7 - 7 9 2 ).................................... ................... 241
En v ia d o a u n t ao íst a d e la m o n t a ñ a Q u a n jia n ........... 241
En v ia d o a Li D an , Y u a n x i ............................................. 24 2
El tor ren t e d el O e st e d e C h u z h o u ............................... 243
A legr ía d e l r ee n cu en t r o c o n m i am igo d e Lia n gzh o u ,
a la or illa d el r ío H u a i ................................................ 243
En v ia d o al se ñ o r Q iu en u n a n o ch e o t o ñ a l ............... 243
Lu Lu n (7 4 8 - 8 0 0 )................................................................ 245
Ba la d a d e la fr o n t e r a ...................................................... 245
Li Yi (7 4 8 - 8 2 7 ).................................................................... 246
Flau t a n o ct u r n a en la ciu d ad d e Sh o u x i a n g ............... 246
M e n g ji a o (751-814) ........................................................... 24 7
C a n c ió n d e l viajer o ....................................................... 24 7

Jia o R an (siglos v n w x ) ........................................................ 248


Bu sc an d o a Lu H o n gjia n sin e n c o n t r a r lo .................... 248
Z h an g Ji (Z h an g Jii, C h an g Z i) (766-830) ....................... 249
C a n c ió n d e u n a d am a v ir t u o sa .................................... 249

H an Yu (7 6 8 - 8 2 4 )............................................................... 251
Las r ocas d e la m o n t a ñ a ................................................ 252

Xu e T a o (768- 8 3 2 ) ............................................................. 254


D e d ic ad o a las p e o n ía s .................................................. 254

Liu Yu xi (7 7 2 - 8 4 2 )............................................................. 255


El o t o ñ o ........................................................................... 255
Se gú n la m e lo d ía L as olas lav an la aren a ...................... 255

[50 9 ]
Bai Ju y i (P o C h u y i, P o C h ü y i) (772-846) ................. ...... 256
Las h ier b as d el an t igu o p r a d o ....................................... 259
Flor es d e d u r azn o en el t e m p lo D a l i n ......................... 259
C a n t o solit ar io en la m o n t a ñ a ...................................... 259
M i a m o r ........................................................................... 26 0
Lu n a en tierras e xt r añ as.................................................. 261
Lam e n t ación p o r m is p e on ía s ...................................... 26 2
El lor it o ........................................................................... 26 2
Flor sin ser f l o r ................................................................ 262
C a n t o d el r ío en c r e p ú sc u lo ......................................... 263
C o n t e m p lac ió n cr ep u scu lar d esd e la Tor r e M ir ad or a
d e la r ibera .................................................................. 263
Lo s m an d ar in es .............................................................. 264
C o n t e m p la n d o la Sierra So n g y el río Lu o ................ 265
Ju n t o al e st a n q u e ............................................................ 26 5
G r illo s o t o ñ a l e s............................................................... 26 6
La co p la R am as de bam bú ............................................... 26 6
D e ce p cio n ad a en la esp er a ........................................... 26 6
In v it an d o a m i ve cin o a c a s a ........................................ 26 7
P r im avera n acien t e ......................................................... 26 7
M is p e q u e ñ o s b a m b ú e s................................................. 267
D e d ic ad o a m i e sp o s a .................................................... 268
C a n t o d e la in fin it a t r i st e z a .......................................... 26 8
M i n u ev a t ú n ica en gu at ad a .......................................... 275
Ley en d o lo s p o e m as d e Yu an Z h en en u n b a r c o ....... 276
Bala d a d e la t añ ed o r a d e l laú d ..................................... 276

Liu Z on gy u an (7 7 3 - 8 1 9 ).................................................... 281


El r ío n e v a d o .................................................................. 281
M i vid a ju n t o al arr oy o ................................................. 282

Yu an Z h en (7 7 9 - 8 3 1 ).......................................................... 283
I n fo r m ad o del d est ierr o d e Bai Ju y i ............................ 283

Jia D a o (7 7 9 - 8 4 3 )................................................................ 284


In scr ip ció n p ar a la cab añ a d e Li N i n g ......................... 284

C u i T u (C h u i T u ) (siglo i x ) ................................................ 285


La o c a so lit ar ia ................................................................. 285
N o c h e p r im aver al, d e v i a je ........................................... 28 6

H u Lin gn en g (785-805) ..................................................... 287


Bo r d a n d o b i o m b o s......................................................... 287

Li H e (7 9 0 - 8 1 6 )................................................................... 288
C a n t o d el c i e l o ............................................................... 288

[ 510 ]
D u M u (8 0 3 - 8 5 2 )................................................................ 29 0
P r im avera al su r d e Y a n g t sé .......................................... 290
N o c h e a u t u m n a l ............................................................. 291
P aseo p o r la m o n t a ñ a .................................................... 291

W en Tin gy u n (812-866) .................................................... 29 2


E n la m on t añ a, a p r in cip io s d e o t o ñ o ......................... 292
P ar tida m at in al d e la m o n t a ñ a Sh a n g sh a n .................. 293

C h e n T a o (812-885) ........................................................... 29 4
C an c ió n d e L o n g x i ......................................................... 294

Li Sh an gy in (8 1 3 - 8 5 8 )......................................................... 295
Eb r io en tr e las f l o r e s ...................................................... 295
P asean d o p o r la p r ad er a d e G o z o ................................. 29 6
Las flor es caíd as .............................................................. 29 6
Sin t ít u lo (I) ..................................................................... 2 97
Sin t ít u lo ( I I ) ................................................................... 297

C a o Yie (826-i?) ................................................................. 299


Rat on es d el gr an er o del Est a d o .................................... 299

W ei Z h u an g (8 3 6 - 9 1 0 )....................................................... 300
P in t u r a de N a n jin ........................................................... 300
U n s u e ñ o ......................................................................... 301
A ñ o r a n z as n o c t u r n a s..................................................... 301

Lai G u (¿P - 882)..................................................................... 302


Las n u b e s ......................................................................... 302

Q in T a o y u (siglo ix) ........................................................... 303


U n a m u ch ach a p o b r e .................................................... 303

H an W o (8 4 2 - 9 2 3 ).............................................................. 305
A l estilo d e C h u i g u o í u .................................................. 305

D u Xu n h e (8 4 6 - 9 0 4 )........................................................... 306
La viu d a q u e h u y e a la s e l v a ......................................... 306

W a n g ji a ( 8 5 1 - ¿?)................................................................ 308
La e sc am p ad a ................................................................. 308

D u Q iu n ian g (siglo ix) ...................................................... 309


V est im en t as b o r d ad as con h ilos d e o r o ....................... 309

Jin C h an gxu (siglo i x ) ....................................................... 310


Ο μ ε] a p rim aver al ............................................................ 310

[su ]
Li Y u (9 3 7 - 9 7 8 )................................................................... 311
In fin it as n ost algias .......................................................... 311
La se p a r a c ió n .................................................................. 312
Flor es d e p rim aver a y lu n a d e o t o ñ o ........................... 313
H ilo s e n m ar a ñ ad o s q u e n o lo gr o cor t ar .................... 313
P rim avera e sfu m a d a ........................................................ 314
Segú n la m e lo d ía W an gjian gn an ................................... 315

D in ast ía So n g (960- 1279)....................................................... 317


Liu Yo n g (¿980?-¿1053?) ................................................... 319
D e sp e d id a en o t o ñ o ...................................................... 319
V ie n t o s u a v e ................................................................... 321

Fan Z h on gy an (9 8 9 - 1 0 5 2 ).................................................. 322


A zu l d el c i e l o .................................................................. 322

Z h an g Xian (9 9 0 - 1 0 7 8 )............................ .......................... 324


Im p r o visad o en la ce n a ofr ecid a p o r L i ....................... 324
C an c ió n d e flores ........................................................... 325

Yan Sh u (9 9 1 - 1 0 5 5 )............................................................ 326


C an t an d o , cop a en m an o .............................................. 326
O u y an g Xiu (1007-1072) ................................................... 328
El z o r z a l ........................................................................... 329
Se gú n la m elo d ía C h aisan gz b i....................................... 329
Fiest a del q u in ce de e n e r o .............................................. 329
La flo r d e lot o y el a g u a ................................................. 330
W an g A n sh i (1 0 2 1 - 1 0 8 6 )................................................... 331
A n c la n d o en G u a z h o u .................................................. 332
Flor es de c ir u e l o s............................................................ 332
P o e m a im p r ov isad o en la m on t añ a Z h o n g sh a n ......... 33 2

W an g A n gu o (1030-1076) ................................................. 334


Sen t im ie n t o p rim aver al ................................................. 334

Su D o n gp o (Su Sh i) (1 0 3 6 - 1 1 0 1 )...................................... 336


¿C u á n d o vien e la clar a lu n a? ....................................... 337
U n su e ñ o en la n o ch e del 2 0 d e en er o de 1075 .......... 338
A ñ o r a n d o el p asad o en el A can t ilad o R o jo ............... 339
C o n t e m p lan d o eb r io d esd e el m ir ad o r d el lago, el 27
d e ju n io (I) .................................................................. 340
C o n t e m p lan d o ebr io d e sd e el m ir ad or del lago, el 27
d e ju n io (II) ................................................................ 341
D e r egr eso a Lin gao , d e n o c h e .................................... 341

[ 5 12 ]
Esc r it o e n u n m u r o d e l t e m p lo Bo sq u e d el O e st e ... 342
D e d ic a d o a Q i n ji ........................................................... 342
R e cr e án d om e b a ñ an d o a m i h ijo ................................. 343
A lo ja d o en el p a b e lló n d e la In m u t a b le Sab id u r ía d e
H u a n g z h o u ................................................................. 343
C o n m o t iv o d e la llu via d el siete d e m ar zo ............... 344

LiZ h iy i (1 0 3 6 - 1 1 1 7 )............... ........................................... 345


Segú n la m e lo d ía Pu sh u an z h i........................................ 345

Y a n jid a o (ap r ox. 1040-1112) ........................................... 346


S u p l i c i o ............................................................................ 346
A q u ella n o ch e ................................................................ 347

H u an g T in gjian (1 0 4 5 - 1 1 0 5 ).............................................. 348


Se fiie la p r im a v e r a ......................................................... 348
Q i n G u a n (1049-1100) ...................................................... 350
A l oest e d el p u e b l o ......................................................... 350
Sép t im a n och e, sép t im a lu n a ........................................ 351
M a o P an g (1 0 5 5 - 1 1 2 0 )....................................................... 353
D e sp e d id a y a ñ o r a n z a .................................................... 353

Z h ou Ban gy an (1056-1121) ............................................... 355


El ar roy o d e D u r az n o ................................................... 356

Lü Be n z h o n g (1081-1145) ................................................. 357


¿P or q u é n o eres c o m o la l u n a ?.................................... 357

Li Q in gz h a o (¿1081?-¿1154?) ..................................... ...... 358


M ar ch ít am e las flores de lot os ....................................... 359
U n cu ar t et o .................................................................... 359
E n m e m o r ia d e m i d ifu n t o e s p o s o .............................. 360
Segú n la m e lo d ía Sh en gsben gm an .................................. 360
Segú n la m e lo d ía Prim av era en W u lin g ......................... 361
N e b lin a f i n a .................................................................... 361
Se gú n la m e lo d ía Com o en sueños (Π) ........................... 362
Flores d e l p er al ............................................................... 362
Fiest a d e lo s m an jar es f r í o s ............................................ 363
El p lá t a n o ........................................................................ 364
Segú n la m e lo d ía Y u jiaA o ........................................... 364
Segú n la m e lo d ía Z h egu tian ............................................ 365
Llu via t i b i a ....................................................................... 365

Lu Y o u (1 1 2 5 - 1 2 1 0 )............................................................ 367
V isit a a la ald ea oest e d e la m o n t a ñ a ........................... 368

[513]
Se gú n la m e lo d ía Ch atou fen .......................................... 369
E n m e d io d e la t or m en t a, el cu at r o d e n ovie m b r e .... 370
A m is h i jo s ....................................................................... 370
P asean d o p o r el r ío Ru i A n en c a l m a .......................... 371
Im p r o v isad o sob r e el c a b a l l o ........................................ 371

T a n g W an g (siglos xii-xm ) ................................................. 37 2


M i r esp u est a ................................................................... 372

Yan g W an li (1 1 2 7 - 1 2 0 6 ).................................................... 374


P a san d o p o r Xiet an en b a r c o ........................................ 374
Z h u Sh u zh e n (siglos x ii- x in ).............................................. 376
Co n t e m p la ció n p r im av e r al............................................. 376
P o em a im p r ovisad o m ir an d o p o r la ven t an a ............. 377
A v an zad a la p r im aver a .................................................. 377
C u it as en la alco b a ......................................................... 378
Se n o s v a la p r im a v e r a ................................................... 378
N o c h e o t o ñ a l .................................................................. 379
D e sp id ie n d o a la p r im a v e r a .......................................... 379

Le W an (siglo x ii o x i n ) ..................................................... 381


Resp u est a a S h i ............................................................... 381

X in Q ÿ i (1 1 4 0 - 1 2 0 7 )........................................................... 382
Lo q u e sign ifica la tristeza .............................................. 383
Río t r an sparen t e ............................................................. 383
P r im avera avan zad a ....................................................... 384
C a m in o d e regreso ........................................................ 385

L iu G u o (1 1 5 4 - 1 2 0 6 )........................................................... 386
D e n u ev o en W u c h a n g ................................................. 386
Jia n g Ku i (1155-1221) ......................................................... 387
Fr agan cia o c u l t a .............................................................. 387
C u it as d el P ab ellón d e A d iós ....................................... 388

Yu an H aow en (1190-1257) ................................................ 390


En r ecu er d o d e u n p aseo q u e d i con Li F u z h i ........... 390

W u W en y in g (1212- 1272) ................................................. 392


Su e ñ o con aq u ella c a s a .................................................. 392

Z h o u Bi (siglos x n - x u i)....................................................... 393


N o c h e p r o fu n d a ............................................................. 393

W en g Ju a n (siglo x n o xin ) ................................................ 394


En las afu eras d e la ciu d ad ........................................... 394

[514 ]
Ye Sh ao w e n g (siglos χ η- χ ιιΐ) .............................................. 395
I n t e n t an d o v isit ar el jar d ín d e u n a m igo , sin p o d e r
en trar ........................................................................... 395
N o c h e o t o ñ al en el lago O e st e .................................... 396
W e n T ian xian g (1263-1283) .............................................. 397
P asan d o p o r el M a r d e la S o l e d a d ................................ 39 7
D in a st ía Yu an (1279- 1368) ................................................... 399
Bai Pu (1 2 2 6 - 1 3 0 6 ).............................................................. 401
O t o ñ o .............................................................................. 401
G u a n H an q in g (¿ 1 2 4 0 ?- 1 3 1 0 )........................................... 40 2
T r ist e z a d e la d e s p e d i d a ............................................... 402
A ñ or an za p or el a u se n t e .................................................. 403
Lu Z h i (¿ 1 24 2?-f 1 3 1 4 ?) ...................................................... 40 4
P aisaje o t o ñ a l .................................................................. 404
M a Z h iy u an (1250-¿ 1 3 2 1 ?) ................................................ 405
N o st algia s o t o ñ a l e s......................................................... 405
Llu via n o ct u r n a en el río X i a n g .................................... 406

G u a n D a o sh e n g (1 2 6 0 - 1 3 1 9 )............................................. 40 7
C a n t o d el b ar q u e r o ........................................................ 407
Lo s b a m b ú e s................................................................... 4 08

W an g Sh ifu (W an g D exin ) (¿1 2 6 0 ?- <1 3 3 6 ?).................... 409


Se gú n la m e lo d ía Shi'eryue Guoyao ............................... 409

Z h a n g Kejiu (i 1270?-¿ 1 3 4 8 ?) ............................................. 411


N o ch e en el r í o ............................................................... 411
El t em p lo d e C a sc a d a Tian t ai ...................................... 412
M i p lácid a m o r ad a ........................................................ 412
En la cu m b r e d e la N u b e E sm e r a l d a ........................... 413

Jie Xisi (1 2 7 4 - 1 3 4 4 )............................................................. 414


P r im a v e r a ......................................................................... 414
U n a n o ch e f r í a ................................................................ 415

Q ia o Ji (1280-i 1345 ?) ......................................................... 416


A u t o r r e t r a t o ..................................................................... 416
Se gú n la m e lo d ía Fan gz aod u oqin g ................................. 417
A cer ca d e m í m i s m o ...................................................... 41 7
E n b u sc a de las flor es d el ciru elo ................................. 418

Sad u ci (1284-1348) ............................................................. 419


El lago Sh e n y an g de G a o y o u ....................................... 419

[ 5 15 ]
G u a n Yu n sh i (1286-1324) ................................................. 42 0
Se gú n la m e lo d ía Z ap atillas bordadas r o jas ................... 42 0

W an g M ian (1 2 8 7 - 1 3 5 9 ).................................................... 422


El cir u elo d e flor es n e g r a s.............................................. 422
El cir u elo de flor es b l a n c a s ........................................... 422

Z h en G u an gzu (siglos xn i- xr v)............................................ 423


En el su eñ o .................................................................... 423

N i Z an (1 3 0 1 - 1 3 7 4 )............................................................. 424
Fr en t e al v i n o .................................................................. 424

D in ast ía M in g (1368-1644) ................................................... 425

G a o Q i (1 3 3 6 - 1 3 7 4 )............................................................ 427
A ñ o r an d o a m i d ifu n t a h ija al ver las flores abiertas ... 42 7
Ju g a n d o c o n el agu a ...................................................... 429

Y u Q ia n (1398-1457) .......................................................... 430


C a n t o a la c a l .................................................................. 430

T a n g Yin (1470-1523) ......................................................... 431


C an c ió n d e la M o r ad a d e D u r az n o ............................ 431

Li M e n gy an g (1472-1529) .................................................. 433


D e sp id ie n d o a u n am igo en el em b ar cad ero de Xiak ou 433

Y an g Sh e n (1 4 8 8 - 1 5 5 9 )...................................................... 43 4
Se gú n la m e lo d ía V iento en elp in a r .............................. 43 4
El su e ñ o r o t o .................................................................. 435

Sh e n Sh i (1 4 8 8 - 1 5 6 5 ).......................................................... 436
U n a b elleza a través de la v e n t a n a ................................ 436

H u a n g E (1 4 9 8 - 1 5 6 9 ).......................................................... 438
M i m an t a f r í a .................................................................. 438
A ñ or án d ot e b a jo la l l u v i a .............................................. 439

Fen g M e n glo n g (1 5 7 4 - 1 6 4 6 ).............................................. 440


In sep ar ab les ..................................................................... 440

Sh e n Yixiu (1 5 8 8 - 1 6 3 5 )....................................................... 442


A ñ o r a n d o a m i am ad o au sen t e .................................... 442

H u a n g Y o u z a o (siglo x v i ) .................................................. 443


C o n t e m p la n d o el m ar d e sd e la t o r r e ........................... 443

[516]
D in ast ía Q in g (1 6 4 4 - 1 9 1 1 ).................................................... 44 5

W u W eiy e (1 6 0 9 - 1 6 7 1 )...................................................... 44 7
La ald ea C i r u e l a .............................................................. 44 7

W u jia ji (1618-1684) ........................................................... 44 9


C o n m o t iv o d e l n at alicio de m i e s p o s a ....................... 44 9
Z h u Yiz h u n (1 6 2 9 - 1 7 0 9 ).................................................... 451
En r ecu er d o d e u n a jov e n ............................................. 451

H o n g Sh e n g (1 6 4 6 - 1 7 0 4 )................................................... 452
N o st algia del viajer o ...................................................... 45 2

Z h a Sh en xin g (1 6 5 0 - 1 7 2 7 )................................................. 453


Escen a n o ct u r n a d esd e el b a r co ................................... 453

Em p e r ad o r Kan gxi (A ixin ju elu o Xu an y e) (1654-1722) ... 454


En m e m or ia d e m i d ifu n t a e sp o sa la e m p e r a t r iz ........ 454

N ala n Xin gd e (1 6 5 5 - 1 6 8 5 )................................................. 456


En m e m or ia d e m i d ifu n t a e sp o sa .................................. 456
Z h e n g X ie (1 6 9 3 - 1 7 6 5 )....................................................... 458
Bam b ú e s en t re las p eñ as ................................................ 458

Yu an M e i (1716-1797) ....................................................... 459


A u t o - b u r la ........................................................................ 459
C o n t e m p lan d o a u n am igo t ocar la flau t a b a jo la lu n a 460

Jia n g Sh iq u an (1 7 2 5 - 1 7 8 5 )................................................. 461


C o n t e m p la n d o las lu ces d e la c i u d a d .......................... 461
D e n o ch e , d e r egreso d el lago ...................................... 462

Fei Xiu h u an g (siglo x v r n ) ................................................... 463


Reflexion es d e u n h i j o ................................... ................ 463

Jia n g Sh i (1818- 1866) ......................................................... 464


E n la b ar ca ( I I ) ............................................................... 46 4

Z h u Jin su (siglo x i x ) ............................................................ 465


C an c ió n d el l e ñ a d o r ...................................................... 465
H e H u ish e n g (siglo x r x ) ..................................................... 46 6
C an c ió n en u n a n o ch e f r í a ......................... .................. 46 6

T an Xia n (1830-1901) ......................................................... 46 7


Segú n la m e lo d ía Qingm enyin ....................................... 46 7
H u a n g Z h u n xian (1 8 4 8 - 1 9 0 5 )............................................ 468
A m i m u je r ...................................................................... 468

[Si 7]
Q iu Jin (1 8 7 5 - 1 9 0 7 )............................................................ 469
Fren t e al v i n o .................................................................. 469

Su M a n sh u (1 8 8 4 - 1 9 1 8 )..................................................... 470
In sp ir ad o en lo o c u r r id o ................................................ 470

N u e v a p o e sía ch in a (siglo x x ) ............................................... 471

L iu D a b a i (1 8 8 0 - 1 9 3 2 )......................... .............................. 473


E l cr ep ú scu lo d el río o t o ñ al ......................................... 473
Be so s p o r c o r r e o ............................................................. 473
X u Z h im o (1891-1931) ...................................................... 475
E n la m o n t a ñ a ................................................................ 475
M i d e l i r i o ......................................................................... 47 6
A b a n d o n a n d o d e n u ev o el p u en t e d e C a m b r i d g e .... 47 7
N u b e s fl o t a n d o ............................................................... 478
Liu Ba n n o n g (¿1 8 9 1 ?- ¿1 9 3 4 ?)............................................ 47 9
Se p ar ad o s p o r u n p ap el ................................................. 479

H u Sh i (1 8 9 1 - 1 9 6 2 )............................................................. 480
M ar ip o sas ........................................................................ 480

G u o M o Ru o (Ku o M o jo ) (1 8 9 2 - 1 9 7 8 ).......................... 481


Las calles d el cielo .......................................................... 481

W en Y id u o (1899-1946) .................................................... 483


A gu as m u er t as ................................................................ 483

Li Jin fa (1 9 0 0 - 1 9 7 6 )............................................................. 485


Im p r esion e s .................................................................... 485

W an g Jin gz h i (1902-1996) ................................................. 487


Su s o j o s ............................................................................ 487

Z h u X ia n g (1 9 0 4 - 1 9 3 3 )...................................................... 488
Se p u lt a d m e ..................................................................... 488

Lin H u iy in g (1904-1955) ................................................... 489


Las r isas d e ella ............................................................... 489
N o lo p ier d as .................................................................. 490

F e n gZ h i (1 9 0 5 - 1 9 9 3 )......................................................... 491
La se r p ie n t e ..................................................................... 491

Ai Q in g (Ai Tsin g) (1 9 1 0 - 1 9 9 6 )........................................ 492


La v e n t a n a ..................................................................... 492
A m o a esta t ie r r a ............................................................. 493

[518]
M u D a n (1918-1977) .......................................................... 494
P rim avera ........................................................................ 49 4
El d e scu b r im ie n t o .......................................................... 495
Z e n g Z h u o (1922- 2002) ...................................................... 496
C o n t e m p la n d o a la lejan ía ............................................ 496

Bei D a o (1 9 4 9 ) ..................................................................... 4 97
La r esp u est a ..................................................................... 4 97

G u C h e n g (1956-1993) ...................................................... 499


D e u n a gen e r ació n ......................................................... 4 99

H a i Z i (1 9 6 4 - 1 9 8 9 ).............................................................. 500
P rim avera, lo s d ie z H a Z i s ............................................. 500

[519 ]

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