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Criterios de desempeño.
El desarrollo de esta unidad temática se encuadra dentro de los siguientes propósitos de
aprendizaje:
Desarrollo temático:
Recursos de aprendizaje
Lectura 1: Acerca de los mitos. Definición y ampliación sobre el mito. Leer del libro Mito y realidad.
Todo el capítulo I.
click en la imagen para descargar el libro, en la web se puede conseguir en varios formatos.
Recursos de aprendizaje
Lectura 2: Características del mito.
The Big Myth: Aquí encontrarás diversos mitos de todo el mundo
Cualquier alumno de filosofía ha escuchado alguna vez esta expresión: "el paso del mito al logos".
Se dice que con este acontecimiento nace la filosofía, allá por el siglo VII a.C., y que a partir del
mismo ya nada puede volver a ser como antes. Cuando el hombre comienza a cuestionarse a sí
mismo y a todo lo que le rodea, y cuando comienza a dar respuestas de tipo racional, ya no es
capaz de contentarse con las respuestas míticas. Ortega, con sus lúcidas expresiones solía decir
que "los dioses se degradan en causas". Consecuencia de todo esto es, en el fondo, toda la
tradición "logocéntrica". Esta monstruosa palabra viene a decir que la civilización occidental viene
marcada por el racionalismo, y todos sus "productos" asociados, como son la ciencia, la filosofía...
Sin embargo, pensar esta oposición de un modo polarizado no explica bien ni la historia ni la
identidad occidental. Para bien o para mal, seguimos siendo lógicos, pero conservamos también
comportamientos absolutamente míticos. Los desarrollos científicos y los descubrimientos
conviven con pitonisas, horóscopos, curanderos... Necesitamos saber, pero también necesitamos
soñar. Sabemos de un modo lógico, pero soñamos de un modo mítico. La ciencia nos maravilla y
nos asombra, pero seguimos reservando parte de nuestro tiempo para el arte, la música, los
cuentos, lo increíble. Mientras Newton redactaba la revolución de la física moderna investigaba
fórmulas alquímicas. Nos cansamos de la razón y a menudo recurrimos a la fantasía o a la
imaginación como tabla de salvación.
Mito y logos, ciencias y letras, razón e imaginación. Pares de conceptos que parecen inconciliables,
y que, sin embargo, están escritos en lo más hondo de nuestros códigos. No se puede vivir de un
modo absolutamente racional, pero tampoco entregados a los cuentos. El ser humano reparte su
tiempo y esfuerzo entre estos dos componentes, que además se necesitan mutuamente. El mito
incluye siempre cierta coherencia lógica o "antropológica", y la ciencia, igualmente, incluye
siempre ciertos conceptos que la aproximan a la literatura. Mito y logos se necesitan, y en cierto
modo se implican mutuamente, y son dos componentes esenciales del ser humano. No hay ciencia
sin mito, ni mito que no incluya cierta forma de conocimiento. Algo que ya intuyeran en su día los
autores de la Escuela de Francfort: La Ilustración es mito y el mito es ya Ilustración. “Soñamos que
somos racionales y razonamos que podemos ser sueño. Si todo es sueño, es racional decir que lo
es. Y si la razón gobernase todo, ¡cuál sueño sería -quizás-! Péricles.
El pensamiento filosófico prepara el comienzo de su historia con una actitud nueva: el asombro
ante el espectáculo acostumbrado de la naturaleza, con su girar de día y noche, de estaciones, de
lluvias –el asombro, según el dicho platónico, es el origen de la filosofía- ; no ya con admiración
muda o poética, sino con una contemplación objetiva, olvidada de la persona misma del
contemplador, y en intento de encontrar la clave única de tanta variación. Se irá hacia la filosofía
en cuanto que el talento manipulador y conquistador, elevándose al nivel del ocio, se transforme
en visión (theória, que en griego es “contemplación” y “espectáculo”) y en pretensión de reducirlo
todo a una sola clave –en esta primera etapa, a una sola materia prima-. La imposibilidad de tal
reducción dará lugar al larguísimo desarrollo dialéctico que es la historia de la filosofía (unidad
frente a variedad, objetividad frente a subjetividad, etc.).
Pero, por ahora, no hemos entrado todavía en la filosofía propiamente dicha, mientras estemos en
la primera época que llamamos presocrática (y esto no es una mera referencia cronológica,
porque si no hubiera existido Sócrates, y el discípulo de éste, Platón, y el discípulo de éste,
Aristóteles, los pensadores del período presocrático no habrían llegado a ser considerados como
tales filósofos, quedando todo lo más como autores vagamente científicos, en el supuesto de que
hubiera llegado a haber ciencia). Los fragmentos de ellos conservados, misteriosos y poéticos, se
hacen filosóficos por la lectura de la posteridad. La filosofía, pues, se leerá hacia atrás, sobre todo
desde Aristóteles, que establece a esos pensadores como antepasados suyos al tomar sus
ambiguos dichos como punto de partida para su esfuerzo de maduración del pensamiento
abstracto. Y algo de eso seguirá pasando siempre: la historia de las ideas se lee desde después,
desde la actualidad de cada momento, en la perspectiva de lo que escribió posteriormente, dando
así un nuevo sentido más profundo a lo que, no podía tener tanto peso y riqueza como luego ha
llegado a tener.
Recursos de aprendizaje
Del mito al logos: Artículo que crítica este cambio...
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Bibliografía
ARAYA, Domingo. Didáctica de la Historia de la filosofía. Magisterio. Bogotá D.C. 2004
BACHELARD, G. La Formación del Espíritu Científico. Buenos Aires: Siglo XXI editores, 1978
FERRATER MORA J. Diccionario de Filosofía. Ariel. Bogotá D.C. 2002
GARCIA MORENTE M. Fundamentos de filosofía. Espasa. Madrid. 1951.
Cibergrafía:
http://www.voltairenet.org/article134799.html