quiteño, ATAHUALLPA nació alrededor de 1500 en las proximidades de QUITO, hijo del último gran inca HUAYNA CAPAC y de la princesa TUPAC PALLA. Fue el último de los incas reinantes antes de la llegada de los europeos.
El `problema de la herencia del reino fue fatal para él y su pueblo. Heredo el
NORTE con su centro en QUITO, mientras su hermano HUASCAR, que desde la capital de los incas consideraban el heredero legítimo del imperio, se quedó con el SUR con su centro en CUZCO. Al no haber acuerdo entre ambos estallo una verdadera GUERRA CIVIL que termino por coincidir con la llegada de FRANCISCO PIZARRO. En 1532, ATAHUALLPA venció a HUASCAR en la BATALLA de QUIPAYPAN. El 16 de noviembre de 1532 fue aprendido por PIZARRO en CAJAMARCA. El Inca estuvo ocho meses en poder de PIZARRO. Ya preso ordeno a sus hombres MATAR a HUASCAR y toda su familia y descendencia. Después de haber ofrecido y entregado a los españoles un RESCATE por su VIDA y LIBERTAD, la situación del INCA no cambio, no fue LIBERADO y comenzó a desesperar, es posible que esto diera lugar a una ORDEN FATAL; el Inca hizo llegar a RUMIÑAWI, que estaba en las proximidades de QUITO, la instrucción de ATACAR a los ESPAÑOLES con su EJÉRCITO. El CACIQUE de CAJAMARCA denuncio el hecho ante PIZARRO, que con celeridad y frialdad reunió a su grupo más íntimo y decidió la EJECUCIÓN del EMPERADOR que fue acusado de TRAICIÓN IDOLATRIA y FRATRICIDIO y condenado a la HOGUERA. Para el inca esto era terrible pues rompía la tradición de que el CUERPO (momificado) en buen estado garantizaba su vida en el más allá. El día de la ejecución que se hizo en el centro de la PLAZA de CAJAMARCA, pidió convertirse al CATOLICISMO y ser BAUTIZADO. Lo llamaron FRANCISCO como el CONQUISTADOR, probablemente lo hizo porque así se libraba de la HOGUERA. En efecto, convertido el Inca, se le sometió al GARROTE (se ajusta un cordel al cuello y se le da la vuelta hasta ahogar a la víctima). Se le prodigo un gran ENTIERRO. MURIÓ el 26 DE JULIO DE 1533, cuando tenía alrededor de 33 años.
El único español que podía haberlo defendido porque llego a apreciar al
inca y se relacionó con él en notables partidas de ajedrez, HERNANDO PIZARRO, fue enviado poco antes fuera de CAJAMARCA. Fue un crimen que no se olvidaría y que dejo una profunda huella en la sensibilidad de los conquistadores a lo largo de los siglos.