Está en la página 1de 2

LA CONQUISTA ESPAÑOLA

Las exploraciones en América fueron financiadas por los


organizadores con el objetivo de obtener oro de los pueblos
conquistados; por eso, muchos españoles vinieron con la
esperanza de hacerse ricos y famosos rápidamente. Muchas
veces, estas exploraciones fallaron, con grandes pérdidas
económicas y humanas.
Luego de invadir el Caribe, los españoles invadieron América
Central. El mayor éxito español fue la "conquista" del Imperio
azteca (México) por Hernán Cortés, entre 1517 y 1519. Mientras
tanto, Hernando de Magallanes dio la primera vuelta al mundo
entre 1519 y 1521.
Cuando los españoles controlaron Panamá escucharon
informaciones sobre un gran imperio, al sur. Francisco Pizarro
hizo una sociedad con Diego de Almagro y Hernando de Luque para explorar ese imperio.

La primera expedición, en 1524, no tuvo mucho éxito; pero en la segunda, de 1526, un grupo pequeño
de españoles (los llamados "Trece de la Fama", o "Trece caballeros de la isla del Gallo") confirmó la
existencia del Imperio inca.
Pizarra volvió a España para lograr el permiso del rey Carlos I, también conocido como Carlos V,
firmando la Capitulación de Toledo en 1529. Esta capitulación le dio a Pizarra muchos beneficios (por
ejemplo, era nombrado Gobernador y Capitán General), mientras Almagro era menospreciado. Estas
diferencias serían la causa de las guerras civiles entre españoles.
La tercera expedición se inició en 1531. Al llegar a Tumbes, Pizarra se enteró de la victoria de
Atahualpa sobre Huáscar, y pudo acordar una reunión en Cajamarca.

Guerra civil entre Huáscar y Atahualpa

Cuando el emperador inca Huayna Cápac y su sucesor Ninan


Coyuchi murieron en Tomepampa (Ecuador) a causa de la
viruela, en el Cusco fue designado Huáscar como nuevo Sapa
Inca. Sin embargo, en el norte los nobles y jefes militares
promovieron el levantamiento de su hermano Atahualpa. La
guerra por el poder estalló en 1530.
En 1530, Atahualpa se sublevó contra su hermano, el Sapa
Inca Huáscar, creyéndose con más derecho para gobernar el
Tahuantinsuyo. Para esto, contó con el apoyo de los nobles y
militares de Tumibamba y Quito.
Al estallar la guerra, Huáscar envió tropas al mando del
general Atoe y Huanca Auqui, pero ambos fueron derrotados
y decapitados. Entonces, Atahualpa avanzó hasta
Huamachuco y de aquí envió a sus generales Quisquís y Calcuchímac para la campaña final y la toma
del Cusco.
Ante la emergencia, Huáscar asumió el mando de sus tropas y logró algunas victorias, pero fue
derrotado y capturado en la batalla de Chontacaxas. Luego los atahualpistas tomaron Cusco y
masacraron a los partidarios de Huáscar.
Huáscar fue humillado, torturado en el Cusco y degollado en Andamarca (Ayacucho) por orden de
Atahualpa, quien ya estaba en poder de los españoles.

Prisión de Atahualpa en Cajamarca

Pizarro sabía de la pugna entre Huáscar y Atahualpa y después de fundar la ciudad de San Miguel de
Piura se dirigió a Cajamarca en busca de Atahualpa.
Los conquistadores llegaron a esta ciudad el 15 de noviembre de 1532. Para ello, el inca se encontraba
en los baños de Cajamarca, este les prometió que estaría al día siguiente con ellos.
Pizarro preparó a su gente para que al grito de "Santiago" toda la caballería, artillería e infantería
entrara en acción.
Al día siguiente el inca llegó en andas a la plaza de Cajamarca, salió a recibirlo el padre Valverde y le
entregó un breviario (la biblia) diciéndole que se convierta al cristianismo y tribute al rey de España. El
inca arrojó el libro sintiéndose encolerizado por tal recibimiento.
Entonces se dio la voz de "Santiago" y los españoles salieron de su escondite como lo habían planeado.
Los indios huyeron atemorizados y el inca se quedó en poder de los españoles.

Rescate de Atahualpa

El inca prometió a cambio de su libertad un cuarto lleno de oro y dos


de plata, hasta donde alcanzara su mano levantada. Pizarro aceptó y
entonces Atahualpa ordenó a sus súbditos traer de distintos sitios del
imperio todo el oro y la plata requerida. Cumpliendo así su palabra
empeñada.

Muerte de Atahualpa

Pizarro temía la sublevación del inca y solo con los almagristas decidió darle muerte. Ya que algunos
españoles no estaban de acuerdo con esa fatal decisión.
Aun así. Pizarro llevó a cabo un proceso contra Atahualpa acusándolo de idólatra y conspirador.
Finalmente, lo condenan a la muerte con el garrote, siendo ejecutado el 26 de julio de 1533 en la plaza
de Cajamarca.

¿Cómo pudieron unas decenas de españoles vencer al Imperio inca?


En primer lugar, si bien los españoles eran pocos, Pizarra logró formar alianzas con muchos pueblos
(cañaris y huancas, entre otros) que lo apoyaron con miles de guerreros, alimentos e información
militar. Igualmente, logró una alianza con las panacas del Cusco. En segundo lugar, las enfermedades
traídas por los invasores causaron una gran mortandad, pues eran desconocidas aquí. En tercer lugar,
las armas españolas eran superiores, sobre todo las de fuego (arcabuces, cañones, etc.). Los caballos,
al principio, causaron mucho temor entre los soldados incas.
La resistencia indígena
En 1537, decidido en combatir a los conquistadores españoles. Manco Inca lanzó su ofensiva contra el
Cusco, cercándolo durante meses. Sin embargo, sus tropas, vencidas por el hambre, fueron derrotadas
por los españoles.

También podría gustarte