Está en la página 1de 6

10/11/21 12:44 El amor de Dios

El amor de Dios
Por el élder D. Todd Christofferson
Del Cuórum de los Doce Apóstoles

Nuestro Padre y nuestro Redentor nos han bendecido con mandamientos, y cuando
los obedecemos, sentimos Su amor perfecto de manera más plena y más profunda.

Nuestro Padre Celestial nos ama de una manera profunda y perfecta 1. A causa de
Su amor, Él creó un plan, un plan de redención y felicidad para brindarnos todas
las oportunidades y los gozos que estemos dispuestos a recibir, incluido todo lo
que Él tiene y es 2. Para ello, estuvo incluso dispuesto a ofrecer a Su Hijo Amado,
Jesucristo, como nuestro Redentor. “Porque de tal manera amó Dios al mundo que
ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas
tenga vida eterna” 3. Su amor es el amor puro de un Padre: universal para todos y a
la vez personal para cada uno.

Al igual que el Padre, Jesucristo también posee este mismo amor perfecto. La
primera vez que el Padre dio a conocer Su gran plan de felicidad, pidió que alguien
se desempeñara como Salvador para redimirnos, siendo eso una parte esencial de
ese plan. Jesús se ofreció como voluntario diciendo: “Heme aquí, envíame” 4. El
Salvador “no hace nada a menos que sea para el beneficio del mundo; porque él
ama al mundo, al grado de dar su propia vida para traer a todos los hombres a él.
Por tanto, a nadie manda él que no participe de su salvación” 5.

Este amor divino debiera proporcionarnos un consuelo y una confianza


abundantes cuando oramos al Padre en el nombre de Cristo. Ninguno de nosotros
es un extraño para Ellos. No debemos dudar en invocar a Dios, aun cuando nos
sintamos indignos. Podemos confiar en la misericordia y en los méritos de
Jesucristo para que nos oiga 6. Conforme permanezcamos en el amor de Dios,
dependemos cada vez menos de la aprobación de los demás para guiarnos.

El amor de Dios no excusa el pecado, sino que ofrece


redención
Dado que el amor de Dios es universal, algunos dicen que es “incondicional” y,
desde esta perspectiva, tal vez concluyan que las bendiciones de Dios son
“incondicionales” y que también lo es la salvación; pero no lo son. Algunos suelen
decir: “El Salvador me ama tal como soy”, lo cual es verdad, pero Él no puede
llevar a ninguno de nosotros a Su reino tal como somos, “porque ninguna cosa
inmunda puede morar allí, ni morar en su presencia” 7. Primero hay que resolver
nuestros pecados.

El profesor Hugh Nibley indicó en cierta ocasión que el Reino de Dios no podría
perdurar si se tolerase el más mínimo pecado: “La más mínima mancha de
https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2021/10/15christofferson?lang=spa 1/6
10/11/21 12:44 El amor de Dios

corrupción significa que el otro mundo no sería ni incorruptible ni eterno. La más


mínima falla en un edificio, institución, código o carácter resultará inevitablemente
catastrófica en el transcurso de la eternidad” 8. Los mandamientos de Dios son
“estrictos” 9 porque Su reino y los ciudadanos de este solo pueden permanecer si
rechazan el mal y escogen el bien constantemente, sin excepción 10.

El élder Jeffrey R. Holland observó: “Jesús entendía claramente lo que muchos de


la cultura moderna parecen olvidar: que hay una diferencia fundamental entre el
mandamiento de perdonar el pecado (para lo que Él tenía una capacidad infinita) y
la advertencia de no aprobarlo (lo cual Él jamás hizo, ni siquiera una vez)” 11.

Sin embargo, a pesar de nuestras imperfecciones actuales todavía podemos tener la


esperanza de lograr “un nombre y una posición” 12, un lugar, en Su Iglesia y en el
mundo celestial. Después de aclarar que Él no puede excusar ni ignorar el pecado,
el Señor nos asegura:

“No obstante, el que se arrepienta y cumpla los mandamientos del Señor será
perdonado” 13.

“Sí, y cuantas veces mi pueblo se arrepienta, le perdonaré sus transgresiones contra


mí” 14.

El arrepentimiento y la gracia divina resuelven el dilema:

“Y acordaos también de las palabras que Amulek habló a Zeezrom en la ciudad de


Ammoníah; pues le dijo que el Señor de cierto vendría para redimir a su pueblo;
pero que no vendría para redimirlos en sus pecados, sino para redimirlos de sus
pecados.

“Y ha recibido poder, que le ha sido dado del Padre, para redimir a los hombres de
sus pecados por motivo del arrepentimiento; por tanto, ha enviado a sus ángeles
para declarar las nuevas de las condiciones del arrepentimiento, el cual conduce al
poder del Redentor, para la salvación de sus almas” 15.

Con la condición del arrepentimiento, el Señor puede extender misericordia sin


robar a la justicia, y “Dios no cesa de ser Dios” 16.

Como saben, la manera del mundo es estar en oposición a Cristo o, en otras


palabras, “cualquier cosa menos Cristo”. Nuestra época es una repetición de la
historia del Libro de Mormón, donde ciertas figuras carismáticas ejercen injusto
dominio sobre otras personas, se celebra la permisividad sexual y se alienta la
acumulación de riqueza como el objeto de nuestra existencia. Sus filosofías
“justifica[n] la comisión de unos cuantos pecados” 17, o incluso de muchos pecados,
mas ninguna puede ofrecer redención; esta solo se obtiene mediante la sangre del
Cordero. Lo mejor que pueden ofrecer los seguidores de la filosofía de “cualquier
cosa menos Cristo” o “cualquier cosa menos el arrepentimiento”, es la afirmación
infundada de que el pecado no existe, o que, de existir, en última instancia carece
de consecuencias. No creo que este argumento vaya a tener mucho peso en el Juicio
Final 18.

No debemos empeñarnos en la imposibilidad de procurar la justificación racional


de nuestro pecados; y, por otro lado, tampoco debemos empeñarnos en la
imposibilidad de erradicar los efectos del pecado solo mediante nuestros propios
méritos. Nuestra religión no es una religión de racionalización ni de
https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2021/10/15christofferson?lang=spa 2/6
10/11/21 12:44 El amor de Dios

perfeccionismo, sino una religión de redención, de redención por medio de


Jesucristo. Si estamos entre los penitentes, con Su expiación nuestros pecados
quedan clavados en Su cruz, y “con sus llagas somos sanados” 19.

El anhelante amor de los profetas refleja el amor de


Dios
Hace mucho tiempo que me ha impresionado, y también he sentido, el anhelante
amor de los profetas de Dios cuando nos advierten en contra del pecado. No los
motiva el deseo de condenar. Su verdadero deseo refleja el amor de Dios; de hecho,
es el amor de Dios. Aman a aquellos a quienes son enviados, quienesquiera que sean
y como sean. Al igual que el Señor, Sus siervos no quieren que nadie padezca los
dolores del pecado y las malas decisiones 20.

Alma fue enviado a declarar el mensaje del arrepentimiento y la redención a un


pueblo lleno de odio que estaba dispuesto a perseguir, torturar y hasta matar a los
creyentes en Cristo, incluido el propio Alma. Aun así, él los amó y deseó su
salvación. Luego de declarar la expiación de Cristo al pueblo de Ammoníah, Alma
les suplicó: “Y ahora bien, hermanos míos, deseo desde lo más íntimo de mi corazón, sí,
con gran angustia, aun hasta el dolor, que escuchéis mis palabras, y desechéis vuestros
pecados […], para que en el postrer día seáis enaltecidos y entréis en [el] reposo [de
Dios]” 21.

Tal como lo expresó el presidente Russell M. Nelson: “Es precisamente porque nos
importan tantísimo todos los hijos de Dios que proclamamos Su verdad” 22.

Dios los ama; ¿lo aman ustedes a Él?


El amor del Padre y del Hijo se da sin reservas, pero también incluye esperanzas y
expectativas. Cito de nuevo al presidente Nelson: “Las leyes de Dios están
motivadas exclusivamente por Su infinito amor por nosotros y Su deseo de que
lleguemos a ser todo lo que podemos llegar a ser” 23.

Debido a que Ellos los aman, no quieren dejarlos “tal y como son”. Debido a que
Ellos los aman, desean que tengan alegría y éxito. Debido a que Ellos los aman,
quieren que ustedes se arrepientan porque esa es la senda de la felicidad. Sin
embargo, la decisión es de ustedes; Ellos respetan su albedrío. Deben escoger
amarlos, servirlos y guardar Sus mandamientos. Así, Ellos podrán bendecirlos y
amarlos a ustedes más abundantemente.

Su expectativa principal es que nosotros también amemos. “El que no ama, no


conoce a Dios, porque Dios es amor” 24. Tal como Juan escribió: “Amados, si Dios
así nos ha amado, también nosotros debemos amarnos unos a otros” 25.

Joy D. Jones, que fue Presidenta General de la Primaria, recuerda que siendo un
matrimonio joven, ella y su esposo fueron llamados a visitar y ministrar a una
familia que hacía muchos años que no iba a la Iglesia. Durante la primera visita se
hizo patente que no eran bienvenidos. Tras la frustración causada por varios
intentos fallidos de visitarlos, y tras mucha oración sincera y reflexión, el hermano

https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2021/10/15christofferson?lang=spa 3/6
10/11/21 12:44 El amor de Dios

y la hermana Jones recibieron una respuesta al porqué de su servicio en este


versículo de Doctrina y Convenios: “… Amarás al Señor tu Dios con todo tu
corazón, alma, mente y fuerza; y en el nombre de Jesucristo lo servirás” 26 dijo la
hermana Jones.

“Nos dimos cuenta de que estábamos esforzándonos sinceramente por prestar


servicio a esa familia y a nuestro obispo, pero teníamos que preguntarnos si
realmente estábamos sirviendo por amor al Señor…

“Comenzamos a esperar con anhelo nuestras visitas a esa familia por amor al Señor
[véase 1 Nefi 11:22]. Lo estábamos haciendo por Él. Él hizo que la lucha dejara de
ser lucha. Después de muchos meses quedándonos en la puerta, la familia comenzó
a dejarnos pasar. Con el tiempo, comenzamos a orar juntos y a tener unas
entrañables conversaciones sobre el Evangelio. Forjamos una amistad duradera. Al
amar a Sus hijos, estábamos adorándolo y amándolo a Él” 27.

Al reconocer que Dios nos ama de manera perfecta, podríamos preguntarnos:


“¿Cuán bien amo yo a Dios? ¿Puede Él depender de mi amor tal y como yo
dependo del Suyo?”. ¿No sería acaso una aspiración digna vivir de tal manera que
Dios pueda amarnos no solo a pesar de nuestras fallas sino también gracias a lo que
estamos llegando a ser? Ah, si Él pudiera decir de ustedes y de mí lo que dijo, por
ejemplo, de Hyrum Smith: “… yo, el Señor, lo amo a causa de la integridad de su
corazón” 28. Recordemos la bondadosa admonición de Juan: “Pues este es el amor a
Dios: Que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos” 29.

Ciertamente, Sus mandamientos no son gravosos, sino todo lo contrario: señalan la


senda que conduce a la sanación, la felicidad, la paz y el gozo. Nuestro Padre y
nuestro Redentor nos han bendecido con mandamientos, y cuando los
obedecemos, sentimos Su amor perfecto de manera más plena y profunda 30.

He aquí la solución para estos tiempos tan incesantemente pendencieros: el amor


de Dios. De la época dorada del Libro de Mormón posterior al ministerio del
Salvador se dice que “no había contenciones en la tierra, a causa del amor de Dios que
moraba en el corazón del pueblo” 31. Al esforzarnos por alcanzar Sion, recuerden la
promesa de Apocalipsis: “Bienaventurados los que guardan sus mandamientos,
para que tengan derecho al árbol de la vida y para que entren en la ciudad [santa]
por las puertas” 32.

Testifico de la realidad de nuestro Padre Celestial y de nuestro Redentor, Jesucristo,


así como del amor constante e imperecedero que Ellos sienten por nosotros. En el
nombre de Jesucristo. Amén.

Notas
1. 1. Para preparar este mensaje me he inspirado en los principios que
enseñaron el presidente Russell M. Nelson en “The Love and Laws of
God” (devocional de la Universidad Brigham Young del 17 de
septiembre de 2019), speeches.byu.edu, y el presidente Dallin H. Oaks
en “El amor y la ley” (Liahona, noviembre de 2009, págs. 26–29).

2. 2. Véase Moisés 1:39.

3. 3. Juan 3:16.

4. 4. Abraham 3:27.
https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2021/10/15christofferson?lang=spa 4/6
10/11/21 12:44 El amor de Dios

5. 5. 2 Nefi 26:24. Tal como Jesús mismo dijo: “Nadie tiene mayor amor que
este, que uno ponga su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos si
hacéis las cosas que yo os mando” (Juan 15:13–14).

6. 6. Véanse 2 Nefi 2:8; Moroni 6:4.

7. 7. Moisés 6:57.

8. 8. Temple and Cosmos: Beyond This Ignorant Present, tomo XII de The Collected
Works of Hugh Nibley, 1992, pág. 61; véase también Hugh Nibley,
Approaching Zion, tomo IX de The Collected Works of Hugh Nibley, 1989,
pág. 274: “[Un Sion eterno] plagado de defectos e imperfecciones no
puede perdurar para siempre, así como un puente o una torre no
pueden mantenerse en pie de manera indefinida debilitados por una
falla de construcción, por mínima que sea”.

9. 9. Alma 37:13.

10. 10. Por ello, el Salvador declara: “… estrecha es la puerta y angosto el


camino que lleva a la vida” (Mateo 7:14); y “… yo, el Señor, no puedo
considerar el pecado con el más mínimo grado de tolerancia” (Doctrina
y Convenios 1:31; véase también Alma 45:16).

11. 11. Jeffrey R. Holland, “El costo —y las bendiciones— del discipulado”,
Liahona, mayo de 2014, pág. 8; véase también Jeffrey R. Holland, “The
Second Half of the Second Century of Brigham Young University”
(discurso de conferencia de la universidad, 23 de agosto de 2021), pág. 4,
speeches.byu.edu: “Que yo recuerde, Cristo nunca, ni siquiera una vez, le
negó Su amor a nadie, pero tampoco nunca le dijo a alguien: ‘Porque te
amo, estás exento de guardar mis mandamientos’”.

12. 12. Doctrina y Convenios 109:24.

13. 13. Doctrina y Convenios 1:32.

14. 14. Mosíah 26:30.

15. 15. Helamán 5:10–11; cursiva agregada.

16. 16. Alma 42:23; véanse también los versículos 13–15, 22, 24–25.

17. 17. 2 Nefi 28:8.

18. 18. Véase 2 Nefi 9:46.

19. 19. Isaías 53:5; véase también Mosíah 14:5.

20. 20. Véase Mosíah 28:3.

21. 21. Alma 13:27, 29; cursiva agregada.

22. 22. Russell M. Nelson, “The Love and Laws of God”, 3.

23. 23. Russell M. Nelson, “The Love and Laws of God”, 3.

24. 24. 1 Juan 4:8.

25. 25. 1 Juan 4:11.

https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2021/10/15christofferson?lang=spa 5/6
10/11/21 12:44 El amor de Dios

26. 26. Doctrina y Convenios 59:5; cursiva agregada.

27. 27. Joy D. Jones, “Por Él”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 50.

28. 28. Doctrina y Convenios 124:15.

29. 29. 1 Juan 5:3; véanse también Juan 14:15; 2 Juan 1:6.

30. 30. Véase Juan 15:10.

31. 31. 4 Nefi 1:15; cursiva agregada.

32. 32. Apocalipsis 22:14.

https://www.churchofjesuschrist.org/study/general-conference/2021/10/15christofferson?lang=spa 6/6

También podría gustarte