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Universidad Nacional Autónoma de Honduras

Facultad de Humanidades y Artes

Carrera de Letras

Título:

Espacio de Aprendizaje de Métodos de Crítica II

Nivel sintáctico descriptivo

Autores:

Aurora Idania López Irías

Rubén Darío Hernández González

Asignatura:

Métodos de Crítica II (17:00 Virtual, III PAC 2021

Catedrática:

Licda. Venus Mejía

Lugar y fecha:

Ciudad universitaria, Tegucigalpa, Honduras 03 de noviembre de 2021


Introducción

El presente informe contiene un marco estructuralista de diferentes estudios semiológicos

aplicados al cuento La Tos del escritor hondureño Alejandro Castro. El estudio, realizado por

estudiantes de Métodos de Crítica II, se llevó a cabo con la intención de comprender el paso del

tiempo y los distintos tipos de estructuras encontradas en la literatura. Más específicamente,

conocer estructural, sintáctica y semióticamente las formas narrativas, empleando los siguientes

métodos y objetivos:

1. Utilizar las tríadas propuestas por Claude Bremond para conocer el inicio,

virtualidad y final de la historia.

2. Aplicar la documentación de funciones propuesta por Roland Barthes, de igual

forma, la compilación de sintaxis y semántica de los estudios de Tzevtan Todorov y Gérard

Genette.

3. Adaptar el cuento a la estructura actancial manejado en la clase, proporcionada

por A.J. Greimas. Es decir, un estudio de los actuantes y la influencia que estos poseen en la

narrativa.

4. Por último, un estudio profundo reunido por el Grupo Entrevernes, que se enfoca

en las acciones y características semióticas y lexemáticas de los actantes.

Con esto se pretende obtener un análisis completamente estructural de parte del

cuento La Tos escrito por el hondureño Alejandro Castro.

Asi mismo llevar a cabo aquella aplicación del nivel sintáctico descriptivo, así como en

los trabajos anteriores que se trató de llevar un esquema de todas las aplicaciones de los métodos

como ser el método triádico, la aplicación de las funciones de Barthes y los aspectos y modos del
relato según Todorov y Genette y sin olvidar el ultimo y mas reciente trabajo el cual fue el

método actancial referido todo esto anteriormente.

Cuando nos referimos a la aplicación del nivel sintáctico descriptivo estamos

refiriéndonos a una parte del análisis semiótico donde se compone de tres niveles los cuales son

lexematico, papeles temáticos y el nivel axiológico. Ahora bien, debemos saber que el análisis

semiótico del contenido tiene dos aspectos los cuales son formas narrativas y formas descriptivas

cada una de ellas representan los suyo, el narrativo lo narrativo y el descriptivo lo descriptivo.

En este análisis se hace a las figuras, donde estas figuras califican y dan cuerpo a los

papeles actanciales y a las funciones que estos cumplen según Grupo Entrevernes 1982, p.111.

Cuando se habla de figuras lexematica se habla de lexemas, lexemas del contenido en

este caso del cuento La tos, sabemos que los lexemas son la raíz de esa familia de palabras y que

la figura posee un contenido analizable y estable por lo que este puede llevar a cabo varios tipos

de realización según el uso que se haga de la figura, que en este caso tomaremos la palabra

“escapar”

Entre estos podemos encontrar itinerarios semememicos los cuales son los conjuntos

figurativos, aspectos realizados en la historia, y estos serán asignado como una definición de la

acción realizada por los personajes de nuestra historia marcando los eventos importantes para el

desenlace de la historia.

Luego nos encontraremos con los papeles temáticos que estos sabemos bien que son

conjuntos figurativos, son reducidos a una especie de papeles descriptivos y se le define como

actor.

En el nivel axiológico se vera los valores mismo del cuento La tos, el cual nos llevara a

un estudio muy analítico para encontrar aquellos valores que representa el cuento, esos valores

morales y de juicio que el mismo humano hace reflexionar, de tal modo que se reflexionara en
aquellos que se enmarca en positivo y como también en lo negativo, una estructuración de

valores que delinea a la personalidad y decisiones, así como la manera en la cual aprecia la vida.

Y es así como se llevará a cabo un amplio análisis del cuento la tos tomando en cuenta

todos los distintos tipos de estructuras encontradas en la literatura.

Objetivos

Objetivo general:

 Analizar cada uno de las aplicaciones del nivel sintáctico, así mismo

explicar cada uno de estos niveles, pero llevándolo a cabo con el cuento de La Tos del

escritor hondureño Alejandro Castro.

 Diseñar cuadros y representaciones graficas para identificar cada uno de

los pasos que lleva acabo los niveles sintácticos.

Objetivos específicos:

 Analizar muy bien el cuento la tos para así poder representar cada uno de

los niveles sintácticos descriptivos como ser lexematico axiológico al igual que los

papeles temáticos que se encuentren en el cuento.

 En cada análisis poder demostrar que se logro una buena explicación del

trabajo.
Biografía

Alejandro Castro nació en Tegucigalpa, el 18 de febrero de 1883, sus padres el señor

Alejandro Castro y doña Micaela Díaz. Haya por los años 1916 fundó la famosa revista

“Tegucigalpa”, que duró hasta 1959. Durante el régimen de Miguel Paz Barahona siendo

periodista en los años 1925-1928, dirigió el diario oficial. Fue un destacado editor en jefe de “El

Cronista”. Se casó con la señora Cristina Zelaya, con la cual procreó ocho hijos: Alejandro, el

mayor y que con el tiempo se convertiría en cuentista, Manuel, Cristina, Julieta, Olga Marina,

María Teresa, Rodolfo y Marco Antonio. Murió en 1940. Al paso de su muerte su hijo Alejandro

tomo las riendas de la revista, dirigiéndola hasta el final de la misma, en la década de 1950. El

estilo coloquial de “Cartas al terruño”, libro suyo, se convirtió en modelo para algunas

generaciones de literatos. (Gonzales, 2016).

Cuento

La Tos de Alejandro Castro

La fría atmosfera de la tarde estaba recargada de un penetrante olor a pólvora. A

intervalos cada vez más largos se escuchaban las detonaciones secas de los "lnfumes" y el

estruendoso reventar de los "Remingtons". Después de cada disparo, el eco se arrastraba

vertiginosamente por el áspero lomo de las sierras; luego cesaba de pronto, aplastado contra un

desfiladero y el silencio vespertino llegaba de nuevo, como un impacto.

Los dos hombres se pegaban al suelo, de barriga. Habían cavado una especie de túnel

entre la maraña de plantas silvestre es, que invadían el zacatal tostado por el sol de un largo

verano y allí se estaban, rígidos, anhelantes, conteniendo la respiración para no delatarse.


Habían combatido todo el día, en una acción de armas desastrosas para sus fuerzas. El

pequeño ejército hizo lo humanamente posible para evitar la derrota, pero todo lo que sobrevivía

de aquel magnífico heroísmo eran los restos despedazados de las columnas de combatientes que

se dispersaban a toda marcha por los atajos, para evitar su completo exterminio.

Los dos combatientes vestían ropas harapientas. Una barba densa y renegrida les cubría

el rostro, donde solo se columbraba el resplandor sanguinolento de sus ojos sobresaltados. Con

la respiración entrecortada por la fatiga y la emoción, de tarde en tarde volvían a mirarse, las

caras descompuestas por la angustia, cuando algunas patrullas enemigas, a paso de carga,

hollaban la zacatera, a pocos metros de su escondite.

Aquella tarde señalaba el trágico final de una campaña bélica mal planteada y peor

conducida. Grupos de campesinos y de obreros, desarmados y sin vituallas, habían luchado

durante seis meses por todo el territorio, contra un enemigo siempre superior en número y mejor

pertrechado para los combates. Las inclemencias de un copioso invierno causaron más bajas que

las balas del gobierno. Solo pudieron remediar el hambre crónica con un pillaje desalmado que

dejaba en ruinas los departamentos por donde transitaban sus tropas, siempre alborotadas por una

feroz indisciplina.

Pronto se habían dado cuenta los soldados de que en el momento de la acción fallaban

todas las combinaciones. Las armas prometidas no 1legaban, los jefes anunciados no hacían acto

de presencia, los políticos que con encendidas proclamas los lanzaran a la lucha se habían

esfumado. Se sabía de muchas deserciones ocurridas en la plana del Estado Mayor. Circulaban

en los campamentos rumores de fraudes escandalosos, cuentos de coroneles y generales que se

habían alzado con el dinero destinado al pago de las fuerzas.

El movimiento armado se inició en una atmósfera de galopante optimismo. Después

cundieron el desaliento y el temor. En realidad, todos vivían pensando cómo evadirse de la


campaña, pero en tanto llegaba el momento de abandonar las armas, día a día tenían que poner la

cara a nuevas vicisitudes, aguantar las jornadas de hambre y las noches de helado cierzo; hurtar

el cuerpo en las fieras escaramuzas, donde el filo de los machetes y el plomo de los fusiles jamás

dejaban de hacer su mortal cosecha.

No es extraño que muchas de las columnas se convirtieran en verdaderas partidas de

forajidos. Sabiéndose abandonado de todo el mundo, cada uno atendía a su seguridad ya su

subsistencia como mejor podía. Todo freno moral dejó de funcionar. Grescas furiosas estallaban

en los vivacs con el más fútil pretexto.

Desde que salieran a la asonada, partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa,

Manuel Herrera y Juan de Dios Leiva habían intervenido juntos, unidos por inseparable

compañerismo, en todo el viacrucis revolucionario. Herrera era el tipo de oportunista sin

escrúpulos, rudo, fanfarrón, violento, armado siempre de un aire de perdonavidas que le destilaba

de sus largos bigotes de mosquetero de suburbio. Desde su primera juventud participó en las

contiendas civiles, unas veces al lado del gobierno, otro confundido entre las huestes

revolucionarias. Comodín de políticos, marrullero de oficio, matón empedernido, Manuel

Herrera tenía siempre algo que ganar con la sangre derramada por sus hermanos.

Juan de Dios era su antípoda humana. Un muchacho tímido, oficial de carpintería,

convertido en montonero porque consideraba punto de honor que los hombres de su partido

estuvieran en el gobierno. El color político lo había heredado de sus tatarabuelos y todo

sacrificio le parecía poco para hacerse digno de este legado de sus mayores. Herrera se gastaba

con él ínfulas paternales. Desde el momento en que se declarara su amigo y protector, lo

mantenía sujeto a una especie de vasallaje, al que correspondía el joven con un temor mezclado

de reverencia, porque en efecto aquel matón petulante le había salvado la vida en más de un

episodio de la campaña y gracias a su experiencia de bribón consumado habían logrado

mantenerse vivos entre el oleaje de sangre y odio.


Ahora estaban aquí, juntos una vez más, desgreñados, sucios, inermes-porque en la huida

habían tirado sus fusiles-vibrando de pavor cuando la tierra les daba el eco de las pisadas

enemigas. Se aferraban al suelo como si allí estuviera todo el secreto de la existencia. Sus

probabilidades de salvarse aumentaban a medida que se acercaba la oscuridad nocturna. Los

extensos pastos donde encontraron providencial refugio habían sido durante varias horas el

escenario de una espantosa cacería. Las altas canas de la zacatera, entreveradas de intrincada

maleza, parecieron un puerto de salvación a muchos de los infelices que corrían en loca retirada.

Poco habían escapado en verdad a la cólera humeante de sus perseguidores, que según los

síntomas experimentaban un gozo exaltado al sorprender a las víctimas en sus improvisadas

madrigueras. Los dos hombres estuvieron escuchando largo rato ayes y suplicas de perd6n.

- ¡Aquí está un hijo de p.…! -gritaba una voz acezante. ¡Rendite,

desgraciado...!

Inútil intimidación porque no se tomaban prisioneros. Se oía la voz del prisionero

clamorear:

- ¡No me mates, papaíto...! -y luego un disparo martillado a quemarropa o el

vibrar metálico de los machetes que hendían cráneos o cercenaban brazos. No lejos de donde se

encontraban los fugitivos, un hombre asesinado a medias prorrumpía en una larga y horripilante

queja. En el atardecer caluroso, pleno de vapores sonrosados, el lamento desgarrador, sin

consuelo; las invocaciones ala madrecita exhaladas de un pecho moribundo, infundían en la

atmósfera un aliento de pavor frenético. Juan de Dios se cubría los oídos con las manos, pero los

dejaba libres para amordazarse la boca con ademan desesperado, porque una tos sibilante se le

arremolinaba en el pecho y le estallaba en los labios en barbotantes accesos. Aquella existencia

miserable lo había enfermado. Como él mismo explicaba. . . "sentía como que una estaca le

atravesara el pecho". A cada inspiración, el rostro se le contraía de dolor. Esto era así en los días

normales. Ahora que había corrido y corrido, huyéndole a la muerte, sus bronquios raídos se
convulsionaban en espasmos violentos, provocándole una irresistible necesidad de toser y

toser…

- ¡Cállate, desgraciado! -le bisbiseaba Manuel, con rápidas y apagadas voces-.

¡Nos van a descubrir...!

Juan de Dios lo miraba con ojos desorbitados y para acallar aquel torrente de secas

explosiones que sentía acumulársele en la garganta, hundía el rostro en el lecho de pasto seco y

mordía la tierra, con lágrimas de rabia y desesperación. Contenida por un esfuerzo inhumano, la

tos se convertía en un desgarrado y horrendo estertor. La claridad iba decayendo rápidamente.

Pronto tendrían la noche encima. Bajo la protección de las sombras podrían escapar tal vez de la

trampa infernal. Si no fuera por aquella maldita tos.... Ruido de pasos rápidos se acercaba al

escondite. La claridad violácea del crepúsculo envolvía ya los campos. En ese instante, un

nuevo estertor sobrecogió a Juan de Dios. Su cuerpo se enarcaba a efectos del acceso contenido.

Las venas del cuello se le hinchaban como si fueran a estallar. Tenía la sensación horrible de un

ejército de hormigas reptando en su garganta, atenaceada por la asfixia. Un gemido sordo, un

lamento opaco y babeante se escapaba por las comisuras de sus labios circundados de espuma.

Manuel lo había agarrado de las crenchas con una de sus zarpas y le estrujaba la cara contra el

suelo, con la vana esperanza de que la tierra aspirara el jadeo estertórico del infeliz.

- ¡Cállate, hijue...! - ¡Bramaba sordamente Manuel, con pavor bestial! - ¡Nos van a matar!

Juan de Dios logró zafarse momentáneamente de la bárbara tenaza y en el colmo de la

desolación decía que no con un rápido vaivén de su cabeza, mientras una crepitación

embravecida empezaba a surgir de todos los rincones de su pecho destrozado. Aquello iba a ser

un alarido de dolor...

La noche cubrió con un manto piadoso aquel agujero del mundo donde el drama

inacabable de la vida y la muerte se representó una vez más. Al comprender que un torrente de
tos convulsiva se desbordaría por la garganta de Juan de Dios, Manuel Herrera quiso adelantarse

una vez más al golpe del destino. Con rapidez fulminante extrajo la daga del cinto y la hundió en

el cuello de su compañero. Luego atrajo el arma hacia sí. Los cartílagos y los músculos cedieron

con suave crujido. La sangre empezó a salir a borbotones por la ancha herida, bañándole las

manos. El cuerpo de Juan de Dios forcejeó un instante y luego fue extendiéndose en una laxa

indefensión. La sangre salía ahora en un borbotear de fuente subterránea. A cada palpitar del

corazón, una oleada de líquido caliente se derramaba por los bordes de la herida. Era la tos, la

tos de Juan de Dios, que no alcanzó a restallar en el aire...

Ya era noche cerrada. Embrocado sobre el cadáver de su amigo, Manuel Herrera se

sentía invadido por la alegría primitiva de una fiera que recobra la libertad. En torno suyo se

escuchaban ahora voces que llamaban a gritos...

- ¡Hay más escondidos...!

- ¡Ya no se ve! Vámonos…!

- ¡Que no quede ninguno de estos hijos de p.…! ¡Quemen el potrero! -bramó por fin una

voz que parecía dar órdenes.

Manuel acechaba desde el fondo de su cubil, tembloroso. Todavía apretaba la herida,

como si temiera que la tos fuera a rebrotar su grito estridente y delator. De pronto, puntos

luminosos empezaron a moverse por todo el zacatal. El humo acre de las grandes quemas de la

campaña invadía el refugio en rápidas espirales.

Cuando Manuel Herrera se resolvió a incorporarse en su escondrijo, estaba rodeado por

una compacta barrera de llamas...


Marco teórico

Las tríadas de Bremond

Según Claude Bremond (1970), El estudio semiológico del relato puede ser dividido en

dos sectores:

1. el análisis de las técnicas de narración

2. La investigación de las leyes que rigen el universo narrado.

Su método deriva del método de las funciones del cuento ruso de Vladimir Propp. Solo

que a este él lo modifica haciéndolo más flexible y más amplio.

Una primera agrupación de tres funciones engendra la secuencia elemental. Esta tríada

corresponde a las tres fases obligadas de todo proceso:

• una función que abre la posibilidad del proceso en forma de conducta a observar o de

acontecimiento a prever;

• una función que realiza esta virtualidad en forma de conducta o de acontecimiento en

acto; y…

• una función que cierra el proceso en forma de resultado alcanzado.

La virtualidad es solamente una intención que se lleve a cabo, si la actualización ocurre

en la virtualidad, se abre la posibilidad de que se logre el fin que los personajes se han propuesto

alcanzar. Por otro lado, si la actualización no ocurre siempre debido a un impedimento que no les

deja llevar a cabo, casi siempre por algún enemigo.

Las secuencias que se presentan en las triadas se combinan entre sí para engendrar

secuencias complejas entre los procesos que pasa el personaje sobre la previsión de una derrota o

una victoria.

Las más típicas son:


• El encadenamiento por continuidad que esta sucede cuando Dos o más tríadas están

encadenadas, cuando se realiza la primera triada por consecuencia de una acción que pasara por

otro proceso. El encadenamiento será marcado por (=) el evento se dividirá en dos situaciones

que se desenlazan por un acontecimiento.

• El enclave se da para que un proceso alcance su fin, debe de incluir otro que le sirve de

medio para lograrse (ej. Triada de mejoramiento abre a una triada de mejoramiento obtenido).

El enlace para un mismo acontecimiento, puede haber dos funciones realizadas o

dirigidas a diferentes personajes, según su perspectiva. La tríada será diferente según la

perspectiva de los agentes que la realizan o la reciban. Se presenta a través de vr. (versus).

El ciclo narrativo según Bremond, debe de haber una sucesión de acontecimientos.

Además, que cuenten situaciones humanas, pueden clasificarse en dos tipos:

• El Mejoramiento a obtener desde la virtualidad (el deseo de realizar una acción). Se

busca un mejoramiento. O la degradación previsible la mecánica es igual al anterior, solo que su

naturaleza es diferente. Se busca una degradación para el personaje.

• Combinación del mejoramiento y la degradación

La sucesión continuación constituye un círculo de tríadas, enlazándose unas con otras,

alternando fases de mejoramiento o degradación.

El enclave es la intervención de un proceso que es inverso con el que se está realizando,

puede llevarlo al fracaso sea por mejoramiento o degradación.

El enlace mientras un personaje está obteniendo mejoramiento, ese mejoramiento puede

significar una degradación para la suerte de otro personaje.

Procesos de mejoramiento el proceso mediante el cual el héroe cumple con su objetivo

como también obtiene un triunfo.


Análisis estructural de relato

Antes que nada, debemos saber que el autor intelectual de esta descripción análisis

estructural del relato es el señor Roland Barthe un prominente estudiosos semiólogo

estructuralista filósofo, crítico, teórico literario, que fue publicitado en la revista communications

número 8, y que este mismo fue de gran importancia para

la teoría estructuralista, que a su fecha de publicación coincidió con el auge del

estructuralismo.

Nos haremos esta pregunta ¿Qué pretende Barthe con este análisis? Y diremos un análisis

es una forma de examen detallado de una cosa para conocer sus características o cualidades, o su

estado, y extraer conclusiones, que se realiza separando o considerando por separado las partes

que la constituyen según definición de Oxford language, estructural será entonces según

definición de Oxford language; un análisis o estudio de una cosa considerándola una estructura o

un conjunto de estructuras susceptibles de formalización. Ahora nos dice de un relato ¿Qué es un

relato? Un relato es un cuento o narración obviamente de carácter literario y generalmente breve.

Ahora ya teniendo una definición entonces el señor Barthe pretendió hacer un examen

detallado donde sacaría conclusiones, cualidades y estados en una forma muy bien estructurada y

susceptible a la formación de un cuento o una narración literaria.

Y desde luego fue así, comencemos con el relato presente en todo tiempo y lugar, en

todas las sociedades y culturas a esto sumemos también que comienza con la historia misma de

la sociedad. Luego encontraríamos un modelo común este debe ser implícito en todo juicio sobre

cualquier forma narrativa, la forma del relato como una de las primeras preocupaciones del

<<estructuralismo naciente>>.

Lo siguiente será el dilema cada relato debe tener un común con otras y una estructura

accesible al análisis, debe ser de simple sucesión de acontecimientos explicables por el arte de su

autor, el procedimiento deductivo debe ser en el análisis narrativo que se debe de concebir un
modelo hipotético de descripción (una teoría) que expliquen las especies que a la vez participan

y se separan de dicho modelo.

El modelo de estructural del relato debe tener una lingüística, cuando se dice de

lingüística estamos hablando de la lengua del relato que es uno de los idiomas ofrecidos a la

lingüística del discurso y segundo es la homología de la frase – el relato participa de la frase sin

reducirse a una suma de ellas.

Tenemos la identidad del lenguaje y la literatura que este acompaña continuamente al

discurso literario tendiéndole el espejo de su propia estructura.

Los niveles de sentido su característica es una relación jerárquica, cada nivel tiene sus

propias unidades y correlaciones que permiten una descripción independiente, ningún nivel

puede por sí solo producir sentido y por último toda unidad que pertenece a un cierto nivel solo

produce sentido al integrarse a un nivel superior.

Se encuentran dos tipos de relaciones distributivas e integrativas, con las distributivas

están situadas en un mismo nivel y con las integrativas se perciben entre un nivel y otro.

El relato como jerarquía de instancia se encuentran tres puntos importantes el primero es

que se debemos saber que leer (escuchar) un relato no solo es pasar de una palabra a otra,

segundo es fundamental pasar de un nivel a otro y tercero el sentido no está al final del relato,

sino que lo atraviesa.

nivel de las funciones

• el relato como sistema hay que definir primero las unidades narrativas mínimas.

• Hay que dividir los relatos para determinar los segmentos a distribuir en un pequeño

número de clases.
Las funciones

• El carácter funcional de ciertos segmentos de la historia hace de ellos unidades.

• Toda función se define por su germen – es los permitirá fecundar el relato con un

elemento que madurará luego en el mismo u otro nivel.

Todo en el relato es funcional ya que en el orden del discurso todo lo anotado es notable,

todo tiene sentido o nada lo tiene y el arte no conoce ruido.

La función como unidad de contenido se trata de lo que quiere decir un enunciado y no la

forma en que esta dicho.

Hay dos grandes clases de funciones los indicios y la funciones, los indicios son

integradoras y las funciones son distribucionales.

Y hay dos tipos de funciones, funciones cardinales o núcleos, en esta función

encontramos los nudos del relato, inauguran o cierran una incertidumbre, son a la vez

consecutivas y consecuentes, no se puede suprimir un núcleo sin alterar la historia.

Catálisis esta función tiene una naturaleza complementaria, zonas de descanso (lujos del

relato), no son consecutivas, no se puede suprimir una catálisis sin alterar el discurso.

Los indicios, hay indicios que remiten a un carácter, un sentimiento, una atmosfera.

Informaciones en este caso se sitúan en el tiempo y el espacio son operadores realistas.

Las catálisis, los indios y os informantes comparten un carácter común y es que son

expansiones y los núcleos son conjuntos finitos, términos poco numerosos, regidos por una

lógica <<temporal>> son necesarios y suficientes.

Aquí termina el primer nivel de las funciones y se continua con el segundo nivel que es el

nivel de las acciones.

Nivel de los personajes aquí el personaje es considerado un participante y no un ser en

una esfera de acciones y es por esto el nombre de nivel.


A los personajes del relato se consideran no según lo que son sino según lo que hacen

(los actantes de Greimas).

Los actantes los caracterizan como unidades semánticas y sintácticas complicadas en las

cualidades de los sujetos y objetos de un proceso narrativo.

M DESTINADOR OBJETO DESTINATARIO


A

AYUDANTE SUJETO OPONENTE

Continuamos con el tercer nivel, el nivel da la narración en este nivel de la narración el

relato tendrá como objeto el juego de una acción comunicativa, se tratará de describir el código a

través del cual se otorga significado de narrador y al lector del relato, quien será el dador del

relato:

• El autor.

• El narrador como conciencia total.

• El narrador limita su relato a lo que pueden ver o saber personajes.


El método semiótico actancial de Greimas

Durante el método actancial tomaremos como referencia el texto de Grupo de

Entrevernes: Análisis semiótico de los textos donde se explica claramente lo que se expondrá en

este trabajo.

En primer lugar, tenemos que entender la relación principal entre el sujeto y el objeto,

para eso debemos entender cuáles son los actantes y en qué consiste cada uno su relación con el

sujeto para lograr unirse con lo más importante que es el objeto.

Vemos que aparece el enunciado de estado este corresponde a la relación entre sujeto y

objeto, sabemos que el sujeto (S) no es un personaje y el objeto (O) no es una cosa; esto se trata

más bien de papeles que definen posiciones correlativas (actantes o papeles actanciales) que no

existen nunca sin la una de la otra, debemos saber que no hay sujeto sin un objeto al cual está

ligado y con relación al cual se define.

De la misma forma, todo objeto se define por su relación a un sujeto. Estos enunciados de

estado pueden estar en unión o desunión entre el sujeto y el objeto S y O quiere decir que están

en relación de desunión, su signo V en cambio el estado de desunión que se presenta a través de

S y O y cuando están en relación de desunión su signo será el siguiente ^. Sin embargo, cuando

se presenta el cambio de unión a desunión a unión o viceversa se conocen como cambio del cual

se presenta de la siguiente manera: (S V O) (S ˄ O)

Ahora veremos un elemento esencial conocido como programa narrativo (PN) a la

sucesión de estados y cambios que se encadenan a partir de una relación S y O y de su

transformación de los actantes con el sujeto.

El enunciado narrativo admite dos tipos de sujeto:


El sujeto de estado, en relación de unión o de desunión respecto a un objeto:

la relación (S O) define el enunciado de estado.

El sujeto agente, en relación con una realización que él mismo efectúa: también se le

llama sujeto de acción.

A indicaría acción en el enunciado y la doble flecha cuando el sujeto y el objeto pasa de

unión a desunión, en esos casos las secuencias de estado de desunión se conocen como anti-

programa narrativo que está centrado en cambios diversos. Podemos encontrar relatos sin un

anti-programa (sin oponentes, sin luchas), o un anti-PN que no siempre se logra desarrollar, que

se relaciona con los mejoramientos logrados.

Para eso se presenta múltiples actantes con los que se relacionan los cuales son:

Primera categoría: sujeto y objeto. En la primera, los actantes están vinculados por una

relación de deseo.

Segunda categoría: remitente (fuente) y destinatario. En la segunda, la relación

corresponde a la modalidad del saber (comunicación)

Tercera categoría: ayudante y opositores, es una relación de poder.

El método lexematico de Greimas

Una figura es una unidad de contenido definida por su núcleo permanente, en este caso

estamos hablando de figuras lexematicas cuyos virtualidades e significados se realizan de

formas diversas según los contextos. Mediante los pasos del análisis el núcleo central debe ser

definido conforme a la RAE y reconocer sus diversos significados en el texto. (Grupo

entrevernes, 1982, pp. 110) Pero debemos también definir que es un lexema este es el nivel más

simple de la lengua. Es decir, el lexema es la parte que se mantiene invariable en todas las

palabras de una misma familia.


La figura lexemáticas es entonces una palabra que funciona como núcleo estable y

analizable. A partir de ese núcleo de contenido pueden desarrollarse varios itinerarios sememico

que pueden constituir un discurso, es decir que varias frases del texto que formen un discurso

relacionado con el tema descriptivo. El tema descriptivo aparece como un conjunto de

significados virtuales susceptibles de ser actualizados por los discursos y los conjuntos

figurativos. El tema descriptivo constituye el aspecto virtual y el conjunto figurativo seria el

aspecto realizado. Los conjuntos figurativos van a depender del tema descriptivo que exploran y

realizar las posibilidades desde tema. (grupo entrevernes, 1982, pp. 110-118)

El esquema que debe presentarse para el análisis debe visualizarse así:

También pueden existir campos semánticos el cual es un conjunto de empleos de una

palabra en un texto dado, empleos que confieren a dicha palabra cierta carga semántica. Todo

estrechamente ligado de los itinerarios semánticos de una figura o de su aspecto realizado. El

encadenamiento de las figuras que exhibe el texto es el aspecto que más interesa a la semiótica

textual.
Papeles temáticos

Los temas descriptivos estudiados durante todo el desarrollo de este cuento nos han

llevado a examinar figuras que no se presentan de una forma no tan clara dentro del texto y es

cuestión de un análisis, estás definen a los personajes como van progresando y evolucionando

según vamos avanzando en el relato.

Para esto habría que descomponer que significa ser un personaje dentro del relato de

modo que debemos saber que estos papeles que corresponden al personaje son posiciones

precisas de la trama de relaciones construidas por el programa narrativo. (grupo entrevernes,

1982, pp. 121)

Un papel temático constituye un resumen de todo el conjunto del relato, es decir, una

pequeña palabra o fonema que le da el sentido completo a un párrafo. “se golpea”, “tropieza”,

son figuras del conjunto que pueden estar en el papel temático de algún “niño torpe” en algún

relato. Según los conjuntos figurativos que toma parte aparece “el niño” como portador de

diversos papeles temáticos que contribuyen a describirlo y darle un cierto peso semántico (grupo

entrevernes, 1982, pp. 123)

Ahora en lugar de utilizar el término “personaje” podemos utilizar el término “actor” que

se define como el punto de encuentro de al menos un papel actuante y al menos un papel

temático.

Nivel axiológico
Los niveles axiológicos determinan los valores más importantes en el relato estos deben

estar siempre con sus opuestos ya que debe ser sensible a oposición.

El principal nivel axiológico varía dependiendo de nuestro actor principal y los

sentimientos o deseos que este tiene con respecto a los relatos y los valores encontrados son

valores en pugna que deben ser elegidos para poder llevar un análisis axiológico completo en el

relato. Además, estos serán representados a través de “vs”.

Aplicaciones de los métodos

Aplicación del método las triadas de Bremont

Sabemos que la lógica de los posibles narrativos, planteado por Claude Bremond, es un

método semasiológico de crítica literaria y que se concentra en las técnicas de la narración y

leyes que rigen el universo narrado del relato.

Bien continuación, se presentará el esquema general de las tríadas extraídas del cuento

hondureño «La tos», así como también la combinación que formó la secuencia compleja y sus

subprocesos que ayudan a que se den o no los acontecimientos del relato.

Esquema de las tríadas

esquema general de las tríadas principales


A1


A2


A3
Para poder comprender la tríada es

necesario compartir un esquema concentrado solo en el proceso de mejoramiento


Lo siguiente que se muestra es el esquema

del desenvolvimiento de la tríada principal (A) y su enclave con la tríada secundaria (B)

Explicaciones

Explicación de las triadas.

A1: Mejoramiento a obtener:

Juan de Dios y Manuel Herrera son dos compañeros inseparables de combate opuestos de

carácter, ya que Juan de Dios es un carpintero y Manuel Herrera es un violento forajido quien es

el que en batalla le ayuda a sobrevivir. Continuando el relato estos compañeros viven una odisea
por salir del territorio en donde son atacados constantemente sin piedad alguna y tienen la

esperanza de salir con vida, luego de una persecución se esconden en un túnel, hasta llegar la

noche:

“Los dos hombres se pegaban al suelo, de barriga. Habían cavado una especie de túnel

entre la maraña de plantas silvestres, que invadían el zacatal tostado por el sol de un largo verano

y allí se estaban, rígidos, anhelantes, conteniendo la respiración para no delatarse.” (p. 118)

A2: Proceso de mejoramiento

Este proceso sabemos que se constituye a través de la eliminación de un obstáculo que

este se presenta por medio de una micro triada, es por esto que en el relato Juan de Dios y

Manuel Herrera guardan esperanza de salir con vida; así que se esconden en un césped seco para

que el enemigo no los encuentre y que por la noche puedan salir victoriosos:

“Sus probabilidades de salvarse aumentaban a medida que se acercaba la oscuridad

nocturna. Los extensos pastos donde encontraron providencial refugio habían sido durante varias

horas el escenario de una espantosa cacería.” (p. 121).

A3: Mejoramiento no obtenido: el protagonista no lo logra

Para la parte final de la triada, nos encontramos que las protagonistas no logran obtener el

salir con vida de su escondite, debido a que en la persecución la tos de Juan de Dios se ha

agravado y ante el fracaso en sus intentos por reprimirla, por lo cual Manuel Herrera lo mata con

una puñalada en la garganta para que la tos no se produzca. Finalmente, Manuel Herrera muere a

causa de una barrera de fuego causado por el enemigo.

“Ya era noche cerrada. Embrocado sobre el cadáver de su amigo, Manuel Herrera se

sentía invadido por la alegría primitiva de una fiera que recobra la libertad. En torno suyo se

escuchaban ahora voces que llamaban a gritos… De pronto, puntos luminosos empezaron a
moverse por todo el zacatal. El humo acre de las grandes quemas de la campiña invadía el

refugio en rápidas espirales… Cuando Manuel Herrera se resolvió a incorporarse en su

escondrijo, estaba rodeado por una compacta barrera de llamas...” (pg. 124, 125).

Proceso de mejoramiento

Esta es la función generada por la tríada principal del relato, aquí vemos que el proceso

se gestiona por medio de una función y que alcanza un resultado final con el propósito de

finalizar un cometido.

1. Obstáculo por eliminar:

Uno de los protagonistas del relato, quien es Juan de Dios, se ve afectado por el

empeoramiento de la tos a causa de persecución generada en el campo de batalla:

“…porque una tos sibilante se le arremolinaba en el pecho y le estallaba en los labios en

barbotantes accesos. Aquella existencia miserable lo había enfermado. Como él mismo explica...

"sentía como que una estaca le atravesara el pecho”. A cada inspiración, el rostro se le contraído

dolor. Esto era así en los días normales. Ahora que había corrido y corrido, huyéndole a la

muerte, sus bronquios raídos se convulsionaban en espasmos vio lentos, provocándole una

irresistible necesidad de toser y toser.” (p.122).

En este obstáculo a eliminar se denota una aflicción que evita que el protagonista se

desarrolle de la mejor manera, sin la tos.

2. Proceso de eliminación:

En este proceso existe una eliminación, de tal modo que es por esto que vemos en el

relato que se estipula el protagonista implícitamente e inicia un proceso de eliminación en el cual

se aferra a lograr sobrellevar el conflicto que le asecha. En este caso, se basa en los medios que
tiene para evitar toser y que los descubran a causa de ella. Este proceso de eliminación toma de

recurso un subproceso de los medios posibles.

• Medios posibles:

El protagonista utiliza todos los medios que tiene a su disposición para aferrarse a la vida

y así evitar ser encontrado y, por lo tanto, ser asesinado: aferrarse al suelo, aguantar la necesidad

de toser y esperar el anochecer es lo único que puede salvar a nuestros protagonistas:

«…hundía el rostro en lecho del pasto seco y mordía la tierra con lágrimas de rabia y

desesperación» (p. 123).

• Utilización de los medios:

En este proceso los protagonistas ponen en marcha los medios que tiene a disposición:

Manuel trata de amordazar la boca de Juan de Dios, luego el anochecer llega y Manuel lo estruja

en el suelo y lo apuñala. En el proceso de degradación de los protagonistas, la desesperación se

presenta como la única salida. En su pensamiento, su supervivencia es lo más importante para él:

«Con una rapidez fulminante extrajo la daga del cinto y la hundió en el cuello de su compañero»

(p. 124).

• Éxito de los medios:

Al ser asesinado por su compañero, la tos ya no se produce en Juan de Dios, obteniendo

así el triunfo de los medios aplicados para eliminar la tos (en este caso, el asesinato es un medio

para eliminarla). Para los protagonistas, este hecho da lugar a un silencio sombrío: los medios

funcionaron.
«Ya era la noche cerrada. Embrocado sobre el cadáver de su amigo, Manuel Herrera se

sentía invadido por la alegría primitiva de una fiera que recobraba la libertad» (p. 124).

• Obstáculo eliminado:

Con el éxito del asesinato, la tos no se produce, pues este obstáculo pierde fuerza al ser

eliminado totalmente en Juan de Dios:

«A cada palpitar del corazón, una oleada de líquido caliente se derramaba por los bordes

de la herida. Era la tos, la tos de Juan de Dios, que no alcanzó a restallar en aire» (p. 124).

Aspectos del relato

El orden

Conforme se ha trabajado en este ensayo sobre el cuento la tos no se han encontrado

figuras literarias similares a la analepsis, no hay “flashbacks” narrando sucesos del pasado y

tampoco hay una figura de prolepsis porque no se conoce el fin de los personajes y no se

adelanta a los hechos que fuesen a suceder.

La elipsis que es la supresión u omisión intencional de un elemento del discurso que se

sobreentiende o puede ser reconstruido gracias al contexto. Es la figura recurrente en este cuento

y para efectos de este ensayo. Ya que solo es utilizada una vez por el narrador “Desde que

salieran a la asonada, partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa, Manuel Herrera y Juan

de Dios Leiva habían intervenido juntos, unidos por inseparable compañerismo, (…) Desde el

momento en que se declarara su amigo y protector, lo mantenía sujeto a una especie de vasallaje,

al que correspondía el joven con un temor mezclado de reverencia”

Podemos observar como el narrador salta determinado momento de la batalla para

introducir un poco la vida de estos personajes y luego vuelve a la escena anterior.

Duración:
Siguiendo a Todorov y Genette (citados en Alvarado, 2016) haremos un recuento de los

elementos de duración y de frecuencia que pudieron identificarse en el cuento.

Escenas:

• -¡Aquí está un hijo de p… -gritaba una voz acezante. ¡Rendite, desgraciado...!

Inútil intimidación porque no se tomaban prisioneros. Se oía la voz del prisionero

clamorear:

• - ¡No me mates, papaíto...! -y luego un disparo martillado a quemarropa o el vibrar

metálico de los machetes que hendían cráneos o cercenaban brazos.

• - ¡Cállate, desgraciado! -le bisbiseaba Manuel, con rápidas y apagadas voces-. ¡Nos van

a descubrir...!

• - ¡Cállate, hijue...! - ¡Bramaba sordamente Manuel, con pavor bestial! - ¡Nos van a

matar!

• - ¡Hay más escondidos...!

• - ¡Ya no se ve! Vámonos…!

• - ¡Que no quede ninguno de estos hijos de p… ¡Quemen el potrero! -bramó por fin una

voz que parecía dar órdenes.

Pausas:

A continuación, se presentan las pausas o descripciones encontradas en el cuento la tos

• La fría atmosfera de la tarde estaba recargada de un penetrante olor a pólvora.


• A intervalos cada vez más largos se escuchaban las detonaciones secas de los "Infumes"

y el estruendoso reventar de los "Rémingtons".

• Los dos hombres se pegaban al suelo, de barriga.

• Después de cada disparo, el eco se arrastraba vertiginosamente por el áspero lomo de

las sierras.

• Conteniendo la respiración para no delatarse.

• Con la respiración entre cortada por la fatiga y la emoción de tarde en tarde volvían a

mirarse, las caras descompuestas por la angustia.

• Los dos hombres se pegaban al suelo.

• Habían cavado una especie de túnel.

• Habían combatido todo el día.

• Desde que salieron de la asonada, partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa.

• Ahora estaban aquí, juntos una vez más.

• Se aferraban al suelo.

• Se cubrió los ojos con las manos.

• Ahora que había corrido y corrido… provocándole una terrible necesidad de toser y

toser

• Hundía el rostro en el lecho de pasto seco y mordía la tierra.

• Manuel lo había agarrado.

• Juan de Dios logro zafarse momentáneamente de la bárbara tenaza

• Con rapidez fulminante extrajo la daga del ciento


• La hundió en el cuello de su compañero

• Forcejeo un instante y luego fue extendiéndose en una laxa indefensión.

• Quemen el potrero bramo por fin una voz.

• Cuando Manuel Herrera se resolvió a incorporarse en su escondrijo, estaba rodeada por

una compacta barrera de llamas.

• Después de cada disparo, el eco se arrastraba vertiginosamente por el áspero lomo de

las sierras.

• Entre la maraña de las plantas silvestres, que invadían el zacatal tostado por el sol de un

largo verano

• Pero todo lo que sobrevivía de aquel magnifico héroe eran los restos despedazados de

las columnas de combatientes que se dispersaban a toda marcha por los atajos, para evitar su

completo exterminio.

• Manuel Herrera y Juan de Dios Leiva habían intervenido juntos. Unidos por inseparable

compañerismo.

• Vibrando de pavor cuando la tierra les traía el eco de las pisadas enemigas

• Sus probabilidades de salvarse aumentaban a medida que se acercaban a la oscuridad

profunda.

• Los extensos pastos donde encontraron providencial refugio habían sido durante varias

horas el escenario de una espantosa cacería.

• En el atardecer caluroso, pleno de vapores sonrosados, el lamento desgarrador, sin

consuelo.
• Porque una tos sibilante se le arremolinaba en el pecho y le estallaba en los labios en

arbotantes accesos.

• Como el mismo explicaba … “sentía como que una estaca le atravesara el pecho”

• Juan de Dios lo miraba con ojos desorbitados y para acallar aquel torrente de secas

explosiones que sentía acumulársele en la garganta.

• Contenida por un esfuerzo inhumano, la tos se convertía en un desgarrado y horrendo

estertor.

• Su cuerpo se enarcaba a efectos del acceso contenido.

• Las venas del cuello se le hinchaban como si se le fueran a estallar. Tenía la sensación

de un ejército de hormigas reptando en su garganta, atenaceada por la asfixia.

Resumen:

Se colocan a continuación los resúmenes encontrados en el cuento.

• Habían combatido todo el día, en una acción de armas desastrosas para sus fuerzas.

Elipsis:

• “Desde que salieran a la asonada, partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa,

Manuel Herrera y Juan de Dios Leiva habían intervenido juntos, unidos por inseparable

compañerismo, (…) Desde el momento en que se declarara su amigo y protector, lo mantenía

sujeto a una especie de vasallaje, al que correspondía el joven con un temor mezclado de

reverencia”

Frecuencia:
• En el cuento la tos, solo puede advertirse la frecuencia de un relato singulativa, ya que

se cuenta una vez lo que ocurrió solo una vez. El suceso que cuenta el narrador es único y no

vuelve a repetirse.

Aplicación de funciones de Barthes.

Barthe hace el análisis del relato con cada uno del aspecto o bien de los niveles ya

mencionados líneas atrás.

DESTINADOR

OBJETO

DESTINATARIO

AYUDANTE

SUJETO

OPONENTE

Análisis

A continuación, se analizará el siguiente cuento hondureño La tos escrita por el

hondureño Alejandro Castro, según el análisis de Roland Barthes y las funciones que el delimita

que hay en las narraciones.


Comenzaremos por las funciones cardinales estas son las funciones que corresponden a

las acciones principales o nudos del relato.

FUNCIONES CARDINALES

FC 1 La fría atmosfera

FC2 de la tarde estaba recargada

FC3 de un penetrante olor a pólvora.

FC4 A intervalos cada vez más largos

FC5 se escuchaban las detonaciones secas de los "lnfumes"

FC6 y el estruendoso reventar de los "Remingtons

FC 7Después de cada disparo,

FC 8 el eco se arrastraba vertiginosamente

FC 9 por el áspero lomo de las sierras;

FC 10 luego cesaba de pronto,

FC 11 Habían combatido todo el día,

FC 12 en una acción de armas

FC 13 desastrosas para sus fuerzas.

FC 14 Aquella tarde señalaba el trágico final de una campaña bélica mal planteada y peor

conducida.

FC 15 Pronto se habían dado cuenta

FC 16 los soldados de que en el momento de la acción fallaban todas las combinaciones.


FC 17 En realidad, todos vivían pensando cómo evadirse de la campaña,

FC 18 No es extraño que muchas de las columnas se convirtieran en verdaderas partidas

de forajidos.

FC 19 Sabiéndose abandonado de todo el mundo,

FC 20 cada uno atendía a su seguridad ya su subsistencia como mejor podía

FC 21 Desde que salieran a la asonada,

FC 22 partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa,

FC 23 Desde el momento en que se declarara su amigo y protector, lo mantenía sujeto a

una especie de vasallaje,

FC 24 al que correspondía el joven con un temor mezclado de reverencia

FC 25 Sus probabilidades de salvarse aumentaban a medida que se acercaba la oscuridad

nocturna.

FC 26 Los extensos pastos donde encontraron providencial refugio habían sido durante

varias horas el escenario de una espantosa cacería.

FC 27 ¡No me mates, papaíto...! -y luego un disparo martillado a quemarropa o el vibrar

metálico de los machetes que hendían cráneos o cercenaban brazos

FC 28 Juan de Dios se cubría los oídos con las manos,

FC 29 pero los dejaba libres para amordazarse la boca con ademan desesperado,

FC 30 porque una tos sibilante se le arremolinaba en el pecho y le estallaba en los labios

en barbotantes accesos
FC 31 Juan de Dios lo miraba con ojos desorbitados y para acallar aquel torrente de secas

explosiones que sentía acumulársele en la garganta,

FC 32 hundía el rostro en el lecho de pasto seco y mordía la tierra, con lágrimas de rabia

y desesperación.

FC 33 Manuel lo había agarrado de las crenchas con una de sus zarpas y le estrujaba la

cara contra el suelo,

FC 34 con la vana esperanza de que la tierra aspirara el jadeo estertórico del infeliz.

FC 35 Juan de Dios logró zafarse momentáneamente de la bárbara tenaza

FC 36 El cuerpo de Juan de Dios forcejeó un instante y luego fue extendiéndose en una

laxa indefensión.

FC 37 ¡Que no quede ninguno de estos hijos de p.…! ¡Quemen el potrero! -bramó por fin

una voz que parecía dar órdenes.

FC 38 Manuel acechaba desde el fondo de su cubil, tembloroso

CATALISIS

C 11 aplastado contra un desfiladero.

C 12 y el silencio vespertino llegaba de nuevo,

C 13 como un impacto

C 14 donde solo se columbraba

C 15 el resplandor sanguinolento de sus ojos sobresaltados.

C 16 Grupos de campesinos y de obreros, desarmados y sin vituallas, habían luchado

durante seis meses por todo el territorio,


C 17 Las armas prometidas no 1legaban,

C 18 los jefes anunciados no hacían acto de presencia,

C 19 los políticos que con encendidas proclamas los lanzaran a la lucha se habían

esfumado.

C 20 Se sabía de muchas deserciones ocurridas en la plana del Estado Mayor.

C 21 pero en tanto llegaba el momento de abandonar las armas, día a día tenían que poner

la cara a nuevas vicisitudes,

C 22 Todo freno moral dejó de funcionar.

C 23 Manuel Herrera y Juan de Dios Leiva habían intervenido juntos,

C 24 porque en efecto aquel matón petulante

C 25 le había salvado la vida en más de un episodio de la campaña

C 26 y gracias a su experiencia de bribón consumado habían logrado mantenerse vivos

entre el oleaje de sangre y odio.

C 27 Las altas canas de la zacatera, entreveradas de intrincada maleza,

C 28 No lejos de donde se encontraban los fugitivos, un hombre asesinado a medias

prorrumpía en una larga y horripilante queja.

C 29 existencia miserable lo había enfermado.

C 30 Como él mismo explicaba. . .

C 31 "sentía como que una estaca le atravesara el pecho

C 32 Contenida por un esfuerzo inhumano, la tos se convertía en un desgarrado y

horrendo estertor.
C 33 La claridad iba decayendo rápidamente

C 34 ¡Cállate, hijue...! - ¡Bramaba sordamente Manuel, con pavor bestial! - ¡Nos van a

matar!

C 35 y en el colmo de la desolación decía que no con un rápido vaivén de su cabeza,

C 36 mientras una crepitación embravecida empezaba a surgir de todos los rincones de su

pecho destrozado.

C 36 La sangre salía ahora en un borbotear de fuente subterránea.

C 37 A cada palpitar del corazón

C 38 Todavía apretaba la herida,

C 39 como si temiera que la tos fuera a rebrotar su grito estridente y delator.

INDICIOS

I 1 Los dos hombres se pegaban al suelo,

I 2 de barriga.

I 3 Habían cavado una especie de túnel

I 4 entre la maraña de plantas silvestre es,

I 5 que invadían el zacatal tostado por el sol de un largo verano

I 6 y allí se estaban,

I 7 rígidos, anhelantes,

I 8 conteniendo la respiración

I 9 para no delatarse
I 10 Con la respiración entrecortada por la fatiga y la emoción

I 11 contra un enemigo siempre superior en número

I 12 y mejor pertrechado para los combates.

I 13 que dejaba en ruinas los departamentos por donde transitaban sus tropas,

I 14 siempre alborotadas por una feroz indisciplina

I 15 Circulaban en los campamentos rumores de fraudes escandalosos,

I 16 cuentos de coroneles y generales

I 17 aguantar las jornadas de hambre y las noches de helado cierzo;

I 18 hurtar el cuerpo en las fieras escaramuzas,

I 19 Grescas furiosas estallaban en los vivacs con el más fútil pretexto

I 20 unidos por inseparable compañerismo, en todo el viacrucis revolucionario

I 21 otro confundido entre las huestes revolucionarias.

I 22 Comodín de políticos, marrullero de oficio, matón empedernido

I 23 Un muchacho tímido, oficial de carpintería,

I 24 convertido en montonero porque consideraba punto de honor que los hombres de su

partido estuvieran en el gobierno.

I 25 Herrera se gastaba con él ínfulas paternales

I 26 Ahora estaban aquí, juntos una vez más, desgreñados, sucios,

I 27 inermes

I 28 Se aferraban al suelo
I 29 como si allí estuviera todo el secreto de la existencia

I 30 parecieron un puerto de salvación a muchos de los infelices

I 31 que corrían en loca retirada

I 32 Los dos hombres estuvieron escuchando largo rato ayes y suplicas de perdón.

I 33 Inútil intimidación porque no se tomaban prisioneros. Se oía la voz del prisionero

clamando

I 34 En el atardecer caluroso,

I 35 pleno de vapores sonrosados, el lamento desgarrador, sin consuelo; orear:

I 36 infundían en la atmósfera un aliento de pavor frenético.

I 37 A cada inspiración, el rostro se le contraía de dolor.

I 39 Bajo la protección de las sombras podrían escapar tal vez de la trampa infernal. Si no

fuera por aquella maldita tos....

I 40 Ruido de pasos rápidos se acercaba al escondite.

I 41 La claridad violácea del crepúsculo envolvía ya los campos.

I 42 Un gemido sordo, un lamento opaco

I 43 y babeante se escapaba por las comisuras de sus labios circundados de espuma.

I 44 Aquello iba a ser un alarido de dolor...

I 45 La noche cubrió con un manto piadoso aquel agujero del mundo

I 46 donde el drama inacabable de la vida y la muerte se representó una vez más

I 47 una oleada de líquido caliente se derramaba por los bordes de la herida.


I 48 Ya era noche cerrada.

-I 49 ¡Hay más escondidos...!

I 50 De pronto, puntos luminosos empezaron a moverse por todo el zacatal.

I 51 El humo acre de las grandes quemas de la campaña

I 52 invadía el refugio en rápidas espirales.

INFORMANTES

INF 1 El pequeño ejército hizo lo humanamente posible para evitar la derrota,

INF 2 pero todo lo que sobrevivía de aquel magnífico heroísmo eran los restos

despedazados de las columnas de combatientes

INF 3 que se dispersaban a toda marcha por los atajos,

INF 4 para evitar su completo exterminio.

INF 5 Los dos combatientes

INF 6 vestían ropas harapientas.

INF 7 Una barba densa y renegrida les cubría el rostro

INF 8 de tarde en tarde volvían a mirarse,

INF 9 las caras descompuestas por la angustia,

INF 10 cuando algunas patrullas enemigas, a paso de carga,

INF 11 hollaban la zacatera,

INF 12 a pocos metros de su escondite.


INF 13 Las inclemencias de un copioso invierno causaron más bajas que las balas del

gobierno.

INF 14 Solo pudieron remediar el hambre crónica con un pillaje desalmado

INF 13 que se habían alzado con el dinero destinado al pago de las fuerzas.

INF 14 El movimiento armado se inició en una atmósfera de galopante optimismo.

INF 15 Después cundieron el desaliento y el temor

INF 16 donde el filo de los machetes

INF 17 y el plomo de los fusiles jamás dejaban de hacer su mortal cosecha

INF 18 Herrera era el tipo de oportunista sin escrúpulos, rudo, fanfarrón, violento,

INF 19 armado siempre de un aire de perdonavidas que le destilaba de sus largos bigotes

de mosquetero de suburbio.

INF 20 Desde su primera juventud participó en las contiendas civiles,

INF 21 unas veces al lado del gobierno

INF 23 Manuel Herrera tenía siempre algo que ganar con la sangre derramada por sus

hermanos.

INF 24 Juan de Dios era su antípoda humana.

INF 25 El color político lo había heredado de sus tatarabuelos

INF 26 y todo sacrificio le parecía poco para hacerse digno de este legado de sus

mayores.

INF 27 porque en la huida habían tirado sus fusiles-vibrando de pavor

INF 28 cuando la tierra les daba el eco de las pisadas enemigas


INF 29 Poco habían escapado en verdad a la cólera humeante de sus perseguidores,

INF 30 que según los síntomas experimentaban un gozo exaltado al sorprender a las

víctimas en sus improvisadas madrigueras

INF 31 ¡Aquí está un hijo de p.…! -gritaba una voz acezante. ¡Rendite, desgraciado...!

INF 32 las invocaciones a la madrecita exhaladas de un pecho moribundo

INF 33 Esto era así en los días normales.

INF 34 Ahora que había corrido y corrido, huyéndole a la muerte, sus bronquios raídos se

convulsionaban en espasmos violentos, provocándole una irresistible necesidad de toser y

toser…

INF 35 ¡Cállate, desgraciado! -le bisbiseaba Manuel, con rápidas y apagadas voces-. ¡Nos

van a descubrir...!

INF 36 En ese instante, un nuevo estertor sobrecogió a Juan de Dios. Su cuerpo se

enarcaba a efectos del acceso contenido.

INF 37 Las venas del cuello se le hinchaban como si fueran a estallar.

INF 38 Tenía la sensación horrible de un ejército de hormigas reptando en su garganta,

atenaceada por la asfixia.

INF 40 Con rapidez fulminante extrajo la daga del cinto y la hundió en el cuello de su

compañero.

INF 41 Luego atrajo el arma hacia sí.

INF 42 Los cartílagos y los músculos cedieron con suave crujido.

INF 43 La sangre empezó a salir a borbotones por la ancha herida, bañándole las manos.
INF 44 Era la tos, la tos de Juan de Dios, que no alcanzó a restallar en el aire...

INF 45 Embrocado sobre el cadáver de su amigo, Manuel Herrera se sentía invadido por

la alegría primitiva de una fiera que recobra la libertad.

INF 46 En torno suyo se escuchaban ahora voces que llamaban a gritos...

INF 47 ¡Ya no se ve! Vámonos…!

INF 48 Cuando Manuel Herrera se resolvió a incorporarse en su escondrijo, estaba

rodeado por una compacta barrera de llamas...

Aspectos del relato

Teorías de Todorov (1972), el narrador en este cuento titulado La tos es un narrador >

personaje, o sea, que tiene una visión por detrás en el relato. Es el narrador conocido como

omnisciente, ya que sabe todo lo que sucede y va a suceder en el relato, antes que los

personajes mismos de la historia.

El orden

En este ensayo sobre el cuento la tos no se han encontrado figuras literarias similares a la

analepsis, no hay “flashbacks” narrando sucesos del pasado y tampoco hay una figura de

prolepsis ya que no se conoce el fin de los personajes y no se adelanta a los hechos que fuesen a

suceder.

La elipsis que es la supresión u omisión intencional de un elemento del discurso que se

sobreentiende o puede ser reconstruido gracias al contexto. Es la figura recurrente en este cuento

y para efectos de este ensayo. Ya que solo es utilizada una vez por el narrador “Desde que
salieran a la asonada, partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa, Manuel Herrera y Juan

de Dios Leiva habían intervenido juntos, unidos por inseparable compañerismo, (…) Desde el

momento en que se declarara su amigo y protector, lo mantenía sujeto a una especie de vasallaje,

al que correspondía el joven con un temor mezclado de reverencia”

Podemos observar como el narrador salta determinado momento de la batalla para

introducir un poco la vida de estos personajes y luego vuelve a la escena anterior.

Duración:

Siguiendo a Todorov y Genette (citados en Alvarado, 2016) haremos un recuento de los

elementos de duración y de frecuencia que pudieron identificarse en el cuento.

Escenas:

• - ¡Aquí está un hijo de p… -gritaba una voz acezante! ¡Rendite, desgraciado...!

Inútil intimidación porque no se tomaban prisioneros. Se oía la voz del prisionero

clamorear:

• - ¡No me mates, papaíto...! -y luego un disparo martillado a quemarropa o el vibrar

metálico de los machetes que hendían cráneos o cercenaban brazos.

• - ¡Cállate, desgraciado! -le bisbiseaba Manuel, con rápidas y apagadas voces-. ¡Nos van

a descubrir...!

• - ¡Cállate, hijue...! - ¡Bramaba sordamente Manuel, con pavor bestial! - ¡Nos van a

matar!

• - ¡Hay más escondidos...!

• - ¡Ya no se ve! Vámonos…!


• - ¡Que no quede ninguno de estos hijos de p… ¡Quemen el potrero! -bramó por fin una

voz que parecía dar órdenes.

Pausas:

A continuación, se presentan las pausas o descripciones encontradas en el cuento la tos

• La fría atmosfera de la tarde estaba recargada de un penetrante olor a pólvora.

• A intervalos cada vez más largos se escuchaban las detonaciones secas de los "lnfumes"

y el estruendoso reventar de los "Remingtons".

• Los dos hombres se pegaban al suelo, de barriga.

• Después de cada disparo, el eco se arrastraba vertiginosamente por el áspero lomo de

las sierras.

• Conteniendo la respiración para no delatarse.

• Con la respiración entre cortada por la fatiga y la emoción de tarde en tarde volvían a

mirarse, las caras descompuestas por la angustia.

• Los dos hombres se pegaban al suelo.

• Habían cavado una especie de túnel.

• Habían combatido todo el día.

• Desde que salieron de la asonada, partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa.

• Ahora estaban aquí, juntos una vez más.

• Se aferraban al suelo.

• Se cubrió los ojos con las manos.


• Ahora que había corrido y corrido… provocándole una terrible necesidad de toser y

toser

• Hundía el rostro en el lecho de pasto seco y mordía la tierra.

• Manuel lo había agarrado.

• Juan de Dios logro zafarse momentáneamente de la bárbara tenaza

• Con rapidez fulminante extrajo la daga del ciento

• La hundió en el cuello de su compañero

• Forcejeo un instante y luego fue extendiéndose en una laxa indefensión.

• Quemen el potrero bramo por fin una voz.

• Cuando Manuel Herrera se resolvió a incorporarse en su escondrijo, estaba rodeada por

una compacta barrera de llamas.

• Después de cada disparo, el eco se arrastraba vertiginosamente por el áspero lomo de

las sierras.

• Entre la maraña de las plantas silvestres, que invadían el zacatal tostado por el sol de un

largo verano

• Pero todo lo que sobrevivía de aquel magnifico héroe eran los restos despedazados de

las columnas de combatientes que se dispersaban a toda marcha por los atajos, para evitar su

completo exterminio.

• Manuel Herrera y Juan de Dios Leiva habían intervenido juntos. Unidos por inseparable

compañerismo.

• Vibrando de pavor cuando la tierra les traía el eco de las pisadas enemigas
• Sus probabilidades de salvarse aumentaban a medida que se acercaban a la oscuridad

profunda.

• Los extensos pastos donde encontraron providencial refugio habían sido durante varias

horas el escenario de una espantosa cacería.

• En el atardecer caluroso, pleno de vapores sonrosados, el lamento desgarrador, sin

consuelo.

• Porque una tos sibilante se le arremolinaba en el pecho y le estallaba en los labios en

arbotantes accesos.

• Como el mismo explicaba … “sentía como que una estaca le atravesara el pecho”

• Juan de Dios lo miraba con ojos desorbitados y para acallar aquel torrente de secas

explosiones que sentía acumulársele en la garganta.

• Contenida por un esfuerzo inhumano, la tos se convertía en un desgarrado y horrendo

estertor.

• Su cuerpo se enarcaba a efectos del acceso contenido.

• Las venas del cuello se le hinchaban como si se le fueran a estallar. Tenía la sensación

de un ejército de hormigas reptando en su garganta, atenaceada por la asfixia.

Resumen:

Se colocan a continuación los resúmenes encontrados en el cuento.

• Habían combatido todo el día, en una acción de armas desastrosas para sus fuerzas.

Elipsis:

• “Desde que salieran a la asonada, partiendo de una de las barriadas de Tegucigalpa,

Manuel Herrera y Juan de Dios Leiva habían intervenido juntos, unidos por inseparable
compañerismo, (…) Desde el momento en que se declarara su amigo y protector, lo mantenía

sujeto a una especie de vasallaje, al que correspondía el joven con un temor mezclado de

reverencia”

Frecuencia:

• En el cuento la tos, solo puede advertirse la frecuencia de un relato singulativa, ya que

se cuenta una vez lo que ocurrió solo una vez. El suceso que cuenta el narrador es único y no

vuelve a repetirse.

Aplicación de método actancial de Greimas

La última aplicación de esta unidad será de parte de A.J. Greimas, quien hace uso de las

acciones y funciones en su concepto nombrado actancialidad. Este, delimita el estudio de

historias a estructuras básicas dependiendo del rol que cumple el personaje. Por lo tanto, las

acciones de los personajes, o «actantes», posee un valor significante en la estructura del relato.

El Grupo Entrevernes (1979) define el denominado Programa Narrativo –aspecto

importante en el estudio actancial– que «sería la sucesión de estados y cambios que se encadenan

a partir de una relación S – O (Sujeto y Objeto) y de su transformación» (Pág. 26). Por tanto, el

PN es la serie que desenvuelve la relación de un personaje y el deseo de encontrar un objeto en

cuestión.
Existe también una representación singular dependiendo de si el sujeto y el objeto de

deseo se encuentran unidos narrativamente, o no. Representado como (S V O), siendo este una

desunión, y (S Ʌ O) representaría lo contrario.

S.1. Sujeto de estado V Objeto


| |
Juan de Dios y Manuel Permanecer con vida (sobrevivir)
Herrera
S. de estado = (S V O)

De igual forma es pertinente destacar la existencia de distintos aspectos que se

encuentran relacionados con el texto. Siendo estos aspectos que se involucran específicamente

con el desenvolvimiento S – O. Considerándolos parte de las secuencias, serían: Destinador (el

personaje o aspecto intangible que envía al héroe por el objeto) y el Destinatario (quién se

beneficiaría que el sujeto se haga con el objeto); de igual forma una línea media de deseo, siendo

este es aspecto que conlleva al sujeto de estado a volverse sujeto agente y entrar en su búsqueda

del objeto, y, por último, el Oponente (antagonista que evitará que el sujeto se haga con el

objeto) y el Ayudante (quién proporcionará ayuda al sujeto).

Estos aspectos, ahora en La tos, serían demostrados de la siguiente forma:

SECUENCIA I: Aquí inicia la secuencia 1 del PN1. Al que llamaremos La lucha por la

sobrevivencia. Esta secuencia primaria, tomando en cuenta los objetivos del protagonista, se

vería de la siguiente forma:


Sobrevivir

El miedo a
Juan de Dios
morir

Las El túnel entre las


patrullas marañas silvestres
enemigas
Juan de Dios

Mientras que el objeto principal serían Manuel Herrera y Juan de Dios, estos serían

catalogados como un Sujeto de estado debido a sus acciones. La estructura del cuento indica que

un túnel entre las marañas silvestres funciona como ayudante, de igual manera, que el oponente

serían las patrullas enemigas; por lo tanto, Manuel Herrera y Juan de Dios, son dos hombres

unidos por las circunstancias, cuyo destino es buscar cómo sobrevivir, sin embargo, la tos de uno

de los hombres (Juan de Dios) se interpone en este cometido y se vuelve causa de un asesinato.

SECUENCIA II: La secuencia número dos introduce de igual forma el PN2, se muestra

al siguiente personaje de la historia con deseos obviamente similares. La secuencia será titulada

El asesinato cometido por la desesperación de sobrevivir. Manuel Herrera un hombre totalmente

distinto en apariencia, actitudes y sentimientos a Juan de Dios, acompañante de su desgracia. Sus

acciones y ambiciones lo hacen un hombre totalmente dispuesto a hacer cualquier cosa por

lograr lo que quiere en este caso sobrevivir y salir avante de la situación que enfrenta.
SECUENCIA III: Juan de Dios es atacado por una tos inclemente causa que orilló a

Manuel Herrera a asesinarlo para no ser encontrado por sus enemigos. Esta es la segunda

secuencia conectada al mismo programa narrativo 1. Esta secuencia introduce a ambos

personajes y, hace que Manuel Herrera, con un giro inesperado de la situación por la tos de Juan

de Dios opte por matarlo como una acción que puede salvarle la vida, sin embargo, este hecho no

se lleva a cabo, ya que él también pierde la vida en la persecución que termina en un incendio

que consume todo lo que está alrededor del lugar.


(S V O) Una final desunión y anti programa, pues ambos personajes no logran su

cometido que es sobrevivir a la situación que están enfrentando.

Este se basa en Juan de Dios ahora como un sujeto agente, pues su muerte será una

posible forma para encontrar el objeto y llenar el deseo de su destinador. La sobrevivencia del

mismo es el destinatario. Por otro lado, Manuel Herrera sería el oponente, pues él en su afán de

sobrevivir acaba con la vida de Juan de Dios y, de forma singular, sería el oponente, pues tiene la

crueldad de matar a su acompañante, aunque hayan estado juntos en situaciones anteriores.

ANÁLISIS DESCRIPTIVO
Continuando el estudio al relato La Tos se hará uso de distintos sistemas propuestos por

el Grupo Entrevernes en Análisis Semiótico de los Textos (1987). Este segundo análisis

responderá al uso de las figuras de parte de Alejandro Castro en el cuento; la utilización y

significado que se les otorga a las definiciones, y cómo estás dan forma a la estructura del relato.

De igual forma, planea encontrar la temática a la que pertenece el relato y

específicamente la participación de cada actuante, como sus detalles característicos y la

participación que tiene según el programa.

Lo que conllevará a un estudio de las acciones y la veracidad según las operaciones de

los personajes. Esto con el propósito de comprender el texto de forma no solamente superficial y

estructural, sino, de la profundidad y significancia que el autor propone

Análisis lexematico

Para comprender el nivel lexematico debemos remitirnos al marco teórico, el primer paso

será examinar los lexemas que podrían constituir el tema descriptivo. Ese lexema es una palabra

que posee uno o varios significados que nos dejara ver la RAE. Ese tema descriptivo que a

continuación veremos en el esquema, será el que represente la temática del cuento.

Nuestra figura lexematica será “escapar” del que se mostraran todos sus significados,

pero nos remitiremos a los significados número 1, 2,4 y 8 que constituyen nuestro núcleo estable

por que competen al tema descriptivo del cuento; este constituye el aspecto virtual.

Luego de esto veremos los itinerarios sememico que incluyen los conjuntos figurativos

que son los aspectos realizados en la historia, estos serán asignados en pocas palabras como una

definición de la acción realizada por los personajes de nuestra historia marcando los eventos

importantes para el desenlace de la historia.


Posteriormente de nombrar los discursos figurativos prosiguen los itinerarios semémicos

que serán actualizados por medio de las frases del cuento presentadas en la última instancia de la

historia.

Una manera de ilustrar el panorama completo del esquema que se presentara conforme a

la teoría de Greimas.
Esquema realizado
Se da inicio a esta segunda serie de análisis con el análisis lexemático. La finalidad de

este análisis, es la de conocer la profundidad en la elección de palabras del autor en el relato. Es,

pues, difícil conocer con seguridad la intención del escritor para con su cuento. Sin embargo, es

posible otorgar una idea cercana según la configuración en lexemática, es decir, un análisis de la

significancia y definición de las figuras referidas. Estas figuras, son definidas por el Grupo

Entrevernes (1987) como «las unidades de contenido que sirven para calificar, para de alguna

manera dar cuerpo a los papeles actanciales» (pág. 111).

A estas figuras se les encuentra su respectiva definición lexemática (núcleo estable) y un

itinerario semémico (de cómo se presenta en el cuento). A continuación, se observan las figuras

encontradas en el cuento La Tos, en relación al estudio lexemático:

1. Figura lexemática Huir/escapar


Núcleo estable
1 Salir de un encierro o peligro. 2 Salir o alejarse del
alcance de alguien. 3 Quedar fuera del dominio o
influencia de alguien o de algo. 4 Dicho de una cosa:
pasar inadvertido a alguien.

Itinerarios semémicos

“Los dos hombres se pegaban “Con la respiración


al suelo de barriga. Habían entrecortada, cuando alguna
creado una especie de túnel patrulla enemiga, a paso de
entre la maraña de plantas”. carga, hallaban la zacatera a
pocos metros de su escondite”
Frase 1
Frase 2

1. Figura lexemática La noche


Núcleo estable
Período que transcurre desde que se pone el sol hasta que
vuelve a salir, opuesto a día.

Itinerarios semémicos

“La noche cubrió con un manto Ya era noche cerrada.


piadoso aquel agujero del Embrocado sobre el cadáver de
mundo donde el drama su amigo, Manuel Herrera se
inacabable de la vida y la sentía invadido por la alegría
muerte se representó una vez primitiva de una fiera que
más”. recobra la libertad.
Frase 1 Frase 2
1. Figura lexemática La guerra
Núcleo estable
1 Lucha armada prolongada entre dos o más naciones
durante la cual se producen diversas batallas. 2 Lucha o
disputa continuada entre personas, que puede dar lugar a
actos violentos.

Itinerarios semémicos

“habían luchado durante seis “Manuel Herrera y Juan de


meses por todo el territorio, Dios Leiva habían intervenido
contra un enemigo siempre juntos, unidos por inseparable
superior en número y mejor compañerismo, en todo el
pertrechado para los viacrucis revolucionario”.
combates”.
Frase 2
Temas descriptivos

El tema descriptivo es un estudio de la idea principal del relato. Esta idea, que se ve

reflejada para el Grupo Entrevernes como «un conjunto de significados virtuales susceptibles de

ser actualizados por los discursos y los textos en conjuntos figurativos» (1987. Pág. 118). Es

decir, una descripción concisa según los diferentes conjuntos figurativos encontrados en el texto.

La Tos, se vería de la forma siguiente:

Tema descriptivo [Escapar]

Definición 1 Salir de un encierro o peligro.


2 Salir, huir.
3 Hacer correr a un caballo con extraordinaria violencia.
4 Librar.
5 Dicho de un líquido o de un gas: salirse por resquicio.
6 Dicho de una cosa que estaba sujeta.
7 Dicho de un vehículo de transporte público.
8 Salir o alejarse del alcance de alguien.
9 Quedar fuera del dominio o influencia de alguien o de
algo.
10 Dicho de una cosa: pasar inadvertida a alguien.
11 Decir o hacer algo involuntariamente.

«Escapar» es el tema descriptivo que representa las propiedades a resulta en La Tos. Esta,

se ve reflejada en exactamente tres conjuntos figurativos, conforme al desarrollo de tres

programas narrativos. En primera instancia, se encontraría la manera en que los hombres pegan

sus cuerpos al suelo y crean una especie de túnel entre la maleza de las plantas silvestres;

segundo, la manera en que se esconden a pesar de tener las patrullas muy cercanas a ellos citado

en el siguiente párrafo “Con la respiración entrecortada, cuando alguna patrulla enemiga, a paso

de carga, hallaban la zacatera a pocos metros de su escondite” y, por último, la noche como una
aliada para conservar su escondite y lograr que la visión y la búsqueda de sus enemigos se

volviera más compleja para ellos.

Conjuntos figurativos

Huir de los enemigos La tos que interviene Muerte de Juan de


para salvar sus vidas en el cometido de ambos Dios

Ahora estaban aquí, En ese instante, un Con rapidez fulminante


juntos una vez más, nuevo estertor extrajo la daga del cinto
desgreñados, sucios, sobrecogió a Juan de y la hundió en el cuello
inermes-porque en la Dios. Su cuerpo se de su compañero. Luego
huida habían tirado enarcaba a efectos del atrajo el arma hacia sí.
sus fusiles-vibrando acceso contenido. Las Los cartílagos y los
de pavor cuando la venas del cuello se le músculos cedieron con
tierra les daba el eco hinchaban como si suave crujido. La sangre
de las pisadas fueran a estallar. Tenía empezó a salir a
enemigas. la sensación horrible de borbotones por la ancha
un ejército de hormigas herida, bañándole las
reptando en su garganta, manos. El cuerpo de
atenaceada por la Juan de Dios forcejeó
asfixia. un instante y luego fue
extendiéndose en una
laxa indefensión.

Análisis de los papeles temáticos

Los papeles temáticos se basan en la configuración descriptiva de los actores. Siendo los

actores, los mismos personajes sin embargo el papel actuante se uniría al papel temático,

logrando un papel de actor. (Grupo Entrevernes. Pág. 119)

A continuación, el análisis de los papeles temáticos según Greimas ayudándonos con la

elaboración de tablas que mostraran los papeles temáticos que es la suma de sus características y

los conjuntos figurativos, que distinguen a los actores.


Además, podemos ver como este método se relaciona con el método semántico donde se

pueden ver los conjuntos figurativos que influyen en los programas narrativos, por otra parte, se

puede ver el papel de los actores en los programas narrativos.

En primer lugar, se verá el actor con su papel actuante y su papel temático.

Manuel Herrera

Papel actuante Papel temático

 Oportunista

Sujeto Agente PN1  Sin escrúpulos

 Rudo

Sujeto Agente anti-PN1


 Fanfarrón

 Matón empedernido

 Comodín político

 Paternal

 Bribón

 Huye de las patrullas enemigas

 Astuto en la forma de esconderse

 Cauteloso para no ser descubierto

 Busca escapar de la trampa infernal


 Asesino de su amigo en busca de

su salvación

 Se libera momentáneamente

 Muere por un incendio

Juan de Dios Leiva

Papel actuante Papel temático

Sujeto Agente PN1  Tímido

 Oficial de carpintería

Sujeto Agente anti-PN1  Político

 Montonero

 Enfermo de tos

 Huye de la muerte

 Poco cauteloso a causa de su tos

 Pone en riesgo las posibilidades de

huir

 Asesinado a causa de su tos

 Condena a su amigo a morir


En segundo lugar, se ven los papeles temáticos de cada actor de forma individual

Actores Papeles temáticos

Manuel  Oportunista

Herrera
 Sin escrúpulos

 Rudo

 Fanfarrón

 Matón empedernido

 Comodín político

 Paternal

 Bribón

 Huye de las patrullas enemigas

 Astuto en la forma de esconderse

 Cauteloso para no ser descubierto

 Busca escapar de la trampa infernal

 Asesino de su amigo en busca de su salvación

 Se libera momentáneamente

 Muere por un incendio


Juan de Dios  Tímido

Leiva
 Oficial de carpintería

 Político

 Montonero

 Enfermo de tos

 Huye de la muerte

 Poco cauteloso a causa de su tos

 Pone en riesgo las posibilidades de huir

 Asesinado a causa de su tos

 Condena a su amigo a morir

En la última tabla se verán los programas narrativos y su relación con los conjuntos

figurativos.

PN1 “Supervivencia contra un

enemigo”
Huyen de las patrullas enemigas

Son astutos en la forma de

esconderse

Cauteloso para no ser descubierto


Buscan escapar de la trampa

infernal

Poco cauteloso a causa de su tos

Pone en riesgo las posibilidades de

huir

Anti-PN1 “Historia de una perdida Buscan escapar de la trampa

de vida” infernal

Poco cauteloso a causa de su tos

Pone en riesgo las posibilidades de

huir

Asesinó a su amigo en busca de su

salvación

Calificación de los enunciados de estado

El relato posee una construcción narrativa objetiva dependiendo de los enunciados que se

presentan en cada programa narrativo. Estos, poseerían dos calificaciones: según la perspectiva

escrita textualmente y según lo que quiere decir en realidad el autor. El Grupo Entrevernes

(1982. Pág. 57) lo califica como la manifestación («tal como se deja ver, comprender e

interpretar») y la inmanencia («como puede estar definido en el relato independientemente de su

instancia de interpretación»).

Según estos elementos, se puede «considerar cada en cada uno de los planos (el plano

siguiente) y ver si en cada caso se define positiva o negativamente: la combinación de las


definiciones dadas en cada plano constituye la evaluación de dicho enunciado» (1987. Pág. 58).

Es decir, considerando la manifestación (parecer) y la inmanencia (ser), se hace uso de la tabla,

donde la suma de ambas otorgará una calificación conforme a la respuesta (verdadero, falso,

secreto o mentiroso).

Análisis axiológico

Ahora expondremos los elementos que llevarán al análisis del nivel axiológico. Que

presentaran los valores más relevantes de la historia a la izquierda y a la derecha su valor

opuesto en pugna con el valor de la historia.

Supervivencia vs. Sucumbir


Libertad vs. Sometimiento

Traición vs. Lealtad

El narrador pretende demostrar el valor de la supervivencia en oposición a sucumbir ante

las patrullas enemigas ya que ambos personajes están siempre buscando su supervivencia al no

salir de su escondite sin embargo al final los personajes mueren, pero su principal objetivo

permanece siendo la supervivencia; ya que incluso uno de los personajes mata a su compañero

conservar su propia vida. También se demuestra a través de la narración que los personajes están

luchando por su libertad más que por su patria, y para no ser sometidos a la denigración de pedir

por su vida, para que de igual forma sea arrebatada. La narración gira también con relación a la

vida conforme a la traición que ejecuta su amigo Manuel Herrera en contra Juan de Dios Leiva

para salvaguardar su vida, que al final termina en su muerte al salir del escondite.

Cuadro de verificación
El objeto del sujeto del PN1 era “escapar y permanecer con vida”. Por esa razón, el

cuadro debe lucir de la siguiente forma

El sujeto agente del PN1 del cuento, al final de la historia, se encuentra en desunión con

su objeto de deseo PN1 = (S v O) --- (S v O). Pero la primera parte de la historia no concluye en

una verdadera desunión porque la historia no termina en ese momento por tanto no podemos

definir por completo el final de esta historia, aunque si la del programa narrativo.

En el plano de la manifestación (no parecer) no tenemos mucha evidencia escrita de

ningún sujeto que realice la actividad que pueda provocarles la muerte.


En cambio, en el plano de la inmanencia (no ser) sí hay evidencia escrita de los hechos. Nuestra

interpretación semiótica de los hechos está basada en algunos itinerarios semémicos del conjunto

figurativo huir de las patrullas y la noche


En el plano de la inmanencia se darán indicios sobre su posible muerte, como sus planes

fallidos por salvarse.

Durante el término de la historia ambos personajes mueren, aunque de uno se expresa

explícitamente su muerte del otro no se expresa de la misma manera y solo quedan indicios de su

muerte.

Pero durante el PN1 solamente se dan indicios de sus probabilidades de sobrevivir, pero

también de que sus planes serán fallidos.

La mejor forma de verificar la desunión de los sujetos con el objeto está entre el plano

negativo (no parecer) y en negativo (no ser).

Desde nuestro análisis, esa es la implicación más clara de la unión del sujeto con el

objeto (no parecer + inmanencia = secreto). Las coordenadas semémicas respecto a permanecer

con vida la evidencia del juicio el sujeto agente, sino en el juicio de interpretación sino en la

combinación de indicios encontrados en el texto.

No parece que los sujetos agentes del PN1 que puedan sobrevivir, ya que los hechos

contados nos indican que a pesar de estaré escondidos singuen en peligro de ser asesinados. En

el anti-PN1 veremos que los sujetos no logran sobrevivir como se indica en el PN1. Se

demuestra que ambos están escondidos “Los dos hombres se pegaban al suelo, de barriga.

Habían cavado una especie de túnel entre la maraña de plantas silvestre es… y allí se estaban,

rígidos, anhelantes, conteniendo la respiración para no delatarse.” Que se muestra como la

posibilidad de estar resguardados y posteriormente nos indican que existe la posibilidad de salir

con vida “La claridad iba decayendo rápidamente. Pronto tendrían la noche encima. Bajo la

protección de las sombras podrían escapar tal vez de la trampa infernal.” Sin embargo,
marcamos que no pueden sobrevivir cuando se señala la libertad de un sujeto y la muerte del otro

que demuestran el (no ser) “Ya era noche cerrada.

Embrocado sobre el cadáver de su amigo, Manuel Herrera se sentía invadido por la

alegría primitiva de una fiera que recobra la libertad.” Descartamos Ser + Parecer debido a que

no hay evidencia de interpretación relacionada con la unión de estos dos planos. En primer lugar,

porque ningún sujeto se encuentra en total libertad en los PN. Tampoco hay evidencia de que

lograran escapar con vida pues permanecen escondidos.

Por otro lado, el objeto del sujeto del anti-PN1 era “permanecer con vida”. El cuadro

entonces debe lucir de la siguiente forma:

Los sujetos agentes del anti-PN1 de la historia, no logran concretar la unión con el objeto

de deseo y anti-PN1= (S v O) --- (S v O). El narrador nos asegura la muerte del primer sujeto

Juan de Dios Leiva, no obstante, la muerte del segundo sujeto Manuel Herrera queda solo como

un indicio.

En el plano de la manifestación (Parecer) se presenta la posibilidad de que sus planes de

escapar con vida fracasen.


Pero en el plano de la inmanencia (Ser) se presenta evidencia de la muerte de ambos

sujetos.

El juicio de la verdad estará en manos del narrador.

A continuación, se presentan los itinerarios semémicos de los conjuntos figurativos la tos

y la muerte.

Conjuntos figurativos Itinerarios sememico

La tos

"Juan de Dios se cubría los oídos

con las manos, pero los dejaba libres para

amordazarse la boca con ademan

desesperado, porque una tos sibilante se le

arremolinaba en el pecho y le estallaba en

los labios en barbotantes accesos. Aquella

existencia miserable lo había enfermado."

"Si no fuera por aquella maldita

tos.... Ruido de pasos rápidos se acercaba

al escondite. La claridad violácea del

crepúsculo envolvía ya los campos."

"A cada palpitar del corazón, una

oleada de líquido caliente se derramaba


por los bordes de la herida. Era la tos, la

tos de Juan de Dios, que no alcanzó a

restallar en el aire..."

"Todavía apretaba la herida, como

si temiera que la tos fuera a rebrotar su

grito estridente y delator."

La muerte

"Manuel lo había agarrado de las

crenchas con una de sus zarpas y le

estrujaba la cara contra el suelo, con la

vana esperanza de que la tierra aspirara el

jadeo estertórico del infeliz.

- ¡Cállate, hijue...! - ¡Bramaba

sordamente Manuel,

con pavor bestial! - ¡Nos van a

matar!”

"En ese instante, un nuevo estertor

sobrecogió a Juan de Dios. Su cuerpo se

enarcaba a efectos del acceso contenido.

Las venas del cuello se le hinchaban como

si fueran a estallar. Tenía la sensación


horrible de un ejército de hormigas

reptando en su garganta, atenaceada por la

asfixia. Un gemido sordo, un lamento

opaco y babeante se escapaba por las

comisuras de sus labios circundados de

espuma."

"Juan de Dios logró zafarse

momentáneamente de la bárbara tenaza y

en el colmo de la desolación decía que no

con un rápido vaivén de su cabeza,

mientras una crepitación embravecida

empezaba a surgir de todos los rincones

de su pecho destrozado. Aquello iba a ser

un alarido de dolor..."

"Al comprender que un torrente de

tos convulsiva se desbordaría por la

garganta de Juan de Dios, Manuel Herrera

quiso adelantarse una vez más al golpe del

destino. Con rapidez fulminante extrajo la

daga del cinto y la hundió en el cuello de

su compañero. Luego atrajo el arma hacia

sí. Los cartílagos y los músculos cedieron

con suave crujido. La sangre empezó a

salir a borbotones por la ancha herida,


bañándole las manos."

"De pronto, puntos luminosos

empezaron a moverse por todo el zacatal.

El humo acre de las grandes quemas de la

campaña invadía el refugio en rápidas

espirales. Cuando Manuel Herrera se

resolvió a incorporarse en su escondrijo,

estaba rodeado por una compacta barrera

de llamas..."

El plano de la inmanencia se dará a modo de indicios, donde se verá que los sujetos

permanecen en desunión con el objeto en el plano positivo (Parecer) y positivo (Ser).

Esa es la implicación más clara de la unión del sujeto con el objeto (parecer +

inmanencia = secreto). Los itinerarios semémicos vuelven a dar fe de esa calificación.

Los indicios son proporcionados por un narrador, quien entonces realiza de manera

indirecta la función de la valoración.

Parece que los sujetos agentes del anti-PN1 no lograran sobrevivir debido a la tos, como

nos cuenta el narrador, pero no se expresa claramente la muerte del segundo sujeto.

Sin embargo, no hay evidencia de que ninguno de los dos sujetos haya sobrevivido,

porque los indicios nos muestran de la siguiente forma “Al comprender que un torrente de tos

convulsiva se desbordaría por la garganta de Juan de Dios, Manuel Herrera quiso adelantarse una
vez más al golpe del destino. Con rapidez fulminante extrajo la daga del cinto y la hundió en el

cuello de su compañero.

Luego atrajo el arma hacia sí. Los cartílagos y los músculos cedieron con suave crujido.

La sangre empezó a salir a borbotones por la ancha herida, bañándole las manos.” “De pronto,

puntos luminosos empezaron a moverse por todo el zacatal. El humo acre de las grandes quemas

de la campaña invadía el refugio en rápidas espirales. Cuando Manuel Herrera se resolvió a

incorporarse en su escondrijo, estaba rodeado por una compacta barrera de llamas...” donde se

indica claramente la muerte de uno y se intuye la muerte del otro.

Descartamos, no ser + no parecer debido a que no hay evidencia de que los personajes

puedan sobrevivir por tanto que no hay unión entre estos dos planos. En primer lugar, porque

ningún sujeto agente se refiere a que pueda escapar con vida de esa situación. Tampoco hay

evidencia de la supervivencia de alguno de ellos, los indicios apuntan a que Manuel Herrera

mata a su compañero en busca de su salvación y al obtener su libertad este es atrapado por un

incendio.

Bibliografía
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Universitaria.

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Rodríguez, A. Ada, N. (sep-dic. de 2009). Análisis semiótico de “El corazón delator” de Edgar

Allan Poe (Opción, vol. 25, núm. 60). Maracaibo, Venezuela: Universidad de Zulia.

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