Está en la página 1de 7

El Pastor y Sus Deberes

1 P. 5:1-4
El ministerio de un pastor se mide por la manera en que trata y
alimenta al rebaño que el Señor ha puesto bajo su liderazgo. La
Biblia tiene mucho que decir con respecto a los ministros de Dios
como pastores de su grey. Todo líder que ejerce un liderazgo debe
recordar que la grey pertenece a Dios. Pedro era un pescador pero
aprendió sobre la labor de un pastor al lado del Príncipe de los
pastores durante ministerio terrenal (Jn. 10:1-18; Mt.2:6; 18:10-14;
26:31; He. 13:20-21). La analogía de un pastor que pastorea al
pueblo de Dios, es algo que vemos a través del A. T. (Sal. 23; 74:1;
77:20; 78:52; 79:13; 80:1; 95:7; 100:3; Is. 40:11; Jer. 23:1-4; Ez.
34:1-31; Mi. 7:14).
La oveja es un animal manso y humilde y puede estar totalmente
perdida a pocas distancias de su hogar. No tienen ningún sentido
de dirección y sin un instinto para encontrar a su rebaño, una oveja
perdida usualmente camina alrededor en un estado de confusión e
impaciencia al punto de sentir pánico. Por ello, necesita de un
pastor que las guie, gobierne y guarde cuidando de ella en todo
tiempo. Los grandes patriarcas como Abraham, Isaac y Jacob
habían sido pastores (Gn.13:1-11; 26:12-14; 46:32; 47:3), así como
los grandes líderes de Israel: Moisés y David (Éx. 3:1; 1 S. 16:11;
17:28, 34; 2 S.7:8).
Por eso cuando Jesús vio a las multitudes, perdidas,
espiritualmente desorientadas, y confundidas, Él las comparó a
ovejas sin un pastor (Mateo 9:36). El profeta Isaías describió a las
personas perdidas como aquellos que, como ovejas, se habían
descarriado-cada una yéndose por su camino (Isaías 53:6). Al igual
que las ovejas perdidas, la gente perdida o creyentes descarriados
que andan como pródigos, necesitan del cuidado y la conducción de
un pastor-que las guíe por el camino de la verdad y la vida que da la
seguridad de su redil, como el Buen Pastor que pone su vida por las
ovejas (Juan 10:11).
1) Un Pastor debe Proporcionar Alimento (1 P. 5:2)
Uno de los ministerios principales de un pastor de iglesia es, la
enseñanza nutriente que provee al rebaño del Señor (Ef. 4:11-12;
1Ti. 3:2;4:6,11, 13; 5:17; 1 Ts. 5:12). Las ovejas pierden la mayor
parte de sus vidas comiendo y bebiendo, pero ellas no tienen la
capacidad de discernir su dieta. Ellas no saben la diferencia entre
las plantas no-venenosas de las venenosas. Por lo tanto un pastor
debe cuidadosamente proteger su dieta y proveerles de pastos ricos
y nutrientes.
En su encuentro con Pedro en Juan 21, Jesús llevó a Pedro a la
importancia de apacentar a las ovejas. Dos veces en Su orden a
Pedro, Jesús utiliza el verbo griego bosko, un término usado por los
pastores para pastar y alimentar al rebaño (v.15, 17). Habla de la
responsabilidad de un pastor que cuida el rebaño del Señor (Hch.
20:28). Pablo instruyó a Timoteo como pastor que cumpla con el
ministerio de pastorear en toda su dimensión (2 Ti. 4:2).
La meta del pastor no es complacer a las ovejas, sino alimentarlas-
no hacer cosquillas en sus oídos con palabras halagüeñas, sino
nutrir sus almas con la enseñanza que provea principios para la
vida y la piedad. No debe ofrecerles meras galletitas livianas de
leche espiritual, sino la carne sustancial de la verdad bíblica.
Aquellos que fallan al alimentar a sus ovejas no son aptos para ser
pastores (Jer. 23:1-4; Ezequiel 34: 2-10).
2) Un Pastor debe Proveer liderazgo (son líderes no dictadores)
Pedro retó a los pastores a “apacentad la grey de Dios que está
entre vosotros” como “cuidando de ella, no por fuerza” (1 Pedro
5:2). Dios les confió la autoridad y la responsabilidad de liderar el
rebaño, a aquellos que han sido llamados al ministerio pastoral.
Aquellos que están motivado por deseo fuerte en su interior para
cumplir con la dinámica del pastoreo, es el tipo de siervo que puede
ejercer el liderazgo con entrega y entusiasmo (1 Ti.3.1; 1 P. 5:2).
Los pastores son responsables de cómo guían, y el rebaño son
responsable de cómo siguen a sus líderes (Hebreos 13: 17).
El pastor además de enseñar, ejercita cuidado del rebaño por medio
del ejemplo de su vida. Ser un pastor requiere estar entre las
ovejas. No es tanto liderazgo de lo alto sino liderazgo entre ellas.
Un pastor efectivo no pastorea sus ovejas desde atrás, sino las guía
desde el frente. Ellas le ven y le imitan en sus acciones.
El poder del liderazgo de un líder no está en su posición dentro del
ministerio ni en la proyección de sus programas, sino en las
prerrogativas de su carácter y en sus convicciones del propósito de
Dios. Lo que más afecta al liderazgo de un líder no son sus
proyectos, sino el poder de su vida espiritual. La eficacia del
liderazgo de un líder está en la espiritualidad de su vida. Y, si no
estamos llevando a la gente por el camino de la trasformación,
entonces nuestro liderazgo se verá afectado de fracaso y
frustración. La gente necesita ver la resolución de nuestro ministerio
en la reproducción de nuestras vidas, y eso los cambiara y los
desafiara a servir y consagrar sus vidas para Dios.
El componente más importante del liderazgo espiritual es el poder
de una vida ejemplar. Primera de Timoteo 4:16 instruye al líder de la
iglesia a, “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello,
pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.”
Un verdadero pastor es aquel que provee de buenos pastos a
través de la palabra de Dios y previene al rebaño de los peligros de
mala doctrina y al mismo tiempo da protección a la iglesia. Un
verdadero líder debe tener la convicción de ver que la gente se
siente más inclinada a seguir personas que a seguir programas. La
gente aprende de los programas a ordenar su ministerio, pero
necesita ver el éxito de esos programas en la vida del líder para que
otros puedan seguir su ejemplo. No podemos pretender llevar a las
personas a donde nosotros mismos no hemos llegado. El liderazgo
no es cuestión de programas ni de poder, sino de principios bíblicos
que estén reproducidos en la vida del líder para que aquellos que lo
siguen puedan imitarlo.
La iglesia de Cristo necesita más que buenos programas mejores
personas. El progreso de la obra de Dios no está en proporcionar
mejores programas, sino personas piadosas llenas de poder
espiritual, que sean capaces de conducir y cuidar la grey de Dios en
el poder de Su Palabra. La piedad de un hombre de Dios es el
secreto del progreso espiritual de todo su ministerio. La gente
necesita seguir a líderes que siguen un liderazgo bíblico.
La verdadera convicción del liderazgo de un líder está también en
reconocer las capacidades de sus líderes, tal como Pedro lo hizo
sus compañeros de ministerio (1 P. 5:1,2). Un líder que aprende
delegar aprende a liderar. El hecho de confiar tareas en los demás
es comprender las capacidades de los miembros de su equipo. La
bendición de Dios no está en los programas correctos sino en las
personas que sirven correctamente.
3) Un Pastor debe dar Protección (1 P. 5:2)
La alimentación espiritual del rebaño incluye también el cuidado
protector del pastor que vela y vigila, no solo por la salud espiritual
de sus ovejas sino también por la senda por donde ellas transitan
(Hch. 20:28-30). Un líder que no está dispuesto a sacrificar sus
privilegios para satisfacer las necesidades de las personas a las
cuales fue llamado a servir, no tiene verdaderamente en claro que
su preocupación sea la obra de Dios. Un verdadero líder no solo ve
lo real de las necesidades de la obra, sino también debe prever la
resolución en cada problema.
Una oveja puede estar totalmente perdida a pocas distancias del
rebaño. Sin ningún sentido de dirección y sin un instinto para
encontrar a su rebaño, una oveja perdida usualmente camina
alrededor en un estado de confusión e impaciencia y hasta sufren
pánico. Por ello necesita de un pastor que la guía a casa. Las
ovejas son casi indefensas-no pueden patear, aruñar, morder o
correr. Cuando son atacadas por un depredador, ellas se juntan en
lugar de esparcirse, y esto las hace una presa fácil. Las ovejas
necesitan de un pastor protector para poder sobrevivir.
Un pastor debe tener no solo la sabiduría para liderar al rebaño,
sino también la sensibilidad de saber de las necesidades y de sus
heridas. El ministerio de un pastor debe estar involucrado en el
cuidado de las ovejas. No es fácil cumplir con el ministerio de
pastorear, mayormente cuando oímos que alguien dice: “Estuve
enfermo y nadie le llamó. Nadie me visitó, nadie se preocupa” Otra
veces las personas vienen y dicen: “Me paso esto o aquello y usted
no llamó” A veces las expectativas de las personas son muy altas; y
no podemos estar en todas partes al mismo tiempo pero podemos
estar a tiempo cada vez que alguien nos necesite. Necesitamos ser
esa clase de pastores que el mismo Señor demostró ser cuando
dijo: “Yo soy la puerta de las ovejas”...Yo soy el buen pastor”... y el
buen pastor su vida da por las ovejas” (Jn. 10:7, 11, 14).
Los cristianos requieren no solo de un cuidado sobre sus
necesidades emocionales, sino también de una protección similar
del error y de aquellos que lo esparcen. Los pastores guardan a sus
ovejas de descarriarse y las defienden de los lobos salvajes que las
devastarán. Pablo aconsejó a los pastores de Efeso de mantenerse
alerta y proteger a las iglesias a su cuidado: “Por tanto, mirad por
vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto
por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por
su propia sangre. Porque yo sé que después de mi partida entrarán
en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño.
Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas
perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.” (Hechos 20:28-30)
4) Un Pastor debe evitar la Prosperidad deshonesta (1 P. 5:2; Tit.
1:7, 11; 1 Ti. 3:8).
Un pastor no debe buscar de hacer ningún ministerio “por motivos
económicos y egoístas” como aquellos herejes que solo piensan en
lo terrenal (Tit. 1:11; Fil. 3:18). A lo largo de la historia de la iglesia,
los predicadores falsos han utilizado sus posiciones para promover
su propia “ganancia deshonesta”. El término “ganancia deshonesta”
deriva del adjetivo aischrokerde que viene de aischros (sucio,
vergonzoso, sórdido) y kerdos (ganancia, lucro, codicia), y del
adverbio aiscrokerdos que aparece en 1 Pedro. 5:2. También con el
mismos sentido de buscar el dinero fácil por medio de la avaricia.
No estamos diciendo que un pastor no tiene derecho de ganarse la
vida para el sostenimiento de su ministerio y familia. Lo que Pedro y
Pablo enseñan es que ningún pastor debe esconder ningún motivo
egoísta en términos económicos para servir en el ministerio. El
mismo Señor enseño que “el obrero es digno de su salario” (Lc.
10:7). Pablo escribió a los creyentes de Corintios: “Si nosotros
sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos
de vosotros lo material?.. Así también ordenó el Señor a los que
anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Co. 9:11,14).
La plata, la pereza y el prestigio vanidoso, deben de estar a un
costado en el ministerio de un pastor. Un pastor tiene derecho a
vivir dignamente pero no deshonestamente buscando el lucro a
través de su ministerio. De la misma manera que la Biblia anima a
que se apoye económicamente a los pastores y ancianos y a otros
siervos, también advierte a aquellos que tienden a convertir su
ministerio en negocio sucio como aquellos líderes falsos que
buscaban el lucro (Tit. 1:11; 2 Co. 11:7-21; 1Ti. 6:5-6).
Los pastores que sirven con una perspectiva correcta y que tiene
motivos puros en su misterio, debe ser tenidos por doble honor (1
Ti. 5:17). La palabra “honor” viene de times en griego, se emplea de
honor y precio en el sentido de remuneración y alta estima por la
labor de un pastor. La iglesia tiene el deber de sostener a aquellos
pastores y líderes que están dedicados a tiempo completo a la obra
del Señor (1 Ts. 5:12; Ga. 6:6).
5) Un Pastor debe tener Pasión (son confortadores) “con ánimo
pronto”(1 P. 5:2).
El rebaño del Señor se constituye de ovejas no de “ganado” que
tiene que ser arrastrados. Las ovejas tienen que ser guiadas y van a
donde ella es guiada; no así con el ganado que tienen que ser
empujado y obligado. Se requiere de una pasión y de un amor
entregado por aquellos que están al cuidado del pastor. Pablo nos
dice que “Cristo amó a la iglesia y se entregó a si misma por ella”
(Ef. 5:25). La pasión de un pastor está en la manera en que cumple
con su ministerio, y en como manifiesta su aprecio por aquello que
están bajo su liderazgo.
A las ovejas les falta el sentido de preservación propia. Son tan
humildes y mansas que si uno las maltrata, ellas fácilmente de
quiebran espiritualmente y pueden morir. El pastor debe conocer el
temperamento individual de sus ovejas, y evitar infligir demasiado
estrés. De acuerdo a las necesidades del rebaño, un pastor fiel
ajusta su enseñanza y exhortación en consejo y consolación de
acuerdo a las necesidades de cada persona a quien le ministra. Él
pastor debe saber cuándo “Amonestar a los Descarriados (ociosos),
cuando “Alentar a los Desanimados (de poco ánimo), y cuando
“Ayudar a los Débiles” que carecen e fortaleza espiritual.” (1
Ts.5:14).
6) El Pastor y el Príncipe de los Pastores (1 P. 5:4)
El Señor Jesús es el ejemplo perfecto de un pastor con que sabe
cuidar con ternura a su rebaño. En Él esta personificado todo lo que
un líder espiritual debe ser como pastor. Pedro le llamaba “Príncipe
de los pastores” (1 Pedro 5:4). El mismo Señor se llamó a sí mismo
“el buen pastor” que da su vida por las ovejas (Jn. 10:11). Él como
nuestro Pastor de pastores es nuestro gran Protector, Guiador,
Guardián, Proveedor, y Confortador.
Los líderes de la iglesia están bajo el escrutinio de sus ojos que
todo lo ve. Él protege a Su grey bajo ojo cuidadoso del Príncipe de
los pastores (Hechos 20:28). Existe una responsabilidad a tiempo
completo, del pastor que ministra a gente que, como ovejas,
frecuentemente son vulnerables, indefensas, sin discernimiento, y
pueden descarriarse si son descuidadas.
El ministerio de pastorear el rebaño de Dios es un trabajo enorme y
sacrificado, pero para los pastores fieles trae el rico regalo de la
corona de gloria, que les será dada por el Príncipe de los pastores
en Su tribunal soberano a todos los pastores que han sido fieles al
ministerio (1 Co. 3:9-15; 4:5; 2 Co. 5:9, 10).
La Biblia llama a seguir a aquellos pastores que han sido fieles en la
obra de Dios:
Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos
velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para
que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es
provechoso (Hebreos 13:17).” Actualmente vivimos en una época
muy peligrosa. Cada día salen a luz múltiples doctrinas que se
hacen pasar por cristianas, pero que traen consigo doctrina de
demonios (1 Ti.4:1-3). Estas doctrinas intentan alejar a los cristianos
de la verdad bíblica, y de los principios de fe y práctica. Hacen de
la religión algo vana y vacía, que no concuerdan con los principios
de la vida cristiana, y alejan a las personas del evangelio de Cristo y
las entregan a los pensamientos e interpretaciones de hombres que
no tienen respeto por la Palabra de Dios.
Todo esto debe ser tomado con mucha seriedad tanto por los
pastores y aquellos que enseñan la Palabra de Dios, para que vean
la gran responsabilidad que tienen en sus manos. Pero también
para las ovejas, que sepan que deben estar llenas de la Palabra de
Dios para poder discernir al pastor del lobo que desea esparcir el
rebaño del Señor.

También podría gustarte