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Cábalas:

Con relación a las cábalas me lleva a pensar en las reglas de futbol que
seguíamos al pie de la letra cuando éramos niños o en ese futbol de barrio, como
lo son:
 El gordo es el portero.
 Esos partidos demasiado extensos en los que no se termina hasta que
todos no estén cansados.
 El último gol gana.
 Se pita falta si es muy evidente o alguien llora.
 Ojo con hacer enojar al dueño del balón.
 Los mejores escogen.
 Apostar algo es como si fuera una final del mundo.
 La portería se imagina con lo que sea.
Esto se acompaña de frases que vistas desde afuera no tienen sentido, pero que
las vemos y disfrutamos como una verdad.
Cicatrices:
Irónicamente tengo muy pocas cicatrices físicas con respecto a las sentimentales,
puesto que siempre fui una persona muy activa y como se le llama un gamín. Así
de estar todo el día en la calle fuera jugando futbol, montando en bicicleta o lo que
sea, pero con amigos todo el tiempo.
Una de las que más recuerdo es que me he fracturado la mano izquierda en
cuatro ocasiones y en todas se repite el mismo patrón: 1. Estoy feliz, contento,
eufórico por lo que esté haciendo, 2. Me caigo y me fracturo, 3. El susto, estar en
el hospital y eso; y por último 4. Pasar a estar de nuevo con los amigos hablando y
riéndonos sobre lo sucedido.
Y así han sido también los recuerdos de las cicatrices físicas que tengo, excepto
una en la que el patrón anterior es incompleto y el punto 4 es todo lo contrario.

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