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Antecedentes

La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) se define como una enfermedad

causada por un nuevo coronavirus llamado síndrome respiratorio agudo grave coronavirus

2 (SARS-CoV-2; anteriormente llamado 2019-nCoV), que se identificó por primera vez en

medio de un brote de casos de enfermedades respiratorias en Ciudad de Wuhan,

provincia de Hubei, China [ CITATION CEV21 \l 2058 ].

Inicialmente se informó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) el 31 de diciembre

de 2019. El 30 de enero de 2020, la OMS declaró que el brote de COVID-19 era una

emergencia sanitaria mundial.2,3 El 11 de marzo de 2020, la OMS declaró al COVID-19

una pandemia mundial, la primera designación de este tipo desde que declaró la influenza

H1N1 como una pandemia en 2009 [ CITATION CEV21 \l 2058 ].

El 28 de febrero de 2020 en la conferencia matutina encabezada por el Presidente de

México, la Secretaría de Salud confirmó el primer caso importado del nuevo coronavirus

COVID-19, en la Ciudad de México, en un hombre de 35 años de edad con antecedentes

de viaje a Italia. Asimismo, se dio a conocer que el Laboratorio Estatal de Salud Pública

de Sinaloa, confirmó un caso más en una persona de 41 años de edad [ CITATION CEV21 \l

2058 ].

El primer caso de COVID-19 se detectó en México el 27 de febrero de 2020. El 30 de

abril, 64 días después de este primer diagnóstico, el número de pacientes aumentó

exponencialmente, alcanzando un total de 19.224 casos confirmados y 1.859 (9,67%)

fallecidos (Suárez, Suarez, Oros & Ronquillo 2020).

En las últimas cuatro décadas aproximadamente, México se ha encontrado expuesto a

diversas enfermedades infecciosas emergentes, reemergentes o resurgentes, así como:


Poliomielitis, Sarampión, VIH/sida, Cólera y Gripe pandémica AH1N1 (Gripe porcina)

(UCSF, s/f).

Desde la perspectiva de la salud mental, una epidemia de gran magnitud implica


una perturbación psicosocial que puede exceder la capacidad de manejo de la
población afectada. Puede considerarse, incluso, que toda la población sufre tensiones
y angustias en mayor o menor medida. Así es que se estima un incremento de la
incidencia de trastornos psíquicos (entre una tercera parte y la mitad de la población
expuesta podrá sufrir alguna manifestación psicopatológica, de acuerdo a la magnitud
del evento y el grado de vulnerabilidad). Aunque debe destacarse que no todos los
problemas psicológicos y sociales que se presentan podrán calificarse como
enfermedades; la mayoría serán reacciones normales ante una situación anormal (OPS,
s.f.)
Referencias

 CEVECE. (2021). Investigación COVID-19. CEVECE (Revista del Centro Estatal


de Vigilacion Epidemiologia y Control de Enfermedades), 1-32.
 Suárez, V., Suarez Quezada, M., Oros Ruiz, S., & Ronquillo De Jesús, E. (2020).

Epidemiología de COVID-19 en México: del 27 de febrero al 30 de abril de 2020

[Epidemiology of COVID-19 in Mexico: from the 27th of February to the 30th of

April 2020]. Revista clinica espanola, 220(8), 463–471.

https://doi.org/10.1016/j.rce.2020.05.007

 UCSF. (s.f.). La respuesta de México al COVID-19: Estudio de caso. UCSF:


Institute for Global Health Sciences, 40-41.
 OPS . (s.f.). PROTECCIÓN DE LA SALUD MENTAL EN SITUACIONES DE
EPIDEMIAS. Organizacion Panamericana de la Salud, 7.

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