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Sentimientos de metal pesado

Dientes en mi sangre, sangre en mis dientes, sangre en mí, mí en sangre, sangre, sangre,
rojos ojos, ojos del diablo que veo.
Ha sido así siempre, mi mamá, la mamá de mi mamá, la mamá de mi vecina, la vecina de
mi mamá, ¿por qué me preocupo cuando todo es normal? Normal, sentir mi cuerpo arder
todas las noches antes de dormir. Normal, cada dos días tener un color morado
acompañándome. Normal, obedecer y estar en paz. Normal, desobedecer y castigar. Sí.
Es normal. Es la muestra de sus sentimientos hacia mi ser, sus sentimientos de…¿amor?,
sí, de amor. Son sentimientos, y los sentimientos son normales, los sentimientos son
sangre, sangre en mi cuerpo, sangre en mí.
Preocupante no es la sangre que veo en mi ser, sino que los seres que parece que no
sienten, los seres sin sentimientos, seres que no sangran. Parecen humanos, pero no, no
humanos, no seres, no sienten, no son ni serán ¿qué cosas son esas? ¿son cosas?
De eso hay que preocuparse, de esas, no se como llamarlo, que parece que no tiene
corazón, no tienen alma, no tienen vida, es un cuerpo sin más, kilos de metal pesado que
le cuesta caminar, no hay sentimientos, no hay emociones, no hay nada, nada hay, nada
se encuentra, nada.
Es como vivir en dos mundos, uno demasiado real, otro demasiado ficticio, uno lleno de
sangre, otro lleno de metal, uno de cortes, otro de aceite, uno de sentimiento, otro se
producción, uno gris, otro a color, opuestos, como la luna y el sol, como el perro y el gato,
solo que no puedo encontrarle lo bello a ninguno de los dos, a ninguno de ambos, no hay
belleza, bello, feo, son cosas, sin valor.
En el mundo ficticio, en el futuro, se ve algo interesante, más bien no se ve, no hay
sangre, ni morados en las pieles, ni ojeras bajo los ojos. Todos son iguales, todos son
respetados, todos son felices.
En mi mundo todo lo que veo es sangre, sangre en manos, en sus manos, sangre en ojos,
ojos de furia, sangre en sus labios, labios malditos, sangre en su ser, ser de pura maldad.
No, n o, N O.
Yo no merezco esto, no te merezco, no quiero ver más sangre, ni en tus manos ni en tus
ojos. Basta, no te quiero cerca, no te quiero cerca de mi mamá, ni de la mamá de mi
mamá, ni de la mamá de mi vecina, ni de la vecina de mi mamá.
Eres, no, son monstruos que dicen que tienen sentimientos, para cubrir sus crímenes
sangrientos a los ojos de todos, son unas bestias cazando a criaturas indefensas, son
unas cosas, que incluso las cosas de metal tienen más sentimientos que ustedes,
sentimientos de metal pesado.
Las cosas de metal, demasiado pesado para caminar, sin nombre aún, nos salvaron.
Como llego el hombre a la luna, como llegó la televisión o la radio, o la luz eléctrica a los
hogares.. Nos salvó la evolución de los pensamientos, de la acción, de la cultura, de la
sociedad.
Vimos esperanza en el futuro, quizás no en forma de metal pesado, sino en un futuro sin
sangre.

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