1) La posición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación acerca de la
penalización de la tenencia de estupefacientes para el consumo personal ha ido variando a medida que fueron pasando los años e incluso a mediada que el maximo tribunal fue modificando sus integrantes. En el año 1974 se promulgo la primera ley que establecia una pena para todas aquellas personas que tuvieran en su poder estupefacientes aunque estuvieran destinados a uso personal. La Ley 20.771 en su Art 6, reprimía con reclusion o prision de 1 a 6 años y una multa que iba de los $100 a $5.000. El primer precedente jurisprudencial que podemos mencionar es el caso Colavini, en el año 1978. En ese caso en particular, Ariel Omar Colavini fue condenado por ser portador de dos cigarrillos de marihuana por la Sala I de la Cámara Federal a la pena de dos años de prision de cumplimiento en suspenso,, y al pago de una multa de cinco mil pesos, por ser considerado autor del delito que estaba previsto en el Art 6 de la Ley 20.771. La Corte Suprema de Justicia de la Nación, ante la presentación del remedio extraordinario por parte del Defensor Oficial basándo su argumento en que esta sentencia contravenía lo dispuesto en el Art 19 de la Constitución Nacional, confirma la sentencia apelada argumentado en su considerando 8º), que nuestra legislación se ha enriquecido, con un instrumento que, dentro de su moderación y razonabilidad, no debe ser desinterpretado a riesgo de tórnalo ineficaz para la consecución de los alto fines de persigue. En los considerando que le suceden, la Corte sostiene que “no puede sostenerse con ribetes de razonabilidad que el hecho de tener drogas en su poder, por los antecedentes y efectos que supone tal conducta, no trasciende de los limites del derecho a la intimidad, protegida en el Art 19 de mandato constitucional que se proclama aplicable por el apelante.” En su considerando 17º) concluye que “(…) no puede acogerse la pretensión exhibida por el apelante, concerniente a la falta de tipicidad del hecho acriminado y a un supuesto quebrantamiento del Art 18 de la Constitución, puesto que es inexacto que la sentencia haya ampliado el ámbito funcional del Art 6 de la Ley 20.711 que, por el contrario, aplico con toda just esa, ateniéndose a su letra y a su espíritu”. Así la Corte Suprema de Jusrticia de la Nación sentó el precédete de la penalización de la tenencia de estupefacientes incluso para el uso personal. Carlos Santiago Nino, en su texto “ ¿Es la tenencia de drogas con fines de consumo personal una de las “acciones privadas de los hombres”? Desarrolla su postura acerca este tema. Nino expone, que el Art 19 de la Constitución proscribe todas interferencia juridica con acciones que no afecten intereses legítimos de terceros, aunque ellas representen una desviación de ciertos modelos de virtud personal y tengan el efecto de auto- degradar moralmente al sujeto que las realiza. Para Nino, el Art 19 realiza una distinción, sosteniéndose en la concepcion liberal de la sociedad, que consiste en discriminar las pautas morales referidas al bienestar de terceros de los ideales de excelencia humana, que son los que constituyen una moral privada. Para Nino, sostener el argumento de que no se reprime el consumo de drogas sino la tenencia con fines de consumo no es convincente. Si el solo acto de consumir drogas no es necesariamente perjudicial para terceros, menos va a ser perjudicial la conducta que esta exclusivamente dirigida a hacer ese acto posible. Carlos Nino desarrolla 3 posturas mediante las cuales se pretende justificar la penalización de la tenencia de estuoperfacientes, pero en su conclusion, y opinion personal, el autor sostiene que ninguna de las tres justifican concluyentemente la represion de la tenencia de drogas con el fin exclusivo de consumo personal. El primer argumento, el perfeccionista, sostiene la mera autodegradacion moral que el consumo de droga implica, implica razón suficiente para que el derecho interfiera con ese consumo, induciendo a los hombres a adoptar modelos de conducta digna. El segundo argumento, el paternalista, afirma que es legitimo que se busque desalentar, a través de castigos, el consumo de estupefacientes, con el fin de proteger a aquellos que puedan llegar a convertirse en consumidores de daños físicos y psíquicos que se auto-infringirían si se convertirían en adictos. El tercer y ultimo argumento es el de la defensa social, que lo que sostiene es que la penalización del consumo de droga y asi de la tenecia con fines de consumo está justificada en la medida que busque proteger a otros individuos, que no son adictos, y a la sociedad en su conjunto, contra las consecuencias que derivan del consumo de estupefacientes de algunos miembros de la sociedad. Como ya se expreso con anterioridad, Nino sostiene que ninguno de estos tres argumentos son suficientemente justificativos para la penalización de la tenencia de estupefacientes. Para Nino, lo que es importante definir, es si el castigo puede ser justificado sin necesidad de tener que interpretar el Art 19 de la Consititucuion y que derive en una desnaturalización de reconocimiento de una ámbito infranqueable de libertad personal. La conclusion a la que llega el autor es por la negativa, y sostiene que “la justificación del castigo de la tenencia de drogas para el propio consumo puede, por razones de coherencia lógica, conducir a justificar otras interferencias en la vida de la gente que han sido tradicionalmente consideradas prosciptas por nuestro orden juridico”. En el año 1986, la Corte Suprema de Jusiticia de la Nación, sentó un cambio de jurisprudencia sobre este tema. Gustavo M. Bazterrica fue condenado por la Cámara Nacional de Apelacines en lo Criminal y Correccional, como autor de tenencia de estupefacientes, lo que derivo en una presentación de recurso extraordinario ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El apelante sostenía la inconstitucionalidad del Art 6 de la ley 20.771, argumentando la vulneración del principio de reserva consagrado en el Art 19 de la Constitución Naciónal. Adicionalmente, sostiene que la tenecia de estupefacientes para consumo personal, es una conducta privada que queda al amparo del Art 19 de la Constitución Naciónal, y que en el caso de condenarlo, se lo haría por la peligrosidad del autor y no por su hecho, lo que importaría abandonar el principio de culpabilidad ( derecho penal de acto ) en el que se basa nuestro derecho penal. El considerando 4º) establece que “El Art 19 de la Constitución Nacional circunscribe el campo de inmunidad de las acciones privadas, estableciendo su limite en el orden y la moral publica y en los derechos de terceros”. En los considerando que les sigue, el fallo establece que “En el caso de la tenencia de drogas para uso personal, no se debe presumir que en todos los casos ella tenga consecuencias negativas para la ética colectiva.” Se hace aquí una distinción entre la ética privada de las personas, que esta solo reservada a Dios, y la ética colectiva en la que aparecen protegidos bienes e intereses de terceros. Así como lo entiende Nino, la Corte sostiene que el art 19 de la Constitucion impone limite a los legsiladores en acciones que busquen exigir que no se prohiba una conducta que se desarrolle dentro de la esfera privada entendida esta no como la de las acciones que se realizan en la intimidad ( Art 18), sino aquellas acciones que no ofendan al orden o la moral publica, significan,que no perjudiquen a terceros. “Las conductas del hombre que se dirijan solo contra si mismo, quedan fuera del ámbito de las prohibiciones”. En este nuevo fallo, la Corte sostiene la ineficacia de la ley 20.771, y de su función incriminatoria con el objetivo de preservar el bienestar y la seguridad general. Una de las definiciones más importantes de este fallo expresa “Penar la tenencia de drogas para el 6consumo personal sobre la sola base de potenciales daños que puedan ocasionarse de acuerdo a los datos de la común experiencia no se justifica frente a la norma del Art 19, tanto mas cuando las ley incrimina actos que presuponen la tenencia pero que trascienden la esfera de privacidad como la inducción al consumo, la utilización para preparar, facilitar, ejecutar u ocultar un delito, la difusión publica del uso, o el uso en lugares expuestos al publico o aun en lugares privados mas con problable trascendencia a terceros. Para finalizar, la Corte establece en su último considerando 12º) que la prohibición constitucional de interferir con las conductas privadas de los hombres, en la cual es Esrado no debe imponer ideas de vida a los individuos, sino ofrecerles libertad para que ellos los elijan, y que es suficiente por si misma para invalidar el art 6 de la Ley 20771, cuya inconstitucionalidad se declara, en cuanto incrimina la simple tenencia de estupefacientes para uso personal. Analizando este último punto, también podemos identificar la postura de Carlos Nino con respecto a la interprétacion del concepto de moral publica, entendido dentro de un Estado, de modelo liberal, en donde se considera a la persona capaz de elegir sus propios fines, su propio plan de vida, y adecuarse al modelo de virtud personal que considere valido, en tanto y en cuanto no interfiera con rl ejercicio de un derecho igual por parte de los demás. El concepto de moral publica que entiende Nino, como esas reglas morales que refieren a los comportamiento que se tienen hacia los demás. Este Articulo 19 de la constitución nacional, se debe interpretar según esta concepcion liberal del estado y se tiene que entender al concepto de moral publica, según Nino, de la forma explicada previamente. Las conclusiones a las que llegamos entonces, es que según Carlos Nino, los argumentos utilizados pór la Corte en aquellos fallos en donde se intenta penalizar la tenencia de estupefacientes vulnerarían los principios contemplados en el art 19 de la Constitucion Nacional, el principio de reserva por un lado y el de Lesividad por el otro. El primero, declara el derecho a la autonomía personal, y el segundo que establece que no hay acción phobible si la accion no afecta derechos o bienes jurídicos ajenos. Si bien la jurisprudencia de la Corte vuelve a cambiar con el fallo Montalvo en el año 1190, donde ya con una ley de estupefacientes nueva, la 23.737, deja de lado la doctrina Bazterrica y vuelve a su posición principal, la de penalizar la tenencia de estupefacientes, argumentando que con este nueva ley, el legislador había vuelto a mostrar la intención de penalizar a aquellas personas que sean poseedoras de estupefacientes, pero, hace la distinción acerca de la segunda parte del Art 14 de la Ley 23.737 donde se establece que, en aquellos casos en donde las cantidades son escasos y otras circunstancias le pena sera menor a la original. Esta voluntad del legislador de penar inclusion específicamente a aquellos casos en los que la tenencia de estupefacientes sea para uso personal deducido de su escaso contenido, es lo que hace que la Corte vuelva su doctrina a la del fallo Colavini, y penalizando la tenencia de estupefacientes para uso personal. Otro argumento que utilizo la Corte fue que se sostenía que la incriminación del tenedor de estupefacientes permitiría combatir más fácil a las actividades vinculadas con el comercio de estupefacientes y arribar a resultados promisiorios. Finalmente, en el año 2009, la Corte Suprema de Jusiticia de la Nación, da un ultimo ( hasta el momento ) giro en su posición en cuanto a este tema concierne. Después de que se condenara a Sebastian Arriola como autor penalmente responsable del delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, a una pena de seis años de prision, una multas de seiscientos pesos e inhabilitación absoluta por igual tiempo al de la condena, imponiéndole una medida de seguridad curativa, la defensa interpuso un recurso de casación en nombre de este y de otros sujetos que fue rechazado por el tribunal. Dio lugar a la interposición de un recurso de hecho que también fue desistido. Quedo solo una queja en estudio por los hechos vinculados a otros sujetos que estuvieron involucrados en el caso, Fares, Acevedo, Villarreal, Medina y Cortejarena. La queja se basaba principalmente en la revision de lo decidido sobre la base de la nueva composición de la Corte Suprema y de los argumentos que la Corte había dado en el caso Bazterrica. En el recurso extraordinario la defendía sostuvo que la sentencia apelada era violatoria del principio de reserva consagrado en el articulo 19 de la Constitucion Nacional, puesto que la conducta se los imputados se había llevado a cabo dentro del marco de intimidad constitucionalmente reguardado. Entre otros argumentos, mencionaron la escasa cantidad de estupefacientes incautados y la inefectividad del objetivo de la Ley 23.737 demostraba que el resultado no era acorde al din con el que había sido concebida. La corte dio lugar a la queja y resolvió. En su considerando 10º) se establece “las cuestiones centrales en débate, tales como el alcance que cabe otorgarle a las acciones privadas previstas en el articulo 19 de la Consittucion Nacional, al bien juridico “Salid Publica”, han sido resueltos acertadamente en Bazterrica. Y en el siguiente en donde define “Este tribunal, hoy llamado nuevamente a reconsiderar la cuestión, decide apartarse de los doctrina jurisprudencial de ese último precedente y como se ha dicho afianzar la respuesta constitucional del fallo in re Bazterrica”. Un argumento interesante que sostiene la Corte en este ultimo fallo, es el relacionado con la Reforma de la Carta Magna en el año 19944 y la introducción de los Tratados internacionales de Derechos Humanos a la pirámide normativa, como complementarios a la Constitucion Nacional. Basándose en esto, la Corte sostiene que a nivel internacional el pais esta obligado por el articulo 11.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y el Articulo 5 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre en donde se habla del derecho a la privacidad que impide que las personas sean objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada. En cuanto al principio de “autonomía personal” se señalo que “el desenvolvimiento del ser humano no queda sujeto a las iniciativas y cuidados del poder público”. La Corte sostiene que la Constitucion no puede admitir que el propio estado se abroqueló la potestad de juzgar la exisatencia misma de la persona, su proyecto de vida y la realización del mismo, sin que importe a través de que mecanismos pretende hacerlo. El considerando 23º) se deja sentado que a nivel internacional también se ha consagrado el principio “pro-homine” de acuerdo al articulo 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos. Con estos argumentos la Corte lo que intenta decir es que con la reforma constitucional han ingresado principios internacionales, que han generado una “cosmovision” juridica en la que el precedente Bazterrica es el que mejor encaja. “El estado tiene el deber de tratare a todos sus habitantes con igual consideración y respeto, y cabe orotgarle al original articulo 19, que ha sido el producto elaborado de la pluma de los hombres de espíritu liberal que construyeron el sistema de libertades fundamentales en nuestra Constitución Nacionales, recordándonos que se garantirla un ámbito de libertad personal en el cual todos podemos elegir y sostener un proyecto de vida propio”. Acá vemos claramente la posición de Nino con respecto a la concepcion de un Estaod Liberal, con un concepto de Moral publica que se interprete en el marco de este tipo de estado. Finalmente podemos concluir que los vaivenes a los que se enfrento la posición de la Corte Suprema, son los vaivenes que enfrento la sociedad toda en cuanto a la posición de la penalización de estupefacientes para el uso personal. En un Estado Liberal de derecho, con el Principio de Reserva y Lesividad, del art 19 de la Consittucion y con una comprensión del concepto de Moral Publica como el que nos desarrolla Carlos Nino, y con los argumentos que nos orotga la Corte en su ultimo fallo Arriola, la tenencia des estupefacientes para consumo personal, en lo personal, no es punible.
2) Como magistrado autorizado para resolver el siguiente caso, resolvería lo
siguiente. El articulo 34 del Código Penal establece : “ Art 34. No son punibles, 1) El que no haya podido en el momento del hecho, ya sea por insuficiencia de sus facultades, por alteraciones morbosas de las mismas o por su estado de inconsciencia, error o ignorancia de hecho no imputables,, comprender la criminalidad del acto o dirigir sus acciones. En caso de enajenación, el tribunal podrá ordenar la reclusion del agente en un manicomio, del que no saldrá sino por resolución judicial, con audiciencia del ministerio público y previo dictamen de peritos que declaren desaparecido el peligro de que el enfermo se dañe a si mismo o a los demás.” En base a lo mencionado, mi primera medida como juez seria basándome en el Articulo 41 del Código Penal, inc 2) se tendrá en cuenta: la edad, la educación, las costumbres, y la conducta precedente del sujeto, la calidad de los motivos que lo determinaron a delinquir, especialmente la miseria o la dificultad para ganarse el sustento propio necesario y el de los suyos, la participación que haya tomado en el hecho, las reincidencias en que hubiera incurrido y los demás antecedentes y condiciones personales, asi como los vínculos personales, la calidad de la persona y las cirscunstacnias de tiempo, lugar modo y ocasión que demuestren su mayor o menos peligrosidad. El juez deberá tomar conocimiento directo y de visu del sujeto de la victima y de las cirscunstancias del hecho en la medida requerida para caso caso”; tomaría conciencia del estado de salud física y psíquica de la victima. Tomaría noción del estado de salud psíquica de actor que produjo el hecho. Pasada esa etapa y entendiendo que al sujeto le podría caber la figura de inimputable, ordenaría trasladar a Martin, a un centro de estudio como medida de seguridad, para que allí se realicen las pericias correspondientes que verifiquen la capacidad restringida de Martin y escuchar a los peritos acerca del retraso madurartivo que afecto la salud psíquica de Martin. Las pericias determinaran si Martin, al momento del hecho mencionado podia comprender el acto realizado o si podia dirigir sus acciones. Una cuestión importante es saber si el sujeto que llevo a cabo dicho hecho lesivo podia, por su propia voluntad, haber obrado de forma completamente opuesta o no. Si bien la medida de seguridad impone una restricción a la libertad de la persona a la que se le aplica, el código penal en su art 10 inciso c) determina que podrá cumplirse la reclusion en detención domiciliaria “el interno discapacitado cuando la privación de la libertad en el establecimiento carcelario es inadecuada por su condición implicándole un trato indigno, inhumano o cruel. Las medidas de seguridad, están ligadas al principio de proporcionalidad, esto quiere decir que tienen que ser proporcionales según la isuficiencia de la persona. La medida sera ordenada guardando proporción entre la importancia del hecho cometido por Martin y los hechos que se esperaban que el cometa. Surgen de un hecho típico, juridico, pero no culpable. Las medidas de seguridad se dan con carácter preventivo o tutelar, y no proviene de una voluntad delictiva, sino de la la falta de comprensión de la criminalidad del acto.Cabe aclarar acá que personalmente no concuerdo con lo expresado por el defensor con respecto a la aplicación del articulo primero de la Ley 22.278 que dice “No es punible el menor que no haya cumplido 16 años de edad”, dada la especial situación de Martin y por ello dictar un sobreseimiento. Martin no es considerado un menor de edad por lo establecido en el Art 25 y 27 de la Convecion de los Derechos de las personas con Discapacidad, que establece que se es mayor de edad al cumplir los 18 años de edad. Dicho esto, no considero aplicable la Ley 22.278. Suponiendo que la pericia determina que Martin padece de una incapacidad para comprender sus actos, se le otorgara la figura de inimputable y sera recluido en un establecimiento para estudiar su evolución. Ahora bien, creo personalmente que uno de los grandes problemas que poseen la medidas de seguridad es su indeterminación. La libertad de la persona está determinada por su evolución, y esto es lo que puede llevar a que esa restricción a la libertad sea eterna. Ahora bien, si en el caso de que los peritos determinen que Martin no posee una capacidad restringida sobre la comprensión de sus actos y que al momento del hecho era consciente y podría haber actuado, por propia voluntad, de manera contraria, se le aplicaría el regimen penal ordinario. Escucharía las opiniones tanto de la defensa como de el sujeto del hecho lesivo, e incluso de ser necesario, llamaria a la realización de una segunda pericia para que confirme lo que la pericia principal diga. Ahora bien, ¿es positivo para el sistema jurídico y para Martin en especial, que se le aplique la pena maxima de prision ? En mi opción no. Creo que una persona de 19 años, que ha cometido un acto lesivo, puede tener otra condena que no sea la maxima. La estigmatizacion de la sociedad en su conjunto para esa persona seria intachable para el resto de sus días. Creo que de las 4 penas que tenemos en nuestro ordenamiento penal, si le correspondería una pena de reclusion. El objetivo de esto debe ser el mayor grado de reinserción social posible para que, el dia que Martin retome su libertad pueda hacer valer sus derechos en plenitud sin ninguna estigmatizacion ni censura. Es cierto también, que la efectividad de la reincersion esta en cuestionamiento por una sociedad que es absolutamente excluyente y por un sistema que ademas, contribuye con esa exclusion.
3) Los Edictos policiales constituían un sistema normativo y punitivo que
funcionaba de forma paralela e independendite respecto de la codificacion de las leyes penales. Son un conjunto de reglas creadas e instituidas por las fuerzas policiales, con conductas tipificadas como ebriedad, merodeo, acecho entre otras. Las personas que cometían alguna infracción a estas disposiciones eran aprehendidas, procesadas y condenadas por la autoridad policial, sin intervención de la institución judicial. Cabe señalar que estas reglas funcionaron en la Ciudad de Buenos Aires hasta su definitiva derogación que se efectivizo con la sancion del Código Contravencional de la Ciudad de Buenos Aires en marzo del año 1998. Los edictos policiales mencionados, tanto para quienes se encontraren en completo estado de ebriedad en las calles, plazas, café, etc., como la pena para dueños, encargados,gerentes de establecimientos donde se expandan bebidas alcholicas, que dieren de beber a las personas antes mencionados, violan por completo los principios constitucionales que rieguen como fundantes para el Derecho Penal Argentino. Los principios fundantes del Derecho Penal Argentino que se violan en este caso son, el principio de legalidad, el principio de culpabilidad,y el principio de Lesividad. Para entender porque es necesario definir que establece cada principio. El Principio de Legalidad esta involucrado en 3 artículos de nuestro ordenamiento juridico. En primer lugar podemos analizar que el principio de legalidad esta presente en el Articulo 1 de nuestra Constitucion Nacional adoptando la forma de gobierno republicana federal. Asi mismo lo podemos encontrar mas expresamente en los Art 18 y 19 de la Carta Magna. Zaffaroni dice, “La única ley penal es la ley formal emitida por los órganos politics habilitados por la Constitucion Nacional”. Ya podemos indentificar, en esta afirmación, una violacion de los edictos policiales mencionados, ya que, al otorgár la función legislativa de ley penal a los miembros de la policía, se le está atribuyendo una función que es violatoria con este principio. Tanto las normas locales como las normas internacionales a las que el pais esta obligado consagran el principio de legalidad penal. En el ámbito interno, se ha mencionado los 3 artículos de la Constitucion. El art 18 de la Constitucion establece que “Ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho en proceso, ni juzgado por omisiones especiales, o sacado de los jueces designados por la ley antes del hecho de la causa (…)”. Este articulo es clave para el principio de legalidad. Feuerbach enunciaba “ nullum crimen, nulla poena sine proevia lege penale.” El conjunto de disposiciones de máxima jerarquía normativa que establecen la exigencia de legalidad penal, configuran el tipo de ley penal licita. En el marco internacional son los Articulos 9º de la Convecion Americana de Derechos Humanos que establece “ Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena mas grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una pena mas leve, el delincuente se beneficiará de ello., y el articulo 9 del Pacto Internacional de derechos civiles y politicos que establece “Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personal. Nadie podrá ser sometido a detención o prision arbitraria. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en esta.” En nuestro derecho escrito, los usos, las costumbres, la doctrina y la jurisprudencia no generan ley penal.Esta es una de las consecuencias que se desprenden del principio de legalidad, la prohibición del derecho consuetudinario. Esto también se ve vulnerado por estos edictos policiales ya que solo los órganos con competencia para crear leyes penales son los órganos legislativos. En la segunda parte del Articulo 19 de la Constitución Nacional también se hace referencia estableciendo “ningún habitante de la Nación, sera obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe. El principio de legalidad se ve afectado con estos edictos también, por pasar de un Estado de Derecho, a un Estado Policial en donde la policía tiene la legitimidad de crear leyes penales y aplicar condenas punitivas. Otro principio vulnerado por estos edictos es el Principio de Culpabilidad. Dicho principio es, básicamente, un medio de limitación de la pena. Si bien el principio de culpabilidad no esta expresamente establecido en la Constitucion Nacional, su fundamentacion se encuentra en el Art 19 de la Constitucion, cuando establece que no es admisible que haya pena, sin culpa. La consecuencia que esta sanción penal puede tener no trasciende a terceros, por lo que iría en contra con el articulo 5 del edicto policial. El principio de culpabilidad limita el poder punitivo del estado. La pena debe ser concordante con el hecho realizado. ¿Es razonable condenar con arresto de 6 a 18 días a quienes estén trabajando en un establecimiento en el que se expadan bebidas alcholicas? ¿recibir un persona en estado de ebriedad en un establecimiento que, goza de derecho de admisión, es un acto que merece una pena maxima de prision? Personalmente, no lo creo. Como consecuencia del principio de culpabilidad, surge este principio que es el de proporcionalidad y racionalidad de las penas. Principio esencial en el Estado de Derecho. Este principio derivado de la culpabilidad, también se ve vulnerado en este caso. Del Art 19 de la Constitucion Nacional “ Art 19. Las acciones privadas de los hombres que de niginun modo oféndanla orden y a la moral publica, ni perjudiquen a un tercero, están solo reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación, sera obligado a hacer lo que no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.”, se desprenden dos principios constitucionales. Por un lado, el Principio de Resereva ( derecho a la autonomía personal ), y por otro el Principio de Lesividad. El Principio de Reserva, o el derecho a la autonomía personal, ejerce un limite a la injerencia coactiva del Estado. Phohibe la interferencia estatal en el ámbito de las acciones privadas. Por otro lado, nos encontramos con el Principio de Lesividad, que establece que ningún derecho puede legitimidad una intervención punitiva cuando no mida por lo menos un conflicto juridico, entendiendo como la afectación de una derecho legitimo o de un bien juridico, total o parcial, individual o colectivo. La accion no es prohibible si no afecta bienes juridicos o derechos ajenos. La moral publica, como lo exprese en la pregunta 1., entendida como reglas morales que se refieren a nuestro comportamiento hacia los demás. El hecho de emborracharse en un bar, ¿puede ser comprendido como un hecho ilicito que afecta derecho de terceros? ¿ Hasta que punto una persona se encuentra en estado de “completa” ebriedad? ¿Quién establece la definición de “completa? El hecho de emborracharse de mas puede ser una accion auto-degradante ejecutada abiertamente y en publico pero a su vez, totalmente inocua para terceros. Si no lesiona, o afecta bienes juridicos o derechos ajenos, el concepto de moral publica seria no tenido en cuenta como consecuencia de un estado liberal de derecho. 4) El presente caso, tiene una particularidad excepcional. La declaracion de la emergencia sanitaria en la Ciudad Autonoma de Buenos Aires, llevo como consecunencia la elevacion por parte del Congreso Nacional, de la pena del Art 202 del Codigo Penal, en el que se establecia la pena de reclusion o prision de tres (3), a quince años (15), a una pena de diez (10) a veinticinco años (25) en el plazo en el que dure la emergencia sanitaria en la Ciudad. En este caso en particular, la problemática que surge es que la imputada por propagar una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas en tiempos endemicos fue condenada una vez que la emergencia sanitaria ya habia concluido. La problemática acarrea distintas cuestiones a considerar. En primer lugar, hagamos alusion a un tipo de normas que establece la combinacion o la pena, pero no establece la conducta, sino que para establecer la conducta, se remite a otra ley. Estas son llamadas Leyes penales en blanco. Hay dos tipos de leyes penales en blanco, por un lado las propias y por otr lado las impropias. Las Leyes penales en blanco impropias son aquellas que establece la pena, y remite a otra norma de la misma jerarquia para describir la conducta prohibida. Por el otro lado, nos encontramos con las Leyes penales Propias que son las que establecen pena, pero para completa la conducta, la norma se remite a normas reglamentarias, de distitna jerarquia a las leyes, como pueden ser los decretos. ¿Estamos frente a una ley penal en blanco en el caso referido? El Art 202 ya mencionado en el Codigo Penal, establece la pena, de tres a quince años, y establece en la norma misma, la conducta que si se realiza se torna lesiva, “propagar una enfermedad peligros y contagiosa para las personas.” Podemos concluir de esa manera que el Articulo 202º del Codigo penal no es considerado una ley penal en blanco ya que en su texto establece la tanto la pena, como la conducta lesiva. Como bien sabemos, una de las consecuencias del prinicpio de legalidad del derecho penal es la prohibicion de la retroactividad. Este es un principio general. La irretroactividad de la ley penal tiene dos objetivos, por un lado que nadie sea castigado, por un hecho que no es considerado ilicito al momento de su comision, y por otro lado impedir que se aplique una pena mas gravosa que la legalmente existe al momento de la comision. Este principio tiene una caracteristica fundamental, que es, que siempre resulta aplicable a un caso la ley penal vigente al moemtno de la comision del hecho. En el caso al que nos referimos en el enunciado, tendriamos que entonces suponer que a Catalina se la deberia condenar por la ley vigente en el timepo en el que se cometio el delito de propagacion de la enfermedad. Pero, este prinicio general, tiene una excepción, llamada Principio de la ley penal mas benigna. Este principio, tiene efecto retroactivo de la ley penal mas beninga. Este principio, deriva del articulo 2º del Codigo Penal de la Nacion, “Si la ley vigente al tiempo de cometerse el delito fuere distinta de la que exista al pronunciarse el fallo o en el timepo intermedio, se aplicará siempre la mas benigna”. Con la reforma constituional del año 1994, y la incorporacion de los tratados internacionales de derechos humanos, tambien podemos encontrar esta posibilidad en la Convencion Americana de Derechos Humanos y tambien en el Pacto Internacional de Derecho Civiles y Politocos. Podemos encontrar distintas hipotesis de aplicación retroactiva de la ley mas benigna, desde la despenalizacion, pasando por la disminucion, o susticion, incluso leyes intermedias. Para el caso que nos concierne debemos tener como hipotesis el supuesto de leyes temporales o extraordinarias. Las leyes temporales son aquellas que tienen plazo determiando de vigencia o tienen su vigencia para el plazo al que expresamente se subordinan. Las leyes extraordinarias o excepcionales son las que sn vigencia esta determinaa por la declaracion de las cirscunstancias excepcionales que los obligan. Ahora bien, como es notorio, podemos entender que la Ley que dicamino el Congreso de la Nacion, que eleva la pena para el articulo 202 del Codigo Penal mientras dure la emergencia sanitaria, es una ley extraordinaria o excepcional hasta que dure la epidemia en la Ciudad de Buenos Aires. La justificacion que podemos hacer es meramente preventiva, tendiente a reforzar la proteccin de determinado bien juridico como puede ser la salud colectiva. Como podemos deducir, a las leyes extraordinarias siempre le va a suceder una norma mas favorable. Teniendo en cuenta esto, la incognita es ¿Se aplica la excepcion del principio de ley penal mas benigna en casos de leyes temporales o extraordinarias? Hay distintas posturas respecto a esto y diferente jurisprudencia a lo largo de la hisotria Argentina. Las posturas varian según la concepcion del Derecho Penal de quienes las exponen. La primer postura, es la de aquellos que defienden la postura preventiva de la pena. Estos sostienen que ante aquellos casos en donde se vinculen leyes temporles o extraordinarias no se va a poder aplicar este principio de excepcionalidad de la ley penal mas benigna porque esto, al contrario de lo que supone su teoria preventinva, no lograria el objetivo de intimidacion que ellos defienden. Estos sujetos defienden la ultractividad de las leyes temporales o extraordinarias. La ultractividad supone que la ley temporal o extraordinaria al momento del hecho, que va a ser sustituida por una mas benigna con posterioridad, seguira riguiendo aun despues de su derogacion. Otra postura es la de Zaffaroni. Eugenio tiene la peculiaridad de tener una posición acerca del tema previo a la reforma constitucional del año 1994. Según zaffaroni la ley penal es retroactiva cuando esa es mas benigna. Hasta la ratificacion de los tratados internacionales de derechos humanos esta regla de la ley penal mas benigna solo tenia carácter legal pudiendo ser derogada o excepcionada por otra ley de igual naturaleza. Estas eran llamadas temporales o excepcionales y se sostenia que en estos casos la retroactividad de la ley penal mas benigna no operaba. Con la incorporacion de los tratados internacionales de derechos humanos esta regla pasa de tener carácter legal para tener carácter constitucional y según la Convencion Interamericana de Derechos Humaos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Politicos, ya no hay excepciones y rige este principio. Una tercera y ultima postura a desarrollar es la de Javier De Luca. La conclusion a la que llega De Luca parece, hoy en dia, la postura mas discreta en cuanto a la ley penal mas beninga y si corresponde su aplicación en los supuestos de leyes temporales o extraordinarias. De Luca sostiene que el principio de ley penal mas benigna no aplica a las leyes temporales o extraordinarias, ya que dicha norma tiene una fecha de entrada en vigencia y una fecha de cese. Para De Luca, no hay, como argumentan los preventistas, una derogacion de las leyes penales extraordinarias una vez que la excepcionalidad termina, sino que concluyen por tener ese tiempo de cese de vigencia. Para la postura de De Luca la ley transitoria va a regir para todos los sucesos que ocurren durante la vigencia de la norma, y va a seguir rigiendo en el caso de un nuevo plazo de vigencia. El merecimiento de la pena se mantiene incolume y requiere la represion de los hechos acaecidos durante su vigencia. Lo que justidfico el dictado de la norma fue la situacion factica excepcional. Pasado el timepo extraordinario o escepcional permanece inalterada la reprobacion del hecho cometido durante su vigencia. Estas son las tres posturas principales en cuanto se refiere a las leyes temporales y las leyes excepcionales y su aplicación o no aplicación de la ley penal mas benigna en favor del acusado. Para finalizar cabe resaltar un poco de jurisprudencia nacional, y la opinion de la Corte Suprema de Justicia de la Nacion, en lo que refiere a el principio de ley penal mas benigna y a las leyes en blanco. Tres son los casos a analizar. El primer caso es Argenflora, un fallo con contenido economico de regimen cambiario entre otras cosas, luego que la Sala A de la Camra Nacional de Apelaciones en lo Penal Economico confirmara la sentencia de primera instancia, condeno a los responsables mencionados a la pena de multa por infraccion al regimen penal cambiario. Sostuvo que el criterio que rige en cuestiones que, como la cambiaria, atañen al orden publico economico, supone la necesaria ultra actividad de las disposiciones reglamentarias, al menos se mantenga vigente la ley que la sanciona. Los defensores dedujeron el recurso extraordinario que fue concebido por la Corte. En su considerando 8º puntualiza que la ley penal cambiaria mantiene vigente la incriminacion de las conductas descriptas, y las penas previstas para tales delitos. En su conclusion la Corte establece “11º) cabe concluir que no se configura en auto el supuesto alegado por los recurrentes en virtud del cual solicitan la aplicación de la ley penal mas enigna, por lo que la invocacion de los tratados inernacionales que impoenen tal principio, no guarda relacion directa e inemediata con la controversia aquí examinada”. La Corte en este caso confirma la sentencia de primera instacia y condena a la finrma y a los sujetos mencionados en autos. El siguiente caso a desarrollar es el caso Ayerza. En este caso en particular La Corte via recurso extraordinario revoca la sentencia que habia sobreseido a los autores en un caso similar al anterior, y desecho asi la aplicación de la ley penal mas en benigna en los supuestos de odificaciones a la norma complementaria de una Ley penal en Blaco. El ultimo caso a analizar es el caso Cristalux, este caso fue muy novedoso ya que despues de años de doctrina, la Corte cambio su criterio, y fue considerado un leading case ( caso a seguir ) en este sentido. Entre otras cosas, el argumento utilizado por la defensa en este caso fue que la cuestion remitia a la interpretcion de normas de indole federal, y que la decision del a quo vuelneraba la garantia dee legalidad al imponer una sancion amparada en un regimen legal no vigente a la epoca de comision de la infraccion reprochada. Asi la Corte despues de años de doctrina opuesta, aplica retroactivamente una ley penal mas benigna que la aplicada en la sentencia original. Tanto por lo expuesto en los argumentos iniciales y con relacion con la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, creo, personalmente, que la ley penal mas benigna no tiene excepciones de aplicación. La ley penal mas benigna esta tipificado en los tratados internacionales de derechos humanos a los que argentina, en el año 1994, orotogo rango constitucional como complementario de la constitucion nacional. La Ley penal mas benigna debe ser una garantia que debe poseer el acusado y que aunque se trate de leyes temporales o excepcionales, no excluye aplicación de la misma en estos casos partiulares. Creo, para concluir, que las leyes penales en blanco impropias son las que, por su conducta estar establecida en una norma de igual jerarquia constitucional, deben prevalecer en caso necesario en un Estado de Derecho Democratico.
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