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“AÑO DEL BICENTENARIO DEL PERÚ: 200 AÑOS DE

INDEPENDENCIA”
DIRECCION REGIONAL DE EDUCACION DE APURIMAC
INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR PEDAGÓGICO PÚBLICO
“JOSÉ MARÍA ARGUEDAS”
ANDAHUAYLAS

SUB ÁREA: TEORIA EDUCACION


ESPECIALIDAD: EDUCACIÓN INICIAL “EIB”
SEMESTRE: VIII
DOCENTE: AMERICO AROHUILLCA HUAMAN
ESTUDIANTE: POLUCO AGUILAR MARILUZ

CCOYAHUACHO – SAN JERONIMO

2021
APRENDIENDO DE LA VIDA PARA LA VIDA

1. ¿La aspiración por la educación o la aspiración por la vida?


Uno de los aspectos que hemos encontrado en este caminar ha sido el
desencuentro que aún persiste entre la escuela y la comunidad, y dentro de los
sujetos vivos que diariamente se entrecruzan. Nos referimos a los profesores y a
los niños.
Como nos lo dice el profesor Cruz Chipana de la escuela de la comunidad de
Tanca-Kelluyo:
Yo he hecho bastante esfuerzo para valorar nuestras costumbres, y a los niños los
he motivado para que no se olviden de sus costumbres, pero de un momento a
otro viene la supervisión y nos dice que lo importante es hacer entender a los
niños lo que tenemos programado en cada unidad de aprendizaje, utilizando los
saberes previos de los niños.
También nos dice que debemos cumplir nuestras metas de enseñanza, y a veces
parece que perdemos el tiempo hablando de su cultura a los niños, porque en las
calificaciones eso no entra, la nota se ve cuando vemos cómo ha aprendido el
niño cuando hacemos entender lo que dice cada curso.
La escuela realiza acciones que pretenden cambiar la vida de la comunidad, y los
contenidos, planificación, currículo, capacitación del docente, entre otros, van en
este sentido; el saber de los niños es importante en las propuestas, pero al final
son un pretexto, porque la escuela impone sus propósitos.
La escuela urbana crea expectativas de realización, cuanto más vas a la ciudad y
estudias en ella puedes ascender socialmente. La escuela rural sería como antes
se decía- para el indio, para el campesino, para el que no puede venir a la ciudad.
La escuela rural es calificada siempre de ineficiente, aunque para otros es
importante conversar con la escuela rural porque es más flexible para el diálogo
intercultural.
¿Qué vas a aprender en el campo?
Los alumnos son quedados, es un sacrificio hacerlos entender, además muchos
se están yendo a la ciudad, porque la educación en la ciudad te ofrece mejores
condiciones. Nosotros al final siempre buscamos irnos a la ciudad, porque también
nos formamos mejor, acá todo parece un relajo.
El campo siempre es visto como un espacio retrasado y cuando se habla de la
escuela esto es más evidente. ¡Qué lejos estamos de establecer puentes de
equivalencia! Siendo así, no queda otro camino que tomar iniciativas de diálogo
desde la comunidad.
Los niños y niñas aymaras portan diferentes saberes, según el espacio que
ocupan. La educación lo que hace es incluirlos en un sistema, y más aún en
materias como las matemáticas u otro curso, que segmentan su saber.
Estos niños son criadores de la vida, no están jugando con redes o con botes, es
un aprendizaje que les sirve a su familia y a su comunidad.
Estos elementos poco le dicen a la escuela que los obvia, invisibilidad y califica de
“empíricos, “artesanales”, “de creencias” y “supersticiones”.
2. Los niños aymaras siempre hicieron posible la vida.
La participación de los niños en la crianza de la vida es un hecho que siempre está
presente en la familia aymara. La manera propia de aprender de los niños es
observando y conversando con sus mayores quienes están atentos a lo que dicen,
porque esta transmisión es generacional, y uno nunca se olvida.
También se aprende del propio cerro, en Chucuito al costado del Achachila Atoja,
hay un manantial que se manifiesta en época de lluvia, y quién tiene sed, primero
hace tres cruces en este canal y recién puede tomar el agua, y esto es un signo de
respeto y aprendizaje también.
3.El respeto es una forma de crear armonía entre todos.
En la visión andina, los padres a sus hijos les enseñan el respeto. No se debe
maltratar a los animales, ni a las plantas; porque tienen vida, así como los
humanos la tienen. El respeto es a todo cuanto se considera sagrado.
Es el saludo a los mayores, es hacer fiesta y rituales a la pachamama, a los apus,
al agua, a los animales. El respeto es no pisotear los surcos, es conversar con
cariño con todo lo existente, es el saber reconocer el saber del otro, es no imponer
una forma de vida. Esto no se aprende desde los libros o desde reglas de
urbanidad, es la vivencia diaria lo que nos está formando y enseñando siempre.
Los niños y niñas aymaras saben que tienen que saludar a sus mayores, pero
también a sus propias deidades porque son sus protectores. El respeto no
solamente se limita a los humanos, es a todo, y es lo que difiere del concepto de
respeto en la cultura occidental, donde entre humanos elaboran sus propias
normas de comportamiento y la naturaleza es considerada recurso en beneficio de
los humanos.
En la escuela el respeto está dirigido a la conducta, a los buenos modales, que si
bien tienen su importancia sólo se refiere a las personas. Los niños aymaras
respetan aquello que les va a dar vida, les va a dar alimento, les va a dar alegría,
es la razón de vivir cotidianamente.

Los niños asumen sus responsabilidades desde muy temprana edad.


Esta es una forma de responsabilizarse por hacer aquello que le va a servir. El
arte está en sus manos, se debe conocer el tipo de arcilla, el pisoneo, etc., es todo
un saber que se consagra en el hacer, esas son cosas que se aprenden y que no
es fácil, si no se tiene cariño. Los niños han aprendido de sus padres, eso mismo
lo repiten, pero a su manera.
Dentro de la familia los niños son formados con cariño por sus padres.
Esta forma de crianza es aprendida por tradición, cadena que viene dándose en
forma continua, con innovaciones según la ciclicidad de la vida andina.
En el campo nos dedicamos a la agricultura, criamos papa, oca, habas, cebada,
avena. Después de la siembra entramos a los deshierbo. Los hijos a los dos y tres
años ya usan las herramientas.
Si no les proporcionamos como para su edad nos quitan nuestras herramientas,
ellos quieren trabajar, aunque no tengan fuerzas suficientes, cuando le quitamos
las herramientas ellos se encaprichan se ponen a protestar llorando. Los hijos
aprenden de nosotros, porque caminan junto a nosotros. En la siembra ellos nos
observan, como colocamos la semilla en tres golpes (qhuya), así como ponemos
las semillas, ellos también hacen lo mismo. De igual manera en la siembra de
habas normalmente se pone dos habas, ellos ponen más de 4 habas, cuando se
les quita protestan lloran, pero de esa manera ellos aprenden a sembrar.
Al inicio de la siembra, sacamos permiso de la pachamama con coca, copala, vino
dulce, sino tenemos copala reemplazamos por el azúcar, participamos del ritual
todos juntos. Ahí están nuestros hijos, ellos nos observan lo que hacemos, y poco
a poco se van acostumbrando.
4. Para la educación, la vida se predice, pero para los niños, pero para los niños y
niñas aymaras se conversa con las señas.
Las señas son maneras cariñosas de conversar con la naturaleza. Los niños son
expresión de esa tradición milenaria.
Cuando se avecina la época de la siembra, mis padres saben decirme que hay
que mirar las hormigas, el sapo, el sank’ayu, y escuchar el grito del zorro. Cuando
las hormigas son pequeñas, indica que la cosecha de papa también va a ser
menuda. Cuando las hormigas son grandes significa que va a haber cosecha. La
hormiga se mira en el mes de Setiembre a Octubre; cuando las hormigas tienen
alas es una señal de que va a haber helada y puede afectar a los cultivos.
Muchas familias andinas que viven en el campo empiezan a olvidar sus propias
formas de saber, y contribuyen a su erosión. Pensamos que no es pérdida sino
olvido, y es este olvido lo que debemos regenerar y recrear.

5. La escuela ¿qué invisibiliza?


En el contexto actual la educación está ligada intrínsecamente al proceso de
desarrollo. En ese sentido escuchar a los maestros rurales es sumamente
preocupante.
Si conversamos con los propios niños, a muchos no les gusta ir a la escuela
porque poco les dice de su forma natural de vivir. Encuentran maestros llenos de
conocimientos, con muchas ideas que transmitir, pero muy pocos encuentran
maestros cercanos, que entiendan como viven cotidianamente en la comunidad,
dispuestos a aprender otras formas de vida.

¿Qué dice el nuevo enfoque educativo?

El sistema educativo, está diseñado para cambiar estructuras mentales y formas


de vida, cualquiera que sea el lugar o espacio. El nuevo enfoque educativo tiene
como propósito amoldar a los niños, utilizando un conjunto de recursos
pedagógicos que propendan a establecer cambios que finalmente posibilitarían
establecer sus niveles de relación con la sociedad y ser valorado sólo si asimila
esos conocimientos. Pero el cambio mayor está relacionado a que debe romper
con su tradición, con su forma de ver el mundo, por eso el nuevo proceso tiene 5
componentes básicos, en ese aprendizaje: Construir un conocimiento; reconstruir
los nuevos conocimientos; modificar lo experimentado; ampliar lo comprobado;
profundizar en el conocimiento experimentado.
6. La escuela es la escuela y la comunidad es la comunidad
¿Es posible la conversación?
En ese sentido, las instituciones estatales y privadas siguen en el afán de ligar la
escuela a la comunidad. Como sabemos la comunidad quiere también a su
escuela, y otros buscan tener una escuela. ¿pero no debería la educación abrirse
a esa diversidad?
La educación está marcada por el lema de que el niño “no sea como su padre”
(así se les dice muchas veces), que no se quede en su tradición.
Muchas autoridades educativas dicen que somos ricos en cultura, pero pobres en
conocimientos, esa sería nuestra “fatalidad”. ¡Qué lejos estamos de establecer un
verdadero sentido del respeto a la diversidad!
A todo esto, la escuela llama costumbre, y lo determina como saber previo, no
hace el esfuerzo por decir que este saber es para sostener la vida desde la vida
misma, a eso llamamos la renuencia de la escuela a respetar lo profundo.

7. La biodiversidad y el medio ambiente como recursos.


El manejo de los recursos naturales en el sistema agroecológico escolar, se
efectúa con el enfoque agroecológico, buscando que los estudiantes valoren su
medio y la relación hombre naturaleza, fortalezcan los vínculos de organización
para el trabajo productivo.
La ejecución de estas actividades, debe posibilitar el desarrollo de conocimientos,
actitudes y valores para el manejo sostenible de los recursos naturales,
combinando el manejo adecuado de las técnicas tradicionales y modernas, para
las prácticas agroecológicas, y la sustentabilidad de los recursos de su
ecosistema.
Lo conveniente para la escuela sería ser más humilde, que el profesor sea
sensible en su corazón, no se deje ganar por la racionalidad, ello sería un enorme
aporte para el respeto mutuo, de lo contrario, los esfuerzos hechos no sólo van a
ser insuficientes sino van a ser temporales en su “éxito”, pero inútiles en el tiempo,
sino llegamos a ser sensibles a la forma de vida de los niños.
a percepción final.
8. Nuestra percepción final.
El cambio no siempre es en la dirección de mayor fraternidad y justicia entre todas
las culturas. Muchas veces el cambio está orientado a facilitar la explotación de las
culturas. Los cambios que se han experimentado, son ambivalentes desde la
escuela, ponerlo en una posición conversadora equivaldría a superar toda postura
vertical.
Si la vida es fruto del cariño, no solo habrá niños criadores, sino que la
cosmovisión será fruto de un esfuerzo conjunto. No hay recetas para criar, pero si
hay mucho que aprender de aquellos niños/as, a los que equivocadamente los
llamamos inocentes.

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