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Todo esquema está sujeto a posibles modificaciones, por tal razón es necesario el pulir-
lo con detenimiento, variarlo cuantas veces sea necesario, hasta lograr que se ajuste a los
objetivos de la investigación.
Existen diferentes tipos de formatos de esquemas. Aquí sólo se presentan los dos de
mayor uso: el esquema mixto y el decimal.
Es una modalidad de esquema que emplea números y letras para designar los
nomencladores correspondientes a los capítulos y sus subdivisores.
En este sistema se emplean números romanos para designar los capítulos y números
arábigos para las subdivisiones correspondientes. Igualmente se emplean letras
mayúsculas y minúsculas para las subdivisiones.
I- CAPÍTULO.
A. Primera subdivisión.
1. Segunda subdivisión.
a. Tercera subdivisión
b. Correlativo de la tercera subdivisión.
2. Correlativo de la segunda subdivisión.
B. Correlativo de la primera subdivisión.
Ejemplo:
I- ORTOGRAFIA Y MORFOSINTAXIS.
A. Ortografía.
1. Reglas de acentuación ortográfica.
a. Palabras agudas.
b. Palabras graves.
c. Palabras esdrújulas y sobresdrújulas.
2. Otros signos ortográficos.
B. Morfosintaxis.
1. La frase.
2. La oración.
a. Partes de la oración.
1. Sujeto.
2. Predicado.
b. Clases de oraciones.
1. Simple.
2. Compuesta.
Un esquema de ésta índole más o menos tendría una estructura de este tipo:
1. CAPÍTULO.
1.1. Sub-capítulo.
1.2. Sub-capítulo.
1.2.1. Inciso.
1.2.2. Inciso.
1.2.2.1. Sub-inciso.
1.2.2.2. Sub-inciso.
2. CAPÍTULO.
2.1. Sub-capítulo.
2.1.1. Inciso.
2.1.2. Inciso.
2.1.2.1. Sub-inciso.
2.1.2.2. Sub-inciso.
2.2. Sub-capítulo.
1. PROCESO DE APRENDIZAJE.
Otro formato del esquema decimal es el que asigna números romanos para los capítulos y
arábigos para las subdivisiones.
Ejemplo:
I- LA DISCIPLINA ESTADÍSTICA.
1.1. Conceptos de Estadística.
1.2. Fundamento Científico de la Estadística.
1.3. Enfoque Crítico de la Estadística.
1.4. Empleo de la Estadística.
Redactar es poner algo por escrito. La redacción es: “expresar por escrito una idea o
una serie de hechos acordados con anterioridad”. 16
La redacción de los trabajos escolares es una de las deficiencias más sentidas por los
facilitadores (profesores), ya que es notorio que muchos estudiantes no quieren o no
saben redactar correctamente un trabajo de este tipo. Una gran cantidad de participantes
(alumnos), incluso ya en el último año de una carrera profesional, tienen serias
deficiencias en cuanto a la redacción de trabajos escolares, principalmente en el uso de
las reglas
gramaticales.
Existe un estilo efectivo cuando el autor adapta su forma y fondo teniendo en cuenta a los
receptores del mensaje y la naturaleza específica de la situación. Un estilo
que trate de impresionar a los lectores en vez de servirles es, por definición, ineficaz e
impráctico. Al respecto Keithley y Schreiner expresan que: “Un escritor que
utilice palabras como decoración o injerto de una idea débil, muestra su falta de
sinceridad y su fallo de estilo. De igual manera, una idea potente pierde fuerza si
se expresa pobremente” 17 .
• Claridad
Consiste en la expresión de las ideas y conceptos de tal manera que su lectura sea de
fácil e inmediata compresión. Esta característica busca la utilización de términos sencillos
y claros que permitan captar fielmente las ideas que se quisieron expresar; para esto es
conveniente que en la redacción se consideren los siguientes puntos:
– Suprimir las acotaciones que no vengan al caso, tales como aclaraciones entre
paréntesis, corchetes y guiones, que muchas veces sólo provocan confusión entre los
conceptos.
– Redactar párrafos sencillos, claros y concretos que contengan sólo las ideas funda-
mentales.
• Precisión
Consiste en redactar utilizando los conceptos integralmente, sin excluir ni incluir
información adicional, con el fin de evitar ambigüedades.
Se dice que una palabra es precisa, cuando expresa con exactitud su significado, sin
rebuscamientos inútiles ni abuso en la cortedad de los datos.
• Propiedad
La característica de propiedad en una redacción es la construcción de frases conforme a
las reglas gramaticales; usando los vocablos adecuados de acuerdo con el significado
exacto de las palabras, utilizando su escritura y pronunciación en el sentido correcto que
se quiere dar a las expresiones.
Ello exige un alto dominio del lenguaje, del significado y sentido de las palabras, además
de un correcto uso de los sinónimos, antónimos y homónimos para evitar expresiones
equivocadas, fatuas y que sólo quitan valor y estética a un escrito.
Dentro de esta categoría entra la pobreza del lenguaje, el uso incorrecto de superlativos
y diminutivos, el abuso de gerundios, el desconocimiento de las reglas de sintaxis, las
faltas de ortografía y otras deficiencias similares.
• Concisión
Esta característica consiste en expresar con el menor número de palabras nuestros
pensamientos, ideas y conceptos, sin que por ello se le reste claridad ni precisión al
contenido
de nuestra redacción.
Conciso no quiere decir resumido, sino que es la utilización de las palabras apropiadas
de acuerdo con el tema de que se trate.
• Sencillez
La sencillez estriba en redactar con naturalidad, es decir, utilizando frases y palabras
simples, sin rebuscamientos ni tecnicismos excesivos, ni con frases o palabras presunta-
mente elevadas que suponen mayor cultura. Para lograr la sencillez en la redacción se
aconseja:
• Sintaxis
Se encarga de analizar la formación de las palabras a fin de que haya congruencia en la
composición de las oraciones y cierta concordancia que dé sentido a las expresiones que
integran un escrito.
5.2.2. Composición
Es la acción de componer las partes que integran el contenido de una obra. Se procede
a la composición del trabajo cuando se termina la etapa de recolección de los datos. La
composición está íntimante ligada a la redacción.
La composición de una obra se inicia con la elaboración del esquema o guión, por lo
cual hay que poner el mayor esfuerzo para el logro de un buen esquema que sea con-
gruente con los objetivos de la investigación.
Para lograr una buena composición hay que tener en cuenta los factores siguientes:
• Concreción del tema. Depende del dominio del mismo. El tema no se debe
abordar con rodeos, hay que concretarlo lo antes posible. Concretar una idea es
reducirla a su aspecto más importante.
Antes de empezar a redactar es imprescindible repasar una vez más el esquema (guión)
y asegurarse de que el mismo haya quedado bien estructurado, pues de no hacerse así
se corre el riesgo de redactar capítulos o párrafos innecesarios.
Prácticamente siempre se hacen varias redacciones; es muy raro que la primera resulte
satisfactoria y definitiva. Normalmente se hace:
Estos dos aspectos pueden abordarse simultáneamente, aunque quizás resulte más
provechoso hacerlo sucesivamente. Para reordenar o reestructurar pasajes es muy útil la
llamada “técnica del recorto y pego” que básicamente consiste en:
Cuando se considera que se ha logrado una redacción bastante satisfactoria del cuerpo
capitular, es el momento adecuado para redactar la o las conclusiones de la investigación
(que son la síntesis y evaluación de la investigación), los apéndices y la bibliografía.
Una vez que se tienen redactadas las partes central y final del trabajo, se elabora la
parte preliminar o inicial formada por la tabla de contenido (índice), el sumario (que pue-
de ir o no en el trabajo), y la introducción que es la presentación de la investigación.
Todo trabajo, antes de ser publicado o entregado a quien corresponda, debe ser revisa-
do minuciosamente. La mala ortografía, expresiones confusas y errores mecánicos no
podrán ser excusados como errores de mecanografía o de digitación. La función del autor
es asegurarse de que todos los errores han sido corregidos, ya que toda idea emitida en
el escrito es de su responsabilidad.
La revisión final del trabajo implica varias lecturas del mismo. En cada lectura se debe
revisar un solo aspecto. Por ejemplo, se lee una vez para corregir errores de vocabulario;
otra para corregir errores lógicos; otra para confirmar que no se haya omitido ninguna
referencia bibliográfica; otra para asegurarse que en la bibliografía general se incluyeron
todos los documentos consultados durante la elaboración del trabajo; otra para corregir
las gráficas y cuadros y otra para revisar los errores ortográficos y mecanográficos.
Cuando se lea el trabajo sin que sea necesario hacerle corrección alguna, éste podrá
darse por terminado.
RESUMEN:
Marco conceptual
Al pie de la página.
Al final de cada capítulo.
Al final del texto.
Combinar las anteriores.
Y pueden contener:
Botta manifiesta:
La cita directa o cita textual va generalmente entre comillas si tiene tres líneas o más,
caso contrario se inserta con un interlineado menor al resto del texto y dejando una
sangría desde el lado izquierdo. 4
Scarano define a la nota al pie de página o al final del texto como una nota explicativa que
por estar conectada marginalmente a los argumentos del texto se coloca a pie de página.
Estas notas, pueden incluir citas directas o indirectas. 5
Los estilos son elaborados, por lo general, por asociaciones o instituciones reconocidas
en determinadas áreas. Martínez de Sousa toma como sinónimos manual de estilo y libro
de estilo (style manual) y lo define como: libro que contiene un conjunto de normas para la
unificación de criterios en la redacción, corrección de estilo tipográfica, etc. 6 Un manual de
estilo incluye elementos tales como: puntuación, ortografía, uso de mayúsculas, cursivas,
abreviaturas, citas textuales, encabezados, ilustraciones, tablas, notas al pie de página y
referencias. Los estilos más difundidos en el ámbito académico son:
Calidad y evaluación
La calidad puede ser aplicada a todos los productos o servicios que una organización
brinde, por lo tanto, el concepto se puede encontrar en la bibliografía de diversas áreas de
estudio, pero, sobre todo, en el ámbito de la gestión y casi siempre asociado a la
producción, a los procesos, a las empresas, a los sistemas de gestión y a los servicios
que brinda una organización ya sea pública o privada. 7
Para Marina Jiménez Piano “evaluar es medir el valor de algo, entendiendo como valor la
cualidad de satisfacer determinadas necesidades”. 13 Como evaluar es medir/señalar el
valor de algo y como para señalar ese valor necesitamos emitir un juicio, hay que saber
que ese “juicio de valor se obtiene de interpretar la diferencia que resulta de la
comparación de dos medidas: la que es y la que debería ser” 14 y para ello se necesitará
de un referente o patrón que, según la misma autora, podrían estar formados por:
Para evaluar es necesario obtener información del servicio, producto o sistema que se
está evaluando, para lo cual habrá que definir cuáles son las especificaciones con las
cuales se va a realizar dicha valoración, o sea, definir los criterios con los que se va a
evaluar y los indicadores con los que se medirá la calidad. 15
Indicadores de calidad
Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, un indicador indica o
sirve para indicar.16 La norma ISO 11620 define el concepto indicador como una
expresión (que puede ser numérica o verbal) usada para caracterizar actividades
(eventos, objetos, personas) tanto en términos cuantitativos como cualitativos con el fin de
calcular el valor de las actividades caracterizadas y el método asociado. 17
Existen muchos documentos que establecen pautas, criterios, guías, lineamientos, tests,
procedimientos, modelos o reglamentos para evaluar proyectos o artículos de
investigación o proyectos de tesis, pero ninguno profundiza y desarrolla lineamientos
específicos para la evaluación de bibliografías. Algunos de estos documentos forman
parte de los reglamentos, lineamientos o formularios de ciertas universidades, mientras
que otros se pueden encontrar publicados en artículos de revistas científicas
(Bobenrieth,19 José López Yepes et al.20 y Mario de Miguel21). En los trabajos científicos y
académicos se puede apreciar la revisión bibliográfica realizada por el investigador en tres
partes:
Otros incluyen el ítem de la bibliografía con una escala de valoración: excelente, muy
buena, buena, suficiente, deficiente. Sólo se han encontrado unos pocos documentos que
amplían un poco la forma de evaluación de las bibliografías. Por ejemplo, Bobenrieth, en
su trabajo sobre lectura crítica de artículos originales en salud, define los siguientes ítems
de evaluación con base en las distintas partes de un artículo científico: 22
a. Título
b. Autores
c. Resumen
d. Introducción
e. Problema de investigación
f. Revisión bibliográfica
g. Marco teórico
h. Variables
i. Objetivos/hipótesis
j. Materiales y métodos: diseño
k. Materiales y métodos: población y muestra
l. Materiales y métodos: consideraciones éticas
m. Resultados: recogida de datos
n. Resultados: análisis de datos
o. Resultados: presentación de los datos
p. Discusión y conclusión
q. Bibliografía
Cada uno de estos ítems descriptos posee determinado número de criterios y se evalúan
con los valores: sí, no o dudoso. Los criterios definidos por Bobenrieth para la revisión
bibliográfica y la bibliografía son los siguientes (Tablas 1 y 2):
Estado de la cuestión:
Redacción:
Bibliografía
Por su parte, De Miguel elabora un modelo con las principales dimensiones y criterios que
deben ser objeto de análisis y valoración en todo trabajo científico, con el objetivo de que
pueda ser utilizado como marco de referencia por los evaluadores y miembros de
tribunales de tesis doctorales, tanto en la fase previa a la tramitación administrativa como
en el acto de exposición y defensa de la misma. 25 Define 4 dimensiones para la
evaluación del informe de tesis: