Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Resumen
Pon en práctica este paso a paso y aprende a generar abono orgánico líquido o biol que luego podrás aplicar
a tus plantas a través del riego.
Necesitas
Pasos
1
Introduce en el bidón una capa de 15cm de estiércol, paja u hojarasca.
2
Luego incorpora una capa similar de restos de verduras y cáscaras de frutas.
3
Completa la mitad del volumen total del bidón con papel de cocina, restos de
comidas, vísceras de pollo o pescado que no consumas, etc.
4
Completa la otra mitad del bidón con agua, preferentemente agua de lluvia. Deja
los últimos 2 o 3cm y el cuello del bidón sin llenar.
5
Calienta un elemento punzante (puede ser un clavo) y realiza una perforación en
la base del cuello del bidón. El agujero debe tener un diámetro capaz de albergar
la manguera para suero.
6
Realiza otra perforación de similar característica en la tapa de una botella
plástica descartable (gaseosa, agua mineral, jugo).
7
Coloca un trozo de nylon flexible pero resistente sobre la boca del bidón y
sujétalo con el precinto. La fermentación de la materia orgánica producirá gas
metano y es importante que el tapón pueda soportar la presión de éste.
8
Introduce uno de los extremos de la manguera en la perforación del bidón y el
otro en la de la botella pequeña que funcionará como escape del gas metano que
se produzca.
9
Coloca el bidón en algún lugar del jardín y una vez por semana sacúdelo un
poco para ayudar con la reacción.
10
Al cabo de 2 o 3 meses (dependiendo del clima) la materia orgánica se habrá
transformado en un líquido oscuro y sin olor llamado biol.
11
Diluye 1 litro de biol en 10 litros de agua y aplícalo a tus plantas, funcionará
como un excelente abono orgánico.
Importante
Si tienes conejos, hamsters o gallinas agrega sus deposiciones (estiércol y orina) en el preparado.
1. HIDROSOLUBLE:
Para la obtención de ácidos solubles: calcio, potasio, manganeso, fósforo, magnesio y trazas de
otros elementos, se procede a mezcla de un volumen de remanente sólido de la extracción del
hidrosoluble con diez volúmenes de solución acida 0.1 M de acido sulfúrico, nítrico o clorhídrico.
Se puede usar como solución acida 192gr de acido cítrico en 10 lit de agua o de 0.77 a 1.52 lit de
zumo de limón los cuales se obtienen de 3.2 a 4.1 Kg. de fruta fresca; a esta cantidad se adiciona
agua hasta completar 10 lit; se agita de 10 a 15 minutos diariamente por 3 a 4 días. Se pasa a
través de un filtro y el liquido obtenido es el producto acido soluble. El cual se utiliza como
fertilizante foliar en el periodo de prefloración; inicialmente en aplicaciones con disolución 1:20 y
luego concentrarlas de acuerdo con el cultivo; el remanente solidó se reserva para el siguiente
paso.
Primera etapa
INGREDIENTES CANTIDADES
Agua
120 Lit
(sin tratar)
Mierda fresca de
50 kg
vaca
Melaza o jugo de
20-30 Kg
caña
Leche o suero 10-30 lit
Sulfato de zinc 200 gr.
Sulfato de
200 gr.
magnesio
Sulfato de cobre 30 gr.
Sulfato ferroso 30 gr.
Sulfato de
30 gr.
manganeso
Cloruro de cobalto30 gr.
Molibdato de
30 gr.
sodio
Bórax 150 gr.
levadura 1000 gr.
Ceniza 2500 gr.
Roca fosfórica 2500 gr.
soya 1000 gr
OTROS MATERIALES
1- Recipiente plástico de 200 lit, de capacidad.
1- Recipiente plástico de 100 lit, de capacidad.
1-Pedazo de manguera de un metro de largo y de 3/8" a ½" de diámetro.
1-Niple roscado de bronce o cobre de 5 cm. de largo y de 3/8" a ½" de diámetro.
1-Botella desechable.
1- Colador o tul para colocar la mezcla.
1-Palo para mover la mezcla
PREPARACION DE LA PRIMERA ETAPA
PROCEDIMIENTO
1-DIA:
En el recipiente plástico de 200 lit, de capacidad, disolver 50 kg, de mierda de vaca, 1 lit,
de melaza o 2 lit, de agua de caña, 2 lit de leche o 4 lit de suero, 100 gr, de ceniza y 100
gr, de roca fosfórica en 130 lit de agua limpia. Revolver hasta obtener una mezcla
homogénea. En la cubierta de plástico disolver 200 gr de SULFATO DE ZINC en 5 lit
de agua tibia no más de 60ºc; revolver muy bien y agregar a la mezcla del recipiente de
200 lit.
Tapar el recipiente y dejar en reposo por 3 días, en un lugar protegido por el sol y la
lluvia.
DOSIS:
1-5 lit de preparado en 100 lit de agua+10 kg de melaza
|| Programa Pro-Huerta
El Abono
La fertilidad de la tierra no sólo se mantiene realizando un manejo sustentable. A la rotación y asociación de
plantas se debe sumar la incorporación de abonos, para preservar y enriquecer las condiciones de la huerta, y
contar con la posibilidad de poder sembrar durante todo el año.
El abono
El abono compuesto
El abono orgánico, es fertilizante que proviene de la degradación y mineralización de materiales orgánicos
(estiércoles, desechos de la cocina, pastos incorporados al suelo en estado verde, etc.).
El abono compuesto
Se elabora con la mezcla de restos orgánicos (entre los que se pueden enumerar residuos de cocina, yuyos,
pajas, estiércoles, ceniza), y tierra. El abono orgánico se puede obtener en forma casera, y es un abono
“rico”, con el cual las plantas se alimentan.
Hay varios métodos para preparar el abono compuesto. El ideal consiste en apilar distintos materiales en
capas, intercalando restos de vegetales verdes, restos de cocina, restos de paja, restos de estiércol, tierra y así
sucesivamente.
Hay que regar la pila para asegurar que cuente con una buena cantidad de humedad y protegerla con algún
material (plástico o chapa), para evitar que las lluvias perjudiquen la fermentación del preparado.
Un dato para tener en cuenta: si no aparecen lombrices en la abonera, conviene agregar algunas. Existe una
lombriz pequeña, de color rojo vivo, que se encuentra en las bostas maduras, que es útil para acelerar el
proceso de transformación.
Sí
No
Vidrios
Cáscaras de frutas
Restos de verduras Huesos enteros
Hay muchas formas de preparar el abono compuesto. Una de las más extendidas es la preparación del abono
“En Pozo”. Consiste acumular en pozos o zanjas distintos materiales en capas, intercalando restos de
vegetales verdes, restos de cocina, restos de paja, restos de estiércol, tierra y así sucesivamente..
Hay que regar la zanja para asegurar que cuente con una
buena cantidad de humedad y protegerla con algún material
(plástico o chapa), para evitar que las lluvias perjudiquen la
fermentación del preparado. Este sistema es apto para las
zonas secas, pero para las zonas húmedas se recomienda sólo
en verano, ya que en invierno un exceso de humedad “pudre”
el preparado.
Es recomendable que el tambor esté asentado sobre ladrillos, dejando un espacio (que se tapará con una
madera), por donde se extraerá el compuesto, una vez que esté listo.
No es difícil construir una abonera de acumulación. Una de un metro cúbico será útil para los desechos
grandes.
Después de un par de meses, se saca el contenedor de alambre y se deja la pila de materia orgánica en el
lugar. A tres metros de distancia, aproximadamente, se vuelve a armar el corralito para dar forma a una
nueva abonera.
En nuestra zona, dadas las bajas temperaturas, el tiempo de formación del abono es la temporada productiva
(septiembre-abril) y se desarrolla principalmente en los meses de temperaturas elevadas. Durante el invierno
no hay actividad de los microorganismos por lo tanto no se forma abono.
¿Cuándo los desechos se han convertido en abono? Cuando en la pila no es posible distinguir los residuos
que habían sido incorporados. La mezcla será uniforme cuando estos estén desintegrados y tengan aspecto a
tierra negra y esponjosa. El olor de la mezcla habrá cambiado, ya que cuando el abono orgánico está maduro
tiene un buen olor.
En las entregas anteriores se explicaron las formas de producir abono orgánico, pero el trabajo no culmina
una vez que el mismo está listo para usar. El abono listo está desintegrado, conformado por partículas de
diferente tamaño, que se deben separar.
En primer lugar se debe separar todo aquel material que puede ser diferenciado como material orgánico
original (huesos molidos, hojas, ramas secas, etc.) y regresarlo a la abonera, este trabajo se realiza con laya u
horquilla. En segundo lugar corresponde la separación del material desintegrado y parcialmente
mineralizado, este se debe separar con una zaranda de 1 centímetro de malla.
Una vez que el material ha sido separado se obtendrán tres tipos de abono: uno grueso, formado por material
que aún no ha terminado de descomponerse, será destinado a iniciar una nueva abonera.
El material más fino se puede utilizar como capa superficial de los almácigos y en los tablones, ya sea
colocándolo en los surcos de la siembra directa o en los hoyos al hacer los trasplantes (en los tablones
funciona como una fertilización localizada, muy importante que esté presente cuando la semilla emite sus
primeras raíces).
En tanto, el material mediano, que no atraviesa la zaranda será utilizado como capa protectora del suelo y
entre las plantas. A este se lo denominará mantillo o abono de superficie que, además de funcionar como
abono, evitará que crezcan yuyos y que la tierra se reseque.
El abono de superficie es el aporte de materia orgánica colocada directamente sobre la superficie que se
quiere fertilizar. Puede conformarse con materiales vegetales, como pasto, restos de cosecha, paja, material
semidescompuesto, etc., que además funciona como “mantillo”, evitando la evaporación y protegiendo la
estructura del suelo del impacto de las gotas de agua.
Es importante destacar que también impide el crecimiento de yuyos. De esta manera, se harán menos
necesarias la carpidas para desmalezar.
Abono Orgánico
reemplazarlos con productos más naturales. La generación de metodologías para producir abono
orgánico se ha ido desarrollando como respuesta ante esta problemática. A medida que se han
ido aplicando estás técnicas, se han visto cambios en importantes características de los suelos.
El suelo es un sistema compuesto por un gran número de elementos y propiedades. Naturalmente, guarda
un equilibrio constante, y eso es lo que permite el sustento de ecosistemas
saludables y variados. Con el fin de satisfacer nuestras necesidades, hemos perturbado ese
equilibrio, cambiando propiedades, interrumpiendo ciclos y obteniendo beneficios a medias. Por esta
razón, el uso de abonos orgánicos es una forma de devolverle al suelo su estabilidad y encaminarlo a su
correcto funcionamiento.
Habiendo mencionado los benficios naturales, cabe añadir que estas técnicas de producción de
abono orgánico ayudan a reducir la contaminación, ya que el material de partida son desechos orgánicos,
llamados basura orgánica, la cual se dispone junto con los demás tipos de basura, ocasionando
contaminación a varias escalas.
Técnicas de elaboración de abono
orgánico
Actualmente existen varias que utilizan residuos orgánicos y los convierten en materia disponible para su
Compostaje
Lombricultura
Ambas técnicas parten del mismo material, pero la metodología las hace diferentes.
Compostaje Doméstico
El proceso de compostaje consta de ciertas etapas: la elección de los desechos, la preparación, la biorreación y el
acondicionamiento final.
Para iniciar el proceso se tiene que tener en cuenta que el lugar para colocar el sistema compostador debe ser
accesible y ligeramente alejado del hogar, ya que, en caso de que no habiéndose realizado de manera
correcta el compostaje, se produzcan malos olores y estos atraigan fauna indeseable, la cual pueda
interferir con el desarrollo de las actividades normales del hogar.
Para el buen funcionamiento de la técnica se requiere seleccionar elementos que puedan aportar
diferentes características , por ejemplo, residuos verdes (ricos en nitrógeno), residuos cafés (ricos en
carbono), agua y aire (oxígeno).
He aquí una lista de los residuos, conforme a las aportaciones que ofrecen.
F
uente: CONAMA
Una vez que se tengan los residuos compostables se procede a acomodarlos dentro de la compostadora.
Para una degradación más rápida se parten o pican en trocitos.
Colocamos residuos cafés, residuos verdes, un poco de suelo y agua si la mezcla está muy seca, se van
formando capas hasta que se ocupe casi todo el volumen del sistema. Se mueve dos veces por semana y
se debe cuidar
de los elementos naturales.
Conforme pasa el tiempo se llevan a cabo reacciones entre los elementos en esas condiciones.
Se observan cambios, como elevación de la temperatura, llegando a 70ºC en una composta bien
elaborada.
La duración del proceso depende de muchos factores, por ejemplo la estación del año en que se
realice, el tipo de residuos que sean mayoría en la mezcla, y particularmente del cuidado que se le tenga.
Nosotros realizamos el proceso en invierno y primavera y tuvo una duración de tres meses
Se obtuvo una composta madura, sin olor fuerte, sin residuos identificables, sin organismos visibles y lista
para usarse.